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BIBLIOTECA
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AUTORES ESPAÑOLES.

(TOMO LXX DE LA COLECCION.)


BIBLIOTECA

AUTORES ESPAÑOLES

DESDE LA FORMACION DEL LENGUAJE HASTA NUESTROS DIAS.

CRONICAS

DE

LOS REYES DE CASTILLA


DESDE

DON ALFONSO EL SABIO, HASTA LOS CATÓLICOS DON FERNANDO Y DORA ISABEL.

POR DON CAYETANO ROSELL.

TOMO TERCERO.

MADRID,
M. RIVADBNEYRA- EDITOR.
ADMINISTRACION ¡ MADERA BAJA, NÚM, 8,
1878,
IMPRENTA., ESTEREOTIPIA Y GALVANOPLASTIA DE AR1BAÜ Y COMPARÍA (bOCKSOKES DK RlVAI>P.NEYItA),
IlirRKORES DE CAUAJU Di 6. M,— Cslle dd Puno» de Orann, nilm. 1.
ADVERTENCIA.

Para dar por terminada la colección de Crónica» de los Reyes de Cattüla, que nos propu
simos incluir en la Biblioteca , restan únicamente las que corresponden á los reinados de
Enrique IV y los Reyes Católicos. Hasta ahora contamos en cada reinado con una crónica;
ni tampoco se extendía á más nuestro empeño , atenidos como estábamos, no á reproducir
monumentos esencialmente históricos, sino .aquellos que de común acuerdo se conservan y
recomiendan como superiores por su concepto y mérito literarios. Pero el renacimiento de
las letras en Occidente perfeccionó los estudios, ensanchó el campo de la erudición, y armo
nizó más y más la manera dé expresar las ideas con el mejor arte de la forma, modelada
sobre los insignes ejemplares de la antigüedad clásica.
El siglo xv cae de lleno en este periodo ; y lo que ántes era Bemilla copiosa, pero poco
fecunda aún , llega en breve á hacerse campo de frondosa y lozana fertilidad. Allí no era
posible la preferencia ; aqui lo dificultoso es la elección ; pues exceptuándose algún investi
gador de memorias y documentos, que en fuerza de aplicación y voluntad hacía olvidar lo
deslucido de su propósito, los más eran escritores de profesión, que con observar lo que
acontecía á su vista y referirlo según su pasión ó sus intereses , por elegante manera y aci
calado estilo , creían haber desempeñado su papel á gusto do los que los pagaban ó los aplau
dían. El más retórico era el que presumía de mayor acierto.
Dijimos al finalizar la Advertencia que encabeza el tomo n de nuestras Crónicas, que en
el presente, relativo a! reinado de los Reyes Católicos, marcharíamos con más desembarazo
en cuanto á la concurrencia de los autores que se disputan la propiedad de alguna de las
obras de esta colección. No cabe, en efecto, duda respecto á los verdaderos historiadores de
aquel reinado; pero no sucede lo mismo con los del precedente, es decir, con el de D. Enri
que IV, en cuya vida pusieron mano á la vez varios escritores , sin que sea posible afirmar
sin pruebas á quién ha de atribuirse esta ó la otra obra determinada. Cuál más, cuál ménos,
sabemos que intervinieron en aquella empresa el competidor de Nebrija, Alonso de Palen-
cia, Mosen Diego de Valera, Diego Enriquez del Castillo , D. Juan Arias Dávila, el famoso
compilador y refundidor de los documentos históricos de aquella edad , Don Lorenzo Ga-
lindez de Carvajal, y con carácter más general, sin ceñirse á limitado 'espacio de tiempo, el
bachiller Alfonso de Toledo, Pedro de Escávias , y quizá algún otro.
No nos detendrémos á referir las circunstancias de la vida de algunos de estos autores,
personajes importantes en las córtes de Enrique IV y de los reyes Don Fernando y Doña
Isabel (1), porque están ya consignadas tan ampliamente como es posible en obras recientes

(1) Alfonso de Palencia ó Fernandez de Paten bando del rey intruso Don Alfonso, hermano de
cia, natural quizá de ceta cindad, 6 según otros, de Don Enrique.—Diego Enriquez del Castillo, natu
Sevilla, nació el año 1443, y murió oí 92. So educó ral de Segovia, fué capellán y del consejo de dicho
en Italia, adonde pasó de jó ven con el obispo de rey Don Enrique. — Diego de Valera , nacido en
Burgos, Don Alfonso de Santa María ó de Cartagona, Cuenca en 1412, murió en 148G. Morced á su talen
siendo familiar del célebre cardenal Besarion. Vuel to y á los caballerescos servicios que prestó á Es-
to á España, sucedió á Juan de Mena on el empleo paria en los países extranjeros, fué muy estimado y
de cronista y secretario de latín, y se afilió en el distinguido por Don Juan II y los Reyes Católicos.
VI CRÓNICAS DE LOS REYE8 DE CASTILLA.
de autores contemporáneos , que sin dificultad pueden consultarse (1). Ni es tampoco del
caso incluir aquí la enumeración y juicio de los muchos y varios escritos quo se conservan
de aquéllos , cuando sería inútil por una parte y pretencioso por otra el intento de acometer
este trabajo ; no será poco el de concretarnos á nuestro objeto.
Tres son las principales Crónicas que se citan de Enrique IV : la de Alfonso de Palencia,
la de Diego Enriquez del Castillo y la de Mosen Diego de Valera , esta última titulada
Memorial de diversas hazañas , y hasta hoy inédita como la primera. Escribió también Pa
lencia las Décadas Latinas , cuyo verdadero título es las Tres Décadas de las cosas de mi
tiempo, que comprenden desde 14-10 hasta que queda asegurada la sucesión de la reina Isa
bel en el trono de Castilla. La Crónica abraza solamente el reinado de Enrique IV, y en
algunos ejemplares, no cabal, falta que puede atribuirse á que los códices no estén completos.
Las Decadas están escritas en latín, la Crónica en castellano; lo cual ciertamente no se opona
á que ésta, ya que no una traducción , por lo menos sea casi un extracto de las primeras.
Pudo muy bien Palencia ser autor de este trabajo , como lo es de las versiones de otras
obras suyas, dado que todas las escribió en latin, obligación tal vez aneja al titulo de Secreta
rio de latin, en que sucedió á Juan de Mena; mas esta conjetura, sobre alguna razón que ale
garemos luego, es de ningún valor desde el momento en que se dice, como es verdad, que
él mismo formó una lista de sus escritos, y no menciona en ella la Crónica de Enrique IV.
Si ésta, según la opinión de algunos, fuese meramente un extracto romanzado de las Déca
das, quedarían resueltas todas las dificultades; se llamaría Crónica de Palencia lo que, sin
ser trabajo propio, era creación suya, como se llaman comedias de Calderón, por ejemplo,
las que andan hoy refundidas por otras manos, unas conocidas , otras anónimas é igno
radas.
Fundamento hay, pues , para negar la autenticidad de la Crónica de Palencia tal como
existe hoy dia. De este parecer es el señor Ríos, allegándose al emitido anteriormente por el
académico Don Pedro Sainz de Baranda, quien demuestra con argumentos incontestables
que ni aun traductor de sí propio puede ser quien desfigura su obra original hasta el extremo
de no comprenderla y equivocar por ignorancia aquello mismo en quo habia probado su su
ficiencia. La solución que Zurita, y el señor Fabié en su biografía de Alfonso de Palencia,
dan á este problema es tan admisible, que no cabe explicación más satisfactoria. Mosen Die
go de Valera tomó de las Décadas latinas su Crónica de Enrique IV, que llamó Memorial
de Hazañas; algún otro quizá tradujo de aquéllas la parte que se atribuye al primitivo au
tor, y de aquí las dudas, la confusión y las tergiversaciones en que se ha incurrido. ¿Qué
tendría esto de extraño, 'cuando Galindez de Carvajal confiesa quo su Historia de Enri
que IV no es más que una compilación de la de Palencia?
Hemos tenido la curiosidad de cotejar algunos trozos do la obra do Valera con la llamada
de Palencia , y es completa su identidad. El atentado de Ávila y la muerte del infante Don
Alfonso, con levísimas variantes, se refieren en los mismos términos. ¿Cuál de los dos re
latos es anterior al otro ? Coetáneos eran ambos autores , aunque Valera de más edad ; pero
no es creíble que Palencia tradujera en latin para los doctos lo que andaba vulgarizado en
romance, y por consiguiente al alcance de todo el mundo. Y que el Memorial de Hazañas
pueda reputarse obra de Palencia, no es verosímil tampoco. Palencia escribe tan premiosa
mente y con un sabor tan exótico en castellano, como lo prueban sus traducciones.
Algo más añadiremos para terminar cuestión tan empalagosa. En la Biblioteca Nacional

(1) Don José Amador de los Ríos, en bu Historia del Triunfo Militar, impresos ambos, con un Ensa-
Orítica de la Literatura Española, tom. vil, capltu- yo biográfico y bibliográfico que loa precede, en
los xvii y xx, Don Antonio María Fabié en loados la Colección titulada Libros de Antaño, tomo v;
tratados de Alfonso de Palencia , la Batalla campal Madrid, Duran , 1876.— Discurso de recepción en la
que los Lobos y los Perros ovieron,y la Perfección Academia de la Historia del mismo señor Fabié.
ADVEBTENOIA. vil
existen multitud de códices de la Crónica de Enrique IV esoritos en los siglos xvi, xvii y
aun xviii (1); unos alcanzan solamente hasta la muerte del falso rey Don Alfonso; otros
llevan por vía de continuación la Crónica de Enriquez del Castillo, ó el Memorial de diversas
Hazañas, de Yalera, y alguno la de un anónimo. Es de advertir que en muchos se ha omi
tido el nombre de Patencia, ó intercaládose ó afiadídose posteriormente. ¿Qué indicaba esta
opinión ó esta incertidumbre? Finalmente, en la Biblioteca de la Academia de la Historia
■e conserva, entre otros, uno en cuya portada, que se refiere á las Crónicas de Falenoia y
Enriquez del Castillo, hay una nota escrita por Don Luis de Salazar y Castro, que dice asi:
a Esta Crónica no es de Alonso de Patencia, ni de Diego Enriquez del Castillo, sino formada
por la de ambos , y debió de ser obra de Don Ambrosio Sánchez del Águila , ó del Doctor
Lorenzo Galindez, etc.» (2). Basta de suposiciones.
Ahora bien: nadie ha negado jamas que el Memorial de diversas Hazañas sea obra de Mo-
sen Diego de Valora. Original ó traducida, completa ó extractada, merece que se dé á luz;
si en ella tiene parte Palencia, por no defraudar de su respectiva propiedad á ninguno de
los dos autores; si sólo pertenece á Valera, por no dejar más tiempo en la oscuridad la quo
como historia es á todas luces recomendable, y como trabajo literario, no inferior en verdad
i ninguno de los de su época. El que ilustró la suya , de jóven , con proezas que tan singu
lar nombradla y tan extraordinarios honores lo granjearon entre propios y extraños; en su
edad viril , defendiendo la causa de la razón y de la justicia contra los ambiciosos magnates
que destronaban á su rey, so pretexto de incapacidad, para sentar sobre el trono una oli
garquía facinerosa; y el que en sus postreros años dirigia, por medio de sus memoriales y
cartas, sabios y patrióticos consejos á los reyes, a los amigos y á los adversarios, ganándose
reputación de animoso , fiel , cuerdo y docto en todos los ramos del saber humano , digno es
de mayor aplauso y estimación que la que la posteridad ha tributado hasta hoy á sus virtu
des y á su talento. El tono sencillo y grave y el espíritu de reotitud é imparcialidad que re
saltan en su Memorial de Hazañas ó Crónica de Enrique F7, purgada de la afectación que
iba ya cundiendo entre los escritores de aquel siglo , y de los discursos , arengas y aderezos
convencionales con que se procuraba remedar á los historiadores de la antigüedad, dan, á
nuestro juicio, indudable preferencia a esta obra sobre cualquiera otra monografía histórica
de aquel reinado. En todo caso, la rareza del libro, que por primera vez se da á la estampa,
juzgamos que lleva en si suficiente recomendación (3).
Por la que de antiguo goza, mayormente desde que se divulgó impresa en el postrer ter
cio del pasado siglo (4), no hemos debido excluir de esta colección la Crónica, relativa tam
bién á Enrique IV, escrita por su capellán Diego Enriquez del Castillo. Palencia era secuaz
del imberbe monarca proclamado en Avila; Castillo guardaba fidelidad á su señor; y aun
que reconocía y confesaba sus defectos, censurables en cualquier hombre , pero más graves
y perniciosos en un rey, pintaba en su repugnante desnudez las maldades de aquellos nobles,
rebeldes por sistema, traidores por instinto y perversos por naturaleza. Tan denodadamente
los combatía, y de tal modo se atrajo bu enemistad, que allanaron su casa, se apoderaron do

(1) Llevan las signaturas siguientes : G. 21 .—O. Valera las siguientes obras: Defensa de virtuosas
26.-G. 27.—G. 28— G. 33.—G. 34.—G. 35.—G. mujeres; Espejo de verdadera nobleza; Ceremonial de
168.—G. 192.—I. 213.—J. 224.—J. 226.—J. 226.— Principes ; Tractado de leu armas; Genealogía de ¡os
Q. 127.—T. 4.—T. 36.—V. 12.-V. 23.—X. 19.—X. reyes de Francia; Doctrinal de Principes; Coránica
120.—Dd. 31.-Ee. 217.—Be. 219. Abreviada de España; en cuatro partes, y algunos
(2) Lo de Sánchez del Aguila se deduce de que, otros tratados morales. Los cinco primeros se con
según el testimonio de Don Manuel Pantoja y Al- servan en el departamento de MSS. de la Bibliote
puche, la letra del Códice es suya, y ademas está ca Nacional.
firmado por él , y era persona dada á este género de (4) Por Sancha, Madrid, 1787. D Icese segunda
estudios. edición, pero no conocemos la primera»
(3) Ademas de sus Cartas familiares, escribió
viii CRÓNICAS DE L08 REYES DE CASTILLA.
bus manuscritos y le condonaron á muerte (1). Salvólo el ser sacerdote; pero aquella perse
cución le obligó á interrumpir sus trabajos, de que no poco debió resentirse la obra cuando
pudo proseguirla y llevarla á cabo. A esta contrariedad se atribuyen los defectos é inexacti
tudes de que adolece en fechas y pormenores de poca monta ; pero otros más sustanciales,
como el amaneramiento del estilo, lo artificioso do la frase, las frecuentes declamaciones, ra
zonamientos y apostrofes con que interrumpe la narración, no admiten igual disculpa ; el
lenguaje, sin embargo, es enérgico, elegante y fluido. No desmerece do sus modelos.
La protección que la reina Católica dispensó á los que cultivaban las letras con tanta gloria
de su reinado, necesariamente habia de aumentar el número de sus biógrafos, pudiendo todos
ellos, sin dar en lisonjeros , representar el airoso papel de panegiristas. Distinguíase sóbrelos
demás , el autor de los Claros varones de Castilla , que por sus especiales condiciones para la
historia, y por ser secretario, canciller de la puridad y cronista de la misma Reina, no podia
eximirse de aquel deber (2). Alguno afirma (3) que escribió asimismo una Crónica de Enri
que IV. No ha llegado hasta nosotros; si existia realmente, no habrá, perecido por olvidada.
Ello es que al reunir las obras que más ordenada y elocuentemente refieren los grandes
hechos del reinado de Don Fernando y Doña Isabel , no podíamos menos do dar principie»
por la Crónica de Hernando del Pulgar (4). Ni el bachiller Palma en bu Divina Retribu
ción, compendio de lo acaecido en España desde Don Juan I hasta su restauración por
los Reyes Católicos (5) ; ni el obispo Don Diego Ramirez de Villaescusa al llenar la His
toria de la vida y muerte de la reina Doña Isabel; niel capitán y cronista Gonzalo de Ayora,
autor de otra de la misma Reina; ni el cosmógrafo Alonso de Santa Cruz , que se empleó
también en escribir libros sobre igual asunto , aventajan á nuestro Hernando del Pulgar en
la acertada distribución de su obra en tres partes , ó mejor dicho en dos, precedidas de una
introducción, como tampoco en la grandiosidad del conjunto, en la gallardía de la expresión,
en la regular y armónica construcción de los períodos, sin otras prendas que, como dice un
juicioso historiador de nuestra literatura (6), «preludiaban el próximo reinado de la verdade
ra historia.]) Incurre en el propio abuso que Castillo, en la intercalación estudiada y falsa do
las arengas y discursos, bien que algunas puedan considerarse como acabados modelos do
elocución ; por falta de datos veraces, falsea en algún período de su obra hechos que debió
investigar más detenidamente ; pero ni siempre es mordaz , ni sin notoria y apasionada in
justicia puede ser calificado de escritor bárbaro, como alguno ha dicho (7).
Su Crónica termina mucho antes de la muerte del rey Católico ; y para obviar en parto
este inconveniente en que algunos han reparado, hemos añadido en un apéndice cierta con
tinuación (8), que acaso no nos agradezcan nuestros lectores. Es una relación insulsa, pesa-

(1) La Crónica que se dice de Palenoía refiere el En el prólogo de la edición de Monforte (Valen-
lance del allanamiento y secuestro en términos quo cia, 1780) , que es la más hermosa y la que nos ha
dejan muy malparada la reputación de Valera. Ya servido de texto, se explica este quid pro quo, como
se hizo cargo de ambas versiones el Sr. D. José A, verán nuestros lectores.
de los Ríos en la parte citada de su Historia ele la (5) Tenemos entendido que va á publicarse en
Literatura Española. Sabido es que los testimonios breve por la Sociedad de Bibliófilos Españoles.
de los enemigos no son fehacientes en buena critica. (6) El mencionado D. José A. de los Rios.
(2) Supónese que Pulgar, á quien el lector habrá (7) Véase el Prólogo de la edición de 1780, quo
entendido que nos referimos, nació en Toledo : más copiamos en esta nuestra.
probable parece quo en Madrid, porque Fernandez (8) Copiada de un MS. do la Biblioteca dol so-
do Oviedo asi lo afirma. ñor Duque de Osuna, que se nos recomendó extra-
(3) Don Nicolás Antonio, en el articulo correspon- ordinariamente por quien sin duda no tuvo ni si-
diente de su Bibliotheca Nova. quiera la curiosidad de verlo. Es sobre todo insopor-
(4) En la edición que se hizo de ella en Vallado- talle la monotonía con que están construidos los
lid, el afio 1565, se puso por autor á Antonio de Le- periodos, en los cuales el verbo va siempre al fin,
brija, porque asi lo hizo oreer el haber hallado el aunque para llegar á él se tropiece con mil estorbos
manuscrito entre sus papeles ; pero al reimprimirla y escabrosidades. No era más sistemático el abate
dos afiOB despueB en Zaragoza se subsanó el error. Murchuna en su enrevesada prosa.
advertencia. • k:
disima, obra al parecer de mas de un ingenio, como se advierte desde que se da por termi
nada la conquista de Granada (1), en que el texto ofrece tantos tropiezos como palabras, y
un criterio tan vulgar y tan insensato , que no sabemos si provoca á risa, á asombro ó á in
dignación. Discúlpenos nuestro buen deseo.
Con el mismo ñn de completar la vida de Don Fernando, y de salvar al propio tiempo al
guna omisión ó descuido de Pulgar, bemos insertado en un segundo apéndice los Anales
que dejó manuscritos el Dr. D. Lorenzo Galindez de Carvajal , y el principio de una Cróni
ca de los Reyes Católicos hasta la muerte del esposo de Doña Germana de Fox, literalmente
tomados de una publicación importante que ha preservado ya de la destrucción muchos do
cumentos de nuestros archivos (2). Son, como su título lo indica, apuntes puramente cro
nológicos , pero ilustrados con copiosas notas que dan sumo interés y utilidad á este im
portante epítome.
Finaliza este último tomo de nuestra colección, por cierto sobrado voluminoso, con la
Historia de los Reyes Católicos del bachiller Andrés Bernaldez, Cura de los Palacios (3), teni
da en grande estima de los eruditos , y sin embargo casi desconocida , hasta que el célebre
sevillano Rodrigo Caro franqueó un ejemplar de su propiedad, y de él se sacaron los prime
ros traslados , que después se reprodujeron en bastante número , y podían disfrutarse en la
Biblioteca Nacional , en la de la Academia do la Historia y en las librerías de algunos parti
culares. Imprimióse por primera vez años atrás en Granada , mal y desaliñadamente , y con
esmero y perfección en Sevilla, el año 1869, por la Sociedad de Bibliófilos Andaluces (4).
Para nuestra edición nos hemos valido de una excelente copia, que hoy so guarda en la Bi
blioteca Nacional (5).
No le conviene el nombre de historia á la obra del Cura de los Palacios: carece del tono,
del movimiento, de las condiciones internas que se requieren hoy en estas composiciones , y
sobre todo del estudio ámplio y particular que desentraña y completa el verdadero estado
social, intelectual y político de un país en un tiempo dado; no se sutilizaba tanto en aque
llos: gracias que se acopiasen los materiales para acometer en los nuestros tan ardua empre
sa. Este objeto se propuso al parecer Bernaldez, y lo realizó con un celo, una buena fe y una
modestia que ni entonces ni después ba tenido muchos imitadores (6). Es su trabajo una Cró
nica, en el verdadero sentido de la palabra, rica de datos y pormenores, llana en su estilo,
ingénua en la exposición, escrita con facilidad, sin pompa ni pretensiones ostentosas: él mis
mo refiere sencillamente el móvil que le excitó y los propósitos que le guiaban á la ejecu
ción de tan noble y honrado empeño (7).
Damos punto á esta enojosa advertencia , y, como queda dicho , término á nuestra colec
ción, renovando aquí cuanto dejamos expuesto en los dos tomos anteriores respecto & las

(1) Con razón puede hacérsenos el cargo de que, (4) En dos tomos, que van precedidos de unos
al echar mano de este documento, no hemos tenido datos biográficos y un juicio crítico debidos á la
en cuenta la Índole de la Biblioteca , como otras ve distinguida pluma del Sr. D. Femando de Gabriel
ces. Asi es ; no lo negamos; pero si no en este senti y Buiz de Apodaca.
do, estímese como una muestra del espíritu religio (5) Era, según noticias , la que destinaba el edi
so y político qne animaba al vulgo de aquella épo tor Sancha á ser impresa, para que formase parte
ca, y de la fraseología que empleaba al discurrir de su bella colección do Crónicas.
sobre estas materias. (6) De las intimas relaciones que tuvo con Cris
(2) El tomo xvm de la Colección de documentos tóbal Colon , no hace alarde ; y las alabanzas que
inéditos para la Historia de España, por Don Mi tributa al Duque de Cádiz, y que algunos censuran,
guel Salvé y Don Pedro Sainz do Baranda. Madrid, eran un sentimiento espontáneo de admiración Ini
vinda de Calero, 1851. cia aquel héroe.
(3) Natural de la villa de Fuente, en la Enco (7) Véase el capitulo vil de la obra, qne tiene por
mienda Mayor de León de la Orden de Santiago. Se epígrafe : Delpronóstico del reinado del rey Don Fer
ignora la fecha de sn nacimiento ; os de presumir nando el Católico en Castilla.
que fuese & mediados del siglo XV.
X CRÓNICAS DE LOS RETES DE OASTILtAJ
irregularidades y faltas que se observan en la parte material de aquéllos , como se observa
rán en éste: inconsecuencia en la ortografía, inconsecuencia en la escritura de los nombres
y vocablos, en términos de ser imposible fijar la genealogía gráfica de la lengua. Saltan
desde luego á la vista que en las primitivas copias intervinieron varios amanuenses. No
hemos querido tomarnos la fácil libertad de adoptar un sistema uniforme y propio : harto
trabajo nos ha costado interpretar el sentido de algunos textos, que parecen escritos adrede
par» que resulten ininteligibles.
MEMORIAL DE DIVERSAS HAZAÑAS,

POR

MOSEN DIEGO DE VALEM.

Cr.—III. 1
MEMORIAL DE DIVERSAS HAZAÑAS,

POR

MOSEN DIEGO DE VALERA.

Sigúete ti prólogo en la obra llamada Memorial de ción se hizo en lo copilacíon do los Corónicas de Es
diversas hazañas, ordenada por ¿losen Diego de paña por mí ordenados, que Valoriano so Unmo Y
Valcra, Maestre Sala y del Consejo de los Serení porque en tal obro no conviene lorgo prefacio ó exor
simos Príncipes Don Femando y Doña Isabel, Rey dio, lo prometido quiero seguir.
y Reyna de España, nuestros Señores.
Como entro las cosas terronas, caducas y transito CAPÍTULO PRIMERO.
rias, el honor y fama sean con mayor ardor de de Como ol Principe Don Enrique fué rescebido por Rey yScílordcj-
sear según sentencia de Séneca en el segundo de la pucs del fallecimiento del Bey Don Juan su Padre.
Clemencia , donde dice : a Vuestros hechos y dichos Fallescido el Rey Don Juan el Segundo, comenzó
- la fama rescibo ; por ende de ninguna cosa otra de á reynar en estos Reynos Don Enrique, quarto hijo
bes más curar»; y Salomón en sus Proverbios : a Más suyo y de la Reyna Doña María, hija del Rey Don
▼ale el buen nombre que loa muchas riquezas », é Fernando de Aragón , en la Villa de Vallodolid,
el filósofo en el cuento do los Eticas : «El honor es martes veinte y tres dios del mes de Julio, año del
galardón de la virtud, y por eso á los virtuosos es Nascimiento de nuestro Salvador y Redentor de mil
debido»; pues si esto se deniega ó encubre, no pe é quatrocientos y cinquenta é quatro años y medio
queña injuria en lugar de galardón se les hace; y diez y ocho dios. En oí mesmo dia del fallosoi-
donde yo , no queriendo sor de tal error participan miento del Rey, depositado su cuerpo en el Monas
te, determiné en suma escrebir las cobos más dignas terio de San Pablo, todos los Grandes que en la Cor
de memoria, no solamente hechos en osta España, to se hallaron le vinieron o besar los monos por su
mas en otras partes, desdo el alio de mil é quatro- Rey y Soberano Señor, y le hicieron homenage se
cientos y cinquenta y quatro aftas en que comenzó gún lo costumbre é forma do España ; y los princi
á reynar el Serenísimo Principe Don Enrique, quar- pales que ende estaban fueron los siguientes: Don
to deste nombre en Castilla y en Lcon, hasta el Juan Pacheco, Marqués de Villena ; Don Pedro Gi
tiempo presente ; las quales como quier que elegan rón , su hermano , Maestre de Colotrova ; Ruy Díaz
temente estén escritas en las Corónicas d'Eepaña, de Mendoza, Mayordomo mayor que fué del Rey
éstas son tan largos y tan difíciles de haber, que Don Juan ; el Marisoal Diego Fomandez , Señor de
muy pocos las pueden alcanzar ni leer : por eso las Baena ; Don Pedro de Aguilor, Señor de Pliego y
hazañas y virtuosas obras de aquellos que las hicie Cañete ; y sepultado el cuerpo del Rey, el Prince-
ron están como sepultadas y puestas en olvido ; y pe Don Enrique, yo obedecido por Rey, cabalgó
ponerlas en luz me parepe ser honesto y provecho por la Villa, y con él todos los Cabolloros yo dichos,
so trabajo , siquiera porque los hacedores de aque llevando delante de si su pendón Real , y todos los
llas y los descendientes suyos sean acatados cotí la royes de armas y trompetas quo en la Córte habió,
reverencia y honor que Ies pertenece , y por onxem - uno de los quales, vestido su coto do armas, en alta
pío. suyo otros so esfuercen A tales obras hacer: y voz, de hora en hora, diciendo: «Costilla, Castilla,
determiné en esta obro, no solamente escrebir los por oí Don Enrique»; y en osta formo onduvo por
hazañas y virtuosas obras, mas algunas aunque ta toda la Villa, y vuelto u su Palacio so vistió de luto
les no fueron , porque los obradores así de las unas y todos los caballeros y gentiles hombres, y comun
como do las otras, resciban el premio á su mereci mente todos los hombres de honor se vestieron de
miento debido ; y dexé de escrebir en esta obra las margo , lo qual trnxeron los nueve dios que duraron
cosas mucho antiguas, porque de aquellas asaz men las oseqnias del Rey Don Juan, después de los qna-
4 CRÓNICAS DE LOS REYES DE CASTILLA.
les sobrevinioron on diversos días Dou Gastón de la do lo qual todos los grandes destos Reynos fueron
Corda, Condo do Medina Coli y Don Poro Hernán mucho alogres, porque les paresció buen comienzo
dez de Yelasco, Condo de Haro, y Don Alonso Piwcn- para las cosas porvenir, lo qual fué causa do animar
tel , Condo de Benavente , y Don Juan Manrique, a su servicio á los parientes é amigos del dicho Con
Conde do Castaftoda , y Don Alvaro do Estúfiiga, do é aun generalmente á todos , como sea verdad que
Conde de Presencia, y Don Rodrigo Manrique Con los Roynos é Señoríos mucho mejor se gobiernen é
do do Paredes , y Don Gabriel Manrique, Conde do tengan con clemencia ó amor , que con fuerza é ri
Osorno , y Don Pedro Alvarcz Osorio , Condo do gor. E después desto Don íñigo López de Mendoza,
Trastamara, y Don Podro de Acuña, Conde de Va Marqués de Santillana , como fuese pariente ó mu
lencia y Don Juan de Silva, Alférez Mayor del Rey, cho amigo de Don Fernando Alvarez de Toledo,
que después fué Condo de CifuenteB, y Don Pedro Conde do Alba, procuró con grande instancia la de
do Acuña, Señor de Dueñas y Tarrego , que dospues liberación suyo, quo habia seido preso en Tordesi-
fué Conde de Buendia, hermano do Don Alonso Uas con los otros Caballeros, como dello es hecho
Carrillo, Arzobispo de Toledo, Primado do las Es- larga mención en la Corónica del Rey Don Juan , é
pañas, y Don Rodrigo Delma, Arzobispo de San asi por la intercision del Marqués, como por lo quo
tiago, y Don Alonso do Fonseca, Arzobispo de Se fué dicho al Rey, que para la guerra de los moros,
villa, y Don Alonso de Cartagena, Obispo do Bur quél mostraba mucho desear, lo cumplía ser delibe
gos, y Don Pedro do Castilla, Obispo de Palencia, rado, porque era Caballero que habia muoho ejerci
y Don Fray López do Barriontos, Obispo do Cuen tado aquella guerra é sabía bien todo lo quo para
ca, y Don Iñigo Manrique, Obispo do Oviedo, y Don olla convenia, y era do los moros mucho temido, ó
Pero Baca, Obispo de León, y Don Alonso de Ma é por eso ol Roy lo mandó delibrar.
drigal, llamado el Tostado, Obispo do Avila, y Don
Diego de Iniescas, Obispo de Córdoba, y otros al capítulo in.
gunos Perlados y Caballeros, los quales todos le be
saron la mano y le hicieron homenage en la forma Deallí como el Rey Don Enrique se fu6 para la Cibdad do Avila, é
mandó llamar algunos Grandes del Reyno para haber su Con
acostumbrada, y los otros Grandes del Reyno, así sejo de la forma que babia de tener en la guerra que quería ha
Perlados como Caballeros y Alcaydes de las Forta cer a los moros.
lezas, que allí no pudieron venir por algunas justas
causas , inviaron sus Procuradores á lo dar la obe Estando el Rey en Avila, vinieron allí por su man
diencia y le hacer homenage, como eran obligados. dado algunos de los Grandes del Reyno, allende del
El Rey Don Enrique, asi obedecido, acordó de in- Marques é Maestro su hermano, que de contino on
viar sus embaladores en Francia , los quales fueron su Corte estaban , é por todos se acordó que , pues á
Dou Juan Manuel, Caballero mancebo pariente nuestro Señor habia placido dar al Rey tantos é tan
suyo, su Guarda mayor, el Doctor Ortiz Velasco do grandes aparejos para recobrar la tierra quo los mo
Cuollar, Protonotario Apostólico, Dean de la Iglesia ros en España tenían usurpada, en injuria do los
de Sogovia; por los quales hizo saber al Roy de Royes antepasados é del , é de tan noble caballería
Francia el falloscimiento del Rey Don Juan su pa cuanta on sus Roynos habia, ol propósito suyo en
dre, y como era obedecido por Rey por todos los las querer facer guerra era sancto ó bueno, é que lo
Grandes de su Reyno, sin contradicion alguna, y debía luego poner en obra, para lo qual envió lue
que a él placiendo, quería con él tener y guardar el go á llamar la gente que para esto era menester, pues
nuestro Señor le habia dado grandes tesoros para lo
alianza y amistad quo entre él y el Rey Don Juan
cumplir, é voluntad é cuerpo para lo proseguir y
su padro habían, á lo qual el Roy do Francia res
pondió habiendo muy grande desplacor del falles- acabar ; para lo qual el Roy acordó de llamar sola
cimiento del Rey Don Juan, y placerle mucho la mente tres mil hombres de armas, repartidos entre
sucesión del Roy Don Enrique con el qual era con los Grandes de sus Reynos, contando entre estos los
tento, y le placia tener la confederación y alianza continos de su casa é algunos vasallos suyos, no do
que con ol Roy Don Juan su padro habia tenido. grande estado, y con éstos y con la gente del Anda
lucía é con veinte mil peones, le parecía asaz para
hacer la guerra como convenia, y determinóse que
capítulo n. ol Rey enviase al Sancto Padre Calisto tercero le
De como el Rey Don Enrique poco tiempo después que reyno, quisiese ayudar con el tesoro de la Iglesia, dándo
muido delibrar de prisión a Don Diego Manrique, Conde de le plenaria indulgencia so cierta forma para vivos é
TreviBo, y le mandó restituir todo lo suyo. muertos, la qual indulgencia le fué dada por Nicolao
' No mucho tiempo dospues quo las osoquias del quinto sucesor (1) inmediato que fué de Calisto
del Rey Don Juan fueron fechas, ol Rey Don En tercero; y dada conclusión on las cosas ya dichas,
rique envió á mandar á Diego de Tapia, Maestre el Rey mandó á los de su Consejo é á sus Conta
Sala suyo , quo delibrase á Don Diego Manrique, dores mayores que estuviesen on la Villa do Aró-
Condo de Trevifio, que lo tenia preso en la Ciudad
de Sogovia por su mandado, é mandólo restituir to (1) Al margen del IMS. que nos sirve de texto se Ice la pala
dos sus lugares é fortalezas é rentas, que le estaba bra • antecesor >, corrigiendo el evidente error en que incurre el
todo ombargado dosdo el tiempo del Rey Don Juan, cronista.
MEMORIAL DE DIVERSAS HAZAÑAS.'
valo porque allí ee hiciese la libranza de tierras y cerca de los olivares más cercanos de la Cibdad ; é
mercedes y raciones é quitaciones y limosnas y asi en la entrada como en la salida la gonte del Rey
sueldo para la gente qne habia ordenado de llevar; fizo gran daño en los panes é huertas de Mochin é
y desde allí ol Rey se partió para Scgovia, donde Illora. Y de allí el Rey so volvió á Alcalá la Real ,
tovo la Navidad dol año do cinquouta y cinco, quo y do allf despidió la mayor parto do la gento ó vi
fué segando de su roynado de este Rey Don Enrique noso pora Ecija, sin ponor cerco ni facer otra cosa
mas de lo ya dicho, de que los más de Iob Caballeros
CAPÍTULO IV. fueron mucho maravillados por haber visto facer
tan grandes aparejos para no hacer más de lo quo
De coma estando el Re; en Segarla concurrió allí una grande mu se hizo; y los Grandes que con el Rey fueron en esta
chedumbre de frailes de San Francisco oscrvanlcs y claustrales, ontrada, son los siguientes: Don Juan Pacheco,
y de la forma qnel Rey tuvo con ellos.
Marqués de Villena y su hermano Don Pedro Girón,
En este tiempo hobo grande ayuntamiento en So- Maestre de Calatrava , y ol Conde de Osorno, Don
govia de frailes de San Francisco, los unos osorvan- Gabriel Manrique, quo era capitán de la goute do
tesy los otros claustrales, y los osorvanlcs docian la guarda dol Rey, y los maríscales Diego Fernan
quo los claustrales no guardaban la Orden do San dez do Córdoba, Sofior do Bacna, quo después fué
Francisco, y que suplicaban al Rey quo les dioso ol Condo do Cabra , y Payo de Ribora , y ol Mariscal
Monesterio que allf estaba ; sobre lo qual hobo muy Pedro de Ayala , y Alfonso de Monte Mayor, Señor
grandeB alteraciones ; é ayudó mucho á los oservan- de Alcaudete , y los Comendadores Gonzalo de Sa-
tos el Maestro Fray Alonso dol Espina, quo era hom yavedra, Comendador Mayor de Monte Alban , Al-
bre muy letrado y gran predicador, y era oservante cayde de Tarifa, y Juan Fernandez Galindo, Comen-
y Confesor del Rey , y con todo eso los claustrales dado do Rcyna. Iba asi mismo con el Rey la genio
daban por si tantas razones que no se pudo bien de de Don Alonso de Aguilar, quo era niño, y no ha
terminar quales tuviesen mayor razón; y el Rey, bia quatn meses quo era muerto Don Pedro do Agui
deseando concordarlos, y no queriendo amenguar á lar su padre. Iban con el Rey otros muchos Caba
los unos ni á los otroB, deliberó dexar á los claustra lleros de menores estados , de que la Corónica no
les en su Monestorio, como lo habían posoido do mu haco mención , entro los quales no se debe olvidar
chos tiempos acá, y mandó edificar de nuevo fuera Garcilaso de la Vega, Comendador do Montizon, ol
do la Cibdad un Monostorio muy notable de la advo qual asi en esta entrada como en otros cosos en que
cación de San Antonio, ol (mal dió á los oservantes, se habia visto con moros, siempre se hobo valiente
y le dió muy ricos ornamentos y todas las cosas ne mente, y mató por su mano algunos dellos, y siem
cesarias al culto divino. pre hizo cosas muy hazañosas y de valiente y noble
caballero , como lo ora , aunque no de gran cuorpo.
CAPÍTULO V. Fuoron asi mismo en esta entrada las Cibdades do
Córdoba y Jaén y Ubcda y Daesa y Carmona y Eci
De como, después que el Rey hobo dado Ofdci para la Justicia ja : asi que seria toda la gente que con el Rey entró
en sus Rcjrnos, se partid de Scgovia para hacer guerra i los fasta ochocientos hombros de armas y ocho mil gi-
moros.
netcs y treinta mil peones.
El Rey partió de Segovia en un dia dol mes do Mar
zo dol dicho año, ó anduvo tanto, quo pudo entrar CAPÍTULO VI.
poderosamente en el Royno de Granada las ochavas
de Pascua de Resurrección ; do que los moros fue De la entrada que tres caballeros (lclcron en tierra de moros, lla
mados el uno Martin de AvendaBo , natural de la Hontalia , Te
ron mucho espantados en ver en tan breve tiempo niente de Adelantado de Caloría por Pedro de Acuda , Scfior
facer ontrada contra Granada con tanta muchedum de Ducflas, hermano del Arzobispo de Toledo D. Alonso Car
bre do gente como el Rey llevaba. Y ol Roy llegó rillo, y Gonzalo de Deteta, Corregidor de la cibdad do Ubeda,
con toda su gento corea de la Cibdad de Granada; y é Ifligo de Molina, que era Alcayde de Qucsada.
como los moros creyesen que el Rey no podia en En este tiempo los caballeros susodichos, con
tan breve tiempo y tan presto entrar, como quiera cierta gente del Adelantamiento de Cazorla y de
que fuesen avisados de la gente quo llamaba para Ubeda y de Qucsada juntaron consigo dociontos é
les ir á facer guerra, no pusieron guarda en sus ga veinto de caballo y novecientos peones, y en el dia
nados, ni en los muebles que tenian en las alcayrias de San Jorgo, que fué en veinte y tros dias del mes
cercanas á la Cibdad, en lo qual recebioron muy gran do Abril , acordaron de entrar en tierra do moros
daño, y fueron quemadas y robadas las más de aque por barajar una aldea ques corea dol rio de Fardos,
llas. Y ol Rey estuvo con su gente dosta entrada qua- término do la cibdad de Guadix, los quales perdie
tro dias en la tierra de los moros ; en ol qual tiempo ron ol camino por falta do los adalides, de tal ma-
se fizo gran daño en los panes y viñas de la vega do nora, que no pudieron allegar al lugar quo desea
Granada, y fueron sacados dendo grandes rebaños ban, y anduvieron ansí perdidos la mayor parto de
de ganados, asi do vacas é yeguas , como do asnos la noche ; y cuando amanesció, acordaron do enviar
é acémilas; é como quiera que algunas veces so mos cinquenta de caballo á correr el rio de Fardos, y los
traron bien dos mil do caballo, nunca osaron peloar, ciento y veinte con los peones se pusieron en cela
é algunas pequeñas escaramuzas que hicieron fueron da ; de los quales enviaron otros cinquenta á correr
6 CRÓNICAS DE LOS REYES DE CASTILLA.
' la tierra y vega de G uadix ; y como los de la oibdad pudo, y volvióse á Ecija, y desde allí envió sus car
vieron los corredores, salieron delta hasta dooien- tas á todos los grandes del Reyno mandándoles que
tos y cinquenta y con ellos el Alcaydo de Guadix y viniesen á la cibdad de Córdoba para cierto dia, y
trabóso escaramuza con los corredores ; y estando quo cada uno truxieso cierto número do gento do
anuí escaramuzando los unos con los otros, pares- armas , en tal manera que el quo pudiese traer qui
ció muy cerca dende el Rey do G ranada, llamado nientas lanzas traxiese ciento, y por este respeto to
Muli Abdelico, con quatro cientos de caballo, el qual dos los otros, mandándoles que la gento que travie
iba á la cibdad de Almería á cercar á un hijo del sen fuesen hombres muy escogidos y polidainento
Roy Coriza; el qual visto los christianos , juntó su armados y bien encabalgados. Y en tanto quo est¿
batalla y consigo los de la cibdad , que podian ser gente se juntaba, acordó con consejo del Marqués
todos hasta ochocientos de caballo y ocho mil peo y del Maestre su hermano de tornar á entrar en
nes , y los christianos so juntaron todos en su trai- tierra de moros , y partió postrimero do Abril con
miento , do los quales los moros fueron hasta cerca hasta ochocientos hombres do armas y dooiontos
de un alcaria que so llamaba La Torro do Xequolis, {jinetes, y vinieron á él los pendones de las cibda-
quanto una legua do la cibdad de Guadix, y los Ca des de Sevilla y Carinona y Xerez y Ecija y Jaén,
pitanes christianos con la gente quo traían acorda en que podian ser hasta seis mil de caballo y veinte
ron do pelear con ayuda do Dios, como les parescia mil peones, y puso el primor real cerca do Alora, y
que no podian otra cosa facer, como quiera que se otro día siguiente se sentó en la Vega de Anteque
vcia ser muy grande la ventaja quo los moros de- ra, y do allí fué á talar los campos de Archidona.
llos tenian ; y ficiéronse todos un cufio, y con gran Y los moros salieron por defender la tala, y fueron
de ánimo fueron foriundo en los moros de la delan retrahidos por fuerza de armas á la villa ; y otro
tera, y desbaratáronlos, por manera que luego co dia , que fué primero de Mayo , continuó su camino
menzaron todos á huir, y los christianos acordaron para Málaga, y atiento su real cerca do la villa de
que treinta de caballo anduviesen con la cabalgada Alora, en un vallo que está entre dos ríos, y allí fue
que traian en que habia duciontos bueyes y vacas, ron presos algunos moros y tomado el ganado que
y ciertos moros cativos, y pusieron á las espaldas ende so falló y talados los panes, y donde á dos días
dellos cinquenta ballesteros , y los otros poones to fué á poner su real á una legua de Málaga, y otro
rnaron á la mano derecha, y asi firicrou á los moros dia mandó pasar ol real á media legua de la cibdad,
con tan grande osadía, que los moros fueron desba donde estuvo sois días ; en el qual tiempo se hizo
ratados y volvieron las espaldas , y los christianos asaz dafio en panes y en viñas, y se hubieron algu
fuoron hiriendo y matando en ellos hasta que lle nas escaramuzas en quo murieron más moros quo
garon á una grande acequia, quanto tercio de le christianos, aunque no fueron muchos, y so quema
gua de donde los moros comenzaron á huir, y loa ron en rebato dos lugares que so llaman el uno Po-
christianos no quisieron pasar allende, vista la gruu piana y ol otro Loabin, con una fortaleza asaz bue
muchedumbre de moros que parescia ; asi se volvie na con otro lugar llamado Huriana, con otra for
ron mucho alegres y vitoríosos, y donde á tres ho taleza bien fuerte, en los quales lugares ovioron
ras sovino para ellos un Elche quo había sido chris- algunos moros, y allí vino ol Roy Ciriza de Grana
tiano, con propósito do so reconciliar, el qual se lla da á facer reverencia al Rey D. Enrique.
maba Luis de Jaén, quo habia sido page del Roy do En esto tiempo, como oviese días que ol Rey
Granada ; el qual les dizo que supiesen quo habían D. Enrique oviese bocho divorcio do doña Blanca,
peleado con el Rey de Granada, y que lo habían su legítima muger, bija del Rey do Navarra, y ovie
muerto mucha de su gente, y quo los caballeros de se comenzado trato de casamiento con dofia Jua
Guadix habían habido gran debate con ol Rey por- na, hermana del Roy de Portugal, y desease mu
quo no habia desbaratado los christianos, habiendo cho hacer esto casamiento , acordó do onviar á don
dellos tan gran ventaja como todos habían visto, y Fernán López de la Orden , su Capellán mayor, y
que el Rey les respondiera que aquellos christianos Albur García do Cibdad Real, su Secretario, por dar
oran gente desesperada y habían voluntad de mo fin en ol negocio ; y rescebida por el Rey D. Alonso
rir si con ellos se porfiara más la peloa. Era cierto de Portugal la ombaxada, dilatóse la conclusión
que los moros rescebieron muy mayor daño del que bien por espacio do quatro meses , y después con
habían rescobido , y quél habia por mejor lo hecho cluyóse quel dicho Fernán López so desposase con
que no de haber peleado más de lo quo poleo con los la Infanta dofia Juana con los poderes bastantes
christianos. que dol Rey D. Enriquo llevaba ; ol qual desposorio
Después desto el Rey se partió de la cibdad de so hizo en la cibdad de Lisbona por mano del obis
Ecija, víspera de San MárcoB, que fué á veinte é cin po do Columbra, seyendo presentes el Rey D. Alon
co días del moa de Abril del dicho año, y ol Marqués so y ol luíante D. Fernando , su hermano , y la In
de Villana con él con trecientos de caballo, con pro fanta dofia Catalina, hermana suya, y otros muchos
pósito do escalar la villa de Archidona, con algún grandes señores do Portugal. É las condiciones del
ardid que para ello tenia ; y anduvo todo el dia y casamiento fueron que la Infanta dofia Juana, ya
la noohe , y cuando llegó era cerca dol sol salido, llamada Reyna de Castilla, no llevase doto alguno,
de manera que no ovo lugar de hacer lo que pen y quel Roy D. Enrique hiciese el dote en suma de
saba , y mandó correr la tierra y facer el dafio que cien mil florines de oro , y la Reyna hobieso veinte
MEMORIAL DE DIVERSAS ITAZANAS.
mil florinos de arrna , y so le diese en prendas Cib- cobida con aquella solenidad que so acostumbran
dad Real, con condición que aunquo aquellos vein recebir & los nuevos Royos ; é allí se fizo muy gran
te mil florines lo fuesen pagados, luégo que la cib- fiesta á los portugueses , no solamente por el Duquo
dad fueBe de la Reyna para en toda su vida, y le de Medina, el qual allí fizo muy grandes despensas,
fuese dada la villa de Olmedo é su tierra, con mo mas por ciertos oficiales del Roy , los quales por bu
ro é mixto imperio y jurísdicion, y para manteni mandado eran alli venidos para facer la despensa &
miento le fuesen puestoB en los libros del Rey quen- la Royna é á todos los que con olla venian , fasta
to y medio de maravedís en cada un año. Otrosi, llegar en Córdoba, é la Reyna no se detovo en Ba
que la Reyna pudiese traer consigo en Castilla doce dajoz más de un día, ó de allf se partió continuando
doncellas generosas, é quel Rey D. Enrique les die su camino para Córdoba en el qual le fueron he
se maridos según á sus Imagen y estados convenia, días muchas fiestas é servicios por todos los lugares
compliendo las arras é dotes é gastos do los tales donde pasó.
casamientos ; é que truxeso la Reyna por su aya á Estando el Rey en Écija , como fué certificado
dona Beatriz de Meruefia, con quatro doncellas hijas quo la Reyna llegaba cerca de un lugar que se lla
de algo, de poca edad ; en el qual desposorio se hi ma las Posadas , salió desconocido al camino con
cieron muy grandes fiestas do justas é danzas é de quatro do caballo por ver en qué forma venia; é
todas las otras formas acostumbradas de hacer en anduvo ansi gran pieza mirando á la Royna sin ser
tan alto auto eutro grandes Principes. Y luego so conocido, la qual venía en una hacanea muy rica
dió órden en la venida suya para venir en los Roy- mente guarnida , é con olla doce doncellas en esa
nos de su marido , con todo lo susodicho ; é asi par misma forma, todas cabalgando en sus hacaneas; y
tió la Reyna doña Juana de la cibdad de Lisbona, el Rey llegó así al lugar, é fuese aposentará la posada
é salioron con ella el Rey de Portugal y el Infante do su embalador; ó desque ovo cenado envió secre
D. Fernando su hermano, y la Infanta doña Cata tamente á decir á la Reyna cómo él ora allí venido por
lina, é muchas dueñas é doncellas é muchos otros la ver, de lo qual ella fué muy alegre, é luégo ol Roy
grandes do aquel Reyno ; é salió por la costa do la se vino para ella y estuvo quanto quatro horas en
mar é hlzoso una calle con toneles y mucha otra sub gasajndos, y el Rey se tornó para Córdoba don-
madera, la qual iba cubierta de ricos paños do ra do la Reyna fué rescebida con muy gran solenidad,
so, por la qual entraron en una galea muy rica- así por los caballeros é gente do la cibdad como
inento guarnido, y fueron ansi fasta un lugar ques por todos los grandes de Castilla que alli eran en
á tres leguas de Lisbona , ó allí estuvieron aquolla tóneos juntados para ir á la guerra de los moros, é
noche , habiendo grandes deportes é gasajados ; é por los Procuradores de las cibdades é villas que
desde allí el Rey y ol Infante é las dueñas ó donce allí estaban por mandado del Rey. E falláronse allí
llas y caballeros que con la Reyna habían salido so á la sazón dos Embaladores del Rey de Francia,
volvieron á Lisbona, y la Reyna continuó su cami muy notables hombres: el uno ora Arzobispo de
no pora Castilla. Torons, en Torayna, llamado D. Juan Bernal, y el
otro Senescal de Berga, quo se llamaba Micor Gui-
CAPÍTULO VIL llaome Destacho, ó venian con olios Gayralso Bol-
De como la Reyna dona Juana , esposa del Rey D. F.nriqnc , fue sier, maestro de las requostas de Francia, ó Iñigo
resecbida en la cibdad de Radajoz asi por los caballeros quel do Arceo , Bolsero do España, Regidor do la cibdad
Hoy mandil nno viniesen con ella, como por los caballeros 6 de Burgos, los quales oran«all¡ venidos por afirmar
Regidores de la cibdad. las alianzas é confederaciones del Roy do Francia
Sabido porel Rey D. Enriquo como la Roynado. con ol Rey D. Enrique ; las quales como quiora quo
fia Juana era partida do la cibdad do Lisbona para ya eran afirmados por D. Juan Manuel é por el
venir en Castilla , mandó á D. Juan de Quzman, Dean do Segovia, Ortuño Volazquez de Cuellar, ol
Duque de Medina Sidonia é Conde de Niebla, quo Rey de Francia quiso enviar solemne embaxadapor
partiese de Córdoba con hasta docicntos caballeros hacer saber al Rey el pesar que habia habido do la
y grandes hombros do su casa muy guarnidos , ó muerte del Rey D. Juan, ó porque sus Embaladores
fuese á recobir á la Reyna su esposa á la salida de vieBcn firmar las alianzas al Rey D. Enrique. E la
Portugal, é viniesen con olla fasta Córdoba donde Reyna entró en miércoles vointe do Mayo del dicho
estaria; é mandó á D. AlonBO de Madrigal llamado año , acompañada de tantos ó tan grandes Señores,
el Tostado, Obispo do Avila, que ora varón de gran como por aventura ninguna Reyna en Castilla en
ciencia, quo juntamente fuese con el Duque para tró ; dondo se le ficieron tantas fiestas é de tan di
acompañar á la Reyna ; y como fueron certificados versas formas, que si se hobiesen doscrebir sería
que la Reyna era cerca, el Duque y el Obispo y to muy largo proocso, y el Rey la esperó en el Palacio
dos los caballeros de la cibdad la salieron ó recebir con los Embaxadores de Francia ; é llegado cerca
hasta un lugar que se llama la Raya, ques en los del Palacio , el Rey la salió á recebir á la puerta, 6
confines do los Rcynos de Castilla é Portugal, don- le fizo muy grandioso recebimionto , ó le dió paz , ó
do les era mandado por el Rey que la rescibiesen é la tomó por la mano é la metió en una Sala Real
se viniesen con ella; pero los caballeros portugue que estaba muy ricamente aderezada, ó allí los Em
ses que con la Reyna venian no quisieron dexarla baxadores do Francia le ficieron reveroncia ; ó lué
fasta llegar á la cibdad do Badajoz, donde fué ros- go el Arzobispo Embaxador les tomó las manos é
8 CRÓNICAS DE LOS BEYES DE CASTILLA.
Iob desposó, é dende á poco espacio cenaron en una pañase ; é los Grandes que á esta guerra vinieron
mesa el Bey y la Beyna é los dos Embaxadoros , é por mandado del Bey fueron los siguientes : el Al
púsose otra mesa donde cenó la Condesa do Tubra mirante Don Fadrique su tio ; Iñigo López de Men
que donde Portugal era venida con la Boyna, en la doza, Marques de Santillana, Conde del Beal; Don
qual se asentaron las dueñas é doncellas que con Juan Pacheco , Marqués de Villena ; Don Pedro Gi
ellas venian y el dia de Pasqua de cinquesma el Bey rón , su hermano ; Don Enrique de Castilla , Conde
so voló con la Boyna su esposa é velólos D. Alfon de Alba, hermano dol Almirante; Don Alvaro do Es-
so eleto confirmado de la Iglesia do MondoQedo, túfiiga Conde do Plazencia, Don Fernán Alvaroz
que después fué Obispo de Jaén, é dixoles la misa de Toledo , Conde de Alba ; Don Alfonso Fhnentelí
baxa en la cama ; é luego el Bey y la Beyna cabal Conde de Benavente ; Don Diego Manrique , Conde
garon y con ellos todos los grandes que en la corte de Treviño ; Don Juan Manrique, Conde de Casta
estaban y fueron á oir misa soleno á la Iglesia Ma ñeda; Don Gabriel Manrique, Conde de Osorno; Don
yor, la qual dixo el Arzobispo Embaxador del Boy Bodrigo Manrique, Conde de Paredes, é muchos
de Francia. Acabada la misa volviéronse á su Pala otros caballeros no de tanto estado , á Iob quales to
cio y comieron juntamento el Boy y la Boyna y con dos el Rey mandó traer cierta copia do gente, do
ellos los dichos Enibaxadores, ó á la nocko el Boy ó manera quel que podía traer quinientos lanzas,
la Beyna durmieron en una cama, y la Beyna que truxese ciento, é por esta forma todos los otros, ó
dó tan entera como venia, de que no pequeño enojo asi so juntaron para esta entrada con el Rey tres
se rescibió por todos ; é fechb este auto , el Rey se mil hombres de armas muy señalados é muy bien
detuvo pocos dias en Córdoba , é porque loa Einba armados ó muy bien aviados , é fasta ocho mil gi-
xadoros del Bey do Francia no so detuviesen allí netes é veinte mil peones ; y el Rey se fué con sola
hasta la vuolta, envióles á mandar quo explicasen mente veinte de caballo á dormir á un lugar que se
su embaxada lo qual ellos lo pusieron en obra. dice Castro el Rio; é mandó a los Comendadores
Gonzalo de Sayavedra é Juan Fernandez Galindo
CAPÍTULO VIII. que fuesen á la villa de Baena é Almochen , é allí
ficieson que se recogióse toda la gente de la hues
De como el Arzobispo de Torcas en Torayna , embalador del te; la qual recogida, el Bey so juntó con su hueste
Re; de Francia, explicó su embaxada en presencia del Re; é de allí entró por Alcalá la Real poderosamente
junto todo su Consejo.
en ol Royno de Granada sin fallar resistencia nin
Como el Bey estuviese prosto para se partir por guna ; é asentó su real corea de Moclin , y el Hoy so
facer guerra á los moros , onvió a decir á los Em apartó con doscientos de caballo de la cibdad do
bajadores del Bey de Francia que antes de su par Ubeda, y fué & correr á Monte Frío, é salieron do
tida esplicasen su embaxada , y en el dia siguiente la villa cinquenta de caballo , los quales trabaron
ellos vinieron al Palacio como les era mandado , y con el Rey su escaramuza , en la qual fueron forí-
estando el Bey en Consejo con todos los Grandes dos algunos ehristianos, é los moros fueron ro-
de su Beyno, el Arzobispo propuso en latin larga trahidos á la villa por fuerza do los ehristianos; é
mente todo lo quel Bey do Francia le mandó , é las antes quel Rey llegase á la vega do Granada, fué
conclusiones de su embazada fueron, después de asimismo á correr a Moclin con otros docíentos do
las saludes acostumbradas entre los Beyes, facer caballo , é allí Be ovo otra escaramuza mucho mas
saber al Bey el gran sentimiento quel había habi peligrosa que la primera, donde fueron feridos con
do del fallecimiento del Bey Don Juan su padre, y saetas muchos mas de los ehristianos que lo prime
gran placer quo habia rescebido en saber el ser olio- ro , entre los quales fué ferido de una saeta enar-
decido en estos Beynos sin contradicion alguna , y bolada un noble caballero llamado Gonzalo Muñoz
quel Bey en presencia de sus Embaxadorcs firmuso de Castañeda , é allí fueron algunos muertos , ó do
las alianzas ontro entrambos á dos ó sus Beynos ; á jos moros asimosmo fueron algunos feridos, y el
los cuales el Bey respondió en breves palabras, Rey se tornó al real á hora do comer, y á la tarde
agradeciendo al Bey de Francia su buena voluntad tornó á dar otra vista á Moclin , el qual se acercó
y dixo al Arzobispo que qualesquier escrituras ó tanto á la villa, que le tiraron una saeta que le dio
instrucciones quo él traya, quo las diese al Doctor en la estribera, de que todos los Grandes del Reyno
Fernán Diaz de Toledo , su Belator é Referendario que con él estaban hobieron gran dosplacer , é se
é de su Consejo, para que vistas, le fioiese dolías maravillaron mucho de un Principe tan grande
relación, al tiempo que de la guerra viniese; é asi quererse meter en tales escaramuzas donde ligera
los Embaxadores quedaron en Córdoba , y el Rey se mente podia ser muerto sin hacer cosa de su honor,
partió para la guerra á quatro dias do Junio del di y como quiera que por algunos le fuese reprehen
cho año; é alguuos de los gentiles hombros france dido la tal osadía, como él fuese hombro regido
ses que con los Embaxadores venian, le suplicaron mas por voluntad que por razón , no dexaba de ee
que hubiese por bien quellos fuesen con su Alteza meter cada dia en las semejantes cosas. Y en este
en aquella entrada, é al Bey plugo del lo, o les dia los moros do I Hura enviaron al Roy un gran
mandó dar caballos ó armas y todo lo quo monoster presente do muchas aves é figos é pasas , suplicán
ovieron para aquella entrada; é fueron con ellos dole que no mandase hacer tala en sus panes ni vi
por mandado suyo Iñigo de Arceo porque los acom ñas é otros daños algunos, lo qual les fuá otorgado;
MEMORIAL DE DIVERSAS HAZAÑAS. .
y estando el real allí asentado, Miguel Luoos, que fué cosa maravillosa, en que murieron algunos mo
después fué Condestable, y un hermano suyo que ros y ovo un caballo ; y asi con el ayuda do Dios
era camarero do los paños del Rey, se apartaron con escapó y estuvo mas de veinte dias á la muerte. Y
cierta gente é fueron á una atalaya que es cerca de como en la vega de Granada quedase una valiento
Illora, de donde los christianos rescebian mucho torre en que estaban quince moros, la qual estaba
daño é derribáronla hasta los cimientos , y do allí bien bastecida de todo lo que menester habían , el
mandó mover su gente, ó asentóse allende de la Marqués de Villena suplioó al Roy le diese lioenola
puente de Pinos, y de allí el Roy con poca gente por la combatir, la qual el Rey le otorgó; y luego
fué á dar vista á Granada, y en el camino se trabó fueron a la combatir Juan de Luna, hijo de Juan
escaramuza de los moros quol Rey consigo llevaba Fernando de Mendoza , Mayordomo mayor del Rey
con algunos de los do Granada que andaban on el Don Juan, y líornando de Ribadeneyra, Camarero
campo ; y en el dia siguiento el Rey mandó asentar que fué del Maestre Don Alvaro de Luna ; los qua
su real casi una legua de Granada , y él so fué ó co les la combatieron con esas artillerías que tenian,
mer á una alearía que era ontro la ciudad y ol real, que no eran tales que les bastaba para la fuerza do
y aquella mandó que no se derribase. T ontro tanto aquella torre y los moros se defendían valientemen
quel Roy alió estuvo siempro fué á comor aquel al te con ballestas y saetas y piedras y cantoras. En
quería y en el dia do San Bernabé ol Rey puso to el qual combate Juan de Luna fué forido on la ca-
das sus batallas on órden y fué á dar vista á Gra boza do una esquina do tal manera , quo ovo do
nada y pasó de los olivaros y salieron de la ciudad doxar el combato y quedó en él Fernando de Ri
fasta mil é quinientos de caballo y gran gente de badeneyra ; lo qual visto por el Rey invió á Fernan
pie , y trabáronse escaramuzas por diversas partes, do do Villafranca y ó otros de su casa porque el
aunque no en la orden que el Roy quisiera , en las combate no pesase ; y como Hernando do Ribade
quales fueron muertos y foridos asaz moros, y chris- neyra, quo estaba firmo on el combato, vido quo
tiauos murieron solainonte quatro, do los quales ol venían de nuevo aquellos caballeros ovo dolió tan
uuo se llamaba Figueroa y el otro Diego de Valora, graudo desplacor que dexó el combate diciondo quo
quevivia en Ubeda, y otros dos escuderos cuyos al tiempo quol tenía el fecho casi voncido venían
nombres no se supieron. Eu el qual dia Garcilaso do otros por atribuir á si el honor de aquel fecho ; cou
la Vega, Comendador de Montizon, de quien desuso todo eso como los moros estaban mucho cansados y
os fecha mención , en presencia del Rey mató un algunos de ellos feridoe, diéronso á prisión, y al
moro muy valiente , y dorribó otro y tomólo ol ca gunos so quemaron en el fuego quo los ohristianos
ballo y la adarga y proqontó el caballo al Rey, y el pusieron ; y en este segundo combate fué ferído de
Roy diólo á Miguel Lucas. Y en aquel dia se arma una saeta onarbolada Fernando do Villafranca, poro
ron Caballeros por mano del Roy, Don Alonso En fué socorrido de tal manera, que sanó, y la torre so
riques , hijo del Almirante Don Fadrique , y Don puso por el suelo.
Juan de Luna, Conde do Santistoban, y Miguel En este tiempo los moros ficieron muchos rebatea
Lucas, que después fué Condestable, y Fernand especialmente de noche, do que los christionoB ros-
Arias de Sayavodra, hijo de Gonzalo de Sayavedra, oebian asaz trabajo y enojo ; y acaesció quo un mo
Comendador mayor de Monte Alban, y un gentil ro que habia sido christiano y habia sido criado en
hombre francés de los que con el Rey fueron en la Cámara del Rey de Granada , alumbrado por el
aquesta entrada , y otros algunos escuderos caste Espíritu Santo, se vino para el real y se tornó chris
llanos, cuyos nombres la historia no escribe. Y en tiano, y dixo al Rey que fuese cierto quel Rey do
esté dia acaesció asimesmo una escaramuza que co Granada llamado Muli Ato, era concertado con el
menzaron con los moros Lope de Baldevioso, Maes Rey Arisay se habia de venir á Granada oon seis
tro Sala dol Rey, y Pedro de Ribadeneyra, hijo del cientos de caballo donde so juntaba toda la caballe
Mariscal Hernando do Ribadeneyra, y Juan de ría del Reyno y los mas y mejores peones quo en él
Barrionuevo, y otros-algunos caballeros y escude habia; y se habían concertado de venir una noche
ros, on la qual murió un moro muy principal lla todos juntos y salir y dar en el real , por tal mane
mado Abenamar de Mendoza, y otros quatro; y los ra que pensaban ser maravilla, según la muche
moros fueron retrahidos por un callejón que duraba dumbre dellos, podor escapar ninguno do los ohris
bion dos tiros de ballesta, doude los chriBti anos pa tianos; y esto sabido, púsose muy gran guarda on
saron una celada que los moros tenian , la qual dió el roal ; y como dende á tres dias tuviese la guarda
luego on olios y los mas volvieron a fuir, y Lopo do del real Don Rodrigo Manrique , Conde do Parodos
Baldevioso y Juan do Barrionuevo y otros escudo- quora caballero muy esforzado y mucho diostro en
ros quedaron atajados, los quales juntos rompieron la guorra , esa noche acercóse tanto á la ciudad , quo
por los moros y pasaron por ellos fasta el fin del pudo oir el bollicio que en ella habia para ver de
callejón donde ficieron rostro ; y allí mataron el ca venir on la forma que dicha es ; y doxando sus es
ballo ó Lope de Baldevieso, y dieron á él veinte y cuchas y guardas en el campo , se vino á gran prie
dos feridas que algunas dolías fueron muy peligro sa para el Rey, y despertóle y díxole lo que habia
sas , y con todo oso so levantó ; y peleando como sentido y púsoso tal guarda on el real quo toda la
caballero el espada en la mano, so defendió fasta gente so armó y se puso en la forma que debia para
que fué socorrido, y allí ovo tan gran pelea, que rescebir los moros si viniesen ; lo qual por los mo
10 CRÓNICAS DE LOS EYES DE CASTILLA.
ros sentido, dexaron la venida y otro dia salieron grandes presentes de aves y frutas de diversas ma
de la ciudad faBta dos mil é quinientos de caballo neras, y envióle sus monestriles á los quales el Rey
y setenta mil peones y mas , y pusiéronse entre los mandó vestir y dar largamente gran suma do do
olivares, y algunos dollos se vinieron tendiendo á blas. Y en oste tiempo el Rey de Granada fué certi
puerta del real , y el Rey estaba en el campo con ficado quo en el real oviese gran mengua de vino
asaz gente de hombre» de nrmas y ginetes, y como y de todas las otras viandas necesarias, y envió á
conosció que las batallas suyas quorian pelear , no decir al Rey que si le quería dar la paz en la forma
dió á olio lugar, ánteslos detuvo creyendo que los que la había demandado, que le daría todos los
moros tenían puestas algunas celadas de donde los cativos christianos que tenia y las parias como di
christianos podrían rescobir gran daño ; y allí el Roy cho había , y en otra manera no quería otro partido
evo su consejo do lo que debia hacer, en que ovo que ficieso lo que quisiese ; y asi el fecho se acabó
diversas opiniones; y el Conde de Paredes dixo al sin otra conclusión. Y ol Rey estuvo en esta entra
Rey quo según lo que los moros en aquel dia habían da en el Reyno de Granada diez y ocho dias ¡ y le
mostrado, querían haber batalla y que era cierto vantó su real de sobro Granada en veinte y nuove
que entro ellos se fallaba serles gran mengua de ver dias del mes de Julio , y continuó su camino para
talar y quemar sus riberas , y por temor do muerte Córdoba, donde afirmó las alianzas dol Rey do Fran
haberlo de sufrir, y que su parecer era que pues el cia y despidió los Embajadores , á los quales envió
Roy allí tenía tanta y tan buena gente , con que muías y caballos y piezas de brocado y seda; asi
con el ayuda de Dios podría esperar la Vitoria , que ellos se partieron muy alegres y contentos dol Roy,
dobia dar la batalla si los moros la quisiesen espe el qual el año venidero mandó llamar á los Procura
rar; finalmente como los mas que en el consejo es dores, y les dixo que él entendía entrar en tierra do
taban quisiesen seguir la voluntad del Roy, la qual moros muy mas poderosamente do quantas voces
ora do no pelear, dotorminóse que la batalla no se había entrado, para lo qual convenía quo en sus
diese, salvo si los moros saliesen del todo al llano, Reynos so repartiesen sesenta quentos de marave
donde sin ventaja los christianos pudiesen pelear dís; y como quiera que á los Procuradores esto pa-
con ellos, y la tala so ficieso lo mas duramente quo rescieso mucho gravo, asi por los trabajos pasados,
ser pudiese; lo qual asi se puso en obra , quo les como por ver la forma quo el Rey on la guerra te
fueron talados todos loa árboles y viñas y panes quo nia, en quo conocida la verdad en la guerra pasada
haberse pudieron , y les fueron quemadas algunas muy mayores daños habían rescebido estos Reynos
aldeas y alquerías y lugares; lo qual visto por los quel Royno do Granada, con todo oso acordaron do
moros, enviaron á hablar con Don Alonso Pimen facer lo quel Rey les mandaba, pero suplicáronle que
tal, Conde do Benavento, los qualos lo dixeron que estos sesenta cuentos se le pagasen dos años , por
no pensase el Roy qne por talas ni quemas de luga- que la gente rescibieso monos trabajo, y el Rey se lo
ros habian do sojuzgar el Reyno de Granada, on el otorgó y asi se puso en obra; y do allí el Rey se par
qual había tantas y tan grandes fuerzas y tanta y tió para la ciudad de Sevilla, donde era esperado
tan buena gente para las defender , quo no ospora- con muy grande amor , como no hubiesen visto Roy
ban que jamas los christianos las pudiesen ganar, y cu aquolla ciudad desdo el Roy Don Enrique segun
quo al Roy le estaba mejor haber paz con el Rey do , dondo lo estaba aparejado muy notable recebi-
de Granada y con sus Roynos , y que se le darían miunto ; y el Rey , no queriendo ver la nobleza de
las parías muy mas crecidas que á ningún Roy de la gente de aquella ciudad, so apartó con pocos do
los antepasados , y le darían todos los christianos los suyos y entróse por ol postigo del Alcázar, don-
cativos; lo qual sabido por el Rey, acordó de dar do muy pocos lo pudieron ver, do quo todos los do
seguro á Abdibar para quo viniese á hablar con ol la ciudad fueron mucho maravillados y mal conten
Rey, y para concertar lo ya dicho, y este moro Ab tos; con todo eso la gente del Rey fué muy bien
dibar vino á la fabla con ol Rey , y traxo consigo aposentada , y alegremente rescebida por los hues
hasta dos mil do caballo, los mas á punto de guerra pedes. Y estando ol Rey en aquella ciudad acaes-
que había on el Reyno de Granada; y salieron con cieron dos cosos muy cstrañas y muy feas , los qua
el Roy á la fabla el Almirante Don Fadriquo y los les fuoron que Mofaros , un moro quol Rey consigo
Marqueses do Santillana y Villona, y ol Maestro do traía , fué aposentado en la cosa do un mcrcador
Calatrava y los Condos de Plasencia y Benavento llamado Diego Sánchez do Orihucla , el qual tenia
y Alba y Paredes , y todos los otros principales Ca una hija muy hermosa de que el moro se enamoró;
balleros que on ol real estaban ; y las batallas del y como á la doncella fuese aborrociblo la habla suya
Rey ostaban todas en el campo puestas en el órden y no quisiese dar lugar á su voluntad, ol moro aguar
quo dobian ; y los moros mostraron grande alegría dó tiempo en que el padre y la madre estuviesen
creyendo quo se concluiría perpetua paz entro estos fuera de casa, y tapóle la boca de manera que no
Reyes , y la conclusión que so tomó fué quo cono pudiese dar voces, y atole las manos y púsola en un
cida la voluntad del Rey que no fuese de les dar la caballo y con ciertos moros la sacó de la ciudad ; y
paz que demandaban , le darían cierto número do quando los padres vinieron y hallaron su hija lleva
christianos porque levantase el real de la Vega de da, dieron muy grandes voces, á que toda la ve
Granada y se tornase en sus Reynos. En tanto que cindad se juntó , y asi una gran muchedumbre de
el trato duraba, el Rey de Granada envió al Roy gente fueron al Palacio Real con el padre y la ma
MEMORIAL DE DIVERSAS ÜAZAÑAS. 11
dre, que iban dando muy grandes voces, muy agrá comieron con el Rey aquel dia el Rey do Portugal
mente llorando, demandando justicia; y llegados al y la Reyna su hermana y los Infantes Don Fernan
Rey, oída su querella, el Rey vituperó muy fuerte do y Don Enriqué, y el Rey do Portugal estuvo allí
mente á la madre, diciéndole ser loca, y haber pues tres días; en el qual tiempo el Rey mandó facerla
to muy mal recado en su casa y fija dcxandola sola, esponsa al Rey de Portugal y á toda su gente muy
y dando el cargo al padre y á ella del caso acacsci- abundosamente ; y pasados asi aquellos días, el Roy
do, con la qual respuesta ellos comenzaron muchas de Castilla y el de Portugal so fueron á Yelves y
mayores voces, demandando justicia á Dios , de que con ellos la Reyna , donde les fueron fechas muy
ni Rey ovo tan grande enojo, quo mandó llamar grandes fiestas, en otros tres dias que endo estu
un verdugo para que los azotase por la ciudad; y en vieron; y vuelto el Rey de Castilla á Badajoz, vino
este punto llegaron allí Don Alonso Pimcntel , Con allí la Infanta Doña Catalina a ver á la Reyna su
de de Benavente, y el Conde Don Juan de Quzman, hermana ; y en esto tiempo estaba puoata tregua
y viendo el mandamiento, el Condo Don Juan lodi- entre el Rey Don Enrique y el Rey Ariza de Gra
xo: a Señor ¿cómo dirá el pregón cuando se esecuta. nada, la qual el Condo do Cabra había puesto por
re esta justicia que mandáis facer?» y el Rey con mandado del Rey ; en el qual tiempo Abdalla Am-
enojo se metió en su palacio , y los que cerca dél es bran habia hurtado el castillo do Solera, quo tenía
taban ficieron ir do allí á los quo con esta querella Diego de Araya, un Caballero natural do Ubeda, y
venieron , y asi el moro Mofaras llovó la doncella y al tiempo quo aquella tregua so asentó, concordóso
púsola en salvo en un lugar de Granada, y ansi la que las villas y fortalezas de los Reynos de Castilla
tomó por manceba en injuria de nuestra Saucta Feo. y del Reyno de Granada fuosen seguros de la una
Fué la segunda quo un capitán del Rey llamado parto a la otra, y de la otra ti la otra, y el Conde do
Rodrigo do Marchena, hombro do baxo linage y Cabra envió requerir al Rey Ariza do Granada, por
deshonesta vida, tomó por fuerza una doncella hija un Caballero de su casa llamado Gonzalo de Ayora,
dalgo, y como los padres y parientes al Roy so que mandase restituir el castillo do Solera quo era
querellasen , ovieron el mesino remedio quo Diego obligado de lo asi hacer, Bcguti lo capitulado , al
Sanchoz de Orihuela, do que no solamente la gente qual el Rey respondió quo Abdalla Amblan habia
de la ciudad , mas todos los cortesanos fueron mu furtado aquel castillo siu su licencia y mandado,
cho turbados, y decian que cómose podria consentir y que desto él no tenia cargo ; al qual Gonzalo de
quedar tales cosas sin grande punición, á causado lo Ayora respondió que si la fortaloza no se le entre
qual al Rey vinieron muy grandes inconviniontes y gaba, que fuese cierto que luego se faria la guerra,
daños do quo adolanto so hará mención. De allf el y el Condo dosde allí alzaba la trogua por poder
Rey se vino en Castilla; y ostando en la ciudad do quo para ello del Roy toula. El Roy moro dixo :
Avila, mandó enviar sus cartas de apercibimiento quél enviaría á llamar aquel caballero Abdalla A i li
á todos los Grandes para que fuesen con él ála guer bran, y lo mandaría que entregase aquel castillo, y
ra, y mandó hacer muy grandes provisiones asi de que habria gran placer que lo ficiese ansí, y quo en
bastimentos como de lombardas y ingenios y man otra manera él no podria otra cosa facer, porquo
tas y todos los otros pertrechos necesarios para com aquel moro era tan poderoso quol no podria com
batir fortalezas. pelerlo A lo entregar sin su voluntad, y quo A él lo
placía de guarda la paz con el Rey de Castilla y
CAPÍTULO IX. con sus Reynos, así como lo habia asontado con el
Condo de Cabra ; al qual Gonzalo do Ayora respon
De como el Rey se partid do Avila, y se fué pira la chillad de dió quo si él quería pazcón el Rey do Castilla , quo
Badajoz por se ver con su primo el Rey do Portugal.
habia de facer dos cosas, la primera entregar el
Partido el Rey de la ciudad do Avila para se ver castillo do Solera á Diego do Araya, y le convenia
con el Rey do Portugal , para lo qual el Rey conti quo fnene vasallo del Rey de Castilla , así como el
nuó su camino y la Reyna con él para la ciudad do Rey Don Mahoma lo habia sido dol Roy Don Po
Badajoz, desque allí fueron llegados, vino ende oí dro, y fuoso do su Consejo, y tener dezmero á la
Rey de Portugal con el qnal venian el Infanto Don Puerta Dol vira, quo cogieso el diezmo y medio
Fernando, su hermano, y el Infante Don Enrique, diezmo por el Rey de Castilla, y que diese en el
su tío, y otros muchos Grandes do su Reyno y es año primero do la paz mil cativos, y en los tres
taban con el Rey de Castilla el Marqués do Villeua, siguientes cada año trescientos y treinta y tres
Don Juan Pacheco, y Don Podro Girón, Maestre de cativos que baldan de ser por todos dos mil, y cada
Calatrava, hermano suyo, y muchoB otros Condes y vez quo ol Rey Don Enrique lo llamase on toda ol
Caballeros y Perlados. Y sabido por el Roy de Cas Andalucía fasta ol Reyno de Toledo fuese obligado
tilla como el Rey de Portugal venia, saliólo á reco- á le servir con dos mil de caballo; y si ,demás se
bir quanto á media legua, y con él todos los Gran quisiese servir que lo pagaso ol sueldo fasta ser
des que allí estaban acompañados de mucha noblo vuelto on su Reyno al fuero y costumbres de Cas
caballería ; y los Reyes se hablaron con grande tilla, y quo le volvioso todas las villas y fortalezas
amor, y asi vinieron i la ciudad de Badajoz donde que on tiempo del Rey Don Juan su padre habían
el Rey tenía aparejada muy gran fiesta para el Rey perdido, y con estas condiciones se lo daría la paz
de Portugal y para todos los que con él venian, y por diez años, y en esto tiempo se metiosen al Rey
12 CBÓNICAS DE LOS BEYES DE CASTILLA.
uo de Granada todas los cosaa que en ol tiempo de á Fornando de Fousoca y á los que estaban en el
la paz se solían motor. A lo qual ol Bey de Grana lugar, que luego saliesen dende sopeña de la vida;
da le respondió quo aquello que demandaba y los los quales lo ficioron luego ; poro pusieron fuogo
Lijos y las mugeros , todo lo dioran en el año pri por muchas partos al lugar do tal manera, que su
mero que ol Boy Don Enrique roynó, y en el 80- bió tan alto quo visto por los moros de Estopona
gundo no le dieran los fijos ni las mugoros, y que desampararon la villa y se subieron con todo lo
ya era ol ano tercero y lo habían bien conocido, y suyo á la sierra. Y en este dia una fortaleza quo se
que no lo darian cosa de quanto demandaban ; quel llama la Fonxirola so combatió, no por mandado
Bey Don Enriquo ficiose lo que quisiero : con lo dol Boy, y estándose combatiendo por la gente do
qual Gonzalo de Ayora se volvió para el Conde de un Vallenel de uno que se llamaba Juan Vidal, sa
Cabra, el qual escribió todo lo susodicho al Bey que lió en tierra y con ol maestre del Vallenel escalaron
estaba en Badajoz con el Boy de Portugal, y sabi la fortaleza, y subieron en ella catorce ó quince hom
da esta nueva, partióse para Sevilla para desdo allí bres vizcaínos dando grandes voces diciendo : «Cas
facor su entrada en tierra do Moros. tilla Castilla por ol Boy Don Enrique » ; y como los
moros vioron la fortaleza entrada, todos so rotruxo-
CAPÍTULO X. ron á una buena torre quo ende estaba, y desdo allí
se defendían quanto podían , y púsose fuego en las
Pe coma el Rey Don Enrique se partid de Sevilla para entrar en puertas de la fortaleza, y el Conde de Osorno que
tierra de mocos y dcid allí 1 le lleyna su muger.
era capitán de la guarda del Bey entró dentro della
El Bey se partió para Ecija y mandó llamar á con trecientos hombros do armas, y á la entrada
Don Juan de Guzman, Duque de Medina Sidonia y fué: muerto un gentil hombre francés que ora allí
á Don Juan Ponce de León, Conde do Arcos , y los venido por se fallar en algún fecho señalado, y allí
Consejos do Sevilla y do Xerez y de las otros villas y fueron feridos otros doco hombres do armas aunque
lugares comarcanos , y mandó questa gente se jun no de feridas peligrosas ; y los moros no teniendo
tase en los prados de Antequera, donde fueron jun ya con que se defender dcsfación los almenas y lan
tos fasta ochociontos hombres de armas y tres mil zaban piedras y ladrillos; y estando on tan grande
ginctes y troco mil peones; y los Grandes que con ol aprieto que de fuorza so habian de dar, demandaron
Boy entonces entraron fueron: ol Duquo do Medi fabla, y luego ol Boy mandó salir toda la gente de
na Sidonia y ol Marqués do Villena y ol Maestre de la fortaleza y los moros so quedaron apoderados en
Calatrava y los Condes de Benavento y do Arcos y ella. Otro dio ol Bey mandó asentar su roal cerca
do Osorno ¡y do allí fué asentar su real en un vallo do Marvclla, dondo se fizo tala on los panes ; y ol
ques corea de Alora, entro los dos rios ; y en tanto dia siguiente se asentó el real cerca de la villa de
quel real se asentaba, ol Boy so apartó con hasta Estopona, y el Boy so aposentó dentro della, en la
quatrocientos do caballo y fué á correr el Valle de qual ninguna cosa se falló. Y el Marqués de Ville
la Carlana y otros lugares dende cercanos , donde na suplicó al Bey le ficiese merced de aquella Villa,
ficioron algún daño , y el Bey so volvió al real y ol y al Bey plugo dello, y mandóla bastecer de los
dia siguiente fué á sentar su real en la Vega de Má mantenimientos que en la hueste había y do armas
laga, donde estuvo treinta dias ; en el qual tiempo las que oran menester para su defensa, y desde allí
se fizo tala solamente en los panos, por quel Bey no el Boy mandó á los Grandes que con él venían que
oonsintió que se talasen huertas ni viDas, y se que so fuesen con la gente que había de Xerez, y donde
maron algunas aldeas quo los moros habian desam la gente se fuese cada una á su tierra, y el Bey se
parado. En este tiempo se ficioron algunas escara fué por la costa do la mar tomando la via do Gibral-
muzas en quo murieron algunos moros é cliristia- tar con fasta trecientos do caballo y llegando cerca
iios, y asi el Bey levantó su roal do sobro Málaga, y de la ciudad Batieron dolía fasta quaronta do caballo,
acordó do so ir por ol ¡Val do Coer quos on termino y el Bey envió á ellos á Gonzalo do Sayavedra á les
.de Marvclla, é determinó do se ir por la costa do la decir como el Bey do Castilla venia allí por mirar
mar donde pasó á tan gran peligro de su gente, que aquella tierra ; y como esto supo el Alcayde de Gi-
según la muchedumbre de los moros que por la braltar, que ora buen caballero que se llamaba Aben
sierra parecieron , pudieran si quisieran con solos Comixa, envió á demandar seguro al Bey, con ol
piedras destruir la mayor parte del real ; poro siem qual le vino á facor reverencia, é fizo al Boy pre
pre estuvieron quedos mirando la gente del real, sente de todas las frutas que babor pudo, y mandó
de donde se creyó haber un trato secreto entre el meter barcos y redes en la mar por facer servicio
Boy y los moros ; y pasando la gente corea de una al Boy, el qual estuvo gran parte dol dia allí miran
vil Iota que se llama Benalmodana, seyendo pasado do la posea, y á la noche fué á dormir á una torre
todo ol real y veniendo en ol cabo catorce ó quince que se dice do Cartagena , que es una legua de Gi-
hombres do armas do la guarda del Bey y fasta se braltar, y como ol Capitán de Ceuta, que Be llamaba
senta hombros de Sevilla, los moros comenzaron á Don Sancho, Conde do Udemira, fué certificado por
gritarlos, y tan grande enojo roscibioron los chris- algunos navios que por mandado del Bey eran vo
tianos, quo vinieron á combatir el lugar y entrá lados sobre Málaga quol Bey allí estaba , aderezó
ronlo por fuerza de armas ; y como el Bey lo supo, uno fusta y quatro carabelas por le ir facor reve
ovo dolió onojo, é invió & Gonzalo de Sayavedra y rencia y le facer algún servicio , y como supiese do
MÉMORlAL DE DIVERSAS HAZAÑAS. 13
su venida á Gibroltar , luego se poso por mar , é furia, el Rey determinó de pasar. En este meamo dia
fuele facer reverencia, y el Rey le rescibió muy llegó á Tarifa, de que asi los caballeros que con él
graciosamente y le agradeció mucho su venida ; ó iban como los otros que lo estaban esperando, fue
desde allí el Roy mandó á Gonzalo de Sayavedra ron mucho alegres por lo ver venir como vino oon
que con la gente que ende estaba se fuese á Algeci- el Conde de Udemira , el qual dexó á Gonzalo de
ra y lo esperase ende, y el Roy so metió on el me Sayavedra y á Juan Fernandez Galindo quo ovie-
jor navio quel Conde traia, y acordó de se pasar no sen por bien complido su homenage, pues el Rey do
solamente en Ceuta mas allende por ¡ver el Reyno Castilla era venido en salvamento en la Villa de
de Fez, de lo qual Gonzalo de Sayavedra é Juan Tarifa, que era suya ; y el Conde desde allí se vol
Fernandez Galindo, que ende estaba , ovieron muy vió en Ceuta con sus navios , que habia traído en
grande enojo é dixeron al Rey que se maravillaban guarda del Rey ; y el Rey se partió de Tarifa y fizo
mucho do su Alteza quererse meter en tan gran pe la via de la villa de Bejol , ques del Duque de Me
ligro, sin causa ni razón alguna, y que mirase bien dina, donde fuó rescebido con aquella reverencia y
como la via de la mar era dudosa, que en un hora obodiencia quo á su Rey y Sefior ora debida, donde
facían en ella mil movimientos, y aunque entonces el Duque tenia aparejadas todos las cosos que eron
parecía el tiempo ser bueno , muy prestamente se necesarios pora el- servicio del Rey y de todos los
podría mudar do tal manera que no se podiese re que con el venian ; y allí el Duque le suplicó que
mediar ; y allende desto debia mirar quanto era do porquo ya era el tiempo de las olmodrovos do los
dudar pasar con gente estrafia mayormente en Rey- atunes, le pluguiese de ir i tomar placer y ver co
no de inflólos y naturalmente enemigos , y lo supli mo los atunes so tomaban. El Rey lo fizo asi , don-
caban y le requerían que no quisiese hacer tal viage, do ovo grandes placeres, y rescibió muy grondes
del qual aunque con salud saliese, seria diño de gran fiestas del Duque, el qual fizo dar muy abundante
roprehonsion de todos los que lo supiesen. E con to mente á los qu9 con el Roy iban todo lo quo mo-
do eso el Rey no creyó de cosa desto : y cuando Gon nestor ovioron ; y desde allí ol Rey se partió pora
zalo de Sayavedra é Juan Fernandez Galindo vieron Xerez, y dende se fué para Sovilla , dondo estuvo
que no pudieron escusar al Rey aquol viage, tomaron algunos dias con la Reyna su muger, donde se ficie-
pleito homenage y juramento muy fuerte al Conde ron grandes justos y torneos , en el qual se croyó
con las mayores firmezas que pudieron que él vol que viniera alguna turbación por las competencias
vería al Rey do Castilla en segura y sana paz en que habia entre el Duque de Medina Sidonia y el
sus Reynos , guardándolo Dios de los peligros de Marqués de Villena; y ese dia estuvo armada muy
la mar; y asi el Roy se partí* y con él Miguel Lu gran parte de la gente de la ciudad, y aun el Roy vi
cos y los dichos Comendadores, y pasaron con él en no al torneo trayendo corazas vostidas y casqueto
Ceuta, é Gonzalo Carrillo é Gonzalo de Sayavedra en la cabeza ; y plugo á nuestro Señor que los cosas
fuoron con la gente que quedaba en tierra y se Be metiguaron. En este tomeo fueron Capitanes de
fueron aposentar en las Algeciras entre el río que la una parte el Duque de Medina Sidonia, en cuya
dicen de la Miel, y estuvieron ende dos dias; y den- parte venia Miguel Lucas, quo ya pareció contendor
de á poco que ende fueron llegados, llegó allí el de parcialidad con el Marqués de Villona, y de la
Marqués de Villena, quo habia quedado en Estepo- otra parte el Marqués do Villena.
na, por la dexar á buen recaudo , y allí fué certifi
cado por algunos navios como el Rey ora pasado CAPÍTULO XI.
on Ceuta ; el qual so motió en uno dellos y soguió
asimismo aquel viage y pasó en Ceuta, donde el De como M pao li tilla do Ximcna de los moro».
Rey y toda su gente fueron muy bien recebidos y Estando el Rey en Sevilla, Juan de Sayavedra le
hospedados y servidos con grande amor y reveren envió á decir que habia tentado la villa de Ximona,
cia ; al qual y á todoB los que con él iban, el Condo que los moros habían recobrado, después que la ga
fizo dar firmemente todas las cosas que menester nó el Mariscal Pero Garcia, y que la falló de tal
ovieren, y el Rey se detuvo alH cuatro dias por manera, que lo paresció ser ligera de tomar, y lo
que los vientos fueron contrarios, y no pudo antes suplicaba le pluguiese irloá poner en obra; y oida
partir , y en tanto que ende estuvo , fué á correr esta nueva por el Rey , solió do Sevilla con la mas
monte de leones á tierra del Rey de Fez donde hay gente que pudo y fuese para Xerez , y mandó salir
muchos, é yendo asi el Rey con propósito de facer toda la gente asi do caballo como de pié, y envió á
su montería, vido una gran muchedumbre de moros llamar a gran priesa al Duquo do Medina Sidonia;
quo venian por correr á Ceuta, y asi ovo de mudar y juntáronse con ol Roy fasto mil ó quinientos do
bu propósito y volverse antes á Ceuta de lo que caballo y fasta seis mil peones , y los caballoros
quisiera ¡ y pensando quo por aventura por causa principales quo con el Roy partieron fueron í el Du
de los vientos so Oviera de detener allí mas de lo que de Medina Sidonia y D. Juan Pacheco, Marqués
que habia estado, envió á mandar á Gonzalo de Sa de Villena, y D. Rodrigo Manrique, Conde de Pa
yavedra y é Gonzalo Carrillo que con la gente quo redes, y otros caballeros aunque no de tanto esta
habia quedado , se fuesen a Tarifa y lo esperasen do, con docientosde caballo. V el Rey mandó par
allí, los qnales lo pusieron asi en obra ; é como quie tir lo gento, y tomó consigo á Juan de Sayavedra,
ra que la mar se mostrase asaz alta y con mucha y fué á mirar la villa do Ximona y miróla toda eu
*¿ CRÓNICAS DE LOS REYES DE CASTILLA,
torno, y tornóse á Castellar donde había mandado sión saliese las treinta y cinco mil, y por las res
que toda la gente le esperase, y mandó al Duque y tantes dexó en rehenes á su fijo mayor, llamado
al Marqués y al Conde de Paredes que se aposenta- D. García ; para lo qual pogar el Rey le fizo merced
son cerca de la villa porque no les pudiesen entrar de quatro quentos de monedas ; el qual caso acaes-
gente, los quales lo licicron ansí; y otro dia bien ció el dia de Sancta Clara del dicho año.
<lo mañana, Juan de Sayavedra quel ardid habia
traido, les dixo que debían combatir luego la villa, CAPÍTULO XII.
lo cual se puso luego por obra, y combatióse de tal
manera que prestamente se tomó por fuerza de ar Do una entrada que Fernando de Narvaez, Alcayde de Antequera,
tizo en tierra de moros.
mas ; y el primero que en ella entró fué Alvaro de
Balbuena , criado de la Reyna doña María , que era En este tiempo Fernando de Narvaez, Alcayde de
hombre muy valiente y uno de los que mejor se Antequera , deseando servir á Dios y al Rey acordó
ovieron en el combate do Benalmadana, y fué allí de entrar á correr el Bal de Cártama, y ajuntó con
muerto de una esquina que le dieron sobre la ca- sigo cionto é veinte do caballo y trecientos peones,
. beza. Y los moros se retruxeron á la fortaleza, y y en viernes , doce dias de Marzo del año del nasci-
fíoieron bu pleitesía, quel Rey los mandase poner en miento de nuestro Redentor de mil y quatrocientos
salvo con todo lo que tenían, é al Rey plugo dello, é cinquenta y seis años, continuó su camino , y pa
é mandó luego ir con ellos á un caballerizo de su só cerca de la villa de Alora, y llegó á Cártama, ó
casa, llamado Juan Guillen , y al Alcaydo de Tari corrió la tierra fasta el rio de Xuriana, ques á
fa, quo so llamaba Alfonso do Arcos, los quales pu una legua do Málaga, y de allí sacó uu gran reba
sieron los moros cu la ciudad do Qibraltar, y se ño de vacas ó bueyes ó acémilas é otras bestias, y
volvieron para el Rey, y el Rey mandó bastecor la fasta veinte moros, y volviendo ansí con su cabal
villa de todo lo quera necesario, y dezó en ella por gada por cerca de la villa de Alora, falló que lo es
Alcayde un caballero de su casa llamado Esteban taba tomada la delantera por los moros, en una an
de Villacreces, natural de la ciudad de Xerez ; y el gostura que se face cerca de aquella villa; y estaba
Rey se volvió para Sevilla , donde entonces se pa- por copitan de los moros un valiente caballero que
resció una cometa en el ciclo , tan grande y con tan se llamaba el Alatar, cabecera de Málaga, con fasta
grandes rayos, que parecía quemar una gran parte quatrocientos do caballo y fasta mil peones puestos
del cielo , la qual duró quarenta y siete dias y no en dos partes ; y desque los christianos vieron tanta
ches continuos, de la qual diversos juicios se ficie- muchedumbre do moros, é llegaron al vado del rio
ron , é algunos quisieron decir quel Roy perdería que se llama Guadalquevirejo, hobieron gran tur
prestamente la corona ó la vida , ó que los moros bación, y los más eran de acuerdo que matasen to
habriau alguna grau victoria do los christianos; do el ganado y los moros que llevaban, y se fuesen
otros quisieron pronosticar que prestamente mori por otro puerto que se llama el puerto de Agras. El
rían algunos grandes del Royno : los cuales juicios Alcayde Fernando de Narvaez fué de otro propósi
salieron muy ciertos, que muy pocos días después, to, y esforzó tanto su gente, que les fko dexar aquel
D. Juan Manrique, Conde de Castañeda, quo era acuerdo y haber corazón do pelear; é así les fizo
Capitán General en la ciudad de Jaén, fué preso pasar el vado, el qual pasado, los moros dieron en
por los moros y su gente desbaratada, y muchos de ellos por dos partes, y los christianos se esforzaron
los de su casa muertos á gran cargo ó culpa do la tanto, que á pesar do los moros pasaron, aunque res-
gente de Jaén que les fuyó ; y como quiera quel cibieron algún daño , y fueron muertos y feridos
Corregidor do aquella oiudad só cuyo cargo venían, muchos délos moros, y volvieron las espaldas, y los
queso llamaba Pedro de Cuéllar, hombre hijo dalgo christianos fueron en su alcance algún tanto , don
y buen caballero, trabajó quanto pudo con ellos por de fueron ansí mismo feridos asaz moros ; y Fer
los detener, no lo pudo acabar, y quiso antes morir, nando de Narvaez con los suyos continuó su cami
como murió peleando como muy buen caballero, que no, sacando la mayor parte de la presa que lleva
fuir viendo al Condo de Castañeda é ¡i los do su ca ba ; y ansí volvió vitorioso y alegre á la villa de
sa pelear tan valientemente, que cerca dol Conde se Antequera.
hallaron mas de cinquenta moros muertos, y otros
tantos de los de su propia casa, y él sólo fué preso
y con él dos criados suyos ; el qual estuvo preso en CAPÍTULO XIII.
muy estrecha vida por espacio de diez y siete roo- De como el Rey te partid «el Andaluala y se fué para Castilla,
ses, y por salir de trabajo tan incomportable , él so teniendo gran sospecha de las confederaciones qne le declaa
rescató por sesenta mil doblas do la banda, y en las que los Grandes de su Reynu facían.
haber trabajó tanto la Condesa su muger, que era Como el Roy estaba sospechoso del desagrado
hermana del Almirante D. Fadrique, que fué cosa que sabía quo todos los más de sus Reynos tenían
muy maravillosa , y vendió para ello todas sus jo de la forma de su gobernación , acordó de se partir
yas, y empeñó algunos lugares, y requerió á todos pora Castilla é dexar por frontero y Capitán Gene
sus parientes quo eran grandes señores en estos ral á D. Pedro Girón , Maestre de Calatrava ; é man
Reynos, é importunó tanto al Rey, fasta que delibró dó quedar en Jaén á Gonzalo de Sayavedra, natural
ú su marido, de las quales pagó antes quo de la pri do Sevilla , con docientos de caballo , allende de la
MÉMORIAL DE DIVERSAS HAZAÑAS. 15
gente do la ciudad, y en la ciudad do Ecija ú Don to Infante D. Alfonso ; y fecha esta concordia, los
Fadriqne Manrique, hermano de los Condes de Tre- dos Reyes se vinieron á Alfaro , donde el Rey de
vifio é Paredes, con otros docientos de caballo; y Navarra rescibió muy grandes fiestas del Rey y de
esto ansí fecho, el Rey se partió paraSegovia, y fué la Reyna, y durmió ende una noche, y otro dia se
á tener la Pasqua do Navidad á la ciudad de Palcn- tornó pora Corella; y dondo 4 tros días la Royna de
cia, donde le fué traída la Bula de la Cruzada para Castilla salió á la mitad del camino ques entro Alfa
vivos é muertos, que el Papa Calisto III lo envió, ro y Corella por ver al Rey de Navarra , que era su
la qual rescibió con grande acatamiento y reveren tio, hermano de su madre, y se fué con él á Corella,
cia; y predicóla Fray Alonso del Espina, hombro y durmió alH aquella noche, donde le fué fecha muy
muy notable y do honesta vida y gran predicador; gran fiesta ; y asi quedaron los Royes mucho con
el qual dixo al Rey que debia mucho acatar quan formes y amigos. Y estando los Reyes en el campo,
señalada gracia habia rescebido del Sancto Padre, el Roy de Castilla se tornó para Alfaro y el Rey de
que jamas se fallaría haber sido dada semejante Navarra para Corella, y el Rey pensó que acabadas
indulgencia ; pero que debia mirar el cargo con que las vistas, en la vuelta pudiese prender al Conde de
se la daba, que no podia despender de los marave Haro, que estaba en Briviesca ; el qual como esto
dís de aquella cosa alguna, salvo en la guerra de sintiese, juntó consigo tres mil peones y quatro-
los moros, excepto el mantenimiento de los prodi- ciontos hombres de armas. Esto sabido por el Rey,
cadoros ó cogedores siu caor en descomunión ma disimuló el fecho, y acordó quel Marqués de Villena
yor , de la qual no podia ser absuelto sin personal y el Arzobispo de Sevilla ó Diego Arias, su Conta
mente requerir la Sede Apostólica, lo qual se afir dor mayor, que fuesen á hablar con el Conde de
maba el Rey haber muy mal guardado. Fué tan Haro por le segurar y aplacar y lo rogar que miti-
grande el dinero que por virtud desta Bula Cruza guase y aplacase los ánimos del Arzobispo de Tole
da se ovo para el Rey durante el tiempo de los do y dol Almirante ó de los otros caballeros ya di
quatro afios en ellas contenidos, que se afirmaba chos, los quales todos insistían que las leyes y los
por los thesoreros é recebtores dellas que, paga antiguos estatutos destos Reynos fuesen guardados.
das sus despensas , vinieron a poder del Rey más do Él temía mucho este ayuntamiento de los Grandes,
cien quontos, de los quales muy poca parte se gas y ningún remedio otro fallaban, salvo la conformi
to en la guerra de los moros ; de lo qual todos los dad con el Rey de Navarra. En el qual tiempo el
Grandes del Reyno fueron mucho turbados ; de los Rey de Navarra tenia preso al Príncipe D. Cárlos,
quales el primero que se quiso mostrar fué D. Pero su fijo, por la inobediencia y grandes enojos que le
Fernandez do Velasco, Conde de II aro ; el qual, co habia fecho ; al qual entónces mandó soltar, toman
mo fuese hombro do grnn conciencia y dcscricion, do dél la fe qno nunca volvería en Navarra, y des
mirando como las coaas dcste Reyno iban en perdi pués do su libertad jamas so juntase con los Navar
miento, quiso poner fu estado y persona á todo pe ros ni saliese de su voluntad ni mando ; é así el
ligro por reformar estos Reynos, como convenia al Prínoípe D. Cárlos so partió y tomó el camino para
servicio de Dios y del Roy y del bien común dellos; Francia, y llegado al Roy Cárlos VII de Francia, le
el qual se confederó para esto con el Arzobispo de suplicó le quisiese favorecer , si acaesciere quel ho-
Toledo D. Alfonso Carrillo, y con el Almirante Don biese de contender con el Rey de Navarra, su pa
Fadrique, y con el Marqués de Santillana, y con los dre ; al qual el Rey respondió no ser cosa justa quél
Condes de Benavente y Alba y con algunos otros hobiese do favorecer á hombre que fuese inobedien
caballeros y ciudades do estos Reynos ; do lo qual te á su padro ; é así el Príncipe D. Cárlos so partió,
como el Rey rescibieso gran turbación, fué el con y se fué á Ñapóles para el Rey D. Alonso , su tio,
sejo del Marqués de Villena D. Juan Pacheco y del con el qual estuvo hasta quel preclarísimo Rey Don
Arzobispo de Sevilla D. Alfonso de Fonseca , quel Alonso murió. Estas cosas así fechas, el Roy deter
Rey se fuese á Vitoria, y desde allí se tratase vista minó de dar órden en se partir para la guerra de los
suya con el Rey D. Juan do Navarra por haber su moros , para lo qual so vino á Segovia, y de allí en
amistad, en la qual no menos se ganaba el amistad vió á llamar á todoB los que dél tenían acostamien
del Rey D. Alfonso de Aragón, su hermano ; y tra to, los quales habia apercibido dios habia, mandán
tada asi esta vista, acordóse la partida del Rey pa doles que se fuesen derechamente para la ciudad de
ra Vizcaya y Guipuzca , y entró por lugares tan Córdoba, lo qual asi mesmo mandó á Ruy Diaz de
montañosos é ásperos , dondo no se acuerdan Roy Mendoza, hijo segundo de Ruy Diaz, Mayordomo
haber entrado jamas, y desde allí el Rey se volvió mayor que era , Capitán General de su guarda ; ó
para Alfaro, ques cercano lugar á Corella, donde oj dió sub cartas y poderes al Mariscal Payo do Ribe
Rey do Navarra estaba. Concordóse desde allí que ra, que juntase todas las gentes del Reyno do To
los Royes en la mitad del camino so viesen, y las ledo y Be fuese á Córdoba, y envió á Juan Fernan
Reyñas no minos, las quales eran muy diferentes dez Galindo con sus cartas para D. Pedro Girón,
en condiciones , ó allf se concordaron y so concordó Maestre de Calatrava, que era Capitán General en
casamiento del Infante D. Alfonso, fijo del Rey Don toda el Andalucía, y á los otros capitanes quo esta
Juan de Castilla, con dolía Juana, hija dol Rey de ban en Jaén y en Ecija, para quo todos estuviesen
Navarra, y de D. Fernando , Infante do Aragón, prestos y aderezados para entrar con él en el Reyno
con doña Isabel, Iufanta de Castilla, hermana des- de Granada ; el qual mandamiento envió á los Con
íé CRÓNICAS DE LOS REYES DÉ CASTILLA.
Bojos de Sevilla é Córdoba é Jaén y Ecija y Carmo- altas sobre los tocados , y las otras llevaban alme-
na y Ubeda y Baeza y Andújar; envió asi mesmo zias é almayzares , á demostrar las unas ser de la
esto á mandar á D. Juan de Guzman, Duque de He- Capitanía de los hombres de armas, y las otras do
dina Sidonia, y a D. Juan Ponco de León, Conde de loa ginetos; y llegaron asi con esta gente ol Roy y
Arcos, y á D. Diego Fernandez do Córdoba, Conde la Reyna tan cerca de Cambil , quo parecían que
do Cabra, y á todos los otros caballeros del Anda querían combatir la fortaleza; y como los moros
lucía, mandándoles que fuesen juntos á cierto dia vieron ansi llegar la gente, salieron á las haceras, y
en Almorcbon , dondo fuesen ciertos que él al mes la Reyna demandó una ballesta, la qual el Rey le
mo tiempo seria ; lo qual todo se puso en obra , y dió armada y fizo con ella algunos tiros en los mo
fueron juntos en Almorcbon á quince de Junio del ros; y pasado este juego, el Rey se volvió para
afio del nascimiento de nuestro Redemptor de mil é Jaén , donde los caballeros que sabian facer la guer
quatro cientos y cinquenta y siete afios ; en el qual ra y la habían acostumbrado , burlaban y reían di
dia el Rey fué con ellos ; y antes que el Rey de Se- ciendo que aquella guerra más se bacía á los chris-
govia saliese, fué certificado que D. Diego Hurta tíanos que á los moros ; otros decian : por cierto esta
do de Mendoza, Marqués de Santillana, estaba en guerra bien parece á la quel Cid en su tiempo solia
Uceda con el Arzobispo de Tolodo D. Alonso Carri facer. Y estando ansi el Rey on Jaén, ol Roy de Foz
llo, á los qualos envió al Marqués de Villena Don lo envió un rico presento de almexias y almay
Juan Pacheco, é á D. Alonso do Fonseca, Arzobispo zares y arreos do la gineta, é menjuy y estora
de Sevilla para los concertar, de tal manera que en que y algalia, y muchos otros olores para la
tanto quol estaba en la guerra, no ovieso noveda Reyna.
des ni bullicios en el Royno ; y estando el Rey en Estando el Roy asi en Jaén, fizo otras dos entra
Jaén vinieron ende el Arzobispo de Toledo y el das on tierra de moros , en que se ficieron algunas
Conde de Alba para fablar al Rey, asi en lo que le talas y escaramuzas, en que murieron algunos chris-
cumplia facer en la guerra de los moros , como en tianos é moros ; y lo mejor que en eBta entrada fizo,
otras cosas que cumplían á su servicio y á la pacifi fué que entró á una aldea llamada Cogollos, que
cación do sus Reynos. era lugar de asaz pueblo, é teníanlo los moros muy
Después que la gente fué juntada en Almorcbon, bien barreado y fortalecido de tal manera, que se
el Rey entró en tierra de moros , y los caballeros entró con gran trabajo y peligro y muertos, así de
principales que con él entraron fueron el Marqués moros como de christianos; donde algunos caballe
de Villena y el Maestre de Oalatrava, su hermano, ros de que aquí se hará mención , se ovieron va
y D. Diego Fernandez de Córdoba, Conde de Cabra, lientemente, los quales fueron : Don Juan de Men
y D. Gabriel Manrique , Conde de Osorno, y Don doza, hijo del Marqués de Santillana, Don Iñigo
Alonso de Silva, Alférez del Rey, hijo del Conde López, é Gonzalo Muñoz de Castañeda, é Diego de
de Cif tientes D. Juan de Silva, y D. Fadrique Man Acebedo, sobrino del Arzobispo de Sevilla Don
rique, hermano de los Condes de TreviDo y Paredes, Alonso de Fonseca ; en el qual combate fué ferido
y Ruy Diaz de Mendoza, Capitán de la Guarda del ol dicho Gonzalo Muñoz de Castañeda, y bien diez
Rey, hijo do Ruy Diaz de Mendoza, Mayordomo ó doce escuderos que en aquel combate se hallaron,
mayor que fué del Rey D. Juan , y D. Alonso de y por el esfuerzo de aquestos caballeros que podían
Guzman, hermano bastardo del Duque D. Juan, de ser todos hasta treinta, el lugar se entró y fué que
Medina Sidonia, y Alfonso do Monte mayor, Señor mado y robado, y fueron muertos y presos mas do
de Alcaudete, y Martin Fernandez de Córdoba , Al- cien moros y moras, la qual aldea es muy cercana
cayde de los Donceles, é Gómez Méndez de Soto á la ciudad de Granada. En este dia Pero Arias do
mayor, y ol Mariscal Payo de Ribera, y D. Pero Avila, hijo de Diego Arias , Contador mayor, con
Ponce de León, hijo del Conde de Arcos, é Gómez fasta treinta de caballo ovo un encuentro con fasta
de Avila, que por entóneos era Corregidor de Cór ochenta de caballo moros, con los quales peleó va
doba, é Juan de Sayavedra, y Luis de Pernia, Al- lientemente, y fueron muertos siete moros, y otros
cayde de Osuna, é Gonzalo de Betueta, criado del algunos heridos, é de los christianos ninguno mu
Roy, con la gente de Ubeda , donde por entónces él rió, y fueron cinco heridos ; y con esto el Rey se
era Corregidor. Y el Rey estuvo en tierra de moros volvió á Jaén.
en esta entrada quince dias; en el qual tiempo no En este tiempo, partido el Rey de Jaén, fué cer
so fizo cosa alguna que digna sea de memoria, sal tificado que Alonso Fazardo fazia guerra contra su
vo talar algunos lugares , y el Rey se volvió para servicio en el Reyno de Murcia, donde entonces él
Alcalá la Real, y desde allí mandó que asi los caba estaba muy poderoso, el qual envió en aquel Reyno
lleros como las ciudades que con él habían entrado á Gonzalo Carrillo, natural de Córdoba, con dos
ae fuesen á sus tierras ; y él so fuá para la oiudad de cientas lanzas, el qual se juntó con el Adelantado
Jaén ; y desdo allí el Rey mandó cabalgar dos mil de Murcia Pero Faxardo, y oon el Corregidor que
é docientos de caballo, y fué á Cambil, y llevó con se llamaba Diego López de Sosa, los quales oon los
sigo á la Royna , la qual iba en una hacanea muy poderes del Rey ficieron tan gran guerra á Alonso
guarnida, y con ella diez doncellas en la misma Faxardo, que le tomaron las villas de Alhama y Le-
forma , de las quales las unas llevaban musequies tar y Lorca, y las fortalozasdellas; y estando cerca
muy febridos, y las otras guardabrazos y plumas do Alonso Faxardo en la fortaleza de Lorca, visto
MEMORIAL DE DIVERSAS HAZAÑAS. 17
por el Adelantado é por los otros capitanes quo ende Después desto, estando el Rey Don Enrique en
estaban como fortaleza era tan grande , que no so Madrid en el año de nuestro Redentor de mil é
podia tomar salvo en algún tiempo, acordaron de quatrocientos y cinquenta y ocho afios con la Rey-
ostar por el partido siguionto, es á saber : que Alon na Dolía Juana su muger, si tal so puede decir, se
so Faxardo libremente entrégasela fortaleza, y fue ficieron allí muy grandes fiestas de justas y torneos
se seguro do muerte y de lision y de prisión , y se é juegos de cofias ; y entre los otros caballeros que
fuese donde por bien tuviese ; é el Adelantado y los al II estaban, oran dos criados suyoB, el uno llamado
otros capitanes se obligaron dele ganar perdón del Miguel Lúeas, natural de Belmonte, y el otro Gó
Rey y de suplicar á su Alteza lo ficiese merced, para mez de Cáceres, quo después se llamó Don Gómez
lo qual se le ovo de dar en rehenes un hijo de Juan de Solis ; el primero , hombre de poco estado y
de Haro, y Martin de Sosa, fijo del Corregidor; é así bajo linage- el otro, aunque de pobre estado, escu
Alonso Faxardo entregó á los dichos capitanes to dero hidalgo y de buenos parientes , nacido en la
das las fuerzas quel do Lorca tenia, y se partió con villa de Cáceres ; y como quiera quel primero desde
los quo con él estaban, y los llevaron en salvo has asa/, mozo lo habia criado ol Roy y dado grandes
ta Xiqua ; lo qual todo como había pasado los di rentas, y le habia fecho su Chanciller mayor, y al
chos capitanes le ficieron saber al Rey, el qual ovo segundo de estado de una ínula lo habia fecho su
por bien todo lo porclIoB fecho, y lo confirmó y Mayordomo, parescióle poco lo que les habia dado,
aprobó y rescibió por suyo al dicho Alonso Faxar y & Miguel Lúeas fizo barón de torneo y Condesta
do, y dexóle á Caravaca y á Gehiguin y á Cañera y ble juntamente en un dia, cosa no vista hasta en
é Letur ; é acabadas estas cosas, el Rey envió á tonces, y dióle la villa de Agreda, y las fortalezas
Gonzalo de Sayavodra, Comendador mayor de Mou- de Betunto y Boz Mediano, como quiera que esta
tealban, con sus cartas y poderes, mandando que le merced no [oto efoto, las quales dinidades se cree
ficieso entregar la ciudad do Lorca con su fortolo- no sor dadas á hombre del mundo fasta hoy en un
zo, lo qual so puso luego en obra ; y después Gon dia ; y ú Gómez de díceres el Maestrazgo de Alcán
zalo de Sayavedra ontrogó la ciudad é fortaleza por tara, que dios habia quo era vaco por muerte del
mandado del Roy á Juan Fernandez Galindo , Co Maestro Don Gutierre de Sotomayor , las rentas del
mendador del Reyno. qual el Rey habia llevado fasta entonces por Bula
En este tiempo el Rey Don Enrique fué certifica apostólica ; de la provisión de los quales no poco
do que entre el Rey de Francia y el Delfin su hijo fueron maravillados todos los que lo vieron, porque
habia gran discordia , y acordó de enviarle sus em no parecia preceder merecimientos , ni linage , ni
baladores, los quales fueron D. Juan Manuel, pa virtudes tan señaladas de aquellas que dinoB los
riente suyo, y el Dotor Alfonso de Paz, natural do ficiese do conseguir tan altas dinidades, acostum
Salamanca, por dar algún medio entre ellos ¡ y como bradas de dar ¿ personas notables y de grandes me
quiera que estos embajadores trabajaron en ello recimientos.
cuanto pudieron , ol Rey de Francia dió algunas
razones por que no le convenia perdonar al Delfin, CAPÍTULO XIV.
y asi los embaladores se volvieron sin ningún De una Vitoria asai grande qao de los moros ovleron Don Pero
acuerdo facer entre el Roy de Francia y su hijo ; Manrique, hijo de Don Rodrigo Manrique, Conde de Paredes,
y visto por el Delfin quan poco habia aprovochado T Dia Sanclici de BenaTldes, Sefior de la Villa de Santlsleban
el ruego del Rey de Castilla, enviándolo agradecer del Puerto.
ol trabajo quo por él habia quorido tomar , so partió En ol dicho aüo, faciendo ol Roy la guerra á.los
de su tierra, y se fué para el Duque Felipo de Bor- moros asi tibiamente como dicho es, Don Pero Man
goña, el qual le recibió con muy grande acatamien rique, fijo de Don Rodrigo Manrique, Conde de Pa
to y reverencia , y envió luego su ombaxador al redes, como quiora que fuese mancebo do poca
Rey de Francia , faciéndole saber como el Delfin su edad , queriendo seguir las pisadas de su padre y
hijo era venido en su tierra y le suplicaba dello no de aquellos de quien descendía, como él en este
rescibiese enojo, donde él seria servido y acatado tiempo estuviese en el Val do Segura , acordó de
según debia, fasta que su Alteza perdiese el enojo enviar á rogar o Dia Sánchez de Benavides , su tio,
que del tenia, y como quiera que se dijo el Rey do Señor do la villa de Santisteban del Puerto , que lo
Francia haber dello enojo , disimulólo y enviólo pluguiese tenerle compañía, y que ambos i dos con
agradecer al Duque do Borgofia, el qual dió al Del la gente que pudiesen entrasen en tierra de moros ;
fin la villa do Bruselas en Bravante en queestuvie- los quales juntaron consigo fasta quatrocientos de
se. Es una de las mas gentiles villas que hay en caballo y soiscientos peones, y fueron correr la vi
Alemafia, ni en Francia ; en la qual ol Delfin estu lla de Huesear quel Conde Don Rodrigo Manrique
vo por espacio de quatro afios, soyendo muy bien su padre habia ganado de los moros con gran peli
servido, monteando y cazando; habiendo todos los gro suyo y muertes de muchos criados, donde en su
deportes que dársele pudieren ; y en todo este tiem persona fué agrámente ferido ; y después de tenida
po el Duque lo dió en cada atio cinquenta mil co por él algún tiempo , los moros la recobraron , no ,
ronas para su despensa, y á la fin el Duque trabajó por cierto á cargo suyo, mas porque en tiempo del
tanto con el Rey, que á suplicación suya le per Roy Don Juan, á causa de algunos no buenos ser
donó. vidores suyos, se dotaron de dar los provisiones que
Cr.—III.
18, CRÓNICAS DE LOS REYES DE CASTILLA.
convenían para aquella Villa, de tal manera, que modas la una Linares y la otra Baños ; y como el
quedó tan despoblada do los christianos, que los Condestable Don Miguel Lúeas enviase á tomar la
moros la pudieron tomar, y de allí sacaron los di posesión do las dichas dos villas, falló en ellas tan
chos caballeros una gran presa do vacas y buoyes, gran resistencia, que no pudo haber el soCorio do
yeguas é moroB, y a la salida quebrantaron una lías ; de lo qual el Rey ovo muy grande enojo ó
acequia por donde los venia el agua que ellos con mandó prender algunos vecinos de los mas princi
gran despensa babian fecho ; en lo qual los moros pales quo en aquella villa vivían, y mandó ir cierta
rescibieron muy gran daño , y apellidáronse todos geuto de armas para tomar las dichas villas, en de
para venir á pelear con los dichos caballeros ; y como fensa de las quales la ciudad de Baeza se puso de
quiera que se juntó gran muchedumbre de moros, tal manera, no solamente defendiéndolas por ar<
los christianos pelearon asi valientemente, que los mas, mas mostrando los privilegios que tenían de
moros fueron vencidos y desbaratados, y murieron los Reyes pasados, confirmados por él con grandes
del los bien ciento y veinte, y fueron ochenta cauti firmezas y juramentos, en tal guisa que el Rey ovo
vos, y fueron otros muchos feridos, y de los chris de dexar aquella empresa; y asi el Condestablo
tianos murieron pocos aunque perdieron asaz caba Don Miguel Lucas quodó sin aquellos lugares. Y
llos feridos de saotas ; ó asi los noblos caballeros so en este año acaesció que Don Pedro Girón', Maestro
volvieron en su tierra mucho alegres y vitoriosos, do Calatrava, demandó ni Roy la villa do Frexcnnl,
de la qual vitorin el Rey ningún placer mostró , y ques do la cibdad de Sevilla, el qual le fizo della
partióse cerca do Loxn, dondo tenia asentado bu real morcod, pero la cibdad do Sovilla la defendió tan
al tiempo que esta nueva le vino, y volvióso en Jaon, ásperamente, quo el Marqués no la pudo haber.
y de allí volvió con poca gente por corror á Baza y
áGuadix, dondo se comenzó en Guadix una escara CAPÍTULO XV.
muza do poca gente, dondo el valiente y noblo ca Del fallcscimicnto del Rey Don Alonso de Aragón, y de la forma
ballero Oarcilaso de la Vega fué muerto, ferido con que jluvo cu la sucesión de sus llcynos, y la muerte del Capa
una saeta arbolada (1); y oomo la nuava déla ¿alisto tercero, y de la criación del l'io segundo, natural de la
muerte do Garoilaso al Roy llegase, no con tristo Ciudad de Sena.
corazón dixo : «Vamos á ver la fuerza quo tiene la Estando el Roy en Ubcda, ovo nueva como el
ponzoñan ; y asi fuó sin turbación alguna á ver al Rey de Aragón su tio era fallescido, de quél mostró
desdichado caballero que con la yerba hacia gran muy gran sentimiento ; el qual dexó por heredero
des rabias ; y muerto , los parientes suyos se llega en los Reynos de Aragón y de Cecilia y el Condado
ron al Rey y le suplicaron quo oviese memoria do de Barcelona, y en las IslaB de Mallorca y do Me
quantos servicios aquel noble caballero lo habia fe norca ó Ibiza y Cerdofia, al Rey Don Juan do Na
cho, y cómo era muerto en su servicio, y le pluguie varra, su hermano , y dexó el Reyno de Ñapólos á
se facer merced á un fijo suyo mozo de la Enco Don Fernando, su hijo bastardo, porque de la Rey-
mienda de Montizon , quo era suya , y le diese el na Doña María su muger nunca ovo generación ; y
hábito militar de ls Orden de Santiago. Esta supli allí así mismo ovo nueva de como el Papa Calís-
cación hacían al Rey su tio el Conde do Paredes y to tercoro era muerto, y era criado en su lugar Pió
muohos de los Caballeros que cerca del Roy esta segundo, al qual el Rey Don Enrique onvió un ílai-
ban ; el Rey respondió floxamente, ni denegando ro, maestro en Santa teología, gran prodicador y do
ni otorgando la suplicación, y en el mesmo dia por la Orden de San Francisco oservoute, llamado fray
virtud del poder quo tenia de Administrador do la Alfonso de Palenzuela , á le dar la obediencia ; el
Orden de Santiago, proveyó do la dicha encomien qual después fué Obispo de Ciudad Rodrigo ; y co
da á un hermano do Miguel Lúeas ; de lo qual to mo quiera que muchos do los frailes de su Orden
dos los Grandes fueron muy mal contentos ; y vis refutaban dél por haber tomado Obispado, el dió
ta la ingratitud dol Rey, dondo adolanto siempre lo do si tan buena qucuta y vivió tan limpiamente,
desamaron ; y vuelto en Jaen , fizo desposorio de haciendo enteramente su oficio, confesando sus sub
Miguel Lúeas con una muy noble doncella llamada ditos y predicándoles continuamente de tal manera
Doña Teresa de Solier, fija de Pedro do Torres, y que sirvió á Dios en recebir la dicha dinidad do
nieta del Adelantado del Andalucía, prima del Con Obispado , y después ovo el Obispado do Oviedo,
de Don Poro Fernandez do Velasco, fijo de su tia, donde no menos sirvió á Dios que en el primero.
hermana de su madre, muger muy rica ; el padre do En este tiempo el Arzobispo de Sanctiago Don
la qual ora el mayor hombre que en aquella cibdad Rodrigo de Luna, sobrino del Maestre Don Alvaro
habia, en cuyos bienes esta sola hija sucedió ; lo de Luna, fijo bastardo de un hermano suyo, que ha
qual fizo contra voluntad do todos sus parientes, do bía sido caballero de la Orden de San Juan y te
que no menos turbación ovieron todos los grandes niente de Basaba , fué llamado por el Rey á causa
y nobles de su Corto quo do las cosas pasadas, do do algunas informaciones quo lo fueron fochas do
que siempre fué acrecentando ol odio é mal queren su deshonesto vivir; y entre otras cosas asaz feas
cia cerca dol Rey; y allí el Roy fizo merced á Mi que este Arzobispo habia cometido, acaesció quo
guel Lúeas de dos villas do la ciudad do Baeza, Ua- estando una novia en el tálamo para celebrar las
bodaB con su marido, él la mandó tomar y la tuvo
(1) Al nürgcu : ■ envenenada con yerbas^ consigo toda una noche. Y como este Arzpbispo vi
MEMORIAL DE DIVERSAS HAZAÑAS. 10
niege al llamamiento del Rey, llegado ya á Sala estonces el Rey habia dexado por Capitán á Rodri
manca, le vino onde nneva como loa caballeros go de Marchen a, hombre nuevo y de muy bajo li-
principales de Galicia se hablan levantado contra nagp, y de vida y costumbres asaz deshonostas. Esto
él y se habían apoderado de la Iglesia de Sanctiago Rodrigo de Marchen a es de quien la Corónica arri
y de toda la cibdad y fuerzas dolía, y hablan en ba hizo mención en la entrada primera quel Roy
trado el Palacio Arzobispal y robado todo lo que en Don Enrique fizo en Sevilla, después que tomó tí
él fallaron, y babian ocupado las villas de Muros y tulo do Rey, forzó á una doncella, é ni dél ni de otro
Noya y Pontevodra y del Padrón y otros lugares moro llamado Mofarras , que asi niesmo á la sazón
del Arzobispado; y como desto se querellasen al habia forzado otra y llevándola á tierra do moros,
Rey, y como ya fuese informado de su deshonesto ninguna justicia fizo el Rey. El qnal Rodrigo de
vivir, no se dió á ello ningún remedio ; de que se Marchena, vista la venida del Rey do Granada con
siguieron grandes daños, muertes y robos en aquel gran muchodumbre de gente , ovo tan gran turba
Reyno de Galicia; y los caballeros que contra él se ción , que ni él ni los de la Ciudad no ovieron con
levantaron fueron Fernán Pérez do Andrada, y sideración de cerrar los puertas ni poner gente so
Suero Gómez de Sotomayor , y López Sánchez de bro la cerca ; de tal manera fueron todos turbados
Ulloa, y Bcrnal Diaficz y muchos otros sus parien que bí los moros qnisieran, pudieran tomar la Ciudad,
tes y amigos ; y estando las cosas en esto estado, pero esta turbación quo en la Ciudad ovo, le apro
Don Poralvaroz Osorio, Condo deTrastamarn, se fué vechó mucho, porquo los moros pensaron que aque
& Santiago, y los Caballeros qno lo tenían se lo en llo fuero algún engaño que los chrístianos les tuvie
tregaron, y bbí mcsino todas las villas y lugares sen aparejado], y por eso no se osaron de acercar á
que del Arzobispado tenían ; el qual quisiera haber la Ciudad , y auBÍ curaron de correr el campo ma
aquel Arzobispado para un hijo suyo llamado Don tando los hombres que en él hallaron , y las ovejas y
Luis Osorio, sobre que ovo muy grandes contiendas otros muchas bestias, y talaron árboles y viñas y
y debates ; y como solamente ovicsc quedado por el cuanto pudieron haber, no hallando resistencia al
Arzobispo una fortaleza llamada la Focha , un Al- guna, y sacaron gran cabalgada do yeguas y vacas
cayde suyo que en olla tonia con quarenta hom y acémilas, con lo qnal todos fueron en salvo. En
bres castellanos naturales de Avila facían tan gran este tiempo, habiendo el Rey consideración que des
guerra, que destruían la ciudad de Sanctiago y toda pués de la muerte del Rey Don Alfonso de Aragón
la comaroa, y por eso el Conde determinó de po- sucedió en su lugar ol Rey Don Juan de Navarra,
nor coreo sobrelhi y túvola cercada scíb meses, com su hermano , del qual temió quo viéndose poderoso
batiéndola con tres ingenios y otros pertrechos; en querría demandar los heredamientos que en Castilla
ol qual tiempo so halla que fueron entradas dentro le eran tomados y porque Juan do Luna era habido
en la fortaleza mil é quinientos piedras de inge por mucho suyo y estaba apoderado en todas las vi
nio ; y con todo eso el Alcoydo y los que con él es llas y forlalczas do la Condesa, mujer dol Maestro
taban se dieron tan gran recaudo, que no solamen- Don Alvaro do Luna, parosciólo que si esto quisiese
to defendieron la fortaleza, mas algunas veces sa favorecer al Roy de Navarra, que ya ora de Aragón,
lieron de boche y ficicron grandes daños en la gen que podría mucho daño facer, é por consejo dol Mar
te del real, de los quales murieron mas do ochenta qués do Villena Don Juan Pacheco y dol Arzobispo
hombres y de los de la fortaleza solamente tres ; y de Sevilla Don Alfonso de Fonsoca, fué determina
la historia no pono el nombro dcsto Alcaydo, quo do que Juan de Luna fuese preso ; lo . qual asi so
no era por ciorto do olvidar, y esto Arzobispo ovo puso en obra; el qual fué puesto en una torro á muy
siempre de contender por recobrar lo que lo era to buen recaudo, donde jamas salió fasta quo entregó
mado, y jamas lo pudo acabar ; y asi murió desama todas las villas y fortalezas que tenia ; y asi la Con
do y pobre por sus grandes culpas y deméritos, de desa, mujer del Maestre de Santiago, perdió la po
que todos los hombres, por de grandes estados que sesión de todas sus villas y fortalezas, y ella se fuó
sean, debon tomar oxomplo, y guardarse de facer al Castillo do Montalvan después quo supo la prisión
lo quo no deban, confiando en su gran poder, acor do Juan de Luna.
dándose ser nuestro Señor tan justo , que ni dexa En este tiempo el Papa Fio segundo deste nom
mal sin pena, ni bien sin galardón. bre concedió Bulla para que Don Alvaro do Estúfii-
gn, Conde de Plasencia, pudiese casar con Doña
CAPÍTULO XVI. Leonor Pimentel , sobrina suya, hija de bu herma
na, su comadre, y bu abijada do pilo.
Oclas dados qao los moros ficicron cu el Andalaeia después quel
Rey della se partid, y de la prisión de Juan de Luna.
CAPÍTULO XVII.
La forma do la guerra fecha por el Rey á los mo De cierta conjunción quo los Grandes del Repto de Ñipóles lil-
ros en el comienzo de su reynar , los fizo perder el cicron contra el Re; Don Fernando, hijo bastardo del Re; Ron
miedo que antes quo rcynase dél tenían ;y como el Alonso de Aragón, y de como un moro llamado Zayde quiso ma
Rey fué partido del Andalucía, el Rey de Granada, lar a Garda de Herrera, Señor de Pcdraia; y de algunas mara
como era caballero bien esforzado y conocía bien villosas señales acaescidas en este tiempo.
las costumbres del Rey y sus fuerzas , ayuntó muy El Rey Don Femando, fijo bastardo del ¡Ilustro
gran gente, y vino sobre la Ciudad de Jaén ; y por Señor Rey Don Alonso de Arogon, oyudó mucho en
20 CRÓNICAS DE LOS REYES DE CASTILLA.
esto caso un casamiento que había fecho do una fija de Ñapóles, y allí párese i 5 la traycion de muchos
saya con un sobrino del Papa Pió, dondo asi fué de quien el Rey entendía ser servido, entre los qua
que, muerto el Serenísimo Roy Don Alonso de Ara les principalmente se mostró enemigo Ercoles, her
gón , todos los Grandes del Royno de Ñapóles lucie mano do León, ol Marqués quo fué de Forrara, cria
ron ontro si conjuración do tornar la corona del Uoy- do desdo niño con el Roy Don Fernando como si
no á Don Juan , hijo de Reynel, y á espulsar de fuera hermano suyo, el qual quisiera matar á tray
aquella señoría, para lo qual acordaron do matarle, cion al estrenuo caballero Don Alfonso de Arauso,
al Rey Don Fernando ; la qual empresa tomó el si por su brazo viguroso no so defendiera. Y tanto
Duque do ScBa , y para lo poner en obra , acordóse iba abaxo el partido del Rey Don Fernando, que si
quel Rey y esto dicho Duquo oviesen de haber fabla el Papa Pió no lo socorriera , sin duda perdiera la
en un campo á cierto dia con cada docicutos do ca Corona. Envió asi mismo gran ayuda al Rey Don
ballo, y que solamente á la habla con el Duque lle Fernando, Francisco Esforcia, Duque do Milán, con
gasen dos caballeros llamados el uno Diafebus, hijo cuya hija era oasado Don Alonso , Duque de Cala
del Conde de Averso, y el otro llamado Tártago ; do bria , primogénito del Rey Don Fernando, y envió
los quales el uno disimulando obediencia, con gran asi menino el muy fuerte y estrenuo varón Estandar-
de acatamiento llegase al Rey d le besar la mano , y be, quo de muy lesos traia quatrocientos do caba
en tomándola, se la tuviese tan recio quanto pudie llo en ayuda del Roy Don Fernando , al qual en al
se y el otro le firiese con un cochillo empozofiado gún tiempo el Rey Don Alfonso habia mucho ayu
que traia ; los quales llegando al Rey, Diafebus que dado en Albania, faciendo guerra contra el Turco;
riendo tomar la mano al Rey por so la besar , mudó ol qual , no quoriondo ser ingrato al beneficio resce-
tanto ol color y so turbó do tal manera , quel Roy bido del Serenísimo Rey Don Alonso, quiso pagallo
conoció la voluntad con quo venia, y Diafebus no en tiempo do tan gran necesidad de su fijo , y pasó
pudo tomar la mano, y el Rey puso las espuelas al en Italia desando sus propíos negocios ú se juntar
caballo y dio un gran salto, de manera que se deli con el Rey Don Fernando, para ser su compañero
bró dellos. Tártago, teniendo sacado el cuchillo on en la adversa y próspora fortuna que Dios darlo
la mano, fuó por ferir al Rey, y el Rey se ovo tan quisiese , y por esto quiso que por batalla en un dia
valientemente con ellos , quo los desbarató, y luego so determinase, y así so fizo; en la qual tanta fué la
las gentes de la una parto y de la otra comenzaron virtud y valentía del Rey Don Fernando y de Es-
á pelear, y los del Duque fuyeron y los del Rey los candarbe , y así esforzaron sus gentes, que los ene
fueron siguiendo ; y desde ullí en adelante se co migos fueron vencidos y muchos dellos muertos. Y
menzó abiertamente la guerra de los napolitanos tan grande fué el gozo que Don Iñigo do Guevara
contra el Rey Don Fernando. En este tiompo vino desta vitoria ovo que súpitamente murió, sin haber
Don Juan, hijo del Rey de Ñapóles, a quien todos rescebido ninguna herida en aquella batalla ; en la
los napolitanos querian haber por Rey eceuto el qual fueron presos muchos do los principales de los
Conde de Fanda y los españoles, los quales en el enemigos, y el Duquo Don Juan quo los napolita
Reyno habían poco poder, do los quales eran los nos quisieran haber por Roy, salió fuyendo de la
principales Don íñigo do Guevara, gran Senescal, y tierra. El Roy Don Enriquo quo dcste caso quedó
sus hermanos, y todas las ciudades y villas le fueron como atónito, porque le paresció que la vitoria por
rebeldes , salvo Ñapóles y Qaeta ¡ é ya lo fallecían el Rey Don Fernando habida, resultaría en favor
dineros , que habia fecho muy grandes despensas del Rey Don Juan do Navarra, á quién él quería des
en las gentes que habia ajuntado contra el dicho truir, y teniendo ya habla con los valencianos y
Don Juan , al qual con todos sus parciales fizo re barceloneses y aragoneses , pensaba conseguir su
traer á la Ciudad de Esenia, ques maravillosamente deseo á tanto , queriendo el Rey ocupar la Villa do
fuerte, y no contento de la Vitoria habida, con ar- Pcdroza , ques cinco leguas de Segovia , pensó de
. dor juvenil pensó por fuerza entrar aquella Ciudad enviar un inoro suyo , el qual era mucho conocido
contra el consejo de Simoneto, Duque viejo, que era de García de Herrera, cuya es Pcdraza, para que ha
en extremo prudento caballero, el qual requirió al blando con él lo matase ; el qual se fué para Podra -
Roy que no aquexase tanto á la nobleza que allí es za, simulando venir muy descontento del Rey , di
taba inclusa; ol qual consejo, teniendo el Rey en ciendo que lo habia echado de su corte, no acordán
poco, rescibió daño muy grande que súbitamonto sa dose do muchos servicios quolo habia fecho; y como
lió toda aquella gente con grande ímpetu y dio en el él fuese moro y ostrangero , natural do Granada , y
real del Rey Don Fernando , donde ovieron de fuir en esto Reyno no tuviese parientes ni amigos, era
los suyos , y fué muerto Simoneto, y muchos otros allí venido conociendo su gran liberalidad y virtud,
de los mas principales do la li ueste , y ol Rey con solos ii suplicarle lo quisiese recebir en su servicio como
tres caballeros délos suyos se fué huyendo á la ciu él ninguna esperanza tuviese de volver en su tier
dad de Ñapólos; en el qual dia el gran Senescal Don ra, lo qual todo dixo con grandes sospiros y gemi
Iñigo de Guevara y su hermano Don Alfonso de dos; al qual García de Herrera respondió maravi
Avalos, valientes caballeros, con fasta setecientos llándose mucho de la humanidad que en el Rey to
de caballo llegaron. Llegó así mismo en el tiempo dos hallaban , como con él do tanta dureza hubiese
do esta adversidad el ayuda de Madama Lucrecia) usado, diciéndole quo después de comer quería con
madrastra del Rey , quo estaba en un castillo cerca él más largamente hablar para dar orden en lo quo
MEMORIAL DE DIVERSAS HAZAÑAS. 21 ,
habia dicho ; y asi García de Herrera se subió a la nación y desolucion mas y mas cada dia los daños
fortaleza y el moro fué por su mandado bien apo so acrecentaban ; comenzaron á buscar alguna via
sentado, y fuélo inviado todo lo necesario á su po para reparar loa grandes males é daños deBtOB Roy-
sada, y asentado en la mesa, puesta delante dél la nos, lo qual conocieron que si con tiompo no se fl
vianda , jamas la quiso gustar, y estovo siempre gi otóse , no solamente serian destruidos , mas serian
miendo y sospirando; y en levantándose de la mesa para siempre tenidos por desleales y malos caba
sin comer , como hombre enojado decia : « conviene lleros, acordaron el Marqués de Santillana, Don Die
que bb haga lo que se ha do hacer » ; y ántes de las go Hurtado , y los Condes de Haro y de Alba y de
vísperas, el moro se fué á buscar á García de Her Paredes juntarse con el Arzobispo de Toledo, Don
rera, al qual falló saliendo de la fortaleza; y co Alonso Carrillo, y con el Adelantado Don Fadrique
menzando á hablar de gran priesa, sacó un cuchi cerca de la villa de YepeB, donde determinaron de
llo, y dió una tan gran herida a un mozo que cerca resumir suplicaciones fechas al Roy por el Arzo
de García de Herrera venia , quo le fendió la cabeza bispo y por ol Marqués Don Iñigo López, como di
hasta los dientes. Entóneos Luis do Herrora, herma cho es, y dióse el cargo que en nombre de todos el
no do García de Herrera, quo cerca estaba, dió un Almirante y el Conde de Haro enviasen al Rey bu
tan gran golpe con un palo quo en la mano traia al petición, só la forma siguiente: suplicándole se
moro encima de la ^cabeza que dió con él en el sue acordase que al tiempo que fué por Rey rescebido,
lo ; y por cierto sea que en un monte muy cercano fizo ol juramento acostumbrado por los Reyes ante
do aquolla villa estuvieron aquel dia cinquonta de pasados dél , es á saber , que guardaría inviolable
caballo esperando al moro para lo salvar si á García mente la fé cathólica y el derecho de la Iglosia, y
de Herrera matase ; la cual cosa dió muy gran te do todos los eclesiásticos, y de los caballeros y due
mor á los Grandes deste Reyno, los qualcs no sola ñas y doncollas , y generalmente de todos los puo-
mente dendo adolante se guardaban do los moros, blospor Dios d él encomendados, y gobornaría so-
mas do oualcsquier mensageros quo el Roy los en gun las loycs y estatutos fechas por los Ínclitos
viase. Eu el qual año muchas señales parocieron, Royes sus antepasados, y quo on casa mandase
quo se mostró en un dia muy sereno una muy gran guardar toda honestidad, y fuora de olla toda igual
llama en el cielo, la qual se partió en dos partes, la dad y justicia, y tornia integridad en el regimionto
una paresció quedar, y la otra corrió al oriente en y gran prudencia en facer diferencia entro las per
tierra de Burgos y do Valladolid ; en el Estío mu sonas, y en ol castigo de los malos toda sovoridad,
chas aves y bestias do gran piedra é agua perecie y en honrar y mirar por los Grandes, dando á cada
ron ; los panes y árboles fueron gastados ; un niño uno según mereciese, y cerca do sí tuvieso hombres
de tres años cerca de Peñalver habló amonestando notables, ancianos, prudentes, de quien rescibíeso
hiciesen penitencia ; en el mesmo año so mostró consejos, y quisiese en sus rentas poner recaudado
otra muy gran llama en el cielo , y lo quo mayor res honestos, tales que fielmente cogiesen sus tribu
turbación dió en todos los desto Reyno , fué que te tos, sin dañar ni destruir sus subditos, como fasta
niendo el Rey en Segovia en su Palacio muchos leo allí so habia fecho, y quisiese reformar la discipli
nes y leonas, é habiendo ende uno muy grande á na militar en la forma acostumbrada por los Reyes
quion todos los otros obedecían , se comenzó entro antopasados dél , y ficiese la guerra á los infieles
ellos tan gran pelea, que todos so juntaron contra como la ficieron los altos Reyes do donde venía, y
ol mayor león, y lo mataron y comieron parto del : nparlaso do sí los moros quo en su compañía trniit,
do ondo todos pronosticaron ser cercana la muerto é mandase castigar los corregidores do las ciudades
del Rey ó gran caída. é villas y los regidores dolías, poniendo on los tales
oficios personas idóneas y suficientes para los admi
CAPÍTULO XVIII. nistrar. Las quales coBas humilmente le suplica
ban pusiese en obra, según las leyes do sus Reynos
De l> gran turbación y escándalos acacseldos en estos Rcynos en lo disponían ; y quo en tanto que fijos no habia, que
el ano de HGO anos; y del ayuntamiento y conjuración qne
fleicron muchos de los Grandes dellos. á nuestro Señor plugttiuso darlo como él dosoaba,
quisiese mandar á todos los Grandes y ciudades é
Visto por los Grandes desto Royno como las co villas y lugaros, y generalmente á todos sus subdi
sas del iban do mal en peor , y acordándose que en tos y naturales , ovioson por primogénito heredero
el aHo LVII ol Rey había sido requerido por supli al ínclito Infante Don Alfonso, su normano ; y qui
cación muy justa é muy honesta , fecha por el Ar siese retornar en poder do la Serenísima Reyna do
zobispo de Toledo Don Alonso Carrillo y por Don ña Isabel viuda, los Ilustrisimos Infantes Don Al
Iñigo López do Mendoza , Marqués de San t i ! 1 ana, fonso y doña Isabel, sus hijos, quo inhumanamente
en nombre.de los tres Estados d estos Roynos, su habian sido sacados de su poder, dando lugar quo
pilcándole con gran reverencia quisiese enmendar con ella estuviesen en alguna ciudad ó villa qual á
su vida y castigar las cosas mal fechas y facer la él pluguiese, poniéndoles ayos y servidores así pru
guerra de los enemigos do la fe, como cathólico dentes y buenos como á tales Soñoros convenia, y
Rey, y no en la forma que hasta allí la habia fe no consentieso quo los dorochos do la eclesiástica
cho , la qual suplicación por el Rey vista, no con inmunidad fuesen violados, y on el dar de las dig
propósito de emendar cosa alguna , mas con porti nidades quisiese acatar la calidad de las personas,
22 CRÓNICAS DE LOS REYES DE CASTILLA.
que fuesen tales quales el derecho canónico deter- Lérida estaba, lo qual como el Rey sintiese , se fué
■mina, y destruyese las públicas usuras, según las d Fraga donde la Reyna su mujer y el Infante Don
leyes do sus iteynos lo disponen y mandan, y las Fernaudo su fijo estaban , y desdo allí se fué para
querellas do los quorollautes quisiese oir benina- Zaragoza, y puso á la Reyna y al Infante en seguro
inente, y á los injuriados proveyese con justicia, no lugar. Y los barceloneses y catalanes combatieron
dando lugar que los dañadores quedasen sin pona á Fraga, y tomáronla; y después de muchas cosas
y los dañados rescibieseu injurias , como muchas pasadas entre el Rey y los de Barcelona, dió lugar
veces hasta aquí ha acaoscido. La qual suplicación á quel Principe Don Cárlos volviese á Burcolona, de
por mandado de los dichos caballeros llevó al Rey donde muy mayores daños se siguieron, según ade
el noblo y prudente caballero Diego de Quiñones; lante so dirá; los quales dieron mayor esperanza al
la qual lo dió en pública forma ; y le dixo de pala Rey Don Enrique y álos que lo seguían para poder
bra todo lo que lo fué mandado. El Rey respondió conseguir lo por ellos deseado ; y no curaron do
breve y oscuramente que convenia ver lo que de guardar las palabras y convenoncias fechas y re
cía con los que en su córte y Consejo tenia, y faria cobradas por juramonto entro el Roy Don Enrique y
lo que lo pareciese que dobia, y con g raudo enojo y el Rey Don Juan do Aragón á cau6a de los quales el
como amenazando se lanzó en su cámara con esos Roy de Aragón habia renunciado todo el derecho
que cerca de sf tenia, y con la malenconia que lle que tenía á 1a£ villas y castillos y rentas que en es
vaba, como ya claramente lo había mostrado, luégo tos Reynos poseía por cierta suma de dinero que de
acordó de enviar en Cecilia á llamar al Principe Don juro so le habia do pagar , como dicho es ; lo qual
Carlos, é requirió por sus embaxadores a los do todo quebrantó y con gran gonto fué facer guerra
Barcelona que allí lo rescibiesen. ¿Quién podría en Navarra, y mandó facer moneda mucho más ba
decir la gran folioidad que los barceloneses tovicron sa que la quel Rey Don Juan su padre labró , y la
en el tiempo quelllustrfsimo Rey Don Alfonso un el quel Ruy Don Enrique su abuelo habia mandado la
Reyno de Ñapóles estuvo ? Y con todo eso tentaron brar, quo era mucho mejor ; y mandó fundir á causa
de haber libertad, y regíanse por comunidad, sin do haber alguna ganancia con gran daño de sus
obedecer yugo real ; a lo qual pensar, los dió osadía subditos.
la gran riqueza, de donde tan gran soberbia consi A causa do lo qual en estos Roynos so ficieron
guieron, la qual suelo muchas veces derribar aque muy grandes ayuntamientos do gentes, as! por la
llos que la tienen ¡ con el qual deseo se afirma que parto del Rey, como por parte do los caballeros, do
los de Barcelona mataron con yerbas al Serenísimo quo muy grandes daños y niales so siguieron; lo
Rey Don Fernaudo cu el lugar do Igualada, y conti qual dió osadía á los moros para entrar en ellos po
nuando su propósito , como no pudiesen conseguir derosamente como entraron, y entro otros males y
lo que deseaban cu tiempo del Rey Don Alonso por daños quo on estos Reynos ficieron , entraron por
lo ver tan poderoso, atentaron de ponerlo en obra fuerza en la villa do Quesada y pusiéronla a fuego
en tiempo del Roy Don Juan, sucesor suyo, acatado y á sangro.
como estaba y ocupado cu grandes cosas, y no tan
poderoso ni tan rico cuanto convenia , y con gran CAPÍTULO XIX.
pertinacia perdieron el soso , pensando entro todos De la embalada de los aragoneses y valencianos , y tic la guerra
los hombres ser ellos los mas sabios, publicando de Navarra y de la muerte del Principe D. Carlos, y de la muer
osadamente que si Dios oviese menester consejo, te del Key Don Carlos de Francia.
no en otra parte que en Barcelona lo fallaría ; y La guerra comenzada en Navarra por dañar al
luego acordaron do enviar á llamar al Príncipe Don Roy de Aragón, como dicho es, vinieron al Roy Don
Carlos, el qual , olvidando los mandamientos de bu Enrique embaladores do Aragón y Valencia y Bar
padroel Roy do Nuvarra, con liviano consejo luogo celona do voluntad verdadera ó falsa del Principe
so vino a Barcelona, con el qual so esforzaron ; el Don Cárlos, el qual cotonees simulaba concordia con
qual siguiendo la voluntad do los ciudadanos en su su padro, los quales suplicaron al Rey los pluguie
comienzo, le paresció que debía poner cizaña entro se dexar on paz á los Reynos do Aragón y Valencia
la Reyna su madrastra y todos los ciudadanos , no y Barcelona, pues nunca á ellos habia placido la
Bolamente do Barcelona mas de toda Cataluña, di guorra, ni cu olla habian consentido contra el Rey
ciendo ella ser inventora de las contribuciones ó á los quo por sus cosas particulares querían tentar
tributos quel Rey les demanda y ser amiga do los la, la qual voluntad cu lodo tiempo habían conoci
malos , y causa del odio quel Rey les habia. Asi el do do su Rey ; el qual siempre habia determinado
Roy, estimulado do las cosas pasadas y visto lo que de tentar todas las cosas ante quo venir á la guor
de nuevo ol Principe Don Cárlos su hijo trataba, de ra á la qual si necesidad lo atraxiese, constreñido y
terminó do lo prender, y como lo pensó lo puso por contra su voluntad , tomaría las armas por tirar los
obru ; lo qual sabido por los barceloneses enviaron daños de Navarra ; y como quiera quo honesto lo
al Rey su embaxador, no como rogando, mas ame fuese resistir á aquellos, nunca para ello constriñó
nazando , el qual , como dilatase en deliberar al á los aragoneses ni valencianos, porque á ellos no
' Principe, la conjuración y rebelión declaradamente viniese desta guorra daño. Al Rey D. Knrique plu
se fizo entre los de Barcelona y Cataluña, y luégo go la sentencia desta embaxada, estimando más fá
acordaron do prender al Rey quo on la ciudad do cilmente poder apremiar los navarros, no teniendo
MEMORIAL DE DIVERSAS HAZAÑAS. 23
favor ni ayuda de los aragoneses ni valencianos y otras maldades atentaron una no fecha semejante
barceloneses, como Icb quedase flaco favor en el fasta entonces en el mundo, la qual fué que sepul
Rey de Aragón sin ayuda de sus Reynos, al qual taron al Principe Don Cárlos en forma de santo , y
Don Carlos su liijo secretamente dañaba. En esto tiem ficiéronle altar, y pusiéronle diadema, y buscaron
po el Rey do Aragón vino a Sangüesa, y forneció hombres pobres á quiou dieron gran suma de dine
las fuerzas, y puso ende á Don Alonso su bijo bas ros tomando dellos estrecho juramento que jamas
tardo, que era muy valiente y esforzado caballero. este secreto revelasen, de los qual es unos se ficie-
El Rey Don Enrique comenzó á facor la guerra en ron ciegos, otros tullidos, 6 endemoniados, y otros
Navarra, y tuvo cercada la villa de Viana por espa de muy diversas enfermedades, quo viniesen velar
cio de quatro meses la qual defendía nn estrenuo delante del Principe Don Cárlos, y salidos de allí pu
caballero llamado Mosen Piores do Peralta, el qnal blicasen que salían sanos cada uno de la enferme
ya no podiendo sufrir la bambro y trabajo , la en dad quo tenía ; esto para enemistar al Rey y á la
tregó al Rey Don Enrique, la tenencia de la qual el Reyna con todos los catalanes ; y como á nuestro
Rey dió á Juan Hurtado de Mendoza, prestamero Señor placo que las maldades algún tiempo preval
de Vizcaya ; el qual cerco so puso en principio del gan y no puedan para siempre permanecer ni que
mes do Jnlio dol año do nuestro Redentor do mil é den sin pénalos perpetrados do aquellas, quiso que
quatrocicntos y sesenta y un años por mandado del un capitau de los que principalmente en esta mal
Rey, y fueron en él los principales, el Conde de Me- dad fueron llamados viniese por los campos de Ur-
dcllin y Payo do Rivera ; y después el Rey dió la gel á la ciudad do Lérida con cierta gente , porque
posesión do aquella villa al Marqués de Villena, el la ciudad más Begura estuviese por los barcelone
qual en esta guerra con el Rey do Aragón parocia ses, al qual el Illustrísimo Roy de Aragón do aven
disimular, porque en aquellos días la fortuna pares- tura encontró y peleó con él y lo prendió á él y á
da favorocer al Rey Don Fernando do Ñapóles y el muchos de los suyos, y los quo escaparon subiéron
Duque Juan, hijo dol Rey Reynel , y los franceses se á una alta montaña, y pusiéronse en un castillo
que en Génova precedían habían sido vencidos de derribado que se llamaba el castillo de los Asnos;
los ginoveBcs y de los caballeros dol Duquo de Mi á los quales todos el Rey mandó tomar las armas y
lán, Francisco Esforza. Eu este tiempo murió el Rey dexolos ir libres, y solamente detuvo al malvado
Cárlos de Francia, cuyo poder y fama entonces mu capitán, el qual afirmaba en la ciudad de Tarrago
cho florescia en el mundo, y sin duda Luis, sucesor na el Principe Don Cárlos haber fecho muy grandes
suyo, no sucodicra en el Rcyno, sino por ol favor milagros, sanando á coxos y dando vista á los cie
del ínclito Duque Felipo de Borgofia, el qual ft sus gos, y salud á todos los enfermos que venían ú vi
despensas lo tuvo en su tierra quatro anos contra sitar su sepultura ; lo qual juraba todo ser verdad.
voluntad de su padro, como dicho es, y lo fizo co Y como después do eu vencimiento el Rey vinieso
ronar por Roy do Francia en l'arfs, el qual ora mu á Tarragona y allífuoso traído el dicho capitán liga
cho amigo del Roy do Aragón, y crciaso por todos do en grandes prisiones, en público confesó por sen-
según los grandes beneficios rescebidos del Duque tenoia de Dios ser venido en el punto en que estaba
do BorgoOa , que jamas debia de salir de su querer por la falsedad que había afirmado por juramento
y voluntad, al qual ni espantó la ira del Rey Cárlos dolos milagros ya dichos , falsamente fabricados,
tan poderoso, ni las grandes despensas quo con él con gran suma de dinero por la maldad de los bar
fizo lo enojaron; asi la voluntad de todos estaba sim- celoneses, en la qual él había sido compañero v uno
pensa ante quel secreto del querer del Rey Luis so do los principales fabricadores de aquella ; por la
conocíeso , creyendo favorecer al Rey Don Juan de qual comisión espontánea el Rey lo mandó enfor-
Aragón, á quien ol Duquo do Dorgoña mucho ama car, y sin duda los barceloneses no quedaron sin
ba. En esto año murió asimesmo Don Cárlos, Prínci pona do la maldad asi por ellos falsamente fabrica
pe do Navarra, cerca do la ciudad de Barcelona, da, á los quales el Roy fizo contino cruel guerra por
dondo entóneos los ciudadanos de aquella ciudad espacio de trece afioB, en ol qual tiompo el Rey ovo
ovicron do declarar la maldad concebida contra el dellos muy grandes Vitorias, y fueron infinitos
Rey do Aragón ; y luego comenzaron á decir é afir muertos do los catalanes, y finalmente la ciudad do
mar el Príncipe Don Carlos scriuucrto por yerbas por Barcelona fué tomada por el Rey, y toda la provin
su madrasta, la malicia do Iob quales no les dexó cia de Cataluña fué puesta so la obediencia de su
acordarse cuantos años había quel Principo Don cetro Real , y después la ciudad de Barcelona se lo
Cárlos hibia quo padescia la enfermedad do perlo- dió, como ndclauto so dirá, con perpetua infamia y
sía, do la qual muchas veces había llegado en pun daños irreparables do los barceloneses; los quales,
to do la muerte ; y así lodos unánimes y conformes do muy ricos y poderosos que antes eran , por bu
tomaron las armas para revolar á su Rey y Scfior; maldad fueron tornados pobres, flacos y mengua
cu el qual tiempo muy grandes maldades intenta dos, y en vano demandaron ayuda del Roy Don
ron. Y luego el Cundo do rallares con mucha gen Euriquo, al qual desdo ol comienzo dosta robclion
te do Barcolona puso sitio á la ciudad do Oirona, habían enviado por ombaxador á Moscn CoponcR,
queriendo no solatncnto prender á la Reyna y al hombro muy astuto, malicioso, y sin vergüenza y
Principo Don Fernando, su fijo, quo ende estaba, gran elocuente.
mas matarloB si haberlos pudiesen. Y entro las
24 CRÓNICAS DE LOS RETES DE CASTILLA.
tos el Rey de Granada traía ; y asi parescia mas se
CAPÍTULO XX. gura cosa retraerse y esperar gente, que haber de pe
lear; que todas las gentes que estos dos caballeros po
Del nacimiento de Dona Juina, lija do la Iteyna Dona Juana , se
gunda muger del Rey D. Enrique, y de la venida del Conde de dían tener podían ser fasta trecientos de caballo y
Armeiiaquo a Madrid, y de la venida de los Embaladores de seiscientos peones, y eran ciertos el Rey de Granada
Barcelona y de Aragón, y de la batalla que «vieron los del An traer mil é quinientos de caballo y ocho mil peones,
dalucía con el Itcy de Granada. allende de quatrocientos de caballo muy escogidos
Estando el Rey Don Enrique en Madrid , nació á que Audalla Ambian había llevado por correr á Eci
la Reyna Doña Juana una hija que llamaron Doña ja; y con todo eso Luis de Pernia , como fuese ca
Juana, acyendo Iob mas destos Reynos certificados ballero muy esforzado , parescióle ser mejor tentar
de la impotencia del Rey é do la duda de la Ruyna, la fortuna quo haber de volver atrás, el qual dixo su
en el nacimiento de la qual el Rey mostró tan gran parecer á Don Rodrigo Ponco de León , el qual co
de alegría , quanto si por cierto tuviera sor su hija; mo fuese de muy poca edad , quo apenas le oran las
y mandó hacer muy grandes alegrías y tiestas. En barbas salidos , y nunca fasta entonces o viese pelea
el qual tiempo vino allí el Conde de Armenaque, do ni en peligro so o viese visto, respondió como ca
seyendo mucho ahorrescido del Rey Carlos do Fran ballero muy esforzado , queriendo seguir las pisa
cia, y no menos lo fué del sucesor Luis, fijo suyo, das de su padre y de aquellos de donde venia , di
por la maldad por él cometida con una hermana su ciendo quo A él placía mucho do seguir el consejo de
ya, en la qual oyó dos hijos, y fué la causa do su Luis do Pernia ; y luego fueron á tomar un paso quo
vellida por haber favor del Roy Don Enriquo on sus so llamaba el Madroño , dondo ya los moros llegabau
fechos , y fué padrino desta Doña Juana. Y enton y algunos habían comenzado ¡l ocupar el paso. En
ces el Rey mandó ¡i los Grandes deste Royno que esto tiempo llegó endo el Comendador de Cazallu,
jurasen á esta Doña Juana por Princesa, lo qual al Diogo do Castilla , que después fué Comendador
gunos hicieron mas por temor que por voluntad, co mayor de Calatrava , con diez de caballo , y juntóse
mo fuesen ciertos aquella no ser fija del Rey, y otros con los dichos caballeros, y ovoso on la batalla va
no lo quisieron facer, y algunos iicioron reclama lientemente peleando y esforzando la gente como
ción del juramento ; entre los qualos como quiera muy buen caballero ; y con tan grande ímpetu lle
que a Don Luis do la Corda, Condo do Medina Celi, garon á pelear con los moros con esa poca gento
fueron prometidos mil vasallos porque la jurase por que tenían , esforzando los suyos y peleando tan ani
Princesa , nunca lo quiso facor. Un este tiempo vi mosamente , quo la primera batalla de los moros fué
nieron al Roy embaladores do Aragón y do Barce rompida, y on aquella entrada Don Rodrigo Ponco
lona, muy diferentes en lo que demandaban , como fué mal herido en el brazo derecho, pero no como
los aragoneses demandaban al Rey le pluguiese mozo, mas como veterano caballero mucho mas so
guaT/dar las confederaciones fechas entre estos Roy- esforzó á pelear y esforzar los suyos, on tal manera
nos y quisiese concordia é paz, la qual d todos era quo los moros fueron vencidos por ol esfuerzo y vir
muy provechosa, y los do Barcelona , con artificiosa tud dcstos caballeros, y asi el Rey do Granada con
maldad , ofreciesen al Roy ol señorío do Barcelona. muy pocos fué huyendo, y lo» moros por di vera. .8
Y estando los cosas asi suspensas, el Roy moro do partes recibieron gran daño ; y mucho mayor lo re
Granada conociendo la pereza y mala gobernación cibieran , si la noche no les ayudara. Y en tanto quo
del Rey Don Enrique, y la poca guarda que en el estas cosas se facían , Audalla Ambian corría el
Andalucía se hacia , ayuntó muy grandes gentes, campo de Ecija , dondo por fierro mas de trecientos
asi do caballo como do pié, y fueron tantas, que hombres mató y muchos mas matara, si la gente do
pensó con aquellas poder sobrar á toda la gente del caballo do Ecija no saliera ; y allendo desto otro
Andalucía ; con ol qual exército entró por la parto mayor daño entonces rescibieron : que sobrevino el
de Osuna ; do lo qual como el Condo do Cabra , Don Condo do Cabra y Martin Fernandez de Córdoba,
Diego do Córdoba, fuese certificado, luego lo envió Alcaydo de los Donceles, y Martin Alonso doMon-
facor saber á Luis de Pernio, Alcaydo do Osuna, ca tomayor con mucha gente de pié y do caballo, y
ballero muy esforzado y do los moros mucho temi fueron en siguimicnto del Rey do Granada por las
do; el qual luego lo onvió á decir á los do Arcos y faldas del monto dondo mataron y proudíeron mu
Marchcna, y a todos los vecinos, y a los do Córdoba chos moros, y así por la gracia do Dios é por ol es
y á Iob de Ecija y de Xorez, faciéndoles saber el fuerzo do los caballeros ya dichos, el Rey do Granu
camino quol Rey do Granada traía. Y Don Rodrigo da fué vencido , y la liorra del Andalucía quedó sin
Ponco do León , fijo heredero do Don Juan , Coude recibir el daño quo esperaba.
de Arcos , con esa gente que pudo cabalgó muy pres En esto tiempo yo el dicho Mosen Diego estaba
tamente oainino de Osuna y falló á Luis do Puruia en la ciudad do Patencia donde tenia la goberna
con alguna gente de caballo que andaba recogiendo ción de la justicia por el Rey ; y conociondo el
toda la mas gento quo podía ; á los quales vino lue desagrado que los tres Estados destos Reynos te
go nueva quol Rey de Granada con todo su oxércíto nían de su gobernación, temiendo lo quo después
estaba muy cerca , y quo parescia locura con tan po acacsció, cscrobí á Su Alteza la siguiente epístola:
ca gonte quanta tenían Don Rodrigo ó Luis do Fur • « Muy alto ó muy occlonto Príncipe , poderoso Rey
nia esperar tan gran muchedumbre de moros quan- y Señor :
MEMORIAL DE £ 'ERSAS HAZAÑAS. ' 25
«Como todos los derechos , así positivos como na lo qual es contra las leyes de vuestros Reynos. Pues
turales , á todo vasallo apremien y obliguen á decir con ánimo atonto oya agora vuestra Alteza mi pa
verdad á su Rey y Sefíor natural , mayormente en recer, aunque en poder, discreción y sabor sea el
las cosas que de tal calidad Bon que podrían traer menor de los menores de vuestros subditos ; en
daño mengua ó peligro á la persona Real ó al bien lealtad, amor y deseo del servicio de Dios y vues
común de sus Reynos ; yo aunque el menor de vues tro y bien común de la natural tierra, sin duda,
tros subditos , teniendo mi lealtad en el preoio quo Señor, igual dol mayor de Iob mayores; y, Señor,
debo , por la presente determiné de declarar á vues todo hombre es de oir, porque el espíritu de Dios
tra Alteza algunas coBas á su servicio cumplideras, donde quiere espira, y muchas coBas Be callaron
aunque no es duda muchas veces haya traído daño por algunos grandes varones que se dixoron por
álos qne las dicen. Pues, Illustrisimo Principe, á otros menores , y como el filósofo diga que las co
vuestra Real Majestad suplico no quiera haber tur sas contrarias por sus contrarios se deban curar,
bación en lo que diré, mascón ánimo libre lo quie conviene curarse la vieja onfermodad destos Reynos
ra mirar, y con gran discreción remediar, como á con todo lo contrario quo hasta aquí so ha hecho;
tan alto Principo, como vos, Señor, sois, conviene y si queréis, Señor, saber qunnto vos cumple aques
acordándoos del Cesar á quien acaesció que como to remedio poner, quered, Señor, on los tiempos de
nn su caballero le dixese palabras do que grande la ociosidad las antiguas y modernas historias leer,
enojo recibiese, él respondió con gran paciencia: y fallareis que por muy menores causas de las ya
«á tus palabras debemos risa; á nuestros yerros dichas se perdieron grandes Reynos y Principes,
emienda.» En lo quo diré sea menos preciado por la que dexando agora de mencionar troco Reyes go
poqueza de mi estado ó mongua do autoridad, ha dos que en España murieron por manos de sus va
biendo memoria de Séneca , quo dice : «¡no to mueva sallos por su mala gobernación , do quien el Arzo
la autoridad dol qno fnbla ni quien os, mas lo que bispo Don Rodrigo faco mención en su corónica,
dice entiendo»; ni haga á vuestra Alteza tan ciega 6 paroce por la corónica de los Reyes de Francia quo
loca osadia yo fablar en cosas tan altas , quo mo ol Papa Zacarías privó de la corona dol Reyno á
acuerdo ser hombre y vuestro vasallo y no tengo ol Grifón, hermano de Carlos M artel, y puso en su
vidado á Teroncio que dice: «hombre so; de las lugar á Pepino , padre de Cario Magno , y asolvió á
cosas humanas ninguna pienso ser agena de mi.» los franceses del juramento y homenage quo áél te
Puos, Principo muy osclaroscido, os asi quo muchos nían fecho , como so nota en el capítulo
do los grandes do vuestros Reynos , y porque mas (1); y no monos acaesció á Fodori-
verdad diga, la mayor parte de los tres Estados co, Emperador, al qual quitó la corona el Papa Ur
dellos son de vos mal contentos por las cosos si bano por indino de tanta dignidad como parece por
guientes : la primera , porquo para la gobernación el treceno libro do la IliBtoria Toutónica, y si que
de tan grandes cosas como son los fechos tocantes remos agora las naciones estrañas poner en olvido,
ála guerra y gobernación destos Reynos, de todos hayamos memoria del Roy Don Fernando de Por
so ficiese poca mención y si alguna parece facerse, tugal , á quien fué dado coadjutor para la goberna
no se rescibe consejo de quien so debia ; la segunda, ción del Reyno al Condo Dabelona, su hijo, como
la forma que tenéis en el dar de las dinidades, así parece por el capitulo (2) para
eclesiásticas como seglares, que dicen, Señor, que lo tomar; y si todos los yo dichos en olvido pone
las dais á hombres indinos, no mirando servicios, mos, no dobemos, Sofior, olvidar al Roy Don Po
virtudes, HnajoB, ciencias ni otra cosa alguna, dro, quo fué quarto ahuelo vuestro, ol qual por su
salvo por sola voluntad, y lo quo peor es, quo so dura y mala gobernación perdió la vida y el Reyno
afirma que las dais por dinero, lo qual , quanta in con ella. Pues no plega á Dios semejante caso de
famia sea á vuestra persona Real, á vuestro claro los ya dichos á vos, Señor, pueda acontescer, para
juicio asaz ha de ser manifiesta; tercora, por el lo qual , Señor, evitar conviene tomar los caminos
grande apartamiento vuestro, no queriendo oir á oontrarios quo fasta aqui Devastes , lo qual , Señor,
los que con grande necesidad anto vuostra Alteza será tan ligero á vos do facer , quanto á ellos os
vienen; quarta, por ser todos comunmente mal pa queráis desponer. Si mas osadamente que debo, Se
gados de lo que en vuestros libros han ; quinta , y renísimo Principo, he hablado, vuestra Majestad
no menos principal , que todos los pueblos á vos su mo perdone , quo me compelió á decir lo ya dicho
jetos reclaman á Dios , demandando justicia como tomor de ver lo quo nunca acaesca. De Patencia
no la hallan en la tierra , y dicen como los corre á xx do Junio del año dol nacimiento do nuestro
gidores sean ordenados para facer justicia y dar á Redentor de mil quatrocicntos sesenta e dos años;
cada uno lo ques suyo; quo los mas de Iob que hoy suplicando á nuestro Señor que asi alumbre vues
tales oñeios exercen son hombres imprudentes , es tro ontondimiento porque á su servicio en paz y
candalosos , robadores y cohechadores , y talos quo concordia gobernéis ostos Reynos quo por él vos fue
vuestra justicia públicamente venden por dinero, ron encomendados.
sin temor de Dios ni vuestro, y áun los que mas
blasfeman es quo en algunas ciudades c villas do posible(t) Esta cita esta un mal Indicada en el original, que no es
adivinar lo que se lu querido decir.
vuestros Reynos vos los mandáis poner, no los ha (i) Aquí ocurre la misma dificultad ; se ven unas abreviaturas
biendo menester ni seyendo por olios demandados, ininteligibles.
CRONICAS DE LOS REYES DE CASTILLA.
bían llamado, y quél era cierto que torunndo á com
CAPÍTULO XXI. batir la ciudad , B¡n ninguna duda se tomaría ; y
estando en este debate, uu moro salió de la ciudad
lie li I nna en que la ciudad do Cibraltar se tomó a los moros, y y so vino á los chrislianos, y le» dixo como los mo
do los debates que sobre esto son cnlrc el Duque üou Juan do ros oslaban muy temerosos de haber otro combate,
Guzman j el Conde de Arcos Don Juan Ponce de León. porque en la ciudad habia muy puca gente y desa
En uu dia del mes de Agosto del dicho año acaes- que era en el combate del dia pasado, eran algunos
ció que un moro vecino do Gibraltar llamado Alf el muertos, y otros asaz heridos, con la qual nuera los
Curro, se vino á la villa do Tarifa y se tornó Cliris- christianos fueron mucho alegres; y como en la ciu
tiano; el qual fabló con el Alcayde de aquella villa, dad fué sabido este moro ser salido creyendo que
que se llamaba Alfonso de Arcos, y le mostró como diría la necesidad en que estaban , acordaron de de
pudiese facer una entrada á los moros do aquella mandar habla con los Alcaydcs, y sacaron ciertos
oibdad, y de tal manera se lo dixo, que conocieron capítulos ordenados ; en los quales so contenia que
ser cosa facedera , y luégo fabló con algunos de los dándoles libertad do sus personas y do sus mujeres
do la villa y les dixo lo que aquol tornadizo quo ya y fijos, y quo pudiesen ir libremente con todos sus
se llamaba Diego el Curro lo había dicho, y concor bienes al Reyno de Granada y que lo pagasen por
dó con ellos de lo ir poner en obra ; ó ayuntó ochen su valor todo lo quo no pudiesen llevar, así de man
ta de caballo y ciento y cinquenta peones, y fuese tenimientos como de otras cosas , que ellos darían
para Uibraltar; y repartiólos por la forma que Dío- la ciudad y fortaleza, y les diesen de plazo quatro
go el Curro lo habia dado y mostrado; y salieron do días para facer sus lios y ataviar sus faeiendas. Y
la ciudad tres moros atajadores y fueron luégo pro- los Alcaydcs respondieron que algunos dellos eran
sos y puestos al tormento, y confesaron quo todos del Rey, y los otros eran de los dichos Señorea Du
los principales de la ciudad eran idos á Málaga por quo y Conde, y que no podían facer ningún asiento
rocebir un Rey que se llamaba Muley Muhomad, y por esta respuesta, de que loa moros fueron no
quo do Castilla habia entrado con docientos do ca bien contentos, so volvieron á la ciudad. Y estando
ballo con favor dol Roy Don Euriquo ¡ ó quo en la las cosas en este estado, Don Rodrigo I'onco de
ciudad quedaba muy poca gonte, y ol principal era León llegó cerca de la ciudad oou trecientas lanzas,
U ahornad Caba ; y Diego el Curro dixo al Alcaydo: que venía á más andar, dexando al Conde su padre
uSefior, ya vedes lo que estos moros dicen : la ciu en la ciudad de Areos , porque venia flaco y no pudo
dad es muy grande, y está ansí despoblada, y creo tanto andar; y el Alcuyde y gento de la ciudad de
quo ti buen recaudo se pone, será muy ligera du to Areos, como supieron la venida de Don RodrigOi
mar; y es cierto que si en ella gente oviora, alguno salieron del Real á se juntar con él , en manera quo
oviera salido ; y pues nuestro Señor vos ha fecho llevaba en su batalla quatrocientos y cinquenta do
tanta gracia de ser vencido en tal tiempo , debes caballo ; y ante que Don Rodrigo llegase á la ciu
ordenar que los chistianos de la comarca vengan dad, salieron á lo rescebir sin gente los Alcaydes y
á la tomar. Al Alcaido le paresció bien lo que Die Caballeros que allí estaban: al qual ficieron relación
go el Curro decia, y luégo escrebió á la ciudad de do todo lo pasado, y Don Rodrigo determinó de lle
Xorez y á todas las villas de la frontera y al Conde gar á la puerta de la ciudad por ver la dispusicion
Don Juan Ponce de León que estaba en Marchena dolía ; y como los moros de la ciudad vieron aque
y á Don Juan de Guzman , Duquo de Medina Sido- lla gcute, dieron voces por sabor quien eran; y como
nia, que estaba en Sevilla ; y los que primero vinie les fué dicho que era Don Rodrigo Ponce de León,
ron fuoron las gentes do las villas do Aróos y Me hijo mayor dol Conde do Arcos, plúgoles mucho, y
dina y Bejol y Alcalá do los Ganzulca y Castellar; y enviáronle á demandar seguro para fablar con él, y
otro dia siguionto llegó allí ol pondon do Xorez con ól se lo envió por la venida y estada y vuelta á la
quatro cientos de caballo y inuohos peones , é Gon ciudad ; y luégo salieron Mahomcd Caba y otros
zalo do Avila con él , que era buen caballero y tenia cuatro do los más principales y le dixeron: u Señor
ol corregimiento de aquella ciudad ; y quando la á nuestro Señor ha placido que esta ciudad soa ve
gente de Xcrez llegó, ya habían combatido la ciu nida en tan gran necesidad, que vos la hayamos do
dad la gente de los dichos lugares por muchas par dar, lo qual haremos otorgándonos los capítulos quo
tas ; y por la parto de la mar combatieron goutes á los caballeros que anto do vos vinieron demanda
de algunos navios que entóneos allí se hallaron , do mos * ; y Don Rodrigo respondió : a Yo he visto es
los quales algunos fueron muertos, y otros fétidos, tos capítulos, los quales no puedo otorgar, porque
y dos barcos tomados por los moros ; y acabado este el Conde mi Señor y mi Padro será aquí esta noche
combate, estuvieron en gran división los christia- ó mañana á comer; y asi mismo Don Juan de Guz
iios, porque unos decían quo se debian partir de allí man, Duque de Medina Sidonia quo son parientes y
pues los moros también se defendían y ellos habían amigos y confederados , y os razón quo ambos á dos
resecbido asaz daño ; otros decían ser vergonzosa rescibau la honra de la tomada desta ciudad. E yo
cosa pues tanta gento allí estaba y esperaban muy pediré por merced á los dichos Señores quo Iob quie
gran socorro; é Diego el Curro dixo que traian muy ran otorgar oslo que demandáis: por eso volveos á
mal consejo haberse de levantar do allí teniendo la la ciudad, y si acordáremos de coinhalilla y tomalla
gente quo allí estaba y esperando el socorro quo ha por fuerza no estéis con fianza do mi seguro , quo
MEMORIAL DB DIVERSAS ÜAZAÍÍAS. 27
no fué para mis de para hablar conmigo» ; y con le recontó todas las cosas posados desde que allí ha
esta respuesta los moros se volvieron muy tristes á bia venido, y como el Conde su padre le habia man
la ciudad ; y como Don Rodrigo se volvió por el ca dado quo asi ficiese el querer y mandado suyo como
mino del Real , los caballeros do Xerez no fueron de su propia persona ; y por esto como quiera que
con él, Antón se volvieron á la ciudad ; y Gonzalo la ciudad se le daba , luégo como á ella llegó, él no
de Avila habló con Mnliomad Caba dictándolo que la quiso rescebir, esperando la venida suya y del
bien había entendido aquellas palabras que Don Ro Conde su padre ; y hablase ofrescido caso en quo
drigo le habia dicho ; el qual era caballero que so ovieso de tomarla, como la tomó, y que le pedia por
andaba á ganar honra, y que viniendo el Conde merced quo le pluguiese sobreseer en la tomada del
fuese cierto que combatirían la ciudad y la toma castillo fasta la venida del Conde su padre , lo qual
rían por fuerza, y sorian cativos ellos y sus mujeres, lo ternia en merced porque todos oviesen parto do
y quel remedio desto era quo lodieson aquella puer la honra, lo qual entre olios asi quedó concortado; y
ta y las otras do allá, y quel y los caballeros que alli como en ol punto que Don Rodrigo ontró en la ciu
estaban la defenderían y meterían dos mil hombres dad escrobió al Condo su padre la forma en que la
qne alli tenia de Xerez, y él compliria con ellos todo habia tomado, el Conde envió la mesma carta al Roy
lo quo habian demandado. Y con esta fabla los mo por la qual fué sabido do lo tomada do Gibraltar
ros fueron tan atemorizados, que no les quedó es ante que de otra persona , de que el Rey ovo gran
fuerzo ni razón, é abrieron luégo las puci'as. Y los placer y todos los qne lo supieron , y quedando fe
caballeros de Xerez descabalgaron para entrar, y cho el asiento ya dicho, el Duque secretamente en
como Don Rodrigo iba cerca y sintió lo que los ca vió aquella noche á hablar con los moros á Martin
balleros de Xerez hacian , volvió las riendas á su ca do Sepúlveda, haciéndoles saber quo si más espera
ballo, y vino á espuela hita con toda la gento que sen, quo todos serian cativos y bus bienes tomados,
traio, y llegó tan presto quo pudo entrar en la ciu y que si lo diesen la fortaleza, quo él los furia libros
dad antes que los caballeros do Xcroz so pudieron con todos sus fociendas; y á los moros plugo dosto,
dolía apoderar ; y en muy poco cBp:icio tomó lns y lo respondieron quo se lo tcnion en mucha mer
torres, y mandó poner su bandera sobro la puerta y ced ; y concertó con olios quo otro (lia de mañana
los moros fueron fuyendo hacia la fortaleza ; y la enviasen á docir de la fortaleza al Duquo y á Don
gente do Don Rodrigo firió y mató algunos dellos, Rodrigo que les diesen seguro para quatro moros
y prendieron algunos, y tomaron muchos lios y jo quo querían foblar con ellos , ol qual seguro so les
yas y apoderáronse de toda la ciudad ; y Don Ro dió, y venidos Mahomod Cuba y con él otros cinco
drigo fizo poner estancia:; contra la fortaleza, por moros, dieron una corto que so croia ol Duquo haber
que los moros no pudiesen salir á hacer daño en los mandado ordenar la nocho do antes, por la qual lo
chriBtianos ; y esto ansi fecho los caballeros doXorez facían saber quo ellos y los moros que ou la fortale
con toda la gente del real so vinieron para la puer za estaban la tenían tan bien proveída, que la po
ta de la ciudad y pedieron por merced á Don Rodri dían bien defondor por algún tiempo; pero quo por
go quo les diese lugar de entrar, pues habian mu reveroncio del Duquo y por haber sido muerto ol
cho trabajado y habia habido malas noches en el Conde de Niebla, su podre, en aquella ciudad, les
campo ; y á Don Rodrigo plugo dello, y mandóles placia do entregar á él aquella fortaleza, y no á
abrir las puertos, y entraron todos, é aposentáronse; otra persona alguna; á lo qual Don Rodrigo con
y luégo enviaron á demandar albricias al Rey, y mucho onojo respondió: quo lo quo los moros (lecian
otros A Sevilla y á Córdoba, y á todos los lugares co no había lugar porque ora ciorto quo desquo la (lin
marcanos. Y como esta nueva llegó al Duque, con dad se tomó, la fortaleza estaba tomado, y por ellos
el qual venia Don Enriquo , su hijo, y Don Pedro do meamos se la daban si la él quisiera roecbir; y quo
Estúñiga, su hierno , por el camino donde venia, le pedia por merced no quisiese ir contra lo asenta
anduvo quanto pudo , y envió dos caballeros de su do, quel Condo su padre vendría ó más tardar esa
casa , llamado el uno Rodrigo de Ribera, y él otro nocho y que pues en esperar no habió incon viniente
Poro Suaroz á Don Rodrigo, faciéndolo sabor ol pla alguno, lo pluguieso quo la toma do la fortaleza so
cer quo habia habido de la vitoria que Dios le habia detuviese por la venido dol Conde. El Duquo res
dado, rogándolo afectuosamente quo lo pluguieso pondió quo él había do dar quenta al Roy do aquel
sobreseer en la tomada do la fortaleza fasta que lle caso, y quo si algún inconviníonto ovieso on no to
gase; y los dichos caballeros quando llegaron con mar la fortaleza, so lo podrió de ello seguir gran in-
esta omboxada, hallaron á Don Rodrigo á la puerta conviniouto y daño ; y con esto dioso órdon entro
de la fortaleza ; el qual la demandaba á los moros ; ellos que los banderas de ambos á dos viniesen con
y como los moros estuviesen muy temerosos, res cada cien escudoros á pié, y juntas los pusiesen en
pondieron qtio les placia de se la dar. Y oida la em- lo fortaleza y con la del Duquo que iba Martin do
baxada del Duque Don Rodrigo, respondió A sui Sepúlveda y con lo do Don Rodrigo Don Diego, su
embaladores que como quiera que la fortaleza so lo hormano; y el Duquo y Don Rodrigo fueron á caba
daba, oomo ellos veían, quo ú el placia do sobreseer llo , y como las banderas entraron en la fortalezo,
fasta que el Duquo viniese; y luégo mandó cabal un moro demandó la bandera dol Duque y dexaban
gar fasta ri liquen tn lanzas, con las qunlcs salió A lo la do Don Rodrigo, de lo qual Don Rodrigo ovo tan
recebir, y desque se ovieron fadiado, Don Rodrigo grande enojo quo puso mano á lo espada y dió un
ORÓNICAS DE LOS REYES DE CASTILLA.
golpe al Alférez del Duque cu ol brazo , quo le fizo doBO poner en obra el propósito de Don Rodrigo;
derribar la bandera en el suelo, do lo qual el Duque y estas cosas ansi pasadas, el Duque envió á rogar
ovo grande enojo, y dixo á Don Rodrigo que lo ro al Condo que cabalgase con quatro ó cinco y se sa
gaba que en aquello no oviese mas. Y mandó su liese á una plaza que era cerca de las posadas do
bir las banderas juntas ambas á dos, y luego entró ambos ¿i dos, y el Conde lo fizo asi y el Duque co
la gonte do los dichos Señores y so apoderaron do menzó ase disculpar do las cosas pasadas, rogándolo
la fortaleza y torres do ella ; y el Duque mandó que que se diese medio el que convenia para la honra do
pocos á pocos viniesen ú la fortaleza muchos do los ambos á dos, pues que los moros habían quorido dar
suyos, diciondo que venian por la mirar, y desquo so á él aquella fortaleza, habiendo respeto á ser muer
fallaron dentro bien ducientos del Duquo, allende to en aquella ciudad el Condo Don Enrique su pa
de los ciento quo primero entraron , comenzaron ú dre, é que á él le pluguiese dolió; y que para dar el
so apoderar do la torre del homenaje y do las otras medio que convenía, se diesen quatro caballeros,
principales torres do la fortaleza , lo qual Don Die dos de cada parto, y quel estaría por lo quellos sen
go envió á facer saber á Don Rodrigo, pidiéndole tenciasen. A lo qual el Conde respondió que en esto
por merced lo enviase á mandar lo quo ficiuse , y no habia lugar, porque según las cosas pasadas si
Don Rodrigo cabalgó y fuese para la fortaleza y Don Rodrigo quisiera no obedecer el mandado su
fabló con Don Diego ; y sabido todo el caso, mandó yo, en facer todo lo que él quisiese , quo él pudiera
le que tomase la bandera y con toda la gente que haber bien tomado la fortaleza, como el Duquo sa
allí tenia, dexoso la fortaleza y so viuieso ¡i su apo bía, y que per esto no lo parescia quo pudiese
sentamiento ; lo qual Don Diego puso asi cu obra babor buen medio en esto caso ; y sobro esto pasa
de lo que todos los que lo vieron ovieron gran des ron cntrellos algunas palabras de enojo, pero hones
placer, porque temieron los inconvinientes quo do tamente, y asi so partieron, y cada uno del los so
aquellos podrían nancer , como duspuos por la obra fué ú bu posada ; y otro día el Conde y Don Rodri
paresció. Do lo qual el Duque mostró desplacor, y go so partieron do la ciudad con toda bu gento, y
envió á decir á Don Rodrigo quo so maravillaba dól asentaron su real cu Guudiaro, ques cerca de la ciu
y que no sabia la causa ni porque había mandado dad ; y ol Conde envió á decir al Duquo quo lo es
sacar su bandera do la fortaleza, y venirse su gente peraba en aquel campo do le faria conocer el error
que en ella estaban ; á lo qual Don Rodrigo respon que habia fecho en haber quebrantado su amistad y
dió que no ora necesario dar la causa, pues él muy alianza en la forma que á todos era notoria. Y el
bien la conocía; lo qual él no pudiera pensar ni creer Condo estubo allí tres días; en el qual tiempo el
bí por obra no lo viera, y que no quería que desquel Duque no vino ni respondió cosa alguna, y el Conde
Condo su pudro viniese , hallase su bandera y su se partió para Sevilla, y desdo allí siempre queda
gente dobaxo de la mauo do la gente del Duque. Y ron resabiados y se siguieron entrollos muy grandes
esto ansi pasado , Don Rodrigo supo como el Condo contiendas y muertes y daños. Y sabido por el Roy
venia y saliólo á rescobir ; y como quier que el Du todo el caso, envió a mandar al Duquo so grandes
quo supo bien do su venida y oyó sus trompetas, no penas quo luego entregase la ciudad do Q ibraltar y
salió á él ¡ y Don Rodrigo fizo rolaciou al Conde do su fortaleza á Pedro do Porras, natural de Córdoba,
todo lo pasudo , y después do ser el Conde aposen criado suyo , al qual ol dio el alcaydia. Y visto el
tado y haber cenado, el Conde quiso haber consejo mandamiento del Rey y sabido como habia man
con Don Rodrigo y con los otros caballeros princi dado provisiones para el Conde y para todas las ciu
pales suyos, que allí estaban, de lo que debia facer; dades é villas del Andalucía, quo le diesen favor y
y el parecer de Don Rodrigo fué quo puos el Conde ayuda para tomar aquella ciudad si el Duque no la
veia las formas que el Duque en aquel caso había quisiese entregar, ol Duquo entregó la ciudad y for
tenido, y como no había guardado ol amistad y con taleza á Pedro de Porras, el qual la tovo algún
federación que con él tenia, y habia mostrado claro tiempo por el Roy , el qual juró de nunca enagenar
el enemistad en no quererlo salir á recebir, le pare de la Corona Real aquella ciudad y fortaleza el con
cía que toda cosa debia de facer contra él sin re trarío de lo qual no muchos días después puso en
procho alguno ; y la venganza do esto se podia muy obra. t
ligeramente tomar si á él lo placía, porque la posa
da del Duquo era muy cerca de allí y «vos, Señor, CAPÍTULO XXII.
dixo , tenois aquí mil hombros muy buenos y bien De como los Hoyes Luis de Francia y Don Enrique de Castilla ss
aporcobidos, con los quinientos de los quales yo iré vieron en San Juan do Luí, y de la embaxada del itey de In
glaterra un esle iieinno venida al Hoy Don Uuriuuo.
á su posada y lo prondoré ó mataré, y los otros qui
nientos quedarán con vuestra Señoría. A lo qual el En el mes de Enero del año do nuestro Redentor
Conde respondió alegremente que le placía do lo de mil y quatrociontos y sesenta y tres años se
quo decía ; pero que le parocia que no se debia fa concertó vista de los Reyes, estando ol Roy Don
cer; porque de rompimiento en aquel lugar se podría Enrique en Navarra ; y denudo allí al Arzobispo
seguir gran deservicio á Dios y al Roy; y pues eran de Toledo so partió para Segovia , porque las cosas
vecinos, tiempos vendrían en que pudiesen emen so dilatasen por dos meses ; y Don Alonso de Silva,
dar, y con este consejo concordaron Suero Vázquez que dospuos fué Condo do Cifuentos, haciendo
de Mostoso y Juan Alonso de Mesa; y con esto cesó guerra ú Valencia y los catalanes y barceloneses,
MEMORIAL DE DIVERSAS HAZAÑAS. 29
ofrecían al Arzobispo grandes dádivas do oro y Altamira, y el Conde de Ledesma Don Baltasar do
plata porque los favorescieso , la qual no pudieron la Cueva, entre los quales esto sobraba á todos en
con él acabar y comenzaron luego mover otras co riqueza ; y en el viage esto hizo mayor ■ despensa
sas nuevas. En este tiempo embajadores de Duar- con ol Arzobispo de Toledo. Vonian muchos nobles
to, hijo dol Duquo de Yorca, quo ya so llamaba Hoy hombres ontre los qualos fuoron ol Conde de Riba-
do Inglaterra, menospreciando á Enrique, que an deo, Gomoz Manrique y Juan do Albornoz, Señor de
tes dél fué Rey, vinioron al Roy Don Enrique en la Torralba y Betota ¡ y los Reyes so vieron alegremen
ciudad de Burgos demandando perpetua amistad te, y hablaron algún poco público, y todos los quo
suya, como en ol tiempo dol Rey Don Pedro so te oran presentes pensaron quo desde allí la paz queda
nia, la qual amistad parescia ser muy provechosa ba perpetua para siempre entrellos ; pero allí el Rey
á las dos partes. Y como el Roy Don Enriquo tu do Francia pareció menospreciar ol amistad del Du
viese gran odio al Rey Don Juou de Aragón, á que do Borgoña, por respeto de la qual parescia de-
quien el Rey Luis de Francia parescia entonces fo- bieso ayudar al Rey de Aragón, y con tiránica vo
vorescer, oida la einbaxada de los Ingleses tovo luntad menospreciando la convenencia ]que estaba
suspensa la respuesta, hasta ver como sucedía la entre él y el Roy de Aragón, no solamente quiso
fabla con el Roy do Francia ; y mostró placerlo mu ocupar á Pcrpiñan, mas la ciudad do Uñan, y todos
cho do la amistad dol Roy do Inglaterra; pero puso los lugares dol Condado do Ruisellon, lo qual ol
algunas limitaciones y condiciones tales á quo con Roy do Aragón no pudo sufrir ; y como la Reyna
venta respuesta del Rey de Inglaterra , porquo on quedase detenida on poder dol Arzobispo , la villa
este medio tiempo so conociese lo quo mas le con de Estclla no so entregó al Rey Don Enrique, y las
venia facer. Y en el mes do Marzo dol mesmo año gentes quo estaban en Cataluña y cu Aragón y en
el Arzobispo do Toledo y el Marqués de Villena so el Royno de Valoncia se vinieron en Castilla, y
fuoron á Bayona, dondo vinieron ol Maostro do Mon quedó la guerra contra los do Barcelona, y no so
tosa Don Luis dol Pucho, y Mosen Pierrcs do Peral perdió la esperanza do la reconciliación venidera
to, ya Condestablo de Navarra, para que en uno 011- por los casamientos que ya eran hablados, que Do-
tondiesen en las cosas do Cataluña y de Navarra y fia Juana, hija dol Rey de Aragón, casaso con Don
en todas las otras contiendas en quel Roy de Fran Alonso, Prínoipe de Castilla, y Doña Isabel, Infan
cia habia de intervenir ; y la Reyna Doña Juana, ta de Castilla, con Don Fornando, Principe do Ara
mugor del Rey de Aragón, A quien ora dado poder gón. En este tiempo ovo gran contienda entro los,
dol Rey su marido para on todo determinar, traba dos Arzobispos do Santiago y do Sovilla, tio y so
jaba con todas sus fuerzas por guardar la honra de brino do un mismo nombre, porque con la gran pri
su marido, y asi la porfiaban y acrecentaban ; pero vanza que este Arzobispo viejo de Sevilla Don Alon
al fin parecióle quo dobia todo dexarlo só la fe del so de Fonseca ovo con el Rey Don Enrique, pu
Rey do Francia , mayormente como vieso al Arzo do haber el arzobispado do Sovilla para bu sobrino,
bispo y al Almirante estar en voluntad de se partir y quedó él con el otro do Santiago, lo qual él fizo
de Bayona y las cosas dañarse ; poro todavia de con intención de llevar las rentas de ambos á dos
terminóse só la forma siguiente, es á saber: quel estos arzobispados. Y como ya estuviese fuera de
Rey Don Enrique se doxaso de favoroscer ni ayu la privanza quo solía, y lo fuese dicho por algunos
dar á los barcclonoscs, y quo llamaso toda la gente adevinos á quien él daba mucha fe , quo jamas él
que en Cataluña y en Aragón y on Valencia facia no tornarla on la privanza sino tomaba el Arzobis
guerra por su mandado , y que en Navarra el Rey pado de Sovilla, para esto procuró quel sobrino
Don Enrique tuviese la villa d'Estella con su tier oviese el Arzobispado de Santiago, y él retornase
ra, y que la Reyna Doña Juana cstubieso en la villa en Sevilla, lo qual como fuese al sobrino muy mo
de Larago, y quel Arzobispo de Toledo la guarda lesto, trabajó quanto pudo por quedar en Sevilla, y
se, y quel Rey do Aragón nunca demandaso los ovo entrellos tan gran desconcordia, que della se si
treinta mil florines de oro quol Rey Don Enrique guieron grandes daños y males on la ciudad de Sevi
era obligado do lo pagar perpetuamente por ol pa lla y en otras partes destos Reynos, porquo el Arzo
trimonio y rentas que en el Reynode Castilla habia bispo vjejo era mucho desamado del pueblo, y el
dexado. El Roy de Francia llegó á San Juan de Luz nuevo mucho amado, porque en el tiempo de la ca
en fin del mes de Abril, y con él el Duque de Berri, restía habia dado mucho pan á la ciudad, y habíase
su hijo, y el Arzobispo do Toledo, y el Conde de con todos muy humana y graciosamente ; y el viejo
Fox, y un fijo suyo, Príncipe de Navarra, nieto del mandaba cargar su pan , algunos afirman quo para
Rey de Aragón, y el Duque de Borbon , y el Almi tierra de moros, otros para otras diversas partes ; y
rante de Francia , y el gran Mariscal, y otros mu con todo eso el sobrino, como fuese hombre de gran
chos nobles caballeros y dos Obispos ; los qualcs to conciencia y viese grandes daños aparejados, como
dos venían no ricamente guarnidos. El Roy Don quiera que pudiera quedar en Sevilla según la par
Enrique llegó con gente muy maravillosa y muy to que on ella tenia y las fuerzas do la ciudad, qui
ricamente ornada; ó iban con él el Marqués de Vi- so dar lugar al tio para retornar en Sevilla, y él
llena y el Maestro do Alcántara y los Condes do quedó en Santiago, dondo rescibió grandes trabajos
Santa Marta y Osorno, y el Mariscal García do Aya- y peligros , y úun hoy no está fuera dellos. En el
la, é Juan de Vivero, que después fué Vizconde de dicho afio Don Pedro Girón, Maestre de Calatrava,
30 CRÓNICAS DE LOS REYES DE CASTILLA.
ganó de los moros la villa de Archidona por indus desamparada y sin defensa, ocupóla y puso en ella
tria y trabajo del buen caballero Luis do Pernia, á la gento y pertrechos y vituallas que le paresció
lo qual ayudó muclio Don Diego do Córdoba, Con- bastar para su dofensa, y rescibió só tributo los lu
do do Cabra, el qual ou persona vino allí, y con toda gares cercanos do aquellas ciudades. En esta ciu
su casa estuvo ende á sus propias espensas fasta dad de Tánjar, en el año do mil ó quatrocientos y
que se ganó. treinta y siete años , los Infantes Don Enrique y
Don Fernando, tios deste Rey Don Alonso , ovie-
CAPÍTULO XXIII. ron muy adversa fortuna, queriendo tomar aquella
ciudad por el poco saber y gran soberbia de los
De como el Rey non Alonso de Portugal lomó por fuerza de ar portugueses ; é allí fueron desbaratados, y fué pre
mas la ciudad de Arcila de los moros, y la ciudad de Tanjar por so y cativo el Infante Don Fernando , y fué dexa-
ellos desamparada.
da en salvo toda la otra gente é asi vitorioso este
Ovo próspero viento Don Alonso do Portugal, y Rey Don Alonso, con gran triunfo, se tornó en su
mandó á los marinoros que tomasen la via de Arcila, tierra, dexando todos los castellanos que en aquel
con esperanza do la haber, como el Hoy Don Juan caso lo habían bien servido.
su abuelo tomó la ciudad de Ceuta, y él oviese to
mado de los moros la villa do Alcázar Saguor. Y CAPÍTULO XXIV.
llegado á la ribera, fué certificado do la ciudad ser
salida alguna gento do caballo quo Mubixequo, Roy De como el Rey acordó de dar el Maestrazgo de Santiago al Conde
do l.cdcsma Don Deliran.
do Túnez, babia mandado llamar , el qual por trai
ción había muerto al Rey su Señor , y habíase apo En osto tiempo, las Bullas del Maestrazgo de San
derado del Rcyno , y con el Rey Don Alonso iban tiago para Don Beltran de la Cueva llegaron á Se-
muchos caballeros castellanos ; y como los portu govia, estando ondo el Rey Don Enrique, donde el
gueses sean do natura muy soberbios, pensando do Marqués do Villena Don Juan Pacheco trabajó por-
ganar el mayor honor dol mundo , no sabiendo el quo no so lo diesen y, quanto no pudo, trabajó por
puerto, entraron sin orden, dondo algunos navioB ajuntar á si todos los grandes por traer cu ofoto la
sé perdieron, en que murieron mas do trecientos punición y castigo dol Rey y do sus sequaces como
portugueses ¡y sin duda si los do la ciudad gente muchas veces se había pensado, los quales consin
de caballo tuvieran, el Rey do Portugal pudicro tieron en ello, salvo el Marqués de Santillana y toda
recibir gran daño ; maB como todos estuvieson a pió, la casa de Mendoza ; el qual con su casa seguró al
y oviesen gran temor do los tiros do pólvora , no Roy Don Enriquo; y luego el dicho Marqués do
pudieron defender quo la gente de la flota no toma- Villena se salió de Segovia, y de aquí comenzaron
so puerto en tierra, y así el Rey, y no con muchos las revueltas do Castilla que se dice la desampa
decendió en tierra y dio muy gran priesa en man raron.
dar asentar los lombardas, y en mandar armar los
trabucos é ingenios, y mandó combatir la cibdad, CAPÍTULO XXV.
como ya toda la gento suya estuviese junta y los
moros. muy temerosos, y en al no pensasen, salvo De como el coronista Alonso de Palcncia fue enviado en Roma por
en defender los muros, de los quales en ol primero facer saber al Santo Padre la dura y áspera gobernación que
el Rey Don Enrique en estos Rejnos tenia, y de la deliberación
combate, quo fué el segundo dia quo allí llegó, una del Principe Don Alonso, hermano del Rey Don Enrique, y do
parto fué derribada, y por allí la gente del Rey, los Jueces quo fueron puestos para entender en las divisiones
puestas escalas, tomó el muro, y los moros, no del Reyno, y de la revocación del Maestrazgo fecha a Ron Bel
tran de la Cueva.
esperando remedio, so juntaron todos en la plaza
con pocas anuas que tenían. Los christianos , así En tanto que estas cosas se facían, Alonso de
castellanos, de que muy gran parte allí había, como Palencia, coronista, fué enviado á Roma por facer
portugueses, fueron ferir en los moros, do los qua sabor al Santo Padre la forma que el Rey Don En
les muy gran parte allí murió ; y como uno dcllos rique en la gobernación destos Reynos tenia, el qual
viese al Condo de Marialba ricamente armado, pen falló ende á Pedro de Solis , protonotario del Papa,
sando quo fuese el Rey , tan de súpito se vino para que después fué obispo de Cáliz, procurador del
¿1, quo ante que fuese socorrido el Condo fué muer Roy Don Enrique y del Marqués de Villena , cuyo
to, lo qual fué causa que ninguno do los moros que criado él ora, y Antón de Paz, procurador del Conde
dase á vida, salvo los mozos y mozas y niños. Y de Placencia, y ol Dean do Salamanca, procurador
luego la ciudad fué tomada á sacomano , lo qual del Arzobispo de Toledo, y Juan Fernandez de Si-
acaesció en veinte y quatro dias de Agosto del año guenza, procurador dol Arzobispo de Santiago ; los
de nuestro Redentor do mil y quatrocicntos y so- quales todos oran grandes letrados y de grande
tenta y un años, lo qual sabido por los moros do autoridad, los quales cometieron la narración de los
Tanjar teniendo ciudad muy fuerte y bien murada negocios de Castilla al dicho Alonso de Falencia,
y torreada, concebieron tan gran temor del caso por ser hombre muy elocuente y haber muy ente
acaescido en Arcila , quo desampararon su ciudad ¡ ramente noticia de las cosas de Castilla, y junta
y el Rey do Portugal dexando el recaudo que dobia mente ganaron del Santo Padre que un griego,
en Arcila, so partió para Tánjar, y como la hallase Obispo, Cardenal Tusnalano, y Guillermo, fian
MEMORIAL DE DIVERSAS HAZAÍÍA&
cea, Obispo Cardenal do Ostia, por autoridad dol trumento fué inviado á los procuradores quo en Ro- v
Santo Padre oyesen ciorta acusación quo el Boy Don mo estaban, la qual renunciación reacebida por el
Enrique del Arzobispo viejo de Sevilla facía, y á Padre Sancto, paro la espedicion de las letras al
ellos oyesen, no solamente para oscusar al Arzobis Papa demandó sor pagado de la media nata, lo qual
po, mas para acusar al Rey do los crimines y ece- Alonso de Patencia contradixo, dando muchas ro
sos por él cometidos, la qual narración Alonso do zones porque no so debia pagar, mostrando como
■Patencia fizo á Iob dichos jueces eleganto y pruden los que oviesen el Maestradgo no eran obligados á
temente ; y vista por ellos , como quiera que antes pagar media nata, porque en los tiempos antepasa
do entonces los Cardenales usando de la condición dos el Santo Padro no tenia que ver en ol Maes
curial, favoreciesen la parte del Roy Don Enrique, tradgo de Santiago, ni otra persona alguna, salvo
creyendo sor mas poderosa que la de los caballeros solamento troce comendadores do aquella Orden
querellantes, pero después que fueron certificados para ello deputados, á quienes portcnecia la elecion ;
do los muchos Orandcs que al Rey contrallaban, y ni la Sedo Apostólica on ninguna cosa Be requería,
do las cosas por él cometidas, vinieron a considera salvo en ciertos casos, de los quales ninguno por
ción de la gran pacioncia quo en tan grandes cri entonces se requería ; y en tiompo de Don Alvaro
mines se habia habido y la calidad vergonzoso do de Luna esto so comenzó; y allende dcBto los hijos do
aquellos, comenzaron á aprobar la lealtad y bondad los Royes no oran tonudos á pagar modia nata, ma
do los grandes querellantes, deseando on lo comen yormente el Illustrissimo Rey Don Alfonso que ero
zado porsoverosen porqne fuese corregida la tirá vordadero heredoro dol Rey Don Enrique, é hijo del
nica gobernación dol Rey Don Enrique : lo qual Rey Don Juan el segundo do Castilla y do León ;
visto por el Roy, comenzó á temer; ó como sea lo qual ol Padro Santo no negó ser ansí , pero con
cierto quo ninguna cosa, según sentencia do Séneca, todo eso dixo que, en tan gran necesidad como él
haga temeroso el corazón solvo la vida reprehensi estaba por la guerra de los moros on defonsion de
ble, luego deliberó al Infante Don Alonso, su her la religión christiana, le parecía ninguno debia sor
mano, el qual tenia preso en ol Alcázar do Scgovia esemido do pagar modia nata á lo Sedo Apostólica
on gran peligro do su persona, el qual , según fama, para pagar el eneldo a la gento ; á lo qual Alonso
algunos veces tentó do matar con ycrvaB la Royno de Paloncia respondió , qno aunque todos los otros
Dolía Juana su mugor , lo qual so creo fué puesto Principes esto dobieson pagar, ol Principo Don
en obra, salvo por la diligencia y bondad de Peru AlonBO dobia ser esemido, porquo no reformándose
cho Vizcaíno, Alcaydo del Alcázar do Sogovia ; i la los costumbres del Rey Don Enrique, asaz turcos
qual deliboracion mucho amonestó al Roy Alvar tenían en las entrarlas do España, los qualcs seyen-
Gómez, bu secretario, cuyo sentencia mucho por en do vencidos enfiaqaocoria la cabeza dellos, que era
tóneos ol Rey aprobaba; después do lo qual un el turco y todos los miembros de los infieles; y obí,
ayuntamiento de los Grandes so fizo en la villa do vistas las cosas dichas por Alonso do Falencia, el
Dueñas, que en aquellos dias fué tomada por Don Sancto Padro mandó despedirlas Bullas dol Prínci» .
Alonso, prefnogénito del Almirante Don Fadrique, pe Don Alonso para la Administración del Maes
por Juan de Vivero ; y allf so acordó fabla dostoo tradgo. En tanto Don Beltran de la Cueva fué apar
Grandes con el Rey Don Enrique oerea do la villa tado de cerca del Rey, el qual se fué á la villa de
do Cabezón, en la qual fabla, después do grandes Cuellar, la qual pertenecía á la Illustrissima Infan
alteraciones, se hizo compromiso en el qual fueron ta Dofia Isabel, hormona del Rey Don Enrique, á
puestos por jueces do todos los debates quo eran quien fué dada por ol Rey Don Juan bu padre, y orí
entro el Roy y el Príncipe Don Alfonso y los Gran dezodo en bu testamento los jueces ya dichos en
des desto Reyno, en monos de Don Pedrode Velasco, tendían on difinir y acabar las disinsiones comen
primogénito del Conde de Raro, y de Don Gonza zadas, y el Rey ya no podía comportar lo absencia
lo de Sayavcdro, Comendador mayor de Monte Al- de Don Beltran de la Cueva ni el destierro de los
ban, en el Royno de Aragón, de la Orden do San moros y, seguiendo el consejo de los que cerco dél .
tiago , y por parte del Príncipe Don Alonso y los estaban, pensó do prender á los jueces, lo qual les
Grandes que lo seguían, el Marqués de Villcna Don fué revelado por Alvar Gómez, Secretario, el qual,
Juan Pacheco, y Don Alvaro d'Estuñiga, y junto porque el Príncipe Don Alonso fuese libre, no quiso
con ellos Fray Alonso de Oropesa, General de la mas estar cerca del Bey, y juntamente con Don Gon
Orden de San Gerónimo , que era varón do gran zalo de Sayavedra se fué al Maestre de Alcántara,
ciencia y do honesta vida ; los qualcs pudiesen di con el qual gran familiaridad tonia, y luego el Bey
finir todos los debaten que eran entro el Rey y el mandó llamar á Don Beltran do la Cueva, en el
Príncipe su hermano y los grandes do sus Reynos, qual llamamiento se ficieron las cosas que adelanto
y que antes de toda cosa Don Beltron do la Cueva so dirán, y la culpa do dar el Bey al Infante Don
. renunciase el Maestrazgo do Santiago en manos del Alonso á Gonzalo de Sayavedra por cuyo consejo
Sancto Padre, al qual dió ol Rey en equivalencia el 61 entonces so regia, y lo deshonró muy mal Juan
Condado de Lodesma y las villas do Alburquerque Fernandez Galindo on Xorez sobro este caso.
y Cuellor y Roa ó el Colmenar de Arenas y el Andra-
da, y lo fizo Duque ; y la renunciación fizo en favor
del Illnstrisimo Príncipe Don Alonso, el qual ins
32 CRÓNICAS DE LOS REYES DE CASTILLA.
Duquesa de Borgoña , como lo fallasen en punto
CAPÍTULO XXVI. para ir á socorrer ¡i los de Barcelona que estaban
cercados y en gran trabajo y peligro, acordaron de
De cómo se concertó entre los Grandes que el Rey Don Enrique le ir servir en aquella jornada , creyendo en ello fa
fuese preso. cer servicio á su Señor, y ansí Don Pedro de Por
Visto por los Grandes desto Reyno como ningu tugal salió de Barcelona con muy grau número de
na amonestación bastaba para corregir la mala go gente, así de caballo como de pié, borgofiones,
bernación del Roy Don Enrique, y visto como las portugueses y catalanes, por ir socorrer á los do
cosas siempre iban de mal en peor , y todo esto vi Cervera ; y como el Rey Don Juan de Aragón estu
niese en punto de so porder , en un ayuntamiento viese on Tarragona muy trabajado, de manera que
,quo se fizo en el Monasterio do San Pedro de las casi ningnna cosa voia por el crecimiento do las ca
Duefios, fué determinado quel Rey fuese preso; y taratas que entonces mucho se le habían acrecen
en la mesraa hora de la habla, ó le fué revelado tado, y teniendo muy poca gente en comparación
por alguno, ó porque el Rey so le antojó, con muy de la mucha quel adversario traía , determinó en
pocos se fué huyendo 4 Sogovia y deudo on ade lugar suyo do enviar al Príncipe Don Fernando,
lante se fué mas encendiendo la guerra. seyendo de edad do trece años , á resistir el paso al
Después desto ovo guerra eu diversas partes des- dicho Don Pedro , é dio el cargo de la gobernación
tos Reynos y el Principo Don Alonso se vino a la á Don Juan de Cardona, Conde de Paredes, varón
villa de Arévalo por ver á la Rey na su madro, y de estrenuo , é caballero mucho esforzado ; é ansi el
allí se partió para Plosencia, dondo se entendió en Príncipe partió con asaz poca gente eu comparación
la privación de la corona al Rey Don Enrique, y de la quel adversario traía , poro gente muy leal y
fueron ocupadas diversas villas y ciudades, algu esforzada é usada en los belicios utos, si en núme
nas por la parte dol Rey Don Enrique, y otras por ro fuera igual á los adversarios ; pero sin duda
la parte del Príncipe Don Alonso ; y como Alvar eran mas de dos tantos que la gente del Rey Don
Qomoz, Secretario, oviese comprado la villa de Juan. É partido el Principo con esa gente que pudo
Torrejou do Ve lusco, fué acordado quo so dioso ol por defender el paso, considerada la muchedumbre
cargo dol cerco do aquella villa á Pedro Arias , hijo do los enemigos ó las ayudas quo tenían de los ca
de Diego Arias, Contador mayor, ol qual la tovo balleros espertos en la guorra , ninguna cosa tanto
asaz tiempo cercada , y después de grandes traba les facía temer como la persona del Príncipe en
jos y peligros ó muertes do gente , asi do la parte tan tierna edad, é acordaron de escrebir al Rey to
suya como de los que en la fortaleza estaban , se le das las cosas on ol punto en quo estaban , dondo no
dio por el Alcaydo llamado Pedro do Arroyo, varón se sabían dar remedio ; el qual respondió que la ce
esforzado que la tenia , no pudiendo comportar la guedad le había costrefiido no ser en la batalla, co
gran hambre y necesidad y todas las otros cosas mo deseaba, é haber de enviar al Principe su hijo
que le fallecían. que tuviese su lugar, porque aquel todos mirasen y
él á ellos pudiese mirar, lo qual todo á solo Dios
encomendaba. E viendo esta respuesta, el Conde
CAPÍTULO XXVII. ordenó sus batallas como sabio y esforzado capitán
De la Vitoria que bobo el Principe de Aragón Don Fernando, hi é puso al Príncipe acompañado de muy escogidos
jo del Re; Don Juan , de Don Pedro Condestable de Portugal, caballeros en lugar donde pudiesen ayudarle, es
que se llamaba Rey de Aragón , y de los borgofiones y portu tando fuera de la orden de las batallas é asi la ba
gueses y barceloneses que le ayudaban.
talla se dio de tal manera , que con el ayuda de
Don Pedro , Condestable de Portugal , venido en Dios é la buena ordenanza quel Conde de Paredes
Barcelona llamado por la ciudad después de haber dio en esta batalla, Don Pedro de Portugal fué
dexado el Rey Don Enrique de ayudar y favorecer vencido é desbaratado , é mucha de su gente é de
á los de Barcelona; á este Don Pedro secretamente sus ayudadores muertos é presos, ó á él le fué muer
favorescia con intención de destruir al Rey de Ara to el caballo é oviera de ser preso , salvo porquofué
gón, su tio ; y como entonces oviese muchos por socorrido, é le fué dado un caballo en que se pudo
tugueses en casa de la Reyna Doñ.i Juana, su niu- salvar; é de los peones catalanes pudiéronse muy
gor , á todos les dio con larga mano lo que ovieron pocos salvar, porque venían tan armados que no
menester para ir a servir á este Don Pedro en apa ovieron lugar de fuir. El alcance no se siguió mu
rato do guerra. V on este tiempo acaosció que el cho por la gente ser muy poca , ó tenia mucho quo
Duque de Borgoña envió ciertos navios al Santo facer en guardar los prisioneros. Fué esta batalla
Padre Pió para facor la guorra al turco , y como los cerca de la villa do Cohimbro , ó poco tiempo des
capitanes dellos fueron certificados el Papa Pió ser pués este Don Pedro de Portugal murió, afírmase
failescido, y su armada ser desbaratada , aoordaron que por yerbas quo le fueron dadas por los barce
de se volvor, y venidos en Barcelona, asi por se loneses , donde do en delante las fuerzas de los re
fornecer como por reposar de los trabajos pasados beldes se fueron abaxando , y el favor del Rey Don
en la mar , fallaron allí al incluso Don Pedro do Juan fué siempre creciendo , do lo qual no menos
Portugal, que Rey de Aragón so llamaba, los qua- desplacer mostró el Roy Don Enrique quo si. el cuso
les conociendo el gran deudo que este tenia con la propio suyo fuera.
MEMORIAL DE DIVERSAS HAZAÑAS. 33
que todo el Reyno estaba para facer la dicha de
CAPÍTULO XXVIII. pusicion, aunque con gran pesar é mucho contra
su voluntad. Las quales cosas ansi leídas, el Arzo
De como fué quilado H cetro real 6 U corona del Rejmo al Rey bispo de Toledo, Don Alonso Carrillo, subió on el
Don Enrique en la cibdad de Avila.
cadahalso , y quitóle la corona de la cabeza, como
Los Grandes dol Reyno que on Avila oslaban con primado do Castilla, y el Marqués de Villena, Don
el Principe Don Alonso dotorminnron do doponor Juan Pacheco, lo quitó el cetro real de la mano,
ni Roy don Enrique do la corona 6 cotro real , é pa habiéndolo fecho Marques do Villena, quo su padre
ra lo poner en obra eran divorsas opiniones, por Diego Tollea no tenia uias do á Belmonte, en la
que algunos decían que debia ser llamado é se de mancha de Aragón; y el Conde do Placencia, Don
bía hacer proceso contra él; otros d ocian que debia Alvaro de Estuñiíra, le quite') ol espada como Jus
ser acusado antel Santo Padre de herejía é de otros ticia mayor de CaBtilla ; y el Maestre de Alcántara
graves crimines é delitos, que se podrían ligera Don Gómez de Solis, al qual el Roy fizo maestro
mente contra él probar. La segunda opinión fué de un escudero fijodalgo, natural de Cácores ; y el
reprobada por los que conocían las costumbres de Condo de Benavcnto, Don Rodrigo Pimontel, y el
los Romanos Pontffleos, corea do los quales valen Conde de Paredes, Don Rodrigo Manrique , lo qui
rancho el gran poder é las dádivas do quien quiera taron todos los otros ornamentos reales, y con los
que darlas pndiese , é tenian que si el caso so defi pies le derribaron del cadahalso en tierra y dixeron
niese, el poder del Roy Don Enrique so acrecenta á tierra , pillo ; y á todo esto gimian y lloraban la
ría por el gran tesoro que tenian , é las fuerzas del gente que lo veian ; é luego incontinente el Prín
Príncipe Don Alonso é de los que lo seguían no so cipe Don Alonso subió en el mismo lugar donde
lamente se adelgazaban é apocarían, mas total por todos los Grandes que ende estaban le fué be
mente se perderían por la mengua del dinoro ; por sada la mano por Rey y Señor natural destos Rey
lo qual ninguna cosa les parecía mas couvonionto, uos; y luogo sonaron las trompetas, y sn fizo muy
ni que mas sabiamente so pudieso facer , que la pri grinide alegría, lo qual acausció jueves , á cinco
vación del tirano , al qual fallecía vigor de corazón días del mes de Julio del año ds nuestro Redentor
é prudencia , é esfuerzo é todas las otras habilida de mil y quatrocientos y sesenta y cinco afios , so-
des que á buen Príncipe convienen ; ninguna otra yendo el Príncipe Don Alonso de once anos y cinco
cosa le quedaba, salvo nombre de Rey , el qual qui meses é cinco dias. Ansí duró el Reyno del Roy
tado , él ora todo perdido , lo cual no ora cosa nue Don Enrique desdo] dia quo comenzó ií rcynar
va on los Reyuos de Castilla é de León, los nobles fasta esta depusicion do su corona , dioz anos é on
é pueblos del los elegir rey é deponello, lo cual por ce meses ó quatro dias. Oídas por todos las partes
canónicas autoridades se podría bien probar , é por do Espafia la privación del Reyno fecha al Rey Don
muy menores causas do las que contra ol Rey Don Enrique, maravillándose mucho, daban gracias á
Enrique probarse pueden. Qnol Rey Don Alonso, Dios como les pareciese cosa que por manos de
deceno dcste nombre , que por su gran virtud é bon hombres no pudiese ser fecha. Al Papa Pablo pa-
dad fué elegido por Emperador, por solamente ser resció grave cosa esta depusicion , é pesóle mucho
habido por pródigo, fué privado de la corona, é de la caída de tan gran Principe, como por letras y
muy mas reciente enxemplo tenemos del Rey Don mensajeros del Rey Don Enrique el Santo Padro
Pedro , ol qual por su mala é dura gobernación per era certificado quo del todo quería ansí é á esto Rey
dió ol Royno é la vida con él, é óvolo Don Enriquo no sojuzgaso á él.
su hermano, no le perteneciendo dorocho por sor bas
tardo , é por favor do los nobles é puoblos del Rey- CAPÍTULO XXIX.
no ; é finalmente ansí por consejo de los Grandes Del tnmnlto é administración qne loa Rejnos de Castilla é de
qne allí estaban , como de algunos famosos letra l.con ovicron por el anclo en Avila pasado, é de las letras que
dos, fué determinado que al Rey Don Enrique fue al Santo Padre fueron enviadas por las principales cibdades
se tirada la corona dal Rey no ; para lo qual , en un destos Itcynos.
llano questá cerca del muro de la cibdad de Avila, Los maé de los pueblos de Castilla é de León es-
se fizo un grande cadahalso, abierto, como de to tovioron como atónitos maravillados dol caso en la
das partes que allí oran por ver este acto, podieson cibdad de Avila acaecido, la forma del qual á al
ver todo lo que encima se ficiese , é allí se puso una gunos fizo, temerosos é á otros mas osados. La cib
silla real con todo el aparato acostumbrado de de dad de Toledo, cinco dias después do la depusicion
poner á los Reyes , y en la silla una estatua , a la del Rey Don Enrique é de la sublimación del Rey
forma del Rey Don Enrique , con corona en la ca Don Alonso , no solamente aprobó lo fecho en Avi ■
beza é cetro real en la mano ; y en su presencia se la por bueno , mas óvolo por muy necesario , é sú
leyeron muchas querellas que antel fueron dadas de pitamente el pueblo tomó las puertas de la cibdad
muy grandes ecesos , crimines ó dilitos antol mu é el alcázar é la puente de Alcántara, 6 combatie
chas voces presentadas, sin las querellas haber ha ron fuertemente la puerta do San Martin, la qual
bido cumplimiento de justicia ; é allí so loyoron to por fuerza de armas tomaron. É pasados diez dias
dos los agravios por él fechos en el Reyno, v las del aucto fecho on Avila, en la cibdad de Sevilla
causas de su depusicion, é la estreñía necesidad en Don Pedro de Estúfiiga ó oon él Fernando de Cue-
Cr.-IH. 3
34 CRONICAS DE LOS BEYES DE CASTILLA.
vas Rubias, Maestre Sala del Rey Don Alonso, que Santiago, que después fuá Maestre de Santiago ; en
tlias avia secretamente estaban en Sevilla, persua la provincia do Murcia el Adelantado Pero Fajar
dieron al Duque Don Juan de Gnzman é al pueblo do ; el Obispo de Burgos , Don Luis do Acuña ; Don
á las cosas que so debinn en obra poner. El pueblo Iñigo Manrique, Obispo do Coria, Don Pero do
alogremento recibió la sublimación del Rey Don Montoja, Obispo do Osma; Dnn Diego Bancgas,
Alonso, é luego los caballeros ó regidores de la Obispo de Cádiz , el electo de Sigüenza Don Diego
cibdad se juntaron en su colegio acostumbrado, de Madrid, después de la muerte de Don Pero de
donde las lotras del Rey Don Alonso se leyeron, Luxan. Don Pero de Silva, Obispo de Badajoz, fizo
las quales leídas el Duque Don Juan de Guzman, estar dudoso al Conde Cifuentes su sobrino, el qual
que tenia el primero lugar en el ayuntamiento, con y el Conde de Feria estuvieron algún tiempo como
grande alegría recibió por Rey é Señor natural al neutrales. E ansí la mayor parte destos Reynos de
Rey Don Alonso > y otro tanto fizo el Conde de Ar Castilla é de León contradecían al Rey Don Enri
cos, Don Juan Ponce de León, Don Pedro d'Es- que, ó Don Pero Fernandez de Velasco Conde do
tufiiga que en este caso días había que trabajaba Haro, que por cierto era muy contrario á las condi
con muy mas alegre cara , recibieron por Rey á Don ciones del Rey Don Enrique, quiso ser como media
Alonso, é ansí mismo lo fizo Don Enrique deGuz- nero entre los dos Royes ; pero con todo eso dió lu
mau , heredero del Duque Don Juan de Guzman. gar á su hijo primogénito , llamado Don Pero do
Don Rodrigo, fijo del Conde do Arcos, no fué pre Velasco, quo siguiese al Rey Don Alonso, el qual .
sento al caso ¡ ó todos los otros caballeros é oficia tenia gran sentimiento del Arzobispo do Toledo ó
les qne8taban en aquel ayuntamiento con grande de los otros que ficieron la depusicion del Rey Don
alegría siguieron lo que los mayores comenzaron, Enrique, anal aceleradamente sin lo consultar con
é todos juntos fueron al Sagrario de la Iglesia , é él ; Don Boltran de la Cueva, Duque de Albürquer-
sacaron dende el pendón del bien aventurado é San que, que no solamente por voluntad, mas por nece
to Rey Don Hernando que ganó á Sevilla é a Cór sidad al Rey Don Enrique seguía; Don Diego Fur-
doba ó á la mayor parto del Andalucía, por facer tado do Mendoza, Marqués do Santillana, é Don Po
honor en la fiesta del aecntacion del nuevo Roy ro González de Mendoza, Obispo de Calahorra, é
Don Alonso, llevándolo en la mano Luís de Medi Don Alonso de Figueroa, Conde do Colunas, é Don
na, caballero novel, natural de aquella cibdad. An- Iñigo de Mendoza, Conde de Tendilla, é Don Gil de
dovieron por toda ella con grande alegría faciendo Mendoza & Don Furtado, hermanos. Al Rey Don En
ol anclo acostumbrado de so facer á los Reyes que rique seguían Don Alvaro Pérez de Osorio, Marques
nuevamente encomionzan á roynar. do Astorga ; Don García de Toledo, Duquo do Alba,
y el Condestable Don Miguel Lucas, é Don Juan de
CAPÍTULO XXX. Valenzucla, Prior de San Juan, ó Alvaro de Mendo
za é su hermano Rodrigo de Mendoza, hijos do Ruy
fíe los Grandes que aprobaron la sublimación del Roy D. Alonso, Diaz de Mendoza Mayordomo mayor que fue del
6 de los que siguieron al Key I). Enrique.
Rey Don Juan, é Don Pedro de Mendoza, Señor de
Los Grandes que siguieron al Rey Don Alonso, Almazan, é Juan Ramírez de Arellano, Señor de los
allende de los que en Avila con él estaban c de los CameroB, é otros muchos, aunque no de tanto es
sevillanos é cordobeses, en la provincia do León si tado, seguían al Rey Don Enrique ; é los obispos do
guieron al Rey Don Alonso el Almirante Don Fa- Galicia constreñidos por nocesidad seguían al Mar
drique y el Conde de Alba de Listo , Don. Enrique, su qués do Astorga ; é el Obispo de Zamora, Don Juan
hermano, ó Don Diego Fernandez de Quiñones Con- de Mella , estaba on Roma ; el Obispo do Salamanca
do do Luna, Morino mayor de Asturias, ó Don Pe de necesidad seguía lo que aquella cibdad, aunque
dro de Bazan Vizconde do Palacios; en la provincia contra su voluntad ; Don Martín de Vilches Obispo
do Burgos , é Patencia Iob Condes de Castañeda é de Avila seguía al Rey Don Enrique ; Don Juan
Oso rio, Don Juan Manrique, ó Don Gabriel Manri Arias, Obispo de Segóvía, por necesidad seguia lo
que, hermanos, ó Don Juan Sarmiento, Condo do quo aquella cibdad seguia; Don Alonso Pelacz,
Santa Marta é Don Pedro de Acuña, Conde de Buen- Obispo de Jaén, seguia al Rey Don Enrique, y Don
día é Señor do Dueñas, é Don Juan de Vivero, Viz- Lope de Barrientos, Obispo de Cuenca, eiguía asi
condo de Cabezón, y el Mariscal Gómez de Beuavi- mismo al Rey Don Enrique, aunque contra toda su
dos, Señor do Fremesta, Don Diego de Estúfiiga, voluntad ; Don Pero de Solier, Obispo de Córdoba,
Conde do Miranda, é Don Fernando de Rojas, Con en el comienzo dcstas cosas estovo como neutral , y
do do Castro ; en la provincia de Toledo Don Po al fin siguió al Rey Don Alonso ; Don Alonso do Pa-
dro Girón , Maestre de Calatrava ; Don Alonso de lenzuela, fraylc, Obispo de Cibdad Rodrigo, fué neu
Silva, Conde do Cifuentes ; Pero López de Ayala, tral, y Don Juan de Carabajal, Cardenal de Santán
quo después fué Conde do Fuen Salida; Don Alvaro gelo, Administrador do Placoncia, estaba en Roma.
Pérez de Guzman, Señor do Santa Olalla; Lope d'Es- Ansí los Roynos do Castilla 6 de León estaban di-
túñiga, Señor do Cuerva; Payo de Ribera, Mariscal; visos en la forma ya dicha.
Fernando do Ribadeneira, Mariscal; Don Pero Puer-
tonarrero, Condo doMedellin; Don AIoiibo de Cárde
nas, Comendador mayor do León, de la Ordon de
MEMORIAL DE DIVERSAS HAZAÑAS. 35
de valdo, qno so fuese á Medina dol Campo , donde
CAPÍTULO XXXI. teniendo aquella villa é llevando las rentas della,
« so daria cnxemplo áolras cibdades é villas, ó so es
Déla forma que los jra ilielios tuvieron en seguir i estos dos forzaría más el partido del Rey Don Alonso. E to
Reyes c para los tener en pendencia. mada la villa do Medina, el Rey Don Alonso se par
Cosa serla muy diflcile do escrobir por urden to tió para Valladolid, ó alli so determinó que se pu-
das las cosas panadas entro los Grandes ya diclios, sieso cerco sobro la villa-de Simancas, ques á dos
de los quales los menos forzaban su partido por bien leguas de Valladolid , ques lugar muy fuerte, é te
de la cosa pública destos Reynos, ni por servirá níala por ol Rey Don Enrique el Comendador Juan
estos Reyes, mas por acrecentar sus estados , entro Fornandez Galindo, quo era caballero esforzado y
los qnalcs, como quiera que el Marqués Don Juan usado de sufrir trabajos ó peligros ; é tenia consigo
Pacheco pareciese seguir al Rey Don Alonso, con ciento é cinquenta lanzas do hombres escogidos ;.é
todo oso sostenía al Rey Don Enrique, no dando como quiera que los caballeros que al Rey Don
lugar totalmente á su caída, ni quería tanto favore Alonso seguían bien conocieron que aquella forta
cer el partido que parecía seguir, é porque mucho leza no so podia tomar, salvo cu largo tiempo, ovo
sobrase al Roy Don Enrique ; é así en la pendencia so de facer loqucl Marqués Don Juan Pacheco que
destos dos Reyes se perdian ó destruían estos Rey- ría ; y en la tardanza el partido del Roy Don Enri-
nos é no ménos los Grandes detlos, especialmente quo crecía y el del Rey Don Alonso se amenguaba,
los que seguían al Rey Don Alonso , de lo qual el especialmente porque el Rey Don Enrique daba
Arzobispo- de Toledo, Don Alonso Carrillo, tenía muy grandes previlegíos y esencionee á los luga
gran sentimiento, é ovo sobrello palabras de gran res que por él se tuviesen, k) qual mncho le ayudó;
de enojo con el Marqués do ViMena, su sobrino. E é puesto ansi el cerco sobre Simancas, ol Arzobispo
como en esto tiempo el Rey Don Enrique conocieso de Toledo con la gente de su casa fué á poner cerco
el gran desamor que todos los pueblos destos Rey ^ohro la villa de Pefinflor, la qual tenia un caballe
nos le avian , determinó de so pasar en Portugal, ro de la casa del Rey Don Euriqito, llamado Lope
temiendo que si se ponia en Segovio allí seria cer do Cornadillo, Itombro mucho esforzado é bueno, el
cado é se perdería. Entre los caballeros que al Rey qual la defendía valientemente ; lo qualcomo el Ar
Don Alonso seguían había diversas opiniones, y el zobispo mandó poner escalas por diversas partes
Arzobispo do Toledo y el Almirante Don Fadrique, como los do la villa conociesen que no les mu venia
y el Conde de Paredes , que verdaderamente perse pelear por defender las almenas, por sn vida ó bie
guían el negocio, porfiaban que el Rey Don Alonso nes determinaron de ser contrarios al Alcaydo á
debía ir con la mas gento qno pndiese donde quiera quien primero ayudaban , dando lugar á los corea-
que su hermano cstuviosc, é dar fin ol negocio, para dores que libremente tomasen la villa, ú fin de guar
qii estos Reynos quedasen en paz ; ó qno si esto do- dar sus personas e bienes, ó ansi Lope do Cornadi-
xaba de facer, poco le aprovechaba aver tomado 11a, tomado no solamente de los enemigos, mas de
nombre de Rey, é ya el derecho en las armas esta los que solamente le debían ayudar á defender la
ba, é debia trabajar por haber la vitoria, porque villa , ovo do darse al Arzobispo, con partido qno
siempre los vencedores ovieron corona ; lo qual sin dexase los armas , é cabullcros ó se fuesen donde
dilación so debia luego poner en obra porque el fa quisiesen con la gente quo alli tenía. El cerco de
vor de los pueblos es mudable; é la gente castellana Simancas se tovo dos meses donde murieron algu
es codiciosa, ó como conozcan el gran tesoro que el nos , asi de los cercados como do los cercadores , en
Rey Don Enrique tiene abriendo la mano asi los el qual cerco ningún provecho ni honor se recibió;
pueblos lo seguirán como las moscas siguen la miol; y estando alli Don Enrique, fijo del Almirante Don
é como quiera que todos conociesen al Rey Don Fadrique , salió do Torre de Lobaton con poca gen
Alonso tener la justicia , por aventura se desviaran te, é cayó en colada de gento muy demasiada do la
del derecho camino ; é pues para la gente quel Rey qm'l traía , é fué desbaratado, é alli murió un buen
Don Alonso pudiera llevar habia dinero para dos caballero do la casa del Almirante llamado Juan
meses do sueldo, en el qual tiempo con el ayuda de Carrillo, hermano de Gonzalo Carrillo el de Córdo
Dios se podía este fecho acabar , por eso convenia ba. Y en tanto questos cosas pasaban el Rey Don
ponerse luego en obra, porque la dilación sería muy Enrique tuvo lugar de ayuntar muchas mas gentes
dañosa. El Marqués do Villena é otros algunos que de las que tenía, y el cerco de Simancas se alzó , y
lo seguían contradecían este consejo , lo qual sabi el Roy Don Alonso so volvió á Valladolid, y el Rey
do por el Roy Don Enrique , determinó de so ir á la Don Enrique se volvió á Simancas con gran núme
cibdad de Zamora , ansi por ser muy fuerte , como ro de gentes; é alli se vino para él Don Alvaro
por ser cerca de Portugal para que , si necesario lo Pérez de Osorio, Conde de Trastornara con quatro-
fnese, pudiese near del consejo que pensado tenia; cicntas lanzas é gran número do peones , al qual el
donde ayuntó gran número de gento, ansi de caba Roy Don Enrique dió la cibdad de Astorga é lo fizo
llo como de pié ; é como esto fuese sabido por el Marqués della ; con ol qual venía Gutiérrez Quoxa-
Rey Don Alonso é por los que lo seguían, como á da, Señor de Villa García, varón muy noble y es
la fin todo se gobernase por Don Juan Pacheco , el trenuo caballero. Don García de Toledo , Duque de
Marqués determinó que porque parecieso no estar Albo, .como oviose recobido gran suma do dineros
CRÓNICAS DE LOS REYES DE CASTILLA.
del Rey Don Enrique, vino allí á servir con ocho la cibdad de Córdoba á su querer é mando, é no me
cientos de caballo ; Don Luis de la Cerda, Conde nos toviese en la cibdad do Ecija y en Sevilla y en
de Medina Celi, traxo allí en servicio del Rey Don Xorez é Carmqna ; é tuviese gran parte en Ubeda y
Enriquo quatrociontas lanzas ; Don Diego Furtado, Iiaeza lo favoreciese, porque los principales do aque
Marqués de Santillana é sus hermanos traxcron llas dos cibdades vivían con él, ansí que en aquella
ochocientas lanzas ; Juan Ramirez de Arellano, Se provincia los mas estaban á su querer, salvo Don
ñor de los Cameros é Pero de Mendoza, Señor de Al - Diego Fernandez, Conde de Cabra que era muy no-
mazan, é muchos otros caballeros, aunque no de blo y esforzado caballero , el qual tenia dentro de
tanto catado, traxcron asaz gente ; ¿ansí el Rey Don su villa de Ilaena quatrocientos de caballo, é de las
Enrique allegó alli ocho mil lanzas ó veinte mil otras villas suyas dociontos de caballo, é Alonso de
peones. Sabida la venida del Rey Don Enrique por Montemayor, Señor do Alcaudete , que en aquella
el Rey Don Alonso con tan gran muchedumbre de villa tenía dociontos de caballo , los quales estaban
gente, el Marqués de Vil lena, que antes solía mos quedoB sin favorecer ninguna de las partes, é sola
trar tener en poco el poder del Rey Don Enrique, mente el Condestable Miguel Lucas con la grande
comenzó a temor la batalla, é iloeia que en la dila za do Jaén ó Andujar faoia guorra al Maestro Don
ción siempre se acrecentaría el poder del Rey Don Poro Oiron , el qual con tres mil de caballo é gran
Alonso por su edad é fuerza é habilidad é por tener número de peones puso cerco sobre la cibdad do
la mayor parte del lluyno por sí, é todo lo contra Jacn , donde vanamente gastó la mayor parte del
rio so debia juzgar del adversario, el qnal á Dios é verano, é alli so ficieron muchas escaramuzas en
ú los hombres era aborrecible ó á ninguno tuviese quo mas pordicron los cercadores ; ó como el Maes
lid á si salvo por respeto de las dádivas que con ne tro conociese avergran gente en aquella cibdad pa
cesidad facia é sus tesoros mal ganados por gran ra su defensa ó no les faltar cosa do lo quo menes
des que fuesen ligeramente avrian fin. Asi la do ter avian, é tenor lugar por la parte do la sierra pa
blada seña del Marques tenía suspensos los corazo ra traer la gento que quisiesen , determinó de levan
nes de los que lo oian ; pero eon todo eso por todos tar el cerco ó irlo á poner sobro la fortaleza que lo
se determinó quol Rey Don Alonso estovieso en Va era contraria cu la villa do Carmona, la qual tovo
lladolid, é toviesc consigo la mitad de la gente que cercada asaz dias, é la puso en tanto estrecho , que
allí tenía, é la otra dexase ir á sus casas ; é tales do necesidad so le ovo do dar , é ansí se apoderó de
formas se truxeron, que se dio tregua por cinco me aquella villa, de lo qual grandes daños se siguieron
ses do la una parte ¡i la otra. En este tiempo Don en aquella provincia.
Poro Fernandez do Velasco , Conde de Hnro , que En tanto questas cosas pasaban, el Roy Don
decian queataba encerrado con cierto número de ca Alonso se partió do Valladolid, é se fué á Portillo ; é
balleros de su casa só cierta regla en un hospital de allí se acordó de ir á Coca por saber el propósito
que él había edificado en la villa de Medina de Pu- del Arzobispo de Sevilla que en aquella villa resi-
mar, seyendo certificado do las grandes turbaciones dia ; é de allí el Rey se partió para Arévalo é con él
que en estos Reynos había , trayendo hábito do re el Arzobispo de Toledo, y el Marqués de Villena, y
ligioso, vino d la villa de Óigalos por dar algún me el Maestro do Alcántara, Don Gómez de Solís, é los
dio entre estos dos Royos lo cual como no pudieso Condes de Placencia ó Benavente ó Miranda é Pa
acabar se volvió en su hospital como de primero es redes , y el Obispo de Coria , Don Iñigo Manrique,
taba. el qual como partiese de Valladolid, topó en el ca
mino con gente del Obispo de Patencia Don Gu
CAPÍTULO XXXII. tierre de la Cueva, hermano del Duque de Albur-
querque, é peleó con él de manera que lo desbarató,
Del cerco de Jaén, é de las cosas que en la provincia del Andalu é fueron alli algunos muertos y otros presos.
cía en este tiempo se Ucicron.
En tanto questas cosas se facían, el Maestre Don
CAPÍTUL9 XXXIII.
Poro Girón pensó ocupar el Andalucía ; é como la
cibdad do Jaén se acercaba á las fortalezas del tic lo que el Re; Don Enrique en este tiempo Dio , e de las Ins
Maestrazgo, parecióle que podia ligeramente tomar trucciones quel Rey Don Alonso al l'apa l'ablo envió, 6 déla
la, como los mas de los fidalgos de aquella cibdad muerte de la Infanta de Portugal, abncla de la Royna Dolía Isa
bel, ú de la ida del Conde de Placencia ¿ del Maestre de Al
fuesen suyos é desamasen mucho al Condestable cántara en el Andalucía , é del Re; Don Alonso en Avila , ¿ de
Don Miguel Lucas, el qual siempre á los populares la ida del Arzobispo de Toledo en Iluete por socorrer a su
favorecía ; y en tanto sojuzgó aquella cibdad, que hermano Lope Vázquez, que lo tenia cercado García Méndez de
sus mandamientos mejor en ella eran obedecidos Badajoz.
que de ningún Rey ; ó como en ella ante de entonce En tanto que las treguas duraban , el Rey Don
no o viese nías de quinientos de caballo , los llegó á Enrique puso gran gente cerca de la villa de Medi
número de mil peones é diez mil lanceros é balles na del Campo que Pedro Arias luengamente había
teros los quales todos le eran asi obedientes como tenido cercada, é la había tomado, é asimismo en la
si domésticos suyos fuesen, de lo qual al Maestre de villa do Olmedo. Y en tanto quel Rey Don Enriquo
Calatrava pesaba mucho ; el qual como tuviese muy estaba en Simancas, escribió al Santo Padre cartas
gran parto con Don Alonso de Aguilar y él tuviese muy ansiosas , quexándose de sus vasallos, especial
MEMORIAL DE DIVERSAS HAZAÑAS. 84
(dente do aquellos qao habia fcclio grandes, é como del Almirante Don Fodríque, se partió poro allá con
hijos los había criado é peor que a enemigo le te ciento é ochenta de caballo ó quatrocientos peones,
taban ; demandándole favor en las cosas venideras é puso el cerco sobre aquella fortaloza, é combatióla
porque sus Reynos libremente le quedasen ; lo qual de tal manera , que la tomó por fuerza de armas é
sabido por el Rey Don Alonso, envió al Santo Pa mató algunos de los que on ella estaban é á otros to
dre haciéndole saber el fundamento é comienzo de mó las armas é caballos, é volvióse á Valladolid
los debates destos Roynos é causas de la deposición donde al Rey Don Alonso vinieron embaxadores
del Rey Don Enrique su hermano, suplicándole no del Conde de Fox, que en aquel tiempo avia toma
quisiese dar féo á las cosaB no verdaderas que por do la cibdad do Calahorra é gran parte del Reyno
parte do su hermano Don Enrique le eran escritas, do Navarra, el qual afirmaba haber tomado aquello
sobre lo qual todas las cibdades é villas al Rey Don cibdad por questabo á obediencio del Rey Don En
Alonso sujetas escribieron ira Santidad, siguiendo rique, é por su embozado se ofreció servir al Rey
la forma en que la cibdad do Sevilla escribió. En Don Alonso, el qual Rey Don Alonso respondió por
este tiempo la Infanta de Portugal agüela del Rey Don Pero Duque, varón noble, juntamente con los
Don Alonso, falleció é fuó enterrada muy honrada embaxadores del Conde de Fox, al qual mandó quo
mente en el Monesterio de San Francisco , fuera de le requiriesen quo no detuviese mas en los Reynos
los muros de la villa de Arévalo, la muerte de la de Castilla, pues ero cierto haber pasado las leyes
qual fué muy dañosa, anal por ser muy notable de lo verdodero amistad, como él oviese venido en
muger é de gran consejo, como porque su vida fa estos Reynos con color de le ayudar, é habia fecho
cía grande ayuda é consolación á la Reyua viuda en ellos muy grandes daños é males. Oído esta em-
su hija. E do allf el Rey Don Alonso se fué á Avi baxada por el Conde de Fox , él se partió de Cala
la, y el Conde de Placencia y el Maestro de Alcán horra con intincion de tomar la villa de Alfaro por
tara se fueron para sus tierras que en el Andalucía trato ó por fuerza, lo qual en vono trabajó, como en
tenían, ó desdo allf para Sevilla por dar sosiego en olla estuviese Gomoz do Rojas , noble y estrenuo
las oosas de aquolla cibdad. Y estando ol Roy Don caballero, el qual con ayuda de los moradores della
Alonso en Avila, vino nueva cierta al Arzobispo de la defendió tan valientemente , que los franceses y
Toledo de como Coreé Méndez de Badajoz teniaccr- gascones recibieron muy gran dafio, é muchos do-
cado á Lope Vázquez su hermano en Iluete , con llos murieron allf, é otros fueron destrozados ; é an
seiscientas lanzas del Roy Don Enrique é grau nú sí el Conde de Fox se volvió en su tierra con poca
mero de peones, é combatía la fortaleza, ó os cierto honra, é mandó á los quo habia dexadoon Calahor
que sogun la gente que Garci Méndez allí tenia y ra que la desmamparasen é lo siguiesen. E al tiem
el desamor que los de la cibdad le avian, fuera for po quel Condo de Fox tomó la cibdad de Calahorra,
zado de se dar, é le fuera tomada la fortaleza por acacsció allí una cosa asaz dina de memoria, la
fuerza; lo qual sabido por el Arzobispo de Toledo, cual fué que como los franceses anduviesen roban
partió de Avila con fasta docientas lanzas, y cuan do lo cibdad, cinco se metieron en uno casa de un
do llegó á Tarancon llevaba bien ochocientos ; é judío, é cerraron la puerta por de dentro ; é como el
desde allí envió alguna gente para que comenzasen judio no estuviese en la cibdad, en la cosa estaba
la pelea por espaldas del castillo ; el qual como tu solnmoute la muger, moza hermosa, de edad de vein
viese por su parto toda la cibdad , salió della con te é quatro ó veinte ó cinco años; la qual como sin
seiscientas lanzas é con cinco mil peonos que allí tió los franceses on casa, se escondió é con ella una
tenía ; ó como en ol camino paro Tarancon por don- mozuelo quo tenia do ocho ó diez años; ó como los
dol Arzobispo venía por las espaldas de la forta franceses anduvieron por la casa entraron en la bo
leza, como Garci Méndez lo supo, volvió por socor dega donde habia muy buenos vinos é bebieron
rer á los suyos é así vuelta la pelea, el Arzobispo tanto que todos cinco se durmieron, é dexaron tira
do Toledo é los suyos vinieron peleando con Garci do el tapón de una cuba , é derramóse muy gran
Méndez fasta lo meter por las puertas do lo cibdad, parte del vino ; é como la judia estuviese muy grau
en lo entrado de lo qual fué proso Garci Méndez, é pieza ó no oyese bollicio en la casa, envió á la mo-
con él alguno de los suyos, é de los seiscientos de ú zuola á ver que facian los franceses , la qual los fa
caballo no escaparon quarenta quo no perdiesen los lló tendidos con el vino durmiendo , é la judía de-
armas ó caballos; é así Lope Vázquez no solamento condió con un cochillo que tenía muy agudo , y en
fué libre é la fortalezá quedó por él , mas los mise tró en la bodega mny poso é degollólos á todos cin
rables cibdadanos quedaron debaxo del poder suyo co, é salióse para la puerta que era en anochecien
que ante do entonco muy dura é ásperamente los do, é fuese á la villa do Alfaro. Y en este tiempo el
trotaba é mucho peor esporaban ser trotados dende Rey Don Enrique, que envió tratar con el Condo de
adelante. En tanto el Almironto é los Condes do Fox que lo ayudase contra su hermano ó ficiese
Paredes é Buendio é Santa Marta é Monto Rey, y el guerra al Rey de Aragón, como fuese certificado
Vizconde do Palacios do Valdueina estaban en Vo- quo Dofia Blanca, su muger quo habia sido, era
Uadolid, dondo vino nueva quo Alvaro de Chinchi muerta, el Roy Don Enrique, sabida lo muerte su
lla con dociontos lanzas del Rey Don Euríquo ha ya, fizo nuovas velaciones con corimonio oclcaiáslí-
bió tomado ano fortaleza cerca do una cibdad do ca con lo Reyno DoBa Juana, do quo todos los dis
León ;é luego Don Alonso Knriquez, hijo mayor cretos facian burla conociendo ser tan vano lo boda
38 CRÓNICAS DE LOS REYES DE CASTILLA.
tercera como la primera y segunda. En este tiem vió las instrucciones délas leyes de España con au
po se comenzó la hermandad en la mayor parte dea- toridad teológica ú canónica ; á las cuales todos loa
tos Reynos, de que gran provecho se siguió, como Grandes que al Roy Don Alfonso seguían, unáni
quiera que desque la hermandad so vido poderosa, mes é conformes dieron su consentimiento ; lo qual
pasó los términos del fin á que fué ordenada, ó reci como el Rey Don Enrique supiese, buscó alguna de
bieron algunos por ello asaz daños é muertes. fensión para su causa , ó fué requerido por él Don
Francisco do Toledo, Maestro en Teología, varón
CAPÍTULO XXXIV. muy famoso en ciencia é de honesta vida ; al qual
De la perliuancia que loé barceloneses tuvieron, y del injusto favor rogó quisiese , ansí en sus predicaciones como en
que el l'apa Pablo did al lley Don Enrique, é de tomo el Dean escrito, favorecer bu parte ; el qual en muchos ser
duTuledo quisu soslcuer no ser bien fecha la deposceion del mones que fizo siempre concluyó que por malo quo
Itey Don Enrique, sin consultar al sumo l'ontiflce, 6 de como fuese el Rey, sus súditos no debian ni podían pro
por valientes letrados le fué probado el contrario. ceder contra él ni privarlo del Reyno , salvo seyen-
Después do la muerto do Don Pedro de Portugal, do ante juez competente, probando el crimen do he
quo se llama Rey do Aragón , como quiera que á los rejía ; al qual fué respondido é probado lo contra
do Barcelona se hiciese muy áspera guerra, no de rio por Don Antonio de Alcalá, Obispo de Asturias,
jaron de añadir error á sus errores pasados, ca des frayle de la Orden de San Francisco , varón muy
pués de comienzo de su rebelión demandando para notable é de gran ciencia, é por Fray Juan López,
ello favor al Roy Don Enrique é aquol ya cesase, famoso maestro en Teología de la Orden de los Pre
después do haber llamado d Don Pedro do Portugal dicadores, é por otros Doctores, famosos legistas é
é haberle dado título de Roy ó aquel ser muerto de canonistas, los quales todos por muy diversas auto
sus capitales enemigos, que quisieron facer amigos, ridades, así del Testamento viejo como del nuevo,
como entrcllos ó los de Marcela ovioso antigua teológicas é canónicas é jurídicas, corroboraron c
amistad, é ante que el Roy de entonce Be ovieso lla aprobaron la deposocion fecha del Rey Don Enri
mado Rey do Cecilia ó fueso en decrépita edad , pe que; é por eso los Grandes deutos Reynos á las ar
ro curaron que el Duque Juan, primogénito suyo, mas ocurrieron, según la costumbre vulgar quo en
viniese en Barcelona, prometiendo ni dominio con semejantes casos se suele tenor entro los Reyes , en
nombre do Rey, del qual so quisieron ayudar con tre los quales un las anuas está el derecho ó por
tra su verdadero Rey tan humano, tan noble, tanto proverbio común so tiene que en la corte romana
amador do sus vasallos ; é ansí el Duque Juan ya á los vencedores dan la corona é á los vencidos des
una voz vencido en la guerra napolitana y echado comulgan.
vituperiosamente de la posesión do Genova á roques-
ta do loa barceloneses, fué ondo venido, con cuyo CAPÍTULO XXXV.
favor olios pensaron podor conseguir el fin desea
do, é dondo gloriosa Vitoria esperaban, siempre caí lie como fue lomada la cibdad de Gibrallar i Esteban de Villa-
da peligrosa é infamia perpetua les vino; el qual ya creces por Don Enrique de Guzman, Gjo del Duque de Medina
Sidunia, Don Juan de Üuzman, ede la tomada de Coria.
llamado Roy de Aragón , con el favor do Luis Rey
de Francia, cuyo primo él era, pensó salir con la Grande esperanza tovo el Duque Don Beltran de
empresa quo por gran daño suyo comenzó é la guer la Cueva do poder tener la cibdad do Gibraltar, la
ra se fizo ásperamente. Los navarros después de la qual tenia por él un buen caballero natural do Xo-
muerte de la Princesa Doña Blanca, que fué muger rez, llamado Esteban do Villacreces, cufiado suyo,
del Rey Don Enrique , comenzaron á contender , ó casado con bu hermana , hombre mucho esforzado é
la división entrolloB siempre se fué acrecentando, muy discreto en las cosas de la guerra , é usado á
do que gran trabajo al Rey de Aragón so siguia , é sofrir peligros é trabajos. E como ol Duque de Me
la ceguedad allende do los otros trabajos le comen dina Sidonia siguiese al Ruy Don Alonso, ó lo pa
zaba, é á bu afición so añadieron las turbaciones que reciese á su primo mucho convenir aquella cibdad
en Castilla tenían todos los que deudo é amor le estar á su obediencia, envió mucha gente á la cer
avian, á los quales el Papa Paulo injustamente per car en comienzo del mes de Mayo del año do mil y
seguía queriendo favorecer al Rey Don Enrique, é quatrocientos ó sesenta é sois ; la qual venida Este
á los intrusos por sus letras favorecía, llamando por ban do Villacreces consideró quo según la grande
ellas al Duque Juan, Roy de Aragón, en gran per za do aquella cibdad, él no l.«. podría defender con
juicio del verdadero Rey Don Juan é á suplicación la gento que tenia é por eso él se retrazo á la for
do aquol ó de las Iglesias catedrales ; ó on Cataluña taleza , lo qual luego fizo saber al Rey Don Enrique
proveía, é otro tanto hizo en el término de Castilla, é al Duque Don Beltran ; lo qual sabido por el Roy
mandando á los procuradores del Rey Don Alonso escribió letras á gran priesa á los moros de Grana
que en su corto no lo llamasen Rey, por lo qual el da , rogándoles afectuosamente quo quisiesen so
Arzobispo escribió al Santo Padre sus cartas llenas correr á Esteban do Villa creces, los quales mirando
de querellas por las quales esplicó las verdaderas como no podian socorrer la fortaleza sin tomar la
causas por qué las principales cibdades de los Rey cibdad , é esto á olios los fueso difícil, según la mu
nos de Castilla á su Santidad avian escrito so la chedumbre de gento que en ella estaba, como quie
forma que la cibdad de Sevilla ¡ é con aquellos en ra quo algunas veces llegaron muy cerca dolía, no
MEMORIAL DE DIVERSAS HAZAÑAS 39
lo osaron atentar; é con esto siempre el Duque de
Medina acrecentó el cerco, é mandó poner estancias CAPÍTULO XXXVI.
contra la fortaleza, combatiéndola fuertemente cada
dia con grandes tiros depólvora é con todos los otros De la muerte de Don Pedro (".¡ron, Maestro de Calatrava, é del
gran milagro qne nuestro Señor en ella demostró por la llnstrf-
aparejos acostumbrados á combatir; lo qaal duró sima Infanta Dofia Isabel, 6 de la caída de non Juan de Valen-
fasta quince dias de Febrero del abo de mil é qua- zuela. Prior do San Juan , 6 do la muerte de Francisco festona,
trocientos é sesenta é siete afios, en el qual tiempo Duque de Hilan, c de la victoria que en este tiempo ovo el gran
Don Enrique de Quzman, hijo del Duque Don Juan Tnrco. .
de Guzman , sobrevino con mucha mas gente é con Don Pedro Girón , Maestre de Calatrava, no con
mas artillería, é fizo combatir la fortaleza de tal tento de la gran dignidad é rentas qne la fortuna
manera, que fué derribada muy gran parte de los le avia administrado , pensó mucho más sublimar
muros, é derribadas algunas torres dolía y entrada su estado, para lo qual ovo dispensación del Santo
la fortaleza ; y Esteban de Villacreces se retraxó á Padre para casarse , seyendo frayle profoso do la
la torre principal con su mujer é fijas que allí tenia Ordon de San Benito, é ovo pensamiento de aver
é con algunos peones que le quedaron, donde se de por muger la Serenísima Infanta Doña Isabel, quo
fendió varonilmente por qnatro meses, pasando in hoy es Royna é Señora nuestra , lo qual creyó lige
finitos trabajos de noche é de dia, teniendo ya muy ramente pudiese acabar según la parto que en el
gran mengua de las cosas necesarias ; é como quie Rey Don Enrique tenia ; para lo qual determinó do
ra que muy grandes partidos le fueron movidos, venir en la villa do Ocaña con tres mil lanzas, don-
jamas quiso entregar la torre, como quiera que vido del Rey Don Alonso é la Infanta Doña Isabel esta
los que con él estaban descolgarse con|sogas é darse ban , con propósito de inclinarla voluntad de la In
á misericordia de los cercadores; é como ya no le fanta á que quisiese casar con él, é quando do gra
quedase gente con que pudiese la torre defender , é do no lo pluguioso, tomarla por fuerza; la qual
todas las vituallas lo falleciesen , dio la torre sin como fueso certificada del propósito con quol Maes
ningún partido , é ansi el Duque de Medina poseyó tre venia é con graudo aparato, no solamonto do
libremente la cibdad de Gibraltar é su fortaleza , ó guerra mas de Corte é con grandes aparejos para fa
ovo previlegio, del dominio de aquella cibdad , no cer justas y torneos é todas las fiestas que se acos
embargante ser título del cetro Real. En este tiem tumbraban facer en las bodas do los grandes prín
po como el Maestro de Alcántara Don Gómez do So- cipes, la señora Infanta como desto fué muy turba
lis tovieso cercado mucho tiempo avia la cibdad de da é triste, estuvo un dia y una uocho las rodillas
Coria, en la qual estaba Alfonso de Monroy Clavero por el suelo, muy devotamente rogando á nuestro
do Alcántara, la defendía ansí porque soguia al Roy Señor que le pluguiese matar á él ó á olla, porquosto
Don Enrique, como porque tenia grande odio al casamiento no oviese efeto, é viniendo ansí ol Maes
Maestre Don Gómez. La causa principal habia sey- tre muy sano é alegro, dando forma en los fiestas
do porquol Maestre tiránicamente tenia ocupada la que en sus bodas so avian de hacer, llegando á un
villa de Cáceres, donde el Clavero tenia muchos pa lugar quo se llamaba Villa Rubia , cerca do Villa
rientes é amigos, los quales del Maestre eran mal Real, de súpito de la mano de Dios fué ferido do
tratados, seyendo caballeros dinos de honor; ó no esquinencia de tal manera, quo dentro de tres dias
Bolamente aquella villa mas la mayor parte de aque fué muerto, quedando todos los suyos sanos, é no
lla provincia tenia así somotida é sojuzgada, é al menos los vecinos de aquel lugar; é ansi uucstro Se
gunas veces con soberbia decia que el Rey por po ñor quebrantó la elación ó soberbia do aquesto ca
deroso que era no lo temia, como quiora quol Cla ballero, en quauto los hombres deben tomar cnxem-
vero envió á demandar socorro al Rey Don Enrique plo para no querer subir en mas alto de quanto les
que nunca ge lo envió é pasó muy grandes trabajos conviene por la sobervia é vana presunción, que los
6 fatigas, estando mucho apretado y de contino com mas veces derribaron á quier quo las toma , como
batido con munchos pertrechos é artillerías, é cos- sea por Dios desamado, por lo cual el ángel del cie
trefiido por mucha necesidad después de haber sei- lo cayó, é el hombre del paraíso fué echado, la torre
do luengamente cercado, entregó la cibdad al Maes do Babilonia derribada, é QoliaB muerto. E allí ol
tre, é fuese á la fortaleza de Fertejo que habia to Maestro repartió entro algunos de sus criados muy
mado por escala. La toma desta cibdad ensoberbe gran parto do tesoros que consigo traia, é dexó el
ció mucho al Maestro do Alcántara ; é desde alli fué cargo de sus hijos é la administración de sus bienes
á tomar la cibdad do Badajoz, quos cerca del rio lla á su hermano ol Marqués Don Juan Pacheco. Aquí
mado Guadiana, con las quales cibdadea quiso su paroco dina cosa oscrobirso un caso maravilloso
blimar y engrandecer sus hermanos , el uno llama acaecido sieto dias antes de la muerto del Maestro,
do Gutierre , al qual entregó á Coria con titulo de el qual fué que, como partiese de la villa do Porcu
Conde, y al otro llamado Fernán Gómez puso en la na para continar su viajo , fué á dormir ¡i un casti
cibdad de Badajoz, cibdadea obispados muy nobles llo llamado el Barrueco, qno es do la cibdad do Jaon,
é antiguas c anejas á la Corona Roal. donde casi á hora do vísperas vido venir por ol ca
mino quel avia traido una muy gran muchedumbre
de cigüeñas, que era maravilla de las ver, viniendo
delanto de todas una que las guiaba ; y llegando en
40 CRÓNICAS DE LOS REYES DE CASTILLA.
cima del castillo , allí estuvieron un gran rato fa vasallos. En el qual tiempo Don Juan Ponce de
ciendo tan grau ruido con los picos, que ora extraña León , Conde do Arco, cercó la cibdad de Cádiz , la
cosa de ver; é juntándose todas ficieron una redon- cual tomó hallándola muy vacía de gente por cau
deza tan grande, que aunque facia sol muy claro, sa de la pestilencia que en ella habia. En este tiem
el castillo oscureció, poco menos que si fuera de no po fué muerto Francisco Esforza, Duqne de Milán,
che ;'de lo qual el Maestre fué mucho turbado é pre estando seguro oyendo vísperas en la iglesia mayor
guntó á todos que qué les parecía de aquello, los de aquella cibdad por un mal hombre, sin sabérsela
qualeB respondieron quo no sabían qué decir, salvo verdadera causa porque lo fizo, llegándose á él di-
que nunca vieron semejante cosa, y ol Maestre man ciendoque le quería fablar é le pasó una daga por el
dó que mirasen que camino seguían las cigüeñas, é cuerpo, deque súpitamente murió; y algunos decían
fallaron que llevaron el derecho camino quo otro questo se fizo por quel Duque avia forzado uno her
día el Maestre había de llevar. E sabida por el Mar mana de aquel caballero; otros decían que porque
qués la muerto do su hermano, ol Arzobispo de To quitó á un hermano suyo una abadía quo rentaba
ledo y el Marqués- é con ellos D. Juan Tellez, fijo dos mil ducados cada año. Como quiera quel Duque
mayor del Maestre , se partieron de gran priesa de se murió, como dicho es, é para lo poner en obra,
la villa de Arévalo, y el Arzobispo se fué á Ycpcs, como dicho es , tuvo esta forma : que Be conjuró
y ol Marqués á Úbeda ; é desdo allí dio forma como con otros dos, ó todos tres llegaron mostrando que
las villas é fortalezas del Maestro do Calatrava se querían facer reverenoia al Duque, y el uno lo pasó
entregasen ¡i Don Rodrigo Girón, su sobrino; y él tres ó quatro voces la daga por ol cuerpo , é no so
so partió para la villa de Almagro , donde fizo jun pudo conocor qual dellos fuese , é los dos fueron
tar los Comendadores con los quales tovo tales for- luogo allí muertos , y el uno fuyó, é después se supo
mas, que eligieron por Maestre al dicho Don Ro queste que fuyó lo habia matado. E esto ansí pa
drigo, como quiera queata elución fuese contra las sado, la Duquesa , como quiera que oviese gran do
Ordenanzas de la Santa Orden de Calatrava, así por lor de la muerte del marido , luego de súpito prove
la inhabilidad de su nacimiento como por la poque yó en lo quo más lo cumplía é se metió en la forta
za de su edad. En este tiempo fué tomada la villa leza con el primogénito heredero é con los otros sus
de Sepúlveda que por el Ruy Don Alonso estaba por fijos; é luego mandó pregonar por mandado del
gente del Roy Don Enrique, en la entrada de la unigénito que ninguno fuese osado á traer armas so
qual murieron algunos del Marqués do Viilena quo pena la vida, é que todos honrasen é acatasen á su
en olla estaban ; é ansí misino pusieron cerco sobro primogénito heredero on ol lugar do su padre, el
la cihdad de Uboda ol Condestable Don Miguel Lu qual desde aquella hora quitó todas las cesaciones
cas é Don Juan de Valen miela, Prior de San Juan que su padre en aquella cibdad avia puesto , sola-
al socorro do la qual ol Marqués do Viilena ovo de mento desando para sí las rentas ordinarias que so-
ir con trecientas launas; los quales como fueron cer lian levar los Duques de Milán , faciéndoles saber
tificados de la venida del Marqués, doxarou el arra quo cualosquier costas quel Duque debia ó injusta
bal que de Ubeda tenían tomado, é partiéronse para mente avia llevado , los mandaba luego en dinero
Jaon ; é levantado el coreo, en seguimiento dellos contado pagar, é quería que su hijo ol nuevo Duque
' fueron Dia Sánchez do Bciia-vides é Gonzalo do Sa- so rigiese é fuese gobornado cu tanto que fueso
yavedra é Carabajal, los quales, como quisiesen pa mozo por consejo do nobles cibdadauos escogidos
sar el rio indiscretamente, el Prior de San Marcos por el pueblo ; é luego escribió á los ginoveses ro
se afogó y el Prior do San Juan con seiscientos de gándoles afectuosamente que quisiesen estar en la
caballo é ochocientos peones se fué á la villa de An- fce que habian estado del Duque Francisco Esforza,
duxar, é en el camino ovo recuento con Don Fadri- é después do su hijo Galcuso ; ó tanta fué la virtud
quo Manrique, Hermano del Conde do Parodes, el do la Duquesa, que todas las cosas sosegó en tiempo
qual lo quiso defender ol paso de Guadalquovir, do tan dura é grave adversidad. En el qual tiempo
donde ovo entrollos cruel batalla on que murieron ol gran Turco ovo una gran vitoria contra los Alba-
muchos do ambas partes , pero al fin como fueso lesos por la pereza ó lloxcdad é discordia du los
mucha mas la gente del Prior de San Juan quo los Principes ; ó para más sin temor natural, dizque los
do Don Fadríque , que do súpito acacscíó que Don que le dieron tenínn en su casa fecha una estatua
Alonso de Aguilar que llegó allí, que quería pasar del Duque, al qual llegaban á dalle de manera que
á Ubeda con gran gente, como sintió la pelea do la cuando vinieron al efoto lo tenían ya perdido ol
gente, socorrió muy prestamente á la parto de Don miodo, ol qual fué día de San t Esteban.
Fadriquo su tío, ó no solamente lo dolibró, mas dos-
barató los enemigos , é mató é prendió dellos mas de CAPÍTULO XXXVII.
doscientos , é recobró la presa que de los arrabales
de Uboda habían traído éde allí el Prior de San Juan De la Embalada quel Santo Padre en estos Iteynos envió por el
Doctor Jliser Leonardo.
fué fuyendo con muy poca gente, andando do dia ó
de noche , ó oon gran peligro pudo llegar al castillo Grande ocasión dioron los Santos Padres de nues
de Consuegra donde sostuvo grandes trabajos y tro tiempo á las discordias ó daños do los príncipes
intolerables necesidades, fasta que ovo de dar la calhólicos, los cuales, como supiesen los escándalos
fortaleza, quedando menospreciado do sus propios ó desviaciones quo ontrollos pasaban, no con aquel
MEMORIAL DE DIVERSAS HAZAÑAS. 41
foivor 6 ardicnlo doñeo do bien uuivorsal ponían loa so do Fonsoca, nuevamente al Hoy Don Alonso
remedios que los antiguos Padres Santossolian bus reconciliados, y el Condo do Luna, Don Diogo For-'
car é con gran diligencia poner, mas buscando sus nandez de Quiñones, que poca gente tenia, y el
propios provechos, con desordinada codicia de los Conde de Miranda, Don Diogo de EstuDiga , que
Roy nos extraños, buscan nuevas ocosiones, y el Papa traxo fasta ochenta lanzas ; ó desdo aquesta guerra
Pablo do aquestos, mostrando que por dar libortad se conxuró el Arzobispo deTolodo nunca menos gen
al Arzobispo de Santiago, questaba oprimido por los te haber tenido que entonces, no creyendo podor ve
Grandes de Galicia, enviaba su embaxador Mister nir los cosas en el punto en questaban ; pero como
Iieonardo, varón grave y muy docto, el qual mas quiera que la gente quel Rey Don Alonso tenia ora
para buscar provechos para el Santo Padre, quo muy poca en comparación do la mucha quol Rey
por otra cosa, paresció venir en estos Rcynos, é á Don Enrique traia , pero habia en ellos hombres
ñn de conseguir su propósito mostraba por blandas muy nobles y estrenuos caballeros c muncho espe-
palabras, ansí A la parte del Rey Don Enrique como rimentados en las cosas do la guerra , que serian
á la del Rey Don Alonso, querer la concordia ; do todos en número ochocientos de caballo, en quo
la venida del qual otro ningún provecho se siguió ; podia haber docieutos hombres de armas, é la gen
é por trato del Arzobispo Don Alonso de Fonseca te dol Roy Don Enriquo serian mil é setecientos
en este tiempo se dió alguna suspensión en los ne de caballo é mil peones, en los quales habia ocho
gocios; é si agora por estenso se oviese descrebir cientos hombres de armas, é do la gente quel Rey
las formas é tratos, é juntamientos de gentes, é cer tenia falleciéronle el dia de la batalla bien docíen-
cos de cibdades é villas 6 fortalezas que so ficieron tas lanzas de guisa é luego que le no quedaron seis
desde la sublimación del Rey Don Alonso fasta su cientas. Al qual tiempo se llegó Don Enrique En
fallecimiento, mucho pasarían los términos de lo pro riques, hijo del Almirante Don Fadrique , con do-
metido en el exercicio desta obra, é por esto todas las cientos lanzas, é ansí menino Fernando de Fonseca,
otras cosas dexadas, solamente se fará esencion do hermano del Arzobispo de Sevilla, con ciento ó cin-
la batalla acaecida entre estos dos Reyes cerca de la quenta de la Condesa de Benalcazar, hija dol Con
villa de Olmedo, é de las cosas más principales acae de de Placencia, é de algunos comarcanos que lo vi
cidas fasta la muerte deste Roy Don Enrique. nieron so complió número do mil é trecientas lanzas,
en las quales todas podia haber quatrocientos hom
CAPÍTULO XXXVIII. bros do armas ; y el Roy Don Enrique con la gente
yo dicha partió do Tudclo con ol propósito ya di
¡>c li balalli 1ae 50 0,0 cerca (1c 'J l'c O'mcdo entre los Re cho, continuando su camino pora Olmedo enten
yes Don Enrique j Don Alonso. diendo quo según la poca gente quel Roy Don Alon
En este tiempo Don Pedro do Velasco , primogé so tenia, le convenia estar dentro do los muros de
nito de Don Pedro Hernández de Velasco, Conde Olmedo, ó locamente pelear, ó facer deshonesto
de Haro, que hoy os Condestablo , que algún tiem partido , ca entrellos no se facia mención de la ba
po habia seguido la parte del Rey Don Alonso, con talla, oroyendo que los del Roy Don Alonso no la
gran diligencia ayuntó todas las gentes quo pudo osarion dar , ó que si el Arzobispo locamente darla
en Castilla la Vieja para venir on ayuda del Rey quisiese, muy por cierta temian la vitoria ; ó vinien
Don Enrique, é ansi lo ficieron Don Diego Hurtado do ansí por el camino, cometieron de tomar la for
de Mendoza, Marqués de Santillanaé sus hermanos taleza do Yocar, qnes dol Conde do Miranda, ó no la
on la provincia de Toledo, é Don Beltran de la pudieron a ver; ó como ya Uegason quatro ó dos le
Cueva, Duque do Alburquerque, ó no monos el Roy guas de Olmedo. Como Don Qarciade Padilla, cla
Don Enrique , dexada la pereza que Bolia tenor , ni vero de Calatravo, que hoy es Maestre, fueso muy
pordonaba las despensas ni el trabajo; é queriendo noble y esforzado caballero y estuviese en ol cam
aver venganza do las cosas pasadas, con toda soli po con fasta cinquenta de caballo por mandado
citud so esforzaba de venir á poner el cerco sobre del Rey Don Alonso para ver la ordenanza quel
el Roy Don Alonso su hermano , que en la villa de Rey Don Enrique traia, visto por él la gente, lo fizo
Olmedo estaba ; do lo qual como el Roy Don Alon luogo saber al Arzobispo do Toledo é como el Du
so faoso certificado , como quiera que lo fallasen que Don Beltran de la Cuova un escudero dé la com
principales ayudadores, determinó con consejo del pañía dol clavero quel mucho conocia, dándolo se
Arzobispo de Toledo, Don Alonso Carrillo, ó de Don guro, le rogó que quisieso fablar con él, el qual to
Diego Hernández do Quiñones, Condo de Luna, do mando letras del clavero se llegó á la foblo , y el
dar la batalla con osa gente que tenia, si el Rey Duque le preguntó si crcia quo la gente do Olmedo
Don Enrique á la villa de Olmedo se acerrase ; é osase pelear con la que allí venia , y él le respondió
para la venir ayudar estaba muy poco tiempo ; é que no solamente lo crcia , mas era cierto quo si á
como el Marqués de Villena estoviese en la provin la villa de Olmedo so acercaban la batalla no so po
cia de Toledo empachado en diversas cosas , y ol dría oscusar ; do lo qual ol Duque riéndose tornó á
Conde de Placencia y ol Maestre de Alcántara es- decir si aquello que decia lo avia por cierto ; ol cual
toviosen mucho lexos para podor al tiompo venir, lo tornó afirmar, y ol Duque lo dixo quo si ansi fue
é solamente el recurso quedaba en el Almirante se él se ofrecia do le dar cinquenta mil maravedís do
Don Fadrique y ol Arzobispo de Sevilla, Don Alon juro, el qual toniéndogelo on merced lo aceutó , é á
42 CRÓNICAS DE LOS REYES DE CASTILLA,
ruego dol Duque estovo alli fasta que todas las ba en el contrario do lo qual los enemigos traían ; é ya
tidlas del Rey Don Enrique parecieron, lo qual el las batallas de los enemigos, cercándose muncho,
Duquo quiso facer, porque vista la muchedumbre las del Rey Don Alonso se pusieron á oncontrallo
de la gente que venia, lo dixese a los de Olmedo do las quales la primera llevaba Don Enrique En
parales facer temor; el qual incnsagcro so vino riques, hijo del Almirante Don Fadriquo, con do-
para Olmedo é dixo al Rey Don Alonso é al Arzo cientos é cinquenta do caballos suyos é del Conde
bispo todo lo pasado, é ávido su consejo , se deter de Luna, para palear con la primera batalla ; ó co
minó quel Rey Don Alfonso otro dia muy de ma
mo quiera quel Condo de Luna estaba muy mal do
ñana salioso con sus gontes á dar batalla a los que
una vioja ferida que en la pierna tonia, no doxó do
acercarlos querían. E dondo á poco el Rey Don ontrar on la batalla contra el querer del Rey, en la
Alonso fué certificado que los enemigos estaban qual fizo su deber como muy buen caballero, é lue
cerca; ó luego el Arzobispo do Toledo salió al
go Don García de Padilla , clavero do Calatrava
campo é ordenó su batalla ; ó aunque el Rey Don
con docicntos do a caballo, ó cerca del Fernando do
Alouso ora mozo , armóse de todo arnés ó salió al Fonsooa, hermano del Arzobispo de Sevilla con
campo, encima de bu caballo encubertado, ó con ciento ó cinquenta de caballo para pelear con el
ól el Conde do Miranda, hormano del Conde do Marqués de Santillana ó con el Obispo de Calahorra
Placencia, y el Obispo de Coria y otros algunos é con los otros sus hermanos, los quales tenian ol á
do los continos, los quales todos so pusieron de la siniestra del Rey Don Enrique. Contra la batalla
lante del Monesterio de Santo Domingo , que es
do Don Pedro do Velasco que mas fuerza traia, so
cerca de la villa de Olmedo, y el Rey Don En puso la batallo del Arzobispo de Tolodo con ciento
rique se apartó do sus batallas é con fasta troin- ó veinte hombres de armase docientos é quarenta
ta de los que mas quería seguirle ; é llamó á Mo- ginetes, los quales iban debaxo del pendón real é
sen Piores do Peralta , caballero navarro que do
cerca dellos iban ciento é cinquenta hombres de
aventura era allí venido por negociar con él, que
armas ó docientos é quarenta ginetes dol Conde de
era ávido por muy estrenuo é mucho eBperimentado
Placencia y de su hija la Condesa de Benalcazar,
on cosos do guerra, al qual rogó quisiese ordenar viuda, los quales gobernaba Pero de Outivoros. É
sus batallas, las quales ól ordenó en cinco ; on la
como súpitamente Don Podro do Volasco con gran
primera puso ul Coronel Juan Fernandos Galindo, ímpetu inudaso la orden do su batalla porquol sol
con trecientos do caballo ; é después del al Marqués dañase ú losenomígos, el Arzobispo do súpito pro
do Santillaua con dos osquadras do gonto , la una
veyó do manera que aquello no hobioso lugar , ó
do cien hombres de armas, ó la otra do ciento
Don Enrique, hijo del Almirante é Fernando 'de
de ginetes; é cerca dól venia Don Beltran de
Fonsoca, con tan grande animo finó en los enemigos
la Cueva con cient hombres de armas ó ciento cin-
que fué cosa maravillosa, los quales polcaron con
queuta ginetes; ó cerca dcsto venían hasta mil ol Duque de Alburquerque, el qual se ovo muy va
peones ó con ellos cinquenta de oaballo ; é luego lientemente en la batalla, ó con él algunos nobles
venia Don Pero de Velasco con docicntos ginetes é que en su compañía venían, é con todo eso se vido
quatrocientos hombres de armas ; ó como ol Roy en tan gran peligro , que oviera de ser muerto ó
Don Enrique viese las batallas dol Rey Don Alon proso , é salvóse por la bondad de su caballo , que
so con tan poca gento, maravillóse mucho del Ar como llovase las riendas cortadas é llevase cubier
zobispo de Toledo osar pelear con tanta muche tos el cuello é testera, salvó á su Señor metiéndolo
dumbre de gente quanta él traia, lo qual ninguno entre su gente ; ó Don Enrique é Fernando de Fon-
de los que alli veniau podían hacer. El Rey Don seca, hermano dol Arzobispo , peleaban como muy
Enrique determinó que antes que la batalla so die valientes caballeros; on la qual batalla Fernando
se, fuese enviado inensagero al Arzobispo de Tolo- de Fonsooa fué ferido de dos feridas muy grandes
do, ol qual fué un religioso de la Orden de la ó dende á siete dios que fué la batalla murió, é con
Trenidad, acompañado do un trompeta, el qual lle todo eso nunca dexó do pelear ; el qual siempre en
gó al Arzobispo é le dixo que ol Rey Don Enrique la batalla fué acompañado de dos oscuderos suyos
le enviaba decir quisiese no empachar su camino, que al fin fueron allí muertos. El Arzobispo do To
quél quería seguir para la villa de Medina del Cam ledo con animoso corazón esforzaba sus gentes ó pe
po sin intención de haber batalla ; al qual el Arzo leaba como caballero muncho esforzado; é como
bispo respondió quo dixeso á Don Enrique que otros quiera quol brazo izquierdo le fuese pasado de un
munchos caminos pudiera tomar si quisiera para ir encuentro de lanza, nunca por eso dexó de pelear de
á Medina, sin acercarse tanto á Olmedo, sin perjuicio tal manera, que munchos de los que poco ante pen
ni ofensa dol Rey Don Alfonso ; pero como parecía saban ser vencedores iban fuyendopor esos campos;
questo á sabiendas so facia por ir á vista de los dos otros fallaban resistencia é desamparaban las ban
exércitos dondo vergüenza ó batalla se siguiese, é deras , é Don Enrique Enriquez é Pero de Fontivo-
como escusarla lo fuese mejor, debia desde alli tomar ros siguieron munoho el aloance de los que ansí
otro camino porquo por alli no podia pasar sin la ba fuian ; é como ya se volviesen cansados , recon
talla, la qual en las manos tenia. E luego ol Arzo taron oon alguna gente de Iob enemigos quo ha
bispo, ordenadas sus batallas, puso sobre si su cota bían fuido y estaban muncho apartados de donde
de armas é un estola colorada con cruces blancas, se fuian, é alli fueron presos. En tanto el Arzobia
MEMORIAL DE DIVERSAS HAZAÑAS. 43
po de Toledo peloaba con grau vigor en medio de quo docientos ó quoronto, eutro loa qualqs fué preso
las batallas de los enemigos, contra el qual polcaba Arnap do Solier, hermano de Juan do Velasco, va-
Don Pedro do Velasco como caballero muy esfor ron noble y muy esforzado quo en esta hatallamuy
zado , é los que primero rompieron en el lado iz valientemente so ovo. El Arzobispo do Toledo nun
quierdo de la batalla de Don Pedro de Velasco fue ca dexó de pelear aunque estaba munoho ferido, fas
ron Girónimo de Baldevieso é Bartholomó Malaver ta que en el campo no fallaron con quien, é ansi
6 Alonso Cano, que iban hombres de armas, é por estovo fasta la noche ser tenebrosa. E los que mas
enxemplo do aquellos munchos otros entraron sin valientemente so ovioron en esta batalla do la par
temor é desbarataron aquella ala de Don Pedro de te dol Rey Don Enrique, fueron Don Podro do Ve-
Velasco ó los mas de aquellos so socorrieron á las lasco é munchos de los suyoB, y el Duque Don Bel
batallas del Marqués de Sautillana ó del Duquo Don tran y gran parte de los suyos, y el Marqués de
Beltran. E paresciendo d los del Rey Don Alonso Santillano, y el Obispo do Calahorra c algunos de
que oviesen la vitoria no mirando qnauta gonte en los suyos, é Juan Fernandoz Galindo, é Martin Ga-
tera quedaba debaxo do la bandera de Don Pedro lindo, su hijo, ó Barrosa, hijo do Barrasa el viejo, é
de Velasco, que ero la mayor fuerza quol Rey Don munchos otroB cuyos nombres no so saben. E los
Enrique tenia, comenzaron á robar, y en diversas que de la parte dol Rey Don Alonso mas valiente
partes diversa fortuna seguía á los unos é a los mente se ovieron fueron el Arzobispo de Toledo, é
otros, porque algunas partes parecieron vencedores Don Enrique Enriquez, hijo del Almirante Don Fa-
los del Rey Don Enrique y en otras los del Roy Don drique, Mayordomo mayor quo fué después dol Roy
Alonso; ansí fueron tomadas diversas banderas asi Don Fernando de Castilla y de Aragón, en cuya he-
de los unos como de los otros ; que por la parte del renoia sucedió el Conde de Alba do Listo, su nieto
Rey Don Enrique fué tomada la bandera del Arzo y Don Enrique , hermano del Conde quo vivo en
bispo de Sevilla, en tanto que su hermano Fernan Bacza, y el Condo de Luna, ó García de Padilla.
do do FoiiBcca siguió el alcance do los adversarios Clavero do Calatrava, ó Fernando de Fonseca, her
que iban huyendo, ó fué tomada la bandera del mano dol Arzobispo do Sevilla, y Troyllos Carrillo,
Clavero de Calatrava ó las banderas dol Condo de ol Condo de Rivodco, Juan do Vivero ó Poro do
Placencia é su hija la Condesa do Benalcazar. Por Fontiveros, Qironimo do Valdovicso é Bartholomó
la parte del Rey Don Alfonso fueron tomadas siete do Malaver , é Marehena ó Corriaso. E ya pasa
banderas, en las quales fué la de Don Pedro de Ve- da alguna parto do la nocho, el Arzobispo de To-
lasco, ó dos bandoras dol Marqués do Santillano, o lodo so fué para ol Rey Don Alonso, al qual halló
otras dos del Duque Don Beltran, ó un pendón roal dondo lo habió doxado; é recogida toda lo gente
del Rey Don Enrique , que venia metido en una autos quel Roy entrase en la villa , guardando la
arca. Abí fné tan dudosa esta vitoria, que no es órden quo en las batallas se suele tener, ol Rey Don
quien pudieso verdaderamente juzgar qual do las Alonso mandó facer muy grandes fuegos en el cam
partes enteramente la oviese ávido ; é duró esta ba po é Be pregonó la vitoria ávida por él , é las batido
talla por espacio de treB horas, é por maravilla se ras que por bu parto fueron tomadas fueron colga
halla aver acaescido batalla do la manera que aques das en la plaza de Olmedo, en scGal do la vitoria
ta ; la suma do la verdad es quo como el Roy Don ávida por él do su adversario, y el Roy Don Enri
Enrique en el comienzo do la batalla vioso los su quo escribió á manchas cibdades é villas dcstos
yos huir con fasta quarenta de a caballo, se fué á Reynoe faciéndoles saber como habia peleado en
mas andar á una aldea quo se llama Pozaldos, quus campo con su adversario ó avia ávido la vitoria del.
á legua y media do Olmedo , ó alH esperó donde La fama desla batalla voló por divorsas partes, do
ovo diversos mensajeros que divorsas nuevas le lo qual cada uno hablaba según ol partido que 80-
traian de lo que en la batallase fació, ó muy gran guia; é como el Roy Don Enrique oviese visto ir las
parto de la gente del Rey Don Enriquo fuyó, de lo cosas en otra manera quél pensaba, envió á gran
qual unos fueron á la villa de Cuellar, é otros á Va- priesa á llamar á todos aquellos de quien creia ser
lladolid é á Simancas ; é de los que mas firmes do sorvido é ayudado, y ontro aquellos so vinieron pa
su parto cstovieron fueron los do Don Pedro do ra él todos los quo do la batallo de su porte habían
Velasco ó del Duque Don Beltran , é de los de la huido , é luego bo comenzó por diversas partes dcs
parto del Roy Don Alonso fuyó casi la tercera tos Reynos la guarro do que grandes daños en él so
parte, é otro tanto se ocupó on el robo, en que poca giguieron, é la cibdad de Sogovia so tomó por el Rey
honra ganaron, é la otra tercia porte peleó valien Don Alonso, do que gran caimiento bo siguió al
temente como en ella quedasen munchos hombres Rey Don Enriquo ; la qual tomada , croció tanto el
hijosdalgo é buenos. De los do la parto del Rey partido del Rey Don Alonso, que se juntaron con
Don Enrique quedaron muertos on el campo qua él cerca de seis mil lanzas, é á grau pono quedaron
renta, é de los dol Roy Don Alonso ciento, é de amas con el Rey Don Enrique dos mil, el quol, mengua
partes murieron docientos é ochenta caballos, ó mun do de consejo, determinó de bo ir pora Coca, don-
chos otros murieron después, ansi de la una parte del Arzobispo de Sovilla estaba, al qual encomendó
como de la otra, do !os que fueron feridos en esta todos bus hechos, dexóndolos o bu arbitrio é volun
batalla, en la quol de la parte del Rey Don Alonso tad, é para certidumbre desto le dió en prendas la
fueron presos sesenta, é de los del Rey Don Enri hija do la Royna quel suya llamaba ; é los Grandes
44 CRÓNICAS DE LOS REYES UE CASTILLA.
que al Rey. Don Enrique siguian determinaron de causa suya no quedaría do venir á toda honesta
no ir ú bus tierras. El Marqués de Santillana<é bus compusicion , rogándoles en esto ningún engaño ni
hermanos se fueron á Guadalnxara, y el Conde de tardanza oviese. Estas cosos dichas por el Rey Don
'Previno ú Najara, é ansí lo ficieron todos los otros Enrique , todos los de la parte del Rey Don Alonso
movidos ; é se determinó que para dar alguna con se apartaron é ovieron consejo con sí su lo que de
cordia entre estos Reyes, el Rey Don Enrique vi bían responder, como quien seria el quo por todos
niese al Alcázar do Segovia quo por él estaba , con respondiese ; é fué dado el cargo de la respuesta al
seguro é voluntad del Roy Don Alonso que en Se Condestable de Castilla Don Rodrigo Manrique, no
govia estaba , ol qual vino allí y entró en el Alcá solamente por ser un caballero anciano é muy gra
zar solamonto con cinco de ínulas, dexondo de. fue cioso y esforzado , mas por ser muy discreto y elo
ra toda la gente do caballo que traia , de la qual ve cuente ; el qual en ol exordio de su fabla loó mu
nida, como fué certificado el Rey Don Alonso, ca cho las cobos dichas por ol Rey Don Enriquo, que
balgó é andovo por toda la cibdad faciendo u todos riendo después de tantas sospechas dar via ó lugar
saber como la venida de su hermano en el Alcázar alo paz; é descurríendo por su fabla, comenzó á
era por su consentimiento, y en el dia siguiente se increpar á cualesquiera quo habían comenzado la
acordó que se diese el hábito é los pendones del guerra , é diciendo que si el Don Alonso era su
Maestre de Santiago á Don Juan Pacheco, Marqués blimado, é ávido por Rey, avia sido por justas é
de Villena, lo qual so puso anuí on obra en la Igle verdaderas causas , las qualcs por todos oran clara
sia mayor do aquella cibdad, donde los meamos au mente conocidas, á lo qual facer la debida lealtad
tos ó corimoniau avian sóido fechas tres afios avia á do ánditos les obligaba, ó aquella mesma les costro-
Don Deliran do la Cueva por Maestro de Santiago, ñia siempre á sostener su honor é guardar bu servi
é allí los electores del Maestrazgo é los otros co cio , como las leyes destos Reynos le disponían é
mendadores besaron la mano á Don Juan Pacheco mandaban. Estas cosos así dichos por el Condesta
por Maestre do Santiago , é le fué tomado el jura ble, comenzóse á entender en lo que se debia dis
mento é pleito homenage acostumbrado ; en el qual poner del Alcázar do Segovia, é concluyóse quol
tiempo se acordó que la Rey na saliese del Alcázar ó Rey Don Enrique alzase el pleito homenaje á Pe
viniese á la Iglesia mayor, donde le esperaban los rucho, Alcayde de aquel Alcázar, é lo diese al Maes
Maestres de Santiago ó Alcántara, é los Condes de tre de Santiago, é diese á Perucho, Alcayde , el Al
Placcncia, é de Alba de Tormes, é Don Enrique En- cázar de Madrid ; é Perucho como temiese loe cosas
riquez, Condo de Alba de Liste , é Don Alonso Enri- de la concordia é no llevar fundamento de verdad,
quez , primogénito del Almirante Don Fadriquo, y requirió al Rey que no entregase aquel Alcázar á
el Condestablo Don Rodrigo Manrique, y ol Conde ningún caballero. El Rey , teniendo en poco el re
de Cifuentos , é Gomoz Manrique , é García Manri querimiento do Perucho, entrególo á Don Juan Pa
que, hermanos del Condestable, é juntos todos estos, checo, Maestre do Santiago, y ol Rey Don Enriquo
ol Rey Don Enrique les dixo que notorio era á to se fué á Madrid. Como todos los negocios estaban
dos ellos quantas turbaciones é daños é males oran en gran peso é avian de verse en ellos munchas co
venidos en los Roynos de Castilla é de León des sas , acordaron de dexar por entonces la determina
pués quo los Grandes dellos , ansi prelados como ción dellos, é por todos so acordó quo desasen en
caballeros, é todos los otros eran divisos é por ar depósito, en poder del Conde de Placencia é del Ar
mas contendían si el cetro Real destos Reynos per zobispo de So villa, todas las joyas de gran precio en
tenecía á él ó á Don Alonso su hermano quo por el Alcázar de Madrid , donde quedase Pero de Fou-
alguno dellos habia sido sublimado en estado real, tiveros, é un hermano de Perucho, y el Rey dióá
como á ellos fuese notorio estos Reynos él oviese Poro de Fontiveros , en nombre del Conde de Pla
ávido por dorecho hereditario, después de falleci cencia muchas joyas que se avian prometido. En
miento del Sofior Rey Don Juan su padre, é los este tiempo el común de la cibdad de Toledo envió
oviese poseido pacificamente algún tiempo por vo á suplicar ol Rey Don Alonso por sus mensajeros
luntad de todos, ninguno discrepante, é la dispo- que le pluguiese aprobar todas las cosas que en
rencia mostraba cuanto mas cada dia los daños se aquella cibdad eran fechas contra los conversos, ó
acrecentaban , si por el camino comenzado oviesen hiciese merced á los que poseían sus bienes é oficios
de proseguir , lo qual él todo deseaba mucho escu- que libremente los poseyesen ; á los quales el Rey
aar, é con todas sus fuerzas le placía buscar la paz respondió que no pluguiese á Dios quél aprobase
ó fuir toda discordia é rigor, é por eso, dexado todo petición tan injusta é tan inicua, que su intincion
bu exército con poca gente , avia ido á la villa de no era agraviar á ninguno ni tomar á persono lo su
Coca, ó do allí era vuelto on el Alcázar de Segovia, yo sin justas causas , siendo los tales oídos ; é dixo
donde las partes estaban , é á él placía no refusar al Alcayde Fernán Sánchez Calderón, que era el
ninguna condición por venir á la paz aviendo con principal mensajero: «Bachiller, mucho soy ma
fianza en los homenajes é juramentos pasados on- ravillado de vos, por ser hombre de letras do buena
trellos, é su honor é libertad é fortuna é todo lo en fama é acetar tan inl'.uno é deshonesto embaxoda,
comendaba al arbitrio dellos , ó si en otra manera, suplicándome que yo diese autoridad á los malos,
según lu calidad de los negocios, ti la sospecha se no suluinento aprobando bu maldad , mas :mo se les
diose lugar, mucho dañosa sería la tardanza, é por diesen las fociendas de los robados, i El qual res
MEMORIAL DE DIVERSAS HAZAÑAS. 45
pondió al Rey : que no pluguiese á Dios quél oviese la vista por grandes cataratas que so le habían fe
tomado aquel cargo, salvo por haber lugar de ma cho ;é como el Rey tuviese muy gran corazón, tra
nifestar á su eselencia las maldades fechas por bajaba con maestros que del curaban que se quita
aquellos malvados robadores, los quales afirmaban sen laB cataratas con fierro, lo qual la Reyno como
que si lo por ellos demandado no les otorgaban, soberanamente lo amase, diferia de dio en dio, te
que darían la obidencia al ltoy Don Enriquo, al qual miendo quo dol dolor en las quitar, lo podría ocurrir
el Rey respondió : «fagan lo que quisieren, según otro mayor dafio ó peligro , do lo qual tan gran cui
sn maldad, tanto que no sea á cargo mió ; é yo co dado lo Reyna tenia. Ansi con ol enojo del trabajo
mo á malos los entiendo de castigar que no es mi del Rey, como de no poder remediar en lo quo tonto
voluntad de facer mercedes i los malfechorcs; asaz deseaba, le vino callenturo , de tal manera , que en
les debe bastar que las cobos tan mal fechas por trece dias del mes do Febrero, del dicho afio la Illus
olios posen so disimulación por la tribulación del trisima Reyna partió dcsta vida en edad floreciente,
tiempo ; mas que las cosas nefandas 6 aborrecidas despueB de aver recebido todos los sacramentos con
yo haya de confirmar, deshonesta é torpe cosa se muy gran reverencia é contrición ,.fablando muy
ria, n Estas cosos ansí pasadas, el Rey bo partió pa cathólioamente, en consolación del aílexido señor é
ra Arévalo y llevó consigo la Illustrisima Princesa marido, sin aver memoria de cosa alguna do las
su hermana, lo qual deudo pocos dias llevó a la vi temporales, do donde so cree sogun sus virtudos ó la
lla do Medina del Campo, d la qual dió la posesión forma quo en su vivir tovo é la niuorto gloriosa
dolía con todas las reñías qno lo pertenecían ; y en quo ovo , sor cibdadmia en aquella soborana cibdad
comienzo del afio de mil é quatrocientos ó sesenta á que todos sospiramos; para lo qual creer, allondo
y ocho afios se comenzaron á romper las cosas en de lo dicho, se afirma por hombres muy dinos de
Segovia asentadas é ordenadas; ó la Reyna DoBa fée que en el punto quo la Reyna espiró tan suave
Juana se fué á Alahejos con el Arzobispo de Sevi olor procedió do su cuerpo, quo sobraba á todos los
lla, y ol Rey Don Enrique so partió pora Placeucia, olores naturales, de que todos los presentes se ma
é los Maestres de Santiago 6 Alcántara, ó los Condes ravillaron ó ovieron por muy bien aventurado su
de Placencia, ó do Alba de Tormes, ó de Alba de Lis fallecimiento. Dificile cosa seria do contar, é mun-
te se juntaron en Peñaranda ; é como en el ayunta cho mas de creer, con la paciencia quel Serenísimo
miento se apuntasen munchas cosas en perjuicio del Rey comportó tan gran pérdida cu edad ton decré
Rey Don Alonso, el Obispo do Coria Don Iñigo Man pita como la suya; é luego quiso esperimentarsi se
rique , varón muy noblo ó muy ontero defensor del ria cierta la espirencia do poder recobrar la vista
bien destos Reynos, sabiamente é sin temor fizo quo por los físicos bo afirmaba; ó lo qual, ayudauto
protostocion en nombre del Arzobispo do Toledo ó nuestro Scfior, los cataratas 1c fueron quitadas é la
del Almirante Don Fadrique, su tio, ó del Condes vista le fué retornada en tal manera , que conocia á
tablo Don Rodrigo Manrique ¡ su hermano, é do los quien quiera, é afirmaba su nombro tan bien como
tres Estados de los Reynos de Castilla é de Lcon en el tiempo quo cataratas no tenia.
que no consintió ni consintió en cosa alguna de lo
que allí era acordado, lo qual, si ansí oviere de pa CAPÍTULO XL.
sar, seria en gran dafio é perdimiento destos Rey-
nos é del verdadero poseedor del cetro , de los que De la dolornsa muerte del inocente Rey Don Monto el onceno de
era el Rey Don Alonso ; y ansí discordes so partio- este nombre en Castilla y en Lcon.
ron, y el Roy Don Enriquo se fué para Guadalupe, Como on osto tiempo ou la villa do Arévalo, do ol
el Arzobispo de Sevillo poro Alahejos, y el Maestre Roy Don Alonso estaba muriesen do pestilencia,
de Santiago y oí Obispo de Coria se volvieron á acordóse que donde se partiese, é partió de Arévalo
Arévalo para el Rey Don Alonso , donde acaso un postrimero dia de Junio , y llegó ó Cardefiosa, qua-
dio ántes del alba, yendo el Rey Don Enriquo de Bt & dos leguas de Avila, é con él la Serenísima
Santijusti para Olmedo, topó con el Obispo de Co Princeso Dofia Isabel, bu hermana ; é como se asen
ria Don Ifiigo Manrique, donde pensaron Iob que tase á comer, entre Iob otroB manjares fuéle traído
con el Rey iban que lo mandara matar ó prender, nno trucha en pan, quél de buena voluntad comía;
antes le trotó bien é Iedixo: «Tio, ¿dónde is? — A é comió della aunque poco, y luego en punto lo to
tal porte.— Ando con Dios.»— Y á los del Rey pesó mó un euefio pesado contra su costumbre, é fuese á
por no prenderlo. acostar en su cama sin fablar palabra á persona, é
durmió allí fasto otro dia á hora de tercia , lo qual
CAPÍTULO XXXIX. no solio acostumbrar ; é llegaron á él los de su cá
mara, é tentaron sus manos é cuerpo, é no le falla
De la muerte de la llnstrlsima Reina üofla Juana, muger del ron callentura, é como no despertaba, comenzaron á
Re; Don Juan de Aragón.
dar voces, y él no respondió, é al clamor é grandes
En esto tiempo falleció on la cibdad do Tarrago voces quo daban, ol Arzobispo de Toledo y el Maes
na la Illustrisima Reyna Doña Juana, hija del Al tre de Santiago y ol Obispo de Coria con la Sofiora
mirante Don Fadriquo, muger del preclarísimo Rey Princesa vinieron, a los quales ninguna cosa habló,
Don Juan de Aragón, siendo presente el Rey su ó tocaron todos sus miembros, é no le follaron lan
marido, el qual habió tres afios que ora privado de dre ; ó venido el físico á gran priesa, lo mondó san-
46 CRÓNICAS DE LOS REYES DE CASTILLA.
ginr, ó ninguna sangre le Balió ; é linchóse la len
gua, é la boca ko le paró negra , ó ninguna señal de CAPÍTULO XLI.
pestilencia en él pareció ; é asi desesperados de la
vida del Rey los que munclio lo amaban , mengua De la variable turbación en que fueron puestos los tres estados
tiestos Uejnos después de la muerte del Itcy Don Alonso.
dos de consejo daban muy grandes voces, suplican
do á nuestro Señor por la vida del Rey : nnos fa La dolorosa é acelerada muerte del Rey Don
cían voto do entrar en religión ; otros de ir á muy Alonso debe ser asaz cierta prueba a todos los mor
largas romerías ; otros facian diversas promesas, é tales de la vana é poca firmeza de las cosas tiesto
sin ningún remedio el inocente Rey dio ol espíritu mundo y do las cosas del nuestro Rey Don Alonso.
á aquel que lo crió, en el quinto dia del mes de Ju Como dicho es, los tres' estados destos Reynos fue
lio del nfio de nuestro Redentor de mil ó quatrocien- ron puestos en tan variable turbación, quo los unos
tos é sesenta ó ocho años ; lo qual más se cree ser quedaron como atónitos, y los otros como triunfan
yerbas que otra cosa, porque, aunque era de poca tes ó vencedores, é los neutrales no menos ansiosos
edad, parecíales tilos principales que con él esta é tristes que los primeros , creyendo quedar so la
ban que seria más recio en la gobernación que su única é dura gobernación del Roy Don Enrique, á
hermano, y como personas questaban mostrados A los quales sola una esperanza quedaba ; esta era,
sujuzgar A su hermano, quisieron despachar A esto que como conociesen á la Ilustrisima Princesa Do
tro por tornarse al otro , el qual dicen que inunchas ña Isabel, su verdadera heredera destos Reynos, en
veces se oviera ido A su hermano si no le ovieran quien ya iban conociendo muy grandes virtudes en
puesto guardas. Vivió esto Rey Don Alonso catorco tan liorna edad, creían quo iría a tomar la corona é
años ó sois meses é seis dias ; rey nó dcsdol dia do gobernación dellos, pues do derecho lo pertenecían,
la sublimación suya tres años ó un mes. Tan gran- la qual como después do la muerte del Rey Don
dofuó el dolor que todos de su muerte ovieron, que Alonso se faeso á la cibdad de Avila, desdo allí es
sobró A todos los dolores que por muertes do Prín cribió A todas las cibdades y villas tiestos Reynos,
cipes se Huelen facer, y esa noche de la muerte su faciendo saber el fallecimiento del Roy Don Alon
ya el Obispo de Coria cou los criados del Roy é con so su hermano, l rayéndolos A la memoria la lealtad
los suyos se fué ¡l Arévalo con el cuerpo suyo , ol que les obligaba A que la o viesen por legítima su-
qual fué sepultado en el Monasterio do San Fran cesora en estos Reynos y señoríos ; la qual fué allí
cisco fuera de los muros de aquella villa. Afírmaso requerida, no solamente por muchos de los Gran
por munchos que en la mesma hora quel Illustrísi- des dellos, mas por las mas cibdades é villas quo al
mo Rey Don Alonso dcsta vida partió, murieron Rey Don Alonso obedecían, quo tomase la gober
munchos de diversas enfermedades por algunos lu nación y titulo de Reyna pues le pertenecía como
gares de las cilidadcs de Avila é Scgovia, los quales á verdadera heredera del Rey Don Alonso su her
revelaron ú la hora de su muerto su fallecimiento é mano ; ¡i lo qual la Serenísima Princesa respondió
su eterna folicidad, mayormento los niños, los qua quo nunca pluguiese A Dios que viviendo su herma
les dixeron aver do ir á la gloria en compañía del no el Rey Don Enriquo, ella tomase la gobernación
Rey Don Alonso, el qual aquella hora daba el espí ni titulo de Reyna de Castilla ; y lo quo entendía de
ritu A Dios. El Arzobispo de Toledo y el Maestre do facer seria que trabajaría con su hermano quanto A
Santiago partieron luego con la Serenísima Prince ella posible ftieso porque tuviese otra forma en la
sa Doña Isabel , legitima heredera destos Reynos gobernación destos Reynos que fasta allí había te
para la cibdad de Avila, donde fué requerida por nido, y como quiera que desto fué muchas veces
munchos do los Grandes que luego se llamase Rey- requerida, nunca le pudieron de su propósito mu
na de Castilla é de León ó tomase la gobernación dar.
dellos, pues do derecho le pertenecía; el qual re.
quirimieuto le fué ansí mismo fecho por todas las
CAPÍTULO XLII.
cibdades é villas que al Rey Don Alonso obedecían
pues Don Enrique su hermano por sus deméritos De la variedad de consejos que entre los Grandes oto para dar
avia perdido el cetro Real ; A los quales la Illustrísi- orden en la gobernación destos Iteynos, é do como se de
terminó que l;i Princesa lioñ i Isabel se viese con el Itey [Ion
m.i Princesa respondió que, pues A nuestro Señor Enrique, 6 de las cosas que se asentaron cerca de los toros de
avia placido llovar tiesta vida al Rey Don Alonso Guisando; í do como la Princesa Doña Isabel fué allí jurada
su hermano, que tanto viviese el Rey Don Enrique, por el Itcy Don Enrique y por todos los Grandes y Procurado
ella no tomaría la gobernación, ni se llamaría Rey- res de Cortes por le¡¡itima bcredera y suecscra en estos
Reynos.
na, mas procuraría con todas bus fuerzas como el
Rey Don Enriquo viviese ó gobernase mejor estos Como el Rey Don Enrique fuese gobernado é no
Reynos quo lo habia fecho en ol tiempo que pacífi gobernador, avia gran turbación en las cosas ties
camente los poseía. De dondo so pudo bien conocer tos Reynos é óvose do dar forma que la Princesa,
quanto fué grande la virtud dcsta preclarísima juntos los Grandes dellos, se oviese de ver con el
Princesa ; en lo qual ú todos dio cierta esperanza de Rey Don Enrique, A la qual vista el Arzobispo de
ser tal que después en todo se ha mostrado. Toledo no daba consentimiento, conociendo la
poca firmeza quu en el Rey Don Enrique avia ; é ú
la fin el Maestro de Santiago Don Juan Pacheco,
MEMORIAL DE DIVERSAS HAZAÑAS. 47
tanto ovo de trabajar, que la vista so concluyó, pa gó á él, y muy quedo le dijo que besase la mano al
ra la qnal so acordó que la Princesa partioso del Rey ó lo ficieso ol acatamiento qno debia ; ú lo (pial
monesterio de monjas ques fuera do la cibdad de el Arzobispo de Toledo respondió que ninguna cosa
Avila y se fuese á la villa de Zebreros, lugar llano él faria fasta quel Roy la declarase por legitima
de la dicha cibdad , donde la Princesa se detuvo al heredora é sucesora destos Reynos ; ó luego el Rey
gunos dias, y con ella el Arzobispo de Toledo con on presencia do todos los Grandes susodichos, on
docientas lanzas en su guarda, é los Obispos de las manos del Legado juró la legitima sncosion des-
Burgos 6 Coria, en tanto quel Maestro do Santiago tos Reynos pertenecer á su hormana la Princesa
era ido á se ver con los Condes de Plasencia é Be- Dofia Isabel, verdadera heredera dellos, ó do todos
navente é con el Arzobispo de Sevilla, los quales los otros sefiorlos quo so el cetro dellos se cuontan,
todos acordaron que la Princesa se viese con el Bey no embarganto las cosas por él fechas antes de en
Don Enrique su liermnno en la villa de Cadahalso. tonces, en favor de Dofia Juana, hija de la Reyna
E las cosas estando en este estado y el Arzobispo Dofia Juana, con juramento é solenidad do los Gran
teniendo gran sospecha desta vista, de súpito llegó des deatoB Reynos é de los pueblos, según la costum
tanta gente del Bey Don Enrique en torno de la bre de España, lo qual todo avia por vano é por nin
villa, que la cercaron toda en torno , de lo qual el guno, como ya él fuese amigo de la verdad é do to
Arzobispo ovo muy gran turbación, é pensó que to da malicia enemigo ; lo qual afirmó por espontáneo
dos los que estaban en aquella villa serian presos ó juramento, é dijo que ante Dios y ante los homhres
mnertos ; é no sabiendo darse remedio , recurrió al confesaba aquella DoQa Juana no fuese por él en-
consejo de la Princesa ; la qual , como quiera que jendrada,la qual la adúltera Reyna Dofia Juana
mucho se maravillase de aquella novedad é dello habia concebido de otro varón , ó no dél ; ó por eso
toviese gran desplacer, rogó afectuosamente al Ar no queriendo engañar la lojltima sucesión destos
zobispo que en aquel caso no atentase fuída ni otra Reynos, esto avia querido confesar para confirma
cosa siguieso, salvo lo quel Maestre ordenaso, ol ción del derecho hereditario de la Princesa Dofia
qual creia que todas las cosas traerían al fin qne de Isabel, su hermana. E las cosas dichas ó puestas en
seaban, paralo qual convenia disimular el miedo, 6 forma jurídica é corroboradas por instrumento con
ir donde quiero que el Maestre quisieso , y en esto gran ruido de trompetas ó gran solemnidad do to-
no dudase ni temiese, que donde su persona estaba, doB los Grandes quo ende estaban por si é por los
no solamente de la muerte seria seguro , mas no se misentes, é por los tres estados destos Reynos, bo-
trataría cosa que no fuese en el acatamiento do su saron la mano á la Princesa Dofia Isabel , á la qual
honor y estado. Y estando las cosas eu este punto, todos juraron por Princesa é verdadera heredera
acordóse por ciertos mensajeros quo allí vinieron destos Reynos. E luego la Princesa mandó escrehir
qno asi los que estaban en Zebreros como los qne ciertas letras dirigidas al Arzobispo do Toledo do
estaban en Cadahalso con osporanza viniesen a la las quales el tonor es el quo signe : «Dona Isabel por
mitad del camino , á una casa que es cerca de los nía gracia do Dios, Princesa legitima heredera des.
Toros do Quisando, donde la viBta del Bey é de la utos Reynos de Castilla ó de León, mirando como
Princesa se había do facer, é alli la Princesa Dofia «vos el reverendísimo in Christo padre Don Alonso
Isabel , vino con ella ol Arzobispo de Toledo y el «Carrillo, Arzobispo de Toledo, primado de las Es-
Obispo de Burgos c do Coria é con ellos docientos npafias, Chanciller mayor do Castilla, tio mió, se-
de caballo ; é de la otra parte vino el Rey, ó con él nguistes en el tiempo pasado muy fiehncnto on scr-
el Maestre de Santiago y el Arzobispo de Sevilla, y » vicio de mi señor normano el Rey Don Alonso,
el Obispo de Calahorra, é los Condes de Placencia «cuya ánima Dios haya, y en la tutela do la suce-
é Benavente, ó Miranda, é Osorno, é Pedro López de usion destos Reynos con grandes trabajos ó solici-
Padilla, Adelantado de Castilla, ó otros muchos ca » tnd do vuestra persona é gentes fecistes grandes
balleros con fasta mil y trescientos de á caballo , y Despensas, como muy leal é verdadero servidor ó
allendo destos vinieron con el Rey Don Antonio do n pariente, é aquollo mesmo aveis siempre procura
Veneris, Obispo de León, Nuncio Apostólico Lega ndo después de la muerto del sofior Rey Don Alonso
do del Santo Padre Pablo II ; el qual vino alH por » mi hermano , lo qual todo os muy gran cargo é
que todas las cosas quo en aquel ayuntamiento pa atengo en voluntad de siempre vos lo conocer cu
saban se hiciesen con su autoridad y mandado, por nregra de ser satisfaciéndovos en todo lo quo á m(
que para siempre quedasen válidas é firmes, porque nposiblo será; é como quiera quo después de la
todos los rigores é dafios en estos Reynos cesasen y «muerto del señor Roy Don Alonso mi hermano, yo
do los autos on esto ayuntamiento fochos resultase «pudiera tomar el titulo é corona destos Reynos si
pacifica holganza é conocimiento do la verdadera «quisiera, dejólo do facer acatando los inconvinicn-
subecsion destos Reynos. E como so acercasen los » tes de guerras que se pudieran seguir en estos Rey-
unos de los otros, el Arzobispo que traia á la Prin «nos entre el señor Don Enrique, mi hermano é m(;
cesa, dejó la rienda , é la Princesa se llegó al Rey iió por quitar de fatiga á vos é á todos los otros
por le besar la mano , el qual no se la quiso dar por «Grandes quo aveis seguido é seguís, é por eso con
mucho quella lo porfió ; y en todo esto ol Arzobis «buena igualdad yo soy acordada con el señor Rey
po ningún acatamiento ni reverencia fizo al Rey ni «Don Enrique, mi hermano, asf sobro la sucesión
habló á ninguna otra persona, ó la Princesa so lle «destos Reynos, que después do su vida á míperte-
48 CRÓNICAS DE LOS REYES DE CASTILLA.
» uceen , como sobre el título de los otras cosas á «de Dios é por lo que cumple al bien é tranquilidad
«ello concernientes. Por ende, yo vos ruego é man- »é sosiego destos Reynos. E Yo en virtud del po-
» do que si complacerme deseáis éá mi mandamien- «der, por la autoridad por nuestro muy Santo Pa
»lo queréis seguir, con igual corazón queráis acetar ñi! re á mi dado, como legado en estos Reynos, re-
»la concordia ó queráis concertar vuestros fechos «quiero ó amonesto, ó de parte del Serenísimo Pon-
neón el Rey mi hermano, lo mas honesto á mi , ó á » tífico, mando á vos el Arzobispo do Toledo que al
«vos mas provechoso que pudiéredes; lo qual á mi «sefior Rey Don Enrique dedos la obediencia é fa-
«mucho aprovechará, por respeto do la paz ó fol- » gados el juramonto como á Rey se conviene, é por
» gaucia de todos , que á mi place quol Rey mi her- «virtud de la dicha facultad de que uso vos asuelvo
«tnano haya este titulo quanto viviere, é yo por «de qualquier vínculo ó vínculos de sacramentos
» agora me contento con titulo de Princesa, é vos «que ayais prometido de qualquier calidad quesean
» ruego queráis prestará él la obediencia y fidelidad «quo en los tiempos pasados por vigor do los dichos
«que á los Reyes de gloriosa memoria mis progeni- «sacramentos seáis obligado á la dicha sefiora Prin-
» torea se acostumbra dar. E yo por el vigor é fuer- «cesa, de los quales quiero seáis relevado ó asuelto,
»za de las presentes vos rcliovo, si necesario es, de «en testimonio do lo qual, mandé dar estas mis le-
«qualquiera juramento á que fuéredes obligado á » tras subscritas de mi mano é selladas con mi Bello,
«mi señor hermano el Rey Don Alonso, asi como á «diuiaa en Cadahalso á diez y ocho dias del mes de
«Rey é sefior, é á mi como á Princesa heredera suya n Setiembre dol dicho año, é por vigor de las presen-
«como la sucesión destos Reynos & mi pertenezca, «tcs letras por la apostólica autoridad asuelvo á vos
non tal manera que solamente ¡i mi seáis obligados «el Reverendo Padre Don Ifiigo Manrique, Obispo
«como á Princesa heredera dcstos Reynos ó al señor «de Coria, é á los otros Grandes, así eclesiásticos co-
«Roy mi hermano como á Rey é sefior, el qual do mi « ino seglares , de qualquier juramento é promesas
«consentimiento quiero que sea dcllos llamado Rey; « de fidelidad fechos á qualesquier personas ó por
«por endo yo vos ruego, é mando é quiero é me pla- «qualesquier causas por ellos ó por qualquiera de-
« ce que vos le fagáis la reverencia que á Rey se ullos fasta el dia de hoy, á los quales mando que al
«conviene 6 le fagáis el juramento de fidelidad que «dicho sefior Rey Don Enrique fielmente sirvan.»
w por el vos será demandado ; la qual libertad é man- Las quales letras fueron puestas en la Corónica por
«dan tiento do al reverendo in Christo padre Don que queden para perpetua memoria. E como quiera
«Iñigo Manrique, Obispo de Coria, mi primo, é á quo al Arzobispo de Toledo fué muy grave la re
«qualquier otras personas eclesiásticas é seglares conciliación con el Rey Don Enrique , por facer lo
«familiares vuestros, é por vigor de los presentes que de parto del Santo Padre, é de la señora Prince
«rcliovo á todos los susodichos de qualquier jura- sa le era mandado é por la pacificación destos Roy-
» monto de fidelidad quo teuian fecho al sefior Roy nos, fué contento de besar la mano al Rey Don En
» Don Alonso mi hermano é á mi obediencia fueren rique, y él se volvió á Zcbreros, é con él los Obispos
«obligados á lo facer; el qual juramento quiero é de Burgos é Coria. E habiéndose por bienaventura
«les mando que lo fagan al señor Roy mi herma- do por la Princesa Doña Isabel ser declarada por
uno.» Las quales letras la señora Princesa firmó de heredera destos Reynos con consentimiento del
su mano é mandó sellar do su sello. Roy Don Enrique. E porque algunos decían quel
E leidas las lotras dichas en presencia de los su Arzobispo tenia ocupada la fortaleza de Avila que
sodichos se leyeron las letras que se siguen : u Don comunmente se llamaba el Cimoro, entrególo por
«Antonio de Vencris, Obispo de León, Nuncio Ora- mandado do la señora Princesa á Gonzalo Chacón,
«dor é legado á latero embiado en estos Reynos , por comendador de Montiel, é desde allí al Rey Don
«nuestro muy Santo Padre Pablo II, con plenario Enrique. E la Princesa su hermana é todos loa
«poder de su Santidad, como vos Don Alonso Carri- O rancies que con él estaban se fueron á Casarrubios,
nllii, Arzobispo de Toledo , primado de las Espartas, y el Arzobispo de Toledo é los Obispos que con ¿1
«Chancillor mayor de Castilla, ayais seguido é ser- calaban se partieron de Zobrcros á Yepes.
«vido al Ilustrisimo Roy Don Alonso, cuya ánima
«Dios haya, é después de su fallecimiento ayais
CAPÍTULO XLIII.
» servido ó seguido á la II ustrisiina señora Doña Isa-
» bel Princesa destos Reynos, hija legitima heredera De las formas que el Re; Don Enrique lavo para ir contra toftvln
«del Serenísimo Rey Don Juan, de gloriosa iiiemo- asentado cerca de los Toros de Guisando.
«ria y en defensión del derecho de la dicha sefiora Como la condición del Rey Don Enrique fuese
«Princesa ayais con grandes trabajos é despensas mudable, é cerca do su persona oviese hombres quo
«diligentemente trabajado , ó agora por la divina sus costumbres siguiesen , acordó de se ir á la villa
«gracia la sefiora Princesa por una buena igualdad; de Ocafia, por ser del Maestre de Santiago, creyen
«es acordado por el sefior Rey Don Enrique su her- do que todas las cosas allí so podían hacer sngun
» mano, nsl sobre la suoesion destos Reynos, como su querer é voluntad ; é mandó allí venir al Maestro
«sobre el titulo dellos, quieren que vos le fagáis de Santiago é dios Condes de Placencia é Benaven-
«obediencia é juramento de fidelidad, relevando á to, é al Arzobispo do Sevilla, é al Obispo de Ca
«vos de qualquier presente é juramonto á ella fecho, lahorra quo ya era de Sigüenza, los quales quiso
lio qual vos ruego é mando que fagáis por servicio juntar allí para dar suspeusion en los negocios, es-
MEMORIAL DE DIVERSAS HAZAÑAS. 49
pecialmente en el casamiento de la señora Prince
sa, su hermana, con el Principe Don Fernando de CAPÍTULO XLIV.
Aragón, el qual casamiento el Arzobispo de Tole
do con todas sus fuerzas procuraba, y el Maestre de De la embajada qqel Re; Don Alonso de Portugal embid en Cas
Santiago lo estorbaba é aborrecía; é para anular é tilla, pensando concluir el casamiento sayo con la señora Prin
destruir todo lo asentado con Apostólica autoridad cesa Dona Isabel.
cerca de los Toros de Guisaddo, mandó que en nom Los grandes destos Reynos por diversos respetos
bre de Doña Juana, hija de la Reyna, se ficiese re deseaban que la sonora Princesa Doña Isabel fuese
clamación é protestación é apelación de todo lo allí casada. E los que seguían la voluntad del Rey, aun
fecho y espontáneamente por él jurado, de que se que bien conocian el casamiento del Rey de Por
siguieron grandes inconvenientes, daños é murmu tugal ser muy dañoso á estos Reynos , daban á ello
raciones generalmente por todos estos Roynos ; y consentimiento, y el Arzobispo do Tolodo é los quo
ol Rey con todas sus fuerzas procaraba que la se verdaderamente deseaban el bien general contra-
ñora Princesa su hermana casase con el Rey Don deciendo, trabajaban quanto podian porquel casa
Alonso do Portugal, en daño universal destos Rey- miento con el Principo don Femando do Aragón se
nos. E como Don Juan de Quzman, Duque de Me- concluyese ; entre los quales principalmente el Ar
dinasidonia, fuese requerido por el Arzobispo do zobispo de Toledo no cesaba por secretos mensaje
Toledo que diese consentimiento al casamiento do ros á suplicar y requerir é amonestar A la Princesa
la señora Princesa doña Isabel con el señor Princi no consintiese en el casamiento del Rey de Portu
pe Don Fernando de Aragón , estaba en ello dudo gal ni otro alguno acotase , salvo el Príncipe Don
so, porque recelaba, si este casamiento se cumplie Fernando de Aragón, el qual era el mas honorable
se, seria dar gran favor á Don Enrique , Conde do é mas provechoso é mas convenible para su verda
Alba de Liste , con quien so esperaba contender so dera bienaventuranza. Y estando las cosas así sus
bre la sucesión suya ; é como sobro aquesto tomase pensas, el Rey Don Alonso de Portugal embió su
consejo con algunos, entre los quales había diversas embajada solene al Roy Don Enrique, la conclusión
opiniones, Alonso de Patencia, Conmista, que era de la qual era rogándolo afetuosamente quisiese
uno de aquellos, dijo tantas é tales razones al Du darle en casamiento á la señora Princesa Doña Isa
que, que fizo dexar todas las dudas, é concertólo á bel su hermana, el qual como estuviese en propósi
lo voluntad del Arzobispo de Tolodo. E como en to de concluir esto casamiento con el Roy do Por
esto tiompo el Duquo Don Juan fallesciesc, sucedió tugal, ó conociese ser muy contraria la voluntad de
en su lugar Don Enrique de Quzman, su hijo, el la Princesa su hermana , acordó quo Don Pedro de
qual siguió el camino comenzado por su padre. En Velasco, hijo del Conde de Haro, fuese á hablar con
este tiempo, poco antes de la muerte deste Duque, la Princesa, é como aconsejándole lo dixese que to
paresció en Sevilla una cometa muy grande é ar- davía cumplía seguir la voluntad del Rey, é dexar
dieuto quo duró poco menos do dos meses, de la á su arbitrio lo que corea do su casamiento quisiere
qual fueron proverticados los males é dafioB que facer; en otra manera fuese cierta quo seria puesta
después en aquella ciudad se siguieron ; de la muer en prisión, la qual con muchas lágrimas respondió
te del qual los ciudadanos de aquella ciudad ovie- quella esperaba en Dios se daría forma porque se
ron mny entrañable dolor , como fuese de todos escusase de recebír tan grande injuria. Y en tanto
mucho amado ; en el qual tiempo acaeció una cosa que estas cosas se pasaban , los embaxadores del
muy ostrafia en la provincia de Tolodo, en un lu Roy do Portugal esperaban su respuosta, é como
gar que se llama Poro Moro , ques del Conde de ningún modo so fallase el casamiento de la Prince
Fuensalida, la qual fué, que como fuese ya el tiem sa , atentaron do ponerla en el Alcázar do Madrid, lo
po de segar las cebadas y un hombre, el principal qual sabido por el Arzobispo de Toledo , envió se
de aquel lugar , fué con sus hijos para segar una cretamente á fablar con los principales caballeros
pieza suya, del primero manojo que segó corrió tan de la villa de Ocafia, para que diesen lugar á la en
ta sangre dél, quo fué cosa maravillosa; é como los trada de sus gentes en aquella villa para dende
hijos viesen la mano del padre llena de sangre, vi llevar á la Princesa ; lo qual sentido por ol Rey Don
nieron á gran priesa á lo ver, pensando que se ovie- Enrique é por los que le seguían, por la gracia de
se cortado con lafoz, y catando la mano, falláronla nuestro Señor concibieron tan gran temor, que acor
sin ferida alguna é tomaron el manojo segado, é daron de enviar á decir á los embaladores, que con
vieron como por cada caña salía viva sangro, don venia sentar otros modos para aplacar la voluntad
de todos los del pueblo se llegaron é segaron algu de la Princesa, la qual naturalmente era enemiga de
nos otros manojos do los quales salia tanta sangre violencia. Con la qual respuesta los embaxadores se
como del primero, lo qual tomaron por testimonio, partieron, no mucho alegres, pero con todo eso no
é lo enviaron al Conde de Fuensalida á la ciudad desesperados del casamiento; délo qual todo á bu
do Toledo. Roy ficioron relación. E como ol Maestro do San
tiago fuese mucho amigo de la suspensión, aunque
parecía este casamiento desear , é él trabajaba por
lo deferir, como supiese la venida del Cardenal Tra
pacen^, el qual solicitaba el casamiento de la so-
Cr.—III. 4
fiO CRÓNICAS DE LOS REYES DE CASTILLA.
ñora Princesa Doña Isabel con el Puquo de Berri, do ánimo fueron forir en los moros que tenian la
que después fué de Guiana , hermano del Rey Luis presa, é de tal manera pelearon con ellos que ovie-
do Francia, de la qual embajada venir en estos Rey- ron de dejar la presa é ir fuyendo. Y el adelantado
nos al Conde de Placencia desplacía como estuviose y el Alcayde ganaron dellos trecientos caballos, é
mucho aficionado al casamiento del Rey de Portugal, gran despojo de jaeces é armas ; é mataron ó pren
con el qual dio su voto que la Princesa casase quier le dieron ochocientos ; en la qual batalla Don Fernan
pluguieso ó le posase. En el qual tiempo Don Rodrigo do de Acuña , hermano del Adelantado, y mozo de
Manrique, Conde de Paredes, como fuese verdadero diez y seis años, quo contra su mandamiento é vo
celador del bien común destos Reynos, vino ú Yepes, luntad entró en aquella batalla, hizo cosas tan se
donde el Arzobispo de Toledo estaba, é trujo el con ñaladas , que paresció mas ser caballero anciano
sentimiento de los Condes de Medinaceli é Trevíño que mozo ni mancebo ; el qual fasta aquel dia no
6 Benavente é Buendia á de muchos otros grandes avia tomado armas ni lanza en la mano para pe
que en ello avia traido Don Iñigo Manrique Obispo lear. Deste se afirma haber conservado su virgini
de Coria, para que la Princesa casase con Don Fer dad fasta el dia que casó, que seria de edad do
nando, Principe de Aragón, en lo qual el Almiran treinta años, que fué una cosa muy maravillosa, que
te Don Fadrique, abuelo del Príncipe, aprovechó quando la primera pelea se comenzó , las mugares
mucho, atrayendo a muchos grandes á esto consen de la villa tomaron armas é siguieron á sus maridos
timiento. peleando virilmente, é fállase que entre estas fué
una que vido estar siete moros en la concavidad
CAPÍTULO XLV. de una peña, é con una lanza en la mano fué sola á
pelear con ellos é los prendió é trajo á todos á su
De una eran viloria que de los moros ovo Don Lope Vaiqucí de casa. E en esta batalla el Adelantado ganó catorce
Acufln, Adelantado de Cazorla , que hoyes Conde de Buendia, banderas, las cuales hoy trae en torno de sus armas.
y el Comendador Alonso de la PeBucla, alcayde de Quesada.
Algunos de los que fueron cativos en esta batalla
En tanto queatas diferencias en nuestros Reynos afirmaron que la gente que el Adelantado traía, con
estaban, el Rey de Granada, creyendo no aver re la do la villa que traía el Alcaide , les pareció mu
sistencia , ponsó de facer en olios gran daño, para cha mas que la suya, é que avian visto encima del
lo qual juntó novecientas lanzas é tres mil peones armadura de la cabeza de Don Fernando de Acuña
do la gente mas escogida que en su Reyno avia; y tan gran claridad, quo les tiraba la vista; de qno
envió sus capitanes, mandándoles que viniesen á creyan verdaderamente nuestro Señor aver embia-
correr las ciudades de Ubeda é Baeza, é quemasen do á los Ohristianos ayuda en esta batalla, en la qual
ó destruyesen la villa de Quesada , ques lugar des ganó y ovo un quento en moros é despojo el dicho
cercado, los qualcs lo pusieron así en obra, ó lleva Alcayde, la qual dicha alcaydia Ubeda le dio la qual
ron de aquellas ciudades gran presa de vacas é bue provee do alcayde cada año.
yes é yeguas é ganados menudos ó hombres del
campo : desde allí continuaron su camino para
Quesada. De lo qual como fuese certificado por el CAPÍTULO XLVI.
dicho alcayde el dicho Don Lopes Vázquez de Acu De la gran diligencia que Don Rodrigo Manrique, Conde de Pa
ña, caballero noble, mancebo mucho esforzado, de redes, ovo para que no solamente |los grandes destos Reynos
seoso de servir á Dios é al Rey , cabalgó eon fasta diesen consentimiento al casamiento de la aefiora Princesa lio-
ciento de caballo é quatrocientos peones que pudo ña Isabel con el Principe Don Fernando de Aragón, mas las
aver, é á mas andar se fué i meter en la villa de ciudades é villas dellos.
Quesada, donde todos los suyos tuvo ton encubier En este tiempo Don Rodrigo Manrique, Conde
tos que aunque los moros vinieron, no sintieron de Paredes, se vino á la ciudad de Toledo, el qual se
aver mas gente en la villa de los moradores della ; concertó con Pero López de Ayala su suegro, el
é como los moros anduvieron la mayor parte de la qual Conde avia sido casado la primera vez con hija
noche, estando ya qnanto media legua de la villa, de Gómez Suarez de Figueroa, Señor de Zafra é do
los capitanes embiaron trecientos de caballo é mil Feria, de quien avia ávido muy nobles hijos y es
peones poco antes del alba para que entrasen en la trenuos en caballería , é segunda vez con hija de
villa, é toda la otra gente se quedó oon la presa que Diego Furtado do Mendoza, montero mayor del Rey
de Ubeda é Baeza avia traydo, y el Adelantado con Don Juan, de quien ningunos hijos ovo, é ya eu la
su gente é con la de la villa tomó las entradas é vejez tercera vez casó con hija do Pero López de
pasos por donde los moros avian de venir, ó veni Ayala, pero con todo eso tan robusto ó tan hábil so
dos, con tan gran vigor é fuerza el Adelantado y halla para todo lo que facer quería, como seyendo
Alcayde é sus gentes pelearon, que todos los moros mancebo ; el qual discurrió por muchas partes, pro
qno so apearon para entrar en la villa fueron muer curando el consentimiento ya dicho. En el qual
tos é presos é los que pudieron fueron fuyendo para tiempo el Maestre de Sautiago procuró de llevar al
so juntar con sus gentes, y el Adelantado como Rey al Andalucía, el qual determinó que antes de
quiera que conociese la ventaja sin comparación la partida fuese tomado juramento á la Princesa
que los moros del tenian , esfuerzo su gente, como Doña Isabel que ninguna novedad fiziese en su ca
YÍrtuoso caballero, la qual fizo un cuño ; ó con gran- samiento, creyendo el Rey que quebrantando la
MEMORIAL DÉ DIVERSAS HAZAÑAS. 51
Princesa oste juramento bastaría para destruir su
derecho, y si esto no atentase , parecería aver co CAPÍTULO XLVIII.
metido todo su querer é autoridad al mandado 6
querer al Rey; é como deseasen que la Princesa que De las cosas que afirmaron el casamiento de la Serenísima Prin
brantase aquel juramento, diéronle mayor libertad cesa DoRa juana ron el iluslrlsimo Principe Dos Fernando,
quando la fortuna mas contraria se mostraba.
é mandaron partir cerca dolí» todos los que podian
empachar su voluntad para escrebir é oír, "estando Trabajaba mucho el Arzobispo de Toledo la difi
tan cercano del Arzobispo de Toledo , que on Yepes cultad del negocio comenzado, como cada dia le
estaba de donde cada dia podia embiar los mensa- viniesen mensajeros de las turbaciones en bis cosas
geros que quisiese é proseguir el negocio comenza de Aragón, así por la graveza de la guerra de Bar
do en favor del Principe de Aragón ; el qual casa celona , como por la tardanza del collar é suma de
miento la Princesa ya tenia acotado antes del jura oro quo se había do traer para la Señora Princesa,
mento que por el Rey le fué tomado. Y en tanto que quel Arzobispo de Toledo avia prometido de le dar
estas cosos pasaban, el Arzobispo de Toledo acordó al tiempo que se concertó su casamiento con el
de embiar en Aragón al Coronista Alonso do Falen Príncipe do Aragón, h allende desto le fatigaba
cia, por aver veinto mil florines quo eran prometi mucho sabor que entro los grandes de Aragón é aun
dos de se dar al tiempo quel casamiento se acetó, é comunmente entre los plebeyos, avio gran diversi
un collar muy rico de gran valor de piedras é per dad de opiniones, porque á los unos parecia bien es
las para la Princesa. te casamiento é á los otros desplacía, parociéndoles
que Bcyondo el Principo de Aragón Rey de Castilla
CAPÍTULO XLVH. con tan gran podor podia oprimir al Reyno , lo qual
no podia seyendo solamente Rey de Aragón ; é
De la embijad» quel Rey I.nls de Francia cmbld al Rey Don En creyón que dándose aquella suma de oro y el collar
rique sobre el casamiento de la Princesa Dolía Isabel con el quera prometido, el casamiento se concluiría. É co
Duque de Bcrri t de Colana , su hermano.
mo Alonso de Patencia, coronista, allí se fallase,
En oste tiempo los embajadores del Rey de Fran como por mandado del Arzobispo fuese venido en
cia vinieron al Rey Don Enrique, el principal de los Tarragona dondo el Rey D. Juan do Aragón estaba,
qualcs era Guillelmo, presbítero Cardenal llamado ante su Alteza esplicó la embaxada que traya, y el
Trapaceóse , é después Albacense , hombre al pare Rey la oyó graciosamente, aunque estaba mucho
cer mucho letrado é soberbio. La conclusión de su empachado en dar orden á la armada que facia de
embaxada era demostrar al Rey quanto el Rey de muchas naos é galeas para hacer cruda guerra á los
Francia desoaba el matrimonio de la llustrfsima do Marcelo c Barcelona, como el Roy de Francia
Princesa doña Isabel , su hermana, con Carlos Du mucho apretase la guerra por tierra, aviendo loma
que de Guiana é de Berri, su hermano, mostrando do el Condado de Rosellon é alguna parte de Am-
quanto este casamiento era provechoso é honroso, purias ; las quales cosas mucho trabajaban al Rey,
asi á los españoles como á los franceses. La res aunque las comportaba con gran corazón ; é lo que
puesta desta embaxada se detuvo , é á la fin fué mas pena le daba era conocer la voluntad de los
respondido á los embaxadores , que si les placia po Grandes do su Reyno ser lejos de su querer en el ca
der ir á ver la ciudad de Sevilla en tanto que el samiento del Principe su hijo, en lo qual Alonf-o do
Rey consultaba este negocio con los grandes de su Palencia dijo al Rey su parecer, el qual el Rey
Reyno, los quales lo pusieron asi en obra, como aprobó ; é para esto mandó que los Grandes que allí
quiera que desta respuesta fueron mal contentos, estaban fuesen presentes, é que ante todos Alonso
pero con todo eso el Cardenal tovo esperanza que de Patencia esplicase su embajada, los quales eran
si él pudiera fablar á la Princesa , el casamiento don Pedro de Urreo, Patriarca de Antioca, Arzo
avria conclusión ; la qual en este tiempo era parti bispo de Tarragona, é Don Juan de Cardona, Con
da de Ocaña para Arévalo, é desde allí se fué á Ma de de ParedeB, é Beltran de Ugon de Rojabeltrin,
drigal, por ver á la señora Reyna su madre que allí Castellao de Amposta, Prior do la Orden Militar de
estaba. Y el cardenal Albacense, sabido como la San Juan , é Don Juan Pajeso , Vice Canciller ; los
Princesa estaba en Madrigal, se partió para allá quales todos re usaban el matrimonio del Príncipe
donde fué vÍBÍtar la Princesa ante la qual propuso Don Fernando con la Princesa de Castilla doña Isa
su embaxada, mostrándolo por quantas razones do- bel. E después do Alonso do Palencia aver csplica-
bia facer el casamiento del Duque de Quiana. La do su embaxada que al Rey so dirigía, fabló á los
Princesa con gran discreción respondió no aproban Grandes que allí estaban largamente reprobando su
do ni negando lo quel cardenal decia, mas con gran errada opinión, mostrándoles inuchaB evidentes ra
modestia en breves palabras dijo que ella había de zones por que ninguna cosa en el mundo tan bien
Beguir lo que las leyes destos Reynos disponían é les podia venir como el casamiento de la Princesa
mandaban en honor é gloria é acrecentamiento del de Castilla, de que los controditores do aquesto que
cetro real dellos. Con la qual respuesta el Cardenal daron vencidos de tal mañero, que acordaron do
mal contento so partió para Francia. dar é dieron el casamiento por el Rey deseado. É
luego el Rey determinó que el Príncipe se viniese
de Corvera, dondo avia ido por socorrer á los de
52 CRÓNICAS DE LOS BEYES DE CASTILLA.
aquella provincia, después que la foi talcza de Mon- veinte y quatro llamado Sancho Mexia, dijo quellos
tefalcon avia sóido ocupada por un ladrón quo tenían mas razón de quejarse por aver dado el al-
grandes daños en ella Labia fecho. Con la venida del caydia mayor al Duquo de Medina, que antes que
Principo el Roy ovo gran placer , é con acuerdo de la tuviese , lo echaba la ciudad cada vez que que
amos el Rey quodó eu Cervera, y el Priucipe se vi ría, y con ella entraba en cabildo y tenia parte pa
no en Valencia, por quitar el collar questaba en ra ser lo que su Alteza veía , así por el voto como
prendas por gran suma de dineros- É desque tres por la vara ; y aunque el Rey entró en Sevilla, es
«lias en uno estuvieron entendiendo en sus nego tuvo poco por causa del Maestre ; y como no pudo
cios, estando presentes todos los Grandes, al Prin hacer lo que quería, determinó de ir en Extrema
cipe amonestó que á toda virtud se diere é siempre dura, con voluntad do dar la plaza de Truxillo al
ficiese bienes é mercedes á los que bien y lealmen- conde Plasencia. Y venido en Truxillo , vista por
to sirvieren , amonestándole quo al Arzobispo de los moradores de aquella ciudad la intención del
Toledo en lugar de padre tuviese , é ansi lo acata Rey, hicieron conjuración con el Alcaydo , llamado
se é honrase ó gratificase, á quien mas debía quo á Gracian do Scsé, y resistieron al querer del Roy, do
persona del mundo , quo le parescia con todos sus tal manera que gastó allí algún tiempo siu acabar
Ruynos no poder enteramente pagarle lo que la de cosa de lo quo quería ; la qual tardanza aprovechó
bía faciendo mención de la libertad fecha por él á mucho á la libertad de la Princesa, porque si el Rey
la Reyna su mujer é de las ¡numerables ayudas, que pasara los montes á la parte de Toledo, no pudiera
lo avia fecho en tiempo de muy grandes necesidades la Princesa ser libre como lo fué , porquol Maestro
¿ la vigilancia c dolencia maravillosa que cerca do de Santiago continuamente solicitaba al Arzobispo
aquel casamiento avia tenido, é por eso lo manda de Sevilla, que en Coca estaba, que juutoso gente ó
ba que lo mas presto que pudiese ominase al Arzo viniese á Madrigal é so apoderase do aquella Villa
bispo el collar, é la suma do oro que á la Princesa é prendiese ú la Princesa porque no se concluyere
le era prometido, con grande humildad de cumplir el casamiento con Don Fernando Príncipe de Ara
todo lo a él por el Roy mandado. É luego el Princi gón , para lo qual el Rey escribió á los moradores
po desdo allí se partió para Valaguer, é dende so- de aquella villa rigurosamente mandándoles so gra
f uó en Valencia , donde ligeramente ovo el collar é ves penas que ningún favor diesen á la Princesa
los veinte mil florines ; lo qual todo mandó dar á porque la opresión suya era muy conveniente á la
Alonso de Palencia é ú Pedro de la Caballería, hon- pacificación é bien común destos Reynos. Lo qual
rudo ciudadano do Zaragoza, los quales lo traxeron sabido por la Princesa escribió á gran priesa al Ar
todo ó lo entregaron al Arzobispo do Toledo quo zobispo de Toledo demandándole Ryuda; el qual,
estaba en la Villa de Alcalá de Henares ; el qual vista su letra, se partió con trescientos de caballo
con su venida fué mucho alegre, dando gracias á mucho escogidos , é continuó su camino todavía es
nuestro Señor porque tan grandes dificultades tan perando mas gente , la qual le vino, é ansí llegó á un
ligeramente avia determinado. Restaba con todo lugar que se llama Pozaldes con asaz gente , donde
eso socorrer á la Princesa que estaba en Madrigal, fué certificado que cerca de allí en una aldea esta
con la sonora Roy na su madre, la qual el Maestre ba Don Alonso Euriquez, primogénito del Almi-
do Santiago solicitaba do avor on su poder. En esto ranto Don Fadriquo , con docicntas lauzas para el
tiempo Don Alonso do Monroy , Clavero de Alcán mismo remedio por llamamiento de la Princesa,
tara, con muy poca gente desbarató quatrocientos donde supo que, si tres dias tardaran, el Arzobispo
do caballo quel Maestre de Santiago tenia sobre la de Sevilla viniera en Madrigal con gran compaña
fortaleza do Montanchez. de gente, é se apoderara de la villa é prendiera á la
princesa. É desde aquella aldea el arzobispo embió
á la Princesa el collar muy rico que el Príncipe lo
CAPÍTULO XLIX. embiaba, que fué estimado por grandes lapidarios
De cama el Rey Don Enrique se partió para la Ciudad de Sevilla en quarenta mil florines, é le embió ocho mil flori
con intención de premier al lluquc de Mcdlnasidonla é apode nes , de los veinte mil que Alonso de Palencia é
rarse de aquella ciudad, e de como el Arzobispo de Toledo fué Pedro de la Caballería avian traído, que avian sói
llamado por la Princesa Dolía Isabel, y de la deliberación suya do prometidos á la señora Princesa al tiempo quo
fecha por él. se concluyó el desposorio suyo ; 6 de allí el Arzo
En este tiempo el Rey Don Enrique se partió bispo de Toledo, ó con él Don Alonso Enriquoz, fi
para el Andalucía con propósito de prender al Du jo del Almirante don Fadrique,é don Iñigo Man
que de Medínasidonia y apoderarse de la ciudad de rique con gran copia de gente, la Princesa salió do
Sevilla ; y sabido por ol Duque Don Enrique la ve Madrigal, é se vino al Monesterio de monjas ques
nida del Rey, embió á Cantillana á suplicalle que fuera do los muros de aquella villa ; é allí so dio
no metiese consigo al Maestre de Santiago que ora forma quo viniesen algunos perlados é caballeros ;
su enemigo, lo qual el Rey mucho porfió asi allí los quales vinieron dende tres dias con seiscientos
como después en Alcalá de Quadayra, desde donde de caballo ; é ansi la Princesa se partió de allí, é no
embió á llamar ciertos veinte y quatros de la ciu tornó á entrar en la villa, temiendo que en ella ovieso
dad para quejarse delloa diciendo que , siendo su traycion, quedando el Obispo do Burgos ó otro» que
señor no consentille meter á quien él qnisieso ¡ y un con ella estaban muy tristes é afligidos é no quitos
MEMORIAL DE E VER8AS HAZAÑAS. 53
de temor, como no oviesen podido concluir lo á snltado, é le fuesen dichos todos los bienes é utili
ellos mandado. E la Princesa dizo al Obispo de dades que de su ida so esperaban , é quanto la tar
Búrgos que se podia ir donde le pluguiese, é ansi danza de su ida en Castilla le podría dañar, si por
el Obispo do Búrgos se partió muy triste, é la Prin ventura el Rey diese lugar á la tardanza, é la par
cesa con grande alegría é sonido de mucbas trom tida del Principo todavía se ficiese ; é ante de venir
petas é atabales se fué para la villa de Fontiveros. la respuesta del Rey el Príncipe secretamente se
partió con cinco ó seis servidores, por engañar á los
CAPÍTULO L. que bien no le querían ; é ansi el Principe continó
su camino fasta que llegó al Burgo de Osma , donde
De como Gutierre de Cárdenas , maestre sala de la sellara Prin Don Pedro Manrique, Conde de Trevifio, primero
cesa dofta Isabel, é Alonso de Paleneia, eoronlsta, fueron em Duque de Nájara, estaba con docientas lanzas : é
budos en Aragón por concordar la reñida del l'rlnclpe Don como el Príncipe llegase á media noche , el Conde
Fernando en estos Itejnos.
á gran priesa se levantó, é mandó encender antor
Oran cuidado tenia el Arzobispo de Toledo por chas é lo recibió é besó las manos con la reverencia
concluir este casamiento, ya tanto deseado por el que debia ; el qual con gesto muy alegre le dió paz,
Principe Don Fernando o por la Princesa, lo qual é las trompetas con grande alegría por mandado
se acordó que Gutierre de Cárdenas , que después del Conde sonaron , de que los vecinos del lugar re
fué Comendador mayor de León é Contador Mayor cibieron grade espanto é no menos los que velaban
do Castilla, primero fundador de la casa del Ade la fortaleza, y el Príncipe y el Conde y los que con
lantado de Granada, su hijo, al qual la dicha se ellos estaban pasaron el rio é so fueron á Osma,
ñora Princesa ñzo muchas mercedes después de donde estaba aposentada la gente del Conde, y el
Beyna, que oto á Torrijos é á Maqueda y á otros Principe desde allí escribió al Arzobispo de Zarago
lugares en el Reyno de Toledo , y en el de Granada za su hermano, faciéndole saber todo lo posado ; y
á Marchenilla y su tierra , y en Aragón a Elche y el dia siguiente el Príncipe se fné á Gumiel de Mer
Crevillont y Aspe; el qual estuvo mucho tiempo cado , donde estaba Doña Juana Manrique , mujer
con el Arzobispo de Toledo Don Alonso Carrillo de Don Fernando de Rojas, Conde do Castro, don
muy proveniente con no mas de una muía. Era so de fué elegremente recebido é servido según con
brino de Gonzalo Chacón , que lo puso con la seño venia ; é alli le vino nueva de la liberación de Juan
ra Princesa. Alonso de Patencia fuese en Aragón de Vivero , questaba preso en el Castillo de Curiel,
por concertar la venida del Principe D. Fenando, el qual fué deliberado por la gran diligencia del
porque cesase el pensamiento del Cardenal Trapa- Arzobispo de Toledo que dió muy grandes dádivas
cense, de quien se creía ovi ese de volver en estos á quien lo delibró. E alli fué el Principe certificado
Rey nos continuando su propósito comenzado , loa de un gran desbarato que ovo la gente del Papa
quales continuaron su camino para Zaragoza donde Pablo, cerca de la villa de Armiño, en Italia, fecho
fueron certificados quel Principe Don Fernando es por caballeros del Rey Don Fernando do Nápoles,
taba; al qual fecha la reverencia, le suplicaron les de la qual nueva fueron todos alegres, no solamen
quisiese oir; lo qual con muy alegre voluntad él te por la victoria habida por el Rey de Nápoles, su
hizo, é se metió con ellos solos en una capilla en primo , más porque el Papa Pablo favoreciese quan
el monesterio de San Francisco, y ezplioada su em to podia la parte del Rey D. Enrique.
bajada, acordóse que se fablase con el Arzobispo su
hermano , é oon Mosen Remon de Espes, é con Mu
sen Pedro Baca ; los quales visto lo dicho por Gu CAPÍTULO LI.
tierre de Cárdenas é Alonso de Paleneia, ovo di Déla tenida de Gutierre de Cárdenas 6 de Alonso de Paleneia ■
versas opiniones, é al Arzobispo parescia quel Prin la villa de Valladolid con la nneva de la bienaventurada venida
cipe se devia partir sin tardanza alguna, del qual del Príncipe Don Fernando y de la llegada suja a la villa de
so sospechaba querer mas infortunio ó dafio del Dietas.
Principe que su felicidad, como parecia queBte don Gutierre de Cárdenas é Alonso de Falencia con-'
Juan, hijo bastardo del Rey de Aragón, tenia pre titularon su camino desde el Burgo de Osma fasta
sunción de aver el Reyno ; é allende de otras cosas Valladolid , andando de noche é de dia por los ca-
por donde esto se sospechaba , parecia que nunca miuoB mas encubiertos que pudieron, fasta que lle
quiso recebir órden sacra , como quiera que muchas garon á la villa de Valladolid, donde fallaron á la
veces le oviere seido mandado é rogado por el Roy illustrÍBÍma Princesa é al Arzobispo de Toledo, á los*
de Aragón su padre é Mosen Pero Baca, deoia que quales dijeron el prÓBporo suceso que ol señor Prín
tan gran negocio antes se debia consultar con el cipe en su viaje avia ávido , é cómo era pasado á la
Rey de Aragón que ponerse en obra, el qual enton villa de Dueños. Con las quales nuevas la Princesa
ce estaba en la provincia de Balaguer ; é de otra y el Arzobispo fueron sin comparación alegres, é
parte miraba como en este casamiento eBtaba todo no menos todos los que lo snpieron, é luego se fizo
el bion do aquellos señores, é se acababan todos un gran juego de cañas do muchos caballeros con
los trabajos é angustias de los Aragoneses; é visto grande alegría ; en el qual Troylos Carrillos ovo un
por el Principe las opiniones en esto tenidas, deter gran infortunio, quo su caballo cayó con él é fué
minó quel señor Rey su padre fuese en esto con- ferido de tal manera, que oviera de morir, la qual
54 CEÓNI0A8 DE LOS REYES DE CASTILLA.
caidá turbó mucho el alegría do todos , porque eo lo del Príncipe , é de todos los otros grandes é no
verificase aquella sentencia dol sapientísimo Salo bles que allí estaban , el Arzobispo de Toledo fizo
món que dice que en los grandes gozos siempre se presentación do la Dula Apostólica, por la qual el
mezcla alguna tristeza. En tanto questas cosas se Papa Pío segundo , sucesor inmediato de Pablo so-
facían , el Príncipe Don Fernando entró en la villa gundo, daba la dispensación para el casamiento dol
do Duefías, á nueve de Octubro del año de nuestro Principe Don Fernando con la Princesa Doña Isa
Redentor de mil é quatrocientos é sesenta é nneve bel, legítima heredera de los Reynos de Castilla é
años con gran compañía de noble gente, donde mu do León , mostrando á todos como el deudo que avia
chos mas le vinieron á facer reverencia como cono- entrellos , ningún empacho les dava para su casa
oieron aver de ser de todos señor. E después de miento, é ansi el Arzobispo fizo su desposorio por
aver estado el Príncipe en la villa de Dueñas cinco consentimiento del Principe ó de la Princesa. Este
dios, recibiendo grandes servicios é fiestas, secre auto ansi fecho, el Príncipe se fué á la posada dol
tamente de noche, por concierto del Arzobispo de Arzobispo, é otro dia, que fueron diez y nueve de
Toledo se vino á Valladolid con solos tres servido- Otubre, el Príncipe se volvió á la casa de Juan de
ros, para en presencia suya ver la señora Princesa; Vivero , donde la Princesa posaba , é ante que cele
y entre los que con la señora Princesa estaban , ovo brasen los desposorios, segunda voz el Arzobispo
gran debate de la forma que se avia de tener por la mandó facer la protestación ya fecha ; ol Arzobis
Princesa en la vista del Principe, la qual no curan po los desposó y veló, é aquel dia todo se consumió
do de las vanas opiniones tenidas por algunos , que en fiestas y danzas é mucha alegría ; é la nocho ve
corea dülla estaban , determinó con consejo del Ar nida, el Principo é la Princesa consumieron el ma
zobispo do Toledo , do facer al Príncipe todo el aca trimonio. Y estaban á la puorta de la cámara cier
tamiento que debia como á su esposo; y el Príncipe tos testigos puestos delante, los quales sacaron la
á catorce de Otubre entró secretamente por la puer sábana que en tales casos suelen mostrar, domas do
ta del campo, é con él solamente Mosen Reinon haber visto la cámara do se encerraron, la qual cu
Despes é Mosen Gaspar su hermano, donde el Arzo sacándola, tocaron todas las trompetas y atabales
bispo llegó al postigo á lo recebir, é trabajó por le y menistrilus altos , y la mostraron á todos los que
besar la mano, y el Principo no se la quiso dar, é en la sala estaban esperándola, questaba llena do
abrazólo con muy alegre cara , é honrólo mucho ; é gente. E por siete dias duraron las tiestas, ó guar
ansi el Principe se fué á ver á la Princesa, ó con él dándose la católica costumbre, pasados estos dias,
el Arzobispo, la qual lo rooibió muy alegremente el Principo é la Princesa fueron á oir misa soleno
con aquel acatamiento que á su esposo dobia ; ó pa en la Iglesia Colegial do aquella villa, por rouobir
sadas dos oras después do la media nocho, el Prín las bendiciones; la qual misa dixo el Arzobispo.
cipe Be volvió á la villa de Dueñas, habiendo recé Estas nuevas sabidas por el Roy Don Enriquo é por
balo de la Señora Princesa las dádivas que se sue el Maestre de Santiago , ovieron dellas gran triste
len dar á los esposos , tales quales convenia de se za, é pesóles mucho de aver gastado vanamente el
dar por quien so daban é quien las recubia. tiempo en la estada do Truxillo , sin facer caso al
guno de lo que deseaban ; en lo qual se dio lugar
CAPÍTULO LII. al Príncipe Don Fernando para quo libremente pu
diese tomar su mujer. E con grande enojo él so fué
De la solenldad que so flio 1 las bodas destos serenísimos Prin para Segovia, y el Maestre de Santiago , muy fati
cipes Don Fernando y Dofia Isabel. gado de quartana, se partió para Ocafia. Y luego el
Fecha la fabla entre el Principe é la Princosa, Príncipe y la Princesa, por consejo del Arzobispo
presente el Arzobispo do Toledo, como delatar- é del Almirante, embiaron al Rey sus embaxadores;
danza so esperaso algún inconviniente, determinóse los quales fueron Mosen Pero Baca é Diego do Ri
el matrimonio do aquestos Principes se acelerase, é bera, el Ayo del Rey Don Alonso, é Luis de Ante
acordase que los desposorios públicamente se hicie zana. La conclusión do la embaxada era suplicando
sen con la debida solemnidad , ni estuviese escon humildemente al Rey quisiese aprobar el matrimo
dida la utilidad que á todos estos Reynos desto se nio fecho , no dando en esto cargo alguno al Arzo
soguia, é ansi el Principe estovo pocos diasen Due bispo , oomo él lo o viese trabajado, conosciendo la
ñas, é al sexto dia en honor de San Lúeas Evange verdadera medicina de los males destos Reynos,
lista con gran número de gentes aceleradamente se ser el ayuntamiento destos dos Principes, é que
"volvió en la villa de Valladolid, al recibimiento del sin duda si él conociera otra cosa para esto mas con
qual el Arzobispo de Toledo salió con muy noble veniente , él la procurara con toda diligencia ; lo
gente , asi de su casa como de vecinos de la villa ; qual el Rey debía aprobar, si le placía el remedio
el qual fué de todos reoebido con grande alegría , é común de los males destos Reynos ; á lo qual el Rey,
con muoha tristeza y enojo de los que allí eran ve por consejo del Arzobispo de Sevilla, ninguna otra
nidos por mandado del Maestre de Santiago é del cosa respondió salvo que convenía esperar la veni
Conde de Placencia, á quien mucho desplacía este da del Maestro de Santiago , con consejo del qual
casamiento ; é ya venida la noche y el Príncipe en aprobaría lo que fuese de aprobar, é siguiendo esta
trando en la posada de la Princesa, en presencia de seña mandó dar sus letras á los embaxadores , los
todo el pueblo é del Almirante Don Fadrique, agüe quales carecían de título del Principe. Los quales
MEMORIAL DE DIVERSAS HAZAÑAS. 55
vueltos á Valladolid , fué determinado quel Arzo der como lo procuraba cada dia , no demandándole
bispo embiase familiarmente al Maestre de Santia otra cosa, salvo que á él é á la Princesa quisiese oír
go su sobrino, afetuosatnente lo rogando quisiese á justioia. En el qual tiempo el Rey de Aragón es
tener manera con el Rey como aprobase lo fecho, taba en la villa de Monzón, donde avia llamado los
é quisiese tratar el Príncipe é Princesa como á obe tres Estados por ir á resistir á los franceses , que ya
dientes menores hermanos, lo qual asi puesto en tenían ocupada alguna parte del Condado do Nam-
obra ninguna cosa aprovechó. purdan, mostrando el Rey Luis de Francia esto fa
cer por ayudar al Duquo Juan , fijo del Rey Renel,
que se llamaba Rey de Aragón, que poseía á Bar
CAPÍTULO LUI. celona é á Qerona para lo qual avia metido en Ca
De las divisiones y dolos acaecidos en las ciudades de Salaman taluña veinte mil hombres de armas, creyendo que
ca * Córdoba , c de la Tenida de los franceses en el condado de si por la vejez del Rey de Aragón, é por estar pobre
Nanpurdan, é rio la guerra del gran Turco.
é por el Rey Don Enrique de Castilla serle contra
En esto tiempo ol Rey Don Enrique , continuan rio, podía ligeramente tomarle la tierra ; y en aque
do su dallado propósito por aver á Don García, Con llos dial se comenzó guerra por el Duque Cario de
de de Alva, fizóle merced de la ciudad de Salaman Borgofia en favor de su cufiado Duarte, Rey de In
ca, en la qual como de grandes tiempos acá oviese glaterra, y en Italia se ovo gran turbación por el
bandos de la mayor parto de los caballeros della, armada del gran Turco á que los prlnoipes christia-
algunos por dineros, otros por ser dél ayudados en nos poco curaron socorrer, como el Rey Luis de
sus bandos le servían y acataban. E como en este Francia curase mas entender en la injusta guerra
tiempo oviese debato entre ellos , el Conde de Alva, que al Rey de Aragón facia , é los otros principes
como fuese tan vecino , vino allí con color de los cada uno curase mas de entender en su bien parti
poner on paz acompaflado de muchas gentes, asido cular, que en el universal provecho de todos.
caballo como de pié , con intención do se apoderar
de aquella ciudad. E como con algunos fablase, di-
ciéndolea la merced que el Rey della le había fecho, CAPÍTULO LIV.
creyendo atraerlos á su querer , ellos seyendo ami De la pcrlinacia j engañosa división quel Rey ovo por esperar la
gos de su libertad , fablaron con los principales de venida de los franceses, 6 déla suplicación de los viicalnos o
aquella ciudad, faciéndoles saber el propósito con lispuscanos, é déla venida j embatada de Francia é de su
quel Conde allí era venido, lo qual sabido por ellos partida para Bretafia.
recorrieron a las armas, é feoho grande ayunta Muy poco aprovechó cerca del Rey Don Enrique
miento de gentes, pelearon con el Conde de tal ma la justa suplicación é protestación fecha por loa
nera, que ovo de salir de la ciudad con grande pér Príncipes Don Fernando y Dofia Isabel , estando el
dida é daño suyo é de sus gentes. Lo qual sabido Rey muy atento esperando la venida del Cardenal
por el Rey , salió de Segovia con seiscientos de ca Trapacense por concluir el casamiento de la hija de
ballo con propósito de prender al Principe é á la la Reyna Dofia Juana, que suya llamaba, con el Du
Princesa, lo qual no pudo acabar porquellos esta que de Galana , hermano del Rey Luis de Francia,
ban en tan buen recaudo que los no osó prender. el qual venia acompafiado de muchas gentes ó con
En este tiempo se fizo en Córdoba otra mayor él venía el Conde de Bolonia ; la qual embazada
guerra, de la cual fué causa la ida del Rey en aque el Rey embió á mandar quo viniese á la villade Me
lla ciudad , so color de allanar los debates della é dina del Campo. En el qual tiempo los vizoainos ó
restituirse las fortalezas quel Conde de Cabra é Don lipuscanos, sabiendo que este casamiento se trata
Alonso de Aguilar contra su voluntad lo tenían to ba , é seyendo certificados quel Rey Don Enríquo
madas ; y entónces dió el Alcázar de Córdoba y la avia fecho merced á Don Pedro do Velasco, Condo
Torre de la pnento al Conde de Cabra, de que mu de Haro, de la villa de Bilbao, del gran sentimien
cho desplugo á Don Alonso de Aguilar, é pensó to que tenian, acordaron de suplicar al Bey que no
como podría recobrar aquellas fuerzas, y esperó al quisiese facer este casamiento tan dañoso para sus
gunos dias , fasta que allí vino el mariscal Don Die Roynos , ni quisiese metor en ellos franceses , quo
go de Córdoba, al qual Don Alfonso prendió á cau seria encender fuego que muy tarde se acabase E
sa de la qual prisión ovo entrellos grandes debates, los primeros queste dafio avian de sentir serian ellos
é Don Alonso combatió con gran gente la fortale por la coreana vecindad que tenian. E los embarca
za , ó ansí mismo la torro de la Puente, lo qual todo dores de Francia llegaron á la ciudad de Burgos en
obró en gran daño ó muerto do bus gentes. E como fin del moa do Julio de mil quatrocientos solonta
quiera que de todo osto el Rey fueso avisado , nin afios para desde allí so venir on, la villa do Medina
gún remedio á ello dió. del Campo ; y en el camino ovieron nuevas por
En este tiempo ol Príncipe Don Fernando einbió mensogeros del Rey de Francia, por los qunles fllo
en Aragón ni coronistn Alonso de Falencia, por su rón certificados quo la Royna su muger avia parido
plicar al Rey su podro lo mandase embinr dinero hijo , la qual auto do entonce avia siempre parido
para pagar el sueldo á rail lanzas quo tonía ó le hijas ; do lo qual ol Cardenal fué muy triste, porque
convenía tenor en Valladolid é sus términos, por- en el trato del casamiento del Duque de Guiaría,
quel Rey Don Enrique no ovieso lugar de lo ofen- siempre decia él ser verdadero heredero do los Rey
59 CRÓNIOAS DE LOS REYES DE CASTILLA.
nos de Francia ; ó sai después del parto de la Rey- ban turbados, no sabiondo donde la armada suya
na de Francia , muchas novedades se comenza dispararía.
ron , é por mandado del Rey de Francia mudaron el
consejo, dejando de proseguir la comenzado, é par
tiéronse para Bretaña, porquel Bey Duarte do In CAPÍTULO LVI.
glaterra é Carlos Duquo de Borgoña comenzaban
facer guerra al Rey Luis de Francia. En el qual Del perdimiento de la isla de Ncgroponle.
tiempo el Conde de Barruy é muchos do los nobles E por la poca resistencia quel gran Turco en
de Inglaterra sacaron do prisión al Rey Enrique, los príncipes ehristianos falló , acrecentó mucho la
que días avia estaba preso, y el Rey Duarte ovo do gloria é la grandeza de su imperio, titulándose de
ir fúyendo en Borgoña por demandar ayuda al Du títulos muy injuriosos á la christiana religión ; é ya
que su cunado. hallándose tan poderoso sin fallar ninguna repunan-
cia parecióle grave de comportar que Iob venecianos
CAPÍTULO LV. libremente posoyeren la isla antiguamente llamada
De las novedades quel lley Luis de Francia en las parles de Italia Boocia,quo agora Negroponte se llama, que es en ol
mo»ió. mar greciano, donde fué la muy excelente ciudad de
Tebas, que malaventuradamente cayó, cérea de la
El Rey Luis de Fruncía como fuese codicioso é qual es el monte Parnaso é no muy alongado de allí
promovedor de guerras, siempre procaraba noveda la ciudad de Lacedemonia ; é los venecianos sospe
des ; é como ya oviese puesto discordia entre los charon quel gran Turco quería señorear aquella pro
Grandes de Inglutorra, después del nacimiento do vincia, ó algunos docian quo avia do ir sobre Cecilia,
su hijo comenzó de hazer alianzas ó nuevas amis é otros en la isla de Creta, é otros en otras diversas
tades en Italia , é poner diferencia entre los Prínci partes. Pero como los venecianos conociesen el gran
pes é los pueblos della, para lo qual ovo mayor lu desamor quel gran 'Turco los avia siempre, cre
gar seyendo Padre Santo Pablo Segundo , á quien yeron que iría sobre Boecia , para lo qual proveye
siempre novedades placían ; ó como se fallase muy ron enviando un capitán suyo llamado Nicolao de
rico é poderoso, pensaba todas las cosas poder traer Canal, con quarenta y cinco galeas é quince carracas
á su voluntad por difíciles que fuesen ; ó como ol mandándole que estuviese en las islas Caladas para
Rey Luis de Francia oviese poco cuidado de repa socorrer é guardar sus tierras , é para prestamonte
rar los males quel gran Turco á los ehristianos facia, resistir á la flota del Turco donde quiera que supie
curó solamente de atraer a sí la voluntad del Duque sen quo estava. En este tiempo el gran Turco em-
de Milán, Gabazo María Esforza, hijo del Duquo bió con su flota un capitán llamado Mahomad, viz
Francisco Esforza ; el qual aunque en muchas cosas caíno, con quatrocientas é treinta y cinco velas de
siguiese las pisadas del padre, engañado por el diversos navios ; é mandóle que fuese en la isla de
deudo que ya tenía con ol Rey de Francia, como Boecia, sin quo persona del mundo supieso dondo
fuese casado con hermaua de la Reyna , acordóse iba; é asi la flota del Turco so vino en ol mar Egco
con él, é ovo ontrellos consejo que se fíciese amistad y llegó á la isla de Toncdos ol día primero de Junio
é alianza entrellos y algunos príncipes é pueblos do del año de nuestro Redentor de mil é quatrooiontos
Italia, lo qual el Papa Pablo trabajaba, atrayendo é setenta años. E de allí se partió en once de Julio
á esto el Rey Fernando de Nápol , requiriendo en en la isla de Embros , donde tomó por combate una
esto los florentinos, los qualea avian por grave du villa que tenia un capitán veneoiano llamado Juan
so partir de su vieja amistad , é demandaban algún Marcos, caballero muy esforzado, el qual fué allí
tiempo para que mas honestamente aquello pudie muerto, é con él trecientos hombres escogidos. E do
sen facer. La concordia se fizo del Papa con el Rey allí la flota so fué en la isla de Lemnos, la qual te
de Nápol, la qual trajo al Rey mas provecho que nia Antonio Jacobo, ciudadano de Venocia ; en la
honor al Santo Padre, como el Rey ovo del Papa las qual cinco dias continuos combatió un castillo lia-
' ciudades de Benavente é San Germán que á la Sede modo Policastro, é no lo pudo ganar por ninguna
Apostólica pertenecían, porque la ciudad de Armiño fuerza ni arte. E do allí so fué á la isla llamada Ca-
poco antes ocupada, fuese restituida al Papa, é el teron, donde quemó una pequeña villa, el castillo de
hijo de Sigismundo , á quien la había querido res la qual no pudo ganar, é desdo allí se fué á la isla de
tituir, la tuviese consigo en la provincia de Nápol, Boecia, agora llamada Negroponte ¡ y en el mesmo
ó le proveyese dándole equivalencia por la ciudad de dia que la flota allí surgió, llegó el gran Turco con
Armiño quel Santo Padre avia dado como aquella infinitas gentes de caballo é de pie , que avia pasa
ciudad á el hijo de Sigismundo perteneciese por ser do por Tesalia é por Acaya, é luego mandó facer
patrimonio de su Padre ; á como esta amistad no to- artificiosamente sobre naves una maravillosa puen
viose verdadero fundamento do virtud , dolía so si te en que avia en luengo trecientos pasos ó quaren
guió gran daño al negocio principal de la guerra de ta en ancho , por donde toda su gente pasase en la
los turcos, como los venecianos al comienzo destas isla sin trabajo. E de la flota descendieron allí con
cosas estoviesen como atónitos , é no pudiesen pro su capitán cinquenta é cinco mil combatientes-
veer á los negocios de Italia como convenia en los el qual puso su real cerca del monasterio de San
cosas de la guerra de los turcos, en que todos esta- Francisco , y el gran Turco pnso el suyo junto con
MEMORIAL DE E 'EBSAS HAZAÑAS. * 57
el moneBterio de Santa Clara , é todas bus tiendas se le dieron sin pelear. De lo qual gran variedad
eran coloradas. Y ol primogénito del Turco puso bu avia de pensamientos en el Senado do Vonooia, por
real también do tiendas coloradas do la otra parte que esto caballero en muchas cosas pasadas se avia
de la Tilla. E traia el gran Torco, entre muchas oteas mostrado forzado é valiente, é siempre avia dado
artillerías, diez tan gruesas lombardas, quo un hom do si buena cuenta; ó los unos creían questo fuese
bro puesto do rodillas podia entrar en qualquiora por trato quo con los turcos tovieso , otros creían
del las sin llegar cabeza arriba , é treinta coi togas esto sor fecho por parte del Santo Padre , porque
de grandeza increíble, é muchos engefios é trabu como quiera que pareciese ayudar é defender é fa
cos é cabritos , con que combatía la villa de tal ma vorecer á los venecianos, muchos dias avia que
nera , que do diani de noche un momento no habían tenia con ellos secreta enemistad , porque siendo el
de descansar. Con todo eso la virtud é valentía de padre Barbo ante quo fuese Santo Padre, el Senado
los chrÍBtianos era tan grande , que aunque ningu de Venecia avia desterrado de allí á algunos parien
na esperanza tenian en los muros ni fosados, que tes suyos. Como quiora que sea , este mal caballero
estaban llenos de agua, según los pertrechos é puen pudiera mucho ayudar su partido si quisiera, según
tes é bastidas y escalas que los enemigos tenian, no el gran poder quo tenia, por cuya culpa los venecia
dejaban de ferir muchos turóos , creyendo por las nos recibioren gran doño, quo toda la christiandad
manos poderse defender, como quatro dias sin ce no bastaría á remediarlo.
sar oviesen maravillosamente peleado sin les poder
entrar por ninguna parte con bastidas ni escalas ; é CAPÍTULO LVII.
so oreia que no les entraran , si no fuera por la trai
ción de Tomas Ilirico, que dio lugar á los turcos; De la nocTi embajada de los franceses Tenida por el casamiento
los quales avian muerto todos los moradores de las de Carlos, Duque de Guiana , con DoBa Juana, hija déla
islas ya dichas , solamento dejando para su servicio Ittjna.
los mozos y mozas; y el gran Turco mandó cegar En esto tiempo ol Koy Luis de Francia , quo no
el fosado, questaba lleno de agua, con gran muche solamento dejaba de ayudar é favorocor á la religión
dumbre de gabillas de sarmientos, donde queriendo christiana mas aun á los príncipes é provincias á
entrar los turcos, fué puesto fuego por algunos ca quien debiera traer á dar ayuda, injustamente fati
balleros italianos que allí estaban , donde por fierro gaba é contra ellos facia guerra, é fasta las postri
ó por fuego fueron muertos catorce mil turcos é meras partes d'Espafia motia discordias y disensio
muy pocos christianoa. Y ol siguiente dia, como los nes. E del colegio de Roma sacó al Cardenal Trapa-
chrÍBtianos toviesen su bandera sobre la cerca, los cense, porque con la soberbia é audicia ó maliciosa
turcos ovieron tan grande enojo , que súpitamente astucia de aquel buscase cosas nuevas, al qual quiso
todos vinieron á combatir la villa por diversas par fuese corredor del dañoso é aborrecible casamiento
tes ; é como los christianoa oviesen muchos tiros de de Carlos, Duque de Guiana, su hermano, con Doña
pólvora é gran ballestería, tan duramente pelearon Juana, fija de la reina Dona Juana. El qual por su
que mataron dellos diez y seis mil. E otro dia vol mandado vino en la villa de Medina del Campo con
vieron á combatir la villa no con menor ardidez é docientasé cinquenta cabalgaduras, dondel Bey Don
osadía que los dias pasados, en el qual combate mu Enrique los esperaba é los Grandes que se siguen :
rieron tres mil turcos ; y en este día se mostró cla Don Juan Pacheco, Maestre de Santiago, Don Alva
ramente la traición de Tomas Ilirico, por ayuda é ro d'Estufiiga, Duque de Arévalo ó Conde de Placen-
favor del qual los christianoa vinieron en perdimien cia, é Iob Condes de Benavente é Miranda, é Don Pero
to, é los turcos se esforzaron tanto, que subieron por González de Mendoza, Obispo de Sigüenza; los qua
la parto de los muros questaban derribados, é allí les todos con gran pompa lo Batieron árocebir, é des
fué la pelea muy agrámente peleada por ambas que fueron juntos en ol palacio, ol Cardenal esplicó
partes ; é tan grande ora la mortandad de los hom su embazada por palabras muy deshonestas, ca era
bres é caballos, que se fizo con ellos llana la entrada hombro sin vergüonza é osado , ó parecíale que la
del fosado. Duró tanto esta polea quo era cerca del sabiduría en aquello consistía ; y entre los otras co
dia quando los turcos ganaron el muro de la villa, sas dizo algunas injuriosas al Príncipe Don Fer
é la crueldad del Turco fué tan grande, que ningu nando é á la Princesa DoBa Isabel y al Arzobispo
na persona perdonó ; é muertos todos los christianos Toledo, é atacaba de malicia é de infidelidad á la
por mandado del gran Turco', fueron contados to gente d'Espafia, y con su soberbio fablar pensaba la
dos los muertos ansí turcos como christianos , é fa voluntad de los oyentes, á quien claramente inju
llóse de los turcos ser treinta y nueve mil , é de los riaba, atraer & lo que quería , deseando quel casa
christianos treinta mil. Y el mal aventurado caba miento del Duque do Guiana se concordase con
llero Nicolao de Canal, capitán de los venecianos, DoBa Juana, hija que so llamaba del Bey Don En
que muy cerca dende estaba con quarenta y cinco rique, ó allende destas cosos otras muy mas locas
poleas é quinco caracas , no quiso socorrer ó los de la palabras. En presencia del Bey é de todo su Conse
villa, ni tampoco á los caballeros italianos que su jo habló, no habiendo vergüonza de injuriar al Bey
ayuda esperaban; el qual les pudiera mucho valer Don Alonso, é á todos los Grandes que con él esto-
si quisiera. Esta vitoría ávida por el gran Turco, de vieron, ni menos á los ausentes principes Don Fer
allí se oartió para islas coreanas , las quales todas nando é DoBa Isabel , al Bey tan conjuntos. En
58 CRÓNICAS DE LOS REYES DE CASTILLA.
deudo de lo qual, el Rey cuino fuese usado de so- que so obligase el Duquo do Guiana á este casa
frir injurias, ningún sentimiento mostró, ni tampo miento á ellos encomendado , porque de aqui no se
co los Grandes que presentes estaban, antes el Rey siguiese guerras ó daños entre los franceses é espa
determinó de facer este casamiento, é machos ovo ñoles, entre los quales avia buena paz. A los quales
do los nobles deste Reyno , asi de la casa del Ar el Rey é la Reyna respondieron que eran prestos á
zobispo de Toledo , como de otros Grandes , que nioBtrar la obedencia fecha por legitima heredera
determinaron poner las manos en el Cardenal al sucesora destos Reynos á Doña Juana su hija, con
tiempo que destos Reynos saliese , y sin duda so juramento y omenaje de los Grandes de los Reynos
pusiera en obra si el Arzobispo y el Almirante Don do Castilla y de León, por todos los puoblos dcllos;
Fadriquo á ello dioran lugar ; y ol Rey continuan ol qual juramento é omenaje fozia asaz firme ol de
do su propósito, dio forma de ir á la ciudad de Se- recho hereditario de Doña Juana , su hija ; pero si
govia para á facer el desposorio de Doña Juana, allende desto otra mayor seguridad querían, porque
que su fija llamaban, con Carlos, Duque de Guiana, no fuesen acusados de negligenoia por el Rey do
hermano dul Rey Luis de Francia ; para lo qual Francia é por el Duque de Guiana que avia de ser
tomó consigo á Don Juan Pacheco, Maestre de San principe de Castilla é de León , le placia en público
tiago, é al Conde de Placencia, Don Alvaro d'Estu- delanto de todos, la Reyna, en la Iglesia mayor de
fiiga , llamado Duque de Arévalo , é al Arzobispo Segovia, solemnemente recibir el Cuerpo do nues
viejo de Sevilla, Don Alonso de Fonsoca, é á Don tro Señor, y diciendo la misa el Cardenal, é antes
Diego d'Estuñiga, Conde de Miranda, é á otros mu que acabase de consagrar, tomó el Corput en las
chos que favorecian este tan gran error. Y en veinte manos, y subió la Reyna Doña Juana al altar ma
días de Otubro del año do nuestro Redentor de mil yor, y en presencia de todos juró ser hija D.m Juana
é quatrocicntos é setenta años se partió de Segovia, del Rey Don Enrique y della, do que los embaxa-
é so fué al monesterio de Cartujos que se llamaba dores fueron contentos ; é dixo que por tal la daba
Sotos Albos, donde el Marqués de Santularia é sus de muy buena voluntad por esposa á Carlos, Duque
hermanos avian de venir con Doña Juana, hija de de Guiana, con consentimiento , asi de los Grandes
la Royna ; la qual como el Rey supo qne venia, por destos Reynos , como de los pueblos ; lo qual los
la mas honrar, la salió á recebir ; ó desque todos embajadores acetaron , y el desposorio se fizo con
fueron juntos en un valle ques entre Buytrago ó grandes alegrías y juegos. Y luego el Rey Don En
una pequeña aldea que endo está, se oomonzó á en rique reprobó á su hermana por ciertas cláusulas
tender eu el negocio, é el Roy en presencia do to escritas en letras que por estos Reynos envió, por-'
dos declaró su voluntad en gran daño do la prince que todos fuesen certificados de la reprobaciou fe
sa Doña Isabel su hermana. Faciendo dia muy cla cha por él de Doña Isabel , su hermana. No ovo te
ro, un viento súpito se levantó con una tan grande mor de Dios ni vergüenza del mundo el Rey Don
oscuridad de nublados é de agua é granizo tan Enrique de facer este aborresoible desposorio;
grande, que no se pudiendo remediar, se partieron aviendo pasado los autos ya escritos cerca de los
los unos do los otros, buscando cada uno donde Toros de Guisando, en presencia de los Grandes des-
pudieso guarecerse, dejando á Doña Juana sola. Ni tos Reynos y del Obispo de León, legado á latero é
el Rey que era usado de sofrir muchas voces nieves Nuncio Apostólico , é infinitas gentes , donde con
é vientos, no se pndo sofrir, que no desamparase la fesó espontáneamente é juró en las manos del dicho
hija tan amada , la qual sola quedó con un mozo legado públicamente, Doña Juana ser hija adulte
dcspuelas, el qual la puso debajo de algunos robles, rina de la adultera Reyna Doña Juana, é no suya;
y estuvo allí una gran pieza fasta que pasó aquella é allí juró é fizo jurar á todos los Grandes que allí
turbación ; é los caballeros con gran vergüenza vol estaban por princesa é logitima heredera destos
vieron á la buscar , de los quales algunos ovo que Reynos é señoríos á la señora Doña Isabel, su her
pronosticaron de aquel caso los males que después mana.
vinieron, á causa desta Doña Juana , nacida por
daño universal d'Eapaña ; lo qual conocían por la
CAPITULO LVIII.
voluntad divina aver seido fecho, porque fuese por
todos conocido el aborrecible ayuntamiento ser allí Del bienaventurado parto de la Serenísima Princesa Dolía Isabel,
fecho en ofensa de Dios y en daño oomun destos édc como le fué lomada por el Rey Don Enriqueta villa de
Medina del Campo.
Reynos. Después desto, el Rey con todos los caba
lleros ya dichos se volvió en Segovia por dar conclu Como en este tiempo no solamente muchos de los
sión en lo por él desoado. E queriendo el Roy que Grandes destos Reynos, mas genoralmonte todos
los autos del desposorio se celebrasen , los embala los pueblos estoviesen deseosos de ver el parto de
dores del Rey de Francia dixeron que antes questo la Princesa, mayormente los que en la villa de Due
se ficieso, querían ver el derecho qne Doña Juana ñas estaban con ella con muy mayor ansia lo espe
tenia á la sucesión de los Reynos de Castilla é de raban ; ó como ya se acercase el dia é las señales
León ; que como á todos fuese notorio ol debate pareciesen, estaban en gran cuidado recelando su
que avia si esta sucesión pertenecía á Doña Isabel, peligro. E plugo á nuestro Señor que á quotro ho
su hermana del Rey, ó a Doña Juana su hijo,^uo a ras del día del ineB do Otubro dol año do nuestro
ellos convenia ver la cortitumbre de aquesto, ante Redentor de mil qualrocientos Botonta años, la se
MEMORIAL DE V)l\ ERSAS HAZAÑAS. 69
flora Princesa parió una hija, á quien llamaron Jorge Manrique comendador do Montizon maravi
Doña Isabel como á au madre. E cerca del Rey Don llosamente favoresció & Don Alvaro d'Estuñiga su
Enrique estaban dudosos si era hijo ó hija. Como primo ; el qual como fuese caballero mucho esfor
de la verdad fueron certificados por mandado del zado é con entera voluntad quisiere ayudarle, mu
Rey, Rodrigo de Ulloa y Alvaro de Bracamonte, se' chos de los que al Rey Don Enrique seguían y es-
fueron á Medina del Campo que era de la Princesa, tovieron juntos en Ajofrin , lugar de la ciudad de
ó luego quitaron su justicia é pusieron otra nueva Toledo, Don Jorge con la gente quo pudo avor,
en nombre del Rey ; é de las rentas de las ferias aunque no era igual número de la que ayudaban á
que en aquella villa dos voces on el afio se facen, el Don Juan do Valenzuela , determinó de ir á pelear
Rey dió la mayor parte á Don García de Toledo, con ella, é salió de la villa de Alcázar, en un dia del
Duque de Alva, é la otra parte dió al Arzobispo vie mes de Diciembre del año setenta ; é porque la gen
jo de Sevilla en gran mengua y dallo de su herma te de caballo que llevaban era poca, acordó de lle
na la Princesa en galardón do no haber querido to var peones bien armados , é porque no se cansasen,
mar el titulo de Reyna quando el Rey Don Alonso mandólos sobir en carretas ; é como ol camino era
su hermano murió. E trabajaba porque- la ciudad de llano, andubo á gran priesa ; é visto los enemigos
Avila, que á la Princesa obedecía, lo fuese tomada, que ya estovan en el campo, mandó que todos pres
á la qual empachó el presto remedio del Principe, tamente viniesen é puso la gente de caballo en un
que luego á ello envió é Gonzalo Chacón con cien tropel, é mandó poner los peones á su mano dere
to é cinquenta do caballo, é envió á mandar á Pe cha é con grande osadía paso á paso fué ferir en los
dro de Avila, señor de Villafranea é de las Navas, contrarios, donde la batalla fué ásperamente pelea
que ge juntasen ambos á dos é tovieson la guarda da por ambas parles ; é los peones siguiendo el
de aquella ciudad. En ol qual tiempo de dos forta mandado de Don Jorge , firieron tan sin temor en
lezas queran del Arzobispo de Toledo é se las auian los enemigos, que mataron muchos caballeros é los
furtado, se facían grandes robos, la una llamada quo allí cayeron fueron luego por los peones dego
Canales, que tenia Cristóbal Bermudez, é la otra llados, de tal manera que los del Roy Don Enrique
Perales, que tenia Vasco de Contreras; & losquales á rienda suelta ovieron do foir ; é los enemigos asi
el Rey Don Enriqne mucho favorecia. En este tiem vencidos, Don Jorgo so volvió á la villa de Alca-
po vino en estos Reynos un caballero de la Orden zar donde avia salido. ■
de San Juan, Guido de Monto Alvaldo enviado por
embozado! del maestro do Rodas con facultad suya CAPÍTULO LX.
é con letras del Papa Pablo para proveer del Prio-
razgo de San Juan á Don Alvaro d'Estuñiga, hijo De la muerte del Duque Juan hijo de Renel, que fué lley de Oti
del Duquo de Aróvalo, al qual ol padro en ninguna lia , t del malaventurado caso aeaceido al primogénito Conde
cosa ayudaba, porque! Maestre do Santiago ayuda de Fox.
ba á Don Juan de Valenzuela , quo por Prior de San Mucho ayudó la fortuna á los serenísimos Prín
Juan se avia ; al qual ol Principo é la Princesa y el cipes Don Fernando é Doña Isabel en un gran da
Arzobispo de Tolodo favorecieron. A Don Alvaro ño que se les aparejaba , si los franceses mucho
d'Estuñiga desbarató la gente quel Maestre avia tiempo poseyeran á Barcelona. Como el Rey Luis
embiado en favor de Don Juan de Valenzuela, é to de Francia desde alli ganara la mayor parto de las
mó la fortaleza de Consuegra é labróla é fortificóla; fortalezas del Principe Don Fernando , ansi en Ca
y en este mesmo tiempo Don Alonso de Monroy, taluña é Aragón como en los Reynos de Castilla é
Clavero de Alcántara, como sopiese que doscientas de León , como sea cierto que tanto quel Duque
lanzas del Maestre Don Gómez de Solis estoviesen Juan tuvo á Barcelona con ayuda del Rey do Fran
cerca de Guadalupe, se fué á pelear con ellos, é me cia, cada dia se aumentaba el señorío del Rey Don
tiéronse en la villa, é allí los cercó ; é los principa Juan de Aragón ; el qual ya no podía resistir los_
les se le dieron , é á los otros dospojó de caballos é enemigos, asi por la decrépita edad suya, como
armas é ansí los embió ; do quo gran daño se siguió por la demengua del dinero, lo qual todo quiso
á los moradores de aquella villa. nuestro Señor remediar maravillosamente ; donde
quiso que se cumpliese aquella sentencia de Grigo-
CAPÍTULO LIX. rio que dice que entonce nuestro Señor embia los
remedioB, quando los hombres no esperan de aver
De la «illa que ovo Don Jorge Manrique , que avadaba i Don íos, cayendo eBtos daños sobre aquellos que busca
Joan de Valenzuela , prior de San Joan de quel ovo la Vi ron sin causa destruir al verdadero Rey y su legi
toria.
timo heredero ; como ya no tuviesen ninguna ayu
En mucho fué culpado de todos el Duque de Aré- da á tan grandes fatigas , donde por la mano de
valo por dexar de ayudar á Don Alvaro d'Estuñiga Dios vino en el intruso Duque Juan que Rey de
su hijo por complacer al maestre de Santiago, que á Aragón se llamaba tan gravo enfermedad, que fué
Don Juan de Valenzuela] favorecía ; el qual Don verdadera medicina á los trabajos é infortunios do
Alvaro ovo do buscar el favor del Arzobispo de To Don Juan, verdadero Rey de Aragón, en tanto que
ledo é de sus primos los hijos del Conde de Pare como el Duque Juan so viese en peligro de muerte
des, Don Rodrigo Manrique , entre los quales Don é conociese aquella enfermedad serlo venida por la
60 CRÓNICAS DE LOS REYES DE CASTILLA.
mano de Dios, mandó llamar á todos loa principa guerra los franceses pudiesen facer á Don Fer
les de Barcelona á los qualcs amonestó é requirió é nando, Príncipe de Aragón, Rey de Cisilia, á
rogó que no quisiesen estar más en la rebelión que quien la sucesión pertenecía de los Reynos de Cas
contra su verdadero Roy avian estado y estavan, tilla ó de León , y por cierto en otra m añora lo dis
mas á la clemencia suya con grande humildad per- puso la soberana Providencia , que todos los casos
don demandasen , á quien sin duda la potencia di dichos quiso é ordenó que fuesen en favor é ayuda
vina ayudaba como pareciese que en tanta edad, del Príncipe Don Fernando por destruir la maldad
aviendo perdido la vista, se la avia tornado. É co é porfiosa obstinación de los barceloneses, loa qua
mo los barceloneses estoviesen endurecidos, en su les con toda el ayuda de los franceses nunca pudie
malvada pertinacia, trayeron de lo postrimero de ron cobrar el puerto de Colibre, quos cerca de Qi-
España á Don Pedro, Condestable de Portugal, hi rona, por la industria é buena guarda de un capi
jo del Infante Don Pedro , al qual por Rey recibie tán natural de Mayorga á quien el Rey de Aragón
ron, y en breve tiempo malaventuradamente murió; la avia dado , donde murieron muchos de los fran
ó como en su enfermedad conociese que nuestro Se ceses con tiros do pólvora é ballestas por la virtud
ñor quisiese dar fin á los trabajos del Rey Don de los buenos que en aquella fortaleza estaban, que
Juan de Aragón , á los barceloneses exhortó que en con mano vigorosa ficieron fuir los franceses.
otra manera mirasen las cosos que fasta allí las
avian mirado, é inclinasen los corazones 4 la ver CAPÍTULO LXI.
dad, ni quisiesen tener la malvada rebelión que
fasta allí contra su Rey avian tenido , en tal perdi De la causa que ovo pan los debates é guerras de Don Pedro de
Vclasco, Conde de Haro, con Don Pero Manriqucz Conde Trc-
miento é desolación do aquella miserable ciudad, vito, primo suyo.
certificándoles que si do aquella enfermedad se le
vantaba él , buscaría modo como con bHena conve- La vecindad do la tierra de estos señores dio cau
.nencia é sin peligro do los ciudadanos el Rey de sa que entrellos oviese algún desamor ; é como los
Aragón fuese señor de lo suyo , é si la muerte lo vasallos del Conde de Trevifio recibiesen algunos
llevase, que otra vez y otra les rogaba y amones agravios de los vasallos del Conde de Haro, y él no
taba que no buscasen otras nuevas redes en que se lo remediase, el Conde de Trevifio tenia desto gran
embolver , é conociesen á su Rey , é fuesen ciertos sentimiento, como quier que lo disimulaba por no
que la desordenada codicia y ambición del Rey Luis aver tiempo para se vengar : donde ansí fué que co
do Francia avia fecho venir en aquella ciudad al mo el Rey Don Enrique todavía estoviese en pro
Duque Juan su primo, por no solamente apode pósito de casar á Doña Juana, hija de la Reyna,
rarse del Condado do Rosellon é Concentayna , más con el Duque de Guiana é conociese esto desplacer
de la provincia de Ampurdan , con sed inestingui- á loa vizcaynoB é lipuscanos, parecióle ser necesa
ble de ocupar todo lo que pudiese. Estas cosas é rio ponerles freno, para lo qual acordó de embiar
otras se afirman ser dichas á los barceloneses, los en aquellas provincias á Don Pedro de Velasco,
qualcs como ya estoviesen obstinados en su per Conde de Haro, con sus poderes muy bastantes pa
tinacia, ninguna cosa de su propósito les pudo ra los costrefiir é apremiar á facer su querer é vo
tirar ; con todo oso, después do la muerte del Prín luntad ; é como el Condo do Haro era hombre sa
cipe, aunque mostraron defenderse con ayuda de gaz é desease acrecentar su eBtado, parecióle esto
los franceses, ya los populares olaramente osaban le venir muy bion , é con muchas gentes se apoderó
decir mal de los mayores, é loaban la virtud del de la ciudad de Vitoria ques cabeza de la provincia
Rey & quien contra toda justicia tan luengamente de Álava, é desde allí trató con los de Malbaseda
avian aflejido ; é turbó mucho los corazones de con quien tenia antigua amistad , á los quales atra
todos el mal aventurado caso acaecido al primo jo á su querer é desde Vitoria se fué para la villa
génito del Conde de Fox, á quien esperaban ser de Bilbao , ques la más noble de Viscaya , donde
Rey de Navarra, al qual el Rey Luis de Francia quiso mostrar su grandeza ; é como los vizcaínos
avia desposado con su hermana, con quien enten tengan antiguas leyes é costumbres que puedan
día meter viva sentella en los Reynos de Aragón. desnaturarse del Rey si atentase quebrantarlas, y
É como en este tiempo viniese la nueva al Rey do el Condestable ay quisiese algunas cosas facer con
Francia do ser fecho el desposorio de su hermano tra sus leyes é costumbres, los vizcainos fueron
el Duque de Guiana con Dofia Juana, llamada hija dello muy mal contentos, é pensaron buscar su re
del Rey Don Enrique , ficíeron en su corto grandes medio, aunque la antigua discordia entrellos, en
fiestas por este desposorio, entre las quales se or que ¡numerables gentes por fierro é por fuego avian
denó una justa de guerra, en la qual el mal aven sido muertos, ansí de linaje deOfieü como de Gam
turado mancebo primogénito del Condo Fox justó, boa que aquella provincia señoreaba, les dava gran
é por liviano ó feble arnés fuéle dado un encuentro de eBtorbo, y el odio que entrellos avia repunaba
que todo el cuerpo le pasó, ó ansí súpitamente mu al deseo de la libertad, é la enemistad que ninguno
rió ; por quien muchos dixeron esto aver seido di fasta entonces pudo quitar de entre estos dos lina
vino misterio, como el Rey de Francia con este jes á la ambición y deseo do señorear aquella pio-
pensase muy mayores danos ministrar al ilustrísi- vinoia. El Condestable buscó nuevas vías de recon
mo Rey de Aragón porque desde Navarra nueva ciliar los enemigos de tan largos tiempos ; ni pu
MEMORIAL DE DIVERSAS HAZAÑAS. 8i "
dieran ningunos religiosos ni otras personas miti tad.» Lo qual teniéndole en mucha merced , los ca
gar la ira de los corazones quel amor de la libertad balleros ya dichos ficieron compromiso , é dejaron
pudo templar en el Conde de Haro , olvidando la todas las cosas á querer é voluntad del Conde de
persuasión del muy virtuoso é muy noble padre sa Trevifio, el qual luego fizo amistad de los dos ca
yo, el qual al tiempo de su fallecimiento le rogó é balleros con juramento é homenaje de siempre se
requirió que á los grandes do Vizcaya é Lipuzcoa guardar é honrar, é fizóse casamiento de fija é fijo
quisiese tratar amigablemente como á parientes é de los dos porqne mas la paz en t rollos so corrobora
mucho amigos, certificándole que si en otra manera se. E luego se dió forma á todas las cosas necesa
lo ficiese se le seguiría dolió gran dafio ; é como ya rias para echar de la dicha tierra al Conde de Haro,
los vizcaínos oviesen enteramente conocido ol pro en ansí las gentes del un bando é del otro fueron
pósito con quel Conde de Haro en aquellas provin conformes para ello.
cias entrava, é fuesen ciertos que buscar remedio
en el Rey sería demasiado, determinaron do reque CAPÍTULO LXII.
rir por ayuda d Don Pedro Manrique, Conde de De li batalla qne ovieron el Conde de Haro y el
Trevifio , el qual como quiera que fuese primo del Conde de Trevifio.
Conde de Haro é como del estoviese quejoso, pen
só serle venido tiempo para vengar sus injurias, No fué negligente ni perezoso el Conde de Tre
lo qual podia bien facer con aquella gente que en vifio en llamar sus gentes , asi do á pié como de á
tan gran fatiga se veia, é ovieron consejo de re caballo ; é luego en el comienzo se trabajó por de
conciliar á los dos principales caballeros , los qua- liberar la villa de Bilbao do la servidumbre en quo
les eran Juan Alonso de Moxica é Podro de Aven- esperaba quedar, é comenzó de apremiar y castigar
daño, hombres muy dispiertos en la guerra, los algunos moradores della quo eran conformes al que
quales vinieron á la villa de Carrion, donde falla rer é voluntad del Conde de Haro, en gran daño é
ron al Conde de Trevifio ; los quales como el,Condo perdimiento de la cosa pública do aquella villa ; lo
conociese días avia Bcr enemigos, maravillóse de su qual ligeramento se acabó, como para ello los dos
venida, é fabló con cada uno dellos aparte, é meti bandos fueron conformes; é do allí se acordó de
dos en una celda en el Monet torio de San Francis embiar gente asi dó caballo como de pié á la villa
co fabló con amos á dos juntamente, é cada uno llamada Villarreal, que es de Podro de Avendafio,
dellos mirando el uno al otro estuvieron turbados é muy cercana á la ciudad de Vitoria , porquel Conde
ninguna cosa fablaron. É como el Condo vieso la do Haro no pudiese sin gran dafio pasar por la es
turbación suya, comenzó la fabla, rogándoles mu trechura de los montes que alli hay. Y en tanto
cho que su vieja enemistad no turbase el bien co questo se facía, la Condesa de Haro en persona vi
mún é libertad de todos. Entónces Juan Alonso de no con asaz gentes por pasar á la villa de Bilbao
Moxica dijo á Pedro de Avendafio : « Pedro de por el camino de Balmascda, en el qual como quie
Avendado, ¿dónde está mi padro que vos cruel ra que hay muchas labranzas, no es el lugar cerca
mente con fuego matasteis?» Al qual Pedro de do, pero hay muchas torres las quales por sus ban
Avendafio respondió : «¿Qué voluntad pensáis que dosidades, todos tenían muy aparejadas de balles
os tenga aviendo por vuestra mano muerto a mi tas é tiros de pólvora. E como ya la gente de Vizca
hijo é á mis hermanos é á muchos otros de mis pa ya toda fuose conforme para facer todo el dafio que
rientes?» Oídas estas palabras por el Condo, dijo : pudiesen al Condo do Hato ó á sus gentes, de tal
«Pariontes, sefiores y amigos, dojad do fablar en manera tomaron los pasos , quo la Condesa no pudo
las viejas querellas ; encomendaldas á olvidanza, pasar, é ovo de se volver con gran peligro de los
pues otro remedio no tienen, é fáblese en las cosas suyos, y el Conde do Trevifio estando cerca de Vi-
presentes de que mayor caida para todos se espera ; llareal con gran gente, cada dia peleaba con los
¿qué dolor puede aver en loe que ya perecieron del Conde de Haro , é por los llanos de Alava ve
ansí de una parte como de la otra? más es de doler nían é facian en ellos grandes daños, de que mu
de los que viven en miserable catividad que la cho se acrecentó el homecillo entro aquellos sefio
muerte de aquellos que en libertad la recibieron que res, en que muy gran daño recibieron los del Conde
ninguna infamia podia ser ignal á la de vosotros do Haro , é por eso acordó de dezar algunos días de
gente noble Vizcaya, á quien nnnea la mano real facer guerra , porque idos los vizcaínos á sus luga
pudo domar voluntariosamente, si quisiéredes el res, él quedaba muy mucho mas poderoso así de
yugo infame consentir. El justo imperio de los re gente como de dineros quel Conde de Trevifio , ma
yes nunca quisístes sofrir, ¿é Bofrireis agora el tira yormente que cada dia esperaba ayuda del Rey Don
no señorío del Conde de Haro? Pues tornad en vo Enrique é del Maestre de Santiago ; y como todo
sotros las fuerzas que aver soliades que vanamente esto el Conde de Trevifio conociese, no tardó de
ejercitasteis , con detrimento é daño vuestro é de buscar ayuda quo lo convenía para lo qual requirió
vuestros parientes 6 amigos, para conservar vues á Pero López de Padilla , adelantado mayor do Cas
tra libertad con mayor gloria é fama , é si ayuda tilla, caballero muy noble que ya en algunos peli
habéis menester, aquí estoy yo, que no como prin gros avian sido compañeros, del qual algunos sos.
cipal , mas como igual de vosotros ponió la vida y pechaban que ayudaría á la parte contraría como
estado por conservación de vuestra antigua liber- fueso yerno del Maestre de Santiago ¡ á los quales
02 CRÓNICAS DE LOS REYES DE CASTILLA.
Conde de Ilaro é de Trevifio el Maestre de Santiago vivieron fuera de necesidad. Cosa fué por cierto
envió afectuosamente á rogar que dejasen la guer esta de muy cathólico é prudente varón é muy dina
ra, 6 para quo esto ovieso lugar, tovo mafia como de memoria.
el Rey so fuese á Burgos , creyendo questo sabido,
los Condes ambos á dos dejarían la guerra y el Rey
CAPITULO LXIII.
en persona, si menester fuese, los iria á pacificar ;
é como el Rey creyese la parte del Conde de Haro De la muerte malaventurada del Papa Pablo segundo.
estoviese mas poderosa é desease aquella oviese Vi
toria, dotóvoso mas de quanto debiera, y entre tan Convenionto cosa parece escrobir aquí la nueva
to la batalla de los Condos so dio cerca de Monguia, manera de muerte del Papa Pablo segundo , no vis
ques muy cerenna a la muy noble villa de Bermeo, ta semejante en el mundo fasta entonces , el quul
donde la gente del Conde de Tro vino á quien mucho mucho favorecía al Rey Don Enrique y encobria
ayudóles la aspereza de la tierra , sobró á la muche bus errores, la maravillosa muerte del qual dio tes
dumbre do la gente del Conde do Haro, donde muy timonio de bu torpe vida, el qual (mando vivió
léperamente por ambas partes la batalla se peleó ; siempre se ejercitó en oosas vanas , y en juogos , y
pero á la fin como quiera quel Conde de Haro pe en buscar las figuras de las monedas de los tiempos
lease animosamente como muy valiente caballero mas antiguos, y en mirar sus tesoros é piedras pre
y esforzase mucho su gente , todavía ovo de ser des ciosas en lo qual siempre contemplaba , é procura
baratado, é mucha della muerta, de la qual se afir ba tener oerca de sí nigrománticos é fechiceros ; el
ma ser perdidos más de mil hombres, do los quales qual, como fuese muy hermoso de gesto, é de cuer
fueron bien trecientos de caballo , entre los quales po muy grande é muy sano, sin enfermedad algu
fué muerto Alvaro de Cartagena, caballero mucho na, la noche que murió fué fallado en bu cama tan
esforzado , hijo de Pedro de Cartagena ; y el Conde pequeño é tan flaco, como de un mozo pequeño de
de Salinas, Don Diego, é Don Luis de Velasco pri diez ó doce años , todo consumido é fcrido el rostro
mo del Conde de Haro con gran trabajo se pudieron é la cabeza en muchos lugares ó los huesos de tal
salvar; y el Conde de Haro fuera allí muerto ó pre manera como si fuesen quemados en fuego ; el qual
so , salvo porque fué bien guiado por algunos que se afirma tener en un anillo un espíritu familiar,
la tierra sabian , é por muy ásperos ó montuosos por el qual muchas cosas sabia. É muerto así el
caminos con gran trabajo Be pudo salvar. El Rey Padre Santo , los suyos diorou muy gran priosa á su
' Don Enrique, que ante de la batalla otra voluntad enterramiento, porque no fuese á todos manifiesta
tenia, después de pasada comenzó avene más blan la nueva forma de su muerte , la qual bien confor
damente en las cosas que solía. ¡ Oh quanto daño me fué á bu vida, como siempre so diese á deleites
trae á los mancebos menospreciar el consejo de los é pompos é obras vanas dejando entender en las co
padres ancianos! Que por cierto bí esto Conde de sas á que su divinidad le obligaba. Solo esto fizo bue
Haro creyera el consejo de su excelente padre, no no en bu pontificado, que recobró algunos bienes del
viniera aquel rompimiento que vino con su primo, patrimonio de la Iglesia, que tiránicamente eran te
ni tomara por enemiga la nación de Vizcaya que nidos por algunos ; é murió este Padre Santo en el
por amor siempre sirvió á bu padro, el qual con mes de Agosto del año del naseimiento de nuestro
prudencia muchas veces supo hacer de los enemigos Redentor do mil é quatrocientos é sesenta y un años,
amigos, ó tanto fué caritativo é chriatiano é amador el qual no contento del excelente palacio edificado
de bus vasallos , que como en algunas villas suyas por Nicolao quinto cerca de San Pedro , mandó fa
oviese muchos judíos é con los logros le pareciese cer otro mucho mayor cerca de San Marco en Ro
aquello emprobecer, mandó so graves penas ningu ma. Fué enterrado miserablemente en una pobre
no fuese osado de dar á logro ; é como algún tiem sepultura, é sucedió en su lugar Sixto quarto, fray-
po esto duraso los vasallos se quejaron á él dicien le de San Francisco, antes llamado Francisco de
do que muy mayor daño recibían en no fallar di Ona, innoves, maestro de Santa teología, el qual
neros á logro ni en otra manera como ya, no los fa muchos cardenales crió de bub parientes ; que en
llando, les convenia vender sus ganados é lanas é este tiempo nuestro los Padres Santos parece que
pan é otras coBas adelantado, é por onde le suplica para sublimar sus deudos son puestos en la silla de
ban que diese libertad á quel logro se diese. El San Pedro, siendo en todo contra el orden de la
Conde queriendo en esto remediar, mandó poner Santa Iglesia,
tres arcas en Medina de Pumar y en Herrera y en
Villadiego, poniendo en cada una dellas docientos
mil maravedís, en los alfolíes de cada una destas CAPÍTULO LXIV.
villas dos mil fanegas do trigo , mandando dar las Da loa eseandaloa aeaeeidos en la dudad de Sevilla , entre Don
llaves de lo ya dicho á quatro regidoreB de cada Enrique de Cuiman, Duque de Hedlnasldonia , é Don llodrigo
una de las dichas quatro villas, mandándoles que Punce de I.con , Marques de Ciilii , i de la salida del Marques
de la ciudad de Sevilla.
qualquier vasallo quo menester oviese dineros ó
pan fasta en cierto número, dando prendas ó fian Como en este tiempo las voluntades del Duque y
za, le fuese prestado por un ano, con lo qual con Marqués estuviesen dañadas por las cosas entre
servó todos los vecinos do aqnollas villas que todos ellos pasadas, é como ya muchos de los ciudadanos
MEMORIAL DE D ER8A8 RAZA&A& é3
estoviesen en desgracio ó mal querencia del Mar te de allí, tomó por remedio dezar la ciudad é par
qués , la parte del Duque so hacia cada dia mucho tirse para Alcalá de Guadayra [lo qual fué causa
mayor ; é como de contino entre los gentes destos por lo mucho que quiso alargar sus estancias ; é co
señores ovieBe debates é contiendas é muertes é fe- mo tenia poca gente , ó como tenia mucho que guar
ridas de hombres, acaesció que en veinte y cinco dar, no pudo sofrir, de que de necesidad ovo de ir
dios del mes de Julio del afio del nacimiento de nues se. Ido, le robaron la casa, y estándola robando,
tro Redentor de mil é quatrocientos é setenta y un llegó el Duque, y el Adelantado dixo al Duque que,
años, oto un tan gran roido entre los gentes destos seria bien que no se la robasen , y dizóle el Duque
señores, que duró quatro días, en que murieron que entrase él allá, y entró, toda la qual halló que
é fueron feridos muchos de la una parte é de la no se habia robado, é dióla á Doña iBabel de León,
otra, é puesto fuego en diversas partes de la ciu mujer de Don Pedro el Bayo, hermana del Mar
dad, en que se quemaron muchas casas; é como qués ; é demás de todo esto fué la causa principal
quiera que alli estoviesen el Adelantado Don Pedro el fuego que pusieron los suyos á la iglesia de San
Enriqaez é Don Pedro Estuñiga que según quien Márcos, la que se quemó, y viéndola arder el Mar
eran debieran poner paz entre aquellos señores, qués dizo que no habia medio de apagalle ; al qual
ayudaron enteramente á la parte del Duque, por pesó mucho del fuego que so puso ; y la Marquesa
que el Adelantado y él eran casados con dos her su mujer, después de él muerto, dió para ayuda á la
manas, é Don Pedro era casado con su hermana, é labor de la iglesia] (1); é como la fortaleza de Alca
como los suyos fuesen muchos más que los del lá de Guadayra, tuviese Hernán Dorias de Saave^
Marqués , oviéronse de retraer en dos coiliciones de dra, cuñado del Marqués, casado con Doña Constan
Santa Catalina é San Román, donde se ampararon za, su hermana, mandó llamar todos los caballeros
é defendieron dé la muchedumbre de la gente del y escuderos que ende tenia, de los quales algunos
Duque é de los otros caballeros que le ayudaban ; vinieron, é otros no quisieron dexar sus estancias,
é algunos religiosos queriendo el servicio de Dios no sabiendo lo quel Marqués queria hacer, é asi el
y el bien común de aquella ciudad , se interpusie Marqués salió de la ciudad por la puerta del llosa-
ron y dieron medio como el Duque y el Marqués rio , con fasta dooientos do caballo é se fué á Alca
fuesen amigos é se juntasen en la laguna, é de alli lá de Guadayra. É allende lo fecho, la comunidad
anduviesen juntos por toda la ciudad porque fuese é gente del Duque robaron más de mil é quinien
por todos conocida la amistad suya. É para mayor tas casas de los parientes é aficionados al Marqués ;
corroboración do aquello, los religiosos tuvieron é asi el Duque quedó en Sevilla, do lo que so si
manera como el Duque y el Marqués hiciesen ju guieron infinitos daños é males, no solamente en
ramento é pleito omenage de se guardar verdadera aquella ciudad, más en toda su comarca ; y el Mar
amistad ; é para mayor firmeza de lo ansí complir é qués de Alcalá embió llamar toda la gente do ñus
guardar, partieron ambos i dos el cuerpo de nues villas é lugares, é á los Alcaides de Osuna ó Morón,
tro Señor, de todos los caballeros ciudadanos é co llamados el uno Luis de Pcrnia y el otro Luis do
munidad de aquella ciudad fueron mucho alégres, Godoy, los quales vinieron á gran priesa con la mas
creyendo que la paz entre ellos para siempre se gente que pudieron é ay Be juntaron con el Marqués
guardaría. La qual duró fasta un miércoles veinte y fasta mil é quinientas lanzas é dos mil peones, con
siete de Julio del dicho año, en el qual dia algunos la qual gente el Marques salió de Alcalá de Gua
dicen que estando el Marqués durmiendo la siesta dayra á tres dias de Agosto de dicho año é dió á en
muy seguro, según las cosas entrellos pasadas, que tender á todos los que alli iban que querían entrar
dos hombres de pié el uno del uno, y el otro del en la ciudad, é tomó su camino derecho para ella,
otro, murieron, é comenzaron á llamar apellidos. é como alli estoviesen espías del Duque, fuéronselo
Juntóse mucha gente de una parte y de otra, de á decir ; el qual mandó luego armar toda la gente
manera que comenzaron á pelear, tanto que entra de la ciudad para se poner en defensa ; é como el
ron por el barrio del Marqués, firiendo é matando Marqués llegó quanto media legua de la ciudad,
é robando á los suyos , é otros afirman que la gente tomó el camino del Olivar que va para el Alcanta
del Marqués comenzó aquesta pelea, é que sobre rilla é anduvo tanto , que antes de que anocheciese
aquello ovieron de venir la gente del Duque y él en llegó á las Cabezas con toda su gente ordenada en
persona ; lo qual dice se hizo tan de súpito, que los batallas; é otro dia, que fué sábado, á quatro de
del Marqués no se pudieron tanto ayudar de las ar Agosto, amanesció sobre la ciudad de Xeroz [como
mas como les cumplia ; con todo eso pelearon de tal quiera que los de Xorez tenían fecho concierto en
manera, que machos dellos fueron heridos é muer tre si que si el Duque de Medina viniese, dizesen
tos, asi de la parte del Duque como del Marqués; que no lo podían rescibir de miedo do la parciali
el que viéndose asi apretado , puso estancias en Ibb dad del Marqués, é si el Marqués viniese los del
calles donde fué combatido tres dias ; en el qual Duque de Medina dizeson lo mismo do manera quo
tiempo fueron muchos muertos é feridos ,*ansi de al uno ni al otro lo rescibiesen. Al tiempo que llegó
una parte como de la otra, é i la fin, como el Mar eran salidas mil y cinquenta lanzas á partir los tér-
qués viese la gran ventaja de gente que el Duque
tenia, á quien ayudaba la mayor parte de la ciu (I) Este (rozo consta solamente en el Códice de que nos hemos
dad, y él se viese arrinconado en una pequeña par- servido ]>ara esta edición.
64 CRÓNICAS DE LOS REYES DE CASTILLA,
minos con los moros ,-é salió á él Pedro de Vera con '
un capote vestido , que le mostró por donde avia de
CAPÍTULO LXV.
entrar porque aun los mas do los caballeros estaban
dosto concierto, ó algunos tenía él ciertos á su vo De la adversa fortuna aeacscida al Rey Duarle de Inglaterra , é de
luntad ] (1) ; y entró en ella por el postigo del la batalla que ovo después de vuelto en Inglaterra con el Rey
Enrique en que murieron el Rey Enrique y el Conde de Barry
Alcázar , que por él tenía Manuel Riquel , ó otros é muchos otros.
entraron por la puerta de Santiago, de tal manera
que el Marqués de súpito tomó todas las fuerzas de Como estas cosas en los Reynos de Castilla é de
la ciudad, ó bin apearse, hizo prender de casa en León pasasen, é buscasen contrariedades á la biena
casa á todos los aficionados al Duque, sin ponerse venturanza de los Príncipes Don Fernando é Dona
ninguno en defensa, salvo Iñigo López, Veinte y Isabel , gran dallo se siguió al Rey Luis do Francia
quat rfl , el qual so defendió por gran espacio é fué por la tornada del Rey Duarte en Inglaterra, el qual
forillo en la cabeza, ó á la fin óvose de dar á prisión; como después de salido del Rcyno en él tornase cou
los quales luego embió á su tierra y les robaron to favor del Duque Carlos de Borgofia su cuñado , é
do lo que en sus casas tenian. Luego el Marqués con muchos otros que le ayudaban , prósperamente
mandó pregonar cartas del Rey por las quales le peleó, ó ovo vitoria; en el destierro del qual el Rey
embiaba á mandar que toviese aquella ciudad con Luis de Francia por estrados modos avia trabajado,
la administración de la justicia ; las quales prego y on aquel tiempo atentó do pelear con Carlos, Du
nadas é obedescidas, toda la gente se sosegó; el que de Borgoña, en la qual batalla ovo la fortuna
qual fortificó la fortaleza é hizo en ella aquel fo contraria; así quo costreñido ol Rey de Francia por
sado que agora tione , para lo que derribó todas las gran necesidad, ovo de buscar algunas formas con
casas que eran mas vecinas á la fortaleza ; é los ca el Duque vencedor, como ya no pudiese ayudar en
balleros que mandó prender, dellos embió é Marche- aquellos dias al Conde de Barrunque ; el qual como
na é otros á Arcos, ó algunos mandó que quedasen fuese certificado del gran poder quel Roy Duarte
allí , ó de allí en adelante se hizo tan cruel guerra tenia en muy grande armada aparojada, é oviese te
entro el Duque y el Marqués como entre moros é nido muchos navios asi de ginovesos como de espa
christianos. Como el Duque tuviese en San Lucar al ñoles por sueldo el Duque Carlos para este pasage ;
gunas naos armadas , decian ser para venir sobre el Conde de Barrunque con gran diligencia ayuntó
•Cáliz ; entre las quales avia una llamada la Bena- quantas gentes pudo de las que deseaban la restitución
dtva que era muy grande. Sabido por el Marqués, del Rey Enrique con el que todos juntos vinieron
mandó armar en Cáliz ciortas naos ó carabollas , é en batalla contra ol Roy Duarte, en la qual tan pros
envió en ellas ciertos capitaues que fuesen á San pera fortuna ovo Duarte, que el Rey Enrique y el Con
Lucar é peleasen con la flota del Duque, certificán de de Barrunque é todos los grandes que lo seguían
fueron muertos , é los que ende fueron presos dentro
dole que como ellos llegasen en San Lucar, él por la
de tres dias los mandó degollar en la ciudad de
tierra iria con toda la gente de Xerez , lo qual así se
puso on obra ; ó la flota del Marqués polcó de tal ma- Londres, en ol dia de la pasión de nuestro Señor del
nora que fué desbaratada ó tomada por el armada dol año de mil y quatrocientos y setenta y un años.
Muerto así el Rey Enrique é todos los que lo seguían,
Duque. É como los capitanes della quedasen orgu
llosos por la vitoria ávida, movieron su flota el rio fallesció la esperanza al Rey Luis de Francia, pro
movedor de todas estas cosas, que pensaba aver ma
arriba hasta cerca de las Horcadas, tomando é ro
yor poder para destruir al Rey Don Juan de Ara
bando todos los navios que fallaron. En el qual
gón é á su hijo el Príncipe Don Fernando é á todos
tiempo un corregidor qnel Duque en San Lucar te
los que lo seguian , y estudiaba no menos hacer en
nía, llamado Diego de Villalan, como fuese caba
Italia como pensase destruir al Rey Fernando de
llero esforzado , á muy gran priesa metió gente en
Napol, aviendo ya por amigo á loe venecianos ; é
algunas gruesas naos que en Barrameda estaban, é á
pensaba de aver para esto la voluntad del Duque de
la vuelta de la flota del Marqués peleó con ella , de
Milán, Oaliazo María Esforza, é los ginoveses é los
manera que el armada del Marqués fué desbaratada,
florentinos ; y el papa Paulo en esto estovo dudoso;
é le fueron tomados algunos navios de los que lle
y el Rey Don Alonso de Portugal buscaba nove
vaba, ó los otros navios con gran trabajo salieron dades entre el Rey Don Enrique y él ; é comenzó de
del puerto después de haber recibido gran daflo.
tratarse casamiento de Doña Juana hija de la Roy na,
su sobrina, con él, aunque en público estaba despo
(1) Todo este párrafo consta asi en el códice quo hemos segui sada con el Duque Carlos do Quiana, hermano del
do para nuestra impresión. En otros que liemos consultado dice Rey Luis de Francia ; el qual conosciendo el error
como sigue : -y como quiera que el Duque tuviese gran parte en quo avia hecho , buscaba como el desposorio so di
aquella ciudad y lodos los aOclonados a el rondasen aquella no solviese ; lo qual como el Roy Don Enrique conos-
che, a la mañana se fueron á dormir, al qual tiempo el Marqués
llegó i la ciudad y entró en ella por el postigo del A'caiar, que cióse, buscó de tratar casamiento de Doña Juana
por ¿1 tenia Manuel Kcquel , etc. • con Don Fadrique, hijo del Rey Fernando de Na
pol; lo qual si el Rey Fernando aceptara, quedara
enemigo del Rey de Aragón, su tío, é dol Príncipe
Don Fernando, su primo, E desando esto, el Maca
MEMORIAL DE D iVÉKSAS HAZAÑAS.
tro do Santiago Don Juan Pacheco, procuró casa fecho y el pasage porquo se volviesen en su Reyno,
miento desta Doña Juana con Don Enrique llamado sin le facer mas daño, dándole por cierto tiempo
Fortuna, hijo del Infante Don Enrique, Maestre de cinquenta mil coronas cada año , las quales algún
Santiago. E porque mas notorio sea la forma quel tiempo el Rey Luis de Francia le pagó é sin empa
Bey Luis de Francia en su vivir tenia, paresció ser cho é vergüenza públicamente decia que el Rey de
coBa razonable aqui en escribir un trato muy desho Inglaterra vivia con él é le daba cinquenta mil co
nesto por él comenzado, en gran daño é mengua ronas cada ano de acostamiento. En este tiempo el
del Rey Don Enrique de Castilla, teniendo con él Rey Don Enrique de Castilla embió su embazada al
muy estrecha confederación ó alianza, el que fué Rey Don Alonso de Portugal para afirmar el casa
que envió en Inglaterra soteno embazada al Rey miento de Doña Juana hija de la Reyna Doña Jua
Duarte, enviándole á rogar é requerir que quisiese na. E al tiempo que los embazadores llegaron, fa
con él amistad, é hiciese guerra en los Roynos de llaron al Rey de Portugal embarazado, que se par
Castilla é de León, pues de derecho le pertenescian, tía para Africa ; y como supo la venida de los em
éle daba su fe que en el tiompo que pusiese plan baxadores, salió de la nao donde estaba por los oir,
ta en tierra con su flota en los Reynos de Castilla, de que los Grandes que con él iban ovieron gran
él poderosamente entraria por la tierra, por manera enojo, sospechando la causa de la embaxada, é su
que ligeramente amos á dos podrían ganar estos plicándolo que ne quisiese venir en el casamiento
Reynos, de los quales pura si no quería, salvo los de Doña Juana sobre quellos creian aquella emba
muebleB que pudiesen aver para sus despensas, é los zada venia después de ser .tantas veces ofrescida é
Reynos enteramente quedasen para él, pues justa dada á Carlos, Duque de Gniana, é con ella quisiese
mente le pertenescian, y ellos quedasen para siempre tantos yernos buscar é con este bueno buscase todo
amigos é confederados. E al tiempo que el Rey de el mundo enficionar, é no oviese parte donde con él
Francia esta embazada en Inglaterra embió, estaba no o viesen tentado ; é le suplicaban no quisiese á
ende por su embajador del Rey Don Enrique do tan gran gloria quanta avia ganado, tan gran torpo-
Castilla, Don Alonso de Palenzuela, fraylo del Or dad se juntase. Con todo eso, el Roy de Portugal
den de San Francisco, hombro muy noble en vida y determinó de aceptar el casamiento ; é después de
en cionoia, Obispo de Ciudad Rodrigo, que después haber hablado secretamente con los embajadores, en
fué de Oviedo ; á la qual embazada el Rey de In público dixo aver salido de la nao por resoibir mas
glaterra no quiso en secreto responder, ante einbió honradamente aquellos embaxadores por respeto de
á decir á los embaxadores de Francia que viniesen quien los embiaba ; y en presencia de todos dixo á
al Palacio á ezplicar su embaxada , presentes todos los embaxadores que podian certificar al Rey Don
los de su Consejo, y embió decir al Embaxndor de Enrique, quedándole Dios próspero suceso, con muy
Castilla que fuese presente á oir la embaxada quel buena voluntad se vería con él, é daria forma como
Rey Luis le embiaba ; é juntos asi todos en presen el amor para siempre entre ellos quedase con gracia
cia del Rey, los embaxadores del Rey de Francia de ambos á dos. Las quales cosas en público dichas,
explicaron su embazada en la forma dicha, á los el Rey se tornó á la nao é mandó dar las velas al
quales el Rey Duarte dizo : « Vosotros diréis al Rey viento.
«Luis que oi las cosas que de su parte me dizistes,
»de que no poco soy maravillado, sabiendo la estre- CAPÍTULO LXVI.
»cha amistad, confederación é alianza que él tiene
«con el ilustrtsimo Principe Don Enrique, Rey de De li Tenida do D. Rodrigo Pouee de León, Marqués de Cáliz, i
^Costilla é de León ; la qual estando muy firme en- ll ciudad de Sevilla.
ntrellos, mover trato tan feo é tan detestable entre En esto tiempo Don Rodrigo Ponco de León, de
nqualesquier personas , quanto mas entre Reyes, seando hacer algún ultraje al Duque, determinó de
ncosa paresció muy estrafia de oír ¡ é é> lo que dice se venir á Sevilla, para lo que oon muy gran priesa
«que yo tengo derecho á los Reynos de Castilla é embió á rogar á todos sus ayudadores , parientes y
»Leon, diréis que no lo tiene bien aprendido, porque amigos que á cierto dia fuesen con él en Xerez ; los
stanto que durare el linaje del Rey Don Juan mi .quales muy prestamente vinieron, é asi mismo to
»tio, do gloriosa memoria, ellos son herederos de das las gentes de sus villas é lugares. E como el
«aquellos Reynos, y ellos vivientes , yo no tengo á Duque supiese el llamamiento que el Marqués ha
sellos derecho alguno ; é al Rey Don Enrique yo lo cia, embió llamar todos sus amigos, de los quales
»amo mucho, y lo ayudaría é favoresceria quanto ninguno quiso venir, salvo Don Alonso de Cárde
. «pudiese en todo lo que mo menester ovieso ; ó de- nas, Comendador Mayor de León , quo después fué
scirleeis quo yo no tengo en el mundo otro enemi- Maestre de Santiago, del que una sola hija que te
ngo sino á él, como él posea el Reyno que á mi me nia era esposa de Don Pedro de Guzman, hermano
npertenesce, é que por eso tenga por cierto que, del Duquo, el que vino en Sevilla con trecientas y
nquando no pensare, yo iré á tomar lo que mo per- treinta lanzas. El Marqués á gran priesa se partió de
ntenesce. » E poco tiempo después desto el Rey Duar Xerez, contra la voluntad de muchos que con él ve
te de Inglaterra pasó poderosamente á Francia, é nían, por mostrar á los sevillanos del infortunio pa
comenzando facer la guerra , el Roy Luis tovo con sado averie resultado mayor poder, lo que tan
él tales formas, que él pagó las despensas que avia to mas provecho se lo pareada, quanto mas presto
Cr.-III. 5
G6 CRÓNICAS DE LOS BEYES DE CASTILLA.
lo hiciese, como de la tardanza muy grandes des cierto aquella gente era allí venida contra su volun
pensas se le siguiesen, é al enemigo se le acrecen tad; el Comendador Mayor dio tantas razones porque
tarían las fuerzas ; lo que hizo por consejo de Don la batalla no se debiese dar, que turbó las voluntades
Gonzalo de Sayavedra, Comendador Mayor de Mon- do los unos y de los otros, é la batalla so escusa por
talvan, el que so color do entender contra estos ca causa do los priores de la Cartuja ó do San Jeróni
balleros, se vino á la ciudad de Xerez , é quedó en mo é de otros monestorios que en ello anduvieron
ella por guardar la fortaleza é ciudad con algunos de una parte á otra muchas veces. Ovo gran tardan
do quien el Marqués se conñaba, y el Marqués con za en debatir quien primero partiese mano del cam
mil ó quinientos do caballo é tres mil peones se po; é después de muchas alteraciones, determinóse
vino ala villa de Alcalá de Quadayra, ques muy que quien primero avia presentado la batalla, pri
coreana ala ciudad do Sevilla, lo que sabido por los mero se partiese del campo. E asi el Marqués ovo
sevillanos, todos recurrieron á las armas, especial de volverse primero ; lo que se hizo contra el dere
mente el pueblo que mucho deseaba la batalla ; ni cho de armas, el qual quiere quel demandado salga
era persona que pensase que escusarso pudiese. T primero del campo ; é así el Marqués que presentó
el dia siguiente que el Marqués á Alcalá llegó, sacó ]a batalla debiera quedar en el campo fasta quel
sus gentes é ordenó bus batallas para ir á Sevilla, y Duque se metiera en la ciudad. Y el Duque después
el Duque salió de la ciudad con fasta mil é trecien se fué á la villa de Alcalá, é fué conoscida cosa con
tos de caballo, é con tan gran número de personas quanto temor los ayudadores del Marqués miraron
que pasaban do diez mil muy bien armados ; los la muchedumbre de los sevillanos, entre los quales
quales todos iban con muy gran voluntad de pe uno de los principales llamado Luis do Pernia, ca
lear. E las cosas estando asi , dinero é consejos se ballero muy esforzado y criado desde su niñez so la
ovieron de cada parte, é ya pesaba ¡i la gente del disciplina militar, trabajaba quanto podía por es-
Marqués ser vouida tan cerca de Sevilla, como so co- cuaar la escaramuza ; el que tanto se metió á apartar
nosciese ser muy pocos para pelear con tan gran los unos de los otros, que no se pudo escusar que no
muchedumbre de gente como delante de si veían. recibiesen un encuentro de uno de los de Sevilla, de
El Marqués esforzaba mucho los suyos. Conoscien- quo fué asaz llorido ; el qual dixo ni Marqués quo
do su temor los sevillanos, esperaban comenzar la avia sido mucho engañado en pensar con la genio
batalla por ordenanza del Comendador mayor do que allí traía podría contra los de Sevilla prospera-
León, á quien ol Duque habia dado el cargo , é con mente pelear ; los quales si el Duquo fuera acostum
palabras trabajaba quanto podía por quitar el temor brado á las armas é supiera hacer lo quo cumplía,
á los suyos. El Duque incierto del consejo que debía seguu la gente que allí tenia , el Marqués y todos
tomar, oyó diversos oonsejos de los principales que los que allí venían sin duda fueran perdidos. La
con él estavan. Eran algunos que decían quo los peo gente de Sevilla so quejaban mucho del Comenda
nes armados apartasen de la ciudad porque la oerca- dor Mayor de León, al qual decían muchas injurias
nia de la guarida no les diese ocasión de fuir. Fué el y palabras por no aver dado lugar á que la batalla
consejo del Adelantado, el qual respondió quél no se diese donde tan conocida ventaja el Duque tenia.
quería dar consejo en aquello, ó antes se desvió, é dixo El Comendador Mayor, mostrando tener grande eno
que lo quel Duque determinase facer quo eso haría, jo de las cosas á él dichas, se volvió en su tierra,
que eran christianos, é que él uo queriadar su parecer quedando las cosas en pendencia entre el Duque y
en ninguna cosa, sino hacer lo que el Duque hiciese. el Marqués. E después el Duque con mucha gente
E Don Pedro d'Estuñiga, hijo mayor del Duque de fué á dar vista á Xerez , á dó le fueron cerradas las
Plasencia, dizo que era bien de mirar qué cara los puertas , é algunos de los del Duque echaron lanzas
enemigos facían, antes que mas ú ellos se acercasen. por encima del adarvo , á do mostró mucha cobar
El Comendador Mayor de León, á quien era dado día el Marqués do no salir, como hizo el Duque á él
el cargo de ordenar las batallas , confirmó lo dicho quando fué á Sevilla.
por Don Pedro, é ordenó que quedasen con el Duque
ciento y quarenta hombres d'armas de caballos en
CAPÍTULO LXVII.
cubertados é quo toda la otra gente de la gineta se
partiese por escuadras, de las quales una fué con De ana batalla que Don Alonso de Aragón, hijo bastardo del Has-
Don Pedro d'Estuñiga para se acercar á los enemi trlslmo lley Don Juan de Aragón , ovo corea de IlarciHoua con
franceses 6 Italianos 6 catalanes, de que ovo la victoria.
gos é los tentar é poner temor, lo qual asi se fizó, á
fasta entonces siempre fué sospechoso el consejo del En este tiempo vinieron al príncipe Don Fernan
Comendador Mayor. E como Don Pedro d'Estuñiga do alegres nuevas de una gran vitoria que Don
livianamente comenzase su escaramuza con los del Alonso do Aragón , hermano suyo , ovo cerca do
Marqués, luego en ellos se conoació ol temor. Esto Barcelona , teniendo muy poca gente , con gran mu
conoscido por los sevillanos, todos dioron muy gran chedumbre do catalanes é italianos , do los quales
clamor, diciendo al Duque que si era deseoso de ovo muy gran despojo é muchos prisioneros, estan
honra, que á tiempo estaba de la aver , y en aque] do el señor Bey su padre en la provincia de Ampur-
dia podía ganar paz perpetua para si é para todos dan , después de aver recobrado á Oirona é aver fe
los do aquella ciudad, dostruyondo el enemigo, lo cho cosas muy famosas contra los franceses. E como
que muy ligero los parescia do hacer, como fueso ávida esta victoria Don Alonso se viniese para el
MEMORIAL DE DIVERSAS HAZAÑAS. 67
Rey su padre, é oviese algunos de aquella provin les ovieron por mol quel Duque no quisiese tentar
cia quo mostrando ser amigos del Boy metieron los los arrabales, quo creian se podian tomar ligera
franceses muy cerca do Peralada, por tal manera mente según la muchedumbre de gente quel Duque
que muy poco fallesció de so perder el Rey é toda alli ti ni a, é con la voluntad que todos le tenian de
su hueste, como los franceses llegasen antes que combatir ; y esto asi fecho comenzóse á tratar tregua
amanescicse , é la hueste del Rey ostuvieso segura entro estos señores é firmóse por quatro meses que
durmiendo, é como Don Alonso de Aragón se fa fueron fasta el postrimero dia de Marzo del dicho
llase mas presto con algunos pocos de caballo, de ano.
tal manera dió en los franceses , que mató 6 hirió
muchos do ellos é salvó la vida de su padre ; con to
do eso el Roy perdió allí mas de doscientos de ca CAPÍTULO LXIX.
ballo é algunas tiendas. E después doste infortunio, De como estando el Rey Don Enrique en la ciudad de Córdoba ,
el Rey recogió sus gentes é siguió los enemigos , é determinó de se ir a la villa de Andujar por desapoderar dell*
los desbarató é venció , é contra la opinión del so al Condestable Don Miguel Lucas.
berbio enemigo se ofresció & dalle batalla ; é asi los Como al Maestre de Santiago despluguiose del
frBnceses despojados é huidos de la ocupación d'Am- gran poder quel Condestablo Don Miguel Lucas te
purdan, mayor gloria se siguió al excolento Rey ; é nia, procuró como el Bey quo con poca gente fuese
con tan gran voluntad todos los do la provincia se a la villa do Andujar é dolía se apoderase, lo qual
juntaron con él quo pudo luego poner el cerco sobre el Bey puso en obra ; é llegando en Andujar , fuese
Barcelona. para la fortaleza la qual tenia un virtuoso varón Ha-
mado Pedro Descaídas , de quien el Condestable Don
CAPÍTULO LXVIII. Miguel Lucas mucho confiaba. Al qual como el Bey
demandase la fortaleza, y él donegoso do se la dar,
De como Dan Enrique , Duque de Medina , partid de la ciudad de el Bey mucho le amonestó que mirase en que obli
Sevilla con intención de tomar la ciudad de Xerez. gación los hijosdalgo estaban de dar qualesquier for
En fin dol año de setenta y uno el Duquo de Me taleza que t o viesen ú su Bey é Señor natural , que
dina Sidonia Don Enrique do Guzman , detorniinó quan feo nombre les quedaba para siempre á los que
de ir á Xerez, donde el Marqués de Cáliz estaba, des 10 contrario hacian , é bien debia saber quan gran
que supo que los ayudadores del Marqués eran par dafio se avia seguido á todos los do aquella provin
tidos de Xeroz. E como el Marqués fué certificado cia por el Condestable aver ocupado la oiudad de
que el Duque se aparejaba para venir contra él, etn- Jaén é las villas á ella comarcanas ; al qual Pedro
bió á gran priesa á llamar sus vasallos de Arcos é Descaída» respondió: «Señor Bey, todo ló que vues-
Marchena é de todos los otros sus lugares, é algunos i) tra alteza dice es a mi notorio , si licito sea llamar
de sus amigos, conque juntó fasta ochocientos de n Bey á quien por su voluntad se facó siervo ; é
caballo é ocho mil peones , con la qual gente se fué » cierto es las leyes d cutos Rey nos disponen á los
A Librixa é de allí á San Lucar de Barrameda. Lo ■) Reyes no se nieguen las fortalezas por Jos Alcay-
qual como el Marqués supiese, todos los sospecho t des , ni creo yo ser notado por desleal aviendo
sos echó de la ciudad de Xerez , é mandóles estar en n fielmente guardado esta fortaleza por el Condesta-
los arrabales, é metió toda la gente que le era veni » ble, quo tanto que los desleales á vos con muy
da en la ciudad é las mujeres ó hijos pequeños do 11 grandes injurias vos trataban, yo siempre guar
los que mandó estar eu los arrabales, los quales hi ní lando vuestro servicio y el bien de la tierra , tlran-
zo estar sobre buena guarda , é los haciendas dellos »do muchos daños dell a, resistiendo aquellos de
mandó meter en la ciudad so color que no rescibie- « quien era deservido é duramente injuriado ; y aque-
sen daño, é solamente los varones quedasen para » líos queréis que sean de vos señores é asi confir-
pelear con los enemigos. E como el Marqués supie n mais é facéis verdad todas las cosas que de vos se
se el Duque venir cerca, dejada en orden la guarda » dicen, porque verdaderamente mas mostruo ó bru-
do la ciudad é arrabales, dando a entender á todos » to animal dobe ser llamado que Rey, é a los tales
que quería ir á dar la batalla al Duque, cabalgó con n Reyes gran servicio so les hace en denegarles las
solamente docientos de caballo, é fué mirar las n fortalezas porque dellas no pueda usar en dafio su-
batallas del Duque en la ordenanza questaban ; é » yo y en destruimiento de los bienes de la Corona,
vistas, se volvió á la ciudad. Y el Duque llegó á la o ni estos avran vergüenza según su fidelidad 11a-
villa que es cerco dol nrrobal de San Miguel , y allí » mar lo que ellos hicieron maldad , los quales olvi -
esperó por ver si el Marqués le daría la batalla, ó si » dados los grandes beneficios do vos recibidos , no
los de Xerez que por secretos mensajeros le habian «solamente vos son ingratos, mas siempre acres-
fecho alli venir, habrían osadía de pelear contra el ncientan en vuestras injurias, ó consentís ser nota-
Marqués como los toviese oprosos contra su volun n dos de infidelidad aquollos que grandes angustias
tad. E como ninguna destas cosas sucediese , pare » é trabajos han sufrido por vuestro servicio, á quien
cióle ser demasiado bu venida; é como oviese diver ii el gran poder de los infieles á vos no pudo jamas
sos consejos do lo que se debia facer, determinó n atraer á seguir sus errores. En la memoria debiades
de se venir a San Lucar, é donde á Sevilla, de qne ii tener el áspero y duro cerco que la ciudad de Xáen
mucho desplacía ó los mas de los sevillanos, los qua- n por vuestro servicio sufrió del Maestre de Calad uva
68 CRÓNICAS DE LOS REYES DE. CASTILLA.
» Don Pedro Xiron, el qnal asi inesmo quisiera esta nescesarias por el Arzobispo de Toledo, como la Prin
B villa ooupar con toda la provincia de Andalucía. cesa estoviese en Alcalá de HenareB, los quales des
t En ninguna parte deeta comarca erados ávido por de allí se fueron en Cataluña por visitar al Rey Don
«Rey, salvo en la ciudad do Xaen y en esta villa; ó Juan de Aragón é al Principo Don Fernando su hi
» si nosotros de infidelidad somos notados por aver jo, ó por concluir el efeto de su embaxada, en la
«pasado los trabajos é fatigas que pasamos, tenien- qual oir el Rey y el Principe fueron mucho alegres,
»do siempre vuestra firme obidiencia, ¿por qué como la vieja amistad do los Duques de Borgoña
t causa podéis aver por leal al Maestre, á quien te- con los Reyes de Aragón á las partes amas á dos
» neis por Señor é obedescois por diversos respetos fuese muy provechosa, é mucho mas agora lo era, el
i contrarios, é aveis por fiel á quien por estonce de Rey siendo en edad tan decrépita, é al Príncipe su
«necesidad conviene tener por verdadero ó agora hijo como después de aquella afirmada mas y mas,
«por desleal? El qual ó los otros de su parcialidad, el Duque seria obligado resistir la cruel tiranía del
» ingratos á tan grandes beneficios ciertos que de Rey Luis de Francia, el qual con tiránica voluntad
«vos rescibieron, mas sin vergüenza y temor inju- todo el mundo entendía ocupar, con todo eso tres
n riaron de gran fealdad de obras é palabras vuestra veces avia seido desbaratado por la fuerza é vigor
«persona real, lo oual todo tenéis olvidado por las del Duque Carlos de Borgoña , la grandeza del co
s leyes por elloB quebrantadas é por nosotros guar- razón del cual siempre quiso socorrer á los amigos
» dadas, ¿ó á ellos queréis aver por leales é á nos- que menester le oviesen ; ó por esta causa embió
« otros por traidores?» Estas conos oídas por el Rey embaxadores de los principales de bu casa, no sola
con gran turbación, ninguna cosa respondió, ó mente nobles, mas prudentes y osforeados, por dar
vueltas las riendas salió de la villa, é fuese para él enojo á los adversarios del de Aragón é de su hijo,
Maestre que lo estaba esperando , é desde allí Be par é á ellos consolación é alegría.
tió para la ciudad de Baeza, é de allí se fué á la pro
vincia de Toledo , oon intención de no dar al Maes CAPÍTULO LXXI.
tre la noble villa de Madrid. E dende el Rey se vol De la batalla que se ovo en la Tilla de Carmona, 6 de la muerte
vió á Segovia con propósito de darlo la villa de Se- desastrada de Luis de Pernia.
púlveda, porque asi de la una parte de los montes
como de la otra el Maestre toviese libre sefiorio. En estos dias , pasada la tregua que era puesta
Lo qual como sintiesen los vecinos de aquella villa entro el Duque de Medinasidonia y el Marqués de
temiendo la dura servitud quo muchos dias avían Cáliz, el Marqués dio forma como loa quo seguían
'trabajado por oscuBar, á muy gran priesa embiaron la parto del Duque fuesen ochados de aquolla villa,
al Príncipe suplicándole quisiese ocuparla. El qual é Luis de Qodoy, que era alcayde de las dos forta
luego embió á Don Beltran de Guevara é á Pedro da lezas, no cesaba de molestar é dañar aquanto podía
Avila , señor de Villafranca , nobles y estrenuos ca á Gómez Méndez de Sotomayor, alcayde de la ter
balleros con ciento y setenta de caballo del Arzo cera fortaleza de aquella villa, el qual la defendía
bispo de Toledo ; los quales se apoderaron de la vi virilmente, ¿ gran pesar del Maestre de Santiago,
lla. E luego lanzaron delta algunos de quien avian que mucho averia deseaba ; para lo qual , no con
sospecha que la querían dar al Maestre de Santia tento Luis de Godoy de tener las dos fortalezas, las
go, en daño universal de toda aquella provincia, lo iglesias ocupó é puso en ellas mucha gente é tiros
que ovo por muy grave el Rey , y «crecentó mucho de pólvora é ballestería, é en aquellos lugares sa
el desamor suyo quo á los principes avian ; ni se pu grados algunos hombres mataron ; é ya estaba en
do abstener el Maestre que no hioiese grandes ame propósito de combatir la fortaleza que Gómez Mén
nazas á los moradores de aquella villa, dez tenia, so la qual los vecinos de aquella villa
rescibieron muy grandes daños, é ya no les queda
ba ningún remedio , si la fuerza con la fuerza no re
CAPÍTULO LXX.
sistían , como los de Sevilla conosciesen si aquella
De la embijada que Carlos , naque de llorgofia , embld a los Prin tercera fortaleza se tomase, fuese la mayor parte
cipes Don Fernando é Dona Isabel. del daño suyo , acordaron embiar á Gómez Méndez
Partido el Príncipe Don Fernando para Cataluña, socorro para la dofensa de su fortaleza , donde has
donde se esperaba con su ida fuese quebrantada la ta allí estaban encerrados , de lo qual Luis de Go
provincia de los barceloneses, en este tiempo los doy con gran rabia embió á requerir á Marchen» y
embaladores de Carlos, Duque de Borgoña, vinie Arcos , de donde le vinieron asaz gentes , é con ellos
ron á los Príncipes Don Fernando é Doña Isabel por Don Manuel Ponce de León , hermano del Marqués,
confirmar la consideración é alianza y estrecha y después vinieron ende Luis de Pernia , alcalde de
amistad que de largos tiempos acá avian seido en Osuna, é Perea, alcayde de Morón, de donde fué
tre los Reyes de Aragón é los Duques de Borgoña, de forzado á los sevillanos de luego enviar socorro á
la venida de los quales la Princesa Doña Isabel res- Gómez Méndez de gente de caballo é de pié, lo qual
cibió gran placer, aunque le desplugo el señor Prín Luis de Godoy menospreciaba , diciendo los sevi
cipe ser ausente. É en el resoibimiento de estos em llanos aver ávido mal consejo en embiar aquella
baladores ó la manera de su aposentamiento, con gente perdida á pelear con setecientos de caballo é
larga mano lea fueron ministradas todas las cosas otros tantos peones usados de guerra, é así pensó
MEMORIAL DE DIVERSAS HAZAÑAS.
Luis do Godoy poder señorear toda la villa, é de tal Barcelona ovieron muy grande temor y los del pue
manera la guardar que los sevillanos no pudiesen blo improbaban á los principales , notándolos de in
ayudarles ; é como de amas partes so aparejase la fidelidad por la rebelión tenida contra su Rey tan
pelea, llegó con la gente de Sevilla Don Gastón de humano y tan benino , y maravillóse de su hijo ser
Castro , caballero mancebo muy noble y esforzado, é venido a le visitar, y no detenerse por le quitar de
mandó de súpito derribar una albarrada de piedra los trabajos de la guerra ; mas el Prinoipe, como le
quelos de la parte de Godoy tenian para su defensa, cumpliese mucho la venida en Castilla, partióse
é no solaraento entró con grande osadia, mas luego para Tarazona é desde allí se partió para Castilla , é
descendió á lo llano por dar la batalla, y luego los con todo loor y gloria quiso guardar nuestro Señor
Xerecianos caballeros , que primero de Sevilla ha para el serenísimo Rey su padre , el qual benina é
bían venido, do quien Godoy avia burlado , comen mansamente tiró el temor que del tenian los barce
zaron á pelear con tan grande osadia, que los de la loneses, é todos aunibles y conformes, determina
parte de Godoy se turbaron. E luego Luis de Per- ron do dar la obidencia á su Rey , poniéndose todos
nia , como fuese caballero muy esforzado , é quisie á la voluntad suya, á quien tan gravemente habian
se á gran priesa socorrer á su valia, é como él fue errado. En este cerco fueron muertos de un tiro de
se el primero que iba ordenado con su gente, fué pólvora el noble y esforzado caballero Diego de
herido de un espingarda de tal manera , que de sú Guzman, hermano del Conde Don Jerónimo deGuz-
pito murió, el qual en muchas batallas contra los man, é fué dada al bienaventurado Rey Don Juan
moros, con poca gente, muchas veces de gran mu • la ciudad de Barcelona, en un dia del mes de no
chedumbre se bailó vencedor, con cuyo nombre los viembre del año del nascimiento de nuestro Reden
enemigos algunas veces se espantaban ; el qual tor de mil é quatro cientos y setenta y dos afios.
siempre aborresció las batallas dentro de lugares , é
mucho contra su voluntad fué esta venida suya en CAPÍTÜLO LXXIII.
Cannona. Asi fué muerto esto virtuoso y esforzado
caballero por la mano de nn barboro mancebo , en De como Don Rodrigo Ponec de León, Marques de Cslli, lomo
el mes do abril del año del nascimiento de nuestro de los moros la villa de Cárdela é so rotulan , é da la reñida
del Principe Don Fernando en los Rernos de Castilla.
Redentor de mil é quatrocientos é setenta y dos afios.
Fué este caso do gran temor á Godoy é los suyos, é Entanto que la tregua duraba entre el Duque de
dió grande audacia á los sevillanos, los quales por Medinasidonia y el Marqués de Cáliz, el Marqués
diversas partes iban venciendo los enemigos, en no dejaba de pensar como pudiese hacer guerra á
que muchos de ambas partes fueron muertos. E ve los moros , paralo qual embió secretamente sns ada
nida la noche, la cual cubrió la fuida de muchos, lides para tentar la villa de Cárdela, ques muy fuer
algunos no curando de los caballos que en las posa te , é como por ellos fuese certificado poder aquella
das dexaban , se fueron huyendo á meter en sus villa escalar y estuviese por estonce menguada de
iglesias que por su parte estaban tomadas. Asi fue gente , como la mayor parte de los moradores della
ron tomodos por los sevillanos bien ciento y noven fuesen idos & la guerra dé Málaga , el Marqués de
ta caballos de los de los de Arcos é Marchena é Mo terminó de la tomar. Para ello ayuntó toda la gente
rón é Osuna, é otro dia las iglesias tomadas por los que pudo demostrando que la juntaba para hacer
de Godoy fueron libres ; é ninguno otra cosa en la guerra al Duque; el qual se fué de su ciudad do
villa les quedó , salvo las dos fortalezas que Godoy Arcos , é allí juntó cerca de tres mil de oaballo é
tenia , y en todo lo otro quedaron apoderados los se tres mil peones é partió á media-noche sin persona
villanos vencedores. E después de la vitoria ávida é saber donde iba , sino sus adalides ; é tomó el cami
tomado el despojo, con mucha alegría Be volvieron á no para Cárdela ques quatro leguas de alli, sobre la
Sevilla ; los quales partidos, los de Carmona rescibie- qual amanesoió. E antes que á la villa llegase , fue
ron muy grandes daños , é fueron muchos muertos é ron muertos tres moros que en el campo se fallaron.
heridos, é puesto fuego por muchas casas, y las igle E como los moros desde la villa vieron la muche
sias ocupadas por Godoy y por los suyos, robando y dumbre de gente que venia , subieron todos los mu
matando y forzando mujeres sin ningún temor de ros pensando poderse defender, según la fuerza
Dios. E asi los sevillanos no sabiendo usar de su Vito que tenian , como otras veces oviese sido cercada de
ria , dieron lugar á que los vecinos de aquella villa christianos é nunca oviese seido tomada. E burla
rescibiesen grandes daños , y los cometedores do ton ban de los christianos peleando todavía valiente
grandes excesos quedasen impunidos, y no mucho mente. T el Marqués mandó á los christianos poner
tiempo pasó que hubieron la paga de su negligencia. fuego á las puertas é á la villa, é se entró por fuer
za de armas ; é los moros se retrageron á la fortale
CAPÍTULO LXXII. za con todo lo que pudieron llevar, los quales pen
saban estar alli seguros según la altura de aquella
De como el Rey Don Juan de Aragón paso el cerco sobre la ciu fortaleza. E tanto la fortuna favorespió al Marqués,
dad de Barcelona , é se le dló.
que como con él so hallase un hombre que avia sei
Acabada de sojuzgar la provincia de Ampurdan , el do algún tiempo pastor en aquella tierra é sabia un
ilustrfsimo Rey Don Juan luego puso el cerco sobre postigo que avia á las espaldas de la fortaleza ques-
Barcelona, aunque con poca gente, del qual los do taba cerrado, é aunque la subida para él era muy
70 CRÓNICAS DE LOS REYES DE CASTILLA.
alta é muy agrá , dixo al Marqués : « Yo aó por don- tro en ella ; é los chrístianos que eran solamente se
»de esta fortaleza se pudiese ligeramente tomar sin tenta con su Alcayde llamado Bernal Diafiez , pe
n peligro; por ende, Sefior, mandad fuertemente learon tan valientemente, que echaron los moros
» combatir por la parte de la villa , porque los mo fuera y mataron y hirieron muchos dellos , é como
lí ros socorran allá, que de las espaldas bien piensan quiera que algunos de los chrístianos fueron allí
«estar seguros, ó mandad que conmigo vaya algu- muertos y los mas dellos feridos, diéronse tal re
>> na gente , é yo lea daré luego la torre del omenage caudo , quo los unos ñrieron en los moros con ba
non las manos.! En lo qual el oir el Marqués fué llestas é tiros de pólvora, é los otros cerraron las
mucho alegre, é luego bu hermano Don Manuel puertas do piedra seca de tal manera que los moros
dixo quel quería tomar el cargo, é tomó consigo al se partieron del combate ; y visto por el Rey moro
guna gente, é siguió aquel hombre queste aviso avia el gran dafio que los suyos rescibian , é croyendo
dado ; é visto el lugar ó subida tan agrá ovo por di- que prestamente serian socorridos , según quien el
lidio poder subir por ponas tan altas. Con todo eso Al arques era, levantó el cerco do allí con poca hon
el hombre les dio cierta esperanza de aver presto la ra é gran perdida de sus gentes.
fortaleza, subiendo él primero que otro ; é como Don En tanto que estas cosas se hacían, en muchas
Manuel fuese caballero muy esforzado , é viese aquel partes de Castilla se comenzaron grandes escánda
labrador tan osadamente subir , siguiólo , é todos los los entro algunos do los Grandes. Como Don Rodri
otros siguieron á él , aunque con gran trabajo , de go Piínentel, Conde deBonavente, ocupase la noble
tal manera que como los moros estobiesen ocupados villa de Carrion quel Conde de Trevifio, Don Pedro
en defendor bu fortaleza no recolando do las espal Manrique, decía portonócorle , la qual tomó con in
das, antes que fuesen sentidos, Don Manuel ó los dustria de algunos v ¿cinos dolía, y del solar donde
que con él iban tenían tomada la torre del omenaje, la casa de los Manriques antiguamente avia seido, el
é como parescieso á todos imposible hombre poder Conde de Benavento hizo fortaleza, en mengua ó
subir desarmado por doudo Don Manuel con todas oprobio do la corona Real do Castilla é de la antigua
sus armas subió, óvose por cosa maravillosa, é Don nobleza do los moradores de aquella villa ; é Don
Manuel comenzó á pelear con los moros , é olios fue Diego Sarmiento, Conde de Salinas, por escalas ocu
ron espantados do lo ver , y uno dellos muy deno pó la villa do Santa Ghidoa, quos de Pero López do
dadamente so vino para él, al qual luego mató, é los Padilla, Adelantado Mayor do Castilla, é Don Alon
otros le demandaron misericordia é se le dieron. E so de Fonscca, el viejo Arzobispo de Sevilla, inten
porque no rescibiese daño dixo á los que con él iban tó do tomar las villas de Olmedo é Madrigal. Todos
que les habia dado seguro , y no consintió que daño estos nuevos crímenes ó excesos reproveyó é sosegó
rcscibiesen. E asi esta fortaleza so lomó por el aviso la venida del Ilustrisimo Príncipe Don Fernando.
de aquel buen hombre , é por el grande esfuerzo ó
osadía de Don Manuel , é los moros fueron todos to CAPÍTULO LXXIV.
mados á vida, salvo alguuos que avian sido muer
tos peleando. Este noble caballero Don Manuel fué De la vana é llorosa eulrada del Castillo que se llama de la Itet-
tanto deseoso de honra , que hizo voto de pasar en na cd la villa de Carmona, ó de la guerra t dalo que el Mar
qués de Calii hizo a los moros en la villa de Graciago.
Berbería é no volver en Castilla hasta aver muerto
en pelea tres moros por su mano , é asi lo puso en En este tiempo, en el Andalucía, el Duque de Me-
obra ; é cumplido su voto vino en Cárdela con el se dinasidonia, por consejo de Gómez de León, criado
fior Marqués su hermano, é óvose allí en la forma suyo , cobró la fortaleza de Calanis é de Arache,
ya dicha. El Marqués escribió este caso al Rey Don quel Marqués de Cáliz avia tenido algún tiempo , y
Enrique é á los grandes del Reyno , de que todos en el comienzo de su guerra la fortaleza de Cons
ovieron gran placer porquo la toma dcsta villa era á tantino avia tenido duramente cercada. E después
los moros gran quebranto , como fuese guarda y el Adelautado Don Pedro Enriqucz, que la parte del
amparo de los lugares á ella mas cercanos, é la di Duque favorescia , tomó la fortaleza de Tenpul, ques
visión é guerra quel Duque y el Marqués tenían no de la ciudad de Xerez , do que gran dafio al Mar
pudo tanto que en Sevilla no oviesen por ello gran qués é á aquella ciudad se siguió ; é como estas co
de alegría, como supiesen que después que los mo sas bienaventuradamente al Duquo paresciese ha
ros á España ganaron, que ha mas de setecientos ber sucedido, determinó de tomar la fortaleza que
años, en este tiempo aver sido esta villa muchas se llamaba de la Reyna en la villa de Carmona , el
veces cercada de chrístianos é ser sobre ella macha cargo de la qual dio á Gómez de León , hombre do
sangre derramada, é no aver sido tomada, la qual quien él mucho fiaba, de que grandes daños se si
el Marqués reparó é basteció de gente y armas ó de guieron ; ó como Gómez de León tuviese este cargo
las vituallas necesarias, é hizo consagrar la mezqui en aquella fortaleza, estaba por Godoy un hombre
ta , ó puto en ella clérigos , é los ornamentos nece muy malicioso llamado (1) deseoso de ha
sarios al culto divino. Después de ser así tomada la cer venganza de la gente del Duque, por las cosas
villa de Cárdela por el Marqués , el Rey de Grana allí pasadas, listo dixo á Godoy que si quisiese, li
da con muy gran gente puso sitio sobre ella, é geramente podrían ser los del Duque engañados, lo
mandóla combatir de tal manera, que fueron que
madas las puertas , y entraron algunos moros den (1) Hay aquí un troto en blanco en el eódice original.
MEMORIAL DE DIVERSAS HAZAÑAS. 71
qual se podria facer habiendo él habla secreta con tos en torno, salvo una pequeña parto quo no se po
Qomcz de León, de quien el Duque mucho sefiabn, dia cercar por unas grandes peños quostaban; é co
la qual fabla ésto procuró, é fingió tener muy gran mo los suyos entraron la villa é dieron gran grita,
de enemistad con Godoy é con sus hermanos, dán los moros con temor sacaron las mujeres é mozos
doles causas ó fingiendo dcllos haber rescibido por aquella parte que no avia gonto , é comenzaron
grandes injurias, habiéndoles servido loalmonto; ol á defenderse quanto pudieron , é á la fin todos los
qual ya cansado de sufrir injurias y daños intolera que onde quedaron fueron muertos é presos; é sacó
bles de aquellos hombres que más les parescia ser se do alli muy gran despojo ; é los moros que huye
esclavo que libre en sofrir la compañía de tan ma ron apellidaron la gente de la tierra, é luego vinie
los hombres, se avria por muy bien aventurado, é ron fasta trescientos, tan sin ruido que no se sintió
anteponiendo la fuerza á la virtud , quería buscar su venida, fasta que estuvieron dentro de la villa;
modo de se vengar si pudiese juntamente con su é como alguno de los christianos peones quedaban
propia libertad; lo qual todo Gómez do León creyó, robando las casas, fueron algunos dellos muertoB;
y alegremente oyó lo dicho por aquel enemigo, al é como el Marqués quisiera tornar á la villa é la
qual en nombre del Duque grandes dadivas prome estada fuese muy estrecha, mandóle poner fuego
tió, si él daba lugar á la toma do aquella fortaleza, por muchas partes, é alli fué inuorto Poro Nuñez de
é concordaba la traición do aquel que avia de dar Villavicencio , Veinte y cuatro de Xerez, quo era
la fortaleza. Gómez de León lo fabló con ol Duque, muy buen caballero , do quel Marqués ovo muy
é dióse orden como Gómez de León tomase dooien- grande enojo ; ó así se volvió vitorioso é con su pre
tos de caballo, é fingiese ir á Almodovar del Rio á sa á la ciudad de Xerez.
Gonzalo de Córdoba, hermano del Conde de Cabra,
que aquella fortaleza tenia, é á media noohe, por el CAPÍTULO LXXV.
camino más escondido que pudo so fué para Car-
mona, é llegó por aquella parte é con aquel enemigo De la malaventurada muerte de Carlos, Duque de Galana, fe
quedó concertado ; el qual como sintió la gente, co cha con yerbas , según se alrma , dadas por mandado del Bey
menzó á cantar , que era la señal que avia quedado Luis sn hermano.
concertada con Gómez do León. E luégo descendie Ayudó mucho á la perversidad del Rey Don En
ron de los caballos é fueron por sus escalas é subie rique la maldad del Rey Luis de Francia, el qual,
ron cinco, los quales por la mano del traidor fueron en tanto que las cosas dichas en España pasaban,
puestos en un apartado lleno de hombros de armas; el Rey de Francia, como desamase mucho al Duque
é después do aquellos subieron otros quatro, los qua de Guiana su hermano, porque parescia favorecer
les todos fueron muertos; é quando el deceno subió al Duque Cárlos de Borgofia, é porque de los Gran
é sintió el ruido de la gente de armas, no quiso más des, é áun de los pueblos, era mas amado quel Rey,
adelante pasar; lo qual visto por la gente que abajo é como fuese notorio quel Rey Cárlos seteno , pa
quedaba se hubieron de rotraer é volvor á Sevilla dre destos , mucho mas amaso á este Duque que á
con el daño ya dicho. Y es cierto que si gento aper Luis primogénito é lo desease dejar Rey, si la for
cibida oviera en la fortaleza para salir, sogun el lu tuna le ayudára, tanto quanto mas esto el Rey Ba
gar donde la gente del Duque era metida, uno sólo bia, tanto mas esperaba el destierro suyo, y disi
no pudiera escapar. Fué por cierto este caso al Du mulaba el ódio que lo avia ; concordóse á vista
que muy dañoso, é peligroso á los que en Carmorí a destos dos hermanos con consentimiento destas dos
taparte suya seguian, y el mesino dia que esto partes que outónces parecía el Reyno estar partido
acaesció, se ovo en Sevilla una terrible y espantosa é la fabla entre ellos duró poco espacio; é lo que so
señal, la qual fué dos lobos que saliendo el sol, cor pudo conoBcer á los de la una parte é de la otra fué
riendo entraron por medio de la ciudad, los quales que se partieron con gesto alegre, y el Rey mandó
dando muy grandes ahullidos se fueron á la iglesia dar al Duque cierta suma de oro y socorro de sus
de Santa Catalina y llegaron fasta el altar, estando necesidades y algunas piezas de seda y de paño, de
el sacerdote diciendo misa, y el uno dellos le trabó que todos los que lo vieron fueron alegres. E den-
déla vestimenta, é do alli se fueron á la iglesia de de á pocos días el malaventurado Duque súpita
San Pedro , el uno de los quales iba herido de dos mente ovo tal enfermedad , que se le cayeron las
dardos, al qual cortaron la cabeza é la llevaron al barbas é cabellos é cejas, é las uñas se le apartaban
Duque, y el otro foyó é se fué á Santa Lucia, é sin de la carne, con gran dolor, é muchas otras señales
rescibir ninguna herida salió de la ciudad. De la parescieron en él , de dondo se conosció avor yer
qual señal diversas Bcñas se dieron ; mas lo común bas rescobido , do que el Roy ningún sentimiento
fué que al Duque venia algún gran caimiento, oomo mostró, ánteB con cara serena dió forma de ocupar
por obra despueB paresció. la señoría de su hermano é todas las otras cosas
En este tiempo el Marqués do Cáliz fué certifica que poBeia; lo qual dió suelta licencia al Maestre
do por sus adalides qoo la villa do Cadiago estaba do Santiago do traer on Costilla ¿ Don Enrique
do til manera, quo la podia bion robar ó quomar si Fortuna, al qual hizo estar ott Rcquona, é do allí lo
quisiese, para lo qual él juntó toda la gento que pu hizo venir al castillo do Garci Muñoz, dondo estu
do, ó anduvo tanto una noche quanto quo ante que vo dos meses, mandándole servir con tan gran pom
araanesciese, él tenia la villa cercada de todas par pa como si fuese Rey, enviando con él á fablar la
72 CRÓNICAS Dfi LÜS REYES DE CASTILLA.
forma que se avia de tener do su desposorio con gunos que do sus infortunios mucho so dolían, so
Dofia Juana, hija rio la Reyna Doña Juana, la qual vino en la ciudad de Leytora ques muy fuerte , asi
falsamente le ofrecia por mandado del Rey ; é asi por ol sitio y altura quo tiene, como por algunos
Don Euriquo era de todo engañado ; las quales co notables edificios , donde determinó esperar quol-
sas, aunque sean secretas, no se escondieron al Rey quier fortuna que le viniese. E luego el Rey Luis
de Aragón en la provincia de Ampurdan, donde le comenzó á facer cruda guerra , é ninguna cosa
estaba ; á causa de lo cual algunas veces pensó dexó de buscar de quautas pudo para lo destruir ; é
prender al sobrino ; é asi esoribia al Principe Don como el Rey conosciese aquella ciudad ser inpuna-
Fernando su hijo todo lo ya dicho , amonestándolo blo ó perder ol tiempo quo sobre ella estovieso,
lo que avia de hacer; el qual siguiendo el mandado gastando on baldo dineros é gentes, determinó que
del padre, no quiso acebtar el consejo de algunos ninguna cósale podría aprovechar más que la trai
que se ofrcscian á lo prender; el qual vanamente ción para conseguir su deseo, é con muerte de un
pensaba señorear eatos Reynos, si su casamiento hombre excusar los daños é muertes de muchos y
oviera efeto. Eu este tiempo el Serenísimo Rey ensanchar su señorío, a quien después de la muerte
Don Juan de Aragón tomó toda la provincia do del Conde pertenescia, como el Conde hijos no tu
Ampurdan, é todos los puertos della, alguna parte viese que fuesen dinos de heredar su señorío. Estas
por fuerza de los moradores, en tanto que los fran cosas en la voluntad del Rey asi concebidas, deter
ceses estaban en Viana, con intención de hacer la minó de buscar personas que pudiesen poner en
guerra al Conde de Arinefia, que ya era vuelto de obra la traycion por él pensada , é ninguna halló
España en su tierra. mas á propósito para aquella maldad que el Carde
nal Trapacense,el qual fué intérprete del malaven
CAPÍTULO LXXVI. turado casamiento del Duque Carlos de Quiana con
Dona Juana, llamada hija del Rey de Castilla Don
De lt muerte del malaventurado Conde de Armeñi, fecha a Enrique, el qual algunos pensaban aver seido parte
traición.
en la muerte del Duque de Quiana; poro como quie
Este Conde de Armeña que en tiempo del Rey ra que sea, después de su muerto, siempre fué muy
Carlos de Francia, padre de Luis, muchos trabajos probado ó único principal consejero del Rey Luis,
avia pasado por las culpas y excesos por él come no haciendo ningún sentimiento de la muerte dol
tidos, como oviese ávido en su propia hermana dos que tanto en su vida loaba , roaB con alegro cara,
hijos é la oviese tenido públicamente por manceba sin vergüenza alguna, iba por las calles con las ma
en oprobio de nuestra Santa fe Cathólica , temien las mujeres hablando ; é como el Cardenal mas al
do las censuras del Santo Padre y las amenazas del Rey que á Dios obedeciese, é le mandase que en
Cathólico Rey , no aviendo venganza de las quere trase en la ciudad de Leytora con siguió dol Con
llas que del se daban por todos los comarcanos, ovo de é con fe que le diese de trabajar con el Rey que
de ser desterrado de su propia tierra , andando por lo perdonase é perdiese del todo enojo, el malvado
el mundo vagando, siendo privado de su heredita Cardenal con grande instancia procuró la habla con
rio dominio , é después fué tornado en posesión de el Conde do tal manera é con tanta familiaridad,
lo Buyo, que contenia muchas fortalezas é villas é quel Conde ya enteramente se confiaba del creyen
grandes tierras , on las quales afirman aver mil y do todas sus palabras; el qual dixo al Conde que si
seiscientas plazas de puentes levadizas, en que hay quería bien librar, entregase al Rey la ciudad é sus
tres notables ciudades, la una llamada París, que bienes é su vida. El Conde conosciendo la crueldad
es Arzobispado, é la otra Leytora é la tercera Ro del Rey, dudaba mucho en esto, y decía que quan-
das ; é como ya este Conde fuese restituido, é ovie to viviese serviría al Rey con toda la lealtad, y pa
se por mujer una hija del Conde de Fox, el qual ra esto daría toda la síguridad que el Rey deman
casamiento hizo por quitar antiguas enemistades dase, tanto que le dexase vivir en sola aquella ciu
que entre dos casas había , é por mas confirmar el dad sin injuria de ninguno ni opresión de los pue
amistad, algunas veces estos señores se juntaban blos, é como ya fuese viejo é pobre, la edad que lo
en sus gasajadas é deportes. Esta amistad turbó la quedaba pasar haciendo penitencia de los grandes
malicia del Rey Luis de Francia , de toda concor errores en quo avia caido , suplicando al Cardenal
dia enemigo, mayormente deseando destruir al Con que le pluguiese procurar con el Rey como su justa
de de Armeña , para lo qual cada dia buscaba oca suplicación oviese efeto ; é oonio la fe por ambas
siones mostrando del tener grande enojo , diciendo partes fuese dada, el Cardenal entraba fiablemente
que habia feoho guerra á los de Ampurdan en fa on la fortaleza todas las voces que quería, é trata
vor del Rey de Aragón. E porque algún tiempo ba secretamente como el Conde fuese muerto ; el
avia tenido amistad & los ingleses é avia tenido qual ninguna cosa de aquello sospechaba. E como
ocupado el Ducado de Guiana, por lo qual una vez un dia el Conde estuviese muy atento en la fabla
con su mujer era venido en Fuenterrabfa, en tanto que el Cardenal le hacía, por uno de los que oon ol
quel Rey Don Enrique de Castilla allí estaba, ol Cardenal venían lo fué puesta una daga por los pe
qual en los Reynos de Castilla poseía el Condado chos, do que súpitamente murió; é luego el castillo
de Cangas é Tineo, por ouyo ruego ovo perdón dol fué tomado, é la ciudad ocupada, é asimismo todas
Rey Luis; tornado en su tierra requerido por al las otras ciudades é villas é fortalezas que al Con
MEMORIAL DE DIVERSAS HAZAÑAS. 73
de pertenecían , diciendo pertonecer al Rey , como go facer un gran fosado sobro la villa, entrella y la
el Conde hijos no tovieee que heredarlo deviesen; fortaleza, por la parte por donde los franceses po
lo qual todo se cree pertenecer á Carlos de Arme dian datir á hacer daño á los de la villa, donde man
lla, ques hijo legitimo suyo. Desto caso el Cardenal dó poner los ingenios é lombardas para combatir la
Trnpacense quedó muy ufano, como triunfante é fortaleza por dar temor á los franceses é seguridad
vencedor de maldad tan conoscida, é muy cercano á los suyos. E como la provincia de Rosellon sea
á la voluntad del Rey, como fuesen muy conformes cercana á Narbona, i la parte del Oriente, é al Occi
en sus condiciones. dente tonga amas provincias, ol Rey tovo forma de
tomar la ciudad de Holna, situada en los valles no
muy alongados de Perpiñan , que parescen del al
CAPÍTULO LXXVII. tura de los montes Pirineos, que derechamente van
De como el Rej Don Joan de Aragón recobró la muy noble Tilla del Occidente al Oriente, é se estiende al medio dia
de Perpiñan, 6 la marhedumbre de franceses quel Rey de fasta el mar Mediterráneo y llega fasta ol puerto
Francia embiopor defender la fortaleza que por él estaba, * por do Colibre. Los de Helna quando vieron la magna
recobrar la lilla. nimidad del Rey que á todo poligro so ponia por
En tanto quel Rey Luis do Francia se ocupó en la salud de sus subditos, valientemente pelearon
acabar esta obra tan dina de memoria, de hacor ma contra los franceses que la ciudad tenían, y resci-
tar al conde de Armofio, que por la forma dicha, bieron el ayuda que el Roy su señor les embió, dan
los de Ferpifian, mirando la prosperidad que Dios do libre entrada á los catalanes y aragoneses de la
avia dado al serenísimo Rey natural señor suyo, provinoia de Ampurias en Ruisellon. El Rey que
que no solamente oviese recobrado la muy noble riendo proveer en los cosas venideras, mandó ha
ciudad de Barcelona, mas toda la provincia de An- cer nn gruoso muro entre la villa de Perpiñan y el
purdan, dello por fuerza é dello voluntariamente, castillo por muoho mas fortificar el fosado que ha-
determinaron de lo embiar llamar como lo viesen bin mandado hacer, é desde allí de dia é de noche
en su vejez aver fecho eosas notables , dignas de el Rey mandaba combatir la fortaleza con ingenios
eterna memoria, ,é paresció claramente la divina é lombardas é con todas las otras artillerías que
gracia ayudarle como en tan grande y decrépita aver pudo, de tal manera que gran parte de las tor
edad le oviese retornado la vista que algunos anos res é muralla le derribaron, do forma que los france
avia tenido perdida, é aver muerto todos los intru ses fueron puestos en tanta estrechez é necesidad,
sos en ol cetro real á él perteneciente, é oviese quo- que ningún remedio esperaban, salvo el socorro del
rido alongar de allí tan grande enemigo como ora Rey de Francia, el qual Be tardaba, como estuviese
Luis Rey de Francia, dándoles nuevas ocupacio ocupado en la guerra del Duque de Borgoña; la
nes ; asi los do Perpiñan secretamente embiaron á qual quiso dexar con cierta convenencia que con él
suplicar al Rey srjaseñor quisiese venir tomar su vi ovo, é complia entonces mucho al Rey de Francia
lla, ni tuviese en mucho el poder del Roy Luis en aver el puerto de Colibre ; é como la provincia de
que tuviese la fortaleza que los franceses tenían Narbona ningunos puertos tenga, é desde Marsella
muy armada. El Rey recibió alegremente la emba fasta Colibre no haya lugar para poder estar naves,
zada de sus fíeles vasallos, poniendo luego en obra salvo allí donde Aguas Muertas so llaman , é allí
lo por ellos suplicado, no temiendo ningún poligro suelen muchas veces las galeras estar, asi era gran
que venir le pudiese, ni á los de Perpiñan les es cuidado á los franceses por recobrar otra vez á Per-
pantó el gran poder del Roy Luis de Francia, te- pifian i á Helna, é i los catalanes en recobrar é Co
niendo en poco qualquiera mol que venirles pudie libre é otras muchas villas oerca del lomar en los
se por recobrar su libertad, la qual por ninguna llanos del Ruisellon. Colibre, como estuvieso ocu
otra v(a podian aver, salvo seyendosocorridos de su pada por valiente gente de Francia, no se podo re
Rey. E como la gente de los franceses á ellos ma cobrar ; cobráronse con todo eso algunas villas,
cho desamase, é siempre fuesen enemigos los Cata unas por fuerza y otras por su voluntad. La villa
lanes é Aragoneses, é fuese cruel é agena de toda de Salsas cercana á Narbona oonvenia tomar, la
virtud é incomportable su condición , la qual siem qual estaba guardada por muchas gentes de fran
pre fué tener oprimidos á los que á ellos se sojuzga ceses : así duró por muchos dias la contienda de los
ban, el magnánimo Rey, ganada la voluntad de sus unos por rocobrar aquellas villas, é de los otros por
fióles vasallos, quiso igualmente con olios esperi- defenderlas.
mentar la fortuna. Avida esta embaxnda, ol Roy se
ñaló dia en que los de Perpiñan con los franceses CAPÍTULO LXXVIII.
de súpito peleason, certificándoles en aquel dia mos-
mo serla con ellos, el qual lo puso asi en obra, é los De cono el Marques de Cáliz Don Rodrigo Poica de León tomó
do Perpiñan pelearon tan duramente con los fran por escala el castillo de Alanis j después le toma el Duque.
ceses , que les echaron de la villa, matando ó hi- Como el Duqne de Medina-Sidonia, después de los
riondo muchos dellos ; é sin duda si la fortaleza no debates comenzados entre él y el Marqués de Cáliz,
tuvieran, donde se retrajeron , maravilla fuera ene oviese tenido la villa é fortaleza de Alanis , dió
migo poder escapar de ser muerto ó preso. El Rey la tenencia de ella á un escudero llamado Pedro de
sobrevino al tiempo por él asignado, é mandó lue- Nadal, al qual dió muy pobre tenencia , é como él
74 CRÓNICAS DE LOS REYES DE CASTILLA.
viese la poca gente que podía sostoner, escribió ma tomó el camino de Alcalá del Rio, el qual en otro
chas veces al Duque suplicándole le quisiese pro tiempo fué muy bien murado, é agora está dorriba-
veer de gente é de vituallas, con que pudiese aque da la cerca, en la qual villa el Marqués entró é hizo
lla fortaleza defender ; 6 como el Duque no lo pro en ella muy gran dafio ; é alli se detovo dos dias, é
veyese, determinó de Írselo á requerir en persona; ó volvió por cerca de Sevilla ; é llegando á la puerta
venido el Duque, fué avisado que el Marqués se que so llama Oraduda, ques una legua de la ciudad,
aparejaba para vonir a tomar aquella fortaleza ; en la qual avia una torre muy buena questaba por
dióle muy poca provisión, é mandóle que muy pres el Duque, é la tenia un esforzado escudero llamado
tamente so volvieso á poner recaudos en su fortalo- Pedro de Monteadoca , mandóla combatir. E como
za, é por macho que ól anduvo, quando llegó ya la los de Sevilla esto supieron, determinaron do salir
fortaleza era tomada por el Marqués ; á la qual toma á defenderla, como les pareciese grave cosa de com
el Marqués avia enviado un caballero de su casa portar quel Marqués con tan poca gente tan grande
llamado Christobal Mosquera , hombre no perezoso injuria pudiera hacer á la ciudad de Sevilla ; é como
ni cobardo, el qual la tomó con muy gran gente Rodrigo de Rivera, hombre de noble linage, pero
que dol Marqués llevó, como la fallase acompaña doblado é maneroso, oviere quedado alli como prin
da de solos dos hombres ; é luego se apoderó de la cipal, no lo consintia, diciendo que guardase su
villa é fortaleza. El qual era en ella mucho amado, ciudad, é de otra cosa no curasen fasta que el Du
é tenia alli grande heredamiento. El mensajero de que viniese ; y la torre se combatió , y el Marqués
la tomada de la fortaleza fué el miserable alcayde, mandó poner bancos pinjados y de manera que se
de lo qual en Sevilla por todos se ovo gran tristeza, pudo cavar por el pie, é puesta sobre puntales le
como esperasen las cobos del Duque siempre ir de pusieron fuego, é la mitad de la torre de súpito cayó,
mal en peor, como desdo Alanis é desde Alcalá de é mató quatro de los que en ella estaban que avian
Guadayra podia defender el paso para Ecija y Car- valientemente peleado , é otros quatro quedaron on
mona , é desde Constantina eran tomados quales- la mitad de la torre, á los quales el Marques dejó ir
qaiera que de Córdoba viniesen con pan ; é como el á Sevilla, é llevó consigo al alcayde. Y en tanto quo
afio fuese menguado, ninguna buena esperanza á los estas cosas el Marqués hacia, el Duque tenia el cerco
deSevilla quedaba, y ála provincia de León era ocu sobre la fortaleza de Alanis, el qual determinó de
pado ol camino , lo qual era sigurosi Alanis estovio- la combatir por tres partes. El un combate tomó
ra guardada, é asi tomada de los enemigos, gran para si ; el otro dió á Don Pedro d'Estúfiiga, su cria
clamor en la ciudad se hacia, dando gran culpa é do ; el tercero, que era el mas fuerte é mas peligroso,
cargo al Duque de la tonjada desta fortaleza. E óvo- dió á Hernando do Rivadeneyra, quo ora capitán
Be gran consejo en la ciudad por buscar remedio de la gente del Adelantado don Pero Henrique ; y
para la rocobrar, é fueron muy diversas opiniones, en quebrando el alba, el combate se aconteció dura
é á la fin visto el dafio universal que en la ciudad se mente por todas purtes. Christobal Mosquera esfor
Beguia, aunque al Duque convenia remediar este zaba la gente que en la fortaleza tenia, é peleaba
caso, como por culpa suya fuese aquella fortaleza valientemente como buen caballero, dando espe
perdida, la ciudad acordó de sacar el pendón , é con ranza á los suyos que el Marqués muy presto los
él mil é quinientos de caballo é seis mil peones, ó socorrería. Hernando de Rivadeneyra, como fuese
partieron asi, é con ellos el Duque, por dar libertad caballero esforzado é deseoso de ganar honra , con
a la ciudad en lo qual consistía la vida y honra tan gran fuerza apretó el combate por su parte, quo
de todos los ciudadanos de aquella ciudad, y en derribando mucho del muro, puestas las escalas, la
la tardanza perdimiento con grande instancia é fortaleza también por él se entró, y el alcayde toda
infamia; é asi fueron todos con grande animo é vo vía valientemente polcando con los suyos, de ma
luntad por recobrar aquella fortaleza. E salió esta nera quo alli fueron muchos muertos é heridos, así
gente de la ciudad de Sevilla á diez do hobrero del de la una parte como de la otra, ó á la fin fueron
año de nuestro Redentor de mil é quatrocientos y todos los de la fortaleza presos , é algunos ballesto
setenta y tres años. Lo qual como el Marqués supie nes que estaban en la fortaleza, que eran del comen
se, llamó a gran priesa sus ayudadores, é como en dador Mayor de Calatrava, el Duque los mandó ir
Xerez alguna sospecha toviesen, llevó consigo so libremente , é á todos los que do la villa en la for
lamente setecientos de á caballo é fuese á Alcalá de taleza halló mandólos enforcar. El alcayde man
Guadayra, con esperanza que ovo de aver entrada dó honorablemente tratar. E sabido por el Marqués
en la ciudad por algún trato que en ella tenia, el como la fortaleza de Alanis era tomada con grande
qual como fuese sentido, los que en el trato eran enojo fué á Alcalá de Guadayra. El Duque tardó
fueron enforcados en vista del Marqués, é sin duda, en la toma desta fortaleza trece dias é ovo consejo
bí en Sevilla capitán hubiera , pudiera en la pasada si desde alli iria con la gente que tenia sobre Alcalá,
rescibir muy gran dafio, ó Christobal de Mosquora donde croia el Marqués estoviese, por ver si lo que
como era caballero discreto y esforzado , reparó su ría dar batalla, ó por ventara si los de la villa, visto
fortaleza y esforzó la gente que tenia , esperando sobre sf tan gran poder, avrian corazón de pelear
todavía el socorro dol Marqués ; el qual pasó sus contra el Marqués, que tiránicamente los tenia opri
batallas ordenadas juntas con la cerca de Sevilla, y midos, soyendo ellos vasallos de la ciudad ; lo qual
fué pasar por el vado que se llama de las Estacas ; é como el Marqués sopiese, dejó á Alcalá la mejor
MEMORIAL DE DIVERSAS HAZAÑAS. 76
guarda qne pudo, y partióse para Xerez. El Duque garon á gran priesa y enviaron un mensagero á mas
con todas las gentes que traía é con la qae de Se andar á Pero Mosquera, rogándole que luego vol
villa mandó venir, que fueron todos veinte mil viese, é los capitanes de Alcalá, é Godoy con la
peones é mil é ochocientos de caballo, se fué para gente que traia fueron paso á paso al camino quo
Alcalá de Ouadayra, donde estovo osporando gran los caballoros do Sevilla traian, é fechos todos un
pieza si faria algo de lo que avia pensado ; é como tropel, tomaron un cerro, é como los caballeros do
su pensamiento fallesció, él se volvió á Sevilla con Sevilla traian todos camisas blancas sobre las ar
toda su gente. mas, como los vieron los contrarios tomaron los ar
maduras de cabeza é las lanzas en las manos é man
CAPÍTULO LXXIX. daron salir todos los pages de la batalla , é asi vi
nieron los unos contra los otros , é asi en la mitad
lie la dnlorosa 6 mal avenlnrada murrio de Don Pedro do Cai de la ladera del recuesto se dieron de las lanzas , é
mán, é de Don Alonso, hermanos del Duqoe rio Mcdlnasirionla; cayeron muchas asi de los unos como de los otros, c
é.del desbarato de Don Pedro d'Estúñiga, é de la prisión de al11 fué la batalla muy duramente ferida por amas
Don Juan, hermano del Uuqne.
partes, é los caballeros del Marqués estaban ya po
Como entre ol Duque y ol Marqués se hiciesen co monos vencidos ; y estando la batalla en este es
cruel guerra é cada dia oviese recuentos del uno y tado llegó Pero Mosquera con la gente de Marchena
del otro , é que á las veces llevaban los nnos á los é dió tan de súpito en los caballeros de Sevilla, que
otros ventaja, é á veces los otros, no so podia des- los desbarató ; é allí fueron muertos Don Pedro é
to cierta cosa escrebir, pero entre las otras fué una Don Alonso, hermanos del Duque, é viéndolos, to
que se puede bien decir batalla, la qual acaesoió mándolos uno del Marqués á vida é después de co-
en esta guisa : que como el Marqués tuviese cien noscidos matólos , de lo qual al Marqués pesó mu
lanzas en Alcalá de Quadnyra, de las qualcs eran cho ; é Don Juan su hermano preso é á Don Podro
capitanes Hernán Darias de Saavedra, cunado del d'Estúñiga mataron el caballo é dióle otro un carni
Marqués, é Martin Galindo, hijo del Comendador cero de Sevilla, el qual Be salvó á uña de caballo ;
Juan Fernandez Galindo, é de allí hiciesen conti en la qual batalla murieron otros quince escuderos,
nua guerra á los de Sevilla, acaesció que un dia, é fueron muertos muchos caballeros asi de la una
miércoles de las tinieblas del afio de nnestro Reden parto como de la otra ; é fueron presos Monsalre,
tor de mil y quatrocientos y setenta y tres anos, sa oriado del Rey Don Juan , é Arellano , hijo dol Ma
lieron do Sevilla Don Podro d'Estúñiga, primogéni riscal Cárlos de Arellano , y el Comendador Pedro
to del Conde de Plasencia, é Don Pedro é Don Alon de Cabrera , hermano del mayordomo Andrés de Ca
so é Don Juan, hermanos bastardos del Duque Don brera , qae después fué Marqués de Moya, é los dos
Enrique de Guzman, é con ellos fasta ciento ó ciu- hermanos Morales é otros muchos ; é los caballeros
quenta de caballo Se hombree muy principales d« del Marqués ojearon el campo é ovieron gran des
aquella ciudad, con intención de acuchillar á los de pojo de caballos, é jaeoes, é sillas, é armas, rica
Alcalá, si en el campo los fallasen. É como Fernán mente guarnidas ; é asi vitorioaos con todo el des
Darias de Sayavodra é Martin Galindo fuesen certi pojo , se volvieron á la villa de Aloalá , aunque tris
ficados de la salida destos caballeros de Sevilla, em- tes por la muerte de aquollos caballeros é de algu
biaron luego decir á Godoy, Alcayde de Carmona, é nos otros con quien deudo tenian. É allí mandaron
á Pedro Mosquera, Alcayde de Maroh en a, rogán enterrar todos los muertos, salvo los dos hermanos
doles quo á mas andar viniesen con la mas gente del Duque, los qualcs embiaron á Sevilla, puestos
qae pudiesen, porque ellos avian enviado alguna en sendos ataúdes, en dos acémilas acompasados de
gente de la que allí tenian por algunas cosas cum alguna gente ; lo qual sabido por el Marqués mos
plideras al servicio del Marqués ; los qual es , vistas tró sentimiento de la muerte de los dos hermanos
las letras, partieron á mas andar, de manera que del Duque, é puso luto por ellos ; é mandó llevar á
el Jueves de la Cena en amanesciendo llegaron á Don Juan é á los otros presos á la villa de Marche
Alcalá con fasta docientos de caballo ; é luego pu na, donde los mandó bien servir y honorablemente
sieron gran recaudo en la villa é fortaleza, temien tratar. El Duque fué tan remiso é tan poco cuida
do que por aventura oviese allí algún trato ; ésalie- doso , que tomó la salida de tan nobles caballeros de
■ ron los capitanes con docientos é cinquonta de ca Sevilla ¡ como ellos saliesen é llegase al Duque un
ballo é siguieron la via por donde creyeron que los pastor é le dixese: «Señor, yo sé cierto que en Al
caballeros de Sevilla avian de venir, é hicieron dos calá son venidos asaz güespedos, é por eso seria nes-
batallas no muy lejos la una de la otra, y estuvie cosario que mandasedes enviar mas gente á los se
ron asi esperando gran pieza del dia, é desque vie ñores vuestros hermanos»; é como allí se hallase
ron que ninguna gente páresela acordaron do se Rodrigo de Rivera, dixo al Duque : «Señor, no cu
volver cada uno para su lugar ; é como Podro Mos réis do enviar mas gente, que para el ayuda quo
quera ovioso mas larga la jornada, acordó do se ir puede venir á los do Alcalá asaz basta la gente
luogo , é Godoy se detuvo á dar cebada á sus caba quostoa caballeros llevan»; ó como fuoso presento
llos, é los capitanes de Alcalá quisiéronle tener com Alonso de Patencia, coronista, dixo al Duque: «Si
pañía fasta que fuese á caballo para se partir. Y es bien seria que V. S." mandase enviar alguna mas
tando así, vieron venir la gente de Sevilla, é cabal gente, quo de las cosas dudosas siempre debe tomar
76 CRÓNICAS DE LOS BEYES DE CASTILLA.
lo mas seguro.» El Duque como hombre adormido del mes de Agosto dol año susodicho, el Rey de
é impróvido , rescibió tan gran daño de que otros Granada sacó muy gran gente , é vino á poner sitio
muy grandes daños ó males se siguieron , por dejar sobre la villa de Cárdela; lo qual como supiese el
do creer a quien bueu consojo le daba. Marqués de Cáliz, determinó de la ir socorrer. É co
mo el Duque de Medina supiese la gente quel Mar
CAPÍTULO LXXX. qués allegaba, sacó muy gran gente de Sevilla, é
vinoso por la villa de Utrera, de lo qual como el
De la venilla de D. Enrique Foriun» en Castilla , é de la forma
que el ltej Don Enrique con él tuvo. Marqués fuese certificado , como quiera que ya te
nia mucha gente ayuntada, asi desús vasallos como
El Rey Don Enrique determinó de embiar por de sus valederos, vióso forzado de dejar de ir á so
Don Enrique Fortuna , para lo qual ordenó de le correr á Cárdela, temiendo que el Duque viniese
embiar embaladores de autoridad que de parte suya por le tomar á Xerez. El Rey de Granada, temiendo
lo llamasen é le ofresciesen el casamiento do Doña que Cárdela seria socorrida, dio tan gran priesa en
Juana, hija suya, con esperanza do haber estos Rey- el combato, que aunque los christianos que en ella
nos después de su fallcsciinien to , para lo que avia estaban se ovieron valientemente, é la defendieron
consentimiento , no solamente de los Grandes , mas valientemente quanto pudieron, al fin ovieron de
aun de los procuradores de las ciudades é villas de retraerse á la fortaleza ; é como los mas de los chris
ltas ; en tanto que algunas cosas Be emparejaban é tianos estoviesen heridos , ovieron de darla con con
Don Fernando é Doña Isabel eran desterrados, lo dición que libres les dejasen ir, y asi el Rey de
que ligeramente serla de acabar que Don Enrique Granada recobró la villa de Cárdela , é asi fueron
Fortuna so viniese á la villa de Requena , ques cer llevadas las cruces é cálices é campanas é todas otras
cana á Valencia, donde el Rey embiaria gran copia cosas sagradas que el Marqués alli avia dado, é la
de dinero en plata é caballos é muías é todas las iglesia fué tornada mezquita , de quel Marqués ovo
cosas á su estado conv inientes. Oida esta embazada muy entrañable sentimiento, é propuso de perder la
por Don Enrique creyó todo lo que era dicho, é su vida y estado ó aver venganza del Duque, á causa
madre para la venida le dio muy gran priesa olvi del qual aquella villa se avia perdido. El qual com
dando los beneficios rescibidos del Rey de Aragón bate los moros hacían peligrosamente, y el Rey con
su tio, é no aviendo memoria del juramento é oine- un terciado y una adarga les dijo : « Arriba , per
nage que tenia hecho de no hacer cosa de si, sin sa ros, que hoy será Cárdela de Moros.» Avia Rey nue
biduría é consentimiento suyo, conosciendo las mu vo en Granada.
danzas que en el Rey Don Enrique avian , el qual
sin mas pensar se vino á Requena. Este Don Enri CAPÍTULO LXXXII.
que Fortuna fué hijo del Infante Don Enrique her
mano do los Royes de Aragón Don Alonso á Don De como el Marqués de Cáliz tomó por escala la «Illa y loríale»
de Medinasidonia.
Juan, el qual fué Maestre de Santiago , caballero de
gran virtud, por cuyo meresoimiento el Rey Don Estando el Marqués muy lastimado por la pérdi
Juan de Aragón no solamente dezó de punir é cas da de Cárdela, cada dia andaba buscando como pu
tigar los excesos de Don Enrique Fortuna, mas tra diese dañar al Duquo en cosa que mucho lo dolie
tándolo como á hijo le hizo siempre merced é bene se, para lo qual mandó á Berual Diañez, el qual
ficios, é como por su mala gobernación o viese per avia sido Alcalde algunos días en Cárdela, que se
dido la ciudad de Segorve, que por derecho heredi fuese á estar en la torre de Lopera quel Marqués
tario era suya , é no la pudiese recobrar, le dio re avia tomado á Payo de Ribera , que desde allí ha
compensación do aquella en la provincia de Am- cia grandes daños é males á todos los caminantes
purdan, una muy noble villa llamada Castillon, lo asi naturales como estrangeros. El qual estando en
qual todo olvidado, Don Enrique ensoberbecido con aquella torre, como fuese cerca de Medina é fuese
vana esperanza so vkio á Requena , é desde alli el en invierno, iba muchas noches por tentar aquella
Marqués le hizo venir en el castillo de Qarcimuñoz, fortaleza é hallábala á mal recaudo, donde no pa
en el comienzo del mes de hebrero de mil y quatro- reada velar mas de un viejo , é la mayor guarda que
cientos y setenta y tres años como pensase muy li en ella avia era muchedumbre de perros que de dia
geramente los principes sus primos podían ser des tenían atados , é de noche soltaban por la fortale
truidos, y el Rey de Aragón preso en poder del Rey za. E Bernal Diañez, que muchas veces veuia sin
Luis de Francia, é que él podia poseer á Valencia é tiendo aquellos perros, conosció no se poder escalar,
al Reyno de Aragón con ayuda del Rey Don Enri pero con todo no dejaba de venir muchas noches á
que , que ya croia ser su yerno, lo qual todo después tentar aquella fortaleza, en la qual era Alcayde uu
sucedió muy lejos de su pensamiento. caballero llamado Pedro de Basurto , el qual como
quiera que era casado, dábase tanto á mugeres , que
CAPÍTULO LXXXI. pocas veces durmia en la fortaleza , ó á fin de no
De como el Rey de Granada por Tuerta de armas recobró la «Illa gastar no tenia gente, é todo su gasto ora en caba
de Cárdela. llo y en jaeces, de que mucho se preciaba, é no te
Haciéndose la guerra duramente entro el Duque nia mas en la fortaleza de dos viejos. E oomo la ma
de Medinasidonia y el Marqués de Cáliz, en un dia dre de este Alcayde oviese grande enojo de su mal
MEMOBIAL DE DIVERSAS HAZAÑAS. n
vivir, é viese la fortaleza tan mal acompañada , é do con fasta cinquonta ó sesenta hombres, é llegan
machas veces lo oviose reñido al hijo é que ningu do cerca de la fortaleza salieron algunos de los que
na cosa le aprovechase, á fin de que tomaso gente, en ella estaban é comenzaron á pelear, y el Alcayde
mandó matar todos los perros. É como Bernal Uia- Diego de Basurto, hombre desesperado, metióse tan
fiez á menudo viniese á requerir aquella fortaleza, é to en los enemigos , queriendo quebrar una cadena
una noche llegare alli é ningún perro ladrase, ni de la puente levadiza, que fué ferido de una lanza
oyese mas de una vela, la noche siguiente trajo sus da por la boca que le pasó al colodrillo, de que lue
escalas é subió á la fortaleza, é vido el mal recaudo go súpito murió ; é asi juntamente perdió la vida é
que en ella avia , é continuó esto algunas veces ; é honra é bienes y el ánima é fué en tan gran peligro
como conosció sin peligro poderse aquella fortaleza quanto paresce que debe ir, según se dice de su vi
tomar, venida la Fasqua de Navidad , Bernal Diañez da. É muerto, dijo Pedro de Vera á su madre y her
se fué para el Marqués é le hizo relación de todo lo manas que estaban en un palacio encerradas, que lo
pasado ; é luego el Marqués mandó llamar á Don tomasen allá, que estaba muerto. Respondió la ma
Diego, su hermano, é á Pedro de Vera, Alcaide do dre que el que lo mató que lo pusiese en cobro, sin
Arcos, á los qnales dio gente escogida de sus cria tomar voz ninguna ni hacer ningún sentimiento. E
dos, é mandóles que siguiesen á Bernal Diañez, ha afirmase que los muebles que le robaron valian mas
ciendo fama que iban á tierra de moros por hacer de un quento. E sin duda, si este malaventurado Al
algún hecho señalado. É asi Don Diego partió de cayde o viese leido la segunda partida, no pusiera
Xerez la primer noche de Navidad, é tomó el cami en tan mal recaudo su honra é su vida; la muerte
no de la ciudad de Arcos, é anduvo dos dias por los del qual a todos los Alcaydes debe ser enjemplo,
montes por desatinar la gente , é la tercera noche de para que sepan poner cobro eu las fortalezas que les
Navidad , que fué á veinte y siete dias del mes de Bon encomendadas. Sabida esta nueva por el Mar
Diciembre del año susodicho, llegó á la fortaleza qués, ovo grande alegria, é mandó repicar las cam
de Medina, é como la noche fuese muy escura é hi panas é salió de la ciudad de Xerez con quatrocien-
ciese gran niebla, no fueron sentidos. É Don Diego tos de caballo , é fuese á Medinasidonia. Llegando
mandó al Alcayde Pedro de Vera que siguiese á á la ciudad, los vecinos dolía le salieron á rescibir
Bernal Diañez, y embió con ellos cien escuderos, é le besaron la mano como si fuera su señor natu
hombres principales, para que fuesen á poner las ral, de lo qual fué causa la enemistad que los mas
escalas ; é Don Diego quedó con toda la otra gente de los vecinos tenian con el Alcayde, é les injuria
de caballo é de pié para socorrer, desque la fortale ban é lea quitaban las mujeres por fuerza, aunque
za fuese escalada, media legua 6 algo mas; la qual algunas veces se quejaban al Duque del , y ningún
se escaló sin ser sentidos, é como ya estuviesen en castigo en ello puso. El Marqués dejó por Alcayde
cima é la vela que andaba rondando llegase á ellos en la fortaleza de aquella ciudad á un hermano de
sin sentir ni ver cosa alguna, con la grande escuri- Pedro de Vera, llamado Martin Gómez, y encomen
dad, fué luego preso é pusiéronle los puñales á los dó la justicia á Francisco de Vera, jurado de la ciu
pechos, diciendo que lo matarían si voces diese. E dad de Xerez, é basteció la fortaleza de gente é ar
luego subió toda la gente, é dos ó tres fueron con mas é de todos los vituallas nescesarias , é hizo re
aquella vela a la torre del omenage, é mandáronlo parar la fortaleza, é mandó hacer en ella una bar
que llamase, diciendo que el Alcayde venia, el qual rera á la parte donde fué escalada, y una cava asaz
dormia fuera de la fortaleza ; é dos pages que en la honda ; y estas cosas asi hedías, el Marqués se vol
torre estaban abrieron la puerta creyendo que el Al vió á Xerez, é mandó que Pedro do Vera tomase
cayde venia ; los quales fueron luego presos é ame todos los bienes del Alcaydo Pedro de Basurto por
nazados que callasen ; é dieron luego las llaves de le satisfacer de quanto el Duque tomó á Ximena,
la fortaleza á Pedro de Vera, el qual fué luego á teniéndola este Pedro de Vera, donde entonces Pe
abrir el postigo por el qual Don Diego entró con dro de Basurto ovo todos sus bienes. É volviendo
toda la gente que de fuera avia quedado ; é todo lo el Marqués á Xerez, fué certificado cómo el Duque
dicho ninguna cosa se sintió por la madre del Al era salido de Sevilla con muy gran gente, pensan
cayde, ni por su mujer, ni por los esclavos y escla do poder socorrer á Medina, é como por mensage-
vas que en la fortaleza estaban. E luego Pedro de ro cierto fuese certificado la fortaleza é ciudad eran
Vera fué al palacio donde estaba la madre del Al pacificamente por el Marqués, volvióse á Sevilla
cayde é su muger é sus hijos, é cercóles el palacio con gran tristeza y enojo , al qual tomó la nueva
por defuera, é tomadas ya todas las torres é apo llegado á Librixa.
sentamiento é todas las cosas que en la fortaleza se
hallaron , Don Diego envió un hombre do á caballo CAPÍTULO LXXXIH.
á mas andar, á decir al Marqués lo que era hecho, el
qual anduvo tanto , que partió de alli á media noche De loi grandes dados aeaescidos en la ciudad de Córdoba.
é llegó á Xerez en quebrando el alba. É la tercera De las diferencias é guerras pasadas entre el Du
noche de Navidad la fortaleza se escaló ; é como que de Medina Sidonia y el Marqués de Cáliz, resul
Don Diego mandase á toda la gente del Marqués taron grandes males , no solamente en la ciudad de
que en la fortaleza estaban que diesen una gran gri Sevilla, mas en Córdoba y en Sanlúcar é la mayor
ta, y el Alcayde lo oyóse, vino como hombre turba parte del Andalucía. E como on aquellas ciudades
78 CRÓNICAS DE LOS REYES DE CASTILLA.
los principes Don Fernando é Doña Isabel fuesen se levantó por matar é robar los conversos. E como
mucho amados , algunos que su servicio no desea Don Alonso de Aguilar ay estuviese, salió armado
ban, procuraron do meter gran cizaña entre lo» é con gente de caballo pensando escusar el gran
Cliristiaiios viojosé nuevos, especialmente en la ciu daño que estaba aparojado ; ó vino á la casa del her
dad do Córdoba, donde ontre ellos avia grandes ene rero creyendo con su presencia poder pacificar aque
mistades é grande envidia, como los christianos lla gente ; é como en aquella ciudad estuviese un
nuevos de aquella ciudad estuviesen muy ricos y les caballero llamado Pedro de Aguayo, hombre codi
viesen de contino comprar oñcios de los quales usa cioso , trajo consigo muchos de sus vecinos , oon
ban soberbiosamamente, de tal manera que los voluntad é propósito de robar sin vergüenza é aca
christianos viejos no lo podían comportar. B oomo tamiento de Don Alonso. Comenzó el robo, y allí se
Don Alonso de Aguilar toviese aquella ciudad por hizo muy gran pelea , é fueron tirados por los del
estonce enteramente á su mandar é querer, favores- pueblo muchas piedras á Don Alonso, de tal mane
cianlos quauto podían por grandes servicios que le ra que se ovo de retraer á la fortaleza ; é asi por to
facían, é tanto eran de Don Alonso favorecidos, con das las calles do la ciudad se comenzó gran pelea
la amistad y onvidia quo dellos tenían y aviendo entre los christianos viejos é nuevos ; en el qual
quien BÍempro añadiese discordia entre estas gentes, tiempo se fallaron allí muchos labradores que ve
de tal forma que esta causa se ovo de hacer una con nían al mercado , los quales publicaron por toda la
juración en la ciudad so color de donación, en que comarca el estado en que aquella ciudad estaba , á
entró la mayor parte della , á la qual llamaron her causa de lo qual muchos vinieron á robar ; é como
mandad de la ciudad , hicieron en ciertos dias pro quiera que algunos de los hidalgos de la ciudad
cisiones , mostrando hacerse con grande devoción ; ayudasen á los conversos, conosciendo la maldad
é acaesció que un dia yendo asi la procision, una con que eran muertos é robados, muchos dellos, vis
moza de edad de ocho ó diez años derramó una poca to la muchedumbre de los robadores , diéronlos lu
do agua por la ventana de una casa de un conver gar, é asi todas las cosas de los conversos é algunas
so, la qual cayó encima de la imagen de nuestro de los christianos viejos fueron quemadas é puestas
Señora; é como allí fueBe un cetrero, que en aque á robo, ó matronas desonrradas, é algunos muertos;
lla cofradía ó hermandad era ávido por muy prin é ningún linage de crueldad quedó que aquel dia
cipal, dio muy grandes voces diciendo aquellos ser no Be ejecutase por los robadores ; lo qual acaesció
meados echados á sabiendas, en injuria é menospre en diez y siete dias del mes de Abril del dicho año
cio de nuestra santa fé católica , é á grandes voces de setenta y quatro. E la pelea duró dos dias conti-
diciendo : «Vamos todos á vengar esta gran injuria, nos, en que mucha gente murió, asi de la una parta
é mueran todos estos traidores é herejes.» E como como de la otra , é al tercero dia se hizo el robo ge
los chistíanos viejos tuviesen el odio concebido con neral ; en el qual dia muchas mas casas fueron que
' los conversos, iban todos juntos por quemar las ca madas, é los que por los campos fueron vistos por
sas de los conversos ; é como por allí pasase un es los labradores luego los mataban é robaban ; é fué
cudero del Alcayde de los Donceles , llamado Pedro hecho pregón por la ciudad que todos los conversos
de Torre blanca, hombre de sana é buena intención, fuesen para siempre privados de los oficios públicos
comenzó á decir que no hiciesen tan gran movi della , é de los que escaparon muy gran parte se fué
miento y escándalo , de que se podía seguir muy á la villa de Palma, donde por ezemplo de lo de
gran daño é deservicio á Dios é al Bey ; é como es Córdoba, asi allí como en Ecija y en Xerez, hicie
tos cosas dixese, el cetrero le dio una grande heri ran otro tanto si lo consintieran los señorea que las
da , é luego vinieron muchos en ayuda de Torre- gobernaban ; y en Andami y en Montoro y en la
blanca, y allí se comenzó muy gran pelea y el her Rambla fueron robados , y lo mesmo hicieron en Ca
rero con los de su compañía se fué huyendo á San bra, si el conde do Cabra Don Diego Hernaudez,
Francisco, é de súpito se llegó allí mucha geute, é señor della, lo consintiera; el qual en algunos que
Don Alonso do Aguilar vino allí & muy gran priesa comenzaron á robar hizo muy crudo castigo ; y en
no solamente por el daño que Torreblanca avia roa- la villa de Almodovar del Campo algunos conver
cibido, mas por escusar el daño que esperaba que de sos fueron muertos é robados por mano de los la
aquello se avia de seguir. E como Don Alonso allí bradores, los principales do los quales fueron en-
llegase, el herrero salió primero, é habló a Don forcados por mandado de Don Rodrigo Jirón, Maos-
Alonso con gran soberbia , lo qual Don Alonso no tre de Calatrava , é donde quiera que no habia quien
pudiendo comportar, le tiró una lanza de que le pasó Iob pueblos castigase, semejantes robos se facían.
de parte á parte, que luego murió; y llevado á su
casa el herrero muerto, afirmaron que milagrosa CAPITULO LXXXIV.
é
mente era vivo, de quo ovo muy gran turbación en
tro los conversos, ó so fuoron rotrayendo á sus bar De la muerte del Condestable Don Miguel Lacas, é del robo de
muchos conversos moradores en la ciudad de Xerci.
rios é casas , donde se aparejaron para su defensa ;
é muchos christianos viejos fueron á casa del herre En este tiempo entró el Rey de Granada podero
ro dando muy grandes voces, diciendo que era vivo samente á correr las ciudades de Ubeda y Baeza
é sano , é asi lo fueron publicando por toda la ciu quemando é talando gran parte do la tierra con dos
dad, á causa de lo qual la mayor parte de la ciudad mil de caballo é quince mil peones; por lo qual el
MEMORIAL DE DIVERSAS HAZAÑAS.
Condestable Don Miguel acordó de tomar un puerto escuderos que el Condestable avia desterrado por se
con quiuientos de caballo é tres rail peones por ha ayudar dellos para la defensa de aquella ciudad, é
cer daño en los moros. E vista la muchedumbre de- costreñidos por necesidad , acordaron de mitigar el
llos, el Condestable receló de continuar lo comenza rigor, embiando por Fernán Lucas comendador de
do , lo qnal dió OBodía á los moros de pasar con su Oreja, ó por Martin Lucas, comendador de Monti-
presa de que los de Xaen daban muy gran culpa é zon , é por consentimiento do la Condesa viuda Doña
cargo á la flaqueza del corazón del Condestable bu Teresa los dieron la administración de la ciudad.
capitán, como es cierto que, según el lugar dondo
estaban, si él quisiera lo que caballero debia, los CAPÍTDLO LXXXV.
moros podían recibir muy gran daño , é luego co
menzaron todos entre si de murmurar é decir mal De cómo le declaró el tapio qne el Rey Don Barloas lio i
del Condestable , é buscar algunas novedades, ó no Dan Enrique Fortuna eon una esperanza de casamiento suyo con
Uofla Juana hijo de la ncjna.
tratarlo con el acatamiento ni reverencia que solían,
é hizóse entre algunos del pueblo conjuraoion en Estas cosas asi pasadas , el Maestro Don Juan Pa
que se cree cupiese Gonzalo Mexia, caballero de no checo paresció ser tiompo de declarar el engaño quo
ble linajo, el qual tomó algunas torres de aquella el Rey había fecho á Don Enrique Fortuna, dicién-
ciudad , é puso en ellas gente de armar para su de dole cierto del casamiento suyo con Doña Juana
fensa , de que el Condestable ovo grande enojo ; é llamada su hija, pasando tiempo con él, haciéndole
luego mandó llamar gente é comenzóse la pelea mu- venir á Requena é al castillo de Garcimufioz, é des-
. clio mas grande de quanto el Condestable pensaba, pues á la villa de Madrid , donde estaba muy pobre
en la qual murió un caballero llamado Diego de Que- é amenguado, en tanto que costreñido por estrema
sada, pariente muy cercano de Doña Teresa de Tor necesidad , se ovo de ir al conde de Bonavente su
res, muger del Condestable. A todos los do la parto primo , con el qual estuvo algún tiempo asaz men
contraria paresció que ya no podia bien venir des guado con bu madre donde ostovieron é sintieron la
pués de la muerte de aquel caballero , si algún re pena de su ligero creer. Y en este tiempo el Rey
medio no se buscase, por quien pensasen ser esomi- Don ^Enrique y el Maestro de Santiago no olvida
dos de la dura servidumbre en que estaban, seño ban de revivar el casamiento del Roy de Portugal
reados por el Condestable , contra la condición de la quo días avia tenian asegurado con Doña Juana,
gente de aquella ciudad, la qual siempre sufrió de hija de la Reyna Doña Juana, con esperanza do ha
mala voluntad sujeción. E como fuesen asi muchos ber estos Roynos después del fallescimientodel Rey
armados, discurriendo por la ciudad , diciendo que Don Enrique ; é óvoBe consejo muy secreto que el
querían saber qué mandaba hacer el Condestable, Rey de Portugal ayuntase todo el tesoro que pudie
como entrasen todos en una iglesia dondo él acos se y aparejase las gentes do su Reyno de caballos é
tumbraba á oir misa é hacer sus ayuntamientos, armas é de navios é de todas las otras cosas necesa
como el Condostablo pusiese las rodillas para hacer rias pura facer guerra, socolor quo so aparejaba para
oración, uno del pueblo que mas corea dél se halló, pasar allende para hacer guerra á los moros, en
le dió un tan gran golpe con una ballesta de acero tanto que se trabajaba para delgazar el poder de los
en la cabeza, que dió con él en el suelo , é todos los Principes Don Fernando é Doña Isabel. E como ya
que cerca dél estaban le firieron con lanzas y espa oviese opremido los pueblos del Andalucía, que mas
das de tal manera que, no quedó en él señal de opremir deseaba, á los unos por robos é muertes, é á
persona humana. E luego todos juntos fueron robar los otros por temor, al Duque de Medínasidonia
é mJtar los conversos ; y en tanto que la multitud que seguía la parte do los principes avia fatigado
del pueblo en aquello so ocuparon , Doña Teresa de é fatigaba por cruel guerra quo el Marqués yerno
Torres, muger del Condestablo, como fuese muy del Maestre le avia fecho é facía continuamente; las
noble é de gran corazón , temiendo la crueldad é qualos cosas procedieron de la pereza é flojedad del
maldad do aquella gente, con sus hijos é con los Rey Don Enrique, é por la malicia de los que cerca
hermanos del Condestable, se moticron en la fortale dél estaban , á quien placía de todos los daños y cb-
za , é la basteció de gentes c de armas é de todas las escándalos en estoB Reynos acacscidos, creyendo
otras cosas nescesarias , de tal manera que hacian por aquellos poder mas sublimar sus estados é acre
cruel guerra á los de la ciudad, donde muchos de- centar sus rentas, con ayuda general de lo fé pú
llos fueron muertos. E tal fué la maldad de los del blica dellos.'
pueblo de Xaen , que no contentos de la muerte del
Condestable é de los conversos , que sin causa al CAPÍTULO LXXXVI.
guna avian muerto , fueron en un lugar llamado
Torre del Campo, cercano á la ciudad de Jaén, é Del cerco de Perpifian t del Consejo que te ovo para qne el Prin
combatiéronlo é mataron al Alcayde llamado Juan cipe Don Femando fuese i socorrer al serenísimo Rey su
do Marruecos , é & su muger é hijos y esolavos é sor- padre.
vidores, é robaron la torre : tan gravo fué la rabia En tanto qne los Reynos do Castilla é de León tan
desta crueldad ; é como ya conosciesen los grandes grandes trabajos sostenían , é los catalanes pensa
males que habian fecho é dolió so arrepintiesen, sen en algo do sus trabajos ser aliviados, después de
acordaron de retornar en la ciudad los caballeros y avor recobrado á Perpifian , ninguna otra cosa les
80 CRÓNICAS DB LOS REYES DE CASTILLA.
paresia de adversidad les quedar, salvo los casti como les pareciese que el atajo que el Rey avia
llos de aquella villa é de Colibre , que los franceses mandado facer entre la villa é la fortaleza no podia
tenían. El Rey Luis de Francia enfria de mala vo ser bastante para se poder amparar é defender ; ó
luntad que el Rey Don Juan de Aragón oviese reco tenian los franceses allende desto esperanza de ha
brado las villas de PerpiBan é de Helna é por eso ber la villa por traición de algunos moradores de
trabajó de se concertar con el Duque Carlos de Bor- lla , é creian el Rey tan viejo no podría sostener tan
gofia porque pudiese todas sus fuerzas poner para re grandes trabajos é fatigas , é convenille ya enco
cobrar á Perpifian , para lo qual ayunto gran copia mendar el oargo algunos de quien los moradores de
do gentes, con los quales embió estrenuos é valien la villa no aoatason con reverencia, lo qual por
tes capitanes, ó con ellos al Cardenal Trapaconse, y cierto mucho lejos acaesció del pensamiento de los
al llamado Albacense, como superior é amonestador franceses como el valientisimo Rey desde la hora de
de las cosas quo facer se debian. Esto sabido por los la nona armado , encima de un caballo andaba de
catalanes é aragoneses, que con su Rey agravado en estancia en estancia , requiriéndolas ó poniendo en
tanta vejez estaban, suplicaban al Rey que le plu cada una un estrenuo caballero por capitán, é gen
guiese de dojallos el cargo de la defensa de aquella tes escogidas para las guardar é con maravillosa so
villa, é pusiese su persona real en mas seguro lu licitud ninguna cosa le quedaba de proveer en todo
gar ; ni quisiese ponerse en peligro tan conocido, lo necesario ; pero con todo eso los franceses tenian
como sola su libertad podia mucho mas aprovechar en poco la virtud del Rey confiando en la traición
á los trabajos de sus subditos que si igualmente á que algunos días estaba puesta en obra, como tu
ellos fuese cercano , porque les parescia ser necesa viesen una mina fecha desde el campo, que entra
rio de embiar sus mensageros al Principe Don Fer ba en la casa do un traidor hombre muy principal do
nando su hijo, los quales le amonestasen que todas aquella villa ; é como la gente de los franceses de
las cosas dejadas en Castilla, viniese socorrer á su súpito saliesen por aquella casa, el Rey que en to
padre , como él fuese en ost rumo caballero é mancebo das las calles avia fecho contraminas, temiendo
é pudiese prestamente discurrir por las proviucias aquella traición poderlo ser fecha, socorrió con
cercanas á los Rey nos de Aragón, el qual podia muy gran presteza con quarenta caballeros , ó en la
traer gran copia de gentes para resistir á los enemi mitad de la noche valientemente combatió aquella
gos ; lo qual si dejaba de hacer con gran corazón é casa de tal manera que todos los franceses quo por
dureza , ponia en peligro su persona roal con gran la mina ontraron ninguno quedó quo no fuese muer
infelicidad suya é miserable servitud de los suyos. to ó preso , y en los otros que de fuera estaban so
A lo qual el fortisimo Rey respondió: «Caballeros, hizo tal daño , que pocos dellos volvieron sanos á la
mucho estoy maravillado de la prudencia y virtud fortaleza, é todo aquel di a los franceses gastaron
de vosotros como ayais ávido el honor que resce- en proveer los caminos oomo no tuviesen mucha es
bistes con la guerra, pensúsedes agora la verdadera peranza de aver la villa por combate , é los france
salud de Perpi&an é de todo el Condado de Ruyse- ses hicieron en torno de la fortaleza tres fosados,
\lon no estar en mi presencia, que yo estando nin porque los catalanes é aragonoses aunque oran po
gún espanto nos puede hacer el exército de los cos en comparaoion de la muchedumbre de los fran
franceses por grande que sea; é si yo me par ceses, no pudiesen entrar en la fortaleza é por la
tiese, por la opinión concebida ser do miedo, los que tardanza del tiempo con la hambre oviesen de dar
cerca de mi estando, serian valientes, con mi ausen la villa; é como en este tiempo los que en ella esta
cia enflaquecerían , é por aventura darían la villa á ban con Don Juan, Arzobispo de Zaragoza, ,hijo
miserable sujeoion é podia ser que algunos de los bastardo del Roy de Aragón, corrían el campo é
moradores della se inclinar á la dar por traición.» traian provisiones á Perpifian, é hacían grandes da
E visto el propósito del Rey , los aragoneses é va ños en los franceses , pero con todo eso los de Per-
lencianos é catalanes que allí estaban acordaron de pifian, temiendo el largo cerco, enviaron sus mensa,
embiar sus embaí adores suplicando al Principe Don geros al Principe Don Fernando , suplicándole se
Fernando quisiese venir ayudar á su padre puesto gunda vez no tardase de venir socorrer á su padre,
en tan decrépita edad , entre tan grandes trabajos é como el cerco cada día mas amenazase la toma de
peligros. Estas cosas oídas por el Rey mandó lla aquella villa, según la muchedumbre de los enemi
mar generalmente á todos que viniesen á la iglesia gos que cada dia mas se acrecentaban , como la vo
mayor , donde algunas veces mandaba hacer sus luntad del Rey Luis de Francia mas atenta en esto
ayuntamientos, é allí en presencia de todo el pueblo fuese que en otra cosa, é si por batallas á banderas
hizo un juramento en forma de nunca se partir de desplegadas no eran socorridos, difícil seria, ó mas
Perpifian fasta tanto que aquella villa fuese librada verdaderamente hablando, imposible no ser muer
del temor que tenia del cerco venidero de los fran tos por hambre. Visto este mensaje por el Príncipe,
ceses, quitando mucho la venida dellos con gran aunque continamente pensaba venir socorrer á su
muchedumbre de gontes , las quales pensaron opre- padre, determinó de aver el consejo de la Princesa
mir al Rey é á todos los de la villa por contino com Dofia Isabel, bu muger, é del Arzobispo de Toledo,
bate de tiros de pólvora é trabucos é ingenios é por los quales como quiera que conosciesen quanto dafio
hambre, apretándolos de tal manera, que do nin venían en las cosas de Costilla por la partida del
guna parte le pudiese venir socorro, mayormente Principo , paroscioles ser cosa razonable do dejar to
MEMORIAL DE DIVERSAS HAZAÑAS. 8Í
dos los otros negocios por socorrer en tan estrema libre de los franceses á la parte de Colibre é á la
nescesidad donde pendia la vida del padre é la liber provincia de Narbona ; ó á los catalanes ninguna
tad de los fieles oaballeros é vasallos suyos , é que salida les era sigura sigun la dispusicion é ordenan
convenia sin tardanza alguna la partida suya poner zas do las estancias que en los caminos los france
se en obra , como quiera quo al Arzobispo quedaba ses tenian, á los quales pudo engañar el estrenuo é
gran cargo después de la partida del Principe con valiente caballero Mosen Pierres de Peralta, Con
muy delgada sustancia, después de aver hecho muy destable de Navarra, el qual como supiese la lengua
grandes despensas ; é como entonces Troyllos Car francesa , visticndoBO hábito de fraile menor, dis
rillo tuviese siete mil florines por aver el derecho currió por todas las estancias de los franceses é por
del Condado de Aguata en la isla de la ulterior Ce todo el Condado de Ruysellon , y entró en el Real
cilia , mandó el Arzobispo que los diese para pagar de los franceses, é con ellos muy largamente fabló
sueldo de docientas lanzas quo con el Príncipe fue haciéndose á ellos muy principal ; é como entre los
sen por dos meses , sin que el Rey de Aragón ni el franceses é catalanes peleasen , é algunos cayesen
Principo les oviese do dar cosa alguna. El Príncipe de los franceses mostrándose misericordioso é asi
loó mucho la mananimidad é liberalidad del Arzo con los que se volvían á Perpifian se metió, de quel
bispo , é todos los otros grandes que á los Príncipes Rey oro gran alegría , el qual en inuchaB cosas les
seguían se ofrecieron de le hacer mas largo servi avisó, de que gran provecho se le siguió ; y de con
cio, los quales todos con palabras satisficieron, sal tino este caballero, aunque viejo, con dos hermanos
vo solamente Don Alonso Manrique , hijo mayor del llamados el uno Beltran de Almendarez y el otro
Almirante Don Fadriquo, el qual trajo setenta lan Juan de Almendarez que mucho habían servido si
zas muy escogidas é algunos otros peones hijos-dal- Rey de Aragón en el tiempo de la rebelión de Bar
gos que quisieron ir á servir al Príncipe , con la celona, cabalgaban todos tres con poca gente é tan
qual so acrecentó el número do la gente que el Prin sabiamente lo hacia, que siompre mataban é pren
cipe llevó en Aragón fasta quatrocientas lanzas, lo dían algunos de los franceses, de tal manera que ni
qual incitó á los de Zaragoza á hacer ayuda al Prín osaban ir al campo, ni solamente á dar agua á sus
cipe con docientas lanzas é á los de Valencia no rae- caballos, ni á traer lefia , que saliendo de su real
nos movió la ida del Principe é la calidad de tan es- no fuesen presos ó muertos. E acaesció que como
trema nescesidad en que su padre estaba. E con es cada dia bienaventuradamente los navarros peleasen
tas gentes el Príncipe continuó su camino fasta lle con los franceses, tanto cresció en ellos la osadía,
gar en Perpifian. que como los franceses desasen las puertas del
real abiertas, Juan de Almendarez con tres de ca
CAPÍTULO LXXXVII. ballo en la entrada del real fué preso, é contra la
ley de la guerra, por la furia de los franceses fue
Del blenirentorado meto que oto el Principe Don Fernando en ron muertos. El Rey con el gran enojo de la muerte
la Ida de Perpifian, é de la muerte del Cardenal Albaccnse * de aquel caballero é de Iob que con él iban , mandó
de la concordia fecha entre los Reyes de Francia I de Angón.
degollar todos los prisioneros franceses que tenia>
En otra manera sucedió el viaje del Principe Don lo qual como en el real se sintiese, embiaron luego
Fernando de como lo pensaba el Rey Don Enrique, humilmente suplicar al Rey le pluguiese usar de
el qual, como continuase su camino, muchos de los clemencia é misericordia por la muchedumbre de
aragoneses, valencianos é catalanes lo quisieron prisioneros que tenia, perdonando el error hecho
seguir, aviándose por bien aventurados on poderse por algunos sin consentimiento ni voluntad del ca
fallar en servicio de tan gran Principe contra sus pitán ni de los otros principales que con él esta
enemigos; ni menos los que estaban en PerpiBan ban, é quisiese creer que dende en adelante las le
con su Rey trabajaban por conservar su salud é la yes de la guerra se guardasen. Al clementísimo Rey
libertad de sus subditos, en tanto quel Principe plugo de acetar el ruego do los franceses, los quales
Don Fernando recogia sus gentes para venir en so como ya sintiesen la venida del Principe Don Fer
corro del Rey su padre. Ni los que en PerpiBan es nando, pensaron hacer alguna cosa hazañosa ante
taban dejaron de pelear continuamente con los de su venida, para lo qual hicieron una mina secre
franceses, de los quales, aunque en número eran ta por debajo del atajo que el Rey de Aragón habia
mucho menos, en virtud eran mayores, é de tal ma mandado hacer, é un dia antes que amanesciese,
nera se avian con ellos, que siempre los sobraban é Batieron por la mina la gente de armas de los fran
llevaban delios ventaja oonoscida. E como los fran ceses, é pusieron las escalas al muro, é subieron al
ceses á los caminos saliesen, los que estaban en gunos por ellas; é como uno quisiese tomar una tor
Ilelna con el Arzobispo de Zaragoza, hijo del Rey re en la qual estaba un velador , de quien ante de
de Aragón, aguardábanlos, é mataban é prendían entóneos muy poca cuenta se hacia , tan valiente
muchos delios; é increíble y maravillosa cosa es mente peleó, que mató á aquel que primero subió,
con quales artes y engafios los aragoneses conser é defendió de tal manera el muro, que ántes quo los
vaban la vida do su Rey é la libertad general de franceses pudiesen tomar ninguna torro el velador
todos, como fuese tan poca gente dentro eu Perpi fué socorrido por los espaBoles, é la virtud de solo
fian en comparación de la muchedumbre de los un hombro pudo tanto, que por su esfuerzo la villa
frauceses, teniendo tan grandes fuerzas, é fuese no se tomó é muchos de los franceses fueron muer-
Cr.—III. 0
82 CRÓNICAS DE LOS REYES DE CASTILLA.
tos. E dejadas de escribir otras muchas cosas con «como mas segura les sea con los pocos escogidos
viril osadía hechas por la gente del Rey de Aragón, «terribles cosos cometer, que con muchedumbre de
es do escribir todo lo acaescido al Principe Don «gente medrosa, doade la turbación de los tales
Fernando anto que pasoso de la provincia do Am- » suele traer perdimiento de todos. í Las quales co
purios é la villa de Holna do donde los que en la sas como todos oyesen, á muy grandes voces dizo-
guarda della estaban socorrían la mengua de vian ron: «Señor, vamos í ellos, que aquí no hoy uiugu-
das que los de PerpiCan tenian; é como á los fran » no que tenga temor, mas todos queremos ya pe-
ceses paresciese que aunque so juntasen los de Per- ulear é no perder tiempo. Vamos, vamos con la gro-
piñan é los de Helna no bastarían para pelear con ncia de Dios.» Entóneos sonaron les trompetas , é
ellos y el contrario tenian creído los españoles co las compañías de Helna é las batallas del Príncipe
mo siempre en las peleas pasadas ovíesen llevado 4 banderas desplegadas se movieron. El Rey en
conoscida ventaja á los franceses , é los de Helna este tiempo requirió todas las estancias de torres ó
señalaron un día á los de Perpifian por sus mensa puertas, en las quales proveyó de la gente necesa
jeros para que fuesen prestOB para su socorro, por ria, 6 salió contra los enemigos con los peones na
que entendían en aquel dia al tiempo del alba pe varros acostumbrados de guerra ; é mondóles que,
lear con los franceses, donde pelearon de tal ma quondo menester fuese , siguiesen las banderas é
nera que los franceses fueron desbaratados, é allí hiciesen lo que les fuese mandado. El tortísimo Roy
fueron presos los capitanes llamado el uno Mosen armado de todas armas é fortfsimo arnés, encima
Dolao é el otro el Senescal de Balcayre con muchos de un gran caballo discurrió por sus batallas, or
nobles é otra mucha gente común ; é los que esca denándolas; con el qual estaba Don Alonso, su hi
par pudieron se fueron huyendo á su real ; lo qual jo bastardo; y el Conde do Paredes, é Beltran Ugon
acaesció en veyute y doB dias de Junio del dicho do Rodelmin, Prior de la órden de San Juan, el Cas-
año. El Principe Don Fernando llegó á un paso lla tellan de Amposto é Mosen Pierres de Peralta, Con
mado el puerto de Mozana, la subida del qual era destable de Navarra y Fernando de Rebolledo y
muy alta é difícil de subir. En aquel dia hizo un Beltran de Almendares; con los quales acordó de es
viento tan grande que á todos parescia ser imposi perar la venida del Príncipe, para ver si sería mejor
ble poder pasar á causa de lo qual los grandes que juntarse todas las gentes paro la batalla, ó darse ca
con el Príncipe estaban le suplicaron no quisiese da una por su parte , como la muchedumbre de los
contender con la adversidad del tiempo, ni quisie franceses fuese tonta que serian bien quarenta mil
se poner á sí ni a los suyos en tan gran peligro , el hombres d'armas , de los quales en loa peleas pasa
qual querer por el gran esfuerzo suyo é porque el das dosde el principio del cerco fueron perdidos por
espíritu divino lo llevaba , porfió contra la volun diversos casos bien quince mil hombres, algunos
tad de todos continuar su camino , é subió en la por hierro é otros de fiebres é grandes enfermeda
cumbre de inoreible altara, é por exemplo suyo to des; y el Cardenal Albacense fatigado de grande en
da su gente subió, ante que fuese quatro horas del fermedad se avia partido del real, el qual dado á to
dia, é pasó de manera, que sin perder cosa alguna da corrupción é malas costumbres, ovo muerte muy
casi á cinco horas del dia el Príncipe Don Fernan penosa, en testimonio de su torpe vida; el que fué el
do en vista de los enemigos ordenó sus batallas; el primero que en esta guerra mandó poner fuego en
qual como viese grandes lumbres en el real, que las iglesias, y amonestó á los franceses usar de cruel
de lejos paresciesen las batallas de los enemigos dad áun allende de su natural costumbre. E los otros
aparejadas para pelear, el Principe amonestó á to - capitanes franceses, mirando como eran presos loa
dos rogándoles tuviesen buen corazón y esperasen principales dellos , é sabiendo como el Principe Don
bien aventurada vitoria , como á todos ellos fuese Fernando venía con gran gente contra ellos de Cas
notorio la maldad de los franceses ; que quisiesen tilla en otra manera , pensaron de hacer de lo que el
aver memoria de los maravillosos acaescimientos Rey de Aragón ni su hijo creían, los quales monda
en que siempre la divina Providencia ayudó á la ron poner fuego 4 su real con intención de dar la
verdad, ni les pareciese cosa grave de recobrar de batalla, con mas voluntad de se ir 4 la villa de Sal
los franceses lo que en Cataluña tenian ocupado, sas ques cercana 4 la provincia de Norbona; los que-
como la muchedumbre dellos no pudiese sufrir la les cometieron 4 poner fuego 4 su real, 4 tiempo qua
ferocidad é valentía de los españoles y como fuese vieron 4 lezos por la ladera de un monte al Prínoips
peligrosa cosa á la muchedumbre de gente medro Don Fernando con sus batallas ordenadas; y el Bey
sa pelear en campo con banderas desplegadas con de Aragón eso mesmo esperaba al ver lo que los
gente escogida aunque en número sea mucho mé- franceses querían hacer y querían dar batalla anta
nos como muchas veces la muchedumbre de los quel Príncipe llegase. Entre tanto loa franceses pa
franceses haya sido desbaratada de los pocos que en so 4 paso so fueron sus batallas ordenadas como al
Helna y en Perpiñan estaban con gran daño de ovieran de pelear; é visto por el Rey lo que los frac-
sus capitanes : tt é si por ventura , dizo el Príncipe, ceses hacÍAn, embió á gran priesa 4 quien conosola-
«aquí hay algunos que teman pelear por la muche- se por qué causa el real do los franceses ae quema
sdumbre de los franceses, díganlo ante que la ba ba ; é Iob que fueron hallaron algunos que con I*
tí talla comencemos, porque el temor do aquellos no fuerza del fuego no pudieron salir; lo qual como el
q traiga daño á la virtud de los esforzados varones, Rey conosciese, movió con toda au gente de caba
Memorial de t /ERSAS HAZAÑAS. 83
lio por ir rescibir al Principe que no muy lexoa pa- zar con la gente del Principe , con los quales de tal
nscia por la parte de Helna é como llegase muy manera los del Principe pelearon , que muohos de
cerca las batallas del Bey é del Principe, los Gran- llos fueron muertos , é los otros con su capitán á
dos que con el Principe venían llegaron besar las gran trabajo pudieron llegar á su real ; el qual te
manos al Rey , é los que con él estaban con muy nían mucho fortalezido de cavas y palizas de guer
gran gozo fueron besar las manos al Príncipe , el ra, según costumbre francesa, sin voluntad de dar
qual, como vido al Rey, con gran reverencia le vi la batalla; lo qual como el Principe conosciose, des
no besar las manos, y el Rey le dió paz é le dixo: pués de haber gran pieza esperado, sus batallas or
«Agora me tengo por bienaventurado, pues engen denadas , se volvió en Perpifian ; lo qual todo como
dré á quien dió libertad en mi tierra. Yo quiero que fuese escrito por los franceses, el Rey de Francia
seáis mi huésped é mi convidado en la ciudad de ovo tan grande enojo , quo mandó llamar toda la
Helna que está muy cerca, donde comeremos, é gente que avia embiado contra los ingleses é breto
después de comer iremos á Perpifian.» E asi lo pu nes é borgofiones, que oon capitanes muy escogidos
sieron en obra ; é intes de las vísperas llegaron á viniesen contra el Rey de Aragón ; el qual estaba
Perpifian, donde los salieron los hombres é mujeres como atónito y espantado que en tan grande edad é
con gran gozo á rescibir , y con muchos cantos é con tan poca gente, é menguado de dinero pudiese
danzas é juegos , dando grandes gracias a nuestro aver recobrado á Ruisellon é á Barcelona é á Perpi
Señor é loando mucho la virtud del Rey é no me fian é á todas las villas cercanas á ella , é oviesen
nos del Principe, que en tan gran nesoosidad les vi combatido é combatiesen cada dia la fortaleza de
no socorrer é i dar libertad á los de aquella villa é Perpifian que él pensaba Ber inospunable , é oviese
toda la comarca, dándoles hartura que mucho de muerto é vencido tanta gente suya ; é allende desto
seaban después de tan gran hanbre pasado. dolíale mucho perder las rentas de Ruisellon que
eran muy grandes , asi por mar como por tierra, poi
que en esta guerra estaba mas atento que en nin
CAPÍTULO LXXXVIII. gún otro negocio el Bey de Aragón , creyendo que
De como el Principe Don Fernanda el día siguiente salió I dar la después de aver los franceses tan grandes daños res-
batalla i loa franceses , é de machas cosas que acacsclcron ante cebido no podían tan presto le hacer guerra, é
qne el frinclne vtlttese; é de algunas cosas qne nn caballero dió licencia á la mayor parte de la gente que tenía
llamado Don Donls , nlato del Itej Don Donis de Portugal , Mío dejando solamente quinientos de caballo ; é luego
estando en serrielo del llsstrlsitno Rej Don Jaan de Aragón. llegó al Bey de Aragón la fama de la venida de loe
El siguiente dia el Principe Don Fernando salió franceses con mucho mayor ejército que antes ha
de la villa de Perpifian con sus batallas ordenadas, bían venido , é los grandes que con el Principio es
é fuese á la proviacia de Narbona, donde supo que taban mostraron gran temor, é solo el Bey sin otro
los franceses se habían retraído, parcociéndole ser consejo determinó de irles dar la batalla y oon él so
poco aver feoho levantar el cerco de Perpifian á lamente quinientos de caballo y dos mil peones que
gran muchedumbre de franceses , si con ellos no pe tenia. E como el Principe fuese al Bey muy obi-
lease, á los quales envió presentar la batalla á ban diente é conosciese su pertinacia, obedesció su man
deras desplegadas ; y en tanto que el Principe esto dado, é ninguno fué de los grandes que ende esta
hacia, el Rey Don Juan su padre mandaba oomba- ban que osase contradecir el querer del Bey, espe
tir oon gran vigor la fortaleza que los franceses te rando con todo eso que á la vista de los enemigos
nían , de los quales muohos dellos estaban derra se tomase consejo , de que el Bey viese la muche
mados por la provincia de Rose) Ion , é como supie dumbre grande de ellos , é quan poca gente era la
ron la venida , se vinieron á juntar con la muche suya para poder con ellos polear. E asi el Bey con
dumbre de los franceses que con suh capitanes esta sus batallas andando , embió algunos pocos de ca
ban ; é luego todos los lugares quostaban oeroa de bollo que supiesen qué tanta gente era la francesa
Perpifian se dieron al Rey, é muchos otros queda los quales miraron discretamente el real y dizeron
ban en la ribera de la mar, en tal manera, que to que podían ser treinta mil combatientes é mas; lo
dos los franceses estaban ya juntos en un lugar. El qual dizeron al Principe Don Fernando é á los Gran
Principe Don Fernando llevaba sus batallas ordena des que con él estaban , los quillas pensaban aquel
das , é como sus corredores disourriesan por diver dia España perderse si peleasen tan poca gente con
sas partes , todos los franceses que topaban é iban tan gran muchedumbre de enemigos. La mayor
por se juntar con sus capitanes, los mataban ó parte do los susodichos eran de caballo, é con quan-
prendían ; é tantos, caballos les fueron tomados, to temor los españoles tenían, ninguno ovo que osa
que por un florín de Aragón se fallaba un caballo. se decir al Bey su parescer como ya al Bey Oviesen
E ya el Prinoipe cerca de los franceses , perdida la visto en grandes peligros ; é fué acordado que un
soberbia que solían tener , como quiera que fuesen escudero que allí estaba llamado Lope Alonso de
muohos mas que los españoles, no osaron dalles ba Laguna , aposentador del Principe , criado del Ar.
talla , aunque ningún recelo pudiesen aver de cela zobispo do Toledo , á quien el Bey mucho quería, le
da , como las batallas del Principe en campo llano fuese decir la verdad de la gente que los franceses
todas paresciesen. En aquel dia, con doscientos gi- tenían , mostrándolo quan gran peligro sería con
netes salió un capitán do los franceses á escaramu- poca gente aver do dar la batalla á tan s;ran mu.1
&4 CRÓNICAS DE LOS REYES DE CASTILLA.
chedumbrc ; á lo qual el valieutísimo Rey respon Poco tiempo antes desto avia estado en servicio
dió: a Vosotros loa que nunca esperimientastes la del serenísimo Rey Don Juan de Aragón un caballe
» fuerza de los franceses, ligeramente vos espantáis ro llamado Don Donis , nieto del Rey Don Donis de
» viendo la muchedumbre dellos ; mas nosotros que Portugal, el qual en servicio del Rey avia ganado
a muchos años ha que los conocemos , é mucho de algunas villas é fortalezas de los rebeldes á él , é
I sangre avernos derramado por dar libertad á esta avia venido al socorro de Cervero, pasando veinte y
i) tierra , podemos mejor conoscer qué peligro , qué quatro leguas por tierra de enemigos, con ciento y
I infortunio nos pudiese venir si pocos españo- cinquenta castellanos que le seguian ; é aviéndole el
t les contra muchos franceses peleasen , é ya de los Rey grande amor, é deseando facerle merced, en
» mios ninguno avria quedado , si temor de los mu- gasado por el Rey Luis de Francia con vanos espe
» chos franceses oviesen concebido ; por eso , Lope ranzas, dexó el servicio del Rey de Aragón é pasóse
» Alonso, yo vos ruego queráis aver buen corazón, á los franceses con la gente castellana que le se
i) que yo vos certifico que ante que sea hora de vís- guía, de que el Rey de Aragón ovo mucho enojo. E
b peras, sereÍB muy alegres con nuova victoria.» E como el Rey de Francia ninguna cosa cumpliese con
Lope Alonso dixo al Rey que no sabia como espera él de lo que le fué piometido, dejó su compaña, é
se victoria quien veia cien franceses para un espa fué servir al Duque Carlos de Borgofia, é después de
ñol. Al qual ol Rey dixo : a Andad, ios, que otra vez su muerte ha servido y sirve al Rey de los Roma
i certifico avremos victoria por la gracia de Dios.» nos , hijo del Emperador Federico de Alemania.
El qual espantado é maravillado con esta respuesta,
se volvió al Principe y á los Grandes que con él es CAPÍTULO LXXXIX.
taban , los qualcs como quiera que viesen tan cerca
no el peligro , no pudieron estar que no riyeaen de De la Tenida del Principe Don Fernando en Castilla, é del enga
llo que el Rej Luis de Francia hito al Rey Don Juan de Aragón.
la respuesta del Rey ; é como todos estoviasen des
esperados , vista la voluntad del Rey dende á poco Estas cosas así pasadas , el Príncipe Don Fernan
espacio en grande alegría se convirtió la tristeza de do se vino en Castilla, é ante que de Cataluña vi
los españoles , como por la mano de Dios á los fran niese el Rey Luis de Francia, mas con propósito de
ceses llegó un mensagero , el qual les dizo que fue seguir & se vengar que de aver buena paz , fingió
sen ciertos que infinita gente de españoles venían ; de tener los caballeros quel Rey de Aragón avia en
ó como este mensagero les llegó de súpito , levanta viado por embaxadores, en el comienzo de las con
ron el real, dejando en él todas las artillerías de diciones de la mistad que entre ellos se avia de ha
mayor peso, las quales el Rey de Aragón mandó lle cer, con esperanza del casamiento del Delfin su hi
var i Perpifian , y los franceses espantados iban di jo con Doña Isabel , hija del Príncipe Don Fernan
ciendo que por demás era el Rey de Francia con do é de la Princesa Doña Isabel, diciendo que esto
quistar aquella provincia en tanto que el Rey Don hecho , daria qualesquiera fuerzas que él toviese to
Juan de Aragón viviese , no se ganaría por mucha madas en el Condado de Ruisellon , con tanto quel
gente que contra él viniese. Las nuevas de todo esto Rey Don Juan de Aragón dentro de un año le pa
fueron en Horgofta y en Bretaña, de que el Rey de gase trescientas mil coronas que él avia prestado
Francia ovo gran turbación , é pensó de tomar otra para hacer la guerra á Ios-rebeldes catalanes, la con
forma, y envió al Rey de Aragón personas que en firmación de lo qual se cometiese al Conde de Pare
tre ellos moviesen tratos de concordia, lo qual mu des é al Castellao de Amposta, en galardón de la
cho ayudó al Rey do Aragón cansado de tan gran embazada ¡ á los quales el Rey de Francia desto cer
des trabajos é larga guerra ; y en tanto que el Prín tificó , ó como estos caballeros oviesen entrado en
cipe Don Fernando en los Reynos de Castilla se vol Francia con muy noble compañía é grande aparato
vió, determinó de ombiar al Rey de Francia solen- é mucha costa, defirió la fabla mostrando tener al
no embazada , en que fueron principales Don Juan guna duda, porque en la tardanza estos caballeros
de Córdoba , Conde de Paredes, é Bernaldo Ugon de creyeron no tener franca libertad ni se les daba lu
Rocabertin, Castellón de Amposta, é con ellos cin- gar de rescibir cartas , ni las embiar, ni menos ya
quenta caballeros é gentiles-hombres, con grande ir donde querían , lo qual al Parlamento de París
aparato, allende de la gente de servicio, por mos parescia muy mal. El Rey de Francia de nada desto
trar el poder de los aragoneses , porque no pensase curó, é mandó que los cinquenta caballeros que allí
el soberbio Luis de Francia la nobleza de España eran venidos con el Conde de Paredes é con el Cae-
fuese del todo consumida. Ni por eso el Rey de tellan de Amposta , se volviesen al Rey de Aragón,
Aragón dexó de fortificar el atajo quo avia fecho é los dos principales con poca compañía de los ser
entre la villa de Perpifian é la fortaleza, el qual vidores quedasen allí , simulando esto facer no por
acrecentó mucho, asi en hondura como en largura, los privar de su libertad, mas que fasta tomar con
é puso en él muy gruesas lombardas para combatir clusión de los ingleses é borgoñones ó bretones, no
la fortaleza, así de las que de los franceses tomó podía entender en las cosas de España ; lo qual el
como de las suyas. El Principe Don Fernando con Rey de Francia hizo por aver lugar de poder enviar
mucha alegría é triunfo tomó licencia del Rey su gente poderosa para no solamente ocupar el Conda
padre , é fuese visitar é proveer algunas ciudades de do de Ruysellon , mas Cataluña é Aragón é las pos
Cataluña é Aragón que su presencia deseaban. trimeras partes de España,
MEMORIAL DE DI 'ERSAS HAZAÑAS. 85
dar la batalla, y el Conde de Tendilla, Don Iñigo
CAPÍTULO XC. do Mendoza, é Alonso de Velasco , hermano del Con-
do de Haro , dizeron que su parescer era que por al
Del cerco de Alcalá de Guadayra fecho por el Duque de Medinasi gunos medios el Marqués fuese tentado para dar
donia, é de la Tenida del Marqués do Calla por socorrer S la di entera paz entre el Duque y él; ó como el Duque
cha Tilla , e del tralo que entre ellos ovo. fuese mas deseoso del roposo que de la guerra , ovo
En tanto que estas cosas pasaban, otros movi por bueno oste consejo como bu final intención fuo-
mientos de Andalucía se movieron , como aún dura se recobrar la ciudad de Medina que tenia perdida,
se la guerra entre el Duque de Medinasidonia , Don de que no solamente se le seguía aquel daño , mas
Enrique de Guzman, y entre el Marqués de Cáliz, desde allí so esperaba perder la mayor parte de la
Don Rodrigo Ponce do León. E como la villa de tierra que le quedaba. El Marqués estaba en grande
Alcalá de Guadayra tuviese Fornan Darías de Sa- agonfa , porque si la batalla se daba pareada muy
yavedra, cuñado del Marqués, é desde allí siempre gran sobra de gente la quel Duque tenia , é , si tar
rescibiosen daño los de Sevilla , el Duque acordó de daba de la dar , érale gran trabajo haber de pagar
allegar gran campaña do gente, diciendo que quería sueldo á tan gran gente ; é los caballeros que al
ir á Xeroz; é como Alcali sea dos leguas do Sovilla, Marqués ayudaban avian por gravo cosa aver do
mandó sacar sus pertrechos muy grandes do lombar pelear con gente tan demasiada, é con quien tan
das é quartagos é trabucos, é varios pinjados, é to gran dinoro tenía para la pagar , é decían ser ma
das las otras cosas nescesarias para combatir, é vi nifiesta locura del Marqués si presumía pelear con
no poner el cerco sobre Alcalá de Ouadaira con fas la gente que ol Duque allí tenia. Y el Marqués es
ta tres mil de caballo , é ocho mil peones. E como tando en esta agonía , llegaron á él el Conde de Ten
el Marqués fuese certiñeado el Duque combatir la dilla é Alonso de Velasco, los quales quisieron aver
villa de Alcalá, escribió á todos sus amigos é ayu por compañero á Don Fadriquo Manrique , que ha
dadores, é juntó poco monos gente de la quel Du bía traído la gente de Ecija á favor del Marqués, el
que tenia, donde es cierto quede la una parte é de qual mucho deseaba poner la paz entre estos caba
la otra fué puesta la mayor parte de la noble gente lleros, especialmente porque Don Podro d'Estufti-
del Andalucía ; é como el Duque oviose comenzado* ga, sobrino suyo, que mucho amaba, estaba allí
á combatir la villa, en la qual estaban Don Alonso con el Duque é al Duque asi mesmo amaba ; é dán
Ponce do León , hermano del Marqués , é Fernán Da dose la batalla ninguna alegro nueva lo podía venir.
rías de Snyavedra, é Martin Q alindo é algunoB otros E todas estas cobos vistas , el Marqués fué ligero de
buenos caballeros criados dol Marqués, trabajaban hacer atraer á facer el compromiso, el qual so hizo
quanto podían por la defender ; é con el Duque ve por parte del Duque en el Conde de Tendilla é en
nían algunos á quienes placía que la villa se toma- Alonso de Velasco, ó por parte del Marqués en el
Be, los quales tubieron forma que los dichos caballe Obispo de Cáliz Don Pedro de Solía y en Don Fadri-
ros fuesen avisados do todo lo quel Duque hacer que Manrique, de que mucho desplacía á los sevi
queria, entre los quales se afirma averseido el prin llanos, mayormente á los peones, los qualea desea
cipal Alonso Pimental , do quien el Duque mucho ban mucho pelear. Y el comienzo de lo asentado por
confiaba; é allende desto un Comendador de la ór- los dichos jueces fué que el Duque y el Marqués se
den de Santiago, llamado Mosquera, oriado del fuesen al castillo de Marchenilla, lugar de Alonso de
Maestro Don Juan Pacheco , que hizo grande empa Velasco , quos muy corea de Alcalá do Guadayra , ó
cho porque la villa no so tomase, el qual fingió aver con olios entrasen cada tres servidores sin armas al
scido herido por la mano de Maestre Alonso , lom- gunos llevar, é que de allí no soliesen hasta quo los
bardero del Duque, el qual como fuese á poner fue jueces susodichos determinasen en todos los deba
go á una gruesa lombarda, dióle una gran cuchilla tes que entrellos estaban. La sentencia en sumo fué
da en el pescuezo de que luego cayó en el suelo co lo siguiente : que la una parte á la otra hiciesen per-
mo muerto; lo qual como el Duque supiese, como don de qualesquier muertes que ovieson pasado de
quier que él naturalmente no fuese inclinado á los unos á los otros , é que todo lo tomado do los
crueza , gran ira ovo que puesta mano á la espada, unos á los otros se tornase ásus dueños, é la ciudad
la puso por el cuerpo á Mosquero, de tal manera de Medinasidonia , que por el Marques estaba ocu
que de parte á parte lo pasó, é de la muerte dél tan pada , la restituyesen al Duque , cuya era, en cierto
grandes dificultades ovo é nascieron , que se dió tiempo , ó que el Marqués ovieso perpetua libertad
grande estorbo en la tomada de aquella villa. Con para pescar los «tunos cerca de la ciudad de Cáliz,
todo eso el arrabal de San Miguel se combatió por después de ávidos los privillejos por el Duque en
los del Duque, é como llegase la nueva de la veni- que alien desto todas las cosas quo restituir se pu
del Marqués, ovo turbación de consejos de lo que diesen do la una parte á la otra fuesen restituidas á
se debía hacer, é algunos dizeron que como el Du bub dueños ; lo qual todo so concluyó en tres dioB,
que alli tuviese gran muchedumbre de gentes , que como quiero que muy grove fué al Marqués la res
debia escoger los que mas le pluguiese para tener titución de la ciudad de Medina.
el cerco, é con la otra gente el debia ir á darle ba
talla al Marqués. Otros fueron de acuerdo que el
Duque debia levantar el cerco, é con toda la gente
CRÓNICAS DE LOS BEYES DE CASTILLA.
mucho deseaba, como lo avia comenzado luego que
CAPÍTULO XOI. de Carrion vino; pero fué puesta tal guarda por la
ciudad por algunos hombres quo la parto dol Mayor
Po la venida en Vizcaya de los Embaladores del noque Cirios domo Andrés do Cabrera siguian , y muchos desea
do uorgoña, ct qual con singular amor emolo al Principe Don
Fernando su devisa del Tusos de oro. ban el servicio do los Principes, quo no se dio lugar
á lo pensado por el Maestre ni por los que lo se
En este tiempo el Principe Don Fernando fué guían, los quales trabajaban por destruir la repú
certificado qne en Vizcaya eran venidos para él blica d estos Reynos, queriendo someter en misera
embaxadores del Duque Carlos de BorgoBa , á los ble servitud , trabajando quanto podían por concluir
quales luego escribió rogándoles que se quisiesen ol casamiento del Rey Don Alonso de Portugal con
venir á la ciudad de Burgos , donde mejor pudian Doña Juana, hija de la Reyna. E como no sucedió
estar que en otra parte , fasta qne oviese despacho la ocupación de Segovia como el Maestre de San
de los debates do Carrion ; é aunque ovo diversidad tiago pensaba, el Rey se partió por correr monte
do consejos donde el Principe los debiese recebir, como solía. Allí dio las villas de Landrades del
al fin acordóse que fuese en la villa de Dueñas, lo Colmenar al Duque Don Beltran de la Cueva , con
qual asi se puso en obra; donde vinieron quatro em previllegio quel Colmenar dende adelante se llama
bajadores del Duque de Borgofia con asaz gente é se Monbeltran. E con aquella montería, el Maestre
grande aparato. La causa de su embazada fué el encubrió algunos dias la ida de Portugal. E ya el
Duque desear confirmarse con el Principe Don Fer Rey enojado de los cosas do Segovia no haber su
nando el amistad quo antiguamente avia sido en cedido como quisiera, so partió para los oonfinos do
tre los Reyes de Aragón Don Alonso ó Don Juan, Portugal, pensando en el viaje ó concordia concor
y el Duque Felipo su padre, la qual deseando te dar los Grandes del Andalucía para que consintie
ner el Duque Carlos , con verdadero amor embiaba sen en el matrimonio del Rey Don Alonso de Por
al Príncipe Don Fernando su devisa del Tusón , la tugal con Doña Juana, hija de la Reyna, lo qual no
qual avian tenido los Reyes de Aragón ya dichos. pudo acabar, como todos conosciesen este casa
Y el principal de estos embaxadores era uno de los miento ser total destruimiento destos Reynos.
de la divisa, el qual dijo al Principe las condicio
nes que debian guardar los que esta devisa tuvie
CAPÍTULO XCIII.
sen, la qual el Duque le enviaba por firmeza in
violable quo para siempre entrellos se guardase por De como el Principe Don Fernando se partid para Aragón, 6 de
juramento militar para se ayudar é socorrer en qua- la mnerto de Ximcno Gordo, fecha por justicia, por mandado
del Principe Uon Fernando en Zaragoza.
lesquier necesidades que se viesen ; la qual divisa
tanto aprovechó al Rey Duarte de Inglaterra, que En el mes do Agosto del dicho afio de nuestro
como fuese echado de su Reyno con el ayuda de Redentor de mil y quatrocientos y setenta y qua
Carlos, Duque de Borgofia, le hizo fuese su Reyno tro afios, el Principe Don Fernando ávido su con
restituido ; la qual embazada fué explicada ante el sejo, se partió para Aragón , dejando en Segovia á
Príncipe Don Fernando en la Iglesia de Santa Ma la Princesa Doña Isabel , en tanto que el Rey Don
ría de la dicha villa; á la qual por mandado dol Enrique y el Maestre de Santiago estaban en los
Principo fué respondido por Maestro Hernando do confines de Portugal, á los quales era esperanza de
Moya. E de allí los borgofioneB se partieron para acabar ligeramente lo que deseaban por las nuevas
Portugal. E ante quel Príncipe de Dueñas partiese, angustias é perplejidades en quo conosoian al Prín
fué certificado de la concordia fecha entre el Du cipe Don Fernando estar, como fuesen ciertos el
que Don Enrique de Guzman y el Marqués de Cáliz Rey Luis de Francia tuviese ayuntado muy gran
Don Rodrigo Ponce de León. ejército para venir sobre la ciudad de Helna é pro
vincia é sobro los otros lugares quo por el Rey do
CAPÍTULO XCII. Aragón estaban en el Condado de Rosellon. E ávi
do por el Principe cierto mensajero destas nuevas,
De la vuelta del Principe Don Fernando en Scgovla ¿ de la nue determinóse quel Príncipe se partiese para Aragón,
va que le vino de la enfermedad del Rey sn padre.
donde los quo su servicio deseaban estaban con
Fué forzado el Principe Don Fernando de so gran temor por ver su Rey en tanta vejez, mengua
partir de Segovia é ir en Aragón á causa de la en do de gentes é de dinero para contender con ene
fermedad dol Rey su padre , en tan grande edad migo tan rico é tan poderoso. El Principe con gran
ocupado en grandes trabajos, é añadió á esto quo de ánimo se partió, é quiso en el camino ver al Ar
parescia ser conveniente el apartamiento del Prín zobispo do Toledo que en Alcalá de Henares esta
cipe é la Princesa por ol peligro que se aparejaba ba , é desdo allí determinó ir por Guadalajara, por
de amos á dos , si juntos estuviesen, é de la estada que si pasara por el camino que llaman la senda
de la Princesa en Segovia se esperaba suceder pro- Galiana, é no fuera por Guadalaxara, paresciera
vocho común, como ella allí estando , siempre que poner el Marqués deSantillana alguna sospecha. E
daría á los del Reyno alguna esperanza de conve allí el Principe estovo dos dias resoibiendo del Mar
nencia con el Rey Don Enrique , ni el Maestre de qués grandes servicióse fiestas ó desde allí el Prínci
Santiago habría lugar de ocupar aquella ciudad que pe se partió para Zaragoza, é allí comenzó á enten
MEMORIAL DE DIVERSAS HAZAÑAS. 87
der en las cosas necesarias pan la guerra quo do sa, mandó llamar un pregonero, é mandó que subie
los franceses esperaban; donde fné certíñeado quan se arriba, é tomase al hombre que allí estaría muer
disolutamente Ximono Gordo on aquella ciudad vi to é lo llevase á la plaza, el qual como oonosciese
vía, é le fueron nunciados grandes crímenes é deli ser Ximeno Gordo, quedó atónito pensando de la
tos por él cometidos é perpetrados; el qual con gran muerte de aquel se siguióse grando escándalo en la
avaricia y deseo de haber mando en aquella ciu ciudad. E aunque con gran temor, hizo el mandado
dad, como quiera que él fuese de noble linage, re del Prinoipe , é llevó el cuerpo de Ximeno Gordo 4
nunció el estado de la nobleza é tornóse ciudadano, poner en la plaza , é por mandado del Prinoipe en
porque en aquella ciudad los hidalgos no pueden alta voz pregonó que ninguno fuese osado á llevar
haber oficios ; el qual era hombre astuto é malicio aquel cuerpo sin mandado del Príncipe, so pena de
so é tenia la lengua muy despierta é dulce, con que la vida. La muerte de aquesto dió gran temor á to
atraía á si el pueblo. E como quiera que el Rey de dos los ciudadanos de Zaragoza, mayormente á Mo
Aragón oviese sido algunas veoes avisado de las sen Fernando de Lanuza, como pareada este haber
maldades deste hombre, como quiora que estoviese sido consentidor en los crímenes y excesos cometi
ocupado en grandes negocios ó por ser naturalmen dos por Ximeno Gordo, que como tuviese poder del
te misericordioso é benino, dejólo sin punición. El Roy para punir y castigar los malfechores , oviese
Príncipe muy secretamente quiso saber la verdad dejado este sin pena. Esto fecho , el Principe deter
do las cosas cometidas por este Ximeno Gordo, é minó de se partir para Barcelona para el Rey su pa
sabidas, desimuló con él mostrándole muy buena dre, é mandó al Gobernador Mossn Juan de Torre-
cara é mandaba que hiciese algunas cosas , llamán Has que luego como él se partiese, fioiese degollar i
dole muchas veces; é como de aquello Ximeno Gor Estéfano de Urrea, porque se probaba ser falsario é
do estuviese muy contento, el primero que en el oompañero en los orímenes cometidos por Ximeno
palacio venia era él, no sospechando que siniestra Gordo. El Gobernador hizo el mandado del Princi
cosa lo pudiese venir. E acaesció que on un día ante pe con grande admiración del pueblo , é no menos
que el sol saliese, el Principe lo envió llamar, el de los Regidores é nobles de aquella ciudad, de que
qual muy prestamente vino, y el Príncipe le pre todos concibieron temor, como nunca oviesen visto
guntó si avia puesto en escrito algunas cosas quo le en sus tiempos semejantes justicias facerse.
había mandado. Él respondió que si. Y luego el
Príncipe le mandó que se subiese arriba á lo mas
alto de la casa, é con él Mosen Ramón de Espés é con CAPÍTULO XCIV.
ellos un secretario, para hablar algunas cosas que le Del gran néltlto quo el Rey Luis de Francia ayuntó en la ciudad
cumplían, en tanto que él oia misa. E como el Prín de Narboua para ¿tablar en la ciudad de llelna é PcrpiDan, o
cipe vido ser ya Ximeno arriba , él se subió ¿ gran de loa consejos que el Re; Don Joan ovo sobre la guerra que fa
priesa é dixole la conclusión del negocio, el qual al cer le convenía é sobre el casamiento déla Infanta Dona Juana
so bija.
Príncipe respondió maravillándose mucho del caso;
y el Príncipe respondió é replicó diciendo que haría Por maravilla fué ávido en tan grandes necesida
mejor de se arropentir de sus pecados é dar consejo des y en edad tan tierna el vigor y esfuerzo que el
ásu ánima, pues le convenia luego desta vida par principe Don Fernando mostraba, como fuese cier
tir. Al qual Ximeno Gordo respondiendo que don to del grande ayuntamiento de gentes, asi de caba
de estaba el clérigo que lo habia de confesar , co llo como de á pié que el Rey Luis de Francia tenia
menzó luego á dar grandes voces porque oyesen en en la ciudad de Narbona , con tantas é tan grandes
la ciudad lo que hacía, porque según las leyes della artillerías para combatir, como nunca fasta entón
el Rey no podía matar á ninguno después que ape eos en las partes de España fueron vistas para ve
lase ante el pueblo, fasta que fuese visto por dere nir sobre la ciudad de Helna , quo es situada al pié
cho; la qual esperanza el Príncipe lo quitó mandán de los montes Perineos, á la una parte Ruysollon, é
dole luego ahogar, después de leida ante él la sen- á la otra parte la provincia de Ampurias, para facer
toncia en que se contenia todos los excesos é male guerra no solamente en los lugarob que por el Rey
ficios por él cometidos. Al Principe fué suplicado de Aragón avian seido recobrados , mas en todo lo
por los presentes que oviese misericordia de Xime otro que le quedaba. El Rey de Aragón en tan decré
no Gordo ó se le acordase de muchos servicios que pita edad, fatigado de tan grandes cuidados, desea
lo habia fecho , los qualcs fuosen en compensación bamucho la vonida dol Príncipe Don Fornando su hi-
de los malos por él comotidos ; á lo qual ol Principo jo,asi poroonmiltarconól las cosas quo loconvonian
respondió que á él pluguiera por los servicios facer para resistir á tan duro adversario, como por enten
le merced, mucho mas que aver de punir sus deli der en el casamiento de la infanta Doña Juana, su
tos, si la calidad de aquellos fuera tal; pero á él con hija; que ya era en edad de casar, los qualcs nogo-
venia facer justicia, é los servicios quo Ximeno Gor cios así difíciles le parecían. El Prinoipe siguiendo
do le tenia fochoB, á sus hijos los entendía galardo la voluntad del padre, se partió de Zaragoza, é se
nar, porque sus graves excesos no quedasen sin pe vino en Barcelona, donde el Rey largamente comu
na, ni los servicios sin galardón ; lo qual ninguno nicó con él todas las cosas que le parescian, así en
supo, salvo aquellos que por mandado del Príncipe lo uno como en lo otro ; y el Príncipe no menos es-
hicieron la ejecución. E luego el Principe, oida mi- plicó al Roy los gratufaq daños , agravios y males
88 •••
CRÓNICAS DE LOS REYES DE CASTILLA.
qne reacibia del Roy Don Enrique é dol Maestre de samientos lo parescia so debiese facer, como en el
Santiago Don Juan Pacheco , quejándose do la pal- deudo pequeña diferencia oviese entro el padre y el
dad del Rey Don Alonso do Portugal , á quien el hijo ; é como el padre después do haber perdido la
Rey de Aragón oviese mucho amado, como fueso primera muger muchos años , recusó nuevos casa
sobrino suyo, hijo de su hermana , y el Roy se ma mientos por no dar madrastra á los hijos, y el ma
ravilló de la ingratitud á él mostrada por el Rey Don yor hijo suyo, Don Alonso , príncipe de Capuana é
Alonso de Portugal, intruso en sus Reynos, olvidan Duque de Calabria, tuviese hijos do su mujer y her
do el deudo tan cercano que con él tenia, ó no sola mano del Duque Qalcazo de Milán , al primogénito
mente con esto el Roy do Portugal habia mostrado del qual portonescia la corona del Rey no; asi bu pa-
bu malicia, como él fuese cierto que mostraba ale rescer era el ya dicho al Rey , con todo eso pares
gría en sabor las aflicciones é trabajos que en tanta cia seguirse algunos agravios é inconvinientes, é
vejez estaba , é maravillábase como seyondo el Rey dejándose de facer alguno destos dos casamientos
de Portugal en fama do hombre prudente, quererse como menospreciándolos, no Bolamonte ingratitud
motor en las cosas perdidas del Roy Don Enrique, ao mostraría al sobrino Rey do Nápol , de quien mu
regido por el Maestre de Santiago é do los grandes chas veces avia seido socorrido con gente é dinero,
de Portugal, á los quales siempre fué aborrecible la mas parescia tener con él enemistad , é no solamen
infelicidad do los Castellanos. E como en el comien te á esta causa dejaría do dar ayuda, mas podría ser
zo de las cosas en Castilla acaecidas al principe Don de ocupar la isla de Cecilia que por él mucho
Fernando , él ostuhiese incrédulo do las formas que era descada , como lo fuese muy cercana ; por los
contra él é contra la Princesa su mugorse tenían, la quales causas lo parescia so debía acetar ol casa
espiricncia lo mostró ser verdad ; todo lo qual Alon miento dol Roy Don Fernando con su muy ilustri-
so do Patencia conmista lo habia dicho corea dolos sima hija, lo qual ora mas conveniente que darla al
casamientos de Doña Juana, hija do la Hoy na, en hijo segundo, como ya su hija quedaría Rey na. E
Francia y on Italia y en Cataluña , los quales todos como al Rey parescieso esto se debiese consultar
avian seido dejados, porque oviese efeto el casa con la hija , porque grandes inconvinientes se si-
miento de Don Alonso , Rey de Portugal , qne avia guian do los casamientos que so hacen sin consenti
seido desechado por la princesa Doña Isabel ; don miento do las mugores , el Roy mandó llamar á la
de ol Roy do Aragón conosció enteramente la ono- Infanta su hija , é díxolo todo lo quo en osto caso
miga amistad del Maestre do Santiago, el qual siem avia pasado ó visto con el Principo su hermano, en
pre le habia seido capital enemigo, ó ni por ruego las causas quo lo movian ú osto casamiento; porquel
ni por promesas nunca su propósito quiso mudar. Rey ninguna cosa dosto quoria concluir sin volun
Por lo que el consejo para proveer on estas cosus tad é consentimiento suyo ; é asi lo mandaba quo
fué el siguiente : quo ol Rey de Aragón so fuese á la claramente lo dixose su determinada voluntad. Lo
provincia de Ampnrias, é se pusiese en la villa de qual oido por la Infanta, roscibió vergüenza en esto
Castellón quos cerca de los montos Pirineos , ó aque caso aver de hablar ; pero como fuese toda de mu
lla villa é fortaleza hiciese mucho fortificar é apa cha virtud é discreción , respondió que como ella
rejar de todo lo necesario, é pusieso la gente de ca fuese nascida para casar é la razón esto demandase
ballo de Valencia en la villa de Figueras, é con é la bienaventuranza suya fuese en el casamiento,
ellos algunos de los peones de Navarra ó Vizcaya, esto era de remitir á nuestro Señor, en cuyabenini-
é los caballeros mas acostumbrados de la guerra de dad esperaba querría mirar con ojos do misericor
jase en la ciudad de Helna con los caballeros ita dia los grandes trabaxos del Rey su señor é bu pa
lianos quel Rey Don Fernando de Nápol le avia dre on los quales algún remedio so daria si ella bien
ominado, con un su capitán llamado Julio , é quo de aventuradamente casase , é ya ella fuese en edad
los caballeros questaban on Perpifian ninguno fuese conveniente demandada por aquellos principes al
llamado , é que el Principe Don Fernando se fuese Rey muy parientes é caros ; é pues á su parescer el
en Aragón é hiciese Cortes generales, donde apro Rey esto dexaba, teniéndoselo en merced, é besan
base las leyes aprobadas, é las que fuesen de apro do las manos por ello , respondía parescerle ser mas
bar confirmase, ó demandase el sueldo para tres oonveniente el casamiento del Rey Don Fernando
cientos de caballo , los quales á muy gran priesa su primo ; á lo qnal dio muchas y evidentes razones,
lnego lo embiaso á la provincia de Ampurias, é con las quales el Rey aprobó y el Príncipe loó mucho ol
gran diligencia buscasen dinero para el armada que ingenio y virtud de su muy amada hermana. E á los
mucho le convenía hacer, como el Rey de Francia embaxadores del Rey de Nápol, oída esta respuesta,
fuese cierto que tenia grandes galeas contra la cos con grande alegría fué luego denunciando ; é pres
tumbre antigua de los franceses para traer en ellas tamente subcedió otro nuevo embalador del ya di
gran muchedumbre de gentes. E dado consejo en cho Rey de Nápol, el qual siempre siguió las pisa
las cobos dichas, el Rey quiso saber el parecer del das del Principe. E como ol Rey de Nápol toviese
Principe cerca del casamiento de su hija Doña Jua gran vigilancia, on cada parte del mundo procura
na, el qual era demandado por notables embalado ba tener hombres discretos que on todas las partes
res por parte del Rey Don Fernando de Nápol, para supiesen las cosas, é por sus letras se las hiciesen sa
él ó para su hijo segundo , llamado Don Fadrique ; ber. Estas cosas asi fechas en Barcelona, el Princi
á lo qual el Principe respondió, ninguno destos ca pe Don Fernando se volvió á Zaragoza por proveer
MEMORIAL DE DI\ ERSAS HAZAÑAS. 89
en las cosas según el mandamiento del Bey so sentencia del santo Job que dice : Dio» disipa lo»
padre. petuamienlo» de lo» malo», porque sus mano» no pue
dan acabar lo que desean. E su voluntad fué quo de
CAPÍTULO XCV. la misma enfermedad de que murió el Maestre do
Calatrava, su hermano , muriesoél ; ó así el Maes
De lai cus» en este (lempo en Portugal acacscldas « do la muer tre de Santiago Don Juan Pacheco murió en la villa
te de Donjuán Pacheco, Maestre de Santiago.
de Santa Cruz , á quatro de Octubre del año de mil
En este tiempo el Maestro de Santiago Don Juan é quatrocientos é setenta y quatro años , estando en
Pacheco á reqüesta del Bey de Portugal se vido con los tratos con el Alcayde Oracian , y quando esta
él. Entonce, entre todos los Príncipes Christianos, ba al cabo, ovo de venir el Alcayde á hablarle , y
tenia fama de ser el mas prudente é mas casto, te hicieron sentar al Maestre en una silla, y que se es
niendo el cetro, por Dios A él encomendado, en aque forzase lo mas que pudiese, haciendo que la cáma
llos dias pacificamente; ni aviacausa de tener guer ra estovioso escura , porque el Alcayde no le vieeo
ra con ninguno, salvo con Iob moros quo á él ora la flaquoza quo tenia, á do concortó que le entrega
mny honrrosa, el qual habia rescibido aquel Reyno se la fortaleza. Y luego otro din, en yéndose el Al
asaz menguado de riquezas, ó por industria dol In- cayde , murió el Maestre , y fué tanta la astucia de
• fanto Don Enriquo su tio, hombre muy notablo do Podro de Cueza que lo contrataba, que aunquo el
grande edad , lo habia enriquecido, mostrando 4 los Alcayde ostaba receloso dello, lo dió tanta priesa
portugueses navegar. E ya el Bey Don Alonso, ávi que lo entregó y dió el Maestre al Alcayde Gracian
do por muy claro entre los príncipes Christianos, no á Sahelices de los Gallegos. El Maestre dejó por he
pudo guardarse de los engaños de la fortuna, como redero á Don Diego López Pacheco, Marqués de Vi-
tuviese esperanza de aver el casamiento do Doña Uona, primogénito suyo, al qual entre las cosas
Juana , llamada hija del Boy Don Enrique ; é cro- grandos que le dojaba , encomendólo fueso dada la
yondo haber estos Boynos do Castilla ó de Lcon doB- guarda do Doña Juana , que según él crcia avia do
pues de la muerto do aquel , tovo forma con oí Maes ser esposa del Bey Don Alonso do Portugal ; é á Don
tre Don Juan Pacheco como el dicho casamiento Pedro Puertocarrero, su hijo segundo, dejó el AI-
oviese ofeto, sabiendo ser aqaella la voluntad del caydia Mayor do Sevilla en la casa que avia sido do
Bey Don Enrique , é para ello oviese público con la Marquesa de Vil Ion a, su madre, con todas las
sentimiento, no solamente de los Grandes, mas de otras rentas quo tenia en Sevilla y en sus términos,
las ciudades é villas é puoblos dollos; y como en osto y las villas do Villanueva y Mogull , con otros pe
ya so sonase muy poderoso, desde allí comenzó paso queños lugares que en el Andalucía tenia; é A Don
á paso de entender en el negocio, tentando el pares- * Alonso Tellez , su hijo tercero , dejó el castillo do
cer de los grandos do su Beyno , porque los otros Montalvan é la Puebla de Montalvan é otras rentas
casamientos de que ya es focha mención , se avian de dinero ; ó á Don Alonso Pacheco , hijo suyo bas
estorbado, é todas estas cosos asi pasadas, do con tardo , Comendador de Guadalhorza , do la Orden
sentimiento deetos dos Boyes bo ofresció oportuni de Calatrava , dejó algunas rentas de dinero. E fa-
dad para hacer este casamiento, en tanto que ol Bey llescido asi el Maestre Don Juan Pacheco, tóvose su
Don Enrique estaba en los confínes de Portugal, el muerte oncubiorta algunos dias fasta que lo lleva
qual habia de dar al Maestre Don Juan Pacheco la ron á depositar al Monostcrio de Guadalupe, para
ciudad de Truxillo , la qual dias avia que avia sido desdo allí trasladar sus huesos A la sepultura por
dada al Duque do Arévalo ; la pososion do la qual él ordenada on oí Moncstorio dol Parral de Scgovia,
dada al Maestre de Santiago, so avia de facer el do la Orden de San Jerónimo.
desposorio del Bey Don Alonso de Portugal con
Doña Juana, hija de la Beyna Doña Juana; la qual
ciudad de Truxillo, el Duque de Arévalo no avia CAPÍTULO XCVI.
ávido porque le fué dado el Maestrazgo de Alcán De los Grandes destos Rentos que pensaron arer el Maestraigo
tara para su hijo Don Juan Pimentel , en recompen de Santiago e de la forma no pensada que el Arzobispo de To
sación della; é el Bey Don Enrique vino á Madrid en ledo en esto tuvo.
tanto quel Maestre de Santiago con autoridad suya Grande fué ol alegría que los mas pueblos destos
ablandaba los corazones de los de Truxillo, é podia Beynos ovieron de la mnorte del Maestre do Santia
atraer á Gracian de Sesé , Alcayde de la fortaleza go, é mucho mayor do algunos de los Grandes, cada
do Truxillo, A que la entregase. En tanto questas nno dellos croyondo aver aquella dignidad , no con
cosas se trataban, el Maestre estaba en la villa de Dios ni con órden , mas por modos caquis! tos ; de
Santa Cruz, ques cercana A Truxillo, y desde allí los quales el principal fué Don Enrique de Guzman,
por sus mensageros solicitaba los grandes de Anda Duque de Medina Sidonia , que no avia sóido en la
lucía, que diesen consentimiento al desposorio del Orden, ni avia rozón alguna para lo demandar, sal
Bey Don Alonso de Portugal con la dicha Doña vo por bu grandeza ; y el Conde de Benavonte , que
Juana. En el qual tiempo nuestro señor quiso que el ya en vida de su suogro pensó aver esta dignidad
Maestre de Santiago no viese el casamiento por el sin tener para ello razón alguna, con grande ansia
Bey de Portugal tanto deseado en dafio universal la procuraba, tomando enjemplo en los Maestres
destOB Beynos , porque en él se verificase aquella Don Alvaro de Luna é Don Juan Pacheco, los qua
90 CRÓNICAS DE LOS I 1Y15S DE CASTILLA.
los mu verdaderamente intrusos que maestrea se de León, el qual procuró de ser elegido, para lo
podieron decir, ó como de osta dignidad, mas forzo qual atrajo á si á Gómez do Miranda, intruso en el
samente que por debida elección, reacibioron. El Priorozgo de San Marcos, é otros tres ó quatro do
Marqués de Sautillana con gran solicitud demandó los trece á quien pertenesco la elecoion ¡ de los qua
esta dignidad, diciendo no quererla á causa de las les Don Rodrigo Manrique tenia ocho con autori
rentas, mas por reformarla ' por ser nieto del Maes dad del prior de Ucléa queB á do se ha de hacer la
tre Don Alonso Suarez de Figueroa, que fué muy elección , é no en otra parte ; el qual prior los ha de
buen caballero é reformó mucho esta Orden. Entre convocar y estar presente , y anuí Don Alonso do
todos estos competidores, el Marqués de Villena, Cárdenas afirmaba pertenecer la elección según las
Don Diego Tellez , con mayor razón pensaba aver constituciones de la Orden al prior do San Marcos,
el Maestrazgo, como después de la muerte de su por ser muerto el Maestre Don Juan Pacheco en la
padro luego se fuese para el Rey Don Enrique; el provincia de León, por lo qual él decia, la elección
qual mucho lo consolaba é le decia que el mesmo de Don Rodrigo Manrique ser ninguna. La quarta
amoi que avia tenido á su padre quería tener á él. elección decia tener el Duque de Medina, con color
É como entonces el Marqués adolesciese cada dia, el de la renunciación que le avia do hacer Juan de Al-
Rey le visitaba, é mandaba alli venir menistríles é varado, Comendador de Lobon, el qual por ruego
cantores por darle placer. É dióle forma para poder del Duque avia dejado el nombre de Maestre. Allen
aver el Maestrazgo de Santiago, la qual fué que se de destos, Don Beltran de la Cueva, Duque de Al-
Ungiese el Maestre bu padre averie renunciado el burquerque, que ya otra vez avia seido elegido á
maestradgo, é sobre ello haber suplicado al Santo esta dignidad , pretendía aver derecho é con gran
Padre é tener su consentimiento. É sobre este fun instancia la demandaba, mas el Roy, con gran per
damento el Rey envió suplicar al Santo Padre en tinacia, procurábala sublimación del Marqués do
favor del Marqués, para lo qual le parescia tener Villena menospreciando todos los otros.
grande ayuda en el Arzobispo de Toledo, el qual, no
mucho ante de la muerte del Maestre, le avia recon
capítulo xcvn.
ciliado a si, é lo mostraba grande amor, el qual te
nia muy gran parte en Alarcon que enteramente De li prisión del Marqués de Villena t del poco saber que el Con
gobernaba el Arzobispo, á causa de lo que, el Roy de de Oüorno lavo en lo guardar, 4 de las formas que el Arzo
Don Enrique ya mostraba grande amor al Arzobis bispo de Toledo Ionio con la voluntad del Hey Don Enrique en
eaio oto.
po de Toledo ; é como quiera que ya todos los dichos
trabajaban cada uno para si, no menos lo hacian los En tanto qu estas cosos pasaban, estaban los Gran-
caballeros de la Orden , á quien con mayor razón el * des como atónitos mirando el entrañable amor que
Maestrazgo pertenescia ; entre los quales demanda el Rey Don Enrique mostraba al Marqués de Ville
ba esta dignidad Don Rodrigo Manrique, Conde de na, el qual les parescia asi en la dignidad como en
Paredes, que muy mayores razones tenia para lo todas las otras cosas aver de tener el lugar de su
aver, como ya ovieso seido llamado Maestro de San padre oerca del Rey, que poco miraba el bien de
tiago por voluntad Apostólica del Santo Padre Eu sus Reynos. Lo qual visto por algunos que á su pa
genio quarto, aviendo respeto á la grandeza de su dre desamaban , á él mostraban favorescer, entre los
linage é antigüedad en la Orden, é merescimiento quales el principal el Arzobispo de Toledo que ya
do su persona, como fuese cierto aver peleado ca parescia á causa del Marqués tener gran parte en
torce veces á banderas desplegadas con los moros el Rey y procuraba con todos bus fuerzas la subli
enemigos de nuestro Santa Fé , é haber dellos siem mación del Marqués ; entre los quales Don Gabriel
pre ávido vitoria, aviendo dellos ganado la villa de Manrique, como pensase aver el Maestradgo de
Huesca por fuerza de armas con derramamiento de Santiago , asi por algunas voces que de los Electo
bu propia sangro é muerte de muchos criadoa su res tenia, como por la nobleza de su linage é por
yos, el qual Maestrazgo Don Alvaro de Luna for ser Comendador mayor de Castillo, como viese al
zosamente lo avia tomado después de la muerte del Rey tanto inclinado á dar el Maestradgo contra to
Infante Don Enrique, hermano de los Reyes de do derecho al Marqués de Villena, determinó do
Aragón Don Alonso é Don Juan. É pensaba Don buscar forma para lo prender, al qual como el Rey
Rodrigo Msuriquo tener ayuda en el Arzobispo de pensase atraer á que diese bu voto en el Maestrazgo
Toledo, no acordándose do los cosas pasadas, mas al Marqués de Villena, envióle muchas embazadas,
siguiendo el querer de Alarcon, fué degollado en To lo qual asimismo con gran solicitud el Arzobispo
ledo año do oohonta ; hombre perverso é malo , fa- procuraba, el que en ol comienzo se mostró muy
voresoió quanto pudo el Marqués de Villena su so grave, dando muchas razones para mostrar como
brino. Esta mesma dignidad pretendió haber Don el Marqués no podia ni debia haber el Maestradgo,
Gabriel Manrique, Comendador Mayor de Castilla, como en esto reBcibirion muy grande agravio los
Conde do Osorno , muy magnífico caballero en aque ancianos Caballeros de la Orden , habiendo de dar
lla Orden, el qual trabajó por ser elegido é ovo al esta dignidad á hombre tan mancebo fuera de lo
gunas voces, asi por la antigüedad que en la Orden Orden, contra los estatutos é decretos della, donde
tenia, como por la nobleza de su linage. Fué el ter paresceria que ya por herencia esta dignidad se ha-
cero Don Alonso de Cárdenas, Comendador Mayor bia de aver, asi como avia acaescido en el Maes
MEMORIAL DE DIVERSAS HAZAÑAS. 91
trodgo de Calatrava que, muerto Don Podro Xiron, Juan de Vivero , hermano de la Condesa de Osorno,
mi hijo espúreo nascido, contra todo derecho, oto el los quales se pusieron por medianeros para tratar
Mno8tradgo. E todas estas cosas é otras mas respon con el Conde si quería dar alguua forma on la deli
didas por el Conde de Osorno , como otra n nova ern- beración del Marqués ; é detorminóso qnostos dos ca
baxada lo viniese con grandes ofrescimiontos, res balleros hablasen on ello con la Condesa de Osorno,
pondió mas blandamente diciendo que deseaba mu la qual como sal ¡eso á la fabla con ellos , fué con
cho ver aquella Orden reducida á su primor estado, cortado que Lopo Vázquez la prendiese, mostrando
como estuviese muy abaxada, é si él fuese cierto que al hermano de Juan de Vivero pesaba dolió , ó
que con el poder del Marqués, á quien el Rey tanto ficiese muestra quo la quisiese defender, é que no
amaba, la Orden fuese sublimada comodebia, por podia resistir a la fuerza de Lopo Vázquez; é si an
aventura daría lugar que las Constituciones dolía tes el corazón del Conde estaba flaco , mucho mas
en este caso fuesen derogadas; la qual respuesta enflaqueció después de la prisión de su muger; é
fué muy agradable al Rey, é no menos al Arzobispo luego el Conde descendió B muy mas baxo partido
de Toledo ; é hablándose mucho de una parte á otra de lo que primero demandaba, el qual deliberó al
é faciéndose al Conde engañosos ofrescimientos, Marqués en esta forma : que le diese la villa de Ma
acordóse fabla, á cierto dia en lugar señalado, con deruelo. Lo qual como fuese sabido por los que al
igual compañía del Marqués é del Conde ; é de como Marqués mal querían, ovieron dolió gran desplacer,
el Marqués ovieso visto á su padre tener en poco las ó ni por eso el grande ánimo de Don Rodrigo Man
asechanzas, no resceló de venir al lugar acordado, rique , que Maestre de Santiago se llamaba, dexó do
el qnal traxo consigo hombres de poco valer, pen porseguir lo comenzado, contra voluntad del Rey é
sando venir al lagar seguro. El Conde de Osorno del Arzobispo de Toledo , que ya en este negocio
fizo el contrarío trayendo consigo hombres sefiala- enemigo se le mostraba ; é con toda esta contrarie
lados, é puso en celada gente escogida para ser so dad Don Rodrigo Manrique no dexó de poseer la
corrido si no bastase acabar lo pensado con los que provincia de Costilla que al Maestrazgo do Santiago
consigo tenia. É como á la fabla se juntase, é algo pertenescia , é lo mismo hacia en la provinoia de
la fabla durase, los suyos sin facer repugnancia se León Don Alonso de Cárdenas , Comondador Ma
fueron huyendo dejando preso al Marqués, el qual yor, sojuzgando á sí y á todo lo que podia , como
maravillado de su prisión dixo al Conde que por quiera que mucho les estorbaba la vecindad dol Con
qué razón le avia prendido asi á mala verdad. El de de Feria, con favor del Duque de Medinasido-
Conde respondió que porque el Maestre su padre nia, é de algunos otros caballeros de la Orden quo
siempre avia sido quebrantador de la fé é de los ju se juntaron con la parte del Comondador Juan de
ramentos que hacia ; el qual en tiempo del Rey Don Alvarado.
Alonso le avia jurado de le dar la villa del Made-
roelo, porque él renunciase el derecho del Macstrad CAPÍTULO XCVIII.
go de Santiago, é después de tomada la posesión,
sin ninguna vergüenza lo avia mentido diciendo que Del cerco quo los franceses pusieron sobre la ciudad do llclna
mas le placia ser ávido por quebrantador de la fé é de la toma della, é del mandamiento del Consejo del Rey Don
Juan de Aragón.
que aver de dar la villa de Maderuelo, el qual per
juro en él quería vengar, lo qual no era sin razón. En tanto quostas cosas pasaban , el Rey Luis do
É sabida por el Rey la prisión del Marqués, pensó Francia no dejó de perseguir lo concertado é tovo
salir fuera de si como hombre sin sentido, é como consigo al Conde de Paredes Don Juan de Cardona é
naturalmente fuese de flaco oorazon , comenzó de al Castellan de Amposta , embaxadores que el Rey
llorar agrámente, é por mucho que lo consolaban do Aragón le avia embiado ; el qual los prendió, é
los que cerca dél estaban, ninguna consolación que agiéndoles dado seguro porque con ellos iba la flor
ría oir ni rescibir. Todas las cosas tenia on poco en de los caballeros de Aragón , mandando ayuntar
comparación de la liberación del Marqués. E luego gran muchedumbre de gente , asi de caballo como
recorrió al Arzobispo de Toledo, al qual no menos de pió en la provinoia de Narbona , oon muy gran
desplacía la prisión del Marqués ; é Alarcon aqueja- des artillorias é pertrechos ¡para combatir; é vinie
jaba mucho en que se diese en ello remedio, como sen en el Condado de Ruisellon para el mes de No
fuese mucho suyo é le oviese dado la villa de Zafra viembre porque la ciudad de Helna no pudiese de
en el Marquesado é ovieso dél de acostamiento qua- fenderse. Lo qual sabido por el Rey de Aragón,
tro mil florines on cada un año ; y el Conde de Bo- ajuntó caballeros para la defensa della, aunque pen
navente fué requerido por ayuda para la delibera saban que los franceses no venían tan presto por la
ción del Marqués, como fuese casado con su herma braveza del invierno, Iob quales acostumbran tam
na; é prestamente fué recogida gran gente para ir bién facer guerra en invierno como en verano, é para
combatir la fortaleza de Fuente Dueña, dondo el estar en el campo hacen cosas soterrarías paro ellos
Marqués estaba preso, para lo qual el Arzobispo fué é poro sus caballos; pora lo qual tenian muy poco
. en persona, é, oon toda la fuerza quel llevaba, la ma gente y fon-amientas con que prestamente las ha
yor esperanza que ovieron de la liberación del Mar cen, é luego so cerca de fosados do tai manera, que
qués fué el engaño, por lo qual facer, so juntaron no hacen tan fuertes como si dentro del lugar mo-
Lope Vázquez de Acuña, hermano del Arzobispo, é ( rondo estuviesen. El Roy de Aragón estando eu
92 CRÓNICAS DE LOS I KYES DE CASTILLA
Castellón estrafiaba Ion franceses no poder tomar á miondo la toma do Holua, el qual con atento ánimo
Acuna, así por la fortaleza della é gonto que en olla oyó todo lo quo por estos embaladores le fuese di
tenia, como por las grandes nievos ó yel os quo en cho, é como mucho amaso á Alonso de Patencia, la
tonce avia é algunas veces el Rey dixo quo avia mayor parte do dos dias é dos noches gastó en lo
piedad do los franceses, aunque fuesen sus enemi preguntar el estado do las cosas do los Reynos de
gos, por emprender cerco en tal tiempo, y los caba Castilla, y entre las otras cosas tuvo gran cuidado
lleros quo en Helna estaban coda dia ominaban á de Iob negocios del Duque do Medinasidonia, al qual
decir al Rey quo ningún temor tenian do los ene decía que el Príncipe no solamente avia de ayudar
migos, aunque ol tiempo fuese bueno, como creye ó favoresccr en el negocio del Maestrazgo do San
sen que aun el muro primero, sogun la gran fuorza tiago, mas en todas las cosas, quo do lo propio suyo
que tenia, no podia ser derribado por ningunos ar le debia largamente dar, pues á él no podio falles-
tillerías, ó mucho menos lo alto de la ciudad quo cer, pues con ol ayuda de Dios tan grandes Reynos é
naturalmente estaba cercado , donde si tal necesi señoríos esperaba ; ó quo asi le amonestaba é rogaba
dad viniese podrían socorrerse y ampararse ; la qual é mandaba, si como padre facerlo podia, que no so
confianza trajo gran daño, como donde en ocho lamente en el Maestrazgo, mas por todas las vías quo
dias que el cerco se pusiese, la cerca primera so pudiese al Duque de Medinasidonia ayudase é favo-
derribó, ¿ los caballeros quo en la villa estaban no resciese ; ó luego él quería escrebir á sus procurado
podían resistir los enemigos como fuesen quarenta res quo on Roma tenia, que ayudasen é favorecie
mil combatientes é los defensores & quatro mil no sen on los negocios dol Duque de Medinasidonia;
llegaban, ó los ciudadanos no les ayudasen ó ansí no quo ol Principo así lo debía poner luego on obra, si
tardó veinte dias do so tomar la ciudad, como no deseaba facerlo placer, é quo dejadas todas las co
solamente los muros é torres con los lombardos der sas so fuese al Andalucía , según por el Duque de
ribasen, mas ficioron minos para entrar en lo mas Medinasidonia le avia sido suplicado , de lo que al
alto de la ciudad, do lo qual tan grande espanto los Príncipe se seguiría gran provecho é á los adversa
ciudadanos tomaron, que yo quisieran aver dado rios daño conoscido , como lo posesión do aquella
á sí é á sus hijos á los enemigos, en tanto que la ciudad do Sevilla siompro aprovechó mucho ¿ los
vida pudieran salvar do la briosa crueldad de los quo la tuvieron, é que él como hijo quisiese sor en
franceses , donde la ostrema nescesidad fizo que la todo certificado de su voluntad lo calidad de las
ciudad se diese á partido, quo quatro de los princi cosas lo excusasen si el inconsulto prestamente on
pales quo on la ciudad estaban seguros do la vida, el Andalucía so oviera ido , por ondo sin tardanza
fuesen lovados al Rey do Francia, é todos los otros alguna so partiese para el Andalucía, acordándose
dejasen las armas ó caballos ó se fuesen donde qui de aquel común viejo proverbio que dicen : quando
siesen, ó los ciudadanos quedasen en bu ciudad sin te diere la cabrilla , etc. Y el Rey aprobó mucho la
daño roseibir, so el señorío del Roy Luis de Francia. solicitud de Alonso de Patencia. E con esta respues
Fué pública fama quo fué causa de darse esta ta, Alonso de Falencia que con ello había venido y
ciudad Julio caballero italiano, capitán quo allí es ol Secretario se volvieron alogros á Zaragoza ; ó
taba con docicntas lanzas, quo el Roy Don Human vista por ol Principo la respuesta dol Roy, comen
do do Nápol al Roy do Aragón había ombiado, ol zó á aparejar su partida para el Andalucía , la qual
qual aunque estaba on fama do buon caballero auto estorbó la triste nuevo de su mensajero que luego
do entóneos, on la defensa do aquella ciudad teme faciéndolo sabor la toma de Helna, con revocación
roso é flaco se mostró, é desde el comienzo do aquol del mandamiento primero, mandando al Príncipe
cerco siompro amonestó á los españoles que no con quo todas cosas dejadas se fuese para él, é si mas
fiasen mucho on la fuerza do aquella ciudad según no pudiese, si quería, con tres ó quatro ; lo qual pa-
el gran podor de los franceses , é .buscasen olgun reseia muy grave á todos Iob que al Principe debían
partido para su salvación ; lo qual mucho enflaque consejar, los quales decian que en él no debia par
ció los corazones de algunos. La toma de esta ciu tir fasta llevar los trecientos do caballo quel Rey-
dad fué muy dañosa á los do Perpifian , los qualea no debia pagar para servicio del Rey ó fasta aver
luengamente sostuvieron el cerco con fambre tan despachado todas las cosas necesarias para la guer
eatrafia, que comían los ratones é gatos é porros, ra, si so deseaba quo la cosas do la provincia de
después do aver comido los caballos ó muías ; ó so Ainpurias bien se hiciesen.
afirma algunos aver comido carne humana de los
cuerpos muertos do los enemigos, ó lo que mas gra
vo paresce, algunas madres aver comido á sus hi CAPÍTULO XCIX.
jos. Coso es muy difícile de creer los trabajos é an De la tristeza que el Principe Don Feniindo reseibló de li loma
gustias que los de Porpiñon tan luengamente tu de la ciudad de lielna e de la varia determinación de consejos
vieron sin esperanza de socorro como los franceses en la ida del Principe a Ampurias, como antes tuviese determi
toviesen tomados todos los pasos por donde pudie nado de proveer las cosas del Andalucía.
sen ser socorridos. Después do tomada Helna y Alon Aunque el Príncipe Don Fernando naturalmente
so de Patencia coronista é Luiz Gutiérrez, secreta fuese magnánimo, tan grande fué el enojo do la
rio del Príncipe Don Fernando, llegaron á Castellón toma de Helna ó tanta turbación roscibió oon ol se
donde el Rey de Aragón estaba , asaz seguro no te- gundo mandamiento del Padre, que fué forzado de
MEMORIAL DE DIVERSAS HABANAS. 93
lo descubrir por machas señales , como conosciese pechosos, dando esfuerzo á los temerosos con espe- .
para la ida de Ampuri&s ser nescesario mucha mas ranza de toda fielidad, é rogando á Gómez Suarez
gente de la que él por entonces podía aver, é le pa é al de Palencia quo prestamente se partiesen; é
reciese que yendo él con poca gente, mayor desma como á causa de Gómez Suarez de dia en día se de
yo seria álos de Ampuriaa, como les parecería que tuviesen, cada dia venian nuevas mas tristes de la
dar desesperados de mayor favor, quando viesen al provincia de Arapurias, como los franceses cada
Principe con poca gente contra enemigos tan pode dia mas afligesen á aquella provincia que ningún
rosos, porque les parecía muy mal consejo el que socorro esperaban , é afirmábase el Rey Luis con
el Rey su padre avia tomado en aver revocado bu dádivas é promesas aver atraído á si los embalado
primero mandamiento, el qual avia pensado con solo res del Rey de Aragón que consigo tenia, dándoles
su hijo podria defender aquella provincia con pe esperanza do les dar muy mayor poder de lo quo
queño ejército, é parecía ser mas sabio consejo en tenían, é álos de Barcelona esto mestno movian, co
comendar la gente que tenia de Valencia en Figue- mo ya oviesen seido rebeldes é ya fuesen avisados
ras y en Castellón al ilustre Don Alonso , Maestre por fieles. Y en este tiempo algunos mensageros do
de Calatrava al qual mandase discurrir á unas par Navarra vinieron faciendo al Principo saber quo
tes y á otras , proveyendo en tanto que él podria de aquella parte algún peligro se esperaba aver,
juntar la gente necesaria para resistir á los france como Doña Leonor, hija del Rey de Aragón , des
ses, los qualcs, después de ávida aquella victoria, si pués de la muerte de su hija el Prfnoipe muy mol
viesen al Principe venir con tan poca gente , como rigiese , é al Rey su padre , verdadero Rey do Na
antes de su venida, no es duda que requerían la ba varra, nuevos daños buscase, favoreciendo á los do
talla, la qual convenia acebtar con peligro inrepa- Biamonte contra los Agramonteses que al Rey ser
rable, 6 vergonzosamente denegarla quedando cer vían, por lo qual aquel estrenuo caballero Mosen
cados, el qual cerco seria mucho peor que perder la Pierres de Peralta , principal entre los Agramon
tierra; é pareada á los prudentes consejeros ser pro teses, tan duramente se avia, que ya por los ene
vechosa la sentencia del Principe, el qual estaba du migos era buscado por subsidio, como parecía aquel
doso qual mejor seria, si obedescer al mandamiento Reyno en vivas llamas arder por diversas partes,
del padre, que á todos dañoso parescia, 6 facer por la crueldad do algunos caballeros que á los po
aquello que por mas subtil era de todos ávido ; en bres labradores destruían, de tal manera que so
lo qual la voluntad del magnánimo Principe estaba lamente las mugeres ya tenían cargo de la labor y
suspensa por escoger qual mejor consejo le seria, é la fama ya cada dia crescia que con tantos tra
fué acordado en lasiguíente sentencia que luego par bajos los navarros muy ligeramente á los franceses
tiesen de allí trescientos de caballo pagados por el so darían.
Reyno dobaxo de la capitanía de Don Juan do
Aragón, Arzobispo de Zaragoza, é Don Alonso
CAPÍTULO C.
Maestre de Calatrava, sus hermanos bastardos , en
tanto quo el Rey por su parte allegaba mas gente, De las cosas que en este tiempo en Castilla se hleicron y de la
él por la suya encomendando las cosas del Andalu muerte del Rey Don Enrique.
cía al Duque Don Enrique de Guzman, para lo qual
mandó á Alonso do Patencia que juntamente fuese Cada dia venian mensageros al ilastrisimo prin
con el noble caballero Gómez Suarez de Figueroa cipo Don Fernando do como en Castilla habia gran
para quo á los de Sevilla diesen esperanza do la competencia entre algunos do los grandes por ha
ida suya en aquella ciudad, que tanto por ellos era ber el Maestrndgo de Santiago, los quales todos
deseado. En Zaragoza los consejos eran muy con acusaban la negligencia do Don Gabriel Manrique
trarios, é algunos de los Grandes se mostraban es é la nueva solicitud que el Arzobispo de Toledo te
tar deseosos de ir prestamente en este socorro é nia en procurar esta dignidad para el Marqués do
buscaban otras formas para se detener, é alegrá Villena, olvidando la vieja amistad que avia tenido'
banse por las angustias que en las cosas veinn, como con Don Rodrigo Manrique, Conde do Paredes, ca*
durando la guerra pensaban poder abiertamente bullero tan noble é de tanto merescimiento é tan an
robar ; y en el comienzo muchos de los nobles estor ciano en aquella Orden , » no menos recusaban el
baron el casamiento del Principo con la ilustrfsíma poco cuidado que el Arzobispo tenía de su mesmo
Princesa Dona Isabel , paresciéndoles que con esto honor, gobernándose enteramente por A larcon, hom
se aumentaban el poder del Rey viejo, al qual ya bro conoscido por todos por muy malo é disoluto,
cansado por vejez y pobreza en poco estimaban; el el qual publicamente decía poder traer al Arzobis
qual teniendo poder quería dar pena á los disolutos po do Toledo á todo lo quo quisiese, en tanto quo
hombres, los quales como no pudiesen estorbar este si él le quisiese mandar dexar el hábito pontifical, ó
casamiento, de qualquier trabajo que al Rey vinie vestir ropas de rufián 6 poner espada é broquel é cas
se les placía; asi que en aquel ayuntamiento de quete en la cabeza, quo él lo podia hacer ; é de aqui
Zaragoza muchas maldades so buscaron para estor afirmaba Alarcon quo pues él avia de servir al Mar
bar la verdadera provisión, sobre lo qual el Princi qués , que con el favor del Arzobispo no solamente
pe de día é de noche no cesaba de hablar con los avria ol Maestrazgo de Santiago , mas qualquiera
que el conoscia sor mas fieles é apartar de si los sos otra cosn que quisiese , mayormente que el Arzobisi
94 CRÓNICAS DE LOS REYES DE CASTILLA.
po ya aeguia al Rey Don Enrique, al qual ante de biamente le suplicó recorriese á curar de bu ánima,
entonce habia mucho aborrescido , é asi parescia como este fuese el mayor remedio que tenia y lo que
agora aprobar lo que muchas veces avia reprobado mas le cumplía ; lo qual oído por el Rey enmudeció
por las quales cosas no solamente muchos de los estando en la cama mal vestido , no á la forma que
grandes , mas los pueblos que solían amar é loar al á los enfermos suelen estar, mas teniendo calzados
Arzobispo porque veian que siguia á los Principes, borceguíes ; é ya mostraba el resuello apresurado,
murmuraban del é desamábanlo. Todas estas cosas comenzándosele á turbar la lengua ; é como alguno
vistas por el Cardenal de España que al Arzobispo de Iob que allí estaban le preguntase á quién deza-
era contrario, determinó de se ir á Segovia é allí ba por heredero destos Reynos , á su hermana ó á
continuar, porque él y el Conde de Benavente pu su hija sospechosa, respondió que Alonso González
diesen tener lugar ceroa del Rey Don Enrique, que de Turuégano su capellán sabia en esto su inun
ya seguía en todo el querer del Marqués de Ville- ción ; é como aquel religioso, presciando al Carde
na, á quien ya el Arzobispo siguia con esperanza nal, le requiriese que abiertamente dizese á qual de
que él avia do estar por principal cerca del Rey, é las dos Princesas dezaba por heredera destos Rey-
después el Cardenal ; ó como esto al oontrario subce- nos , ninguna cosa respondió. Entonces el devoto re
diese, aviendo de tener segundo lugar después del ligioso le dizo : « Señor, gravemente erráis á Dios é
Cardenal, enojado de aquesto se fué á la villa de Al «mucho ofendedes á vuestros sildictos en no decla-
calá de Henares, lo qual hizo contra voluntad del »rar la verdad, que ya, Señor, vos sabéis é á todos
Marqués, el qual quisiera que continuara con el »es notorio que cerca de los Toros- de Guisando, en
Rey, como quiera que mucho amaba al Cardenal é «presencia de muchos de Iob Grandes destos Rey-
al Conde de Benavente, los quales al Arzobispo eran anos, en público declarastes el adulterio de la Rey-
contrarios, salvo en la espedicion contra el Conde sna Doña Juana é confesastos Doña Juana su hija,
de Osorno que por consentimiento de todos se hizo » que antes de entonces mandastes princesa llamar,
después de la partida del Arzobispo de Toledo. El i>no ser hija vuestra, mas engendrada de otro va-
Marqués de Villena pensó para siempre tener la vo » ron , lo qual bien se verifica por dos razones , allen-
luntad del Rey Don Enrique á su querer y ordenan » de de vuestra confesión primera, por vuestra noto-
za , á la qual presunción mucho aQadia el toner á » ría impotencia en ol ayuntamiento de las mugo-
Doña Juana, hija de la Rey na. Todo este pensa »res, segunda por la disolución é conosoida infa-
miento turbó la muerto arrebatada del Roy Don En » mía de la Reyna Doña Juana vuestra muger, si
rique, el qual ante de entonces tenia muchas pasio stal se pudiese decir ¡ é allf, en aquel general ayun
nes, como fuese muy mal regido y en ninguna cosa tamiento, jurasteB é mandastes á todos jurar por
Biguiese razón, ni quoria obedescer en sus enferme t> legitima sucesora heredera destos Reynos é sefio-
dades á los ííbícos que del curaban ¡ é al fin un sú s ríos á la Señora Princesa Doña Isabel , vuestra
pito flugio de sangro le vino, que ninguna cosa le «hermana, y por tal en vuestra presencia por todos
pudo aprovechar, como en dos dios toda la fuorza »le fué besada la mano ; é por eso, Señor, con Dios
perdiese, de manera que se tornó tan disforme, que » vos requiero no queráis callar la verdad, como en-
era cosa maravillosa de lo ver, é con todo eso pen ítre todos vuestros pecados este seria el mas detes-
só esforzarse contra la enfermedad si viese los fie b table é mas enorme , como de todos los otros po-
ros animales que en el bosque del Pardo tenia, é con » dríades ser asuelto por Dios todopoderoso, si fiel-
este deseo cabalgó en un caballo pensando poder » mente lo confesáis , aviendo dellos verdadero ar
Hogar allá; á muy cerca de la villa enflaqueció de repentimiento, é deste nunca, pues por vuestro ca
tal manera, que ovo de volver, lo qual á muy gran si llar dexais llama encendida en que vuestros Rey-
pena pudo facer; é asi, vuelto en su palacio con » nos se quemen , é daréis lugar á los malos para
pocos de los á él mas allegados estuvo echado en su • perseverar en su acostumbrada tiranía.» Cosa res
cama, falleacido de todas sus fuerzas ; é como quie pondió, mas comenzó á revolverse en la cama tor
ra que conosciese ser cercano al bu fin, ninguna ciendo la boca é los ojos , é moviendo los brazos á
mención hizo de confesar ni rescibir los cathólicos una parte y á otra , comenzó de temer como ya su
sacramentos , ni tampoco hacer testamento ó codi- muerte fuese cercana , é luego fué mandado poner
cilio, que es general costumbre de todos los hom el altar pensando provocarlo á devoción, é ni por
bres en tal tiempo hacer ; é los que ende estaban eso mostró señal de cathólico , ni menoa arrepenti
apartábanse diciendo unos á otros qué remedio se miento de sus culpas é pecados , é ansi dende á po
podria dar á tan gran presura, é como el físico fue- co espacio espiró, poco ante que amanesciese , en
Be preguntado con grande instancia dizese qué le doce días de Diciembre del año de nuestro Reden
parescia de aquella enfermedad , respondió que muy tor de mil é quatrocientos y sotenta y quatro años.
pocas horas quedaban al Rey de vida, é luego los Fué levado su cuerpo á Santa Maria del Paso sin
unoB fueron llamar al Cardenal , otros al Marqués, pompa alguna de las que se acostumbraban facer
otros al Conde de Benavente, otros á un devoto re en el fallescimiento de los grandes Príncipes, é allí
ligioso llamado Fray Juan de Mazada, que habia estovo depositado fasta que fué llevado á Santa
sido prior en el Monasterio de Santa Maria del Pa Maria de Guadalupe, donde está sepultado cerca de
so, el qual á muy gran priesa vino ; é como conos la Serenísima Reyna Doña María bu madre. Vivió
ciese ostar este Roy en fin do bus dios , dulce é sa este Roy poco mas de cinquenta años ; toro el cetro
Memorial de diversas hazañar tt
real veinte años é cinco meses (1) sin cosa ejercer oro é plata. É hizo en este Álcízar un fosado muy
al oficio roal convinionto. Fué verdaderamente pró fondo, picado en la misma peña ; é cerca de la Igle
digo , en ninguna cosa liberal , salvo en algunos no sia de San Martin dosta ciudad hizo una casa asaz
bles edificios que hizo, como en la ciudad de Sogo- notable para su aposentamiento. É en Balsain, ques
via constituyese el monestorio de Santo Antonio, & dos leguas do allí, hizo otra casa asaz buena para
fuera de los muros, el qual dio á los frayros de ob su recreación, con un bosquo muy grande cercado
servancia de San Francisco , el qual ornó de muy do cal y canto, en que tenía muy gran muchedum
ricos ornamentos é de todas las cosas nescesarias bre de bestias salvageB ; y en la villa de Madrid,
al caito divino ; y en esta mesma ciudad reydifl- fuera de los muros , hizo un monesterio de la Orden
oó muy suntuosamente ol monesterio de Santa Ma de San Jerónimo, llamado do Santa Marta del Paso,
ría del Parral, de la Orden de San Jerónimo, é á quien dio grandes rentas y ornamentos muy sun
dotólo de grandos rentas; ó fortificó maravillosa tuosos ; y en el Pardo , ques á dos leguas desta vi
mente ol Alcázar, é hizo encima do la puerta del lla, hizo otra casa asaz notable , con uu bosque poco
una muy alta torre labrada de masonería , y en el menos bueno que el del Balsain, y en otras partes
corredor que se llama en aquel Alcázar de los Cor hizo otros edificios asaz suntuosos. Fué este Rey de
dones , mandó poner todos los Reyes que en Cas gran cuerpo, bien proporcionado, blanco y colorado
tilla y en Lcon han acido después de la destruioion mesuradamente, los cabellos rubios. Era romo, do
d' España, comenzando de Don Pelayo fasta él, é una caida que dio seyendo niño. Fué gran caballero
mandó poner con ellos al Cid, é al Conde Fernán do la gineta, buen bracero. Dioso domasiadamento
González, por ser caballeros tan nobles ó que tan & la música ; cantaba y tañia muy bien. Era grando
grandes cosas hicieron, todos en grandes estatuas, escribano de toda letra ; leia maravillosamente. Fué
labradas muy sutilmente de maderas cubiertas de docto en la lengua latina. Oia de mala voluntad &
quien quiera que á él venia. Era a.ucho apartado.
Vestíase mal. Tovo muchos privados á quien con
(I) Hasta aqal llegan otros códices que hemos consultado. El larga mano dio muy grandes dádivas. Fué siempre
qoe seguimos i la letra Hade todo lo que resta hasta el final de
la Crónica, que insertamos mis como curiosidad que por poder regido por su voluntad, fuyendo do todo sano con
«firmar que sea obra del eronlsta Valen. sejo.
CRONICA

DEL

REY DON ENRIQUE EL CUARTO

DE ESTE NOMBRE,

POR SU CAPELLAN Y CRONISTA

DIEGO ENRIQUEZ DEL CASTILLO.


COMIENZA LA HISTORIA
DEL

REY DON ENRIQUE EL CUARTO


DE ESTE NOMBRE,
DE GLOEIOSA MEMORIA.

Tanto los principes señalados y antiguos varones aquellos olvidada la dexara. No menos el resplandor
de las edades pasadas quedaron famosos, 6 sus vir de nuestros invictísimos Godos , la pujanza de su
tuosos trabajos cubiertos de renombre, quanto la grandeza é la excelencia de sus obras merecen al
dulce pluma de los sabios oradores, haciendo vivos canzar memoria , como sea cierta cosa é muy sabi
sus nombres los quiso prestar memoria ; á los quales da verdad que aquellos la porfía de los unos con ma
con sus inmortales letras, con bu perpetua scriptnrn no armada venciendo, é la sobervin de los otros con
tan nombrados quiso dexar é tal gloria mundana sangrienta espada derrocando, abatieron su presun
permitir, que ni el pasado tieuipo los tiene morti ción, é destruyeron su osadia ; é así quedaron, no
guados , ni la nueva edad adormidos , ni la vida lar solamente renombrados é temidos , mas famosos y '
ga los olvida, ni el corto vivir los amengua. E asi, estimados. De cuyos varoniles hechos, caballerosas
aunque de siglos tan luengos Layan discurrido, y do cosas, reales ejercicios y empresas tan altas grande
tiempos tan antiguos pasados, Biempre ante los ojos testimonio nos representa aquel señalado Rey Theo-
tenemos sus hazañas, no solamente figuradas, mas dorico, que asi como fuerte guerrero, esforzado va-
en nuestras fantasías imprimidas é señaladas; por ron y caudillo animoso, con su gente gótica no so-
que tanto alguna cosa estimamos ser mejor é la te lamento sojuzgó toda Italia, mas con sus belicosas
nemos por mas buena , quanto mas lexos se mues armas puesta en servidumbre , al Emperador Zenon
tra , quanto mas es apartada é quanto menos es ve despojó del Befiorío , y echó fuera del Imperio. E no"
cina de nuestra conversación. Puesjji aquellos fue solamente aquesto de que inmortal gloria é famo
ron dignos de tanto don señalado , é de tal excelen sa nombrad i a les debe ser otorgada, porque asi co
cia merecedores , que la sola scriptura ansi nos re mo magnánimos supieron señorear , y como pruden
presenta sus bienes , é en tal manera los doxa loados, tes capitanes facerse vencedores, mas de tanta no
alcancen nuestros dias con vivas razones, merezcan bleza fueron acompañados, y de tanta clemencia
nuestros tiempos con dulces historias, gane nuestra fueron revestidos, que alcanzada la victoria, con
edad con mano estudiosa las insignes obras, los muy gracioso amor, con dulce benignidad, con gran
rangrientos sudores é trabajos fatigosos de nuestros de piedad humana trataron sus enemigos. De q«0"
presentes ; porque ellos renombrados, á toda inmor azaz claro testimonio ó prueba manifiesta nos es
talidad sobrepujon en tal manera, que ni la anti aquella insigne bondad j y piadosa virtud del Rey
güedad los olvide, ni transcurso de tiempo los con Alarico, que combatida la cibdad de Roma, tomada
suma ; ca injusta cosa sería si el pregón do sus loores por fuerza de armas , apoderado y fecho señor de
riel todo quedase mudo, é sus hazañas calladas. E si ella, con pregones de amenazas, so graves penas
los altos ingenios de los scriptores, la viva luz de mandó que las muertes, estragos, é daños, é cruel
sus renglones, é la dulzura de su estilo hicieron loa dades fuesen del todo cesadas, é que ningunos des
bles á los Griegos, é notables á los Romanos; cuya de allí adelante osasen entrar en los templos, ni ho
perdurable fama, ni el pincel de los pintores, ni el llar los santuarios ; mas que los venoidos fuesen li
martillo de los plateros , ni el hierro de los sculpido- bres é seguros , los chrístianos é sus eglesias no fue
res pudieían hacer inmortal, si lo heroica pluma de sen damnificados ; donde publicando bu manse-
100 CRONICAS DE LOS BEYES DE CASTILLA.
(lumbre, y manifestando su noble humanidad, de presunción de rudo marinero , que puesto en la fu
cía : con los Bomanos lo avernos , contra ellos pe ria del mar, lanza su batel en las hondas, é da sus
leamos, é a guerrearlos venimos; los siervos de velas ol viento , sin saberse gobernar, pero supli
Christo queremos sean libres. En tal manera que su cando á la infinita bondad del soberano Redentor
bondad fué muy loada , é su grandeza en mayor re que de sus inmensas gracias me preste alguna par
verencia tenida ; porque templando su furia, puso te , poro que obadeciondo al mondado, é la licencia
freno á su poder, é amansando su rigor, se abrazó del poderio Real , que paro esto me fué dado, po
con la clemencia. E no solamente aquesto , do que niéndolo por obro , puedo dar fin i mi promesa.
tan largos títulos de honra, é tan cumplidas ala Pero si aquesta Corónica no fuere tan copiosa é
banzas les deben sor otorgadas , mas si , discurrien complida como debe , de las cosas que sucedieron
do lo posado , é viniendo li nuestros tiempos , que en la prosperidad del Rey , primero que le viniesen
remos escudrinar sus historias , y saber de sus haza- las duras adversidades, merezco ser perdonado con
fias , aunque somnolientas é ciegas , aunque dexadas justo escusacion ; porque fui preso sobre seguro en
olvidar por poco cuidado, tantos é señalados he la cibdad de Segovia, quaudo fué dada por trayeion
chos, tan altas é tan grandes cosas terniamos para a los caballeros desleales ; donde me robaron , no so
decir, que sus comienzos serian muchos, sus loores lamente lo mió , mas los Registros con lo procesado
infinitos , y su fin nunca hallado. No solamente que tenia scripto de ella, visto que la memoria, se
aquesto ; mas como entre aquellos haya sido mas gún la flaqueza humana , tiene mayor parte de la
cierto el afecto belicoso é la costumbre do la guer olvidanza, que sobra de la rocordacion.
ra, que el estilo del hablar, mas do contino fatiga
ron sus manos en ol uso do los armas, mayor deley- CAPÍTULO I.
te sintieron en ol menear de las oBpadas , que en el
De la fisonomía , vida ¿ condición del Rey.
rodear de la pluma. E asi , menospreciando lo uno,
que famoso nombre les diera, é anteponiendo lo Quanto mas alta cosa es aquella de que se debe
otro, que sangrienta muerte traia, dieron exercicio tratar, tanto su grandeza pone temor en el decir; é
á sus fuerzas, é adurmieron sus memorias ; donde quanto de mayor excelencia, tanto es el defecto de
con sobra de sueño posadas, y en silencio dormi las palabras mas graves ; porque autes el estilo de
dos, dexaron entonces los unos muy sepultada su screvir, que materia do hablar ful 1oseo. Siempre
forna , é los otros agora cegada su nombradla , de nuestras lenguas son mas aparexadas á disparar sus
tol guisa , que ni los pasadoB lo leyeron , ni los pro- dichos que Iob plumaB á componerlos ; y aun aques
sentes lo saben. A los quolcs como su negligencia to la misma oxporicucia natural nos lo muestra,
haya sido madrastra , é su menos cuidado enemigo, como sea cosa cierta que el uso común de la habla
quise, condolido do tan grave pérdida , é sentido del os á todos general , y á muy pocos la perfección del
error en que asi cayeron los pasados , despertar las decir ; ó no sin cabsa los humanos ingenios mayo
hazañas, decir los famosos hechos de los que agora res cosas entienden quo sabon proponer, é mejor
viven é son, para que revivan sus nombres, é sue las couciben que aciertan á pronunciarlas, ni decir
no su fama , asi de los buenos para su mayor ala lo que do dentro sienten. E porque tratando do tan
banza, como de los malos para su vituperio. Oyan alto Rey , altas é grandes cosas se deben notar pri
por ende los presentes, atiendan los que vernan, mero que al proceso de la historia vengamos, para
sepan los ignorantes é noten los que leyeren , que que de todo prestemos razón, é la reprehensión de
del muy esclarecido quarto Bey Don Enrique de la ignorancia se escuse, algo de su gesto y facciones,
Castilla é de León, sus hechos é vida tratando , su de sus condiciones é vida convemá que digamou;
puxanza é grandeza diciendo, sus infortunios é tra en tal manera, que relatada su figura ó la órdeu de
bajos recontando, con testimonio de verdad prosi su vivir, emprima señal é noticia en los que su his
guiendo , yo ol Licenciado Diego Enriquez del Cas toria leyeren. E pues conviene al coronista y eo ne
tillo, Capellán é de su Consejo, como fiel coronista cesario que sea zeloso de la verdad, ageno de la
suyo protesto relatando scribir su Corónica. E pues afición , quito de amor y enemistad , en tal manera,
que & los historiadores señaladmente se otorgo, é á que reprehendiendo los culpados, é alabando los
ellos solos , como jueces de la fama é pregoneros de buenos, escriba sin pasión, é proceda como juez en
la honra es dado de la gran prosperidad recontar las cosas de la fama ; yo desde aqui protesto que
enteramente, é de las adversidades hacer larga re todo lo que dixere y mi pluma recontare, sea para
lación , diré sin dubda ninguna lo que vieron mis cumplir con Dios en descargo de mi conciencia é
ojos, las cosas que sucedieron, la causa de donde del cargo que me fué dado ; é osi agora, procediendo
emanaron, é también del fin que ovieron ; porque el con la revoronoio que debo, fablaré primero del
sobrado señorío á los mas bien afortunados jamas Rey. Era persona de largo estatura y espeso en el
les ponga soberbia , ni los trabajosos males hagan cuerpo, y de fuertes miembros ; tenia las manos
á los hombres cobardes ; ca sabida cosa es , que tan grandes y los dedos largos y recios ; el aspecto fo-
to a los OBados ayuda mas lo fortuna, quanto puede roz, casi á semejanza de león, ouyo acatamiento
á los mayores derribar de lo mas alto. E quanto ponia temor á los que miraba ; las narices romas é
quiero que hablar de tan alto Principe , de los Gran muy llanas, no que asi nociese, mas porque en su
des de sus reynos ó de los otros mas baxos porezoo niñoz rescibió lision en ellas ; los ojos garzos é algo
írr—-
DON ENRIQUE CUARTO. 101
esparcidos , encarnizados los parpados : donde po fué desorden que glotonía , por donde ra complexión
nía la vista, macho le duraba el mirar; la caboza en alguna manera se corrompió , é asi padeció mal
grande y redonda ; la frente ancha; las cejas altas; de la ijada, y á tiempo dolor de muelas ; nunca ja
las sienes sumidas, las quizadas luengas y tendi mas bebió vino. Tubo flaquezas humanas de hom
das á la parte de ayuso ; los dientes espesos y tras bre, y como Rey magnaminidados de mucha gran
pellados ; los oabellos rubios ; la barba luenga é po deza. Era gran cabalgador de la gineta , y usábala
cas veces afeytada ; el tez de la cara entre rojo y de contino, tanto que los del Reyno á su exemplo
moreno ; las carnes muy blancas ; las piernas muy conformados dexaron la polecia de ser hombres de
luengasy bien entalladas ; los pies delicados. Era de armas. Tubo muchos servidores y criados, y de
singular ingenio y de gran aparencia , pero bien ra aquellos hizo grandes señores ; pero los mas de ellos
zonado , honesto y mesurado en su habla ; placente le fueron ingratos, de tal guisa que sus dádivas y
ro con aquellos á quien se daba; holgábase mucho mercedes no se vieron agradecidas , ni respondidas
con sus servidores y criados ; avia placer por darles con lealtad. E así fueron sus placeres pocos , los
estado y ponerles en honra : jamas deshizo á ningu enojos muohos, los cuidados grandes, y el descan
no que pusiese en prosperidad. Compañía de muy so ninguno. Mas decime agora , reyes de lo tierra,
pocos le placia ; toda conversación de gentes le da compañeros de la cobdicia, é amigos de la sober
ba pena. A sus pueblos pocos veces se mostraba ; bia y padrastros de la humildad , cuya libertad es
huia de los negocios; despachábalos muy tarde. Era captiverio, cuyo señorío es servidumbre, cuya gran
muy enemigo de los escándalos ; acelerado é aman deza congoja, cuyo poder persecución, ¿de quál
sado muy presto. De quien una vez se fiaba , sin bienandanza vos podéis alabar, de quál prosperidad
sospecha ninguna le daba mando é favor. El tono presumir , que ni el retrete vos descansa , ni la ca
de su voz dulce é muy proporcionado ; todo canto ma reposa, ni el tesoro consuela,^ el dar basta? O
triste le dabadeleyte : preciábase de tener cantores, ¿ de quál perfección mas digna queréis alcanzar re
y con ellos cantaba muchas veces. En los divinos of- nombre, quando ni siendo señores tenéis libertad,
ficios mucho se deleytaba. Estaba siempre retraydo; ni como poderosos la dais á ninguno? Baste pues
tafiia dulcemente laúd ; sentia bien la perfección de saber de vosotros que quanto mas grandes, mas
la música: los instrumentos de ella le placían. Era congojados, é quanto mas altos, mas sin descanso.
gran cazador de todo Iinnge de animales y bestias
fieras ; su mayor deporte ero andar por los mon CAPÍTULO II.
tes, y en aquellos hacer edificios é sitios coreados
de diversas maneras de animales, é tenia con ellos Como me jurado por Rey, y li Tabla qoe bizof los Grandes de las
grandes gastos. Qrande edificador de iglesias é mo Cirlcs, para soltar i los Condes qnc tenia presos.
nasterios, y dotador é sustentador de ellos: dábase Lo muerte natural , que á todos hace iguales,
á los Religiosos é á su conversación. Labraba ricas aquello que á ninguno jamos perdona, é á los mas
moradas y fortalozas ; era sofior de grandes tesoros, poderosos priva del mando, y los quita el señorío,
amigo é allegador de aquellos, mas por fama que trasportó dol mundo, y agenó del estado al segun
cobdicia. Fue grande su franqueza, tan alto su co do Roy Don Juan en la villa de Vallodolid, por
razón , tan alegre para dar, tan liberal para lo cum cayo fin los Grandes del Reyno, que olli se hallaron
plir, que de las mercedes hechas nunca se recorda á la sazón, alzaron por rey al Príncipe Don Enri
ba , ni dexó de los hacer mientras estubo prospera que, su hijo primogénito. Donde hechas los obse
do. En la guarda de su persona traia gran muche quias funerarias de su padre en el monasterio de
dumbre de gente, de guisa que su corte siempre Be Sant Pablo con aquella solemnidad que para tal acto
mostró de mucha grandeza , y el estado real muy se requería , según la excelencia de tan alto Rey ;
poderoso. Los hijos de los Grandes, los generosos y dada la órden en las pías cabaos del almo, el nuevo
nobles , y los de menor estado , con las pagas de su Rey queriendo manifestar su clemencia é la gran
sueldo se sustubieron en honra. Era lleno de mu deza de su corazón , para dar buen exemplo de bu
cha clemencia , de la crueldad ageno , piadoso, á los realeza, mandó llamar los Perlados, é Caballeros é
enfermos caritativo, y limosnero de secreto; rey sin personas de estado que en la Corte estaban. Los
ninguna ufanía , amigo de los humildes, desdefia- qualea venidos delante su real presencia, con ale
dor de los altivos. Fué tan cortés , tan mensurado é gre cara é gracioso semblante les dixo : «Suele al-
gracioso , quo á ninguno hablando jamas decía de • gnnas veces ol gran poderío mover áloB quereynan
tú, ni consintió que le besasen la mano. Hacia poco tantos á mal hacer que á bion obrar ; y el absoluto
estima de si mesmo. Con los príncipes y reyes, y o señorío de reynar á los altos Príncipes, á usar mas
con los muy poderosos era muy presuntuoso. Pres- » del furor que de la graciosa mansedumbre. Por
ciábase tanto de la sangre Real suya é de sus ante » esto es necesario á los que en tal cumbre y tan alta
pasados, que aquella sola decia ser la mas excelente b suceden, si quieren mirar á la nobleza, y ser tenit
. quo ninguna do los otros Reyes do Chrístianos. Vito n dos por talos , quo hayan do sor revestidos de olo-
su vivir é vestir—muy liojuato, ropas do patíos de » mencio é ceñidos do piedad. Ca ol mando é la po-
de lana dol trago de aquellos sayos luengos, y ca n tencia en la persona Real , el regir y gobernar en
puces é capas. Las insignias é cerimonias Reales ■ el virtuoso el Roy, solamente ha de ser para ba-
muy agenas fueron de su condición. Su comer maB » corlo magnánimo, gracioso y benigno , olvidador
102 CRÓNICAS DE LOS REYES DE CASTILLA.
»de las injurias é galardonado! do los servicios. Do » voluntad, quo todos quedéis en vuestros oficios,se-
i) donde se sigue, que á los reyes es dado , ó á ellos ngun los teniades con el Rey mi Señor (que Dios
«propriatnente conviene ser agenados de la ira y « haya) sin novedad alguna que en ellos se haga. Y
«apartados del rencor é muy despojados de toda «aquesto por dos razones, la primera, porque sin-
» enemistad. E por esto, considerando quanto mas « tais que b¡ en él perdisteis señor, en mi tenéis se-
«segura es la piedad , que el rigor de la justicia, yo «flor ó defensor; la segunda, para que con aquel
« agora porque veáis que tan humano Rey quiero nmesmo amor é lealtad me sirváis queserviades ásu
«ser á los culpados , amoroso á los leales y amigo «Señoría quandoora vivo, é por ello merezcáis otras
»de los buenos, vencido de mi propia voluntad, y » mayores gracias y mercedes. Por tanto , yo vos
n usando de aquella liberalidad que á los reyes de «mando que desde agora cada uno de vosotros me
» tan alta sangro como la inia pertenece , perdono á «sii-va en el oficio que tenéis; ó viváis alegres é con-
»D. Fernán Dalvarez de Toledo.Condede Alva.óá » tcntos.n Los cuales oyda su habla, ó la merced que
«Don Diego Manrique, Conde de Trevirio, que ton- les hacia tan realraonto , hecha su reverencia, salie
»go presos, y he tenido do algunos tiempos acá: á ron dando gracias á Dios, porque en pos de tan no
«los quales desde agora suelto é pongo en su liber- ble padre les sucedía tan excelente hijo, que ansí
n tad ; é mando que les sean tornadas sus tierras sin los amparaba é recebia con amor.
«dilación alguna.» Oyda su habla, é vista la reale-
< za de que asi usaba con aquellos Condes presos, que
mandaba soltar, todos los que presentes estaban, CAPÍTULO IV.
con grando reverencia las rodillas en tierra, dixeron Como el Rey did medio entre los capellanes del Rey su padre é
que so lo tonian on mucha merced, besando sus rea los suyos, para que en conformidad todos lo sirviesen, y la
les manos ; que bien parescia que esta era la reale gratilieacion que los hizo.
za de su sangre , pues que el primero dia que rey- Entre los capellanes del Roy Don Juan su padre
naba, ansi les daba tan cumplidas señales de bien, é los suyos hubo grando división é diferencia, ansi
por las quales no solamente los obligaba para lo en el servicio, como en los asentamientos déla Ca
amar y obodescor, mas que los robábalos corazones pilla , queriéndose preferir los unos á los otros ; so
para le servir y acatar do alli adelanto con mayor bre lo qual estaban on gran debato , diciendo que
reveroncia. ¡O singular excelencia, la virtud del per- pues algunos do ellos eran primeros en tiempo por
don , que dondo quiera que mora, siompre robalos ser del Rey pasado, quo deberían ser mejores en la
corazones y gana las voluntados para mayor afición! proominoncia , é procodorlos on ol asontar. Lob otros
(Dionaventurados los roynos que do talos Royes son respondían quo ellos avian servido al Roy siendo
sufragáneos! que si el rigor do su poderío no so tem Principo, para quando sucediese en ol Reyno ; ó que
plase con la mansedumbre de perdón, ni los subdi asi como primero sucedieron en los trabajos, era
tos osarían sor vasallos, ni los que sojuzgan la tier justa cosa que venido á sor Rey , gozasen en el asen
ra hallarían quien los sirviese Asi quo la clemencia tamiento do la mesilla prerogativa quo ellos avian
puebla los reynos, y los hace vivir contentos, y la gozado con su Roy de que vino á reynar ; é por esta
crueldad los disipa, y hace ser querellosos. razón debían conseguir de hecho lo que por muchos
servicios tenian merescido. E como aquesto fuese
capítulo ra. notificado al Rey, mandó que todos viniesen á su
Como el Rey mandil llamar a los teñidores é criados do su pa Real cámara é presencia : donde todos venidos , los
dre, é consolados graciosamente, les confirmó los oficios que dixo : «Si á vuestras porfías se diese lugar, seria
lenian. «cabsa de mayor enconveniente , é cabsa de mas
■mal cxemplo doxaros perseverar. Mas por quitaros
E por la muerte dol Roy sus servidores quedaron
»de contienda y dar medio entre vosotros, quiero
muy afligidos, en tanto grado que hacían muy do «que sepáis que yo no solamente sucedí en el ests-
lorosos llantos, sin que ninguno los pudiese conso »do, lugar é señorío dol Rey mi Señor, quo ponga
lar. E como fuese notificado al Roy, mandó quo fue «Dios en su gloria, mas en todas las otros cosas
sen llamados ; é venidos á su Cámara, con graciosa »de quo su Real persona se servia, y entre aquellas
begninidad les dixo : « No dudo que la muerte del »en esta Capilla suya : por donde paresce quo tam-
«Rey, mi Señor, quo haya sancta gloría, os haya »bien los unos como los otros sois míos para servir-
«puesto grave dolor ó tristeza , asi por la pérdida de »me. Por tanto cumple que todos de hoy mas seáis
«su Real persona, con que estábades amparados é aconformee sin contradicción alguna; ca de otra gui-
«con favor defendidos, como porque podría ssr que »sa yo no seria bien servido, ni vosotros haréis lo
» vos toméis é receláis de perder los oficios con que «que debéis como buenoB servidores. Pero por qui
steniades cabida en su Casa Real , y segura susten- ntar el escándalo en que agora estáis , y escusar la
» tocion de la vida. Mas porque de aquesta sospecha «enemistad que de aqui adelante se puede recrescer,
«seáis seguros, é conozcáis quo las tales novedades «quiero é mando quo el Capellán mayor del Rey mi
«han de ser muy agenas de los reyes, mayormente «Señor, y el mió, que por agora no sirvan, hasta que
«de mi condición , y que si aquello se hiciese, paro- »á alguno do ellos se dé algún obispado en equiva
«cería mas crueldad que magnificencia , é mas po- lencia de su oficio , y entretanto, que en lugar de
«quedad que realeza, quiero, é es nri determinada sellos sirva Don Justo Alonso Chirino, Abad de Al
DON ENRIQUE CUARTO. 103
Bcalá. E asi mcsino mando qno los oficiales jiinta- guiese perdonarlos , é mandar restituir lo suyo, quo
i) monte sirvan sub oficios en mucha conformidad , é el Rey su padre lo avia tomado. A lo qual respon
ii que los Capellanes sea sienten los mas antiguos so dió el Rey quo le plascia do lo asi hacor, asi por
lí bre los que después entraron é vinieron; ca seria contemplación suya quegolo rogaba, como porquo
b cosa vergonzosa que siendo del estado eclesiático, sub naturales conoscieeen quanto era contento de
ii donde ha de resplandecer el bien de la paz é soste los tratar, mas oon beninidad , que con rigor, é sor
ngo, ovioso de nacor discordia y rancor en las vo- para ellos mas amigablo roy , que duro señor. E así.
nliintados.il Dada esta ordon o modio entro olios, quo- concortada la cantidad quo so avia do dar por las
daron todos pacíficos y contontos, é servían con villas, é pagada, las villas fueron entregadas, é
mucho amor. E dende á pocos dial , como vacase el puestos on ollas alcaydes por el Roy. E luego veni
ObÍBpodo de Cartagena , fue dado al Capollan ma dos dolante su Real presencia el Almirante Don Fa-
yor del Rey Don Juan su padre , y el suyo tornó á drique é los otros caballeros , que andaban dester
servir hasta tanto que le hicieron Obispo de Sego- rados, el Rey con alegre cara los recibió, é dixo al
via. Visto aquesto , todos los otros capellanes é can almirante: «Tio, ó vosotros Caballeros, ya sabéis
tores fueron muy alegres , y desdo aquella hora en » que los reyes reynan en lugar de Dios sobre la tier-
adelante con sporonza do recebir mercedes trabaja »ra ; é porquo asi se representa bu señorío divinal,
ron do servir sin enojo ; por donde fueron sublima n todos los subditos débenles fidelidad , lealtad, to-
dos con granes dignidades , é no sin cabsa; porque » mor, reverencia y obediencia. De donde se sigue
el Rey so doleytaba mucho en los Oficios divinales, nquo los naturales han de ser obedientes, é no re-
y asi daba grandes rentas & los que lo servían. nbeldes, servidores, é no onemigos , é leales, é no
ntraydores; porque el resistir al poderío terrenal de
■ loa reyes, es resistir á Dios, que los pone en su
CAPÍTULO V. n lugar, para que manden é señoreen. E pues ve
Como hito pai con el Rey de Navarra, su tio, t le compró los lu ndes agora la humanidad con que liberalmente vos
jares que lenli en Castilla, o perdonó al Almirante é ¡i otros «perdono , y el amor con que vos rescibo , é como
caballeros, qno estaban desterrados del Reyno, 6 les mandó nvos mando tornar todo lo vuestro , sin acordarme
tornar lo suyo. ndo vuestros hierros, catad quo vos amonesto, quo
Después quo asi liberalmente, é con tanta gracio «vos emendéis , ó miréis por mi servicio mejor que
sidad ovo tratado sus subditos, acordóse como entre «lo hicistos contra el Rey mi Señor, que Dios hayaf
ol Rey Don Juan do gloriosa memoria su padro, y n porque tenga yo cargo de haceros mercedes, ó por
el Rey de Navarra su tio avia sus grandes diferen »lo contrario no tornéis á ser perogrinoB , é andar
cias, de que se siguieron batallas campales, guer i) por tierras ogenas.» Entonces el Almirante en nom
ras, muertes, robos é prisiones tales, é tan crudas bro suyo é de los otros caballeros que con él venian,
ó do tal forma, quo muchos caballeros principales é respondió que besaban las manos a bu Alteza, pro
otras personas de menos condición so salieron hu testaban de lo hacor así como su Real Señoría lo
yendo del Reyno , é quedaron despojados do sus es mandaba. E tomada licencia , so fueron para sus
tados, no solamonto por ser parciales do los onorni- tierras, que les fueron entregadas.
gos, pero porque á banderas desplegadas , pelearon
contra su Rey : de que asaz enemistad quedó arrai CAPÍTULO VI.
gada por grande tiempo do la una parte á la otra.
Pero 61 como rey humano, queriendo quo la discor Como el Rey envió embaladores al Rey Don Alonso de Aragón,
dia pasada fuese convertida en sus dias en amor, é que estaba en Ñipóles, é se confirmaron las paces entre Cas
la guerra eo mucha paz , é porque antes fuese ama tilla é Aragón.
do que tomido, determinó aunque poderoso é sin E luego que así ovo perdonado á estos caballeros,
necesidad de avor menester a ninguno, por onxen- é recobrado las villas que el Rey de Navarra tenía
plo de virtud de hacer amistad con su tio ; para lo en Castilla, para mayor cumplimiento de reposo,
qual envió sus embaladores , que fneron muy bien acordó de enviar sus embajadores al Roy Don Alon
recebidos por él. Y su embaxada contenia dos co so do Aragón, su tio, que estaba en el Reyno de Ná-
sas : la primera, que para quitar todos los debates é poloB, donde con gran triunfo , é vitoria de bus ene
controversias posadas, le vendiese las villas de migos reynaba pacificamente, asi para le notificar
Atienza ó do la Peña ó do Alcázar quo tenia on Cas el suceso de su próspero Real estado, porque le ama
tilla ; la segunda, que visto el deudo quo entro ellos ba mas que A ninguno de sus hermanos é parientes
estaba tan cercano, quería hacer con ól perpetua do su linage, é le tenía en grando acatamiento, co
paz é confederación de firme amistad. Oyda su mo para confirmar las alianzas é paces, que estaban
habla, el Rey de Navarra respondió que do aquello entre Costilla é Aragón. Llegados aquestos embaja
era muy contonto, ó le plascia do lo hacor; poro con dores cerca do la cibdad de Ñapólos , notificada su
tal condición, que pues el Almirante Dou Fadri- ida al Roy, mandó quo les fueso bocho honrado re
que, ó los hijos del Condo Castillo, é Juan dcTovar, cibimiento, é que fuesen no solamente bion aposen
Señor do Merlango , con otros caballeros se avian tados, mas proveídos copiosamente de todos las co
perdido por él , é estaban no solamonto destorrados sos que hubiesen menester. E osí recebidos con mu
de Castilla , mas despojados de sus tierras , le plu cha honra é tratados con mucho amor, después que
104 OBÚNICAS DE LOS DE CASTILLA,
la negociación é capítulos de la paz fueron conclui grande amor con él , en tanto que por su solo saber
dos entre los embajadores é los deputados por el se gobernaba; por dó subió á ser Marqués de Ville
Bey de Aragón , estuvieron en gran diferencia de na, é alcanzar rico casamiento. E quando el Bey vi
batiendo sobre que en la soriptura qual de los Be no á roynar , como aquel se avia criado en su casa,
yes se pornia primero. E como de ello de amas par é le tenia por hombre de singular ingenio , quedóse
tes altercasen alegando- sus razones, quales á cada en aquella mesma cabida que primero tenia, de tal
uno pertenecía en favor de su Bey, los embaxadores guisa, que era el mas principal hombre de su Con
de Castilla dixeron , que aquella contienda querían sejo. Tenia asi megmo á Don Alonso de Fonseca, que
que su Bey la determinase. Ante quien relatada la fué Capellán Mayor del Bey Don Juan su padre, é
controversia en que asi estaban, respondió, que pues desde allí subió á ser Obispo do Avila , é después
él venia de la casa de Castilla , y el Bey Don Enri Arzobispo de Sevilla; é porque aqueste siempre fuó
que su sobrino era el tronco de quien él y el linaje mas aficionado á él que á su padre, quiso que fuese
Beal de los Godos de España decondian, que le pla segando con el Marqués de Villena para su servi
cía, é mandó que el Bey su sobrino le precediese, é cio. Pero aqueste , puesto que tenia viveza de in
fuese primero puesto en las scripturas é capítulos genio, faltábale gravedad é perfecta discreción pa
que se hiciesen. E dada la conclusión de todo ello, ra gobernar; mas no por eso dexó de ser muy leal
el Bey de Aragón queriendo mostrar el mucho al Bey. E ansi el Marqués con prudencia , y él con
amor que oon el Bey su sobrino tenia, é quanto lealtad é viveza de ingenio , rigieron é gobernaron
deseaba honrar á él ó á sus cosas, ansi por ser el ma sabiamente, de tal guisa, que el Bey por mucho
yor é principal del linaje, como porque era hijo de tiempo vivió descansado á su plascer sin que ad
la Beyna Doña Maria su hermana , á quien él mas versidad le perturbase.
que á todos sus hermanos avia querido, convidados
estos embaladores á comer, hizoles grande fiesta é CAPÍTULO VIII.
mandóles hacer muchas meroedes, con que despedi
dos, so tornaron al Bey. E recontadas las noblezas Como el Rey hizo Corles generales, 6 determinó hacer guerra
conlra los moros.
que el Bey Don Alonso su tio con ellos avia focho,
é la forma oon que los avia tratado, quedó mas afi Traídas todas las obediencias de las cibdades é
cionado con él , é asi puestos sus BeynoB en tanta villas de su Beyno, é prestada la fidelidad de to
paz é sosiego, quanto nunca se vieron en tiempo de dos los grandes, asi perlados, como caballeros ; des
su padre. El quedó tan próspero, y obedecido, y aca que ya conoció quanto prósperamente sucedían las
tado y tan estimado por el mundo , que á todos sus oosas en sublimación de su estado Beal , queriendo
comarcanos haoia ser embidiosos, en tanto grado manifestar su gran poder é grandeza, determinó do
que ninguno de los reyes sus antepasados se pudo hacer Cortes generales. E asi llamados los tres Esta
decir mas glorioso, ni con tal triunpho mundano, si dos, é convenidos en la villa de Cuéllar ante bu Beal
todavia quisiera la fortuna serle favorable. Pero con presencia , les dixo : « Entre los varones romanos
todo, mientras que le fué parcial, muy mas próspe s siempro fué la paz mas peligrosa que la guerra,
ramente Bubcedioron sus cosas, quel supiera deman- » porque con ella puestos en ociosidad, se dieron
dallas. > mas á los deleites que al exercicin do las armas,
»y procurando sus particulares intereses, monos-
CAPÍTULO vn. » preciaron la fama , pospusieron el bien de la pa-
s tria común, é perdieron el señorío universal del
Qué personas -sefialadas lavo el Rey en i • mundo, que como industriosos guerreros alcanza
gobernar.
ron é poseyeron. Mientrr.8 les tuvo la guerra fue-
E porque siempre suele é debe aver cabe los Be » ron siempre virtuosos, señorearon la monarquía,
yes personas señaladas, asi para su secreto consejo, » vencieron sus enemigos, sostuvieron la república,
como para la gobernasoion de sus Beynos , conve í multiplicaron el bien de ella, é quedaron renora-
nible cosa es que se digan quién fueron las princi sbradoa. Pues si tales y tantos bienes suelen nascer
pales personas que con aqueste Bey ovieron cabida, » de la guerra, justa cosa é muy necesaria es que
ó de quien confiaba las cosas de su consejo é de la » nosotros los católicos como verdaderos chriBtia-
gobernasoion. Tenia á Don Juan Pacheco, Marqués »nos la queramos emprender, porque oon ella des
de Villena, que quando mozo pequeño, fué paje de mechando los vicios ó tomando las virtudes, destru-
Don Alvaro de Luna, Maestre de Santiago, Condes s yamos los enemigos que persiguen nuestra fe; pe-
table de Castilla, ó después que algún tiempo le sir » loemos contratos moros quo usurpan nuestra tier-
vió, diólo al Bey quando era Principo. Salió tan dis »ra, tomada por gran traición á aquellos que ge la
creto é de tan buen seso ó reposado , que para qual- » dieron. Para lo qual tres cosas señaladas son que
quiera debate , ó contradicción solía hallar muchos irnos ayudan : la primera, que nos mueve justa cau
medios. Daba en todas las cosas sanos expedientes, sea ; la segunda, que tonemos clara justioia ; la ter-
en tal manera que su prudencia era mas provechosa ucera, que nuestro propósito essancto, y el celo de
que de otro ninguno do quantos por entonces le ser »Dios nos guia, cuya causa es la que se hace. Asi
vias. E asi allegó á tener grande cabida con el » que guerreando contra ellos, nosotros pelearemos
Principe antes que fuase Bey; por donde quedó oon » por la verdad y ellos por la mentira ; nosotros por
DON ENRIQU 3 CUARTO. . 105
«glorificar á Dios, los otros por ofenderle. Pordon- n buono. » E asi fué allí determinado que la guerra
»de espero en la infinita bondad de nuestro Reden- se comenzase en el afio venidero , que so contaron
» tor que nos dará vencimiento de olios tal, é de tal mil é quatrocientos é cinquenta é cinco años del
«manera, que tornaremos con honra, é recobrare- nascimiento de nuestro Salvador Jesu-Christo : de
amos lo que nuestros antepasados perdieron. Para quo todos fueron muy contentos. E asi tomada li
alo qual quise mandaros 11 Amar, porque con vues- cencia del Rey, se tornaron á sus tierras para se pro
»tro acuerdo se haga, é dándome vuestro consejo, veer de las cosas á la guerra necesarias.
n digáis vuestro parecer de lo que hacerse debe, pues
» aveisoydo mi determinada voluntad.» Acabada la CAPÍTULO rx.
habla del Rey, aquellos seBoresé gentesque allí esta
ban de los tres Estados quedaron tan contentos, que Como el Re; dexo por Virreyes en Valladolid á Don Alonso Car
loando su propósito, é aprobando su deseo por cosa rillo, Ariobispo de Toledo , é a Don I'edi o Fernandez de Ve-
lasco, Conde de Uaro.
muy sancta , rogaron á Don Ifiigo López de Men
doza, Marqués de Santillana, Conde del Real de Entre tanto que las cosas de la guerra Be adere
Manzanares, qne en nombre de todos ellos é suyo zaban^ se acercaba el tiempo de irá los moros, el
quisiese responder á su Alteza. El qual aceptando su Rey por sus cartas envió á llamar á Don Alonso
ruego, con mucha gravedad propuso, diciendo: o Bien Carrillo, Arzobispo de Toledo , é á Don Pedro Fer
» parece sin duda, serenísimo Rey, quantosea exoe- nandez de Velasco, Conde de Haro. E venidos á su
n lente la grandeza de vuestro real corazón, quando Corto les dixo: «Bien sabéis como yo determinó do
»afli ha querido el día de hoy convidarnos para tan «guerrear contra los moros, é porque ya se acorca el
» altos é señalados exercicios de bondad. Pero por- «tiempo de ir á la tal guerra, quiero y es mi volun-
«que délas cosas deliberadas é con discreción pro- n tad que vosotros entramos quedéis en mi lagar por
«veidas ningún arrepentimiento se atiende, con tan- «virreyes en Valladolid , para que en las cosas do
» ta reverencia oomo puedo , le suplico que quiera nía justicia dedes aquella órden y expediente que
« saber, y sepa, que para tan arduo negocio y sefia- «según Dios, é vuestras conciencias viéredes que
slada empresa, primero que se comience, antes que a noon viene. Por manera, que los litigantes no ayan
«las manos vengamos , es necesario que con madu- «de ir en pos do mi, ca seria cosa gravo para ellos,
»ro seso se piense, é que con deliberado acuerdo se né á mi darían pona en avellos de oir. Por tanto yo
ihaga; porque adonde asi se aventura la vida, don- «vos encargo, quo como varones prudentes y de
nde as( se pone la honra, é dondo peligro cuelga, no n conciencia adininistroia á todos igual justicia, ó
«quiere razón , ni consiento que con liviandad sea. «gobernéis sogun do vosotros confio ; y espero que
» Pues asi, Sefior, se comience la guerra, é asf la 11o- «liareis por manera que ningunas apelaciones ni
i) vemos delante sin pereza, que por ella alcancemos «querellas ayan de ir ante mi entre tanto que allá
nía vitoria, destruyamos los enemigos, é merozca- nestubiero. E mando al Presidente ó Oidores de la
Dmos ser conocidos. Para lo qual tres cosas son no ii Chanciller ¡a que se junten con vosotros, é vos obe-
li cesarías, sin las quales seria imposible vencer. Pri- ii desean é acaten como á mi mesma persona.» Los
«mera, franca liberalidad, como que se gana lahon- quales obedesciendo lo que su Rey les mandaba, to
nra, é se trasdobla la fama, con que las gentes obe- madas sus provisiones, é ávida su licencia, se par
ndecen y so animan á servir. Segunda, que vuestra tieron para Valladolid , adonde estubioron residen
«Real Magostad tenga continuo on su huosto pru- tes hasta que el Rey volvió del Andalucía.
» dentos capitanes é diligentes cabdillos, quo sopan
«gobernar las batallas sin hacer jamas errada ; ca CAPÍTULO X.
•la guerra é sus astucias son de tal oalidad é de tal
«proporción compuestas, que luego dan la pena del Como el ítey se partid para el Andalucía , y los Grandes del Itcyno
«error que se hiciere; que sean tan animosos, tan qne fueron con él.
«sufridos de miedo, con tal presunción de esforza- Venido el mes de Abril del afio siguiente de su
«dos, que se arreen de vencer, é jamas nunca huir; reynado, que se contaron mil é quatrocientos ó cin
«que se prescien,é so atrevan, mas en la fuerza de quenta é cinco aOos del nascimiento de nuestro Sal
«sus manos, q:ie en la ligereza de sus pies. Terce- vador, en que la guerra se habia de comenzar en •
»ra, que con mucha dulzura, con gran beninidad tra Andalucia contra los moros, el Rey se partió pa
ite á las gentes que le fueren ú sorvir , para que le Córdoba, donde los grandes del Reyno , é las otrt
«tengan amor, é obedezcan su mandado; ca la hu- gentes , asi do á caballo como peones , so avian d.
» inanidad de los principes hace que los subditos su- juntar. Los se tí ores que allí vinieron , fueron los que
«fran muchos trabajos, é Ies plega comportallos ; lo aqui serán nombrados. Del estado eclesiástico , Don
«qual, muy esclarecido Roy, con la humildad que Alonso de Fonseca, Arzobispo Ho Sevilla, con otros
«debo, protesto quo sea dicho.» Estonces el Roy con algunos perlados. Del estado militar, Don Fadriquo
alegre gesto ilixo : « Marqués, bion parosce quo tales Enrlqnoz, Almirante do Castilla, tio dol Roy, Don
«palabras sustanciosas é discretas propiamente con- Juan de Quzman , Duque de Medina Sidonia y Con-
« vienen para la lengua de tan buon caballero, gra- do de Niebla, Don Ifiigo López de Mendoza, Mar
«cioso en el hablar y esforzado en las armas : yo qués de Santillana, Conde del Real de Manzanares,
«agradezco vuestro consejo, é lo apruebo por muy con sus hijos ; Don Diego Hurtado, Don Pero Laso
106 CRONICAS DE LOS REYES DE CASTILLA.
Don litigo López , Don Lorenzo Suarez , Don Juan que seria muy bion partirse luego, é pasarso á dor
Pacheco, Marqués de Villana , Don Pero Girón, su mir á Córdoba, doudo podría ostar de mayor repo
hermano, Maestro do Calatrava, Don Alvaro doEs- so. Vista la mucha gonto que alli cargaba, siendo
tufiiga, Conde de Plazoncia, Don Juan Pimentol, ol lagar poquouo, é porquo Dios os guardador do
Conde do Benavente , Don Fornand Alvarez de To los royes é el defensor de sus ungidos, púsole en
ledo , Conde de Alva, Don Pedro Ponce de León, voluntad que lo pusiese por obra é se partiese sin
Conde de Arcos, Don Juan de Luna, Conde de San- ningún detenimiento , en tal manera, quo quando
tisteban , Don Enrique Euriquez, Conde do Alva do los condes fueron á executar su dañado propósito,
Liste, Don Juan de Acuña , Conde de Valencia , Don hallaron partido al Rey, é como se iba camino do
Pedro de Córdoba, Conde do Cabra, con su hijo el Córdoba; é asi quiso Dios librarlo, porquo aquella
Mariscal Don Diego de Córdoba, Don Garci Fer traición no se cumpliese. | O falsa deslcaltad do va
nandez Manrique, Conde de Castañeda, Don Ga sallos, feo pensamiento de subditos naturales, des
briel Manrique, su hermano, Conde de Osorno é honesta empresa de caballeros súbditos, cruel atre
Comendador Mayor do Castilla, Don Rodrigo Man vimiento do caballeros, que tal osadía atreviades, ó
rique, Conde de Paredes, Don Pedro, Señor do preuumiades emprender, para desdorar la nobleza
Aguilar, Pedro do Mendoza, Señor de A! mazan , y de vuestra sangre I Decidme pues agora , indiscre
otros caballeros de estado. Llevaba el Roy de las tos varones, ¿quién defendiera vuestra limpieza,
gentes de sus guardas tros mil de á caballo , hom quando vosotros la destruíais sin temor do haber in
bres d'armas ó giuctes : Alvaro de Mendoza , hijo de famia? ¿ quién sostuviera vuestra honra, quando
Rui Diaz do Mendoza, Soñor do Castro Xoriz, capi vosotros la donostabades, sin recolar vituperio V
tán de mil ó quinientos hombres d'armas ; Rui Diaz, Basto, pues, saber do vosotros que vos plascia per
su hermano, capitán do quinientos ginotes; Gonza der lo que ninguno vos podia dar, ó quedados aba
lo Carrillo, capitán de quinientos ginotes; Rodrigo tir lo quo jamaa reoobrariades. Llegado el Rey á
de Marchona, capitán de quiniontos ginotcB; Garcia Córdoba, porquo la gento do la hueste venia fati
de Jaén, capitán do trescientos ginetos moriscos. gada, mandó que les pagasen todo el sueldo que les
Demás, é allende do aquestos tres mil rocines ya era debido, é se fuesen ú sus tierras con tanto qua
recontados, iban ducientos ginotes onjaozados, de estuviesen aporcebidos para ol año venidero. E asi
los hijos de los grandes é nobles, quo solamento to- derramada la gente, después que el Rey reposó alli
nian al Rey por capitán , que de continuo aguarda algunos dias , fuélo descubierta la trayeion que con
ban su persona Real quando oabalgaba. Asi que tra él so avia ordenado. Y entonces él como católico
ontro la gonto del Hoy ó do los caballeros , serian Roy dió muchas gracias á Dios, quo lo avia librado
por todos eutorco mil do a caballo y ochenta mil do tan grand maldad. Pero ni por oso doxó el pro
peones. Juntados aquestos, y hocho el alarde, el Rey pósito de la guorra contra los Moros, antes deter
partió con todo esto exército poderosamente , é por minó do la hacer todavía con tanto que ninguno de
sus jornadas caminó fasta quo llegó á la Vega do los grandes no fueso, salvo que cada uno enviase
Granada , adondo fué asentado su real. Y quando cierta gente. Avida cata consideración entre si mes
quiera que los moros salían á trabar escaramuzas, el mo, partió para Madrid.
Rey no daba lugar que ninguno de su hueste salie
se á ellos, antes mandaba á sus capitanes quo ja CAPÍTULO XI.
mas consintiesen, ni diesen lugar á que se mezcla re
Como el ttey tomó i entrar en la Vega, 6 hizo la tala.
sen con los moros ninguno de los suyOB , recelan -
do, como era la verdad, que los moros eran mas in Llegado ol Roy á Madrid, tuvo alli el invierno é
dustriosos en aquello, é que saliendo á se ínesclur las fiestas do Navidad con mucho placer : donde los
con ellos, avria más muortes do el ni «ti anos quo de montes é la caza era su mayor doporto, porque cu
moros. Ca bu voluntad era solamente hacer la talu aquollo ora bu contino pasatiempo. E venido el mes
por tres afios, para ponellos en mucha hambre é do Abril, quo ora el tercero año do su reynado, man
mengua de vetuallas, é luego poner su cerco y estar dó llamar sus gentes , é de cada uno de los grandes,
obre ellos hasta tomarlos. E asi focha la tala muy sogun su estado, ciertos hombres d'armas é gino
ando, mandó levantar su real , é salióse á la villa tes. El Roy so partió para la Voga do Granada, ó
Alcaudcto ; é por aqueBto quedaron los caballo- llegado á la cibdad de Ecija, so partió dendo víspe
i muy descontentos, en tanto grado, quo algunos ra de saut Marcos, que fué á veinte é cinco dias del
los mas do ellos confederados do secreto con el mes do Abril de dicho año , y el Marques de Villcua
íaestro de Calatrava Don Pero Girón, acordaron con él , con trecientos do caballo. Y entró muy po
e prender al Roy. E asi dieron el cargo de lo oxe- derosamente en tierra de moros con propósito de es
jutar á Pon Fornand Alvarez de Toledo, Conde de calar la villa do Archidona con algund ardid quo
Alva, é á Don Rodrigo Manrique, Conde do Pare- para olio tenia ; é anduvo todo el dia é la noche ; é
Ies. E como do aquesto fuese sabidor Don Iñigo quando llegó, ora cerca del sol Balido; de manera
*jOpoz de Mendoza, hijo tercero del Marques de que no ovo lugar de faoer lo quo pensaba , é mandó
Santillana, sin descubrir el coso de la traición al correr la tiorrn, y fizo el daño quo pudo, é volvióse
Rey, lo dixo el mesmo dia que le avian de venir ti á Ecija. E donde alli envió sus cartas á todos los
prender, que le párese i a que si bu Alteza quisiese, grandes del Reyno, mandándolos quo cada uno le
DON ENRIQUE CUARTO. 107
enviase los dichos hombres d'armos y ginetos & la
cibdad de Córdoba para cierto dia, ó que el que pu CAPÍTULO XII.
diese enviar quinientas lanzas enviase ciento , é por
este respecto todos los otros ; é que fuesen de hom Como el Rey lomó i entrar ñor li Vega , é lo que allí sucedió.
bres muy oscogidos , ó polidamente armados ó bien Venido el mes de Abril, que era ol quarto año do
cabalgados. Y en tanto quo esta gente so juntaba, su reynodo, convocadas las gentes de sus Roynos,
acordó con consejo del Marques, é dol Maestro, su asi de á caballo, como peones, salvo los grandes,
hermano, de tornar á entrar on tierra de moros, é que no quiso llevarlos, el Rey so fué para Córdoba,
partió postrimero do Abril con hasta ochocientos é de alli entró poderosamente en la Vega do Grana
hombres d'armas, é docientos ginetes. E vinieron á da. Donde llegado, luego otro dia siguiente, como
él los pendones de las cibdades de Sevilla y Carrao- los moros, sogund su costumbre, saliesen á dar sus
na y Xerez y Ecija y Jaén, que podían ser hasta escaramuzas , ciertos caballeros mancebos del real
seis mi) de caballo, y veinte mil peones; y puso el con deseo de ganar honra, sin ser sentidos do los
primer real cerca de Lora ; y otro dia siguiente so capitanes, se desmandaron, é salieron á los moros.
asentó en la Vega do Antequera, c de ni 1 i fué á ta Donde vuelta la escaramuza muy brava , fué muer
lar los campos de Archidona, é los moros salieron to un caballero do la Orden de Santiago, quo se lla
por defender la tala, é fueron resistidos, é por fuer maba Garcilaso de la Vega, varón do mucho esfuer
za d'armas retiñidos á la Villa. E otro dia , que fué zo é de grand merescimiento. El Rey fué muy pe
segundo de Mayo, continuó su camino para Mála sante, é se indignó de tal guisa, que luego mandó
ga , é asentó sn real cerca de la villa de Alora, en hacer la tala muy crudamente, en tanto grado, que
un valle que es entre dos ríos, é alli fueron presos no solamente los panes, pero muchas viñas é huer
algunos moros é tomado el ganado que onde so ha tas é olivares fueron destruydos. E desde alli fue
lló, é talados los panes. Dendo á dos dias fué á po ron sobre una villa que dicen Gimena, lugar muy
ner su real n una legua de Málaga ; é otro dia man fuerte , el qual mandó combatir ; donde muchos no
dó pasar el real media legua de la cibdad, donde bles hijos-dalgo aprobaron tan bion, que la Villa
estuvo seis dias , en los cuales se fizo asaz daño en con la fortaleza tomaron por pura fuerza de armas.
panes é viñas. E se huvieron algunas escaramuzas Entonces el Rey do Granada, visto aquesto, temien
en que murieron mas moros que christianos, aunque do la furia del Rey, envióle sus embajadores, su
no fuoron muchos ; é se quemaron é robaron dos lu plicándolo quisiese tomar dél algunas párias y tri
gares, que so llamaba el uno Pupiana, y el otro butos en señal de vasallage, con tanto que luego
Loubin, con una fortaleza asaz buena, y otro lu saliese con toda su hueste ; y como el R«y estaba
gar llamado Churriana con otra fortaleza bion fuer indignado por la muerte de Garcilaso, respondió
te. En los qnalos lugares vinieron algunos moros, ó muy ásperamente. E al fin vencido do las suplica
alli vino el Roy Ciriza do Granada a facer reveren ciones quo los moros tnensogeros lo hicieron do par
cia al Rey. E puesto que los caballeros mancobos to de su Rey, aceptó los treguas condicionalmontc,
asi generosos, como hijos-dalgo é otras personas se que cada año le diesen doce mil doblas foroces , 6
ñaladas, iban ganosos de hacer algunas cosas haza seiscientos captivos christionoB; é si faltasen chris
ñosas, famosas do varones, por ganar honra é al tianos, que fuesen moros, puestos en Córdoba i cier
canzar nombradla, sogund la costumbre de la no to dia señalado. E asi concertados con estos condi
bleza do España , quando los moros salían á dar los ciones , y que la guerra contra ellos so quedase abier
escaramuzas, jamos el Rey daba lugar á ello, por ta por la parte del Royno do Jaén , fueron alli luego
que como era piadoso , é no cruel , mas amigo de la traídas las párias de aquel año primero, y el Rey so
vida do los suyos, quo derramador de su sangre, do volvió á Córdoba, donde mandó despedir toda su
ria quo pues la vida do los hombres no tenia pres- gonte, y el so quedó alli por algún tiempo.
cio, ni avia equivalencia, que era muy grand yer
ro consentir aventuralla, é que por eso no le pías CAPÍTULO XIII.
ela que los suyoB saliesen á las escaramuzas, ni se
diosen batalla, ni combates. E quanto quiera que en Como el ncy determinó de casarse , | se caso con la Infanta Doff
los tales entradas se gastaban grandes sumas do di Jaana , hermana del llej Don Alonso de Portugal.
neros, quería mas expender sus tesoros, dañando Pasados algunos dias que reposó el Rey en la
los enemigos poco á poco, quo ver muertes y es dad de Córdoba, mandó llamar los perlados é r
tragos do sus gontes. E asi hoclm la tala , mandó Ueros de su Royno quo alli estaban ; é convom
alzar el real , é salióse á la Cibdad do Córdoba, adon en su palacio, los díxo: «Quanto sea cosa justa
de venido, mandó pagar su sueldo A toda su gente, «debida que los reyes hayan de ser casados, las le-
para quo se fuesen á sus tierras, y que para el año ii yes divinas é humanas lo disponen é lo mandan.
siguiente estuviesen apercebidos. E despedida toda «Pues si aqueBto es convenible entre todos los estn-
la gente, el Roy tornó á Madrid, é de Madrid a Se n dos, porque la generación del linage humanal vaya
góvía, donde reposó hasta que fué tiempo de hacer nde gentes en gontes, é los nombres de los padres
la tala. «revivan en los hijos, mucho mayor é mas necesa-
irio ó convonible coBa es en los estados Reales;
«porque quando en ellos falta la sucesión, crescen
108 CRÓNICAS DE LOS REYES DE CASTILLA.
D muchas divisiones, y hay grandes escándalos y tra- la truxo, haciendo muchas fiestas en todos los la
» bajos; é los royaos donde tal acaesce son damnifi- gares en que se aposentaban, hasta que llegó á Cór
ncados con sobra de gran detrimento. E por esto, co- doba. Sabida su venida, mandó el Roy que la fuese
imo yo esté sin muger, según vedes, soria gran ra fecho muy alto recibimiento, asi por los sefioros é
nzón de casarme, ansí por el bien do la generación grandes de su Corte, como por parte de la oibdad, é
nquesubceda en estos Rey nos, quando Dios me qui- con muchos entremeses é alegrías grandes entró en
nsiere llevar, como porque mi Real estado con ma- la cibdad. E luogo llegada, los desposorios fueron
nyor abtoridad se represente. E pues ya vos he dc- celebrados por Don Alonso de Fonseca, Arzobispo
«clarado mi voluntad, queria sabor vuestra detor- de Sevilla, ó pasados tres días, se celebraron las
nmiuacion, y el consejo que para esto me dais.» bodas. Ansí celebradas, el Rey se fué á Sevilla con
Oyda su habla por los grandes que presentes esta la Reyna, donde le fueron hechas muchas fiestas de
ban, respondieron cada uno por su orden, que el justas, é juegos de cañas, correr toros, é señalada
proposito é voluntad de su Alteza era justo é nece mente un torneo do cien caballeros, oinquenta de
sario, é que les paroscia que se debía luego poner cada parte, de que fueron capitanes el Duque de
por obra; pero que le suplicaban les quisiese decir Medina Sidonia é Don Juan Pacheco, Marques de
con quion le agradaba, é seria cosa convenible que Villoría ; que fué cosa muy señalada de ver. Pasa
su casamiento se contratase, é que entonces le sa dos algunos días después de aver reposado allí con
brían decir mejor su parescer. Y el Rey les respon la Reyna, acordó de andar por su Reyno ; pero por
dió, que su deseo é gana era de se casar con la In que la frontera de los moros de la parte del Regno
fanta Doña Juana de Portugal , hermana del Rey no quedase á mal recabdo, mandó que Don García
Don Alonso de Portugal , porque de aquella sabia é Manrique, Conde de Castañeda, quedase en la cib
avia oydo ser muy señalada muger en gracias é en dad de J alien por capitán frontalero con dos mil lan
hormosura. Los Graneles respondieron que aquello zas. E asi puesto, el Rey se partió con la Reyna é
Aprobaban & avian por muy bueno, é que su voto toda su Corte para Madrid.
ora que luogo se enviasen sus embaxadores á lo con
tratar. CAPÍTULO XV.
Como el Papa envío al Rey un sombrero y ana espada , y dfeetfto
CAPÍTULO XIV. desbarataron los moros al Conde de Castañeda.
Como el Itey envIA sus embaidores al Rey Don Alonso .le Porta- Venido el Rey á Madrid, estuvo allí grand tiempo
gal, para, que le diese a la luíanla Doña Juana su hermana por mucho á su plaoer, asi porque so holgaba oon la
muger, y se concluyó el casamiento.
Reyna , como porque bus cosas sucedían próspera
Ávido el consejo é acuerdo de los Grandes de la mente. E como la fama de su grandeza se publica
Corto, el Rey envió por embaxador á Don Fernan se por todo el mundo con muy claro renombre , di
do, su Capellán Mayor, al Rey de Portugal , que le ciendo que guerreaba contra los moros enemigos de
diese & la Infanta Doña Juana su hermana. E asi la sancta Fé católica, conquistando el reyno de Gra
roscibidas sus letras con la instrucción de la nego nada , era tenido en grande estima entre los princi
ciación é cabsa sobre que lo mandaban ir, el Cape pes christianos, mayormente por el Papa Calixto,
llán Mayor se partió para el Rey de Portugal, don que entonces era Sumo Pontifico en la Iglesia Ro
de fué muy bien rescobido é festejado , asi por el mana. El qual teniendo del muy alto concepto, é
Rey, como por los principales de su reyuo. Donde viéndole por el mejor de todos los reyes que enton
oyda bu embazada con que asi venia, inuy alegre- ces reynaban en la christiandad, y porque el dolor de
monte respondió que le placia , pero con tal condi la perdición de Costantinopla , que el Turco avia
ción, que ol Roy hubiese de dar á la Infanta su her tomado, estaba muy reciente en los corazones do
mana á Cibdad Real , ó la villa de Olmedo , é ciertos todos, parecióle que él mas dignamente merescia
quentos de renta situados en dote y arras ; é que ser honrado por la Sede Apostólica, que ninguno
diese su palabra Real , que daría casamiento d cier- de los otros. E ansí bendixo el sombrero y el espa
uh damas que la Infanta su normana llevaría oon- da, que la noche de Navidad á los maytinos el Papa
7o quando se fuese á casar con el Rey. E consul- pono en el altar quando celebra la Mita del gallo. B
ik con ¿1 , y ordenados los capítulos de ello , é acordósele de enviar con un mensagero , exortándo-
'mió ¿ juró, segund que en tales casos se acos- le por su Breve, que pues tan varonilmente se avia
ibra á hacer. E asi cumplido, é acordado por am- en defensión de la Fé católica é aumento de ella,
„a los partes, asignado asi mosmo el tiempo que quisiese continuar su santo propósito comenzado;
avian de venir por ella, ol Rey mandó á Don Juan notificándole asi mesmo, que él , siguiendo su cami
de Guzman , Duque do Medina Sidonia, que fuese no, onviaba una grande armada contra ol Turco
por ella á Badajoz, donde lo seria entregada; y la por el mar con ol Cardonal Patriarca de Aquiloya,
truxese ci n aquella solemnidad é honra, que para su Legado á lalere, para que le hiciese cruda guer
muger de tan alto Roy pertcnescia. E asi el Duquo ra. El Rey con mucho amor rescibió ol Breve y ->1
se partió muy acompañado de singulares caballeros presento del Papa, ó mandó hacer grandes incrco-
é nobles personas, é se fué á Badajoz, donde la des al mensagero. Pero como ningún gozo en esta
Reyna le fué entregada. E asi rescebida, el Duque vida sea cumplido , ni tan lleno ni eutero , que con
DON ENRIQUE CUARTO. 109
algun pesar no se mésele, acontesció que el Conde Diego Hurtado, su hijo mayor, él qual vino allí á
de Castañeda, que avia dexado el Rey por capitán Madrid luego con sus hermanos el Obispo de Ca
frontalero contra los moros on Jahen , siendo mas lahorra, Don Iñigo López, Don Lorenzo Suarez,
remiso que diligente, mas descuidado que astuto on Don Juan y Don Hurtado á hacer reverencia al
las cosas de la guerra, é mas escaso que franco para Rey, para dar la obediencia é fidelidad acostumbra
la gente de su hueste, en tanto grado, que á todos da. El Rey le confirmó su señorío con los títulos de
daba mal recabdo del cargo que asi tenia, lo fué en Marqués y Conde, que su padre tenia, é mandó quo
tal manera, que los moros, vista su desorden y mal Don Juan é Don Hurtado andubiesen continos en
procedimiento, armaron contra él una grande cela su corte como otros hijos de Grandes estaban.
da secretamente de muchos caballeros é grande
peonaje, y echaron sus corredores que robasen el CAPÍTULO XVII.
campo. T como esto fuese notificado al Conde, sa
Como vino nueva qne era mnerlo el Rey Don Alonso de Aragón.
lió á resistir la cabalgada con poco tiento é monos
orden de su gonte, de tal guisa, que sin se saber go La cibdad de Segovia é la villa de Madrid fue
bernar, ni mirar los engaños de la guerra que los ron dos señalados lngaros, donde el liey mas se hol
enemigos suelen armar, siguiendo contra los corre gaba, é mayor descanso para su roposo rescebia. E
dores, dio en la celada, donde él fué preso, é su no sin cabsa : porque como él en alguna manera
gente destrozada, muchos feridos, muertos é capti era retraído, avia allí bosques en quo estaban gran
vos, de tal son, que rescibió grandísimo daño ; asi des montes espesos, amigables á su inclinación y
que podríamos decir aquí aquello del refrán viejo, calidad, en tal manera, que naturalmente se deley-
uno vale por mil, y mil no valen por uno. Do este taba en andar por ello, y entremeterse en la caza de
destrozo el Rey fué muy pesante, no tanto por la los animales salvagcs , que alli nasciesen y anda
pérdida de sn gente, quanto por la fama quo do ello ban , é aun porque asi mesmo los negocios de la
sonaría por el mundo. Entonces el Rey envió luego gobernación lo daban pena, é eran muy ágenos de
otro capitán , y mandó que del todo se concertase su condición. Verdad es que ni por esto se dexaba
paz con el Roy de Granada, con tanto que las parias el regimiento del Reyno, ni el despacho de los li
acostumbradas al tiempo limitado se pagasen, y fué brantes ; ca dada la orden, y expidiente do las cosas
rescatado el Conde por grand suma de doblas. En por Iob de sn alto Consejo, el Rey firmaba las provi
este medio tiempo fallesció Don Alonso de Carta siones que aquellos le enviaban. Tampoco se per
gena, Obispo de Burgos, y fué dado el Obispado é día la administración de la Justicia; que siempre
Don Luis de Acufia, Obispo de Segovia; y el Obis se daba en ella tal orden , que la Corte estaba on
pado de Segovia á Don Hernando, su Capellán ma muchapaz é sosiego ; los insultos castigados de tal
yor del Rey, é la Capellanía mayor á Don Luis Da guisa, que ninguna violencia ni opresión se hacia.
za , pariente del Marqués de Villena. E quando quiera que al Rey era necesario andar
por su Reyno á remediar é proveor en las cosas del,
CAPÍTULO XVI. no le parescia tener reposado asiento, salvo quando
estaba en algunos do estos lugares, señaladamente
Codo prmeyó el Rey ciertas dignidades , que estaban vacas, i sns lo mas del tiempo en Madrid, porque la comarca
criados. suya era mas abundosa de vituallas ó mantenimien
Acordábase al Rey que algunos Grandes de sus tos para los cortesanos. Estando el Rey alli en Ma
Rey nos se avian confederado, para lo prender; lo drid con grand contentamiento, no solamente por
qual queriéndose remediar contra lo semejante, la pujanza de su próspero estado , mas por las mu
para tener seguridad en su estado y estar con me chas y diversas fiestas que los caballeros é nobles
nos recelo de lo tal, acordó de sublimar algunos de de su Corte le hacían, asi por le servir , como por
sus criados y hacerlos grandes hombres ; porque asi cabsa de la Reyna bu muger , que nuevamente era'
fechos é puestos en estado , toviese servidores lea venida, á cuyo respeto parescia que todos avian
les, que mirasen por su servicio y osasen poner las gana de festejar, y de expender el tiempo en cosas
manos en quien lo desirviese. E como por entonces de placeres, según el estilo y costumbre de la Cor
estaban vacantes la Condestablia de Castilla, y el te; llegó la nueva como el Rey Don Alonso su tio
Maestrazgo de Alcántara, y el Priorazgo de Sant era fallescido en la cibdad do Ñapóles , de que ovo
Juan, proveyó é dio el Maestrazgo de Alcántara á grand sentimiento ; ca lo amaba mucho, é tenia en
Don Gómez de Ciceros, su Mayordomo mayor, é la lugar de padre ; porque á la verdad era persona que
Mayordomia á Don Beltran de la Cueva, otro cria meresció ser querido de todos los grandes , y todas
do suyo, que avia sido paje de lanza ; é la Condes las gentes, asi por sus muchas é señaladas virtudes,
tablia dio á Don Miguel Lucas Diranzo ; y el Prio como por las grandes excelencias que hizo mientras
razgo de Sant Juan á Don Juan de Valenzuela. E murió. E asi tomado luto por él, mandó que le fue
asi fechos é puestos estos tres criados en grandeza sen fechas solemnes é ricas obsequias, segund que
de señorío, paroscióle que su estado Real estaba á tan señalado Rey pertonescia. Subcedió en su lu
mas crescido 6 con mayor seguridad. En osto medio gar, porque no tuvo hijo legitimo, en los roynos do
tiempo fallesció Don Iñigo López de Mendoza, Aragón el Rey Don Juan de Navarra, su hermano,
Marqués de Santillana. Subcedió en el señorío Don y en el reyno de Ñapóles Don Hernando , su hijo
110 CRÓNICAS DE LOS BEYES DE CASTILLA.
bastardo. A este contradixo el Papa Calisto, que caydes en todas los fortalezas. Pero dende á poco
riéndole privar de la subcesion del reyno, diciendo tiempo fue entregado al Marqués todo lo que era
que pues aquel Señorío era feudatario á la Iglesia, del Condado, con el Infantazgo y la Condesa ; don
á él como Sumo Pontiñce pertenescia poner Boy é de apoderado, hizo lo que adelante será contado por
confirmarlo; por donde padenció asaz trabajos, é la historia.
grandes persecuciones. Pero en aqueste medio tiem
po fallesció el Papa Calisto, é subcedió el Papa Pió CAPÍTULO XIX.
Segundo, que favoreció á este Rey Don Hernando
por amor de las grandezas del Bey de gloriosa me Como Alonso Faxardo fué destruido por los males que hacia en el
moria su padre, é lo tornó á pacificar en el Beyno. reyno de Murcia contra los chrisllanos en favor de los moros.
Alonso Fazardo fue un caballero de los mas prin
CAPÍTULO XVIII. cipales en el reyno de Murcia ; el qual por las tur
baciones del Reyno, que fueron en tiempo del Rey
Como el Rey mandó prender i Juan de Lona, é le quitó el Seño Don Juan, se avia apoderado de la cibdad de Car
río que tenia.
tagena, é de Lorca con otras fortalezas é lugares,
Algunos caballeros é grandes del Beyno por afi asi del Macstradgo de Santiago, como del Marque
ciones siniestras de la paz que unos con otros te sado de Villena y de la Corona Real. Y como esta
nían, estaban aliados para poner al Bey en necesi ba poderoso, hacia muchos males, unas veces me
dad é acrescentar sus estados. Entre los quales era tiendo moros, que robaban la tierra , é captivaban
uno Juan do Luna, sobrino de Don Alvaro de Luna, los ohristianos , é otras guerreando, é desipando
Maestre de Santiago, é Condestable de Castilla, que muchos lugares, que no se querían someter á su
estaba poderoso en el Beyno , no tanto por anti mandado, porque eran sus vecinos é comarcanos.
güedad de su estado, quanto porque el Maestre su Sabido que fué aquesto por el Bey, é visto como se
tio le avia apoderado en algunas tenencias, asi de hacia grande ofensa a Dios, é deservicio suyo, asi
la oibdad de Soria, como de otras Villas que le avia mesmo el Marqués de Villena, porque perseguía á
dado con singulares fortalezas, asi menino el Conda sus vasallos, le suplicó mandase castigar tan feos
do de Sant Esteban, que ostaba todo de su mano insultos como aqueste caballero hacia. E luego el
después de la muerte del Conde Don Juan de Luna, Rey mandó á Gonzalo deSaavedra, un caballero do
hijo del Maestre Don Alvaro de Luna ; é la hija he su Consejo, prudente varón, para capitán, que fuese
redera como tutor de ella y gobernador del Conda luego sobre él, é le oercase con seiscientos caballos.
do. Y como ol Marqués de Villona avia grand gana El qual fué, y dio tal orden en cercarlo, é púsolo on
de aver aquel sefiorio con las tres Villas del Infan tanto estrecho, que muy presto le tomó quanto te
tazgo para Don Diego Pacheco su hijo mayor, y ca nia usurpado, é solamente se quedó escudero de
ballo con aquella hija succesora y heredera do aquel una lanza; empero teniéndolo en merced señalada,
condado y señorío , ovo manera de indinar al Bey porque el Rey no le mandaba degollar. Donde pa-
contra esto Juan de Luna, para que le prendiese, resció que la mano podorosa de Dios le quiso cas
diciendo, que pues aquel era parcial de los caballe tigar, asi por su vana soberbia , como por la par
ros deservidores de su alteza, é tenia usurpada la cialidad que tenia con los moros en ofensa do la
fortaleza y cibdad de Soria, y el Condado con las Fé, é daño de la religión christiana. | O quinto se
Villas del Infantado, que desdo allí, si se rebelase, 'deben guardar Iob que tienen estado, de hacer mal,
podria hacer mucho daño. En tal manera, que el Bey y los que son poderosos, de tener presunción , y ser
determinó de ponello en obra, diciéndole que le iba desdeñosos 1 Porque ninguna cosa hay que tanto
á deportar por las tierras del Condado, y fuese para desagrade á la divina voluntad, quanto el menos
Ayllon , donde Juan de Luna estaba ; el qual con precio de los ultrajosos , y la soberbia de los alti
mucho amor y ganosa voluntad le rescibió é fes vos : ca ni los unos quedan sin abatimiento , ni los
tejó lo mejor que pudo. E después á la partida, otros sin ser avergonzados.
quando Juan de Luna salió con el Bey, el Marqués
de Villena tenia dado cargo á ciertos criados suyos, CAPÍTULO XX.
que vista su señal, que les avia de hacer, que le cer
casen é prendiesen en el campo , junto con la per De las cosas excelentes que el Rey hizo e diio como Principe
magnánimo.
sona del Bey. E ansi salido Juan de Luna al campo,
y fecha la señal por el Marqués, aquellos que tenian AJtas cosas de mucha grandeza , é señalados di
el cargo, le prendieron muy rigurosamente, é pre chos de magnánimo Príncipe tuvo el Rey en los
so, mandó el Bey que le llevasen á buen recabdo, tiempos que prósperamente subcedieron sus cosas ;
diciendo que le mandaría degollar, si luego no en porque mientras la fortuna lo fué favorable y no
tregase todas las fortalezas quo tonia, asi do Soria, contraria, muy famosos hechos y señaladas obras
como del Infantazgo , é del Condado é las suyas, de grandeza fueron las suyas : por donde meresció
con la Condesa de Sant- Estovan, que estaba en su claro renombre entre los reyes de su tiempo. Y no
poder. Entonces Juan de Luna, temiendo de morir, sin cabsa: ca traía de oontino en la guarda de su
mandó luego entregar todo quanto le fue pedido persona tres mil é seiscientas lanzas, hombres d'ar-
por el Boy ; é ansi entregado, el Rey puso sus al- nias y ginetes, con muy singulares capitanes. An
DON ENRIQUE CUARTO. 111
daban de con tino en su Corte machos nobles hijos
de grandes, é otras notables é generosas personas, CAPÍTULO XXI.
á qnien no solamente mandaba pagar sueldo ó acos
tamiento, mas ayuda para su costa con otros mu Como el ltey fuó a la cibdad de l.con y do lo que allí hiio.
chas mercedes : de tal forma que siompro andaban Partió el Rey de la villa de Arévalo, y fué a la
lucidos, é tan caballerosamente ataviados, quo bien cibdad de Loon, dondo fué roscibido con gran so
representaban quién ellos .eran, é a quién servían. lemnidad; pero porque el Roy era poco amigo de
E como sus realezas é magnificencias fuesen mu las cirimonias Reales, y jamas quería que fuesen
chas é señaladas de contino, acaesció un dia quo hechas en grande aparato, mandaba que á la Reyna
Diego Arias su Contador mayor é Tesorero, que so hiciesen; y ansí era ella rescibida con palio y
riendo pagar sueldo á todas estas gentes, le dixo : con las otras insignias que á los Reyes pertenes-
«Ciertamente Vuestra Alteza tiene mil escesivos cen, porque con aquello se abtorizaba lo que él avia
» gastos é sin provecho ; porque sin dubda manda menospreciado. Luego que allí fué llegado á León,
«dar de comer á muchas gentes, que no le sirven, fuéle dado querella de ciertos híjos-dolgo que por
» ni lo merecen, é seria bien quo se diese otra forma, trayeion avian tomado una fortaleza de nn caba
» y es que solamente sean pagados los que sirven , é llero en el reyno de Galicia, y se la tenían por fuer
«no los que son sin provecho. » A lo qual el Rey za con favor de algunos enemigos suyos; y como
como magnánimo Príncipe y liberal, respondió: aquello fuese caso aleve, mandó á cierta gente do
«Vos habláis como Diego Arias, é yo tengo de obrar sus guardas con un copitan, que fuesen sobro ellos
ti como Rey, en quien como en ospojo todos so han y se los trugosen presos. Asi tomada la fortaleza,
«de mirar é tomar doctrina ; porquo sabida cosa es fueron traídos á la cárcel ; de los quales mandó el
n que con los enxemplos del Rey se conforman los Rey hacer justicia, diciendo que pues todos los for
» del rey no. Asi quo si bien consideramos la dignidad talezas de su Reyno estaban so la guarda y amparo
«Real, y como Dios la hizo para se florar en el mundo de su Real persona, y á él primero so juraban los
«por el bien universal de todos, no son nascidos los omenajes que los alcaydes hacían por ellas, que
« Reyes para procurar sus propios intereses, ni para aquellos escuderos en hurtar tales fortalezas avian
«hacer lo que solo á ellos cumple , mas que aprovo- cometido trayeion y en quebrantar su seguro; y
schen 4 todos, é quieran la utilidad de los muchos; mandaba quo fuesen degollados. Asi fueron públi
«ca de otra guisa mas se podría llamar tiranía quo camente justiciados, y el cabollero querelloso resti
«realeza, é mas codicia desordenada, quo señal de tuido en su fortaleza; lo qual paresció cosa muy
«bondad. Porque Iob buenos Reyes ansi han de ser bien hecha, y digna de gran loor; porque mientras
n amigos de sus subditos, é parciales do la franqueza, el Rey hacia tales justicias como aquestas, reynó
« quo no á si meemos, mas quo á todos ay uden y so alo pacíficamente con mucho amor do sus pueblos. Ca
naren quando dieren. Y pues no es magnanimidad sabida cosa es que mientras los Reyes se trabajan
» dar y perder, salvo perder y dar, quiero 6 mando quo por onsalzar la justicia, y con sana voluntad la ad
«dedes de comor, a unos porquo me sirvan, ó á otros ministran sin usar de crueldad, Dios polea por ellos,
«porque no hurten y mueran desonrados. Tampoco y los hace vivir prósperos sin contradicción algu
«me place que para esto mis pueblos sean despecha- na; ca escrito es : pelea por la justicia, y Dios pe
«dos, ni tampoco les pongan nuevos tributos, pitos leará por ti contra todos tus enemigos. Pasados al
i quo por lo gracia*de Dios que me lo dió, tengo rentos gunos días después quo el Roy estuvo en León, so
«y tesoros para ello grandes.» Do allí adelanto fué partió de allí para la villa do Escalona.
muy amado do los buenos, y temido de los malos y
servido de los suyoB, pero en lo secreto mal querido
de los Orondee; porque todos los hijosdalgo y gento CAPÍTULO XXII.
común dexaba de vivir con ellos , por ir a servir ul Como el ltey fue i la villa de Escalona, y de lo que allí uizo.
Rey, que les hacia muchas mercedes. Andaba por La villa de Escalona fué del Maestro Don Alva
su Royno muy poderoso ; todos los suyos ricos , con ro de Luna, dondo labró una singular fortaleza con
tentos y ganosos de su servicio; la justicia bien ad muchos é ricos aposentamientos, grandes é visto
ministrada en su Consejo, donde se oion los cabsas sos. Y por ser tal ó señalada cosa, é asi mesmo la
de la Corte ; y la Cbancilleria , donde pendían los tierra suya fértil y deloytosa, acordó el Rey de irse
ploytos, tenia Perlados Presidentes, Letrados famo allí á tener las fiestas de Navidad con lo Reyna é
sos' do conciencia, donde se descubrió la verdad , y con toda su Corte; dondo estuvo mucho á su con
por ninguna cosa so torció la justicia. Para la puni tento, así por vorse no solamente próeporo, mas
ción do los malhechores avia prudentes alcaldes, que acompañado de muy notables personas, asi perla
ejecutaban sus delitos ; y ansi andando por sus ciu dos, como caballeros é otras gentes de abtoridad é
dades y villas, vino á la villa do Arévalo, donde se merescimiento. Estuvo allí mucho á su reposo, é
descubrió una grond falsedad do un secrotorio suyo como se deleytaba en los oficios divinales, troya
qnb so llamaba Poro do Tícdro, quo él y otras per- señalados varones en su Capilla, asi capellanes do
sonos falseaban lo firma del Roy é do los otros Ofi grande abtoridad, como cantores do dulces voces,
cióles, y vendían las cartas en grandes sumas do di quo do contino le desoían bus Oras cantadas. EstoB
neros, los qualos fueron justiciados públicamente. oran en tanta cantidad, que ningún emporador por
112 ORÓNICAS DE LOS REYES DE CASTILLA.
monarcha que fuese, podría traer mas abtorizada navios, para entrar por mar, é pasar contra al Tur
Capilla : con que sin duda resplondescia la grande co á Costantinopla, donde estaba muy poderoso. E
za de su Real estado. Verdad es, que por la mayor asi adereszadas todas las cosas que para su viajo
parte, unos eran generosos é otros letrados de gran oran nescesarias, é juntas las gentes, el Papa se
de inerescimiento; é como fuesen tales, de contino partió de Roma con todo el Colegio de bub Carde
los sul>l imaba, á unos para obispos, y á otros en nales muy poderosamente, y con todos los otros
grandes dignidades é rentas; por manera que se Perlados do la Corte, y so fué camino de Ancona,
animaban á le hacer agradables servicios sin enojo. para embarcar allí. Donde llegado, le tomó el mal
K no solamente aquesto, mas siempre les mandaba de la muerte de quo fallesció; por donde fallcsció
hacer mercedes é socorros para sus gastos; de gui la justa guerra comenzada y las gentes se fueron
sa, que con aquestos vivjan tan ricos como con la para sus tierras; é Iob Cardenales se tornaron á Ro
renta que la Iglesia les daba. En esto mesmo tiem ma, y entrados en su conclave eligieron el Papa
po subcedió que como el Papa Pió segundo fuese Paulo Segundo. Pasado algunos dias que el Rey
asumpto en ol Papazgo, llamó todos los principes reposó en Escalona acordó de ir á Madrid.
christianos para la dieta que hizo en Mantua. Donde
convenido con sus cardenales quiso primero resce- CAPÍTULO XXIII.
bir las obediencias de todos los Reyes, para notifi
Cómo el Re; se fué i Madrid, y lis cosas que allí snbeedieron.
carles después la cabsa do su llamamiento. E como
ansí fuesen embajadores de cada reyno, el Rey en El Rey con toda su Corte se fué á la villa de Ma
vió por su embaxador á Don Iñigo López, hijo ter drid, donde vido concurrían siempre muchas gentes
cero do Don Iñigo López do Mondoza, Marqués do de todos partes, asi de mayores estados, como de
Santillana, caballero prudente y gracioso, segund menor condición, tanto por ver la grandeza de su
que para tal embaxada convenia. Y concedidas las potencia, quanto por negociar lo que avian menes
peticiones que cada uno de los embaladores avia ter. E como las cosas de sus estados subcediau
menester para su Rey, el Papa declaró como quería prósperamente, la mayor parte del tiempo se distri
ir en persona contra el Turco, enemigo guerreador buía en justas, convites, galas, juegos de cañas y
de la Christiandad, rogando á todos los Reyes, que correr toros, de tal guisa, que á los cortesanos esto
para esto le quisiesen dar favor é ayuda. E asi des les era su mayor deporte. Entonces ol Arzobispo de
pedidos los ombaxadores, para que aquesta cabsa Sevilla Don Alonso do Fonseca una noche hizo sala
de tanta importancia consultasen con sus Reyes, al Rey é á la Reyna con todas sus damos; é después
Don Iñigo López de Mendoza suplicó á su Santidrd que muy espléndidamente uvieron cenado, en lugar
le quisiese conceder un Jubileo para una hermita de la colación mandó sacar dos platos con muchos
de la advocación de Santa Ana, que él tenia en una anillos de oro, en cada uno diversas piedras pre
villa suya que Be decía Tendilla; porque la quería ciosas engastadas, para que la Reyna é sus damas
hacer Monasterio de devotos Religiosos. Entonces tomasen ol anillo con la piedra, que mas les agra
el Papa considerando la calidad de tan generoso dase. E quanto quiera que la Reyna era la mas
caballero, y la grandeza del Roy que le avia envia hermosa dol Reyno, é tenia singulares mugeres
do, liberalmonte so lo quiso conceder, con tanto desenvueltas é palancianas quo lo portenescian para
que los que visitasen aquella Iglesia, desde las pri estado de Reyna, entre aquellas avia una que se
meras vísperas de la vigilia, fasta las segundas del llamaba Doña Guiomar, que era de singular presen
dia de Santa Ana, y diesen cada dos reales, que ga cia, y hermoso parecer, y agraciada; con la qual el
nasen todos los perdones y plenarias indulgencias, Rey tomó pendencia de amores, de que se le siguió
que ganan los que van á Jerusalen, y á Roma é á asaz honra y provecho. Verdad es que ella con el
Santiago. Publicada esta indulgencia por todas las favor tomó alguna presunción , mas que la rozón
España», vinieron asaz gentíos; y de lo que ansí se queria, en tal guisa que hacio muy poco acatamien
ofresció, Don Iñigo López hizo allí un singular to á lo Reyna, de donde subcedió, quo vista su poca
Monasterio de la Observancia del señor San Geró mesura, la Reyno puso las manos en ella ayrada-
nimo, que agora se llama Santa Ana de Tendilla. mente, de que el Rey uvo grande enojo. E así mon
Dotólo en alguna manera muy bien, y hizo allí su dóla apartar de la compañía de lo Reyno, é que se
enterramiento; pero después Don Iñigo López, y el aposentase dos leguas de la Corte. Pero dióla esta
Arzobispo de Sevilla su hijo, le ennobleció mucho do de gran señora, y gente de abtoridad que la sir
mejor. Publicado el propósito del Papa, é notificado viese é acompañase; é iba el Rey muchas veces ú
á los reyes christianos, dio indulgencias plenarias la ver, é holgar con olla. De aquesta Doña Guiomar
con infinitos é grandes perdones para todos aque era el Arzobispo de Sevilla muy parcial, y el Mar
llos, que á su costa por un año le fuesen á servir é qués de Villena de lo Reyno, de tal guisa que codu
ayudar en la Santa Cruzada contra el Turco enemi uno honraba su parcialidad.
go de Jesu-Christo, perseguidor de la religión ohris-
linna; para lo qual se movieron infinitas gentes de
diversas naciones, do muchas partes. Entretanto
que ostos gentios se iban allegando, el Papa mandó
hacer una armada grande de muchos é diversos
DON ENRÍQüE CUARTO. lis
andanza que le vino. Era grande servidor é sin
CAPÍTULO XXIV. enojo para el Rey, y magnífico en sus cosas, cortés
é gracioso con todos; hacia liberalmente por los qne
De til embaudor que vino del Duque de Bretaña , y de las gran á él se encomendaban. Era grande gastador, feste-
des leslas é mercedes que el Rejr le mandó hacer.
jeador é gran honrador de los buenos; gran cabal
Estando el Rey asi muy acompafiado de los gador de la gineta, gran montero é cazador, costo
Grandes de bu Reyno é de los otros nobles, que con so en los atavios de su persona, franco é dadivoso.
tal triunfo honraban su Corte, el Duque de Bretaña E como ya ovioso alcanzado estado de grand señor
le envió una embaxada con un principal caballero é corazón para ello, acordó que para la toma del
de su casa, en que le pedia su confederación é Rey y de la Reyna é Embaxador con los otros seño
alianza; de que el Rey fué muy contento, y le re res á Madrid, se hiciese un Paso en el medio del
cibió graciosamente. Entretanto que se daba con camino cerca de la villa en aquesta guisa. Estaba
clusión en la demanda que traía, mandó que fuese puesta una tela barreada en derredor, de madera
hecha gran fiesta; ó porque mejor se mostrase la con sus puertas, por donde avian de entrar los que
pujanza de su grande estado, quiso que se hiciese venian del Pardo; en cuya guarda estaban ciertos
en una casa suya de bosque, que se dice el Pardo, salvajes que no consentían entrar á los caballeros é
lugar muy deleytoso y dispuesto, asi por la espe gentiles hombres qne llevasen damas de la rienda,
sura de los montes que al rededor avía, como por sin que prometiesen de hacer con él seis carreras, é
los muchos animales que dentro del sitio estaban, si no quisiesen justar, que dexasen el guante dere
que es á dos leguas de Madrid. Allí fué aderezada cho. Estaba junto, cabo la tela, un arco de madera
la fiesta muy ricamente, asi de atavíos de casa, bien entallado, donde avia muchas letras de oro
como de grandes aparadores, en que habia mas de muy bien obradas, é avia tal postura, que cada ca
veinte rail marcos dorados. Aqui mostró el Rey una ballero que quebrase tres lanzas, iba al arco é to
gran nobleza de real magnanimidad; que como maba una letra en que comenzase el nombre de su
viese que dos escuderos en ávito é demostración de amiga. Avía así mesmo fechos tres cadahalsos al
abtoridad llegaron disimuladamente á los aparado tos, uno para que comiesen é mirasen el Rey, y la
res y hartaron ciertas piezas de plata, fingiendo Reyna con sus damas, y el Embaxador; otro para
que no los veia, les dexó abarcar su hurto y llevar los grandes señores; é otro para los jueces de la
lo; é qnando los reposteros hallaron menos la pla Justicia. La comida que se dió á todos fué muy
ta, y so lo notificaron, respondió: «los ladrones eran suntuosa, en grandísima abundancia é con macha
apersonas que lo avian menester, y pues que lo hi- órden, sin desconcierto ningnno. Duró esta fiesta
icieron con necesidad, mas vale que se atreviesen desde la mañana hasta la noche, que se retruxo el
íá lo mío que de otro ninguno; yo les hago merced Rey con la Reyna á sus Palacios. T como aquel
ndello: por ello no curéis de buBcalIo.» La fiesta duró Paso fué cosa señalada, queriendo el Rey honrar su
quatro días: el primero se hizo una fiesta de justa de Mayordomo é favorecer su fiesta, mandó allí hacer
veinte caballeros, diez de cada parte, todos con muy un Monasterio de la Orden de Sant Oerónymo,
ricos paramentos y atavíos; iba precio de una pieza que se llama agora Sant Oerónymo del Paso. Aca
de brocado, y otras dos de terciopelo carmes! para badas las fiestas, y el Embaxador tratado con tanta
los que mejor lo hioiesen. El segundo dia corrieron honra, dada conclusión en su embaxada, el Rey le
todos á caballo, é después un juego de cañas, en mandó hacer grandes mercedes de caballos, muías,
que avia cient caballeros, cincuenta por cincuenta, plata, dineros y piezas de brocado y de seda; con
los mas principales nobles y hijos de grandes que qne se partió muy contento loando la grandeza de
avia en la Corte, todos con jaeces dorados y gran su estado.
des atavios de sus personas. El tercero dia fué una
señalada montería donde se mataron muchos é di CAPÍTULO XXV.
versos animales bravos é peligrosos, asi á caballo
como A pié. Para estas fiestas hizo el Rey muchas Como el Rey lomó la cibdad de Giadalaiara, j eehí raerá de olla
mercedes de dineros, brocados, sedas, pafioB é sin al Marqués de Sanlillana é * sus hermanos.
gulares enforros de martas, armiños, grises y veros, Don Diego Hurtado de Mendoza, Marqués de
no solamente á la Reyna, é á sus damas é ¡i los Santillana , tenia la cibdad de Guadalaxara, donde
principales de su Corte, mas á sus criados é servi estaba muy apoderado, asi de la fortaleza é puer-~
dores é á los otros nobles caballeros que la seguían. tas, como de los oficios de ella , que toda estaba en
El q 11 arto dia fué como el Rey tenia entonce por su su poder segund que sus antepasados le avian te
mayordomo un caballero que se llamaba Beltran nido , en tal manera , que pareacia estar mas cierto
de la Cueva, antiguo hidalgo de los mas generosos é seguro que los otros Grandes del Reyno, asi por
de Úbeda, persona muy acepta á él, tanto que nin el asentamiento é morada qne en lugar tan señalado
guno de los privados pasados hasta all( tuvo tan tenia, como por la pujanza é grandeza de su esta
grande privanza, ni tanta parto en la voluntad del do. Hallábase asi mesmo próspero con cinco her
Rey como él solo; é no sin cabsa: que ciertamente manos , un Obispo , é quatro Caballeros, todos prós
avía en él tantas partes de bondad, que le hacían peros é bien afortunados. Mas como las bienandan
merecedor de toda bondad y prosperidad é bien zas del mando tarde ó nunca se hallan sin aver ad-
Cr.—III. 8
114 OBÓNICAS DE LOS REYES DE CASTILLA.
vcrsidad que las combata , ni sin envidia que las era casada. Estando alli gobernando su Reyno con
malsigne, ni sin maldicientes que las revuelvan por mucha justicia, fuélo notificado como el Rey Don
que el poderío temporal jamás está en bu ser, ni Juan do Aragón se había confederado con ol Almi
vive sin adversarios ; acaesció que teniendo él por rante Don Fadriquo su suogro, é con Don Alonso
Alcayde de la fortaleza un hidalgo , criado antiguo Carrillo , Arzobispo de Toledo , é con el Maestre
de su casa, que se llamaba Alonso de Qaona, mo Don Pedro Girón , é con todos los Manriques y con
vido con propósito más do dañar á su Sefior, que no otros caballeros algunos, para lo deservir y dañar.
hacer lo que debia, é mas con gana de intereses que E asi mesmo porque su dañado propósito se pudie
do servir á su Roy, trató muy socrotamonto quo lo se íuojor oxocutar, el Boy do Aragón tonia fecha
daría entrada ou la oibdad por la fortaleza que él cierta alianza con ol Rey Don Alonso do Portugal,
tenia, y que asi podrían prendor al Marqués é á sus y quería que una hermana suya casaso con ol Prín
hermanos , é apoderarse de su cibdad ; lo qual el cipe Don Carlos, su hijo. E como aqueste trato fue
Bey aceptó de buen grado, porque estaba descon se descubierto á Don Alonso de Fonseca , Arzobispo
tento del á cabsa de la confederación que tenia con de Sevilla , primero que á ninguno, usando de ma
Don Alonso Carrillo, Arzobispo de Toledo , y otros cha lealtad como fiel Consejero, lo hizo saber al
Grandes del Reyno en deservicio suyo. E fecho el Bey secretamente, para que lo remediase. Entonces
concierto, é asignado el dia en que él lea daría la el Bey envió al Obispo de Cibdad Rodrigo, é á Die
entrada, el Rey envió al Comendador Juan Fernan go de Rivera con cierta emboxada al Rey de Ara
dez Gal indo, un caballero de los mas leales de su gón , para que disimuladamente tratasen con el
Consejo, con seiscientos rocines; el qual disimula Prinoipe Don Carlos, como no casase con la Infan
damente partió sin que fuese sentido á donde iba, ta de Portugal, é que le daría la Infanta Dona Isa
ó llegó á media noche por la parte de la fortaleza ¡ bel su hermana para su muger. Y como aquello era
y allí llegado , el Alcaydo le dio entrada por la for lo que el Principe Don Carlos deseaba , é le cum
taleza, por la puerta de Bramante. Entonces Juan plía á cabsa de la enemistad que el Rey Don Juan
Fernandez con toda la gente que llevaba ceroó la su padre lo tenia por respecto del Almirante, apor
casa del Marqués; el qual como se vido cercado, te que con el favor de la casa de Castilla estaría mas
mió sor preso ; asi mesmo ol Obispo de Calahorra, seguro ó con mayor favor, aceptó lo que el Rey que
su hermano , quo allí estaba con él. Y estando asi el ría, é denegó el casamiento de Portugal. E asi de
Comendador Juan Fernandez Galindo, llamó al negado, la Infanta de Portugal se metió luego mon
Marqués que se parase á una ventana, y parado le ja ; por donde el concierto fecho contra ol Rey pá
dixo: «Señor Marqués, el Bey nuestro Sefior vos reselo quedar vano. Durante aquestos tratos que
i) manda que le dezeis su cibdad , é vos vais á vues- ansi pendían , el Rey en alguna manera tomó sos
i) tra tierra.» El Marqués le respondió : «Comenda- pecha contra el Marqués de Villena , diciendo que,
i! dor, ¿seremos seguros yo, y mis hermanos de pri- pues su hermano el Maestre de Calatrava era en la
»sion? Él le dixo; a sefior, sí; pero cumple que lue liga é confederación de sus enemigos , no podía ser
ngo vos y ellos partáis é salgados de la cibdad. n Y sin su acuerdo é consentimiento , é por aquesto
asi el Marqués y el Obispo con los otros sus herma deliberó de prenderlo. E como aquestos cosas po
nos que allí estaban con él é sus hijos, so salieron é cas veces se pueden tener secretas , señaladamente
se fueron a mas andar á la villa de Hita ; y dende donde hay diversas aficiones, el Marqués de Vi-
á pocos dias el Rey y la Reyna con toda su Corte se llena fué avisado , é por algunos dias dexó de ir
vinieron á Guadalaxara , donde estuvo de reposo á Palacio, disciendo, que se sentía mal dispues
algún tiempo. E luego como alli fue venido, man to, é poniendo su persona á buen recabdo. Y en
ió i Alonso de Gaona , que le dexase la fortaleza, tre tanto dio forma de reconciliarse con el Rey,
donde puso por Alcayde á Diego de Sepúlveda. E do manera, que tornó á su privanza, tanto, y
mandó luego hacer una barrera en derredoi con mas que do primero , é no solamente aquesto, pero
una caba ; é dexó allí por Asistente al mariscal Her muy cautclosamonto rodeó con ol Maestro de Cala
nando do Ribadoneyra con gente para guarda de la trava se apartase de la confederación del Bey do
oibdad ; é partióse para Segovia. Aragón é de los otros caballeros que eran oon él , é
se tornase ú servicio del Bey. Lo que asi fecho, el
CAPÍTULO XXVI. Rey por gratificarle hízole merced de la villa de
Morón, que era una principal encomienda del Maes-
Como el Hey llegó i Segovia, y se partió loogo para Valladol id, tradgo de Alcántara. E porque de alli era Comen
6 lo que allí sucedió. dador Diego do Belmonte , criado suyo , enviólo á
E después quo el Rey uvo reposado algunos dias descir que )a dexase para el Maestre do Calatrava ;
en Segovia, yendo al plaacer de sus montes ó de sus el qual rehusó de la dar. Entonces el Rey le mandó
bosquos , partióse para Valladol ¡d muy poderosa prender, hasta quo la dexó ó le fué dada equivalen
mente , asi porque llevaba consigo a la Reyna y al cia por ella. E dio asi mesmo el Rey al Maestre de
gunos grandes del Reyno, como por la gente de Calatrava, á Fuente Ovejuna, que era el lugar mas
sus guardas que era mucha é de señalados hombres. grande que avia en tierra de Córdoba , é de alli
Allí fué roscebida la Royna con grande solemnidad, quedó mucho á su servicio. Pero como el Marqués
porque entonces entraba nuevamente después que de Villena sospechó que á cabsa del Arzobispo do
DON ENRIQUE CUARTO. né
Sevilla el Rey le habla querido prender, quedó en un dia se descomedió á le descir feas y descomedi
la voluntad muy enemigo suyo, é no menos el Maes das palabras, de donde se quedó la enemistad ar
tre de Calatravn, su hermano , con propósito de lo raigada entro ellos. Como asi estuviesen las volun
echar fuera de la gobernación é del Consejo, segund tades dañadas el uno contra el otro, después que el
que adelante será relatado. E como por entonces el Almirante vió que era descubierto lo que ansi esta
Arzobispo de Sevilla estaba muy conjunto con el ba concertado entre él y los otros caballeros confe
amor del Rey, y vacase el Arzobispado do Santia derados, é como no podia sortir efecto, envió se
go, el Rey se le dió para Alonso do Fonseca su so cretamente un caballero de su casa, quo se llamaba
brino, que era Dean de Sevilla. El reyno de Galicia Juan Carrillo, al Roy de Aragón é á la Reyna su
estaba á la sazón alterado, á cabsa de Don Luis Oso- hija, notificándoles como el Príncipe Don Cárlos
rio, hijo del Conde de Trastaraara, que estaba en- se avia confederado con el Rey para ser contra
truso en el Arzobispado ; y grande parte de aquella ellos, é daba órden como fuesen danificados é des
provincia era con él. Por manera que paresció cosa truidos, en tal manera, que indignada la voluntad
dificultosa al sobrino poderlo aver , y por esto el del padre contra el hijo, rodeó como el Príncipe fue
tio quiso que proveyesen al sobrino del Arzobispa se preso en la ciudad de Lérida ; de que todos los
do de Sevilla, y á él el de Santiago, por donde muy tres estados del Principadgo de Cataluña sentidos,
mejor se pudiese aver la posesión del Arzobispado, é aviéndolo por muy grande mal, se levantaron
y echar fuera el intruso ; poro con tal condioion, contra el Rey de Aragón, disciendo que por su man
entre tío y sobrino , que pacificado lo de Santiago, dado , é sobre su real fe ellos avian dado seguridad,
tornasen á destrocar los Arzobispados : en la qual é sido fiadores del Principe Don Cárlos su hijo, para
provisión subcedió lo que adelante se dirá. Después que seguramente pudiese venir á él sin temor é sin
que el Rey uvo estado asaz de tiempo en Vallado- rescelo de prisión é muerte , é que sobre aquesta se
lid , acordó su partida para Segovia. Estando allí, guridad , que ansi ellos avian dado al Principe , so
adolesció el Arzobispo Don Alonso de Fonseca, y en avia venido á él como hijo de obediencia, ganoso
andas le llevaron á su villa de Coca , donde estuvo de servir é acatar á bu padro ; y pues él , no guar
hasta que fué sano é tornó á la Córte. dando lo que como Rey habia jurado é prometido,
tan rotamente les avia quebrantado su palabra real,
CAPÍTULO XXVII. y mandado prender á su hijo injustamente , le su
plicaban é requerían una é muchas veces le manda
Como el Rey de Ancón prendió al Principe Don Cirios su hijo se soltar, é se lo diese libremente sano y escrito ;
por inducimiento del Almirante Don Fadriquc, é de lo que sub donde no, que á ellos era necesario, é les convenia
cedió de aquella prisión.
forzadamente buscar corno, libertasen su Prinoipe,
El Almirante Don Fadrique Enriquez fué nieto seyendo como era legitimo subcesor, para reynar
del Maestre Don Fadrique, hermano de un vientre después de sus dias en aquellos reynos é señoríos. E
del Rey Don Enrique el segundo, hijoB del Rey Don quanto quiera que todos ellos insistieron con él que
Alonso, el que gnnó 4 Algezira. E quanto quiera ge lo diesen , siempre el Rey traia dilaciones, dán
que fué de sangre real , aunque de bastardía , ora dolos palabras sin efecto. Entonces ellos , ávido su
presuntuoso, é queria ser de todos muy acatado é acuerdo, determinaron de se poner en armas ; pero
tenido en grande reverencia. Presciábase de ha entretanto que aquesto se ponia por obra, acorda
cer por sus parientes, tanto porque le siguiesen, ron de enviar sus mensageros al Rey, notificándole
como por les hacer mercedes. Era caballero bulli la prisión del Principe, suplicándole les quisiese so
cioso, y si como venia de sangre real, se presciára correr con favor é con gente.
de ser pacifico, y .viviera en sosiego sin escándalos,
no se viera en los trabajos que se vió , é menguas CAPÍTULO XXVIH.
que padesció, ni anduviera peregrino ni avergon
De como llegado el Rey t Madrid, supo la prisión del Principe por
zado por tierras agenas en algunos tiempos como es los embaladores de Cataluña, y envió gente para ayudarlos has
tuvo. Fué padre de la noble Reyna Dofia Juana, ta que fuese suelto; y lo que subcedió en el Andalucía contra
intiger del Rey Don Juan de Aragón , en quien sin los moros.
duda moraba gran perfección é muchas virtudes. El afio que se contaron mil é quatrocientos é se
Era muy amiga de castidad y limpieza, abrigo de senta y dos afios del Nascimiento de nuestro Salva-
la bondad , reparo de la nobleza , en tanto grado, don Jesu Christo, se partió el Rey de Valladolid, y
que mas se pudo llamar madre de las excelencias se fué para Segovia , donde estuvo muy poco , y
mundanas , que hija de hombre humano. Aquesto luego se pasó á Madrid. T estando allí, le llegó la
Almirante siempre tuvo secreta enemiga contra el mensageria de los Catalanes, notificándole la pri
Principe Don Cárlos, hijo del Rey Don Juan de Ara sión del Principo Don Cárlos , como el Rey Don
gón , después que su hija casó con el padre ; en tan Juan de Aragón le avia prendido á cabsa de la con
to que por toda via trabajó en poner discordia é mal federación é amistad que con su Alteza habia focho,
querencia entre padre é hijo. Qual fué la cabsa de porque tenia acebtado el casamiento de la Infanta
ello, ligeramente se podrá juzgar en el seso de los Dofia Isabel su hermana, y dexado el de la Infanta
prudentes. Ansi el Príncipe Don Cárlos sintiendo de Portugal. Sabido aquesto, el Rey envió al Co
su propósito é siniestra voluntad con quo le trataba, mendador Gonzalo de Saavedxa con nil í qtiinion
116 CRÓNICAS DE LOS BEYES DE CASTILLA.
tos rocines en favor ó ayuda de los Catalanes, é taron algunos de ellos. Pero ni por eso los christia
mandóle que si el Rey de Aragón no soltase luego nos se desordenaron , antes con mucho tiento iban
al Príncipe , que le hiciese guerra por el royno de siguiendo el rastro de los moros ; y llegando al rio
Aragón muy crudamente. El Comendador, allegada de las Yeguas, vieron subir los Moros por la ladera
la gente que con él avia de ir, se partió é entró por de la atalaya, que se dice de Madroñal. Luego que
el reyno de Aragón fasta la frontera de Cataluña; los moros vieron á los christianos , apartaron hasta
por cuya llegada los Catalanes se esforzaron mucho dos mil é trecientos de á caballo, los mejores arma
contra el Rey Don Juan, diciéndolo como le con dos é de mayor esfuerzo que entre ellos avia, y en
venia soltar al Prineipe su hijo luego, é dárselo sano viaron toda la otra gente, asi de á caballo como de
é vivo. Entonces el Rey de Aragón , visto el favor peones, con la cavalgada ; y enviados, se hicieron
y ayuda que el Rey les hacia, y el atrevimiento de tres batallas. Y quanto quiera que los christianos,
los Catalanes, que con tanta osadía le hablaban, vista la muchedumbre de los moros, desmayaban,
fuéle necesario soltar al hijo contra todo su grado ; Don Rodrigo é Luis de Pernia los pusieron tanto
de tal guisa , que por no se encunar á los rogarías esfuerzo, que los hicieron cobrar nuevo corazón é
é suplicaciones de sus subditos , lo que primero pu osadía para pelear; á asi desplegada la bandera de
diera hacer á su honra, uvolo de hacer por fuerza, Don Rodrigo Ponce, mandó tocar sus trompetas , é
sin que le fuese agradescido. ¡O quanto es excelen con mucho denuedo se fueron dusoientOB é sesenta
te virtud en los Príncipes ser convencidos de rue do á caballo, é seiscientos peones á dar en los mo
go, é jamos vcndicativosl Nunca expcrimoular su ros, dondo la batalla fué tan reñida de ambas par
poder , ni probar su gran pujanza ; porque la resis tes por una gran pieza, que ninguna ventaja ni me
tencia no los ofonda, ni la contradicción los traiga joría se mostraba de los unos á los otros; pero al
á mengua ; ca solo el poderio de Dios es aquel que fin los christianos volvieron sobre la mano derecha,
sin resistencia alguna puede quanto quiere , y quie hiriendo tan de recio ú los moros , que los desbara
re quanto puede. Ansi que fuera mejor á este Rey taron , é hicieron fuir del campo á rienda suelta sin
de Aragón oir el clamor de sus vasallos, é amansar rosistencia ninguna. Y non solamente aqueste des
su saña ; que usar de voluntad, para verse en tal trozo, mas un capitán moro con trecientos rocines
afrenta. Parescia mas honroso aver piedad de su se avia arredrado, para dar en las espaldas, é los
propia carne, que ser carcelero de lo que engendra christianos dieron en él tan de recio, que lo desba
ron sus lomos ; fuera mas justa cosa escuchar á sus rataron é hicieron ir huyendo en pos de las otras ba
vasallos, que creer los adversarios y enemigos de su tallas. Entonces Don Rodrigo Ponce é Luis de Per
hijo. Entregado el Príncipe ó los Catalanes, muy nia mandaron tocar las trompetas para recoger su
triunfantemente, con grande honra é grande alegría, gente , y recogida , hallaron que do los suyos que
le llevaron á Barcelona; é ansi libertado, el Comen daban muertos treinta de á caballo, é ciento é cin
dador Gonzalo de Saavedra con su gente se volvió, cuenta peones , é de los moros infieles mil é quatro-
al Rey. E como todas sus cosas subcedian próspe ciontos, sin los que llevaron presos. Ávida la victo
ramente , y Be hacian mucho mejor que él quería, ria de los moros, infieles enemigos , aquella noche
acaesció que el Infante Muley Bulhacem con dos se fueron á reposar á la Fuente de piedra, de la que
mil é quinientos rocines, é diez mil peones salió de otro dia vinieron por la matanza, para acabar de
la cosa de Granada para hacer cavalgada en tierra recoger el despojo de los vencidos ; é allí vieron como
de christianos , ó vino á correr la villa de Estepa, el ganado que los moros llevaban se volvía, á cab-
donde robó mucho ganado, é mató é cautivó muchas sa de lo aver desamparado por huir. Fueron toma
ánimas de los que andaban por el campo. E como das en aquella batalla las banderas é atabales é aña-
la nueva de este rebato vino de Marchena á Don files del Infante Albuhacem con otros instrumentos
Rodrigo Ponce de León , hijo mayor del Conde de suyos ; é asi mesmo grand despojo , que fué allí re
Arcos , salió de presto con ciento de caballo, é fue partido entre todos. Sabida esta nueva de tan gran
se camino de Estepa. E como llegó cerca de Osuna de ó señalada victoria , el Rey mandó hacer gran
donde era Alcayde Don Luis de Pernia , salióle á des procesiones é alogrias en su Corte. Estuvo allí
rescebir ; é como allí so certificaron de la entrada de on Madrid asaz tiempo, é fué acordado que pasase
los moros , tomó otrOB ciento do á caballo, ó juntos los puertos.
se fueron para socorrer á Estopa. E como así cami
nasen de grande priesa, supieron el gran daño é ro CAPÍTULO XXIX.
bo que los moros avian fecho allí en Estepa, y como
llevaban gruesa cavalgada ó algunos captivos. En Como el Rey se partid de Madrid, é pasados los puertos, fué a la
tonces Don Rodrigo é Luis de Pernia como caballo- villa de Sepúlvcda; é vinieron a su servicio el Marqués de San-
tillana y el Obispo su hermano.
ros animosos, animaron su gente , que seria hasta
duciontos é sesenta de á caballo , é seiscientos peo DespueB que el Principe Don Carlos fué liberta
nes , que se vinieron juntando con ellos de los Inga- do de la prisión, el Rey acordó de se partir de Ma
res por do pasaban , de tal guisa que les pusieron drid y pasar los puertos ; el qual se fué á Segovia, 6
gana de pelear. Yendo asi ordenadamente recogidos luego de allí se fué á la villa de Sepúlveda, donde
por tan señalados capitanes , llegaron á Peña- rubia, reposó algunos dias. Entonces el Marqués de San-
é allí alcanzaron la rezaga do los moros, donde ma tillana y el Obispo do Calahorra su hermano por sus
DON ENRIQUE CUARTO. 117
mcnsagerOB notificaron al Rey como ellos querían parcial de este Arzobispo de Sevilla, queriendo lo
ser sayos é venir á bu servicio. Oida su embazada, que él quería, y que era lo mejor, especialmente
el Rey aceptó sn ofrecimiento y obediencia; y para contra el Rey de Aragón, dixo : que el Rey en todo
dar medio y conclusión en lo que asi proferían, caso debia de ir á guerrear al reyno de Navarra, asi
mandó al Marqués de Villena é al Arzobispo de So- para damnificar al Rey Don Juan do Aragón, como
villa que saliesen á verso con ellos, para que se die para ayudar é favorecer al Principo Don Carlos, que
se asiento en lo que convenia para su servicio. Las tanto era suyo, é por seguir su partido le avia pren
vistas fueron entre Buitrago ó Sopúlveda ; donde, dido el padre. E que para esta guerra Don Pedro
convenidos , fué concertado que el Rey le mandase Girón su hermano, Maestre de Calatrava, vernia con
volver al Marqués á Guadalaxara con todo el man gruesa gente á lo servir. E asi mesmo, porque el
do é preeminencia que en ella tenia ; pero que el Arzobispo do Toledo y el Almirante Don Fadrique
Obispo de Calahorra uvieso contino de estar en la Enriquez estaban juntos en Yepes, y se creia que
Corte; y que el Marqués de Santulona enviase á su querían ayudar al Rey de Aragón, y mostrarse por
hijo Don Juan en rehenes á la Corto condicional- él, que le parescia debia enviar algún caballero que
mente, que no saliese de ella fin licencia y expreso tratase con ellos, para los traer á bu servicio. E vis
mandado del Roy. E asi desde en adelante el Mar to que en tierra de Campos avia muchos caballeros
qués y el Obispo y los otros sus hermanos fueron poderosos, de quien podria nascer algún escándalo
siempre firmes é muy constantes é leales servidores por su ausencia de la entrada en Navarra, que serla
del Rey. Dada conclusión, ó firmada esta concor bien enviar á Valladolid persona principal por vir
dia, el Rey se partió de Sepúlveda para Aranda. rey, para tenellos en paz é sosiego. Ávido este con
sejo por muy bueno , según que entre el Rey y el
CAPÍTULO XXX. Marqués estaba de secreto acordado , el Bey deter
minó que venido el Maestre de Calatrava con la
Como el Rey se fut i la villa de Anuda, y de las cosas que allí gente, el Marques fuese á negociar con el Arzobis
se hicieron, é subeedteron en el Reyno.
po de Toledo y con el Almirante que viniesen á su
Partióse el Rey do Sepúlveda, y fuese á aposentar servicio, y el Arzobispo de Sevilla quedase por vir
á la villa de Aranda, dondo reposó gran tiempo con rey en Valladolid ; y tomada esta deliberación , el
mucha tranquilidad é sosiogo de sus Rey nos, é sin Rey envió luego á llamar al Maestre de Calatrava.
adversidad alguna, que á la pujanza de su estado En aqueste medio tiempo anbeodió que el Obispo de
pusiese perturbación, teniéndose por muy servido Patencia Don Pedro de Castilla, subiondo á ver una
de los dos principales sonoros que traiaen su conso- labor que en su casa se hacia, cayó de las escaleras
jo, el Arzobispo de Sevilla y el Marqués de Ville abaxo, é murió ; é fué dado el Obispado á Don Gu
na, los quales por mucho tiempo parescieron estar tierre do la Cueva, hermano de Boltran de la Cueva,
conformes, si todavía les durara. Mas como los co Mayordomo del Rey. Estando allí la Reyna se hizo
sas mundanas nunca están en un ser, antes do con preñada, de que el Rey fué muy alegre. El Maestre
tino se mudan é traetuecan , unas veces levantando, de Calatrava obedesció el mandado del Rey, é vino
otras veces trastornando, señaladamente aquellos con dos mil ó quinientos rocines de gente muy lu
que mas cercanos se hallan de la sombra é favor de cida é ataviada ; de que el Rey se tuvo por muy
Iob reyes, los quales suelen ser combatidos de las bien servido por bu venida. E asi acordada su parti
furiosas adversidades é subversión tempestuosa de da, mandó quo ol Marqués do Villena fuose A Oca-
la fortuna ; asi fué, qne este Arzobispo de Sevilla, fia, para tratar con el Arzobispo y con el Almiran
siendo muy enteramente del Rey fiel consejero é te, porque de Ocafia á Yepes avia dos leguas; y el
vasallo, celador de la honra é real estado de su se Arzobispo de Sevilla fuese á Valladolid; y la Rey
ñor, haciendo lo que debia, no respondió el tiempo na por bu preñez se quedase en Arando. Y luego el
con lo que la razón demandaba, antes al contrario, Rey se partió muy poderosamente aái con la gente
que el Marqués de Villena, Don Juan Pacheco, so de sus guardas, como con la que Don Pedro Girón '
especie de buen servidor, teniendo pendencias en traia ; llamando asi mesmo á los perlados é caballe
diversas partes mas siniestras que convenibles al ros de aquellas comarcas, que con sus gentes lo vi
servicio del Rey, con sus modos astutos, antes fun niesen á servir: é asi se fué pora la cibdad de Lo
dados sobre intereses que llenos de leal consejo, groño.
siempre rodeó como los leales fuesen arredrados del
costado del Rey , y los que tales no eran acogidos, CAPÍTULO XXXI.
según quo sus obras lo mostraron é fueron testigos
de ello. E asi acordándose como el Rey lo quiso Oo como el Rey fui i Logroño, y de lo qne allí se hito contra el
Rey de Navarra , e los lagares qne se ganaron.
prender en Vallado! id, creyendo que á cabsa del
Arzobispo de Sevilla fuese , ansí mesino veyendo Luego que el Rey fué llegado á la cibdad de Lo
que en alguna manera le contradecía algunas cosas groño, los que estaban en la guordia temieron ser
de las que él proponía en el Consejo delante del cercados, é que rescibirian mucho daño, é acordaron
Rey, señaladamente en las de la gobernación, pensó darse al Rey. E asi hecho su trato, qual entendían
de lo expelor y echar fuera del Consejo y apartar que les cumplía, obedecieron su mandado, é le en
de cabe el Rey, en tal manera, que mostrándose muy tregaron la fortaleza é los puertas de la villa; é pu
118 CRÓNICAS DE LOS REYES DE CASTILLA.
so el Rey alli por alcaydo á Rodrigo de Mendoza. amaba mucho como porque estaba preñada de tres
Diéronse asi mesmo los Arcos, Sant Vicente é otros meses. E por gratificar su preñez , que tanto avia
lugares pequeños de enderredor. E luego que estos sido deseada, hizole merced de aquella villa de Aran
lugares fueron tomados, é puestos alcaides en ellos, da é su tierra, donde luego fué jurada é obedecida
acordó de poner oerco sobre Viana ; é asi dió el car por Señora. Fecho aquesto , estando alli el Rey con
go á Gonzalo de Saavedra, Comendador, capitán grande contentamiento, el Marqués de Villena le
muy prudente, é astuto en las cosas do la guerra, escribió desdo Ocafia , notificándole como el Arzo
sabio é discreto para gobernar grandes exéroitos de bispo de Toledo y el Almirante querían estar muy
gentes , persona de grande confianza en lo que el á su servicio , con tanto que el Arzobispo hubiese
Rey se fiaba dél para la guerra. E si tal fuera des de estar en su Consejo, asi para entender en la go
pués en el fin quales fueron sus comienzos en ser- bernación del Reyno, como en la administración de
vioio del Rey, quedára sin dubda su fama mas lim la justicia; por tanto que cumplía á su servicio quo
pia que non la dexó. Dentro de Viana estaba por ca luego fuese para Madrid. E como el Rey muy ente
pitán Musen Pierres de Peralta, Condestable de Na ramente se guiaba por el querer de entrambos her
varra; el qual se defendió muy bien por algunos manos, determinó su partida, é mandó que la Reyna
dias; pero los daños que le liacian con las lombar «e quedase alli en su villa , hasta que él enviase por
das, quartadgos y tiros de ingenio fueron tantos, é ella.
de tal manera, que por sobra do los males que asi
rescibia, sin se poder defender ni amparar, vino á CAPÍTULO XXXIII.
demandar por partido que le diese seguridad de Cono el Rey se fue a Madrid , 6 vino alli el Arzobispo de Sevilla,
muerte é prisión para él é los suyos , é que le dexa- para avisarle de las cabidas que contra ¿1 traían, 6 no le quiso
ría la villa. Dado el seguro por el Rey , é firmado é oir ni escuchar.
sellado, se salió por una puerta cubierto de luto con Después que el Rey vino á Madrid , el Arzobispo
todos los suyos ; é luego entró la gente del Maestre de Sevilla veyendo el camino tan errado que lleva
de Calatrava, é se apoderó de la villa. E así apode ba el Rey, é cómo aquella confederación del Arzo
rado, alzaron luego pendones por el Roy, é fuá allí bispo do Toledo con el Marques de Villena avia do
puesto por alcayde Mendoza ol Prestamero. Entre redundar en grande deservicio suyo, puesto que por
tanto que la guerra so hacía contra Navarra, ol Prin entonces paroscia quo echando á él fuera de la go
cipe Don Carlos envió al Rey por embajador un ca bernación dol Reyno, ser cosa quo le cumplía, acor
ballero catalán, que so descia Mosen Juan Trayllaa, dó de le venir á hacer reverencia , é avisalle de lo
asi para concluir ó capitular su casamiento con la que lo con venia hacer. E como ya el Rey estaba in
Infanta Doña Isabel, su hermana dol Rey, como por clinado á ol querer del Marqués de Villena é de su
verla ó llevar nuevas do ella al Principo. De aques hermano el Maestre, é determinado entro ellos lo que
to fué el Rey muy contento, é fecha la capitulación so debia de hacer, no le mostró buena cara, ni mu
é concluida , mandó al Obispo de Astorga , que lo cho menos lo quiso oir, antes le mandó que luego
Mevase á la villa de Arévalo donde la Infanta esta se tornase ¡i Valladolid ; el qual obedesoiendo lo que
ba, é se la hiciese ver y hablar ; de ouya vista é pre su Rey le mandaba, se partió. ¡O quánto se deben
sencia el embaxador fué muy contento, é se fué pa guardar los Reyes de tener consejeros parciales de
ra el Príncipe. Tomada Viana, el Rey acordó de ir sus enemigos, é aficionados á sus propósitos é inte
en persona á poner cerco sobre la villa de Lerín, reses, é nunca dexar á los que con amor é fidelidad
donde estuvo por espacio de diez dias. E como era sirven é guardan su servicio I Ca las tales mudan
lugar enrocado é muy fuerte, no se pudo poner allí zas mas peligrosas son que seguras, mas vergonzo
cerco sin gran peligro, mayormonte que no se podia sas que honestas , á mas dignas de reprehensión que
batir ni bombardear; é por eso mandó el Rey levan de alabanza ; porque jamas pudo ser ni se vido que
tar el cerco , é tomóse á Logroño, donde llegado, los interesales fuesen sanos consejeros, ni pudo nas-
mandó derramar su gente. En este comedio vino alli cer lealtad de la arraigada mal querencia : asi que
Don Pedro Oonzalez de Mendoza, Obispo de Calahor ni del árbol inficionado salió buen fruto, ai de co
ra, hermano del Marqués de Santillana, para andar razón dañado buen servicio.
de contino en la Corte según se avia capitulado
quando él é sus hermanos se tornaron al servicio del CAPÍTULO XXXIV.
Rey ; é traxo consigo á su sobrino Don Juan, hijo del
Marqués su hermano, para que anduviese alli en re Como el Rey fué a la villa de Ocafia, é le vino i baeer reverencia
llenes donde quiera que el Rey fuese. Derramada la el Arzobispo de Toledo é el Almirante.
gonte de guerra, el Rey se partió para Aranda. Luego que el Arzobispo de Sevilla se partió, el
Marqués de Villena envió á suplicar al Rey que se
CAPÍTULO XXXII. fuese á Ocafia, lo que el Rey puso por la obra. Don
de llegado , le fué fecha relación de lo que se avia
Como el hej se vino i la «illa de Aranda é la dió i la Rejna su concertado: de que el Rey mostró algún contenta
muger. miento, creyendo que tales estaban las entrañas de
E venido el Rey á la villa de Aranda, estuvo alli dentro, quel demostraban sus lenguas por palabras.
algunos dias holgando con la Reyna, así porque la E asi fué acordado que le viniesen á hacer reveren
DON ENRIQUE' CUARTO. 119
cia cada uno por si. Luego dcnde á dos días vino plascia, é que si Garci Méndez merescia pena cor
el Arzobispo de Toledo desde Yepes, quo está dos poral por averias tomado injustamente, que fuese
leguas do Ocaña ; el qual vino muy acompañado de castigado. E llamado aquel mercader, mandóle el
señaladas porsonas, asi do los Manriques como 3o Rey no solamente dar las joyas é pagar las costas,
otros generosos varones. El Rey le rescibió muy mas hizole merced. De aquesta guisa por algún
graciosamente con alegre cara, mostrando ser con tiempo estuvieron las cosas de la justicia muy prós
tento de su servicio para estar en su consejo, y en peras, é la gobernación del Reyno en mucha orden
tender en la gobernación del Reyno. E asi aparta é grande sosiego.
dos hablaron un rato, donde paresció el Rey estar
alegre de su venida, todavía el Arzobispo mostran CAPÍTULO XXXVI.
do grand deseo ó gana do servirlo , é el Rey prome Como el Rey envió por la Reyna, c vino i parir a Madrid;
tiéndole honras ó mercedes. Acabada la habla, el
Arzobispo se tornó á Yepes , é otro dia siguien Vista la gobernación del Reyno é administración
te vino el Almirante; é llegado delante del Rey de la justicia que andaba en tanta orden, con mu
con grande reverencia dizo que protestaba de allí cho sosiego, sin turbación de cosa ninguna, el Rey
adelante le seria leal servidor : el Rey le respondió so hallaba descuidado é contento. Asi para su ma
que asi le haria muchas mercedes. Fecha su habla yor placer, acordó de enviar por la Reyna, que vi
on breve, el Almirante se despidió del Rey, é se niese á parir alli á Madrid, donde él estaba. E ávi
volvió á Yepes, é desde allí para su tierra. Eston do su acuerdo con los del su muy alto Consejo, rogó
ces el Rey se partió para Madrid, y envió á mandar á Rodrigo de Marchena que con la gente de su
al Arzobispo quo luego se fuese para la Corte, por guarda fuese por olla, é la truxese on andas, porque
que bu ida era necesaria. viniese reposada, é sin peligro de la preñez. Obe-
desciendo el mandado del Rey, fué por ella, é la
CAPÍTULO XXXV. trazo muy acompañada, según quo á tan alta Rey
na pertenescia, E como Juan Guillen tenia la guar
Como el Rey se fué a Madrid , 6 de la manera que se tenia en la da de ella, traia siempre cien rocinos en su capita
administración de la justicia. nía. Llegada la Reyna cerca de Madrid, el Rey con
Tornado el Rey á Madrid, vino allí luego el Ar todos los Grandes de su Corte la salieron á rescebir;
zobispo de Toledo, quo fué muy bien rescibido por é visto como venia en las andas, mandó que la pu-
todos los Grandes de la Corte, é tratado con mucho sieson á las ancas do su muía, porque oon mas hon
amor del Rey ; por cuya vonida fué acordado quo ra é reposo entrase en la villa hasta el Alcázar
do allí adelanto todos los viernes se avieso de tener donde se avia de aposentar, en quo se mostró el mu
Consojo público de la justicia on la posada del Ar cho amor quo ol Roy la tenia , por donde ora muy
zobispo, é que todos los letrados del Consejo de la acatada é tenida en gran reveroncia. Y si ella asi so
justicia fuesen allí convenidos , para que relatadas quisiera conservar con templada honestidad, é re
las cabaos de los pleytos que ante ellos ocurrían, girse discretamente según que estaba estimada en
determinasen lo que por justicia se avia de hacer, é tre todos, sin duda muy renombrada fuera su gran
fuese luego executado ; porque los pleyteantes no deza, é mayor la gloria de su fama ; mas como po
se gastasen : donde continuamente de aquesta guisa cas veces suelen los señores terrenales pasar sin
iban todos despachados sin dilación do tiempo é adversidad, ella como las otras también pasó sus in
pordicion de sus haciendas. Entre las otras cosas fortunios.
que alli venian á pedir justicia, acaesció quo uno
llamado Garci Méndez de Badajoz, entremetido de CAPÍTULO XXXVII.
servir al Rey de cosas interesales de qaalquier Como i grande instancia del Arzobispo de Toledo, 6 1 suplica
Buerte que fuesen , ovo tomado ciertas joyas á un ción del Marqués de Villena el Rey mandó traer a los Infantes
mercader estrangero, diciendo que porque no las a la Corte.
avia manifestado en los puertos por donde entró, las El Rey Don Juan de gloriosa memoria ovo en la
avia perdido ; é asi tomadas , presentólas al Rey. E Reyna Doña Isabel, su segunda muger, dos fijos : á
como el mercader se vido injustamente despojado la Infanta Doña Isabel, que nasció primero, y al
de lo suyo, reclamó muy ásperamente del agravio Infante D. Alonso. Aquestos dos Señores, después
é violencia que lo ora fecha, dolante del Arzobispo que el padre fálleselo, siempre el Rey los trató con
é del Marqués, presentes todos los dol Consejo ; é mucho amor é grande honra, é no menos á la Reyna
asi mostrada la verdad é su inocencia , é llamado su madre ; ca los tuvo todavía en lugares señalados,
Garci Méndez para que mostrase las cabsas por una vez en la villa de Escalono, y otra vez en la
donde avia tomado lo de aquel mercader, conoscie- villa de Cuellar. Traia con ellos en su guarda un ca
ron por su respuesta la grande sinrazón que á aquel pitán con ducientos rocines; estaban"de contino
mercader se le hacia, é condenaron á Garci Méndez proveídas sus personas do todas las cosas que les
en el principal é costas ; é mandaron que aquella oran necesarias, é convenían al estado de hijos do
- sentencia fuese notificada al Rey, para que su Al tan altos reyes. El como el Arzobispo do Tolodo y
teza mandase dar las joyas que asi avia llevado á el Marqués de Villena tenían algunos siniestros
su Cámara. El Rey respondió alegremente que le motivos, ágenos do lo que al estado del Rey con
120 CRÓNICAS DE LOS BEYES DE CASTILLA.
venia, insistieron con el Roy que mandase traer su Mayordomo Beltran de la Cueva, é conosoiondo
á los Infantes sub hermanos , para que de contino los servicios que le hacia sin enojo, parescióle cosa
anduviesen por la Corte, porque allí serian mejor convenible sublimar su persona con título de mayor
criados, y aprenderían mas virtuosas coBtumbros honra; ó así, ávido su acuerdo oon los de su alto
quq estando apartados del Rey. El Rey aviendo por Consejo, determinó de le hacer merced de la villa
bueno su consejo, mandó quo los truxesen ; é traí do Ledesma, é darle titulo de Conde. E asi determi
dos, dio cargo del Infante á Diego de Ribera, caba nado, un domingo después que el Rey ovo oído la
llero de limpia sangre , é crianza de mucha virtud, Misa oantada solemnemente, salióse á su sala real
para que fuese su Ayo, é le dotrinase como á hijo de acompañado de los Señores del su alto Consejo,
Rey pertenescia ; ¿ mandó que la Infanta Doña Isa como de los caballeros de su Corte, estando allí pre
bel de con tino estuvieso con la Reyna, de la qual sente el Conde de Armefiaque, que junto con el Rey
con mucho amor é hermandad fué siempre tratada. estaba. E estando asi, el Mayordomo Beltran de la
Cueva entró por la sala adelante con muchas nobles
CAPÍTULO XXXVIII. é generosas personas que lo acompañaban. Donde
Como la Reyna pirió una hija que se llamo1 Dolía Juana , e de llegado en presencia del Rey con humilde reveren
eonio vino el Conde de Armenauue por embalador del Iley Lola cia, hechas las cerimonias é solenidades que en tal
de Francia a confirmar las allantas enlre entrambos Reres. caso se requerían , le fué dado titulo de Conde con
Estando las cosas del Reyno en próspero estado, todas las insignias que á la dignidad pertenescen.
fallosció el Rey Carlos de Francia, é subcedió en E como aqueste Conde era magnánimo, asi de bu
el reyno el Rey Luis bu hijo ; ol qual, qnoriendo con- propia inclinación, como por la mucha parte que
. servar la antigua confederación é hermandad quo en la voluntad del Rey tenia, quiso aquel dia hacur
sus antepasados tuvieron con la casa de Castilla, en sala y fiesta al Conde de Armeñaque que presente
vió por su einbaxador al Conde Armenaquo, para estaba, é á los otros Grandes é principales de la
que se confírmase. Sabida su venida, el Rey mandó Corte ; donde mucho fué loada su liberalidad y
que le fuose fecho honrado rescibimionto, como la magnificencia ¡ porque á la verdad era tal, é tan
razón quoria, ó asi fué tratado con mucho amor, cumplido en todas las cosas, que después del nin
rescibiendo grandes fiestas, y entre ellas el Arzo guno meresció ser privado del Rey. E después que
bispo le presentó mil fanegas de trigo, é mil de asi fuó criado Conde, quiso el Rey, por dalle mayor
cebada, é mil cántaras de vino, é mil pares de ga honra, que dende allí adelante entendiese en la go
llinas, c quarenta pavos : lo qual fuó luego llevado bernación del Reyno, é anduviese en todos los ne
á su despensa. En aqueste medio la Reyna se sintió gocios en que los otros Señores do su alto Consojo
de parto, donde fuoron convenidos, teniendo & la entendían, como uno de ellos. E porque por el titulo
Reyna en medio, puestos por orden : de la una par de Conde, que asi lo avia dado , vacaba la mayordo-
te el Rey, y el Marqués de Vi liona, y el Comenda mía, hizo merced de ella á otro criado suyo, que se
dor Gonzalo de Saavedra é Alvar Gómez, secretario; llamaba Andrés de Cabrera ; el qual aunque de
de la otra parte el Arzobispo de Toledo, y ol Co poca edad en los días, era viejo on el seso é reposo;
mendador Joan Fernandez Galindo y el Licenciado de quien el Rey so confiaba, é le daba parto de sus
de la Cadena, estando la Reyna en los brazos de secretos. Este era casi medianero entre el Rey y el
Don Enrique, Conde de Alva de Liste. Tuvo en al Marqués de Villena ; porque entrambos hallaban en
guna manera trabajoso parto, é parió una hija, por él habilidad, é suficiencia para ello. Capitulada é
cuyo nosoimiento se hicieron alegrías en la Corte do concluida la capitulación do las alianzas do Francia,
muchas justas ó juego de cañas é de correr toros. ol Rey mandó hacer muchas mercedes al Conde de
Pasados los ocho dios después del parto, fué acor Armenaquo, é se partió muy contento, parcial é afi
dado que el baptismo se hiciese en la capilla dentro cionado al servicio del Rey.
de su palacio real. Baptizóla el Arzobispo do Tole
do : tenia por asistentes al Obispo de Calahorra, y CAPÍTULO XL.
al de Cartagena y al de Osma ; y fueron padrinos
De como el Rey hizo Cortes generales, é mandd jurar a la Prince
el Conde de ArmoQaque y el Marqués de Vil lena, é
sa Doña Juana su hija.
madrinas la Infanta Dona Isabel, hermana del Rey,
é la Marquesa de Villena. Sacó en brazos á la Prin Después que la Princesa Doña Juana ovo dos ^
cesa el Conde de Alva de Liste, y túvola en la pila; meses, el Rey determinó de hacer Cortes generales,
pusiéronla por nombre Doña Juana, oomo á su ma donde fueron convenidos Perlados, é grandes Se
dre. Por todo el Reyno se hicieron grandes alegrías, ñores, caballeros é Procuradores de sus Reynos. Los
asimeemo los rey nos comarcanos, haciendo merce quales ayuntados é venidos delante su Real presen -
des á los qne llevaban las nuevas. cía, é de los Infantes sus hermanos que estaban á
par de él, les dixo: «Quonto sea grande la premi
CAPÍTULO XXXIX. nencia de los primogénitos Reales, las leyes divi-
Como el Re; hito conde de Ledesma 1 Don Deliran de la Cueva, n nales ó humanas lo disponen; porque asi como es
y dio la Mayordomla a Andrés de Cabrera otro criado suyo. » cosa de mucho peligro morir los Reyes sin dexar
Pasados algunos días después del baptismo de la «subcesion, por los males é escándalos que de ello
Princesa, ol Rey veyendo los merescimientos del use signen en los reynos donde tal acaesce, asi es
DON ENRIQUE CUARTO. 121
i gran bien señalado quando place á Dios é tiene por res preñadas] quando caminan ; é fuese á la villa de
tbien dalles generación en qnien suboeda el seno- Alfaro, donde llegado, supo como ya el Rey de Ara
trio. E pues su bendita bondad quiso darme fruto gón , su tio, estaba en Tudela. E porque el Marqués
> de bendición en quien aubceda la memoria de los do Villena era prudente negociador, é sabia dar
«Reyes mis antepasados é mia, é aquella vaya é medios en qualesquier debates é contrataciones,
«pase adelante, yo le rindo infinitas gracias, é hu- mandóle el Rey que fuese de su parte á hablar con
smildemente suplico á su piadosa clemencia, quiera el Rey de Aragón. Y puesto que él obedesció el
idarme gracia, que asi se lo sepa servir é agrades- mandado del Rey, fué necesario que para seguridad
o cor, que siempre le reconozca, y nunca le ofenda. de su vida demandase que el Rey de Aragón envia
«Per tanto yo asi, como vuestro Rey é Sefíor natu- se á la villa de Alfaro al Arzobispo de Zaragoza, su
«ral, ruego á los Perlados, é mando á los Caballeros, hijo, á poder del Rey, para tener rohones, entre
si Procuradores que aqui estáis, é á los otros que tanto que él iba á Tudela á hablar con él. El Rey de
«son absentes, que luego juréis aqui á la Princesa Aragón fué muy placentero dello , é mandó á su fijo
«Dofta Juana, mi hija primogénita, é la prestéis que fuese ; el qual vino á hablar al Rey é hacerle
«aquella obediencia é fidelidad, que á los primogé- reverencia , donde fué muy bien rescibido é festo
«nitos de los Reyes se suele é se acostumbra á dar, jado. Estuvo allí un dia é una noche, hasta que el
«para que quando Dios nuestro Señor dispusiere de Marqués fué tornado , y él se fué á Tudela. Entre
«mi haya después de mis dias quien herede é reyne tanto que aquestos tratos pendían , é de cada parte
«en aquestos mis Reynos.» Acabada su habla, mandó se buscaban los medios que le cumplían , subcedió
al Arzobispo de Toledo que tomase á la Princesa que allí en Alfaro un dia vino muy súbitamente un
en loa brazos, é tomada, llegaron primero los In muy fiero y espantable nublado , tenebroso y oscu
fantesa la jurar é dar obediencia besándole las ma ro, el qual traxo consigo tan terrible pedrisco , con
nos ; á luego en pos de ellos los PerladoB é Caballe muy grande é furioso viento, que tal nunca fué vis
ros que allí se hallaron. E porque entre los Procu to entre los vivientes de aquel tiempo. Duró la tem
radores de las cibdades é villas avia algunas dife pestad por espacio de una hora; las piedras que asi
rencias, señaladamente entre los Burgalesos y To cayeron fueron gruesas é muy muchas, tanto , que
ledanos, queriéndose preferir los unos á los otros, parescia aver nevado. Fallóse que algunas piedras
alegando sus justas razones , estonces el Rey, vista de aquellas pesaban mas de una libra. Fué tanta la
su controversia, mandó que ninguno de ellos llega destrucion é daño que hizo en aquella tierra el pe
se á dar la obediencia primero, sino quien él quisie drisco, que casi por dos años no se pudo coger fru
se é nombrase. E asi llamando primero á los de to ninguno que aprovechase. Entonces visto el nial
Segovia, juraron, é después como él los nombraba, é pérdida quo á los moradores do aquella tierra les
é asi quitó la porfía. Pero cuando todos llegaron era venido , él Roy movido á compasión de su tra
delante del Rey, dixo : yo hablo por la cibdad de bajo hízoles merced de sus alcabalas é tercias por
Toledo ; hablen los de Burgos é los de León. Dada tres años , con que se pudiesen remediar de su pér
la obediencia , é pasada por autos públicos según dida. En pos de aquesto llegó nueva como la Reyna
que las leyes en tal caso disponen , el Rey por al estando un dia al rayo del sol, quo entraba por una
gunos dias reposó allí en Madrid , andando en sus ventana de su cámara, le encendió fuego en la ca
montes é holgando con la Reyna. beza , que le quemó un poco de los cabellos ; é si no
fuera presto socorrida , que le mataron el fuego las
CAPÍTULO XLI. mugeres que con ella estaban , fuera peligro de su
vida. Asi mesmo de aquel espanto avia movido un
Como el Rey se partió de Madrid , é se fué 5 li villa de Alfaro, pa hijo de seis meses , de que el Rey no solamente fué
ra quitar ciertas diferencias que estaban entre 61 y el Rey Don
Juan de Aragón , su tio , y de lo que snbeedió por entonces. pesante , mas turbado é muy triste. Sobre aquesto
ovo diversos juicios entre las personas notables del
Estando el Rey mucho á su plascer con descan Royno, pronosticando los trabajos que después vi
so, se reorescieron algunas diforenoias entre él y el nieron sobre el Rey é sobre la Reyna , según será
Rey Don Juan de Aragón, su tio, do parescia an recontado , por el proceso de la Coránica. E porque
tes esperar discordia que paz, é mayor escándalo la conclusión de los debates que entre entrambos
que sosiego. Pero porque entre ellos se tomase al los Reyes pendian , llevaba dilación, é á cada uno
gún medio conveniblo, é la rotura cesase, fué acor de ellos convenia ir á entender mas en las cosas de
dado que el Rey se fuese á la villa de Alfaro , y el sus Roynos , tomaron por expediente que para el
Rey de Aragón para la cibdad de Tudela, del rey- despacho de todo ello el Marqués de Villena oviese
no de Navarra, que ay quatro leguas de un lugar á de ir á Zaragoza, donde el Rey de Aragón, é la no
otro. Tomado aqueste concierto el Rey se partió de ble Reyna su muger se iban á reposar, é que allí
Madrid para Segovia, é llevó consigo á la Reyna. se tomaria medio , é conclusión é concordia. E ansi
Estuvo allí algunos dias, por irse ti su bosque á de el Rey se partió para Aranda á mas andar, y el
portar, é do Segovia so partió para Aran da. Donde Marqués se quedó en Alfaro, para ir á Zaragoza. E
llegado, porque la Reyna estaba preñada de tres llegado el Rey á la villa de Aranda , halló á la Rey
meses, el Rey mandó que se quedase allí, conside na flaca y descayda, asi por el espanto del caso en
rando el peligro que suele acontescer á las muge- ella acontescido , como por el mal parto del hijo va
122 CRÓNICAS DE LOS REYES DE CASTILLA.
ron que avia movido , de que sin dubda estaba muy sementera de los males que después subcedieron.
triste ; pero con la venida del Roy ella se alegró é Acabadas las fiestas, é pasados pocos dias, el Rey
convaleaoió de tal guisa, que pudo luego caminar; determinó su partida , é mandó que la Reyna con la
é partióse con el Rey , é fuéronse derechos á Sego- Princesa é los Infantes sus hermanos, ó los del Con
via , é de allí á Madrid. E en aqueste medio tiempo sejo , é toda la corte se fuese para Segovia. Y él
el Marqués de Villena se partió de Alfaro para Za con muy pocos do los suyos se fué á la villa de
ragoza, donde llegado , halló que el Rey de Aragón Atienza por verla , é holgarse alli un dia ó dos ; en
era ido al Principado do Cataluña para tornar muy la qual avia mandado labrar tanto, que casi de nue
presto. E como asi fué llegado , la Reyna lo mandó ' vo pareada ser tornada. Llegado allí , parescióle tan
aposentar, é le rescibió con muy alegre cara. Otro bien, que quiso reposar en ella mas de ocho dias, y
dia siguiente quiso que comiese con ella, é le man estuvo alli mucho á su plascer.
dó asentar á su mesa ; ó entre las otras fiestas que
alli rescibió fué una señalada , que solas las damas CAPÍTULO XLÜI.
sirvieron sin varón ninguno á la mesa de todos los
oficios quo todos los Reyes suelen sor servidos. Es Como- fallesció el Principe Don Carlos en Barcelona, y por su
muerte se rebelaron los Catalanes de todo el l'rincipadgo con
tuvo alli el Marqués algunos dias esperando la ve tra el Rey de Aragón, t embiaron su embajador al Re; con la
nida del Rey, é luego que vino, fué concluida la obidiencia de vasallos suyos , para que los rescibíese e enviase
negociación , é firmada la paz é concordia entre am socorro ; é llegó su embalador alli a la villa de Atienia ; y lo
bos Reyes. E asi el Marqués, tomada licencia del que el Bey respondió.
Rey de Aragón , é de la Reyna su mugor , se vino á Después que el Rey don Juan do Aragón sacó de
Madrid , donde estaba el Rey y la Reyna con los la prisión al Principe Don Cárlos , su hijo , é lo lle
Grandes de su corte. varon los Catalanes 4 Barcelona, nunca so sintió
bueno, ni tuvo disposición de salud en su persona,
CAPÍTULO XLH. antes la enfermedad anació tanto en él, que sin
rescobir mejoria fallesció. Por cuya muerte todos los
Como Dota Deliran de la Caen se casó con U bija menor del Mar del Principadgo de Cataluña ovieron grand senti
qués de Santillana. miento, ó se rebelaron, é pusieron en armas contra
Por la venida del Marqués de Villoría el Rey fué su Rey, disciendo quo él avia sido cabsa que mata
muy alegro, asi por avor puesto concordia entre él sen al Príncipe su hijo con hierbas, teniéndole pro-
y el Rey de Aragón, su tio , oomo por los negocios so en poder de los que le avian mas gana de matar
de la gobernación del Reyno que les daba buen ex quo darle la vida ; por donde parescia que mas lo
pediente, y el Rey so confiaba mucho dél. E como avia sido enemigo que padre , é mas desipador de
el nuevo Conde de Ledesma se vió puesto en esta su salud, que ganoso de conservarla, vistas las
do con el grande é continuo favor del Rey , deter grandes crueldades que contra él por su mandado é
minó de buscar parentela con quien se pudiese abra consentimiento se avian cometido ; de lo qual daban
zar é tenor mayor parte de valedores quando fuese cierto testimonio las claras é públioas prisiones
menester. E asi , ávido su acuerdo con el Rey, su donde lo avia tenido los tiompos pasados. E así
plicóle tratase casamiento con una hija del Marqués puestos en rebelión , haciendo públicos actos en for
de Santillana , la menor , que estaba doncella ; de ma jurídica con grandes protestaciones, enviaron
que el Roy fué muy contento , asi por lo que cum sus querellas delante la See Apostólica, publicando
plía al Conde do Ledesma, como porque ya tenia la crueldad con que duramente los trataba , no como
por mucho suyos al Marqués y al Obispo de Cala bu propio Rey, ni como Señor natural, mas como
horra su hermano. Para lo qual envió sus embala adversario é perseguidor porfioao ; por donde justa é
dores al Marqués , y él en persona habló al Obispo legítimamente , como damnificados en la vida y en
que andaba en la corte, en tal manera que luego fué la libertad contra sus fueros é privillejos, que to
concluido. E asignado el dia de los desposorios, el dos los Royes sus antepasados les juraron é guarda
Rey por honrallos , determinó de ir á Guadalaxara ron sin violencia ni quebrantamiento algnno , onde
con la Reyna é con toda su corte; donde ido, le fue visto que él anaí se los usurpaba é corrompía contra
fecho solemne rescibimiento por el Marqués é todos toda razón , que lo podían desobedecer ; por tanto,
sus hermanos. Los desposorios se hicieron con mu que ellos lo denegaban de Rey é Señor, é le quita
chas fiestas de diversas maneras , torneos, correr ban toda la obidiencia é fidelidad que hasta alli co
toros y sortija ; de noche con muchos faroles. De mo subditos é vasallos lo avian tenido , é la pasa
aqueste casamiento desplugo mucho al Marqués de ban á la casa do Castilla, é al Rey Don Enrique, su
Villena , anal por la grand parentela que el Conde verdadero Rey é Señor, á quien según derecho divi
de Ledesma tomaba con la casa de Mendoza , á cu no é humano pertcnescia el Reyno de Aragón é se
ya cabsa ternia mayor parte en el Reyno, como por ñorío do Cataluña ; al qual desde alli elogian é to
la voluntad del Rey tan inclinada para lo quorer maban por su Rey é Señor natural, é que así, como
prosperar y poner en grande estado. E siompro fué vordaderos súbditos é vasallos suyos , se ponían de-
que la envidia paro discordia, acarrea enemistad, baxo de su protección ó amparo é defendimiento
busca novedades é formas cautelosas para dañar; real. Fecho aquesto , todos en una conformidad en
asi que podemos descir que aqueste casamiento fué viaron por su embaxador al Rey un caballero letra
DON ENRIQUE CUARTO. 123
do , que se deacia Moson Copones ; el qual por temor «obidiencia asi qnitada, todos los de aquel Princi-
del Rey de Aragón é de sus gentes vino en ávito di » padgo é sus cibdades é villas muy conformes , é
simulado, hasta que llegó á la villa de Atienza, don » sin discrepacion alguna do los tres estados, ave-
de el Rey estaba. El qual llegado delante de su real » mos elegido á vuestra Real celsitud por nuestro
presencia, oon grande sentimiento, con lágrimas « Rey é legitimo é verdadero Sefior natural , á quien
en sus ojos , propuso diciendo : « Muy alto é sereni- s segund derecho divino é humano por reta descen-
«Bimo Rey : si el Rey Don Juan, nuestro Rey que i) doncia la casa de Aragón é Principadgo de Catalu-
» solía ser, se acordara de la clemoncia Real y de » fia pertenesce. Por tanto , yo en voz y en nombre
«la noble cepa gótica de Castilla, donde él descen- » de todo aquel Principadgo é sus cibdades é villas
t día, tratara á su propia carne con mayor clemencia «é lugares, por virtud de los poderes que de ellos
» é piedad que la trató. Mas como todo aquello es- « traygo , aqui vos rescibo por Rey ; é yo en su nom-
* taba desterrado de sus entrañas , y era muy age- » bre vos doy la obidiencia é fidelidad , quo como
»no de su condición, sabrá vuestra Real Magostad « subditos debemos y avernos de dar ; suplicando
» que el Principo Don Carlos de gloriosa memoria, » con quanta reverencia y humildad puedo , nos
*su hijo, estando en la isla de Sicilia mas temeroso «quiera tomar por vasallos, é amparar con su
» que contento de su padre , por las prisiones en que «sombra real. n Oida su embajada, el Rey con mu
i le avia tenido tan largos tiempos , é sospechando cha graciosidad le respondió : « Yo agradezco á los
i mayores enconvenientes é males de los pasados, » del principadgo el amor é buena voluntad que han
* tenia detorminado de estar alli apartado , asi por » mostrado en quererme por su Roy. Placerá á Dios
t no provocar la ira de su padre , como por esousar «que ellos resciban do mi no solamente muchas
t los peligros que sospechaba y después le sobrevi- n mercedes, mas tales obras , que siempre sean con-
» nieron. E quanto quier que los Sicilianos , segnnd » tontos do tenerme por Sefior. Pero porque este no-
» los privillejos do la casa de Aragón, que los primo- « gocio ob do gran importancia , é para lo aceptar so
» genitos de ella so han de llamar Royes de Sicilia, » requiere seso é maduro oonsojo, sorá necesario avor
i) lo querían alzar Rey , él deseando ser obediente é » deliberación é consultallo con los del mi Consejo,
* no salir del qnerer de su padre, jamas consintió ni » para que en ello se dé la orden que conviene. Por
■ quiso aceptallo ; antes como hijo de obidiencia «tanto, converná quo ayais paciencia hasta que yo
* dixo que quería esperar, y ver lo que el Rey su pa- «vayaá Segovia, que alli seréis respondido, é se
* dre mandaba é disponía. E como asi estuviese es- » hará lo que cumplo. » Dicho aquesto , mandó que
» porando lo que lo fuese mandado , ol Roy á ins- lo aposentasen muy bion , y se fuese en pos del
«tancia é suplicación do los tros estados de susrey- quando se partieBe. Pasados ocho días que el Rey so
n nos determinó de lo llamar é traer. Pero porque el holgó en Atienza , se partió para Segovia.
» Príncipe sin rescelo osase venir , mandó á los per-
Ti lados del estado elesiástico , é á los otros nobles va- CAPÍTULO XLIV.
> roñes é caballeros del Princípadgo de Cataluña,
> que sobre su fe y palabra real , que publicamente Como Tenido el Rey i Segovia, é llamados los de su lito Conse
jo, ovo acuerdo, é envió gente en socorro de los Catalanes.
t é con juramento nos dio, le diésemos todas las se-
» guridades que él nos demandase é á nosotros pa- Venido el Rey á Segovia, llamados los del su alto
* resoiese ser necesarias para en tal caso , que él las Consejo, les dixo : «Muchas veces avernos visto á
«guardaría inviolablemente, é lo trataría de alli » asi mesmo leido que á los altos Principes altas é
t adelante con todo amor paternal , segund que todo «grandes empresas se les suelen ofrecer, á unos con
« padre piadoso suele tratar d su hijo. E asi el Prín- «grande trabajo, é á otros con poca fatiga; é de aqui
» cipe confiándose de nosotros , é creyendo el seguro «es que aquellos se juzgan ser famosos, que con
> que asi le dábamos, vino muy alogre á la obidien- «mayor corazón las osan emprendor. E por esto los
» cia de su padre. E puesto que el Rey le resoibió «antiguos poetas dixeron que la fortuna es de tal
■ oon gracioso semblante, é mostró aver plascer con «condición compasada, que á cada uno de los varo-
s su venida , antes que mucha dilación de tiempo «nes se le presenta delante, cogidos los brazos é
«pasase, no solamente le mandó prender feamente, «descabellada la cabeza, para que quien mejor la
» é tratar oon gran crueldad , mas disimuladamente «supiere asir de los cabellos é tener que no se le
« consintió é dio lugar que su propia carne é lo que «vaya, aquella señoree é triunfe con vitoria sin te-
i engendraron sus lomos fuese á manos de alevosos ninor sus adversidades. E pues agora se me ofrece
* muerto con hierbas venenosas. E asi muerto el hi- «señalada prosperidad sin fatiga, sefiorio sin tra-
» jo , encendido con mayor saña , puso por obra de nbajo, vasallos que se me dan sin illos á conquistar,
« disipar los bienes é consumir la vida de sus vasa- nyorro manifiesto sería é cobardía de corazón doxa-
« líos, en tal manera, que ni podemos sufrir sus ho- dIIob de reBOobir. Aveis do saber quo el Prinoipad-
«mioidios, ni comportar su desenfrenada ira. Por *go de Cataluña se ha rebelado contra el Rey de
« donde justa é debidamente le podimos denegar de «Aragón á crvbsa de la prisión é muerte del Princi-
« Rey , é quitar la fidelidad é obidiencia que como «pe Don Carlos, que Dios aya; é todos los tres Es-
« subditos le debiamos ; porque si como vasallos le «tados nnidoB é conformes me han elegido por Rey
* debíamos servidumbre é temor, él como Rey nos «y por Sefior, é me han venido á suplicar con un
i avia de responder con piedad é con amor. La qual «caballero suyo, que á mi es venido por embaxader,
121 CRÓNICAS DE LOS REYES DE CASTILLA.
«los quiera rescebir por mis subditos é vasallos. E que está junto con entrambos reynos, para hacer
«porque aquesto parece disposición de la divinal espalda á los suyos é tener en sosiego aquella tier
«Providencia, ó los tiempos lo acarrean, parésceme ra, que no se osase hacer rebato ninguno. Estando
«que se debe aceptar. Por eso quiero oir vuestro pa- alli, con grande poder é triunfo de señorío, le llega
«rescer, y esperar vuestro consejo; porque de las ron alegres nuevas é prósperas mensagerias de di
«cosas deliberadas nunca viene arrepentimiento.» versas partes. Sus capitanes le hicieron saber como
Oido lo que el Bey avia propuesto, todos los del todo el Principadgo áe Cataluña era suyo muy pa
Consejo fueron maravillados de aquella tan grande cificamente. Llególe nueva como Don Juan de Guz-
novedad; é como las voluntades de los mas princi man, Duque de Medina-Sidonia, Conde de Niebla,
pales estaban divisas y en diversas aficiones pues con su gente é la de Xerez é de aquellas comarcas
tas, unos votaban que aquello no se debia aceptar al derredor avian tomado la cibdad de Gibraltar
porque era contra su tio; otros afirmaban que era de poder de los Moros ; y sabido , mandó que
cosa justa toinallo, porque su tio mas le avia sido aquella de alli adelante se pusiese en el titulo
contrario que buen pariente, quando hizo sus alian de sus ditados. Vinole otra nueva, como Don Pe
zas con los caballeros de Castilla y con el Bey de dro Girón, Maestre de Calatrava, avia tomado de
Portugal contra él. Al fin, dexadas las altercacio Iob Moros la villa de Archidona, lugar muy fuer-
nes, acordaron que Mosen Copones fuese allí llama te. Vínole otra nueva del Bey Don Fernando de
do; é venido fué preguntado qué era lo que al Bey Nápol su primo, suplicándole que lo tomase por
demandaba, ó queria que el Bey hiciese en favor suyo de acostamiento, para que con nombre de
de los Catalanes. El qual respondió é dixo que dos suyo é con su favor fueso defendido en su Beyno,
cosas eran las que principalmente pedia é deman por quanto lo guerreaban sus enemigos para lo
daba en nombre do aquellos que le enviaban : la echar del Beyno. E llególe otro mensagero por par
.primera é mas principal que el Bey los tomase por te del Papa Pío é del Colegio de los Cardenales, ro
sus vasallos, pues que ya le tenían elegido por su gándolo que quisiese hacer perpetua confederación
Bey, y el Befiorio de Aragón é Cataluña le pertenes- con la Sede Apostólica. E llególe asi mesmo otro
cia por legitima subcesion; la segunda que les en mensagero por parte de los Ginoveses ó Venecia
viase gente, para que con su favor alzasen pendones nos, diciendo que Genova se le queria dar en per
por él, é labrasen luego su moneda, é para que loa petuo vasallage de su Corona Beal, é Venecia en
defendiese de quienquiera que los quisiese guor- perpetua amistad, para ser por siempre amiga de
rear. E que pues tan sin trabajo de conquistar é de amigos y enemiga do enemigos con la Casa de Cas
gasto lo ponian en el señorío, que su Alteza no le tilla. E puesto que todas estas cosas do tan alta
debia rehusar, ni mostrar flaqueza de corazón en prosperidad é honra temporal le vinieron, era tan
dexar de aceptar lo que Dios é las gentes lo daban magnánimo, que nunca mostró mas alteración por
é ponian on las manos sin contraste ninguno. En ello, como si ninguna cosa ni oferta le ovieran fe
tonces los del Consejo, visto que el Bey se inclina cho ó ofrescido. Lo qual jnuy pocas veces suele
ba, é estaba ganoso de lo hacer é aceptar, dixeron acaescer entre los poderosos; ca bien tarde se vido
que convenia enviar para oaso tan grande señala que los altos Príncipes, á quien semejantes prospe
dos capitanes y copia de buena gente, é fué acor ridades suele acarrear la fortuna, se pudiesen abs
dado que fueson dos mil é quinientos de á caballo. tener de presuntuosa vanagloria, ó sin ramo de
E asi el Bey mandó á Don Juan de Biamonte, Prior fantasía ó de soberbiosa altivez. Pero aqueste Bey, á
de la Orden de San Juan en el reyno de Navarra, é quien propia coBa era reynar é hacer mercedes, en
á Juan de Torres, un caballero principal de la cib- salzar los hombres é ponerlos en grandes estados,
dad de Soria, que fuesen por capitanes de aquella si la deslealtad no le fuera contraria é pudiera en
gente, ó diesen orden como alzasen pendones en clavar la rueda do la fortuna, que nunca se tastor-
todo el Principadgo, señaladamente en Barcelona; tornara, ansí era singularmente magnánimo, que
por manera que en todo se diese buen recabdo qual todos las honras, prósperos sucesos, pujanza de se
cumplía á su servioio. Los quales tomada su gente ñoríos é grandeza de estado en qué viniese, estima
se partieron é pasaron sin contraste ninguno hasta ba de ser merecedor é digno de roBcebirlas. Mas
que llegaron á Barcelona, donde fueron muy bien como la deslealtad de sus falsos consejeros iba cres-
rescebidos. Llegados allí, todos los do la cibdad ciendo, su poco amor se desdoraba, é sus dañados
muy conformes alzaron pendones por el Bey, é la deseos, tratos é pensamientos se descubrían, todas
braron luego su moneda; asi mesmo por las otras las cosas de prosperidad quo asi le venian, impug
cibdades del Principadgo. nándolo ellos, las contradecían disciendo que aque
llas cosas mas eran vanas, do poca certidumbre, é
CAPÍTULO XLV. grandes gastos, quo de honra ni provecho alguno,
é mas peligrosas que seguras, en tal manera que le
orno el Rey te fué á la villa de Agreda, y de lo qoe allí hacian atibiar el corazón, no sólo para aceptallas
subcedid. como la razón queria, mas para proseguillas como
Enviada la gente al Principadgo de Cataluña, fué á los animosos varones conviene. Y asi de contino
acordado que el Bey se allegase á la frontera de buscaban exquisitas formas de dilución, con que las
Aragón é Navarra; é asi fué á la villa de Agreda, cosas aparejadas é ligeras de aver efeoto se perdían,
DON ENRIQUE CUARTO. 125
con grand infamia, mengua é vituperio del Rey, ee- «Perenísimo Señor, é muy poderoso Rey: si el Rey
gnnd que bub obras fueron claros testigos que dieron «Don Juan de Aragón, que eolia ser nuestro Rey, se
testimonio, como adelante será relatado por el pro » recordara de la grandeza Real de España, de don -
ceso. Ca por esta cabsa apartaron de cabo ol Roy mío su padre y él descendían, fuera por cierto mas
al que con entrañas leales daba sano consejo, é con » piadoso é humano para sus subditos que lo han
afición verdadera procuraba su bien é aumento de «mostrado sus obras, después que sobre nosotros
la Corona Real. Estando asi el Rey en calma, que 11 rey nó. Mas como su reynar era contra derecho, y en
no bo sabia elegir qual camino le seria mejor é mas n grande perjuicio de la Corona Real de Castilla é
provechoso para su estado, vino secretamente un «de á quien de derecho divino é humano pertenes-
escudero navarro á hablar con el Conde de Ledes- «cia, no quiso Dios que tanta sin razón padesciése-
ma, proferiéndose de le dar una puerta principal de nmos, ni que fuésemos agenados de quien eramos
Tudela de Navarra con una torre, para que el Rey «con justicia. E por eso él olvidando la clemencia
so apoderase de ella é oviese la cibdad do su mano »é benignidad que como Rey avia de tener con sus
con tanto que le hiciese alguna merced. Entonces i) subditos, no solamente fué cruel para nosotros,
el Conde habló con el Rey, é por su mandado con «mas en nombre de padre fué capital enemigo con-
certó con el escudero, dándole grandes seguridades ntra su hijo, desipador contra nuestra república, é
é promesas muy firmes, que entregada la cibdad é iidesbaratador del bien común de aquella, matándo-
apoderado el Rey de ella, le daria cierta renta de la nnos é privándonos del verdadero y li^itimo subce-
misma cibdad, é dineros de juros situados en la vi »8or que sobre nosotros avia de reynar, dando lugar
lla de Agreda. Fecho el concierto, el Conde envió » que fuese muerto con hierbas, aviéndole nosotros
con el escudero un caballero de su casa llamado Pe » asegurado de muerte é de prisión, sobre su fé é
dro de Quzman con otros veinte hombres, para que «palabra Real que nos dio é juró. Por donde los
aquel tratante les entregase la puerta con la torre n tres Estados de Principadgo do Cataluña justa é
como estaba concertado, y entregada, so alzasen «debidamente lo podimos é debimos denegar por
con ella, é serian luego socorridos; porque el Conde ii Rey, é darnos a quien de derecho pertenesciamos,
iba en pos de ellos con gruesa gente para socorre- «que sois vos, muy alto é muy poderoso Roy. E
líos. E yondo una noche, como el trato era falso, en «pues asi tan piadosamente nos aveis Señor abri-
llegando á la puerta de la cibdad fueron luego pre ngado, enviándonoB socorro de gentes é capitanes
sos, de que el Rey ovo grande enojo, é mandó al «que nos socorriesen é ayudasen é defendiesen,
Conde de Ledesma que tomase rail rocines de los «viéndonos ya libres de la cruel servidumbre en
de las guardas, é fuese sobre Tudela, é si no le en «que vivíamos con tanto temor de perder las vidas,
tregasen luego los presos, sin detenimiento que hi «venimos á vuestra Real celsitud, para que asi como
ciese luego talar las vinas é las huertas, é pusiese «allá vos elegimos en concordia, y quedamos por
fuego á toda la tierra. Pero como el Conde llegó, é «vuestros vasallos, asi acá en nombre de todos ellos
vieron todos los de la cibdad que comenzaba á talar «besamos vuestras reales manos, é damos la obi-
sacaron luego los presos é se los entregaron, é asi «diencia como á Rey é Señor natural. A cuya Real
librados, el Conde mandó cesar la tala, é se tornó «excelencia notificamos quo el Rey Don Juan ha
para el Rey. Pasados algunos dios que el Rey ovo «empeñado la villa de Ferpiñan con ciertas fortale-
estado en Agreda, fué determinado que se fuese á nzas al Rey de Francia, é se la ha entregado condi-
tener la Navidad á la villa de Almazan. » cionalmente, que le prestase ciertas mil coronas, é
«lo ayudase con gente de guerra para nos destruir;
CAPÍTULO XLVI. «por manera que ha enviado gente de armas contra
«nosotros, é destruye la tierra. Porque humilmente
Como el Rey vino a la villa de Almazan, é de lo qne allí snbeedló «con quanta humildad podemos, lo suplicamos quie-
con los Catalanes. n ra defender lo suyo, é enviar luego tal socorro de
Luego que el Rey fué venido á la villa de Alma «gente, que nuestros enemigos no nos puedan da-
zan con la Reyna é la Princesa é con los Infantes nñar, é quedemos libres é exemptos, como vuestros
sus hermanos, é aposentados los de su Corte, tuvo «vasallos, para vuestro servicio; porque sepan los
allí la fiesta de Navidad con mucho placer. En «Franceses que la casa de Castilla mató sus Pares
aqueste medio tiempo llegaron otros dos embaxado- «de Francia, é destruirá su soberbia quando fuere
res del Principadgo de Cataluña, uno Eclesiástico, «menester. Pero porque todo aquesto lleve cimiento
que era Arcediano de Girona, ó otro Caballero, que «de salud, é del buen principio se atienda próspero
se llamaba Mosen Cardona; los quales le traian la «fin, con quanta instancia podemos le suplicamos
obidiencia del todo el Principadgo con grand con «se quiera luego entitular é tomar nombre de Rey
formidad, en que le juraban por Rey, é le prestaban «de Aragón é Conde de Barcelona; porque con sólo
la fidelidad qne los vasallos acostumbran dar á su «aqueste nombre seremos amparados é abrigados é
Rey quando le resciben por su Sofior. Donde veni «defendidos; y entre todas las naciones con solo
dos, é juntados con el otro Embajador que vino pri «este apellido avremos lugar é cabida** Acabada su
mero, fueron al palacio Real; é presentado delante habla el Rey les respondió, que les agradescia mu
del Rey é los de su Consejo, con grande reve cho la voluntad é buen amor con que se avian mo
rencia el Arcediano de Girona propuso, diciendo : vido á ser suyos, é que estaba ganoso, no solamente
126 CRÓNICAS DE LOS BEYES DE CASTILLA.
de los amparar é defender, mas de hacelles muchas »rean; porque su Alteza ya vos envió dos mil, é
mercedes, como á buenos servidores; pero que para la » quinientos rocines con señalados capitanes, por
conclusión de aquello que pedían era necesario con- «cuyo socorro no vos han dañado vuestros enemi-
buI tallo con los de su Consejo, é ávido su acuerdo Dgos, é pedir agora mas gente de nuevo, es que
é deliberación, les mandaría responder con efecto. n haya de gastar de sus tesoros para vuestra libertad.
Entonces todos tres embaxadores, fecha su reveren «Mas pues tanta necesidad tenéis de gente, y con
cia, salieron muy contentos, é salidos, el Rey habló » tanta instancia la pedís, fuera razón que truxera-
con los de su Consejo, é les dixo que seria bien lúe. ítdes dinero para pagalla, porque fuérades mas pres-
go hacer é poner por obra lo que aquellos embaja »to socorridos.» Por la habla del Marqués sintieron
dores de Cataluña pedían é suplicaban, ansi de lo bien los Catalanes que el Marqués y el Arzobispo
uno como de lo otro, porque él tenia mensageros de mas eran parciales del Rey de Aragón, que verda
los principales de Aragón en que se proferían que deros servidores del Rey. E por eso Mosen Cardona
si tomase titulo de Rey de Aragón, que se levanta tomó la habla, é dixo. a Por cierto, señor Marqués,
rían por él la cibdad de Zaragoza; é ansi mestno de tesa libertad que vos decís ser nuestra es acrecen-
otros Valencianos, que le prometían de le dar á Va utamiento de la corona y estado del señor Rey mas
lencia cada é quando se llamase Rey de Aragón. E »que provecho nuestro; é si algo aquí su Alteza
que bien considerado lo que Dios asi le traia á las » gastaba de bus tesoros, era trasdoblallos de renta.
manos é le ofrescia con tan poco trabajo, que seria «Mas queríamos, Señor, saber de vuestra merced é
manifiesto error no rescebillo: por tanto, que su voto »ser certificados de una sola cosa: si dando nos-
era de avello de aceptar é poner por obra lo que » otros el sueldo que decis para dar á su Real Señoría
con tanta instancia le suplicaban, porque tarde é »la tierra del Principadgo que le ofrecemos y da
muy pocas veces se avia ofrecido semejante caso. ñinos, si seremos seguros, é tememos certidumbre
Algunos de su Consejo, los. mas principales, que mas «que su Alteza quiera intitularse de Rey de Ara-
gana avian de le ver abatido que prosperado, res iigon.» A esto respondió el Marqués titubeando, é
pondieron que las tales empresas, quando asi venían dixo que sin duda quando ellos truxesen dinero para
tan de rebato, mas era tentación humana que pro pagar sueldo á la gente que demandaban, que él
visión divina; é que aquellos que tan ligeramente soria contento de llamarse Rey de Aragón. Luego
se proferían á tan grandes cosas, mas lo hacían por que aquesto oyó el Arcediano de Girona, dixo: «Se-
voluntad de algund interese, que por gana de le ser Dfior Marqués, si aquesto que vuestra merced dice es
vir; é que su parescer era que en ninguna manera «ansi, y somos seguros de ello, muy mas cuinplida-
aquel titulo de Rey de Aragón se debía tomar hasta » mente lo quiero hacer el Principadgo de Cataluña
que todo fuese ganado é sometido á su Señoría. El » é nosotros en su nombre, porque ansi nos es man-
Rey, replicando, desoía que dezar de lo hacer, era i) dado, é traemos señalados poderes para ello de to
mostrar mas cobardía que esfuerzo, é que no era ndas las cibdades é villas, y de los perlados, condes
cosa justa que los Aragoneses é Valencianos se le «barones é caballeros señalados que en él viven y
vantasen contra el Rey de Aragón, sin que viesen » están é tienen sus tierras é señoríos, que desde
que él se intitulaba Rey de ellos, é que todavía era «el dia que su Alteza se intitulase é llamase Rey
su voto que se debía poner por obra lo que pedían » de Aragón é Conde de Barcelona, en sesenta días
los Catalanes, pues que de justo titulo le pertenescia «primeros prometemos y aseguramos que le da-
el llamarse Rey é socorrerlos. Mas como los que im «remos setecientos mil florines de oro puestos en
pugnaban é contradescian con grand instancia lo «Castilla, con que podrá guerrear nuestros enemigos
qne al Rey convenia, y fuera mejor aceptar, eran los sé quedar pacifico Rey de Aragón é nosotros libres
principales del Consejo, conviene á saber, el Arzo »é perpetuos vasallos de su Corona Real. Mas ave-
bispo de Toledo y el Marqués de Villena, los otros timos, señor, oído, é aun somos certificados, que al-
que allí estaban, puesto que veían ser sub dichos «gunos de los que estaÍB en su alto Consejo estorbáis
ágenos de la verdad é les pesaba, no tenían osadía »que su Magostad no acepte aquesta impresa tan
de votar lo contrario, ni menos contradecirlo. En naltaé gloriosa de emprender, ligera de acabar, y
fin fué acordado, porque aquellos dos lo quisieron, asegura de señorear. Pues ciertamente osamos afir-
qne les fuese respondido ¿ los Catalanes que si que Diñar, é somos ciertos, que si lo semejante fuera
rían gente, que traiesen dinero para pagalla, y se «ofrescido al Rey Don Juan que nos persigue, con-
la darían; é quanto al tomar del titulo, que el Rey «tra los reynos de Castilla, que sin tantos rodeos é
lo tomaría quando fuese tiempo. E ávido aqueste «acuerdos é dilaciones lo hubiera emprendido é
acuerdo, el Arzobispo y el Marqués con los otros «puesto los manos con mejor esfuerzo é denuedo
del Consejo salieron á la habla con los embaxadores «que acá se ha rescebido. Por ende, señores, por
é apartados con ellos, el Marqués les dixo: «El Rey «parte de aquella provincia que acá nos envia, vos
«nuestro Señor oyó vuestra embajada, y entendidos «suplicamos é requerimos, pedimos por merced é
tías cosas particulares de ella, puesto que sea bue- «amonestamos, si de fieles consejeros, verdaderos
»no lo que asi traéis á su Alteza en querer daros » servidores, é leales vasallos vos presciais, le que-
«por vasallos suyos, paresce que desdora con lo que «rais consejar que luego se llame Rey de Aragón é
«á la postre pedia, si es que vos dó gente para vues- «Conde de Barcelona, é lo acepte sin dilatar, pues
«tra defensión contra los Franceses que vos guer- «que Dios é su justicia se lo da; é los setecientos
DON ENRIQUE CUARTO. 12?
«mil florines que asi le proferimos, crea su Real al Rey quisiese verse con el Rey de Francia su Se
• celsitud que 8¡n dubda se los daremos, so pena que ñor, para dar algún modio en los dobatea del Prin
«todos tres, como aqui estamos, perdamos la vida.» cipadgo de Cataluña con el Rey Don Juan de Ara
Oído su razonamiento, é lo que tan liberalmente pro gón , fueron acordadas las vistas entre Fuenterrabia
ferían, todos del Consejo quodaron maravillados. 6 Sant Juan do Luz, pasada la fiesta do la Resurrec
Pero como el Marqués y el Arzobispo lojiian daña ción. Tomada asi la conclusión de las vistas, el Rey
das las voluntades, é muy agenas de lo que al Rey mandó hacer fiesta á este embajador, y fué que la
é á la sublimidad de su Estado convenia, respondie Reyna con todas sus damas saliera ala sala del Roy,
ron que aquello era necesario comunicarse con el donde los caballeros de la Corto danzaron con ellas,'
Rey, é que sabida su deliberada voluntad, los tor é porque el embaxador rescibiese mayor honra, qui
narían á hablar. Mas la comunicación que con el so que danzase con la Reyna. E como el embaxador
Rey hicieron fué burlar é juzgar por cosa vana lo vio q nanta honra señalada le fué danzar con tan al
que avian proferido disciendole, que mucho mejor ta Reyna, acabado de danzar con la Reyna la baxa
é mas segura cosa era tractar con el Rey de Fran é la alta , hizo voto solepne en presencia del Rey é
cia, para que tuviese forma como le diesen alguna de la Reyna que jamas danzaría con dama ningu
parte del reino de Navarra, que le cayese mas jun na, pues que con tan alta señora había danzado. El
to do sus Reynos, que no el Principadgo de Catalu Rey mandó hacer mercedes á esto embaxador , con
ña. Y puesto que el Rey fue avisado é amonestado que se partió muy contento. Luego fué acordado
é requerido por algunos del Consejo é leales servi que el Rey se partiese para Segovia con toda su
dores é criados del grande daño y engaSo que le Corte.
hacian en hacer dexar lo cierto por lo dudoso, é que
se guardase que por cosa del mundo no desampa CAPÍTULO XLVIII.
rase á los Catalanes, porque en aquello consistía la
seguridad de su Estado, la paz é sosiego de sus Como et para Rey estovo en Segovia algunos dias , y de allí se partió
Burgos , para verse con el Rey de Francia.
Reynos, no «e curó de ello, antes se inclinó á lo que
el Marqués y el arzobispo descian é le aconsejaban. Después que el Rey ovo reposado en Segovia al
E como ya ellos de secreto tenian inteligencia con gunos dias, como ya se acercase el tiempo asignado
los Reyes de Francia é de Aragón, enviaron á de para las vistas del Rey de Francia , el Rey mandó
cirles que viniese á hablar con el Rey uno de aque que la Reyna y la Princesa con los Infantes sus
llos capitanes Franceses que estaban contra Catalu hermanos se quedasen, y el Comendador Juan Qui
ña, é que el Rey se iría á la villa de Monteagudo llón en su guarda con cionto de caballo, é él con to
con muy pocos de los suyos en son de ir á caza, é da su Corte so fuese á la cibdad de Burgos, donde
que alli se tomaría algún medio. E asi el Rey se estuvo hasta que la Quaresma fué entrada , é desde
fué á Monteagudo el dia de Año Nuovo, donde ve allí se fué á Sant Sebastian. Llegado alli, como el
nido el Capitán, habló con el Roy en el campo disi Arzobispo do Tolodo y el Marqués do Villona eran
muladamente, é fué concertado con él que el Rey los mas principales por quien las cosas del Consejo
de Francia enviase un caballero principal de su se gobernaban, é tenian voluntad de sostener al Rey
Corte á concertar vistas entre ellos. T tomado aques de Aragón, rodearon por sus exquisitas formas co
te acuerdo, el Rey se tornó á la villa de Almazan, mo el Roy oviese de poner los debates de Cataluña
donde estuvo la fiesta de los Reyes con mucho en las manos del Rey de Francia, para que él sen
plascer y reposo, festejándole Mendoza, Señor de tenciase entre él y el Roy de Aragón su tío; por ma
la villa. nera que se tomase medio convenible, é se quitasen
las diferencias. El Roy, creyendo quo tales tenian
CAPÍTULO XLVII. dentro los corazones qual fuera lo manifestaban
sus lenguas, dio su consentimiento, é otorgólo co
Como estando el Rey en Almazan, vino un embaxador del Re; de mo ellos quisieron. Para conclusión de lo qual, con
Francia, é se acordaron las vistas de Faenlerrabla, é de lo que formándose con su querer y voluntad , mandó, quo
allí subeedió de aquella embaxada.
ellos entrambos y Alvar Qomez do Cibdad Real , su
Tornando el Rey á la villa do Almazan, tuvo allí Secretario, fuesen embaladores al Rey de Francia,
la fiesta de los Reyes con la Reyna é con la Prince asi para entender en la forma de la sentencia, que
sa é con los Infantes sus hermanos, pasando el tiem fuese á bu honra é provecho , como para concertar
po en mucho plascer. E no sin cabsa, que era razón las vistas quando é donde avian de ser. De aquesta
do sentirse alegre, ca se vía puesto en la mas alta embaxada se siguieron los infortunios é infamias é
cumbre de sublime estado que nunca estuvo ningún dolorosos trabajos del Rey , no solamente por la di
Rey de sus antepasados de grandes tiempos, ni tan soluta maldad que aquestos sus mensageros hicie
poderoso ni temido ni tan enjoyado , viéndose no ron é cabsaron en la sentencia que contra la honra
Bolamente poseedor de grandes tesoros, mas Señor y estado y fama de bu Rey ordenaron é consintie
do los ricos, porque todos en sus Reynos estaban ron, haciéndoso parciales do los enemigos de su Rey,
enriquecidos é nunca despechados. Pasadas asi las mas porque siendo él amonestado é requerido por
fiestas de los Reyes, vino alli un embaxador del Rey muchos de sus leales servidores quo se guardase de
de Francia, donde oida su embaxada, en que rogaba ellos é supiese cómo avia do sor engañado é des
128 CRÓNICAS DE LOS REYES DE CASTILLA.
honrado por su cabsa, no los quiso creer, é hizo con
fianza de los que le vendieron. Después que asi fue
ron entrados en Francia, se juntaron con el Rey en CAPÍTULO XLIX.
Ja cibdad de Bayona. Luego el Marqués tomó acos Como te vieron los Reyes, é de la forma que se luto en sus vis
tamiento de él, é llevaba cada un año por suyo do tas, é fué leyda A pronunciada la sentencia sobre el debate d*
ce mil coronas. El Arzobispo se alió é confederó Catalana.
con él, y Alvar Gómez quedó por su servidor, en El dia que ovieron de ser las vistas , el Rey de
tal manera, que teniéndolos por suyos, fué ordena Francia se vino á Sant Juan de Luz , que está jun
da é capitulada la sentencia á mengua é abatimien to con el rio de Fuenterrabia, é con él el Arzobispo
to del Rey é á honra é provecho del Rey de Ara de Toledo, que aquel dia comió con él ; y el Rey con
gón ; porque el fin é conclusión de todo ello fué mucha caballería é principales Señores de su Corto
mentira, é con intención de mentir é engañar al Rey, pasaron en barcas hasta la otra parte del río , donde
según que la obra dio testimonio de ello, é por el el Rey de Francia con muchos señores y perlados le
proceso de la Corónica será recontado. Luego que estaba esperando á pié. El Rey iba en una barca , y
la sentencia fué concluida, firmada é consentida por con él el Marqués de Villena y el Obispo de Cala
el Rey de Francia é por estos embaxadores, el Arzo horra , y en torno de la barca del Rey iban otras
bispo y el Marqués escribieron al Rey que se pasase muchas barcas y en ellas los Señores que aqui serán
á Fuentorrabia , donde el Rey con la caballería de nombrados. En una baroa iba Don Gómez de Cáce-
su Corte, vino luego. Llegado el Rey á la villa de res , Maestre de Alcántara, é con él muchos caballe
Fuenterrabfa, fué acordado que el Marqués viniese ros principales de su Orden ; en otra iba Don Juan
á hablar con él, é por parte del Rey do Francia el de Valenzuela, Prior de Sant Juan , con otros mu
Conde de Comenge á le notificar mas falsía» que chos caballeros de su Orden ; en otra iba Don Luis
verdades. Aunque hablando aquí sin pasión, pues de Acuña, Obispo de Burgos , con mucha notable
to que sin mucho dolor é sentimiento no Se podria gente de los suyos; en otra barca iba Don Beltran
escribir, la venida dol Conde de Comenge al Rey, de la Cueva, Conde de Ledesma, acompañado de
mas fué por colorar la falsedad é disimular la ma muy notables caballeros. En otras barcas iban otros
licia de sus embaxadores , que por ser necesaria. muy señalados caballeros de Estado, cuyos nombres
Mas como los tales insultos siempre van cubiertos seria grand proligidad contar por extenso. Todos
de alguna dorada razón , mientra que no se descu fueron tan ricamente ataviados é vestidos, quanto
bren parece que todo es oro , é después son como en ningún tiempo se pudo ver en Castilla ; tanto é
falsa moneda, que en nombre de ser buena va llena de tal guisa que los Franceses quedaron muy ma
de falso metal : asi fué lo de estos tratos que , ci ravillados. Y como los Reyes se vieron, el uno des
mentados sobre poca verdad con dañadas entrañas, de el agua , y el otro en tierra , con mucha mesura
fueron descubiertos al tiempo que no llevaban re quitaron los sombreros, é salió el Rey en tierra. El
medio. E porque todo lo que al Rey convenia fuese de Francia se vino para él, é quitados los bonetes á
de mal en peor, quisieron que en aquellas vistas, ó la par , se abrazaron ; é abrazados con acatamiento,
mas propiamente ciegas, quedase antes ofendido su el uno del otro se tomaron de las manos ; é juntos á
Roy que honrado, mas desabtorizado que tenido en la par se fueron hasta una peña baxa que está á la
estima. Ca lo que debiera ser en medio de los tér orilla del rio , donde el Rey se arrimó las espaldas,
minos de Castilla é ds Francia, hiciéronle que pa y el Rey de Francia se quedó delante de él sin arri
sase todo el rio y entrase en el reyno ageno, no mi marse, y en medio de ellos se puso un valiente le
rando á lo que la lealtad les obligaba, é á la decen brel é hermoso, sobre el qual tenian ambos Reyes
cia de su Rey convenia. Pues decidme agora, grand puestas las manos. El Rey comenzó la habla con el
Perlado é grand Caballero, ¿ qué tan buenas obras, Rey de Francia, que estaba muy atento á ella , por
qué señaladas mercedes pudisteis rescibir del Rey espacio de un quarto de hora. Acabada la habla, el
extranjero é ageno, que no fuesen muy mayores las Rey de Francia le respondió ; é luego llamó al Ar
que de vuestro Rey natural teniades rescebidas? zobispo de Toledo, y al Marqués de Villena, y al
¿ Qué interese tan grande vos pudo venir de honrar Conde de Comenge y junto con ellos á Alvar Gó
al Rey ageno, que no fuese mayor pérdida la men mez, que trida la sentencia ¡ al qual mandaron que
gua de vuestro Rey, que vos puso en su lugar, para la leyese, en que el Rey de Francia dio por su sen
negociar lo que á su estado é honra tocaba ? ¿ Qué tencia que el Rey desistiese de la impresa de Ca
pudisteis ganar en ser parciales á los enemigos de taluña , y que en equivalencia de aquella y de los
vuestro Rey, que no perdieseis mucho mas en ser gastos que habia hecho , el Rey de Aragón le diese
ávidos por traydores , no mirando al servicio de la cibdad de Estella con toda su merindad, que es en
vuestro Rey, ni perdonando á vuestras propias el reyno de Navarra, é asi mesmo chiquen ta mil
famas ? doblas ; é que todo aquesto le oviese de dar é cum
pliese dentro de seis meses. E que para certinidad y
seguridad del cumplimiento de todo ello, la Reyna
Doña Juana de Aragón se pusiese en rehenes en po
der del Arzobispo de Toledo en una villa de Navar
ra, que se dice Lárraga, la qual le fué luego entre
DON ENRIQUE CUARTO. 129
gada y puesta en ella la Reyna. E que el Rey man »á vuestra Real Magestad faltará de aqui adelante
dase á sus capitanes con la gento que tonta on Cata «sobrade muchas guerras y persecuciones, ni á los
luña saliesen de toda ella dentro de veinte dias pri «Catalanes quien los defienda en gran menosprecio
meros siguientes, é mandase á los Catalanes que se » de vuestra real Alteza, é vituperio de su Consejo.»
volviesen luego á la obidiencia de su Rey , con que E dicho aquesto, él y Mosen Cardona sin mas dila
el Rey de Aragón los perdonase. Leyda la senten- ción se salieron del Palacio, y se pasaron en Fran
dia, é consentida por ambas partes, el Rey so despi cia, disciendo á grandes voces: Descubierta es ya
dió del Rey de Francia, é con toda la caballería se la traycion de Castilla ; llegada es ya la hora de su
tornó á las barcas en que avia venido, é se fué á grand desventura é deshonra de su Rey. Pero el Ar
dormir á Fuenterrabfa. cediano de Girona y el otro su compañero se que
daron allí con el Rey hasta que se partió para Se-
govia y fué con él. Y el Arzobispo de Toledo se fué
CAPÍTULO L. á Lárraga, é le fué luego entregada. Donde vino
Como el Rey manda llamar los embaladores de Calaluna , y les luego la Reyna de Aragón , é se puso en su poder
dixo, como era necesario se tornasen i la obidiencia do so segund la forma de la sentencia. El Marqués de Vi-
Re;, el qnal les darla todas las seguridades que ellos quisie llena quedó olli por algunos dios, disciendo que con
sen, é lo qne ellos respondieron, e allí subcedid.
venia para bien de lo capitulado.
Venido el Rey á Fuenterrabfa , y con él el Mar
qués y el Arzobispo, mandó llamar a los embaxado- CAPÍTULO LI.
res de Cataluña; é venidos delante de su real presen
cia, les dixo: «El Rey de Francia, como hermano Como «nido el Rey 4 Scgovia, conosció el engaño qne avia res-
cebido, 6 lo que hizo.
a mió de armas y amigo del Rey de Aragón, con
n mucha instancia procuró que aquestos debatos de Venido el Rey á Segovia, é salida su gente de Ca
«Cataluña, por el bien de la paz é por esousar las taluña, sintió el engaño que habió rescebido en con
«muertes é daños que tan .aparexados estaban, se sentir la sentencia del Rey de Francia, é como todo
i) pusiesen en sus manos , para que determinase en aquello se ovio hecho por socar al Rey de Aragón de
» ello lo que mejor ó mas convenible le parescieso la necesidad en que estaba, é que el Arzobispo de
«para entrambas las partes ; lo que so huvo de com- Toledo é el Marqués á este fin lo avian rodeado. E
i) prometer. E segund lo que él ha pronunciado por ansi muy sentido del Arzobispo y del Marqués, con
«su sentencia, vosotros aveis de tornar á la obidien- cibió alguna enemistad contra ellos , y pensó en sí
»cia de vuestro Rey ; poro con tal condición que vos de no cumplir cobo de lo sentenciado. Y pensándo
«dé seguridad, y vos perdone lo pasado, é de aquí se remediar de tan grande pérdida, asi de la honra,
» adelante vos haya de tratar muy beniua é gracia» como del Beñorío, mandó llamar al Arcediano de
nsamente', sin mirar á cosa ninguna de lo pasado. Girona, que se ovia quedado en Fuenterrabia, é ve
«Por tanto yo vos ruego que asi lo queráis hacer, nido, habló con él largamente, rogándole que se fue
» porque paro ello vos serán dadas las seguridades se á mas andar á Barcelona, é trabajase como no se
«é firmezas que vosotros demandáredes ; y esto es hiciese mudanza ninguna, é que luego tornaría á
«necesario que hagáis, porque á mi me conviene enviarlos muy gruesa gente con que se defendiesen;
«sacar toda mi gente que allá está.» A esto respon y el embaxodor como estaba ganoso de servirlo, res
dió Hosen Copones con mucho denuedo: «Pensaba- pondió que le plascio de ir á trabajarlo con todos
»mos, serenísimo Rey, que por avernos encomenda bus fuerzas. Entonces mandó el Rey hacerle merced
ndo A la casa de Castilla y á vuestra real Excolen- é socorro, con que se partió luego. Pero puesto que
ocia, como á nuestro Rey natural, que aviamos de este embaxador iba con buen deseo , su ido aprove
«ser amparados, é somos destruidos; é que aviamos chó muy poco ; porque ya los Catalanes, viéndose
«de ser defendidos, é somos maltratados. Querría, desamparados, avian elegido por su Rey á Don
» Señor, que mirase vuestra Alteza , y estos Señores Pedro, Condestable de Portugal, y enviádole á
■ de su muy Real Consejo, é nos dixese á qué razón llamar.
«quiere que nos podamos confiar y esperar piedad
» alguna, de quien nunca la ovo de bu propia car-
i) ne, y asi tan crudamente consintió matar á su pro- CAPÍTULO LII.
»pio hijo. Nosotros nos dimos á vuestra Real Coro- Como el Arzobispo de Toledo y el Marqués de Vlllena enviaron 1
una, sabiendo muy bien que el reyno de Aragón con llamar al Rey, que se fuese i Logroño; donde llegado, le hicie
«el Principadgo de Cataluña é su señorío según de- ron entrar en la «illa de Lcrin.é lo que alli subeedió.
nrecho divino y humano le pertenencia, esperando El Rey estaba descontento del Arzobispo y del
«como suyos ser libres de las manos de nuestros Marqués, sintiéndose mucho en lo secreto de su
n perseguidores, é de nuestro capital enemigo; é poca fidelidad é menos amor que avian mostrado á
«agora somos puestos al cuchillo por quien nos de- bu honra é servicio, en lo que de ellos avia confia
«bíera amparar y defender. Poro pues así lo plasce, do. Mas como á la deconcia do los Reyes portenesce
»é quiso antes creer á sus desleales servidores é con- moBtrar en los enojos serena cara , é disimular las-
nsojeros, que tomar lo que Dios le daba, de tanto le cosas con alegre semblante , é fingir con apariencia
«certifico, y téngalo bien en su memoria, que nunca lo que en la voluntad no tienen , puesto que ansi
Cr-ÍII. 9
CRÓNICAS DE LOS REYES DE CASTILLA.
estaba sentido , nunca bu boca diaparaba palabra llos que lo avian fecho , porque él quería entender
deshonesta ni rabiosa contra ellos. Los qualea , pa en ello. Fray Fernando le respondió, que gelo avian
sados algunos diaa que el Rey avia reposado en Se depuesto personas de autoridad ; el Rey mandó gue
góVÍA, le escribieron que se fuese á Logroño con dixeae quién eran las personas ; denegó desoillo ;
su gente ¡ porque allí estaría mas oerca por cabsa de por manera que se halló ser mentira. Entonces vino
los tratos. Avida bu carta, el Rey Be fué á Logroño, alli Fray Alonso de Oropesa, Prior Qeneral de la ór-
donde llegando, le tornaron á escribir que seria den de Sant Gerónymo , con algunos Priores de su
mejor que se entrase dentro en Navarra á la villa de Orden , é se opuso oontra ellos , predicando delante
Lerín , que estaba asi por él. Entonces el Rey se fué del Rey, por donde quedaron en alguna forma los
á aposentar en ella, y estuvo allí por espacio do Observantes confusos. Pasados pocos días después
tres meses sin que conclusión alguna se diese, antes de aquesto, vino el Marqués de Villena con un nue
las mentiras se multiplicaban é las cabtelas iban vo trato que le avian movido para equivalencia do
trasdobladas sin vergüenza ninguna, tanto , que ya la merindad de Estella. Pero como el Rey estaba
el Rey cansado de sus falsías , no daba crédito al sentido y enojado de las mentiras pasadas, no le
Marqués que iba é venia con los tratos, antes quan- dió el crédito que solia, antes se apartaba de él sin
do iba al Consejo , no se le haoia la cabida que de mostrarle el amor que primero le mostraba, en tal
antes se le solia hacer y tener. E quanto quiera que manera, que al Rey crescia la enemistad, y al Mar
todo el tiempo que allí estuvo se pasó en vanidad, qués el temor y la sospecha; por donde los hierros
subcedió luego otro mas disoluto caso, y fué que del uno contra el otro se comenzaron á multiplicar.
Mosen Pierres de Peralta entró en Estela, y se apo Y puesto que aques tas cosas pasaban , el Marqués
deró de la fortaleza é del lugar, fingiendo rebelarse era astuto, á de grande sufrimiento, y con mucha
en ella contra el Rey de Aragón, para no ge la dar pasciencia disimulaba los ultrages y desdenes; pero
ni consentir que se enagenase de la Corona de Na de secreto comenzó su trato con los Grandes del
varra. E no solamente aquesto, mas para temorizar Reyno; mas para deshonrar y destruir al Rey que lo
al Rey de la 'estada en aquella villa , se echaban hizo, que para servirlo. Y esto es lo que dizeron los
algunos escritos, de ellos en las escaleras, y de ellos antiguos, que los que yerran nunca perdonan, antes
en las salas, diciendo que se guardase é pusiese sospechando la pena de sus culpas, multiplican en
grande guarda en su persona, que estaba en grande el mal. E desde alli en adelante el Obispo de Cala
peligro su vida. De manera que vista la poca ver horra y el Conde de Ledesma comenzaron á enten
dad é grand falsía de los que avian do ser leales é der en las cosas de la gobernación del Reyno, y ser
veladores de su honra, determinóse de partir, é fue casi los principales del Consejo, y mayormente el
se á la cibdad de Logroño ; el Marqués de Villena Conde, como que tanto estaba en su voluntad del
so quedó alli todavía tratando é fingiendo negociar Rey, de tal guisa, que la enemistad entre el Mar
sin provecho. Llegado el Rey á Logroño, se partió qués y el Conde quedó del todo arraigada señala
luego de alli para Segovia. damente, porque las cosas del Consejo se goberna
ban por las manos del Obispo y del Conde. Pero el
CAPITULO LUI. Rey por convencer las malicias del Marqués y no
varlas fasta al cabo, mandó que él y el Obispo de
Csm el Rey se pulió pan Safarte, y de alli i Madrid , é de lo Calahorra juntamente fuesen á Navarra para enten
que allí subcedió.
der en aquel nuevo trato que el Marqués dizo que
Mas enojado que contento llegó el Rey i Segovia, traía ; los guales fueron, é llegados allá, como las
donde reposó algunos días ; é luego se partió para cosas iban cimentadas sobre falsedad, fué tan vana
Madrid desde Segovia con la Reyna é la Princesa é su ida é de tan poco fruto, que ninguna conclusión
los Infantes. Estando alli el Rey de reposo, y con él se pudo tomar sobre ello. E acordaron de escribir al
el Obispo de Calahorra, y el Conde de Ledesina con Rey y embiarle un mensagero á le notificar como
otros algunos del Consejo, vino alli el Maestro del el Rey de Aragón é la Reyna su muger decían que
Espina, y Fray Fernando de la Plaza con otros Re en ninguna forma podian cumplir lo sentenciado,
ligiosos de la Observancia de Sant Francisco á no asi por la mucha necesidad en que estaban, como
tificar al Rey, como en sus Reynos avia grande he- porque Estella la tenia Mosen Pierres de Peralta, é
regia de algunos que judaizaban, guardando los ri no la quería dar. Entonces el Rey, oidas las vanas
tos judaicos , y con nombre de christianos retaza escusaciones, y vista la dañada voluntad del Arzo
ban sus hijos ; suplicándole que mandase hacer in bispo y del Marqués, les envió á mandar que hicie
quisición sobre ello , para que fuesen castigados. So sen lo que mejor les paresciese y se viniesen á Ma
bre lo qual se hicieron algunos sermonee ; y en es drid. Vista la respuesta, el Arzobispo soltó á la Rey
pecial Fray Fernando de la Plaza , que predicando na que tenia en rehenes, y entregó Larraga áel Rey
dizo que él tenia prepucios de hijos Christianos con de Aragón. E ansi entregada, el Arzobispo, y el Mar
versos, que avian retazado sus hijos. Sabido aques qués y el Obispo de Calahorra se vinieron juntos
to el Rey les mandó llamar, é les dizo , que aquello hasta Madrid , y estuvieron alli esperando al Rey,
de los retazados era grave insulto contra la Fé Ca- que era ido al Andalucía, y á Gibraltar, donde se
thólica , y que á él pertenescia castigarlo, é que tra- vido con el Rey de Portugal, que estaba en Cepta,
trazese luego los prepucios, y los nombres de aque según d será contado
DON ENRIQUE CUARTO. 131
ron ahorcados seis hombres de los que estaban pre
CAPÍTULO LIV. sos , de las ventanas de sus casas, como perpetrado
res del insulto; é á los otros mandó que los llevasen
Como dieron nueva al Rey que la eibdad de Sevilla estaba muy presos á Madrid. E asi sosegada la eibdad , partióse
alborotada, para se perder, j el Ker se fué alia a grande priesa,
é lo qne allí se biso. para Gibraltar.

Luego que el Marqués de Villena y el Obispo de CAPÍTULO LV.


Calahorra se partieron para Navarra, llegó nueva al
Rey como la eibdad de Sevilla estaba muy alterada Como el Re; fué a Gibraltar, é vino el Re; de Portugal, que estaba
para se perder ; porque el nuevo Arzobispo de Se en Ccpta, a Terse con él.
villa y la Comunidad estaban puestos en armas con Partióse el Rey de Sevilla para Gibraltar, porque
tra los Caballeros y la Clerecía, á cabsa de no querer después que se avia ganado de los moros, nunca
el Arzobispo obedescer los mandamientos del Papa, avia estado en ella; é llegado allí, sopo como el Rey
en que mandaba que pues su tio de esto Arzobispo Don Alonso de Portugal estaba en Opta de la otra
avia pacificado el Arzobispado de Santiago, que le parte del Estrecho , de que el Rey ovo mucho plas-
avia dado el Rey para él, seguud que ya fué re cer, y le envió á rogar se quisiese ver con él ó ve
contado por la historia, le tomase é dexase el de Se nirse á holgar con él ; lo que el Rey de Portugal
villa. E asi estando él rebelado, é apoderado en los aceptó de buen grado, é se vino á Gibraltar con muy
lugares é fortalezas, y en la Iglesia mayor, que to- poca gente. Fué rescebido con mucho amor, segund
nia encastillada, presumió de se defender. E como que se acostumbra entre propios hermanos, y estu
4 el Papa fuese fecha relación de la ingratitud de vo allí por espacio de ocho dias, comiendo entram
este Arzobispo contra su tio, dio un mandamiento bos á una mesa. Fué tratante entre ellos, para los
monitorio penal en que le mandaba que luego se de conformar, Don Beltran de la Cueva , Conde de Le-
sistiese del Arzobispado de Sevilla, é lo dexase pa dosma; púsolos en grande alianza é confederación,
cifico para el tio , que tan bien le avia fecho , é se y quedó la conclusión de ciertos capítulos para otras
fuese á su Arzobispado de Santiago, so graves pe vistas, que después se hicieron, segund que ade
nas é censuras , no solamente contra él , mas contra lante será contado, de las quales se encendió el fue
toda la clerecía de la eibdad, y los caballeros de ella, go de Castilla. Concluido aquesto, é ávido sus de
para que no le oviesen por Arzobispo , ni le obede portes de mucha montería, donde los mas dias so
ciesen, salvo ásu tio. B como asi estabaendurecidol salian á solazar , el Rey de Portugal se despidió
lleno de ingratitud tenia muy engañada la comuni para tornarse á Cepta, y el Rey salió con él hasta la
dad con muy grandes promesas , 'para poner á cu ribera del mar. E luego que el Rey de Portugal fué
chillo toda la clerecía, é caballeros, porquo avian partido, el Rey quitó la alcaydia de Gibraltar á Pe
obedescido los mandamientos Apostólicos en tal ma dro de Porras , que la tenia desde que la eibdad se
nera; que muerta la clerecía, avia prometido los be ganó, y la dio al Conde de Ledesma, y el Conde
neficios sayos a los hijos de aquellos que le ayuda puso alli por él á Estovan de Villa-Creces, casado
ban en los insultos. En aqueste comedio llegó el Rey, con una tía suya. Y esto hizo el Rey porque avia
é mandó al Doctor Diego Sánchez del Castillo , su grand voluntad de prosperar al Conde, vista la ene
Oidor é del su Consejo, que hiciese la pesquisa ; é miga que el Marqués tenia contra él sin cabsa algu
focha, hallóse quo no solamente quería hacer aque na. Después quo el Roy ovo reposado en Gibraltar
lla crueldad , mas que oxocutada, se avia do alzar algunos dios, partiese para Ecija.
con la eibdad e hacerla comunidad , é tomadas las
galeras que estaban en las Atarazanas, hacer guer CAPÍTULO LVI.
ra por mar, é defenderse por tierra, para que de allí
adelante no fuesen sujetos al Rey ni reconosciesen Como el Rey fué a Éclja, y de allí fae sobre Granada, para que
señor ninguno. Sabido aquesto, é vista la pesquisa le diesen las parias, y dadas, so partid i Jahen, é lo que alU
sucedió.
en el Consejo, el Rey mandó llamar á los principa
les de lo Comunidad, quo oran capitanes do aquella Venido el Roy A la eibdad de Écija, mandó jun
conjuración con el Arzobispo ; é venidos delante de tar toda la gente de á caballo que alli estaba , é por
¿1 , dentro en el Alcázar mandó prender algunos de toda la comarca, é partióse para la vega do Grana
los mas culpados ; y entretanto que se hacia justicia da, donde puso su Real ; y puesto, los moros salieron
de ellos, mandó que el Arzobispo como inventor é & él con las parias acostumbradas, ó con ricos pre-
cansador de los tales insultos ostuvioso detonido on sontes de ricas é diversas cosas quo lo presentaron.
su casa, é no saliese de ella so pena de perder la na Estuvo alli una noche, é á otro dia derramada la
turaleza de sus Reynos. E porque en menosprecio gente, se fué para Jahen, donde fue muy bien res
do la Sede Apostólica tenia encastillada la Iglesia cebido por el Condestable Don Miguel Lucas Di-
Mayor é muy fortalecida, mandó derrocar todo lo ranzo, que tenia la gobernación con los Alcázares.
que asi estaba fecho é dar la posesión del Arzobis Venido alli el Rey para reposar algunos dias, vino
pado al tio; lo qual fué muy alegremente obedecido á lo facer reverencia Don Pedro Girón, Maestre do
por todos, asi dignidades, y canónigos, como por Calatrava, mas con propósito de dañar al Conde de
los caballeros de la eibdad. E dende á tres dios fue I Ledesma, quo de ver al Rey. Solamente fué su ve
132 CRÓNICAS DE LOS REYES DE CASTILLA.
nida cabteloso, para suplicar al Roy diese el Maes é ellos temerosos de él, las cosas de la gobernación
trazgo de Santiago al Condestable, sospechando que oran mal administradas, ó peor proveídas, en tal
lo quería dar al Conde de Ledesma. Como el Rey manera, quo los nogocios que ocurrían no avian
ya estaba indignado en la voluntad contra ol Arzo conclusión, ni los librantes despacho, ni la justicia
bispo de Toledo y el Marqués de Villena su herma execucion ; porque quanto el Rey con el desgrado
no, por las formas que avian tenido contra él sobre que con ellos tenia , ostaba tibio y atónito , tanto
las cosas de Cataluña, y que él no avia de ser con ellos con sus dañados propósitos y pensamientos di
tra el hermano, autes ayudalle en deservicio suyo, lataban lo que muy ligeramente se podía despachar.
, no le mostró el amor que solia , ni le quiso otorgar Mas como bu determinado propósito era mas para
lo que le suplicaba porque vio que aquello que po destruir que para reparar, antes deservir que no
día no lo pedia do verdad, ni lo desoía para que se ayudar, andaban por bu camino hasta ponello en el ,
hiciese, salvo para enemistar al Condestable con él cabo. E asi dieron ocasión que las querellas de los
y con ol Conde do Ledesma. Y no solamente aques menudos, y ol mal contentamiento de los mayores,
to, pero el Hoy se apartaba de él ó se retraía; por ellos ayudando, crcscicsen. Pero si como el Rey era
manera quo se ovo de tornar á su tierra. En este enagenado de la crueldad, é amigo de la clemencia
medio tiempo vino un torbellino en Sevilla tan es que jamas lo plugo matar ni destruir á ninguno,
pantable é tan temeroso, que jamas fué oído ni vis fuera vendicativo, y executor de los que tales yer
to, segund los grandes malos que hizo. Arrebató un ros ensayaban, quedara temido é servido é acatado.
par de bueyes unidos con su arado colgado del yu E no solamente aquesto, mas quando el Arzobispo
go, ó llevólos on ol ayro un grand trocho. Arrebató y ol Marqués iban a Pulacio, si por caso no les abrian t
una campana de la Iglesia do Sant Agustín , que la tan presto, los suyos so atroviau con palabras desho
echó de allí un grande tiro de ballesta. Derribó cier nestas contra los porteros. Estando asi las cosas mas
tos arcos de los caños de Carmona, é muy grandes en vegilia de rompimiento que de paz , para quo
pedazos de los muros de la oibdad. Arrancó de raiz mas se doblase el temor ó la sospecha en el Arzo
muchos naranjos, y echólos tan altos , quo pujaban bispo y en el Marqués, escribió el Rey de Portugal
sobre las paredos de quatro é do cinco tapias á la al Rey é á la Reyua como iban á tener novenas á
parto de fuera do las huertas ; é otras muchas co Guadalupe, rogándoles quisiesen ir á la Puente del
sas temerosas de oír. Afirmaron algunas personas Arzobispo, para quo se viesen allí. El Rey ovo plas-
de buena vida é niños inocentes que vieron venir cer de ello, é sin consultar cosa alguna con el Arzo
on el airo gentes armadas, peleando unos con otros bispo ni con el Marqués , determinó su partida , ó
con estruoudo muy grando. Entro tatito quo el Roy mandóles que se quodason , ó llovó consigo a la Roy-
estaba en Jahen, el Arzobispo y el Marqués esta na, é la Princesa con los Infantes sus hermanos.
ban en Madrid con la Rcyna, puesto que entendían Llegado el Rey ala Puente del Arzobispo, vino allí
en la gobernación del Reyno é administración do la ol Rey de Portugal ; donde vistos, hicieron grandes
justicia. E aunque algunas querellas los venían do alianzas ó confederaciones ; y entre las otras cosos
Jos agravios quo se hacían en algunas cibdades por quo allí se concluyeron, fué quo el Rey do Portugal
los corregidores de ellas, asi do robos, como do casarla con la Infanta Doña Isabel, hermana del
muertes injustas, mas les placía dolió que no de re- Rey. E fechos sus conciertos, firmados é señalados,
modiallo, segund que lo solían remediar é castigar el Rey de Portugal se tornó á Guadalupe, é de allí
antes, siendo remisos en aquello. Con mayor dili para su reyno.
gencia procuraban sus confederaciones é alianzas
con los Grandes del Reyno ; é como quiera que sus CAPÍTULO LVIII.
capitulaciones que asijhacían no declaraban ser con
tra el Rey, tampoco declaraban que guardando su Como partido el Rey, el Arzobispo y el Marqués de Villena sa
lieron de Madrid, y se fueron i Alcalá de llenares, ó lo que allí
servicio; pero el fin de todo ello fué para destruir subcedid.
su Estado, según que las obras dieron testimonio
dende á poco tiempo. E puesto que de todo aquesto La partida del Rey muy acelerada, sin averia
fué avisado el Rey por muchos de los suyos, asi consultado con el Marqués ni con el Arzobispo, ó
grandes como pequeños, que amaban su servicio, sin avellos llevado consigo, fué para ellos muy es
fué tan remiso, quo no lo quiso creer, ni curó de candalosa, é los puso en tanta sospecha, que temien
ello ni de remediarse ; de guisa que el malino de do ser presos é destruidos , determinaron de ir ú la
seo de sus enemigos ovo lugar de se cumplir. Des villa do Alcalá de Henares , y no tornar á Madrid
pués que el Rey ovo reposado en Jahen por algún ni estar en la Corte; y aquesto no sin justa oabsa,
tiempo, acordó su partida para tornarse á Madrid. ca razonable cosa era aver miedo donde la concien
cia dañada remordía, é reprehendía la deslealtad,
CAPÍTULO LVII. é acusaba las maldades y malvadas obras. E asi
('.timo el flcy Tino i Madrid, y lo que allí sucediú; é cono se vido partidos, ó pospuesta toda vergüenza, poniendo por
coa el Itey de Portugal en la pueute del A «obispo, y de lo que obra sus malos deseos, comenzaron de hacer nue
allí se concertó. vos tratos , provocando á los Grandes á rebelión,
Venido el Rey ú Madrid, como ya estaba mas sos é deaobidencia al Rey , on tal manera, quo algunos
pechoso que contento del Arzobispo y del Marqués, de los mas principales descubiertamente lo aceta
DON ENRIQUE CUARTO. 133
roo. De loe qualcs fueron el Almirante Don Fadri- la otra buscaban el reparo é seguridad de bus vi- '
quo Enriquez, é Don Rodrigo Pimentel , Conde de das y estados, basteciendo sus fortalezas é aperci
Benavente, hierno del Marqués de Villena, el Obis biendo sus gontoH. Pero aunque el Rey era sabidor
po de Coria, é todos sus hermanos de la seqüela del de aquesto, disimulaba no sabello. Al fin por con
Arzobispo de Toledo. E no solamente nquesto, mas firmar su malicia, é no llcgalla hasta el cabo, de
entretanto que el Rey estaba en las vistas con el terminó de salirse á ver con el Marqués entre Ma
Rey de Portngal , el Marqués de Villena como as drid é Alcalá. E como ya se iba rompiendo el velo
tuto é mas industrioso en las cabsas de cabtela, se de la vergüenza, crescia el desamor, é reynaba la
cretamente, sin que fuese sabido, con dos de muía deslcaltad ; por manera, que de aquellas vistas nin
que le acompañaron, se fué á meter por las puertas guna conclusión se pudo tomar, antes de contino,
de Don Alvaro do Zuñiga, Conde de Plasencia, é do fingiendo mayores sospechas, ó porque sus concien
Don Garci-Alvarez de Toledo, Conde de Alva. Con cias Iob remordían, ó sus culpas los acusaban , sé
los qnales se oonfederó con grandes seguridades, movían nuevos tratos sin conclusión de ningunos.
para ser juntos contra todas las personas del mun Al fin, después de tomados muchos acuerdos , fué
do, é si fuese menester, contra el Rey. E asi confor determinado que para la seguridad de su venida
mados, fué el concierto que en lo público flngieson del Marqués de Villena á Madrid , que el Marqués
estar enomigos, para engañar al Roy, como adelan de Santillana é D. Pedro de Velasco, Conde de llaro,
te se dirá, é aver á los Infantes á sus manos ; y se ovieson de ir á la fortaleza de Alcalá la Vieja, y
esto fecho, se tornó para Alcalá. E quanto quier ponerso en rehenes en poder del Arzobispo de To
quel Arzobispo y él parescian estarse alli de reposo, ledo, y estar alli fasta que el Marqués de Villena
no á lo menos tan descuidados que sus mensageros fuese tornado á Alcalá. Tomado aquesto medio, el
cesasen de andar por todo el Reyno, moviendo y al Marqués de Santillana é D. Pedro de Velasco so
terando las gentes para escandalizarlos. Y no sola- fueron á la fortaleza do Alcalá ; ó asi puestos en po
montc ellos alli donde estaban sembraban discor der del Arzobispo, el Marqués de Villena se fué á
dia, mas el Maestre do Calatrava Don Pedro Girón Madrid; donde venido, por enemistar al Rey con
por toda la Andalucía hacia lo semejante. E puesto los Grandes, para que ninguno se fiase de él ni cu
que cada dia iban mensageros al Rey & le notificar rase de servirlo, díxolo que Don Alonso de Fonse-
las novedades é formas deshonestas que con él se ca, Arzobispo do Sevilla, era su enemigo capital , é
hacian , fue tan remiso en se proveer y romediar, que si no lo mandaba prender para destraillo, que
que lo trageron á los trabajos en que se vido. él en ninguna manera se fiaría de andar en su Cor
to. Y aquesto hacia él para quo viesen todos, é to-
CAPÍTULO LIX. mason mnl cnxomplo dol Rey, quo dostruia sus lóa
los, sofialadamonto aquol, quo por muy íiol lo avia
Como el Rey tornl i Madrid, é de lo que alli subcedld.
echado fuera do la gobernación. E no solamente
Venido el Rey á Madrid , é vista la novedad del movió la' voluntad del Rey á ello, mas hizo creer al
Arzobispo y del Marqués, que asi avian fecho en so Obispo de Calahorra, que, prendido el Arzobispo, le
apartar de donde él los avia mandado quedar, es daría el Arzobispado de Sevilla; por manera, que
peró su venida por espacio de quatro dias, é luego el Obispo con la cobdicia fué incitador de la pri
enviólos á rogar é mandar que se viniesen, para co sión suya con el Rey, porque de aquella prisión se
municar con ellos las cosas que con el Rey do Por alterarían los Grandes para no se confiar del Rey ;
tugal solvían negociado, asi mesmo acerca del ca é seria forzudo por pura necesidad que ovieson do
samiento do la Infanta su hermana, y de otros ne creer sus engaños, y querer lo que él quisiere, y no
gocios particulares que cumplían á su servicio. Ellos la voluntad del Roy que le avia levantado del pol
respondieron que si su Alteza oviera gana de les vo. Y q iianto quiera que el Rey sentía sus cabidas,
dar parte de las cosas concortadas con el Rey de deseando quitar los escándalos, porque las cosas no
Portugal , les mandara ir con él, y pues les ' mandó viniesen á rompimiento, para convencer su malicia,
quedar, paresció que no le plugo de ello. E que se- consintió en ello, é mandó á Juan Fernandez Galin-
gund avian visto é conoscido en los dias pasados, do, Comendador de Roy na, é del su Consejo, porque
la experiencia mostraba que tornar á su Corte é an siempre fué leal servidor é consejero, que fingien
dar en su servicio los era cosa de grand peligro ó do irso á su casa, fuese i'i Canti llana, é prendiese al
de poca seguridad, asi por lo que do su real Señoría Arzobispo de Sevilla, que por fuerza, quo do grado.
les era notificado, é lo Rabian de cierto, como por la El Marqués por otra parto socrotamonto envió á avi
enemiga que contra ellos tenian algunos do loa quo sar al Arzobispo do Sevilla que se pusiese en salvo,
andaban cerca del. E quo por aquello é otras cosas porque el Rey le enviaba prender. E asi el Arzo
notorias, que á ellos eran notificadas , avian deter bispo quedó enemistado con el Rey, é amigo suyo;
minado de se apartar de su Corte, por escusar los por manera, que quando llegó Juan Fernandez fia-
enconvinientes que se les podían seguir ; mas que si lindo, ya el Arzobispo estaba on Bejor. De donde
su Alteza quisiese salir á verse con alguno do olios resultó que los quo estaban ganosos do servir al
en el campo, alli serian notificadas todas por exten Rey, quedaron sospechosos c con róscelo do lo se
so las cabsas de su apartamiento; y puesto que guir ; por donde los malos deseos del Marqués do
por una parte se ponian en pendencia de tratos, por Villena ovieron cabida en los pensamientos de mu
134 CRÓNICAS DE L08 REYES DE CASTILLA.
chos, que estaban fuera de la Corte, é no bo osaban tiempo de mas paciencia.» El Marqués , de que vido
mostrar por el Rey, ca no subían de que forma pa la indignación dol Rey , salióse de Palacio con to
saban las cosas. dos los que avian venido con él ; é para aplacar la
indignación del Rey, envióle aquella tarde al Conde
de Benavente su bienio con trato de mas livianas
CAPÍTULO LX.
cosas que de sustancia. Y esto no sin cabsa : ca co
Como quisieron prender al Rey en ei Aleaxar, 6 prender i loa mo de la condición del Rey sabia que era incliaarse
luíanlos, y quebrantadas las puertas, entraron por tuerza en la á los tratos, é con aquellos le avia de traer á quan-
Cámara del llcy. to él quisiese, todavía buscaba con él nuovas pen
Pasados algunos días después que el Marqués dencias sin conclusión ninguna.
vino á Madrid, yendo á Palacio unas veces solo, é
otras acompañado , apartábase á solas con el Rey, CAPÍTULO LXI.
para hablar en las diferencias que traian. Y desque
sintió la grand afición que el Rey tonia con el Con Como el Rey acordó de dar el Maestradgo de Sanetiago al Conde
de Ledesma.
de de Lodesma y con el Obispo de Calahorra, y
como en aquel propósito perseveraba , acordó do Viendo el Rey el feo atrevimiento que se avia fe
llamar algunos caballeros de su confederación. Don cho á sus puertas, é que aquello se hacia maliciosa
de vino luego Don Alonso Enriquez, el hijo mayor mente por apartar al Conde do Ledesma de la Cor
del Almirante, é Don Rodrigo Pimontel , Conde do te é quitalle de su favor, croscióle mayor afición de
Benavente, é Don Rodrigo Manrique, Conde de Pa ponello en mas alto estado. E asi para mayor des-
redes, y otros algunos caballeros é personas de grado del Marqués de Villena, determinó de le dar
quenta. E asi venidos, é ávido bu consejo secreto el Maestradgo de Santiago, que él tenia en admi
entre ellos, acordaron que todos juntamente se fue nistración desde la muerte de D. Alvaro de Luna,
sen á Palacio con sus secretas armas , para tomar Condestable que fué de Costilla, asi para hacerle
los Infantes de su mano, é prender al Rey y al Con mayor pesar , como para que oon la grandeza del
de de Ledesma. E como quiera que los tratos pen estado pudiese competir con él. Ávido su acuerdo
dían, siempre el Rey estaba sobre aviso de poner á cntresi mesmo, mondó llamar al Obispo de Calahor
sus hermanos a buon rocabdo , por manera, que la ra y al Cundo do Ledosma ó á Alvar Gomoz su se
maldad pensada no ovioso efecto, ó lo mas del tiom- cretario, y apartado con olios en grand sccroto, los
po del dia los mandaba estar en la torro del ome- dixo: «Conocida tengo la maldad y dañado propó
nage con guardas. E como aquel dia venían con da sito del Marqués é do estos caballeros quo á cabsa
ñado propósito, llamaron á las puertos con gran ri nsuya andan, no solamente por me deservir y enojar
gor, é sin acatamiento ninguno : de tal son que las «segundee ha mostrado por el perverso atrevimien-
quebraron , entrando todos por fuerza á pesar de oto que á mis puertas hicieron , mas porque yo aya
los porteros. Entonces el Rey, oydo el estruendo de »do apartar de cabe mi al Conde de Ledesma que
la entrada con tanto alboroto, sospechando la des vaquí está. Pero porque sus malinos deseos no ayan
lealtad de los que ausi entraban , tomó consigo al «lugar, ni se cumpla lo que ellos quieren, tengo
Conde de Ledesma, é retrúxose en un retrete peque i determinado, y es mi deliberada voluntad de ha-
ño, donde pudo estar en alguna manera seguro ; de ncelle Maestre de Sanetiago, paro que como Orando
guisa, que quando pensaron hallar al Rey en la »6 con la grandeza de su estado mo pueda mejor
sala y al Conde de Ledesma con él, no los pudieron n servir, é competir con el Marqués de Villena, que
aver, ni tampoco á los Infantes. Pero el Marqués do n tanta enemistad ha concebido contra él sin cabsa
Villena, como ora astuto, visto quo su mal propósi «ninguna, 6 á mí ha deservido con tantos enojos ó
to no se podia exocutar, disimuladamente hablan » pérdidas quo por él me son venidas. Por tanto yo
do, fingiendo rigor, comenzó a retraer la gente, día- i) desde agora como administrador del dicho MaoB-
deudo algunas palabras mas lisongeras que de re »tradgo lo renunoio en las manos de nuestro muy
prehensión. E asi apartados fuera de la puerta de la nSancto Padre, que agora es para que su Sanctidad
Cámara, fuese á donde el Rey estaba, é fingiendo »lo provea del. E asi mando que todas las provisio-
ser pesante de lo que avian fecho , dixole que su »nes, é todo lo que fuese necesario lo despachad
Alteza debia de mandar castigar aquel insulto. «luego Alvar Qomez, sin que sea sabido.» E con
Mas si el Rey quisiera tener esfuerzo de varón é este mensage fué un capellán de su Capillo, que se
osadía de caballero , é para tan feo atrevimiento le llamaba Suero de Solis, al qual dieron luego cator
plugiera mas el castigo que la toleracion de ello, ce mil florines para la data y expedición de las bu
muy ligeramente les podia dar el pago de su des llas , oon que se partió disimuladamente é á grand
vergonzada osadía. E porque fue muy remiso quan priesa. Entre tanto que este mensagero iba su ca
do debiera ser executivo, é mostró flaqueza quando mino de Roma, como Alvar Gomoz era muy aficio
debiera de tener esfuerzo, sus desleales oobraron nado y parcial al Marqués de Villena desde la mal
osadía, y él quedó mas amedrantado que con de dad de la embaxada de Francia, en que tanta pér
nuedo. Luego que el Rey vio al Marqués de Ville dida cabsaron contra el Rey, todo el negocio de la
na, dixo : «¿ Parecevos bien , Marqués, esto que se renunciación del Maestradgo le descubrió, por don
ha fecho á mis puertas ? sed seguro , que ya no es de la enemiga creció mayor en el Marqués contra el
DON ENRIQUE CUARTO. 136
Rey é contra el Conde de Ledesma ; por manera que ser dicho oon malicia, otro dia siguiente acordó de
las cosas desde allí adelante iban mas dañadas é gelo confirmar, é darle las insignias que como á
de peor suerte ; y el Marqués tuvo tiorapo do ma Maestro le portenescian. Entonces el Marqués de
yores confederaciones con los Grandes del Reyno, Villena vista la novedad , y como el Conde de Le
para que cuando las bullas del Maestradgo de Sanc- desma, seyendo Maestre, era mayor señor que no él,
tiago fuesen venidas, que todos se alterason é rebe procuró y trabajó rinanto pudo la deshonra é per
lasen contra el Rey ; de tal forma, que por todas las dición del Rey, en tal manera , que luego procuró
vias é formas que pudo buscar, buscaba la perdi que los Grandes de su confederación allegasen sus
ción del Rey é destrucion de su magnifico estado, é gentes é se pusiesen en armas y estuviesen aperoe-
tan pacifico. E porque aquello se pndiese mejor bidos. E asi pensó como pudiese prender al Rey con
ezecutar, dixo al Rey que aquellos negocios mejor la Reyna y la Princesa, é tomar á los Infantes, ó
se acabarían en Segovia, que en Madrid. Aquesto tenerlos asi de bu mano, é matar al nuevo Maestre ;
no lo procuró sin cabsa \ porque estando allí temía para lo qual se puso en tratos secretos con nn capi
mas cercanos los caballeros de su partido, para tán del Rey que se llamaba Hernando Carrillo, hijo
quando fuese menester venir á las armas ; los qua- de Gonzalo Carrillo de Córdoba. Este Hernando
les eran el Almirante con los Manriques, é los Con Carrillo era casado con una dama de la Reyna, que
des de Plasencia, é Alva, é Benavente oon otros de se llamaba Doña Mencia de Padilla. Esta Dona
menor estado. El Maestre de Calatrava se pasó lue Mencia era á la sazón dama de la Infanta Doña Isa-
go á ra villa de Pefiafiel ; é fue acordada la partida •bel, que después fue Reyna de Castilla. E porque
de los rehenes que estaban en Alcalá la Vieja , que entrambos dormían dentro del Palacio de la Reyna,
eran el Marqués de Santillan a, é Don Pedro de Ve- que estaba junto oabe oon el Palacio del Rey, pro
lasco, como arriba se dixo, é asi mesmo el Conde de metiéndole grandes mercedes, concertó con ellos
Saldada Don Pedro y Don Juan de Mendoza que que una noche señalada les diesen entrada por la
estaba en Uzeda en lugar del padre ; poro por algu puerta de la Reyna secretamente , é los apoderasen
na seguridad quiso el Marqués de Villena, que el dentro la casa, para que él tomase á los Infantes, el
Obispo de Patencia, hermano del Conde de Ledes Conde de Paredes prendiese al Rey, el Maestre de
ma se pusiese por rehenes en Pefiafiel, en poder del Calatrava al nuevo Maestre de Sanctiago , é lo de
Maestre su hermano ; é puesto, el Rey se pasó luego gollase , é los Condes de Alva y de Plasencia á la
á Segovia con la Reyna é la Princesa su hija, é con Reyna é á la Princesa. E asi concertados é todos
los Infantes sus hermanos, y el Marqués de Villena apercebidos, para lo poner en obra, plugo á la bon
en pos dél. dad de Dios, qne nunca se paga de la trayoion ni
de la ingratitud, que aquella mesma noche que
CAPÍTULO LXII. aquello se avia de executar, tres horas antes fuese
descubierto al Rey, estando el Marques oon él en su
Como llefido el Rey I SetaTil, sucedieron grande» novedades. Palacio, de que el Rey fue turbado. E apartado oon
Después que el Rey fué llegado á Segovia, donde algunos principales de su Consejo, para se lo mani
mas pensaba reposar, el Marqués de Villena publi festar, todos eran de acuerdo que lo prendiesen, pues
caba que los Condes de Plasencia y de Alva eran lo tenia dentro de su Palacio é tan feas cosas per
sus enemigos, y que siendo aquellos contra él, no petraba contra él ; pero el Rey no lo quiso hacer,
podía estar Beguro en la Corte ; que por eso conve diciendo, que seria infamia de su Real persona ;
nia que el Rey les enviase á mandar que se aliasen porque él era venido allí sobre el soguro suyo, é quo
con él. E esto hacia él porque cuando los Condes lo á todos no Boria notorio el caso de su trayeion, como
ayudasen, que fuese por su mandado. El Rey cre seria manifiesta la prisión, é que de alü se podría
yendo ser asi, envió (sus mensageros á los Condes. seguir mayor escándalo é menos confianza de su
Durante aquesta falsa pendencia, el mensagero que palabra Real, segund el estado en que las cosas es
avia enviado á Roma fué tan solicito , que despa taban ; pero mandó que Gonzalo de Bayavedra é
chó la provisión del Maestradgo do Sanctiago para Alvar Gómez se lo entrasen á notificar, para saber
el Conde de Ledesma, é trazo las bullas, de que el lo que respondía. E respondió que él no sabia tal
Rey fue muy contento. E asi envió á llamar al cosa, é pluguiese á Dios que no oviese de caer en
Marqués de Villena, é venido, notificóle, como el tal fealdad ; que él iría á saber la verdad, é que si
Papa avia proveydo del Maestradgo de Santiago al algunos de los suyos eran en oulpa los entregaría á
Conde de Ledesma, rogándole quisiese dar su con la justicia para que fuesen castigados. E asi oon
sentimiento en ello. El Marqués respondió que si á gesto demudado salió de Palacio, é sin ir á su casa,
suplicación de su Alteza se le avia dado el Papa, á se fue al Parral fuera de la oibdad , donde puso bu
él no convenia sino obedescer, pero que fuera me persona á grand recaudo con gran guarda de gente.
jor avello consultado con los Grandes de su Reyno, E después nunca ontró en la cibdad, antee hacia que
é no esperar los grandes escándalos que por ventu el Rey saliese á hablar con él, pero no el nuevo
ra se podrían seguir , por no avello sabido antes ; Maestre.
mayormente pues que tenia á su hermano el Infan
te, á quien de derecho le pertenescia, y lo debia de
aver. El Bey no curando de aquello, porque sintió
136 CRÓNICAS DE LOS REYES DE CASTILLA.
que el Maestro su hermano pudiese llegar á las vis
CAPÍTULO LXIII. tas é juntarse con ellos. Después que el Roy ovo co
mido, salió al campo con la gente de sus guardas,
Cama se trataron vistas entre el Hoy y los Condes de IMasencij y aunque era poca la que allí estaba, ó asi mosmo la
do Alva, y quisieron prender al Rey.
dol nuevo Maestre, esperando la venida do los Con
Desque vio el Marqués de Villena que ee avia des des. Estando asi , llegaron quatro de á caballo cor
cubierto el trato do su traycion , é que por allí no riendo á muy grande priesa por diversos caminos,
se podia executar su dañado propósito, pensó con haciéndolo saber como el Maostre de Calatrava é los
sus cabtelosas formas otro nuevo trato de mayor Manriques venian con seiscientos rocines con deli
escándalo, y fué hacer que los Condes de Plasencia berada voluntad délo prender; do lo qual avian sido
é de Alva pidiesen vistas con el Rey , diciendo que avisados de los que venian con el Maestre para que
de su boca querian saber lo que lo plascia que se hi lo notificasen á su Alteza ; é en el concierto de la
ciese en la paz con ol Marqués de Villena, y en que traycion eran los Condes , é principalmente el Mar
forma los mandaba concertar con él porquo después qués de Villena, á cuya requosta estaban todos con
su Alteza no los culpase de lo que sobreviniese. E formes, ó que so venian á juntar para ello. Quanto
como ol Rey tenia grand gana de la paz, respondió quiera que el Roy so turbó de aquella nuova , con
quo lo plascia, é que las vistas fuesen entre Saut disimulado semblante llamó al Obispo de Calahor
Pedro de las Dueñas é Villa-Castin , donde elloB es ra é á mi, como su Coronista é dol su Consejo, é nos
taban. E asi concertadas , el Rey se fue allí á Sanfl mandó que de parte suya fuésemos á los Condes , ó
Pedro ', que es un Monesterio do la orden de Santo les dixesomos aquella novedad , quo bo dcscia , ó le
Domingo , á quatro loguas de Segovia, con la gen ' avian venido á descir por tantas partes ; que se ma
te de sus guardas ; é fué con él el nuevo Maostre de ravillaba de ellos de caer on tan gran fealdad, é que
Sanotiago con quinientos rocines, y el Obispo de Ca quería saber si era verdad , para ver si los avia de
lahorra con sus continos, é los otros caballeros ó le tener por Buyos ó no. E asi el Obispo é yo con él
trados dol Consejo. Los Condes estaban en Villa- tomamos nuestro camino para Villa-Castin, por
Castin con quatrocientos rocines ; y ol Marqués do donde los Condes venian; pero apoco mas demedia
Villena, Ungiendo su enemistad con los Condes , so legua quo ando vimos, encontramos con otros, que
vino á Lastrillas con trescientos rocines ; y el Maes ibauá desengañar al Roy; porquo avian cabida en el
tre de Calatrava á Tuerégano con quatrocientos ro socreto, á como lo avian de prenderen aquollus vis
ñes , é con él el Conde de Paredes y el Obispo do tas, é lo cumplía no esperar allí ni verse con ellos.
Coria con ciento i cinquenta rocines. Pero porque Entonces ol Obispo do Calahorra acordó que yo tor
el. Maestre de Calatrava ó los Manriques estaban nase al Roy á mas andar, para notiíio'allo lo que allí
ocho leguas del lugar donde las vistas estaban con nos avian certificado. E desque llegué al Rey, é le
certadas, é para el dia señalado, que se avian do notifiqué todo lo quo al Obispo é á mí avian dicho é
hacer, no pudo llegar, y el Marqués dilató las vis descubierto, tomó consigo veinte de á caballo, é su
tas para otro dia siguiente , quo el Maostre su her bióse por lo alto de la sierra, camino de Segovia ; ó
mano podria llegar , y se hiciese lo quo entro ellos mandó hacer apellido por todos los lugares de la
estaba concortado contra el Rey. El Roy aquella sierra , para quo la gente saliese ú le acompañar , ó
noche en el Monesterio reposó sin sospecha do lo llevasen sin rescelo. Fecho el mandado, salieron
que contra él se ordenaba , é a la media noche lle mas de cinco mil peones, que lo acompañaron hasta
garon dos mensageros á grand priesa, uno en pos las puertas de Segovia. E como el nuevo Maestre de
de otro, haciéndolo saber que el Almirante Don Sanctiago se quedase en ol campo con su gente é la
Fadrique se avia puesto en armas en Valladolid, de las guardas ordenando sus esquadrones, para dar
para lovantarse con ella , é que avia alzado pendo la batalla al Maestre de Calatrava, subiéndose el
nes por el Iufante su hermano, diciendo : Castilla Rey á la siorra, envióle á mandar conmigo quo mo
por el Rey Don Alonso; é que los de la villa avian viese su gente, é se fuese camino de la cibdad lo
ido contra él , é lo avian echado fuera, no solamen mas ordenadamente que pudiese, é que por cosa dol
te á él , mas á todos los de su valia ; por manera muudo non peleaso ni consintiese revolver escara
que la villa estaba a su servicio , y que le suplica muza ninguna. El nuevo Maestre, oydo lo que yo
ban, quo pusiese luego remedio , ó leB enviase so le dixe do parte del Rey, movió sus batallas con
corro de gente, y capitán que los gobernase. E sa buen tiento camino de Segovia ; pero como el Maes
bido aquesto, el Roy envió luego al Comendador tre de Calatrava , llevaba seis cientos rocines, si es
Gonzalo de Sayavedra del su Consejo, con trescien tuvieran los Condes y ol Marqués juntos con él, sin
tos rocines de las guardas , que se partió luego a dubda todavía se diera la batalla al Maestre de
mas andar; y entrando en la villa, puso luego guar Sanctiago. E como por todo aquel dia no se pudie
da. Venido el dia siguiente de las vistas, los Con ron juntar basta la noche, no ovo lugar de peloar;
des enviaron á descir al Rey que bu Alteza comiese por manera quel Maestre Don Beltran de la Cueva
luego de mañana, porque las vistas serian después posó sin contradicion alguna fasta que llegó á Sego
mejor é ternian mas largo espacio para platicar é via, donde halló al Rey, é le plugo, porque no avia
comunicar los negocios, pero aquesto rodeaba al peleado. Entre tanto que el Rey y el Maestre Don
Marqués cabtelosamente por dilatar el tiempo, para Beltran de la Cueva so fueron á la cibdad, el O bis
DON ENRIQUE COARTO. 137
po de Calahorra llegó donde los Condes venían por la culpa del Rey é de su mala vida. El qual se po
hu camino adelante ; é como los vio venir armados dría mas propiamente llamar enemigo del Reyno
en son de pelear con propósito de pronder al Rey, él que señor, mas disipador que Rey, mas tirano quo
les dixo : «Por cierto, Señores Condes, feo apellido gobernador, mas cruel que justiciero. E quo sobro
» paresce aqueste que traéis el dia de oy , que fián- aquesto ellos seyendo de los mas principales del
ídose el Rey de vosotros, é saliendo él scguromon- Reyno , é sintiéndose de tantos males que asi se ha
» te á verse con vosotros como con sus subditos é cían , en nombre de todos los grandes señores é ca
«naturales vasallos, deseando pacificar vuestras balleros del Reyno, se avian venido ómeter en aque
«discordias, vengáis con tanto disoluto é peligroso lla cibdad , como principal é cabeza del Reyno, para
■ pensamiento , que queráis prender á vuestro Rey. que juntamente con ellos se diese forma que los ma
«Parecería mejor por cierto presumir de servillo les é daños fuesen remediados ; é que esto querían
» con lealtad , que procurar de perseguillo sin cabsa, que so hiciese con su acuerdo é consejo é consenti
> mayormente acordandovos de los bienes é merce- miento. E asi colorando sus razones, y desdorando
■ des señaladas que hizo á vuestros padres, quando la honra ó fama del Rey , aplacó algún tanto su al
tal uno hizo tornar la tenencia do BurgoB é dar teración ; mas no enteramente, que á los discretos é
lia cibdad de Plasencia con titulo de Conde, é al personas de abtoridad no pareciese cosa muy des
«otro soltó de la prisión ó mandó dalle lo suyo. Do vergonzada é de mal enxemplo lo que asi el Mar
i) tanto yo vos aseguro, pues que con tanta ingrati- qués de Villena proponía de hacer ; é asaz mormu
n tud , é sin cabsa ninguna vos movéis á perseguillo, rando de su feo atrevimiento, é do su disoluta osa-
nque antes hallará bu Alteza caballeros que lo sir- dio, daban sobro él diversas sentencias. Unos le
n van é sigan con bu lealtad , quo vosotros un tal juzgaban por alevoso sorvidor, disciendo que pues
* Rey, que tales mercedes vos haga.» Equanto quie era levantado del estiércol, é fecho tan grand señor,
ra que los Condes quisieran trabar largo razona é puesto en tan alta cumbre, páresela cosa muy de
miento con él para colorar su yerro, el Obispo se testable , fiera é de muy grand abominación poner
despidió dellos , é se tornó á Segovia con diez de á la lengua tan rotamente en el Rey , que lo avia fe
caballo que le acompañaban. cho , é disfamar á quien tan sobrado señorío le avia
dado. Pero ni por osto dexaban de sentir ni conos-
CAPÍTULO LXIV. cor que aquello quo asi se intentaba, ora muy age-
no de la verdad ; ó que no lo hacia por celo que tu
Como los caballeros se fueron i la cibdait de llurgos , y lo nuc
allí tentaron 6 hicieron contra el Roy. viese al bien común, ni afición á la justicia , salvo
por su propio interese, é á fin do aver el Maestrad-
Luogo aquolla nocho so juntnron el Marqués do go de Sanctíago, é quitallo A quien lo tenia. Aca
Villena y el Maostre de Cal aira va con los Condes, y bados sus largos razonomiontos por diversas partos
halláronse confusos y descontentos, visto que el de la cibdad , y en el ayuntamiento donde la ma
Roy y el Maestre Don Boltran de la Cueva se avian yor parto del pueblo concurría , dixo que para la
ido en salvo. Verdad es que bí el Rey quisiera como prosecución de esta sancta empresa convenía que
varón tener osadía del Rey y esfuerzo de caballero, algunos principales hombres de los cibdadanos se
para que aquella mesraa noche fuera sobre ellos, juntasen con él é con los otros aefiorcB que allí es
muy ligeramente los pudiera prender y destruir para taban y esperaban venir ; donde todos jantamento
siempre , porque ellos estaban derramados é mal diesen orden en el bien del Reyno, é los daños del
proveídos é sin orden ; mas como era remiso , é la fuesen ¡luego remediados. E asi, elegidas algunas
rotura may agena de su condición, antes quería señaladas personas, vinieron á sn congregación , é
pendencia de tratos, que destruir sus enemigos. Es venidos, acordó el Marqués de Villena, como guia
tonces sus enemigos acordaron que para la execu- é cabdillo de aquella congregación, que se escribiese
cion do su propósito, seria bien ir á la cibdad de una carta al Rey, la qual sin dubda iba tan desme
Burgos; porque allí ternian mayor seguridad que en surada con espuelas de rigor, tan fuera de todo aca
otro ningún lugar del Reyno, visto que la fortaleza tamiento, sin freno de templanza, que ni á los sub
estaba porel Conde de Plasencia. E obí determinado ditos era convoniento envialla, ni á la decencia del
otro dia siguiente partiéronse, é se fueron derechos Rey rescebilla. Mas como ya él avia perdido al mun
hasta entrar en la cibdad ; donde llegados, la ma do la vergüenza, é á Dios el temor, é de su anima
yor parte del pueblo se alborotó , veyendo la nove la consciencía, pospuesta la honestidad, que siquie
dad con que venían. Pero el Marqués de Villena, ra como grande Señor fuera razón de tenor, sin em
como ora astuto, comenzado convocar la gente an pacho ninguno, ó sin memoria do las señaladas mer
dando por las Iglesias , hablando con los vecinos, cedes é bienes rescobidos, quiso que allí pública
é perroquianos dolías, é asi mesmo por las plazas, mente en presencia de todos se leyese. E puesto
donde mayores ayuntamientos Be hacían. Alosqua- que toda ella era disoluta, é llena de feas palabras,
les con dulces razones halagüeñas comenzó á apla quatro muy señaladas cosas en ella se contenían :
car é atraer, disciendo que ellos no venían á damni La primera, quo su Alteza en ofensa déla Religión
ficar la cibdad, ni alterar el Reyno, salvo para re ohristiana traia consigo ordinariamente capitanía
mediar los grandes insultos é graves delitos é agra de moros infieles, enemigos de la sancta feo catho-
vios enormes que contra toda, razón so hacían por lica, que forzaban las christiauas, é hacían otros.
188 CRÓNICAS DE LOS REYES DE CASTILLA.
muchos graves insultos , sin sor pugnidos ni casti do persona tan dispuesto, teuiondo tan varonil
gados. La segunda, qne los corregimientos, é ofi tamiento, para atemorizar á las gentes, puesto on
cios de la Justicia erau dados á personas inhábiles, edad de valentía, que no avia quarenta arios, donde
agenas de todo merecimiento ¿ de malas concien las fuerzas corporales é la ira del corazón avian de
cian ; en tal manera, que con poco temor de Dios resplandecer, y hervir, é ser bravo, cómo perdido
vendían la justicia, haciéndolo sin miedo ninguno. el esfuerzo, le cayó la osadía, é murió su denuedo,
La tercera, que avia dado el Maestradgo de Sanctia- para perseguir sus enemigos desleales é vengar sus
go á Don Beltran de la Cueva, Conde de Ledesma, enjurias; antes como atónito, ni á lo uno daba re
en grand perjuicio del Infante su hermano, á quien medio, ni a lo otro socorría con tiempo, quando era
de derecho pertenencia como hijo del Rey Don Juan menester. Baste , pues , saber que ni en los grandes
su padre. La quarta, qne en grand perjuicio é ofen estados está la fortaleza , ni los muy poderosos tie
sa de todos bus Roynos, é de los legítimos subceso- nen mayor osadía , é que la omnipotencia de Dios
rcs aus hermanos, avia fecho jurar por princesa lie- es aquella que manda los corazones de los Reyes, ó
redera á Doña Juana, hija de la Reyna Dofia Jua los guia quanto quiere , para que anden en vano é
na, su muger, sabiendo él muy bien, que aquella no vayan fuera de camino. Leyda la carta que asi le
ora su hija , ni como legitima podia subco Jor , ni trazeron de parte de los caballeros, mandó llamar
ser heredera después de sus dios. Por tanto, que á los del su muy alto Consejo, principalmente á Don
le suplicaban é amonestaban é requerían con Dios, Boltran do la Cueva, Maestre de Sanctiago, ó i Don
una é muchas veces , quisiese remediar tan grandes Pedro González de Mendoza , Obispo de Calahorra,
agravios ; é remediados, mandar luego jurar por é á Don Lope de Barriente», Obispo de Cuenca, quo
Principe heredero al Infante Don Alonso su herma por mandado del Rey era venido allí, porque avia
no , y dalle el Maestradgo de Sanctiago como á le sido su ayo é su Maestro, é á los otros caballeros é
gitimo hijo del Rey Don Juan su padre ; pues que letrados del su Consejo. A los quales convenidos on
de derecho divino é humano le pertenescia. su Cámara , é mostrada la carta, dixoles que sobro
ella quería quo le dixesen é aconsejasen lo quo ha
CAPÍTULO LXV. cer se debía, E como el Obispo de Cuenca era entre
todos el mas antiguo, é de mas letras , que en los
Como el Hej se fué * Valladolid , 4 de lis «osas qoe allí mb- tiempos del Rey Don Juan su padre, avia cabido en
la gobernación del Reyno, todos conformes dixeron,
Luego como el Roy supo que los caballeros esta que le portenescia hablar primero. E así tomada la
ban en BúrgOB, é lo que andaban ordenando, acor habla, díxo, que su voto era que su Alteza no vi
dó de se ir á Valladolid con grande poder do gen niese con ellos á partido ninguno , salvo en todo
tes, asi do sus guardas como de algunos caballoros caso dallos la batalla; é que seria sin dubda vence
que lo venian á servir, por estar mas cerca de ellos. dor por quatro razones : la primera, porque sus ene
E si como traia sobrado poder, quisiera tener es migos oran traydores, y siempre Dios destruía la
fuerzo de varón, é osadía de caballero é atrevimien trayeíon; la segunda, porque sus desleales vasallos
to do Roy, muy livianamente sin peligro ninguno traían la falsedad como mentirosos, y él la verdad,
los pudiera destruir ; en tal manera , que castigan é la jiiBtícia ; la tercera, porque él estaba rico , é po
do sus yerros, roscibieran el pago de su desvergüen deroso é con mucha gento, é sus enemigos pobres,
za ó maldad, é perpetua memoria de sus graves cul é desacompafiados, aborrecidos de los puoblos é de
pas, ó quedaran donostados para siempre con feo los suyos menospreciados ; la quarta, porque él iba
Apellido do desleales, y él como Rey vencedor, é contra olios como Rey y Señor natural de todos
prosperado é con glorioso renombre entre todas los ellos, y ellos venian como vasallos traydores des
naciónos. Llegado el Rey á Valladolid é notificada agradecidos ; é que en los tales casoB siempre ayu
su vouida á los caballeros, acordaron de le enviar daba Dios á los Reyes, como ungidos suyos ; é por
un mensagero con la carta que asi tenían ordena aquello su voto era que todavía les diese la batalla,
da. La qual rescebida é vista por él , hizo tan poco mediante la qual era muy cierta cosa qne seria ven
sentimiento, quanto si ninguna cosa llevara, ni fue cedor, é quedaría poderoso é temido para siempre, é
ra en derogación de su persona Real ; de que to sus desleales enemigos destruidos sin reparo. E co
dos, asi los de su Real Consejo, servidores é criados, mo el pelear y el rigor de las armas era muy ageno
como los otros que seguían su partido , fueron no de su condición del Rey , é cosa muy aborrescida
solamente maravillados, mas tristes é muy descon para su voluntad, un poco riguroso se volvió contra
tentos, viendo quan tibiamente é con quanta floje ol Obispo, é dixole : « Los que no aveis de pelear, ni
dad se descuidaba, é ponia á las espaldas lo que tan aponer las manos en las armas siempre hacéis fran-
criminalmente en la honra le tocaba y en la fama. » queza de las vidas agenas. ¿ Querriadee vos, padre
Mas como los juicios de la divinal providencia son i Obispo, que á todo tranoe diese la batalla, para que
altos é muy oscuros, nuestros humanos entendi o pereciesen las gentas de amas partes? Bien pares-
mientos no los pueden comprehender, ni bastan á a oe que no son vuestros hijos los que han de entrar
conocer sus profundos secretos. Ni avrá quien sepa a en la pelea, ni vos costaron mucho de criar. Sabed
descir de un Rey tan poderoso, tan rico, y Un pros a que de otra forma se ha de tomar este negocio , ó
perado, é tan temido desde el dia que reynó, siendo ano como voa descis, y lo votáis.» Estonces el Obia
DON ENRIQUE CUARTO. 139
po como era osado, respondióle con pooa pacienoia, llo valiese é pasase ; é que para mayor seguridad de
é dixole: «Ta he conoecido, SeBor, é veo que vues- que el Bey daría y entregaría al Infante su herma
t tra Alteza no ha gana de reynar pacificamente, no dentro de doce dias, que Don Beltran de la Cue
i ni quedar como Rey libertado ; y pues que no quie va, Maestre de Sanctiago, se pusiese en poder del
bre defender su honra, ni vengar sus injurias, no Comendador Gonzalo de Sayavedra en la fortaleza
«esperéis reynar con gloriosa fama. De tanto tos de Portillo, hasta que el Infante fuese entregado; ó
i certifico, que dende agora quedareis por el mas que de parte de los caballeros el Conde de Bena-
l abatido Bey que jamas ovo en Espalla, é arrepen vente se pusiese en poder del Conde de Sanóte Mar
tí tiros heis, SeBor, quando no aprovechare.» Pero ni ta en la fortaleza de Mucientes para seguridad que
por estas amonestaciones el Rey dexó de venir á ellos en aqueste comedio no harían ninguna nove
tratos con el Marqués de Villena, pensando de ha dad. E asi puestos estos dos señores en rehenes , ju
llar algún medio para paz é sosiego ; é con esto que rados é sellados, é firmados los capítulos por ambas
asi vieron los del Consejo , acordaron el callar sin partes, el Bey con muy poca gente se partió para
descir su parescer. Luego el Rey envió secretamen Segovia donde halló á la Beyna é á la Princesa con
te á descir al Marqués de Villena é á los otros caba los Infantes sus hermanos, que estaban dentro del
lleros de sn partido que se viniesen á Duefias , que Alcázar á buen recaudo. Iba con el Bey Alvar Gó
está seis leguas de Valladolid, por cabsa de los tra mez, su Secretario. Luego que ol Bey fué llegado á
tos ; é asi él é los otros caballeros se vinieron alli la cibdad, muchos de sus criados é servidores le su
luego, y el Almirante y el Arzobispo de Sevilla se plicaron, requirieron é amonestaron que se guar
vinieron alli á juntar con ellos, donde los tratos an dase de entregar á su hermano é de lo sacar; por-'
duvieron de una parte á la otra ; é al fin fué concer que si al contrario ficiese, luego lo alzarían por Bey,
tado para mayor engaño del Bey é persecución sa que no lo querían para otra cosa, é que no se lo
ya, que los caballeros se viniesen á Oigales é á los demandaban por otro respocto. E como Alvar Gó
jugaros de al derredor, y que el Bey so fuese á Ca mez tenia ya raygada la maldad en el cuerpo, é to
bezón ; é desde alli se saldrían á ver él y el Mar da su afición era con el Marqués de Villena, comen
qués de Villena, é se tomaría medio para la paz é zó do insistir con el Bey , disciendo : que le conve
concordia. nia guardar lo que avia capitulado é puesto con los
caballeros, porque de otra guisa sería grand infa
CAPÍTULO LXVI. mia suya é peligro quobrantallo ; é que entregando
al Infante, pacificaba su Beyno, y de otra guisa
Como el Bey se tM con el Marqués de Villena, j le entregó ti In pornia grand fuego, é se rebolveria mas cruda guor-
fante Don Alonso su hermano. ra. Do tal forma que el Bey convencido de la falso-
Dado el concierto do las vistas, é asignado el dia dad do sus éntranos, entregó al Infante, é mandó á
en que se avian de hacer , el Boy se fué á Cabozou él como Secrotario suyo, que lo llovase á la villa de
con alguna gente de sus guardas , y el Maestre de Sopúlvoda , que entonces la avia tomado al Bey el
Sanctiago y los Obispos de Calahorra é de Cuenca Marqués por trayeion ; é allf estaban ciertos caba
con los otros del Consejo so quedaron en Vallado- lleros suyos esperando quo golo llevasen, para to-
lid ; é los caballeros se vinieron á Oigales é á los mallo. E ansi entregado en poder de aquellos , Al
otros lagares de al derredor. E venido el dia asig var Gómez so tornó á Segovia al Bey ; é desde Se
nado de las vistas , se salieron á vor en aquesta for govia el Boy se tornó á Valladolid. Donde llegado,
ma : que el Comendador Gonzalo de Sayavodra con los dos soBorcs Maestro do Sanctiago é Condo de
cinquenta de á caballo salió á mirar el campo por Benavente fueron librados do los rehenos en que es
parte del Bey, é por la otra parte salió Pedro de taban.
Fontiveros con otros cinquenta. E requerido é ata
layado el campo, el Boy salió con tres de á caballo, CAPÍTULO LXVII.
y el Marqués con otros tres. E asi vistos , después
que juntamente se ovieron pascado una grand pie Como el Itcj se tornó i ver con todos los caballeros sus contra
za por el campo, fué determinado entre ellos que el rios entre Cabezón A Cigalcs, y Juraron al Infante por Principe ■
heredero, o toé ordenada la Dcpo (ación en Medina del Campo.
Bey entregase al Infante Don Alonso su hermano
en poder del Marqués de Villena ; é que asi entre Para dar conclusión en lo que asi estaba capitu
gado le mandaría jurar por Príncipe heredero é sub- lado, é jurado entre el Bey é los caballeros, el Bey
cesor de sus Beynos , con que ellos prometiesen que fué á Cabezón, é con éHos perlados é caballeros de
casase con la Princesa Dofia Juana sn hija ; é que su alto Consejo ; donde llogados, luego otro dia si
■Don Beltran de la Cueva renunciase al Maestradgo guiente salió el Boy al campo con ellos, é de la otra
<le Sanctiago, é lo dexase para el Infante Don Alon parte los perlados é caballeros que alli estaban, que
so sn hermano ; é que asi mesmo para el regimien aqui serán nombrados : Don Alonso Carrillo , Arzo
to é gobernación del Beyno é ponello en jueticia, bispo de Toledo; Don Alonso do Fonseca, Arzobis
fuesen diputados quatro caballeros ; é que Fray po de Sevilla; Don Ifiigo Manrique, Obispo de Co
Alonso Oropesa, Prior General de la Orden de Sanct ria ; Don Fadrique Enriquez, Almirante ; Don Juan
Qerónymo, fuese tercero entre ellos, para que don Pacheco, Marqués de Villena; Don Alvaro de Zúfii-
de él se acostase con los dos de los diputados, aque ga, Conde de PlaBencia ; Don Gan-i-Alvarez de To
140 CRÓNICAS DE LOS BEYES DE CASTILLA
ledo, Cumio dé Alva; Don Rodrigo Manrique, Con contra todas las personas dol mundo, vistas los culi-
de do Paredes ; el Conde de Sancta Marta, el Conde telas y engaños de poca verdad que el Marqués
do Ribadeo é otros machos caballeros. Donde todos traia con todos. E que si su Alteza les diese las su-
asi convenidos juraron al Infante Don Alonso Prin gurídadescon quo ellos se pudiesen fiar del, quo lo
cipe heredero é subcesor en los Reynos después de vernian luego á seguir é servir lealmente, para que
Iob días del Rey , que presento CBtaba. E quo así el Marqués de Villena fuese destruydo, y el Princi
iiiesmo todos ellos juraban é prometían que á su pe Don Alonso su hermano tornase á su poder é
leal podor trabajarían ó procurarían como ol Prin sombra real, como la razón lo requería. Y él creyen
cipe Don Alonso, quo asi avian jurado, casase con do quo el Arzobispo de Toledo era perlado de mu
Doña Juana su hija del Rey, ó no con otra muger cha verdad é firmeza, é que á cabsa suya el Almi
ninguna. Fecho aquesto , ol Rey dizo que para la rante no sería movible, como fasta allí avia sido
diputación acordada nombraba do su parto á Don muchas veces, acordó do los roscibir é fiarse de
Pedro de Velasco, hijo primogénito heredero do ellos. E asi capitulado con ellos, se concortó, que
Don Pedro Hernández de Velasco , Conde de Haro, para la seguridad que así demandaban, daría al Ar
y al Comendador Gonzalo de Sayavodra, de su Con zobispo la fortaleza , y el Cimorro do la cibdad do
sejo. Los caballeros nombraron al Marqués de Ville- Avila, é la Mota de Medina del Campo , y al Almi
u a y al Conde de Plasoncia, é de consentimiento de rante haría merced, é le daría de juro la villa de
todos á Fray Alonso de Oropesa , por tercero. Los Valdenebro con la tenencia de Valladolid. E on tal
quales asi nombrados, juraron solemnemente que manera, que ellos mostrando contentamiento de ser
guardarían el bien del Reyno é lo que cumplía á la vir al Rey, quedaron dendo allí adelante por suyos,
administración do la justicia. Dada conclusión en dando para ello sus firmas é sellos con grandes jura
todo esto, el Rey por aquella noche so tornó á Ca mentos. Fecho aquesto, con que el Rey paresció te
bezón , ó los caballeros á sus aposentamientos. E nor algún contentamiento, acordó do enviar á lla
luego otro dia siguiente por la mañana vinieron al mar á Don Gómez de Cáccrcs, Maestre do Alcánta
Rey por parto do los caballeros el Licenciado de ra, é á Don Pedro Puertocarrero , Conde de Mede -
Logroño, y Hernando de Arce, para que su Alteza llin, que viniesen con las mas gentes, que pudiesen
mandase á Don Bcltran de la Cueva que renunciase traer ; á Iob quales 61 mandó llamar , porque do po
al Maestradgo de Sanctiago según estaba capitula bres escuderos los avia fecho grandes sonoros ; y
do. El obedesciondo el mandado del Rey, dizo que ellos respondieron que les piaseis, é que lo pornian
como leal servidor , ó sin aver hecho traycion , ni luego por la obra, quanto su gente fuese allegada.
cosa por dó debiese perder el Maestradgo ; mas por Puestas las cosas en aquestos términos , con que ol
que ol Rey golo mandaba ó por el bien de la paz, que Rey pensaba llevar bion cimentado lo que á la se
desde allí lo renunciaba en manos del Papa, aunque guridad de su estado con venia, creyendo que el Ar
contra todo su grado. E asi renunciando , el Rey en zobispo y el Almirante é aquellos sus dos criados,
equivalencia del le dio la villa de Alburquerque con que así mandaba llamar, le avian de ser firmes, é no
titulo de Duque, é (liólo las villas de Cuollar, de desleales, ((liando pensó tener descanso, ovo nuevo
Roa, é Molina, é Atienza, é la Peña do Alcázar con cuidado. E aquesto fué porque las cosas de la dipu
tres quentos é modio do renta situados en Ubeda y tación subcedieron tan adversarias , que asi los di
en Baeza y en otros lugares del Andalucía, donde putados por su parto, como los otros estrecharon el
él quiso. E dendo allí adelante dezado el titulo do poderío del Rey en tanto grado é de manera, que
Maestre , se llamó Duque de Alburquerque y Conde casi ningún señorío le dezaban , salvo solamente el
de Ledesma. Fecho aquesto , el Rey so partió do titulo de Rey sin libertad de mandar, ni preminen
Cabezón para la villa do Olmedo; los diputados se cia. De que el Rey fué avisado , é como muy senti
fueron & la villa de Medina del Campo, é los perla do dello, quiso saber la verdad, y halló que Don Po
dos é caballeros se aposentaron por los lugares dro de Volasco, inducido por ol Marqués de Villena,
de al dorredor , esperando la sentencia de los dipu no solamente seguía su querer é de los otros caba
tados. lleros de su parte, mas quo de socreto estaba ya con
federado con ellos, como deudo á pocos días lo mos
CAPÍTULO LXVIII. tró por la obra , oa so pasó á ellos , é dezó de seguir
al Rey ; y de aquello fué pesante el Conde su padre,
Como dorante la diputación el Almirante y el Arzobispo de To é jamas quiso dalle gente ninguna, de manera que
ledo trataron eon el Rey de ser suyos , y el Rey los rescibii ; y se andaba solo entre los otros caballeros, ó desacom
lo que subcediu de la diputación.
pañado ; Gonzalo de Sayavedra halló que era con
Entretanto quo los cinco diputados ontendian en sentidor, é lo plascia do lo quo asi se ordenaba en
las cosas á ellos encomendadas, Don Alonso Carri detrimento de su persona real ; Alvar Gómez su se
llo, Arzobispo de Toledo, é Don Fadrique, Almiran cretario, que yendo é viniendo del Rey á la deputa-
te de Castilla, fingiendo estar descontentos del Mar cion, era cabsador, inventador é perpetrador de to
qués de Villena é do sus formas interesales, y de do lo quo contra la honra, y estado real suyo so avia
como en todos los negocios se hacia parcial , trata fecho ó ordenado. Estonces el Roy , para ser del to
ron secretamente con el Roy , diciendo quo de allí do informado antes quo la sentencia se diese ni se
adelante querían ser suyoB enteramente, é sorvillo acabase de firmar, envió á llamar al Comendador
DON ENMQ 5 COARTO. 141.
Gonzalo do Sayavcdra y Alvar Gómez; pero ellos, tador mayor é servidor leal, que fuese luego á cer
como ya los acusaba su culpa, é los condenaban sus car á Torrejon de Velasco, é lo lomase para sí, de
yeiTos , é remordía la couscicncía de su falsa des- la qual le hizo morcod. E no solamente aquesto, mas
lealtad, huyeron ascondidamentc , 6 se fueron sin estaba muy sentido é descontento délas ordenanzas
ser sentidos. E porque su trayoiou fuese del todo y estatutos quo los diputados avian fecho en dero
cumplida, fuéronBe & encontrar con el Maestre do gación de su preminencia é dignidad real ; como
Alcántara, y con el Conde deMedellin, que venian quiera que todo aquello , é todo lo al que hacían,
con mil do á caballo á servir al Rey. A los quales procedía de las dañadas entrañas del Marques de
falsificadamente mintiendo , hiciéronles creer que Villena, cuyo propósito era de destruir é deshonrar
el Rey los enviaba á llamar para los prenderé des- al Rey. E por eso él revocó, é dió por ninguno todo
truillos; en tal manera, que ellos creyéndoles lo quo lo que así avian fecho é ordenado, poniendo sospe
asi les descian, dexaron do ir al Roy, é se fueron cha en ellos como en enemigos de su servicio. Fe
todos quatro juntamente á juntar con los caballeros cho aquesto, el Rey se partió do Olmedo para Sego-
desleales. E pues - aquestos como perversos asi so via; é los caballeros, eentida la indignación óTel
quisieron señalar en la deslealtnd, para ser conoci Rey, tomaron al Príncipe Don Alonso, é se fueron
dos por tales en perpétua memoria de su trayeion, con él ála cibdad de Plasencia; donde llegados, so
razou será que diga quien fueron. Gonzalo de Sa- vinieron á se juntar con ellos el Maestre de Alcán
yavedra, aunque fué de limpia sangre , ensució los tara y el Conde do Medellin, é con ellos los dos tray-
descendientes de él, é puso alguna mancilla en su dores que los inducierou : los quales fueron bien res-
linage. Aqueste por aver seido del Condestable Don cobidos, porque con ellos paresció crescer su parti
Alvaro de Luna , Maestre de Sanctiago , el Rey lo do. El Maestre de Calatrava se partió al Andalucía,
quiso para su Bervicio , é después do aver rescebido aBÍpara levantalla contra el Rey, como para guer
muchas mercedes, lo hizo de su Consejo, é dióle car rear á los leales servidores, segund adelante será re
go de algunas capitanías, de que dió buena queuta, contado. El Arzobispo do Toledo y el Almirante
por donde lo puso en estado de caballero ; pero quan- Don Fadrique so fueron á sus tierras, para seguir al
do debiera de ser mas leal, é servir al Rey, que lo Royquando los llamase.
hizo, cególo su malicia, é fué traydor contra su Rey.
Alvar Gómez de Cibdad Real , asi fué de baxa san CAPÍTULO LXX.
gre, que de su linage no conviene hacer memoria.
Este después quo el Rey lo hizo secretario, confió de ComoToledo el lley se partid de Segovia para Madrid, j el Arzobispo de
vino allí, para lo servir, i de lo que atli subccdlri. 1
él quanto de ningún secretario se pudo hacer ma
yor confianza. Ií Izólo Señor de Maqueda ; ganó tan Pasados algunos dias que el Rey estuvo en Sego
to con el favor de la Secretaria, quo pudo comprar via, partióse para Madrid, é mandó que la Reyna ó
á Sanct Silvestre é á Torrejon do Velasco. Estaba ri su hija é la Infanta su hermana se quedasen allí con
co é prosperado y puesto en estima de mucha hon buena guarda. E venido á Madrid, el Arzobispo de
ra ; mas como sus merescimientos eran pocos, é los Toledo so vino luego á su servicio á grand prisa ;
defectos muchos, huyó de la lealtad, é halló cabida porque supo que la muger del Marqués de Villena
la trayeion; en tal manera, que no acordándose de venia á él con tratos del Marqués su marido é de
quien era, ni délas mercedes rescebidas, pospuso el parte do los otros caballeros. Con su venida el Rey
temor de Dios é la vergüenza de las gentes , para fué muy alegre, é fué muy bien rescibido asi del
destruir á su Rey. Roy como de los otros perlados é caballeros quo en
la Corte estaban. E otro día siguiente mandó llamar
CAPÍTULO LXIX. al Obispo é á los otros del su muy alto Consejo.
Dondo convenidos ante su Real presencia les dixo :
Como el Rey so partid de Olmedo para Segarla , jr los caballeros i) Ya creo aveis visto é conoscido las formas desho-
se fueron i Plascneia con el Principe y lo que se lilao en este «noatas que el Marqués de Villena, mi criatura é
Ucapo.
«hechura desagradecida ha tenido para me destruir
Luego como el Rey supo como Don Pedro de Ve- »é deservir é poner en necesidad,, no solamente po
lasco era con los caballeros é se avia pasado á elloB, li niondo osadía en los corazones de mis subditos,
é vió la trayeion do Gonzalo do Sayavedra y de Al «para que sin vergüenza se atreviesen ó pusiesen en
var Gómez, quo así avian huido é estorbado la ve » armas contra mi, para quererme prenderen el cara-
llida del Maestre de Alcántara é del Conde do Medo- upo, nías después con bus cabtelosas formas rodeó
Ilin á su servicio, é los hicieron ir á juntar con los «que yo lo oviese do entregar al Infante mi her-
caballeros sus enemigos, quedó muy enojado. Y smano, disciendo, que jurado por Principe, avria
puesto que do todos tres tenia sentimiento, mucho ■paz ó sosiego en mis Roynos. E asi convoncido do
mas lo tenia de Alvar Gómez; porque él avia sido «sus pocas verdades, confiándome dél como de cria
el inventor de las maldades, é descobridor de los se ndo, é considerando quo á mi como á padre del
cretos de su Consejo : do tal forma, que sus pisadas nReyno pertenoscia escusar la rotura é proourar el
fueron las de Judas, quo vendió á su Rey é á su Se nsoBiego, porque las muertes é males de mis natu-
ñor. E así, movido con indignación, mandó á Pedra- » rales so escusasen, plúgomede lo dar. E asi ontre-
rias de Avila, hijo do Diego Arias Dávila, su Con- ■gado é jurado en tanto perjuicio de mi honra é de
142 CRÓNICAS DE LOS REYES DE CASTILLA
»la justicia de mi hija, quando pensé tener sosiego, allí por espacio de quatro dios, y el Conde le festejó
«veo mas alteración y menos sosiego; porque él ó quanto mejor pudo, no solamente á su persona real,
»loa caballeros de su confederación agora que tienen mas á los otros señores que iban oon él. Y estonces
lá mi hermano en su poder, andan puestos en Br el Conde queriendo satisfacer y enmendar el yerro
amas por mis Rey nos, cabsando alteraciones en mis pasado de las vistas de Sant Pedro, dixo al Rey
v> pueblos por donde van, en grand deservicio de Dios que le quería servir é ser suyo, é que suplicaba á su
sé mío. Por tanto quiero aver vuestro consejo, ó lo Alteza, que perdiendo el enojo de lo pasado, lo qui
iiquo vos parece que sobre ello se debe hacer.» Aca siese rescebir por suyo é para su servicio. Do aques
bada su habla, todos los del Consejo, que allí estaban, to fué el Rey muy contento , e le respondió que los
dieron sus veces al Arzobispo, porque como era pri Reyes nunca avian de acordarse de sus propias on-
mado, respondiese primero é diese su voto. El qual jurias, mas disimuladamente olvidallas ; porque de
con grand reverencia propuso, disciendo : «Sin dub- otra guisa serian vendicativos, é por ello no mere
» da, Señor, vistas las desórdenes del Marqués é de los cedores de reynar ; que á él plascia de lo que asi le
i otros caballeros de su confederación, mucho me- hablaba, y era muy contento de su servicio, é le pro
ijor fuera no avollos dado al Infante vuestro her- metía grandes mercedes. Fecho este concierto con
b mano, para jurarlo por Principe, según lo que vo- el Conde de Alva , el Rey se partió para la cibdad
ímos, que se hace y el camino tan roto que llevan; de Salamanca.
apero pues ya es fecho, conviene buscar el remedio.
>¡E porque ellos en lugar de estar sosegados andan capítulo Lxxn.
» deshonestamente por vuestros Roynos con gente
«armada, escandalizando los pueblos é alborotando Como el Rey llegó i Salamanca, 6 de lo que allí aubeedió.
nías cibdades ; por tanto mi parecer es, que vuestra Después quo el Rey fué llegado á Salamanca, 6
«Alteza les envié luego á mandar que le tornen cou él ol Arzobispo de Toledo y el Duque de Al-
» luego á el Principe vuestro hermano, visto que es- burquerque y ol Obispo de Calahorra é los otros del
otará mucho mejor debaxo de vuestra sombra Real, Consejo, fué acordado que el Rey envíase su carta
»que no en su poder ; ca teniéndolo ellos, procura- patente á los caballeros que estaban en Plasencia,
aran de escandalizar vuestros Reynos, é poner en en que le mandaba que luego le diesen y entrega
» necesidad vuestra persona real, para que les haya sen al Principe Don Alonso su hermano , porque
»de dar, é tengan cabsa do pedir. E quando asi no ya ellos sabían quo lo avian demandado para la pa
«quisieren obedescer, que se proceda contra ellos, cificación é sosiego del Rey no, y que ellos le traian
«como contra rebeldes é desobedientes vasallos é haciendo escándalos y alborotos, andando con gen
«subditos naturales ; é que con mano armada é su te armada por las cibdades é villas é lugares de sus
» grand poder, vuestra excelencia los vaya á buscar, Reynos sin su licencia é mandado : por tanto , que
d yéndose á Salamanca, oerca donde ellos están; en era necesario é convenia que gelo oviesen de tor
atal manera , que con la pujanza de su poder los nar á su poder ; é que como á subditos les mandaba
aliaga venir á obediencia por fuerza quando no qui- quo depusiesen las armas é viniesen á su servicio,
asieren de grado. Yo entre tanto llamaré mis gen- soguud que todo leal vasallo era y es obligado á
ates, é serán luego conmigo, para proseguir esta cab- su Rey : en otra manera , que los avría por rebeldes
asa en vuestro servicio.» Oydo lo que asi avia pro é desobedientes , é mandaría proceder contra ellos,
puesto el Arzobispo, quedó el Rey muy contento , é asi como contra deservidores de su Rey é señor na
los otros del Consejo que presentes estaban, pen tural. Entre tanto que aquesto se trataba , é la res
sando que tales estaban los onforros de dentro qual puesta de los caballeros venia, el Arzobispo do To
se mostraban en la cara por las palabras de fuera. ledo, como ya se acercaba el tiempo , para lo que
E asi aprobando lo quo descia, é aviéndolo por mas él deseaba é movía de secreto , envió á suplicar al
sano, fué acordado quo luego se partiesen para Sa Roy quisiese cumplir lo que con él y con el Almi
lamanca, disciendo quo tomarían á los enemigos do rante estaba capitulado, é su Alteza tenia prometi
sobresalto, sin que se pudiesen proveer ni estar aper do para la seguridad de sus personas, pues que es
cibidos. A este voto se llegaron los otros del Con taban prestos é aparejados para su servicio. El Rey
sejo ; é asi acordada la partida, el Rey con toda su respondió que lo plascia de buen grado ; pero que
Corte é la gente de sus guardas se partió camino de entro tanto quo vonian los Alcaydes do Avila é de
Salamanca. Medina del Campo é de Valdenebro, para mandalles
entregar las fortalezas, que llamasen luego sus gen
OAPÍTULO LXXI. tes é las juntasen ; el Arzobispo la Buya, quo la tru-
xese allí consigo, y el Almirante la suya ; é que la
Como Don Garei-Alvarcz de Toledo, Conde de Alva, envió 1 su tuviesen en Valladolid, para guardar la villa ; é lea
plicar al Rey ae quisiese ir por aquella au villa, a resccblr ties mandaría dar luego suoldo para olla. E quando
tas ; a doodc el Rey fui, y el Conde quedó por suyo.
quiera que por una parte estos dos Señores pedían
Luego que el Conde de Alva supo la pasada del al Rey quo cumpliese con ellos lo capitulado é con
Rey á Salamanca, le envió á suplicar que quisiese certado, por la otra parte tenían de secreto su trato
venir por aquella su villa de Alva, á rescebir fiesta con ol Marqués de Villena é con los otros caballe
é servicio ; lo lual el Rey aceptó. E venido, estuvo ros ">ue estaban en Plasencia para que se hiciese lo
DON ENRIQUE CUARTO. 143
que presto se mostró* por la obra. Llegado el mensa- Bería luego con él, é veraia por la otra patte la gen
gero del Rey á Plasencia , é presentada la carta á te del Almirante ; por manera que muy prestamente
los caballeros que el Rey les enviaba, é vista, ávido pudiesen tomar aquella villa. Ávido aqueste acuer
su acuerdo entre ellos, respondieron por otra carta, do, el Rey mandó apercebir sus guardas é pagarles
«Haciendo que so Alteza les aviadado para seguridad sueldos. Entre tanto que en aquesto se daba conclu
de sus estados al Prinoipe Don Alonso su hermano, sión ó priesa para partir, acaesció un día por la ma
y que ellos le tenian con aquel acatamiento que á ñana, ostando el tiempo muy asosegado y el cielo
todo Principe heredero se debe tener, y lo servian muy sereno, que vino á desora un viento muy gran
con aquella reverencia que se debia ; porque su de é muy furioso, que arrrebató el tablado que es
real señoría los perseguía, é venia contra ellos con taba en la picota en medio de la plaza mayor de
mano armada, pidiéndoles cosas injustas. Por tan Salamanca, é lo ochó un gran tiro de piedra en lar
to, que humildemente le suplicaban no los quisiese go, de que algunos astrólogos, que allí estaban,
molestar ni estrechar ; é pues que ellos como sub pronosticando, dizeron algo de los males é trabajos
ditos se arredraban é huian de su ira, que su Alteza que al Rey le sobrevinieron.
no los quisiese mas perseguir ni ir contra ellos. E
donde aquello no bastase, para aplacar su indig CAPÍTULO LXXIII.
nación, tomando á Dios por testigo, se despedían de
su servicio : é que le suplicaban, no quisiese casar la Como el Rey se partió" para cercar la villa de Arévalo , y lo qne
de aquel camino anbcedlt).
Infanta Dofia Isabel su hermana oon el Rey de Por
tugal sin grado é consentimiento de los tres Esta Entregadas las fortalezas de Avila é Medina del
dos de Castilla, é de sus Reynos. Tornando el men- Campo al Arzobispo, é Valdenebro al Almirante, é
sagero con la respuesta, que ansi enviaban los ca apoderado en la villa de Valladolid, é rescebidos
balleros al Rey, é vista por algunos de sus criados veinte mil enriquos de sueldo , el Rey se partió para
é servidores, le dizeron é amonestaron que su Alte Medina del Campo con los capitanías de sus guar
za quisiese mirar é notar las palabras señaladas de das , é mandó que el Duque de Alburquerque , é el
aquella carta, en que los caballeros descían que Be Obispo de Calahorra con los otros Caballeros de la
despedían de su servicio ; pero que no se desnatu Corte se quedasen alli en Salamanca ; y quo el Ar
raban desús Reynos, por las qualesse manifestaba zobispo de Toledo , recogida su gente , que tenia en
la dañada voluntad de todos ellos, é parescia que Hontiveros , se fuese luego en pos do él sobre Aré
rían hacer Rey á su hermano : por tanto, que viese valo , é la gente del Almirante aoudiese allí. E así
bien lo que le cumplia, é se remediase con tiempo; llegado á Medina del Campo , envío & mandar á Juan
é que asi mesmo sospechaban é aun eran certifica Guillen , que tenia la guarda de la Roy n a en Segóvia,
dos que el Arzobispo de Toledo y el Almirante so que la truzese luego alli, é á la Infanta Dofia Isabel
avian de pasar á los caballeros quando les 'fuesen su hermana con ella, é que á su hija la dozase en el
entregadas las fortalezas é dado el sueldo que po Alcázar en poder del Alcayde Perucho de Monzar-
dían. E como el Rey era mas remiso que diligente, raz, que la tuviese á buen recabdo. Puesto por obra
mas descuidado que proveído en sus cosas, pasó lo que el Rey mandaba, la Reyna fué trayda é muy
muy livianamente por todo lo que asi le fué de bien rescebida por el Rey. Pasados tres días que la
puesto, disciendo que quería cumplir con el Arzo Reyna fué venida , mandó el Rey que ella é la In
bispo y con el Almirante, confiando de su bondad fanta su hermana quedasen alli en Medina , é Juan
que le serían leales, é que con olios se estorbaría el Guillen con ciento de á caballo en su guarda. El Rey
dañado pensamiento de los caballeros. E asi veni so fué sobre Arévalo con las gentes de sus guardas,
dos los Alcaydes de Avila é de Medina del Campo esperando la venida del Arzobispo, é la gente del
é de Valdenebro, mandóles entregar las fortalezas: Almirante. Mas como ya ellos tenían fecho su con
al Arzobispo la de Avila con el Cimorro, é la Mota cierto con los caballeros, é dado su asiento en la
de Medina del Campo, é para el sueldo de mil é maldad que se puso por obra , su venida para el Rey
quatrocientas lanzas le diesen doce mil Enriques ; fué pasarse á los enemigos de la lealtad , en tal ma
é al Almirante fuese dada la villa de Valdenebro, nera , que su fidelidad se tornó en rebelión. Viendo
de jnro, con la tenencia é guarda de Valladolid , é el Rey la tardanza del Arzobispo , acordó de enviar
para sueldo de ochocientas lanzas ocho mil Enri por él con un secretario suyo , que so llamaba Her
ques, con que luego juntasen sus gentes, el Arzo nando de Badajoz, diciéndole, queso maravillaba
bispo para andar con el Rey , y el Almirante para de bu tardanza, é rogándole quisiese venirse presto
estar en Valladolid. Hecho aquesto, mandó el Rey para poner el cerco, porque con su venida, é con la
llamar & los de su muy alto Consejo, donde conve gente del Almirante tomarían muy presto aquella
nidos, fué acordado por voto del Arzobispo que el villa. Como aquesto mensagero llegó al Arzobispo,
Rey se fuose ¡4 poner ceroo sobre Arévalo , discien- hallóle en el campo con su gente , que se iba camino
do que los caballón», por no portier aquella villa, de Avila , ó dlzole: «Sofior, el Roy ostA osporando
so pornian en algún trato do venir en lo que el Rey vuestra ida, para quo Be haga lo que por vuestro
quería ; é que entre tanto qne su gente se acababa consejo ordenaste que se hiciese.» El Arzobispo le
de juntar, que su Alteza con sus guardas devia de respondió furiosamente : « Id é decid á vuestro Rey,
ir prestamente á la cercar ; é quo venida su gente. que ya esto harto de él é de sus cosas ; é que ago
144 CRÓNICAS DE LOS ] BYES DE CASTILLA. ;
ra se verá quien es el verdadero Rey de Castilla.» Toledo se apoderó de la cibdad do Avila y del ci-
Estonces el secretario , oyda su desmesurada res morro de la Iglesia Mayor , que estaba de su mano;
puesta , tornóse á grand prisa al Rey, é recontólo lo é asi apoderado , vinieron allí luego los caballeros
que le avia diebo el Arzobispo. Llegó luego otro que estaban on Plasencia con el Principe Don Alon
raensagoro presurosamente, haciéndole saber cómo so ; donde fueron convenidos é juntados los que aquí
el Almirante Don Fadrique se avia alzado con Va- serán nombrados: Don Alonso Carrillo, Arzobispo
Uadolid, disciendo: (Viva el Rey Don Alonso I En de Toledo ; Don Iñigo Manrique , Obispo de Coria;
la misma hora llegó otro mensagero , notificándole Don Juan Pacheco , Marqués de Villena ; Don Alva
como el Marqués de Villena é los otros caballoros ro de Zúfiiga , Conde de Plasencia ; Don Gómez de
que estaban en Plasencia , la nocho de ántes se avian Cáceres, Maestre do Alcántara; Don Rodrigo Pimen-
partido para Avila, á juntarse con el Arzobispo de tel, Condo de Benavente ; Don Pedro Puertocarrero,
Toledo , para alzar por Rey al Principo Don Alonso Conde de Medellin ; Don Rodrigo Manrique , Conde
su hermano ; é que , para atraer loa caballeros que de Paredes ; Diego López de Estúfiiga, hermano del .
hiciesen aquesto, se avia pasado á él, éno para ser Conde de Plasencia, con otros caballeros de menos
virlo. ¡ O reverendo Perlado ! ¡ O quánto se podria estado. Los quales ra añilaron hacer un cadahalso fue
agora escribir de ti 1 | que si tanto dolor ovieras de ra de la cibdad en un grand llano , y encima del ca
tu vergonzosa infamia , quando asi te deleytastecn dahalso pusieron una estátua asentada en una silla,
hacer tan grand yerro , ni tu honra quodára denos que desciau representar la persona del Rey , la qual
tada, ni tu fama tan abatida en el mundo I E pues estaba cubierta do luto. Tenia en la cabeza una co
mucho te presciaste de lo que debieras aborrescer, é rona, y un estoque delante do sí, y estaba con un
procuraste con diligencia tan vituperioso nombre, bastón en la mano. E asi puesta en el oarapo , sa
quedarás para siempre con feo apellido , é tu denos lieron todos aquestos ya nombrados acompañando
tada memoria para siempre avergonzada. E tú, al Principe Don Alonso basta el cadahalso. Dondo
grand Señor Almirante de Castilla , si tanto te pres- llegados , el Marqués de Villena y el Maestre de Al
ciabas de la sangre real venir, si mucho te gloria cántara y el Conde de Medellin , é con ellos el Co
bas descender de aquella cepa , ¿ por qué denegriste mendador Gonzalo de Sayavedro é Alvar Gómez to
tu persona con obra tan deshonesta? ¿por qué desdo maron al Principe , é so apartaron con él un grand
raste tu fama con tan vergonzosa fazafia ? ¿ por qué trecho del cadahalso. Y estonces los otros señores que
ofendiste tu memoria con forma tan disoluta? asi allí quedaron , subidos en el cadahalso, se pusieron
que según aquesto , mas te podria llamar enemigo al derredor do la estátua ; donde en altas voces man
de tu linage , quo conservador de su claro renom daron leer una carta mas llena de vanidad que de
bre. E estonces el Rey, oídas las nuevas que asi le coBas sustanciales , on que señaladamente acusaban
traían de cada parte, secretamente retraído , las ro al Rey de quatro cosas: Que por la primera, meres-
dillas on tierra, é las rnapos alzadas áeia el cielo, cia perder la dignidad Real ; y entonces llegó Don
con grand devoción , dixo asi : «A ti glorioso Re- Alonso Carrillo , Arzobispo do Toledo , ó le quitó la
«dentor, por quien reynan los reyes en el inundo, corona de la cabeza. Por la segunda, que merescia
• en cuyo poderío son todos los derechos de los rey- perder la administración de la justia ; asi llegó Don
» nos , me encomiendo ¡ en tus manos pongo mi vi- Alvaro de Zúfiiga, Conde de Plasencia ,é le quitó el
u da ; infinitas gracias te doy , porque asi le ha pla- estoque que tenia delante. Por la tercera, que me
» cido acuitarme por mis culpas; mas es lo que yo rescia perder la gobernación del Reyno ; é así llegó
» merezco ,é menos lo que padezco. Plégato, Señor Don Rodrigo Pimentel , Conde de Benavente , é le
n soberano, Rey do la gloria, que aquestos trabajos quitó el bastón que tenia en la mano. Por la quarta,
» mios sean en doBCuento de las penas que mi áni- que merescia perder el trono é asentamiento do Rey;
» ma por las culpas que he hecho tiene merecidas. E é asi llegó Don Diego López de Zúfiiga, é derribó la
a si á tu infinita bondad place que por mi hayan de estátua do la silla en que estaba, disciendo palabras
» pasar tantos denuestos , dolores y males , suplico- furiosas é deshonestas. | O subditos vasallos! no te
nte, quanto puedo, me quieras dar pasciencia con niendo poderlo ¿ cómo descomponéis el ungido de
» que los sufra , ó soso y entendimiento con que me Dios? |0 augetos sufragáneos! no teniendo liber
» gobierne. » Acabada su oración , mandó tocar sus tad , ¿ cómo podéis deshacer al que Dios é la natura
trompetas á cabalgar, é fuese para Medina antes quisioron que fuese Rey ? | O gente sin caridad! sien
quo amaneciese. Donde llegado , tomó á la Royna é do criminosos , ¿ cómo podiates ser jueces y acusa
á la Infanta su hermana , é se partió á mas andar dores, imponiéndole vuestro crimen? Pensando que
para Salamanca , é todas sus gentes en pos dél. dar sin culpa, vos fecistes mas culpados; por abo
nar vuestros yerros , fecistes mayor errada. ¿De quá-
CAPÍTULO LXXIV. les defectos querréis condenar á vuestro Rey, que
Como los caballeros entreunto que el llej llegó a Salamanca con los vuestros no sean mayores? ¿Quáles infamias le
la Rcyua 6 la Infanta , partieron para Avila, é fecha la estatua queréis imponer, que las vuestras no sobrepujen? S>
del Rey, la descomnusicron, é aliaron por Rey al Principe Don fuerades naturales del Reyno , huviérades dolor de
'Alonso. desfamar vuestra nación. Porque érades estrange-
Entretanto que el Rey llegaba á Salamanca con ros, de tierras ágenos venidos, deshonrasteis al Rey
]a Reyna y la Infanta su hermana, e' Arzobispo de natural de los Reyuos de Castilla. Mas como fuisteis
DON ENRIQUE CUARTO. 145
r. genos é de agena nación venidos , no vos condolis- I » poro en la soberana voluntad de mi Redentor Je-
tes ni ovistos compasión de robar ngena fama. Asf, » su-Christo , como justo juez de los Reyes , que su
por cobrir vuestras mancillas amancillasteis los lim n maldad será destruyda, ó mi limpia inocencia ma-
pios, é quedasteis ensuciados en la fama para siem » nifestada ; porque quanto agora se glorifican de
pre. — Luego que el abto de la estatua fué acabado, » ser traydores , vernán después con mayor dolor, y ,
aquellos buenos criados del Rey, agradesciendo las «lloren porque nascioron.» | O palabras dignas de
mercedes que de él resoibieron, llevaron al Princi ser pronunciadas por boca de Rey , si asi se consi
po Don Alonso hasta encima del cadahalso ; donde guieran las obras con el dicho! Mas como los cora
ellos é Iob otros perlados é caballeros , alzándolo so zones de los Reyes están en las manos de Dios, vuél
bro sus hombros c brazos , con voces muy altas d¡- velos adonde quiere ; múdales el querer ; quítales oí
xeron : « (Castilla por el Rey Don Alonso!» E así dicho eiifuerzo ; hácelos errar como beodos , é andar fuera
aquesto, las trompetas é atabales sonaron con gran do camino , sin que sepan atinar. Certificado el Rey
de estruendo. Estonces todos los Grandes que alH por oxtenso de los abtos que se hicieron por los ca
estaban , é toda la otra gente llegaron á besalle las balleros, acordó de llamar, asi á los Grandes de su
manos con grand solemnidad , señaladamente el Reyno quo 'sintió que le serian leales , como á las
Marqués de Villena é los criados del Rey que seguían otras gentes comunes é populares ; é así acordado,
sus pisadas. ¡ O crianza desagradecida ! ¡ O fechara mandó hacer sus cartas de llamamiento. En esto me
sin bondad I que después de puestos en tanta pros dio tiempo comenzaron de llegar á él mensageros de
peridad , subidos en alta cumbre y estados, con tan diversas partos con nuevas mas dolorosas que pla
ta ingratitud olvidasteis los beneficios que del Rey centeras, ó mas tristes que llenas de solaz. Unos le
recebisteis. | O servidores perversos que asf vos con hicieron saber como en la cibdad de Toledo , Pedro
formasteis, para deshonrar ;í quien vos honró! ¿Por López de Ayala y el Mariscal Payo de Ribera con
qué tan nueva perversidad aveis devisado é demos utros caballeros c grand parte del pueblo , se avian
trado á las gentes? ¿ Por qué tan sin miedo abris puesto en armas é prendido á su Asistente Pedro de
teis las puertas de la traycion , é quitasteis el velo (J iiaman , é le tomaron el Alcázar é las puertas ; é
de la vergüenza A la deslealtad? ¿Por qué aveis ansí tomadas, que alzaron pendoues por su herma
querido que la lealtad sea traycion, é la traycion no. Otros mensageros le hacian saber como la cib
por lealtad coronada? Oygan agora pueB las gen dad de Burgos era rebelada contra él , é avian alza
tes de las Espadas ; tomen enxemplo las naciones do pendones por su hermano. Otros mensageros le
del mundo ; aprendan los léalos á ser agradesci- cortificaron como Don Pedro Girón, Maestre de Ca-
dos; sepan los hidalgos mantener lealtad, é los latrava , andaba muy poderosamente por el Anda
principes terrenales noten bien é contemplen la lucía , é avia fecho rebelar las cuidados de Sevilla é
nobleza de aqueste Rey ó la vileza do sus cria Córdoba contra él , y al Duque de Medina Sidonia
dos, que rescibiendo menosprecios é vituperios é Don Juan de Guzman , é á Don Juan Ponce de León,
baldones, se tornó siempre mejor, y ellos rescibien Conde de Arcos. Entonces el Rey, oídas las nuevas
do siempre beneficios é honras é señoríos se hicie de tantas robeliones , respondió con grand pascien-
ron muy peores ; de tal gui*8a , que por la grand bon cia: «Desnudo salí del vientre de mi madre, é des-
dad del señor , hayan conoscimiento de la malvada « nudo me espera la tierra: no puede morir ninguno
villanía de sus perversos criados, é vean é conozcan «tan pobre como nació: si agora me azota Dios por
con quan doloroso manto cubrieron sus personas » mis pecados, después les dará remedio ó salud;
para herencia de bus hijos. » porque su infinito poder es el que mata y el que
« resucita , el que enferma y el que sana , el que
CAPÍTULO LXXV. » da los señoríos y los quita, el que hace Iob Re-
nyes é los deshace, quando él quiere.» Dichas
De lo que sucedió en Salamanca , j lo que el Re; hiio , qnando aquestas palabras, mandó despachar sus cartas por
supo la novedad qnelos caballeros hicieron contra él.
todo el Reyno á todos los Estados, notificándo
Sabida la novedad y el caso tan feo que los caba les la grand traycion é maldad de los caballeros que
lleros avian fecho en Avila , el Rey con mucho re asi so avian levantado contra él é alzado por Rey al
poso , sin tomar alteración , dixo : « Agora podré yo Príncipe Don Alonso su hermano , para que le vi
» descir aquello que dixo el Profeta Isaías en perso- niesen á servir é ayudar á destruir los traydores,
« na de Dios contra el pueblo de Israel , quando ido- prometiendo mercedes y exemptiones, libertades é
» latrando se apartaron de él , para seguir á los ído- franquezas , en tal manera , que muy grand parte
» los de los gentiles. Crié hijos é púselos en grand del Reyno se movió , é vinieron muy ganosos á lo
» estado, y ellos menospreciáronme. Pero puesto que servir. E como Don Garci-Alvarez de Toledo, Conde
i) aquellos mis criados é los otros caballeros como de Alva, era ya suyo, é estaba mas cercano de Sa
i) desleales pensaron ofenderme con aquel corruto lamanca que ninguno de los otros caballeros de su
«traslado de la estatua de mi persona, que así des partido, vino primero á servirlo con trescientos
compusieron, apartándose de mi servicio, para hombres d'armas, é duscientos gi netos , é mil peo
i) conseguir sus ordenadas tiranías, no podrán tanto nes ; donde fué muy bien rescebido. E así venido,
«hacer, que el original verdadoro que soy yo, no fué acordado que el Rey con su hueste se fuese alle
i se quede muy sano para sacarlos mentirosos. Es- gando contra los enemigos, para que sonando por el
Cr.-III, 10
146 CRÓNICAS DE LOS REYES DE CASTILLA.
Reyno que el Rey los iba á ceruar , recorrería ma este Maestre de Calatrava trató vistas con é), é des
yor número de gente á servillo , é con mejor gana. pués de dadas grandes firmezas é seguridades do
Concertada la partida, el Rey mandó qae ol Conde cada parte, venidos entrambos á las vistas, el Maes
do Alva con su gente , ó Juan Fernandez Qalindo, tre rogó al Prior quisiese dexar la voz del Rey é
Capitán General do todas sus guanina, ó Don Alva confederarse con él, é seguir el partido dol Principe
ro de Mendoza con la gente d'armas , é los otros Ca Don Alonso, á quien él llamaba Rey ; y el Prior le
pitanes con sus gentes se fuesen juntos ordenada respondió, que nunca Dios quisiese que él ovieso de
mente á aposentar á Zamora. El Roy con poca gen olvidar los beneficios que el Rey le avia fecho é ser
te se fué por Ledesma, é llevó consigo a la Reyna é contra él. Estonces el Maestre, quebrantando au fé
á la Infanta su hermana ; donde llegado , el Duquo y palabra, que con tanta firmeza é seguridad avia
do Alburquerque le hizo allí muchas fiestas. Entro- dado, prendiólo muy deshonestamente , é púsolo en
tanto que asi le festejaba, juntó duscientos hombres muy grand estrecho, hasta que le hizo entregar á
d'armas é trescientos ginetes. Pasados ocho días quo Lora y a Setefilla, que son una villa é dos fortalezas
el Roy estuvo en Ledesma , acordó do se ir á Zamo del Prioradgo de Sanct Juan. Y entregadas, é suel
ra é juntarse con sus gentes; ó mandó que la Reyna to el Prior, fué luego , é tomó la villa de Alcázar de
so fueso desdo alli á vor con ol Rey do Portugal su Consuegra; ó tomada, puso luogo cerco sobre la for
hermano , para que si necesario fuese , concertaso taleza de Consuegra, hasta que por hambre el Al-
con él que según la confederación ontre olios fecha, cayde é los que estaban dentro se ovieron de dar ; y
lo enviase gente. Con la Reyna fué la Infanta Doña entregada, puso luego su Alcayde. E no Bolamente
Isabel ; pero á la verdad aquellas vistas aprovecha aquesto, que fué quitalle la mayor parte de su Prio
ron poco. El Rey so partió pora Zamora , donde le radgo , mas despojólo para siempre del señorío de
fué fecho solomne recibimiento con grand alegría él ; porque lo entregó á Don Alvaro de Zúñiga, hijo
de todo ol pueblo. Llegado el Rey á Zamora, vino tercero del Conde de Plasencia ; por donde nunca
alli luego a lo servir Don Alvar Pérez Osorio, Oon- se pudo recobrar. E no contento con aquesto , trató
do de Trastornara, con ducientos hombres d'armas, vistas con el Obispo de J alien, que se descia do pe
é otros tantos ginetes. En pos de él vino Don Juan leas, y cBoribióle como se iba a folgar é vorse con
do Acuña , Conde de Valencia , con cien hombres él en un lugar de su Obispado , adonde estaba lo
d'armas é ducientos ginotos, en tal manera, que ya el mas del tiempo , que se dice Boxixar ; y llegado
partido dol Rey so mostraba creBcido. E entretanto allí, el Obispo le rescibió con mucho amor, é le hi
quo las otras gentes , asi do los caballeros Grandes, zo la mayor tiesta que se pudo ; y el Maestre por
como de los otros pequeños vonian, mandó á'dos ca pagalle la honra que lo avia fecho , é que asi avia
pitanes suyos que con trescientos rocines se fuesen rescebido en su casa, porque no quiso ser contra el
á Segovia , é truxesen á su hija Doña Juana. La Roy, que lo avia fecho, mandóle robar todo el dine
qual traida, mandó que le fuese fecho rescibimiento ro ó la plata é joyas é atavíos que allí tenia ; tanto,
do Princesa ; é asi fué rescebida con mucha solem quo le dexó pobre por muchos días. Fecho aquesto,
nidad, é metida en la cibdad con su rico palio, se para dar cumplimiento on la romería de su dañado
gún so acostumbraba hacer a los Principes here propósito, rompió guerra contra los caballeros é cib
deros. dades é villas del Andalucía que estaban por el Rey,
en tal manera, que de los unos é de los otros se ha
CAPÍTULO LXXVI. cían muchas muertes é robos ; é lo que peor é mas
abominable paresció á los oyentes fué que no sola
Como el Maestre de Calatrava hizo grandes novedades en el An mente se glorificaba de guerrear y alterar la tierra
dalucía contra los servidores leales del Rey, é lo que alli sub-
cedió. contra su Rey natural, que lo hizo, mas ponía rota
mente la lengua en su Real persona, tanto que po
Aunque las cosas del Roy parescian llevar algu nía terror en los corazones. \ O Maestre Don Pedro
na mejoría y estar en camino de recobrainiento, asi Girón, ingrato criado y desvergonzado subdito! ¿qué
por los muchoB señores que eran de su parte, como infamia querrás imponer al Rey, que te hizo, que la
por la grand muchedumbre de gentes que lo venian tuya no sea mayor? ¿ de qué insultos lo querrás acu
a servir, por donde se hallaba tan poderoso , que á sar, que á tí mesmo no te condenes? ¿qué males di
otra mayor hueste que á la de sus enemigos pudiera rás que hizo, que no sea escupir en ta cara? j en qué
vencer y destruir, ni por eso cesaba jamas la desen lo querrás desdorar, que tú no quedes vestido de lo
frenada desobediencia de Don Pedro Girón, Maestre do? Pues dime agora , ingrato criado, al que siem
de Calatrava, do guerrear á los leales servidores del pre te hizo mercedes, al que te dió tanta pujanza, al
Roy, é perseguir las cibdades que estaban por él en que te subió en tan alto estado, al que nunca te hi
el Andalucía, en tal manera , que unos veces rogan zo yerro, é tantas veces pordonó los tuyos , al que
do, otras con dádivas, otras amenazando, é otras vo siempre te trató con mucho amor, ¿cómo lo podíate
ces con halago, hacia pervertir a muchos, quo esta deshonrar? ¿qual corazón te bastó para perseguillo
ban con bueu deseo de servir al Rey , para que fue tan sin piedad ? ¿ qué orueldad fué la tuya dalle tan
sen tales como él y siguiesen sus pisadas. E como feo pago por tan altos beneficios como do él resce-
Don Juan de Valenzuela, Prior de Sanct Juan , fuo- biste? Pues, blasfemador de Dios, é renegador de
so uno do los leales quo seguían el partido del Rey, su divinal bondad, ofendedor de su bendita ciernen
CON ENRIQUE CUARTO. 147
cía, con tan poco temor de bu grand poderío, no me gente, como de las otras cosas que eran necesarias
quiero maravillar que deshonres al que te hizo del para defensa de ella, no la pudieron facer daño nin
polvo.—E puesto que con su maldescir atraia algu guno, antes los cercadores les rescobian, y estaban
nos, otros como discretos, temerosos de Dios é cela mas temerosos que los cercados. E de aquí crosció
dores de la lealtad, sostenían la voz del Rey , é de tanto esfuerzo y osadía á los de dontro, que los mo
fendían la tierra de su persecución. E pues como zos d'espuelas que alli estaban, tovieron atrevimien
leales se mostraron en sorvicio de su Rey aquestos, to de se juntar una grand copia do ellos, é asi jun
que con las armas iban contra el Maestre de Cala- tos acordaron de hacer entre si una estatua, que re
trava, justa cosa es que sean nombrados , porque presentábala persona de Don Alonso Carrillo, Arzo
gocen sus subcesores de la lealtad de sus padres , é bispo de Toledo, al que llamaban Don Opas, herma
se glorifiquen de su limpieza. El primero fué Don no del Conde Don Julián, que metieron los Moros
Juan de Valenzuola , Prior de Sanct Juan , que se en Castilla contra el Rey Don Rodrigo , por donde
perdió por ser leal ; é Don Miguel Lúeas Diranzo, fué perdida España. E asi fecha la estatua, é pues
Condestable de Castilla, que defendió la cibdad de ta en prisión, uno de ellos se asentó como Juez , é
Jahen con toda su tierra, sosteniendo la voz del Rey; mandó traer la estatua delante de él, é pronuncian
é Don Pedro de Córdoba, Conde de Cabra, é sus hi do sentencia, dixo: a Que por quanto Don Alonso
jos; é Don Diego, el Mariscal de Castilla, é Don Carrillo, Arzobispo de Toledo, siguiendo las pisadas
Martin su hermano, Comendador do Estepa; é Mar del Obispo Don Opas, el traydor destruidor de las
tin Alonso, Señor de Aleándote. E si aquestos como Espadas, aviaseido traydor á bu rey é señor natu
leales deben quedar remembrados, no dexemos ni ral, rebelándose contra él con los lugares é fortale
pongamos en olvido á los desleales que sin ver zas é dineros que le avia dado para que lo sirviese:
güenza se armaron contra su Rey ; porque por el por ende, que vistos los méritos del proceso , por el
loor de los unos queden los otros en perpetua me qual se manifestaban bus feos insultos y delictos,
moria denostados para vituperio de sus herederos. mandaba que fuese quemado, llevándolo por las ca
Era el primero Don Pedro Girón, Maestre de Cala- lles é lugares públicos de Simancas, á voz de prego
trava; é Don Juan de Guzman, Duque de Medina nero, diciendo : «Esta es la justicia que mandan ha
Sidonia , Conde de Niebla ; é Don Pedro de Zúfiiga, cer de aqueste cruel Don Opas ; por quanto rescebi-
su yerno, hijo mayor de la casa de Plasencia ; Don dos lugares, fortalezas é dineros para servir á su
Juan Ponce de León, Conde do Arcos, é Don Rodri Rey, so rebeló contra él : mándanlo quemar en prue
go Ponce de León, su hijo mayor. Aquestos se alza ba é pena de su maleficio : quien tal fizo', quo tal
ron con Sevilla, é so rebelaron contra el Rey. Don haya. » Dada la sentencia, un mozo d'espuelas tomó
Alonso de Aguilar se rebeló con la cibdad do Cór la estatua en las manos, y asi pregonando la saca
doba, é acogió en ella al Maestre de Calatrava, á cu ron fuera de la villa á vista del real. Con esta esta
ya cabsa se hicieron grandes males por todas las tua iban mas de trescientos mozos d'espuelas, acom
comarcas. pañándola. A las voces de aqueste pregón se para
ron los caballeros é gentes del real á mirar; é des
CAPÍTULO LXXVII. que los mozos llegaron casi en comedio del real é
de la villa, hicieron una grand foguera, donde que
Como el Re} so partió de Zamora , é se fué i Toro con su hueste;
a 6 lo que después subcedid. maron aquella estatua ; y quemada , comenzaron á
descir en alta voz un cantar, que descia:
Desqne el Rey vio que su poder iba cresciendo, y Esta es Simancas,
grand multitud de gentíos venian de contino á lo Don Opas traidor.
servir con mucho amor, vista la maldad de los ca Esta es Simancas,
balleros tiranoB que contra él se avian mostrado, fué Que no Peüaílor,
acordado en su alto Consejo que se debía ir á Toro con otras coplas muy feas, que contra él se doscian.
con todo el exército de su hueste, donde se acaba Aqueste cantar duró grand tiempo en Castilla , quo
ñan de juntar los otros señores, que lo venian á ser le cantaban á las puertas del Rey é de los otros ca
vir. E asi llegado á Toro, fuéle notificado como los balleros. E qnando los caballeros del cerco vieron
caballeros tiranos avian salido de Valladolid, y eran que estar sobre Simancas no aprovechaba, ni se po
idos sobre Pefiaflor, é la aportillaron todo el muro dio tomar por combate, ni mucho menos por ham
en derredor; é que desde allí se iban á poner cerco bre, é que ya el Roy se acercaba con grand poder
sobre Simancas. Estonces el Rey mandó á Juan Fer contra ellos, acordaron do levantar su real, y levan
nandez Galíndo, su Capitán General é leal , que se tado, bo tornaron á Valladolid.
fuese luego é meter dentro con mil de á caballo pa
ra defendella ; é que si fuese menester mas gente,
CAPÍTULO LXXVIIL
que él iría en persona con toda su gente. E asi Juan
Fernandez se fué á Simancas, donde llegado, é pues Como estando el Rey en Toro tino macha gente i lo servir , asi
ta buena guarda en la villa , vinieron dende á dos caballeros de grandes estados, como do otra gente de i pie y
de i caballo.
días los tiranos sobre ella, é pusieron su real encima
de una cuesta que está casi junta con el lugar. Pero Después que por el Reyno se fué conosciendo la
como ya la villa estaba muy bien bastecida asi do grand tirania é desloaltad do los caballeros enemi
148 CRONICAS DE LOS REYES DE CASTILLA.
goa del Rey, é vista la persecución é dolorosa infa derredor de Tordesillaa, ribera del rio. Entretanto
mia de bu Rey , muy ganosamente se movieron que la hueste llegaba al aposentamiento, donde
grandes gentíos, asi de mayor condición como de aquella noche avian de reposar, acacsció que un ca
menor, é vinieron para lo servir. E luego vino allí á pitán del Rey, llamado Garci- Méndez de Badajoz,
Toro Don Diego Hurtado de Mendoza , Marqués de salió con duscientos rocines de su capitanía por una
Santillana, é Conde del Real de Manzanares con se traviesa cerca de Valladulid, por donde se encontró
tecientos rocines hombres d'armas é ginetes, é con con un caballero del Almirante, que sollamaba Juan
mucho peonage. Vino Don Luis de la Cerda, Con Carrillo, el qual traia consigo hasta cinquonta de a
de de Medina-Celi, con quinientos rocines é grand caballo. E como el Garci-Mendez lo vió, fuese luego
peonage. Vino Don Pedro de Mendoza , Conde do contra él, é por la sobra de su gente fué herido
Almazan, con duscientos rocines. Llegaron al mis Juan Carrillo de muerte, é preso él y toda su gente;
mo tiempo muchos hijos-dalgo de las montunas, asi é asi preso trúxolo á una ermita, que estaba en un
de á pié como de á caballo en tan grand cantidad é llano fuera de Tordesillas á la parte del rio. E co
en tal manera, que la hueste del Rey no podia ca mo Juan Carrillo se vió preso y herido de muerte,
ber en lo poblado , é fué necesario salir luego al rogó á Garci-Mendez que de su parte suplicase al
campo, é poner su real ordenadamente. Halláronse Rey le quisiese ver, para decirlo algunas cosas que
allí ochenta mil peones é catorce mil de á caballo, mucho cumplían á su servicio y al bien de su vida,
ganosos de pelear é venir á las manos con los tira é para el descargo de su propia conciencia ; é Gar
nos que avian deshonrado su Rey natural. E si tal ci-Mendez lo hizo así. Estonces el Rey á suplicación
fuera la gana del Rey, como el deseo de sus subdi de su capitán fué allí a la ermita, ó llegado, como
tos, é si tal corazón quisiera tener para destruir á Juan Carrillo vido al Rey, con muchas lágrimas, le
sus enemigos , como aquellos venían dispuestos pa dixo : «Por cierto, Señor, yo he sóido traydor contra
ra dar la batalla, muy ligeramente é sin muchas n vuestra Alteza tantas veces , que aunque muchos
muertes se alcanzara la victoria y fueran destrui adías me quedasen para vivir, é no tengo dos ho-
dos. Mas como en esto y en las otras cosas se hace )) ras, dubdo si podría hacer satisfación y enmienda
lo que Dios quiere , y no lo que piensan los hom ndello. E lo que agora con todo lo otro mas me re-
bres, vienen los sucesos como lo dispone la divinal » muerde la consciencia, es que yo ó algunos otros
providencia. Visto el grand poderlo con que el Rey «caballeros do mi suerte por mandado do alguno;
se hallaba, asi de muchas gentes, como de grandes «señores, quo mandárnoslo podían, estábamos con-
tesoros para pagallas, mandó llamar á cousejo á to ncertados de matará vuestra Alteza, poniendo lan
dos aquellos señores, que allí oran venidos á sor vi - «manos cruelmente en su Real persona. 1C para hua
11o ; é convenidos ante su real presencia, dfxoles que ncar lugar é tiempo convenible para ello, era hoy yo
viesen lo que se debia hacer, y diesen orden en ello. «salido al campo, donde mia pecados mo compren -
Fué acordado que se fuesen derechos á poner su real «dieron é me dieron el pago de mis merecimientos.
cerca de Simancas ; porque estando allí paresceria • Por tanto con quanla humildad é reverencia pue-
que tenia cercados á sus enemigos, é afloxaria su » do, á vuestra Excelencia suplico que usando de su
partido. Avido aqueste acuerdo, luego otro dia si I acostumbrada clemencia y humanidad, ine quiera
guiente ajuntados todos aquellos señores en la Igle n perdonar ; porque si vuestra Real Señoría, como
sia del Sancto Sepulcro , oyeron su misa solepne é nmi verdadero Rey y Señor natural , á quien tanto
bendichas las banderas oon grand cerimonia, an- nhe deservido, por hacer placer á in¡ señor el A*Imi-
dubieron con ellas en procesión al derredor de la nrante, me perdona, espero en la misericordia ilo
Iglesia. nDios, quo habrá piedad do mi ánima pecadora.)) Hl
Rey oyda su habla, con mucha benignidad lo di
CAPÍTULO LXXIX. xo: uJuau Carrillo, según mi condición, no es tnu-
ncho perdonaros los yerros que contra inf aveis co
Como el Rey partió de Toro coa toda su hueste, y se fué i poner nmetido, porque los Reyes siempre han de perdonar
su real cerca de Simancas , j lo que allí subcedid.
ñaua propias injurias; y mayor plascer avría que vi-
Después que las banderas fueron bendichas , c nviésedes para haceros mercedes por ese arrepenti-
todas las gentes apercebidAS , el Rey con toda su » miento quo agora mostráis, para que conocíésedes
hueste é Córtese partió otro dia siguiente, sus ba nquánto meplasce mas la clemencia que la vengan-
tallas ordenadas en esta manera : que por quanto el nza. Yo vos perdono de buen grado : plega á mi se-
Conde de Alva fué el primero que lo vino ú servir, nfior Jesu-Christo vos perdone; pero conviene que
que llevase la delantera de todas las batallas contra » me digáis quien son los que cabían con vos en la
los enemigos ; é do la batalla Real , donde el pen ntrayciou do mi muerte. n Respondió Juan Carrillo,
dón é las banderas del Rey iban desplegadas, que que lo plascia de decirgelo en secreto ; é asi aparta
fuese capitán el Obispo de Calahorra ; é después to dos todos los que presentes estaban , le dixo muy
dos los otros señores , cada uno con las batallas do paso quien oran ; pero tanta fué la nobleza del Rey,
su gente. Aquel dia se fueron á juntar y aposentar que jamas los descubrió, ni se pudo saber quien
junto con la villa de Castronuño, ribera del rio de eran. E luego quo el Rey se partió de allí, espiró
Duero. Otro dia siguiente, tocadas las trompetas, Juau Carrillo, y otro dia siguinnto se partió el Roy
tomaron su camino , ó fuéronse á aposentar »1 con sub huestes, ordenadas las batallas. Eru tanta
DON ENRIQUE CUARTO. 149
la muchiduuibro de los genlius que vcnian, asi de á rando que de los principes é reyes que señorean é
caballo como de á pié, que sin duda ponian admi reynan en el mundo, unos son buenos reyes é ma
ración á los que los miraban. Filáronse á aposentar los hombres , é otros son malos hombres é buenos
en un grand llano ontre el rio de Duero y el rio P¡- reyes ; como sea cosa cierta, que quanto los unos
suergo, que pasa por Valladolid, adonde entrambos como hombres, quando suben á la cumbre del seño
se juntan , en tal manera , que ol real estaba bien río, son derramadores do sangro, omicidas sin com
fortaleoido ó seguro de los enemigos ; y ol Rey con pasión, vondicativos, crueles y ágenos de piedad,
su bija se fuá á aposoutar á la villa de Simancas. tanto los otros como royes , quando tienen el impe
rio, tienen vestiduras de humanidad, enforroB de
CAPÍTULO LXXX clemencia, é mantos de caridad, con que dignamen
te son merecedores del trono real que poseen. E
De como la venida del Re? a Simancas fué sin provecho alguna. pues de aquestas excelentes insignias , é otras tales
Venido el Rey A Simancas poderosamente, asen conoscian los caballeros leales que estaba compues
tado el real, é fortificado con las cavas de la una to su Rey, razonable cosa fuera que ellos, sin espe
parte é de la otra con los dos rios, que cercaban casi rar su mandado, grado ni consentimiento, procura
la mayor parte de él, estando la gente muy ganosa ran de dar la batalla, desafiando á los tiranos y afean
de pelear é de venir á las manos con los tiranos, do su tiranía, mayormente pues que sabían que el
subcedieron los cosas de tal manera y forma, que Rey en alguna manera tenia mas flaqueza é piedad
los dias se pasaron en vano ; los gastos eran excesi que esfuerzo y osadía. Mas hablando agora con re
vos en las pagas del sueldo, é sin provecho ; y el verencia de tan alto Rey , so enmienda de la noble
trabajo de tantas gentes con menos fruto , de tal caballería é leales servidores que lo seguían, iquánto
guisa, que por forma de los tratos engañosos del bien paresciera no solamente á los que por estonces
Marqués de Villena, por muchas vistas en el campo, vivían, másalos que después subcedieran, quando
de ninguna ovo conclusión por espesas mensagerias fueran sabidores por el proceso de esta historio, que
de poca verdad é de grandes mentiras. E asi la ca encendidos en ira el señor é los subditos, desenfre
ballería Be tornó tráfago de negociar, el exéfeito nados con Baña se quisieran vengar de sus disolu
belicoso interese desvergonzado , el esfuerzo varo tos ofendedores! Pues que Dios lo permitía, é que
nil perezosa floxedad, la arriscada osadía flaqueza ría que se hiciese ; porque destruidos los tiranos,
de corazón ; é ansí ni la guerra truxo paz, ni las ar crueles disfamadores de su Rey é de su nación é del
mas dieron sosiego , ni el bullicio puso descanso ; Rey no en general, rescibieran el pago de sus obras;
antes denegada la batalla, se cabsaron mayores ba si quiera porque punidos los traydores, quedaran
tallas, reorescieron mayores escándalos, ó subcodio- ellos coronados como leales , é su Rey para siempre
ron muchas muertes. Pero do aquesta negligencia restituido en su honra é recobrada su fama', en tal
é flaca solicitud, no se podría el Rey escusar de manera, que lloraran los desleales su abatimiento,
grand culpa, ni sus caballeros quedar sin mucho y los leales se glorificaran de aver sido limpios, sin
cargo de dura reprensión ; porque cosa justa fuera ensuciar su linage. Verdad es que según la mucha
so quisieran conformar, de tal guisa, que sin desere- gente del Rey, é la poca que los tiranos tenían en
par de lo que al bien é prospero subceso de tan ar Valladolid, no tuvieran osadia de salir á la batalla,
duo negocio convenia, sin diferencia ninguna se puesto que una vez les fué ofroscida; pero ellos
debian conformar, sin hacer variación hacia diver como los acusaba su dañada consciencia , é remor
sos fines ; porque si con uelo de justicia se movían, día la gravedad de su pecado, no la quisieron acep
y el sancto proposito de sostener la verdad los guia tar, ni so atrevieron á salir, antes aunque las bata
ba, convenible cosa fuera que dexando las malicias llas del Rey Be allegaron junto á los muros de la
aparte, y arredrando las cabtelas de su seno, en tal villa, jamás se mostraron ni dieron lugar á que nin
manera debieran estar unidos, que si en los caballe guno Batiese fuera do las puertas. En aqueste me
ros faltaba la gana de ponello á las manos, el Rey, dio tiempo llegó la Reyna á Simancas, é la Infanta
á quien mas que á todos tocaba, como soberano de Doña Isabel con ello, que venia de verse con el Rey
biera tener sobrado querer para hacerlo executar ¡ de Portugal su hermano, puesto quo las vistas fue
y si en el Rey se apocaba la voluntad de lo qne mas ron sin provecho , con cuya venida el Rey ovo
le cumplía, en sus caballeros debiera sobrepujar el plascer.
deseo de lo poner en arrisco ; ca sabida cosa es é
muy manifiesta que la honra de la victoria siempro CAPÍTULO LXXXI.
cuelga del peligro , y no do rehuir la batalla. E
puesto que aquestos caballeros como leales vinieron Como el Rey se vido eon el Marqués de Villena, y lo que allí se
concertó.
á servir á su Rey, no se les quitará por eso la cul
pa do ser remisos en lo que pudieran é debieran ha Desque ya sintió el Marqués do Villena la floxe
cer si quisieran, pues quo no lo hicieron ; porque dad del Rey, é vido como les avia ofrescido la ba
muchas cosas quieren los reyes como grandes, quo talla, é les era poligroso aceptada, posadas algunas
les debieran ser denegadas é como á hombres con vistas entre el Rey y él , un dia acordó de verse con
sentidas, é otras que como á hombres se las deben oí Rey á solas en el campo. E como el Rey natural
arredrar, é como á Reyes aver por buenas , conside mente era mas inclinado á los tratos quo al rompi
150 CRÓNICAS DE LOS REYES DE CASTILLA.
miento, plugole de ello, é salió á él. E asi vistos, el ndo compasión do mis naturales, señaladamente do
Marqués le prometió que basta cierto tiempo limi «tantos nobles, asi hombres de estado, como peque-
tado daría orden como él ó todos los otros caballe «ños caballeros, é las otras gentes que aquí estáis
ros é perlados do su partido so tomasen á su obi- «ajuntados en mi servicio, he determinado dolevan-
dioncia ó servicio, y quitaría á su hermano el titulo »tar ol real sin que se dé la batalla; porque, pues
de Rey, con tanto quo mandase luego levantar el naqui tengo á todos por hijos, áspera cosa me sería
real y derramase la gente : lo qual el Rey aceptó n poneros en arrisco do la muerto, é ver derramar
de buena gana. ¡ O Rey poderoso, Príncipe de tanta «vuestra sangre, mayormente porque espero en la
grandeza, subido on tan alta cumbre ó puesto ou » grand bondad do nuestro Sofior quo él, como justo
tan prospero estado , quanto nunca Roy do sus an «Juez, verá la maldad do los que en tanta necesi-
tepasados se vio ! ¿ cómo te osas confiar de aquel que «dad han puesto mi persona é mis Rey nos por sus
asi te destruyó ? ¿ cómo puedes dar crédito á aquel «propios intereses, é les dará el pago quo su des-
que con tantos vituperios te dexó deshonrado? ¿qué » lealtad meresce. E asimesmo verá el fin con que
mas peligrosa confianza , qué mas vana seguridad, n yo me muevo, y el deseo que tengo de la paz é
ni engañosa certidumbre pudo ser para tí, que dar «concordia. Yo vos agradezco muy mucho el traba-
crédito al mentiroso, convencerte de bu falsedad, é tjo que aveis sufrido por mi servicio ; é porque so
consentir en sus engaños? Ca ciertamente no se po nría injusta cosa é de mal enxemplo, que vuestra
dría llamar pasciencia la tuya, ni enxemplo de hu «grand lealtad quedase sin galardón, quiero y es mi
mildad, mas gana de sor engañado, é voluntad de «determinada voluntad que antes de todas cosas
vivir sojuzgado. E tú, Marqués de Villana, espejo «seáis todos pagados Mol sueldo que se vos fuere
de la ingratitud, tiranía é insaciable codicia desor «debido, é después haceros mercedes tales, que res-
denada, ¿quál corazón te pudo bastar, ni tuvisto, npondan á vuestros servicios, é por ellas crezcan
para destruir á quien te hizo, y deshonrar á quien i) vuestros estados ; en tal manera , que quanto vos-
te honró, y perseguir á quien te dio tanta grande » otros como leales quedareis con famoso renombre,
za? ¿Por qué disfamaste al quo te hizo famoso? «los traydores queden vituperiados para siempre, 6
¿ Por qué denostaste al que te puso en estado ? Con «sus nombres denostados.» Hecho el pago á la gen
tentarte debieras con que te hizo tan grand Señor, te común, no solamente del sueldo, pero do muchas
é no pesarto porquo á otros hiciese grandes ; ca exondónos ó franquezas quo les mandó dar, con que
bien sabes tú quo los Reyes tionon el oficio do Dios se tornaron muy contontos á sus casas, mandó el
en la tierra, é ensalzan á los pobres , y levantan á Rey que los caballeros é personas principales do es
los pequeños del polvo. Tan grande fué tu cruel tado se fuesen con él á Medina del Campo. Donde
dad como la de los Griegos contra los Troyanos. llegados, estuvo allí algunos días, haciendo gran
Tan despiadado fué tu insulto, como el de las ma des mercedes á los señores que le avian seguido 6
dres cercadas en Jerusalon, quo aquellas sin piedad servido. | O mercedes bien empleadas I | ó dádivas
se comieron a sus hijos. E tú, desleal, ¿cómo á tu bien merecidas, ganadas por la lealtad, compradas
Rey é á tu Señor, y al hacedor quo te puso on tan por limpios servicios I j caballeros dignos de galar
alta cumbre, quieres mas perseguir? ¿Porque no te dón , varones merecedores de satisfacción , cuya
contentas de los engaños pasados, que agora de lealtad pide corona, su fidelidad premio condigno,
nuevo lo tornas á engañar ? Prometes para no cum bus virtuosos trabajos perpetua memorial Pues
plir, é juras lo que no harás, é certificas lo que nun sorvisteis á Dios, sirviendo á vuestro Rey, y tanto
ca verná en efecto, ni tú haB gana que se cumpla. sin reproche pagasteis vuestra deuda, cumpliendo
Fíase tu Rey de tus palabras, deseando la paz, por con la verdad é con vosotros mismos, justa cosa es
eBcusar muertes é robos ; y tú como oscandaloso bus quo vivan vuestros nombres con inmortal nombra
cas alteraciones. Créese tu Rey de tus promesas, é dla, y que quedéis entre las gontes por espujo do
tu, alborotador, despiertas los bullicios. Dospues lealtad, y do gentes en gentes por tales renombra
que el Roy ovo determinado de hacer lo que el Mar dos con dulce pregón ; en tal manera que reviva
qués de Villena le pedia, é quedó asi concertado, vuestra fama é jamas nunca perezca. E pues que
tornóse é Simancas , y el Marqués para Valladolid. tan lealmento cubristes vuestras personas oon man
to de firmeza, sin hacer mudanza ninguna , debida
CAPÍTULO LXXXII. cosa es que asi vuestros nombres como las merce
des quo por ello resco I listes, se declaren por escrip
Como el Rey mandó levantar su real ; y la habla que hizo 1 los ia ; porque quanto vosotros dexasteis glorioso ape
caballeros ; y las mercedes que les dio, y confirmó. llido á vuestros descendientes, tanto mas será dolo
Luego que el Rey fué venido de las vistas á Si rido é triste ó lleno de mancilla el titulo que pusieron
mancas, mandó llamar á los caballeros ó personas los traydores á sus hijos. A Don Diego Hurtado de
principales de su real ; los quales venidos delanto Mondoza, Marqués de Santillana, dio la* villa de
de su Real presencia, lesdixo: a Todos los Reyes Santander porque estaba junta con su Marquesado,
«Christianos, porque roynan en nombre do Jesu- con setecientos mil maravedís de juro situados en
» Christo en la tierra, han de ser padres de sus uúbdi- ol servicio é moutadgo. A Don Poro González de
«tos, sus tutores ó defensores, para quitallos de la Mendoza, Obispo de Calahorra, dio las tercias de
«muerte é procurarles la vida. E por eso, yo a v ¡cu Guadalaxara é su tierra. A Don Iñigo López de
DON ENRIQUE CUARTO. 151
Mendoza bu hermano, é á Don Lorenzo Suaroz, Viz estrangeros tomaron osadía é denodado atrevimien
conde de Torija, é a Don Juan 6 á Don Furtado, á to do entrar en oí Reyno con mano armada, á usur
cada uno de estos dio dineros do juro , sogun oí es par la tiorra; señaladamente el Condo do Fox, quo
tado y edad que tenían. A Don Luis de la Cerda, Boyen do casado con la Princesa Doña Leonor, hija
Conde de Medina-Celi, dio la villa de Agrada é su del Rey Don Juan de Aragón, hermana del Princi
tiorra. A Don Garci- Alvares' de Tolodo, Condedo po Don Carlos de gloriosa memoria, por cuya muer
Alva, dio el Carpió, y con él ciertos lugares de tior te le pertenescia la subcesion del reino de Navarra.
ra de Salamanca, y le tornó á Buendia, que dice que Este Conde de Fox, llamándose Príncipe de Navar
fué de su padre. A Don Alvar Pérez Osorio, Conde ra por parte de la muger, vino sobre la cibdad de
de Trastornara, Señor de la casa de Villalobos, dio Calahorra , é la tomó mas por traycion que por lar
la cibdad de Astorga, é le hizo Marqués dolía. A go cerco ni combate. E luego que asi tomó la cib
Don Juan de Aoufia, Conde de Valencia, dio ol Con dad é so apoderó della, envió un mensagero al Rey,
dado de Pravia é Gijon, é le hizo Duque de Valen suplicándole quo quisiese onvialle luego una perso
cia. A Pero de Mendoza, Señor de Almazan, dio tres na fiable con quion pudieso hablar é negociar algu
cientos mil maravedís de juro, situados en el puer nas cosas sobre bu entrada en el Reyno ; porque su
to de Monte-Agudo. A Alvaro de Mendoza, su ca deseo é voluntad mas era de tener amistad y confe
pitán de la gente d'armas, dio la villa de Roquena, deración con él , que no discordia , para que acerca
con todos los derechos del puerto. A otros muchos de todo ello se tomase algún medio. Oyda la habla
dio ansimesmo dineros de juro, ansí á los que alli que su embaxador propuso, el Roy respondió que
sirvieron en la guerra, como á los de la Andalucía, le plascia de hacor lo que el Conde do Fox le envia
é de otras partes del Reyno, que sostuvieron su ba rogar ; y apartado con los de su Consejo acordó
partido contra el Maestre do Calatrava é contra que yo como su Capellán y Coronista y de su Con
los otros traidores. De aquestas mercedes , quo asi sejo debiese de ir con aquella embaxada. E asi acor
hizo el Rey, algunas do ellas ovicron efecto , y otras dado , mandómo proveer de gonto quo me acompa
no se cumplieron, mas por culpa ó floxedad de ñase por el peligro do los caminos, é que León, uno
aquellos á quien se ficieron, que por falta do la vo de sus Reyes d'armas , fuese conmigo. E tomado mi
luntad del Rey. Fechas aquestas mercedes, é dados camino, yo me fui derecho á Calahorra, donde el
los pri villejos dellas á cada uno , los caballeros se Conde de Fox , Principe de Navarra , á la Princesa
tornaron á sus tierras muy contentos , y ol Rey se su muger estaban. E dospuos de sor bien rescebido
fué para Segovia, y llovó consigo á la Royna y á do bub caballeros, vino delante dcllon, é dadas lux
su hija é á la Infanta su hermana. cartas del Rey, Iob dixo : < Ilustres Señor y Sonora:
sel Rey de Castilla, mi soberano Señor, oyó la su
CAPÍTULO LXXXIII. plicación de un embaxador quo á su Alteza envias-
»tcs con cartas do crohencia, para quo acá enviase
Como el Conde de Fox tomó la cibdad de Calabom, jr lo que ■» alguno suyo; su Roal celsitud, queriéndolo hacer
allí snbeedid.
> ansi lo que en nombre vuestro le fué pedido , mo
Aunque el Rey levantó su real, é despedida la » envía á vuestras Señorías, á dos principales co
gente se tomó á Segovia, esperando el cumplimien saos: la primera, para que vos dixese que él no
to de la fe del Marqués de Villena , no se abajaron t puede saber qual soa la oabsa que vos haya moví-
los escándalos, ni cesaron los bollioios del Reyno ; »do á ton grand atrevimiento y osadía de entrar
antes de cada día crescieron mayores novedades » asi en bu Reyno con mano armada , y tomar ó ocu-
ansí de robos ó muertes y prisiones , como do otras »par aquesta bu cibdad, mas por la traycion do al-
violoncias y fuerzas que se hacían, en tanto grado » gunos oibdadanos que vos la dieron , que no por
que ninguno osaba salir de lo poblado, ni andar » fuerza de armas, estando en hermandad é confe-
por los caminos sin grand compañía. E porque el » deracion de perpetua paz con el Rey y con el rey-
Marqués de Villena no so avergonzó de quebrantar biio de Francia. E que su Alteza no tieno sen ti -
su promesa, que quitaría el titulo de Rey al Prínci «miento tanto de la pérdida do esta cibdad , quo síu
pe Don Alonso, é que haria que los señoreB do su ncabsase la aveis usurpado, quanto de la necesi-
confederación tornasen á servicio del Rey, añadien »dad en quo está por la traycion de bus subditos.
do tráfagos á las mentiras , truxo tan largas dila » Porque sabida cosa es, quo si fuera della estuvie-
ciones , que siempre sus cabtelas bo renovaban , é »ra, ni vos, Señor ni Señora, vos enrárades dootn-
jamás sus palabras traían conclusión , antes siem » prender tomalla, ni vuestro atrevimiento se que-
pre mayores engaños. Ni por eso se congojaba de » dará sin venganza. Poro como las cosas de los re-
los grandes males que se hacían , ni se curaba de » yes sean juicios de Dios, ó todas procedan de su
remediallos, en tal manera, que no solamente den » divinal providencia , halo querido tolerar con pa-
tro del Reyno eran los daños multiplicados entre » ciencia, esperando en su infinita bondad quo aque-
los naturales quo so guerreaban unos ú otros , mas nllas muy presto subcoderán cu muy prúsporo au-
como la cisma do dos Reyes estaba raygada entre «mento do su estado roal, é lo quo agora está en-
ellos, los unos diciendo Enrique, é los otros dicien » ferino, presto se convertirá en salud, é Be tomará
do Alonso, sin temor de Dios ni de sus conciencias nía enmienda que tales osadías mercaron. La Bcgun-
dolos cismáticos é tiranos, quo lo tal acarrearon, los »da , para saber quo es lo quo á la Señoría de vos
152 CRÓNICAS DE LOS REYES DE CASTILLA.
«otros place, y que cabsa vos movió á pedir mi ve- Alfaro, supe que la venida del Conde de Fox á Co
s nida á vuestras Excelencias.» El Conde de Fox res rulla, era por mirar donde podría poner sitio para
pondió que la tomada do aquella cibdad solamento oeroar á Alfaro. E sabida por el Conde mi venida,
avia sóido para hacer prendas por los lugares de envióme, á desoír que me saliese al campo , donde
Navarra que el Rey en los tiempos pasados avia to queria que hablásemos; é salidos, después de mu
mado ; é que á esta oabsa ellos avian escripto á su chas hablas que paseando entre él é mi pasaron, sen
Beal celsitud les enviase persona fiable con quien tí del que no avia gana de cumplir con el Rey lo
pudiese tratar é negociar sobre aquello ; é pues yo que su embaxador avia proferido, antes que de sal
era allí vonido, ellos eran muy placentoros. Des to, si oviese oportunidad , queria dar sobre Alfaro.
pués de pasadas muchaB altercaciones é largas ha Como supe aquello , provei luego muy secretamen
blas , contrastando sus soberbias , ó respondiendo á te, y envié á llamar á dos capitanea de los que alli
sus demandas , fué acordado entre ellos ó mi y el el Rey avia enviado con gente para llevar los rehe
Obispo de Pamplona , que era el Gobernador dellos, nes, los que se llamaban, el uno Gómez de Roxas,
y por quien se regían , que oviese de enviar conmi é el otro Pedro Faxardo , loa quales vinieron con
go un liconciado suyo, de quien se fiaba, por Em oient rocinos de noche , sin sor sentidos ; proveí asi
balador al Rey, para que de parto suya le suplicase mesmo do muchos tiros de pólvora. Eu esto medio
dos cosas: la una, que su Alteza le quisiese dar los tiempo el Conde de Fox se tornó á Tudela, para
lugares que asi tenia en Navarra , é que se entre- apercebir su gente é venir al cerco ; é quando se par
garfa luego bu cibdad de Calahorra ; la otra, que tió de Corella, envió un Doctor de su Consejo, que
en satisfacion de los gastos que se avian fecho en se llamaba Mosen Menaute, y el Mariscal de Bear-
el ceroo de los dichos lugares quando los tomó, que ne, que viniesen por mí é ine llevasen á Tudela,
le serviría con cierta gente quanto durase la guerra donde fui bien rescebido é aposentado. E luego otro
con sus subditos. Estonces yo aceptó lo que asi de día siguiente , el Conde de Fox y la Princesa dipu
mandaban, pero con tal condición, que ellos no taron al Obispo de Pamplona, é á Mosen Martin de
aceptasen trato ninguno do los caballeros tiranos, Peralta, é al Doctor Mosen Menaute, é á los Maris
ni los enviasen inensagero ninguno. Y esto quiso yo cales do Fox ó de Bearne, para que negociasen con
pedir ú cabsa de un embaxador, que alli estaba por migo cerca de las cosas por sus Principes deman
parte de elloB. A esto me respondieron el Conde é la dadas. Estaban de mi parte como vasallos del Rey,
Princesa su muger que les plascia, é mo dieron su Don Juan de Beamont, Prior de Sanct Juan de Na
palabra Real de lo cumplir. Aquesto asi determina varra , é el Conde de Lerin su sobrino. E como es
do, tomé su embaxador conmigo, ó tornóme al Rey tuviésemos juntos altercando lo que se debia do ha
á Segovia ; donde llegados , é venidos ante el Roy, cer para el bien de amas las partes, vi que el Obis
en su presencia é de los del su muy alto Consejo po de Pamplona, no solamente desviábala concor
aquel embaxador propuso y explicó lo que por bus dia, mas hablaba con poco acatamiento é menos re
Principes de Navarra le era mandado. Oyda su fa- verencia del Bey con algunas demostraciones de
bla, ol Rey le respondió que le plascia de lo hacer enemistad. E quanto quiera que fué amonestado por
con tauto que pues le queria entregar los lugares mí, que se honestase y midiese en sus palabras,
que ansi le demandaban, que para seguridad é cer visto que no lo queria hacer, yo le dixe : c ¡señor
tidumbre de lo que asi proferían , le oviesen de dar «Obispo, en la tierra de los discretos, donde mera
en rehenes á Don Juan, Señor de Narbona, é á Do «la prudeucia, é la nobleza tiene parte, suelen los
na Maria de Navarra, sus hijos, con las otras condi «virtuosos é los que de limpia sangre se preecian
ciones que sobre aqueste caso se concertasen. Esto «quando hablan de los Reyes, tener mucha tein-
fecho é concertado, y esta capitulación fecha, man «planza, mesura é comedimiento, mayormente de
dó el Rey que yo tornase á los Principes con gran «aquellos que por la grandeza de su estado é sole-
des poderes, para que si los rehenes ine fuesen en snidad de su sangro son excelentes ; é los tales co-
tregados, les entroguse los lugares é fortalezas do «mo vos les deben no solamente reverencia, mas
Navarra, ó alzase los pleytos omenages a los Al- «humilde sujeción ; y los que de otra manera lo ba
caydes que las tenian; asi mesmo para capitular é licen , dan testimonio de su liviandad y baxa crian-
negooiar con ellos todo lo que me paresciese con «za. Digo esto, señor Obispo, para que sepáis, que
venible é necesario. Y porque los rehenes que de » quando los tales como vos hablan de los Reyes de
mandaba me fuesen entregados , envió ciertos capi «Castilla, han de poner la boca en el suelo en señal
tanes suyos con trescientos rocines ó la cibdad de »dc humildad, é no con la soberbia que aveis mos-
Logroño, para traellos seguramente. Acordado a trado con poca temperanza é menos tiento para ser
aquesto con el embaxador ó despedido del Rey, él y «perlado. E si vuestro Principe es discreto, ha de
yo nos partimos y fuimos derechos á Logroño. E «hincar la rodilla, é pedir mercedes como Principe
llegados alli , el Licenciado embaxador se entró en «chico á Roy grande, que las sabe hacer é puede.
Navarra para notificar á sus Principes como yo iba; »E pues tan desenfrenado sois de la lengua, desde
los quales luego que supieron de mi ida , me escri «aquí vos digo que no quiero negociar con vos, por-
bieron que me fuese á la villa de Alfaro , porque el «que la deconcia de mi embaxada no lo consiente.»
Conde de Fox. se iba á Corel la, una villa de Navar Acabada mi habla, Don Juan de Beamont, que es
ra que está una legua de Alfaro. Y como llegué á taba á par do mi asentado, dixo : «Señor Obispo,
DON ENRIQUE CUARTO. 153
«bien paresce á quien envía el Roy do Castilla por parte quanto podían , tirando muchas piedras con
tembaxador á estos señores Principes ; é por lo qoe hondas é mandrones. Sabido el cerco, di grand prie
«aquí se vos ha dicho, no debéis de maravillaros ni sa para juntar la gente, de guisa , que en espacio de
íi tomar alteración ; porque debéis de saber que la doce dins se juntaron mil é trescientos de á caballo
i) casa de Navarra nunca hizo acatamiento á ningún é cinco mil peones. Iban por capitanes Don Alon
«Rey de la christiandad, salvo al do la casa de Cas- so de Arel laño, Señor de los Cameros, é con él otro
n tilín. E pues vos filisteo destemplado para hablar capitán que se llamaba Alvaro de Hita. E ansi jun
nein acatamiento de tan alto Rey, su embaxador vos tados, con mucha orden fueron ¡i socorrer ¡i Alfaro:
nba respondido como varón de limpia sangro é per- donde llegados á vista del real , el Conde de Fox se
esona de crianza. Por eso no curéis de alteraros, levantó dol cerco, muy vergonzosamente huyendo,
tque sin dubda él ha fecho lo que debia como leal y se fué á Tíldela. Luego dende á pocos dios se le
«embaxador ; é de lo que asi vos dixo á todos los na vantó la cibdad de Calahorra, donde fué fecho
turales de Navarra nos plasce é somos alegres de grand estrago en los Franceses que allí avia dexado
lito.» Estonces el Obispo, viéndose confuso, muy ol Conde de Fox, y de allí quedó grand enemiga
cortesmente se bolvio á mí, disciondo : «Señor Era- entre los Navarros ó Franceses. De que subcedió
«baxador, yo hablé mas con pasión que con mesu- que Mosen Piorros de Peralta, Condestablo de Na
nra ; protesto de lo enmendar de aqui adelante.» Pe varra, sintiendo la traycion que el Obispo de Pam
ro como él era el mas principal de Navarra y esta plona cometía contra el Conde de Fox é contra el
ba aficionado á la parte de los caballeros tiranos, rey no de Navarra é naturales de ella, lo mató á pu
siempre desvió la conclusión de la concordia, en ñaladas, de quo todos los Navarros fueron muy
tal manera, que ningún medio de paz se pudo to alegres.
mar. Estonces vista su ailacion é las formas exqui
sitas que conmigo tenia , diza al Conde de Fox é á CAPÍTULO LXXXIV.
la Princesa su mager que les pluguiese de dar or
den como cumpliesen conmigo lo que avian profe Como la Tilla de Valladolid se alzd por el Rey, que la tenían
los Uranos.
rido al Rey, mi soberano señor, con su embazador;
é que si aquello no entendían cumplir, que me lo Entretanto que los cosas de la frontera de Navar
dixesen, porque yo me quería partir, é no expender ra pendían , aoaesció que los vecinos é moradores
el tiempo en vano. A esto el Conde de Fox me res de la villa de Valladolid, viendo la tiranía de los
pondió con alguna indignación , disciondo que no caballeros , é lo que el Almirante avia fecho contra
entendía de dar rehenes ningunos, ni la gente para el Rey en rebelarse con aquella villa, que lo avia
ayudar al Rey, antes que si luego no le daba los lu dado en guarda para su servicio, é como se avian
gares de Navarra, pornia cerco sobre Alfaro é lo to apoderado de ella los tiranos, que traían al Prínci
maría. Estonces le respondí : i La villa de Alfaro pe Don Alonso, llamándolo Rey; considerando co
«está á tan buen recabdo, que non ha miedo de ser mo estaban puestos en tan feo nombre de traydo-
«tomada ; é si vuestra Señoría la hace cercar, de res , como los escismáticos que los señoreaban ; pen
«tanto vos certifico, que avrá quien' vos la hnga sando libertarse por dar la villa á bu Roy, espera
i descercar.! Estonces el Conde de Fox con grand ron disposición de tiempo convenible. E como un
furia me dixo que ninguno le haria levantar el cer dia salieron fuera los tiranos con su Príncipe, para
co sino Rey, ó hijo de Rey poderoso. To le respon ir á la villa de Arévalo, todos muy conformes con
dí , que le certificaba é prometía que no sería Rey mano armada se levantaron por ol Roy, disciondo
ni hijo de Rey el que vernía á hacerle levantar el «Enriquen ; donde peleando con algunos de los tray-
cerco por pura fuerza contra su grado. E pues que dores que allí avian quedado , los echaron fuera do
asi rehuía de la paz, é procuraba la guerra, que la villa, y echados, enviaron á llamar luego al Rey,
aquella le sería tan enteramente dada , que á él des que viniese á tomar su villa é la señorease como
pluguiese de avella comenzado. E nsi despedido del Rey é señor de ella. Sabido aquesto , el Rey Be par
é de la Princesa, me partí para Alfaro, donde estri tió luego de Segovia poderosamente, é se fué allá,
be por espacio de quatro diaB basteciéndola ó per dondo fué bien rescobido con muchas fiestas é gran
trechándola de las cosas necesarias. E asi proveí des alegrías. Estuvo allí algunos dias, asi para so
da , me salí derecho á Soria é á los otros lugares segar él pueblo, como para dalles contentamiento é
do la frontera, apercibiendo la gente, asi de caba seguridad con su estada. En este mismo tiempo
llo como peones. Entretanto que yo apercebia la acaeeció que el Almirante con propósito de guer
gente, el Conde de Fox vino sobre Alfaro, é le dio rear é hacor mal á los do Valladolid, porque se
dos combates muy ásperos, donde con los tiros de avian alzado por el Rey, envió secretamente una no
pólvora que traia, derribó un grand pedazo del mu che ciertos hombres quo escalasen á Simancas, para
ro. E quanto quiera que por quatro partes le pusie hacer en ella guarnición de gente contra ellos. E
ron las escalas, los de la villa se defendieron tan como los que asi fueron á escalar pusieron las es-'
bien , que los hicieron abaxar de las escalas y arre calas, fueron vistos por los que velaban la villa, y
drar de los muros de la villa. E no solamente los va prendiéronlos, é así presos lleváronlos á Vallado-
rones so mostraron animosos y esforzados , pero las lid, é fueron dnsqu artizados por justicia. Poro pues
mugeres se ponían á las almenas, é defendían su to que de aquestas cosas muchas hacia Dios por el
154 CRÓNICAS DE LOS REYES DE CASTILLA.
Rey, nunca por eso él quiso ayudarse , ni tomar osa nia. El qual intentó de lo haoer, salvo que fuá sen
día de varón para hacerse temer. Tampoco el Mar tido, é le pusieron en grandes temores , distiendo
qués de Villena cesaba do lo perseguir y engañar, que lo matarían con yervas, si se pasaba. Estando
en tal manera, que si el uno su presciaba do hacer así las cosas en calina , sin conclusión ni esperanza
engaños, el otro so deleytaba en sofrillos con pa de concordia , vino el Arzobispo de Sevilla D. Alon
ciencia. Quando el Marqués de Villena vio que el so de Fouseca con un trato secreto , grave é no ho
partido del Rey iba cresciendo y el suyo se apoca nesto por parte de Don Pedro Girón, Maestre de
ba, é las voluntades de todos so aflacaban contra Calatrava , con acuerdo é consentimiento del Mar
él, porque ya se descubrían bu tirana condición é qués do Villena su hermano, diciendo que si el Rey
poca verdad con que se contrataba , para contentar \e daba á la Infanta Doña Isabel, su hermana, por
á los caballeros de su valia, acordó con ellos de tra muger, que lo vernia á servir con tres mil lanzas
tar vistas con el Roy para prendello, de que el Rey á su costa , é le prestaría setenta mil doblas, é su
fué avisado por algunos que lo deseaban servir, hermano el Marqués do Villena prometía de se ve
aunque seguían agono partido , é ansi denegó las nir luego á su servicio , y traer al Principe bu her
vistas, y en su lugar envió al Obispo de Calahorra mano é ponello en su poder, en tal manera, que Be-
y á Juan Fernandez Galindo que se viesen con él ; ría luego mas pacifico Rey que do primero. E como
de que ningún buen fruto ni conclusión de paz se el Rey estaba deseoso de la paz según su condición,
pudo tomar. E quando quiera que de contino se des y visto el ofrescimiento de entrambos normanos,
cubrían sus cabtclosas forman é dañados propósitos aceptó el trato con deliberada gana de lo hacer ; é
de mal hacer, nunca el Rey perdió la gana de que asi dado su consentimiento para ello, fué acordado
rerlo tornar á su servicio y hucer paz con él. De que que él mandase ir de su Corte al Duque de Albur
no pocos deservicios se lo recrescieron , no solamen querque y al Obispo de Calahorra. E como entram
te por querer á quien contino le deshonraba é pro bos anduvieron siempre en propósito é voluntad de
curaba su perdición , mas porque á esta cabsa se ati- obedescer y servir al Rey , el Duque de Alburquer
biaron los corazones de los que lealmente le avian que se fué á sus villas de Cuéllar y Roa, y el Obis
seguido é servido en su necesidad; ó asi arredrá po de Calahorra á la cibdad de Guadalaxara con sus
banse de su Corte, y no curaban de ir a ella. Verdad hermanos. El Arzobispo de Sevilla quedó con el Rey
os que ni aun por esto la casa do Mendoza , el Mar entendiendo on ol negocio quo traía, y en las cosas
qués do Santulona, y el Obispo de Siguenza ó los del Consejo. E como el concierto del casamiento es
otros sus hermanos dejaron do ser siempre leales, ó tuviese capitulado con las seguridades é firmezas
Don Pedro Fornandoz de Vclasco, Conde de llaro, quo para ello convenían para entrambas los partos,
Dou Juan do Acuña, Conde do Valoncia, Don Al el Itoy con grand placer , esperando la venida del
var Pérez de Osorio , Marqués de Astorga y Conde Maestre de Calatrava, envióle á decir que se vinie
de Trastamara, y Don Bcltran de la Cuov-a, Duque se lo mas presto que pudiese ; el qual se partió lue
de Alburquerque y Conde do Ledcsma , el Conde de go do Almagro con grand poder , asi de gente como
Cabra é sus hijos, Don Miguel Lucas do Iranzo, Con de dinero. Poro como los juicios de Dios son de tan
destable de Castilla con la cibdad de J alien , Martin altos misterios y profundos secretos, puesto que
Alonso, Señor de Alcabdete, y Pedro de Mendoza, los hombres proponen , el infinito poder de su pro
Señor de Almazan, que jamas hicieron mudanza, videncia dispone lo que le planee. E asi, como el
mas siempre estuvieron firmes en el servicio del Maestre de Calatrava viniese con aquel proposito
Rey. E después que el Rey ovo sosegado la villa de de casar con la hermana del Rey, é no queriendo
Vallado lid, y echado fuera los sospechosos, dezó Dios lo concertado , é no dando lugar á tan grand
allí alguna gente en guarda de ella , y partióse para falsedad , súpitamente le tomó en el camino el mal
Segovia. de la muerte , en tal manera , que dentro de diez dias
murió, mas con poca devoción, quo como cathólico
CAPÍTULO LXXXV. Christiano debía morir, en tal manera, que su da
ñado propósito no pudo aver efecto , ni alcanzar lo
De lo que subcedió después de venido el Rey 1 Segovia.
que procuraba. De la muerte suya fué el Rey muy
Vino el Rey á Segovia , donde paresció hallarse pesante, porque se tenia por cierto que con su ve
con mas prosperidad , que primero , por ave/ reco nida recobraría su estado.
brado á Valladolitl , y aun porque algunos Grandes
del Royno se le enviaban á ofrecer con ganosa vo CAPÍTULO LXXXVI.
luntad de servillo por el desgrado é contentamiento
malo que tenían do las formas interesales que el De lo quo subcedió después de la muerte del Maestre de
Marqués do Villena trata con todos. E si como el Calatrava.
Rey tenia afición con él é avia gana do su amistad, Aunque alguna turbación ovo en la voluntad del
!e quisiora ser entoro enemigo, todos, ó la mayor Rey por la muerte del Maestre de Calatrava (por
parte de los que seguian á la parte contraria do su que Be tenia por supuesto , que tornaria en su prós
hermano , se vinieran á su servicio. E no menos el pero estado por él, si oviera efecto su venida), fué
Principe avia gana de se tornar á su servicio y som provechosa para la honra é prosperidad de la Infan
bra é obediencia por el mal contentamiento que te ta Dotfca Isabel , por lo que después subcedió en su
DON ENRIQUE CUARTO. 155
blimaciou de su Real persona. E asi muerto Don qués de Villena nunca daba lugar a rotura ninguua
Pedro Qiron , quedó su Maestradgo en Don Alonso, entro los caballeros de su partido, después que tor
bu hijo , por virtud do una Bulla Apostólica quo avia nó do su tierra, tuvo forma do los conformar en
ganado , en que el Papa dispensaba que el hijo des amistad, aunque las voluntades siempre estuvieron
pués de la vida del padre subcedieso el Maestradgo, dañadas. De aquesto que hizo el Conde, se tuvo el
é asi fué luego obedoscido por los caballeros do la Roy por muy servido , on tal manera , que lo tuvo
Orden. Empero asi el Maestradgo , como el señorío por muoho suyo , para hacerle grandes mercedes. E
del Condado de Urcfia , por otro hermano del nuevo como ol Condo sintió que ya lo tenia ganada la vo
Maestre, todo quedó al mando é gobernación del luntad, envió á suplicarle quiaiesee hacerle morced
Marqués de Villena, porque á la verdad tenia seso del Maestradgo deSanctiago, pues que no avia Maes
y prudencia, para la administración de aquello é do tre, ni Administrador que lo gobernase; lo qual el
otra mayor cosa. Entretanto quo las cosas estaban Rey so lo otorgó liberalmente con muoho amor. Es
en calma sin declinación de paz ni de guerra , mas tonces el Condo de Benavente , fiándose del Mar
todos de una parte y de otra sospechosos y con po ■ qués de Villena su suegro, creyendo que le ayuda
ca confianza, subcedió que el Conde de Benavonte, ría é seria buen padre para él , hizoselo saber para
hallándose avergonzado é confuso , por aver sido quo lo diese bu voto é consentimiento ; ol qual Be lo
contra el Rey en las cosas pasadas on su deservicio, otorgó mas con la boca, que con ol corazón ; por
queriendo enmendar el yerro pasado, trató secreta que luego procuró secretamente de lo aver para sí ;
mente con él, suplicándole que lo quisiese perdo porque aquel fin lo avia movido a todo quanto mal
nar é tomarle por suyo ; de que el Rey fué muy hizo contra su Rey. E así con sus cabtolosos modos
contento. E como por estonces , sobre cierto tracto trató con los Comendadores de la Orden para que lo
é conveniencia que hizo con el Alcaydo do Portillo, eligiesen por Maestre, según quo adelante será re
ovo la fortaleza de su mano é apoderóse de la villa, contado , en tal manera , quo mostrando ayudar al
é asi apoderado , suplicó al Rey que le hiciese mer hierno , lo recabdó para si ; de dondo se recresció la
ced de ella, lo qual el Roy liberalmente hizo, é gola enemiga entre ellos muy grande y criminosa, según
confirmó ; por donde le paresció al Conde quedar en lo que recontará la historia adelante por su pro
mayor obligación de lo servir de allf adelanto. E ceso. <
visto el descontentamiento que el Rey tonia del Ar
zobispo de Toledo , asf por la fealdad que hizo quan- CAPÍTULO LXXXV1I.
do se rebeló contra él con la Mota de Medina del
Campo y con la cibdad de Avila, donde fué cabsa- Como el Rey c ciertos caballeros del bando contrario se juntaron
en la villa de Coca , para dar algun medio de paz, i no sa dio.
dor de la scisma que allf so hizo ; y no solamente
aquello , mas siempre trabajaba por lo deservir y Las muertes y robos é males quo so hacian por to
enojar, y poner la lengua en él sin temporaliza nin das las partes del Reyno, eran tales é tantas, é tan
guna ( verdad es que los que una vez yerran on disolutos é feos sin temor do Dios por falta de jus
especial tan gravemente como él , nunca jamás so ticia y execucion de olla, quo ninguna gente no
enmiendan , antes siempre acrescicntan é multipli osaba caminar ni salir de poblado , en tal manera,
can en el mal), el Conde de Benavente deseando ha que apenas tenian seguridad en sus casas. E como
cer algún servicio agradable al Rey , é visto que el los pueblos se viesen tan afligidos y puestos en
Arzobispo traía al Príncipe de su mano, que él ó tanta necesidad é peligro , inspiró Píos en ellos do
los otros caballeros do lnscisma llamaban Roy, mas tal guisa , que todas las cibdades , y villas é luga
paro colorar su feo insulto que para dar paz é sosie res se movieron é conformaron para hacer herman
go, é mas para tiranizar que para administrar jus dad ; por donde se remediaron los trabajos , y se dio
ticia ; queriendo hacer algún servicio agradable al seguridad on los caminos, de tal guisa, que ya las
Rey , acaesció que pasando el Principe de Toledo gentes andaban sin miodo por todos partes. Verdad
para Arévalo , acompasándole el Arzobispo é los es que los malos é de malvados deseos, ansí los
otros sub parciales que lo seguían , salvo el Marqués del bando del Rey, como de los tiranos, trabajaron
de Villena, que se avia quedado en su tierra, vinie porquo no se hiciese, é después de fecha, procura
ron una noche á dormir á Portillo , donde el Conde ban de desbaratarla ; poro plugo á la bondad de
los rescibió muy bieh é con mucho amor. El Prin Dios , que sub dañados deseos no se pudieron cum
cipe fué aposentado en la fortaleza, y el Arzobispo plir. E porque el Roy la quería , y daba todo su fa
é los otros caballeros en la villa. E luogo otro dia vor para ella, prevaleció on tanto grado, que por
siguiente por la mañana, quando todoB aquellos se los muchos castigos que so hacian , fué cabsa do tan
ñores vinieron juntamente & la puerta do la fortale gran sosiego é de ser cada uno señor de lo suyo. E
za , y esperaban al Principe para partir, el Conde asi haciondo sus congregaciones á ciertos tiempos
do Benavente envió á dcBcir al Arzobispo que so en diversos lugares , ordenaron singulares estatutos
fuoso en buen hora, porquo el Principe no avia do é leyos. E como ya estuviesen on grand prosperidad
andar mas dobaxo de su mando, ni andar cerca de ajuntados en la villa de Tordcsillns , ol Roy rao man
él ; de que el Arzobispo se sintió muy amenguado. dó que yo les escribiese esta carta siguionto: —
Por manera qno la enemiga entre él y el Conde « Dado vos os el poderío de Dios : por tanto quien
estuvo grand tiempo arraigada. Pero porque el Mar i quisiere puede razonaren qualquier ajunlamiento,
156 CRÓNICAS DE LOS REYES DE CASTILLA.
i quanto aquello que se trata mas general se demues- b solamente aquesto , mas aun por mayor dolor fe-
b tra, y tanto de aquello entre ellos disputar, qiAn- b chos desvatadores de nuestros propios bienes, di-
»to el común interese lo torna cabsa propia; por- ssipadores de la honra, ministros de los engaños,
u que allí donde el bien 6 el mal do todos en común • maestros do la maldad, inventadores de los yer-
b se trata , quien quiera tiene licencia de llegar ti dar b ros , cabsadores do los insultos, padres de la cruel-
b su voto , como sea cosa cierta que la mesma pro- b dad, é de la natura enemigos, perversos para to-
» piedad hace á cada uno juez de lo suyo , ó presta b dos , é á nosotros peores ; puestos en la oumbro de
» osadía de hablar en guarda do su derecho. Por b todas las blasfemias ó infamias, é tornados bebo-
o ende, padres conscriptos é honorables señores, oy- b dores dol vino de la Babilonia ; ni la potencia de
» das las nuevas de vuestra congregación , como b Dios iiob espanta, ni su grandeza nos atemoriza,
n por la bondad do Dios érades aj untados para rede- b ni su justicia nos castiga , ni su bondad nos refre-
• mir é reparar las grandes vejaciones, los feos in- a na, ni sus juicios nos enmiendan , ni sus amoríos
nsultOB, los públicoB robos, las grandes Uranias, é b nos convierten, ni el morir nos pone miedo, ni la
t las nefandas Infamias de aquestos cuitados é mal b memoria del infierno nos quita del mal vivir. E asi
«aventurados Rey nos, por nuestros peoados entre b atraydos en seso tan reprobado, hacemos lo que nos
» ellos venidos ; quiso asi como uno de sus hijos, ven- • conviene , porque sea cumplido en nosotros aque-
i) cido de piedad ó condolido de sus males, ante » lio del Sapiente que dice : ¿ Qué será de aquellos
» vuestro consistorio entregerir algún dicho, no por- b que huyeron de mí, ca prevaricaron, é serán dos-
nque aquel pueda hacer largo edificio, mas porque utruydos? 1 0 venerables canas de los castellanos
i) delante varones tan famosos, donde la prudencia b envejecidas en mal, para ver tantas angustias! [0
» parece tener mayor vigor é fuerza, sea presentado b tierna juventud I ¡O varonil mancebía sin dubda
»y se muestre mi deseo. ¿Quién fuera poderoso en • mal empleada en vida tan vergonzosa! ¡ O siglos
i) tanta conformidad á juntar tan grandes gentíos, b atribulados de los Reynos de Castilla, que en tan-
••si la mano de aquella soberana bondad , por su in- Bto abatimiento la truxo bu desventura! ¿A dónde
» finita clemencia , en ello no pusiera su gracia? Los b se bol verá que tristeza no la cerque y angustias
■ quales venidos con deseo tan catholico, allegados ii no la rodeen? Ca sus grandes valentías convertidas
«con propósito tan noble, fechos conformes con b son en robos , la verdad en falsedades , la justicia
» celo tan justo , de tan diversas voluntades tornadas b en tiranías, la virtud en grandes vicios, la gloría
ii en una , de tan varios corazones reducidos en uo b en deshonor , la firmeza tan presciada tornada es á
ii querer, ó todos finalmente tras un virtuoso fin ii viva quien vence. Donde ni á los generosos la su
11 aguijando, bien paresce sin duda lo tal ser des- b limpia sangre, ni á los sabios su ciencia, ni á los
i) cendido dol cielo , é propio nombro de sancta her- » grandes el estado , ni á los buenos la verdad , ni á
a mandad aver alcanzado. | O bienaventurados los ii los justos la limpia vida , ni á los caballeros las
lidias en que tal obra se hizo y tiempos dignos do ii armas, ni 4 los oficiales su trabajo, ni á los reli-
• gloría, que tal merced rescibieron, que levantase Bgiosos su apartamiento, ni á los labradores el ara-
V Dios á los baxos en confusión de los mayores, des- íi do podrán absolver deMa infamia , ni librar del feo
• pertaae los flacos en vergüenza de los fuertes, é • apellido ; porque con Jeremías llorando, podremos
ii privase dol consejo á los grandes , para dallo á los b sin consuelo desoír : Caída es la corona de nuestra
» chicos I Podrémos pues por ello deBcir, cantando b cabeza , y en triste llanto tornada la dulce vihue-
soon el Profeta : Aquesto es fecho por Dios, y es b la. Mas vosotros , honorables señores, á quien des-
b maravilloso en nuestros ojoB. Poro si en ellos fuen- Bpertó la virtud, para reparo de tantos malos, á
» te de lágrimas dolorosas nos pudiese ser empresta- » quion ensalzó la divinal clemencia , para librar los
• da, jó quán bien paresciera sin duda, para que pu- b afligidos, cuyo espejo es la verdad, cuyo fin el
s diésemos llorar, no con David los muertos de su b bien común , é cuya grand fortaleza tornará el
» pueblo , ni con Jeremías los cautivos de sus pro- • Reyno en su ser; con cuya vigorosa mano los pue-
ii vincias, mas como nuestro Salvador la destruyeron » blos son defendidos ; en cuyo valor y esfuerzo es-
• de Jerusalen, la destruyeion é perdimiento de b peramoa aver paz ; á cuya sombra é amparo son
b nuestra mozquina España! La qual por mayor do- b seguros los caminos ¡ y en cuyo sancto favor viví-
» lor es ya tornada en menosprecio de las gentes vi- d remos en justicia: vosotros aois los cabdillos, vos-
• tuperio de los estraños, conseja de los viandan- b otros los defensores, por cuya fuerza é abrigo será
• tes, é comparación de todas las miserias. ¡0 tierra b mejorada la honra, restituida la fama , ensalzada
t desconsolada cubierta de maldición 1 1 0 reyno sin • la Real Corona , multiplicados los bienes , honra-
b abrigo cercado do tantas infamias! ¡O nación avil- íi dos los virtuosos , galardonados los buenos , esti-
b tada llena de tantos denuestos, quo si algunos Bmada la escienoía, conoscidos los malos, é casti-
b bosta aquí do ser castellanos por el mundo se pres- b gados sus yerros. E siguiendo el justo camino que
• ciaban , do quier quo ahora fueren , por baldón se- BteneiB encomenzado, aviendo compasión de nues-
• rin desechados! ¿A quién seremos ya buenos, b tras tribulaciones, venoidas de piedad vuestras en-
• quando á nosotros somos malos ? ¿De quién avro- ii trañas, doledvos por solo Dios en amor de caridad,
Binos piedad, quando á nosotros somos cruoles? • vos requiero , é suenen en vuestras orejas los ge-
• ¿Quién nos querrá por amigos , quando asi nos des- b midos de los pobres, las lágrimas de las viudas, la
b truymos, seyendo todos hijos de una patria? Eno b sin razón de los huérfanos , la muerte de tantas
DON ENRIQUE CÜAETO. 157
)» gentes, el despojo de los templos, la inregularidad li derlo de Dios á vosotros dado, la virtud de su al-
ii de los profanos, la persecución y escándalos do la » teza lo guie é la paneta hermandad prevalezca.» —
» patria, madre nuestra, y el falso adulterio do ella, En este medio tiempo andando la vanidad de los
i) en que forzadamente la tienen. Salid con vuestros tratos entro el Rey é los caballeros tiranos , fué con
n pendones ; despleguense las banderas, que diez so- cordado con el Rey se fuesen á juntar ciertos caba
i brepujarán á ciento , é ciento serán mil , é mil lleros del bando contrario en la villa de Coca, so la
» vencerán á todos ; quo si vosotros no fuérades, ya salva guarda de Don Alonso de Fonseca, Arzobis
o dexará de ser Castilla ; si no vos levantáredes ago- po do Sevilla, asi porque la villa era suya, como
» ra, ella cayera para siempre ¡ é si Dios no vos deB- porque entrambas las partes se fiaban del sin sospe
» portara, ella sin ningún reparo dormiera. \0 pues, cha. Y porque algunos de los tiranos se estaban en
n padres conscriptos é venerables Señores ! si fuertes sus tierras é no avian gana de venir allí, acordaron
i) en las batallas hasta aquí vos demostrasteis , for- quo todos los que no viniesen, cada uno enviase su
«tlsimos varones agora vos conviene quo seáis; por- hijo mayor en rehenes, para que estuvieran por lo
n que puestas las manos á ello , mas vuestra virtud que allí se concertase y concluyese. Mas como el
i» que su maldad prevalezca , é mas vuestra ver Marqués de Villena era mas amigo de los tratos que
tí dad que su errada sobrepuje. Catad que la glo- del concierto , é le piaseis mas andar en pendencias
n ría de Espafia , y la grand corona de ella en vues- que tomar conclusión de paz ni sosiego, fueron ta
» tras manos es puesta ; é si celo de Dios é de justi- les sus astucias, é tan cabtelosas sus formas, que á
»cia, é si amor de la república, y del bien común cabo de veinte dias que allí estuvieron, ningún me
í de ella, é si deseo de la paz y sosiego de los Rey- dio ni provecho se sacó de su estada , é salieron de
iinos vos mueve, como creerse debe, no se paseu allí tan sin fruto como de las vistas é juntamientos
d los dias en vano, ni los tiempos sin provecho, ago- pasados, antes con mayor discordia que de prime
nra que el menester lo demanda, é la necesidad lo ro. Así el Rey se tornó á Segovia , é los caballeros á
» requiere. Que si de esto por ventura vos dexáse- la villa de Arévalo.
» des , como lo sospecho , gran desmerecimiento da-
)i riades á vuestras personas , mostrando visiblemen-
CAPÍTULO LXXXVIII.
d te que por grandes culpas vuestras érades torna-
i) dos indignos de tan soneto seguimiento. Ni por Como la Tilla de Madrid fue puesta en poder del Arzobispo de Se
i) eso tampoco se entienda que proceder de ligero é villa, para que allí se juntasen el Hoy 6 ciertos caballeros del
bando contrario, i dar orden en la paz , é lo qne allí sabeedio.
«con alguna pasión de parcialidad é aficionada con-
» tra razón seria servicio do Dios , ni cabsa de pros- Quanto quiera que muchas vistas, é ajuntamien-
» peridad ; como á los que en tan alta cumbre son tos se hicieron, para dar medio en los trabajos del
» asentados como vosotros no convenga, antes sea Royno , nunca en ninguno de ellos se concluyó paz
» muy peligroso, ser á los unos aficionados jueces , y ni concordia, antes los trabajos é males Be encen
i) á los otros adversarios ; ni tampoco afición nin- dían mas de cada dia, en tal manera, que siempre
» guna agena de la verdad vos ha de hacer guiar crescia mayor fuego sin aver quien lo matase ; por
o ni mover , antes como ágenos y despojados de todo que el Marqués de Villena quería pendencias sin
» amor é enemistad tener igual el peso y el ceptro conclusión y tratos sin dar remedio. E como ya mu
» de justicia, dando á cada uno lo que suyo fuere, chas personas, ansi grandes señores, como religio
jisin usurpar su derecho; porque no venga sobre sos y varones de consciencia lo afrentaban, é daban
• vosotros aquello de la Sapiencia, que se dice: mucha culpa , disciendo que de los insultos y males
«Siendo ministros del Beyno, juzgasteis injusta- que se hacían , él tenia la culpa, porque sus propios
I mente, sin guardar las leyes de la justicia, ni so intereses no daban lugar á la paz, por donde serían
lí guir la voluntad de Dios; por eso verná sobre vos- excusadas las muertes y robos y escándalos ó albo
» otros cruel espanto ; ca será fecho durísimo juicio rotos del Reyno ; asi viéndose afrentado, mas para
11 sobre aquellos que presiden. E si algunos hay, colorar sus tiranos deseos , que para arredrarse de
* como no dudo , en que lo tal fuera sentido, mayor su acostumbrada voluntad é condición de mal hacer,
i) sea la tardanza de sabello , que de ser lanzado fue- é antes paro poner al Rey en necesidad, que para
» ra de vuestra congregación ; porque si los aBos pa- quitallo de ella, é tenello mas sojuzgado que libre,
» sados ast se hiciera , no se viera tan derribada demandó, que la villa de Madrid con el Alcázar é
» vuestra fuerza , ni tan abatido vuestro poder como las puortas se pusiese en poder de Don Alonso de
n sabéis que se vio. Por tanto , pues quiso Dios que Fonseca, Arzobispo de Sevilla, paro que él la tuvie
i) sanase y asi prevaleciese, diré yo á vosotros, ho- se por espacio do seis meses ; donde el Rey con cier
ii norables Señores , aquellas palabras de nuestro Sal- tas personas de bu partido , y el Marqués de Villena
ftvador, que á el ciego alumbrado dixo : Cata que y Conde de Plasencia con otras personas de su ban
i eres ya sano ; no peques de aqui adelante , porque do se juntasen á dar medio é forma de paz é sosie
«peor no te, acontezca. Por tanto vos requiero quo go ; é que alli estuviesen todos seguramente só la
nechando el veneno fuera de vuestro consejo, é la salvaguardia del Arzobispo de Sevilla ; lo qual muy
n ponzoña fuera de vuestra gobernación , tomando liberalmente otorgó el Rey; é se la mandó luego en
A aquello que buenamente podéis alcanzar sin peli- tregar. Donde apoderado el Arzobispo de Sevilla
s gro , con sanas voluntades procedáis ; porque el po puso alcaydes en los alcázares , y tomó de su mano
158 CRÓNICAS DE LOS REYES DE CASTILLA.
las puertas. Luego que asi fué apoderado el Arzobis Pedrarias quiso salir en pos del Rey, qne estaba en
po en la villa , el Rey vino allí, é su persona fué un caballo á la gineta halló todas las puertas cerra
aposentada en el Alcázar, é los suyos por la villa. das é mucha gente en el corral fuera del Alcázar, que
Dende á pocos dias vinieron el Marqués de Villena, ledescian á grandes voces: ased preso.» Estonces él
é Conde de Plosencia é otras personas de menos con echó mano á su espada, para defenderse ; pero como
dición. El Arzobispo de Toledo é los otros caballe eran muchos contra él , no pudo resistirlos ; y entre
ros tiranos llevaron al Principe á la villa de Oca- tanto que asi andaban alderredor de él para lo pren
fia , donde so aposentaron de reposo. Después quo der , uno do los que tenian cargo de prendello , lle
asi se juntaron en Madrid, comenzaron á negociar gó por ol costado, é dióle una estocada por el lado
con el Rey , é con los de su Consejo, mas dilatando derecho, quo le entró hasta lo hueco; y como la llaga
quo concluyendo, mas engañando que aprovechan fuese peligrosa , él en alguna manera desmayó , en
do , é mas multiplicando discordia que sembrando tal forma, que le ovieron de prender; é preso lo su
paz ; en tal manera, que ninguna conclusión se to bieron á la torre que está encima de la otra puer
maba. E asi con acuerdo é consentimiento de amas ta del Alcázar. E de aquesta prisión muy alterados
partes fué determinado quo la Condesa de Plason- fueron asilos del bando del Rey, como los del otro;
cia oviese de venir allí, de que el Rey fué muy ale señaladamente los criados é servidores del Rey,
gre ; porque ella se mostraba muy aficionada á su visto lo que asi se hacia con los que lealmente ser
servicio , é el Roy la tenia por mucho suya. A la vían, é como el Rey daba lugar á tal fealdad. Pero
qual desque vino, le fué hecho honroso rescibimien- pues licencia de escribir se me otorga, y osadía de
to por el Rey, é por los grandes que allí estaban. hablar me debe ser dada, digo con reverencia de tan
alto Rey , que aquesta prisión tan injusta mas fué
CAPÍTULO LXXXIX. ser perseguidor de los leales, que enemigo de los
traydores, y que más le pesó con la lealtad, que con
Como el Marqués de Villena rodeó por esqnisitas formas, que la traycion le desplugo. ¡O que mal exemplo de Rey I
Pcdrarias fuese preso, para indignar las voluntades de los lea ¡O que deshonesta hazaña de Príncipe! ¡O qué feo
les contra el Rey.
consentimiento y desahita licencia! el que habia de
Entretanto que los tratos pendían , y ningún me ser defendedor de sus servidores, hacerse persegui
dio de concordia se tomaba , el Marqués de Villena, dor do ellos, el que avia de amparar su hechura leal,
que siompro buscaba novedades dañosas contra el mandalla prender, é dar lugar á bu muerto. Luego
Rey, é provechosas para si , secretamente envió á que asi fué preso Pedrarias y puesto en poder do sus
pedir é requerir ¿ Pedrarias de Avila, Contador ma enemigos , el Arzobispo de Sevilla como parcial del
yor del Rey, caballero do mucho esfuerzo, buen Marqués de Villena, para que las voluntades de los
guerrero é capitán , é muy leal servidor del Rey, gentes mas se alterasen é quedasen mas indignadas
para que quisiese seguir su partido é dexar al Roy ; contra el Rey, y perdiesen la afición de servillo,
lo qual Pedrarias denegó, diciendo que nunca plu hizo al Rey que se partiese luego para Segovia é
guiese á Dios que en ninguna cosa él fuese traydor prendiese al Obispo, disciendo que preso aquel , no
á su Rey, que tanto bien le avia fecho ú él y A su li- avría alteración ninguna. El Rey , creyendo que su
nage, y los avia puesto en tanta honra y estado. Es engañoso consejo fuese lo mejor, puso por obra su
tonces el Marqués, visto quo Pedrarias denegaba lo partida, y otro dia siguiente se partió para Segovia
que asi lo rogaba, trató con el Arzobispo do Sevilla, con propósito de executar lo que asi le aconsejaba.
que era todo juntamente con él aliado é confedera De aquesto fué luego avisado el Obispo, é púsose á
do desde la scisma de la estatua que en Avilase hi tan buen recabdo é con tal defensa, que el Rey no
zo , para que , pues tenia el Alcázar y al Rey en su lo pudo prender, ni tampoco lo intentó, antes como
poder, lo indignase de tal manera, que mandase arrepentido de su venida se tornó luego para Ma
prendello, buscando sus rodeos para ello, para que drid, en tal manera, que ya páresela ser mas parcial
fuese no solamente preso mas destruido. Y aquesto de sus trabajos , que ganoso de libertad , é quo mas
hacia el Marqués porque hecho aquello, los que es lo plascia andar corrido que tener reposo. jO infini
taban en propósito de servir al Rey se arredrasen é ta grandeza de Dios I ¡O alto poder soberano! iquán
temiesen de venir á su Corto y estar á su servicio, hondos son tus juicios , quán incomprensibles tus
visto lo que tan injustamente se hacia contra aquel, secretos , e quán oscuros tus misterios I Tú haces
que tan bien lo avia servido. E asi el Arzobispo de acobardar á los Reyes , é afeminar sus corazones ;
Sevilla , poniendo por obra lo que el Marqués de Vi- tú los agenas del seso, y mudas el entendimiento; tú
liona quería , indignó en tanto grado la voluntad los haces andar á ciegas fuera de todo camino , por
del Rey contra Pedrarias , que lo mandó prender , é que vayan desatinados sin tener tiento ninguno.
dio consentimiento para ello , no aviendo otra cabsa Esto Rey, que quando Príncipe en los dias de su
justa , salvo porque fué leal servidor. El qual lla padro so mostraba tan osado, tan esforzado en las
mado por su maudado, como entró en el Alcázar armas, tan denodado en las batallas, tan temido en
halló al Rey cabalgando que se iba al Pardo, é di- tre las gentes, tan sin miedo en las afrentas, ¿quién
xóle : uPedrarias venios conmigo al Pardo »; y dicho le privó del esfuerzo? ¿quién le quitó la osadía?
aquesto , el Rey so salió por la puerta que está sobre ¿quién lo hizo tan medroso ? ¿ quién captivo su li
el rio, pensando quo se fuera en pos de él. E quando bertad? ¿quién le sojuzgó el poder, é le puso en tal
DON ENRIQUE CUARTO. 159
servidumbre? El quo solía mandar, ee venido á ser sen á Béjar, só la salvaguarda del Conde de Plasen
mandado ; el que reynaba é señoreaba, queda pues cia bu marido é della, que él y los otros señores de «u
to en servidumbre ; á el que todos se sojuzgaban, ya partido llevarían allí á su Rey, donde todos juntos
ninguno lo obedece , y él obedece á todos. En tanto los concertarían y darían entre ellos algún medio
grado es ngono de quien era, que no se acuerda si de concordia é forma en la gobernación y regimien
fué Bey , ni si nació para ello. Asi que según aques to del Reyno ; pero aquesto ora de sus cabtelas del
to, tú Bola, Providencia divina , eres la que trans Marqués de Villena, porque rodeaba de tener al Rey
mutas los Reyes , la que les quita el sentido y pone de su mano para destruir á los lóalos que la avian
en seso, reprobando que vengan en menosprecio y seguido. E movido aqueste trato por la Condesa, el
hagan lo que no cumplo. Rey quiso consultallo con los del su Consejo, é como
algunos de ellos eran parciales del Marqués do Vi-
CAPÍTULO XO. llena, votaron que lo debia hacer, puesto que otros
tenían lo contrario. Al fin el Rey convencido de los
Cono los Alcaldes de la Hermandad de la mayor parte del Reyno aficionados al Marqués de Villena aceptó de lo ha
vinieron a suplicar é requerir al Rey que soltase a Pedrarias, 6 cer, é dio su palabra dello aunque mucho contra su
como lo soltó, e lo que snbeedid.
grado. E asi dado su consentimiento , fue acordado
En aquesto medio tiempo como las Hermandades el dia de la partida , para que él é la Reyna é su
del Reyno estuviesen en grande prosperidad, é hija y la Infanta Doña Isabel su hermana se fue
su justicia muy temida, hizose la junta de ellas en sen juntos con la Condesa de Plasencia, ó los caba
la villa de Valladolid , donde sabida la prisión de lleros con su Rey'por otro camino, hasta que los jun
Pedrarias, é como injustamente é contra toda razón tasen á todos en Béjar. Venido el dia que se avian
lo avian prendido, determinaron que los Alcaldes de partir, los caballeros criados é servidores del Rey
della de los Reynos de Castilla é de Lcon fuesen que allí estaban, viendo quan 'aceleradamente lo
juntamente á suplicar é requerir al Rey le pluguie hacían partir, é como él con toda la cepa Real se
se soltar á Pedrarias, é dargelo liberalmente. Los iba á poner en las manos do los enemigos caballe
quales venidos delante su Real persona, é fecha su ros tiranos, donde los ternian mas sojuzgados que
habla al Rey, tomó deliberación para respónde libres, por donde avrian poder ó mando, para des
nos. E ávido su acuerdo con algunos de su alto truir Iob leales ; poniendo ante sus ojos la lealtad
Consejo é otros criados suyos, determinó de los sol é firmeza, con que tan limpiamente avian servido
tar, y dárgelo ; é asi mandó quo lo soltasen y entre ú su Rey, acordaron de so juntar todos en una Igle
gasen á los Alcaldes do la Hermandad, y ellos so sia que se dice de Sant Crines. E juntados, enviaron
lo tuvieron en señalada merced. Esta deliberación á rogar á los Alcaldes de la Hermandad que alli eran
del preso, quo el Roy fizo, fué muy loada por todos venidos sobre la deliberación do Pedrarias, quo les
los quo estaban en la Corte, puesto que desplugo á pluguiese do venir á hablar con ellos. Los quales
los tiranos, señaladamente á los que avian sido cab- venidos, rogaron á mi como eclesiástico y antiguo
sadoresde su prisión. Do donde surtió que los tra criado del Rey, quisiese descir é proponer la cabsa
tos do la concordia, sobre que el Rey é los caballe do su ajuntamiento. E asi convencido de su ruego
ros desleales eran allí venidos, se desmanaron de les dixe: n Tanto los leales so deben presciar do su
tal forma que ningún medio do concordia se pudo ■ lealtad, quanto mas limpiamente vivieron en ella,
tomar entro ellos, antes el Marqués de Villena y el i) porque quanto á los traydores dosdora su traycion,
Conde de Plascncia so partieron luego para Ocaña, «tanto á los otros arrea é compono su mucha firme,
donde estaba el Principo, é de allí pasaron con él á Bza. E do aqui es que tres cosas son las que mayor
la villa de Yllescas. Verdad es que la Condesa de «dolor y sentimiento suelen poner en los corazones
Plasencia se quedó en Madrid por algunos dias, sde los buenos : la primera, quaitdo los libres naci-
mostrándose aficionada al servicio del Rey, median ii dos en libertad son privados de ella é puestos en.
te lo qual andaba en algunos tratos, que de nuevo «sujeción de los tiranos ; la segunda , quando loe
se comenzaron, según que adelante será recontado, d leales son mandados é señoreados por los traydo-
por lo que dellos resultó. Estonces el Arzobispo do nres ; la tercera y mas grave, quando los Principes
Sevilla, visto el desmano de los negocios, desapo né Reyes poderosos son venidos á servidumbre de
deróse de la fortaleza y de las puertas, y el Rey i) los siervos é criados quo criaron. E como aquesto
puso en ella por su Alcayde á Pedro de la Plaza, «es la mayor fealdad ó gravo abominación, lo que
criado suyo antiguo. limas nos debe afligir es ver como vemos el abati-
ntimiento, la deshonra y vituperio en que á nuestra
CAPÍTULO XCI. » Rey ó Señor natural han puesto aquestos que él
«crió, los que levantó del polvo, é hizo de nada,
Como se resistid la partida del Rey para Bejar, y lo que allí su «que no solamente so han contentado del feo aba
cedió.
stimiento en que lo tienen, mas lo trahen tan acor-
Como la Condesa de Plasencia se quedó en Ma Brido é afligido é asenderodo, que agora do nuevo
drid, el Marqués de Villena tornó á los tratos por b despuos que le hicieron pronder á sus leales ser-
mano de olla, disciendo que si el Rey con la Reyna svidores sin cabsa, por enemístallo con todos c quo
y con su hija é con la Infanta bu hermana Be fue «perdiesen la gana de servido , han rodeado con sus
160 CRÓNICAS DE LOS BEYES DE CASTILLA.
» astuciosos tratos como su Alteza con toda la cepa i) puede seguir, todos los vasallos é criados é servi-
aReal de su descendencia se vaya á poner debaxo adores de vuestra excelsitud tememos, é los que
Julo su mano, é á su mandado é gobernación en la » agora sospechamos de esta partida, que vuestra
•villa de Bójar, para que ni tengamos Bey que nos a Alteza quiere hacer para Bójar, donde parece que
«ampare, ni sombra quo nos cubra, ni abrigo que a inconsultamente por voto de dos ó tres parciales y
dúos defienda; en tal manera, que quando á ellos a enemigos suyos, se va á poner en las manos de
«agradare, nosotros los leales seamos puestos á cu a aquellos que tan crudamente le han tratado con
chillo sin reparo, é asi nuestra lealtad será sojuz- a sus lenguas, é disolutas obras. E no solamente que
sgadapor traycion,y ellos reputados por leales. Pues n vuestra Real persona vaya á su podor, mas toda
I ciertamente, Señores, asios necesario é cumple que ala copa Roal do vuostra descendencia, de que otros
» resistamos su partida, y de tal guisa dofendamos a muy grandes y mas perversos males se podrían
«¡i nuestro Bey, que nunca lo consintamos llevar en ucabsar y recrescer. Por lo qual muy humildemente
i) captiverio ; ca dura cosa seria, seyeudo como so- »con quanta reverencia podemos una é muchas ve
n moB unos criados suyos é antiguos , é otros subdi- nces le suplicamos quiera é tenga por bien de cesar
ii toa naturales celadores de su servicio, consentir a su partida ; porque do aquella no solamente redun-
«tan grand maldad, y dexarnos desabrigar ¡sin ex- adará peligro en la persona Real de vuestra Mages-
nporimentar nuestras fuerzas é poner á ello los ma atad y de toda su sangre Real, mas en la vida de
nilos. Asi que, concluyendo, digo que será cosa «in atodos aquellos que con lealtad lo han servido é se-
avenible y loable hazaña quo antes como varones nguido; protestando, que si todavía quiere ensistir
unos perdamos , que como ovejas destrozadas nos a en la partida, que la resistiremos con todas nuestras
«despojen déla vida. » Oyda aquesta habla, todos » fuerzas, fasta poner las manos en los que lo con-
quedaron muy contentos, y tanto conformes en ello, i) truno de aquesto le quisieren aconsejar é procura-
que sin replicato ninguno , asi los Alcaldes de la aren desdo el mayor estado hasta el menor.» Acaba
Hermandad, como los otros criados é servidores del do mi habla, quanto quiera que al Rey le agradaba
Bey, aviendo por muy bueno lo que asi les era di lo que asi le suplicábamos, se apartó con algunos
cho, determinadamente deliberaron de lo hacer é de su Consejo para tomar su acuerdo é deliberación
poner luego por obra. Para lo qual fué luego acor con ellos do lo que se debia hacer. Pero como al
dado que primero con mucha humildad fuese su gunos de ellos eran parciales del Marqués de Villa
plicado al Bey que doxase la partida , ó quando por na, votaron é diéronle por consejo que todavia se
suplicación no lo quisiese hacer, que con mano ar partiese, y que á nosotros respondiese que su parti
mada le fuese resistida. E asi fueron diputados qua- da ora muy necesaria, é era cosa muy cumplidera á
tro Alcaldes de la Hermandad , que por parte de su servicio. Oyda aquesta respuesta, é divulgada
todo el Beyno fuesen primero á se lo suplicar, é le entre los criados é servidores del Rey, é por las
notificasen como su partida era peligrosa para su gentes de sus guardas, é por los Alcaldes de la Her
Real persona é de su cepa Bcal, é grande perdición mandad, é visto como su partida se aceleraba muy
de sus Beynos; é donde no lo quisiere hacer, quo prestamente, se pusieron todos en armas en tal ma
protestasen do le resistir la partida, é no consentí - nera, que la villa fué muy alborotada, dando favor
lia por ninguna manera. Luego que aquestos fue á la Hermandad , ó á los criados é servidores del
ron oidos é propusieron su ombaxada, fueron en Rey, con las guardas. Entretanto que asi andaba el
pos de ellos de los criados ó servidores del Rey otros alboroto, el Arzobispo do Sevilla é la Condesa de
quatro Diputados, que eran Frey Arias de Rios, Co Plasencia con un capitán suyo, que se llamaba Pe
mendador de Bamba, é Juan Guillen, Guarda ma dro de Honti veros, con trescientos rocines cabalga
yor de la Reyna, ó Martin Galindo, hijo mayor de ron á mas andar, é se pusieron de la otra parte del
Juan Fernandez Galindo é yo, para que de parte de rio enfrente del Alcázar, esperando al Rey que sa
sus criados é servidores 6 do toda la gente de sus liese con la Reyna é con la hija ó con la hermana,
' guardas, lo suplicásemos lo inesmo que los Alcaldes para llevarlas consigo. E como el Rey salió por la
de la Hermandad. E asi llegando delante de su Al puerta del Alcázar, que está sobre el rio, fue muy
teza con otros algunos caballeros, é señaladas per grande el escándalo de la gente por todo el pueblo,
sonas que nos acompañaban, dieron á mí el cargo disciendo á grandes voces, «que llevan al Rey pre
de proponer, y dixe : «Tantos insultos y tan gran- so.» E luego sin detenimiento alguuo salió toda la
» des é tan disolutos yerros se han ensayado contra gente de la villa, asi de á caballo como de peones
d la Real persona de vuestra Excelencia, que aque- armados, disciendo , « mueran, mueran los traydo-
i) líos nos hacen sospechar otros mayores malos ; ó res, quo llevan preso al Roy» ; en tal manera, que
«asi mesmo, Señor, avernos visto quantos tratos han llegados cou muy grand furia , cercaron al Rey en
I andado de que ninguna conclusión ni ningún me- torno , de tal guisa , que no pudo de salir de entre
«dio de paz se ha tomado, ni se espera según la ellos. E como aquesto vieron el Arzobispo de Sevi
» muchedumbre de los mentiras que en tanto grado lla y la Condesa de Plasencia é su capitán, que es
shan prevaleoido ; por donde medio alguno de con- peraban al Rey, ovieron tan grand temor, que sin
acordia no se debo atender. E como ya lo pasado detenimiento ninguno se fueron huyendo é mas an-
anos da sospecha de las cosas adelante venideras i dar hasta la villa de Yllescos, donde estaba el Mar-
»qué Ules podran ser, y del fruto quo de lo tal se j qués de Villena y los otros Señores con el Principe,
DON ENRIQUE CUARTO. 161
¿ quien ellos llamaban Rey. Los qualos á la misma nombre de traydor, vendióla á los tiranos desléales,
hora se partieron aceleradamente, é pasaron lo9 é dióles entrada por un postigo del muro , que esta
puertos para la villa de Arévalo. Hecha la resisten ba juntocon su casa; donde luego los caballeros con
cia, y estorbada la partida del Roy, y tornado al su Rey , que desoían , se vinieron alli á aposentar.
Alcázar, é con él sus servidores y criados con los Al Sabido aquesto por el Rey , é ávido su deliberado
caldes do la Hermandad y Rentes do las guardas acuerdo, envió á llamar al Marqués de Santillaua,
que allí estaban, pusieron luego tan grand recabdo que viniese con la mas gente que pudiese traer ; el
de guindas onderredor del Alcázar, que ninguno qual obodesciendo su mandado , vino con quinien
podía entrar ni salir sin que fuese visto, y sabido á tos rocines, y se aposentó en una aldea que se dice
que venia 6 iba ; de tal forma, que los tratos do la Sanct Christoval, que osla media legua de Segovia.
una parto d la otra no tuvieron lugar de andar. Y E asi aposentado , envió & descir al Rey que pues
asi todos puestos como en cerco suplicaron al Rey su Alteza queria servirse de él como de leal caba
que su Alteza mandase que ciertos hijos-dalgo é llero que siempre le avia sido , que para seguridad
personas de autoridad de los que alli estaban entra do su estado, é de sus hermanos é parientes que lo
sen en el Alcázar, para quo juntamente con el Al- avian de servir, le diese en rehenes á su hija. E
cay de estuviesen en la guarda de su Real persona y quanto quiera que sobro ello ovo algunas diferen
de la Reyna y de su hija é su hermana, lo qual el cias, al fin él gola ovo de entregar en esta manera,
Rey tuvo por bion ; 6 asi doputados los quo avian quo salió con su hija hasta la subida dol puerto , y
do estar, y entrados en el Alcázar, lovantaronse de el Marqués salió a la rescebir, dondo le fué entrega
nllf donde estaban en el campo ; ó de tal guiBa los da. E asi tomada de su mano, la dio ú Don Iñigo
que entraron en el Alcázar pusieron recabdo, que López de Mendoza, Conde de Tendilla , su herma
ni el Rey podia enviar tratos, ni los caballeros á no, que la llevase ú Buytrago, é la tuviese en grand
él. Do aquesta resistencia fueron muy alegres é con guarda, y el Marqués con toda su gente so fué áSo-
tentos los servidores c caballeros del partido del govia. Donde venido, él y el Obispo de Calahorra,
Rey, asi por la libertad de su persona Real, como su hermano y el Conde do Medina Celi comenzaron
por la seguridad do sus propios estados é vidas, que á entender en la gobernación y cosas del Consejo.
sin duda fueran destruidos, si el Rey fuera á Bejar Pero según aquellas subcedian,y se iban empeoran
en poder de sus enemigos ; porque la principal cab- do , fué acordado que el Rey con toda su Corte se
sa que á los tiranos movia á llevar al Rey on su po fuese á la villa de Cuéllar, y que la Reyna y la In
der é tenello de su mano, era aquella. E por esto fanta Doña Isabel se quedasen alli en Segovia. La
luego que la resistencia fué hecha, vinierou alli á ida del Roy á Cuéllar parosció ser cosa necesaria,
Madrid algunos Señores de su partido , señalada asi por mostrar quo se acercaba contra sus enemi
mente Don Luis do la Corda, Condo de Medina Coli, gos, que estaban en Olmedo, como por hacor espal
é Don Podro Gonzalos do Mondoza , Obispo de Ca das á los de Medina del Campo , que de contino pe
lahorra, que avia grand tiempo que estaba fuera de leaban contra el Alcaydo de la Mota, que estaba por
la Corte ; por cuya venida el Rey fué muy alegre ó el Arzobispo de Toledo rebelado contra el Rey. E
contento; porque parescia estur su persona Real luego que asi fué llegado á Cuéllar, vinieron ciertos
con mas abtoridad. Estonces ávido su Consejo, de escuderos de la villa de Medina del Campo á deman
terminaron que el Rey se partiese para Segovia. dar ayuda é socorro é amparo contra el Alcaydo quo
los perseguía y hacia grandes daños desde la forta
CAPÍTULO XCII. leza, porque so diesen al Principe , rey quo se des
da. Oyda su habla y la necesidad con que venian,
De lo que sacedlo después que el Re; se partid para Segovia.
el Rey con aquellos caballeros de su Consejo acordó
Pasados algunos dias después que el Roy ovo lle de los ir á socorrer , pero entretanto que el socorro
gado á la cibdad de Segovia, vino allí Pedro de les iba, les dixo que estuviesen á buen recabdo, é so
Hontiveros, disciendo quo por parte do los caballe barreaso la villa, por manera que no rescibiesen
ros tiranos traía cierta contratación. Pero aquello daño alguno. Tomado aqueste acuerdo, é dada for
era falso ; porque el fin de su venida fué tratar con ma de ir á socorrer aquella villa , porque no la se
Pedrarias de Avila la trayoion é vendida de aquella ñoreasen los enemigos, llegó Don Pedro de Velasco
cibdad, que por su secreto mensagero les avia profe secretamente por mandado del Conde su padre , su
rido de dar. Y asi como su venida era agena de lo que plicando al Rey que lo perdonase si algún deservi
él fingía traer, se tornó sin conclusión alguna ; por cio ó enojo le avia fecho; porque en enmienda é sa-
que ya las cosas de la paz é sosiego se iban de con tisfación del hierro pasado le queria venir á servir
tino empeorando , é tanto las novedades creoian de con quatrocientoB hombres d'armas é trescientos gi-
cada día é las trayciones se multiplicaban, que un netes condicionalmente , que todavía fuese á socor
hombre de baxo estado, que se llamaba Pedro de rer á Medina del Campo porque no se perdiese ; do
Silva, aviendo rescibido mercedes de la Reyna, cu lo qual fué el Rey muy contonto, así con su venida
ya era la villa de Olmedo, é teniendo la goberna para lo servir, oomo por la proferta que traía, vista
ción de ella por su mandado, porque era casado con la necesidad en que estaba y quanto era su venida
una doncella suya, pospuesta la vergüenza, ensu provechosa. E así regradesciendole mucho el deseo
ciando bu linago, é envilesciondo su persona con con que venia é la proferta que le daba, mandólu
J3r.~III. u
162 CBÓNIOAS DE LOS BEYES DE CASTILLA.
luogo se fuese á recoger su gente é que se bolviese guardas é con aquellos señores que allí estaban, pa
muy presto. E luego el Bey se tornó á Segó via, don ra que socorriesen á los de Medina del Campo antes
de mandó recoger toda la gente de sus guardas y que los enemigos diesen sobro ellos é los destroza
la de los otros caballeros que allí eran venidos á su sen. Estonces el Bey se partió de Segovia á mas
servicio ; é asi mesmo mandó llamar á los otros que andar con el Marqués de Santillana y el Obispo de
tenia por suyos é se avian proferido de venir á ser Calahorra, é Don Juan é Don Hurtado sus herma
virlo por las mercedes que les avia fecho. Entre los nos, é toda la gente de sus guardas, é mandó que la
qualoa principalmente envió á llamar á Don García Beyna é la Infanta su hermana se quedasen allí , é
Alvarez de Toledo , Conde de Alva, é mandó á mi Juan Guillen con cierta gente en su guarda. Lle
que fuese á él de parte suya con carta de creencia. gado el Bey á Cuéllar, fué acordado que otro dia si
Al qual llegado, después de muchas hablas que en guiente se partiesen camino de Medina, é que su
tre él é mi pasaron , respondió que estaba muy al ida fuese por delante de Olmedo. E quanto quiera
canzado é en grand necesidad de dinero , asi para que el Bey lo estorbaba por excusar la batalla , y
pagar alguna parte de su gente, como para otras que se fuesen por otra parte, el Marqués de Santi
cosas que avia menester ; que si su Alteza lo man llana y el Duque de Alburquerque é Don Pedro de
dase socorrer con medio quento de inaravediu , que Velasco y el Obispo de Calahorra é Juan Fernandez
lo iria luego á servir. De lo qual tomada por mi bu Galindo , capitán del Bey, como estaban ganosos de
foe é palabra que ansi lo faria , dixe que enviase pelear contra sus enemigos, insistieron todavía do
conmigo su Camaroro , é que le haría dar recabdo pasar por allí, y asi con aquella deliberación se par
do aquello que demandaba ; é luego me torné para tieron de Cuellar con toda su hueste, ordenadas muy
el Rey. Al qual recontando lo que el Conde pedia, bien sus batallas, y aquella noche se fueron á apo
dixo : « Bien sé é soy certificado que él no ha de ve- sentar al monte de Hiscar. Estando allí aposenta
»nir; mas porque no paresca que dezo con él de dos, casi á la media noche llegó un Bey d'armas
«cumplir en no darle lo que demanda, yo mando secretamente al Duque de Alburquerque de parte
«que luego so lo dé» ; é asi fué dado á su Camarero, de Don Alonso de Fonseca , Arzobispo de Sevilla,
que conmigo avia venido. haciéndolo saber que quarenta caballeros hijos-dol-
go de la casa del Principe, que se decia Bey , é dol
CAPÍTULO XOIli. Arzobispo de Toledo avian fecho voto solene, quo
todoB é cada uno de ellos lo buscarían por toda la
Como los de Medina del Campo demandaron socorro al Rey por hueste de la batalla, quando se diese, é lo prende
el peligro en que estaban ; é venido Don Pedro de Velasco con
su gente, fué acordado de ir a socorrer á Medina del Campo. rían ó lo matarían, ó perderían la vida en aquella
demanda ; é quo le rogaba, é le requería como ami
Entretanto que la gente se allegaba, los debates go, que á la batalla no saliese con armas conocidos,
de Medina del Campo contra el Alcayde do la Mo porque le seria en peligro de bu vida y de la hon
ta se avian de tal manera, que cada dia llegaban á ra. El Duque respondió al Bey darmas: a Decid al
pelear unos con otros, donde peligraban de cada B señor Arzobispo , que yo gelo tengo en señalada
parte; pero los de la villa tenían ciertas Iglesias i) merced, porque me paga la debda de buen amigo;
fortalecidas alderredor de la Mota, donde se defen » pero que en los tales tiempos conviene á los caba
dían, é resistían los salidas de sus contrarios á la vi lleros salir señalados, é mostrarse á bus enemigos,
lla. E como el Principe Don Alonso , rey ¡que se «porque la honra siempre cuelga del peligro. E por
descia, estaba en Olmedo con los caballeros é Perla ■ tanto á vos como oficial do armas requiero que á
dos de su partido, daban favor é hacían espaldas al » los caballeros que asi han jurado do me prender ó
Alcayde de la Mota, é los de la villa no solamente «matar en la batalla, les digáis que las armas é la
estaban con temor, man en grand peligro que una » insignia con que yo he de pelear en la batalla, son
noche vernian de salto é darían sobre elloB é los i) las que aqui vedes : por eso cumple que las conos-
destruyrian do tal guisa, que la villa quedase del to ncais, é so las sepáis blasonar, para que por ellas me
do por ellos, y los que tonian la voz del Bey queda » conozcan ó sepan quien es el Duque de Alburquer-
sen destruyelos. E asi iban de contino mensageros ■ quo.» E mandóle dar una ropa de seda y dineros
al Bey, dándole priesa que los viniese á socorrer an con quo so tornase, é tornado el Bey d'armas, noti
tes que sus enemigos viniesen ádar en ellos, é que ficólo á los caballeros que avian fecho aquel voto.
dasen robados y echados fuera de sus casas ; pero el
Bey quo atendía la venida del Conde de Alva, se CAPÍTULO XCIV.
gún la fee é la promesa que avia dado, á á Don Pe
dro de Velasco , respondíales que se dofendiosen, Como el Marqués de Villena se hito Maestre de Santiago.
que él seria muy presto con ellos. En aqueste me En el tiempo que asi estas cosas pendían y esta
dio tiempo llogó Don Pedro do Velasco á la villa do ban en vigilia do tanto rompimiento sin esperanza
Ouéllar con los sotocíontos rocinos que avia prome de concordia, do que tantos muertes é daños se aten
tido al Bey é con asaz poonage; donde llegado, el dían, Don Juan Pacheco , MarquÓB do Villena, que
Duque de Alburquerque y él escribieron al Bey que con su hambrienta codicio no dormía, avia buscado
pues la venida del Conde de Alva so dilataba, su bus formas é maneras astutas con los Comendado
plicaban á su Alteza que se viniese luego con sus res de la Orden, que le diesen el hábito de Sandia
DON ENRIQUE CUARTO. 163
go, é le eligiesen por Maestre. E asi con la mayor levantó de mañana el Rey; el qual, oyda su Misaé
parteé mas principal dellos era ido á la villa de todos los otros Señores en sus tiendas, mandó to
Ocaña, adonde rescibió el hábito, é fué luego eligi car sus trompetas para que todos cabalgasen é se
do por Maestre de Sanctiago, y obedecido por todos pusiesen en orden de caminar. E asi llamados aque
los caballeros de la Orden ; en tal manera, que sin llos señores é caballeros del real, é venidos ante su
grado ni consentimiento del Rey, ni del Principe su Real presencia, les dixo: «Sin dubda, caballeros,
hermano, por qnien avia de ser renunciado , ni de • mucho me pluguiera que el rigor de la batalla fue-
los perlados é grandes del Reyno, é sin lo consultar ira hoy escusado, asi porque las muertes, de donde
con el Papa, no curando de ser proveydo por él, ab «mayor enemiga recrece, se quitaran , como porque
solutamente se intituló Maestre de Sanctiago. (O »de la guerra nunca procedo amistad ni concordia.
desvergonzado caballero, ingrato criado, y desleal i» Pero considerando la poca templanza é menos aca-
servidor 1 qne por subir en tan alta dignidad, aba ntamiento del Arzobispo de Toledo é de los otros
tiste la grandeza del qne te puso en tan alto esta n caballeros é grandes que están en Olmedo contra
do, disipaste su honra, denigraste su fama, denos «mi servicio , é visto como quieren mostrar mas so
taste sus reynos, sus gentes y nación. Por poner la lí berbia que obediencia, é mas presunción que cor.
espada de la caballería en tu pecho , pusiste á cu ii tesia, sin venir en conocimiento de sus yerros, que
chillo tanta gente é inocentes, que murieron por tu «con tanta fealdad han ensayado , quiero contra mi
cabsa: por hacerte Maestre, destruyete á quien te «grado dar lugar al rompimiento que hoy se espe-
hizo, cabsaste infinitos robos, hiciste muchas viu »ra. E pues que vosotros como leales, haciendo lo
das , desabrigaste muchos hijos de sus padres, é «que debéis, é pagando la debda de vuestra noble-
desconsolaste á tantos padres de sus hijos. Por in iza, soys alegres é contentos con la batalla, yo con-
titularte de Maestre, intitulaste tu persona con feo n formándome con vuestro deseo é animoso querer,
renombre y dejaste á tus hijos con vergonzoso ape » doy á ello mi consentimiento con protestación que
llido. Dime, pues, agora, caballero tirano, ¿qué te n lingo , tomando á Dios por juez y testigo , que me
pudo aprovechar la honra transitoria do tan brevo «desplace de ello, y que seria más contento con su
tiempo, qnando el pregón de tu infamia irá do gen «obediencia que con la rebeldía que tienen, perma-
tes en gentes y quedará por memoria quanto el mun «neciendo como están en su dañado propósito do
do durare y parieren las mujeres? • deslealtad. Por tanto ordenad vuestras batallas é
«vamos contra ellos; porque soy cierto é tengo tal
«seguridad de la grand bondad de Dios, que nos
CAPÍTULO XCV.
» dará hoy vencimiento contra su soberbia ; en tal
Como el Arzobispo de Toledo t los otros caballeros , que estiban «manera, que serán abatidos los enemigos, é nos-
en Olmedo con el Principe, se pusieron en armas 6 salieron « otros proRporados.il Dicho aquesto, mandó quo
al campo para resistir el paso de Medina al Re; * i sus caba Don Pedro do Volosco fueso delantero de cara los
lleros.
enemigos, é los otros caballeros é señores en pos do
Quando el Arzobispo de Toledo, é los otros caba él. Estonces las batallas se ordenaron de aquesta
lleros y capitanes que estaban en Olmedo, supieron guisa : Don Pedro de Velasco llevaba tres batallas ;
como el Rey con rus batallan ordenadas iba á so á su mano derecha iban Don Luis de Velasco y Don
correr á Medina, y querian pasar por delante de las Sancho sus hermanos con una esquadra do trescien
puertas de Olmedo, determinaron de se poner en tos ginetes ; á la mano izquierda iba Don Juan de
armas é resistir la pasada. E asi ajuntadas sus gen Velasco, su primo, el Señor do Siruela, con otra
tes , quanto mas presto pudieron, salieron á ponerse batalla en que iban ochenta hombres d'arraas; Don
en el campo muy juntos con los muros de la villa; Pedro de Velasco iba en medio con otra esquadra
de tal guisa, que por aquella parte pudiesen tener de trescientos é veinte hombres d'armas ; en pos de
seguras las espaldas. E qunnto quiera que asi estu aquestos iba Don Diego Hurtado de Mendoza, Mar
viesen puestos en armas en el campo, bien quisie qués do Santillana, con dos esquadras; él llevaba la
ran que la batalla é el rompimiento de ella so es- una de ducientos hombres d'armas; ol Obispo de
cusara, con tanto que ol Rey con su hueste se fuera Calahorra, é Don Juan do Mendoza, ó Don Hurta
por otra parte. E puesto que para ello enviaban al do de Mendoza, sus hermanos, á la parte derecha con
gunas personas religiosas que se lo suplicasen é re otra esquadra de ciento é cinquenta ginetes ; y el
quiriesen , mas no con aquella reverencia é acata Comendador Juan Fernandez Galindo llevaba una
miento que como subditos dobian tener á su Roy, esquadra do trescientos ginetes de los guardas mal
mas como soberbiosos é rebeldes enemigos, que armados ; é por eso fué acordado quo so pusiese á
ninguna obediencia le querían demostrar. Verdad la mano izquierda del Marqués de Santillana ; en
es que el Rey estaba muy ganoso de estorbar la ba pos de aquestos iba Don Beltran do la Cueva, Du
talla y traer las cosas á conclusión de paz, si ser que de Alburqnerque, con dos. batallas; él llevaba
pudiera; pero vista su desonestidad é poco acata una de ciento é cinquenta hombres darmas, é Don
miento, dio consentimiento ¡l la rotura, é quiso to Pedro de Velasco á la mano izquierda con otra es
davía que la pasada fuese por delanto las puertas quadra de ducientos ginetes. E quanto quiera que
de Olmedo. E otro dia siguiente, que fué Jueves, aquel dia suplicaron al Rey que mandase Rarnr su
dia de San.ct Bernatdo , á veinte dios de Agosto se pendón Real ó alguna de sus banderas, respondió
1C4 ' CRÓNICAS DE LOS RKYKS DIO CASTILLA.
que pues él uo traia batalla do gente d'anuaa, quo naudez Cialiudu con la batalla del Clavero de Cala
no era razón que su pendón Iioal saliese al campo, trava ; el Duque do Alburquerque con la batalla do
ni se desplegase tampoco bandera ninguna. Hernando do Fonseca. Y asi arremetiendo los lea
les contra los enemigos, ol Marqués do Santillnnn
CAPÍTULO XOVI. hirió primero en la batalla del Clavero, donde mez
clada la esquadra del Comendador Juan Fernando/.
Como el Arzobispo de Toledo 6 los otros caballeros que estaban Galindo, fué luego desbaratada; porque yendo con
en Olmedo ordenaron sus batallas.
flacas é pocas armas, uo pudieron sufrir la furia do
Los enemigos do que vieron que la batalla no se los contrarios, ó asi la mayor parto de olios huyo-
podía escusar, y que el Bey con sus gentes so iba a ron ; pero el Marqués con su gente hirió tan brava
posar derecho por donde ellos estaban puestos en mente en la batalla del Clavero, que por pura fuer
el campo, ordenaron sus batallas en esta guisa: la za la hendió por medio , é la desbarató de tal mane
batalla primera adondo pusieron al Principe, su ra, que bolviendo sobre ellos no halló con quien
rey que se descia, ora de seiscientos rocines, hom pelear que resistencia lo hiciese. Don Pedro do Velas-
bres d'armas é g¡ netos, y do aquesta batalla era ca co envió delante do sus batallas á Don Juan de Ve-
pitán ol Arzobispo do Toledo, ó Don Diego de Qui lasco su primo, con su esquadron de ochenta hom
ñones, Conde de Luna. En medio de aquesta bata brea d'armas, que hiriesen primero en la batalla
lla estaba una lombarda armada, para tirar á los principal del Principe ; el qual se adelantó un buen
primeros enouentros; de aquesta mesma batalla trecho, y entró como caballero esforzado con tal de
eran sobresalientes el Conde de Ribadeo y Pedro de nuedo , que hendió la batalla é se puso do la otra par
Ontiveros, capitán de la gente del Conde de Plasen- to Inicia la villa de Olmedo, é pasando, derribó su
cia, oon ducientos ginetes. Estaba á par de aques pendón y llevólo consigo. En pos de él entró Don
ta batalla otra de quatrocientoB hombres d'armas é Pedro do Vclasco con las otras dos batallas, é hirió
ginetes, de la qunl era capitán Don García de Pa tan de recio en ellos, que los llovó de arrancada sin
dilla, Clavero de la Orden de Calatrava ; estaba otra resistencia ninguna hasta las puertas de Olmedo.
batalla do quinientos ó oinquonta rocines do diver Allí fué herido ol Arzobispo do Toledo en ol brazo
sos caballeros que los avian enviado ; de aquesta izquierdo, é preso ol Conde de Luua sobro su fé,
batalla era capitán Don Fornando do Fonseca, her puesto que después no quiso acudir á ella, aunque
mano del Arzobispo de Sevilla. E puesto que asi es fué llamado por Don Juan de Vclasco que le pren
taban en el campo ordenadas sus gentes, todavía dió. E como Don Juan de Velasco avia hendido
quisieran quo el rompimiento se escudara. E ansi en aquella batalla, é pasado por modio de ellos hasta
viaron al Roy á Mosen Pierres do Peralta, Condes la otra parte, no conociendo que Don Pedro de Ve-
table de Navarra, y consuegro del Arzobispo de To lasco la llevaba do vencida sin resistencia, pensan
ledo, para que lo suplicase que aquella batalla se do que toda la batalla del Principo y dol Arzobispo
escusase, considerando las muertes, é daños, é ma iba á dar en él , huyó de la batalla con su gente , y
les que de allí se podrían rescrescer. E como ya sus no so halló en el destrozo de Iob enemigos. Huyó
batallas iban acercándose á mas andar á sus enemi asi mesmo Don Juan de Mendoza, hermano del
gos , aprovechó poco su venida , por manera que su Marqués de Sautillana ; pero Don Pedro do Velasco
rotura no se pudo excusar. Pero puesto que los ca aquejó tanto á los enemigos, que los hizo meter en
balleros leales de la parte del Rey, como animosos tre la cerca é la barrera de la villa, y en algunas
y esforzados varones, se pusioron á pelear con asaz iglesias que muy cerca de allí estaban , de tal for
denuedo, fueron tan malamente proveydos, quede- ma, que ninguno de ellos osaba salir á la batalla.
xaron la persona del Rey sin gente alguna quo la El Duque de Alburquerque con sus dos esquadrones
guardase , ni quedaron con él sino quatro 6 cinco hirió en la batalla de Hernando de Fonseca, y él en
de á caballo é Moson Pierres de Peralta, parcial de la suya, de tal guisa, que cada uno de ellos con los
los enemigos é poco servidor del Roy. Y no sola suyos se daba tan grand priesa é buen recabdo á pe
mente fueron negligentes en eBto, mas todo el far lear unos contra otros , que bien parescia estar ga
dase que traian, aunque era mucho, se quedó tan nosos de menear las espadas : donde asi andando en
desacompañado, que ninguna gente de resistencia la furia, como el Duque de Alburquerque iba muy
pusieron para guarda, salvo los azemileros ó mozos soñalado , según lo avia prometido al Rey d'armas,
de espuelas, que supieron mas huir que defender. que le fué á avisar del juramento contra él fecho,
los caballeros y hidalgos que lo buscaban por el
CAPÍTULO XCVII. voto hecho contra él, halláronlo allí , é tomado en
medio , pusiéronlo en grand estrecho, aquexándole
Como pelearon las batallas , y fueron los enemigos del Rey quo se diese á prisión, eu tanto grado, que si e\
cencidos.
Marqués do Sanlillnnu su suegro no lo socorriera,
Luego que las batallas se vieron unas á otras , la todavía fuera muerto, porquo jamás se quiso dar á
pelea se ordenó de aquesta forma : que Don Pedro prisión. Pero después que fué socorrido tornó á pe
de Velosoo pelease con la batalla principal del Prin lear tan bravainento, quo bien parescia tenor cobdi-
cipe, donde el Arzobispo de Toledo era capitán; el cía do ganar honra, R ausi andando peleando en la
Marqués de Santillana é sus hermanos é Juan For- batalla, halhíronso ú las manos él y Hernando do
DON ENRIQUE CUARTO. 165
Fonscca, y ol Duque lo dio un golpe do espada con »(.o han alcanzado la gloria do su triunfo? Andad
l,-\ punta, qno lo entró entro la babera é la celada, naca, Señor, quo soys vencedor, 6 vuestros enomi-
(¡no lo hirió mortalutontc on ln cabeza, do quo mu ngos quedan vencidos é destruidos.» E quando el
rió dendo á quatro dias. E como los suyos lo vieron Rey oyó lo que asi le dcscia , con alegre risa me
iisi herido 6 sin esfuerzo para pelear, fueron muy dixo: «Colonista, si con tan sanas entrañas como
pesantes é prestamente desbaratados. Entretanto » las vuestras me aconsejara el Condestable de Na-
que las batallas de los leales iban ganando victo »varra, que aqui estaba aconsejándome, y hacicn-
ria, y el Roy se avia quedado solo, Alosen Fierres » dome creer lo que él deseaba , é no el efecto de la
do Peralta, no negando la afición quo tenia al Ar vi verdad, ni yo me apartara do donde estaba, ni vos
zobispo de Toledo, é la poca gana de la honra del ntoraárades ol trabajo en venirme a buscar; mas
Roy, hizole creer que los suyos eran todos desbara nbien parece quanta diferencia hay de vuestro leal
tados por las gentes de las guardas que al comien n deseo & su dañada voluntad , que él en son de tra-
zo salieron huyendo , é que si de allí no se aparta )i tar paz , vino como parcial de los traydores , é vos
ba, quo á su persona correría granel peligro en es «como leal é verdadero servidor me traéis nuevas
tar allí. E asi el Rey, creyendo su mentira , se apar «placenteras é de tanta glorian ; é asi despedido el
tó del campo, e se fué á media legua de allí á una Condestable do Navarra se tornó á Olmedo, mas
aldea, quo bo dice Pozal de Gallinas, donde so es avergonzado que con placer. Estonces el Rey salió
tuvo paseando por las eras , fasta sabor alguna nue al encuentro de sus leales servidores , quo venian
va de los suyos una gran pieza. En esto medio tiem con tan prospera victoria; é vistos, escribió una car
po , como el Conde de Ribadeo é Pedro de Hontive- ta de su mano para los do Medina, é mandóme que
ros andaban sobresalientes á todos las partes del yo fuese o mas andar á notificarles el suceso de la
campo sin pelear, desque vieron que el fardage es batalla, é que los aposentasen aquella noche lo me
taba a tan mal recabdo sin guarda ninguna, mas jor que pudiesen ; pero porque era peligro ir des
ganosos del interese que no de la honra , dieron en acompañado , mandó á Pedro de Sandoval que me
61 , y mandaron á los suyos que lo pusiesen á saco acompañaso con veinte de á caballo que traia. E así
mano, en tal manera, que llevaron la mayor parte llegado á Medina , vista la carta é la relación que
de ello é lo metieron en la villa de Olmedo. Eston les hice de la victoria con que el Rey venia, no so
ces los caballeros leales, conociendo la gloría de su lamente se alegraron, mas con mucho amor obe-
triunfo, é como ya el campo ostaba por ellos, sin doscioron quanto en nombre del Rey les mandaba.
resistencia dioron on ol Conde do Ribadco y Podro E puesto luego por obra , abrieron todas sus puer
Hontivoros, do tal forma, que muy ligeramonte tas, é ficieron grandes hogueras por los calles, é
fueron desbaratados, é Pedro de Hontivoros preso pusieron lantornos alas ventanas, en tal manera,
sobre su fé. E luego que los caballeros leales vio- que parescia ser de dia según la mucha claridad que
ron que sin contradicion alguna ol campo quedaba se mostraba. Pasado un grand rato de la noche, en
por ellos, é ninguno de los enemigos no parescia, tró el Roy con todo su hueste , donde fueron resco-
acordaron de reposar allí un grand rato cabe de bidos, no solamente en la villa, mas dentro en sus
unas anorias ó donde ellos é su gente se refresca cosos con grond alegría aposentados; porque según
sen. E asi ayuntados, é fecha su pesquisa, halla venian fatigados de la pelea é del camino avian me-
ron que el pendón del Príncipe Don Alonso , Rey nostor reposo é descanso. E quando sentí que todos
que bo dcscia, ora ganado ó fray do a su podor con estaban ya sosegados, mandé a los de la villa que
ciertos banderas de sus capitaues , 6 su alférez Dio- pusiesen luego guardas grandes por sus estancias
go de Merlo herido é preso, é asi mosmo el Conde contra los de la Mota, por manera que no pudiesen
do Luna , é Don Enrique Enriquez , hijo tercero del salir á hacer algún rebato ni mal alguno.
Almirante sobre la fé, é Pedro de Hontiveros. Es
tos dos respondieron á la fé, quando fueron llama CAPÍTULO XOVHI.
dos á Medina; pero el Conde de Luna no quiso ir,
dando algunas vanas excusaciones. Do la parte del Do la que sabccdló en Medina despnes que allí Tino el Re; con
su hueste.
Rey fueron presos é llevados á Olmedo algunas per
sonas de baxa suerte, no en la batalla, mas porquo Venido el dia siguiente, fué acordado por aque
se apartaron de sus capitanes. Estonces yo que como llos leales servidores é caballeros quo para regraciar
Conmista avia estado presente, é visto los trances do á Dios la grand victoria quo les avia dado contra
la pelea fasta el fin, é como ya los enemigos que los enemigos tiranos , se hiciese una procesión so-
daban desbaratados é vencidos, busqué al Rey, pen lene desde la Iglesia de Sanct Antolin hasta el Mo-
sando que estaba alli donde se avia quedado á mi nestorio de Sanct Andrés , quo es de la Orden de
rar, é fallé que por falsa relación mentirosa se avia Sancto Domingo, en que p'or el medio de ella lle
absentado del campo, de que sin duda fui maravi varon casi rastrando el pendón Real é las otras
llado. E asi sabido su apartamiento, fuflo á buscar banderas do los enemigos quo avian ganado en la
a grand priesa por el rastro hasta ol aldea donde batalla con tanto glorio. Verdad os que oorao el Rey
estaba, y hallándolo le dixe : «¿Como los Reyes era tan poco amigo de la presumpcion é vanaglo
ii (j no son voncedores, é pelea Dios por ellos ansí so ria, no quisiera que ninguna cosa de aquellas se hi
«han de arredrar de su hueste , que tan vnronilmen- ciera, salvo solamente la procesión ; pero el Obispo
166 CRÓNICAS DE LOS REYES DE CASTILLA,
de Calahorra insistió todavia que se llevasen alli
las banderas ; é asi llevadas se colgaron delante del CAPÍTULO O.
altar mayor del dicho Monesterio, donde estuvieron
por algún tiempo. Sonada la nueva de la victoria Como el Papa Pallo, tábida la novedad de los caballero! é perla
por el Reyno, muchos caballeros se vinieron á ser dos desleales, envió al Obispo de León Antonio de Veneris
por su Huneio Legado , 4 tratar pai entre el Rey e sos deslea
vir al Rey, entre [los quales se vino luego Don Pe les enemigos; é vino alli a la villa de Medina, y le fué hecho el
dro Manrique, Conde de Trevifio con ducientos rescebimienlo que se le debia.
rocines, é vino Pedro de Mendoza, Señor de Alma-
zan , con ciento cinquenta de á caballo é grand peo- Quanto las novedades son mas criminosas , tanto
nage, ó otros de menor estado que venian con la el pregón de aquellas corre con mayor priesa, y pu
gente que podían. E vinieron de la villa de Valla- blica sus malee por todas partes. E como el insulto
dolid ciento de á caballo, é grand peonage , é otras do los desleales enemigos, que so rebelaron contra
muchas gentes diversas que con afición lo vinieron su señor é bu Rey natural, fué de tan grand fealdad
¿servir, deseando su prosperidad y la destruicion é desvorgozado atrevimiento qual nunca jamas fué
oydo ni visto, entre todas las naciones fué condena-
de sos enemigos. do\ é ávido por muy abominable caso ó disoluto
yerro. Lo qual llegado á los orejas del Papa Pau
CAPÍTULO XCIX. lo II, quo por estonces era Summo Pontifico en la
Como el Conde de Alva quebrantó su fe y palabra, é se pasó i los Iglesia universal, aviéndolo por cosa denostable,
traydores. con consejo ó acuerdo de sus Cardenales fué deter
Pasados algunos pocos de dias después quo el minado que enviase su Nuncio Apostólico con po
Rey con su hueste fuá llegado á Medina, vista la derlo de Legado ó Laten , para que amonestase á
tardanza dol Conde de Alva, que no venia, mandó los perlados é caballeros que Be avian rebelado
contra el Rey, se tornasen ó bu obediencia, ó para
el Rey al Obispo do Calahorra que fuese á hablar
que persuadiese al Rey, que benignamente los per
con él á la villa de Alva, para que viniese á su ser
vicio segtin que lo avia prometido , é dado su fé donase, é tornase en su servicio. Aqueste Nuncio se
quando le enviaron medio quento de maravedís con llamaba Antonio de Veneris, que era Obispo de
Pezelin su Camarero ; donde el Obispo fué, é des León. El qual como llegó á Medina del Campo des
pués de la batalla, é fuese notificada su venida al
pués do muchas hablas que entre ellos pasaron, tor
Rey, mandó quo le fuese fecho aquel solene resce-
nó á dar su fe que iria á servir al Rey quando su bimiento ó honra que á semejante nuncio pertenea-
gente fuese ayuntada. E asi ol Obispo so tornó mas cia. E asi fué rescebido por los perlados ó capella
dudoso que cierto, según lo que pudo sentir, porque
nes dol Rey é con la clerecía en procesión hasta la
sabia que era caballero movible, é de poca firmeza,
mas amigo dol interese que no de la honra. E oomo él Iglesia. E luego desde alli se fué al Palacio Real,
era persona de captelosas formas, Bolamente fué su donde el Rey le rescebió con mucha graciosidad.
tardanza para concertarse con los enemigos y deser Estonces el Nuncio, dado el Breve del Papa, le dixo:
vidores del Rey, esperando la venida do Don Juan «Seronisimo Rey, nuestro muy Sancto Padre, sa-
Pacheoo, Marqués do Villena, quo avia ido á Ocafia » hiendo la discordia y esciama quo algunos Porla-
para hacerse Maestre de Santiago ; é luego quo fué ndos ó caballeros de aquestos vuestros Reynos con
venido á Olmedo hecho Maestre , fué concluido su «poco temor de Dios perpetraron contra vuestra cel-
concierto con ellos de aquesta guisa : que Don Juan » situd, aviendo este caso por muy exorbitante y con-
Pacheco, el nuevo Maestre de Santiago, le entrega adoliéndose de ellos, como él soa Vicario de Jesu-
se á Montalvan, y el Arzobispo de Toledo la Puen •Ohristo, á quien perteneco remediar lo semejante
te del Arzobispo, para seguridad de ciertos vasallos né quitar las discordias é sembrar paz é sosiego, bu
que le prometieron. E quando aquesto le fué en «Santidad como verdadoro padre espiritual de la re-
tregado, envióse á despedir del Rey con un caballe «ligion Christiana me mandó venir acá, para enten -
ro de su casa que se llamaba Pedro de Barrientes ; «der en ello. Por tanto á vuestra Magestad de su
é despedido, pasóse luego á los onemigos con qui «parte oxorto é roquiero como ácatholico Roy Chris-
nientos de á caballo hombres d'armas é ginetes. itiano, quiera obedescer sus mandamientos Apos
Aquesta maldad que asi hizo, paresció tan fea á los tólicos, en tal manera que vuestras reales entra-
de su partido á quien él se pasó, como á aquellos á oftas se inclinen á¡la piedad, é quieran ser conven
quien mintió su fé é palabra ; de que todos los de ía cidas de lo que yo le suplicáre, é bu Santidad vos
entrambos partidos mormurando descian que se ■envía a mandar, según que vuestra Alteza por su
avia vendido en pública almoneda á quien diese mas «Breve podrá sentir y ver; porque la rotura de las
por él. E no solamente aquesto, mas por todo el «guerras, de donde las muertes suceden, del todo
Reyno fué tan publicado é ávido por muy mal he «coso, é la tranquilidad é sosiego puedan permane-
cho, que los mozos de espuelas se atrevían á descir «cer en aquestos vuestros Reynos. Ca sabida cosa
sin miedo donde quieran que lo vian, ¿ quién dá «es é muy cierta, que de los Reyes se espera la cle-
mas por el Conde de Alva, que se vende á cada can » mencia, y á ellos pertenesce la virtud del perdón.»
tón ? ¿ay algunos que lo pongan en prescio? Acabada su habla, el Rey leyó el Breve del Papa, é
leydo, sin tomar acuerdo ni deliberación para rea
DON ENRIQUE CUARTO. 167
ponder,con grand tiento é mucha gravedad, le dixo: enviaron á descir que saliese á verse con ellos en
« Bien paresce sin dubda que nuestro muy Sancto el campo, á cuya instancia el Nuncio salió. E sali
» Padre ha querido manifestarnos quanto es recto do entre Medina é Olmedo, esperando la venida de
«Pontifioeé verdadero subcesor de Sanct Pedro en los principales que se avian de venir á ver con él,
»el poderlo de Jcau-Cliristo, que siguiendo las pisa- vinieron de sobresalto mas de trescientos de á ca
» das de aquel, tan cumplidamente nos da testimo- ballo muy furiosamente sobre él, disciendo « muera,
aniode su Apostólico deseo y paternal afección. Yo muera» , y disparando palabras muy desvergonza
ose lo agradesoo quanto puedo, y gelo tengo en so- das contra él, y contra el Papa quo lo avia enviado,
n Balada merced, é por ello beso los pies é las monos queriendo poner las manos en él, de que sin dubda
«de bu Santidad. Verdad es que si los perlados é el Nuncio se vido en grand peligro. E asi después
» caballeros que son errados contra mi en tanta de rescebidos muchos ultrages é tratado con mucho
• ofensa de sus honras, quisiesen venir á mi servicio vituperio, salieron á él el Maestre Don Juan Pache
«con tan sanas entrañas como yo tengo las mias co y otros muchos caballeros de los que estaban en
«aparejadas para perdonallos, muy prestamente se Olmedo, donde la habla fué mas engañosa que cier
«haría la paz. Mas como ellos sin cabsa han perpe- ta ; de tal guisa, que sin ser obedescidas bus censu
utrado tan feos insultos é feas maldades quanto su ras, ni él ser acatado como la razón lo requería, se
«conciencia los acusa, asi los remuerde, que ellos tornó medroso é con poca honra á la villa de Me
«de si mesmos sospechando, nunca se perdonan ni dina del Campo.
«tienen seguridad ; y por esto quiero creer, y aun
«afirmo que según están endurecidos en su dañado CAPÍTULO 01.
«propósito de rebeldia , que tarde ó nunca se osaran
« confiar , ni mucho menos los podréis atraer al co- Como Pedrarías de Avila vendió1 la cibdad de Segotla i los ene
migos del Reí, i los apodero en ella.
• nocimiento de sus culpas, para que ellos se confor-
«men con la gana que yo tengo de ezousar los es- Al tiempo que el Rey se quiso partir de Segovia
«cándalos é procurar sosiego ; porque á los Reyes para dar la batalla, fué avisado que Pedrarías de
«pertenesce como á padres de sus reynos perdonar Avila trataba con los enemigos para dalles la cib
«las ofensas, é olvidar bus propias injurias, sin to- dad y metelloB dentro. Mas el Roy confiándose en
« mar venganza de ellas. To desde agora digo é afir- las muchas mercedes é honras quo al padre é á los
»mo é doy mi palabra real, que si vinieren á mi ser- hijos avia fecho, é visto que lo avia dado la conta
» vicio como subditos naturales, no solamente los duría mayor de su padre, y hecho merced de Tor-
«quiero perdonar, mas hacelles mercedes y acrecen- rejon de Vclasco por la traycion de Alvar Gómez,
«talles sus estados. Por tanto pues vos para esto cuya era primero, é las muchas riquezas que , por
«sois venido, y su Santidad vos envia, mirad que ser Buyos, avian ganado, con que mercaron los va
» yo como hijo de obediencia obedezco su manda- sallos y heredamientos que tenian, é oomo avia he
a miento, é me place complillo.» Acabada su habla cho Obispo de Segovia á bu hermano Juan Arias,
del Rey, el Nuncio se despidió é se fué á su aposen no lo quiso creer ; antes mandó llamar á entrambos
tamiento. En este medio tiempo, como Don Juan hermanos, é después de aver hablado con ellos
Pacheco , Marqués de Villena , estuviese en Ocaíla, largamente, encomendóles la guarda [de la cibdad,
donde ya se intitulaba Maestre de Sanctiago, de don disciendo que de ellos la confiaba. E asi tomados
de nació la enemistad capital entre él y su hierno el grandes juramentos é fidelidades que la temían é
Conde de Benavente, según que adelante será re defenderían para su servicio, se partieron para Se
contado, llegó la nueva de la batalla, é sabido todo govia. Pero como Pedrarías estaba muy sentido,
el suceso de ella, pesóle mucho ; é asi llegada toda asi por la prisión que en Madrid le avian feoho,
la gente que pudo de hombres d'armas é ginetes, se como por la estocado que le dieron, jamás aquel
tornó á Olmedo , donde llegado, increpó mucho el rencor se le apartó del corazón, antee de contino Be
rompimiento de la batalla ; y como traia grand so le trasdoblaba ; de tal manera , que desque vido
corro de gente, fué muy bien rescebido. Estonces el tiempo aparejado para vengarse y executar su Baria
Nuncio Apostólico, por dar buena qnenta del oargo é dallado proposito, envió secretamente á uno suyo,
que traia, mandó publicar sus cartas patentes, por las que se llamaba Luis de Mesa, para que tratase con
quales mandaba á los caballeros, asi de la parte dol el Maestre Don Juan Pacheco é con los otros de su
Rey, como de los escismáticos, que estaban en Ol partido, que estaban en Olmedo, que les quería dar
medo, só pena de excomunión papal, que todos de la ciudad é apoderados en ella , por vengarse del
pusiesen las armaB ; é depuestas, les ponia inducías Rey. De aquesto fueron muy contentos, asi el Maes
é treguas por un afio , para que entretanto se diese tre como los otros periodos é caballeros enemigos
medio de paz y de concordia, é los rebeldes se tor del Rey, segund el sentimiento é dolor que sentían
nasen á la obidiencia de su Rey. Mas como los ca de aver sido vencidos é presos algunos de sus capi
balleros é perlados que estaban en Olmedo , según tanes, é perdido su pendón Real. E asi fecho el
los graves insultos que avian cometido, tenian pos trato, é asignado el dia tercero, en que gola avia de
puesto el temor de Dios é la vergüenza del mundo, dar, otro dia siguiente se partieron con su Rey é
no curaron de obedeBcer sus mandamientos, , antes con bu hueste camino de Segovia. En el trato de la
con grand menosprecio burlaban do él. Con todo le traycion fueron con él el Obispo do Segovia, su her
168 CRÓNICA8 DE LOS REYES DE CASTILLA.
mano, y el Maestre flo-Prexamo , que al presente bieron por un camino que está junto á las penas
era Provisor del Obispo, y gobernaba á entrambos de la fortaleza, hasta quo encontraron por el posti
hermanos, é Fray Rodrigo de Mesa, Prior del Par go que avia fecho el Obispo grand tiempo avia,
ral, é Luis do Mesa su hermano, que iba con los quo estaba pegado á las paredes de su cosa. E ansí
tratos al Marqués é A los otros do su partido , é Po- entrados á vista del Alcayde , Pedrarias los llevó
rucho doMonjaraz, Alcaydo de la fortaleza, que bosta el Palacio, adonde la Infanta estaba, la qual
como parcial de Pedrarias, y consentidor en la tray- desde allí adelanto se apartó del Rey y se quedó
cion, dio entrada á los enemigos por un postigo que con el Príncipe su hermano. Luego que asi entraron
estaba debazo do la fortaleza en la casa del Obispo, poderosamente con tanto gentío, se apoderaron de
en tal guisa, que quando debiera él como leal Al- la cibdad é la pusieron en sosiego, sin que el pue
cayde defender la cibdad para su Rey, dio lugar á blo se osase alterar, puesto que á todos los cibdada-
la traycion, é quiso que se hiciese. ¡O perverso Al- nos pesó muy gravemente de su entrada, porque sin
cayde, enemigo do la lealtad , é parcial de la tray duda amaban mucho al Rey ; é así ovo lugar do
cion I Si tú eras el principal defensor de la cibdad, cumplirse el mal propósito é dañada voluntad de
para guardalla á tu Rey, ¿como no te avergonzaste Pedrarias, no recordándose de los mercedes y hon
de dexar entrar en ella á bus capitales enemigos, ras que el padre é los hijos é todo su linage avian
pudiendo livianamente resentirlos? Si eras obliga rescebido del Rey. jO desagradecida persona, agena
do ádcfendella como Alcayde, ¿por qué no defen de la virtud, y de buen conocimiento I que si tanto
diste la entrada de sus enemigos, quo la venian á dolor te pusiera la fealdad de tu obra quanto ú mi
tomar? que con muy chicas pedradas, con pocos pono en escrevilla, ni tú te del ey taras de tu infa
tiros de pólvora, con pocos ingenios y ballestas los mia, ni á los oyentes dieras cabsa de maldecirte.
pudieras hacer huir é arredrar que nunca entraran. ¿ A quién podras ser bueno, quando á tí fuiste malo?
¿ Qué tan grande podía ser tu amistad con Pedra ¿ A quién serás tú fiel , quando á ti fuiste enemigo?
rias, que no fuese mayor la que á tu Rey de ¿Qué daño tan grande podiste rescebir del Rey, que
bías ? ¿ Qué tanto dolor pudiste sentir en la prisión te hizo de nada, que no sea mayor el que tú mismo
y herida do Pedrarias, que no fuese trasdoblado lo feciste ? Si bien te recordaras de quien era tu pa
que era razón consideraras? | quanto era mayor dre, quando el Roy lo tomó por 6uyo, ó le puso en
mal la perdición ó abatimiento do tu Rey, que do tan gran estado de sor su Tesorero , é su Contador
mozo de alanos tu hizo su Alcayde, y te puso en mayor, no sintieras mucha pena en verte preso ni
poder de tan ricos tesoros! Mas porque moraba herido. Debieras considerar quo él te dio meresci-
contigo la ingratitud , y estaba desterrada de ti la miento para ser tenido por bueno y estimado entro
bondad, volviste alegre la cara á la deslealtad, do los mejores, y no asi tan ciegamente, sin temer los
que debieras apartarte, é huíste sin provecho del juicios de Dios y de los hombres, y el cargo de
bien de la lealtad, donde te debieras remirar. Asi* conseieneia , abatir á quien te ensalzó , destruir ó
denostaste tu nombre y apedreaste tu fama. La quien te honró, vender á tu Señor y Rey, y vender
gravedad de los insultos es de sí misma tan públi tu propia patria y denostar tu memoria. Asi quo ni
ca pregonera, que quando los perpetradores presu ta queza te hará disculpado, ni jamaste librará del
men tenella muy secreta, estonces olla mas públi feo apellido, é denostado vituperio, con que asi te
camente so manifiesta, en tal manera, que ni ol cobijaste.
rincón los aseando ni la plaza los calla. E asi fué
que como se llegase la hora en que los enemigos CAPÍTULO CU.
venian al llamamiento de Pedrarias, é se acercaban
a mas andar para entrar en la ciudad, notificaron á Como sabida lailar,
traycion, se partió el Re; de Medina para Cub
y lo que subcedió en el camino.
la Reyna é á la Infanta Doíia Isabel , como avia
trato de traycion, é que á cabsa de ello venian los Vonida la nuova de la traycion quo Pedrarias
señores que estaban en Olmedo. De quo la Reyna avia hecho, y como los enemigos del Roy estaban
atemorizada é con grande alteración se acogió a la dentro on Scgovia muy apoderados de la cibdad sin
Iglesia Mayor, é do allí con grandes ruegos impor contradicion alguna, el Rey determinó de se tornar
tunando al Alcayde, que la quisieso acoger en la á Cuéllar; é asi ordenadas sus batallas, con poco
fortaleza, se metió dentro; porque la Iglesia é la plascer se partieron. E como de camino pasasen jun
fortaleza están muy juntas. Verdad es que por es to á la fortaleza de Iscar, supo el Conde de Trevifio
tonces el Alcayde mas la rescibió por encubrir algo que la Condesa su madre estaba allí dentro, la qual
de su maldad, que por gana de hacer virtud. Aco en alguna manera era mas disoluta que honesta,
gió asi mesmo á la Duquesa de Alburquerque con porque la tenia allí Don Diego do Zuñiga, Conde
macha mejor voluntad ; poro la Infanta Doña Isa de Miranda, por su manceba; y el hijo doliéndose
bel no quiso ir con la Reyna, antes se quedó en el de la infamia de su madre, y de la deshonra que
Palacio Real con sus damas. E pasada la noche, por ello le venia, suplicó al Rey le diese licencia
quando ya venia el alba, todas las gentes, ordena para combatir la fortaleza de Iscar, é sacar dendo
das sus batallas, llegaron debazo del Alcázar , sin á su madre ; lo qual el Rey le otorgó, ó mandó pa
que resistencia ninguna les fuese fecha por el Al rar allí las batallas por ana grand pieza. Estonces
cayde ni por loa suyos, antes muy seguramente su el Conde, ávida la licencia, con su gente é con la
DON ENRIQUE CUARTO. 169
del Marqués de Sanlillaua é la del Duque de Albur- poca honra é menos acatamiento, porque si muy
quorque é la de Don Podro de Velasco dio el com ' poca gente llevaba, con la menos parte de ella fué
bate por todas quntro partes do la fortaleza muy acogido dentro de Coca. De aquesta partida del
varonilmente. E puesto que el Alcaydo se defendió Rey tan acelerada quedaron muy sentidos los caba
un rato lo mejor que pudo, no tuvo tantos pertre lleros de su partido é las otras gentes que le avian
chos, ni tanta copia de gente, que pudiese resistir venido á servir , no tanto por la poca quenta que
la furia do los combatidores ; porque le dieron tan do ellos se hizo, quanto por la mengua é perdición
ta priesa, quo apenas tuvo tiempo de estar aperce- del Rey, que se fué á poner en las manos de aque
bido, para poderse defender, de tal guisa, que por llos, que vengándose del é trayéndole asenderado,
fuerza de armas á escala vista entraron en la forta no le ponían remedio ninguno, segund que después
leza, y el Conde prendió á su madre, é la envió lue paresció y las obras dieron testimonio de ello. Pasa
go á su tierra á buen recabdo. Dado el combate, é do el Rey á Coca, todos los unos é los otros se der
presa la Condesa é tomada la fortaleza, el Rey man ramaron, é se fueron á sus cosos é tierras ; é no so
dó mover las batallas, é aquella noche se fué tí apo lamente aquesto fué desmano para ellos, mas des
sentar al monte de Iscar ; donde llegados reposa abrigo é persecución paro sus criados é servidores,
ron, é otro dia siguiente se fueron á la villa de que so quedaron desamparados é corridos, en tal
Cuéllar. manera, que ni los acogían donde su Señor estaba,
ni hallaban quien los amparase ; é asi andaban tan
CAPÍTULO ora. persiguidos sin remedio , que se avergonzaban en
descir cuyos eran. [O grandeza de Dios omnipoten
Como llegado el Rey i Cuéllar se fué i Coca i manos de sus ene te I que asi trastornas los estados Reales , y quie
migos, 6 se apartó de sos canilleros , criados y servidores lea res que prosperen los malos ; destruyes la prudencia,
les que le avian servido.
y díscreoion y seso de los Reyes, y despiertas la
Luego que el Rey fué llegado á Cuollar con toda malicia de sus adversarios ; abates la lealtad quan-
su hueste, sintió en tanto grado la pérdida de Sego- do quieres, y ensalzas á los traydores quando te
via, que todas las turbaciones pasadas sobre él ni plasce ; consientes que los buenos sean afligidos, ó
las alteraciones de las cibdades y villas que contra que los perversos prevaleBcan ; que disipen los so-
él se rebelaron, en comparación de aquella do le bervios á los humildes, é los orueles á los piadosos,
afligieron tanto ni hicieron tanta impresión de tris é prevalescan sus insultos ; que anden los Royes
teza en él, quanta fué la que asi se manifestó por abatidos como siervos llenos de pobreza y miseria,
su gesto. Y no sin cabsa : ca desde su niñez se crió y los siervos como Señores, ricos é muy prospera
en ella, y la tenia por sn propia naturaleza, como dos. ¿Quién podrá considerar tus juicios, ni escu
si fuera uno do los ciudadanos de ella; la qual no driñar tus secretos? Conozoamos de aquí adelante,
solamente avia ennoblecido, renovándola con mu que tu profundo saber tiene tanto poderlo, que nos*
chos edeficios, mas tenia en ella todos sus tesoros, otros no lo sentimos , ni lo sabemos conoscer. En
que eran sin duda muchos , en grand cantidad de tretanto que ansí andaba la persecución de los tira
diversas riquezas, que yo vi muchas veces. E asi nos, los leales deseohados por traidores, corridos
mismo alli tenia los montes en que se del ey taba é é deshonrados sin temperanza ni caridad alguna,
deportaba é tenia su mayor pasatiempo ; de donde y los traydores estimados y puestos en la cumbre
resultó la grand afición que con ella tenia. E de tal del señorío, subeedió que yo sobre seguro del Prín
forma se entristeció, que ningún hombre humano, cipe, Rey que se descia, é de los Perlados é caballe
de qualquiero suerte que fuera, pudiera mostrar tan ros que con él estaban, fui á Segovia, para poner
poca disimulación como él. Pero como los tratos en salvo lo mío, que alli tenia. Donde llegado, fué
nunca cesaban por su duro perseguidor el Maestre mayor la tardanza de poner los pies en mi casa, que
Don Juan Pacheco, acaesció que aquella mesma no de ser preso, y quebrantado el seguro desús firmas ó
che secretamente envió un mensagero , disciéndole sellos que me avian dado. Y no solamente prendie
que se fuese á Coca, é dexase los caballeros que le ron á mi persona con grand deshonestidad, mas ro
avian seguido, y que le prometía de hacer sus co báronme todo lo que yo tenia, con las escripturas
sas muy cumplidamente E como ya el Rey estaba de lo Corónica del Rey , que hasta entonces tenia
cansado según su condición de sufrir tantos desas ordenada y escripta. Y tan innomínosamente me
tres, é tenia gana de reposar, si las persecuciones le trataron, como -á los que suelen ser traydores, acu
doxáran, creyendo la poca verdad de su enemigo, sando mi lealtad por alevosía', y poniendo sus des
sin mas consultar su ida con aquellos que le seguían lealtades por cosa de mucho honra hasta las nubes.
6 servían con tanta lealtad , aceptó de lo hacer. E Mas yo, que sin reproche de sus vergonzosas culpas
luego otro dia siguiente, llamados los señores que me hallaba, como vestido de mas limpio manto que
alli estaban, les dixo que su determinada voluntad el suyo , sin temor alguno é oon grand osadía in
ora do se irá Coca, porque ya tonia seguridad quo pugnaba bus reprehensiones 6 contradescia sus acu
se liarían sus cosas muy bien. E asi desamparados saciones falsas, en tal manera , que fué reprobada
los caballeros leales, criados é servidores , con muy su mala encisma y defendida mi fidelidad. E porque
pocos do los suyos so fué á la villa de Coca , donde mi verdad los concluía é ponía en conclusión, de
por el Arzobispo de Sevilla fué reecobido con muy terminaron de matarme ; pero aquella soberana ole
170 CRÓNICAS DE LOS REYES DE CASTILLA.
menoia de nuestro Redentor, que nanea se cansa podían. Pero ni por eso el Maestre Don Juan Pa
de obrar misericordia, ine libró de sus manos, y es checo jamas se movió á cumplir con el Rey cosa
capó con la vida. ninguna de quantas le prometió, antes de oon tino
lo haoia por el contrario. E ansí el Rey estuvo allí
en Plasencia por espacio de quatro meses, esperan
CAPÍTULO CIV.
do alguna conoluBion de quantas promesas el Mar
Como el Rey se fué deudo Coca i meter en el Aleliar de Segovii, qués le daba ; de donde vino que el Conde y la
para vene eos el Maestre de Sanclíago ; y visto le entregó el Condesa, sabiendo las formas tan siniestras á la
Alcatar ; é Jamas cumplid con el cosa alguna de quinto le pro virtud que asi tenia oon él Rey, determinaron de ser
metieron.
suyos , y ayudarle por todas las vías y modos que
Pasado el Bey á la villa de Coca, ó puesto al que pudiesen. E como el Maestre Don Juan Pacheco
rer de sus enemigos, el Maestre Don Juan Pacheco sintió aquesto, vino allí á Plasencia á verse con el
le onvió á descir que seria bien que se fuese al Al Rey y con el Conde y la Condesa, mas para mentir
cázar do Segó vía, porque allí estaría mas cerca , y que para cumplir , y mas para dilatar que para po
prestamente se daría el concierto de lo que se avia ner en obra. De tal guisa, que con palabras dulces
de facer. Estonces el Rey, visto como sus enemigos dilataba, é con promesas vanas hacia tener espe
tenían la ciudad, y él avia determinado de estar á ranza ; y asi hacia estar abatido al Rey, y andar por
todo su querer, puso luego por obra su ida. E antes oasas agonas amenguado, no como Rey que tantas
que llegase ó la fortaleza, salieron á él Don Gómez meroedes le hizo, ni como sefior que en tanta honra
de Cázorcs, Maestre de Alcántara, y Don Garci-Al- le avia puesto, mas como enemigo de quien desea
varez de Toledo, Conde de Al va, media legua fue ba vengante. 7 no sin cabsa , que pues sin meresci-
ra de la clbdad, tan sin vergüenza ninguna como si miento le avia dado tanta prosperidad , é seyendo
mucho le ovieran servido, é nunca les oviera fecho ageno de la virtud, puesto en tan alto estado,
mercedes. E asi acompañáronlo fasta oerca del Al aquello era el agradecimiento oon que avia de res
cázar, donde Perucho su Alcayde lo rescibió do ponder ; oa sabida cosa es é muy cierta que los ma
mala gana y con peor gesto. Entrado el Rey en el los rescibiendo beneficios, se tornan peores, y aquel
Alcázar, fué acordado que se fuese á la Iglesia ma pago dan á quien los ensalza é hace ser grandes.
yor, ó que allí vornia el Maestre Don Juan Pache
co con ciertos caballeros de su partido , é se verla CAPÍTULO CV.
allí con él, donde convenidos dospues de largas fa-
bl&a fué concertado que el Rey mandase entregar Como en aqueste medio tiempo vacó el Obispado de Siguenia, e
fue dado al Obispo de Calahorra, 6 lo que sobre ello sucedió.
el Alcázar al Maestre Don Juan Pacheco, con tanto
que el tesoro con todas las joyas y cosas que allí Al tiempo que estas cosas pendían en el Reyno,
estaban se pasase al Alcázar de Madrid, y que Pe fallesció Don Hernando de Luxan, Obispo de Si-
rucho fuese el Alcayde de Madrid y tenedor de los güenza, é quedó apoderado en las fortalezas y cib-
tesoros, é que la Reyna se pusiese en rehenes en po dad con toda la hacienda del Obispo Diego López
der del Arzobispo de Sevilla, con que prometieron de Madrid, Protonotario , é Dean de la Iglesia Ma
é aseguraron que dentro de seis meses restituirían yor de la misma cíbdad. E como este Diego López
al Rey en todo su estado. E asi puesto por obra, era hombre de baza suerte , veyéndose rico é con
que el tesoro é las otras cosas se pasaran á Madrid, tantas fortalezas de su mano , presumió de aver
la Reyna fué llevada á la fortaleza de Alahejos, y aquel Obispado ; é asi acordó de seguir el partido
el Alcázar de Segovia se entregó á Juan de Daza del Príncipe Don Alonso, é tomó por señores é fa
para el Maestre Don Juan Pacheco. Quando el Rey vorecedores al Maestre Don Juan Pacheco é al Ar
pensó que las promesas de lo capitulado , é concer zobispo de Toledo, los quales por tenello de su par
tado con él se cumplirían, hallóse tan en vano como te, le dieron grandes promesas y firme esperanza de
en todas las otras promesas pasadas ; de tal guisa, le hacer aver el Obispado. Estonces él , convocados
que con solas palabras de vana esperanza le hicie los Canónigos é Dignidades de la Iglesia, hízose
ron andar por sus Reynos, mas en son de peregrino, elegir por Obispo ; é elegido, cuando pensó que con
que como Rey é Señor. E asi muy avergonzadamen el favor de su partido serla Obispo , el Papa Paulo,
te con diez cabalgaduras se fué á meter por las aviendo por vana su elecion, y teniéndolo por escis-
puertas del Conde de Plasencia ; é quanto quiera mático contra el Rey, proveyó el Obispado á Don
que ansí andaba corrido , todos los pueblos se con Juan de Maella , Obispo de Zamora, Cardenal de
dolían de él, disciendo á grandes voces | O buen Rey, Sancta Prisca. E asi proveydo , desque vinieron á
piadoso é franco, que nunca nos despachabas malí tomar la posesión por parte del Cardenal con las
Mal haya quien te persigue. | O traydores criados, Bullas Apostólicas , el Dean no quiso obedeacer al
é malos caballeros, que ansi te han destruido por Papa, antes dizo que apelaba de él y de todas sus
hacerse á si mismos grandes I Y llegando el Rey á censuras para el futuro Concilio. De que el Papa
Plasencia, el Conde y la Condesa le rescibieron oon Paulo muy indignado contra él mandó pronunciar
mucha honra, y le aposentaron con mayor amor en entredicho ; pero él nunca jamás quiso venir á obe
la fortaleza, é desde allí adelante procuraron de lo diencia, ni otros ciertos Canónigos é Dignidades
restituir en bu estado, y en ello trabajaron quanto que eran sus consortes y aliados. Estonces el Papa,
DON ENRIQUK CUARTO.
vista su rebeldía, en que asi estaban endurescidos, Hontiveros su capitán de la gente d'armas , el qual
mandó facer proceso contra él é contra todos los de estaba muy enemistado con Gil de Vivero, hijo de
su liga, é fueron privados de quantos beneficios te Alonso Pérez de Vivero. E quanto quiera que asi
nían, á fecha provisión de ellos á ciertos cortesanos estaba la enemiga entre ellos, Pedro de Hontiveros
en Roma, y á otros en Castilla. Durante aquesta re tenia en poco á Gil de Vivero, que estaba muy sen
belión, en que el Dean todavia estaba apoderado tido dél por algunos ultrajes que entre ellos oran
de la oibdad é fortalezas del Obispado , murió el pasados á cabsa de sus mugeres ; é como un dia el
Cardenal, y el Rey suplicó al Papa por el Obispado Pedro de Hontiveros partió de Arévalo para ir á
para el Obispo de Calahorra , y fué proveydo de él. Plasenoia, salió Gil de Vivero al camino con gente
E quanto quiera que el Dean estaba desobediente de á caballo é matólo á lanzadas. Luego en pos de
contra el Papa, é puesto en rebelión oon los caba aquesto subcedió, que como Garci-Mendez de Bada
lleros tiranos, queriendo el Rey usar de benignidad joz, un capitán del Rey, oviese guerreado á los bur-
y ayudar al Obispo, que lo tenia mucho amor, man galeses porque estaban rebelados contra el Rey,
dó que yo fuese de su parte al Dean, para que dexa- prendiendo algunos mercaderes de ellos, é robándo
se libremente aquel Obispado, y quo á él darían el les sus haciendas é meroadurias, en tal manera los
Obispado de Zamora con el Abadia de Huerta. Mas tenia amedrentados y en tanto estrecho , que nin
como ya él estaba no solamente endurecido, mas lleno guno osaba salir de la cibdad, salvo muy acompa
de oobdicia, creyendo de se quedar con el Obispado ñado, de que la enemiga de todo el pueblo estaba
de Sigfienza, no quiso acetar el partido que el Rey muy arraygada contra él. Este capitán tenia muy
le facia ni venir á su servicio. Estonces Pedro de estrecha amistad con un mercader do Burgos , que
Almazan, Alcayde de Atienza , deseando servir al se llamaba Pedro de Mozuelo, Tesorero de lo mone
Rey, movió un trato socreto con un criado del Dean, da de aquello cibdad, el quol trabajaba por la paz
que se llamaba Gonzalo Bravo , para quo le diese entre él y los morcoderes, y envióle á rogar secreta
entrada en la fortaleza, prometiéndole grandes co mente que se viniese al Monesterio do Sanct Juan,
sas. E asi fecho su trato , é acordado el dia en que se para dar conclusión á la poz. El Garci Méndez fué
avia de facer, Pedro de Almazan fué una noche , é muy encubiertamente alli ; pero su ida no pudo ser
por mano de aquel Gonzalo Bravo , puestas sus es tan secretamente que se pudiese encubrir, é asi fué
calas en la fortaleza de Sigüenza, entró con mucha publicado su venida por la cibdad. En tal manera,
gente, é prendió al Dean, y al Tesorero su hermano, quo el pueblo común á voz de hermandad se levan
y tomó todas las joyas y plata y dineros é atavias tó con mano armada, é venidos al Monesterio don
que avian quedado en su poder, é asi mesmo lo suyo, de él estaba, quebrantaron las puortos por fuerzo,
que era asaz, que por todo era una grand suma. E donde fué preso, é sacado fuera en una plaza, que
presos, llevólos á la fortaleza de Atienza, donde apo está delante de la Iglesia, determinaron de matarlo.
derado de la fortaleza é de la cibdad, envió á descir E como quiera que algunos principales de la cib
á Don Pedro González de Mendoza que viniese á dad, asi eclesiásticos como seculares, vinieron allí,
tomar su cibdad, el qual fué luogo á la tomar. Don por librarlo de los manos do aquellos, que asi lo te
de tomada la posesión del Obispado , y apoderado nían en medio con tanta furia, no pudieron escapar
de la cibdad y fortaleza , dentro de quince dias le lo, porque muy aceleradamente, sin ser oydo,lo
fueron entregadas los otras fortalezas del Obispado, mataron á puñaladas.
con que mucho se fortificó el partido del Rey, y se
aflacó el de los caballeros tiranos. Por aqueste ser
vicio, que asi hizo Pedro do Almazan al Rey é á la CAPÍTULO OVIL
Sede Apostólica, el Papa lo hizo Canónigo de Si Como el Papa, sabida la forma deshonesta que los caballeros tu
güenza, y el Rey le confirmó la tenencia de Atienza vieron contra su Nuncio Legado, é como le salieron al camino
de jaro. i poner las manos en ¿I, se enojó , y envió dos Breves, el uo
al Rey, y el otro i los Perlados é caballeros que estaban con el
Principe Don Alonso.
CAPÍTULO OVI.
Luego que al Papo le fué notificada la desmesu
IX las (MM desastrados, que en este (lempo acaescleron por el ra é feo atrevimiento de los perlados é caballeros
Rejno.
tiranos que intentaron contra Don Antonio de Ve-
Después que el Maestre Don Juan Paoheco é los neris, Obispo de León, su Nunoio Apostólico con
otroB tiranos de su partido se ovieron apoderado de poderío de Legado de Latero, ó quan deshonesta
la cibdad de Segovia con el Alcázar, dezaron á Pe- mente le avian tratado en el campo , aviéndole ro
drarias en guarda de ella, y al Obispo su hermano, gado que se saliese á ver con ellos, ovo grand sen
y partiéronse de alli para la villa de Arévalo, donde timiento, é acabó de conoscer sus tiranías en que
llovaron al Principe. E como el Rey estaba en Pla- andaban con su Rey. E ansi envió luego un trotero
soncia, y tenia muy ganadas las voluntades del Con con dos Breves plomados, ei uno para el Rey, con
de y de la Condesa su muger, que estaban determi solándolo é rogándole que no se afligiese por las
nados de lo servir é ayudar, vistos las pocas verda injurias é persecuciones que sus ingratos criados é
des del Maestre Don Juan Pacheco, enviaron desde los otros naturales de su Reyno le avian fecho; que se
allí con los tratos á la villa de Arévalo á Pedro de acordase quanto fueron mayores las ofensas de Je
CRÓNICAS DE LOS REYES DE CASTILLA.
su-Ohrísto, vendido por su Apóstol Judas en tan vil á mandar que no entrasen on su Córte ni parescio-
é baxo precio é deshonrado tan vituperiosamente son ante él. EHob obedesciendo su mandado estuvie
por los de su pueblo ; é si mucho sentimiento tenia ron algunos días, quo no osaron entrar en Roma ; ó
de aquellos que avia criado ó focho é puerto en tan oomo con grand instancia procurasen su entrada
alta honra, se acordase que Jesu-Christo hizo mayo para hablar con su Santidad , dióles licencia , pero
res é mas altos beneficios á los judíos, y en pago de con tal condioion é apercobimiento , que no se osa
aquellos lo truxeron á la muerte , é con tantos tor sen llamar mensageros del Rey, salvo solamente
mentos crueles lo crucificaron ¡ 6 si sus criados fal del Principe, sópena de anathoma. Los quales, obe
samente lo disfamaron, que se acordase quo mayo desciendo todo lo quo asi les ora mandado, vinieron
res é mas falsos fueron los testimonios de los ju delante de su Santidad, é oidas algunas razones do
díos contra Jesu-Christo, con quo lo hicieron con las que traían encargo do lo hablar por parte de los
donar á muerte sin merescerla. Por tanto que otras perlados é caballeros, que los avian enviado, el Papa
muchas veces lo rogaba quanto podia pospusiese el los dixo: 11 Decid á esos perlados é caballeros, que
dolor é aflicción que de lo tal avia rescebido é sen acá vos enviaron, que yo mas los judgo por escismá-
tido, é quo desase á Dios la venganza dello ; porque ticos que por cathólicos christianos ¡ é que si ellos
ólgcla daría tan cumplidamente, que todos verían por sus pasiones deshonestas ó aficiones interesa
como su justicia divinal castigaba á los tiranos é les se movieron livianamente á cometer tan grand
ingratos, é les daba el pago de sus obras. E asi mes- insulto, é quisieron usurpar el infinito poder de
roo le rogaba é requería por las caritativas entra Dios á quien solo pertenesce quitar é poner Reyes
rías de Jesu-Christo, que si los tales subditos, aun quando quiere, que no se lo tengo de aprobar ni
que desleales, vinieson á le demandar perdón, con consentir que lo hagan , anteB castigallos como á
mucha benignidad los perdonase é rescibieso on su usurpadores de la potencia divinal, cuyas veces yo
servicio, acordándose que la soberana clemencia como su Vicario tengo en la tierra , presidiendo en
de Dios, continuamente perdona, é rescibe los pe la Silla de Sanct Pedro. Por tanto desdides, que yo
cadores, disciendo : Quien viniere 4 mf no lo echaré les mando, só pena de anathoma, que se tornen pres
fuera. A este Breve respondió el Rey que besaba to á la obediencia de su verdadero señor é Rey na
los pies é las manos de su Saatidad por la dulce tural, é que se guarden do seguir mas al Principo,
consolación quo le avia enviado, y quo obedascien porque Dios lo llamará presto , ó los quo lo siguen
do su mandado, lo plascia y era contonto do perdo se verán avergonzados é confusos.» Estoncos ol
nar á todos los quo viniesen á su servicio é obedien Abad do Parraces y el Comendador, tomada su li
cia como eran obligados. El otro Breve era para cencia, se volvieron á Castilla.
los perlados é caballeros, que estaban rebelados con
tra el Rey, en que les mandaba so pena de anathoma, CAPÍTULO CVIII.
quo conosoiendo sus culpas del feo error que avian
cometido contra su señor é Rey natural, se tornasen Como el Conde de Benavente quiso matar al Maestre Don Juan
luego á su servicio é obediencia , é se apartasen de Pacheco, su suegro, porque le quitó el Naestradgo de Sanctiago
que el Rey le avia dado, é se lo tomó para si.
la escisina que avian puesto é seguían tan injusta
mente, poniendo nombre de Rey á quien no lo era, La cobdicia desordenada, que es raiz de todos los
ni ellos gelo podian dar ; ni tampoco su poder bas males, siempre hace falsos á los hombres, corrompe
taba, ni tenían abtoridad para quitar de Rey á la virtud, niega el amistad, desdeña el bion de la
quien según las leyes divinas é humanas de la Reli parentela, daña la consciencia, pierde la vergüenza,
gión chiisbiana era el verdadero Rey de Castilla é es insaciable, nunca vive contenta, é por sus pro
de León. Por tanto, que él como Vicario de Jesu. pios intereses pospone los ágenos. Ansi hizo el
Christo les ponia perpetuo silencio , é les mandaba Maestre Don Juan Pacheco, que por ser Maestre de
que no llamasen Rey al Principe Don Alonso, ni Sanctiago, no solamente deshonró al Rey, é puso
por tal le obedesciesen, salvo solamente al Rey Don fuogo en todo el Reino , é despojó al Duque de Al-
Enrique, legitimo é verdadero subcesor de Castilla burquerque, mas engañó al Conde de Benavente su
é de León, amonestándoles que si asi lo hiciesen, hierno, que se lo quitó, aviéndole el Rey hecho mer
los ternia por hijos obedientes de los mandamien ced dél, y consintiendo él en ello, é dado su pala
tos Apostólicos ; é que si en lo contrario endure bra de ayudalle , de que el Conde de Benavente quo-
cidos permaneciesen, que aviéndolos por escismáti- dó muy sentido, é tomó tanta enemistad contra él,
cos, procedería contra ellos, como contra enemigos que determinó de matallo. É bbí fué que el Maestre
de la anión é paz del Reyno, é como disipadores del Don Juan Pacheco, estando en el Palacio del Prin
bien común de la república , cabsadores de omici- cipe hablando con la Infanta Doña Isabel , el Conde
dios. Estonces los perlados, é caballeros tiranos, con ciertos caballeros de su casa bien armados vino
vistas las censuras del Brove, acordaron de respon á Palacio para oxecutar su propósito, quando el suo-
der al Tapa sobre ello. E asi enviaron por sus Em- gro saliese. É si no fuera avisado do ello, sin dubda
baxadores á Don Pedro Fernandez de Solis, Abad allí lo matára, salvo que salió tan prestamente déla
de Parraces, y al Comendador Fray Hernando de cámara que aquellos que lo aguardaban no pudie
Arce, Secretario de su Principe ; los qnaloB llegados ron ni tuvieron tiempo de poner las manos en él,
cerca de Roma, é notificada su ida al Papa, envióles un tal guisa, que se salvó y salió libré de entro
DON ENRIQUE CUARTO.
ellos; pero desde allí adelanto siempre anduvo & López de Ayala, disciéndolo quanto era cosa peli
buen recabdo con asaz gentes que guardaban su grosa para el ánima é á la fama consintir quo aque
persona, é siempre andaba armado con armas se lla cibdad de Toledo, donde ellos vivían y tenian
cretas, é á caballo. É quanto quiera que el Conde de algún mando, estuviese asi rebelada é desobediente
ISonavente después de aquello disimulando se ha contra su Rey natural, considerando quo aquellos
blaba con él, siempre tuvo aquel rancor on las en perlados y caballeros que asi la hicieron robelar,
trañas raygado , buscando y esperando tiempo para eran mas disipadores de la Corona Real para sus
vengarse. Pero el suegro todavía se rescolabadél, é propios intereses, que procuradores del bien común
asi el Conde se partió luego de Arévalo para Pla- del Reyno, según que la esperencia lo mostraba en
sencia, donde fué muy bien rescibido por el Rey y sus tiranías é robos ; por ende, quo le rogaba é amo
el Conde y la Condesa, porque eran primos, hijos nestaba con Dios una é muchas voces que se quisiese
de hermanos. juntar con él para dar forma como todavía la cib
dad so desenbarraganase é la tornasen al Rey, ou-
CAPÍTULO CIX. ya era según Dios é verdad , pues que sabia muy
bien, que los falsos testimonios contra él levanta
Como el Arzobispo de Sevilla , é los Condes de Plascneia y de dos eran mentirosos. A lo qual Doña María respon
Benavente y de Miranda se declararon por servidores del Rey, dió convencida de razón é temor do Dios ganosa
y se fueron con él a la villa de Madrid, 6 lo qne allí aeacscld.
mente, que le plascia, é que aquello era lo quo á
Donpues que el Arzobispo de Sevilla é los Condes olla mas lo agradaba é ovia por mejor, porque sabia
de Bonavente é de Plasencia é de Miranda vieron que era lo cierto, y lo ál todo falsedad é mentira.
las pocas verdades é vanas palabras del Maestre Pero que le parescia que aquello se debia tratar con
Don Juan Pacheco, é como no se avergonzaba do el Rey, sin que Pero López de Ayala su marido lo
traer al Rey tan abatidamente, sin cumplir con él sopiese ; y que entretanto, que ella trabajaría de lo
cosa alguna de quantas le avia prometido al tiempo atraer al servicio del Rey, para que fuese plascente-
quo le entregó el Alcázar de Segóvi a é no solamen ro de lo que ellos entrambos tratasen. Entonces el
te aquesto, mas que traia tratos secretos con el Al- Obispo y ella enviaron su mensagero secretamente al
cayde Perucho para que le diese el Alcázar de Ma Rey,notificándole el deseoso propósito é voluntad quo
drid con todo el tesoro que alli estaba, determina tenian de servirlo, é dalle su cibdad, de que el Rey
ron de lo seguir y servir. E porque la trayeion de fué muy alegre ; é asi él les respondió, que si ellos
Perucho no oviese lugar ni pudiese aver efecto, ponían en obra lo que le proferían, no solamento
acordaron que el Rey se fuese luego á Madrid, y les haría grandes mercedes, mas que les acrecenta
ellos juntamente con él. Donde venidos, fué deter ría sus estados. Avida esta respuesta del Roy, acor
minado que se buscase modo é forma como el Alcá daron, quo serta bien una noche secretamente traer
zar fuese quitado á Perucho , porque ya su traición al Rey á la casa del Obispo, que estaba junto con
se iba descubriendo en tal manera , que muy pocas Sanct Pedro Martyr, é que después do venido (ili,
veces dexaba entrar al Rey dentro, é si alguna vez llamarían á Pero López de Ayala, disciéndolo que el
entraba era con muy poca gente; de tal guisa, quo Obispo le rogaba que se fuese allá para fablar con
su maldad ya no se podia disimular. Pero con todo él, é que allí lo aplacarían do tal manera, que fuese
el Rey tuvo sufrimiento por algunos dias', hasta suyo , y que él saliese desde alli á tomar su cibdad
quo vido tiempo apto para hacer lo que adelante juntamente con él. E fecho este concierto , llamaron
será recontado. al Mariscal Hernando de Rivadeneyra, qne estaba
en una fortaleza suya, que se dice Cabdilla, el qual
CAPÍTULO CX. vino luego encubiertamente , sin ser visto ni oydo,
ni sabido ni conocido; é venido, fablaron con él,
Como la Cibilad de Toledo se altó por el Rey, y quienes fueron notificándole el caso para que lo llamaban, visto
los que lo hicieron , é las cosas que sobre ello acacscieron.
que él era leal servidor del Rey. Que fuese luégo
Entretanto quo asi estas cosas pendían, y las gen por él á Madrid , para que lo truxeBe á su fortaleza,
tes iban conosciendo la perversidad de los tiranos, é desde alli, quando fuese anochecido, lo metiese
Dios como es justo Juez é sabidor de la verdad, que en la cibdad. El Mariscal aceptó de lo facer, é des
quería manifestar la inocencia del Rey é la cruel de allí se partió esa noche para Madrid ; donde lle
dad de sus enemigos, inspiró en los corazones de gado habló largamente con el Rey, para que luego
los buenos que se apartasen de la escisma é se tor se fuese con él á tomar su cibdad. E quanto quiera
nasen á la verdad, para dar al Rey lo suyo, que tan que el Rey fué muy alegro de la embazada, para bu
injustamente estaba usurpado. É asi fué quo Don partida ovo grandes alteraciones entre él y aquellos
Fray Pedro de Silva, Obispo de Badajoz, como leal señores que alli estaban, especialmente el Arzobis
é justo Perlado , voyendo quo las cosas de los tira po de Sevilla le descia quanto peligro ora apartarso
nos perseguidores del Rey iban en tanta ofonsa de de Madrid , pues quo sabia qne Perucho su Alcaydo
Dios, on grand confusioif del Reyno, é en daño do era mucho del Maestro Don Juan Pacheco ó del
las conciencias de aquellos quo segnian la trayeion Arzobispo de Toledo, é como rodeaba de dalles el
de los desleales , habló muchas vecos on secreto con Alcázar con todos los tesoros. Finalmente fué acor
■u hernmim Doña Mario, de Silva, mugor do Poro dado que el Rey fuose solo con el Mariscal disimula
174 CROMOAS DE tOS REYES DE CASTILLA.
demento, y que el Arzobispo de Sevilla con los duií, pues sabéis, é no podéis negar ser yo vuestro
Condes que allí estaban quedasen en guarda de la «verdadero Rey, á quien aveis de obedescer; mas
Villa é del Alcázar contra la traycion del Alcayde, «queriéndome conformar con la voluntad de Dios,
é que si algo do mal sintiesen , que llamarían la ca «que le plasce que asi se haga, digo que me plasce
sa de Mendoza, que vernia á socorrellos; é que Juan «de salir , pero soy cierto que antes de muohos dios
Fernandez Qalindo con ducientos de á caballo se osera mi tornada á Toledo con vuestro grado é amor,
fuese camino de Toledo , para que amanesciese jun «aunque no de todos.» E dicho aquesto, puesto quo
to con las puertas. E llegado el Rey á Cabdilla, vino venia muy cansado, é muy fatigadas las bestias
allí un Secretario de Doña María de Silva, para que que aquel día avian caminado diez é ocho leguas,
á mas andar se viniese luego el Rey á la cibdad, tomó bu camino. E porque su persona Real saliese
porque Hernán Hernández, el portero, le daría li segura , aquellos tres caballeros salieron con él ca
bremente la entrada por la puerta del Cambrón. balgando, é envió á llamar al Mariscal Hernando
Estonces el Rey se partió, é llevó consigo al Maris de Rivadeneyra , para que fuese con él ; el qual res
cal Hernando de Rivadeneyra con otras tres cabal pondió, que su Alteza se fuese en buen hora, por
gaduras , é quedó concertado que Pedro de Rivade que ¿1 no entendía salir de la cibdad sin ser preso
neyra, hijo del Mariscal, dende á poco fuese en pos ó muerto por su servicio. E asi cargando toda la gen
de ellos con ochenta hombres d'armas, que alli esta te sobre él, fué luego preso é llevado al Alcázar.
ban juntados. E como el Rey llegó á la puerta, fuéle Quando llegó el Rey á la puerta, visto que sus bes
dada sin detenimiento ; pero yendo para el Monos- tias iban tan cansadas que no se podían mover, di-
torio de Sanct Pedro Martyr, dondo estaba junta zo á Pero Afán de Ribera que le emprestase su ca
la casa del Obispo, fué ol Rey conocido por un ballo en que fuese, el qual, pospuesta la lealtad,
hombre del Mariscal Payo de Ribera, é se lo fizo como quien tenia raygada la traycion de su padre
saber á la mesma hora. Estonces el Mariscal Payo, en el cuerpo , sin vergüenza ninguna dizo que no
como era enemigo é desleal servidor del Rey, fue queria. j O vil corazón de caballero é mezquina con
se á juntar con Pero López de Ayala, que ninguna dición de hidalgo, que mayor deleyte puso la caca-
cosa de todo ello sabia ; los quales juntados, man cosa en tus entrañas, que no la nobleza de la vir
daron dar á la campana mayor de la Iglesia y á la tud! Desdeñaste la gloria de la liberalidad, por
de la Hermandad , do que todo el pueblo fué muy quedar vestido con tan feo manto de mezquino. Si
alterado é puesto en armas para ir á combatir la te presciabas de limpia sangre ¿qual mayor biena
casa del obispo á donde el Rey estaba. El Mariscal venturanza te podia venir, para ganar dulce fama,
Hernando de Rivadonoyra, oyendo el escándalo de quo servir á tu Rey con un caballo en tiempo de
la gente, que asi venian derechos á combatir la ca tal afrenta? Si presumías de generoso, ¿qual mejor
sa del Obispo para prender al Rey , salió con hasta memoria podios dezar á tus hijos, y renombro á tu
cinquenta hombros, que pudo haber de presto, é linaje, que prestar un caballo á tu Rey de quien
comenzó á pelear con los que asi venian á prender tantas mercedes tu y los de tu sangre aviados resce-
al Rey ; con los quales peleando, los detuvo una bido? Mas porque teniades dañadas las entrañas
gran pieza, por manera , que no pudieron llegar á con veneno pouzoñoso, no podiste denegar tu ma
combatir ni hacer daño en la casa del Obispo. En ligna condición, ni trastornar el fructo que nacía
tretanto que asi estaba trabada la pelea, Pero Lopoz de tal árbol. Estonces Pedro de Ayala y Alonso de
de Ayala, como prudente caballero, queriendo es- Silva, vista la desmesura de Perafan de Ribera é su
cussr los malos é daños que vio tan aparejados, di- poco acatamiento, descabalgaron de sus caballos, é
zo al Mariscal Payo de Ribera que sería mejor en con grand reverencia suplicaron al Rey que toma
viar á requerir al Rey, que so saliese de la cibdad, se aquellos, uno para su Real persona, y otro para
porque saliéndose él , se encasarían muchas muertes su paje de lanza ; é asi á pié con mucho amor salie
é grandes inconvenientes, que so podían recresccr ron cou él fasta fuera de las puortas , y se tornaron.
de su estada. É asi ávido aquello por buen acuerdo, | O virtuosos caballeros dignos de rico nombre, que
enviaron á Pero López de Ayala, y Alonso de Sil vencidos de vuestra propia nobleza servistes á vues
va, hijos de Pero López de Ayala, é á Pero Afán de tro Rey en tiempo de tanta necesidad I ¡ O varones
Ribera, hijo del Mariscal Payo de Ribera ; los qua merecedores sin duda de muy limpia fama, que
les entrados donde el Roy estaba, le dixeron, que quando el pueblo liviano de vuestra patria denega
le convenia salirse luego de la cibdad, porque toda ba el servicio do vuestro Rey, vosotros como leales
la gente del pueblo estaba muy alterada é puesta lé pagastes vuestra deuda I ¡Ó generosos hijos-dal-
en armas contra él , é quo su estada era muy peli go, que como leales é buenos socorristes á vuestro
grosa para su persona ó paro otros muchos, que se Rey, quando mas fué menester, asi que ni morirá
ría necesario morir si no saliese. Oyda su habla, el vuestra fama, ni perecerá vuestra memorial Salido
Rey les respondió mansamente sin alteración algu ol Rey de la cibdad , é recogida la gente que avia
na : «A los Reyes pertenece evitar los escándalos, venido por su mandado , tornóse para Madrid ; é
«y escusar las muertes, porque son padres de sus luego Pero López de Ayala anduvo por la cibdad
sreynos é como tales han de buscar el sosiego é pro- sosegando el pueblo. E para mayor sosiego é con
» curar la vida do sus súbdditos. Verdad es que fue- tentamiento de todos envió á rogar al Obispo do
Día mejor para vuestra lealtad no alteraros contra Badajoz que luego dentro de media hora se saliese
DON ENRtQDE CUARTO, 175
fuera de la cibdad, el qoal sin tardanza alguna sa
lió, é se fué á su huerta, que dicen del Rey, que CAPÍTULO CXII.
está cerca de la cibdad , junta con el rio de Tajo.
Fecho todo aquesto , la gente se fué á desarmar é De como cierta gente de la elbdad alborotadamente Tintaron i
pedir al Rey nna exención i merced nieta.
recoger á sus casas.
Los pueblos ignorantes donde mora continamen
CAPÍTULO CXI. te la malicia, siempre son escandalosos enemigos
del sosiego, desean novedades, huélganBe con los
i» ordenó la entrada del Rey en Toledo, j fué reseebido bollioios, ensalzan los malos, é aborrecen los bue
con macha Resta, e lo que allí snbeedlr). nos. Asi fué que alguna gente común de la oibdad,
Desque Pero López de Ayala tornó á su casa, ha mas con liviandad de poco seso que conocimiento
lló muy afligida é congozada á Dofia María de Silva de la razón, después que ovieron comido, hallándo
su mnger, en tanto grado que apenas podia fablar, se mas llenos de vino que de prudencia, por induci
nal por la salida del Rey, como por la mengua en miento de otros tales como ellos, aquel domingo so
que avia caydo en averio traydo, para que fuese juntaron hasta dos mil hombres; é asi juntados, vi
echado con tanta mengua, de que Pero López de nieron á las casas de Pero López de Ayala, donde
Ayala su marido fué muy pesante, porque la amaba el Rey estaba, dando grandes voces é disciendo que
mucho. Pero desque ella tornó en si, fabló con su querían ver al Rey, para pedirle cierta franqueza,
marido de tal forma, que lo convenció é truxo al asi de las alcabalas como de las otras cosas, de que
servicio del Rey muy enteramente, en tanto grado, la cibdad de Toledo era esenta é previllegiada é que
que luego determinó de lo poner por obra, y dar aquella convenia que su Alteza les diese é confir
órden en levantar la cibdad por el Rey, é tornarlo á mase. E quanto quiera que el Rey mandó á ciertos
meter con mucha honra. E como él era bien quisto caballeros é personas de su Consejo que saliesen á
de todo el pueblo fabló de secreto con aquellos que hablar con ellos é de su parte les dixesen que le
gobernaban la comunidad, que eran ciertos Jurados píasela de les hacer las mercedes que demandaban,
de las Collaciones principales, en tal manera, que mas que convenia entender en ello para dar la orden
los provocó, é ganó las voluntades para todo lo que y forma que era necesaria, ellos jamas quisieron
él quisiese. E asi atraydos, luego otro dia siguiente apartarse de allf, antes todavía insistieron que que
envió á mandar al Mariscal Payo de Ribera, é á rían ver la cara del Rey, para que él en persona
Perafan de Ribera su hijo, é á todos sus adherentes gelo otorgase, é firmase, de tal manera, que el Rey
que luego sin detenimiento saliesen de la cibdad, por contentarlos salió á los corredores é les dixo
cuyo mandado fué luego obedescido sin excusación que subiesen dos ó tres de ellos á hablar con él. E
alguna, é salieron prestamente sin dilatar una hora. subidos aquellos que eran cabsadoros del bollicio,
Esto fué cosa de grand maravilla, obrada por mano diéronle nna escritura mas vana que provechosa,
de Dios, que dentro de cinco dias que salió el Rey para lo que asi demandaban; la qual el Rey les fir
de la cibdad con tanto menosprecio del pueblo, mó liberalmente, é firmada les dixo que se volvie
todos con una conformidad tornaron con mucho sen á bus casas, que otro dia les mandaría dar todo
amor al servicio del Rey, en tanto grado, que nin el despacho que para ello avian menester, los qua-
gún apellido avia por toda la cibdad, sino vira el les se fueron. E no contentos de aquello, otro dia
Rey Don Enrique, é mueran los traydores. Estonces siguiente, lunes, sin templanza alguna tornaron á
Pero López de Ayala é Dofia María de Silva su su bollicio, disciendo que lo firmado por su Alteza
muger escribieron al Rey que viniese á tomar su no estaba bien ordenado; que les firmase otra escri
cibdad; y entretanto que atendía su venida, mandó tura que allf traían. Estonces Pero López de Ayala
soltar al Mariscal Hernando de Rivadeneyra, que é sus hijos, y el Mariscal Hernando de Rivadeneyra
estaba preso en una torre del Alcázar. E así Pero cabalgaron con grand gente armada, y tomados los
López y él anduvieron cabalgando por la cibdad alcaldes y alguaciles, entraron por ellos, tropellán-
con mucha gente de á caballo é peonage; é tomó á dolos de tal guisa, que presos algunos de los albo
su mano, no solamente la fortaleza, mas todas las rotadores, unos fueron ahorcados, y otros desoreja
torres de las puertas, é puso en todo alcaydes. E dos, é otros azotados. E asi viéndose desbaratados,
luego otro dia siguiente, Domingo por la mafiana, fueron huyendo cada qual á su casa, en tal manera
entró el Rey á comer en la cibdad, donde fué res que la cibdad fué luego puesta en muoho sosiego
eebido con grand solenidad é fiesta, é fuese á posar sin alteración alguna. Pero porqne el Abad de Me
á las casas de Pero López de Ayala, por ver á Dofia dina estaba rebelado en la torre de la Iglesia Mayor
María de Silva, y regraciarlo la lealtad é tan seña con algunos Canónigos de parte del Arzobispo de
lado é grand servicio, como le habia fecho, la qual Toledo, mandó el Rey poner estancias sobre él, é
se holgó mucho. E luego mandó el Rey que el Obis puestas, luego el Abad de Medina demandó seguro
po de Badajoz se tornase á la cibdad. de la vida para si é para los que con él estaban; é
dada la seguridad, entregó la torre, é la Iglesia
quedó desencastillada, en tal manera, que toda la
cibdad quedó muy llana y enteramente al servicio
del Rey. Fecho aquesto el Rey mandó Ilamer á los
na CRÓNICAS DE LOS REYES DE CASTILLA.
Regidores é Jurados é caballeros ó gente principal; «meemos. Lo qual aprobando Tulio Cicero en su 1¡-
loa quales convenidos delante de su Real presencia, «bro de los Oñcios dice: ¿quál mayor bienandanza
dizo á Pero López de Ayala: «Poco aprovecharía la «podría venir á ninguno, salvo ser nacido para de-
«lealtad, si á los que la hacen no se respondiese con «fender é ayudar á los hombres? como sea cierta
sel galardón de su merescimiento; porque asi como- «cosa que todos en general son mejores paras! mes
»es justa razón quo los traydores sean destruidos amos que buenos para los otros. Aquesto, pues, ago-
lien la fama y en sus estados é bienes temporales »ra sin dubda, señores eclesiásticos, ó nobles caba-
i fasta en la quarta generación, asi es debida cosa, nlleros é pueblos virtuosos, bien so ha mostrado por
«según Dios é verdad, que sean los lóales galardo «experiencia en vosotros, que conosciendo el yerro
nados para siempre en lo uno y en lo ál. E pues «disforme en que avíades caydo, alumbrados de res-
ovos, Pero López de Ayala, tan alto servicio de «plandor divinal, temiendo su potencia, rescelaudó
«lealtad me aveis fecho como éste en restituirme «el rigor do su justicia, é saneando vuestras cons-
»mi oibdad usurpada por los desleales tiranos que » delicias, q insistes con entera lealtad de subditos é
»yo fice é crié, es necesario que no solamente yo «naturales, con verdadera fidelidad de vasallos res-
«responda á vuestra lealtad é persona con honras é «titnir al Rey su cibdad, é á vosotros tan en limpia
(con mercedes é acrecentamiento de estallo, mas al «fama tornando ú él lo suyo, é á vosotros vuestra
«Obispo de Badajoz é a Dofia María de Silva vues- «limpieza; ¡l él en su señorío, é á vosotros en vuestra
utra muger, que con tan leales entrañas comenza- «honra. ¿Qué podremos pues descir de lo tal, sino
»ron é se movieron á me servir. Ni tampoco es de «que convencidos de la verdad, é celando el bien de
«olvidar la leal nobleza que vuestros hijos Pedro «la patria, desechastes las tinieblas que tenian co
«de Ayala é Alonso de Silva hicieron á la media lgados vuestros entendimientos, y cobrastes el res-
«noche el lunes, quando yo salí de esta cibdad, que «plandor de la vuestra claridad antigua; trocastes
«con tan graud amor me dieron sus caballos en qué «la fealdad por el buen nombre, la enfermedad por
«fuese, como hijos de quien eran. E porque tales ser- «la salud, el escándalo por el sosiego, y el temor
i) vicios tan señalados no queden sin pago, es mi mer «por la seguridad? ¡O bienaventurada gente, pueblo
eced, que en sofial é comienzo do lo que facer on- «diño do gloria, nación inorescodora do renombro)
utiendo con vos ó con ellos, que la guarda 6 gober- «que mudando el feo apellido cabsado por los rebel-
nnacion de aquesta cibdad quede y esté á vuestro ndes, é quitando la infamia que los tiranos vos pu-
«mandado y querer como caballero prudente, para «sieron, con tan leal obediencia quisistes trocar lo
«que así como leal me la distes, con lealtad é discre- «uno en loable memoria, y lo ál en perpetua fama.
scion la rijáis é gobernéis; é mando á todos los que »E asi manifestada su maldad, é conocida vuestra
«presentes están, é á todos los otros vecinos é mora- «virtud, fué descubierta su tiranía é publicada
odores de ella, que vos obedezcan y acaten como á «vuestra obediencia; por donde quedastea vosotros
«mi inesma persona sin contradicción alguna.» E ninmortalmente famosos, y ellos sin recurso para
dicho aquesto,, mandóle dar asaz poderes, é dados, «siempre denostados. E pues vos así vos rodeaste»
acordó de partirse luego, é otro di a siguiente se «de tan alto merescimiento, é conistes de tan alto
tornó para Madrid. Donde llegado, mandó que yo «valor, justa cosa es que voléis eu el mundo por in-
como Coronista, á quien pértenescia loar la lealtad » mortal fama, y en los siglos venideros por memo-
é vituperar la traycion, escribiese á los de Toledo la tria perdurable. E digamos por vosotros aquello
carta siguiente, loando el leal servicio que le avian «del Profeta Isaias, que dice: ¿Quién son aquellos
fecho : «Tanto son los buenos merescedores de ala- «que vuelan como nubes, é asi como palomas están
nbanzas, quanto sus hechos y obras son conformes »á sus ventanas? Sin dubda, Señores, si bien queréis
«á la virtud. E tanto aquellos deben ser estimados «considerar vuestro piadoso servicio, y en ello con-
«mas, quanto el fin por que se muoven es de mayor » templar vos pluguiere, hallareis que no solamente
«perfecion. De donde se sigue que á los verdaderos «serviste» a vuestro Señor é Rey natural, mas si con
«vasallos su propia voluntad los despierta, á los «ojos espirituales lo miráis, en la cabsa de Dios y
«animosos hidalgos su generoso é noble deseo, é los «en el bien de su fe sagrada mucho edificastes, no
«famosos caballeros pelean por la verdad en tal «solamente como subditos de vuestro Rey, mas como
«manera, que todos conformados en uno, siguiendo «varones devotos é cathólicos christianos; porque
«el justo camino, desechando de si los yerros, bus- «si en dar al Rey lo suyo por ventura vos dilalára-
» cando claro renombre, desviando de si las culpas, y «des, y vuestro grand conocimiento, como privado
«queriendo aver corona, ponen la lealtad por espejo. «de la razón se detuviera, para no oxeen tar lo quo
•De tal guisa, que vestidos de nuevos renombres ga- «hizo, sabida cosa es que ni á los rudos quedara
«nan para si meemos limpieza, combidan á los que «creencia, ni á los buenos esperanza, ni los malos
«miran, é llaman á los oyentes, é aquesto no sin cab- «ovieran miedo, ni los justos osadía, ni los simples
nsa: ca los actos de la bondad no solamente consis «tubicran ley, ni los sabios que deacir. E no sola-
ten y están en el solo bien obrar, mas en la sana umeute aquesto, mas aun osaran decir y afirmar quo
«voluntad con que se haoen, é de si meamos son pro- «el poderlo de Dios daba favor á los perversos;
«vechosos. Porque según la verdadera conclusión, «porque ya su malvada secta prosperaba sin contra,
«la bienaventuranza de los humanos tanto está en «dicción, su crueldad tenia mando, su falsa preva-
i) a'vqdar ií los próximos, quanto en aprovechar a sí «ricacion licencia de tezer maldades; y así fuera
DON ENRIQUE CUARTO. m
«nuestra España tomada Babilonia, cueva de ladro- tero porque le avia dexado entrar. E no solamente
»nes y cabana de maleficios. ¡O gloriosos caballeros, aquesto, mas con la persona del Rey se puso en al
«virtuosos hijos-dalgo, señalados cibdadanosl ¿con guna manera riguroso con armas en las manos. E
« qué gracias y loores, con qué amor y graciosidad como el Rey vio que ya se iba del todo descubriendo
«podremos regraciar vuestra virtud ó galardonar su maldad, hablóle benignamente por aplacallo, é
otan grand servicio? ¿Quál paga será condigna, 6 determinó de no salir del Alcázar hasta quitárselo,
«quál retribución igual, que á nosotros saque do porque su traycion no oviese efecto ni pudiese aver
«debda, é á vosotros dexe contentos? |0 hijos de lugar de cumplirse. E como ya lo amansó un poco,
«bendición, padres de grand nombradla, que con dfxole: «Perucho, yo quiero aposentarme en mi Al
«sólo hacer lo que debiades, tamaño bien nos hicis- lí cazar, porque es cosa deshonesta que yo pose en
»tes! Vosotros nos restaurastes; á vosotros somos «casa agena, teniendo tal aposentamiento como éste
«obligados; vosotros liberalmente nos redimistes; á »y es vergüenza mia é vuestro. Por ende mi deter-
ti vosotroB somos en cargo; vosotros fuistes principio n minada voluntad es de haceros mercedes, é sefiala-
«de tornar la libertad en su ser; á vosotros somos ndamente vos dó la villa de Sanct Martin de Valde»
ndebdorcs, qúo osastes hacer justicia, é trocar guer- «Iglesias, para que por vuestra vida seáis Señor
*ra con mengua por paz muy honrada. Al tino de «della é viváis en reposo con honra; por eso haced
«vuestra lumbre verán los descaminados, al tono de » luego escrebir ol provillejo, para que lo firme, y
«vuestro canto responderán los gentíos, al son do «enviad luego á tomar la posesión de ella, é dexad
«vuestras trompetas baylarán lodos los pueblos; «mi fortaleza.» Estoncos Perucho, visto quo su da
» porque sea cumplido en vosotros aquello de los ñado propósito no se podía cumplir, intentó de poner
«Proverbios, que dice: «En la bondad de los justos las manos en el Rey, si los suyos fueran traydores
«se alegran las cibdades.» Pues si vosotros, Señores, como él y le ayudaran; pero plugo á Dios nuestro
«guia de nuestro favor, y favor de nuestra verdad, Señor en cuya mano está la vida y estado de los
«sois las lumbreras relucientes), do quien asi resci- Reyes, que no se cumplió su dañado y maligno de
«bimos tan grand claridad, fuentes de iios cabdales seo. Luego el Rey, visto su púbica traycion, mandó
«de donde tal dulzura nos mana, y doctrina exce- á Juau Quillen que lo prendiese, é preso, puso por
i) lente de quien lealtad deprendemos, suban vuestros su Alcayde al Comendador Juan Hernández Gallu
i) gritos al cielo, cerquen los pregones la tierra, den do, su leal servidor é fiel Capitán General. E puesto
«apellido las lenguas, fagan clamor las gargantas, que el Rey justamente pudiera mandar justiciar á
a vaya vuestra voz por el Reyno, é sueno por todos Perucho, asi por público traydor y vendedor de su
«los pueblos. Requiera a los rebelados que se tornen, Alcázar é tesoros á los enemigos desleales, como
»á los desleales que paguen sus debdas; á unos porque intentó poner las manos en su Real persona
«que sean constantes, é á otros que tengan firmeza; y darlo pena y castigo, la que á los tales quieren las
«que dexarde convertir á los errados, é cesar de ha- leyes divinas é humanas que so den, fué tanta su
«blar donde conviene, quasi confusión de idolatría clemencia é tan grande su beninidad, quo dendp á
»é pecado de menosprecio parece; ca escrito es: No pocos días, soltado Perucho de las prisiones, vino
«detengas la palabra en el tiempo de la salud, ni delante su Real presencia, demandándole misericor
tiascondas el saber de su propio resplandor. Por ende, dia é perdón do sus culpas. Estonces el Rey, vuelta
«Sonoros, pues que vuestra lealtad con grand certi- la cara acia los que estaban delante del, dixo: «Ma-
«dumbre se prueba, y con tanta verdad se conosce, «yor fué la maldad de Judas, que vendió á nuestro
«tanto vos certifico que será para siempre espejo «Señor é Salvador, é si hiciera lo que éste ahora
«para los buenos é castigo para los malos, en tanto nhace, lo perdonara y oviera piedad del; é asi es
«grado, que ninguno lo contradiga sin cargo, ni lo » justa razón que yo asi lo haga; porque á los Reyes
11 menosprecie sin vergüenza. n Leída esta carta, to «pertenesce seguir los pisadas do aquel que nos re-
dos muy alegres respondieron, quo daban muchas «dimió, y en su nombre reynamos en la tierra. Por
gracias á Dios porquo los avia alumbrado para des lioso, Perucho, porquo Dios perdone mi ánima quan-
echar las tiniebras de la traycion y venir á la luz ndo de esta vida partiere, yo vos perdono de buen
de la lealtad. «grado: idvos en buen hora para vuestra tierra, é si
«no tenéis con que vos podáis ir, yo mando quo vos
CAPÍTULO CXIII. «den lo que ayais menester.» É mandólo luego sol
tar, é se fué. ¡O gran mananimidad de Rey que ol
Como el Rey certificado de la traycion de Perucho le quitó el Al vidando los yerros contra él cometidos, y no acor
cázar, é le prendió, e despnes se ovo piadosamente con él.
dándose de las injurias que los traydores le dixeron
Tornado el Rey á Madrid, fué certificado como ni curando do los falsos testimonios y trayciones
Perucho tenia concertado de dar el Alcázar al Maes que sus criados le pusieron y le hicieron siempre, le
tre Don Juan Pacheco, y al Arzobispo do Toledo; 6 plugo mas el perdón que la venganza, mas la cle
sabido, fué una tardo para entrar en ol Alcázar, y mencia que la crueldad, mas la piedad qne el rigor!
como el portero que guardaba la puerta, estaba ino Nunca se deloytó de matar, ni le plugo de destruir
cente de la traycion do su amo, abrió la puerta sin á ninguno.
consultallo con él, de qne Perucho fué mny altera
do, é con soberbia muy deshonesta deshonró al por-
Or.-III. 12
178 CRÓNICAS DE LOS RE FES DE CASTILLA.
nombre á su Alteza tal persona de abtoridad é de
CAPÍTULO CXIV. estado, quo tratase entre ellos; do tal fonna, quo
los cosas viniesen á bien de paz é concordia, E asi
Como el Principe Don Alonso, Rey que se desda, murió de pes despedidos los mensageros , escribieron luego al
tilencia en Cardeflosa cerca de Avila. Arzobispo do Sevilla, rogándole quisiese Hogar
Entretanto que aquestas cosas pasaban y subce- donde ellos estaban en Avila , para que por su ma
dian , é Dios peleaba por el Rey, mostrando su ver no so contratase é concluyese la paz ó concordia.
dad ó descubriendo la trayeion do los tiranos, por Luego quo el Arzobispo rescibiú su carta, con li
que los pueblos conosciesen los yorros manifiestos ¡ cencia del Rey se partió é fué para Avila ; donde
do aquollos é dexasen de seguillos, subcedió que el llegado, lo dixeron como on nombre de todos ellos
Principe Don Alonso, Rey que se descia, é los des avia do suplicar al Roy, quo jurase & la Infanta Do-
leales caballeros é perlados que con él estaban en fia Isabel su hermana por Princesa heredera, ó que
Arévalo , como supieron la nueva de Toledo , que so luego todos irian con ella juntamente á le besar las
avia alzudo por el Rey, y que estaba pacificamente manos , é obedescer por su Rey ; ó do aqui enco
á su servicio, fueron muy pesantes, no tanto por la mendaron los tratos. En aqueHte mismo tiempo se
pérdida de tan señalada cibdad, mas porque veian alzó la cibdad do Burgos por el Roy á cabsa do Don
que su maldad se iba descubriendo y Ies daban po Pedro de Velasco quo allí estaba , y enviaron sus
co crédito. E asi acordaron de partirse de alH para mensngeros con la obediencia. Entretanto que pen
la cibdad de Avila, disciendo que iban á cercar a dían los tratos, vinieron el Marqués de Santillana
Toledo. Asi fué que ncaesció que en esto tiempo y el Obispo de Sigüonza con sus hermanos ú hacer
por todas aquellas tierras é comarcas , por donde reverencia al Roy ; porque asi como en las adversi
iban , avia grand pestilencia ; é desque llegaron dades lo avian servido bien éfiolmonte, en la pros
una nocho á una aldea, que se dice Cardeflosa, quo peridad so gozasen con él. Los quales fueron muy
OBtá dos leguas do Avila, el Principe se sintió malo bien rescibidou con asaz honra ; porque el Rey con
de una seca, en tanto grado, que luego parescioron los grandes do su Corto los salió á reaecbir, é mos
en él señales de muerte, en tal manera, que no lo tró grand plascer con bu venida, como era razón.
pudieron socar de allí ; donde estuvo por espacio do
quatro dios, cada dia mas nquexado, liaBta quo al CAPÍTULO CXVI.
quinto dia fallcsció, martos cu la nocbo, ú cinco Como venido el Arzobispo de Sevilla con el Irato de los perlados
dias del mes de Julio, año del nascimiento do nues y caballeros de Avila, el Marques de Santillana é sus hermanas
tro Salvador Josit-Christo do mil ó quatrocicntos ó se partieron muy descontentos de la Corle , porque sintieron
sesenta ó ocho nfioa. Pero fué cosa do grand mara que el Itey quería jurar a la InfjiiU su lieruiaua por Princesa.
villa que tres dias antes que muriese, fué divulga Pasados algunos dias después que el Marqués do
da su muerte por todo el Reyno , de que todos los Santillana, y el Obispo de Sigüenza é sus hermanos
perlados é caballeros quo lo seguían , fueron muy fueron venidos á la Corte, vino el Arzobispo de Se
tristes é temerosos. E luego enviaron al Principe á villa oou el trato de los perlados ó caballeros, que
la villa do Arévalo al Moncsterio do Sanct Francis estaban en Avila, en que la suplicaban que pues el
co, donde fué sepultado. Estonces los perlados é Principo Don Alonso su hermano era fallesoido,
caballeros que allí se hallaron tomaron & la Infan quisiese en lugar do él jurar Princesa heredera y
ta Doña Isabel , é fuéronse á mas andar con ella a Buccsora do los Reynos después de sus dias á la In
la cibdad de Avila , dondo se pusieron grandes guar fanta Doña Isabel , su hermana. E puesto que aque
das por todas los partes. llo fuese muy molesta cobu para el Roy, porquo
era contra su voluntad, como ya estaba harto do
CAPÍTULO OXV. muchas congojas é de poco rcpoBO, según su coudi-
Como el B.cy envió a requerir i los caballeros ¿ perlados quo es cion, é tenia grand gana de tornar a su servicio al
taban en Avila, que viniesen a su obediencia. Maestre Don Juan Pacheco, para toner algún des
Luego quo la muerte del Principo Don Alonso canso é reposo, pensando que de esta manera lo
fué Babida , el Arzobispo de Sevilla é los Condes do ternia, sin consultar cosa alguna de ello con los
Plosencia é de Benavente é de Miranda con los otros Mendozas , aceptó de lo hacer ; de que el Marqués
caballeros que en Madrid estaban, tornaron á jurar de Santillana y el Obispo de Sigüenza é los otros sus
é obedescer al Rey por su señor. E asi jurado é obe- hermanos fueron muy descontentos, asi por la men
descido, fué acordado que su Alteza con sus cartas gua del Rey, como por la perdición de su hija, quo
patentes enviase a mandar é á requerir á los perla ellos tenian en rehenes ; é ansi, en son do muy eno
dos é caballeros que estaban en Avila con la Infan jados, se partieron de Madrid para Quadalaxara.
ta su hermana que viniesen a su obediencia; para lo
qual envió al Doctor Garci Lopoz de Madrid, éá CAPÍTULO OXVII.
Rodrigo de Ulloa, y al Licenciado Antón Nuñez de De como la Keyna Dona Juana, que estaba en Alahejos en poder
Cibdad Rodrigo, todos tres del su Consejo. Los del Arzobispo de Sevilla, se soltó de la Fortaleza, y se fui' a
quales Uogados ú la cibdad de Avila, y hecho su Ouylrago dondo estaba su hija.
requiriraiento, el Maestre Don Juan Pacheco res Entretanto que asi estos tratos pendian , la Key
pondió en nombre de todos que ellos enviarían en su na Doña Juana, que contra su grado la avian ile
DON ENRIQUE CUARTO. 179
vado á la fortaleza de Alahejos en poder del Arzo cender 4 la suplicación de sus subditos, é porque
bispo de Sevilla, eetaba muy descontenta por verse los escándalos, é muertes, é robos y daños cesasen,
puesta debazo su mano , é hizo cierto trato con al y las gentes toviesen seguridad é reposo , que le
gunos del Alcayde para que una noche se descolga plascia é lo tenia por bien. Por tanto , que él desdo
se por los aüarbcs. E dada la órdon de como so avia allí la juraba en manos de Don Juan Pacheco, y la
de hacer, vino Luis Hurtado, hijo de Rui Diaz de tomaba por hija, para que después de sus dias ella
Mendoza, á cierta hora diputada para esto , y pues snbeediese y heredase su Reyno y reynase en los
to secretamente ni pié de la fortaleza , la Reyna so Reynos de Castillo é de León. E que rogaba é man
descolgó en un cesto ; é como la soga con que la daba a los perlados é caballeros que alli estaban , y
descolgaban era corta, que no alcanzó hasta el sue á todos los otros del Reyno, que la jurasen é obe- j
lo, los que la descendían, pensando que ya estaba desciesen por Princesa é subcesora suya. Leída la
en el suelo , soltaron la soga, y cayó en tierra ; por carta, propuso luego Don Antonio de Vcneris, ObÍB-
manera, que se lijó un poco en la caro y en la pier po do León, Nuncio é Legado del Papo, é dixo : Que
na derecho. Pero luego que asi cayó, fué arrebata por quanto de aquella concordia é juramento que
da , é puesta eh las ancas do la muía de Luis Hur allí so hacían , se atendia grand paz é seguridad ó
tado ; é asi ó mas andar sin parar, se vino con ella sosiego en los Reynos de Castilla é de León, é se
hasta la villa de Buytrago , dondo estaba su hija. escusaban muchas muertes, robos y escándalos que
Sabido aquesto por el Arzobispo de Sevilla, ovo de lo contrario se podian seguir ; por endo que él
tanto sentimiento, que dió grand priesa en los tra por virtud del poderlo é abtoridad que traia del
tos , é fué concluido que todavía el Rey mandase Sancto Padro Paulo II, relazaba é daba por ningu
jurar á su hermana, para lo qual fueron acordadas nos qualesquier juramentos que antes de aquellos
las vistas entro Cebreros y Cadahalso, ó la venta de sobre aquel mosmo caso fuesen fechos, é los daba
los Toros de Guisando ; é desde alli en adelante el por ningunos, é solamente confirmaba é aprobaba
Arzobispo de Sevilla fué tan enemigo de la Reyna, é avío por buenos los que alli se hacían , para jurar
que siempre trabajó por dostruilla. é obedescer & la Infanta Doña Isabel , que presente
estaba , para tenella por Princesa heredera , é sub
cesora de los Reynos, después de los dias del Señor
CAPÍTULO CXVIII. Rey. Estonces los perlados é caballeros que estaban
De como la Infanta Dolí Isabel fu6 jurada por Princesa y los allí con el Rey, la juraron é obedescieron ; é luego
perlados é caballeros desleales se finieron con ella a obedien el Maestre Don Juan Pacheco, después de tomado
cia del Rey. el pleyto omenage del Rey, él y los que venían con
Después que la contratación fué concluida, fir él y con la Infanta juraron al Rey, é después á ella.
mada é sellada entre el Rey 6 la Infanta ó los per Fecho aquesto , el Rey con la nueva Princesa su
lados é caballeros que la seguían, para que fuese hermana y heredera, se fueron juntos aquella no-
jurada y obedescida por Princesa, el Roy se partió cho á Cadahalso con toda la caballería que los acom
de Madrid paro Cadahalso, y fueron con él el Ar pañaba, salvo el Arzobispo de Toledo y el Obispo de
zobispo de Sevilla, é los Condes de Plasencia é Be- Burgos y el de Coria, que se tornaron á Cebreros.
navente ó Miranda , é los otros do su Consejo é oa- Poro el Arzobispo de Toledo desde alli quedó que-
balleroB de la Corte ; y la Infanta Dofia Isabel se xoso é mal contento , porque pensaba qno la Prin
partió de Avila para Cebreros, é fueron con ella el cesa avia de estar siempre debaxo de su mano ó
Maestre Don Joan Pacheco, é Don Alonso Carrillo, guarda ó gobernación , é desque vido que aquello le
Arzobispo de Toledo , é Don Luis Acuna , Obispo de fué quitado, fuése á Yepes, donde estuvo grand
Burgos, Don Iñigo Manrique, Obispo de Coria con tiempo.
los otros caballeros é gentes que la seguían. E asi
venidos, otro dio siguiente lunes de mañana, que
ee contaron diez é nueve días del mes de Septiem CAPÍTULO CXIX.
bre, año de nuestro Salvador Jesu-Christo de mil De como el Rey é la Princesa so hermana se faeron i aposentar
6 qnatrocientos é sesenta ó ocho años, el Rey con a Casa-Rubios, y desde allí se fnerón el Rey y el Maestre i Ras
los perlados é caballeros que le acompañaban, salió caría ; y enriaron a mandar i Pcdrarias ó al Obispo sn herma
no que se saliesen de la cibdad de Segovia, é se salieron.
al campo cerca de la venta de los Toros de Guisan
do ; é por la otra parte salió la Infanta Dofia Isabol Otro día siguiente, después que ovieron reposado
con los perlados é caballeros que la seguían. Donde aquella noche, el Roy é la Princesa se vinieron jun
asi convenidos con otras muchas é diversas gentes tamente á Casa-Rubios , donde reposaron algunos
que allí se juntaron, que vinieron á mirar aquella días ; é fué acordado que la Princesa se quedase
solemnidad , mandó el Rey leer una carta patente, alli con toda la Corte, y el Rey y el Maestre con
en que desoía : Que por quanto los perlados é caba poca gente se fueron para el Pardo, é desde allí pa
lleros que allí estaban , lo avian suplicado por el ra Rascafria. Donde llegados , enviaron luego á
bien de la paz é concordia de sus Roynos é señoríos, mandar á Pedrarias de Avila é al Obispo bu herma
quisiese mandar jurar por Princesa heredera é sub- no que se saliesen de la cibdad de Segovia é la de-
cesora suya & la Infanta Doña Isabel su hermana, xasen libremente ; lo qual ellos hicieron luego con
que alli eetaba presente , que él queriendo condes tra todo su grado, mas arrepentidos que contentos
180 CRÓNICAS DE LOS REYES DE CASTILLA.
por lo que contra el Rey avian fecho ; por manera, tidad del Papa Paulo II. E de como asi lo descia,
que quanto fué grande el plascer que sintieron de lo demandaba por testimonio para en guarda é fa
averia mandado ó gobernado ocho meses, tanto fué vor del derecho do su parte. Donde fecho su reque
mayor la tristeza que sintieron de perderla , para rimiento é apelación, se partió á mas andar sin de
nunca recobrar la gloria que perdieron por su in tenerse un solo punto. E puesto que la Princesa
sulto cometí Jo. ¡O quánto se pnedeu alegrar los Dofia Isabel supo todo aquello, túvolo por cosa
que de las tales erradas son libres , los que nunca vana.
ensuciaron sus personas, ni oscurecieron su linage
con semejante fealdad I y ¡ quanto deben llorar sus CAPÍTULO CXXI.
infamias los que con tan deshonesto apellido, é Como el Re; é la Princesa su hermana se fueron a la tilla de Oca.
abatido nombre Be quisieron señalar, para quedar Da, é las cosas que alli suceJieron.
envilecida su fama é deshonestada su memorial Luego que el Rey fué llegado i Casa-Rabios,
Estonces el Rey hizo merced de los oficios de Sego- donde la Princesa su hermana lo estaba esperando,
via con la gobernación de ella á su Mayordomo An fué acordado que se fuesen ála villa de Ocafia, don
drés de Cabrera, que desde allí comenzó á prosperar de reposaron grand tiempo. E como el Maestre Don
ó subir en grand favor ; pero el Alcázar por eston Juan Pacheco sabia que el Marqués de Santillana,
ces se quedó en poder de Don Juan Pacheco. Des é el Obispo de Sigüenza, é sus hermanos é asi mes-
pués que la cibdad quedó muy asosegada por el mo Don Pedro de Velasco bu cufiado, se avian par
Rey con grand contentamiento de todo el pueblo, tido muy descontentos de Madrid, á cabsa de la
quisieran que el Rey se fuera luego allá, salvo que subcesion que se avia dado á la hermana del Rey,
avia grand pestilencia en ella ; pero anduvo por allí porque ora en perjuicio do la sefiora, que ellos te
algunos dias á monte, é tornóso luego para Casa- nían en su guarda y rehenes, procuró de se ver con
Rubios, donde la Princesa lo atendía. ellos, asi por aplacar su indinacion , como por te
nerlos en afición y en amistad. E asi concertadas
CAPÍTULO CXX. las vistas para un lugar que se dice el Villarejo,
que es do la Orden de Santiago, salió el Maestre y
Codo la (lerna Dona Juana envió i Intimar en nombre de tn bija el Arzobispo de Sevilla y el Conde de Plasencia ; de
ana apelación ante el Obispo do León, Nuncio ¿ Legado del la otra parte vinieron el Obispo de Siguenza ó Don
Papa- Pedro de Velasco; y juntados, fué acordado entre
Entretanto que estas cosas subcedian é las dispo ellos que la hija del Rey casase con el Principe de
nía la divinal providencia de Dios con su infinito Portugal, é la Princesa Doña Isabel con ol Roy do
poder, sin quo los sosos humanos puedan conosce- Portugal , que OBtaba viudo ; é condicionalmente
llo ni mucho menos sentillo, la Reyna Dofia Juana, que si el Rey do Portugal no oviese hijo varón en
que estaba en Buytrago con su hija, luego que su la Princesa Dofia Isabel, y el Principe lo oviese en
po como la Infanta DoSa Isabel ora jurada por la Sefiora Dofia Juana, hija del Roy, que ellos sub-
Princesa, fué muy triste, asi por la deshonra que do cediesen en Iob Reynos. E acordado aquesto entro
ello le venia , como por la perdición de su hija con ellos, determinaron que para la conclusión de todo
tal vituperio. De que á la verdad, hablando sin afi aquesto el Rey en persona oviese de ir á verse con
ción ó sin pasión , grand culpa é cargo so le debe ol Rey de Portugal, é que la Reyna Dofia Juana
dar ; porque si mas honestamente ella viviera, no fuese con él á las vistas. Pero temiéndose ella quo
fuera su hija tratada con tal vituperio. Estonces, la dexarian en poder del Rey de Portugal su her
ávido su Consejo , hizo ciertas protestaciones en mano, para nunca tornar a Castilla, denegó la ida ;
nombre de su hija, é hechas, dió su poder bastanto porque sabia que el Arzobispo do Sevilla era su ene
¡i Luis Hurtado do Mendoza para que en nombre migo, é trabajaba quanto podio su destruyeion, a
suyo é de su hija fuese á Cosa-Rubios, donde esta cabsa de avorse salido de Alahejos. E puesto que
ba el Nuncio Apostólico del Papa, delante del qual aquestas cosas asi pendian y se concertaban, la Prin
hizo su apelación extrajudicial, disciendo : Que por cesa Dofia Isabel jamás tuvo propósito ni voluntad
quanto él como Nuncio é Legado de la Sede Apos de casarse con el Rey do Portugal, ni para esto ja
tólica avia fecho una absolución de ciertos jura más quiso dar su consentimiento ; pero ni por eso
mentos do la subcesion de los Reynos de Castilla é el Rey ni el Marqués dexaron de lo insistir! Y el
León, é revocando aquellos, avia mandado hacer Maestre escribió al Roy de Portugal que debia de
otjos de nuevo, lo qual todo era en daño é perjuicio enviar sus Embaladores , pensando quo en aquoBlo
de la Princesa Doña Juana, hija del Rey é de la medio tiempo pudieran convencer á la Princesa que
Reyna Dofia Juana bu muger, que él en nombre de viniese en ello.
la dicha Princesa Dofia Juana , é por virtud de los
poderes quo para ello tenia, é traía de la Reyna CAPÍTULO OXXll.
Dofia Juana su madre, asi como su tutora, apelaba
do todo ello una é dos é tros veces según forma de Como el Rey se salid a ver con el Obispo de Sigüenia e cou Don
Pedro de Velasco i la burea de Oreja é los iruio a la Corle.
derecho, protestando que todo ello fueso en si nin
guno y de ningún valoré ofocto, ó de Be quexnr Quanto quiera que el Obispo de Siguenza é Don
dél como de injusto juez é parcial delante su San Pedro de Velasco se vieron con el Maestre Don Juan
DON ENRIQUE CUARTO. 181
Pacheco y con el Arzobispo de Sevilla y Conde de ron alteraciones é bullicios en el Reyno, con poco
i'lasoncin, sieinpro mostraron estar descontentos reposo é menos descanso do su Real persona. En este
por ol juramento hecho á la Princesa Doña Isabel medio tiempo murió Don Juan de Guztnan, Duque
de la snbccsion del Royno ; porque el Marqués de de Medina Sidonia é Conde de Niebla, ó subcedíó en
Santillana y olios favorecían é ayudaban quanto ol Señorío Don Enrique de Guzman , su hijo bas
podian á la hija del Rey, que ellos tenian en su po tardo.
der ; á cuya cabsa el Maestre Don Juan Pacheco
avia fecho jurar á la Infanta , no solamente para CAPÍTULO CXXIV.
abazar el partido de la casa de Mendoza, mas por
que las dañadas obras suyas con algún falso color De como el Rey turo las fiestas de Navidad en Ocafta, t lo que
se encubriesen, en tal manora, que jamás daba allí sabeedid. .
conclusión en cosa alguna. Verdad es, que quando Quando quiera que algunas novedades se hacían
los de Mendoza vieron que la Reyna Doña Juana por el Reyno, señaladamente en el Andalucía, nun
no quiso ir á las vistas de su hermano el Rey de ca el Roy se movió de su villa de Ooafia, donde es
Portugal según que so avia concertado , ellos que tuvo algún tiempo, é allí tuvo las fiestas de Navi
daron descontentos dolía, y poco ganosos de la ayu dad con alguna manora de plascer, aunque no muy
dar á ella ni á su hija , segund que después pares- contento, segund el suceso de las cosas mas adver
ció, puesto que mostraban lo contrario por el inte sas que prósperas. Pero con todo, pasadas las fies
reso que de allí se les seguía. Estonces el Roy, vis tas, mandó llamar á los Procuradores de las cibda-
tas las dilaciones y el poco fruto que de ollas re des ó villas del Royno, asi por consultarles las co
dundaba en su servicio, acordó de irá vistas con el sas do la gobernación de los pueblos, como para el
Obispo de SigUenza é con Don Pedro de Velasco ; é bien de la justicia. E puesto que todos obedeciendo
vistos, fué determinado á consentimiento del Maes vinieron al llamamiento del Rey, los del Andalucía
tre que el Rey ayudase é favoreciese de secreto á denegaron su venida, porque las mas de las cibda-
su hija, sin que la hermana lo supiese ni el Arzo desde ella estaban aun alteradas, sin averie envia
bispo de Sevilla. E asi acordado , con aquesta segu do la obediencia, é los Grandes que en ellas vivian
ridad, se vinieron con ol Rey á Ocafla, para andar las hacían detener , no tanto por lo que al sorvicio
en la Corte ; donde venidos, paresció en alguna ma del Rey tocaba, quanto por la enemiga que tenian
nera que las cosas iban en son de mayor paz é so con el Maestre Don Juan Pacheco, vistas sus formas
siego. interesales ó conocidas sus cabtolosas astucias, quo
con todos traía con poca honra del Rey y menos
CAPÍTULO OXXIII. precio del Reyno; en tal guisa, que ninguna con
clusión de paz ni sosiego se tomaba. E no solamen
Do como algunos Señores Grandes riel Rcjno quedaron descon te aquesto ; pero la Princesa su hermana parecía
tentos del» estreeba amistad del Rey con el Maestre Don Juan tomar algunos siniestros contra su grado , porque
Pacheco.
de secreto trataba de casarse con el Principe do
Después que la hermana del Rey fué jurada por Aragón, Rey de Sicilia ; á cabsa de lo qual denegó
Princesa, el Rey se conformó con el Maestre Don el casamiento del Rey de Portugal que le trataban,
Juan Pacheco para estar á su gobernación ; pero los segund que adelante será recontado, de que el Rey
otros Señores ó Grandes del Reyno, asi los de Castilla estaba muy sentido, en tanto grado , que determinó
y dol Reyno de León, como de Andalucía, queda de tornar sobre la hija, é ayudarla para que subce-
ron muy descontentos y quezosos, asi [por la poca diese ella y no la hermana. Verdad es que sogund
quotita que se avia fecho de ellos en el jurar de la la deshonesta vida de la Reyna Doña Juana bu mu-
hermana, porque no fueron llamados, ni consultados ger, fué grand sospecha en los corazones de las
para ello, como porque el Rey tan estrechamente so gentes sobre la hija que avia, ca muohos dubdaron
avia juntado con ol Maestre Don Juan Pacheco, ser engendrada de sus lomos del Roy, por donde
aviéndole sido tan duro enemigo, á cuya cabsa tan nasció toda la novedad de la snbccsion. Pero ni por
tos males é trayciones avian sido contra el Rey. Los eso el Rey jamás la denegó por su hija, antes en
qnales mny sentidos de todo esto, se confederaron público y en secreto siempre afirmó ser suya, é la
con el Arzobispo de Toledo, dando al Rey sus que tovo por tal, puesto que desamaba mucho á la Rey
rellas del Maestre; é cada uno por si le enviaba sus na, é la tenia en tanto aborrecimiento, que no so
tratos. Mas como el Rey estaba determinado de te curaba della. E asi escritas ciertas cartas de su pro
ner al Maestre Don Juan Pachoco en su compañía, pia mano, una para el Papa Paulo, en que lo supli
y estar á su gobernación é consejo, jamás quiso dar caba con grand instancia que no confirmase la
orejas á sus tratos, asi por parte del Arzobispo, co subcesion de los Reynos á la hermana , salvo sola
mo de los otros caballoros ; por manera que siempre mente á su hija Doña Juana, otra para bu Procura
cresció en olios mucho desgrado y poco amor de dor en Roma, quo con diligencia solicitase con el
servir y seguir al Rey, visto quan vergonzosamen Papa que no consintiese en lo concortado, otra para
te se avia someti Jo á la gobernación del que con el Rey de Portugal, que él asi inesmo escribiese al
tantos vituperior. lo avia deshonrado, solo por se fa Papa sobre ello ; é asi escritas, mandó á mi que se
cer Maestre de Sanetiago, á cuya cabsa nunca falta creta é disimuladamente me partiese é las llevase á
182 CRÓNICAS DE LOS REYES DE CASTILLA.
la Royna su muger, quo estaba en Buytrago con la pacifico en su Macstradgo, porque el Papa gelo avia
hija, para que luego enviase á Roma á mas andar confirmado , suplicó al Rey que le diese ol título de
persona diligente que lo supiese negociar*. Dondo Marqués de Villeva á su hijo primogénito Don Diego
yo llegado, so dio tal ordenamiento, que luego on López Pacheco. E asi dado, casó con la Condesa do
la hora so partió un meusngero para Roma, ó otro Sautistovan, hija del Condo Don Juan de Luna, é nie
para el Rey de Portugal. E puesto que muy oculta ta del Maestre Don Alvaro de Luna, la qual tenia en
mente llegué á Buytrago de noche, y me partí antea su poder desde que Don Juan de Luna fué preso ó
del dia, luego fué sabidor de ello el Arzobispo de destruido. E desde alli adelante el estado del Maestro
Sevilla, de que ovo mucho enojo porque desamaba Don Juan Pacheco se mostró de mayor grandeza é
mucho á la Roy na, tanto que procuraba su destrui- pujanza sobre los otros SeBores del Rcyno. Aunquo
cion é quena estorbar si pudiera lo que el Rey tenia hablando la verdad sin pasión , pues de aquella to
gana ; salvo que el Maestre Don Juan Pacheco avia dos deben ser amigos, y no de lo contrario, no pue
sido en aquel trato, é lo plascia mucho de ello ; por do pensar ni sentir de aqueste grand caballero su
manera que el mal propósito del Arzobispo no huvo bido en tan alta cumbre por formas tan disolutas,
lugar de hacer mal á la Royna. que tan alto pudo ser el estado ó señorío que asi
procuró tenor y alcanzar, que acordándose del pago
CAPÍTULO CXXV. que dio á quien lo hizo de nada, é como deshonró á
quien lo subió en tanta grandeza, que no se aver
De como el Re; se partió de Ocafla muy descontento, ¿ se fue a gonzase de si mismo, é no le remordiese su con
Madrid con muy poca gente, y entregó el Alcázar con los leso-
ros a su Mayordomo Andrés de Cabrera. ciencia, é lo acusasen sus culpas de la gravo mal
dad cometida contra quien mas debiera servir quo
Como el Rey avia determinado de ayudar á favo destruir, para quo nunca presuman sus huesos allá
recer el partido de su hija, á cabsa de los desgrados dó yacen , de gloriarse que fué criado leal á su Rey,
que tenia do la Princesa su hermana, partióse de ni fiel servidor á su Señor ; ca por él no Bolamente
Ocafia muy doscontento, é fueso á Madrid con muy fué perseguido é avergüenzadó , mas la caballería
pocos de los suyos. Dondo llegado, halló que Juan del Reyno hizo tornar en tratos de tiranía , é la cla
Fernandez 0 al indo , alcayde del Alcázar, estaba ra nobleza en cobdicia desordenada. El en su vida
muy malo en peligro do la muerte ; é como él ora abrió la puerta do la traycion á los malos, ó quitó
leal caballero é Hervidor ñcl, temiendo que por su ol voló do la la vergüenza ó los traydorcs. Asi quo
muerte no so siguiese algún enconvinicnto en el ni viviendo se pudo llamar varo.i de limpia fama,
servicio del Rey, suplicólo con grand instancia quo ni en la muerto digno do rica memoria.
pusiese otro alcayde, porque sus tesoros ú joyas es
tuviesen á buen recabdo. Entonces ol Rey, con CAPÍTULO CXXVII.
acuerdo é consejo del Maestro Don Juan Pacheco,
mandó dar el Alcaydía á su Mayordomo Andrés de De como el Rey de Portugal envió sus Embaladores al Itcy, para
tratar su casamiento con la Princesa Dolía Isabel, t ella uo
Cabrera ; por donde comenzó do subir en estado, é quiso.
llegó después á sor grand señor, porque de allí ade
lante cabia en los mas secretos consejos del Roy y Como ol Maestre Don Juan Pacheco avia envia
del Maestre, según la grand parte que tenia en la do al Rey de Portugal sus mensageros , para quo en
voluntad de entrambos. En aqueste medio tiempo viase Etnbaxadores d contratar ol casamiento suyo
acaesció que Don Diego de Quinónos, Conde de Lu con la Princesa Doña Isabel , é como aquello ora lo
na, á trato secreto do uno que se llama Alvar Qarcia, quo el Rey de Portugal deseaba, envió al Arzobis
vecino déla cibdad de León, vino una noche á hurtar po do Lisboa y á otros dos caballeros muy princi
lacibd.id do León é alzarse con ella por los caballe pales de su Corto con grandes poderes para concer
ros enemigos del Rey y del Maestre Don Juan Pa tarlo é concluirlo. Pero desque la Princesa Doña
checo ¡ pero como la traycion fué descubierta, antes Isabel supo que venían sobre aquello, envió á des-
que el Conde llegase, fué preso el traydor é justicia cir al Rey quo lo suplicaba que no entendiese de ca
do, por donde la traycion no pudo aver efecto. Des sulla con el Rey de Portugal ni so lo mandase, por
pués que el Rey ovo entregado el Alcázar al Mayor que ella en ninguna manera entendía de lo hacor
domo Cabrera, é reposado al I i por algunos dias ¡i ni consentir on ello ; de que ol Rey no solamonto
su plascer , yendo é viniendo del Pardo, el Maestre quedó alterado ó sentido, mas enteramente ganoso
Don Juan Pacheco, é los otros Perlados é caballe de llevar á conclusión su propósito oomenzado de
ros que estaban en la Corte, le onviaron á suplicar favorecer é ayudar á su hija, para dcxalle la subce-
que se fuese á OcaBa, lo qual hizo contra su grado. sion de los Reynos. Mas bien podemos aqui docir é
traer á propósito aquel antiguo proverbio que dice :
CAPITULO CXXVI. Proponen los hombres , é Dios dispone lo quo quie
Como ol Maestre Don Juan Pacheco dio el titulo de Marqués de ro ; porque quanto el Rey y el Maestre trabajaban
Vlllena i Don Diego su hijo , 6 lo casó con la Condesa ile San- con diligencia por desheredar á esta Señora , tanto
tlstevan. la divinal Providencia disponía y ordenaba lo con
Luego que el Rey fué tornado á la villa de Oca- trarío , para quo ella subcediese, según se mostró
fia, como ya el Maestre Don Juan Pacheco se vido por la obra, quando el Bey pasó de esta vida. E
DON ENRIQUE COARTO. 183
puesto quo todos loa Grandes quo por estonces es gidos, ó que aquello decían por el Maestre Don
taban en la Corto , negociaban con ella para quo Juan Pacheco é otros algunos de los que con su
quisiese lo qne el Rey queria, jamas la pudieron Alteza venian. Estonces el Maestre, oyda la res
'convencer, en tal manera, que vista su voluntad, é puesta del Condestable, acordó de quedarse allí en
como nunca se mudó de aquel propósito , fué acor Osuna , é el Rey se fué de Jaén ; donde llegado , el
dado que el Arzobispo de Lisboa é los otros caba Condestable le salió á rescebir con mucha gente de
lleros Embajadores que con él venian los aposenta á caballo. E al tiempo de la entrada de la cibdad él
sen en una aldea que se llama Cienpozuelos, donde se puso de la parte de adentro , y en entrando el
estuvieron veinte dias. Y aposentados, salió el Rey Rey, dixo al Obispo de Sigüenza que iba junto con
á verse con ellos á la barca de Oreja, é vistos, man él : «Entrad vos, leal perlado, merecedor de mucha
dó que se viniesen á Ocaña, donde fueron muy bien nhonra, que vos y vuestro linaje servistes siempre
rescebidos é festejados por el Maestrd Don Juan »é seguistes al Rey mi Señor como noble é de lim-
Pacheco. Estonces el Arzobispo de Lisboa é los npia sangres; y en pos del dexó entrará los del
otros caballeros Embajadores, tomada licencia del Consejo , é á los criados é continos servidores del
Rey, se despidieron é se fueron sin conclusión nin- Rey. E como Rodrigo de Ulloa fuese para entrar,
í~guna de su embaxada ; y el Rey, vista la voluntad púsole el quento de la lanza á los pechos , discien-
de la Priucesa su hermana, mandó quo los Procura- dole : «Teneos vos allá fuera, Rodrigo de Ulloa;
' dores del Reyno so partiesen sin juralla por Priu- »que la cibdad de Jahen no suele acoger á los tray-
ju;sa , é so fueron ¿ sus casas. ndores, sino á los que fueron leales al Rey mi So-
tnom ; é asi mesmo avergonzadamente le mandó
CAPÍTULO CXXVIII. dar con la puerta en el rostro , é dexallo fuera. E
luego tomó el Rey muy alegremente , é llevólo á
De como el Rey se partió para Andalucía , é dexó a la princesa su aposentar en su casa con la mayor fiesta quo pudo,
hermana en Oran a hasta que él tornase , é de lo que subcedió é todos los otros fueron muy bien aposentados ; y
de su ida, 6 de la quedada de su hermana.
estuvo el Rey aposentado allí por el espacio de ocho
Oomo el Roy sintió el mal propósito de los caba dias mucho á su plascer. Pero como ya se goberna
lleros del Andalucía, que no daban lugar, ni con ba por el Maestre Don Juan Pacheco, luego que lo
sentían que las cibdades donde ellos vivian se alza onvió á llamar, se partió de Jahen para Osuna.
sen por él ni fuesen á darle la obediencia que de
bían , determinó de ir allá, é mandó que el Conde de CAPÍTULO OXXIX.
Den avente é Don Pedro de Velasco quodaBcn por
Vireyes en Valladolid , é con ellos el Presidente é Como el ttej ruó con gente sobre Córdoba, ¿ lo que allí subcedió.
Oidores de la Cnancillería. Pero antes que so par Venido el Rey á Osuna, estuvo allí tres días, é
tiese, rogó á la Princesa su hermana que se queda desde allí se fué á aposentar á Castro del Rio, don-
se allí on Ocnfia, é que no dispusiese de su persona do falló á Don Pedro de Córdoba, Conde de Cabra,
ninguna cosa fasta que él tornase del Andalucía, é é á sus hijos con su hierno Martin Alonso, Señor de
que en tornando, se entendería en su casamiento, Alcabdete, con mil de á caballo, que atendían su
como ella fuese contenta, é ella dio su palabra de venida á guisa de leales servidores , de que el Rey
lo hacer asi. Estonces el Rey se partió, é fueron con fué muy contento. E asi venido allí, fué acordado que
"óleTMaestre Don Juan Pacheco, y el Arzobispo do fuese sobro Córdoba, porque Don Alonso do Agui-
Sevilla, y el Obispo de Sigüonza con los otros de lar estaba dentro contra el servioio dol Rey, é no
bu Consejo y Corte ; y el Arzobispo so quedó enfer consontia quo la cibdad so alzase por él. Verdad es
mo en Cibdad-Real, donde estuvo por algún tiem que aquello se hacia con grado é consentimiento
po curando su dolencia, é procurando do su salud. del Maestre Don Juan Pacheco , porque Don Alon
E el Rey continuó su camino hasta la villa de Osu so avia sido siempre con él en las turbaciones pasa
na, donde llegado , acordó de ir á la cibdad de Ja- das , é á esta cahsa estaban entramos muy confor
hen, y asi envió allá sus aposentadores. Y como el mes , puesto caso que la demostración era por el
Condestable Don Miguel Lucas de Iranzo tenia contrario. Pero ni por eso dexó el Rey de ir á po
aquella cibdad por el Rey, y avia sido siempre leal nerse sobre la cibdad , é puesto , el Maestre Don
y fiel en su servicio, vistos los aposentadores, y leí Juan Pacheco en son de tratante , quiso entrevenir
da la carta que el Rey le enviaba, respondió que en la concordia ; é fué la conclusión que ol Rey
aquella su leal cibdad de Jahen avia estado siempre diese cierto juro situado á Don Alonso ; é asi dado
y estaría á su servicio ; é de la venida de su Alteza é confirmado, entregó la cibdad al Rey. El quol
no solamente todos eran alegres é muy contentos, rescibidocon mucho placer del pueblo, estuvo allí
mas deseosos de ver su Real Excelencia ; é que aii algún poco de tiempo hasta pasada la fiesta de
él y todos elloB juntamente le suplicaban se fuese Corpus Christi ; y estonces el Rey mandó á Don
luego á su cibdad con sus leales servidores ; pero Alonso que dexase el Alcázar é las puertas de la
quo le podían por merced ó requerían con mucha cibdad, ol qual lo hizo asi ; é dexadas, el Roy se
humildad que no llevase consigo á los traydores apoderó de todo ello. E visto como el Conde do
que tan malamente lo avian deshonrado é perse Cabra y Don Alonso de Aguilar estaban muy ene
guido, porque en ninguna manera serian allí aco migos á cabsa de las turbacionos pasadas, é qne
184 CRÓNICAS DE LOS BEYES DE CASTILLA
el Conde de Cabra avia sido leal, é no Don Alon grand conformidad, el Rey de Francia le fué con
so, el Rey, queriendo quitar la enemistad entro trario, ayudando al Rey Don Juan de Aragón ; y
ellas, mandó que fuesen amigos ; é tornó el Algua- no solamente aquesto, mas quando el Roy se fué á
cilado Mayor de la cibdad é la Tenencia del Al ver con él á Fuonterrabia, é puso aquel debate eu
cázar al Conde de Cabra, por quanto aquello ora sus manos, dio una sentencia en que en todo Be mos
suyo, ó de sus antepasados. Pero puesto que los hizo tró mas contrario que buen amigo , en tal manera,
amigos, aquella paz no quedó muy raygada en que no Bolamente el Rey quedó perdidoso, mas
Don Alonso, segund lo que á cabsa suya subcedió. amenguado, de que estaba muy sentido ó quexoso,
E fué quocomo cada uno do ellos oviese tomado asi do su falsa hermandad, como de las cabtelosas
algunos lugares do la cibdad de Córdoba, y estu formas quo contra él avia tonido. E por esto deter
viesen apoderados de ellos como do vasallos sala- minó do le quitar la antigua hermandad que estaba
riegos, quanto quiera quo por diversos ó diferentes entre los Reynos; é confederándose con el Rey do
respectos, porque el Conde, é Martin Alonso los Ingalaterra, hizo su paz ó alianzas con él ; é fechos,
avian tomado , guerreando contra la cibdad , quan- mandó que los naturales de sus Reynos desde allí
do era traydora, como leales servidores del Rey; adelante ayudasen á los Ingleses contra los Fran
el Comió de Cabra tenia á Castro del Rio , ó Mar ceses, do que el Rey Luis é los do su Reyno rosee-
tin Alonso á Monto ro, de quo el Rey les avia fecho bian no solamente daño mas grand pérdida ; porquo
merced ; é lo que Don Alouso usurpaba, fuó como los mercaderes do Castilla no iban i Francia con
parcial á los traydores, é uno de ellos con feo color sus mercadurías. E por esto, viendo los inconve
é apellido. Pero como aqueste tuviese tanta parte nientes que de aquello se le soguian, envió por Em-
en la voluntad del Maestre , confiándose en aquella, baxador al Cardenal Atrabatcnsis, é con él otros
visto que él no podia quedarse con lo quo asi avia ciertos caballeros. El qual, como llegó á Córdoba,
usurpado, desirviendo al Rey, queriendo dallar al fué rescobido por el Rey, ó por los grandes del Rey-
Conde é á Martin Alonso , para que no gozasen de no que estaban en la Corte cou grand solonidad se
los lugares que posoian, secretamente movió la co gund que á tal persona pertenescia. E asi rescobi
munidad á que viniesen reclamando ante el Rey do, fuele dado singular aposentamiento; é luego
que mandase dexar á todos los caballeros lo que te otro día siguiente el Rey le dio audiencia en la Igle
nían do la Corona Real. Donde el alboroto del pue sia Mayor en la Capilla de los Royes ; é como aquel
blo fué tal, quo al Conde do Cabra ó & Martin Alon Cardenal era grand letrado , propuso en latin por
so los fué necesario desistirse do los tugaros quo espacio do una hora largamente E el comienzo do
asi tenían, ó también Don Alonso ; los qualea en las su oración fué un dicho del Apóstol Sanct Pablo,
manos del Rey hicieron pluyto omenago que donde que dice : Fecho soy á todos toda cosa ; y eu fin
á ciertos días los dexarian libres y desembargados concluyó que el Ruy uo avia podido desfacer la
para el Rey. Fecho ansi el omenage , y renunciadas hermandad de Castilla y de Francia ; porque aque
las meroedes, el Conde de Cabra y su yerno Martin lla era fecha de gente á gente , é de reyno á reyno,
Alonso quedaron, no solamente descontentos, mas é de Rey á Rey , en perpetua confederación é paz
muy quoxosos, visto que el Rey a cabsa del Maes inmutable ; é que por tanto él de su parte suplica
tre Don Juan Pacheco favorescia á los traydores, ba, y en nombre do su Rey rogaba é pedia quisiese
é maltrataba á los leales, que tan bien é fielmente tornar en su graciosa hermandad é amistad , por
lo avian servido ; de que sin dubda fueron muy al que aquello que sus antepasados guardaron é man
terados, de tal forma, quo estando el Rey otro día tuvieron en los dias de ellos, no se perdiese. Aca
siguiente en el Monesterio de Sanct Gerónymo, que bada su habla , el Roy se apartó con el Maestre de
está una legua de la cibdad , ellos se partieron ace Sanctiago é con ol Obispo do Sigüenza é con los
leradamente sin tomar licencia del Rey, é se fueron otros de su Consejo que allí estaban , é mandó al
á sus tierras , de que grand parte de la cibdad fué Obispo de Sigüenza é á Don Pedro de Velosco que le
muy escandalizada, é mostró sentimiento mormu dixosen como él estaba contento de su habla, y so
rando é disciendo palabras mas feas que honestas. bre aquello avrian su acuerdo é le mandarían res
Estonces envió el Rey á Don Lorenzo de Figueroa, ponder. E después de ávido bu acuerdo é delibera
Vizconde de Toríja, para que hablase con ellos, y ción con ol Maestre Don Juan Pacheco, por cuyo
los aplacase ; pero aquesto aprovechó poco , porque querer se guiaba el Rey en todas las cosas, espe
la enemiga quedó tan arraygada entre el Conde de cialmente en aquello, porque el Maestre era entera
Cabra é Don Alonso, que de allí se siguieron algu mente del Rey de Francia, é á su respecto era veni
nos inconvenientes que adelante serán recontados. da aquella ombaxada , fué acordado de aceptar la
hermandad de Francia é dexar la confederación
CAPÍTULO OXXX. del Rey de Inglaterra , é publicar guerra cou los
Como el Cardenal Atrabalentla vino por Embalador del Rey Lola Ingleses. Aquesto siu dubda paresoió cosa muy fea,
de Francia, a eonarmar la pas y hermandad entre Canilla 6 porque sin necesidad alguna que por estonces tu
Franela ; porque el ltey se aria confederado con el Rey de In viese de la casa de Francia, sin averie errado los
glaterra , dexando el amistad de Francia.
Ingleses, tan presto hicieron al Rey quebrantar su
Al tiempo que el Principadgo de Cataluña so al palabra. En aquesto modio tiempo murió Don Frey
ió por el Rey, y se levantaron pendones por él en Lope do Barrientes, Obispo de Cuenca, é fué dado
DON ENRIQUE CUARTO. 185
el Obispado á Don Antonio de Veneris, Obispo de Córdoba, por aver algún concierto con el Conde de
León , y el Obispado de León al Doctor Vcrgara, Cabra, que estaba muy quezoso del y del Maestre
Procurador del Rey en la Corte Romana. Don Juan Pacheco, donde so estuvo por espacio de
quatro días; ó desdo allí so fué á Écija, é mandó que
CAPÍTULO CXXXI. el Maestre y el Obispo de SigUenza quedasen allí
De como la Princesa dofia Isabel se partió de Ocafla sin licencia para aplacar al Conde de Cabra y concluir la paz
del Rey, é se fué a la lilla de Madrigal, é lo que después sub- entre él y Don Alonso de Aguilar. Llegado el Rey ú
cedld. Écija, fué rcBcebido con mucho amor ó plascer dol
Entretanto que las cosas asi pendían y se ordena pueblo, é mucho mas por Don Martin de Córdoba,
ban, mas al querer dol Maestre, que á la honra ni hijo del Conde de Cabra, que la tenia como Alcaydo
provecho del Roy , la Princesa Doria Isabel su her é Gobernador della, á quien todos los vecinos é mo
mana se partió de la villa de Ocaña , donde el Rey radores de aquellacibdad amaban é querían mucho.
la avia rogado que esperase su tornada del Andalu Pasados algunos pocos de dias después que el Rey
cía. E asi partida, sé fué derecha a la villa do Aré- llegó alli, mandó á Don Martin quo desáselas puer
valo, pensando averia de su mano por ciorto trato tas y el corregimiento de lacibdad é de la justicia;
que tenia con el Alcoyde que allí estaba por el Cun é dezado, fué dado al Doctor Garci- López de Ma
de de Plasencia, á quien avia sido empeñada por el drid, que era uno de los de su Consojo. Después quo
Principe Don Alonso é por los perlados ó caballeros el Maestro y ol Obispo de Sigüenza dieron asiento é
qiio estaban de su partido quando le alzaron por concordia entre ol Conde de Cabra é Don Alonso de
Rey. Poro aquel trato fué descubierto, é preso el Al- Aguilar, viniéronse ó Écija; donde venidos, como
caydo ; por manera, que su entrada en la villa no las cosas del Maestre eran fundadas sobre su propio
pudo ser ; é ansi, desdo allí se posó á Madrigal, don- interese, é sobre aver por bien la deslealtad que con
do estuvo por algunos días. Notilicada su partida al tra el Rey se avia fecho, hizo que el Rey quitase la
Rey, quedó muy alterado contra ella, porque sintió tonenoia de la fortaleza á Don Martin, é so fuese
quo todavía so queria casar con el Rey do Sicilia, de la cibdad. E porquo no paresciese que desnuda
Principe de Aragón, de quien estaba sospochoso mente lo echaba, trató como le diese cierto juro sin
por la enemiga quo estaba entre el Rey de Aragón efecto ; é asi desapoderado de la fortaleza, luego
su padre y él sobre lo dol Principadgo de Cataluña; fué entregada á Don Fadriquo Manrique con los
é tenia róscelo que aquel casamiento serla cabsa de oficios é puertas do la cibdad. De aquesta novedad
mayores onconvinientes é peligros do su vida. E todos los del pueblo, grandes é pequeños, fueron
por esto fué acordado en su Consejo quo aquel Car- muy tristes ó descontentos, en tanto grado, que des
dpnal embaxador que alli estaba y ol Arzobispo do dan públicamente ser arrepentidos ó pesantes, por
Sevilla oviesen de ir á ella é requerilla quo no se que avian sido leales al Roy , visto como desechaba
casase con ol Príncipe do Aragón, salvo con ol Du los, lóales é daba las tenencias é los oficios á los quo
que de Ron i, hermano del Rey Luis de Francia, á tanto le avian deservido é sido traydoros; señalada
quien por estonces pertenescia la subcesíon del Roy- mente á Don Fadriqüe, público enemigo de su hon
no de Francia ; pero aquesto la Princesa lo desechó ra é servicio. E no solamente pesó á ellos, mas á to
con tal menosprecio, que el Cardenal quedó muy dos los criados del Roy páreselo cosa fea é de mal
sentido, é tomó grande enemistad contra ella , en enxomplo ; ca bien veian qual era el intento del
tanto grado que determinó de favorecer é ayudar á Maestro , que queria facer leales de los traydoros,
la hija del Rey, lo qual luego puso por obra segund porque los leales quedasen amenguados é sin
que adelante será recontado. Verdad es que aquella honra.
desobediencia de la Princesa contra el Rey toda se
fizo por acuerdo é consojo é rodeo de D. Alonso Car
CAPÍTULO CXXXIIL
rillo, Arzobispo de Toledo, y del Almirante Don
Fadriqüe, por cuyo seso é querer olla se regia é go Como el Rejr se fue i la cibdad de Anleqnera , para Terse con nn
bernaba ; é asi ovo lugar el consejo é deseo é volun cabdillo de Malaga , que se descia Aliqneiote, o no lo quiso
tad de ellos para que el casamiento del Príncipe de acoger el Alcavdo dentro sino con diez cabalgaduras, é todos
los que iban con él se quedaron fuera.
Aragón con ella se concluyese, segund que luego se
fizo ; lo qual será rocontado por el proceso adelan Después quo Don Fadriqüe fué apoderado de la
to. En aquesto medio tiompo murió Don Alonso Gi cibdad, é fortaleza é puertas do Écija, é tomó el
rón, Conde de Urefia, hijo bastardo dol Maestre Don corregimiento en su mano, acordó el Rey do se ir á
Pedro Girón; subcedió on ol señorío Don Juan Girón vor con ol Aliqnezote, un caballero inoro cabdillo
bu hermano, niño de poca edad. do Málaga , varón famoso entre los moros , el qual
siempre se avia mostrado servidor suyo; é asi por
CAPÍTULO CXXXIL esto, como por consultar con él algunas cosas cum
plideras á su servicio, determinó de lo ver y hablar.
De como el Rey se partid de Córdoba para Écija, é lo que allí
E porque la cibdad de Antequera es el lugar mas
sibeedid.
cercano de Málaga, mandó que lo fuesen allí á apo
Partido el Cardenal embaxador, el Rey se fué á sentar ; pero como Hernando de Nnrvaoz, el Alcay
la Rambla, que es un grueso lugar de la tierra de do della, Bupo de su venida, sospechó que iba por
186 CRÓNICAS DE LOS BEYES DE CASTILLA.
dalla á Don Alonso do Agu¡lar , quo avia grand bien que Gomoz Méndez tuviese el Alcázar. Mas el
tiempo que andaba por avclla; é con aquesta sos Maestre que su sed no lo dexaba descansar, ni sn
pecha juntóse la fealdad que so hizo en Kcija con cobdicia reposar, hizo al Rey quo tornase á deman
tra Don Martin de Córdoba, aviendo sóido tan leal dar el Alcázar á Gomoz Mundez, el qual denogó do
caballero á su servicio, quitalle la fortaleza é puer dalle. Sabido aquosto por el Duque de Medina é por
tas para dallas al desleal, de tal manera, que deter los otros caballeros, Regidores, ó Jurados é Oficia
minó de estar á buen recabdo. E asi desque el It y les, acordaron du combatir el castillo de Triana, é
llegó á las puertas de Antequera que estaban cerra combatido, fué tomado , é preso el Mariscal Her
das é con gentes que las guardaban, salió allí Nar- nán d'Arios de Saavedra que le tenia, é pusieron allí
vaez, y dlxolo que su Alteza avia do entrar con has otro Alcayde por elloB. Fecho aquesto el Duquo
ta quince cabalgaduras é no mas, é todos los otros njuutó grand compaña de gente, asi de caballo co
hizo aposentar en los arrabales de fuera. Verdad os mo do peones, de que el Rey fué muy enojado, y el
que de aquesto no fué posante el Key, autos le plu Maestro se resceló de ello ; pero acordaron que se
go. Estando el Rey allí, fué concertado el dia de las ría bien se acercasen mas á la cibdad de Sevilla. Y
vistas con Aliquezote; é concertado pasóse á la vi así el Rey con toda su Corte se fué luego á aposen
lla de Archidona , porque estaba mas cercana de tarse á la villa do Alcalá de Guadayra , creyendo
Málaga ; é dosde allí salióse á ver con él al campo, que desde allí se podría mejor contratar alguna ma
do Aliquezote vino desarmado , é llegó al Rey cou nera de paz é sosiego. Donde venido el Rey, envió
muy grand reverencia é humildad como propio va ú mandar quo derramasen aquella gente quo tenían
sallo. E después que ovo hablado un grand rato junta, porque era cosa muy fea, é parescia que es
Aliquezote presentó al Roy ciertos caballos do alión taba contra su servicio. El Duque le respondió quo
ele, c otras cosas moriscas, con que el Rey ovo mu la gente y él estaban á su servicio, é que nunca plu
cho plascor, teniéndoselo en servicio é agradescién- guiese á Dios que él otra coso ninguna pensase; mas
doselo mucho. E de allí adelanto lo tuvo por mucho que lo parescia que el Maestre Don Juan Pacheco
suyo, para le favorecer é ayudar contra el Rey de so mostraba su enemigo, é que se temía que con el
Granada que lo quería destruir é echar fuera de favor do su Alteza le quería dañar, porque siempre
Málaga, dondo estaba muy querido. procuraba sus propios intereses, dañando á todos,
según que la experiencia de las cosas pasadas en el
CAPÍTULO OXXXIV. Ruy no, á su calma lo mostraba, y en lo do Carmona
se avia visto, do que su Alteza avia sido mejor tes
Como el Rey se fue a Carmoni , é Je lo que allí subcedid. tigo que todos ; é que por aquello no entendía der
Tornado ol Roy de las vistas do Aliquezote fueso ramar su gonto, ni su Real Señoría se lo debía do-
para la villa de Carmona, que es un lugar muy mandar; mayormente que no la tenía salvo para se
fuerte. Venido allí, estuvo algún tiempo, é como guridad de su persona é de sus parientes é amigos,
aquella villa tiene tves alcázares, do los quales el é no para deservir á su Excelencia , en tal manera
Maestro Don Juan Pacheco tenia los dos, é del otro que siempre tovo su gente allegada. Entonces ol
ora Alcayde un caballero que se llamaba Gómez Maestre, por disimular el disfavor quo de aquello
Méndez do Sotomayor, pariente, é muy bien quisto rescebia, envió é rogar al Duque que quisiose verse
do los Sofiores ó caballoros de Sevilla ; oí Maestro, con él, para que allí se diese algún asiento do con
para hartar su demasiada cobdicia, acordó que el cordia entro ellos. E quando quiera que ol Duque
Rey enviase á mandar á Gómez Méndez que le die determinó de salir á las vistas, ó le respondió que le
se su Alcázar, ó quo le baria mercedes, y en equiva plascia, los otros Señores, é caballeros é Regidores
lencia otras cosas quo á ¿1 mas gustasen; pero el no quisieron dar lugar á ello, disciendo quo pues ol
Alcaydo no salió á olio, y respondió que no lo podio, Maestro ora cabtoloso, quo lo traoria on algún en
dar ni entregar sin consultarlo con los Sonoros ó ca gaño do los que acostumbraba con todos. E asi es
balleros do Sevilla. E luego envióselo á notificar; do torbadas las vistas, paresció que los corazones do
que el Duque de Medina Sidonia, ó Don Rodrigo todos en aquella cibdad quedaron indignados, é con
Ponce de León , é Don Pedro de Zúfiiga su cufiado, mayor enemiga con ol Maestro. E como en aquesta
y ol Adelantado de Andalucía, ó los Regidores ó conformidad estaban muy juntos el Duque de Me
caballeros do la cibdad fueron muy alterados. So- dina, é Don Rodrigo Ponce de León , é Don Pedro
bro lo qual acordaron do suplicar al Roy no quisie de Zufiíga, é Don Alonso Enriquez , Adelantado del
se enagenar aquella villa de su corona Real, por Andalucía con todos los Regidores, caballeros ó Ofi
que de ello se le seguiría grand deservicio á su Al ciales de la cibdad, enviaron al Roy una embaxada
teza ; y que pues Gómez Méndez avia seido siempre de personas principales, suplicándole con grand ins
leal Alcayde, é que no avia quien no le quisiese por tancia, que en ninguna manera no quisiese enage
pariente é amigo en aquella cibdad , que su Alteza nar do su corona Real la villa de Carmona, é con
no le quisiese quitar el alcaydia. E asi enviados sus firmase el alcaydia á Gómez Méndez de Sotomayor,
mensageros , propusieron su embaxada con mucho ó asimismo pluguieso á su Alteza do romodiar algu
osadía. Estonces el Rey, sintiendo ol escándalo do nos agravios, que á la cibdad oran luchos, porque
3a cibdad, respondió muy dulcemente que á él le asi cumplió á su servicio. Oyda su habla é lo que le
plascia de hac6r lo que le suplicaban , é avia por suplicaban, el Roy liberalmente se lo otorgó , dis
DON ENRIQUE CUARTO. 187
ciendo que pues6U petición era justa, convenía que
les fuego otorgnda. E quanto quier que estaba some CAPÍTULO CXXXVI.
tido al querer dol Maestro, vistas sus cobdiciaa des
ordenadas, sin dubda le plascia qnondo tales afren Como la Ida del Rey i Traxillo fui para h dar al Conde de Pa
tencia, é no pudo aver la Fortaleza, é de lo que cerca dello
tas le venían, porque no se cumpliese lo que su ham subcediu ; t de una carta que la Princesa Doña Isabel escribió
brienta codicia deseaba é procuraba, mayormente si al Rey su hermano cerca del casamiento suyo con el Principe
los lugares que él pedia se le defendían, é no so le Don Fernando.
daban. Porque D. Alvaro de ZúDiga, Conde de Plasen-
oia, avia sido muy parcial é servidor del Rey en las
CAPÍTULO CXXXV. adversidades pasadas, queriéndole remunerar sus
servicios é serle agradecido, asi porque él lo avia
Como el Rey se partió i Cantillana, é lo que allí subeedió.
gana, como porque el Maestre D. Juan Pacheco lo
Visto el desacuerdo dol Maestre é del Duque, é queria, determinó de dalle la cibdad de Truxillo, é
como ningún medio de concordia se ponia entre asi se partió para ella. E como aquestas cosas tardo
ellos, antes la enemiga crescia de contino, acordó el ó nunca no pueden estar secretas, fué notificada ú
Bey do so partir á Cantillana, asi por tomar dos- los caballeros cibdadanos de Trnxillo la cabsa de su
canso de su fatiga espiritual, como por escusar al ida del Rey, los quales cauta é muy calladamente
gunos inconvenientes de rotura entre aquellos dos hicioron su concierto con el Alcayde que se llamaba
caballeros. Donde veuido , acordó el Maestre quo el Qracian de Sosé , para que no diese la fortaleza ni
Roy enviase a llamar á Don Alonso de Aguilar; el saliese á partido ninguno que le moviesen, .El Al
qual, visto su llamamiento, vino luego , y el Rey le cayde se confederó con ellos, é les dio tales seguri
mandó quo pues él era tan amigo del Maestre y del dades é firmezas, que quedaron muy ciertos de su
Duque de Medina, entendiese entre ellos, por mane palabra, en tal manera, que desque vino el Rey a la
ra que se uniesen, y entrambos quedasen conformes; cibdad , y envió a mandar al Alcayde que le dioso
lo qual Don Alonso puso por obra, y andando del aquella fortaleza, respondió que su Alteza venia
uno al otro, concertó como se viesen con coda trein agenado de su propia libertad, puesto en poder de
ta de á caballo entre Sevilla ó Cantillana. E vistos algunos caballeros enemigos de su servicio, por cu
paresció que se conformaron ; é fué acordado que el yo enducimiento queria dar aquella cibdad é apar-
Roy oviese de entrar en Sevilla, para que alli fuese talla de la Corona Real ; por tanto, que le suplicaba
fecho el rescebimicnto que convenia. Y asi luego el con quinta humildad podia no curase de gela de
sábado siguente el Rey se fué á la cibdad, y con ól mandar porque él no la queria dar, ni cumplía á su
el Obispo do Sigüonza, y el Maestre quedó en Canti servicio ni al bien de sus Roynos ; y que por esto
llana. Fué el Rey con grand solenidad rescebido asi no entendía desapoderarse de ella, salvo tunolla ó
en la Iglesia, como por los caballeros é cibdadanos guardalla para su servicio. E quanto quier que ol
del pueblo, mostrando todos mucho gozo con su ve Rey insistió con él para que se la diese, jamás la
nida. Estuvo allí hasta el lunes rescibiendo fiestas; quiso dar ni desapoderarse de ella. Entretanto que
é quanto quiera quo quisiera reposar allf algunos asipendian aquellos tratos, Don Gómez de Cáceres,
dios, el Maestre le envió á decir que se partiese lue Maestre de Alcántara, vino allí á hacor reverencia
go, é asi fué, en acabando de oir misa , sin que nin al Rey, mostrándose culpado de bus feos culpas é
guno de los caballeros de la cibdad lo supiesen ; de demandándole perdón. E como el Rey fué siempre
que todos quedaron maravillados y descontentos. encunado á piedad, perdonólo liberalmente cou tan
Llegado el Rey á Cantillana, fuéle notificado como to que le dexase la cibdad de Badajoz é villa de Cá
el Arzobispo de Toledo y el Almirante con algunos ceres que tenia usurpadas; las quales dexó luego, é
caballeros de Campos se avian juntado con la Prin quedaron libres é desembargadas para el Rey. Es
cesa su hermana, é la avian llevado áValladolid pa tonces á suplicación de entrambos Maestres, el de
ra casal] a con ol Rey de Socilia, Principo de Aragón; Sanctiago é de Alcántara, fizo merced de la cibdad
el qual avia venido encubiertamente por mandado de Coria á Don Gutierre de Cáceres bu hermano/que
de la Princesa, y dol Arzobispo de Toledo y del Al ya se decia Conde dolía, é confirmóle el dicho titulo
mirante ; é que llegado á Valladolid , se hizo luego de Conde. E porque el Clavero de Alcántara D. Alon
el desposorio, é otro dia siguiente se celebraron jas so de Monroy avia sido siempre su leal servidor,
bodas. E como para ninguna cosa do aquello fué guerreando contra el Maestre do Alcántara ó los
consultado el Rey, ni se lo hicieron saber, ovo grand otros traydores, h izólo ciertas mercedes, dándole
sentimiento é enojo, é acordó su partida para Tru- grand cabida y favor en su casa é Corte. Pasados
zillo. algunos dias después que el Rey vino á Truxillo, la
Princesa Doña Isabel bu hermana le envió esta car
ta siguiente :
«Muy alto, é muy poderoso Roy y Señor: bien
i) subo vuestra Señoría como después que el muy
» ilustre Rey Don Alonso, hermano de vuestra Sefio-
i) ría é mió, pasó do esta presonte vida, é algunos de
» los grandes, é perlados é caballeros, que le avian
188 CRÓNICAS DE LOS REYES DE CASTILLA.
» seguido é servido, quedaron en mi sorvicio en la > cousontir el acuerdo particular de algunos, envió
» cibdud de Avila , yo pudiera continuar el titulo é Binonsageros al Rey do Portugal mi primo, no cs-
» posesión que el dicho Rey Don Alonso mi herma- b perando que antes de su parte fuese movido é pro-
uno antes de su muerte avia conseguido. Pero por b curado, según la razón lo requería. E venida la
o el muy grando é verdadero amor quo yo siempre b embaxada, sin tenorse la forma conveniente, algu-
nove é tengo á vuestro sorvicio é persona Real, ó al a nos Procuradores do las cibdades é provincias, que
» bien é paz ó sosiego de estos vuestros Rcynos, 6 B por el llamamiento de vuestra Señoría eran llama-
asintiendo quo vuestra- Alteza deseaba que las guor- ii dos ó venidos á vuestra Corte, fuoron requeridos é
» ras y escándalos ó peligros ó movimientos é muor- i) amonestados, teniéndolos encerrados é apremiados
11 tos é turbaciones so pacificasen, ¿ acordadamente d en cierto lugar, ó usando con olios do ciertas ame-
» so compusiesen, quiso posponer todo lo quo parecía b nazas, para quo viniesen en el acuerdo ó consen-
» aparejo de mi sublimación, y mayor señorío ó po Btiuiiento del dicho matrimonio. E asimesmo con-
li dorio, é por condescender á la voluntad ó disposi- a migo fueron traídos algunas formas de dilacionos
» cion de vuestra Excelencia. La qual asimismo co- b en quebrantamiento de lo quo por lo capitulado se
» nociendo que la subcosion verdadera de estos Rey- i) avia de hacer é cumplir. Y en los razonamientos
» nos é señoríos pertcnescia é pertenece á mi como i) do vuestra Alteza, ó de algunos por su mandado
i) legitima subcesora y heredera de ellos después de aclaramonto se conocía como vuestra Señoría, cou-
» los dios de vuestra Señoría, quo Dios muchos años b descendiendo á la voluntad de algunas particula-
i) conserve é acreciente, tuvo por bien que en las b res personas, me quisieron constreñir é apremiar
i) vistas acordadas ó fechas outro Cadahalso ó Zebre- a al dicho casamiento. Do lo qual procedió quo yo
» ros, dondo vuestra merced personalmente quiso ii asi como sola y enagenada de la justa é debida li
n venir, é yo vine , intreviniendó el Obispo de León li licitad, é del poderlo del mi franco alvedrio, que
n Don Antonio de Vcneris, Nuncio Apostólico, con b en negocio matrimonial , después do la gracia do
» poderío de Legado tí Latere do nuestro muy santo «Dios, principalmente se requiore, secretamente
» Padre, en presencia de muchos grandes, é perlados b hice sabidores ¡i los grandes, é perlados é caballe-
i) é caballeros, ya por ini mandamiento informados, aros, vuestros subditos, ó naturales, ganosos del
aé venidos allí & vuestro servicio é obediencia, por a servicio de Dios é vuestro, é del honor é gloria y
a actos Apostólicos, y escripturas patentes fuese án agrand exaltamiento do vuestros Reynos, signifi-
ade publicado ó denunciado por todos vuestros n candólos las formas conmigo tenidas, ó demandan -
» Reynos é partos diversas de la Christiandad per- » dolos su muy leal parescer, según ol qual , dieson
atonecorino la dicha subcosion. E luego por remo D su voto ó declarasen lo quo mejor ó más complido-
lí diar el peligro ó danos quo podrían rocroscer, si b ro les parescia al servicio de Dios é vuestro, é pro-
«los dichos Roynos ó señoríos no tuviesen quien b vecho do estos Reynos. A la qual requesta respon-
a adelante legítimamente en ellos subcedieso, fué )) dieron ó denunciaron muchos cobsos notorias, por-
ii acordado por vuestra Excelencia ó por los grandes, b que en manora alguna no cumplía al bien do los
» ó portados ó caballeros do su Corte ó muy alto Con- » dichos vuestros Reynos ol casamiento do Portu-
asojo, quo según las leyos y ordenamientos que » gal , ni el que so movia do Francia, según mas lar-
acerca délo semejante disponen, se viese con dili- » gómente en sus respuestas se contiene. E confor-
a gencia quál matrimonio de quatro que á la sazón n mes del todo loaron é aprobaron el matrimonio del
a se movían del Principo de Aragón, Ruy do Secilia, a Príncipe de Aragón, Rey de Secilia, alegando las
a ó del Rey do Portugal , é del Duque de Berri, é dol b cabsas muy evidentes, que á la tal aprobación los
b hermano dol Rey de Inglaterra parescia mas hon- b movían. Las qualcs cabsas nunca pudieron mover
a rado á vuestra corona Real, é mas cumplidero á la i) ni solicitar ú los quo procuraban lo que conocion
a pacificación y ensanchamiento de los dichos vues- » ser siniestro á vuestro sorvicio, y al bien é honor
» tros Reynos, é se conoscieso ser en todo mas con- B de estos vuestros Reynos. Cuyos deseos mas so ma-
a forme. E como quier quo la calidad do tan alto ne- n infestaron, quando ya visto el descontentamiento
a gocio requiriese juntamente con la observancia de a do todos vuestros subditos ó naturales cerca de
i) las leyes é ordenamientos de estos vuestros Reynos » casamiento de Portugal, é conocidas las fuerzas de
a la presteza, no solamente dio vuestra Merced lu- b la razón repugnantes á su deseo, mostraron trocar
a gar a la dilación é quebrantamiento do las cosas a su primero acuerdo, teniendo manera que vuestra
aá mi prometidas é contenidas en las escripturas ó b Alteza diese plascientes orejas á la embajada de
a actos públicos, corroborados ó solenizados, quan- b Francia, no se queriendo revocar de semejante bo-
b do el acuerdo ó unión susodicha se hizo , para pa- a licitud por algunas de muchas razones manifiestas
a cificacion universal de vuestros Reynos, ó reinodio a á los deseosos do vuestro servicio, ó dol bion ó ho-
a de los escándalos pasados é advonideros; mas aún a ñor de vuestra corona Real é Roynos. Cuyo deseo
a vuestra Alteza sin ser consultados los grandes do b é voto fué que no easase en parto tan lexos de mi
a los dichos vuestros Reynos, según que yo lo podia a naturaleza, disciondo asimismo, que quanto quiera
a é pedí, é sin intrevenir en la tal consultaciou é a que sea el Duque do Berri excelente é muy noble
a acuerdo los Procuradores de las mas principales a Príncipe, pero que su advenidero ensalzamiento á
a oibdadea é provincias sujetas á vuestra Real coro- i) la posesión do la corona do Francia, principalmen- -
' a na. olvidando todo lo provechoso é honroso, por a te allegado por los que ol dicho matrimonio indu-
DON ÉNRIC E CUARTO. 1$S
« cían, es dudoso por las razones é causas en sus vo- » engrandecimiento de estos vuestros Reynos é de
8 tos mas largamente expresadas. R aunque ol caso n la gloria de la vuestra corona Real, qualquier otro
» adugese la subcesion del reyno al dicho Duque do n casamiento menos provechoso han mostrado desear
a Berri , mostraban inconvinientes por la principali- » que se concluyese porque se desechase el matrimo-
* dad é mayoría del título que los Franceses á Fran- a nio del dicho Principe, Rey de Secilia, tanto cum-
»cia otorgarían, teniendo é estos muy notables Roy n plidoro ó honroso, como dicho os. Lo qual fué mas
anos é grandes señoríos por provincias sufragáneas. » manifiesto por se absentar secretamente algunas
I Y no menos les paresció ser muy peligroso d vues- « damas, mis criadas é servidoras, que ya conosciau
» tros señoríos, segund que de verdad se conoce, ol » ol intento de vuestra Alteza, é sabían como vues-
» favor que se ha proourado dar á los Franceses con- «tra Señoría daba orden como yo fuese presa y
a tra el muy ilustre Rey de Aragón vuestro tio é «enagenada de mi libertad, segund paresció por
imío, para qne ocupen é conquisten sus so&oríos, «unas cartas mensageras qne vinieron ámi noticia,
« no considerando los males é daños que de la tal » é por la carta patente que vuestra Merced mandó
a ocupación se podrían recrescer, segund el grand » enviar al Concejo de la dicha villa de Madrigal,
» poderío que se les añadiría, é segund la cercanía » disciendo é mandando que me detoviesen é apre-
n que temían á las principales partes de vuestros a miasen, segund que por la dicha carta original mas
a Roynos ; allende de la grand ignominia é abati- a largamente se puede ver é saber. Por lo qual me
a miento que á vuestra Real persona vemia, ocupán- «fué necesario enviar por el muy Reverendo en
•doao por nación ostraugera los señoríos poseydos «Christo Padre D. Alonso Carrillo, Arzobispo de
» por Reyes vuestros tan cercanos parientes, cuyos «Toledo, Primado do las Espafias mi tio, para qne
a progenitores fueron asimesmo progenitores de a viniese luego dó quiera quo yo fuese ; y en tanto
a vuestra Señoría é mios; á los quales han porfiado «por escusar la dicha prisión, y enageuamiento de
d antes de agora, y al presente porfían hacer ágenos a mi debida libertad, mandé venir algunas gentes
«ó adversarios de vuestra corona, no muy deseosos n del Almiranto mi tio, que estaban mas cercanas,
n de vuestros servicios , é de la paz é sosiego de los a E como quier que yo probé, si dentro de la dicha
* dichos vuestros Reynos é señoríos. E, muy alto Rey a villa de Madrigal sería rescebido el dicho Arzobis-
i é Redor, vistas las respuestas é leales votos en todo a po, fasta que notificasen a vuestra Alteza mi justo
s conformes de muy muchos grandes, é perlados é a temor, y las querellas de que debia de usar, por las
d caballeros, deseosos del servicio de Diosé vuestro, «formas que vuestra Alteza mandaba conmigo te-
n y del bien é honor é ensalzamiento do todos los aner, sogund dicho es, nunca pudo facer que allí
* dichos vuestros Reynos é señoríos por cabsa de tal «fuese rescebido ; é por quitar los miedos que algu-
d matrimonio ; é conoscida la verdad de sus razones, a nos cabtelo8amente ponían á los vecinos de la di-
«por ellos, como dicho es, asignadas, cerca de la n cha villa, yo me partí dende é me fui á Fontive-
» conformidad mas honrosa é provechosa del casa- » ros ; é dende allí otra vez los requerí, que quisiesen
» miento del Rey de Secilia ; considerando la edad é areBcebirme con los que me acompañaban, é por
(unidad do nuestra antigua progenie, é lo que so a los temores que les avian inducido, no lo quisieron
p añaden'a ála Corona Real de estos vuestros Reynos a facer. Por lo qnal acordé do me ir á la mi cibdad
» por cabsa de tal matrimonio, é los merescimientos a de Avila ; é supe de la grand pestilencia que en
«muy claros del Rey Don Fernando de Aragón, a ella crescia mas cada dia , ansi quo fué necesario
«agüelo del dicho Principe, Rey de Secilia, herma- a venir á eBta noble villa de Vallado! id, que es lu-
» no del muy esclarecido Rey de gloriosa memoria a gar sano, Dios loado, é mas seguro é pacifico, don-
s Don Enrique, agüelo do vuestra Señoría é mió ; cu a de acordé de estar, para esperar la respuesta de
li ya postrimera voluntad en su testamento fué que n vuestra Señoría, y entender on la mas provechosa
» siempro se continuasen nuevas conexiones matri- a consultación de lo cumplidero al servicio de Dios
n moniales con los descendientes por linea recta del » é vuestro, é al bien é paz é sosiogo de estos vues-
iMiicho Rey Don Fernando ; é por otras cabsas ínu- ii tros Reynos. E luego después que á esta dicha
» chas aqui no expresadas, yo oviera luego manifos- a villa vine, los quo ocupaban la villa de Arévalo,
» tado mi conforme parecer á vuestra merced como « de la qual es señora la muy ¡Ilustre Royna Doña
» hermana menor, é obediente hija deseosa de vues- « Isabel mi señora madre, no seyendo contentos de
n tro servicio ó de la verdadera paz 6 tranquilidad « la resistencia que hicieron quando yo vine allí
» do vuostros Roynos é señoríos, Balvo por sor cierta n desdo Ocaña, por solenizar las obsoquiaa del dicho
a que se recrecerían de la semejante manifestación a Señor Rey Don Alonso mi hermano, é de otros in-
» mayores é mas escandalosos estorbos é daños, pro- « sultos é ocupaciones onde por ellos cometidos con-
r curados por los que seguían caminos siniestros é a tra el pleyto omenage antes fecho; agora, según
R muy desviados de lo qne cumplía á vuestro servi- a se dice, con mandamiento é abtoridad de vuestra
i) cío é á los provechos suso contenidos. E asimismo « Alteza han ocupado la jurisdicion é señorío é ren -
n porque do la vonida dol Cardenal Atrabatcnsis , é «tas do la dicha villa é su tierra, privando dolía é
r del Arzobispo do Sevilla, qne por consentimiento a do cada una cosa é porto dolía a la dicha señora
«de vuestra Alteza vinieron á la villa de Madrigal, » Reyna, en total perjuicio do la justicia, y en opre-
» donde yo estaba, pude mejor conoscer quo vuestra nsion de su viudez, y en acrescentaraiento de bu do
a Señoría por complascer a personas no ganosas del lí lor y soledad, y en menosprecio de los huesos é
• Í9Ó CRÓNICAS DE LOS 5YES DE CASTILLA.
g nombre del muy esclarecido señor Bey Don Juan,
• padre de vuestra Alteza é mió. Las quales cosas capítulo cxxxvn.
i de suso contenidas, y los nuevos insultos é acome-
otimientoB y escándalos me movieron al consonti- De como el Rey vino i Segovia é de lo que allí subcedió.
i miento do algunos remedios repugnantes á la so- Después que el Rey fué venido á Segovia, donde
I licitud é siniestra voluntad de Iob que lo contrario era su mayor contentamiento que en otro ningún
» avian procurado é procuraban. Por ende, muy alto lugar de su Reyno, como ya era consumido el ma
i) Rey é Señor, suplico á vuestra Alteza quiera man- trimonio de la Princosa Doña Isabel su hermana
)) dar que todos aquestos agravios cesen, é mande con el Principe de Aragón, Rey de Sicilia, ellos,
» aprobar al Real Consejo el buen parecer de los que ávido su acuerdo é consejo con el Arzobispo de To
» verdaderamente aman vuestro servicio é procuran ledo é con el Almirante D. Fadrique, por cuyo seso
» la honra de vuestra corona Real , y desean el en- Be gobernaban, acordaron de enviar al Rey sus em
» salzamiento y sosiego de estos vuestros Reynos. baladores, y escribirle, notificándole otra vez su
)) Y si vuestra Alteza ha dado fé á los que, no obs- casamiento, para que le pluguioso aprobarlo, y ha
I tantea lascabsas dichas tan evidentes é favorables ciéndolo saber en qué forma é con qué oondicion se
» al consentimiento del matrimonio del dicho Prín- avia fecho é concluido. Los mensagoroa de aquesta
» cipe Rey de Sicilia, por ventura ponen temores, embazada fueron Mosen Pero Vaca por parte del
idisciendo que si el dicho matrimonio viniese en Principe, ó Diego de Ribera, Ayo que fué del Prin
Defecto, se recresceriau por ello muchos escándalos cipo Don Alonso, por parto do la Princesa, y Luis
d é detrimentos é diminuciones de vuestro Real es- de Atienza por parte del Arzobispo do Toledo, para
I tado é de las rentas debidas á vuestra Real Seiio- que por vía de creencia explicasen su mensagería
sría, como quier que no quisieran, ni desearían cn- en la forma siguiente.
» tender en tal consultación; pero por apaciguar, é Lo que vos Mosen Pero Vaca, é Diego de Ribera,
» pacificar é asosegar el ánimo Real do vuestra Se- é Luis de Atienza aveis de descir de nuestra parte
nfíoria, si por semejantes inducimientos se coninue- al muy excelente Rey é Señor, el Rey de Castilla é
l ve, é por dar término á tantos malos y escándalos, de León nuestro hermano é padre, es lo siguiente:
» como de cada dia so intentan é crecen ; yo por la Primeramente, que ya por cada uno de nosotros su
I presente desde agora me obligo do dar tales sanca- Señoría ha sido sabidor do lo que fasta aquí es pa
umientos, que vuestra Alteza se deba tener por sado; é que agora notificamos á su Excelencia como
«bien contento é seguro del cumplimiento do mis mediante la gracia é voluntad de Dios somos ajun-
» promesas é obedientes ofrecimientos, 6 de la obo- tados por casamiento, sogund manda la Santa Ma
» diencia que el dicho Principo do Aragón debe y dre Iglesia de Roma, lo qual di feriáramos fasta ver
> entiende en presentar á vuestra Señoría, ai lo qui- el consentimiento de su Merced, y los votos é con
» siere rescibir por obediente hijo. E dende agora sejo de todos los perlados, é grandes hombres de
«ofrezco mi voluntad é propósito deobedescer vues- todos estos sus Reynos, á los quales generalmente
ntros Reales mandamientos, asi como de amado é fuera notificado, si entre ellos oviera la paz, é tran
» mayor hermano, á quien por padre é Señor tengo, quilidad é concordia que en los tiempos pasados,
»é propongo tenor; cuya vida ó real ostado Dios en que los tales casos ocurriorou, avia; mas suyendo
«largos tiempos prospere é conserve. De la noble tan claro é tan manifiesto, como á todos es, que si
» villa de Valladolid á doce dias dol mes do Octubre de todos se oviera de atender el acuerdo é consenti
d de mil é quatrocientos é sosenta é nueve años.» miento, fuera muy dificile de averse, ó pasara tanto
Vista esta carta por el Rey é por los de su alto tiempo, que en estos sus Reynoa ocurrieran grandes
Consejo, fué acordado de no responder por cscripto, peligros por la falta de los subcosores, nuestro Se
pero dixo al mensagero que él seria presto en Sogo- ñor Dios, que en las tales cosas muestra bu grand
via, é allí se determinaría lo que fuese mojor. Como poder, así lo tenia ordenado. De donde nosotros,
ya el Rey estaba enojado do su larga estada en con acuerdo é consejo de Iob perlados é caballeros
Truxillo sin provecho, vista la dureza del Alcayde de sus Reynos, cuyos votos é consejos ovimos, acor
. Qracian de Sesó é de los caballeros y gente de Tru damos de contraber el dicho nuestro matrimonio lo
xillo, acordaron él y el Maestre do gratificar al Con mas sin escándalo que pudimos, como á la merced
de Plasencia con la villa de Arévalo, la que él tenia suya es manifiesto, no metiendo algunas gentes ex-
empeñada por ciertos quentos que prestó al Principe trangeras, ni haciendo otros ningunos movimientos,
Don Alonso qnando se llamaba Rey. E asi dada esta por evitar las materias escandalosas é grandes peli
seguridad, é confirmada la merced de Arévalo, é gros que podrían ocurrir; porque en la verdad nues
dado el título de Duque del la, el Roy se partió para tro determinado fin ha seydo, y es y será, plasciendo
Guadalupe, é de allí á Segovia. En aqueste medio á la Merced suya, de nos ajuntar, para servir á su
tiempo murió el Marqués do Astorga y el Conde de Excelencia con amor é acatamiento y obediencia do
Cifuontes, é subcedieron.sus hijos en los títulos é hijos, é averie en paternal reverencia en todos los
señoríos. dias de su vida, que Dios haga tan largos quant o por
la merced suya es deseado; ó do conservar é do acre
centar su corona Real ó alto estado, ó de le ayudar
á concordar, ó pacificar estos sus Reynos é señoríos,
DON ENRIQUE CUARTO. 191
por manera que él sea solo Señor dolías. E asi men Iten, que juia é promete que consumido el matri
ino de honrar, é acatar é bien tratar á todos sus na monio con la dicha señora Princesa, que estará con
turales, á cada uno segund su dignidad requiere, é ella en los dichos Reynos personalmente, é que
favorecer con todas nuestras fuerzas á la justicia, la nunca so partirá de ellos sin voluntad é determina
qual por cabsa de los movimientos pasados ostá do consejo, é que no la Bacará fuera de estos Reynos
flaca, como su Señoría lo ve. E porque dp todo esto sin su consentimiento.
que decimos su Señoría sea mas cierto, proferiréis Iten, que jura ,é promete que quando le dé Dios
á bu Merced do nuestra parlo todas é qualesquior alguna generación asi hijo como hija, segund que
certinidades, que para ol saneamiento de la volun do nuestro Sofior se espera, que á los tales hijos é
tad suya fueren necesarias, y á nosotros posibles é hijas nunca los apartará de ella, ni los saoará fuera
hacederas. E porque su Señoría conozca esta ser de estos Reynos, mayormente al primogénito que
nuestra final determinación y voluntad, decirle eis, de ella oviere, sin su licencia y expreso consenti
que antes de nuestros desposorios fueron apuntados miento.
é concertados ciertos capítulos, los quales pública Iten, que jura é promete quo en todas é quales
mente yo el Príncipe aprobé, otorgué, firmó é juró quier cartas y provisiones, é otras qualesquier cs-
muy solemnemente. El tenor de los quales es este cripturas que so hayan de firmar é enviar, se hayan
que se sigue. de intitular entrambos juntamente, é so firmen por
el dicho Príncipe é por la dicha Princesa, y que
Capitulación hecha y jurada por el muy ilustre y ex esto moBmo so guardará en los Reynos é señoríos,
celente Príncipe Rey y Señor, el Rey Don Hernan que el dicho señor Príncipe tiene ó toviere.
do, Rey de Sicilia, primogénito y legitimo suheesor Iten, que jura é promete de no traer ni poner al
de los reynos de Aragón, é la muy excelente y muy guna ni algunas personas en el Consejo, así de la
esclarecida señora la señora Doña Isabel, primogé justicia como de los otros fechos, de qualquier ca- ■
nita legítima subcesora de los reynos de Castilla y lidad que sean, do la dicha señora Princesa ni del
de León. dicho señor Principe, salvo personas naturales do
estos Reynos sin su consentimiento é deliberado
Primeramente, que su Señoría como cathólioo conBOJo de la dicha señora Princesa.
Principo é Señor, será devoto é obediente á los man Iten, que jura y promete de guardar que la dicha
damientos de la sancta madre Iglesia y Sedo Apos señora Princesa reciba por sí todos los juramentos
tólica, y do los Pontífices dolía que canónicamente é pleytos omenages de qunlquiera cibdad, villa 6
A la sancta Sedo Apostólica fueren elegidos, ó torna lugar 6 fortaleza, que en el principadgo do estos
encomendados a los Perlados é personas eclesiásti Reynos ó señoríos la dicha señora Princesa tieno ó
cas y religiosas con la honra é acatamiento que so toviore de aquí adelanto de los dichos Reynos, al
debe á la sancta Madro Iglesia, y a la libertad ecle tiempo que ella los aya de aver, é que á la dicha
siástica. señora Princesa pertenozcan, para después do los
Iten, que con toda fiel reverencia tratará é obe- dias del señor Rey Don Enrique; mas que antes to
dcscerá al muy alto é muy poderoso Principe, Rey dos los A'lcaydcs que ovieren de ser, hagan los pley
é Señor, el señor Rey D. Enrique, y que en todos los tos omenages á la dicha señora Princesa.
dias de su vida le terna por su Rey y lo acatará, que Iten, que agora ni en ningún tiempo no hará ni
riéndolo su Alteza asi rocibir; y que á todo su leal proveerá en cosa alguna del dicho principadgo é
poderlo no consentirá, que persona alguna de qual- señorío de la dicha señora Princesa, ni de los dichos
qnicr estado ó condición que sea se aparte de su Reynos al tiempo que los ella aya de aver por sub-
servicio é obediencia; mas que trabajará con todas cesion del dicho señor Rey Don Enrique, ni provee
sus fuerzas, que todas é qualesquier personas de rá de oficio alguno salvo á. personas castellanas é
estos sus Reynos le obedezcan ó sirvan. naturales de estos dichos Reynos é señoríos.
Iten, qno con toda veneración y acatamiento Iteu, que jura é prometo que no dará tenencia do
avrá é tema por madre é señora á la ilustro señora alguna fortaleza salvo á los naturales y á quien
Reyna Doña Isabel, madre de la dicha señora Pini quiera que determinare su Señoría ponor en ellas á
co: .. su servicio é bien de ambos.
Iten, que á todo su leal poder será unánime y Iten, que jura é promete que quandoquier que su
conforme con el dicho señor Rey Don Enrique, para Señoría quisiere facer merced de qualquier villa, ó
facer guardar la justicia é todos los buenos u6os é lugar, 6 juro 6 otras qualesquier cosas, que las pue
costumbres de estos sus Reynos é señoríos, y lo que da facer sin embargo alguno, é que la tal merced él
asi en él fuere lo cumplirá ó guardará, é será asi- la guardará, como si él mesmo la hiciere; 6 dando bu
mesmo en que se guarden los establecimientos ó fé ó palabra sobre ello la dicha Princesa, quo él la
leyes de estos sus Reynos. guardará é cumplirá como ella menina.
Iten, que jura y promete de guardar la con Iten, jura é promete que por qualquior injuria
cordia ó paz hecha entre el dicho señor Rey Don quo el señor Rey su padre ó qualquier de los suyos
Enrique é la dicha señora Princesa, guardando o viese rescobido en otros tiempos en estos dichos
uiinosmo la dicha concordia su Alteza del dicho Reynos, asimismo que por otro qualquier enojo ú
señor Roy. odio que el dicho señor Rey su padre ó otro qual
192 CRÓNICAS DÉ LOS REYES DE CASTILLA.
qúier de los suyos oviese contra qualquier persona Roy Don Juan, padre de la dicha señora Princesa;
de estos Reynos, por esta cabsa no procurará con lo qual promete de cumplir desde el dia que fuere
el dicho sefior Rey que las tales personas resciban contraydo é consumido el matrimonio hasta dos
daño ó enojo, ni hará ¡novación alguna contra las meses primeros siguientes.
tales personas, antes por contemplación de la dicha Iten, que jura é promete el dicho sefior Principe
Princesa apartará do si qualquier rancor y enojo á la dicha señora Princesa de la dar y entregar
que tenga contra qualquier personas que sean de dentro de quatro meses primeros siguientes cien
estos Reynos. mil florines de oro del cufio do Aragón, para man
Iten, que jura é prometo de no tomar empresa tenimiento é sustentación de su honra y estado, y
alguna de guerra ó confederación de paz con qual para otras qualquier necesidades, y dendo eu ade
quier Rey ó señor comarcano, ó con qualquier ca lante sostener su estado bien y enteramente segund
ballero ó señor de estos Reynos eclesiástico ni se quien es la dicha señora Princesa.
glar, sin voluntad de la dicha seRora Princesa é de Iten, que jura é promete que si algunas roturas
su determinado consejo; porque mejor se hagan nascieren en estos Reynos, que el dicho sefior Prin
todas las cosas á servicio de Dios é del dicho señor cipe estará en ellos personalmente con quatro mil
Roy, é bien del uuo é del otro é destos dichos Rey- lanzas, hasta que las dichas roturas cesen, é si las
nos. dichas quatro mil lanzas no truxere, que el dicho
Iten, que jura é promete de dar á la dicha señora sefior Principe sea obligado á las pagar.
Princesa en acatamiento é confederación de los Por ende diréis á su Merced que le suplicamos
Reynos de Castilla, que él ha con ella, para después con la mayor reverencia é instancia que podemos,
de los diaa del señor Rey Don Enrique, en acrecen que mitigando qualquier enojo ó desgrado que de
tamiento de su doto, en el Reyno de Aragón á Bor- lo pasado aya tenido, quiera recebirnos por verda
ja, é á Magalluu; y en el Reyno de Valencia á El deros hijos, é como tales aprovecharse y servirse de
che y á Crevillen; y en el reyno de Secilia á Zara nosotros, é no permitir que otros escándalos ni mo
goza y Catania: los quales lugares siempre fueron vimientos se hagan. Porque si las cosos comenzasen
dados á las Reynas de Aragón antepasadas. á entrar por roturas segund las alteraciones de estos
Iten, que jura é promete de dar á la dicha señora sus Reynos ó señoríos, soría deservido é molestado
Princesa allende los lugares susodichos, en cada uno con las fatigas que do los talos movimientos suelen
do los dichos Reynos un lugar que ella quisiere y resultar, como su Señoría bien sabe, é su Real coro
escogiere, ezoepto que los tales lugares no sean ca na so acabaría de destruir. Por tanto diréis á su
beza de los dichos Reynos é principadgos; é que la Mercod que otra y otras veces le tornamos á supli
dicha señora Princesa en su vida aya é tenga los car que pues conformándonos con la razón é debdo
pechos é derechos é todas las otras rentas de los di voluntariosamente lo queremos acatar é servir como
chos lugares; pero que los Alcaydes que oviere de verdaderos hijos, que á la merced suya plega acep
poner en los dichos lugares, que sean narurales de tar nuestra suplicación, pues es tan justa y razona
los dichos Reynos é no extrangeros. E que si por ble que no debe ser nogada. E porque por las hablas
caso Dios dispusiese del dicho sefior Rey, que la é gestos de las personas se conoce mucho lo que
dicha señora Princesa en sus días aya é tonga y po tienen los hombres en los corazones, é aun porque
sea los dichos lugares é vasallos é fortalezas; ó des con grand deseo deseamos facer reverencia á su
pués de sus dias los ayan é tengan los herederos del merced é besarle las manos, descirle eis, que le su
dicho sefior Rey, é se tornen á la corona Real. Y plicamos quiera dar forma como podamos ver á su
esto mismo se entienda, asi en los lugares que se Excelencia en lugar convenible é seguro; porque
dieron á las otras Reyaas de Aragón en casamien allí conocerá de nosotros, é de los perlados, é caba
to, como en los lugares que han de ser dados á la lleros é servidores suyos é nuestros que están en
dicha señora Princesa en su escogimiento. nuestra compañía, que las obras no discrepan de las
Iten, que jura é prometo que si se hallare que á palabras, segund mas largamente vos hablamos.
la muy ilustre y excelente Royna é sonora Doña Por endo muy afectuosamente vos rogamos y en
María, muger del Rey Don Juan é á la muy exce cargamos como á naturales de estos Reynos, que
lente señora Doña Juana, madre del dicho señor pues la dicha nuestra suplicación es justa, vos con
Rey, allende de los lugares susodichos, les fueron forméis, para suplicar á su Mercod aquello mesmo,
dados otros lugares ó señoríos, ó hechas otras man porque pues á su Señoría proferimos de nuestras
das 6 concedidas preminencias, que todo le sea dado propias voluntades todo aquello que debemos, obli
y entregado á la dicha señora Princesa luego que gados Boys á lo facer así, é procurar el atajo de to
el matrimonio fuere contraído é consumido. dos los rigores, por evitar los iureparables daños
Iten, que jura ó promete de dar en arras á la di que de ellos se esperan seguir á todos generalmen
cha señora Princesa en mejoría á acrecentamiento te; lo qual en agradable servicio vos tememos, é
de todo lo susodicho otra tanta cantidad quanta se fiamos en nuestro Sefior que por nosotros vos sea
hallare que el Rey Don Alonso su tio, Rey que fué remunerado. Yo ol Príncipe. Yo la Princesa.
de los Reynos de Aragón é de Sicilia é del Reyno Oyda su emhaxada é dada la creencia que así
de Nápol, prometió ú dio á la Reyna Doña María su traían, el Rey después de haber hablado con los del
inuger, hermana que fué del muy esclarecido señor su Consejo, habló con ellos, é les respondió que
DON ENRÍQ E COARTO. 193
aquello que traían era tosa de mucha importancia, » trocientes, é sesenta é nueve años, Don Alonso de
é que requería deliberación é acuerdo; que convenía ii Agitar me envió á rogar con Alonso de Angulo
comunicarlo con los grandes do bus Reynos que allí > que yo subiese á lo alto de la dicha casa á hacor
avian de venir, é quo ávido su aouerdo é consejo » colación con él, é yo subí por bu ruego ; y estando
con ellos, él los mandaría responder. E asi se torna » entrambos ya acabando de comer y beber , recros-
ron sin respuesta ninguna los raensageros. ii ció gente armada , la qual él tenia junta para me
i) prender , y el dicho Don Alonso me prendió con la
CAPÍTÜLO OXXXVIII. » dicha su gente armada ; lo qual hizo, sin proceder
«desafio, que por él me fuese fecho, ni injuria quo
De como Don Alonso de Agilitar sobre el amistad Techa por el oyó le hiciese, ni otro caso por donde me debiese
Hey entre él y el Conde de Cabra é sus hijos prendió al Maris «prender, como me prendió ; y en la prisión quo
cal Don Diego de Córdoba , y de lo que sobre ello subcedió. ii me hizo me trató asaz injuriosamente, por lo qual
Al tiempo que el Rey estuvo en Córdoba, vista la » segund las leyes y prematicas roales de vuestros
enemiga que estaba entro el Conde do Cabra é sus 0 RoynoB, el dicho Don Alonso incurrió en oritnen
hijos con Don Alonso de Agnilar , mandó quo fue » é caso de aleve. E porque , muy poderoso Señor,
sen amigos, é asi venidos dolatito de su Roal pro- a yo le quiero demandar, é afear en presencia de
soncia, habláronso ; poro como Don Alonso tenia «vuestra Señoría, quo yo con el ayuda do Dios, ó
raygada la enemistad contra el Conde y sus hijos, » <lo mi Señora la Virgen Maria, ó dol Apóstol San-
no estimó su amistad; en tal manera, quo siempre » tiago , é con la justicia é verdad que tengo , on-
fueron incompatibles en la vivienda de la cibdad, » tiendo do le facer confesar el mal caso de alevo-
mayormente que confiaba en la grand parte que te » sis en que cayó, ó le mataré, ó echaré del campo
nia con el Maestre Don Juan Pacheco. E asi fué quo » en presencia de vuestra Real Magostad ; porque
el Mariscal Don Diego do Córdoba , hijo mayor dol » aquesto asi por mí fecho, vuestra Alteza lo man-
C'ondo de Cabra, vino á la cibdad do Córdoba sobre » de por su sentencia las penas que por las leyes y
aquella seguridad, que de razón debia de venir co « ordenamientos do vuestros Reynos son estableci-
mo Alguacil mayor della por el Condo su padre. 1 das contra Iob alovosos. E dándome vuestra Sefio-
Donde fué rescebido por Don Alonso con alegre » ría esta licencia é facultad , usará de bu justicia é
semblante; é como él ya tenia focha su confedera » hará aquello quo á Rey justo pertonece y es debi-
ción oon algunos de los mas principales Regidores * do do facer , y hará en ello á mí merced. E quau-
y caballeros de la cibdad , luego quo todos vinioron 11 do , lo quo á Dios no plega, á vuestra Altoza no
al Ayuntamiento , donde so acostumbraban juntar, » le pluguiere darme esta libertad y licencia, y me
para entender en los cosas del regimiento é gober n la denegare por palabra , ó disimulare la respuos-
nación de la cibdad, Don Alonso de Aguilar so le ii ta en tal manera, que la tal licencia no me quiera
vantó con mano armada, é con ayuda de aquellos « dar , si yo buscare lugar é manera por donde yo
que eran oon él , prendió al Mariscal Don Diego de „ pueda satisfacer á mi honra, y aclarar la fealdad
Córdoba é é Don Sancho su hermano ; é presos muy l é alevosía que el dicho Don Alonso de Aguilar
deshonestamente, envió luego al Mariscal á su for » fizo , yo protesto de por ello no caer ni incurrir en
taleza de Cañete, donde lo pusieron en grandes «caso ni pena alguna; porque lo haré, si lo hiciere,
prisiones, é a Don Sancho tóvolo consigo por algu n por me ser por vuestra Señoría donegada la justi-
nos dias. Sabido aquesto por el Roy, ovo grand ncia, é no quorer dar lugar á que yo la alcance de-
enojo, é se indinó contra Don Alonso do Aguilor, » lauto de vuestra Real Magestad, cuya vida y es-
porque asi avia quebrantado la paz y amistad en • tado Real nuestro Señor acresciente por luengos é
que los avia dezado ; é luego sin mas dilación en « bienaventurados tiempos. Fecha á veinte é siete
vióle á mandar quo lo soltase sin detenimiento nin «de Mayo , año de setenta.»
guno, con apercibimiento que si lo contrario ha Leyda la carta é visto lo que sus mensageros le
cia, de ir en persona contra él. Llegado aqueste suplicaban , como aquellas cosas eran muy agenas
mandamiento á Don Alonso, soltó al Mariscal; y asi de la condición del Rey , é los escándalos le despla
suelto é puesto en su libertad en la villa de Baena, cían, respondió que aquellas cosas que el Mariscal
determinó de le afear é reprochar á Don Alonso, lla demandaba no cumplían al servicio de Dios ni al
mándole á trance de batalla; pero antes que le es suyo ; y pues que lo semejante era defendido en la
cribiese ni hiciese nada , escribió al Rey una carta religión christiana, él no entendía dar la tal licen
en la forma siguiente : cia para lo que pedia, mayormente considerando
« Mny alto é muy poderoso Principe y Señor. Don quanta enemiga entre ellos quedaría raygada do
* Diego vuestro Mariscal , y Alguacil mayor de la aquella tal licencia, ó los muchos males que por ello
» cibdad de Córdoba , beso ) as manos de vuestra Real se seguirían. Pero puesto que el Rey denegó esta
» Señoría ; la qual bien sabe y es notorio en vuestra licencia, el Mariscal no dexó de seguir su propósito
« Corte y en todos vuestros Reynos, como estando comenzado ; é asi onvió su cartel á Don Alonso do
» yo en la misma cibdad de Córdoba en las casas dol Aguilar reptándolo , ó afeándolo de alevosía, y de
«Cabildo en buena paz é concordia con todos los do sasándolo á batalla. En fin, pasados entre ellos sus
» la cibdad , un dia miércoles , que fueron veinte y carteles, mas deshonestos que cumplidos de corte
» cinco dias del mes de Octubre , año do mil é qua- sía , el Mariscal asignó el campo en la vega de Qra-
Cr.—III. 13
194 CRÓNICAS DE LOS I ¡YES DE CASTILLA.
oada, enviando seguro del Rey de Granada, para Pontífice. A esto Ies respondió el Rey sin consulta-
que fuesen allí, devisando las armas Don Alonso do lio con los del su Consejo , que los Reyes de Casti
Agu i lar. El qual , puesto que devisó las armas, no lla sus antepasados jamás avian sóido escismáticos
fué al campo señalado por el Mariscal. Estonces el contra la Sede Apostólica , mas siempre en su fa
Mariscal Don Diego de Córdoba so fué á ponor en vor, y que él no quería quebrantar lo que ellos
el campo señalado con las armas que Don Alonso avian guardado; mayormente que él era en mucho
avia devisado en su primera respuesta , donde estu cargo al Papa, porque en las turbaciones pasadas
vo el Mariscal esperando el dia aplazado y asigna siempre le avia seido muy parcial é ayudador con
do entre ellos por el Rey de Granada ; y como Don tra los Perlados é caballeros que lo avian deservi
Alonso allí no vino, el Mariscal hizo sus actos y do. Por tanto que le rogaba que en aqueste caso no
llamamientos contra él con sus Oficiales d'armas. E curase de insistir, porque él antes avia de ayudar
fechos, después que fué traspuesto el sol, el Ma al Papa que sor contra él , ni dar lugar á lo que el
riscal tomó una pintura pintada en una tabla de la Rey do Francia quería. E asi fueron despedidos
figura del dicho Don Alonso, y atada á la cola de aquellos Doctores , é se fueron.
su caballo, las piernas arriba é la cabeza abaxo, la
truxo rastrando por todo el campo, disciendo á CAPÍTULO CXL.
grandes voces : «Aqueste es el alevoso Don Alonso
de Aguí lar, que denegando su palabra, no vino al De como Don Alonso de Honroy, Clavero de Alcántara, con los
plazo señalado. » Y fecho aquesto , el Rey de Gra Comendadores de la Orden se levantaron contra el Maestre de
Alcántara , y fué destruido.
nada lo dió por vencedor , é condenó á Don Alonso
por alevoso. E luego dende alli envió por todas las Don Gómez de Cáceres, Maestre de Alcántara, no
ciudades del Reyno muchas tablas con aquella pin Bolamente erró contra el Rey que lo hizo , mas fué
tura colgada á la cola de su caballo de las piernas, tan mal acondicionado, que trató muy perversa
y la cabeza abazo , con un escripto en cada una, que mente á Iob Comendadores de la Orden , en tal ma
decia : «Este es ol alevoso de D. Alonso de Agui- nera, que no pudiendo sufrir los agravios y sinra
lar. d En esto medio tiempo el Almirante Don Fa- zones que les facia , Be rebelaron contra él. De don
driquo escaló una nuche á Simancas , é tomada la de subcedió quo Don Alonso de Monroy, Clavero
fortaleza, so hizo señor dolía sin grado ni licencia de la Orden, porque siempre avia sido leal servidor
del Roy. del Rey , todos los Comendadores se ayuntaron lue
go con él ; é asi vista la maldad del Maestre, é quan
CAPÍTULO CXXXIX. perversamente los trataba, en una conformidad con
mano armada fueron contra él para lo prender ; y
Como el lley da Francia envió sus embaladores sobre diversos si el Maestre no lo supiera , é so pusiera prestamen
casos.
te en buen cobro, y huyera, todavía fuera preso ó
Entretanto que aquestas cosas subcedian por el muerto. Entonces el Clavero é los Comendadores,
Reyno, el Maestre Don Juan Pacheco se partió visto que no lo podían aver á las manos, determi
de Segovia para OcaRa , y dezó en su lugar con el naron de cercar las villas de Alcántara, Valencia é
Rey á Don Alonso de Fonseca, Arzobispo de Sevi Badajoz; donde estando en el cerco, el Maestre,
lla. Y como el Maestro llegó á Ocafia, adoleció do allegada la mas gente que pudo, fué por descercar á
una gravo enfermedad , que después resurtió en Alcántara ; pero el Clavero y los Comendadores sa
quartana ; por manera que su estada en Ocaña fué lieron contra él al camino por donde venia é le die
por algún tiompo , de que el Rey sentía grand pena ron la batalla , donde fué desbaratado é destrozado,
por su ausencia, porque sin él ninguna cosa se des de tal guisa, que nunca jamás pudo tornar á reha
pachaba. En aquesto mismo tiempo el Roy do Fran cerse). E como ol Conde de Coria, su hermano, vió
cia onvió una embazada al Rey , demandándole á el destrozo del Maestre , aoordó de ir á meterse por
Doña Juana su hija para el Duquo de Guiana su las puertas del Conde de Alva, que era tio de su
hermano, quo por entonces esperaba subcederenla muger, rogándole con grande instancia quisiese ayu
corona de Francia, porque el Rey de Francia no te dar á su hermano , para descercar los lugares quo
nia hijo varón. Oyda la embazada que aquestos los Comendadores tenían cercados. Estonces ol Con-
mensajeros traian, hizolo saber al Maestre, el qual do de Alva, como era astuto é discreto caballero,
respondió que su Alteza lo aceptase, é asi el Rey vista la necesidad con que venia , respondióle que
respondió que le plascia y que era muy contento; le plascia de ir á socorrer é ayudar al Maestre su
que enviase su embazador qual convenia para tan hermano ; pero que debia de considerar que no avia
arduo negocio, y que estonces se concluiría é farian de ir á su costa ; mas que si le daba dineros con que
los desposorios con aquella solenidsd que de razón pagase el sueldo á la gente , que le plascia de ir
convenía. Despodidos aquestos mensageros, vinie de buen grado. El Conde do Coria le respondió que
ron otros dos mensageros Doctores eclesiásticos con él y ol Maestre su hermano estaban tan alcanzados,
cartas do creencia del Rey de Francia ; y ezplicada que luogo no le podian dar dinero ; pero quo le da
su creencia, demandaron al Rey quo quisiese ser rían en prendas algún lugar, y tul seguridad con
junto con el Rey de Francia para demandar conci que él fuese contento. El Conde de Alva díxole que
lio contra el Papa Paulo , que por estonces era Sumo le diese en prendas la cibdad de Coria , é que luego
DON ENRIQUE CUARTO, 195
iría con él á socorrer al Maestre. El Conde de Coria
con la gana que tenia de socorrer é ayudar al Maes
CAPÍTULO OXLII.
tre su hermano, é vengarse del Clavero é de los Co
mendadores, entrególe la cuidad de Coria con la Como el Rey se fué i Madrid , é las cosas que snbeedieron p or al
fortaleza. E asi apoderado della el Conde de Alvo, Hejrno estando allí.
juntó su gente é fué á socorrer al Maestre para des Como el Maestre Don Juan Pacheco, á cabsa de
cercar á Alcántara 6 á las otras villas. Sabido aques su larga enfermedad, no so atrevía A venir á Sogo-
to por el Clavero é por los Comendadores, quo es via por el largo camino é asperidad de los puertos,
taban en su cerco, quebraron todas las barcas é acordó el Rey de pasará Madrid porque estaría mas
puentes que avia en Tejo, por manera que el Con cercano del, para la consultación de los negocios
de ni el Maestre no pudieron pasar ni socorrer á que de contino ocurrían; donde venido, reposó. E
alguno de los lugares que asi estaban cercados, y pasados algunos dias, el Conde de Armeflaque se
se ovieron de tornar , é por estonces la cibdad do vino huyendo á se poner debazo de su amparo, por
Coria se quedó en poder del CoDde de Alva. Desde que el Rey de Francia lo quiso prender é le toma
allí adelante el Maestre de Alcántara siempre fué ba toda la tierra; no porque le avia fecho traycion
descayendo, sin poderse recobrar, hasta que murió, alguna, salvo que sin su licencia é mandado se avia
no como Maestre de Alcántara, mas como Gómez de casado con la hija del Conde do Fox, Principe de
Cáceres, qnal era quando vino & la casa del Rey; Navarra. E asi venido, el Rey le mondó hacer hon
porque la soberana justicia de Dios es aquella que á rado rescebimiento , é fué muy bien aposentado, é
los tales ingratos nunca dexa sin pena, ni consien estuvo allí por algún tiempo , hasta que el Rey de
te que permanezcan sin rescibir el pago de sus Francia lo envió allamara trato del Cardonal Atra-
obras. Oa pues este Maestre, enemigo de la lealtad, batensis. El qual sobre grandes seguridades que le
no quiso acordarse de la honra señalada y alto es dio por parte del Rey de Francia, é partida con él
tado en que su Rey le puso sin merecerlo , é con tan la Hostia del Corpus Chrítit, lo mataron á puñala
ta deslealtad é deservicios le fué enemigo sin cab- das muy crudamente ; pero al Cardenal que tan
sa-, convenible cosa era que asi padesciese é fuese grand insulto consintió, no le dexó Dios sin pena,
destruido é desposeído en la vida , como él fué en que después se quemó de fuego salvage sin reme
deshonrar é perseguir al Rey , que lo hizo ; é que dio alguno ni cura que le pudiese prestar sanidad;
muriese deshonrado como él deshonró á quien tan ó así murió mas desesperado que con devoción,
ta honra le avia dado. aunque tardó algún tiempo. Después que el Maes
tre de Sanctingo so sintió mas convalescido, aun
CAPÍTULO CXLI. que avia quedado qnartanario, hlzose traer on an
das á Madrid, donde el Rey en persona con los per
Como el Maestradgo de Aleíntara faé dado i Don Juan de ZnAiga,
hijo del Conde de Plascneia, ¿ se lo conflrmó el Rey. lados, é caballeros de su Corte, lo salió á rescebir
con mayor solenidad que si fuera otro alguno su
Don Alvaro de Zufiiga, Conde de Plasencia, y la igual. | O singular é maravillosa grandeza de Dios,
Condesa bu muger fueron tan aficionados servido alto, poderoso, infinito! ¡quán altos son tus miste
res del Roy , que morescieron ser galardonados en rios! ¡quáii oscuros tus juicios! jquán profundos
diversas maneras. E como la Condesa tuviese cer tus secretos! Al que fue desonrador de su Rey; al
tidumbre de la buena voluntad del Rey, quiso sa que oon tantos vituperios lo amenguó ; al quo con
bor secretamente, si avria desplacer que ella supli tantas deshonestidades lo persiguió, ¿ cómo, Sefior,
case al Papa que proveyese del Maestradgo de Al consientes y te plasce que con tanta honra lo res-
cántara, que asi estaba vaco , á Don Juan de Zufii ciba su Rey, por él ofendido, con tanta obediencia
ga su hijo , y el Rey le respondió que antes serla salga el Sefior á su siervo, y el hacedor á su hechu
placentero dello. Entonces la Condesa envió ciertos ra ? Entretanto que el Maestre convalescia de su
presentes al Papa suplicándole, que pues el Maes quartana, siempre el Rey con toda bu Corte estu
tradgo de Alcántara estaba vacante, su Santidad vieron en Madrid hasta que fué libre; pero todos
proveyese del á Don Juan do Zúniga, hijo del Con los negocios del Reyno se despachaban por su ma
de su marido y suyo ; lo qual el Papa lo otorgo, é no. En este medio tiempo que él asi convalescia,
dio sus bullas Apostólicas ; é venidas, el Rey gelo aconteció quo Luis de la Cerda, Alcayde de Esca
confirmó con mucho amor. E quanto quiera que el lona, al tiempo de las turbaciones del Reyno, so re
Clavero, é muchos de los Comendadores por eston beló con la fortaleza é con la villa contra el Rey
ces estuvieron alterados é desobedientes, al fin ovie por la parte de los tiranos, y estuvo siempre só
ron de veuir á darle la obediencia ; porque A la ver aquella rebelión. E puesto que muerto el Principe
dad la Condesa, como era varonil, por pura fuerza Don Alonso, todos los Perlados é caballeros vinie
de armas ganó la villa de Alcántara é otros muchos ron á la obediencia del Rey, él jamas quiso venir,
lugares del Maestradgo ; por manera que unos Co temiendo que le quitarían la tenencia. Pero como
mendadores por amor, y otros por fuerza, y otros era mortal , é avia de entrar por el camino estrecho
por miedo, vinieron á obedecer á su hijo por Maes de la carne humana, adolesció de una grave enfer
tre, y quedó pacificamente con el Maestradgo. medad, de que murió ; y estando asi, de que conos-
ció su muerte, mandó á todos los suyos que entre
196 CRÓNICAS DE LOS REYES DE CASTILLA.
gasen la fortaleza é la villa al Roy sin detenimien tonces era Obispo de Astorga, y fué absuelto de la
to alguno. Entóneos los suyos obedesciendo su man descomunión papal que sobre aquesta cabsa estaba
dado como buonos servidores, acabado de enterrar puesta. En aquesto medio tiempo subcedió que co
á su señor, enviaron á decir al Roy que viniese a mo el Arzobispo do Toledo se mostraba muy si
tomar su fortaleza é la villa do Escalona, de que ol niestro al servicio del Rey, y en aquello insistiese,
Rey fué muy alegre é plascentero , porquo quería un Capitán muy acepto al servicio del Rey, que se
aquel lugar para su deporte é recreación ; pero su decia Christobal Bermudez, vista la poca obedien
plascer luego se tornó en doblado enojo ; ca como cia que mostraba contra el Rey, fué con la gente
ol Maestre Don Juan Pacheco supo de la muerto do su capitanía, é combatió la fortaleza do Canales,
de Luis de la Cerda, y que los suyos querían entre que es dol Arzobispo do Toledo, é tomóla por com
gar la villa é fortaleza al Rey, envióle suplicar le bate, de que el Rey fuo muy contento, é lo tovo en
hiciese merced dolía. E quanto quiera quo el Rey servicio ; pero el ' Arzobispo ovo tan grand senti
dio algunas legitimas excusaciones porque no la miento, quanto si otra mayor injuria le fuera fecha;
debia dar ni agenar, en fin la importunidad del en tal manera, que do allí se siguieron asaz escán
Maestre fue tanta, quo contra su grado se la dio y dalos é robos é males do cada parto por el Reyno
mandó dar y entregar. E porque aquellos quo den do Toledo. Pasados algunos dias después que el
tro estaban dixeron que no la avian de dar 6 otro Maestre fué convalescido, fué'aoordado entre el Rey
ninguno, salvo á la persona del Roy, el Maestro lo y él que pues avia dado su palabra Real al Conde
hizo que fuese luego ¡i mas andar á Escalona, don- de Plosencia de le facer equivalencia por la oibdad
do llegado, fué rescebido , y asi la entregó al Al- de Truxillo, que le hiciese merced de la villa de
cayde quo el Maestro envió. En aquesto medio Arévalo con titulo de Duque ; é asi fecha la merced
tiempo fallesció Don Pedro Hernández do Velasco, é oonfirmándogela, lo hizo Duque do Arévalo, aun
Conde de Haro, ó subcedió en el señorío Don Pedro que la villa era do la Reyna Dona Isabel , muger
de Velasco, su hijo mayor. Aquesto Conde fué el que fué del Rey Don Juan do gloriosa memoria,
que en aquestos tiempos so halló vivir é morir mas padre del Roy. E porque al tiempo que los tiranos
catholicamente como verdadero cristiano ó con mas alzaron por Rey al Principo Don Alonso, quando lo
honrada tama do varón temeroso do Dios que nin tiuxcron allí, se la empeñaron por ciertos quentos
gún caballero ni señor de todas las Espuñas; por de moneda, é la tenia en prendas do lo que avia
que retraydo de la Corte, y de todas la vanidades ' prestado, el Rey le hizo merced della. Esto en
del mundo en una villa suya, que se dice Medina alguna manera parosció cosa de mal enxemplo, por
de Pumar, hizo un Monesterio encerrado do mon que desheredar ú las viudas , mas fué querer hacer
jas generosas, donde puso tres hijas suyas, é hizo fuerza, quo usar de franqueza. De lo qual la Prin
un hospital para doco hidalgos que viviesen en po cesa Doña Isabel, como hija, ovo grand sentimiento,
breza, donde fuesen sustentados honrosamente ; y puesto quo por estonces no lo pudo remediar.
dotó el monesterio y el hospital en grand abundan
cia ; hizo asimesmo una capilla, á donde puso sus CAPÍTULO OXLIII.
antepasados, y ¿1 se enterró. Y no solamente aques
to, mas antes quo muriese, hizo el descargo do su Como el Rey se partió de Madrid para Segovia, ¿ délas cosas que
subcedierun.
conciencia en suma do mas de quince quentos, que
de muy pocos ó de ninguno se podría descir lo se Después que el Maestre fué libre de la quartana,
mejante. Asi quo podemos descir por él que dexó fué acordado que el Rey se fuese á Segovia, donde
perdurable memoria para certidumbre de su salva parescia tener algún descanso, asi por la salud dol
ción, é quo mayor envidia deben de aver los nobles Maestre, como porque él lo descuidaba de los nego
de su fin que do su estado que dexó. En pos do cios que subcedian é ocurrían ; por manera, que sin
aquesto subcedió que el Conde de Benavento estan empacho se podía andar por los montes , y estar en
do en algunos diferencias con el Conde de Lemos sus bosques á su plascer. Pasados algunos días des
é con el Vizconde de Bazan, el Conde de Luna, que pués que estaban en Segovia, ol Maestre entregó el
riéndolos conformar é poner en paz , trató vistas Alcázar al Rey, y fué dada la tenencia del al Ma
entro ellos, para quo se juntasen en la villa de Vi- yordomo Andrés de Cabrera. En este medio tiempo
llalpando. Dondo convenidos, el Conde do Benaven vino allí el nuevo Conde de Haro á hacer reveren
to prendió al Vizconde de Bazan, é preso, mandó cia al Rey, donde fue rescebido con mucho amor,
lo llevar á la fortaleza de Benavento. Luego sin y tratado con grand honra, asi por el Rey como por
dilación fué con grand gente é puso cerco sobro los señores de la Corte. E como por estonces avia
Matilla, una villa que era del Conde de Lemos, é la grandes males de bandos é questiones en las pro
tomó. E porque los antepasados dol Conde do Be vincias de Guipúzcoa y de Vizcaya, acordó el Rey
navento avian usurpado, é tenían injustamente los de enviar allí con grandes poderes de Virrey al
Barrios do Salas, que eran de la Iglesia y Obispado nuevo Conde de Haro, asi porque estaba muy ve
de Astorga, á cuya cabsa estaban puestas graves cino dellos, como por ser el mayor é mas poderoso
censuras contra todos ellos, él queriendo sor obe de aquellas comarcas y porque era caballero pru
diente á la Iglesia, se desapodoró de todos ellos, y dente é muy cuerdo. El qual obedesciendo lo que
los entregó á Don García de Toledo, que por en asi le ora mandado por su Rey, fuélo á cumplir y
DON ENRIQUE CUARTO. 197
ponerlo por obra, y entró muy poderosamente , se- ngro de los ChristianoB derramada, é los hombres,
gund que para tal caso convenia. Donde entrado, é «mugereay niños captivos ; los quales dan vocea
obedescido por entrambas provincias, fecha su pes 8 ante Dios y el mundo por las susodichas cosas , é
quisa con grand diligencia, halló que Pedro de Aven- s por otras que quiero callar. Por lo qual me parece
dafio ó Juan Alonso de Moxica con algunos pa- » quo la vergüenza do lo pasado y la fee de lo pre-
ríontes é valedores suyos eran cabeza do bandos, á » senté é por venir nos debrian de cerrar los corazo-
cnya cabsa se seguían muchos escándalos é muer »nes á lacobdioia, é abrirlos á la conciencia, para
tes y robos ' é males que de contino se hacian. E «que doxados nuestros particulares provechos, en-
asi administrando justicia, vistos los insultos que i) tendamos todos en el bien común y paz de estos
por ellos se recrescian, mandó por su sentencia que » Reynos. Por ende , Señores , pues agora yo he sa
Pedro de Avendaño, é Juan Alonso de Mozica sa lí bido que vosotros todos tres tenéis la péñola del
liesen desterrados fuera do ambas provincias, á no «Rey nuestro Señor en vuestras manos, é ahi vos
tornasen a ellas fasta que fuese la voluntad del «juntáis, y estos muy esclarecidos Principes se jun-
Rey, é que para tornar les fuese dada expresa licen » tan en Dueñas con el muy reverendo Señor el Ar-
cia de su Alteza, so pena de la vida, é de perder n zobispo de Toledo é con otros Grandes que allí
sus haciendas, si lo contrario hiciesen. E después i) seremos , plégavoB por solo el servicio de Dios y
de justiciados muchos ladrones é malhechores, que » por la honra de todos los que agora vivimos, de
dó la tierra en grand paz é sosiego, si ol diablo no » dar orden como se dé un lugar, dó todos nos po
tornara á sembrar su discordia y á tender las redes li damos ayuntar , para que se dé entre todos talfor-
de sus escándalos , para lo que después subcodió, nma, que no pasen los males adelante; que harto
segund que adelanto será recontado. El Maestre » es de mala ventura entre tantos dobdos é parien-
Don Juan Pacheco que tenia enagenada la su villa « tes tan cercanos no aver de hallar quien tenga esta
de Montalvan en poder del Conde de Alva desde la «salvaguarda, pues que entre moros y Chrístianos,
batalla de Olmedo, quando se la entrogó en pren » personas do quien se puede fiar , hallarse suelen.
das de los vasallos que él y los otros tiranos le n E paréceme que serja bien dar tal orden , que es-
prometieron, para que rompiendo su fee tantas ve « tando todos alli ayuntados, y en manos del mejor
ces dada, dexase al Rey, é se pasase á ellos, traba- «clérigo ó fraile que á vosotros paresciese, é aver-
xaba con el Conde, que gela tornase. Pero el Conde nse pudiese, puesto el cuerpo de Christo delante, y
nunca quiso desapoderarse de ella, antes requería n él revestido, tomase á todos los que alli estuvié-
al Maestre cumplioso con él lo quo mas principal « somos juramento que aquesto quo seguimos , quo
mente que los otros lo avia prometido, y que en otra « creemos ser verdad quanto á Dios é al mundo ú
manera no la entendía de dexar. E quanto quicr » todo nuestro creer é saber , ó lo seguiremos sin
que el Maestro traia sus rodeos , disciendo no ser «otra alguna pasión, amor ni interese. Para esta
obligado á cumplir aquella promesa, nunca el Con n cónclave debon sor llamados todos los Qrandes del
de de Alva quiso dexar la villa. Estonces ol Maos- «Reyno quo quieran venir, é si esto no quisioren
cre acordó que el Conde se viniese á ver con él é «jurar, juren de seguir le que seguiéremos los que
con el Arzobispo de Sevilla á Sanct Pablo do la Mo «juráremos. E porque asi creo podría ser remediado
raleja. Donde convenidos, ansí para concluir su de » este fuego infernal como en este Reyno está en-
bate, como para dar algún medio de paz en el Rey- e cendido , con esto me descargo ante Dios é ante
no, el Almirante Don Fadriqúe les envió esta car » todoB vosotros , é vos pido por merced ésta mos-
ta siguiente : «trois al Rey nuestro Señor, porquo vea y conozca
«Señores amigos, enemigos do Dios y de CaBti- » mi deseo. Al qual no escribo , porquo sé que no
i) lia : vosotros y nosotros ¿ por qué queréis que de- i) aprovecharía , como en las otras cosas pasadas
tmos mal enxemplo de todos los que agora vivimos » hasta aqui , que vosotros los Grandes é yo le avo-
«y estados tenemos, que para siempre perdamos « moa escripto. Nuestro Señor vuostras personas y
tías almas, y en las Corónicas las famas ; que en » estados consorve ó acreciento. Do la mi villa do
» nuestro tiempo se sufra tal destruoion , que es peor s Valdonebro á quatro de Noviembre. El Almi-
t que la de Don Rodrigo ; que por las cobdician é » ranto. »
i) omecilloB secretos y públicos sea destruida la mas Lcyda su carta , no curaron de le responder por
«honrada fama de Rey é do caballeros quo en Rey- estonces , porque el Maestre y el Arzobispo de Se
» nos de Chrístianos solia é pudo aver? Ya todo lo villa no estaban de aquol propósito que el Almiran
t pasado era tolerable, aunque vergonzoso é dafio- te quería, mas eran do contraria opinión , y sola-
» so ; porque los prisioneros de las guerras se daban inonte procuraron de se concordar con el Conde d,o
d sobre las foes , y era toda la guerra entre parien- Alva, para lo que eran allí venidos. E como el
» tes é amigos ; é asi los cabBadores como los defen- Maestre era tan astuto, que á todas las diferencias
l sores con sola la lengua é conocimiento unos á Babia dar remodio , señaladamente á las de su into-
«otros se soltaban ; los voncidos ó presos ó los von- roso, concortó con ol Oondo do Alva, quo pues él
» cedores se dolian del trabajo de los otros. Mas ago- tenia la cibdad de Coria, y el Maestro do Alcántara
» ra los enemigos de Dios é de nuestra sancta Ley y el Conde de Coria su hermano eran muertos, quo
«metidos por parciales en estos Roy nos, se glorifi- él se la haría dar é confirmar de juro, con que le
ncan asi vencidos como vencedores en ver la Ban- baria dar titulo de Duque de Alva,' é Marqués de
198 CRÓNICAS DE LOS REYES DE CASTILLA.
Coria é Conde del Barco, condicionalmente que lue «villas, ó otras oosas de unas partes á otras, todo se
go desase á Mental van y i la Puente del Arzobis nqueda en sus Reynos, y en poder de sus naturales;
po. Lo qual el Conde do Alva aceptó de buen gra «empero las muertes que de cada día subcedon , no
do, porquo su deseo era do acrecentar su estado, ó «hay remedio ; y aun esto es mayor mal, por lo que
subir en títulos do tanta dignidad é honra, y asi ol nagora parece que se comienza , entrando los moros
Maestre, haciendo liberal franqueza de lo dol Rey, «enemigos de nuestra santa Fé poderosamente , ha-
recobró su villa, y envió las provisiones al Rey «ciendo las crueldades é malos quo se hacen, matan-
para quo las firmase, el qual, puesto que le desplu ido, é quemando é destruyendo sus tierras; que
go , no lo contradigo , antes luogo las firmó é despa naquoBto parece un mal irreparable , según la fama
chó. Dadas las provisiones al Conde do Alva , en asuena del esfuerzo de este Ruy de (5 ranada, é la en-
tregó á Montalvan é dezó la Puonte del Arzobispo, » trada que agora hizo á dó ha muy grandes tiempos
é de allí adelante se intituló Duque do Alva é Mar «que moros no llegaron; é si agora no so les pone al
qués do Coria , é Conde del Barco. E despedidos con aguna resistencia , se'gund las contiendas que están
mucho amor, el nuevo Duque de Alva se volvió á »en el Andalucía, mucho se debo do temer el pordi-
su tierra , y ol Muestre y el Arzobispo á Scgovia. «micnto do aquella tierra , é aun mas adelante por
Donde llegados , vino al Rey el Licenciado de Al nlos aparejos que parece que hay para ello, é mas por
calá por parte dol Arzobispo do Toledo con una car «los grandes pecados de todos. Y diréis que como
ta de creencia , que descia : unos seamos constituidos en esta dignidad , que es la
«Lo que vos el Licenciado de Alcalá aveis do des «mayor de estos Reynos, y llegados en tal edad, que
leír de nuestra parte al Rey nuestro Señor, es lo si- npor astas cosas somos mas obligados á procurar ol
aguiente: Primeramente, después de besadas sus Rea- «servicio de Dios y el bien común que otro ninguno,
ules manos en nuestro nombre , diréis á su Alteza »é instimulados de estos grandísimos males é daños
nque ya sube los grandes escándalos que en estos «quo vemos acrecentar, é do los que so nos figuran
uReynos se han levantado de siete anos é esta parte nque entre ellos pueden venir, sí nuestro Señor Dios
»á cabsa do la subcesion de ellos. E como quiera que uno lo remedia, é nosotros todos no lo remediamos
nías opiniones de los unos ó de los otros en el princi- sé no nos ayudamos mejor quo fasta aquí, acorda-
»pio es de creer quo fuesen fundadas sobro justo ze- nmos de vos enviar á su Alteza por doscargo nuestro
>'lo, bien se puedo desoir que al medio ni al fin no »á le suplicar é requerir con Dios nuestro Señor, quo
shan oonseguido, ni consiguen con el comienzo, se- «pues so muestra todo esto resultar del debate do
ngun los grandísimos malos é dafios , é destruicionos «esta subcesion (porquo durante esto, no parece quo
nque se han seguido do cada día, é so continúan. \i su Señoría puodo asi romodiarlo, porquo lo que una
oque á su Merced es manifiesto el estado'en que se ha «parte dice, la otra lo niega); que á su Real Señoría
•puesto su Real dignidad , é como estos sus Reynos oplega por servicio de Dios, ó por facor bien é mcr-
«están en total perdición por falta de justicia, que »ced á estos Reynos suyos , é por el bien universal
non ellos no hay alguna , salvo aquella que la nece »de aquellos quo en esto se entienda. E diréis quo ol
sidad ha puesto y pone en algunos pueblos , aun- sparescer nuestro queremos desoir así como uno de
nquo pocos ; y en las otras partes parece que no hay )los principales de sus Reynos según somos obliga-
«otro derecho salvo la fuerza. Asimismo vo su Alte- silos , só pena de caer en mal caso; el qual seria, á su
ii/.h un intolerable daño que se ha seguido é sigue de sSeñoría plasciendo, que se toviese esta forma : que
ola moneda, el qual ha traido é trae tan grand con- »su Alteza permitiese é mandase que nos ayuntase-
»f usion , que bastaría para destruir un Reyno muy sinos en alguna parte convenible los Perlados é Gran
«sano , quanto mas uno tan quebrantado como este, ules de sus Reynos, en especial los que sean mas
»y tan lleno de miserias é adiciones, é tan mengua «cercanos , para prestamente se poder juntar, y que
ndo de todas las cosas convenibles al sostenimiento »á raí ver podríamos ser estos que se siguen : De los
»de la república. Asimismo, que bien ve su Meroed «caballeros: el Maestre de Sanctiugo, el Duque de
nías guerras particulares que al presente hay entre nArévalo, el Marqués de Santíllana, el Duque de Al-
»sus naturales en las montañas, en las Asturias, en nburquerque , y el Conde de llaro , y él Duque de
«Galicia , en Estremadura , on Sevilla, en Córdoba y «Alva , y el Conde do Benavente , y el Conde de Tre-
»eu otras partes de menor calidad ; en las quales ha «viño y el Almirante. De los Perlados: Micer Biano-
navido tanta efusión de sangre, é tantos robos é tan- nrio, Nuncio Apostólico, el Arzobispo de Sevilla, el
«tas quemas , que si huvieae sóido en los tiempos «Obispo de Sigüenza , el de Burgos , el de Coria y
«pasados, sería dolor de lo oír, quanto mas de lo ver unos, é otros algunos , si para esto pudiesen conve-
«los que lo vemos por los ojos, veyendo en estas tur- »nir, como dicho es; por manera que fuésemos en
nbaciones levantarse hombres de sendas lunzaa , é «nú mor o nones. E para este ayuntamiento, por lns
noon latroeinios y robos llegar á tener ciento é dos- ■diferencias que hay entre algunos de éstos, o viese
«cientas , é sostenollas con el sudor de los misera- «algunas seguridades entre nosotros, para nos guar-
nbles , comiendo sobre aquellos los tales robadores, sdar durante aquol. E juntos jurásemos en el sepul-
ucomo se hizo en Francia en tiempo de sus devisio- «cro de Sanct Vicente de Avila sobre la Hostia con-
nnes. E diréis á so Señoría que todos estos males en «sagrada en manos de un Preste de dar aquel medio
«alguna manera serian reparables por tiempo , ex- «en aqueste fecho qual nos pareciese ser cumplidero
scepto las muertes ; porque si se toman fortalezas ó nal servicio de Dios é suyo, y á la paz, é sosiego ó
DON ENRIQUE CUARTO. 199
«buena gobernación de estos sus Roynos é señoríos,
»é sostenimiento de su estado Real; ca grand ver- CAPÍTULO CXLIV.
•güenza 6 daño es do todos sus naturales que siendo
»61 nuestro Befior é Rey, tenga las necesidades é po Do como el Principo «le Aragón j la Señora Prineua DoAa Isa
seo poder é desabtorizamiento que su Merced tiene; bel, sintiendo la novedad que qocria hacer el Rey , le escribie
•que los ceptros Reales acompañados quieren ser de ron la caria siguiente.
«moderadas riquezas é poderío, con que puedan sa- El Príncipe Don Fernando, y la Princesa Don i
» tisfacor los servicios , é castigar los maleficios. E Isabel, veyendo que siempre el Rey mostraba eno
•asimismo para dar orden en todos los otros dafios jo contra ellos, aunque honestamente lo disimula
•sobredichos, é principalmente en lo de la moneda, ban, é que ninguna respuesta por escripto les daba
»y en lo de la resistencia do los Moros enemigos de las otras veces que le avian escripto y enviado su
•nuestra santa Fé ; que grand oprobio debe ser y es embaxada, sintiendo el desposorio que quería ha
»á la nobleza castellana que los comarcanos pasen cer de la hija con el Duque de Guiana é tornarla á
»1ob maros á conquistar tan grand muchedumbre de hacer heredera si lo aprovechára , acordaron do lo
•moros, y quo estos pocos que tenemos aquende dol oscribir otra carta en la forma siguiente :
yagua no solamonte se nos defiendan, mas nos en- i Muy alto, é muy poderoso Principe , Rey é Se -
ntren á tomar la tierra. E que destos , que ansf nos nfior. Ya vuestra Señoría sabe como en el mes de
«juntáremos, se conformen lo menos con la deter- n Octubre del ano pasado ovimos enviado á vuestra
nminacion de los mas , y que á su Alteza plega de » Alteza nuestras cartas con Moscú Pero Vaca é Die-
«estar al consejo de estos. E nos procuraremos quo »go do Ribera é Luis de Atienza con cierta creen-
>asi mesmo bagan los Señores Príncipes; y placerá ncia por escripto. La qual en efecto contenia : pri-
»á nuestro Señor , que usando de su acostumbrada » meramente faoer saber á vuestra merced el casa-
•misericordia, alumbrará á todos, para que hallemos » miento nuestro, é la razonable cabsa porque para
«entero saneamiento para agora é para do aqui ade- nollo no se avia atendido ol mandado, consejo é
ulanto ; quo ya se halló en otros tiempos por permi- «consentimiento do vuestra Real Señoría ; é des-
«sion de Dios en otros tan grandes debates; el qual » pues do aquosto certificado , averse aquello fecho
»no tieno agora menos poder que eolia , si nosotros i) con puro respecto del servicio vuestro , é no
»á él nos encomendásemos. T quando entero sanea- n con otro fin que á aquel fuese contrario , ó pidion-
» miento no se hallase, no podria ser que algún mo » do por merced á vuestra Alteza, que si por esto se
ldo no so diese porque en la vida suya durante no naver fecho ansi, ovieso ávido algund desgrado,
•oviese sobre que debatir, y el debate so Buspendie- «quisiese, por nos facer merced, de postponello ; su
»se , y los Reynos se pacificasen y gobernasen , por plicándolo que nos rescebiese por verdaderos hijos
•manera que Dios fuese servido, y bu Señoría tenido sé servidores, ofreciéndole nuestra obediencia y
>é acatado como es razón, é los enemigos de nues- * servicio lo mas acatada é humildemente que pu-
ntra santa Fé resistidos y aun molestados. Por tanto » dimos con ofrecimiento de suficientes é determi-
•diréis que una y muchas veces amonestamos é tor- » nadas seguridades, para lo demostrar por obra, se-
jn amos á suplicar á su Alteza que quiera volver los ngund que mas por estenso en la dicha creencia so
«ojos de la discreción que Dios le dió , sobre estos o contenia. Aquesta embazada vuestra Real Señoría
«Reynos que le encomendó, é poner alguna meloci- nrescebió é oyó muy graciosamente, é nos respon-
una sobro tan grandes llagas como en ellos hsy. » dió que como viniesen á vuestra Corte algunos
•Para todo lo qnal podréis de nuestra parte certificar » Grandes dcstos vuestros Reynos que esperaba,
sá su Real Señoría que hallará toda nuestra persona oque estonces entendería en olio é nos respondería.
«é casa dispuesta, y que ninguna cosa que á nos sea • La qual respuesta, muy poderoso Señor, de dia en
•posible de hacer, nos será grave. E que de esto, que > dia avernos atendido con la paz é sosiego é obe-
«con verdadero zelo del bien común y de toda pa- idiencia que vuestra merced ba visto. E aun en ca
«sion é interese particular despojados suplicamos é nto comedio aprobando por la obra, avernos dado
«aconsejamos á su Real Señoría, como somos obli s orden, rogando á esta vuostra muy noble villa de
gados según las leyes, hacemos testigos á nuestro i) Valladolid é á las otras cibdades y villas y tierras
•Señor Dios en los cielos , é á su Señoría é á todos a que no estaban á vuestra obediencia, que en ella
•los que lo supieren en la tierra , para descargo de » se pongan ; é si otra cosa nos quedase de facer,
•nuestra conciencia é honra do la finldad que le de n para mostrar el amor , é fidelidad é deseo que to-
bernos.» Vista esta creencia é leida por el Rey, res » nemos á vuestro servicio, prestos estamos, para lo
pondió al Licenciado, é dlxolo : «Decid al Arzobispo «cumplir. E, muy excelente Señor, ya pasados son
•que yo le agradezco su buena voluntad, é que plas- » cerca de quatro meses que vuestra Señoría no nos
•ciendo á Dios , on todo lo que él envia á descir por n ha respondido, é agora por muchas partes avernos
"su croencia , se dará presto tal modo y órden qual n sido avisados que en lugar de aceptar nuestra su-
•él verá.» Aquesto descia el Rey, porque ya espera n plicacion justa, por algunos rodeos é maneras muy
ba el embaxador de Francia. » poco cumplideras á vuestro servicio, é á la paz é
» sosiego de vuestros Reynos, se procuran de meter
■ gentes estrangeras á esta vuostra naoion muy odio-
osas, é facen otros movimientos contra nosotros, é
.200 CRÓNICAS DE LOS REYES DE CASTILLA.
i contra la derecha é legítima Bubcesion á nos per- «lo que les pareciere mas justo. A la qual dotermi-
» toneseieute. Lo qnal vuestra Alteza de bu libre « nación nosotros por servicio de Dios é vuestro, é
» voluntad, usando de razón é justicia, á mi la Prin- «por evitar grandísimos males como de la rotura,
» cesa en pública plaza, estando en vuestro poder, en «si se comenzase, se podrían seguir, desde agora
n las ventas de Guisando en presencia del Delegado «nos ofrecemos, é proferimos de estar obedientes,
«de nuestro muy Sancto Padre, é con su abtoridad, «sin poner á ello ninguna contradicion. E porquo
» aquello mesmo hizo jurar á los muy Reverendos » pocas veces los muchos se acordaron en una cosa,
» en Christo Padres, Arzobispos de Toledo é de Se- i) si entre en los susodichos oviere alguna diforen-
» villa, y al Maestre de Sanctiago, y Conde de Pla- « cia en la determinación , á vuestra Alteza plas-
usencia, é Obispo de Burgos, é de Coria, é de otros » ciendo, plascerá á nosotros que quatro religiosos
«Duques é Condes que á la sazón allí se juntaron. E «ó mayores perlados de las Ordenes de Sancto Do-
» después en la villa de Ocafia por mandamiento de « mingo, y Sanct Francisco, y Sanct Gerónimo, é
i) vuestra SeSoria, é otros muchos Perlados é Pro- «de la Cartuxa en estos vuestros Reynos entiendan
n curadores de las cibdades é villas de estos vues- «en las tales diferencias , é las atajen como en sus
» tros Reynos lo juraron, segund que vuestra Seño- «conciencias vieren y entendieren ser mas cumpli-
i) ría bien sabe, é á todos es notorio. E, muy ex- «dero al servicio de Dios, y á la paz universal de
I célente Señor, porque nosotros todavía estamos é i) estos vuestros Reynos ; á la determinación de los
i permanescemos en el deseo que vos enviamos á «quales asimismo ayamos de estar só cargo del di-
ndescir que tenemos de vos servir, acatar y obedes- «cho juramento que primero hagan. Por ende, muy
» cor como á Rey é Señor é Padre verdadero, de lo «poderoso Señor, puea tan llanamente nos ofreco-
» qual queremos dar cuenta á Dios nuestro Señor en n mos, é nos sometemos al juicio y justicia do vues-
» los cielos, que es el verdadero sabidor de las in- « tros naturales, suplicamos á vuestra Real Señoría,
» tenciones públicas é secretas, é á vuestros natura- » é si menester es, le requerimos con aquel Dios po
» les en la tierra, y aun á los estraCos, acordamos de li deroso quo suele ser y es justo juez entre los em-
» escribir esta presente carta á vuestra Merced ; á « peradores, c reyes é grandes señores, que no nos
b la qual por ella con reverencia de hijos y servido- » quiera negar aquesto que le suplicamos, y que al
» res suplicamos quiera acebtar la nuestra primera b menor de vuestros Reynos negar no se puede ni
« justa suplicación ; ó acobtando aqucllu, rosciba «debo. Lo qual una ó muchas voces tornamos á su-
» nuestra obediencia 6 servicio ; ó poalponiondo todos «plicar 6 roquerir á vuestra Sofioría con quanta ins-
«los otros onojos ó desgrados por servicio de Dios «tancia podemos, ó reverencia debemos. Lo qual
» nuestro Señor, é por la pacificación de estos vues- «entendemos publicar en vuestros Reynos é fuera
» tros Reynos é señoríos, é por hacer merced á nos- « de ellos ; porque si osto asi no so rescibioro, y on
n otros, cuya voluntad nunca fué ni será, á vuestra » la defensa de nuestra justicia hiciéremos aquello
«Señoría plasciendo, de vos enojar, ni deservir. E ii que á todos es permitido por los derechos divinos
»si por ventura, muy excelente Señor, á vuestra Al »é humanos, seamos sin cargo quanto á Dios é
lí toza no le placerá hacer esto, asi graciosamente » quanto al mundo. E de esto suplicamos á vuestra
Doonio lo pedimos, suplicárnosle lo que de justicia « Señoría ayamos luego la determinada voluntad é
«no nos puede denegar; es á saber, que antes que «respuesta. »
» los tales rigores se comiencen , los qualeB serán Roscebida esta carta ó loida por el Rey, como ya
» malos de atajar después do comenzados, y de ellos estaba determinado do pouer en obra lo que des
» se podrían seguir grandes ofensas á Dios, y da- pués se hizo contra la Princesa bu hermana, aunque
años irreparables do estos vuestros Reynos, y aún aprovechó poco , segund lo que dispuso la divinal
» creemos que se extenderían á muy grand parte de Providencia en favor do ella , quando los dias del
» la Christiandad, que A vuestra merced plega do Rey fueron cumplidos, ó pasó de esta vida, res
«nos oir é mandar guardar nuestra justicia, en os- pondió mas tibiamente quo las otras voces, dis-
nta manera : que vuestra Alteza venga en plasccrlc ciondo quo lo vería con los de su Consejo, y les man
«que á quatro grandes de vuestros Reynos, que á daría responder.
«las partes sean fieles, sea entregada una villa con
«las solenidades que se requieren para en tal caso, CAPÍTULO CXLV.
«á dó á su salvaguarda vuestra Alteza, é los per-
« lados é grandes de vuestros Reynos puedan venir, Como el Rey con toda su Corto te fué i Medina del Campo, é allí
vino la embalada de Francia sobre el casamiento de su hija, e
ná los quales vuestra merced mando llamar ; é asi- de lo que subcedtd por ol Keyno.
» mismo nosotroB y aquellos que nos siguen poda-
«mosir; y allí vuestra Señoría mande Hogar los Pasados algunos dias que el Rey estuvo en Sego-
« Procuradores de las cibdades é villas, é los prin- via, mas á su grado que á provecho del Reyno, su
«oipales Religiosos en vida y en letras do todas po como venia la embaxada do Francia ; é fué acor
«las Ordenes de vuestros Reynos, los quales oygan dado que él fuese á Medina del Campo á recebilla,
«lo que vuestra merced les querrá deacir, é asi mis porque traya la conclusión del casamiento del Du
il mo lo que nosotros diremos, é quiera estar á la que do Guian a para su hija. E asi acordado, mandó
«determinación de ellos, 6 de la mayor parte de ellos que toda la gente do la Corte so fuesen derecha
» sobre solene juramento que hagan de determinar mente á aposentar en Medina del Campo , y ol Rey
DON ENRIQUE CUARTO. 201
con el Maestro do Sanctiago y el Obispo de Stgüen- Ponce de León, hermano bastardo del Conde do
za so fueron á la villa do Coca á holgar con el Ar Arcos Don Rodrigo Ponce, como capitán de la Con
zobispo de Sevilla, donde estuvieron seis dias , res desa de Medellin, llevaba dos hijas suyas donde
abiendo fiestas ; é dende allí se fueron ¡i Medina, é Toledo, donde se las avia entregado el Conde de
con ellos el Arzobispo de Sevilla. Donde llegados, Cifuentes con hasta ciento é cinquenta de á caballo,
vinieron muchos de los grandes del Reyno , asi per é con él otro capitán del Maestre de Alcántara, que
lados como caballeros. Verdad es que todos ellos es se llamaba Pedro de Qrijalva. Y como el Maestre
taban ganosos de paz é sosiego, aunque desconten de Alcántara, antes que fuese destruydo, avia pre
tos del Maestre de Santiago, porque veían quan so so al Comendador de Lares, parcial é grande amigo
juzgado tenia al Rey con poca honra ; poro los roas de la sonora de Benalcazar, que se descia Doña El
de ellos estaban aficionados á la Princesa Doña vira de Zúñiga, é la Condesa de Medellin toviese
Isabel, é no sin cabsá ; cabien sabian el deshonesto presos á Ñuño Mexia, é otros caballeros, los quales
vivir de la Reyna Dofia Juana, por donde sospechan eran parientes de los Chaves, é de otros caballeros
do, afirmaban que aquella hija mas fuese agena hidalgos de Truxillo, quando Dofia Elvira é los
que del Rey. Estando el Rey asi en Medina del otros de Truxillo sopieron como aquellos dos capi
Campo acompañado de muchos perlados é caballo tanes traian aquellas doncellas, é se iban á Guada
ros llegó la embaxada de Francia, en que venian lupe con ellas, allegaron presto grand copia de gen
personas señaladas, conviene á sabor : el Cardenal te, asi de á caballo como peones , é dando cargo do
Atrabatensis y el Señor de Torsi en nombre del la Capitanía general sobre todas á Don Francisco
Rey ; y el Conde de Bolonia y el Señor de Mani- de Zúñiga, hermano de Doña Elvira , vinieron so
oorni por parte del Duque de Guiaría con grandes bre ellos de salto, en tal manera, que no solamente
poderes suyos, para desposarse en sn nombre con la los hicieron acoger á la villa , é de alli, herido Pe
hija del Rey. Aquesta embaxada fué rescebida muy dro de Grijálva , ir huyendo , é puestos en venci
honradamente, asi por los señores de la Corte que miento, se retruxoron todos á la iglesia del Monos-
salieron á la rescebir al camino, como por el Rey, torio no solamente ellos, mas con todas sus bestias,
quando le entraron á facer reverencia, que con mu y fardago que llevaban : en tal manera, que la igle
cho amor les habló, mostrando grand plascer con sia por estonces fué mas establo que lugar sagrado;
su venida. Y asi rescebidos y aposentados , dende é á los doncellas con las duoñas que las acompaña
á tres dias el Cardonal é los otros embaxadores vi ban, metieron los frayles en la claustra del Monos-
nieron al palacio del Rey , é entrados on una sala torio en una capilla porquo alli ostuviosen mas ho
ante su Real presencia, estando presentes los per nestamente. Estonces Don Francisco y un caballe
lados ó caballeros do su Corte, ol Cardenal propuso, ro de los mas principales do Truxillo, quo so llama
disciondo que como ol Rey de Francia toviese mu ba Nufio de Chaves , acordaron do cercar el Moncs-
cho amor con él, y lo quisiese como á hermano, terio y la iglesia con muchas guardas por todas
confederado é aliado, queriendo que aquella her partes, y quanto quier que los cercados que asi es
mandad fuese mas firmo é durable, enviaba á él é á taban dentro, sintieron pena, no fué mucha, por
los otros caballeros que con él venian á su Alteza, que los frayles los proveían de comer á ellos é á sus
para contratar con su Alteza el casamiento del Du bestias. Pero como Iob cercadores vieron é conos-
que de Guiana su hermano con la señora Doña Jua cieron aquello , comenzaron de estrechar el Mones-
na su hija ; é aqui disparó algunas palabras contra terio , quitándoles el agua é las otras provisiones
la Princesa Dofia Isabel, tales, que por su desmensu- que les venian y oran necesarias para su manteni
ra, son mas dignas de silencio que de escriptura ; ó miento : on tal manera, que también los religiosos
asi concluyendo, dixo que pues el Rey de Francia como los cercados estaban en asaz trabajo. Visto
enviaba á él y aquellos caballeros que con él ve aquesto por el prior é frayles, enviaron á grand
nian sobro aquel negocio de parte de su Rey , ro priesa dos religiosos al Rey, suplicándole como á
gaban á su Real Magostad lo quisiese aceptar, é protector suyo , los mandase socorrer y enviar re
aceptado, les mandase dar personas fiables á su ser medio. Oída su petición por el Rey , é avisado por
vicio, para lo concluir y negociar. Oyda su habla, los frayles del estrecho on quo estaban ellos y el
ol Rey con mucha graciosidad le respondió, que Monesterio, el Rey ovo mucho enojo , é mandó á
avia mucho plascer de la demanda que traian ; por mi como á persona del su Consejo, quo fuese luego
que aquello ora lo que le agradaba ; por tanto, que allá á mas andar con grandes poderos, para que on
desde alli nombraba é deputaba al Maestre de qualquiera manera que yo mejor pudiese, hiciese le
Sanctiago, é al Arzobispo de Sevilla ó al Obispo vantar el cerco, de tal guisa, que el Monesterio
de Siguenza, para que lo contratasen ó concluye quedase sin opresión alguna ; lo qual puso luego
sen. E asi dada la respuesta, el Cardonal é los otros por obra, é me partí con los religiosos que avian
Embaxadores se tornaron á sus aposentamientos ; é venido. E como llegué á la villa, visto el cerco que
desde alH los Diputados por el Rey comenzaron á asi estaba de gente armada en torno de la iglesia,
platicar é dar orden en la negociación á olios enco mándeles de parte dol Rey só graves penas, por vir
mendada, yendo de contino á hablar con el Cardo tud de los poderes que llevaba, que Be arredrasen
nal. Entretanto que asi estas cosas pendian é Be con bien afuera de la iglesia, los quales obedeciéndome,
certaban, acaesció en Estremadura que Don Alonso so apartaron. Esto asi fecho, vino é mi Don Fran
202 CRÓNICAS DE LOS R YES DE CASTILLA.
cisco de Zúfiiga, é mostróme una contratación que Truxillanos deeu apellido é nombre, é los otros que
tenia fecha con Pedro do Grijalva, quo fué allí he lo seguían, entrasen con mano armada, quebran
rido i la entrada dol lugar ; en la qual avia jurado tando las puertas del monesterio, y las sacasen do
é firmado que si dentro de oiortos dias no le viniose la iglesia por fuerza. Lo qual pusieron luogo por
socorro, so daria á prisión, y quo ya el dia señala obra con asaz escáudalo ; é asi fecho, se partieron,
do del socorro era pasado, é que ninguno ora veni dexando la villa fatigada é con mucho dafio, y la
do á le ayudar ni socorrer ; que mo rogaba é reque iglesia quedó tan sucia de las bestias é hombres
ría quo lo hicicBo cumplir la f¿ é palabra quo ól que avian ostado dontro, que ninguna privada po
avia jurado é prometido. Lo qual visto ó leido , fui día estar tan llena do mal olor como olla ; ¿asi des
á él dondo estaba herido, y hablando con él larga pués de limpiada pasaron muchos días antes que en
mente, le hice cumplir su promesa ; ó asi salió, y se ella se pudiese colebrar el Oficio Divino. E luego
puso en poder do Don Francisco de Zúfiiga con que el cerco fué levantado, é toda la gente ida, yo
ciertas seguridades que lo hice prometer, y lo fuo- mo torné al Rey, para lo recontar lo que se avia fe
ron guardadas. Poro entretanto que aquesto pen cho, é como el Monesterio quedaba libre, de lo qual
día, yo escribí acere lamento á la Condesa de Mede- fué muy contento.
llin , quo remediase sus hijas porque estaban en
grand peligro do ser presas ; mas ella no curó do
ello. Luogo que los Truxillanos é NuDo de Cha CAPÍTULO CXLVI.
ves en su nombro vieron preso á Pedro de Qrijalva, De como el Re; con los Embaladores de Fíamela é loda su Corto
insistieron muy aquezadamente que les entregase se partid de Medina para Segovla, para ganar el Jubileo, que el
las hijas de la Condesa, é á Don Alonso Ponce Papa habla otorgado en la Iglesia Mayor de la cibdad , j de lo
que las traia. U como pareciese exceso grande que que allí subeedio.
se oviese de quebrantar la inmunidad de la iglesia, Concluida la negociación del casamiento, firma
respondiles que aquello que demandaban era cosa dos é sellados los capítulos dolió, fué acordado que
de sacrilegio, é muy fea ; é que á mí no me perte- ol Rey con toda su Corto y los Embaladores de
nescia quebrantar la eclesiástica libertad, antes de- Francia se fuesen á Sogovia, asi para que la hija
fendolla, ó que no lo entendía do facer, mayormen dol Rey que estaba en Guadalaxara on poder dol
te- quo aquellas doncollas oran ninas , ó no tenían Marqués de Sanctillana, fuoso alli traída, é so hi
edad ni súber para contratar ni conocer lo quo en ciese ol desposorio , como para ganar una Indulgen
tal caso les cumplia, ni para sabor disponer de si cia plenaria, que el Papa habia otorgado á suplica-
meemos de quo los Truxillanos quedaron muy des oion del Rey, para quo so hiciese la claustra do la
contentos é al tenidos. E luogo senti como la gente Iglesia Mayor, que so ganase desde los primeras
que estaba en la iglesia con Don Alonso Ponce de vísperas de la Natividad de nuestra Sefiora , hasta
León se trataba con los de fuera, é se concertaba de las vísperas segundas del dia , con que los de ma
prenderlo y entregarlo sin partido ninguno, con tan yor estado ofreciesen á quatro reales , é los media
to quo los que asi lo prendiesen y entregasen fue nos á tres , é los menores á dos. Pero el Papa otor
sen libres. Estonces yo conosciendo que Don Alon góla con tal condioion , que el tercio del dinero
so estaba enemistado , á cabsa de un caballero que que asi se ofreciese , fuese para su Cámara Apos
avia muerto en Sevilla, resoelando su perdioion, hí tólica ; por manera , que si alguna suma de dinero
teselo saber, para que luego se remediase y viese lo se allegó , no fué de tanta cantidad , como fuera
que le complia ; el qual agradeaciéndome lo que le menester , para acabar la claustra. Mas como el Rey
avisaba, mo rogó que yo negociase con Don Fran naturalmente era caritativo, visto la poca cantidad
cisco do Zúfiiga, quo él solamente lo tomase por su que se llegó, mandó dar para quo se acabase no so-
prisionero, con tal condición, que no lo entregase lamonte aquosto , mas hizo derrocar toda la iglesia,
en poder de sus enemigos , ni consintiese ni diese para tornarla á facer de nuevo ; é dióle una proce
lugar que por persona alguna le fuese feoha injuria sión de capas de brocado , é instituyó ciertas cape
ni dafio en su persona ; é que quando le oviese de llanías é dotólas. Después que el Rey fué venido á
soltar, le diese todas las armas é caballos é atavíos Segovia, envió sus mensageros al Marqués de Sanc
que él pusiese en su poder. Esto asi capitulado, é tillana , para que le tornase á su hija como se la
jurado en mis manos por Don Francisco, é sellado avia entregado, y que para recompensación de sus
ó firmado, Don Alonso Ponce salió do la iglesia de gastos le quería facer mercedes. E asi fué acordado
bu propia voluntad, con todos los que estaban á la que le diesen las tres villas del Infantadgo, que
gobernación de su capitanía, y se pusieron en po se dicen Alcocer, y Valdeolivas é Salmerón, las
der de Don Francisco. Pero ni por eso los Truxilla quales eran de la Condesa de Santistevan , muger
nos cesaron de insistir que les entregasen las bijas del Marqués de Villena , hijo del Maestre Don Juan
de la Condesa , para lo qual vino allí Luis de Cha Pacheoo, en equivalencia de las quales le dió el Rey
ves, un caballero de los mas principales y mas pru de juro la villa de Requena con todos los derechos
dentes de Truxillo, el qual después de muchas al del puerto , que en mucha mas renta que las tres
tercaciones que entre él y mi pasaron, á consenti villas del Infantadgo. E asi fechas las mercedes é
miento del prior é religiosos de la casa fué acordado confirmadas, quedó que para cierto dia el Marqués
que Luis de Chaves como principal é mayor de los traería la hija del Rey y se la entregaría. Entre
DON ENRIQUE CUARTO. 203
tanto que asi eBtM cosas pendían, y los Embaxado-
rea esperaban la venida de la hija del Rey, para ha CAPÍTULO CXLVII.
cer los desposorios, acnesció on Valladolid que los
christianos conversos é los christianOB viejos ovie- De como traxcron la hija del Hoy a Valdc-Lozojra , é se hicieron
alli los desposorios.
ron granel discordia, en tal manera, que venidos á
las armas, pelearon, de donde se siguió grand alte Tornado el Roy á Segovia con mucho plascer, fué
ración en todo el pueblo. E como Juan de Vivero asignado el dia de los desposorios, é determinado
estaba mas apoderado en la villa que otro ningunoi que se hiciesen en Voldo-Lozoya, que es entre Sogo
porque estonces era el más principal de ella, é la via é Buytrago para que allí fuese trayda la hija del
tenia contra el grado del Rey , siguiendo la parte Roy, y entregada en su poder. Fecho aqueste con
del Principe é do la Princesa Doña Isabel , mostróse cierto, el Rey se fué á aposentar al Monesterio del
favorable á la parto do los christianos viejos. E Paular, é por.el valle so aposentaron todos los per
porque mas fuesen favorecidos ó ayudados, acordó lados é grandes del Reyno, que aquí serán nombra
de traer secretamente una noche al Principe ó á la dos: el Maestro Don Juan Pacheco, el Arzobispo
Princesa que estaban en Dueñas , é con olios al Ar de Sevilla , el Duque de Aróvalo , el Conde de Be
zobispo de Toledo; é traídos, aposentólos dentro de navente , el Duque do Valencia, el Conde de Miran
su casa , que la tenia muy fortalecida con cavas é da, el Conde de Sancta Marta y otros muchos caba
barreras enderredor pegada con el muro de la villa. lleros de menos estado. Vino asimismo el Cardenal
E como aquesto fué sabido por los del pueblo, como Atrabatonsis con los otros Embajadores de Francia.
todos estaban aficionados al servicio del Rey , fue Vinieron con la Reyna ó con Doña Juana su hija ol
ron muy escandalizados ; asi en tal manera, que se Marqués de santulona, el Obispo de Sigüenzaé sus
conformaron juntamente los unos con los otros, ó hermanos , é los Condes de la Corulla é Tendilla,
confederados so pusioron on armas para ir á com ó Don Juan ó Don Hurtado. E asi venidos todos de
batir la casa de Juan de Vivero , é prender á los una parte é de la otra on un grand llano, que es on
Principes , é á Juan de Vivero é al Arzobispo de el mismo valle de Lozoya, riberas del rio, ayun
Toledo, y no sin cabsa: ca todos los pueblos esta tados alli otros muchos gentíos, que concurrieron á
ban muy destruidos de las guorros pasadas , é te vor aquella tan grand novedad , é desque asi todos
míanse no viniesen otras, sogund las novedades que fueron juntos, el Rey con sus perlados é caballeros,
veiau de cada dia por el Reyno , é los males é muer el Cardenal con sus Embarcadores, la Reyna é su
tes é robos, que por todas los partes so hacian sin te hija con toda la casa de Mendoza , mandó el Rey al
mer al Rey ni ¡i la justicia. E asi movidos con de Licenciado de Cibdod Rodrigo que leyese una caF\
liberado propósito de los ir á combatir , como allí ta patento firmada de su mano, é soltada con su se
estuviese el Obispo de Salamanca por Presidente de llo Real, que doscia: que por quanto ol Rey á ruogo
la Chancilleria, aunque era pariente de Juan de Vi de los perlados y suplicación de los caballeros é
vero , visto el escándalo y el alboroto del pueblo, Grandes do sus Reynos, é por la paz é sosiego do
fué ¡í muy grand priesa á los Príncipes i los reque ellos , deseando dar fin á los males é daños é traba
rir que se fuesen muy prestamente, y no esperasen jos pasados, que hasta allí avian sóido, tovo por bien
la furia del pueblo que asi venia contra ellos, por de mandar jurar por Princesa heredera , é legítima
que no se recresciese algún peligro en sus personas. subcesora de sus Reynos é señoríos á la Princesa de
Estonces los Príncipes, temiendo algo de aquello Aragón Doña Isabel su hermana, con tanto que ella
quo el Obispo les doscia , y conformándose con el fuese hija obediente, y estuviese á su mandado y
tiempo que por estonces no les convenia esperar gobernación, y que no curando de lo que asi le ha
afrenta ninguna especial de gente común, saliéron bía prometido , .desechando los casamientos que
se á mas andar de Valladolid , é tornáronse á Due él le avia traido y tenia concertados, y no sola
ñas, é Juan de Vivero desamparó su cosa, é no osó mente aquello , mas contra su querer é grado é con
atender alli, y fuese con los Principes. Estonces el sentimiento, pospuesta la obediencia que como á
Obispo, apoderado de la casa, envió á ciertos cib- padre é hermano mayor le debía tener, se había ca
dadanos á llamar al Rey que viniese á tomar su vi sado con el Rey de Secilia, Príncipe de Aragón, se-
lla , el qual vino luego á mas andar, y con él el Maes yéndole amonestado que no lo hiciese. E que por
tre do Sanctiago y el Conde do Renavente. Donde tanto , visto su poco acatamiento é menos obedien
venidos , é asosegada la villa del escándalo quo en cia que mostró en se casar por su propria abtoridad
tro los oonversos y christianos viejos avia, acordó sin su acuerdo é licencia, é por otras justas cabsas
el Rey que el Conde de Benavente se quedase allí, é que á ello le movían, él por aquella presente carta
tomase la casa de Juan de Vivero, asi para la de la desheredaba, é daba por ninguna é de ningún
fensión de la villa, como para tenella en paz é so valor qualquier carta ó título de Princesa y subce-
siego. E fecho aquesto , el Rey se tornó á Sogovia. sion de heredera, que asi le oviese dado ; é que ro
gaba é mandaba á los grandes, perlados é caballeros
de sus Reynos y señoríos que presentes estaban, éá
todos los otros sus subditos é naturales, que de alli
adelante no la to viesen por Princesa legítima here
dera, ni la obedeciesen , é que asi lo mandaba ; é
204 CRÓNICAS DE LOS REYES DE CASTILLA.
\ qae solaluento oviesen por Princesa heredera legi Sigüenza que con cierta gente de sus guardas los
tima subcesora á la su muy amada hija Dona Jua acompañase hasta la cibdad de Burgos. E puestos
na, que presente estaba , é la diosen la obediencia , allí en salvo, el Obispo se tornó al Rey, y ellos se
STajurosen con aquella solenidad quedo Dorecho fueron á Francia. Donde llegados, subcedioron gran
en tal caso se requería, para que después de sus dios des novedades entre el Rey Luis é los Grandes de
ella subcediose, y heredase los dichos sus Reynos. su Reyno, en tanto grado, que de ello nacieron guer
Leída la carta en presencia de todos, el Cardenal ras é batallas campales é muchas muertes; señala
AtrabatensÍB se allegó á la Hoy na, é tomándola un damente se afirmó que el Duque de Guiana era
grand juramento la dixo, que si juraba é afirmaba muerto con hierbas que le dieron , reeoebido el Cor
que aquella sonora Doña Juana que allí estaba, y pus Chritti, en tal manera que los desposorios fue
ella habia parido, era verdadera hija del Rey su ma ron vanos é sin provecho ; porque las cosas que el
rido ; ella respondió que si. Entonces ej Cardenal se infinito poderío de Dios quiere, su eternal providen
llegó al Rey , é tomándolo asi mesmo juramento si cia las rodea, é da sus toques francos, donde le plas-
creiaé afirmaba que aquella señora Dona Juana que ce, para que se cumpla lo que él ordena ; é quiere
allí estaba era su hija, el Rey respondió que creia que reynen los que á él le agradan, é mas justamen
ser hija suya, y que con tal certidumbre do hija la te les pertenece; ca ni los gentes humanos saben lo
tenia é habia tenido desde que nasció, é por esto la que se piden , ni sus flacos juicios conocen lo que
mandaba jurar y prestar fidelidad é obidiencia que les cumple, salvo solamente aquel cuyo poder es sin
á los primogénitos de los Reyes os debida, é se acos- contradicción, su saber sin igualdad , é su qnerer
k. tnrnbra á dar. Estonces llegaron los perlados, é ca sin remedio é sin resistencia. E no solamente este
balleros que allí estaban , é todos los otros, é besan Duque de Guiana falleció, mas el Duque de Borgo-
do su mano , la juraron é obedescioron por Prince fia fué muerto en batalla, y degollado el grande
sa. Luego que asi fué jurada, llegó el Conde de Bo Condestable de Francia , que se descia Conde de
lonia, é presentados los poderes que traia del Du Sanct Polo, é otros asaz grandes de aquel Reyno
que do Quiana, el Cardenal les tomó las mauos , ó muertos é destruidos. En aqueste medio tiempo sub-
hizo los desposorios oon aquella solenidad que se cedió que como el Arzobispo de Toledo, ó cabsa de
requería; é luego las trompetas é atabales, enco- la subcesion, estaba siniestro en el servicio del Rey,
menzaron de sonar una grand pieza. Fecho aquello porque de contino andaba y estaba en compañía de
el Rey é la Rey na con la Princesa se fueron á apo los Principes Don Fernando é Doña Isabel, favore
sentar al Monesterio del Paular, é los otros señores, ciendo y ensalzando su partido, Vosco de Contreras
asi embaxadoros, como perlados, é caballeros por deseando de servir al Rey, le tomó una fortaleza del
los lugares de Valdelozoya. Otro dia siguiente el Arzobispado, que se descia Perales, lo quol basteció,
Cardenal se tornó á Segó v ia con todos los caballeros é estuvo muchos días á desgrado del Arzobispo, ha
de su embazada ; pero en el camino, al pasar del ciendo desde allí daños en su tierra, de que el Rey
puerto que dicen de Malagosto , le tomó una grand fué muy placentero; y teniéndoselo en señalado ser
tempestad de viento, ó aguaé nieve, que se vidoen vicio, mandóle dar todo el favor é ayudo quo oviese
asaz trabajo ó peligro, en que perecieron algunas menester en dafio é disfavor del Arzobispo, é asi
personas sin podellas remediar. Por manera quo el tovo la fortaleza asaz tiempo. En aqueste año, que
Roy ni los otros Señores no se atrevieron á pasar; se contaron de mil é quatrocientos é setenta años
pero visto el daño de los que asi perecieron, avión- del Nascimieuto de nuestro Salvador Jesu-Christo,
dolo por desastrado prodigio, echaban diversos jui concurrieron dos grandes trabajos é muy grandes
cios, pronosticando mas mal quo bien alguno. E asi malc3 en el Reyno : lo primero grandísimo carestía
pasados tres dios que el tiempo se sosegó , el Rey y é mengua asi de pan ó de vino, como de todos los
la Reyna con muy poca gente se fueron á Sogovia, otros bastimentos paro la vida humana, en tanto
y los perlados é caballeros con grand compañía do grado, quo las gentes comían pan de cebada é de
gente acompañaron á la Princosa hasta la cibdad, grama é de otras legumbres, de que en algunos
donde le fué fecho solene rescibimiento, qual se tierras se halló peresoer é morir la gente de hambre.
debía facer. En esto mismo año se descubrió una grand falsedad
de lo monedo, que por diversas ó muchas cosas so
CAPÍTULO OXLVIII. ]abroba en tanto cantidad de mala, quo fué necesa
rio aboxalla, asi la del vellón, como la de oro é pla
De como el Cardenal é los otros Embaladores de Francia se par ta, de que vino muy grand pérdida á muchas perso
tieron, rescebidas muchas mercedes, y de loque subcedid.
nas en diversos lugares, on tal manera, que sobre
Después que el rescibimiento de la Princesa fué ello se recrescíeron grandes escándalos y alborotos
fecho, el Rey mandó hacer grandes mercedes de di en los pueblos. Pero aquesta baxa que así se hizo
versas cosas al Cardenal é á los otros embaxadores era necesaria é muy convenible ol bien común del
que con él venían ; los quales regradesciéndole sus Reyno ; porque todo lo moneda, en especial la del
mercedes, se despidieron para partir, é se fueron. E oro, oro tan falsa , que ninguna de ellas estaba en
porque ellos en alguna manera se rescelaban del su justo precio, antes sobrepujaba de la mitad de su
Principe de Aragón y de la Princesa Dona Isabel, justo valor. En aqueste mismo tiempo subcedió que
su hermana del Rey, mandó el Rey al Obispo de estando la Condesa de Soneto Marta en Galicia en
don enriqué cuarto. ío&
una villa suya , bus vasallos se levantaron contra hermano Pedrarías contra su Rey, quando vendie
ella é la mataron á puñaladas, é puesto que asi la ron la cibdad de Segovia á los tiranos enemigos. En
mataron, subcedió el hijo pacificamente porque ellos el otro breve enviaba á mandar que el Rey con los
le obedescieron, y él los perdonó. Entretanto que del su muy alto Consejo, llamados quatro Canóni
estos males é plagas corrían por el Reyno, siempre gos de la sancta Iglesia de Toledo, con los quales
el Rey se estaba en Segovia retraido, no porque le juntamente por vía jurídica se hiciesen ciertos
faltaba seso ni discreción, para sentir é conocer los amonestamientos al Arzobispo de Toledo, requiríén-
trabajos de sus Reynos, mas porque estaba tan so dole que viniese luego ¡i su servicio como subdito
juzgado al querer é voluntad del Maestro Don Juan natural, é se apartase de los Príncipes Don Fernan
Pacheco, que no se acordaba de ser Rey, ni como do ó Doña Isabel. E asi requerido, quando no qui
Señor tenia poder para mandar, ni como varón li siese venir á estar á sn obediencia, é como rebelde
bertad para vivir; en tal manera, que por taleB indi perseverase endurecido en su propósito, que hecho
cios se sospechaba que por hechicerías ó bebedizos su proceso contra él, se lo enviasen á buen recabdo,
estaba enagenado de su propio sor de hombre ; por que él lo castigaría de tal manera qual merescia la
que por ninguna resistencia ni contradicion salia culpa y la pena de sus errores como Perlado escan
del grado é querer del Maestre, é por esta cabsa to- daloso. Entre tanto qup los troteros iban á Roma é
i dos los grandes del Reyno avian gana de estarse en venían , mandó el Rey que sus tesoros é joyas que
1 sus cosas, é no andar en la Corte. estaban en los Alcázares de Madrid, los tornasen al
Alcázar de Segovia; é asi fueron luego trasportados
CAPÍTULO CXLIX. con grand fardaje de bestias é copia de gente que
los acompañaban. En pos do aquesto subcodió una
De como el arzobispo de Toledo poso cerco sobre Perales, y el requesta mas voluntariosa que necesaria entre Don
Rey se partid a mas andar pora Madrid, y de allí salid contra el Manuel Ponce de León, hermano de Don Rodrigo
Anoblspo, y le hizo levantar el cerco.
Pomo de León, é Don Fernando do Velasco, herma
El año que se contaron de mil, é quatrocientos é no del Conde de Siruela, en quo liuvieron do salir
setenta é un años del Nascimiento de nuestro Sal entrambos al campo entre Madrid é Alcalá para pe
vador Jesu-Christo, tuvo el Rey la fiesta de Navidad lear. E sabido aquesto por el Roy, ovo enojo porque
en Segovia con poco plascer é menos sosiego, por semejantes usos eran ágenos do bu condición ; é asi
que le fué notificado como el Arzobispo de Toledo, mandó á su Mayordomo Andrés de Cabrera que sa
quo estaba en Dueñas con los Principes, avia pasa liese allá con los gentes de sus guardas y los sacase
do los puertos, é tenia cercada la fortaleza de Pera del campo sin dexallos llegar á los manos ; el qual
les, dándole rescios combates. E sabido por el Rey, salió prestamente, é se puso entremedias de entram
mandó luego apercebir sus guardas, é pasada la fies bos, para concertallos que con amor se tornasen.
ta se partió para Madrid, donde llegó la víspera de Fuéle dicho, que ya estaban puestos á caballo, é so
los Reyes ; é dende á ocho dias salió al campo con iban el uno contra el otro ; entonces el Mayordomo
ochocientos de á caballo é gran peonage ; é salido, Andrés de Cabrera corrió á grand priesa, para dete
envióle á mandar al Arzobispo que se quitase del ner á Don Fernando de Velasco, écomo iba desapo
cerco sin mas detener. Estonces el Arzobispo, te derado, é la gente de á caballo en pos del, bu caba
miendo la furia del Rey, se levantó mas por fuerza llo cstropezó en tal manera, qué él y el caballo ca
que de grado, é respondió que por acatamiento de yeron en tierra , de tal guisa, que á cabsa de la grand
su Alteza le plascia levantarse. E asi levantado, se polvareda que hacian, no fué visto, é asi pasaron
fué para su villa do Alcalá, y el Rey á Madrid con por encima del tan furiosamente, que quedó amor
el Maestro de Sanctiago, y el Conde de llaro, y el tecido sin sentido alguno. Sabido aquesto por el
Obispo de Sigüenza é con otros caballeros que se Rey é por el Maestre de Sanctiago, salieron al campo
guían su Corte. E puesto que el Arzobispo se levan donde estaba, é visto como yacía tan sin conoci
tó del cerco sin rescebir daño alguno, ni ser destro miento alguno, fueron muy pesantes, porque le te
zada bu gente, que muy ligera cosa fuera de facer, nían mucho amor, é le querían bien ; é asi manda
si el Rey diera lugar para ello, nunca el Arzobispo ron que lo llevasen en unas anclas al Alcázar de
dexó el partido de los Principes ni se apartó de so- Madrid, dondo estuvo algunos dias sin sentido al
guillos ; en tanto grado que de contino procuraba guno. Pero fué tan bien curado é con tanta diligen
de enojar y destruir al Roy; sobre lo qual el Rey cia, que convaleció, é recobró grand parto do su sa
acordó de notificar al Papa los insultos é atrevi lud, aunque siempre lo quedaron algunas reliquias
mientos suyos é del Obispo de Segovia, hermano de de pasión é turbamiento de cabeza á tiempos.
Pedrorios. El Papa, oidas las querellas del Rey, é
gsbido el poco acatamiento que estos dos perlados CAPÍTULO CL.
mostraban contra su Rey natural, envióles dos bre
ves : uno para el Obispo de Segovia, en que le man De como fueron llamados quatro Candnigos de Toledo, é lo que
daba que dentro de noventa dias, visto aquel su bre se hito contra el Anoblspo.
ve, paresciese personalmente ante su Santidad , asi Luego que los Breves fueron venidos de Roma,
para le examinar de su suficiencia, como para lo ávido el Rey su acuordo con los de su alto Con
castigar por la traycion en que avia caido con su sejo, envió á mandar por sus cartas al Cabildo de la
£06 CRÓNICAS DE LOS REYES DE CASTILLA.
Santa Iglesia de Toledo que le enviase quatro Canó na ; por tanto, que suplicaba á su Alteza que aque
nigos de su Cologio, quales ellos deputasen; para llo quisiese aver por bien, éno insistir en lo contra
lo qual fueron nombrados Hernán Pérez de Ayala, rio, porque aquella era su determinada voluntad. E
hermano bastardo del Conde de Fuensalida, Diego como quier que vista su respuesta, el Rey quisiera
Delgadillo, Marcos Pérez, é Don Francisco de Pa proceder contra él, é poner en nxsecucion é cumplir
tencia, Prior de Aroche. E asi nombrados se partie lo que el Papa mandaba, el Maestre de Sanctiago,
ron para Madrid, donde fueron aposentados ; é ve usando de lo que solia, hizo que se dilatase, dicien
nidos delante del Rey é de su alto Consejo, fué man do que aquello sería mejor por tratos que por rigor.
dado al Licenciado Antón Nufiez de Cibdad- Rodri E asi acordó el Rey y ol Maestre que yo fuese á él
go, que les notificase la cabsa para que eran allí ve seorotamento con sus cartas do creencia, prometién
nidos é llamados. E asi notificado lo que el Papa dole tres mil vasallos para sus hijos Troylos Carri
mandaba, y el Roy ordenaba qne hiciese, Hernán llo é Lope Vázquez, con tanto que se apartase de
Pérez de Ayala, que era el mas principal é mas an los Príncipes y se pasase á su servicio. Pero como
tiguo respondió: Que según el afición, amor é deseo el Arzobispo era muy constante varón, é mantenía
que las Dignidades, é Canónigos é Beneficiados de mucho su fé é palabra quando la daba, no quiso
aquella Sancta Iglesia tenemos al servicio do vues aceptar el partido que yo llevaba, ni apartarse de
tra Alteza, y segund que deseamos todos la prospe- seguir al Principo Rey de Secilia y á la Princesa.
. ridad suya y quieto estado de vuestra Excelencia, Estonces el Maestre, mas como parcial del Arzobis
no solamente querríamos que el Arzobispo de Tole po, que fiel servidor del Rey, acordó que so diese al
do, que es nuestro Perlado, estuviese a su servicio gún sobreseimiento con él, disciendo que al Rey
y obediencia, mas que el restante del mundo fuese convenia ir luego á Segovio; y asi dado el sobresei
sometido á su servidumbre y obediencia; y pues que miento, los Canónigos do Toledo se despidieron mal
con aqueste propósito venimos, é asi nos fué man contentos, porque los avian mandado venir para
dado por los que acá nos enviaron, vea vuestra Ma cosa tan vana é sin fruto ; é asi tomada su licencia,
gostad é los señores del su muy alto Consejo lo que se partieron. E como seguramente se fuesen por su
se debe facer; que á nosotros nos plasce de ser en camino, salió Pedrarias de Avila desde Torrejon de
olio, é lo avremos por bien fecho. Estonces el Li Volasco por mandado del Arzobispo, con quion él
cenciado Antón Nuñez replicó que por quanto el vivia, ó prendió los tres de ellos, salvo á Feruand
Arzobispo de Toledo como Metropolitano podría Pérez do Ayala, que so apartó por una vereda, é se
poner entredicho, é facer censuras Eclesiásticas, asi fué derecho á la Fortaleza de Canales, que ostaba
contra la persona del Rey, como contra todos los por el Rey. Sabido aquesto por el Rey, ovo mucho
que siguiesen su servicio, mayormente que lo que enojo, é mandó á lo» Capitanes de sus guardas que
se avia do facer, era dentro del Arzobispado, é con saliesen con gentes á los caminos, é prendiesen á
tra él ; que por eso convenia ante todas cosas apelar todos los que pudiesen aver del Arzobispo, asi ecle
de todas, é qualesquier censuras que él ficiese ó pu siásticos como seglares; donde fueron presos Don
siese. E dixo que el Rey que presente estaba, apela, Diego de Guevara, Canónigo do Toledo criado suyo,
ba una, é dos é tres veces de quslquier censuras que é otros algunos Clérigos é muchos de sus continos
Don Alonso Carrillo, como Arzobispo de Toledo pu servidores; por manera que al Arzobispo convino
siese contra él ; é que él desde allí pouia su Real soltar los canónigos que avia mandado prender, y
persona só la protección é amparo do la Santa Sede el Rey estonces mandó soltar los que tenia presos
Apostólica. E luego el Maestre de Sanctiago y el en el Alcázar. En esto medio tiempo subcedió que
Obispo de Sigüonza y el Conde de Haro y todos loa el Maestre Don Juan Pacheco con sus exquisitas
otros que allí estaban del Consejo, dixeron que se formas de cobdicia se apoderó de la cibdad do Alca-
aderiané allegaban é allegaron á la mesma apela raz porque estaba junto con su Marquesado, é supli
ción del Rey ; é asi meBtno los Canónigos dixeron có al Rey quo le confirmase la tenencia de juro, é le
otro tanto. E luego el Roy dixo que aquella su ape diese iodos las rentas de ella, donde puso por Alcay-
lación, no solamente quería que se entendiese por de é Gobernador á Juan de Haro, un pariente suyo.
él y los que allí estaban do presente mas por todos Viendo aquesto y otras semejantes cobos quo se Ila
los grandes, criados, é servidores suyos, é por todos ción por el Maestre, é como de contino apropiaba
aquellos que se quisiesen aderir ó allegar á ella. para sí en detrimento de la corona Real , é otros
Fecha asi esta apelación por actos públicos, fué Grandes del Reyno, conformados á su enxeinplo se
acordado qne un Doctor é un Caballero con un No guían aquellas pisadas, el Conde de Ben avente cercó
tario público Apostólico fuesen á le requerir que se á Villalva, una Villa de la Duquesa dolía, que avia
apartase del Principe de Aragón, Rey de Seoilia é seydo siempre leal servidora del Roy, é por fuerza
de la Princesa, faciendo grandes protestaciones do muchos combates la tomó é se apoderó do ella,
contra él, é requiriéndolo que luego lo pusiese por la qual fortaleció muy mucho. Y como señorease á
obra. E asi requerido, respondió quo ya su Alteza Valladolid, prendió á Pedro Ñuño, Merino mayor de
sabia como le avia mandado on las vistas de entre aquolla villa, é quitóle aquella merindad, é dióla á
Cadahalso é Zebreros jurar á su hermana por Prin Don Pedro Pimental su hermano. De aquestas tira
cesa heredera suboeaora de sus Reynos, é que aque nías é otras tales que el Maestre favoreoia, é á su
lla entendía seguir é tener por tal, é no otra ningu- cabsa se quedaban siu castigo, vino la justicia é ad
DON ENRIQUE CUARTO. 20?
ministracion della en tanto detrimento, que sin te con él á rompimiento. Donde confederado con ellos
mor de Dios ni del Rey, por todas las cibdades é pue 8 con Pero López do Padilla, Adelantado de Casti
blos del Rey no se cometían grandes é feos insultos, lla, sin grado del Conde de Haro, é sin licencia del
é muchas muertes públicas, robos, injurias, fuerzas Rey los tornó á sus casas. Sabido aquesto por el Con
é violencias, que las gentes ninguna seguridad te de de Haro, partióse á mas andar de la Corte, é fue-
nían dentro de sus casas. En tal manera quo los pue so para Burgos, donde llegado con su gente, é la
blos, vistos sus trabajos, escándalos é males que asi del Conde de Salinas é de sus hermanos Don Luis é
padecían , acordaron de buscar formas de remedio, Don Sancho de Velasco que en persona le vinieron
para asegurar sus vidas é haciendas ; é asi en cada á servir y ayudar con otros valedores, se fueron lue
cibdad é villa de cierto en cierto tiempo elogian dos go á Vizcaya ; donde los desterrados con el favor
buenos hombres, qne anduviesen acompasados con del Conde de Trevifio é del Adelantado andaban pú
gente armada para castigar los malhechores. E no blicamente sin temor é menos vergüenza de los in
Bolamente plugo al Rey de aquello, mas mandó que sultos por ellos perpetrados é á su cabsa fechos.
las Hermandades se tornasen á confirmar y estar Luego que el Conde de Trevifio y el Adelantado su
fuertes para guarda é seguridad de los caminos, pieron la entrada del Conde de Haro , como caba
puesto que el Maestre de Sanotiago y sus sequaces lleros que avian gana de pelear , se pusieron en ar
las estorbaban quanto podian, disciendo que los vi mas, no Bolamente ellos con asaz gente do á caba
llanos é gente común sellarían Señores, é presumi llo , mas Juan Alonso de Moxica y Pedro Avenda
rían de mandar sobre los hidalgos. Mas el Rey é al fio con grande peonngo. E asi fueron contra él á le
gunos de sus leales servidores ensistieron tanto, que tomar un cierto paso por donde avia de posar cerca
prevaleció en tal manera, que con los buenos hom de un lugar que se llamaba Monjía. E alli junta
bres de los pueblos, é con la Hermandad de los ca das las genteB de ambas partes pelearon muy bra
minos, se puso el Rey no en mucha seguridad, é asi vamente; en tal manera, que de cada parte fué muy
podian las gentes caminar ¿tratar para vivir. E lue bien reñida la batalla. Poro como el peonage era
go que el sobreseimiento fué dado en lo del Arzo mucho do la parte del Conde de Trevíüo, é alli va
bispo de Toledo, el Rey se partió para Segovia. lían mas los peones que la gente de á caballo, el
Conde de Haro, como iba sin peonaje, fué desbara
CAPÍTULO CLI. tado, é con grand daño é destrozo de los suyos fue
ron presos el Conde de Salinas é Don Lnis de Velas
De como el Rey se partid pan Segovia , é do lo que inbeedid en co, é ovo muchos muertos é foridos de ambos par
el ncj no.
tes ; y en aquella batalla fué muerto Alvaro de
Venido el Rey 4 Segovia, donde parecia tener al Cartagena, hijo de Pedro de Cartagena. E luego que
gún descanso de sus congoxas é cuidados, falleció el Roy supo aquel ayuntamiento de gentes quo es
Don Juan Ponco de Lcon, Conde do Arcos, ó subce- tos Condes hacían , partióse á mas andar para Bur
dió en el seBorio Don Rodrigo Ponce de León au gos, pensando escusar la batalla é los danos que
hijo. El qual en los tiempos pasados de las turba alli se hicieron. Llevó consigo al Obispo de Sigfien-
ciones, ó mas propiamente trayciones del Reyno , se zay otros algunos de su Consejo, y el Maestre de
avia señoreado de la cibdad de Cáliz , é rebeládose Sanctiago se quedó en Segovia en guarda de la Rey-
con ella, teniéndola usurpada con el mesmo titulo na é de la Princesa su hija del Rey. E puesto que el
de Urania que los otros caballeros sojuzgaban los lu Rey caminó á grand priesa, en llegando á Burgos
gares que podian tomar. Mas como este era hierno sopo como los Condes avian peleado , y el destrozo
del Maestre Don Juan Pacheco, desposado con una que en la batalla se avia fecho, de que fué muy pe
hija suya , suplicó al Rey que le hiciese merced de sante, é se partió luego para Ordufia ; donde llega
dar á su hierno á Cáliz con titulo de Marqués, lo do, mandó que los Condes dentro de tercero día sa
qual el Roy otorgó mas contra su grado que de bue liesen de las provincias de Vizcaya é de Guipúzcoa,
na voluntad ; é asi desde alli adelántese llamó Con y que el Conde de Trevifio soltase los presos que te
de de Arcos é Marqués de Cáliz. En pos de aquesto nia sin detenimiento ninguno, é puso treguas en-
subcedió .que como Don Pedro de Velasco, Conde de treí los para determinar é dar entrellos medio do paz
Haro, oviese desterrado de las provincias de Vizca é concordia ; é asi fecho aquesto se tornó á Burgos.
ya é Guipúzcoa como Virrey de ellas á Pedro de Entretanto que estas cosas pendian , acaesció que
Avendafio é á Juan Alonso de Moxica, por los gra Don Pedro Manrique, hijo del Conde de Paredes,
ves insultos que con su favor se cometían ; los qua- siguiendo las pisadas é bollicios de su padre, fizo
les viéndose fuera de sus casas peregrinos por tier cierto trato con algunos vasallos de Alcaraz , que
ras agenas, fuéronse á meter por las puertas del Conde le diesen entrada en la cibdad ; é fecho, fué una no
' de Trevifio, que por estonces estaba muy enemistado che secretamente, y entró dentro, pensando apode
con el Conde de Haro á cabsa de un nltrage que la rarse de la cibdad sin contradicción alguna. Pero
Condesa de Haro le avía fecho; é fué, que cierta Juan do Haro, que estaba alli por el Maestre,' como
gente suya por su mandado avian salido contra él, vió la gente de á caballo y peones que alli eran en
é lo corrieron ; é asi vonidos, el Conde de TroviBo trados, éconoscida la trayeiou de los que los aviau
los acogió con mucho amor, é quiso tomar bu alian metido, retrúxose con los suyos á una fortaleza, que
za é amistad por enojar al Conde de Haro é venir estaba á un cabo de la cibdad ; donde se' defendió
208 * CRÓNICAS DE LOS REYES DE CASTILLA.
varonilmente. Sabido aquesto por el Maestre de pituló el casamiento de su hija con el Conde de Cí-
Sanctiago, partióse prestamente de Segovia con la fuentes, de que se le siguió lo que adelante se dirá.
gente que pudo allegar, é fuese derecho á su villa Vístala dureza ó lo que así avia fecho, me torné al
de Ocafia , dondo ayuntados ochocientos rocines é Rey, é le notifiqué lo que avia pasado; de que al Rey
algún peonage, envió á bu hijo el Marqués do Ville- desplugo mucho, no eolamonto por lo que avia pa
na con ellos en socorro de Juau de lluro. Como Don sado en daño del Conde do Fuensalida, sino porque
Pedro Manrique vio el buen recabdo que se daba también sospechó que el Conde de Cifuentes é Don
Juan de Haro en la fortaleza, é supo el socorro que Juan do Ribera como deservidores suyos se confor
venia, temiendo ser preso é destrozado, salióso do marían con ol Principe Rey do Secilia y con la
la cibdad. Estonces ol Marqués do Villena, sabido Princesa Dofia Isabel su hermana, ó les darían aque
como Don Pedro Manrique era ido, é la cibdad que lla cibdad.
daba libre, tornóse á Ocafia, é desde alli padreé
hijo se fueron á Segovia. Luego que el Rey ovo da CAPÍTULO CLIII.
do algún asiento é forma de sosiego entre los Con
des, tornóse para Segovia. Como fue acordailo de ecbar fuera del Reyno a los Principes Don
Fernando é Dona Isabel, y lo que subcedió por el llcyno.

CAPÍTULO CLII. Creyendo que los escándalos del Reyno en alguna


manera se amansarían, si los Principes Don Fernan
ile lo que subeedid en la cibdad do Toledo, porque el Conde de do é Dofia Isabel fuesen echados fuera del Reyno,
Fuensalida no quiso creer lu que el ltcy le envió i decir con fué acordado quo mandase el Rey llamar á los Gran
migo, que fué apercibirle que se guardase.
des del Reyno y perlados é caballeros que eran de
Después que el Bey fué tornado a Segovia , y es su partido, é viniesen á su Corte, é truxese cada uno
taba alli mas con pena que con descanso, segund la mas gente que pudiese, lo qual luego fué puesto
los escándalos y alteraciones que andaban por cada por obra. E porque Medina del Campo era lugar é
parte del Reyno, viéndose poco temido é menos comarca dispuesta para sufrir todo el exército de la
acatado, acordóse de los. servicios que el Conde de gente, fué acordado que alli fuese el Rey a recoger
Fuensalida Pero López de Ayala le avia fecho, á la gente. E asi determinada su partida, maudó quo
cabsa de Dofia Marín de Silva su muger , quaudo le el Conde do Urueña y el Mayordomo Andrea de Ca
dieron la cibdad al tiempo de las turbaciones pasa brera quedasen alli on Segovia en guarda de la
dos, é por ello leu avia fecho merced de Casarrubios, Princesa Dofia Juana, y el Rey se partió para Coca,
con titulo de Conde , é dineros do juro situados en y con él el Maestro de Sanctiago y el Obispo de Si-
la misma cibdad. Subcedió que en aquel mismo güenza. Venido alli, como el Arzobispo de Sevilla
< tiempo fallesció Dofia María de Silva, por cuya seguía el querer del Maestre mas por miedo que por
muerte el Conde su marido rescibió asaz detrimeuto amor, trató con él dixese al Rey que la veuida de
en la honra y en el estado ; porque el Obispo de los Grandes á la Corte se dexase por estonces, para
Badajoz su cufiado , que lo debiera guardar é no echar los Príncipes fuera del Reyno, disciendo que
engañarlo, fizo con él cierto trato, en que le certificó aquello mejor se haría por tratos que por rigor de
que si so confederaba con el Conde de Cifuentes é armas. Aquello hacia ol Maestre, mas por asegurar
con Don Juan de Ribera , é los motia en la cibdad, su estado y engrandecello, que por mi raí la honra
porque estaban fuera como enemigos, quo el Conde del Rey ni prosperallo, salvo solamente por tenello
de Cifuentes se ensaña con Dofia Leonor su hija. E en necesidad de competidores, para que siempre lo
aquesto trato hacia el Obispo de Badajoz con grado tuvioso debaxo de su gobomacion , en tal manera,
ó acuerdo del Maestre Don Juau Pacheco , para te que ninguna firmeza avia en el consujo , ni oxecu-
ner mayor parte en la cibdad ; porque el Conde é cion en lo que se determinaba. E asi hicieron al Rey
Don Juan eran suyos, é lo avian seguido en las tur que enviase á mandar á los Grandes que se holga
baciones pasadaB. Sabido aquesto por el Rey, fué sen en bus casas , y él fuese á Medina del Campo;
muy pesante de ello, ca sintió como aquello era en donde llegado, supo como los moros avian entrado
deservicio suyo é perdición del Conde de Fuensali en tierra del Maestradgo de Calatrava, é captivado
da, é que solamente era é se facia, por echallo de la muchos chrístianos varones é mugeres, é que mu
cibdad, sin cumplir con él cosa alguna de lo que rieron muchos, é quemaron un pequeño lugar. Sa
asi le prometían. Estonces maudó á mi que secreta bido aquesto por el Rey, envió á mandar al Marqués
mente fuese con carta de creencia suya, á le notifi de Cáliz é Conde de Arcos, que rompiese guerra oon
car el engaño que le facían, é le amonestar é reque ellos, ol qual como esforzado caballero é prudente
rir que por ninguna cosa metiese aquellos dos ca capitán, haciendo lo que el Rey le mandaba , entró
balleros en la cibdad ; ca sabia muy bien que si en- luego con gente é tomó por combate una villa que
trabau , n él lo echaría fuera , é que él no podría se dice Cárdela , é captivo asaz moros é moras quo
remediallo. Pero puesto que yo se lo fui ¡i desoír , é halló dentro ; pero aquesto lugar dende á pocos dias
delante de sus hijos é parientes lo afronté quo so se tornó ¿ perder por el mal recabdo del Alcayde,
guardase de metellos en la cibdad , él jamas quiso quo alli dexó el Marqués de Cáliz. Estando el Rey
obedescer al Rey, ni aceptar las amonestaciones quo en Medina, vino luego el nuevo Duque do Alvaé
asi le hice, antes luego concluyó sus amistades é ca- Maruués de Coria á hacer reverencia al Rey, el qual
DON ENRIQUE CUARTO. 209
fué bien rescebido por él , porque el Maestre de tuvieron en treguas, fasta que el Rey vino. E pues
Sanctiago lo quiso. Estando asi las cosas en vegilia to que el Rey quisiera ayudar al Conde de Fuensali
de algún sosiego , porque todos los grandes avian da, porque le avia muy bien servido, no pudo tanto
gana de reposar , é deseaban saber lo que avian de facer que la voluntad del Maestre no sobrepuxa-
seguir, estonces fuá alli acordado que se debían de se, para que prevaleciese mas la parte del Conde de
enviar mensageros al Rey de Portugal , para que Cifuentes é de Don Juan de Ribera. E asi ordenó
contratasen con él que casase con la Princesa Doña que el Rey mandase al Conde de Fuensalida que de-
Juana, de que fué dado el cargo al Maestre de Sanc xase el Alcázar é las puertas de la cibdad que las
tiago. El que envió personas de su casa con esto tenia barreados, é fueron entregadas al Doctor Gar-
mcnsage al Rey de Portugal, é asi ávida su respues ci-López de Madrid con oficio de Asistente é gran
ta, fueron acordadas vistas entro amoB los Reyes des poderes con ello. Estonces el Conde de Fuensa
para cierto dia señalado , como adelante será dicho. lida , visto el disfavor é mengua que contra él se
Entretanto quo entendían la respuesta del Rey do facia, aunque no por grado del Rey, salió de la cib
Portugal, el Rey determinó de irso & Segovia, é dad, é fuese para su tierra. El qual no solamente fué
mandó que el Arzobispo do Sevilla y el Duque de engañado por la contratación del Obispo de Bada
Alva quedasen en Medina por Virreyes, hasta quo joz su cufiado, pero la hija deshonrada y sin espo
.él tornase de Estremadura, donde avia de ir á las so ; porque el Conde de Cifuentes, visto que él é la
vista*. Doña Leonor, hija del Conde de Fuensalida, eran
muy cercanos debdos en sangre por muchos é di
CAPÍTULO CLIV. versos vínculos de consaguinidad, é que sin dispen
sación no podian casar, librado de la censura del
De lo que snbcedló por el Hejno después qne el Roy se fué a Se derecho, que en tal caso dispone, por Juez ordina
govia.
rio, é absuelto se casó luego con otra. Estando el Rey
Después quo el Rey fué tornado A Segovia, como alli en Toledo llegó nueva, como en la cibdad do Se
el Obispo de Sigüenza avia grand tiempo quo tra villa el Duque de Medina Sidonia é el Marqués de
bajaba por aver el Capelo de Cardenal, y el Rey, Cáliz avian peleado, de que se rescrescieron muchas
considerado su linage , avia escripto muchas veces muertes, quemas é robos de cada parte ; porque el
al Papa sobre ello , suplicando se lo mandase dar, Marqués do Cáliz era echado de la cibdad, é se fué
sintió como el Maestre de Sanctiago queria que con á Xerez de la Frontera, que tenia la fortaleza della;
él juntamente fuese criado Cardenal el Obispo de é que desde alli con su gente é la de los Maestrad-
Burgos su sobrino, é que á esta cabsa se avia dila gos de Sanctiago é Calatrava que le ayudaban, y el.
tado de lo facer Cardenal , de que estaba muy des Duqtie de Medina Sidonia con los caballeros é gen
contento , é asi muy disimuladamente se fué de la te de Sevilla se hacian muy cruda guerra. Verdad
Corte para su casa á Guadalaxara con sus herma es que el Maestre favorecía al Marqués de Cáliz su
nos, donde estuvo por algún tiempo retraydo. Es yerno, é por esta cabsa, aunque el Rey quisiera lue
tando el Rey en Segovia, supo como el Conde de go en ello proveer é remediar tan grand rotura,
Cifuentes é Don Juan de Ribera su tio se avian donde tantos males se hacian , no se pudo hacer,
puesto en armas contra el Conde de Fuensalida, que porque el Maestre lo estorbaba, en tal manera, que
como á parientes los metió en la cibdad, confiándo la guerra so quedó sin ningún remedio de paz ni tre
se de su amistad , que le avian jurado y prometido, gua ; de tal guisa , que guerreando é saliendo á pe
é que peleaban oada dia, donde se recrescian muer lear de contino , murieron personas señaladas, en
tes é males. Sabido aquesto, el Rey fué muy pesan especial dos hermanos bastardos del Duque en un
te, asi porque ej Conde do Fuensalida no quiso creer reencuentro entre Sevilla é Alcalá do Guadaira, que
lo qne conmigo le avia enviado á requerir, como el Marqués de Cáliz tenia. Y en tanto grado se ha
por los escándalos do la cibdad, cuyo pueblo livia cia la guerra cruda entre ellos, que los pueblos co
namente se suele alborotar é facer novedades. So marcanos no tenían seguridad de sus vidas ni ha
bre aquel fué acordado que el Rey partiese para allá ciendas ; pero ni por eso consintió el Maestre que
para lo remediar, antes que mayores males se re- el Rey enviase personas ni caballeros que lo reme
cresciesen. Llegado el Rey á Madrid vinieron cier diasen. De donde subcedió que el Marqués de Cáliz,
tos Regidores de Toledo, á le notificar como de ca como astuto guerrero, con el favor que su suegro le
da dia era mas brava la pelea, é se facian mas gran daba, fué una noche y escaló la fortaleza de Medina
des males por la cibdad , suplicándole que luego Sidonia, é tomada, se apoderó disolutamente de la
quisiese irá lo remediar. Estonces el Rey y el Maes villa é tierra. E el Duque muy sentido , aviéndolo
tre acordaron que el Obispo de Burgos é yo con él por grave injuria, fechos grandes pertrechos de ar
fuésemos á mas andar, é trabajásemos por los po tillería, é juntadas muchas gentes asi de á caballo
ner en treguas, fasta que ellos llegasen , lo qual pu como de peones, suyas é do sus valedores, determi
simos luego por la obra. E como llegamos allá, ha nó de dar sobre su villa para recobrarla. El Mar
llamos como querían pelear ; pero pusimosles gran qués asimismo fortaleció la villa para defendérsela,
des penas de parte del Rey, é que luego depusiesen de tal manera, que cada uno hacia grandes ayunta
las armas é no saliesen á pelear. Los quales obedes- mientos de gentes , é pertrechos é provisiones , de
cíeron lo que en nombre del Rey les dizimos, é es- donde se atendía grand perdición é perpétuas ene-
Cr.-III. M
210 CRÓNICAS DE LOS REYES DE CASTILLA.
mistadea en toda el Andalucía. Sabido aquesto por té no despedazado como lo tenéis. Dexad ya los in-
el Rey, con acuerdo é consentimiento del Maestre » toreaos é las cobdicias desordenadas, qne tanto y
envió allá á Don Yfiigo López de Mendoza, Conde sen tal grado tienen escureoida vuestra conciencia.
de Tendilla con grandes poderes, para que se apo »E pues vedes que mis dias so acaban, una é muchas
derase de la cibdad de Sevilla , é apoderado , diese » veces os suplico é requiero é pido por merced, que
medio de paz é concordia entre ellos. El quol se i por reverencia de aquel Dios que nos vino á jede-
partió á mas andar, é llegado á la cibdad , halló co omir, lo queráis asi facer, porque restituyendo al
mo ya el Duque de Medina quería salir a cercar su » Rey que vos hizo en su Reyno, restituyáis á vos
villa de Medina, y el Marqués se apercebia para da «en la honra, é cobréis nuevo nombre de leal. 8
lle la batalla en el campo. Visto aquesto por el Con Oida su habla, el Maestre le respondió que le agra-
de, como era caballero prudente, acordó con mucha descia mucho bu sancto consejo, é que le plascia de
discreción ó dulzura , é hizo ó todos deponer las ar facer lo que ella le requería é amonestaba. Pasados
mas é derramar las gentes qne asi tenian ayunta dos dias después de aquesto, ella fallesció é fué se
das, é puesta su tregua real entre ellos, dio forma pultada en el Moneaterio del Parral, donde le fue
como aquellos dos Señores se viesen en una fortale ron fechas muy sumptuosas é honradas obsequias;
za de Don Alfonso de Velasco , que dicen Marche- de cuya muerte el Maestre ovo muy grand dolor é
nilla, teniendo el Conde con su gente en el campo sentimiento, porque sin dubda fué señora de mucho
seguro á entrambas las partes. Dondo convenidos é merescimiento, y en quien moraba mucha bondad.
vistos, di$ entre ellos tal medio de paz é concordia, Pero puesto que el Maestre prometió de prosperar
que con mucho amor salieron de allí hechos ami al Rey é servirle con lealtad, mas tardó ella en mo
gos. Luego el Marqués de Cáliz dexó la villa de Me rir que él en olvidar la promesa que hizo, é si mu
dina Sidonia, y el Duque puso su Alcayde en ella. cho lo tenia cegado el interese, mucho mayor ce
E hecho aquesto, el Condo desató algunos agravios guedad le puso después.
que se avian fecho de la una parte é de la otra; por
manera que toda la tierra quedó en mucho sosiego; CAPÍTULO CLVI.
ó sosegada, el Conde se tornó al Rey á le notificar
lo que asi por su servicio avia fecho. De como el maestre con grand instancia importunó al Rey que le
diese la villa de Sepúiveda, é lo que sobre ello subcedld.
CAPÍTULO OLV. Al tiempo que los bullicios del Reyno se comen
zaron, el Maestre Don Juan Pachaco una noche hur
De lo qne subcedió después de que vino el Rey de Toledo tó la villa de Sepúiveda, é óvola por algún tiempo
i Scgovia.
contra el grado de los vecinos de ella; pero después
Tornado el Rey á Segovia, Dofia María Puerto- quando el Real de Simancas, ciertos hidalgos de la
carrero, Marquesa de Villena, muger del Maestre de villa vinieron al Rey secretamente con trato de se
Sanctiago, adolesoió de un zaratán en la cara, cuya la dar, para que enviase persona fiable con gente á
enfermedad fué insanable, de que murió. Pero antes tomarla, é que le darían la entrada libre é segura.
que fallesciese, como era católica Christiana, teme E porque el trato se hacia por mano de Alfonso de
rosa de Dios, fizo llamar al Maestre de Sanctiago su Badajoz, su secretario, mandóle tomar de las gentes
marido, é venido donde ella estaba en la cama, llo de sus guardas, é que fuese á tomarla, lo qual puso
rando con muchas lágrimas, le dixo : «acordaos, Se- él luego por obra, é fué sin ser sentido; é llegando
nfior, por amor de Dios, y mirad que por faceros á las puertas de la villa, le fueron abiertas sin de
«Maestre de Sanctiago, é subir en tanto señorío, tenimiento ninguno; donde entrado, estuvo en ella
«aveis cubierto vuestra persona de tanta infamia, é buenos dias fortificándola é teniéndola por el Rey.
«dexais á vuestros hijos con tan feo apellido do E como después el Muestre vino á servicio del Rey,
«desleal. Acordaos como el Rey Don Enrique vos é toda la gobernación del Reyno se administraba
«dio, é con bu favor ó sombra aveis alcanzado lo por su querer, hizo al Rey qne lo echase de allí, dis-
sque agora tenéis, é considerad el mal galardón que ciendo que los de la villa eran tan buenos, que no
«por ello le aveis dado, é como le aveis perseguido avian menester gente é capitán que los sojudgase.
»é corrido é abatido, poniendo tantas infamias en E aai echado, los de la villa quedaron mucho á ser
»su persona Real. Catad, Señor, que sois mortal, á vicio del Rey, aunque con buenas guardas á las
«aveis de morir, é muerto, que seréis llevado delan- puertas é velas de noche por los adarves. Mas la
ute de aquel juicio divinal, donde seréis acusado de hambrienta cobdicia del Maestre era tan insaciable
«vuestra ingratitud, é de la grand deslealtad con que siempre abarcaba é quería mas, é nunca se har
«que aveis deservido é deshonrado á quien no sola- taba, en tal manera que todos los lugares que cerca
» mente debiérades honrar é defender, mas morir por de sus señoríos estaban; pensaba que le pertenescia
«su servicio. E si no queréis condoleros de vuestra por fuero d*e tiranía. E asi porque aquella villa de
(deshonra é infamia, habed dolor de vuestra alma, Sepúiveda estaba junta con la tierra del Condado
» porque no so pierda, ni vaya con Judas condenada de Sanct Estovan, importunando al Rey muchas
«sin redención; y si fasta agora le fuistes deservi- veces, insistió que se la diese, de que el Rey fué
»dor ó enemigo, do aquf dolante le sirváis con leal- muy enojado é descontento. E retraido con algunos
ntad é sigáis con firmoza, para que sea Roy ontero, do bus criados leales, un di a dixo: «O quién fuera
DON ENRIQUE CUARTO. 2U
ssefior del mundo por ocho días I Preguntándole ¿á contento del Rey é del Maestre de Sanctiago, á
iqné fin lo decia? respondió que para hartar la cabsa de las dilaciones que se avian dado sobre el
i) hambrienta tiranía é desordenada cobdicia del Capelo de Cardenal, respondió muy ásperamente,
n Maestre de Sanctiago.» E asi después de pasada la disciendo que ya no era criado Cardenal porque
fiesta de Navidad, que ovo allí con poco plascer, quería el Maestre de Sanctiago que juntamente con
partió contra su grado de Segovia, é fuese á aposen él hiciesen Cardenal al Obispo de Burgos su sobrino
tar á una fortaleza del Maestre que se descia Castil- é que á esta cabsa so avia tanto dilatado de le dar
novo, que está dos leguas de Sepúlveda. Donde ye- el capelo, é aun porque dubdaba si la Princesa Dofia
nido, envió á llamar ciertos hombres de la villa, é Juana era hija del Rey, visto el disoluto vivir de la
llegados ante su Real presencia, les dixo, que cum Reyna su madre, é asi dando sub graves quexas de
plía á su servicio y les mandaba que tomasen por negó su ida, puesto que para ello fué muy importu
señor al Maestre, porque él le avia fecho merced nado. E quanto quíer que el Rey ovo grand enojo
de aquella villa; respondieron que suplicaban á su de aquesta respuesta, disimuló con paciencia, por
Alteza, que no se lo mandase ni pluguiese á Dios no indignar las voluntades de otros algunos, que
que jamás fuesen enagenados do su corona Real, é sabido aquesto se pudieran alterar. E asi determi
quo una é muchas veces lo tornaban á suplicar que nada su partida desde Madrid, donde estuvo algu
no se lo mandase, porque no lo entendían de facer, nos días, mandó que el Obispo de Burgos llevase á
ni era cosa qne cumplía á su servicio; é que si sobre la Reyna é á la Princesa á la villa do Escalona, é
aquesto fuesen molestados é importunados, so por- dendo alli adelante siempre la Princesa estuvo en
nian á tan buen cobro, que no arrian miedo de ser poder del Maestre de Sanctiago. E puesta alli, el
ágenos ni apartados de la corona Real, porque aque Obispo de Burgos se fué en pos del Rey, y el Rey
lla villa no era para ser sujeta de otro ninguno que y Maestre se fueron á Guadalupe, donde estuvo
de Rey ó hijo de Rey. E quanto quíer que algunos quatro dias, é se partió para Truxillo. E alli vino el
de los que presentes estaban, como parciales é afi Duque de Arévalo é Conde de Plasencia, con cuya
cionados al Maestre, les dixeron que les cumplía en venida el Rey ovo grand plascer, por estar acom
todo caso hacer lo que el Rey les mandaba, respon pañado con mas abtoridad. Desde allí se partió para
dieron, que aquel mandamiento era contra su ser Badajoz, que estaba en poder del Conde de Feria,
vicio, é por importunidad mas que por su grado, é el qual no quiso acoger al Rey dentro en la cibdad
que por eso ellos no lo entendian obedecer, ni mu salvo en los arrabales, disciendo que la quería para
cho menos cumplir; pero que lo comunicarían con dar al Maestre Don Juan Pacheco. Dende alli el Rey
los otros vecinos é moradores de la villa, é enviarían salió á las vistas con el Rey de Portugal, entre Ba
la respuesta á sn Alteza. E asi despedidos del Roy, é dajoz é Yelves; é porque el Rey de Portugal tenia
tomadoB á su lugar, sin mas dilaciones alzaron pen mala opinión del Maestre de Sanctiago, que sabia
dones por la Princesa Dofia Isabel, é la enviaron la do sus pocas verdades, é mucha cobdicia, é confián
obediencia; la qual luego les envió gente con que dose poco de las formas tan deshonestas con que
se defendiesen. Estonces el Rey, vista la novedad trataba al Rey, no quiso aceptar el casamiento,
é que asi se avia perdido y enagenado aquella villa puesto que para la seguridad de su persona le da
fué muy descontento y enojado de tan poca cuenta ban ciertas cibdades é villas de las principales del
como del se hacia en lo que á su honra y estado Reyno; pero él jamas quiso aceptallo, é asi se par
pertenecía, y del poco fruto y menos provecho que tieron discordes é sin conclusión alguna. Grandes é
acarreaba la venida del Maestre á su servicio; é tor diversos son los juicios que sobre este caso podrían
nóse á Segovia mas enojado que contento. facer los discretos, señaladamente aquellos en quien
algún temor de Dios é celo de la justicia cabe. Que
CAPÍTULO CLVII. aquesta Señora jurada dos veces por Princesa here
dera, seyendo inocente, é sin culpa, asi se le hayan
Codo el Rey se fué a ver con el Rey de Portugal, é lo fie allí desmanado tres casamientos tan señalados: uno del
snbcedló.
Príncipe Don Alonso, hermano del Rey al tiempo
Tornado el Rey á Segovia muy descontento y qne lo juraron, que fué con tal condición de casarse
enojado por las pérdidas que de contino se lo recres- con ella; otro del Duque de Guiana, que lo mataron
cian á cabea de la cobdicia desordenada del Maestre con yerbas; é después aqueste quo se desmanó por
de Sanctiago, donde estando asi con tan poco plas la poca confianza que del Maestre de Sanctiago se
cer, fué acordado que se fueBe á ver con el Rey Don tenia. E de las mudanzas de Castilla ¿qué podría
Alfonso de Portugal sobre el casamiento de la hija mos deecir acá en Costilla? sino que las culpas de
según que lo avian concertado los mensageros del los padres suelen á las veces traer á perdición á los
Maestre de Sanctiago; é porque fuese mas abtoriza- hijos; porque si la Reyna, madre do aquesta Señora,
do, mandaron que yo fuese con sus cartas do creen quisiera vivir honestamente sin ofensa de su honra
cia al Obispo de Sigfienza á Quadalazara, rogándole é del próspero matrimonio que Dios le avia dado
por parte del Rey é del Maestre que saliese luego á con tan alto Rey, no padesciera la hija tanta infa
Madrid, adonde el Rey se iba, para que después se mia, ni quedara tan abatida, ni con tan grand de
fuesen desde allí con él á las vistas del Rey de Por nuesto deshonrada para siempre. Tornado el Rey á
tugal; pero como el Obispo de Sigfienza estaba des Badajoz, é vista la poca obediencia é rebelión del
CRÓNICAS DE LOS REYES DE CASTILLA.
212 dad en alguna manera fué puesta en sosiego, el Rey
Conde de Feria, que no le quiso acoger en bu ciu
dad, acordó de se pasar á Mérída, donde llegado se partió para Segovia, donde llegado, halló que
acordó de se ir á Córdoba, é de allí andarse por An ciertos escuderos de los mas principales de alli, con
dalucía. E asi desde Mérída se fué al Maesjradgo algunas gentes de los arrabales ó de otra comuni
de Calatrava, y el Maestre de Sanctiago se fué á la dad se avian levantado con mal propósito, é puesto
provincia de León. El Rey desde el MaeBtradgo de en armas contra el Corregidor, de que se reflorecie
Calatrava se pasó á Córdoba, donde le rescibieron ron muertes é asaz vertimiento de sangro. De aques
con asaz plascer é mucho amor de toda la gente. E to fué muy enojado el Rey, é sabida la verdad por
como el Duque de Medina Sidonia supo de su veni la pesquisa, falló muy culpados los escuderos, á los
da á Córdoba, é que de alli queria irse á Sovilla, te quales mandó prendor é llevar muy avergonzada
miéndose de sor echado fuera por la enemiga que mente con grillos, en sendas acémilas, al Alcázar
estaba entre él y el Maestre de Sanctiago, ayuntó de Madrid, donde estuvieron presos por algún tiem
dos mil de á caballo, é apoderóse de los alcázares po. El Maestre do Sanctiago se quedó en Escalona,
é de las atarazanas é de las puertas de la cibdad, donde estuvo algunos dias , hasta que el Rey le en
donde puso alli luego alcaydo de su mano. Sabido vió á llamar.
aquesto por el Rey, sospeoliando alguna traycion,
dexó de ir allá, é desde Córdoba pasó á Baeza, don CAPITULO CLVIII.
de reposó algunos días, mas congojado que con des- Como ti Maestre do Sanctiago se casó con la hija del Conde
crin so, vista la poca reverencia é poco temor quo á de Haro.
cabsa del Maestre de Sanctiago le tenían, denegan
do de le acoger en sus villas é cibdades. Estando El Maestre Don Juau Pacheco viéndose en algu
alli, llegó nueva como el Conde de Cifuentes é Don na manera desamado de los Grandes, é con pocos
Juan de Ribera con otros caballeros sus parciales parientes é amigos, procuró de Be confederar é aliar
avian prendido al Doctor Qarci-Lopez de Madrid con la casa de Mendoza , é de Velasco , é ansi an
que allí avia dexado por asistente, ó preso, avian dando con ellos en sus tratos , fuoron acordadas vis
tomado la Puente de Sanct Martin, é las otras puer tas de ellos con él entre Segovia é Pedroza. Do la
tas do la cibdad, las quales estaban é tonian toma una parto salieron el Conde do Mcdinaceli, y el
das do su mono, é asimismo que tenían puestas sus Obispo de Sigüenza, y el Conde de Haro y el Obis
guardas en derredor del Alcázar, puesto que el Al po de Palencia ; y de la otra parte viuo el Maestre
caydo que allí estaba por el Doctor Garci-Lopez se do Sanctiago y el Obispo de Burgos ; donde junta
defendía muy bien. Fuélo asimismo notificado que dos , fuá concluido , quo para mayor firmeza é segu
Don Juan de Morales, Arcediano de Quadalaxara é ridad de su confederación el Maestre de Sanctiago
Francisco de Palencia, Prior de Aroche, Canónigos casase con hija del Conde de Haro, porque el Mar
de la sancta Iglesia de la cibdad de Toledo, con qués de Sanctillana no tenia hija ninguna por ca
otros muchos servidores é parciales de su Alteza so sar. Asi concertados , fué asignado cierto dia para
pusieron en armas é tomaron la Iglesia mayor, ó los desposorios , de que el Rey fué muy contento, ó
luego acudieron allí los Maríscales Porafan de Ri acordó do salir á verse con ellos, para que todos
bera é Fornando de Ribadeneyra; dondo todos se conformados estuviesen muy juntos á bu servicio.
juntaron con asaz gente, y enviaron á requerir al E asi concluido todo con mucho amor , mandó el
Conde de Cifuentes é á Don Juan de Ribera que Rey que los desposorios é la boda todo fuese junta
soltasen luego al Asistente, é so apartasen del Alcá mente fecho. Estonces el Maestre so fué á la villa
de Peñafiel, que era del Conde de Uruefia, su sobri
zar sin le dar combato, donde no, que saldrían á no, é alli vinieron el Conde de Haro é la Condesa
pelear con ellos é les harían apartar de alli mal de su rauger , con la hija que se avia de casar con el
su grado. Visto aquesto por el Conde é D. Juan su Maestre. Donde convenidos con mucho plascer é
tio, é como su dañado deseo no se podia cumplir
amor , los desposorios é la boda fueron luego cele
como ellos querían, soltaron luego al Asistente, é brados con muy grandes fiestas. E asi fechas , el
arredráronse de la fortaleza sin mas combatilla. Maestre dexó á la Duquesa su muger on Pefiafiol
Sabido aquesto por el Maestre de Sanctiago, vino por algunos dias, é dondo so fué luego á Segovia, y
luego á mas andar á Toledo, y ontrado en la cibdad el Conde do Haro é la Condesa se tornaron á sus
desterró al Conde, é á Don Juan, ó á Don Lope de
Zúfiiga, é á Arias de Silva é á Pero Comes Barroso, tierras.
porque todos estos eran de una liga é confedera
ción; é asi desterrados, los que estaban en la Igle CAPÍTULO CL1X.
sia depusieron las armas, é saliéronse á bus casas. E De como el Re; se partió para Madrid, £ Tino alli el Delegado
puesto que el Rey vino luego á la cibdad, ya los del Papa, 6 lo que alil subcedid.
escándalos estaban sosegados; é porque morían en Después quo el Maestre de Sanctiago fué venido
la cibdad, no quiso entrar dentro, mas aposentóse de Peñafiel á Segovia, fué acordado que el Rey se
fuera en el Monesterio de la Sisla; pero aunque los fuese á Madrid , dondo vino el Obispo de Sigüenza.
perpetradores de la sedición fueron desterrados, no E porque el Rey y el Maestro avian gana de le com-
les fué dado otro ningún cargo ni pena, porque plascer al Obispo, é procurar su honra, prometió
eran del Maestre de Sanctiago. Después que la cib
DON ENRIQUE CUARTO. 213
ronle do procurar con todas sus fuerzas que fuese car con su Alteza Roal las otras cosas particulares,
fecho Cardonal, de que el Obispo fué satisfecho de necesarias al bien de la See Apostólica ; por tanto,
las quexas pasadas. Estando allí el Rey con algún que le ploguiese nombrar una persona que fuese leal
contentamiento , llególe la nueva como por la muer é acepta á su servicio , para que anduviese é tratase
to del Papa Paulo , avian elegido por Sánelo Padre entre ellos. Oida su habla , el Rey le respondió que
al Papa Sixto, y enviaba por Delegado á España á le avia ploscido con su venida y era gozoso , porque
Don Rodrigo de Borxa, Vichanciller, é Cardenal é persona tan singular viniese á sus Reynos con tan
Obispo de Albania , de quo el Rey fué muy conten altos negocios, y que él como Rey cathólico é hijo
to , é le plogo que entrase en sus Reynos. Pero por de obediencia estaba presto dé cumplir lo que el
que su venida fuese mas abtorizada, el Rey con los Sancto Padre por su Bula le enviaba á mandar , y lo
de su alto Consejo acordó que el Obispo de Sigüen- que él como Legado de parte de su Sanctidad le d¡-
za fuese á Valencia , donde el Legado era ya des xese ; y que para lo al que particularmente se avia
embarcado, y esperaba el consentimiento del Rey, de comunicar entre ellos, nombraba á mi como á su
para usar de su delegación. Estonces el Obispo fué Ooronista é Capellán é da su Consejo, oon quien su
muy bien acompañado de asaz principales caballe Reverendísima Paternidad podria comunicar todo lo
ros de su linage, é llegado á Valencia, notificó al que quisiese. El Legado oido su graciosa respuesta,
Legado el consentimiento y el plascer que el Rey le refirió muchas gracias ; é asi despedido el uno del
tenia con su venida , é que le rogaba que se fuese otro , se fué cada uno por su parte á sus aposenta
luego para bu Corte con él ; é asi determinada su mientos. En aqueste medio tiempo subcedió como el
entrada en Castilla, se partieron , y entrados en el Rey Don Juan de Aragón recobró la cibdad de Bar
Reyno, se vinieron por las tierras del Maestre de celona , que avia grand tiempo que estaba rebelada
Sanctiago rescibiendo fiestas. Luego que el Rey y contra él á cabsa de la muerte del Príncipe Don
el Maestre supieron de su venida, mandaron que yo Carlos, donde fué rescebido con grande amor de todo
toviese cargo de dar orden en el rescibiiniento que el pueblo é de la gente , y él alegremente perdonó á
so lo avia do facer. Dondo aparejadas las cosas to todos en general sin descirles fealdad alguna, ni
das, que para lo tal eran menester é necesarias, el palabra deshonesta, lo qual fué tenido á mucha no
día que ovo de entrar, le fué fecho aquel solene re bleza é humanidad. AcaeBció también en este tiem
cibimiento que para Legado á Latere pertenescia, po que el fey Luis de Francia ovo batalla campal
asi por el Rey con toda su caballería, que en diver con los Duques de Borgofia é de Bretaña, é fué
sas maneras salioron al campo , como después (i la muerto el Duque de Borgofia , de á donde se siguie
entrada de la villa , de Clérigos é religiosas perso ron otras muchas muertes ó grandes males en cada
nas de diversas Ordenes en su procosion ordenada parte. E puesto que vino allí otro Delegado á los
mente, todos vestidos con muchas ó muy ricas ca poner en paz, ó en tregua, no pudo aprovechar su
pas, y el Obispo de Astorga vestido de Pontifical venida, porque se dieron otras batallas campales,
con sus asistentes, é una Cruz en la mano en que de que el Roy Luis fué vencedor , é quedó oon muy
adoró el Legado. E los Regidores é caballeros de la próspero triunfo é sus enemigos destruidos por grand
villa estaban con un rico palio de brocado sobre sus tiempo. Pasados algunos dias después que el Legado
varas, oon goteras pendientes, en que estaban pin fué venido, el Rey y el Maestre, para cumplirla
tadas las armas del Papa y del Rey. Debaxo de promesa que avian dado al Obispo de Sigiienza de
aqueste palio entró el Legado cabalgando , y el Rey lo hacer Cardenal , hablaron con él rogándole afec
á su mano izquierda un poco antes, hasta que lle tuosamente que escribiese al Papa muy encargado,
garon á la Iglesia de Sanctiago, donde descavalga- para que hiciese Cardenal al Obispo de Sigüenza,
ron. E entrados dentro delante del Altar, el Legado de que el Legado fué muy contento, y asi escribió
dio la bendición, é otorgó Indulgencia plenaria de él y el Rey , y el Maestre , y fué despachado un Cor
tres años é tres quarentenas de perdón á los que reo con las cartas. El Legado y el Rey tuvieron la
presentes estaban. Fecho aquesto , el Rey tomó al fiesta de Navidad allí en Madrid con asaz plascer;
Legado por la mano , é á pié le pnso en bu aposen los quales juntamente se fueron á oir Misa solene á
tamiento, que estaba junto con la Iglesia, é llegan- Sancto Domingo , que es monesterio de monjas,
lo con él hasta las puertas, el Rey se despidió, y el donde el Legado dio su bendición con muchos per
Legado se entró en su posada. Pasados quatro dias dones.
le su venida, el Rey fué á oir bu embaxada á Sanct
jorónymo del Paso, donde venido el Legado en CAPÍTULO CLX.
tresencia del Rey é de los de su muy alto Consejo,
De cono el Rey con el Legado se fueron a SegoTta , j lai rosas
i dado al Rey el breve del Papa , propuso con mu- que allí subcedleron.
;ha elegancia que el Papa Sixto IV le enviaba por
:u Legado á Latere en todas sus EspaOas é ínsulas Pasadas las fiestas de Navidad,, fué acordado en
idherentes , para visitarlas como padre espiritual de tre el Rey y el Legado que se fuesen á Segovia, á
)da la Religión Christiana, é Vicario de Jesu dondo le fué fecho solene rescibimiento, según que
cristo , á quien pertenescia conoscer sus ovejas é para Legado pertenescia, ansi por [la clerecía, co
liles aquella medecina espiritual que á sus almos mo por los caballeros é gente do la cibdad. E el Le
artenescia ; é con esto juntamente , para comuni gado fué aposentado en las casas del Obispo , que
214 ORONIOAS DE LOS REYES DE CASTILLA.
están junto con la iglesia mayor. Venido allí al Le todos pereciesen é fuesen muertos é destruidos. Lue
gado , mandó juntar de todo el Reyno de cada Igle go en pos de aquello acaeeció que en Jaén la comu
sia Catedral una Dignidad y un Canónigo , donde nidad asimismo se levantó contra los conversos ; é
fueron ayuntadas asaz personas de ciencia é abtori- porque el Condestable D. Miguel Lucas no daba lu
dad. Los quales venidos delanto del, los notiñeó la gar para que fuesen robados , un día estando él en
necesidad en que el Papa estaba é que se quería ser la Iglesia mayor oyendo Misa, entraron todos é allí
vir dellos con algún subsidio ; é que por tanto les delante del altarlo mataron crudamente, é luego sin
mandaba , exhortaba é requería lo aceptasen é pusie tardar fueron robados todos los conversos, é muchos
sen por la obra. La clerecía respondió que avrían su dellos muertos sin piedad ninguna. Siguiendo aques
acuerdo ¿ deliberación, sobre lo qual ovo asaz dife tas pisadas los do Andujar , hicieron otro tanto é
rencias; finalmente determinaron de se lo dar, con otros lugares del Andalucía. Sabido questo por el
tanto que su Santidad otorgase á todas las Iglerias Rey , puesto quo le pesó é ovo sentimiento dello, no
Catedrales del Reyno perpetuamente dos Calongias, hizo castigo ninguno ; pero á ruogo é suplicación
que fuesen, para que en cada Iglesia Catedral, qu an del Maestre de Sanctiago dio la Condestablia al
do vacasen , el Perlado y el Cabildo diesen la una £ Conde de Uaro, y el sello do la Cnancillería al Obis
un Teólogo, é otra á un Canonista, lo qual el Papa po de Sigüenza.
lo otorgó ad perpetúan rei memoriam. Fecho aques
to, publicó unas Bullas de indulgencia plenaria de CAPÍTULO CLXI.
diversos precios , según el estado é condición de las
personas que las quisiesen tomar. Pero puesto quela Comocasarlo
el Re; envió por el Infante Don Enrique i Barcelona , para
con la Princesa su Qja , ó lo que allí subcedió.
mayor parte de la clerecía del Reyno vino al llama
miento del Legado , quedaron algunos que no vinie Dospues que el Roy vio que tantos casamientos se
ron porque eran aficionados á los Príncipes Don Fer avian desmanado á su fija , habido su acuerdo con
nando é Doña Isabel, entre los quales fué mas prin el Maestre de Sanctiago , determinó de enviar por el
cipal Don Iñigo Manrique , Obispo de Coria, que en Infante Don Enrique su primo , fijo del Infante Don
nombre de los otros insistió con el Legado que se Enrique, hermano déla Reyua Doña Maria su ma
saliese de Segovia é se fuese á estar en Valladolid, dre, el qual estaba en Barcelona. E así acordado,
donde le serian notificadas algunas cosas que cum envió un mensagoro de secreto , para que oculta
plían al servicio del Rey é al bien de 1*subecsion mente hablando con él , lo trazese sin quo fuese
de los Reynos de Castilla. Vista la importunidad sentido fasta que estuviese en Castilla. Entretanto
con que ansi lo aquezaba que se fuese de allí , envió que este mensagero iba é negociaba el cargo que le
por mi como deputado entre el Rey y él , para en era mandado, ol Maestre de Sanctiago dizo al Rey
tender en los negocios ocurrentes ; é como asi me quo para el bien de la subecsion de su hija, le man
notificase el caso de la importunidad del Obispo, yo dase entregar el Alcázar de Madrid , para tener allí
lo hice saber al Rey , é su Alteza envió £ descir al álaReyna ó á la Princesa su fija, donde estarían
Legado que le regraciaba el amor é buena voluntad mas seguras é guardadas que en ningún lugar del
que le tenia, y que le rogaba que pues conoscia las Reyno, é las podría ver quando quisiese mejor que
formas de Castilla, no curase de dar orejas á seme en Escalona , donde por estonces estaban. Luego el
jantes casos é personas, que eran maliciosas é lle Rey mandó al Mayordomo Andrea de Cabrera, que
nas de mucho escándalo ; el Legado respondió que entregase el Alcázar al Maestre ; é puesto que le fué
asi lo entendía hacer, porque ya avia sentido algo áspero , é dio algunas dilaciones , finalmente le fué
dello. Pasados dos meses que el Legado estuvo allí necesario entregallo, y entregado , el Maestre puso
negociando lo que el Papa le avia mandado, acordó allí su Alcayde. E quantoquier que se apoderó del
de partirse para Alcalá de Henares, para ver á los Alcázar é de la villa , sintiendo como Andrés de Ca
Príncipes Don Fernando é Doña Isabel, que estaban brera é la Bobadilla su muger eran mas aficionados
allí con el Arzobispo de Toledo, donde fué rescebi- á la Princesa Doña Isabel , porque ella era criada
do con gran solenidad , é festejado de muchas ma suya y la avia casado , parescióle quo ol Alcázar é
neras. Estuvo allí algunos dias , é pasóse á Guada- las puertas de Segovia estarían mejor en su poder
lazara , é fué muy bien rescibido por el Marqués de que no en mano de ellos , é asi con mucha instancir
Santillana é por los Condes sus hermanos, é posó procuró el Maestre que el Rey también se lo quita
con el Marqués dentro de su oasa, é reposó allí al se, para que lo toviese él de su mano. Sobre lo qua
gún tiempo. En este medio subcedió en la cibdad de ovo asaz diferencias , porquo á la verdad el Rey es
Córdoba que la comunidad con favor de algunos taba en grande confusión é no sabia determinar ec
caballeros se levantaron contra los conversos con cuyo poder estaría mas seguro su Alcázar é su cib
mano armada , donde fueron muertos muchos de dad con los tesoros que allí tenia. E asi dilatando j
llos , é todos robados sin resistencia ninguna en tal tratando, jamas el Mayordomo quiso entregar e
manera, que los que escaparon , ninguno dellos osó Alcázar, de que el Maestre fué indignado contra é
vivir mas en aquella eibdad , ni entrar en ella é no é determinó de lo destruir , é asi llamó secretament
sin cabsa ; ca como todos ó los mas dellos judaiza ciertos hidalgos déla cibdad, y entre ellos porprin
ban sin vergüenza ninguna, permitió Dios que los cipal á Diego de Tapia, é trató con ellos como par
unos por hacedores, é los otros por consentidores, cierto dia señalado alborotasen el pueblo contra 1(
DON ENRIQ 5 CUARTO. 215
conversos, é los robason; pero que principalmente el Conde de Benavente ; el qual aquel mesmo dia
procurasen de prender al Roy y al Mayordomo Ca tenia concertado de matar al Maestre de Sanctiago
brera , para que el Rey mandase luego cercar el Al su suegro , para cuya exocucion ostaban encerradas
cázar y dársele , y el Mayordomo lo entregase por en su casa ciertas personas de Becreto ; é si la pelea
fuerza. E focbo aqueste concierto, los hijos-dolgo del pueblo no interviniera, todavía lo pusiera por
pusieron por obra lo que asi los ora mandado, é ávi obra.
do su acuerdo, determinaron que dendo á ciertos
dias, quando ya tovieson convocados todos los del CAPÍTULO CLXII.
pueblo, un Domingo después de comer diesen cinco
badaxadas en la campana de Sanct Pedro de los Como vino el Infante Don Enrriqie 1 la villa de lleqncna con la
Priores, é á la misma hora bo comenzase la pelea en Infanta su madre, y el Rey se fué 1 Madrid, 6 lai cosas que
sobre ello snbcedlcron.
cinco partes de la cibdad. Diego de Tapia en el ar
rabal de Sancta Olalla y Sancta Coloma con los ofi Entrotanto que estas cosas subcedian , é pasaban
ciales é gente común de entrambas colaciones, y los sin castigo con poco temor del Roy, aunque él es-
de Contreras á la Iglesia de Sanct Juan, para que piritualmonte se congoxaba é le pesaba dello, el In-
allí abriesen un postigo de los adarves , que están fanto Don Enrrique vino á la villa do Requena, ó la
junto con la Iglesia, por donde avian de entrar Dio- Infanta su madre luego en pós dél. Donde venidos,
go do Tapia con la gente de los arrabales ; otro rui é notificado al Rey como eran llegados , para ver lo
do so avia de trabar á Sanct Martin ; otro á la plaza que mandaba , ovo mucho plascor, y escriviólos que
de Sanct Miguel, y otros de sobresalientes que an reposasen allí algunos dias, haBta que proveyese
duviesen á todas partes. De aquesta sedición fué al Infante de las cosas necesarias para bu estado. E
avisado el Rey por el Legado , que estaba en Gua- luego mandó que le llevasen una baxilla de plata
dalaxara, tres dias antes ; é sabido , mandó al Ma muy rica, é camas é atavíos, é acémilas é todas las
yordomo que se apercibiese con tiempo de armas é otras cosas que pertenescian á la decencia de su
gente, é lo hiciese saber á los conversos, para que persona. E fecho aquesto, fizólo saber al Maestre
estuviesen sobre aviso, ó no les tomasen de salto. de Sanctiago, que estaba en Madrid, el qual envió
Estonces el Mayordomo Cabrera con algunos 'hidal luego al Infante dos caballeros de su casa, para que
gos amigos suyos é gente de su casa, é asi mesmo lo truxesen al castillo de Garci-MuSoz, donde él y
los conversos se proveyeron de tal manera, que ve la Infanta su madre estuviesen á su plascer, hasta
nida la hora de la pelea, se hallaron tan apercebi- que el Rey los enviase á llamar. E fecho aquesto,
dos é bien armados é con tal esfuerzo, que desba el Roy acordó que el Obispo de Sigfionza fuese 4
rataron á sus enemigos sin recibir daño ninguno. verse con el Maestre de Sanctiago á Guadarrama,
Fué muorto Diego de Tapia, principal incitador de donde vistos , acordaron que el Rey su partiese é se
los esoándaloB , con un pasador que le pasó la ca pasase á Madrid, pues que el Maestre de Sanctiago
beza hasta los sesos, é su casa, puesta á sacomano no queria venir 4 Sogovia. E asi el Rey pasó á Ma
sin resistencia ninguna. Los Contreras fueron des drid , é con él el Obispo de Sigüenza, y el Conde de
baratados é presos, antes que pudiesen abrir el pos Benavente é los del Consejo con toda la Corte. Don
tigo , é la gente común de los arrabales quedaron de llegados , fué luego traída allí la Reyna é la Prin
muy mal parados, porque ovo muchos muertos é cesa su hija , con que el Rey ovo plascer, é paresció
feridos dollos ; do tal manera , que en breve espacio tener algún contentamiento, por no estar ni verse
no avia lanza enhiesta en todos ellos. Estonces el en los escándalos de Segovia, é aún porque según
Maestre, visto que su dañado trato no se cumplía su condición no se hallaba sin el Maestre para las
como él quisiora , é como sintió que los venoidos cosas de la gobernación del Reyno, puesto que el su
descubrían é publicaban que á su requesta lo avian gobernar mas era por su proprio interese, que para
fecho , roscolándose de algún enconveuiente, salióse honra ni provecho del Rey ni bien del Reyno ; pero
de la cibdad aquella noche á dormir en el Parral, é porque con aquello parescia tener descanso en al
otro dia de mañana determinó de se partir para guna manera, plasclale sufrirlo. Estando el Rey allí
Madrid. Sabido aquesto por el Rey, fué á hablar con en Madrid, llegó un trotero con un Breve del Papa,
, maravillándose de su acelerada partida; el Maes- notificándole como el Obispo de Sigüenza era cria
0 respondió que él no entendía estar mas en So do Cardenal, de que el Rey fué muy alegre é pla
ma, ni entrar en ella, mientras que las puortas é centero ; é por dalle mas honra, dixole que de allí
Alcázar della estuviesen en podor del Mayordo- adolante so intitulase el Cardonal do España, el qual
) Cabrera ó do la Bobadilla su raugor, do quien título le duró toda su vida. Estonces el nuovo Car
tenia mas sospecha que seguridad ; por tanto, que denal acordó de se ir á Quadalaxara, donde estaba el
1 Alteza le perdonase ; é asi se partió muy descon- Legado, para dalle las gracias de lo que por él avia
nto, de que el Rey ovo asaz enojo. Pero vistos los fecho, é para comunicar con él algunas cosas que
cándalos de la cibdad , fué necesario quedarse allí sobre el mismo negooio convenían. Sabida su ida, el
r algunos dias, asi por asosegar el escándalo del Legado le salió á resoibir, é ayuntados con mucho
9W0, como para dar algún medio de concordia é amor, porque aún no le avian traído el Capelo , el
pego entre amas las partes do los bandos. Queda- Legado y él entraron en roquetes con sus bonetes de
i con el Rey en Segovia el Obispo de Sigüenza y grana á la par, acompañados del Marqués de Santi
216 CRÓNICAS DE LOS P, YES DE CASTILLA.
llana é de los Condes bus hermanos, é de otros mu brora con toda la caballería de la Corte salieron
chos parientes suyos é caballeros, y estuvo allí algu fuera déla cibdad, donde el mensagoro del Papa
nos di as á su plascer ; poro el Rey le escribió , rogán estaba esperándolos; é puesto el capelo sobro una
dolo que se viniese á la Corte, el qual lo hizo asi ;y vara alta, el Mayordomo lo llovó hasta la Iglesia
el Rey y el Maestre , y el Condo de Benavonto con mayor, donde el Cardenal oia la Misa, é allí el men
toda la caballería de la Corte le salieron á resoibir; sagoro que lo traia le dió el breve del Papa y el Ca
é aquesta fué la primera honra que como Cardenal polo con las acrimonias acostumbradas.
rescibió. E luego como asi fué venido , acordó el Rey
de enviar por el Infante Don Enrrique para que vi CAPÍTULO CLXIII.
niese allí, y la Infanta su madre con él ; el qual
vista su carta, se partió é vino á Getafe, donde el Uc como el Maestre de Sinctiigo fné i Sancta María de Nieva , y
Rey le mandó aposentar y eBtar hasta que saliese á el Re; coa el Cardenal j toda su Corte vino allí ; c asi mesmo
el Infame Don Enrrique con la Infanta su madre.
verse con él. Luego el Rey con el Cardenal y el
Maestre de Santiago y el Conde de Benavente salió Desque el Maestre de Sanctiago sintió que el Rey
á versé con él entre Madrid é Gotafe. E quanto no avia gana de ir á Madrid, porque ya desamaba
quier que el Rey lo quisiera traer consigo á Madrid á la Reyna é no la quería ver por su desoluto vi
para que allí fuera aposentado, el Maestre acordó vir, acordó de pasar los puertos , é vínose á Sancta
que fuese á Odón, donde estaba una casa fuerte, Maria de Nieva. Donde venido , el Roy se fué apo
donde se podrían aposentar muy bien y estar segu sentar allí con toda la Corte, y envió á mandar al
ros; ansi por estonces el Rey se tornó á Madrid, y Infante Don Enrrique é á la Infanta su madre que
el Infante é su madre se fueron á Odón. E como el viniesen allí, puesto que su venida les aprovechó
Roy tenia grand gana de ver á bu hija desposada, poco según lo quo subcedió. Estando allí el Rey, en
apartado en su secreto con el Maestre , quiso saber vió á llamar allí á los Perlados del Reyno é loa Pro
dél lo que se avia de hacer en aquello , é como el curadores. Donde venidos , hizo que las Hermanda
Maestre avia poca gana que aquel casamiento se des se confirmasen é hiciesen por todos los Reynos,
concluyese, dando bus dilaciones, descia que pues é mandó desatar algunos agravios que estaban fe
quería casar su hija, convenia casarla con Rey ó chos en los lugares é cibdades á villas que se avian
Principe poderoso, pero que si le agradaba que se alzado por el Príncipe , quando los tiranos le pusie
hiciese con el Infante, era necesario que se hiciese ron nombre de Rey. E asi mesmo mandó que por
gruesa gente, é veinte quentos para pagalla , é que quanto él estaba puesto en mucha necesidad, se re
fuese luego a Segovia, é que los sacase de sus te partiese cierto pedido é moneda, con que fuese so
soros en dinero é plata ; é asi el Rey determinó de corrido, lo qual le fué otorgado, é mandó luego re
ir á Segovia, é llevó consigo al Cardenal é algunos partir é coger el dinero. E como el Maestre avia
del Consejo. Donde llegados, é requerido el Mayor gana de avor á sus manos el Alcázar é las puertas
domo Cabrera que los diese, respondió que le pías de Segovia, é sobre aquello era todo su pensamien
ela, é por otra parte buscando justos impedimen to, para destruir al Mayordomo Cabrera dizo al Roy
tos, dilató tanto, que ninguna cosa se cumplió de lo que para concluir el casamiento del Infante Don
que el Maestre demandaba ; é visto aquesto, acordó Enrique con su hija, convonia quo se hiciese con
el Roy de reposar allí en Segovia. Entretanto que acuerdo é consentimiento do los tres Estados de su
el Rey estaba en Segovia descontento de oir tantos Reyno, señal adamente de los Perlados é caballeros,
tráfagos, é descontento de lo que veia, subcedió en para lo qual convenia que bu Alteza mandase al Ma
Madrid que el Maestre y el Conde de Benavente, yordomo Cabrera que entregase al Marqués de San-
como bo avian quedado allí , llegaron á muy malas tillana las puertas de Sanct Juané de Sanct Mar
palabras, disciéndole el Condo quo pues el Infante tin, para que sobre su salvaguarda todos so junta
Don Enrrique era bu primo hermano del Rey, fuera sen allí en Segovia , donde se daria modio é orden
razón que mirára mejor lo que le cumplía, é no asi en los desposorios de su hija, como en la subco -
traello asi burlado con tantas cabtelaa é formas de sion. E quantoquier quo al Rey plugo dello, é man
poca verdad, engasando no solamente al Rey é al dó que asi se hiciese, el Mayordomo Cabrera é la
Reyno , mas á todos los grandes que con él esta Bobadilla su muger rescelándoso perder la tenono
ban ; é asi muy descontento se fué á Valladolid. Es del Alcázar, de donde se seguía su dostruicion, tr.
tando el Rey en Segovia, subcedió que Don Alonso bajaron astutamente como aquello se estorbase, p
de Fonseca, Arzobispo de Sevilla, fallesció en su ra lo qual hallaron favor é ayuda en el Cardenal <
villa de Coca. Sabida bu muerte, el Rey suplicó al España, que ya de secreto estaba confederado <"
Papa que proveyese del Arzobispado al Cardenal de la Princesa Doña Isabel, á quien ellos querían
España con retención del Obispado de Sigüenza , lo rodeaban meterla en la cibdad é haoerla Reyna dé
qual el Papa concedió libremente; y concedido, en pues de los días del Rey, que fueron pocos ; é asi t
poB de las bullas del Arzobispado vino un mensa- hubo lugar lo que el Maestre de Sanctiago querí
gero del Papa con el capelo, que hasta estonces no En este medio tiempo subcedió que como el Mae
Be lo avian traído. E venido , para que lo rescibiese tro de Sanctiago trabajaba por ocupar é tener di'
con la Bolenidad que oonvenia, el Cardenal se fué mano las principales cibdades é villas del Rey3
á oir Misa á la Iglesia mayor, y el Mayordomo Oa- procuró de aver la fortaleza é la puente de Ale"
DON ENRIQUE CUARTO. 217
tara de Toledo ; é ávido su acuerdo , confederóse con veces hablaron con el Rey, disciéndole quanto me
el Conde do Fuensalida, porque era el que mayor jor sería tener á su hermana consigo y estar con
parte tenia en Toledo por la antigüedad de su lina- ella con mucho amor, pues que veia que ol Maes
ge en aquella oibdad, é porque siempre él y Bns tre do Sanctiago le ponía de contino en mayores
antepasados la mandaron é gobernaron. E asi fecha necesidades, é nunca le daba á descanso ni reposo,
gn alianza, quiso que como suyo entrase en la cib- y de contino abarcaba quantas cibdades é villas po
dad , para tenerla é gobernarla por él , con tanto que día, ou tal manera, que ablandaba un poco la vo
el Mariscal Fernando de Ribadeneyra saliese fuera luntad del Rey, acordaron de traer á su hermana la
de Toledo ; el qual como fué siempre leal servidor Princesa allí á la cibdad de Segovia, donde el Rey
del Rey, y el Dean de Sevilla y el Prior de Arocbe estaba ; é porque el trato fuese mas cierto é secre
vieron la novedad que contra el Mariscal se hacia, to, la Bobadilla se fué á la villa de Aranda, donde
juntáronse todos tres como buenos servidores del la Princesa estaba, vestida como labradora encima
Rey, y convocada la mayor parte del pueblo, echa de un asno, muy encubiertamente, sin ser conocida
ron fuera de la cibdad al Conde de Fuensalida é á ni sentida. E asi fecho su concierto con la Prince
todos sus valedores ; é asi echados , todos tres que sa, que para cierto día viniese, é la meterían en el
daron por gobernadores do la república por algún Alcázar, se tornó tan secretamente como fué. Do
tiempo. Pero los dichos caballeros, como se vieron aqueste trato fueron sabidores é consentidores é
fuera de sus casas, fecha su confederación, comen consejeros el Cardenal do España é el Condo do
zaron de guerrear mny bravamente por todas las Benavente. E quantoquicr que el Mayordomo é la
partes, tanto que no les dexaban entrar ningunas Bobadilla de contino desoían al Rey las Uranias
provisiones, é á esta cabsa los ponían en estrecho. del Maestre, é que por qué consentía en ollas y él
Sabido aquesto por el Rey, fué luego allá, é puesto lo conocía, pero no porque se alterase, ni mostrase
que vido el atrevimiento de los caballeros que guer su indignación contra él. Estonces ellos sospechan
reaban á su cibdad é perseguían á sus leales servi do que la venida del Marques de Villena seria con
dores é criados, no hizo castigo en ellos, porque alguna cabtela de las del Maestre su padre, deter
eran del Maestre , mas desoíos en treguas , que du minaron de poner en obra su propósito comenzado.
raron poco tiempo. En este medio tiempo subcedió E asi pasado el día de Año nuevo, estando el Rey
que vino allí el Marqués de Villena, fijo del Maestro en el bosque, enviaron sus mensageros ;i la Prin
de Sanctiago, á hacer reverencia al Rey, con cuya cesa que viniese á mas andar; ella vino, é traxo '
venida fué muy alegre el Rey, en tanto grado , que consigo al Arzobispo de Toledo Don Alonso Carri
desdo allí entró en grand privanza con él. Entretan llo, é antes que amaneciese, entró en el Alcázar,
to que el Rey estaba en Toledo , el Maestre se fué á donde fué rescebida con aquel amor que la llama
PeAafiel á ver la Duquesa su muger, con la qual se ron. Esto fizo con grado é consejo del Cardenal de
holgó buenos dias , hasta que pasaron las fiestas de España, que estaba confederado con la Princesa
Navidad. Luego que el Rey puso la tregua, acordó DoRa Isabel sobre firmas é sellos. E como el Mar
de partirse para Segovia, y el Marqués de Villena qués de Villena, que posaba en el Parral , supo la
con él. Venido el Rey á Segovia, el Marqués de Vi- entrada de la Princesa en el Alcázar, temiendo ser
llena se fué á aposentar al Parral , que no quiso en preso, á la misma hora se partió en un caballo á
trar en la cibdad á cabsa de la enemiga que estaba mas andar camino de Ayllon. Luego que la Prin
entre el Maestre su padre y el Mayordomo Cabre cesa fué entrada en el Alcázar, el Conde de Bena
ra; pero el Rey los mas de los dias se iba allí á oir vente y el Mayordomo Cabrera cabalgaron antee
Misa, por verlo y hablar con él. Estando asi las co del alba, é fueron ambos al bosquo donde el Roy
sas en calma, la Princesa Dofia Isabel, hermana estaba, é notificada la venida de su hermana, le su
del Rey, por trato que movió con algunos vocinos plicaron que se viniese á la cibdad, é asi le truxe-
de la villa de Arando, que era de la Royna Dona ron consigo. E asi venido á su Palacio, después quo
Juana, la tomó é so apoderó dolía, é se vino luego ovo comido é reposado , el Conde de Benavente y
allí de estada ; de que el Rey ovo grand sentimien ol Mayordomo le tornaron á suplicar que fuese á
to, puesto que desamaba á la Reyna. ver á su hermana, el qual fué luego al Alcázar, é
ella salió hasta el patio á lo rescebir ; é vistos , so
abrazaron con mucho amor, é se retruxeron á nna
CAPÍTULO OLXIV. sala, donde asentados estuvieron por grand espacio
Je como el Mayordomo Andrés de Cabrera r¡ la Dobadilla su mu hablando. En fin, como la Princesa era prudente é
ger traxcron i la Princesa DoBa Isabel, é la metieron en el Al- de mucho seso, lo dixo : «Señor, yo soy venida por
cíiar, y el Arzobispo de Toledo con ella , é do lo que allí su o dos cosas, la primera, por ver h vuestra Alteza
cedió.
«como á padre é sefior y hermano mayor, pues el
Después que la pelea de Segovia entre los hidal- » deudo de la sangre lo requiere ; la segunda, á lo
•os ó conversos fué pasada, siempre oí Mayordomo » suplicar quo le plega, si algún enojo contra ral
labrera ó la Bobadilla su mnger estuvieron sospo- «tiene, apartallo de si ; ó sogund que por mis oartan
hosos é con temor que el Maestre de Sanctiago o se lo supliqué, quiera mantener é guardar lo quo
m sus astucias y modos los destrnyría, si con tiom- » prometió é mandó, quando quiso que me jurasen
o no so remediaban. E asi, después que algunas «por Princesa é legítima subcesora vuestra ; porque
218 CRÓNICAS DE LOS E 3YES DE CASTILLA.
ti de aquesto Berá Dios servido, é de lo contrarío es junto á par della, asi comieron con asaz plascer. E
acierto que se seguirán grandes males, visto que porque el segundo Rey Don Juan de gloriosa me
nsegund Dios ó justo derecho á mi pertenesce la moria, su padre del Roy ó de la Princesa, avia fe
» subcesion de estos Beynos después de los dias de cho merced con privillejo rodado al Conde de Ri-
» vuestra Alteza, que Dios por muchos afios acro- badeo Don Rodrigo de Villandrando por un seña
B cionte.» El Roy le respondió, que avia seydo alegro lado servicio que lo hizo, que en tal dia como aquel
con su venida, porque avia deseo de la ver, é que se sentase con él á la mesa, é la ropa quo el Roy
fuese muy bien venida, y que quanto á lo al, que aquel dia se vistiese, le fuese dada á él en su vida,
él la mandaría responder ; é asi se despidió della con ó después á los primogénitos quo dél descendiesen,
grande cortesía. Entretanto que esto asi pendia, c mandaron que su hijo ol Conde de Rivadeo quo allí
se tomaba deliberación do lo que se debia de hacer, se sentase, porque la preeminencia do su provillejo
el Maestre do Sanctiago, que estaba en Penañel con lo fuese guardada, ó gozase de la honra que su pa
la Duquesa su muger, trató luego vistas con el Du dre ganó. Después que asi ovierou comido, el Rey
que do Alburqucrque, que estaban muy enemista é sus hermanos so retruxeron á una cámara á oír
dos sobre las cosas pasadas en el Reyno contra el I música ; fuélos dada una suntuosa colación , é pasa
Rey é contra él ; ó vistos, quedaron muy amigos é do algund espacio de tiempo, el Rey se sintió malo
confederados. E asi puestos en amistad el uno con de dolor del costado ; de tal son, que fué necesario
el otro, el Maestre se vino á Cuellar, donde el Du irse á reposar á su Palacio, donde por algunos dias
que de Alburquerque lo rescibió y aposentó gracio estuvo muy trabajado. Pero fechas algunas preci
samente. Estonces el Maestre envió á rogar al siones é rogarías en la cibdad y en los Monasterios
Condestable su suegro que viniese allí, el qual vino, por su salud, parosció aver mejoría en bu persona,
ó juntados todos tres, el Maestre enviaba de conti sin sentir dolor alguno, aunque siempre le queda
no sus meusageros con tratos al Rey para que la ron reliquias de cámaras é gamito, y echar sangre
Princesa bu hermana fuese echada de Segovia ; é por la orina, hasta que murió. En este medio tiempo
quanto quier que el Rey salia á ello, ó le piase i a, de su enfermedad, los Príncipes sus hermanos ibanlo
aprovechaba muy poco porque los del su Consejo á ver, é por otra parte los tratantes le suplicaban qui
estaban dovisos en diversas opiniones é aficiones. siese confirmarles la subcesion quo le avía mandado
El Maestro de Santiago y ol Duque de Alburquer jurar ; ó puesto que de cada parte se alogaban mu
que y ol Condo do Donavonto y ol Licenciado do chas cosas peligrosas do escrobir, ningún medio do
Cibdad-Rodrigo querían ó procuraban el partido de paz so pudo tomar ontre ellos ; de manera que la
la hija del Roy ; y el Cardenal de España y el Con Princesa como sesuda é de grand prudencia, deter
destable y el Mayordomo Cabrera é Rodrigo de minó de estarse queda en Segovia é no salir della.
UUoa y el Doctor de Madrid querían de secreto á la El Maestre de Santiago, que por aviso del Rey sa
Princesa, hermana del Rey, aunque no lo demos bia todo lo que pasaba , trató secretamente con él
traban olaramente, en tal manera, que ningund se que una noohe entrase cierta gente suya en la cib
creto avia en el Consejo del Rey. Verdad os que la dad, para que so apoderase de algunas torres de las
Princesa, hermana del Rey, envió algunas veces Iglesias é casas, ó apoderados, que él sobreven) ia
con tratos al Arzobispo de Toledo, para que hablase con gruesa gente, é que prenderían á los Príncipes
con ol Rey ; pero aquello aprovechaba muy poco, sus hermanos y al Mayordomo Cabrera. Aqueste
porque el Rey no respondía otra cosa, salvo lo que trato no pudo aver efecto , porque fué descubierto,
el Maestro le enviaba descir. Estonces vistas las di é no sin cabsa, porque aquello que en los cielos se
laciones por la Princesa , é quo ningún efecto bue ordena, é quiere el consistorio de la divinal Trini
no se seguia de los tratos, aunque andaban de con- dad que se cumpla en la tierra , es necesario que
tíno, envió á llamar al Prínoipe su marido, creyendo asi se haga sin contradicion alguna, que para lo con
que su venida sería cabsa de tomar algún expedien trario no bastan los deseos humanos, ni el ingenio
te mas convenible, el qual vino luego: é venido, co de las gentes lo podría contrastar ; porque los Prin
mo el Mayordomo Cabrera é la Bobadilla su muger cipes de la tierra, quando contienden y debaten, si
tenían parte en la voluntad del Rey, suplicáronle supiosen lo que hacen, ¿ qué quedaría para el infi
con mucha instancia que lo quisiese ver y hablar, nito poderlo de Dios que los mueve ? Asi que dt
visto el deudo tan cercano que entre ellos estaba. bemos concluir y notar, que según es el soberao
Convencido el Rey de bu suplicación, quísolo hacer, poder de Dios, nosotros no lo entendemos ni sabi
é junto con la vista, hicieron que juntamente cabal moa conocer.
gasen ó anduviesen por la cibdad, do que el pueblo
fué muy contento ó alegro. E porque todos tres her CAPÍTULO CLXV.
manos estuviesen é pudiesen estar conformes é con
mucho amor, acordó el Mayordomo Andros de Ca De lo que subcedid sobre la villa de Carrioo, quo tenia el Cond'
de Benavcnle.
brero de hacelles fiestas el dia de los Reyes en las
casas del Obispo , que están juntas con la Iglesia En las turbaciones pasadas del Reyno el Cond
mayor é con el Alcázar. Donde todos tres asenta de Benavente tomó la villa de Carrion é se apoder
dos, el Rey á la cabecera de la mesa , é la Princesa della, donde fizo una fortaleza, y el Rey por la buc
su hermana un poco mas abaso dél , y el Príncipe na voluntad que le tenia, é por respecto del Maestr
DON ENRIQUE CUARTO. 219
su suegro, que se lo suplicó, gela avia confirmado. otra parte á ponerse cerca del Marqués de Santilla
Lo qunl fué cosa muy molesta al Marqués de San na, para lo ayudar, é ser con él en la batalla, ha
tulona ; porque allí era el enterramiento é la natu ciéndole saber como venia para ayudalle con su
raleza de grande parto de su linage, señaladamente persona ; el Marqués le respondió quo se lo tenia
de los do la casa de la Vega ; é asimesmo el Conde en señalada merced, y le suplicaba que se estuviese
de Troviño, porque sus antepasados y él tovieron quedo, é no curase de pelear ; mas quo se guardase
allí mucha parte á cabsa de la cercana vecindad de para Rey de Castilla, poique él tonia consigo tal ó
su señorío, que allí junto tenian ; é como asi la vie tanta gente, que bastaba para destruir al Conde de
sen enagenada en mano de hombre poderoso, esta Benavente é á otro mayor que él. E desde allí pares-
ban entrambos descontentos. E como el Marqués de ció quedar grand confederación entre el Príncipe y
Santillana sopo como el Conde de Benavente trata ol Marqués. El Rey desque vido el peligro tan apa
ba mal é facia algunos agravios á ciertos hidalgos rejado, si so diese lugar al rompimiento de la bata
allí de Carrion, los qnales eran suyos, envióle á ro lla, rogó al Cardenal de España como á hermano
gar que por su respeto se quisiese aver graciosamente del Marqués, y al Maestre do Santiago como á sue
con ellos, asi porque oran de los hidalgos de su pa gro del Conde de Benavente , que so pusiesen á tra
rentela, como porla antigua naturalezade su linage tar con ellos, é buscasen algún medio para concor
en aquolla villa, 6 por los huesos de algunos de sus darlos, para que ol rigor de la pelea cósase. E como
antepasados que allí estaban enterrados. A lo qual entramos comenzaron á negociar andando do una
el Conde de Benavente respondió con poca dulzura é parteé otra, el Marqués de Santillana, vistas ó co
menos cortesia, disciendo que aquellos huesos de nocidas las formas del Maestre, quo tenia mas dul
sus antepasados los mandaría coger en una esporti ces palabras que buenas obras, respondióle orgu-
lla y gelos enviaría, para que él los fioiese enterrar llosamente con poca paciencia, requiriéndole que no
en Guadalaxara con los otros sus abuelos ; de que viniose á él mas oon trato ninguno , porque sus ha
el Marqués fué muy sentido , é luego envió á desoír blas oran mas llenas de poca firmoza que de certi
al Condo de Trevifio , que tratase con los hidalgos dumbre ninguna. Lo qual el Maestro con alegro
do ia villa como se rebelasen contra el Conde de semblante disimuló, porque á la verdad era caballe
Benavente, é que él con toda su gente y parientes ro de grand sufrimiento , é aún porque los que de
iría muy presto al acorro del los, en tal manera, que esta forma tirana é mañosamente viven, aquello les
la villa se recobrase para la Corona Real, y el Con es mejor é mas sano remedio que les conviene se
do de Bonavonto quedase despojado dolía. Eston guir. E no solamonte aquesto ; pero tornóse oontra
ces el Condo do Troviño, fecho su concierto con el Cardenal su hermano, disciéndolo con mucha fu
aquellos hidalgos agraviados, é aquellos con los ria que se fuese, é no curase de hablar con él en
otros sus parientes é amigos puestos on armas, me aquel caso. E asi con grand rigor mandó tocar sus
tieron de noohe al Condo de Trevifio, é puesto cerco trompetas, para salir al encuentro contra el Condo
sobre la fortaleza, envió á llamar al Marqués de de Benavente, que venia á dalle la batalla. Eston
Santillana, que le viniese ayudar, el qual partió á ces el Rey salió al campo, é púsose enmedio, é pues
mas andar de Guadalaxara, allegando su gente, en to, mandó al Conde de Benavente tornar atrás ; ó
tal manera, que cuando llegó cerca do Carrion es apartado con el Cardenal , rogóle que le diese su
taba muy poderoso, no solamente con la gente de villa de Magaña, é que le daria otra mojor satisfa-
su casa, mas el Condestable y el Duque de Albur- oion por ella, con que contentarían al Conde de Be
quorque le enviaron la suya, é los Condes de Casta navente por equivalencia de Carrion ; lo qual el
ñeda é Osorno fueron en persona con los suyos á le Cardenal hizo liberalmente, é asi fué Magaña en
ayudar. Pero todavía el Conde de Trevifio é los hi tregada al Conde de Benavente, y el Alcayde que
dalgos de Carrion combatían reciamente la fortale tenia la Fortaleza de Carrion á la misma hora se
za, puesto quo el Alcayde se defendía muy bien, es salió della, é fué luego puesta por tierra ; por tal
perando ser socorrido del Conde de Benavente , el manera, que la villa quedó libre para la Corona
qual estaba en Segovia á la sazón ; é como supo Real. Derramada la gente de amas partes, el Rey
aquesto, se partió á grand priesa para Valladolid, so tornó á Valladolid, é con él el Cardenal y el
'de ajuntó asaz gente suya é de sus parientes é Maestre de Sanctiago y el Conde de Benavente ; y
adores. El Maestre de Sanctiagosu suegro le on- el Marqués de Santillana , yéndose á Guadalaxara,
toda la mas gente que de presto pudo allegar, y pasó muy cerca de Segovia, é la Princesa Doña Isa
ó al camino á juntarse con él ; y el Conde de Cas- bel salió á vorBo con él á Sanct Ohristoval, é de allí
Don Alvaro de Mondoza vino en persona con adelante el Marqués quedó secretamente por ellos,
a su casa á le ayudar. Estonces el Rey acordó para los ayudar á reynar después do la vida dol Rey.
ir allá, é llevó consigo al Cardenal de España ; y Derramada la gente é puesto algún sosiego en toda
jados á Valladolid, supieron como el Conde de la tierra, el Rey se tornó á Segovia, y con él el Car
lávente iba á socorrer la fortaleza, y el Marqués denal de España, y el Maestre se tornó á Cuellar, y
^antillana le salía á encontrar al camino. Sabi- el Conde do Benavente se quedó on su tierra ; y lle
aqueeto, el Rey á mas andar pasó á Patencia, gado el Maestre á Cuellar, y el Rey á Segovia, es
i ponerse en medio dellos, y estorbar la batalla, tuviéronse algunos dias reposando, y el Maestre en
'rincipe Don Fernando, Rey de Sicilia, fué por vió á suplicar al Rey que se pasase á Madrid, por
220 CRÓNICAS DE LOS REYES DE CASTILLA.
que allí estarían juntos é se daría orden en lo que ma, perseguidor do tu Rey, quo te hizo perseguidor
á bu servicio cumplia. del Roy no en que naciste é fuiste criado, la pujan
za de tu poder, la grandeza de tu estado, las muchas
CAPÍTULO CLXVI. fortalezas é villas que usurpaste, los títulos de no
bleza que adquiriste, ¿qué te aprovecharon, quando
Como el llcjr ton el Cardenal se fué i Madrid, y el Maestre con una pequeña apostemación en la garganta , un mal
la Duquesa su muger fueron allá desde Cuellar, A de lo que de tan poca fuerza ansi tan prestamente , sin arma
allí subcetlii).
dura ninguna, te venció é agenó del mundo, é privó
Venido ol Hey u Madrid, y con él el Cardenal ó do lo que tenias, é te destruyó la vida, é apartóte el
los de bu Consejo, é toda la gente do la Corto, vino cuerpo del ánima? Pues ¿qué momería será la tu
desde Cuellar el Maestre do Sanctiago con la Du ya ? ¿ qué renombre tiesas á tus hijos ? ¿ qué fama
quesa su muger. Donde ayuntados, acordó el Maes sonará de ti entre las gentes del mundo , sino que
tre, que el Cardenal de España fuese á Segovia pa perdiste la vida, usurpando lo ageno? Bástete, pues,
ra procurar de dar algún medio de concordia entre saber de cierto que dexas feo apellido de tu nom
el Rey é los Príncipes sus hermano» ; pero puesto bro, y mayor infamia de tus obras. En este medio
que el Maestre hacia ir al Cardonal con aquel trato tiempo el Arzobispo de Toledo con licencia del Rey
á los Príncipes , mas fué para llevar al Rey donde cercó la fortaleza de Canales, é sin esperar comba
le tizo ir, que no por la gena que tenia de concorda- te ni afruenta ninguna, gela entregó al Alcayde.
11o con los Príncipes. El Cardenal se partió para Se
govia, y estando las cosas de la subcesion en pen
CAPÍTULO CLXVII.
dencia, do que tanto peligro corría á los cuerpos é
á las ánimos , según las diferencias é contiendas que De como muerto el Maestre de Sanctiago, el Rey confirmó al Mar
entre la una parte é la otra avia, el Maestre de Sanc qués de Villena su lujo todo lo que el padre tenia, c le di»
tiago, que mayor cuidado tenia de sub propios in el Maesiradgo de Santiago, sin consultarlo con los grandes
del Heyno, y lo que subcedió.
tereses que de la honra del Rey ni del Rcyno, hfzo-
le partir para Extremadura , no aviendo lugar ni Sabida la nueva de la muerte del Maestre, el Rey
cabsa de necesidad alguna para ello, salvo solamen fué muy pesante , é como Rey amaba ya mucho al
te pura que lo hiciese dar la cibdad de Truxillo, é Marqués do Villena su hijo, visto que tenia á su hi
mandaso al Alcayde (inician de Sesé que se la en ja en su poder, queriéndole gratificar y echarle mas
tregase. Dondo llegados , el Rey mandó á los caba cargo, para que la sirviese é mirase por ella, confir
lleros é vecinos de la cibdad, que no se alterasen, y móle todas las tenencias que su padre tenia de la
al Alcayde que entregase la fortaleza é la diese al Corona Real de las cibdades é villas é fortalezas. E
Maestre ; el qual, después que dio sus legítimas ex no solamente aquesto , mas porque sintió que algu
cusaciones porque no la debía de entregar, vista la nos grandes del Reyno, que él tenia por mucho su
voluntad del Rey que se lo mandaba, púsose á trato yos, tenian mas afición con la Princesa su hermana
con el Maestre, para que le diese equivalencia é le que con la hija, dióle el Msestradgo de Sanctiago,
hiciese partido. Estonces el Rey , visto que los tra sin comunicarlo con ellos, ni con los caballeros de
tos llevaban dilación, acordó de se partir, asi por la Orden, y envió sus suplicaciones al Papa quo go-
que la tierra estaba mal sana , como por la indispo lo confirmase, de quo asaz indignación se puso en
sición é poca salud de su persona, quo desque enfer los corazones de todos los del Reyno , mormurando
mó en Segovia, le fatigaban cámaras é gómito, y del Rey, porque asi facía tan señaladas mercedes, é
echar sangre por la orina, en tal manera, que de mostraba tanto amor al hijo do su capital enemigo,
oontino iba descaeciendo y empeorando su salud, y que lo avia deshonrado é destruido ; poro ni por cao
aBÍ vínose á Madrid, donde ostaba la Princesa su hi él no doxó do lo favorecor é ayudar, é dalle mayor
ja en poder del Marqués de Villena, pero la Royna parte de mando é gobernación que á su padre. De
apartada de, allí por su deshonesto vivir. E como el donde subcedió que la mayor parte de los perlados
Maestre so quedó en un lugar que se dice SancU é caballeros del Rey se aficionaron á la Princesa su
Cruz, á dos leguas de Truxillo , hizo desde allí bu hermana, poniendo grand dubda en la hija. Luotio
trato con el Alcayde, é dióle la villa de Sahelices de que el Cardenal que estaba en Segovia, para dar
los Gallegos del Conde Uruefia su sobrino, con que el gun medio entre el Rey y la hermana , sopo la *
Alcayde se tuvo por contento. Entretanto que esto dad de la muerte del Maestre de Sanctiago, é lo
trato se hacia, adolesció el Maestre de una grave apos el Rey avia fecho, vínose á Madrid, y con él el C
temación en la garganta , echando mucha sangre destable. Dondo llegados, trabajaban quanto pod
por la boca, de que murió, pero los suyos lo tuvie con el Rey, suplicándolo quisiese por bieu do su co
ron encubierto , hasta que la fortaleza fué entrega ciencia, é por escusar muchas muertes é males i
da. | 0 Maestre de Sanctiago , que tanta gargante- la subcesion del Reyno á bu hermana, pues que
ría é hambre tuviste en este mundo , para abarcar bia quanto sospechosa cosa era á todos los gran
señoríos I ¡ tantas congoxas , fatigas y astucias por ser su hija la Princesa Doña Juana; á lo qual el I
regir é mandar en Castilla 1 i tantos rodeos disolutos disimulando, respondió con alguna manera do d
y deshonestas formas para subir á ser Maestre! D¡- cion que sería cosa aanctu é justa, si para esta r
me agora, enemigo de tu alma, desipador de tu fa rencia se pudiese tomar algund medio convenir
DON ENRIQUE CUARTO.
entramas las partes, porque los escándalos se quita
sen. Estando asi aqueste negocio en pendencia, sub- CAPÍTULO CLXVIII.
cedió, que el Marqués de Villena, creyendo ser Maes
tre, esperando los bullas de Roma, para ganar la vo De como el Hoy tornó i Madrid, é le apretó1 la dolencia,
é murió.
luntad de los principales de la Orden, púsose en tra
tos con algunos dellos, señaladamente con el Conde Tornóse el Rey á Madrid con mas plascer que sa
de Osorno, Comendador Mayor do Castilla, rogándo lud por la deliberación del Marqués de Villena, de
le que se quisiese ver con él. El Conde respondió que seando reposar para remediar su persona, que esta
le plascia ; mas porque él se sentia mal dispuesto, ba flaca é muy debilitada de andar por los campos
que la Condesa su muger saldría á las vistas con él) en tiempo de tanta frialdad, en el mes de Octubre é
é serla su convidado en el Villarojo donde estaría, é Noviembre. Donde, creyendo descansar, cargó en él
reposaría é hablarían mas á plascer. Fecho el con tan apoderadamente el mal de sus cámaras é gómi-
cierto, ó asignado el dia do las vistas , el Marqués y to, que luego paresció ser mortal sin remedio algu
el Obispo de Burgos se fueron al Villarejo, donde la no , en tanto grado . quo luego los físicos pronosti
Condesa los esperaba. E como descabalgaron, para caron ser muy cercano su fin. Pero todavía acorda
entrar á comer con ella, salió gente armada sobre el ron de lo purgar un Domingo por la mañana , é pur
Marqués é fué preso luego é prestamente llovado á gó livianamente , con que paresció en alguna mane
la fortaleza de Fuentidueña. Sabido aquesto por el ra sentirse mas aliviado, hasta que ovo comido, é
Rey, fué tan indignado é rescibió tan grand enojo, dormió por espacio de una hora y media muy sose
que se le dobló su mal ; pero como amaba mucho al gadamente. E luego que despertó dióle untan grand
Marqués, sin mirar el peligro de su vida, se partió dolor de costado, y tan agudo que ningún reposo ni
luego para Estremadura, é desdo olH procuró de ver sosiego ledexaba tener; en tanto grado, que siem
se con la Condesa de Osorno, y puesto que ella salió pre lo fué cresciendo, é nunca menguando, é duróle
á las vistas, fué tan dura , quo á ningún ruego dol aquel dolor por espacio do diez horas. Estonces di-
Rey se quiso mover ; é asi vista la descortesía de la xeron los físicos á los Señores que allí estaban , que
Condesa, so tornó el Rey á Madrid. E desde allí acor eran el Cardenal y el Condestable y el Conde de
dó de verse con el Arzobispo de Toledo en un lugar Benavente y el Marqués de Villena con otros del
que se dice Villaverdo ; donde vistos, quedaron muy Consejo, é muchos criados, é servidores suyos, que
conformes, para que dende allí adelante el Arzobis le suplicaban que le hiciesen luego confesar é orde
po fuese enteramente suyo. E asi con deseo de ser nar su ánima, por quanto no tenia mas de tres ho
virlo tomó el cargo de ir luego á poner cerco sobre ras de vida. Oydo aquesto, mandaron llamar á Fray
Fuentidueña; é puesto el cerco, ol Rey se fué allá en Pedro Mozuelo, Prior de Sanct Gerónymo del Paso,
persona, quantoquier que él era con poca salud é con quien el Roy se confesó por espacio de una ho
mal dispuesto. Durante aquel cerco, López Vázquez ra grande. E acabada la penitencia, el Religioso lo
de Acuña, hermano del Arzobispo , trató vistas con dixo que mirase como disponía su ánima, é donde
la Condesa de Osorno, á las quales salieron ella é un so mandaba enterrar, y el Roy respondió sosegada
hijo suyo ; é salidos prestamente fueron presos la mente, que de xaba por sus Testamentarios y Alba-
madre y el hijo, é llevados á la fortaleza de Huete. ceas al Cardenal de España, y al Duque de Arevo-
Do aquella prisión fueron muy alegres el Rey y el lo, y al Marqués de Villena é al Conde de Benaven
Arzobispo ; porque sintieron, que aquello sería cab- te, é les encargaba sus consciencias; é mandaba que
sa do la liberación del Marqués de Villena. Estonces su cuerpo fuese llevado á Sancta María do Guadalu
el Cardenal y el Condestablo vinieron olH, é comon- pe , ó lo enterrasen debaxo de la sepultura do la
zaron á tratar con el Conde do Osorno ; el qual sabi Rey na su madre Doña María. E osimesmo mandaba
da la prisión de la Condesa su muger ó de su hijo, que do sus joyaB é tesoroB fuesen pagados é satisfe
determinó de soltar al Marqués , con tanto que le chos sus criados é servidores de lo que les era en
diese una fortaleza é ciertos vasallos, que se dicen cargo. Dicho aquesto, con muy poca pena espiró á
del Maderuelo ; la qual le prometió el Marqués de las dos horas de la noche, que so contaron once días
Villena de le dar, é fué suelto con tanto que Don Pe del mes de Diciembre, año del Nasciinicnto de
dro de Vclasco quedase allí en rehenes dentro de la nuestro Salvador Jesu-Christo, de mil é quatrocien-
fortaleza, hasta que la Condesa é su hijo fuesen allí tos é setenta é quatro años. Vivió quarenta é nuevo
tornados, y que el Cardenal y él fuesen fiadores del años, é once meses, é once dias, y reynó veinte é dos
Marqués de Villena, que cumpliría lo capitulado. años, poco mas ó menos. Quedó tan deshecho en las
Estonces el Marqués salió con el Cardenal á besar las carnes, que no fué menester cmbalsamallo. Fué de
manos al Rey, que con tanto trabajo de su persona positado por estonces en el Monesterio de Sanct
avia procurado su libertad. E desde allí el Cardenal Gerónymo del Paso, quo él hizo, donde lo fueron fe
é el Marqués con López Vázquez de Acuña se fueron chas señaladas obsequias según que á Rey pertenes-
á Velez para procurar la libertad de la Condesa é su cian. Dixo la Misa el dia de su enterramiento el Car
hijo, que estaban en Iluete; é sueltos, los enviaron denal de España con algunos perlados qué allí es
á Fuentjducfia, y el Rey so tornó ú Madrid , y el Car taban por asistentes con él en el Altar. ¡ O Reyes
denal y el Marqués se volvieron luego á la Corte, y poderosos, que sojuzgáis los Imperios I ¡0 Príncipes
el Arzobispo so fué á su villa de Alcalá de Henares. temporales, que señoreáis en el inundo I Tomad ago«
222 CRÓNICAS DE LOS REYES DE CASTILLA.
ra enxomplo on la pujanza de este Rey, quando co co descanso, é salieron sus carnes de los trabajos
menzó á reynar. Sean en vos espejo sus altos triun mundanos, é reposó su espíritu de tantos afanes , y
fos, quo le dio la fortuna, su franca liberalidad, sus duermen sus huesos sin verse corridos. Pues si dis
piadosas obras, bu mucha clemencia, con que go creción é sabor alcanzáis, si seso é prudencia tenéis
bernó sus subditos. Mirad que ni lo uno le libró de vosotros, los del Cetro Real, contemplad su próspero
la persecución do sus traydores criados, ni lo al lo estado, su graciosa humildad, sus mercedes infinitas,
escapó de la muerte, que lo privó de los Reynos é le sus grandes persecuciones , sus trabajos é afanes, sus
despojó de sus seGorlos. Si primero se vio con glo desmedidas fatigas; é veréis que ni la mucha poten
ria, los suyos so la robaron. Si fué Señor de grandes cia os debe cabsar soberbia , ni las sobradas riquezas
tesoros, aquellos le empobrecieron. Si ganó muchas haceros avarientos , ni los casos desastrados privar
tiorras, é si algunas provincias so alzaron por él, de la virtud , ni las fuertes adversidades agenar el
aquellos como ingratos se las ñcieron perder. Ellos corazón de la condición Real, mas con serena cara
rescibiendo mercedes, se tornaron peores ; él sufrien faced á todo sereno semblante, é de tal guisa su
do sus injurias, se fizo mejor, é asi feneció su vida frirlo , que ni por lo muy próspero se muestre mas
con mucha paciencia, é acabáronse sus dios con po alegre, ni por los adversidades señalada tristeza.
CRONICA

DE LOS SEÑORES REYES CATÓLICOS

DON FEMANDO Y DOÑA ISABEL

DE CASTILLA Y DE ARAGON,

ESCRITA

POR SU CRONISTA HERNANDO DEL PULGAR,

COTEJADA

CON ANTIGUOS MANUSCRITOS

Y AUMENTADA

DE VARIAS ILUSTRACIONES Y ENMIENDAS.


PROLOGO DE LA EDICIÓN DE 1780.

Ofrezco al público la Crónica de los Reyes Católicos Don Femando y Doña Isabel , escri
ta por Hernando del Pulgar , una de las mas importantes por su objeto y por su estilo de
las mas bien escritas que tenemos. Como desdo el principio anduvo en diversas manos, donde
se desfiguró , mudó y aun llegó á perder el nombre de su verdadero autor , no será estraño
que tomemos el asunto en su origen para hacer ver los defectos que contrajo , y la diferencia
que hay de esta edición á las otras dos anteriores.
Hernando del Pulgar , sugeto versado en letras divinas y humanas , empezó á oscribir la
Crónica de los Royes Católicos por autoridad pública el año 1482 , como parece por su Le
tra XL escrita 4 la Reyna Doña Isabel. Bien es verdad que en ella menciona lo escrito has
ta allí , pero se puede comprender que solo lo escribió por diversión , y falto de las noticias
originales ; y asi lo manifiesta la misma Crónica llena de errores en lo substancial de los he
chos , y aun en lo cronológico, pues coloca muchos de ellos fuera del tiempo en que acaecie
ron. Después prosigue con bastante exactitud, como quien vio las mas de las cosas que escri
be , y las que no vio pudo saber de sugetos que las presenciaron , y aun de los mismos que
las hicieron; y concluye en el año de noventa. El motivo porque la dejó en este estado no
sabemos , ni si le cogió la muorte , pues se ignora enteramente el año en que murió : hasta
aquí llegan las noticias que tenemos del Pulgar. Después paró esta Crónica original en ma
nos del Doctor Loreuzo Galindez do Carvajal, del Consejo de los Reyes, y éste se la entregó
á Antonio de Nebrixa para quo la tradujera (1). Tenia también Nebrixa título de Cronista
Real, y ó que quisiera aumentar esta obra, y continuarla hasta su tiempo , ó por otro motivo
que no sabemos, lo cierto es que la traduxo, y le puso aquel Prólogo ó Dedicatoria que él lla
mó Divinatio, en que mas se explica como autor que como traductor, y lo mismo repite en
la exhortación al lector. También podría conjeturarse que el encargo del Rey á Nebrixa fué
que escribiera en latin, y que este, cansado y viejo , ó no quiso fatigarse en inquirir noticias,
ó creyó que en ningún otro las hallaría mas originales que en el mismo que las había escrito
de orden del Rey ; y á esto induce el modo con que se explica al principio de su Dedicato
ria (2). Con esto queda á mi ver desvanecida la acusación que so hace á Nebrixa de que se
quiso apropiar esta obra ; y yo no creo que un hombre por tantos títulos famoso, restaurador
de la Literatura Romana en su patria, y de los estranjeros tan justamente venerado, quisie
ra arrogarse trabajos agonos que no le hacían falta para su gloria. Poco después murió Ne
brixa, con cuya muerte se perdió la memoria de su obra, y de la de Pulgar, que permanecie
ron olvidadas mucho tiempo hasta que Sancho de Nebrixa, hijo de Antonio, habiendo encon
trado la obra latina entre los papeles de su padre, la imprimió en Granada, en folio, en 1545,
junto con el Cronicón Latino del Arzobispo Don Rodrigo, y otras obras de Historia Nacio
nal, y poco después en octavo en la misma Qranada en 1550, dedicada al Príncipe Don Fe
lipe, que después fué segundo de este nombre. Como esta obra estaba en latin, corrió en sus
dos ediciones muchos años sin hacerse mención de la de Pulgar , hasta que se publicó en Va-
lladolid en 1565, también atribuida á Antonio de Nebrixa. Yo sospecho que habiéndose en
contrado entre sus papeles, se creyó desde luego sin mas examen que era suya , y con esta

(1) Galind. Prefac. al Registro de la» Joma- (2) Cui inmortalia gesta ttia latino sermone des-
da* MS. cribenda mandares. Init. Divinal.
Cr.-lII. 15
226 CRÓNICAS DE LOS REYES DE CASTILLA.
buena fe se dio al público en su nombre ; pero como había machas copias en las cuales lleva
ba el de su verdadero autor, salió dos años después con el nombre de Pulgar en Zaragoza
1567 , que son las dos ediciones que tenemos.
Mucho se ha dicho sobre esta obra , y muy varios son los juicios que de ella se han hecho;
pero también es cierto que los innumerables errores que tenia en los impresos apenas dejaban
lugar para formar juicio seguro. El Doctor Lorenzo Galindez de Carvajal, que la tuvo origi
nal en su poder, no deja de culpar al autor de poco exacto, y de que omite circunstancias, y
aun hechos muy notables, en perjuicio de personas particulares; pero no sabemos sobre qué
recaiga esta particular acusación: la falta de exactitud en los primeros años creo está bastan
te disculpada con que no tuvo originales; en los tiempos que los tuvo, no sé si otro ha sido
mas puntual en describir hasta las mas menudas circunstancias. Otros le acusan do lenguaje
grosero, algunos de que sus oraciones son prolijas, y el Arzobispo Don Antonio Agustín lle
gó á decir que le tenia por escritor bárbaro (1). A la verdad esta Crónica no está tan exacta
como lo requería el ser historia de tan grandes Principes, llena de tantos y tan varios suce
sos, y de tantos y tan ilustres varones como ennoblecieron esta monarquía en la guerra y en
la paz. Muchos de los sucesos están contados con nimiedad , otros con escasez , y en toda la
obra se echa de ver que su autor, ó no quiso, ó no tuvo tiempo para corregirla. En lo que to
ca al estilo no veo que se le pueda achacar que no fuera común á todos los de su tiempo , y
aun á todos ellos lleva muy conocida ventaja : su lenguaje es puro , cortado , sin mezcla de
latinismos ni do palabras compuestas, agradable, claro, y para aquel tiempo me atrevo á de
cir que elocuente: este dictado le dan casi todos los que de él han escrito. En las oraciones
si que es algo prolijo, pero se le debe agradecer el haber sido el primero que las introdujo en
la lengua castellana, á ejemplo de Livio y Salustio: en algunas de ellas se ven pedazos disi
mulados de uno y otro. Por fin, yo no alcanzo cómo ó por qué Don Antonio Agustín lo pu
diera llamar escritor bárbaro, y me he entretenido en esto do propósito porque no preocupe á
otros la autoridad de un tan insigne varón. Los escritores que hablan de Pulgar le dan mu
chos y crecidos elogios , que por ser tantos , y no hacer principalmente á mi propósito , me
contentaré con remitir al lector á que los vea en sus originales (2). De la vida civil de Pul
gar son muy escasas las noticias que nos quedan, pues no so sabe ni el año de su nacimiento,
ni el de su muerte, ni los empleos que ejerció, bien que do sus cartas se colige q«e era perso
na de autoridad , y que desempeñó algunas importantes comisiones. Solo advertiremos que
algunos llevados de la semejanza del npmbre, le confundieron con Hernán Pérez del Pulgar,
Señor del Salar, Capitán señalado, cuyo valor se distinguió do tal modo en la Querrá de Gra
nada, que le mereció ser denominado el de las hazañas, por las muchas y singulares que hizo
en esta conquista. Entre otras, fué muy notable cuando siendo Granada aun de Moros entró
nna noche solo con quince hombres en la Mezquita mayor, y tomó posesión de ella para Igle
sia Catedral, como después lo fué , en cuyo reconocimiento el Emperador Don Carlos le dio
privilegio de sepultura para si y sus descendientes , y de poderse sentar durante los Oficios
Divinos en el Coro do dicha Iglesia. Por la fecha del privilegio que es de 1526 , y la muerte
de este Pulgar en 1531, como dice su epitafio, se ve claramente que no es nuestro Cronista
como creyó Gonzalo Argote de Molina , y aun Don Nicolás Antonio lo puso en duda (3).

(1) Carta á Jerónimo Zurita en Tarragona a 5 de también pone el árbol de su descendencia , L.XIV,
Diciembre 1678. cap. 3, de ¡a cata de Lara, y en las Pruebat, Tom. IV,
(2) Marin. Sicnl. init. L.XX, De reb. Ilisp. Jo. pág. 577. Don Nicolás Antonio comete aquí dos er-
Vosaeus, Chron. Ilisp., cap. IV. Schott. Biblioth. rorca : ol uno en dudar si el Pulgar que compuso la
Bitp.,p. 449. Salazar, Orón, del Card. Mendoza, L. I, Crónica de los Reyes Católicos es el mismo que es-
cap. 43. Mariana, De reb. Ilisp., L.XXIV, cap. 17. críbió la del Gran Capitán, y el otro en atribuir 4
Nicol. Antón. , Bib. Nov., T. I, p. 29a. Pulgar, sea ol quo inore, esta última Crónica impro-
(3) Trae este Privilegio Podraza en la Historia sa en Alcalá en 1584, pues no es sino otra impresa
de Granada, Part. IV, cap. 49, p. 214 ; y el epitafio en Sevilla en 1527, y pertenece á Pulgar del Salar,
de su sepulcro Don Luis de Solazar y Castro, que Nicol. Antou., Bib. Nov., T. I, p. 295.
PRÓLOGO DE LA EDICION DE 1780. 2ís.
Para dar esta obra lo ma3 conforme que ser pudiese al original de su autor , se ha coteja
do con varios manuscritos, unos de su tiempo, y otros muy cercanos , por donde se ha cor
regido de los innumerables errores que tenia en las otras dos ediciones. El que principal
mente ha servido, y por donde se han corregido muchos lugares , es uno que en lo correcto
se aventaja á todos los demás, propio del Ilustrisimo Señor Don Miguel María do Nava, del
Supremo Consejo y Cámara de Su Magostad, que se conserva en su preciosa y selecta libre
ría. Otro manuscrito se ha tenido presente, que es del Señor Marqués do Alcántara, también
bastante antiguo, aunque incompleto; otro algo mas moderno de la Biblioteca del Escorial,
y uno del mismo impresor Monfort , que es el de mayor antigüedad. Este cotejo se debe al
cuidado y diligencia del Señor Don Vicente Blasco, Maestro de los Serenísimos Señores In
fantes , y Canónigo electo de Valencia , que se ha tomado el penoso trabajo de cotejar los
ejemplares impresos con los manuscritos ya citados, y con prolija puntualidad, apuntar las
varias lecciones, corrigiendo por los unos lo que faltaba á los otros, hasta dejar la obra en el
estado que se imprime, sin perdonar trabajo ni fatiga para contribuir á la perfección della y
á los deseos y esperanzas del público. También se han puesto algunas notas, pero pocas y
breves, y á mi entender necesarias, ó para corregir, ó para ilustrar, ó para añadir algún
suceso muy notable. Los autores do donde las he sacado son todos contemporáneos á los Re
yes Católicos, ó bien otros que por su oficio ó proporción tuvieron á mano las noticias origi
nales. Lo que me ha servido mucho para dicha ilustración es el Memorial ó Registro de las
Jornadas de los Reyes Católicos, del Doctor Lorenzo Galindez de Carvajal , de quien ya se
habló en el Prólogo á la Crónica do Don Juan Segundo: obra manuscrita, pero muy puntual
y exacta , poi que su autor se halló presente á los mas de los sucesos que escribe y los anterio
res sacó de un Sumario que estaba en el cuarto de la Reyua Católica. También se ha tenido
presente la Historia manuscrita de estos Reyes que escribió el Cura de los Palacios Andrés
Bernaldez, de la cual he disfrutado un ejemplar que fué de Rodrigo Caro, anotado en algunas
partes , y rubricado al principio de su mano; autor de mucho crédito, aunque algo sospechoso
en las cosas del Marqués de Cádiz que trata con sobrada afición. Las Epístolas del Protono-
tario Pedro Mártyr de Angleria , que contienen en breve casi toda la historia de aquel tiempo,
me han sido de muy particular uso, y asimismo los Anales de Jerónimo Zurita, á quien por
su puntualidad se debe un lugar muy distinguido entre los Historiadores de España.
Ya se hallaba muy adelante la impresión de esta obra , cuando me ocurrió el pensamien
to de continuarla escribiendo con brevedad , y á modo de Comentarios los veinte y cuatro
años que faltan hasta la muerte del Rey : aquellos años felices en que la Monarquía Española
con tantas y tan ilustres conquistas, dentro y fuera, fué arraigando su poder y echando los
fundamentos de la grandeza que ahora tiene. La sobrada prolijidad con quo trata estas cosas
el cronista Zurita , me hicieron pensar en la necesidad de esta obra , que creí pudiera servir
de continuación á la Crónica ; pero el deseo de publicarla luego porque el público la espera
ría con ansia, y otros incidentes no previstos , me han obligado á dilatarla ejecución de este
pensamiento , aunque no lo he abandonado.
La ortografía de la Crónica es la misma de sus originales en cuanto es inseparable del len
guaje antiguo en que escribía su autor : en lo demás se ha seguido exactamente la de la Real
Academia Española. Las correcciones se han puesto en el cuerpo de la obra por no abultarla
con varias lecciones , poniendo los textos conforme al original mas correcto , y donde habia
diversidad notable se ha notado al pié para mayor ilustración; el órden, y número de loa
capítulos, que también iba errado en los impresos, se ha corregido conforme al que llevaban
uniformemente los manuscritos. En fin , no se ha omitido diligencia ni cuidado que pudiera
contribuir á la perfección de esta obra : si este leve trabajo no fuere absolutamente despre
ciado de los doctos, habré logrado bastante, y esto me alentará á dedicar de hoy en adelan
to mis tareas en obsequio del Público y de la Nación.
CRONICA

DE LOS MUY ALTOS É MUY PODEROSOS

DON FERNANDO É DOÑA ISABEL,

REY É REYNA DE CASTILLA, DE LEON, ETC.

Con el ayuda do Dios é de la Royna celestial, en su marido, que cayó en enfermedad tan grave 6
tendemos escrobír la Crónica do la muy alta ó muy larga do quo no pudo convalecer. Esto Rey Don
excelente Princesa Doña Isabel, hija del muy alto Enrique Quarto, hijo del Rey Don Juan , luego que
é muy poderoso Bey Don Juan el Sogundo de Cas muerto el Rey su padre reynó, casó dos veces : una
tilla é de León. En la qual so verá como por la con la Princesa Dofia Blanca , hija del Rey Don
gracia do Dios subcedió por Boyna en los Roynos Juan de Navarra su tio, que fué después Rey de
del Rey su padre, é casó con el Principe Don Fer Aragón : con la qual seyendo Principe estovo casa
nando bijo heredero del Rey Don Juan de Aragón é do por espacio de troco afios, durante los quales no
de Sicilia : el qual ansimesrao subcedió por Rey en ovo á ella allegamiento de varón. E por esta causa
aquellos Reynos, ó juntOB en matrimonio reynaron ovieron tan gran desacuerdo, que fué hecho por el
en toda la mayor parte de las Espartas. E porque la Papa divorcio entre ellos ; porque fué alegado por
Historia es luz de la verdad, tostigo del tiempo, ella, quo 61 era inhábil para ongondrar, é por parto
maestra y exomplo do la vida , mostradora do la del so alegaba que el defeto do la generación era on
antigüedad ; recontaremos , modiante la voluntad olla, é no en él. Hecho esto divorcio , tomó por mu
de Dios, la verdad de las cosas, en las quales verán ger á la Reyna Dofia Juana hija del Rey de Porto-
los que esta historia leyeren, la utilidad que trae á gal. E porque en las esperiencias que deste Rey Don
los presentes saber los hechos pasados, que nos Enrique se ovieron, fué hallado impotente para en
muestran en el discurso desta vida lo que debemos gendrar, los Perlados é grandes sefiores del Reyno,
Baber para lo Beguir, é lo que debemos huir para lo é comunmente todos los tres estados dél, conocien
aborrecer. Otrosi harémos memoria do aquellos que do esto su dofecto, tenian á su hermano el Infante
por sus virtuosos trabajos morocioron babor loable Don Alonso hermano desta Princesa por heredero
fama, do la qual es razón que gocen sus descen legitimo de los Reynos de Castilla. Pasados oinco
dientes. afios de su casamiento, la Royna Dofia Juana con
cibió : del qual concepto todos los del Reyno ovie
CAPÍTULO PRIMERO. ron grand escándalo, porque según la impotencia
del Rey conocida por muchas esperiencias, creian
De li generación del Re; Don Juan, ¿ como fué jando por Prin que lo concebido por la Royna, era de otro varón é
cipe é alzado por Rey el Infante Don Alonso.
no del Rey, é afirmaban que era de uno de sus pri
E para mejor información do los quo esto Cróni vados, que se llamaba Don Beltran de la Cueva,
ca leyeren, es de sabor que el Rey de Castilla Don Duque de Alburquerque, á quien el Bey amaba mu
Juan ol Beguudo, padro desta Princesa, casó dos ve cho. E por consejo do algunos que eran cerca dol
ces : una con la Reyna Doña María, hija del Rey Bey, estos dos Infantes Don Alonso é Doña Isabel
Don Fernando do Aragón bu tio, do la qual ovo un sus hermanos fueron tomados do poder de la Bcy-
hijo, quo subcodió por Rey en estos Reynos, é se nasu madre, é puestos en gran guarda ; porque do-
llamó el Rey Don Enrique Quarto. Muerta aquella IIob no se siguiesen al Bey los inconvinientes que
Reyna Dofia María, casó con la Reyna Doña Isabel, la conscioncia errada temo que le pueden venir por
hija del Infante Don Juan, que fué hijo del Rey su yerro, que siempre le acusa. Lo qual sabido por
Don Juan de Portogal, de quien ovo primero esta algunos Perlados , é caballeros, é por algunos reli
Princesa, é después ovo un hijo que llamaron el giosos do buena intención, á quien la impotencia
Infante Don Alonso. Muerto el Roy Don Juan , la del Bey para engendrar era notoria ; dellos en per
Reyna Dofia Isabel su muger, madre desta Prince sona , dellos por cartas ó mensageros, le suplicaron
sa, sintió tan grande dolor por la muerte del Rey ó aun amonestaron , que diese órden como aquel
230 CRÓNICAS DE LOS RKTB8 DE CASTILLA.
preñado se encubriese ; porque 'según la notoriedad año del Señor de mil y quatrocientos y sesenta y
é certidumbre de su impotencia, de lo que pariese cinco años. Para hacer esta división fueron reque
la Reyna, se siguiria á él disfamia, é al Reyno gran ridos Don Diego Hurtado de Mendoza, Marques de
de esoándalo. El Rey veyéndose por estonces muy Santillana, Conde del Real de Manzanares, que fué
poderoso de gentes é rico de tesoros, queriendo en después Duque del Infantadgo , y Don Pero Fer
cubrir el defecto natural que tenia para engendrar, nandez de Velasco, Conde de Haro, y Don Garoí
no quiso dar orejas á las amonestaciones é suplica Alvarez de Toledo, Conde de Alva, que fué después
ciones que sobre esto le fueron, é publicó el preña Duque de Alva, y Don Pero Alvarez de Osorio, Mar
do de la Reyna ser suyo (1). Esta Reyna parió una ques de Astorga, y Don Pero Manrique, Conde de
hija que llamaron Doña Juana : á la qual el Rey Treviño, que fué después Duque de Najara, y Don
hizo que los Grandes del Reyno é laB cibdades é vi Iñigo López de Mendoza, Conde de Tendilla, y Don
llas del, traídos por diversas maneras, unos por mie Lorenzo Suarez de Mendoza, Conde de Corufia, su
do, é otroB por interese , jurasen por Princesa here hermano, y Don Pero González de Mendoza, Obispo
dera destos Reynos para después de sus días. Del de Calahorra, que fué después Cardenal de España
qual juramento algunos Podados ó grandes seño- y Arzobispo de Toledo y Obispo deSigiienza, y otros
roa ó caballoros dol Reyno reclamaron secretamen Caballeros. Los quales, considerando los comunos
te, diciendo haberlo hecho por temor del poder daños que en los Reynos di visos se siguen, dudaban
grande que el Rey por estonces tenia. Los quales é sor en ella, especialmente creyendo que aquellos
otros algunos dende á pocos días rebelaron contra caballeros lo hacian por su interese particular, y no
el Rey, é lo embiaron á decir que no consintirian por la buena gobernación general que publicaban.
que aquella Doña Juana ovieso la subcoaion del Y sobre esto hubieron algunos consejos para se de
Reyno, pues oran ciertos que no era su hija. E de terminar mejor en lo que según Dios y razón de
mandáronle , que jurase por legitimo subcesor del bían seguir : y porque conocían de aquel Obispo do
Reyno para después de sus dias al Infante Don Calahorra ser hombre letrado , generoso, y do buen
Alonso su hermano , no embargante el juramento entendimiento , quisieron oir su voto , el qual les
que constreñidos por fuerza , habían fecho á aque dixo : «Notorio es, Señores, que todo el Royno es
lla Dona Juana, que decían ser su hija. El Rey con habido por un ouerpo, del qual tenemos el Roy ser
siderando que todos los del Reyno querían que el la cabeza ; la qual si por alguna inhabilidad es en
Infante su hermano, por ser hijo cierto del Rey Don ferma, parecería mejor consejo poner las melecínas
Juan, oviese la subcesion del Reyno, otorgólo ó in que la razón quiere, que quitar la cabeza que la na
titulóle Principe heredero de Castilla é de León. tura defiende. Especialmente debomos considerar,
Después de pocos dias pasados se juntaron Don que por razón ni por justicia podemos quitar el ti
Alonso Carrillo, Arzobispo de Toledo, é Don Fadri- tulo que nos dimos, ni privar de su dignidad al que
que, Almirante mayor de Castilla, é Don Juan Pa reyna por derecha subcesion ; porque si los Reyes
checo, Marques de Villena, que fué después Maes son ungidos por Dios en las tierras , no se debe
tre de Santiago, é Don Pedro Girón, su hermano, creer que sean subjetos al juicio humano los que
Maestre de Calatrava, é Don Gómez de Gácerea, son puestos por la voluntad divina. La Sacra Es-
Maestro de Alcántara, é Don Alvaro de Estúfiiga, criptura espresamente defiende rebotar, y manda
Conde de Plasencia, que fué después Duque de Aré- obedocer á los reyes, aunque sean indotos ; porque
valo , é Don Rodrigo Alonso Pimentel , Conde de sin comparación son mayores las destruiciones que
Benavente, é Don Rodrigo Manrique, Conde de Pa padecen los reynos divisos , que las quo se sufren
redes, é Don Gabriol Manrique, Conde de Osorno, dol rey inhábil. Y por eso los varones notables, con
Comendador mayor de Castilla, é otros Caballeros ó formándose con los mandamientos divinos, deben
Perlados del Reyno. E por algunos descontenta huir de toda división, y soyendo leales á su Rey,
mientos que ovieron del Rey Don Enrique, publi pugnar por el sosiego de su propria tierra, donde
caron del muchos defetos , por los quales dixeron hubieron el nutrimento ; porque si rehusan de lo
que era inhábile para reynar. E tomaron aquel Prín haber, allende de ser ingratos á la tierra que los
cipe Don Alonso, que era de edad de once arios, y crió, necesario les será si ella padece, padecer jun-
haoiendo división en Castilla le alzaron por Rey del
Reyno en la oibdad de Avila, en el mes de Junio (2) tobispo de Toleilo le quito la corona de la eaheia ; por la segun
da merecía perderla administración de justicia, yol Conde de
(1) Nació la Infanta Dalia Juana llamada comunmente la Bel- Plasencia le quitó el estoque; por la tercera merecía perder el
Iranejo, porque las gentes decían que era hija de Don Bellran de gobierno del Reyno, y el Conde de Benavente le quitó el bastón
la Cueva, que después fué Duque de Alburquerque, a principios que tenia en la mano ; y por la última merecía perder el trono y
del ano 1 164. reverencia real, y Diego Lopeí de Zufijga le derribó con ignomi
\*l Este memorable ineeso, que vuelve después a apuntaren nia del trono. Hecho esto, los Grandes, que ya hablan conducido a
el eap. 4, sucedió en Miércoles cinco de Junio, y es uno de loa aquel parage al Infame Don Alonso, la colocaron en el trono real,
mas singulares que se leerán en las historias. Los Caballeros que y en altas voces aclamaron : Castilla , i'.aslilla per el Reí De»
aqui nombra y otros que acaso calla por respetos particulares for Alonso, ceremonia usada en las proclamaciones de los Reyes, y
maron un teatro en una llanura cerca de Avila , donde colocaron que fue seguida de las demás acostumbradas en iguales casos. A
la estatua del Rey coronada y cubierta de luto, sentada en una esta espantosa escena se siguieron todos ios horrores de las guer
silla con todas las Insignias reales. Luego leyeron un manifiesto ras civiles que hicieron funestos estragos en Castilla. RcOere este
en que señaladamente le acusaban de cuatro cosas : por la pri hecho puntualmente Enriq. del Castillo, Crin. US. de Don Enri
mera (decían ) merecía perder la dignidad Real, y entonces el Ar que IV, cap. 74. Mariana, lio. 43, cap. 9.
DON FERNANDO É DOÑA ISABEL. 231
tamente con ella ; y por tanto es mejor trabajar por
la paz de los muchos, que caer con el mal de todos.
Otrosí debemos considerar, que si los Caballeros y CAPÍTULO II.
Perlados que se mueven á hacer tan gran novedad, Como la Princesa fué jurada por subcosora del Reyno eu los To
hubiesen intención recta para la hacer, seria buen ros de Guisando, y la concordia que hizo con el Rey Don En
oonsejo que nos juntásemos con ellos, no á hacer la rique.
división que hacen , mas á la buena gobernación Veyéndose desamparados estos Perlados y caba
que se debe hacer. Pero pues vemos que para pro lleros por la muerte del Rey Don Alonso que ha
veer á la mala gobernación del Rey Don Enrique, bían tomado , y enemistados con el Rey Don Euri
que publican, quieren hacer buena la del Príncipe que su hermano, que habían dexado, estaban en
Don Alonso, seyendo mozo de once afios, manifiesto gran temor, recelando la indinacion del Rey, á
parece, no seyendo aquella edad capaz para gober quien por cartas y por palabras, durante la divi
nar, que no por el bien [general que publican, mas sión, habían torpemente injuriado ; y no hallaban
por su interese particular que desean, quieren apro otro remedio para eu defensa, sino continuar la
piar á sí esta gobernación, no mirando que do quier scisma quo habían comenzado en el Reyno, alzan
que muchos quieren mandar, difícil es guardar ver do en él por Reyua á esta Princesa Dofia Ieabol en
dadera conformidad. Así que, Señores, ei aquellos lugar de su hermano ; porque con ella, por ser per
Caballeros y Perlados se quieren partir de la divi sona real1, y legitima subcesora del Reyno, pudie
sión que han hecho, cosa justa es que os juntéis con sen mejor dofondor sus personas y estado de los
ellos : y por vía jurídica, como hombres temerosos males que rescelaban reacobir del Roy Don Enrique,
de Dios, leales á su Rey, y saladores del bien de por lo que contra él habian cometido, y quisieran
su tierra, proveáis á la buena gobernación del Rey- luego ponerlo en obra. Y suplicaron á la Princesa
no, como aquellos que viven vida á placer del que que estaba con ellos en la cibdad do Avila, que to
da la vida, sin el qual ningún consejo , ningún uso, mase titulo do Reyna de Castilla y de León, según
ninguna dotrina vale, instruye, ni aprovecha. Y si lo tenia ol Rey Don Alonso su normano , pues le
todavía quisieren insistir en la división quo han pertenecía do derecho ; y quo todos los Caballeros
principiado , mi pareceres, que nos apartemos de y Perlados, y las cibdades y villas que estaban por
hombres scismáticos, que mas parece que se oponen él, ost avian á la obediencia della, y el Rey Don En
á impedir la razón que á evitar el escándalo.» Oídas rique no habría lugar de dar la subcesion dol Rey-
estas razones que el Obispo dixo, todos aquellos ca- no a aquella Doña Juana que decia ser su hija. La
balloros y otros parientes y parciales so determina Princesa, a quien no habia placido la división pa
ron á sostener la parte del Rey Don Eurique, y no sada, por las dcstruictoneB y tiranías que de oontino
ser en la división del Reyno, que aquellos otros ca veía crecer en el Reyno, doliberó de no tomar títu
balleros hicieron ; y pelearon unos contra otros en lo de Reyna en vida del Rey su hermano, y de se
la batalla real que se ovo cerca de la villa de Ol conformar con él, si quitos los escándalos, le jurase
medo (1) , donde fueron vencidos los del Rey Don para después de sus días la subcesion del Reyno que
Alonso. El qnal vivió en aquella división tres afios le pertenecía, según habia hecho al Principe Don
con titulo de Rey, en poder de aquellos Perlados y Alonso su hermano. Con esta voluutad do la Prin
caballeros ; y luego murió de pestilencia en Carde- cesa se conformó Don Juan Pacheco, Maestre de
fiosa , aldea de la cibdad de Avila (2), estando con Santiago, el qual mostraba ser arrepentido de la di
él el Arzobispo de Toledo , y Don Juan Pacheco,, visión pasada, y aun se cree que el pecado do la in
que era ya Maestro do Santiago, y ol Condo do Pla- gratitud lo acusaba gravemente ; porque habiendo
sencia, y ol Conde de Benavento, y otros algunos seydo criado del Roy Don Enrique , y de quien re
do los caballeros y Perlados que le habían alzado cibió los biones y el estado grande que tenia, le ha
por Rey, según que en la Crónica del Rey Don En bia errado, seyendo principal causa de aquella di
rique mas por extenso se recuenta. visión pasada ; durante la qual habia visto muchas
veces su persona y estado y de sus parientes on
(I) Ella batalla fué Jueves veinte de Agosto, dia de San Ber grandes aventuras y destruioion : y asi por esto, co
nardo de 1467. Fueron desbaratados los del Rey Don Alonso, el mo porque sabia bien que el Rey le perdonaría; y
Arzobispo de Toledo herido en nn brazo, tomado el pendón real allende de le perdonar, estaría á su gobernación en
y presos el Conde de Lana , el Conde de Alva , Pedro de Fonlive- todas las cosas, tuvo manera que so moviese habla
ros y algunas otros Sefiores principales. El RcyfDon Enrique, ere-
yendo ser perdida la batalla , se retird a una aldea vecina, de don- de concordia entre él y la Princesa su hermana; y
, de no salid hasta que le halló allí triste j confuso el mismo Cro embiáronle á decir que si su voluntad, quitos todos
nista que lo redero y le did la nueva del vencimiento. Enrique, rigores, le quisiese otorgar la subcesion destos Rey-
Crin, de Enrij. IV, cap. 9í¡. nos para después do sus dias, pues le pertenecía de
(1| Mirtos en la noche a cinco de Jallo de 1463. El Cronista de
Enrique IV nota que tres días antes se habla esparcido la nueva derecho, ella y los Caballeros y Perlados que con
de su muerte por todas las ciudades del Iteyno. Tal vet en eso ella estaban , vernian luego á su obediencia, y le
debld fundarse la opinión de los que dijeron que habla muerto de servirían ; y estando él y ella concordes en la sub-
veneno, y aun Alonso de Patencia asegura que se lo hizo dar el oesion del Reyno, cesaría la división, y los robos, y
Marques de Villena. Otros con Pulgar atribuyen su muerte i la
pestilencia que reynaba en aquellos lugares. Enriq. del Castillo, tiranías, é otras desobediencias que en él habia , y
Crón. ie Enriq. IV, cap. 113. Mariana, lit. 23, cap. 11. él en su vida seria único Rey sin contención. En es
232 CRÓNICAS DE LOS REYES DE CASTILLA.
te trato de concordia entendieron Don Alonso de algunos de sus privados conociendo que su costum
Fonseca, Arzobispo de Sevilla, y Andrés de Cabre bre y natural inclinación era dispuesta a doleytcs
ra, Mayordomo del Rey , que después fuá Marques y aborrecer negocios, conformaron su consejo con
de Moya ¡ y estos dos le dieron á entender que lo lo que conocían de la condición dol Rey ; y decían
debia hacer, pues la esperioncia de las cosas posa le, quo pusiese on obra aquello que el Arzobispo do
das lo amonestaba guardarse de las futuras, y lo Sevilla y su Mayordomo Andrea de Cabrera lo
mostró el peligro de su estado y el daño acaecido aconsejaban, y el Maestro de Santiago le embiaba
en sus Reynos, por tener aquél propósito ; y que en á decir ; porque visto por los del Reyno la confor
esto principalmente serviría á Dios, porque cesante midad del y de la Princesa su hermana , cesarían
la división, cesarían los males que della se espera los deseos molos de los hombres criminosos, que
ban, y él gozaría del fruto de la paz, y seria libre tenían puesto el Reyno en guerras y tiranías. De
de todos trabajos y gastos , y dol poco reposo y cíanle asimesmo que el Maostre do Santiago ver-
quietud que su persona padecía. Algunos do los que nia ásu corte, y continuaría con él on su servicio, y
cerca del Rey estaban, y deseaban que fuesen puni y quo según las habilidades del Maestro , y ol po
dos los caballeros y Perlados que babian puesto der grande quo tenia en el Reyno , con bu mano y
división en el Reyno, trabajaban do indinar al Rey oonsojo seria Roy temido y obedecido. Y de secre
contra ellos ; y decíanle que bien sabia quantos ca to le decían, que como quier que por agora otorga-
sos Dios lo habia ofrecido en los tiempos pasados so la subcesion á bu hermano la Princesa, pero des
para castigar á aquellos sus deservidores , que pu pués bo podia tener en tal manera quo so la quitaso,
blicando voz de justicia y do buen regimiento del casándola fuera dol Reyno , ó on otra forma que
Reyno, lo habian puesto en escándalos, robos, y ti para ello se daría , estando on su poder ; lo qual no
ranías ; y que nunca se dispuso á exccutar en ellos asi bien so podia hacer estando fuera del. Y que
las penas en que babian incurrido por el grave cri podia casar la que decía ser bu hija con tal perso
men que cometieron. Decíanle asimesmo, que con na á quien apoderase del Reyno, on tal manera quo
siderase agora que la muerte del Príncipe su her su hermana la Princesa no pudiese en él tener par
mano en tal edad y tiempo venida, era un caso ma to. El Rey oidas aquellas razones, con esperanza de
ravilloso que Dios ofrecia , para que hubiese lugar poner en obra lo que on secreto sus privados lo de
la ezecucion de su justicia, contra aquellos que pos cían, acostóse al partido que el Arzobispo do Sevi
puesta la obediencia debida á su Rey, tan rotamen lla, y su Mayordomo Andrés de Cabrera lo movie
te habian maculado su persona real, diciendo que ron, y díxo quo le plació otorgar la subcesion del
no era hábile para reynar, y que era hombre efomi Reyno á su hermana la Princesa, y que ella y oí
nado, y que habia dado de su voluntad la Reyna Maestro de Santiago viniesen á su corte, porque
su muger á su privado Beltran de la Cueva, á quien pareciese en todo el Reyno la concordia que ha
hizo Duque de Alburquerque, cuya hija afirmaban bió entre ellos. La qual fué asentada con condi
que era aquella Doña Juana, y que era odioso á la ción, que el Rey dentro en quatro meses embiaso
justicia, y distribuía el patrimonio real á sus pri á la Reyna DoBa Juana su muger, y aquello Do
vados, y á quien ellos querían con gran prodigali ña Juana que habia parido , á Portogal , y pro
dad y disolución , y quo era envuelto en luxurias y curase con el Popo divorcio del casamiento he
vicios desordenados, y otras cosas feas ; y quo no cho entre él y ella, porque aquel no bo había po
solo las habian dicho , mas aun las escribieron por dido celebrar entre ellos legítimamente en dero
sub letras al Papa, y las publicaron por toda la gación del primero matrimonio que habia celebra
Christiandad ; cuyos trefilados estaban hoy en todas do con la Princesa Doña Blanca su primer muger.
las cibdades é villas destos Reynos. Decíanlo asi Iten, que diese á la Princesa su hermana las cibda
mesmo, que todas estas cosas habiendo lugar de Be des de Avila, y Buete, y Molina, y Medina del Cam
castigar y no se castigando, parecía otorgar las in po, y Olmedo, y Escalona , y Ubcda, para sostener
habilidades que aquellos Perlados y caballeros tan su estado. Lo Princesa otorgó, quo guardando el
rotamente del habian publicado. Las qualea eran de Rey esto que le habia prometido, no cosaria sin su
tal calidad, que ni eran perdonables, ni los que las licencia ; y desta manera fué asentada concordia
dixeron eran dignos de perdón ; porque no lo ve entre ellos. Don Diego Hurtado de Mendoza, Mar
nían á pedir con aquella humildad y arrepentimien ques de Santillana, y Don Poro González de Men
to que deben venir aquellos que conociendo sus doza, Obispo de SigUenza su hermano, que fué des
yerros merecen ser perdonados, antes perseverando pués Cardenal de España y Arzobispo do Toledo, y
en ellos, le requerían que quitase la subcesion á la Don Pero Fernandez de Velasco, Conde de Ilaro,
que decía ser su hija , para quo so diese á su her que fué después Condestable do Castilla, y otros al
mana. Otrosí le decían, que ninguna cosa podia ser gunos Perlados y caballeros , que según habernos
mejor que la paz ; pero que asi como la vida sin dioho no quisieron ser en la división pasada, y tu
paz no es vida, menos la vida sin honra so puedo vieron siuiupro la porte del Uoy Don Enrique,
á los reyes decir vida ni paz, la qual se debia pro quando supieron la concordia que el Rey sin gela
curar por guerra , cuando sin guerra no habia lu hacer saber habia concluido con lo Princesa su her
gar la razón ; y decíanle otros cosas para le provo mana, fueron muy descontentos ; porque habiéndo
car á indignación contra aquellos caballeros. Otros le bien servido , y peleado por él en la batalla que
DON FERNANDO É DONA ISABEL. 233
hubieron cerca de Olmedo con el Roy Don Alonso venir servirle de tal manera, que perdiese todo eno
su hermano, en remuneración del premio que por jo dolíos. T que en esta concordia quo se haoia entre
la virtud de su constancia dobian haber, los dexa- él y la Princesa su hermana, se daba tal sosiego en
ba fuera de aquella concordia ; y recelando quedar {ua Reynos, quo Dios seria servido, y él obedecido de
en alguna inclinación con la Princosn, y en des- sus subditos. El Rey recibió bien á la Princesa su
aouordo con el Arzobispo do Tolodo, y con el Maes hermana, y á aquollos Perlados é caballoros que con
tre de Santiago, y con los otros caballoros y Perla ella vinieron. E luego el legado del Papa Antonio
dos que con ella estaban, embiaron á decir al Rey, de Vénoris Obispo de León, que fué después Obispo
quo ellos habian sabido como determinaba pordo- de Cuonoa é Cardenal , por la autoridad que tenia
nar aquellos caballeros y Perlados que con ol Rey dol Sumo Pontifico, á pedimiento del Rey, absolvió
Don Alonso su hermano habian hecho división en á aquellos Perlados é caballeros é á todos los otros
estos Roynos, y le placia declarar á la Princesa su del Reyno, del primero juramento que habian he
hermana por subcesora dellos, do lo qual les placia cho, quando en las Cortes de Madrid juraron por
mucho, porquo creian cosar por osta causa todos Princesa á la otra Doña Juana, que se decia hija del
los oscátidalos y guorras on el Royno ; pero que lo Rey. E ansi absueltos , luego el Rey dixo que do-
suplicaban, si acordaba perdonar á aquellos caballe olaraba la subcesion de los Reynos de Castilla é de
ros y Perlados quo habian soydo sus desorvidores, León para la Princesa Dona Isabel su hermana que
no condonase 4 olios quo oran sus sorvidores, pues estaba prosento, 6 la constituía por logltima boro-
con tanta constancia ó loaltad lo habian servido. T dora é señora dollos dospucs do sus días ; por quan-
si entendía que era bien quitar la división entre él to confesaba, quo por ser fallecido ol Principe Don
y la Princesa su hermana, no la dexase entre los Alonso su hermano , no quedaba otro verdadero
Perlados y caballeros do su Reyno, quo por causa Bubcesor ni legítimo herodoro del Royno, salvo ellu.
suya habian seydo divisos : porque aquellos que B juró & Dios é á Santa María é á la señal de la cruz
por le servir so enemistaron con ellos, no quedasen en manos de aquel Legado del Papa, de nunca gola
fuera de aquella concordia, y padeciesen los daños perturbar ni contradecir en ningún tiempo ; é man
que con su mano real les podrían hacer, estando Iob dó á aquellos Perlados é caballeros que eran pre
otros con él on su corte, y ellos absentas. Oídas es sentes, é á todos los otros de sus Reynos , é á las
tas razones, bien quisiera el Roy, quo luogo se hi- oibdades é villas é tres Estados dollos, que le jura
ciora reconciliación de los caballeros do la una par sen en la subcesion según que él lo habia jurado.
to y de la otra ; pero su espíritu inclinado á quio- Hecho por el Rey este juramento, los otros Caballe
tud, y ageno do todo negocio, le sometía á la go ros é Perlados que allí estaban, juraron solennemon-
bernación del Maestro de Santiago, de tal manera to en manos de aquel Logado del Papa á esta Prin
que ninguna cosa hacia salvo lo que él ordenaba. T cesa Dona Isabel por subcesora do los Roynos de
por su consejo determinó que se hiciese luego la Castilla é de León, y heredera legítima dellos, para
concordia suya y de la Princesa su hermana, y des después de los días del Rey. E desto mandó dar
pués so entendería en la reconciliación de los ca sub cartas para todos los Grandes é caballeros, é
balleros de la una parte y de la otra ; y para esto para las cibdades é villas dol Reyno, haciéndoles
acordaron, que el Rey que estaba en Madrid vinie saber esta concordia, é las condiciones delta. Y em-
se para Cadahalso aldea de la villa de Escalona ; y bióles mandar que jurasen por heredera destos Roy-
la Princesa, y el Arzobispo de Toledo, y el Maestre nos á la Princesa su hermana para después do sus
do Santiago, y el Conde de Plasoncia, y los caballe días, según quo él ó los otros Perlados ó caballoros
ros quo estaban con ella en la cibdad de Avila, vi que con él á ello fueron presentes , lo habian jura
niesen para Zebreros. Vonidos á aquellos lugares, do (1). Hecho el acto deste juramento, luego el
acordaron un dia que Be juntasen en los Toros de Rey é la Princesa, é con ellos el Maestre do Santia
Guisando , quo era en comedio de un lugar y de go, y el Arzobispo de Sevilla, y el Conde de Plaseu-
otro ; é alli se juntaron el dia asignado el Rey y la oia, y el Conde de Benavente, y el Conde de Osor
Princesa su hermana, y el Arzobispo de Tolodo, y no, é los otros Perlados é caballeros que vinieron
el Maestro do Santiago , y Don Alvaro de EstúDiga con la Princesa, fueron con el Rey para la villa de
Conde de Plasencia, y Don Rodrigo Alonso Pimen-
tel Conde do Benavente, y Don Gabriel Manrique (1) Hitase esU concordia en los Toros de Guisando, Lunes 19
Conde do Osorno, y el Arzobispo de Sevilla, y Don de Setiembre de 1468. Es estrado no «punte el Cronista los es-
Iñigo Manriqno Obispo de Coria, y Gómez Manri- Plenos que con esta novedad hlio la Hcjna Dolía Juana. La qual
sabido en Pojlrago el omenaac que se habia prestado i su cufia
quo su hermano, y los otros caballoros y Ricos- da, j que quedaba por snecesora del ftejno despacs de la muerte
Ornes que venian en la Princesa. Venidos á aquol de su hermano, erobló a Luis Hurtado do Mendoza (el mismo que
lugar, el Maestre do Santiago llegó al Rey, y le la habla sacado de la lorlaleza de Alahejos ) con plenos poderes
dixo, que si algunos deservicios el Arzobispo de •1 Legado del Tapa, anle quien interpuso su apelación una, dos y
tres veces, en forma dedereeho, para el Tapa Paulo II, protestan
Toledo y él y aquellos caballeros y Perlados que do que todo lo hecho fuera nulo y de ningún valor por el perjui
siguieron la via del Rey Don Alonso su hermano, cio que seguía a su hija Hola Juana. Hecho lo qual y pedido de
habian hecho á Su Señoría en los tiempos pasados, ello testimonio se toldo a la Reina. Pero el mismo Cronista que
le suplioaban que los perdonase y olvidase todas lo refiere dice que la tierna Dolía Isabel, aunque lo supo, lo tuvo
por cosa vana. Galind., Memor. de lot Reyes Cató/te. MS. año 1401.
las oosas pasadas : porquo ellos entendían en las por ' Enriq. del Castillo, Mnie. de Enriq. IV, etp. 116 y 118.
234 CRÓNICAS DE LOS BEYES DE CASTILLA.
Madrid ; y ol Arzobispo de Toledo fué á su tierra, é taba con ella por guarda : la qual tovo manera con
desde Madrid acordaron de ¡r para la villa de Oca- él, que una noche la descendiese por la cerca de la
fia, do se juntaron los Procuradores del Reyno, se- fortaleza ; é teniendo bestias aparejadas andovo
(jun estaba ordenado. aquella noche, y esto Don Pedro con ella, fasta que
otro día llegaron á la villa de Buytrago donde es
CAPÍTULO III. taba su hija Dofia Juana, á la qual tenia en guarda
Don Ifiigo López de Mendoza, Conde de Tendilla,
Como salid li Reyna Doña Juana, muger del Rey Don Enrique, hermano del Marqués de Santillana.
de Alahejos , 6 fue a lluytrago.
É paramas clarainformacion de aquellos que es CAPÍTULO IV.
ta historia leyeren, es de saber, que la Reyna Dofia
Juana inu'ger deste Roy Don Enrique, por cierto En que se sigue la platica habida sobre la snbeesion del Hejni
cutre la Princesa ¿ la Reyna Dona Juana.
pacto que hizo se obligó de estar algunos dias en la
fortaleza do Alahejos en poder del Arzobispo de Quando la Reyna Dofia Juana sopo que el Lega
Sevilla, cuya era aquella villa. Esta Reyna, corno do del Papa habia relazado á los Perlados é Gran
en la Crónica del Rey Don Enrique su marido debe des del Reyno el juramento que á su hija Dofia Jua
ser relatado, deleytándose mas en la hermosura de na hicieron al tiempo de bu nasci miento, é que el
su gesto que en la gloria de su fama, ni guardó la Rey y ellos por su mandado y en presencia suya
honra de su persona como debía, ni menos la del habían jurado & la Princesa Dofia Isabel por Prin
Rey su marido. É la causa deste hierro , algunos cesa y heredera do los Reynos, pesóle mucho, é de
querían afirmar que procedía della , por ser muy cía que aquel juramento no se debiera hacer, por
moza y hermosa, é muger á quien placían hablas de ser contra el que á su hija Be habia hecho; ó á fin do
amores é do las otras cosas que la mocedad suele ja hacer subcesora de los Reynos, quería dar á en
demandar é la honestidad debe negar. Otros algu tender que era hija del Rey, diciendo que por tal
nos certificaban, que la principal causa de sus yer Be debia tener , pues habia nasudo en su casa du
ro habia seydo el Rey , á quien placía que aquellos rante el matrimonio del Rey é suyo. Pero esto é
sus privados, en especial aquel Duque de Albur- quanto la Reyna podía decir en favor de su hija,
querque oviese negamiento á ella : é aun se decía carecía de fundamento , porque se tenia por muy
que él mandaba é rogaba á ella que lo consintiese. cierta la impotencia del Rey ; la qual por muchas
Este yerro, quier procediese della, quier del ó de experiencias era conocida , é señaladamente porque
ambos á dos, fué tan notorio en todo el Reyno , que á todo el Reyno era notorio que estovo casado con
los caballeros é Perlados que alzaron por Ruy al la Princesa Dofia Blanca , hija del Rey Don Juun
Principe Don Alonso, la principal causa que ovie- de Navarra, por espacio de trece afios é mas, en los
ron para la división que hicieron, era haber dado quales nunca ovo á ella acceso como marido lo de
el Rey esta Reyna su muger á aquel su privado be á la muger , ni menos se halló que lo oviese en
Don Beltran de la Cueva, A quien habia hecho Du todas sus edades pasadas á ninguna otra muger,
que de Alburquerquo, ó que aquella Dofia Juana ora puesto que amó estrechamente á muchas, ansi due
hija de aquel, é no del Rey. Esto bo afirmaba por ñas como doncellas de diversas edades y estados,
que había en su palacio y en sus retraimientos con quien habia secretos yuntamicntos, é las tovo
grandes é casi manifiestos indicios que lo afirma de oontinoon su casa, y estovo con ellas solo en
ban ; é allende desto por la vulgar opinión era creí lugares apartados, é muchas veces las hacia dormir
da la impotencia del Rey, porque siempre tovo co con él en su cama, las quales confesaron que jamas
municación con otras mugeres, é procuraba de con pudo haber con ellas cópula carnal. É do esta im
tino estar cerca dolías, é nunca se halló antes ni potencia del Rey, no solamente daban testimonio
después haber llegamionto de varón á ninguna (1). la Princesa Dofia Blanca, su muger, que por tanto
Esta Reyna estando en aquella fortaleza do Alahe tiompo estovo con él casada, é todas las otras mu
jos fué prefiada de un mancebo sobrino del Arzo geres con quien, como habernos dicho, tovo estre
bispo de Sevilla que se llamaba Don Pedro , que es- cha comunicación, mas aun los fínicos é las muge-
res é otras personas que desdo nifio tovieron cargo
(1) Enriquez del Casulla atribuye este becho de la soltura de la de su crianza. É como era pública la impotencia
Reina a un Luis Hurlado hijo de Ruy Dial de Mendoza, quien di del Rey, é que la Reyna Dofia Juana no guardaba
ce que la descolgó en un cesto, y que habiéndose roto la soga se la honestidad de su persona, adulterando con al
lastimó la cara y la pierna derecha, pero que poniéndola a las an
cas de su muís U llevó con seguridad a Uujtrago. Nada menciona gunos privados del Rey é con otros , nunca aquella
del otro suceso que apunta Pulgar, ni podía estando en servicio Dofia Juana fué tenida ni reputada por hija del Rey,
del Rey so marido, pero en algunas partes de su Crónica no deja antes se creyó é afirmó generalmente por todos des
de iustnuar el mal porte y poco recalo de esta Reyna, i quien, de el dia que se publicó ser concebida , aquel con
con lodo, no lia faltado quien defendiera, diciendo quo se puede
sospechar que gran parte de estas fábulas se forjaron en gracia cepto ser de Don Beltran do la Cueva, Duque de
de los Reyes Don Fernando y Doía Isabel, quando el tiempo ade Alburquerque, é no del Rey. É si por ser nascida
lante reynaron , y que les dld probabilidad la flojedad grande y durante el matrimonio del Rey é do la Reyna oomo
descuido del Rey Don Enrique , junto con el poco recato de la la Reyna decía, habia do sur reputada é tenida por
Reyna y su soltura. Mariana, lib.it, *f. itlt. Enriq. del Castillo,
Crome., C«j>. 115» hija del Rey , é por consiguiente haber de heredar
DON FERNANDO É DONA ISABEL. ' 235
al Rey, é subceder en los sus Reynos , por la misma cir por la honestidad, y por excusar escriptura que
razón hablan de ser tenidos é reputados por hijos sea en injuriado persona Real ; y aun las reconta
del Rey , é con mayor razón heredar estos Reynos das se dexarian, salvo porque la fidelidad nos obli
por ser varones, Don Fernando y Don Apóstol , hi ga á recontar algunas cosas de las que en verdad
jos de la Roy na é de Don Pedro de Castilla , que al pasaron sobre eBta materia , especialmente algunas
presento so criaban en Santo Domingo ol Real do de aquellas quo muestran claramcuto el derecho quo
Toledo, en poder de la Priora de aquel Monasterio, esto Princesa Dona Isabel tovo á la subcesion des-
tia de aquel Don Pedro, pues habían nascido de la tos Reynos. Y con toda verdad podemos testificar
Rey na también como aquella Doña Juana, durante que el Rey mandó prender por causa dcste adulte
el mismo matrimonio del Rey y suyo. Y por estos rio á aquel Don Pedro, lo qual sabido por la Reyna,
causas é por otras , todos los mas Perlados é Gran atribulóse con tantos lloros, que el Rey no podien
des del Reyno, á quien el Rey á instancia y por do sufrir la pena contina que veia recebir a la Rey
instigación de la Royna, hizo jurar á esta Doña Jua na, le mandó soltar. Ninguno tenga por cosa grave
na al tiempo que nasció, hicieron reclamaciones en de creer esto que leyere doste Rey ni de otro algu
secreto y protestaciones que hacian aquel juramen no, que siguiendo sus apetitos y dándose á vicios,
to contra su voluntad, y cost reñidos por temor que pierda el verdadero conocimiento de los cosas , y so
habian del absoluto poder de que por entonces el convierta en naturaleza flaca. Porque este es el fru
Rey usaba, y do la gran parte que la Reyna tenia to que dan los deleytes carnales al que dellos se de-
en su voluntad. Pero quo cada y quando viesen xa vencer, y no sabe quando mozo resistir las ten
tiempo, en que sin manifiesto peligro do sus perso taciones y combates que recibe la mocedad flaca do
nas y estados pudiesen hacer lo que debían , reco- consejo, por la poca experiencia de las cosas. Este
nocorian por herederos tiestos Reynos para después Rey quando fué Principe, como ora uno solo al Rey
de la vida del Rey, al Infante Don Alonso, y en fa Don Juan su padre, fué criado con gran terneza, y
llecimiento suyo sin generación, á esta Princesa Do en grandes vicios y deloytes, y fuéle puesta casa en
ña Isabel su hermana, hijos legítimos del Rey Don edad de catorce anos, y apartado del Rey su padre
Juan. T ansí en un gran ayuntamiento que los Per en la cibdad de Segovia ; y en tiempo do su moce
lados y Grandes del Reyno hicieron con el Rey, en dad no resistió á su apetito cosa de loque le deman
tro Cabezón y Oigales (1), el año de mil é quatro- dase, ni otro gelo osó refrenar , aunque le veia so-
cicntos 6 sesenta é quatro afios, vey endose ya en guir tras deleytes no debidos. Y en esta manera so
alguna libertad, queriendo guardar sus conscien- hizo libre de todo doctrina, y subjoto á todo vioio,
cins y la fidelidad que á estos Reynos debian , y porque no sufrió viejo que le doctrinase, y tenia
usando do las reclamaciones y protestaciones quo mozos quo lo ayudasen é sus apetitos y deleytes. Y
en secreto habian hecho, todos juntamente con el desta manera siguiendo sus deleytes hizo hábito de
Roy, y en su presencia y por su mandado, excluyen llos, y vino en tanta flaqueza do su ánimo y dimi
do i o talmente aquella Dona Juana de la eubcesion nución de su persono, que después quando reynó
dcstos Reynos , juraron públicamente por príncipe por fin del Rey Don Juan su padre ya estaba sub
heredero dellos al Infante Don Alonso. Con el qnal joto á mozos que tomaba por privados. Verdad es
juramento, ensimismo por cartas y mandamientos que en los primeros anos que reynó, por los muchos
del Roy quo sobre ello ombió por todo el Reyno, se tesoros que llegó fué temido ; pero después quando
conformaron todos los Perlados y Grandes que allí Iob del Reyno conocieron que todo su pensamiento
se acertaron , y las cibdades ó villas principales do era cumplir bus deleytes, y que hacia dádivas sin
todos los Reynos. Por virtud de los quales juramen medida á los mozos que oran sus privados, y los su
tos hechos al Príncipe Don Alonso y á esto Prince blimaba dándoles grandes dignidades y reutas , y
sa Dona Isabel , y de la relaxacion que el Legado que posponia las cosas que á su oficio real cumplían
del Santo Pudro hizo del juramento hecho á la hija por se dar al deleyte carnal ; luego á pocos años
do la Reyna, fué habido por ninguno y de ningún lo perdieron el miedo. Y según en bu Crónica debe
vigor y efecto el juramento hecho ú aquella Dona ser recontado, se juntaron Don Alonso Carrillo, Ar
Juana. Y todos perseveraron on el juramento hecho zobispo de Toledo, y el Almirante Don Fadrique, y
ó esta Princcso Do fia Isabel, y en aquel permane el Oonde de Plasencia Don Alvaro de Estúniga, y
ciendo lo tomaron á ronovar, quando por fin del Don Juan Pacheco, Maestre de Santiago, y Don Pe
llcy Don Enrique la obedecieron y juraron porRcy- ro Girón, bu hermano, Maestre de Calatrava, y Don
n i y Sefiora de oqnestos Reynos. Muchas otras ra- Gómez deCáceres, Maestre de Alcántara, y Don
i'.unoa tocantes á esta materia se dexan aquí de do- Rodrigo Manrique, Conde de Paredes, y Don Ga
briel Manrique, Condo do Osorno, con otros algu
II' En osle ayuntamiento juraron los ('.ramios que 1 él se ha nos Grandes y Caballeros del Reyno , y le quitaron
llaron de procurar a lodo su leal poder que el Infante Don Alonso el titulo real , y alzaron por Rey al Príncipe Don
r.vnsr ron aquella liona Juana qnc se deeia hija del lie;. Asi Alonso su hermano en la cibdad de Ávila, y dije
mismo hito el He; renunciar a Don Miran de la Curva el Macs- ron dél , y escribieron por todas Iob partes de la
Irargo de Santiago , y le dio en enmienda la villa de Alburqucr- Christiandod , las cosas deshonestas que habernos
que ron Ululo de Ducado, ; las «illas do i nellar , Roa, Molina,
Ahcnza, ; la Prña de Atracar, con otras mercedes. Enrlq. del recontado. Y tonta era lo habituación que él tenia
Casi., Crin, de Pon Lmiq.íY, cap. 67. en los deleytes, que con dificultad era traído por el
236 ,• CRÓNICAS DE LOS R fES DE CASTILLA.
Marqués de Santillana, y por el Obispo de Sigüenza, Ocafia vino el Arzobispo do Lísbona á demandarla
y por los otros Caballeros que cerca dél oran á en por mugor para el Roy do Portogal. El Arzobispo de
tender en las oosos que cumplían á la conservación Tolodo trataba anstmeamo casamiento á la Prince
de su preeminencia, y guarda de su patrimonio. Y sa con Don Fernando Principo de Aragón , que ora
por esta oausa vino su estado real á tanta diminu Rey de Sicilia, hijo del Rey Don Juan de Aragón.
ción, que si alguno le desobedecía y movia guerra, Y para hablar en cate casamiento, vino á la su villa
antes le haoia morcedes porque lo dexase on sus do- de Yepos, y secretamente por medio do un Maestro-
loytes, que le castigase por los yorros que cometía. sala do la Princesa, que se llamaba Gutierre de Cár
De manera que dando á los tiranos porque no le denas, le ombiaba á decir las causas porque no le
enojasen, y á los privados porque le agradasen, to cumplía el casamiento del Rey de Portogal , y las
do casi ol patrimonio real se distribuyó en poco utilidades que habia en el casamiento con el Prin
tiempo, y su persona vino en necesidad tan extre cipe de Aragón. Esto Maestresala trabajaba con la
ma, que los del Reyno le tenian por rey para rece- Princesa que lo concluyeso, y despidiese el OUsa-
bir dél mercedes, y no para le servir y obodocer co miento del Rey de Portogal , diciéndole quo ol Roy
mo á su rey. Y do aquí so siguió quo los ministros su hermano le trataba aquol casamiento por la ochar
de la justicia que eran en aquellos tiempos , pensa del Reyno, á fin de quedar della libre, para casar la
ban mas en sus provechos particulares, que en ol quo decia ser su hija con el Principe de Aragón , 6
bien general. Forvian asimesmo los deleytos ilícitos con otro Principe alguno que traxoso al Reyno para
en todo género do voluntad , y aquel ora enemigo lo apoderar dél ; y quo ella y sus descendientes es
quo esto reprehondia, aquel era aborrecido á quien tando absentes dol Royno perderían la subccBÍon de
desplacía. Cosa fué por cierto do grandísimo exem- Castilla ; y porquo el Roy do Portogal tenia hijo he-
pío y dotrína para todos los Reyes y aun para to redero, no so esperaba que su generación ovicsc he
dos los hombres, los quales no croan que la grande rencia ninguna on Portogal. Dol Principo de Ara
za de los estados ni de los reynoB, no los tesoros ni gón, le decia, que era mozo y hombre de buena dis
las rentas, no el miedo ni ol poderlo do las huestes creción, y ansimesmo eran sus deudos de sangro to
hacen sostener los grandes estados, si no siguen el dos los Grandes que había en el Reyno, los quales
camino de la virtud, y ponen freno á los vicios , en deseaban que fuese Rey do Castilla ; y que casando
que la humanidad de contino nos guerrea, y lo hace con él, tenia toda la mayor parto del Reyno para
todo caor. contraía otra Doña Juana que se decia Princesa, si
en algún tiempo tentase de haber la subecsion. Otro
CAPÍTULO V. sí lo decia, que era Principo do Aragón, y esperaba
la subcosion de aquol Reyno, y otras grandes utili
De las cosas que pasaran en la villa de OcaSa. dades porque lo debia concluir. Y mostrábale tales
Hoclio el acto del juramento , que so hizo on los inconvenientes dol casamiento dol Roy de Portogal,
Toros do Guisando, luego en este año el Rey y la porque lo debia negar. La Princesa consideradas es
Princesa fueron á la villa de OcaQa , y con ellos ol tas cosas , y como el Roy su hermano dilataba de
Maestre de Santiago, y ol Arzobispo de Sevilla, y el cumplir lo que con olla habia asentado, y qno pro
Conde do Plasencia, y el Condo do Benavento, y el curaba con todas fuerzas de la casar con ol Rey de
Conde de Osorno ; y alli vinieron los Procuradores Portogal, estaba puesta en gran cuidado, especial
del Reyno, y juraron á la Princosa por legitima mente porque ora aquexada do todas partes por la
subcesora destos Reynos ; y tratóse asimesmo amis conclusión de su casamiento ; en el qual ella deli
tad entre el Maestre do Santiago , y el Marqués de beró de privarse do toda voluntad, y mirar sola
Santillana, y el Conde de Haro, y ol Obispo do Si mente aquello que á honra suya, y paz destos Rey-
güenza. Y vinieron á la Corte el Obispo do Sigüen nos cumpliese. Y después do muchas pláticas habi
za y el Condo de Haro ; los quales juraron á la Prin das on esta materia, considerada la afición quo co
cesa por heredera y subcesora destos Reynos para noció á todos comunmente tener á este su casamien
después de los dias del Roy. Este juramento hicie to con ol Principo do Aragón , dió en secreto pala
ron estos dos juntamente, porquo decían ser infor bra do casar con él, habiendo los votos de los Gran
mados de personas fidedignas del adulterio do la des dol Royno quo para ello entendía consultar ; y
Reyna y de la impotencia del Rey ; y ansimismo despidió el casamiento que le traían con ol Rey do
porque el Rey gelo mandó en persona, según habe Portogal. Aquel Arzobispo de Lísbona, vista la di
rnos contado, que lo mandó á los otros caballeros y lación que la Princesa daba despidióse del Rey Don
Perlados que la juraron. Estando el Rey y la Prin Enrique y della, sin haber conclusión alguna de su
cesa su hermana en aquella villa, el Rey dilató de embaxada. Por esta causa fué el Rey muy descon
embiar á la Royna Dona Juana y á su hija á Porto- tento de la Princesa su hermana; y recolando que
gal, y de proourar el divoroio della dentro on el so casaría contra su voluntad con persona quo á £1
tiempo de los quatro meses que era obligado de ha no pluguiese, habló secretamente con alguno de
cer ; y no dió á la Princesa bu hermana los villas que aquellos sus privados que la quería pronder ¡ y pu-
otorgó de le dar ; y tuvo manera que el Rey do Por BÍéralo en obra , salvo porque ovo recelo do hallar
togal que ostaba viudo, la embiase á pedir por mu contrarias las voluntados de Iob Grandes y de los
gir, a fin de la embiar fuera del Reyno ; y alli á otros caballeros ó gentes del Reyno. Y porque supo
DON FERNANDO B DONA ISABEL. 2ÍÍ
que el Arzobispo de Toledo trataba el casamiento que se hacia á la Reyna madre desta Princesa, cuya
del Principe de Aragón con ella, fné indinado con era. É otrosí porque veian una de las principales
tra él, porque no contento de las cosas pasadas co villas del Reyno apartada de la corona real ; y asi-
metidas en su deservicio y en escándalo de sus Bey- mesmo fué causa de embídia á los Grandes del Rey-
nos, agora de nuevo le tornaba á errar, contrallán no , porque el Conde de Plasencia se hacia con
dole su voluntad acerca del casamiento do la Prin ella mayor que todos. Quando la Princesa supo
cesa su hermana, y quisiérale prender y destruir ; y que el Conde de Plasencia habia tomado titulo de
para lo poner en obra trabajó do ganar la voluntad Duque de Arévalo , é habia mandado á Alvaro de
dol Maestre de Santiago y del Arzobispo de Sevilla, Bracamonte, un Caballero de su casa, que se apode
y del Obispo de Sigüenza que oslaban con él ; los rase con gente de las torres y fuerzas della, dezó de
qnales secretamente se conformaron con el Bey en ir á aquella villa, é vino para la cibdad de Ávila,
la destruicion del Arzobispo de Toledo. Pero creía donde hizo las honras del Principe Don Alonso su
se que el Maestre de Santiago avisó al Arzobispo hermano.
para que so pusiese guarda en su persona , porque
no le placia su destitución , asi porque era su tío, CAPÍTULO VIL
como porque este Maestre era hombre de gran seso,
y platico en las cosas mundanas, y conocía bien la De los tratos de casamiento que se movieron a la Prlneesi.
condición dol Rey ; y por le tener siempre en nece Estando la Princesa en Ávila el afio siguiente del
sidad, decíase que favorecía de secreto á sus deser- Sefior de mil y quatrocientos y sesenta y nuevo
vidores, ó á lo menos tenia tales maneras porque no afios, tornáronle á hablar en su casamiento de parte
se procediese contra ellos. Y con esto tenia las co dol Rey de Sicilia Principe de Aragón. É como ella
sas en suspenso, y álos hombres en necesidad, los conocía que este era negocio de grand importan
quales recorrían á él con sus negocios ; y en esta cia, asi por tocar á su persona, como porque aquel
manera gobernaba las cosas grandes del Reyno , en que ella tomase por marido habia do ser Rey con
la qual gobernación siempre procuraba acrecenta olla destos Reynos, quiso babor el voto de algunos
miento de su estado. Grandes del Reyno con quien lo comunicó. Y todos
aquellos que consultó acordaron que debia tomar
CAPÍTULO VI. por marido al Rey de Sicilia , Principe de Aragón,
Como el Rey Don Enrique partió de Oe.iila para el Andalucía, antes que al Rey de Portogal, porque era mozo y de
1 la Princesa fué a la villa de Arévalo. buena discreción, y esperaba heredar los Reynos de
Aragón y de Sicilia ; é porque si ella no concluía
Visto por el Rey Don Enrique como no podía con el su casamiento , el Rey Don Enriquo estaba
concluir el ensarmentó do la Princesa su hermana en propósito de casar con él á aquella que dooia sor
con el Rey de Portogal , deliberó de partir de Ocafia, hija, y le apoderaría quanto pudiese en el Reyno
é ir al Andalucía para asentar las cosas do aquella do tal manera que ella fincarla desheredada, ó á lo
provincia ; porque las principales cibdades y villas menos habría gran división entre ellos. De parte del
dolía habían estado por el Rey Don Alonso su her Rey de Portogal era ansimesmo aquexada que con
mano, y fueron con él el Maestre de Santiago, y el cluyese con él bu casamiento ; é los que en ello de
Obispo de Sigüenza. T porque hallase mas prestas su parte hablaban le daban á entender, que no ha
á su obediencia las cibdades y caballeros de aquella bia persona real que mas le conviniese tomar por
tierra, llevó cartas de la Princesa su hermana, noti marido que áél : porque como quier que era viudo,
ficándoles la concordia que tenia con él ; y la Prin pero era un Principe asaz mancebo, é tenia Reyno
cesa por hacer las honras del Príncipe Don Alonso vecino de Castilla, y asaz riquezas é poder para de
su hermano, fué á la villa do Arévalo, que era de la fender la subccBÍon que le pertenecía del Reyno de
Reyna su madre, é la tenia el Conde de Plasencia. Castilla, si alguno ge la quisiese ocupar ; y que por
El qual recelando que la Princesa se apoderase de- no tener mas hijos de solo el Príncipe, podría ser
11a, como quier que se decía haberle hecho seguri que este su casamiento dispusiese Dios de tal ma
dad de la tener por la Rcynasu madre, y para ella; nera, que la generación que oviese heredase á Cas
pero procuró con el Roy Don Enrique que le hiciese tilla ó á Portogal , y allende desto se conformaría
merced, y le diese título de Duque della. Y porque con la voluntad dol Roy su hermano quo lo desea-'
el Maestre de Santiago conocía bien que la posesión bu, y escusaria grandes escándalos en Castilla que
de las cosas ageñas da pena á quien las tiene , y le de hacer lo contrario se siguirian.
pono en continos trabajos por las defender, procuró
con el Roy que ge la diese , á fin do tener al Conde
de Plasencia en necesidad, de la qual creía que no CAPÍTULO VIII.
podia salir toniendo aquella villa , é tomó título de Como el Rey Don Luis de Francia embló i pedir por mujer a la
Duque della. Lo qual hizo luego el Rey por enojar Princesa Doña Isabel para Don Carlos Duque de Guiana j de
á la Princesa, y porque, según es dicho , ligera Berrjr su hermano.
mente distribuía lo de la corona real. Desta dádiva Sabido por el Rey Don Luis de Francia como la
que ol Rey hizo de la villa de Arévalo, pesó mucho Princesa era por el Rey ó por todos los del Reyno
á todos los del Rey no generalmente por ol agravio jurada por heredera de Castilla, é que se trataba su
m CRÓNICAS DE LOS REYES DE CASTILLA.
matrimonio con el Rey de Portogal, y oon el Prin trase su voluutad, y le enderezase para aquello que
cipe de Aragón, recelando el inconveniente que se fuese á su servicio y bien destos Reynos. Después
podría seguir á él y á sus Reynos si oon qualquier desto les mandó responder, que ella había delibera
deatoa dos Príncipes so casase , porque ellos y sus do no disponer en esta materia de su matrimonio,
Reynos son de la liga de Ingalaterra, embió luego salvo siguiendo ol consejo de los Grandes y caba
al Cardenal de Albi , que era un gran Perlado en lleros destos Reynos, con los quales ella haría con
sus reynos, y de gran sciencia, y con él otros caba sultar lo que el Cardenal le había propuesto ; y ha
lleros, por Embaladores á la Princesa que estaba bido su voto haría aquello que de Dios fuese orde
en la villa de Madrigal, á la demandar en casa nado, y ellos le consejasen. El Cardenal é los otros
miento para su hermano Don CárloB que era Duque caballeros que con él venían, como quier que cono
de Berry y de Guiana ; el qual casamiento se liabia cieron la respuesta de la Princesa ser conviniente,
tratado en vida del Rey do Francia Don Carlos su pero no fueron della contentos , porque les pareció
padre que lo deseaba. Este Rey Don Luis que sub- que habria alguna dilación en la consulta que que
cedió en el Reyno de Francia , porque creia que el ría hacer, y tornaron á insistir en lo que habían
Duque su hermano habría los Reynos do Castilla si propuesto, é decir otras razones por llevar conclu
casase con la Princesa , é por excusar que no los sión de su embaxada. Al fin no pudiendo llevar otra
oviese ni el Principe de Aragón , ni el Rey de Por respuesta, con esta fueron despedidos.
togal, por el inconveniente grande que de qualquie-
ra de aquellos dos Principes ge le podría seguir, CAPÍTULO IX.
mandó á sus Embaladores que trabajasen por lo
concluir. Como el Cardenal y los Caballeros de Fran Codo se concluyó el casamiento de la Princesa coi et ítej
cia vinieron á la villa de Madrigal, propusieron su de Sicilia, Principo de Aragón.
embazada ante la Princesa; á la qual dieron á en La Princesa aquexada do todas partes porque
tender que debia aceptar aquel casamiento, porquo concluyese bu casamiento, embiólo hacer saber otra
renovaría las antiguas é loables paces é amistades segunda vez á los Grandes del Reyno, encargándo
que son entre los Reynos de Francia y de Castilla, los la consciencia, para que le dixesen lo que les
las quales el Rey Don Juan su padre é los otros Ro pareada que debia hacer, pospuesta toda afición, y
yes predecesores prometieron que guardarían todos propuesta toda utilidad del Reyno. Algunos dellos
sus subcesores, y ella como Princesa heredera de públicamente le embiaron decir que debía concluir
Castilla, y suboesora legítima de sus Reynos era su casamiento con el Principe de Aragón, por las
obligada de guardar; la qual obligación de amistad razónos que habernos dicho, é porque era natural
seria á ella dífícilo do guardar si casase en Portogal del Reyno. Otros algunos Grandos de los que esta
ó en Aragón, por ser aquellas dos cosas de la liga ban de la parte del Rey Don Enrique, secretamente
de Ingalaterra, que es enemiga de Francia. Otrosí le embiaron consejar esto mesmo ; é hubo bien po
le decian grandes loores de la persona de aquel Du cos que discrepasen deste consejo, quier diciéndo-
que, porque lo debia hacer ; é suplicáronle con gran gelo en público, quier en secreto. Los Caballeros y
de instancia que considerase bion que el Rey Don Dueñas, sus criados y servidores que estaban en el
Juan su padre si fuera vivo, no la consintiera casar servicio contino de su casa, vistas las embazadas
con el Príncipe de Aragón, ni menos con el Rey de que eran venidas sobro esta materia á la Princesa,
Portogal seyendo viudo y teniendo hijo heredero, é como á ninguna dellas se determinaba ni respon
aunque no fuera Princesa heredera de Castilla, día con efecto ; visto ansimesmo quanto le cumplía
quauto mas seyéndolo, y esperando tan gran subco- quo su casamiento con el Príncipe Don Fernando
sion como es la destos Reynos ; y que allá en la otra do Aragón, mas que con ninguno do los otros que
vida daria alegría al ánima del Rey su padre si su le eran movidos, so concluyese; conooiendo que
casamiento concluyese con este Duque, por el grand parte do la dilación que la Princesa daba, era por
amor que era entre los Reyes padre del uno y del algún empacho que la honestidad suele á las don
otro. Allende desto decian que el Ducado de Guia cellas impedir la determinación de sus casamientos
na era en los confínes de Castilla, y que casando con proprios, porque la deseaban servir con afición , es
el Duque , seria todo un señorío ; con el qual y con pecialmente aquel su Maestresala Gutierre de Cár
el otro Ducado de Berry que tenia habria asaz sub- denas le decia, quantas veces en bu consejo era de
cesion para la generación que á Dios pluguiese de terminado, que según su edad lo ora necesario ca
les dar. Decian ansimesmo otras cosas, é mostraban sar, porque estos Roynos que de derecho le perte
grandes utilidades que concurrían en este casamien necían, no fincasen sin derecha subecsion. E como
to porque lo debia aceptar. Ofrecíanle ansimesmo quier que mostraba placerle del voto de sus criados
de tener tal manera con el Rey Don Enrique su her y servidores, y de todos los otros de su consejo,
mano, que diese consentimiento para ello. La Prin pero según la dilación que daba en cosa quo tan
cesa oida la embaxada, hizo mucha honra al Carde presto efecto requería, creían que la honestidad do
nal é á los Caballeros que venían oon él ; y después su persona real le ponía empacho para hablar y se
de habida su deliberación , respondió, que ante to determinar en su matrimonio. Decíale ansiinesmo
das cosas olla remitía á Dios , que en sus negocios, aquel su Maestresala, que verdad era que la plática
y especialmente en este que tanto le tocaba , mos de semejante materia no á la parte principal mas á
DON FERNANDO É DONA ISABEL. ¿39
los padres pertenecía, é á los hermanos é parientes tad, dixo, que Dios testigo de los corazones sabia
mas propinqnos quando los hay; pero que debia que pospuesta toda afición miraba solamente lo que
sonsiderar como era huérfana del Bey su padre, é al bion destos Reynos cumplía. Y pues los votos de
carecía del beneficio de la Keyna su madre por su los Grandes del Reyno eran en esto conformes , do
larga é grave enfermedad , y que el Rey su herma parecía placerá Dios, ella, conformándose con su
no no solamente tenia poco cuidado del casamiento voluntad, se remitía al parecer de todos ; é dio lue
que le oumplia, mas tenia voluntad de la casar don go comisión á este Gutierro de Cárdenas, su criado
de á él placía y á ella no venia bien; y que donde y Maestresala, para lo concluir. Este Caballero fué
tantos cíiaos ocurrían, todo empacho quitado debía luego á las personas que para esto eran deputadu
aclararse, y entender en la conclusión de su casa por el Bey de Aragón , que le estaban esperando
miento. Y que debia considerar, que los Principes para entender en esta materia ; y en fin plogo á la
que la demandaban eran el Rey de Portogal , y el voluntad de Dios, que lo concluyese con el Principe
Duque de Guiana hijo del Rey de Francia, y el do Aragón, según le fué consejado por los Grandes
Principe Don Fernando de Aragón; y que no veian del Reyno. E luego partió de Madrigal , é fué para
por agora otro Rey ni Principe en la christiandad Honti veros, aldea de la cibdad de Avila, donde vino
que debioso contraer con ella matrimonio ; y que los el Arzobispo de Toledo que lo trataba, y de allí fué
calidades que en estos Principes y en sus señoríos para Valladolid, donde estaba el Almirante Don
ocurren, ella las sabia bien, porque en su presencia Fadriquo, abuelo del Principe, y Don Pedro do
diversas veces se había platicado, en lasquales plá Acuña Conde de Buendía, é Don Iñigo Manrique,
ticas siempre habían concluido, que como quier que Obispo de Coria, é otros algunos Caballeros quo
el Rey de Portogal y el Duque de Guiana eran no para la conclusión deste casamiento fueron juntos
tables Principes, pero que se hallaba el casamiento en aquella villa. Donde vino luego el Príncipe de
con el Principo de Aragón ser mas conveniente que Aragón, é con él Don Pedro Manrique, Conde de
otro ninguno, porque era Príncipe de edad igual Trevifio, Adelantado moyor del Reyno de León, é
con la suya, é porque esperaba la subcesion de Ara otros Caballeros de Aragón , y celebraron sus bo
gón y de los otros señoríos del Rey su padre , que das (1), de los quales plogo mucho á toda la mayor
confinan con los Reynos de Castilla, en que espera parte de los Grandes y Caballeros del Beyno ; prin
ba con el ayuda de Dios subceder ; é porque estos cipalmente plogo á todas las comunidades y pue
Reynos é señoríos juntos con ellos puestos en un blos del.
señorío, era la mayor parte de España. Allende des-
to decía, quo todos los Grandes dol Reyno á quien
(1) Es muy notable en esta Crónica el defecto de fechas. El ca
sobre esta materia habia consultado, quier en pú samiento de los Reyes se celebró en Valladolid Miércoles 18 de
blico, quier en secreto, por descargo de sus cons- Celebre, día de San Lúeas, de 14G9, en las casas de Jnan de Vi
ciencias le habían embiado á decir, que por el bien vero. El Principe dio en arras 1 Borja j Magallon en el Reyno de
destos Reynos, dexadas todas las otras cosas, lo Aragón, en Valencia i Elche y Clevlllenle, y en Sicilia a Zarago
za y Caíanla. Los capítulos de la concordia celebrada al tiempo
concluyese con él. T no solamente los Grandes, mas de estas bodas trac i la letra Enrió., del Castillo, Cránle. de En
los Perlados, los clérigos , los caballeros , los fidal- rique IV, cap. ir..". Bernalil., Cróaic. de los Reyet Calillan , cap. 9.
gos, los cibdadanos, y generalmente todos los tres Galind., Uemor., año i lr;9. Ann es mas notable que el Cronista, po
niéndose i escribir de propósito la historia de los Reyes Católicos
estados y comunes del Reyno mostraban placerles no apunte el nacimiento j descendencia de uno y otro. La Iteyna
del matrimonio con el Principo de Aragón, por las Dolía Isabel nació en Avila (otros dicen en Madrigal) en 19 de
utilidades y conveniencias que en él mas que en Noviembre día de Sania Isabel de 1150. Fué hija del Rey Don
otros parocian, y les pesaría si eu otra parte lo con Juan II de Castilla, y de su segunda muger Doila Isabel, hija del
Inf inte Don Juan de Pnrlag.il y nieta de Don Enrique el Enfermo
cluyese. Por ende quo mirando quanto oumplia á su y de Don Juan II de Portugal. El Rey Don Fernando nació en Sos,
servicio y bien destos Reynos luego aclarase su vo villa del Reyno de Aragón en los confines de Navarra, i 10 dias
luntad, pues tenia presentes servidores tan leales, á de Marzo de 1152. Fué hijo de Don Juan II de Aragón y 1 de
quien con entera confianza lo podia decir. Y que no Navarra y de su segunda mugrr Doña Juana, hija de Don Fadri
quo Enriquez, Almirante de Castilla y nieto por su padre del Rey
lo tuviese mas suspenso, porquo dello ge le podia Don Fernando de Aragón el elegido en Caspe, hermano de Don
recrecer del servicio, y en estos Reynos de Castilla Enrique III, abuelo déla Reyna. Por consiguiente, eran estos
grandes é irreparables daños, de que Dios Nuestro Principes primos segundos. No me ha parecido deber omitir esta
genealogía, aunque común , por la luz que da 1 la Historia j porqne
Señor seria deservido. La Princesa, oídas estas razo
sin ella apenas se podrían entender muchos sucesos, como se
nes, conociendo que gelas decían con zelo de leal- veri adelante. Ilcrnald., Cranic. de lot Reyes Catilicoi, cap. 8 y 9.
COMIENZA LA CRONICA

DE LOS MUY PODEROSOS Y EXCELENTES

DON FERNANDO É DOÑA ISABEL,

PRÍNCIPES HEREDEROS

DE LOS REYNOS DE CASTILLA Y DE ARAGON.

CAPÍTULO PRIMERO. hijos ; é que no le moviesen informaciones de per


sonas que deseaban indinarle contra ellos, á fin de
Como el Principe j la Princesa embiaron tres caballeros al Rey poner necesidades é hacer alteración en el Reyno
Don Enrique a le hacer saber si casamiento.
por sns proprios intereses, segund veia por experien
Celebradas las bodas de los muy excelentes Prin cia que lo habían acostumbrado. Ansimesmo le su
cipes Don Fernando é DoBa Isabel de Castilla é de plicaban que no le ploguieso hacer mudanza, ni to
Aragón (1), acordaron do embiar al Roy Don Enri mar otroB propósitos nuevos contra lo que habia
que su hermano tres caballeros : el ano de la Casa asentado é jurado cerca de su subcesion, porque
del Rey do Aragón, que so llamaba Mosen Pero aquello tal redundaría on gTand deservicio de Dios
Vaca, é otro que se llamaba Diego de Ribera, Ayo é suyo é dafio destos Reynos. El Rey, oidos aquellos
que fué dol Principo Don Alonso, 6 otro que Be lla embajadores, respondiólos que esperaba algunos
maba Luis de Antezana. Con los quales lo embiaron Qraudos do sus ReynoB que presto habian do venir
hacer saber su casamiento, é que le pedian por mer á su Corte, con consejo de los quales embiarís en
ced que lo oviese por bien, pues habiéndose hecho respuesta. Esto fué respondido por consejo dol Maes
con madura deliberación, é con placer de todos los tre de Santiago, al qual pesó mucho de aquel matri
del Reyno, parecía ansimesmo que plogo dello á monio, porque tenia el Marquesado de Villena, que
Dios, ó que fuese cierto que ellos estaban en propó habia soydo del Rey Don Juan de Aragón, padre dol
sito de le servir y estar á toda su obediencia como Principe, y el Maestre de Santiago tovo tal manera,
que ol Rey quando era Príncipe se conformase con
(1) La Princesa Antes de concluir II casamiento habia cmblado el Rey Don Juan su padre, para echar del Reyno al
de Valladolld, con fecha do 12 del mismo Octubre, nm larga carta Roy do Aregon que ora estéticos Roy de Navarra, é
al Rey su hermano, do que Pulgar no hace mención. En la cual al Infante Don Enrique su hermano, é los deshere
1c manifestaba los motivos porque de común consentimiento de dase de todo el patrimonio que el Rey Don Fernan
los Grandes que para este efecto habia llamado, habia preferido
el casamiento del Principe de Aragón i los demás que se le ha do do Aragón su padre los habia doxado en Costilla,
blan propuesto, recontando los agravios que en perjuicio do lo segund en la Crónica del Rey Don Juan es mas lar
tratado su hermano le habia hecho, ya procurando casarla con gamente recontado. Este Maestre Don Juan Pache
el Rey de Portugal para alejarla del Reyno, ya mandando i los de co, viendo que tenia el patrimonio del Rey de Ara
Madrigal que la prendiesen, y dando la villa de Arévalo al Conde
dePlasencia, que era de la Reyna madre; no obstante todo lo gón, siempre vivió con recelo de lo perder, como vi
cual ella se ofrecía i dar al Rey tal seguridad por si y por el ven aquellos que poseen cosas agenas. E por lo sos
Principe de Aragón, que el Rey fuese contento, y ofrecía que en tener, continamente ponia indinacion entre el Rey
trambos le servirían como hijos, si quisiese recibirlos como talos, Don Enrique y el Rey de Aragón, porqae la discor
y cumplirían fielmente sus mandatos como de Rey y Señor. A la
cual carta el Rey no respondió hasta que celebradas las bodas, sie dia entre estos dos Reyes entendían ser remedio
te dias después embiaron segunda vez otra carta por estos emba para poseer lo que tenia del Marquesado de Villena,
jadores Mosen Pero Vaca, por parte del Principe, Diego de Ribera, y el Maestradgo de Calatrava, que tenia en sobrino
por la Princesa , y por el Arzobispo de Toledo Luis de Antezana, Don Rodrigo Tellez Girón, fijo do su hermano Don
n la cual insertaban la concordia de su casamiento y es la misma
|ue aquí eztracta Pulgar, y trae i la letra como la antecedente Pedro Qiron ; el qual habia poseido Don Alonso,
Snrlq. del Castillo, Crón. de Don Enrió,. IV, cap. 13* y t3R. He hijo bastardo dol Roy de Aragón. E considerando
querido extractar la carta antecedente, por la alta idea que pre que este casamiento del Principe de Aragón con la
senta de la Princesa Dofia Isabel y del respeto que siempre tuvo Princesa fortificaba mucho la parte que tenia en el
al Rey su hermano aun después de jurada por heredera. Enriques,
Crón. it Enrío. IV, cap. SI. Reyno de Castilla , é que era camino para que su hi-
Cr.—III. 16
242 CRÓNICAS DE LOS REYES DE CASTILLA.
jo perdiese el Marquesado de Villana, del qual le gela diese é oviese con ella la subcesion del Reyno
era ya hecha merced é dado el título de Marqués, de Castilla.
quisiera mucho que aquel casamiento no se hiciera.
E por aquella cansa , no solamente movia discordia
CAPÍTULO II.
entre el Rey á la Princesa su hermana, mas daba
lugar que cada uno de los Grandes é otros caballe Como el Rey Don Luis de Francia embió su embalada a pedir por
ros del Reyno se apoderasen del patrimonio real, por muger a Duiia Juana, que se decia bija del Rey Don Enrique,
para el Duque de Guiana su hermano.
quitar do todas partes las fuerzas al Principe, é po
nerlo en necesidades tanto grandes, quo entendiese En ol año siguiente del Señor de mil é quatro
quo la menor do todas fuese cobrar el Marquesado cientos é setenta é un años (2), el Rey do Francia,
de Villena que él tenia ocupado, y el Maestradgo mostrando grande enojo porque la Princesa no qui
de Calatrava que tenia su sobrino, hijo del Maestro so aceptar el matrimonio que por su parte le fué
bu hermano que era ya fallecido. En el ano siguien movido para ol Duque de Berry su hermano, é por
te del Señor do mil é quatrocientos ó setenta afios, quo lo concluyó con el Principe do Aragón, embió
allí en Valladolid fué noliñuado al Principo ó á la al Cardenal de Albi é otros Caballeros con él al Rey
Princesa que el Roy Don Enriquo queria mover Don Enrique, ó le demandar por muger para ol Du
guerra contra ellos para los echar del Reyno , é que que su hermano á la que llamaban Princesa é decian
requería para ello algunos Grandes é caballeros. sor su hija. Y estando el Rey en su palacio en la
Esto sabido, hubieron consejo do ir á la villa de villa de Medina del Campo, é con él el Maestre da
Dueñas, que era de Don Pedro do Acuna, Conde de Santiago, y el Duque de Arévalo, y el Arzobispo de
Buendia, hermano del Arzobispo de Toledo, donde Sevilla, y el Obispo de Sigüenza, y el Obispo de
estuvieron algunos dias; é allí parió la Princesa á Burgos, é Don Rodrigo Alonso Piínentel, Conde de
la Infanta Doña Isabel su hija (1), primero día do Benavente, é otros Caballeros é Perlados de su Con
Octubre deste año do mil ó quatrocientos é setenta sejo, aquel Cardenal propuso su embazada, en la
•» años. Estando en aquella villa, algunos Grandes é qual recontó ol amor que siempre fué entre los Re
Perlados del Reyno quo supieron como ol Roy Don yes do Francia é do Castilla, é la paz que do largos
Enrique queria mover guerra contra ellos por los tiempos so habia guardado entre los subditos do la
echar del Reyno, sintiéndolo grave, les orabiaron una parte é de la otra. E después propuso la mate
ofrecer que les ayudarían con sus personas ó casas, ria de aquel casamiento quo traía en cargo, é dixo
para dofonder la subcesion del Reyno que pertene al Roy que lo ploguiese de dar su hija la Princesa
cía á la Princesa, é qne no consentirían que otro al en matrimonio para el Duque de Guiana, hermano
guno la oviese desde aquellos dias. El Rey Don En del Rey de Francia, porque so continase el amor
rique, por consejo del Maestre de Santiago, é de que antiguamente había seydo entre los Reyes de
otros algunos quo pensaban acrecentar sus estados Francia é de Castilla. Oida por el Rey esta emba
habiendo discordia en oí Royno, mostró indínacion zada, plógole mucho é respondió á aquel Cardenal
contra la Princesa su hermana por causa del caso- é á los Caballeros que venían con él, que lo placía
miento que había hecho sin su consentimiento ; é de dar su hija en casamiento á aquel Duque de
poniéndolo por obra le tomó las rentas de la villa de Guiana, é de le otorgar la subcesion del Reyno ; é
Medina del Campo, é las otras rentas que tenia para luego mandó poner grand diligencia para que se
su mantenimiento, las qnales lo había dado al tiem concluyese. É porque la Ruyna Doña Juana é aque
po que la juró por Princesa é subcesora del Reyno. lla Doña Juana, su hija, estaban en la villa de Ruy-
En esto año no pasó otra cosa quo sea de contar, sal trago, acordaron que el Rey é todos los que estaban
vo quo el Maestro de Santiago embió secretamente con él, é asimesmo el Cardenal é todos los caballe
al Roy do Francia á lo decir que ominase su emba ros Franceses que venían en aquella embazada fue
zada á podir por muger para el Duquo do Guiana sen & Lozoya, que os cerca de Buytrago, porque mas
su hermano, á Dofia Juana quo so decia Princesa é prestamente so concluyese el desposorio. É ponién
hija del Rey, é qne él ternia manera con el Rey quo dolo por obra, la Rcyna Doña Juana é su bija con
ella, y el Marqués do Santillana, Don Diego Hurta
(I) Esta Princesa tratada primero de casar con el Delfín de do de Mendoza, é los Condes do Tendilla é de Co-
Francia que después fué Carlos VIH, según parece por el tratado rufia, é Don Juan de Mendoza, é Don Hurtado do
de alianza hecho entre Luis XI y los Reres Católicos, luego que
éstos subieron al trono, en París a 50 de Enero de 147';, casó
después con Don Alonso, Principe heredero de Portugal, hijo do (í) Pulgar adelanta estos sucesos un alio. El desposorio de Do
Don Juan II de aquel Reyno. Pero habiendo muerto desgraciada fia Juana'con el Duque de Guiana se hizo en Lozoya «limes f(! de
mente de la calda de un caballo poco tiempo después de sus bo Octubre do 1470. Desposóse con ella el Conde de Rolofta que traia
das, sucedió después a Don Juan en el Reyno de Portugal el poderes del Duquo junto con el Señor de Monacorsl. El Cardenal
Duque Don Manuel, primo hermano del difunto, y casó con esta y el Scilor de Torcy venían en nombre del Rey i ara autorizar los
Princesa. Tuvo de. ella a Don Miguel, de cuyo parto murió su ma tratos. Tomóles el Cardenal las manos y los desposó. Forreras y
dre en S3 de Agosto de ll'JS. El Principe Don Miguel murió poco Zurita llaman equivocadamente i este Cardenal Guillermo, y aun
después en Cranada en 20 de Julio de 1500, ya jurado Principe de por eso el primero no le encontraba en las promociones de enlis
Espalia y Portugal. Galind., Menor., aHi/de I no. Mariana, lii. 45, to III ni de Pió II. Llamábase Juan Godofrcdo de Arras, y fué
eap. 14; lib. 47, cap. 3. Trac el Tratado de alianza que citamos creado por Pió II en las Témp iras de Diciembre de 1461. Rnriqucz,
el Abad Lenglet en su Edición de las Memorias de Cominos, Croa, de Enría. IV, cap. 143 y 145. Zurita, lili. 18, cap. 31. Maria
T. III, p. 3CJ, Preuv. n. CCXXYI. na, lii. 43, cap. 15. Ilermilli, Trad. de Ferrer, T. Vil, p. 441.
DON FERNANDO É DOÑA ISABEL.' 243
Mendoza, raí hermanos, que venían con ella, salió- » respeto del servicio vuestro, pidiendo por merced
ron de la villa do Buytrago quanto una legua ca »á Vuestra Alteza, que si por haberse hecho así al-
mino de Lozoya, donde estaba esperando el Rey y ngun desgrado oviese habido, quisiese por nos ha-
el Cardenal é los otros que habernos dicho. É allí «eer merced de ponerlo, ofreciéndole nuestra filial
en el campo el Rey, y el Maestre, é todos los otros «obediencia é servicio, lo mas acatada é homilmen-
Duques é Condes que con él vinieron, por las gran »te que podimos, con ofrecimiento de suficientes
des dádivas é maravedís do juro de heredad, é pro «certinidades é seguridades para lo mostrar en obras
mesas do mercedes de vasallos, é do otras rentas nsogund en la dicha creencia mas por extenso so
que el Ruy Don Enrique les dió é prometió, juraron « contiene. Esta embaxada Vuestra Real Señoría re-
do nuevo á aquella Doña Juana como á hija del Rey «cíbió é oyó graciosamente, é nos respondió que
por Princesa heredora de Castilla. El Marqués do «como viniesen á vuestra Corte algunos grandes
Santillana ni el Obispo de Sigücnza ni los otros sus «destoB vuestros Reynos que esperaba, entendería
hermanos no hicieron aquel juramento, porque di- «en ello é nos responderia. La qual respuesta, muy
xeron que ya lo habian hecho al tiempo que por «poderoso Señor, de dia en .día habernos atendido
todos Iob del Reyno generalmente habia seydo ju «en la paz ó sosiego é obediencia que Vuestra Mer-
rada. É luego el Cardenal do Albi, por poder que «ced ha visto, é aun en este comedio, aprobando
tenia del Duque do Guinna, so desposó por palabras «en obras nuestras palabras habernos dado órden,
de presento con aquella Doña Juana como Princesa «rogando á esta muy noble villa do Valladolid, é &
horodora del Reyno. Hecho aquel acto, el Roy Don «las otras cibdades, villas é tierras quo no estaban
Enrique é la Reyna su muger, é aquella Doña Jua ná vuestra obediencia, que en ella se pongan; é si
na, y el Cardenal de Albi, y el Maestre, é todos los «otra cosa nos queda de hacer para mostrar el
otros Duques é Perlados é Caballeros que estaban «amor é filial deseo que tenemos á vuestro servicio,
con el Rey, fueron para la cibdad de Segovia donde «prestos estamos paralo complir. É, muy excelente
les fué heeho solemne recebimiento. E allí estovo « Señor, ya son pasados cerca de quatro (1) meses,
el Cardenal é los otros caballeros Franceses pocos »é Vuestra Señoría no nos ha respondido. Agora por
dias; y el Rey les dió de sus dones, é los despidió. «muchas partes habernos seydo informados é avisa-
De aquel desposorio pesó mucho á todos los mas de ndos que en lugar de aceptar nuestra justa suplica-
los Orondos é Caballeros del Reyno, especialmente ncion, por algunos rodeos é maneras muy poco
á los comunidades de las oibdades é villas, porque ii complideras á vuestro servicio é á la paz é sosiego
entendían que era materia de escándalo é de guer «destos vuestros Reynos, se procuraban de meter
ras en el Reyno, é afeaban mucho á los que venci «gentes ostrangoras, á esta vuestra nación muy
dos do cobdicia, tnn varios juramentos hacinn unos «odiosas, é de hacer otros movimientos contra nos-
contrarios de otros; é asi por esta causa como por «otros é contra la derecha é legítima «ubceBion á
las tirantas que se hacían en el Reyno sin resisten «nos perteneciente. La qual Vuestra Alteza de su
cia ni castigo, quanto mns el Rey y el Maestre es «libre voluntad, usando do razón é de justicia, juró
taban en odio de los comunes, tanto el Principe é d & mi la Princesa en pública plaza, estando en vues-
la Princesa crecian en amor del pueblo, é siempre «tro poder en las vistas do Guisando, en presencia
se confirmaba mas en las intenciones de todos su «del Legado de nuestro muy santo Padre, é con su
derecho de la subcesion. Como esta Dofia Juana fué «autoridad; é aquello mesmo hizo allí jurar & los
desposada con el Duqne de Gniana, luego el Maes «muy reverendos in Christo padres Arzobispo de
tro de Santiago se apoderó dolía, pensando que te «Toledo é de Sevilla, é al Maestre de Santiago, é
niéndola en su poder ternia el Rey mas cierto 4 lo «Conde de Plasencia, é Obispos de Burgos é Coria,
que quisiese, é que su estado seria mas conservado «ó otros DuqueB é Condes é Ricos-Hombres que allí
é acrecentado por causa della. Sabido por el Prínci «á la sazón se acertaron; é después en la villa de
pe é la Princesa el acto de casamiento hecho cerca «Ocaña por mandamiento de Vuestra Señoría lo ju-
de Lozoya, é como el Rey mostraba clara enemiga » raron otros muchos Perlados é Caballeros, é Pro-
contra ellos, la qual el Maestre de Santiago desper « curadores de las cibdades é villas destos Reynos
taba é hacia que se continuase por lo que dicho ha «según Vuestra Merced bien sabe, é á todos ellos es
bernos, acordaron de escrebir al Rey una letra en la » notorio. É , muy excelente Señor, porque nosotros
forma siguiente. n todavía estamos é permanecemos en el deseo que
«Muy alto é muy poderoso Principe, Rey é Señor:
«Vuestra Señoría sabe como en el mes de Octubre (i) Segnn eso esta earU debió escribirse i últimos de Febrero
«del año pasado ovimos embiado á Vuestra Alteza de 1170. De donde se deduce mas claro el error de Pulgar, que
«nuestras letras con Mosen Pero Vaca é Diego de adelanta estos sneesos al ato 71, debiendo referirse al anterior.
«Ribera é Luis de Antezana, con cierta creencia por Enriquez del Castillo trae también esta carta aunque muy dimi
nuta en tu Crón., cap. 112. Tampoco es cierto que la cansa de es
«escripto; la qual en efeto contenia primeramente cribir los Principes esta carta fnera la qne aquí se explica de ha
«facer saber ti Vuestra Alteza el casamiento nues- ber sabido lo hecho en f.oinva, que no fué sino algunos meses
«tro, é la razonable causa porque para ello no se después, en el de Octubre, como dejamos notado, ni en su conte
nido se hace mención de tal cosa, sino los rumores que se habian
«habia esperado el mandato é consejo é consenti- esparcido de que el Rey quería revocar el juramento hecho i fa
« miento de Vuestra Real Señoría, é después certift- vor de au hermana j hacerlo de nuevo i favor de su pretendida
» cando ó aquella como se habia hecho con puro hija.
244 CRÓNICAS DE LOS REYES DE CASTILLA.
» tos onibiamos decir de tos servir é acatar é obede- acón el dicho Conde ansimesmo hayamos de estar,
i) cor como á Rey é Señor é padre verdadero, de lo aso cargo del dicho juramento que primero hagan.
8 qual queremos dar cuenta á Dios Nuestro SeDor en a Por ende, muy poderoso Sefior, pues tan Uanamen-
«los cielos, que es verdadero sabidor de las intencio- ate tob ofrecemos la paz, é nos sometemos al juicio
i) ues públicas é secretas, é á vuestros naturales en la aé sentencia de vuestros naturales, suplicamos á
«tierra, é aun á los extraños, acordamos escrebir a Vuestra Real Señoría, é si menester es, le requerí
» esta presente carta á Vuestra Merced. A la qual amos con aquel Dios poderoso que suele ser y es
acón reverencia de bijos é servidores suplicamos a derecho é justo juez entre los Emperadores é Ro-
«quiera aceptar nuestra justa suplicación; é acepta- uyes é Grandes señores, que no nos quiera negar
ida aquella reciba nuestra obediencia é servicio, a aquesto, quo al menor de vuestros Reynos negar
a posponiendo todos los otros enojos ó desgrados a no se puede ni debe. Lo qual una é muchas veces
»por servicio de Nuestro Señor, ó por la pacificación a tornamos á suplicar é requerir á Vuestra Merced
«destoa vuestros Reynosó señoríos, ó por hacer mer a con quanta instancia podemos ó reverencia dobe-
eced á nosotros, cuya voluntad nunca fué ni será Binos. Ansimesmo lo entendemos publicar en vues-
a de vos enojar ni deservir. É si por Tentura, muy a tros Reynos é fuera dellos: porque si así esto no
a excelente Sefior, á Vuestra Alteza no placerá hacer a se recibiere, y en la defensa de nuestra justicia
Beato asi graciosamente como lo pedimos, suplicá- a hiciéremos aquello que á todos es permitido prr
amoslo lo que de justicia no nos puede negar, es á a los derechos divinos é humanos, seamos sin cargo
«saber : que antes que los tales rigores se comien- 8 quanto á Dios é quanto al mundo: ó desto suplica-
»con, los quales serian malos de atajar depues a mos á Vuestra Alteza quo hayamos su dotermina-
a de comenzados, é dellos se podrían seguir muy a da respuesta, b
agrandes ofensas á Dios é irreparables danos á es- El Rey, vista aquella letra, embió decir á la Prin
b tos vueetroB Hoy nos, ó aun creemos que so exten- cesa, que no ovo buen acuerdo en concluir su ma
a derian á muy grand parte do la christiandad, quo trimonio sin gelo hacer saber é haber su consenti
aá Vuestra Merced plega de nos oír, é guardar nues- miento para ello, por los inconvinientes que de se
a tra justicia en esta manera : Quo Vuestra Alteza mejantes cosas se solían seguir en los reynos. É que
a mande é le plega que á quatro Grandes de vues- bien parecía en este su casamiento hecho contra su
Btros Rey nos que á las partes sean fieles, sea entre- voluntad, que aun no placía á Dios que cesasen los
b gada una villa con las seguridades que se requie- males ó guerras que habia en el Reyno. El Prínci
aren en tal caso; donde so salvaguarda de Vuestra pe é la Princesa, vista la respuesta del Rey, acor
aAlteza á los Perlados é Grandes de vuestros Rey- daron de ir para la villa de Rioseco, que es del Al
anos mando venir, 6 ansimesmo nosotros é todos mirante, por mayor seguridad de sus personas, en lo
a aquellos que nos siguen podamos ir, é allí Vuestra qual estuvieron algunos dios, durante los quales, el
«Señoría mando llamar los Procuradores do las cíb- Maestro de Santiago quiso haber para sí de juro do
Bdades é villas, é á los principales religiosos letra heredad la villa de Sepúlveda é su tierra, y el Rey
a dos de todas las órdenes de vuestros Reynos, los le hizo luego merced della. Conocida por los pueblos
a quales oyan lo que Vuestra Merced querrá decir, e la flaqueza é poca resistencia que el Rey tenia en
aansimesmo lo que nosotros diremos; é quiera estar conservar lo de la corona real, é la gran disolución
aá la determinación dellos, ó de la mayor parte, so- Con que lo daba, todas las cibdades é villas del Rey-
b bre solenne juramento que bagan de determinar lo no guardaban de ser agenadas en poder de caballe
«que les pareciere ser mas justo. A la qual determi- ros; Iob quales, como se hace en semejantes tiempos,
a nación nosotros por servicio de Dios é vuestro, é procuraban de se apoderar cada uno por su parte de
a por evitar tan grandísimos males como de la rotu- todo quanto mas podían. E por esta causa, los de la
ara, si se comienza, se podrían seguir, desde agora villa de Sepúlveda que estaban avisados de esta
anos ofrecemos de estar obedientes sin poner á olio merced, se defendieron de tal manera que el Maes
«ninguna con tradición. É porque pocas veces los tro no la pudo haber; é trataron con el Principe é
a muchos se concordaron en una cosa, si entre los con la Princesa, que viniesen á la villa ó la tomasen
a sobredichos oviere alguna diferencia en el deter- en su señorío, porque entendían que ellos habían de
b minar, á Vuestra Alteza placiendo, á nosotros pla- ser subcesores del Reyno, y estarían bien guardados
n cera que acatada la honrada edad é vida é apar- en su poder para la corona real.
Atamiento de los temporales negocios, é la grand
b discreción de Don Pero Fernandez de Velasco CAPÍTULO III.
«Conde de Haro, que él con los quatro religiosos é
Codo el Principe é la Princesa fueron i la rilla de Sepúlveda
«mayores Perlados de las órdenes de Santo Domin- ¿ Arando, t lo que allí hicieron.
a go é de Sant Francisco, é de Sant Hierónymo, é de
ala Cartuxa en estos vuestros Reynos, entiendan en Y el año siguiento del Sefior de mil é qustrocien-
slas tales diferencias, é las atajen é determinen tos é setenta é dos afios, el Príncipe é la Princesa
acornó en sus consciencias entendieren ser mas partieron de la villa de Rioseco, é fueron para la
acomplidero al servicio de Dios, ó á la paz é bien villa de Sepúlveda, que estaba por ellos; en la qual
a universal destos vuestros Reynos. A la determina- fueron bien recebidos, é tomada seguridad de los
ncion de loa quales, ó de los tres destos religiosos principales de la villa que la guardarían, fueron 4
DON FERNANDO i DOÑA ISABEL. 245
la villa do Alcalá de Henares. Y estando en aquella na, mostró grand sentimiento; é luego pensó des
villa, con el Arzobispo de Toledo, algunos principa posar aquella Doña Juana, que decia ser su hija,
les de la villa de Aranda de Duero, que era de la con el Rey de Portogal. E poniendo en obra su
Reyna Doña Juana, rebelaron contra ella, é pusie pensamiento, por consejo del Maestre de Santiago
ron la villa en el señorío de la Princesa; y echaron embió su mensagero al Rey de Portogal á le ha-
de la villa la justicia é todos los oficiales que esta cor saber en como seria necesario que se viesen
ban puestos por la Reyna Doña Juana. Ansimesmo en uno para platicar algunas materias, que al ser
porque el Rey Don Enrique habia heclio merced de vicio de Dios é al bien de sus Beynos por eston
Ja villa do Agreda á Don Luis de la Oerda, Conde de ces oourrian. É porque estas vistas fuesen al Rey
Medinaceli, los de la villa se pusieron en defensa, é de Portogal mas fáciles, de parte del Rey le fué
como quier que el Conde guorreó é hizo muchos da dicho que se llegaría á las partes cercanas de su
nos, robos é quemas á los de la villa ó su tierra por Reyno de Portogal. El Rey de Portogal respondió
la sefiorear; pero al fin se defendieron y entregaron que le placía de verse con el Rey; é ambos Re
la villa á la Princesa, por ser defendidos en su poder yes se juntaron en la cibdad de Bodajoz, é ovie-
para la corona real. Otrosí el Alcayde de Castronu- ron habla el un Rey con el otro solos. É después
Co, un tirano de quien adelante en esta Crónica se por medio de personas de su Consejo se platicó
hará mención, estaba apoderado de la villa do Tor- la materia do aquel casamionto del Roy de Por
desillas , é un caballero de la casa do la Princesa, togal con aquella Doña Juana su sobrina. En las
que so llamaba Alonso de Quintanilla, tovo trato se qualcs pláticas intervinieron el Maestre de Santia
cretamente con algunos de la villa que diesen lugar go, que continamente estaba con el Rey, y el Du
al Principe para entrar en ella. É una noche del mes que de Arévalo, Conde de Plosenoia; los quales de
de Mayo deste año, el Príncipe y el Duque de Alva parte del Roy prometieron al Rey de Portogal la
con él, hicieron traer secretamente barcos , é con subcesion del Reyno de Castilla. É por parte del
gente de armas, unos por el rio, é otros por parte de Rey de Portogal fueron demandadas muchas cib-
la tierra, entraron en la villa. É aquel Alcayde de dados é villas é fortalezas en el Reyno para segu
Castronufio que estaba en ella apoderado, visto como ridad de lo que le era promotido; las quales eran
el Principe poderosamente entró en ella, dexóla é fué difíciles de entregar segund la poca fuerza que el
oon toda su gente para Castronuño ; é asi quedó la mando del Rey tenia estonces en el Reyno, é por
villa de Tordesillas para el Principe é para la Prin esta causa el casamiento no ovo efeto. Algunos
cesa, libre de la opresión en que la tenia aquel tirano. decian que ol Rey de Portogal dexaba de lo con
cluir porque su consciencia no se saneaba bien
CAPÍTULO IV. del derecho do su sobrina, por las cosas pasadas
quo habia oido publicar de la Reyna su hermana.
Como el llcy Don Enrique te «Ido en Itadajoz con el Hoy do Por
tugal, é lo que so trató ende del casamiento de Doña Joans. Otros decian que no quiso aceptar aquel casamionto
por la grand parte que tenia el Príncipe é la Prin
En el afio siguiente del Señor de mil é quatrooien- cesa su muger en Castilla, en especial en los pue
t08 é setenta é tres años, al principio del año vino blos, según lo qual le fuera dificile adquirir el Rey-
nueva al Rey Don Enriquo como el Duque do (1) no en vida de aquellos; é que era mas cierto que
Quiana, esposo de Doña Juana, la que decia ser su aceptaba empresa para sostener contina guerra, que
hija, era fallecido, é murió en la villa de Bayona, para haber Reyno pacífico. É ansí se despidieron de
que es del Ducado de Guiana. Algunos de aquel aquellas vistas sin haber conclusión de aquel casa
Reyno de Francia decian que fué muerto con pon miento (2).
zoña que ol Rey su hermano le habia hecho dar,
porque recelaba que so juntarla con los Duques de CAPÍTULO V.
Bretaña é de Borgofia, é con otros Duques é Se
ñores del Reyno de Francia contra él. Sabida por Como el Rey Don Enrique trató casamiento de Dolía Juana con el
Infante Don Enrique.
el Rey Don Enrique la muerte del Duque de Guia-
Despedido el Rey Don Enriquo de aquel casa
(1) Cirios, Duque de Gnians, hermano único de l.uls XI de Fran miento que trataba con el Rey de Portogal, luego
ela, es el mismo que en el capitulo II llama Duque de Berry. Este, quiso desposar aquella Doña Juana que decia ser su
después de efectuado su desposorio con Dolía Juana como nota hija con el Infante Don Enrique, hijo del Infan
mos arriba, pensil y aun quiso por fuerza casar con una hija del
Duque de Dorgofia. Pero su muerte, acaecida en ti de Mayo de te Don Enrique, que- estaba en Aragón en poder
U7i, desconcertó sos medidas y las de sus aliados, que con el ho del Rey Don Juan de Aragón su tio; el qual le
nesto nombre de la ligo del bien publico hablan conspirado contra
el Rey. Por entonces se creyó que Jordán Faure Abad, de San Juan
de Angelí , le dio i comer un melocotón envenenado, y no falta (i) Enriques del Castillo dlee que quando el Rey Don Enrique
quien diga con Pulgar que se lo hizo dar su mismo hermano re fui a Badajoz, halló que estaba apoderado de ella el Conde de
celoso del poder que adquiría con el nuevo enlace. Un extracto de Feria, quien no le quiso abrir ni dar entrada, diciendo que la guar
la Instrucción dada al Arzobispo de Tours, comisionado para la daba para el Maestre de Santiago, de donde el Rey se vio en pre
causa del Abad do San Juan de Angelí, publicó el Abad l.cnglct nsión de ver al de Portngal fuera de la ciudad, y éste, escandali
en su edición de Comines, T. III, p. 179, Prca*., a. CCIX. Allí zado de la sujeción en que el Rey estaba, y temeroso de los malos
mismo pueden verse las observacionessobre esta muerte de Mr. Go- tratos del Maestre, no obstante que se le ofrecían en seguridad
defroy, T. III, p. 187, Pren., n. CLXXXUI. varias .ciudades, no quiso aceptar el casamiento. Cr6n.,cap. 155.
246 CRÓNICAS DE LOS BEYES DE CASTILLA.
liabia criado é sostenido después que el Infante su Príncipe Don Alonso, ó hicieron la división en ol
hermano murió de la herida que le dieron en la Reyno que habernos recontado. E tanta ora la parte
batalla que ovieron con el Rey Don Juan cerca de que el Rey daba de si ú sus privados, quo este An
Olmedo , seguu en su Crónica será contado. Este drea de Cabrera pudo tener tales maneras con él,
casamiento desoaba mucho hacer ol Bey Don En para lo traer que estoviese á la gobernación del
rique con esto Infante, por dar competidor al Prin Maestre do Santiago, aunque estaba con su herma
cipo ó á la Princesa en la subcesion del Boyno. no en su deservicio. Eansi en vida del Principe Don
É trató secretamente con Don Rodrigo Alonso Pi- Alonso, como después que murió, esto Andrés de
mentel, Conde de Benavente, el qual ora primo deste Cabrera posponía todas lascosas por servir al Maes
Infante Don Enrique, que embiase por él á AragoD, tro ; especialmente en le tener siempre en la gracia
para darle aquella Doña Juana que decía ser su del Roy , é para lo traer ú su Corte , según que ha-
hija por muger, é otorgarle la subcesion del Rey- boinos contado quo pasó en Cadahalso , quando ju
no. El Infante que estaba á la obediencia del Rey raron á la Princesa por subcesora do Castilla. El
de Aragón, oido lo que le fué movido corea deste Maestre de Santiago como vido al Rey tan aficio
casamiento, deliberó de lo aceptar é venir luego nado por casar á aquella que decia ser su- hija con
para Castilla á lo concluir. É como quier que voia el Infante Don Enrique , mostró dolió algún pesar,
bien que no guardaba lo que debía en se apartar porque venia por mano del Conde de Benavente su
del Rey de Aragón su tio sin su licencia, pero yerno , que de secreto era su enemigo. E la causa
considerando que le impediría su venida, porque de su enemistad era porque el Conde tenia creído
era contra el Príncipe su hijo, é contra la Princesa que el Maestro su suegro le había quitado el Maes-
su muger, que esperaban la subcesion del Reyno, tradgo do Santiago que él procuraba, é lo había to
pospuso lo que dobia hacer do presento, esperando mado para si. E como quier que al Maestro pesaba
lo que pensaba haber de futuro; ó sin lo comuni que el Principe é la Princesa oviesen la subcesion
car con el Bey su tio se partió del, é vino para del Reyno, pero recelaba haber mayor peligro si la
Castilla, donde fué bien recebido del Bey Don oviese este Infante Don Enrique , por ser primo del
Enrique (1). Conde su yerno a quien él mucho temía, yeso mes-
mo porquo mostraba algunas voces ser pungido do
CAPÍTULO VI. su consciencia, si fuese en consejo do quitarle la
subcesion del Reyno a la Princesa ¡ ó por esta causa
Del ruido <]uo ovo en Scgovia , é de lo que allí acaeció con el puso grandes inconvenientes al Rey, porque no hi
Mayordomo Cabrera.
ciese este casamiento. Especialmente decia que si
É para mas clara información de los quo leyeron el Infante Don Enrique ovieso la subcesion de Cas
esta Crónica , es de saber , que entre los criados que tilla, él tenia poca seguridad de su persona y esta
ol Roy Don Enrique tovo fué aquel su Mayordomo, do ; é para lo haber pidió al Rey el alcázar de Ma
de quien habernos hecho mención en el principio drid, quo tenia el Mayordomo Andrés de Cabrera, y
do esta Crónica, quo se llamó Andrés do Cabrera, el Rey gelo prometió. Como ol Mayordomo sopo que
natural de la cibdad de Cuenca , mozo de buena dis el Maestre procuraba dehaberparasi aquella tenen
posición é de buen juioio. Este fué uno do los pri cia, pesólo de ver la ingratitud que ol Maestre lo
vados que amó el Rey, é lifzolo Mayordomo de su facía en lugar de las mercedes quo del esperaba, é
casa , é dióle las tenencias do los alcázares de Sego- díxole: u Notorio es, Señor, que algunos de los que
via é Madrid , que eran los dos lugares que él mas d han estado cerca del Rey, muchas veces ó por di-
continaba en el Reyno ; especialmente á Segovia, ti versas maneras procuraron vuestra muerte é des-
porque tenia cerca de la cibdad sus bosques para » truicion ¡ ó sabois quo os avisé do todas las cosas
sus apartamientos, é todas las otras cosas en quo so i> quo os cumplían cu todo tiempo que fué necesa-
dcleytaba. Esto Mayordomo Andrés de Cabrera ser » rio , poniendo muchas veces á peligro do muerte
via con afición al Maestre do Santiago quando so » mi persona por salvar la vuestra. Agora me páro
apartó del Roy , ó se juntó con ol Arzobispo de To li ce que en pago de los trabajos quo ovo por conser-
ledo, ó con el Almirante Don Padríque, ó con Iob d var lo quo toncis, procuráis con el Rey de quilar-
otros caballeros quo alzaron por Rey en Avila al i) mo lo que tengo. Digna por cierto é bien mere-
» cíente remuneración de mis penas é trabajos es la
(I) No vuelve ya a nombrar este Infante, ni dlee en qué pan) su ii quo me procuráis. Decidme, Señor, ¿do está aquel
casamiento, luciéronlo salir de Aragón, sin licencia del [ley su tio «tiempo que la Marquesa vuestra muger me 11a-
como aquí se nota, y sin dejarlo entraren Madrid lo detuvieron eu
nelaf*, donde después de muchas idas y venidas se deshicieron v) maba padre de sus hijos , ó vos me Uamávades
los tratos, por Inducimiento del Maestre de Santiago, que no gus » hijo particionero con vuestros herederos ? E ¿ do
taba que se hiciese este casamiento, temiendo que st llegaba a rey- o están las promesas tan fervientes é tan complidas,
nar uo le quitara las posesiones que tenia, que hablan sido del d que sin vos las yo pedir mo hecistes para me acre-
Infante Don Enrique su padre. A esto ayuda mucho la poca cor
dura y liviandad del infame, que sin tener sus cosas aseguradas, n centar é honrar? ¿Mudáis por ventura vuestro pro-
presumía ya sobrado, dando a besar la mano con arrogancia a los » pósito porque mudo yo el mío , ó habéis olvidado
Grandes, que le ofrecían la paz acostumbrada. Asi burlado y » ya mis servicios, porque olvidé yo de vos servir,
descontento hubo de volverse a su tierra, y por esta desgracia le
quedó el apellido de Don Enrique Fortuna. Enrlq., Cro*. de Eu- » ó porquo los perdi con algunos deservicios? No por
riqui IV, cap. 159 y 160. Mariana, /i». f¡, cap. 19. » cierto. Mas parece bien que estaba engañado quan
DON FERNANDO É DOÑA I8ABEL. ' 247
ido los hacia, pues hacéis agora comigo cosa no contándoles mas se conservaban mejor, é pues no
0 vista ni oida on ningún tiempo ni edad. Porquo podian permanecer en un sor , do necesario ora , si
n traer en olvido el bonoficio , acaece muchas voces; no so acrecentaban, quo se disminuyesen. Después
1 tenerlo en la momoria é disimularlo , visto lo ha que el Maestre fué apoderado dol alcázar do Ma
ll bomos ; negar el beneficio por no satisfacerlo, mu- drid, estorbaba oon dilaciones al Bey Don Enriquo
I choa lo usan ; pero confesar los servicios , é promo- oí casamiento del Infante, é al Conde do Ben aven
ntor por ellos grandes bienes, y en lugar dollos dar tó que lo trataba, representándole algunos inconvi-
i) grandes males, osto por ciorto excedo todos linii- niontos quo en su persona y estado se podian seguir
i) tes do ingratitud. Yo , Seflor , no pido que me deis si so íicieso. En especial decia quo aun con el alcá
n de lo vuestro , mas pido que no me quitéis lo mió; zar do Madrid quo le habia dado , no fallaba segu
ino pido cosa injusta ni imposible de hacer, mas ridad do su persona si no le entregaba el alcázar de
» pido cosa justa é muy razonable do otorgar. Todo Segovia, que tenia ol Mayordomo Andrés de Cabro-
«hombro quo alguna cosa so pono á demandar, de- ra, porquo estos dos alcázares oran donde el Bey
b be considerar quien es el que so la domando , c á continaba, ó quo si golo diese, luogo doria formo
b quien la demanda, 6 quo os lo quo pide , 6 por que, como el casamionto so fioieso. Quando el Bey vido
ii y en qué tiompo lo pide, é si se puede 6 debe otor- que habiéndole entregado el alcázar de Madrid , de
» gar lo que pide. Yo, Sefior, soy quien vos bien co- nuevo demandaba el de Segovia, fué indinado con
s ñocois, ó vos sois un Sefior quo yo pensaba oono- tra él , rponsando las cautelas é dilaciones puestas
b cor. La oosa quo pido es que no me hagáis mal, por ol Maestro. Las qual es no lo osaba doclarar, ni
ii pues sois obligado a me hacer bien ; é pfdolo, por- ménos nogar lo quo le pedia, porquo tenia en su po
s que vos ho muy bien é lealmente servido. Y esto der á aquella Dofia Juana quo se decia Princesa , y
b que pido, vos, Sefior, no solamento podéis , mas estaba tan apoderado en el Beyno , que no sabia dar
* sois obligado á lo facer en todo tiempo , é á todos remedio á sus cautelas ; porque negándole lo que
«hombres, especialmente á mi, que tantas veces pedia, recolaba do su obra mala, ó dándogelo pen
i habois fallado leal, quantas mo habéis quorido ox- saba de la no hacer buena. Pero todavía lo entrega
ii perimontar. E si vos, Sefior, en pago de mis scr- ra también el alcázar do Segovia como hizo el de
n vicios dafio tan manifiesto determináis de me ha- Madrid, salvo porque el Mayordomo Andrés de Ca
Bcer, claramente veo quo Dios, justo galardona- brera dió á entender al Bey quo ménos baria el ca
D dor , mo muestra haber mucho errado, quando con samiento entregándole la fortaleza do Segovia, quo
Btan ferviente afición vos servia. E por cierto, lo fizo quando le fué entregada la do Madrid, é quo
l quando á tal servidor tal pago facéis , pocos ser- también le faltaría en lo uno como le habia faltado
Bvidores hallaréis que semejantes servicios os fa- en lo otro. E de aqui quedó tan grand odio entre rl
b gan. n Maestre y ol Mayordomo, quo el Maestre estando
Oídas estas razones del Mayordomo, el Maestre le en Segovia procuró de alborotar la cibdad contra ol
dixo que era verdad haber recebido dél buenas obras Mayordomo , á fin de le echar dolía, é le tomar por
en los tiempos pasados, é que ni por esto se debia fuerza el alcázar é las puertas de la cibdad de que
alterar ni mudar su propósito. Porque bien sabia él estaba apoderado. E un Domingo del mes de Mayo
que para la seguridad de su persona y estado le era deste a fio , revolvióse por parte del Maestre un gran
necesario de procurar aquella tenencia,é todas quan ruido en la cibdad entro los vecinos della : los unos
tas pudiese haber del Bey. Por lo qual , si su amigo quo tenían la parte del Maestre, los otros del Ma
fnoso, no dobia hobor onojo ni altoracion , antes ha yordomo , on la qual venció la parto do los dol Ma
bía do haber por bien la seguridad suya, pues ha yordomo. E luego la mayor ó mas sana parto dol
biendo aquella tenencia, reoebia él gran provecho, común de la cibdad , visto el venoimiento quo ha
y el Mayordomo poco dafio ; ó por endo le rogaba bían habido los del Mayordomo se juntaron contra
que oviese paciencia. E no embargante las quexas el Maestre ; el qual visto el alboroto del pueblo quo
del Mayordomo , todavía se entregó la fortaleza de so enderezaba contra él , donde se aparejaba peligro
Madrid al Maestre ; é dende en adelante la amistad de su persona , acordó dexar la cibdad , é vino para
que habia entro olios se convirtió en odio é aborre la villa de Madrid. Este afio fué criado Cardenal
cimiento, ó no sin causa, porquo toda amistad ha Don Pedro González do Mendoza (1), Obispo de
bida por respeto de interese ó deleyto, ha semejante, Sigfienza ; y el Papa Sixto le einbió allí á Segovia
fin, oomo vemos que se face en las amistades mun-
dauas, quo carocen de aquella virtud verdadera que (1) Este Prelado fué creado Cardenal con título de Sania María
face durar los amigos , é permanecer en las obras de in Dominica por el Papa Su lo IV en su segunda promoción hecha
su amistad. Este Maestre, como es dicho, era dis en viernes 7 de Marzo de 1473. El mismo aso después de muchas
creto é home de buen entendimiento , é tenia sufri contradicciones el mismo Sixto IV expidió Dulas a favor del Car
miento é habilidad para la gobernación destas co denal para el Arzobispado de Sevilla Tacante por muerto de Don
Alonso de Fonscea, con retención del de Sigflenza que posóla, j
sas mundanas , y era franco é gracioso en sus fa- con el mismo mensajero remitid el Capelo que basta entonces no
blas , é con el gran juicio que tenia sabia encubrir habia Tenido. Recibidlo en Segoria con las ceremonias acostum
los pungimientos de todos los otros vicios, salvo la bradas , y el Mayordomo Andrés de Cabrera lo llevo" en procesión
cobdicia , que ni la sabia encobrir, ni la podía tem en una Tara alta , hasta la Iglesia Mayor , donde celebró misa. En-
riquei, Crin, ie Enriq. ¡V, ««/>., 159. Salazar, Crin, del Gr. Carde
plar ; porque pensaba que los grandes estados acre- nal, lit. i, cap. 37. Claccon. in S:xl. IV.
248 CRÓNICAS DE LOS REYES DE CASTILLA.
el Capelo con gran solemnidad , é se intituló deudo fiasen sus personas al Marqués de Santillana , y es
en adelante Cardenal de España. Este año fué muer tuviesen en aquella cibdad entretanto que se trata
to mala ó crudamente por algunos labradores del ban las cosas que habían de asentar. Sabido esto
común de Jaon , Don Miguel Lúeas (1) , á quien el por el Arzobispo de Toledo , luego lo contradigo,
Rey habia fecho Oondestabls de Castilla ; é fué pro- porque no le placia que el Príncipe ni la Princesa
yeido del ofioio de Condestable Don Pero Fernan estuviesen en poder del Marqués de Santillana. E
dez de Velasco, Conde de Haro, Camarero mayor oomo quier quo le fueron dadas á entender tales ra
del Bey. zones porque le debia placer , considerando que por
esta causa so pacificaba la subcesion del Reyno , el
CAPÍTULO VIL Arzobispo no lo quiso otorgar, ni menos mostrar
razones por que lo ctyitradecia. El Principe é la Prin
Del Legada del Papa que vino a Castilla , é de lo que tizo: é co cesa, como quier que veían la grand utilidad que
mo el Principe 6 la Princesa vinieron i Segovia , 6 de lo que dcllo ge les seguia , poro por complacer al Arzobis
ende paso.
po de Toledo , dexaron do lo concluir. Como el Rey
En el año siguiente del Señor do mil ó quatro- Don Enrique sopo que el Maestre de Santiago se
cientos é setenta é quatro años , un Cardonal que era quería conformar con el Principo é con la Princesa
Vicecanceller, é habia venido en aquel tiempo para hacerlos haber la subcesion del Reyno, pesóle
por (2) Legado del Papa á España , quiso concor mucho dello ; é por consejo del Mayordomo Andrea
dar al Rey Don Enrique con el Principe ó con la de Cabrera ó de Doña Beatriz de Bovadilla, sumu-
Princesa , porque desta ooncordia se seguia la paz ger, el Rey trató de haber concordia con el Prínci
de Castilla. E porque esto no se podia conseguir, pe é con la Princesa su hermana. A los quales fué
salvo determinándose la subcesion del Reyno para dado á entender que el Rey les podia dar mejor la
aquel que la debia haber , habidas muchas infor subcesion que los pertenecía del Reyno, que el Maes
maciones , por las quales sopo que pertenecía á esta tre de Santiago, con el qual el Mayordomo ó su mu-
Princesa Doña Isabel , trató concordia é reconcilia ger estaban enemistados, después de aquel ruido
ción del Maestre de Santiago , con el Principe é con quo con él ovieron en Segovia. Este trato de recon
la Princesa , porquo entendió que esto Maestre la ciliación entre el Roy ó la Princesa su hermana, so
estorbaba , ó quo cosaria do la impedir si lo reduxo- hizo secretamente ¡ y el Principo ó la Princosa , ó
so á su servicio. E porque el Maestre fueso seguro con ellos ol Arzobispo de Toledo, vinieron para la
de no recebir daño en su persona y estado, fué asen cibdad de Segovia donde el Roy estaba ; é posaron
tado por mano dcste Legado, quo el Principe é la en las casas del Obispo cerca do la Iglesia mayor.
Princesa fuesen á la cibdad de Guadalaxara, ó con- E como llegaron á la cibdad, vino el Rey á ellos ó
hablólos amigablemente, mostrándoles buena vo
(t) La causa de su muerte fui el tomar i su cargo la defensa de luntad. De parte del Príncipe é la Princesa fué dicho
|os Judíos conversos contra quien el pueblo se habia amotinado al Rey que ellos con sana intención é verdadero
con pretexto de religión, pretextando que judaizaban para poder amor qne tenían al servicio real , venían allí á lo
impunemente oprimirlos y robarlos. Haláronle en la Iglesia mayor
de Jaén estando oyendo misa, día de San Benito, 21 de Darío de servir é ser obedientes en todas cosas; é que en
1173. £1 mismo ejemplo siguieron en este aDo varias ciudades de aquella reconciliación que le placia hacer, parecía
Andalucía como Audújar, Córdoba y otros lugares, todos con igual claro ser en él infundida la gracia de Dios, del
suceso , pues no se castigó a ninguno. Por muerte de Don Miguel qual alumbrado vería bien los engaños é cautelas
Lúeas «lió el Rey el sello de Chanciller mayor al Cardenal Don
Pero González de Mendoza. Rnriq., Crón. de Don Enriq. ¡Y, capi que algunos siguiendo sus propios intereses traían,
tulo 157. Salazar , Cróu. del Gr. Curd., lili, i, cap. 56. En este mis dándole á entender la mentira por verdad , é la des
mo año el Arzobispo de Toledo Don Alonso Carrillo celebró Con lealtad por lealtad. E con estas palabras é otros mu
cilio Provincial en el lugar do Aranda , cuyas constituciones en
número de veinte y nueve fueron publicadas cu la Iglesia de San chos ofrecimientos que le licieron quedaron con él
Juan de dicho lugar en 5 de Diciembre , siendo presentes Don en buena paz é amor. Dosta reconciliación pesó al
Juan Arias, Obispo de Segovia , Don Diego de Mendoza, Obispo Maestre de Santiago; é luego como lo sopo vino
de Palcncla, y otros diferentes Prelados que asistieron por si ó para la villa de Cuellar, que era del Duque de Al-
por sus Procuradores. Las Actas de este Concilio imprimió el pri
mero Severlno BIdIo en su Colección de Concilios , T. ¡Y, p. 517, burquorque, é fizo sus amistades con él parala des-
y el Cardenal de Aguirre en el T. V, p. 312. Mariana, que no debió truicion del Mayordomo Andrea de Cabrera ó de
verlas, dice c.ue solo publicaron quatro decretos que señala , y Doña Beatriz de Bovadilla, su muger. Y estando en
acaso por ser los mas notables fueron los únicos que llegaron á aquella villa de Cuellar trató ol Maestre con el Rey
su noticia. Mariana, lili. 23, cap. uit.
(2) Este Legado fué Don ltodrigo de Uorja , Vicecanciller de la quo prendiese al Príncipe é á la Princesa, ó al Ar
Corle Romana , y primer Arzobispo de Valencia, que después suc- zobispo do Toledo que estaban con él en Segovia, é
cedió en la Santa Sede a Inocencio VIII en 1492, y se llamo Ale al Mayordomo Andrés de Cabrera , é que estos pro-
jandro VI. En tiempo de su legada se decretó el subsidio quo el
Papa pedia , y se impetró Dula de su Santidad para que el Prela sos , luego haría el casamiento de aquella Doña Jua
do y Cabildo de cada una de las Iglesias do España tuviesen la na con el Infante Don Enrique , el qual estaba es
presentación de dos Canongias que hubiesen de caer precisamen perándole en la villa de Valladolid. E prometió que
te en un Teólogo la una, y la otra en un Canonista. Gracia que si la prisión dostos quo dicho habernos finiese, lue
concedió luego Sixto IV; y parle de su segunda Dula expedida
go entregaría aquella Doña Juana á la Duquesa de
con este motivo trae Mariana en su Historia Latina, lio. 23, cap. 18.
Pulgar atrasa un auo la venida de este Legado, que no fué sino en Arévalo, prima del Infante Don Enrique é del Con
1473. Enríq. del Castillo , Crin, de Don Enriq. IY, cap. 117. de do Beuavente, para que so concluyese esta casa
DON FERNANDO É DONA ISABEL. 249
miento. E porque el Conde de Benavento lo desea luego gela dio. E para haber la posesión dolía, tovo
ba , movió al Bey secretamente á aquella prisión ; á manera que el Bey fuese en persona á gela hacer
la qual fué el Bey traído ligeramente , no embar entregar ; porque Gradan de Seso , quo tenia la for
gante la reconciliación quo fizo con ellos ; porque lo taleza, no la quería ontregar al Maestre, ni monos
fué dado á entonder, que olios presos fincaría sin al Bey que la habia del confiado , fasta tanto que
impedimento la subcesion dol Rcyno ú la quo decía le dio la villa de Sant Felices de los Gallegos. E co
ser su fija, é habría venganza dol Arzobispo do To mo esto Gracian entregó la cibdad é la fortaleza de
ledo por las cosas que contra él había cometido. E Trogillo á un Podro de Baeza, criado del Maestre,
para poner en obra esta prisión, había de entregar que la recibió, luego ese dia murió el Maestre en un
secretamente en la cibdad de Segovia cierta gente, lugar de tierra de Trogillo que se llama Santa Cruz,
que estaba acordado que entrase. Este trato fué co de una postoma que lo nació en el carrillo ( 1). E
municado con el Cardenal do España, que estaba dende á pocos días los de Sant Felices, vasallos de
con el Bey ; é como lo sopo , dixo al Roy : « Nunca aquel Gracian de Sosé , so levantaron contra él é lo
í plega á Dios , Señor , quo yo sea on deservicio des- apedrearon. En esta manera ni el Maestre gozó dol
» tos dos Principes, que de vuestra voluntad vinio- sefiorfo de aquella cibdad que tanto deseó, ni me
» ron á vuestro poder. E pues el tiempo que vos plo- nos Gracian poseyó muchos días aquella villa que
sgo que viniesen, no común ¡castos comigo suveni- el Bey oontra su voluntad le dio ; é fué causa de la
»da, menos doblados agora comunicar su dono. fea muerte que ovo , por la oobdicia que le movió
» Tero pues ya os plogo do mo lo facer saber, yo vos de vender al Roy la fortaleza quo del habia confia
«requiero con Dios, que no concibáis en vuestro do. Este año el Principo , quo so intitulaba Rey do
» ánimo tal fazafia ; porque no pongo en dubda quo Sicilia, tomó gente de Castilla, é de Aragón, é de
» hayáis todo el Boyno, especialmente las común i- (Jatalufia, la mas quo pudo babor, é fué á socorrer
nnidades contrarias, los quales tienen creído que á su padre el Rey do Aragón , que le tenían cerca
)> de derecho pertenece la subcesion á esta Princesa do Iob Franceses en la villa de Perpiñan, y estaba
» vuestra hermana ; é podría ser que se vos siguiese en extrema necesidad por los grandes combates que
ndello un gran deservicio, ó aun peligro de vuestra daban á la villa. Ansimesmo estaba en tan gran
apersona real.» Por estas razones é por otras mu mengua de mantenimientos , quo si el Principe no
chos que el Cardenal dixo al Rey, impidió aquella socorriera , el Rey su podro é la villa fuera tomada
prisión que se ordenaba facer. E después de algunas por los Franceses.
pláticas que sobre ello se ovieron , de las quales se
cretamente fué avisada la Princesa, luego fizo que CAPÍTULO IX.
el Principo su marido partieso do aquella cibdad , ó
fuese á la villa de Turuégono , quo es del Obispo de Como fué preso el Marqués do Villcna.
Segovia , por seguridad de su persona , é la Prince Muorto el Maestre de Santiago, luego el Rey vino
sa quedó en la cibdad. E como quior que sus cria de Estremadura para la villa de Madrid donde es
dos é otros caballeros de su cosa le requirieron mu taba la Réyna Doña Juana, é aquella Dona Juana
chas voces que ella ansimesmo saliese de la cibdad, que llamaba su fija, y estaba en poder del Marqués
pero mostrando gran fuerza de ánimo, no lo quiso de Villoría, fijo dol Maestre de Santiago, el qual
facer ; é dio orden quo el Mayordomo que estaba á quedó apoderado de la villa de Madrid, é del alcá
su servicio pusiese tal recabdo on la cibdad , que no zar é puertas dolía, como la tenia ol Maeatre su pa
pudiera haber lugar ninguna fuerza que se cometie dre; é luego tomó aquella Doña Juana, é la llevó á
ra contra ella. Quando el Bey vido que el Cardenal la villa de Escalona, para la tenor alli con muoha
no quiso ser en aquella prisión, é que el trato guarda. El Conde de Paredes, Don Rodrigo Manri
quo traia era descubierto , 6 vido ansimesmo el que, Comendador que ora de Segura de la Orden do
esfuerzo de su hermana la Princesa, y el recabdo Santiago, sabida la muerte del MaeBtre, luego tovo
que ponía on su persona y en la guarda de la cib manera con algunos Treces é Comendadores de la
dad, acordó de partir para la villa de Madrid, é la Orden de Santiago, que le eligiesen por Maestre on
Princosa quedó en la cibdad do Segovia. Alli á Ma el convento de Uolés, é intitulóse Maestre de San
drid vino el Maestre de Santiago , por cuyo consejo tiago. Otrosí Don Alonso de Cárdenas, Comendador
el Bey tornó á la indinacion que tenia primero con mayor de León, fizo que lo eligiesen por Maestre de
tra la Princesa su hermana cerca do la subcesion Santiago los mas comendadores que pudo haber on
dol Boyno. la provincia do León. Do manora que estos dos
íicioron división en la Ordon de Santiago ; é cada
CAPÍTULO VIII. uno decía que era Maestre, é quo le pertenecía el
Maestradgo. El Conde de Paredes alegaba que la
Como el Rey Don Enrique fué 4 Trogillo, 6 como murió el elección verdadera de los Maestres so habia de fa
Micstrc de Santiago.
cer en Uolés, do él fué elegido, ó quo ol Prior d»
El Bey habia dado en los dos años pasados al Uclcs debía facer sogun habia fecho la convocación
Maestre de Santiago por juro de heredad la cibdad
de Alcaraz , é las villas do Requena y Escalona ; é (i) En 4 de Octubre de 1474. Salazar, Ceta i» lora, Tom. II,
allende de esto le mandó la cibdad de Trogillo , é p. 508.
260 CRÓNICAS DE LOS REYES DE CASTILLA.
do aquellos Troces é comendadores quo le eligieron.
El Comendador mayor de León docia quo según las OAPÍTÜLO X.
constituciones de la Orden, el Maestro que Bubce-
dieso habia de ser elegido en la provincia do acae Do las cosas que pasaron on aquel lugar de Fuonleduenas.
ciese morir el Macatío pasado, é no en otra parte; é El Cardenal de España era por ol Principe é por
porque el Maestre Don Juan Pacheco murió en la la Princesa tenido en gran veneración por respeto
provincia de León , alegaba que ol Prior de Sant
de bu dignidad , é porque era de buon ingenio é hom
Marcos debia facer según habia fecho la convoca
ción de los Comendadores é Treces que lo habían bre generoso, con quien todos los mayores del Rey-
elegido. El Marqués de Villena, que so llamaba Don no tenían deudo de sangre. E ansí por esto como
porquo oran ciertos de la fidelidad de su persona,
Diego López Pacheco, docia que el Maestre su pa
dre habia fecho ronunciaoion del Macstradgo on comunicaban con él bus cobos, en especial aquellas
que concernían á la subcosion del Reyno que espe
manos dol Papa , é que esperaba ser proveído dél, ó raban. Y on aquellos dias el Cardenal quiso sabor la
procuraba de haber votos de loa Treces é Comenda final intención del Rey cerca de la subcesion del
dores de la Orden, en especial del Conde do Osorno, Royno, pues por la muerto del Maestre cesaban los
quo era Comendador mayor de Castilla, el qual an- estorbos que ponia para que no la ovíese la Prince
Bimcsmo de secreto procuraba do habor para bí el
Maestradgo. E para haber el voto del Conde de sa. E presentes algunos do su Consejo, el Rey le
dizo que lo placía declarar la Bubcosion del Reyno
Osorno, el Marqués de Villena le fué á ver en una para su hermana , é que so debían facer Cortes go-
aldea que bo llama Vazalmadrid , á tres leguas de
nerales en la cibdad de Segovia, é presentes los tres
Madrid ; é allí vinieron ambos á hablar. Y el Conde estados del Reyno, haría aquella declaración, é ce
habia pensado de prender al Marqués en aquellas sarían las dubdas quo cerca desto se habían. El Ar
vistas, para lo qual tenia gento armada, é puesta en zobispo de Toledo, pungido por el honor que al Car
lugar secreto. Y estando en sus fablas , como vido denal se facia, ovo tan grand alteración , y engen
el Conde tiempo aparejado para aquello que tenia dróse en su ánimo tal escándalo, que le fizo mudar
en el pensamiento, prendió al Marqués, é llevólo á el propósito, é tomar pensamientos nuovosen deser
una fortaleza que se llama FuontedueQa, que es en vicio del Principe é do la Princesa. Allí mesmo pen
laEncomionda mayor do Castilla; porque entendía só facer parcialidad nueva en el Reyno con ol Mar
quo teniéndole preso, tenia la voluntad del Roy qués do Villena, é con el Maestro do Calatrava, ó
para haber ol Maestradgo. E como el Rey sopo la con el Conde de Uruefia su hermano, é con otros al
prisión del Marqués, pesólo mucho, porque le quería gunos sus parientes, contra el Principo ó contra la
por estóuces mas que » ninguno de sus privados. E Princesa, tomando de su parte al Rey. Con el qual
como quier quo era apasionado de los ríñones é de en aquellas vistas secretamente £rató quo diese la
la hijada, é á la hora aquella enfermedad se le habiu subcesion del Reyno á aquella que docia ser bu fija,
agraviado, pero la afición quo á los veces ciega los é que no declarase pertenecer á la Princesa su her
caminos do la razón, le hizo posponer la salud do su mana. E porque el Cardenal sintió los estorbos que
persona por el cumplimiento de bu apetito. E contra
el voto é requerimiento de los físicos, fué luego al de secreto ponia en esto el Arzobispo, peusó de lo
Villarejo, que es cerca de Fuenteduefia, é fueron con aplacar con razones ; é presentes algunos caballeros
él el Cardenal de Espada y el Condestable, Conde do é otros sus criados, le dixo , que por las dubdas que
Haro, y el Marqués de Santillana, y el Conde de De ol Roy habia puesto corea de la subcosion dostoa
savente, y ol Conde de CoruOa, é otros caballeros; Reynos, se habían on ellos seguido las guerras ó
é vino allí ansimesmo el Arzobispo de Toledo, y el males que á todos era notorio, los quales cresciando
Obispo do Burgos. E ansí el Rey como todos estos tal manera, que el oficio de la recta razón ya gene
perlados é caballeros, venían ahorrados, é con poca ralmente so iba pervortiendo. E agora, según lo que
gente, con propósito de facer delibrar al Marqués do el Rey algunas veces habia fablado, especialmente
Villena. El Cardonal y el Condestable entraron on la después que allí estaba, ansí bien había dicho á los
fortaleza de Fuentedueüa , é fablaron con el Conde do su Consojo, parecía que ya finalmento so deter
de Osorno, por ver si le podrían traer que soltaso al minaba on declarar por subcesora dcstos Reynos á
Marqués con algunos partidos. El qual demandó al la Princesa Doña Isabel su hermana, Reyna de Si
Roy que le diese ol Maestradgo de Santiago,é deman cilia. De lo qual daba gracias a Dios, porque está su
daba al Marqués los maravedís é vasallos é rentas que declaración haría cesar la división que estaba on el
bu padre el Maestre lo habia prometido quando le Royno, é todos unánimes sogui rían un camino, como
dió su voto para haber ol Maestradgo ; porque decia fasta aquí habían seguido diversos. E por tanto en
no haber cumplido con él lo que estónces le habia do presencia de aquellos caballeros le rogaba, é con
dar. En este trato estovo el Rey, ó aquellos perlados Dios nuestro Redemptor le requería, que pospuestas
¿ caballeros por espacio de vointe diaB, á fin de librar
al Marqués de Villena; é fué libre por oierta compo- lo omenage y juramento beebo una, dos, y tres veces i la usania
de Castilla, que si era elegido Maestre, no impedirla, antes poi
Bicion que se fizo con el Conde de Osorno (1). su parle ayudarla en quanto pudiera la libertad del Marqués de
(I) Don Rodrigo Manrique Conde de Paredes, que diurnamente ta Villena. Trae entera dicha escritura Salazar de Castro, Pruebat de
quedé Maestre de Santiago, otorgó por escritura publica con plel- Cata de Laru, Tum. IV, p. 3'J7.
DON FERNANDO É DONA ISABEL. 251
todas opiniones que pudiesen impedir la paz, se dis días de Deciembre desto alio de mil 6 quatroclentos
pusiese a la procurar, pues miraglosamento se les é setenta é quatro afios. Murió de edad de cinquenta
ofrecía; déla qual si no sabian usar según debían, años ; era home do buena complexión , é no bebía
pareceria claro que de tanto benoficio aun no dinos vino ¡pero era doliente de la hfjada é de piedra, y
do los males quo las guerras traen eran bien mere esta dolencia le fatigaba mucho á menudo. No so
cedores. E porque la exeoucion desto no se impidie pone aquí la dispusicion de su persona, ni su con
se, como quier que por respeto de su dignidad le dición, porque en su Crónica, é ansimesmo en un
competía la precedencia ; pero por el gran deseo tratado que herimos de los Claros Varones de Cas
quo tenia á la conclusión desta concordia, le placía tilla que ovo en su tiempo, está largamente recon
quo el Arzobispo fuese el principal, é que seria ale tado. Fueron presentes á su muerte el Cardenal do
gre de todas las cosas que en esta materia ordenase. Espada y el Conde de Benavente, y el Marqnés.de
E pues al Rey placía quo en Segovia se ficiesen Villeua, é otros algunos do su Consejo é oficiales do
Oortes generales, su parecer era que debían ser lla su casa. No hallamos que en su vida ficiese testa
mados los Grandes del Reyno, é los procuradores mento, créese quo lo dexó de facer, porque no pensó
de las cibdades é villas ; porque en presencia de to morir tan presto. Lo que hallamos que fizo al tiem
dos se ficiese aquella declaración y el asiento que po de su muerte, escrito de la mano de un Secreta
cumplía al servicio de Dios é pacificación dcstos rio que se llamaba Juan de Oviedo, do quien él con
Reynos. La qual dixo que pertenecía proourar á fiaba, es lo siguiente : «En Madrid á once dias del
ellos mus quo á otros, ansí por la quietud de sus « mes do Deciembre, afín del Señor de mil ó quatro-
personas, como por lo quo debían ií su propria tier > cientos é setonta é quatro afios, á las once horas
ra, é porque tenian oficios de sacerdotes, que los »de la noche, el Rey nuestro Señor dexó por sus al-
obligaba a lo facer, ó siquiera por personas movi i) baceas de su ánima al Cardenal de España, é al
das á compasión de tantas deBtruiciones como veían j> Marqués de Villena ; é mandó que de la Princesa
cada dia crecer; las quales si no moviesen sus áni t> bu fija se ficiese lo que el Cardenal y el Marqués
mos á compasión, conocía bien quanta culpa á ellos » de Santillana su hermano, y el Duque de Arévalo,
mas que á otros se debia imputar, por el hábito quo »y el Condestable, y el Conde de Bona vento, y
tenian, el qual estrechamente les obligaba á ello. El >el Marques de Villena acordasen que se debia
Arzobispo, oídas aquellas razones del Cardenal, res » facer. »
pondió , que él siempre había tenido á la Princesa Muerto el Rey Don Enrique, el Cardenal estovo
por legítima subcesora destos Reynos después de la en Madrid todos los nuevo dios de las obsequias, las
muerte del Rey Don Alonso su hermano, é que le
placia mucho que se ficiesen aquellas Cortes en Se-
qnc muriera despnes de media noche; pern eslo imporla poco. K
govia, según so había dicho, é que él seria en ellas
Enilolin de su sepultura hecho por el Cardenal ilc Hcndoia meie
para quo la Princesa fuese jurada por legitima sub ce ser trasladado aquí por su purcia y naturalidad, poco comunes
cesora de Castilla ; é quo nunca había seydo ni seria en aquellos tiempos.
en lo contrario. E ansí se despidieron de aquella fn- Al mi» alto T KScr.Anr.ciBo SnSoit Don Enrique, ni Cas
bla , con propósito de juntar luogo las Cortes en Se- tilla y de Leo» Ret Qoarto, Poderosisiko, Pninctre
govia para facer esto juramento ; como quiera que, CLEnEMrismo, Seno» soto piadosísimo, Pedro de Merdosa
según habernos dicho, el Arzobispo traia otras fa- Cardenal de i. i Santa Iglesia de Roda cono a odien
tanto desia consagró este túmulo. Lloraron su ausencia
blas secretas con el Rey Don Enrique, para dar la t muerte la bumanidad, clemencia t magnificencia, p.isfi
stibccsion á nquolla Doña Juana quo decía ser su Df ESTA TIDA A XI DÍAS DE DeCICUDRE DEL ANO DEL StÑon

fija, é no á la Princesa. DE M.CCCCLXXIT.

Galindei en el sumario de este ailo asegura que aunqne el Cro


CAPITULO XI. nista dice que el Rey no hizo testamento, es cierto que lo hizo, y
que Juró que la Princesa Dolía Juana era su hija, declarándola por
tal y por legitima heredera de sus Reynos. El qual testamento un
Que contiene la mnerte del Rey Don Enrique.
Cura de Madrid amigo del escribano qnc lo habla hecho, ocultó y
dicen lo enterró junto con otras escrituras dentro de un cofre cer
Después do muchos tratos quo so ovioron on aque ra do Almeyda de Portugal, dondo permaneció oculto, hasta que
llas vistas con el Conde de Osorno sobro ladelibra- un amigo del Cura íi quien este lo habia descubierto, llamado
cion del Marqués do Villcna, el Conde, según dixi- Fernán Gómez de Herrera, reveló el secreto a la Rcyna , y ésta lo
mos, doliberó do lo Boltar do la prisión en quo lo mandó sacar de donde estaba, pero habiéndolo Uceado i tener en
su poder pocos dias antes de su muerte no pudo verlo. Dicen, quo
tenia, por algunas cosas que lo dieron en emienda
después lo tuvo el Rey Don Fernando y lo mandó quemar, y otros
de lo que el Maestre de Santiago su padre decia que quedó en poder do un licenciado Zapata del Consejo del Rey,
serlo obligado. E luego el Roy vino para la villa de por cuyo medio habia llegado a su noticia. Al dicho Fernán Co
Madrid, é donde á quince días gele agravió la dolen me: hizo después el Rey varias mercedes, y entro ellas de una
Alcaydia de la Corte. No he leído esto en otro ningún autor de
cia que tenia; é murió allí on el Alcázar (1), á once aquellos tiempos, bien que es noticia muy reservada, pero algo
debió traslucirse, pues el Cura de los Palacios, autor contemporá
neo, afirma que los Grandes que después fomentaron las divisiones
(1) El Rey Don Enrique murió en la noche del once al doce do se fundaban en una clíiu.-uli del testamento del Rey Don Enrique,
Deciembre de I -Mi. Esto he podido deducir de la diferencia de en que nombraba por heredera i la dicha Doria Juana. Esta Cédu
fechas que se asignan, diciendo anos que el dia once y otros que la que aquí trae Pulgar pudo ser Ungida por los apasionados al
el doce. En rigor debiera decirse que el doce, porqoo es mas ve otro partido. Galind., mi» 1471. Bernald., Crón. it los lleta Cali-
risímil habiendo Armado la cédula que diee el Cronista i las once, Ucos, cap. 10. Salaz., Crón. del Cr. Cari., lia. i, cap. 40.
252 CRÓNICAS DE LOS REYES DE CASTILLA. N
quales fizo solemnemente en el monasterio del Paso, po deste Roy Don Enrique al monesterio do Guada
que es cerca de Madrid, do fué luego sepultado, y el lupe, donde él so mandó enterrar; é fizo á sus ex
día do las honras cantó misa. E fecho todo lo qno pensas un bulto é una sepultura muy sumptuosa,
convenia facor paralas obsequias, tomó loa oficiales cerca do la sepultura do estaba el ouerpo de la Rey
dol Rey que se juntaron con 61 , é fué para Segovia na Doña María, su madre; é fundó allí dos Capella
do estaba la Princesa quo so llamaba Reyna. Des nías perpetuas, é dotólas á sus expensas proprias
pués do algunos días el Cardenal fízo llevar el cuer- por el ánima deste Rey.
COMIENZA LA SEGUNDA PARTE

DE LA CKÓNICA

DE LOS MUY ALTOS Y ESCLARECIDOS

DON FERNANDO É DOÑA ISABEL,

REY É REYNA DE CASTILLA É DE LEON É DE SICILIA ,

PRÍNCIPES DE ARAGON.

CAPÍTULO PRIMERO. gón, sabida la muerte del Roy Don Enrique, vino
luego para Segovia, do estaba la Royna , su muger.
Como la Princesa Dofia Isabel fe intituló Rcyna después de la E luego los Grandes ó Perlados ó Caballeros que
muerte del Rey Don Enrique. habernos dicho le besaron las manos , é le ficieron
Como la Princesa que estaba en la cibdad de 8e- el mismo juramento que habian fecho á la Reyna,
govia sopo la muerto del Rey Don Enrique su her é le recibieron por su Roy ó señor, como á marido
mano, luego se intituló Reynn de Castilla é do Loon, de la Royna, su inugor, legitima subcesora é pro-
é lizo las obsequias muy solennes por el ánima del prietaria destos Reynos. Don Alvaro de Estúñiga,
Roy. Otros! alH on Segovia so fizo por los do la cib Duque de Arévalo, ni Don Diego López Pacheco,
dad un cadahalso, do vinieron todos los Caballeros Marqués de Villena, que tenia en su poder á Doña
é Regidores é la Clerecía de la cibdad, é alzaron en Juana que se llamaba Princesa de Castilla, ni el
íl los pendones Reales, diciendo : Castilla, Castilla Maestre de Calatrava , ni el Conde do Urueña, sus
por el Rey Don Fernando 6 por la Rcyna Doña Isa primos, no vinieron, ni embiaron sus Procuradores
bel, su muger,proprietaria tiestos Reynos; é besáronle á facer el juramento que todos los otros del Reyno
todos las manos, conosciéndola por Reyna é Señora habian fecho, porque cada uno destos demandaba
dellos, é ficieron la solennidad é juramento de fide al Rey é á la Reyna que les ficiesen nuevos partidos.
lidad, que por las leyes destos Reynos es instituido El Duque de Arévalo demandaba confirmación de
que se debe facer on tal caso á sus verdaderos Re Arévalo, é otras mercedes. El Marqués de Villena
yes. El Cardenal y el Condo de Bonavente que vi demandaba el Macstradgo de Santiago, é confirma
nieron luogo allí , ficieron en público este mismo ción de todas las cibdades é villas é lugares, é ren
juramento ¡ é luego en todas las mas cibdades é vi tas do la corona real que tenia su padre, conviene
llas del Reyno alzaron los pendones reales diciendo a saber: Alcaraz, Trugillo, Requena, Escalona, é la
esto mesmo. Otrosí vino el Arzobispo de Toledo, é tenencia de los alcázares do Madrid, é mas de dos
públicamente on una sala del palacio do estaba la cuentos de juro de heredad, y el Marquesado de Vi-
Reyna, le besó la mano, é la recibió por Reyna é liona, ol qual portenecia do derecho al Rey do Ara
Sefiora, é fizo en un libro misal ante todos este jura gón, padre del Rey. Otrosí demandaba confirmación
mento. Vinieron ansimesmo Don Diego Hurtado de de todas las otras villas é lugares é tierras que tenia
Mendoza, Marqués de Santillana, hermano del Car el Maestre su padre. Demandaba ansimesmo confir
denal, é Don Qarci Álvarez de Toledo, Duque de mación de lo que tenia Don Podro Puertocarrcro é
Al va, é Don Alonso Enriquez, Almirante mayor de Don Alonso Tellcz Girón, sus hermanos, é de los
la mar, tio del Rey, y el Condestable Don Pero Fer maravedís de juro de heredad que tonian ellos é los •
nandez de Velasco, Conde de Haro, é Don Beltran • suyos, lo qual era otra gran suma. E cada uno de
de la Cueva, Duque de Alburquorque , é Don Pero los otros querían confirmación de lo que tenían , é
Manrique, Conde de Trevifio, é todos los mas de los demandaban otras mercedes de nuevo. El Rey é la
Grandes é Condes é Caballeros del Reyno, los quales Reyna confirmaron al Cardenal de España el oficio
ficieron este mesmo juramento ; é los que no vinie de su Chanciller mayor del sello de la poridad, de
ron, embiaron sus Procuradores con sus poderes que que el Rey Don Enrique le había fecho merced, é á
lo ficiesen en su nombre. El Rey que estaba en Ara Don Juan Manrique, Conde do Castañeda, el oficio
t

254 CRÓNICAS DE LOS BEYES DE CASTILLA.


de Chanciller mayor del sello de plomo; é al Conde ficar como el Roy Don Enrique su hermano era pa
de Haro el oficio de Condestable de Castilla, é Cama sado desta presente vida. Porque era costumbre
rero mayor del Rey; el qual oficio de Camarero quando algún Rey destos Reynos de Francia 6 de
mayor habia ciento é quarenta años que él é sus an Castilla fallecía, el que subcediese por Rey en el
tecesores habian tenido de los Reyes de Castilla. Reyno lo embiase á notificar al otro ; é como le era
Confirmaron ansimesmo al Almirante su oficio de notificado, embiaba su embazada á refirmar las pa
Almirante mayor de la mar, é de todos los oficios de ces antiguas que son entre estos Reyes é sus Rey-
Repostero mayor, é Aposentador mayor. Y en los nos. E allende desta notificación que fué fecha al
oficios de adelantamientos é merindades del Reyno Rey de Francia, le fué dicho por aquel Secretario
no ficieron mudanza de como estaban. El oficio de de parte del Rey é de la Reyna, que bien sabia en
Justicia mayor del Reyno que tenia el Duque do como el Rey Don Juan do Aragón, su padre, le ha
Arévalo, y el oficio de Mayordomo mayor quo tenia bia dado el Condado de Ruisellon, que es en el Prin
el Marqués de Villena,ó los oficios do los caballeros cipado do Cataluña, en prendas do cierta suma do
sus hermanos é parientes que no vinieron á los dar coronas que habia ganado de sueldo la gente quo
la obediencia tovieron suspensos, quo no dispusie embió contra los Catalanes ; el qual empefiainionto
ron dellos por estonces. Proveyeron ansimesmo do fizo con ciertas condiciones , que el Rey de Francia
un oficio de Contador mayor á Gonzalo Chacón, quo no habia complido, por lo qual el Condado era libro
habia servido muy bien á la Reyna en todos los del einpefiamionto en que estaba, é debia ser resti
tiempos pasados. E del otro oficio de Contador ma tuido al Roy su padre ; por ende quo le rogaba é re
yor proveyeron á Gutierre de Cárdenas su Maestro- quería que gelo mandaso restituir. El Roy do Fran
Bala, el quo habernos dicho quo trabajó en la conclu cia oida esta embazada, mostró algún sentimiento
sión de su casamiento, y en las otras sus necesida de la muerte del Rey Don Enrique ; poro respondió
des les habia lealineute servido, y era home de gran á aquel Secretario, quo era muy alegro do la subce-
suficiencia. E del tercer oficio do Contador mayor sion del Rey é de la Royna en loa Reynos do Casti
proveyeron á Rodrigo de Ulloa, que lo habia tenido lla, é que le placia de refirmar con ellos las antiguas
por el Rey Don Enrique. E luego que comenzaron á paces que fueron entre los Reyes sus progenitores
reynar ficieron justicia do algunos hornee crimino é sus Reynos. E quanto tocaba á la materia de Rui
sos é ladrones qne en el tiempo del Rey Don Enri sellon, respondió quo por ¿1 ni por parto suya no se
que habian cometido muchos delictos é maleficios; fizo mudamiento de lo asentado con el Rey de Ara
é con esta justicia que ficieron los hornea cibdada- gón, antes le habia ayudado en sus necesidades
nos é labradores é toda la gente común deseosos do contra sus rebeldes los de Barcelona é los Catalanes;
paz estaban alegres, é daban gracias 4 Dios, porque por lo qual merecia bien la suma de coronas que
veian tiempo en que le placia haber piedad destos montaba el sueldo quo su gente habia ganado todo
Reynos , con la justicia que el Rey é la Reyna co el tiempo que en aquella guerra estovo ocupada. E
menzaban á CBecutar; porque cada uno pensaba para mostrar las razones quo tenia para toner aquel
donde on adelanto poseer lo suyo sin recelo quo otro Condado, embió un Dolor de su Consejo que vino
forzosamente gelo tomase. E allende de la afición con aquel Secretario al Roy é á la Royna á platicar
que los pueblos tenian al Rey é á la Reyna, con es esta materia, é darles a entender que el enipeña-
ta justicia que administraban ganaron los corazo miento debia durar fasta que él fuese contento de
nes de todos de tal manera que los buenos les ha ¡o que habia gastado en aquel sueldo. Este Dotor
bian amor, é los malos temor; los hombres bollicio- vino al Rey, que por estónces estaba en la villa do
sos y escandalosos que habian cometido crimines Valladolid, é platicóso esta materia on su Consojo.
en los tiempos pasados, vivían en gran miedo, y es Sobre la qual plática, el Rey é la Reyna tornaron á
taban alterados é muy prestos á bollicios é guerras enibiar segunda vez al Roy de Francia aquel su Se
por escapar de la justicia quo se esecutaba. E por cretario que primero habian embiado ; é asentó con
que estos eran en tanto número que se recelaba ve ¿I que para fablar en esta materia embiaria un
nir algún daño en el Reyno si se juntasen con el Obispo ó dos caballeros á Dayona, é quo el Rey é la
Marqués de Villena que tenia en su poder aquella Reyna embiasen sus Procuradores á Fuenterrabfa,
Doña Juana, é con algunos otros tiranos qne esta y estos tuviesen poder para asentar é determinar
ban apoderados de fortalezas, do facian robos é todas las diferencias que habia sobre la materia de
danos en los pueblos, ovieron acuerdo de templar aquel ompeñamiento de Ruisellon, é ansimesmo re
por estonces aquella justicia, é perdonar todos los firmasen las paces quo se habian de confirmar entro
males quo generalmente habian cometido hasta el estos dos Reyos é sus Reynos.
dia que reynaron. E ansi amansó por eetónecs la Agora dexa la historia do relatar mas esta mate
alteración que se recelaba por causa de la multitud ria que toca al Rey de Francia, é recuenta las cosas
de aquellos malos. Otros! erabiaron luego un su Se que pasaron on Segovia.
cretario (1) al Rey Don Luis de Francia, á le noti-
de mano del mismo Zurita : Este Secretario fué Hernando del Pul
(i) Dormer nota que en on ejemplar manuscrito do esta Cróni gar, como parece por la Historia de Alonso dt falencia, lió. 23, ca
ca, que fué de Gerónimo Zurita , y en su tiempo se conservaba eu pitulo 5. Üonuer, Pro/res. de ¡a llistor. en Araotm, lit, 3, cap. i,
el Arcbito del Reyno do Aragón, se baila la nota siguiente escrita 8 22.
DON FERNANDO E DONA ISABEL. 2o5
que oasó con el Conde Don ReTnori de Tolosa, sub
CAPITULO II. cedió en los reynos de Castilla é de León, por fin
De li platica que se oto sobre la minen qne se había de tener del Rey Don Alonso, su padre, que ganó á Toledo; é
en la gobernación del Reyno. después casó con Don Alonso Rey de Aragón, é fué
madre del emperador Don Alonso. Doña Berengue-
Hablóse onsimeemo allí en Segovia acerca do la
lo, la fija del Rey Don Alonso de Castilla, el que
subcesion del Reyno. Porque alguno de los Grandes venció la batalla de las Navas de Tolosa , subcedió
que eran parientes del Rey decían que puos el Roy en el Reyno de Castilla por fin de su hermano el
Don Enrique falleció sin dexar generación , estos Rey Don Enrique, el que murió niBo en Patencia.
Roynos pertenecían de derecho al Rey Don Juan de Dofia Catolino, fija del Duque de Alencastre, fué ju
Aragón padre del Rey, porquo no habia otro here rada por todo el Reyno en concordia por primogé
dero varón legitimo que debiese subceder en los nita heredero de Castilla, con su esposo el Rey Don
Reynos de Castilla , salvo él que ora fijo dol Roy Enrique, fijo del Rey Don Juan el primero, bisogüe-
Don Fernando de Aragón, é nieto del Roy Don Juan lo desta Reyno. É alegaron que no se fallaría en
de Castilla; é por consiguiente venia de derecho al ningún tiompo, habiendo fija legítimo descendiente
Rey Don Fernando su fijo, marido desta Reyna Do-
por derecha linea, que heredase ningún varón nas-
fia Isabel, la qual decian que no podia heredar es cido por via transversal, como era ol Rey Don Juan
tos Reynos por sor muger, aunque venia por dere de Aragón. Acerca do la gobernación del Reyno, se
cha linea. Decian ansímesmo que ansí por pertene alegó por parto do la Royno, que pertenecía & ella,
cer al Roy la subcesion destos Reynos , como por como á propiotaria del Reyno. Porque según los
sor varón, le pertenecía la gobernación dellos en to derechos disponen, ningún royno podia ser dado en
das cosas, é que la Reyna su muger no debia enten dote, é si no se podia dar, menos el Rey podio go
der en ella. Por parte de la Reyna se alegó que se bernar lo que de derecho no pudo recebir. Especial
gún las leyes de España, é mayormento de los Re mente no podio facer mercedes, ni disponer de las
yes de Castilla, los mugeres eran capaces para ho- tenencias de las fortalezas, ni en lo administración
redar, 6 les pertenecía la herencia dellos , en defe de la hacienda é patrimonio real ; porque estas tres
to de heredero varón descendiente por derecha li cosos habían de sor ministradas por aquol que fue-
nea ; lo qual siempre habia seydo usado é guardado so señor dellas, é no valían de derecho si so gober
en Castilla, según pareció por las Crónicas antiguas, nasen por persona que no tovioao facultad jurídica
do se falla, que (1) Ormisinda, fija del Roy Pelayo, paro los ministrar. Esta materia se platicó entre
en dofeto de heredero varón , heredó el Reyno do ellos , é al fin se falló, que según las leyes 6 la cos
León é casó con el Rey Don Alonso el Católico. An- tumbre usada é guardada en España, ostos Roynos
simesmo Odisinda, hermano de Froyla, Rey do debia heredar la Reyna, como fija legítima del Rey
León, casó con Silon, é subcedió por Reyna en el Don Juan, aunquo fuese mngor, por qnanto era he-
Royno, por defeto de heredoro varón que dobioso redera>por derecha linea doscondicntc de los Reyes
subceder. Otrosí Doña Sancha, por fin do su herma do Castilla ó do León , ó que no podia pertenocer i
no el Rey Don Bermudo , subcodió en el Royno de ninguno otro heredero aunquo fuese varón, si era
León , ó casó con el Rey Don Fernando el Magno. transversal. Ansimesmo se determinó , que & ella
Dona Elvira, Reyna de Navarra, subcedió ansimes- como a propietaria perteneció la gobernación del
mo en Castilla, que estonces era Condado, é luego su Reyno, especialmente en aquellas tres cosas qne
lijo Don Fernando ovo el Royno do Castilla, é fué dicho habernos. Fecha osta determinación, la Rey
el primero que se llamó Rey della. Doña Urraca, na dixo al Rey : «Señor, no fuora necesario mover
«esto materia: porque do hay la conformidad qne
H) No fui esta la reí primera que sucedió hembra en los rici «por la gracia de Dios entre vos é mí es, ninguna
nos de España. Cixllona , bija del Rey Ervlgio, sucedió i su padre «diferencia puede haber. Lo qual como quier que
en 687, con su marido F.gica, que fué ungido por Bey según el «se haya doterminado, todavía vos como mi marido
oso de aquellos tiempos Domingo 17 de Noviembre de dicho alio,
dici días después de la mucrlc de su suegro , como trae Morales', «sois Rey de Castilla, é se ha do facer en ella lo que
Crin. Central, 1. lí, tap. S7. Tampoco es del lodo cierto , que' «mandáredesjy estos Roynos placiendo á la vo-
Ormcsinda ó Ermesenda heredase- por falta de heredero varón. Kl » luntad do Dios, después do nuestros dias, a vuos-
desgraciado Favila, hermano de esta Princesa, que rcjnó dos anos «tros fijos é mios han de quodar. Pero pues plogo á
despnes do sn padre Pelayo, tenia hijos al tiempo de su muerte.
Asi se comprueba por una Inscripción que trac Morales qne estí «estos caballeros que esta plática so ovicBe, bien es
en Santa Crui de Cangas, fundación de dicho Favila , la mas anti » que la dubda que en esto habia se acl arase, segimd
gua, según el mismo dice, que de pluma ni de piedra se encuen «el derecho dostos nuestros Reynos dispone. Esto,
tra en Espaha después de su destrucción. En ella, después de ha «Señor, digo, porque como vedes, á Dios no ha pla-
cer mención de Favila, se habla también de su muger FroyUuba
y de las prendas amadas de sus hijos. Este Rey murió desgracia «cido fasta aquí, darnos otro heredero sino á la
damente á manos de un oso el mismo ano de la inscripción que «Princesa Doña Isabel nuestra fija ; é podría acao-
fué el de 739. No hay otra memoria de sus hijos. Morales dice qne «cer que, despuos do nuestros dias, viniese alguno
tal ve?, quedarían nidos e inhábiles para la administración. Tam
poco sabemos si eran varones ó hembras. Si eran hembras queda * que por eer varón descendiente do la casa real de
en pió la misma dificultad, pues debían haber sucedido a su padre «Castilla, alegase pertenecerlo estos Reynos aunquo
antes que su hermana, por el mismo derecho de la sueceaion fe «fuese por linea transversal , é no á vuestra fija la
menina. Morales, Crónica Gener., 1. 13, e. 9 ■ 10. «Princesa por ser mugor , en caso que es heredera
256 CRÓNICAS DE tOS BEYES DE CASTILLA.
» dellos por derecha línea : de lo qaal vedes bien , se- nia la fabla igual, ni presurosa ni mucho espaciosa.
nfior, quan gran inconveniente se siguiria á nues- Era de buen entendimiento é muy templado en su
»tros descendientes. É acerca de la gobernación comer é beber, y en los movimientos de su persona;
» destos Reynos debemos considerar, que placiendo porque ni la ira ni el placer facia en él alteración.
»á la voluntad de Dios, la Princesa nuestra fija ha Cabalgaba muy bien á caballo, en silla do la guisa ó
»de casar con príncipe estrangero, el qualapropria- de la gineta ; justaba sueltamente é con tanta des
»ria á si la gobernación destos Beynos, é querría treza, que ninguno en todos sus Reynos lo facia
ii apoderar en las fortalezas é patrimonio real otras mejor. Era gran cazador de aves, é home de buen
i gentes de su nación quo no sean Castellanos, do se esfuerzo, é gran trabajador on las guerras. Do su
» podria seguir que el Reyno viniese en poder de natural condición era inclinado á facer justicia , ó
» generación estraña ; lo qual seria en gran cargo de también era piadoso, é compadecíase do los misera
«nuestras conscioncias, y en deservicio de Dios, é bles que veía en alguna angustia. É había una gra
«perdición grande do nuestros subcesores é de núes- cia singular, quo qualquier que con él fablase , lue
litros subditos é naturales, y es bien que esta decla- go le amaba é le deseaba servir, porque tenia la co
» ración se haya fecho por escusar los inconvinien- municación amigable. Era ansimesmo remitido á
n tes que podrían acaecer.» consejo, en especial de la Reyna su muger, porque
Oidas las razones de la Reyna, porque conoció el conocía su gran suficiencia ; desde su niñez fué cria
Rey ser verdaderas , plógole mucho ; é dende en do en guerras, do pasó muchos trabajos é peligros
adelante él y ella mandaron que no se fablaso mas de su persona. E porque todas sus rentas gastaba en
en esta materia ; é acordaron, que en todas las car las cosas de la guerra, y estaba en continas necesi
tas quo diesen fuesen nombrados él y ella ; ó que el dades, no podomos decir que era franco. Home era
sello fuese uno, con las armas de Castilla é de Ara de verdad, como quiera que las necesidades gran
gón. Ansimesmo en la moneda que mandaron la des en que le pusieron las guerras, le facían algunas
brar, esto viesen puestas las figuras dél.y della, é los veces variar. Placíale jugar todos juegos, de pelota
nombres de ambos. Esta Reyna trabajaba mucho en é axedrez é tablas, y en esto gastaba algún tiempo
las cosas de la gobernación destos Reynos, ansi en mas do lo quo debía ; é como quiera quo amaba mu
lo tocante á las guerras que en ellos acaecieron , co cho á la Royna su inugor , pero dábase á otras niu-
mo en la administración de la justicia, y en las gores. Era hombre muy tratable con todos, especial
otras cosas quo ocurrían ; é quando era necesario mente con sus servidores continos. Esto Rey con
que el Rey fueso á proveer en unas partes ó la Rey quistó é ganó el reyno de Granada, según que aje
na á otras, aunque estaban apartados, nunca se falló lante en esta su Crónica será visto.
que el uno diese mandamiento que derogase á la
provisión que el otro o viese dado. Porque si la ne CAPÍTULO IV.
cesidad apartábalas personas, el amor tenia juntas
De lis condiciones ¿ proporciones de la Ilejna.
las voluntades. É aunque algunos caballeros é otras
personas do dañadas intenciones , procuraban divi Esta Reyna era de mediana estatura , bien com
sión entre ellos, dando á entender al Rey , que como puesta en su persona y en la proporción de sus
varón debía tener toda la gobernación ; pero el Rey miembros, muy blanca é rubia; los ojos entro ver
é la Reyna, conociendo que estos tales procuraban des é azules, el mirar gracioso é honesto, las faccio
divisiones entre ellos por sus proprios intereses, con nes del rostro bien puestas , la cara muy fermosa é
formábanse tanto , que no daban lugar á ninguna alegTe. Era mesurada en lacontinonciaé movimien
división. El Rey, vista la grande suficiencia déla tos do su persona ; no bebia vino ; era muy buena
Reyna, de todas las cosas se descargaba, é go las muger, é placfale tener corea de si ínugeres ancia
remitía, é también las quo ocurrían de los Reynos nas que fuesen buenas é do liunge. Criaba en su pa
de Aragón é de Sicilia, aquellas que eran arduas é lacio doncellas nobles, fijas do los G ramios de sus
de grand importancia, porque tenia gran habilidad Reynos, lo que no leemos en Crónica que ficieso
é buen seso natural. Cosa fué por cierto de gran do- otro tanto otra Reyna ninguna. Facia poner gran
trina y ezemplo, porque el señorío pocas ó ningu diligencia en la guarda deltas, e do las otras mugo-
nas veces sufre compañía sin discordia. Pero con res de su palacio; é dotábalas magníficamente, é fa
tanta providencia supieron gobernar , que pareció cíalos grandes mercedes por las casar bien. Aborre
provisión divina, para que con su conformidad fue cía mucho las malas; era muy cortes en sus fablas.
sen bien proveídos tantos reynos é tan estondidos Guardaba tanto la continencia del rostro, que aun
señoríos como tenían. en los tiempos de sus partos encubría su sentimien
to, é forzábase á no mostrar ni decir la pena que en
CAPÍTULO III. aquella hora sienten é muestran las ínugeres. Ama
ba mucho al Rey su marido, é celábalo fuera de to
Oe lis condiciones é proporciones del Rey. da medida. Era muger muy aguda é discreta, lo qual
Este Rey era home de mediana estatura, bien pro vemos pocas é raras veces concurrir en una perso
porcionado en sus miembros , en las faciónos de su na ; fablaba muy bien , y era de tan excelente in
rostro bien compuesto, los ojos ricutes , los cabellos genio, que en común de tantos é tan arduos nego
prietos é llanos, é hombre bien complisionado. Te cios como tenia en la gobernación de sus Reynos,
. ' DON FERNANDO É DOÑA ISABEL. . . 257
Be dió al trabajo de aprender las letras latinas; é al vestidos é arreos, y en el servicio de so persona ; é
canzó en tiempo de un año saber en ellas tanto, qne quería servirse de hornee grandes é nobles, é con
entendía qualquier fabla 6 escriptura latina. Era grande acatamiento é humillación. No se lee de nin
católica é devota ; facia limosnas secretas en luga gún Rey do los pasados, que tan grandes homes to-
res debidos ; honraba las casas de oración ; visitaba viese por oficiales como tovo. E como quiera que
con voluntad los monesterios é casas de religión , en por esta condición le era imputado algún vicio, di
especial aquellas do conocia qne guardaban vida ciendo tener pompa demasiada, pero entendemos
honesta ; dotábalas magníficamente. Aborrecía es- que ninguna cerimonia en esta vida se puede facer
trafiamente sortílegos é adevinos, é todas personas tan por estremo á los Reyes, que mucho mas no re
de semejantes artes 6 invenciones. Placíale la con quiera ol estado real ; el quat ansi como es uno é su
versación de personas religiosas é de vida honesta, perior en los Reynos , ansí debe mucho estreinarse,
con los quales muchas veces había sus consejos par é resplandecer sobre todos los otros estados, pues
ticulares ; é como quier que oía el parecer do aque tiene autoridad divina en la tierra. Por la solicitud
llos, é de los otros letrados que cerca dolía eran, pe destn Reyna se comenzó, é por su diligencia se con-
ro por la mayor parte seguia las cosas por su arbi tinó la guerra contra los moros fasta que se ganó
trio. Pareció ser bien fortunada en las cosas que co todo el Reyno de Grauada. É decimos verdad ante
menzaba. Era muy inclinada á facer justicia , tanto Dios, quo supimos é conocimos de algunos grandes
que le era imputado seguir mas la via do rigor que sefioros ó espítanos de sus Reynos, que cansando
de la piedad; y esto facia por romedíar á la gran perdían toda su esperanza para poderse ganar, con
corrupción de crimines que falló en ol Reyno quan- siderando la dificultad grande que habia en po
do subcedió en él. Quería que sus cartas é manda derla continar ; é por la gran constancia desta Rey
mientos fuesen complidas con diligencia. Esta Bey- na, é por sus trabajos é diligencias que continamen
na fué la que extirpó é quitó la herogia que había te fizo en las provisiones, é por las otras fuerzas
en los Reynofl do Castilla é do Aragón, do algunos que con gran fatiga do espíritu puso , d¡6 fin á esta
christianos delinage de los judíos quo tornaban A ju conquista, que movida por la voluntad divina pare
daizar, é fizo que viviesen como buenos christianos. ció haber comenzado, según que adelante en esta su
En el proveer de las Iglesias que vacaron en su tiem Crónica parecerá.
po ovo respeto tan recto, quo pospuesta toda afición
siempre suplicó al Papa por hombres generosos é CAPÍTULO V.
grandes letrados é do vida honesta : lo que no se leo
que con tanta diligencia ovieso guardado ningún De las cosas qne pasaron con el Marqués de Villcna.
Rey de los pasados. Honraba los Perlados é Gran El Marqués de Villena que estaba en Madrid, em-
des de sus Reynos en las fablas y en los asientos, bió al Rey é á la Reyna sus mensageros, los quales
guardando á cada uno su preominencia, según la demandaron el Maestradgo de Santiago, porque de
calidad de su persona é dignidad. Era muger de cía que su padre el Maestre gelo habia renunciado
gran corazón, encubría la ira, é disimulábala ; é por en su vida. É ansimesmo pidieron que el Rey é la
esto que dolía se conocia, ansf los Grandes del Rey- Reyna casasen aquella Dona Juana que estaba en
no como todos los otros temían de caer en su indi- bu poder, porque no se descargaría della, salvo ca
nacion. De su natural inclinación era vordadera , é sándola en lugar conveniente é honroso. En esta de
quería mantener su palabra : como quiera que en manda dió á entender, quo sino lo ficiesen en la ma
los movimientos de las guerras é otros grandes fe nera quo lo domandaba, él é sus parientes, conviene
chos quo en sus Reynos acaecieron en aquellos tiem á saber el Maestre de Calatrava, y el Conde de
pos, é algunas mudanzas fechas por algunas perso Uruefia é otros algunos, se juntarían é farian divi
nas, la ficierou algunas veces variar. Era muy tra sión en el Reyno con aquella Doria Juana, á quien
bajadora por su persona, según se verá adelante por llamaban Princesa de Castilla. Por parte del Rey é
los actos desta Crónica. Era firme en sus propósi do la Reyna le fué respondido, que como quiera que
tos, de los quales se retraía con gran dificultad. aquella Dona Juana no era persona con quien de
Érale imputado que no era franca ; porque no daba justicia se debiese facer división en sus Reynos,
vasallos de su patrimonio á los que en aquellos porque era notorio en ellos no ser fija del Rey Don
tiempos la sirvieron. Verdad es que con tanta dili Enrique, é aunque ol Maestradgo de Santiago es una
gencia guardaba lo de la corona real, quo pocas de las mayores dignidades de España , y estaba en
mercedes de villas ó tiorras lo vimos en nuestros podor del Conde de Paredes é del Comendador ma
tiempos facer, porque falló muchos dcllasenagena- yor de León que se intitulaban Maestres, los quales
das. Pero quan estrechamente so habia en la con los habían bien servido ; pero por quitar todos in-
servación do las tiorras, tan franca é liberal era en convinientes de sus Reynos, á ellos placía de casar
la distribución de los gastos continos , é mercedes aquella Doña Juana en lugar convenible, é suplicar
de grandes quantfas quo facia. Decía ella, queá los al Papa que proveyese á él del Maestradgo de San
Reyos convenia conservar las tiorras, porque ena- tiago, é de lo dar la posesión del ; pero que había de
gcnándolas perdían las rentas do que deben facer entregar luego aquella Doña Juana á persona fiablo
morcedes para sor amados, é diminuían su poder que la toviese fasta que se buscase é concluyese bu
para ser temidos. Era muger nerimoniosa en sus casamiento, porque después de casada ni ante por
Cr.-ITI. 17
258 CRÓNICAS DE LOS B EYES DE CASTILLA,
causa della no ge lea siguiese deservicio ni escánda dó al Rey ciertos oficios de su casa, á otras merce
lo en sus Reynos. El Marqués replicó que no la en des que seyendo Príncipe le habia prometido. El
tregarla fasta que fuese casada , é si la oviese de Rey, considerando que estos oficios que el Arzobis
entregar, seria á persona fiable á él , que la toviese po pedia eran de hornea criados del Rey su padre á
hasta que él oviese el Macstradgo de Santiago. Por suyos, los qualcs le habian bien servido en sus guer
parte del Rey é de la Reyna lo fué replicado, que si ras é necesidades, é ansimesmo habian seydo de sus
él quería el Maeatradgo do Santiago habia de entre padres é abuelos, rogó al Arzobispo que tomase al
gar ante todas cosas aquella Doña Juana á persona gunos dellos, los que buenamente se podían dar, á
fiable á ellos, tal que estando en su poder no se es doxase los otros, por los quales le faria otras mer
perase alteración ni escándalo en sus Reynoa. É cedes tales que debiese ser contento. Porque no le
porque no ovo estonces acuerdo sobre las personas seria honesto quitarlos á los caballeros sus criados
en cuyo poder aquella Dona Juana habia de estar, quo los tenían , é lo habian servido padeciendo en
determinó el Marqués de la no quitar de bu poder, los tiempos de los guerras pasadas grandes traba
fasta que él fuese apoderado do la posesión dol jos, esperando este tiempo do pensaban haber con
Maeatradgo de Santiago, y ella fuese para casar ; el ellos honra é acrecentamiento ; é pues él era su ser
qual acuerdo ovo por consejo do algunos caballeros vidor, no debía procurar mercedes de quo tanto de
sus parientes, é de otros sus servidores, é ansimes- servicio geles podía seguir. El Arzobispo respondió
mo por las amonestaciones que algunos caballeros quo no dexaria aquella demanda, pues gola había
del Reyno, hornos de malos deseos lo ficieron, es- prometido , é que se quería ir á su tierra. E como
pocialmento por consejo do un Licenciado quo se quier quo el Roy por le mas encargar fué á su po
llamaba Antón (1) Ñafies de Ciudad-Rodrigo, de sada, é le rogó mucho que no so apartase de su cor
quien él confiaba, el qual habia seydo Contador te, é le prometió grandes dádivas é mercedes , pero
mayor del Rey Don Enrique ; é porque el Rey é la insistiendo en su propósito, no quiso aceptar su rue
Reyna no le daban aquella contaduría, puso tanta go, ni recebir las mercedes que le prometía ; é do
turbación en el negocio , quo no ovo conclusión , ni socreto con amenazas orgullosas partió de la Corto,
el Marqués ni los otros sus primos vinieron al servi é fué para la villa do Alcalá. Este descontentamien
cio del Roy é de la Reyna. É luego se dixo que el to dol Arzobispo fué imputado por algunos á sobor-
Marqués comenzaba á tratar de secroto con el Rey bia, otros decían quo procedía de cobdicia, por no lo
de Portogal tio de aquella Doña Juana , hermana ser dados los oficios quo demandaba ; pero nos cree
de la Reyna su madro, para quo la tomase por mu mos principalmento procedor de ombidia que ovo
jer, é se intitulase Rey do Castilla ; é que él ó sus del Cardenal, por la honra que el Roy ó la Reyna lo
parientes é otros caballeros ayudarían á lo dar facían, é por la gran parto quo do sus consejos le
la subcesion del Reyno. Ansimesmo trataba se facían mas quo á ninguno por respeto do su perso
cretamente con algunos caballeros, para que jun na, é porque era home de buen entendimiento , é do
tos con él ficiosen Reyna de Castilla aquolla Doña grand autoridad. Este Arzobispo era de linage do
Juana, prometiéndoles inorcedos , é acrecentamien los do Acuña, do nación Portogucsa, home muy
tos do sus eBtados ; lo qual vino á noticia do la franco, tanto que como quier que tenia la renta del
Reyna. Arzobispado de Toledo, pero no le bastaba con gran
parto á los gastos é dádivas que facia , ó siempre
CAPÍTULO VI. estaba on estrema pobreza. Y esto so seguía de dos
cosas: la una que era hombre bollicioso, é deleytá-
Como el Arzobispo de Toledo partió de la Corte porque el Rey no baso en guerras (2) y en movimientos , á los quales
le dio los olidos de au eaaa. ora traído ligeramonte, porque habia placer do to-
El Arzobispo de Toledo quo estaba on Segovia, ner gento do amias on el campo , y entender en fo-
sopo en como el Marqués de Villena por el des
acuerdo que ovo oon el Rey é con la Reyna, no ve I!) Apenas hubo movimiento alguno en su tiempo en que desa
nia á les facer el juramento é obediencia quo los se de encontrarse este Prelado. Quando los caballeros alzaron por
otros del Reyno habían fecho; ansimesmo sopo que rtey al Infante Don Alonso en la llanura de Avila, él fué quien
trataba con el Rey do Portogal, que tomase por mu- quitóla coronal la estatua del Hoy Don Enrique, como ñutamos
arriba. Poco después teniendo cercada a Simancas con los ca
ger á sn sobrina, é que so intitulase Rey de Casti balleros de la parcialidad del Rey Don Alonso, los vecinos de
lla. É como conoció quo nacían necesidades al Roy la villa salieron a los del real y muy cerca de ¿I quemaron pú
é á la Reyna, para que le oviesen menester, deman- blicamente una estatua que representaba al Arzobispo de Toledo
con nombre de Don uppas, dando a entenderque á semejanza de
aquel causaba con sus movimientos la ruina de su patria , y le
(1) Anión Nudez, llamado de Ciudad-Rodrigo por ser de aque cantaban públicamente aquel cantar tan sabido, Esta es Simancas,
lla Ciudad, según el uso de aquellos tiempos, era ya persona de Don Oppas traidor, tila es Simancas, que n« PuU/Ur, dando a en
consideración en tiempo de Oon Juan II, pues fué Corregidor de tender que no serian como los de esta villa que acababan de dc-
Zamora en 1U7. El Itcy Don Enrique IV le dió el cargo de Con xar cercada. Después siguió la opinión del Rey de Portugal, como
tador mayor en 1165. Después de la muerte del Itcy siguió el par se vera adelante. Estos y otros excesos que se le notaban, se atri -
tido de su pretendida hija y del de l'ortugal, con quien se pasó i buian a su facilidad en dexarsc gobernar por este Fernando de
Lisboa y después le acompaño en su viage i Francia, y última Alarcon, que después pagó su traición con la vida y fué degollado
mente volvió a la amistad de los Itcyes de Castilla en 1 179. Véase y arrastrado cu la plaza de Zocodover de Toledo. Enriq. del Casi.,
el cap. 41 y 83. de esta Crónica. Nalazar, Casa Je Lara, T. //, Oriu. de l>aa Eunq. IV, cap. 77. Rcruald., Cráu. US. de los llena
f. 673. Católicas, cap. 15.
DON FERNANDO É DOÑA ISABEL. 260
oho de guerra , é procuraba qne sonase su fama é » se publicaban de su persona.» É para proseguir
sus fechos por muchas partes ; la otra porque en esta demanda ofrecía que serían ciertos para su ser
tendía continamente en el arte del Alquimia, y en vicio 'el Arzobispo de Toledo, su tío, y el Duque de .
estas dos cosas, y en lo que dellas depende gastaba Arévalo, y el Maestre de Calatrava , y el Conde de
lo mas de su tiempo, é toda su renta ordinaria, é Uruefia sus primos, que son de las mayores casas de
quanto mas podía adquirir. Ansimesmo era de tal Castilla, los quales se juntarían luego con él. Otrosí
condición, que dado que gele mostrasen algunos in- lo certificaba, que intitulándose Rey de Castilla vor-
convinientes en las cosas que comenzaba , siempre nian á su obediencia catorce cibdades é villas de las
quería llevar adelante sus propósitos , no mirando principales del Reyno. Ofreció ansimesmo quo ver-
que la prudencia quiere mudar los consejos segund nian á su servicio Don Rodrigo Alonso Pimentol,
ocurren los tiempos ; lo qual le ponia en trabajos Conde de Benavente , y el Marques de Cáliz , Don
continos, é algunas veces en peligro do su persona Rodrigo Ponce de León, é Don Alonso de Aguilar,
y catado. É tenia un privado que se llamaba Fer que eran casados con sus hermanas, é ansimesmo ol
nando de Alarcon, que á los principios ovo noticia Duque de Alburquerque é otros muchos que se de
del por el arte del Alquimia en que era mostrado; clararían sus servidores, quando le viesen entrar on
después como este Alnrcon era hombro agudo 6 Castilla como Rey della. Diéronlo ansimesmo á en-
cauteloso, é sabia soguir los apetitos é inclinacio tendor, quo en las mas cibdades é villas dol Reyno
nes dol Arzobispo, servíalo on ellos do tal man ora habia divisiones é bandos, é quo de necesario seria
que en poco tiempo le dio todo el crédito de su ca quo la una parto tomaso su voz, la qual e*n el fa
sa é do sus negocios. vor de gento é dinero que tovieso pujaría contra la
otra parte, é anBÍ temía todas las cibdades del Rey-
CAPÍTULO VII. no ¡i su obediencia. Dixeron ansimesmo quo el Rey
é la Reyna no tenían gento ni renta alguna en
Como el Rey é la Reyna partieron de Sogovia para Vallailolid, * el' Reyno donde pudiesen sacar dinero para soste
como el Marqués de Villena requirió al Itcj de Portogal, qne
lomase por muger i su sobrina. ner guerra poco ni mucho tiempo; porque todo el
patrimonio real estaba enagenado, é no tenían for
Partido» el Arzobispo do la Corto para su tierra taleza ni caballero á su obediencia , ni quien ficiese
dende á pocos días partieron el Rey é la Reyna dé guerra ni paz por su mandado , sino a voluntad de
Segovia para Medina del Campo. É demandaron al cada uno ; é quo en entrando en el Reyno de Casti
Duque de Alva que iba con olios la Mota de Medi lla poderosamente con gente é con dinero, puos por
na quo tonia, é luego gela entregó ; ó donde fuoron la gracia do Díob tenia asaz para lo facor, lo soria
o Valladolid, ó posaron en Ins canas do Juan do Vi todo llano, ó vernian todos ¡i su servicio ó obedien
vero, quo os junto con la puorta quodicon de Cabe cia, de manera quo on brevo tiempo con poca pona
zón, la qual tenia fortalecida el Conde de Benaven- é mucha gloria habría estos Reynos para él é para
to, é mandaron derribar todo lo fuerte della. É allí sus subcesores. Estos monsageros le dixeron que
en Valladolid estovieron algunos días, é ficieron habia de dar el Maestradgo al Marqués de Villena,
grandes fiestas, é recibieron omenages de algunos é confirmarle todo lo que el Maestre su padre tenia
caballeros é cibdades é villas del Reyno que finca de la corona real ; é que ficiese merced al Arzobis
ban por recebir. Entretanto quo estas cosas pasa po de Toledo de cinco mil vasallos en Castilla, é á
ban en Valladolid, el Marqués do Villena é los que Lope Vázquez de Acuña su hermano , do la cibdad
con él estaban no cesaban do tratar con muchos ca de Buete, é á otros sus parientes é criados otras mer
balleros é otras personas principales, por los atraer cedes de oficios é rentas, é al Duque do Arévalo otra
a la opinión de aquella Doña Juana, para la intitu cantidad de vasallos en Castilla , é le confirmase la
lar Reyna de Castilla. Y embió públicamente al Rey merced déla villa de Arévalo, é é otros caballeros
do Portogal á le decir : « Que bien sabia como aque- que se habian de jurar con él a le servir en esta de
«11a su sobrina era fija del Rey Don Enrique, é por manda, otras mercedes de vasallos é rentas.
«ser su legítima heredera le pertenecían de derecho
» los Roynos de Castilla é de León , los quales ol Rey
»é la Reyna de Sicilia contra toda justicia habían CAPÍTULO VIH.
«tomado, intitulándose Rey é Reyna dollos tiránica- Como el Hoy de Portogal determinó de casar con so sobrina.
■ mente; é ansituesino sabia, que muerto el Rey Don El Roy de Portogal, oida esta embaxada, recibió
«Enrique solo quedaba él por amparo de aquella se-
la con alegre voluntad ; é anal por la oferta que es
nfiora, é por defensa destos sus Reynos. Por endo
tos mensageros le ficieron, como por otros monsa
» que le ploguiese de tomarla por muger , é que se geros é ofrecimientos que habia recebido de algu-
«intitulase luego Rey de Castilla é de León, pues noB caballeros de Castilla secretamente, como quie
«casando con ella lo podia facer; é que no la des-
ra que le era dubdoso el derecho do la subcesion de
» amparase, ni consintiese tomar lo suyo, porque si su sobrina, pero concibió luego on su ánimo de
«él diese lugar é ello perdería los Reynos de Casti-
aceptar esta empresa, é do ser Rey de Castilla é do
«11o é de León, que muy ligeramente podia haber;
León, para los juntar con su Reyno do Portogal. É
» lo qual seria imputado á gran flaqueza de ánimo, como los caminos para ir á los cosas deseadas se
»é contra las claras virtudes que por todo el mundo facen ligeros, aunque sean peligrosos, púsolo en
260 CRÓNICAS DE LOS REYES DE CASTILLA.
obra pensando qne esta empresa seria tan ligera siones é proprios intereses : porque los propósitos
mente acabada como le fuá ofrecida. Á este su con destoB tales no suelen ser constantes según deban»
cepto ayudaba mucho el deseo que tenia de haber mas mudables como suelen, para declinar á la parte
alguna venganza de la Reyna, porque quando la que la fortuna se mostrare mas favorable Otrosi lo
oihbió á domandar en matrimonio no lo quiso fa decían que el Rey tenia los mas de los Grandes dol
cer. É luego puso en plática esta materia con algu Royno de Castilla por parientes, é que los pueblos
nos caballeros, é otras personas de su consejo ; á los eran aficionados á él ó á la Reyna su muger, é que
quales dio á entender, que su voluntad determinada los Portugueses no se compadecían bien con los
ora de casar con su sobrina, é poner todas sus fuer Castellanos. É que mirase bien que comenzar guer
zas por habor los Reynos de Castilla é de León, que ra quien quiera lo podía facor, pero la solida della
de derecho le pertenecian, é demandóles su parocer suele ser como los casos de la fortuna se ofrecen,
sobre ello. Aquellos caballeros é algunos otros do su los quales son tan varios é tan peligrosos , que los
Consejo, vista la voluntad del Roy inclinada á acep estados reales no geles deben cometer sin funda
tar esta empresa, pensando ansimesmo que en la mento de justicia é con gran deliberación. Otros! le
grandeza de Castilla habia para acrecentarse todos decian quo aquel que por odio ó por interese encu
en rentas ó señoríos ; conformáronse mas con la afi bre el bueno, é da color al mal consejo, el consejero
ción del Roy de Portogal , que con ja rectitud del con todo lo que conseja porece. É por tanto querían
consejo. É al fin todos le consejaron que lo debía mas agora carecer de su gracia diciendo la verdad,
aceptar ó poner luego en obra , antes que el Rey é que perecer después habiéndola callado. Estas ó
la Reyna oviesen tiempo para se apoderar mas del otras cosas lo fueron dichas al Roy do Portogal po
Reyno de Castilla. Habido este consejo, luego fizo ra le retraer de su propósito ; pero no fueron bien
asiento sobre todas las cosas qne se habían de coni- recebidos , porque eran contra lo que tenía yo con
plir con el Marqués de Villena , é con el Arzobispo cebido en su ánimo. El Marqués de Villena y el
de Toledo, é con el Duque de Arévalo, é con loa Maestre de Calatrava y el Conde de Uruefia, sus
otros caballoros que habernos dicho ; y ellos ansi primos, no cesaban de solicitar públicamente con
mesmo de lo que habían do coraplir con él. É lue los quo podían , diciendo que aquella Dona Juana
go embió un caballero con poder para se desposar ora verdudera heredera de Castilla, ó que la dobian
con su sobrina, habiendo dispensación dol Papa. Y obedecer ó tener por su Royna ó Sonoro , lo qual los
escribió A todos los Grandes ó Caballeros de Costi faria muchas mercedes. E derramaban esta voz por
lla, faciéndoles saber como él la tomaba por muger, las cibdodes ovillas, A unos diciendo los crimines
ó como ii su marido le pertenecian estos Reynos , la é yerros é tomos dol patrimonio real que hobion fe
posesión de los quales entendía con el ayuda de Dios cho en tiempo del Rey Don Enrique , los quales les
venir poderosamente á tomar ; por ende que se jun serian perdonados por el Rey de Portogal ; á otros
tasen con él, é quo les furia muchas mercedes. Algu poniendo miedo si siguiesen el partido del Rey é de
nos hornea do aquol Reyno de Portogal, que mira la Roy na, dándoles á entender que serian punidos
ban aquel negocio sin afición , recelando los gran en las personas, é les tomarían los bienes é rentas
des inconvinientes que en las grandes empresas que el Rey Don Enrique les había dado, h dcsta
suelen acaecer, amonestaron al Rey de Portogal que manera prometiendo mercedes á unos, é poniendo
pensase maB é mejor en osta demanda que quería miedo á otros, trabajaban de traer á todos los que
facer : é dixeronle que las grandes empresas con podían á su opinión ó al servicio del Rey de Porto-
justos é grandes fundamentos se debían principiar; gal. Muchos habia que deseaban guerras ó alboro
é que debía considerar, que estos que lo llamaban tos, pensando que las nuevas cosas les traerían nue
para ser Rey do Castilla é de León, eran el Arzobis vas ganancias ; otros por miedo de los crimines que
po de Toledo ( y el Duque de Arévalo, é los fijos del habían cometido aceptaban aquellos ofrecimientos,
Maestre de Santiago, ó del Maestre de Calatrava su é se disponían á seguir el partido del Rey de Por
hermano ; los quales poco tiempo antes habían afir togal. E con estas variedades, unos estaban escan
mado por toda Espada, é publicado fuera della, que dalizados, otros alterados; ó no les parecía estar
la sefiora su sobrina no tenia derecho á los Reynos obligados ú órdon ni eubjecion alguno de Rey ni de
del Rey Don Enrique, por la impotencia experimen justicia, como suole acaecer en los Reynos do hay
tada que del publioaron ; é que debía bien mirar co división.
mo estonces habían fallado no ser heredera do Cas
tilla, é agora dioen que es legitima subcesora , por CAPÍTULO IX.
que destas variedades é mudanzas en tan poco tiem
po fechas, so podía sospechar quo estos caballeros Del requerimiento que el Re; de Portogal embió á ficer al Re; 6
de Castilla no se movían por su servicio , ni menos la Repta.
con zelo de la justicia que publicaban, sinoá fin de Estando el Roy é la Reyna en lo villa de Volla-
procurar sus intereses de acá é allá, é dar el derecho dolid entendiendo en lo provisión de estos cosos,
do fallasen mayor utilidad. É por tanto le amones embió á ellos el Roy do Portogal un Caballero de bu
taron que sus cosos fasta hoy florecientes , no las caso, que so llamaba Ruy de Sosa. Con el qual les
embolviese con aquellos que el derecho de los Rey- embió decir que bien sabia que la Princesa Doña
nos miran, no según la verdad, mas según sus pa Juana bu sobrino ero fijo legitimo del Rey Don En-
DON FERNANDO É DOfíA ISABEL. 261
rique do Castilla é de León, y heredera do sus Boy- co tiempo antes habían tonido el voto contrario, é
nos, jurada quando Princesa por Hoy na ó Sofiora de publicaron por toda España é aun fuera della, que
ltas por los Grandes ó Caballeros, é por las cibdados aquella Doña Juana ni era ni podia ser fija del Rey
é villas del Reyno para después de los dias del Rey Don Enrique ; é insistieron en ello para lo verificar,
su padre; á la qual él había deliberado de tomar faciendo grandes ayuntamientos do gentes , é po
por tnuger. Por ende que los rogaba é requería, que niendo escándalo en el Reyno. Lo qual daba clara
lo dexasen estos Reynos quo tenian ocupados injus mente á entender, como en la primera división se
tamente, é no se entremetiesen á los poseer, pues mostraron escandalosos, pues lo que afirmaron es
no les pertenecían. É quo si algún derecho pensa tonces negaban agora, é agora se muestran cobdi-
ban tenor á ellos, quo fasta ser visto é determinado ciosos, pues lo que agora confiesan negaron eston
por quien é como debia los desocupasen luego , é ces. Otros! ta embiaron decir, que semembrase quan
dexasen la posesión que usurpaban. E como quiera do el Rey Don Enrique le ofreció por muger aque
que según derecho , todo legitimo heredero puede lla bu sobrina, é con ella ta otorgaba la suboesion
por su propria autoridad entrar en los bienes quo lo de los Reynos de Castilla é de León ; que ni quiso
pertenecían, é la Rey na su sobrina lo podia justa aceptar el casamiento , ni monos la subcesion , por
mente facer como legitima heredera del Rey su pa que no estaba saneado del dorocho que su sobrina
dre ; pero por escusar muertes é otros males que de podia tener á estos Reynos. Todo lo qual conside
la guerra so pueden seguir , saliendo ellos del Rey- rado, con ánimo limpio de pasión , según que á la
uo de Costilla, él suspendería la entrada quo en ellos consciencio de persona real convenia, ta rogaban,
quería facer, fasta que el derecho do la una parte, quo no ta movieson las razones de aquellos que ten
ó de la otra fuese determinado. É ai luego no lo tando bus intereses en una y en otra parte, determi
querían facer, él entendía con la ayuda de Dios en naban el derecho do fallaban su mayor utilidad. É
trar poderosamente, é poseer estos Reynos como co que se dexase desta opinión , do tantas muertes é
sa suya, pues lo pertenecían á causa do la Royna su destruiciones de necesario so signirian ; en lo qual
sobrina ó su esposa. É quo si por osta causa algu faria ta quo principo virtuoso é temeroso de Dios
nas muertes ó otros males y escándalos so siguiesen, debe facer. É que si todavía acordaba insistir en
tomaba á Dios por testigo, quo fueso á cargo dollos esta demanda, le dixese en como ellos poseían estos
ó no al suyo, pues los requería antes con la razón Roynos por la gracia é voluntad do Dios, é por jus
que con la fuerza. ta é dorecha subcesion perteneciente á la Reyna he
redera legitima deltas. É que si el Rey de Portogal
CAPÍTULO X. decía pcrtonecorlo por alguna acción, ellos estaban
prestos do le responder por justicia; ó si otra algu
De la respuesta que dieron el Re; o la Reyna al requerimiento na via do fuerza é de escándalo quería mover, á ellos
que les embió i facer el Rej de Portogal. pesaba mucho. Pero quo agora fuese por derecho,
El Roy é la Reyno , oida aquella ombaxada quo según debia, agora por fuerza , según decía, lo res
por parte del Rey de Portogal les fué fecha, ovie- ponderían, tomando ante todas cosas á Dios de su
ron su consejo con el Cardenal do España é con su parte, porque no les fuese imputada culpa de las
hermano el Marqués de Santulona á quien fletaron muertes , incendios ó otros males , que delta so si
Duque dol Infantadgo, é con el Almirante, é con el guiesen en Castilla y en Portogal, pues él quería ser
Duque do Alva, é con el Condestable Conde de Ha. movedor é causa principal dollos.
ro, é con otros caballeros y perlados do su Consejo;
é con el acuerdo deltas respondieron, quo se mara CAPÍTULO XI.
villaban mucho del Rey do Portogal, quoror agora
de nuevo despertar materia tan injusta , la qual sa De lo que el Rey e la Reina embiaron a deeir al Marques
de Villéna.
bia él muy bion que sogun razón se debiera callar,
por escusar plática que de necesario redundaría en Despedido el Embaxador del Rey de Portogal
injuria de personas reales ; é quo no estaba por co con esta respuesta, luego ol Rey é la Reyna ombia-
nocer á él la verdad dol derecho de Dofia Juana su ron decir al Marqués de Villena, que mirase bien
sobrina quo agora quería proseguir, ni podrían creer, quantas muertes é destruiciones so habían seguido
por sor príucipo dotado de tan claras virtudes, quo en estos Reynos por la división que en ellos princi
pensase mover guerra tan grande sobre fundamen palmente cauBÓ el Maestre de Santiago su padre,
to tan injusto , sin haber primero mayores é mas quando se juntó con algunos porladoB é caballeros
ciertas informaciones, especialmente considerados del Reyno, é fletaron Rey al Principe Don Alonso.
los cercanos é grandes debdos de sangre que con De la qual enfermedad no aun libres, quería agora
ellos tenia, é la buena é loable paz que hay ontre tornar á facerlos recaer en la mesma dolencia que
bub Reynos é tas Reynos do Portogal. É que le plo- habían padecido. É quo si no quería mirar bu cons-
guiese considerar, quo aquellos caballeros que le '■ ciencia, ni menos la fama que cobraba de borne, é
llamaban para execueion desta justicia, mas lo fa fijo de home causador de escándalos, & ta menos se
cían movidos por sus proprios intereses, que con ze doliese de tantos males, quantos por su parte é cau
ta del derecho que publicaban. Porque él sabia bien sa en el Reyno se aparejaban ; é quanto peligro
que aquellos meamos é sus padres eran los que po- ocurría en bu persona y estado, é quanto dafio de la
262 CRÓNICAS DE LOS REYES DE CASTILLA.
guerra Be podía seguir en tra tierra é patrimonio, des , considerando los males que habia visto en la
porque no era posible estando todo el Reyno en división pasada, recelando mayores on la que voia
guerra, que su tierra estovicae en paz. Por ende qu6 presento, convertióse á Dios en oración, é los ojos é
le rogaban é requerían con Dios, que se dexaao de manos alzados al cielo dixo ansí : «Tú, Señor, que
aquel camino quo qneria llevar , é pensase, pacificar «conoces el secreto de los corazones, sabes de mí,
au persona y estado ; é que ellos le confirmarían to i que no por vía injusta , no por cautela ni tiranía,
do lo que el Maestre su padre lo dexó, ó le darían el » mas creyendo verdaderamente que de derecho me
Macstradgo de Santiago , é allende tiesto lo farian «pertenecen estos Reynos del Rey mi padre, he pro-
otras mercedes. El Marqués de Yillena respondió acurado de los haber, porque aquello que los Reyes
quo ya no era tiempo de se retraer de lo que había «mis progenitores ganaron con tanto derramamien-
comenzado, é que tenía por su rey é señor denlos sto do sangre, no venga on generación agena. A tí,
Royuos al Roy Don Alonso do Portogal ó á la lley- «Señor, en cuyas manos os el derecho de los Roy
na Doña Juana su esposa, á quien de derecho perte anos, suplico humilmento, que oigas agora la ora-
necían; por endo que no lo fallasen mas en aquella »cion do tu siervu, é muestres la verdad, é uianiiies-
materia. Oída esta respuesta, luego el Rey é la líey- » tes tu voluntad con tus obras maravillosas: por-
na pensaron de poner gran recabdo en el Reyno, y »quo b¡ no tongo justicia, no haya lugar de pecar
embiaron sus cartas á todas las cibdades é villas pa «por ignorancia, é sí la tongo, me des seso y eafuer-
ra que fuesen bien guardadas, de manera que nin »zo para la alcanzar con ol ayuda de tu brazo, por-
guna persona se pudiese apoderar dolías. Y escri uque con tu gracia pueda haber paz on estos Rey
bieron a algunos Grandes é Caballeros del Royno, unos, que tantos males é dcstruiciones fasta aquí por
faciéndoles saber la embazada quo el Rey de Por n esta causaban padecido.» Esto oian decir á la Rey
togal les había embiado , é la respuesta que le ha na muchas veces en aquellos tiempos en público, y
bían dado. É porque sopierou que el Rey de Porto- esto decía, que era su principal rogativa, á Dios en
gal facía aderezos de guerra , é llamaba su gento secreto.
para entrar en Castilla , mandaron que estoviesen
prestos con sus gentes para los servir é defender CAPÍTULO XII.
estos Hoy nos, según quo buenos ó leales súbditosson
obligados á facer. Sabido esto en el Reyno , luego De las amonestaciones que flcieron al Arzobispo de Toledo por
que no se jumase con el Rey de Portogal.
las gentes del, como en semejantes casos suele acae
cer , ovicrou diversos pensamientos. A los unos pe Como ol Roy c la Reyna sopierou quo ol Arzobis
saba mucho, recelando los males que vienen á tor po do Toledo (1) tomaba propósito nuevo, é quería
dos generalmonto do las guerras ó divisiones, y es favorecor la parte del Rey do Portogal , acordaron
tos eran los hornos pacíficos é do buenos deseos. de embiar á él algunas personas do su Consejo, por
Otros aunque eran aficionados al servicio del Roy é lo retraer de aquel camino. El qual respondió áspe
do la Roy na, placíales de aquellos escándalos, por ramente , mostrando con orgullo grandes querellas
vor necesidades en quo los o viesen de servir , por del Roy é de la Reyna, diciendo que no le habiau
que ficiesen mención dellos é les ficiesen mercedes. tratado con la honra que dobian, ni dado los oficios
A otros deseosos de novedades placia, por ver mu que el Rey le habia prometido; é decía otras razo-
danzas do tiempos, en que pensaban adquirir riquo- nos, por do mostraba gran descontentamiento. É
zas é honores. Otros pensaban de allegarse á la par do secreto se sopo quo todavía determinaba seguir
to quo mejor partido les ficieso. É ú otros muchos aquella vía del Rey de Portogal, porque el Marqués
placia, no por otro respeto , salvo por ver tiempo do Villena quo estaba con él , lo habia traído á la
disoluto, sin ninguna orden ni miedo de justicia, opinión suya; cerca do lo qual ayudaba mucho
donde con robos é fuerzas pensaban adquirir bie aquel Fornando de Alarcou , quo habernos dicho
nes. É ansí los unos como los otros, proveyendo á quo era privado del Arzobispo , á quien mediante
sus proprios intereses, habian varios consejos, ó da muchas dádivas é promesas, el Marqués de Yillena
ban diversos juicios, y estaban escandalizados, los había corrompido é traído á su opinión. El Conde
ánimos alterados, dnbdando á qual parte Dios é la do Buendia, Don Pedro do Acuña, quando sopo que
fortuna seria mas favorablo. Poro los bornes ciuda el Arzobispo de Toledo su hermano tomaba propó
danos é labradores, ó todos los mas de la caballería, sito nuevo contra el Rey é contra la Reyna , con
ó los fijosdalgo do Castilla, eran aficionados al Rey ó gran sentimiento que dello ovo, vino á él ó trabajó
á la Reyna, é odiosos á los Portugueses, por la ene
mistad antigua que es entro Castilla é Portogal. Es di Con este motivo el Cronista Fernando del Pulgar, por man
pecialmente eran odiosos á aquella Doña Juana, dado, según entonces se dijo, do la Reyna, escribió al Araobispo
porque creían no ser fija del Rey Don Enrique , é una larga carta, que es la 3 de las suyas, haciéndole ver su mal
que había seydo engendrada de feo é detestable en porte, y persuadiéndolo i que mudara su propósito y diese paz
•I Reyno. A la qual el Arzobispo hito responder por, un caballero
gendramiento, é deseaban mucho la vitoria del Rey criado de su casa, excusándose, y dando i entender, que no ha»
é de la Reyna , por ser fija del Rey Don Juan. La ria nada que no debiese contra el Rey y la Reyna. Entonces el
Reyna estaba muy turbada de vor los escándalos é Cronista, con la libertad que le daba la justicia de su causa, vol
vió i tomar la pluma y escribió a dicho caballero la carta que
alteraciones del Reyno ; é como desdo su niñez ha puede verse igualmente en las suyas, Letra 6. Una y otra trae a la
bía seydo huérfana é criada en grandes necesida letra lfernalu., ilisí. ie loi Hevct Caltluoi, c. 12 y 13.
DON FERNANDO É DOÑA ISABEL. . 263
mucho , ansí por eu persona, como mediante algu líos quo conocían al Arzobispo é habían ido ó él
nos religiosos é otros sus criados, por lo retraer de por mandado dol Rey é do la Rey na sobre osta ma-
aquella via que tomaba. É ni la autoridad de nquo- toria, recolando su dureza, lo consejaban que no
llas personas, ni la fuerza de sus razones, ni merce debía ir, porque no se guardaba su proeminencia
des que le prometieron , ni inconvinientes quo le real. E que seria mejor consojo, ombior uno de aquo-
mostraron, pudieron retraerle de aquel propósito. É Uoa caballeros que iban con ella, quo eran do los
vista la pertinacia que mostraba , todos aquellos, mayores del Reyno, é personas de grand autoridad;
aunque susdebdos propinquos, fueron indinados é porque si ella fuese en persona, mostraría gran fla
mostraron grand odio contra él , considerando que queza de su partido , lo qual dañaría mucho en los
siempre habia servido al Rey é á la Roy na en los negocios principales que por estonces ocurrían. De
tiempos pasados, é agora que en tiempo de necesi cían ansimesmo , que no podia la Reyna ofrecer al
dad era mas menester su servicio, movido por inte Arzobispo mas de lo que ellos de su parte le habían
rese, ó por otra alguna pasión , no solo dexaba do ofrecido ; ni le podian decir ni consejar mas, do lo
los servir, mas deliberaba de los deservir, juntán que su hermano el Conde de Buondia é otros sus
dose con el Rey de Portogal á poner nueva divi parientes é criados é algunos religiosos le habian
sión en el Reyno ; sin haber respeto á los juramen amonestado é consejado; é que las semejantes vis
tos que pocos dias antes habia fecho, do tener siem tas, Bobro cosa concertada se suelen é deben facer.
pre al Roy ó á la Reyna por sus royes 6 señores na Porque si el Arzobispo no acoptaso el ruego quo la
turales, ó de los servir lealmente. Roy na le ficiese en persona, doblarsoria la enemis
tad, é su mesmo yerro le faria ser mas duro dcecr-
CAPÍTULO XIII. vidor; de manera que vernia tarde la reconci
liación que del por ventura en algún tiempo se es
De como la Reina pasó aquende los puertos, é Tino para Toledo. peraba. E decían otras muchas razones, por escusar
El Rey de Portogal , oida la respuesta que era- aquella ida que la Reyna en persona quería facer.
biaron el Rey é la Reyna con aquel caballero Ruy La Reyna respondió : « Porque yo tengo gran con-
de Sosa, é como fué certificado por el Marqués de » fianza en Dios, tengo poca esperanza en ol servi-
Villena que el Arzobispo de Toledo y el Duque de »vk>, é poco temor del deservicio quo el Arzobispo
Arévalo se juntarían con él é le servirían , luego fizo a puede facer al Rey mi señor é á mi. E si el Arzo
llamar todas las gentes de guerra de su Reyno, en bispo fuese otra mayor persona, pensaría mas en
número de cinoo mil hornee de á caballo , é qnince i) mi ida é él ; pero porque es mi natural é ha estado
mil peones. E según se decia, agraviando sus vasa non mi servicio familiarmente, quiero ir áél, porque
llos en los pechos que les puso y emprestidos que les o pienso que mi vista le mudará la voluntad , ó le
domando, llegó gran suma de dinero, é luogo movió «podrá rctraordeste propósito nuovo quo quiere to-
con aquella su gente para entrar en Costilla. Sabi n mar. E solo por satisfacer á la opinión del puoblo
do por el Roy é por la Reyna que estaban en Valla- nque piensa que ha servido al Rey mi señor ó á mi,
dolid, la entrada del Rey de Portugal en sus Rey- * quiero facer esta diligencia, por no le dexar errar
nos, é como el Arzobispo de Toledo determinaba asi pudiere ;é no quiero pues que puedo, quedar
de se juntar con él ; luego acordaron, que el Rey a con pensamiento que me acuse , pensando quo si
quedase en Valladolid, é con él el Cardenal do Espa afuera á él en persona, le pudiera retraer deste co-
ña y ol Almirante, é otros algunos caballeros, para a mino errado que quiere tomar.» E acordó quo el
provocr en toda aquella tierra é sus comarcas ; é Condestable fuese primero á fablar con él ; é la
quo la Reyna pasase aquende el puerto, é viniese & Reyna quedó en Lozoya, é con ella los Duques del
Toledo para proveer desde aquella cibdad en las Infantadgo é de Alva. El Condestable por manda
cosas del Reyno de Toledo é del Andalucía y Es- do de la Reyna, fué á la villa do Alcalá; é luego
tremadura , é de todas aquellas partes. Ansimesmo el Arzobispo fabló con él , é repitióle los servicios
acordó de ver en aquel camino al Arzobispo de To que habia fecho al Rey é á la Reyna ; é díxolo quan-
ledo, por le retraer de aquel propósito que habia to to eran notorios los peligros do su persona, é gas
mado. E mandó a) Duque del Infantadgo, é al Con tos de su facienda que habia fecho por les servir ;
destable Conde do Ilaro, é al Duque do Alva que é quo siendo principes, teniéndolos en su casa é
fuesen con ella. E como llegó á Lozoya, acordó des tierra, le habia prometido para quando oviesen el
de allí embiar al Arzobispo á le decir que ella que Reyno grandes mercedes, é que nunca ovo dellos
ría ir á la su villa de Alcalá á le ver é fablar. Este oficio ni merced. Ansimesmo les dixo, que mayores
acuerdo que la Reyna tomaba, pareció bien á los honras facian, é daban mas parte de sus consejos
caballeros que con ella venían, é á los mas de su ¿ otros perlados é caballeros á quien no debian dar,
consojo porque creían , que quando el Arzobispo que á él que les habia anal bien servido, oomo á to
viese á la Reyna, faria todo aquello quo le rogase, do el mundo era notorio. E que en todo lo habian
mayormente cumpliendo con él en todo lo quo so scydo tan ingratos é lo habian tratado tan doshon-
p odíese complir; é loaban mucho su condición, por radamento después quo eran Royes , quanto no pu
que podia forzar su voluntad para ir á fablar a un dieran tratar al menor capellán de sn casa ; é que
natural suyo, después de tan agras respuestas como acordaba de tornar por su honra, é dar á entender
lo habia ombiado. Otros algunos, en espocial aquo- especialmente á la Reyna, en quo manora so habia
264 CRÓNICAS DE LOS REYES DE CASTILLA.
de tratar persona que tan bien le había servido, ansí u agora, señor, la fabla de los cargos secretos que
en bu oasaraiento, como en todas las otras cosas. «vos tenéis del Rey é de la Royna, é de los sorvi-
Este Condestable era lióme discroto é bien foblado, « cios públicos que decis que les (kistes. Sabéis bien,
é deseaba mucho retraer al Arzobispo de aquel ca « señor, que muerto el Rey Don Enrique tuestes á Se-
mino que tomaba ; é después que le oyó bien, é vi- «govía, donde jurastes públicamente sobre un libro
do que había descargado sus quexas, como quier n misal, de tener por vuestra reyna é señora natural
que conocía bien quanto trabajo se requiere para » á la Royna, según que los mas de los Perlados é
retraer al argulloso del propósito que tiene concebi «Grandes, é Caballeros del Reyno lo fioieron. Ago-
do, le respondió : »ra, señor, si mudáis el propósito diez años conti-
a Yo, sofior, tengo creído, que mayor fama de ñauado por eaojo de tres meses habido, querría sa
n magnifico os dio vuestra naturaleza , que os pudo lí bor de vos como podéis sanear vuestra conscioncia,
» dar vuestra dignidad. Pero bí los actos de la mag. «ó guardar vuestra honra, contradiciendo lo que
n niñeencia oarecen de razón, mas soran reputados ncon tantas informaciones croistes, é tanto tiempo
» actos do home voluntarioso , que de magnifico. «guardas tes, é tan poco ha j uíasios é firinastes ; ó
«Oído habernos de vos muchas veces, quo habéis nque cosos de ingratitud pueden ser estos couioti-
«servido bien al Rey ó ala Hoyan, seyendo princi- «dos contra vos, dado que mas graves fuesen de lo
»pes, é que los habéis tenido en vuestra casa algu- nquo recontáis, que puedau quitar á la Reyna el
» nos tiempos , ó habéis pasado trabajos , fasta que «derooho de su subcesion, é absolver á vos del ju-
» por la gracia de Dios son venidos al catado roal n raí nuuto que le ficistes, salvo si pensáis que el deru
i) en que están ; é concluís sobre todo de haber von- ncho de ser ó no sor Roy do Castillo, consisto solu-
ngonza desta iugratitud , que contra vos decis quo n monto en tener ó no tener á vos contento ; é quo
«han mostrado. Verdad es por cierto, señor, que «solo vos por vuestra autoridad podéis quitar aque-
» mejor fuera ni vos repetir vuestros servicios, ni «11o, que muchas veces publicantes haber dado Dios
i) yo recontar lo que el Roy é la Reyna han fecho «por la suya. No parece por cierto, señor, can
ti por vos ; porque repetir el beneficio , parece acu- il sa suficiente para quebrantar la fidelidad que se
nsor la ingratitud. Pero tanto é por tan tus partes «debe al Roy, porque no faga honras á quien las
i los publicáis por ingratos, quo será forzado dar «merece, ni mercedes á quien las demanda casotquo
0 razón desta ingratitud que les imputáis. Vos, se- «goles haya bien servido-, porque si este taino
«fior, Babois los guerras acaecidas en estos Roynos. «ganase nombro de liberal, ni por esto perderá nom-
n quando vos ó otros perlados ó caballeros alzantes nbre do Rey, ni el derecho do bu reyno. Ni porquo
non Avila por Rey al Principo Don Alonso, ó so nos parezca quo la Reyna ofendió á vos, no de-
» fizo aquella división ; la qual vos principalmente « bois vos ofender á Dios , quebrantando lo quo ju
» la sostuvistes, publicando quasi por toda la chris- maste, ayudando á facer en el Reyno división. Do
«tiandad, que con sana conscioncia no podíais so- «la qual como do pecado abominable todos debemos
uñir, que el Principe Don Alonso, fijo del Rey Don » fuir ; especialmente vos, que de los peligros do la
» Juan, do quien habiades recobido mercedes, per- i) división pasada debríades estar escarmentado , é
i! dioso la subcesiou de estos Roynos que de derecho « toaer unto los ojos, quo si trabajostos por facer Rey
ale pertenecía, ó la oviese aquella señora Dono nal Príncipe Don Alonso, antes se fizo la división
1 Juana quo se decía fija del Rey Don Enrique. nque vistes, que el Rey que pensastes; é queréis
«Muerto el Principo, recelando la enemistad que el n agora recaer en el fierro que conociste haber cai-
B Rey Don Enrique ternia con vos por las cosas pa- «do, quando tornastes á la obediencia del Rey Don
» sadas, acordastes de tomar por escudo de vuestra «Enrique. Mirad bien por Dios, señor, que estas va-
» defensa á la Hoy na, que estonces subcedió Priuce- sriedades allende de sor peligrosas, no en pequeña
»sa on lugar del Principo su hermano; la qual so n injuria so reputan do persona de tal edad é digui-
» dispuso á todo trabajo por librar vuestra persona «dad como vos tenéis. Debéis ausimesmo pensar
ity estado. Vos, señor, sabéis bien que según lasco- « que ni Dios permitirá, ni las gentes consentirán,
osas posadas, no pudiérades seguramente sosteno- «quo vos, movido por qualquier enojo, pensodes
» ros, BÍn algún amparo cierto de persona real , por «quitar ni poner roy on Castilla; porque quando lo
«cuyo respeto fuésedes defendido, según que lo nquesistes facer, ovistes mayor peligro en lo quo
nfuistes por la Reyna todo el tiempo que con ella ncometistes, que efeto de lo que pensastes. E por
o estovistes. E allende dosto sabéis los beneficios n tanto, señor, alimpiad vuestro espíritu deseinejan-
n honras, dádivas é mercedes de dineros ó otras co ntes pensamientos é poneos en la virtud de la tein-
lisas, quo el Rey é la Reyna muchas veces os ficieron, n planza, avenidora de la voluntad con la razón ; d
nías quales bien consideradas, sin dubda incurriria- n luego conoceréis el camino errado que tomáis, y el
i) des vosa ellos en mayor cobo de ingratitud , ai n verdadero que sois obligado de llevar. E cerca de
ndexásedes de los servir, que ellos á vos si no remji- n la querella que tenéis por estos oficios que pedís,
«nerason á vuestra voluntad los servicios que decis ncomo quiera quo seáis merecedor de grandes nier-
«haberles fecho. También sabéis que por sostener á « cedes ; pero si consideráis que el home templado
» vos solo, dexó la Reyna de haber por servidores ú « debe moderar también bus demandas, como tein-
«otros muchos Grandes del Reyno, que por vuestra n piar sub dádivas , conoceréis no sor cosa razonable
«causa se excusaron de la sorvir. Pero dexemos u haber pedido aquellos oficios, que los mas prínci
DON FERNANDO É DOÑA ISABEL. 265
«pales servidores é criados suyos tienen, é tovioron quo se llamaba Fernando de Alarcon, é tenia cerca
«sus padres é abuelos , sirviendo eu ellos al Bey su de si algunos caballeros ó otros homes de malos
i) padre é é él ; é veréis ansimesmo el deservicio deseos, quo por sus proprios intereses le movían á
«grande que se le siguiria , 'si por tener á vos solo guerras y escándalos, inclinóse mas al consejo de
«contento, agraviase á los principalos do su casa cu- los escandalosos que á la amonestación de los pa
«yos son ; Iob quales tornian mayor razón de se quo- cíficos. E luogo tornó á insistir on su dureza, ó dixo
«zar si les quitasen lo snyo, que vos tenéis porque que no quería mudar el propósito quo habia to
«no vos dan lo ageno. Allende desto pnrescorin quo mado do soguir el partido del Roy de Portogal ; ó
» el amor que mostrábades al servicio destos núes- quo no debia venir la Reyna allí do estaba , porque
«tros señorón, y el derecho que publicábades tenor si ella viniese, él determinaba do la no esperar, é
«la Reyna á estos Reynos, no era por respeto do irse á otra parte. Quando la Reyna fué avisada del
«vordad, mas por fin de interese, pues cesando propósito del Arzobispo, no curó mas del, é continó
» aquel, procurábades do los doservir. Por ende, so- su camino para la cibdad de Toledo. Algunos cria
«fior, yo vos ruego con Dios ó requiero quo apar- dos é parientes del Arzobispo, viendo como negó la
n teis do vos esto propósito ; é pues vuestra digni- vista de la Reyna, aunque on su casa habia diver
«dad os obliga ser ministro de paz, vuestra comí i - sas opiniones (porquo unos le consejaban que si
«cion no os fuerco ser materia do escándalo, ni pue- guiese el partido dol Rey de Portugal , á otros pe-
«da agora en vos mas la pasión quo la razón. Per- Baba mucho do aquel camino que tomaba), pero
* manoced en lo quo habéis jurado é principiado, é también los unos como los otros quedaron escan
» no perdáis los servicios quo decis haber fecho con dalizados, é no sabían dar razón do aquella fealdad
«esto deservicio tan grande, quo sobrepuja á todo quo el Arzobispo fizo, é imputaban toda la culpa á
s lo quo habéis servido, dado que en mayor calidad aquel Fernando do Alarcon quo gelo habia conse
«ó quantidad fuese. E pues lo Reyna allende de jado ; otros lo imputaban al Arzobispo, por dar cré
» quantas honras os ha fecho , se dispone a venir dito en tan grandes cosas á homes de tan baxa con
«por su persona á vos fablar, ó le placo complir en dición.
«todo lo que so pudiere complir ; básteos esto tan
«gran acto para satisfacción de vuestros quorollas, CAPÍTULO XIV.
«porque no siento yo injuria tan grande, que la
«presencia desta nuestra sonora no os nanease, con De lo que el Cardenal escribió al Rey de Portugil, o de su res
siderada su grandeza, é la roverencia é obodien- puesta.
«cia que le es debida. E no sintáis tanta graveza, El Cardenal de España que quedó con el Rey en
«si ol Roy ó la Reyna tienen cerca de sí otros Perla- Valladolid, visto el escándalo é las guerras que por
« dos é Caballeros ; porque como sabéis , los reyes todas partes se movían on el Royno , pensó poner
«no deben cerrar su puerta, ni menos su voluntad esta demanda en algún trato de concordia : y em-
» real , á aquellos que con toda lealtad se dispo- bió un su Capellán al Rey de Portugal con una letra
« non ú los servir. E si por ventura ol sentimiento que decia ansí.
»de la pasión que agora tenéis, os venciere para no < Muy excelonto Rey é Señor : Las virtudes de
i servir á estos sefioros como debéis, á lo menos por «vuestra real persona me mueven á os suplicar, é
«vuestra honestidad no los desirváis. E doliborar de «aun 4 exhortar, que miréis mas en la entrada quo
«guardar vuestra autoridad, estando quedo en vues- » deliberáis facer en estos Roynos, porque la empre-
«tra casa, é no os juntéis con el Roy de Portogal; » sa que tomáis es grande, é los fundamentos que para
« porquo pensando deservir al Rey é á la Reyna, «ella toneis parecen pequeños. E por tanto, señor, si
«dañaréis vuestra conscioncia, ó disfamaréis vues- «os place suspender on olla por algunos dios, yo tra-
s persona, para os traer en la indinacion de Dios, é ■ bajaré con bueno é igual ánimo de concordar al Roy
«odio del pueblo.» «é á Reyna mis Sefioros con vuestra sofioria, de tal
Oidaa las razones del Condestable, luego pareció «manera quo Dios sea servido, é la honra de ambas
que el Arzobispo se inclinaba á sus consejos é amo «las partos guardada.»
nestaciones , porque conocía quo eBte Condestable El Roy de Portogal , vista la lotra del Cardonal,
ora home do buen seso, ó lo decia con sana inten respondióle en esta manera: « Agradézcovos mu-
ción. E muchos do sus dobdos ó criados quisieran «cho, Reverendísimo sefior primo, vuostro buon de-
que el Arzobispo pusiera on obra el consejo del l seo, y pluguiérame de lo facer, salvo porquo estoy
Condestable, el qual les parecía haber fecho mayor Bya puesto tanto adelanto en esta demanda, que
efeto en él por las razones que habia dicho , que «con buena honestidad no me podria dolía retraer.
ninguna de las amonestaciones que otros muchos «Pero quiero que sopáis que tengo tantos é tan
lo habian focho ; é todos los mas lo consojaban que «buenos fundamentos para proseguir esta empresa,
ficiese lo que le amonestaba. E otros algunos lo «que quisiera teneros de mi parte por el bien vues-
decian, que si no lo quería facer , á lo menos deli ntro, é del Duque vuestro hermano, é de los Caba-
berase estar quedo en su tierra, é no se mostrase nlleros vuestros parientes.»
por la una parte ni por la otra. Pero al fin, partido E ansí el Rey de Portogal no quiso por estonces
ol Condestablo, como el Arzobispo estaba remitido á fablar en partido ninguno de los que le fuoron mo
la gobernación de aquel home que habernos dicho vidos, por el grand orgullo que le ponía la gente ó
266 CRÓNICAS DE LOS REYES DE CASTILLA.
dinero quo traía de Portogal , é los Caballeros do de ir á la cibdad de Toro. Ansimosmo estaba en
Castilla que so habian mostrado ya por su parlo, ó aquella sazón on el castillo de Castronufio, que es
por otras muchas cibdados é villas é caballoros quo dol prioradgo de Sanct Juan , un Alcaydo, quo se
pensaba teuer ásu obediencia en pocos días, según gún habernos dicho, babia cometido muchas fuer
lo babia seydo ofrecido por ol Marqués de Villana zas é robos ; el qual recelando las penas on que in
é por el Arzobispo de Toledo. currió por los crimines que habia cometido, no se
guro en el perdón que ol Rey é la Reyna le facían,
CAPÍTULO XV. como quiera quo costrenidos por la necesidad pre
sente gelo habian prometido. Durante el tíompo
De las rosas que el Rey ilio allende del puerto, cnlrelanto que la quo el Roy estovo ocupado en estas cosas, la Reyna,
Hejna estovo en la elbdad de Toledo.
según habernos dicho , pasó á la cibdad de Toledo,
El Rey, con consejo del Cardenal é do otros ca doude fué muy bien recobida ; y estovo allí algu
balleros que con él quedaron, acordó do ir á las cib- nos días proveyendo las cosas necesarias á la guar
dades de Salamanca é Zamora, ó refirmar las segu da de aquella cibdad, é de las cibdades de Andalu
ridades é pleytos omenages é juramentos , que los cía, ó de Estremadura, ó de todas aquellas partos.
Caballeros é Regidores do aquellas cibdades habian Esto fecho, dio sus poderes bastantes al Conde de
fecho á él é i la Reyna ; porque como dicho habe Paredes Don Rodrigo Manrique , que se llamaba
rnos, todos estaban dubdosos, é qualquiera nueva Maestre de Santiago , para poner guarda en todas
quo les venia , les ponia alteración en los ánimos. las cibdades é villas dol Reyno de Toledo, ó de sus
Conocido por el Rey, tovo manera que los caballe comarcas, é para facer guerra á sus desorvidores. E
ros é hornea principales dellas refirmasen las segu mandó á Don Juan de Silva, Conde do Cifuentos, é
ridades que antes habian fecho ; é juraron de nue á otros caballeros de la cibdad de Toledo, que con
vo, é ficieron pleyto omenage de servir al Rey é á su gente viniesen con ella á la villa de Valladolid,
la Reyna con toda lealtad, como á sus Reyes é Se do el Rey estaba. ,
ñorón naturales contra el Roy de Portogal, é contra
los otras personas que fuesen en su deservicio. Y esto CAPÍTULO XVI.
menino juramento é pleyto omenage fizo en Zamora
Alonso de Valencia, Mariscal do Castilla, que tenia De como se alzaron los de Aleara!, é cercaron la fortaleza.
la fortaleza, é Juan de Porras, su suegro, un Caba Entretanto que estas cosas pasaron, los de la cib
llero que era Regidor é tenia gran parte en la cib- dad do Alcaraz, que tenia opresa el Marqués de Vi-
dad. A la cibdad do Toro no fué , porque Rodrigo llena, deseando salir do aquel señorío é ponerse en
de Ulloa, Contador mayor del Rey é vecino do aque la libertad real, tomaron las armas contra los dol
lla cibdad , tenia la fortaleza, y estaba en servicio Marqués de Villona , é cercaron la fortaleza quo te
contino del Roy é do la Reyna. Pero otro su herma nia un Alcaydo que se llamaba Don Martin de Guz-
no mayor, que so llamaba Juan de Ulloa, estaba man. E como los de la cibdad por la osadía que co
apoderado de la cibdad. El qual teniendo las con metieron se fallaron libros de aquel señorío, embia-
diciones de homo tirano, habia fecho contra los ronto facer saber al Conde de Paredes, Maestre do
vecinos de aquella cibdad é de sus comarcas gran Santiago, para que les ayudase á tomar la fortale
des crimines, especialmente en el tiempo del Rey za, porque la cibdad toda estoviese por el Royé por
Don Enrique fizo aforcar de las ventanas de sus la Reyna, sin el impedimento quede la fortaleza
casas un Licenciado que se llamaba Rodrigo de recolaban. E luego el Maestre de Santiago , recela
Valdivieso, Oidor do la Audiencia del Rey, ó do su das las letras é mousageros do la cibdad, los respon
Consejo, ó a otro quo se llamaba Juan do Villalpau- dió, quo ellos habian fecho como buenos é leales va
do, caballero omparontado ó de los principales do sallos dol Roy é déla Reyna, é quo luego seria con
Toro. Otrosi dostorró á todos los caballoros natura olios á les ayudar con la mas gente quo podieso.
les dolía, é tomóles sus bienes, á unos porque le im- Los do la cibdad que recelaban del Maestre do Ca-
pidian su propósito do señorear, á otros porque tío latrava é del Marqués de Villena , quo tenían gente
golo impidiesen. E con estas formas que tovo que de armas junta para ir á recebir al Rey de Porto-
do toda la cibdad a su mandado. Este Juan do Ulloa gal, fueron alegres del esfuerzo quo el Maestro de
recelando de los muchos querellosos que le acusa Santiago les embió, é continaron el sitio quo tenían
ban, é que sus crimines por ser do tan fea calidad puesto sobre la fortaloza, é llegaron mas las os tan
uo eran perdonables, estaba obstinado é corrompi zas ; é luego é pocos días el Maestre de Santiago
do de tal manera, que ni tenia paz oonsigo ni la vino á la cibdad con gente do caballo ó de pié , é
podia tener con otro ; é perseveraba siempre en de apretó mas ol cerco con estanzas que puso por par
litos, añadiendo unos á otros, pensando salvarse de te de la cibdad é defuera della. Quando el Marqués
unos males con otros. Los quales le ponian tanto do Villena sopo quo los do Alcaraz so habian alzado,
miedo, que el perdón que el Rey é la Reyna le fa fué con la gente de caballo é de pié de su casa é de
cían, no le daban seguridad ; é pensó que sirviendo la casa del Maestre de Calatrava su primo, é del
al Rey de Portogal, é dándole la cibdad, consegui Arzobispo de Toledo á socorrer la fortaleza que es
ría más é mejor seguridad do su persona é acrecen taba por él. Los do la cibdad de Aloaraz , como so-
tamiento de su casa ¡ ó por esta causa dexó el Rey piorou quo ol Marqués do Villena venia con tanta
DON FERNANDO É DONA ISABEL. 267
gente, recelaron la perdición «le la cibdad, pensan de su Reyno ol Duque de Guimarans) fijo mayor
do quo el Maestre los desampararía por no tener dol Duque de Berganza, y el Conde de Faro su her
tanta gento como era necesaria para resistir al Mar mano, y el Condo de Villareal , y el Conde de Por
qués do Villcna. Conocido por el Maestre el miedo togal , y el Conde do Leule , y el Conde do Pinol a,
que los do la cibdad tenían : it Amigos , dixo , toned y el Conde de Marialva , y el Condo de Pefiamozor,
¡) buen ánimo y perseverad en vuestro osfuerzo : por- y ol Arzobispo de Lisboa, y el Obispo do Coiinbra,
11 que con el ayuda de Dios ó del Apóstol Santiago y el Obispo de Ébora , é Ruy Pereyra, y el Mariscal
» entendemos dar la urden que conviene en esta cm- de Portogal, é Don Alvaro, fijo del Duque de Ber
» presa, para que no recibáis el daño quo teméis, é ganza , é todos los mas caballeros é gento de guer
«consigáis ol fin que desdáis. Aquellos do yo vengo, ra que había en su Reyno. E los unos vendieron sus
• ui acostumbraron fuir los enemigos ni dcsampa- patrimonios , é los otros empeñaron sus rentas para
• rar los amigos, ni yo monos lo faro ; antes ention- servir al Rey de Portogal en la prosecución desta
• do dar aqui fin i esto coreo defendiéndolo, ó a mi empresa que tomó. E la gento é aireos de guerra
«honra muriendo.* que traían, ongendró en ellos tan grand orgullo,
Oídas estas palabras, los de la cibdad se esforza que no creían quo el Rey ni la Reyna osasen espe
ron mucho, é continaron su cerco. Ansimesmo el rar en Castilla ; porque no tenian dineros ni rentas
Hoy 6 la Iteyna qtiando sopioron quo ol Marqués de donde lo o viesen, é auto do haber el vencimiento,
Villona iba á facer aquel socorro, luego embiaron repartían los despojos de la victoria. E con esta
al Obispo do Avila é Alonso do Fonseca señor do gente, acompañado de los caballeros quo habernos
Coca, con gento do caballo, para quo se juntasen dicho, el Rey de Portogal vino á la cibdad de Pla-
con ol Maestre. El qual con la gento que tenia, 6 scucia donde le esperaba el Duque de Arévalo , se
non la quo ol Rey é la Reyna le embiaron, fortificó ñor de aquella cibdad , y el Conde de Miranda Don
la» estatizas quo tenia puestos por defuera contra Diego de Stúñiga, su hermano, é otros caballeros
la fortaleza, do tal manera que ol Marqués de Vi castellanos con sus gentes. Alguno s de los caballe
llona quo venia á la socorrer , no pudiera por nin ros que eran en la compañía del Marqués de Ville-
guna parto entrar ni llegar & ella sin gran poligro na é del Maestre do Calatrava , é del Arzobispo do
y estrago de su gente. Lo qual sabido por ol Mar Tolodo , é de los que seguían el partido del Rey de
qués, ovo su consejo do hb bolvor ó dexar perder la Portogal , considerando que la vía que aquellos sus
fortaleza. Quando el Alcayde que la tenia fué avi señores llevaban , era contraria á la vía de la leal
sado que el Marques se habin vuelto porque no le tad que oran obligados á guardar á su Rey é á su
pudo socorror, luego entregó la fortaleza al Maes tiorra, se apartaron dol los. Especialmente Be apar
tre, é quedó libre la cibdad al servicio del Rey é do taron los dos principales caballeros de aquella Orden
la Reyna ; la qual el Marqués de Villona tenia seño do Calatrava, conviene a saber : el Clavero Don Gar
reada como cosa de su patrimonio. Visto por ol cía López de Padilla, que fué después Maestre, é
Marqués do Villona lo quo los vecinos de Alcaraz i Don Diego de Cuatrillo , Comendador moyer. El
ficioron con el favor quo el Maestre Dou Rodrigo Marqués de Villona que estaba en Troxillo , é soli
Manrique les dio, recelando que no ficiesen otro tan citaba la entrada del Rey de Portogal , vino luego
to las otras bus villas é lugares, puso gran diligen ú Plasencia , é traxo á aquella Doña Juana que se
cia en la entrada del Roy de Portogal ; é tomó llamaba Reyna de Castilla. Y en la plaza de la cib
aquella Doña Juana que tenia en su podor en la vi dad se fizo un cadahalso, en el qual puestos el Rey
lla do Escalona, é Uovóla A la cidad do Troxillo de Portogal é aquella su sobrina é oon ellos todos
donde estaba por Alcaydo Pedro de Baeza criado los caballeros que habernos dioho, el Rey de Porto-
do su padre. Y escribió al Rey de Portogal que dio gal se desposó públicamente con ella ; é tomadas
so forma á su entrada en Castilla con la mayor di las manos , luego se intituló Rey de Castilla é de
ligencia quo pedióse, porque do la tardanza, á él Portogal , ó á grandes voces un Faraute dixo ; Cas
vernia gran deservicio, ó los caballeros quo estaban tilla, Castillapor el Rey Don Alonso dé Portogal , é
a su obedioncia daños é males. por la Reyna Doña Juana su muger proprietaria des-
tos Reynos. Luego el Duque do Arévalo y el Marqués
CAPÍTULO XVII. de Villeno, ó todos aquellos caballeros besaron las
manos al Roy do Portogal é á ella, ó ficiéronles ju
De como el Itcy de Portogal entro" en Castilla, ramento é omonage de fidelidad, que según losfuo-
El Rey de Portugal visto lo que el Marqués de ros de España se requería facer como á Reyes de
Villoría le escribió, luego entró (1) en Castilla con Castilla é de León. Este acto focho , luego el Roy
aquella gente que habernos dicho. E vonian con él de Portogal ovo su consojo con aquellos caballeros
de oontínar el camino con toda su hueste para la
(1) El Cara de los Palacios séllala las fechas de estos sncesos. villa de Arévalo, que ero muy fuerte y en comedio
Dice que el liey de Portogal (Don Alonso V) entró en Castilla por dol Reyno ; porque desde aquella villa tovioso sus
«I mes de Mayo, y que habiendo parado en Plasencla, en 25 del tratos con los principales caballeros del Royno, é
mismo Mayo, qne aquel alio faé día del Corpas, sabio con su so con las cibdades é villas del , para que tomasen su
brina al cadahalso que se había hecho en la plaza, donde les des
posa nn Obispo , a cayo acto se sígalo el de aclamarlos por Reyes voz , é viniesen á su servicio ; é ansimesmo para im
en la forma acostumbrada. Bernald.. cap. 17. pedir al Rey é á la Reyna que no oviesou lugar de.
268 CRÓNICAS DE LOS BEYES DE CASTILLA.
juntar gente. E luego lo puso por obra, é vino para no querían estar á la obediencia del Rey de Porto -
Arévalo donde estovo por espacio de dos meses. gal. Este caballero Pero Alvarez tomó la cibdad de
Tuy , que es dol Obispo de aquolla Iglesia, é intitu
CAPÍTULO XVIII. lóse Vizoondo dolía ; é tomó ansimosmo á Bayona
do Mino , ó á otros lugares ó tierras, los quales fizo
De como io lomáronlas villas deNodari de Alégrelo en Por estar a la obediencia del Roy de Portogal. E duró
tugal. algunos dios en aquel Reyno la guerra ; por causa
El Rey é la Royna, sabido aquel acto que el Rey do la qual crecieron los tiranos é los robadores en
de Fortogal babia fecho en Plasenoía, ovieron con tanto número , que si la guerra de aquella manera
sejo dése intitular Rey é Reyna de Portogal; pues durara , todo aquel Reyno fuera destruido é despo
el Rey de Portogal les usurpaba su titulo , llamán blado.
dose Rey de Costilla é de León ; é intituláronse
Rey ó Reyna de Costilla é de León é de Portogal é CAPÍTULO XIX.
de Sicilia, Príncipes herederos de Aragón. En aque
llos dias , algunas gontes de las fronteras do Porto- De lo que en este tiempo acaeció en el Reyno de Francia.
gal , por la parte de Badajoz, entraron en el Reyno En estos dios el Rey Eduarte de Ingalaterra , con
de Portogal, ó tomaron una fortaleza que se llama esfuerzo é promesa que fizo do ayudarle ol Duquo
ba Nodar. En la qual el Rey ó la Reyna pusieron Chorlos do Borgoña, fizo grand armada en su Roy-
por Alcoydo á un caballero do Sevilla , que so lla no por la mar, é con quaronta mil combatientes des
maba Martin do Sepúlveda , Volite é quatro de la cendió en un puerto del Royno de Francia en la
oibdad , el qual les fizo pleyto omenage por ella , é tierra de Picardía , que so llamaba Controy , con
fizo guerra ó los Portugueses por espacio de tres propósito de guerrear á Francia, continando la vie
años ¡ é al fin vendióla al Rey de Portogal, por di ja question que aquellos dos Reynos antiguamente
neros que le dio, é no vino á Castilla do miedo que han tenido. E porque el Duque estaba ocupado en
ovo por aquel caso que cometió. En aquel tiempo otra guerra que por estonces tenia con el Duque do
que tovo aquella fortaleza ; usó del pecado de la lu- Lorena , no pudo venir á lo ayudar. El Rey Don
xuria en toda manera do corrupción , ó do la cruel Luis do Francia , visto quo su enemigo el Rey do
dad en toda manera do tormento, é de avaricia en Ingalaterra habia descendido en su Reyno con toda
toda manera de robos quo fizo á amigos é á enomi- su hueste, como quiera que tenia gran poder de
gos. E después de algunos dias pasados acaeció quo gente pora lo resistir; pero por ser libre de aquella
este Alcayde quiso cometer otra traycion contra el guerra para mejor seguir la guerra que tenia en
Rey de Portogal, é fuyó de aquel Reyno. Ansiraes- propósito do comenzar contra Costilla por la porto
ino Don Alonso do Monroy, Clavero do Alcántara, de Guipúzcoa , ó defender el Condado de Rosollon
que so llamaba Maestre, tomó otro lugar de Porto- quo es en las partes do Cataluña; doliberó de se con
gal que se llamaba Alegróte ; el qual tovo con gen cordar con el Rey de Ingalaterra , ó movióse trato
te de Castilla en servicio dol Rey é de la Reyna por ontre ellos de facor treguo por cierto tiempo. El
espacio de dos afios ; é al fin cargó gente de Porto- Rey de Ingalaterra, visto que el Duque do Borgo-
gal sobre él , é coreáronlo, ó porque no fué socorrido fia quo era el ayuda principal que esperaba, no ora
lo tornaron á cobrar los Portogueses. E desde aque on tiempo de la facer , ó que los mantenimientos
llos dos lugares, todo el tiempo que estuvieron en para su hueste le faltaban, aceptó ol trato, ó con
poder de Castellanos , se facia guerra á Portogal. cordaron de ser ambos Royes en un rio que se lla
Ansimosmo Don Alonso de Cárdenas, Comendador ma Sona, cerca de la villa de Amians en Picardía.
mayor de León , que como habernos dicho so llama En el qual rio fué fecha una puente do madera, y
ba Maestro de Santiago, visto que el Reyno do Por en el medio dolía fué fecha una quebrada de fasta
togal estaba vacio de gente de guerra, la qual el quatro pasos; y on el un cabo estaba el Rey de
Rey de Portogal habia traido á Castilla, recogió la Francia con seis caballeros, y en oí otro el Rey de
más gente que pudo de caballo é de pié de todas Ingalaterra con otros seis , é la gente del un Roy é
aquellas frontoras, y entró bien quince dias dentro del otro estaba ribera del rio, oada uno de la parte
en Portogal , é robó todos los ganados, é quemó é quo su Rey estaba (1). E allí foblaron ó concortaron
taló todo lo que falló dentro en el Reyno , é tornó quo el Rey de Ingalaterra volviese para su Reyno,
con gran presa para Castilla. Los dol Reyno de é que el Rey de Francia le diese luego cien mil co
Galicia por aquellas partes que son fronteras de ronas de oro pora ayuda de sus gastos ; e firmaron
Portogal, fación onsimesmo guerra al Reyno de Por tregua por siete anos, é que on cada un ano destos
togal ; é los de Portogal facían al Reyno de Galicia, siete, el Rey de Francia diese al Rey do Ingalater-
é robaban los unosú los otros muchos ganados é bie
nes, é llevaban do unas partes á otras prisioneros. (<) Las vistas de estos dos Reres se hicieron en Pcqulgny, un
Especialmente uno que se llamaba Pero Alvarez de castillo distante tres leguas de Amiens. Las cosas que allí pasa
Sotomayor, que era natural de aquel Reyno de Ga ron trae muy 1 la larga Felipe de Comines, ilemolr., ¡ib. i, cap. 10
licia , y estaba en la obediencia del Rey de Porto- riasy tlg., y el Abad Lenglet en su estimable edición de estas Memo
publicó el tratado de treguas que aqui cita Pulgar, y se hlio
gal , desde algunas fortalezas que tenia facía guer en dichas vistas en 29 do Agosto dcste año. Uemoir. te Cumia.,
ra coutiuu á todos los cibdodes é villas ó tierras que Tom. III, ¡>. 397 y si}. Preuv., núm. CCXSXIX.
don Fernando É DONA ISABEL ' fcé&
ra cinquenta mil coronas de oro , allende lns cien rían el propósito, como suelen facer los cómanos
mil que le habia dado ; é que casase el Delfín do que ligeramente se mueven á la parte que la fortu
Francia con la fija del Rey de Ingalaterra. E con na veen favorable. El Rey de Portogal, habiendo
estoe partidos el Rey de Ingalaterra volvió para bu estas consideraciones fué i la eibdad de Toro con
Reyno , y el Roy de Francia quedó libre de aquella toda su hueste ; é luego como llegó, puso sitio so
guerra. bre la fortaleza , é mandó poner las estanzas bien
junto della; é ansi por la parte de la eibdad como
CAPÍTULO XX. por defuera fueron tan fortificados, que no pudie
ra entrar en ella socorro de gente sin recebir daño ;
Como el Rey de Portogal Dio ligas é amistades con el Rey de é por esta causa no se pudo socorrer por el Rey. La
Francia ; é como fui a la eibdad de I oro, é tomó la fortaleza.
qual por no estar bien bastecida ni de pertrechos ni
El Rey de Portogal como se vido en Castilla con de bastimentos según debía, á pocos días la entre
titulo de Roy de ella , é con el ayuda de los caba gó el Aloayde que la tenia al Rey de Portogal, con
lleros Castellanos que con él estaban, embió sus partido de la vida que seguró á él é á los que con
Embajadores al Rey do Francia. Con los quales le él estaban. E ansí quedó la eibdad de Toro con su
fizo saber la muerte del Rey Don Enrique, é como fortaleza por el Rey de Portogal, la qual entregó á
él Labia subcedido por Rey en los Reynos de Cas Juan de Ulloa. E desde allí tomó la villa de Canta-
tilla é de Leou , quo pertenecían de derecho á Doña lapiedra, que es del Obispo de la eibdad ds Sala
Juana su fija , á quien él habia tomado por esposa ; manca , é puso en ella gente de caballo é de pié
o a causa dolía él como su marido los poseia. Por en guarnición. Voyéndose el Rey de Portogal apo
ende, que le pluguiese refirmar con él ó con su so derado de aquellos lugares , ovo acuerdo de escre-
brina , como con Rey é Reyna de Castilla, las anti bir al Mayordomo Andrés de Cabrera, que tenia el
guas paces é alianzas que son entre estos dos Re alcázar de la eibdad de Scgovia , en el qual estaban
yes é Reynos de Castilla é de Francia. Al Rey de fasta diez mil marcos de plata, que quedaron d0
Francia plogo mucho dello, é como quiera que te todo el gran tesoro que ovo llegado el Rey Don
nia fecho asiento de facer liga é amistad con el Rey Enrique, mandándole que luego le entregase aquel
é con la Royna como con Royos de Castilla, según alcázar con todo el tesoro, é las cosos de cámara
habernos dicho que lo prometió á aquel Secretario quo habian quedado en su poder ; lo qual decia per
suyo que á él on los principios embiaron , pero par tenecer á él é á la Reyna Dolía Juana su muger,
tióse de aquella promesa, é firmó (1) su amistad con como á fija heredera del Rey Don Enrique su pa
el Rey de Portogal ; á fin que el Roy ó la Reyna no dre , é que le daría gran parte dello, é le faria otras
podiesen facer la guerra que por la parto de Rose- mercedes, é iría luego en persona con su hueste á lo
llou recelaba que le farían. E comenzó ú facer guer rescobír. E que si no obedeciese sus mandamientos
ra por las partes do Bayona é do Laborío á la tier como de su Rey, mandaría executar en su persona
ra do Guipúzcoa. Sabido por el Rey de Portogal, tan cruel justicia , que fuese exemplo á los vivien
que el Rey de Francia habia aceptado su amistad tes. Oida por este Mayordomo la embazada del Rey
como con Rey de Castilla , é que en favor suyo fa de Portogal, ni el miedo de las amenazas, ni la
cía guerra i la tierra do Guipúzcoa , esforzóse mas cobdicia de las promesas le movió á facer lo que el
para proseguir su demanda. Otros! Juan de UHoa Rey de Portogal lo embiaba á mandar. E respon
que tenia la eibdad de Toro , lo embió á requerir dió que él no conocía otro Rey de los Reynos de
que fuese en persona é tomase la fortaleza de aque Castilla, salvo al Rey Don Fernando é á la Reyna
lla eibdad , que estaba por el Rey é por la Reyna Doña Isabel su muger, á la qual pertenecían de de
de otra manera no podría defender la eibdad para recho, é á quien él habia fecho pleyto omenage por
su servicio , teniendo por contraria la fortaleza. E aquellos alcázares con todo lo que en ellos estaba;
ansimesmo le dio esperanza , que desde Toro podría á los quales entondia acudir con ello cada que gelo
haber á Zamora ; porque creía que el Mariscal que mandasen : por ende que lo oviese por escusado. E
tenia la fortaleza , é Juan de Porras su suegro que luego entregó toda aquella plata al Rey é á la Rey
tenia gran parteen la eibdad, no embargante que na, de la qual se pagó sueldo por algunos días á la
habian fecho juramento é plcyto omenago al Rey é gente de armas quo embiaron á llamar. El Rey de
á la Reyna do estar en su servicio ; pero como lo Portogal fué muy indinado contra el Mayordomo
viesen puesto en Toro , faciéndoles alguna mercod Andrés de Cabrera, por no haber complido lo quo
le darían la oibdad de Zamora. La qual habida a su lo embió mandar, é haber fecho todo lo contrarío :
obediencia ternia muy gran parto en el Reyno; por porque creia de ello soguirsele deservicio, ansi por
que todos los de las otras cibdados , visto que que aquella plata era algún ayuda para pagar Buel-
Zamora estaba á su obediencia , fallecerían en el do á la gente de armas que venia á llamamiento del
afición que tenian al Roy é á la Reyna , é muda- Rey é de la Reyna, como porque veía la constancia
dol Mayordomo para tener por ellos la eibdad de
(1) F.ste tratado de alianza hedía por el Re; de Franela con el Scgovia de que estaba apoderado.
Re; de Portugal como con Re; de Castilla, contra los Reyes Ca
tólicos ; Armado en Scnlis a 8 de Setiembre de 1175, publicó
también el Abad l.engict entre las Pruebas de las Memorias de
Cominee, Tom. ¡II, p. 400. Pren»., num. CCXLIY.
¿70 CRÓNICAS DE LOS REYES DE CASTILLA.
Portogal entró poderosamente en Castilla, luego
CAPÍTULO XXI. dexó al Rey, é fué á vivir con el Rey de Portogal , é
por aquella causa confió del la puente de la cibdad ,
Como el Rey de Portugal ovo la cibdad de Zamora.
que es una de las mas principales fuerzas dolía. De-
Embió ansimosmo ol Rey do Portogal á requerir xadas las cosas de Zamora asentadas, luego volvió ol
á Juan do Porras que tenia la cibdad de Zamora, quo Roy de Portogal para Toro do estaba su sobrina. Sa
le entregase aquella cibdad , é tovieso uaanora con bido por el Rey é por la Rcyna la deslealtad que Juan
su yerno el Mariscal, que tenia la fortaleza, quo de Porras y ol Mariscal su yerno ficicron en su de
gcla entregase; é prometió de les dar luego una Bil servicio, ovieron gran pesar, porque Zamora era una
ma de oro, é do les facer merced de cierto número de las mas principales cibdades del Reyno, é porque
de vasallos de tierra de la cibdad, é otras muchas el Rey do Portogal é los caballeros do su parcialidad
mercedes. Lo qual sabido por el Rey, embió su mon- so esforzaron mas para proseguir la guerra que te
sagero al Mariscal é á Juan de Porras su suegro, ¡\ nían comenzada.
les decir que ya sabian el juramento ó ployto orno-
nage que habían fecho do ser leales servidores, é CAPÍTULO XXII.
guardar aquella cibdad para él ó para la Rcyna su
niugor , ó do no acoger en ella persona alguna po De la gente que se juntó en Valladolid por mandado del ller
¿ de la ltcyua.
derosa en su deservicio ; el qual pleyto omenage
segunda vez habían ratificado , quando había ido Según habernos dicho, ol Roy é la Rey na acor
en persona n aquella cibdad. Por onde , que como daron de llamar a todos los caballeros é gente de
caballeros é bornes fijosdalgos, guardasen su leal armas de caballo é de pié de sus Reynos, é de los
tad é lo que habían jurado é prometido; é si necesa montañas, é de Vizcaya, é do Guipúzcoa; é do las
rio era, les embiaria luego un capitán con gente de Asturias, é Castilla vieja. Las quales visto el man
armas, para que en nno con ellos guardasen la cib damiento del Rey ó de la Reyna , vinieron con la
dad como cumplía á su servicio. Este Juan do Por mas gonto do su casa quo podieron ; é los cibdades
ras , como tenia propósito de facer mas lo quo á su ó villas ombiabnn á sus costas gontos do caballo é do
provecho quo ú su honra cumplía, á fin do quo ol pió. Ansiinosmo vinieron los fijosdalgo quo fueron
Rey no embiaso gente á la cibdad para so apoderar llamados, ó otras porsonas particulares, por gannr
dolía, embió sn respuesta simulada por dos vcccs) fidalguias é franquezas quo les fueron prometidas;
mostrando por palabra grand obediencia á sus man é juntáronse todos en la villa de Valladolid , excep
damientos, é diciendo que no ploguiose ú Dios, que tas las cibdades ó villas del Andalucía , que no fue
él ni el Mariscal su yerno enyesen en orror contra ron llamadas por ser tan lexos , é otrosí las del rey-
sus honras, ni en cosa que fuese su deservioiojé que no de Murcia, porque Periañez Faxardo, Adelanta- '
no era necesario gente que defendiese aquella cib do de Murcia , con la gente de aquel reyno facia
dad , porque él é los naturales dolía la defenderían. guerrra á la tierra del Marquesado de Villena. An
E como quier que por algunos fué dicho , que este simesmo de la villa de Madrid no vino gente ¡i su
Juan de Porras daba respuestas simuladas, é que era llamamiento, porque estaba oprimida contra la vo
homo á quien la cobdicia facía posponer la cons- luntad de los vecinos dolía , con gente del Marqués
oiencia; pero el Rey segurándose en su respuesta, de Villena quo tenia el alcázar. Fueron con el Rey
no proveyó en embiar la gente que deliberaba enti en aquel juntamiento el Cardenal de España, y el
biar para la guardar. Juan de Porras en este come Almiranto Don Alonso Enriques, ó Don Diego Hur
dio trataba con ol Roy de Portogal secretamente do tado do Mendoza, Duque dol Infantadgo, hermano
lo entregar la cibdad ; é como ovo recebido el oro del Cardenal , y el Duque do Alva Don Garciálva-
que le prometió, é los otros mercedes que lo fizo, rez de Toledo , é Don Poro Fernandez de Velasco,
luego se desnudó de aquella vestidura de simula Condestable de Castilla & Conde de Ilaro , é Don Al
ción que al Rey mostraba defuera, é pareció do den fonso de Arellano, Conde de Aguilar, é Don Iñigo
tro el verdadero Juan de Porras; y erró é fizo errar López do Mendoza, Conde de Tcndilla, é Don Lo
al Mariscal su yerno, é dieron su obediencia al Roy renzo Suarez de Mendoza, Conde do Cortina , herma
de Portogal, é fizo alzar en la cibdad y en su forta nos dol Cardenal, é Don Enrique Enriquez, Con do
leza pendones por él. E luego el Rey de Portogal, de Alva de Liste, é Don Pedro de Mendoza, Conde
fué con toda su hueste á la cibdad , en la qual esto de Montagudo , é Don Pero Alvarez de Osorio, Mar
vo algunos pocos días, ó dexó la fortaleza al Maris qués de Astorga, é Don Diego Pérez Sarmiento,
cal ; é la puente dexó ansimesmo á un caballero na Conde de Salinas , é Don Rodrigo Alonso Pimental,
tural de la cibdad quese llamaba Francisco de Viu Conde de Benavente, é Don Juan Manrique, Conde
dos, que la tenia primero en tenencia. Este Francis de Castañeda, é Don Gabriel Manrique, bu herma
co de Valdcs era sobrino de aquel Juan de Porras, no, Conde de Osorno, é Don Pero Manrique, Con
fijo de su hermana, é habia soy do uno de los priva de de Treviño, é Don Pedro de Acuña , Conde de
dos del Rey Don Enrique, ó después por algunos Buendia, ó Don Diego Hurtado de Mendoza, Obispo
desacuerdos que ovo con él, fué a vivir con el Rey de Falencia. E generalmentete vinieron todos los
siendo Principe de Aragón , é ovo gran lugar cerca mas de los caballeros é señores , é perlados del Rey-
del y en su Consejo ; é cuando vid» que el Rey de no, excepto el Duque de Medinasidonia, Conde do
DON FERNANDO É DONA ISABEL. éti
Niebla, é Don Diego Fernandez de Córdoba, Conde ees , é con los Castellanos que loa metieron en el
de Cabra, que no £nerón llamados, porque estaban Reyno é los favorecían. El Rey con toda aquella
en guarda de toda el Andalucía contra el Marqués hueste llegó á las aceñas que dicen de Forreros, que)
de Cáliz que estaba en Xerez, é contra Don Alonso son en el rio de Duero ; las quales tenia fortaleci
de Aguilar que estaba en Córdoba ; porque de aque das el Alcayde de Castronufio con hombres que las
llos dos caballeros se pensaba que seguirían el par guardaban. E luego como allí llegaron los peones,
tido del Rey de Portogal , por ser casados con dos especialmente la gente que venia de Vizcaya é Gui
hermanas del Marqués de Vi 1 lena, é por las grandes púzcoa; con ballestería grande quo tenían, comen
mercedes que de parte del Rey de Portogal les eran zaron á combatir aquella fortaleza ; é tanta fué la
prometidas. El Duque de Alburquerquo Don Beltran multitud de la gente que cargó en el combate, é
de la Cueva tenia en su pecho varios pensamien tanta é tan grande priesa le dieron por todas par
tos ; porquo do la una parte era traído por el afi tes, que los que estaban dentro no pudiendo socor
ción de aquella Doña Juana, de la otra parte el rer á todos los lugares por do eran combatidos des
miedo de la Reyna le rofrenaba. Al fin , movido por mayaron , ó por fuorza fueron tomados , é aforcados
el gran número de gente que vido venir al servicio fasta treinta hombres de aquellos ladrones que en
del Rey é de la Reyna, vino ansimesmo con toda ella estaban puestos por el Alcaydo de Castronufio.
su gente á los servir, recelando de perder lo que te E mandó el Rey derribar aquella fortaleza, ó mo
nia , como quiera que se afirmaba haber dado pala ver su hueste adelante ; é las banderas tendidas é
bra de servir al Rey de Portogal , é se juntar con las batallas ordonadas, llegó otro dia cerca de la
él. Acaeció en aquellos dias, que Don Juan , Duque cibdad de Toro por la parte do la puente. El Rey de
de Valencia , estando en una torre de la su villa do Portogal informado de la hueste que traia el Rey,
Valencia, cayó della é murió luego. Afirmóse por acordó de cerrar las puertas de lo cibdad , é armar
muchas personas, que lo lanzó de aquella torre un toda su gente é ponerla en guarda do las puertas, ó
caballero que se llamaba Juan de Robres, su cufia del muro , ó de las torres. E ansí estovo allí el Rey
do , casado con su hermana, que estaba fablando por espacio de cinco horas, dando vista al Rey do
con él , por debates quo con él tenia. Portogal, y esperándole en el campo que saliese con
él á batalla.
CAPÍTULO XXIII. Quando el Rey vido que el Roy de Portogal no
salia de lo cibdad, embió á él un caballero que se
Como el Rej movió con su hueste para Ir contra el Rey de llamaba Gómez Manrique, el qual le dízo de su par
Portogal.
to : « Señor, el Rey de Castilla é de León é de Sici-
Como estos caballeros con toda la gente de caba » lia é de Portogal, Principe de Aragón nuestro Se-
llo é do pié fueron juntos allí en Valladolid, el Rey nfior, os embia á decir, que ya sabedes como Ruy
acordó de partir de aquella villaje ir contra el Rey i) de Sosa, Caballero de vuestra casa que embiastes á
do Portogal que estaba en Toro. E repartidas pri l él é la Reyna nuestra sefiora Doña Isabel su niu-
mero sus capitanías, é ordenadas sus esquddras, si ii ger, les requirió de vuestra parte que saliesen des-
guieron su camino por la otra parte del río de Due ütos Reynos, que decís pertenecer á Doña Juana
ro con toda aquella hueste. La Reyna, que según i) vuestra sobrina, á quien afirmáis haber tomado
habernos dicho , habia estado en Toledo, partió de n por esposa. Con el qual vos respondieron , que so
aquella cibdad , é con toda la gente de armas é de » maravillaban de vos siendo Principe dotado de
pié de las cibdades de Segovia é Avila , é de todas «tantas virtudes, embiar demanda tan agrá, é des-
aqnollas comarcas, poniendo sus reales en el cam ii portar materia escandalosa sobro fundamento tan
po , vino para la villa de Tordesillas , é juntó la gen » incierto , é tomar empresa de tantas muertes é in-
te que traia con la que falló que tenia el Rey ribera í cendioB se pueden seguir en estos Reynos y en el
del río Duero. E todas aquellas gentes fueron repar i) reyno de Portogal. E os embiaron rogar, que qui-
tidas por sus capitanes en treinta é cinco batallas, » síésedes dexar la via de la fuerza, é tomar la via
en que habia doce mil homes á caballo ; de los qua- « de la justicia , por escusar los inconvinientes quo
les eran quatro mil homes de armas con caballos » de la guerra proceden : lo qual no vos plogo acep-
encobertados, é todos los otros caballeros a la ntar, antes habéis entrado mano armada en sus
gineta. De las montarías, é de todas las otras » Reynos, é les habéis usurpado su titulo real, é ha-
partes del Reyno se juntaron treinta mil homes á » beis publicado que los venia á buscar do quier quo
pié. E ansí como el Rey de Portogal quando en Cas » los falláredes para los lanzar dellos. Cerca de lo
tilla entró pensando en lo multitud de su hueste «qual les parece que habéis escogido á Dios por
ovo gran orgullo , é tenia creído que el Rey no le ii juez , é á las armas por ezocutores de aquesta de-
daría la batalla, ni aun esperaría en el Reyno: bien ii manda. Agora , señor, el Rey nuestro Señor os em-
ansí toda aquella gente Castellana, visto que eran i) bia decir, que á él placo del juez ó de los ejecuto-
machos mas de caballo é de pié que los Portogue- i) toros que habéis escogido ; é que si le venís á bus-
ees, confiando en sus fuerzas, pensaron de los lan i) car, él es venido á la puerta desta su cibdad á vos
zar fuera del Reyno. Ayudaba A esto la afición n responder á la demanda que traéis, é os requerir
grande que tenían con el Roy é con la Reyna, é las ii quo fagáis una de tres cosas : ó que luego salgáis
enemistades antiguos que tenían con los Portogue- míenlos sus Reynos, é dexeiB ol titulo dellos que
2Í2 OBÓNIAS DE JLOS B* ES DE CASTILLA.
i) contra toda justicia queréis usurpar ; é ai algún » lia, é de Portogal, Principe de Aragón nuestro
b derecho ew vuestra sobrina decis que tiene á ellos, b Señor, vos embia 4 decir: que no es venido aquí
» á él place que se vea é determine por el Sumo b á platicar por palabras el derecho destos Beynos,
» Pontífice sin rigor do armas, ó salgáis luego al b salvo por las armas que vos quisistes mover, é que
» campo con vuestras gentes á la batalla que publi- b le parecen supérfluas estas alegaciones de derecho,
* costea que veniades á le dar : porque por batalla ii pues aquí no tenéis juez que las oya é determine.
* do suele Dios mostrar su voluntad é la verdad de » Ca si lugar oviese, alegarse ia como el Bey Don
i las cosos, lo muestre en esta que tenéis en las ma b Enrique é todos los Grandes de sus Beynos , con
lí nos , 6 si por ventura lo uno ni lo otro vos place b autoridad del Legado del Papa juraron á la Sefio-
i) aceptar , porque su poderío de gentes es tan gTañ b ra Beyna su muger por Princesa heredera destos
il de y el vuestro tan pequeño , que no podriades ve- b Beynos ; é también lo juraron los procuradores de
l nir con él en batalla campal ; por escusar derra- b las cibdades é villas dellos. E aun se alegaría é
» mamieuto de tanta sangro , vos embia decir , que b probaria , como el mesmo Bey Don Enrique pocos
•por combato do su persona á la vuestra mediante Bdiasántes que falleciese, quería retificar aquel ju-
I el ayuda de Dios, vos fará conocer que traéis tn- sramento , é mandaba quo loficiesen todos los gran-
b justa demanda. » b des del Beyno é los tres estados dél , por cortes
Oido por el Bey de Portogal este requorimiento) b que se habían de facer en la cibdad de Segovia ; ó
embió su respuesta con un caballero de su casa que alo comunicó con el Cardenal de España, é con el
se llamaba Alfonso de Horrera , el qual dixo al Bey b su Condestable de Castilla Conde de Haro , é con
ansi: Bel Conde de Bonavente, é ansimesmo con el Mar-
«Señor, ol Bey Don Alonso de Castilla é de León b qués de Villena que está en vuestra compañía , ó
* é de Portogal nuestro señor, vista la requesta que b con otros Caballeros é Dolores de su Consejo. E
b con Gómez Manrique Caballero de vuestra casa lo b aun allende desta probanza, dice que con el socre-
, b embiastes , vos embia decir : que él tiene derecho á b to de vuestra consciencia se probaria la inhabili-
b estos Beynos de Castilla é de León , como esposo b dad de la señora vuestra sobrina para esta deman-
ide la Beyna Doña Juana su sobrina, á quien de s da que proseguís. Pero pues que no hay aquí juez
i) justicia pertenecen como á fija legítima heredera b quo lo oyga por la vía de la justicia, y es necesa-
b del Boy Don Enrique , la qual fué jurada en con- b rio venir a la vía do fuerza que vos escogistes :
ncordia por todos los tres estados destos Beynos Bcmblaos á decir, que por quanto para tan altos é
b por Princesa heredera dellos sin contradicción al b tan poderosos Beyes como vosotros sois , no se fa-
lí gima, é fué tenida por su fija natural c legítima. b liaría reyno seguro do fuésedes á facer estas ar-
II Por ende vos requiore, como requerido ha, que ninas, con que vos combida de su persona a la
b salgáis vos é la Beyna de Sicilia vuestra muger b vuestra, é aun porque buscar tal seguridad seria
b dellos, é go los dexeis desembargados ; y ellos an- b dilación casi infinita; por ende lo parece que se
b sí libros do la usurpación que en ellos facéis , á él b deben nombrar quatro caballeros , dos Castellanos
n place que el Papa conozca este derecho, é lo libro «nombrados por vuestra parte, é dos Portogueses
b entro vosotros por justicia. E quanto toca á la ba- b nombrados por la suya ; é porquo ninguna dila-
i) talla que le presentáis, vos embia decir, que él ncion en esto se puoda dar, Su Alteza nombra luo-
b tiene los Qrandes de sus Beynos, é otras sus gen- b go de los Portogueses al Duque de Guimarans, é al
11 tes de armas repartidas en muchos lugares , los «Conde do Villareal que están con vos; é que vos
b qualcs entiende llamar prestamente é salir con vos b nombréis otros dos Castellanos de los que están
b a la batalla quo le ofrecéis. E cerca do lo tercero b con él , para que estos quatro con cada ciento 6
» que le requerís del combato de persona á persona, b docientas lanzas, con grandes juramontoB é fide-
b porquo tantas gentos que son sin culpa no porez- b liilades que fagan , tengan el campo donde ficiére-
b can , vob respondo ; que & él place dello , tanto que b des las armas, seguro como debe ser en tal caso.
11 se dé forma á la seguridad del campo do este tran- b E que esta negociación se concluya dentro de ter-
Bce se oviere de facer, é seguridad ansimesmo que b cero día , porque no es honesto á tan altos Prínci-
b el vencedor consiga el efeto de la vitoria quo Dios b pes la dilación en semejante materia. E acerca de
Ble diere; porque si esta seguridad no oviese, en b los rehenes que embiastes á nombrar do la Beyna
b vano vencería aqnel á quien Dios diese la vitoria. b nuostra Señora, é do la Señora vuestra sobrina; &
b E que le parece que no pueden ser otros rehenes u esto vos embia decir , quo estos rehenos no llevan
b mas cieiios desta seguridad , que la Señora Beyna b ninguna proporción de igualdad, la qual desigual -
b de Sicilia vuestra muger , é la Señora Beyna do n dad ca muy notoria á todo ol mundo, é no menos
» Castilla é de Portogal su esposa, pueB estas son las b á Vuestra Señoría ; por ondo que no conviene fa-
apartes principales que competen sobre esta de- b blar en ello. Pero por vos satisfacer , é porque no
b manda. » ii parezca que por falta do seguridad queda por fa-
Oida por el Bey esta respuesta, respondió al Bey Bcer este trance, á él placo de dar la Princesa su
de Portogal con Gómez Manriquo aquel caballero b fija, é todas las otras seguridades é rehenes que
que habernos dicho que habia ido á él primero ; el b sean necesarias para seguridad que el vencedor
qual le dixo de su parte : » consiga ofeto do su vitoria ; ó si en esta formo vos
«Señor , el Bey de Castilla , é do León , é de Sici- b placo aceptar, luego Be porná en obra vuestro
DON FERNANDO É DOÑA ISABEL. "' 273
> trance ; donde otra cosa placerá ó Vuestra Alteza recebia, é porque no oviese otro mayor, ovo conse
«añadir 6 menguar, no me es mandado replicar jo el Rey de alzar el real , é venir ¡i la villa de Me
» mas.» dina del Campo. La gento de los comunes de pié é
El Rey de Portogal embió Alonso do Herrera, de caballo que allí vinieron, que eran en gran nú
aquel caballero que habia embiado primero al Roy, mero, quando sopieron que los caballeros conseja
el qual le dixo de su parte: ban al Rey que alzase el roal, é le facían bolver sin
« Señor, el Rey de Castilla, é de León, é de Por- haber fecho obra ninguna ; no mirando las causas
«togal, nuestro Señor, visto lo que le embiastes á que le costrefiian á lo alzar , comenzaron á murmu
«replicar con Gómez Manrique, dice ansi : que á él rar , é partíanse en partes. Los unos decían qne el
n place nombrar los caballeros Castellanos , según Rey venia allí engañado , é que los caballeros que
l qne Vueata Alteza nombró los dos Portogueses, con él estaban lo querían prender ; otros decían que
a para que tengan seguro el campo do oviéredes de le consejaban mal , porque teniendo junto tan gran
» facer el trance. Pero cerca de los rehenes que de exército de gente , lo facían derramar sin facer
» se han de dar para seguridad de la vitorin que alguna obra, porque no podría juntar en muchos
«oviere el vitorioso, él no recibirá otros algunos tiempos otra tanta é tal gente , é con tanta volun
» salvo á la Reyna de Sicilia vuestra muger ; porque tad de le servir. Decían ansimesmo , que los caba
«si ella quedase libre, salvo que él venciese, que- lleros no contentos de los divisiones é guerras pa
» daba todavía el debate de la subcesion destos Rcy- sadas, agora do nuevo querían tener formas de di
«nos é no se definía por vuestras armas, según que lación , porqne esta división del Rey de Portogal
■ vos decis que lo doscais. Por ende, si olla se pono durase en el Reyno , á fin de ganar con el nn Rey ó
« por rehenes , á él place de venir en todas las otras con el otro , por acrecentar sus estados, é amenguar
n cosas que por vos son movidas : en otra manera, é destruir de todo punto el estado real. Este mor-
» no me mandó fablar mas cerca dosta materia. » murio anduvo entre ellos, é cresció de tal manera,
que vinieron algunos del los al Rey, é le dixeron co
CAPÍTULO XXIV. mo los caballeros que le consejaban que alzase el
real, no le eran derechos servidores : por ende que
Como el noy asentó real sobro Toro , é como lo alzó. debía mirar cerca dolió lo que coinplia á su sorvioio,
Visto por e! Rey en como el Rey de Portogal no é que para qualquier cosa que quisiese facer, todas
salía á la batalla campal, é que traía impedimento aquellas gentes de armas de los comunes que allí es
en el combate que le movió de persoua á persona, taban se juntarían con él. E sobre esto ovo gran es
acordó de asentar su real ribera del rio de Duero cándalo en el roal , porque los caballeros que fueron
cerca de la cibdad de Toro , y estovo allí tres días, avisados dostas fablas so escandalizaron, ó cada uno
en los qunlos la luíoste ovo gran falta do manteni con su gente so ponía guarda ; é do tal manera iba
mientos. Porque aquel Alcayde de Oastronuflo que creciendo el eBoándalo, quo toda la hueste estovo
liabomos dicho, tenia gente en las fortalezas de en punto de se perder. El Rey que era home de buen
Siete Iglesias é Castronufio ; é la otra gente contra ingenio , é tenia condición amigable , oonoció que
ria que estaba por el Rey de Portogal en otras for como quiera que los comunes no miraban bien las
talezas cercanas á la cibdad do Toro facían guerra, causas que le constreñían alzar el real , pero que se
é no consentian pasar los mantenimientos que ve movían á decir aquellas cosos con deseo de su ser
nían al real. T en los tres días que estovo allí el vicio. Eso mesmo Babia, que los caballeros, con toda
Rey llegó á valer el pan diez maravedís , que nn día lealtad, le consejaban la verdad de lo que debia fa
antes se habia vendido por dos maravedís , é por cer, según las necesidades ocurrían á la hora. E por
consiguiente todos los otros mantenimientos. Quan- que vido qne no podia durar allí toda aquella gente
do el Rey é todos los caballeros de su Consejo sin muchos dios sin recebir gran daño, trabajó de pacifi
tieron falta de los mantenimientos, é como crescia car todo aquel escándalo; é fabló con los principales
mas cada hora , é que no lo podían remediar por el de aquellos comunes , las causas que le movían de
estorvo que les facían aquellas fortalezas ; de que alzar el real, é con buena razón satisfizo al buen de
vieron ansimesmo, que aunque pudiesen estar allí seo de los comunes, é á la inocencia de los caballe
mucho tiempo, ni por eso la cibdad de Toro estaba ros , é á la concordia de los unos é de los otros. Lue
cercada , porque de la otra parte del rio no habia go mandó alzar el real, é vino para la villa de Me
gente que resistiese la entrada é la salida de los Por dina del Campo. E al tiempo de la partida aquellas
togueses, ni el rio se podia vadear para quo de la gentes do las comunidades ," indinados por la poca
otra parte se pudiesen quitar los mantenimientos execuoion que habían feoho de lo que tanto desea
que entraban en la cibdad ; é según la gran gente ban, derramáronse por muchas partes desordenados,
que estaba dentro con el Rey de Portogal , era ne de tal manera que si el Rey de Portogal fuera dello
cesario asentar real de la otra parte de la cibdad, en avisado , solos dos mil rocines que soltara é fueran
que oviese tanta gente qnanta el Rey. allí tenia, ni en pos dellos , ficieran tan grand estrago en los Cas
menos tenia dineros para pagar sueldo, é para las tellanos , que en aquel dio oviera acabado su em
otros cosas necesarias á tan grand exército como presa , si la providencia de Dios que guia las cosaB
allí con él estaba, ni habia pertrechos para comba á los fines que tiene ordenados , no le impidiera el
tir la puente, por remediar el daño que la hueste conocimiento de aquella ventura que ge le ofrecía.
Cr.—HL 18
274 CRÓNICAS DE LOS REYES DE CASTILLA.
por cosa nueva ni grave, porque permitido era
CAPÍTULO XXV. quando extrema necesidad, como esta, ocurría en
los reinos, que bo suele tomar no solo la plata, mas
De lo que pasó en Medina del Campo , é del acuerdo que se oto loa bienes é las rentas de las Iglesias, é de las co
para tomar la plata de las Iglesias.
sas sagradas. Lo qual se habia fecho muchas veces
El Roy, según es dicho, acordó de venir á Medi en otros rey nos é provincias; é aun se lee en lo Sa
na; é la Reyna que cataba en Tordesillas vino lue cra Escriptura, que para las necesidades que ocur
go para él , é allí se despidieron para ir á bus tier rían en Jorusaletn , no solamente se tomaba el teso
ras todos los mas de aquellos Grandes é caballeros ro del templo, mas tomaban los ornamentos é las
que con ellos estaban , é todas las otras gentes que limosnas que se ofrecían para la fábrica , é para las
habían juntado. E quedaron con el Rey é con la otras cosas pias, para remediar á las necesidades
Royna el Cardenal do España , y el Duque do Alva, quo ocurrían en la tierra ; porque aquel remedio tam- '
y el Almirante, y el Condestable Conde do ,11 aro, y bien es para las cosas eclesiásticas, como para las
el Conde de Benavento , y el Conde de Alva de Lia- seglares , porque no padezcan los males é destrui-
te , é algunos otros caballeros , é gente de caballo é ciones que de las guerras geles siguen. E después
do pié que estaban en la guarda del Rey é de la do fenecida aquella necesidad , los buenos Royes
Reyna. Estando allí en Medina , sopieron que un ca restituían lo que tomaban del santuario. E que anal
ballero que se llamaba Don Rodrigo do Castañeda, esperaban en Dios quo les daria victoria, é restitui
hermano del Conde de Cifuentes , que vivia con el rían lo que tomasen, é farian otras mayores limos
Marqués de Villena, quería venir de noche con gen nas á los templos. E pues los Perlados é Clerescía
te á quemar loa arrabales de Medina. De lo qual el del Reyno serian contentos dolió, su voto era quo de
Rey é la Reyna fueron Avisados ; é porque vieron bían dar sus cartas luego é poner receptores que re
que con tan poca gente no podían estar seguros en cibiesen esta plata , de que se pudiesen socorrer sola
aquella villa por no ser fuerte , en especial estando mente para pagar sueldo á la gente , é para las otras
el Rey de Portugal tan cerca é con tanta gente, o vie cosas necesarias á la guerra ; é que esto no se gaste
ron su acuerdo de volver á Valladolid. E porque no ni destribuya en ninguna otra necesidad , salvo so-
tenian dinero para pagar sueldo á la gonte de armas lamento en esta do la guerra. El Roy é la Reyna,
que oon ellos estaban, pensaron por muchas mane oídas estas razónos, pareciólos grave cosa tocar en
ras dondo lo pudiesen haber, porque les convenía los bienes do los Iglesias ; pero considerando su ne
sostener la guerra comenzada. E después de muchas cesidad, é conocido que á loa Perlados é Clerescia
pláticas habidas por Iob del su Consejo cerca desta placería dello, acordaron que se tomase Bolamente
materia , dixeron al Rey é á la Reyna , que ya veían la meytad de la plata de las Iglesias, é la otramey-
quanto les era necesario tener gente de armas jun tad quedaso para el servicio del culto divino , con
ta , pues el Roy su adversario la tenia , é como quier obligación que ficieron de la pagar. Para la qual
Hiio sus subditos con voluntad de los servir vernian paga luego diputaron treinta cuentos, que se habían
cada que los llamasen , pero que era necesario dine de pagar en el Reyno del pedido é monedas dentro
ro para les pagar sus gages, é que esto no veian de tres años; é dieron sus cartas, y ominaron sus
donde Be pudiese haber, porque todo el patrimonio tesoreros é receptores para la recebir. Toda la Cle
real estaba enagenado con las turbaciones pasadas recía , considerada la necesidad de la guerra, de su
é guerras presentes. Ebo mesmo les dixeron, que voluntad dieron la moytad do la plata quo tenían
ellos eran Reyes é no tiranos , para que diesen lu en cada una Iglesia del Reyno. De la qual manda
gar ¡i robos ni fuerzas , porque esto tal , ni seria ser ron pagar sueldo , é tornaron llamar gente limitada,
vicio do Dios, ni suyo, ni aun do semojante gente tanta que pudiese sor bien pagada, é dolía sostuvie
se suele haber provecho; porque no les pagando ron por algunos dios la guerra, que en otra mane
sueldo no tienen obediencia , ¿ ain obediencia farian ra no pudieran sostener. La qual fué después paga
mucha mas guerra á las personas é pueblos que es- da á las Iglesias de aquellos treinta cuentos, é de
tan á su servicio, que á los que eatan por su adver otra gran suma de maravedís que para ello fué li
sario ; é desto se siguiria que la aücion que los co brada. E cerca desta paga, la Reyna puso gran dili
munes tienen á sus reales personaa, ae convertiese gencia porque se ficiese cumplidamente , é dio cargo
en odio é malquerencia. E que no seria buen conse Á los Padres Priores de los monesterios de San Ge
jo , teniendo justa guerra dar lugar que se faga in rónimo de todo el Reyno, que oviesen información
justa con la mala consoiencia de bu gonte ; porque cada uno en su provincia, si esta plata se restituía
aquellas guerras han prósperos fines, cuya gente enteramente á las Iglesias. Los quales fueron solici
tiene freno á los robos, é do esto no hay, no sola tadores desta restitución que enteramente fué fecha.
mente los contrarios, mas Dios se muestra enemi
go. Todo esto considerado , é ansimeamo que su ad CAPÍTULO XXVI.
versario tiene mucho dinero do lo que traxo de su
reyno , é que cada di a le traen de sus rentas con quo De las cosas que el Conde de Paredes facía en el Reyno
de Toledo.
paga sueldo , é face mercedes, é se sostiene en Cas
tilla ; dixeron que habían pensado , que se debía to En el tiempo quo estas cosas pasaban , el Conde
mar la plata de las Iglesias ; é que no oviese esto do Paredes, Maestre de Santiago, é Don Diego Fer
DON FERNANDO É DOÑA ISABEL. 275
nandez de Córdova, Conde de Cabra, por virtud de fizóles pleyto omenage por ella. Destos cosas el
los poderes que tenían del Rey é de la Reyna, fa Marqués estaba aquexado, porque de todas partes
cían guerra á las tierras del Maestre de Calatrava le recrecían necesidades, ¡i que no podía proveer, 6
é á la tierra del Conde de Uruefia , ¿u hermano , é recelaba que sus villas del Condado de San Estevan
del Marqués de Villena su primo, que según habe é otros sus lugares rebelarían contra él ; é sus Al-
rnos dicho estaban en la obediencia del Rey de Por caydes por este temor le embiaban requerir, que les
tugal , é tomaron á Cibdad-Real , que tenia el Maes embiase gente é bastimentos para las defender ; é é
tre de Calatrava, é reduxeronla á la obediencia del fin de proveer á estas necesidades, repartió toda la
Rey é de la Reyna. E de tal manera estos dos caba gente que pudo haber para guardar las villas quo le
lleros tenian ocupada la tierra del Maestro de Cala quedaron. Esta misma fatiga tenian el Maestre de
trava, que él ni gente suya no pudo ir en ayuda del Calatrava, y el Conde do Uruefia , su hermano, y el
Rey de Portogal , porque le era necesario guardar Duque de Arévalo, é todos los caballeros que se
con ella sus lugares, por la guerra que desde Cibdad- guían el partido del Rey do Portogal, ó les impedia
Real les facia el Maestre Don Rodrigo Manrique , y que no le sirviesen con la gente que habian prome
el Conde de Cabra. Los quales cobraban las rentas tido. El Rey de Portogal , visto que no era servido
de muchos lugares de los contrarios, de las quales de aquellos caballeros según el asiento que con ellos
pagaban sueldo á la gente de armas que tenian. E fizo, é que el Comendador mayor de León, que se
después que estovieron juntos algunos días , acorda llamaba Maestre de Santiago, se había entrado en
ron que el Conde volviese al Andalucía á proveer en su Reyno con gente para lo destruir ; veyendo eso
las cosas de aquella tierra, en lo que fuese necesa mesmo los robos que do las fortalezas de Alégrete
rio al servicio del Rey é de la Reyna, y el Maestre é Nodar se facían continamente en su tierra, qui
viniese á Uclés, é ansí se partieron cada uno con su siera embiar alguna do su gente para resistir aque
gente. El Maestre como fué on üclés, luego comen llos danos que en su Reyno so facían ; pero recolaba
zó á facer guorra a todos los logaros dol Marquesa quedando sin gonto, quo recibiría mayor dafio en
do do Villena, é tomar los rentas que pertenecían Castilla, é si no la embiase, lo recibiría en Porto-
al Marqués. E porque los moradores de las villas é gal. E veyéndose por esta causa en pensamiento
lugares de aquel Marquesado aborrecian á los Por trabajoso, embió decir á aquellos caballeros Caste
tugueses y eran aficionados al Rey é 4 la Reyna, acu llanos que estaban en su obediencia, que lo que veia
dían de buena voluntad con las rentas al Maestre por obra, no era conformo a la promesa do la pala
de Santiago. Los vecinos de Villena , como vieron bra que le habian fecho, ni modos á las grandes Su
capitán por el Rey é por la Reyna puesto en la co cias y esperanzas que le habian dado al tiempo que
marca que les pudiese favorecer, rebelaron contra habia entrado en Castilla, quando le prometieron
el Marqués , é mataron é robaron algunos de la vi de le servir en esta demanda con cinco mil hornea
lla, é quitaron los oficiales que tenia puestos el Mar de armas á caballo, é facer que catorce cibdades é
qués, é pusieron justicia por el Rey é por la Rey- villas de las mas principales del Reyno se pusiesen
na, é cercaron la fortaleza. E para los favorecer en en su obediencia. E porque ninguna cosa destas, ni
aquel cerco, vino un caballero de Aragón, que se otras muchas que le habian certificado , sucedieron
llamaba Mosen Gaspar Fabra, oon gente de Aragón, segund ellos lo habian prometido, mostró gran des
el qual apretó el cerco en tal manera , que en pocos contentamiento dellos. Ansimesmo ellos veyéndose
dins tomó la fortaleza. El Rey é la Reyna , por el por tantas partes oprimidos ó puestos on necesida
servicio quo les ficieron los de aquella villa , prome des lo docian , que tenor junta su gente oon él , ó
tiéronles de la no apartar de su corona real. Otros! tenerla en defensa de la tierra que estaba por él, to
los vecinos de las villas de Utiel, é Almansa, é do era servicio suyo, por el qual, ó por le facer Rey
Iniesta, y Hellin , é Tovarra, é todas las mas de las de Castilla, sufrían muchas pérdidas de su patrimo
otras villas del Marquesado de Villena, algunas por nio ; é allende de aquellas, tenian sus personas é los
su voluntad é otras por temor, visto lo que los de bienes que les quedaban en aventura de los perder,
la villa de Villena ficieron, luego rebelaron con é desta manera ovieron algunos descontentamien
tra el Marqués , é se pusieron en obediencia del Rey tos los unos de los otros.
é de la Reyna. A los quales el Maestre dixo que se El Cardenal de España que fué informado de las
conservasen so el imperio del Rey é de la Reyna, cosas que pasaban entre el Rey de Portogal é aque
cuyos naturales eran, e amonestóles, que si alguna llos caballeros , pensó que seria tiempo conveniente
mudanza ficiesen de lo que habían principiado, se de fablar en alguna concordia; y embió su ruensa-
rian privados de las vidas é de los bienes ; é que á gero secretamente á fablar con el Rey de Portogal
él en lugar de amigo farian adversario, é al Rey é para le traer á algún trato de paz. El qual conside
á la Reyna en lugar de reyes piadosos, farian jus rando que las cosas que veia presentes no corres
ticieros crueles. Ansimesmo Pedro de Arronis, Al- pondían á las que pensó al tiempo de su entrada en
oayde de la fortaleza de Requena, veyendo que el Castilla, respondió al Cardenal qudPJo placía de ve
Marqués de Villena por quien él tenia la fortaleza, nir en partido de concordia si le dexasen las cibda
seguía el partido del Rey de Portogal , é que no la des de Toro é Zamora que él tenia, é lo dieson el
podía defender, porque los de la villa la querían Reyno de Galicia para juntar con bu Reyno; é ansi
cercar, embió su obediencia al Rey é á la Reyna, é mesmo demandaba una gran suma de dineros , por
276 CRÓNICAS DE LOS REYES DE CASTILLA.
que Be desase de aquella requosta. La lleyna , oída aquella Iglesia mucha gente , facíanles poca resis
esta demanda que el Rey de Portogal fizo, respon tencia, porque por la puerta de la Coracha salían
dió que como quiera que el Rey su marido y ella es fuera de la fortaleza libremente, é robaban á los quo
taban en tantas necesidades quantas eran manifies venían con mantenimientos é otras cosas á la cib
tas á todos ; pero que faciendo sus diligencias para dad. Sabido esto por el Rey, deliberó de venir en
que estos Reynos f iicson conservados é no diminui persona á sitiar el castillo ; y enibió llamar gente de
dos, antes lo pornia todo en las manos de Dios para pié de toda aquella tierra de la comarca, é de las
que dispusiese dellos á su voluntad, que en sus dias montañas. Vino asímesmo Don Alonso el bastardo
consintiese apartar dellos ni sola una almena, para de Aragón, hermano del Rey, que era Duque de
que fuese enagenado en otro señorío , ni mudarlos Villahermosa, y el su Condestable Conde de Haro.
de la manera que su padre el Rey Don Juan los ha E mandó poner estanzas por de dentro de la cibdad
bía dexado. E corea del dinero que el Rey de Porto- é por defuera contra el castillo, é contra aquella
gal pedia, lo placía dar una suma de oro que fuese Iglesia de Santa María la Blanca. Mandó ansimes-
razonablo, ó aun sufriría que fuese excesiva, por rao facer grandes cavas en circuito de toda la for
remediar estos Reynos de las guerras é trabajos en taleza, de manera que ninguno podía salir ni entrar
que los había puesto. Cerca de lo qual pasaron por en ella. E las estanzas que estaban por defuera de
estonces algunas fablas é tratos en diversos tiem la cibdad fueron fortificadas de cavas é baluartes ;
pos ; pero la historia aquí no face mención dellos, porque si el Rey de Portogal la viniese á socorrer,
porquo ninguna cosa dolió vino en efeto. no pudiese gente ninguna entrar en la fortaleza sin
rocebir gran daño. Mandó ansimosmo poner inge
CAPÍTULO XXVII. nios, lombardas, é otros tiros de pólvora, que con
tinamente tiraban al castillo. Y en esta manera cer
Como se paso cerco sobre el castillo de Burgos. có el Rey al castillo de Burgos por todas partes.
Después que el lley alzó el real de sobre Toro , ó
vinieron el Rey é la Reyna para Valladolíd, reci CAPÍTULO XXVIII.
bieron meusageros de la cibdad do Burgos ; los qua-
De como la lleyna fué a León , é de lo que ende fizo.
les les ficieron saber, que Juan de Stúñiga, Alcayde
del castillo de la cibdad, con gente del Duque do Entretanto que estas cosas pasaban, la Reyna,
Arévalo, les apremiaba é les facia guerra, porque que habia quedado en Valladolid , ovo nueva quo
no obedecían al Rey de Portogal por su Rey ó que Alonso de Oblanca, Alcayde de las torres de León,
habían quemado mas de trecientas casas cercanas tenia fabla secreta con algunas personas por parte
al castillo en una calle principal de la cibdad , quo del Bey de Portogal , que le ofrecían gran suma de
se llamaba la calle de las Armas; é que les facían dinero, é le facían otras mercedes, porque le entre
de día é de noche tanta guerra con los trabucos que gase aquella fortaleza. Como la Reyna fué certifi
tenían en el castillo ,ó con la gente que salía á ro cada desto, luego á la hora partió para León, é con
bar é á matar los de la cibdad, que no lo podrían ella el Cardenal de España. Los do la cibdad, como
sufrir si no tovíesen alguna gente para los resistir. sopieron la venida de la Reyna, ovieron mucho
Otrosí que el Obispo de Burgos, que se llamaba Don placer, é juntáronse todos con ella. E luego mandó
Luis de Acuña, que estaba en la obediencia del Bey llamar al Alcayde, el qual salió a ella, é díxole:
de Portogal , ,les facia guerra dosde una su fortale < Aloayde, á mi servicio cumple quo mo entreguéis
za cercana á la cibdad que se llamaba Rabe. Por » esta mi fortaleza que tenéis.» El Alcayde alterado
ende les suplicaron quo los acorriesen con alguna en ver la venida tan acelerada de la Reyna, dixo :
gente, en tanto número que pudiesen cercar ol cas a Señora, ¿por qué vos placo quitarme el cargo de
tillo, é resistir ti los males que recebian. Oída esta »la guarda destas torres , pues no he fecho cosa por
embazada, el Rey é la Reyna, considerado el servi «que se me deba quitar? » La Reyna le respondió:
cio grande que de aquella cibdad recebian, é que en » Alcayde, no digo que sois en cargo, pero á mi
tenerla á su obediencia tenian muy ciertas las mon «servicio cumple que luego me la entreguéis.» El Al
tañas , acordaron que el Rey fuese á cercar el casti cayde le replicó : « Señora, pues que ansi vos place,
llo de Burgos. T entretanto que se aderezaba la d dadme espacio para sacar mis bienes que en ella
gente de armas que habia de ¡r con él, embiaron á «tengo.» La Reyna le dixo : «A mi me place que sa-
Don Alonso de Amilano , Conde de Aguilar, é á Pe » queis todo lo vuestro , pero no comple á mi servi-
ro Manrique, é á Sancho de Roxas, señor de Cavia, »cio que os apartéis de aquí do yo estoy, fasta tan-
é á un Capitán que so llamaba Estovan de Villacre- uto que yo sea apoderada de mi fortaleza.» El Al
ces, con gente para resistir las fuerzas é robos que cayde quando vido que la Reyna no le daba lugar
facían loa del castillo. Eatos caballeros fueron n la para volver á la fortaleza, entrególa luego á un
cibdad de Burgos, é pusieron sus estanzas por par caballero de su casa, que se llamaba Don Sanoho de
te la cibdad contra el castillo, é contra una Iglesia Castilla que venia con ella. Recebida aquella forta
que se llama Sania María la Blanca, que es cerca leza por aquel caballero , la Reyna proveyó en la
de la fortaleza, é defondian que no saliesen del cas guarda de la cibdad , y en la justicia , y en otras co
tillo á facer tantas fuerzas é robos como solían fa sas que entendió ser nocesarias a toda aquella tier
cer. Pero como los del castillo tenian dentro y en ra ¡ ó volvióse para Valladolíd.
DON FERNANDO É DOÑA ISABEL. 271
un caballero su criado con gente de las montanas, é
CAPÍTULO XXIX. dende allí fueron mas apretados los dol castillo. Ha
bida aquella Iglesia, porque informaron al Rey que
Del combale que se dio en Sancta María la Blanca en Ddrgos. podia por minas tomar el agua del pozo del casti
El Bey continó siempre el cerco del castillo de llo , mandó luego minar por seis partes debazo de
Burgos ; é acordó de combatir aquella Iglesia do tierra. Los del castillo que sintieron las minas , fi
Santa María la Blanca, que era cercana al castillo, cieron sus contraminas, é todos los aparejos que
como dicho habernos , porque entendió que aquella pudieron para no recebir daño dellos. Pero veyén-
Iglesia tomada, se podría haber mas presto la for dose muy trabajados , ansí de los reparos que facían
taleza. E fizo aderezar los combates por seis partes para las minas, como para los tiros de los ingenios
con tiros de pólvora , é ballestería ; ó un din por la que do dia é de noche les tiraban, é de las lombar
mañana comenzaron á llegar los pertrechos. Los das que tiraban al muro , é ansimesmo tenian falta
quo estaban en la Iglesia se pusieron en defensa; é de vino, acordaron de embiar su mensagero al Du
recelando que si fuesen tomados , serian puestos á que de Arévalo ale requerir que les socorriese, por
cuchillo, como hombres que defendían la vida, pe que de cada día eran mas apretados, é les crecían
leaban con grande ánimo. Duró aquel combate por mayores necesidades si no fuesen socorridos. El Du
espacio do seis horas, en las quales no pudo ser to que de Arévalo que tenia gran naturaleza en aquella
mada por la gran defensa que ficieron los que esta cibdad , porq.no su padre é abuelo habían tenido la
ban en ella , con los pertrechos é muchos tiroB de tenencia de aquel castillo, embió al Rey de Porto-
pólvora que tenian. E porque el Rey vido algunos gal quo estaba en Toro aquel caballero Juan Sar
muertos é feridos de los suyos, é que cada hora fe- miento, hermano del Obispo de Burgos, con el qual
rían mas , mandó retraer su gente ; ó cesó el comba le embió á decir, que su cosa era una de las mayores
to por estonces, con propósito de la tornar á com de Costilla , é qne la mejor cosa de toda ella era la
batir con mas é mejores pertrechos. E porque la tenencia del castillo de Burgos, la qual habia tenido
gente de armas quedó enflaquecida por el poco fru su padre é abuelo , é con ella fueron siempre honra
to que de su trabajo se había conseguido , el Rey dos, é sosto vieron , y él sostenía el estado é patrimo
pensó de los esforzar, é dixoles : « No penséis caba- nio que sus padres é abuelos le dezaron ; é que le
* lloros que habéis fecho poca fazafia en el combate facia saber que los Reyes de Castilla teniendo aque
d que ayer fecistes, aunque no o vimos fruto de nucs- lla fortaleza tenian titulo al Rey no, é se pueden con
■ tro trabajo. Porque como quiera quo aquellos mis buena confianza llamar Reyes del, porque es cabeza
■ rebeldes no fueron tomados, pero muchos dellos do Castilla ; ó que habia quatro meses que el Rey
«son feridos, é los que quedan sanos están ya tan Don Fernando do Sicilia la tenia oercada , é la com
n cansados do vuostrns manos , que no esperarán se- batía continamente de nocho é do dia con ingenios
I gundo combate. Ni menos so oree , quo vuestra fla- é lombardas , é con minas debaxo de tierra ; on los
* queza é su valentía los ha defendido ; mas defen- quales combates oran muertos é de cada dia morían
i) diólos la dispusicion dol lugnr, é su desesperación muchos do sus criados é parientes , é los que queda
* que los face pensar ser muertos la hora que fueren ban, con grande angustia llamaban á grandes voces
» tomados. Por ende si á ellos conviene ser constan- desde el muro á Don Alonso, Rey de Castilla é de
ii tes en su trabajo por escapar, á nosotros es nece- Portogal, que les socorriese en el aprieto é peligro
* sario perseverar en nuestro esfuerzo por vencer ; ó en que estaban. Otrosí le dizo que dado que tovie-
* nó perdamos la voluntad que teníamos al tiempo sen mantenimientos en abundancia, no podían su
i que fecimos el primer oombate ; é con los pertre- frir muchos dias la fatiga grande que recebian, pe
* chos mas é mejores que he mandado traer, torno- leando de día por se defender, é de noche trabajan
irnos á la facienda, é yo esporo en Dios que los do por reparar lo que destruían los ingenios é lom
* habremos á las manos.» bardas. E quo un grande lienzo do la cerca estaba
Los que estaban en la Iglesia, que serían en nú para caer en el suelo, é que si aquel caía, juntamen
mero de quatrocientos hombres de armas, queda te con él caoria todo el estado del Duque , é aun el
ron cansados, é muchos muertos é feridos ; é rece suyo recibiría gran mengua, é ternia poca parte en
lando que el Rey mandaría tornar al combate, é que Castilla ; porque los ojos de todos no miraban otro
ellos no tenian gente sana para resistirlo, anBimea- fin en esta demanda, sino el fin que oviese el cerco
mo porque no tenian las cosas necesarias para los puesto sobre el castillo de Burgos. Por ende le supli
feridos, que eran muchos, é de los principales, de caba, que socorrieso á los que estaban en él, porque
mandaron pleyteaia al Rey, que les segurase las vi no pereciesen , é ayudase al Duque, porque no lo
das , é que le entregarían la Iglesia. El Rey como perdiese ; é proveyese á él mesmo que proseguía es
quier que había mandado aparejar todas las cosos ta demanda, porque no recibiese el daño que habría
para el segundo combate necesarias , pero por no si ol castillo viniese á manos del Rey su adversario.
dar causa á mas muertes, otorgóles aquello que de Oídas estas razones, luego acordó el Rey de Porto-
mandaban , é tomó la Iglesia, en la qual estaba por gal de ir á socorrer el castillo de Burgos : porque
capitán uno que se llamaba Juan Sarmiento , her ovo consejo que aquel socorro le era necesario de
mano del Obispo de Burgos , é luego puso el Rey facer para conseguir el efeto de bu empresa. Pero no
en ella por capitán mayor á Don Juan de Qamboa, tenia tanta gente para lo facer como quisiera, por
278 CRÓNICAS DE LOS BEYES DE CASTILLA.
que la mas de la gente portoguesa que había meti bian de los Portogueses, retraxiéronse á un cerro, é
do en Castilla era ya gastada, del los tornados á allí el Conde recogió la gente que pudo, é volvió
Portogal , é dellos muertos é destrozados en algunos para Olmedo; é los Portogueses recogieron todo el
recuentros que habían habido , é dellos consumidos despojo, é se volvieron como victoriosos á Arévalo.
en la guerra que seguían. Pero con esa goute que te
nia, partió de la cibdad de Toro, é fuá para la villa OAPÍTÜLO XXXI.
de Arévalo ; é allí vino á él el Arzobispo de Toledo
con toda la gente de su casa, ó le besó la mano, éle Como el Rey de Portogal combatió la lilla de Baltanas é prendió
al Conde de Benavente.
obedeció por Rey, ó le fizo juramento é pleyto orne-
nage de le servir é obedecer como á Rey de Castilla El Rey de Portogal quando se vido acompañado
é de León. dol Arzobispo de Toledo, é del Marqués de Villena
Como la Reyna , que estaba en Valladolid, sopo ó de sus gentes, partió de la villa de Arévalo é fué
que el Rey de Portogal era venido á la villa do Aré á la villa de Pefiafiel, que era del Conde de Uruefia;
valo, acordó de embiar gente de caballo con Don é allí se juntaron con él alguna gente de aquellos
Hurtado de Mendoza, é con Gutierre de Cárdenas, caballeros Castellanos quo estaban en su parciali
su Contador mayor á la villa de Medina del Campo dad, con intención do ir á socorrer el castillo de
é á Don Juan de Silva, Conde de Cifuentes á la villa Burgos. Todo esto sabido por la Reyna, partió
de Olmedo, para que desde aquellos villas ficieson luego é fué para la cibdad de Falencia, é oon ella
guerra al Rey de Portogal que estaba en Arévalo. el Cardenal de España y el Almiranto y el Conde
El Conde de Cifuentes venido á aquella villa, deli de Benavente, con la mas gente que pudo llegar.
beró un dia de salir al campo oon la gente que traia É mandó poner sus guardas por los caminos é
en su capitania; é fué cerca de la villa de Arévalo, sus espías, para saber la hora que el Rey de Porto-
ó puso sus oeladas, y embió sus corredores por ver gal partiese de Pofiafiel: porque ella entendía ir
si podría haber alguna presa de los Portogueses. É luego á las espaldas é ayudar al Roy. É porque sopo
como fué sentido, los Portogueses salieron de Aré que el Rey do Portogal esperaba mas gente en Pe
valo, é corrieron á los corredores del Conde que ha fiafiel para facer aquel socorro, mandó entretanto
bían robado el campo, los quales se retraxieron fas repartir la mas gente de pié é de caballo quo con
ta el lugar do estaba el Conde en la celada en un ella venia, en los lugares que estaban en torno de
pinar; el Conde salió luego de la celada con toda la Pefiafiel, para facer guerra al Rey do Portogal por
gente que tenia, é como quiera que vido los Porto todos partes, é quitarle los mantenimientos, é onsi-
gueses ser en mayor número de gente que los que mesmo por saber mas presto quando saliese de aque
él traia, quisiera acometerlos, é mandó á su ensena lla villa. Entro los caballeros que tomaron aquel
que fuese adelante. Algunos caballeros que con él cargo fué uno el Conde de Benavente, el qual con
estaban dizeron: «Señor, no nos parece que tenéis la gente de caballojé de pié de su casa, fué á aposen
agente para acometer álos Portogueses, porque son tarse á una villa muy cercana de Pefiafiel que se
urnas que nosotros, é salen de refresco de sus casas, llamaba Baltanas; é desde aquella villa facia guerra
«nosotros é nuestros caballos estamos fatigados de al Rey de Portogal é á los que con él estaban en
I la mala noche, é por esta oausa nos parece que vos Pefiafiel. Los caballeros é criados del Conde, consi
«debéis retraer, pues á vuestra honra lo podéis fa- derada la flaqueza de aquel lugar do estaban, é que
loer, antes que mas gente de los Portogueses haya por no tener defensas podian recebir daño, conse
«lugar de salir de Arévalo: porque es cierto que jaban algunas veces al Conde, quo pues no tenia
«aquellos Portogueses ya os habrian acometido, sino tiempo de fortificar aquel lugar, debió dexorlo é re
i) pensando que hay segunda celada, é recelando esto traerse á otro que tovieso mejor defensa, & que esto-
«no pasarán mas adelante de aquol lugar do están. vieso mas loxos de Pefiafiel. El Oondo menospre
«Por ende debéis recoger vuestra gente, é volver ciando aquellos consejos porquo mostraban alguna
, «para la villa de Olmedo do salimos: porque ántes flaqueza, esforzaba mucho á los suyos diciéndoles :
i debéis cometer vuestras cobub á la razón, que á la que ni mostraría ton gran mengua de su persona,
u fortuna, n Otros Labia ende que le consejaron que ni ménos por su oausa parecería flaqueza en los
no era su honra retraerse, é que todavía debia pelear fechos del Rey ó de la Reyna, la qual conocerían
con los Portoguoses, aunque no toviese tanta gente los contrarios si do aquel lugar so traxiese; é quo
como ellos. É los que esto le consejaban eran tan toviesen buen ánimo, que estando allí recibirían
orgullosos, que sin esperar otro consejo quisieron honra é no daño ninguno. Los suyos que conside
socorrer algunos corredores que aun no eran traídos raban bien la gran confianza del Conde é la poca
y estaban escaramuzando con los Portogueses; é no dofensa del lugar, le dixeron: «Mirad por Dios, se-
fué eñ mano del Conde que no se soltaso la gente por d Dor, que muchas veces dalia la confianza, y el mie-
socorrer á los que escaramuzaban; é ansí se encen »do provee. Cosa razonable es que recelemos los
dió la pelea sin órden ninguna, é se revolvieron los «daños que pueden venir, porque los podamos es-
unos con los otroB, é se finorón con los lanzas, é ucusar agora que podemos, é no lo dexemos para
después pelearon gran rato con las espadas, do mu «cuando no pudiéremos.» El Conde confiando en su
rieron muchos de la una parto é de la otra. É al fin esfuerzo, no quiso retraerse de aquel lugar, é toda
los Castellanos no pudiendo sufrir el daño que rece- vía facia guerra á Iob quo estaban en Pefiafiel. El
DON FERNANDO É DOÑA ISABEL. 279
Bey do Portogal como vido que el Condo de Bena- é acordó de tenor allí y en la cibdad de Toro, toda
vento se habia llegado tan cerca é la guerra que le su gente aquel invierno. E con este acuordo partió
facía; sabido eso mosmo quo aquel lugar que se de- de la villa de Poñafiel, é fué para la villa de Aréva-
cia Baltanas era llano é que tenia la cerca flaca y lo, do estaba la Duquesa muger dol Duque de Aré-
en muchas partes aportillada, é sin ningún anda valo, que era prima del Conde de Benavente; la
mio ni otro adorezo do defensa, acordó do ir á lo qual trató con el Rey de Portogal, que soltase al
combatir; é fizo aderezar toda su gente, é partió de Condo su primo é á los suyos, porque lo diese las
noche, é con él el Arzobispo de Toledo y el Marqués fortalezas de loa villas de Portillo é Mayorga é Vi
do Villena; é al alba del dia comenzó el combate por lla!va, que oran del Conde, ó á su fijo mayor en re
ocho partes do estaba la cerca mas flaca. El Conde henes, por seguridad que no ayudaría al Rey ni á
de Benavente púsose en defensa con toda su gente la Reyna. Las quales fortalezas fueron luego entre
é ropartióla por aquelloB lugares que entendió sor gadas al Rey do Portogal, é puso en ellas gente
mas necesario; é duró ol combate desde la mallana Portoguoea en guarda, é fué el Conde de Bonavente
fasta hora do vísperas. En el qual tiempo los Por- suelto de la prisión; é como fué libre, luego vino á
togueses ó Castellanos que venían con ellos, en do estaba la Reyna. É como quior que por el Rey
traron dos veces en ol lugar, é otras dos veces fue de Portogal le fué ofrecida libertad é acrecenta
ron lanzados fuera por fuerza, de armas. Y en estos miento grande de su casa; pero ni bu ánimo fué
combates cayeron muertos é fueron feridos muchos vencido por el Roy de Portogal, ni bu afición apar
de los unos é de los otros. El Conde trabajaba requi tada del Roy de Castilla (1).
riendo los lugares flacos é peleando por ellos, é pro
veyéndolos de gente descansada. É al fin la gente CAPÍTULO XXXII.
del Rey de Portogal entró por nno de aquellos lu
gares que estaba aportillado, porque la gente del Do las cotas que pasaron en el año siguiente do mil quatroelen-
Condo que lo guardaba, cansados ya, é dellos muer tos é selenla e seis aDos, é cono se alió Ocafia por el Rey é
por la Reyna.
tos ó fondos, no lo podieron defender; é ansí los
Portogueses podieron por fuerza de armas entrar En el ano siguionte dol Sefior de mil é quatro-
la villa. El Conde quando vido los enoinigos den trocientos é setenta é seis anos luego al principio
tro é su gente destrozada; púsose en defensa en del ano, los vecinos de la villa do Ocafia quo untaban
una calle con pocos de los suyos que pudo recoger; oprimidos con gente del Marqués de Villena, tra
é allí pelearon é mataron c firieron muchos de los taron con el Conde de Ciftientes é con Don Juan do
que con él estaban, y él fué ferido é preso; é los Ribera, quo estaban en la cibdad do Toledo, de res
Portoguoses prendieron á todos los principales del tituir la villa en obediencia del Rey é de la Reyna,
Conde, é robaron todo el lugar é la Iglesia dél. Ha é de acoger en ella al Conde é á Don Juan con toda
bida esta vitoria, el Roy de Portogal volvió para su gente. É nn dia por la mañana juntáronse todos
Pefiafiel, é llevó preso al Conde é á todos los otros los mas de la villa, é dieron lugar que entrasen en
caballeros de su casa, con todo el despojo que ovo ella los caballeros naturales que fueron echados do
en el lugar. Desta prisión del Conde pesó mucho al lía porque estaban á la obediencia del Rey é de la
Rey é á la Reyna, ansí porque su gente so dimi Reyna. É ansí entrados, echaron de la villa á la gen
nuía, como pensando que el Rey de Portogal toma te del Marqués de Villena, é acogieron en ella al
ría mayor orgullo para ir á socorrer el castillo de Conde é á Don Juan de Ribera, con gente do armas
Burgos. É luego la Reyna mandó que toda la otra que traian do la cibdad de Toledo; é apoderados de
gente quo estaba puesta en guarniciones en torno la villa, luego la entregaron por mandado de la Rey
de Pefiafiel, se recogieso é viniese para Patencia do na al Maestre de Santiago, Don Rodrigo Manrique.
olla estaba, para ir & las espaldas dol Rey do Porto- Sabida esta nueva por el Marqués de Villena, é an-
gal si moviese para ir á Burgos. Ansimcsmo el Roy, simosino como de cada dia se le rebelaba é perdía
sabida la prisión del Conde de Benavonto, fortificó toda su tierra, ovo aouerdo de dexar al Rey de Por
mas de gente é cavas é baluartes las estanzas que togal é venir para el Marquesado de Villena, por
tenia puestas contra el castillo por la parte de fuera defender algunas villas que le quodaron, de la guer
de la cibdad, de tal manera que ninguna gente pu ra que le facia el Maestre de Santiago Don Rodrigo
diera entrar en él sin rescebir gran daño. Lo qual Manrique Como vino al Marquesado, é vido que
sabido por el Rey de Portogal, é ansimesmo porque habia pordido la mayor parte dél; ansimesmo con
ovo cortinidad que la Reyna con la gente que tenia siderando que no podía sostener lo que lo quedaba,
estaba presta para ir á se juntar con el Rey su ma por la guerra quo facia el Maestre, embió decir al
rido, por lo qual le fuera peligroso facer aquel so
corro; otrosí porque le dixeron que había algunos
tratos en la cibdad de Zamora para la dar al Rey (I) En este ano de 1175, i 13 de Junio dia de San Antonio, mu
rió en Madrid la Reyna Dolía Juana mnger del Rey Ilon Enrique,
ó á la Reyna, ovo su acuordo de dezar ol socorro y fuó sepultada en la Iglesia de San Francisco junto al altar ma
dol castillo de Búrgos é volver para Zamora, porque yor al lado del Evangelio, donde los neyes Católicos mandaron
creia que aquella cibdad era el mayor é mejor fun hacerle un magnlDco sepulcro, que después fui removido de allí
damento que tenia para su demanda, por ser cibdad con el motivo que apunta Quintana, Grnitia de Kadrid, t. 3,
cap. 50, que trae varias particularidades sobre los últimos afios j
fuerte é populosa, ó cercana & su reyno de Portogal; muerte de esta Reyna.
CRÓNICAS DE LOS REYES DE CASTILLA.
Rey de Portogal que bien sabia con quanto amor é sejo perder lo que tenia cierto, por esperar de ganar
voluntad él se había movido á le servir, é como le lo que estaba dubdoso. É que él fuese seguro, que
babia entregado á la Reyna su esposa, é que al deseaba su bien, é no consentiría su perdición: para
tiempo que ge la ontregó, prometió de conservar su lo qual si conviniese pornia su estado real. Dada
estado, é le facer otras grandes mercodes, las qua- esta respuesta, luego el Rey de Portogal que estaba
les no quiso recebir del Rey é de la Reyna, como en Toro, vino para la cibdad de Zamora con toda su
quiera que ge las ofrecían cumplidamente. Agora gente, é doxó en guarda de la cibdad de Toro á Juan
le facía sube* que toda la mayor parte de las villas de Ulloa. É ansi quedó el Marqués en grandes peli
é lugares del Marquesado de Villena habia perdido gros é necesidades, que cada dia le reoreoian por
por su servicio, las quales se habían puesto en obe las pérdidas que veía de su patrimonio, é por la poca
diencia de la Reyna; é todo lo que le quedaba esta osporanza que tenia on la ayuda del Roy doj'orto-
ba en punto do so perder, por la guerra contioa que gul ; é no tenia determinada elocciou si permanece
el Conde de Paredes, que se llamaba Maestre de San ría en su partido, ó si se reduoiria á la obediencia
tiago, lo facía, el qual agora de nuevo habia tomado del Rey é de la Reyna asegurándole solamente su
la villa de OcaCa que estaba por él; é que conside persona ó patrimonio. Estando en Zamora ol Rey de
rase, que como quiera que la tierra fuese suya é la Portogal sopo do cierto trato que algunos de la cib
perdiese, pero también la perdía él, pues en ella era dad trataban para la dar al Rey é á la Reyna; é fizo
tenido por Rey é Señor de Castilla. Por ende que le prender quatro de los que eran en el trato, é mandó
suplicaba, quisiese pasar los puertos, é venir para la facer justicia dellos, é acordó de templar su ven
villa de Madrid que estaba por él : porquo desde ganza, porque de la crueldad vista por el pueblo no
aquella villa podría haber luego á Toledo, é recobrar se recreciese algún escándalo.
la villa de Ocafia é todo lo que habia perdido. É que
sin dubda todas las cíbdades é villas del Reyno de CAPÍTULO XXXIII.
Toledo é la tierra de Estremadura, vernlan á su obe
diencia, porque la tierra del Arzobispo é del Maestre De las cosas que pasaron en el cerco del castillo de Bdrgos.
de Calatrava estaban por él é tenían su voz, desde la Sabido por la Reyna que el Rey de Portogal dexó
qual con bu favor é veyéndole con gente en aquellas de socorrer al castillo de Burgos é que fué para Za
partes, se podría ligeramente haber todas aquellas mora, luego partió de Patencia, é con efla el Carde
tierras á su obediencia, é también las cibdades é vi nal de España, ó los otros caballeros que estaban on
llas del Andalucía; lo qual deseaba mucho el Mar su corte, é volvió para Valladolid. Porque siempre
ques de Cáliz que tenia ol castillo de Xerez de la tovo tal diligencia en esta guerra, que el Rey, ó ella,
frontera, é Don Alfonso de Aguilar que estaba apo ó sus Capitanes por bu mandado, con gente de armas
derado de la cibdad de Córdoba; los quales si le vie se ponían lo mas cérea quo podían del logar do el
sen en el reyno de Toledo, luego se mostrarían sus Rey de Portogal estaba. El Rey continó siempre el
servidores é farian tomar á aquellas cibdades, é otras cerco del castillo de Burgos, é mandó poner gran di
muchas de la Andalucía su voz, é tenerlo por Rey é ligencia en las minas que iban debaxo de tierra ; é
Señor dallan; é ge le siguirian otras muchas é muy los minadores trabajaban de minar el pozo de la for
grandes utilidades si pasase los puertos. Suplicábale taleza que estaba hondo, é pensaban que tomada el
ansimesmo, que considerase quan mal exemplo seria agua se tomaría el castillo. Ansimesmo los trabucos
desampararle é dezarle destruir, lo qual seria causa de noohe é de día no cesaban de tirar á la fortaleza
que los caballeros que estaban en su servicio, é otros é las lombardas gruesas é otros tiros de pólvora ti
que deseaban venir é le servir, visto el poco reme raban continamente. E algunas veces salían los de
dio que le daba, se apartasen de su servicio é le se la fortaleza á pelear con los de las estanzas que es
rian deservidores. El Rey de Portogal, oido lo que taban pnestas por defuera do la cibdad, é con los
el Marqués de Villena le embió decir, ovo su conse que estaban por la parte de dentro, é otras veces
jo, que si él fuese á la villa de Madrid perdería todo peleaban con los de las minas que habiun fecho. De
lo que tenia en esta otra parte de los puertos. É por manera que muchos días acaeció pelear por dos par
tanto embió á decir al Marqués, que no complia á tes debaxo de tierra, y encima do tierra por tres ó
su servicio por el presente su pasada allende del quatro partes. En los quales combates, por la dis
puerto, porque su adversario el Rey de Sicilia con posición de los lugares do peleaban, pocos tiros de
quien él por fecho de armas habia de librar esta fa- pólvora ó de ballestería se facían, que no firíesen ó
cionda, estaba desta otra parte de los puertos; é que matasen á loa de la una parte ó de la otra; é aquella
no seria bion considerado teniendo su adversario batalla era menos cruel, que venia entre ellos á las
delante, dexarle libre é ir á otras partes que serian manos con lanzas y espadas. Y en estos combates,
muy ligeras de adquirir seyendo vencida la parte el Rey y el bastardo su hermano, Duque de Villa-
principal, el qual vencimiento con ayuda de Dios hermosa, y ol Almirante, y ol Condestable trabaja
entendía prestamente facer por batalla. Respondió ban vecos poleando por sus personas, veces prove
ansimesmo, que si él se ausentase dcstas paites, las yendo é favoreciendo de gentes á unos partes é á
cibdades de Toro é de Zamora que estaban á su otras do era necesario. El Duque de Arévalo tenia
obediencia, sin ninguna dubda se perderían é redu muchos criados é hornea principales en la cibdad,
cirían al Rey é á la Reyua; ó que no era buen con Iob quales al tiempo que el castillo fué cercado, se
DON FERNANDO É DOÑA ISABEL. 281
recogieron dentro para lo defender. Ansimesmo enti lia fnera de bu cámara, porque se habia sentido
bió allí otros muchos de bus criados, é grandes per enojado. Como el Rey fué en Valladolid, estovo alli
trechos : porque aquella tenencia tenia on mas esti aquel dia secretamente en la cámara de la Reyna ; é
ma que la mejor cosa de su casa. Y esta gente, que acordó de partir con toda la gente que la Reyna te
seria en número de quatrociontos hombres, ficioron nia llegada, é de embiar delante con gente de caba
muchas cavas é baluartes para so defender ; é los llo á Alvaro de Mendoza, para que entrase primero
unos peleaban, é los otros reparaban lo que derriba en la cibdad. Este trato no pudo ser tanfpcreto, que
ban los trabucos é las lombardas, é con los ingeuios no lo sospechase alguno , qne avisó dolió al Rey de
que tenian en la fortaleza tiraban á la cibdad, é des Portogal ; el qual por la sospecha que ovo, quisiera
truían é derribaban muchas casas, é facían tanta luego desapoderar de la tenenoia de la puente á
guerra, que ninguno podía andar seguro por las Francisco de Valdes. E la noche que lo Bopo embió-
calles de la cibdad. lo llamar, é oomo respondiesen los suyos que guar
daban la puente, que no estaba alli , pensó esa no
CAPÍTULO XXXIV. che de tomar la puente por alguna manera de onga-
flo. Y embió á decir con Juan de Porras, tio de Val
Como el Rey tomó la cibdad de Zamora. des, á aquel Pedro de Mazariegos que tenia la puen
Entretanto que estas cosas pasaban en Burgos, la te, que la abriese para que saliesen ciertos caballe
Reyna trató secretamente con aquel Francisco de ros que el Rey de Portogal embiaba esa noche á
Valdes, que habernos dicho que tenia la puente do facer cosas que complian á su servicio, y esto se
Zamora, de lo reducir á su servicio. Esto Francisco facía á fin que quando la gento estoviese en la
de Valdes, considerando que había seydo primero puente, se apoderasen della, y echasen fuera al Al
en la oasa del Bey é había recebido del mercedes , ó cayde Ó á los que con él estaban. El Alcayde respon
que tenia poco cargo del Rey de Portogal, aceptó el dió, que no era aquella hora para recobir gente nin
trato que le fué movido, é fabló con un Alcayde que guna en la puente; pero á la mañana faria lo que le
tenia puesto en la puente, que se llamaba Pedro de mandasen. El Rey de Portogal , aunquo dubdoso de
Mazariegos vecino de Zamora, lo que le era fablado. la respuesta de aquel Alcayde, pero por no facer
Al qual plogo mucho dolió, porque oomo buen cas claro al que estaba deservidor encubierto, doxole
tellano, ni su voluntad se apartó de servir á la Rey por esa noche , esperando tomar la puente otro dia
na de Castilla, ni se juntó al servicio del Rey de por la mañana. Quando el Alcayde Pedro de Maza-
Portogal. Este trato anduvo algunos dias, é al fin riegos sintió quo el Rey de Portogal habia sabido el
fué asentado, que el Rey fuese con gente, y entrase trato, ó que aquella gente que embiaba por la puen
de noche en Zamora por la puente; é que tomaría al te era para gela tomar, trabajó esa noche con los
Rey de Portogal, é á su sobrina que cataba con él. que con él estaban de facer con piedras grandes un
Tratóse esto tan secretamente , que ninguno enten baluarte ahí dentro de la puerta de la puente ; é no
dió en ello, salvo el Rey é la Reyna, y ol Cardenal lo fizo por defuera por no ser sentido que facia de
de España, é una persona religiosa que lo trataba. fensa contra la cibdad. Y embió decir al Rey, que
E porque convenia que el Rey viniese en persona viniese á mas andar con gente, porque el Rey de
á lo facer, la Reyna le embió á decir, que simulase Portogal habia sentido el trato, é le queria tomar la
estar enfermo, porque ninguno conociese quo se puente. Otro dia por la mañana vino á la puente
habia ausentado do la cibdad de Burgos, é que lue aquel Juan de Porras quo habernos dicho, con fasta
go á la hora partiese, é viniese secretamente para cien hombres á caballo, simulado que iba camino, é.
Valladolid do ella estaba, é allí ternaria la gente dixo al Alcayde que abriese é dexase pasar por la
que habia de llevar para la entrada de Zamora : puente aquella gento que el Rey embiaba. El Alcay
porque el trato de su entrada en la cibdad, era con de quando los vido, tirando piedras é saetas y es
cluido con Francisco de Valdes. El Rey, oido lo quo pingardas, á grandes voces dixo : Castilla, Castilla,
la Reyna lo embió á decir, fablólo con el bastardo por «l Rey Don Fernando é por la Reyna Doña Isa
su hermano, Duque de Villahermosa, en gran secre bel. Como la voz fué al Roy de Portogal, ovo grande
to, é con el Almirante su tio, é con ol Condestable, indinacion ; é mezclada la ira con tristeza se armó
que estaban con él, é con Rodrigo de Ulloa, su Con luego, é mandó armar toda su gente, é vino en per
tador mayor, é con un sn Secretario de quien él sona á la puente , é mandola combatir. Los Portu
confiaba, que se llamaba Fernand AlvaTez de Tolo- gueses comenzaron el combate, presante el Rey, tan
do. Este Secretario fizo poner por mandado del Rey roció que ovieron lugar do ponor fuogo á las puer
dos caballos fuera do la cibdad, cerca del moneste- tas do la puente, aunque ovo alli muchos muertos é
rio de las Huelgas, é ala prima noche el Rey, desea foridoB. Quemada la puerta , el Rey de Portogal en
do el cargo del cerco á aquellos caballeros, salió si cendido en ira contra los que la guardaban, manda
mulado do bu palacio solo con aquel caballero Ro ba á loa auyos que osadamente llegasen. Los quales,
drigo de Ulloa, su Contador mayor, é con, aquel su pensando haber luego la entrada, fallaron el baluar
Secretario, é fué al lugar do ol Secretario puso los te que habian fecho la noche antes, é tornaron á pe
caballos, é de allí partieron, é fueron á Valladolid. lear é combatir aquel baluarte ; en el qual combate
Aquellos caballeros á quien dexó el cargo del casti los Portogueses peleaban osadamente, pero como el
llo de Burgos, publicaron otro dia quo el Rey no sa- fuego que habian puesto á la puerta de la puente
CRÓNICAS DE LOS REYES DE CASTILLA.
les impedia la entrada , recebian gran dafio de loe Iob bienes de los Portugueses que no habian podido
tiros de espingardas é ballestas que tiraban los de guardar. Otro dia por la mañana al alba del dia, Al
dentro, en especial por la disposición del lugar que varo de Mendoza juntó toda la gente de su capita
era tan estrecho, que los de dentro se defendian á nía ó mucha gente de la. cibdad, é comenzaron á
poco peligro, ó los de fuera ofendían á su gran da combatir la Iglesia. Estando en el combate, llegó el
fio. En este combate morieron algunos criados del Rey, é con él el Almirante, y el Duque de Alva, y
Rey de P^artogul, é oficiales do su casa, porque el Conde de Alva do Liste, é otros caballeros, con
aquéllos eran los que con mayor osadía llegaban al toda la gente de armas de su hueste. Quando los de
peligro, veyendo presente al Rey su sefior que los la Iglesia vieron que el Rey entraba en la cibdad,
esforzaba, é ansí duró el combate desde la mañana demandaron partido que les salvase las villas é los
fasta después do hora de vísperas. E visto por un bienes que tenían en aquella Iglesia, é luego la de-
caballoro Portogues, hombro anciano, que estaba xarian libro. El Rey otorgólo, porque de su natural
con el Rey de Portogal , el gran dafio que recebian condición era lióme piadoso; é ovo consojo de no se
los Portugueses, y el poco fruto que so esperaba de ocupar en el combato do aquella Iglesia, por escusar
aquel combate, movido á compasión de los muertos muertes, é porque habida, so podría mejor poner
é forillos que veia, trabajaba por quitar al Roy de sitio sobre el castillo que estaba corea dolía. Los
Portogal la ira que mostraba , é díxole : u Que la ira quo estaban en la Iglesia, habido el seguro dol Rey,
nque mostraba contra sus deservidores, no le ocu- luego salieron con todo lo que tenían, é se fueron á
» pase la piedad que debía haber de sus sorvidoros, Toro do estaba el Roy de Portogal. El qual, como so
» é que pues no se podía oxecutar la justicia contra vido desapoderado do la cibdad do Zamora en la
» los unos, usase do la misericordia quo debía con furnia quo habernos recontado, como quior que fué
i) aquellos mancebos que había criado, ó veía morir gran disfavor para su demanda, pero pensó de es
i sin conseguir fructo.» El Arzobispo de Toledo que forzar los de su partido, publicando que esta do-
estaba con el Rey de Portogal , ansimosmo lo díxo : manda no se habia de librar tomando ó dezando de
«Sefior, yo sé bien que aquel que tiene aquella puen- tomar castillos ó cibdades, sino por batalla campal
» te, espera presto socorro de gente, porque de otra ó cercando á su contrario el Rey de Sicilia, lo qual
ii guisa , no es do presumir que cometiese tan grnud entendía facer prestamente. E luego embió mandar
«osadía. E conozco al Rey é á la Royna de Sicilia, al Principe do Portogal su fijo, quo estuviese presto
ii que, ó vernán ellos presto, ó embiarán tanta gonto, con toda lamas gonto do pié ó do caballo que podio-
i) que puje á la gente quo tonois para pelear ; é no es Be haber en todo su reyno, para quando le embioso
» vuestra honra que peleemos por las calles do Za- a Homar.
nmora, do ter liemos á todos los vecinos della por
* enomigos : por ende deliberad luego de partir de CAPITULO XXXV.
a aquí', porque esto es lo que cumplo á vuestro
De las cosas que pasaron en et cerco del castillo de Burgos,
» servido.» El Rey de Portogal oídas aquellas pala e como se entregó a la íicyna.
bras, é considerando que lo que el Arzobispo é aquel
caballero decían era cosa do creer, visto ansimesmo El Rey fué muy bien rocobido en Zamora , ó con
quo habia estado allí todo lo mas del día sin facer grande amor de Iob del pueblo, é luego mandó tomar
fruto, fizo retraer á los del combato é fué á su pala los bienes de aquel Juan de Porras, é del Mariscal
cio, é mandó armar toda su gente ; é sin mas tardar que tenia la fortaleza, é do todos los otros desleales
tomó á su sobrina que estaba allí con él, recelando que con él estaban. E mandó facer una grande tapia
del pueblo no ficiose con él algún alboroto, é con los por atajo, la cual apartó la fortaleza do la cibdad
mas que pudo recoger partió CBa nocho do la cibdad, do muñera que por la fortaleza no podia ninguna
c con él el Arzobispo de Toledo, é fué á la cibdad de gente entrar en la cibdad. E por defuera de la cib
Toro ; é toda su cámara é otros arreos que tenia fizo dad mandó poner once estanzas contra la fortaleza,
poner en la fortaleza en poder del Mariscal que la é cada una do aquellas estanzas mandó fornecer de
tenia. E fué ansimesmo con él Juan de Porras, aquel mucha gente bion aderezada de armas é pertrechos
caballero que habernos dicho que era natural de é artillería. E otrosí mandó fortificar cada una des-
aquella cibdad ; el qual no osó quedar en ella, por tas estanzas do grandes cavas é baluartes á la re
el fierro quo habia cometido contra el Rey é contra donda, ó de grandes defensas, por manera que aun
la Reyua. Partido de la cibdad de Zamora el Rey que alguna gente viniese á socorrer la fortaleza por
de Portogal, luego dende apoco espacio llegó Alva defuera de la cibdad, no pudiesen entrar dentro ni
ro de Mendoza con la gente que el Rey é la Royna desbaratar las estanzas sin gran dafio y estrago de
le habian dado, y entró dentro en la cibdad. E la gentes ; é ansí fué cercada la fortaleza de Zamora
gente de los Portoguesea que no ovieron espacio de por todas partes, é mandó ansimesmo traer engenios
partir con el Rey de Portogal, retraxéronse á la é lombardas para la combatir. Entretanto quo est ns
Iglesia mayor que estaba cerca de la fortaleza, ó cosas pasaban en Zamora, Don Alonso ol Bastardo,
metieron en ella el fardage é las otras sus cosas que hermano del Rey, Duque de Villahermosa, y el Con
pudieron meter, pora lo salvar, é pusiéronse en de destable, confinaban el cerco del castillo de Burgos
fensa. La gente de Alvaro de Mendoza, como llegó é las minas que se facían ; é daban tan gran diligen
de noche, tendióse por la cibdad á robar muchos de cia, quo de noche ni de dia no cesaban los tiros de
< DON FERNANDO É DOÑA ISABEL. 283
la ana parte ni de la otra. Acaeció, que los de la for > Reyna nuestros señores , por parte de la Reyna
taleza movieron nn dia por la mañana escaramuza • Doña Beatriz su muger ; é los PortogueseB quisie-
con los de las estanzas por tres partes , é por una de • ron por su Rey al Maestre de Avie (1), agüelo dea-
las minas; y estando en la mayor priesa do la esca » te Rey de Portogal , aunque ero frayle profeso é
ramuza, echaron gente por una de las otras minas, • bastardo, antes que sofrirporRey á home Castella-
é pusiéronle fuego, é quemóse toda, porque los que » no, aunque era legitimo é tenia dereoho claro al
la guardaban no lo pudieron resistir, é cayó toda la • reyno de Portogal. E vosotros Castellanos tenéis
mina en tierra. E porque á los cercadores costrcOia • Rey Castellano, é Reyna fija legítima del Rey Don
la vergüenza ó á los cercados la necesidad, cayeron I Juan, i quien sabéis que pertenecen estos Reynos:
en aquel dia en los combates é peleas muchos muer » ó llamáis por Rey á Don Alonso Rey de Portogal,
tos ó feridos de la una parte é de la otra. Especial Aporque casó con Doña Juana su sobrina. ¿No ha-
mente los de la fortaleza recibieron tanto daño, que • beis vergüenza de sostener tal opinión? ¿Dónde
veyendo como la gente ge les diminuía é iba per • está vuestro entendimiento? ¿dónde está vuestro
diendo cada dia, acordaron de guardar la fortaleza,' t lealtad? No habéis memoria, quo poco tiempo ha
é no salir mas á las escaramuzas como sol inri. E las » vimos á los mas principales de los que ahí estáis
estanzas puestas contra la fortaleza ovieron lugar »con las espadas en las manos, ó con gran sequela
de so poner tan cerca de las torres, que podían tirar ti de gente por las calles de Burgos, diciendo : «Qual-
piedras con la mano que llegasen fasta las estanzas; nquier que dizero que ol Principe Don Alonso no
é fablabnn muchas veces los unos con los otros, ó • es horodero legitimo 6 verdadero do los Roynoa do
los del castillo decían á los do las estanzas, que te • Castilla, nosotros lo sacaremos el ánima: porquo
nían esperanza muy firme que el Rey de Portogal • no plaperáá Dios, ni sofrirán las gentes, que Doña
había de venir á los socorrer, porquo lo había pro «Juana, fija do Don Beltran «le la Cueva, reyno en
metido, é que tenían ansimesmo fiucia en la guerra • Castilla.! ¿Tan presto habéis olvidado aquella
que el Rey de Francia facía á la provincia de Gui • lealtad que pnblicábades? ¿Tan presto sois veni-
púzcoa, é que había de entrar gran poderío de Fran n dos en olvidanza de vosotros meemos, é morís por
ceses en Castilla en favor del Rey de Portogal. E • sostouer aquello que á otros consejábades , ó aun
con estas cosas estaban mas rebeldes, é no querían » forzábades que no sostuviesen ? Querría yo saber
aceptar fabla ni partido ninguno, é llamaban desde I de vosotros, si tornó agora de nuevo aquella sefio-
el muro á grandes voces : Alfonso, Alfonso, Porto- nra Doña Juana á ser fija del Rey Don Enrique,
gal, Portogal. • porque no so confirmó la villa de Arévalo al Duque
Un Alcalde de Burgos que había nombre Alfonso • Don Alvaro. Andad, dixo, engañados; andad, ó
Díaz de Cuevas, á quien el Roy había dado cargo • tornad á vuestro entendimiento, é dexaos destas
con gente de la cibdad do una ostanza de las mas » opiniones dañados : ca nunca opinión venció á la
cercanas al muro, conocía bion á los principales do • verdad, é lo verdod ol fin siempre vonció á lo opi-
los que estaban en la fortaleza que eran sus amigos, ti nion. Ni porque no se confirmó Arévalo al Duque,
é oía aquellas fablas; ó deseando guardar las vidas • no confirméis vosotros tan gran mácula á vuestras
á aquellos é la fortaleza al Roy, decíales á altas vo- I personas é á vuestros descendientes ; ni sufráis la
oes: a O engañados I desdo las almenas de Burgos n vida tan mala que tenéis , ni la muerte tan cruda
• cabeza de Castilla, llamáis á Portogal que os so- » que esperáis, con fundamento tan injusto. Dexaos
I corra! Mal pensamiento es el vuestro, si acordáis i destas esperanzas vanas de socorros de Franceses,
»do esperar las penas de la muerte con tantos tra- i porque canBadoB llegarían por cierto los de París á
» bajos do la vida, esperando socorro de aquellos á n socorrer á los do Burgos ; ni menos de los Poito-
• quien vuestros padres é agüelos siempre tovieron » gueses que llamáis, porque asaz tiene que facer el
«por enemigos. Pésame, dixo él , si la afición os tiene t Rey de Portogal on socorrer á sí ó á las estreñios
• tan ignorantes de las cosas, que no conocéis que ti necesidades en que está puesto, las quales son tan
» seria ya venido el Rey de Portogal á os Bocorrer si • grandes, que le facen estimar muy pequeña esta
• pudiese; é mucho mas si lo sabéis, ó con desespe • que vosotros tenéis por grande. Ni esperéis, quo
ración no sabois remediaros. Gemir por cierto de- •pues el Rey ha estado tanto tiempo en ol cerco
• brian esas almenas, gemir debrían los vecinos des- • deste castillo, é lo tieno en tal estado, lo dexe por
» te lugar, é aun toda la lealtad castellana ; porque • ninguna otra necesidad aunque sea grande : por-
• nunca pensaron las gentes, que tan gran desaven
tura había de pasar por la cibdad de Burgos, que
• aquellos que guardaban su castillo llamasen á los (1) Este fué Don Joan I de Portogal , hijo del Rey Don Pedro,
que por eleecion de los Portugueses siendo Maestre de AtIs sa
s Portogueses por ayudadores. Ni menos se pensó, cedla a ta hermano Don Fernando, hijo legitimo del mismo Don
• que los de Zamora que son cercanos á Portogal, Pedro y de sn primera mnger Dona Constanza, bija de Don Joan
• guardando su lealtad como buenos Castellanos Manuel Sefior de Vlllena. Don Jnan 1 de Castilla pretendía el rei
• eohasen al Roy de Portogal de la cibdad ; é los del no de Portugal, por el derecho de sn muger Doria Beatrlt, hija del
Rey Don Fernando de Portugal y de Dolía Leonor de Menescs, i
• castillo de Burgos lo llamasen por su Rey, é que- quien sin dada pertenecía. Pero después de muchos reencuentros,
» masen por le servir la cibdad de su naturaleza. El habiendo sido derrotado en la memorable batalla de Aljnbarrota,'
• reyno de Portogal, como sabéis, porteneqia de de- en 1385, hubo de ceder a la fortuna, y sn competidor quedó en pa
• recho al Rey Don Juan, bísagüolo del Rey é de la cifica posesión del reyno. Crin, de Don An /, año 7, e/ip. 14,
Mariana, tí*. 18, cap. 8.
284 CRÓNICAS DE LOS REYES DE CASTILLA.
u que ninguno debe dexar el trabajo de la cosa, te- defensa ; al qual tornaron á tirar las lombardas,
* aiendo la utilidad del fin tan cerca. E mirad, que pero no podían en él facer tanto daño, porque las
i un lienzo de esa cerca esta noche 6 de mañana cae- piedras del muro que habían caído , eran grand am
»rá, é vosotros todos estáis en peligro de las vidas. paro del muro de tapia que habían fecho. El Al-
«Ni esperéis que tomada la fortaleza, aunque esoa- cay de quando vido el muro caído, á requesta de
» peis con las vidas, vuestros trabajos é servicios se- aquellos que procuraban que se diese la fortaleza á
vran mirados ni remunerados por el Duque Don partido, los quales eran de los mas principales que
» Alvaro, ni menos por el Rey de Portogal , porque estaban con él, veyendo otrosí que le iban menguan
«el fin de la cosa Be mira, é no los trabajos dolía. do los bastimentos é creciendo las necesidades, de
«Reducios por Dios á vuestro buen entendimiento, mandó fabla con el Condestable. El qual llegó á fa-
né luego conoceréis la verdad , é pensareis de os re- blar con seguridad que ovo de la una parte ¿ do la otra
» ducir al servicio del Rey é déla Reyna, como sois é despuos do algunas pláticas, quo en tros ó quatro
«obligados. Los quales son tan humanos é piadosos dias ovieron, acordaron quo daría la fortaleza con
i con sus naturales, que no mirando vuestros yerros, seguridad de las vidas de los que estaban en ella ; é
«os darán vida é reparo de vuestras personas. Ha- que el Rey é la Reyna los perdonasen ó restituye-
* bed ya por Dios compasión de vuestra naturaleza son sus bienes. E luego el bastardo hermano del
sé do vuestras moradas que vedes arder; é habed Rey, y el Condestable, escribieron á la Reyna que
» piedad de vosotros meemos é de vuestra fama, 6 estaba en Valladolid, que viniese á asentar el parti
«siquiera de vuestras mugeres é fijos, que viviendo do, é á recebir su fortaleza. La Reyna, vistas las
«vosotros andan como viudas é huérfanos, é tienen letras del Duque ó del Condestable, partió de Valla
«la vida mala, é la esperanza peor. , dolid (1), é vino para la cibdad de Burgos, é posó en
Los de la fortaleza» oyeron las razones que dixo los casos del Obispo. E allí vinieron á ella personas
aquel Alcalde Alfonso Diaz de Cuevas , al qual co diputadas por parte del Alcaydo, é de los que estaban
nocían que era hombre de buen entendimiento, é con él en el castillo ; é perdonólos, ó mandóles res
tenia amistad con algunos dellos. E luego comen tituir sus bienes, é recibió el castillo, en el qual puso
zaron á f alilar entre si , que debían venir en algún por Alcayde á Diego de Ribera, Ayo que fué del
partido, pues quo les faltaban ya muchas cosas que Principe Don Alonso su hermano ; é dio orden en el
habiaa necesario para ul mantenimiento é para la de bastimento ó roparo dol castillo, y en la justicia é
fensa do la fortaleza ; ó ansimesmo había entro ellos guarda de la cibdad. Esto fecho, volvió luego para
muchos feridos, é algunos muertos, y esperaban Valladolid, é deudo vino para TordesilluB, por estar
cada dia mayores necesidades. E docian que no se mas cerca de Toro é de Zamora para proveer las
ria buen consejo esperar necesidad tan extrema que cosas necesarias á la guerra.
no oviesen lugar de facer partido ninguno ; pues
veían que el Rey de Portogal, ni el Duque de Aré- CAPÍTULO XXXVL
valo ponían la diligencia que debían en su socorro.
E cerca desta plática, habia entre ellos diversas De la reconciliación del Duque Don Alvaro con la Reyna.
opiniones : porque unos decian que debían morir Estando la Reyna en la villa de Tordesillas, vino
allí como leales, é otros decian, quo no podían creer ante ella Don Pedro de Stúfíiga , fijo del Duque de
que no fuesen socorridos, seyendo aquel castillo la Arévalo, á procurar perdón para el Duque su padre,
principal cosa desta demanda ; é que habiendo olios é reducirlo ásu servicio. Este Don Pedro, como quier
fecho su deber, seria grande inhumanidad del Rey quo el Duque su padre é la Duquesa su madrastra
de Portogal é dol Duque de Arévalo, si no los re siguieron la vía del Rey de Portugal , pero él esto
mediasen. Otros decian, que ninguuo facía, aunque vo siempre en ol servicio del Rey é de la Reyna, ó
fueso Rey, mas de lo que podía , é que el Duque de con esta oonfianza vino á la Reyna. A 1 a qual dixo,
Arévalo no podía socorrer el castillo de Burgos sin como la vejez de su padre habia engendrado on él
gente é favor del Rey de Portogal ; el qual habia tan gran negligencia acerca de la gobernación de
venido fasta PcBafiel á los socorrer, é se volvió, é bu cobo, que ni de lo malo que en ella Be facia le
después fuá echado de Zamora, según lo qual no debía ser imputada culpa, ni por lo bueno merecía
veian manera para que fuesen socorridos del. E gracias. Porque toda la administración de su fa
que les seria imputado á gran ignorancia, veyendo ciendo, é aun do su honra, junto con la gobernación
las cosas en tal estado , no haber consejo de salvar do su persona habia remitido á la Duquesa su mu-
sus vidas é bienes si pudiesen. E aun que desto no ger; y él aunque presente, se reputaba como absen
pesaría al Duque su señor ¡ porque ya eran venidos té de todo lo que en su casa so facia. E que la Du
á tal estado, que les convenía sojuzgarse al remedio quesa bu madre habia pospuesto la honra de su
que pudiesen, ó no al que escogiesen, é de buscar for marido , é muchas veces habia aventurado á todo
ma para conservar la vida, é no para ganar gloria. peligro su casa ó mayoradgo, á fin de facer gran
Estando estas cosas entre ellos en esta plátioa, un dia
por la mañana cayó el lionzo de la cerca por do ti (I) Eite suceso y los pasados según el sumario de Gtlindez,
raban las lombardos, en que podia haber fasta deben referirse al ano antecedente de U75, pues séllala la ida de
veinte pasos ; é luego pareció por dentro otro muro la Reyna de Valladolid a Burgos a recibir el castillo en dicho aíiu,
y en el mismo la partida del Rey a io de Zamora. Galindei, Hcmor.,
de tapia , que habían fecho los del castillo para su ■«o 1473.
bON FERNANDO É DONA ISABEL. 486
eefior á Don Joan bu hijo ; porque conocía que en fuerte : porque todo lo quo está en bu circuito por
perderlo ella perdía poco de lo suyo. B que le supli la parte de la tierra, es lugar fragoso é montuoso,
caba que ovioso piedad del , que siempre le habia donde á gran pena pueden andar caballos ni otras
servido ; y en aquel yerro que contra su magostad bestias por el impedimento del lugar. Los France
real la casa de su padre habia cometido , mostrase ses pasaron aquel río, que muy ligeramente se pue
su magnanimidad , é no quisiese que él padeciese de pasar á las menguantes del mar ; y entraron en
por el yerro que su padre, ciego de ignorancia, y la provincia de Guipúzcoa, é quemaron las villas do
engañado por la cobdicia de su muger , había come la Rentería, é de Oyarzu , é ficieron cruda guerra á
tido : mayormente pues que en este yerro, fué ma los Ouipuzes. Los de la provincia, visto el gran po
yor la ceguedad de la cobdicia de su madrastra, que derlo de los Franceses , embiaron á la Reyna , que
la malicia del Duque su padre. Todo lo qual consi estaba en Burgos, en el tiempo que el Rey su mari
derado, él traia comisión de poner, é ponia en sus do estaba en Zamora, á le suplicar, que embiase al
manos reales al Duque su padre, é á él é á toda su guna genio de caballo, para que con los peones de
casa, para que de todo ello ficieso lo que su volun la tierra pudiesen resistir álos Franceses. La Reyna
tad fnese. La Beyna perdonaba los yerros que le proveyó luego, y embió sus poderos á Don Diego
facían con gran dificultad, pero considerando la Pérez Sarmiento, Conde de Salinas, su Merino ma
humildad con quo vino á ella Don Pedro, é que ha yor do .Guipúzcoa, con gente de caballo ; ansimes-
bia servido al Roy é & ella, ó habia do heredar aque mo ombió a Don Juan do Gamboa, un caballero na
lla casa, perdonó al Duquo su padre, é la Duquesa tural de aquella tierra, para que entrase en Fuen
su muger, é redúxolos a su servicio. Lob quales sir terabia, é tomase la capitanía de ella. E dio sus car
vieron después al Rey é á la Reyna tan bien é leal- tas para todas las villas quo son en Vizcaya, é Gui
mente, que lo entregaron la villa de Arév&lo que púzcoa, é Castilla vieja, é Álava', é Burueva, é las
tenian ocupada; é habiéndose por bien servida de Asturias , é para todos los valles que son en las
ltas les dio consentimiento para que oviese el Maes montañas ; por las quales mandó que fuesen resis
trazgo de Alcántara Don Juan su hijo, que era tir á los Franceses que habian entrado á facer guer
proveído por el Papa. Y esto Duque mudó el titulo ra en sus Reynos , é se juntasen para ello con el
que tomó de Aré valo, é Humoso Duque de Plasencia, Conde de Salinas á quien embiaba por su capitán
de la qual se solia intitular Conde. mayor. E luego aquel Don Juan de Gamboa entró
en la villa de Fuenterabia con fasta mil hombres
CAPÍTULO XXXVIL de la tierra, é fizo grandes cavase baluartes, é otras
defensas, é forncciola de muchos tiros de pólvora,
De 1» cosas que pasaron en Fuenterrabla. é de todas las cosas necesarias á la defensa de la
Según habemoB dicho, ol Roy do Francia fizo su villa. Los Franceses traian mucha gente de Gascu
amistad é confederación con el Roy do Portogal ña, que son vecinos á la provincia de Guipúzcoa,
como con Rey de Castilla. E como se vido libre de hornea guerreros. Entre 'los quales venia un caba
la guerra que el Rey de Ingalaterra le quería facer, llero que se llamaba Mosen Juan Pargueta, capitán
é vista la necesidad en que estaban el Rey é la Rey de mil lacayos, con los quales facia gran guerra á
na por la guerra é división que tenian dentro en su toda aquella tierra de Guipúzcoa, porque sabia las
Reyno ; acordó de embiar á la cibdad de Bayona, entradas é los puertos é pasos della. Este capitán
que es en la frontera de Castilla, quarenta mil com aposentóse un dia en un lugar cerca do Fuenterabia,
batientes, para facer guerra á la provincia de Gui que so llama Iruniranzu. Los Guipuzes con el sen
púzcoa, é ponor cerco sobro la villa de Fuentora- timiento grande que tenian de las quemas é robos
bfa, que es muy fuerte. E fucle dado á entender, que este capitán les facia con aquellos lacayos, sa
que tomada aquella villa por ser la primera é la bido como estaba aposentado en una oasa de aquel
mas fuerte de toda la provincia, muy ligeramente lugar juntáronse fasta tres mil hombres de pie ; é
tomaría las otras, é ansiraesmo las del Condado de una noche por los lugares de la tierra que ellos sa
Vizcaya, do hay muchos é muy buenos puertos de bían, andovieron con tan grand ardideza, quo antes
mar, con los quales su rcyno quo es menguado de- que fuesen sentidos por las guardas, dieron sobre
llos, seria abundado do puertos de mar, é de gente él, é cercaron la casa do estaba ; é antes que fuese
belicosa, é muy sabia en el arto de marear. La villa socorrido de los Franceses que estaban en el real
de Fuenterabia es puerto do mar, y ostá asentada á pusiérole fuego, é quemáronle á él dentro, é fasta
la boca de un rio quo se llama Alduida, é nace de docientos hombros que estaban con él, é retroxe-
Iob montes Pironeos, y entra en la mar de España, é ronse á Fuenterabia. Los Franceses como lo sopie-
viene del Reyno de Navarra , é paite términos en ron, tomaron armas para ir empos de los Guipuzes,
tre Castilla é la tierra de Labrot, que es en el Duca los quales como sabian los pasos é lugares de la
do de Quiana, del señorío do Francia. E aunque la tierra mas fragosos, fueron por ellos ; é los Fran
villa está puosta en alto, é los muros dolía son al ceses que venian á caballo, no los pudiendo seguir
tos ; pero la mar en las crecientes rodea todo lo de noche por aquellos pasos , Volvieron á su real, y
mas del circuito della, é sube mas de fasta la mey- estovieron en él espacio de diez dias. E como era
tad del muro. E de la parte de la tierra está muy gran número do gente, é no tenian ya mantenimien
torreada, é la dispusicion del lugar la face mas tos, porque la tierra es muy estéril, volvieron para
CRÓNICAS DE LOS REYES DE CASTILLA.
Bayona, que es cinco legnas de Fuenterabia ; é allí cho, se retraxeron á la villa de Bayona, ovo grand
se proveyeron de mantenimientos que íicieron traer indinacion contra ellos, é tornó á embiar otros ca
por mar, é de pertrechos, á de tiros de pólvora, é de pitanes, é mas gente ; á los quales mandó que tor
las otras cosas necesarias para el oombate. Como nasen á poner real sobre la villa de Fuenterabia , é
fueron fornecidos de todas estas cosas , volvieron que en ningún caso la alzasen sin la combatir é to
para Fuenterabia con toda su hueste; é ala men mar ; é que on esto se pusiese estremada diligencia
guante del mar pasaron el rio, é con toda el artillería fasta que oviese efeto. Eu este comedio los de
é pertrechos que traian, asentaron ribera de aquel rio, Fuenterabia, recelando que los Franceses volverían
cerca de la villa de Fuenterabia por espacio de tres á la combatir, fortalecieron la villa de muchas ca
mil pasos. E como no podian llegar los pertrechos vas ¿baluartes, é de gentes de la tierra escogidas
á la villa para la combatir, porque la impedían los para la defeuder ; y en tal manera se proveyeron
muchos tiros de pólvora que tiraban los Guipuzes, que no habian tanto recelo de la multitud de los
acordaron los Franceses de facer una mina abierta Franceses, ni de sus pertrechos é artillería. Espe
honda en tierra, obra de estado é medio de un lióme; cialmente porque si se viesen en algún aprieto, es
la qual íicieron á vueltas , tomando una vez á la taban apercebidas todas las gentes de las comarcas
mano derecha, otra vez á la mano izquierda, porque por mandado de la Reyna paia los ir á socorrer.
los tiros que facían desde la villa no les pudiesen Otrosí mandaron, que entrasen en ella otros mil
facer daño. Los do la villa acordaron de la defen hombres escogidos de la tierra; é vino allí Sancho
der por lo baxo della, desde los baluartes, é desde dol Campo, un capitán que ombió la Reyna, é Juan
las cavas que tenian fechas ; ó para esto derriba Je Lezcano , ¿ Juan de Salazar con gonte de armas
ron lo alto de las torres é de las almenas, porque si á caballo, é con el artillería que pudieron haber do
el artillería de los Franceses tirase al muro é lo der aquella' tierra. El Rey ansimesmo había embiado á
ríbase, las piedras que del cayesen, no firiesen ni aquella villa una lombarda gruesa, mayor que nin
ocupasen á los que andaban debaxo en derredor de guna de las que traian los Franceses, é otros muchos
la villa por defuera para la defender. Los France tiros de pólvora, é maestros de artillería. Los Fran
ses por aquella gran mina que íicieron, llegaron fas ceses ficioron de su parte mayores aparejos de
ta la villa tanto cerca , que peleaban los unos con guerra que antes habian fecho , é otros artificios
los otros desde las cavas. Los de las villas de Sant para el combate, ó traxeron mayor abundancia de
Sebastian, é del Pasage édeErnani, éTolosa.é bastimentos para bastecer su real, porque por falta
Zarauz, é Quetaria, é Deva, é de las otras villas cer dellos no lo oviesen de alzar como habian fecho las
canas, sabiendo que los Franceses querían comba otras veces. Los quales mantenimientos no les po
tir á Fuenterabia, juutáronso fasta tres mil hombres dian venir por mar, porquo según habernos dicho,
de toda aquella tierra , é pusiéronse on las cuestas los Guipuzes habian armado naos, que estaban en
altas que están en derredor, y en las peñas y en otros guarda para impedirles el paso ; é como por tierra
lugares que están en circuito, dispuestos de tal ma de muy lexos habian de venir al real de los Fran
nera, que poca gente se puede defender de mucha, ceses, por ser gran número de gente , no se podian
é facerles daño, é desde aquellos lugares escaramu sostener muchos días en aquella tierra ; é por aque
zaban con los Franceses que quedaban en guarda del lla causa vinieron proveídos para mas tiempo. E
real, é ferian é mataban muchos dellos. Los Fran asentaron real en el lugar do lo habian asentado la
ceses, aunque eran muchos en número , pero por primera vez; ¿ un dia movieron con su artillería
la dispusicion de la tierra no podian socorrer ¡i las ordenadamente para la poner en los lugares del
escaramuzas que aquella gento defuera les facía, ó oombate. Los Guipuzes con sus capitanes salieron
á los combates do la villa, pero peleaban los unos é de la villa con su artillería é pertrechos para la de
los otros con mucho esfuerzo. Esta manera de com fensa, y escaramuzaron con los Franceses; é duró
batir duró entre ellos por espacio de nueve dias ; é la escaramuza entre ellos desde la mañana fasta la
con los tiros de pólvora, é de ballestas é arcos, mo noche, en la qual murieron muchos de la una parte
rían muchos de la una parte é de la otra. Los de la é de la otra. Los Franceses por el daño que rece-
villa esforzábanse cada día mas, especialmente por bian en eu real , con quatro lombardas grandes, é
que quando les era necesario entraban en la villa con los otros tiros de pólvora que continamente
con las crecientes dol mar barcos cargados de las les tiraban, acordaron de lo retraer, é pusiéronlo
cosas que habian menester para su provisión. Los mas lexos de la villa cerca de aquella aldea que
de la provincia armaron naos, é pusiéronlas al paso, díximos que se llamaba Iruniranzu, que es una le
porque por mar no pudiesen venir bastimentos á gua de Fuenterabia. E aquel dia no pudieron los
]os Franceses. Los quales, visto el poco daño que Franceses asentar el artillería como pensaron, por
facían en la villa, y entendiendo que podrían facer la gran defensa que los de la villa pusieron. Otro
menos según el sitio della, ó la dispusicion de la día porta mañana tornaron los Franceses á la esca
tierra, é la mncha gente que la defendía, é ansi- ramuza con el artillería ; ó los Guipuzes salieron de
mesmo porque les faltaban los mantenimientos, la villa, como el dia antes habian fecho , é puestos
acordaron de se retraer é volver á Bayona. en la pelea, como los Guipuzes sabian los lugares
Sabido por el Roy de Francia como su gente no ó pasos de la tierra, atajaron por un lugar á los
habiendo conseguido fruto del cerco que habian fe Franceses, é ficioron grand estrago en ellos, ó to
DON FERNANDO É DÓSa ISABEL. " ¿87
maronles algunos de bus pertrechos. Los capitanes sopo que la artillería que iba á tomar estaba ya en
de los Franceses, visto el daño que su gento rccebia, salvo é que no la podía haber, embió requerir al Rey
retrazeronse al real, que lo tenian muy fortalecido. con sus farautes é reyes de armas, que alzase luego
Otro dia acordaron de tornar á asentar los pertre el cerco que Uabia puesto sobro la fortaleza de la
chos 'para combatir la villa, é de los llevar por cibdad de Zamora, é ansimesmo saliesen él é la Rey-
aquella mina abierta que habian fecho ; é punieron na destos reynos do Castilla é de León, que eran su
gente por guarda en aquellos lugares por do habian yos é lo pertenecían por el derecho quo á ellos tenia
recebido daSo el dia de antes, é dispusiéronse todos la Reyna Doña Juana su esposa , según otras veces
con grand ánimo para asentar la artillería. B como le había requerido. É si esto no quisiese facer salie
eran en número de quarenta mil combatientes, é los se luego con él al campo donde le esperaba con to
de la villa habian quedado tan cansados de las es do su exército, porque por batalla esta demanda fe
caramuzas habidas los dias pasados : como quiera neciese, é las guerras é males que por causa della
que salieron algunos á escaramuzar con Iob France habia en estos IteynoB cesasen. Oídas por el Rey las
ses, pero no los podiendo resistir rctraxeronse á la razones que el Roy de Portogal le embió decir, ovo
villa ; é ansí ovieron lugar los Franceses de asentar consejo con el Almirante, é con el Duque de Alva,
la artillería. Y en la pelea que pasó aquel dia , ti é con el Conde de Alva de Liste, é con los otroB ca
raban de la una parte é de la otra muy grandes ti balleros que con él estaban. E algunos capitanes
ros de pólvora; é llegaron á pelear por las cavas mancebos, con deseo de se ver en batalla con los
tan juntos unos de otros, que se tiraban piedras de Portogueses, consejaban que el Rey con toda su
mano, é lanzas é dardos. E ansi duraron los Fran gente debia salir á la batalla, porque era gran men
ceses en aquel sitio por espacio de dos meses, en los gua de los Castellanos ver los Portogueses en el
quales los mas dias habian con los de la villa gran campo, é no salir á ellos aunque fuesen mayor nú
des escaramuzas é peleas, donde morían muchos de mero: porque decian que la multitud de peones
la una parto é de la otra ; pero los Franceses no po que el Rey do Portogal traia, mas era vulgo desor
dían llegar al muro por las grandes defensas quo denado que gente dispuesta para pelear, é que la
la villa tenia por defuera, é por la gran gente de desorden é cobardía do los semejantes suelen mu
dentro que la defendia. chas veces dar causa al vencimiento é caida de su
Agora dexa la Crónica de recontar esta conquis mesma hueste. É decian otras razones con grau fer
ta de Fuenterabia, é torna á recontar las cosas que vor que tenian de peloar. El Rey mandó á Don En
pasaron estando el Rey en la cibdad de Zamora. rique Enriquez, Conde de Alva de [Liste, que estaba
con él en su Consejo y era caballero anciano y ex
CAPÍTULO XXXVIII. perimentado en los fechos de las guerras, quo dixe-
se su parecer ; el qual dixo :
De las cosas que el Rey Dio en la cibdad de Zamora. a Vos', scfior, que tenéis cercada esta fortaleza, in-
Después que el Rey entró en la cibdad de Zamo » junados al Rey de Portogal ; é para guarda de su
ra , siempre tovo la fortaleza sitiada por parte de «honra le conviene socorrerla, ó faceros alzar el cor-
dentro é defuera de la cibdad con las estanzas que ii co, porque esta es su demanda , é á vos conviene
habernos dicho. É como quier que el Rey perdona npor guarda de la vuestra, continuarlo fasta la to-
ba al Mariscal, é le ofrecía restitución de sus bie ftraar. E si vos, señor, doxásedes el cerco por salir á
nes porque le entregase la fortaleza, é aunque se «la batalla, él acabaría su demanda, pues vos fftcia
facían contra él é contra los que con él estaban los ■ alzar el sitio, é vos no la vuestra, pues no tomáis
actos que se deben facer contra los que son rebel ola fortaleza: en la qual recibiríades gran mengua,
des , pero sus fierros le ponían tanta sospecha , quo npor no dar fin al fecho de armas que comenzastes.
le quitaban toda seguridad. É por esta causa siem »É según la orden de la disciplina militar, ningún
pre estovo pertinaz é no quiso oir partido ninguno, «principo ni capitán debe dexar la empresa de ar-
con esperanza? que el Rey de Portogal le socorrería » mas en que está puesto , fasta la acabar, por nin-
é le faria grandes mercedes. El Rey veyendo su per » gima otra quo le intervenga; é durante aquella,
tinacia, mandó fortificar el cerco, y embiar por mas «relevado es de responder á otros fechos de armas.
gentes é artillería y engenios para combatir la for «Allende desto, no sé yo qué necesidad hay de sa-
taleza. Durante este tiempo el Rey de Portogal so «lirá la batalla con el Rey de Portogal: porque
po como venían ciertas lombardas y engenios a la » vos, señor, en el campo estáis con vuestras gentes
cibdad de Zamora, é pensó de ir en persona con to «guardando las estanzas quo están contra la forta-
da su hueste á los tomar, porque fué informado que «loza, y en el campo le esperáis continuando vues-
el Rey no tenia tanta gente para le resistir, é quo si nlra empresa. Si él viniese é doxásedes el sitio, re-
saliese con toda su hueste, le seria forzado alzar el ncibirlades mengua ; pero continuando vos vuestra
sitio que tenia puesto sobre la fortaleza, 6 dexar las «demanda, él recibe mengua si no viene é acaba la
estanzas con tan poco número de gente , quo los de «suya. Ansi que, señor, á mí parece que por ninguna
dentro podiesen salir á facerles daño. É con esto » vía so debe alzar el sitio, que tonois puesto, é que
propósito salió de la cibdad de Toro con toda su «lo debéis continuar fasta tomar la fortaleza, é no
gente puesta en orden de batalla, é llegó fasta cer «responder por agora á la batalla quo el Rey de
ca de Zamora por espacio de una legua. É porque «Portogal os presenta: porquo sí batalla busca,
288 . CRÓNICAS DE LOS BEYES DE CASTILLA
saqui la puede fallar si quisiere venir. É tomada la presto pudiese haber, é sopiese qué caballeros eran
«fortaleza, allegareis vuestras gentes que tenéis aquellos que habían salido de Zamora y estaban tan
» repartidas en las otras guarniciones , que defíen- cerca de Toro. Aquel Conde de Peftamazor fué con
üden los robos que se facen por los Portogueses los mas caballeros que pudo haber prestos , é vino
«desde Cantalapiedra , é Castronufio , é de las otras para el lugar donde las guardas díxeron que habian
«fortalezas que están por el Rey de Portogal. Ver visto los caballeros Castellanos. Venidos á aquel lu
tiría anBimesmo el Cardenal de España, que esperáis gar los caballeros Portogueses , vieron á los Caste
«cada dia, con la gente de su casa, é con la que es- llanos, é los Castellanos vieron á los Portogueses.
Ataba sobro el castillo do Burgos, pues en aquellas Alvaro do Mendoza dixo á los caballeros de su ca
«partes no hay por agora necesidad en quo deba pitanía : a A mí parece, caballeros, quo pues aquello
«estar ocupada. Y estonces podéis con el ayuda de «que veníamos A salvar ostá on salvo, nosotros do-
«Dios responder por batalla al Boy do Portogal libemos bolver á Zamora, é que no debemos pelear
«acompañado de muchas gentes, según debe ir un * con los Portogueses ; porque son mas gente que
«Bey tan poderoso como vos sois.» «nosotros, é salen cada hora mas de la cibdad.n Los
Oidas aquellas razones que dixo el Conde do Al- caballeros por el acuerdo de su capitán , volvían á
va de Liste, pareció al Rey é á loa otros caballeros Zamora. El Conde de PeQamazor, é los Portogueses
del su Consejo , que decia muy bien. Y embió decir que con él estaban , visto que los Castellanos bol-
al Rey de Portogal con suf royes de armas : que él vian , comenzaron á andar mas , é ir empos dellos
tenia puesto sitio sobre la fortaleza de aquella cib- por los alcanzar ; pero estaban apartados por tanta
dad de Zamora que le estaba rebelada por algunos distancia de tierra , que no pudieran llegar á ellos,
desleales sus vasallos , el qual sitio con el ayuda de si los caballeros Castellanos quisieran seguir su ca
Dios entendía continuar, fasta la poner en su obe mino. Quando los Castellanos vieron que los Porto
diencia. Por ende , que si habia voluntad de bata gueses venían empos dellos, sintiéronlo á grand in
llar con él, viniese á socorrer á aquellos que esta juria ; é dixeron á Alvaro de Mendoza , que dobrian
ban en ella é teninn su voz y esperanza que los ha volver y esperar los Portogueses para pelear con
de socorrer ; é allí fuera en el real que tiene puesto ellos, pues presumían de los correr; é que dado que
sobre ella le esperaba, donde mediante el ayuda de se podrían salvar, no debrian dar lugar á que los
Dios le respondería con las manos á la batalla quo Portogueses llevasen aquel día honra ninguna de
le presentaba. Oida por el Rey de Portogal aquella llos, diciendo que los habian corrido. Alvaro de
respuesta , porque so informó que las cstanzas que Mondoza dixo: «Nosotros no vamos eu fuida, para
estaban puestas sobre la fortaleza por parte de fue «que se pueda decir que recebimos mengua; é por
ra de la cibdad eran muy fortalecidos é asentadas «tanto debemos continuar nuestro camino.) Los ca
de tal manera , que no se podría combatir por la balleros Castellanos eran de los principales de la
mucha gente que tenian, ni menos podrían entrar guarda del Bey , é homes de buen esfuerzo ; é sin
en la fortaleza á la socorrer, acordó de volver para tiendo ser injuriados veyendo venir los Portogueses
la cibdad de Toro. El Rey continó su cerco, é man a las espaldas, iban descontentos é quexándoso del
dó armar los engenios que tiraban á la fortaleza é capitán, porque no daba lugar á la pelea. Alvaro de
derribaban las casas que estaban dentro; é mandó Mendoza, visto la voluntad de aquellos caballeros,
ansiraesmo traer de las comarcas toda la artillería dixo : a Pues vosotros tan grand deseo tenéis hoy
que habia, para tirar contra el muro. «do pelear, no ploga á Dios que por mi so diga en
» ningún tiempo que el capitán enflaqueció el es-
CAPÍTULO XXXIX. » fuerzo de su gente: aparejad pues agora las manos
«é mejor los corazones , é volvamos á ellos.» E di
Del recuentro que ovo Alvaro de Mendoza con el Conde de Pella- ciendo estas palabras, volvió las riendas á su caba
roaxor, é como le prendió.
llo, é todos juntos dieron do las espuelas n los ca
Estando el Rey en el cerco de aquella fortaleza ballos, de manera que muy presto frieron con los
de Zamora, vínole nueva como había salido de To Portogueses. É los Portogueseo venian ya abiertos
ro gente de los Portogueses por tomar á un capitán unos empos de otros, como homes que van en al
de la Reyna que se llamaba Cristo val de Valladolid cance, é los Castellanos entraron por ellos, é del
las provisiones que traía á Zamora ; é mandó á Al primer encuentro cayeron muchos de los Portogue
varo de Mendoza que fuese en socorro de aquel ca ses, é tornaron sobre ellos , é los Portogueses sobre
pitán, porque los Portogueses no lo tomasen. Este los Castellanos; é fi riéronse los unos á los otros de
caballero Alvaro de Mendoza cabalgó luego con la manera, que quedaron muy pocos de los unos é de
gente de su capitanía , é llegó fasta dos leguas do los otros que no fuesen muertos ó feridos. É la pe
Toro; é porque sopo que aquel capitán oon todo lo lea duró entre ellos por espacio de quatro horas; é
que traía era ya por otra parto puesto en salvo, quando bion miraron los unos por los otros, no se
acordó de bolver para Zamora. Como notificaron al fallaron ni de los Portogueses , ni de los Castella
Bey de Portogal sus guardas, que habían visto nos, doolentos caballeros que podiosen pelear á ca
gente de caballo que venia camino de Toro, mandó ballo ni á pío : porque todos los otros eran muertos
á un capitán suyo que se llamaba el Conde de Pe- ó feridos. Estos tornaron á pelear con gran corage;
Qainazor , que fuese con toda la gente que mas é algunos había, que perdidas é quobradas ya las
DON FERNANDO É DONA ISABEL. ' 280
espadas, peleaban con los puñalea desdo los caba lo necesario para la guarda do las estanzas, partió
llos, do so vertía mucha sangre. Al fin los Portu do la cibdad de Zamora con toda su hueste ; é las
gueses no podiendo sofrir la fuerza de los Castella esquadras ordenadas para la batalla, llegó cerca de
nos, fueron vencidos é desbaratados, é pocos dellos la cibdad de Toro quanto media legua, é presentó
podieron fuir , porque aquel Conde do Pefiainazor é la batalla al Rey de Portogal. El qual vista la gen
todos los mas do los que con él quedaron , fueron te del Rey, ovo consejo de no salir por estonces á la
feridos é presos. É volvió Alvaro de Mendoza pora batalla, porque no so vido tan poderoso de gente
Zamora, é llevó preso aquel capitán é á Iob caballe para la dar; é mandó poner gran guarda en las
ros portugueses que quedaron de los que con él ha puertas é torres do la cibdad, porque ninguno salió
bían Balido de Toro; todos los otros fueron muertos se fuora della, salvo algunos caballeros que salie
ó feridos ó quedaron en el campo, que no podían ron ó escaramuzar con los corredores que el Rey
andar de las feridas que recibieron. Otros muchos habia ombiado delante. Visto por el Rey , que habia
recuentros é fechos de armas pasaron entre los del estado alH esperando por espacio de quatro horas, ó
un partido é del otro, ansi en aquella comarca do que el Rey de Portogal no salia á la batalla, volvió
estaban, como en otras partea del Rcyno, do fueron para la cibdad de Zamora, é continó el cerco que
' vencidos, veces los de la una parte , veces los do la tenia puesto sobro la fortaleza ; la qual se combatía
otra. Pero la Coránica no face mención dello, salvo con engenios, porque aun no ora llegada toda la ar
deste, por sor muy forido, é porquo fué preso aquol tillería quo habia mandado traer para derribar el
Conde quo ora persona principal , ó do quien el Roy muro. En este comedio faltó al Roy el dinero para
de Portogal fiaba. pagar sueldo á la gonto de armas , é por esta causa
algunos gentes se volvian para sus tierras, é lahues-
CAPÍTULO XL. te se diminnia. Visto este inconviniente, acordó el
Cardenal y el Almirante- y el Duquo de Alva do
Como el lie; iluS vista al Hoy do Portogal i las puertas prestar al Roy toda su plata en que comían, por re
do Toro.
mediar el daño que do aquella necesidad so podiera
• Sabido por la Reyna quo estaba en Valladolid, seguir.
i como el Rey de Portogal habia presentado la bs ta
lla al Rey su marido, rogó al Cardenal do España CAPÍTULO XLI.
que con toda la gente de su casa ó con otra gente
de caballo do sus guardas, fueso á Zamora do el Rey Como ti Rey de Portogal, con la gente que vino de so nenio eon
el Principe su hijo, puso real sobre la puente de Zamora.
estaba. El Cardenal recogida toda aquella gento,
fué á la cibdad de Zamora ; y el Rey ovo placer con El rey de Portogal visto en como habia perdido á
él é fizóle posar en su palacio. É luego dieron orden Zamora, y el castillo de Burgos, é que los caballe
en apretar mas el cerco é fortificar las estanzas que ros castellanos que estaban en su partido , por esta
estaban contra la fortaleza. Y el Rey con acuerdo causa dubdaban permanecer en su servicio , acordó
del Cardenal, embió luego por mas gente á Galicia. de embiar á llamar al Principe de Portogal, su fijo,
Y ol Conde de Lemos,-Don Pero Álvarez de Osorio, con toda la gente de su Reyno para avivar mas su
Señor de Cabrera, le embió gente de armas á caballo partido, é llevar mas adelante su empresa. El Prín
de su casa, é dos mil peones, bornes usadoa en la cipe que estaba apercebído, por mandado del Rey
guerra. Vino ansimesmo el Conde de Monterey , é su padre vino luego á su llamamiento, é trazo gen
otra mucha gente do caballo é do pie del rcyno de te de pío é de caballo del Reyno do Portogal , fasta
Galicia. Como los caballeros de la hueste del Rey el número de veinte mil combatientes ; é llegó con
vieron aquella gente junta , é pensaron que las es- toda aquella gente fasta la cibdad de Toro, do es
tanzas puestas sobre la fortaleza podían quedar taba el Rey su padre. El Rey de Portogal quando
bien fornecidas de gente, ó ir el Rey & presentar la se vido acompañado de la gente de su Reyno, con
batalla al Rey de Portogal, suplicáronle que lo plu siderando que junta con la otra que él tenia, habia
guiese délo facer, porque se eontian menguados de asaz número de gente para pelear con el Rey, em
los Portugueses, por no haber salido á la batalla que bió requerir ú los caballeros castellanos que estaban
el Rey de Portogal pocos dias antes le habia pre en su servicio, que viniesen á él, ó ominasen su gen
sentado. Desta opinión eran ansimesmo los vecinos te a le servir, porque él en porsona qneria ir a pe
de la cibdad, los quales ínormurabon contra los ca lear con el Rey, ó le cercar en la cibdad de Zamora
balleros principales que estaban con el Rey , pen donde estaba. Especialmente embió sus mensageros
sando que ellos lo estorvaban por algunos malos á Don Alvaro de Stúfliga, Duque de Plaeencia, á le
respetos de deelealtad. El Cardenal é aquellos otros decir, como el Principe su fijo era venido con tanta
Grandes que estaban con el Rey , como quior que gonte, que podia socorrer la fortaleza de Zamora, ó
conocían bien que durante el sitio que estaba pues poner sitio sobre el Roy, é pelear con él, é lo echar
to sobre la fortaleza de Zamora no ora razón res del Rcyno de Castilla ; é que agora tenia tiempo pa
ponder á otra nueva requesta de armas fasta con ra recobrar ol castillo do Burgos, ó dar fin & toda su
cluir aquella ; pero habiendo consideración que al demanda. Por ende le rogaba que embiaso la mas
gunas veces es necesario satisfacer á la opinión dol gente de armas é peono» que pudiese para le ayu
pueblo, congojaron al Rey quo lo ficiese. E proveído dar á lo poner en execncion. El Duque considerando
Cr.—III. 19
290 CRÓNICAS DE LOS REYES DE CASTILLA.
la negligencia que el Roy de Portogal habia puesto puente, la gente de los Portugueses, é los tiros do
en socorrer al castillo de Burgos, por cuya pérdida pólvora quo estaban asentados contra la boca de la
estaba lastimado , é porque aborrecida ya por esta puente lo impedían de manera, que no podían salir,
cauaa la compañía dol Rey de Portogal , habia era- salvo bien pocos ; á los qualos el peligro de la salida
biado á Don Pedro su fijo á tratar con la Reyna su ora tan cierto, que muy pocos homes de loa do fue
reconciliación para ser en su servicio ; respondió á ra lo podían resistir. Puesto el real del Rey do Por
los mensageros del Rey de Portogal , que él no de togal en aquel lugar , embió luego bus cartas á to
bía anteponer bu servicio al servicio del Rey Don dos los caballeros castellanos que estaban á su obe
Fernando é de la Reyna Doña Isabel, Reyes verda diencia ; por las quales les facía saber como tenia
deros de Castilla é de León, por la voluntad de Dios puesto bu real sobre la cibdad de Zamora do estaba
declarada á los hombres en todos los fechos pasa el Rey, al qual entendía con el ayuda de Dios do te
dos. É que si todos los dostos Reynos eran obliga ner cercado , fasta lo tomar y echar del Reyno. Y
dos de estar en su servicio , mucho mas lo dobia él esto mosmo embió á facer saber al Papa, é al Rey de
ser, porque el Rey do Portogal se ovo mas cruel Francia, é á todas los villas é ciudades de su Reyno
mente con sus parientes é criados quo estaban en el de Portogal, é do los Rey nos comarcanos de Casti
castillo do Burgos, que el Roy Don Fernando é la lla. El Rey , é todos los Grandes é Caballeros que con
Reyna Doña Isabel , pues que él los dexaba morir él estaban , reputaban á grand injuria la fama que
sirviéndole, y ellos les dieron vida desirviéndo el Roy de Portogal habia divulgado, como quiera
les. (l)tAnsfque decid vosotros al Befior Roy de que no podían recebir daño en el cerco que tenían
i Portogal, que allí debe ir a buscar servidores, don puesto sobre la fortaleza de Zamora ; ni menos la
ado no se sabo el socorro quo fizo á los dol castillo estada dol Rey do Portogal en aquel lugar facía
«de Burgos, quo le esperaban por remediador de sus empacho para los mantenimientos, ni para otras co
i) trabajos. É no pienso que aquollo fué pequeño sas quo venían a la cibdad por la otra parte del río.
» exemplo á todos los que le servían en esto Reyno, E los Castellanos estaban con gran deseo do se ver
ii porque miren bien como ponen sus personas y te en batalla con los Portogueses, ó procuraron mu
ntados en condición de se perder por le servir. É chas veces do romper el cabo de la puente acia U
» por tanto, dixo él, faga el señor Rey de Portogal parte do estaba el Rey Se Portogal , para salir al
»su guerra como entendiere ; é de mi ni de mi casa real de los Portogueses. Procuraron ansimesmo de
uno espere otra ayuda para su necesidad, salvo la pasar el rio, é cometieron otras muchas vias para
» que yo falló en él para la mía.» salir al campo con olios , é ninguna fallaron segura
El Rey de Portogal , oída la respuesta del Duque, paralo poder facer. E ansí durócl real del Rey de Por
sabido ansimesino como Don Pedro, su fijo mayor, é togal en aquel lugar por espacio de quince días, en los
otros algunos de su casa estaban con la Reyna, quales desdo la cibdad tiraban muchos tiros de pól
luego lo tovo por ageno de bu sorvicio ; é pensó vora al real, é del real á la cibdad, de los quales re-
con la gente que tenia de su Reyno , é del Arzobis cebianasaz daño en la una parte y en la otra; ó ansi
po de Toledo , que estaba con él , de ir á Zamora é mesmo la fortuna do loa fríos tenia muy fatigada la
poner sitio sobro ella por la parto do la puente. E gente de los Portogueses , é bus caballos quo esta
una nocho á la primera hora, partió con toda su ban en el roal. La Reyna que estaba en Tordesillas,
hueste de la cíbdad de Toro, é al alba del día an sabido como el Rey de Portogal habia puosto real
tes que fuese sentido, amaneció sobre la puente, é en aquel lugar , é como divulgó por muchas partes
nsontó allí su real ; y él se aposentó en el moneste- que tenia cercado al Rey su marido é á los Grandes
rio de Sant Francisco, que es cerca de la puente , é é Caballeros que con él eran , posóle mucho , é con
fizo poner tiros de pólvora muy corea de la boca do la gento que tenia facia guerra á la cibdad de Toro,
la puente, por manera que ninguno podía salir do ó á las fortalezas de CastronuDo , é Siete Iglesias
lía para pasar doudo su real estaba. Como el Rey que estaban por el Rey de Portogal. E mandó al
vido por la mañana el roal que el Roy do Portogal Duque Don Alonso, hermano del Rey, é al Infante
asentó en aquel lugar, é que no vino por la otra Don Enrique , que era ya reconciliado con el Rey ó
porte dol rio do estaba la fortaleza para la socorrer, con ella, é á Don Pero Manrique, Conde de 'Provi
no pudo pensar que utilidad gola podia seguir de no , que luego fuesen con dos mil hombres á caballo
aquel asiento ; porque ni quitaba los mantenimien á so aposentar en las villas de la Fuente del Sabu
tos que podían venir á la cibdad por la otra parte co é Alahejos, quo son cinco leguas de do estaba
del río , ni menos podia por aquella parte socorrer el Rey de Portogal , para le guerrear ó quitarle los
la fortaleza que estaba sitiada. E como quiera que mantenimientos que viniesen á bu real.
los capitanes é genteB del Rey quisieran salir por la
CAPITULO XLII.
(I) Esta respuesta es muy semejante a la que con semejante De las vistas que se trataron con el Rey do Portogal.
ocasión dieron los Vulcianos, pueblos de la antigua Esparta, a los
Romanos que los solicitaban por amigos después de la memora Estando el Rey de Portogal en aquel lugar, tra
ble pérdida de Sagunto : IH quoeralit tocio* cerneo, ubi Sogunti- tóse muy secretamente quo el Rey y él se viesen
mi eludes ignota ett: llispatiis ¡lopnlit sliul lutjul/re , Ha insigne do
cumentan! Sagunti rnínae crnnt, na quit fidei Uomauac aut socictail para platicar en alguna forma de concordia. Para
confldat. Llf., lib. SI, cap. 6. lo qual el Rey do Portogal fiase su persona ou el se-
DON FERNANDO É DOÑA ISABEL. ■ 201
guro que el Rey le ficiese, 6 pasase el río en un bar
co con dos hombres solos, «y el Rey esperase de la CAPÍTULO XL1ÍI.
otra parte del rio con otros dos, é quo allí se falla
sen é concordasen ; porque cada uno dellos enten Como el Roy de Portogal alió el real de sobre la puente de
Zamora.
día que le venia bien la concordia, por las grandes
necesidades que do la discordia gelea recrecían. En El Rey de Portogal , visto el poco fruto é gran
este trato entendió Don Enrique Enriquoz, tio dol daño que habia de la estada en aquel lugar , sabido
Rey, é su Mayordomo mayor. E acaeció quo ol Rey ansimesmo como la Reyna quo estaba en Tordesi-
de Portogal, la noche señalada para las vistas entró llas habia embiado gente A la Fuente del Sahuco é
en un barco con dos hombres bo los ; é como movió Alahejos para quitar los mantenimientos que ve
para pasar para la otra parte del río donde el Roy nían á su real , é quo ya ol Rey acordaba de facer
lo esperaba, el barco donde iba se fínchió de agua, portillos por la parto de la puente para quo su gen
tanto que el Rey de Portogal , constreñido por el te pudiese salir á pelear con él ; pensó de levantar
poligro que vido, se tornó é no osó ir mas adelante su real , é retraerse a la cibdad de Toro. E para lo
fasta haber otro barco ; y embió otro dia á decir al facer mejor, acordó do embiar secretamente una
Rey con una persona religiosa que trataba aquella noche, con seguridad que ovo dol Rey, á Don Al
vista, el impedimento que aquella noche ovo, por varo , fijo del Duque do Derganza, é con él al Licen
el qual no pudo pasar A verse con él. E quedó asen ciado Antón Nufiez de Cibdad-Rodrígo en un barco
tada la vista para la otra noche siguiente, la qual á la cibdad ; los quales llevaban comisión del Rey
se asentó para la una hora después de media noche. do Portogal de asentar tregua por algunos dias, en
El Rey , según fué acordado , vino al lugar de la los quales pudiese á su salvo alzar ol real. Como es
ribera do había de esperar al Rey de Portogal, y tos embaladores pasaron el rio , ó vinieron al pala
catándole esperando á la hora entro ellos asentada, cio del Rey , é movieron algunos partidos de con
el reloz de la cibdad que andaba errado , dió las cordia , en los quales parecía al Rey é á los de su
tres horas debiendo dar la una ; é como el Rey pen Consejo que no se debía platicar por no ser razona
só que se había tardado ^considerando que el Roy bles; visto por Don Alvaro é por aquel Licenciado
de Portogal debiera ser venido , é se habria buelto, que no se aceptaban , dixeron que so debería facer
porque no le había fallado d la hora asentada entre alguna suspensión de guerra entre los Royes por
ellos , acordó de se volver luego á su palacio , por quince dias, durante los quales vernia la Reyna al
que sus guardas no le sintiesen andar á aquella ho lugar do fuese acordado , é presente ella se podría
ra por aquellos lugares. El Rey do Portogal , á la mas largamente fablar en la materia ; é que espera
hora asentada, pasó en ol barco á la parte do la cib ban en Dios, que so asentaría en ellos toda paz, la
dad al lugar do la ribera , do pensó fallar al Roy; qual eran obligados á facer por servicio de Dios, é
ó visto que no estaba A la hora, ni en ol lugar ontre por dar sosiego on sus Reynos é tiorras. A esta fa-
ellos asentado, volvió para su real ; é acordó do no bla fueron presentes con ol Rey , ol Cardonal de Es
volver tercera vez , considerando que aquellos es- paña, y el Almirante, y el Duque de Alva, y el
torvos eran por algún misterio. Muchas cosas que Conde de Alva de Liste, é algunos otros caballeros
se fablaron é trataron entro ostos dos Reyes sobre de sn consejo. El Rey quiso saber ol voto de aque
esta materia, se doxan do poner en esta Crónica, llos quo con él estaban en su consejo, corea de la
porque no ovieron efecto. Ni esta se pusiera, salvo tregua que aquellos embaladores demandaron. Y
porque es bien que los homes quando procuran al el parecer de algunos era quo la debía otorgar;
gunas cosas , é ponen sus fuerzas para conseguir el porque honra del Rey ora dar lugar que el Rey do
efeto que desean, é intervienen algunos estorbos é Portogal se fuese de allí do estaba, pues iba sin so
impedimentos semejantes, conozoan que proceden correr la fortaleza ni conseguir fruto ninguno de
de la voluntad divina, que tiene ordenadas las cosas lo que deseaba, de lo qual venia caida en su fecho,
á otros fines contrarios do los que los hornos procu é no podía ser mayor honra al Roy , que embiar el
ran. E ansí todo homo que esta consideración ovie- Rey de Portogal sus embaxadores á le pedir treguo.
re, quando no consiguiere el fin que procura, habrá E allende desto decían, que el Rey de Portogal es
buena paciencia , si so conformare con la voluntad taba en tierra agena, é odiosa á él é su gonte ; é quo
de Dios, en cuya mano son los derechos do los rey- diminuyendo ó gastándose do cada dia mas , de ne
nos é de todas las otras cosas. Sin dubda la Reyna cesario le seria , ó dezar el Reyno , ó sí en él quisie
veyendo las necesidades que de todas partes le ocur se estar, recebir gran mengua en su persona y esta
rían , é por quitar las guerras y estragos que so fa do, ó venir en partido ventajoso al Roy é la Reyna
cían en sus Roynos , estovo en propósito de dar al é injurioso á él. E por tanto que la tregua que pe
guna suma de oro al Rey de Portogal para sus gas dia gele debía otorgar, é no solamente de quince
tos , é para ayuda al casamiento de aquella DoSa días , mas de quanto tiempo él quisiese , en el qual
Juana; é siempre intervinieron tales é otros seme so gastaría é consumiría, é desta manera se alcan
jantes impedimentos, que estorbaron la conclusión. zaría venganza dél mas presto que por otra vía. El
Rey estaba dubdoso de otorgar aquella tregua, é
quiso saber el voto del Cardenal , é rogóle que dixe*
so lo que le parecía ; ol Cardenal propuso ansí ;
2!)2 ' CRÓNICAS DE LOS P YES DE CASTILLA.
i Señor , por la reconciliación ó paz del humanal » on palabras , ó proveído en obras , ferneoiendo
» linage , Dios nuestro Rodomptor muchas injurias » vuestra hueste de gentes é de las otras cosas nece-
» sufrió, é vos por la paz do vuestros Reynos de- » barias , que seria mostrar gran flaqueza si doxáse-
» beis sufrir la injuria que parece haberos fecho ol » des el fin para que todo ello se aparejó. Habernos
» Roy de Portogal en asentar su real allí donde lo n de considerar , muy poderoso Señor, que durar los
» asentó ; pero que la sufiais vos por tregua de quin- » Portogueses en aquel lugar muchos ni pooos dias,
n co dias, no me parece que es servicio vuestro ni ii caso que la pena del tiempo y el daño que recibon
ii do la Royna mi Señora, ni menos honra do vues- ii pudiesen sufrir, no seria posible por la falta de
» tra corona real. Porque venir él allí con ánimo de ii los mantenimientos que la gente que erabió la
iivob injuriar, é procurar tregua de quince dios pa- ii Reyna puesta á bub espaldas les face. Ansí que do
)) ra poder alzar su real en salvo , ¿ qué otra cosa se- » necesario les será alzar do allí , é volver donde sa-
n ria, sino haber complido su propósito, é facer ver- i lieron. E la vuelta que facón los oxércitos sin fa-
0 dadera la fama que divulgó , como tenia puesto n cor fruto, notorio es quo les pono gran flaqueza,
» sitio sobre la cíbdad do vos estáis , é que lo puso ii porque los brazos geles caen juntamente con los
«quando entendió, é lo alzó quando le plogo, é to- n ánimos, é no vuelven con aquel vigor con que sa
11 do á su salvo sin resistencia ninguna? To, Señor, lí leu á la facienda. E ansí bien es de creer, quo el
1 fubiaró en esta materia , no como fijo de la reli- ii orgullo que estos Portogueses traxcron quando allí
» gion é hábito que rescebi, mas como fijo del Mar- ii vinieron, el poco fruto que han conseguido, y el
» qués de Santillana , mi padre , que por el grand n mucho trabajo quo han padecido, les ha puesto
ii exeroioio do las armas suyo é de sus progenitores, ii mas en deseo do reparar , que de polear. Repre-
» fué experimentado en esta militar disciplina. No » sénteseoB, Señor, quanta fuerza é quanto deseo de
n es de sufrir, diría yo, á ningún caballero, mayor- » polear tenia la gran hueste que llevastes á Toro
n mente á un Rey tan poderoso como vos sois, que i á presentar la primera batalla que presentaste* ol
» otro Rey estrangero venga á poneros sitio dentro n Rey de Portogal ; é pensad también quanta fla-
n de vuestros Reynos quando quisiere, é lo levante » queza é desorden á la vuelta traíamos , por no con-
«sin daño quando entendiere que le comple, salvo ■ seguir el efecto que pensábamos. De lo qual si los
ii necesidad constrifiento. E si esta tregua se ficiese j enemigos fueran avisaos , pudieran con pocos
» estando el Roy de Portogal en otro lugar de vues- ii desbaratar toda aquella multitud de gonte que allí
ii tros Reynos, flaqueza mostraríamos, é ventaja da- » con Vuestra Señoría venimos , si Dios no les cega-
d riamos á los Portogueses que entraron y están en » ra ol conocimiento. Desta ceguedad , muy podero-
ii ellos con tanto escándalo é injuria vuestra é de uso Señor, debemos carecer, pues vemos la razón
«todos vuestros subditos. Pues mucho mayor fla- ii junta con la experiencia, que nos avisa é ainoues-
» queza nuestra parecería , sí se otorgase habiendo ii ta lo que debemos facer. Allende desto es de pen-
» venido , y estando allí donde está. La qual estada, «sar que ellos están en tierra agena, que natural-
ii no á la grandeza de su hueBte , ni á la flaqueza de u mente les pone temor, ó do los Castellanos que es-
» vuestro poderío so debe imputar , mas á la dispo- » tan con ellos , no bien seguros é trabajados é muy
i> HÍcion del lugar que fallaron para impedir la sali- ii fatigados de la fortuna del tiempo que han pasa-
n da do vuestros caballeros , caso que muchos mas » do en el campo. Los vuestros por la gracia de Dios
» fuesen que los Portogueses. Este impedimento qui- » deseosos do serviros , ó de se vengar do aquella
n todo, ¿quién impedirá la venganza de la injuria » osadía que han cometido los Portogueses : sus per-
» que anto los ojos tenomos, si no fuese gran flaque- u sonos é sus caballos han estado en casas, dofendi-
i) za nuestra , é subjocion otorgada á los Portogue- ii dos de la fortuna del invierno. Están ajisimesmo
ii ses ? Los qualos pues no vinioron por la parto don- » muy dispuestos para la batalla, porquo olios Balen,
ii de la fortaleza so debía socorrer, ni su ostada allí ii ó los contrarios vuelven. Conoced pues, Señor, la
n impido los mantenimientos ó otras cosas necesarias » vontura quo divinamente so os ofrece. Sabed usar
ii á la cibdad , claro parece haber venido solo por » dolía ; no la perdáis , ni la prolonguéis , porque no
» adquirir gloria de la fama que han divulgado, ii fagáis esta question inmortal. La qual , otorgando
n lista por cierto deben llevar sangrionta , é no ansí «treguas, do noeosario durará, éandarois luchando
» limpia como presumen llevar; porque allí do pu il con las mudanzas quo la fortuna suele facer ; on
lí blicaron tener sitiada vuestra persona real , se se- » las qualcs vuestras fuerzas bo enflaquecerán de tal
ii pa ansimesino como ovieron el pago de su indis- «manera, que no podréis negar á los vuestros las
» creta osadía. Ca de otra guisa, seriamos transgre- «mercedes que os domandaron, ni castigar los yer
» sores de los leyes de la caballería, quo defienden aros que ficieren, por los necesidades continas quo
nía disimulación de semejante injuria, teniendo, » en la división teméis. E ansí en poco tiempo á vos
» como tenéis por la gracia de Dios , fuerzas para la » ó á la Reyna quedará poca facultad para dar , é
» vengar. E mucho debria gemir ol estado real vues- n menos para uBar de la justicia quo sois obligados:
i) tro é de la Reyna mi señora , mucho vuestra hon- «donde se siguirá que estos Reynos so conviertan
n ra é la suya, mucho los grandes, los generosos, » cu una disolución do tiranías, do que Djos soa do
» los caballeros , los fidalgos , é generalmente todos lí servido, é vos podría ser que oviésedes alguna
d vuestros Reynos , si de tal injuria no se mostrase u tentación por el pecado de la negligencia. 1
» sentimiento. El qual la Reyna ha tanto mostrado
DON FERNANDO É DOÑA ISABEL. 293
nes por la mañana, primero dia de Marzo doste año
CAPÍTULO XLIV. de mil é quatrocientos é setenta é seis años, ante un
poco del alba del dia, ordenadas sus batallas volvie
De la respuesta que llevaron los embaladores del (ley ron para la cibdad de Toro. Quando las guardas de
de Portogal. la puente vieron bien por la mañana como el Rey
Mucho plogo «1 ltoy 6 á todos loa mas do loa de Portogal habia alzado el real , é que el impedi
Grandes é Caballeros que con él estaban, de la fabla mento de la salida al campo por la puente era ya
que ol Cardonal fizo ; por la qual el Rey deliberó de quitado, fuéronlo á decir al Roy. E como lo sopo,
no otorgar aquella tregua, ni por sola ana hora, ó mandó luego armar su gente ; la qual comenzó á sa
mandó llamar á Don Alvaro é á aquel Licenciado lir por la puente, i la salida era tan estrecha, é las
para les dar la respuesta. Aquellos embaxadoros cavas é baluartes que estaban fechos dolante la
venidoB al Consejo, porque ol Cardenal estaba muy puento eran tantos, que no podían salir los dol Rey,
pesanto do la dcstruicion quo ol Roy do Portogal sino pocos é pocos. E tanta era la voluntad quo to
habia fecho en el monestorio de Sant Francisco, dos tenían de salir, é de ir empos de los Portogue-
dondo asentó ol real , les dixo : « Decid vosotros al ses, que muchos de los peonos salían en barcos, é
«Rey de Portogal que mal ha guardado la casa otros se aventuraban á salir por la presa que estaba
ti consagrada, donde Dios, do quien él esperaba ayti en oí río. De manera quo quando todos fueron sali
lda, era adorado. Mucho estamos acá maravillados dos por una parte é por otra, era ya pasada gran
i) do su dovocion consentir tan gran destruicion en parte del dia. E porquo muchos, ansi de pie como
ntouiplo tan notable Los bárbaros quando por fuer- de caballo, iban desordenadamente empos de los
ezado armas ontraron la cibdad de Roma, con gran Portognescs, el Rey mandó á un su capitán, quo lla
ado veneración guardáronlos templos, ó nunca con- maban Diego de Ovando de Cáceres, quo con do-
» sintieron en ninguna casa de oración facor una cicntos hombres á caballo fuese á tener la gente,
» sola violenoia do las muy muchas que Su Señoría que no fuese desordenada, fasta que todos los de su
I ha fecho é permitido facer on aquel santo templo. hueste fuesen salidoB de la cibdad é puestos en ór-
»De mi parto le decid quo mucho debe á Dios por den de batalla. Como la gente de armas é peones
«cansa doBta transgresión! ansi para lo satisfacer en salió fuera de la cibdad, luego el Rey mandó ordo-
sobra exterior, como en penitencia é contrición in- nar todas sus gentes do armas en esta manera. En
> tenor.» E porque el Roy habia rogado al Cardenal su batalla real iba Don Enrique Enriquez, su Ma
quo les diese la respuesta acordada , les dixo que el yordomo mayor, con algunos caballeros sus criados,
Roy habia deliberado en su Consejo de venir en é otros fijosdalgo continos del palacio real. Ansi-
qualquiera medio do paz ó concordia razonable, aun mesmo iba la gente de armas de Galicia, que embió
que en algo fuese porjudicial á él 6 ála Reyna, por el Conde de Lemos, é otros caballeros do aquel Rey-
dar paz ó sosiego en sus Reynos. Poro que osto con no ; ó las gentes do armas de Salamanca, é Zamora,
venía fncorso lnogo desdo aquol lugar do ol Roy do ó Cibdad-Rodrigo, ó Medina, é Valladolid, ó Olmo-
Portogal estaba, pues por estar tan corea podrían do, quo habian venido á le servir. Otros! iban seis
platicar mas prestamente en las materiasé dar con esquadrasde gente, en una de las quales iba por
clusión en ellas, lo que no se podriaansi buenamen capitán Don Alvaro de Mendoza , á quien el Rey é
te facer estando apartados el uno del otro. E que la Reyna dieron título de Conde de la su villa de
para estar allí dondo estaba en tanto quo duraba la Castroxeriz ; y en osta iban Gutierre de Cárdenos, é
plática de la concordia , razonablo cosa ora quo so Rodrigo do Ulloa, sus Contadores mayores. En otra
ficieso la tregua quo do su parto so movia ; poro quo osquadra iban por capitanes ol Obispo de Avila, ¿
fuese cierto que de alli no se habia do apartar solo Alonso ¡do Fonsoca, señor do Coca é Alahejos. En
un paso sin porpotua paz 6 cruel batalla. E con otra iba por capitán un caballero que se llamaba
aquella respuesta volvieron Don Alvaro é aquel Pedro de Guzman. En otra osquadra iba otro que
Licenciado que con él vino. so llamaba Bernal Francos. En otra osquadra iba
por capitán Podro de Velasco. En otra osquadra iba1
CAPÍTULO XLV. Vasco de Vivero. Todos estas seis esquadras de
De la batalla Real que fué fecha entre Toro é Zamora. gente iban á la mano derecha de la batalla del Roy,
á la parte de las cuestas que se facen yendo de Za
El Rey do Portogal é la gente de su hueste, no mora á Toro por aquolla parto de la puento. En la
podiendo sufrir mas la estada on aquol lugar, ansi ala izquierda de la batalla del Rey, á la parto del
por la fortuna. del tiempo, como porque la gonto rio de Duero iban el Cardenal de España con la
que la Reyna habia puesto en la Fuonte del Sahuco gente de su casa, é luego ceroa dél iba el Duque de
les quitaba los mantenimientos , acordó do alzar el Alva con otra esquadra de la gente de su cosa ; é do
real que habia puesto. E porque Don Alvaro y el la otra parte ol Almirante Don Alonso Enriquez,
Licenciado de Cibdad-Rodrigo no habian traido tio del Rey, y en aquella batalla iba Don Enrique
conclusión de la tregua que habia embiado procu Enriquez, Conde de Alva de Liste. En otra batalla
rar; pensó de lo alzar de noche, é tan calladamente iba Don García Osorio, capitán déla gente del Mar
que las guardas que estaban en la puentono lo sin qués do Astorga, su sobrino, y el peonage iba enme-
tiesen, y embió todo su fardage adelante. E un Vier- | dio de aquellas batallas. Puestas todos estos esqua
294' CRÓNICAS DE LOS REYES DE CASTILLA.
dras de gentes en orden, el Rey con consejo del i) la gente, é quo se aparejen todos para la batalla,
Cardenal é de aquellos caballeros que con él iban, » si el Roy de Portogal esperare ; é fio por Dios en
mandó mover sus haces, é fueron empos de las ba n cuya mano son las victorias, que vos dará hoy el
tallas del Roy de Portogal, fasta el medio camino v vencimiento quo todos esperamos.» Luego ol Rey
que es de Zamora A Toro. E llegaron á un portillo mandó a todos aquellos capitanes, que f tieso cada
estrecho, que se face entre las cuestas y el rio, por uno al lugar do habían dexado su esquadra do gen
el qual no puede pasar mucha gente junta. E por te ; é movió con su batalla adelante contra los Por
que fué dicho al Roy, que no podria alcanzar al Rey togueses ordenadamente, como hornos que habían
de Portogal, é que antes que oviese pasado aquel do polear. E amonestóles quo ficiesen como fidalgos
portillo, todas aquellos gentes portuguesas serian é buenos y leales vasallos deben facer, é que tuvie
puestas en salvo en la cibdad dfe Toro, mandó estar sen auto los ojos la injuria quo habían pooo antes
quedas las batallas, é quo so juntasen los capitanes; recobido de los Portogueses, asentando allí do asen
ó juntos allí en el campo, preguntóles si seria bien taron su real ; é que no go los olvidase en el campo
pasar su hueste mas adelante. Ovo onde algunos la voluntad que tenían ou casa de pelear cou ellos.
cuyo consejo era que el Rey so tornase ¡i Zamora, Los capitanes se apartaron dol Roy, é cada uno da
pues en llegar fasta aquol lugar empos de su adver llos fué para su gento, é la amonestó lo mejor que
sario, habia fecho todo lo que se debia faceré com- pudo para la batalla, é pasaron todos aquol portillo.
plia á su honra, mayormente que el Rey de Porto- Sabido por el Rey de Portogal quo el Rey venia
gal no esperaba, ó iba como de fuida, é no volvía la empos del, reputando á gran mengua si no tornase
rienda para pelear. E ansimesmo decian, quo era ya á pelear, mandó volver sus batallas, y esperar al
tardo, y en el tiempo quo era menester para pasar Rey é darlo batalla, porque había poca diferencia
la gente aquel portillo, seria tanto de noche, que no on el número de la gento de caballo del un exército
podrían pelear. Y estando ol Roy en esta dubda, el al otro. E sus batallas iban ordenadas en esta ma
Cardenal le dixo : u Señor, si mandáredes, yo pasaré nera. En la batalla suya iba el Conde de Lenle, é
n aquel portillo, é veré las batallas del Rey de Por- Peroyra su guarda mayor con sus gentes, é muchos
otogal, é vista la forma como van ordenadas, ha- caballeros y escuderos Castellanos que estaban on
nbreis acuerdo si debéis pasar el portillo; porque su compañía. En la ala de su mano izquierda iba el
i agora ni vuestras batallas ven á las suyas, ni \aa Principe bu fijo con otra esquadra , do iba de la me
» suyas ven á las vuestras , para que voyéndoso los jor gente do toda su huesto, é con él iba en otra es
» unos á los otros, se pueda conocer de que propósi- quadra el Obispo do Ebora con su gonte ; y estas
» to están los Portugueses. Porque, Señor, un ánimo dos batallas dol Principe é dol Obispo, iban fome-
pone la ausencia, é otro la presencia del enemigo. cidas de gran número de espingardas é otros tiros
i Quando los Portogueses vieren vuestras batallas, é do artillería. En la ala do la mano derecha iba otra
n no esperaren , estonces se puede decir que van fu- esquadra, do iba por capitán el Conde de Faro con
s yendo, ó podéis mandar soltar alguna gente que su gente é con la gente dol Duque do Guiuiarains,
ti vaya empos dellos para les facer daño. E si de aqui su hermano. Y en otra batalla iba el Arzobispo de
» acordáis volver B¡n ver vuestro adversario, é lo Toledo con toda la gente do su cosa, y en esta ala
» poner en fuida, no se puede con verdad decir que iba otra esquadra, do iba por capitán ol Conde de
» el dia do hoy habéis llevado la honra que vos que- Villareal, y en otra batalla iba el Conde de Monsant
orois é todos deseamos. E sabe bien Vuestra Señoría, con sus gentes. El peonago dol Rey de Portogal
» quo el deseo do todos vuestros caballeros era vorse venia repartido en quatro partos, todas á la parte
»en campo con los Portogueses ; ó no me parece co- del rio. E ansí ol Rey do Portogal, como todos aque
»sa de caballeros, agora que vemos lo que desoa- llos capitanes, amonestaban bus gentes á la batalla,
üiiios, no poner en obra lo quo mostrábamos desear.» é poníanles esfuerzo, para quo con mojor ánimo po-
El Roy oida aquella razón del Cardenal , dixo quo loascn. Puestos los unos é los otros en orden de ba
era muy buon consejo. E luego el Cardenal , solo talla, como las banderas enemigas so vieron , fecho
con un capitán que se llamaba Pedro do Guzman, por las trompetas el signo de pelear, los unos se
pasó el portillo ; é vido la geuto dol Rey de Porto- vinieron para los otros con recio comotimiento, ó
gal é sus haces , que iban puestas en orden de bata las batallas so invistieron unas en otras ; é nom
lla, pero no iban desconcertadas ni en fuida. Porque brando cada uno su apellido, Iob unos Fernando, los
como sopo el Roy de Portogal que ol Rey habia sa otros Alfonso, se encontraron con las lanzas. E lue
lido do Zamora con su huesto para venir contra él, go aquellos seis capitanes castellanos, que habernos
ovo oonsejo con sus caballeros, que era grand inju dicho que iban á la mano derecha de la batalla del
ria desordenar su hueste. El Cardenal quando los Rey, contra los quales vino á encontrar el Principo
vido, tornó al Rey, é díxole : « Señor, ol Roy de Por- do Portogal y el Obispo do Ébora, volvieron las es
stogal no vafuyondo como decian, ántos lleva sus paldas ó so pusieron on fuida, porque en ellos no
I batallas ordenadas; é si vos mandásedes agora habia tanta gente como on la batalla dol Príncipe
«volver vuestras gentes, é no fuésedes contra él, de Portogal, é porque la batalla do los Portogueses
» llovoria hoy do vos toda la honra que vob pensáis iba toda junta, ó la de los Castellanos repartida en
«llevar del, pues no le ponéis en fuida. Por endo seis partes, en especial por el gran daño quo á los
- nareceria quo debéis mandar pasar adelante toda primeros encuentros recibieron de la muchedumbre
DON FERNANDO É DOÑA ISABEL. 295
de las espingardas é artillería que Tenia en la bata los Portogueses fueron mas los que murieron lanzán
lla del Principo. El Rey é los de bu batalla, é los dose en el rio por esoapar, que los que mató el fierro
otros Grandes é Caballeros que iban en las otras es- peleando. Fueron ansimesmo presos muchos de loa
quadras á la mano izquierda, encontraron con la Portogueses, entre los quales fué preso el alférez
batalla del Rey de Portogal é del Arzobispo de To que traia el pendón real del Roy de Portogal, é
ledo, é contra las otras de los Portogueses que iban traido á la oibdad de Zamora. El Rey é la Reyna
en el ala de sa mano derecha; é quebradas las lan mandaron poner el ames de aquel alférez que fué
zas, vinieron al combate de las espadas. E todos tomado, en la capilla de los Reyes de Santa Marta
revueltos unos con otros, sonaban los golpes de las de Toledo, do está puesto fasta el presente dia. Fe
armas y el estruendo del artillería é las voces, unos cho el desbarato, é venida la noche, fué tan grande
nombrando su apellido, otros gimiendo sus llagas la turbación que los Portogueses ovieron en la ba
é caídas, otros demandando ayuda, otros reprehen talla, que no miraron por su Rey, ni ovieron lugar
diendo los que veian negligentes en pelear, y esfor de le guardar ; é por escapar la vida, les fué turbado
zándolos que peleasen. E porque entre los Castella el consejo de lo que á la hora eran obligados de fa
nos é Portogueses habia la vieja queation sobre la cer, é siguieron la via de Toro, do pensaron que su
fuerza y el esfuerzo de las personas, cada nno por Rey habría aportado. De la parte del Rey fueron
bu parte se disponía á la muerte por alcanzar la Vi algunos muertos é feridos en la batalla, pero nin
toria. Duró la fortuna suspensa desta batalla por guno fué preso, salvo Don Enriquo Enriquez, Conde
espacio de tres horas , que no se mostraba el venci de Alva de Liste, el qual pensando que iba acompa
miento de la una parte ni de la otra. En este tiempo sado de los suyos, fué tanto adelanto en el alcance,
los capitanes ayudaban y esforzaban á los suyos, que cerca de la puente de Toro fué preso por los
cada uno en ol lugar do era menester. Al fin no po Portoguesos. En este alcance fueran muchos mas
diendo los Portogueses sofrir las fuerzas de los Portogueses muertos é presos, salvo por el impedi
Castellanos, fueron desbaratados, é vueltas las es mento de la noche, é de la gran lluvia que aquella
paldas se pusieron en fuida por escapar en la gua hora facia ; é ansimesmo porque veyéndose en aprie
rida que tenían cerca en la cibdad de Toro. E mu to los Portogueses, acorríanse al apellido de los
chos de los peones portogueses é otros caballeros Castellanos, é llamaban Fernando, Fernando; é con
so lanzaron en el rio de Duero pensando escapar este apellido muchos dellosfnerón libres de muerte
nadando ; algunos de los quales fueron fallados en é prisión. El Príncipe de Portogal, visto que la gen
Zamora, que los llevaba el rio. El Rey de Portogal te del Rey su padre era vencida é desbaratada, pen
como vido su gonte desbaratada, acordó de dexar sando reparar algunos de los que iban fuyendo, su
el camino de Toro, por no recebir daño de los del bióse sobre un cabezo, á donde tañendo las trompe
Rey éjuo seguían el alcance ; é con tros 6 quatro que tas, é faciendo fuogos, é recogiendo bu gente, esto
quedaron con él de todos los que tcnian cargo de vo quedo con su batalla, é no consintió salir dolía á
guardar su persona, aportó osa nocho A CaatronuRo, ninguno. Contra el qual el Cardenal de EBpafia, ó
do fué rocebido é servido por el alcayde en la for ansimesmo el Duque do Alva, quisieran ir con al
taleza. Muchos do los que fueron en aquellas sois gunos quo podiernn recoger de aquellos que ve/rían
batallas de los Castellanos desbaratados al principio del alcance, é de otros que andaban derramados por
por el Principo de Portogal, visto el vencimiento el campo tomando caballoB é prisioneros ; é no po-
que el Rey é los de las otras batallas que con él dieron recoger la gente ni moverla, porque la noche
eran habian fecho por la parto do peleaban, volvie era tan escura, que ni se veian ni se conocian unos
ron é juntáronse con la gente del Rey, é tornaron á á otros, é la gente estaba cansada, é dellos no habian
pelear. E allí fué tomado por el Cardenal é por la comido en todo el dia , porque do Zamora habian
gente de armas que guardaba su persona, el estan salido mucho por la mañana. El Rey volvió luego
darte del Rey de Portogal. E porque se detenia que para la cibdad de Zamora, porque le dizeron que
riendo escapar de muerto al alférez á quien fué to podría venir gente del Rey de Portogal , de la que
mado, aqnel caballero Diego de Ovando de Cáceres había quedado en la cibdad de Toro por la otra par
que habernos dicho, le dizo : Seguid, señor, la Vitoria te del rio, á dar en las estanzas que dexó sobre la
que Dio» ha querido dar oy al Rey, é no vo» ocu fortaleza de Zamora. T el Cardenal y el Dnque de
péis en esto que está ya vencido. El Cardenal dezó Alva quedaron en el campo recogiendo la gente, é
aqnel lugar, y encomendó el estandarte á dos caba volvieron con ella á la cibdad de Zamora.
lleros que so llamaban, el uno Pedro de Volasco, y
el otro Poro Vaca, los quales lo tornaron á perder. CAPÍTULO XLVI.
E fueron tomadas ocho vanderas de los Portogue
ses, é traídas á la cibdad de Zamora; é fueron muer De las cosas que pasaron en Toro la noebe del vencimiento.
tos muchos do la una parte é de la otra (1). Pero de El Duque de Quimarains, que habia quedado por
mandado del Rey de Portogal en la guarda de la
(I) El Cara de los Palacios dice que, i lo que pudo saberse,
murieron de los del Rey Don Alonso hasta mil j dónenlos, entre quo fué el Campo de Pclajo Gomales, una legua de Toro, como so
ellos el Alférei que llevaba el pendón real ; cojo arnés y también ve por un despacho del Rey Don Fernando hecho en Zamora en 9
el pendón dice se conservaba en so tiempo en la capilla de los de Marzo, que trae ZilBiga, Anal, de Sevilla, año 1476. Bernald.,
Rejes de Toledo. El Cronista no apunta el lugar lio déla batalla,
296 CRÓNICAS DE LOS REYES DE CASTILLA.
cibdad de Toro , veyendo venir la gente Portuguesa impedia las lágrimas é la fabla. El Principe de Por
desbaratada, ó que el Arzobispo de Toledo é los togal estaba ansimesmo muy turbado porquo no
otros caballeros é capitanes Portugueses venían sin sabia dol Roy su padre, ó porque lo ponían en sos
el Roy de Portogal, dol qual no sabían decir nue pecha do los Castellanos quo habian cometido algu
vas, sospechó que los Castellanos que oslaban en na traycion. El Arzobispo do Toledo ó los Castella
su cotnpafiia habian cometido alguna traycion en nos que en aquella batalla se acaecieron , estaban
la batalla oontra él ; é ñzo guardar el muro é las en recelo por la sospecha que dellos se habia ; de la
puertas de la cibdad, 6 acordó de poner gente do qual eran tan inocentes con el Rey de Portogal,
armas á la puerta de la puente , é no dexar entrar á quanto culpados con su Rey natural por haber sey-
ninguno en la cibdad fasta que el Rey de Portogal do en batalla contra él. Otro dia por la mañana, el
viniese. El Arzobispo de Toledo é los otros caballe Roy de Portogal que la noche pasada habia estado
ros, ansí Portugueses como Castellanos, é otras gentes cu cuidado grave, pensando qué fortuna habia Bey-
que venian fuyendo de la batalla, especial los féli do la de su fijo ol Principe, embió ¡i decir á los de
dos qu« se querían curar, reoelando prisión ó muerte Toro como habia aportado osa noche á Castronuño;
si los del Rey siguiesen el alcanco, daban voces, los ó luego él en persona vino á la cibdad de Toro , ó so
Castellanos repitiendo el servicio que habian fecho juntó con ol Príncipe su fijo.
al Rey de Portogal poniéndose por él á la muerte; La Rcyna quo estaba en Tordosillas, sabida la
otros lloraban sus llagas, otros lloraban las muer victoria quo el Rey ovo , é como el Rey do Portogal
tes do sus amigos ó parientes, otros daban vocos habia aportado fuyendo á Castronuño, luego mandó
preguntando por sus señores. Los Portogueses do juntar la clorocía do la villa, é facer gran procesión;
dentro , escandalizados por la sospocha quo habian on la qual fué á pió ó descalza desde ol palacio roal
concebido , u grandes voces proguntaban ¡i los do do estaba, fasta ol monostorio do Sant Pablo, quo
fuera si venia el Rey. Los de fuera coa recelo del es fuera de la villa, dando gracias á Dios con muy
peligro en que estaban , rogaban que les abriesen. E gran devoción , por la victoria que habia dado al
ansi en los unos como en los otros habia turbación Rey su marido é á sus gentes.
é confusión, especialmente porque los Castellanos
que allí eran recelaban de los Portogueses, é los CAPÍTULO XLVII.
Portogueses de los Castellanos. Y en aquella hora
ni habia señor que los mandase ni discreción que los De las cosas que pasaron en Zamora después de habido el venci
ministrase ; é ansí duró la turbación entre ellos fas miento de la batalla real.
ta que el Principe de Portogal llegó , el qual luego El Rey habida aquella victoria, luogo otro dia
entró dentro en la cibdad , é mandó que abriesen al mandó Hogar mas las cstauzos quo estaban puestas
Arzobispo de Toledo ó á todas aquellas gentes, an contra la fortaleza do Zamora. E las gentes que el
si Portogueses como Castellanos. Esa noche, como dia antes fueron en la batalla, repartían los despo
ol Rey de Portogal no parecía en el campo, ni ha jos que habian habido ; como quior quo por ser do
bia aportado á la cibdad de Toro, ni lo fallaban por noche é muy escura , fueron en poca cantidad , se
ninguna parte , é la noche era tan afortunada de gún el gran número de la gente que fué desbarata
oscuridad é do lluvia , quo no podían ir a lo bus da. Muchos do los Portogueses quo quedaron do la
car, estaban todos en gran turbación ; en especial batalla, ansí do caballo como de pió , se volvían pa
aquellos caballeros fidalgos de su reyno é todos sus ra Portogal. E porque á la entrada en Castilla con
criados estaban avergonzados; porque vencidas las ol orgullo que tiaian, ficieron algunos robóse fuer
personas con el peligro de la muerte, les fué turba zas do niugcrcs en una tiorra de Zamora por dundo
do ol juicio para facer lo quo eran obligados corea ontraron , quo se llama Val de Sayago, los do aque
de la guarda de su Rey en la hora do la necesidad. lla tiorra mataban é prendían todos los Portoguosoa
El Duque de Guimarains quo habia quedado en que por allí volvían á Portogal, é muchos dellos cas
guarda de la cibdad , los reprehendía gravemente. traban por las fuerzas de las mugeres que habian
«O fidalgos de Portogal, decía él , ¿do está vuestro fecho. E por este recelo juntábanse muchos do los
»Roy? ¿Do está vuestro señor? ¿Do desastes vues- Portogueses, ó facían su partido con qualquier de
»tra cabeza é vuestro capitán? No sé yo porque no los del Rey que fallaban , porque los pasasen segu
«sopletes guardar todos á uno solo , que era guarda ros á Portogal, é dábanlos porcada uno un roul do
ii de todos; ni sé como podéis verla gente, ni sofrir plata. Esto sabido por ol Rey, fué platicado on su
« i pío la gente vea á vosotros, habiondo dexado Consejo si se debia dar lugar quo los Portoguoses
» vuestro Rey en el peligro, por escapar vosotros pasasen en salvo á Portogal. Algunos caballeros ó
»dél. Si pordistes la fuerza para pelear con él, no otros homes de la huosto del Rey, cuyos fijos y her
«sé como perdiste» el entendimiento para venir sin manos é parientes fueron muertos é forillos en la
i) él. Guardábades la persona del Rey en la cámara, batalla, con el dolor que tenían dol daño do sus pro-
«en la tabla ; guardabadcsle en las fiestas, en los pinquos, trabajaban do provocar al Rey que usase
«placeres, é dexástosle de guardar en la batalla, do de crueldad contra aquellos Portogueses que so vol
»su honra ó vida hablados mas do mirar.» E aquellos vían á Portogal, á fin de los matar ó ponor en ser
caballeros estaban tan turbados, que ni lloraban vidumbre. E traían á la memoria dol Roy las inju
ni respondían , porque la vergüenza y el pesar lee rias é muertes crueles quo los Portogueses habian
DON FERNANDO É DOÑA ISABEL. 297
fecho á los Castellanos en la batalla de Aljubarro- do loque podicBO haber do loe Portoguoses por los
ta, donde olvidada la piedad, usaron de toda cruel pasar en salvo. Aquel capitán pasó á todos aquellos
dad contra los Castellanos, quo con el Rey Don que se iban á Portogal por precio quo cada uno le
Juan su bisabuelo fueron. Representábanlo ausi- daba ; lo qual fué roputado á mayor vencimiento 6
mesino el orgullo é sobervia grando con que habian caída do los Portoguoses, quo la que ovieron el día
entrado cu sos Reynos á los tomar, ó las injurias do de la batalla. Ansimesmo algunos de los que fueron
dicho , é los robos é muertes de fecho que contra los presos ó despojados en la batalla ó traídos á Zamo
labradores 6 gonte pacifica habian cometido. E su ra, vonian demandar merced; y el Roy los manda
plicaban al Rey que no perdonase á los quo no per ba vestir, ó darles lo que oviesen menester. Este
donaran, ni salvase á los que no salvaran, hí ven Cardenal ora fijo del Marqués do Santularia, Don Ifii-
cieran; Estas é otras razones decian aquellos caba ñigo López do Mendoza , Condo del real do Manza
lleros al Roy, porque les diese lugar de bo vengar do nares, ó nieto do Don Diego Hurtado de Mendoza,
los Portugueses, especialmente porque los deseaban Almirante mayor do Castilla. Era homo esforzado,
tener por esclavos. El Rey estaba en dubda de lo c do grand ingenio ; ó siempre fué visto procurar el
que había de facer. pacifico estado, é celar el honor de la corona real de
El Cardenal de España le dixo : « Matar al quo so Castilla.
Brinde, mas se puede decir torpe venganza, que
«gloriosa victoria. Si vosotros, caballeros, ínalúra- CAPÍTULO XLVIII,
Ddes peleando á estos Portoguoses, fecho ora do ca
li bulleros ; pero si so os rindieran é los matárades, á Como el Re; tomó la fortaleza de Zamora.
«crueldad se reputara, é mucho se ofendiera el uso El Mariscal Alfonso de Valencia, visto el venci
« do la nobleza castellana quo lo defiende; quanto miento que ovo el Roy, é como ni habia habido , ni
ornas viniendo á pedir misericordia do sus vidas, ó esperaba haber socorro del Rey de Portogal, de
«libertad do sus personas. Cosa es por cierto agena mandó fabla con el Cardenal , y encomendóse á él,
«do toda virtud matar los desarmados que no se de- quo ganase perdón del Roy para él é para todos los
i> Tienden, porque no los podimos matar armados que con él estaban , ó restitución de todos bus bie
«polcando. Estos PortogueseB quo se vuelven á Por- nes. El Cardenal , acatando que tonia debdo do san
« togal , gonto es común , quo vino por fuerza A, 11a- gro con él , suplicó al Rey que lo perdonase. El Rey
«mamiento de su Rey; é si fuerzas han cometido en luego otorgó aquel perdón á suplicación del Cardo
«esto Royno, también las cometiéramos nosotros on nal, porque ovo consideración quo ora mozo, é ha
nel suyo si el Rey allá nos llevara. Pero González de bia errado mas por ignorancia seyendo engañado
«Mendoza, mi bisabuelo, señor do Álava, en aquo- do su suogro Juan de Porras, que por malicia é dos-
«11a batalla de Aljubarrota que vosotros decís, po lealtad ; ó mandólo restituir sus bienes. E recibió
steando sacó al Rey Don Juan del peligro de inuer- del la fortaleza, on la qual estaba la cámara é arreos
»to en que estaba, é puesto en salvo, tornó á la ba- del Rey do Portogal , quo dexó allí en guarda quan-
« talla, donde fué muerto peleando ; ó dcsta manera do partió de Zamora. Las quales cosas el Rey no
«fenecieron allí algunos mis parientes, é otros mu- quiso tomar para sí, ni menos facer merced dolías
«chos homes principales de Castilla. E no es cosa á ninguno de los caballeros é capitanes que las de
«nueva que con el orgullo del vencimiento se ficie- mandaron , porque sopo que eran cosas de la cáma
nsen aquellas crueldades que decís, porque di licito ra del Roy do Portogal , ó arreos de bu persona. Al
«es tomplar el espada eii la hora de la ira. Poro so gunos do aquellos caballeros é capitanes que esta
nría cosa inhumana,' pasados diez dias de la bata- ban quexosos porque ni el Rey lo tomaba, ni lo
tila, que durase la furia para matar á los que vie- daba , lo dixeron : « Por cierto , Sofior, lo que el Rey
«nen demandando piedad. Nunca ploga á Dios, di- «de Portogal en estas guerras ha podido haber do
sxo él, que tal cósase diga, ni en la memoria de » vos ó de los vuestros , no lo ha dexado libro , como
«los vivos tal oxeroplo de nosotros quede. Trabajo- «vos dexais esto que buonamente podéis tomar.»
«mos por vencer, é no pensemos en vengar, porquo Respondióles el Roy: «Queremos, si pudiéremos,
»ol voncer es de varones fuertes, y el vengar de «quitar al Rey de Portogal mi primo los malos con-
. «mugeres flacas. E si venganza queréis, ¿qué ma- » ceptos do su voluntad, é no los buenos arreos de su
«yor puede ser, quo no vongaros del que os podéis «persona.» E luego mandó tomar todas aquellas co
«vongar, ó dar vida ó libertad al enemigo, podiendo sas quo allí fallaron, é lleváronlas on salvo al Rey
«darle muerto é captiverio? Por cierto si la pasada do Portogal á la cibdad de Toro. Tomada la forta
«fucao impedida á estoB quo so van, do necesario leza do la cibdad de Zamora, el Roy dio la tenencia
«los soria quedar en vuestros Reynos, para facer en della ó Don Saucho do Castilla ; ó con acuerdo dol
«ellos guerras é males , é por tanto parece quo es Cardenal de España , ó de los otros caballeros quo
«mejor consejo dar lugar al enemigo para fuir, que con él estaban, deliberó de venir á la villa de Me
«darle ocasión para quedar á facer mal.» dina del Campo. La Reyna que ostaba en Tordesi-
Oídas las razones del Cardenal, el Rey mandó llas , vino ansimesmo para Medina.
pregonar que no impidiesen la pasada á los Porto- El Cardonal , creyendo que ol Rey de Portogal por
guesoB, ni les ficiosen mal alguno; é fizo merced á ol desbarato que ovo , estaria mas inclinado á facer
un capitán de los ginetos del Duque de Alva de to- algún partido quo escusase mayores dallos , le cm
298 CRÓNICAS DE LOS BEYES DE CASTILLA.
bió á decir que considerase como esta so demanda federaciones que con él tenia, esperaba que le doria
no viniera á tanta rotara , ei á los principios le plu gran número do gente é todo lo que ovieae necesa
guiera ponerla en algún medio de iguala conveni rio para esta conquista.
ble á ambas las partes ; ó que agora los inconvinien-
tes principiados irían en crecimiento, é nacerían CAPÍTULO XLIX.
otros mayores adelante , si al vencedor duraba la
ira , é al vencido crecia el odio. Por ende le suplica Como se partió el Anobispo del R* 7 de Portogal , 4 tomo se
tomaron lai fortalezas de Atienta 4 Caracena.
ba que el acuerdo que no le plogo haber fasta
aquí, le ploguiese haber agora ; ó que embiase sus El Rey é la Reyna quo estaban en Medina , vista
diputados á Oastronufio , y el Rey é la Reyna em- la guerra que se facia por todos partes , acordaron
biarian los suyos á AlahojoB , los quales platicarían ir á la villa de Madrigal , é llamar los Procuradores
en las materias , é placería á Dios que so diese tal dol Reyno , é facer cortes para dar orden en aque
fin en ellas, con que Dios fuese servido, é los incon- llos robos é guerras qvo en ol Reyno se faoian ; é
viniontes é guerras comenzadas cesasen , é se con ansimesmo poner sitio sobre Oantalapíedra, é sobre
virtiesen en paz, que al vencedor convenia, é al Castronufio , do estaba la mayor parte de las gentes
vencido es necesaria. E que esto que le suplicaba dol Roy de Portogal. Durante este tiempo, el Arzo-
también gelo daba por consejo , é aun le amonesta Lí.'do de Toledo que estaba con el Rey do Portogal,
ba que lo ficiese ; porque si muy presto no se diese había nuevas cada día que su tierra estaba altera
medio de conclusión en esta su demanda, le certifi da, é so quería rebelar oontra él. E recelando algún
caba que gele aparejaba injuria , ó otro daño irrepa incon viniente en su persona y estado, acordó de de-
rable en su persona y estado. El Roy de Portogal, xar al Roy de Portogal en la cibdad de Toro , é pa
considerando que el partido que en aquella sazón fi sar los puertos para proveer en las cosas de su tier
ciese, ni seria á su honra, ni menos on tanta utilidad ra, porque no se alzase; é luogo partió de Toro
como á los principios le era ofrecido, por el desbarato muy secretamente. E para seguridad de la pasada,
que ovo en la batalla, ombió deoir al Cardenal que porque no recibiese dafio de la gente del Rey é de
le agradecía su buena voluntad, pero que no enten la Reyna , el Rey de Portogal le dio un capitán con
día al presente fablar en partido ninguno. E luego gente de caballo Portogueses, que fuesen con él
puso guarniciones de gentes en Oantalapíedra , é fasta lo poner en salvo en la villa de Alcalá de He
Castronufio, é Cubillos , é Siete Iglesias, é Villalfon- nares. E por ir mas seguro doxó todos los caminos
so, é la Mota, y en Portillo, y en Villalba, y en derechos , é rodeó por partes muy remotas de los lu
Mayorga , que estaban por él ; é mandó que ficiesen gares do estaba la gente del Rey é de la Reyna ; é
cruda guerra por todas partes de las comarcas , por andando grandes jornadas, aportó á la villa de
que no tenia otro remedio por estonces para su de Atienza, porque el Alcayde de aquella fortaleza es
manda , salvo la guerra que destas fortalezas se fi taba en el partido del Rey de Portogal. Sabido por
ciese. En ¡aquella sazón el Condestable trabajaba el Rey é por la Reyna que el Arzobispo de Toledo
mucho por traer al servicio del Rey é de la Reyna era partido de la cibdad de Toro , luego manda
al Conde de Urueña é al Maestre de Calatrava, su ron á Don Pero Manrique, Conde de Trevifio, que
hermano ; ó suplicó al Rey é á la Reyna que los per con la gente de su casa, é con otra gente que le die
donasen , é los reduxesen á su servicio , porque se ron de su guarda , fuese empos del é lo prendiese,
adelgazasen mas las fuerzas del Rey de Portogal , é deseando proceder contra él con grand indi nación
le quedase menor parte en el Reyno de la que te que tenian, por los yerros que contra ellos habia
nia. E para que esto viniese en efeto é conclusión, cometido. El Conde de Treviño le siguió todo el ca
el Condestable dio una su fija en casamiento al Con mino, é no lo pudo alcanzar, porque el Arzobispo
de de Uruena. El Rey é la Reyna inclinados á las andovo tanto , que entró en la villa de Alcalá antes
suplicaciones que el Condestablo fizo, considerando que el Conde llegase. E luego fortificó de cavas é
ansimesmo que el Maestre y el Conde de Urucfia su baluartes aquella villa , é las otras de su Arzobispa
hermano eran mozos , é que no habían errado de su do. E porque el Rey de Portogal daba sus poderes
voluntad , salvo por ignorancia , traídos y engaña á quolquier Alcayde ó Caballero que quería tomar
dos por el Marqués de Villena é por aquellos que le su voz, para recebir los derechos reales del Reyno,
administraban , perdonáronlos , é reconciliáronlos á é para facer guerra é todas las otras cosas que él
su servicio. Lo qual sabido por el Rey de Portogal, podio facer, procuró el Arzobispo que en oomun de
é ansiinesmo veyendo que los otros»caballeros que los otros Alcaydes á quien daba esto cargo, lo diese
le habían traído á Castilla ni le sor vían, ni podían al Aloayde de Atienza Pedro de Almazan , que se
servir con gente según él pensaba y ellos le habían gún habernos dicho estaba en su partido , é á otro
prometido, por la ocupación ó necesidad que cada caballero que se llamaba Juan de Tovar, Señor de
uno tenia en la guarda de sus tierras, acordó do for- Caracena é de Cevico. Los quales so oolor de rece
necer bien aquellas fortalezas de gente, é de todas bir los doradlos reales, facían guerra en todas los
las otras cosas necesarias á la guerra, é ir él en per tierras ó comarcas que estaban en la obediencia del
sona al Rey de Francia á le demandar ayuda de Rey é de la Reina. Visto esto por un caballero na
gentes é dineros, para tornar poderosamente á Cas tural de aquella tierra que se llamaba Ooroi Bravo,
tilla á la conquistar ; poique según las ligas é con bonie do buen esfuerzo , trató con un mozo de aquel
DON FERNANDO É DONA ISABEL. 299
Alcayde de Ationza que la noche que le cupiese la consultó este trato con la Reyna, y ella le embió á
vela echase ana soga é subiese una esoala de cuer mandar que lo aceptase, é fioiese todo su poder por
da por do subiesen los suyos é tomasen la fortale tomar la villa; para lo qual lo embió á Diego del
za. Lo qual se fizo ansi , é la noche que asentaron Águila, é á Juan de Robres é á Juan de Torres , ca
con aquel mozo , se puso en obra ; é aquel caballe pitanes de cierta gente de armas de su guarda, á los
ro Qarci Bravo con fasta cien hombres* subió por quales mandó que se juntasen con el Duque é ficio-
la esoala, é prendió al Alcayde Pedro de Almazan sen todo lo que él mandase. El Duque habido este
é á su muger é fijos , é apoderóse de la fortaleza ; é mandamiento, con la gente de su casa, é con aque
sopóse por verdad, que en oro é plata, é pertrechos, llos dos caballeros Pedro Arias é Pero Nufiez, é con
é armas, é bastimentos, tomó dentro de la fortale la gente que la Reyna le embió, vino para la villa.
za valor de cien mil florines de oro. De lo qual to E como quiera que los vocinos della se dispusieron
do, é de la tenencia de la fortaleza le ficieron mer á dar la entrada, poro no lo pudieron facer, porque
ced el Rey é la Reyna, porque les fizo gran servicio sabido el trato, aquel capitán Don Rodrigo de Cas
en quitar aquel tirano de aquella tierra, que la te tañeda echó de la villa á todos los mas principales,
nia tiranizada. E ansimesmo las salinas de Aticn- é puso tan gran guarda en ello, que el Duque no lo
za, que os una gran renta quo pertenece á los Re pudo por estonces haber. É acordó de aposentarse
yes de Castilla. Dondo á pocos dias esto ■ caballero on el arrabal, ó ponor la villa en tal estrecho, que
Garci Bravo combatió la fortaleza de Caracena, é de necesario la entregasen, é fizo poner sus estan-
la entró por fuerza, é prendió á Juan de Tovar, el zas en circuito, é apretó el cerco de tal manera, que
otro tirano que facía guerra en aquellas comarcas por ninguna parte podían haber mantenimientos.
sosteniendo la voz del Rey de Portogal. Haber des É mando facer minas por debaxo de tierra, que sa
fecho aquellos dos tiranos en' tan poco espacio de liesen á la torre que está sobre una puerta de la vi
tiempo, especialmente considerando la muy difícil lla que sale al arrabal, que se Hamo la puerta de
subida del castillo de Atienza , podemos creer qne Guadalaxara, para la poner en cuentos, é lo derri
mucho mas olara se mostró allf la voluntad de Dios bar con quarenta pasos de la cerca. Como esto fué
quo la osadia de los hornos. sentido por un caballero, que se llamaba Pedro de
Agora dexo de contar la historia desto , é contari Ayala, Comendador de Paracuellos, que tenia en
lo quo pasó en la villa de Madrid. guarda aquella puerta, recelando el daño que á élW
é a toda la villa se siguiria si por fuerza de armas
CAPÍTULO L. se entrase, trató con el Duquo de le dar entrada en
la villa, con tal pacto, que fuesen seguros todos los
De las cosas que pasaron en la villa de Madrid. del bando de Juan Zapata que ero de su parentela,
Según habernos contado, el Marqués de ViHona é no recibiesen daño de los caballeros del otro ban
estaba apoderado de la villa de Madrid é de sus al do de Pero Nufiez que estaban con el Duque : lo
cázares. É porque teniendo aquella villa de su mano qual el Duque prometió, y en aquello manera le fué
entendia quo estaba seguro su estado, puso en la entregada la villa. Don Rodrigo que estaba allí por
guarda della á Don Rodrigo de Castañeda, hermano capitón, é todos los que con él eran, visto que lo vi
del Conde de Cifnentes, con toda la mas é mejor lla era entrada, luego se retroxeron á los alcázares;
gente que tenia, los quales trabajaban mucho en la los quales estaban bastecidos de armas, é bastimen
guardar. Porque como quier que Juan Zapata, un tos on grand abundancia. É luego el Duque fizo
caballero principal de un bando, é otros algunos poner estanzas contra los alcázares, por dedentro
caballeros y escuderos naturales della vivian con de lo villa é por defuera, los quales forneció de la
el Marqués, pero otro caballero principal de otro gente que era necesaria. E dio cargo á Don ífiigo
bando, que se llamaba Pero Nufiez de Toledo, con López de Mendoza, Conde de Saldarla, su fijo mayor,
otros caballeros de su parentela, que por estar en paro que andoviese requiriendo las estanzas que es
ol servicio del Roy é de la Reyna fueron echados de taban puestas por defuera de la villa, é las prove
la villa, con la mayor parto del común eran de opi yese de gente, é las socorriese, si los del alcázar sa
nión contraria, é quisieran quo la villa estoviera á liesen á pelear con ellos. É por dedentro de la villa
la obediencia del Rey é de la Reyna. É como la vo mandó facer una tapio entre el alcázar é la villa, la
luntad forzada desea siempre ser libre, algunos de qual era tan grande é tanto ancha, que los de la
la villa trataron con Pedro Arias de Avila, Señor de fortaleza, dado quo fuesen socorridos con gente po
Torrejon, é con aquel Pero Nuñez de Toledo, é con derosa, no podían entrar en la villa, ni menos
sus parientes, que viniesen de noche con gente, é Iob de la villa pasar al alcázar, salvo por lugares
que ellos darian forma para los acoger dentro. Es ciertos, do guardaba la gente del Duque que entra
tos dos caballeros Pedro Arios ó Pero Nufiez, con ba á pelear con los del alcázar, en el qual estaban
deseo de facer servicio al Rey é á la Reyna é de fasta quatrocientos hornos. É todos los días habian
entrar en sus casas, trataron con el Duque del In- escaramuzas con los de fuera, é por la dispusicion
fantadgo que estaba en la cibdad de Quadalaxara, de los lugares, recebian daño los del Duque : en nna
que viniese con la gente de su casa á entrar en la de las quales fué muerto Diego del Águila, uno de
villa, porque los vecinos della habían acordado con los capitanes que la Reyna habia embiado, é otros
ellos de les dar entrada por lugar cierto. El Duque algunos criados é caballeros de la caso del Duque.
300 CRÓNICAS DE LOS REYES DE CASTILLA
Otros! Juan Zapata, aquel caballero que habernos caballero que se llamaba Alfonso de Quintanilla
dicho que era principal do un bando, retráxoso á Contador mayor do cuentas dol Rey ó de la Royna,
una fortaleza suya dos loguas do la villa, que se natural do Asturias do Oviedo, & Don Juan de Or
llama el Alameda, ó otro que se llamaba Podro de tega, Provisor de Villafranea do Montes de Oca, Sa
Córdova, que tenia la fortaleza dol Pardo ; é desde cristán dol Rey, natural de la cibdad do Burgos,
aquellas fortalezas facian guerra á la tiorra del Du doliéndose do la corrupción ó males que veian en la
que, é llegaban los mas dias fasta Madrid, é mata tierra, fablaron con el Rey ó con la Reyna, por sa
ban de los del Duque, é robaban lo que podian ha- bor dellos si les placería que se ficiese alguna con
bor. Contra loa quales el Duque puso ansimesmo gregación do pueblos para ordenar entre si herman
gente en el campo, para resistir los robos ó muertes dad, en la qual se ordenasen algunas cosas conipli-
que facian. É todos los días había escaramuzas é deras á servicio de Dios ó suyo, é bien general de
muertes de bornes, é robos entre los dol Duque é todo ol Reyno, é para defensa é resistenoia de aque
aquellos dos caballeros que estaban en aquellas llos malos quo veian. Desto plogo mucho al Rey ó
dos fortalezas. É dcsta manera estovo sitiado aquel á la Royna, porque deseaban el bien é paz de sus
alcázar por ospacio do dos meses ; en comedio do los Roynos; ó mandáronles quo trabajasen porquo vi
quales, el Rey é la Reyna quo estaban en Madrid, niese en efeto. Estos dos varones, Alfonso do Quín
ficieron cortes generales, en las quales los Procura tanilla é Don Juan de Ortega , Provisor do ViUafran
dores do las cibdades é villas del Royno en concor ea, propusieron de poner sus personas á todo trabajo
dia, juraron á la Princesa DoQa Isabol por Princesa é poligro, por romediar los malos quo veian; é fa-
heredera de los Roynos do Castilla é do León para bluron con algunos hornos principalos do las cibda
después do Iob dias de la Royna, quo era la propie des ó villas de Burgos, é Patencia, é Medina, é Ol
taria dellos, é ficieron algunas leyes é ordenanzas, medo, é Avila, é Sogovia, é Salamanca, é Zamora, é
que según la disposición dol tiempo convinieron do de aquellas partes, mostrándoles los males é danos
se facer. que padecían, ó quanto mayores los esperaban si
Agora deza la Crónica de fablar lo quo pasó en con tiempo no se remediasen. Estos cada uno en
ol coreo dol alcázar do Madrid, 6 fabla de como so sus puoblos platicaron esta matoria, ó al fin ovieron
ficieron las hermandades en Castilla. su acuerdo, quo cada cibdad é villa embiase'sua
procuradores, los quales se juntasen á dia cierto en
CAPÍTULO LI. la villa de Dueñas. É para aquel dia que asignaron,
todos los Procuradores de aquellos pueblos, que fue
Como ta Juntaron lis hermandades en Castilla. ron en gran número, se juntaron en la villa de Due-
En aquellos tiempos de división, la justicia pa fiss, por solicitación é diligencia de aquel caballero
decía, é no podia ser executada en los malhechores Alfonso de Quintanilla, é del Provisor de Villafran-
que robaban ó tiranizaban en los pueblos , en los oa. É los unos á los otros fablaban é recontaban con
caminos, ó generalmente en todas las partes del grand angustia los robos é males ó rescates que so
Reyno. É ninguno pagaba lo que dobia, si no que frían de los alcaydea de las fortalezas, é de los tira
ría; ninguno dexaba de cometer qualquier delicto, nos ó otros robadores que cada dia crecían; é que-
ninguno pensaba tener obediencia ni subjecion á xábanse dellos los unos á los otros. É partidos en
otro mayor. É ansi por la guerra presento, como por partes, los unos daban remedio do una manera é los
las turbaciones é guerras pasadas del tiempo del otros de otra, é ni daban conclusión, ni se concor-.
Rey Don Enrique, las gentes estaban habituadas á daban, ó queríanse todos volvor para sus cosas por
tanta desórden, que aquel se tenia por menguado, quo no veían remedio para los males quo padecían.
quo menos fuerzas facia. É los cibdadanoa é labra Aquel caballero Alfonso do Quintanilla, doliéndose
dores é hornee pacíficos no eran uefiores do lo suyo porque no se conseguía fruto de su trabajo, fabló á
ni tenían recurso á ninguna persona, por los robos todos los Procuradores en esta manera :
é fuerzas é otros males que padeoian de los alcay- (No sé yo, soñores, como se puede morar tierra
des las fortalezas, é de los otros robadores é ladro «que su deBtruicion propia no siente, é donde los
nes. É cada uno quisiera de buena voluntad contri «moradores della son venidos á tan extremo infor
buir la ineytad do sus bienes, por tener su persona tunio, que han perdido ya la defensa que aun á los
é familia en seguridad. É fablóse muchas veces en «animales brutos es otorgada. No nos debemos que-
los pueblos de facer hermandades ó dnr alguna or «xar por cierto, señores, de los tiranos, mas quexé-
den entre sf, para se remediar de tantos males ó » monos de nuestro gran sufrimiento; ni nos quoxe-
fuerzas como continamente sofrían. Pero fallecíales nmoB de los robadores, mas acusemos nuestra dis-
persona tal, que oviese zelo á la justicia ó á la paz «cordia, é nuestro malo é poco consejo, que los ha
del Reyno, que lo moviese, é ficiese alguna congre «criado, é de pequeCo número ha fecho grande; que
gación de puoblos en la qual so dioso órdon para «sin dubda, si buon consejo toviésemos, ni oviora
remedio de aquellos males. Porque el Rey é la Rey «tantos malos, ni sufriérades tantos males. É lo mas
na, como quier que castigaban lo que podian, pero «grave que yo siento es que aquella libertad que
el impedimento de la guerra que con el Rey de «natura nos dió, 6 nuestros primeros ganaron con
Portogal tenían, no les daba lugar para lo remediar «buen esfuerzo, nosotros la habernos perdido con
como quisieran. Esta plática venida á noticia de un » cobardía é caimiento, sometiéndonos á los tiranos.
DON FERNANDO É DOÑA ISABEL. 301
i) De toa quales si do nos libertamos, ¿ quión podrá «caminos mas ciertos para lo conseguir. É si esto
nesciiBar que no crezca irías la Bubjccion de los bue- «de vosotros no conociésemos, vano seria por cierto
«nos, y el poder de los malos que ayer eran servi «nuestro trabajo, é mucho mas inútil nuestra fabla.
dores, é hoy los vemos señores porque tomaron »É por tanto no me deterné mucho en recontar los
«oficio de robar? No heredastes por cierto, señores, «males que sofrimos é padecemos, porque cada uno
Resta subjecion que padecéis, do vuestros anteceso- ■ de vosotros lo sabe, é aun lo siente; pero breve-
orcB; los quales como quiera que fuesen pequeño » mente diré el remedio que nos parece para ellos.
nntímero en aquella tierra de las Asturias, do yo soy «Siete cosas, honorables señores, á mi parecer se
«natural, pero con deseo de libertad, como varones «deben considerar en esta materia quo tratamos. La
«ganaron la mayor parte de las Espafias que ocupa- «primera, si es servicio de Dios, é del Bey é de la
nban los moros enemigos de nuestra santa fe, é sa- «Reyna nuestros señores. La segunda, quien sois
«cudieron de si el yugo de servidumbre que tenian. «vosotros. La tercera, quien son aquellos con quien
«Ni monos tomamos doctrina do aquellos buenos n debatimos. La quarta, la calidad de la cosa sobre
(castellanos, que ficicieron la estatua del Conde nqno debatimos. La quinta, en qué tierra es el déba
«Fernán Gonzalos, su señor, que estaba preso en el nte. La sexta, qué cosas son necesarias para aquello
«Reyno de Navarra, é siguiendo aquella figura de «que queremos comenzar. La séptima é postrimera,
«piedra, ganaron la libertad parn él é para ellos. «quo es el pro ó el daño que en el fin se nos puedo
«Ni menos la tomamos de otros notables varones, «seguir. Quanto ¿ lo primero, no es necesaria mucha
«cuya memoria es inmortal en las tierras, porque «plática; porque manifiesto es el servicio grande que
«ganaron libertad para si é para sus rey nos é pro- «facemos á Dios, é al Roy é á la Reyna, si tomamos
«vinciae; los quales ovieron gloria por ser libres, é «consejo é ponemos en obra de castigar los tiranos,
«nosotros habernos pena por ser Bnbjetos. Muchas «é dar paz al Reyno en general , é á oada uno en
«veceS'veo que algunos sufren con poca paciencia «especial. Quanto á lo segundo, menos faré larga
«el yugo snave, que por ley 6 por razou debemos «fabla; porque sabido os que vosotros sois homes
» al cetro real, é nos agraviamos é gastamos, 6 aun «caballeros, ó íijosdolgo, cibdadanos, 6 labradores,
«trabajando buscamos forma por nos libertar del ; é «deseosos de paz é sosiego del Reyno; é ansimesmo
sdestaotra subjecion, quo pecamos en sofrir, por «que sabéis seguir la guerra quando conviene, é
«ser contra toda ley divina é humana ¿no trabaja- «procurar la paz quando complo. Lo tercero, sabe-
n reinos é gastaremos por nos libertar? No puedo yo, amos bien que debatimos con homes tiranos, ladro-
«señores, por cierto entender como pueda ser que la n nes, é robadores, á quien su yerro inesmo face na-
«nación castellana, que nunca buenamente sufrió «turalmente cobardes. Viraos en el tiompo de las
« imperio de gente extraño, ngoro por falta de buon «otras hermandades pasadas, que uno dellos no pa-
« consejo sufra cruel señorío de la suya, é do los » recia en el Reyno; é duraran fasta hoy en sus des-
» malos é perversos dolía. No tengamos por Dios, atierros, si nosotros duráramos en nuestras ordonnn-
«señores, nuestro entendimiento tRn amortiguado; nzas. Vimos ansimesmo que el Rey é la Reyna
«ni se refríe en nosotros tanto la caridad é se olvi- «comenzando á facer justicia de algunos dellos en
>de el amor de nuestras cosas proprias, que no sin- «Segovia luego que reynaron, quantos dellos fuye-
» tamos el perdimiento nuestro é dolías; é remedíe «ron, é quanto paz é sosiego por aquella causa se
nnos luego los males que vienen de los hornos, an «siguió, la qual fasta hoy se continuara, si la divi-
afes que vengan los quo nos pueden venir de Dios. «sion del Rey de Tortogal no interviniera. AnBi que,
«El qual también da pena al que dexa de facer obra «señores, por experiencia vomoB que nuestra quis-
«buena, como al que la face mala; é tan bien da «tion es con gente á quien su maldad face flacos é
«puniciop i los buenoB como á los malos, a los ma «fuidores; los quales no tienen mas esencia ni resis-
llos porque son malos, é á los buenos, aunque bue- «tcticia de quanto vieren nuestra paciencia é poca
«nos, porque consienten los malos é podiéndolos «diligencia. La calidad de la cosa sobre quo deba-
«castigar, dexan crecer sus pocados, dellos por ne- n timos, que fué la quarta parle de mi división, es
«gligencia, dellos por poca osadía, é algunos por » sobre defensión de nuestras personas é de nuestras
» ganar 6 por no perder ni gastar, otros por querer » faciendas, é do nuestras vidas, é sobro nuestra li-
«complacor, ó por no desplacer á los malos, 6 por «bortad, quo vemos perder é diminuir. Considerad
«otros respetos ágenos mucho de aquello que homo «agora, señores, si son estas cobos de calidad que
«bueno é recto es obligado de facer. Nosotros, seño- « deban sor remediadas. É lo raesrao considerad que
uros, visto lo que vedes, 6 considerando lo que cada «vida seria la nuestra, si no la remediásemos con
«uno de vosotros considero, nos movimos por sor- «gran parte de lo que tenemos, é si no con parte, con
«vicio de Dios, é por el bien ó libertad de la tierra, «todo cuanto tenemos, porque seamos homes libres
ná procurar con vosotros que esta congregación se » como lo debemos sor, é no suhjetos como lo somos.
nficiese, creyendo que este vuestro juntamiento no «La quinta es, saber en qué tierra debatimos. Á mí
«es de la calidad de otros, donde muchas voces arác «parece, señores, que esta nuestra quistion no es ls
neo quo en el fin y en los caminos para el fin hay «empresa do Ultramar, ni menos habernos de irá
«diversos consejos é opiniones contrarias; antes «conquistar provincias estrenas. La conquista que
«creemos quo todos unánimes vais a un fin, é tam- «habernos de facer en nuestro Reyno es, en nuostrá
«bien pensamos que os conformaréis en tomar los «tierra es, en nuestras cibdades é villas es, en núes
áltá CRÓNICAS DE LOS REÍES DÉ CASTILLA.
otros campos es, en nuestras casas y heredamientos a lo derribasen é destruyesen, según se fizo en las
a es, donde estando juntos á concertados, según es- a otras hermandades pasadas. De lo qual se segui-
apero que lo seréis, no digo yo á aquellos pocos é a lia quedar los pueblos é personas singulares mu-
órnalos tiranos, mas a todo el restante del mundo a cho mas enemistados con los alcaydes é tiranos é
oque viniese, podriados resistir é dofendor, é aun a con los robadores , para nos poner en mayor sub-
a ofender. Porque como sabéis , gran diferencia )¡ jecion de la que agora tenemos. E para sanear es-
nhay de las fuerzas que defienden lo suyo á las u te recelo son de notar dos cosas. La primera es
»del ladrón que viene por lo ageno. La sexta es, a que si las otras hermandades pasadas no perina-
«yer las cosas que para el remedio desta nuestra s necieron en su fuerza , aquello fué porque se entre-
arequesta son necesarias. Las quales según pon- a metieron á entender en muchas cosas mas de lo
asamos son tres: la primera es el dinero; la se- a quo les pertenecía ; é nosotros á ningún caso otro
agunda gente é capitanes; la tercera ordonanzas » liabomos de facer hermandad, salvo al quo vió-
«por donde nos gobernemos. É quanto toca al di- a remos ser necesario para seguridad do los cami-
anero, según los clamores que á todos en general, » nos , é para resistir é castigar los robos é prisiones
sé á cada uno en especial vemos facer por los a que se facen. La segunda es que el Rey Don En-
«males que recibe, no creemoB que haya perso- aríque, quo las habia de sostener é favorecer, esto
»na que no dó la meytad do sus bienes, por tener a las contradecia i repugnaba de tal manera , quo
ola otra meytad é su persona é de sus fijos é parien- i) las destruyó en poco tiempo ; y esto tenemos ago-
» tes seguros: pues quanto mas dará la pequeña ó a ra por el contrario, porque ol Rey é la Reyna, nues-
«bien pequeña cantidad, que lo podrá caber en los a tros señores , mandan que estas hermandades en
a repartimientos que so faran en los puoblos para a sus Rey nos se constituyan , é dan sus cartas para
a esta facienda. La segunda es, haber gente é capi- a ello, é las quieren con gran voluntad favorecer,
a tañes; é para haber esto, no habernos de ir fuera de a de manera que permanezcan, considerando ol gran
a nuestro Rey no, porque dentro del abundamos en a servicio de Dios é suyo, é la paz é sosiego quo de-
a asaz número de gente sabia en la guerra, é bien i) lias en su Reyno se puedo conseguir. E por tanto
a armada, tal é tanta, que no es menester trabajo ni a mi parecer seria , que luego debéis diputar entre
a pensamiento para la haber. La tercera cosa es, fa- a vosotros caballeros ó letrados que vean los casos
acer nuestras ordenanzas y estatutos, é penas según a desta hermandad que debemos facer , é quales é
a se requiere á los delictos ó crímenes que se come- a quantos deben ser ; é sobre ellos establezcan é ins-
atieren. É para esto, señores, tenéis la voluntad del » tituyan las leyes é ordenanzas que ontendiereu , é
«Rey é de la Reyna, que vos darán facultad é auto- a con las penas que les pareciere. Ansimesmo se
s ridad para las facer, é poder para las executar, é a deben diputar entre vosotros personas que entien-
a tener vuestra jurisdicion apartada de la ordinaria a dan luego en el repartimiento del dinero, como é
a en los puoblos, de tal manera que no habréis estor- a quanto se debe repartir , é que personas lo deben
nbo ninguno de su jurisdicion en lo que quisiéredes a pagar ; é otrosi en la gente que se debe juntar, y
i) ordenar, ó salvar; é vos darán ansimesmo todo el a en los capitanes que se deben elegir, é quanto
a favor necesario, para que esto que con el ayuda de asueldo geles debe dar. Esto fecho, esperamos en
a Dios queréis comenzar, venga en efeto. Ansí que a Dios, que conseguiremos el fin de la seguridad
a el mayor trabajo de esta nuestra obra, es coinen- a que deseamos , que fué la séptima é útima parte
» zarla: esto fecho, la mesma cosa abrirá los carni- a desta mi proposición, a
» nos para el fin que deseamos con el ayuda de Dios, Como este caballero Alfonso do Quintanilla ovo
sen el qual, quanto mayor fe to viéremos, tanto mas acabado su razonamiento, todos aquellos caballe
a cierto teméis el efeto de la justa petición que íi- ros, é letrados, é cibdadanos, é labradores que allí
ii ciéredes. estaban , fueron contentos , é loaban la fabla que
a Bien creo yo, señores, que hay algunos á quien habia fecho, é mucho mas su buena intención cerca
a esto goles fará difícilo, creyendo que no nos po- del remedio do aquellos males que padecían. E to
adremos juntar, é juntos no nos podremos concor- dos unánimes, despertando los ánimos que tenían
» dar en los repartimientos de los dineros, é otras caídos de los daños que recebian , dixeron que era
» cosas que son menester. E cerca desto , no parece cosa justa é razonable que la tierra so remedíase ; é
a que debe haber dificultad , porque todos sabemos que se debía facer la hermandad que decía , é re
a que la mayor parte del Reyno viene de voluntad partir los dineros necesarios , é llamar la gente de
a en esta contribución, é que ningunos hay que la armas, é facer todas aquellas cosas que aquel caba
a contradigan, é si los hay son bien pocos; los qua- llero habia propuesto. E luego todos estos procura
» les veyéndose faera del beneficio é utilidad que dores , que allí vinieron con poderes bastantes cada
»de nuestra hermandad se puede seguir, ¿quién uno de sus cibdades é villas é pueblos , ficioron é
a dubda que no quieran ser comprehendidos en ella, instituyeron una hermandad que durase tres años,
a por seguridad suya ó de lo suyo? Otros algunos para responder unos á otros , é se ayudar contra los
i) hay que dubdan en la constitución desta nuestra tiranos é robadores ; é diputaron ciertos caballeros
a hermandad , recelando ser cosa de comunes é de é letrados , los quales ficioron é ordenaron cinco ca
u pueblos, do habrá diversas opiniones é volunta- sos de hermandad , en que habían de entender los
B des , las quales podrían ser de tanta discordia, que | oficiales que fuesen puestos para ministrar esta her
bóK Fernando E DONA ISABEL,
mandad. Y el primero caso era, toda fuerza, ó robo, trillas é lugares de los Rey nos de Castilla é de León
ó furto , 6 ferida feoha en el campo. ¡El segundo, é del reyno de Toledo é del Andalucía é de Galicia.
todo robo , 6 fuerza, 6 furto fecho en poblado, quan- Los lugares é tierras de señorío no entraron luego,
do el malfechorse fuese fuera del poblado do lo fizo por los impedimentos que los señores dolías le po
ó a otro lugar. El tercero , todo quebrantamiento de nían. Sobre lo qual fué requerido Don Pedro Fer
casa. El quarto , toda fuerza de muger. El quinto, nandez de Velasco, Condestable de Castilla é Conde
quando alguno fuese contra la justicia é la desobe de Haro , que era ol que tenia mas número de vasa
deciese. E instituyeron que oviese en cada cibdad, llos que ningún otro seBor de todas aquellas tierras
villa 6 lugar dos alcaldes de hermandad, que to- de allende los puertos, para que diese, lugar que sus
viesen plenaria jurisdicion para juzgar é determi- - tierras entrasen en aquella hermandad. El qual res
nar en estos cinco casos de hermandad cada que pondió quo le placia , é no solamente daria lugar
acaeciese. Eso mcsmo ficieron cierto número de que sus tierras entrasen en ella, pero que él ge lo
quadrillas, para perseguir los robadores é malfe- mondaria é constreñiría qué lo ficiesen , é contribu
chores. Item diputaron ciertos caballeros, é perso yesen en olla con todos los que habian entrado. E
nas sabias é de buena intención , á quien cometie allende desto , él é todos los de su casa quería que
ron el repartimiento del dinero que se habían de fuesen comprehendídos en aquella santa herman
coger en cada pueblo. Y estos diputados acordaron dad , considerando qnanto era servicio de Dios é del
quo cada cient vecinos do todas las cibdados ó vi Roy 6 do la Reyna, é bien é seguridad del Reyno.
lla» ó lugares do los Hoy nos do Castilla é do Lcon, E luego mandó á todos los do sus villas é lugares
que entraron en aquella hermandad, pagason el quo se juntasen con aquellos quo habian entrado
sueldo é acostamiento de un home á caballo, el qual en la hermandad, é fuesen particioneros en ello; é
siempre estovieso presto con el capitán que le die ansí lo ficieron luego todos los de sus tierras. Este
sen para seguir qualquier malfcchor. E tomaron Condestable ero home generoso é recto , y ero gran,
por capitán general do la hermandad que ficieron, señor en las montañas ; é nunca le vieron ser en re
á Don Alfonso do Aragón, Duque de Villahermosa, belión contra ningún Rey , antes era obediente á
hermano bastardo del Rey , y eligieron otros ocho los mandamientos reales, é dabo exemplo á otros
capitanes, algunos de trecientas, otros do docien- que lo fuesen. Visto por todos los caballeros é Beño-
tas, é de cient lanzas , á cada uno de los quales pa res que tenían vasallos , como el Condestable habia
gaban el sueldo é acostamiento que le montaba ha mandado á sus tierras entrar en la hermandad, lue
ber para la gente que tenia en su capitanía. Y estos go mandaron á sus villas é lugares que ansimesmo
estaban continamente juntos con sus armas é caba entrasen en ella. E de lo que contribuían los pue
llos, en los lugares é provincias do les era manda blos en esta hermandad , se pagaba sueldo contina
do. Item para conocer de los dobates quo ocurrirían mente á dos mil homes á caballo, que estaban pres
concomientes á los cosos do hermandad , é para los tos paro lo que ol Roy é la Reyna mandaban , é se
determinar, eligieron por Presidente á Don Lope de guraban los caminos, é perseguían los inalfechoree,
Ribas, Obispo de Cartagena, un perlado antiguo, con E vista la grand utilidad que dolía se seguía , se
el qual estaban de cada provincia un diputado con prorogó por otros tres años adelante.
tinamente ; y estos se llamaban diputados genera E porque á los principios que esta hermandad se
les para oir é determinar las cosas que ante ellos constituyó , considerando que la utilidad era común
venian , los quales tenían plenaria jurisdicción para á todos , fué ordenado que todos contribuyesen en
determinar, é del juicio dcstos no habia apelación. olla, también los esontos como los no esentos; los
Otrosí , porque los agraviados con sus querellas no fijosdalgo del Reyno sintiéndose agraviados desta
oviesen de trabajar en venir con sus agravios al contribución por ser en quebrantamiento de la li
lugar do estaba el presidente é diputados genera bertad que tienen por razón de su fidalguia, recla
les, ordenaron que en cada provincia estoviese un maron ante el Rey é la Reyna, é soplicáronles quo
dipntado provincial para las oir é remediar, el qual pues ellos en las guerras presentes, é sus padres é
entendiese en las contribuciones quo so habian de agüelos en los posados habian servido á los Royes
facer para la hermandad, do manera que todos pa sus progenitores, ansí en la guerra contra los mo
gasen segund su facultad , é ninguno fueso agravia ros, como contra todos las otras personas que les
do en los repartimientos. Otrosí, para entender en era mandado , y estaban dispuestos por sus personas
todas estas cosas, é para dar orden en poner teso de se poner á la muerte por su servicio ; que les plo-
reros é recabdadores, é pagar é repartir el dinero á guiese mandar guardar el privilegio de su fidalguia,
quien ó.como se debía dar , porque era cosa de gran que nunca habia seydo quebrantado en estos Rey-
confianza ; el Rey é la Reyna dieron cargo á aquel nos. El Rey é la Reyna, vista lo razón de los fidal-
caballero Alfonso de Quintanilla é al Provisor de gos, luego ge lo mandaron guardar; é dende en
Villafranea, que según habernos dicho, fueron pro adelante los fidalgos no contribuyeron en aquella
movedores é solicitadores para que la hermandad se hermandad todos los años que duró.
ficiese. E todos estos recurrían por la final determi
nación de las cosas al Rey é á la Reyna é á su Con
sejo. Ansí fueron constituidas hermandades, en las
quales fueron coroprehendidas todas los cibdados é
CRÓNICAS DE LOS REYES DÉ CASTILLA.
podor socorrer, porquo habia sacado por dos vcoes
CAPÍTULO LII. de su reyno toda la gente que en él habia para esta
conquista ; é muchos dellos oran muertos, é otros se
Da como el Rey asentó real sobre Cantalapicdra , ¿ de las cosas volvían d Portogal por las grandes fatigas é traba
que allí pasaron. jos quo habían recebido en Castilla. E como se vido
Según liabomoa recontado , el Rey do Portugal puesto en necesidad , é ansiraesmo porque el Arzo
forneoió do mucha gente é pertrechos é bastimentos bispo de Toledo é los otros caballeros castellanos
las fortalezas que tenia en circuito de la cibdad de quo estaban á su obediencia , eran tan ocupados en
Toro donde él estaba ; en especial la villa de Canta- la guarda do sus tierras, que no lo podian servir por
lapiedra , en la qual puso por capitán á un caballe sus personas , ni embiarle de bus gentes , por conse
ro castellano de los que seguian su partido , que se jo do algunos sus caballeros é capitanes, acordó de
llamaba Alonso Pérez de Vivero, con muchos ho salir al campo con toda la gente que tenia , é robar
rnea á caballo é d pió. El Rey ovo su acuerdo de po ó quemar los lugares de tierra do Salamanca quo es
ner real sobre aquella villa, ó ansiinesuio poner taban cercanos á Toro , porque creía que el Rey iría
guarniciones de gente contra los que estaban en á los socorrer, é le seria forzado alzar el real quo
Castronufio , por escusar los robos que de aquella tenia puesto sobre Cantalapicdra ; y en aquella ma
villa so facían en las comarcas. E dio cargo al bas nera entendía que los cercados serian socorridos, ó
tardo su hermano, Duque de Villahermosa, é al Con Iob cercadores no darían fin a su empresa. Algunos
de de Tru vino , de la gente que mandó estar sobre délos de su consejo le díxoron que no era cosa dina
Cautalapiodra, porque lo era necesario estar en las de Rey ir en persona á robar ó quemar lugares, ó
cortos que teuia en Madrigal , los mas días con la doxar do socorrer su gento , quo d sus ojos estaba si
gente de su guarda, ó desdo Madrigal iba á Cántala- tiada ; ó quo los Royos do tal manera habían de salir
piedra á proveer las guarniciones que tenia puestas al campo acompañados, quo no recibiesen mengua
contra Castronufio ó Siete Iglesias. E maudú ponor ni fuerza de sus contrarios. E que bien podía man
artillería y engenios sobre aquella villa de Cántala- dar a algunos do sus capitanes, que saliesen á fa
piedra, ó apretar ¡i los que estaban dentro, & fin de cer aquella guerra, porque si recibiesen daño , á su
la tomar ; porque tomada so quitaba gran parto del persona real empecería poco, ó sí saliese, podría po
impedimento que habia para poner sitio sobre Cas ner su persona y estado ó la empresa que tenia do
tronufio , é sobro los fortalezas de la comarca que Castilla en perdición. E quo si por ventura el Rey
estaban por el Rey de Portogal. Los que estaban su adversario alzase el real do sobre Cantalapiedra,
dentro pusiéronse en defensa, para lo qual tcnian ó viniese con toda su hueste é resistir los daños 6
grandes aparejos, cavas ó baluartes, ó otros edifi quemas quo él quería facer, una de dos cosas lo
cios. E después de muchas escaramuzas que ovieron convenía facer, ó haber con él batalla, para lo qual
' en algunos días, mandó el Rey aderezar el comba tenia igual poder de gente , ó retraerse al lugar do
te. Los de la villa salieron á pelear con los de fuera habia salido , con poca honra. E amonestábanle , que
por las partes quo los del Rey llevaban los pertre pues en esta demanda , á la fortuna tentada por tan
chos , é por otras cuevas secretas quo tenían fechas, tas vias había fallado dubdosa, antes que del todo
desde las quales podían ofender, é no recebir dafio. la oviese contraria, remediase á su persona, d bu
E antes que llegasen los pertrechos , porque el Rey honra, d su gente , d bu reyno , é ansimesmo á los ca
conoció que por las cavas é cuevas que los de den balleros castellanos , que esperando algún nuevo fa
tro de la villa habían fecho secretamente , pudiera vor duraban en su servicio, antes que la dilación
su gente recebir gran daño, mandó retraor los per del tiempo les ficiese mudar el propósito que habían
trechos , é acordó que aquel día no se combatiese la tomado do le servir. E «pie los parecía, quo si el Roy
villa. Los Portogucses, veyendo que los pertrechos de Francia lo era amigo cierto, según que con él te
se retraían, cobraron mayor esfuerzo, ó salieron á nia firmado é jurado , debía dexar recabdo on aque
escaramuzar con los del Rey á caballo ó á pié. Y en llas fortalezas, é ir al Rey de Francia; el qual le
aquella escaramuza, y en otras que otros dias ovie habia fecho grandes ofrecimientos para le ayudar
ron , fueron muchos muertos é feridos de los unos é on esta conquista que tenia comenzada. E que con
de los otros. Los de la villa, como quiera que se es el poder de gente é dinero que le daria, podría ve
forzaban , porque tenían al Roy de Portogal cerca nir como á Roy pertonece , é recobrar el Reyno do
esperando que los socorriera, poro porque los apre Castilla ; é quo no dubia gastar bu tiempo en robos
taban mucho los del Roy , de manera que no les en é quemas de lugares, porque aquella tal guerra,
traba mantenimiento ninguno, é ausimesmo porque mas era de bornes ratoros, que de Reyes. Decíanle
trabajaban de dia en las cavas, é de noche en repa ansimesmo, é certificábanle, que ol ayuda del Rey
rar los muros é los buluartes que derribaban las de Francia le ora muy ciorta ; porque esta empresa
lombardas dol Roy, ó poniendo defensas para los de Costilla, tanto la tenia por suya como el Roy de
daños que facían los engenios , é otrosí porque en Portogal, ansí por la questíon que teuia con el Rey
las escaramuzas que habían habido, geles diminuía por causa del debate de Ruisellon , como por el da
la gente ; embíaron á decir al Rey de Portogal , que ño que gole seguiría si su adversario fuese Rey pa
los socorriese, porque estaban en grande aprieto. cífico de Castilla.
131 Rey de Portogal no tenia tunta gente para loa E como cu su consejo había diversas opiniones,
DON FERNANDO É dona Isabel. • &k>
é contrarias unas de otras, algunos de sn Consejo parte de su hueste á le socorrer. Como esto sopo el
le dixeron : «Vos, Señor, para socorrer loa vuestros, Rey de Portogal, pensando que no seria su honra
» tenéis cerca la necesidad presente, é tenéis la ayu- pelear en persona con el Conde de Trevifio , acordó
»da del Rey de Francia incierta, é de futuro. Por- de volver para la cibdad de Toro ; y el Conde fué á
» que como qniera que vos tengáis gran confianza las espaldas siguiéndole , é faciendo daño en la re
i) en la amistad que con el Rey de Francia ficistes, zaga de su gente , fasta que todos se pusieron en
nansi por lo que os tiene jurado en escripto, como salvo dentro de la cibdad de Toro.
i) por los grandes ofrecimientos que vos ha embiado Quando el Rey de Portogal conoció que no podia
«decir por palabra ; pero visto habernos , que mu- socorrer á los que estaban por él en Cantalapiedra,
» chos son los principes que veyendo á otros en pros- ni tenia tanta gente para salir al campo, movió tra
i) peridad , estonces les facen ofrecimientos, los qua- to de partido al Rey , que alzase el cerco que allí
s les se mudan quando los veon en adversidad. E si tenia puesto , é que soltarla la fe que tenia del Con
» vos, Señor, vais on persona á él, mostrando que boís de do Benavonto, é le restituirla sus fortalezas, con
i> venido en tal estado que habéis menester su ayu- viene á Baber, á Portillo, Mayorga, é Villalva, que
ída, no sabemos si terna aquella voluntad en el le habia tomado. E ansimesmo que el Rey soltase
8 tiempo de la obra , que tovo en la hora del ofreci- al Conde de Pefiamazor que tenia preso , é que res
» cimiento, 6 si estará tan libre para complir sus tituyese al Licenciado Antón Nufiez do Cibdad- Ro
» ofrecimientos, como estaba al tiempo que los fa- drigo sus bienes é rentas y heredamientos que le
i) cia. E dado que la voluntad tenga buena, no sa habia mandado tomar. Otrosí que dentro de un año
lí bemos si terna el poder para lo poner en obra ; no le fioiese guerra en el Reyno por la gente que
i) porque sabemos que está muy ocupado en las estaba, ó estoviese en Cantalapiedra. E para con
o guerras que tiene con el Duque de Borgoña vucs- cluir este trato, vino por parte del Rey de Portogal,
stro primo, y en otras partes. Y es de mirar, que al Real el Conde de Faro. E plogo al Rey de lo oon-
«los Reyes quanto son mayores, tanto mayores son oluir en esta manera que habernos d jeho , á fin de
«sus necesidades ; é que no deben dezar de proveer libertar al Conde de Benavente de la fe que habia
* á las suyas , por socorrer á las agenas , ni vos de dado al Rey de Portogal , é de le restituir sus forta
» buena hermandad lo debéis pedir, si en tal necesi- lezas ; é luego el Rey alzó el cerco que tenia sobre
» dad le vedes puesto. Por tanto, Señor , parecería Cantalapiedra , y el Roy é la Reyna fueron para Va-
«que debéis ir antes á socorrer los vuestros, que lladolid. E ficieron merced al Conde de Benavente
i» esperar las ayudas agenas. E no parece ser incon- de quatro quentos de maravedís, en enmienda de
i) viniente, que vos salgáis en persona al campo á Iob gastos é daños que ovo por su servicio en la
» facer guerra en las tierras que están por vuestro prisión. E ansimesmo le habian fecho merced de la
t adversario ; pues él ansimesmo está en el campo cibdad de la Corufia de juro de heredad para siem
i) con su hueste, faciendo guerra alas vuestras.» El pre jamas , quando vino á les servir contra el Rey
Rey de Portogal , oidas estas razones , dexó por es Portogal ; é mandáronle entregar la fortaleza della.
tonces de entender en su ida á Francia, é acordó de E como los de la cibdad vieron puesta la fortaleza
partir de la cibdad de Toro , é salir en persona al en poder del Conde de Benavente , é que el Rey é
campo con toda la mas gente que pudo ; é aderezó la Reyna le habian dado la cibdad, é que eran apar
su camino con su hueste á la parte de aquella tier tados de la corona real , fueron de tal manera atri
ra de Salamanca, que estaba cercana á Toro, é ro bulados, que no podiendo sofrir señorío apartado
bó é quemó ciertas aldeas cercanas de aquella cib del 8efiorio real , propusieron de se libertar del Con
dad. Como el Rey sopo la guerra que se facia en de , é posponer sus vidas , é perder sus bienes , por
tierra de Salamanca , creyendo que el Rey do Por dexar tal memoria y exemplo á los venideros para
togal habia embiado algunos caballeros á la facer, que nunca consintiesen apartar aquella cibdad de
é que no habia ido él en persona, mandó á Don Pero la corona real de Castilla en ningún tiempo. Ecomo
Manrique, Conde do Trevifio, que fuese luego con quiera que entre los moradores é caballeros de aque
gente de caballo ala resistir, con intención de le ir lla cibdad, habia algunas divisiones y enemistades;
á socorrer en persona, si la gente del Rey de Por poro todas las pospusieron, é conformes y en unión
togal fuese mayor que la del Conde. El Conde por tomaron armas , é pusieron sitio sobre la fortaleza,
mandado del Rey , fué á aquellas partes donde se ó fornocieroS la mar de navios é á sus capen sas, é
facia aquella guerra; é llegando cerca del lugar combatian todos los diaa al Aloayde que tenia la
donde el Rey de Portogal estaba por espacio de una fortaleza por el Conde , é á sus criados que habia
legua, fueron tomados por los del Rey de Portogal puesto para la defender. Quando el Conde que es
diez hornea á caballo, de los que el Conde habia taba en CaBtilla sopo aquello, juntó toda la gente
embiado á tomar lengua é saber quanta gente era de su casa, é ansimesmo la de algunos de sus parien
aquella que facia aquellas quemas é robos. Estos tes é amigos, é fué á socorrer su fortaleza, é á fa
diez bornes fueron llevados ante el Rey de Por cer guerra contra los de la cibdad que la tenian cer
togal , é preguntados que gente habia salido del cada. A los quales el temor del Conde fizo cobrar
real, le dixeron en como el Conde de Trevifio con mayores ánimos para se defender; é fortificaron
gente venia por mandado del Rey á le buscar, ó mas sus estanzas por parte de la tierra é del mar, de
que el Rey venia ansimesmo empos del con gran tal manera que el Conde no pudo entrar ni en la cib-
Cr.-IIX 20
306 CRÓNICAS DE LOS REYES DE CASTILLA.
dad ni en la fortaleza á la socorrer- E al fin de gran guarnición en la villa de Bayona, para que ficiesen
des trabajos, é muchos gastos que fizo, dexó aque guerra A la provincia de Guipúzcoa, con propósito
lla demanda sin conseguir el fruto que esperaba. El de facer grand armada por mar para la tornar A si
Alcayde , é los otros sus criados que estaban en la tiar : porque fué informado , que si no ponía grun
fortaleza , sabido . que el Conde no los pudo socor guarda por el mar también como por la tierra , no
rer, entregáronla luego á los de la cibdad ; la qual podría haber la villa. Deude en adelante los Fran
fué libre del señorío del Conde , é restituida á la co ceses facian guerra A los Quipuzes , é los Quipuzes
rona real , por las fuerzas é buen ánimo de loa veci A los Franceses: donde se recrecieron muertes, é pri
nos de ella. siones de hornea , é otros daños en el un señorío y
on el otro. En esta guerra los Guipuzes se mostraron
CAPÍTÜLO LUI. leales A su Rey , esforzados en las peleas , é libera
les de sus bienes, porquo inantovieron la guerra A
Como el Rey fué i socorrer a Fuenterrabia, é como los Franceses sus proprias esponsoB todo aquel tiempo que duró
alzaron el cerco que tenían sobre ella. la guerra. Sabido por el Roy, en como los France
Estando el Rey é la Royna en Valla Jolid acordó ses alzaron el real que tenían puesto sobre Fuenter
el Rey de ir A loa Reynos de Aragón ó de Cataluña, rabia é que se habían retraído A Bayona, mandó
porque el Roy su padre muchas veces le embióá de derramar la gente que tenia junta para facer el so
cir que convenia su presencia, para proveer en las corro que acordaba facer; y entró en las montañas, é
cosas que por estonces ocurrían en aquellas partes. con él el Condestablo Conde de H aro. E fizo justicias
E la Reyna vino á la villa de Tordeaillas con gente en hombres criminosos é robadores, é mandó derri
de armas , para estar mas cerca do la cibdad de To bar casas fuertes donde se facian fuerzas ; é dexó
ro, do estaba el Rey de Portogal. Estando el Rey en en aquella tierra su justicia, é volvió para la cibdad
Aragón proveyendo las cosas de aquel Reyno con de Victoria, do vinieron algunos caballeros del Roy-
el Rey su padro ; porque fuó iufonuailo de la cruda no de Navarra do la parto del Conde de Lorin ; loa
guerra que los* Franceses facian en la provincia de quales ofrecieron de lo dar la obediencia de la cib
Guipúzcoa , ó A los do la villa de Fuenterrabia, acor dad de Pamplona , ó de otras muchas villas é luga*
dó de ir A las montañas A socorrer aquolla tierra, é res ó fortalezas do aquel Royno de Navarra que ellos
la librar de la guurra quo le facian Iob Franceses. U toniau. A los qualos ol Roy respondió, quo no que
vino para la cibdad de Victoria, donde juntó fasta ría recebir ninguna cosa quo lo fuese dada do aquel
cinqüenta mil combatientes do Castilla la vieja, é Reyno, porque no lo pertenecía, é conocía bien quo
de todas las montañas, é Asturias , é do las merinda- de derecho ora del Rey Fcbus su sobrino; pero que
des é villas do aquella tierra : con los quales movió lo placia entender .on los debates que eran entro
A entrar en la provincia de Guipúzcoa, para ir A aquel Conde de Lerin é los caballeros de su paren
Fuenterrabia, donde estaban los Franceses. Los qua tela, y entre Mosen Pedro de Peralta, é los otros
les, visto que si esporaban recibirían gran daño, é caballeros de la suya, é los determinar, porque es-
que no tenían tanto número de gento para socorrer toviesen en toda paz. E luego los fizo venir ante él,
el cerco, acordaron de lo alzar, é volver para la villa é les puso treguas, é determinó entro ellos algunos
de Bayona. Y embiaron A decir al Rey de Francia debates que tenían, los quales habían durado mu
los trabajos que habían pasado todo el tiempo que cho tiempo, do se recrecieron tantas muertes é ro
• ostovieron en aquella tierra, é la mucha do su gen bos é quemas de lugares en aquel Reyno do Navar
to que allí habia perecido en las escaramuzas habi ra , quo casi estaba ya en punto de se perder. El Car
das con los Quipuzes. E que dado que murieron mu denal de España que tenía amistad con el Rey de
chos dellos, é asentaron el artillería ; pero que con Francia, deseando que cesasen aquellos rigores de
ella facian poco daño A los muros de la villa, los guerra entre Francia é Castilla, é ovíeso concordia
quales estaban amparados con la gran altura do las entre los Reyes desloa dos Reynos, según siempre
cavas, é otras defensas. E ansimesmo sabían de la ovo, embió A él un bu Capellán , que era Vicario
cierto, qne venia el Rey Don Fernando con gran nú de Festan, con el qual le escribió una letra en latín,
mero de gente A la socorrer; é que no era buena go que decía ansi.
bernación de guerra , poner sitio sobre plaza que
tenia tan presto el socorro , é de tan grande é ma CAPÍTULO LIV.
yor número de gente que ellos eran. E que dado
que esto pudiesen sufrir, en ningún [caso podrían La carta que cmbló el Cardenal de España al Rey de Franela fin
que ovlese paz entre Castilla é Francia.
sostener la mengua de los mantenimientos qne to
dos los dias esperaban do las tierras lexanas. Las aChristianísimo é muy poderoso Rey é Señor: Los
quales cosas consideradas, é otrosí el asiento que «Castellanos, en especial los de las provincias do
aquella villa tiene por parte del mar é de la tierra, íGuipúzcoa é Vizcaya, siempre tovieron guerra por
les parecía dífícile poderla combatir, sin tener grand amar é por tierra con los Ingleses vuestros ancianos
armada é aparejos por el mar. Lo qual le facian sa lenemigos, é contra los Portogueses sus aliados ; é
ber, porque no les imputase culpa, si la villa no se iderramaron su sangre por conservación de la co-
combatía. El Rey de Francia, oídas aquellas razo sroua real de Francia vuestra, é de vuestros proge
nes, mandó que quedasen algunas de bus gentes en nitores. Ved agora que aquella sangre que se der
DON FERNANDO É DOÑA ISABEL. 807
sramó en favor vuestro , mandáis que se dorrame fin, no se pudiendo mas sostener por la falta que
»por Iob vuestros , favoreciendo ¡l los Portogueses tenia délos mantenimientos, embió á decir al Mar
nque no son vuestros : esto os digo, Serenísimo So- qués de Villena que estaba en la villa de Alcalá de
sfior: que ni la razón lo consiente, ni la humanidad Henares con el Arzobispo de Toledo , que viniese
»lo puede sofrir. Pidoos por merced, Señor, que man- á socorrer su fortaleza, porque le faltaban ya los
ndeis cesar la guerra por vuestra parto; é yo temó inantonimiontos, ó no la podía sostener. E certifi
»acá manera con el Roy é con la Reyna de Castilla cóle, que él é la gente que con él estaba, habia mas
»mis señores , que la manden ansimesmo sobreseer de quince días quo otra cosa no comian sino pan
•por algún tiempo , en el quol se dará aquella ór- é agua mucho dañada , que ya no se podia beber
»den que cumpla a servicio do Dios , é á conservo- sino con gran daño de las personas. Ansimesmo que
»cion de la loable paz ó amistad quo siempre ovo le fallecían muchos homes de los que gela ayuda
«entre estos dos reynos, y ontre los naturales dcllos. ban á defender, dellos muertos, dellos feridos, é al
«Cerca de lo qual, mi Capellán os fablará mi inten- gunos dolientes del poco é dañado mantenimiento
ncion, é ansimesmo os dirá en el estado que eBtá la que comian. El Marqués de Villena, considerando
«guerra que movió en Castilla el Rey de Portogal. » quanto le complia tener aquella fortaleza, por ser
Este Vicario, Capellán dol Cardenal , quo so lla la principal de todo el Maestradgo de Santiago,
maba Alonso Yanos, Tesorero de la Iglesia do Si- acordó do la socorrer. E comunicólo con el Arzobis
güenza, llevó la letra, ó fué é vino algunas veces al po de Toledo , en el qual falló presta ol ayuda para
Rey do Francia con esto trato do concordia ; é al fin en aquol socorro, porque si aquella fortaleza do Ucles
asentó tregua por tiempo de un año, dentro dol qual f ueso tomada, á él ó á su estado, é al partido que
viniesen diputados del Rey é do la Reyna á Fuon- seguía vernia gran daño ; y especialmente enflaque
terrabia, é diputados del Rey de Francia á Bayona, cerían las fuerzas á López Vázquez de Acuña su
con poderos do amas las partos,"para fablaren con hermano, que estaba apoderado de la cibdad de
cordia entro los Royos do Francia ó Castilla ó sus 1 1 Moto. E luego juntaron fasta tres mil hornos á ca
Reynos. ballo, é quatro mil peones para el socorro do aque
lla fortaleza. Lo qual sabido por el Maestre , quiso
CAPÍTULO LV. conocer el ánimo de los caballeros é oapitanes que
con él estaban cerca de aquella afrenta que espera
De 1» cosas quo pasaron en el cerco Je Ueles. ban, ó demandólos su parecer. Algunos dellos le
Durante los cercos que el Roy tenia sobre Canta- consejaron, é aun le requirieron , que pues los con
lapiedra , y el Duque del Infantadgo tenia sobre ol trarios traían gente que pujaba á la suya , no debía
alcázar de Madrid , el Conde do Paredes Don Rodri cometer su persona ni su gente á la fortuna ; por
go Manrique, quo so intitulaba Maestre de Santia que do la ventaja era tan parecida, le seria impu
go, fuá ó lo villa de Ucles, do es el Convento del tado mas á presumpcion indiscreta, que á esfuerzo
Maestradgo de Santiago en la provincia de Castilla, do caballero. E que conociendo el tiempo, que la
y entró en la villa; la qual é la fortaleza della esta prudencia en tales casos dobo mirar, les parecía que
ban por el Marqués de Villena. E la tenia por él un debía dexar por agora aquella demanda , con espe
su Alcayde que se llamaba Pero de la Plazuela ; el ranza de volver á ella fornecido de tanta gente, que
qual fué requerido algunas veces por el Maestre, ninguna otra gela pudiese forzar. E que si por ven»
que lo entregaso la fortaleza pues era suya, é le tura esto no le parecía oonsojo conviniente, le roga
pertenecia de derecho como á Maestro do Santiago; ba que él quisiese poner su persona on salvo, é de-
é ofrecíale grandes intereses ó rentas si gela entre xase en la villa con aquella su gente á uno de sus
gase, porque es la principal, é cabeza del Maes hijos ; con el qual ellos quedarían, ó pornian sus
tradgo de Santiago en la provincia de Castilla ; é personas á todo peligro por la defender. El Maestre
junto con los ofrecimientos, le puso grandes temo era buen caballero , é toda la mayor parte de su vi
res si no la entregase. Este Alcayde , ni aceptó los da gastó en guerra de moros é de christianos, don
ofrecimientos, ni temió las amenazas ; é todas cosas de ganó por las armas mucha honra. E consideran
pospuestas, respondió, que no acudiria con ella, sal do, que retraerse de aquello que habia principiado,
vo al Marqués de Villena su señor, que gela habia le era gran mengua, pospuestos todos inconvinien-
encomendado. El Maestro vista la intención final tes que le presentaban , acordó de esperar al Arzo
de aquel Alcayde , entró en la villa , ó acordó de bispo é al Marqués. E dixo á aquellos caballeros,
poner sitio sobre la fortaleza , é puso sus estanzas que no se retraería ni alzaría el sitio : porque él te
contra ella de dentro de la villa é por defuera. El nia confianza en Dios , y en la Virgen gloriosa su
Alcayde púsose en defensa quanto pudo , é con la madre, y en el Apóstol Santiago, que le ayudarían
gente que con él estaba facia gran daño en las es- á sostener aquello que con derecho ó intención bue
tanzas del Maestre , porque los habia puesto muy na habia comenzado proseguir en servicio de Dios
cercanas á la fortaleza. Este cerco duró por espacio é del Rey é de la Reyna, y en utilidad é conserva
de dos meses , en los quales ovo grandes fechos de ción de las cosos de aquella su Orden. E fizo luego
armas ; porque aquel Alcayde era home esforzado, é fortificar las estanzas, que por do dentro de lo villa
sabia bien en que tiempos , ó porque lugares habia tenia puestas contra la fortaleza, é guardar las
de salir ú dar en los que guardaban las estanzas, Al puertas é muros della, é barrearlas calles; é diputó
CRÓNÍCAS DE LOS REYES DE CASTILLA.
capitanes é gente en cada una para las guardar. El primero tenia de los esperar dentro en la villa ; é >
Arzobispo y el Marqués, no creyendo que el Maes dexadas sus ostanzas bien fornecidas, con toda la
tre de Santiago esperaría la fuerza de su gente , otra gente salió al campo , é juntóse con el capitán
quando sopieron que los esperaba é se ponía en de Don Hurtado , é ordenó sus batallas para ¿pelear
fensa , llegaron con sus gentes fasta la villa por la con el Arzobispo é con el Marqués. El Arzobispo y
parte de la fortaleza, é fícíeron apear mucha de el Marqués, apercebida é amonestada toda su gente
aquella gente de armas que traían. Los quales en la pusieron en orden de batalla . Esto ya era bien
traron en la fortaleza por parte de fuera; é ansí en cerca de la noche, la qual les impedia que no aco
trados, comenzaron á salir á pelear con los de las metiesen los unos á los otros : porque cada uno se
ostanzas que estaban puestas contra la fortaleza por fortificó, é puso en lugares los mas seguros que pudo
do dentro de la villa. La qual pelea duró desde la para tener ventaja al otro. E ansi estuvieron los
mañana fasta la noche, do cayeron muchos de la unos é los otros las lanzas en las manos , é dispues
la una parte éde la otra , en especial de los del Ar tos para la pelea, fasta la media noche, sin acome
zobispo ó del Marqués, por la dispusicion dolos lu ter los unos contra los otros. El Arzobispo y el Mar
gares, que ayudaba mucho á los del Maestre á de qués, considerando que no podian entrar en la for
fender la entrada do la villa por las cavas é defen taleza sin pelear, é que de la pelea geles podía se
sas que tenian fochas. Lo qual visto por el Arzobis guir gran daño por la gente del Duque del Infan
po é por el Marqués, é conociendo que no podian tadgo que habia recrecido en ayuda del Maestre, ni
entrar en la villa, aunque muriesen muchos de los menos podian proveer la fortaleza de los manteni
suyos, retraxéronse á la fortaleza, é dexaron de pe mientos que traían, é otrosí, considerando quo sus
lear por aquellas partos, por las quales la entrada gentes ó caballos estaban fatigados de los dios é no
en la villa veian que les era peligrosa. E porque no ches pasadas , recelando ser vencidos, si venido el
habían traído viandas para la bastecer , pensando (liu el Maestre é Don Hurtado los acometiesen, acor
que el Maestro no esperaba en el sitio, acordaron de daron do volver á un castillo que estaba ceroa que
sacar la gente que estaba enferma en la fortaleza, se llamaba Castil de Acuña , que era do Lope Váz
ó los que no eran para pelear, é dexaronen ella otra quez hermano del Arzobispo. E como el Maostre vido
gente, la mejor que fallaron parala defender. E que el Arzobispo y el Marqués volvían las espaldas,
partieron de allí, con propósito de tornar luego á la mandó algunos caballeros que fuesen empos dellos;
bastecer de los mantenimientos que fuesen necesa los quales les fícíeron algún daño on el fardage, é
rios, é para traer algunos pertrechos é artillería, que fícieran mas salvo por ser de noche, é tan escura
derribasen aquellas estanzas que les impedían la que no podian mas soguirlos sin rocebir daño. Otro
pasada dosdo la fortaleza a la villa. E la ira quo díu por la mañana, visto por ol Arzobispo ó por ol
concibieron contra el Maestro, por no haber conse Marqués, que no podian socorrer la fortaleza ni la
guido el efeto que deseaban, é porque dexaban la bastecer, acordaron de volver para Alcalá. El Al-
fortaleza menguada de mantenimientos, les fizo po cayde conociendo que no le podian socorrer, ni te
ner presta diligencia para volver luego á la proveer; nía mantenimientos para se sostener, sin procurar
y en espacio de veinte dias tornaron con la gente ni recebir interese de los que el Maestre le ofrecía,
que tenian , é con toda la mas que podieron haber( acordó de entregar la fortaleza , solamente con par
con intención do combatir los estanzos y entrar en tido de la vida suya é do los que con él estaban , é
la villa. Lo qual sabido por ol Duque del Infantad- los bienes quo tenían en la fortaleza, y el Maestre
go, que estaba en el sitio que tenia puesto sobre el gelo otorgó.
alcázar de Madrid ; considerando quo con las gen-
tos ó portrechos quo ol Arzobispo y ol Marqués lle CAPÍTULO LVI.
vaban, podian desbaratar al Maestre, de lo qual se
seguía deservicio grando al Bey ó á la lieyna, é á él Coma el Rey de Portugal fué 1 »u Reyno , é den de partid para el
Rcyno de Francia.
podría venir gran daño on el cargo que tenia, si en
aquella faciendo el Arzobispo y el Marqués queda El Rey de Portogsl, vista la poca ayuda que fa
sen victoriosos ; acordó de embiar á Don Hurtado lló en el Arzobispo de Toledo , y en el Duquo de
de Mendoza su hermano , con gente do caballo é de Plosencia, y en el Marqués de Villoría , y en otros
pié en ayuda del Maestre, porque no recibiese dallo caballeros Castellanos que le habian metido en Cas
en aquella necesidad. Este capitán Don Hurtado, tilla , é como las cosas no le sucedieron según él
como sopo que el Arzobispo y el Marqués eran pensaba y ellos le habian prometido ; é porque
partidos de Alcalá, luego partió de Madrid con gen aquel Juan de Ulloa que habia entregado la cibdad
te para los resistir. T en llegando el Arzobispo y el de Toro era muerto, el qual murió súpitamente,
Marqués quauto dos leguas déla villa de Uclee, lle acordó de dexar en guarda de la cibdad de Toro al
gó Don Hurtado cerca de aquel lugar, é puso toda Conde de Marialva, ó ansimesmo poner alguna gen
su gente entre la fortaleza é los contrarios para les te en las fortalezas que por él estaban, para que fi-
impedir la entrada , y embió á facer saber al Maes ciesen guerra on los lugares de la comarca. Y él
tre su venida. Como el Maestre sopo de la gente partió de aquella cibdad para su Reyno de Porto-
que el Duque del Infantadgo embiaba en su fa gal, é llevó en su poder é Doña Juana su sobrina; é
vor, tomó grand esfuerzo , é mudó' el consejo que luego como fué en su Reyno , pensando que seria
DON FERNANDO É DOÑA ISABEL. 309 .
gran mengua ai dexase la empresa do Castilla que El qual por sus monsageros le embió á decir que
habia comenzado, para la qual no tenia aquella fa bien sabia quanto los Royes eran obligados de se
cultad de gente ni de dinero que era necesaria, te ayudar unos á otros, en especial para que sus sub-
niendo Ansimeemo gran confianza en las promesas cesores heredasen sus reynos pacificamente, de ma
é juramentos que el Bey de Francia le habia fecho nera que ninguno tiránicamente gelos ocupase. É
para haber los Keynoa de Castilla, acordó de ir on que si esta general obligación ligaba á él como
persona á él. É mandó aparejar algunas naos , é á rey, también le obligaba como á principe virtuoso,
fornecerlas de pertrechos é bastimentos, é de las de quien tantos fechos notables por el mundo se
otros cosas necesarias para el navegar ; ó fué para predicaban; ó.mayormento lo obligaba el amistad
el Reyno de Francia, con ciertos caballeros é oficia é confederación que con él tenia, como con Rey de
les de su casa en número de docientas personas. E Castilla. É que sabia bien, que el Rey Don Enrique
desembarcó en la Provenza en un puerto que se dexó por su fija legítima é subcesora de los Reynos
dice Marsella , é de allí fué por tierra del Rey do do Castilla é do León á la Reyna Doña Juana su
Francia fasta la villa de Torres (1) en Torayna. Sa sobrina, á quien él tomaba por inuger, la qual ha
bido por el Rey de Francia en como el Rey de Por bia seydo jurada en concordia por heredera de
tugal era venido, luego mandó á ciertos caballeros aquellos Reynos, después de los dias de su padre; é
de su casa, que faesen á él á lo acompañar é servir; que el Rey Don Fernando de Sicilia, é la Reyna
é que le dixeson que le placia do su venida , ó lo Doña Isabel su mtiger, los tenían ocupados é usur
rogaba que estoviese en aquella villa reposando del pados, intitulándose Rey é Reyna dellos sin tener-
trabajo de su camino, fasta que le viniese á veré para ello título ni derecho alguno. E que si á esta
fablar. Dende á pocos días vino ol Rey de Francia tan grand injusticia se diese lugar, ¿cuál heredero
á aquella villa do Torres, ó mandó á los cabal loros Boria seguro do la herencia de su podro? en especial
que embió acompañar al Rey de Portogal, que cuan de la subcesion de los reynos , donde los hermanos
do fuese á su posada á le ver, no le consintiesen sa menores tomarían osadía do usurpar los reynos á los
lir de la cámara do estaba para lo facor ninguna co- legítimos ú verdaderos subcesores : do 'que Dios se
rimonia. E como el Rey de Portogal sopo que el ria deservido, y en las tierras se siguirian grandes
Rey de Francia venia á le ver, quiso salir ó lere- divisiones é derramamientos de sangre. Represen
cebir, é aquellos caballeros Franceses quo con él táronlo ansimeemo la enemiga que el Rey é la Rey
estaban, no gelo consintieron; pero no pudieron na tenían con él por causa del Condado de Ruise-
sus palabras tanto resistirle , que no saliese fasta llon ; é que si les consintiese haber pacíficos los
la puorta de su cámara , é allí se vieron é abraza Reynos de Castilla con Iob Roynos de Aragón é de
ron. E después de las primeras salutaciones, el Roy Cataluña, é de Valencia, que esperaban heredar, se
de Portogal le dixo : Señor, todo» mis trabajo» reputo rian muy poderosos, é que ligarían en amistad con
á gran prosperidad, pues fueron causa que viese la ol Rey de Ingalaterra, é farian guerra á sus Reynos
presencia vuestra , que era el deseo mayor que jamas de Francia por muchas partes, ansí por cobrar el
tove. El Rey de Francia le respondió : Que él ansi- Condado de RuÍBellon quo les tenia ocupado , como
mesmo daba gracias á Dios, é se reputaba por el Rey por se vengar de la guerra que les habia mandado
mas bienaventurado del mundo, porque veia al Prin facer en la provincia de Guipúzcoa y en especial en
cipe mas noble e virtuoso que habia en la christiandad. la villa de Fuenterrabía. Por ende le rogaba é le
E dichas aquellas palabras por el uno é por el otro, requoria por el amistad é confederación que con él
el Rey do Francia le fizo grandes ofrecimientos y el tenia, que le diese socorro é ayudo de gente para re
Rey de Portogal gelos regradeció mucho ; é de allí cobrar los Reynos de Castilla ; en los quales decia
se partieron, el Rey do Francia para su posada, ó que él tenia gran parte de caballeros é perlados
no consintió que el Rey de Portogal lo ficiese nin principales de aquellos reynos , é algunas cibdades
guna cerimonia , ni saliese con él de su cámara. é fortalezas que estaban por él , é otras muchas que
se reducirían á su servicio o obediencia, si le viesen,
CAPITULO LVII. como le esperaban ver, tornando al reyno con gran
De las cosas que pasaron entre el Hcy de Francia y el Rey podor de gente.
de Portogal. Como esta demanda que se facia por parte del
Fecho aquel recebimiento, é pasados algunos Rey do Portogal, era de grand importancia, quiso
dias, el Rey de Francia partió de la villa do Torros, primero ol Roy de Francia deliberar sobro olla al
é fué á la cibdad do Paris, por dar órdon en la guer gunos dias. É al fin respondió que él estaba impe
ra que tenia cerca de aquellas comarcas con el Du dido por estonces en las guerras que tenia con el
que de Borgofia. El Rey de Portogal fué ansimes- Duque de Borgofia, y en las quo esperaba haber
mo para Paris (2), donde ol Rey do Francia estaba. con el Rey de Ingalaterra; en las quales, éansimes-
mo con la gente de armas que por le ayudar tenia
(1) Tours, ciudad Arzobispal en Torena y capital de aquella puesta en Bayona contra la provincia de Guipúzcoa,
provincia. tenia ocupados muobos de sus caballeros ; é que él
(i) l.a Crdniea de Luis XI, llamada Escandalosa, solíala la en
trada del Rey de Portogal en París Sábado 23 de Noviembre de estaba en propósito do le ayudar , é dar gente con
1476, y describe con particularidad las ceremonias con que fué que pudiese conseguir el efeto de su conquista. Pe
recibido. Lenglet, Tom. 11 des Uemoir. de Comin., p. 13S. ro que le parecía para mejor fundamento de su de
310 CRÓNICAS DE LOS REYES DE CASTILLA.
manda, que ante todas cosas él se debía casar con Rey de Portogal ansimesmo gratificar al Rey de
su sobrina ; porque ante de ser casado con olla, no Francia, ó ofrecióse de ir al Duque do Borgoña su
se podría intitular Rey de Castilla , ni él era obli primo, con quien tenia guerra, para le reconciliar
gado do lo ayudar como su amigo é confederado, con él é quitar de entre ellos toda materia de dis
fasta quo justa ó legítimamente oviese título de cordia, porque ol Rey do Francia estoviese mas li
Rey de aquel Reyno. É pues el casamionto con su bro para le ayudar en su conquista. É luego el Rey
sobrina no se podia facer sin haber primero dispen de Portogal fué para el Ducado de Lorena, que es
sación del Papa , esta se debía proourar ante todas en los confines de Alemana , donde el Duque do
cosas: la qual habida, y él legítimamente casado Borgafia estaba faciendo guerra al Duque de aque
con ella, estonces podria con derecho intitularse lla tierra de Lorena. É fabló con él cerca de los de
Rey de Castilla, é como Rey de aquellos Reynos bates que tenia con el Rey de Francia, para dar me
hermano é confederado suyo, le podria é con razón dio alguno de concordia entre ellos. É después que
le debria ayudar. se despidió del é tornando para el Rey de Francia,
Esta respuesta habida, como quiera quo el Roy casi á una jornada do dondo so había partido, ovo
de Portogal conoció que era forma de dilación, por nueva como lo habían muerto en una batalla que
que según los ofrecimientos por palabra ó obliga ovo con aquel Duque de Lorena. Sabida por el Rey
ciones que tenia por escripto del Rey do Francia, de Portogal aquella nuova, continó su camino para
pensaba que luego le diera gente para venir en Es- la cibdad de París, do estaba el Rey de Francia. El
palia ; pero porque al no pudo facer , le replicó , que qual luego que sopo la muerte del Duque de Bor
él decía muy bien, é quo se debia ansí facer, é para goña, aderezó su exército, é lo embió por tres partes
lo poner luego en obra , por parte del un Rey é del á tomar el Ducado de Borgoña que decía pertene-
otro, fueron embiados embaxadores á Roma. Los cerle, porquanto el Duque murió sin dexar fijo va-
quales propusieron su embaxada ante el Santo Pa ron legítimo que lo debiese heredar ; é por aquella
dre, é le suplicaron que lo ploguiese dispensar con causa decía el Rey, que el Ducado de Borgoña tor
el Rey de Portogal , para quo pudiese casar con naba á la corona real de Francia. Veyéndose el Rey
aquella Doña Juana su sobrina. Esta embazada sa do Francia ocupado en tomar esto Ducado de Bor
bida en corto Romana, ovo alguna alteración entro goña, dilató el ayuda que le pedia el Rey de Porto-
los de la nación Francesa ó Portoguesa do la una gal ; ó decíalo que so viniese para España, c que so
parte , ó los do España de la otra ; é fué mucho re cososo con su sobrina por virtud do la dispensación
pugnada é contradicha por los embaxadores del quo tenia ; porque casado con ella, estonces como á
Rey é de la Royna que estaban en Roma. En espe Rey do Costilla lo podia ayudar, lo quo no po
cial por un Datario del Papa, que so llamaba Don dia facor justamonto no soyendo con ella ca
Francisco Obispo do Coria, Maestro en santa Teolo sado.
gía, gran letrado é natural de la cibdad de Toledo: El Rey de Portogal (1) que esperaba ser grande
el qual puso conclusiones en Roma , por las quales mente ayudado del Roy do Francia, y osperaba an
se ofreció á defender, que no se debia conceder simesmo volver á Castilla con gran número de
aquella dispensación, por los escándalos é muertes Francesos, vista aquella respuesta del Rey de Fran
que della evidentemente se signian , é por el dere cia, muy lexana del pensamiento que le había mo
cho claro que la Reyna tenia al Reyno. Este Obis vido á venir en persona á él, cayó en tan gran cui
po Datario, con los otros embaxadores del Rey ó do dado, que pensó apartarse del mundo en alguna re
la Reyna, impidieron por estonces que no se diese la ligión. É poniendo este su pensamiento en obra,
dispensación. Pero porque el Papa estaba en nece despidió los suyos para qno volviesen ¿ Portogal,
sidad del Rey de Francia, é le quiso por estonces con los quales escribió al Príncipe su fijo, quo su
gratificar ; é ansimesmo porque algunos cardenales propósito era de se apartar dol mundo y entrar en
é otros oficiales que estaban cerca del Papa , eran religión : por onde quo tomase la gobernación del
quexosos del Rey de Aragón, padre del Rey, por Reyno, é se intitulase Rey de Portogal. Y él bo
causa de la posesión do algunas dignidades que leu apartó en un lugar con dos servidores suyos á quien
impedía en sus Reynos de que eran proveídos, por descubrió su propósito. Algunos decían quo su in
que las provisiones habían soydo fechas por el Pa tención era de so meter en religión en el santo se
pa contrarias á su suplicación ; estos, en lo secreto, pulcro do Hiorusalem. Sabido esto por algunos ca
dieron á entender al Papa , que debía dar aquella balleros é otros oficiales sus criados que habían ve-
dispensación. El Papa, por información é consejo
destos que tenían lugar cerca del, la concedió no (1) Felipe de Cominos, que se hallaba ú esta sazón en Francia y
nombrando persona alguna, salvo dispensando con fué uno do los Diputados para los tratos de ambos Reyes, dice
aquella Doña Juana , quo pudiese casar con qual- que el do Portugal, viondo que se ponían dilaciones a su preten
quier debdo suyo dentro del quarto grado. Esta dis sión , llegó a leuicr que el de Francia queria prcndorlc y entre
garle a su enemigo el de Castilla, y se huyó de Francia disfraiado,
pensación fué dada en Roma tan secretamente, quo tomando el camino de liorna para ponerse religioso. Conociéron
ninguno sopo della, salvo dos ó tres á qnien fué re le en Norraandla, y el Hoy deFrancia, noticioso del necho.le
velado é mandado por el Papa so pena de escomu- niandd conducir i su Itcyno con navios de su nación. Los llisto-
i ¡adores Portugueses callan este viage 4 Francia y su salida, y
nion que no lo descubriesen fasta que fueso traída aun se arrogan la victoria do la batalla de Toro. Comin., Vcmoi'r.,
al Rey de Francia é al Rey de Portogal. Quiso el Ui. Y, cap. 7. Faria, llul. de Por/., P. III, cap. 13.
DON FERNANDO É DOÑA ISABEL. 311
nido con él , fuéronle á buscar , é falláronlo en un el Conde , viBto que muchos de sus criados, é de las
lugar de Francia, del qual quería ya partir para se otras gentes que con ellos estaban en aquella fa-
guir su camino de Hierusalom. E fablaron con él 6 cienda eran muertos é feridos , é quanto mas se es
reprobaron mucho aquel propósito que tomaba, on forzaban al combate , tanto mayor daño reoibian,
especial el Conde de Faro le dixo que aquella mu acordaron de se retraer, é se volver para Tordesi
danza tan grande que do su persona queria facer, llas. La Reyna veyondo que la cibdad de Toro no
mas seria reputada por todo el mundo á flaqueza se pudo tomar, mandó poner guarniciones de gen
que á devoción, por ser focha en tiempo que las co tes contra los que estaban en aquella cibdad ; los
sas no sucedían á su voluntad. É que todos los ho quales mandó que estoviesen en esta manera. A un
rnea, mayormente los Reyes, están obligados á los capitán que se llamaba Pedro de Velosco, con la
golpes de la fortuna ; los quales deben estar arma gente de su oapitanfa, mandó que ostoviose en Sant
dos con fuerza de ánimo para sofrir tan bien la Román de Ornija. Á Don Fadrique Manrique, con la
adversa como la próspera , é no deben mostrar fla gente de su capitanía, que estoviese en una aldea
queza por ningún infortunio que venga, el qual que se llama Pedrosa. Á Vasco de Bivero ó á Juan
muchas veces viene á los buenos por permisión do de Biedma , mandó que estoviesen en Becanes. Al
Dios para los enmendar, pero no para los desesperar, Obispo de Avila, ó á Alonso de Fonseca, mandó es
de tal manera , que si piorden los bienes y ol seño tar con su gente en Alahejos. Y ella quedó en Tor
río , piordan el corazón é buen entendimiento con desillas, 6 oon olla el Cardonal de España, y ol Al
que so cobran. É con estas razones , dándolo gran mirante, y el Condo do Bonavente, con toda la otro
des esperanzas de la fortuna que le seria favorable gento de la hueste.
en lo por venir, como le había scydo adversa en lo
presente ó pasado, le retraxeron do aquel propósi CAPÍTULO LIX.
to ; é consejáronlo , quo pues el Rey de Francia no Do las cosas qao pasaron en Scgovla , cuando Maldonado so tilt
respondía á su amistad según del esperaba , dobia con el alcizar.
venir para su Royno, donde recobrara mayores
fuerzas para conseguir el efeto do su empresa. El El Rey é la Reyna habían dexado todos ostos
Rey de Portogal condescendió á los ruogos é conse tiempos pasados á la Princesa Doña Isabel su fija
jos del Conde de Faro é de aquellos otros caballe en poder del Mayordomo Andrés de Cabrera, é de
ros suyos, que on esto lo consojaron ; y embióse á Doña Beatriz de Bovadilla su muger , que tenían
despedir del Rey de Francia, é vino por mar para por ellos la cibdad de Scgovia ó su alcázar; en el
su Reyno de Portogal. qual había estado por Alcayde puesto por el Mayor
domo un caballero que se llamaba Alonso Maldo
nado ; é después el Mayordomo quitóle la tenencia
CAPÍTULO LVIII. é puso por Alcayde á Mosen Pedro de Bobodilla su
Uc las cosas que pasaron en el ano de mil c qnatroclenlos é se suegro. Aquel Alonso Maldonado (1), veyéndose
tenta é siete años, o como la Reyna mandó poner guarniciones desapoderado de la tenencia del alcázar, sintiólo á
contra ia elbdad de Toro. gran mengua ; é pensó que en aquellos tiempos de
En el ano siguiente del Señor de mil é qnatro guerras é turbaciones qualquier hazaña había lugar
eientos é Betenta é siete años, entretanto que el Rey de cometer, é que podría salir con ella ; 6 imaginó
de Portogal estaba en Francia cntondiendo en las do tomar por alguna traycion el alcázar é la Prin
cosas que habernos recontado , porquo la Reyna quo cesa que estaba ende aposentada, á fin que le
estaba en Tordesillas, sopo que en Toro no había fuese fecho algún partido por parte del Rey é de la
mas de trescientos homes á caballo, que habían Reyna, ó por parto del Rey de Portogal. É ©orno
quedado en guarda de la cibdad con el Conde de tenia libertad de entrar quando quería en el alcá
Marialva, fué consejada por algunos caballeros, que zar, porque aquel Mosen Pedro que le tenia, no sos
debía embiar á combatir la cibdad por muchos lu pechaba del ninguna traycion, un dia que conoció
gares ; pensando que como tonia gran circuito, los estar en el alcázar pocos hombres, pidió licencia al
de dentro no podrían socorrer A todaB partes, é se Alcayde Mosen Pedro que le dexase sacar una pie
entraría á escala vista. La Reyna por oonsejo de dra grande que estaba en el alcázar , el qual gela
aquellos caballeros, embió gente de armas con el otorgó. É para gela ayudar á sacar, entraron con él
Almirante Don Alonso Enriqttez tio del Rey, é con quatro hombres con armas secretas, los quales lue
Don Rodrigo Alonso Pimentel Conde de Benaven- go en entrando mataron al portero que guardaba la
te, é comenzaron el combato un día por la mañana puerta , ó le tomaron las llaves é fueron para el Al-
al alba del dia. Los Portogueses quo estaban aper-
cebidos para la defensa, forneoieron los lugares por (1) Este soceso y la toma do Toro deben referirse al alio ante
do entendían ser combatidos do mucha gente , é de cedente, como apunta Gallndez en el sumario do este alio, y Col
los portrechos é defensas que les eran necesarias. Y menares, qno vid la cédula original dada con este motivo. Sucedió
en espacio de cinco horas que el combate duró, los lo de Scgovia en i de Agosto do 1476, y la Rcyni permaneció al!(
hasta 27 de Setiembre, qoc le llegó la noticia de la toma de Toro,
Castellanos recibieron tan gran daño de los Porto que había sido Jueves en la noche i 10 del propio mes. Gallm]. ,
gueses que no pudieron por ninguna de las partes tño H76. Colmenares, llisl. de Segopia, cap. 34, puf. «4. Zurita,
que combatían entrar en la cibdad. El Almirante y lii. 19, cap. 52 y 58. »
312 CRÓNICAS DE LOS REYES DE CASTILLA.
caydo Mosen Pedro é prendiéronle. Loa hombres de venia, embiaronle á suplicar dos cosas. La primera,
Mosen Pedro que estaban en el alcázar, como cono que no quisiese entrar en la cibdad por la puerta de
cieron la traycion de aquel Maldonado, é veyendo á Sant Juan que tenia el Mayordomo Andrea de Ca
su señor preso, pensando que era mas número de brera, salvo por una de las puertas que el pueblo
gente oon él en la traycion , no les vino en aquel había tomado. La otra suplicación fué, que le plu
momento otro consejo , salvo ir luego á una torre guiese mandar al Conde de Benavente é á Doña
donde estaba la Princesa, é apoderáronse della con Beatriz de Bovadilla, muger del Mayordomo, que
propósito de la defender fasta que fuesen socorri no entrasen con ella en la cibdad, porque el Conde
dos. Aquel Maldonado como tenia preso al Alcay- era grande amigo del Mayordomo é de su muger, é
de, fué luego con él para aquella torre do estaba la por esta razón era muy sospechoso al pueblo. El
Princesa por se apoderar della, é no lo pudo facer qual estaba tan alterado y escandalizado, que si otra
por la resistancia que ficieron los hornea del Alcay- cosa la Reyna ficiese, podría seguírsele gran deser
de, que se habian della apoderado. El Maldonado, vicio : especialmente porque de la mayor parte del
vista la resistencia qué loa del Alcayde facian, co alcázar estaban apoderados aquellos cibdadanos que
metió de matar al Aloayde , á fin de que los suyos se habian juntado con el pueblo ; é que todos los
le entregasen la torre. Los hornea que dentro esta mas de loa caballeros é principales della estaban
ban, con grand osadía defendieron aquella torre do idiosos al Mayordomo ó á su muger. E con estas
estaba la Princesa , no faciendo mención alguna de razones, los que iban por parte de la cibdad á la
la vida del Alcayde. Visto por aquel Maldonado Reyna, le ponían grandes temores é le consejaban
que no podia haber la torre do estaba la Princesa, que debia tener grato al pueblo é complir sus peti
apoderóse de lo otro que pudo en el alcázar. Esta ciones, á fin quo no oviesen lugar do errar contra
voz fué luego por toda la cibdad, é todos los caba bu servicio ; porque si una vez orrasen, el miedo de
lleroso cibdadanos se pusieron en armas, é vinieron la pena los faria perseverar en el yerro. E con estas
para el alcázar en gran número. Aquel Maldonado razones que decían á la Reyna, se trabajaban de la
como se vido con tan poca gente , porque no tenia indinar contra el Mayordomo é contra su muger,
sino solos quatro bornes, é pensó que no podia guar para que le quitase el alcázar, é las puertas , y el
dar el alcázar con ellos, tomó seguridad de algunos cargo que tenia de la justicia de la cibdad ; porque
de la cibdad, en ospecial de uno que se llamaba Juan constreñida por la nocesidad que tenia presente,
de la Hoz, é de otro que se llamaba Juan del Rio, ó dioso ol cargo do todo ello á aquellos principales do
de Fernando del Rio su hermano , que eran vecinos la cibdad, quo traían ol pueblo á lo quo queriau. La
de la cibdad, é de otros algunos que tenían gran pa Reyna que conoció bien el engaño que aquellos
rentela en ella, é dezólos entrar dentro oon sus gen principales facian , para conseguir con voz dol pue
tes. Los quales se apoderaron de todo lo mas que blo lo que á ellos coinplia, respondióles ansí : « Decid
pudieron del alcázar, pero no pudieron apoderarse » vosotros á esos caballeros é cibdadanos de Sego-
de la torre, ni de la parte donde estaba la Princesa, » via, que yo soy Reyna de Castilla, y esta cibdad
porque aquellos hornea de Mosen Pedro que la ha » es mia, é me la dexó el Roy mi padre ; é para en-
bian tomado, la defendían. É ansi estovo en este es » trar en lo mió no son menester leyes ni condicio-
cándalo la cibdad é la fortaleza por espacio de un » nes algunas, de las que ellos me pusieren. Yo en-
día. É luego el Obispo do aquella cibdad , que se lla » traré, díxo la Reyna, en la cibdad por la puerta que
maba Don Juan Arias, que estaba fuera della por u quisiere ; y entrará comigo el Conde de Benaven-
los debates que tenia con el Mayordomo Andrés de ii te, é todos los otros que entendiere ser complidero
Cabrera, entró en la cibdad ; é juntáronse oon él to »á mi servicio. Decidlos ansimesmo, que vengan
dos los caballeros , é la mayor parte dol pueblo ; á «todos á in I, é fagan lo que yo les mandare, como
los quales traía el Obispo á su opinión contra el Ma u leales subditos, ó so dexen de facer alborotos y os-
yordomo é contra los que eran de su parte, dándoles » cándalos en mi cibdad, porque dolió geles puede
á entender que no era cosa de sofrir el mando ni la n seguir daño en sus personas é bienes.» E respon
administración de la justicia, ó las otras opresiones diendo esto, entró en la cibdad, é con ella el Carde
que el Mayordomo é sus oficiales facian. É luego el nal y ol Conde de Benavente, é luego fué para el
pueblo, que quando está alborotado, ligeramente es alcázar. La gente que había dentro estaba partida
traído á facer insultoB , en especial con el favor que en dos partes : en la una estaba la Princesa con los
fallaban en el Obispo, combatieron las puertas do homes de aquel Mosen Pedro de Bobadilla, é otros
la cibdad, en especial la puerta de Sant Martin é la algunos, que á la hora se mostraron de la parte del
puerta de Santiago que tenian los del Mayordomo, Mayordomo, que defendían aquella parte; y en la
é luego las tomaron. Otra puerta que se dice de Sant otra estaban aquellos cibdadanos que habernos di
Juan, no la pudieron tomar, porque era mas fuerte, cho que se apoderaron de cierta parte del alcázar.
y estaba mejor proveída de defensas. Y entre los unos é los otros había tan gran confu
Esto sabido por la Reyna que estaba en TordoBi- sión y escándalo, quo no había lugar para lo pacifi
llas, luego á la hora cabalgó, é con ella el Cardenal car : porque la furia que ala hora tenian, les priva
de España y el Conde de Benavente, é vino á Sego- ba el entendimiento para obedecer á la Reyna como
via. E como fué cerca de la cibdad , é Be sopo por debían. El Cardenal é los otros que la acompañaban,
el Obispo é por los caballeros della que la Reyna estaban puestos en gran turbación, é no sabían que
DON FERNANDO É DOÑA ISABEL. 313
remedio dar para que aquel escándalo fuese pacifi los otros, ovo lugar de fuir. Esto fecho, dentro de
cado. Estando las cosas en este estado, por parte del media hora quedaron libres las torres é muros de la
Obispo é de aquellos otros ciudadanos, fué movido fortaleza , de aquellos que las tenian. E la Reyna
todo el pueblo, dándoles á entender que á la Reyna mandó á Gonzalo Chacón , su criado é Contador
placía quo todos á una voz se juntasen á le suplicar mayor, que venia con ella, que se apoderase de todo
que quitase al Mayordomo la tenencia del alcázar el alcázar. Visto por los del pueblo como el alcázar
t é las puertas é la justioia de la cibdad, ó lo diese á quedaba en poder de la Reyna, é fuera del todos
hornee cibdadanoa é naturales dolía, que lo guarda los del Mayordomo, fueron muy contentos ; e la
sen para su servicio mejor que el Mayordomo ni los Royna , acompañada de toda aquella gente del co
suyos lo habian fecho. E con esta demanda venia mún, salió del alóázar é vino á su palacio, que es
toda la multitud del pueblo, los qualea llegaron á cerca de la Iglesia de Sant Martin. E con esta for
la puerta del alcázar, demandando que les abriesen. ma que la Reyna sopo tener, pacificó aquel escán
E partidos en partes, los unos con furia decían: dalo, é ni el Obispo ni los otros cibdadanos que in
c Combatamos las torres 6 pongamos á espada todos ducían al pueblo, consiguieron el efeto do lo que
ílos del Mayordomo»; los otros tomaban consejos pensaban. Como la Reyna vino á su palacio, dixo á
varios é malos. El Cardenal y el Conde de Benaven- toda la gente que vonia con ella, que estaba de pro
te, é los caballeros é capitanes que estaban con la pósito de guardar á los vecinos de aquella cibdad
Roy na, le dixeron : ((Sonora, si dais lugar que algu- sus personas é bienes , de manera que cada uno vi
» nos de los que allí vienen entren en el alcázar, de viese seguramente en lo suyo, é no recibióse agra
» creer os que cometan algún grand insulto en vues- vio del Mayordomo ni de sus oficiales. Por ende, que
t tro deservicio, é mal de todos los quo aquí esta- todos fuesen á sus casas é á sus labores, é se pacifi
nmos, porque vienon mas armados de furia quo de casen, ó no ficiesen mas yuntamientos ni alboro
» razón. Por ende, mandad que se guarden las puer tos, é diputasen tres ó quatro dellos, que viniesen
il tas, porque ninguno dellos pueda entrar.» Oidas á le recontar los agravios quo recibian , y ella los
estas palabras por la Reyna, 6 conocida la turba remediaria como complia á su servicio é bien de
ción de aquellos que con ella estaban, luego se le todos. Todo aquel pueblo con estas razones se pa
vantó, é dixo al Cardenal é al Conde é á los otros cificó, é otro dia diputaron ciertas personas, que vi- .
caballeros, qne no se apartasen de aquel lugar do los nieron ante la Reyna á le decir, que el Mayordomo
dexaba. Y ella fué para el patin dol alcázar, é con é sus lugartenientes facían algunas sinrazones, ro
tra el parecer de aquollos caballeros quo con ella es bos é fuerzas, ó otras injurias, de las quales algunas
taban, mandó que abriesen las puortas para quo en recontaron particularmente E la Reyna mandó fa
trasen todos quantos pudiesen entrar. E luego fué cer inquisición con gran diligencia sobre todas las
un mensagero quo les dixo : « Amigos, la Royna querellas que so dieron del Mayordomo é de los su
» manda que todos entréis quantos aquí venis.» E yos ; é porque el Mayordomo no so falló en culpa,
abiertas las puertas, entraron todos quantos pudie é si alguna habiaera bien pequeña, é no cometida
ron caber dentro ; é la Royna allí con ellos, les dixo por él, salvo por sus oficiales ; la Reyna mandó lue
ansí : « Decid agora vosotros mis vasallos é servido- go restituirle la tenencia del alcázar é las puertas
» res lo que queréis, porque lo que á vosotros viene de la cibdad ; porque conoció bien aquel escándalo
«bien, aquello es mi servicio é me place que so faga, ser fecho por inducimiento de algunos caballeros é
» pues es bien común de toda la cibdad.» Aquella cibdadanos principales de la cibdad, que alborota
gente, oidas las palabras de la Reyna dichas á su ron el pueblo á fin que la tenencia del alcázar se
voluntad, luego se aplacó é mitigó la furia con que quitase al Mayordomo é se diese á ellos.
venían; é fabló uno dellos, é dixo : «Sonora, lo pa
lmero que este pueblo suplica á Vuestra Alteza es, CAPÍTULO LX.
» quo el Mayordomo Andrés do Cabrera no tenga la
d tenencia desto alcázar.» E como procedía á otras De ll reconciliación que flcieron con I* Reyna el Arzobispo
de Toledo y el Marqués de Vilicna.
demandas, la Reyna le impidió que no dixese mas,
é dlxolos : « Eso que queréis vosotros, quiero yo ; Los fechos del Arzobispo do Toledo é del Mar
» por ende subid luego á esas torres, é á esos muros, qués de Villena , ansí por las cosas pasadas, como
i ó no dexeis ende persona alguna del Mayordomo, por la toma que el Maestre Don Rodrigo Manrique
» ni desotros que me tienen ocupado este alcázar ; el fizo de la villa é castillo de Uclee, iban en perdi
• qual quiero yo tenor é confiarlo de un mi criado, ción ; é pensaron do se reparar, reduciéndose al sor-
» que guarde la lealtad que debe á mi , é á la honra vicio del Rey é do la Reyna. E con la confianza
» do todos vosotros.» Oidas por aquol común estas cierta que tenían en la intercesión que por olios fa-
palabras, luego á gran priesa, como vulgo favoreci ria el Rey do Aragón, padre del Rey, acordaron de
do de su Rey, subieron á las torrres é al muro, di embiar algunos religiosos de la Orden de Sant
ciendo á grandes voces : Viva la Reyna. Y echaron Francisco & la Reyna, que estaba en Sogovia; los
á quantos fallaron apoderados dolías, ansí de la par quales le suplicaron , que oviese memoria . de los
te del Mayordomo, como de los otros cibdadanoa servicios que el Arzobispo habia fecho al Rey é á
que las habian tomado. E aquel Maldonado que fizo ella en los tiempos pasados, é olvidase los deservi
aquella traycion, con la turbación de los unos é de cios que habia fecho en los presentes, é que le pío
314 CRÓNICAS DE LOS BEYES DE CASTILLA.
guíese perdonará él é al Marqués de Villcna, é re de la Asia, después que ovo tomado la cibdad de
ducirlos á su servicio, é apartar de si el enojo que Constantinopla, é Pera, é Cafa, é otras cibdades, é
ilellos había ; porque tanto mayor so mostraba la villas á provincias de christianos, en las quales fizo
grandeza é magnanimidad, de los Hoyes, quanto de grandes robos é quemas é otras muchas crueldades,
mayor graveza era él yerro que perdonaban á los tomó ansimesmo una cibdad de Venecianos que se
que con obediencia venían á pedir perdón. El Bey llama Nigroponte, lugar muy fuerte y on tal sitio
de Aragón ansimesmo intervino cu esta reconcilia asentado, que era paso muy dispuesto para entrar .
ción, é muchas veces insistió con el Bey su fijo é en la tierra de Italia, on especial en las tierras de
con la Beyna, que los perdonase. E como quier que Venecia, y en la cibdad de Bodas; en las quales
los yerros que cometieron habían scydo grandes é tierras los capitanes de aquel Turco facían cruel
la Beyna conoció que la necesidad é no la voluntad guerra, é mataban é llevaban christianos captivos
constreñía al Arzobispo a facer esta suplicación, en gran número. E tanto so estendió su señorío en
pero por complacer al Bey do Aragón , su suegro, aquellas partes, quo la cibdad de Venecia, no po
cuyos ruegos no le parecía cosa honesta contradecir, diendo defenderse do los males que continamente
considerando ansimesmo las grandes humillaciones sofrían do los turcos , embiaron á notificar al Papa
que de parte del Arzobispo le ficieron aquellos Re ó á todos los Principes de la christiandad las guer
ligiosos, perdonó al Arzobispo, ó perdonó ansimes ras que de los turcos recibían , las fuerzas de los
mo al Marqués de Villana; ó mandó desembargar quales eran tanto grandes, que ellos no las podían
algunos bienes é maravedís de juro que tenían en resistir sin alguna ayuda que les fuese dada. Por
sus libros. Y el Marqués fizo entregar á la Beyna el ondo, que les requerían como á fieles christianos, lea
alcázar de Madrid, que estaba cercado por el Duquo pluguiese ombiar sus gentes para resistir aquella
del Infantazgo, según lo habernos recontado. E an- gente bárbara, la qual tanto mas crecía en crueldad,
BÍmesmo so concordó con él, que entregase la forta quanto mas les daban lugar de estender su señorío.
leza de Trogillo en tercería á Gonzalo de Avila, Y en esta amonestación insistieron los Venecianos
Señor de Villatoro, para quo la tovieso fasta ser por muchas veces, pensando ser ayudados de algu
cumplidas ciertas cosas que oon él se habían de nos Beyes de la christiandad. E como quier que al
complir. Desta fortaleza en los tiempos pasados gunos bornes singulares á susproprias expensas iban
había fecho grandes opresiones á la cibdad aquel por servicio do Dios é por la salvación de sus áni
Pedro de Baeza, á quien el Maestre Don Juan Pa mas á se juntar con los christianos que guerreaban
checo la encomendó al tiempo de su muerte. Ausi- á los turcos, pero por estonces ningún Príncipe ni
uicsino se concertó, que Lopo Vázquez do Acuña, Bey oinbió el ayuda que les era pedida ; algunos
hermano del Arzobispo, entregase á la Beyna la porque estaban impedidos en las guerras que tenían
cibdad de Huete é su castillo, de la qual é de su en bus comarcas, otros por impedimentos de guer
tierra el Bey Don Enrique le había fecho merced ras é necesidades que tenían dentro de sus Beynos,
por juro de heredad. E desta manera se fizo la re é otros faciendo poca mención de aquellas guerras,
conciliación del Arzobispo é del Marqués, los qualcs por ser muy lexanas de sus Beynos , do entendían
juraron de servir al Bey é á la Boyna como á sus que les no podrían empecer. E aun so decía , que
Beyes naturales, é de no se juntar con el Bey de aquellos Beyes é Príncipes que confinaban con loa
Portogal ni con otra persona en su deservicio. Es Venecianos, no les pesaba que perdiesen sub tierras
cribió ansimesmo el Arzobispo al Papa una letra, é señoríos, porque eran tanto grandes, quo sobrepu
faciéndolo saber las variedades que había fecho, é jaban en grandeza á todos los comarcanos. E por
opiniones contrarías unas do otras que habia tenido esta negligencia el Turco ovo lugar do estouder mas
corea do la subecsion do los Boynos de Castilla ; é su soñorío en la tierra do los christianos que era en
' confesaba haber errado gravemente en aquel jura su comarca.
mento que habia fecho al Bey de Portogal é aquella
Doña Juana su sobrina, y en los haber servido; é CAPÍTULO LXII.
que se habia reconciliado é reducido al servicio do
la Beyna, conociendo verdaderamente el derecho De como se falló la mina del oro.
de la subecsion en los Beynos de Castilla ser suyo : En aquellos tiempos, en las partes do Poniente,
é que ella usando con él de clemencia le habia per muy lexanaB de la tierra de España , podría sor en
donado. Lo qual le facia saber, porque era cosa número de mil leguas por mar, ee fallaron unas
justa de le dar razón de las cosas pasadas como á tierras do gente bárbara, hornea negros, que vivían
superior. desnudos y en chozas; los quales poseían mineros
grandos de oro muy fino, ó fallóse desta manera.
CAPÍTULO LXI. Una nao de un puerto de los de España con fortuna
De las cosas que en aquellos días facía el Turco. quo ovo, tiró por la mar adelante contra aquellas
En aquellos tiempos acaesció (1) quo el Turco, partes de Poniente, donde el viento forzoso la llevó
un gran Principe de los moros, señor de gran parto é paró en aquella tierra. La gente do aquella nao,
queriendo sabor donde estaban , ovieron noticia de
(II La toma de Ncgroponte por el Terco Mahomcl II fué en 19 aquella gente; la qual como vieron los bornes de la
de Hayo de 1471. Ucrgomcns, Suplan. Croiticar., Itb. 15. nao, vinieron á ellos desnudos, é con muchos peda
DON FERNANDO É DOÑA ISABEL. 315
zos de oro en las manos para trocar por vestidos campos, é todos acudían á aquellos puertos á trocar
viejos é por otras cosos de poco valor, qae llevaban su oro. Esta negociación como era do gran ganan
en la nao. Los de aquella nao trocaron sus vestidos cia, fué usada de tantos navios de Castilla é de Por-
viejos é las otras cosas de sn nao qae podían esca togal que iban con las cosas que habernos dicho á
sar, por los pedazos de oro que aquellos bárbaros aquella tierra, quo aquellos bárbaros se avisaron
les daban. E habida gran suma do oro en aquella mas, é sopieron el precio de aquel su oro, é no lo
manera, volvieron para Espafia, ó notificaron espe daban ya con tanta liberalidad como lo daban á los
cialmente en aquellos puertos del Andalucía, lo que principios ; poro siempre habían gran ganancia los
habían fallado, é probaron ol oro quo traiau , é fa qao allá iban. No sabemos si esta tierra donde este
llaron ser fino. Esto sabido, algunas personas de oro se traia, fueso la tierra de Társis , 6 la tierra de
aquellos puertos fornecieron una caravela, é aven Ofir, de quo face mención la Sacro Escríptaro, en el
turáronse de ir aqnel viage. Los quales ansimosmo libro tercero de los Reyes, do donde traían al Rey
vinieron con macho oro trocado á vestidos viejos ó Salomón oro, para la obra del templo que labró.
á latón viejo é á cobre. Esta fama so estendió tanto Agora doxa la historia de foblar desta materia, ó
por aquellos puertos del Andaluoia, que todos tra torno á proceder en las cosas que acaecieron en
bajaban por ir á aquella tierra; ó acaeció haber do Castillo.
un viogo diez mil pesos do oro, quo ora cada peso
valor de dos florines do Aragón, en especial ol quo CAPÍTULO LXIII.
llevaba conchas de la mar muy grandes, aquol traia
por cada una veinte é treinta pesos do aquel oro ; é De como foé tomada la cibdad de Toro.
todos cargaban de aquellas conchas el que las podia Estando el Rey cu ol Reyno de Aragón , 6 la
haber ; las quales se habian en los puertos de las is Royno en Scgovia, do habia venido por los debates
las de Canaria, ó ana concha quo no era estimada y escándalos acaecidos en aquella cibdad, según
en precio ninguno, acaeció valer por aquella causa quo lo habernos recontado , vínole nueva en como
en la cibdad de Sevilla y on aquellos puertos del los capitones é caballeros quo había dexodo en los
Andalucía veinte reales de plata, por la gran reques- guarniciones contra la cibdad de Toro , habian en
ta que dellas habia para llevar á aquella tierra. trado en la cibdad y estaban apoderados dello ; é
Esto sabido por el Rey é por la Reyna, veyendo lo forma como se tomó fué esta. Un pastor que
la grond utilidad que en aquella faciendase habia, guardaba ovejas, quo se llamaba Bartolomé, natural
pusieron la mano on olio; é mandaron, que ningu do aquella ciudad de Toro , vino á Don Pedro de
no fueso á aquellas partes sin su licencia, porque de Fonseca Obispo de Avila , quo ora uno do los que
lo quo ondo so oviose, ellos recibiesen la quinta parte tenían cargo principal de aquellas guarniciones
quo los pertenecía como á señores de la tierra, do lo que la Reyna mandó asentar en circuito de Toro é
qnal so ficioron grandos derochos para su cámara. do Castronufio, ó dixo quo él sabia lugar ciorto por
La gente que iba á aquellas partes, escogían naos donde se podrió entrar la cibdad do nocho Bin peli
pequofias é caravolos, porque habia algunas rías por gro ninguno de los quo la entrasen, ó que él iría con
donde habian de entrar en aquella tierra. Lo que la gento que le diesen é mostraría por donde la en
llevaban é se demandaba por las gentes de aquellas trasen. El Obispo oida aquolla rozón, quísose infor
portes, eran ropas viejas traídas, que no toviesen mar del lugar que el pastor le dixo , é de la forma
pelo, é almireces de cobre, é candoleros de latón, é que se habia de tener en lo entrada. El pastor le
manillas de latón; y en especial llevaban do aque respondió que él guardaba continamente sus ove
llas conchas, que eran allá mucho demandadas. De jas, has quales traia en derredor de Toro, é qae ma
cíase que eran preciadas, porque en aquellas parti chas veces las llevaba entre el rio é la cibdad por
das caian muchos rayos del cielo, é creían aquellos lugares tanto ásperos é altos, que la mesma altura ó
bárbaros, que qualquier que traia una concha de los barrancos que habia por aquella parte, es la mo
aquellas era seguro do los rayoB. El tiempo que tar nición é fortaleza do la cibdad. E dixo, que en
daba una nao on ir á aquollas partes, era dos meses aquellos partes por su grond altura , no so ponían
6 tres, porque iban siempro abanando ; y en la ve guardas, ni se presumió que ninguno pudiese en
nida duraba sieto ú ocho meses. Ecomo so llegaban trar por aqnel lugar ; é que él guardando su ganado,
á aquellas partes y entraban en las rias, luego de nocho entraba en la cibdad por aquella parto mu
aquellas gentes bárbaras venían á ellos, cada ano chas veces ó nunca fué sentido. El Obispo que era
con el oro que tonia, é trocábanlo á las cosos quo natural do aquello cibdad, oida lo razón del pastor
llevaban. Muchos de los quo iban peligraban en el pareciólo cosa razonable , porque sabia bien aque
camino, porque la tierra es muy calurosa, é con el llos barrancos, é aquel lugar que el Pastor le decía ;
calor bebían mucha agua, ó comian do las frutas é aunque pensó ser cosa qne podría venir on efeto,
de aquollas islas que fallaban en ol camino ; poro el pero quísolo primero experimentar, porque le pa
que escapaba quedaba rico. Todos los que venian reció cosa muy diffeile la entrada de la gento por
de aquollas portes ó andaban en aquella negocia aquellos barrancos. Y embió una nocho dioz escu
ción, docian que quando algunas naos arribaban en deros hornos, naturalos de la cibdad, á aquel lugar
aquella tierra, luego las gontes delta se llamaban que decia el pastor, paro verlo ó tentar la entrado.
con vocinas anos á otros, porque moraban en los Los quales fueron con el pastor que los guiaba, é
316 CRÓNICAS DE LOS REYES DE CASTILLA
i
por aquellos lugares é barrancos áaporos de grado gran esfuerzo é de buen entendimiento, é conocida
en grado, subiendo el pastor delante, los puso den la simpleza del pastor, en la qual entendió que no
tro de la ciudad ; é vieron que ninguna de las guar podia haber mistura de maldad , les dixo : « Caba-
das estaba en aquellas partes, los quales tornaron á »lleros,si en las fazafias de caballería no oviese
salir por aquel mesmo lugar seguramente é díxe- «aventura, no habría honra; ó tanto ua mayor la
ron al Obispo lo que habían fecho , é certificáronle n honra del caballero , quanto mayor es el peligro
que muy ligeramente podia subir por aquel lugar »que comete. Bueno es, dixo, tener algún miedo que
la gente de armas y entrar en la cibdad , según que «nos faga haber memoria de Dios, porque alcemos
ellos habían entrado sin peligro. E porque aquellos b los ojos á él, para que nos ayude en nuestros fe-
que el Obispo embió eran humes de buen entendi nchos ; con la ayuda del qual yo dispongo subir es-
miento, dióles fe á ello. Y embió por Don Fadriquo »tas cuestas, siguiendo ol camino quo este pastor
Manrique, ó por Pedro de Velasco , ó por Vasco de » me mostrare, porque tengo creído que ni tiene do
Vivero, é por Pedro de Guzman, ó por Bornal Fran lí bladura en su oondicion, ni menos en este fecho
cés, é por Antonio de Fonseca capitanes de la gen »de quo nos ha avisado.» E luego Antonio de Fon-
te de las guarniciones que la Rey na habia dexado ; é seca subió el primero , en pos del subió Pedro de
comunicóles lo que el pastor le dízo, é como lo ha VoIrhco, é luego subió Vasco de Vivero, é toda la
bia experimentado con nquellos escuderos que em otra gento siguió á estos. Veyendo á sus capitanes
bió. Lo qual visto ovieron su consejo , que fuesen esforzados, cobraron ánimo, é llevando por guia á
fasta seiscientos escuderos á pie con aquel pastor é aquel pastor por aquellos barrancos é lugares áspe
con aquellos escuderos que habían primero tentado ros, subieron de grado en grado fasta que todos es
la entrada, é toda la otra gente fuese por defuera to vieron dentro en la cibdad, é no fueron sentidos,
de la cibdad , é se pusiesen á una puerta della ; ó porque en aquella parte estaba todo despoblado sin
que una parte do aquellos seiscientos escuderos, morador ninguno. Puestos en la oibdad , la mayor
que entrasen en la cibdad, polcasen con las guardas parte dellos fué á la plaza con grand ímpetu ; los
é rondas, é la otra parte fuese á aquella puerta á la otros fueron á abrir la puerta por do entrase toda
abrir, porque pudiesen entrar por ella toda la otra la gente que estaba aguardando por defuera para
gente. Este acuordo tomado por el Obispo é por entrar. Algunos Portogueses que andaban en la ron
aquellos capitanes, pusioronlo en obra, é aguardan da como sintieron la gonto de armas en la cibdad,
do una noche escura, fueron Don Fadriquo Man comenzaron á pelear oon ellos. La qual pelea duró
rique, é Pedro de Velasco, ó Antonio do Fonseca poco espacio, porque pensaron que los vecinos de la
con aquel pastor, é con aquellos otros escuderos que cibdad les babian dado entrada, é que toda la cib
habían ido primero. E puestos al pié de la subida, dad estaba contra ellos ; y esta sospecha los fizo
algunos escuderos dubdaban el fecho, ó ponían sos luego retraer á la fortaleza. E como vieron que toda
pechas é recelaban de subir, poniendo ínconvinien- la gente de las guardas habían entrado por la puer
tes, é dando á entender, que podia ser algún trato ta, é se habían apoderado do la cibdad, el Conde de
doble, que aquel pastor traía en deservicio del Rey Marialva, que estaba por guarda della, acordó de
é de la Reyna, y en perdición de todos ellos ; lo dexar la fortaleza á Doña María Sarmiento muger
qual decían que se certificaba mas , porque aquel do Juan de UUoa , é ir con toda su gento á Castro-
pastor facía tan fácil é tan sin peligro la entrada nufio, é donde fué para Portugal. E ansi quedó la
en la cibdad. E daban razón do su sospecha dicien gonte del Roy é do la Royna apoderada do la cib
do, que no era cosa do presumir que los caballeros dad Toro , é aquella Dona María quedó apoderada
Portogueses que con tanta diligencia guardaban con ciertos escuderos suyos en la fortaleza. Como
la cibdad estovieson á tan mal recabdo que de la Reyna sopo que sus gentes habían tomado la
sasen paso ni lugar en ol circuito de la cibdad, cibdad de Toro , partió de Segovía é fuá para allá,
sin guarda é ronda. Decían ansimesmo , que la do fué rocebida con placer de todos, por se ver li
entrada primera que aquellos diez escuderos ha bres de la subjecion en que estaban de los Porto
bían fecho por aquel lugar, era causado mayor sos gueses. E luego mandó restituir la posesión de sus
pecha : porque decían haber subido y entrado en la casas é bienes y heredamientos á todos los caballe
cibdad sin haber sentido ni oido ninguna guarda ros y escuderos de aquella ciudad que estaban des
ni ronda ¡y era.de creer haberlos dexado entrar terrados; á los quales habia fecho grandes agravios
porque eran pocos , á fin de tomar después Jos que é roboB aquel Juan de Ulloa que habernos dicho.
entraren quando fuesen muchos. Oon estas razones E fizo merced al pastor que mostró la entrada de la
é sospechas amonestaban á los capitanes que no cibdad para su mantenimiento de dineros de juro
entrasen ni aventurasen sus personas é gentes, ni do heredad para él ó para sus descendientes, ó fizó
menos creyesen de ligero aquel fecho , donde tan los francos de todos pechos é tributos. E mandó
gran deservicio se podría seguir al Rey é á la Rey luego poner estanzas contra la fortaleza, é traer
na. El pastor que los habia puesto en aquel lugar, lombardas y engenios para la combatir. Visto por
afirmaba todavía la seguridad de la entrada, é qui algunos parientes de aquella Doña María la indina-
tábales la dubda, é decíales : u Venid vosotros en pos cion quo la Reyna tenia contra ella, suplicáronle
»de ini, é no hayáis recelo ninguno.» El capitán que le ploguiese considerar, que el yerro cometido
Pedro de Velasco, que habernos dicho, era humo de por aquella duefia, habia seydo por mandado de su
Don Fernando É DOÑA ISABEL. 3l?
marido, é no de bu voluntad : lo qual parecia claro, taban juntos ; é díxoles, que bien sabían como aquel
porque ella agora que se veia libre, deseaba tornar Maestradgo de Santiago era una de la mayores dig
á au servicio , y entregarle su fortaleza ; é si en al nidades de toda España, é que allende de ser tan
guna defensa se ponia, no era con intención de re- grande en rentas é vasallos , habia en él muchas
belar á sus mandamientos, salvo por el miedo gran fortalezas derramadas fronteras de los moros, é de
de que habia do su inclinación , é á fin de lo supli los otros reynos comarcanos ; é por esta causa los
car por la seguridad de su persona é de sus fijos é Reyes sus progenitores siempre pusieron la mano
parientes é criados : la qual habida, luego vernia á en esta dignidad é la tomaron en administración, ó
obediencia é á todo lo que la Reyna mandase. La la dieron á su fijo segundo, ó á persona muy fiel á
Reyna, oidas aquellas razones, considerando que era la casa real de Castilla. E como quiera que el Co
hermana de Don Diego Pérez Sarmiento Conde de mendador mayor de Loon era persona leal al Rey ó
Salinas, é do otros caballeros quo en aquellas guer & ella; pero por agora habia doliborado que el Roy
ras le habian bien servido, movida ansimesmo i toviese aquel Maestradgo en administración, lo
piedad, porque era dueña viuda, é venia á le supli qual habia acordado de suplicar al Papa. Por ende,
car por su seguridad con toda obediencia, concedió que les mandaba que suspendiesen aquella elección
á las suplicaciones que de su parte le fueron fechas, que querían faoer, porque no complia al servicio
é perdonóla é a todos los que con olla estaban. E del Boy ni suyo ni al bien de sus Reynos. Otrosí,
luego entregó el castillo á la Reyna, ó la fortaloza que suplicaban al Papa, que les diese por adminis
do la Mota al Mariscal Diego de Benavides cuya trador al Rey; porquo ansí complia á la buena go
era, las quales Juan do UUoa marido desta dueña bernación de la órden é do sus bienes, y embió á
habia tomado é poseido muchos tiempos tiránica decir al Comendador mayor que estaba en el Corral
mente. Estas cosas fechas, por mandado do la Rey de Almaguer, que dexase la solicitud que tenia de
na, quedaron ciertos capitanes é gentes de armas en haber esta dignidad , porque no complia al servicio
circuito de Castronuño é de Cantalapiedra , é de del Rey ni suyo ; é que le seguraba por su fe real,
las otras fortalezas que estaban por el Rey de Por- que si el derecho que alegaba tenor se averiguase,
togal ; é la Reyna vino para Valladolid con inten ella lo mandaría guardar enteramente. Oída por
ción de esperar en aquella villa al Rey su marido, aquellos Treces é Comendadores la fabla y el manda
para dar órden en los sitios que acordaba de poner miento que la Reyna les fizo, porque ora muy teíni-
sobre aquellas fortalezas , por los grandes robos é da de todos, acordaron de obedecer sus mandamien
daños que dellaa se facían. tos ; é suplicaron al Papa que proveyese al Rey de
la administración de la órden, según la Reyna gelo
CAPÍTULO LXIV. mandó. Ansimesmo el Comendador mayor, habido el
mandamiento de la Reyna, como quiera que gole
De como la Reyna partid de Valladolid, é fué 4 líeles, para Impe fizo grave dexar aquella demanda , porque alegaba
dir la elección qoe los Comendadores querían facer de Maestre tener derecho al Maestradgo, pero obedeció al man
de Santiago.
damiento de la Reyna. E luego volvió para la pro
Estando la Reyna en Valladolid , vinole nueva vincia de Loon, é se dispuso de servir al Rey é á la
que el Conde de Paredes Don Rodrigo Manrique (1), Reyna en la guerra que habian con Portogal , tan
que se llamaba Maestre de Santiago , era rauorto. loalmento como si le oviera dado el Maestradgo ;
Fué ansimesmo informada, que el Comendador porque propuso de no haber aquella dignidad salvo
mayor de León Don Alfonso de Cárdenas venia con limpiamente, seyendo elegido según los preceptos
gente do armas, desde la provincia de León & la é constituciones do su Orden, é ansimesmo de volun
provincia de Castilla, para quo los Treces é Comen tad del Rey é de la Reyna, según era la costumbre
dadores do la Orden en concordia le eligiesen por en Castilla.
Maestre de Santiago en el convento de Ucles. E
porque la Reyna habia suplicado al Papa que dioso
aquel Maestradgo en administración al Rey, partió CAPITULO LXV.
luego de Valladolid y en tres días vino ó la villa de Del Consejo que so ovo para que el Rey fuese allende el puerto
Ocafia ; é como quier quo era de noche á la hora quo 4 la Reyna 4 tierra de Bstremadura ; 6 como fundaron el me
llegó, é facia afortunado tiempo de aguas, pero ncslcrio de San Juan de los Reyes en Toledo.
luego partió é fué á la villa do Ucles. E mandó ve Como el Rey ovo fecho el socorro de Fuentera-
nir ante ella los Treces é Comendadores que allí es- bía, é las justicias que diximos que executó en las
montañas, luego vino para la cibdad de Toro, é pro
(1) El Maestre de Santiago Don Rodrigo Manrique morid en veyó en algunas cosas que entendió ser necesarias
Oeafta 4 11 de Noviembre de U76, como se comprueba por su
epitafio que trae Salatar, y lo dice también Galindei en el sumario a las gentes de armas que la Reyna dexó en guar
de diebo aBo. El epitafio dice asi : niciones contra Castronuño, é Cubillos, é Siete Igle
AQUI TACE EL MAGNIFICO SEftOR Don RODRIGO MANRIQUE, sias ; é dexó con sus poderes para proveer en la
■AESTRE DE SANT1AC0, HIJO DEL ADELANTADO DON REDRO «AN- justicia y en las cosas tocantes á la guerra, y en to
RIQOE I DE DOftA LEONOR DE CASTILLA , EL OCAL TERCIÓ VEINTE das las otras cosas quo fuesen necesarias en aquellas
T QIIATRO SATALLAS DP. «OROS T CRISTIANOS. «CRIÓ ANO DE
1476, A II DE NOVIEMBRE. parteB, al bastardo su hormano Duque de Villaher-
Salazar, Pr. de la cala ríe hará, t. n, pig. 316. mosa, ó al Conde de Haro su Condestable. Feoha
318 CRÓNICAS DE LOS REYES DE CASTILLA
aquella provisión, vino para la villa de Ocaña, don- dello saber el parooer de los caballeros, é perlados,
do la Royua estaba , é do allí partieron ol Roy é la c doctores de su Consejo. E después do alguna plá
Reyna para la cibdad de Toledo., donde fioieron tica habida, algunos de su Consejo dizeron quo ni
algunas limosnaB é otros obras pias, quo habían el Rey é la Reyna juntos, ni cada uno por sí dobian
prometido por la victoria que á Dios plogo les dar ; ir á aquellas parte de Estremadura. Lo primero,
especialmente fundaron un raonesterio de la orden porque les era necesario tener alguna cibdad ó villa
de Sant Francisco, cerca de dos puertas do la cib en aquella provincia, donde sus personas roales ó
dad, que so llama la una la puerta de Sant Martin, sus gentes pudiesen estar seguramente aposenta
la otra la puerta del Cambrón. E mercaron algunas dos, sin recelo de las fortalezas que en ella había. E
casas que estaban cercanas á aquellas puertas do la como quiera que todas los cíbdodcs é pueblos esta
cibdad, quo fueron derrocadas para fundar aquel ban á su obediencia, pero quo ninguno había quo
monesterio, según está magníficamente edificado, no toviose fortaleza enagenado on podor do algún
á la invocación de Sant Juan, el cual se llama boy caballero', ó tirano , que en los tiempos pasodus
Sant Juan do los Royes. Complidos los votos oviose cometido, y en el prosouto cometía talos cri
é devociones que ol Rey é la Reyna habían pro mines, por los quales estuviesen temerosos do la
metido de facer, luego partieron de Toledo, é vi justicia. E quo veyendo sus personas reales en aque
nieron á la villa de Madrid , donde ovieron nue llas paltos, el temor les faria alterar de manera que
vas que la gente de Portogal, por las partes no querrían entregar las fortalezas que tuviesen ; é
do Badajoz é Cibdad- Rodrigo, entraban á facer que no seria razón quo su personas reales en tal
guerra en Castilla ; é ansimoamo , que los do las tiempo so aposentasen en puoblu, do semejantes ho
fortalezas que estaban por ol Rey do Portogal, fa rnos estovieseu apoderados do la fortaleza. E que
cían guerra á todas aquellas comarcas, á las quales no habiendo lo seguridad que á sus personas reales
no podían resistir las gentes del Rey é do la Reyna, convenia, temían mayor necesidad de so guardar
que habian doxado en guarnición. Habidas estas de los alcaydes que de los contrarios. E dado que
nuevas, luego proveyeron á la dofonsa do la tierra, deliberasen poner sitio sobro alguna fortaleza para
y embiaron sus poderes al Comendador mayor do la haber de su mano ; esto decían ellos, que les pa
Loon, é ¡i Don Lorenzo Xuarez de Figueroa, Conde recía mayor incouviniento, porque debiéndose ocu
de Feria, quo eran vecinos en aquellas fronteras do par en la guerra contra sus contrarios, se impidi-
Portogal, para que defendiesen la tierra, ó ficicacu rian funiéndola á los que la decían sor sus servido-
guerra al Reyno de Portogal ; ó dieron sus cartas ros. E allende desto, era do creer quo, puesto sitio
para todos sus fijosdalgo é gentes do armas de ca sobro uno dollos, todos los otros so escandalizarían
ballo é de pie de aquellas partidas , quo so juntasen é rebelarían : do dundo so seguiría, quo los quo ago
con ellos cada que los embiasen á llamar, é ficiesen ra se mostraban servidores, so tornasen deservido-
lo que les mandasen. Estos dos caballeros cada uno rea, de que so podrían seguir gran deservicio suyo,
por su parte facian guerra á Portogal, é defendían é otros daños irreparables , por ser todas aquellas
de los Portoguescs la tierra do Castilla on aquellas fortalezas fronteras de Portogal. Especialmente de
comarcas ¡ y entraron algunas veces en Portogal cían, quo on aquella provincia dondo ora necesario
ó traxeron robados ganados ó hostias é prisioneros. mostrarse mas la obediencia do sus subditos, había
Eso mismo entraban los Portugueses en Castilla por muchas fortalezas donde estaban apoderados algu
aquellas partes, é por la frontera de Cíbdad-Rodri- nos tiranos, que continamente facían robos é fuer
go, é licuaban cavalgadas de todo lo que fallaban. zas; éque faciéndose en bu presencio, sin remediar
En estas entradas que los Castellanos facían á Por á los agraviados é punir á los malfcchoros, manifiesto
togal, é los Portugueses á Castilla, ovieron algunos era el deservicio grande que dello geles seguiría. E
recuentros, dondo fueron muertos é presos muchos por estas razones decían, quo ni el Rey ni la Reyna
de la una parto 6 do la otra, ó de contino había cu dobian ir ú aquellas partos do Estremadura, fasta tan
tre olios cruda guerra. El Rey ó la Reyna pensaron, to que lo tierra estuviese mas pacificada, é obedien
que si ellos fuesen á aquellos partes de Estremadu- te á sus mandamientos ; lo qual pacificación so po
ra, so daría mejor provisión en la guerra de Porto- día mejor facer medíante algún capitán que embia
gal, é pacificarían aquello provincia, que estobo de sen é aquella provincia con gran poder de gente, y
largos tiempos puesto en robos ó tiranías, por algu este so juntaso con el Comendador de León, é con
nos caballeros ó otras personas naturales de la tier el Conde de Ferio, para asegurar todo aquella tierra
ra, é por los alcaydes do los fortalezas. E forian ou- é resistir ¡i los Portoguescs, é facerles guerra quau-
simesmo que la fortaleza de lo cibdad do Trogillo, do entendiesen que bo debía facer. Ausimesmo les
que teuio el Marqués de Villeua, se pusiese en terce parecía que el Rey debia ir á poner sitio sobre las
ría, según que el Marqués era obligado de la poner. fortalezas do Castrón uño, ó Cubillas, é Siete Iglesias,
Ausimesmo fablabau do ir á proveer en la guerra que é Cantalapiedra, é la Reyna debia estar en la cib
faciau los de Castronutío, ó Cubillas, é Sieto Iglesias, dad de Toledo, porque desdo aquella cibdad podrió
ó Cautalapiodra. E estando en deliberación de lo proveer prestamente todas las cosos que ocurriesen,
uno é de lo otro, pensaban si seria mejor provisión ansi en la tierra de Estremadura é del Andalucía,
paro aquellas dos necesidades , ir el Rey á proveer como en todas las otras partes, por en comedio de
en lo uno ó la Reyna cu lo otro ; ó quisieron corea sus Reyuos, ó dundo los Reyes pusados, habida esta
DON FERNANDO É DONA ISABEL. ¿19
consideración, la mayor parte de los tiempos tovie- Ha fortaleza de Cubillas demandó al Rey merced
ron su silla real. El Rey é la Reyna oyeron aquellas que le segurase la vida é los bienes, é que la entre
razones de los del su Consejo ; é como quiera que garía. El Rey lo fizo, é redúxoie á su servició, é to
les parecieron razonables, pero la Reyna que esta mó la fortaleza. E mandó á Pedro do Quzman que
ba inclinada a proveer en toda aquella tierra de Es- con la gente que tenia en el cerco della , pásase al
tretnadura, é la pacificar, ó poner la fortaloza do sitio que estaba puesto sobre la fortaleza de Castro-;
Trogillo en tercería, según que el Marqués de Ville- ñuño , porque en la defensa do aquella villa estaba
na era obligado , respondió á aquellos de su Conse mayor copia de gente que la guardaba. El bastardo
jo: «Yo siempre oi decir, que la sangre como buo- hermano del Rey, puso ansiraesmo gran diligencia
sna maestra va siempre n remediar las partes del en el sitio que tenia puesto sobre la fortaleza de
» cuerpo que reciben alguna pasión ; pues oir con ti - Siete Iglesias, y en espacio de dos meses la puso en
)) ñámente la guerra que los Fortogueses como con mucho estrecho ; é al fin la combatió con las lom
trarios é los Castellanos como tiranos facen en bardas tan de recio por todas partes, que el alcay
» aquetas partidas, é sofrirla con disimulación , no de, é los otros quo con él estaban, no se podiendo
«seria oficio de buen Rey, porque los Royes que mas defendor, demandaron partido de las vidas, é
«quieren reynar han de trabajar. A mí me parece que entregarían la fortaloza; y el Rey otorgólo, é
» que el Rey mi sefior debe ir á aquellas comarcas de luego la entregaron. Algunos de los que fueron to
«allende el puerto, é yo á estotras partes do Estre- mados en los combates y escaramuzas mandó afor-
» madura, para proveer en lo uno y en lo otro. Ver- car, é toda aquella fortaleza luego el Rey la mandó
«dad es que en mi ida algunos iuconvinientes se derribar. Los que estaban en Cantalapiedra, veyen-
«muestran de los que habéis declarado ; pero en to do que no se podían defender, é que habían estado
ldos los negocios hay cosas ciertas é dubdosas, é cercados por espacio de tres meses , é no habían ni
«tan bien las unas como las otras son en las manos esperaban haber socorro, demandaron ansimesmo
«de Dios, que suelo guiar á buon fin las justas é con partido al Rey quo los dexase ir á Portogal. El Rey
«diligencia procuradas.» Al Rey plogo do aquello gelo otorgó, y entregaron la villa , é mandó dorribar
que la Reyna determinó, é a algunos do su Consejo, todo lo fuerte della, é cegar las cavas é otras defen
porque conocia della ser muger de grand ánimo. E sas que tonian fechas, é mandóla restituir al Obispo
luego partieron de Madrid, el Rey para aquellas do Salamanca, cuya era. E ansí quedó solo el sitio
partes de allende el puerto , é la Reyna para Estre- que estaba puesto sobre Castronufio, alqual mandó
madura. pasar toda la gente que estaba en los cercos de las
otras fortalezas que eran entregadas. E mandó po
CAPÍTULO LXVI. ner dos reales, é guardar por la parte del rio de
Duero, porque por el agua, ni por la tierra, no pu
Como el Re; paso sillo sobre las Córtatelas de Castronuflo , diesen haber entrada ni salida en la villa ; esto fe
é Cabillas, é Canlilapicdra, é Siete Iglesias.
cho, acordó do combatir la villa. Algunos capitanes
El Rey partió de la villa de Madrid , é vino para de los que allí eran quisieron impedir el combate,
Medina del Campo ; y embió á mandar á los capita porque les pareció peligroso, por estar la villa tan
nes que estaban en guarnición contra las fortalezas fortalecida de cavas é baluartes é otras defensas, ó
de Castronurio, é Cantalapiedra, é Cubillas, é Siete bastecida de mucha gente para la defender ; é de
Iglesias, que viniesen á él. E ovo consejo con el cían que teniéndolos cercados algunos dias sin los
bastardo su hermano Duque de Villahermosa, é con combatir, geles enflaquecerían las fuerzas; é tra
el Conde de Haro, su Condestable, de poner sitio so yendo mas pertreohos, se podría con mayor fuerza
bre todas aquellas fortalezas, do las quales se fa é menor peligro facer el combate. Otros decían que
cían continamente grandes robos é muertes, é se se debía combatir luego durante el disfavor é temor
despoblaba la tierra de la comarca ; los quales sitios que los de dentro tonian por la entrega de las otras
podia poner con menor dificultad , porque ya, se fortalezas ; porque si dilataba el combate, sus gen
gún habernos dicho, estaba á su obediencia la cui tes é los caballos que tonian allí en el campo por
dad de Toro é su fortaleza, que fasta aquel tiempo ser comienzo do invierno, so perderían é no lo po
era grand impedimento para guerrear aquellas for drían sofrir. Eso mesmo se dañaría la pólvora é los
talezas, é las sitiar. E luego mandó llamar las gen otros pertrechos que tenian , é todo su exército re
tes de armas de las comarcas , é puso sitio en un dia cibiría mucho daño si en tiempo de invierno estu
sobro aquellas cuatro fortalezas ; é dio cargo al bas viesen como estaban en el campo , é que le seria ne
tardo bu hermano del cerco de Siete Iglesias, é á cesario alzar el real , do lo qual gelo siguiria gran
Pedro de Guzman del cerco de Cubillas, é al Obis deservicio; é que entendían cou el ayuda de Dios
po de Avila, é á Vasco de Vivero, ó á Alfonso de que se daria tal diligencia en el combate, que por.
Fonseca, é á Don Sancho de Castilla, del cerco de fuerza entrasen la villa; é aposentada la gento en
Cantalapiedra, é á Don Luis, fijo del Conde de Buen- las casas podrian pasar el invierno, é tener sitiada
dia, é á Don Fadrique Manrique, del cerco de Cas- la fortaleza como complia. El Rey, oida aquella ra
tronuflo. Puestos estos sitios, el Rey andaba todos zón, parecióle que el combato so dobia dar, ó man
' los dias del un cerco al otro, proveyendo las cosas dó luego aderezar las cosas que para ello eran ne
necesarias. E luego á pocos dias el alcayde de aque- cesarias. E una mañana al alba del dia, comenzaron
32Ó CRÓNICAS DE LOS B EtES DE CASTILLA.
á llegar los pertrechos para cegar las cavas , é der tigados : es de saber que este Alcayde de Caatfonu-
ribar las otras defensas que tenían fechas , porque fio fué un home de boza manera , que se decía Pe
pudiesen llegar las escalas al muro por aquellos lu dro de Mendafia (1) , fijo de otro Alcayde de Castro-
gares que entendieron que podian llegar. Los de ñuño Gallego; y este fué natural de Paradinas, al
dentro salieron de lu villa á pelear con la gente que qual puso en aquel castillo por Alcayde Don Juan
traían los pertrechos por los impedir que no llega de Valenzuela, Prior de la Orden de San Juan, que
sen ; é fué la pelea tan grande aquel día entre los fué privado de aquel Prioradgo. T en el tiempo que
unos é los otros, que murieron é fueron feridos mu el Arzobispo de Toledo , y el Maestre de Santiago, y
chos do la una parte é de la otra ; é al fin los de den el Almirante de Castilla , y el Duque Don Alvaro , é
tro é los de fuera se retrajeron , porque la noche les otros caballeros é perlados ficieron la división en el
impidió de manera que no pudieron mas pelear. Otro Reyno quando alzaron por Rey al Principe Don Al
dia por la mañana tornaron con los pertrechos á ce fonso en la cibdad de Avila ; esto Alcayde de Cas-
gar las cavas con mucho peonage que el Rey man tronuño, veyendo tiempo dispuesto a su deseo é in
dó llamar. Los de la villa salieron según que de pri clinación natural, recibió en aquella fortaleza mu
mero habían salido á pelear, é desde las defensas é chos ladrones é robadores con los furtos é robos que
baluartes que tenían fechos defendían quanto po- facían en las comarcas, é defendíalos en aquella
4 dian que las cavas no se cegasen, porque la gente del fortaleza. Eso mesmo defendía á otros homes mata
Rey no oviese lugar de llegar las escalas al muro. dores é criminosos é adebdados, é á otros que ha
Esta manera de combatir unos con otros duró por es bían cometido excesos é maleficios. Los homes des-
pacio de diez días, en los quales murieron é fueron ta condición crecieron en gran número so la defen
feridos muchos de la una parte é de la otra. El Rey sa deste alcayde ; ol qual como se vido acompañado
andaba á todas partes esforzando sus gentes, é pro de gente á quien su maldad apremiaba que le acom
veyéndolos do las cosas necesarias al combate, fas pañasen , Dios que muchas veces permito las guer
ta que acabaron de cegar por fuerza de armas todas ras para punir ó enmendar los pecados de los ho
las cavas, é derribar los baluartes por aquellos lu mes , permitió de crecer el corazón deste Alcayde á
gares donde acordaron do dar el combate. Otro dia mayores cosas , é tomó las fortalezas que habernos
por la mañana , como quiera que la gente del Rey dicho de Cubillos , ó Can taino ¡edra, é fortaleció la
había recebido grandes daños en los combates de de Sieto Iglesias, é puso gante en ellas ; de las qua-
los días pasados, pero con grand ánimo llegaron á lea continamente robaban por aquellas comarcas, é
poner las escalas al muro ; los quales puestas con acudían á él con la mayor parte de lo robado. Tomó
el gran número de artillería é ballestería que tira ansimesmo la villa de Tordesillas, de la qual estovo
ban , los de dentro no lo podiendo mas defender, é apoderado, é de tal manera creció su poder, que las
visto el daño que recibían , y el poco fruto que fa cibdades de Burgos, é Avila, é Salamanca, é Sego-
cían, desampararon la villa e retraxéronse á la for via, é Valladolid, é Medina, é todas las otros villas
taleza , é los gentes del Rey entraron en ella por de las comarcas, le daban cierta quantía de pan é
fuerza de armas, é todos quantos pudieron haber vino é maravedís por haber seguridad. E allende
pusieron á espada, que ninguno escapó. El Rey, en desto les facía otras demandas de dineros é de ga
trada, la villa, mandó aposentar en ella sus gentes, nados, é todo le era pagado, á su voluntad , é con
é barrear las calles, é poner es tai izas en circuito do esta tiranía llegó á tanta riqueza , que continamente
' la fortaleza , las quales forneció de muchas gentos é pagaba sueldo á trecientos homes á caballo. E to
pertrechos, los quales eran necesarios: de manera dos los Grandes del Reyno de aquellas comarcas le
que la fortaleza quedó sitiada por todas partes. El habían miedo , é le daban dádivas porque no les fi-
Alcayde púsose en defensa, para lo qual tenia qua- ciese guerra en sus tierras. E desto vino á tener mu
trociontOB homes Castellanos é PortogueseB, entre chos servidores é grande estado ; en especial tenia
los quales había mas de cien escuderos Castellanos, homes dispuestos para la guerra, que vivían con
homes cursados en la guerra que vivían con él. Te él , los quales destruían las costumbres de los homes
nia ansimesmo muchos bastimentos de pan é vino también como los bienes. E deste alcayde tomaron
é carne , é de todas las otras cosas necesarias al pro exemplo otros muchos alcaydes del Reyno, que se
veimiento de loa que con él eran, y esto tenia en pusieron & robar é rescatar pueblos, é facer é defen
grand abundancia. Tenia ansimesmo gran copia do der los crimines é maleficios que los robadores fa
pertrechos é artillerías para defender é ofender: de cían : en los quales crimines se manifestó bien el
todas estas cosas estaba tan bien fornecido , que nin justo juicio de Dios ; porque los mas de los caballe
gún Rey pudiera mejor bastecer ninguna fortaleza ros que fueron causa de aquella división que habe
que con gran diligencia quisiera tener proveída.- E rnos dicho , por la qual este alcayde ovo crecimien
porque los que esta Crónica leyeren tomón exemplo to, fueron guerreados é injuriados, é continamente
en las cosas pasadas para las que tovieren presen ofendidos del é de los otros alcaydes é tiranos ¡ de
tes, é sepan quanto deben fuir de ser causa de di
visión en los reynos, porque es un pecado detesta (1) En el Manuscrito del Escorial se lee Pedro de Ateníalo, y
ble , é de que Dios es deservido , é los rey nos donde en el del Señor Nara, de Haitiano. El Cura do los Palacios le llama
Pedro de Mendano , y dice que era hijo de nn mirador de Para
los hay son destruidos, é los malos han lugar para dinas , aldea de Salamanca ; en lo demás va conforme con esta
sus malos deseos, é los buenos son oprimidos é fa- Crónica, licroalü., UUIoria tle los Reyes Católicos, cap. m.
CON FERNANDO É" DONA ISABEL. • 321,
manera que no te podían remediar á lae guerras é oasa no le era segura, porque el Rey estaba ya á la
rescates que á ellos é á bus vasallos é tierras facian puerta con mucha gente, fuyó por los tejados, é me
de contino. Donde podemos bien creer qne fuera tióse en el monesterio de Sant Franoisco. Como el
menos daño á los caballeros sofrir qualesquier ma Rey lo sopo, mandó á las gentes que cercasen por
les que de los Reyes, aunque fuosen malos, les pu todos partes el monesterio. El Guardian é los Fray-
dieran venir, que aquellos que de tantas partes so Íes, como vieron que el Rey mandaba entrar en el
frían, por la inobediencia que al Rey mostraron, é monesterio , suplicáronle que no quisiese facer vio
división que en el Reyno ficioron. Este alcayde an- lencia en aquella casa de oración , é que le ploguie-
flimesmo vivía con grande miedo de los estrados, ó se acatar aquella reverencia que cathólico principe
mas de los suyos, é ni lugar ni hora le eran segu debe á los templos de Dios, é le ploguiese dar segu
ros, ni la noche tenia sin pena, ni el dia con repo ro para que aquel caballero no padeciese muerte ni
so, porque estaba acompañado de malos homes, de lision en su persona, y ellos gelo entregarían para
quien recelaba ser muerto , é quisiera retraerse de facer lo que Su Alteza mandase. El Rey como quie
aquella manera de vivir con parte de sus riquezas, ra que fué informado que aquel alcayde habia co
salvo que estaba ya tan enlazado de los males en metido delictos de tan mala calidad , que no era dig
que él mesmo se metió , que ni estar en aquella vida no de gozar del privilegio de la Iglesia ; pero por
le era seguro , ni para salir della tenia lugar. E an reverencia de aquel templo , é acatados las humildes
sí se mostró como los malos de sus mesmos males suplicaciones del Guardian é de aquellos Frayles,
son combatidos , porquo dellos les nacen talos tra prometióles de salvar la vida de aquel alooyde , se
bajos, que les faco vivir en contina pona. Como la gún golo suplicaron , si entregoso lo fortaleza de
villa fué entrada, luego el Alcayde puso gran re- Monleon. Los Frayles habido el seguro del Rey, en
cabdo en su fortaleza, é repartió su gente á pelear tregáronle aquel caballero, é mandólo poner en pri
con la gente del Rey que estaba en las estanzas, do siones, é llevarlo A lo fortaleza; é quando fué cerca
morían y eran ferídos muchos de la una parte é de della, le dixo : «Alcayde, cumple que luego me deis
la otra, con los grandes tiros de pólvora é de balles i) esta fortaleza.D El Aloaydo dixo: « Pláceme de lo
tas que se tiraban. El Rey como dexó cercada aque » facer ; dadme , Señor, lugar que foble con mi mu-
lla fortaleza, partió de allí, é fué para la villa de n ger é con mis criados que están dentro para que lo
Medina del Campo á proveer en las cosas que ocur «fagan.» El Rey mandó que saliesen seguros de lo
rían y eran necesarias en aquellas comaroas. fortolezo á foblor con el Alcayde aquellos que él
llamase ; é luego salieron á él algunos de sus cria
dos, á los quales el Alcayde dixo : «Criados, el Rey
CAPÍTULO LXVII. «demonda esto fortaleza , é yo estoy en sus manos, ó
» mi vida está en las vuestras ; por ende oumple que
De como el líey tomo U fortaleza de Honleon.
i) luego salgáis della, é decid á mi mugor que la en-
Estando el Rey en la villa de Medina del Campo, i) tregüe á quien el Rey mandare.» Aquellos sus cria
vino á él un caballero que se llamaba García Oso- dos tornaron con el mandamiento del Alcayde, é
rio, que tenia el cargo de la justicia en la cibdad de quando se vieron dentro , dixeron que en ningún ■
Salamanca ; é notificóle como un caballero natural caso la entregarían al Rey, si no ficieso grandes
de aquella cibdad que se llamaba Rodrigo Maldo- mercedes al Alcayde é á ellos. Decían ansimesmo
nado, fué desobediente á la justicia, é vivía mal é que si facian algún mal al Alcayde , luego se junta
tenia tiránicamente el castillo de Monleon , que es rían con los Portogueses á facer cruda guerra en
do aquella cibdad bien cercano al Reyno de Porto- Castilla. Como el Rey vido que se dilataba la entre
gal , en el qual había labrado moneda falsa, é ha ga de la fortaleza, é que demandaban mercedes, é
bía cometido otros crimines en deservicio de Dios é facian amenazas, dixo con grond indin ación al Al
suyo, é daño de toda la tierra, la qual tenia muy ooyde: «Disponeos, Alcayde, á lo muerte, que os
oprimida con robos é tiranías. El Rey oida aquella » don esos á quien fiasteis la fortaleza.» E mandó
querella, é informado de los delictos que aquel al que luego á visto de bu muger, é de todos los que
cayde habia fecho, luego á la hora cabalgó, é solo estaban en la fortaleza, le degollasen. El Alcayde,
con un Secretario é con un Alcalde de su Corte que visto la sentenoia del Rey é como lo llevaban á do-
se llamaba el Licenciado Diego de Proafio, en es gollar, daba voces á los suyos, é demandábales que
pacio de ooho horas fué desde Medina á la cibdad entregasen la fortaleza, porque le escusosen la
de Salamanca donde estaba aquel Maldonado ; é muerte. Los suyos desde las almenas le decian que
descabalgó en la posada del Corregidor, el qual le en ningún caso lo entregarían ; é que si él padecie
avisó como aquel alcayde estaba en su casa con otros se por aquella causa, ellos farian tal guerra en Cas
caballeros de la cibdad. El Rey que estaba allí se tilla, por donde su muerte fuese bien vengada. Traí
cretamente, cabalgó en su caballo, é fué para la do ya al lugar do el Rey mandó que lo degollasen,
casa do estaba aquel caballero; é luego se sopo de llamó á su muger, é díxole: «O muger, gran dolor
uno en otro como el Rey estaba en la cibdad , é to » llevo por haber conocido tan tarde el amor tan
dos los caballeros é gentes della se armaron , é vi «falso que me mostrabas ; sin dubda parece agora
nieron para el Rey. Aquel alcayde como sopo que «bien que te pesaba de mi vida, pues eres oausa de
el Rey estaba en la oibdad , é que la salida de su i mi muerte; no me mata ñor cierto el Rey, sino tú,
Cr.-IU. 21
asa CRÓNICAS DE LOS REYES DE CASTILLA.
sni menos me mata este que ine ata las manos , mas quales vinieron á bu llamamiento. E partió luego do
nmátanmu mis criados, porque les fié lo mió. E que Guadalupe, é fué para la cibdad de Trogillo, donde
» me aprovecha, decía él, yo muerto, la venganza fué muy alegremente recebida por todos los caballe
«de mi muerte?» Estos é otras cosas que decían oian ros é pueblo de aquella cibdad. E vinieron á ella los
los de la fortaleza ; los quales veyendo que ya lo caballeros de aquella provincia é de sus comarcas ;
querían degollar, movidos á compasión de aquellas é ansimesmo vino allí á lo servir el Maestre de Ca-
palabras , llamaron á voces é dixeron que entrega latrava, que como habernos dicho era ya perdonado
rían la fortaleza , seyendo seguros de la vida del Al- é reducido á su servicio, é Don Alonso de Monroy,
cayde é de la suya. E luego el Rey dio el seguro Clavoro de Alcántara, que se llamaba. Maestre do
que demandaban, y ellos salieron de la fortaleza, é aquel Maeatradgo , por la elección que algunos Co
la dexarou libre ; la qual mandó el Rey entregar á mendadores le ficieron por fin del Maestre Don Gó
un caballero su criado, quo se llamaba Diego Ruiz mez de díceres, postrero Maestre que fué de aque
de Montalvo, natural de la villa de Medina del Cam lla Orden. Mandó ansimesmo traer toda la artillería
po. Como el Rey ovo aquella fortaleza , volvió para é lombardas y engenios que habia en aquellas co
la cibdad de Salamanca , é dende fué á proveer en marcas, y en algunos lugares del Andalucía. E
el sitio que tenia puesto sobre la fortaleza de Cas- porque so informó de los robos é crimines que se
tronuDo. facían do algunos fortalezas, especialmente del cas
tillo de Madrigalejo, donde estaba por Alcayde uno
CAPÍTULO LXVIII. que se llamaba Juan de Vargas, é de Castilnovo,
dondo estaba por Alcayde otro que se llamaba Pe
Délas eosis que la Rejna liza en la tierra de Kslreraadura , é las dro de Orellana, luego los mandó corear. E los Al-
fortalezas que ende tomó. caydes dolías, recelando la indinacion de la Reyna
Según habernos recontado , quando el Rey partió si por fuerza fuesen tomados, demandaron partido
de Madrid para proveer en los cercos do Castronu- á los capitanes que estaban en los sitios, que la Rey
fio, ó de las otras fortalezas que estaban por el Rey na les perdonase los yerros é crimines que habian
de Portogal, la Roy na ansimesmo partió para Es- cometido en los tiempos pasados, é que entregarían
treraadura, é vino para la villa de Guadalupe. E de las fortalezas. La Reyno les perdonó su justicia , á
allí embíó un su Secretario A Pedro do Bacza, Al- tal pacto, que satisficiesen a los agraviados de to
cayde de la fortaleza de Trogillo , con el qual lo dos los robos quo habian fecho , é se fallasen en po
etnbió mandar que la entregase á Gonzalo de Avila, der de qualesquier personas ; é con este partido en
Señor de Villatoro, que la había do tener cierto tregaron los fortalezas. K porque la Royna fué in
tiempo en tercería, fasta ser complidas algunas co formada que de la fortaleza de Madrigalejo so ha
sas asentadas con el Marqués de Víllcna. Aquel Al- bian fecho mayores crimines é robos, mandóla der
cayde que estaba muy fortalecido, respondió que ribar. Do lo qual so imprimió tan grande miedo en
en ningún coso la entregaría, antes entendía de la todos los de aquella tierra, que ningún alcayde de
defender fasta el postrimero día de su vida; é dixo toda Estremadura osó facer robo ni fuerza do las
en respuesta otras cosas muy duros, é sin esperanzo que solían facer, é todos vinieron , ó embioron sus
de la entregar. La Reyna, oida aquella respuesta, gentes á 1a servir. Mandó ansimesmo lo Reyno quo
embió otra vez aquel Secretario á le prometer gran tornasen ¡i fablar con aquel alcayde de la fortaleza
des dádivas é mercedes porque la entregase, á fin de Trogillo, para que la entregase en torcería según
de no venir al experimento de la fuerza por los in- el Marqués de Víllcna lo habia prometido. El qual
convinientes que algunos de su Consejo le decían le embió á suplicar con gran humillación que le plu
que se podían seguir poniendo sitio sobre aquella guiese embiar por el Morques quo habia fiado del
fortaleza , por estar tan cercana al Reyno do Porto- aquella fortaleza, al qual la entregaría luego: por
gal. El Alcaydc, oídas las promesas que la Reyna que no tenia mandamiento suyo para la entregar á
le embió á facer, respondió mas duramente que pri otra persono, ni menos de la dar en la tercería que
mero habia respondido , y embió suplicar á la Rey el Marqués era obligado de la poner. La Reyna de
na que ni le mandase entregar la fortaleza, ni me liberó ser mejor consejo embiar á llamar al Marqués
nos viniese a aquella cibdad , porque le seria nece de Vi llena para que la ficiese entregar, que poner
sario ponerse en defensa, de qno ella podría recebir sitio sobro la fortaleza. E luego embió á su Secre
algún deservicio. La Reyna, oida aquella respuesta tario Fernán Alvarez de Toledo, con el qual embió
del Alcayde, ovo grand indinacion contra él. «¿E á mandar al Marqués que ficiese entregar aquella
» yo, dixo, tengo do sofrir la ley que mi subdito fortaleza á Gonzalo de Avila, que la habia do tener
j> presume de ponerme, ni recelar la resistencia que en tercería según era obligado, é que si entendía
j> piensa de me facer ? ¿ E dexaré yo de ir á mi cib- que aquel su alcayde no la entregaría por su carta,
»dad, entendiendo que cumple al servicio de Dios viniese luego en persona á gelo mandar. El Mar
jé mió, por el incou vintenio que aquel Alcayde qués, oido ol mandamiento de la Reyna, porque
> piensa de poner en mi ¡da? Por cierto ningún buen creia que aquel su alcayde no la entregaría , salvo
2 Rey lo fizo, ni menos lo faré yo.» E luego mandó á él, según gelo habia prometido quando del la con
llamar gentes de armas de las cibdades de Sevilla é fió; recelando la indinacion de la Reyna, vino á su
Curdo va, é de todas las otros del Andalucía; las llamamiento. E como el Marqués llegó á Trogillo
Don Fernando E DONA ISABEL. 323
lnego lá Reyna le mandó que entregase la fortale guian , por causa de la elección que facían do aque
za á Gonzalo de Avila, para que la toviese en terce llos oficios. Proveyó ansimesmo en la frontera de
ría según estaba obligado. El Marqués le respondió Portogal , é puso gente de armas en la cibdad de Ba
que le placia, poro que bien sabia Su Real Magos dajoz, y en los otros lugares que debian estar para
tad que antes que aquella fortaleza ovieso de poner defensa de la tierra. Estas provisiones fechas , ovo
en tercería, se habian de asentar otras cosas que su consejo de ir á la cibdad de Sevilla.
■sran fabladas , tocantes á la rostitucion de algunos
ros oficios ó bienes, ó de las villas é lugares del Mar CAPÍTULO LXX.
inando do Villonn, que le estaban tomadas. La
3eina, oida la respuesta del Marqués, le dixo que De como la Reyna fué a la cibdad de Sevilla , é de las cosas
pospuesta toda dilación complia a su servicio que qnc ende Dio.
entregase aquella fortaleza antes que en otra cosa En la cibdad do Sovilla ovo algunas guerras é di
io fablase ; la qual entregada, ella mandnria enten visiones entro Don Enrique de Guzman Duque de
der en sus negocios, y expedirlos, según de justicia Medinasidonia , é Don Rodrigo Ponce de León Mar
se debian expedir. El Marqués, vista la determina- qués de Cáliz. Y en la cibdad de Córdoba, ansimes
la voluntad de la Reyna, mandó á aquel su alcayde mo habia otros grandes debates y enemistades entre
jue entregase la fortaleza a qualquier persona que Don Diego Fernandez de Córdoba Conde de Cabra,
la Reyna mandase. E luego el Alcayde abrió las é Don Alonso do Aguilar Señor de Montilla. Por
puertas de la fortaleza, y entraron en ella todos los causa de las quales en aquellas dos cibdades y en
que la Reyna mandó. E después entró ella aconipa- sus tierras é comarcas acaecieron en los tiempos
Ja de muchas gentes, é como quiera que la pudiera que reynaba el Rey Don Enrique, grandes escánda
ornar, é poner en ella por Alcayde á la persona que los é guerras, do se siguieron muertes de homes , é
e ploguiera; pero por complir lo que estaba asen otras fuerzas é delictos en gran destruicion de la
tado con el Marqués , deliberó quo se entregase a tierra. Y especialmente fueron onagonadas las forta
iquel caballero Gonzalo de Avila, Sefiorde Villalo- lezas que son en las tierras de aquellas cibdades en
ro, que habernos dicho que la habia de tener en ter poder de personas que ni al Rey ni á las cibdades
cería cierto tiempo, é no la quiso tomar en otra ma respondían con ellas ; é facian guerra é paz á su ar
nera. bitrio sin conocimiento ninguno de superior. Ansi
mesmo el Duque estaba apoderado del alcázar é tara-
CAPÍTULO LXIX. zanas de la cibdad de Sevilla , y el Marqués de Cáliz
De como la Rejal fué i Ciceres , e de lo que lili Izo. de la fortaleza de Xerez de la Frontera , ó los Al-
caydes que tenian las fortalezas, cada una segeia
Puesta la fortaleza de Trogillo en tercería, luego la parcialidad que le placia seguir. En esta manera
ia Reyna partió de la cibdad de Trogillo, é vino estaba aquella tierra por esta causa divisa en dos
oara la villa de Cáceres, en la qual estovo algunos partes. La Reyna, considerando que aquellas cib
dias ocupada, faciendo justicia de algunas personas dades é sus comarcas, por los debates destos caba
de aquella villa , é de los otras de su comarca, que lleros no estaban ordenadas en justicia según de
.'aclamaron ante ella do fuerzas quo habian padeci bian, acordó de ir á aquella provincia del Andalucía
do en los tiempos pasados. E otros! , porque fué in por la pacificar, é quilar los debates que en ella ha
formada que los oficios de regimientos , é mayordo- bía. E fué luego á la ciddad de Sevilla (1), donde
min, é Maldades, é otros algunos de la villa, eran fué recebida con grande solemnidad ó placer do los
proveídos por elección fecha cada un afio á personas caballeros, clerecía, cibdadados, é generalmente de
de la villa , sobre la qual elección habia grandes de todo el común de la cibdad ; é para este recibimien
bates entre las dos parcialidades que allí eran ; de to ficieron grandes juegos é fiestas que duraron al
lo qual se recrecieron cada año muertes é otros in- gunos dias. Como la Reyna asentó en aquella cibdad,
convinieutes ; la Reyna por escusar estos daños, or é fué informada que habia en ella muchos agra
denó por constitución perpetua, que los oficiales de viados que la deseaban ver por ir á ella con sus
fialdades , é regimientos , é mayordomla , é los otros querellas ; acordó de dar audiencia pública los dias
oficios que fasta aquel tiempo habian seydo electi de los Viérnes en una gran sala de bus alcázares. Y
vos cada aflo, fuesen dende en adelanto por la vida ella asentada en nna Billa cubierta de un palio de
de aquellos á quien este afio cupiesen por suerte. E oro , puesta en estrado de gradas altas , mandaba
mandó que viniesen ante ella tantos de la una par que se asentasen en nn lugar bazo de donde ella es
to como de la otra ; é aquellos que por suerte les cu taba , á la una parte los perlados é caballeros , é á
piese , fuesen regidores de la villa para toda su vi la otra los dotores de su Consejo ; é los Secretarios
da, é quando alguno muriese, ella é los Reyes sus que estoviesen delante della , ó tomasen los peticio
Bubcesores proveyesen á quien entendiesen que com nes de los agraviados , é le ficiesen relación dellas. .
plia á su servicio. T esto estableció en aquella villa y
este año por ley perpetua según habernos dicho ; de (I) El Cara délos Palacios señala la entrada de la Reyna en Se
la qual constitución todos los de la villa fueron con villa a 95 de Jallo de 1477, enyas llaves y las de la fortaleza le
tentos, porque se quitó entre ellos la causa de sus entregó el Duque de Medinasidonia, que estaba apoderado deella
desde la muerte del Rey Don Enrique. Bernald., HUI. US. de Iti
enemistades , é los males que cada afio dellas se se Keya Calól., cap. 29. '
324 CRÓNICAS DE L03 REYES DE CASTILLA.
Mandaba ansimesrno estar delante della á los alcal i) mala inclinación nuestra, son puestas y estableci-
des ó alguaciles de su Corte , é sus ballesteros de u das leyes é penas , ó fueron por Dios constituidos
maza. E mandaba facer á todos los querellantes cum n reyes en las tierras , á ministros para las executar,
plimiento de justicia sin dar lugar á dilación. E si » porque todos vivamos en paz é seguridad. Pero
alguna causa venia ante ella, que requiriese oir la i) quando los reyes ó ministros son tales de quien no
parte , cometíalo á algún dotor de su Consejo ; é a se haya temor , ni geles cate obediencia , no nos
mandábale que pusiese diligencia en examinar aque i maravillemos que la natura humana , siguiendo
lla causa , é saber la verdad de tal manera, que den dsu mala inclinación, se desenfrene, é cometa de-
tro de tercero dia alcanzase el agraviado justicia. i) lie tos y excesos en las tierras: especialmente en
E desta manera en espacio de dos meses se fene i) vuestra España , donde vemos que los bornes por
cieron y executaron muchos pleytos é debates civi u la mayor parte pecan en un error común , antepo
les é criminales. Otrosí fueron muertos por justicia niendo el servicio de sus señores inferiores á la
algunos malfochores , é restituidas muchas perso » obediencia que son obligados á los Reyes sus sóbe
nas en la posesión do los bioncs y heredamientos, la ranos señores. E por cierto , ni a Dios debemos
que forzosamente les eran tomados ; los quales mu «ofender, aunque el Rey lo quiera, ni al Rey aun-
cho tiempo antes estaban pendientes. E con estas 8 que nuestros señores nos lo manden. E porque per-
justicias que mandaba executar era muy amada de » vertimos esta orden de obediencia, vienen en lot
los buenos , é temida de los malos ; los quales rece n reynos muchas veces las guerras que leemos pasa-
lando la justicia que la Reyna mandaba executar, se 9 das, é los males que vemos presentes. Notorio es,
ausentaron do la cibdad , é dellos so iban n tierra s muy poderosa Reyna é Señora, los delictos é crí-
do moros , dellos al Reyno de Portogal , é á otras » menes cometidos generalmente en todos vuestroi
partes. E porque estos eran en gran número , é rece » Reynos en tiempo del Roy Don Enrique vuestr
laban que seria mayor, si la justicia con rigor en i hermano , cuya ánima Dios haya , por la negligen-
todo se executase, los caballeros é cibdadanos é co n cia grande de su justicia é poca obediencia de sut
munidad de la cibdad , considerando que según la «subditos ; la qual dio causa , que ansi como ovo di-
gran disolución do los tiempos pasados , pocos ha i) seusiunes y escándalos en todas las mas de lascib-
bía en la cibdaá que careciesen de culpa, porque fa i) dades de vuestros Reynos , ansí en esta , estos dos
ciendo , ó favoreciendo , 6 en otras formas é circuns » caballeros vuestros subditos Duque de Medina é
tancias de pecar, habia gran número do culpados, «Marqués de Cáliz, se discordasen, é, con el poco
oyieron su acuerdo de suplicar á la Reyna por per- «temor de la justicia real, se pusiesen en armas,
don general para todos. E platicaron este acuerdo » en fuerza de las quales cada uno procuró de se-
con Don Alonso de Solía Obispo de Cáliz (1), que i) guir su propósito en detrimento general de toda
en aquella sazón estaba en la cibdad por Provisor » esta tierra. Y en esta discordia cibdadana, pocos,
del Cardenal de Esparta Arzobispo de aquella Igle ii ó ningunos de los moradores della so pueden buo-
sia. E un dia aquel Obispo con gran multitud de los >i ñámente escusar de haber pecado , desobedeciendo
caballeros é cibdadanos , con los quales iban algu « al sceptro real , siguiendo la parcialidad del uno i
nas mugeres, cuyos maridos, fijos y hermanos, el » del otro dcstos dos caballeros. E dexando do recon-
miedo de la justicia habia fecho absentar de la cib s tar las batallas que entre ellos ovo en la cibdad i
dad , fueron ante la Reyna. Y ella estando en su si » fuera della , é tornando á los males particulares,
lla real , el Obispo propuso ansi : «Muy alta y exce- i que por causa dolías so siguieron en toda la tierra;
b lente Reyna é Señora, estos caballeros é pueblo » no podemos por cierto negar que en aquel tiem-
» desta vuestra cibdad , vienen aquí anto vuestra spo tan disoluto no fueron cometidas algunas fuer-
i) real Magestad ; ó vos notifican , que quanto gozo » zas, muertes é robos, é otros excesos por muchos
i ovieron los días pasados con vuestra venida á esta «vecinos desta cibdad é su tierra, los quales causó
o vuestra tierra , tanto terror y espanto ha puesto «la malicia del tiempo, á no escusó la justicia del
sen ella el rigor grande que vuestros ministros » Rey ; y estos son en tanto número , que pensamos
«muestran en la execucion de la justioia; el qual «haber pocas casas en Sevilla que carezcan de pe-
ules ha convertido todo su placer en tristeza, toda » cado, qttier cometiéndolo , quier encubriéndolo, 6
» su alegría en miedo , é todo su gozo en angustia é « seyondo en él partioipantea por otros vias é cir-
8 trabajo. Muy excelente Reyna é Señora , todos los « constancias. E porquo do los males de las guerras
» bornes generalmente, dice la Sacra Escriptura, » vemos cuidas á destruiciones do pueblos é cibda-
» que somos inclinados á mal ; é para refrenar esta 8 des, creemos verdaderamente, que si esta guerra
«mas durara, é Dios por su misericordia no lo re-
« mediara asentando á Vuestra Magestad en la silla
(1) En el US. del Escorial se lee al mirgen la nota siguiente: «real del Rey vuestro padre, esta cibdad de todo
• Este Obispa en natural de Coca, hijo de un labrador. Llamóse
• non Pedro de Solls. Fué Obispo de Tul, y de Cldií, jr Abad de n punto pereoiera é so asolara. E si estonces , muy
> Parrales. Llamóse Solis porque era criado de Suero de Solls, 8 excelente Reyna é Señora , estaba en punto de se
• reciño de Salamanca. Esil enterrado en Coca en la capilla que s perder por la poca justicia , agora está caida por la
• él hlio, que esta Junto a la Iglesia mayor.» El Cura de los Pa «mucha ó muy rigurosa que vuestros jueces é mi-
lacios le llama Don Pedro Fcrnandei de Solls, y dice que fué uno
de los encargados por la Reyna panel primer establecimiento de » nistros en ella executan. De la qual todo este pue-
U Inquisición. Dernald., Iliil. de loa Rcyet Caíil., cap. 43. « blo ha apelado, á agora apela para ante la ciernen
DON FERNANDO É DOÑA ISABEL. 325
n íia é piedad de Vuestra real Magostad ; é con las i de nuestro Salvador , é de los Reyes santos é bue-
» lágrimas é gemidos que vedes é ois , se humillan • nos, templad vuestra justicia, é repartid vuestra
» ante vos , é os suplican qne hayáis aquella piedad l misericordia en vuestra tierra; porque tanto seréis
s de vnestios subditos, que Nuestro Señor ha de to- I junta con su divinidad , quanto le remedáredes en
» dos los vivientes, é que vuestras entrañas reales se d las obras; é tanto le remedareis en las obras, quan-
» compadezcan de sus dolores, do bus destierros, de i) to fuéredes piadosa ; é tanto seréis piadosa, quan-
» sus pobrezas , de sus angustias é trabajos, que con- II to os compadeciéredes é perdonáredes los misera-
r Unamente padecen , andando fuera de sus casas 0 bles qne llaman y esperan con grande angustia
■ por miedo de vuestra justicia. La qual, muy exce- 1 vuestra clemencia. La qual , muy excelente Rey-
0 lento Reyna é Sefiora, comoquiera que se deba ii na , debe estar principalmente arraygada en vues-
» executar en los errados , pero no con tan grande r tra memoria , y en los conceptos de vuestra áni-
1 rigor que se oierre aquella loable puerta de la cle- r ma ; porque se miembro Dios de vos é de vuestra
r menci a , que face á los reyes amados , é si amados, i mansedumbre , é vos perdone como vos perdoná-
0 de necesario temidos, porque ninguno ama a su r redes , é vos dé vida oomo vos la diéredes ; é per-
1 Rey, que no tema de le enojar. Verdad es, muy Rpetúe vuestra silla real en vuestros descendientes
«excelente Reyna é Sefiora, que Nuestro Sefior tan r para siempre , especialmente con los desta cibdad
» bien usa de la justicia como de la piedad ; pero de r aunque hayan errado , considerando que entre
n la justicia algunas veces, é de la piedad todas ve. r tanta multitud de errores difícil era vivir por sola
tees, é no solamente todas veces, mas todos los r inocencia. El Rey Don Juan vuestro padre, no solo
v momentos de la vida ; porque si siempre usase de r en nna cibdad , ni en una provincia, mas en todos
ila justicia según siempre usa de la piedad, como r bub Reynos fizo perdón general quando las disen-
i todos los mortales seamos dinos de pena, el mun- r siones y escándalos en ellos acaecidoB con los In-
*> do en un instante perecería. E ansimesmo, porque r fantes de Aragón sus primos. Vemos ansimesmo,
> vuestra real prudencia sabe que el rigor de la jua- R que vuestra clemencia manda poner en libertad á
nticia engendra miedo, y el miedo turbación, é la r los Portogueses que entraron en vuestros Reynos
» turbación algunas veces desesperación é pecado; r á vos deservir , é cometieron en ellos grandes de-
» á de la piedad procode amor , é del amor caridad, ii lictos é maleficios ; é no solamente los mandáis po-
i) é de la caridad siempre Be sigue mérito é gloría. r ner en libertad, mas mandaislos proveer de vuee-
r E por esta razón fallará Vuestra Excelencia que i! tras limosnas, é reducirlos á sus tierras. Reducid,
t> la Sacra Scriptura está llena de loores , ensalzando r pues , Reyna excelente á los vuestros , á la piedad
nía piedad, la mansedumbre , la misericordia, 6 la Rque habéis con los estrafios, habedla con vuestros
» clemencia, que son títulos é nombres de Nuestro r naturales. Los quales ansí oomo el ánima enferma
» Sefior, el qual nosdico que aprendamos del , no á r de cobdicia , aunque embuelta on el deseo do los
ii ser rigurosos on la justicia : Mas aprended de mi, r biones temporalos , siempre sospira á nuestro Dios
t dice, que soy humilde i manso de corazón. La Santa r que las repare con bu misericordia , bien ansí estos
r Iglesia cathólica continamente canta : Llena está i vuestros subditos , aunque embueltos en las guer-
0 Señor la tierra de tu misericordia. E por el contino r ras é males pasados, pero todavía tovieron un fer-
ii uso de su clemencia le llamamos : Miterator, mi r viente deseo de vuestra victoria é prosperidad;
li sericore , palien», mullae mitericordiae. Mire bien l porque on virtud de vuestro sceptro real , gozasen
r Vuestra Alteza quantas veces refiere este su nom- r de paz é seguridad , la qual muy humilmente os
n bre de misericordioso , lo qne no fallamos veces r suplican quo derraméis en esta vuestra cibdad é
ii tan repetidas del nombre de justiciero , é mucho r tierra, porque ansi como damos gracias á Dios por
ii menos de riguroso en la justicia ; porque el rigor r los males que refrenó vuestra justicia, bien ansí
ii de la justicia vecino es do la crueldad , é aquel r ge las demos por la vida que nos otorga vuestra
» príncipe se llama cruel , quo aunquo tione causa, r clemoncia.»
* no tiene templanza en el punir ; ó la piedad oficio Oomo el Obispo ovo feoho esta suplioaoion , la
r os contino de nuestro Redemptor , del qual toman - Reyna veyendo la multitud de aquellos homes i
i) do exemplo los Reyes y Emperadores , cuya fama mugores atribulados, movida á compasión de bus
» resplandece entre loe vivos, perdonaron los liumil- lágrimas, respondió al Obispo, que liberalmente
r des , é persiguieron los soberbios por remediar á mandarla remitir Iob yerros de aquellos homes cri
» aquel que Ies dió poder en las tierras. Entre los minosos ; pero que no podia con sana conscienoia
ii qualcs aquel sabio é Rey Salomón , no demandó á perdonar las injurias ágenos , ni negar la justicia á
1 Dios que se nombras o en los trabajos, no de las las personas que continamente reclamaban delante
> limosnas , no de los otros méritos del Rey David della , para que les ficiese justicia de los agravios
t su padre , ni menos de las justicias qne fizo , é pe que habian recebido. El Obispo replioó : <t Sefiora,
lmas que executó. Mas miímbrate, dixo, Señor de r muchos de los que aquí vienen á vos suplicar por
* David, i de toda tu mansedumbre; por méritos de r piedad, son los que ansimesmo vos demandan jus-
i la qual entendía aquel Rey ganar la mansedum- r ticia. E ansí, muy excelente Sefiora, considerado
t bre é la piedad de Dios , para remisión de sus pe- r bien por vuestra muy alta prudencia , fallará que
» cadoe é perpetuidad de su silla real. E vos, Reyna Resta causa que se os presenta, es de calidad que
imuy excelente, tomando Aquella dotrina mansa » sufre bien recompensación de las injurias que unos
326 CRÓNI0A8 DE LOS REYES DE i
CASTILLA.
» cometieron á otros ; pues aquellos que las sufrie- hermano, que algunas veoes estovo en punto de se
» ron, también las cometieron, mayormente por to- perder. É después que ella habia sucedido en el Rey-
s car á gran número de personas , donde el perdón no, había tratado con el Rey de Portogal cosas cri
sha mayor lugar por reparo de toda una cibdad.» minosas en su deservicio, mediante el Marqués de
La Rey na, considerando la calidad de todas aque Villena, cuya hermana tenia por rauger. É represen
llas querellas, é de sus circunstancias, respondió tó á la Reyna sus servicios, diciendo los trabajos de
que le placía oonceder á su suplicación , é que man su persona, é grandes gastos que habia feoho de su
daría dar la orden que entendiese ser complidera al facienda, por tener á su obediencia aquella cibdad
servicio de Dios é suyo , é á la seguridad de todos étoda aquella tierra, é la defender de las guerras
ellos. E después que platicó la materia algunos dias públicas é otras formas secretas que el Marqués de
con los de su Consejo , mandó publicar perdón ge Cáliz había tenido por entrar en ella é la poner en
neral á todos los vecinos de la cibdad de Sevilla é obediencia del Rey do Portogal. Dixole ansimesmo
de bu tierra é Arzobispado , de todas las muertes y que el Marqués tenia la cibdad de Xerez opresa, ó
exoesoB é crímenes por ellos cometidos fasta aquel los moradores dolía fuera de toda libertad , con las
dia, excepto el oriraen de la heregla. E ansimesmo, grandes sinrazones que les facía. É que tenia tira
que fuese restituido lo robado á la persona á quien nizada la fortaleza de Alcalá de Guadayra, é otras
fué tomado en aquel tiempo que so fallase. Mandó fortalezas de la cibdad de Sevilla ; é favorecía á los
ansimesmo á ciertos hornee que habían cometido alcaydes para que no acudiesen con ellos á la cib
feos crimines , que fuesen desterrados de la cibdad dad cuyas son, é para que desde ellas ficiesen las
é de su tierra, del loa para siompre , dellos por algún fuerzas que habían fecho. En especial favorecía al
tiempo , según la calidad de sus excesos. E con este Mariscal Fernaudarias de Sayavedra, que tenia la
perdón tornaron á la cibdad de Sevilla é su tierra villa y el castillo do Tarifa, éla fortaleza de Utrera,
mas de quatro mil personas que andaban fuidos por donde se habían fecho , ó facían robos ó fuerzas á
miedo do la justicia. los moradores de la comarca. En fin suplicóle , que
proveyese como Reyna justiciera debia proveer, re
CAPÍTULO LXXI. munerando á él los servicios que lo había fecho, ó
procediendo contra el Marqués por los crimines quo
De las alegaciones que fleieron el Duque de Medina y el Marqués habia cometido. La Reyna, oídas aquellas razones,
de Calii , uno contra otro.
respondió al Duque, que la principal causa porque
La Reyna veyendo la multitud de los pleitos é deliberó venir á aquella tierra , fué por quitar della
negocios que hnbia en aquella cibdad', mandó á sus todos crimines é tiranías ; en lo qual entendía con
porteros que dexasen entrar á donde ella estaba to el ayuda de Dios, trabajar , fasta la poner en toda
dos los que viniesen con algunas querellas ¡ é oon- seguridad. É dixole quo oviese buena esperanza, é
tinaba las audiencias públicas en su cámara. É los pacificaso los caballeros de su parcialidad; porque
do su Consejo é Alcaldes de su Corte trabajaban por habiendo respeto á la justicia, ella estaba en propó
su mandado todos los dias en oir las querellas, é sito de honrar su persona , é guardar las cosas que
facer complimiento de justicia á los agraviados. le tocasen cofiío do leal servidor. Los do la cibdad
Mandó ansimesmo, que si pleytos algunos viniesen de Sevilla , ansi los caballeros como los cibdadanos
ante sus comisarios en que oviese alguna dubda, é plebeyos, por la mayor parte eran aficionados al
que le ficiesen rolacion dellos, é que ella por su per Duque por la gran naturaleza que él ó su padro ó
sona los determinaría , porque las gentes no gasta abuelos de luengos tiempos tenían en aquella cib
sen su tiempo é bienes demandando justicia. Y en dad; é publicaban que según las cosas pasadas, el \
estos tales entendía todos los días, los quales exa Marqués rebelaría á los mandamientos de la Royua
minaba con tal diligencia, que conocía las alegacio á se pornia en resistencia contra ella si algo le man
nes que con malicia, é con intención de dilatar se dase. É daban á entender á la Reyna, é consejában
alegaban ; é sin dar lugar á ellas mandaba luego le que mandase aderezar todas las cosas necesarias
executar la justicia. Esto fizo de tal manera , que á la guerra contra el Marqués, antes que ovieso lu
allende de las restituciones que se fioieron por sus gar de se proveer, porque bastecía la fortaleza do
sentencias ó de sus comisarios , las gontes estaban Xerez, é las otras fortalezas que tenia ; é trabajaban
tau sometidas ó tomorízadas de las penas que se do indinar á la Royna contra el Marqués, por quan-
executaban, que qualquier que se sentía tener car tas maneras podían. La Reyna, movida por estas
go de otro, facía justicia de si mesmo, é satisfacía á informaciones , é considerando que el Marqués no
la parte agraviada por temor, ó por vergüenza de habia venido á lo facer la reverencia que debia
venir á juioio delante de la Reyna. Otros! el Duque concibió alguna indinacion contra él. Como esto vi
de Medinasidonia, que tenia en aquella cibdad gran no á noticia del Marqués, acordó de venir á la Roy.
parcialidad de parientes é criados , suyos é do su na solo con un su servidor. É una noche estando la
padre é abuelos, fizo relación á la Reyna, oomo el Reyna retraída en su cámara, el Marqués entró, é lo
Marqués de Cáliz, é muchos de su parcialidad ha dixo estas palabras : u Védesmeaqui, Reyna muy po
bían fecho é cometido grandes crimines é deliotos nderosa, en vuestras manos; ó si á Vuestra real Ma-
on toda la tierra; é habían puesto aquella cibdad en «gestad ploguiere, mostraré mi innocencia, é aque-
tanto escándalo en tiempo del Rey Don Enrique su nlla vista, faga Vuestra real Señoría do mi aquello
DON FERNANDO Í DOÑA ISABEL. 3?7
oque le placerá. To no vengo aqui con fiucia de la «impedimentos é guerras grandes que por parto del
«seguridad quo Vuestra real Magestad me haya da d Duque me eran fechas ; on las quales no serví por
ndo, pero vengo con la que mi inocencia rae da. Ni «ciorto al Rey de Portogal, como el Duque dice, mas
i vengo á decir palabras, mas vengo á mostrar obras; «resistí á él como todos saben. » Dichas estas pala
«ni menos quiero dallar vuestras orejas reales, con- bras, partió de la cámara de la Reyna, é fué para la
tdenando á ninguno, mas quiero salvar á mi con la cibdad de Xerez. La Reyna embió con él á Juan de
«verdad, que siempre salva al inocente. Embiad Se- Robres, un su capitán á tomar la fortaleza de Xerez,
nfiora á recebir vuestras fortalezas de Xerez, é de é usar on la cibdad del oficio de justicia. El Marqués
«Alcalá, aquellas que mis adversarios vos dan á en- entregó luego la fortaleza á aquel capitán , é ansi-
«tondor, que con gran gente, é mucho tiempo son mesmo la fortaleza do Alcalá do Guadayra, la qual
«difíciles de haber; é si las de mi patrimonio com- mandó la Royna que recibiese un caballero da bu
«plcn á vuestro servicio, deudo esta vuestra cámara casa, quo se llamaba Pero Vaca.
«las faré entregar, pues entrego mi persona. É por
«no enojar á Vuestra Magcstad, dexode decir como CAPÍTULO LXXII.
«el Duque mi adversario juntó la mayor parte del
«pueblo desta cibdad, ó vino á mi casa, é me echó De lis fortalezas de Sevilla, qnc so entregaron 1 la Keyni.
«dolía, é me desterró de mi naturaleza. Ni monos Como la venida del Marqués, é la entrega que fizo
nquioro exprimir los agravios quo á mi ó á los raios do aquellas fortalezas, fué contra ol pensamiento
» ha focho, porquo Vuestra Señoría lo sabrá por vor- del Duquo , é de todos los do su parcialidad, é ge
«dadaras informaciones. É sobre todo crea Vuestra neralmente contra la opinión de todoslos de aquella
«real Sefioria, que me consolaré antes sofriendo tierra, fueron maravillados ; é pesó de aquella obe
«vuestra ira que su orgullo. Esi yo traté con el Bey diencia que el Marqués fizo á algunos hornos de ma
«de Portogal, ó fice alguna cosa en vuestro deservi- los desoos , tan bien de su parcialidad , como do la
ncio, á Dios que sabe las intenciones secretas doy parto contraria ; porque con la rebelión que espera
«por testigo, é á vos quo habéis visto las obras pú- ban del Marqués entondian que habría en aquella
«blicas.» La Royna, oidas aquellas razones fué muy tierra guerras y escándalos , do pensaban ser acre
contenta, porque fabló breve, é con ofeto, é díxole: centados. Como aquellas fortalezas de Xerez é Alca
«Marqués, verdad es quo yo he habido do vos no lá fueron entregadas por el Marqués, luego mandó
«buenas informaciones, poro la confianza quo vos la Rey na al Duquo, que ansiniesmo entregase las
sha fecho venir ante mi, da señal del descargo vuos- fortalezas quo tenia do la cibdad. El Duque, vista liv
«tro; é dado quo fuésedos diño de pena, haberos entrega que el Marqués había fecho, entregó luego
«puesto desta manera en mis manos, me obligaría á las fortalezas de Frexenal, Aroclie, Aracena, Librí-
» usar con vos de benignidad. Entregad luego esas xa, Alanis, Constantino, Alcantarilla i que el Duque
«mis fortalezas de Xerez ó do Alcalá que tenéis, ó y el Marqués , é algunos caballeros de sus parciali
«yo mandaré entender en los debates que son entro dades tenian. E puso la Reyna en ellas por alcaydes
«vos y el Dnque de Medina, é determinaré aquello bornes naturales de la cibdad, que venían con ella é
«que sea justicia, guardando en todo vuestra hon- no eran de ninguna destas parcialidades. Embió au-
iira.n El Marqués como vido á la Rcyna aplacada, ti simesmo la Reyna á mandar al Mariscal Fornanda-
sin indinacion, dixo : «Que leplaciade entregar lue rins do Sayavedra, que tenia la fortaleza de Tarifa,
ngo aquellas fortalezas quo le mandaba.) Otros! lo que la entregase al Almirante Don Alonso Enriquez
dixo : «Téngovos, Señora, en merced soñalada, que tio del Rey, porque aquella tcnoncia habia tenido el
«vos plega entender en estos debates que son entre Almirante Don Fadríquesu padre. Otrosí le mandó
«mi y el Duque, porque fallará por cierto Vuestra quo entregase la fortaleza de Utrera, que ora de la
«real señoría, que ninguno hay, salvo que quiere el cibdad de Sevilla, para que la toviese por la cibdad
«Duque solo señorear esta cibdad ; é que ai vos, que la persona que olla mandase, según habia dispuesto
«sois señora, uséis de vuestro señorío, ni el caballo- do todas las fortalezas de la cibdad. Aquel Mariscal
tro que es natural, goco en ella de su naturaleza. É Fernandarias respondió , quo las tenencias de aque
n cerca de la información que vos ha fecho de los llas fortalezas habían seydo de Gonzalo de Saya
«tratos que yo he tenido con el Roy de Portogal en vedra su padre ; éque el Rey Don Enrique las ha
«deservicio vuestro, por respeto de mi cufiado el bia confirmado á él, é no habia razón porque debie
«Marqués do Villena; verdad es que yo soy casado se ser desapoderado dellas. Y embió á mandar al
«con su hermana, pero no mo obligó el casamiento alcayde de la fortaleza de Utrera, é á los que esta
«á quo yo quisieso lo que él quiere, ni siguiese el ban con él que se defendiesen é no la entregasen ú
«camino que él siguió : cada uno es libro para facer la Rcyna, porque él los socorrería si fuesen cerca
«aquello que entiende que debe seguir. É si por dos. La Reyna, sabida la respuesta del Mariscal,
i ventura por alguna via pública, ó escondida, Vues- mandó luego á ciertos capitanes do so guarda , que
«tra Alteza fallare que yo en estos tiempos pasados fuesen á poner sitio sobro la fortaleza do Utrera. É
«favorecí la parto del Rey do Portogal, qualquiera al cabo de quarenta días quo estovo cercada, é fe
■ pena que mo mandáredes dar sufriré con pacien- chos algunos portillos en el muro con los lombardas
« ció. Verdad es quo no servia las guerras pasadas que lo tiraban ; por mandado do la Rcyna fué ú re
eú Vuestra Alteza como debía, é yo deseaba, por los querir aquel sitio Gutierre do Cárdenas, bu Contador
328 CRÓNICAS DE LOS REYES DE CASTILLA.
mayor, por ver la dispusicion en que estaba, ó pro de Sevilla do estaba la Reyna, é fué recebido por
veer en las cosas que fuesen necesarias. El qual fué todos los de la cibdad con grand alegría ; é allí esto
á requerir al alcayde, é á los que con él eran , que vo algunos dias, en los quales la Reyna se fizo pre
la entregasen i la Reyna, según que buenos subdi ñada. Este preñado era muy deseado por todos los
tos é naturales eran obligados de facer, é que les del Reyno, porque no tenian sino á la Princesa Do-
salvaría las vidas: las quales merecían perder por fia Isabel que habia siete años; en los quales la
la rebelión que babian mostrado á los mandamien Reyna no se habia fecho preñada. É con grandes
tos de la Rey ua. El alcayde , ó los que con él esta suplicaciones é sacrificios, é obras pías que fizo, plo-
ban, respondieron, que no la entregarían, salvo al go á Dios que concibió é parió en aquella cibdad un
Mariscal Fernandarias de Sayavedra , que allí los fijo que se llamó el Príncipe Don Juan ; el qual na
habia puesto. Como esto oyó Gutierre de Cárdenas, ció en aquella cibdad de Sevilla á veinte ó nueve
é conoció la rebelión de aquel alcayde, é de los que días (3) del mes de Junio deste año de mil é qua-
con él eran, ordenó la gente que en aquel sitio es trocientos é setenta é ocho años. Por el nacimiento
taba en quatro partes, é cada una forneció de per deste Príncipe se ficieron grandes alegrías en todas
trechos, é mantas, é artillería, é ballestería, la que
las cibdades é villas de los Ruy nos de Castilla é do
entendió ser necesaria para el combate. E todas las
Aragón, é de Sicilia, y en todos los otros señoríos
cosas aparejadas, un dia por la mañana combatió la
del Rey é de la Reyna, porquo plogo á Dios darles
fortaleza por quatro partes : en el qual combate heredero varón. En estos días que el Rey é la Rey
murieron algunos bornes de los defuera. Murió an- na estovieron eu la cibdad de Sevilla , el Rey de
siinesmo el alcayde de la fortaleza, que se llamaba Grauada ombió sus embaladores á demandar tre
Pedro de Guzraan ; é duró el combate todo el dia fas
guas por cierto tiempo. El Rey ó la Reyna acorda
ta después de vísperas. Al fin loa de dentro, porque ron de gelas dar, pagando cada año las parias quo
dellos eran muertos, del los mal fondos, é todos los los Reyes Moros acostumbraban dar. El Rey Moro
otros cansados de la priesa que la gente de la Reyna que se llamaba Muley Albohacen, respondió, que
les dio por todas partes, como vieron muerto al al los Royes do Granada que solían dar parias eran
cayde falleciéronle las fuerzas para pelear (1). É los muertos ; é que en las casas do se labraba estonces
defuera ovieron lugar de entrar en la fortaleza por la moneda que ae pagaba en parias , so labraban
fuerza, en la qual entrada fueron muertos é feridos agora fierros de lanzas para defender que no se pa
algunos escuderos de la guardado la Reyna, que se gasen. El Rey é la Reyna , como quiera que cono
mostraron esforzados en aquella facieuda, éfuoron cieron ser soberbiosa respuesta, pero acordaron de
presos veinte é dos bornes que quedaron vivos de los gelas otorgar por tiempo de tres años, sin que se
de la fortaleza. Estos traídos á la cibdad de Sevilla pagasen las parias acostumbradas , por causa de la
porque fueron rebeldes , é habían cometido grandes guerra que tenian con el Rey de Portogal , é pen~
crimines é robos, la Reyna los mandó aforcar. diente aquella, no estaban en tiempo do mover
guerra contra moros. Otrosí embiaron sus capitanes
CAPÍTULO LXXIII. contra aquel Mariscal Fernandarias, que habernos
dicho que tenia á Tarifa, para le facer guerra por
De las cosas que pisaron el ano siguiente de mil é quatroelcntos la rebelión que habia mostrado contra sus manda
t setenta é ocho aílos, é como este ano nació el Principe Don
Joan. mientos, é mandáronle tomar todos sus bienes. El
Mariscal visto que no podia resistir el poderío real
El Rey, que según habernos contado, tenia pues embió á suplicar al Rey é la Reyna, que le perdo
to sitio sobre la fortaleza de CastronuQo , veyendo nasen, é le mandasen restituir sus bienes que le ha
que no Be podia combatir porque el lugar do estaba bían tomado. El Rey ó la Reyna, por contemplación
fundada, era una cuesta alta é redonda , que se lla del Marqués de Cáliz, é de otros caballeros de la
ma la Muela, en la qual estaba gente de armas de cibdad parientes de aquel Mariscal , que les habían
aquel alcayde , que la defendían , é la artillería no bien servido, concedieron á sus suplicaciones, é
habia lugar de tirar á parte ninguna donde ficiese perdonáronle. É luego entregó la villa de Tarifa al
dafio, por la dispusicion del lugar; acordó de dexar Almirante Don Alonso Euriquez tio del Rey; el
en aquel cerco bus capitanes proveídos de lo que qual dio la tenencia della á Don Pero Enriquez su
era necesario para el sitio. É vino (2) para la cibdad hermano, Adelantado mayor del Andalucía. Ansi-
luosino embiaron mandar á Pedro de Godoy un ca-
(1) El sillo de Utrera se poso a últimos de Noviembre, pero no
te tomó hasta el Domingo de Quasimodo del siguiente de 1178, (3) El timarlo de Galindet tefiala el nacimiento del Principe
como refiere el Cura de los Palíelos, tutor bien instruido en las en 48 de Julio, y Nebriía en 49; pero no fui tino a SO, como
cosu de Andalucía. También varia el nombre del Alcayde, a quien esta en los impresos, y lo comprueba Zdfiiga por la carta de aviso
llama Alonso Tellex, un escudero que vivía en casa del Mariscal qne tnvo la ciudad de Sevilla en Miércoles 1 do Julio que dice
Fernand Arlas. Bernald , cap. 31. como parid el día ames. DI mismo ano a 49 de Julio, Miércoles,
(4) El Kcy entrd en Sevilla de allí a un mes que la Reyna, i úl hubo eclipse de Sol total, visible en Europa, Asia y África , a 11
timos de Agosto, como refiere el Cura de los Palaeios, que supone pulgadas del centro al S. 0. y empexd a observarte en Sevilla
que quando el Marqués de Cadit se presentó estaban los Heyet como i las dos de la tarde. Calind., año 1178; Bernald., cap. 31.
ya juntos, y et mas probable , porque las resultas de sitiar lat Este tutor Irae muy a la larga las fiestas que se hicieron al mei-
fortalezas rebeldet ton potterloret a la venida del Rey. Bernald., mlento del Principe, y las solemnidades de su bautizo y salida
cap. !9. de U Riyua 1 misa, cap. 3i y 33.
DON FERNANDO i DONA ISABEL' ' 329
bollero que tenia la villa é los alcázares de Carmo-
na, que luego los entregase. E como quiera que este CAPÍTULO LXXV.
caballero quisiera demandar equivalencias é merce
des por aquella tenencia que le quitaban ; pero con De como el Re; fui a ver al Rey de Aragón sn padre.
siderando que no tenia lugar de mostrar desobe Recebidas las fortalezas de la tierra de Sevilla,
diencia á los mandamientos reales, é vista la gran é de la villa do Carmona, el Rey partió de Sevilla
diligencia que ponia la Reyna en cobrar las fortale é fué á la cibdad do Trogillo, é tomó la fortaleza de
zas de su Iieyno que estaban enagenadas, é por la poder do Gouzalo de Avila, que la tenia en tercería,
justicia que vido que se executaba contra los rebel porque el término que la había de tener era pasado:
des 4 sus mandamientos, ovo su acuerdo de las en la qual entregó á Sancho del Aguila un caballero
tregar: la tenencia de las quales fué dada por la de Avila, é proveyóla de gente, é de las otras cosas
Reyna á Gutierre de Cárdenas su Contador msyor. necesarias para la guerra quo se contiuuaba contra
Portogal. É luego partió do Estramador*, é fué á la
CAPÍTULO LXX1V. cibdad de Victoria, donde esperó al Rey de Aragón
De eomo fné dado el Maestradgo de Sanctiigo al Comendador ' su padre; el qual vino allf, y el Rey le salió á reci
mayor Don Alonso de Cárdenas. bir fuera de la cibdad, é llegó á él, é demandóle la
mano para gela besar, y el Rey do Aragón no gela
El Comendador mayor de León, que so intitulaba quiso dar. Otros! se puso á su mano izquierda y el
Maestre de Santiago, no embargante quo, seguu ha Rey do Aragón no lo consintió. É ansi entraron en
bernos contado, la Reyna estorbó que no fuese ele la cibdad, el Rey do Aragón á la mano izquierda
gido en el convento de Ucles; pero siempre sirvió del Rey su fijo, y el Rey fué con el Rey su padre
con gran lealtad al Rey é á ella en la guerra contra fasta su posada, é descabalgó en ella para le poner
el Reyno de Portogal, en el qnal entró dos veces en su cámara. El Rey de Aragón, quando sopo que
con gente de armas, é fizo grandes quemas de luga aquella ora su posada, dixole: «Vos, fijo, que sois Se-
res, é talas, é robos, é otros estragos. E siempre sir nfior principal de la Casa real de Castilla, donde yo
viéndoles con gran humildad, les suplicaba les plo- «vengo, sois aquel á quien todos los que venimos de
guiese guardar su derecho cerca de la elección que n aquella casa, somos obligados de acatar é servir
los Treces é Comendadores de la Orden le habían «como á nuestro Señor é pariente mayor; é los ho-
fecho en la provincia de León, é la que todos en nnores que yo os debo en este caso, han mayor lu-
concordia querian confirmar on el convento de »gar que la obediencia filial que vos me debéis
Ucles. El Rey ó la Reyna, como quier quo habían «como á padre: por tanto tornad á cabalgar, yo* me
acordado quo el Rey oviese ol Maestradgo en ad «iré con vos á vuestra posada, porque anBl lo quiere
ministración, pero considerando los servicios é obe «la razón.» El Rey por los ruegos quo el Rey su
diencia del Comendador mayor, é que por ningún padre le fizo, consintió que fuese con él fasttt su po
estorbo ni conlradicion que le ficieron cerca de su sada. El Rey de Aragón estovo en aquella cibdad
elección, le mudaron la constancia que tovo en las por espacio de veinte dios, dando órden en las cosas
cosas de su servicio; especialmente porque sintieron del Reyno de Navarra, que pertenecía al Rey Febo
algún cargo de sus consciencias, por contrariar las su nieto, y en la paz é seguridad do aquel Royno.
constituciones do la Orden; acordaron de gelo otor Otrosí en las cosas quo concernían á la buena go
gar, é dioron lugar que fuese elegido on concordia bernación de los Reynos de Aragón, é de Sicilia, é
c suplicaron al Papa que lo confirmase, y ol Papa do las otras islas; para lo qual era necesario plati
lo confirmó. El Rey é la Reyna asentaron con él, car el uno con el otro. En todos los otros actos pú
que de las rentas del Maestradgo fuese tenudo de blicos é secretos que allf pasaron entre los dos Reyes
les dar todo el tiempo que iueso Maestre cada un no consintió el Rey de Aragón que el Rey su fijo
aBo tres cuentos de maravedís, para ol reparo é le ficiese la cerimonia que le debía como á padre;
bastimento de los castillos que son frontera de Gra é todas las que él debia facer, fizo al Rey su fijo
nada, é para las otras cosas concernientes á la como á pariente mayor. Fechas é asentadas todas
guerra de los moroB, y el Maestre lo otorgó, y en las cosas, para que allí se habían juntado, el Rey
esta manera ovo el Maestradgo de Santiago. Como de Aragón volvió para su Reyno, y el Rey vino
este Maestre fué proveído del Maestradgo, fué an- para el sitio que tenia puesto sobre Castronufio, en
«imesmo proveído Don Gutierre de Cárdenas, Con el qual falló que sus gentes tenian bien opremidos
tador mayor del Rey é de la Reyna, de la enco á los que estaban en la fortaleza; porque como
mienda mayor de León que teDia el Maestre. Este quier que de los bastimentos no tenian mengua,
Maestre era fijodalgo, é lióme esforzado, é de buen pero faltaban muchos hornee que eran muertos é
entendimiento, é borne piadoso, é limosnero; fué feridos en las escaramuzas que de contino facian.
natural de Ocafia, fijo de un caballero que se lla El Rey, conocido el estado de aquel sitio, fizo mo
maba Don Garci López de Cárdenas, que fué Co ver partido al alcayde que entregase la fortaleza.
mendador mayor de León en esta Orden de San El alcayde dió fabla, é púsose en trato de la dar
tiago. al Rey: porque el mucho tiempo que habla estado
sitiado sin haber mensagero ni esfuerzo del Rey de
Portogal, le fizo perder esperanza del socorro que
330 CRÓNICAS DE LOS REYES DE CASTILLA.
le había prometido. É ansitnesmo porque ya no se amor volviesen á estar en sus casas en la cibdad.
confiaba en la gente que con él estaba, á la qual Embiaron ansimesmo en aquel afio desdo la cibdad
babia acostumbrado de tal manera, que recelando de Sevilla á Don Juan de Gamboa uu caballero de
de la dotrina que él mesino les había dado, pensaba la Montaña criado del Rey, que era Alcalde de
que le matarían, é darían la fortaleza al Rey. El Fuenterrabia, é al Licenciado Don Juan de Medina
Rey ansimesmo, porque ovo nuevas que el Rey de Arcediano do Ahnazan, del Consejo del Rey é de la
Portogal era despedido de Francia para pasar á su Reyna, por sus diputados á la villa de Fuentorra-
Reyno, é considerando los inconvinientes que en la bía (1) con sus poderes bastantes para platicar é
dilación del tiempo podían nacer, condescendió al conferir con el Obispo de Lumbiers, é con otro ca
partido que el Alcayde le demandó; é dióle seguri ballero Francés, que el Rey do Francia babia ein-
dad para que fuese á Portogal con todo lo que te biado á la villa do Bayona por sus diputados, sobro
nia en la fortaleza. Y en esta manera la entregó al las materias de la paz quo el Cardonal de España
Rey, la qual mandó luego derribar por los muchos trataba que so finuaso ontro ol Roy é la Reyna, y
robos é fuerzas que dolía se habían fecho, é porquo el Rey de Francia é sus Reynos, é sobre las cosas
no oviese lugar donde mas en adelanto se fiuiescn. do las guerras pasadas.
Como la fortaleza de Caetronuño fué derribada, y
el Rey ovo expedido las cosas que fueron necesarias CAPÍTULO LXXVI.
en aquella comarca; luego vino para la cibdad de
Sevilla donde la Reyua estaba. É acordaron de par De la armada quo le liza por mar, para conquistar las islas de la
tir do allí para la cibdad de Córdoba, por dar orden Gran Cauaria.
en la justicia do aquella cibdad é de su tierra, é res Acordaron el Rey é la Reyna do facer armada
tituir las fortalezas della que estaban tiranizadas, por mar, y embiar á conquistar las islas do la Gran
é desagraviar á muchas personas que en los tiem Canaria, aquellas que eran rebeldes é no estaban
pos pasados habían recebido daños ó fuorzas en sus subjutas á señorío. E mandaron fornecer muchas
bienes. Antes que partiesen de la cibdad de Sevilla, naos do armas, é bastimentos, é caballos, y embia
el Marqués de Cáliz suplicó al Rey é á la Reyna que ron por su capitán de aquella conquista á un caba
le diesen lugar que volviese á la cibdad á estar en llero natural de Xerez de la Frontera, que se lla
su casa, é no consintiesen que tanto tiempo estuvie maba Pedro de Vera, home de buen esfuerzo, y
se destornudo de su naturaleza, sin haber otra cau experimentado en las cosas de la guerra; el qual
sa, salvo la enemistad que con él tenia el Duque de descendió en las islas de la Gran Canaria, é polcó
Medina. El Rey é la Reyna, considerando quo sí muchas veces con las gentes bárbaras que moraban
tornase á la cibdad, según las enemistades que ha en ellas. La qual conquista duró por espacio de tres
bía entre el Duque y él, no se podrían escusar entre años, en los quales ovo con aquellas gentes guerras
ellos algunos inconvinientes é danos á los vecinos continas. Y el Rey é la Royna ficieron grandes gas
do la cibdad, y escándalo en toda la tierra; acorda tos, porque continamente en todo tiempo embiaban
ron que ni él volviese á la cibdad de Sevilla, ni el gentes de guerra, é otras grandes provisiones de
Duque estoviese en ella, é cada uno estoviese en su vino, é lienzo, é fierro, é paño, é armas, é do todas
tierra. É mandaron al Duque salir luego de la cib los otras cosas que eran necesarias al sostenimiento
dad, é que no volviese A ella sin su licencia. Este de las gentes, quo por su mandado estaban en
mandamiento que al Duque so fizo, le fué grave, aquella conquista. É al fin fueron puestas en subje-
porque decía, que siempre había servido al Rey é á cion del Rey é de la Reyna. Aquellas islas son tier
la Reyna; é que en los tiempos de las turbaciones ra muy caliente, é fértil de pan, é de muchos ga
é guerras pasadas había sostenido con grandes tra nados domésticos, é miel, é otros muchos frutos.
bajos é peligros aquella cibdad para su servicio, ó Las gentes que allí moraban no se vestían ropas
que les había fecho lóales servicios dinos de gran de lana, salvo pellejos de animales; ni tenían fierro
des mercedes; ó que no solamente no gelas facían, é defendíanse con piedras, é con varas de árboles,
mas en lugar dolías, le daban pena de destierro de que aguzaban con piedras agudas, las quales varas
su casa é naturaleza. Decían ansimesmo, que no de por el grand uso quo tenian de tirar, salían de sus
bía ser fecha comparación de su persona é sorvicios brazos tan recias como de ballestas é de arcos, ó
á la persona del Marqués de Cáliz que había deser pasaban una adarga; é defendíanse en cuevas, é
vido. É decía otras razones, por do mostraba ser dolías facían tanta guerra que ninguno osaba me
agraviado de aquel mandamiento que le fué fecho. terse entre ellos por la espesura de las cuevas que
El Rey é la Reyna, considerando quanto complia al tenían. Moraban en chozas, é ramadas de árboles,
servicio de Dios é suyo, é quantos darlos é muertes ue los defendían del fervor del sol é do las aguas.
se escusaban estando absentes aquellos dos caballe I
labraban la tierra con cuernos de vacas, é con
ros de la cibdad, é que farian agravio al Marqués poca labor cogian mucho fruto, por la gran fertili
sí le dexasen fuera quedando el Duque en la cibdad, dad de la tierra. Su creencia era en un solo Dios de
insistieron en su primero mandamiento, é ficieron lo alto; é tenian un lugar do facían oración, é su
salir de la cibdad al Duque; ó prometieron al uno é
al otro, que habido tiempo conviniente entonderian (1) En el US. de Monfort hay una nota marginal que dice: Estt
en sus debates, ó darían tal órdon, que con paz é Don Juan fui iajiiut Otltfti ic Segueta.
DON FERNANDO É DOÑA ISABEL. * . 331
ritu era rociar aquel lagar do oraban con leche de obras que cathólicos christianos debían facer. É so
cabras que teman apartadas, é las criaban para sólo bre este caso les encargaban las consciencias, ro-
aquello; é á estas cabras llamaban ellos animales quiriéndoles, que pues eran príncipes cathólicos, cas
santos. Su lengua era bárbara muy cerrada, é apar tigasen aquel error detestable; porque si lo dexasen
tada de la lengua castellana. Pero porque había sin castigo, é no se atajaba, podría crecer de tal ma
ende otras islas, que estaban en la subjocion del nera, que nuestra santa fé cathólica recibiese gran
Rey é de la Reyna, que eran ya christianos, los detrimento. Esto sabido por el Rey é por la Reyna,
quales iban ó venian muchas veces á la cibdad de ovieron gran posar, por so fallar en sus señoríos
Sevilla, y eran mostrados en nuestra lengua; de personas que no sintiesen bien de la fé cathólica, é
aquellos tales llevaban intérpretes que entendían. fuesen hereges é apóstatas. Sobre lo qual el Carde
El Rey é la Reyna embiaron á aquellas islas fray- nal de España Arzobispo de Sevilla, fizo cierta cons
Ies é clérigos, que los convirtiesen á la fé de Nues titución en la cibdad de Sevilla, conforme á los sa
tro Salvador. Aquellas gentes eran muy agudas de cros Cánones, de la forma que con el christiano se
bu natura, é placíales saber y entender las cosas de debe tener desde el dia que nace, ansi en el sacra
nuestra fé. Ansimesmo en aquellos días partieron mento del baptismo, como en todos loa otros sacra
de la cibdad de Sovilla é do los otros puertos del mentos que debe recebir, é de lo que debe ser doc
Andalucía fasta treinta ¿ cinco caravelas para la trinado, ó debe usar ó creer como fiel christiano, en
mina del oro : on las quales iban muchoB morcado- todos los días ó tiempos do su vida, fasta el dia de
res é personas que so sentían dispuestos para sofrir su muorte. É mandólo publicar por todas las Igle
el largo camino de la mar, é las dolencias que se sias de la cibdad, é poner en tablas en cada parro
recrecían en aquella tierra. Los quales llevaban quia por firme constitución. É otrosí de lo que los
cargadas las naos do aquellas ropas viejas, é con curas ó olerigos deben dotrinar á sus feligreses,
chas, é almireces, é manillas de latón, é de las otras é lo que los feligreses deben guardar é mostrar á
cosas que eran demandadas por las gentes que en sus fijos. Otros! ol Rey é la Reyna dieron cargo á
aquellas tierras moraban. T embiaron el Rey ó la algunos Frayles ó Clérigos, é otras personas reli
Reyna en aquella flota por capitán nn caballero que giosas, que dellos predicando en público, dellos en
so llamaba Pedro de Covldes, á quien mandaron que fablas privadas é particulares, informasen en la
obedeciesen todas las gentes é mercaderes que iban f ; á aquellas personas, é los instruyesen, é reduxe-
en aquella ilota. É de todo el oro que se traia de Ben á la verdadera creencia de Nuestro Señor Jesu
aquella tierra, el Roy é la Reyna habían la quinta Christo, é les mostrasen en quanta damnación per
parte, de lo qual habían gran renta. petua de sus ánimas, é perdición de sus cuerpos é
bienes incurrian por facer ritos judaycos.
CAPÍTULO LXXVII. EBtos Religiosos á quien fué dado este cargo, co
mo quior que primero con dulces amonestaciones, é
De la hercgla que so falló en Sevilla y en Córdoba, y en otras al después con agras reprehensiones, trabajaron por
gunas elbdades de los Ilcynos de Castilla, 6 Aragón, é Valencia reducir á estos que judayzaban, pero aprovechó
é Cataluña (1).
poco á su pertinacia ciega que sostenían. ¡Los qua
Algunos Clérigos é personas religiosas é otros les aunque negaban y encubrían su yerro, pero se
muchos seglares, informaron al Rey é á la Reyna, cretamente tornaban á recaer en él, blasfemando el
quo ea sus Reynos é señoríos había muchos chris nombre é dotrinade nuestro señor é redemptor Jesu
tianos del linage de los judíos, que tornaban á ju- Christo. El Rey é la Reyna, considerando la mala é
dayzar, é facer ritos judaycos secretamente en sus perversa calidad de aquel error, é queriéndolo con
casas; é ni creian la fé christiaha, ni facian las grand estudio é diligencia remediar, embiáronlo á
notificar al Sumo Pontífice, el qual dió su bula, por
(I) El Cronista refiere en este capitulo «arias cosas que perte la qual mandó, qne oviese Inquisidores en todos
necen a distintos tiempos. I.a ordenanza ó edicto del Cardenal de los Reynos é seriónos del Rey é de la Reyna, loa
Mendoza Fué hecha y publicada en este año, pero no la conce quales inquiriesen de la fé, é castigasen los culpa
sión de la Bula, ni el establecimiento de la Inquisición. Los Re
yes i su partida do Sevilla dejaron encargado este negocio al dos del pecado de la herétioa pravidad ; é dió el car
Provisor Don Pedro de Solis, al Asistente Diego de Merlo, y a un go principal desta inquisición á un Religioso de
Religioso de San Pablo llamado Fray Alonso, y estos formaron el vida honesta, que tenia gran zelo de la fé, que so
primer plan de la Inquisición, sobre el qual se pidió la Dula a llamaba Fray Tomas de Torquemada, Confesor del
Sixto IV y este la concedió en M80, siendo encargados de este
negocio en Roma Don Francisco de Santillan, Obispo de Osma, y Rey, é Prior del monesterio de Santa Cruz dé Sego-
su hermano Don Diego de Santillan ambos Sevillanos, hijos del via, de la Orden do Santo Domingo. Este Prior que
Doctor Ruy Garda de Santillan, del Consejo del Rey Don Juan II, era principal Inquisidor, substituyó en su lugar In
como trae ZdSiga en sus Anal., alio 1180, p. 389. Pero el estable
cimiento formal de la Inquisición no se efectuó hasta el ano 1481, quisidores en todas las mas cibdades é villas de los
como afirma el Cura do los Palacios, y comprueba el mismo Zú- Reynos de Castilla, é Aragón , é Valencia, é Catalu
lliga por la lapida que esta en la portada de dicho Tribunal en ña. Los quales fioieron inquisición sobro aquella
Sevilla. Anal., alio 1-181, p. 389. Ilernaldez señal? los tres primeros materia de la herética pravidad, en cada tierra é
Inquisidores, que fueren dot Frayles de Santo Domingo, un Provin
cial é un Vicario, el uno llamado Fray Miguel, y el otro Fray Juan, comarca donde eran puestos ; é ponían en ellas sus
i con ellos el dolor ie Medina, Clérigo de San Pedro, etc. Bernald., cartas de editos, fundadas por derecho, para que
cap. 43 y 44. aquellos que habían judayzado, ó no sentían bien
332 CRÓNICAS DE LOS I ¡YES DE CASTILLA.
de la fé , dentro de cierto tiempo viniesen á decir linage; los quales se absentaron déla tierra con sus
sus culpas , é se reconciliasen con la Santa madre mugeres é fijos. E como quier que la absencia de es
Iglesia. Por virtud destas cartas y oditos, muchas ta gente despobló gran parte de aquella tierra, é fué
personas de aquel linage, dentro del término que notificado á la Reyna, que el trato se diminuía ; pero
era seSalado, parecian ante los Inquisidores, é con estimando en poco la diminución do sus rentas, é
fesaban sus culpas é yerros que en este crimen de reputando en mucho la limpieza de' sus tierras, do
heregfa hablan cometido. Á los quales daban peni cta, que todo interese pospuesto quería alimpiar la
tencias según la calidad del crimen en que cada uno tierra de aquel pecado de la heregia ; porque enten
babia incurrido. Fueron estos mas de quince mil día, que aquello era servicio de Dios é suyo. E las
personas, and bornes como mugares. E si algunos suplicaciones que le fueron fechas en este caso, no
babia culpados en aquel oriroon, é no venían á se la rotraxeron deste propósito, é porque se falló que
reconciliar dentro del término que les era puesto, la comunicación que aquolja gente tenia con los
habida información de testigos dol yerro que ha judios que moraban on las cibdades de Córdoba ó
bían cometido, luego eran presos, é se facían proco Sevilla ó sus diócosis, era alguna causa de aquel
sos contra elloB, por virtud de los quales eran con yerro, ordenaron el Rey é la Reyna por constitu
donados por heroges ó apóstatas, é remitidos a la ción perpetua, quo ningún judio, sopona do muerto,
justicia seglar. Destos fueron quemadoB en diversas inorase en aquella tierra : los quales fueron constre
veces y eu algunas cibdades ó villas, fasta dos mil ñidos de doxar sus casas, é ir á morar á otras partea.
hornea é mugeres; é otros fueron condonados á cár
cel perpetua, é á otros fué dado por penitencia, que OAPÍTÜLO LXXVIII.
todos los dias de su vida andoviesen señalados con
cruces grandes coloradas , puestas sobre sus ropas las tosas que el Rey ¿ U Reyna ficieron en la cibdad de
de vestir en los pechos y en las espaldas. E los inha Córdoba.
bilitaron, ansí á ellos como á sus fijos, de todo oficio Fechas é asentadas las cosas que habernos recon
público que fuese de confianza, é constituyeron que tado que ficieron el Rey é la Reyna en la cibdad de
ellos ni ellas no pudiesen vestir, ni traer seda, ni Savilla, donaron en olla por Asistente con cargo de
oro, ni chamelote, so pena do muerte. Ansimesmo administrar la justicia, á un caballero quo so llama
so faoia inquisición, si los que oran muertos dentro ba Diego do Merlo, é partieron para la eibdad de
de cierto tiempo habían judayzado; é porque se fa Córdoba, en la qual había dos parcialidades ; do la
lló algunos on su vida haber incurrido en este peca una era Don Diego Fernandez de Córdoba Conde de
do de heregia é apostasla , fueron fechos procesos Cabra, ó de la otra Don Alonso de Aguilar Señor de
oontra ellos por via jurídica, é fueron condemnadoa Montilla ; entre los quales en los tiempos pasados
é sacados sus huesos de las sepulturas, é quemados ovo tales é tan grandes enemistades, que Don Alon
públicamente; é inhabilitaban sus fijos para que so de Aguilar con los de su parcialidad , echó fuera
no oviesen oficios ni beneficios. Destos fuá fallado de la cibdad al Conde de Cabra é á los de la suya, é
gran número, cuyos bienes y heredamientos fueron le tomó los alcázares é la Calahorra , que tenia el
tomados, é aplicados al fisco del Rey é de la Reyna. Conde en tenencia. E por causa destos debates, an
Vista esta manera de proceder, muchos de los de sí en la cibdad de Córdoba y en su tierra , como
aquel linage, temiendo aquellas execucionos, des fuera della en las comarcas, acaecieron muchas
ampararon sus casas é bienes, é se fueron al Royno muertes é robos é otros grandes crimines entre los
de Portognl, é á tierra de Italia, é á Francia, é á caballeros é otras personas de la una parcialidad é
otros Reynos, contra los quales so procedía en ab- de la otra. E las fortalezas de la oibdad ansimesmo
sencia por los Inquisidores, é les eran tomados sus estaban en poder destos dos caballeros é de sus pa
bienes : de los quales é de las penas pecuniarias que rientes ó allegados; los quales no acudían con ellas
pagaban los reconciliados, por quanto eran de aque á la cibdad, ni facian dolías guerra ni paz, salvo á
llos que habían ido contra la fé, mandaron el Rey suarbitrioé voluntad, sin conocimiento de superior.
é la Reyna, que no se destribuyesen en otra cosa, Como el Rey é la Reyna fueron en aquella cibdad,
salvo en la guerra contra los moros, ó en otras co luego entendieron en la administración de la justi
sas que fuesen para ensalzamiento de la fó cathólica. cia, é dieren audiencias públicas, según lo ficieron
Algunos parientes de los presos é condemnados, re on la cibdad de Sevilla. E oyeron á muchas perso
clamaron, diciendo que aquella inquisición y exe- nas que reclamaron de robos ó fuerzas, é otros agra
cucion era rigurosa, allende de lo que debia ser; é vios que habian recebido de algunos caballeros é de
que en la manera que se tenia en el facer de los otras personas de la cibdad é su tierra, á las quales
procesos, y en la execucion de las sentencias, los luego mandaron desagraviar ; é ficieron aquellos
ministros y executores mostraban tener odio á aque dias restituciones de bienes y heredamientos que
llas gentes. Sobre lo qual el Rey é la Reyna, come algunos caballeros habian posoido largo tiempo
tieron á oiertos perladoB homes de conscienoia, que forzosamente. Ansimesmo mandaron faoer justicia
lo viesen é remediasen con justicia. Falláronse es de algunos ladrones é robadores que habian come
pecialmente en Sevilla, é Córdoba, y en las cibda tido feos delictos; é con esta justicia que ficieron,
des é villas del Andalucía en aquel tiempo quatro toda la cibdad se pacificó. Otrosí tomaron las forta
mil casas é mas, do moraban muchos de loe de aquel lezas de Hornachuelos, é de Anduxar, é de los Mar
don Fernando A DONA ISABEL. V &13
molejos, é de la Rambla, é de Santaella, é de Baja- tenia comenzada contra estoa Reynos de Castilla, é
lance, é de Montero, é del Fedroohe, é de Castro del mandaba poner gran diligenoia en la guerra que pe
Rio; é pusieron en ellas por alcaydes á personas pa fáoia en las fronteras. Ansimesmo sopíeron oomo el
cificas que las toviesen por ellos. Mandaron ansi- Arzobispo de Toledo, ó porque los yerros pasados
mestno á Don Alonso de Aguilar, que estaba en la no le daban seguridad, ó porque su natural inclina
cibdad, que dexase los alcázares nuevo é viejo, i la ción era d oí oy tarso en guerras, é ver novedades de
Calahorra que tenia, é que saliese de la cibdad é no tiempos , juntaba gente de armas en la su villa de
volviese á ella sin su licencia é mandado, porque Alcalá de Henares, para favorecer al partido del
ansimesmo el Conde de Cabra estaba fuera déla cib Rey de Portogal , é para lo meter otra vez en Casti-
dad. Y entendieron que lo mas necesario para con Ua ; porque entendía caer su fama en la estimación
servación del pacífico estado de la tierra, era el ab- de las gentes, si se retraxesc del propósito comen
sencia de aquellos dos caballeros de la cibdad. Viuo zado. E olvidando el tercero juramento que fizo do
ansimesmo á noticia del Rey é de la Rcyna, que se ser siempre leal Hervidor al Roy ó á la Reyna, é no
daban é repartían grandes dádivas, ansí á los de su favorecer al Rey de Portogal, le escribía contina
Consejo, como á los sus Contadores mayores é á sus mente avisos é consejos como debía entrar en estos
oficiales, é á los Alcaldes de su Corte, é Secretarios, Reynos, é continar su demanda; dándole á enten
y Escribanos do cámara, ó á otros que sorvian los der, que agora tenia mejor lugar para la proseguir
oficios de su corte; lns qnalcs dádivas so recobianso quo on ningún tiempo do los posados. Porque de- »
color de derechos de sus oficios ; é los oficiales se cia que había algunos Grandes é Caballeros on el
atrevían á demandar mas de lo que debían haber. Reyno descontentos del Rey é de.la Reyna; los
Por la qual causa los negociantes é librantes recla quales deseando libertad disoluta, se juntarían con
maban de los grandes cohechos que les llevaban, é él luego que entrase en Castilla, é le serian servido
de la gran corrupción que cerca desto en todos los res leales. Ansimesmo, que muchas cibdades é pue
oficios é oficiales de la corte generalmente había. E blos le recebirian con gran voluntad, porque no po
habida sobre esto información, unos fueron priva dían sofrir las imposiciones é tributos que les eran
dos de sus oficios, otros penados on sus bienes. E impuestos, en especial las derramas que se cogían
por la solicitud de un honesto Religioso é devoto, de la hermandad en todo el Reyno , para sueldo de
que se llama Fray Hernando de Talavera, Prior del la gente de armas, que continamente pagaban. E
convento de Santa María del Prado cerca de Valla- que debía venir luego con gente para la su villa de
dolid, de la Orden do Sant Gerónimo, persona de Talavera, é de allí vernia para la cibdad de Tole
muy honesta vida, é de gran suficiencia, el qual era do, donde le daba certinidad que seria recebido por
Confesor de la Reyna, é de quien mucho fiaba; es Rey é SeBor, porque los principales del común del la
tando en Córdoba el Roy é la Reyna ficieron orde estaban á su mandado, ó Be levantarían contra Gó
nanza, que ninguno del Consejo, ni los Contadores, mez Manrique, que tenia la tenencia del alcázar é
ni Alcaldes de la Corte, ni otro Juez, ni Comisario, la administración de la justicia. E que esta cibdad
llevase presente, ni precio alguno de dinero, ni otras habida en bu señorío, con buena confianza se podia
cosas, de las personas que ante ellos tratasen pley- llamar Rey de Castilla. Aquel caballero Gómez
t08. E ansimesmo ficieron ordenanza de lo que los Manriquo, que sabia el trato del Arzobispo, tenia
oficiales de los Contadores é los Secretarios y Escri continos trabajos en guardar la cibdad , no tanto de
banos de cámara , é todos los otros oficiales de la los contrarios, quanto de la mayor parte de sus
corte, habían de haber de sus derechos. E constitu mesmoB moradores; que por ser gentes de diversas
yeron, que ninguno excediese de aquella tasa, so pai tes venidas allí á morar por la gran franqueza
pena que lo pagase con las setenas. Allende desto que gozan los que allí viven , deseaban escándalos
todos los oficiales en presencia del Rey é de la Rey por se acrecentar con robos en oibdad turbada. Los
na ficieron juramento de guardar é complir aquella quales no teniendo el amor que los naturales tienen
constitución. E porque fué procedido contra algu á su propria tierra , ni sentían, ni les dolia su daño.
nos que la quebrantaron, á que pagasen las setenas Estos por sugestión de algunos alborotadores , en
de lo que allende do sus dercohos habían llevado, los treinta años pasados, rebelaron muchas veces
ninguno dende en adelante fué OBado de demandar contra el Rey Don Juan , é contra el Rey Don En
allende de lo quo contenia la tasa quo fué ordenada rique bu fijo, é pusieron la cibdad en incendios é ro-
que llevasen. bos, é agora incitados é atraídos con promesas é
dádivas del Arzobispo de Toledo, ficieron una con
CAPÍTULO LXXIX. juración secreta de matar aquel caballero que tenia
la guarda de la cibdad , ó tomar por Rey al Roy de
Como el Bey é la Reyna ovleron nueva que el Rey de Portugal Portugal ; é daban á entender en sus fablas secre
era vuelto i ifl Reyno) é lo que Gómez Manrique fabld a loa tas á los que pensaban ser mas prestos al escándalo,
Be Toledo.
que mudando el estado de la cibdad geles mudaria
Estando el Rey é la Reyna en la cibdad de Córdo su fortuna» é habrían grandes intereses de las fa-
ba, ovieron nuevas de como el Rey de Portogal era cíendas de los mercaderes é cibdadanos ricos como
Venido de Francia por mar á su Reyno de Portogal; otras veces habían habido, é grandes dádivas é mer
é que estaba en propósito de proseguir la guerra que cedes del Rey de Portogal, si tomasen armas, é pu-
334 CRÓNICAS DE LOS REYES DE CASTILLA.
Riesen la cibdad en su obediencia. E con estas plá » propósitos, caritativos é no crueles á sus cibdada-
ticas que teuian , los comunes, que ligeramente son » nos, acrecentaron señorío, é ganaron honra é fran-
traidos á facer en los pueblos levantamientos, es » queza para si é para vosotros. E según nos paro- '
taban alborotados , é los cibdadanos pacíficos ate »ce, algunos de los quo agora la moran, con faza-
morizados de aquel escándalo que sentían , é de los » ñas de crueldad, desleal tad é inobediencia, traba-
males que por él recelaban. Algunos cibdadanos pa n jan por la perder en gran peligro suyo é general
cíficos é de buen deseo, requirieron á aquel caba i) perdición de todos vosotros. Los servicios que los
llero que basteciese al alcázar é algunas torres é » primeros caballeros é cibdadanos de Toledo ficie-
puertas de la cibdad , ansí de armas, como de man iiron á los Reyes de España, é la lealtad que les
tenimientos é gentes para donde se pudiesen re «guardaron, porque merecieron la franqueza é li-
traer en tiempo de extrema necesidad fasta que » bertad que oy tenéis no conviene aquí repetir,
fuese socorrido. El qual les respondió que no en » porque fueron muchos y en diversos tiempos fe-
tendía retraerse , ni conocía lugar fuerte para se » olios, é aun porque las grandes franquezas é liber-
defender contra el pueblo, porque toda la cibdad ii tades de que esta cibdad mas que otra ninguna de
era fortaleza, y el pueblo de Toledo era el Alcay- » Eupafia goza, muestran bien ser leales é muy se-
de, é quando el pueblo era conforme á la rebelión, » Balados. Pero soy constreñido traer á vuestra me-
ninguna defensa podia haber; pero aunque conocía i) moria los deservicios é rebeliones que de pocos
estar alborotado la mayor parte, creía haber en él » tiempos acá en esta cibdad son cometidos contra
dos mil hornea quo fuesen leales , é lo que entendía i) los Reyes de Castilla ; porque si por ellos no ovis-
facer era, ponerse con el pendón real en la plaza, d tes pena , que á los malos enfrena, hayáis vergüon-
é con aquellos leales que se allegasen al pendón n za que á los malos reprime. El Rey Don Juan, pa-
real había deliberado de pelear por las calles de la i) dre de la Reyna nuestra señora, vino á esta cib-
cibdad contra los otros alborotadores é desleales. Al ndad, donde debiera ser recebido como Reyé sobe-
fin por algunas formas que discretamente este ca nrano Señor; é vosotros, cometiendo grave caso,
ballero sopo tener en aquel peligro, sabida la ver n é dando mal exemplo á los oyentes, le cerrasteis
dad de la conjuración , prendió á algunos que pudo » los puertas, é apoderastos en la cibdad contra su
haber de los que en ella fueron participantes, ó fizo » expreso mandamiento al infante Don Enrique su
dellos justicia, otros fuyeron á lugares do no pu aprimo, que á la hora no estaba en su gracia. Des-
dieron ser habidos ; é ansí libró la cibdad de aquel o pues perdonado vuestro yerro , é tornados á su
infortunio que recelaba. Fecha aquella justicia, pre » obediencia, dende á pocos dias tornaste» á desobo-
sente la mayor parte del pueblo en su congrega udeceré rebelar contra él, é sufrístes que viniese
ción, aunque sabia haber algunos entre ellos délos » poderosamente á poner su real sobro vosotros. E
que habian seydo en la conjuración ; pero porque i) seyendo único rey natural, y estando todo su rey-
la execucion de la justicia en los muchos pensó ser i) no pacifico á su obediencia, solos vosotros presu-
dificíle é peligrosa, acordó en la hora de disimular, » mistes de le quitar su titulo real por vana ó loca
é con algunas reprehensiones é amonestaciones cor n sugestión de los alborotadores do quien sois lige
regir al pueblo , no nombrando á ninguno, porque ramente traidos á semejantes yerros. Muerto el
el secreto diese causa al repentimiento, é díxoles » Roy Don Juan , é jurado por Rey en todo el Rey-
ansí : «Si yo, cibdadanos, no conociese , que los bue- ii no y en esta cibdad bu fijo el Rey Don Enrique ,
n nos é discretos de vosotros deseáis guardar la leal- orebelastes contra él; é faciendo división en el Rey-
» tad que debéis á vuestro Rey, y el estado pacifico de uno, tomastes por vuestro Rey al Principe Don
» vuestra cibdad , mi fabla por cierto é mis amones- ii Alonso su hermano. E después pasados algunos
ii taciones serian supérfiuas: porque vana es la amo- lidias desastes al Principe Don Alonso, é tornastos
» nestacion á los muchos quando todos obstinados i) al Roy Don Enrique; el qual venido ¿osta cibdad,
■ siguen ol consejo peor. Pero porque veo entre vos- i) por voluntad de algunos do vosotros, el dia quo
» otros algunos que desean vivir pacificamente, veo » entró en ella, mudando vuestro propósito, tomas-
i) ansimesmo otros mancebos engañados con pro- » tes armas, é le constrefiistes á salir fuera dalla, é
» mesas y esperanzas inciertas, otros vencidos del » tornastos á la obediencia del Principe Don Alon-
» pecado de la cobdicia, creyendo enriquecer en cib- n bo. Luego á pocos dias tornastos á la obediencia
l> dad turbada con robos é f uezas; acordé en ate ayun » del Rey Don Eurique, sin haber razón para las
tamiento de os amonestar lo que á todos conviene, » unas, ni para las otras mudanzas, sino solo el in-
n porque 'conocida la verdad no padezcan muchos i) ducimiento y engaño de vuestros alborotadores,
d por engaño de pocos. No se turbe ninguno, ni se » que ciegos de cobdicia é ambición, ni saben dar
i) altere, si por ventura oyere lo que no le place; ii buena paz, ni usar do justa guerra. Podemos ver
» porque yo en verdad bien os querría complacer, il daderamente creer, que si la primera ó segunda re-
«pero mas os deseo salvar. Toda honra ganada é íibolion fueran punidas según la graveza del yerro
i) toda franqueza habida, se conserva continando los vio requería, ni oviérades atrevimiento para las
n leales é virtuosos trabajos con que al principio se » otras , ni dolías á los reyes que recebistes, ni á la
» adquirió , é se pierde usando lo contrario. Los prí- i) cibdad que moráis , tantos daños, robos, é destrui-
i; meros moradores desta cibdad seyendo obedientes » oiones so siguieran ; porque cosa es cierta el pue-
» é leales á los Reyes, firmes é no variables en sua s blo castigado obedeoer, é muchas veces perdona
bOti FERNANDO É DOÑA ISABEL 836
»do soberbiar. Muerto el Bey Don Enrique, todos «gfienzalos impide, ni la razón los manda, ni la ley
f vosotros en nnion conformo reoebistes al Rey é á n los sojuzga. E con la sed rabiosa que tienen de al
«la Reyna, proprietaria verdadera destos Reynos, lí canzar en los pueblos honras é riquezas, carecien-
íí por vuestros señores naturales ; é les fecistes la n do del buen saber por do las verdaderas se alcan-
i) solemnidad del juramento de lealtad, que subditos i! zan , despiertan alborotos , é procuran divisiones
n Bon obligados de guardar á su rey. Agora querría i) para los adquirir, pecando é faciendo pecar al pue-
b saber, ¿ qué causa , qué razón tenéis , é qué fuerzas nblo. El qual no puode tener por cierto quieto, ni .
nrecebis, 6 receláis recebir, porque contra Dios, é «próspero estado, quando lo que estos sediciosos
i) contra vuestra lealtad , y especialmente contra el » piensan , dicen , é lo que dicen , pueden , é lo que
«juramento que poco ha fecistes, dais orejas á los » pueden osan , é lo que osan ponen en obra, é nin-
» escandalizados é alborotadores del pueblo ; que » guno de vosotros gelo resiste. | O infortunados
«propuesto su intereso, é vuestro daño, ponen ve- » aquellos, cuya memoria de tales crimines queda á
nneno de división en vuestra cibdad, é no cansan n los vivientes 1 Allende desto querría saber de vos-
nde vos inducir é traer á los robos é incendios » otros , qué riqueza , qué libertades, 6 qué acrecen-
« que han acostumbrado, é vos engañan que toméis ii tamicntos de honra habéis habido de las alteracio-
«armas, é pongáis esta cibdad on obediencia del » nes é rebeliones pasadas. ¿Dan por ventura, 6 re-
«Rey de Portogal con daño é destruicion do to- n parten estos alborotadores algunos bienes é oficios
n dos vosotros? ¿No habria alguna consideración al «entre vosotros, 6 falláis algún bien en vuestras ca-
«temor do Dios, ni vos pungiría la vergüenza de » sus do sus palabras y engaños, 6 puede alguno de-
i) las gentes , ó siquiera no habriadoB compasión de » cir que poséis algo de los robos pasados? No por
¡i la tierra que moráis ? ¿Podríamos saber qué es lo » cierto : antes vemos sus faciendas crecidas , é las
n quo queréis, 6 quando habrán fin vuestras rebelio- » vuestras menguadas; é con vuestras fuerzas é peli-
nnoH, i variedades, 6 podrí n sor quo esta cibdad » gros , haber ellos honras é oficios do iniquidad. E
ii sea una dentro de una cerca ; é no sea tantas, ni «vemos, que al fin de todas las rebeliones é discri-
» mandada por tantos? ¿No sabéis quo en el pueblo » mines en que vos ponen, vosotros quedáis siem-
» do muchos quieren mandar, ninguno quiere obe- » pre pueblo engañado, sin provecho, sin honra, sin
«decer? Yo siempre oi decir, quo proprio es á los « autoridad , é con disfamia , peligro, é pobreza ; é
n reyes el mando, é a los subditos la obediencia ; é » lo que peor é mas grave es , mostráis os rebeldes,
n quando esta orden so pervierte, ni hay cibdad que b A vuestro Rey, destruidores do vuestra tierra, sub- .
«dure, ni reyno que permanezca. E vosotros no sois « jetos á los malos que crian la guerra dentro de
i) superiores , é queréis mandar, sois inferiores, é no « la cibdad do es prohibida ; é no tienen ánimo fue-
» sabéis obedecer , do se sigue rebelión á los reyes, « ra de ella , do es necesaria. E porque mi fablamas
n males á vuestros vecinos , pecados á vosotros, é » pura Boa , é faga el fruto quo yo deseo , é é vos-
ii destruicion común & los unos é A los otros. Muchos » otros cumple, convenía aclarar una de las princi-
» piensan ser relevados destos culpas , diciendo: so » pales causas destos vuestros escándalos, aquella
lí mos mandados por los principales que nos guian. b on que, segnn pienso, el mayor número de vosotros
«¡O digna é muy suficiente escusacion do varones 1 b peca. Pienso yo, que vosotros no podéis buena-
» Sois obedientes á los alborotadores que vos man- b mente sofrir, que algunos que juzgáis no ser de
» dan robar é rebelar, é sois rebeldes & vuestro Rey Blinage, tengan honras é oficios de gobernación en
n que vos quiero pacificar é guardar. E queréis dar b esta cibdad ; porque entendéis , que el defecto do
«A entender, quo la rebelión á los reyes, é los ro- b la sangre les quita la habilidad del gobernar. An-
» bos que habéis fecho á vuestros cibdadanos , se » simesmo vos pesa ver riquezas en homes, quo se-
« deben imputar á los consejeros ; como si vosotros B gnn vuestro pensamiento no las merecen, en espe-
»no eupiésedes, que rebelar é robar son crimines «cial aquellos que nuevamente las ganaron. E des
i> tan feos, que ninguno los debe cometer traido por atas cosas qnesentis ser incomportables, so engen-
n fuerza, ni menos por engaño de aquellos que de- b dra un mordimiento de invidia, é de la invidia
ii cis que vos guian ; á los qualcs si vosotros tenéis » nace un odio tal , que vos mueve ligeramente á to-
» por principales guiadores, mucho erráis por cierto n mar armas , é hacer insultos en la cibdad. E no sé
ii en la guia verdadera; porque, bus principios dos- Byo quo so puedo colegir desto, salvo quo querria-
ii tos principales son soberbia, é bus medios invidia, b des enmendar el mundo, porque vos parece que
» é sus fines muertes, é robos, é destruiciones. Ansi b va errado, é los bienes del no bien repartidos. ¡O
ii quo menos podéis vosotros escusaros de culpa con- b cibdadanos de Toledo , pleyto viojo tomáis por
» sintiendo, que ellos de pena consejando. Verdade- «cierto , é querella muy antigua, no aun por nues-
» ramente creed, que si cada uno de vosotros tuvie- «tros pecados en el mundo fenecida cuyas raices
» se A Dios por principal , estos que llamáis princi- « son hondas, nacidas con los primeros homes, é sus
« pales, ni temían autoridad, ni serian creídos como «ramas de confusión que ciegan los cntendimien-
» principales ; antes como indinos é dañadores se- ii tos, é las flores , secas é amarillas que afligen el
«rian apartados, no solamente del pueblo, mas del b pensamiento , é su fruto tan dañado é tan mortal
ii mundo; pues tienen las intenciones tan dañadas. » que crió é cria la mayor parte de los males que en
n que ni el temor de Dios los retrae, ni el del Rey » el mnndo pasan , é han pasado , los que habois ol
«los enfrena, ni la conciencia los acusa , ni la ver- ido, é los que habéis de oir. Mirad agora quanto
CRÓNICAS DE LOS REYES DE CASTILLA.
a yerra el apasionado dcsto error : porque dexando » grande de espíritu da al ignorante este triste pe-
i) de decir como yerra contra la ley de natura , pnes a cado, el qual ningún fruto de delectación tiene ;
» todoa somos nacidos de un padre é de una masa, i) porque en el acto, y en el fin del acto engendra
» ó ovimos un principio noble: y especialmente con- i) tristeza, con que llora su mal proprio, y el bien
i) tra aquella clara virtud de la caridad que nos » ageno. Ansí quo no hayas molesto ver riquezas é
i) alumbra el camino de la felioidad verdadera ; ha- ii honores en aquellos quo á vosotros parece que no
a beis de saber que 84 lee en la Sacra Scriptura, que » las deben tener, é carecer dolías á los que por li
a ovo una nación de gigantea, que fuá por Dios dea- li nage pensáis que las merecen , porque esto pro-
» truida, porque según se dice, presumieron pelear ii cede de una ordenación divina , que no se puede
n con el cielo. ¿Pues qué otra cosa podemos enten- a repunar en la tierra , sino con destruicion de la
» der de los que mordidos de invidia, facen divisio- » tierra. E habéis de creer que Dios fizo homes
a nes é robos en los pueblos? sino que remedando né no fizo linages en que escogiesen. A todoa fi-
» la soberbia de aquellos gigantes, quieren pelear » zo nobles en su nacimiento; la vileza de la san-
» con el ciólo, é quitar la fuerza á las estrellas, ro- ii gro ó obscuridad del linage , con sus manos la
i) putando las gracias que Dios reparte á cada uno » toma aquel que dexando el camino de la clara vir
«como le place, en virtud de las quales alcanzan il tud se inclina á los vicios del camino errado. E
» estas honras é bienes, que vosotros presumís en- n pues á ninguno dieron elección de linage quando
» mendar é contradecir. Vemos por experiencia al- i) nació, é á todos se dio elección de costumbres
0 gunos hornea destos que juzgamos nacidos de baxa n quando viven, imposible seria según razón, ser el
b sangre , forzarlos su natural inclinación á dexar a bueno privado de honra, ni el malo tenerla, aun-
a los oficios baxoa de los padres , é aprender scien- ii que sus primeros la hayan tenido. Muchos de loa
n cia, é ser grandes letrados. Vemos otros que tie- » que descienden de noble sangre, vemos pobres, á
a nen inclinación natural á las armas , otros á la a quien ni la nobleza de sus primeros pudo quitar
a agricultura, otros á bien é compuestamente fablar, » pobreza , ni dar autoridad. Donde podemos clara-
«otros á administrar é regir, é á otras artes di ver- 9 mente ver, que esta nobleza que opinamos, nin-
usas, é tener en ellas habilidad singular que les da a guna fuerza natural tiene quo la faga permanecer
» su inclinación natural. Otrosí vemos diversidad i) do unos en otros , sino permaneciendo la virtud
i) grande de condiciones, no solamente entre la mul » que la verdadera nobleza da. Habernos ansimesmo
lí ti tud de loa hornee, mas aun entre los hermanos » de considerar, que ansí como el cielo un momento
a nacidos de un padre é de una madre : el uno ve- a no está firmo ni quedo, ansí las cosas de la tierra
a moa sabio , el otro ignorante ; uno cobarde , otro ii no pueden estar en un estado ; todas las muda el
«esforzado; liberal el un hermano, el otro avarien a que nunca se muda. Sólo el amor de Dios, é la ca
to ; uno dado á algunas artes , otro a ningunas. li ridad del próximo es lo que permanece; la qual
» En esta cibdad pocos diaa ha vimos un home pe- i) engendra en el christiano buenos pensamientos, é la
n rayle , nacido é criado desde su niñez en el oficio d da gracia para las buenas obras que facen la ver
» de adobar paños , el qual era sabio en el arte de la il dadera lidalgnia , é para acabar bien esta vida, ó
n astrologia , y el movimiento de las estrellas , sin o ser, del linage de los santos en la otra. Yo, seño-
ii haber abierto libro dello. Mirad agora quan gran i) res, considerando el crimen detestable que en esta
n diferencia hay entre el oficio de adobar patios é » cibdad imaginaban algunos cometer contra la ma-
» la sciencia del movimiento de los cielos ; pero la ii gestad real, bien quisiera estender mas la justicia
a fuerza de su constelación le llevó á aquello, por do a que comencé á facer en algunos delinqüentes, pero
«ovo en la cibdad honra é reputación. ¿Podréis por ii déxolo agora por dos respetos : el primero , por-
i ventura quitar á estos la inclinación natural que ii que conozco, que el Bey é la Reyna nuestros Se-
» tienen, do lea procede esta honra que poseen? No a ñores son tan piadosos, que no se gozan en la san-
« por cierto, sino peleando con el cielo, como ficie- d gro de sus subditos ; lo otro, porque entiendo que
n ron aquellos gigantes que fueron destruidos. Tam a mis razones faran tal fruto en los errados, que co-
il bien vemos los fijos é descendientes de muchos re a nocido su yerro, é temiendo la justicia, darán tal
tí yesé notables homes escuderos é olvidados, porser a reposo á sí é á vosotros, que olvidaran todo mal
ii inhábiles é de baxa condición. Fagamos agora que a pensamiento.
» sean esforzados todos los que vienen del linaje Oidas las razones de Gómez Manrique, todas
ii del Rey Pirro, porque su padre fué esforzado. O aquellas gentes partidas en partes, los unos se sal
b fagamos sabios á todos los descendientes de Salo- vaban afirmando no saber aquella conjuración, otros
» mon, porque su padro fué el mas sabio. O dad ri- la agraviaban mucho , é decían, que todos los que
n quezas, y estados grandes á los dellinage del Rey en ella habian entendido debian ser castigados.
i) Don Pedro de Castilla, é del Rey Don Dionis de Pero ansi los que en su secreto sabían sus yerros, por
«Portogal, pues que no lo tienen, é vos parece que ser libres de pena, como los inocentes, por gozar de
i) lo deben toner por ser de linage. E ai el mundo la paz que deseaban , fueron alegres por la seguri
» queréis enmendar, quitad las grandes dignidades, dad que Qomez Manrique lea dio. Y en aquella ma
« Vasallos é rentas é oficios , que el Rey Don Enri- nera se remedió el escándalo quo en aquella cibdad
» que de treinta aflos á esta parte dio á homes de se trataba.
1 baxo linage. Vano trabajo por cierto , é fatiga -
DON FERNANDO É DOÑA ISABEL. 337
donde el Arzobispo estaba, para le resistir si mo
viese á facer guerra, 6 si fuese á Toledo según pen
CAPITULO LXXX. saba que iria. E mandaron dar sus cartas para to
Codo el Rey i la Reyna fueron avisados que el Rey ríe Portogal das las cibdades , villas é lugares del Arzobispado
quería entrar otra vez en Castilla, i proveyeron en la guerra del de Toledo, recontando el ellas el perdón que pocos
Marquesado de Villcna; e déla reconciliación del Ariobispode
Toledo.
dios antes ficíeron al Arzobispo de los yerros pasa
dos. De los quales no contento, añadiendo otros ma
El Bey ó la Reyna, estando en la cibdad de Cór- yores, trataba con el Rey de Portogal para lo me
dova, fueron, según habernos dicho, avisados que ter en sus Reynos, é mover nuevas guerras en gran
el Arzobispo do Toledo trataba de nuevo con el Rey deservicio de Dios é suyo , é quebrantamiento del
de Portogal que entrase en Castilla ó viniese ¡i la su segundo juramento que poco antes le habia fecho :
villa de Tal avera; é quo allí vernian á él algunos por las quales cosas ellos querían proceder contra él,
grandes é otros caballeros del Reyno, á quien él é procurar con el Santo Padre quele privase del Ar
solicitaba que tomasen su voz ; é que dende aque zobispado, é le diese pena condigna de tales é tan
lla villa proseguirla su empresa para haber los Rey- desleales crimines. Y entretanto mandaron embar
nos de Castilla. Sopieron ansimesmo, que el Rey de gar todas sus rentas. Otrosí mandaron á todos los
Portogal lo habia aceptado, é que ol Principe su fijo, que con él estaban , quo luego se apartasen de bu
ó otros algunos caballeros do su Royno le retraían compañía, é no le diesen favor ni ayuda, so. pena
dello, ó le consejaban que no lo aceptase. Porque si quo perdioson sus bionos, é los dorribasen los casas
la primera entrada quo fizo en Castilla con mejores de su morada. E de fecho fueron derribadas en la
fundamentos é mayores fuerzas habia seydo incier villa de Madrid las casas de algunos , que contra el
ta, é lo habia puesto en grandes peligros, quanto mandamiento dol Rey é de la Reyna eetovieron con
mas lo seria la segunda, que no tenia otra certini el Arzobispo.
dad, sino la que solo el Arzobispo le facia. El Rey Como estas cartas fueron publicadas en todos los
de Portogal , considerando que en haber principia lugares del Arzobispado, luego fueron embargadas
do é no acabado su empresa recebia gran mengua, las rentas del Arzobispo, é no le era acudido con
refusaba todo consejo que contra su voto le fuese maravedís ni pan alguno dolías ; é muchos de los
dado, porque entendía que mayor honra le era morir que con él estaban se despidieron del , porque sus
con infortunios en Castilla prosiguiendo esta de casas no fuesen derribadas. Ansimesmo Diego Ló
manda, quo vivir con prosperidad en otros partes pez de Ayala un capitán de la Reyna , entró secre
dexándose della. Otrosí ovieron nueva que el Mar tamente en la villa do Talavera, é apoderóse de la
qués de Villena habia ido á la cibdad de Chinchilla fortaleza dello. Los otras villas é lugares del Arzo
á resistir el sitio que el Gobernador que la Reyna bispado que eran llanas, considerando quan desho
puso en el Marquesado tenia sobre aquella cibdad, nesta era la mudanza que el Arzobispo facia, estaban
é le habia impedido algunas execuciones de justi alteradas para se alzar contra él. Los caballoros de
cia, que con los poderes reales quería executar en su casa é sus criados , por la mayor parto estaban
aquella tierra, especialmente en la cibdad do Chin descontentos de aquel camino que el Arzobispo
chilla , diciendo que aquello que executaba era in tornaba á seguir, e requeríanle que lo dexase. E
justo, é procedía dé voluntad de aquel Gobernador, porque oreian que el Arzobispo facia este nuevo es
é no do voluntad de la Reyna, porque era contra lo cándalo por consejo de aquel Alaroon , á quien ha
asentado con él al tiompo quo le habian reconcilia bernos dicho que daba gran crédito , fué de tal ma
do á su servicio. E fué fecha relación al Rey é a nera amenazado, que no creyendo que podría esca
la Reyna, como el Marqués había fecho aquel mo par de sus manos, acordó de se absentar, é fué para
vimiento, porque conocía la necesidad en que esta el Reyno de Francia. Pero ni por el absoncia de
ban puestos en la guerra que con el Rey de Porto- este Alarcon, el Arzobispo dexó de continar su
gal se esperaba, á fin de recobrar las villas é tierras propósito contra el voto de los principales de su
que habia perdido del Marquesado de Villena. El casa. Entre los quales uno que se llamaba el Doctor
Roy é la Reyna, habidas estas nuevas, embiaron Don Tollo de Buendia, Arcediano de Toledo, letra
por capitanes á Don Jorge Manrique fijo del Maes do, é home de loable exemplo de vida, criado anti
tre Don Rodrigo Manrique, é á Pedro Ruiz de Alar- guo del Arzobispo, veyeudo que no le podían apar
con, bien proveídos de gente de caballo al Mar tar de la compañía del Rey de Portogal , é que su
quesado de Villena, para guardar aquella tierra, é fecho iba en perdición, habiendo respecto á lo que
resistir qualquier fuerza quo el Marqués en ella buen home es obligado de facer por su señor en tiem
tentase facer ; é para facer guerra á la cibdad de po de extrema necesidad ; como quiera que fuese ho
Chinchilla, é á las villas de Belmonte é Alarcon , é me viejo, é apartado ya de toda negociación mun
al castillo de Garcimufioz que estaban por él. Otrosi dana, fué al Arzobispo a le consejar que dexase
proveyeron en aquel nuovo escándalo quo el Arzo aquel camino que quoria llevar adelanto, ó dixole:
bispo facia, é dieron cargo al bastardo hermano del < Señor, si entre tanto multitud de gentes vedes que
Rey, Duque de Villahermosa, que estuviese en la nplogo á Dios elegiros por Prelado de la Iglsio ma-
villa de Madrid ; el qual puso gente de armas en «yor de las Españas ; en pago de tanto beneficio, no
aquellos lugares comarcanos de la villa de Alcalá » debéis escandalizar la tierra, ni ponerla en guerra,
Cr.—III. 22
33B CRÓNICAS DE LOS BEYES DE CASTILLA.
s mucho agena de vuestro hábito é religión; por- les placia de usar con el Arzobispo de la piedad
»que os mostrariades ingrato á Dios qne vos dio que á ellos convenia, é no de la justicia qne él me
I esta dignidad, y enemigo de la tierra á quien de- recía, é qne le perdonaban otra vez, anal por gratifi
»beis ser padre. Contemplemos , señor, en la brove- car al Rey de Aragón, á quien sabían que placería
ídad de nuestra vida, é gastémosla en enmendar dello, como por las buenas razones é humillaciones
tíos yerros 'pasados; porque dexemos acá buen que de su parte les habia fecho. Pero demandaron
lexemplo, é alcancemos allá verdadera gloria.» que les entrogase el Arzobispo todas las fortalezas
El Arzobispo, veyendo que algunos grandes del que tenia, por quitarle del pensamiento los alboro
Reyno con quien trataba no le respondían según tos que en fiucia deUaa imaginaba facer en deser
esperaba, é que no le acudian con sns rentas, ni te vicio de Dios, é daño de su consciencia, y en agra
nia dinero para pagar el sueldo á la gente de armas vio general de la tierra. El Arcediano do Toledo, de
que tenia junta; vey endose puesto por muchas par parte del Arzobispo prometió de los entregar luego
tes en extremas necesidades , conociendo ansimes- á quien el Rey ó la Reyna mandasen. El Arzobispo,
mo la sana intención doete Arcediano, diólo comi cumpliendo lo que el Arcediano prometió de su
sión para facer aquello que entendiese que debia parto, entregó las fortalezas de Alcalá la vieja, é
facer en guarda de su honra y estado. Esto Arce Brihuega, ó Santorcaz , é la Guardia, é Almonacil,
diano fué con esU comisión al Bey é á la Beyna é Canales, é Uceda; en las quales el Rey é la Rey
que estaban en Córdoba, los quales le tenian en na pusieron sus Alcaydes, que les fioieron pleyto
gran veneración, por respecto de su sciencia é ho omenage, é prometieron de no acoger en ellas al
nestidad de vida. E como quiera que por la indina- Arzobispo, ni á otra persona alguna sin su manda
cion que tonian concebida del Arzobispo, estaban do. Asentaron ansimesmo, que la villa de Talayera
en propósito de no oir mensagero, ni trato que leB cstoviese en poder de aquel Diego López de Ayala
fuese movido de su parte ; pero la bondad del men que la tomó, é toviose la justicia é jurisdicion dolía,
sagero ñzo ablandar la ira que del Arzobispo tenian é no recibiese al Arzobispo, ni á otra persona pode
concebida, é recebirlo humanamente. Este Arcedia rosa salvo al Roy é á la Reyna, ó á quien ellos man
no les dixo que la clemencia de los Reyes en un dasen ; é que el Arzobispo pagaso las tenencias á
vencimiento de mayor gloría que aquel que en las los Alcaydes que el Rey é la Reyna pusiesen en
batallas se alcanza ; é que no venia á salvar al Ar aquellas fortalezas, é les diese todos los bastimen
zobispo, ni dar razones de sus yerros, ni menos que tos ó pertrechos que fueren menester para la pro
ría decir que tenia confianza en su inocencia, pero visión é guarda dellas. Las quales entregadas á los
que la tenia en la magnanimidad del Rey é de la personas que el Rey é la Royna pusieron por Alcay
Reyna, porque creia que eran muy grandes, serían des, é puesto en execucion todo lo que por aquol
muy piadosos, é mostrarían su grandeza en el per Arcediano fué asentado, el Rey é la Reyna manda
donar , é que no mirarían á los yerros presentes, ron sus cartas para desembargar sus rentas al Ar
mas recordarían los servicios pasados, si algunos zobispo. El qual como se vido sin fortalezas, cesó
les había hecho el Arzobispo. Por onde que les su do pensar pensamientos escandalosos, é cesó ansi
plicaba, que viesen la orden que daban, é lo que les mesmo la pendencia que tenia con el Rey de Por
placía que se ficieae, é luego se pornia en obra ; por togal , porque lo fallcscian las fuerzas con que le
que él y todo lo que tenia, se ponía en sus manos podía ayudar; é donde en adelante vivió pacifica
reales. El Rey é la Reyna, oídas aquellas palabras, mente, sin dará su espíritu inquietud, é al Reyno
respondieron, que verían en aquello que habia pro de Castilla escándalos.
puesto, é lo mandarían expedir prestamente.
CAPÍTULO LXXXII.
CAPITULO LXXXI. De la guerra qne se fizo contra el Marqués ds Villena
en Escalona y en el Marquesado.
Sígnense lis cosas qne pisaron en el Jilo de rail e qnatroelentos
é setenta é nueve anos. Como el Rey ¿ la Reyna fneron a Gua Estando el Rey é la Reyna en Guadalupe, man
dalupe, é de las cosas que allí ñcleron. daron al bastardo hermano del Rey, Duque de Vi-
Fechas é asentadas las cosas que el Rey é la Rey llahermosa, qne era capitán mayor de la gente de
na fioieron en Córdoba, acordaron do partir de las hermandades, qne fuese oon algunas gentes á
aquella cibdad, é venir para la villa do Guadalupe, Alraorox , un lugar cerca de la villa de Escalona,
por estar en comarca del Reyno de Portogal , para para resistir á la gente del Marqués los robos é otros
proveer en las cosas necesarias á la guerra do males que facían por la comarca. Y en aquel lugar
aquella frontera, é ansimesmo en comaroa del rey- de Almorox, y en Maqueda puso gentes de caballo,
no de Toledo, é de la villa de Escalona, dondo es que todos los mas días salían al campo, é peleaban
taba gente del Marqués de Villena faciendo guorra con los do la villa de Escalona ; en la qual estaba
en aquella tierra. Venidos á Guadalupe, después de por capitán un hermano del Marqués bastardo, que
algunas pláticas habidas con el Arcediano de Tole se llamaba Don Juan Pacheco, que después fué
do en aquel negocio del Arzobispo, acordaron de muerto en Zamora, é por Alcayde de los alcázares
olvidar los yerros, ó dexar la ira que del Arzobispo un caballero natural de Madrid, que se llamaba
habían concebido, é respondieron al Arcediano que Juan de Luxan ; loa qualea tenian quatrocientoa
DON FERNANDO É DONA ISABEL. ' 839
hornee á caballo, é quinientos peones, que salían Ies embió á decir, que Dios era testigo de su volun
continamente por la tierra á traer los bastimentos tad, como no habia tomado armas ni movido guer
qne eran necesarios. Ansimesmo en el Marquesado ra en su deservicio, ni menos tenia olvidado el gran
donde estaban por capitanes contra el Marqués, beneficio que le fioieron en le perdonar ; por el qual
Don Jorge Manrique é Pero Ruiz de Alarcon, pe estaba en obligación de los servir é obedecer en los
leaban los mas dias con el Marqués de Villena é dias de su vida. E que les suplicaba mandase saber
con su gente ; é habla entre ellos algunos recuen la verdad del movimiento de aquella guerra , é fa
tros, en uno de los quales, el capitán Don Jorge llarían que por él ni por parte suya fué movida,
Manrique se metió con tanta osadía entre los ene salvo resistiendo al Gobernador que habian ambla
migos, que por no ser visto de los suyos, para que do al Marquesado, el cerco que sin causa habia
fuera socorrido le firieron de muchos golpes, é mu puesto sobre la cibdad de Chinchilla, sin tener man
rió peleando cerca de las puertas del castillo de damiento del Rey ni de la Reyna para ello : porque
Garcimufioz, donde acaeció aquella pelea, en la qual era contra lo que sus Altezas le habian prometido
murieron algunos escuderos é peones de la una é quando le recibieron á bu Bervicio. E que si guerra
de la otra parte. En aquella guerra habia algunos en aquella su tierra y en la su villa de Escalona ha
prisioneros que se tomaban, é los capitanes del Rey bia recrecido , aquello era queriendo defender su
é de la Reyna acordaron de aforcar seis homes de los persona, é los bienes que le habian dexado, é no
que prendieron , porque siguiendo guerra injusta, presumiendo de ofendelles ni desobedecer sus man
peleaban contra el Rey en su Reyno. Visto por la damientos. E que les suplicaba no quisiesen creer
gente de armas que estaba con el Marqués aquella las malas é no verdaderas informaciones que algu
justicia, recelando que qualquier dellos que fuese nos, mas siguiendo sus pasiones que las vias do la
preso seria aforcado, requirieron á un caballero que verdad les facian, ó mandasen cesar aquella guerra
se llamaba Juan de Barrio capitán de la gente del que contra él se facia, á oirle á su justicia.
Marqués, que aforcase otros seis de los prisioneros El Rey é la Reyna , oida la suplicación del Mar
que estaban en su poder. Aquel capitán, temiendo qués, respondieron que si su gobernador en alguna
que su gente por aquella causa no enflaqueciese, cosa habia excedido, debiera el Marqués recorrer á
acordó de aforoar algunos de los que tenia presos ; ellos por el remedio para que lo mandase castigar,
6 mandó que echasen suertes los presos, é los seis é que habia errado en querer por su propia autori
dellos á quien cayese por suerte fuesen degollados. dad ponerse en armas á facer resistencia ; pero que
Acaeció, que una de las suertes cayó á un escudero ellos mandarían saber la verdad de todas las cosas
vecino de Villanueva de la Xnra aldea de Alarcon, pasadas, é facer aquello que de justicia debiesen.
home de fasta quarenta é cinco anos , casado é con Aquel caballero Don Rodrigo de Castañeda era ho
fijos; el qual tenia un hormano, que estaba ansi me de mas altos pensamientos quo fuerzas, y estan
mesmo preso con él , mozo de fasta veinte é cinco do allí en Guadalupe algunos dias, solicitando con
afios. Este mozo, visto que por la suerte que habia el Rey é con la Reyna la relevación de la guerra
caido á su hermano mayor habia de morir , dixo: quo por todas partes se facia al Marqués ; porque se
i) Hermano, yo quioro morir en lugar vuestro; por- falló contra él, que no mandándolo el Marqués, cm-
1) que no podría sofrir la pena que habría en vues- biaba avisos al Rey de Portugal, dando órden en su
i>tra muerte, é carecer de vuestra vista.» El her entrada en Castilla, el Rey é la Reyna le mandaron
mano mayor le respondió : o No plegué á Dios, hor- prender, & llevar á la villa de Talavera, donde es
b mano, que padezcas tú por mi ; yo quiero sofrir tovo preso algunos dias, é alli en la prisión murió*
»con paciencia esta muerte, pues á Diosplogo que
«muriese de esta manera. No es razón que tú, que CAPÍTULO LXXXIII.
seres mas mozo, é aun no has gozado de los bienes
ndesta vida, mueras en tan tierna edad; enconiién- De las cosas qne pasaron con los mensajeros del Clavero
» dote mi muger é mis fijos. » El hermano menor re de Alcántara, é de la Condesa de Medellii.
plicó: «Hermano, vos sois casado, é tenéis fijos po Vinieron á Guadalupe do estaba el Roy é la Rey
li quefios, los quales quodarian sin abrigo ; mas valo na mensagoros de Doña María Pacheco Condesa do
»que muora yo, é dexe temprano las tribulaciones Mcdellin, hermana del Marqués do Villena, fija bas
ndesta vida, pues de mi muerte no viene dafioá otro tarda del Maestro de Santiago Don Juan Paoheco,
«sino á mi.n Esta quistion pasó entre estos dos her muger viuda; la qual poco antes de aquellos dias
manos, é al fin venció el menor ; é por grandes Boltó á Don Pedro Puertocarrero Conde de Medellin
megos que fizo al capitán fué degollado, é quedó su fijo de las prisiones en que le tovo por espacio
vivo el mayor : pónese aqui este caso por ser sin de cinco afios. Esta Condesa fué la principal que en
gular exemplo de buena hermandad. El Marqués de los tiempos pasados sostovo las guerras en aquellas
Villena, que estaba en el castillo ;de Garcimufioz, partes de Estreñíadnra, favoreciendo unas veces á
publicaba, que él no era cansa de aquella guerra, é unos, é otros veces á otros, muger de grandes atrevi
que sus armas eran por resistir, é no por ofender ni mientos. La qual tenia usurpada la villa de Mérida,
desobedecer al sceptro real. E sobre esto embió al que es del Maestradgo de Santiago; é tenia por fuer
Rey é á la Reyna un caballero de su casa, [que se za la villa de Medellin al Conde su fijo, é todos los
llamaba Don Rodrigo de Castañeda ; con el qual otros sus bienes. Estos mensageros pidieron al Rey
340 CRÓNICAS DE LOS REYES DE CASTILLA.
é á la Reyna que le diesen la encomienda de aque de la Condesa no fueron contentos de las respues
lla villa de Mérida, é quo mandasen qne en toda su tas dadas al uno ni al otro ; porque pensaban el Rey
vida toviese la villa de Medellin, é llevase la renta é la Reyna estar puestos en tan grandes necesida
della, á que le diesen provisiones para ello ; deman des de la guerra quo esperaban con el Rey de Por-
daron ansimeamo otras cosas difíciles de facer. El togal, que de necesario seria otorgarles todo lo que
Rey é la Reyna, vistas las demandas que de parte de demandasen, é que ninguna cosa les seria negada,
la Condesa les fueron fechas, respondieron, que de por causa de las fortalezas é gente é parentela gran
la villa de Mérida ni de su encomienda , ellos no de que tenian en aquella frontera de Portogal. Des
debian disponer por ser de la orden de Santiago, ni pedidos aquellos mensageros con la respuesta que
menos le darían provisiones ni favor contra el Conde el Rey é la Reyna les mandaron , el Clavero é la
su fijo, para llevar las rentas que lo pertenecían. Condesa, que fasta aquol tiempo en las guerras pa
Pero que vistas las causas que entro ellos eran, pro sadas habían seydo enemigos, ó tenido partes con
puestas é oídas las razones del Conde su fijo, man trarias, luego trataron amistad en uno , y embiaron
darían administrar sobre todo lo que fuese justicia. sus mensageros al Rey de Portogal, ofreciéndole su
Vinieron ansimesmo mensageros de Don Alonso de obediencia, é recibiéndole por su Rey, é obligáronse
Monroy, Clavero do Alcántara, que según habernos de le servir como sus subditos. El Roy de Portogal,
dicho se llamaba Maestre, é tenia contención con recibiendo el ofrecimiento dol Clavero é de la Con
Don Alvaro de Stúfiiga Duque de Plasencía, sobre desa, prometió de les ayudar en todas las cosas que
la posesión del Maestradgo de Alcántara , del qual le demandaron. E por seguridad que la Condesa
era proveído por el Papa Don Juan de Stúfiiga , su complilia con el Rey de Portogal lo que le prome
fijo. Este Clavero era homo guerrero, ó muy empa tía, entrególo la fortaleza de Mérida.
rentado en la tierra de Estremadura, y estaba apo
derado de algunas fortalezas de su comarca ; é por CAPITULO LXXXIV.
haber la posesión del Maestradgo, continuaba guer
ra en aquellas partes, de la qual se siguieron mu De la embalada que embió el Rey de Francia al Rey é i la Reyna,
é lo que propusieron.
chos é muy crueles fechos, ansí de robos, como de
muertes , é tomas , é furtos de fortalezas , é otros Vinieron ansimesmo á aquella villa de Guadalupe
grandes danos y engaños, en uno de los quales este embaladores del Rey de Francia, entre los quales
Clavero fué preso por el Alcayde de Magazela, de venia un Perlado que era Obispo de Lumbiers para
quien se confió. En la qual prisión estovo algunos refirmar la paz entre el Rey é la Reyna é sus Rey-
dias, é después por mandado del Rey é de la Reyna nos, con el Rey de Francia é con los suyos: la qual
fué suelto, por las mercedes que ficieron al Alcay habia tratado por sus cartas é mensageros en los
de que lo tenia preso. Los mensageros do este Cla dias pasados el Cardenal de Espafia. E aquel Obis
vero suplicaron al Rey ó á la Reyna , que le diesen po de Lumbiers propuso ante el Rey é la Reyna en
favor para haber el Maestradgo do Alcántara, que su gran consejo, los dobdos de sangre que hay en-
de dereoho decia pertenecerle, por la eleocion que tre los Reyes de Francia é de Castilla, é las amista
algunos Comendadores de la Orden le ficieron. En des é confederaciones perpetuas que siempre en los
esta suplicación que ficieron , ansi los mensageros tiempos pasados ovo entra los Reyes destos dos
de la Condesa de Medellin, como los del Clavero, Reynos é sus subditos é naturales. Otrosí dizo como
insistieron con gran instancia, é dieron á entender el Rey de Francia su señor ovo gran placer por ha
que si el Rey é la Reyna no facian todo lo que su ber subcedido la Reyna en la silla real destos Rey-
plicaban en su favor, luego se juntarían con el Rey nos del Rey Don Juan su padre. É como quiera quo
de l'ortogal, é lo meterían en Castilla, ó se pornian por algunas malas é siniestras informaciones, fe
en su obediencia. El Rey é la Reyna respondieron á chas por parte del Rey de Portogal, pasaron algu
los mensageros del Clavero , que el Papa, en vida nas diferencias entre el Rey de Francia su señor, y
del Rey Don Enrique su hermano, habia proveído el Rey é la Reyna; pero aquellas habian cesado,
de aquel Maestradgo por sus bulas á Don Juan do porquo no tenian fundamento de verdad. Y en con
Stúfiiga, fijo dol Duque Don Alvaro, por virtud de clusión dixeron que ellos venian allí por mandado
las quales había tomado la posesión de Alcántara, del Rey de Francia é con su poder, á refirmar las
é de la mayor parte de las fortalezas é tierras del paces é confederaciones antiguas que fueron jura
Maestradgo ; é que ellos no podían en aquel caso das por los Reyes pasados de Francia é de Castilla:
repunar la provisión fecha por el Papa, ni quitar la las quales eran obligados de guardar sus subcesores.
posesión de las tierras quo el Maestre Don Juan Por ende, que les ploguiese de las jurar é firmar
habia tomado ; é que esta quistion era entre él y el con aquel amor é fraternidad que ellos las habian
otro Maestro Don Juan, é la determinación della guardado, é sogun que el Rey de Francia su señor
pertenecía al Sumo Pontífice, é no á ellos. Pero quo estaba en voluntad do las guardar é conservar. El
si el Clavero decia tener derecho, por qualquier Rey é la Reyna, oida aquella embazada, como quier
elecoion que le era fecha, ellos intervenían , é tor- que conocieron la intención que á loa principios
nian tal manera como su justicia enteramente le tovo el Rey de Francia de se oonfederar oon el Rey
fuese guardada ; i para esto le darían el favor que de Portogal, é la guerra que sin causa fizo en la
necesario lo fuese. Los mensageros deste Clavero é provincia de Guipúzcoa, é lo que agora le movia á
DON FERNANDO E DONA IBABEL. 341
faoer mudanza ó venir pidiendo paz ¡ pero por con de Castilla que era su sobrina, fija de su hermana ; ó
sejo del Cardenal de España, mostraron inadverten deseaba quitar á ellos de quistion, é á sus reynos de
cia á las variedades é siniestra intención del Rey de guerras. É fabló con el Rey de Portogal algunas
Francia, é recibieron muy bien á sus embajadores, vcceB, atrayéndole á la paz con el Rey é la Reyna,
é no les mostraron sentimiento de las cosas pasadas é dábale rozones porque lo dobia faoer, é dexar esta
c respondiéronles, que Ies placia aceptar la amistad conquista de Castilla, la qual ni habia sucedido se
é confederación por ellos propuesta, porque los Be gún complia á servicio de Dios ni suyo, é mucho
yes sus progenitores les babian obligado á ello. É ménos á su honra; ántes lo acaecido fasta aquel
ficieron mucha honra á aquellos embaxadores, é ce tiempo habia seydo en gran pérdida de su Reyno, é
lebraron las confederaciones é amistades acostum peligro é muertes de sus subditos é naturales. A
bradas; en las quales so contenia que obligaban á este voto do la Infanta estaba allegado el Principe
si é á sus fijos primogénitos herederos de sus Bey- su yerno, á quien ansimesmo pesaba del proposito
nos, que serian amigos de amigos, y enemigos de que su padre tornaba á tomar, é ayudaba á la In
enemigos, según lo fueron los reyes posados sus fanta su suegra en las razones que decia al Rey su
progenitores, contra todas las personas del mundo, padre. Y embió un mensagero á la Reyna á le decir
excepto el Padre Santo. Lo qual juraron solemno- sccretamonte, que se debia llegar mas á aquella
mente aquollos embaxadores, por virtud del poder frontera do Portogal, porque quonlo mas cerca os-
que traian del Bey de Francia su señor; en el qual tovieso, habria mejor lugar de comunicar con ella
juramento dixeron, é se obligaron de lo guardar é algunas cosas que convenían á la paz del Rey su
mantener, no embargante la confederación é amis marido é suya con el Rey de Portogal; é que con el
tad que el Bey de Francia su señor habia fecho con ayuda de Dios é de la gloriosa Virgen su madre en
el Rey de Portogal pocos dias habia. Fechas estas tendía dar remedio de paz é concordia entre ellos.
ligas é confederaciones, el Rey é la Reyna manda La Reyna lo regradeció mucho, y embióle 4 decir,
ron dar de sus dones á aquel Obispo é á los otros que despedidos los embaxadores de Francia, é algu
caballeros que vinieron con él, é mandáronlos des nos otros negocios que el Rey y ella tenían pen
pedir. E cerca del debate que habia entre el Rey é dientes en la villa de Guadalupe, luego llegarían á
la Reyna, y el Rey de Francia sobre el Condado aquellas partes de la frontera de Portogal, é podrían
de Ruisellon, acordaron que quedase al juicio de fablar en aquella materia, según que lo acordaba.
dos personas, que nombrasen cada uno por su parte; Otros), como habernos dicho, el Papa, á suplicación
los quales toviesen poder do lo determinar dentro del Roy do Francia, é del Rey de Portogal, dió dis
de cinco años. É que el Rey de Francia pusiese pensación para quo aquella Doña Juana pudiese ca
dentro de cierto tiempo la fortaleza de Perpifian, é sar con persona conjunta á ella dentro en el quarto
las otras fortalezas do aquel Condado do Ruisellon grado de consanguinidad. De la qual dispensación
en poder del Cardenal de España, para que las en- el Rey é la Reyna se agraviaron, y embiaron i
tregaso al Rey é á la Reyna, cumpliendo lo que los mostrar sus cansas de los agravios que ol Popa les
arbitros determinasen que habia de haber ol Roy de fizo en la otorgar. Lo qual visto en el colegio de
Francia. Con estos embaxadores mandaron el Rey los Cardenales, considerando los escándalos, guer
é la Reyna, que fuesen Don Juan de Gamboa, y el ras, é derramamientos de sangre, que por causa de
Arcediano de Almazan, que fueron los diputados aquella dispensación so podrian seguir, el Papa
que estovieron en Fuenterabía por su mandado. Los acordó de dar otra bula, en la qual declaró, quo la
quales fueron al Rey de Francia, ol qual en presen primera bula habia seydo impetrada, no le faciendo
cia dellos, é do los de su consejo, retificó é juró relación verdadera de la persona con quien aquella
todo lo que aquel Obispo de Lumbiors é los otros Doña Juana habia de casar, ni de otras circunstan
sus embaxadores en su nombre habían fecho; lo cias que la impetración de la bula so requerían é de
qual fué pregonado, é mandado guardar por todo bían ser declaradas: por ende que la revocaba é
el Reyno. daba por ninguna.

CAPÍTULO LXXXV. CAPÍTULO LXXXVI.


Del (rato de paz que movió la Infanta de Portogal, é como el Papa De la guerra qoe el clavero de Alcántara, ó la Condesa de Medo-
revocó la dispensación que habia dado al Rey de Portogal. llin Ocioron en favor del Rey de Portogal.
La Infanta Doña Beatriz de Portogal que habia El Clavero de Alcántara Don Alonso de Monroy,
seydo casada con el Infante Don Fernando Duque é la Condesa de Medellin, que según habernos dicho
de Viseo hermano del Rey de Portogal, era una se se pusieron en la obediencia del Rey de Portogal,
ñora discreta, é conocia bien la calidad desta em comenzaron á facer guerra en aquellas partes de
presa que ol Rey de Portogal habia tomado, é los Estremadura desdo las fortalezas que tenian; é alle
infortunios que en la prosecución dolía lo acae gábanse á ellos muchos bornes de malos deseos,
cieron. É como agora por consejo do algunos Cas cobdiciosos de guerras que no sofrían órden de bien
tellanos, tornaba ¿ la continar, pesábale dello, por vivir. É con estos se facían cada día mas poderosos
que amaba mucho al Rey de Portogal é al Príncipe 6 fortificaban en aquellos partes la voz del Rey de
su fijo, que era su yerno, é ansiineBmo á la Beyna Portogal. El Rey é la Reyna, por remediar aquella
342 CRÓNICAS DE LOS RETES DE CASTILLA.
guerra, é anaimesmo por platicar en la concordia mucha gente de armas, para estar en la villa de Mé
que la Infanta tia de la Reyna, habia movido; con rida, que le habia entregado la Condesa de Mede
consejo del Cardenal de España, é de los otros Ca- llin, é facer guerra desde aquella villa á toda la
, balleros é Dotores de bu Consejo, acordaron de ir á tierra de la comarca. El consejo que el Rey de Por
la ciudad de Troxillo. É antes que partiesen de togal por estonces ovo, era de facer desde aquellas
aquella villa de Guadalupe, vino nueva como el dos villas é de otras seis fortalezas que la Condesa
Rey Don Juan de Aragón, padre del Rey, era falle de Medellin y el Clavero tenían, guerra en toda Es-
cido; el qual murió este año de mil é quatrocientos tremadura, tanta é tan cruda, que el Rey é la Rey
é setenta é nueve años, dia de Sant Sebastian , á na no podiendo remediar á todas partes, les fuese
veinte de Enero en la cibdad de Barcelona. É luego necesario desampararla ; porque ellos absentes, ha
todos los del Reyno de Aragón, é Valencia, é Sici bría lugar de entrar poderosamente segunda vez en
lia, é Principado de Cataluña, é los otros señoríos, Castilla. Como el Maestre de Santiago ovo aviso
en absencia dente Roy Don Fernando, le recibieron que la gente Portoguesa venia, partió de Lobon, é
por su Rey ó Señor; y embiaronle á llamar, que fué caiuiuo de Mérida , por escusar la 'entrada en
fuese á tomar la posesión de sus Reynos é señoríos. aquella villa á los Portogueses é á los Castellanos
Habida esta nueva, luego partieron de Guadalupe, que venían con ellos , do los que habian tenido la
é fueron para la cibdad de Troxillo, donde fícieron voz del Rey de Portogal. E considerando el gran '
solemnes obsequias por la muerte del Rey de Ara daño que le vernia si el Clavero oviese lugar de se
gón. Platicóse anaimesmo en el Consejo del Rey é juntar con los Portogueses, porque serian en mayor
de la Reyna, como se debían intitular; é como quie número de gente que la suya, é no podia pelear
ra que algunos de su consejo eran en voto, que se con ellos ; como era lióme proveído en las cosas de
intitulasen Reyes de España, pues sucediendo en la guerra, mandó á algunos caballeros que corriesen
aquellos Reynos é señoríos de Aragón, eran señores el campo, é llegasen bien cerca de la villa de Méri
de toda la mayor parte della; pero determinaron da, y él con toda su gente se puso en celada en un
de lo no facer, é intituláronse en todas sus cartas lugar cerca de Mérida que se llama el Albuhera, por
en esta manera. donde los Portogueses habian de venir. El Clavero
«Don Fernando i Doña Isabel, por la gracia de que conoció bien la celada, recelando della, recogió
«Dios, Rey é Reyna de Castilla, de León, de Ara- toda su gente eu la villa, é mandó que ninguno sa
sgon, de Sicilia, de Toledo, de Valencia, do Galicia, liese á pelear con la gente del Maestre. E como
»de Malí oreas, de Sevilla, de Cerdefia, de Córdoba, quier que sabia bien de la gente Portoguesa que el
»de Córcega, de Murcia, de Jaén, del Algarve, de Rey de Portogal embiaba en favor suyo é de la
nAlgecira, de Gibraltar, Conde é Condesa de Bar- Condesa, pero no sabia el dia que habia de llegar á
ncelona, Señores de Vizcaya, é de Molina, Duques Mérida, ni lo pudo saber por las grandes guardas
nde Atenas, é de Neopatria, Condes de Ruisellon, é que el Maestre puso para que lo no sopiese. E ansi
»de Cerdania, Marqueses de Oristan, é de Gociano, como el Maestre iba mas adelante al encuentro do
«etc.» El Rey é la Royna dieron orden en la guerra los Portogueses , ansí el Clavero guardaba mucho
que se facia contra el Reyno de Portogal, é contra mas de no salir de la villa, porque veía las atalayas
el Clavero, é la Condesa de Medellin, y embiaron á é guardas que el Maestre habia puesto ; á los quales
llamar á su Condestable, é gentes de armas de al habia mandado que se mostrasen algunas veces , á
gunas partes de las comarcas; las quales vinieron á fin que el Clavero los viese, y eBtovieso siempre en
su llamamiento, é pusieron guarniciones de gentes recelo de su celada , porque no saliese de la villa á
cercanas adonde ellos estaban, por escusar los robos so juntar con los Portogueses. El Obispo de Ébora
é males que facían en la tierra. Otrosí fornecieron é la gente de su capitanía continaron su camino,
de gentes de armas la cibdad de Badajoz, y embia fasta que llegaron el dia primero de Cuaresma dos
ron á mandar al Maostre de Santiago, que con la leguas de la villa do Mérida. Como el Maestre sopo
gente de armas de su casa, estoviese en la villa de que los Portogueses se llegaban, fizo poner á punto
Lobon, que es en comarca de la villa de Medellin, de batalla á Don Martin de Córdoba, é á Sancho del
do estaba la Condesa, ó de la villa de Mérida, do Águila, é á Alonso Enriquez , capitanes que el Rey
estaba el Clavero. Y embiaronle para fortificar su éla Reyna le habían embiado, é anaimesmo á toda
guarnición, á Don Martin de Córdoba fijo del Con la otra gente de su casa que con él iban ; los qualos
de de Cabra, é á Alonso Enriquez, é á Sancho del ordenó en tres escuadras. Y el Obispo de Ébora,
Águila, capitanes de su guarda, con las gentes de que venia por capitán mayor de los Portogueses,
sus capitanías. traia otros tres capitanes, el uno se llamaba Gonza
lo Falcon, que venia por capitán de la gente del
CAPÍTULO LXXXVH. Principe de Portogal, y el otro capitán se llamaba
Cristóbal Bermudez, el qual era castellano, é habia
Como la («nte del Rey de Portogal rué desbaratada por el Maeatre vivido con el Rey Don Enrique en las guerras pa
de Santiago. sadas, é se habia pasado al Rey de Portogal, é otro
Estando el Maestre en la villa de Lobon, fué avi capitán Portogues que se llamaba Alonso de Al-
sado como el Rey de Portogal embiaba al Obispo meyda, el qual traia en su batalla gente de Porto-
de Ébora Don Garcia de Meneses por oapitan con gal é de Castilla. El Obispo de Ébora, capitán ma-
DON FERNANDO E DOÑA ISABEL. 843
yor trata en bu batalla setecientos hornea de caba que el Maestre traia, como vieron los primeros en
llo, en los quales había doscientos homes de armas cuentros de los caballeros', é las batallas rebueltas,
castellanos, de aquellos que habían estado en Cas- luego se apartaron é fuyeron. E los oaballeros de la
tronufio, y en Oantalapiedra , y en las otras fortale una parte é de la otra, perdidas las lanzas vinieron
zas que habían tenido la voz del Rey de Portogal. A las espadas, é andaban mezclados unos con otros,
Entre los quales venia el Adelantado Pedro de Pa firiéndose tan crudamente , que muchos dellos por
reja, é Alonso Pérez de Vivero, é Gonzalo Muñoz estar tan juntos, no se podían aprovechar de las es
de Castañeda, é Rodrigo de Añaya, é Pedro de Afia- padas, é peleaban con los puñales. E ansi la fortu
yasu hermano, é Alvaro de Luna, é Juan Sarmiento, na do la una gente é de la otra estovo dubdosa, é
é otros muchos fijosdalgos castellanos, los quales ve duró por espacio de tres horas, que no se mostraba
nían con propósito de sofrir toda pena en Castilla, é vencimiento por la una parte ni por la otra ; porque
al fin padecer la muerte entes que tornar a Portogal, muchas veces llevaban los Portogueses á los Caste
porque no eran bien tratados de los Portugueses. E llanos, ó otras veces llevaban los Castellanos a los
nnsimesmo teuian propósito de facer tanta guerra, Portogueses. Y en estas vueltas caian muchos muer
que de necesario fuese al Rey é á la Reyna dexar tos de la una parte é de la otra ; é ni los muertos
aquella tierra. Esta gente que el Obispo traía, ansí caídos en el campo, ni las llagas é sangre que de
Castellanos como Portogueses, cranhomes esforza sus cuerpos veian derramar desmayaba a los unos
dos, é usados en la guerra, é muy bien armados. ni a los otros para se dexar vencer ; antes parecía
Quando el Maestre de Santiago los vido, é recono que quanto mas sangre veian vertida, tanto mas se
ció bien que aquella gente venia con intención de encrudelecian los unos contra los otros ; é olvidado
pelear, juntó todos los suyos ; é como quier que era el miedo de la muerto, cada uno acometía á los ene
homo de pocas palabras, díxoles ansí: a Señores migos, é se motia en los lugares mas peligrosos, te
Ȏ amigos, la honra de que el tidal go goza toda su niendo en poco la vida por alcanzar la victoria. El
svida, en un día tal como este la gana, faciendo lo Maestre como era experimentado en semejantes fa
«que debe, ó la pierde si no lo facó. Ansimesmo tene- ciendo?, andaba con los que le guardaban de unos
» moa cierta experiencia en las batallas, que los ene- en otros, socorriendo á los lugares mas flacos, é jun
nmigos no nos faran tanto mal peleando, quanto tando los que estaban derramados, y esforzándolos;
ufaremos á nos mesmos fuyendo. Por ende vos rue- ó peleaba por su persona vivamente contra los ene
» go, quo cada uno piense en la vida é honra que migos que veia andar mas esforzados, por los ven
Bgana el vencedor, y en la muerte é deshonra quo cer é derribar ; é do quier que entraba facía tal es
n recibe el vencido. Y esto considerado, aparejad los trago en los contrarios , que casi al fin del dia se
i) brazos, y esforzad los corazones, para que sin to- mostró el vencimionto, é algunos de los Portogueses
i) mor acometamos á estos enemigos; é yo fio en comonzaron á se retraer é ponerse en fuida. Otros
o Dios, y en el Apóstol Santiago, que en estedia algunos so quisieron recogor en un cerro, que pare
«santo primero de Quar'esma, habremos la victoria cían querer tornar á polear. Aquol Rodrigo de Cár
i que deseamos. De mi vos seguro, que no veré á denas que diximos, fué contra ellos con algunos de
nqualqüier de vosotros en peligro, que no ofrezca los que pudo recoger ; é subióles el cerro por fuer
i) ni i persona por salvar la suya.» Acabada esta ra za, é desbarotólo, é mató algunos dellos, y el fué
zón del Maestre, todos quedaron tan esforzados que mal ferido de muchas feridaB en todo su cuerpo ; ó
pensaban no recobir mal si peloaban bien. E luego ansi quedó todo el campo por el Maestre. Fueron
les fizo tomar por señal sendas retamas, por apelli tomadas allí todas las banderas que traían los Por
do Santiago ; é comenzó de andar de unos en otros, togueses, en especial fué preso el Obispo de Ébora
esforzándolos, é faciéndoles que se pusiesen en su capitán mayor, en poder de un escudero de baxa
punto de guerra ; é dio cargo á un caballero su pri manera, á quien el Obispo prometió tanta suma do
mo, que se llamaba Rodrigo de Cárdenos, hermano oro, que le soltó, é se vino con él para Marida. Fué
del Comendador mayor de León, home muy esfor preso el otro capitán que se llamaba Cristóbal Ber-
zado, que con algunos caballeros so adelantase á mudez. Fueron muertos peleando el Adelantado Pe
romper la batalla del Obispo de Ébora, porque si la dro de Pareja, é Diego Muñoz Señor de Cheles, é todos
desconcertase, la pudiese mas ligeramente vencer. los mas dolos Castellanos. Fueron presos Alvaro
Los Portogueses é los Castellanos que venian con de Luna , é Rodrigo de Añaya , é Pedro de Añaya,
ellos, como vieron la gente del Maestro con propó é otros muchos caballeros principales. Los Castella-
sito de pelear , é que les habian salido al camino, que fueron presos en aquella batalla fueron puestos
ordenaron sus batallas ; & los quales no era nece en prisión por mandado del Rey é de la Reyna ; é
sario amonestar, porque cada uno dellos, en espe los Portogueses después do algunos dias fueron
cial los castellanos que allí eran, venian con gran sueltos por intercesión de la Infanta Doña Beatriz
de ¿nimo de pelear, é morir matando 6 venciendo, tía de la Reyna, que suplicó por ellos. Todos los
antes que fuir ni dexar el campo. E ansí con Ímpetu otros que fuyeron, é se derramaron por algunas par
muy riguroso se vinieron las unas faces contra las tes, Acudieron á la villa de Merida ó de Medellin, 6
otras, é rompieron las lanzas los unos en los otros, & las otras fortalezas que estaban por la Condesa ó
ó é los primeros encuentros cayeron de los caballe por el Clavero. Tomáronlos en el despojo todo el
ros algunos de la una parte é de la otra. Los peon/Bs fardago que traían, quo se dijo ser en gran canti
344 CRÓNICAS DE LOS RETES DE CASTILLA.
dad ; porque los Castellanos , é aun muchos de los tenecía de aquella presa, tovo dinero para pagar
Portugueses mas principales , traían gran parte de sueldo, é forneoer la gente que fué desbaratada por
sns bienes, con propósito de facer su asiento en el Maestre de Santiago. E fueron trocados muchos
aquellas villas. El Maestre fué ferido de dos fon de los Portogueses que fueron presos en la batalla,
das, é de los Castellanos de su parte fueron muer con los Castellanos que fueron presos en las naos ;
tos algunos, é feridos muchos. De los caballos de é ansí fueron libres los presos de la una parte é de
la una é de la otra parte se fallaron pocos vivos. la otra. Después que el Maestre de Santiago ovo
Esta batalla fué tan sangrienta, que todos los capi aquel vencimiento, el Clavero de Alcántara salió al
tanes de la una parte é do la otra fueron feridos, écampo, é recogió en la villa de Mérida la gente de
todos los capitanes de los Portogueses presos. Los los Portogueses que habia fuido de la batalla, é
caballeros é capitanes vencedores, que poco antes fueron proveídos de armas é de caballos, que el Rey
el espantoso terror de la batalla habia oprimido, de Portogal les embió. Y embió mandar al ObispG
habida la gloria del vencimiento, unos llaman á de Ebora, que con la gento que pudiese haber, fue
otros, júntanso con alegría, cuentan sus cosob, se á la villa de Medellin, por esforzar á la Condesa,
muestran sus feridas, ensalzan los fechos de armas é desde aquella villa ficiese guerra en toda la tier
fuertes é osados que habian pasado, también los de ra. El Obispo fué luego á aquella villa de Medellin,
los enemigos como los suyos ; ó cada uno se gloria donde fué recebido por la Condesa con trecientos
ba con el vencimiento habido. E por cierto en nues homes á caballo, é otros algunos á pie ; é con esta
tra humana costumbre vemos, que como en las ad gente, é con la de la Condesa, facía guerra on todas
versidades el esforzado es culpado de flaqueza, ansiaquellas partes. El Clavero de Alcántara fué para
en las victorias aun el cobarde tione licencia de sela villa de Deleytosa, que tenia tomada á un su her
gloriar como esforzado. El Maestre como vino con mano, quo se llamaba Rodrigo de Monroy, é puso
toda la presa á la villa do Lobon , fizo luego curaransimesmo gente en ella ; é semejante provisión do
los feridos, proveer á ,los que allí perdieron armasgente fizo on todas las otras fortalezas que estaban
é caballos ; é dando de lo suyo, é no tomando parte por él é por la Condesa en toda aquella provincia,
del despojo, proveyó á todos los que en la batalla desde las quales todos los dias facia guerra en aque
recibieron dafio. E fizo sabor al Rey é á la Royna, llas comarcas.
que estaban en Truxillo , aquella victoria que Dios
les habia dado ; los quales dieron gracias á Dios por CAPÍTULO LXXXIX.
aquel vencimiento que habia mostrado en su favor.
Oe las cosas que pasaron en Alcántara.
Y embiaron luego al Maestre una su caria, por la
qual le facían merced de los tres cuentos, con que Después de algunos dias que el Rey é la Reyna
era obligado de los servir cada un ano , para reparo estovieron eu la cibdad de Trozillo, acordaron de
de los castillos fronteros de tierra de moros. E ir á la villa de Ciceros. Y estando en aquella villa,
mandaron degollar por justicia en aquella villa de la Infanta Doña Beatriz tía de la Reyna, que trata
Lobon aun capitán castellano, que fué preso en la ba la paz con el Rey de Portogal , embió decir á la
batalla, que se llamaba Cristóbal Bermudez, el qual la Reyna, que para mas breve conclusión de las co
habia fecho en Castilla en los tiempos de las guer sas quo se habian do platicar, seria necesario quo
ras pasadas muchos robos é fuerzas. estoviesen ambas en uu lugar cercano á la frontera
de Portogal. La Reyna, oida aquella embazada,
CAPÍTULO LXXXVIII. embió á pedir á Don Alvaro, Duque de Plaseucia, la
villa de Alcántara con su fortaleza , porquo ella en
Cono la Dota de los Portogueses desbarató i li ilota de los
persona quería ir á estar en ella algunos dias, para
Castellanos, que habian Ido a la mina del oro.
entender en los tratos de aquella paz que le eran
Según habernos contado, el año antepasado par movidos. El Duque Don Alvaro, que ora Adminis
tieron treinta é cinco naos de los puertos de la mar trador de aquella orden por ol Maestro Don Juan
que son en el Andalucía, para ir á la tierra donde su fijo, embió mandar al Alcayde del castillo, quo
había la mina del oro. Los que iban en estas naos luego la entregase á la Reyna, con todo lo que en
fueron en salvo á aquellas partes, é trocaron á pe ella estaba, é saliesen él é los Buyos fuera. El Al
dazos de oro las conchas é cosas de latón é ropas cayde entregó luego aquel castillo á Gutiorre do
viejas, é las otras cosas que llevaban , que son pe Cárdenas Comendador mayor de León, á quien la
didas é deseadas por los bárbaros que moran en Reyna lo mandó tener. E luego partió de la villa
aquella tierra. Fechos sus troques, á la vuelta que de Cáceres , é fué para la villa de Alcántara (1).
volvían con gran suma de oro, los Portogueses que
fueron avisados, como habian partido á facer aque
(1) El Rey partid de Cleeres Junto la Reyna y fueron ambos a
lla vía, armaron ciertas naos, ó aguardaron á las Truilllo, en ti de Mario de este ano. Allí se detuvo algo mas de
naos castellanas al tiempo que entendían que po lo que pensaba, hasta el mes de Junio, que fué a su nuevo Reyno
dían volver ; y encontraron con ellas , é tomaron de Aragón, donde hizo su entrada en publico en Zaragoza a Í8 del
todas treinta é cinco naos con todo el oro que traían, mismo mes, y se detuvo hasta Noviembre de dicho año arreglando
varias cosas pertenecieutes a la buena gobernación del Reyno,
é prendieron á todos los que iban en ellas, é del oro que el Cronista omite por no pertenecer a los sucesos de Castilla.
que el Rey de Portogal ovo del quinto que le per Veue Zurita, AmI., «#. ÍO, cap. Sí
DON FERNANDO É DONA ISABEL. Ub ,
El Rey nnsimesmo partió de aquella villa, é fué del consejo de la Reyna vieron la destruicion de
para el Reyno de Aragón á proveer en las cosas de aquella tierra , considerando las]neoesidades presen
aquellos reynos ; para la qual provisión fué muchas tes , é recelando las por venir ; veyendo ansimesmo
veces llamado, é aun requerido por los caballeros como las fortalezas que estaban rebeldes , crecian
principales de aquellos reynos. La Infanta ansimes- cada dia mas , con mayor número de gente del Rey-
mo vino luego para Alcántara, é la Keyna la reci no de Portogal , según lo qual parecía diffcile aca
bió con gran veneración, mostrándole mucho amor, barse aquella guerra , salvo en mucho espacio de
é mandóla aposentar en la fortaleza donde ella po tiempo é con gran número de gente, otrosí consi
saba. Todos los del Consejo , é los contadores, é derando que la estada de la Reyna en aquella oib
otros oficiales, é la gente de armas , quedaron en la dad , no solo era trabajosa por la gran falta de man
villa de Cáceres ; é ninguno otro fué con la Rey- tenimientos , mas era peligrosa á ella, é á todos los
na, salvo un letrado de quien mucho se confiaba, que con ella estaban ; suplicáronle que dexando
que se llamaba el ¡Doctor Rodrigo Maldonndo, que guarniciones de gentes en las cíbdados de Troxillo,
era de su Consojo, é Fernand Alvarez do Toledo su é Badajoz, é Cáceres, é sus comarcas, ella se apar
Secretario, é alguna gente de armas de su guarda, tase de aquella tierra, é fuese para la villa de Tala-
quemando ostar con el Comendador mayor de León vera, ó á otro lugar comarcano é mas seguro. Por
en la guarda do la villa 6 de bu fortaleza. Venida la que según les parecía, con tan poca gente como allí
Infanta A aquella villa, la Reyna fabló con ella en estaba, no podía remediar guerra tan grande, fecha
los ocho dios primeros algunas cosas, en las quales por tantas partes. E que no era bu servicio, ni mo
ninguna persona intervino ; é después que fueron nos se guardaba su preeminencia real, si estoviese
platicadas, é puestas en escripto, la Infanta deman en aquella cibdad enmedio de todas aquellas forta
dó á la Reyna licencia para volver, é término púa lezas contrarias , veyendo é oyendo los robos é pri
consultar con el Roy do Portogal, é con el Príncipe siones que los Portogueses facían sin las remediar.
mu fijo. E la Reyna dio sus dones de oro é de plata Otrosí decían , que si cerca de la paz que se fobla
á la Infanta su tia, c á todas las duefias é doncellas ba con la Infanta su tia , alguna cosa fuese necesa
que con ella venían, é la despidió. E mandó al Doc rio consultar , ansí bien se podía facer desde otra
tor Rodrigo Maldonado de su Consejo, que fuese villa aunque fuese algo mas lexana, como desde la
con ella para platicar con el Rey de Portogal é con cibdad de Troxillo. La Reyna, oidas aquellos razo
los de su Consojo las materias é apuntamientos é nes, respondió: «Pues ya soy venida á esta tierra
seguridades allí tabladas é apuntadas con la Infan » ciertamente por fuir peligro , ni oscusar trabajo,
ta. E luego volvió la Reyna á la villa de Cáceres, )> no la entiendo dexar , ni dar tal gloria á los con-
donde la esperaba el Cardonal do España y el Con » trarios , ni tal pena á mis subditos. Por ondo yo he
destable, ó los otras gentes do armas do su hueste, é i) deliberado de estar aquí fasto vor el cabo de la
todos los otros oficiales de su Corto. E dende á po » guerra que facemos , ó de la paz que tratamos. » E
cos dios que estovo en la villa de Cáceres, partió luego embió llamar mas gentes de armas de todos
para la cibdad de Troxillo. sus Reynos, é acordó de poner tres sitios sobre las
villas de Medellin, é Mérida, é Deleytosa. E mandó
CAPÍTULO XC. al Maestro de Santiago que tomaso cargo de sitiar
la villa de Mérida que es de su Orden, con la gente
De los eercos que la Reina mandó poner sobre Herida , Medcllin, do su casa, é con otra que ella le dio de su guarda.
Montanchcs , 6 Drleytosa.
E mandó á Luis Fernandez Puertocorrero, Señor de
Como la Reyna fué en la cibdad de Troxillo , en la villa de Palma , que con dos mil homes á caballo,
tendió luego en la provisión de las cosas necesarias é treB mil peones, pusiese sitio sobre la villa de Me
á la guerra que facían los Portogueses é los Caste dellin, donde estaba el Obispo de Ebora con gente
llanos que estaban con ellos, especialmente desde de Portogal é do la Condesa. E mandó á Rodrigo de
los villas de Mérida, é de Medellin, é Deleytosa, ó Monroy, cuya era la villa é fortaleza de Deleytosa,
de Azógala , é Castilnovo , é Piedrabuena , ó Mayor- que la sitiase con gente que le mandó dar para ello.
ga ; de las quales se facia tanta guerra, que ni los Todos estos tres sitios fueron por su mandado pues
caminos se andaban , ni la tierra Be labraba, é toda tos er> un dia sobre aquellas tres fortalezas. E man
negociación cesaba en aquella provincia. E todas dó al Conde do Feria Don Lorenzo Suarez de Figue-
las aldeas cercanos á aquellas fortalezas é á bus co roa , que estoviese por frontero en la oibdad de Ba
marcas estaban despobladas, é los moradores deltas dajoz con la gente de su casa , ó con otra gente de
los desampararon, é fueron á morar, dolloa al An bu guarda que lo embió para facer guerra á Porto-
dalucía, delloB al Reyno de Toledo, é á otras par gal, é resistir la que por aquella parte facían los
tes. E ningunos mantenimientos se podían haber en Portogueses. La Reyna estando en la cibdad de
la cibdad de Troxillo, donde la Reyna estaba, sino Troxillo , é con ella el Cardenal de España , y el
(raidos do tierra de Avila, é de Salamanca, é de Condestable Conde de Haro ; todos los días daba or
Toro , é del Reyno de Toledo ; los quales se ponían den, é proveía de genios é mantenimientos á aquo-
en la villa de Guadalupe , ó de allí la Reyna embia- Hos tres sitios que mandó poner. Estando las cosas
ba gente de armas , que los traían en salvo fasta la de la guerra en el estado que hemoB dicho, acaeció
oibdad de Troxillo. Como algunos caballeros é otros que el Clavero de Alcántara vino á la fortaleza do
CRÓNICAS DE LOS REYES DE CASTILLA.
Montanclies , la qual tenia un su cuñado , Comenda nía lo podían sofrir , acordaron de facer encima de
dor de la Orden de Santiago, que ee llamaba Pedro una sierra cercana al castillo de Montanches un
Puertooarrero , casado con su hermana, é trató con circuito de piedra fuerte , donde ellos é toda la gen
alia que le dezase apoderar de la fortaleza : la qual te de su- capitania pudiesen estar seguros que no
por ruegos é promesas de su hermano, tovo manera fuesen tomados de salto ; el qual fué fecho é fortifi
que entrase con algunos homes suyos, é luego echó cado en diez dias. E dentro de aquel circuito de
i'uera toda la gente del Comendador su cufiado, y él piodra, estaban ya seguros de no ser tomados, aun
quedó apoderado de la fortaleza. E comenzó á facer que viniese gran poder de gente del Rey de Porto-
guerra á la cibdud de Troxillo , é los mas días llega gal. E todos los dias salían á pelear contra los de la
ba su gente fasta cerca de la cibdad é tomaban pri fortaleza, é los de la fortaleza contra ellos. Luis
sioneros, é impedían que no viniesen mantenimien Fernandez Puertocarrero , que tenia cercada la villa
tos á la cibdad. La Reyna, como quierqueovo gran do Medellin, había escaramuzas con la gente que
pesar de la toma de aquella fortaleza , pero luego cataba on ella; los qu&lca oran tal número, que sa-
üütondió on la provisión quo so dobia facor en aquel linn ú poloar con los do inora lautas veces quo no lo
nuevo dafio. E mandó á su Condestable , é á Don podiendo sofrir, fué necesario á este capitán alzar el
Gutierre de Cárdenas, Comendador mayor de León, sitio que tenia puesto cerca de la villa, é lo apartar
que con la gente de armas que tenia en su guarda, por espacio de media legua. E por aquella causa ha
é con los caballeros continos de su casa , fuesen á bían lugar los de la villa de salir fuera por mante
la fortaleza de Montanches, é la sitiasen , é resistie nimientos algunas veces. E después de algunos dias,
sen la guerra que facia la gente que el Clavero de- acaeció venir en aquel cerco una tan gran multitud
xó en ella. Aquella fortaleza de Montanches es de moscas, que la gente que allí estaba no se podía
fuerte é inexpugnable , pero el Condestable , y el valer , porque ninguno podia comer sino teniendo
Comendador mayor de León se aposentaron con la ocupada la una mano en se defender de las moscas,
gente de armas bien cerca della, 011 tal lugar, que é cumian con la otra ; ni menos podían dormir, si
no podían salir á facer los daños que antes facían. no á gran pena, que las moscas les daban. Ovo en
El Clavero fué para las fortalezas de Piedrabuena, aquel oerco grandes escaramuzas, en las (piulen pa
éMayorga, é Azagala, é Castilnovo que estaban saron fechos de armas señalados ; porque los Caste
por él. E desda aquellas fortalezas , andando do una llanos é los Portugueses contundían de valentía, é
en otra, facía guerra é Badajoz, ó a Cácores, ó ú quando venían á las manos , cada uno trabajaba do
todas aquellas partes do sus comarcas. E algunas sostonor la honra do su nación é la suya , y en es
veces metía gente de Portogal , con la qual facia tas peleas murieron algunos de la una parte é de la
prisiones, é quemas, é robos, é grandes estragos en otra. E tantos caballos quedaron en el campo muer
todas aquellas tierras. Ansimesmo iba al Rey de tos, que inficionaban de dolencias pestilenciales á
Portogal á impedir la paz que trataban el Principe los unos á á los otros. Rodrigo do Monroy, que ansi
su fijo, é la Infanta Doña Beatriz su suegra ; ó soli mesmo puso el cerco sobre Deleytosa , tenia en es
citaba con gran diligencia que entrase poderosa trecho a los que la defendían. A los quales después
mente á socorrer su gente, que estaba sitiada on de tres meses quo estuvieron sitiados , geles dañó el
quatro partes. Eu especial le daba á entender, que agua; é porque veían que el Rey de Portogal no los
si socorriese solamente el castillo de Montanches, embiaba socorro, según golo había prometido, acor
todos los otros sitios se alzarían ; ó de aquella ma daron de no esperar á que geles dañase tanto que
nera los suyos serian socorridos , y él quedaría vic no la pudiesen beber ; é demandaron partido que les
torioso. Porque alzados los sitios, podría ir con gran salvasen las vidas é los bienes, é quo entregarían la
poder de gente á la cibdad de Troxillo , donde es fortaleza. La Reyna mandó que de su parto les
taba la Reyna : la qual por falta de mantenimien asegurase ; y entregáronla á aquel Rodrigo de Mon
tos, que eran trabajosos de haber, no esperaría en roy cuya era, al qual, según habernos dicho, tiráni
aquella cibdad ; é que de necesario le convernia de- camente la tenia tomada el Clavero su hermano. E
xar toda aquella tierra , donde él quedaría Rey é Se mandó la Reyna que la gente que en aquel sitio
ñor sin impedimento alguno. E habida aquella pro había estado , fuese al sitio de Montanches do esta
vincia a bu obeddiencia , podría conquistar mucho ba el Condestable y el Comendador mayor. El Maes
mejor á Castilla, ó con mayores fuerzas que primero. tre de Santiago continó el cerco que tenia puesto
El Condestable, y el Comendador mayor que eran sobro la villa de Mérida, é fizo grandes baluartes é
avisados de lo que el Clavero solicitaba con el Rey cavas , é otras muchas defensas , para que él é su
de Portogal, ponían grande guarda, no solamente gente estoviesen seguros , ansí de los cercados , co
oontra la fortaleza de Montanches, que tenian sitia mo de qualquier otra gente quo viniese defuera á
da ; mas recelando que vernia el Rey de Portogal los socorrer. E ansi en aquel cerco como en todos
contra ellos, ponían guardas é sobreguardas, y es los otros, fallecían muchas veces los mantenimien
cuchas en los caminos , é atalayas sobre las sierras tos ; é la Reyna lo mas del tiempo entendía en los
por no ser tomados de salto. Y ellos é los que con mandar traer é repartir por los sitios que estaban
olios estaban, todas las noches estaban armados. E puestos , y embiarles todas las otros cosas que eran
porque el trabajo era tan grande é contino , que ni necesarias. Estos sitios duraron por espacio de cin
ellos, ni la gente de armas que tenían en bu capita co meses: en los quales allende de los trabajos,
DON FERNANDO É DONA ISABEL. 347
muertes é foridas que Iob cercadores padeoieron en
los combates y escaramuzas que ovieron con los cer CAPÍTULO XCI.
cados, sufrieron ansiuiosmo gran trabajo, por falta
de los mantenimientos, é tanta pena, que muchos Como la Reyna concluyó la paz con el Rey de Portogal (i).
días pasaban con solo pan é agua. Porque las vian Primeramente , que el Rey do Portogal dezase el
das que comían eran habidas á gran deseo , é mu título que habia tomado de Rey de Castilla, ó las
chos (lias se vendió un celemín de cebada por un armas de Castilla que había puesto en su escudo.
real do plata. E ausimesmo recibían fatiga en el Otrosí, que jurase de no casar en ningún tiempo
campo de grandes bochornos , de que se siguieron con aquella Doña Juana su sobrina. ítem que ella
enfermedades, é algunas dolías pestilenciales. El toviese libertad por tiempo de Beis meses de facer
Doctor Rodrigo Maldonado, que según habernos di de su persona lo que lo ploguiese ; ó estando si qui
cho , fué por mandado de la lieyna con la Infanta siese en aquel Reyno de Portogal , ó yendo á otra
su tia á platicar con el Rey de Fortogal, é con los qualquier parte que á ella bien viniese : tanto que
de su Consejo en las materias de la paz que se ha el Rey de Portogal, ni otro alguno do su Reyno la
bían apuntado en Alcántara, escribia á la Reyna los favoreciese. E que si por ventura delibrase no salir
mas dios : que el Principo do Portogal 6 la Infanta del Reyno do Portogal, que complidos los seis me
su lia , no podian traor al Roy do Portogal á la paz ses, luego fileno obligada do elegir una do dos vias:
con aquellas condiciones que en Alcántara fuoron 6 quo so obligase do casar con ol Principo Don Juan
apuntadas , é que demandaba cosas nuevas. Otrosí, de Castilla , y estovieso en poder do la Infanta Dona
que habia en su Consejo algunos Portugueses 6 Cas Beatriz tía de la Reyna, esperando fasta que el
tellanos , que le daban á entender como recebia Príncipe fuese de edad para casar con ella ; ó si esto
mengua en dezar el título de Rey de Castilla que no quisiese facer , entrase en religión en la orden do
habia tomado ; especialmente el Clavero de Alcán Santa Clara , en uno de los monesterios que le fue
tara le daba esperanza, quo habria toda aquella ron nombrados eu el Reyno do Portogol. Otrosí
provincia de Estremadura en poco tiempo, sola que el Prinoipe Don Alonso fijo del Principe de
mente socorriendo la fortaleza de Montanches. E Portogal casaso con la Infanta Doña Isabel lija del
con estas cosas, el Rey de Portogal estaba determi Rey é de la Reyna. E que por certenidad de las co
nado de proseguir la guerra, para lo qual tenia jun sas concordadas cerca desta paz, estos dos señores
ta la mas gente de su Reyno. Quando la Reyna sopo Principe ó Infanta estuviesen en poder do la Infan
que el Rey de Portogal no estaba por los apunta ta Doña Beatriz, tia de la Reyna, en'el castillo de
mientos fechos con la Infanta, é que demandaba Mora, que es en el Reyno de Portogal ; el qual fué
cosas nuevas, ominó mandar & aquel Doctor, que entregado á la Infanta, que ora suegra del Principe
bo despidiese, é viniese para ella. El Príncipe do do Portogal , pora que los tovieso por oierto tiempo,
Portogal , é algunos caballeros, ó otras personas quo fasta que fuesen complidas las cosas quo se habían
estaban en el Consejo del Rey su padre, á quien no de complir é habían seydo concordadas. Otrosí, quo
placia do la guerra que queria proseguir , le repre la mina del oro quedase para el Rey de Portogal , ó
sentaron los inconvinientes que en esta demanda para el Príncipe su fijo ; é que ninguno de los Rey-
ovo , é diéronle á entender que los habria mayores nos é señoríos del Rey ó de la Reyna fuesen á ella,
si en ella insistiese ; especialmente que no tenia so grandes penas. ítem, que oviese paz entre el Rey
aquellas fuerzas de gente é dinero que eran necesa é la Reyna de Castilla y el Rey de Portogal , y en
rias para la continuar. E que no debia dar crédito á tre sus Reynos é señoríos é subditos é naturales de
los Castellanos, que poniendo su estado real en pe la una parte é de la otra; é que esta paz fuese guar
ligro, querían cobrar los oficios ébienes que habían dada é conservada so grandes penas, por tiempo de
perdido en Castilla. Porque era cierto aquellos estar ciento é un años. ítem , que la Reyna perdonase al
ocupados de pasión, é no podian rectamente conse Clavero, é á la Condesa de Medellin, é á todos los
jar. E suplicáronle, que mandase al Doctor que no Castellanos que habían rebelado contra el Rey ó
partiese fasta que mas viese en las materias con contra ella , é habían seguido el partido del Rey de
comientes á la paz , quo habían seydo platicadas. El Portogal , do todos é qualesquier crimines é delir
Rey de Portogal , mudado aquel propósito por los ios que oviesen cometido contra ellos , de qualquior
consejos del Principe é de la Infanta su suegra ó calidad que fuesen , é les mandase restituir sus bie
de los Caballeros ó Doctores de su Consejo , mandó nes y heredamientos é rentos , que por su mandado
al Doctor que no partiese , porque entendía ver mas les fueron tomados en Castilla , los que tenían al
en las materias de la paz. El Doctor, por mandado tiempo que fueron á servir al Rey de Portogal. En
del Rey de Portogal se detovo, é tornó á platicar esta manera fué fecha é firmada la paz con el Rey
mas con el Principo é con los del Consejo del Roy
de Portogal; é después de algunas pláticas habidas
(1) Zurita trae mas a la larga este tratado de paces y añade quo
en otros quince días que se detovo , feneció la guer redero sos condiciones mas particularmente por ser mas elertas y
ra, é fizóse la paz entre el Rey é la Reyna , é sus distintas que las escribe Hernando del Pulgar. El mismo se
Reynos é señoríos de la una parto, y ol Rey de Por ñala el nacimiento de la Infanta liona Juana en Sábado 6 de No
togal é su Reyno de la otra , en esta manera. viembre de este año, pero la reconciliación del Marqués do VI-
Ircna la trae en el siguiente , y su concordia con los Reyes en 26
de Febrero del mismo aDo 1480. Zorita, lii. K), cap. 54 ¡/ 55.
348 CRÓNICAS DE LOS REYES DE CASTILLA.
de Portogal é con bu Reyno. E luego fueron alza Juana en el mes de Noviembre desto año de mil 6
dos los sitios , que estaban puestos sobre las forta quatrocientos é setenta é nueve años.
lezas, é la villa de Marida fué restituida al Maes
tre , porque era de su Orden ; é la villa de Medellin, CAPÍTULO XCII.
mandó la Reyna quo se entregase á aquel caballoro
Puertocarrero , que la tovo por su mandado sitiada, De como el Rey é la Iteyna emblaron á Portogal ius embalado
res, sobre la profesión que Dolía Juana habia de facer.
fasta que mandase ver los debates que la Condesa
tenia con el Conde de Medellin su fijo, á quien per Según habernos contado, aquella Doña Juana de
tenecía de derecho, é oidas las partes, determina Portogal, tovo libertad de elegir una de dos vías , 6
se entre ellos lo que fuese de justicia. Fechas é asen csperar fasta que el Príncipe de Castilla fuese de
tadas estas cosas , el Rey do Portogal las firmó ó edad para casar con ella , ó entrar en xeligion en
juró , é las fizo pregonar en su Corte , mandando que uno de cinco monesterios que le fueron nombrados
se guardasen so grandes penas. Y embió sus emba- de la orden de Santa Clara. É porque eligió antes la
xadores con sus poderos bastantes á la cibdad de religión que el casamiento , el Rey é la Reyna em-
Troxillo para las refirmar é ver firmar é jurar á la biaron ¡i Fray Fernando de Talavera, Prior del mo-
Reyna. Lo qual la Reyna otorgó, é lo mandó pre nestorio do Santa María de Prado su confesor , é al
gonar con trompetas públicamente en su Corte , se Doctor Juan (1) Diaz de Madrigal de bu Consejo,
gún que fué pregonado en la Corte del Rey de Por por sus embaxadores al Rey de Portogal, para refir
togal. E luego la Reyna embió facer saber al Rey mar la paz feoha entre ellos , é otrosí para ver la
que estaba en Cataluña , la paz que habia concluido profesión quo aquella Doña Juana habia do facer
con el Rey de Portogal , é la forma como se habia en la orden que eligió. Estos embaxadores fueron
asentado , de lo qual le plogo mucho. Fechas é con bien recebidos por el Rey de Portogal, é por el Prín
cluidas todas aquellas cosas, la Reyna puso sus Cor cipe su fijo ; y en loor de la paz entre ellos celebra
regidores é oficiales en aquella tierra do Estrema- da, aquel religioso fabló al Rey de Portogal en esta
dura, é dio orden para que todos viviesen en paz ; ó manera : «Muchas saludes, muy alto Rey é Principo
mandó facer muchas restituciones á algunas viudas «esclarecido, ó muy cordiales encomiendas vos em-
é miserables personas , de los bienes y heredamien «bian los muy altos & muy podorosos Rey é Reyna
tos que en los tiempos pasados les eran ocupados ude Castilla, é de León, é de Aragón, é de Sicilia
por fuerza. Esto focho, partió de aquella tierra de «nuestros soboranos señores, con aquel amor ó vo-
Extremadura para la cibdad de Toledo. El Rey an- uluntad que á tan claro Rey é Príncipe, tan conjun
simesmo vino para aquella cibdad , é juró en pre tos on debdo, tan confederados é aliados on verda-
sencia de los embaladores del Rey do Portogal los «dera paz é amistad son debidas. Quisieron Sub Al-
capítulos de la paz, según que la Reyna lo habia »tczas quo fuésemos scb embaxadores é portadores
jurado é firmado. Y embiarou sus cartas á todo» los «deltas, como quíer que muy pequeños en bu muy
Grandes de sus Reynos é señoríos , é á todas las cib- «alto consejo , pero no menos que otros familiares,
dades é villas delloB, notificándoles la paz é concor »é aceptos á su servicio ; porque algunas cosas que
dia que habia fecho la Reyna con el Rey de Porto- »á Vuestra Alteza é serenidad nos mandaron expo-
gal é con su Reyno ; y embiáronles á mandar que la «ner é comunicar, son de tal calidad é misterio, que
guardasen so grandes penas. Estando en aquella «requieren ministros de semejante profesión. E aun
cibdad, vino el Marqués de Villena ante el Rey é «por corresponder á la manera quo vuestra muy ex-
la Reyna , é suplicóles que por quanto quería mos scelente prudencia tovo en las novísimas ombaxa-
trar ante Su real Magostad su inocencia, cerca déla adas ó mensageríaa que á Sus Excelencias iizo en
guerra quo le acusaban haber movido, los pluguiese «estos días; primeramente con el sabido Licenciado
oírle é guardar su justioia ; é ofrecióse á probar que ude Figueroa de vuestro muy alto consejo , é des-
no fué culpante, ni promovedor de escándalo. E «puos mas familiarmente con el devoto Religioso
dixo, que si él habia tomado armas, babia soy do «Padre Fray Antonio vuestro Confesor. Manera por
para defender bu persona de aquellos que no sabian «cierto prudentísima é muy provechosa, porque por
mostrarse servidores , salvo mostrando á otros de- «esta via mas que por otra serán confirmadas é per-
servidores : los qualos movieron guerra contra él, «petuadas vuestras bienaventuradas paces é muy
sin mandamiento de Su Alteza ; ó que si debieran «dignas amistades en aquestos tiempos dignamento
ser punidos si no la ficieran mandandogelo, mucho «reformados. Ca por esta vía, mas que por otra, se
mas lo debían ser por la haber fecho sin ser manda «podían certificar vuestras muy buenas voluntades
dos. El Rey é la Reyna mandaron poner en examen ué las suyas ; refiriéndolas á aquellos que las cono-
de justicia la suplicaoion del Marqués. E porque se «cen, como Dios cuyo es proprio asentar los cora-
falló, que no fué principiador do aquella guerra ; é
ansimesmo porque no se probó contra él , quo des (I) Zurita dice que el compañero en esta embajada no fué el
pués que fué perdonado , tomó voz del Rey de Por Doctor Juan Diaz de Madrigal como aquí dice Pulgar, sino el Doc
togal, ni monos trató con él en desorvício del Rey é tor Rodrigo Haldonado de Talavera. El mismo refiere uua notable
de la Reyna, fallaron que debían reconciliarle , é resolución del Principe de Portugal quando los tratados de paz,
sobre la té de Garda de Resende, autor Portugués, que puede
seguraron au persona ó bienes. Estando en esta cib verse allí y cuya verdad no es tiempo abora de examinar. Anal,,
dad de Toledo , parió la Reyna ú la Infanta DoSa lit. ÍO, cap. 38.
DON FERNANDO É DOÑA ISABEL. 349
wzoncB, quo Bogun el Profeta son difíciles de cono- «dia son causa de mucha fatiga y enojo é turbación.
«cer é por cosa tícete mundo no dirán sino verda- »Y es la paz necesaria é muy provechosa á todos los
n dos. Manera otro si decente é muy dina de sus rea- «estados de sus reynos é do los vuestros , cuyo bien
síes excelencias é vuestras : porque claramente de- «todo principe con muy mucho estudio debe procu-
nmuestra, que no solamente sois Principes cientlfl- »rar, é anteponer al suyo ; é aun oportuna é confe-
«cos , é Beyes animosos , é muy proveídos en los nrento á toda la religión christiana , y especialmen-
«exercicios belicosos é actos militares, como á todos «te en estos tiempos peligrosos ; y es mucho dañosa
»es notorio, mas muy católicos é sublimados, en to «é por consiguiente molesta ó odiosa á los enemigos
ldo linage de heroyeas é perfectas virtudes, quan- «de la santa fá cathólica, propinquos é remotos. E
ido ansi vos place elegir é destinar tales nuncios é «porque desto é de otras cosas que requieren au-
«mensageros. Porque es regla general tan bien en «dienoia mas familiar é secreta, diré ¡i Vuestra real
t>\o natural como en lo moral, é tan bien en las co- «Magestad é muy ilustre Señoría : agora facemos
«sas divinas como en las humanas , que los medios «fin muy humilmento, suplicando perdón en lo
«participan é han de participar en alguna manera «que menos debidamente es dicho, é remitiendo al
«la condición de los extremos. Exemplo es muy su «Doctor diño colega en esta nuestra legación, que
jo ficiento , que Jesu Cristo nuestro Redemptor, para «como varón docto é prudente, supla lo que mi sim-
»ser entre Dios é los homes perfecto medianero, «pleza ha fallecido. » Después que aquel religioso
«ovo de ser Dios é home verdadero. E porque nos ovo fablado, el Rey de Portogal le respondió muy
«comenzamos á testificar lo que de cierto sabemos, bien , é les dixo : «.Que su intención era de perma-
«crea vuestra serenidad , que la voluntad de nues- «necer en la paz asentada , considerando el fruto
itros soberanos principes Rey ó Reyna nuestros se- «loable que della se siguia.» El Doctor fabló ansi-
«fiores (que por eso la decimos voluntad é no vo mesmo las cosas que fueron necesarias de se propo
luntades, porque en esto y en todo bien son con- ner, por algunas novedados que se habian fecho do
»forines, 6 tienen un querer é no querer , como muy unas partes á otras : sobre las quales el Rey de Por
«esclarecidos conjugados en todo é por todo lo de- togal mandó á los de su Consejo que entondiesen
«ben tener) es muy determinada, muy entera, muy con estos dos embaladores, é aclarasen todo aque
«constante en la perfecta conservación do las dichas llo que de razón é justicia se debiese facer. Lo qual
«paces, y en el cumplimiento de todo lo por ellas fué ansí fecho, é fueron las paces confirmadas con
«capitulado, según que de las vuestras son certifí- placer de ambas las partes. E después este Religio
«cados, especialmente por el dioho devoto Padre , á so y el Doctor, fueron á la cibdad de Coimbra, don
«quien Sus Altezas dan mucha fé por las razones de estaba monja aquella Doña Juana en el monee-
«ya dichas. É no sin causa vuostras muy ilustres vo- terio de Santa Clara. Y este Roligioso lo fabló en
«luntades 6 la suya, en esto son 6 deben ser confor- esta muñera: «Somos aquí venidos, muy ilustre ó
«mes ; como esta bienaventurada paz é concordia nmuy do vota señora, por mandado de los muy altos
«soa á Nuestro Señor Dios muy apacible , que toda do muy poderosos Rey ó Reyna de Castilla é do
«buena paz ama é aprueba, como aquel que es di- «León, nuestros soberanos señores ; porque sus Al-
scho della (1). El qual por facer paz verdadera é ntezas han sabido que es vuestra deliberada volun-
«perpetua con el linage humanal, é paz entre sus » tad de facer profesión en esta religión de la bien-
«santos ángeles é los homes, é paz entre los hom- i) aventurada Santa Clara, cuyo hábito degistes, é
»mes de diversas condiciones, en la persona del fijo «vos plogo tomar. Es por cierto, muy noble Señora,
«se'vistió de nuestra humanidad, y en ella recibió »el que vob qnesistes é queréis el mejor de los esta-
«muerte é pasión , porque pudiésemos conseguir la ihIob, é por tal habido é aprobado en el santo Evan-
«paz del cielo, que es nuestra bienaventuranza, que » gelio ; en el qual Nuestro Señor Jesu Christo alaban,
«sin la paz del suelo no se alcanza. É por eso quiso i) do la contemplación , á la qual es dedicada esta
«ser llamado principe de paz, é quiso nacer en tiera- » religiosa vida, dice, que María Magdalena, por la
»po de paz, é que sus ángeles la anunciasen en su nqual aquella es figurada, como la vida activa por
«santa natividad, é la dexó por herencia á sus muy «Santa Marta, escogió la muy mejor parte. Esta es
«amados discípulos en su testamento é postrimera «lo mas perfecta do las vidas, porquo mas quo nin-
«voluntad, é con ella les mandó saludar la casa en ngnna es dispuesta é ordenada para mas coinplida-
«que entrasen , é con ella les saludó él mesmo des- » mente amar á Nuestro Señor ; lo qual es todo el
«pues do la gloriosa resurrección ; dando á entender «bien é perfección que en esta miserable carne vi-
«que esta es verdadera salutación, y el mayor bien «viendo se puede alcanzar. Conocida cosa es que
«que se debe desear. É ansi la mandó dar en el tes- «el amor libre de las riquezas temporales, é libre
ntamento viejo por bendición principal á su pueblo. » otros!, espartado délos deleytes carnales, é de los
«Es otrosí la paz á vuestras serenísimas personas ó » cargóse actos conjugales, é sometido en todo é por
«á las suyas, causa de mucho descanso é consolación, «todo á complir é obedecer la voluntad de Nuestro
«porque da oportunidad para toda buena goberna- «Señor, la qual en cada cosa é causa nos declara y
«cion : como por el contrario la guerra é la discor- «enseña el perlado ó perlada , que entre nos é sobre
«nos tienen sus veces, eB mas dispuesto que ningu-
(1) Parece que alude al epíteto que di San Pablo a Dios, lla »no para perfectamente amar á Nuestro Señor. Por-
mándole Din ie »<w. Ai Philip., IV, ten. 9, i) que como nuestro corazón no puedo carecer de
3¿0 CRÓNICAS DE LOS REYES DE CASTILLA.
i amor, qne es de bu propría operación, es forzado, s evadir qualquier necesidad, ó tribulación. La qual
» qne desamando, ó no amando las cosas baxas, quie- «en tal caso llaman los Santos felicidad , porque
«ra é ame las altas; é que despreciando las cosas «compele á tomar estado de tanta excelencia é de
«criadas, que no hinchen su capacidad é medida, n tanta virtud é bondad. Quanto mas que, bien consi-
» precio, quiera é ame al hacedor é gobernador de « derando la deliberación con que vos plogo de tomar
slías que tiene é da perfección complida. Á cuta can- «este estado, y el tiempo que para deliborarlo vos
usa, é no á otra los Santos por Nuestro Señor inapi- «fué dado, é la intención con que lo tomastes, que
«rados é alumbrados, notaron é ordenaron que vo- «fué, no de probar, mas de siempre en él perseverar,
> tasemos aquellos tres votos principales de pobre- » el primero dia finstes profesa , quanto á Dios , é
»za, castidad, é obediencia, que son necesarias é » quanto á la obligación de vuestra consciencia, aun-
«substancíalos en toda religión perfecta é aproba- » que no interviniese la solemnidad acostumbrada
»da; por las quales son excluidas y desechadas «en la profesión expresa, que agora queréis facer
«aquellas tres cosas, quo facen á los humen indinos non faz do la Iglesia. É aun yo seria mal frayle, é
«de participar y entrar al combite de las bodas ce- » muy mal siervo de Dios , si tal caida é tal aparta-
«lestiales. Las quales tres cosas en el santo Kvangc- » miento de su verdadero amor vos aconsejase. Mas
» lio son figuradas y entendidas por la villa, que sig- «porque podría ser, que teniendo vos alguna dubda
> niñea el señorío é honra temporal ; é por la muger, »é recelo, que los dichos Rey é Reyna nuestros so
• que significa el casamiento ¿ todo deleyte carnal, nrio res, no toviesen voluntad de complir lo que con
né por las yugadas de bueyes, que significan las ri- « el muy ilustre Rey vuestro tio al tiempo de las pa
nquezas, que facen de terrenal esta perfección de rces capitularon cerca de vuestro casamiento con el
«amores. Esta es aquella preciosa, para la qual ha- «serenísimo Principe Don Juan nuestro Sefior, vos
«ber, el santo Evangelio dice que habernos de ven- » oviose movido á querer olegir é tomar aqueste san-
s der todo lo que tenemos ; este es el tesoro abscon- »to ó bienaventurado é mejor estado; por esto vos
ndido en el campo, por el qual', como ese mesmo «facen saber, antes que mas vos atéis, aunque según
«Evangelio dice, todo haber con mucho gozo debe «lo dicho, quanto á Dios, é quanto á vos, é quanto á
» ser da lo. Esta es la cruz muy preciosa con quo »la Iglesia ya sois atada, que su voluntad fué, y es,
n Nuestro Sefior quiere que crucificados le sigamos. «é será do complir enteramente. É á raí dan por tes-
«Este es el su yugo suave é carga liviana, que nos «tigo, que la sé como Dios, é por cosa deste mundo
«face verdaderos discípulos suyos, amigos, fijos y «no diré sino verdad. Porque ansí vista, veáis bien
«hermanos. Y esta nos face dinos, como eso mesmo «lo que facéis, é si de aquello dubdais, perdáis toda
«Evangelio dice, que en el juicio universal, en si- «dubda. Alumbre Nuestro Sefior y esfuerce vuestro
» lias muy altas, seamos con él asentados á juzgar. «muy noble spfritu, para que aquello conozca é
» Esta es la vida iuocente é pura, alegro ó jocunda, «quiera, que á él es mas apacible, amen.i Como
«pacifica é segura, é mas apta que ninguna, para aquel Religioso Prior ovo propuesto esta exhorta
« facer complida penitencia de qualesquier pecados ción é declaración á esta Doña Juana, luego ella di-
«é yerros, por nosotros, ó á nuestra causa cometidos xo, que al principio de la concordia , en su ánimo
né fechos ; pobreza muy rica, que quanto mas quie habia elegido mas la via de la religión, que la del
bre, tanto mas tiene, é nada le falta, porque muy casamiento : porque muchas veces Dios le habia
«poco le basta. Castidad muy fecunda, llena é abas- mostrado los estados reales é otras qualesquier pros
«tada de generación é deleyte espiritual. Subjecion peridades mundanas ser transitorias, é que el apar
«llena de libertad ; mas libertad verdadera, é final - tamiento del mundo era causa de se apartar la cria
«mentemos angélica que humana, é mas del cielo tura de pecar, é la poner en amor de Dios, que es lo
«quédela tierra. E por eso la aconseja el Apóstol que permanece. Por ende, que ella sin ninguna pre
«Sant Pablo á todas las personas, que aun no están mia, salvo de su propria voluntad quería vivir en
«atadas ni cargadas do casamiento. Por eso la esco- religión, é facer profesión, ó fenecer en ella en ser
ngicron Santa Inés, Santa Cecilia, Santa Lucía, Sán vicio de Dios é de la Virgen bienaventurada Santa
ala Catcrina, é vuestra madre Santa Clara, é otras María su madre, pospuestas todas otras cosas. É lue
«muchas doncellas do claros linages,é desecharon go presentes este Religioso y el Doctor, é la Abadesa
«esposos muy generosos, é las bodas temporales. é las Monjas de aquel monesterio de Santa Clara,
«Pues considerando, muy ilustre Señora, la bondad é algunos caballeros é duefias, é otras muchas per
«perfección é mejoría que á vos plogo de elegir, é sonas, celebraron solemnemente lo que á tal acto é
«place do continar, no seria buen pariente, ni buen sacramento requería. É aquella Doña Juana fizo
«amigo, ni buen consejero, quien do cosa tan buena profesión en aquel monesterio, según órden de la
«vos cuidase apartar. Mayormente, que pormaravi- Iglesia.
«lia es visto, antes nunca, que personas de vuestro Agora dexa la historia essa materia , é contará lo
«linage después que en el monesterio entrasen, ha- que ficieron los turcos on la tierra de los christianos.
«yan tornado atrás, ni doxasen el hábito de la santa
«religión, y el santo propósito con quo el primero dia
» comenzaron ; agora entrasen por sola virtud, é solo
«amor de Nuestro Sefior, é deseo verdadero de su
«segura salvación, agora impelidas é movidas por
DON FERNANDO É DOÑA ISABEL. 35Í
los turcos que no podian haber la cibdad, porque
CAPITULO XCIII. habia seydo socorrida, é por las grandes ayudas que
cada dia le venían de toda la christiandad por mar
De tomo los turcos «erearon la eludid de Bodas, é lo que
é por tierra, acordaron de alzar los sitios que tenían
ende pisd.
sobre ella puestos. E ansí quedó la cibdad libre del
En esto alio loi turcos ñcioron gran guerra por Be&orio del turco, pero muy destruida déla gran
tierra é por mar en aquellas partes de los chrietia- guerra que le fué fecha, é de los combates que mu
nos, que confinaban con los moros, é llevaron gran chas veces le dieron.
número do captivos, é ficieron robos é quemas de
lugares ; especialmente vino gran multitud de tur CAPÍTULO XCIV.
cos sobre 1a cibdad de Rodas, 6 toviéronla cercada
De las cosas que pasaron en Italia (1).
por espacio do ocho meses. É como la fama deste
cerco fué sabida por las tierras de la ebrietiandad, En estos tiempos era Padre Santo Sixto Quarto, 0
muchos Maestres ó Comendadores de la Orden de un home de la nación de Genova, oí qual habia sey
San t Juan , que son subjetos al Gran Maestre de do Cardenal é frayle de la orden de Sant Francis
Rodas, fueron do todos los Kcytios de la christi andad co, buen teólogo, é home de buena intención ; pero
por mar é por tierra A socorrer la cibdad, 6 al Maes sometido á la gobornacion do otros, espocialinento
tro quo oslaba en olla coreado ; ó ovioron grandes do un su sobrino, quo so llamaba Micer llieróni-
batallas con los turcos, donde murieron muchos de mo, á quien fizo Conde^de la cibdad de Imola. Este
los Comendadores de la orden de Sant Juan, é otros era mancebo casado, de edad de veinte é ocho anos,
homes principales quo ostaban dentro en defensa de é muy cobdícioso de haber señoríos , é con la mano
la cibdad. La qual estovo en punto dése perder por del Papa alcanzó mucho de lo que deseaba. E ansí
los grandes combates, quo continuamente por tierra como le crecióiel estado, ansí creoió lacohdicia pa
é por mar los turcos le daban, é por la mengua ra lo acrecentar; é pensó de señorear la cibdad do
grande que padecían los christianos por falla de Florencia, en la qual por estonces babia dos ban
mantenimientos, é de pólvora para la defensa do la dos, uno se decía do Pácis, otro era de los de Medi
cibdad. É como quier que las naos que habian veni éis. E juntóse en amistad con los del bando de Pá
do á la socorrer estaban cerca, pero ninguno osaba cis, é prometiólos el favor del Papa y el suyo, para
entrar en el puerto por miedo de la grande flota que tener la gobernación do la cibdad sin impedimento
los turcos tenían en guarda. É los christianos es de los del otro bando de Médicis ; y ellos prometie
taban en turbación, porque do la una parte veian el ron á él de le tener por sefior é superior en la cib
perdimiento de la cibdad, si no la socorrían, é de la dad. E para conseguir el efecto dcsto su propósito,
otra conocían su perdición , si se aventuraban & la por parte de aquel Conde Hiorónimo fué embiado á
socorrer. Estando en la pena deste pensamiento, un la cibdad de Florencia un su amigo quo era Arzo
Comendador do la nación Inglesa, quo habia veni bispo do Pisa, natural de aquella cibdad. E sogun
do con una nao, dixo á algunos do los capitaneado después pareció, aquel Arzobispo con los del baudo
las otras naos , que no sabia él qué aprovechaba el de Pácis, acordaron de facer matar A Micer Pedro
trabajo y el gasto fecho en la venida fasta aquel lu de Médicis, é á Micer Lorenzo de Médicis, dos her
gar, si se volviesen sin conseguir algún fruto de bu manos que eran los principales de aquella parente
venida. É diciendo estas palabras, é disponiéndose la, que tenían por estonces la gobernación de la
al peligro, mandó poner todas las velas á la nao ; é cibdad. E un Domingo, estando el que se llamaba
peleando, é sufriendo muchos tiros de pólvora, que Lorenzo do Médicis en misa, y el otro su hermano
le tiraban los de la flota de los turcos, entró por Pedro de Médicis en la plaza de la cibdad, aquellos
fuerza de armas en el puerto , é basteció la cibdad que tenían cargo de poner las manos en ellos, lo
de las cosas necesarias , en especial de pólvora, con pusieron en obra ; y el Micer Pedro de Médicis fué
que se pudo defender. É con esta fazaBa grande muerto á puñaladas en la plaza por uno que se lla
que aquel Comendador Ingles fizo, la cibdad de Ro maba Francisco de Pácis. El Micer Lorenzo que es
das fué socorrida, é los turcos no ovieron lugar de taba en la Iglesia, se defendió, como quiera que fué
la tomar. Como los turcos vieron que la cibdad fué ferído. Este insulto fecho, luego la cibdad se albo
en aquella manera socorrida, acordaron de la com rotó, é se juntó con Lorenzo de MédiciB, é prendie
batir ; é tan grande era la multitud de los turcos , é ron á todos los que pudieron haber del otro bando
las fortalezas de los combates dados por todas par de Pácis: é prendieron ansimesmo A aquel Arzobis
tes, que ovieron lugar do entrar en ella por unapar- po de Pisa ; é á todos los suyos , é arrastraron é ma
te del muro que habian derribado con el artillería.
É los christianos esforzáronse , é pelearon por las lí) Este sucr<o de la retoluelon de Florencia por el Conde Ge
rónimo surcedlo el año antecedente. El Señor de Argenlon quo
calles con los turcos, y echáronlos fuera de la cib fué comisionado por el Re; de Franela para pacificar estas dife
dad. En este fecho de armas murieron muchos de rencias, cuenta el suceso con mucha particularidad y lo coloca en
los unos é de los otros ; especialmente se fallaron dicho año. El hermano de Lorenzo de Nédlcis que fué muerto por
muertos de los de dentro catorce Comendadores, to Francisco de Pacis, no se llamaba Pedro, sino Julián de Médicis,
padre de Julio de Médicis, que después fué Papa y se llamó Cle
dos homes principales, que pelearon con grand ce- mente Vil. Memoír., lii. 6, cap. 5. Preuv., nüm. CCXCIX. To
fuerzo por botar los turcos fuora. É como vieron mo m,p. K>2,
352 CRÓNICAS DE LOS Rl ÍES DE CASTILLA.'
taron á aquel que mató á Pedro do Médiois. E toda en la cibad de Toledo , acordaron de facer cortes ge
la mayor parte de la cibdad encendidos de ira, ma nerales en aquella cibdad. T embiároulas notiñear
taron á todos quantoa de aquella parentela de Pácia por sus cartas á la cibdad de Burgos, Loon, Avila,
pudieron haber ; ó anaimesmo aforcaron á aquel Ar Segovia, Zamora, Toro, Salamanca, Soria, Murcia,
zobispo de PiBa, é á diez saoerdotos de misa que Cuonca, Tolodo, Sevilla, Córdoba, Jaén , é á las vi
venian con él , ó á todos los suyos. Y en aquel Ím llas de Valladolid, Madrid é Guadalaxara; que son
petu del pueblo fueron muertos algunos de los de las diez é siete cibdades é villas que acostumbran
Pácis, aunque eran inocentes, por el odio que la continamente embiar procuradores á las cortes que
cibdad concibió contra los dol linugo de Pácis, por facen los Reyes de Castilla é de León. Las qualcs
la faza&a que imaginaron facer ; é todos los que se embiaron de cada cibdad é villa destas que son nom
pudieron salvar fuyeron é fueron desterrados de la bradas, dos personas por procuradores con sus po
cibdad. E ordenaron en su consistorio , que homo de deres bastantes para las cosas que en aquellas cortes
aquel linage de Pácis no estoviese jamas en ella, se oviesen de contratar. Anaimesmo vinieron á
porque fueron contra la libertad de los cibdadanos. aquellas cortes algunos Perlados é Caballeros del
Por causa deste insulto toda Italia se alborotó é di Reyno ; y entendieron luego en restituir el patri
vidió en parles, de la una el Papa, con el qual se monio real , que estaba enagenado de tal manera,
juntó el Rey Don Fernando de Nápoles ; é de la otra que el Rey é la Reyna no tenían tantas rentas como
el Duque de Milán, con las comunidades de Vene- eran necesarias para sostener ol estado real é del
cia é Florencia. E por causa dosta división , ovo en Príncipe é Infantas sus fijos. E anaimesmo para las
toda Italia este ano muohas guerras é muertes en cosas que se requerían expender cada afio en la ad
los de la una parte é de la otra. Al fin visto como ministración de la justicia é buena gobernación do
la tierra se perdía por la guerra que facían unos á sus reynos ; porque el Rey Don Enrique lo habia
otros, é como los turcos anaimesmo por su parte enagonado en el tiempo de la división pasada que
guerreaban , deliberaron facer treguas por algún ovo con su hermano el Principe Don Alonso. Y este
tiempo entre el Papa y el Rey de Nápoles, é las co enagenamiento de las rentas reales se fizo en mu
munidades de Florencia, ó Venecia, é Genova, y el chas maneras, á unos se dieron maravedís de juro
Duque de Milán. Los turcos siempre continuaban do heredad para siempre jamas, por los facer mer
la guerra contra los cbristianos, é tomaron la cib ced en omionda do gastos , otros los compraron del
dad de Otranto , que es en ol Reyno de Nápoles ; é Roy Don Enrique por muy pequefios procios , por
armaban gran flota de naos para venir en Italia , y que la muchedumbre do las mercedes de juro de
entrar primeramente en el Reyno de Sicilia, porque heredad que so habían fecho , los puso en tan pe-
creían aquel Reyno ganado, según la comarca don quefia estimación , que por mil maravedís en dinero
de está, é la grand abundancia que en él hay de se daban otros mil de juro de heredad. Y esta disi
mantenimientos, que podrian guerrear todas las pación del patrimonio é rentas reales vino á tanta
Italias. Todos los caballeros é gentes dél estaban corrupción , que se vendían albalaes del Rey Don
temerosos de ser guerreados do los turcos, y escri Enrique en blanco de merced de juro de heredad,
bieron al Rey é á la Reyna el temor en que estaban para qualquier que los quería comprar por poco
puestos, é como no había resistencia en toda aque precio. E todos estos maravedís se situaban en las
lla tierra de Sicilia si los turcos viniesen ; porque la rentas de las alcabalas , é tercias, é otras rentas del
luenga paz de que la gente de aquel Reyno goza Reyno, de manera quo el Rey no tenia en ellas cosa
ba, les habia fecho ignorantes del exercicio de las ninguna. Sobre esta materia los procuradores del
armas, é que Iob fallecían homes cursados en guer Reyno suplicaron al Rey é á la Reyna , que porque
ra é armas para defensa de la tierra. El Rey é la ol estado real convenia ser bien proveído de las oo-
Reyna, considerando quo era necesario proveer sas necesarias, ansí para sus gastos continos, como
aquel su Reyno, mandaron á ciertos mercaderes de para las otras necesidades quo ocurrían en el Rey-
la cibdad de Burgos, que llevasen naos cargadas no, mandasen restituir los rentas reales antiguas á
de lanzas, é pavesas, ó corazas, casquetes, é balles debido estado ; porque no lo faciendo , de necesario
tas, é almacén , é artillería, ó otras armas. Anaimes les era imponer otros nuevos tributos é imposicio
mo mandaron á Alonso de Quintanilla su Contador nes en el Reyno , de que sus subditos fuesen agra
mayor de cuentas, é al Provisor de Víllafranca, Go viados. Otrosí les suplicaron que mandasen reducir
bernadores de las hermandades de Castilla, que en á su corona real las cibdades é villas é lugares
tendiesen en las cosas necesarias para la armada que en los tiempos pasados el Rey Don Enrique ha
que acordaban facer por mar, según adelante será bia dado, é revocar las mercedes que dellas habia
recontado. fecho. Porque decían ser dadas por necesidad de
las guerras, en que le habian puesto algunos caba
CAPÍTULO XCV. lleros, é no por leales servicios que oviesen fecho,
De las cosa» que pasaron en el ano siguiente de mil é qnatroelen- ni por otra justa razón que oviese para las apartar
tos é ochenta alos. Primeramente de las cortes que se ucieron do la corona é patrimonio real , é las dar á aquellos
en Toledo. que las dió. Sobre esta suplicación que les fué fo
En este año siguiente del Señor de mil é quatro- cha, platicaron con el Cardenal de España, é con
cientos é ochenta anos , estando el Rey é la Reyna los Duques, é Condes, é Perlados, é Caballeros é
Dott FBSNAttDO É DOÑA ISABEL. '•••' 853
Doctores de en Consejo, que con ellos estaban. E habian puesto en necesidad, solamente por haber
después de muchas pláticas sobre ello habidas, to del mercedes ; que estas tales debían ser revooadaa
dos concordaron qne la renta é patrimonio real de del todo , é aun de derecho debian restituir los fru
bía ser restituido, é puesto en tan debida orden , que tos que dellas habian habido. E que las mercedes
el estado real é las necesidades que ocurrían en el que habia fecho á otros caballeros é personas que
Royno pudiesen ser proveídas de las rentas anti le sirvieron bien é lealmente, é trabajaron por sos
guas, sin poner nuevos tributos é imposiciones. Pe tener su persona y estado real , é por le relevar de
ro no se acordaban en la forma como se debia fa las necesidades en que los otros le pusieron , é pe
cer ; porque estos maravedís de juro de heredad es learon con él en la batalla que ovo con los caballe
taban repartidos por grandes señores del Reyno , é ros que tovieron la parte del Príncipe Don Alonso
por otros Perlados é Caballeros y Escuderos é Igle su hermano, aquellas tales debian ser confirmadas,
sias é monesterios , é otras personas de todos esta é no les debian ser revocadas todas ni parte dellas.
dos. Y el voto de algunos era que so debia facer Porque las habian bien merecido, sirviendo con
revocación general de todas las mercedes de juro lealtad, é trabajando porque la división se quitase
de heredad que se ficieron en el tiempo de aquella de sus Reynos ; é á estos tales, antes les debian aña
división ¡ porque el Bey Don Enrique las habia fe dir mercedes , que quitar las que tenían. Ansimes
cho, constreñido por necesidad, é no por justa cau mo, que se debian ver por los libros de contadores
sa ; que asas bastaba el fruto que dellas habian to los maravedís de juro de heredad que se dieron en
mado los que las tovieron en los tiempoB pasados. pago de sueldos é tenencias. E si se fallase que ha
Otrosí decian qne estas mercedes no se habian fe bia seydo fecha en ello justa compensación , debian
cho á todos de una manera, ni por un respecto; á ser á los tales confirmadas las mercodee que ovie-
que si se fioiese revocación general, no seria cosa ron; ó si les fuesen revocadas, les debian ser paga
justa, porque algunos las habian habido por servi dos en dineros los maravedís que debieron haber de
cios que habian fecho , é por otras justas causas. sus tenencias é sueldos. Otrosí dixo, que las merce
Otrosí algunos deoian que no era cosa igual, ni bien des que el Principe Don Alonso en su vida, llamán
considerada que se quitasen á unos , é no é otros ; é dose Rey, dio á aquellos Caballeros é Perlados, que
todos trabajaban de justificar las causas porque las fioieron división en el Reyno , las quales por mane
habian habido, sobre lo qual ovo diversos votos. E ras esquisitas ficieron que el Rey Don Enrique les
porque esta negociación era ardua, é de grand im confirmase, le parecía que debian ser revocadas. E
portancia, el Rey é la Hoy na acordaron de escribir * ansimesmo debian revocar las otras que se veudian
sus cartas á todos los Duques, é Condes, é Perla con albalaes que el Rey Don Enrique daba en blan
dos, é Ricos-homes de sus Reynos, que estaban co. Otrosí, que aquellos que meroaron del Rey ma
fuera de su corte, faciéndoles saber las grandes ravedís de juro, é le dieron dinero por ellos, les de
necesidades é pocas rentas que tenían en todos bian ser tornados los tales maravedís á los que los
sus Reynos, por el enagenamiento que dellas ha dieron , é que les debian tomar los privilegios que
bia fecho el Rey Don Enrique su hermano. Sobre de las tales mercedes ovieron , para que fuesen ras
lo qual los procuradores de laa cibdades é villas de gados. E que cerca de todo esto se debia tener una
sus Reynos, les suplicaron que las reduxesen á de moderación igual , é muy conforme á la razón é jus
bido estado. E porque era razón de saber su voto ticia , porque cada uno oviese lo que le pertenecía
cerca de esta materia, é de las otras que se habian haber, é le fuese quitado lo que por maneras no de
de tratar en sus cortes, les mandaron que viniesen bidas habia habido, según que á todos era notorio ;
personalmente á entender en todo ello. Pero que si é que faciéndose desta manera, ninguno temía ra
estaban impedidos de tal impedimento que no pu zón de se agraviar de lo que le quitasen. ViBto este
diesen venir, embiasen á decir lo que les parecía ; voto del Cardenal , algunos Grandes é Caballeros é
porque visto en su consejo , se ficiese aquello que Doctores del Consejo del Rey é de la Reyna confor
mas cumpliese á servicio de Dios é bien de sus Rey- máronse con él, é dixeron que era muy bien é justa
nos. Muchos de los grandes señores é Caballeros é mente dicho, é que se debia ansí poner por obra.
Perlados del Reyno vinieron á aquellas cortes, por Otros algunos dieron votos contrarios á este, porque
et llamamiento que les fué fecho de parte del Rey algunos maravedís de juro fueron dados á iglesias
é de la Reyna, é ansimesmo los que no pudieron é monesterios de tal calidad , que no se debian qui
venir, embiaron sus pareceres por diversas mane tar; é que se debia haber respecto á la dinidad de
ras ; pero todos concordaron que las rentas é patri las personas que los tenían, porque si les fuesen qui
monio real que estaba enagenado por las inmensas tados se podria dello seguir deservicio al Rey é á
dádivas que del eran fechas, debia ser reducido en la Reyna, y escándalo en el Reyno. El Rey é la
debido estado. El Cardenal de España, cuyo voto Reyna, oido el voto que dio el Cardenal é los otros
el Rey é la Reyna quisieron especialmente saber, Caballeros é Perlados del Reyno, mandaron que ca
' dizo que le parecía que aquellos maravedís de juro da uno de los que tenían meroedes de juro de here
de heredad, é de merced de por vida, é tercias de dad diesen informaciones por escripto de las cansas
lugares, é otras rentas que el Rey Don Enrique dio por donde las habian habido. Otrosí mandaron traer
lá algunos caballeros é personas , las quales habian ante af los libros de todo el juro de heredad , é mer
levantado escándalos ó guerras en el Boyno, é le cedes de por vida, que los de sus Reynos general
28
354 CRÓNICAS DE LOS B EYES DE CASTILLA.
mente tenían. E ovieron informaciones de los con Rey é la Reyna facian, é determinaban las causa*
tadores é oficiales del Rey Don Enrique , de las ra que concernían á la facienda ó patrimonio real. E
zones por donde cada uno las ovo. E para facer la de todos estos consejos recorrían al Rey é á la Rey
determinación de lo que debian quitar, é de lo que na con qualquier cosa de dubda que ante ellos re
debian dezar, pusieron en su consejo secreto al Maes crecía. E las cartas é provisiones que daban eran de
tro Fray Fernando de Talavera, Prior del moneste- grand importancia ; firmaban en las espaldas los que
rio de Santa María de Prado, su confesor, porque estaban en estos consejos, y el Rey é la Reyna las
era home de gran suficiencia. E por consejo deste firmaban de dentro. Otrosí los tres Alcaldes de su
religioso quitaron todas las mercedes de juro de he Corte libraban fuera del palacio real las querellas
redad, é de merced de por vida, que el Rey Don En é demandas civiles é criminales que ante ellos se
rique habla dado en aquellos tiempos, fasta en movian, y entendían en la justicia é sosiego de la
quantia de treinta quentoB de maravedís , poco mas Corte. Y en esta manera ol Rey é la Reyna tenian
6 menos. A algunos quitaron la meytad , á otros el repartidos sus cargos, é proveían en todas las cosas
tercio, á otros el quarto, á algunos quitaron todo lo de sus Reynos. Mandaron ansimesmo facer en aque
que tenían, á otros no quitaron cosa ninguna; é á lla cibdad justicia de muchos homes criminosos é
otros mandaron que oviesen é gozasen de aquellas robadores, que en los tiempos pasados habían come
mercedes en su vida, juzgando é moderándolo to tido delictos é crimines. E fué preso por su manda
do, según las informaciones que ovieron de la for do aquel Femando de Alarcon, que habernos dicho
ma que cada uno lo ovo. E desta determinación que que estaba con el Arzobispo de Toledo ; é traido alli
se fizo , algunos fueron descontentos ; pero todos lo fué degollado por justicia, porque confesó haber
sufrieron , considerando como ovieron aquellas mer movido muchos escándalos en el Reyno, y estorba
cedes con disolución del patrimonio real. E manda do la paz por intereses que habia habido. E con es
ron que cada uno trazese dentro de cierto término tas justicias que mandaron executar ovo gran paz á
sus privilegios para rasgarlos, é les diesen otros sosiego comunmente en todo el Reyno ; porque la
nuevos de los maravedís de juro que les dczaban. justicia que executaban engendraba miedo, y el
La Reyna no quiso que fuesen quitados maravedís miedo apartaba los malos pensamientos , é refrena
algunos, ni pan ni tercias, ni otras cosas de las que ba las malas obras. Provisión fué por oierto divina,
ovieron los monesterios é iglesias é hospitales , ni fecha de la mano de Dios, é fuera de todo pensa
otras personas pobres. Y en esta manera fué deter miento de homes ; porque en todos sus Reynos poco
minada aquella materia que era muy árdua é de * ántes Labia homes robadores é criminosos , que te
gran oonfusion ; la qual se quitó á causa de la gran nian diabólicas osadías, é sin temor de justicia, co
moderación que en ella tovieron el Rey é la Reyna, metían crimines é feos delictos. E luego en pocos
En aquellas cortes de Toledo, en el palacio roal don dios súpitamente se imprimió en los corazones de
de el Rey é la Reyna posaban, habia cinco consejos todos tan gran miedo, que niuguno osaba sacar ar
en cinco apartamientos : en el uno estaba el Rey é mas contra otro, ninguno osaba cometer fuerza, nin
la Reyna con algunos Grandes de su Reyno, é otros guno decia mala palabra ni descortes ; todos se
de su consejo, para entender en las embazadas de amansaron é pacificaron, todos estaban sometidos á
los reynos estranos que venían á ellos , y en las co la justicia, é todos la tomaban por su defensa. Y el
sas que se trataban en corte de Roma con el Santo caballero y el escudero, que poco ántes con sober
Padre, é con el Rey de Franoia, é con los otros Re bia sojuzgaban al labrador é al oficial, se Bometian
yes, é para las otras cosas necesarias de se proveer á la razón, é no osaban enojar á ninguno, por mie
por expediente. En otra parte estaban los Perlados do de la justicia que el Rey é la Reyna mandaban
é Doctores, que eran diputados para oir las peticio. executar. Los caminos estaban ansimesmo Beguros,
nes que se daban , ó proveer é dar cartas de justi* é muchas do las fortalezas que poco ántes con dili-
oia, las qualos eran muchas é do diversas calidados; goncia se guardaban , vista osta paz estaban abier
otroBÍ en ver los procosos de los pleytos que ante tas ; porque ninguno habia que osase furtarlas, é to
ellos pendían , é determinarlos por sentencias difini- dos gozaban de la paz é seguridad. El Roy é la Rey
tívas. En otra parte del palacio estaban Caballeros na acordaron en aquel año de embiar Corregidores
é Doctores naturales de Aragón , é del Principado á todas las cibdades é villas de sus Reynos, donde
de Cataluña, é del Reyno de Sicilia, é de Valencia, no los habian puesto. Otrosi ficíeron en aquellas cor
que veían las peticiones é demandas , é todos los tes leyes é ordenanzas, necesarias á la buena gober-
otros negocios de aquellos Reynos : y estos enten naeion del Reyno y execucion de la justicia, ansí en
dían en los expedir, porque eran instructos en los lo civil como en lo criminal. Entre las qualea orde
fueros é costumbres de aquellas partidas. En otra naron una , por la qual confirmaron la ordenanza é
parte del palacio estaban los diputados de las her constitución antigua , fecha por los Reyes sus ante
mandades de todo el Reyno, que veían las cosas cesores ; para que todos los judíos é moros viviesen
concernientes á las hermandades según las leyes apartados en las cibdades é villas do moraban , á
que tenían. En otra parte estaban los contadores que no morasen entre los christianos , é trazesen las
mayores é oficíales de los libros de la facienda é señales antiguamente ordenadas. Otrosi, que los ju
patrimonio real ; los qualea facian las rentas , é díos no pusiesen plata ni oro en las toras ; é para
libraban las pagas é mercedes, é otras cosas que el executar este apartamiento, mandaron dar sus car
DON FERNANDO É DONA ISABEL. 866
tas , y embíaron personas que diesen orden en ello pos , Obispo de Urgel, é Don Alvar Pérez de Guz-
é lo executaaen dentro de un afio. A estas personas man, Sefior de Santa Olalla, é Don Gutierre de Cár
dieron cargo de facer inquisiciones en las ciudades denas, Comendador mayor de León, Contador mayor
é villas, si habia algunos que recibiesen agravios, ó del Rey, é Don Juan de Cardona, é Mosen Reque-
fuerzas de Caballeros , ó Alcaydes de fortalezas , é sens , Gobernadores de Cataluña, é todos los Procu
los no osaban querellar, para que lo notificasen á radores de las cibdades é villas del Reyno, é otros
los Corregidores, é ficiesen cumplimiento de justi Caballeros é Ricos bornes que se juntaron en aque
cia. Otrosí les dieron cargo para que iiciesen resti llas Cortes; estando todos en la Iglesia de Santa
tuir á las cibdades é villas 6 lugares los términos María, delante del altar mayor, juraron solemne
que les estaban tomados en los tiempos pasados, por mente en un libro misal que tenia en sus manos el
qualesqnier caballeros é otras personas. Otrosí ficie Sacerdote que habia celebrado la misa, de tener por
sen inquisición secreta si los Corregidores adminis Rey destos Reynos de Castilla é de León al Princi
traban la justicia como debían, 6 si eran negligen pe Don Juan su fijo mayor del Rey é de la Reyna,
tes en ella por interese ó afición ; ó si recibian dádi para después de los dias de la Reyna, que era pro
vas, ó presentes, ó otros algunos intereses corrom pietaria destos Reynos. É ansimesmo ficieron pley-
piendo la justicia. Y estos pesquisidores andaban to omenage de lo complir é guardar por si é por sus
por todo el Reyno , faciendo las inquisiciones que subcesores, é por todas las cibdades é villas destos
les eran encomendadas ; é solicitaban que se exeou- Reynos, según y en la manera que lo habían jurado.
tase la justicia, é se quitasen las fuerzas fecbas en Otrosí el Maestre de Santiago suplicó al Rey é á la
todo el Reyno. Ansimesmo mandó librar la Reyna Reyna, que le entregasen los pendones é insignias
á aquel Maestro Prior de Prado su Confesor, cierta del Maeatradgo de Santiago: por quanto la costum
suma de maravedís para descargar.su consciencia, é bre antigua de España es que los Reyes de Castilla
satisfacer á las personas que fallasen que en su de entreguen de su mano por acto solemne los pendo
servicio babian gastado algunos maravedís, 6 ha nes del Maestradgo de Santiago, á los que son ele
bían perdido caballos , ó otros bienes en las guerras gidos por Maestres; porque en el acto se muestra el
pasadas ; é para proveer á las mujeres é fijos de al consentimiento que los Reyes dan á los Maestres pa
gunos que eran muertos en su servicio. Y este Maes ra que hayan aquella dinidad en sus Reynos. É an
tro su Confesor la administraba por su mandado simesmo porque en aquella entrega se da á entender'
con gran diligencia. que le facen Capitán é Alférez del Apóstol Santiago
patrón de las Espafias, para la guerra contra los
CAPÍTULO XCVI. moros, enemigos de nuestra santa fé. Y el Rey é la
Reyna oviéronlo por bien, é mandaron celebrar en
Como fié jurado el Principe non Juan por Ucy de Castilla, la Iglesia mayor una solemne misa; é después de
después de los días de la Kcyna.
dicha, el Sacerdote bendixo los pendones con devo
En aquellas Cortes que so ficieron en la cibdad de tas oraciones. Y el Maestre con fasta quatrocientos
Toledo, acordaron los Grandes del reyno é los Per Comendadores é Caballeros de la orden, todos ves
lados, é Caballeros, é Ricos-bornes, é los Procurado tidos de mantos blancos largos, según su costumbre,
res de las cibdades é villas, de jurar al Príncipe Don é sus hábitos de cruces de espadas coloradas en los
Juan por succesor destos Reynos de Castilla é de pechos, pasaron en procesión entre los dos coros de
L "ou. Y en un día del mes de Abril deste afio de la Iglesia. Y el Maestre entró en el coro, é fincadas
mil é quatrocientos é ochenta años, estando presen las rodillas ante el Rey é la Reyna, le entregaron
tes el Cardenal de España, é Don Luis de la Cerda, de su mano en la suya los pendones é insignias de
Duque de Medinaceli, é Don Alonso de Cárdenas, Santiago, é le dixeron: s Maestre, Dios vos dé bue-
Maestre de Santiago, é Don Pero Fernandez de Ve- nnas andanzas contra los moros, enemigos de nues-
lasco, Conde de Haro é Condestable de Castilla, é Btra santa fé católica.» El Maestre recibió aquellos
Don Alonso Enriquez , Almirante de la mar, tío del pendones, é besó las manos al Rey é á la Reyna ; é
Rey, é Don Poro Alvarez de Osorio, Marqués de As- suplicóles que le diesen licencia, para que él con
torga, Conde de Trastamara, é Don Felipe de Ara toda la Orden de la caballería de Santiago fuese á la
gón, fijo del Principe Don Carlos, sobrino del Rey, é tierra de moros, á les facer la guerra que era obli
Don Enrique Enriquez, Mayordomo mayor del Rey, gado de faoer, porque sirviese á Dios é á ellos, é
é Don Diego López de Stúfiiga, Conde de Miranda, cumpliese los estatutos de su Orden. El Rey é la
é Don Alvaro de Mendoza, Conde de Castro, é Don Reyna le dixeron, que su suplicación era de cathó 1 ico
Lorenzo Suarez de Mendoza, Conde de Corulla, é Don christiano, é de buen caballero, é que ellos ansi
Fernán Alvarez de Toledo, Conde de Oropesa, é Don mesmo estaban en propósito de dar orden en la
Gutierre de Sotomayor, Conde de Belalcázar, é Don guerra contra los moros; pero que agora estaban
Iñigo López de Mendoza, Conde de Ten di I la, é Don ocupados en mandar faoer armada contra los tur
Diego déla Cueva, Conde deLedesma, é Don Juan cos. Aquella expedida, luego entenderían en su su
de Silva , Conde de Cifuentes, é Don Diego Fernan plicación, é le llamarían para lo que cerca de aque
dez de Quiñones, Conde de Luna, é Don Diego Hur lla guerra se debía facer. En las Cortes de aquella
tado de Mendoza, Obispo de Patencia, é Don Alonso cibdad ficieron ansimesmo un estatuto, que ninguno
de Burgos, Obispo de Córdoba, ó Don Bemon d'Ea- de los Duques de Castilla trazesen ballesteros de
366 CRÓNICAS DE LOS B) YES DE CASTILLA.
maza ante sí, ni menos traxesen coroneles en los cámara, pero no los quiso tomar, é fizo meroed da
esoudos de sus armas, ni traxesen por orlas las ar llos á sus fijos, porque las gentes no pensasen, que
mas reales, salvo aquellos que por justa causa las movida por cobdicia habia mandado facer aquella
pudiesen traer. Otros) defendieron que ningún Du justicia.
que, ni otro, quanto quier que fuese noble, no pusie
se su título encima de la letra que escribiese á su CAPÍTÜLO xovin.
vasallo ; porque esto pertenecía á la proeminencia
real solamente. Ansimesmo en aquellas Cortes, el Del proteimlento qoe el Rey é la Reyna mandaron facer en el
Rey é la Reyna conociendo los leales servicios que Reyno de Galicia.
el Mayordomo Andrés de Cabrera é su muger Doña En el año siguiente del Sefior de mil é quatro-
Beatriz de Bovadilla señores de la villa de Moya oientos é ochenta é un años, el Rey é la Reyna
les fioieron, seyendo Príncipes, é después que fueron acordaron de partir de la villa de Medina del Cam
Reyes, acordaron de los remunerar, dándoles título po, é ir á la villa de Valladolid. E después de
de Marqués é Marquesa de la su villa de Moya ; ó haber estado en olla algunos dias, el Rey partió
por los honrar, mandaron que aquel dia comiesen para el Reyno de Aragón á proveer en la justi
á su mesa. É la Reyna les fizo merced de ciertos cia, y en las otras cosas que en aquellas partes
lugares en el Reyno de Toledo, que se llaman el ocurrían, donde era menester su presencia, espe
Sesmo de Valdemoro, los quales eran de tierra de cialmente para facer llamar á las cortes que se
Segovia, porque pudiesen mejor sostener el estado habian de facer en aquel reyno. É la Reyna quedó
4 dinidad que les habian dado. en Valladolid, é con ella el Cardenal de España, y
el Almirante Don Alonso Enriquez, y el su Condes
CAPÍTULO XOVII. table Conde de Haro, y el Conde de Benavente, é
otros caballeros. É porque el Reyno de Galicia por
De como el Rey é Ii Reyna partieron de Toledo, i pasaros los muchos afioa habia estado en guerras é corrupcio
puertos, e acordaron de ir a Medina del Campo, t dende i la nes, las quales duraron tanto tiempo, que los mora
villa de Valladolid. dores de toda aquella provincia estaban subjetos á
Fechas las Cortes de Toledo, el Rey é la Reyna los tiranos é robadores; é ni el Rey Don Enrique,
acordaron de pasar los puertos, é veuir á la villa de hermano de la Reyna, ni menos el Rey Don Juan
Medina del Campo : en la qual estovieron algunos su padre, pudieron sojuzgar aquel reyno como de
dias, é mandaron facer justicia, é restituir los bie bían; ni los caballeros, ni los moradores dél com
nes y heredamientos, que forzosamente en los tiem pilan sus mandamientos, ni les pagaban sus rentas,
pos pasados estaban tomados. Y en este exercicio salvo á la voluntad de los que las querían pagar:
de la justicia, ansí ellos como los Doctores que es é los tiranos las tomaban é apropiaban á sí. Otrosí
taban en su Consejo , trabajaban continamente : tomaban las rentas é los heredamientos de las Igle
porque según los grandes reynos y entendidos se sias, é facíanse patrones dolías; é muchos mones-
ñoríos que tenían, les convenia oir siempre los que terios no osaban tomar de sus propias rentas, salvo
rellosos, é los proveer de justicia. É mandaron de lo que el caballero que en ellas se habia entrado
gollar por justicia á un caballero natural del Reyno les daba do su mano. Ficiéronse ansimesmo en
de Galicia, que se llamaba Alvar YaQez de Lugo aquellos tiempos por todo aquel reyno muchas for
vecino de aquella villa de Medina, home muy rico; talezas, sin licencia de los Reyes pasados, donde
el qual por haber ciertos bienes de un home, fizo continamente estaban ladrones é robadores que te
facer una escriptura falsa á un escribano, é después nían los pueblos subjetos. É tanto estaban habi
porque el esoribano no lo descubriese le mató, y en tuados en aquella subjecion, que ya se convertía
terró secretamente en su casa. Este delicto fizo tan en tal costumbre, que no se contradecía; ó cada
secreto, que ninguno fué en él partícipe, salvo solo uno apropríaba á si los pueblos que mas podía so
él, é un home suyo, á fin que no se supiese. Pero juzgar, é las rentas que podia tomar. Estaban an
todos los delictos por secreto que se fagan, descubre simesmo opresas é tiranizadas por los caballeros
el sol de la justicia de Dios, en cuya ofensa se facen; de aquel reyno las cibdades é villas de Tuy, é
é la muger de aquel escribano querelló deste delicto Lugo , é Orense, é Mondoñedo, é Vivero, á todas
ante el Rey é la Reyna. É mandaron facer pesquisa las otras; en las quales el Rey é los Perlados do
é prender aquel caballero; el qual mostrándole los lías tenían poca parte. É como quier que los Re
manifiestos indioios de su delicto, fallados por la yes pasados embiaron Gobernadores é Corregido
pesquisa, confesó su pecado, é daba al Rey é á la res á aquel reyno con gente de armas, para los
Reyna quarenta mil doblas para la guerra de los tener en justicia; pero tanta era la confusión é
moros, porque le salvasen la vida. Algunos ovo en multitud de los tiranos, que en ningún tiempo los
su consejo, cuyo voto era que se recibiesen, pues pudieron poner en órden según debía. El Rey é la
aquello en que se habian de distribuir, era cosa Reyna, entendiendo que complia al servicio de Dios
santa é necesaria. Pero la Reyna no lo quiso facer, é suyo proveer en la buena gobernación de aquel
é mando degollar á aquel caballero, pospuesto el reyno, embiaron á Don Fernando de Acuña, fijo del
grand interese que le era ofreoido. É como quiera Conde de Buendía, que era caballero de buen es
que sus bienes, según las leyes, eran aplicados á su fuerzo é de sana couscieuoia, é á un letrado de su.
DON FERNANDO É DOÑA ISABEL. 367
Consejo, que se llamaba el Licenciado Garci Ló viesen continamente sos personas en aquel reyno,
pez de Chinchilla, que era buen letrado, é borne de é no lo desamparasen, fasta tanto que fuese puesto
buen juicio, é constante en la administración de la en orden de justicia, é que ellos les darian favor ó
justicia. Este caballero y este letrado con poderes gente para la executar. Aquel caballero é aquel le
del Rey é de la Reyna fueron al Reyno de Galicia, trado lo prometieron; é asentadas las cosas entre
é llevaron gente de armas á caballo, y entraron en ellos, los procuradores se volvieron cada uno á la
la cibdad de Santiago; é por virtud de los poderes cibdad ó villa donde eran. É aquel caballero é
que llevaban, embiaron a mandar á todas las cui aquel letrado .comenzaron á oir algunas querellas,
dados, é villas, é cotos del Reyno de Galicia, que é facer sus procesos por via jurídica contra los mal
cmbiasen allí sus procuradores, para comunicar con fechores, é prendieron algunos, é ficieron justicia
ellos sobre las cobos concernientes á la pacificación dellos. É tan grande fué el terror de la justicia que
de aquel reyno. Los quales vinieron d la cibdad de executaban, que en espacio de tres meses se absen
Santiago; é después que todos fueron juntos, aquel taron de la tierra mas de mil é quinientos ladrones
caballero, é aquel licenciado les dixeron, como ellos é omicianos. E como las gentes conocieron que
venian alli con cargo de administrar justicia en aquel caballero y el licenciado, sin temor alguno da
aquel reyno, é quitar del las tiranías en que estaba las amenazas que por los caballeros é tiranos les
puesto. AlgunoB de aquellos procuradores que alli eran fechas, é sin intereses, ni acepción de personas
se juntaron dubdaban de los recebir, porque no executaban la justicia, todos se juntaron con ellos,
creian tener fuerzas para administrar la justicia cada quo los llamaban, é pagaban al Rey é á la
contra los tiranos, que de tan antiguos tiempos es Reyna los pechos ordinarios, que de largos tiempos
taban habituados á robar é tiranizar. De lo qual era tomaban los caballeros, é derribaron por todo el
la costumbre tan antigua, que los robadores adqui Reyno de Galicia quarenta é seis fortalezas, de
rían ya derecho á los robos, é los llevaban cada año donde se facian grandes fuerzas. É ficieron justicia
de los pueblos; é los robados, tanto tenían ya en uso de muchos homes, que habian cometido en los
sofrir aquellos robos, que los consentian como cosa tiempos pasados fuerzas é crimines; entre los qua
debida. En especial fallaban sor dificile desapo les ficieron justicia de un caballero que se llamaba
derar á aquellos tiranos de las fortalezas é castillos Pedro de Miranda, é de otro caballero que se lla
do estaban fortalecidos, é punir tanta multitud de maba el Mariscal Pero Pardo: los quales no creian
ladrones como habia en aquel reyno ; porque si to que podía venir tiempo en que la justicia los osase
dos los malfeohores é tiranos se juntasen, como prender. É después de presos daban grandes sumas
otras veces se habian juntado, eran muchos mas de oro para la guerra de los moros, porque les sal
sin comparación que la gente de armas que aquel vasen las vidas; pero aquel caballero é aquel letra
Don Fernando llevaba. E algunos que creian ser do no lo quisieron recebir.
imposible poner en justicia aquella provincia, res Otrosí ficieron restituir á las iglesias é monaste
pondieron que ansí como trinan poder del Rey de rios, é á otras personas eclesiásticas, muchos bienes
la tierra, les era menester traer poder del Rey del y heredamientos é beneficios que estaban entrados
cielo, para poder punir tantos tiranos é malfechores forzosamente de muchos tiempos antepasados. É
como en aquel reyno habia; de otra manera no con esta forma que tovieron, pacificaron en espacio
creian que pudiese facer execucion de justicia. Es de año é medio todo el Reyno de Galicia ; de ma
tas é otras muchas razones decían aquellos procu nera que los moradores de aquella tierra, que no pen
radores, dubdando de los recebir, por no se enemis saban haber justicia ni libertad, como redomidos de
tar con los caballeros é tiranos de aquel reyno; largo captiverio, daban gracias á Dios por la gran
pensando que si se mostrasen favorables á la justi seguridad de que gozaban, é loaban mucho la dili
cia, se enemistarían con ellos, é la flaqueza de la gencia que el Rey é la Reyna mandaron facer para
justicia no ternia fuerzas para los librar de sus execucion de la justicia; la qual se administró se
manos. Oidas aquellas razónos, aquel caballero y el gún debia, por la buena conformidad que aquellos
letrado, les dixeron: a Estad señores de mejor áni- ministros tovieron el uno con el otro. Los quales
»mo, é tened buena esperanza en Dios, y en la pro sufrieron grandes miedos, teniendo aquellas formas
cidencia del Roy ó de la Reyna nuestros señores, que entendían para lo traer al estado que lo traxe-
i) y en la voluntad que tienen á la administración ron; especialmente porque fueron tan rectos on los
i) de la justicia, é ansimesmo en el deseo quo nos- juicios é tovieron las manos tan limpias de recebir
» otros tenemos de la executar en su nombre; é con dones, que jamos fueron corrompidos por dadivas
«el ayuda de Dios trabajaremos, que las tiranías que les fueron ofrecidas. É sin dubda el juez que
«cesen, é los tiranos sean punidos, é cada uno de toma, luego es tomado é menospreciado de aquel
nlos moradores deste reyno vivan en sosiego, de que le da, é no puede escapar de ser ingrato ó in
amanera que sean señores de lo suyo, sin padecer justo : ingrato, si no face algo por el que le dio;
i los agravios que fasta aquí habéis padecido. » injusto, si lo face contra justicia. É si por ventura
Aquellos procuradores, como quiera que inciertos recibe algo porque faga justicia, yerra también si
de aquella promesa, pero deseando ver alguna jus toma precio por aquello que sin precio es obligado
ticia, recibiéronlos al caballero por Gobernador, é de facer,
al letrado por Corregidor; é dixéronles, que eeto-
368 CRÓNICAS DE LOS E 7ES DE CASTILLA.
radores de aquellas tierras son gente sospechosa, i
CAPÍTULO XCIX. algunos dellos porque no les daban cargos, otros
porque no eran recebidos sus votos, otros porque
De ll irmidi que ta lio contra el Turco. no se contentaban con los gagos é sueldos que les
Todos los mas dial venían nuevas al Bey 6 á la daban, é otros porque no querían dar sus naves
Reyna, que el turco tenia grand armada por mar, é para el armada, ponían empacho, é impedían que
que embiaba á conquistar el Beyno de Sicilia, é an- se ficioBo, diciendo ser contra sus privilegios, é
simesmo que por tierra continamente sus gentes contra bus grandes libertades, de que los de aquella
tomaban chrístianos, é les facian órneles muertes. tierra gozan, é les fueron guardadas por los Reyes
Lo qual puso tan grande terror, que mandaron en de España, antecesores del Rey é de la Reyna. É
las iglesias de sus Reynos todos los dias facer ora sobre esto ponían turbaciones é impedimentos de
ción á Dios, porque le ploguiese alzar su ira, é li tan mala calidad, que todas aquellas gentes se es
brar á los ohristianos de las fuerzas é poderío de candalizaron, diciendo que sus privilegios é liber
aquel enemigo de la christiandad. É acordaron de tades eran quebrantadas. É aquellos dos comisarios
facer armada por mar, para favorecer al Rey Don Alonso de Quintana y el Provisor de Villafranca,
Fernando de Nápoles, é defender el Reyno de Sici fueron puestos algunas veces en gran peligro de
lia; E mandaron á Alonso de Quintanilla, é al Pro sus vidas, recelando el ímpetu de los pueblos que
visor de Villafranca, que administraban las cosas estaban levantados. Porque los alborotadores les
de las hermandades, que fuesen á Vizcaya, é á Gui daban á entender, que aquellos comisarios venian
púzcoa, é á las montañas , é tomasen las naos que á los engañar, é quebrantar sus privilegios é á los
pudiesen haber, é la gente, é vituallas, é armas, é facer pecheros é tributarios. Los comisarios rece
artillería que fuese necesaria, é ficiesen armada por lando el ímpetu del pueblo , engañado por aquellos
mar. Estos ministros ficieron juntar en la cibdad alborotadores, ficieron juntar todos los mas que pu
de Biirgos los procuradores de las villas é lagares dieron, é con palabras dulces les dieron á entender,
de las behetrías, que por obligación antigua son te- que ellos no venian á quebrantarles sus franquezas,
nudos de dar galeotes para las armadas que los Re mas venian á gelas guardar mejor que fasta aquí
yes de Castilla mandaren facer. É porquo los mo les habian seydo guardadas. É que dizesen ellos lo
radores de las behetrías no tienen el uso de navegar, que recelaban, é de toda su sospecha les darían
por la gran distancia que hay de los lugares do el saneamiento que quisiesen ; é que Ies ploguie
moran á los puertos de la mar, ficieron composición se considerar quan santa era la negooiacion que
con aquellos dos comisarios, de les dar cierta suma ellos traían, é otrosí los grandes estragos é derra
de maravedís, con la qual tomasen otros galeotes de mamientos de sangre que los turcos habian fecho,
las villas é lugares que son cerca de puertos de mar, é de coda dia facian en los chrístianos, é la gran
y ellos fuesen libres de ir en el armada. Aquellos necesidad en que toda la christiandad estaba de re
dos comisarios recibieron la suma que les fué dada ; sistir aquel enemigo. É que como buenos chrístia
é fueron al Condado de Vizcaya é á la provincia de nos debian dar gracias á Dios, porque aparejó oosa
Guipúzcoa, é ficieron juntar los caballeros é fijos- tan grande, en que demostrasen el gran zelo que
dalgo, é procuradores de todas las villas é lugares tienen á la honra de su Rey é de su tierra, é al en
de aquellas tierras. A los quales notificaron, como salzamiento de la religión chriatiana; lo qual ellos
el Rey é la Reyna mandaban facer armada por mar tanto mas eran obligados de facer, quanto eran mas
para ir contra los turcos, é ayudar á los chrístianos sabios en el arte de navegar, y esforzados en las
ó para defender el Reyno de Sicilia que el Turco batallas marinas. É que debían tomar ezemplo en
quería conquistar; é ansimesmo para que el Rey do los Ingleses y en otras naciones, que habian fecho
Nápoles pudiese recobrar la cibdad de Otranto que semejantes armadas; especialmente los Portogue-
le tenían ocupada. É porque los que moraban en ses, los quales aunque de reyno pequeño, é caidosé
aquel Condado de Vizcaya, y en la provincia de vencidos de las guerras y estragos que padecieron
Guipúzcoa son gente sabida en el arte de navegar, en Castilla, pero que habian fecho armada é iban
y esforzados en las batallas marinas, ó tenian naves con ella en servicio de Dios é de su Rey, é honra de
á aparejos para ello, y en estas tres cosas que eran su tierra. uÉ si vosotros», dizo él, apodéis sufrir
las principales para las guerras de la mar, eran mas «que los Portogueses con tanta honra vayan en la
instructos que ninguna otra nación del mundo ; «prosecución desta santa demanda, é vosotros Cas-
por ende convenia que luego se dispusiesen á la i) tullimos, mas en número, mas poderosos, mas es-
facer, é diputasen entro si hornea que procurasen i) forzados, é mucho mas diestros en oí arte de na-
las cosas necesarias para ello. Porque si en otras svegar, acordáis quedar folgando en vuestras casas;
armadas que habian fecho, ansí contra Ingalaterra «quedad señores enhorabuena.» Dichas estas é otras
como oontra otras naciones en los tiempos pasados razones, los pueblos fueron no solamente aplacados
habian seydo diligentes, é por la gracia de Dios mas engendróse en ellos de súbito tal embidia, que
victoriosos; mayormente lo debian facer en esta mudada sospecha en orgullo, é sus esousaciones en
que tanto era servicio de Dios, é del Rey é de la diligencia presurosa, dieron órden á facer el arma,
Reyna, é defensa general do toda la christiandad, y da. T en aquellas dos provincias do Vizcaya é de
ensalzamiento de nuestra santa fe cathólica. Los mo- Guipúzcoa se armaron cinquenta naos; é juntas en
DON FERNANDO É DOÑA ISABEL. 369
el puerto de Laredo, dioha ende con gran solemni la villa, confiado del seguro qne la Reyna lé habia
dad una misa, que celebró aquel Provisor de Villa- dado , salieron á él tres homes á caballo cubiertas
franca, é dichas ansiraesmo las bendiciones sobre las caras, é diéronle ciertos palos. Lo qual sabido
las ensenas é banderas que llevaban las naos, par por la Reyna, como quiera que facia á la hora gran
tieron del puerto do Laredo con gran gente de fortuna de aguas , pero luego oabalgó, é salió sola
aquellas montañas bien armada é bastecida. De la por la puerta del campo , que es en aquella villa do
qual iba por capitán Don Francisco Enriquez, fijo Valladolid , é fué camino de Simancas , que tenia
del Almirante Don Fadrique; é juntáronse con esta el Almirante. E como se sopo por la corta que la
flota de los puertos de Galicia é del Andalucía otras Reyna iba sola, luego todos los capitanes de su
veinte naos, de manera que en toda el armada iban guarda cavalgaron, ó fueron corriendo fasta que
setenta naos. Las qualos con su capitán llegaron la alcanzaron. E ansimesmo fué el Almirante, é al
fasta el Reyno de Ñapóles, donde ansimesmo vinio- canzó á la Reyna que estaba ya á la puerta de la
ron las armadas de Portogal é de otros reynos (1). fortaleza, é dixole : «Almirante , dadme luego á Don
É al tiempo que llegaron, al Bey de Ñapóles que «Fadrique vuestro fijo para faoer justicia del , por-
tenia cercada la cibdad de Otranto, porque no fué »que quebrantó mi seguro.» El Almirante le respon
socorrida del Turco, gele entregó á partido, en que dió : «Señora no le tengo, ni sé dónde está.» La Roy
salvó las vidas de los turcos quo en ella estaban, na le replicó : «Pues no me podéis entregar vuestro
los qualos desampararon la cibdad. sfijo; entregadmo esta fortaleza do Simancas, é la
«fortaleza de Rioseoo.» El Almirante le dixo : «Se-
nñora, pláceme de buena voluntad entregaros estas
CAPÍTULO O.
Dfortalezas é todas las otras que tengo.» E luego
Del debate qae oto entro Don Fadrique Enriquei, o Ramlro-NuSo llamó al Alcayde, y en presencia de la Reyna man
de Gatman. dó que entregase la fortaleza a quien ella mandase.
Acaeció en aquellos dias, que estando la Royna La Reyna mandó salir á todos los homes del Almi
en Valladolid (2) y el Rey on Aragón , una noche rante que estaban en ella, ó mandó á un oapitan quo
el fijo mayor del Almirante, quo se llamaba Don se llamaba Alonso de Fonseca, que se apoderase de-
Fadrique , ovo palabras con el Señor de Toral que 11a, é buscase si estaba dentro Don Fadrique , é no
se llamaba Rainir Nuñez de Quzman en el palacio fué fallado, é quedó la fortaleza en poder de la Rey
de la Reyna, sobre el asiento cerca de las damas ; na é de aquel su capitán, á quien la mandó entre
de las quales palabras Don Fadrique se sintió inju gar, é fizóle pleyto omenage por ella. E ante que
riado. E otro dia notificóse á la Reyna, que se espe de alli partiese, fizo que el Almirante embiase á
raba algún inconviniente de la discordia que entre entregar la fortaleza de Rioseco : la qual le fué
aquellos dos caballeros habia pasado; por ende que luego entregado, porque no osó el Almirante facer
Bu Alteza lo remediase. La Reyna ovo información otra cosa. E ansí quedaron aquellas dos fortalezas
délo que entre ellos pasó, á mandó áGarcilaso de la en poder de la Reyna, é volvió para Valladolid.
Vega su Maestresala, que toviese preso en bu posada Otro dia, del gran pesar que ovo por el quebranta
á Ramir Nuñez de Quzman ; é á Don Fadrique em- miento de su seguro, ó del trabajo que ovo del dia
bió á mandar, que estoviese preso en casa del Al antes, no so levantó de la cama. Preguntada qué
mirante su padre, é no saliese delta sin su licencia. enojo sentia , respondió : «Duéleme este cuerpo de
Y embióles á mandar, que de dicho ni de fecho no »los palos que dio ayer Don Fadrique contra mi se-
¡novasen el uno contra el otro cosa alguna , porque uguro » ; é siempre mostró indinacion y enojo con
ella lo mandaría remediar por justicia ; é puso tre tra el Almirante, aunque era tio del Rey su mari
guas entre ellos , las quales mandó que guardasen do, é contra sus parientes, por aquel delicto que
so ciertas penas. Don Fadrique presumiendo tomar Don Fadriquo cometió en sn oorte. El Almirante ve-
venganza por sus manos, é no por vía de justicia, yendo que la Reyna mostraba contra él ó contra to
absentóse porque los mandamientos de la Reyna no da su parentela grand indinacion, ovo su consejo
le fuesen notificados. E la Royna quando oyó decir do buscar á do estaba Don Fadrique su fijo, é de lo
que Don Fadrique so habia absentado, fizo soltar á entregar á la Reyna, é remitirse á lo que le ploguie-
Ramir Nuñez de Quzman, é dióle su seguro que no se facer. E dende á pocos dias, el Condestable de
recibiria daño ni injuria. E dende á pocos dias, an Castilla que era tio de Don Fadrique, hermano de
dando aquel caballero en una muía por la plaza de su madre, lo llevó al palacio de la Reyna para gelo
entregar , é dixole : « Señora, yo traigo aquí a Don
(1) Li armadi de España quo habia salido de Laredo i 22 de «Fadrique mi sobrino, ó lo entrego á Vuestra Seño-
Junio de este alio llegó a Italia i 1 de Octubre, y poco antes la aria, para que mande facer del lo que por bien to-
Portuguesa, pero ana y otra tarde, pues ya se habia rendido » viere, pero humilmente le suplico, que considere
Otranto al Duque de Calabria con partido de la vida del Goberna «que no ha veinte años , é que esta edad no es ftun
dor y doeientos hombres; los demás i merced. Habla sido tomada
esta plaza por el Turco en 13 de Agosto del año antecedente, des » bien capaz para saber el acatamiento , é obedien
pués del indtll cerco de Rodas. Bernald., cap. 45. Zurita, ¡ib. 20, cia que se debe á los mandamientos reales : faga
cap. 40. «Vuestra Alteza del, ó la justicia que quisiere , ó la
(2) Gallad» en el samarlo de este ano dice que este hecho pasd «misericordia qne debe.» La Reyna no quiso ver á
en Medina del Campo, y que el Cronista lo cuenta muy falta y di
minutamente con perjuicio de partes. No se explica mis. Don Fadrique , é mandó que lo entregase á an Al-
NO CRÓNICAS DE LOS BEYES DE CASTILLA.
calde de su corte ; é mandó al Aloalde que pública trocientos é ochenta é un afios, en la Iglesia de Sant
mente lo llevase preso por la plaza de Valladolid, 6 Pedro de aquella villa de Calatayud , donde suelen
fnese con él á la villa de Arévalo, é lo entregase al facer las congregaciones é aotos generales ; estan
Alcayde de la fortaleza dolía ; el qual lo recibió é do presentes el Rey é la Reyna y el Prinoipe su fi
lo tovo en prisiones muy estrechas, y en lugar que jo, todos aquellos Caballeros é Barones é oficiales é
nadie lo veia, salvo el que le proveia de lo necesa Procuradores de las cibdades é villas del Reyno, en
rio. Después de algún tiempo que estovo preso, con una concordia juraron solemnemente de haber por
siderando que era primo del Bey, fué suelto é des Rey é Señor de aquellos reynos é señoríos de Ara
terrado para el Reyno de Sicilia ; é fuéle mandado gón al Principe Don Juan , después de los dias del
por la Reyna que no entrase en Castilla sin su man Roy su padre. E ansimesmo el Rey é la Reyna ju
damiento, so grandes penas. Este Ramir Nufiez, no raron de guardar sus privilegios é usos é costum
contento de la pena que la Reyna dió al fijo del Al bres, según que los Reyes pasados los habían guar
mirante , presumió tomar venganza por sus manos; dado. Fablóse ansimesmo por parte del Roy é de la
é aguardó una noche que el Almirante salía del pala Reyna en aquella congregación , que considerados
cio del Rey é de la Reyna, veniendo por una calle en los gastos fechos en las guerras pasadas , é las ne
la villa de Medina del Campo; sobrevino este Ramir cesidades que tenían presentes, para sustentamien
Nufiez con otros quatro de caballo que le guarda to del estado real , en especial para el armada que
ban, é fué contra el Almirante por le ferir con un pa facian por la mar, era necesario que ficiesen repar
lo; é de feoho le injuriara , salvo por algunos homes timiento de alguna suma de florines oon que pu
que le acompañaban que se pusieron delante , é le diesen reparar alguna parte de aquellas necesida
ocuparon qué no le pudo ferir. E por este acometi des que les ocurrían. Fecha esta requesta, los Caba
miento que Ramir Nufiez fizo, el Rey é la Reyna lleros é Barones é los Procuradores de las cibdades
mandaron proceder contra él por justicia; é le fueron é villas, respondieron, que soguu los fueros guar
tomados todos sus bienes é rentas é castillos é forta dados en aquel Reyno, las semejantes ayudas no
lezas que tenia en el Reyno de León é de Castilla, y se acostumbraban facer á los Reyes, fasta que los
él se fuyó, é se fué para el Reyno de Portogal. agravios que oran fechos de unas personas a otras
fuesou satisfechos, ó se ficioso justicia de las muer
CAPÍTULO 01. tes é otros crimines cometidos en el Reyno. E que
De I» eoin qie el Rey é la Berna flcicron en los Reynoi de Ara por la administración de la justiciase suelen facer
gón 4 de Cataluña, é cono fué jurado el Principe Don Juan por estas ayudas á los Reyes, é no en otra manera. Oí
heredero de aquellos Reynoi. da esta respuesta por el Rey é por la Reyna, de
Según habernos contado , el Rey partió de Valla mandaron que les diesen por escripto los agravios
dolid para los Reynos de Aragón , con propósito de que decían ser recebidos de unas personas á otras,
faoer juntar en Córtes á los Caballeros, é Perlados, para los ver é desagraviar por justicia : los quales
é Barones , é á los Procuradores de las cibdades é fueron dados , y estovieron algunos días en aquella
villas de aquel Beyno, para que jurasen al Principe cibdad de Calatayud entendiendo en ellos. Entre
Don Juan su fijo, por Bey de aquellos Beynos é Se tanto que estas cosas pasaban en las Córtes de Ca
ñoríos para después de sus di as , é para facer otras latayud , acaocieron en Castilla algunos debates en
cosas que convenian a la buena gobernación de tre el Conde de Valencia y el Conde de Luna, que
aquellas tierras ; é otrosi por haber algún servicio tienen sus señorios en el Reyno de León , é confi
de dineros para las necesidades que le ocurrían. La nan uno con otro : loa quales juntaron sus gentes,
Reyna que habia quedado en Valladolid, acordó an- é ficieron algún escándalo en aquella provincia. Esto
simesmo de ir al Reyno de Aragón, donde estaba el sabido por el Rey 6 por la Reyna, embiaron man
Rey , é llevar al Príncipe su fijo para que fuese ju dar al Condestable é al Almirante , quo tenian el
rado en persona. E doxó en Castilla con sus poderes cargo do su justicia, que por haber procedido aque
reales, para la administración de la justicia ó de las llos dos Condes en sus debates, por vía de fe
otras cosas que ocurriesen, al Conde de Haro su cho , é no esperaron ser remediados por la via del
Condestable, é á Don Alonso Enriquez su Almiran derecho, faciendo escándalo en sus Reynos, que
te ; é con ellos mandó quedar algunos Doctores de luego fuesen contra ellos é los prendiesen ; los qua
su Consejo, para que oyesen las causas, é proveye les fueron presos, y estovieron en prisión muchos
sen en ellas por justicia. Feoha esta provisión, par dias, fasta que su debate fué visto é determinado
tió para la villa de Calatayud, que es en el Reyno por dereoho ; é después fueron sueltos con ciertas
de Aragón , donde fué muy bien recebida con fies penas que les impusieron.
tas é alegrías de todos los de la cibdad. E luego vi
no allí el Rey que estaba en Barcelona, é como fue CAPÍTULO Olí.
ron juntos, vinieron el Justicia y el Qobernador , é
todos los Perlados , é Caballeros é Barones , é los Como el Rey e la Reyna fueron i Zaragoza.
Procuradores de las cibdades é villas, ó todos los Después que el Rey é la Reyna estovieron algu
otros oficiales que suelen facer las cortes de aquel nos dias en la cibdad de Calatayud , acordaron de
' Reyno. E un dia (1) del mes de Mayo de mil é qua- ir á la cibdad de Zaragoza , donde fueron recebidos
(1) Domingo i 20 de Mayo. Zurita, Anal., M. 10, cap. 40. con grandes fiestas é alegrías de todos los estados
DON FERNANDO É DOÑA ISABEL. , 361
de la cibdad generalmente. E mandaron allí venir la oausa porque se fioieron. Esta cibdad en los tiem
los Caballeros, Barones, é Proonradores , é Diputa pos pasados fué también gobernada por los princi
dos de las Córtes que habian estado en Calatayud, pales que tenian cargo de su regimiento , que flore
con los quales entendieron en desatar los agravios cía entre todas las cibdades de la christiandad ; é
que en aquol Reyno do Aragón eran fechos en los todos los moradores dolía gozaban de seguridad de
tiempos pasados. En la qual negociación, como sus personas é bienes , ó de gran abundancia de las
qiiier que el Rey é la Reyna estovieron ocupados cosas necesarias á la vida. E por la buena industria
algunos dias, y ontondieron en olios con gran dili- é justa comunicación , igualmente guardada tam
goncia ; pero porque las materias eran grandes é bién á los estrangeros , como á los naturales , algu
de diversas calidades, no ovieron lugar por eston nas personas de otras partes remotas, informadas
ces do las fenecor, sogun el fuero de aquel Reyno de su buen regimiento, traían á ellas sus bienes , á
lo roquiero. Estando on aquella cibdad, vino nueva fin de vivir en paz é seguridad ; lo qual la engran
al Rey é á la Royna desdo la cibdad do Venecia en deció, é fué populosa, é aun poderosa de gente é
once dias, como ol gran Turco era muerto ; de la riquezas. Pero la fortuna embidiosa de los grandes
qual muerto toda la christiandad generalmente ovo estados , tentó de sobervia é los que la gobernaban;
placer, porqtio ninguno puede imaginar el terror los quales,' perdidas las buenas costumbres por men
grando quo aquol principo bárbaro tenia puesto en guo de buenos varones, so color de libertad, rebe
los coráronos do todos los christianos , sogun las laron contra el Rey Don Juan do Aragón', padre
tierras quo liabia conquistado, ó las quo adquería 6 deste Rey Don Fernando, é tomaron algunos prin
ganaba cada dia , sin quo pndiose ser fecha resis cipes é señores por gobernadores;, los quales por
tencia a su gran poder. El Rey é la Reyna ficieron muerte subcedió el uno al otro. Y en estos tiempos
grandes procosionos por la cibdad é sacrificios, é siompre el Rey Don Juan la guerreó, & fin de la re
otras muchas devociones é limosnas, porque plogo ducir á su obediencia ; é ni por la muerte de los go
á Dios quitar do la christiandad tan grand enemi bernadores que tomaron , ni por los trabajos, muer
go. Esto turco murió de dolencia en odad do cin- tes é gastos é destruiciones habidas en la guerra,
qüenta arlos , en el tiempo do su prosperidad ; el los de aquella cibdad dexaron su rebelión ; en la
qual continamente tenia en el campo dos grandes qual cometieron contra su Rey é contra la Reyna su
huestes, una que guerreaba é ganaba tierras é pro muger , é contra este Rey su fijo, que á la sazón era
vincias de christianos , otra que ' guerreaba contra Principe heredero , muchos críminos é delictos. Ovo
otros moros que confinan con sus tierras. Muerto el entre ellos grandes batallas , donde murieron ma
Turco, luego sus fijos ovieron división el uno con chos de los vecinos de aquella cibdad étodo su prin
tra el otro, y el mayor mató todos los quo estaban cipado. Gastaron ansimesmo todos sus tesoros, por-
en el consejo de su padre ; y entró en la cibdad do quo la mengua do los buenos les dió mengua de los
Constantinopla, é mató todos los que tenian la voz bienes. Al fin de catorce años continos de guerra,
do su hermano, é apoderóse de la cibdad. Durante los de la cibdad , no pudiendo sofrir los daños quo
la división que había entre aquellos dos hermanos recebian de la guerra que el Rey de Aragón les fa
fijos del Turco, el Rey Don Fernando do Nápoles cía , trataron con él que los perdonase é reduxiese
cobró, según habernos dicho, la cibdad de Otranto, á su obediencia, y entregáronle la cibdad ; la qual
que habia ganado el Turco , y echó dende los tur de las guerras pasadas tenia ya caidas , no las tor
cos que estaban apodorados della, é restituyóla en res ni el muro , mas las costumbres é buena gober
su señorío. Después quo en la cibdad de Zaragoza nación", mediante la qual los primeros governado-
estovieron el Rey é la Reyna algunos dias enten ros , con gran trabajo é macho tiempo, la habian fe
diendo en las cosas de aquel Reyno de Aragón, cho próspera é floreciente. AI fin el Rey de Aragón,
acordaron de irá la cibdad de Barcelona, que es ca dexada la venganza, é usando de clemencia, los por-
beza del Principado do Cataluña; donde fueron re- donó é roduxo á su obediencia. El Rey é la Reyna,
cebidos muy solemnemente con grandes fiestas é habiendo consideración á los trabajos de aquella
plaoor de todos los de la cibdad. cibdad, é porque fuese reducida en su primero esta
do ; otrosí por no dexar á los servidores sin galar
CAPÍTULO CIII. dón , é á los deservidores sin piedad , concluyeron
las Córtes en esta manera : conviene á saber , quo
De lis Córtes que el Fley 6 la Rerns ficieron en la cibdad todas las faciendas é bienes raices, ansí villas como
de Harcelona.
lugares, heredamientos é rentas, que en el tiempo
Como el Rey 6 la Reyna fueron á la cibdad de de la guerra estaban tomados por los del Rey su pa
Barcelona, luego entendieron en los negocios que dre á los que fueron sus contrarios é deservidores,
se habian de contratar en las Córtes de aquel Prin ansí por título de merced , como en otra qualquier
cipado ; para las quales en aquella cibdad estaban manera, fuesen restituidos á los que de antes las
juntos los Perlados , Caballeros, é Procuradores, é poseían ; é que el Rey é la Reyna ficiesen equiva
Diputados, é generalmente todos los tres estados de lencia é los que agora las poseían , acatados los ser
las cibdades é villas. Plácenos recontar aquí breve vicios que ficieron al Rey su padre , por respeto de
mente la causa prinoipal del juntamiento destas los quales habian seydo dados aquellos bienes. E
Córtes, porque los que esta Crónica leyeren , sepan para que el Rey é la Reyna pudiesen facer esta
362 CRÓNICAS DE LOS REYES DE CASTILLA.
emienda, á otrosí para satisfacer al Rey de algunos bían ganado la tierra de los moros , enemigos de
cargos, en que eran al Rey su padre , la cibdad y el nuestra santa fe cathólica, colocando en ella el nom
principado de Cataluña sirviesen luego con cien mil bre de nuestro Redemptor Jesu Christo, y extirpan
libras de oro, é ansimesmo les sirviesen con otras do el nombre de Mahoma ; lo qual les daba derecho
doscientas mil libras ; las quales por los trabajos é de patronadgo en todas las iglesias de sus reynos y
necesidades de la cibdad no se dieron luego en di señoríos, para que debiesen ser proveídas á suplica
neros , pero impusieron ciertos derechos é imposi ción suya, á personas sus naturales, gratas é fióles
ciones sobre las mercaderías é mantenimientos de ó ellos, é no á otros algunos, considerando la poca
aquel principado en ciertos años, para gelas pagar. noticia que los estrangeros tienen en las cosas de
Ansimesmo les mandaron guardar sus privilegios, sus reynos. Decian ansimesmo, que las Iglesias te
franquezas , é usos é costumbres, según que goza nían muchas fortalezas, ó algunas dellas fronteras
ban antes que cometiesen la rebelión. Estando en de los moros, donde era necesario poner guarda para
aquella cibdad de Barcelona, les vino nueva como la defensión de la tierra, é quo era deservicio suyo
el Rey de Portogal era finado ; el qual falleció en la ponerlas en poder de personas que no fuesen natu
cibdad de Lisbona, de enfermedad que duró vein rales de sus Reynos.
te é cinco días. El Rey é la Reyna mostraron gran Por el Papa se alegaba que era príncipe de la
sentimiento de su muerte, é ficieron celebrar allí en Iglesia, é tenia libertad de proveer de las iglesias
Barcelona sus obsequias solemnemente. Concluidas de toda la christiandad á quien él entendiese ; é que
las Cortes dol Principado de Cataluña en la forma la autoridad del Papa , y el poderío que por Dios
que habernos dicho , el Roy ó la Reyna partieron do tenia en la tierra, no ora limitado, ni menos ligado
la cibdad de Barcelona, ó vinieron para la cibdad para proveer de sus Iglesias á voluntad de ningún
de Valencia ; en la qual fueron recibidos muy ale príncipe, salvo en la manera que entendióse ser ser
gremente, con grandes é muy sumptuosas fiestas, vicio de Dios é bien de la Iglesia. E por esta causa
ansi de gastos generales de la cibdad , como parti el Rey é la Reyna embiaron diversas veces sus em
culares de muchos caballeros que ficieron justas é baladores áRoma, para dar á entender al Papa,
torneos en todas las plazas é calles principales con que ellos no querían poner límite á su poderío; pero
grandes arreos ; en las quales fiestas los de aquella que era cosa razonable considerar las cosas suso
cibdad mostraran tener muchas riquezas , é ánimo alegadas, según lo consideraron los Pontífices pa
para gastarlas. Estas fiestas duraron los quince dias sados en las provisiones que' ficieron de las iglesias
que el Rey é la Reyna estuvieron en aquella cibdad de sus Reynos. E porque estos embaladores no pu
é luego partieron della para venir a Castilla. dieron haber conclusión con el Papa , según lo ha
bian suplicado, el Rey é la Reyna embiaron man
dar á todos sus naturales que estaban en corte Ro
CAPÍTULO CIV. mana que saliesen della. Esto ficieron con propósi
fiólas cosas que pasaran en el ano siguiente de mil é quatroclen- to de convocar los Principes de la christiandad á
loa é ochenta é dos anos. Primeramente de lo que el Key é la facer concilio, ansi sobre esto como sobre otras co
Reyna flcieron sobre la provisión del Obispado de Cuenca que sas que entendían proponer, complideras al servicio
el l'apa babia fecho.
de Dios, é bien de su universal Iglesia. Los natura
En el año siguiente del Señor de mil é quatro- les de Castilla é de Aragón, recelando que el Rey é
cientos é ochenta é dos años , al principio del año la Reyna los embargarían las temporalidades que te-
el Rey é la Reyna partieron de la cibdad do Valen nian en sus Reynos, obedecieron sus mandamientos
cia para la villa do Medina dol Campo ; é allí vinie ó salieron do la corte do Roma. Estando las cosas en
ron el Condestable y el Almirante, que habían te esto estado, el Papa euibió al Ruy ó á la Reyna por su
nido el cargo de la justicia, á les dar razón de lo ernbaxador con sus breves credenciales auno que se
que habian fecho. Estando en aquella villa enten- llamaba Domingo Centurión, homo lego, natural de
tendieron en las provisiones de los Obispados é la cibdad de Qénova. E como este llegó á la villa do
Iglesias de sus Reynos, para que se ficiesen en Ro Medina, embió facor saber al Rey é la Reyna quo
ma á suplicación suya, é no de otra manera. E por venia á ellos como ernbaxador dol Papa, para les co
que el Padre Santo habia proveído de la Iglesia de municar algunas cosas sobro aquella materia que
Cuenca que era vaca, á un Cardenal su sobrino na por estonces se tractaba. El Roy ó ola Royna, sabi
tural de Genova, la qual provisión el Rey ó la Rey da la venida de aquel ernbaxador, embiaronle á de
na no consintieron , por ser fecha á persona eetran- cir, que el Papa se habia nías duramente en sus co
gera, é contra la suplicación que ellos habian fecho sas, que en las de ningún otro Príncipe de la chris
al Papa , acordaron de le suplicar, que le ploguiese tiandad, seyeiido ellos é los Reyes sus predecesores
facer aquella é las otras provisiones do las Iglesias mas obedientes á la Silla Apostólica que ninguno
que vacasen en sus Reynos , á personas naturales otro Rey cathólico; é que, habida esta consideración,
dallos, por quien ellos suplicasen, é no á otros ; lo ellos entendían buscar los remedios que según de
qual con justa causa acostumbraron facor los Pon recho podían é debian , para se romediar do los
tífices pasados , considerando que los Reyes sus agravios que el Padre Santo les facia. E que le man
progenitores con grandes trabajos é derramamien daban quo saliese fuera de sus Reynos , é no se cu-
to de su sangre como chriatianisimos principes, ha raso de les proponer ninguna embaxada de parte
DON FERNANDO É DOÑA ISABEL. 363
del Papa ; porque eran avisados que todo lo que proveyese á suplicación del Rey é de la Reyna, á
de su parte les queria explicar , era en derogación personas sus naturales , que fuesen dinas é capaces
de su preeminencia real. Y embiaronle decir que para las haber. Y el Papa revocó la provisión que
ellos le daban seguridad de su persona é de los su habia fecho de la Iglesia de Cuenca al Cardenal de
yos que con él venian en todos sus Reynos é seño Sant Jorge bu sobrino, é proveyó della á Don Alon
ríos, por guardar el privilegio é inmunidad de que so de Burgos, Capellán mayor de la Reyna, Obispo
los mensageros y embaxadores deben gozar , espe que era de Córdoba, por quien habia suplicado. El
cialmente viniendo por parte del Sumo Pontífice; Rey é la Reyna, siempre miraban con diligencia de
pero que se maravillaban dél, estando las cosas en suplicar por las iglesias que vacaban en sus Reynos
el estado en que estaban, como había aceptado en favor de personas generosas, por remunerar á ellos
aquel cargo, habiendo el Papa tratado tan inhuma é á sus parientes que les habían servido ; é muchas
namente sus embaxadores é procuradores, é no veces suplicaban por personas religiosas, hornee de
queriendo conceder a sus justas é muy humildes su honesta vida é letrados, considerando que tanto las
plicaciones. Aquel embaxador, vista la indinacion cosas públicas eran bien gobernadas, quanto los
del Rey é do la Reyna en las razones que le ambla perlados é ministros de las iglesias eran homes de
ron decir, é considerando que era lego, 6 que ellos buena vida, é doctos, é predicadores de buenas doc
eran Royes tan poderosos , cmbioles decir que él trinas, do quien todos tomasen exemplo de vivir.
renunciaba de su propria voluntad el privilegio ú Acaesció en estos tiempos asaz veces, que el Rey ó
seguridad que tenia como embaxador del Papa, ó la Reyna rogaron con los Obispados de sus Reynos .
no queria gozar dél ; é que si les ploguieso, él que quo [vacaron, á semejantes personas religiosas, ó
ria ser natural suyo, é como su natural queria sor aun los apremiaron que los aceptasen ; los quales
juzgado por ellos, é sometido á su imperio en todo estaban tan apartados del mundo en sus moneste-
lo que Ies ploguieso facer de su persona é do sus rios, que no los querían aceptar, ni encargarse do
bienes. La respuesta humildo de aquel embaxador gobernación do iglesias ; y estos tales fueron apre
templó la indinacion que el Rey ó la Reyna habían miados por el Papa, so pena de obediencia que los
concebido. E después de algunos días, el Cardenal aceptasen. En especial fuá mandado á Don Juan
de España intercedió por él, é suplicó al Rey ó á la de Ortega, fijo de Don Pedro de Maluenda, home
Reyna, que se oviesen con él benignamente, ó que religioso , é general que fué de la órden de Sant
tornasen a fablar en la concordia con el Papa ; la Hierónimo, que tomase el Obispado de Cória , é al
qual, mediante el Cardenal, se fizo, para quo de las Doctor Tello de Buendia Arcediano de Toledo, que
Iglesias principales do todos sus Reynos, el Papa aceptase el Obispado de Córdoba.
-i i i ■ ■ 1 1- ■ r i r

COMIENZA LA TERCERA PARTE

DE LA CKÓNICA

DE LOS MUY ALTOS Y MUY PODEROSOS

DON FERNANDO É DOÑA ISABEL,

REY É REYNA DE CASTILLA É DE LEON É DE SICILIA :

EN LA CUAL BE RECUENTA LA CONQUISTA QUE FIOIKBON CONTRA EL RETNO DE GRANADA,


É OTRAS ALGUNAS COSAS QUE INTERVINIERON.

CAPÍTULO PRIMERO. Murcia, que pusiesen buena guarda en todas aque


llas fronteras, porque no recibiesen daflo de los
Como los moros tomaron li villa de Zaharí. moros. E mandaron á Don Alonso de Cárdenas
El Rey é la Reyna después que por la gracia de Maestre de Santiago, que fuese con gente de armas
Dios reynaron en los Reynos de Castilla é de León, á la cibdad de Erija, é áDon Rodrigo Tellez Girón
conosciendo que ninguna guerra se debia princi Maestre de Calatrava que estoviese en la comaroa
piar, salvo por la fe é por la seguridad, siempre to- de Jaén; é á otros capitanes mandaron estar en
vieron en el ánimo pensamiento grande do conquis otros lugares fronteros de los moros , para les facer
tar el Reyno de Granada, é lanzar de todas las Es- guerra, é defender la tierra. Aquel Rey Moro tenia
pañas el seBorlo de los moros y el nombre de Maho- estonces mayor número de gente i caballo é artille
ma. Pero el negocio era grande, y ellos estovieron ría é las otras cosas necesarias á la guerra, que to-
tan ocupados en la guerra que tovieron con el Rey vo ningún Rey délos que fueron en Granada todos
de Portogal, y en poner órden en las cosas do Casti los tiempos pasados; 6 confiando en sus fuerzas,
lla, que no pudieron luego complir su deseo. E se entraba á facer guerra en la tierra de los christia-
gún en la segunda parte desta historia habernos re noB. E la gente de armas que estaban fronteros en
contado, dieron treguas i los moros por algunos traban á facer guerra en la tierra de los moros ; é
afios, durante los quales el Rey do Granada que se tan bien los unos como los otros facían robos de
llamaba Alimnley Abenhazan, por aviso que ovo ganados, é prisioneros, é talas é otros darlos, espe
que en la villa é castillo de Zahara no habia buena cialmente trabajaban de haber por furto cibdades
guarda, vino con gente de moros sobre ella, é fizóla é fortalezas, para se apoderar mas adelante de la
una noche escalar ; é los moros que entraron en el tierra.
castillo, mataron al Alcayde, é apoderáronse de la
fortaleza (1), é tomaron captivos todos los que en la CAPÍTULO II.
villa moraban, é robaron los ganados é los bienes que
fallaron. Como el Roy 6 la Reyna, que estaban en la De como se tomó la cibdad de Alhama.
villa de Medina del Campo, sopieron la toma desta Pasados algunos dias después que los moros to
villa, é que los moros habian quebrantado las tre maron la villa de Zahara, aquel caballero Diego de
guas que les habian dado, proveyeron luego en la Merlo, á quien habernos dicho que el Rey é la Rey
seguridad de la tierra , y embiaron mandar á los na pusieron por guarda é Asistente en la cibdad de
Adelantados é Alcaydes, é á las cibdades ó villas é Sevilla, fabló con algunos escaladores é adalides en
lugares que son en la Andalucía y en el Reyno de cargándoles que se informasen de la guarda que ha
bia en algunas villas é castillos de los moroB, é vie
(1) La toma de Zahara que tenia i so guarda el Mariscal Gon sen si las podrían escalar. É después que los adali
zalo Arlas de Saaredra hijo del Mariscal Fernand Arias, fué en 16 des espiaron la tierra, é conocieron las faltas que en
de Diciembre segundo día de Navidad del ano 1481, como refiere
«1 Cora de los Palacios, *«j>. 51. Zorita séllala el dia 27. AnaL, la guarda de algunos lugares habia , informaron á
#h JO, ea/. 42; este caballero, que se podía escalar la cibdad de
366 • CRÓNICAS DE LOS
REYE8 DE CASTILLA.
Málaga 8 la de Alhama, donde entendieron que no garderos , que tiraban á la puerta de la fortaleza
habia tal guarda que pudiese ser sentida la escala. tantos tiros, que los chrístianos que estaban dentro
Habida esta, información, aquel caballero lo comu no podian salir á la cibdad, sino á gran peligro por
nicó secretamente con Don Rodrigo Ponce de León ser muy estrecha la salida, lo qual les puso en gran
Marqués de Cáliz é con Don Pedro Enriquez Ade confusión , que no sabían que consejo tomar. Acae
lantado mayor del Andalucía; y estos caballeros lo ció que aquel Sancho de Ávila, Alcayde de los al
ficieron saber á otros algunos caballeros é Alcaydes cázares de Carmona, ó Nicolás de Roxas, Alcayde
de la comarca; é juntáronse con ellos Don Pedro de de Arcos, homes esforzados , se aventuraron á salir
Stúfiiga, Conde de Miranda, é Juan de Robles, Al- por aquella puerta, á fin que saliesen empos dellos
cayde de Xerez, é Sancho de Ávila , Alcayde de los algunos otros; é luego como salieron fueron muer
alcázares de Carmona por Don Gutierre de Cárde tos de los tiros de los ballestas y espingardas que
nas, Comendador mayor de León , é los Alcaides de los moros tiraron ; lo qual fué primero dia de Marzo
Antequera é Archidona é de Morón, é Don Martin de deste año. Vista por algunos capitanes la muerte
Córdoba, fijo del Conde de Cabra. E por algunas di de aquellos Alcaydes, y el peligro que habia por ser
ferencias que por estonces habia entre el Marqués la salida de aquella fortaleza tan estrecha, retrasá
de Cáliz é Don Enrique de Guzman, Duque de Me- ronse. É algunos decian que la debían quemar é
dinasidonia , no gelo notificaron. Estos caballeros é desamparar, porque según el peligro grande que
Alcaydes que habernos dicho , con voluntad de ser veian en la salida de la fortaleza para entrar en
vir á Dios é al Rey é á la Reyna, é de facer fazaña la cibdad, y el socorro que loe moros esperaban tan
notable, se dispusieron á tomar la cibdad de Alha presto, era coBa peligrosa esperarlos con tan poca
ma; é juntaron fasta tres mil homes á caballo é gente. El Marqués de Cáliz y el Adelantado é Die
quatro mil peones. É poniendo sus guardas, porque go de Merlo decian, que pues á Dios habia placido
no fuesen sentidos, llegaron fasta el campo de Can- que aquella fortaleza fuese en poder de chrístianos
taril, é fueron adelante, é pasaron las sierras que seria gran mengua desampararla , habiéndola gana
dicen del Arracife, é andovieron con gran pena fas do con tanto trabajo. É por esta diversidad de vor
ta que llegaron media legua de la cibdad de Alha tos estuvieron en alguna diferencia, porque de la
ma, postrero dia de Hebrero deste año. una parte les oprimía el cansancio de las noches ó
Como allí fueron el Marqués y el Adelantado é dios pasados, el miedo del Rey Moro que esperaban
Diego de Merlo , mandaron que se apeasen fasta venir presto, la entrada peligrosa en la cibdad, y el
trosciontos escuderos, é que llevasen los trozos de poco mantenimiento que tenian para se sostener; de
las escalas, é siguiesen al escalador é á los adalides la otra parte les requería la virtud de la constancia,
que iban delante. É como fueron cerca del muro de que en tales fechos el caballero debe tener, é como
la cibdad, por la parte de la fortaleza, informados ningún fructo consiguian de sus trabajos pasados
de sus escuchas como no se guardaba por aquella si de presente no alcanzaban el fin que deseaban.
parte , pusieron las escalas ; y el escalador que se Esto considerado por el esfuerzo de aquellos caba
llamaba Juan de Ortega vecino de Carrion subió lleros principales, no se desamparó. É acordaron de
primero, y empos del un caballero que se llamaba romper un pedazo del muro del castillo por donde
Martin Galindo, é después subieron otros treinta es pudiese salir gran golpe de gente junta ; é otrosi que
cuderos ; y entraron la barrera é subieron en el mu fuesen algunos á pelear por la cerca, ó otros subie
ro, é mataron al moro que lo guardaba, é á los otros sen por los texados; do manera que fuesen los mo
moros que fallaron en la guarda del castillo, é pren ros tan guerreados por todas partes, que por fuerza
dieron á la muger del Alcayde , é á otras mugeres desamparasen las calles é las torres que defendían.
que estaban con ella , porque el Alcayde no estaba E porque con mayor voluntad la gento se dispusie
alli, que era ido á unas bodas & Velozmilaga, é aquel se al poligro , mandaron que la cibdad se pusiese á
caballero Martin Galindo peleando con los moros sacomano ; é que qualquior prosa, ansí do prisione
fué ferido de una cuchillada en la cabeza. Apode ros como de facienda, fuese de aquel que la toma
rados de la fortaleza abrieron la puerta que sale al se. Habido este acuerdo, venoiendo la cobdicia al
campo, y entraron el Marqués y el Adelantado y el peligro, rompieron un pedazo de la cerca, é salieron
Conde de Miranda é Diego de Merlo , é con ellos to juntos por aquel lugar que derribaron un golpe de
da la gente que pudo caber. gento de armas, con los quales salió por capitán el
Los moros, á quien la gran fortaleza de la cibdad Marqués de Cáliz ; los otros capitanes salieron , de
daba seguridad de sus personas, como vieron perdi llos por la puerta, dellos por los texados, é otros por
do el castillo, é que aquellos chrístianos osaron en el muro que va de la fortaleza á la cibdad, ó pelea
trar tanto dentro de aquel reyno, tomaron armas, é ron con los moros por las calles, desde la mañana
guardaron las puertas fie la cibdad J é apoderáronse fasta la noche, do murieron muchos moros, é algu
de las torres mas fuertes que estaban en el muro nos chrístianos. Los moros por recobrar su cibdad é
para las defender, con esperanza cierta que tenían por la defensión de su vida, ó libertad de sus per
de ser luego socorridos dol Rey Moro , que estaba sonas, peleaban con todas sus fuerzas ; y esperando
en Granada á ocho leguas de aquella cibdad. Ansi- cada hora que les vernia socorro de Granada, dura
mesmo barrearon las bocas de las calles que salían ban en la pelea é no les turbaban las íerídos é muer
¿la. fortaleza, é punieron ea ellas ballesteros y espin- tes de los que peleando veían, caer. Los curistianos,
DON FERNANDO É DONA ISABEL. . ¿67
recelando que todos señan perdidos si la cibdad El Marqués de Cáliz, y el Conde, y el Adelantado, é
fuese socorrida , peleaban con grand ánimo por la Diego de Merlo é los otros caballeros é Alcaydes,
ganar antes que el Bey de Granada viniese á socor repartieron sus gentes por el muro é defendíanlo ; é
rerlos. Al fin los moros no pudiendo mas sofrir la algunas veces salían fuera á escaramuzar con los
fuerza de los christianos , se retrajeron á una mez moros. En estos combates y escaramuzas caían al
quita grande, que estaba cercana al muro de la cib gunos moros muertos é feridoB, porque según habe
dad, é de allí tiraban tantos tiros de espingardas é rnos dicho llegaban con loca osadía á los combates
ballestas, que los christianos no podian llegar á los por lugares peligrosos. Al fin no podiendo por com- ,
combatir, salvo con gran peligro; pero recelando bate ganar el muro, pensaron de quitar el agua, é
que los moroB serian socorridos , cobraron mayores de echar el rio que iba cerca de la cibdad por otra
fuerzas, é con mantas é otras defensas que ficieron, parte. Loa christianos visto que los moros quitaban
llegaron á poner fuego á las puertas de la mezquita. el agua, salieron á pelear con ellos ; pero no pudie
Los moros visto el fuego , como gente desesperada ron resistir que los moros no quitasen gran parte
salieron á pelear , é fueron muertos la mayor parte del agua, é la que dexaron no se podia beber , salvo
dellos, é los otros fueron captivos ; é los christianos con gran trabajo, porque convenia que peleasen los
se apoderaron de la cibdad é de las torres que los unos entretanto que los otros cogian agua para ellos
moros al principio habían defendido. Fueron allí to é para sus caballos , por una mina que salía de la
mados captivos gran número de moros é moras, an- cibdad al rio. É por eBta mengua del agua, todas las
simesmo fueron robados mnchos bienes muebles, horas del dia é de la noche peleaban , é morían mu
oro é plata é ganados en gran cantidad , porque chos de los unos é de los otros. El Marqués y el Ade
aquella cibdad era rica é de gran trato. Otrosi al lantado, como se vieron puestos en aquella necesi
gunos caballeros é peones pensando que no se po dad, escribieron á las cibdades de Sevilla é de Cór
dría sostener la cibdad, é que la habian de desam doba é á Iob caballeros de los comarcas que les so
parar, quebraron muchas vasijas que fallaron llenas corriesen é librasen del peligro en que estaban. Otro
de aceite, é derramaron el trigo que el Rey de Gra sí embioron facer saber al Rey é i la Reyna , que
nada allegaba de sus rentas en aquella cibdad. Otro estaban en Medina del Campo , como habian toma
sí sacaron todos los christianos que los moros tenian do la cibdad de Alhama , é la sostenían contra el
captivos, y estaban metidos en mazmorras. Como Rey de Granada que los tenia cercados. É luego co
otro día por la mañana se sopo en Granada la toma mo en las cibdades de Sevilla é Córdoba y en las
de la cibdad de Alhama, vinieron fasta mil moros comarcas so sopo que aquellos caballeros habian
á caballo, é llegaron bien cerca de la cibdad por ver tomado la cibdad de Alhama é la necesidad en que
si la pudieran socorrer. É como sopieron que los estaban, el Duque de Medinasidonia , como quier
christianos eran tantos, é que eBtaban ya apodera que tenia debates con el Marqués de Cáliz, pero en
dos en todas las torres é puertas , acordaron do so aquella hora olvidando el odio se dispuBO á los so
volver. Pasados quatro dias después que aquella correr ; é juntó luego toda la mas gente de caballo
cibdad se tomó, porque los christianos padescian é de pié que pudo haber de su cosa é de otras par
gran pena del mal olor de los moros muertos que tes. Otrosi los caballeros é capitanes é alcaydes é
estaban por las calles é por las casas , acordaron de gente que estaban por fronteros, los que mas presto
echarlos fuera de la cibdad, é allí al campo do es se pudieron allegar, se dispusieron á socorrer á los
taban salían los perros de la cibdad á los comer. caballeros é gentes que defendían la cibdad.
El Roy de Granada sabido como la cibdad de Al
hama era tomada, vino con muchos moros á caba
CAPÍTULO III.
llo é i pié , é puso sitio en el campo do estaban los
cuerpos de los moros muertos que los christianos De cono el Rey partió de Medina del Campo, é riño a tierra de
habian echado en el campo. É visto por los moros moros i socorrer los caballeros que hablan tomado la cibdad
quo los perros los comían , tiraron con las ballestas de Alhama.
é mataron los perros ; é la ira fué tan grande sobre Como el Rey é la Reyna sopieron que el Marqués
los do aquella cibdad que fasta los perros dolía fue de Cáliz y el Adelantado del Andalucía é Die
ron muertos é captivos. El Rey de Granada pensan go de Merlo é aquellos otros caballeros, habian
do de recobrar la cibdad, antes que los christianos tomado la cibdad de Alhama , é que estaban cerca
fuesen socorridos, porque entendió que no tenian dos de los moros, luego embiaron sus cartas é men-
mantenimientos, ni las otras cosas necesarias para eageros á todos los caballeros , é cibdades é villas
se sostener, fizóla combatir ; é con el dolor que los del Andalucía, mandándoles que con la mayor dili
moros tenian por la pérdida de aquella cibdad, por gencia quo pudiesen juntasen toda la gente de pié é
que estaba casi en el comedio de su Reyno , llega de caballo de la tierra , é fuesen á los socorrer. El
ban al muro, é ponian las escalas por todas partes; Rey el dia que lo supo partió de Medina del Cam
é subian por ellas indiscretamente, no guardando po, é vinieron con él Don Boltran do la Cueva, Du
tiempo, ni llevando pertrechos, mas todas horas, é que de Alburquerque, é Don Pedro Manrique , Con
con qualesquier defensas , pensando que la gran de de Treviño , é Don ífiigo López de Mendoza,
muchedumbre dellos combatiendo por muchas par Conde de Tendida, é Don Enrique Enriquez, su Ma
tes, confandirian á los christianos é los vencerían. yordomo mayor, é Rodrigo de Ulloa , eu Contador
CRÓNICAS DE LOS REYES DÉ CASTILLA.
mayor ; é Don Juan de Silva , Conde de Ciftientes trar en el Reyno de Granada, salvo que los que con
salió de Toledo á ir con él, é á jornadas presurosas él iban le amonestaron que no entrase, sin que fue
llegó fasta la villa de Adamuz , que es á cinco le se acompañado de muchas gentes, por el peligro que
guas de Córdoba. É como llegó á aquel lugar , el habia de las villas é castillos de moros por do habia
Duque de Alburquerque le dixo : « Señor, no debéis de pasar. É acordó de estar en la cibdad de Ante
»dar tan gran priesa á esta vuestra entrada en tier- quera, donde le vino nueva como el Rey de (1) Gra
»ra de moros, porque no tenéis gente de Castilla nada alzó el cerco que tenia puesto sobre la cibdad
» con que podáis facer este socorro, sino sola la gen- de Alhama ; é no habia esperado á los caballeros é
uto del Andalucía. É los Reyes vuestros predeceso gentes del Andalucía que iban á pelear con él. Sa
res nunca entraron en el Reyno de Granada, sino bido por el Duque de Medina é por el Conde de Ca
» acompañados de gran número de gente de Casti- bra, que el Rey de Granada alzó el cerco , é que era
»lla. Otrosi Señor, debéis considerar que el Duque vuelto á Granada, llegaron fasta la cibdad de Al
nde Medinaaidonia , y el Conde de Cabra, ó Don hama; é como asomaron á vista de la cibdad, los
» Alonso de Aguilar, é los otros caballeros ó alcay- caballeros é alcaydes que estaban en ella, como li
» des que estaban juntos , son asaz gentes para fa- bres de extremo peligro salieron con deseo á los re-
Bcer este socorro, é no debe Vuestra persona Real cebir, é todos ovieron gran placer , los unos porque
«entrar á lo facer, pudiéndolo facer vuestros súbdi- ficieron lo que debian, é los otros porque escaparon
» tos ; porque los Reyes que tienen las gentes é los de lo que recelaban. El Marqués de Cáliz sabido co
o capitanes que vos tenéis, basta que embien algu mo el Duque venia allí con tanta gente á le socor
inios dellos á facer las guerras que se puedan bien rer , informado de los gastos que fizo , é de la dili
«facer sin que ellos sean presentes; é sus personas gencia que puso por le sacar de aquel peligro, llegó
n deben quedar á los esforzar.» El Rey, oidas aquellas se á él, é después de las primeras saludes le dixo:
razones , le dixo : «Duque, si yo partiera de la villa « Señor, el dia de oy distes fin á todos nuestros de-
»de Medina con propósito de socorrer aquellos ca- » bates ; bien paresce que en nuestras diferencias pa
»balleros, vos dábades buen consejo ; pero habien- usadas, mi honra fuera guardada, si la fortuna me
»do partido con intención determinada de los so- otraxera á vuestras manos, pues me habéis quitado
«correr por mi persona , y estando en el fin del ca nde las agenasé crueles» ; é allí se dieron paz, é que
li mino , cosa seria por cierto contra mi condición daron en buena amistad. E porque habían estado en
S mudar el primero consejo, no habiendo para ello gran trabajo, ansi de las continas escaramuzas, co
' «nuevo impedimento ; é por tanto con las gentes mo de la falta que tenian de los mantenimientos,
sdesta tierra, que están juntos, sin esperar la gente acordaron de salir de aquella cibdad dexándola for-
» de Castilla que habernos llamado, entiendo, con nescidado alguna gente que la defendiese, é venir
Del ayuda de Dios continar mi camino.» É luego adonde el Rey estaba. Aquel caballero Diego de
etnbió mandar al Duque de Medina , é al Conde de Merlo no quiso salir de la cibdad, porque habia
Cabra, é á los otros caballeros é alcaydes que iban principiado la toma della, é propuso de no la de-
á socorrer á Alhama , que le esperasen ; porque él xar, salvo déla sostener, fasta entregarla al Roy, ó
acompañado dellos quería entrar ó la socorrer. El á su cierto mandado ; é quedaron con él Don Mar
Duque, y el Conde de Cabra, é Don Alonso de Agui tin de Córdoba, hennano del Conde de Cabra, é Fer
lar, visto el mandamiento del Rey, bien le quisie nán Carrillo , capitanes con gente de las hermanda
ran esperar, según gelo embiaba á mandar ; pero des , é otros algunos ; para los quales dexaron aque
continaron su camino , porque estaban ya bien den llos caballeros que los socorrieron mantenimien
tro en la tierra de los moros, y era peligroso ansi á tos por- algunos dias fasta tanto que el Rey é la
los que esperaban el socorro, como á ellos, si so re- Reyna la mandasen fornecer de gentes é manteni
traxeran para tornar otra vez á entrar con el Rey, mientos (2).
porque se fatigaba la gente que con ellos iba. El
Rey continó su camino, é llegó á la cibdad de Cór
doba, é tomó las muías de los que lo salieron á reco (1) El Rey de Granada alzó el cerco de sobre Alhama , Viernes
29 do llano, después de (rea semanas que lo tenia puesto, como
lar, para que en ellas fuesen los que iban con él, redero el Cura de los Palacios, que cuenta este hecho con mas
porque las suyas estaban tan cansadas que no po- puntualidad, señalando dias y sugetos, que omite Pulgar. Tomó
dian mas durar. É con la voluntad grande que tenia la nueva al lley en Lucena, de donde volvió a Córdoba , dezando
de facer aquel sooorro , no paró en la cibdad ¡ por por Capitán y Aleayde de Alhama al Asistente Diego de Merlo
con ochocientos hombres do pelea , que era la gente de las her
que ovo nueva que el Duque de Medina, y el Conde mandades. Bernald., cay. 52.
de Cabra, é los otros caballeros que iban á facer el (i) En el US. del Sefior Nava hay añadidas estas palabras:
socorro, daban priesa en su camino. É fué fasta un • Fueron deste socorro el Duque de Medina, y Don Rodrigo Gl-
lugar que llaman el Pontón del Maestre , do ovo • ron Maestre de Calatrava , y Don Alonso de Aguilar Sefior de la
• casa de Aguilar, y los Condes de UureOa, y Cabra, y López Vaz-
mensagero de aquellos caballeros, con el qual le em- • quez do Acula Adelantado de Casorla, y Martin Alonso Sefior de
biaron á decir, que no habían podido esperar según • Aleándote, y el Aleayde de los Donceles.»
gelo habia embiado á mandar, porque los caballeros
é alcaydes que estaban en Alhama los llamaban con
necesidad grande que tenian de ser socorridos. E
Rey quisiera, con aquellos pocos que iban con él en
)50Ñ FERNANDO É DOÑA ISABEL. . 8S9
«qne salvan las vidas?» Sobre esta materia los unos
CAPÍTULO ÍV. é los otros, tentados gravemente de la cobdioia, raíz
de semejantes turbaciones, estaban en tanta discor
Del debite que oto sobre la partición del despojo qoe se toma dia, qne se aparejaban á las armas.
en Alhamí.
El Duque de Medina, visto el grande dafio que
Como aquellas gentes que tomaron la cibdad do de aquella quistion so esperaba, apartó á los suyos
Alhama salieron della con los despojos qne allí é mandóles que no demandasen parte de aquellos
ovieron, ovo gran debate entre ellos é los qne vinie bienes; é dizo & los otros que vido mas puestos en
ron á los Bocorrer, los quales demandaban parte del la cobdicia: ( Preguntóos yo, caballeros, ¿ qué guer-
despojo que se ovo de los moros al tiempo que se nra mas cruel nos farian los moros que la que el
tomó, porque según habernos dicho, era en gran «dia deoy queréis facer á los christianos? Por cier-
cantidad ; é alegaban pertonecerles, pues por el so « to si venimos á dar venganza 4 nuestros enemigos,
corro que ellos habian fecho se había ganado. Los » é perdición á nuestros amigos, debéis insistir en
caballeros que tomaron la cibdad decian que a ellos «esta demanda que facéis ; pero aquellos que to-
pertenescia todo, é que los caballeros que vinieron d vieren respecto a Dios é á la virtud , pospuesto el
á los Bocorrer no debían haber parte, por quanto » interese, aunque sea justo, se deben dexar dolió en
ellos eran los que con grandes trabajos é peligros «tiempo, por escusar tan grand inconviniente como
vinieron á ganar aquella cibdad, é sufrieron mu ndosto que queréis se siguiria. Nosotros, dizo él, no
chas feridas en los combates que fícieron dende las «venimos aquí á pelear con los christianos en favor
torres, y en las peleas de las calles, fasta vencer á «de los moros, mas venimos por servicio de Dios
los moros, ése apoderar de toda ella, é los que por > é del Rey é de la Reyna á salvar del poder de los
la sostener habian peleado con los moros todos los «moros á nuestros hermanos los ohristianos, ni mé-
dias qne el Rey de Granada los tovo cercados, é los «nos venimos con propósito de ganar bienes, mas
que sofrieron mucha hambre é otros trabajos por la «de salvar ánimas : esta fué nuestra intención. E
guardar; é que en todo esto las otras gentes que vi «pues á loor de Dios escomplida, en lugar de le dar
nieron á los socorrer, no habian trabajado ni ovie «gracias, no demos pena á nosotros, é gloria á nues-
ron aventura, salvo solamente que se dispusieron á «tros enemigos. Aquí, dizo, ha de vencer la inag-
venir sin peligro fasta aquel lugar por los socorrer ; «nificencia á la cobdicia, é la caridad al escándalo,
á lo qual eran obligados no solamente como chrie- «que el diablo, envidioso de nuestra virtud, proou-
tianos, que deben facer guerra á los moros, mas co nra para nuestra perdición. To vos ruego que les
mo buenos christianos qne deben socorrer á los ndezemos sus despojos, porque si sus trabajos die-
christianos. K ¿qué inhumanidad, decian ellos tan «ron á ellos aquellas riquezas, los nuestros han da
cruel, ó qué cobdicia tan corrupta puede ser, que se ndo á nosotros mayor honra, pues gelas dimos jun-
compare al querer tomar lo ageno ganado de tal «tamente con la vida.s Vista la voluntad del Du
manera é con tantos trabajos? E con la ira que que, todas aquellas gentes se dexaron de aquella
concibieron docian que no llevarían parte, sino ga demanda, é cesó aquel escándalo que entre ellos se
nándola con derramamiento de sangre de los unos encendía (1).
é de Iob otros. Las gentes que vinieron al socorro
decian : a A nosotros pertenece, no solamente parte, CAPÍTULO V.
i mas todo el despojo que aquí es habido ; porque
«quanto mayores trabajoB é peligros vosotros ovia- De los adérelos qne la Reyna mandó Facer para contlnwr la gner*
«tes, tanto mayor gloria á nosotros se debe impa ra contra los Moros.
star, como á hornea que á vosotros é á ello libramos La Reyna, que había quedado en Medina del
«de muerte é perdición. Verdad es que ganastes este Campo, escribió á algunos caballeros é á otras gen
«despojo, pero vosotros y ello erados perdidos, por- tes do las comarcas, que la cibdad de Alhama se
tque no lo podfades salvar, é nosotros con nuestra habia ganado á los moros, é oomo el Rey iba á so
•venida lo recobramos; é como cosa por vosotros
«perdida, ó por nosotros de nuevo ganada, nos per-
«tenesce. Básteos, decian ellos, que movidos á com- otro lí) El Cronista omite nn sneeso mor notab'e qne sneedlt) al
dia de tomada Alhama, primero de Mario. Los motos de
» pasión del peligro en que estábades, aventuramos Ronda, riendo aquella tierra desierta de cristianos, porqno casi
«nuestras personas, é fecimos gastos de nuestras todos estaban en el cerco de Alhama, salieron sobre los qne ha
nfaciendas por vos socorrer. E si batalla ni recuen- bia con doscientos y sesenta de a caballo. Tomaron todos los can-
«tro no ovimos con los moros, no se puede decir tiros con los gañidos qne apacentaban, y, sin temor de enenentró
alguno, se volvían con la presa i sus casas. Sabido por los cris
» que fuimos, pues los venimos á buscar para vos tianos de Utrera , se Juntaron hasta setenta y dos de caballo, y
» salvar ; y es de considerar el fin en todas las cosas, con ellos por capitanes Gomes Mendei de Solomayor, Alcayde de
» especialmente en las guerras, mncho mas que los Utrera, y Mateo Sancbes, Alcayde de Darnos, y dando sobre Iqt
moros en nn cerro qne dicen el lomo del Jodio, qne esta dos le
«prinoipios. Deste fin é del interese que por causa gues de Bórnos, los desbarataron, mataron ciento dellos , y lee
«del ovo, nosotros debemos ser participes , que fui- tomaron toda la presa qne llevaban, y 1 mas noventa caballos con
amos en el efecto final, por donde se acabó de ga- mochas armas y otras cosas , todo con muerte de solos qnatro
«nar. E ¿qué ingratitud, decian ellos, puede ser tan cristianos. Reitérelo el Cora de loa Palacios, Bltt. it leí /leyes
(Mol., cap. 57. Zurita lo cuenta con alguna diversidad en «I nú
«grande que niegue dar parte de los bienes álos mero. Anal., Si. 20, cap. 43.
Cr.-IH. 24
370 OEONIOAS DE LOS R IES DE CASTILLA.
correr los caballeros que la habían tomado ; 7 era habían con los christianos, a fin de cobrar aquella
bióles mandar que luego partiesen , porqne pudie cibdad ; porque entenc'ian que los lugares que son
sen entrar con él en el Reyno de Granada. Embió en su comarca no podian tener seguridad si aque
ansiraesmo sus cartas de apercebimíento á todos los lla cibdad fuese poseída de christianos. Diego da
caballeros y escuderos que tenian tierras é acosta Merlo, é Don Martin de Córdoba, é Fernán Carrilloi
mientos dalla, mandándoles qne estoviesen prestos capitanea, pusieron gran diligencia en la guarda,
con sus armas é caballos para quando los embiase é algunas veces salían i escaramuzar con los mo
á llamar para la guerra que entendía facer contra ros por los apartar del muro 5 y en aquellos comba
el Rey é Reyno de Granada. E porque ella ansi- tes y escaramuzas recebian dafio del artillería qne
mesmo entendía de ir en persona al Andalucia, para traíanlos moros. Un dia (1) por la mañana, ha
proveer en las cosas que fuesen neoesarias , embió biendo peleado toda la noche, acordaron los moros
también llamar á su Condestable para le dar cargo de escalar la cibdad por la parte de abaxo , donde
de la gobernación de las tierras é provincias do es lo mas fuerte della, é por donde no se recelaba
allende los puertos. El Condestable vino luego al que se podia entrar por escala. Puestas las escalas,
llamamiento de la Reyno, é quando sopo que el Rey subieron los moros á gran peligro, é fallaron una
era partido para el Andalucia, demandó licencia á la vela dormiendo , é matáronla. Otra fué á grandes
Reyna para le ir á servir. La Reyna le dixo qne no voces á las otras partes donde combatían , diciendo
complia al servicio del Rey ni suyo que fuese al como la cibdad por aquella parte era entrada de los
Andalucía, porque habia determinado de le dezar el moros. E antes que los christianos socorriesen , ya
cargo de la justicia en toda la tierra do allende los estaban dentro de la cibdad fasta setenta moros
puertos, juntamente con el Almirante Don Alonso bien armados, oon los quales los christianos comen
Enriques. El Condestable le respondió : a Señora, si zaron á pelear por tres partes. Otros fueron al lugar
sen estas partes oviese necesidad de guerra, como por donde los moros subían con las escalas á les de
*la hay en el Andalucia, seria en vuestra elección fender la subida, é pelearon con ellos, é ficiéronlos
imandar que os sirviese en qualquiera de las guer- retraer ; é algunos descendían por las escalas por
» ras que mandásedes ; pero habiendo, por la gracia do habían subido, é á otros algunos facían saltar
ide Dios, paz en todos vuestros Reynos, á guerra por las peñas abaxo. E defendieron los christianos
n con los moros, ¿es cosa razonable que yendo el Rey aquel lugar por doude los moros subían, de manera
■4 la guerra, quede yo en la tierra pacifica, tenien- que no pudieron subir mas. Los otros moros que pe
s do como vuestro Condestable el cargo principal de leaban por las calles , visto que no subían mas mo
a vuestras huestes? Por ende humildemente suplico ros á los ayudar, perdido el esfuerzo que tenian en
íá Vuestra real Magestad que no me mande facer la pelea , fueron vencidos , é dellos fueron presos,
t aquello que yo habría por mal , á las gentes no dellos muertos, é algunos fueron feridos, y escapó
«habrían por bien si lo fi cióse.» La Reyna, vista la la cibdad de ser tomada.
voluntad del Condestable, dióle licencia que fuese El Rey de Granada visto como la no podia to
con el Rey , el qual ora ya vuelto á la cibdad de mar, alzó el real, é volvió con toda su gente para la
Córdoba, do esperaba á la Reyna. La Reyna proveí cibdad de Granada con propósito de convocar todos
das las cosas necesarias á la tierra de allende los los moros de su Reyno , é tornar otra vez á la cer
puertos, dexó en ella al Almirante con sus poderes car, porque estando aquella cibdad por christianos,
reales, é mandó á ciertos doctores del su Consejo ninguna seguridad tenian los moros. Algunos ca
que quedasen con él. E proveídas ansímesmo de balleros é capitanes , especialmente del Andalucía,
Corregidores é Asistentes algunas cibdades é vi que sabían aquellas tierras de moros, é conocían el
llas de aquellas partes, donde entendió que era ne sitio é la comarca de la cibdad de Alhama, é los pe
cesario, partió do la villa do Medina, é fuá para la ligros que habia para entrar á ella, considerando
cibdad de Toledo, dondo estovo los tros días do que no so podia basteoer , salvo con gastos é traba
Pasqua de Resurrección. E como quiora que estaba jos grandes , por los muchos lugares de moros que
preñada é trabajada del camino, pero luego otro estaban en el circuito, consejaban al Rey é á la Rey
dia partió de Toledo , é fué para la cibdad de Cór na que la mandasen derribar. E decían que ya ha
doba, donde el Rey la estaba esperando. bia Beydo ganada otra vez por el Rey Don Fernan
do su trebisabuelo , é considerada la dificultad que
CAPÍTULO Vt había en la sostener la habian desamparado. E de
cían que era necesario juntar cinco mil rocines é
Cono el Rey de Granada tornó i poner real aobre loa qne queda muchos peones cinco ó seis veces en el ano, para
ron en la cibdad de Albania. meter la recua de los mantenimientos para los que
El Rey de Granada , quando sopo que el Marqués la guardasen, porque de otra manera no podia ser
de Cáliz é aquellos otros caballeros eran salidos do proveída. E que estos juntamientos de gentes, tan-
la cibdad de Alhama, acordó de tornar á ella con
gran número de moros, é cercóla por todas partes, (i) Fué esto i SO de Abril. Duró el cerco cinco días, al cabo de
é con los pertrechos que traia fizóla combatir por loa quales lo alió el Re; temeroso de las gentes que venían con
el Bey Don Fernando. En su defensa se señalaron Pedro de Pi
los lugares que se podía entrar. E los moros traba neda, y Don Alonso Ponce, deudos ambos de 1* cas* del Marqués
jaban mucho en los -combates y escaramuzas que de Qádiz. Zurita, W. SO, cap. 43,
DON FERNANDO É DONA ISABEL. 871
tos y en tan poco espacio de tiempo, serian difíciles te cargadas de mantenimientos basteció la oibdad
é muy costosos , los quales no se podían encunar, si por tres meses de las cosas necesarias. El Rey é la
la cibdad de Loxa no se ganase. E que Loxa era Reyna fundaron tres iglesias en tres mezquitas
gran cibdad, é para poner sitio sobre ella no había principales que habia en aquella cibdad: la una
tiempo, porque era ya el principio del mes de Mayo, iglesia fundaron á la vocación de Santa María de la
el qual se pasaría en la entrada que el Bey quería Encarnación, é la otraá la vocación de Santiago, é
facer A bastecer á Alhama; y era menester mas la otra de Sant Miguel , las quales consagró el Car
tiempo, ansí para juntar las gentes, como para ha denal de España , é la Reyna las dotó de cruces é
ber las provisiones que fuesen necesarias traer de cálices é imagines de plata, é de libros, é ornamen
Castilla, porque en el Andalucía aquel año había tos, é de todas las otras cosas que fueron necesarias
habido mengua de mantenimientos. A la Reyna no al culto divino. E allende desto movida con devo--
placía de aquel voto, é decía que bien conocía co cion, propuso do labrar con sus manos algunos de
mo en todas las guerras se recrecían gastos é tra los ornamentos para aquella iglesia de Santa María
bajos, é con aquel presupuesto ol Rey y ella ha de la Encarnación, por ser aquella la primera igle
bían deliberado de proseguir la conquista contra sia que fundó en el primer lugar que se ganó en
el Reyno de Granada ; é pues aquella cibdad era la esta conquista.
primera que se habia ganado, entendía que seria
imputado á mengua si se desamparase. Habido por CAPÍTULO VII.
el Rey é por la Reyna aquel acuerdo , luego el Rey
partió de la cibdad de Córdoba, y con él el Carde De Ii tali que el Rey Oto en la vega de Granada, 4 como le Rey
nal de España, y el Duque de Villahermosa, y el na mandó llamar gente, é traer provisiones para cercar 1 Loxa.
Condestable Don Pedro de Velasco, é Don Luis de Entretanto que estas cosas pasaban, la Reyna,
la Cerda, Duque de Medinaoeli, é Don Iñigo López que quedó en Córdoba, mandó facer repartimiento
de Mendoza, Duque del Infantadgo, y el Duque de por todas las cibdades é villas del Andalucía é de
AIburquerque,é Don Alonso de Cárdenas, Maestre de Estremadura, é las tierras de los Maestrazgos de
Santiago, ó Don Rodrigo Tellez Qiron, Maestre de Calatrava, é Santiago, é Alcántara , é del Priorazgo
Calatrava, y el Marqués de Cáliz, é Don Diego Ló de San Juan, é de todo el Reyno de Toledo, é allen
pez Pacheco, Marqués de Villena, y el Conde de de los puertos, fasta las cibdades de Salamanca, é
Cabra, y el Conde de Trevifio, é Don Alonso Tellez Toro, é Valladolid, é de aquellas comarcas, de cier
Girón, Conde de Uruefia, é Don Iñigo López de to número de pan é vino é ganados é sal é puercos;
Mendoza, Conde de Tendílla, é Don Diego Hurtado é mandó que lo traxesen la meytad en ñn de Juniáj
de Mendoza, su hermano, Obispo de Palencia, que é la otra meytad eu Julio al real que el Rey habia
fué después Arzobispo de Sovilla, é Patriarca de de poner sobre la cibdad de Loxa , é que cada uno
Alexandria, é Cardenal de España, y el Conde de lo vendiese al precio que mejor pudiese. E mandó
Cifuentes, é Don Gutierre de Sotomayor, Conde de ansimesmo dar sus cartas para todas estas tierras ó
Belaloazar, é Don Enrique Enriquez, Mayordomo para todas las otras de sus Reynos fasta Vizcaya 6
mayor del Rey, é Don Alonso, Señor de la Casa de Guipúzcoa para que embiase cada un pueblo al real
Aguilar, é Don Gutierre de Cárdenas , Comendador de sobre Loxa cierto número de caballeros é peo
mayor de León, ó Rodrigo de Ulloa, é Don Juan nes. OtroBl mandó traer lombardas é otros muchos
Chacón, Contadores mayores del Rey é de la Rey tiros de pólvora, é facer los otros aparejos que fue
na, é otros muchos caballeros de Castilla , que la ron menester para aquel sitio. El Rey como basto-
Reyna mandó venir á la servir, é otros algunos del ció de gentes é mantenimiontos la cibdad de Alha
Andaluoia ; é fueron con el Rey á la cibdad de Eci- ma, é fizo algunas talas en los lugares de la vega
ja, é dende continaron su camino fasta que entra de Granada, volvió para la cibdad de Córdoba, é
ron en tierra de moros con fasta ocho mil hornea á mandó á todos aquellos caballeros que con él fue
caballo, é diez mil peones. E llegó el Rey (1) con ron que ficiesen venir la mas gente que pudiesen
el Cardenal de España é con toda aquella hueste á traer de sus casas, é que estoviesen prestos para ir
la oibdad de Alhama, é bastecióla é fortalecióla de con él al real que entendía poner sobre la cibdad de
todas las cosas necesarias para su defensa ; é sacó Loxa. Los moros temiendo los males que déla guerra
della á aquel oaballero Diego de Merlo, é á los otros geles habian seguido, é recelando de los haber ma
capitanes é gente que en guarda della habian que yores, embiaron sus Alfaquíes á publicar por todos
dado ; é regradesoióles los trabajos que habian ha los reynos é pueblos de África el gran daño que re-
bido en la defender, é dexó en ella por capitán á cebian, é la necesidad en que estaban por la guerra
Luis Fernandez Puertocarrero, Señor de Palma; é que el Rey é la Reyna de España les faoian , é que
mandó á Diego López de Ayala , é á Pero Ruiz de temian perdición de la tierra, si no les embiaban
Alarcon, é á Alonso Ortiz, capitanes de quatrocien- ayuda de gentes é mantenimientos. Sabido esto por
tas lanzas de las hermandades, que quedasen con el Rey é por la Reyna, mandaron facer armada de
él ; é dexó ansimesmo con ellos fasta mil peones á naos é galeras por la mar, de las quales eran capi
pié. E con quarenta mil bestias que iban en su huea- tanes Martin Diaz de Mena, é Charles de Valera, é
Arriaran. Estos capitanes por mandado del Rey 6
.01[Fué tito » catorce de Mayo de «le 1R0, Bemald., cap. 69, déla Reyna. estaban continamente en el estrecho de
B12 CRÓNICAS DE LOS R FES DE CASTILLA.
Qibraltar, é andaban por loe puertos de Africa, é guarda poca gente. É con aquellos alaridos que loa
faoian guerra á loa Moroi é no dexaban pasar na moros suelen pelear , entraron en ella , é mataron
vios de U una parte á la otra. algunos christianos , ó tomaron algunas cosas qne
de presto pudieron haber. Aquellos caballeros visto
CAPÍTULO vm. que los moros por otra parte habian subido la cues
ta donde estaban sus tiendas, dexaron de seguir los
Como el Rey puso Real sobre U cibdad de Loxa , é lo que allí moros que iban en fuida , é tornaron á socorrer su
pasó (1). estanza , é pelear con los moros que la habian to
Traídos los mantenimientos, é junta la gente de mado. É luego los moros que iban en fuida , visto
pie é de caballo que la Reyna mandó llamar, el Rey que los christianos tornaban á socorrer su estanza,
partió de la cibdad de Córdoba, é fueron con él los siguiendo su manera antigua de pelear, volvieron
caballeros é capitanes que le sirvieron en la tala que contra los christianos, é allí pelearon por espacio de
había fecho en la vega de Granada; é siguiendo su una hora, fasta que los moros visto que cargaban
oamino con sus batallas ordenadas , llegó cerca de sobre ellos mas gente, se retraxeron á la oibdad. En
la pibdad de Loxa, é asentó su real entre los olivares aquella pelea murió el Maestre de Calatrava de dos
que estaban en unos valles é grandes cuestas cerca saetadas que le dieron. Fué la una por baxo del bra
del rio de Quadaxenil. Asentado el real, la gente de zo, por la escotadura de las corazas, tan mortal que
la hueste ovo gran mengua de pan cocido , porque incontinente fué á caer del caballo , como cayera,
todo. lo que habian traído era ya gastado; é como si no porque Pedro Gasoa, caballero de Ávila, que
qnier que habia gran cantidad de harina , pero no iba á su lado, se abrazó con él, é le tomó, é llevó an
ovó tiempo de facer en el real los hornos que eran sí fasta su aposento , donde murió dende á poco.
necesarios de se facer para cocer el pan, é las gentes Desta muerto pesó mucho al Rey é á la Reyna, é co
en dos dios que duró el asiento del real, comian el munmente á todos los que le conoscian , porque era
pan cocido en las brasas. El Rey por mayor segu mozo, é de poca edad,é buen caballero, é de bue
ridad de la hueste, mandó á Don Rodrigo Tellez Q i- nos deseos.
ron, Maestre de Calatrava, ó á su hermano el Conde
de Uruefia, é al Marqués do Cáliz, é al Marqués de CAPÍTULO IX.
de Vi llena, ó á Don Alonso, Señor de la casa de
Agailar, que con sus gentes se aposentasen en una De como se alió real de sobre Loxa.
cuesta que está cerca de la cibdad , á quien los mo El Rey visto, que ansí los caballeros que estaban
fla llaman Santo Albohacon. Los otros caballeros en aquella cuesta de Santo Albohacen como to
pusieron sus estanzas cada uno en el lugar donde le dos los otros que guardaban las otras estanzas , es
fué señalado por el Rey. Los moros que estaban en taban en peligro por la dispusicion do los lugares,
la cibdad, que serian fasta tres mil hornea de pelea, acordó do retirar el real de aquellos valles é barran
oon un capitán que se llamaba Abrahen el Alatar, cos donde estaba, é ponerlo en un lugar que se lla
homo muy esforzado é cursado en la guerra , salían ma Rio Frió, apartado un poco mas de la cibdad, y
de la cibdad á peloar por todas partes con los chris- esperar allí las otras gentes que habian de venir,
tianosquo estaban en la guarda y en las estanzas. Y para asentar dos reales sobre la cibdad ; porque de
en estas peleas los christianos recebian algún daño, otra manera no se podia cmpedir á los moros la en
porque el real estaba asentado en tan grandes cues trada de los mantenimientos , ni el socorro de las
tas, é habia tan grand apartamiento de las unas gentes que les podia venir por la sierra que estaba
cuestas á las otras, que no podian prestamente ayu de la otra parte del real. Este acuerdo tomado Sá
darse unos á otros, porque la dispusicion de los tu bado en la tarde , luego otro dia Domingo por la
garos gelo empedia. Acaesció que el Sábado siguien mañana, antes que se pregonase la mudanza del
te, que fué el quarto dia que el real fué asentado, los real, visto por alguna gente de los concegiles, é al
moros acordaron de salir con gente á pelear con gunos otros de los que venían á servir en aquella
los que guardaban aquella estanza de Santo Albo- guerra, que se alzaban algunas tiendas del real, en
haoen , que habernos dicho que fué encomendada al especial las tiendas do aquellos caballeros que te
Maestre de Calatrava, é á los Marqueses de Cáliz é nían la cuesta de Santo Albohacen ; é vÍBto que los
Villana, é al Conde de Urueña, é á Don Alonso do moros luego la subieron é se apoderaron dolía, re
Aguilar. Aquellos caballeros visto que los moros celando que de noche habia entrado gran multitud
cometieron la pelea con la guarda que tenían pues de moros, no esperaron tiempo para saber la ver
ta, salieron á pelear con ellos ; é los moros se pu dad, ni tovieron esfuerzo para esperar la pelea, ni
sieron en fuida, á fin de apartar bien á los christia menos atendieron mandamiento del Rey ni do sus
nos de su estanza, é como los vieron apartados, so capitanes para lo que habian de facer. E pensando
brevino otra esquadra de moros que estaba puesta fallar mas presta la salud en la fuida que en la
en celada, é subieron muy prestamente á la estanza fuerza de sus manos, sin nengun perseguidor, se
de aquellos caballeros, donde habia quedado en pusieron en torpe fuida , tan sin tiento, que ningu
no de los capitanes ni otros caballeros de los prin
(I) El eereo de Loza fot i primeros de Jallo. El samarlo de
Callndez señala la muerte del Maestre de Calatrara en tres de di cipales los pudieron detener. El Rey é los capitanes
cho mes. é caballeros que con él estaban, visto aquel descon
DON FERNANDO É DONA ISABEL. Í78
cierto, y el peligro grande en que todos estaban por doba , sopo que el real puesto sobre Loza se habia
la fuida indiscreta de aquellas gentes, mostraron el alzado, é que no habia durado sino solos cinco días,
Animo de fortaleza que fué necesario en tal tiempo informada de la manera que se alzó, pesóle mucho, '
á la salud de todos, é ficieron rostro á los moros que asi porque con gran diligencia habia trabajado en
salian de la cibdad para ir en seguimiento de aque todas las cosas necesarias para el proveimiento de
llas gentes que fuian. É cada uno de aquellos caba aquel real, como por el orgullo que los moros toma
lleros en su estatiza con sus criados y las gentes de ban en verse tan presto libres del trabajo que rece
sus casas pelearon con los moros , é ficiéronlos re laban. Pero ninguno pudo conocer en sus palabras
traer. El Bey oon algunos caballeros púsose á ca ni autos el gran sentimiento que tenia; é propuso de
ballo en un lugar bien peligroso de los tiros de pól lo reparar, aderezando las cosas necesarias para que
vora é ballestas que los moros tiraban; é desde aquel el Bey tornase á entrar luego poderosamente en
lugar proveía á los lugares mas flacos que entendía; tierra de moros á les facer daños é bastecer á Al-
é mandaba á algunos que fuesen ayudar á otros an hama. Algunas de las gentes que quedaron en la
al á pié oomo á caballo. Duró la pelea en gran pena cibdad de Alhama con Luis Fernandez Puertocar-
é fatiga de los christianos todo aquel dia, fasta que rero, é con Pero Buiz de Alarcon, é con los otros ca
ovo lugar de se alzar el real, é se alzó toda la arti pitanea que el Bey dexó en guarda de aquella cib
llería. E todo ello puesto en salvo , el Bey é todos dad, esperaban que se tomaría la cibdad de Loxa, é
los caballeros é capitanes principales vinieron á Rio que ellos habrían loable fin de los trabajos que por
Frió adonde habian acordado de venir ; é de allí vi sostener aquella cibdad habian pasado. É quando
no para la cibdad de Córdoba donde la Beyna esta sopieron que el real se habia alzado de aquella ma
ba. Algunas tiendas é mantenimientos que estaban nera, é que el Bey era tornado con toda la hueste
on el real no se pudieron salvar por falta de bestias para la cibdad de Córdoba, recelando que serian
en que se cargasen ; porque eran partidas del real cercados de gran multitud de moros á quien no po
para traer otros mantenimientos. El dafio que los drían resistir, decían que seria buen consejo salir
christianos en aquel desbarato recibieron no fué de aquella cibdad, é la desamparar. Esta fabla quo
grande, pero fuera sin dubda mayor, no solamente andaba de unos en otros los enflaquescia, é ponía
de los que allí se acaescieron, mas generalmente de en tal miedo, que si á la hora los moros vinieran, to-
todos los de España, si el Bey ó los caballeros é ca vieran poca ó ninguna resistencia. É como vino á
pitanes principales no repararan con esfuerzo la fui noticia de los capitanes, antes que aquellos que es
da que aquellas gentes, que habernos dicho, ficie to murmuraban osasen mas fablar, ni el temor se
ron. El Condestable en aquella facienda recibió tres estendiese á otros, aquel capitán Puertocarroró
golpes en la cabeza. El Duque de Medinaceli fué acordó de les fablar en esta manera.
derribado de los moros en el suelo, é socorrido de «Bien sabéis, caballeros, que fuisteis escogidos
los suyos. El Conde de Tendilla que tenia estanza »en la hueste del Bey é de la Beyna por varones
mas cercana al muro de la cibdad que otro, recibió «esforzados para sofrir los peligros é pasar los tra-
grandes golpes é ferídas peleando ; é fuera muerto «bajos que en la guarda dcsta cibdad se requieren;
ó preso, sino porque fué socorrido de Don Francis sé de vuestra voluntad ofrecisteis á ello vuestras
co de Stúfiiga, fijo del Duque de Flasencia, que con «personas, por haber honra en esta vida, é gloria en
la gente de su padre á gran peligro se metió entre nía otra. Ansimesmo habéis mostrado fasta aquf
ellos, faciendo estrago en los moros por le salvar. «devoción de buenos christianos, y esfuerzo de no-
Los dichos Conde é Don Francisco salvaron aquel «tables varones en la defensa destos muros é ofen-
dia mucha gente del real que no peligrasen. El Mar »sa de los moros de quien esperamos ser cercados é
qués de Cáliz con los continos de su casa peleó con «combatidos. Agora estos capitanes é yo habernos
los moros por la parte do estaba , é fizo retraer del «sabido que después que el Bey alzó el real que te-
alcance adonde iban siguiendo á los christianos. É »nia sobre la cibdad de Loxa , habéis mostrado fla-
todos los fijosdalgo é caballeros continos de la casa nqueza en algunas fablas, diciendo unos á otros que
del Bey é de la Beyna pelearon con aquel esfuerzo «esta cibdad se debe desamparar por el peligro sin
i osadía que la extrema necesidad pone á los varo «remedio que en ella se espera. E si ello es ansí,
nes fuertes por salvar las vidas é guardar las hon «bien daríamos á entender que mostramos esfuerzo
ras. El desbarato, ó mas propriamente íablando, el «fingido quando no era menester, pues en el verda-
desconcierto que los christianos en aquella jornada ídero falloscemos quando es necesario. Verdad es,
ovieron, procedió principalmente de tener en poco «caballeros, que el Bey, no por el desbarato que fi-
las fuerzas del enemigo ; é de allí se siguió que no «ciesen los moros, mas por el desconcierto que ficie-
fué bien mirado el sitio donde se habia de poner el «ron algunos christianos, alzó el real que tenia pues-
real antes que se asentase ; por la dispusicion del »to sobre la cibdad de Loxa, é que es vuelto con to
qual los christianos recebian grandes daños. Otros! ada su hueste á la cibdad de Córdoba. É aun quiero
por el orgullo de alguno de los principales , que no «que sepáis que por esta causa nosotros quedamos
creyendo que los moros esperasen en aquella cib «aquí sin aquella esperanza del presto socorro que
dad , fueron negligentes en proveer las cosas nece «primero teníamos. Pero, si vencidos ya de flaqueza,
sarias para la hueste que en reino estrafio entra á lacordásomos desamparar esta cibdad , que fué de
facer guerra. Quando U Beyna, que estaba en Cor- i nosotros confiada, ¿por qué lugar os parece que po
874 CRÓNICAS DE LOS REYES DE CASTILLA.
aderaos salir dosta tierra para salvar la vida de to »ra estos moros, cuya fuerza reoelaia, no vemán
ldos, pues vemos que uno solo que eiubiamos, á gran «por la división que hay entre ellos , ó si vinieren,
sventura se puede salvar, que no sea preso, ó amer «por ventura habrán tal discordia , que los desbara
ito? Mucho querría yo, caballeros, que si proveéis to , como ha acaescido en muchas huestes. Yimoa
»al daño que receláis esperando , remediásedes á la «la esperanza que poco ha teníamos de haber la cib-
«muerte que se espora f uyendo ; é si en lo uno y en »dad de Loxa por la fuerza de la gente que el Rey
«lo otro hay peligro, escogiésemos el de menor da- «trazo sobre ella, é conocimos el grande miedo que
»no é de mayor honra. É porque esperando es cier- ntenian los moros de la perder; pero vimos quanto
»ta la gloria, é fuyendo es dubdosa la vida é cierta «se fizo en contrario de lo que nosotros esperába
«la deshonra, á mi me paresce que no solamente de- nnos é los moros recelaban. É nosotros, christia-
«bemos nqui esperar faciendo nuestro deber , mas »nos, ¿por qué perderemos aquella esperanza de la
«que debemos dar gracias á Dios, á quien plogo que «salvación de nuestra cibdad que los moros ovieron
»á nosotros mas quo á otros se ofresciuse este caso, »de la suya? No creáis, caballeros, que puede nin-
ven el qual dando bueua cuenta á Dios de nuestras «guno dar juicio cierto en los fechos do las bata-
«ánimas, é al Rey de su cibdad, é al mundo de nuos- lillas , porque son muchos é varios. La dispusicion
»tra virtud, fagamos largo, por fama, esta vida breve «del lugar, la fortuna del tiempo, la hora, el sol
«de días. Mayormente que no nos vienen de nuevo «contrario, la muerte de un home, la flaqueza do
jilos peligros, las necesidades, los trabajos que en la «otro, una voz, un alarido, un caso que se atravie-
adefensa desta cibdad se requerían ; cuando nos usa, es causa de ser vencidos los muchos que espe-
»ofreseñóos á la guardar, todo nos fué presente uran ser vencedores. Léese que el capitolio de Ro-
«quando aquí venimos y entramos. Agora si por so »ma, tomada ya por los Franceses la cibdad, fué re-
llo miedo sin ninguna fuerza desamparásemos es- ucobrado por el graznido de un ánsar que despertó
otos muros que nos fueron encomendados, de razón nías velas. É nosotros ¿ por qué perderemos esperan-
Bseriamos reputados como los hornea livianos que á »za de haber en nuestro favor alguno de los seme-
atoda cosa se ofrecen sin deliberación, é se retraen njantes casos? Como quiera que de tal manera nos
udella con vergüenza ; Ion quales queriendo antes do «debemos proveer, quo seyendo ó no seyendo la
nía afrenta parescer esforzados, son soberbios ; pues- «fortuna favorable, domos loable fin á nuestro buen
atog en ella, enflaquecen é caen. Contrario do los va- «principio.
orones fuertes, que son templados, é no se ofrescen «Bien oreo yo, caballeros, que mis razones des-
«á toda empresa , mas eligen con deliberación aque- apiertan vuestra virtud para ser constantes; pero
»lla donde muriendo ó viviendo resplandesce su «también creo que vos engaña el amor de la vida, é
«loable memoria. É pues el dolor es de las cosas «vos turba el temor de la muerte para tener entera
«presentes, el temor de las futuras, é nosotros no «constancia. E querría preguntaros ¿á qué lugar
ntenemos Hagas que doler , ni vemos aun fuerzas «fuera de aquí iremos que no tengamos este miedo?
«que temer, yo vos ruego que no sea menos fuerte «Ó ¿ qué otra cosa son á toda edad los días de la vi
«nuestro ánimo para la obra, que fué nuestra pala- ada, sino ciertas é presurosas jornadas para llegar á
abra para la promesa; ó que arméis. vuestros cora- «la muerte, para la qual todos nos debríamos apa-
azones de fortaleza, no p\>r premia del capitán, mas «rejar, pues ninguno la puede fuir? Porque temer
«por premia de la virtud ; no por esperanza de in «aquella cosa que escusar no so puede , por cierto
siérese, mas por haber el claro nombre que da la «extrema flaqueza es, mayormente i. nosotros que
«fortaleza, quo se muestra, no combatiendo lo flaco «tomamos oficio que nos obliga toda hora á muerte
«mas resistiendo á lo fuerte, é tiene mayor grado «honrada, é nos defiende fuida torpe. E si teméis de
«esporando al que comete, que cometiendo al quo «morir mancebos no habiendo aun gozado del en-
«espera. No quiero yo negar el miedo á todo home ugañoso dulzor desta vida, fallareis que mas muer-
«quando espera mayores fuerzas ; mas el tomor an «tes é mucho mas llorosas sufrió el Rey Prlamo quo
ual como face caer á los flacos, ansí pone esfuerzo «vivió mucho, que Troylo que vivió poco. Deaeche-
«á los fuertes : los quales no son vencidos de mie- umos pues los sentimientos que las vejezuelos flacas
»dos vanos, ni de amenazas inciertas, mas miran las «facen por los que mueren antes de tiempo, porque
«cosas según su realidad, é no según la pasión que «ninguno puede morir mal si vivió bien. E no pen-
«ocupa el entendimiento. Nosotros debemos consi- «seis que Dios sea perezoso en los actos humanos;
nderar que estos maros son fuertes, si nuestra 11a- «mas algunas veces proluenga sus remedios, á fin
nqunza no los ñciero flacos, é que tenemos para los »de experimentar la virtud de la constancia que de-
«defender artillería é armas y el bastimento que pa- abemos tener en las tentaciones y extremas necesi-
ura asaz diaa es necesario. ¿ Qué pues fallesce aquf, udados. Por esto, capitanes, é por mi vos seguro, que
«salvo esfuerzo de buenos bornes, é devoción de «entendemos morir defendiendo á Alhama , é no vi-
«buenos christianos, para pelear en defensa de nues- «vir captivos de los moros en el corral de Granada.
utra fe , por el ensalzamiento de la qual con tanto «Como quiera que debemos tener firme esperanza,
«mayor vigor debemos pelear , quanto mas verda- «que ni nuestro Dios desamparará su pueblo, ni
odera es nuestra santa ley que su mentirosa sota? «nuestro Rey olvidará su gente.» Este razonamien
«Pensemos ansimesmo, caballeros, en los casos de to fecho, todos aquellos caballeros y escuderos é peo
ala fortuna que muchas veces acaescen. Por ventu- nes cobraron nuevos corazones, é propusieron da
DON FERNANDO E DONA ISABEL. 375
guardar aquella oibdad , é morir en la defensa do Córdoba. En estas entradas que el Bey fizo en tierra
lía. E luego aquellos capitanes pusieron sus estan- de moros se mostró el gran poder del Bey é de la
zas por todo el muro, en los lagares que entendieron Beyna, é la gran voluntad queteniande facer guer
ser necesarios, é repartieron ansimesmo el pan que ra á los moros ; porque en los meses de Junio é Ju
era menester á cada nno ; la carne les fnllesoia por lio é Agosto deste año , juntaron quatro veces gran
que los moros les habian llevado los ganados que hueste, é quatro veces entró el Bey por su persona
se apascentaban cérea del muro, é comian carne de en tierra de moros, ó fizo asaz danos é talas. Por las
caballos é bebían agua porque el vino les habia fal quales los moros estaban en grandes trabajos, é
tado. Sabido por el Bey de Qranada que el real de mengua de pan é de las otras cosas de que solían
Loxa se alzó de aquella manera que habernos dicho, ser proveídos, ansí por mar como por tierra; porque
luego juntó sus gentes, é con dos mil homes á caba el Bey é la Beyna tenían grand armada é manda
llo é diez mil á pié, vino sobre Alhama (1), con pro ban guardar el estrecho de Gibraltar , para que no
pósito de la combatir ; porque entendió que ligera pasasen moros de África á estas partes , ni los des-
mente la podría tomar, ansí por la falta que tenían tas fuesen allende. E los capitanea de la armada to
de mantenimientos, como porque entendió que no maron muchos navios, é vencieron algunas batallas
podría ser tan presto socorrida. E puso su real bien marinas oontra los moros de allende que pasaban á
oeroa de los muros de la oibdad , ó combatióla por tierra de Granada oon gentes é caballos é manteni
algunas partes, por donde entendió que so podría mientos , ó les fioieron otros dados. Los moros ansi
tomar. Pero los chrístianos defendieron el muro de mesmo entraban en tierra de chrístianos , é facian
tal manera, que los moros no lo pudieron entrar. El guerras é robos é otros dallos por la parte de Murcia
Bey é la Beyna sabida la mengua de mantenimien é de Lorca. Acaesció un día que los escuderos é otros
tos que habia en Alhama, é que el Bey de Granada moradores que estaban en la villa de Cañete eran
habia venido sobre ella , luego tornaron á llamar idos á entrar en tierra de moros ; é los moros aquel
fasta seis mil homes á caballo é diez mil peones, con dia entraron en tierra de chrístianos , é pasaron por
propósito de ir el Rey en persona á socorrer á Al aquella villa, la guarda de la qual tenía Don Pero
hama, é mandaron traer veinte é cinco mil bestias Enriquez, Adelantado del Andalucía. E como los
cargadas de vino é de las otras cosas necesarias pa moros sopieron que los que guardaban aquella villa
ra el proveimiento de aquella cibdad. Como todas eran idos, é quedaban pocos en ella para la defen
las cosas fueron prestas, el Bey partió de Córdoba, der, combatiéronla y entráronla por fuerza, é lleva
é fueron con él el Maestro de Santiago, y el Condes ron captivos todas las mugeres é viejoB é niños que
table, y el Marqués de Cáliz, é Don Diego Fernan en ella fallaron , é quemaron la villa. E oomo esto
dez de Córdoba, Conde do Cabra, y ol Conde de Bo- sopo el Adelantado que la tenia en cargo , vino á la
navente, y el Conde de Trevifio , y el Conde de Be- villa con la gente de su casa, é propuso de no salir
lalcázar, é los alcaydes é capitanes é genteB de las della fasta reparar los muros é torres que habian
cibdades de Córdoba, é Sevilla, y Ecija, é Carmona. destruido los moros ; é puso en ella moradores de
El Bey moro, quando sopo que el Bey venia á so nuevo que la defendiesen, porque estaba en lugar
correr á los que estaban en Alhama , luego alzó el dispuesto para facer guerra á los moros, 6 guardar
real que tenia puesto sobre ella, é volvió para la la tierra de los chrístianos.
oibdad de Granada. El Bey llegó fasta la cibdad de
Alhama, é bastecióla de todas las cosas que fueron CAPÍTULO XL
necesarias. E porque sopo los grandes trabajóse pe
ligros que Luis Fernandez Puertocarrero é los otros De la división que habla entre los moros, * de loa capitanea que
el itej i la Reyna mandaron poner en la frontera.
capitanes que con él estaban, sofrieron por sostener
aquella cibdad, gradeciógelo mucho é descargólos Allende de los trabajos é mengua de manteni
de aquel cargo. E puso en la cibdad por capitán á mientos que padescian los moros, ovo entre ellos
Don Luis Osorio , Arcediano de Astorga, que fué gran división ; porque la mayor parte de los alcay
después Obispo de Jaén ; é mandó estar con él otros des é cabeceras de aquel Beyno, en especial el lina-
oapitanes é gente nueva de caballo é de pié, para la ge de los Abencerrages , dexaron al Rey , porque
guardar. había degollado á ciertos caballeros parientes su
CAPÍTULO X. yos, é tomaron á un su fijo, é alzáronlo por Rey. El
'qual juntó gente contra bu padre, é apoderóse de la
Como el Rey entró i talar la vega de Granada , é como loa chrís
tianos perdieron la Tilla de CaDete. cibdad de Granada é del Alhambra é de otras fuer
zas de la cibdad ; y el Rey su padre se retraxo á la
Como el Bey ovo bastecido á Alhama, andobo cibdad de Baza. Entre el padre y el fijo ovo algu
por aquella tierra de moros faciendo talas , é que nas batallas, donde murieron muchos moros. E un
mando algunas alearías , é faciendo otros daños ; é dia el Rey viejo juntó la mas gente que podo ha
luego volvió con toda su hueste para la cibdad de ber, é vino ala oibdad de Granada; é un escalador
que traía christiano escaló el Alhambra, y entraron
(1) Deale tercer eerco no hablan los demás historiadores. El en ella fasta quinientos moros, é mataron loa moros
Cara de loa Talados tampoco habla de Don Lnls Osorio, j solo
dice qne en Ingar de Puertocarrero fué puesto Juan de Vera, Al- que podíeron haber de los que la guardaban. E un
carde que fué dé Jaén. Bernald., ctp. 55. cabecera moro que estaba en ella por alcayde, que
376 CRÓNICAS DE LOS REYES DE CASTILLA.
■e llamaba Abencomixar, retráxose á una torre de tenian oargo de la gobernación de las hermandades,
la.fortaleza con loa que con él podieron eaoapar. E los qualea fueron juntos en la villa de Pinto. Y en
luego que el Rey viejo , dexados algunos en la for aquella junta cada un diputado é procurador pro
taleza, salió á la cibdad de Granada, é por laa callea ponía los agravios que recibía el partido de que te
comenzó á pelear con los que fallaba , los de la cib nia cargo en las contribuciones, si entendía que su
dad é los del Albaycin que estaban por el Rey su partido estaba mas cargado de lo que debía pagar.
fijo, se juntaron é pelearon contra él é contra la Otrosi se proponía qualquier menosprecio, ó desobe
gente que traia ; y echáronle de la cibdad , é retrá diencia fecha á los oficiales de la hermandad ; ó si
xose á una fortaleza que estaba por él , cerca de la los alcaldes ó quadrilleros é otros oficiales della ha
cibdad de Granada, é aquel oapitan Abencomixar bían seydo negligentes en la administración y exe-
tornó á recobrar el Alhambra. Pero ni por esta divi cucion de la justicia, quier por dádiva, quier por
sión, ni por la enemiga grande que habia entre el afición, ó en otra manera. Venían aqsimesmo ante
padre y el fijo , é loa caballeros de la una parte é de aquellos diputados las querellas de las dádivas ó
la otra, ninguna de las partes quiso recebir ayuda cohechos que algunos habían llevado no debida
de los cbristianos; é antes querían padescer la ham mente. Otrosi examinaban á los capitanea de la
bre é muertes que recebian, que meter christianos gente de armas que pagaba la hermandad, si tenian
en su Reyno. Como el Rey ó la Reyna ovieron pro tantos hornee quantos les eran pagados, é si tenian
veído la cibdad de Alhama de nuevo capitán é gen caballos é armas. Todas estas cosas se trataban é
tes é mantenimientos, acordaron de poner fronteros apuraban en aquel juutamiento, é faciau restituir
en los lugares necesarios contra tierra de moros , é qualesquier maravedís é otros bienes que fuesen
dieron cargo á Don Pero Manrique , Conde de Tre- llevados contra justicia, é punian á los que fallaban
vifio, á quien ficieron Duque de Náxera, de la fron culpantes, é privábanlos de los oficios. Otrosi enten
tera de Jaén; é á Don Alonso de Cárdenas, Maestre dieron en los salarios que llevaban los Diputados é
de Santiago , mandaron que eatoviese en la cibdad Tesoreros é otros oficíales ; é quitaron algunos que
de Ecija. T embiaron mandará todos los Adelanta entendieron no ser necesarios, é moderaron la tasa
dos, Duques, Marqueses, Condes, é Ricos-hornos que que entendieron ser convenible. Todo este examen
moraban frontera del Reyno de Granada , desde mandaron el Rey é la Reyna faoer con gran dili
Loroa fasta Tarifa, ó á todas las oibdades é villas é gencia y execuciou de justicia, sin recebir ruego de
lugares de aquellas oomarcas , que estoviesen aper- ningún gran señor, é sin acepción de personas ni de)
cebidos é ficiesen guerra á los moros y embiasen interese. En esta junta demandaron el Rey é la
su gente á aquellos capitanes mayores que dexaban Reyna a los Procuradores ó Diputados de las her
por fronteros con sus poderes reatos, cada que los mandades dioz é sois mil bestias, é ocho mil homes
embiasen á requerir. E porque Diego de Merlo , que que fuesen con ellas, para bastecer de manteni
era Asistente de la cibdad de Sevilla , era muerto, mientos á Alhama. É como quiera que el Reyno
encomendaron la justicia é guarda de aquella cib estaba fatigado de las derramas que continamente
dad á Don Juan de Silva, Conde de Cifuentes. E pro en él se cogían, ansí para la guerra de los moros,
veídas las oosas que entendieron ser necesarias á la como para otras necesidades que al Rey ó á la Rey
provincia del Andalucía, partieron de la cibdad de na ocurrían, especialmente para las otras llevas de
Córdoba, é vinieron para la villa de Madrid. mantenimientos que habían embiado, pero luego
En el mes de (1) Junio deste afio parió la Reyna las otorgaron é fueron repartidas é puestas en fin
á la Infanta Dona Maria en esta, cibdad de Córdoba. del mes de Mayo en la cibdad de Córdoba, según
les fué mandado, para bastecer la cibdad de Al
CAPÍTULO XII. hama.

0* las cosas que pasaron en el año de mil é qnatroc lentos é ochen CAPÍTULO XIII.
ta é lies años. Primeramente de la provisión que ficieron al hcj
i la Reyna en las hermandades. De las cotas que en este tiempo pasaron en la tierra de Italia.
Como el Rey é la Reyna vinieron á la villa de Recontado habernos en esta crónica las alteracio
Madrid, luego entendieron en las cosas de las her nes y escándalos acaescídos en la cibdad de Floren
mandades de sus Reynos, para dar en ellas buena cia, quando aforcaron al Arzobispo de Pisa, é á
orden; porque les fué notificado que algunos oficia otros muchos de los que eran del bando que se lla
les que administraban los oficios de la hermandad, maba de Pácis, donde procedió que toda la tierra
no usaban como debian del cargo que tenían; é que de Italia se puso en armas é se partió en partes.
llevaban salarios demasiados é cosas extraordina Algunas comunidades é caballeros se juntaron con
rias. É para poner esto en exeoucion, mandaron el Papa, é otros se juntaron con el Rey Don Fer
juntar los Diputados de las provincias, é los Procu nando de Ñapóles; el qual en favor de la comuni
radores de las cibdades é villas que eran principa dad de Florencia fizo guerra al Papa ó á la comu
les, é todos los Tesoreros é Letrados é oficiales que nidad de Venecia, que eran de una liga. Esta guer
ra fué tan cruel en Italia, que el Rey Don Fernando
(i) k veinte y nneve de Ionio un día antes que el Rey partiera embió á su fijo el Duque de Calabria contra Roma,
al sillo de Loxa. Zurita, /i*. JO, cap. 43. é puso su real cerca de la cibdad, é tóvola en grand
DON FERNANDO É DOÑA ISABEL. ' 877
aprieto, porque defendía la entrada de los mante •en efeto, que ninguna cosa dexaron de facer de lo
nimientos, é de las otras cosas que venian á ella. •que vuestras personas reales les mandaron, por-
La comunidad de Venecia que ayudaba al Papa pque todos gozásemos comunmente de entera tran-
embió un su capitán con cierta gente de armas, los •quilidad. É Nos fuimos inclinados á la paz, porque
quales entraron en Roma en veces por tan secreto •ninguna cosa deseamos mas, ni procuramos con
lugar, que el Duque de Calabria que la tenia sitiada •mayor estudio. É si por ventura alguna injuria
no lo sopo. Can eBte capitán veneciano se juntó el •recebimos, declinando á la parte mas piadosa, la
Conde Hierónymo, que era capitán de la gente de •olvidamos, é quitamos de nuestro ánimo, é la re-
armas del Papa. É estos dos capitanes salieron jun •mitimos por respeto á vuestra Magostad real, por-
tos una mañana con sus gentes á dar en el real de •que entendiésedes en quanta estimación é autori-
los Napolitanos; é antes que fuesen sentidos pelea •dad son habidos cerca de Nos vuestros ruegos; i
ron con ellos. É como el Duque de Calabria é sus •los quales con honesto ánimo concedimos é los
gentes no estaban apercebidos, fueron vencidos é •otorgamos de buena voluntad. Ansí que, muy arua-
desbaratados, é se pusieron en fuida; y el Conde »dos fijos, podéis gozar de vuestro loable trabajo,
Hierónymo, y el otro capitán veneciano fueron »pues que es la paz de Italia concluida. Esperamos
vencedores, y entraron en el real que tenia puesto «que entraran en ella los Venecianos, á los quales
ol Duque, ó ovieron todo el despojo que en él falla •vuestros embaxadores son idos por vuestro man-
ron. Por este vencimiento el Rey de Nápoles acor •dado, é continamente solicitan é tratan que sean
dó do juntar mas genteB, ansí suyos, como de los »en esta paz comprehendidos ¡ porque no quede
otros señores é comunidades de Italia, que eran de •centella ninguna por donde la tierra de Italia haya
su liga; é tornaron á facer la guerra al Papa, é á los •ocasión de arder con daño de la república, é detri-
Venecianos, mas cruel que de primero la facían. El nmento déla christiandad. Ansí que pues una obra
Rey é la Reyna, conocido el inoonviniente que de •tan piadosa é tan santa, con tantas fuerzas é gas-
aquesta guerra de Italia se seguía en la Christian- utos habéis procurado, é con tanta gloria habéis
dad, especialmente por ser contra el Sumo Pontífi •alcanzado; (inca agora que como Reyes Cathólícos
ce, embiaron bus embaxadores por diversas veces >é religiosos, procuréis con grand estudio é diligen-
al Papa, é al Rey de Nápoles, é ansimesmo á todos •cia de la facer guardar, según y en la manera que
los señores é comunidades de Italia , faciéndoles •vuestros embaxadores de vuestra parte lo han pro-
saber el pesar que tenían de la guerra nascida en •metído. É somos ciertos que vosotros lo tenéis en
tre ellos, conosciendo los inconvinientes que della •voluntad, pues que todas las cosas están puestas
se podrían seguir en toda la christiandad si mas •en vuestra mano, é de ello se vos sigue gloria in-
durase, é que ellos por servicio de Dios, é por el •mortal. Dada en Roma á dos diaa de Enero de mil
bien de la paz querían entender en bu concordia. É •ó quatrociontos é ochenta é trcB años.» El Colegio
suplicaron al Papa, é rogaron al Rey don Fernando de los Cardenales Ies embió una carta que decía
é á todos los otros Duques, é Condes, é Marqueses, ansí:
é Comunidades de Italia, que les ploguiese dexar «Muy altos é muy poderosos Príncipes Reyes é
las armas, é tomar la via de la concordia; ó para la •muy amados Señores. Vuestros embaxadores , que
tratar entre ellos ficieron grandes gastos en las em •por tratar la paz de Italia embiastes, han trabája
bazadas que diversas veces embiaron. É postrime telo con todas sus fuerzas por la traer en efeto; por
ramente embiaron al Obispo de Girona, que se lla •la qual esto Colegio siempre trabajó porque se
maba Don Juan, é á un Dotor que se llamaba Bar •alcanzase. É pues vuestra real Magestad como
tolomé de Berrio. Estos embaxadores fueron al Papa «instrumentos é causa de esta paz habéis habido
é al Rey de Nápoles diversas veces, y escribieron á •gloria inmortal, afectuosamente vos rogamos ten-
los otros señores é comunidades de Italia; é fecha •gais manera como aquella se conserve, pues todas
una congregación en Roma de los embaxadores que »las cosas á la paz concernientes están puestas en
embiaron sobre aquella materia de la paz, por la •vuestras manos. Dada en Roma á dos días de
gran diligencia que el Rey é la Reyna mandaron •Enero de mil é quatrocientos é ochenta é tres
poner, fué concluida por estonces la paz en Italia, é •años. • El pueblo Romano escribió otra carta que
cesaron las muertes, é destruiciones que en ella se decía ansí:
facían. Y el Papa escribió al Rey é á la Reyna un «Muy altos é muy poderosos Principes Reyes é
su Breve plomado; el qual tornado en romance •Señores. Los Cónsules del pueblo Romano nos en-
decía ansí : •contendamos á vuestra real Magestad, la qual ha-
«Muy amados fijos: vuestros embaxadores Don •brá sabido las guerras duras, é trabajos muy pcli-
•Juan Obispo de Girona, y el Dotor Bartolomé de •grosos acaecidos en Italia. De las quales procedió
«Berrio, embiados á Nos á tratar la paz de Italia, •que nuestro muy santo Padre, é bu Romana Curia
«fueron por Nos rescebidos, é oídos con ánimo gra •estante en la santa cibdad de Roma donde la silla
cioso, ansí por la benevolencia que siempre ovi- •de Christo está asentada, fuesen cercados é apre-
irnos á vuestras personas reales, como porque estos •miados, é quanto por ellas este pueblo Romano
•vuestros embaxadores son sabios varones, é de •fuese fatigado, de manera que ninguno era osado
•autoridad, é dignos de tan gran cargo ; los quales •de salir de la cibdad, por miedo de los grandes
•pusieron Unta/diligencia por traer la paz de Italia •peligros que se recreoian, también de dentro como
578 OBÓNICAS DE LOS \ 5YE8 DE CASTILLA.
«de fuera della. De manera que todos estábamos de Que las cibdadea é villas é lugares é fortalezas que
«propósito con nuestras mugeres é fijos de dexar la eran tomadas de las unas partes á las otras fuesen
ucibdad; empero plogo á Dios, aquel que no dexa entregadas al Rey é á la Reyna, 6 á su cierto man
«perecer la navecilla de Sant Pedro, que vosotros dado dentro de ciertos dias , porque ellos las entre
«como cathólicos principes, movidos á piedad de gasen á aquellos que de derecho las habian de ha
«tantos estragos é daños sin reparo como se espera- ber, fin esta concordia no quiso entrar la Sefioría
iban en Italia, vos quesistes interponer á dar paz de Venecia que tenia tomada á Ferrara; por lo qual
»en la Silla Apostólica, y en toda la provincia de el Papa y el Rey Don Fernando é los otros señorea
sltalia. La qual concluyeron vuestros embaladores que fueron comprehendidos en aquella paz embia-
«con la autoridad de vuestra Real Magestad, é con ron sus gentes de armas á la cercar en favor del
p>el trabajo que ellos pusieron; en lo qual se mostró Marqués de Ferrara, para se la restituir.
«vuestra santa intención, é la diligencia de vues Fecho este asiento, los venecianos veyéndoso
tros embaxadores. El fruto de la qual paz , que solos, é recelando que todos los señores é comuni
«gozamos, según parece por obra, dexamos de decir dades de Italia se juntarían contra ellos, acordaron
»en prolixidad de palabras. Por ende , muy altos é de tratar amistad con los turcos que eran sus veci
«muy poderosos Príncípos é Reyes, dámosvos mu- nos, para se defender, é ofender á los christianos, é
»chas gracias, de las quales sois merecedores en les dar pasada segura por sus tierras para facer
«esta y en la otra vida; pues que con vuestros loa- guerra en Italia. É como esto fué Babido por el Rey
«bles trabajos é gastos habéis quitado á esta cibdad Don Fernando de Nápoles, embió tratar amistad
»é á toda la provincia de Italia, de los estragos é con los turcos, é prometióles su ayuda oontra los
«muertes é destruiciones en que ardia ; é nosotros Venecianos; porque se habian apartado é no quisie
«quedamos por vuestros perpetuos servidores, ra ron ser comprehendidos en la paz común que se
sgando á Dios por los dias é prosperidad de vues- habia fecho. Y einbió al Rey é á la Reyna que es
»tra Real Magestad. Dada en Roma á quatro dias taban en Madrid por su embaxador al Conde de
ude Enero de mil é quatrocientos é ochenta é tres Trevento; con el qual les embió á dar muchas gra
«atios.» cias por el trabajo y expensas grandes que habian
Esta paz de la Italia se concluyó por la gran di fecho en la contratación de la paz de todas las Ita
ligencia del Rey é de la Reyna á doce dias del mes lias. En la qual como quiera que el Sumo Pontífice,
de Diciembre afio do la Encarnación do nuestro Se- y él ansimesmo, é todos los otros principes é comu
fior de mil é quatrocientos é ochenta é dos años. Y nidades de Italia quisieron ser comprehendidos;
el Papa vino al consistorio aquel dia, é fizo llamar pero los venecianos soberbiosamente se quisieron
á los embaladores de los principes é potestades de apartar, é no ser inclusos en ella, con propósito de
Italia é del Rey de Nápoles; é todos vinieron al tiranizar, é tomar lo ageno, según siempre lo acos
consistorio, donde anumesmo estaban todos los tumbraron facer. É que habian tratado amistad con
cardenales. Y el Papa embió á llamar al embaxa- los turcos, para les dar pasada por sus tierras á fin
dor do Venecia, el qual no quiso venir. É visto por de facer guerra en las Italias, especialmente en
el Papa que aquel embaxador no quiso ser presente el Reyno de Sicilia; é por escusar aquel inconvi-
á la publicación de la paz, en su ausencia la mandó niente, él ansimesmo habia tratado paz con los
publicar en su consistorio. Leidos los capítulos de turcos, para contra los veneoianos ; en la qual eran
la paz, el Papa dixo : que por quanto el Rey é la comprehendidos todos los príncipes é comunidades
Reyna de Castilla, é de Loon, é de Aragón, é de de Italia, vista la gran rebelión é soberbia que los
Sicilia como cathólicos principes, condoliéndose de venecianos tenían. Por ende que rogaba é requería
las guerras de Italia, é de las molestias en que al Rey ó á la Reyna, que considerada la gran perti
aquella silla Apostólica estaba, se habían inter nacia de aquella gente veneciana , les ploguiese ser
puesto, y embiado sus embajadores por diversas comprehendidos en aquella liga que él é toda Italia
veces á tratar aquella paz , en la qual habian fecho facían con los turcos ; porque todos juntoa en amis
grandes expensas, é por la gracia de Dios la habian tad pudiesen guerrear á los venecianos, é abaxar
concluido, á la qual él queriendo usar de benigni aquella su cruda tiranía é antigua soberbia ; é les
dad había concedido con ánimo sincero de la guar ficiesen restituir todas las cibdades é villas é forta
dar é conservar: por ende que lo notificaba á todos lezas que tiránicamente poseían tomándolas por
porque sopiesen su voluntad, é ansimesmo el fruto fuerza á los señores cuyas habian soydo, ó tenían
loable que se habia consegido por el trabajo del á ellas justo titulo. Porque sí esto no se pusiese por
Rey é de la Reyna de España, é por la diligencia obra, su señorío se estenderia cada dia mas en gran
que aquellos sus embaxadores por su mandado en detrimento é perjuicio de todas las Italias, de ma
ello pusieron. El Papa en aquel auto fizo mas honra nera que ninguno fuese señor de lo suyo. Y en es
á los embaxadores del Rey é de la Reyna, que á pecial su Reyno de Sicilia estaba en punto de per
ninguno de los otros principes ó potestades; porque dición, si se diese lugar que ellos ficiesen amistad
les fizo asentar é cobrir las cabezas, é todos los em con los turcos; porque les darían pasad* por su
baxadores de los otros reyes é principes, é comuni tierra para venir á él seguramente, é favor por la
dades estovieron las rodillas fincadas é descubiertas mar para lo guerrear. Esta embaxada oida por el
las cabezas. Aquella paz se asentó en esta manera : Rey é por la Reyna, respondieron que por qnanto
' DON FERNANDO B DOÑA ISABEL. S79
•1 Duque é Señoría de Venecia habían embiado á Real de Madrid, con una solemne procesión, en la
ellos eus embaxadores por ganar su paz é Seguridad qual iban el Cardenal de España, é Don Alonso de
la qual lee habían otorgado, é loa tenían por ami Fonseca, Arzobispo de Santiago, é Don Diego Hur
gos, que no seria cosa razonable quebrantar la tado de Mendoza, Obispo de Palencia, é Don Gon
paz que les habían prometido sin haber causa por zalo de Heredia, Obispo de Barcelona, é Don Juan
do se debiese romper. Pero que ellos embiarían sus de Maluonda, Obispo de Coria, ó otroB muchos Per
embaxadores á la cibdad de Venecia á les facer lados; é la mandaron predioar en todos sus Reynos
saber todas estas cosas que les eran propuestas; é é señoríos, donde se ovo gran suma de dineros. Los
si no quisiesen conceder lo que de razón eran obli quales se consumían en los sueldos, y en las otras
gados, estonces podrían con justa causa entrar en cosas que se requerían para la guerra de los moros.
aquella liga que todas las Italias y el Rey Don Fer
nando facían contra los venecianos, é mandar á CAPITULO XV.
sus cibdades é villas é gentes del Beyno de Sicilia
é de las otras islas de su señorío, que se juntasen De las cosas que pasaron sobre el casamiento qne se morid del
Principe de Castilla con la Iteyna de Navarra.
con ellos, é ficiesen aquello que de justicia debiesen
facer. É oon esta respuesta despidieron al Conde Estando el Bey 6 la Boyna on la villa do Madrid,
de Trevento. ovieron cartas ó mensagoros del Conde de Lerin, un
caballero del Beyno de Navarra, que estaba casado
' CAPÍTULO XIV. con hermana bastarda del Bey, como el Bey de Na
varra era muerto. Este Bey de Navarra, que se lla
De los empreilldos que te pidieron por el Rejno, é del subsidio maba Febus, era fijo del Principe de Navarra, sobri
que dio la clerecía para la guerra de los moros.
no del Bey fijo de su hermana , el qual murió ante
Ni el ánimo de la Beyna cesaba de pensar, ni la que oviese titulo de Bey. Era ansimesmo este Bey
persona de trabajar en haber dineros, ansí para la Febus sobrino del Bey de Francia, fijo de su herma
guerra contra los moros, como para las otras cosas na. Y el Bey de Francia trataba casamiento secre
que de contino ocurrian, necesarias á la goberna tamente á este Bey Febus de Navarra, su sobrino,
ción de sus reynoB. Para la qual tenian gente de con doña Juana de Portogal ; la qual , según habe
armas continamente repartida en el Reyno do Gali rnos dicho, estaba monja profesa en el monesterio
cia, é con los otros capitanes que tenían puestos en de Santa Clara de Coimbra. Porque pensaba, fecho
la frontera de los moros, é la que el Rey é la Reyna aquel casamiento, que el rey de Navarra su sobrino
traían en su guarda; porque con esta gente estaban tomaría titulo de Bey de Castilla, á causa de aque
poderosos é temidos, y en sus cartas 6 mandamien lla Doña Juana, é le daría todo el favor que ovio-
tos obedescidos, é su justicia executada ; é ningún se menester para poner división en el Beyno de
grande ni otro caballero osaba facer fuerza ni in Castilla, é mover guerra al Boy é á la Beyna; la
juria á otro, é todos sus Reynos gozaban de paz é qual podia facer donde el Reyno de Navarra, por
seguridad. E porque con el sueldo que pagaban á que confina con Castilla. E no embargante las pa
esta gente de armas, allende de la gente que paga ces é amistad que con el Rey ó con la Beyna tenia
ban las hermandades del Reyno, é con los otros juradas é firmadas, pero por no se desapoderar d.o
gastos continos que se facían, ansí para las emba la posesión del Condado de Ruisollon, pensando sa
lados, como para las otras cosas que se requerían al near la guerra que tenia dentro de si en tener lo
sostenimiento del estado real é del Principe é de ageno , buscaba guerra dofuera para lo mejor po
las Infantas, estaban en coutinas necesidades; fue seer, poniendo en necesidad al Rey ó á la Beyna;
ron constreñidos á demandar dineros prestados en durante la qual creía, que no habría lugar de le de
todos sus Reynos á personas singulares, de quien mandar aquel Condado, ni por vía de armas, ni en
fueron informados que los podrían prestar sin dafio otra manera. E ansimesmo porque este Bey de Fran
de sus faciendas; especialmente porque la cantidad cia ninguna cosa facia habiendo respecto á las co
que se demandó á cada uno, era pequeña. É aque sas pasadas, ni á las por venir, salvo lo que ala ho
llos á quien fué demandada, lo prestaron de buena ra le ocurría, é venia bien. Estas cosas considera
voluntad, consideradas las necesidades, é otrosi das, el Bey é la Beyna, sabida la muerte del Bey
porque los Tesoreros é Recabdadores les asegura FebuB de Navarra, platicaron con el Cardenal de
ban que les seria pagado dentro de cierto término. España, é con los otros Duques é Condes é Dotores
Ansimesmo el Papa por socorrer las necesidades de que estaban en su Consejo sobre la subcesion de
la guerra de los moros, dio su bula, para que todos aquel Beyno. A los quales abiertamente declararon
los Perlados é Maestres y el estado Eclesiástico de los su voluntad , é dixeron que bien sabían como Dios
Reynos de Castilla é de Aragón diesen una suma por su infinita bondad los había asentado en las si
de florines en subsidio. É allendo desto embió su llas reales de los Beyes sus padres, é los grandes
Nuncio apostólico al Rey é á la Reyna con su bula reynos é provincias que tenian en su señorío ; é Dios
de cruzada, la qual contenia grandes indulgencias era sabidor, que mas era su intención de lo dar gra
para todos los que la tomasen. El Rey é la Reyna cias por la paz que on ellos les había dado , que no
recibieron este Nuncio del Papa, é aquella bula de mover guerra donde fuese deservido; ni menos
Ir cruzada en el monesterio de Santo Domingo el querían adquirir otros Beynos é señoríos, pues á
380 . . 0RÓNI0AS DE LOS REYES DE CASTILLA.
Dios gracias, los que tenían eran grandes y esten pondió qne le placía mucho de lo aceptar, é dar
didos. Pero quo bien sabían la condición del Bey forma como con la gracia de Dios se concluyese con
Don Luis de Francia, y el trato de amistad que te la Reyna su fija ; porque en toda la christiandad no
nia con el Rey de Portogal ; ó como no contento de podía haber tan alto , ni tan grande casamiento co
la guerra que on su favor fizo en la provincia de mo el del Príncipe de Castilla , é por otras manifies
Guipúzcoa, agora de nuevo, después de haber fecho tas utilidades que dél se siguian en aquel Reyno de
paz ó amistad con ellos, había tratado casamiento Navarra. Pero que era cosa razonable de lo consul
de aquel Koy Febus su sobrino con Dona Juana de tar oon el Rey de Francia, sn hermano, é haber su
Portogal que estaba monja, á fin de mover guerra parescer cerca dello ; é ansí quedó de facer por es
é poner escándalo en Castilla. E agora que era tonces el efuto aquel casamiento. El Rey é la Reyna
muerto el Rey Febus , creían que sn madre apode mandaron á sus capitanes que esto viesen siempre
raría al rey de Francia en las fortalezas del Reyno con sus gentes de armas en aquel Reyno, para resis
do Navarra ; desdo las quales habría lugar de facer tir á qualquier gente franoesa que viniese á apode
guerra á los Reynos de Castilla é de Aragón con rarse dél. E acordaron que el Rey fuese á facer la
quien confinan. Por ende querían saber si seria bien tala que este año se debia facer en el Reyno de
que se tratase casamiento del Príncipe Don Juan bu Granada, éla Reyna fuese á Logroño, ó á alguna
lijo con una hermana de aquel Rey Febus, a quien cibdad ceroana al Reyno de Navarra, para enten
pertenescia el Reyno do Navarra, por escusarlosin- der en aquel casamiento del Príncipe su fijo, y en
convinientes é guerras que se podrían seguir del las otras cosas que eran necesarias de proveer en
mal conceto que el Rey de Francia tenia contra todas aquellas partidas de Burgos é Castilla la
ellos ; el qual no dubdaban que lo pornia por obra, Vieja.
si oviese entrada en aquel Reyno de Navarra. Esta
materia platicada en su Consejo, el Cardenal de CAPÍTULO XVI.
España, é todos los otros que allí estaban oon el Rey
é con la Reyna, acordaron que se debia tratar aquel Como partió el ney de Madrid para Ir i Calida.
casamiento ; é ansimesmo debían cmbiar luego al Contado habernos como el Beyno de Galicia, que
gunos capitanes é gentes de armas, para se apode muchos tiempos habia estado en guerras y escán
rar de todas las villas é lugares del Reyno de Na dalos, fué puesto en paz é seguridad ; é como Don
varra, que pudiesen haber, si el Rey de Francia Fernando do Acuña y el Licenciado Garcilopez de
tentase de se apoderar dél. Este consejo habido, Chinchilla , que el Rey é la Reyna embiaron por
luego el Rey é la Reyna embiaron al Doctor Rodri gobernadores é corregidores , tomaron algunas for
go Maldonado, que era de su Consejo, á la Prince talezas de aquel Reyno , é las pusieron en poder de
sa hermana del Roy de Francia é madre de aquella personas, á quien el Rey é la Reyna mandaron ; en
Señora que habia subcedido por Reyna de Navar tre las quales fué tomada la fortaleza de Lugo, que
ra. Con el qual le embiaron á decir primeramente es del Obispo de aquella cibdad, el qual Obispo
el pesar que habian habido de la muerte del Rey era hermano de Don Pero Alvarez de Osorio, Conde
Febus su fijo, é á le consolar sobre ello. E después de Lémos é Señor de Ponferrada. Este Conde de
de le haber dicho las palabras que se requerían á la Lémoa era el mayor señor de aquel Reyno de Gali
consolación de su trabajo, mandaron que lo ficiese cia, é sintiendo á injuria que la fortaleza de su her
fabla de casamiento del Principe Don Juan bu fijo mano le fuese tomada, visto que Don Fernando de
con bu fija, que subcedió por Reyna de Navarra. Es Acuña y el Licenciado Garcilopez eran absenté» de
te Dotor Rodrigo Maldonado fizo la embazada en aquel Reyno, creyendo que antes podría tomar la
la muñera que el Rey é la Reyna le mandaron , é fortaleza que fuese socorrida, acordó de la cercar, y
dió á entender á la Princesa la grand utilidad que embió gente de armas de su casa é de otros caba
gele seguía de aquel casamiento ; porque su fija so lleros sus amigos á poner sitio sobre ella. Lo qual
lamente era Reyna de aquel pequeño Reyno de Na sabido por el Rey ó por la Reyna, embiáronle á de
varra, é casando con el Príncipe Don Juan de Cas cir que se maravillaban de haber osadía para cer
tilla, esperaba ser Reyna de los Reynos de Castilla, car fortaleza en sus Reynos, especialmente aquella
é de Aragón, é de Navarra, é de Sicilia , é de todos que tenia alcayde puesto por su mano ¡ é que le
los reynos é provincias é islas que son en el señorío mandaban que luego alzase el sitio que tenía pues
del Rey é de la Reyna. Otrosí porque aquel Conde de to, é la doxase tener libremente al alcayde que por
Lerín , que habernos dicho , era un caballero que su mandado la tenia. El Conde, visto el manda
tenia la cibdad de Pamplona , é gran parte en el miento del Rey é de la Reyna, respondió que Don
Reyno de Navarra, y estaba en servicio del Rey é Fernando y el Licenciado habian tomado aquella
de la Reyna ; embiáronle á Don Juan de Ribera con fortaleza no debidamente. Porque como quiera que
gente de armas, para le ayudar á tener aquella cib tovieron razón de tomar otras fortalezas en aquel
dad, é resistir á qualquier gente de armas, que el reyno, por se haber fecho deltas algunos robos é
Rey de Francia embiase á se apoderar del Reyno de crimines , pero aquella fortaleza de Lugo siempre
Navarra. habia estado en paz, é no se habian fecho della los
La Princesa de Navarra, oida la embazada do ca daños que de las otras que se tomaron fueron come
samiento que el Doctor Maldonado le propuso , ros- tidos. Ansimesmo embió deoir que él ó su casa
DO» FERNANDO Ú DOÑA ISABEL tól
siempre habita servido al Rey é á la Reyna, é no I dos Condes, é 4 la gente de armas que oon ellos es
habían ootnetido cosa contra en servicio ; é que si taban, que luego se derramasen é dexasen aquel es
él se movió á cercar aquella fortaleza de Lugo , era cándalo, é veniesen el uno y el otro 4 la cibdad de
porque el Alcayde habla impedido las rentas del Aetorga, é mostrasen sus derechos que tenian 4 los
Obispo su hermano , é las tomaba , é habia fecho bienes del Conde de Lémos, y él les mandaría guar
otros excesos contra él é contra sus vasallos, por do dar su justicia. Estos dos Condes derramaron luego
merescia no solamente ser privado de aquella te la gente que tenian junta , según por el Rey les fué
nencia, mas punido por los males que habia co mandado, é vinieron 4 la cibdad de Astorga. El Rey
metido. Por ende que suplicaba á Su Alteza, que no puso tregua entre ellos, fasta que su debate fuese
pensase que habia en él presumpoion de inobedien determinado por justicia. Otrosí tomó la villa de
cia , salvo de eecusar los daños que aquel alcayde Ponferrada de que estaba apoderado aquel Conde
facia de cada dia 4 él é al Obispo su hermano , é á Don Rodrigo, é dió la tenencia della 4 Don Enrique
sus vasallos é rentas. El Bey é la Reyna, vista la res Enriquez, su tio é su Mayordomo mayor, para que la
puesta del Conde, como quier que fué asaz humil tovieee ciertos dias ; y el Rey é la Reyna mandaron
de ; pero porque no alzó luego el sitio según gelo entregar una de dos fortalezas que hay en aquella
embiaran á mandar, ovieron grand enojo. E luego villa 4 un caballero contino de su casa, que se lla
el Rey partió para el Reyno de Galicia 4 punir al maba Jorge de Mendafio, que la tovieee cierto tiem
Conde por aquella osad'a que cometió; y en el ca po, en el qual se habia de ver el derecho de las par
mino le vino la nueva como el Conde habia alzado tes. E luego partió el Rey de la cibdad de Astorga,
el sitio, porque le dieron á entender el enojo que el é vino para la villa de Madrid, donde la Reyna es
Bey é la Beyna habian mostrado por lo haber pues taba.
to. E no embargante que el Bey sopo como el sitio
era alzado, todavia continó su camino para ir con CAPÍTULO XVII.
tra el Conde. E quando llegó & la cibdad de Altor- Síganse lis eosis da la (narra del año de mil 4 quatroelentos é
ga, sopo que el Conde era muerto , é no pasó mas ochenta é tres anos. De nn engallo qne un escudero dio a los
adelante, porque habia de ser á dia cierto en la cib moros, e de lo qne el Bey é la Reyna sobre ello leieron.
dad de Córdoba, donde el Bey é la Beyna manda La guerra de los moros todos los dias se contina-
ron que se juntasen ciertos caballeros é gentes de ba. El Maestre de Santiago , y el Duque de Náxera,
armas é peones, para entrar á facer la tala en la ve 4 quien el Rey é la Reyna dieron cargo de la fron
ga de Granada. Este Conde de Lémos dexó fijas le tera por la parte de Jaén, y el Duque de Medinasi-
gitimas, é no dexó fijo varón ninguno que heredase donia,y el Marqués de Cáliz, y el Adelantado del
su casa ; é un fijo que la heredaba, murió en vida de Andalucía, é Juan de Benavides , é Don Juan Cha
su padre, sin dexar fijo legitimo, salvo un bastardo cón, Adelantado de Murcia, cada uno por su parte
que bb llamaba Don Rodrigo, mozo de veinte años, facian entradas é talas, é destruian la tierra de los
á quien el Conde su abuelo en su vida apoderó de moros. Los moros ansimesmo entraban en la tierra
las villas é fortalezas que tenia ; porque su volun de los ehristianos, é llevaban ganados é prisione
tad era que aquel heredase su casa aunque era bas ros ; pero los moros recebian tanto dallo en su tier
tardo. Este Conde Don Rodrigo luego como murió ra é por tantas partes, que estaban oprimidos, é pa
el Conde bu abuelo, tomó titulo de Conde de Lémos, decían mengua de pan por las talas que les facian.
é juntáronse oon él todos los criados del Conde 4 le E la mayor fatiga que tenian era estar la cibdad de
servir, é favorescer, para que heredase su casa. La iAlhama en poder de ehristianos; porque estaba en
qual Don Rodrigo Alonso Pimentel , Conde de Be- tal comarca, que los moros no podían andar libre
navente, decia que pertenescia 4 la fija mayor del mente por aquellas partes , sino 4 gran peligro de
Conde de LémoB, que era desposada con su fijo, por ser muertos ó presos por la gente que el Rey é la
que era legitima, é aquel Don Rodrigo era bastar Reyna tenian en guarda de aquella cibdad. Acaesció
do é no debia heredar. E para haber la posesión de que un escudero de los que estaban en la capitanía
aquella casa é rentas para la esposa de bu fijo, jun de Diego López de Ayala, que se llamaba Juan de
tó gentes, ansi de su casa, como de sus parientes é Corral, home de astucias cautelosas, conocida la vo
amigos. AnBimesmo Don Rodrigo que se intitulaba luntad que los moros tenian de recobrar 4 Alhama,
Conde de Lémos, juntó gentes para le resistir ; por con propósito de los burlar procuró seguro del Rey
que deoia que le pertenesoia , ansi por virtud del de Qranada para ir 4 fablar con él. Habido el se
testamento que el Conde de Lémos bu abuelo fizo, guro, la fabla que le fizo fué, que faria que el Rey
en el qual le constituyó heredero en todos sus bie é la Reyna le restituyesen 4 Alhama, si el Rey de
nes, como porque aunque él era bastardo habia Bey- Qranada dieBe cierto número de doblas é captivos.
do legitimado por bula del Papa. E sobre este de. El Rey de Qranada é los cabeceras que oyeron aquel
bate se juntó mucha gente de los parientes é amigos partido fueron muy alegres ; é prometieron de tor
de la una parte ó de la otra , donde se esperaban nar 4 Zahara, é soltar todos los captivos que ovieso
guerras é otros inconvinientes. Lo qual sabido por en el Reino de Granada, é de dar luego treinta mil
el Rey, oomo quiera que le era necesario partir pa doblas en servicio al Rey é 4 la Reyna. E allende
ra el Andalucía, pero detóvose en aquella cibdad do desto, si les quisiese otorgar tregua, darían una gran
Astorga algunos dias ¡ y embió mandar 4 aquellos suma de doblas en parias cada un afio de quantos
382 CRÓNICAS DE LOS REYES DE CASTILLA.
gela otorgasen. Este Juan de Corral vino con eate
partido al Rey é á la Reyna, é no les dixo las cosas CAPÍTULO xvm.
que el Rey de Granada les ofresció ; pero dixoles
que el Rey de Granada les restituiría á Zahara, é De la guerra que se eontind contra las lalai de Canaria.
con ella les daría otros castillos é villas del Reino Dicho habernos como la Reyna mandó facer grand
de Granada, que son frontera de Castilla, é soltaría armada por la mar para ir á conquistar las islas da
todos los christianos que estaban captivos, é darían Canaria , é como embió por capitán á un caballero
una gran suma de doblas si le tornasen la cibdad qne se llamaba Pedro de Vera, natural de la cibdad
de Alhama. deXerez de la Frontera, el qual ganó algunas vi
Al Rey é á la Reyna plogo de aquel partido, é llas de aquellos Canarios. Esta conquista siempre se
acordaron de le restituir á Alhama, é les dar treguas continó por aquel capitán con la gente é provisio
por ciertos años, compliendo ellos aquello que aquel nes que la Reyna le embiaba en la flota, que conti
Juan de Corral de su parte los ofreacia; porque era namente tenia en la mar ; los quales ganaron las is
mucho mas en cantidad y en calidad de lo que Al las que se dicen la gran Canaria, en la qual aquel
hama era- E mandaron dar su carta á este Juan de Pedro de Vera é la gente de su capitanía pasaron
Corral condicionalmente : conviene á saber que en grandes trabajos , ansí de las cosas necesarias al ves
tregando los moros aquellas villas é castillos , é las tir é al comer, porque habían de esperar que les vi
doblas é los captivos que prometían , le daban fa niese por la mar, como en la guerra que habían con
cultad para que de su parte les prometiese que Al aquella gente bárbara. Los quales, como quiera qne
hama les seria restituida. Este Juan do Corral fué no tenian armas, pero peleaban con piedras ópalos
con este poder, firmado de los nombres del Rey é agudos con pedernales, é los tiros que facían eran
de la Reyna, é sellado con su sello real, al Rey mo tan ciertos, que ninguno erraba donde quería dar ;
ro. El qual oidas las palabras blandas , é promesas é tiraban recio, que pasaban una adarga, é con tan
graciosas que le fizo, mirando solamente á la firma grand osadía arremetían á ferir, que posponían el
é al sello del Rey é de la Reyna, é no examinando morir por el matar. Estos Canarios andaban desnu
el poder limitado que dieron , ni la condición que dos de la cintura arriba, é con yervas é pellejos se
en él se contenia, dieron á eate Juan de Corral cier cubrían do la cintura abaxo , y eran muy diestros en
tas doblas é captivos, con lo qual muy contento de el polcar por el oontino exercicio que tenian en las
si inearao, porque había sabido engañar á los moros, guerras que habían unos con otros. Esta isla de la
vino para el Duque de Náxera. El Rey de Granada gran Canaria fuera dificil de so ganar, salvo porque
conoscido el engafio que aquel escudero habia fe habia en ella dos reyes contrarios uno de otro ; y
cho, embió á decir con sus exeas al Duque de Ná el uno por haber venganza del otro su enemigo, se
xera la contratación engañosa que con él habia fe juntó con este Pedro de Vera capitán, é con el ayu
cho aquel escudero, é lo que le habia dado , porque da que le di6, fué vencido el Rey su contrario. E
le mostró poder del Rey é de la Reyna. E que no le aquel capitán se apoderó de toda la isla, é la puso
habia engañado Juan do Corral, sino la firma ó se en obediencia del Rey é de la Reyna ; y embió á
llo que vido de tan altos é tan poderosos reyes ; los este rey que le ayudó é á su muger á la villa de
quales á semejantes mensageros no debian confiar Madrid (1), do el Rey é la Reyna estaban ; los qua
sus cartas limitadas ni en otra manera, porque so les mandaron proveer de todas las cosas necesarias
color dellas las gentes ignorantes no recibieson en á ellos é ¿ todos los Canarios que con ellos vi
gaños. El Duque do Náxera sabida la manera de nieron.
aquel engaño, embió aquel Juan de Corral á la villa
de Madrid donde el Rey é la Reyna estaban ; á loa CAPÍTULO XIX.
quales embió á decir la querella que los moros te
nían, por la manera que había tenido para los enga Como los moros desbarataron al Maestre de Santiago, é ti Mar
ñar. El Rey é la Reyna fueron muy indinados con qués de Calis, i i olroa caballeros é capitanes.
tra aquel escudero, é mandáronlo prender, y embiá- El Maestre de Santiago Don Alonso de Cárdenas,
ronle preso al Duque de Náxera ; al qual embiaron á á quien el Rey é la Reyna dieron cargo de la fron
mandar que le ficiese restituir luego las doblas é tera do los moros por la parte de Ecija, é Don Ro
otros qualesquier dones que habia recebido de los drigo Ponce de León, Marqués de Cáliz, fueron in
moros ; é mandaron pagar el rescate que fué apre formados por algunos adalides que podrían faoer
ciado por los captivos christianos que habían solta guerra á los moros que vivian en unas grandes sier
do. E si luego no lo restituyese, que gelo entregase ras cercanas á la mar, que se decían el Axarquia, é
preso , para que ficiesen dél lo que les ploguiese, que habia un lugar cercano de la cibdad de Málaga
porque ninguno de sus mensageros no oviese causa por donde las batallas de la gente que llevasen po
de engañar con color de sus letras. El Duque de drían entrar é salir seguramente sin recelo de ;
Náxera, visto el mandamiento del Rey é de la Rey
na, embió preso aquel Juan de Corral á la cibdad de
Antequera; en la qual estovo preso en poder del Al- (1) Pné esto por Junio de este aBo. De las Islas Canarias j sai
conquistas j medios como Pedro do Vera traxo uno de los dos re-
cayde , fasta que enteramente restituyó todo lo que jes 1 Castilla , habló raur largamente el Cura de loa Palacios.
habia habido de los moros. ¡Ult. it ln Reya Cttil., cap. 64, 65 y 06,
DON FERNANDO E DONA ISABEL. ¿8á
bir daño de los moros. E porque sabían que en Má todo aquel dia é la noohe siguiente. E como aquella
laga había por estonces pocos hornea á caballo, co tierra adonde habian acordado de ir es metida en
mo estos caballeros fnerón avisados del estado de tierra de los moros, no pudieron llegar allá fasta
la tierra, acordaron de juntar sns gentes. E ficíéron- otro dia Jueves. Aquel dia ya bien tarde llegaron á
lo saber á Don Juan de Silva , Conde de C¡ fuentes, algunas aldeas , que son en aquella tierra de Anar
que estaba por guarda é Asistente de la oibdad de quía; é por ser mucha la gente de los christianos, é
Sovilla, é á Don Alonso, Sefior de la casa de Agui- haber tardado tanto en la entrada, fueron sentidos
lar, é á Don Pero Enriques, Adelantado del Anda antes que entrasen ; é los moros ovieron lugar de
lucía ; los qualea con sus gentes se juntaron oon el alzar sus ganados é bienes, é se retraer á las torres
Maestre é con el Marqués de Cáliz para facer aque é sierras é otros lugares fuertes que estaban en aque
lla entrada. Juntáronse ansimesmo con estos caba lla tierra. E por esta causa los christianos no pudie
lleros Bernardino Manrique, fijo de Garci Fernandez ron tomar salvo pocos ganados é prisioneros; pero
Manrique, que tenia la guarda é la justicia de la quemaron algunas aldeas que fallaron despobladas.
cibdad de Córdoba, 6 Juan de Robres, Alcayde é Aquellos caballeros é capitanes que llevaban la de
Corregidor de la cibdad de Xerez , con las gentes lantera, é algunos otros, se derramaron por todas
de aquellas oibdades ; é los Alcaydes de Antequera partes á buscar robos de ganados é de prisioneros;
é Morón é Archidona é de otras fortalezas cercanas el Maestre iba en la retaguarda, é llevaba su gente
de tierra de moros ; é ansimesmo Juan de Almaraz junta. E pasando por una aldea de las quemadas
é Bernal Francés, capitanes de cierta gente de ar que bo llamaba Molinete, salieron los moros que es
mas de las hermandades , á quien el Rey é la Reyna taban recogidos en el castillo ; é como vieron á la
mandaron que estoviesen en aquella frontera á la gente de caballo que el Maestre llevaba metida en
gobernación del Maestre de Santiago. Estos caba unos grandes ramblas é barrancos, donde los caba
lleros juntaron sus gentes de á caballo é de pié. E lleros no se podían bien rodear con los caballos, sa
porque tantos é tales caballeros , é con tanta gente lieron de la fortaleza é pelearon con ellos. Y en
facían entrada en tierra de moros, otros algunos de aquella facienda recibió el Maestre dafio en los su
las cibdades de Sevilla, é de Córdoba, é de Ecija, é yos, que los veia ferir é matar sin los poder socor
de aquellas comarcas , dellos movidos por servicio rer, ansí porque estaba defendiéndose de los mo
de Dios, otros por ganar honra, é otros por haber ros , como por la mala dispusicion de los lugares ; y
robos, se movieron do su voluntad á ir con ellos. embió llamar la gente que iba delante, que le vi
Porque creian, según la mengua de gentes é de ca niesen á Bocorrer. El Marqués de Cáliz quando sopo
ballos é las otras fatigas qne los moros de cada dia que los moros peleaban con el Maestre , é le facian
habian recebido, que no ternian fuerzas para resis dafio en su batalla, tornó á le socorrer con la gente
tir al poder que estos caballeros llevaban. Todos es de caballo é oon algunos peones que pudo recoger.
tos capitanes con sus gentes se juntaron en la cib E con el Bocorro que el Marqués fizo, los moros se
dad de Antequera, donde ovieron diversos conse retraxeron, y el Maestre é su gente pudieron salir
jos. El voto de algunos era que entrasen unos á unas de aquellos malos pasos en que estaban metidos. Los
partes, é otros á otras. Algunos caballeros que sa otros caballeros é capitanes que iban en la delante
bían aquella tierra, dixeron que la aspereza de ra, habian quemado algunas aldeas é andaban der
aquellas montarlas era defensa de las gentes que las ramados buscando ganados é prisioneros. E porque
moraban ; é que quando los venciesen habrían poco no sabían los malos pasos que en aquella tierra ha
provecho , porque eran pobres de ganados y ellos bía, metíanse en tales valles é angosturas, que re-
se defenderían en las sierras y en los lugares áspe oebian algunos daños de los moros que salían á ellos
ros, é decían qne en las guerras no se debia aven de unas partes é de otras , veyéndolos abarrancados.
turar lo mucho por haber lo poco. Al fin por aviso El Conde é Don Alonso y el Adelantado, como so-
de aquellos adalides acordaron de entrar en aque pieron que los moros peleaban con el Maestre é con
llas partes, é ordenaron sns batallas en esta mane el Marqués, recogiéronse, é vinieron donde el Maes
ta. Don Alonso , Sefior de la casa de Aguilar, y el tre y el Marqués estaban ; los quales juntos, porque
Adelantado del Andalucía tomaron cargo de llevar conocieron que la dispusicion de aquella tierra era
el avangnarda, é con estos iban por guiadores los mas para recebir dafio que para lo facer, especial
adalides. Después de aquella batalla iba el Conde mente porque todos los homes é mugeres eran re
de Cifuentes, do iban algunos homes principales de traídos con sus bienes, acordaron de dexar la presa
la cibdad de Sevilla. El Marqués de Cáliz iba des de algunos ganados que habian tomado, porque les
pués desta batalla con la gente de su casa, é otros impedia la salida, é volver á tierra segura. E man
algunos caballeros del Andalucía. La reguarda lle daron á los adalides qne los guiasen para salir de
vaba el Maestre de Santiago con los caballeros de aquollas ramblas é lugares ásperos. Los adalides á
su Orden, é de la cibdad de Ecija. Estos caballeros quien cometieron la guia, pensando llevar la gente
é gentes llevaban gran recuage de acémilas é bes por lugar mas seguro, tomaron camino de nna sier
tias, en que iban provisiones para los días que en ra tan alta é tan fragosa, por donde el peón podía
tierra de moros estoviesen. Las batallas ordenadas andar á gran pena. Los moros todo aquel dia é la
en esta manera, partieron de la cibdad de Anteque noche pasada, según bu costumbre, ficieron gran
ra un dia Miércoles del mes de Marzo , é andovieron ( des fuegos por muchas partes en las cumbres de las
864 OBÓNIOAS DE LOS fc tes de Castilla.
sierras y en otros lagares altos ; é juntáronse mu cosario descender á otro valle. E los moros ovieron
chos de los que moraban en aquella serranía, é to lugar de se poner entre la batalla del Marqués é del
maron la delantera por donde iban los christianos, é Maestre é de los otros caballeros, de manera que no
dende aquellos lugares facian en ellos grandes da podian socorrer los unos á los otros , ni menos los
ños con piedras é saetas que tiraban por los lados que estaban juntos se podian ayudar; porque cada
en la reguarda que llevaba el Maestre. E los chris uno trabajaba lo que podia por se salvar de los ti
tianos trabajando por salir de loa malos pasos don ros de piedras é saetas que por todas partes tiraban
de estaban metidos, sobrevino la noche. B recelan los moros que sabian bien aquella tierra é los malos
do que en aquel camino por do eran guiados no re lugares donde la fortuna metió los christianos. El
cibiesen mas daño , volvieron á pasar un arroyo fon Marqués de Cáliz , que pasó adelante, metióse con
do debaxo de una sierra fragosa, que los moros ha la gente que le quedó en un valle , pensando en él
blan ya subido. Quando los moros vieron á los chris estar mas seguro, é recoger los otras gentes que ve
tianos metidos en aquel valle angosto, desde las nían en la rezaga. E alguna parte de los moros que
alturas tiraban piedras y esquinas, é mataban mu tenian tomada la delantera, salieron al encuentro, é
chos christianos ; é algunos de los que se aventura pelearon con él é con la otra gente que le pudo acom
ban á subir la sierra por escapar, morían oayendo de pañar. E como quier que fizo rostro á los moros ó
los barrancos altos, porque la oscuridad de la noche poleór con ellos , pero como su gente estaba cansada
los impedia, de manera que ni veían, ni sainan el del trabajo que habian posado en subir aquellas
tino por do habian de subir. E oyendo los alaridos Bierras, é muchos dellos feridos, é los moros salían
de los moros , é turbados con la oscuridad de la no todavía mas de refresco , é sabian loa pasos donde
che é con la aspereza del lugar, enflaquescian , é no podian pelear á su salvo; los que estaban con el
sabían que remedio diesen á la perdición que veian; Marqués no pudiendo sofrir la fuerza de los moros
é sufriendo esta pena estovieron fasta la media que entraban ya por ellos , fueron desbaratados ; ó
noche. los que tovieron fuerzas para fuir se pusieron en
El Maestre é aquellos caballeros é capitanes, ve- fuida, é todos los otros fueron muertos é presos. El
yendo á sus parientes á criados é á las otras gentes Marqués visto el destrozo de los suyos, tomó otro
de sus capitanías, á unos caer muertos, é á otros llo caballo, porque el suyo ya estaba oansado é mal fe-
rar sus feridas, é á otros gemir su flaqueza; ó como rido, é guiándole un adalid por una sierra alta quo
no tenian fuerzas para pelear, ni con el cansancio duraba quatro leguas, se pudo salvar. E los moros
do la noche é de los días pasados podian salir de siguieron el alcance fasta media legua, matando é
aquella fondura do estaban señoreados de los mo captivando muchos de los christianos. Allí en aquel
ros: a Muramos, dixo el Maestre, faciendo camino destrozo mataron los moros á Don Diego, é á Don
»eon el corazón, pues no lo podemos facer con las Lope, é á Don Beltran , hermanos del Marqués , é á
» armas, é no muramos aquí muerto tan torpe. 8u- Don Lorenzo, é á Don Manuel, sus sobrinos, é otros
abamos esta sierra como hornea, é no estemos abar- muchos de sus parientes é criados, é de los otros
)i raneados esperando la muerte, é veyendo morir quo se llegaron á su compañía. El Maestre de San
«nuestras gentes, no las pudiendo valer.» E dicien tiago y el Conde de Cifuentcs y el Adelantado é Don
do estas palabras, del los á caballo, del los á pié, acor Alonso de Aguilar é los otros capitanes con las otras
daron de se poner al peligro que podian recebir en gentes que quedaron en una ladera de aquella sier
la subida de la sierra, é no al que veian estando en ra, como estaban muy cansados y enflaquecidos de
aquel valle. E defendiéndose cerno mejor pudieron, los trabajos de la noche é de los dios pasados, é no
subieron fasta donde los moros estaban. En aquella sabian los pasos de aquella sierra, caian muchos al
subida se perdió el Alférez del Maestre con su se fondo del valle. Otros se metían en poder de los ene
ña, que se llamaba el Comendador Diego Becerra, migos, porque elogian autos perder la libertad quo
cuya era Torre Mozia ; ó murió peleando un caballe la vida, pues no podian pelear. Los moros daban
ro primo del Maestre que se llamaba Juan Osorio, é grandes alaridos con el orgullo del vencimiento ; ó
Juan de Bazan , Señor do la Granja ; ó otros muchos los christianos gemian las muertes que veian de los
de sus parientes ó criados, é do los otros caballeros suyos, é las que ellos esperaban. Los caballeros é ca
que trabajando por subir á lo alto, calan con la pitanes principales puestos en angustia é no veyen
fuerza de las esquinas é piedras grandes que los do reparo, estaban turbados, é fallecíales el conse
moros derribaban. El Marqués que subió por otra jo, porque todas sus gentes estaban derramadas por
parte guiandolo un adalid, pasó adelante do aque aquellas sierras, é tan grande era el temor que te
lla sierra con la gente que le habia quedado de su nian , que ninguno sabia de su compañero ni le po
batalla. El Maestro y el Conde de Ciftientes é Don dia ayudar. A tal estado vinieron los christianos en
Alonso de Aguilar y el Adelantado é los otros espí aquella hora, que ni oían señal de trompeta, ni
tanos, que habian de seguir la vía que el Marqués veian seña que guardasen, ni donde se acaudilla
llevaba, ansí porque quedaron peleando con los mo sen. El Maestre de Santiago, visto el perdimiento
ros, como porquo fueron impedidos con la oscuri de aquella hueste-, dixo: «O Dios bueno, grande es
dad de la noche, é turbados veyéndose rodeados de «por cierto la ira que el día de hoy has querido mos-
los moros por todas partes , no pudieron seguir el utrar contra los tuyos, pues vemos que la gran
camino que el Marqués habia. llevado, é fuéles ne- I desesperación que estos moros tenian, goles hay
DON FERNANDO É DOÑA ISABEL. 885
(convertido en tal osadía, por* que sin armas ha- no lo pudo conocer, sino solo Dios , en cuya mano
»yan victoria de nosotros armados.» Algunos de sus son los vencimientos de las batallas. Pero según el
parientes é criados qne con él estaban, le dizeron: juicio de los hornee, bien se mostró haber aeaescido
«Ya vedes, Señor, este perdimiento; dezad el cs- por el orgullo é soberbia que tovieron los christia
»fucrzo para pelear, é habed consejo para escapar, nos, teniendo en poco las fuerzas del enemigo ; é
npues vedes que no hay otro remedio, sino poneros porque olvidaban la confianza que debían tener en
sen salvo, porque no padezcáis vos, é con vos to Dios , la pusieron en la fuerza de la gente (1).
ados estos vuestros parientes é criados, é las otras
Agentes que ha placido á Dios que queden vivas; CAPÍTULO XX.
i) porque vuestra estada aqui no sea causa de perdi-
ncion de todos.» Eeto mesmo decian sus parientes é De como el Conde de Cabra y el Alcajde de los Poner-lea fencle-
roa en batalla al Rey de Granada, e le preudieron.
criados á cada uno de los otros caballeros. El Maes
tre porque no veia lugar de pelear, é conoció que to Contado habernos la división que habia entre los
dos perescerian si él allí esperase, dizo : «No vuel- moros, é como la mayor parte de Iob principales de
»vo las espaldas por cierto á estos moros, pero fu aquel Reyno de Granada dezaron al Rey que tenían,
tí yo, Señor, la tu ira, que se ha mostrado hoy con- é se juntaron con su fijo mayor, é le alzaron por Rey;
ttra nosotros por nuestros pecados, que te ha placi- é como durante esta división los moros tenían entre
»do castigar con las manos dcstas gentes infieles.» si guerra, allende de la que los christianos les fa
E luego le dieron un caballo , porque estaba á pié ; é cían. El Rey Moro que se llamaba Alitnuley Bahab-
guiándole un adalid por lugares muy ásperos se dolí , veyendo que su poder era mayor que el de su
salvó. Salieron ansimesmo el Adelantado, é Don padre, é conociendo que los moros tenian afición á
Alonso de Aguilar, cada uno por su parte , subien aquel Rey que mayor guerra facía á loa chrietianos,
do aquellas sierras por lugares fragosos , porque los juntó la mas gente de pie é de caballo que pudo ha
moros no los siguiesen. Muchos Lomes que estaban ber en el Reyno de Granada. É considerando que la
á caballo fueron muertos é presos en aquel desbara frontera de Córdoba, é de Écija, é de todas aquellas
to ; porque fuyendo por las cuestas altas, los que partes , por el desbarato que Iob christianos ovieron
estaban á pié se asían á las colas de los caballos, por en el mes de Marzo pasado , estaría menguada de
haber mas fuerza para subir ; é los caballos no pu- gente , é que no fallaría resistencia ; acordó de en
diendo sufrir el trabajo de la subida, caian é que trar en tierra de christianos, é puso real sobre la vi
daban en el camino el caballero y el peón. El Con lla de Lucena, que es del Alcayde de los Donceles,
de de Ciflientos con algunos de los suyos que se fa é taló los panes é vinas de aquella villa, é de la vi
llaron con él en un lugar muy estrecho, voy endoso lla de Aguilar, é de otros lugares de la comarca. La
cercados por todas partes , é que no podían escapar nueva dcBta entrada vino á Don Diego Fernandez
peleando, por la multitud de las piedras é saetas que de Córdoba, Conde de Cabra, que estaba en la su
le tiraban , se dio á prisión , é fué llevado él y otro villa de Baena; é luego juntó la mas gente que pu
su hermano, que se llamaba Don Pedro de Silva, á do, é fué para la villa de Lucena, donde sopo que
la cibdad de Granada, con algunos otros de los su estaba el Rey de Granada con toda su gente, é allí
yos que pelearon con él. Los moros siguieron el al Be juntó con él el Alcayde de los Donceles. Como
cance por todas partes donde iban los christianos los moros sopieron que el Conde venia contra ellos,
fuyendo, é prendieron muchos dellos , é otros algu ovieron bu acuerdo de alzar el real, é volver oon
nos que tiraron por diversas partes se salvaron. Per toda la oavalgada que llevaban para la cibdad de
dieron allí los christianos todas las armas que lle Loza. El Conde de Cabra y el Alcayde de los Don
vaban, é la mayor parte de los caballos, é todo el celes, teniendo menor número de gente á caballo é
fardage , que era en gran cantidad ; é fueron presos á pie que tenia el Rey de Granada , movidos mas
los Alcaydes de Antequera é de Morón , é Juan de por alguna inspiración divina que por ninguna ra
Robres, é Bernardino Manrique, é Juan de Pineda* zón humana, acordaron de seguir á los moros, é
é Juan de Monsalve, é otros muchos caballeros prin pusieron tal diligencia, que los alcanzaron fasta le
cipales, que fueron en aquella entrada. E la victo gua é media de Lucena, en un lugar que se llama el
ria de los moros fué tan grande , y el esfuerzo de Arroyo de Martin González. É como fueron á vista
los christianos tan pequeño, que dos moros desar dellos, pusieron toda su gente en una batalla, y es-
mados prendían cinco ó seis christianos de los que
andaban perdidos por aquellas sierras, é los lleva (1) En el MS. del Señor Nava ae alade lo siguiente: • La qual
ban 4 la oibdad de Málaga , que era cerca de aquel • escasaran, si al salir fueran Jautos con loi adanes de Milaga:
lugar donde fué este desbarato. E algunas mugeres »6 porque no dieron tantas (radas i Dios quantas hablan de dar
moras salían de la cibdad de Málaga, é prendían los ■por la toma de Alhama ; qne muchos dellos llevaban dineros pata
christianos que fallaban derramados é perdidos por •comprar el despojo de los moros, de manera qne Iban mas i
•mercadear qne a servir! Dios: porque pensaban qne habla de
los campos. Falláronse allí mil captivos é mas que •ser el despojo como el de Alhama.» Sucedió esta derrota dia de
fueron llevados á otras partes. San Benito, i il de Mareo, como apunta el samarlo de Gallndei, y
Este desbarato que ovieron los christianos fué mas largamente el Cura de los Palaeios, que cuenta mas por me
grande , lo qual en lo público pareció haber seydo nor este hecho , y dlserepa sigo en el numero de los muertos y
prisioneros, que hace subir bastí mil y quinientos. Berntlá., ca-
por la mala guia de los adalides; lo secreto ningu- finito 60.
Cr—UL M
386 CRÓNICAS DE LOS RETES DE CASTILLA.
peraron los peones que traían, é amonestáronles cultad que el Conde trajese en el escudo de sus ar
que ficiesen lo que buenos christianoB é hornea es mas, y en las orlas que están en circuito del escu
forzados deben facer ; é que esperaban en la mise do. Cogido el despojo , é traído el Rey Moro ante el
ricordia de Dios, y en la Virgen gloriosa su madre, Conde de Cabra , visto como poco antes la fortuna
que les daria victoria de aquella gente infiel. Algu le dio poder de rey, y el infortunio le puso tan pres
nos veyendo que los moros eran en número mucho to en estado de subjeto, por le consolar le dixo
mayor que los christianos , fueron turbados, é de que si como home discreto le considerase el presu
cían que con mayor deliberación debian salir al roso movimiento de las cosas humanas , ni la pros
campo , é con mas gente debieran seguir los enemi peridad que poco antes tovo le debia alterar, ni la
gos, é ponerse en aquel lugar do estaban ; é quisie adversidad que tan presto le vino le debia entriste
ran facer por su voluntad lo que la vergüenza les cer. Porque ansí como el bien pasado no tovo fir
iuipidia. El Conde cuando vido los ánimos de aque meza, ansí el mal presente se puede mudar. E con
llos dubdosos é algo enflaquecidos, esforzábalos di estas, é con semejantes palabras consolándole, ó
ciendo que la vida en poco tiempo se pasaba, ó guardándole la honra que debia como á rey, lo lle
con pequeña dolencia se atajaba, é que la debian vó preso á la su villa de Baena. Sabido por los mo
aventurar por haber fama loable si venciesen, é ros este desbarato, é como su Rey era preso, algunos
gloria si allí muriesen ; é que en tal lugar estaban caballeros de aquel Reyno , que le obedecían por
puestos, donde toda esperanza de la vida estaba rey, se tornaron á la obediencia del Rey su padre.
puesta en el esfuerzo, é no en la fuida. Y esforzan
do toda su gente con semejantes razones, fueron CAPÍTULO XXL
contra los moros.
Los moros venian en tres batallas : en la una ve Como el Rey entró en la vega de Granada, é de la Uta qna
Oto.
nia el Rey de Granada, en la otra venia el Algua
cil mayor, y en la otra venia por capitán el Alatar El propósito del Rey é de la Reyna era continar
de Loxa. El Rey de Granada y estos capitanes mo la guerra que tenian comenzada contra los moros.
ros quando vieron que el Conde de Cabra y el Al- E acordaron que este año se ficiese tala en la vega
cayde de los Donceles con sus gentes venian contra de Granada , é para la facer mandaron apercebir á
ellos en batalla, juntaron las tres batallas que traían todos los caballeros é gentes que moraban en aque
en una. E los peones moros siguieron adelanto su llas partes del Andalucía, é del Reyno de Toledo,
camino con la cavalgada que llevaban; é los moros é de algunas cibdades é villas que son allende los
con gran alarido é muy gran denuedo vinieron con puertos hasta Castilla la vieja ; é mandaron adere
tra el Conde é contra el Alcayde, pensando, según zar todas las cosas necesarias á la guerra. E como
su costumbre de pelear, que los christianos no pu- el Rey vino de la cibdad de Astorga para la villa de
diendo sufrir su arrebatado acometimiento , venci Madrid do estaba la Reyna, luego otro día partió
dos súbitamente de miedo, se pondrían en fuida. E para la cibdad de Córdoba. La Reyna ansimesmo
plogo á Dios é la Virgen su madre de les dar es partió de Madrid, é fué para la cibdad de Sancto
fuerzo para sofrir aquel riguroso acometimiento de Domingo de la Calzada, é fué con ella el Cardenal
los moros. E como los unos estaban ya cerca de los de España , é algunos otros Doctores del su Conse
otros para se encontrar, quan grande fué el arreba jo , para entender en las cosas tocantes á la gober
tamiento que ovieron los moros para acometer, tan nación del Condado de Vizcaya , é de la provincia
grande é mayor fué para volver las espaldas ; é de Guipúzcoa, é de todas aquellas partes de Castilla
luego sin esperar los primeros encuentros, se pu la vieja, é de otras cosas tocantes al casamiento
sieron en fuida. Y el Conde y el Alcayde do los que era movido del Principe Don Juan su fijo con
Donceles fueron contra ellos matando é captivando la Reyna de Navarra, que según habernos dicho,
fasta un lugar que Be llama Xezna, que es cinco subcedió en aquel Reyno por la muerte del Rey Fe-
leguas de Lucena ; é tomaron toda la cavalgada bus su hermano. E como el Rey llegó á Córdoba, no
que Iob moros desampararon. La nueva desto des se detovo en aquella cibdad , porque el tiempo de
barato vino á Don Alonso de Aguilar que estaba facer la tala se pasaba. E luego partió para la villa
en la cíbdad de Antequera, é cavalgó luego con la de Almodovar, é fueron con él el Duque de Náxe-
gente de caballo que pudo haber, é púsose en el ra, y el Duque de Allmrqu erque, y el Maestre de
atajo de los moros que iban fuyendo , é captivo é Santiago, y el Marqués de Villena, y el Marqués
mató muchos dellos. En aquel lugar se fallaron de Cáliz, y el Conde de Cabra, é Don Pedro Puer-
muertos fasta mil moros, allende de los que murie tocarrero , Conde de Medellin , ó Don Garci Lopes de
ron en otras partes; é fué preso el Rey de Granada, Padilla, Maestre de Oalatrava, y el Conde de Mon
é murieron algunos Alcaydes é cabeceras del Rey- te-Rey, é Don Gutierre de Sotomayor, Conde de Be-
no de Granada, en especial murió el Alatar que era lalcázar, é Don Pedro de Acuna, Conde de Buendía
Alcayde é capitán de Loza, é fué tomado el recuaje é Adelantado de Cazorla, é Don Iñigo López de
que traían, é fueron traídos presos á la villa de Lu Mendoza, Conde de Tendilla, é Don Juan de Gua
cena é Aguilar muchos dellos. E fueron tomadas rnan, fijo del Duque de Medinasidonia, é Don Enri
nueve banderas, las quales con la cabeza de un Rey que Enriquez , Mayordomo mayor del Rey, é Luía
puesta en una cadena, el Bey ó la Reyna dieron fa Fernandez Puertocarrero , Señor de Palma, é Bo
DON FERNANDO É DOÑA ISABEL. 887
(trigo de Ülloa, su Contador mayor, é Don Fernan Don Juan de Silva, Conde de CSfuentes, su herma
do de Velasco , capitán de la gente del Duque del no, que estaba preso en Granada. En la esquadra
Infantadgo , y el Alcayde de los Doncelee , é Don de la rezaga mandó ir al Conde de Buendia, é á
Francisco de Estúfiiga , fijo del Duque de Plasencia. Don Juan de Sotomayor, Sefior de Alconcbel, é á
Vinieron ansimesmo á servir al Rey é á la Berna Don Fernando de Velasco, capitán de la gente del
una gente que se llamaba los Suizos , naturales del Duque del Infantadgo , é á la gente del Duque de
Beyno de Suecia (1), que es en la alta Alemana. Medinaceli, é á Martin Alonso , Sefior de Montema-
Estos son hornea belicosos, é pelean á pié, é tienen yor. Los peones mandó repartir en esquadras, cada
propósito de no volver las espaldas á los enemigos; una con su capitán en los lugares convinientes. E
é por esta causa las armas defensivas ponen en la con el artillería é fardage iban otras gentes á caba
delantera, é no en otra parte del cuerpo, é con esto llo é á pié de las cibdades de Sevilla é de Córdoba é
son mas ligeros en las batallas. Son gentes que de Écija é de toda el Andalucía con sus capitanes.
andan á ganar sueldo por las tierras , é ayudan en Ordenadas las batallas en esta manera que habe
las guerras que entienden que son mas justas. Son rnos dicho, el Rey fué fasta un lugar que se llama
devotos é buenos christianos ; tomar cosa por fuer ba la Cabeza de los Ginetes. E otro dia entró mas
za repútanlo & gran pecado. adentro en tierra de moros, é mandó asentar su real
Como todas las gentes que el Rey mandó llamar junto con Illora, que es villa muy fuerte de moros;
fueron juntas, partió de la villa de Almodovar, é de la qual salieron algunos moras á escaramuzar
poniendo sos reales llegó fasta un lugar que dicen con la gente de caballo que iba en la delantera, é
el Carrizal ; é alli esperó el artillería que iba en su con los peones que iban con elloB. Los quales pelea
hueste, ansimesmo todo el recuage de los mante ron é retraxeron á los moros , y entraron juntamente
nimientos é otras cosas. E mandó facer alarde de la peleando con ellos por el arrabal. Los moros visto
gente que llevaba, é falló que estaban juntos en que el arrabal era tomado , retraxéronse á la villa.
aquel real fasta diez mil hornea de caballo á la gi- E como los christianos se apoderaron del arrabal, el
neta é á la guisa, é veinte mil hornea á pié, é otros Rey mandó quemar algunas parvas de panes, que los
treinta mil peoneB diputados solamente para talar. moros tenian pueBtas bien cerca del muro de la vi
E allende deeto iban en aquella hueste otra gran lla, recelando la tala que el Rey entraba á facer en
copia de gentes que tenian cargo de ir con las bes aquella tierra. E los moros por defender los panes
tias que llevaban los mantenimientos para bastecer del fuego , é los christianos por los quemar, pelea
la hueste. Otrosi los que llevaban los bastimentos é ron los unos contra los otros , é fué entre ellos bien
cosas necesarias para proveimiento do la cibdad de ferida aquella escaramuza. En la qual los christianos
Alhama. En esta hueste iban con los bastimentos é recebian dado de los tiros de piedras é saetas é es
artillería fasta ochenta mil bestias de recuage. E pingardas, que los moros timban desde el muro, por
mandó el Rey ordenar las batallas de la gente de defender los panes. El Rey visto el daño que rece
armas é de pié en esta manera. Al Maestre de San bian los suyos, fizólos retraer de la pelea; é mandó
tiago, é al Marqués de Cáliz, é á Don Alonso de á los artilleros que tirasen con los ribadoquines al
Aguilar, é á Luis Fernandez Puertooarrero , 8e- muro, é á los otros lugareB do estaban los moros de
fior de Palma , mandó llevar el avanguarda con las fendiendo, é de aquellos recebian los moros tanto
gentes de sus casas. A Don Garci López de Padilla, daño, que desempararon los lugares donde defen
Maestre de Calatrava, é al Conde do Monte-Rey dían laa parvas , é los christianos ovieron lugar de
mandó ir en otra esquadra. A Don Francisco de ponerles fuego , aunque estaban bien juntos con el
Estúfiiga con la gente del Duque de Plasenoia su muro de la villa. Mandó ansimesmoel Rey quemar
padre, é del Maestre de Alcántara su hermano man todo aquel arrabal, é quedó la villa destruida por
dó ir en otra esquadra. Al Conde de Belalcázar, é á la gran tala que en todo aquel término se fizo. An
Don Fadrique, fijo del Duque de Alba, mandó que simesmo mandó al Conde de Cabra, é á Don Alonso
fuesen en otra esquadra. Al Duque de Náxera con de Aguilar, que fuesen á una villa que se llama
la gente desu casa é con la gente de las cibdades Monte Frió á la talar con dos mil homes á caballo, ó
de Jaén é Ubeda é Baezn mandó ir en otra esquí: diez mil peones taladores. Estos caballeros cumplien
dra. Al Duque de Alburquerque, é á Don Juan de do lo que el Rey les mandó, fueron luego, é pusieron
Quzman, fijo del Duque de Medinasidonia, mandó toda la gente de armas á la puerta de la villa, por
ir en otra esquadra. En la batalla real donde iba su resistir á los moros si saliesen á defender la tala;
persona, iban mil caballeros, los quinientos homes entretanto que los peones taladores talaron todas
de armas á la guisa con caballos encubertados, é las huertas é panes, é otras cosas que en el término
otros quinientos á la gineta ; estos eran todos cria de aquella villa fallaron en circuito de una legua.
dos suyos é do la Reyna, que andaban continos en
su guarda. E mandó á Don Diego López Pacheco, CAPÍTULO XXII.
Marqués de Villena, que fuese por capitán de aque
lla batalla, en la qual iba por Alférez de su estan De como se lomó la villa de Tajara.
darte real Don Alonso de Silva que lo servia por Feoha la tala de aquellas villas , el Rey vino con
toda su hueste á otra villa que se llamaba Tajara, ó
(I) Asi dice el original que no» ilrve de texto. puestas sus batallas en órden venían por el camino
CRÓNICAS DE tOS REYES DE CASTILLA,
los peones á pié que eran señalados para talar, é tillo. Otro dia el Rey mandó tomar al combate, é
derribando molinos, é quemando huertas , é talan tan grande fué la priesa que loa christianos dieron,
do árboles por todos los campos. E allende de lo que los moros no pudiendo defender el muro por la
que los peones taladores facian , la multitud de la multitud de las espingardas é saetas é otros tiros
hueste no dexaba cosa inhiesta dos leguas en der de pólvora que les tiraban , demandaron seguridad
redor de la tierra que pasaban. E como el Rey llegó á los que cambatian. E habido el seguro, embiaron
á aquella villa de Tajara , porque estaba en tal co un alfaquí al Rey , á le ofrescer el castillo , si le plo-
marca, que los que guardaban á Alhama, recebian guiese dar seguridad de la vida, é libertad de las
della gran dafio , é los moros de Loza gran ayuda, personas é bienes á los que en él estaban. El Rey
mandóla combatir. E luego los forreros é carpinte como quier que les dio seguridad de las vidas, pe
ros que traia en su hueste, de la madera de los ár ro no les quiso otorgar libertad de las personas , ni
boles que talaron, ficieron bancos pinjados , é man de los bienes, é mandó continar el combate. Algu
tas , é otras cosas necesarias para el combate. E co nos de los moros veyendo que no se podian defender,
mo quier que los moros que estaban dentro eran acordaron de se dar á prisión ; otros decían que de
hornee cursados en la guerra, é aventuraban la vida bían morir en la defensa del castillo. E porque esta
por defender la entrada á los christianos ; al fin no división que tenian les enflaquecía mas las fuerzas,
pudiendo aofrir los combates que les fueron dados, los christianos ovieron lugar de entrar por fuerza
desampararon la villa, é los que pudieron se retra- el castillo, é pusierot encima del muro la seña real,
xeron á la fortaleza, é los christianos la pusieron á é prendieron todos los moros é moras, é fueron ro
sacomano. Entrada la villa , los votos de algunos bados gran cantidad de bienes , é bastimentos , ó
caballeros é capitanes eran que la fortaleza no se armas, é caballos que en él estaban. E de los caba
combatiese , porque deoian que el muro era muy llos é otras cosas de precio que allí se tomaron , el
fuerte, é no había lombardas gruesas con que se Rey fizo merced á algunos caballeros y escuderos
pudiese derribar. El voto de otros era que debia el que con mayor esfuerzo se ovieron en los comba
Rey mandar llegar los bancos pinjados, é tentar tes. E mandó poner fuego á la villa, é derribar los
con los picos el muro, por ver si se podria cavar muros de la fortaleza para escusar el dafio que de
por baxo , para se poner en cuentos. El Roy visto los que allí moraban se siguia á la tierra de los
el parecer de los unos é de los otros , mandó que se chrietianoB. Talada é derribada la villa de Tajara,
combatiese la fortaleza, conociendo que se habian el Rey acordó de ir con toda su hueste á bastecer la
recogido en ella tantos moros é moras de los viejos cibdad de Alhama. E continando aquel camino, la
é criaturas, que no podian tener mantenimientos hueste recibió tan gran fatiga por mengua de agua,
para se sostener, é que la turbación que tenian en que perecieron algunas bestias. Y el Rey fué cons
ver tomada la villa, les quitaria las fuerzas para treñido de abreviar las jornadas fasta que llegó á la
defender la fortaleza. E mandó al Maestre de San cibdad (1), donde la gente ovo refrigerio, con la
tiago, é al Marqués de Cáliz, é á Don Alonso de abundancia de las aguas que fallaron ; é luego la
Aguilnr, que toviesen cargo de combatir la una fizo bastecer con treinta mil bestias oargadas de
parte del castillo, é al Duque de Náxera, é á Luis provisiones. Y entregó la tenencia della á Don Iñi
Fernandez Puertocarrero , mandó combatir por otra go López de Mendoza, Conde de Tendilla, é dióle
parte. E á Don Fernando de Velasco, capitán de la la capitanía mayor de mil hornea á caballo é á pié,
gente del Duque del Infantadgo , mandó combatir que estuviesen con él para la guardar, é facer guer
una de las torres que estaban á la puerta de la for ra á los moros. Bastecida la cibdad de Alhama, lue
taleza. E á Garci Fernandez Manrique mandó que go el Rey mandó mudar el real en la ribera del rio
con la gente de Córdoba combatiese otro pedazo de Cacin , fasta una legua de Alhama. E otro dia
del lienzo de la cerca. Repartidos estos combates, fué á otro lugar, que se llama Malaha ; é mandólo
aquellos caballeros é capitanes, cada uno por su quemar, é fueron derribadas é quemadas fasta tre
parte comenzó el combate. E los moros se pusieron cientas torres , é cortijos , é alearías que estaban en
en defensa é tiraban piedras, é tiros de pólvora, é aquel camino, y en dos leguas de su circuito. Otro
saetas desde los muros é torres , é facian gran dafio dia mandó asentar su real en un lugar que se llama
en los christianos. Aquel combate duró dende la ba Alhendin , que es una legua de Granada, junto
mañana fasta hora de vísperas ; en el qual fueron con la sierra Nevada, donde hay una legua de oli
muertos é feridos algunos fijos-dalgo, especialmen vares, é huertas, é panes, é viñas. E mandó poner
te fué ferido Don Enrique Enriquez, Mayordomo guardas por todas partes en los lugares convinien-
mayor del Rey, de una espingarda en el pié. Los tes , entre tanto que los que talaban derribaban to
moros visto que Ion christianos habian llegado al dos los árboles, é destruían los panes é otras cosas
muro , echaban de arriba manojos de lino é de cá que fallaron. Los moros veyendo la destruicion que
ñamo, bailados en azeyte é pez ardiendo; con los se faoia en su tierra, cometieron á escaramuzar con
quales quemaron algunos bancos pinjados, aman los que tenian el avanguardia, é trabajaban por de
tas. Los christianos que estaban debaxo, desampa fender á los christianos la entrada en aquel lugar.
raron los bancos , que no los pudieron sostener por
el fuego que los moros de arriba habian lanzado. E (1) Fué esta tala y li toma de Tajara por San Juan de Junio de
por esta causa aquel dia no se pudo tomar el cas este ato. Btntli., te/. 63.
DON FERNANDO É DOÑA ISABEL. 589
Los christianos que estaban á caballo, fueron contra
aquellos moros, é retraxéronlos de tal manera, que CAPÍTULO XXIIi.
los peones ovieron lugar de entrar en aquel lugar
de Alhendin, é pusiéronle fuego, é quemaron todas De lis cosas qne pasaron en Córdoba con el Rey moro qní
eslaba preso.
las parras que estaban en las heras cerca de la cib-
dad de Granada. Otro día el Rey fué con todas sus Estando el Rey en la cibdad do Córdoba, vinie
batallas ordenadas fasta bien cerca de la cibdad de ron á él mensageros de la madre de Muley Bahade-
Granada, donde estovo todo el día, entretanto que li, Rey de Granada , que estaba preso en poder del
los taladores andaban talando por todas partes. E Conde de Cabra, é de parte de otros caballeros é ca
como quiera que los moros salieron á escaramuzar beceras del Reyno de Granada, que estaban á su
algunas veces entre los olivares ; pero no pudiendo obediencia , á le suplicar que le ploguiese ponerle
resistir la tala que veian facer de sus frutos, acor en su libertad , é reducirlo á su Reyno ; porque de
daron de enturbiar el agua que iba por las acequias, 10 tener preso , no recebia servicio , é si lo soltase,
de donde los cbristianos se proveían ; de manera ofreciéronle que seria su vasallo , é le daría cierta
que la hueste no se podia aprovechar delta. E por suma de oro cada ano de los que le diese treguas , é
esta causa el Rey mandó mudar su real de aquel cierto número de christianos , quales el Rey esco
lugar é ponerlo ceroa de una villa que se llama giese de los que estaban captivos en tierra de mo
Huécar, porque la hueste no recibiese daño por ros. El Rey oida aquella suplicación, embió mandar
mengua de agua. E mandó á los taladores, que ta al Conde de Cabra que trazóse al Rey de Granada
lasen la vega de Granada por todas partes, é por la é gelo entregase. El Conde obedesciendo el manda
ribera de Guadaxenil ; en la qual tala el Rey durara miento del Rey, partió luego de la bu villa de Bao-
mas tiempo, é pusiera sitio sobre alguna villa, sal na , é vino para la cibdad de Córdoba , é traxo al
vo porque fallescian los mantenimientos que eran Rey de Granada preso , y entrególo al Rey. El Rey
necesarios para proveimiento de la hueste Fecha recibió al Conde , é fizóle grande honor, é no quiso
eeta tala en la manera que dicho habernos , el Rey ver al Rey Moro fasta que acordase si lo debia sol
vino á Córdoba ; é como llegó á la cibdad , mandó tar. E mandó á un caballero de su casa que se lla
pagar sueldo á la gente de armas , é loa jornales á maba Martin de Alarcon que tenia la fortaleza de
los taladores, é á todas las otras gentes que fueron Porcuna, que toviese cargo de la guardar; y em
con él, é mandólos despedir. biolo decir con aquel caballero, que se esforzase, ó
Desta entrada é de la tala que el Rey fizo en el oviese aquel placer que pono á los presos la espe
Reyno de Granada, los moros quedaron destruidos, ó ranza de la libertad. El Rey Moro oida la consola
su tierra tan oprimida, que ovieron acuerdo de enviar ción que el Rey le embió, respondió : «Decid al Rey
sus embaxadores al Rey á le suplicar que les diese «do Castilla mi señor que yo no puedo ser triste es-
treguas por algún tiempo; é como ofreciéronle gran stando en poder de tan altos é poderosos Reyes co
cantidad de oro cada año de los que le ploguiese limo son el Rey é la Reyna su muger , especialmen-
otorgarlas. El Rey oida la embazada del Rey de Gra n te seyendo tan humanos, é teniendo tanta parte
nada , embiolo á comunicar con la Reyna, que esta «de la gracia que Dios da á los reyes que bien ama.
ba en la oibdad de Victoria ; la qual embió á decir 11 Otrosí le decid que días ha que pensaba ponerme
que su parecer, si á él ploguiese, seria que aquella «debaxo de su poderío para recebir de sus manos el
tregua no se otorgase á los moros, si no entregasen «Reyno de Granada, según que lo recibió el Rey mi
ciertas villas é fortalezas del Reyno de Granada por «abuelo del Rey Don Juan su suegro, padre de la
seguridad de lo que habian de dar en parias ; porque i Reyna. E que el trabajo mayor que tengo en esta
ya otras veces les habian seydo otorgadas, é las ha «prisión es haber fecho por fuerza lo que pensaba
bian rompido quando no tenían tal premia quegelas «facer de grado.» E porque era necesario al Rey ve
ficiese guardar. E porque los moros no las quisieron nir á la cibdad de Victoria do estababa la Reyno , é
■ entregar , é otrosí porque el Rey é la Reyna tenían ansimesmo ir al Reyno de Aragón para proveer en
concebido en su ánimo de guerrear todo aquel Rey- la justicia, y en otras cosas que en aquellas provin
no de Granada, no les fueron dadas las treguas que cias ocurrían ; acordó poner fronteros en los luga
demandaron. Y embiaron á mandar que se pusiesen res do era necesario , para que la tierra estoviese
grandes guardas en los puertos, para que ninguna guardada, é se ficiese guerra á los moros. Ansimes
persona pudiese meter mantenimientos, ni pafio, ni mo quiso entender en las cosas que por parte del
otras cosas de las que solían llevar al Rey de Grana Rey moro le eran ofrescidas para las dexar asenta
da. E como quiera que muchos caballeros é otros de das. E mandó á los que procuraban su deliberación,
los que estaban captivos se rescataban por alguna que las declarasen en su Consejo. Los quales en
cantidad de azeyte é ganados é panos é otras algu presencia del Rey, estando en su Consejo el Maestre
nas provisiones ; pero la Reyna no daba lugar, que de Santiago, é Don Garci López de Padilla, Maestre
grande ni pequeña cantidad de proveimientos se de Calatrava , y el Duque de Alburquerque , y el
llevase á los moros por rescate de ningnn christiano. Duque de Náxera , y el Conde de Cabra , y el Mar
E deliberaba de facerles ayuda de dineros en gran qués de Cáliz, y el Marqués de Villena , y el Conde
cantidad para se rescatar, antes que dar licencia de Belalcazar, y el Conde de Coruña, é Don Alonso,
para que oviesen los moros provisión alguna. Señor de la oasa de Aguilar, é Rodrigo de Ulloa, su
590 CRÓNICAS DE LOS REYES DE CASTILLA.
Contador mayor , é otros caballeros é dotores de su «cansa con los Albanos bus amigos é parientes , no
Consejo, ó algunos capitanes é alcaydes de la fron «por otro respecto, salvo por no dexar en ocio su
tera ; los mensageros moros dizeron que si el Rey «caballería. Pues ¿quanto mejor lo debe facer quien
ponía en libertad al Rey de Granada , él seria su «tiene tan justa, tan santa, é tan necesaria guerra
vasallo, é le serviría, é faria lo que le mandase co «como vos tenéis? en la qual se puede ganar honra
mo su subdito. Otrosí que le daría treoientos chris- «en esta vida é gloría en la otra. Quanto á la segun-
tianos, quales él escogiese de los que estaban capti «da, Vos, Señor, por la gracia de Dios , tenéis bue-
vos en tierra de moros, é doce mil doblas de oro ca «nos capitanes, mucha caballería obediente á vues-
da año de los que le pluguiese otorgar treguas á los «tros mandamientos é de la Reyna nuestra Señora,
lugares del Reyno de Granada, que estaban, ó den «cursada en esta guerra, bien pagada de sus gagos;
tro de ciertos dias estuviesen por él. E para seguri «tenéis villas é castillos cercanos á la tierra de los
dad que lo compliria, prometieron de dar en rehe «moros ; tenéis artillería é todos los aparejos que se
nes un fijo legitimo de aquel Rey, ó otros fijos de «requieren para continarla guerra. Ansí que no sé
Alcaydes é cabeceras del Reyno de Granada de los «yo que consejo seria dexar de seguirla, pues no hay
que estaban á su obediencia. Otrosí demandaron «impedimento para que se deba escusar. La tercera
que el Rey mandase á sus gentes que le diesen fa «es considerar si se pueden forzar las fuerzas del
vor para facer guerra á algunos lugares é fortale «enemigo. E cerca desto no conviene mucho decía-
zas que se habían reducido al Rey su padre duran «rar, pues las vemos tan flacas, que ansí los de la
te su prisión , é á loa otros que le habían estado 6 «una parte, como los de la otra, vienen con tanta
estoviesen rebeldes. E dieron á entender que si el «cuita , que os ofrecen parias , é demandan tregua;
Rey no daba luego Orden en su deliberación , é se «por la qual muchas veces ha Bey do ofrecida á
tardaba algunos dias, todos los caballeros principa «vuestros capitanes alguna cantidad de doblas é
les del Reyno , é las cibdades é villas é castillos é «de captivos christianos, é ni á Vos, ni á la Rey
tierras, que hoy estaban por él , perdida la esperan una ha placido otorgarla. Porque según todos eabe-
za de su libertad, tornarían á la obediencia del Rey «mos, el fin principal vuestro é de la Reyna es fa-
su padre, como algunos ya habían fecho. Oido por «cer guerra, é ganar ol Reyno de Granada, é no ce
el Rey aquello que por parte del Rey floro se ofres- nsar della fasta le dar el fin que deseáis. Eu prose-
cía , quiso saber lo que á los Duques é Muestres é «cucion de lo qual, allende de los peligros, aventu-
Condes é Marqueses, é á los capitanes que con él es «ras é trabajos habidos por vuestra persona real, é
taban en su Consejo parescia. Sobre lo qual ovo di «por vuestros capitanes é gentes ; es cierto que son
versos votos, porque algunos decían que se debía «fechos tantos ó tan inmensos gastos, que sobre-pu
soltar é recebir aquello que so ofrescia ; otros de njan á la cantidad de Iqb parias que estos moros
cían que no lo debía fncor porque no era su servi «ofrescen , ni podrían dar en muchos años. E no sé
cio, antes era mayor la utilidad que se seguía de lo «yo que aprovecharan los llamamientos de vuestras
tener preso, que la que se ofreacia seyendo libre. E «gentes, venidas de los fines de vuestros reynos, ni
porque uno de los principales que sostenían esta «las batallas habidas con los moros , ni las talas é
opinión era Don Alonso de Cárdenas, Maestre de udestruiciones que por vuestra persona real ó por
Santiago , por dar á entender mejor su parescor, di- «vuestros capitanes son fechas en su tierra , ni uie-
xo al Rey : uMuy excelente Rey é Señor, tres cosas «nos sé que aprovecharían los prestidos, los tribu-
»á mi ver deben considerar los Reyes en las con- » toa , las imposiciones puestas en vuestros Reynos,
i) quistas que mueven. La primera, si son justas ; la «si teniendo la guerra para que se pusieron en el es
«segunda, bí tienen aparejo para las seguir;- la ter- atado que la tenéis, la dexásedes agora, para que se
»cera , si pueden forzar las fuerzas dol enemigo. «pierda juntamente con el fruto quo della se espe-
«Quanto á la primera , quien bien mirare las cosas «ra. Ansí menino Vuestra Alteza ve que este Rey
«pasadas en estos vuestros rey nos, después que por «preso, no solamente quiere libertad, mas demanda
»la gracia de Dios, Vos é la Reyna en ellos reynas- «vuestro favor para ganar las tierras del Reyno de
«tes, claro verá que Dios aderezó la paz con quien «Granada, que le están rebeldes. E si vuestras gen-
«la debiades tener, quando la Reyna la concluyó i) tes se han de poner á los peligros que se requieren
«con el Rey de Portogal, é vos despertó a la guerra 'ien ganar la tierra para él, mejor seria que los ovie-
«que sois obligados de seguir, quando los moros «sen ganándola para vos ; porque los provechos de
«rompiendo las treguaB que les distes, tomaron la «las parias que dieren , no son tan grandes que no
«villa de Zahara. Bien creo, Señor, que sabe Vuestra «sean mayores los trabajos que vuestra gente ovie-
«real Magostad, como una de las cosas que los bue- »re, é los gastos quo vos ficiéredes en le poner paci-
»nos Reyes christianos vos han embidia, es tener en «fico en su Reyno. Ni menos se debe tener confian-
«vuestros confines gente pagana con quien no solo »za en la promesa que face de ser vuestro subdito,
«podéis tener guerra justa, mas guerra santa, en «porque sí la necesidad que agora tiene le obliga á
«que entendáis ó fagáis exercitar vuestra caballería; «esta subjecion, la libertad que después toviere le fa
«el qual exercicio no pienso Vuestra Alteza ser po ma salir della. Allende desto , Vuestra real Señoría
seo neoesario para las guerras que nascen en los «prosigue agora guerra contra un rey viejo dolien-
«reynos. Léese en las historias romanas, que Tulio nte, é desamado de los de su reyno ¡ el qual no pue-
«Ostilio el tercero Rey de Roma, movió guerra sin »de bien seguir la guerra por el impedimento de su
DON FEBNANDO É DONA ISABEL. 891
(persona é por la inobediencia de sus subditos. E si szon, que el tiempo y la edad é los caaos nuevos
«este rey preso ponéis en libertad, daisnoB un ene- snotraygan pensamientos nuevos, para que aque-
«migo mozo é sano, en lugar de otro enemigo viejo sllo que una vez nos parece que sabemos, otra vez
íé doliente ; é los moros que agora están sin el ca- ( no lo sepamos ; en lo que en un tiempo nos pare-
» pitan que quieren, oobrarian el rey que desean. De neo provechoso, en otro nos pareoe dañoso é ageno
(donde seguiría, que los enemigos que agora tene «de razón. Esto digo, muy poderoso Bey é Señor,
smos flacos é derramados por falta de buen capitán, s porque la prisión deste rey, é lo que de su parte
(estarían fuertes é juntos con buen caudillo. Ni me- sse ofrece, la división de los moros, la priBion do
(nos debemos tener confianza en la discordia que dos christianos, traen cosas nuevas, que la pruden-
(hay entre ellos ; porque dado que agora estén di aoia nos amonesta discerner para lo mejor é mas
sversos, ¿donde serénaos seguros que permanezoa «provechosamente proseguir. E ante todas cosas es
(esta división, é que no se reconcilien el padre y s de ver si Vuestra real Señoría gana honra alguna
(el fijo, é juntos sean mas fuertes para rebe'lar con- sen tener preso este rey. E cerca desto, verdad es
(tra vos, como han fecho los Beyes de Granada con- spor cierto, que haberlo prendido un Conde vuestro
stra los Beyes vuestros antecesores, todas las veces «subdito, honra es é grande; pero tenerlo preso
( que han habido lugar de lo facer? Á lo qual no Ies (ninguna. Porque los moros tienen poca fe con sus
(impedirán por cierto los rehenes que dan , aunque (reyes, é les han tan poco acatamiento, queligera-
(sean de mucho mas valor de lo que son estos que S mente los facen é destacen estando libres ; ma
i ofrescen ; porque los moros estiman en poco el yormente estando presos , según que en diver-
(captiverio, é no habrán empacho de perder los re s sos tiempos los habernos visto , é agora vemos en
suenes que dieren de algunos , por facer lo que » en la prisión deste. La qual sabida , luego los mas
(cumple á todos. Otrosí sabrá Vuestra real Señoría sque estaban á su obediencia, tornaron á la del Bey
(que el poder de los moros está agora caido por la (su padre, é privaron al fijo del nombre de rey que
(prisión deste rey que amaban ellos, y están men- (le habían dado. Y esto mesmo es de creer que fa-
sguados de gente de guerra é de armas é caballos ( gan los que quedan teniendo su voz, porque tanto
spor el desbarato que ovieron en la batalla do fué (ménos le estimaran, quanto mas le tovieron absen-
npreso. E si agora le mandasedes soltar é diesedes ( te. Ansí que no se puede decir que tenéis rey pre-
(tregua y el favor que piden , habrían lugar de se sbo, mas que tenéis un home particular; de ouya
«reparar de todas las cosas de que están mengua- n prisión, ni los moros facen mención, ni los Chris-
sdos , é criarfades un enemigo para vuestros ami- ( tinos reciben honra. Veamos pues agora el prove-
(gos, é un amigo para los enemigos, contra el qual ( cho que su libertad da á los Christianos , y el daño
sno podríamos ansí bien guerrear , como facemos « que su prisión escusa a los Moros. Notorio es, muy
( agora contra su padre , que no tieno los aparejos «poderoso Bey é Señor, que antes que este rey fue
sque ternia este si se viese libre. Anal que mi pa- tee preBO, la división que habia entre él é su padre,
(rescer es, que la guerra comenzada se debe conti- «los tenia tan ocupados , que la guerra que les £*>
snuar, é que ni debéis soltar este rey, ni recebir las » ciamos era mas provechosa á nuestra parte, é mas
«párias del otro; porque no moviste* tan gran guer- (dañosa & la suya ; porque queriendo cada uno de-
(ra para recebir lo que los moros os quisiesen dar, S Uos seguir su propósito , ni se podían bien defen-
smas para que les quede lo que les quisiéredes de- ( der de la guerra que les facíamos defuera, ni po-
l xar, quando so vuestro imperio quisiéredes que vi- «dian bien remediar ála que ellos tenían de dentro.
(van. E lo que Vos, Señor, podéis tomar, no esperéis (Agora después que este rey fué preso, é algunos
srecebirlo de otro.» «de los principales de Granada, que estaban por el
Acabado este razonamiento , aquellos caballeros «fijo se han juntado con el padre, han habido lu-
é capitanes , cuyo voto era que la guerra contra los «gar para defender mejor su tierra. To, muy pode-
moros se siguiese , por las razones que el Maestre sroso Bey é Señor, no digo que cese la guerra que
de Santiago dixo, se esforzaron mas á aconsejar al «tenéis contra los moros ; pero digo que se suelte
Bey que no soltase al Bey Moro, ni recibiese sus «este que es causa [de bu división, para que tengan
parias, é que siguiese la guerra comenzada. El Bey «dos guerras, una oon ellos, é otrá con nosotros,
quiso ansimesmo oir á los que eran en voto contra «porque les podáis mejor guerrear , y ellos se pue-
rio, é consejaban que el Bey Moro se soltase, é las «dan mejor defender. Lo qual no se puede ansí bien
parias se recibiesen. E porque uno de los principa «facer, teniendo este Bey preso, porque aquellos
les que lo sostenían era Don Rodrigo Ponce de s que le esperan libre , quitos desta esperanza de su
León, Marqués de Cáliz, mandóle que dixese su pa- «libertad, no es dubda que tornen á la obedienoía
rescer, el qual dixo ansí: «de su padre , é Vuestra Alteza pierda la ayuda que
« Para que Vuestra real Señoría prosiga la guer- ( nos facia su división. El inconviniente que se ró
sra comenzada contra el Bey é Moros de Oranada, scela de su libertad es, que seyendo libre se recon-
«asaz abundantes son por cierto las razones diohaa soíliará con su padre, é rebelará contra vos. E sin
spor el Maestre de Santiago ; las quales yo no en- s dubda es oosa que puede acaescer, pero mas debe
» tiendo repunar, porque mi parescer siempre fué, mos creer, que Be continúe entre ellos la división
sque la guerra contra los moros se continúe ; pero s que se espera, que la reconciliación que se recela,
sno hay en esta vida cosa tan gobernada por ra- s Porque este nombre de rey entre los humanos es
393 CRÓNICAS DE LOS REYES DE CASTILLA.
ide tanta excelencia, que aquel que ana vez lo to- el Rey Moro se soltase. E porque había muchos vo
imt por titulo, sino ea pusilánime, no lo deja eino tos contrarios, el Rey lo embió facer saber á la
i juntamente con la vida. T ea cierto, que pues el Reyna por saber su parecer. La Reyna vistas las
«reynarno sufre dos, aunque sean padre é fijo, ni razones de la una parte é de la otra, respondió al
«esto dexará la guerra fasta haber todo el Bey no á Rey, que vistas las voluntades de aquellos caba
» bu obediencia, ni el otro dexará su venganza , faa- lleros sobre la deliberación del Rey Moro, porque
ita quedar rey único como lo era. E para esta su muchos Reyes de aquel Reyno de Granada fueron
i discordia, ninguna cosa se pierde, si Vuestra alta vasallos de los Reyes sus progenitores; si ¿ Su
» Señoría mandare favorecer á este, por manera que Merced plogniese, debia darle la libertad, é recebir-
i dure la división entre ellos ; para lo qual no sola- lo por vasallo, especialmente porque se puedan re-
I mente se debe soltar este, mas debríades criar do demirloschristianoB que ofrecían del captiverio que
i) nuevo otro, si este no toviésedes. E puesto caso tienen. Visto por el Rey el parecer de la Reyna,
«que este rebelase contra Vos, dosto por cierto de- embió á decir á aquellos mensageros que trataban
abe facer Vuestra Alteza poca estima, porque en le la libertad del Rey Moro, que le placía de lo soltar ;
a dar libertad, se muestra magnificencia y en tener y ellos tuviéronlo á Su Señoría en señalada merced,
sen pooo su rebelión, se muestra vuestro poderío. é otorgaron en su nombre que seria vasallo del Rey
oAnsi que, muy alto Rey é Señor, mi parecer es é de la Reyna, para facer su mandado, é venir á su
i) que le debéis mandar soltar, é otorgar tregua de llamamiento cada que gelo mandase. Otrosí que les
«algún breve tiempo á la tierra que está por él, é daría quatrooientos chrístianos de los que estaban
8 recebir las parias é los captivos que ofresce; pues captivos en el Reyno de Granada, los trecientos de-
i) por esto no se impide la continuación de la guer- Uos quales el Rey é la Reyna nombrasen, é mas
t ra que facéis contra el Rey su padre. E fenecido doce mil doblas zaenes cada afio en parias. Otrosí
sel término de la tregua que le dais, el tiempo mi- que las villas é cibdades é tierras que estaban y erto-
snistro é maestro de las cosas vos mostrará como viesen por él, fuesen obligadas á dar pasada segura
sé contra quien debéis seguir la guerra que tenéis ó mantenimientos á las gentes del Rey é de la Rey
s en propósito de facer. Y esto debe facer Vuestra na, para facer guerra á los lugares que estaban ó
s Alteza por dos razones : la primera, por usar de estuviesen por el Rey su padro. Estas cosas acorda
s caridad con vuestros subditos los chrístianos que das, el Roy Moro prometió é juró en su ley de las
s os ofresoen , redimiéndolos del captiverio que ovie- mantener ó complir ; y el Rey otorgó treguas por
s ron en servicio de Dios é vuestro; lo segundo, dos años á él, éy á todos los lugares que estaban á su
s porque uséis de magnificencia é liberalidad con obediencia, ó estoviesen dentro de treinta dias des
ueste Rey que vos la demanda, la qual si él no es pués que estovieso libre en su reyno. E á suplica
s merecedor de la recebir por ser pagano, Vos sois ción del Rey Moro mandó á los capitanes é gentes
» diño de la dar por ser católico ; é porque la virtud del armada que traían por la mar, que dexasen pa
sde vuestra liberalidad resplandezca inraortalmon- sar libremente á un caballero Moro que estaba en
ite entre los vivos, quando so oyere, que teniendo África llamado H ahornad Abencerraje, que era en
spreso un rey enemigo, vuestra humanidad no su- su obediencia. Fechas é asentadas estas cosas, man
sfrió que muriese en fierros, mas que le distes li- dó el Rey que le traxesen al Rey Moro á la cíbdad
sbertad, que es el mayor don que se puede dar. de Córdoba, é que todoB los oaballeros de su corte
s Leemos en las historias antiguas que muchos reyes saliesen á lo recebir. E mandó dar é él é á cinqüen-
s prendieron en batallas á otros reyes , é con ánimo ta caballeros moros que vinieron i procurar su de-
» cruel haberles dado diversas maneras de muertes é libracion, caballos é vestiduras de paños, brocados
«tormentos ; é otros que usando con ellos de piedad ó sedas, é otros ricos arreos, é toda la suma de di
síes dieron libertad. Pero la piedad que oiraos de neros que ovieron menester para se reparar é tor
sloa unos, les da fama loable ; é la crueldad de los nar á su tierra. E porque el Rey Moro habia de pa
s otros, áspera é absurda. E no sin causa, porque recer ante el Rey á le facer reverencia, todos los
s mediante la virtud que usamos, somos participes Duques é Condes é otros caballeros que estaban en
«con Dios eterno; é usando de crueldad, participa- su Consejo, acordaron que el Rey le debia de dar su
sinos con las furias infernales. Los Reyes que usan mano á besar como á su vasallo , por conocimiento
sde manifioencia, no han de pensar en los gastos de señorío é superioridad. E dixeron al Rey : «8e-
«fechos, ni en los trabajos habidos ; todo lo ha de sftor, pues este Rey Moro vos viene á faoer reveren-
«posponer el corazón noble, quando se ofrece tal scia, y es vuestro vasallo, cosa razonable es que
«caso en que puede mostrar su virtud, la qual jun- «como á vuestro subdito le deis la mano á besar.»
stamente con vuestro gran poder mostráis teniendo El Rey les respondió: uDiéragela por oíerto, si es-
sen pooo su rebelión. Porque dado que la faga, «toviero libre en su reyno; é no gelo daré, porque
«queda vuestra voluntad junta con el poder, para » está preso en el mió.» Aquellos oaballeros conoci
sgela reprimir, é con el ayuda de Dios, tornarle da la humanidad del Rey, no le fablaron mas en
«todas horas en el estado que le quisiéredes poner.» aquella materia. Asentadas estas cosas, el Rey Mo
Las razones que el Marqués de Cáliz dixo fue ro entró en la oibdad de Córdoba , acompañado de
ron bien reoebidas por todos', especialmente por todos los Duques é Condes é Marqueses é caballeros
aquellos caballeros é capitanes , cuyo voto era que que estaban en la corte, é fué á palaoio do el Rey
DON FERNANDO É" DOÑA ISABEL. 393
estaba; é como vido al Rey, inclinó las rodillas en aquella comarca ; é fizólo saber á Fernán Carrillo
el suelo, é demandó que le diese la mano á besar, capitán de cierta gente de las hermandades, é al
ansi porque era su señor, y él era su subdito, como capitán de la gente del Maestre de Alcántara. E con
por el gran beneficio de libertad que del recebia. la gente de su casa, é con la que tenia en su capi
El Rey no gela quiso dar , como quiera que le su tanía, informado del camino que los moros traiao,
plicó con grand instancia, y el Rey le levantó del salióles al encuentro. Los moros ficieron tres partes
suelo. E como un intérprete que abí estaba comen de su gente, una dexaron en la sierra, para guardar
zase á fablar de parte del Rey Moro , ofreciéndole el paso, porque no les fuese tomado por los chris
por servidor del Rey, é dándole gracias, é loándole tianos ; y en esta quedaron la mayor parte de los
la magnificencia que con él había usado ; el Rey no peones, é de las otras sus gentes que traían mas
sufriendo loores en presencia, le interrumpió, é dixo flacas. Otra parto embiaron delante por corredores,
al intérprete: «No es necesaria esta gratificación: á robar la tierra por el campo de Utrera. La otra
syo espero en su bondad, que fara todo aquello que mayor parte dexaron en celada, cerca del rio que
nbuen home, 6 buen rey debe facer.ii E despedido se dice de Lopora. Puertocarrero, é los otros alcay
del, mandó á uno de los capitanes de su guarda des é capitanes que con él iban, informados del lu
que lo acompañase con gente de armas, fasta lo po gar donde los corredores robaban , fueron contra
ner seguro en el Reyno de Granada. ellos. Los moros corredores, como vieron á los chris
tianos, luego se retraxeron al lugar do estaba la
CAPÍTULO XXIV. mayor batalla de su gente puesta en celada. Los
christianos ficieron dos partes de su gente : en la
Como Luis Fernandez Portocarrcro é otros capitanes que estaban delantera iba]el Alcayde de Morón, y el Alcayde de
en li frontera, desbarataron los moros.
Osuna, é Fernán Carrillo, y el capitán de la gente
Despedido el Rey Moro, é proveídas las cosas del Maestre de Alcántara, en la otra quedó Puerto-
necesarias en la provincia del Andalucía, ansi las carrero con la otra gente. E la batalla delantera fué
i[ue concernían á la guerra de los moros como á la al lugar donde la celada de los moros estaba, é con
justicia de la tierra, el Rey partió de la cíbdad de grand osadía los moros que estaban en la celada,
Córdoba é vino para Santa María de Guadalupe, todos juntos vinieron contra los christianos, é los
donde tovo novenas, é dende fué á la cibdad de christianoB, aunque no eran tantos como los moros,
Vitoria donde estaba la Reyna. En este tiempo, fueron contra ellos; é las lanzas quebradas, á los
los moros que estaban en obediencia del Roy viejo, primeros encuentros andaban los unos con los otros
sabido que el Rey mozo era libre, é que habia de embueltos peleando.
mandado al Rey gente para facer guerra á los lu Estando en esto, Puertocarrero llegó con su ba
gares que le estaban rebeldes, concibieron grand talla; los moros quaudo vieron entrar en la pelea
odio contra él, porque creian que meterían chris- gente nueva, no podiendo sufrir la fuerza de los
tíanos en su tierra para les facer guerra. E por christianos, luego se pusieron en fuida, é tomaron
esta cansa fuá aborreoido de todos los moros, é no dos caminos pensando de se salvar mejor. Los
fué bien recebido por aquellos que habian seydo christianos fueron en el alcance, matando los moros
en su parcialidad , é de quien esperaba ayuda. E que iban fuyendo por la una parte. El Marqués de
porque los moros sopieron que el Rey era partido Cáliz con la gente de su casa, é oon los caballeros
do aquella provincia del Andalucía , acordaron de de la cibdad de Xerez, que eran avisados de la en
se juntar quince alcaydes é cabeceras de las princi trada de los moros , é habian salido por otra parte
pales cibdades é villas del Reyno de Granada con á los buscar, encontraron á caso con los moros que
gran gente de caballo é de pié , y entraron á facer iban fuyendo, é habian tomado el otro camino ; ó
guerra en la tierra del Andalucía. Acaeció en aque siguiéronlos, é prendieron é mataron muchos dollos.
llos dias, que seis christianos Almogavarea entra De manera, que ansí los que fuyeron por la una
ron en la tierra de los moros, como algunas veces parte, como por la otra, fueron seguidos, é los mas
lo acostumbraban facer ; é pusiéronse en asechanza dollos fueron muertos é presos. Entre los qualea
encima de una sierra para facer sus asaltos é pren fué preso el Alcayde de Málaga, y el de Alora, y el
der algunos moros. Estos seis christianos , estando Alcayde del Burgo, é un Alcayde que se llamaba
en la cumbre de aquella sierra, vieron los caballe Izbencidre, y el Aloayde de Oohin ; é fueron muer
ros moros que estaban juntos, é seguían su camino tos el Alcayde de Velezmálaga, é un caballero que
para facer entrada en tierra de Sevilla, é de Xerez, se llamaba el Gebiz, é otros cabeceras é moros de
ó de aquellas comarcas. E luego aquellos seis chris los principales; é fueron tomadas quince bande
tianos se repartieron , los unos fueron á Luis Fer ras (1).
nandez Puertocarrero, Señor de Palma, otros fueron Habido este vencimiento, luego Puertooarrero lo
al Marqués de Cáliz, é otros á la villa de Utrera, é fizo saber al Rey é ala Reyna, y embióles laa quin-
á los lugares de aquella comarca ágelo facer saber,
é los avisar de la entrada que los moros facían. Co (I) Fot esla batida, dicha comunmente la de Lopera, Miérco
mo lo sopo Luis Fernandez Puertocarrero, luego les 17 de Setiembre de este ido. Murieron en ella y fueron cauti
vos mas de mil moros de los mil y doscientos que habian entra
fizo juntar á Figueredo Alcayde de Morón, é á los do. A loa Alcaides cautivos añade Bernaldet los de Contares j
Alcaydes de Osuna, é de todas las fortalezas de Hirbella. Ilistor. ie loi ¡leyes CUtlko*, etp. 67.
394 CRÓNICAS DE LOS REYES DE CASTILLA,
ce banderas que tomó en aquella batalla. La Reyna
ovo gran plaoer con aquella nueva, é túvose por CAPÍTULO XXVI.
bien servida de aquel caballero, por la gran dili
gencia é buen esfuerzo que ovo en aquella facien- De las coa» que lio el Conde de Tendilla en Albama.
da. E por le facer merced, dio á bu muger la ropa Dicho habernos que la tenencia de la cibdad da
que ella vistiese todos los anos de su vida el di a de Alhama fué encomendada por el Rey é por la Rey
los Reyes, por memoria de aquel vencimiento, é na á Don Iñigo López de Mendoza Conde de Ten
fizo á él otras mercedes. dilla, porque era oaballero esforzado, é de noble
sangre. El qual apoderado de la cibdad, luego tra
CAPÍTULO XXV. bajó de poner la gente de su capitanía en buenas
costumbres , é los doctrinar en cosas concernientes
Como el Marqués de Cáliz é Luis Fernandez Puertocarrero reco al exercicio de la caballería ; é defendió los juegos
braros la villa de Zahara.
que falló, á otras luxurias que acarrean infortunios
El Marqués de Cáliz fué informado por algunas en laa huestes ; dándoles á entender , como muchas
espías, que podría recobrar la villa de Zahara, por veces el justo fundamento de la guerra se pervertía
que en ella y en la comarca habia poca gente. E con el injusto exercicio de los que la siguen , é las
después que sopo de la gente que en ella estaba, é dañadas costumbres pierden el próspero fin que se
de la manera como se guardaba, juntó la gente de espera en las guerras. E por los esforzar é provocar
su casa é de la cibdad de Xerez, é llamó para aque á virtud les dixo: «Caballeros, no digo que somos
lla faciendaá Luis Fernandez Puertocarrero, é al «mejores que los otros que este cargo han tenido,
gunos Alcaydes de su comarca. E fué para aquella ■para que con orgullo cay amos en algún error, ni
villa, é puso de noche un escalador con diez escu imenos somos peores para refusar los peligros de la
deros en un lugar escondido, é otros setenta escu l muerte, por ganar la gloria que ellos ganaron. Con-
deros cerca dellos en otro lugar, para socorrer á lo i viene, pues, que en aquello que virtuosamente fi-
que aquellos diez primeros cometiesen. Y él se puso scieron, les remedemos ; é si algo dexaron de facer,
en celada con toda la otra gente, é fizo que ciertos u lo suplamos de tal manera, que los que en este car
peones en esclareciendo corriesen el campo. Con ago subcedieren, reputen á buena ventura quando
tra los quales salieron fasta setenta moros á caba » pudieren igualar á nuestras fazafias.s E púsolos
llo, é algunos peones de los que la noche pasada ha en tales costumbres, que olvidado todo juego é to
bían guardado el muro, porque no recelaban que da luxuria, que ocupan el tiempo y el entendimien
la villa se podría tomar de di a por escala. E como to para bien facer, entendían continamente en la
los moros salieron, é quedó el muro sin guarda, ar guerra que tenían presente. E habiendo avisos con
remetió el escalador, é puestas las escalas, subió al tinua de los consejos é movimientos de los moros,
muro élé los diez escuderos que con él estaban, que ni dexaba en ocio á los suyos, ni en seguridad á los
no fallaron resistencia ninguna, é comenzaron á pe enemigos. E algunas veces salió de la cibdad, é
lear con algunos moros que fallaron en la villa ; y combatió muchas torres é casas fuertes que eran
entretanto acudieron los otros setenta escuderos que cerca do Granada, é las derribó é tomó prisioneros é
estaban en la celada, é subieron anBimesmo la esca bestias de arado , é otros muchos ganados. E tanta
la, é apoderáronse de las puertas é torres principales. solicitud ponia en la guerra, que los de la cibdad de
Los moros que habian Balido á defender el campo Granada, visto que fasta una legua no osaban salir
contra los peones christianos que lo corrían, sabido á sembrar, ni facer labor en el campo, se levantaron
que la villa era entrada, tornaron, é o vieron lugar de contra el Rey viejo, é le pidieron remedio para po
so meter en ella. E luego el Marqués é Puertocarrero der salir de la cibdad seguros. El qual acordó de po
salieron de la celada do estaban, por las señas que ner gento de caballo, que esto vi uno en el campo de
les fueron fechas dende el muro, é corrieron empos contino, entretanto que las gentes de la cibdad fa
de loa moros, y entraron en la villa. Loa moros cian sus labores. Acaeció en aquel tiempo , que con
como vieron la villa tomada , retraxeronse á la for la gran fortuna de las aguas del invierno, cayó una
taleza ; é luego el Marqués é Puertocarrero la cerca gran parte del muro de Alhama, lo qual puso gran
ron , é como eran muchos los que estaban dentro, é miedo á la gente que estaba en la guarda della; por
no tenían bastimentos en ella para se sostener, saca que recelaban, que sabido por los moros el gran por
ron partido que los dexasen ir libres é dexaron la for tillo fecho en la cerca, verniamultitud dellos á com
taleza al Marqués. En está manera se recobró aque batir y entrar en la cibdad por aquel lugar. Conoci
lla villa de Zahara, é se escusáron los daños que do esto por el Conde, usó de una cautela, é luego pu
todos los mas días facian los moros que estaban en so una gran tela de lienzo almenado que cubría to
ella á las tierras comarcanas de los christianos (1). da aquella parte del muro que se cayó ; é de tal ma
nera era el lienzo, que al parecer de los que se mira
(1) Fué la toma de Zahara Jueyes i 48 de Octubre de este aBoi ban de lexos, ninguna diferencia habia de la colar
día de Sao Simón j Judas. El Cura de los Palacios ;cuenla como del muro á la color del lienzo. E mandó poner gran
el Re» bito merced de Zahara al Marqués do Calla, y del titulo de guarda en la cibdad, porque ninguno saliese para
Duque, pero que él estimaba en tanto el de Marqués, que nunca le
dejó, y firmaba siempre : ¡larquéi Duque (te Cilit. Ulitor. de lee avisar los moros del peligro en que estaban por la
Htuet CtUlicoi, cap. ti». falta de aquel muro caido ¡ é puso tan gran diligen
DON FERNANDO É DONA ISABEL. - ' 895
cía en lo facer, que en pocos dias lo tornó á fortale dó examinar sus leyes é fueros , 6 confirmóles los
cer, tanto é mas que de primero estaba. E como que debían ser guardados para el bien común de la
quier qne los moros vinieron en aquellos dias á cor tierra ; ó puso sus Corregidores é Jueces en todas
rer la cibdad , pero no pudieron ver el defecto del aquellas provincias é valles. E mandó facer pesqui
muro caído. Acaeció ansimeemo que ovo falta de sa contra los Jueces é Corregidores que entes esta
moneda en aquella cibdad para pagar el sueldo que ban puestos , é prender algunos que falló haber per
á la gente de armas se debia, é por esta causa cesa vertido la justicia por dádivas é intereses, é facer
ba entre ellos el trato necesario á la vida. Vista por justicia del los.
el Conde esta falta, mandó facer moneda de papel En este año murió el Rey Duarte de Inglaterra, é
de diversos precios altos é bazoe , de la cantidad dexó dos fijos varones, encomendados á su horma-
que entendió ser necesaria para la contratación en no el Duque de Glocestre ; el qual los prendió , é
tre las gentes. Y en cada pieza de aquel papel escri después los mató, é tomó para si el Reyno.
bió de su mano el precio que valiese , é de aquella En este aQo murió el Roy Luis de Francia, é sub-
moneda ansi Bcfialada, pagó el sueldo que se debia cedió por Rey en el Reyno su fijo que se llamaba el
á toda la gente de armas é peones, é mandó que va Carlos mozo de trece años. El qual por consejo de
liese entre los que estaban en la cibdad , é que nin algunos Duques é señores de la sangre real de Fran
guno la refusaso. E dio seguridad que quando de cia, fizo grandes restituciones de patrimonios é ren
allí saliesen , tornándole cada uno aquella moneda tas, que el Rey su padre habia quitado á algunos
de papel, le daria el valor que cada pieza toviese es- señores particulares de Francia. E los que eran
cripto , en otra moneda de oro ó de plata. E todas muertos, este Rey usando de gran magnificencia
aquellas gentes, conociendo la fidelidad del Conde, con sus fijos, gelo restituyó enteramente; porque
se confiaron en su palabra , é recibieron sus pagas entendieron que el Rey ternia su Reyno mas pacífi
en aquella moneda de papel ; la qual andovo entre co, é sus subditos mas obedientes, quando le viesen
ellos en la contratación de los mantenimientos , é usar de magnificencia é piedad con aquellos caba
otras cosas sin la refusar ninguno, é fué gran reme lleros, á quien el Rey su padre habia desbaratado
dio á la extrema necesidad en que estaban. Después de sus patrimonios. Este Rey Don Luis de Francia,
al tiempo que el Conde dexó el cargo de aquella estando enfermo de la enfermedad que falleció,
cibdad, antes que della saliese , pagó á qualquiera mandó facer dos campanas en la Iglesia de Santia
. que le tomaba la moneda de papel que habia rece- go de Galicia ; y embió maestros é metal é todas las
bido, otro tanto valor en moneda de oro ó de plata cosos necesarias, para que se ficiesen mayores que
como en la de papel estaba escripto de su mano. las mayores que oviese en toda la cristiandad. Para
Este Conde de Tendilla fizo poner á sus espensas lo qual embió diez mil coronas de oro, é mandó que
en una torre de Alcalá la Real un farol que ardiese ficiesen en la Iglesia de Santiago una gran tor
para siempre todas las noches , para que los capti re muy fuerte á sus expensas, que las pudiese sos
vos christianos que estaban en Granada y en los tener.
otros lugares de moros que se soltaban de la prisión, En este afio el Rey Don Juan de Portogal dego
pudiesen venir de noche á se salvar al tino de aque lló por justicia al Duque de Berganza, un gran se
lla lumbre. El qual dicho Condo por estas fazafias ñor de aquel Reyno. No sabemos la causa cierta des-
é otras muchas, quando se ganó la cibdad de Gra ta justicia, pero sabemos que quando le llevaban al
nada, fué escogido para Alcayde é Capitán general cadahalso donde fué degollado , el pregón sonaba,
della, é quedó en el Alhatnbra con quinientos caba porque habia conjurado contra la sangre real. E se
lleros é mil peones, quedando la cibdad é todo su decia que se trataba con otros do matar al Rey, é to
Reyno poblado de moros , como adelante se dirá. mar por su Rey al Duque de Viseo , primo del Rey,
fijo del Infante Don Fernando su tio, mozo de vein
CAPÍTULO XXVII. te años. Fizo ansimeemo matar por justicia otros
De 1)8 cosas que la Rejna Dio ea Vitoria. seis caballeros , porque se decia que eran partícipes
en aquella conjuración. Fócese aquí memoria de la
El tiempo que el Rey estovo en el Andalucía muerte desto Duque, porque era gran señor á bien
ocupado en la guerra de los moros, la Reyna esto cercano do la sangre real. Fueron ansimeemo des
vo en la cibdad de Vitoria, entendiendo en la jus terrados de aquel Reyno el Condestable de Porto-
ticia é buena gobernación de las montarlas. E por gal, y el Conde de Faro, é Don Alvaro, tres her
que la absencia de los reyes da osadía á las gentes manos de aquel Duque, é otros caballeros é servi
de aquellas partes que sigan bandos é parcialidades, dores suyos.
é cometan deliotos é fuerzas con poco temor de la
justicia real ; estas cosas consideradas, la Reyna en CAPÍTULO XXVIII.
tró en el Condado de Vizcaya , é fué á la villa de
En que se signen las eosas qne pasaron en el alo de mil é qna-
Bilbao , é mandó executar la justicia en algunos troeienlos é ochenta e qnatro altos. E primeramente lo que pa
malfechores ; é puso gran temor á los moradores de só sobre la reslitncion de los Condados de Rnisellon é de Cer-
la tierra, de tal manera, que todos estaban someti dania.
dos á la justicia é vivían en paz, é sin pensamiento Contado habernos como el Rey Luis de Francia,
de cometer las fuerzas que antes cometían. E man- que murió en este año pasado, tenia ocupados los
898 CRÓNICAS DE LOS B DE CASTILLA,
Condados de Rnisellón i de Cerdania, que son en el obligaba álo facer, anal porque de justicia é buena
Principado de Cataluña. Por la restitución de los igualdad no los podian retener, como porque cono
qnales, ansi por el Rey Don Juan de Aragón en su cido por el Rey su padre tenerlos no debidamente,
vida, como después por el Rey é por la Reyna quan- los habia en su vida mandado restituir.
do aubcedieron por señores de aquel Prinoipado, fué Este caballero acompañado de muchos escuderos
requerido que gelos restituyese, pues no tenia razón é fijoB-dalgo de su casa, é compuesto de grandes ar
alguna para los retener. £ como quiera que mostra reos, é otrosi aquel Dean que mandaron ir con él,
ba en sus respuestas que le placía de lo facer , pero fjteron á la cibdad de Torres en Torayna , que es en
siempre tenia maneras para lo dilatar. Al fin ve- el Reyno de Francia donde estaba el Rey. E des
yéndose cercano á la muerte, mandó que libremente pués que de parte del Rey é de la Reyna le repre
fuesen restituidos. E mandó al Obispo de Lumbiers sentaron sus graciosas salutaciones é ofrecimientos,
un Perlado de su Reyno , que fuese á facer la resti propusieron su embaxada, estando presentes los se
tución de aquellos Condados al Rey é á la Reyna; ñores de su sangre , é los Duques é Caballeros é Do
con el qual embió á absolver del pleyto omenago tores de su Consejo. En la qual expresamente decla
que le tenia fecho el alcayde que por él tenia los raron que ellos vonian allí á ratificar laa antiguas
castillos de aquellas tierras. Este Obispo yendo 4 alianzas é confederaciones que son entre los Reyes
facer la restitución, sopo en el camino oomo el Rey é Reynos de Castilla é de Franoia , faciéndose pri
de Francia era muerto ; é como lo sopo , acordó de mero la restitución de los Condados de Ruisellon ó
suspender en el cargo que llevaba, fasta lo consul de Cerdania, que el Rey de Francia tenia ocupados,
tar con el Rey Cárlos su fijo, que luego subcediópor según que por el Rey é por la Reyna les fué man
Rey en aquellos Reynos , é con los Duques é otros dado. E después de los haber recebido é tratado ho
señores de su Consejo. Los qnales le embiaron á man norablemente , les fué respondido por esoripto en
dar que desase de facer la restitución de aquellos lengua latina, lo que en esta nuestra lengua se si
Condados , fasta que mas viesen cerca de aquella gue.
materia ; é por esta causa cesó de facerse aquella « El Christianisimo Rey de Francia Cárlos Oota-
restitución. E luego el Roy Cárlos que habia subce- »vo , con bueno, gracioso é alegre ánimo , vido , re
dido por Rey en Francia , embió su embaxador al tí cibió é oyó á los magníficos embaladores de los
Rey ó á la Reyna que estaban en la cibdad de Vi l Serenísimos Reyes de Castilla é de León ; é plógo-
toria, A les notificar la muerte del Rey su padre, é » le mucho de esta visitación, por la qual da grá
como él habia subcedido por Bey en Francia como nelas inmortales á Dios , y entiende dar obra para
su fijo heredero ; porque entro estos Reyes de Casti «facer al tanto con gran fervor de amistanza. Cier
lla é de Francia es costumbre que quando alguno tamente asaz es manifiesto á los Reyes de Francia
dellos muere, el fijo que subcede en el Reyno, noti sé á los moradores de su reyno haber siempre ema
fica al otro Rey la muerte de su padre, é se ofrece á il do á los Reyes de Castilla, é á loa de su Reyno ; é
guardar con él las antiguas alianzas que son entre uno sin causa, porque estos dos reynos antiguamen
estos dos Reyes é sus Reynos. te fueron ligados con sancta é inviolable confede
Esta embaxada oida por el Rey é por la Reyna, ración, la qual el Christianisimo Rey de Francia
fuélea respondido, que les habia pesado de la muer ii moderno ha constituido é deliberado preservar en
te del Rey su padre ; pero que les placía haber él o tal manera, que ninguna cosa pueda acaescer , que
subcedido por Rey en su lugar, como su fijo here «jamas della le pueda revocar. E por tanto ha acor-
dero. Otrosí, que ellos embiarian a él sus embazado- n dado de embiar prestamente sus Legados muy di-
res, anal sobre la entrega que debía facer de los inoa, á visitar é honrar los excelentes Reyes de Cas-
Condados de Ruisellon y de Cerdania, según que el • tilla, ó allende desto á renovar é confirmar la vieja
Rey su padre lo habia mandado, como para refirmar n liga que es entro ellos. E como quiera que no es
con él las loables alianzas é confederaciones que «necesaria nueva confederación, pues quo ya fué
entre ellos é sus Reynos antiguamente eran. E lue nfecha por perpetuamente, no solo por los Reyes é
go el Rey é la Roy na embiaron á Don Juan de Ribera, •por sus subcesores, mas también por el uno é por el
Señor de Montemayor , é oon él mandaron ir á un «otro reyno, de la qual confederación tan sancta los
Dotor que se llamaba Juan Arias (1) Dean de la •reyes no se pueden apartar, en perjuicio de los mo-
Iglesia de Sevilla, do su Consejo , por embaladores • radores del uno é del otro reyno; pero porque los
al Rey de Francia. A los quales dieron sus letras • embaxadores parece haber propuesto ser difieile
de creencia é sus poderes, para facer con el Rey de • guardarse esta confederación, sino se restituyesen
Francia las alianzas é confederaciones que anti • los Condados de Ruisellon é de Cerdania, la Alte-
guamente fueron entre los Reyes sus predecesores • za del Rey ha deliberado , de cometer á los emba-
ó sus Reynos é subditos del uno é del otro. Pero • xadores que ha de embiar, para que cerca deste ar-
mandáronles, que no las otorgasen, fasta que ante • tículo fablen abundosamente, de tal manera que
todas oosas restituyesen realmente aquellos Conda • ninguna cosa pueda intervenir que dañe la muy
dos de Ruisellon é de Cerdania ; pues la razón le • vieja liga é benivolencia que es entre ellos; como
• quiera que la causa de Ruisellon no pende del Rey
(1) En el M8.de Monfort hay uní nota marginal, que dlee: Don
Juan Anas del Yilitr, que iétfuct fui OHif» de Umedo y Sei»- uno de Castilla, é no obstante aquella, las confede
»<a. raciones antiguas deben permanesoer sin violencia.
don Fernando Ú DONA ISABEL. . ' 897
i A las quales el Serenísimo Bey de Francia firme- é que por su parte no faltaba de las renovar é afir
omento é con toda constancia se entiende allegar, é mar luego con ellos. A lo qual no debia impedir la
«no facer cosa que sea agena deltas ; y esto protesta entrega de aquellos Condados, por ser en el señorío
«expresamente declarando qne no quiere con las de Cataluña, que no atañen en cosa ni en parte á
nMngestades de los Reyes de Castilla contender, los Reyes é Reynos de Castilla , según que lo habia
«salvo de benivolencia é amistad singular. Dada en respondido. E que él ontendia con el ayuda de Dios
«Torres á veinte é tres dias de Marzo, año de mil é embiar sus embaxadores á contratar con el Rey é
«quatrocientos é ochenta é quatro afios.» con la Reyna sobre la materia de aquella restitu
Esta respuesta dada por el Rey de Francia é por ción, para que se ficiese lo que de justioia é buena
los de su Consejo , é vista por los embaladores del igualdad se debiese facer, según que primero lo ha
Rey é de la Reyna, porque les pareció forma de di bia respondido. Dada esta réplica, los embaxadores
lación, pues no seponia en obra la restitución de se despidieron del Rey de Francia, sin conseguir
aquellos dos Condados , no ficieron , ni refirmaron efeto de las cosas que llevaban en cargo. E porque
con el Rey de Francia la liga é confederación que la parte del Rey de Francia deseaba mucho la con
llevaban en cargo de facer. E acordaron de facer en firmación de las alianzas que con los Reyes de Cas
nombre del Rey é de la Reyna un requerimiento en tilla antiguamente tenian, este embaxador Don
forma ante Notarios apostólicos al Rey de Francia, Juan de Ribera fué muy rogado que le ploguiese
é á los de su Consejo, é á los tres estados del Reyno, mostrar al Rey é 4 la Reyna la voluntad que el Rey
en presencia de sus procuradores que estaban pre de Francia tenia á la paz con sus reynos, y el amor
sentes , por el qual dizeron , que bien sabían como con sus personas ; é que cerca desto toviese aquella
aquellos dos Condados de Ruisellon é de Cerdania sinceridad que todo caballero amador de concordia
eran del Rey, é lo pertencscian do derecho , por fin debe facer para la traer en efeto. E considerando
del Rey Don Juan de Aragón su padre. El qual de que los gastos que habia fecho, é las dádivas de
recho sabido é conoscido por el Rey Don Luis de caballos é otras cosas que habia dado ¿ algunos de
Francia de esclarescida memoria, en su vida los su corte, correspondían á la nobleza de su sangre,
mandó restituir al Rey é á la Reyna , y embió al le embió á su posada gran suma de plata. Y embió-
Obispo de Lumbiers á facer esta restitución , é ab le á decir con el Obispo de Lumbiers, é con su Maes
solvió del pleyto omenage, que por las fortalezas le tresala, que recibiese del aquel don, porque ansí
tenia fecho un caballero que se llamaba Husillo , á como en sus actos habia dado á conocer que era ca
quien habia dado cargo de la tenencia dellas. La ballero diño do lo recebir , ansí bien era razón que
qual restitución fuera fecha si la muerte del Rey no conociese como el Rey habia gran voluntad de gelo
interviniera ; é pues la paz entre estos dos reynos dar ; é que le rogaba que recibiese aquella cantidad
no puede ser guardada, seyendo agraviados é des de plata que le embiaba, con esperanza que le daba
pojados el Rey é la Reyna de la posesión d estos Con de le facer mayores inorcodos. Esto caballero regra-
dados que de derecho los pertenescen : por ende re- dosció mucho al Rey la liberalidad grande con que
quirian al Rey de Francia que le ploguiese man le quería gratificar , pero embióle á suplicar que no
darlos restituir luego, según que el Rey su padre lo gelo mandase recebir. Y embióle á deoir, que nin
mandó, pues no habia razón porque los debiese re gún don le traería tanto á su servicio , quanto le
tener. La qual cosa seria apacible á Dios é á los ho- movería la grand afición qué tenia á le servir. No
mes, é conforme á la justicia; especialmente á la ser recebido por este caballero aquel don que el Rey
conservación délas ligas é loables confederaciones, de Francia le embió, fué muy molesto, ansí á él co
fechas é celebradas antiguamente entre los Reyes mo á Iob de su Consejo. E reputándolo á muy grave
de Francia é de Castilla. Ansimesmo se compliria la cosa, tornó el Rey á replicar, rogándole que le plo
voluntad que en su vida cerca deste caso mostró el guiese de lo recebir , porque los dones que los Re
ilustrisimo Rey su padre ; la qual él , como su fijo é yes de Francia embiaban fasta las posadas de los
subcesor, era tenido de complir. E que si no le pla embaxadores , no solían ser refusados , ni tornados
cía mandar facer luego esta restitución, protestaban á su cámara por ninguno, quanto quier grande se
que incurriese en las penas de oro é plata, y en las ñor que fuese. Este caballero reprimido de vergüen
otras penas contenidas en las alianzas é confedera za, por la mengua que el Rey mostraba en ser refu-
ciones , como transgresor dellas, é fuese obligado él sado lo que le daba , respondió : a Ni yo por cierto
é sus Reynos é subditos é naturales & todos los da i) me escusaria de servir á la real magostad del Rey
llos é intereses que al Rey é á la Reyna, é á sus rey- n de Francia, ni menos refusar¡a de tomar sus mer-
nos é subditos é naturales dellos por esta causa se » cedes, porque yo reputo á gran prosperidad mía
recreciesen. ii quando su Alteza me falla diño de las recibir ; é
Fecho este requirimiento por los embaladores » sin dubda las recibiera, sí algún efeto oviera con-
del Rey é de la Reyna, luego les fué respondido por s seguido la embaxada que habernos traído. Pero
parte del Rey de Francia, que él estaba presto de * restantes las materias de nuestro cargo on el esta-
oontínar con el Rey é con la Reyna, como con Re »do en que están, deoid vosotros á la Señoría del
yes de Castilla aquella loable amistad é antigua » Rey de Francia , que le suplico humildemente no
confederación, que los Reyes sos antecesores tovie- • haya por gTave no recebir yo agora sus dones,
ton é guardaron con los Reyes pasados de Castilla, «fasta que con ayuda del muy alto Dios, las mate-
398 CRÓNICAS DE LOS RETES DE CASTILLA.
i) ñas presentes que entre el Rey é la Reyna mis so- Don Juan de Ribera, aquel caballero que embiaron
» beranos señores é Su Alteza penden , sean reduci- por embaxador á Francia.
ndaBal fin deseado, estonces habrá mejor lugar Su Agora dexa la historia de relatar lo que toca a
d Señoría para me facer merced, é yo ninguna causa esta materia, é cuenta las cosas que se ficieron en
upara la no recebir.n E al fin de grandes ruegos el Reyno de Granada.
que le fueron fechos, perdida toda cobdicia de
aquella gran suma que le fué ofrescidá , nunca este CAPÍTULO XXX.
caballero lo quiso recebir ; porque según el estado
en que conoció estar las cosas pendientes, pensó De la tala que ciertos caballeros por mandado del Rey e de la
Reyna fleleron en tierra de moros, en el ano de mil e qualro-
que viniendo en alguna rotura de guerra, no era cientos ochenta é qualro anos.
cosa dina de caballero ser contrario en guerra, al
que era en cargo de dones. E ansí despedidos, vol Después que el Rey vino á la cibdad de Vitoria,
vieron este Caballero é aquel Dean que habia ido do estaba la Reyna, porque estaban ocupados en la
con él para Castilla, sin refirmar cosa alguna tocan gobernación de las cosas que ocurrían de los Rey-
te á la renovación de las ligas é confederaciones nos de Aragón, é de Valencia, é Barcelona y en
que con el Rey de Francia se debian facer, según aquellas partes, no pudieron ir por estonces á la
la costumbre antigua que entre estos Reyes é Rey- guerra de los moros, y embiaron á un Tesorero que
nos habia. E porque esta respuesta dada por el Rey se llamaba Ruy López de Toledo, é á un su Secre
de Francia muchas veces, pareció ser mas forma de tario que se llamaba Francisco Ramírez de Madrid,
dilación que conclusión, no quedaron bien sanea á la cibdad de Córdoba con sus cartas para el Maes
das por estonces las voluntades de la una parte é tre do Santiago, é para el Duque de Medinasidonias
de la otra. E considerando que podria venir en al é para el Conde de Cabra, ó para el Marqués de Cá
gún rompimiento con el Rey de Francia por causa liz, é para Don Alonso de Aguilar, é para Luis Fer
de aquella restitución , fallóse en aquella sazón en nandez Puertocarrero, Señor de Palma, é para otro,
el Consejo del Rey é de la Reyna, que se debian om caballeros, é capitanes é alcaydes, é para las oibda-
inar algunos capitanes é gentes de armas é otros des é villas del Andalucía, mandándoles que se jun
aparejos de guerra al Principado de Cataluña para tasen con los capitanes generales, y entrasen en el
recobrar aquellos Condados. Reyno de Granada con sus gentes, é con la otra
gente del Andalucía, é talasen los panes é huertas
CAPÍTULO XXIX. de la cibdad de Málaga, é de los otros lugares de
De la gente de armas que se puso frontera de Navarra. aquellas comarcas. Estos dos Tesorero é Secretario,
dadas las cartas á los caballeros á quien se diri
Habernos ansimesmo recontado como por parte gían, solicitaron con algunas cibdades é villas, que
del Rey é de la Reyna fué movido casamiento de se juntasen con ellos á facer la tala que el Rey é la
Don Juan su fijo Príncipe de Castilla é de Aragón Reyna mandaban facer. E fueron con ellos el Al-
oon la Reyna de Navarra fija de la Princesa, tia des- cayde de los Donceles, é Garcifernandez Manrique,
te Rey Carlos de Francia hermana de su padre. E Corregidor de Córdoba con la gente de aquella cib
como la Princesa no lo quiso aceptar, dioiondo ha dad ; é Juan Guillen, é Pedro de Roxas con la gen
ber gran desigualdad en las edades del Principe é te de Sevilla ; y el Licenciado Juan de la Fuente,
de la Reyna su fija; al fin la casó con el fijo del Se Corregidor de Xerez, con la gente de aquella cib
ñor de Labret, que es en la provincia de Gascuña, dad, é la gente de Ecija, é de Carmona; é la gente
del señorío de Francia. E porque esta Princesa re- del Duque de Medinosidonia , é la gente del Conde
fusó este casamiento , fué oonocido della que en las de Cabra oon los otros capitanes que el Rey é la
cosas tocantes al Rey é á la Reyna , no tenia aque Reyna embiaron ; y el Alcayde de Morón, con la
lla voluntad sana que de razón debia tener. E creía gente del Conde de Uruefia. Todos estos caballeros
se, que movida guerra á los Franceses por aquellas juntos en el rio de las Yeguas, ficieron alarde, é re
partes de Cataluña, se juntaría con el Rey de Fran partieron las batallas en la forma que debian en
cia su sobrino é le ayudaría , é daria lugar por el trar, é fueron adelante á poner real en los prados
Reyno de Navarra a los Franceses , que entrasen á de Antequera. E aeordaron todos de eBtar á la go
facer guerra á Castilla. bernación del Maestre de Santiago, é del Marqués
E conocida la voluntad de aquella Princesa , tó- de Cáliz, é Don Alonso de Aguilar. Los quales pu
vose manera con algunos caballeros é otros homes sieron justicia é oficiales en la hueste, é dieron car
principales, é con ciertas villas é lugares de aquel go al Licenciado Juan de la Fuente, Corregidor de
Reyno de Navarra, en especial con la villa de Tu- Xerez, que era Alcayde del Rey é de la Reyna en
dela, que estuviesen á servicio del Rey é de la Rey su corte, que la administrase; é todos los manda
na, e no diosen lugar que por aquellas partes entra mientos, é pregones, y execuciones de justicia , que
sen Franceses, ni ficiesen guerra en Castilla. E pu se facían en el real, sonaban ser fechos por manda
sieron gente de armas é capitanes en la frontera de do del Rey é de la Reyna. E porque en la hueste
Navarra, para resistir á los Franceses é Navarros, si venían muchas mugeres mundanas , aquellos capi
por aquellas partes quisiesen entrar. E dieron el car tanes acordaron délas echar fuera, é no consintie
go principal de la capitanía de aquella frontera á ron que ellas ni otra persona sin provecho fuese,
DON FERNANDO É DONA ISABEL. 39¿
en aquella hueste. E ordenaron sus batallas en esta gidor, é la gente de Ecija 6 de Carmona pasaron la
manera: en la avanguarda iba Don Alonso de Agui- sierra de Cártama por la otra parte, é talaron todos
lar, y el Alcayde de los Donceles, é Puertocarrero, los panes, é quemaron todos los olivares é almen
é Juan de Almaraz , é Juan de Merlo, é Carlos de drales que en aquella parte fallaron. Otro dia la
Biezma, capitanes del Rey é de la Reyna con las hueste fué adelante, é taló é quemó todo el término
gentes de sus capitanías. En otra batalla iba luego de la torre del Atabal, é los valles de Pupiana é
el Maestre de Santiago y el Marqués de Cáliz con Churriana, é toda la vega de Málaga, que ninguna
las gentes de sus casas, é Don Martin de Córdoba , é cosa dejaron enhiesta. E tanta fué la diligencia que
Antonio de Fonseca , é Fernán Carrillo , capitanes el Rey é la Reyna mandaron poner en las cosas de
con las gentes de sus capitanías, é la gente del Maes la guerra, que aquellos oficiales é ministros á quien
tre de Calatrava, é la gente de Gonzalo Mexía, Se dieron el cargo, tovieron manera que entretanto que
ñor de Sanctofimia. Y en las dos alas desta batalla la gente estovo faciendo la tala en estos lugares,
iba Gonzalo Hernández de Córdoba, é Diego López llegaron á la costa de la mar bien cerca de la tierra
de Ayala, é Pedro Ruiz de Alarcon , y el Comenda navios de las ciudades de Sevilla é de Xerez , que
dor Pedro de Ribera, é Pedro Osorio, é Bernal Fran traían los mantenimientos necesarios para la hues
cés , é Francisco de Bovedilla , capitanes , con las te, donde fué proveída de todo lo que ovo menes
gentes de sus capitanías. En la otra batalla iba la ter ; de tal manera que por falta de mantenimien
gente del Duque de Medina , ó la gente del Conde tos é de las otras cosas necesarias no dexasen la
de Cabra con sus capitanes, y el Alcayde de Morón guerra. Llegados aquestos navios, é proveída la
con la gente del Conde de Urueña , é con la gente gente, el Maestre y el Marqués é los otros caballe
de Martin Alonso, Señor do Montemayor. En la re ros é capitanes, acordaron de ir con sus batallas or
guarda iba el Comendador mayor de Calatrava con denadas á la cibdad de Málaga por talar los panes
la gente de su capitanía, é con la gente é capitanes é huertas que estaban carca de la cibdad. E como
de Xerez y Ecija é Carmona. Toda esta gente , que llegaron con sus batallas, los moros salieron á pe
eran fasta seis mil hornee á caballo, é doce mil peo lear con ellos, é duraron aquel dia todo escaramu
nes, ballesteros é lanceros, con gran copia de espin- zando, donde fueron muertos é feridos algunos de
garderos, repartidos en estas batallas, entraron en la una parte é de la otra. E durante aquella escara
el Reyno de Granada contra las partes de Málaga, muza la gente de los christianos andaba quemando
é talaron luego los panes é vinas é olivares é figue- é talando panes é viñas é huertas é olivares é al
rales, é todas las otras cosas que fallaron en el cir mendrales é palmas é otros árboles, é quebraron to
cuito de la villa de Alora. 7 entretanto que la tala dos los molinos que fallaron en el término de Má
se facia, la batalla de la gente del Duque de Medi laga. Otro dia pusieron real sobre la villa de Cohin,
na, é del Conde de Cabra, y el Alcayde de Morón é talaron todo lo que fallaron en circuito della, fas
con la gente del Conde de Urueña , se pusieron de ta que llegaron al término de Altazayna, é de Cu
lante de la villa para facer resistencia á los moros tero ; é talaron ansimesmo á Alhaurin, é destruye
que estaban en guarda della que no saliesen á facer ron toda aquella tierra é sus comarcas. En todos los
daño en los taladores. lugares que talaron ovieron escaramuzas é peleas
Talada toda aquella tierra, la hueste pasó adelan con los moros, donde fueron muertos é feridos tam
te, ó talaron todos los panes é olivares é vinas é bién de los christianos, como de los moros. Había
huertas é Agüérales, é todos los otros árboles que en aquella hueste cirujanos, que la Reyna embiaba
fallaron en los valles é tierras de Cohin, é del Sabi quando entraba su gente en tierra de moros, á los
nal , é de Cazarabonela , é de Almexia , é de Cárta qualcs mandaba que sin ningún precio curasen los
ma, en lo qual estovieron diez dias. E los moros de feridos, porque ella lo facia todo pagar. Fecha esta
Cártama salieron á defender la tala que se facia en tala, que duró por espacio de quarenta dias, volvie
las huertas que eran cerca de la villa ; é la gente de ron todos aquellos caballeros é capitanes con sus
los christianos que iba en la batalla de la avan gentes para los prados de Antequera. E alli se des
guarda, pelearon con ellos, é los retrajeron á la vi partieron, con apercebimiento que les fué fecho de
lla, é robaron é quemaron todo el arrabal. Otro dia parte del Rey é de la Reyna, que estoviesen prestos
pasó la gente adelante, é talaron todos los panes é para entrar con el Rey á la tala que habia de facer
viñas, é otros árboles de Puplana , é por todo el ca en la vega de Granada, é bastecer la cibdad de Al
mino, fasta que llegaron á la villa de Alhendin. E lí aína.
los moros de aquella villa porque tenian grandes
olivares é huertas é gran copia de panes, cometieron
partido á los capitanes que no les talasen su térmi CAPÍTULO XXXI.
no, é que les darían todos los christianos captivos Como el Rey é la Reyna faeron i la cibdad de Taratona.
que tenian en su villa é comarca. El Maestre de El Rey qne según habernos dicho era venido á
Santiago y el Marqués de Cáliz no lo pudieron facer Vitoria, é la Reyna que habia salido de las monta-
porque los taladores estaban ya tan tendidos por fias de Vizcaya, proveída la frontera de Navarra, é
todas partes talando é quemando, que no ovo lugar las otras cosas quo fueron necesarias de proveer en
de lo resistir; é aquella villa é tierra quedó del lo aquellas provincias, partieron de Vitoria, é fueron
do destruida. E oierta gente de Xerez con el Corre- á la cibdad de Tarazona. á entender en las cortes de
400 CRÓNICAS DE LOS BEYES DE CASTILLA.
Aragón que Be facían en aquella oibdad , sobre al tiempo faria asentar sos ánimos en ser subditos del
gunas cosas concernientes á la administración de Rey de Francia, é perderían la afición qne tenian al
la justicia é otras necesidades que en aquel Reyuo señorío real de los Reyes de Aragón. La qual afición
por estonces ocurrían. E vinieron á aquella cibdad decia él que no era pequeña ayuda para los reco
por su mandado todos los mas caballeros é varones brar prestamente. Otrosí decia que no podía buo-
é procuradores de las cibdades é villas, é todos los namente sofrir los clamores de algunos caballeros é
otros que acostumbraban juntarse en las cortes de oibdadanos de aquellos Condados que , por servicio
aquel Reyno. E como fueron juntos, por parte del del Rey su padre é suyo , han estado tanto tiempo
Rey é de la Reyna les fueron notificadas algunas desterrados de sus casas y heredamientos ; é recla
necesidades que por estonces tenian, ansí para re maban toda hora solicitando que se diese obra á la
cobrar los Condados de Ruisellon é de Cerdania, reducion de aquella tierra, por tornar á sus casas é
como para la guerra de los moros, que se continaba, bienes. Todas estos razones decia el Rey á fin que
é pora los otros gastos, que para sostener su estado la guerra se moviese para recobrar aquella tierra de
real eran necesarios. Ansimesmo por los del Reyno Ruisellon é de Cerdania. La Reyna que estaba muy
fueron propuestas al Rey é á la Reyna algunas co inclinada ácontinar la guerra comenzada contra los
sas que para conservación de sus fueros é leyes com- moros decia , que ai agora estoviesen en tiempo de
plia de se executar ¿ remediar. En las quales enten elegir qual de aquellas guerras se debía comenzar,
dieron con gran diligencia los dios que en aquella habían lugar los causas que el Rey decia para co
cibdad estovieron ; pero eran tantas é de tan diver menzar la de Francia é dexar la de Granado. Pero
sas calidades, que no se pudo dar fin a ellos por es que comenzada yo de dos años antes la guerra con
tonces. E porque era ya el mes de Abril, y el tiem los moros , para la qual con grandes trabajos eran
po para entrar en el Reyno de Granada á facer la fechos aparejos, é se habían fecho inmensos gastos
guerra é la tala que se había de facer se pasaba , la á costas, ansí por mar como por tierra, é teniéndola
Reyna, que tenia mucho en el ánimo aquella guer en el estado que la tenian, parecía mal consejo per-
ra de los moros, acordó que se debían dexar aque dello todo por comenzar otra guerra de nuevo , pu
llas cortes de Aragón, por la dilación grande que se diéndose proseguir la de los moros, proveyendo es
daba on la conclusión dolías, é todas cosas pospues totra que se esperaba con los Franceses. Para la
tos debían ir al Andalucía en prosecución do la qual decia ella que debrian quedar con el Rey en
guerra do los moros. Porque decía olla quo ora tan aquellas partes do Aragón é de Cataluña algunas
justa é tan soneto empresa, que entro todos los prin gentes de armas de Castilla : con los quales é con
cipes christianos no podio ser mas honrado, ni que la gente de la tierra podia facer el Rey lo que que
mas dina fuese; paro que faciéndose debidamente ría. E que ella iria en prosecución de la guerra que
se oviese el ayuda de Dios y el amor de los gentes. tenia comenzada contra los moros, y en esta mane
El voto del Rey era que primero se debían recobrar ra se proveía lo uno é lo otro.
los Condados de Ruisellon é de Cerdania, que los te En este acuerdo asentaron el Rey é la Reyna é
nia injustamente ocupados el Rey de Francia; é que los de su Consejo, é luego dieron orden en la admi
la guerra con los moros se podía por agora suspen nistración de la justicia que habia de quedar en las
der, pues era voluntaria , é para ganar lo ogeno , é tierras de allende el puerto ; de la qual dieron car
la guerra con Francia no se debía escusar, pues era go al Almirante Don Alonso Enriquec é al Condes
necesario, é para recobrar lo suyo. E que si aquella table Conde de Haro, á los quales mondaron que
era guerra santa, estotro guerra ero justa, é muy estoviesen en la villa de Valladolid. Otrosí manda»
conviniente A su honra. Porque si la guerra de los ron á ciertos Dotores de su Consejo, que estoviesen
moros por agora no se prosiguiese, no les seria im con ellos, é librasen las causas que pendían, é de
putada mengua ; é si estotro no se ficiese , allende nuevo naciesen en aquellos partes, é proveyesen en
de recobir daBo é pérdida, incurrían en deshonro, ellas : para lo quol el Rey é la Reyna les dieron sus
por dexar á otro rey poseer por fuerza lo suyo, sin poderes bastantes.
tener á ello titulo ni rozón alguno. Decia ansimesmo Fecha esta provisión , el Rey quedó en aquella
que el Rey de Francia era mozo, é su psrsona é Rey- cibdad de Tarazona , entendiendo en las cortes que
no andaba en tutorías é gobernación ogeno; las qua se facian, é la Reyna partió de aquella oibdad, é
les cosas daban oportunidad paro facer lo defensa con ella el Cardenal de España, é vinieron á la cib
de los Franceses mas flaca, é la demanda de resti dad de Toledo. E como la Reyna llegó cerco de lo
tución mas fuerte. E que si por agora se dexase, era cibdad, porque era costumbre antigua, é muy guar
do pensar que cresciéndole la cobdicia con la edad, dada , que quando los Arzobispos entran la primera
seria mas difícile de recobrar é sacar de su poder vez en ella , los caballeros de li> cibdad salen á le
aquella tierra. Otrosí decia que quanto mas tiempo recebir fuero de la cibdad ; é todos vienen con él á
dexase de mover esta guorra , tanto mayor posesión pié en cirouito de la oavalgadura en que entra, fasta
ganaba el Rey de Francia de aquellos Condados ; é lo poner á las puertas de la Iglesia donde descaval-
los moradores dellos, que cada hora esperaban ser ga é face oración á la cruz , con que la clerecía de
tornados á su señorío, veyendo pasar el tiempo sin la Iglesia le está esperando ; la clerecía de la cib
dar obra á los recobrar, perderían lo esperanzo que dad requirió al Cardenal que pues aquella era la
tenian de ser reducidos al señorío primero ; é que el primera vez que entraba en la oibdad , después que
DON FERNANDO É DOÑA ISABEL. 401
fué proveído del Arzobispado, le ploguieso guardar Duque su padre, é Don Juan de Solomayor, Señor
la oerimonia debida á loa Arzobispos, y entrar en la de Alconchel, é Puertocarrero , Señor de Palma, é
cibdad nn dia antes que la Reyna entrase ; porque Juan de Guzman, Señor de Teba , é todos los otros
entrando solo, los caballeros oviesen lugar de le fa capitanes é gentes de armas que embió á llamar.
cer aquella honra acostumbrada. 13 como la Reyna Otrosí, vinieron fasta mil peones ballesteros é lan
le rogase aquello mesmo , el Cardenal le respondió : ceros y espingardoros, é mandó traer gran número
« Señora, pues vuestra voluntad fué de me procurar de carros ó madera é fierro é piedras é maestros para
i la provisión de este Arzobispado, yo reputo la ma las labrar , é todas las otras cosas que eran necesa
lí yor honra que puedo recebir entrar acompañando rias para las lombardas é otros tiros de pólvora de
ná vuestra persona real , é quo vos me pongáis por su artillería, según la orden quo para ello dábanlos
» vuestra mano en la posesión de la Iglesia que maestros quo fizo venir de Francia é de Alemana,
«me prociirastes ;—quédese, dixo, esta cerimonia que tenian aquel cargo. E allende de las trece mil
d para otro tiempo é lugar» ; é no quiso entrar en la bestias que el Reyno le dio en servicio este año para
cibdad, salvo con la Reyna, acompañándola. Aque meter los bastimentos necesarios á la gente que es
lla respuesta que el Cardenal dio, éla voluntad que taba en Albania , mandó ansimesmo traer alquila
en aquel caso mostró, fué notada á virtud de humil das otro gran número de bestias é de carretas, para
dad é de agradescimiento ; porque eligió antes ir llevar las cosas necesarias á las gentes de armas é
con los otros acompañando á la Reyna, que entrar peones .que habian de entrar en la vega de Grana
solo en la cibdad con aquella gran cerimonia é hon da. Otrosí mandó aderozar grande flota de naos é
ra que le era debida é le ofrescian. E ansi entró en galeras é carracas por el mar, é fornescerlas de ar
la cibdad acompañando á la Reyna, á la qual fuá mas é gentes é mantenimientos, para guardar el es
fecho grande recibimiento, y estovo en la cibdad trecho que no pasasen mantenimientos ni gentes de
los tres dias de Pasqua de Resurrección ; é luego las partes de África para favorecerlos moros. E dio
partió para el Andalucía, é con ella el Cardenal, é cargo de la capitanía do esta flota á Don Alvaro de
fué á las cibdadeB de Ubeda é Baeza é Andúxar é Mendoza, Conde de Castro. Aparejadas todas las co
Jaén. E vistas todas aquellas partes proveyó algu sas que eran necesarias para la guerra, pensando
nas cosas que entendió ser necesarias 4 la adminis que el Rey Be deternia en las cortes de Aragón, dio
tración déla justicia, é buenagobornacion de aque cargo de la capitanía general de toda su hueste al
llas cibdadeB : en especial defendió el juego de los Cardenal de España , para que entrase en tierra de
dados en aquellas tierras y en todos sus Reynos so moros ; y ella acordó de ir á las cibdades de Ante-
grandes penas , é mandó á sus Corregidores que las quera é Alcalá la Real , para proveer en las necesi
executasen en qualesquier persona que los jugasen. dades que ocurriesen ; porque la presencia de la
E los ministros de la justicia habian tan gran te Reyna, é la forma que tenia en la gobernación de .
mor de la Reyna, que executaban con mucha dili las cosas , facía á sus ministros é servidores poner
gencia sus mandamientos ; é algunos por miedo de las en obra con diligencia. Las cosas de la guerra
las penas que se executaban , se refrenaban é dota fechas é aderezadas por la Reyna en la manera que
ban de jugar : de manera que los grandes de ver habernos dicho , el Roy dexó las Cortes de Aragón,
güenza, é Iob otros por miedo de la pena, todos jue é suspendió en la guerra que estaba en propósito de
gos cesaron. Cosa fué por cierto dina de memoria, facer á los Franceses ; porque en aquellas Cortes no
porque esto se guardó tanto, que no se fallaban en falló por estonces el aparejo que era necesario para
todo el Reyno dados para jugar, ni agora ninguno la principiar, é vino para la cibdad de Córdoba don
los osaba tener ni vender. Asentadas todas estas de estaba la Reyna. E juntos aquellos caballeros é
cosas por la Reyna en aquellas cibdades, acordó de capitanes que estaban en su Consejo , fablúse cerca
venir para la cibdad de Córdoba, á esperar la gente de la guerra que se habia de facer aquel año. E por
de armas que habia mandado llamar para facer guer que el voto de algunos era , que se debia facer tala
ra en el Reyno de Granada. en la vega de Granada , según se habia fecho los
años pasados , y el voto de otros era , que so debia
CAPÍTULO XXXII. asentar real sobre alguna Villa; aquellos cuyo voto
era de facer la tala, decían que pues habia tan gran '
De 1» cosas que la Reyna Dio en la cibdad de Córdoba , é como recabdo en la mar, para que no pasasen manteni
el Re; dexd las cortes de Tarazona , é vino i Córdoba do es mientos de África con quo los moros de Granada se
taba la Reyna.
pudiesen proveer, les parecía que debian entrar en
Como la Reyna llegó á la cibdad de Córdoba, lue la vega, é facer la tala de los panes é otras cosas,
go vinieron á bu llamamiento el Maestre de Santia según que otras veces se habia fecho. E que qui
go, y el Conde de Cabra y el Marqués de Cáliz, y tando á los moros por todas partes el mantenimien
el Marqués de Villena , é Don Lorenzo Suarez de Fi- to, geles faria mayor gueira que en otra manera:
gueroa, Conde de Feria, é Don Alonso de Aguilar, porque no pudiendo sofrir la mengua de los mante
y el Conde de Belalcázar, y el Conde de Osorno Co nimientos , seria forzado darse todos de hambre ; y .
mendador mayor de Castilla, y el Conde de Nieva, en esta forma seria fecha guerra general á todo el
y el Conde de Uruefia , é Don Juan de Guzman , fi Reyno , lo que no se faria cercándose una villa sola.
jo del Duque do Medinasidonia con la gente del Los que eran en voto quo se cercase alguna villa,
Cr.-III, 26
402 CRÓNICAS DE LOS BEYES DE CASTILLA.
decían que bien seria facerse la tala, si generalmen carros. T en esta forma fué el Rey poniendo sai
te se pudiese facer en todas las partes del Reyno reales fasta qne llegó sobre la villa de Alora, Vier
de Granada , pero que no se podia facer , salvo so nes once días del mes de Junio deste ano. Los mo
lamente on la vega , é aun en aquella no se podia ros que en ella estaban fioieron grandes aparejos de
talar cumplidamente, salvo algunos lugares ; é ansí defensas en los muros é torres , y el Alcayde que
quedaban todas las otras cibdades é villas é lugares tenia la fortaleza repartió su gente en los lugares
é partes de aquel Reyno por talar, de donde los mo que entendió ser necesarios para la defender. Esta
ros se podían proveer. Anst que facer la tala era villa es tan fuerte é puesta en tal sitio , que los mo
una guerra de grandes costas á los chrietianos, á ros recelaban poco de ninguna fuerza ni combata
poco daño á los moros. Esto bien considerado , de- que les fué fecho. El Rey, puesto su real, mandó asen
oían que el Rey debía poner sitio sobre alguna villa tar el artillería , é que tírase á ciertas partes del mu
de las de aquel reyno , pues tenia gran poder de gen ro é de las torres. Los moros ansimesmo tiraban
tes é artillería para la guerrear é combatir. E ni por oon espingardas , é con otros tir,os do pólvora, é sae
esto cesaría la tala , pues que las gentes de la hues tas con yervas é ferian algunos christianos. E para
te talarían asaz tierra déla que estoviese en circui curar los feridos é los dolientes , la Reyna embiaba
to de la villa que se sitiase. Sobre esta materia ovo siempre á los reales seis tiendas grandes , é las ca
grande plática é diversidad de consejos entre los ca mas de ropa necesarias para los feridos y enfermos;
balleros é capitanes que estaban en el Consejo. Al y embiaba físicos é cirujanos é medicinas é hornea
fin el Rey é la Reyna, vistas las razones que se ale que los sirviesen, é mandaba que no llevasen pre
gaban por los unos é por los otros , determinaron, cio alguno, porque ella lo mandaba pagar. T estas
que se debía poner sitio sobre alguna villa de mo tiendas con todo este aparejo , se llamaban en los
ros é la combatir, porque entendían de la haber con reales el Hospital de la Reyna. Asentadas las lom
la fuerza del artillería. E determinaron que se sitia bardas grandes, é comenzando á tirar, derribaron
se la villa de Alora , porque tomada aquella villa, dos torres é á una gran parte del muro. E como
aseguraba gran parte de las otras tierras de chrís- aquella parte del muro fué caída , los moros traba
tianos que estaban frontera de los moros, de donde jaron por facer otro muro de tapia por de dentro
se podia facer guerra á las otras villas é tierras del para se defender ; pero los ribadoquines é otros ti
Reyno de Granada, que estaban en la comarca. Este ros de pólvora tiraban tantas veces á aquella parte
acuerdo habido, fué tan secreto que ninguno lo so do el muro había caido, que los moros no tenian lu
po , salvo muy pocos de su Consejo. E aprovechó gar de facer ninguna defensa dentro ; é si algunos
tanto el secreto, que los moros no proveyeron aquo- trabajaban de la facer , luego eran muertos ó lisia
11a villa de las coaaa que se requerían para su de dos con la gran muchedumbre de artillería que con
fensa; é recelando que el Rey cercaría otra vez la tinamente tiraban.
cibdad de Loxa, pusieron en ella los moros guarda Visto por el Rey como las torres con aquella par
de mucha gente é mantenimientos, é fortificáronla te del muro eran caidas, mandó aderezar los bancos
' mas que otra ninguna cibdad ni villa de aquellas pinjados é grúas ó mantas, é los otros pertrechos
partes. necesarios para el combate; é repartió los lugares
por do la villa se había de combatir á cada capitán.
CAPÍTULO XXXIII. Los moros, que primero estaban esforzados é con
poco temor de recebir daño , quando vieron las tor
Como el Itey tomó la villa de Alora.
res con grande parte dol muro derribado , ó como
Habido el acuerdo que habernos dicho luego el toda la artillería continamente tiraba é derribaba
Rey partió para la cibdad de Córdoba con todos cada hora mas , é que no podían defender el muro,
los caballeros é gentes de caballo é de pié quo la ni andar seguros por las calles ; sintiéndose guer
Reyna había fecho juntar ; é sus batallas ordena reados por tantas partes, requirieron al Alcayde que
das, vino fasta un lugar que se llama el Rio de las diese al Rey la villa, porque ni veían manera para
Teguas. Estando allí, mandó al Marqués de Cáliz que la defender ni tenian fuerza para pelear. El Al
con la gente de su casa, é con la batalla de la gon- cayde, visto que gran parte de sus moros perdían el
to de armas del Cardenal de España, do iba por ca esfuerzo , con algunos que vido tener mejor ánimo,
pitán Don Antonio de Mendoza su sobrino , fuese se puso en una torrea Hn de la defender; é reprehen
adelante á asentar real en lugar conviniente. Como día á los otros por la flaqueza que mostraban, é de
el Marqués fué partido, el Rey lo siguió, y entró cíales, qne antes debían allí morir que perder su
mas adelante en tierra de moros con toda su hues tierra, é ser puestos so la servidumbre de los chris
te, donde iban de las bestias que dio el Reyno, éde tianos, á quien no conocían sino por enemigos crue
las otras que la Royua mandó traer alquiladas, fas les. E con estas é otras semejantes razones trabaja
ta en número de treinta mil cargas, que llevaban ba de los esforzar , pero los moros, veyendo los
los mantenimientos para la gente. Iba ansimesmo muertos é feridos é como cada hora sus muros
gran número de carros con el artillería, ó una gran caían , puestos en aquella necesidad peligrosa , la
parte de los peones pasaban adelante por las sier turbación les privaba el entendimiento para tomar
ras' y puertos de aquella tierra, allanando los cami acuerdo de lo que debían facer. Estando en esta
nos é lugares ásperos por donde pudiesen pasar los priesa , descolgáronse por la cerca, tres moro* é vi
DON FERNANDO É DOÑA ISABEL. 403
nieron al Rey á le decir el estado de la villa, y el en esta manera aquella villa quedó en el señorío del
desacuerdo que habia entre los moros sobre la de Rey é de la Reyna. El Rey con toda su hueste en
fender 6 entregar. Estonces el Rey les embió á de tró en aquel valle de Cártama, é asentó real sobre
cir con un faraute 6 intérprete, que él les asegura una villa que se llama Cazarabonela, que es fuerte.
ba la vida é los bienes, é que los embiaria sin daño E los moros que estaban en ella salieron á escara
á qualquier parte que quisiesen , si luego le entre muzar por tales lugares, que á su salvo podian fa
gaban la villa. Los moros, oyendo la piedad que el cer harto daño en los christianos, é no recebirlo, se
Rey les ofrecia, esforzáronse mas contra el Alcay- gún la dispusicion de la tierra é de los grandes oli
de é decíanle : «Tú, Alcayde, que nos mandas defen- vares é otras ramblas é barrancos que estaban en el
» der, danos si puedes vida para poder pelear, é plá- circuito. E algunos de los christianos con orgullo é
» ceños morir defendiendo, si podemee defender pe- cobdicia de robar, soltáronso de algunas batallas
n leando ; mas si no podemos guardar la vida para sin orden é sin mandamiento de los capitanes , é
«defender la villa, locura es perder la vida é la v¡- fueron á escaramuzar con los moros por aquellos lu
n lia. Tú quieres que muriendo veamos moriré cap- gares que no sabian. Algunos de los capitanes visto
i) tivar nuestras mugeres é fijos, é al fin que sepier- aquel daño entraron en la escaramuza , por retraer
i) da la villa ; sábete que no lo queremos facer, án- della á los christianos ; é la confusión é desorden de
» tes queremos gozar de la piedad que el Rey nos pelear fué allí tan grande , que de los christianos
I ofrece, que usar del consejo que tú nos das. » El fueron algunos muertos é muchos feridos de los ti
Alcayde, visto que cada hora mas desmayaba su ros de saetas con yervos y espingardas que tiraban
gente con las muertes de unos é feridas de otros, los moros.
acordó de entregar al Rey la villa ; y el Rey seguró Murió en aquella facienda de una saetada Don
les las vidas é los bienes , é mandó al Comendador Gutierre de Sotomayor, Conde de Bolalcázar, que
mayor de León Don Gutierre de Cárdenas, é á Puer- entró á retraer la gente de bu batalla. Este Conde
tocarrero Señor de Palma, que entrasen en ella. A era mozo de veinte é quatro años, home de muy
los quales el Alcayde dio lugar que se apoderasen buenos deseos, é tan bien acondicionado , que pesó
de una torre con fasta veinte hornos de armas , en mucho al Rey é á la Reyna de su muerte. Dio tan
tretanto que los moros de la villa recogían sus bie gran tristeza en las gentes del real, que todos los
nes, é los sacaban fuera. E luego fueron puestas que andaban en la escaramuza, oida la muerte de
sobre las torres de la villa las banderas del Rey é de aquel Conde, se retraxeron. E los moros de algunas
la Reyna , y el pendón de la Cruzada. Fué entrega villas de aquel valle, que por la toma de la villa
da esta villa al Bey, á veinte dias del mes de Junio, de Alora estaban tan caídos que pensaban darse
afio del nascimiento de nuestro Redemptor de mil por subditos del Rey é de la Beyna , quando oyeron
é quatrocientos é ochenta é quatro años. E mandó el daño que ficieron en aquella escaramuza, cobra
poner en seguro todos los moros é moras con sus ron tanto esfuerzo, que mudaron ol propósito é no
fijos é bienes ; otrosí mandó rescatar todos los chris- se quisieron dar. El Rey mandó talar todos los pa
tianos que estaban en ella captivos. Como la villa nes é viñas é olivares de aquel valle, é por acuerdo
fué desembargada, el Boy entró en ella con una de algunos capitanes, deliberaba volver para Cór
solemne procesión , é fué á la mezquita principal , é doba, é vino fasta los prados de Antequera. La
fundó en ella nna iglesia, que por intercesión de la Reyna que todos los dias trabajaba embiando dine
Reyna fué intitulada Santa María de la Encarna ros é gentes é reqnas é mantenimientos é facia con
ción. É mandó reparar las torres y el muro que ha tinos aparejos para aquella guerra , oido como el
bían derribado las lombardas, é dio cargo de la ca Rey deliberaba tan presto dezar la guerra é salir
pitanía mayor de aquella villa á Luis Fernandez con toda bu hueste de tierra de moros, embió decir
Puertocarrero, con docientos homes á caballo é otras al Rey , que si le ploguiese debía facer la tala en la
gentes á pié. E proveyóla de mantenimientos é de vega, ó poner sitio sobre alguna otra villa, pues
las otras cosas necesarias, é partió con toda su hues habia aun asaz tiempo del verano en que se podia
te para ol valle que dicen de Cártama. facer. El Rey sabida la voluntad de la Beyna , co
Tomada la villa de Alora, el Rey mandó mover mo quier que ya la gente comenzada á se volver;
su real é fué al valle que dicen de Cártama por lo pero anRÍ los grandes señores , como los capitanes,
talar; y embió delante al Marqués de Cáliz con la é todos los otros caballeros é gentes de la hueste,
gente de su casa, é con la gente del Cardenal de visto como el consejo de la Beyna era razonable;
España, é otros capitanes , que serían fasta dos mil tornaron á entrar en la vega de Granada con el
de caballo. E como entró en aquel valle, fué para Bey. El qual, ordenadas sub batallas, fué aun lugar
la villa de Alozayna ; é los moros della , veyendo que se llama Alhendin , é quemó las viñas é oliva
que no se podian defender , salieron al Marqués , é res é otros árboles é todos los panes que estaban en
trataron con él de se poner en el Honorio del Rey é las eras; é quemó las casas de la Marbaha, é de
de la Beyna, é ser bus vasallos. El Marqués embió á Gabiar, é Antora é Goxa. E otro dia fué con algu
decir al Bey, como los de aquella villa querían ser nas gentes por cerca de un lugar que se llamaba
sus siervos, si les mandase guardar sus bienes. El Dilar, que es al pié de la Sierra Nevada. E fueron
Rey le embió á mandar que la reoibiese, é no les muertos algunos moros que salían á escaramuzar
ficiese guerra, é que loa asegurase de su parte. Y con la gente del Bey, é otros fueron captivos; ó
404 CRÓNICAS DE LOS R ¡TES DE CASTILLA.
fueron quemados Uxixar é Acibia dos lugares oer- cerca de Jaén, otros decían que se debia poner so
canos de la cibdad de Granada, é quemaron las par bre Montefrio, otros sobre Ulora ; pero al fin acor
vas de los panes , é las viñas é huertas , é otros fru daron que se debia poner cerco sobre Setenil, por
tales que estaban en aquel circuito. Otro dia el Rey muchas razones que mostraban ser esta villa mas
con toda su hueste, sus banderas tendidas, é la gen provechosa que las otras, si se pudiese haber, por
te dispuesta á la batalla, fué camino de la cibdad la seguridad que los christianos habrían, é por el
de Granada, por encima de Armilla, que es por la daño que los moros recibirían si se ganase. E como
parte de la Sierra Nevada, quemando é talando todo quier que la plática de estas cosas era secreta en su
lo que fallaba en circuito de dos leguas, é quema Consejo, poro aquello que determinaban facer esta
ron á Armilla la menor, ¿ las oras de Abra, é que ba mucho mas secreto, porque ninguno sabia la
braron los molinos de Jarambi, que son cerca de la final determinación salvo muy pocos. Habido este
puerta de Qranada que se llama Bibarrambla, é to acuerdo, luego el Rey partió de la cibdad de Cór
dos los otros molinos que estaban cercanos de la cib doba con toda la gente de armas de su hueste , y
dad. El Rey con su batalla real se puso delante las embió delante al Marqués de Cáliz ; el qual con dos
puertas de la cibdad, quanto un quarto de legua mil homes á caballo fuá muy presto 4 la villa de
por la parte de la Sierra Nevada, á pelear con los Setenil , por guardar que los moros no se proveye
moros, si saliesen á defender la tala que los suyos sen , si oviesen aviso del camino que el Rey lleva
facian por todas partes ¡ los quales quemaron las al ba para la cercar. Otrosí mandó llevar el artillería;
deas, alearlas, é casas, é torres, é mezquitas que los é como llegó el Marqués tomó algunos moros que
moros tenian en aquella parte , é todos los olivares andaban en el campo , de los quales sopo como en
y huertas, é parvas que estaban en las heras. E lle la villa no habia otra gente, salvo el Aloayde é los
garon algunos caballeros é peones fasta cerca del vecinos de ella , pero sopo que eran asaz para la de
muro de la cibdad de Qranada. Otrosí la Reyna ha fender, é homes cursados en la guerra para pelear.
bía mandado al Duque de Medinasidonia, é al Con E luego el Rey vino con toda su hueste, é asentó su
de de Cabra que, entre tanto que el Rey estaba en real bien cerca de la villa ; é porque los caminos
la vega faciendo esta tala, entrasen en la tierra de eran fragosos por do habían de pasar los carros en
los moros con las gentes de sus casas : al Duque por que iba el artillería, mandó que viniesen delante al
la parte de Ximena, é al Conde do Cubra mandó guna gonte de peones oon picos é palas de fierro, é
que fueso al término do la cibdad do Loxa. Estos otros aparejos para allanar los lugares altos é fra
dos caballeros, cumpliendo el mandamiento de la gosos por do pudiesen pasar. Los moros, veyendo la
Reyna, entraron en tierra de moros, é talaron é villa cercada de todas partes, salieron algunas ve
quemaron é destruyeron todoB los panes ó viñas é ces á escaramuzar con la gente que estaba en la
árboles que fallaron en aquellas partes, é traxeron guarda ; pero visto los daños que los tiros de pólvo
ganados é prisioneros en gran número. Fizóse en ra facian en ellos, acordaron de no salir mas 4 la es
espacio de quarenta dias que el Rey duró en la ve caramuza , é cerraron todas las puertas de la villa,
ga, y en la entrada que estos dos caballeros cada é tapiáronlas por de dentro , é acordaron de defen
uno por su parte fizo la mayor tala é destruicion der el muro é las torres. E por esta causa la gente
que se fizo en aquella tierra, después que los moros de la hueste estaba segura de los moros , que no te
la poseen. nian por do salir á polcar con la gente del real ; el
Fecha esta tala, el Rey vino con toda su hueste qual estaba muy bastecido de todas las oosas nece
para la cibdad de Alhama, é fizo meter en ella cin. sarias , porque la Reyna embió oficiales é provisio
co mil bestias cargadas de mantenimientos que la nes é las otras cosas que eran menester para la hues
Reyna habia embiado de Córdoba par» bastecimien- te en grand abundancia ; otrosí embió las seis tien
to de aquella cibdad, é sacó della al Conde deTen- das que se decian el Hospital de la Reyna para los
dilla que la habia sostenido , é dió el cargo de la dolientes é feridos , según lo acostumbraba á era-
capitanía mayor á Don Gutierre de Padilla, Clave biar á los otros reales. Asentadas las lombardas
ro de la órden de Calatrava. E dexando el provei gruesas, el Rey mandó que tirasen á dos torres
miento de las cosas necesarias para aquella oibdad, grandes que estaban en la entrada de la villa ; é
volvió con toda su hueste á la cibdad de Córdoba. como tiraron por espacio de tres dias, luego las
derribaron con un gran pedazo del muro. Y entre
tanto los otros tiros de cebratanas é pasabolantes é
CAPITULO XXXIV. ribadoquioes, tiraban á las casas de la villa, é ma
taban los homes é mugeres ó niños é derribaban
Como el Rey tomó It villa de SetenIL las casas. E tan gran temor pusieron los tiros de
Porque el tiempo del verano duraba para poder pólvora , é tanto daño y estrago facian en los mo
estar gente en el campo, acordaron en su Consejo ros , que no lo podían sofrir , ni tenian vigor para
el Rey é la Reyna de no dexar pasar el tiempo sin pelear, ni para se defender. E demandaron partido
facer otra entrada, é poner sitio sobre alguna villa al Rey que les salvase las vidas é las faoiendas, é
de moros. E como quier que ovo diversos votos en les diese libertad para ir en salvo do les ploguiese.
tre los capitanes que en esto entendian, porque unos El Rey otorgóles seguridad de las vidas con todo
4ecian que debían poner sitio sobre Cambil que es lo que pudiesen llevar ; é luego el Alcay de é todo»
DON FERNANDO É DOÑA ISABEL. " 406*
M moros entregaron la villa al Bey (1). E mandó á en los repartimientos 6 o' a que compilan dé
dos capitanes que oon la gente de sos capitanías se facer. Fueron prese' . n ■ssta junta el bastardo
fuesen con el Alcayde , é con todos los moros , á de Aragón, Duque dn .hermosa, Capitán general
los poner en salvo en la cibdad de Ronda. T el Rey de la gente de armas de las hermandades , é Don
entró en la villa, é mandó reparar las torres é ma Alonso do Burgos , Obispo de Cuenca , que era Pre
ros que habien derribado las lombardas, é fizóla sidente. E juntos en aquella oongregaoion , é plati
bastecer de pertrechos ó bastimentos é de las otras cadas algunas cosas necesarias de se proveer, aquo-
cosas necesarias. E dezó por capitán mayor á Don llos ministros relataron los trabajos en la guerra
Francisco Enriquez con docientos hornea de caba con los moros , en la qual se facian tan grandes gas
llo , ó con la gente de pié que fué necesario para la tos, que sobrepujaban á las rentas ordinarias que
gtrardar ; é luego fué con toda su hueste para la el Rey é la Reyna tenian. Por ende les encargaban
cibdad de Ronda , que es á dos leguas de Setenil , é de parte de su Real Magestad, que considerada
fizo talar los panes é viñas é olivares é los otros fru aquella necesidad , é la cosa en que Be habian de
tales que estaban i una legua en circuito de aque destribuir, repartiesen allende del repartimiento or
lla cibdad. Sabido por la Royna como la villa de Se dinario alguna suma , para ayuda de pagar las lle
tenil tan presto fué tomada, ovo gran placer; por vas de los mantenimientos que se habian de llevar
que fué cercada por algunos Reyes pasados en otros al real el verano siguiente, é para basteoer la cib
tiempos , é como quier que habia durado el sitio so dad de Alhama ; otrosí para ayudar á pagar las cos
bre ella mucho tiempo, nunca se pudo tomar; é tas que se requerían facer en el artillería , é para
acordó de ir á la cibdad de Sevilla. El Rey, que ha pagar los caballos que eran muertos en las peleas é
bia salido de la tierra de moros , vino é ella al ca batallas habidas con los moros. AquelloB Procura
mino, é ambos entraron en la cibdad, donde esto- dores é Diputados, oido lo que les fué propuesto, é
vieron el invierno proveyendo en las cosas necesa habida consideración á las cosas par») que se de
rias, ansí á la buena gobernación de sus Reynos, mandaba aquella ayuda, con buena voluntad de to
como i la guerra de los moros, al bastecimiento de dos respondieron, que les placía de servir al Rey é
las villas que eran tomadas , é de las otras gentes á la Reyna con todo lo que de su parte les era do-
que estaban puestas en la frontera. En este tiempo mandado : porque como Reyes executaban la justi
los capitanes que dexaron en Alhama, y en Alora, cia, é como señores defendían sus Reynos, é como
y en Setenil , continamente facian entradas en tier cathólícos celaban la fe , é como animosos guerrea
ra de los moros ; é les facian tanta guerra, que es ban los enomigos , é como prudentes gobernaban en
taban oprimidos , é no tenian aquellas fuerzas que tal manera sus Reynos , que cada uno era señor de
solian para entrar á facer guerra en la tierra de los lo suyo , é no daban lugar que ninguno robase lo
christianos por aquellas partes. E muchas veces ageno; é porque con los tributos que les daban,
ofrecieron gran número de oro en parias al Rey é á ellos eran Reyes mas poderosos, é con su poder sus
la Reyna, é que el Rey moro seria su vasallo para subditos eran mas honrados é defendidos. Ansimes-
los servir, según lo habían seydo algunos moros mo respondieron , que si á los Reyes pasados se fa
del Reyno de Granada de los Reyes de Castilla sus cian servicios é pagaban tributos , visto que algu
antecesores. Pero porque su propósito, según habe nas veces Be distribuían menos debidamente que de
rnos dicho , era de conquistar todo el Reyno de Gra bían, aquellos se otorgaban con cargo, é Be repar
nada , no lo quisieron aceptar. E mandaban á sus tían con dificultad , é se cogían con trabajo. Pero
capitanes é gentes que favoreciesen al Rey mozo considerando que la intención con que se pide este
contra el Rey su padre, según gelo habian prometi servicio es recta , é la guerra en que se gastaba es
do. Los moros, considerando que aquel Rey mozo sanota , é la manera del gastar veían ser reglado; les
recebia ayuda de los christianos, é recelando que parecía que la razón les obligaba á contribuir nue
los metería en su tierra , aborrescianle, é apartában vas contribuciones , pues se facian nuevos é necesa
se dél , y estaba retraído en la cibdad de Almería. rios gastos. E allende del repartimiento que ordina
riamente pagaban para el sueldo de la gente de ar
OAPÍTOLO XXXV. mas quo continaba en la guerra, les placía de ser
vir este año con doce quentoB de maravedís, para
Da las cosas que pasaren en la Junta qne las Hermandades del pagar los alquileres de las bestias que habian de'
Reyno telaron en este alo en la villa de urgís.
llevar los mantenimientos al real , é al proveimien
Los diputados é oficiales de las Hermandades de to de la cibdad de Alhama é de las villas de Alora é
las cibdades, é villas é provincias, é otros! Alonso Setenil ; é mas otro medio quento de maravedís para
de Quintanilla, y el Provisor de Villafranca que te pagar las bestias é acémilas que se murieron el año
nian cargo por el Rey é por la Reyna de los admi pasado llevando los bastimentos, é ansimesmo lo
nistrar, acordaron de se juntar en el mes de No que se gastaba en el artillería. Dada esta respuesta
viembre de este alio en la villa de Orgaz, para en por los Procuradores del Royno , é presentada á la
tender en las cosas de la justicia que el Rey é la Reyna por el Duque de Villahermosa, é por el Obis
Reyna les habian dado facultad que entendiesen, y po de Cuenca, é por los otros comisarios que fue
ron presentes en aquella junta , la Reyna regrades-
(1) Fsé esto por Setiembre de este alo. Bernald., cap. 71. ció la obediencia que los Procuradores de sos Rey
406 CRÓNICAS DE 'LOS REYES DE CASTILLA.
nos mostraron ; é considerando qne por las derramas ción , é murmuraban del, imponiéndole ser avarien
que se cogían en el Reyno , sus subditos sentirían al to, é injusto, é incapaz, é los otros defetos qaolos
guna fatiga, acordó que no se repartiesen mas de quo aborrescen á su mayor le suelen imponer quan-
los doce quentos que eran necesarios para el alqui do del están descontentos. E de dia en dia oresoíó
ler de las bostias que habian do llevar los basti tanto el odio entre ellos, que no cesaban de afear las
mentos al real, é al proveimiento de Albania é Alo esquividades é condiciones ásperas del Roy: las qua-
ra é Setenil, porque estas no se podían escusar. To les comparadas á la humanidad é dulce conversación
dos los otros repartimientos mandó que cesasen, é que tenían con el Rey su padre les parecían muoho
mandó dar sus cartas para los diputados de las pro mas grávese intolerables. Esta plática se estendió en
vincias, que no repartiesen otra suma allende de tre ellos tantas veces que vino á noticia del Rey como
aquellos doce quentos. aquel Duque de Guimaranes é los otros sus hernia-
En este año murió el Papa Sixto Quarto , é fué nos é parciales maculaban sus costumbres, é afea
elegido por Sumo Pontífice Inocencio Octavo. Otro ban con palabras la manera de bu gobernación. De
sí, estando el Rey é la Reyna en aquella cibdad , los lo qual se engendró entre ellos tan grand odio, que
vino nueva como el Rey de Portogal había muerto el Rey no pudiendo sofrir los mordimientos de sus
por bu mano al Duque de Viseo bu primo, hermano subditos pensó como los castigase. Y ellos creyen
de la Reyna su muger, é fijo del Infante Don Fer do no tener vida segura viviendo el Rey , dícese
nando su tio, hermano del Rey bu padre, é de la que imaginaron de lo matar, é facer Rey á este Du
Infanta Dona Beatriz tía de la Reyna. Ebío Duque que de Viseo su primo. Informado el Rey de Porto-
de Viseo era mozo de veinte afios , é como estanue- gal de la conjuración que contra élsefaciapor algu
va vino dubdosa, porque unos decían que era muer nos quo se dice que la sabían, mandó prender al Du
to , otros que era preso ; el Rey é la Reyna, por el que de Guimaranes, ó fecho proceso contra él, fué
debdo de sangre que con ellos tenia , acordaron de degollado, según habernos dicho, por justicia. E
embiar á Don ífiigo López Manrique, Obispo do desterró el Rey ú todos sus hermanos é parciales , é
León é á Mosen Gaspar Fabra un caballero de Ara mandó degollar á otros caballeros que eran partíci
gón por embaladores al Rey de Portogal , á le ro pes en aquella conjuración, é tomóles todos sus bie.
gar con grand afición , que si no era muerto el Du nes. E habiendo consideración que este Duque de
que, no procediese contra él á la muerte, fasta que Viseo era eu primo , é de tan poca edad , que no po
con mayor piedad mirase la causa do su prisión ; é día inventar fazafia tan criminosa, le dixo que le
si era muerto, de bu parte consolasen á la Infanta perdonaba , é que dende en adelante se guardase de
Dona Beatriz su madre. creer á ninguno que en tal yerro con falsa esperan
Estos embaladores partieron lnego á la hora que za le pusiese. Muerto aquel Duque de Guimaranes,
les fué mandado, é como sopieron en el camino que el odio concebido contra el Rey creció mas en aque
el Rey habia muerto al Duquo , fueron á decir & la llos que amaban al Duque , é desamaban al Rey ¡
Infanta la gran turbación quo el Rey é la Reyna mayormente porque continaba siempre en aquellos
ovieron de aquel oaso acaescido al Duque su fijo, é apartamientos y esquividades que habian seydo
á le consolar según les fué mandado. Esta Infanta principio de su odio. E díxose por parte del Rey,
era muger discreto, é como quiera que era tierno el que aquellos perseveraron en la conjuración , que
dolor que sintió por la muerte del Duque bu fijo, es primero habian imaginado, para lo matar é tomar
pecialmente porque se añadió á la muerte del Du por Rey en su lugar a esto Duque de Viseo. El qual
que de Guimaranes su yerno, á quien el Rey de Por por las palabras de exaltación que de contino le de
togal el año pasado habia fecho degollar por justi cían los que eran participes en la conjuración, elevó
cia ; pero mostró tener aquella consolación que per su ánimo á subir en silla real, é con esperanza de
sona discreta debía mostrar en tiempo de tal turba- reynar usaba de algunas pompas é oerimonias que
oion,y embió á rogradescor al Roy é á la Reyna su á ninguno son debidas , salvo á Rey. Allegábase á
buena consolación. E como quier que la muerte de esto el vano conocimiento de algunos que presu
este Duque haya acaecido en reyno extraño ; pero miendo saber las cosas futuras , le decían que ha
porque era de sangre real é houie de grand estado, bia de ser rey é le pronosticaban el reyno , porque
plácenos de recontar aquí la causa , que oímos ha la fortuna de su nascimiento le era favorable para
ber movido al Rey de Portogal de matar á este lo haber. E como los reyes, aunque son humanos,
Duque. pero por experiencia vemos tener alguna especiali
Según que en las cosas acaescidas el año pasado dad divina , que naturalmente face imprimir en los
habernos recontado , un caballero de los principales ánimos de sus subditos un amor reverencial para
de aquel Reyno de Portogal é de mayores parientes los servir é conservar : díxose que algunos de los
era el Duque de Guimaranes, á quien el Rey de Por que sopieron la verdad de la conjuración, por gra-
togal habia feoho degollar por justicia. El qual é tiBoar al Rey, á no caer en yerro tan feo como es
los otros sus hermanos é debdos, sintiendo ágrave matar á su principe , le descubrieron el peligro que
za la poca estimación que el Rey facia dellos, por contra su persona se ordenaba ; é le informaron de
que seyendo cercanos á su sangre no los trataba con los lugares é tiempo é formas como se había de exe-
aquella humanidad que el Rey su padre los habia cutar su muerte. El Rey, informado de la conjura
tratado ; notábanle ser de dura y esquiva conversa ción, recelando que la dilación no le fuese peligro
DON FERNANDO É DOÑA ISABEL. . ' 407
sa , anticipóse & la atajar. T entrando nna noche mozo, porque era amigo de los christianos, é los quo-
este Duque en sn cámara , el Rey movido de ira fué ria meter en el Reyno de Granada. E los alfaquíes
contra él con un puñal ; « ¿E tú , traidor , dixo él , con otros moros de la cibdad aceptaron el trato que
i) piensas matarme , é reynar en mi lugar? Por cier- les fué movido , á fin de destruir al Bey mozo , por
» to si mi brazo me ayuda , tu corazón no verá ni que recebia ayuda de los christianos. T el Infante
i) habrá lo que piensa.» E diciendo esto diólo dos pu moro, con cierta gente de caballo é con oierto nu
ñaladas, é luego cayó muerto. Fizo prender ansi- mero de peones, entró en la cibdad de Almona, por
mesmo al Obispo de Ebora (1), nn Perlado de gran el lugar que le dieron los alfaquíes con los otros
suficencia , que se dixo ser participe en la conjura moros que con ellos eran en el trato. Y el Bey mozo
ción ; é murió luego en la estrecha cárcel en que le salió fuyendo de la cibdad , é fué á la tierra de los
puBO. Fizo ansimesmo justicia de otros algunos ca christianos, donde se pudo salvar. Y el Infante en
balleros , que se dixo que eran partícipes en aquel tró en la casa donde estaba é mató un hermano del
delito ; é otros muchos fuyeron, é vinieron para Cas Rey mozo de pequeña edad é á los otros que pudo
tilla. E ansi feneció aquel Duque , é todos aquellos haber de su parcialidad, é apoderóse de la cibdad,
que se dixo haber entendido en aquella conjuración. é púsola en obediencia del Bey viejo su herma
Verdad es que los Reyes deben fuir de toda execu- no. Después, pasados algunos di as, los moros cono
cion acelerada, é sin oir primero no deben facer jus cidas las enfermedades del Roy viejo é como no te
ticia, especialmente por su mano. Otrosí deben ser nia fuerzas para defenderla tierra, tomáronle, é
humanos é tratables con sus naturales, pero dado con su muger é algunos servidores le pusieron en
que no lo sean , é tengan otros defetos, los subditos una fortaleza ; donde murió dende á pocos dias. Y
no han de ser jueoes de su rey ; porque Dios que en su vida alzaron por Rey de Granada á cate In
los puso por bus vicarios en la tierra , reservó este fante su hermano Muley Bahadeli ; y el Rey mozo
juzgado para si. Leemos en muchas historias haber vino á donde estaba el Rey é la Reyna.
acaecido conjuraciones contra sus príncipes ; las
qnales si ee descubren é no vienen en efecto, re CAPÍTULO XXXVII.
dundan en perdición de los conjurados ; é si se exe-
cutan es mucho peor, porque habernos visto por ex Como entró el Conde de Cabra con otros caballeros i facer
guerra en ciertos lagares del Reyno de Granada.
periencia, 6 leido en historias seguirse muy mucho
mayores muertes é destruiciones en las tierras do so Entretanto que el Rey ó la Reyna estaban en Se
imagina é pone en obra el crimen tan detestable, villa el invierno deste año, los caballeros é capita
como es matar é perseguir los subditos á su Bey. nes que dexaron por fronteros en las cibdades do
Écija é Jaén y en los otros lugares del Andalucía,
CAPÍTULO XXXVL ficieron, según habernos dicho, algunas entradas
en tierra de moros, é sacaron captivos é ganados
Sígnense lis cosas pasadas en el alio de mil é qaatrocientos ¿ aunque pocos : porque los moros con sus bienes es
ochenta é cinco años. Como el Infante Moro hermano del Rey taban retraídos en las sierras y en otros lugares de-
de Granada lomó la cibdad de Almería , e lo qne ende fizo.
fensibles , por miedo de la guerra que contiuamen-
Recontado habomos en las cosas acaescidas en el te les era fecha. De las qnales entradas, por no haber
año pasado, como el Bey de Cranada mozo estaba seydo en tanta cantidad , ni haber pasado recuen
en la cibdad de Almería , esperando que viniesen á su tros ni fechos de armas, no se face aqui memoria.
obediencia los caballeros é cabeceras é las cuidados Pero acaesció que el Conde de Cabra é Martin Alon
é villas de aquel Reyno que no estaban en su par so , SoBor do Montemayor , é Don Diego de Cuatri
tido ; é como el Rey é la Bcyna le proveian de di llo , Comendador mayor de la Orden de Calatrava, é
neros é de las otras cosas que le eran necesarias, é Diego López de Ayala, capitán de cierta gente de
mandaron dar sus cartas para las cibdades é villas las hermandades , é con la gente de las cibdades de
é castillos que eran en comarca de Almería , para Úbeda é Baeza donde era Corregidor, é Pero Buiz
que le favoreciesen faciendo guerra á los lugares de Alarcon, con la gente de su capitanía, é Fran
de moros que no le obedescian. E porque el Rey cisco de Bovadilla, Corregidor do las cibdades de
viejo sn padre era tan impedido de enfermedades Jaén é Andúxar con las gentes de aquellas cibda
que no podia gobernar su Reyno, ni salir fuera de la des , por el aviso que ovieron de algunos adalides,
Alhambra de Granada ; los moros se llegaron á un acordaron de facer una entrada en tierra de moros,
Infante hermano de aquel Rey viejo que se llama é pasar adelante una logua de la cibdad de Granada
ba Muley Bahadeli , porque conoscian que era hábile hacia la Sierra Nevada á facer guerra en dos luga
para defender la tierra de los moros, é guerrear la res que se llaman el uno Nibar, y el otro Guáxar;
de los chrístianos. Este Infante trató con algunos considerando que los moradores desloa dos lugares,
alfaquíes que estaban en Almería, que le diesen en pensando estar en tierra mas segura, no ternian
trada de noche en la cibdad, para prender al Rey tanto cuidado de se guardar. Estos capitanes que
habernos dicho con sus gentes entraron en tierra
(f) Don García de Meneses, el mismo qoe entra de Capitán en de moros contra aquellos dos lugares, llevando por
Castilla , cuando el Rey Alonso V disputaba esta corona a la Rey- guia los adalides que sabian la tierra. El capitán
■i Dolía Isabel. Farla, Epíl. de lai llittor. Portas. , p. 3, cap. U. Pero Buiz de Alarcon, que era caballero esforzado
408 CRÓNICAS DE LOS REYES DE CASTILLA.
y experimentado lo mas de so vida en la guerra de llaron que habian peleado con algunos peones de loa
loe moros, veyendo que entraban muy adentro en moros ; que habian sabido la sierra por tomar la de
la tierra de los enemigos, dixo al Conde de Cabra é lantera ; é visto que los no podían tomar , volvié
á los otros caballeros que estaban juntos , que de ronse ,é dezaron la sierra. E los christianos como
bían con mayor diligenoia dar orden en la seguri vieron volver á aquellos peones moros , fueron con
dad de la salida, que en la manera de la entrada ; tra ellos, é mataron alguifos, porque no pudieron
porque la gente que va á facer semejante guerra; ser socorridos de los otros moros de caballo que ha
está dispuesta á obedecer su capitán quando entra, bian quedado al pié de la sierra. E fuera mayor el
mucho mas que quando sale, y lleva las fuerzas vencimiento que ovieron los christianos , salvo que
mas vivas quando va á facer, que quando vuelve los lugares do aquella fadeuda acaesció , eran peli
de haber fecho. É quier sea por cansacio de lo que grosos , y estaban cercados por tantas partea de los
han trabaxado, quier por orgullo del vencimiento moros, que los christianos no osaban seguirlos, ni
que han habido, con deseo de salir delatierra age- continar la victoria que pareoia ofrecérseles : por
na é volver á la suya , no guardan aquella orden en que acordaron de estar siempre juntos en una bata
la salida que tovieron en la entrada. E por tanto, dixo lla, é no consentían salir á ninguno della , salvo á
él, que se debia poner en los pasos é vados por do aquellos que mandaban ir contra los moros quando
habia de salir tal recabdo de gente, que no recibie era necesario. Y en esta forma pasaron los christia
sen dafio al tiempo de la vuelta. E por las amones nos aquella jornada, sin recebir el dafio grande
taciones deste capitán, el Conde á los otros caballe que recibieran , sino guardaran la orden que guar
ros pusieron mucha guarda en los vados é pasos do daron.
las sierras por donde habian de salir. Estos capita Pénese aqui esto recuentro , no porque fuese en
nes que habernos dicho , entraron á aquellos dos lu gran dafio de los unos ni de los otros , mas porque
gares, y embiaron corredores adelante, é tomaron fueron libres los christianos, de ser todos perdidos,
los ganados é prisioneros que pudieron. E como fue por el buen consejo que ovieron en mirar tanto é
ron sentidos, salieron de la cibdad de Granada mas la seguridad de la salida que la forma de la
gran multitud de moros á pié é á caballo con el In entrada.
fante que habian tomado por Rey. El qual embió
luego de sus gentes á tomar la delantera, é los va CAPÍTULO XXXVIII.
dos é pasos por do entendian que los christianos ha *
bian do volver; pero no los pudieron tomar , por la De las cosas que passron en Sevilla, estando el Rey é la Reyna en
gran guarda que en ellos estaba puesta. T el Rey aquella cibdad.
moro vino empos de los christianos que se volvían Estando el Rey é la Reyna en la cibdad de Sevi
con la presa. El Conde é los otros] caballeros, como lla, vino á ellos un Nuncio del Papa con poderos
vieron venir al Rey, é los moros contra ellos, pu para facer ciertas cosas en los Reynos de Castilla é
siéronse en orden de batalla, é tornaron contra los de León, especialmente para haber la posesión del
moros , que venian fíriendo en la reguarda. E los Arzobispado de Sevilla, que vacó por fin de Don
moros quando vieron que los christianos tornaban íñigo Manrique, Arzobispo quefué de aquella Igle
contra ellos, volvieron las espaldas, ó pusiéronse sia ; de la qual el Papa habia proveído á un Carde
en f niela, é los christianos fueron om pos dellos, pero nal que era su Vicecanceller , natural de la cibdad
no los siguieron mucho, por recelo de caer en algu de Valencia (1). Desta provisión no plogo al Rey
na celada. Los moros visto que los christianos no ni á la Reyna , porque entendian ser en deservicio
osaban ir adelante, volvieron contra ellos, con gran de Dios é suyo, é respondieron á aquel Nuncio , 6
des alaridos, según costumbre de pelear; y en aque por sus letras notificaron al Papa en como aquella
lla vuelta firieron en los cliristianos quo iban en la Iglesia era una de las mas principales de sus Rey-
reguarda, é allí quedaron muertos algunos. Esfor- nos, é tenia tierras cercanas á la tierra de los mo
záranse los moros para los seguir mas adelante, sal ros ¡ é que no era razón que fuese della proveída
vo porque el Conde é los otros capitanes volvieron persona estrangera, é no natural de Castilla, por los
tres veces contra los moros, é los resistieron pelean grandes é claros inconvinientes que de la tal provi
do con ellos ; é acordaron de se juntar todos é po sión Be podrían seguir en deservicio de Dios é dafio
nerse en una cuesta, donde los moros no podían su de aquella Iglesia é de las cosas della. E que para
bir salvo á gran daño suyo. E ansí estuvieron los la provisión de las Iglesias de sus Reynos debia es
unos á vista de los otros, é ninguna de las batallas perar la suplicación que le ficiesen antes que dellas
osaba acometer á la otra , por la indispusicion de los proveyese, según fué asentado con el Pontífice pa
lugares do estaban. Al fin los christianos ansí por sado. Y especialmente de aquella Iglesia de Sevi
que la noche se acercaba, como porque no habia lla, de la qual por ser tan insigne era necesario que
dispusioion en ol lugar do estaban para poloar ; con fueso proveída persona natural dellos que no esto-
siderando que si cometiesen la pelea , recebirian
mayor dafio venciendo, que los moros seyendo ven
cidos, acordaron de se volver con alguna parte de (1) El MS. del Escorial añada aquí ana clausula, tomada al pa
recer de alguna nota marginal, que dice asi : -Este se llamo Don
la presa que pudieron llevar, por los lugares é pa • Rodrigo de Borja, que habla «enldo primero por Legado del
sos por do habian puesto las guardas; las quales fa > Papa, y después fué Papa Alexandro Seslo.»
DON FERNANDO É DOÑA ISABEL. 409
viese absenté de la tierra ; porque de la absenoia ción, ficieron restituir á las cibdades é villas todas
del Perlado se podrían seguir grandes é irrecupera las tierras é términos que los caballeros é otras per
bles danos, ansi en las tierras de Iglesia, como en sonas habían tomado. E los que fallaron plantados
todas aquellas comarcas do está colocada. E certifi de viñas é huertas , é otros qualesquier frutos, los
caron á Su Sanctidad, que guardando lo que complia ficieron talar é arrancar, de manera que todos que
á sus conciencias como cathólicos principes, quan- daron esentos para los pueblos. E también manda
do alguna Iglesia acaescia vacar en sus Reynos, ron que se guardase la prohibición que la Reyna
siempre le suplicaban por personas dinas , é quales fizo del juego de los dados, é de tal manera man
complian a servicio de Dios é suyo , é á la buena daban executar la pena en la persona que los ju
administración de las Iglesias. Por ende le suplica gaba, que ninguno los osaba jugar ; é las penas
ban que lo remediase de tal manera que no oviesen que desto se habian, mandábanlas destribuir en co- '
lugar los manifiestos inconvinientes que de aquella sas pias. E antes que los Corregidores fuesen rece-
provisión se podrian seguir. El Papa habida su in bidos en las cibdades, juraban estas cosas que por.
formación, condescendió á la suplicación del Rey é el Rey é por la Reyna fueron ordenadas. «Primera-
de la Reyna, é tovo manera como aquel Cardenal » mente, que bien é diligentemente é con toda leal-
Vicecanciller resinase en sus manos la provisión que »tad usaría de aquel oficio de justicia que le daban
el fizo ; é tornó á proveer de aquel Arzobispado de «en cargo. Otrosí, que no tomaría alcalde, ni al
Sevilla á Don Diego Hurtado de Mendoza , Obispo lí guacil, ni escribano, por ruego ni intercesión de
de Patencia que fué Patriarca de Alexandría é Car «persona alguna, varón ni muger. E que no serian
denal de España, por quien habían suplicado ; é de » naturales del lugar do to viese el oficio , ni de los
la Iglesia de Palencia á Don Alonso de Burgos «otros lugares subjetosá su jurisdicion ; é que fue-
Obispo que era de Cuenca , Capellán mayor do la iisen los mejores é mas hábiles que para aquel ofi-
Reyna; é de la Iglesia de Cuenca proveyó á Don «cio pudiese haber. Otrosi, que no se juntaria, ni
Alonso de Fonseca, Obispo que era de Avila ; é pro « faria, parcialidad con alguno ni algunos regido-
veyó de la Iglesia de Avila á Don Fernando de tres ni caballeros ni otras personas de los tales
Oropesa , Prior del monesterio de Sancta María de «pueblos, salvo que igualmente ternia á todos en
Prado, de la orden de Sant Hierónimo, Confesor » justicia quanto á él posible fuese. E no recibiría
de la Reyna. Todas estas traslaciones é provisiones «daño, ni aceptaría promesa de ninguna persona,
fizo el Papa, según que por el Rey é por la Reyna » durante el tiempo de bu oficio ; ni consentiría á
le fué suplicado : porque fué informado que mira «sus oficiales ni á su muger ni á sus fijos, ni 4 otra
ban primero si las personas por quien le suplicaban «persona alguna, do cuya mano haya de venir á élr
eran dinas de la dinidad que les procuraban. «que reciba mas de su salario é derechos que jus-
» lamento debiere haber. Otrosí, que lo mas presto
CAPÍTULO XXXIX. tqae podrá, sacará copia do las sontoncias que son
«dadas en tarvor del lugar do os Corregidor, sobre
De la diligencia que «I Re; é la Dejna mandaban poner en exa «los términos ; é se informará qualos deltas están
minar los Corregidores al osaban relamente de la justicia é de » ejecutadas, é las que fallaren que no están execu-
los cargos qne tenian en las cibdades.
ntadas, ó después las tornaron á tomar contra el
Estando en la cibdad de Sevilla, mandaron el «tenor de las tales sentencias, que las fara luego
Rey é la Reyna que se ficiese la visitación que se «executar, é dexar los tales términos libres é de;¡-
solia facer en las cibdades é villas é provincias de » embargados a la cibdad , villa ó lugar de donde
sus Reynos , para saber si los Corregidores é otras «fueren ; é fará execucion en bienes de la persona
personas que tenian en ellas cargo de justicia , la «que ansi tiene ocupados los términos con el tenor
administraban rotamente ; é si por afición do per «de las tales sentencias, por la pena en ellas conte-
sonas condenaban a algunos, ó por interese que te » nidn. Pero si de la tal execucion se temiese escán-
nian relevaban ó otros de la pena que merecían , ó » dalo, ó otra gran dificultad, que fará relación dello
si eran negligentes en ella ; é mandaban executar » al Rey é á la Reyna, ó lo embiará al su Consejo lo
las penas en aquellos que en esto fallaban culpan «mas presto que podrá. Otrosí, que no llevará, ni
tes. Otrosí mandaron que los Corregidores ficiesen «consentirá llevar á sus oficiales mas derechos do
sus residencias en las cibdades é villas, do liabian «los que justamente debieren haber, según la tablu
tenido cargo de justicia, on fin de cada un año , se «queoviere escripta dellos en el lugar donde fue-
gún las leyes de sus Reynos lo disponen. Y en esto «re ; é sino la oviero, que la mande facer oon acuer-
tenian grande solicitud, que ninguno osaba corrom «do de los oficiales del Consejo, é poner en lo pu-
per la justicia, ni ser negligente en ella. E porque «blico de su audiencia; é que por aquella tasa lio- '
fueron informados qne algunos caballeros é cibda- » varán los derechos é no mas, é que exeoutaria las
danos é otras personas por su propria autoridad te «penas de los que lo contrario ficiesen. Otrosí, que
nían entrados algunos términos é dehesas é otras i no llevaría ni consentiría á sus oficiales llevar de-
tierras de las cibdades é villas de sus Reynos, é las «rechos de execuciones por ningún contrato ni
liabian apropiado á si, faciendo particular de uno «obligación, ó de sentencia de que se pidiere exe-
lo que era común de todos ; embiaron pesquisidores « cucion, fasta que el señor de la debda sea pagado
á los cibdades é villas, los quales habida informa «é contento. E que por nn contrato é obligación é
410 CRÓNICAS DE LOS REYES DE CASTILLA.
«sentencia, é por una debda no llevará mas de un tierra é tener gran flota de navios por la mar, por
«derecho, según lo quieren é disponen los derechos que no pasase gente , ni caballos , ni mantenimien
»é las leyes del Reyno. Otrosí, que no dará, ni con- tos de los Reynos de Africa á proveer el Reyno de
asentirá á sus oficiales que den dádivas ni presen Granada. Otrosí, mandaban poner gran diligencia
il tes, ni farán promesas de les dar presentes á per- en fornesoer el artillería, é tener bien pagada la
» soaa alguna de las que continamente residen en gente de armas de los sueldos é tierras que les
«corte, ni á sus mugeres é fijos, ni á oficiales, ni á mandaban dar cada año. E de lo que se cogia
«otras personas, para que vengan á la mano de de la Cruzada é subsidio de la clerecía, é de las pe
«aquellas direcli ni indirecti. Otrosí, que no llevará nas que se ponían á los quo habían judaizado , é se
«ningunas penas de las que disponen las ley en, sin reconciliaban á la Iglesia, é de las otras sus rentas
» que primero las partes sean oidas é vencidas ó ordinarias, é do todas las partes que podían haber
«sentenciadas. Otrosí, que á todo su leal poder de- dineros, mandaban distribuirlo en las cosas de la
«fendorá la jurisdiciou real en los casos que según guerra. E porque su fama era divulgada por todo el
«derecho no deba ser ocupada. Iton, quo ni pública mundo, especialmente por los Reynos de Africa, el
«ni ocultamente , dirteti ni indirecti no procurará Rey de Fez les embió sus embaladores con presen
«que le sean leidas cartas de los jueces eclesiásticos, tes de caballos é jaeces para el Rey, é sedas é per
«para que sea impedida de guardar y executar la fumes para la Reyna, é otras cosas de las que hay
«jurisdioion real : porque como el Rey é la Reyna en aquella tierra. Y embióles á suplicar que le to-
«quieren que la jurisdioion eclesiástica sea guarda- viesen en su buena gracia, é le oviesen por reco
oda, ansí quieren que su jurisdioion real no sea mendado, é mandasen á sus capitanes que andaban
«usurpada. Otrosí, que las penas ordenadas por las en armada por la mar, que no ficiesen guerra á sus
«leyes, que pertenescen á su cámara , él ni sus ofi- gentes , é que él quería ser su servidor en todas las
«ciales no las ocuparán ; mas luego que fueren sen- cosas que le mandasen. El Rey é la Reyna gelo era-
stenciadas por sentencia pasada en cosa juzgada, biaron á regradescer, é respondieron á los moros
sporná diligencia en las cobrar é poner en depósito embaxadores, que mandarían á sus capitanes é gen
«en poder del escribano del Consejo, para que estén tes quo guardaban la mar, que no ficiesen daño á
«allí de manifiesto, y el limosnero pueda poner co- sus moros, tanto que ellos no lo fioiesen á los chris-
sbro en ellas; y embie lo mas presto que podrá ro- tiauos, ni pasasen al Reyno de Granada gentes, ni
slacion dellas al limosnero para que las cobre. armas , ui caballos , ni mantenimientos. Otrosí el
«Otrosí, que no aceptará ruego, ni carta, ni mensa- Rey de Portogal embió su embaxador al Rey ó á la
«geria que le sea feoha en favor de algunas perso- Reyna, notificándoles la muerte del Duque de Viseo,
« ñas del pueblo donde esto viere, por palabra ni por do la qual relatamos en las cosas escripias en el afio
» escripto, aunque sea de qualquier persona de las pasado ; y embió á decir las razones que le habían
«que andan en la corte é contino residen en su ser- movido á lo facer. E mandó á su embaxador que
«vicio. Otrosí, que castigará é fará castigar á sus les mostrase la pesquisa que se fizo contra los que
«oficiales las blasfemias, é juegos prohibidos, é los habían conjurado de lo matar; é las otras cosas que
«otros pecados públicos é no porná penas para si ni habían pasado cerca de aquella muerte. E que lea
«las llevará. Otrosí, que [no llevará, ni consentirá rogaba que considerando el crimen tan detestable
«llevar á sus oficiales las acesorias, ni vistas de pro- como contra su persona se queria facer, le releva
«cesos para las sentencias que diere. Otrosí, que sen de culpa, é apartasen de sus ánimos todo mal
«fará á sus oficiales que juren todo aquello que el concepto, si alguno por este caso tenian.
«Corregidor jurare, ántes que les sea dado el oficio
ié la administración dél. Iten , que guardará é fará CAPÍTULO XLI.
«guardará sus oficiales las leyes del quaderno de
«las alcavalas, fechas por el Rey é por la Reyna, Como el Rey 6 la Reyna mandaron Juntar sus gentes, y el Re;
«de la manera que se ha de tener en el demandar * enlrd en el Reyno de Granada.
«de las alcavalas á los labradores é oficiales, para El Rey é la Reyna el año pasado habiandado sus
«que no sean fatigados indebidamente. » cartas de apercebimiento para algunas gentes de
armas é peones de Castilla; por las quales les am
CAPÍTULO XL. blaron á mandar que estoviesen prestos para venir
á la cibdad de Córdoba en el mes de Marzo siguien
De li embaiada que embió el Re; de t'tz, é de li diligencia que te, para la guerra que entendían continar contra el
se fácil pira la guerra de los moros.
Rey é moros del Reyno de Granada, á donde el Rey
Según en otras partes desta Crónica habernos di en persona habia de ir. E partieron de la cibdad do
cho, el Rey é la Reyna tenian mayor voluntad de Sevilla para la cibdad de Córdoba, é con ellos el
facer guerra á los moros, que la tovieron ninguno Príncipe Don Juan, é las Infantas Doña Isabel é
de los Reyes sus predecesores ; é tan grand afición Doña Juana é Doña María sus fijos ; y el Cardenal
mostraban á las cosas que para la proseguir eran ne de España, é los otros caballeros é oficiales que por
cesarias, que pareció ser movidos á ella por algu su mandado continaban en su corte. E luego como
na divina inspiración ; porque su pensamiento é fueron en la cibdad de Córdoba , embiaron á llamar
trabajo contino ora mandar guardar los puertos por todos los caballeros é gentes de caballo ó de pié que
DON FERNANDO É DONA ISABEL.- 411
habían mandado apercebír. E vinieron á su llama tas, é ferreros con sus fraguas, que andaban de con
miento el Maestre de Santiago , y el Maestro de Al tino en los reales y en todas las otras partes por do
cántara, y el Duque de Medinaceli , y el Duque de se llevaba el artillería , é maestros lombarderos, y.
Náxera, é Don Juan de Guzman, fijo del Duque de engenieros, é pedreros que facían piedras de canto
Medinasidonia con la gente del Duque en padre, y é pelotas de fierro , é todos los maestros que eran .
el Conde de Benavente, y el Marqués de Cáliz, y necesarios, é sabían lo que se requería para facer la
el Conde de Cabra, é Don Bernardino de Mendoza, pólvora, é para todos aquellos oficios , é para todas
Conde de Corulla, é Don Pedro Enriquez, Adelanta las cosas que eran menester. De cada lombarda da
do mayor del Andalucía, é Don Alonso, Señor de la ban cargo á un homo , para que solicitase de tener
Casa de Aguilar, é Don Francisco de Estúfiiga con la pólvora , é todos los aparejos que le fuesen me
la gente del Duque deFlasencia su padre, é Martin nester, de manera que por falta de diligencia no de
Alonso, Señor de Montemayor, é Don Hurtado de sasen de tirar. Otrosí mandaron que dos capitanes
Mendoza, capitán de la gente de armas del Carde con la gente de caballo é de pié de sus capitanías
nal de EspaSa su hermano, é Luis Hernández Puer- andoviesen de contino en la guarda del artillería é
tocarrero, Señor de Palma, é Diego Fernandez de de la pólvora. E como las cosas necesarias al arti
Córdoba, Alcayde de los Donceles, é Pero Carrillo llería é á Iob pertrechos fueron aderezadas , vinie
de Albornoz, capitán de la gente de armas que ein- ron luego gran número do bestias é carros alquila
bió Don Iñigo López do Mendoza, Duque del In- dos, é hornea que los traian, allende las bestias quo
fantadgo, é Juan de Villafuerte, capitán de la gen el Beyno pagaba, para llevar las provisiones de pan
te de armas que embió Don Qarciálvarez de Tole é de vino é de cebada ; é otrosí los ganados é todas
do, Duque de Aira, é Garcilaso de la Vega, capitán las otras cosas que eran necesarias para el mante
de la gente de armas que embió Don Lorenzo Sua- nimiento de las gentes de la hueste. Embió ansi
rez de Figueroa, Conde de Feria. Otrosí vinieron mesmo la Beyna las tiendas grandes que se llama
caballeros y escuderos que tenían tierras é acosta ban el Hospital de la Beyna ; con el qual Hospital
mientos del Bey é de la Reyna, é los peones que embiaba físicos é cirujanos, é ropa de camas ó me
embiaron á mandar que viniesen de las provincias dicinas, é homes quo servían á los feridos y enfer
de Vizcaya é Guipúzcoa, é Castilla la Vieja , é de mos ; é todo lo mandaba pagar, según lo acostum
Álava, é de Bioja, é de las Asturias de Oviedo, é braba en los otros reales. Todas las cosas de la guer
del Beyno de León, é de todas las cibdades é villas ra aparejadas en la forma que hemos dicho, el Bey
é tierras que embiaron á llamar. Otrosí vinieron á é la Beyna mandaron platicar en su Consejo, en qué
servir á esta guerra los hornea fi jos-dalgo, que go parte del Beyno de Granada se debía esto año facer
zaban de franquezas por razón de su fidalguía. Don la guerra. E después de oídos los votos, acordaron
Pedro Fernandez de Velasco , Condestable do Cas secretamente que el Rey entrar debía aponer su real
tilla é Conde de Haro , no fué llamado. E como sobre la cibdad de Málaga, é mandar al Conde de
quier que le embiaron á mandar que residiese allen Castro su capitán mayor de la flota, que pusiese
de los puertos con el cargo de la justicia de aque los navios acerca de la cibdad, porque estoviese
llas partes , pero respondió al Bey é ala Beyna que cercada por la mar e por la tierra. Pero acordaron
por quanto él estaba para servir á Dios é á ellos en que era necesario tomar primero las villas de Ca-
aquella guerra, les suplicaba que no le constriñie- zaraboncla é Cártama ó Coin, é todos los otros cas
sen á qne ficiese lo contrario ; porque no era honra tillos é lugares que están en el vallo que dicen de
suya, seyendo su Condestable ó yendo el Rey & la Sancta María, y en el valle de Cártama, qne están
guerra de los moros, quedar él sin le servir en ella antes de la cibdad de Málaga ; porque si estos cas
por su persona. E luego vino á la cibdad de Cór tillos no se tomasen primero, los moros farian daño
doba, é vinieron con él Don Beltran de la Cueva, en la gente quo fuese á los herbages, y en los que
Duque de Alburquerque, é Don Pedro de Estúfiiga, traxiesen mantenimientos. Los grandes señores que
Conde de Miranda, é Don Alonso Tellez Girón, Con allí vinieron facían gastos demasiados en los ves
de de Ureña sus yernos, é Don Bernardino de Ve- tidos é arreos de sus personas, é otrosí tenian dema
lasco, su fijo , Señor de Pedraza, é Don Sancho de siada familia de pages é servidores, é de otros ho
Velasco, su hermano. E todos estos Duques é Con mes inútiles para la guerra ; é ansimesmo gastaban
des é Maestres é caballeros vinieron cada uno con excesivamente en traer cada uno delante de si mu
la gente de su casa, que les fuá mandado traer ade chas hachas encendidas, é facían grandes gastos en
rezada con grandes arreos de guerra, los quales se los platos de diversos manjares que se ponian á sus
presentaban con lasesquadras de la gente que traian mesas, y en todos los otras cosas que se requieren
delante el palacio real. Vinieron ansimesmo á su para mostrar grandes estados ; de lo qual tomaban
llamamiento las gentes de caballo é de pié del An exemplo Iob otros caballeros que no eran de tanto
dalucía. Otrosí mandaron traer gran número do estado. E porque los gastos fechos en semejantes
bueyes de las tierras de Avila é de Segovia , é de cosas, allende de ser inútiles, crian en los homes
otras partes ; é carros para llevar las lombardas, ó alguna molleza, enemiga del oficio de las armas ; el
otros tiros de pólvora , é las escalas, é mantas é Bey é la Beyna mandaron que se fablase con algu
grúas yengenios, é otros pertrechos para combatir: nos principales de aquellos grandes señores, dándo
con lo qual venían carpinteros con sus ferramien- les á entender , quanto daño é poco fruto había en
412 CRÓNICAS DE LOS REYES DE CASTILLA.
aquellos gastos excesivos ; rogándoles que los tem continos en la casa del Rey é de la Reyna. Luego
plasen, especialmente en tiempo de guerra, porque después desta batalla iba todo el requage, élas otras
los otros tomasen exemplo dellos. Después de habi bestias que llevaban las provisiones é manteni
do consejo de lo que se debia facer en tierra de mientos para la hueste. En la reguarda de todo iban
moros, el Rey partió de la cibdad de Córdoba en las batallas de la gente de armas del Maestre do
el mes de Mayo tiesto ano ; é fueron con él los Du Santiago é del Marqués de Cáliz, é oon ellos iba el
ques é Condes é capitanes que habernos dicho , á capitán Don Juan Manrique con la gente de su ca
llegó á poner real á un lugar que se llama el Pon pitanía. Los peones que fueron llamados, iban con
tón de Don Gonzalo, que es junto con el rio de Gua- sus capitanes, partidos en los lugares que fué acor
daxenil. E mandó el Rey otro dia mover sn real de dado. Mandó ansimesmo el Rey á dos alcaldes é á
aquel lugar , é fué para el Rio que se dice de las dos alguaciles de su corte, que fuesen con la hues
Yeguas, donde estovo dos dias recogiendo las otras te ; los quales con los alguaciles que el Condestable
gentes de caballo é de pié que venían por otros ca tiene facultad de poner en los reales, considerando
minos. Otrosi llegó el artillería é pertrechos que los grandes inconvenientes que de la desorden é poco
traían fasta mil carros, delante los quales venían temor de la justicia se siguen en las huestes, facían
' gran número de peones con picos é azadas, facien tan grandes castigos en loa que erraban, que la gen
do llanos los caminos ó pasos en las sierras y en los te, aunque era en gran número iba tan atemorizada
lugares altos é ásperos por donde pudiesen pasar déla justicia, que no osaba facer daño en los panes
los carros. E como todos los caballeros é gentes que ni en las viñas do la tierra de los christianos , ni me
habernos dicho fueron juntos con el Rey en aquol nos csaba ninguno sacar armas contra otro, ni facer
lugar, movió de alli su real con las batallas ordena fuerza ni exceso, por la grao diligencia que el Rey
das en esta manera. El avanguarda llevaba el Con mandaba poner en la execucion ;de la justicia. Co
destable, é con él el Duque de Alburquerque, y el mo el Rey con toda la hueste entró en la tierra do
Conde de Miranda sus yernos con las gentes de sus los moros , por consejo de algunos escaladores ó
casas é con mil homes á caballo de los fljos-dalgo, adalides que sabían la tierra , acordó de embiar á
é con los peones que vinieron de Castilla la vieja. escalar una villa de los moros que se llamaba Mon-
E delante desta avanguarda, según la antigua cos tefrio ; porque si se pudiera haber, se ganara gran
tumbre de Castilla, iba el Alcayde de los Donceles parte de la tierra, é se habría mayor seguridad para
con algunos caballeros á descubrir la tierra. En otra la gente que iba en la hueste. E moviéronse á ello,
esquadra cerca del avanguarda iba do la una parte porque fueron avisados' que no había tanta gente
Garcibravo Alcayde de Atienza capitán de quatro- en aquella villa ni en su comarca parala defender;
cientos homes á caballo ; y en la otra parte iba otra porque toda la mas gonte do guerra de aquol Rey-
esquadra de quatrocientos ó cinqüenta homes á ca no, se había llegado á las partes de Málaga, é á las
ballo con el capitán Poro Vaca. En otra batalla iba otras villas é castillos de su comarca, por defender
el Duque de Medínaceli con la gente de su caBa. Y aquella cibdad é tierra de la guerra que sopieron
en otra esquadra iba Don Furtado de Mendoza con que les seria fecha por el Rey este año. E como los
la gente de armas del Cardenal de España, y el escaladores con ciertas gentes de armas é peones la
Conde de Coruña, ó Pero Carrillo de Albornoz, ca quisieron escalar, fueron sentidos, porque los moros
pitán de la gente del Duque del Infantadgo. En que estaban en ella tenian tal guarda que no Be pu
otra batalla iba el Conde de Cabra, y el capitán do haber. Acaesció ansimesmo en aquel tiempo que
Sancho de Róxas con la gente do su capitanía. En vino una lluvia con tanta tempestad de truenos é
otra batalla iba Don Juan, fijo del Duque do Medi- de relámpagos, que todos fueron espantados é pen
nasidonia con la gente del Duque su padre. Des- saron perecer. E la gente de la hueste que iba orgu-
puos destas batallas en esta manera ordenadas iba llosa, sabido que la villa no se pudo tomar, é vista
la batalla real, en la qual iba por capitán Don Pero la gran tormenta que vino dol cielo , .como pueblo
Manrique, Duque de Náxera. E otrosi iba en esta movido ligeramente por opinión, imaginaron que
batalla el Adelantado del Andalucía, é Diego Lo- ora señal d» algún infortunio que les habia de
'pezdeAyala, ó Luis Fernandez Puertocarrero, é acaescer, é caídos de la esperanza que tenían, falle
Pedro Ruiz de Alarcon, y el Comendador Pedro cieron do las fuerzas que primero mostraban. Los
de Ribera, é Bernal Francés, é Francisco de Bo- capitanes cada uno á sus gentes esforzábanlos di
vadilla, é Antonio del Águila é Juan de Merlo, ciendo, que en las grandes conquistas no era nue
capitanes de las gentes de las guardas del Rey vo acaescer semejantes alteraciones, ó que aquella
é de la Reyna, é de las Hermandades, é las otras gran tempestad pasada que vieron, y el tiempo se
gentes de armas que tenían tierras é acostamien reno que veían, era señal cierta para conocer que
tos del Rey ó de la Reyna. E cerca de la batalla después do los trabajos que o viesen gozarían de la
real á la mano derecha iba la gente de Sevilla , é victoria que deseaban.
de lus Obispados do Córdoba é de Jaon. E con el
guión donde iba la persona del Rey, iba Don Gu
tierre de Cárdenas, Comendador mayor de. León, é
Don Enrique Enriquez, su Mayordomo mayor, con
todos los criados é caballeros ó fijos-dalgo que eran
DON FERNANDO É DONA ISABEL. ' 413
a para que guarden lealtad por fuerza , quando no la
«guardaren de grado ». E luego mandó combatir
CAPÍTULO XLII.
aquella villa, é tanta fué la ballestería y espingar
Come el Rey mandó ponor doi reales sobre la Tilla de Cola é de das é otros tiros de pólvora que tiraban al muro,
Cártama, é las tomó; éanslmesmo la lilla de Benamaqucx, é que los moros que lo guardaban perdieron la fuer
lo que en ella dio. za, é la gente del Rey que la combatía, pudo llegar
Quando el Rey llegó á aquel lagar que habernos los bancos pinjados é las mantas al muro ; é los mo
dicho, ovo consejo con el Maestre de Santiago, é ros lo desampararon , de manera que los ohristianos
oon el Condestable , é con loa Duques é Condes é entraron en la villa. Y el Rey mandó facer justicia
otros caballeros que con él estaban , sobre lo prime de los moros que en ella estaban , é fueron puestos
ro que debian facer, porque el acuerdo que oviesen á espada é aforcados ciento é ocho moros principa
se pusiese prestamente en obra, antes que los mo les della. E mandó que se tomasen captivos todos
ros se apercibiesen, ni sopiesen ¿ qual parte debían los otros , ó las mugeres ó criaturas que en ella fa
poner mayores defensas. Efué acordado en su Con llaron, é mandó quemar la villa, é derribar el mu
sejo que el Maestre de Santiago , y el su Condesta ro. Tomada é derribada la villa de Benainaquex,
ble, é Don Alonso, Sefior de la Casa do Aguilar, é embió el Rey i uno de los adalides que venían en
Puertocarrero, Señor de Palma, fuesen á poner cer su hueste, que se llamaba Gonzalo Arias, é un in
co sobre la villa do Cártama. Otrosí el Marqués de térprete de arábigo , á facer saber á los de la villa
Cáliz , y el Conde de Coruña é Don Furtado de Men de Coin la justicia que se había fecho en los mo
doza con la gente del Cardenal de España , y el radores de Benamaqucx ; por ende, que les manda
Adelantado del Andalucía fuesen á cercar la villa ba que entregasen luego la villa á sus gentes, por
de Coin. E mandó & estos caballeros que pusiesen que no recibiesen el daño que veían padescer á sus
estos sitios en un dia sobre estas dos villas. Y el Rey vecinos. Los de aquella villa de Coin no quisieron
movió adelante con toda la otra gente de su hues oirlafabla, ni facer partido , é pusiéronse en de
te, é pasó allendo á la villa de Alora, é asentó su fensa, é salieron a escaramuzar con la gente quo
real en medio de aquellas dos villas de Coin é de el Rey habia embiado delante ¿ la sitiar. E luego el
Cártama, en tal lugar, que podiaver á launa é á la Rey mandó poner las es tan zas en tales lugares que
otra, é socorrer, si fuese necesario, á aquellos ca la gente no recibiese daño, pero no so pudieron asen
balleros que embió & las cercar. T el dia siguiente tar por todo el circuito de la villa, por la grand as
fué con algunos caballeros 4 ver las dispusicionee pereza é dispusicion do los lugares do está asenta
de sartas dos villas, por ver donde era mas necesa da. E mandó poner guardas é sobreguardas y escu
rio que asentase su real. E conoscida la dispusicion chas, porque fuese sabido si los moros de las ser
de ambos lugares ; como quiera que la villa do Car- ranías quo estaban cercanas á aquella villa se mo
tama vido ser muy fuerte, é asentada en lugar ás viesen á vonir á ella ; é mandó poner guardas en los
pero, pero porque conosció que la villa de Coin caminos , porque las requas de los mantenimientos
era mayor, é la dispusicion de la tierra era mas que contino venian al real no recibiesen daño. Otro
fuerte, porque toda estaba rodeada de cuestas sí porque entendió ser necesaria mas gente para
grandes ó ramblas é de huertas é lugares é ace fortificar el sitio que mandó poner sobre la villa de
quias é pasos que la fortificaban , acordó de po Cártama , embió al Duque de Alburquerque , é al
ner su real sobre ella. Acaesció que el año pasado Conde de Miranda con la gente de sus casas , é al
estando el Rey con su hueste en aquella tier capitán Alonso Osorío , é á Oaroilaso capitán de la
ra, los de la villa de Benamaqucx, que es una vi gente del Conde do Feria, 6 á Pedro Carrillo, capi
lla bien cerca de Coin , trataron con el Marqués de tán de la gente del Duque del Infantadgo é á Juan
Cáliz que querían ser Mudéxares subditos del Rey, de Ayala, Sefior de Cebolla, é al capitán Pero Vaca, é
é acudirle oon los tributos que acudian al Roy Mo áJuan Arias de Avila, sefior de Torrejon con sus gen
ro , é que el Rey les asegurase sus personas é bie tes, los q nales serian fasta en número de cinco mil
nes, é mandase que les fuesen guardadas las viñas homes á caballo, é diez mil peones ballesteros é lan
é olivares é frutales é panes é las otras cosas que to- ceros y espingardoros , para que ostoviesen con el
nian sembradas. El Rey condescendió á las humil Maestre de Santiago , é con el Condestable , é con
des suplicaciones que le ficieron los de aquella vi los otros caballeros que primero habia embiado á
lla ; é mandóles guardar todos sus bienes , é no les poner sitio sobre aquella villa, porque de todas par
fué fecha guerra ni daño. E los de la villa ficieron tes estoviese cercada, y ellos fuesen mas seguros
pacto con el Rey do ser sus subditos, é de facer guer de la multitud de los moros que estaban en las sier
ra é paz por su mandado, é acoger sus gentes, é le ras cercanas ; y embióles ansimosmo parte del arti
acudir con los tributos que al Rey Moro solían dar. llería para la combatir. Sabido por el Rey Moro co
Después que el Rey é sus gentes partieron de mo el Rey mandó sitiar aquellas dos villas , luego
aquella tierra, luego los de la villa rebelaron, é embió á aquellas partes algunos caballeros é peones
acogieron álos moros, é dieronlesfavorenla guerra para facer guerra á las gentes del real que salían al
que facian á los christianos. Conocido aquel engaño herbage, é a los que traían los mantenimientos, los
que habían fecho, el Rey indinado contra ellos, quales tomaron algunas bestias que venian con bas
jjixo : tYo faré que la pena destos sea temor á otros, timento para, la hueste , 6 los homes que venían coi;
414 CRÓNICAS DE LO!* RETES DE CASTILLA.
ellas las desampararon , é se pudieron salvar. Lo Rey mandaba poner en el real é fuera del . E como
qnal sabido por el Rey, mandó que les fuese paga sopieron que la cerca era derribada, un moro capi
do el valor de todo lo que les fué tomado , porque tán dellos les dixo: uEa, moros, quiero ver quien
ninguno se escusase de llevar mantenimientos al » será aquel que se compadescerá de los niños é mu-
real. E mandó poner guarda de gente de caballo é i) geres de Coin , que esperan la muerte y el captive-
de pié en todas las sierras é pasos , y en otros luga » rio ; á aquel á quien la piedad de Dios moviere sí-
res do podían haber peligro ; porque dende en ade i) game , que yo me dispongo á morir como moro
lante no recibiesen daño los que venian al real con » por socorrer á los moros. » E diciendo estas pala
mantenimientos. Los moros de la serranía de Ron bras tomó una seña blanca , é siguiéronle los moros
da , é de todas las serranías é valles de aquellas co Comeres. E los moros de Coin que sopieron la hora
marcas, como Supieron los cercos que el Rey man que los Comeros habían de venir, ficieron tal reba
dó poner sobre la villa de Cártama é Coin, vinieron to en el real , que no geles pudo resistir la entrada
gran multitud do] los á la villa de Monda, que es que estos moros con gran osadía ficieron en la villa.
una legua de Coin , entre los quales vinieron algu Los quales amonestaban á los vecinos della, dicien-
nos moros que se llamaban Comeres. Esta gente de doles que se esforzasen á defender su vida é su vi
los Comeres son bornes que en los Reynos de África lla, porque con buen esfuerzo se defenderian, é si
usan la guerra continamente, é pasan dellos á estas desmayaban se perderían ; y ellos porque eran cur
partes del Reyno de Cranada á ganar sueldo, é fa sados en las guerras, tanto mas se esforzaban i de
cer guerra á los christiauos. Los moros de aquella fender, quanto mayores combates les daban los
villa de Monda é aquellos Comeres, desde las sier christianos. El Rey entendió que por el portillo que
ras altas é desde los otros lugares ásperos donde se ficieron las lombardas en el muro se podría comba
pusieron , salian á tirar saetas y espingardas , é al tir y entrar en la villa. E mandó al Duque de Náxe-
gunas veces cometían de pelear con las guardas ra é al Conde de Benavente, que se aparejasen con
que por todas partes estaban puestas á las entradas sus gentes para la combatir, é ordenasen el comba
dol real. T estos acometimientos de los moros fa to con los pertrechos que fuesen necesarios para
cían estar toda la hueste en temor tan contino, que mayor seguridad de sus gentes. Otros! embíó á man
no solamente guardaban aquellos á quien cabían dar á Don Luis de la Cerda Duque de Medinaceli,
las guardas, mas todos los caballeros é capitanes que embiase bus gentes á aquellos caballeros para
guardaban é trabajaban é facían trabajar á sus gen les ayudar. El Duque sintiendo grave el manda
tes, por poner en gran guarda la persona del Rey é miento que el Rey le fizo , porque le mandaba em-
toda la hueste. Ecada uno amonestaba á los suyos, biar su gente á otros caballeros, respondió á los
que guardasen los lugares é pasos, y esto viesen mensageros: a Decid al Rey mi señor, que yo vine
prestos á la pelea quando fuese necesario, é tuvie »á le servir oon la gente de mi cosa, é que si mi
sen aquel ánimo que varones esforzados debían te d gente manda que vaya á qualquier parte, tengo
ner para defender la vida é resistir á aquella mul » yo de ir con ella, porque ni yo estaré en la guerra
titud de moros. Los christiauos que veian á los mo » salvo acompañado de los mios , ni los mios es ra
ros , deseaban venir con ellos á batalla campal , si il zon que vayan á ningún fecho de armas, sin que
la dispusicion de la tierra do estaban no gelo impi » vaya yo delante dellos. Por ende que si Su Alteza
diera ; é quisieran mas disponerse á los peligros que >i se quiere servir de mi gente, yo que soy su capi-
pudieran haber batallando , que sofrir aquella pena & tan iré con ella do me mandare ; porque ni la gen-
contina que padescian guardando é resistiendo los » te puode bien servir sin capitán , ni el capitán sin
acometimientos que los moros faoian. Entretanto » gente, s
que estas cosas pasaban, el Rey mandó que con Estando la cosa en este estado, aderezando el
gran diligencia se asentase la artillería repartida en combate que el Rey mandaba ordenar, algunas gen
tres partes. Ansimesmo el Condestable y el Maestre tes del real con el capitán Pero Ruiz de Alaroon, se
de Santiago con el artillería que el Rey les mandó anticiparon al combate, é tomaron mantas é otros
dar , facian tirar al muro de la villa de Cártama : y pertrechos de defensas, y entraron la villa por
el sonido de las lombardas era tan grande que se aquel portillo que las lombardas habían fecho, é
oian en el un cerco los tiros de las lombardas que ti comenzaron á pelear con algunos moros que falla
raban en el otro. Los moros de la villa de Coin, ron luego á la entrada de la villa por las calles. E
confundidos de los grandes sonidos del artillería los christianos peleando retraxieron á los moros fas
que continamente oian , é del daño que vian facer ta una plaza de la villa, á la qual sobrevinieron de
en los muros, no sabian que consejo tomar para se súbito con grand alarido muchos moros de aquellos
remediar, especialmente porque vieron caer una Comeres , é socorrieron á las calles é á otros luga
parte del muro de la villa ; donde se fizo un gran res por donde entraban los christianos, é pelearon
portillo. Los moros Comeres que habían venido á la con ellos. E los christianos no podiendo sofrir la
villa de Monda pora socorrer á Coin, informados fuerza de los moros, ni los tiros de piedras é tezas
como aquella villa é los moradores della estaban en que les tiraban por las ventanas, é veyendose tur
peligro, si la villa se entrase por fuerza de armas, bados, porque no sabian los lugares ni las calles por
cometieron algunas veces de entrar en ella por la do habían de pelear , volvieron las espaldas ; é los
defender, é no pudieron por la gran guarda que el moros firiendo en ellos, los echaron fuera de la vi*
DON FERNANDO É DONA ISABEL. 4ir5
Ha por aquel portillo que habían entrado. E aquel é presta á la batalla. Otrosí facían que tirasen al
capitán Pero Rniz de Alarcon con algunos de los muro de la villa las lombardas é otros tiros de pól
que entraron con él , peleó con los moros en una ca vora , las quales pusieron tan grand espanto i los
lle , do esperaba que sería socorrido de los christia- moros , que no pudiendo sofrir el gran daño que les
nos. E como quier que vído volver las espaldas á facían , otrosí sabido que la villa de Coin era toma
los que al principio con él estaban , pero como era da , fallescieronles las fuerzas que al principio mos
varón esforzado, y en otros fechos de armas tan traban en la defender. Lo qual sentido por el Maes
experimentado, que se aparejaba antes á esperar tre é por el Condestable , embiaron á decir al Rey,
muerte que á recebir mengua , queriendo pagar con que pues la villa de Coin era ya tomada, y estaba
la virtud la muerte que debia á la natura, dixo: ya libre del trabajo de aquel sitio, le ploguiese de
« No entré yo á pelear para salir de la pelea fuyen- venir al cerco que les habia mandado poner sobre
t do. » E peleó con gran esfuerzo faciendo estrago la villa de Cártama, porque creían que sabido por
en los moros, los quales le rodearon por todas par el Alcayde é por los otros moros que la guardaban
tes ; é no podiendo mas sofrir las grandes fcridas como su persona real venia allí , luego se darían : y
que tenia, cayó muerto peleando con fama de buen era razón, quier se tomase la villa por fuerza de
caballero. En esta manera quedó libre á los moros armas, quier usando con los que la defendían de
la villa que habia seydo ya entrada por los christia- piedad , Su real Magestad oviese la gloría de qual-
nos. Murieron é fueron feridos en aquella facienda quier de aquellos vencimientos. E luego el Rey vi
algunos christianos, entre los quales fué muerto no á aquella villa ; é sabida por los moros su veni
otro caballero que se llamaba Tello de Aguilar. Co da, no podiendo sofrir el daño que recebian del ar
mo el Rey sopo la muerte de aquellos dos caballeros tillería, suplicaron que les diese seguridad de la vi
y el desbarato que sus gentes ovieron , ovo grand da é de los bienes que en ella tenian, é que gela en
onojo , porque habían principiado el combate sin su tregarían. El Rey, con acuerdo de aquellos caballe
mandado, é luego mandó apretar mas el cerco, é ros', les dio la seguridad que pidieron , por eacusar
que tirasen las lombardas gruesas é los otros tiros las muertes que los christianos podrían haber en el
de pólvora. Lob quales facían tan grand estrago en combate, é por estar mas libre para ir adelante é
los moros y en las casas de la villa, que no podien á seguir su conquista. E luego los moros naturales
do sofrir el daño que veian , é recelando la muerte de la villa, é los otros Comeres que habian entrado
que esperaban , demandaron fabla para entregar la a la guardar, salieron della con sus mugeres é fijos
villa, é pidieron al Rey que les diese seguridad de é con todos sus bienes seguramente, é dexaron la
las personas é bienes para se poner en salvo. El Rey villa libre con su fortaleza al Rey. Entretanto que
que ostaba indinado por la fuerza que los moros los cercos de Coin é Cártama duraron, los moros
habian fecho en su gente, quisiera tomar la villa vecinos de las villas de Churriana é Pupiana é Cam
por combate , é no segurar á los moros que la defen panillas é de Fadala é de Lahuin, é de Alburio , é
dían ; pero considerando el peligro en que estaban de Guarro, recelando de ser muertos ó captivos,
el Condestable y el Maestre de Santiago é los otros desampararon todas estas villas é se fueron con los
caballeros que con ellos eran en el cerco que tenian bienes que se pudieron llevar á otras partes. E co
sobre la villa de Cártama, por la gran morisma que mo Bopo el Rey que estaban yermas , mandó derri
se habia puesto en las sierras que estaban en el cir bar todas las torres é muros é cortijos que tenian.
cuito de aquellas villas , é por cscusar los peligros Otrosí mandó derribar la torre del Atabal, é otra
que á sus gentes podrían acaescer en el combate, é fuerza que se decía la torre nueva del Quizóte. To
otrosí por quitar los grandes trabajos que la hueste mada la villa de Cártama, el Maestre de Santiago
sofría continamente en guardar las entradas del real embió á suplicar al Rey, quo por quanto aquella Or
de la multitud de los moros que todas horas é por den de la caballería de Santiago donde él era Maes
muchas partes guerreaban ; acordó dar el seguro que tre, fué fundada para facer guerra á los moros ene
pedian, é recebir la villa con el partido que los mo - migos de la santa fe cathólica , y él estaba en propó
ros demandaron. E los naturales dolía con sus mu- sito de seguir aquello que por las constituciones de
geres é fijos, é los otros Comeres que habian veni su orden era mandado, le ploguiese de le dar el car
do á la defender, la dexaron libre al Rey, é se fue go de la tenencia de aquella villa, porque era dos
ron con sus bienes. E luego el Rey la mandó derri leguas de la cibdad de Málaga , ó asentada en lugar
bar, porque era de gran circuito, y en tal sitio pues dispuesto para seguir la guerra comenzada contra
ta, que no se podía defender, sino á gran peligro los moros que estaban en aquellas comarcas. El Roy
de los que la guardasen. Entretanto que estas cosas vista la suplicación del Maestre, é conoscidasu bue
pasaron en el cerco de Coin, el Condestablo y el na intención, mandó que se reparasen las torres é
Maestre de Santiago é los otros caballeros é capita muros que habian derribado ¡las lombardas, é bas
nes que con ellos estaban , ponian diligencia en el tecerla de los bastimentos é pertrechos que fueron
cerco de Cártama, é tenian á los de la villa en aprie menester, mandógela entregar. Y el Maestre la re-
to ; pero esperaban sor socorridos de los moros quo oibíó, é le fizo pleyto omenage por ella, é puso por
estaban en las sierras cercanas á la villa. Epor este Alcayde en la fortaleza á un caballero de su casa
recelo que el Condestable y el Maestre tenian , es- que se llamaba Juan de Céspedes. La Reyna que
• taban é facían estar la gente armada continamente habia quedado en la cibdad de Córdoba, mandaba
4lé CRÓNICAS DE LOS BEYES DE CASTILLA.
poner gran diligencia en repartir ó traer los mante ron feridos en aquella escaramuza algunos de los
nimientos, porque todos los dias andoviesen las re- christianos, especialmente murió Don Fernando de
quas que iban con ellos ; é mandaba ir los oficiales Ayala , el heredero mayor de la casa de Ayala, que
é ministros é todas las otras cosas que eran necesa con osadía de caballero se metió tanto entre los mo
rios para el proveimiento del real. Otrosí tenia cui ros firiendo é recibiendo feridos , fasta que lo ma
dado de embiar el sueldo para la gente de armas , é taron. Estonces el Rey mandó ver el sitio donde se
para los otros gastos que se requerían en la guerra, podría asentar su real ; é porque no se falló lugar
lo qual era en gran cantidad. Y embió á mandar al do pudiese haber tanta abundancia de agua que
Comendador mayor de León, su Contador mayor, bastase para toda la hueste, porque un rio que pasa
a quien dio cargo de la administración de las cosas cerca de la cibdad estaba seco ; otrosí porque habia
que en la hueste fuesen necesarias, que pusiese tanta multitud de moros en la cibdad , que fuera pe
gran diligencia en mandar á los tesoreros que paga ligrosa la guarda del real que allí se pusiese ; acor
sen bien la gente, é la tuviesen contenta, é prove dó que por estonces no se pusiese real sobre la cib
yese en todas las otras cosas que fuesen menester, dad de Málaga , é volvió pora la villa de Cártama,
tan complidamente, que por falta de lo necesario donde ovo consejo de lo que debria luego facer.
no se dexase do facer la guerra como convenia. E Acerca desto ovo diversos votos,, algunos decían
mandó ansimesmo poner paradas en el camino, por que bastaba la guerra fecha en aquella entrada,
las quales en poco espacio era informada de todo lo pues con tales trabajos é peligros se habían ganado
que en el real cada hora se facía. Otrosí escribia las villas de Cártama, é Coin, é Benamaquex, é se
cartas graciosas á los grandes de sus Reynos que habían despoblado las otras villas é torres que se
estaban en la hueste, é algunos otros caballeros é derribaron ; é que en la guerra y estrago grande
capitanes, á quien entendía ser necesario: á unos que en aquellas partes se habia feoho , las gentes de
agradeciéndoles lo que facían , á otros loando su vo la hueste habían trabajado tanto que era razón que
luntad de lo que deseaban facer. E con estos pro reposasen. El voto de otros era , que pues quedaba
veimientos que la Reyna facia, tenia gratos á los asaz tiempo del verano para guerrear en otras par
grandes señores é á los otros caballeros para sofrir tes de aquel Reyno, no lo debían perder ; é que de-'
los trabajos que pasaban. bia ir el Rey á talar los panes é árboles é viñas ó
huertas de muchos lugares que estaban metidos en
CAPÍTULO XLIII. los valles cercanos á aquella comarca, ó debía po
ner real sobre la villa de Cazarabonela. Ansimesmo
Cobo el Rey con algunos caballeros fué i dar vista i la cibdid quando la Reyna sopo que las villas de Coin é Cor-
de Malaga^ tama eran tomadas, embió á decir al Rey, que sí á
El Rey siguiendo el primer consejo que en Cór él pareciese debía proseguir su conquista contra
doba en presencia de la Reyna ovo , de cercar la otros partes, quales entendiese en aquel Reyno;
cibdad de Málaga, dezó su real puesto cerca de la pues habia asoz tiempo del verano en que las gen
villa de Cártama, ó con algunos caballeros ó fijos- tes podían estar en el campo, é que ella embiaria
dalgo que con él fueron, partió con sus batallas or lo que fuese necesario para bastecer la hueste.
denadas para la cibdad de Málaga, por ver el sitio El Rey, oído lo que la Reyna le embió á decir, á
donde se debía poner el real. E como llegó cerca de Iob votos de los caballeros que con él estaban , 'por
la cibdad, salió el Rey Moro con fasta mil bornes ú que fué informado que alguna gente de pelea , que
caballo ; los quales , según se mostró en el arreo de guardaba lo cibdad de Ronda, la habían dexado por
sus personas y en los caballos quo traían , parecían venir á socorrer á Málaga, é á los otros lugares de
homes de guerra los mas escogidos que había en to su comarca, é que los vecinos do aquella cibdad es
do el Reyno de Granada. Otrosí salieron con él gran taban sin sospecha de ser cercados , pensó que seria
número de peones , que se mostraron por las huer mejor acuerdo conquistar luego aquella cibdad que
tas é olivares cercanos á la cibdad. E trabóse entre ninguna otra de los moros. Este pensamiento que
los unos é los otros una escaramuza , la qual cre el Rey ovo, comunicólo en su secreto con algunoa
ciendo de grado en grado, se encendió tanto , que caballeros é capitanes que sabían la tierra y enten
caían muchos de los unos é de los otros ; é quanto dían las cosas de la guerra, los quales le dixeron,
los moros se esforzaban á mostraren aquella faoien- que la cibdad de Ronda era muy fuerte y el lugar
da sus fuerzas, tanto los christianos pugnaban con de su asiento era áspero , ó que seria trabajoso el
mayor ánimo por los vencer. En esta pelea , una vez cerco que sobre ella se pusiese, por la multitud de
los chrÍBÜauos retraían á los moros fasta los poner los moros que en las sierras cercanas á aquella cib-
bien cerca del muro ; otra vez los moros con espin bad estaban. E aunque los principales homes de la
gardas é con la multitud de saetas que tiraban den- guerra eran absentes della, pero por ser cibdad po
de los olivares é huertas ferian muchos homes é ca pulosa, siempre quedarían en ella asaz moros para
ballos de los christianos é los facían retraer del mu la defender. Mas porque vieron al Rey inclinado á
ro dondo llegaban. Y en esta manera duró aquella la oercar, conformáronse con él para lo poner en
escaramuza entre ellos, fasta tanto que el Rey man obra,
dó á los oapitanes que ficiesen retraer su gente ¡ 6
los moros ansimesmo se retraxjeron. Murieron é fue-
DON FEBNANDO É" DOffA ISABEL. ttí
otro baxo. E ansí los moros de la oibdad, como los
CAPÍTULO XLIV. de los arrabales , son fortalecidos de ranchas torrea
é peñas que los defienden. La tierra cercana á la cib
Como el Rey pnio real sobre la cibdad do Ronda, é la combatid dad es montuosa de grandes sierras fértiles por las
é la lomó. muchas é buenas aguas que abundan en ellas ; está
El Bey poniendo por obra la voluntad que tovo poblada de muohos moradores á quien la aspereza de
de cercar la oibdad de Ronda , mandó al Marqués de aquellas montañas face ser homes robustos é ligeros
Cáliz , é á Don Pero Enriquez , Adelantado del An é guerreros , porque en aquellas fronteras siempre
dalucía , é á Don Furtado de Mendoza , capitán de continaron la guerra con loschristianos. Estas Ren
la gente del Cardenal de España, é á Rodrigo de. tes acostumbran mostrar sus fijos de pequeños á ti
Ulloa,8u contador mayor, que luego fuesen para rar la ballesta , y en esta arte, por el granel uso que
aquella cibdad con tres mil homes á caballo é ocho tienen , son tan maestros, que no yerran de dar en
mil peones , é guardasen por todo el circuito que qualquier lugar do tiran.
ninguno entrase ni saliese della. Los caballeros que habernos dicho, con la gente
Estos caballeros partieron luego como el Rey lo que el Rey embió delante , llegaron á la cibdad , é
mandó, é pusiéronse con la gente que llevaban cer cercáronla por todas partes, de manera que ningu
ca de la cibdad á guardar la entrada é la salida de no podía entrar ni salir della. E después que el Rey
los moros. El Rey, como dexó reparado el muro élas llegó con todas los otras gentes , é llegaron los car
torres de la villa de Cártama é bastecida de lo ne ros de la artillería é de los pertrechos , mandó asen
cesario para su defensa, movió su real de allí é to tar en el circuito de la cibdad dos reales. En el uno
mó el camino de los prados de Antequera, que es se asentaron sus tiendas , é las do sus oficiales é
bien desviado del camino de Ronda. E como se vido guardas ; é cerca de las tiendas del Rey, á la parte
por todas las gentes la vuolta que el Rey con toda su de la cibdad que dicen el Mercadillo, mandó apo
huesto facia para aquellas partes, losmoros creyeron sentar al Maestre do Alcántara, é al Conde de Bena
que iba á poner sitio sobre la cibdad de Loxa ; lo vento , é al Maques de Cáliz con sus gentes. Otrosi
qual ansimesmo oreian todoslos que iban ensu hues se aposentaron cerca destos otros capitanes del Rey
te, salvo aquellos pocos á quien en su secreto habia é de la Reyna con las gentes de sus capitanías. En
comunicado la voluntad que tenia do cercar a Ron otro real, á la parte del aloázar, se asentó la artillería
da. É como todoB pensaron que habian do ir por el é puso en guarda della al Condestable, con otros ca
rio de Guadalherce arriba, camino do Loxa, volvió balleros é gente de la hueste. Y en otra parte de la
por aquel rio abaxo camino de Ronda por la via de cibdad estaba el Maestre de Santiago con sus gen
Teba é de los prados de Antequera. E mandó al tes é con otros capitanes que fueron aposentados en
Conde de Benavento que con dos mil homes á ca aquella parte. Lgs otros caballeros é gentes de la
ballo é quatro mil peones, tomase la delantera, é hueste se aposentaron cada uno en el lugar que les
fuese á Ronda á se juntar con '1 Marquen de Cáliz , fué señalado por los Mariscales del Rey, é fueron
é con los otros caballeros que había ombiado prime repartidas las estanzas en tales lugares, que la cib
ro ; é que asentasen el real 011 loa lugares que en dad fué bien oercada por todas partes. Otrosí man
tendiesen, entretanto que el Rey llegaba con toda dó el Rey poner guardas sobresalientes para socor
la otra gente de su hueste. rer á qualquier estauza que oviese menester ayuda.
La razón demanda que fagamos aquí mención É á cada uno de los caballeros é capitanes que te
del asiento desta cibdad de Ronda, é de la natura nían cargo de algunas estanzas , fizo facer cavas é
leza de la tierra é su comarca, é de la condición de albarradas é tapias para la fortificar. Asentado el
la gente que la moraba. Esta cibdad es hacia Upar real é las estanzas en la manera que habernos dicho,
te del poniente, apartada de la mar por espacio de mandó el Rey poner guarda en el campo y en los
ocho leguas, y está asentada sobre una gran peña caminos , é sobreguardas y escuchas , para sentir
alta y esenta de todas partes; y en la parte de lo qualquier movimiento que los moros quisiesen fa
mas llano de la paña está fundado un alcázar, for cer. Este real estaba bastecido con abundancia de
talecido con tres muros, torreados con muchas tor pan é vino é carne, é de todos los oficios é oficiales,
res. De la otra parte está fortalecida con la dispu- é de las otras cosas que eran menester para la hues
sicion del lugar, perqué las dos partes de la oibdad te , porque la Reyna mandaba , que no cesasen las
rodea una hoz, do está un valle muy fondo, é por el requas todos los diss de llevar provisiones. E por
valle corre un rio do están los molinos. Y estas dos que mayor abundancia oviíse, mandaba poner en
partes de la oibdad son inexpugnables, que no hay los reales dos grandes montones, une donde oviese
juioio de home que las ose combatir; é debaxo de nna veinte mil fanegas de cebada, é otro donde oviese
peüa de las que están en aquella hoz, á taparte de la otro tanto de harina; y estos montones estaban
cibdad, sale nna fuente con nn caño de agua muy siempre enteros , que no se tocaba á ellos , salvo al
grueso ; é desta fuente se sirven los de la oibdad, gún dia si cesaban las requas de venir con las pro
por una mina que está fecha antiguamente dentro visiones al real.
del maro. De la otra parte de la cibdad están gran Como el Rey moro que estaba en Málaga , sopo
des peñas é lugares ásperos que la fortifican , é á la que el Rey habia puesto real sobre la cibdad de Ron
parte del alcázar tiene dos arrabales, uno alto, é da, embió algunos caballeros á aquellas partes, é
Cr.-IH. 27
418 CBÓNIOAS DE LOS REYES DE CASTILLA.
los Lomes de guerra naturales de la cibdad, que es ble, que estaban en la guarda de una estanza, visto
taban fuera de ella, con los gentes que moraban en que las lombardas habían desmochado una torre, & 1»
aquellas serranías, se juntaron é vinieron bien cer parte que ellos guardaban, arremetieron á la torre ó
ca de la cibdad. E puestos en las sierras y en las subieron en ella. El Bey que continamente andaba
torres y cuestos , é otros lugares ásperos , salian to requiriendo las estanzas y esforzando la gente, vis
dos los dias á pelear con las guardas que iban al her to como aquellos peones habían ganado la torre, es
baje , é con las otras guardas que estaban en los ca forzólos mas. É mandó á la gente de armas de aque
minos. Otrosí facían grandes fuegos encima de las lla estanza que socorriesen á aquellos peones ; é con
cumbres de las montañas, é descendían de aquellas el esfuerzo que el Bey les puso, arremetieron con
alturas con ímpetu riguroso , según su costumbre osadía al muro, é apoderáronse ¡de aquel torrejon.
de pelear, é acometían con grandes alaridos á las Los de las otras estanzas arremetieron cada uno por
guardas de los cbristianos. E como quier que facían su parte , de manera que los unos por unas partes é
muchos tiros de saetas y espingardas é piedras, pero los otros por otras, entraron los arrabales.
el Bey defendió que ninguno sin licencia suya ó de Acaesció que un caballero, que se llamaba Alón*
sus capitanes saliese de laguarda donde estaba á pe so Faxardo, capitán de ciertos peones, puso una es
lear con los moros, por escusar el daño que se po cala al muro en la parte que combatía, é subió el
día seguir peleando con ellos por aquellos lugares primero por ella, é luego subieron tras él otros es
do no Labia díspusicion para la pelea, salvo á gran cuderos é peones ; los quales pelearon con los moros
ventaja de los moros. E todos los señores é caballe é ganaron aquella parte del adarve. T este capitán
ros é capitanes de la hueste, con gran diligenoia tra Faxardo se adelantó, é tomó la seña que llevaba el
bajaban cada uno en la parte do estaban ; los unos Alférez de aquellos peones, é trabajó por lo poner
en defender las entradas del real , é tener los peo encima de la torre de una mezquita que estaba en
nes que no subiesen la sierra , los otros en defen aquel arrabal. Los moros que guardaban la torre vi
der las estanzas que tenían puestas contra la cibdad. nieron contra él , é tomáronle la bandera. Y él pe
Acaeció algunas veces que los moros naturales de leando con ellos en los tesados de la mezquita , á
la cibdad , con el pesar que tenían de la ver cerca vista de todos la recobró por fuerza de armas con
da , acometían á las guardas , peleando con tanto ayuda que le ficieron los que le seguían ; é pelearon
corage, que indiscretamente se ofrecían á la muer con los moros de aquella torre, fasta que la ganaron
te , á fin de matar ó entrar en la cibdad a la defen ó ficieron retraer á los moros por las puertas del al
der. La cibdad tenia un arrabal muy fuerte repar cázar de la cibdad. Al fin los moros , veyendo los
tido, como habernos dicho , en dos partes, uno alto christianos entrar por tantas partes, é no (es pudien-
é otro baxo ; y el Bey mandó que el artillería se do resistir la entrada ni sofrir el daño que recebian
' asentase en tres lugares para que tjrasen á tres par de los muchos tiros que el artillería facía , desam
tes del muro que cercaba el arrabal. Los moros de pararon los arrabales , é retraxíéronse á la cibdad,
la cibdad quando se vieron cercados, juntáronse é los christianos quedaron apoderados dellos , é ro
con el Algualcil mayor de Bonda, ó dispusiéronse á baron las casas, é todo lo que fallaron (1). Toma
la defender ; é pusieron sus guardas en las torres é dos los arrabales de Bonda , luego otro dia mandó
muroB , y en las puertas de la cibdad é de los arra el Bey meter las lombardas grandes é los otros ti
bales, y en los lugares que entendieron ser necesa ros de pólvora , é los eogenios é cortaos para com
rias. Los maestros del artillería comenzaron á tirar batir la cibdad. Los que tenían cargo de proveer
con las lombardas gruesas, é derribaron en espacio las cosas necesarias en el real, trabajaban por sus
de quatro dias el petril é las almenas, é todo lo alto personas é solicitaban á los ministros que tenían
de tres torres , con un pedazo del muro que cerca puestos, para que pusiesen gran diligencia cada uno
ba los arrabales. É de tal manera fué dorribada la en el cargo que les habían dado , porque no ovieso
defensa por aquella parto, que Iob moros no habían punto de falta en el tiempo que fuese menester.
lugar do se poner á los defender, por los muchos Otrosí daban grand acucia, para que el artillería se
tiros de ribadoquines é otros tiros de pólvora que se asentase en los lugares que los maestros acordaron
tiraban. Otrosí cayó en otro lugar, por do tiraban que se debia poner. E como fué asentada, luego
las lombardas, un pedazo del adarve donde murie comenzaron á tirar juntamente las lombardas grue
ron algunoB moros. sas con los otros tiros de pólvora medianos é meno
Los christianos, visto'que eran derribadas algunas res. Armáronse ansimesmo los engenios é los cor
almenas é defensas del muro , cobraron mayor es taos que tiraban á la cibdad. Otrosí ficieron los maes
fuerzo para combatir. É la gente del Conde de Be- tros del artillería unas pellas grandes de hilo de cá
navente é del Maestre de Alcántara , que guarda ñamo é pez é alorevite é pólvora, confeccionadas con
ban una estanza, á gran peligro subieron una cues otros materiales, de tal manera é compostura, que
ta alta , por ganar aquella parte do combatían ; 6 poniéndoles fuego echaban de si por todas partes
por fuerza do armas cobraron una peña, que para el centellase llamas espantosas, é quemaban todoquan-
combate era gran defensa á los moros é ayuda á loa to alcanzaban, y el fuego que lanzaban de si du-
christianos. Los do las otras estanzas que habernos
dicho, cada uno por su parte trabajaba por llegar al (1) Tomáronse loi arríbales de Ronda ittiu doce de Najo da
muro ; y especialmente unos peones del Condesta este aAo. Btrn»l4., tap. 72.
DON FERNANDO B DOÑA ISABEL. «9
raba por grand espacio y era tan riguroso, que partes. El Alguacil mayor, é los otros viejos é ca
ninguno osaba llegar i lo matar. Ficieron ansimcs- balleros moros, conociendo del Bey que no faria
rno pelotas redondas grandes é pequeñas de fierro, otro partido, prometieron de le entregar la cibdad
édestas facian muchas en molde, porque en tal ma é dezarla libre de los moradores della , dándoles se
nera templaban el fierro , que se derretía como otro guro de las vidas é de las faciendas, para que se
metal ; y estas pelotas facian grand estrago do quie fuesen los que quisiesen á los reynos de moros que
ra que alcanzaban. Las lombardas grandes tiraron son en África, ó á la oibdad de Granada, ó á otras
tantas veces al muro de la cibdad é del alcázar que partes. E si algunos quisiesen morar en qualesquier
derribaron gran parte de las almenas é de las otras cibdades é villas del Beyno de Castilla, que el Rey
defensas que habia en las torres é adarves. Otrosí les mandase recebir en ellas , é les conservare en su
por otras partes tiraban los cortaos é los engenios ; ley , é mandase que fuesen tratados con paz. El Rey
é tantos é tan continos eran los tiros que facia el ar prometió de lo facer según le fué demandado , por
tillería , jue los moros que guardaban la cibdad á escusar las muertes é otros danos que pudieran ha
gran pena se oian los unos á losotros, ni tenían lu ber los suyos en los combates y ea la entrada de la
gar de dormir, ni sabían á que parto socorrer; por cibdad, que era tan áspera, que con poca resisten
que de la una parte las lombardas derribaban el mu cia que los moros ficieran , pudieran facer gran da
ro, é do la otra los engenios é cortaos derribaban las ño en los christianos, é otrosí por los relevar de
casas. E si los moros trabajaban por reparar lo que los trabajos continos que tenían guerreando con
los lombardas derribaban , no habia lugar de lo fa la multitud de los moros que estaban sobre aque
cer, porque los otros tiros de pólvora medianos que llas sierras é lugares ásperos. Otorgado el partido
continamente tiraban no les daban lugar á lo repa á los moros , por parte del Rey les fué demandado
rar, é mataban todos los que estaban sobre la cerco, que por seguridad de lo que habían prometido,
Otrosf con un engenio echaron una pella grande de apoderasen luego en una torre del alcázar á un ca
fuego dentro en la cibdad, la qual venia por el ayre ballero que él mandase , porque no oviese mudanza
echando de si tan grandes llamas, que ponia espan de lo quo con él habían asentado. Los moros res
to á todos los que la veian. Esta pella cayó en la pondieron que les placia. E luego mandó el Rey á
cibdad, é comenzó de arder la casa donde acertó. Don Bernardino do Velasco fijo del Condestable,
' os de la cibdad , á quien su gran fortaleza largos que oon gente de armas se apodoraso de una torre
tiempos habia dado confianza de seguridad , muda del alcázar que los moros le entregaron ; el qual
da súbitamente su confianza en turbación, é su se ostovo apoderado della fasta que todos los moros
guridad perdida con el miedo , ni podían tomar ar é moras con sus bienes fueron salidos de la cibbad,
mas ni administrarlas , porque veyendo á los unos c la dexaron libre al Rey. En la qual entró este Rey
caer feridos , é á los otros muertos, arder las casas, Don Fornando con los señores é caballeros de su
caer las torres , estaban turbados , que no sabían á hiiosto, Domingo día de la Pascua de Sanctispíritus,
quál lugar socorrer , ni qué consejo tomar. Porque á veinte y dos dios de Mayo, contados del nasci-
ninguno podia estar , ni en el muro defendiendo, raiento de nuestro Redemptor mil é quatrocientos
ni por las calles andando, ni faciendo otra alguna é ochenta é cinco años.
manera de defensa. Las mugeres, no acostumbradas Haberse ganado esta cibdad, fué cosa mas digna
de tal infortunio é los niños, enflaquecidos con el de admiración que gobernada por rozón ; porque
espanto del fuego é de los golpes de las lombardas, según su fortaleza é la multitud de aquellas gentes
daban voces, é lloraban unas las muertes de sus ma bárbaras que moraban en ella y en las serranías que
ridos é de sus fijos, otras sus fcridas, otras la des- son en su circuito, no se podiero imaginar por los
truicion de la cibdad. E con los gritos é lloros que homes de la sitiar con esperanzo de la ganar en mu
facian , desmayaban los moros principales, é priva chos tiempos é con grau multitud de gentes. E co
do el sentido , perdían las fuerzas para dar remedio mo la oibdad de Rondo fué tomado, luego aquella
& si ni a la gente de la cibdad. Los christianos cada multitud de moros que estaban en las montónos se
uno por su parte en el cargo que tenia, ponia dili derramaron , é los peones del real subieron aquellas
gencia ; los nnos en guardar los pasos á los moros sierras empos dellos, é los siguieron , pensando pe
quo venian por la sierras con grandes alaridos, fasta lear con ellos é loa matar ó captivar ; é no fué en
cerca de las entradas del real ; otros en que se con- poderío de ninguno de los capitanes resistir á aque
tinasen los tiros del artillería. E quantos mayores llos peones la subida; pero los moros que sabian la
darlos veian recebir á los moros, mayor esfuerzo to tierra , se pusieron en los villas cercadas y en los
maban para los guerrear. T oBta manera do comba muchas torres que hay en aquella serranía de Ron
tir duró diez dias, fasta que los moros perdieron la da, do se pudieron salvar. El Alguacil mayor de
fuerza para pelear y el esfuerzo para defender ; é Ronda con sus fijos é parientes que ero gente noble
recelando la muerte ó el captiverio general de to entre los moros, demandaron que querían ir á mo
dos, demandaron seguro para fablar en partido de rar en la cibdad de Sevilla y en la villo de Alcoli
entregar la cibdad. T el Rey mandógelo dar , é que de Guodoyro ; dé lo qual plogo al Rey é á lo Rey-
cesasen por todas partes los tiros que facia el arti no , é mandáronles dar sus cartas paro que los reci
llería ; pero que les convenia dexar libre la cibdad, biesen en aquellos lugares, é loe trotasen bien é ho
é que los moradores della se fuesen é vivir á otras norablemente, é diéronles franquezas de todos tri
420 CRÓNICAS DE LOS REYES DE CASTILLA.
butos. Otrosí les mandaron dar casas , é les ficieron las villas que eran en la comarca de la «cibdad de
merced de pan, é de algunas otras provisiones para Ronda, á suplicáronle que le ploguiese tomarlos por
su mantenimiento. Otros vecinos de la cibdad se vasallos , pues que de su voluntad venían á se po
fueron á morar á la serranía de Ronda, á ser mu ner en su servidumbre ; é como subditos que son
dejares con los otros que moraban en aquella tier obligados á su Rey, lo querían acudir oon sus tribu
ra. Otros algunos pasaron con seguro del Bey, álos tos en la manera que acudían á los Reyes moros.
reynos de África ; é anal quedó despoblada aquella Otrosí le suplicaron humildemente que le ploguie
cibdad de los moros, que muchos tiempos antes la se dar su seguridad : primeramente para que pudie
habían poseído. sen vivir en su ley de Mahoma, á para que sus per
La Reyna , quando sopo que la cibdad de Ronda sonas é de sus mugeres é fijos fuesen seguras, é po-
era tomada, ovo gran placer, é mandó facer proce diesen poseer sus bienes é casas y heredamientos.
siones é grandes sacrificios, dando gracias á Dios El Rey dio el seguro que las villas aquí nombradas
por aquellas victorias. E mandó dar la tenencia de embiaron á pedir, con condición que luego entre
aquella cibdad ;i un caballero de su casa que se lla gasen las fortalezas de cada una dolías, é todas las
maba Antonio de Fouseca. E fueron fundadas en torres, é qualesquier fuerzas que en ellas oviese, á
ella estas Iglesias : la primera se fundó en una mez los que él mandase. E los moros prometieron de lo
quita, que era la mayor, a la advocación de Sancta facer, é fueron entregadas las fortalezas siguientes
María de la Encarnación. Otra se establesció en otra á las personas que el Rey mandó , en esta manera.
mezquita á la advocación de Sanctispiritus, porque La villa de Tunquera é su fortaleza á Diego de
la cibdad se entregó al Rey en aquel día. Otra Igle Barrosa. La villa é fortaleza del Burgo á Pedro da
sia cerca desta se estableció en otra mezquita á la Barrio Nuevo. E la villa de Monda é su fortaleza á
advocación de Santiago Apóstol. Otra. Iglesia se es- Hurtado de Luna. E la villa de Tolox é su fortale
bleció á la advocación de Sant Juan Evangelista. za á Sancho de Ángulo. E la villa é fortaleza de
Otra Iglesia se estableció en otra mezquita que es Quasin á Pedro del Castillo. E la villa é fortaleza
taba cerca de unas tiendas que eran en el arrabal, á de Casares á Sancho de Saravia. La fortaleza de
la advocación de Saut Sebastian. E para todas estas Montexaque á Alonso de Barrio Nuevo. E las forta
Iglesias embió la Reyna cruces é cálices, y encen- lezas de Hazualmara á Cárdela que son en la serra
sarios de plata, é vestimentas de seda ó de broca nía de Villaluenga, se entregaron al Marques de Cá
dos, é retablos, é imagines, é libros, ó campanas, é liz. Las fortalezas de las villas de Benauxan é de
todos los otros ornamentos que eran necesarios para Montecorto] é de Audita mandólas el Rey derribar.
celebrar en ellas el culto divino. Fueron ansimesmo E todos los moradores destas villas é lugares que
moradores chrístianos de las cibdades de Sevilla é daron por siervos mudéxarea del Rey é de la Rey
de Córdoba, é de otras partes á la poblar. E porque na. E juraron los alfaquies é viejos de cada uno des-
los moradores de aquellos valles é serranías de Ron tos lugares, por la unidad de Dios que sabe lo pú
da despoblaban la tierra é se iban á otras partes, por blico é lo secreto , el que es criador vivo , é dio la
miedo que habían de ser muertos ó captivos, el Rey ley á Mahomad su mensagero, de ser buenos á lea
les dio seguro, é mandó á todas sus gentes que no les subditos é vasallos del Rey ó de la Reyna, 6
les ficiesen guerra ni daño. E porque algunos tenta cumplir sus cartas ó mandamientos, é de facer guer
ron de quebrantar este seguro, ó tomaban algunas ra é paz por su mandado , é de les acudir con todos
mugeres é niños captivos, el Rey, informado de la los tributos ó pechos é derechos que en aquellas vi
verdad , mandó facer justicia de los que se falla llas se acostumbraron dar á los Reyes moros ; é que
ron culpantes, é restituir todo lo que habían to esto farian bien é lealmente sin ningún engaño. El
mado. Rey les prometió en su palabra real de los conser
Visto por los moros que ol Rey les guardaba el var en la ley de Mahomad , é de no facerles ni con
seguro, é facía justicia de los que les facian algún sentir que les fuese fecha opresión alguna ; é con
robo, aseguráronse para estar en aquellas serranías sentir que sean juzgados sus pleytos por juez é al-
donde quedaron mudézares é servidores del Rey é faquí, é á consejo del Alcalde, é por la ley de Ja-
de la Reyna; é dende en adelante contrataban libre* racuna. E que les serán guardadas sus personas é
mente con los chrístianos , é venían seguros al real bienes por qualesquier partes de sus Reynos á seño
del Rey por las cosas que eran necesarias. ríos que ondovieren , con condición que no fuesen á
ninguna de las fortalezas de los christianos que son
CAPÍTULO XLV. en su señorío frontera de moros, para estar en ellas
una hora antes que se pusiese el sol.
Como te entregaron otros tugare» da moroi. Vinieron ansimesmo á obedecer al Rey en la ma
Sabido por aquellas comaroas de los moros como nera que habernos dicho los mensageros á procura
la cibdad de Ronda era tomada , imprimióse en los dores de otras diez é nueve villas que son en la ser
corazones de las gontes de aquella tierra tan gran ranía, que se dice el Arrabal ; é los procuradores é
terror, que recelando los vecinos de cada lagar que mensageros de otras diez é siete villas é aldeas que
si fuesen oercados serían muertos é perdidos, otro son en la serranía de Gausin. E de la serranía de
sí, informados como aquellos á quien el Rey asegu Villaluenga vinieron los procuradores de otras doce
raba eran bien guardados, vinieron mensageros do villas é aldeas. E todos estos procaradores juraron
DON FERNANDO É DONA ISABEL. 421
como los de las otras villas ; y el Rey les dio la mes- el Rey acordó de tomar la oibdad de Marbella, que
mi seguridad condicionada qne dio & los otros. E es en la ribera de la mar ; porque tomada aquella
porque todas las villas é lugares que eran en el va cibdad, los moros de Málaga estarían mas oprimi
lle de Cártama fueron puestas en el señorío del Rey dos, é no podrian haber provisiones por la mar do
é de la Reyna, é los de la villa de Cazarabonela que los reynos de Afrioa, salvo oon gran dificultad. Ha
es en aquel valle, no vinieron, sogun que todos los bido este acuerdo, escribió una carta, mandándoles
otros de las comarcas habian venido, el Rey les es que luego entregasen la cibdad á quien él mandase;
cribió su carta, embiándoles á mandar que entrega é que seguraba sus personas é bienes para que fue
sen aquella villa con su fortaleza á quien él manda sen do quisiesen. Los moros de la oibdad respon
se ; é si lo fioiesen , les aseguraría sus vidas é bieneg diéronle por una carta que decia ansi :
para que no les fuese fecha guerra ni dafio, é si luego a Loado sea Dios. Esta es nuestra carta al señor é
no lo pusiesen por obra, que embiaria sus gentes á la s mayor honrado nuestro señor Don Fernando Rey de
combatir, con dafio é destruicion de sus moradores. «Castilla é de León, que acreciente Dios los días de
Los vecinos de aquella villa , oido el mandamiento «su vida é honra. Besamos vuestros pies é manos
del Rey, escribiéronle una carta que decia ansi (1). «vuestros servidores y esclavos é subjetos los de la
t Alabado sea Dios poderoso en unidad, que no «cibdad de Marbella. E facemos saber á Vuestra Al
i hay otro en faz de la su gracia é salvación que lí teza (é pedimos á Dios que sea ensalzado) nos lie*
* Hahomad nuestro profeta su mensagero. Escribi «gó una carta de Vuestra Alteza, que se entendió en
r/naos la presente carta al gran Rey muy poderoso) «ella de estar á vuestra obediencia é mandamiento;
«señor de muy grandes reynos é señoríos é de mti- «aunque estaban fuera de aqui algunos, é por es-
nchas provincias, poderoso é justo en sentencias, é nperarlos se ha tardado. E después de juntos, acor-
«amador de la justicia, Rey de Castilla: ensálcelo » damos de ser vuestros, y estar so vuestro amparo.
«Dios y esfuércelo. Nos la Comunidad, é Alguacil é »T embiamos á Vuestra Alteza nuestro Alguacil
«Alcaydedel castillo de Cazarabonela (junto con «honrado Mahomad Abenaza con otros de nuestro
«esto acreciente Dios vuestro real estado) recibimos «pueblo, á pedir á Vuestra Alteza que se haya con
nuna carta, é leimosla, y entendimos lo en ella con «nosotros piadosamente. Aquel que os dio el venci-
tenido, y estamos todos en voluntad de obedecer » miento, os de la mansedumbre para nosotros.»
»á Vuestra Alteza, pues que oimos é vemos que Becebida esta carta por el Rey , luego les embió
«vuestra palabra es verdad, é cierta en dicho y en otra carta, regradeciéndoles su buena voluntad, é
í fecho. Por quanto nos dixeron que Vuestra Alteza mandándoles que todavía dezasen libre la cibdad.
« habid dicho que cuando lo» moros de Cazarabonela E prometióles seguridad para ellos épara todas sus
» vinieren á darme la obediencia, estonce» fart yo lo cosas ; é que entregada la cibdad , si los moradores
tique ello» quisieren, ensalce Dios á Vuestra Alteza. della quisiesen vivir en otros lugares cercanos , él
«Nunca obedescimos ni servimos á rey, ni á ningún Iob mandaría guardar en sus usos é costumbres, é
«caballero en toda nuestra vida, é fuimos honrados que no les seria fecho mal ni dafio. Pero porque en
«é acatados de todos los reyes ; pero á Vuestra Alte- su consejo se platicó, que si el Bey so absentase de
iza nos conviene servir é acatar, pues vos fizo Dios la tierra, los moradores de aquella cibdad se move
«tan poderoso é dichoso en todas las cosas, é place rían de lo que al presente mostraban por su letra ;
ará á Dios que siempre sea ansi. Por ende, pues que el Rey deliberó de ir en persona con toda su hueste
«nos ponemos en manos de Vuestra Alteza, seamos á aquella cibdad , que es ocho leguas de la cibdad
«bien tratados é honrados como siempre fuimos de de Ronda ; aunque el camino es tan áspero de sierras
«todos los otros reyes, quanto mas seyendo Vuestra é grandes montañas', que los peones á gran pena lo
«Alteza mas poderoso é mayor é mejor que no ellos.» pueden andar. E mandó ansimesmo que llevasen bu
Recebida por el Rey esta carta con los mensageros artillería para la combatir si los moros luego no la
que aquella villa embid, luego les mandó dar su se entregasen. Este oonsejo habido, luego el Bey partió
guro en la manera que se dio á las otras villas é de la cibdad de Ronda con toda la gente de su hues
tierras. E los de la villa ficieron juramento de ser te; é mandó poner su real cerca de la villa de Zahara,
subditos del Rey é de la Reyna, é de les dar é pagar é dende partió para la cibdad de Aróos. E porque los
los tributos que daban al Rey moro, en la forma caminos eran tan fragosos para pasar los carros del
que las otras villas lo ficieron ; y entregaron luego artillería, é la gente de la hueste rocebia gran fatiga
el castillo é todas las fuerzas de la villa al capitán deteniéndose en los reales, otrosí porque era necesa
Don Sancho de Rozas que embió el Rey á la recebir. rio ir delante gran multitud de peones con picos é
azadones é destrales, derribando pefias é talando
CAPÍTULO XLVI. árboles, é allanando los lugares por do pasasen los
carros ; el Rey acordó de se detener en aquella ciu
Como el Rey tomó la elidid de Marbella. dad de Arcos. E como los moros de Marbella sopio-
Tomada la cibdad de Ronda é su serranía, é las ron que el Rey estaba en Arcos é habia movido su
otras villas é castillos é valles que habernos dioho, real para ir contra ellos, embiaron á él sus mensage
ros , que le dixeron como los moradores de aquella
(1) Trae esti mlint carta con mas extensión el cora de loa Pi cibdad ge la dexarian libre é se irían á vivir á otras
lados, j sédala la entrega de Cazarabonela Jueves, día del Cor
pas, a dos de Jonio de este alio. Bernali., cap, 7*. partes. Y embiaronle otra carta que deoia ansí :
422 CRÓNICAS DE LOS REYES DE CASTILLA.
i Alabado sea Dios. Hay poderoso, grande, alto, «aquel que da vida á las almas que están en pena,
« esforzado, nombrado, gran guerrero, fatigador de sé las relieva della. E lo mas presto qne pedimos,
tíos reyes é de sus tierras, que de su condición es « ante todas cosas embiamos á Vuestra Alteza bien-
s usar de piedad é clemencia con los pobres é con s aventurada obedienoia como Vuestra Alteza nos
»1ob que tienen poca facultad, é usar de rigurosi- «embia mandar. Considerando é conociendo el gran
»dad, é fatigar á los que no quieren obedescor sus «poder é poderoso estado ó muy esforzado de Vues-
«mandamientos é servirle; el excelente, fuente de » real Señoría, é confiando en vuestra mucha bondad
«virtud, nuestro señor Don Fernando Rey de Cas- oé virtud, no se falló homo que contradijese en la
1 tilla, é de Aragón, é de Sicilia, é de la mar con «cibdad, obedienoia bienaventurada, con el ayudado
S todas sus islas, é de otras muchas provincias é se- 11 Dios é de todos los veoinos que viven en la cibdad
s Morios, é de muchas serranías ó campos yermos é sde Marbella, que es de Vuestra real Señoría é toda
» poblados ; el que fatiga á los reyes, é sojuzga sus 11 su tierra ; antes todos en general oon apacible vo-
S señoríos é púnelos so su obediencia; Señor de to nluntad é agradable intención, todos entraron en
ldos los Qarbiades de Málaga, é de todas sus forta s servicio de Vuestra real Señoría , é le obedecieron
lezas, ciudades, villas é lugares, rey grande, temi- «por rey é señor, é se pusieron so su mandado é ju-
I do, nombrado é preciado, rey que la virtud con i) risdicion, en la manera que Vuestra Alteza mandó.
sel mora : ensalce y prospere Dios poderoso vues- «Que los que quisiesen vivir aqui en esta tierra
stro real estado, é acreciente vuestra vida. Besan- sen las aldeas y en otras partes, viviesen segu
ido vuestras reales mauos vuestros servidores los idamente so vuestro amparo é defendiiniento; y
«que esperan vuestra piedad é clemencia, el alcay- «el que quisiese pasar allende, Vuestra Alteza lo
»de, alfaquí, alguacil, viejos, caballeros, cibdadanos, » pasaría seguramente en vuestros navios fasta don-
>é comunidad, vuestros siervos, que viven en el real sde quisiesen, con favor é amparo de Vuestra Alte-
«de Vuestra real Señoría en la cibdad de Marbella; sza ; de manera que podiesen seguramente asentar
«plega á Dios poderoso poner en vuestro corazón sen los lugares donde Dios les pusiese en voluntad
«quiera usar con ellos de piedad á clemencia, y es- sde vivir. Todo lo que conviene facer á los rayas
«peramos en Dios que ansí será. Porque con los quo squo son como Vuestra Alteza. E por el muy pode-
«son rebeldes é no quieren obedecer, muestra su sroso Rey nuestro señor, quo algunos desta cibdad
«poderío gran rigor ; é con los que vienen á ponerse sde los principales que tienen lafabla y el consejo,
seo manos de Vuestra Alteza, usa con ellos de pie- » están absentes en Granada y en Málaga, é de ca
)) Jad é virtud , aunque hayan mucho errado. Quan- nda dia los esperamos. E si parece á Vuestra Alteza
»to mas á los que de pura voluntad é buena inten- s mandarlos esperar un mes, fasta quo fabismos to
» cion deliberadamente obedescen y entran en ser- ados juntos los absentes é los presentes, y estonces
» vicio de Vuestra real Señorfa, que somos oier- sverná Vuestra Alteza á la cibdad ; esto rogamos é
ntoH que habedes de facer con ellos según con- ssuplicamos , y el parecer de Vuestra Alteza es lo
«viene facer á vuestra grande é muy alta é real 8e- «mejor. Aquí están algunas parcialidades de Gomo-
i Coria. Porque según es cierto que Vuestra Alteza Sres, que tienen sub parientes é sus mugeres en Má-
«sigue el camino recto é verdadero (por tanto visi- «laga: suplican á Vuestra Señoría les mande dar
«teos Dios poderoso é grande ), los que siguen el so ñau seguro, para que puedan Balir dende aquí con
lí mejante camino é siguen la verdad, alcanzan lo s los que quisieren pasar. E ausimesmo sepa nuestro
«que quieren ; é desta causa vencéis á los que ven ssefior el Bey, que la gente desta cibdad, mas que
teéis, en mantener la verdad é aborrescer su oon- stodos los de las otras ciudades del reyno de Gra-
«trario, é satisfacer al agraviado de aquel que lo iinada son muy pobres é necesitados ; é los que Dios
«agravia. E con esto vencéis é vencerois, fasta quo sha ordenado que se vayan della á donde Dios qui-
«todo este reyno sea vuestro é so vuestra obedien- i) Hiere, son tan pobres, que si no piden por Dios,
»cia, é la verdad vence é su contrarío es vencido. uno au podrán remediar: de manera, quede su hora
«Porque Dios no apiada al que no apiada al nece- s no podrían aderezar sus cosas. Por ende suplica-
xsitado; ni entra en paraíso primero que nadie, si smos á Vuestra real Señoría, que el que quisiere ven-
mio al quo ha piedad é clemencia de las criaturas, sder algunas cosas, que haya quien las compre por
«que sean de qualquier calidad. Saludes con acro- sjusto precio, por manera que no pierdan ninguna
«centamiento de mucha vida, é grande honra é vic- scosa. E si algunoB quisieren vivir é quedar en sus
s toría sean oon nuestro señor el Bey , é la piedad » casan, que queden según y en la manera que Vues- ,
«de Dios é su bendición; junto con esto ensalce stra Alteza asentó é capituló con todos los otros que
«Dios vuestro real estado. Vuestros humildes servi «quedan en servicio de Vuestra Alteza. Allá embía-
dores facen saber á Vuestra Alteza, como recebi- smos ciertas personas de nosotros, para que fablen
»mos vuestro honrado mandamiento é carta, por el scon Vuestra Alteza, é asienten todas las cosas: los
nqual nos embiábades á requerir ó mandar ciertas » qualos llevan poder de toda la cibdad, para que
» cosas, según que por él se contiene ; é prestamen- «todo lo que ellos ficieren é asentaren en todas las
ste lo leímos é oimos, é luego lo obedecimos ; é di- i cosas susodichas, habrán por bueno é pasarán por
«ximos : lo cumpliremos con buena voluntad todo sello. E suplicamos á Vuestra Alteza les mande dar
« lo que el Bey nuestro sefior, sojuzgador de los re- iibii seguro para el alcayde que está en la fortaleza,
tyes é cervices de las gentes , nos einbia á mandar : spara que vaya do quisiere ; porque él no quiso ser
DON FERNANDO É DONA ISABEL. 423
»con nosotros en ninguna cosa reoelando de su se- habernos dicho, ovo dubda que absenté el Rey de la
nfior, porqne no mandase pasar contra él ; por ende tierra, mudarían los moros el propósito, é no la en
(Vuestra Alteza le mande dar el segnro, para que tregarían á ningún capitán que allá embiase. E
nél é todos los suyos vayan á do quisieren. Ansi- mandó á la gente facer talegas por quince dias, é
tmesmo suplicamos á Vuestra Alteza, que no pue- que el artillería quedase con gran guarda de gente
nda entrar en la cibdad ninguna gente sino la que de caballo é peones en los prados de Antequera ; y
i nosotros dixéremos, é que sea poca, fasta que pa él con toda su hueste fué á la cibdad de Marbella.
usen allende los que ovieren de pasar , é acordaren E como llegó é la cibdad, luego los moros ge la en
>de quedar los que ovieren de quedar. Porque mu tregaron , é salieron fuera della todos los homes é
renas gentes recelan, que entrando mucha gente mugeres que la moraban ; á los qual es el Rey dio
i) recibirán algún dallo, lo qual no esperamos rece- seguro para que pudiesen ir con todos sus bienes é
nbir con el favor é ayuda de Vuestra Alteza. Quan- ganados donde quisieren. E otrosí mandó dar na
» to mas, que todos chicos é grandes, en v oyendo la vios é gentes, que pasasen seguros á los que quisie
ncarta de Vuestra Alteza, todos la obedecieron é sen ir á la tierra de África. E quedó la cibdad libre
«cumplieron el mandamiento de Vuestra Alteza. E al Roy, é mandóla fornecer de gente , é bastecer de
(vuestro servidor el que leyó la carta de Vuestra los pertrechos é mantenimientos que fueron menes
(Alteza á los chicos é á los grandes é la declaró é ter, y entrególa á Don Pedro de Villandrando, Con
(fizo entender, é puso en sus corazones que la obe- de de Ribadeo, el qual fizo pleito omenage por ella
( deciesen é cumpliesen, pide por merced á Vuestra al Rey ; é á la Reyna. Otrosí sacó el Rey todos los
( Alteza á parte de los de la cibdad, algunas cosan : cabtivos christianos que falló en esta cibdad de
(suplicamos á Vuestra Alteza las quiera facer. Lo Marbella y en la cibdad de Ronda é su serranía, y
(primero darle seguro é aparte, pues que lealmente en todas las otras villas, é lugares, é tierras que to
(os sirvió. Lo segundo, una fusta para que pasen ¿1 mó de los moros en este año, é púsolos en libertad.
(é todos los que con él están, ansi los de su casa co- Los de las villas de Montemayor é de Cortes é de
»mo sus parientes é parcialidades; é que puedan Alaricate, con otros diez lugares comarcanos á la
(vender todas las cosas que to vieren de vender cibdad de Marbella , sabido como el Rey la habia
(por precio razonable, é lo que llevaren en la dicha tomado, se vinieron á él , é obligáronse de ser sus
(fusta que sea seguro. Lo tercero, que el salario que subditos, é le ficioron el juramento é obligación que
(él tenia del Rey de Granada eran quince pesantes los de las otras villas habian fecho. Y el Rey les dio
spor alcayde, é quaren ts por alfaqui cada mes, é le seguro de sus vidas ó bienes, según que lo dio á los
( son debidos desto diez meses, á causa do las guer- otros. Concluidas los cosas que fueron necesarias
(ras. Por ende suplica á Vuestra real Sefiorfa ge los para la provisión de Marbella, el Rey partió de
( mande pagar, é todo se fará como Vuestra Señoría aquella cibdad ; é andando con la hueste por la cos
(lo mandare, é se entregará á Vuestra real Señoría ta de la mar poniendo sus reales, llegó á un lugar
(6á quien mandare. V esto suplica d Vuestra real que se llama la Fuente-Giróla. En estos dias lo gen
«Señoría, porque es público é notorio á todos vues- te de la hueste recebia gran fatiga, ansi del cansan
(tra gran virtud, é quanto bien lo face con todos, cio grande por la continaoion de los caminos áspe
(quanto mas con quien tan bien os sirvió. E Dios ros é trabajosos , como porque fallecieron los man
(prospere y ensalzo é acreciente la vida y estado de tenimientos ; é padecieron tan grande hambre , que
(Vuestra muy alta é real Señoría, é cumpla todo lo no comian los homes ni los caballos otra cosa , sal
(que por ella es deseado. Escripta de veinte é dos vo palmitos é yerbas : porque los bastimentos que
(de Jumedi en el primero, que es á dos de Junio. se embiaron por la mar, con los vientos contrarios
(Otros! muy grande, poderoso é preciado, é muy no pudieron llegar á tiempo que pudiesen aprove
(temido Rey nuestro señor, facemos saber á Vues- char. E la gente ansi trabajada pasó adelante por la
(tra Alteza, que son muy muchos los que quieren ribera de la mar, é cerca de dos lugares de moros
(pasar allende ; son menester buenas fustas. E an- que llaman el uno Oznar, y el otro Mizas. Estos dos
(simesmo sepa Vuestra Alteza, que los quo estaban lugares se entregaran luego al Rey , salvo porque
(absentes do la cibdad on O ranada y en Málaga, son algunos moros, ó malos ohristianos que iban en su
(venidos ; é todos juntamente de una voluntad da hueste, los avisaron de la gran hambre é fatiga que
ñinos la obedienoia á Vuestra Alteza, é vos recebi- la gente de los christianos padecía. El Rey asentó
smos por Rey é por Señor. E ante todas cosas su- su real cerca de un lugar que se llama Churriana,
«plioamos á Vuestra Alteza, que nos mande dar un que es una legua de Málaga. Los moros que fueron
«navio para que pasen algunos de nosotros allende, avisados de la flaqueza que llevaban las gentes de
(á ver si nos quieren recebir, é si nos recibieren, la hueste por la gran hambre que padecían, deja
(bien ; é sino, que siempre estemos so amparo é se- ron pasar gran parte de la gente que iba adelante
«guridad de Vuestra Alteza, ó seamos siempre su- entre las sierras é la mar por caminos muy estrechos
syos donde Dios quisiere. » é vinieron á dar en el fardage ; porque según la dis-
Vista por el Rey la carta, é oidos los mensageros, pusicion de aquellos lugares, poca gente podia pe
como^quier que la gente estaba fatigada de los tra lear con mucha. El Maestre de Aloántara , é Don
bajos é caminos pasados ; pero todavía acordó de ir Gutierre de Cardonas, Comendador mayor de León,
•n persona á tomar aquella cibdad. Porque según que venían en la rezaga, como vieron á loa moros
424 CRÓNICAS DE LOS REYES DE CASTILLA.
que venían contra ellos, ovieron recelo que serian ir las requas de los mantenimientos por tierra para
todos perdidos, según la flaqueza é desorden que to bastecimientos del real, bien ansi embió á mandar
dos traian. E considerando quanto grande fuera el á sus oficiales que tenía puestos en los pnertos de la
infortunio, si después de habidas tantas é tan prós mar, que embiasen á la cibdad de Marbella trigo á
peras victorias, en el fin oviesen algún caso sinies vino é mantenimientos, é todas las otras cosas nece
tro, ficieron juntar algunos capitanea que venian sarias para el proveimiento de aquella cibdad.
con ellos en guarda de la rezaga. Y encubriendo la
flaqueza que padecían con el esfuerzo que mostra CAPÍTULO XLVII.
ron, ficieron rostro á los moros, ó pelearon con ellos
por aquellos lugares do ningunas otras gentes de Como el Rey entró en la cibdad de Córdoba.
los ckristianos que iban delante podian tornar á los Pasado el dia de Sant Juan, luego otro dia partió
socorrer, por la indispusicion de los lugares angos el Rey de la villa de la Rambla é todos los caballe
tos dolido iban. Y estos defendieron el fardage de ros é capitanes que con él habian estado en la guer
los moros que lo seguían, é peleando con ellos, los ra, y entró en la cibdad de Córdoba ; é saliéronle á
retraxeron fasta los meter por aquellos dos lugares recebir con grande solemnidad todas las dinidades,
de Oznar é Mizas. El Rey con toda la hueste siguió é canónigos é clerecía de la iglesia mayor, é de laa
adelante su camino, fasta venir á un lugar que es otras iglesias do la cibdad. Ansimesmo salieron
taba encima de la mar á la vista de Málaga, que se fuera de la cibdad á le recebir el Príncipe Don Juan
llamaba Benahnadala ; el qual mandó derribar, por su fijo, y el Cardenal de España, é los embalado
que estaba en tal sitio que no se podía defender, res de Venecia é de Ñapóles é de Portogal, que ha
salvo a gran peligro de los ckristianos. Los de la bian quedado con la Reyna , negociando laa cosas
cibdad de Malaga, veyendo el poderlo del Rey, ansi de sus embazadas ; é salieron los Perlados é Docto
do gentes como de artillería, estaban en gran mie res que estaban en su corte y en su consejo. Otrosí
do de ser cercados, é no dubdaban de ser perdidos, salieron la justicia é regidores é caballeros ancianos
ó de entregar la cibdad al Rey, según habían fe que habian quedado en la gobernación de la cib
cho los de la cibdad de Ronda é de Marbella , é dad ; é los oficiales de todos los oficios fueron al ca
las otros villas é lugares que se entregaron. E sin mino , é por toda la cibdad ficieron grandes juegos
dubda el Rey é los grandes señores é caballeros é alegrías, por la victoria que Dios le habia dado.
principales quo con él iban, bien quisieran poner si El Rey acompañado de todas estas gentes entró en
tio sobre aquella cibdad, salvo porque conocieron la cibdad é llevaba delante todos los christianos
la gran fatiga é cansancio que la gente traiu de ha que redimió del captiverio. E fué primero á la igle
ber andado tantos dias por caminos muy ásperos é sia mayor á facer oración , é dar gracias ¡i Dios por
peligrosos, é por la gran hambre que habian por las victorias que le habia dado. E después fué para
falta de los mantenimientos. Otrosí, porque Iob ca su palacio, donde falló á la Reyna, que le salió á
ballos estaban flacos á tan perdidos, que los traian recibir fasta la puerta del palacio , acompañada de
de diestro, é otros muchos dexaban por los campos muchas dueñas é doncellas que confinaban en su
que no los podian mover. Ansimesmo ovo gran fal servicio. E ansimesmo las Infantas Doña Isabel é
ta en el real de sillas é albardas, é de ferrage, é de Doña Juana, é Doña María sus fijas, é con ella»
otras muchas cosas de las que son necesarias al pro las dueñas sus ayas, é otras muchas dueñas é don
veimiento de las gentes que van en hueste. Estas cellas arreadas de paños brocados , é de sedas , é de
cosas consideradas, el Rey acordó de pasar adelante, otros grandes arreos. E de esta manera fué rece
é poner su real cerca de la villa de Alora. E dende lado con grande alegría de todos, é fueron fechas
partió otro dia ó fué á los prados de Antequera, por la Reyna grandes fiestas en su palacio. Y el Rey
donde falló grandes requas de mantenimientos que ó la Reyna embiaron al monesterio de Sant Juan
la Rey na había embiado, é allí se proveyéronlas de los Reyes que fundaron en la cibdad de Toledo
gentes é satísfacieron á la gran hambre que por todos los fierros de los captivos christianos que re
mengua de mantenimientos fasta aquel dia habian dimieron de tierra de moros , los quales están en
padeoido. aquel monesterio fasta el presente dia. Puédese
Estando el Rey en aquel lugar , ovo consejo con bien creer por todos aquellos que esta Crónica leye
algunos de los principales caballeros que con él ve ren, que los graudes señores é caballeros é los capi
nían, de lo que debía facer, pues tenfa manteni tanes que sirvieron al Rey é á la Reyna en esta jor
mientos de los que la Reyna había embiado. É como nada , ovieron singular afición al servicio de Dios ó
quíer que había asaz tiempo del verano, para pro suyo ; lo qual pareció en la grand obediencia que
seguir la conquista comeuzada ; pero porque cono ovieron á los mandamientos que les eran fechos,
cieron la iudispusioion de la gente, acordaron que porque desta obediencia habida porcada uno en es
el Rey la debia doxar reposar algunos dias, é des pecial, procedió gran concordia de todos en general;
pués podria facer otra entrada en tierra de moros. é déla concordia se siguió buen oonocimiento é rec
El Rey, habido por bueno aquel consejo, partió con to consejo, para administrar laa oosas que ocurrían.
toda su gente, é vino á poner real en el Rio de las E disponiendo sus personas al trabajo, é dando exem-
Yeguas, é de allí vino á la villa de la Rambla, don plo á las otras gentes que se dispusiesen á lo mesmo,
de tuvo el dia de Sant Juan. La Reina, como mandó so siguió el loable fin que habernos contado.
• DON FERNANDO É DONA ISABEL. 425
nes ; é como el corazón noble no puede sofrir mal
dad , la Reyna indinada contra los que esto ficieron
CAPÍTULO XLVIII.
mandó á este Licenciado de la Fuente su alcalde,
De lo qne el Rey é la Reyna (lcleron estando en Córdoba. que fíciese pesquisa quien oviese fecho aquellos fur
Después que el Rey entró en la cibdad de Córdo tos, é los mandase luego restituir, y executase su
ba , se pagó el sueldo á todos los caballeros é peones justicia en aquellos que fallase culpantes.
é otras gentes de la hueste. E porque algunas gen Este alcalde, poniendo diligencia en lo que la Rey
tes, especialmente los que habían venido de Casti na lé mandó, informado quien eran los robadores,
lla, estaban fatigados de los trabajos pasados, é fizo justicia dellos, é tomóleB todo lo que habian
habían de volver á sus tierras que eran lexanas, el robado , ó posó allende la mar. E como llegó al puer
Bey é la Rey na los mandaron despedir. Otrosí acor to , embió á pedir seguro á los moros para descen
daron de escrebir al Papa é al colegio de los Carde der en tierra, porque venia á restituir lo que les
nales las victorias que Dios les había dado contra habian robado. Los moros le respondieron, que
los moros, enemigos de nuestra sancta fe ; é las ciu mensagero de tan altoB é poderosos reyes, no había
dades é villas , é castillos , é tierras que habian ga menester el seguro que demandaba, porque la gran
nado, que eran gran parto del Reyno de Granada. deza de su rey daba seguridad á sus subditos en to
Otros! le embiaron á decir , como mediante el ayu da la tierra. El alcalde, oida aquella respuesta, aun-
da de Dios é do la gloriosa Virgen su madre, ellos quo fuó amonestado que no se confiase en las pala
entendían continar su conquista, insta ganar todo bras do los moros ; pero pospuesto el temor de la
aquel Reyno ; é los trabajos habidos , é los gastos muerte é del oaptiverio que aquélla gente bárbara
fechos en la guerra, é los que se esperaban haber le podiera facer: « Nunca plega Dios, respondió él,
en ella; é como habian redemido muchos christianos que la virtud del Roy é de la Reyna mis señores,
que estaban captivos en poder de los moros. que estos moros facen cierta, mi miedo la faga dub-
El Papa é los Cardenales, oida aquella nueva, dosa. » E diciendo esto con gran confianza, é con
O vieron muy gran placer; y el Papa, considerando tra el voto de los que con él eran , saltó luego en
los muchos gastos que en aquella conquista se re tierra; é puesto en poder de los moros con todo lo
querían facer , otorgó segunda Cruzada con gran que les llevaba, lo repartió á las personas robadas.
des indulgencias , á todos los que la tomasen en to E de tal manera fizo esta execucion de justicia que
dos los Reynos é señoríos del Rey é de la Reyna. los agraviados quedaron satisfechos.
Otrosi mandó por sus bulas, que la clerecía é las ór
denes contribuyesen para aquella guerra décima de CAPÍTULO XLE.
todos sus frutos; la qual cometió al Cardonal de Es
paña que la moderase é íicioso repartir en la mane Como fueron desbaratados algunos caballeros ehrlitlinos, nae
salieron de Alhama.
ra que él entendiese. El qual la moderó en la suma
de cien mil florines de oro de Aragón. Otrosí acor Algunos caballeros de los que estaban con el Cla
daron el Rey é la Reyna de dar orden en la tierra vero de Calatrava en guarda de la cibdad de Alha
ganada de los moros. E mandaron á Juan de Tor ma, é otros algunos que vinieron á aquella cibdad
res un caballero de los que estaban en el contino por facer guerra á los moros , oavalgaron un dia por
servicio de su palacio, é al licenciado Juan de la el aviso que o vieron de algunos adalides, é fueron
Fuente, Alcalde en su corte, que fuesen á las ciuda fasta bien cerca déla cibdad de Granada, é toma,
des do Ronda é Marbella, é á las villas de Cártama, ron los ganados que fallaron de vacas é ovejas é
éCazarabonela,é Setenil, é alas otras villas, é valles yeguas, é algunos prisioneros. La cibdad de Grana
é serranías é tierras que se ganaron de los moros, é da estaba tan menguada de gente de caballo, que
pusiesen términos á cada una , é repartiesen las ca no salieron los moros del la á lo resistir, porque to
sas y heredades entre los moradores christianos que da la gente de caballo de la cibdad estaba con el
nuevamente las fueron á poblar. Otrosi mandaron Rey Moro en la defeusa de la cibdad de Málaga.
poner las fronteras contra los moros en otras villas Los christianos , veyendo que ninguna resistencia
é castillos, mas adelante de lo que primero estaban. les era fecha, perdido el cuidado quo convenia tener
E por quanto la cibdad de Gibraltar, é las villas de en guardar la orden de la guerra, derramáronse
Ximena é Teba , é todas las otras villas é castillos, unos de otros por el camino que volvía Alhama con
que por ser en frontera de moros llevaban cada año la cavalgada que traían. El Rey Moro, sabido como
pagas é llevas, estaban seguras por ser ya de chris el Rey habia dexado la tierra é se habia vuelto con
tianos la cibdad de Ronda é todas las otras villas toda la hueste á la cibdad de Córdoba, partió de
que so ganaron de los moros , mandaron que no las Málaga con todos los caballeros que allí tenia, é fué
ganasen. E mandaron poner las fronteras veinte le camino de la cibdad de Granada. E acaso sin saber
guas mas adelante , en los lugares que entendieron aviso alguno de los caballeros christianos que ha
ser mas necesarias. Otrosí, porque algunos marine bian feohb aquella cavalgada, encontró con ellos,
ros é otras personas de los que pasaron los moros Los christianos que venían desordenados sin ningu
allende la mar, contra el seguro que el Rey é la na guarda, como vieron los moros venir contra
Reyna les habian dado , furtaron algunos hornea é ellos, luego desampararon la cavalgada , é se pusie
mugeres é criaturas , é les habian tomado sus bie- ron en fuida , é los moros los siguieron, fasta los
426 CBÓNICAS DE LOS BEYES DE CASTILLA
meter por las puertas de Alhama ; y en el alcance partieron á la media noche , é llegaron á la villa de
mataron muchos dellos, é tomaron el despojo de Moclin antes de la hora que debían llegar , según se
campo , é tornaron para la cibdad de Granada con habia acordado con el Maestre de Calatrava , é con
todo ello, é con la presa que los christianos habían los otros caballeros é capitanes que iban cerca del
fecho. en la reguarda. E acaeció que el Bey moro , infor
mado que el Bey quería poner cerco sobre Moclin,
CAPÍTULO L. vino con veinte mil homes de caballo é peones para
aquella villa ; el qual puso parte de su gente en una
Como desbarataron loa moros al Conde de Cabra cerca de albarrada bien cerca de la villa. E como alguna
Moclin.
gente de la que iba con el Conde llegó de noche á
Visto como quedaba aun asaz tiempo del verano aquella albarrada é la abrieron , los moros pensan
para estar gente en el campo , embiaron el Rey é la do que los christianos eran mas gente , fuyeron é
Beyna sus cartas de llamamiento para algunas gen desampararon aquel lugar; é los christianos que en
tes de caballo é do pié de Estremadura é del Mar traron, entendieron mas en robar algunas pocas co
quesado de Villoría, é dé Sevilla, é de Jaén, é Úbe- sas que allí fallaron , que en seguir á los moros que
da, é Baeza, é Andúxar, é sus comarcas; los quales fuian. Los moros visto que los christianos no los se
á cierto dia que les fué mandado se juntaron en la guían, tornaron á pelear con ellos. T el Conde llegó
cibdad de Córdoba , para entrar con el Bey este año con su batalla á socorrer á los suyos, é peleó con
segunda vez en el Beyno de Granada. E como la los moros en una parte ; y embió á decir á los otros
gente fué junta, el Bey é la Beyna acordaron que capitanes que venían en la rezaga , que no entrasen
se debia poner sitio sobre alguna villa de moros, en aquel lugar do él habia entrado á pelear, selvo
pero ovo diversos votos en su consejo. Porque el que se pusiesen en lugar llano cerca del , para le fa
parecer de algunos era , que el Bey debia asentar cer ayuda. E los moros como conocieron que la gen
su real sobre la villa do Illora, otros decian que so te de los christianos era poca, cargaron gran bata
bre Montofrio. El Conde de Cabra que estaba en la lla de caballeros é peones contra el Conde , é pelea
villa de Baena , escribió al Bey é ala Beyna, que te ron con él. Las otras gentes que venian en la reza
nia aviso cierto, que en la villa de Moclin nohabia ga, que no pensaban haber gente alguna en la guar
tanta gente para la defender como con venia, é que da de la villa, como vieron la multitud de los mo
había buena disposición para la cercar. Algunos ros que do súbito salieron contra ellos, fueron pri
otros decian, que pues era necesario bastecer á Al vados del seso con el grande miedo que ovieron , é
hama , el Bey dobia entrar con toda su hueste á la sin ser perseguidos de ninguno se pusieron en torpe
bastecer, é bastecida, poner su real sobre alguna vi fuida. Él Conde é los que con él estaban , pelearon
lla la mas cercana á Alhama ; é que Moclin no se lo que pudieron fasta que el Conde fuá ferido de
debia sitiar, por estar tan cerca de la cibdad de una espingarda en la mano , é su caballo de quatro
Granada , donde tenia presto el socorro de muchas lanzadas ; é no pudiendo mas sostener la fuerza de
gentes. Oidos estos votos , porque el Conde de Ca los moros , volvió las espaldas ; é los moros siguie
bra todavía embiaba á certificar que la villa de Mo ron el alcance fasta una legua contra él, é contra
clin se podia cercar, é tomar presto ; el Bey con las otras gentes que fuyeron. En esta pelea é alcan
propósito de cercar á Moclin , partió de la cibdad de ce mataron á Don Gonzalo, hermano del Conde, ó
Córdoba, é fué & Alcalá la Beal. E mandó al Conde muchos peones é caballeros de su tierra é de otras
de Cabra, é á Martin Alonso de Montemayor, é á partes; é mataran muchos mas, salvo porque el
ciertos capitanes de su guarda, que fuesen adelan Conde fuyendo, algunas veces tornaba contra los
te, para que ningunos moros entrasen ni saliesen de moros por los detener ; é otrosí porque sobrevinie
la villa. E mandó al Maestre de Calatrava é al Con ron las otras batallas de gente donde venian el
de de Buendía, que iba por capitán de la gente del Maestre de Calatrava y el Conde de Buendía y el
Cardenal de EspaSa, é al Obispo de Jaén , é á Gar- Obispo de Jaén , los quales fueron á socorrer á los
ci Fernandez Manrique, oapitan do la gente de Cór christianos que venian fuyendo, é resistieron á los
doba, que con quatro mil de caballo que llevaban é moros que los seguían. Murieron ansiinesmo en
seis mil peones fuesen á las espaldas del Conde de aquella facienda algunas cabeceras ó capitanes de
Cabra é de los otros caballeros que habia embiado los moros en los primeros encuentros que el Conde
delante, para que todas estas gentes coreasen la vi ovo con ellos (1). Como el Bey sopo el desbarato del
lla por todas partes. Y el Bey, que estaba cerca, ha Conde de Cabra é de las gentes que con él habían
bia de venir luego con toda la otra gente para asen ido en la delantera, ovo gran pesar ; é detovosecon
tar su real. Otrosí porque las cosas que se requerían toda la gente de su hueste en el lugar do estaba que
para sostener el real fuesen mejor proveídas , acor se llamaba la Fuente del Bey á tres leguas de Mo
dóse por todos, que la Beyna se acercase.á aquellas clin, fasta haber acuerdo de lo que debia facer. E
partes de Alcalá. La qual partió de la cibdad de algunos caballeroso capitanes le consejaron que de
Córdoba, é fué parala villa de Baena, acompañada bia dezar el cerco de aquella villa, ansí por el grand
del Príncipe Don Joan , ó do la Infanta Dolía Isa
bel, sus fijos, é del Cardenal de EspaSa. El Conde (1) Fué este desbarato i 3 de Setiembre de este afio , como as
de Cabra ó los otros capitanes que fueron primero, ílala el sumario de Galindez y Zurita, li¡>. ÍO, cap. 61
DON FERNANDO É DOSfA ISABEL. 427
orgullo que loa moros tenían con el vencimiento » ron. E por tanto , Señora , pues el Bey é lodos los
que ovieron , oomo porque era mal consejo poner I principales caballeros é capitanes que están con
litio eobre lugar donde tanta gente había para lo • él, por la gracia de Dios son libros é sanos, no do
defender , como el Bey tenia estonces para lo cer lí beis por el desbarato de aquella pooa genio roco-
car. Otros! decian que lo guerreado este «no era asaz » bir tal alteración que ocupe el consejo pora lo que
tierra, é que debia dezar folgar las gentes de guer use debo facor. E si á vos, Soñora, place, yo iré
ra, porque estoviesen mas prestas para el año si s luego con tres mil homes á caballo mios é de mis
guiente. En especial decian que el Rey no debia en II parientes , á bastecer á Alhama, é proveeré ansi-
trar en la tierra de los moros sin ir acompañado de • mesmo á las necesidades de dinero, si algunas hay
la gente de armas de Castilla, según habían fecho i) por el presente. » E diciendo esto, considerado que
los Reyes pasados, quando entraban á cercar qual- la Reyna habría algún empacho de le declarar en
qoier villa de aquel Reyno. Otros decian ; que no presencia la necesidad que á lo hora le ocurría, tor
seria honra de su persona real, antea seria contra nó la fabla á los del consejo que estaban presentes,
la estimación en que era tenido su gran poder , si é dixoles: « Vosotros, pues platicáis con la Reyna
por el desbarato que ovo un solo caballero de su » mi Señora en los necesidades queoenrren, venid á
hueste, se mostrase tan grande flaqueza, é doxase i) mi con lo que Su Señoría al prosonte oviere menos-
de continar el propósito que llevaba de cercar aque uter; ó si fuere menester alguna provisión de dine-
lla villa , é que todavía lo debia proseguir. Otros al • ro, yo la faré»; é fizóla luego de lo que á la hora
gunos afirmaban, que aunque el Rey quisiese ponor fué necesario. E disponíase a ir en persona do el
sitio sobre aquella villa, no habia dispusicion de lo Rey estaba, salvo que la Reyna, oídas las razones ó
poner ; porque toda la tierra que estaba en el cir ofrecimientos con obra del Cardenal, regradescíó-
cuito era peñas é piedras grandes , do no se podian gelo mucho ; é porque su compañía le era gran con
fincar estacas para armar las tiendas, ni atar los solación, é su consejo gran descanso, é remedio á
caballos ; é que seria mejor consejo poner sitio sobro las cosas que ocurrían , no dió lugar que se aportase
alguna villa de la comarca. Y estos decian que por della. E después que ploticó con él é con los del su
quanto la necesidad de Alhama constreñía tanto de Consejo en lo que se debió focer , determinó que se
Be bastecer, que si luego no se basteciese, estaba doxase por estonces la guerra de aquellas partes, é
en peligro de se perder ; que el Rey dexadas todas que se pusiese sitio sobre los fortalezas de Cambil y
las cobos, debia ir á la bastecer con toda su hueste, el Harrabal, que son tres leguas de la cibdad de
é podía cercar alguna villa de las que eran en bu co Jaén ¡porque la Reyna tovo siempre cuidado gran
marca. El Rey, oídos las variedades d estos consejosi de de tomar aquellas fortalezas, considerando los
no se determinaba en ninguno dellos. La Reyna que grandes daños que dellos habian recebído , é de ca
habia quedado en la villa de Baena, sabida la nue da dia recebian la cibdad de Jaén, é las otras cib-
va de aquel desbarato , aunque era de gran corazón, dades de la comarca. Y embió decir al Roy lo que
pero la muerte de los christianos que allí cayeron con el Cardenal habia acordado , é que le parescia
la fatigaba tanto que estaba en alguna turbación, que debia dexar por este año la conquista de aque
especialmente por la variedad de los consejos que llo parte, é debia luego venir á poner su real sobre
sopo haber entre los caballeros que con el Rey esta aquolloa dos fortalezas : porque la negligencia que
ban. Ansimesmo rescebia fatiga por el bastecimien- se imputaba á los Reyes sus antecesores por no las
to de Alhama, que de necesario debía facerse, é no haber ganado en los tiempos paBados, agoró no se
habia lugar para ello. El Cardenal de España, conos- imputase á ellos, si trabajasen en las ganor. Otrosí
cída la congoxa en que la Reyna estaba , le dixo: mandó la Reyna á tres capitanes de su guardo, que
ti Señora , si en la guerra que tenemos con la tento- con mil homes de caballo llevasen 4 la cibdad de
ncion interior, recebimos alteración, no es maravi- Alhama algunos mantenimientos, entretanto que
l lia haberla en la exterior que tememos con los ene- embiaba la gran requa de provisiones que después
i> migos. Habéis , Señora , de creer, que ninguna con- embió.
> quista de tierras ni de reynos se fizo jamas, donde
l los que son vencedores algunas veces no sean ven-
» cidos ; porque si no oviese resistencia en las con- CAPITULO LL
i) quistas, mas se podría deoir toma de posesión que Como te ganaron las fortalezas de CamblI j el Harrabal.
tactos de guerra. Considerad, Señora, que los mo Visto por el Rey el consejo que la Reyna embió á
lí ros son homes belicosos , ó poseen tierra tan mon- decir, parecióle bien, é luego mudó su real con toda
n tuosa é áspera, que no se pudo conquistar en los la hueste, para ir i aquellas dos fortalezas de Cam
ii tiempos pasados por ninguno de los Reyes vues- bil y el Harrabal. Y embió delante ol Marqués de
» tros predecesores ; porque la dispusicion de la tier- Cáliz con dos mil homes á caballo, que guardase la
» ra, es la mayor parte de su defensa. Vos, Señora, entrodo é solido de los moros , entretanto que él lle
» debéis dar gracias á Dios, porque ansí como ovis- gaba con toda su hueste. Otrosí mandó llevar toda
i> tes mas constante propósito que ninguno dellos el artillería é pertrechos para la combatir, é lo Rey
upara guerrear, ansf os ha dado gracia para adque- na vino para la cibdad de Jaén, é con ello el Prin
» rir mas oibdades é villas é tierras en tres años, que cipe Don Juan é la Infanta Doña Isabel sus fijos, y
» los otros Reyes en docientos años que las guerrea- ¡ el Cardenal de España,
428 CRÓNICAS DE LOS REYES DE CASTILLA.
Conviene pues agora que digamos aqai la calidad los carros del artillería pudieron pasar; del qual pa
de estos dos castillos , y el sitio do están asentados, so los moros estaban bien seguros, porque creían
é la forma de su edificio. En lo baxo de un gran ser dificile que muchas gentes y en muchos tiempos
valle, rodeado por todas partes de altas é grandes pudiesen arrancar tantas é tan grandes peñas, ni
cuestas , puso la natura dos penas grandes é altas, facer llanas tan altas sierras, oomo la naturaleza
tanto cerca la una de la otra quanto un tiro de pie habia criado en aquellos lugares, é facer por ellas
dra. Encima de aquellas dos peñas están edificados camino llano. E ciertamente en esto mas que en
dos castillos fortalecidos con un grande muro é mu otra cosa se mostró el gran poder é la gran voluntad
chas torres : al un castillo llaman Cambil , é al otro que el Rey é la Reyna ovieron á esta conquisto;
Harrabal. Por medio de ambos castillos, entre las pe- porque como quiera que otros grandes Reyes é
Cas do están asentados, pasa un rio donde estaban Príncipes hayan juntado muchas gentes , é conquis
loa molinos. E los Reyes de Qranada , considerando tado grandes provincias, pero no se lee cosa ton
que por estar tan cerca de la tierra de los christia- dina de memoria como haber allanado montanas
nos , tenian dispusicion grande para la guerrear, pu altas, igualándolas con los valles baxos, como se
sieron siempre gran diligencia en los guardar, ansí vee fecho allí en el presente dia. Llegada el artille
con gente escogida para la guarda é para la guer ría, porque se decia que el Rey de Qranada quería
ra, como proveyéndolos de muchas armas é mante venir con gran multitud de moros á socorrer aque
nimientos, é de las otras cosas necesarias. En aquel llas fortalezas, el Cardenal de España fué al real
tiempo era Alcayde de aquellos dos castillos un ca donde el Rey estaba, por le acompasar en aquella
ballero de los mas esforzados del Reyno de Granada necesidad. E luego los maestros del artillería dieron
que se llamaba Mahomad Lentin, el qual tenia mu gran priesa en asentar las lombardas en dos partes,
chos homes de los Comeres, que le ayudaban á los é los otros tiros de pólvora repartidos por diversos
defender. E como llegó la gente de armas que em- lugares. E comenzaron á tirar las lombardas gruesas
bió el Rey con el Marqués de Cáliz en la delantera, un dia Miércoles, y en ese dia lanzaron ciento é
no fué necesario á los moros que los guardaban fa quarenta piedras á la fortaleza del Harrabal , é der
cer novedad alguna de defensa : porque siempre ribaron dos torres, é las almenas, é otras defensas
ponian ellos grande guarda, y estaban en contina que estaban sobre la puerta. E de tal manera fué
guerra con los christianos de las comarcas. E des aquella parte del castillo desbaratada, que los mo
pués que ol Marqués llegó á los castillos, el Roy ros que estaban dentro no podían ponerse á defen
vino con grandes trabajos que padecieron las gen der aquellos lugares, porque los tiros que facian de
tes é bestias de la hueste en los pasos de las monta- contino los ribadoquines , é los otros tiros de pólvo
fias fragosas é altas que pasaron para llegar á las ra modianos, derribaban los moros que en aquellos
fortalezas. E púsose el real repartido en tres cues lugares se ponian á reparar 6 defender. Visto por las
tas altas , é apartadas una de otra , porque no habia gentes del real como los moros no osaban ponerse á
dispusicion de lugar donde en otra parte é forma se defender los lugares derribados, llegaban al muro
pusiese. Puesto el real, la gente no podia combatir por unas partes é por otras á lo combatir con pie
las fortalezas, porque eran inexpugnables; y espe dras é con saetas indiscretamente. Aquel Alcayde é
raban que llegase el artillería, la qual estaba tres los moros que con él estaban, como vieron que nin
leguas del real, é deteníase, porque según la aspe gunas fuerzas les bastarían para resistir al artille
reza de las sierras, la gente pensaba ser cosadifici- ría, é que de qualquier defensa que ficiesen no ha
le poder pasar los carros que la traían. E por los bría otro fruto, salvo morir todos é al fin perder las
mandamientos é gran solicitud que la Reyna facia) fortalezas, demandaron luego esa noche fabla para
los que tenian cargo de la llevar, buscaban por di las entregar, y el Rey dio seguro al Alcayde é á to
versas partes de aquellas sierras algún lugar menos dos los moros que con él estaban (1). E otro dia si
fragoso , donde ficiesen camino para pasar los car guiente vino el Alcayde é despidióse del Rey, é con
ros. Al fin rodeando por otras partes , fallaron sier todos sus moros se fué para Granada , é dexaron li
ras menos agras de pasar, por donde se pudiese bres aquellos dos castillos. Los quales la Reyna
allanar algún camino. E porque vimos aquellas mandó entregar á la cibdad de Jaén ; é los regido
grandes montañas , é pensamos ser casi imposible res é caballeros y escuderos é común do la cibdad
con ningún trabajo ni industria de homes pasar car toviéronselo en señalada merced : porque quitados
ros por ellas, plegónos ir á ver los lugares por don los robos ó muertes é captiverios que aquella oibdad
de acometieron facer el camino que se fizo. E falla é sus comarcas padescian continamente de aquellas
mos que seis mil homes, que embiaron el Rey é la fortalezas , dende en adelante podian salir sin peli
Reyna, con picos é otras ferramientas derribaron gro á las labores del campo, y estenderse á labrar é
toda una sierra, é la allanaron fasto la igualar con criar sus ganados. Tomadas las fortalezas de Cam
el valle baxo. Y en otras partes fincbíeron.valles de bil y el Harrabal, el Rey vino para la cibdad de
grandes piedras que derribaron de lo alto, é de Jaén, é aoordó con la Reyna que el Maestre de
grandes alcornoques é otros árboles que cortaron. E
ansí andando estos peones doce dias por los lugares (|i Zurita dice que halla en memorial antiguas , que esto» doa
mas fragosos, cortando é sacando piedras ó derri eaalllloase tomaron día de San Hateo, el mismo día que ae per
bando árboles, pudieron allanar un camino por do dieron en (lempo del Be; Don Pedro, alo 1368. Anal., 1. 30,eap.6i.
bON FERNAND É DOÑA ISABEL. ' 420
Santiago, y el Marqués de Cáliz , é Don Alfonso de minos , por ver si entraba gente nueva en la forta
Aguilar, é Rodrigo de Ulloa su Contador mayor, é leza. Espiadas todas las cosas, é informado que nin
con ellos los oapitanes de sns guardas é otros caba guna gente habia entrado de nuevo en la fortaleza,
lleros del Andalucía con qnatro mil rooines é cinco esforzó la gente de su capitanía, dictándoles que
mil peones , fuesen á poner segura la requa de loa ninguna loable fazafia podía ser dina de memoria
mantenimientos, que estaba presta para bastecer á do no interviniese osadía de varones que aventura
Alhama. sen la vida por ganar honra. E con estos é semejan
tes esfuerzos que les fizo, les quitó la dubda, é les
CAPÍTULO LTX puso muy grand ánimo para acometer qualquier fa
zafia. E venida la noohe que aquel moro asentó con
Como «1 Cljyero que estaba por capitán mayor en Alhama tomó la el otro moro su hermano, fueron con él cierto núme
Tilla de Zalea.
ro de caballeros é peones ; é con las escalas é otros
El Clavero de Calatrava , que como habernos dicho pertrechos necesarios para la subida fué á la villa
era capitán mayor en la cibdad de Alhama, tenia de Zalea, é por el camino llevó suelto al moro que
contina guerra con los moros de las cibdadea de Gra facia el trato. E como llegó cerca de la fortaleza,
nada é de Loxa é de los otros lugares comarcanos mandóle atar las manos, é ansi atado púsolo al pié
que le guerreaban, especialmente con los moros de de la fortaleza , por la parte que su hermano habia
la villa de Zalea, que era á dos leguas de la cibdad de echar la cuerda. E fecha la sefial que estaba entre
de Alhama. Los quales por ser tan cercanos , se po ellos, el moro que estaba en la torre velando y es
nían en los lugares encubiertos, é facían saltos , é perando que viniese la gente, echó la cuerda, é ata
mataban , é captivaban muchas veces á los christia- da la escala, subióla arriba, é subió primero por ella
nos que salian de la cibdad ; é por esta causa los un escudero que se llamaba Gutierre Muñoz , é des
constrefiian á estar encogidos, que no osaban salir pués dél otro que se llamaba Pedro de Alvarado, é
della salvo con grandes guardas. Un dia vino al Cla luego subieron otros escuderos. E como fueron pues
vero un moro de Zalea, é dixole que le faria haber tos en el muro tres ó qnatro dellos, fueron sentidos
aquella villa, porque estaba dentro un su hermano por los moros, é luego de improviso salieron con
con quien él tenia trato de dar entrada en la forta paveses é lanzas, é comenzaron á pelear con aque
leza. El Clavero , oido el ofrescimiento de aquel mo llos primeros que habían subido; y estos, aunque
ro , platicólo con algunos capitanes é caballeros que pocos, tovieron tan buen esfuerzo, que ficieron ros
estaban en su compañía ; los quales conocida la gen tro á los moros , entretanto que los otros á gran prie
te que estaba en la fortaleza, é la gran guarda que sa subian por socorrer á los primeros que estaban
en ella ponían, pensaron que aquel moro venia con ya en el muro peleando. E allí acudieron de los unos
algún trato engañoso para tomar dentro los christia- é de los otros, é los moros por defender, é los ohris-,
nos que la fuesen á tomar ; ó si era verdadero, cre tianos por ganar del todo la torre é un pedazo del
yeron que seria algún pensamiento liviano que muro , duró entre ellos la pelea por espacio de una
acaesce figurarse á hornee de poco saber, que pien hora ; en la qual fueron muertos é feridos muohos
san ser fácile lo que es dificile; é pusieron grandes de los moros é algunos de los ohristianos. Al fin los
inoonvinientes al Clavero, amonestándole que no moros, visto que los ohristianos estaban apoderados
creyese lo que aquel moro decía. Este moro fablaba de las torres , é cada hora subian mas é se apodera
con solo el Clavero, é quanto mayores dificultades é ban de todo lo mas del muro, fueron vencidos é cap
inoonvinientes se ponían en la entrada, tanto la fa tivos todos. E ansí quedaron los christianos apode
cía el moro mas fácile ; é aseguraba é afirmaba que rados de aquella villa ; lo qual sabido por la Bey-
no habia peligro alguno en la entrada, ni en su tra na, mandó que fuese una gran requa de manteni
to habia engaso ni malicia. El Clavero ovo conoci mientos con gente de armas para la bastecer.
miento en las palabras de aquel moro que no traia La toma desta villa por estar en el lugar do está
trato doble. E para lo mejor esperimentar, mandóle asentada, fizo gran daño á los moros que estaban
que tornase á la fortaleza de Zalea, é afirmase bien en la comarca, en especial á los de la oibdad de Ve-
el trato con aquel su hermano que habia de dar lu lez-Málaga ; porque todos los mas días era guerrea
gar para la entrada, é volviese luego con seguridad da de los christianos que allí quedaron en guarni
cierta que la daria. ción. El Bey é la Beyna proveídas las fronteras del
Aquel moro fué á fablar con su hermano, é traxo Andalucía, partieron para el Beyno de Toledo, é
seguridad é palabra que daria la entrada ; é asentó acordaron de tener el invierno en la villa de Alcalá
con él la noche y el lagar do él velaba, por donde de Henáres.
echaría un cordel para subir la escala. El Clavero,
vista la certinidad que aquel moro facia, é ansimes- CAPÍTULO LHI.
mo la utilidad que se siguiria á la cibdad de Alha
ma si aquella villa de Zalea se oviese, é consideran De como el Rej I la Rejn» partieron del Andalsela , é vlnleros
do á quánta flaqueza de ánimo le seria imputado para el Rerno da Toledo.
si dexase perder aquella villa que con tanta confian Porque la tierra del Andalucía estaba fatigada
te se le ofrecía , informóse primero quánta era la ansí por la falta de mantenimientos como por los
gente que la guardaba, é puso escuchas por los ca- Otros trabajos que los moradores della sufrían coa
48Ó CRÓNICAS DE LOS £ YES DE CASTILLA,
las gentes de guerra que en ella habían continado, otros tiempos usar la jurisdicción real en las tierras
el Bey é la Reyna acordaron de la dexar folgar el del Arzobispado quando los Reyes estaban en ellas;
invierno , é venir al Royno de Toledo , para que las los quales fueron contradichos por parte del Carde
gentes de guerra é los otros que venian á su corte nal , é al fin acordaron que se viese el derecho por
no gastasen los mantenimientos que eran necesarios letrados. E la Reyna nombró para lo ver cinco do-
para el verano del año siguiente, que entendían tor tores de su consejo ; é por el Cardenal fueron nom
nar á la oibdad de Córdoba á continar la conquista brados otros cinco letrados Canónigos de la Iglesia
que tenían comenzada. E proveídas las fronteras de de Toledo , para que estos diez sobre juramento que
los moros de las gentes que eran necesarias para ficiosen, determinasen lo que por derecho se fallase
guarda de la tierra, vinieron á la villa de Alcalá de sobre aquella qüestion. En la qual por estónces no
Henáres, é con ellos el Principe Don Juan, é las ovo determinación alguna, por el impedimento de
Infantas Doña Isabel £ Doña Juana é Doña Maria los jueces, é porque el Rey é la Reyna partieron
sus fijos, y el Cardenal de España, é Don Diego luego do aquella villa de Alcalá para allende los
Hurtado de Mendoza, Arzobispo de Sevilla, é todos puertos.
los otros caballeros é perlados ó oficiales que confi Otrosí, porque en la corte se trataban muchos
naban en ra corte, la qual era llena de gente. Por pleytos é causas ante los del consejo , los quales eran
que allende de los oficiales del Rey é de la Reyna, tantos é de tantas calidades , que impedían á los del
el Príncipe tenia donceles é pages fijos de grandes consejo que no pudiesen entender en las cosas que
señores de los Reynos de Castilla é de Aragón é Si ocurrían é habían de librar por expediente ; la Rey
cilia , que le acompañaban ; é ansimesmo todos los na acordó que todos los pleytos que eran entre par
oficiales que se requerían para el servicio de su per tes é pendían en su corte ante los de su consejo por
sona. Otrosí cada una de las Infantas apartadamen demanda é respuesta, se remitiesen á su chanoillerfa
te tenia gran copia de bornes, é dueñas, é donce que estaba en Valladolld. En la qual puso por Pre
llas, é otras personas que tenían cargo de su crianza sidente á Don Alfonso de Fonseca, Arzobispo de
é de las cosas que se requerían á su servicio. Santiago, é con él ocho doctores de su consejo. E
Venidos á Alcalá, la Reyna parió á la Infanta mandó que ansí los pleytos que fuesen de todo el
Doña Catalina (1) Juéves á quince dias de Deciem- Reyno por apelación, como los otros que eran casos
bre deste año de mil é quatrocientos é ochenta é de corte, fuesen á se tratar ó difinir en la chancille-
cinco años; é ficiéronse justas ó fiestas grandes. El ría ; porque los del consejo que con ella estaban que
Cardenal de España cuya era aquella villa de Alca dasen libres para entender en las mas cosas que
lá, fizo un gran combite al Rey é á la Reyna é á to ocurrían en su corte.
dos los caballeros é dueñas é doncellas de su corte,
por honra del nascimiento de aquella Infanta. CAPÍTULO LIV.
Estando en aquella villa, porque los alcaldes de De la embalada que el Rey é la Reyna emblaron á Roma.
la corte se entremetían á usar en ella de la jurisdic
ción real , el Cardenal de España alegó que no lo Estando el Rey é la Reyna en la villa de Alcalá,
debían facer en la tierra de su Arzobispado, según el Papa Inocencio Octavo embió nn mensagero á le
los privilegios de los Reyes de Castilla é la costum recontar las inobediencias é rebeliones, guerras é
bre usada é guardada en eBte caso todos los tiem otros daños que el Rey Don Fernando de Nápoles
pos pasados. La Reyna repugnó mucho aquella ale habia cometido en los tiempos pasados contra la
gación que por el Cardenal se fizo, diciendo que la Silla Apostólica ; en los quales perseveraba de pre
jurisdicción superior do todos sus Reynos era suya, é sente, porque de lo pasado no ovo pena oondina á
por osta superioridad sus oficiales tenían jurisdic sus deméritos, é que favoroscia la una parcialidad
ción en qualquier lugar de sus Reynos do estoviesen, do Italia, é solicitaba á algunos Cardenales é á otros
aunque fuese de Iglesia ó de qualquier de las órde Señores que le fuesen desobedientes ; é que no pa
nes, ó en otra qualquier tierra que toviese privilegio gaba el tributo que era obligado á pagar cada un
de los reyes con qualesquier prerogativas ó faculta, año por razón de aquel reyno que tenia y era tribu
des ; las quales no podían ser tales que derogasen á tario á la Iglesia Romana ; é que la rebelión que te
la superioridad del sceptro real. E sobre esta mate nia habia cerrado la puerta de la clemencia que con
ria ovo grandes pláticas , porque la Reyna no daba él se debia usar. Lo qual les facía saber, porque si
lugar que se impidiese la superioridad de su justi contra él procedía á privación del señorío de aquel
cia , y el Cardenal decia que en sus tiempos no daría reyno, é otras qualesquier penas de que él era me-
lugar que la Iglesia perdiese su preeminencia. E rescodor, conociesen que como el Rey Don Fernan
todo el tiempo que en aquella villa estovieron duró do perseveraba en sus yerros, ansí bien el Papa no
esta qüestion, é algunas veces juzgaban los del Ar se podia escusar de los castigar. Otrosí el Rey Don
zobispo, é otras veces juzgaban Iob de la Reyna. Fernando les embió un su embalador, con el qual
Fueron tomados por parte de la Reyna algunos tes les notificó que el Papa, debiendo ser padre de paz á
tigos, los quales depusieron que habían visto en caresciente de toda afición, habia despertado las vie
jas qüestiones de Italia, é habia fecho otras de nue
(1) Zorita y el Samarlo de Galladei sentías el nacimiento da vo ; é que mostrándose favorable al bando de los do
esta Prineeia a 16, Ut. 20, cap. 61. Colona, habia procedido contra la parte de los Ur
DON FERNANDO E DOÑA ISABEL. 431
sinos, ó había prendido dos Cardenales, é solicitan sufría por los que le eran contrarios defuera ; pero '
do algunos varones é otros caballeros é cibdades é por la grand estimación en que eran tenidos el Rey
villas de su reyno de Nápoles para que rebelasen é la Reyna, conoscido por el Papa como no les pla
contra él, le habla movido guerra injusta, por la cía del daño que el Rey Don Femando recebi a , ni
qual le fué necesario ponerse en armas, no para del que adelante recibiese , é que le habian de ayu
ofender á la Silla Apostólica, mas para defender an dar a sostener su estado , condescendió á la suplica
persona y estado , é para proceder contra aquellos ción que el Conde de su parte le fizo. E asentóse en
sns subditos que, inBtigadoB por el Papa, habían re tre las partes suspensión de guerra por dias limita
belado contra él. Por ende les rogaba, por los deb- dos ; en los quales el Conde fabló secretamente con
dos de sangre é por la amistad que con él tenían, el Papa é con algunos caballeros que el Rey Don
que embiasen á mandar á su reyno de Sicilia, é á la Fernando le embió. E después de algunas pláticas
cibdad de Barcelona, é á las otras islas de su seño habidas con los unos é con los otros, el Conde con
río, que le favoreciesen con gentes é navios é con cluyó la paz con ciertas obligaciones fechas por la
las otras cosas que oviese necesidad, para se defen una parte é por la otra ; de las quales la historia no
der de la guerra que el Papa le facía. El Bey é la face aquí mención, salvo que el Rey Don Fernando
Reyna, oídas las querellas de la una é de la otra par é sus subcesores en aquel reyno pagasen dende en
te, ovieron grande enojo; especialmente porque adelante cada año al Papa quarcnta é ocho mil du
eran informados de los que de aquellas partes ve cados de tributo, por razón del feudo que eran obli
nían como la guerra era grande entre el Papa y el gados á dar á la Iglesia Romana; é que el Papa fl-
Rey Don Fernando ; el qual había perdido la cibdad ciese restituir al Rey Don Fernando las cibdades
del Aguila, é otras algunas cibdades é señoríos de é villas que se habian rebelado contra él , é fioiese
su reyno. E que algunos varones é caballeros bus tornar á su obediencia los caballeros é varones que
BÚbditos habían rebelado contra él, diciendo que no se habian subtraido de su señorío. E por la seguri
podían sufrir el duro señorío que usaba con ellos; é dad que fué menester para cumplir las otras cosas
por otras algunas sinrazones que alegaban haber re- que se asentaron, fueron puestas en poder deste
cebido en los tiempos pasados dél é de sus fijos, é Conde de Tendilla algunas fortalezas de ambas las
que decían ser intolerables. E por estas causas ha partes por corto tiempo. T en esta manera el Rey
bían enviado A llamar al Duque de Lorena, nieto Don Fernando, mediante el favor que el Rey é la
del Rey Reinel , á quien decían que pertenecía aquel Reyna le embiaron, é la industria é trabajos do
reyno , para le tomar por Rey, con gente é favor que aquel Conde, fué libre del infortunio que estaba
el Rey de Francia su primo le daba. E ansí por esta aparejado contra su persona é contra su estado.
causa que era grande é muy árdua , como porque, se Asentada la paz de Italia en la manera que habe
gún habernos recontado en las cosas del año pasa rnos dicho, el Conde y el Dotor Juan de Medina que
do , el colegio de los Cardenales había elegido por después fué Obispo de Astorga, estando el Papa en
Padre Santo á este Inocencio Octavo por fin dol su consistorio con todos los Cardenales , le presen
Papa Sixto , é porque la costumbre era de embiar su taron la obediencia con gran solemnidad de parte
obediencia al nuevo Pontífice : acordaron de embiar del Rey é de la Reyna, é de los Reynos de Castilla
por embaxador á aquellas partes, con el cargo destas é de León é de Aragón é de Sicilia é de Valencia é
cosas, á Don Iñigo López de Mendoza, Conde de de Cataluña, con todas las islas é otros señoríos que
Tendilla ; porque , allende de ser caballero esforza poseían.
do, era bien mostrado en las letras latinas, é home En el mes de Marzo deste año (1) ovo ecllsis en
- discreto é de buena prudencia para semejantes ne el sol, é las gentes estovieron muy temorizadas do
gocios. Y embiaron con él á un dotor de su conse la fortuna que algunos astrólogos dixeron que ha
jo que so llama Juan de Medina. Este Conde acep bía de haber en la tierra. Después en los meses do
té el cargo que el Rey é la Reyna le dieron , é fizo Noviembre é Deciembre siguientes, ovo tantas é tan
grandes gastos en los arreos que llevó de su persona continas lluvias generalmente en todo el Reyno,
é para las gentes que fueron en su compañía. E co que la mayor parte de los ganados de todas mane
mo llegó á la cibdad de Florencia é vido la gran ras perescieron. Otrosí cayeron muchas casas é mu
guerra que sobre estas cosas había en Italia, embió chos edificios, especialmente los que eran nueva
sus mensageros al Papa á le notificar su venida y el mente fechos ; é los ños crescieron tanto , que der
cargo que el Rey é la Reyna le habian dado. E por ribaron los lugares que estaban cercanos á ellos , é
que era servicio de Dios é conservación de la pre destruyeron por gran tiempo todas las dehesas é
eminencia que á Su Santidad era debida, le suplica huertas é viñas que estaban en las riberas ; é lleva
ba mandase cesar la guerra por algunos dias, fasta ron todas las presas é molinos é azefias é muchas
que él oviese propuesto ante Su Santidad el cargo de puentes é todos quantos edificios estaban fundados
la embazada que por mandado del Rey é de la Rey en los rios é sobre los arroyos ; é ahogáronse mu-
na traía. El Papa, oido lo que el Conde le embió á chaB vacas é yeguas que andaban en las riberas.
decir, como quier que estaba poderoso de gente para
proceder contra el Rey Don Fernando , al qual la
fortuna por estonces era contraria, por la guerra que Asii(1) Fué este eelipie i 1 6 de Mirlo , visible en Europa, Africa r
il O., ceñir. 39, 45, y debió empetir I observarse á las Iré* y
le facían los suyos dentro de su reyno, é por la que media de la Urde segnn el meridiano de Madrid.
432 CRÓNICAS DE LOS BEYES DE CASTILLA.
Especialmente el rio de Guadalquivir cresció tan
to oerca de la oibdad de Sevilla , que entró por el
CAPÍTULO Lv\
moncsterio de las Cuevas, é derribó é destruyó toda
la mayor parte del. Otros! murieron muchos vena De lai eos» qae pasaron en el alo de mil é onatroelentos é
oenenta 6 seis anos. E primeramente de las guarniciones qns
dos é ciervos é puercos monteses ; é con las aguas
se mandaron poner contra el Conde de Lémos.
manaron los silos é dafióse mucho pan, é ahogáronse
muchos hornee, é llevaron los ríos todos Iob barcos; Becontado habernos en esta crónica el debate que
é las gentes no osaban andar por las calles por la había entre Don Bodrigo Alonso Pimentel , Conde
gran tormenta de las aguas, ni estar en las casas de de Benavente, é Don Bodrigo Oaorio, Conde de Lo
miedo que no se cayesen. E fueron ¡numerables los mos, é como el Bey fué á la cibdad de Astorgn ó
daños y estragos que las aguas fícieron en este año, puso tregua entre ellos, é tomó la villa de Ponfer-
tales que memoria de homes no se acordaron ver rada , é la entregó á un caballero que se llamaba
ni oir lo semejante. E valiendo una fanega de tri Jorge de Avendafio , para que la toviese fasta que
go tres reales, llegó á valer una fanega de fariña en por justicia se determinase en su Consejo quien do-
algunas cibdades veinte reales por falta de molien bia subceder en el señorío de aquel mayoradgo. Es
das. T esto mesmo acaeció en los reynos de Aragón te Conde Don Bodrigo Osorio, visto que el Bey é la
é Portogal y en algunas partes de Italia. Después Beyna se absentaron de aquella tierra, no esperó la
en el mes de Julio é Agosto é Setiembre é Otubre determinación que por justicia so habia de facer,
siguientes , ovo tantas dolencias de calenturas ge mas tovo atrevimiento de cercar la fortaleza de
neralmente en todo el Beyno , que con verdad se aquella villa de Ponferrada é tomóla por fuerza de
puede decir no haber persona que escapase sin do armas al alcaide que la tenia. De lo qual la Beyna
lencia, la qual imprimió mas en los niños, porque ovo grand indinacion por haber osadía de combatir
muchos fallecieron. Y en algunas cibdades é tierras la fortaleza que estaba por el Bey é por ella. E con
ovo gran pestilencia. propósito de castigar la inobediencia de aquel Con
Este año, continándose la inquisición comenzada de, é dar exemplo á otros que no cometiesen seme
en el Beyno contra los ohristianos que habian seydo jante crimen, como quiera que el tiempo de ir á la
de linage de judíos, ¿ tornaban á judaizar, se falla guerra de los moros se abreviaba, pero acordó de
ron en la cibdad de Toledo algunos homes é muge- pasar los puertos, é ir á aquellas partes fasta la vi
res que escondidamente facían ritos judaicos. Los lla de Medina del Campo. Y embió á mandar á aquel
quales con grand ignorancia é peligro de sus áni Conde Don Bodrigo, que dexase libremente la villa
mas, ni guardaban una ni otra ley; porque no se é viniese ante el Bey ó ante ella, á dar razón en el
circuncidaban como judíos según es amonestado en crimen que habia cometido en la combatir é tomar.
el Testamento viejo. E aunque guardaban el Sábado Aquel Conde, por consejo de algunos caballeros de
é ayunaban algunos ayunos de los judíos, pero no Qalicia, rebeló á los mandamientos del Bey é de la
guardaban todos los Sábados, ni ayunaban todos los Beyna, é púsose en armas, é fizo algunos robos é
ayunos, é si facían un rito no facian otro. De ma fuerzas por la comarca para bastecer aquella villa é
nera que en la una y en la otra ley prevaricaban ; ¿ las otras fortalezas que tenia en el Beyno de Qali
fallóse en algunas casas el marido guardar algunas cia. La Beyna, como quier que estaba en propósito
cerimonias judaicas, á la muger ser buena christia- de ir en persona á proceder contra él, pero dexólo
na, y el nn fijo ser buen christiano, y el otro tener por estonces, á fin de ir á la guerra de los moros;
opinión judaica; é dentro de una casa haber diver para la qual el invierno pasado habia mandado
sidad de creencias, y encubrirse unos de otros. Des- aparejar el artillería é las otros cosas necesarias. E
tos fueron reconciliados á la fe muchos, é fueron por esta causa dio cargo al Conde de Benavente do
recebidos á la Iglesia , é les fueron dadas peniten la capitanía mayor en aquella tierra , con el qual
cias á cada uno, según la confesión que fizo. Algu mandó que estoviesen algunaa gentes de armas, an
nos otros fueron condemnados á cárcel perpetua, é sí de las comarcas como de las Hermandades é de
otros fueron quemados. E porque en este caso de las otras que andaban en su guarda. E pusieron
la heregia se recebian testigos moros é judíos é sier guarnición de gente en Iob lugares cercanos de la
vos é homes infames é raeces, é por los dichos des- villa de Ponferrada, porque aquel Conde Don Ro
tos tales eran presos algunos é condemnados á pena drigo é las gentes que con él estaban no oviesen lu.
de fuego, se fallaron en esta cibdad algunos judíos gar de facer daño en las comarcas. E luego el Bey
homes pobres é raeces que por enemistad ó por ma é la Beyna partieron de Medina , é fueron para la
licia depusieron falso testimonio contra alguno de cibdad de Córdoba.
los conversos , diciendo , que los vieron judaizar. E
sabida la verdad la Beyna mandó que fuesen justi CAPÍTULO LVL
ciados por falsarios, é fueron apedreados é atenaza
dos ocho judíos. Sigúeme las eosas que en la guerra contra los moros acaecieron
en el ano de mil é quitroelentos é oenenta e seis años.
El Bey é la Beyna, como partieron de la villa de
Medina del Campo, vinieron para la cibdad de To
ledo donde estovieron algunos días proveyendo en
DON FESNANDO É DOÑA ISABEL. 433
la administración de la justicia y en otras cosas que este Bey mozo se habia puesto con gente esco
que entendieron ser necesarias en aquellas partes. gida de pié é de caballo en la cibdad de Loxa para
E luego partieron de aquella cibdad , é fueron á la la defender, porque recelaba que el Bey la quería
cibdad de Córdoba, é mandaron aderezar el artille tornar á cercar.
ría, é traer los mantenimientos é las otras cosas que
eran menester para la guerra. B como los caballeros CAPÍTULO LVU.
é capitanes, é la gente de pié é de caballo que ha
bían embiado a llamar fué junta , el Bey con toda Como te poto el real sobre la elbdad de Loxa.
su hueste partió de Córdoba. E vino este afio á le El Rey é la Reyna que estaban sentidos del des
servir Don Iñigo López de Mendoza, Duque dol In- barato pasado que se ovo en el real de Loxa, tenían
fantadgo, el qual traxo de la gente de su casa qui pensamiento secreto de la mandar sitiar. E ansí por
nientos hornee de armas á la gineta é 4 la guisa, é esto , como porque ni la provisión de las villas ga
los peones de su tierra que le mandaron traer; é fizo nadas, ni la conquista de las por ganar se podia bien
grandes costas en los arreos de su persona, é de los facer, si aquella cibdad no se oviese , según la co
fijos-dalgo que vinieron con él. Entre los quales se marca donde estaba, mandaron este afio facer gran
fallaron cinqüenta paramentos de caballo de palio des diligenciase gastos, ansí en adobar el artillería,
brocados de oro, é todos los otros de seda, é loa otros como en juntar mayor número de gentes á caballo ó
arreos de guarniciones muy ricas. Vinieron ansi- á pié, á Iob quales se publicó en como el propósito
mesmopor llamamiento del Rey é de la Rey na peo del Rey é de la Reyna era ceroar la cibdad de Lo
nes de Galicia, é de las Asturias, é de Vizcaya, é xa. Algunos que conocían el asiento é fortaleza de
Guipúzcoa, é de todos los otros valles é tierras que aquella cibdad , informados de la gente de moros
son en aquellas montanas, y en Castilla vieja, é al que en ella estaba para la defender, recelando que
gunos de los homes de armas que vivian en tierra la gente no recibiese mayor dafio en el cerco que
de Burgos, y en todas las otras cibdades é villas del agora se pusiese, que ovo en el que antes se habia
Reyno. Otros! la gente de armas que embió el Car puesto , suplicaron al Rey que mirase mejor como .
denal de España con uno de sus capitanes que se mandaba sitiar cibdad de tan áspero asiento, é don
llamaba Juan de Villanufio, é la de los Maestres de de tanta gente de guerra estaba para la defender.
Calatrava é Alcántara, é del Duque de Alburquer- Porque según habian visto no podia ser bien cerca
que. Otrosí, con propósito de servir á Dios é al Rey da, sin poner sobre ella tres reales , é cada uno for
é á la Reyna, vino este afio del Reyno de Ingala- neado de tanta gente que pudiese pelear con el po
terra un caballero que se llamaba Conde de Esca derlo de Granada, porque la gente del un real no
las, home de grand estado é de la sangre real, é tra podia socorrer al otro, si mucha gente de moros de
zo en su compañía fasta cien Ingleses archeros é los que estaban cerca viniesen á la socorror. E que
homes de armas que peleaban ó pié con lanzas, é ha si la experiencia de las cosas pasadas era doctrina
chas de armas. Vinieron ansimesmo algunos Fran en las por venir, el dafio que allí se recibió amones
ceses con deseo de servir á Dios en aquella guerra, taba lo que se debia facer para no recebir otro ma
é con todas estas gentes que serian fasta doce mil yor. Por ende que les parecia que se debia poner
homes á caballo, é quarenta mil peones ballesteros cerco sobre otra villa , que con menor aventura se
é lanceros y espingarderos , otrosí con número de pudiese sitiar. El Rey, oida aquella razón respondió
setenta mil bestias de requage que llevaban los que el desbarato que se ovo en aquel cerco, ni se de
mantenimientos, el Rey llegó al rio de las Teguas. bia imputar á la flaqueza de sus caballeros , ni á la
E la Reyna mandó luego partir el artillería, que lle fortaleza de los moros, mas á la dispusicion de los
vaban dos mil carros; delante del artillería iban lugares do acaesoió el desbarato pasado; el qual an
otros seis mil peones con hazadas é picos de fierro sí como estonces fizo victoriosos á los contrarios,
allanando los lugares altos, é quebrantando algunas ansí faria agora maestros á los suyos para saber
peñas que impedían el paso á los carros. Y en esto mejor guardarse de los daños que se podrían babér
se ponian grandes fuerzas, con las quales se vencia por la dispusicion del lugar. E porque él era bien
la natura de las peñas, é la aspereza de las cuestas informado en qué lugar se podría asentar su real
altas, é las igualaban con los llanos ; iban ansimes para seguridad de sus gentes, la voluntad suya é
mo maestros que facian puentes de madera para pa de la Reyna era de poner todavía sitio sobre aque
sar las acequias é arroyos. lla cibdad ; porque entendia, según la comarca do
Junta toda la hueste en el rio de las Teguas, el estaba asentada, que ni se podría bien continar la.
Rey ovo nueva en como el Rey de Granada mozo, conquista comenzada contra todo el Reyno de Gra
que se llamaba Muley Bahabdeli, no embargante la nada, ni menos habría seguridad para las tierras de
fidelidad que prometió y el juramento que fizo de los christianos que son en la comarca , si primero
ser vasallo del Bey é de la Beyna , é de complir sus aquella cibdad no se ganase. Los caballeros é todos
mandamientos, olvidadas las mercedes que de la los otros capitanes, conoscida la voluntad del Rey é
Beyna continamente recebia, habia quebrantado la de la Reyna, se dispusieron al trabajo é aventura
fe que dio é la promesa que fizo, é se habia juntado de aquel cerco. E luego el Rey partió del rio de las
con el Bey su tio, é habían partido el Reyno de Gra Teguas con toda la hueste, é sus batallas ordena
nada paja lo defender, 6 foger guerra. A Castilla ; é das, llegó. 6 poner su reftl cerca do una pella queso.
28
434 CRÓNICAS DE LOS RI FES DE CASTILLA.
dice de loa Enamorados (1) ¡ é mandó poner gran cometían á entrar los arrabales. Los moros que pe
de* guardas por todos los caminos é partes donde leaban en aquella parte, por socorrer á estotra parte
los moros pudieran ser avisados de su venida. Es délos arrabales, aflojaron en la pelea que facían, ó
tando en aquel real, acordó con los caballeros é ca retrazéronse á la cibdad, é los christianos empos da
pitanes de su hueste , que fuesen en. la delantera llos, tirándoles lanzas y espingardas ó saetas, fasta
cinco mil hornee i caballo é doce mil peones con el que los metieron por el arrabal. En aquella pelea
Maestre de Santiago, é con el Marqués do Cáliz , é se fallaron muertos muchos hornea é caballos, ansí
con los Condes de Cabra, é de Uruefia, é con Don de los unos como de los otros ; é allí fué ferido el
Alonso de Aguilar, é con el Adelantado del Anda- Rey moro de dos feridas. E al fin se asentaron por
lucia, é con otros capitanes ; ó que estos caballeros fuerza las estanzas de aquellos caballeros é capita
trabajasen de pasar adelante de la cibdad á la par nes con las gentes que llevaban, en aquel lugar que
te de Granada, é asentasen real junto con la cuesta es cerca de la cuesta de Sant Albohacen, porque loa
que decian de Sancto Albohacen. El Rey con toda moros no lo pudieron resistir.
la hueste siguió el camino que aquellos caballeros
llevaban , para asentar su real desta otra parte de la CAPÍTULO LVIII.
cibdad , porque de ambas partes fuese cercada. Co
mo estos caballeros que vinieron en la delantera Cumv se combatieron los arrabalea de Loxa , j se entregó
la cibdad.
fueron cerca de la cibdad, comenzaron algunos da
llos á pasar las acequias é otros pasos ásperos que Asentado el real sobre la cibdad de Loxa en la
están en el valle baxo de la sierra cercano á la cib manera que habernos dicho , loa moros, veyendo á
dad ; pero no pudieron pasar sino muy pocos por los christianos en estanzas tan cercanas é dañosas
la grand estrechura é fondura que habia en los pa á la cibdad, salían todas horas á pelear por unas
sos por do pasaban. Estos caballeros , como viesen partes é por otras ; é las salidas y escaramuzas que
el peligro en que estaban por no poder ser socorri facían eran tan oontinas que no dexaban punto de
dos de los christianos si los moros de la cibdad sa reposo á los christianos. El Rey, como vido aquel
liesen contra ellos, ovieron acuerdo de tornar á se dafio, mandó facer con gran diligencia una cava
juntar con la otra gente, que aun no habia pasado; fonda é tan larga, que rodeaba gran parte del cir
pero no ovieron lugar do lo facer por los lugares cuito de la cibdad ; y en loa lugares do no pudo al
que primero habían pasado , sin gran pona é peli canzar, mandó facer baluartes é palenques i otras
gro, porque los moros de la cibdad comenzaban ya defonsas tantas é tales, que ni los moros que salie
á salir contra ellos. E visto el daño que geles apa sen podiesen facer dafio, ni monos los que viniesen
rejaba, acordaron de se apear de los caballos é lle á socorrer podiesen entrar en la cibdad por ningu
varlos de diestro ; é rodeando por otra parte de la na parte. E mandó facer puentes de madera en el
sierra por lugares muy ásperos, se juntaron con las rio de Guadaxenil, y en las acequias é arroyos fon
otras gentes, las quales, veyendo el gran trabajo que dos, por do pasasen las gentes á se ayudar de las
habían en el pasar de la gente por aquel lugar, fi- unas partes á las otras. Otrosí mandó poner guar
cieron pontones de madera por donde la gente pa da en el campo, en la qual continamente estaban
sase. Entretanto el Rey llegó con toda la hueste ; é dos mil hornea á caballo , é dos mil peones. E un
porque habia peligro en asentar el real , mandó re dia que cupo la guarda del campo á Don Iñigo Ló
partir la gente , unos que estoviesen en la guarda pez de Mendoza, Duque del Infantadgo é al Conde
para pelear con los moros, otros que asentasen las de Cabra, el Duque embió un caballero de su casa
tiendas. Los moros como vieron que el real se asen que se llamaba Pero Carrillo de Albornos, para que
taba en partes donde recebirian dafio, salieron de la fuese con cierta gente camino de Granada, é sintie
cibdad á pelear cou los christianos por aquella par se si alguna gente de los enemigos habia salido de
te de la cuesta de Sancto Albohacen, donde la otra la cibdad. Este caballero estando en la guarda, so
voz ovieron la victoria. E los christianos que esta po de las escuchas que estaban puestas, como ha
ñan apercebidos, descendieron de la cuesta do es bían sentido algunos moros que venían camino de
taban, é comenzóse la escaramuza entre ellos , que Loxa ; é aparejándose á la pelea, fué contra ellos, é
duró por espacio de dos horas; en las quales los mo falló fasta veinte peones moros que venían á buscar
ros pelearon con gran fuerza, porque la disposición lugar por do podiesen entrar en la cibdad ; é peleó
de los lugares do peleaban , era grand ayuda para con ellos, é mató algunos, é prendió á los otros. Es
so defender é ofender. Las gentes que estaban en tos moros presos fueron traídos al Rey ; los quales
las otras partes , aunque no podían venir á socorrer le dixeron, que pocos días antes se había levantado
á los que peleaban por la grand aspereza de los lu un alfaquí en Granada con otros moros, que decian
gares é malos pasos que habia de las unas cuestas á á altas vooes en una plaza : i O Moros, guardaos de
las otras ; pero entretanto que por aquella parte pe a los hornea que quieren señorear é no saben defen-
leaban, comenzaron ellos á talar las vinas é huertas l der. ¿Para qué tenéis afición á quien os trae á
é árboles que estaban en el circuito de la cibdad , é iperdicion?* E que estas palabras andaba dicien
(1) Bs ai monte asi llamado i medio camino entre Arelildona do por las plazas de Granada. E que los viejos é al-
TAnteqnrra. La historia que iii lugar a este nombre, trac Maria faquíes, veyendo que la división era causa de su
na, //*, Vi, coy, til. perdición, requirieron á los dos reyes tío é sobrino,
DON FERNANDO É DOÑA ISABEL. .. ■ ■ • • ¿35
que Be concordasen de manera que por causa de en tianos muchas talas é prisiones é robos é otras cruel
discordia no se perdiesen los moradores de la tierra. dades ; recelando la crueldad de la venganza , pe
Los qnales por las amonestaciones qne les fueron leaban con grand osadía, por defender sus vidas é
fechas, se habian concordado en uno, é aun pasado sus bienes é sus muros ó la libertad de sus perso
dádivas é presentes del uno al otro, é habian par nas. Los christianos por su parte , especialmente los
tido el reyno de Granada, para que cierta parte es- Andaluzes, menbrándose de los robos é muertes é
toviese á la obediencia del uno, é la otra parte á la captiverios crueles que continamente recebian de
del otro. E que el rey viejo de Granada habia pro los de aquella cibdad, con sobrada fuerza y esfuer
metido al rey mozo su sobrino que si Loxa , ó otro zo pugnaban por ser vencedores, tanto que cada
qualquier lugar do los que estaban á su obediencia, uno dellos osadamente aventuraba la vida por dar
fuese cercado de los christianoB , él por bu persona la muerte al enemigo que tenia delante. Otrosí los
é con todo su poder vernia á le socorrer. Dixeron caballeros é fijos-dalgo de la casa del Rey é de la
ansimesmo que todo el pueblo de Granada, sintien Reyna peleaban con grand ánimo por la honra é por
do grave el cerco de Loxa, habian requerido al Rey la vida, é por alcanzar venganza de la injuria rece-
Moro que saliese de la cibdad é pelease con los bida en el sitio pasado de aquella cibdad. E ansí
christianos ; é por las grandes amonestaciones que duró el combate é la pelea por espacio de ooho ho
le fueron fechas , habia juntado gran multitud de ras. En las quales, porque algunos de los christianos
caballeros é peones, é puesto con aquella gente en se cansaban, é otros veyendo el peligro del comba
el campo, algunos alfaquies é capitanes lo requirie te desmayaban, los caballeroso capitanes, cada uno
ron que viniese á socorrer la cibdad de Loxa. El por su parte en los lugares do combatían, esforza
Rey Moro les respondió que bien sabían como an ban sus gentes, é poniéndose ellos primero al peli
tes que los Reyes de Granada fuesen obedecidos por gro, avivaban las fuerzas de los suyos, á facíanles
reyes en aquel reyno, facian juramento en su ley acometer é pelear: especialmente aquel Conde de
de no pelear en batalla campal con los Reyes de Escalas Ingles con los flecheros é hombres de armas
Castilla. E pues el Rey Don Fernando con todo su á pié que traía, se aventuraba en los lugares é ca
poder estaba sobre Loxa, ni según su juramento, ni sos peligrosos, é desta forma cada uno de los otros
según su gente podia pelear con él. E dixeron mas peleaba por las partes que combatía. E porque es
estos moros : que el Rey de Granada habia dicho á taba una torre fuerte é muy cercana al arrabal, en
todos los alfaquies é cabeceras que con él estaban, la qual estaban algunos moros que facian grandes
que era bien cierto si volviese á Granada sin so feridaa á los christianos que peleaban , el Rey man
correr á Loxa, que ellos le matarían ; pero que mas dó á Don Francisco Enriquez1, con la gente de su
quería morir él solo, que poner á la muerto tantos capitanía combatiese aquella torre. Este capitán
moros como poligrarian si pelease con el Roy do por mandado del Rey se apeó con su gente, é con
Castilla. E que en esta plática estaban los moros ciertas mantas é bancos pinjados combatió aquella
con su Rey, é al fin habian acordado de embiar á torre por quatro partes, é á gran peligro llegó é ella
ellos, por tentar si habría lugar de entrar algunos é púsole fuego. Los moros , no podiendo sofrir el
moros en la cibdad para la defender. E desta ma fuego por una parte é los combates por otra, descen
nera concordaron todos aquellos moros , tomando dieron á pelear con los christianos, pensando que
de cada uno su dicho á parte. El Rey, sabido este se podrían salvar y entrar en la cibdad. Los chris
aviso, mandó facer otras mayores defensas en los tianos fueron contra ellos, é aquel capitán fizólos
lugares por donde les moros podian venir ; é man atajar; é allí peleando firieron é mataron algunos
dó doblar las guardas y escuchas en el campo, para christianoB, é todos aquellos moros fueron muertos.
que fuese avisado de qualquier gente de moros que Los moros que peleaban en el arrabal, vista la mul
viniese. Otrosí acordó con los caballeros é capitanes titud de las saetas y espingardas é flechas que los
de su hueste, que se combatiesen luego los arraba christianos tiraban, é las muertes é feridaa que re
les; porque, aquellos tomados, los christianos esta cebian, fueron turbados, é fallecieron en las fuerzas
rían mas seguros, é los moros mas retraídos, é no de tal manera , que los christanos cobraron mayor
habrían lugar de salir tantas veces ni por tantas osadía para la entrada ; é unos por el muro , otros
partes á pelear con los del real. E mandó asentar por los texados, otros por las puertas , entraron los
con gran diligencia el artillería, para que tirase á arrabales por todas partes. Los moros , visto que los
quatro partes de los muros é torres de la cibdad ; é arrabales de la cibdad se entraban , pensaron de los
mandó, que todas las gentes fuesen prestas para el defender peleando por las callos, que eran muy es
combate de los arrabales , é señalóles lugares do trechas, y echar fuera á los christianos. E allí los
combatiesen algunos de los caballeros é capitanes moros por defender, é los christianos pomo perder
de su hueste. Como las mantas é grúas, é bancos lo que habian ganado, pelearon por las calles en
pinjados, é los otros aparejos necesarios para aquel cinco partes, é ferianse con golpes de lanzas é de
fecho fueron prestos, luego se comenzó el combate ballestas é de espingardas. T en esta pelea se en
por todas partes juntamente, é los moros con gran* cendieron los unos é los otros con tanto fervor,
des alaridos mostrando esfuerzo, salieron á lo de que á ninguno turbaba ver caer delante de si á su
fender. E como los do aquella cibdad eran homes compañero, ni lo ponia miedo el vertimiento que
guerreros é habían fecho en la tierra de los ohris- veía de la sangre ; mas olvidado el miedo de la
436 CRÓNICAS DE LOS REYES DE CASTILLA.
muerte é deseando la gloria del vencimiento, arre guarda hacia la parte de Granada. Otrosí mandó que
metían los nnoa contra los otros : especialmente los tirasen las lombardas mayores é los otros tiros da
moros, ofresoiendose indiscretamente á la muerte, pólvora medianos é menores , porque derribasen
llegaban á ferir en los christianos con los puñales ciertas partes del muro , donde mas sin peligro se
é con los terciados, reputando ser salvos en la otra podiese facer el combate. E como el artillería tiró
vida, si muriesen matando christianos en esta. E por espacio de un dia é dos noches, luego cayeron
aquella manera de pelear duró entre ellos por espa algunos pedazos del muro , do se ficieron tan gran
cio de tres horas, en las quales no cesaban de tirar des portillos, quese veíanlas casas de la cibdad é los
al muro é á las torres de la cibdad é de la fortale homes que andaban por las calles. E por aquellos
za veinte lombardas gruesas, é los otros géneros de portillos mandó el Rey que tirasen los ribadoquines
artillería. Al fin el rigor de la pólvora venció la fu é otros tiros de pólvora ; los quales derribaban las
ria de los moros , é púsoles tan grand espanto, que casas é mataban homes é mugeres, é destruían la cib
les privó las fuerzas ; é no podiendo sofrir mas las dad en todo lo que alcanzaban. Tiraban ansimesmo
muertes é feridos que recebian , se retrajeron á la los cortaos que echaban laB piedras en alto, é caian
cibdad. Los christianos los siguieron , peleando é sobre la cibdad á derribaban é destruían las casas.
matando dellos fasta que todos los arrabales fueron E las piedras que se tiraban eran tantas, que los
ganados por los christianos. En estos combates mu moros fueron puestos en grande turbación, é no te
rieron muchos moros que se fallaron caidos por las nían espacio para se remediar, ni sabían que conse
calles y en las casas . Ansimesmo murieron de los jo tomasen para se defender. Y el dolor que sentían
christianos : especialmente fué ferido de dos feri- en ver los muertos é feridos, é pensando en la gran
das aquel Conde de Esoalas ; la una en la boca que caida que los moros habrían si aquella cibdad se
le derribó dos dientes ; é fueron muertos algunos perdiese, por ser una de las mas principales del
de los Ingleses que con él estaban. Otrosí pelearon Reyno, les facia trabajar por reparar los muros á
en aquella entrada Don Enrique de Quzman, é Don Iob otros lugares que el artillería derribaba ; pero
Martin de Córdoba, é Antonio de Fonseca, é Mar los tiros eran tantos, que no les daban lugar á fa
tin de Alarcon, é Juan de Almaraz, é Luis Fernan cer reparo, porque qualquier moro que se ponía en
dez Puertocarrero, y el Comendador Pedro de Ribe el muro, luego era arrebatado con la multitud de
ra, é Gonzalo Fernandez de Córdoba capitanes de los tiros de pólvora que se tiraban.
la guarda del Rey é de la Reyna, con las gentes de Estando los moros en esta turbación, los maestros
sus capitanías é otros fijos-dalgo continos de su del artillería tiraron con los cortaos tres pellas con-
casa ; é algunos fueron muertOB é otros feridos, por fecionadas de fuego, las quales subían en el ayre
que en la estrechura de las calles donde peleaban, echando de si llamas é centellas , é cayeron sobro
pocos tiros habia de espingardas ó de ballestas que tres partes de la cibdad, é quemaron las casas do
no ficiesen sangre en la una parte ó en la otra. acertaron, é todo lo que alcanzaron. Los moros es
Acaeció que un moro texedor con su muger estaba pantados de aquel fuego, é veyéndose por tantas
texiendo en su casa, sin ninguna alteración de lo partes combatidos, no pudiendo ya mas sofrir las
que veia pasar en aquella hora. E como su muger é muertes y estragos que padescian é veían padescer
vecinos le aquexasen que se retraxese presto á la ó los suyos, visto ansimesmo como el Rey Moro
cibdad por escapar con sus bienes, como todos los estaba ferido, é que todos los otros sus capitanes,
otros facían, este moro respondió: «¿Do queréis dellos eran muertos é dellos feridos ; demandaron
que vamos; ó para que nos guardarémos? ¿para seguro para algunos moros que viniesen á fablar en
sla hambre, ó para el fierro, ó para la persecución? entregar la cibdad, y el Rey mandógelo dar. E los
> Dígote , mujer, que pues no hay amigo que ha- moros que vinieron ante el Rey, le suplicaron : pri
ftbiendo piedad de nuestros males me repare, quie- meramente, que perdonase al Bey Moro, por haber
ii ro esperar enemigo que habiendo cobdicia de nues- quebrantado la promesa que habia fecho al Rey é á
ítros bienes , me mate. E por no ver los males de la Reyna. Lo segundo, que dexaris el título de Rey
smi gente, quiero mas morir agora con fierro, que de Granada, é que el Rey le diese título do Duque
* después en fierros; porque ya Loxa, ofensa de ó de Marqués de la cibdad de Guadix, si dentro de
■ christianos é defensa de moros, es fecha sepultura seis meses la pudiese haber. E si quisiese venir á
»de sus moradores é morada desús enemigos.» E Castilla, pudiese estar seguro en ella ; ó si quisiese
con esta opinión quedó este moro en su casa, fasta pasar allende, el Rey é la Reyna le mandasen dar
que los christianos la entraron é lo mataron. Fallá seguridad para la pasada. Otrosí que segurase la
ronse por las calles é por las casas del arrabal fasta vida de todos los moros que saliesen do la cibdad,
quatrocientos é cinqüenta moros muertos, sin los é las faciendas que luego pudiesen llevar ; é que si
otros que se fallaron en la cibdad ; é porque el he algunos dellos quisiesen vivir en los Reynos de Cas
dor de los muertos era grande, fueron echados de tilla, ó de Aragón, ó de Valencia, lo pudiesen facer
la cibdad é quemados en el campo. seguramente. E que, este seguro habido, ellos entre
Tomados los arrabales de Loxa , luego el Rey garían libremente la cibdad é todos los captivos
mandó poner las estanzas contra la cibdad bien christianos que en ella tenían. E que entretanto
cercanas al muro, y embió gran copia de hornea de que las cosas se asentaban , mandase suspender loa
Armas é gentes al campo, para que estovieeen en 1» tiros de artillería é los otros» ctos de guerra, El Rey,
DON FERNANDO É DOÑA ISABEL. 437
habido su acuerdo con el Duque del Infantadgo, é que debia ser alegre, porque la su virtud le derribó
con el Maestre de Santiago, é con el Marqués de Cá los dientes, que su edad ó alguna enfermedad le
liz, é con los otros condes é oapitanes é caballeros pudiera derribar. E que considerando cómo y en
que con él estaban, como quier que conocían bien qué lugar los perdió, mas le facian hermoso que dis
que los moros estaban en tal estrecho que se podia forme ; é que mayor precio le daba aquella mengua,
tomar la cibdad por fuerza de armas ; pero consi qué mengúale facia aquella ferida (1). Aquel Con
derando que en los combates pasados eran muertos de respondió, que daba las gracias á Dios é á la glo
algunos é fondos muchos christianos, é por escusar riosa Virgen sn madre , porque se veia visitado del
las muertes que en los combates podian acaecer, mas poderoso rey de toda la christiandad, é que re-
mandóles dar el seguro que pedían. E mandó al cebia su graciosa consolación por los dientes que
Marqués de Cáliz, é á Don Alfonso Señor de la Casa habia'perdido ; aunque no reputaba mucho perder
de Aguilar, que de su parte fablasen con aquellos dos dientes en servicio de aquel que gelos habia
moros, é les otorgasen las cosas que demandaron. dado todos. E fundáronse luego en la oibdad de
Los quales de parte del Rey les dixeron, que como Loxa en dos mezquitas dos iglesias , la una que es
quier que el Rey Moro habia errado gravemente ceroa do una fuente, á la advooaoion de Sancta Ma
traspasando el juramento fecho al Roy é á la Rey ría de la Encarnación, é la otra á la advocación de
na de ser su vasallo, é les servir con toda fidelidad; Sanctiago. E para estas iglesias embió luego la
pero porque sopiesen los moros que todas las veces Reyna ornamentos muy ricos, é cálices, é cruces de
que errasen, ni fallescería el poder para los guer plata, é libros, é todas las otras cosas necesarias al
rear, ni clemencia real para los perdonar , al Rey culto divino. E mandó ir maestros ó albafiiles é car
placía de usar con ellos de piedad , ó do les otorgar pinteros, para que reparasen lo que las lombardas
el seguro que demandaron, para que, dexada la habían derribado de los muros é de las torres de
cibdad , se fuesen libres con sus bienes. E que si aquella cibdad.
querían que el artillería cesase de tirar, les conve
nia dar rehenes por seguridad que la cibdad se en CAPÍTULO LJX
tregaría luego. Los moros, vista la respuesta que el
Como el Rey con toda la hueste partió de la cibdad de Loxa ,
Rey les mandó dar, como libres del peligro de la é fué i poner real sobre Mora.
muerte é del captiverio quo esperaban , plególes de-
11o ; é luego se pusieron por rehenes el Alcayde de Ganada la cibdad de Loxa, é proveída de gentes
la fortaleza, é los fijos del Alatar de Loxa, é los de guerra que la guardasen , é de mantenimientos é
cabeceras é capitanes que alli estaban, los quales otras cosas necesarias para los que la guardasen, el
el Rey mandó recebir á ciertos caballeros de su Rey acordó de ir mas adelante, é poner real sobre
casa. E luego los moros dexaron la cibdad, é se la villa é castillo de Illora, que es quiltro leguas de
fueron con sus bienes á Granada. la cibdad de Granada. Esta villa está puesta en un
Entregóse esta cibdad de Loxa é su fortaleza al valle donde hay una vega muy estendida, y en
Rey Lunes á veinte ó nueve días del mes de Mayo, aquel valle está una peña alta, que sofiorea todo el
año del nascimiento de Nuestro Redeinptor Jesu circuito ; y en lo alto de aquella peña está fundada
Christo de mil é quatrocientos é ochenta é seis años; la villa, de fuertes torres é muros. Y el Rey ovo avi
la tenencia de la qual el Rey mandó dar á Don Al so que los moros de aquella villa con propósito de
varo de Luna, Señor de Fnentoduefia. Fueron libres la defender, hablan embiado á Granada todos los
ciento é quarenta homes christianos que se falla homes viejos, é las mugeres é niños é otros que eran
ron captivos en aquella cibdad. impedimento para la guardar, é inhábiles para pe
Sabido por la Reyna que estaba en ¡Córdoba la lear; é que habian quedado en ella fasta dos mil
entrega de Loxa, ovo grande placer, é luego mandó homes para la defender. Habido este aviso , el Rey
facer una solemne procesión , en la qual ella é la mandó al Maestre de Santiago, é al Marqués de Cá
Infanta Doña Isabel su fija, é todas las dueñas á liz, que con quatro mil homes á caballo , é doce mil
doncellas de su palacio, fueron á pié dende la Igle peones fuesen delante , é viesen las partes mas se
sia mayor fasta la Iglesia do Santiago ; é fizo algu guras donde se asentase su real. E como aquellos
nos sacrificios ó obras pias , é repartió limosnas 6 caballeros llegaron al valle cerca de la villa , ovie-
iglesias é á monesterioB, é á pobres ; é rogó á algu- ron acuerdo de poner el real en un cerro alto que
unas personas devotas que estoviesen en oración está en la otra parte de la sierra, camino de un
contina rogando á Dios por la victoria del Rey é puerto que dicen el puerto de Lape hacia la parte
de su hueste. Otros! embió grandes é muy rióos do de Granada. Y el Rey que partió luego con toda la
nes á aquel Conde de Escalas Ingles, entre los qua hueste, asentó su real en un lugar que dicen el cer-
les le embió dos camas de ropa guarnecidas, la una
con paramentos brocados de oro , é doce caballos, é (1) Pedro Marlyr cuenta de otro nodo este dicho del Ingles. Dice
ropa blanca, é tiendas en que estoviese, é otras co qne habiendo Ido a cumplimentar i la lleyna luego que hubo ca
sas de gran valor. El Rey ansimesmo le fué á visi rado, y consolándole esta sobre la pérdida de los dientes, respon
tar á su tienda, é á le consolar por las Hagas que en dió atadamente: Que Dios que habia Hecho toi» aquella /ábrica,
quito abrir alli una ventana para ver mejor lo que pasaba dentro.
los combates habia recebido, especialmente de dos Marijr, Epistolar., lio. 1, epltt. 61. Bernaldei séllala la toma 4*
dientes que le habían botado de la boca. E díxole Loza un dia antes, cap. 75.
438 CRÓNICAS DE LOS RE YES DE CASTILLA.
ro de la Encinillu, é mandó repartir por los caballe ba llegar al combate. Visto por ol Duque que los
ros á capitanes de su hueste las estanzas en circui suyos no tenían aquel fervor de ánimo que se re
to de la villa en tales lugares , que estoviese cerca quería para acometer les dizo : ti Ea, caballeros, que
da por todas partes. Otrosí fué traida el artillería , é » en tiempo estamos de mostrar los corazones en la
delante della venían siempre gran multitud de peo i) pelea, como mostramos los arreos en el alarde ; é
nes con ferramientas para allanar los caminos é fa- » si os sefialastes en los rióos jaeces, mejor os debéis
oer carriles. Otrosí traían muchos carros de madera i) señalar en las fuertes fazafias. Porque no es bien
para facer pontones , por do pasasen las acequias é » abundar en arroo, é fallecer en esfuerzo ; é doblada
arroyos fondos. Asentado este real en los lugares » disfamia habríamos habiendo tenido buen corazón
que habernos dicho , el Rey ovo aviso que , por es » para gastar, sino la toviésemos para pelear. Por
tar los moros lastimados por la pérdida de Loxa é Donde, como caballeros esforzados pospuesto el inio-
por las pérdidas que recelaban haber, se habían jun »do, é propuesta la gloria, arremetamos contra los
tado muchos do los principales do aquol Reyno, é «enemigos, y esporo on Dios, que como o vimos la
amonestaron á los otros, que saliesen á se remediar i) honra de homes bien arreados, la habremos de ca
é defender su tierra, é que muriendo ó venciendo se li balleros osforzados. i> Aquellas gentes, oídas las pa
librasen de las fatigas que cada hora recebian , y labras del Duque, comenzaron á mover adelante , é
esperaban recebir. bhíriendo muchos tiros de piedras ó de saetas, en
Esto Babido por el Rey é por los caballeros , 6 traron por el arrabal. Los moros puestos en los pa
otras gentes de su hueste, considerando la enemiga lenques y en las otras defensas que tenían , pelea
que generalmente habia entre ellos por las muertes ban ó ferian muchos de los del Duque. El Conde de
é robos é captiverios crueles que todos los tiempos Cabra que peleaba con su gento por otra parte, otro
pasaban de unos á otros, recelaron de algún ímpetu sí los caballeros é capitanes que combatían por otras
furioso que la multitud de los moros quo estaban partes, con grand esfuerzo acometieron, ó peleando
tan cerca en la cibdad de Granada , farian en las con los moros é sufriendo muchas feridas de saetas
gentes del real. E como muchas veces acaesce que y espingardas, llegaron por fuerza de armas, y en
el miedo da aviso para el remedio en los peligros, traron los arrabales ; é luego fueron puestas las es-
todas aquellas gentes de la hueste se pusieron al tanzas contra la villa bien cerca del muro. E asen
trabajo de fortificar cada uno sus estanzas do cavas táronse diez ó ocho lombardas grandes repartidas
é baluartes é palizadas, é de tales defensas, que po en tres partes ; ó para la guarda deltas ó de la otra
dían estar seguros de qualquier acometimiento quo artillería, mandó el Rey á los caballeros é peones
los moros ficiesen. Otrosí mandó el Rey doblar las de las cibdades de Jaén é Andúxar é Uboda é Bae-
guardas y escuchas en el campo, ó poner gente do ¡sa quo pusiesen sus estanzas en los lugares cercanos
pié é de caballo á la parte de la sierra que es cerca á los asientos do estaban las lombardas. Las quales
na á la villa , donde no se podian poner estanzas; con todos los otros tiros é cortaos é pasabolantes é
porque por aquella parte, ni pudiese entrar gente do cebratanas tiraron á la villa, é derribaron algunas
moros, ni salir á pelear con los del real. Otrosí man torres é gran parte del muro. Otrosí tiraban con los
dó poner homes que guardasen en una torre que se cortaos é ribadoquines á las casas, é pasábanlas, ó
dice de los Tesos, que es camino de Granada, y en mataban é destruían todo lo que alcanzaban. E tan
otra torre que se llama de la Loma, y en la torre ta fué la diligencia que se puso en los tiros de las
del Hachuelo de Tajara, y en la torre del Agua de piedras, é tan grande estrago facían en las casas y
Mérida, y en la torre que dicen del puerto Lope; en las torres y "en los muros, que ni podian dormir
porque de todos partes fuese sabido, si alguna gen ]os moros, ni tenían espacio para comer, ni menos
te de moros se moviese á venir contra el real. E pa so oían los unos á los otros, con el sonido riguroso
ra estrechar la villa, acordó quo se debían combatir quo de contino oian. Al fin los moros, que cada ho
los arrabales, en los quales los moros habían fecho ra esperaban socorro, voyendo que sus fuerzas fa-
grandes defensas ; especialmente habían foradado Uescian, é las de sus muros no los podian defender,
los casas, para que pudiesen andar ayudándose de é que según la priesa que los christianos daban al
unas a otras, é habian fecho en las paredes grandes combate, antes serian perdidos que socorridos, vi
troneras é saeteras , tantas que ninguno podia en nieron á fabla, é demandaron seguro para se ir con
trar en las calles, sino á gran peligro de ser muerto sus bienes, é dexar la villa libremente. El Rey man
ó ferido. Otrosí quemaron é derribaron algunas ca dúcelo dar para sus personas é para sus bienes, sal
sas que pudieran sor defensa á los cercadores, é da vo las armas que les mandó dexar ; é ansimesmo
ño á los cercados. E como el Rey ovo este acuerdo, doxasen libres todos los captivos christianos que en
el Duque del Infantadgo le suplicó que le diese ella fallasen. E luego como el Rey les otorgó el se
cargo de combatir una parte dol arrabal , y el Rey guro, ol Alcayde é los moros entregaron la villa. El
gelo otorgó. E como el real fué asentado , é las co Rey mandó á uno de sus capitanes que los llevase
sas para el combato aderezadas, el Duque con su á poner en lugar seguro camino de la cibdad de
gente acometió aquella parte del arrabal que esco Granada, é puso por Alcayde en aquella villa é su
gió para combatir. Los moros, visto que los del Du fortaleza al capitán Gonzalo Fernandez de Córdo
que se acercaban, tiraron tantas espingardas é sae ba, hermano de Don Alonso, Señor de la Casa de
tas, é tantos truenos ó búzanos, quo la gente recola- Aguüar. E mandó reparar las torres é muros quo
DON FERNANDO É DOÑA ISABEL. 439
derribaron loa lombardas 6 bastecerla do armas é en el camino por las ásperas BÍerras é sendas angos
mantenimientos, é de otras cobos necesarias para su tas por donde fueron , luego que llegaron, asentaron
defensa. su real ; y el Bey mandó poner las estanzas en tor
no de la villa, é guardas en el campo y en las otras
CAPÍTULO LX. partes que fué necesario. Otros! se pusieron on me
dio del real dos montones, el uno de harina y el
Como la Reina vino a la cibdad de Loia. otro de cebada, que se llamaba el alhóndiga real. E
Tomada la cibdad de Loza é la villa de Illora, el cerca de los mantenimientos que eran necesarios
Bey embió á rogar muchas veces á la Beyna que para la hueste que el Bey traia en esta conquista,
viniese do él estaba, porque era necesaria su presen queremos reoontar con toda verdad , que se sofrían
cia para el consejo de lo que se debía facer en la mayores gastos que pudieron facer otros reyes en
guarda é proveimiento de la tierra. La Beyna, mo las conquistas de los reynos é provincias que gana-,
vida por los ruegos del Rey , é por comunicar con ron ¡porque si tierras ó lugares conquistaron, en ellas
él algunas cosas arduas que oourrian tocantes á la mesmas habia provisiones en abundancia para sus
gobernaoion de sus Beynos, vino á la cibdad de Lo- gentes. Pero en la conquista deste Beyno de Gra
xa. E luego embió á visitar los caballeros ó otros nada, ninguna provisión se habia de las villas que
continos de su casa que allí habian quodado feri- so ganaban, porquo las gentes quo las moraban eran
dos, diciéndoles que debían sor alegres, porque co contrarias on ley, é diversas en lengua, y enemigas
mo caballeros se ofrescieron á los peligros por en en conversación, y muy pobres de mantenimientos,
salzar la fé y ensanchar la tierra, é que si ella gelo por las talas é guerras que de contino les eran fo
agradecía para gelo remunerar en esta vida, Dios chas. Otrosí , porque convenia lanzar fuera de las
cuya era la causa, no se olvidaría de gelo remune villas é lugares á los labradores, é otras personas sus
rar en la otra. E junto con esta consolación les em naturales, que usaban el agricultura é trato de las
bió su Tesorero, que les diese dineros para ayuda mercaderías, é quedaban en ellas gentes de armas
de sus gastos , á cada uno según la manera de su que trabajaban en guardar é pelear, é no en labrar,
estado. E porque el Bey, después que tomó la villa é ni en criar, ni en otros oficios mecánicos necesarios
castillo de Illora, habia movido su real para ir sobre á la vida. Lo tercero porque todo aquel Beyno os
la villa de Moclin, la Beyna partió de la cibdad de villas cercanas é muy fuertes, é no habia pueblo sin
Loxa é fué do el Bey estaba ; y el Rey acompañado cerca que se rindiesen , do se pudiese haber alguna
de los caballeros é fíjos-dalgo de su huesto, la salió ayuda de los mantenimientos. Lo quarto porque no
á recebir, ó todas las gentes ovieron gran placer con habia en aquella comarca puertos de mar seguros
su venida (1). donde se pudiesen descargar los mantenimientos
que de otras partes se traxieson, é convenía que to
CAPÍTULO LXI. dos los dias andoviesen las requas de veinte mil
bestias, trayendo de muy lexos los mantenimientos
Como se ganó la villa de Modín. é vestuarios, é todos los oficios ó oficiales é ferra-
La villa de Moclin fué siempre reputada en la mientas é pertrechos , é otras cosas necesarias á la
estimación de los moros é de los christianos por vida é á la guerra. Otrosí era necesaria gran copia
una de las principales guardas que tiene la cibdad de gentes de armas que de contino entrasen é salie
de Granada, ansí por la fortaleza grande de sus tor sen con las requas, porque las asegurasen de los ene
res é muros, como por ser asentada en tal lugar, que migos que moraban en la comarca pof do pasaban,
da seguridad si es amiga , é guerra á las comarcas en lo qual las gentes sofrían trabajos, ó faoián
do es enemiga. Por esta causa , é porque los moros grandes gastos é continos.
sabian que el Bey é la Beyna estaban sentidos del Puestas las estanzas en torno de la villa, los arti
dosbarato que sus gentes el ano pasado allí habian lleros asentaron las lombardas en tres lugares, é re-
recebido, é que su intención era de la mandar otra partieron los cortaos é otros medianos tiros por
voz sitiar, fícieron grandes cavas é baluartes, é bas otras partes on circuito de la villa, é comenzaron á
teciéronla de armas é artillería, é pólvora, é de las disparar las lombardas, é firioron en las torres prin
otras cosas necesarias para su defensa. E pusieron cipales de la fortaloza ¡ é continaron los tiroS aquel
on ella gente de guerra escogida para la defender; dia é la noche siguiente , fasta que derribaron gran
é sacaron todos los viejos é niños é mugeres, é to parte del muro é del petril , é almenas de algunas
dos los que eran inhábiles para la guerra. Como el torres. Los moros reparaban lo que podían, é siem
Bey é la Beyna fueron con toda su hueste á sitiar pre tiraban con los ribadoquines é búzanos ó olios
aquella villa, después de pasados grandes trabajos tiros de pólvora de que estaban proveídos, con los
quales facían daño á las gentes del real. B duró por
espacio de dos noches é un dia el rigor de los tiros
(1) El MS. del Señor Nava aBade estas palabras: A la qital em del artillería que ee tiraban tan continos que espa
bió ó recibir ónice que ¡legóte é Lora, al Harquii de Cidli y al
Adelantado Don Pedro Enriques. El Cora de los Palacios dice es cio de un momento no habia en que no se oyesen
to mismo y describe con prolijidad el recibimiento y festejos que sonidos é se recibiesen dallos de la una parte é de
se hicieron por esta venida de la Itejna al real, que fué Lunes 12
de Junio, quatro dias después de tomada Illora. Bcroald., capi la otra.
tulo 76.
En este comedio los maestroB del artillería tiraron
itó CRÓNIOAB DE LOS REYES DE CASTILLA.
una pella confeccionada de las que lanzaban cente se dice los Ojos de Huáoar. E aquel día el Maestra
llas de fuego é subían en el ayre. E por caso que de Santiago y el Marqués de Cáliz tovieron la guar
paresció traido de la divina providencia, vino á caer da del campo, junto con los olivares de la cibdad. E
en una torre de la fortaleza donde los moros tenían contra esta guarda salieron de Granada caballeros
en gran guarda toda su pólvora, é alcanzó una de moros á escaramuzar, é duró la escaramuza por es
las centellas al lugar donde la pólvora estaba , é pacio de dos horas, do murieron algunos caballeros
quemóla toda, é quemó ciertos moros é provisio de la una parte é de la otra ; especialmente fueron
nes , é todas las cosas cercanas al lugar donde cayó. muertos dos hermanos moros, que habían seydo al-
Los moros visto aquel dafio que súbitamente les oaydes, el uno de Illora y el otro de Moclin. Los
vino, é que por fallescímiento de la pólvora no les moros, visto el dafio que recebian, retrasáronse ala
quedaba ninguna manera de defensa, luego les fa cibdad. Otro día, porque la tala se ficiese mejor, é
llecieron las fuerzas é no fallaron otro remedio á de Iob frutos mas cercanos á la cibdad, mandó el Rey
sus vidas , salvo venir á fabla é demandar seguro mudar el real oeroa de la huerta que dicen del Rey,
de sus personas é bienes. El Bey é la Reyna gelo que está de la otra parte de Granada. Los moros,
dieron, el qual babido, los moros salieron de la villa, visto que los christianos se acercaban á la cibdad,
ó dexaron en ella todas las armas é mantenimien salieron fasta mil é quinientos Lomes á caballo en
tos, y entregaron los christianos que tenían capti una batalla, é otras quatro batallas de gran número
vos. Y el Rey é la Reyna mandaron á un su capitán de peones , é pusiéronse cerca de unas huertas ro
que los pusiese en lugar seguro oamino de la cibdad deadas de acequias é olivares que los defendían. El
do Granada. Rey, vista la gran multitud de moros fuera de la cib
Haberse ganado por la manera que se ganó esta dad, mandó ordenar las esquadrae de la gente, é to
villa en tan pocos días, considerada su gran forta dos dispuestos para la pelea pasaron adelante; ó
leza é la diligencia que los moros habían puesto en mandó que todo el requage fuese cerca de su bata
la guardar , bien pareció ser oosa traída por la ma lla real, porque ninguna cosa de la hueste pudiese
no de Dios ; porque de otra manera no se pudiera recebir dafio. El Duque del Infantadgo con sus dos
tomar en largo tiempo, é con mucho gasto é pérdi batallas, la una de gente de armas ó la otra de gi-
da de gente. Falláronse en los campos que son en notes, quedó en la reguarda para facer rostro á los
circuito de aquolla villa algunos cuorpos de chris moros si movioson alguna pelea. E cerca de las ba
tianos muertos, de los que fueron en el desbarato tallas del Duque iba Don Garcia Osorio, Obispo de
que allí ovo el Conde de Cabra el afio pasado. Por Jaén, é Francisco de Bovadilla, Corregidor de Jaén
que como fueron feridos en la batalla, no podían con dos caquadras de gente de armas do las ciuda
fuir con las feridas, é caían muertos en las matas ó des de Ubeda, é Baeza, é Jaén, é Andúxar. E como
tras las penas y en otros lugares encubiertos ; los el Duque pasó por el rio junto con el camino que
quales la Reyna mandó recoger é sepultar en las dicen de Elvira, los moros que siempre en las pe
iglesias qua se fundaron en aquella villa. leas usaron de astucias engañosas , vista la grand
orden que los christianos llevaban, no cometieron
CAPÍTULO LXII. á las batallas del Duque, pero movieron escaramuza
con la gente de aquellas cibdades que iban con el
Como el Rey fué é talar la vega de Granada, 6 como se lomaron Obispo, é con Francisco de Bovadilla, corregidor.
lu Tillas de Monlefrlo ¿ Colomera.
De las quales salieron algunos caballeros á escara
Después que se ganó la villa de Moclin, el Rey é muzar con los moros, los quales mostraron que fuian
la Reyna, habido su acuerdo con el Maestre do San á fin que los christianoB siguiéndolos se desordena
tiago, ó con el Duque del Infantadgo, é con los Mar sen. Los moros, como vieron que Iob christianos los
queses de Cáliz é de Villena, é con los otros Condes seguían con algún desorden, tornaron contra ellos
6 caballeros de su Consejo, embiaron á los capita é Qrieron é mataron algunos. Las otras batallas del
nes de la gente de Sevilla ó de Xerez, é de la villa Obispo é del Corregidor, visto que los suyos se re
de Oarmona á poner sitio sobre la villa de Monte- traían, movieron sus batallas por los socorrer, é si
frío, que es oeroa de Moclin; é mandáronles que guieron los moros fasta que los metieron por la
llevasen algunos tiros de pólvora para la combatir. huerta del Rey. Los moros , quando vieron que los
La Reyna quedó en la villa de Moclin con las gen christianos se habían metido en aquel lugar , solta
tes de armas de su guarda, donde recibió letras del ron el rio de Guadaxenil para que corriese por una
Conde de Benavente, por las quales le facía saber acequia grande que rodeaba el circuito donde aque
como el Conde de Lémos permanescia en su rebe llos caballeros christianos se habían metido. E co
lión, é que bastecía sus fortalezas, é acogia en ellas mo los vieron atajados con el agua tornaron contra
malfeohores que facian robos é fuerzas en la tierra. ellos con recio acometimiento. Los christianos, quan
El Rey partió con toda la gente de su hueste para do se vieron en aquel peligro , algunos que o vieron
la cibdad de Granada á facer tala de los panes é mayor esfuerzo pelearon con los moros, otros se re
otros frutos que estaban en el campo. E las bata traían y trabajaban por pasar el acequia é salir de
llas ordenadas, é los taladores talando los panes é aquel lugar. El Duque del Infantadgo como vio al
todos los otros frutos que fallaban, fué camino de Obispo é al Corregidor con sus gentes en aquel pe
la cibdad j ó mandó asentar su real en un lugar que ligro, mandó volver sus enseñas, ó á gran priesa
DON FERNANDO É DOffA ISABEL. 441
pasó la batalla de ras ginetos el acequia, é socorrió tilloria, é do todas las otras cosas necesarias para
i los de aquellas escuadras que estaban pelean su defensa, el Bey ó la Beyna dieron el cargo de
do con moros. Los moros que estaban fíriendo capitán mayor de todas aquellas tiorraa á Don Fa-
en los christianos , quando vieron que la gente del drique de Toledo, fijo do Don Garci Alvarez de Tole
Duque volvía á socorrer, tornaron á fuir; é la gen do Duque de Alva, con cierta gente de caballo é de
te del Duqne los siguió por el camino de Elvira pié. E mandaron á todos los alcaydes é gentes de
hacia la oibdad de Granada. T en aquella manera armas que dezaron en aquella tierra, que acudiesen
escaparon aquellos caballeros de ser perdidos. al llamamiento deste capitán mayor, é ficiesen lo
Murieron en aquella pelea dos caballeros princi que él mandase. E luego partieron de aquella tier
pales; el uno se llamaba el Comendador Martin ra, é volvieron para la, cibdad de Córdoba.
Vázquez de Arze, y el otro se llamaba Juan de Bus-
tamante, é otros algunos de los christianos. E por CAPÍTULO LXIII.
pasar el acequia muchos perdieron sus caballos, é
cayeron ó fueron lisiados é desbaratados ; é fuera De como el Re; entró en la cibdad de Córdoba.
mucho mas el daño, salvo por la batalla del Duque Asentadas ó proveidas las cosos en la manera que
del Infantazgo que los socorrió. Otro dia, continán- habernos dicho , la Beyna vino para la cibdad de
dose la tala , el Conde de Cabra é Don Martin do Córdoba, y el Bey quedó con toda la gente de su
Córdoba su hermano con sus gentes, estando en un hueste algunos días en aquella tierra, para segurar
lugar cerca del rio donde les fué encomendada la las requas de los mantenimientos que venían, é se
guarda, comenzaron una escaramuza con los moros repartían por las cibdades de Loza é Alhama, é por
quo estaban guardando entre las huertas ; á la qual todas las otras villas que habian ganado. E mandó
acudieron gran multitud de moros que salieron de al Maestre de Santiago , que fuese con la gente de
la cibdad, y enoendiose tanto la pelea entro ellos, su casa á segurar una grande requa do fariña quo
que fué necesario salir la enseña real, ó venir el se llevaba para provisión de las villas de Cártama
Bey con toda la gente á socorrer al Conde é á aquel é Alora, é de los otros castillos que habian ganado
capitán é á sus gentes, que estaban en grand aprie en aquella comarca. Fecha aquella provisión, el Bey
to rodeados por todas partes de los moros. En aque se fué para la cibdad de Córdoba, é salióle á rece-
lla facienda murieron algunos escuderos de los bir el Principe Don Juan su fijo acompasado dol
christianos é de los moros, que cayeron luego en el Maestre de Calatravaé de toda la caballería de Cór
primer acometimiento. Fecha la tala en circuito de doba ; y entró por la cibdad bazo de un patio do oro,
Granada, el Bey con toda la hueste salió de la vega é fué á la iglesia mayor donde estaba el Obispo de
por el puerto Lope. Otro dia vino á poner real cer aquella cibdad vestido de pontifical, é acompaña
ca de la villa de Moclin, do estaba la Beyna. E vi do de los Obispos de Cuenca é de Coria é de León ó
nieron ante ellos los alcaydes de Montefrio é Colo de Tuy, con toda la clerecía é las cruzes de las Igle
mera, é suplicáronles que diesen su seguro para los sias. E como el Bey llegó á aquel lugar, descabalgó
moradores de aquellas villas é para sus bienes, é del caballo, é fincó los hinojos en tierra ; é fecha
que gelas entregarian. El Bey é la Beyna gelo oración á la cruz, entró en procesión con toda la
mandaron dar , para que fuesen con sus bienes á clereoia fasta el altar mayor, donde el Obispo le dió
Granada, dexando todas las armas é bastimentos la bendición. Focho aquel auto, salió de la iglesia,
que en ellas o viese. é acompañado de todas aquellas gentes, fué á su
Tomadas estas villas é fecha látala en la manera palaoio donde la Beyna ó la Infanta Doña Isabel
que habernos recontado, el Bey é la Beyna dezaron su fija con todas las dueñas é doncellas de su pala
por alcayde en la villa é castillo de Moclin al Comen cio le estaban esperando vestidas de ricos arreos, é
dador Martin do Alarcon, y on la villa de Montefrio allí fué rocebido con alegría común de todos. E
al Comendador Pedro do Rivera. La villa de Colo acordaron de partir do aquella oibdad ; pero antes
mera entregaron á un caballero de Alcalá la Boal, quo que de Córdoba partiesen, dieron órden en los apa
se llamaba Fernán Alvarez de Alcalá. Y en todas es rejos que eran necesarios para proseguir la guerra
tas villas mandaron estar gentes de caballo é do pié contra los moros ol verano siguiente. E los maes
con estos alcaydes, para las guardar ó facer guerra tros que para esto pusieron, fioieron traer gran co
á la cibdad de Granada. E repartieron otras gentes pia de fierro para facer picos, é azadones, é palas, ó
de caballo é de pié en las villas de Cártama é Alo otras ferramientas necesarias para quebrar las pe-
ra, para guerrear en aquellas partes que son fronte fias, é allanar los caminos, é facer cavas é albarra-
ras á la cibdad de Málaga. Otrosí fundaron iglesias das en los reales. Otrosí dieron órden para haber
en las villas de Illora, é Montefrio , é Moclin, é Co los mantenimientos que se habian de llevar al real.
lomera ; las quales proveyó la Beyna de cálices é E porque de las contrataciones que los alhaqueques
cruzes de plata, é de libros, é de todas las otras co facían entre christianos é moros, é de las fablas
sas necesarias al culto divino. Mandaron ansimes- que habian con ellos, se podrian recrescer inconvi-
mo traer ciento é treinta mil fanegas de pan , las nientes , mandaron que ningún alhaquequo chris-
quales se repartieron en todas aquellas fronteras tiano fuese osado do entrar en tierra de moros, ni
para provisión de la gente de caballo é de pié menos consintiesen á ningún alhaquequo ni truza-
que las guardaban. E proveídas de armas é de ar- man moro, que viniese á tierra de christianos, so
Í42 CRÓNICAS DE LOS BEYES DE CASTILLA.
pena de muerte ó de perdición de bus bienes. Otrosí
mandaron facer pan bizcocho para proveimiento de CAPÍTULO LXV.
la flota que andaba por la mar. E mandaron á Mar
De la guerra que los moros se facían unos a otros.
tin Díaz de Mena, é á otro que se llamaba Arriaran,
ó á Antonio Bernal capitanes, que con ciertas naos Entretanto que estas cosas pasaban, el Rey viejo
ó caravolas andoviesen por el estrecho de Gibral- que estaba apoderado de la cibdad de Granada é de
trar ó por la costa de África, guardando que no pa la mayor parte de aquel reyno , faoia guerra contra
sasen de allende hornos ni caballos ni armas ni el Roy mozo su sobrino ; é mandaba matar todos los
mantenimientos a estas partes del reyno do Grana que tenían su voz sin haber dellos piedad-, é tomá
da ; ó que fíciesen guerra á todos los puertos de bales sus bienes, é á otros facían andar desterrados
mar que estaban por los moros. Estos capitanes an ■ de sus casas. Otrosí Bopo el Rey mozo que buscaba
dando en la guarda de la mar con sus navios , to su tio maneras como le traer á la muerte , dándole
maron muchas zabrus ó cárabos ó otras fustas de yerbas, é prometiendo graudes dádivas á algunos,
moros que pasaban de allende á estas partes , é de porque fablando con él lo matasen. E para poner
los que pasaban del reyno de Granada para los rey- esto en obra, le embió algunas embazadas, por las
nos de África. E tonian en tanto estrecho aquella quales le decia : que mirase bien como su división
parte de la mar, que ningún navio de moros de ios era causa que se perdiesen ellos, é ganasen los chris-
que solian traer trigo é otras provisiones, osaban tianos las cibdades é villas é lugares del reyno de
navegar. E algunas veces descendieron en tierra Granada, que los Reyes de Castilla pasados nunca
en los puertos é playos de África, ó tomaron capti pensaron babor. E que pues conocían la causa de
vos, é robaron é quemaron alearlas é lugares que su perdición é la podían remediar, le requería con
fallaron sin cerca; é ficioron tanta guerra, que fué Dios que la remediase, é que él quería dexar el títu
forzado á las gontcs que moraban en aquellas par lo de rey, é seria subdito, é faria lo que mandase,
tes cercauas á la mar dexar sus moradas ó meterse dándole algún lugar do pudiese vivir retraído. El
mas adentro á vivir. Rey mozo sopo el secreto de como el Rey su tio, á
fin de señorear solo, le embiaba aquellos ofresci-
CAPÍTULO LXIV. mientos, ó aun con ellos le embiaba presentes ; 6
De los prestidos que el Re; c la Rejna demandaron. sopo que aquellos quo los llevaban, habían tomado
cargo de lo matar, ansí por las dádivas que el Rey
El Rey é la Reyna facian grandes gastos en pa viejo les había prometido, como porque los moros le
gar los acostamientos á las personas que dellos tenían grand odio porque tomaba ayuda de chris-
tenian tierras, é los sueldos á la gente de armas que tianos. E por esta causa el Rey mozo no quería ver
continamente traían en su guarda , y en la guarda á los que estas embaxadas del Rey su tio le traian.
de las cibdades é villas ó castillos que habían ga E respondíale, que aquel reyno de Granada había
nado en tierra de moros ; é otrosí los gastos que se seydo dol Rey su padre, y él como su legítimo he
requerían facer en el artillería, y en la provisión de redero habia do trabajar de lo haber é de le cortar
la gente de la flota que continamente andaba arma la cabeza, porque sin piedad fizo matar á su her
da por la mar. Otrosí habían necesario gran canti mano é á otros caballeros que seguían su parciali
dad de dinero para pagar sueldo á la gente do ar dad, quando entró on la cibdad de Almería , por la
mas é peones que mandaban llamar quando entra trayciou que algunos de la cibdad lo fiuieron. E por
ban en el reyno de Granalla, é para los otros gastos esta causa crecía mas la enemistad entre ellos y en
quo eran necesarios continamente para provisión de tre los caballeros do la una parte é de la otfa. El
la guerra. E porque sus rentas ordinarias no po Rey mozo estaba en una villa quo se llamaba Vélez
dían bastar para todos estos gastos, embiaron á pe ol Blanco, é algunas veces entraba en Castilla, y era
dir prestidos á algunas personas singulares, los qua- recebido en las cibdades ó castillos de la frontera, é
lcs prestaban de buena voluntad lo que les era pe favorescido de los christiauos por mandado del Rey
dido. E algunos caballeros é otras personas se ofre ó do la Reyna.
cían á prestar de sus dineros sin gelos pedir, porque
veían que los gastaban en aquellas cosas que eran CAPÍTULO LXVI.
Koivicio do Dios é honra de su corona real, é porque
la Reyna tenia gran cuidado de mandar pagar bien Como el Rey t la Reyna partieron do Córdoba 6 fueron para el
reyno de Galicia, 6 lo que ende ucieron.
á qualquier persona que le prestaba dineros para
aquellas necesidades. Otrosí, conociendo el Papa quo El Rey é la Reyna, movidos por las cartas é men-
esta guerra era tan sancta é para ensalzamiento de sagerías que recibieron del Conde do Benavente, por
la fe catholica, é considerados los gastos é trabajos las quales les facía saber la rebelión del Conde do
que en ella se habían, embió su bula para que toda Lomos, partieron de la cibdad de Córdoba para ir
la clerecía pagase otra décima este ano de todas las al reyno de Galicia, & fin de proceder contra aquel
rentas de las iglesias é monasterios é otras perso Conde por via de justicia, porque otro no tomase
nas eclesiásticas, la qual fué tasada por el Carde exemplo de se poner en armas, é mostrar rebelión á
nal de España en cient mil florines de Aragón. sus mandamientos ; é otrosí por reformar las cosas
de aquel reyno, donde los Royes de Castilla Be lee
• DON FERNANDO 1 I DOÑA ISABEL. ". 443
haber ido pocas veces. Y embiaron sus cartas de cuentos de maravedís para el casamiento de las
llamamientos á todos los caballeros é gentes de ar fijas del Conde de Lémos, tias de aquel Conde Don
mas que moraban en aquellas partes , para que á Rodrigo, hermanas de su padre.
cierto término se juntasen en la villa de Benavente, Fechas é concluidas estas cosas con aquel Conde,
do ellos entendían ir. E como fnerón en aquolla vi el Rey 6 la Royna entraron en el Reyno do Galicia,
lla, vinieron á sn llamamiento todas las gentes de en el qual habian puesto por Gobernador á Don
pié é de caballo qne embiaron á llamar. Y embiaron Diego López de Haro, é visitaron la iglesia del
sos cartas é mensageros al Conde de Lémos que es Apóstol Santiago, ó dotáronla de sus dones magní
taba en la villa de Ponferrada, por laB quales le ficamente. E después fueron á la cibdad de la Co
mandaron qne luego saliese della, é la dexase des rana, é á algunas otras cibdades é villas de aquellas
embargada de las gentes de armas que en ella tenia, comarcas ; é como quierque los gobernadores é jus
é viniese personalmente donde ellos estaban, para ticias que en aquel Reyno habian puesto los años
estar á justicia sobre todo lo que le fuese deman pasados, é los que agora en él estaban, habian exe-
dado. cutado algunas injusticias, é lanzado muchos mal-
El Conde, conocida la inclinación que el Rey é la fechores de la tierra; poro el Rey é la Reyna oye
Reyna mostraban contra él, por no incurrir mas en ron é remediaron grandes querellas ó fuerzas fechas
su ira, deliberó de obedescor sus mandamientos. E do mayores á menores. Supieron ansimesmo como
acompasado de algunos caballeros sus parientes, muchos caballeros tomaban las rentas do las igle
pareció ante el Rey é ante la Reyna, é les suplicó sias é de los monestorios é de los clérigos, é que de
que les ploguiese perdonarle ; porque si él no ha largos tiempos las habian apropriado á si, encoco
bía cumplido sus mandamientos luego que le fue rándolas en sus rentas patrimoniales, sin haber para
ron mostrados, no era á fin de rebelar ni desobede ello otro titulo , salvo la fuerza que facian. Falla
cer á lo que le fuá mandado de su parte. Pero que ron ansimesmo quo algunos caballeros se facian
habia suspendido en la execucion dellos, por repu- comendadores de los monesterios , é por fuerza les
nar al Conde de Benavente con quien tenia debate; tomaban cierta renta por aquel cargo de la enco
el qual habia informado á Su real Magestad de si mienda. Otrosí oyeron muchos crimines é delictos
niestras informaciones contra él, por lo poner en su cometidos por los moradores de aquolla tierra, ansí
indinacion é haber los bienes de su mayorazgo que clérigos como legos. E como fueron informados do
le pertenescian, é le habia dexado su abuelo Don todas estas cosas , mandaron luego derribar fasta
Pedro Alvares Osorio, Conde de Lémos. E pues esto veinte fortalezas, do las quales fueron informados
ora debate de parte á parte , en que Su real Mages que so habian fecho algunas fuerzas é robos. Otro
tad por justicia habia de entender como superior, sí pusieron todas las rentas de los clérigos é patri
que dobia cesar todo mal concepto que por la rela monios de las iglesias é monesterios é abadías en
ción del Conde de Benavente ovieso habido contra libertad, y esentaronlaB é ficieronlas libres de aque
él. Otrosí algunos caballeros parientes del Conde su lla tiranía en que de largos tiempos estaban, en po
plicaron al Rey é á la Reyna que les ploguiese ha der de aquellos quo por fuerza los llevaban ; á los
berse con él beninamente, pues la causa do su in quales mandaron , so grandes penas, que dende en
obediencia no habia seydo por otro respeto, salvo adelante las no llevasen, é doxason las personas
por el debate que tenia con el Conde de Benavente. eclesiásticas é sus bienes en toda libertad. E man
El Rey é la Reyna, visto como aquel Conde cum daron facer justicia de algunos malfechores ; é qui
pliendo sus mandamientos, habia parecido ante taron los fuerzas é opresiones é tiranías que falla
ellos, movidos á piedad por las suplicaciones de ron fechas de largos tiempos, fasta en aquella sa
aquellos caballeros, perdonaron la vida al Conde ; zón, por algunos caballeros é personas á algunas
pero mandáronle qne no entrase en el Reyno do Tillas é aldeas, tomándoles sus términos é su ren
Galicia por ciertos afios , é que pagase el sueldo é tas , é apropriándolas á sí. E reformadas é puestas
las costas que habian fecho todas las gentes de ar en órden todas las cosos de aquel Reyno, dexaron
mas que el Rey é la Reyna habian mandado estar en él por Gobernador é justicia á Don Diego López
en guarnición contra él todo el tiempo pasado. de Haro que ántes habian puesto. E otrosi dexaron
Otrosí el de la que ellos cstónces habian mandado con él quatro Dotores del bu Consejo , que contino
llamar que era gran cantidad ; é para lo pagar entre estoviesen en aquel Reyno, é tuviesen audiencia de
gó luego ciertas villas é castillos que tenia. Otrosí justicia, é la executasen, y entendiesen en las otras
le mandaron pagar é restituir á los agraviados é cosas que al bien común do todos los moradores do
robados todos los robos, é satisfacer las fuerzas quo la tiona compliesen ; é no consintiesen las fuerzas
habian fecho él é los que en su compañía estaban; é tiranías que en ella se acostumbraban facer. E
ó que entregase ciertas villas é rentas que perte mandaron salir de aquel Reyno algunos caballeros
nescian á la Marquesa do Villafranca que era tía naturales dél, quo entendieron sor cumplidero á su
deste Conde de Lémos, fija del Conde su abuelo ; la servicio é al estado pacifico de la tierra. E manda
qual era casada con el Marqués de Villafranca fijo ron á otros venir á la guerra de los moros y estar
del Conde de Benavente. Otrosí tomó la Reyna para en las villas é castillos fronteros, porque su estada
si é para la corona real de sus reynos la villa de en aquel Reyno no fuese impedimento á la buena
Ponferrada, é dió en equivalencia della ciertos gobernación ó administración do la justicia. E lúe
444 CRÓNICAS DE LOS B IYES DE CASTILLA.
go partieron de allí, é vinieron para la villa de Be- que le mandó facer, luego embió un en capitán eon
navento, donde el Oondo lee fizo grandes fiestas, é gente de armas á aquella villa ; ol qual prendió á
dende acordaron de venir á la cibdad de Salaman ciertos vecinos della, que fueron en resistir al al
ca, por tener ende el invierno. guacil, é á los que fueron en la muerte del escriba
Estando el Rey é la Reyna en aquel Reyno de no que el Mariscal mandó degollar; é derribóles
Galicia, aoaesció en la cibdad de Trosillo , que un sus casas, é quitóles sus bienes, los quales fueron
horno de la cibdad cometió un crimen, por el qual aplicados para la cámara de la Reyna, é muchos
la justicia del Rey é de la Reyna le mandaron pren fueron sentenciados á pena de muerte , é otros á
der. Este homo alegó ser de corona, é porque la pena de destierro por cierto tiempo. Y en esta ma
justicia real no le quiso luego remitir á la jurisdi- nera fué ezecutada la justicia contra los que fue
cion eclesiástica, algunos clérigos parientes de aquel ron en resistir al alguacil de la Reyna en aquella
preso tomaron una cruz é salieron por la cibdad, villa. El Condestable porque creia que el Rey é la
dando apellido, é diciendo á las gentes, que no ora Reyna estaban doterminados de proceder contra la
fecho á la iglesia ningún acatamiento, según chris- persona de aquel Mariscal, luego en la hora que
tianoB lo debian facer ; é porque la fe de Nuestro sopo su prisión, partió de la corte, y embió á decir
Soñor Jesu Christo so perdía , que se doliesen, ó to al Rey ó ála Reyna, que no quería ser presente á
masen armas en defensión de la fe christiana. la justicia que querian facer de aquel caballero,
El pueblo alborotado por las palabras de los cléri por el debdo tan cercano que con él tenia. La Rey
gos, tomaron armas, é faciendo grand alboroto por na, porque no ovo pensamiento de proceder á muer
la cibdad, fueron á la casa del Corregidor , é com te contra el Mariscal, embió mandar al Condestable
batiéronla, é soltaron de la cárcel aquel malfechor que luego volviese á su corte, porque su intención
que estaba preso, é todos los otros presos que esta era de haberse piadosamente, é no proceder contra
ban en ella. El Corregidor, visto como la gente ovo el Mariscal á pena de muerte, ni á lision de su per
osadía de ofender de tal manera la justicia real, sona. E luego el Condestable volvió á la corte, é
fuélo á denunciar al Rey é á la Reyna. Los quales, fizo relación á la Reyna, que por quanto los incon-
habida información de aquel insulto, embiaron un vinientes que en aquel caso eran pasados é los que
capitán con oierta gente de armas de su guarda á adelante se podían seguir, prooedian de las diferen
la cibdad de Troxillo ; el qual aforcó los que pudo cias quo aquel Mariscal tenía oon su madre , sobre
haber do los principales quo fueron on aquel albo razón del testamento que habia fecho su padre ; le
roto, 6 derribóles las casas, óá otros desterró, éá suplicaba las mandase ver en su Consejo, é deter
otros que fuyeron condenó á pena de muerte, é á minadas por dereoho, cesarían todos los inconvi-
otros condenó en penas pecuniarias para la guerra nientes que sobre aquel caso podrían acaescer en
de los moros. K los clérigos que fueron causadores tre madre é fijo, é los acaescidos se atajarían. El
de aquel escándalo, fueron desnaturados de los Rey é la Reyna mandaron tener preso á aquel Don
Reynos de Castilla; é fuéles mandado que como Pedro, entretanto que las diferencias que él é su
ágenos saliesen luego dellos, é de todos los señoríos madre tenían se vieron por los de sn Consejo ; é
del Rey é de la Reyna. fueron determinadas por justicia, é cesaron los de
bates é pleytos que entre ellos habia.
CAPÍTULO LXVII. Otrosí estando en aquella cibdad el Rey é la
Reyna, mandaron ver por justicia el debate que el
Sígnense las cosas que pasaron en el ano de mil é qnatroelentog Conde de Miranda tenia con el Duque de AIva, so
6 óchenla e siete aúos.
bre razón de la su villa de Miranda que el Duque
Estando ol Rey é la Reyna en la cibdad do Sa le tenia ocupada. E porque se falló que el Duque
lamanca, fuéles querellado que el Mariscal Don Pe no tenia derocho alguno para la tener, embiaronle
dro de Ayala, Señor de Ampudia é Salvatierra, ha á mandar que luego la desase, é la restituyese al
bía fecho degollar un escribano suyo sin haber jus Conde cuya era. El Duque obedesció los manda
ta causa para ello, salvo porque h bia dado á Doña mientos del Rey é de la Reyna, y entregó luego
María su madre , con quien tenia debate , una es- aquella villa al Conde, según gelo mandaron, por
criptura del testamento de su padre, que él no qui que no osó robelar á sus mandamientos ; é cesaron
siera quo fuora dada. Do lo qual el Rey é la Reyna los inconvinientes que entro ambas partes sobre es
quisieron haber información ; ó habida , mandaron te caso se esperaban. Otrosí dieron por jueces cier
á un alcayde ó á nn alguacil de su corte, que pren tos Obispos é Dotores del bu Consejo para que en
diesen luego al Mariscal Don Pedro. Este Mariscal tendiesen en la demanda que Don Alonso Enriques
era casado con una nieta del Condestable fija del Conde de Alvadeliste puso al Duque de Medinasi-
Conde de Miranda su yerno, los quales en aquellos donia, dioiendo que todo el mayorazgo del Duque
dias estaban en la corte. Otrosí embiaron á la villa pertenescía á este Conde de Alvadeliste por parte
de Ampudia un alguacil de su corte a prender al de su madre. E mandaron ver y expedir otros nego
Alcalde de aquella villa, é á otros ciertos vecinos cios árduos que ante ellos pendían, tocantes á algu
Julia, que habían seydo en la muerte de aquel es nos Grandes de sus Reynos. E quísioron ver algu
cribano , por mandado del Mariscal su sefior. E nos pleytos que estaban pendientes ante los Oidores
porque resistieron al alguacil de la Reyna la prisión de su cnancillería, é mandólos determinar, porque
Doto FERNANDO B DOÑA ISABEL. Ü&
las gentes no se gastasen siguiendo pleytos largo Reyna á aquel Condado de Vizcaya, y estovo en él
tiempo. E reformaron la chanciller!», poniendo en algunos dias. E dando á entender á los de aquella
ella Dotores escogidos en sciencia y experimenta tierra los crimines que cometieron , por la desobe
dos en buena consciencia. Otrosí, guardando las le diencia que ficieron á los mandamientos reales, los
yes que ficioron en sus Cortes, embiaron pesquisi quitó de las alteraciones en que estaban, é procedió
dores á las cibdades ó villas, que tomasen residen por justicia contra los principales que alborotaban
cia á los Corregidores, é se informasen de la ma el pueblo, condemnando á unos á pena de muerte,
nera que habian administrado la justicia, y embin- é á otros á destierro, é á otros & penas pecuniarias
sen la relación de todo lo que fallasen ante,ellos. para la guerra de los moros. E les dio leyes en que
Otrosí embiaron sus oficiales á las cibdades de Se viviesen, é revocó algunos malos usos é costumbres
villa é de Córdoba y Ecija é aquellas comarcas, de que usaban, las quales eran causa de sus alboro
para que toviesen prestas las provisiones de man tos, é quitóles de algunas opiniones que contra toda
tenimientos, é otras cosas que eran necesarias á las razón tenían. Especialmente una vana é muy erró
gentes que habian mandado llamar para la guerra nea, que de largos tiempos estaba imprimida en sus
que entendían facer contra los moros el verano si entendimientos, diciendo que si el Perlado de aquel
guiente. Y embiaron mandar á Francisco Ramírez Obispado , ó otro qualquiera Obispo entrase en su
de Madrid, el qual tenia cargo del artillería, que tierra, serian quebrantados sus privilegios. E paci
ficiese aderezar todas las cosas que fuesen menester ficó toda la tierra , é dióles orden para que viviesen
para quando la mandasen mover de la cibdad dé en paz dende adelante.
Ecija ; y embiaron primero gentes de armas é peo
nes para guarda del artillería on aquella guerra. CAPÍTULO LXVHI.
Y embiaron mandar á algunos Grandes de sus Rey-
nos que viniesen , 6 embiasen cada uno cierto nú Sígnense las eosas qne pasaran en la guerra contra los moros es.
mero de gente de armas é peones para los servir en el alio de mil ó quatroclcntos 6 ochenta é siete aSos.
aquella guerra. E ansimesrao embiaron sus cartas En los dias que el Rey é la Reyna estovieron en
de llamamiento á los caballeros y escuderos que el Reyno de Galicia y en la cibdad do Salamanca,
tenían tierras é acostamientos , é á las montañas de los moros que estaban en la obediencia del Rey
Vizcaya, é de Guipúzcoa, é á Galicia, é á las Astu viejo, ficieron algunas entradas en la tierra de los
rias de Oviedo é de Santillana, é á todas las merin- christianos á las partes de Jaén, é Ubeda, é Baeza,
dades de Castilla la vieja, é á otras cibdades é vi é Murcia, é llevaron algunos ganados é prisioneros.
llas de sus Reynos, é á las hermandades, para que Ansimesmo Don Fadrique de Toledo, que según
embiasen cierto número de peones; é que todas es habernos dicho quedó por mandado del Rey é de la
tas gentes fuesen en la cibdad de Córdoba para Reyna por capitán general en la frontera, fizo al
veinte é cinco dias del mes de Marzo siguiente. E gunas entradas en la vega de Granada, y en las
porque en el Reyno de Galicia habia muchos hornos partes de Málaga , é Velezmálaga ; é ovo algunos
homicianos, que por muertes é delitos estaban con- recuentros y escaramuzas con los moros que esta
deranados á pena de muerte é destierro, é otras pe ban en las serranías que dicen de la Algarbía é de
nas corporales, y estos eran en gran número, los la Azarquía. E porque aquella tierra es muy fra
quales por miedo de la pena, habian fuido dellos al gosa, los christianos pudieran recebir grandes da-
Reyno de Portugal, é dellos al Ducado de Bretafia, Dos si este capitán no ficiera tomar los puertos é los
é a Francia, é á otras partes, mandaron dar sus car pasos de aquellas sierras altas, porque los moros
tas de seguro, para que todos estos homicianos vi no los tomasen. Ansimesmo Juan de Benavides, &
niesen á la guerra de los moros, é sirviendo en ella quien el Rey é la Reyna mandaron estar por capi
ogafio á sus costas , fuesen perdonados , para que tán de la cibdad de Lorca, con la gente de su capi
pudiesen tornar, y estar seguramente en sus casas, tanía é con la de aquella cibdad é sus comarcas
seyendo perdonados de los enemigos. Acaeció en fizo algunas entradas en tierra do moros á la parte
estos dias que el Rey é la Reyna embiaron ciertos de Baza, é Guadix, é de Almería. Este capitán pe
corregidores é oficiales de justicia al Condado de leó en campo dos veces con ¡los moros, é los venció,
Vizcaya. E como los de aquella montaña son hornee é sacó captivos é ganados, é guerreó á los moros de
prestos al escándalo, so color que sus privilegios é aquellas partes. E por mandado del Rey é de la
usosé costumbres se quebrantaban, desobedescieron Reyna daba favor al Rey mozo contra el Rey su
á la justicia, é maltrataron á los oficiales, é ficieron - tío, é contra aquellas tierras que no le querían obe-
insultos é alborotos contra ellos. El Rey é la Reyna descer por su rey ; de manera que por las unas
considerando que aquel negocio era de grand im partes é por las otras habia contina guerra, é facian
portancia, ó que lo debían proveer con diligencia , dado los unos á los otros , porque la gonto de los
habido su consejo, determinaron de embiar á aquel moros en el arte de guerrear es mas sabida , qne
Condado al Licenciado Garcilopez de Chinchilla, fuerte para pelear en las batallas campales. Otrosí
que era de su consejo , el qual habia dado leyes é el Rey mozo, veyondo al otro Rey su tio apoderado
puesto en alguna orden de vivir á los Reynos de en el reyno que á él pertenescia, é que no era rece-
Galicia. bido en ninguna de las cibdades é villas del, é vista
$#9Í4eenc¡adQ fré pon, poderes del Rey é 4e Jg qqe lps cabulero» m.or9s que. estyba,n, en SU coppa,.
Ué CRÓNICAS DE LOS REYES DE CASTILLA.
fila, le doxaban cada día, porque no tenia que les los moros puestas en el campo, puso toda su gente
dar ; con aquel sentimiento que padescen los que repartida en los lugares quo entendió que estaria
ven lo suyo en poder ageno, aventuróse á la muer mas á su ventaja para pelear con los moros. Ovo
te ó al vencimiento. E con alguna gente de caba ende algunos caballeros que conocían las artes de
llo quo con él habia quedado, pasando un dia é dos los moros, é la enemiga que tenían con los chris
noches á gran peligro, ansí de sus enemigos, cómo tianos, é sospecharon que todas aquellas diferencias
de grandes montañas que atravesó fuera do cami que los dos Reyes mostraban eran fingidas ; é aun
no, llegó una noche á las puertas del Albaycin de que fuesen verdaderas, recelaban que en aquella
Granada. E dexando los que con él venian on un hora para mal de los christianos , se concertada el
lugar cercano al Albaycin , con quatro ó cinco quo tio con el sobrino, é los unos é los otros los toma
tomó dellos, llamó á las volas é á los que guardaban rían enmedio por los matar ó captivar. Esto comu
la puerta del Albaycin, sin tener con ellos trato ni nicado con Don Fadrique, porque estaba ya puesto
asiento cerca de su venida, ni de la hora que habia con la gente en tal lugar que no se pudiera retraer
de llegar. E según lo quo después subcedió pode sin gran daño, pensó de mostrar esfuerzo á las gen
mos decir, que ansi como las guardas lo abrieron tes para la batalla, é puso á Abencomixa, aquel ca
las puertas del Albaycin, ansi abrió Dios las vo ballero moro que el Rey mozo le habia embiado,
luntades de los moros, para lo recebir como á rey, con su gente en la delantera ; porque si alguna tray-
é no le facer mal como á enemigo. Quando fué den cion tenían pensada, no pudiesen ferir en las espal
tro, andovo llamando ¡i las puertas de los principa das de sus gentes. E fizo mover las esquadras mas
les que moraban en el Albayiin, é luogo tomaron adelante contra el Rey Moro que estaba fuera de la
armas para le defender, é ayudar contra el otro Rey cibdad. Los moros comenzaron el escaramuza con
su tío que estaba en el Alhambra. E como por la tra aquel caballero Abencomixa que estaba en la
mañana la voz fué por la cibdad de Granada, é su delantera, é con algunos de los christianos que le
tio sopo que el Roy su sobrino estaba apoderado en ayudaban. Las otras batallas do estaba Don Fadri
el Albaycin, luego fizo armar la gente de guerra de que ó los otros capitanes, esforzaban á los de la es
la cibdad, é vino contra los del Albaycin, ó los del caramuza, y estaban prestos para entrar á pelear
Albaycin con el Rey mozo fueron contra los do la con los moros, si se apartaran de los olivares é ace
cibdad ; é salieron al campo , é ovieron entro ellos quias donde se pusieron. E la escaramuza duró por
una gran peloa do murieron muchos do los unos ó espacio do quatro horas, en las quales murieron al
de los otros. Habida esta batalla, los do la cibdad gunos do la una parte é do la otra. Los moros de
pusieron estanzas contra los del Albaycin, é pelea Granada, quando vieron que los christianos estaban
ban con ellos continamente ; é las peleas que ha quedos, é que por ninguna cosa que les cometían
bían, eran tan crueles, que qualquior que era toma no desordenaban sus batallas, volvieron á la cibdad
do por la una parto ó por la otra, no tenia esperan ó confinaron la guerra que tenían contra el Rey
za de vida. El Rey mozo, veyéndose aquoxado de mozo, é contra la gento del Albaycin que le ayu
los moros de la cibdad, embió sus monsageros á daban. Don Fadrique, quando vido que los moros
Don Fadrique capitán mayor, puesto por el Rey ó se tornaron á la cibdad , quedó en el campo á vis
por la Reyna, faciéndole saber su venida al Albay ta de Granada por espacio de un dia. E la gente del
cin, éla guerra contina que tenia con los de la cib Albaycin vistas las batallas de los christianos que
dad, á que recelaba de los moros que con él eran, vinieron en su favor, tomaron mayor esfuerzo para
que cansados de ver la» muertes é trabajos continos se defender de los de Granada ; porque Don Fadri
que pasaban, mudarían sus voluntades, é darían en que les embió á decir , que sirviesen al Rey mozo
trada á los moros de la cibdad en el Albaycin, é en aquella necesidad, pues aquel era su Rey verda
que él se veria en peligro de muerte. Por ende lo dero ; é que él de parte del Rey é do la Reyna les
rogaba que le viniese ú socorrer con la mas gento soguraba sus personas é bienes, para que pudiesen
de caballo que pudiese. Don Fadrique, sabido el es salir á qualesquier partes, ó facer sus labores, é tra
tado en que estaba el Rey mozo, é que habia nece tar sus mercadurías libremente sin dafio ninguno.
sario el socorro, juntó la mas gente que luego pudo Los moros, visto el seguro, tomaron mayor esfuerzo
haber de caballo é de pié, é vino camino de Gra pora ayudar al Rey mozo, é defender el Albaycin, é
nada, é llegó bien cerca de la cibdad. El Rey mozo guerreará los do la cibdad. Las peleas de noche é de
quando vido á Don Fadrique que con la gente de dia que habia entre los unos é los otros, se contina-
los christianos le venia a socorrer, embióle un caba ron tanto , que el Rey mozo embió á decir á Don
llero de su parcialidad que se llamaba Abencomixa Fadrique que le embiase alguna gente de pié y
con alguna gente de caballo, y él quedó en el Al espingarderos para que le ayudasen, porque los
baycin. moros de la cibdad habían fecho algunos portillos
El Rey viejo, como sopo que la gento do los chris en la cerca, é trabajaban todas las horas peleando
tianos era venida en ayuda del Rey su sobrino, é por entrar. Don Fadrique, considerando quanto com-
que estaba tan cerca de Granada, salió al campo plia al bien de aquella conquista que el Rey mozo
con toda la gente de guerra, ansi de pié como de fuese favorescido, embió 4 Fernán Alvarez de So-
caballo de la cibdad, para pelear con los christia tomayor, Alcayde de Colomera, con algunos peones
nos. E Don Fadrique, quando vido las batallas de espingarderos ¡ los quales entraron en el Albaycin,
DON FERNANDO É DOÑA ISABEL 44?
é fueron bien rocebidos de los moros , porque les López de Ayala, y el Comendador Pedro de Ribera,
ayudaban a pelear contra loa de la cibdad. E ansí é Don Fernando de Acnfia, con las gentes de sus
duraron en estas peleas por espacio de cinqüenta capitanías. Otrosi vinieron las gentes de caballo' é
diae los unos contra los otros. de pié de todas las cibdades é villas é montañas é
provincias que embiaron á llamar ; é vinieron las de
CAPÍTULO LXIX. ¡ las Hermandades de Castilla diez mil peones, de los
qnales tenían cargo Alonso de Quintanilla un ca
Délas gentes que se Juntjron tonel nejen Córdoba, para en ballero de las Asturias de Oviedo, é Don Juan de
trar en el Rejno de Granada.
Ortega, Provisor de Villafranca, que eran goberna
Como el Bey é la Reyna fueron en la cibdad de dores de las Hermandades. Otrosi vinieron los ho-
Córdoba, luego vinieron á su llamamiento los micianos del Reyno de Galicia, á quien el Rey é la
Maestres de Santiago é de Alcántara , é Don Pedro Reyna otorgaron perdón porque viniesen á servir
Manrique, Duque de Náxera , é los Marqueses de en aquella guerra. E vinieron ansi mesmo los fijos-
Cáliz é de Villana, é Don Rodrigo Alonso Pimen dalgo, que eran tonudos devenir á servir en las
tal, Conde de Benavente, é Don Juan Tellez Girón, guerras cada que fuesen llamados. E de los Reynos
Conde de Uraefia, é Don Garci Alvarez de Toledo, de Aragón, é de Valencia, é de Sicilia, é del Princi
Conde de Oropesa, y el Conde de Oabra, é Don Gó pado de Cataluña, é de las islas, é otros señoríos del
mez Suarez de Figueroa, Conde de Féria, é Don Ga Rey é de la Reyna, vinieron Don Felipe de Navar
briel Fernandez Manrique , Conde de Osorao, y el ra, sobrino del Roy, Maestre de Montosa, é Don
Comendador mayor de León, é Don Pedro Puerto- Luis de Borja, Duque de Gandia, é Don Juan de
carrero, Conde de Medellin, é Don Pedro de Villan- Luna, Sefior de Lierta, é Don Blasco de Alagon, é
drando, Conde de Ribadeo, 6 Don Enrique Enri- Moten Manuel de Sesé, Bayle general de Aragón, é
quez, Mayordomo mayor del Rey, é Don Pero Enri- Mosen Juan de Coloma. Barón del Alfagerin, é Mo-
quez, su hermano, Adelantado mayor del Andalu sen Ferrer de Lanuza, Sefior de Zaylla, é Mosen Pe
cía, é Don Juan Chacón, Adelantado mayor del dro de Perca, é Don Juan de Ventemilla, Barón de
Reyno de Murcia, é Don Alonso, Señor do la Casa Buxena, é Micer Bernardo Gayton, Barón de Sexe,
de Aguilar , é Don Diego Fernandez de Córdoba, é Don Pero Maza de Lízana, Sefior de Mosen, é
Alcayde de los Donceles, é Don Pero López de Pa Mosen Reqnesens de 8oler, Governador de Catalu
dilla, Clavero de Calatrava, é Don Hurtado de Men ña, é Mosen Gabriel Sánchez, Tesorero mayor del
doza, capitán de la gente del Cardenal de España. Rey, é otros caballeros fijos-dalgo de aquellas par
E los caballeros que no vinieron en persona , era- tes. Quando todas aquellas gentes fueron juntas,
biaron las gentes de armas é peones que por el Rey que podisn ser en número de veinte mil hornos á
é por la Reyna les fué mandado quo embiason, é caballo é cinqüenta mil á pié, platicóse en el Con
vinieron al término que les fué mandado. La gente sejo del Rey é de la Reyna , quál cibdad de Moros
del Duque de Alva, é la gente del Duque de Piasen- se debia conquistar primero en este año , sobre lo
cia, é la gente del Duque de Medinasidonia, é la qual ovo diversos consejos. Algunos fueron en vo
gente del Duque de Medinaceli, é la gente del Du to que el Rey debia poner real sobre la cibdad do
que de Alburquerque, é la gente del Maestre de Málaga, porque si se tomase, por ser la principal de
Calatrava, é la gente del Marqués de Aguilar, é la aquellas partes, luego se rendirían la cibdad do
gente del Marqués de Astorga, é la gente del Obis Velezmálaga, é todos los castillos é villas que son
po de Cuenca, é la gente del Conde de Castro, é la en sn comarca, y en las serranías de la Axarqnfa,
gente del Conde de Corulla, é la gente del Conde que quiere decir en lengua Arábiga Oriente, é de la
de Miranda , é la gente del Conde de Nieva, é la Algarbia que quiere decir Ooidente. El oonsejo de
gente del Conde de Pliego, é la gente del Conde de otros era qne el cerco puesto sobre la cibdad de
Fuensalida, é la gente del Conde de Paredes, é la Málaga seria peligroso para la hueste, si primero
gente del Conde de Alvadeliste, é la gente del Con no se tomase la cibdad de Vélez, porque está asen
de de Monteagudo, é la gente de Don Bernardino tada entre Málaga é Granada, y es muy fuerte é
de Velasco, fijo del Condestable de Castilla, é la grande, donde so recogerían muchos moros que po
gente de Don Estéban de Guzman, Señor de Santa drían venir seguros desdo Granada, fasta entrar en
Olalla, é la gente de Sancho de Roxas, Sefior de ella. Los qnales faciendo guerra por la una parte, é
Cavia. Vinieron ansimesmo algunos capitanes de la gente de pelea que estaba dentro en Málaga por
las guardas del Rey é de la Reyna oon Don Fadri- la otra ; los que estoviesen en el real sobre Málaga
que de Toledo, Capitán general de la frontera. no podian ser seguros, é seria forzado de lo alzar.
Otrosí vinieron Don Diego de Castrillo, Comendador Otros decian, que tomada la cibdad de Velezmála
mayor de Calatrava, é Luis Fernandez Puertocarre- ga, no era necesario al Rey poner sitio sobre la cib
ro, Sefior de Palma, é Don Martin de Córdoba, fijo dad de Málaga, pues quedaba por todas partes cer
del Conde de Cabra, é Juan de Almaraz, é Antonio cada, de tal manera que ninguno podría entrar ni
de Fonseca, é Jnan de Merlo , é Fernán Carrillo , é salir en ella : porque de la una parte estaban las vi
Alonso Osorio, é Pedro Osorio, é Juan de Biedma, llas é castillos do Cártama, é Alora é Cazarabonela ;
é Antonio del Aguila, é Hurtado de Mendoza, ó é de la otra parte, ganándose la oibdad de Velezmá
Bernal Francés, é Francisco do Bovadilla, 6 Diego laga, é poniendo navios por la mar que guardasen.
448 CRÓNICAS DE LOS REYES DE CASTILLA.
la entrada da la cibdad á los de Africa, de necesa iban adelante á ver los lugares donde el real se po
rio se rendiría , mn qne el Bey con toda en hueste dría mejor asentar. El avanguarda llevaba Don
fuese sobre ella. El voto de algunos otros capitanes Alonso de Cárdenas, Maestre de Santiago, con mil
é adalides qne sabian aquella tierra, decían, que si é docientos lanzas, é con ciertos peones de las her
cerco se Labia de poner sobre la cibdad de Velez mandades, é con las gentes del Duque de Plasencia,
málaga, era necesario asentarse en un valle rodea é del Duque de Medinaceli, que iban en los alas. En
do por la una parto de la mar, é por la otra de ás otra batalla iba Don Rodrigo Ponce de León, Mar
peras montañas pobladas de muchos moros, gente qués de Cáliz ; en otra iba el Conde de Uruefia , é
belicosa, de los quales se podría recrescer gran pe Don Alonso, Señor do la Casa de Aguilar. En otra
ligro si alguna gente viniese de Granada á les ayu batalla iba el Conde de Féria, é la gente de caballo
dar. Pero al fin de algunas pláticas, porque paresció que embió Don Diego Hurtado de Mendoza, Arzo
ser mas necesario el cerco de Velezmálaga, el Rey bispo de Sevilla. En otra batalla iba la gente del
acordó do ir sobre ella, é partió do la cibdad de Cór Duque de Medinasidonia, donde- iba por capitán
doba Sábado á sieto dias del mes de Abril. Y esa Poro Vaca. En otra batalla iba el Clavero de Cala-
noche ántes que el Rey partiese, casi á las dos horas trava. En otra batalla iba el Conde de Cabra con la
después de media noche, ovo terremoto en la cib gente de caballo é pié de su casa. En otra batalla
dad, especialmente en aquella parte donde son los iba Don Hurtado de Mendoza con la gente de ca
palacios reales. Desta serial fueron algunas gentes ballo é de pié del Cardenal de España bu hermano.
espantadas, pensando que el temblor de la tierra en En otra batalla iba el Duque de Náxera , é con él
aquella hora era señal de alguna fortuna quoacaes- iban Ñuño del Aguila ó Fernán Duque, capitanes
oerta en la hueste ; otros croyeron aquello ser cosa del Roy ó do la Royna con las gentes de sus casas,
que suele acaescer como vomos las otras cosas na é con la gente que embió el Marqués de Astorga.
turales que de contino se veen. Con este aouerdo el En otra batalla iba el Conde de Benavente , y en
Rey partió de la cibdad de Córdoba, y erabió man* esta batalla iba Garci Bravo, Alcayde de Atienzai
dar á Francisco Ramírez de Madrid, el qual tenia é Don Alvaro Bazan con las gentes que tenían da
cargo del artillería, ó á los otros capitanes de la sus capitanías. E después destas batallas iba la ba
gente de caballo é de pié que andaban en guarda talla real, donde iba por Alférez el Conde de Ci-
della, que luego partiesen de Ecija donde estaban. fuentes que llevaba el pendón real ; y en esta ba
E mandó al Maestre de Alcántara, ó á las gentes talla iba Don Gutierre de Cárdenas , Comendador
de caballo é de pié de la cibdad de Ecija, é á Mar mayor de León con la gente de su casa, é Don Fa-
tin Alonso, Señor de Montemayor, é á los alcaydes drique de Toledo, fijo del Duque de Alva, que tenia
de Soria é de Carmona con las gentes de caballo é cargo do la capitanía general de la frontera de loa
de pié de sus capitanías, que fuesen en guarda del moros, y el Adelantado del Andalucía, ó Don Fran
artillería. El Rey, continuando el camino con toda cisco Enriquez, ó Luis Fernandez Puertocarrero,
la hueste , puso su real en el rio de las Yeguas, Señor de Palma, é Don Martin de Córdoba, é Juan
donde ovo tantas é tan continas lluvias que las gen de Almaraz, é Antonio de Fonseca, é Juan de Mer
tes ó las bestias é todo el fardage recibió gran daño. lo, ó Fernán Carrillo, capitanes del Rey é de la
El Rey movió de allí la hueste, é fué mas adelante, Royna con las gentes de caballo de sus capitanías.
ó llegó el Juéves de la Cena (1) á las vegas que di Otrosí iban en esta batalla real todos los caballeros
cen de Archidona. E como quier que facia grandes fijos-dalgo que vivían con el Rey é con la Reyna,
aguas, pero estovo en aquel real por oir los oficios y estaban continamente en su corte ; y en las dos
divinos que se celebraban en aquellos dias ; é allí alas desta batalla iban las gentes de caballo ó da
fizo publicar la determinación que ovo en su con pió de las cibdades de Sevilla ó Córdoba. E luego
sejo delante de la Reyna para cercar á Velezmálaga. cerca de la batalla real iba todo el fardage, y en
Otro dia, yendo mas adelante camino de aquella guarda dél iba la gente de caballo é de pió de la
cibdad, mandó asentar su real en un lugar que se cibdad deXerez de la Frontera. Y en la rezaga iba
llama la fuente de la Lana. E porque las muchas Diego López de Ayala, é Francisco de Bovadilla, 6
aguas habían dafiado los caminos, acordó que la Pedro de Vera, y el Alcayde de Morón con las gen
artillería fuese por el mejor camino, porque los tes de sos capitanías, á con los gentes de caballo ó
bueyes que la llevaban fallasen herbage que co é de pié que vinieron de las cibdades de Jaén, ó
mer, é no lo fallasen comido de las muchas bestias Ubeda é Baeza ó Anduxar. Los peones iban reparti
que iban en la hueste ; y el Rey con toda la hueste dos en veinte ó tres batallas. E porque con las mu
fué por otra parte desviado del camino que llevaba chas aguas los arroyos iban orescidoo, ó habia pasos
el artillería. En aquel lugar mandó el Rey ordenar trabajosos de pasar álas gentes de pié, el Bey man
sus batallas en esta manera. En la delantera iba el dó al Alcayde de los Donceles que iba delante, que
Alcayde de los Donceles con los Mariscales, é con llevase dos mil peones é maestros carpinteros para
las gentes de caballo que embioron el Duque de facer puentes de madera en los arroyos, é que ficie-
Alburquerque, y el Conde de Sant Estévan ; y estos se poner piedras grandes en los charcos de las aguas
por donde los gentes de pié pudiesen pasar. Con
estas batallas ordenadas en la manera que habernos
dicho, ol Roy mandó mover su real paja. irmM
DON FERNANDO É DOÑA ISABEL. 449
adelante; é porqne el camino que habian de llevar dafio. El voto del Bey fué qne se debía asentar en
era angosto, mandó ir adelante qnatro mil peones aquellas cuestas qne eran entre la cibdad é aquella
con picos é palas de fierro para quebrar las penas é villa de Bentomiz, porque la gente del real annque
adobar los malos pasos. E de aquella manera la recibiese algún trabajo en la guarda, pero defen
gente de la hueste con gran pena andovo cinco le dería á qualquier gente que de aquella villa viniese
guas de montanas tan fragosas, que muohas bestias á entrar en la cibdad para la socorrer.
de las que llevaban el fardage peresoieron porque E acaesció, que andando el Bey acompañado de
no se pudo fallar rio, ni dispusioion donde el real se algunos pocos caballeros, mirando en que lugares
asentase, fasta que llegaron á un lugar que se dice menos dañosos á sus gentes estarían las estatizas,
Salmilla. E porque era metido entre las montanas mandó poner cierta gente de pié en un cerro que
que poseían los moros, el Rey mandó al Comenda estaba sobre la cibdad; porque aquel guardado,
dor mayor do Oalatrava que con algunas gentes de eran mas seguros los que estoviesen en el real ; é
caballo é de pié tomase los pasos de aquellas sier para tener el cerco aprovechaba mas que otra están-
ras, porque los moros que las moraban no oviesen za de las que contra la cibdad se pusiesen. Los mo
lugar de los tomar, é facer dallo en los ohristianos. ros, veyendo que tomado aquel cerro geles seguiría
gran daño, salieron una grand esquadra de los que
CAPÍTULO LXX. estaban en la cibdad, é tirando saetas y espingar
Como le paso reil sobre I» cibdid de Vele/.málaga. das, vinieron contra los que lo guardaban. Los peo
nes turbados del acometimiento arrebatado que los
Pasados los trabajos de las lluvias é de los cami moros ficieron , desampararon el cerro , é se pusie
nos ásperos qne habernos dicho, el Rey con toda la ron en fuida ; é los moros los siguieron matando é
hueste llegó cerca de la cibdad de VelezmAlaga. Lle firiendo en ellos. El Bey, que como habernos dicho
garon ansimesmo por la mar Don Juan , Conde de andaba á caballo proveyendo en el asiento del real,
Trovento, con quatro galeras armadas, é Martin visto que los moros venian faciendo daño en los
Diaz de Mena, é Arriaran, é Antonio Bernal, capi christianos, ansi como se falló á la hora , armado
tanes, con las naos ó caravelas de la flota del Rey é Bolamente de unas corazas é una espada en la mano,
de la Reyna que tenian en cargo. Ésta cibdad es sin esperar otra arma ni ayuda de gente arremetió
cercana á la mar por espacio de media legna, y está contra los moros ; y entró tan de recio en ellos, que
cercada de todas partes de grandes montanas, é nna algunos de los ohristianos que venian fuyendo, vis
del lasque es la mas cercana á la cibdad, se continúa to el socorro que el Bey por su persona é por su
fasta la cibdad de Granada. Estaba poblada de mu mano les facia, tomaron tanto esfuerzo, que torna
chos moros cursados en la guerra. La cibdad está ron á entrar en los moros. E ansí juntos oon el Bey,
asentada bazo en la falda de nna sierra , que se pusieron á los moros en fuida , matando é firiendo
aparta nn poco de aquella montana. La fortaleza es en ellos, fasta los meter por las puertas de la cib
en lo mas alto, 6 la cibdad está tendida por la lade dad. E recobrado por el Bey aquel cerro, mandólo
ra, bien cercada de muros é torres fuertes y espesas fornescer de mas é mejor gente para lo guardar. En
con una barrera qne la oerca toda en torno ; é tiene aquella hora los qne se fallaron mas oerca del Rey,
junto con los muros dos grandes arrabales fortales- fueron el Marqués de Cáliz , y el Conde de Cabra, y
cidos de albarradas é de grandes fosados. Otrosí el Adelantado de Murcia, é otros dos caballeros, el
cerca de la cibdad , por espacio de una legua , en uno se llamaba Garoilaso de la Vega, y el otro Diego
nna sierra alta, está fundada una villa muy fuerte, de Atayde. Estos caballeros, visto el peligro en que
qne se llama Bentomiz ; de manera qne de la nna el Rey se metía, pusiéronse delante porque no re
parte esta cibdad tiene la mar, ó de todas las otras cibiese dafio de la multitud de las espingardas é
partes está rodeada de montañas que poseen los
moros. El artillería no pndo llegar quando él llegó saetas que los moros tiraban.
Sabido por la hueste como el Rey peleaba con los
con su hueste, por el impedimento que ovieron de
las aguas é de las sierras é penas, é otros malos pa moros , acorrieron allí muohas gentes ; é los Gran
des é caballeros que con el Rey se fallaron , é los
los qne habia en el puesto que dicen de Alfornare, otros que después vinieron, como quiera que oonos-
por do habia de pasar. B como quier que los minis
cieron bien que aquello qne el Rey fizo fué necesa
tros que la tenian en oargo oada uno por su parte
rio para librar los suyos del dafio que recebian ; pero
ponía gran diligencia en la traer ; pero á gran pena
veyendo de quanto precio era la vida del Rey para
podian andar en todo un dia una legna, porque era la conservación de todos , le dizeron , que pues tan
neoesario ir delante gente de pié con picos é palas tos Grandes é tan buenos capitanes é caballeros ha
de fierro quebrando ponas é allanando los lugares
bia en su hueste, le plogniese en semejantes casos
de aqnel puerto, por do pudiesen pasar los carros.
servirse dellos é guardar su real persona ; porque el
Como el Rey llegó cerca de la cibdad, el voto de príncipe qne ama sus gentes, guarda su vida, que
algunos caballeros era, que'el real se asentase bazo es vida de los suyos. E que considerase quantas
en lo llano, é que no se pusiese en las cuestas que huestes fueron perdidas por la caida de sn rey ; por
estaban entre la cibdad é la villa de Bentomiz ; por
ende le suplicaban que dende en adelante les ayu
qne estando entre dos lugares enemigos, é tanto dase oon la fuerza de sn ánimo gobernando, é no
cercanos el uno del otro, la gente podría recibir
con (a de su cuerpo peleando. El Bey les respondió
Cr—UL
29
450 CRÓNICAS DE LOS BEYES DE CASTILLA.
que les tenía en servicio lo que le deoian , é que no xar, pusiesen real en un cerro alto apartado una le
podría buenamente sofrir ver los suyos padescer , é gua del real , é ceroano á una villa que se llama Co-
no aventurar su persona por los salvar. De esta res mares; porque la gente de moros que estaba en
puesta todas las gentes ovieron gran placer, é to ella y en las otras fortalezas de Bentomiz, é Cani
maron grand esfuerzo , porque veian que oomo Rey llas, é Competa, é Benamarhoja, otros! los moros
los gobernaba , é como buen capitán los socorría. que estaban metidos en las breñas é lugares áspe
Recobrado aquel cerro , luego Be asentó el real en ros de aquellas sierras, no ficiesen daño en las gen
diversas partes, según la disposición del lugar lo tes que venian con las provisiones. E no embar
requería, Y el Rey mandó otro dia por la mañana gante la gran guarda que habia en la seguridad de
que se combatiesen los arrabales , para el qual com los caminos , pero las montañas son tan ásperas , que
bate la gente del real se aparejó, é cada uno traba los moros habían lugar salir dellas, é facer saltos, á
jando por mostrar el esfuerzo de su persona , llega mataré eaptivar algunos christianos que venian
ron por muchas partes á combatir los arrabales. E con poca compañía al real. Otrosí las gentes de laa
los moros se dispusieron con todas sus fuerzas por villas é fortalezas de moros que habernos dicho cer
las calles á los defender , é comenzaron la pelea ; en canas á la cibdad , é los que moraban en aquellas
la qual los de la una parte por ofender, é de la otra montañas , encendian de noche grandes fuegos en
por defender, poniéndose oon osadía al peligro, tra las cumbres de las sierras , é facian acometimientos
bajaban encendidos con mayor cobdicia de matar ó de pelear con las gentes que estaban en la guarda
ferir al enemigo , que defender á si meamos. del real. Y estos rebatos eran tantos , que convenia
Esta cruel pelea duró por espacio de seis horas ,y álos del real estar siempre apercibidos, é con espe
en todo este tiempo la fuerza de los christianos no ranza oontina de pelear.
pudo mover á los moros de los lugares que comen
zaron á defender. Visto por el Duque de Náxera é CAPÍTULO LXXI.
por el Conde de Benavente la gran fuerza que los
De las ordenanzas que el Rey manda guardar en tas reales.
moros tenian en la defensa de sus arrabales , y el
daño que faoian en los christianos que los comba El Rey por quitar los ruidos é otros inconvinien-
tían, llegaron con sus gentes por dos partes al com tes que en las grandes huestes acaescen , constituyó
bate é acometieron la pelea con tal osadía, que fioio- é mandó pregonar ciertas ordenanzas, conviene sa
ron retraer los moros á la oibdad ; é los christianos bor : que ninguno jugase dados ni naypes, ni blas
quedaron apoderados de los arrabales. Murieron en femase , ni sacase armas contra otro , ni revolviese
este combate Ñuño del Águila, é Don Martin de ruido. Otrosí , que no viniesen mugerea inundarías ,
Acuda, é fueron feridos Garcilaso de la Yega , é Don ni rufianes al real ; é que ninguno saliese á escara
Carlos de Guevara, é Fernando de Yega, é Juan de muza que los moros moviesen, sin licencia de su ca
Merlo oapitanes, é otros fasta número de ochocien pitán ; é que todos guardasen el seguro que diese á
tos hornea ; é falláronse muertos por las calles mu qualquícr lugar de moros en general , ó á cualquier
chos moros. Tomados los arrabales , el Rey mandó moro en especial ; é que no se pusiese fuego á los
al Duque de Náxera, á al Conde de Benavente, é á montes que eran cercanos al real ni á los otros rea
Don Fadrique de Toledo oon sus gentes , é á Pero les que dende en adelante se pusiesen. E franqueó
Carrillo de Albornoz, con la gente del Arzobispo de á todos los que traxiesen mantenimientos á sus rea-
Sevilla que tenia en su capitanía, que pusiesen es- Ios por mar ó por tierra, para que los pudiesen ven
tanzas en el arrabal contra la cibdad. fistos caballe der libremente sin pagar derecho de qualquier ca
ros las pusieron luego bien cercanas á los muros , ó lidad que fuese. E todas estas cosas mandó guardar
las fortificaron con cavas á palenques , é las forne- so ciertas penas ; el temor de las quales, visto que
cieron de gente de armas que las defendiesen. Otro se executaban en loa culpados , engendró tal obe
sí mandó el Rey al Comendador mayor de León é á diencia , que entre tantas gentes oomo concurrían
Rodrigo de Ulloa que toviesen cargo de facer cavas en los reales, no se falló sacar arma , ni decir pala
en torno de la oibdad, que la ciñesen desde los ar bra fea uno á otro , do pudiese haber escándalo.
rabales fasta el lugar donde estaban asentados los Pasados quatro dios después que el real se asentó,
reales; de manera que ninguno podiese entrar, ni los moros que moraban en aquellas montañas se
salir en la cibdad. Después que el Rey proveyó en juntaron en gran número, é descendieron á unas
el asiento del real , luego entendió en la seguridad cuestas cercanas al real , con propósito de ferir en la
de los caminos ; porque laa recuas de los manteni gente que guardaba la una parte del real , y entrar
mientos que la Reyna mandaba venir al real vinie en la cibdad ; porque ellos juntos con los que la
sen seguras. E mandó que desde la villa de Archi- guardaban, farian tanta guerra á los christianos, que
dona fasta el real, que son diez leguas, estoviesen les ficiesen alzar el sitio. E si lea viniese el socorro
gentes de caballo é de pié repartidas por laa sierras de la mucha gente de moros que esperaban , ellos
y en los lugares mas necesarios, para segurar á los por una parte , é los que viniesen en su socorro por
que viniesen al real. E mandó á Diego López de la otra, podrían vencer á los christianos. Como
Ayala, é á Francisco de Bovadilla, que con las gen aquellas gentes de moros fueron vistas, el Rey man
tes de sus capitanías, é con los caballeros é peones dó á Don Gutierre de Cárdenas, Comendador mayor
de las oibdades de Jaén , é Ubeda, é Baezaé Andú- de León, é á Don Pero López de Padilla, Clavero
DON FERNANDO É DOÑA ISABEL. 451
de Calatrava, que con cierta gente de caballo é de padres largos tiempos; los qnales derramaron su
pié subiesen luego 4 las cuestas do estaban é pelea sangre por la ganar , y ellos la derramaban por la
sen con ellos. Otros! mandó armar otros capitanes , perder. El Rey viejo, oidas estas cosas é sabido que
para que fuesen á las espaldas desloa á los ayudar. el Rey oon toda bu hueste estaba sobre la oibdad de
El Comendador mayor y el Clavero, cumpliendo el Velezmálaga, ovo gran turbación; porque nunca
mandamiento del Rey, subieron con sus gentes pensó que los christianos to vieran osadía de se me
aquellas cuestas. E los moros, luego que vieron á los ter entre tantas é tan ásperas montadas que los ro
christianos, fícieron rostro; é como les tiraron los deaban por todas partes. E no quisiera salir de la
primeros tiros de las muchas ballestas y espingardas cibdad , porque recelaba que luego el Rey su sobri
que traian , é vieron que los christianos los sufrían no entraría en ella é seria recebido por Rey. T ora-
é arremetian contra ellos, volvieron las espaldas é bióle á decir , que se doliese de la perdición que de
pusiéronse en fuida, y el Clavero con algunos de ca dia en dia veia facer en los moros; é que pues los
ballo é con la gente de pié fué en el alcance. Pero chístianos se habian metido en la huesa , agora te
no pudo seguirlos mucho, porque se metieron en nian tiempo para les echar la tierra encima ; é que
otras sierras mas altas, y en tales lugares donde él quería dezar el titulo de rey que había tomado, é
oran seguros de los christianos que no los podian venir bazo de bu bandera á su gobernación ; é que
seguir. viniesen juntos á socorrer aquella oibdad , é habrían
El Rey mandé poner gran diligencia para que vi la venganza que los moros deseaban é los christia
niese el artillería; pefono pudo venir toda; porque nos temían. El Rey mozo no quiso aceptar lo que su
los caminos eran tan fragosos, que ni se pudo fallar tio le embió á ofrescer, por las grandes enemistades
camino por donde pasase, ni dispusicion donde que entre ellos habian causado las crudas muertes
con grand industria é trabajo se podiese facer. E de los propinquos que habian muerto de la una par
después de diez dias que el real se asentó , llegó fas te é de la otra. T ombiólo decir, que estaba en pro
ta media legua del real una parte della, que traia pósito de se vengar é no concordar con él. E que no
fasta mil é quinientos carros con algunos tiros de so osaba fiar de sus palabras , porque sabia quántas
lombardas medianas , é pasabolantes , é cebratanas, veces é por quántas maneras le habia tratado la
é ribadoquines , é otros géneros de artillería. Todas muerte ; é porque creía , que toda hora que pudiese
las mas gruesas lombardas que no pudieron ser traí gela daria. El Rey viejo, desesperado de lo que pen
das , quedaron en la cibdad de Antequera. saba que el Rey mozo faria , aquezado de las conti
nas amonestaciones que los alfaquies é viejos de la
CAPÍTULO LXXII. cibdad do Granada lo facían, juntó el mayor núme
ro que pudo de gente á caballo é á pié, é vino por
Gomo el Reí moro que estaba en Granada , Tino con gente i so los lugares mas encubiertos de la montaña que vie
correr! Veletmaliga.
ne do Oranada á se juntar con aquella cibdad de
Entre los moros do la oibdad de Granada é los Velezmálaga. E paresció un día en la tarde con toda
que moraban en el Albayzin duraban siempre las su gente en lo alto de la montaña donde estaba la
peleas é las muertes de homes que facian crecer en villa de Bentomiz. Y estovo allí aquella noche fa
tre ellos las enemistades que tenian. Los de la cib ciendo grandes fuegos por muchas partes de la mon
dad que seguian el partido del Rey viejo, estaban taña. Algunos caballeros é capitanes, quando vieron
oprimidos por la guerra que tenian dentro con los las batallas de los moros, consejaban al Rey que
moros del Albayzin , é fuera con los christianos que mandase armar toda la gente de su hueste é subie
estaban en los castillos fronteros ; de manera que sen por aquella sierra á pelear con ellos. E porque
todas horas les convenia pelear, ó con los moros, ó el Rey vido que aquello no se podía facer, salvo al
• con los christianos. Los alfaqufea é viejos de la cib zando el sitio que tenia puesto sobre la cibdad , man
dad, sabido que el Rey tenia gente por la tierra é dó que toda la gente estoviese queda, é guardasen
flota de navios por la mar sobre la cibdad de Veloz; las eBtanzas é los lugares que cada uno tenia en
recelando que si aquella cibdad se perdiese, Málaga cargo do guardar ; é no cometiesen á subir la sier
con todas las montañas que son cerca de ella , se ra ni comenzasen pelea con los moros. Otro dia las
perderían , llegaron al Rey que estaba en el Alham- guardas que estaban puestas , tomaron ciertos mo
bra, é preguntáronle : que si él trabajaba por ser ros , que dizeron que el Rey de Granada venia con
rey, de quál tierra lo pensaba ser , si toda la deza- propósito de embiar algunos moros á caballo, é
ba perder. Otrosí le decían é andaban predicando veinte mil peones á pelear con el Maestre de Alcán
por la cibdad , que estas peleas que habian con sus tara, é con las otras gentes que venian en guarda del
hermanos é parientes é las muertes que se daban artillería, porque los carros tomaban largo trecho
unos á otros , mejor seria que lo ficiesen defendien de tierra é podrían quemar qualquier parte del ar
do la tierra de los enemigos, que matando á sus tillería, pensando que los christianos que la traian
amigos ; é que se debían doler veyendo poseer á los non eran tantos que pudiesen guardar la longura de
christianos las casas que edificaron, é gozar del la tierra que traian los carros. E que si algunos
fruto de los árboles que plantaron sus padres é abue christianos saliesen del real á le defender , el Rey
los ; y en ver sus hermanos é parientes andar dester moro podría darporuna parte en el realé ala misma
rados do la tierra que poseían ellos é poseyeron sus hora saldrían los moros do la cibdad á pelear con
45* CRÓNICAS DE LOS REYES DE CASTILLA.
los que guardaban las estanzaa; de manera que do ; otros algunos, veyéndose cercados por todas
guerreados por todas partes no se pudiesen valer, é partes de la mar é de los enemigos , estaban con re
fuesen vencidos. celo , é dubdaban del fin que Dios é la fortuna te
Sabido esto por el Rey, mandó al Comendador nia ordenado de facer en aquella hora. E los unos é
mayor de León, que partiese con cierta gente de los otros daban diversos votos ; unos decían, que se
oaballo é de pié á se juntar con el Maestre de Al debía buscar lugares por donde subiesen aquella
cántara, é que pelease con los moros que venian á montaña á pelear con los moros; otros decían, que
dar en el artillería. El Comendador mayor partió la subida por cualquier parte era trabajosa , é que
luego con la gente que el Rey le mandó llevar; é la pelea que en aquellos lugares se ficiese , seria á
veia los moros que iban por lo alto de la sierra con gran ventaja de los moros, é á gran peligro de loa
propósito de destruir el artillería. Los moros ansi- chistianos. El Rey, visto los votoB de los unos é de
mesmo veían á este capitán ó á sus gentes que iban los otros, mandó que todas las gentes estoviesen que
por lo baxo á la defender , é pelear con ellos ; é los das en los lugares que les habia mandado guardar
unos é los otros esperando la pelea , temian la muer é no ficiesen mudanza, salvo quando les fuese man
te. El Rey moro que estaba en las cuestas altas, vis dado. Sopóse ansimesmo como el Rey Moro amo
ta la gente que partió del real á defender el artille nestaba sus gentes, diciéndoles, que si fuesen va
ría, fizo volver á los moros que habia embiado á la rones esforzados, en aquel dia cobrarían todo lo
destruir ; porque pensó que su gente no podría for perdido en los pasados , é que les requería que tra
zar á la de los cbrístianos que la guardaban. E acor bajasen por vencer ó morir en una vez , ganando el
dó de baxar de una sierra alta donde estaba á otras paraíso matando christianos, é no en tantas veyen-
cuestas mas baxas , para socorrer la oibdad. E sus do los moros perder la tierra, é andando cuitados
batallas de gente de caballo é de pié ordenadas, cer por moradas agenas. Diciendo estas cosas el Rey
ca ya de la nocbe comenzó á mover por la sierra Moro movió sus gentes'un poco mas abaxo contra
abaxo dando grandes alaridos , é mostrando venir la batalla de Don Hurtado de Mendoza, que estaba
á la batalla con grand esfuerzo. El Rey habia man en la delantera con la gente del Cardenal su her
dado armar toda la gente del real, é mandó al Con mano. Don Hurtado , visto que los moros se acerca
de de Cabra, ó al Conde de Feria, é á Don Hurtado ban contra él, movió su batalla mas adelante contra
de Mendoza, é al Adelantado del Andalucía, que ellos. El Conde de Cabra y el Conde de Feria y el
fuesen luego con sus gentes , é se pusiesen al en Adelantado del Andalucía , que estaban con sus ba
cuentro de los moros en el camino por donde podían tallas un poco mas abaxo de la cuesta , é los mas
descender para venir contra el real. Otrosí mandó á cercanos á la batalla de Don Hurtado embiaronle á
Garci Fernandez Manrique , Capitán de la gente de decir, que habia fecho oomo caballero esforzado en
Córdoba , é á los capitanes de la gente do Écija é haber ido adelante con su batalla contra los moros;
Oarmona que tomasen un cerro que era en la una é que ficiese en aquella jornada como fijo del Mar
ala hacia la parte de la mar. T en la otra ala man ques Don Iñigo López su padre é nieto de sus abue
dó estar al Conde de Uruefia é á Don Alonso de Agui- los, que nunca fuyeron á sus enemigos ; é que le
lar con ciertos capitanes é gentes encima de otra daban su fe como caballeros de le ayudar , quando
cuesta ; de manera que los moros estaban rodeados le viesen ferir en los moros. Todas estas gentes es
de la gente de los christianos , é no podían descen taban á pié, porque según la dispusicion de los lu
der de las cuestas para venir contra el real por la gares no podían estar a caballo ; é á unos esforzaba
una parte ni por la otra, salvo peleando con algu la esperanza del claro renombre que habrían en la
nas ¿estas gentes. Otrosí mandó al Maestre de San victoria, é á otros enflaquescia el temor de la muerte
tiago que con sus gentes é otros capitanes que man que temian si viniesen á la batalla. Los fuegos que
dó estar con él, se pusiesen en la delantera contra los moros habían fecho defuera, é los que parecian
la cibdad, é ayudasen al Duque de Náxera, é al dentro en las torres de la cibdad , eran tan grandes,
Conde de Benavente, é á Don Fadrique de Toledo, que todas aquellas montaOas relumbraban tanto,
é á Pero Carrillo de Albornoz que guardaban las que se veían bien los unos á los otros , ir los chris
estanzas , si por ventura los moros de la oibdad sa tianos contra los moros, é los moros contra los chris
liesen á pelear con ellos. E por todas las entradas tianos. E quando se vieron cerca comenzaron á ti
del real puso gentes de armas que las guardasen. rar por todas partes tiros de espingardas ó de sae
El Rey, acompasado de muchos caballeros é fijos- tas ; é tan grande era el sonido del artillería que pa
dalgo de su hueste, andaba de unas partes á otras recía estremecerse la tierra , porque aquellas sierras
amonestando á los caballeros é capitanes que avi é valles resonaban de tal manera; que ninguno po
vasen las fuerzas para pelear ; porque en tal lugar día oír á su compañero. Aquel capitán Don Hurta
estaban , que ninguna manera de guarescer habia, do trabajaba por subir aquella cuesta, é comenzar
salvo el buen esfuerzo. E como le traxieron un ca la pelea con los moros. Ansimesmo los que estaban
ballo, cavalgó en él , é dexó una muía en que ve en las alas de su batalla los querían acometer , pero
nia ; porque las gentes conociesen , que ansí como la subida era tan áspera, que los homes armados
era rey para mandar , seria compañero en la nece no la podían subir sino con gran pena é peligro,
sidad. Algunos ovo en los quales el gran miedo en por la dispusicion de los lugares do estaban. Los
gendra mayor esfuerzo par» vencer ó morir pelean moros auBimesmo no osaban descender mas abaxo,
DOfl FERNANDO É DOÑA ISABEL. 45Í
ni acometer "á loe christianos. Y en esta manera de do el poco provecho que fizo su Rey t y el mucho
pelear con tiros de pólvora é ballestas duraron gran daño que recibió la gente de los moros que fué con
parte de la noche. él á facer el socorro, luego llamaron al otro Rey
Venida el alba, é vistas por los moros las bata mozo que estaba en el Albayoin , é le apoderaron
llas de los christianos , é la voluntad que mostraban en el Alhambra, y en las otras fuerzas de la oib- .
de subir contra ellos , é la gran guarda de gentes dad. É como se vido apoderado dellas, cortó las
que por todas partes estaba en el real y en todos cabezas 4 quatro caballeros los mas principales de
los pasos v entradas por donde podian acometer la la cibdad que le habian seydo contrarios, y él que
pelea ; reoelando que como viniese el dia subirían dó por Rey en la cibdad. É porque los moros de
á ellos por anas partes é por otras, perdieron las seaban haber seguridad para labrar el campo , é an
fuerzas , é como gente caida de la esperanza que dar libres por todas partes, el Rey mozo que esta
traían , el esfuerzo que al principio mostraron, ge- ba en la cibdad de Granada, envió suplioar al Rey
les convirtió de súbito en gran miedo, é volvieron é á la Reyna , que les ploguiese asegurar á todos
las espaldas, é se pusieron en fuida. É ansi como la los moros vecinos de qualesquier oibdades é villas
muchedumbre que presto se arma de loca presump- é castillos del Reyno de Granada , que se reduxesen
cion , quando se dilata la victoria que espera , go á su obediencia, é se apartasen de la del Rey su
les privan presto las fuerzas ; ansi aquella multitud tio , porque con deseo de seguridad , oreia que to
de gentes bárbaras , perdido el esfuerzo y el sentido dos tornarían a su partido. El Rey é la Reyna por
se derramaron por las montafias , é dexaron las lan le ayudar , mandaron 4 todas las oibdades é villas
zas, é las espadas, é las corazas, é las ballestas, y de la frontera, é 4 sus capitanes é alcaydes que le
espingardas, por estar mas ligeros para escapar fu- favoresciesen contra el Rey viejo su tío ; é mandá
yendo. Algunas gentes de caballo é de pié de los ronle dar sus cartas, para que todos los vecinos de
christianos, que venido el dia fueron en seguimien Granada fuesen seguros, é pudiesen salir de la cib
to dellos, fallaron por la sierra gran multitud de dad 4 facer sus labranzas, é ir á tierra de christia
aquellas armas, é vinieron cargados dolías. La Rey- nos 4 traer della mantenimientos é paños é todas
na que habia quedado en la cibdad de Córdoba, las otras cosas, tanto que no fuesen armas. Otrosí
quando sopo que el Rey moro con tanta multitud mandaron dar sus cartas de seguro para todas las
de gente habia ido contra el Rey, llamó luego las oibdades villas é castillos de tierra de moros que
gentes de todas aquellas partes del Andalucía; é estaban por el Rey viejo , bí dentro de seis meses
mandó por sus cartas que todos los homcs de se se alzasen por el Rey mozo, é le obedeoiesen oomo
senta afios abazo é de veinte affos arriba, tomasen 4 su Rey. E si dentro de este tiempo no lo ficiesen,
armas é fuesen luego donde el Rey estaba á lo ser que el Rey é la Reyna las pudiesen guerrear ó to
vir. Otrosí el Cardenal de España que habia que mar para si.
dado con la Reyna , ofresció sueldo á toda la gente
de caballo que le quisiese seguir, é se dispuso á CAPÍTULO LXXIIL
partir luego de Córdoba, é ir do el Rey estaba, pa Como se entregó la eibdjd de Veleirailaga.
ra se fallar con él é con la gente de los christianos
en aquella necesidad. É porque las gentes que la Los moros de la cibdad de Velezmálaga, visto oo
Reyna mandó llamar fuesen mas prestas , deliberó mo el Rey moro que los vino 4 socorrer era vuelto,
de ir en persona á algún lugar cercano de donde el é sus gentes desbaratadas , é que los carros del ar
Rey estaba ; é cesó de lo facer , porque luego sopo tillería llegaban al real ; perdidas sus fuerzas é re
el desbarato que los moros ovieron. Algunos caba celando laB de los christianos, procuraron de haber
lleros é capitanes cursados en la guerra , que cono seguridad para sus personas é bienes , é de entregar
cían los engaños de que los moros muchas veces se la cibdad ; é movieron fabla al Conde de Cifuentes,
aprovechaban , visto como habian fuido tan súbi para que suplicase al Rey que le ploguiese dársela.
tamente , pensando ser alguna encubierta , dixeron El Rey considerando que habia de ir á tomar la cib
al Rey, que por ventura los moros mostraban ser dad de Málaga é proseguir mas adelante su con
vencidos á fin que la gente de la hueste se ase quista , porque el tiempo del verano no se pasase
gurase , é no poniendo en el real aquella guarda en aquel sitio, plógole dello. E mandó dar su segu
que convenia , podrían salir de las breñas y espesu ro á todos los que estaban en aquella cibdad, para
ras grandes do se habian metido , é darían sobre la que fuesen á las partes de África, ó 4 otras quales
gente del real. El Rey, conociendo que en las guer quier ; é que pudiesen sacar sus bienes, excepto las
ras se debe poner remedio á todo lo que se puede armas é los mantenimientos y el artillería que en
recelar, mandó que otra noche siguiente la gente ella oviese. E si quisiesen ser siervos del Rey é de
del real esto viese apercebida ; y en la guarda de su la Reyna, é vivir en aquellas partes de su señorío,
tienda estovieron mil caballeros é fijos-dalgo ar que lo pudiesen facer, tanto que no fuesen en lu
mados, según que estovieron las noches pasadas. gares cercanos 4 la mar. Los moros de la cibdad
É luego se sopo de las guardas, como el Rey moro otorgaron de lo facer; é luego mandó el Rey al Co
era ido á la villa de Almufiecar, é de alli partió pa mendador mayor de León, que recibiese aquella
ra la cibdad de Almería, é tornó á la cibdad de cibdad é su fortaleza. E los moros apoderaron 4 él
Guadix. Los moros de la cibdad de Granada, sabi- con bus gentes en todo ello , é puso el pendón de la
454 CRÓNICAS DE LOS BEYES DE CASTILLA.
cruz, é los pendones del Apóstol Santiago é de las los tributos é rentas , según que fasta aquí los pa
armas reales en las torres del castillo ; é dio á los gaban á los Reyes moros. El Rey les aseguró sus
moros término de seis dias para que saliesen de la personas é bienes , é les prometió que les dezaria
cibdad , é para que vendiesen sus bienes muebles. vivir en la ley de Mahomad , é guardar sus buenos
E los moros entregaron al Rey fasta ciento é vein usos é costumbres. Otrosí les mandó qne quando
te christianos captivos Lomes é mugeres que tenían fuesen á sus heredades no llevasen armas , ni fue
en aquella cibdad. E los unos fueron i los Reynos sen á ningún lugar de moros que no estoviese á su
de África, é otros fueron á otras partes. obediencia , ni contraten con los que en ellos mora
Entregóse esta cibdad de Velezmálaga al Rey ren, ni los reciban en sus lugares ni en sus casas.
Don Fernando Viernes (1) á veinte é siete dias del Otrosi que no vayan á las villas é castillos que es
mes de Abril , en el año del nascimiento de Nues tán por el Rey, salvo una hora antes que se ponga
tro Redemptor Jesu Christo de mil é quatrooientos el sol. E que si algún moro ó moros de los que es
é ochenta é siete anos. Fundáronse luego en |laa tán captivos en tierra de christianos, ó algunos
mezquitas de aquella oibdad cinco iglesias; una á la christianos de los que están captivos en tierra de
advocaoion de Sancta María de la Encarnación, moros se soltaren, é viniere á los lugares ó casas
otra á la advocación de Santiago , otra á la advoca donde ellos moran que los no encubran, é que
ción de Santa Cruz , otra á la advocaoion de Sant luego que vinieren , los entreguen al alcayde que
Andrés, é otra a Sant Estovan : para las cuales la estuviere puesto por el Rey. E que ningún moro
Reyna embió cruces, é cálices, é ornamentos, é to entre en lugar ni villa de christianos con armas,
das las cosas necesarias al culto divino. Otrosí el salvo por llamamiento del Rey , ó de los alcaydes
Rey embió mandar á las villas é lugares que eran quo por el Rey fueren puestos. Otrosi , que si gen
en comarca de aquella cibdad, que las entregasen te de moros alguna viniere de los lugares contra
á las personas que embió á las recebir. E luego en rios á los lugares donde ellos moraren, que lo noti
tregaron los moros las villas é castillos de Bento- fiquen luego á los Alcaydes, ó gelos entreguen pre
miz, en la qual puso por Alcayde á Pedro Navarro sos, si los pudieren tomar. E que todo esto cumplan
y en la villa de Comarca puso á Pedro de Cuéllar, so pena do muerte , ó captiverio , ó perdimiento de
y en la villa é castillo de Canillas á un caballero bienes.
que se llamaba Apolo , y en Narija á Pedro de Cór
doba, y en la fortaleza de Xedalia á Juan de Hi- CAPITULO LXXIV.
nestrosa, y en la fortaleza de Competa á Luis de
Mena, y en la fortaleza de Almezia á Mosen Pedro Como el Rey partid de la cibdad de Velexmalaga para la cibdad
de Halaga.
de Sant Estovan. Otrosí vinieron á se ofrecer por
subditos del Roy é de la Reyna todos los que mo Proveídas las cosas que en la cibdad de Velez
raban en las villas é lugares de Maynete, é Bena- málaga y en su tierra fueron necesarias, el Rey,
quer, é Aboniayla, é Benadaliz, é Chimbechinlas, continando su conquista, acordó de ir sobre la cib
é Padalip, é Bayros, é Sitanar, é Bou ¡corran, Casis, dad de Málaga ; porque las tierras é provincias de
é Búas, é Casamur, Abistar , Xararaz, Ourbila, Ru- moros que los arlos pasados habia ganado, fuesen
bir, Alchouohe, Canillas de Abayda, Xauraca, Pi- seguras , é no guerreadas de las gentes que en aque
tarxis, Lacus Alharaba, Acuchayla, Albintan, lla cibdad estaban. E mandó cargar luego por la
Daytnas, Alborgi, Morgoza, Machara, flaxar, Co- mar la artillería , ó aparejar todos los navios de la
tetroz, Alhadaque, Alrnedira, Aprina, Alatin, Re- flota ; y él con sus batallas ordenadas por la tierra,
riza, Marro. E mandaron el Rey é la Reina, que é los navios por la mar, partió de la cibdad de Ve-
todas estas villas é lugares é alearlas , é todos los lez , é fué ese dia á poner su real á dos leguas de la
que morasen en aquellas sierras que llaman las Al- cibdad de Málaga ribera de la mar, cerca de un lu
puzarras, fuesen comprendidos so la jurisdicion gar quo se llama Bezmillana. E desde aquel lugar
de Velezmálaga. Vinieron los viejos é alfaqufes en embió á decir con bus mensageros á los de la cibdad
nombre de todos estos lugares , é de todos los otros de Málaga , que el Rey de Granada con gran pode
que son en las Alpuxarras, é parecieron ante ol Rey; rlo de moros vino á socorrer la cibdad de Vélez , ó
é juraron por la unidad de Dios que es un solo en que habia fuido ; é su gente fué desbaratada, é que
unidad , el que es vencedor, é alcanzador de las la cibdad de Velez gele habia entregado. Por ende,
cosas, sabidor de lo público é de lo secreto, é por las que embiasen ante él algunos diputados para dar
palabras del Alcorán que Dios embió por la mano la forma que se requeria en la entrega que le habían
do Mahomad su mensagero, que ellos é sus descen do facer de la cibdad ; é que les seguraría sus bie
dientes para siempre jamas serian siervos é subdi nes é daría libertad á sus personas, según lo habia
tos del Rey é de la Reyna, é después de sus dias fecho á los de las otras cibdades é fortalezas , que
serian leales subditos al Príncipe Don Juan su fijo sin fuerza de armas le habían seydo entregadas.
ó á sus desoencientes, é que obedescerian é compli- En aquella oibdad estaba estonces un capitán
rian sus oartas é mandamientos, é ferian guerra ó prinoipal, que se llamaba Hamete Zeli, á quien el
paz por su mandado. Otrosí que les pagarían todos Rey viejo habia encomendado la guardia dolía. E
con este capitán estaban gentes de los Comeres
(i) El cura de los Palacios dice que a tres de Mayo, cap. 78. que habían pasado de África para la defender. E
DON FEBNANDO É DONA ISABEL. 455
ansimosrao estaban otras gentes en las comarcas, tar , que parte la tierra de España con la tierra de
que se metieron en ella con sus mugeres é fijos é África. Está asentada en lugar llano al pié de una
bienes. Los qualos confiando en su grandeza, y en cuesta grande, é cercada de un muro redondo, for-
los fortalezas que tenia, y en la gente que la guar talescido de muchas torres gruesas, éoeroanas unas
daba, pensaron guardar la cibdad, é ser defendidos de otras. E tiene una barrera alta é fuerte , do an-
con las fuerzas della. simesmo hay muchas torres. E al cabo de la cibdad
Aquel capitán , considerando la fortaleza de los é al comienzo de la subida de la ouesta , está fun
muros é la mucha gente que tenia dispuesta para dado un alcázar , que se dioe el Alcazaba, oercado
los defender , tomó tan grand orgullo, que respon con dos muros altos é muy fuertes, é una barrera.
dió á los mensageros del Bey , que no le habia soy- En estas dos cercas podimos contar fasta treinta
do encomendada aquella cibdad para la entregar é dos torres gruesas, é de maravillosa altura é ar
como el Bey pedia , mas para la defender como ve tificio compuestas. E allende de estas tiene en el
ría. E los mensageros del Bey maltratados de los circuito de los muros fasta otras ochenta torres
moros, volvieron á dar esta respuesta; los quales medianas é menores, cercanas unas de otras. Deste
le informaron del estado de la oibdad , é de la mu alcázar sale una como calle cercada de dos muros,
cha gente que en ella habia ; é que el capitán con y entre muro é muro podrá haber seis pasos en an
los moros que con él eran , estaban en propósito de cho ; y esta calle con los dos muros que la guardan
poner todas sus fuerzas para la defender. Oida es van subiendo la cuesta arriba, fasta llegar á la
ta respuesta é comunicada entre los Grandes é ca cumbre, donde está fundado un castillo que se lla
pitanes que con él estaban , algunos fueron en vo ma Qibralfaro ; el qual por ser en lo mas alto , é te
to , que pues la cibdad de Velezmálaga era toma ner muchas torres, es una fuerza inezpunable. En
da , é la cibdad de Málaga por todas partes estaba esta otra parte de lo llano de la cibdad está una
cercada de villas é fortalezas que estaban por el fortaleza con seis torres gruesas é muy altas, que
Bey é por la Beyna ; poniendo guarda por la mar, se dice Castil de Oinoveses. E después están las ta
no era necesario que el Boy fuese sobre ella á la si rázanos torreadas con ciertas torres donde bate la
tiar ; porque guerreada de todas partes , en poco mar. T en una puerta de la ciudad que va á la mar
tiempo serian constreñidos á la entregar, pues por está una torre albarrana, alta é muy ancha, que
la parte de la mar ni por la tierra no tenían lugar sale de la cerca como un espolón, é junta con la
para Balir, ni entrar en ella. Otros algunos fueron mar. Otrosí tiene dos grandes arrabales puestos en
en voto, que pues el Bey habia movido su real con lo llano junto con la cibdad; el uno que está á la
propósito de ir á la sitiar é había llegado tan ceroa, parte de la tierra , es cercado con fuertes muros é
todavía la debia cercar. Porque si por estar cerca muchas torres ; en el otro que está á la parte de la
da de las fortalezas que estaban por el Boy en cir mar, habia muchas huertas é casas caídas. E las
cuito , los moros serian constreñidos á la entregar, muchas torres, é los grandes edificios que están fe
en mas breve tiempo la entregarían estando cer chos en los adarves y en estas quatro fortalezas,
cados de gente poderosa puesta á las puertas. Otro muestran ser obras de varones magnánimos, en
sí decían, que si el Bey no la sitiase, aunque la cib muchos é antiguos tiempos edificados , para guar
dad estoviese cercada por todas partes , podrían ve da de sus moradores. E allende de la fermosura
nir por tierra gran multitud de moros, é meter en que le dan la mar é los edificios , representa á la
ella mantenimientos , é bastecerla de gente, é de vista una imagen de mayor fermosura con. las mu
las cosas necesarias , cada que lo oviesen menester; chas palmase cidros, é naranjos, é otros árboles é
do lo qual se podría seguir guerra larga con aque huertas que tiene en grand abundancia dentro la
lla oibdad que estorbase la conquista que era co cibdad y en los arrabales, y en todo el campo que
menzada en todo aquel Rey no, é pues estaba tan es en sn circuito. Ceroa de aquel castillo alto que
cerca con tantas gentes, no debia esperar otro tiem habernos dicho que se llama Gibralfaro , está un
po en que mejor lo pudiese facer. El Bey, oídos los cerro igual con él en altura, é apartado por espacio
votos de los unos é de los otros, determinó depo de dos tiros de ballesta ; el qual tiene agrá é difici-
ner real sobre la cibdad. E otro dia por la mañana le la subida, porque es muy enhiesto por todas par
mandó á las gentes de la hueste que moviesen ade tes, salvo de la parte que mira al castillo. Este cer
lante, é los capitanes del armada, que partiesen con ro está puesto entre aquel castillo é una gran sier
todos los navios de la flota. E las batallas de la gen ra en tal lugar que la gente de los ohristianos no
te por la tierra, é los navios de la flota por la mar, podía pasar á poner real á la parte do están los po
llegaron en una hora sobre la cibdad de Málaga. zos del agua , ni donde son los arrabales : porque
los moros que los guardaban impedían el paso á los
CAPÍTULO LXXV. christianos. Quando aquel capitán moro vido venir
contra la cibdad las batallas de la gente por la tier
Del asiento de la cibdad de MSlaga, é como el Rey paso rol ra , é la flota de los navios por la mar , luego fizo
sobre ella.
tomar armas á los moros, é puso guardas en las
La cibdad de Málaga según nos pareció, es pues puertas y en las torres é muros , y en las otras fuer
ta casi en fin de la Mar de levante á la entrada de zas de la cibdad, é puso fuego á las casas de los ar
la Mar de poniente , é cerca del estrechó de Gibral- rabales que eran cercanas á los muros. E fizo salir
456 CRÓNICAS DE LOS I YES DE CASTILLA.
fuera á aquella parte de Qfbralfaro por donde la algunas veces los christianos acometían á los mo
gente de loa christianos venía, tres batallas de mo ros é los retraian fasta los meter por las cuestas al
ros. La una para que guardase aquel cerro, é la otra tas ; é otras veces los moros descendían contra los
estaba mas abaxo en una albarrada cerca del casti christianos, é se metían entre ellos oon tanto esfuer
llo por donde había de pasar la hueste , é la otra á zo, que parescía tener mayor deseo de matar chris
la parte de la mar encima de una cuesta alta. tianos, que de guardar sus vidas ; y en estas peleas,
Visto por las gentes de caballo é de pié que iban que duraron por espacio de seis horas el sonido de
en la delantera que la hueste no podía pasar si las trompetas, las voces, los alaridos, el golpear de
aquel cerro no se tomase, partiéronse en dos partes las armas, el estruendo de las espingardas é de las
algunos peones del reyno de Galicia, é pugnaron por ballestas de la una parte é de la otra eran tan gran
subir la cuesta que estaba á la parte de la mar. des, que todos aquellos valles resonaban. Elos chris
Otros algunos caballeros é fijos-dalgo de casa del tianos sintiendo muy grave no poder vencer á los
Bey é de la Reyna, cometieron á los moros que guar moros, é los moros deseando verter sangre de chris
daban el paso que era baxo del cerro por do había tianos, arremetían unos contra otros fasta que lle
de pasar la hueste ; é los unos é los otros peleaban gaban á se ferir oon las espadas é con los pulíales.
por estas dos partes con los moros. El Maestre de E tan grande era el deseo de la venganza , que pri
Santiago que llevaba la avanguarda, estovo quedo vaba al deseo de la cobdicia ; porque ninguno pug
con su batalla de gente de caballo en el valle que naba por oaptivar al enemigo aunque podia, salvo
es en aquel lugar entre grandes barrancos, facien por lo ferir 6 matar. Todas las otras batallas de los
do espaldas á los que peleaban á la una parte é á la christianos de pié é de caballo que quedaban en la
otra ¡ porque en aquellos lugares había tantas cues rezaga, no podían pasar adelante ; porque de la una
tas, que la gente de caballo no podia pelear sin parte estaba la mar é de la otra una sierra muy
gran dallo. Los peones del reyno de Galicia subie alta. E la senda que estaba en medio por do la gen
ron una vez con gran peligro la cuesta que estaba te pasaba era tanto estrecha é de tan fragosos pa
á la parte de la mar. Los moros quando los vieron sos, que la gente de caballo ni la de pié no podían
subidos en lo alto, fueron contra ellos con tan arre ir sino uno tras otro. Y el gran número de las bes
batado acometimiento, que lo fioieron venir fuyen- tias que llevaban el fardage é también la gente de
do la cuesta ayuso. Al pié desta cuesta estaban á armas é de pié, se empedian en aquellos pasos unos
caballo Don Hurtado de Mendoza , y el Comenda á otroB ; de tal manera, que aunque oían el estruen
dor mayor de León, é Rodrigo de ülloa, é Garcila- do de las armas y el sonido de las trompetas y el
bo de la Vega ; é con ellos habla otros fijos-dalgo alarido de los moros, no podian ir adelante en ayu
de la casa del Rey é de la Reyna. Los qnales reco da de los christianos que peleaban.
gieron la gente de pié que venían fuyendo ; é se Durante el tiempo de estas peleas, ciertas gentes
gunda vez esforzados por el Comendador mayor é de peones de las Hermandades é de otras partes , se
por los que oon él estaban, tornaron los Gallegos é aventuraron á subir lo agro de aquella sierra, é á
subieron la ouesta ; é ansimesmo los moros que vi gran trabajo pasaron adelante con siete banderas.
nieron contra ellos los ficieron fuir otra vez, é de- E puestos en la cumbre, mostráronse á los moros en
xar lo alto que habían ganado. E como el Comen aquella parte de Gibralfaro, donde defendían el
dador vido que era necesario ganar aquella cuesta, paso á los christianos. Los moros, vistas aquellas
embió decir al Maestre de Santiago, que le embiase batallas que venían contra ellos , retraxiéronse á
de su batalla algunos hornea á caballo, para 'que aquel cerro que habernos dicho que estaba entre la
con los caballeros que con él estaban por una par sierra y el oastillo de Gibralfaro. El Comendador
te, é los peones por otra , trabajasen otra voz por mayor é Don Hurtado, por la otra parte de la mar
subir la cuesta. E aunque el Maestre de Santiago donde estaban con los peones de Galicia é de otras
le embió á deoir que la pelea en aquel lugar era partes, cometieron tercera vez á subir aquella otra
peligrosa, é que debia quitar afuera la gente de ca cuesta. E como quier que la subida era muy agrá,
ballo é de pié que por allí peleaba, el Comendador pero Rodrigo de Ulloa é Garoilaso de la Vega é
mayor todavía continó la pelea por aquella parte otros algunos de caballo con ellos, comenzaron á
por ganar la cuesta. Entretanto que esta pelea pa subir por una parte ; y el Comendador mayor esfor
saba en aquel lugar, los otros caballeros que habe zando los peones gallegos para que subiesen por el
rnos dicho peleaban con los moros que guardaban otro cabo, subieron á lo alto de la cuesta. Los moros
el oerro alto, que es cercano al castillo de Gibralfa- tirando saetas y espingardas como las otras dos
ro. E porque los moros conocieron que la dispusi- veces habían fecho, vinieron contra ellos. E los
cion del lugar do los christianos estaban era á su christianos ficiéronles rostro, especialmente un al
gran ventaja, arremetieron contra ellos ; los quales férez de los peones de Mondofiedo que se llamaba
no podiendo sofrir la fuerza do los moros, volvie Luis Mazoda, sufrió el roció acometimiento que los
ron las espaldas fuyendo un recuesto abaxo é los moros luego ficieron, é se metió con la bandera que
moros los siguieron tirándoles saetas y espingardas, traía entre ellos. E algunos gallegos é castellanos
fasta que se retraxieron á la batalla del Maestre de que le siguieron, pelearon con tan gran denuedo con
Santiago que estaba cerca. E luego los unos por tra los moros, que los ficieron fuir é retraer al cas
una parte é los otros por otra, tornaron á pelear ¡ é tillo de Gibralfaro.
DON FERNANDO S DONA ISABEL 457
Visto por los chriítianos que peleaban por esta aloayde de Atienzá ; é fué puesta otra do estaban
otra parte de Gibralfaro, como los moros que pelea Pero Vaca é Carlos de Arellano, capitán de la gen
ban por la parte de la mar se habían retraído, co te del Duque de Medinacili. E cerca desta tenia
mo qoier qne la subida del cerro era tanto áspera otra Hernán Carrillo ; é junto con esta tenia otra
que á gran pena lo podían subir ; pero mucho mas estanza Jorge de Beteta, alcayde de Soria ; -ó cerca
la voluntad que la posibilidad, les fizo acometer á de esta tenia otra estanza Miguel Dansa ; é después
lo subir : porque veian, que si aquel cerro no se to desta estaba otra que tenia Francisco de Bovedi
mase, la gente de la hueste no podía seguramente lla; é luego oerca desta tenia otra estanza Diego Ló
pasar é poner real en los lugares donde estaba acor pez de Ayala. Todos estos capitanes con las gentes
dado. E oomo las cosas aunque difíciles, la fervien de sus capitanías , tenían estas estanzas en toda
te voluntad de las haber las face fáciles, dellos ca aquella parte que desciende desde el oerro alto cer
yendo , dellos levantando , unos por unas partes, cano á Gibralfaro, fasta dar en la mar. E desta otra
otros por otras, tirando é recibiendo tiros de pie parte de la cibdad que viene desde Gibralfaro ro
dras é de espingardas é ballestas, posponiendo la deando por los arrabales, mandó poner otras es-
vida por haber loable fama, subieron el cerro; é tanzas en esta manera. Al alcayde de los Donceles
los moros que lo guardaban , cansados é muchos mandó tener una estanza contra una parte de la
dellos ferídos , se retraxieron foyendo al oastillo. cibdad que dicen la puerta de Granada ; é porque
Oomo los ohristianos que alli peleaban se apodera esta tenia grande espacio de tierra, mandó estar
ron del oerro, luego el Rey con toda la hueste pudo con él cierta gente del Duque de Medinasidonia é
pasar adelante, sin haber el peligro que de aquel lu del Duque de Alburquerque. E después desta tenia
gar se esperaba. B porque en aquellas peleas y es otra estanza el Conde de CHfuentes con la gente de
caramuzas se pasó todo lo mas del dia, é la gente de caballo é de pié de la cibdad de Sevilla ; é ceroa desta
la hueste llegaron tarde é fatigados, dellos de las mandó tener otra al Conde de Feria é al Comenda
peleas, dellos del trabajo que ovieron en los malos dor mayor de Oalatrava ; é oeroa desta tenia otra
pasos del camino , no se pudo esa noohe asentar el el Clavero de Calatrava con la gente de su capita
real en los lugares donde convenia. T el Rey, acom nía é con la gente del Maestre de Calatrava é Alon
pañado de algunos Grandes é caballeros de su hues so Enriques, capitán de la gente de Ecija. E cerca
te, andovo esa noohe poniendo estanzas contra la desta tenia otra estanza el Conde de Benavente, con
cibdad, é guardas é sobreguardas y escuchas para el qual mandó que estoviese Pero Carrillo de Al
sentir qualqnier movimiento que los moros quisie bornoz con la gente de su casa , é con la gente del
sen facer. Otro dia por la mañana se asentaron las Arzobispo de Sevilla que tenia en su capitanía ; en
tiendas del Rey en un lugar ; é allí fueron aposen otra estanza cerca desta estaba el Conde de ürue-
tados los oaballeros que andaban en su guarda ó fia, é Don Alonso Señor de la Casa de Aguilar; otra
todos sus ofioiales. En otro lugar cercano á la mar estanza cerca desta tenia el Duque de Náxera, con
fueron aposentados los Maestres de Santiago 4 de el qual estaba un capitán del Rey, que se llamaba
Alcántara con otros capitanes. En otro lugar esta Hernán Duque, con la gente de su capitanía; é
ban las gentes de caballo é de pié de algunas cib- cerca desta estaba otra estanza que tenia Don Fa-
dades é villas de las montanas. En otro lugar esta drique de Toledo, é con él estaba Juan de Almaraz
ba el artillería é las gentes de pelea que la guarda é Alonso Osorio, capitanes, con las gentes de sus
ban, é los oficiales que labraban de contino el fierro capitanías ; cerca desta tenia otra estanza Don Hur
é las piedras é las maderas é otras cosas que eran tado de Mendoza con la gente del Cardenal de Es
necesarias. paña ; é junto con ella tenia otra estanza el Conde
de Cabra ; é oeroa desta tenia otra estanza el Comen
CAPÍTULO LXXVL dador de León ; é cerca desta estaba otra que tenia
Como se asentaron las estanxas contra la cibdad de Mílaga. Garcifernandez Manrique con la gente de la cib
dad de Córdoba ; é cerca desta estaba otra estanza
Como el real fué asentado, luego acordó el Rey que tenia el Maestre de Alcántara, con el qual man
de poner las estanzas contra la cibdad en los luga dó el Rey que estoviese Antonio de Fonseca, é An
res donde convenia, é fortalescer de tapias é cavas tonio del Aguila , capitanes, con las gentes de sus
aquel cerro que estaba contra el castillo de Gibral- capitanías ; é luego junto con esta estanza estaba
faro ; é mandó estar en él dos mil é quinientos de el Maestre de Santiago , é con él estaba Puertocar-
caballo é catoroe mil homes á pié, é fornecello de rero, Señor de Palma. E porque andando en torno
tiros de pólvora. E dió el cargo principal para lo de la cibdad, desde la una parte de la mar fasta la
guardar al Marques de Cáliz ; é mandó al provisor otra habia grand espacio de tierra, convino ceñirla
de Villafranca, que con algunos peones de las Her con todas estas estanzas, porque estoviese cercada
mandades estoviese con el Marqués en ciertas es- de todas partes. E todas fueron fortificadas de ca
tanzas. E cerca de las estanzas del Marqués mandó vas é baluartes, é repartidos en ellas espingarderos
tener otra estanza á Don Martin de Córdoba con la é ballesteros, é otros homes de pelea que las guar
gente de su capitanía ; é junto con es^a estanza se daban. Otrosí mandó el Rey á Mosen Requeeens
puso otra que tenia Hernando de Vega ; é cerca Conde de Trevento, é á Martin Ruiz de Mena, é á
desta estaba .otra estanza que tenia Garci Bravo, Arriaran, é á Antonio Bernal, capitanes de lá floté
U6 CBÓNIOAS DE LOS BEYES DE CASTILLA.
que estaba en la mar, que en las noches pusiesen
juntas todas las naos é las galeras é las caravelas é CAPÍTULO LXXVII.
todas las otras fustas, por manera que ciñesen la
cibdad por la parte que la cerca la mar. Los moros Como se combatió mi parte del arrabal de Alaga.
estaban, proveídos de muchas lombardas é otros Según habernos recontado, el un arrabal de la
tiros de pólvora, é oficiales artilleros, é de todas las oibdad tenia los muros fuertes, ó poblados de mu
otras cosas necesarias para se defender, é ofender. chas torres. E porque su circuito era grande, los
E quando vieron el real del Bey asentado en aque moros tenían en él sus ganados, é habían lugar de
llas partes, oonoscido el lugar donde la tienda real salir á pié é á caballo á pelear ; é peleaban tantas
estaba, tiraron á ella tantos tiros de truenos é buza- veces oon los que guardaban las estatizas, que fa
nos, que fué necesario de la mudar, é poner tras cían á las gentes del real estar armados para los
una cuesta en lugar mas seguro. combates que continamente les faoian. E por esclu
Asentados los reales é las estancas en torno de la sar aquel daño, é porque ganándose una gran torre,
cibdad, luego el Bey mandó sacar de las naos el ar que está en el esquina de la cerca, se ganaba gran
tillería que babia venido Bobre Velezmálaga, é traer parte del arrabal , el Bey mandó asentar contra ella
las lombardas grandes, que por el impedimento del ciertas lombardas , las qualea derribaron parte del
camino fragoso babian quedado en la cibdad de An muro que había de torre á torre, é las almenas é to
tequera. Llegó ausimesmo por la mar un caballero das las defensas que aquella torre é otras cercanas
que se llamaba Don Ladrón de Guevara con dos naos á ella tenían por la parte defuera. El Conde de Oí-
armadas que venian de Flándes, en las qualea el fuentes é Juan de Almaraz é Hurtado de Luna ca
Bey de los Romanos fijo del Emperador, embió al pitanes, é otros fijos-dalgo de la casa del Bey é de la
Bey ciertas lombardas é tiros de pólvora, con todos Beyna, visto que con menor peligro podían comba
los aparejos que eran necesarios. Otrosf para facer tir el muro, por ser derribadas las defensas que te
los pertreohos é proveimientos del artillería, había nia por defuera, llegaron oon algunos pertrechos á
muchos oficiales terreros, carpinteros, aserradores, aquella torre, é pusieron las escalas. Los moros por
hacheros, fundidores, albafiies, pedreros que busos- que en lo alto no tenían defensas, desoendieron á
ban mineros de piedras, é otros pedreros que las la una bóveda de la torre, é desde aquel lugar echaron
braban , é azadoneros, carboneros que tenían cargo pez é resina oon lino é con cáñamo, é quemaron las
de facer el carbón para las fraguas, y esparteros que escalas, é los otros pertrechos que estaban arrimados
facían sogas y espuertas. Y en cada uno destos ofi á la torre. Los christianos por los muchos tiros que
cios habia un ministro, que tenia cargo de solicitar los moros facían, fueron constreñidos por aquella
los oficiales, ¿ darles todo lo que era necesario para la hora de apartar el combate. E porque luego salieron
labor que faoian. Otrosí andaba gran número de car de la cibdad muchos moros para defender aquella
retas, é con cada cien oarretas era diputado un mi torre, el Bey mandó al Duque de Náxera, é al Co
nistro que tenia maestros, á quien dába los aparejos mendador mayor de Oalatrava, que viniesen al com
necesarios para las reparar. E habia otros maestros bate con bub gentes. Otro dia por la mañana los
de facer pólvora, la qual se guardaba en cuevas que christianos traxieron otros pertrechos é tornaron á
facían debaxo de tierra trecientos homes repartidos poner las escalas, é subieron por ellas á la torre, é
de noche é de día para la guardar. E mandó el Bey pusieron en ella las banderas de los capitanes.
traer de las Alxeciras que estaban despobladas, to Los moros, visto que los christianos la habían se
das las piedras de lombardas que el Bey Don Alon ñoreado, asentaron dentro en el arrabal algunos ti
so el bueno su trasbisabuelo fizo tirar contra aque ros de pólvora con que tiraron á la torre por derri
llas dos cibdados quando las tovo cercadas. bar las defensas que amparaban en ella á los chris
Después que el artillería fué llegada al real, ó tianos que habían subido. É con gran peligro de las
fueron fechos los aparejos que se requerían para piedras y esquinas que tiraban de alto, llegaron los
que tirasen, el Bey mandó á Francisco Bamirez, ca moros al pié de la torre , é cavaron cierta parte de-
pitán del artillería, que ficiese subir á la cuesta Ua , é pusiéronla en cuentos para la derribar. Los
grande que guardaba el Marqués de Cáliz contra el obristianos , por socorrer á Iob que habían subido,
castillo de Qibralfaro, cinco lombardas gruesas é llegaron con pertrechos al muro, que estaba ya
otros tiros medianos é pequeños. Y en la estanza tanto derribado de las lombardas , que podían ver
del Marestre de Santiago, que es cercana á la huer á los moros que peleaban de dentro. É por aquel lu
ta que dicen del Bey, mandó asentar seis lombardas gar, los christianos pugnando por entrar é los moros
con otros tiros do pólvora ; é los otros tiros se re defendiendo la entrada , duró la pelea entre ellos
partieron por otras partes, do fué acordado por los todo aquel dia é la noche siguiente. Otro dia los mo
artilleros. E para facer los lugares do se habían de ros con los tiros que ficieron derribaron algunas al
asentar las lombardas, fué necesario grande guarda, menas que en la torre habían quedado por la parte
porque los moros tiraban tantos tiroB de pólvora é de dentro; é porque aquellas defendían á los christia
de saetas contra los que facían los asientos, que no nos que estaban en lo alto , fueron constreñidos de
podían estar seguros ; ó convino facerlos de noche, baxar á la bóveda de la torre que los moros habían
é con grandes amparos, para escapar del daño que desamparado. Los moros , visto que con todas sus
los moros facían con su artillería. fuerzas no podían lanzar los christianos de la torre,
DON FERNANDO É DOÑA ISABEL. «9
pusieron fuego á los cuentos de madera , é cayó una pos; se pasaban á los moros , é les informaban des-
parte della con algunos de los christianos que la de tas cosas, ó agraviándolas mas en dicho que eran en
fendían. Los otros que quedaron con gran pena del fecho, leB decían que las gentes del real estaban
humo é de los tiros que facian los moros, defendie mal contentos, é que se iban de dia en dia sin lioen-
ron la torre fasta que otros ovieron lugar de subir á cia del Rey é de sus capitanes. E allende desto les
los socorrer. B dospucs que la sonoroaron, tiraron daban á ontondor quo la Reyna, temiendo la pesti
della tantos tiros de piedras y espingardas, que ma lencia, escrebia de oontino al Boy, suplicándole quo
taban é ferian muchos de los moros que la comba ficiese luego alzar el real , é que embiaba á mandar
tían por la parte de dentro. É los christianos que á los Grandes que con él estaban, que gelo conse
combatían por defuera , pudieron subir al muro , é jasen , por el recelo que habia de algún daño que
saltando el fosado que los moros habian fecho por por esta causa acaeciese en sus gentes. Y estos ma
de dentro, pasaron adelante peleando con los moros los christianos amonestaban á los moros, que pues
por espacio de tres horas. E allí fué necesario el es eran tantos é tan escogidos homes que se detuvie
fuerzo del corazón juntamente con la fuerza de las sen, é no ficiesen partido de entregar la cibdad al
manos , porque la pelea en aquellos lugares fué tan Rey , pues que el real no podía allí durar. Los mo
fcrida , que no se ganó paso de aquellos arrabales, ros quo ligoramente creen las cosas que desean, es
que no fuese regado con sangre de los unos é de los forzábanse , ó crescíales mas su pertinacia, pensan
otros. Al fin los moros, quando no pudieron sofrir la do sor verdad lo que aquellos malos christianos les
fuerza de los christianos , se retraxioron á la cibdad, docian. E mostrando sus fuerzas para defender la
é los christianos los siguieron firiendo ó matando cibdad , facian en los lugares menos fuertes grandes
algunos dellos ; é ansí quedaron apoderados de toda fosados é palizadas, é todos los dias salían á pelear
la mayor parte de Iob arrabales. Otro dia Don Hur con los christianos que guardaban las estanzas.
tado de Mendoza combatió un portillo que estaba Como el Rey fué informado que los moros creían
en el maro del arrabal por aquella parte donde te que la Reyna procuraba que so alzase el real , á fin
nia su estanza, é peleando con los moros entró con do los quitar do aquel propósito embió decir á la
su gente , é ganó una torre que estaba cercana de Reyna, que para la brevedad de las cosas de aque
aquel portillo. E algunos de sus escuderos é peones lla conquista convenia que ella viniese en persona,
tendiéronse por las calles é otros lugares del arrabal y esto viese en aquel sitio ; porque los moros por ex
que no sabían. Los moros, que conocían las en periencia viesen la voluntad que él y ella tenían de
tradas é pasos de aquellas calles, salieron por otra permanescer en aquel cerco , é de lo no alzar por
parte , é atajaron á aquellos que andaban desman ninguna cosa que ocurriese fasta ganar la cibdad.
dados , é pelearon con ellos , é á unos firieron, é á Quando la Reyna fué certificada destas cosas por
otroB mataron ; otros se retraxieron al portillo que las cartas é menBageros del Rey , acordó de venir al
habian ganado. Y el acometimiento que los moros real, pensando que si los moros sopiesen de su ve
ficieron contra los christianos fué tan arrebatado, nida , se dexarian de la esperanza que aquella falsa
que aquellos que estaban sobre la torre que habian información les habia dado , é que entregarían lue
ganado, perdido el sentido se dexaron caer della , é go la oibdad. Otrosí se movió á venir, porque ocur
la desampararon con toda aquella parte del arrabal. rían algunas cosas , ansí tocantes al dinero que era
E ficierau los moros mayor daño en los christianos, necesario para sostener la guerra , en que ella prin
salvo que Don Hurtado socorrió con la otra gente, cipalmente proveía, como en otros negocios arduos
é peleando con los moros , los retraxo fasta los me de sus Rey nos que continamente ocurrían ; los qua-
ter por la cibdad ; é tornó á recobrar la torre que los les era necesario comunicar con el Rey, é reoebian
suyos habian desamparado. algún detrimento por no se platicar con él.
Como la Reyna vino al real fué recebida por el
CAPÍTULO LXXVIII. Rey, é por los Grandes é caballeros; é comunmente
por todas los gentes de la hueste con gran placer,
Como la Rejni ilno al real de Malaga, é de lai cosas que ende pa porque su venida les pareció ser alivio de los traba
saron. jos pasados , é se esforzaron mas para los continar.
En algunos lugares de los que son en comarca E algunos caballeros é fijos-dalgo , é otros mance
de la cibdsd de Málaga, habia en aquellos dias pes bos dados á virtud que no habian seydo llamados
tilencia, é las gentes de la hueste por esta causa es este año para la guerra , sabido que la Reyna esta
taban en temor recelando no la ovieso en el real. ba en el real , so movieron A venir por sus personas
Otrosí acaesció algunas veces haber carostía en los á la Borvir. Venida la Reyna al real , luego el Rey
mantenimientos, quando las fustas por la mar é las mandó apretar mas el cerco, é facer cavas é paliza
recuas que los traian por la tierra, tardaban en ve das en los lugares donde era mas necesario. E man
nir con ellos. E como en las grandes huestes suele dó á un intérprete que fablase con los de la oibdad,
acaescer, que algunos murmuran é Be quexan quan faciéndoles sabor como la Reyna era venida al real,
do semejantes cosas ocurren , algunos malos chris é que estaba en propósito con el ayuda de Dios de
tianos de livianos sesos é dañados deseos creían que permanescer en aquol cerco , é de lo no alzar por
el Bey por estas causas no se podría allí sostener ; ningún caso que acaesoiese faBta ganar la cibdad.
é con gran daDo de sus ánimas é peligro de sus cuer- Por ende que se dexasen de qualesquier palabras
CRÓNICAS DENLOS BEYES DE CASTILLA.
160
que contra esto les fuesen dichas, pues veían no ser no aceptar ni oir partido alguno, que por los chris
verdaderas ; é que entregasen luego la oibdad , y el tianos le fuese ofrescido. Los mercaderes é otras
Bey é la Royna se habrían piadosamente con ellos, gentes pacificas de la cibdad , á quien la manera de
é les darían segnro para que pudiesen ir libremen su vivir habia fecho ágenos del uso de las armas,
te con sus bienes á las partes de África ó de España, fueron puestos en turbación tal , que ni pensaban
según lo habia dado á los de Yelezmálaga. E que no tener amparo ni lugar seguro á su vida ni de sus
esperasen tiempo tal que su rebelión dañase á su mugeres é criaturas, ni sabian si era buena aquella
vida é á su libertad , para que no pudiesen librar á defensa que se facia , ó si era mejor consejo entre
sí ni á sus mugeres é fijos de muerte 6 de cautive gar la cibdad al Rey ; porque el miedo de los ohrís-
rio. Oída por los moros esta amonestación, luego tianos que los guerreaban de fuera , é la fuerza de
aquel capitán Hamete Zeli, é otro capitán de la los Gomores que los señoreaban de dentro , les pri
gente de los Oomeres, que se llamaba Aliderbart, vaba el entendimiento para haber consejo.
menospreciando el beneficio de la libertad que por
parte del Rey é de la Royna les fué ofrescido , no CAPÍTULO LXXDL
quisieron responder, ni dieron lugar que moro nin Da la pelea que le oto con los de la fortaleza de Glbralbro.
guno respondiese á la fabla que les fué fecha; é
continuaron en mayor rebelión , teniendo confianza Las lombardas que el Rey mandó asentar contra
en la fortaleza de la cibdad , y en la gente que te el castillo de Qibralfaro , tiraron algunos dias á una
nían para la guardar. Otrosí tenían esperanza que torre la mas alta de aquel castillo , é otra menor
aquel sitio no podía durar muchos días, por las llu que estaba cerca della , é á un muro que habia en
vias que en aquella tierra suelen oaer , las quales tre ambas estas torres ; á derribaron gran parte del
traerían toda la gente de la hueste en perdioion si muro é de las torres , de manera que parescia no
allí esperasen. E también porque aquella cibdad no quedar defensa ninguna á los moros para se ampa
tiene puerto , é su playa es tan peligrosa á los na rar en ellas, si el castillo por aquella parte se com
vios en tiempo de fortuna, que ninguno puede es batiese.
tar en ella ; y esperaban que con la primera tor Los moros , visto aquel daño , luego ficieron por
menta las fustas de la flota peligrarían , 6 les seria de dentro un fosado é lo fortalecieron con palizadas
forzado de ir á otros puertos, y ellos habrían liber é tapias, de manera, que la entrada por allí fuera
tad por la mar de ir á África , é los de África venir peligrosa á los christianos. Algunos capitanes que
i la cibdad á la socorrer con las gentes é provisio dubdaban de la defensa que los moroB ficieron por
nes que oviesen menester. Ansimesmo pensaban de dentro , consejaban que el castillo se debía com
que acaescerían en el real otros algunos inoonvi- batir, pues las lombardas habian derribado todas
nientes de los que suelen acaescer en las huestes las defensas que loa moros podían tener en aquella
que están muchos dias en el campo. Y estas espe parte. El voto de otros era que no se debía cometer
ranzas que los moros tenían , les dieron esfuerzo el combate ; porque sospechaban que los moros ha
para se defender é poner dobladas guardas en to bian fecho las defensas que ficieron. E decían, que
das las fortalezas é muros de la cibdad. Para lo si el muro se ganase, aquello seria á gran peligro
qual se dividieron en quadrillas cada una de cien de los christianos ; é aunque lo entrasen , la entra
hoines con un capitán , los unos para rondar, otros da serla sin provecho, porque no podrían pasar
diputaron para que saliesen á pelear, otros manda adelante por la gran cava é defensas que los moros
ron que estoviesen sobresalientes para socorrer á ios ternian fechas por las partes de dentro. Al fin de al
que peleasen ; é todas estas gentes proveyeron de gunas pláticas fué acordado que cesase el combate;
armas ó de muchas espingardas é ballestas é otros pero que el Marqués de Cáliz aceroase mas su estan-
tiros de pólvora. Armaron ansimesmo por la mar za al castillo por aquella parte de las torres derri
seis albatozas é fornesciéronlas de gente é de mu badas ; é que esto se podia facer seguramente , pues
chos tiros de pólvora. E defendieron que ninguno que los moros no tenían defensa alguna donde lo
de los moros respondiese á los christianos á qual- podiesen resistir. El Marqués, visto el acuerdo que
quier fabla que les dixesen ; é ni ellos entre sí unos sobre esto se ovo , aunque dubdoso de llegar su es-
con otros fablasen en dar la cibdad por qualquier tanza tanto cercana al muro ; pero porque no pares-
partido que les fuese fecho, so pena de muerte. ciese refusar qualquier trabajo aunque fuese peli
Ovo algunos moros que en su fabla mostraron vo groso, fizo llegar su estanza cerca del castillo quan-
luntad de responder á los christianos, ó que no pa to un tiro de piedra de la mano.
recían tanto diligentes en la defensa de la cibdad ; Los moros, visto que los christianos se habian lle
y estos tales luego fueron muertos ó feridos por gado tan cerca , salieron fasta dos mil dellos dando
aquellos Qomeres ó por sus capitanes, sin esperar grandes alaridos é tirando tiros de saetas é piedras
dellos razón alguna. E con estas muertes ó ferídas y espingardas. E con el acometimiento arrebatado
que dieron á algunos, todos estaban tan atemoriza que suelen facer, pasaron las defensas que tenia el
dos, que ninguno osaba fablar con otro á parte , ni estanza que habia acercado el Marqués, é firieron
mostrarse negligente en fecho ni en dicho, que to é mataron algunos de los que la guardaban; é fue
case á la defensa de la cibdad. É cada uno pensaba ron mas adelante peleando con los christianos que
de mostrar el esfuerzo ,6 de lo poner á otros, é de venian á ayudar á los que estaban en el estanza. El
CON FERNANDO E DOÑA ISABEL 4CÍ
Marqués é Don Martin de Córdoba, é Garci Bravo, é otras gentes de la cibdad facían planto é gemíanlas
Alcayde de Atienza , é algunos de los gallegos con muertes é las feridas de bus fijos é de sus maridos é
ans capitanías, é otras gentes de las Hermandades de otros sus propíneos , é la destruioion que todas
que estaban en otras estanzas cercanas á la del horas veían de su cibdad, pero si alguno mostraba
Marqués , salieron luego 4 resistir los moros. E por desear concordia por escusar aquellos males, los
los grandes barrancos é quebradas que Labia en GomcreB , gente inhumana, ó lo mataban , ó lo ator
aquellas cuestas , pelearon á pié unos contra otros mentaban , de manera, que ninguno osaba mover
con tanto denuedo, que llegaban á se ferir con las trato de concordia con el Rey é con la Reyna.
espadas é con los puñales ; é los unos caian muertos Aoaesció un día que algunos homes pacíficos de la
de las feridas , otros rodaban al fondo de las cues cibdad secretamente se concordaron de embiar un
tas. É los moros peleando á su ventaja, é los chris- moro con una cédula de creencia al Rey é 4 la
tianos á su peligro por la dispusieron de los lugares, Reyna, para mover con ellos trato de les entregar
duré la pelea por espacio de una hora, fasta que la cibdad por una parte que ellos entendían haber
acudieron mas gentes que fioieron retraer á los mo para dar la entrada , con seguro que oviesen para
ros. En esta pelea fueron muertos Garci Bravo, Al las vidas é bienes é libertad de sus personas é de
cayde de Atienza, é Iñigo López de Medrano, Be- todos los que estoviesen en la cibdad. Este moro sa
flor de Cabanillas , é Gabriel de Sotomayor, é otros lió secretamente é fué tomado por las guardas é
dos capitanes de los gallegos, que se llamaba el traído al Rey é 4 la Reyna. Los quales oida su em
uno Pedro Pamo y el otro Vasco de Meyda , é otros bazada, le dixeron que les placía dar seguro 4 todos
tres capitanes de las hermandades , é algunos peo los de la cibdad en la forma que lo suplicaban. É
nes gallegos é castellanos ; é fué el Marqués ferido como el moro tornase con la respuesta por aquel lu
de una saeta en el brazo , al qual no falíeselo fuer gar é 4 la hora asentada con aquellos que le embia
za en aquel lugar , pero falleció lugar para usar de ron, las guardas de los moros Comeres que le vieron
bu fuerza, porque la aspereza de los barrancos lo venir, queriéndole prender, lo firieron. Y el moro fe
impedia ; é fueron fétidos otros muchos. rido escapó de sus manos é pudo volver fuyendo al
Gomo los moros fueron retraídos al castillo, lue real , é murió de las feridas que le dieron.
go el Marqués , visto el gran peligro é poco prove
cho que se habia en tener la estanza tan cerca del CAPÍTULO LXXXL
castillo, fizóla retraer al lugar donde primero esta De la eerea qae se lito, 6 de la guarda qne el Rey é la Herna man'
ba. É cesó ansimesmo el consejo que algunos daban daron poner en las estarnas.
para que se combatiese , por el peligro que pareció
en la gran defensa é mucha gente de moros que lo Los moros salían de la cibdad 4 pelear por todas
guardaban. partes con los que guardaban las estanzas puestas
en la tierra, é con sus albatozas con las gentes que
CAPÍTULO LXXX. guardaban la mar : de manera que las peleas no ce
saban por la mar é por la tierra. E por alguna rele
Como fállesela li poitora, é de la provisión que se lio pan la vación de los trabajos que las gentes del real habían
haber.
después que fueron ganados la mayor parte de los
Las lombardas é otros tiros del artillería, no cesa arrabales, el Rey mandó poner las estanzas cercanas
ban de tirar por todas partes tan continamente que 41os muros de la oibdad.E porque eran muchas écon-
fallesció la pólvora. El Rey é la Reyna embiaron venia que estoviesen bien fortalesoidas con cavas é
luego tres galeras , una á la cibdad de Valencia, palenques é otras defensas é fornesoidas de gentes é
otra á la cibdad de Barcelona , é otra al reyno de pertrechos é de otras cosas necesarias; el Rey dio car
Sicilia, para que traxiosen pólvora. Otrosí embia go 4 tres caballeros de su hueste para que todos los
ron ¡al Rey de Portogal , á le rogar que embiase la días anduviesen por el circuito de la cibdad prove
mas pólvora que se pudiese haber en su reyno, é de yendo 4 los de las estanzas de las cosas que les eran
todas partes fué traida gran cantidad de pólvora ; necesarias. El uno destos caballeros era Garcilaso
pero los tiros eran tantos é tan continos, que se gas de la Vega, el otro se llamaba Juan de Zúfiiga , y el
taba toda la que se traía por la mar é por la tierra. otro Diego de Atayde; é cada uno destos andaba
Los moros, confiando en sus fuerzas, salían á pelear por su parte proveyendo las cosas que eran menes
algunos dias contra unas estanzas , otros días contra ter para fortificar las estanzas , de tal manera que
otras, según veían la dispusioion de los lugares los moros no pudiesen salir como muchas veces sa
contra quien mas dafio podían facer ; é ningún día lían 4 pelear con los que las guardaban. É porque
pasaba que no peleasen por dos ó tres partes. E tan en aquellas partes que descienden de las cuestas al
continas eran las peleas , que convenia á los ohris- tas de Gibralfaro fasta la mar , las estanzas no se
tianos estar todas horas en las estanzas armados é podían bien fortificar con cavas é palenques , por la
aperoebidoa, recelando ser acometidos por los mo indispusicion de los lugares, el Rey é la Reyna man
ros. É destas peleas caian algunos muertos é otros daron que se ficiese una gran cerca que guardase
feridos , que se retraían 4 las tiendas que se deeian toda aquella parte que rodea la cibdad desde la for
el Hospital de la Reyna, donde eran curados. taleza de Gibralfaro hasta la mar, é desta otra parte
E como quíer que loa moros viejos 6 las jnugeres fasta llegar 4 los arrabales; é luego fué fecha de
462 CRÓNICAS DE LOS El 3YES DE CASTILLA.
tres tapias en alto ; é ficiéronse en ella algunos por otras, algunos caballeros 6 capitanes, recelando
tillos , é mandaron poner en ellos gentes que los que en la dilación del tiempo podrían venir lluvias
guardasen. É con esta cerca, todos los que guardaban ó recrescerse otras cosas que ficiesen alzar el cerco,
aquellas partes estaban mas seguros; porque los consejaban al Rey, que debia mandar combatir la
moros no habian lugar de salir á dar en los chris- cibdad por aquella parte que guardaba el Maestre
tianos , ni de facer tanto daño como facian con los de Santiago, donde las lombardas habian derriba
tiros que tiraban del muro é torres de la cibdad. do algunas almenas é otras defensas de las torres é
i del muro : porque entendían que después que los
CAPÍTULO LXXXÍI. moros perdieron los arrabales, no tenian aquellas
fuerzas que solian tener para defender ; é que si
De los Consejo» que se ovieron , si se debía combatir la cibdad viesen llegar los pertrechos al muro , por ventura
de Halaga. vernian en alguna fabla para entregar la cibdad.
En el real habia grand abundancia de manteni El voto do otros era, que por agora no se debia
mientos | porque todos los dias venían navios de cometer el combato , porque los muros é barreras
los puertos de la mar que son en el Andalucía, car de la cibdad eran muy fuertes é altos , é tenian tor
gados de provisiones é de las otras cosas necesarias. res grandes é cercanas unas de otras, é habia den
Algunos moros de Africa, sabido el cerco que esta tro mucha gente que las defendía. E oomo quíer
ba puesto sobre aquella cibdad , armaron de sus que el artillería habia derribado las almenas é de
fustas , é puestos en el estrecho de Gibraltar , to fensas del muro é de algunas torres, aquello era
maron algunos barcos de aquellos que continamen en solo una parte de la oibdad , é que las otras par
te iban é venian con bastimentos é provisiones. E tes estaban sanas é con enteras defensas. Decían
por esta causa mandó el Rey á los capitanes de la ansimesmo , que para combatir tan grande cibdad,
flota , que pusiesen en aquella parte navios armados eran necesarios muchos mas tiros de lombardas
que guardasen la mar. gruesas de los que habia, para que ficiesen portillos
Otrosi algunos malos christianos , que según ha en muchos lugares de la cerca, por donde la gente
bernos dicho se aventuraban á entrar en la cibdad, podiese combatir, é los moros de dentro no pedie
informaban á los moros del estado del real, dicién- sen socorrer á todas partes. E que combatiéndose
doles los que eran muertos é feridos , ó loa trabajos solamente por aquella parte , podrían peligrar mu
é dolencias que padesoian ó rocolaban padescor las chos ó do los mejores do la luíoste : porque aquellos
gentes de la hueste. Otrosi les decían , que los mo son los que con mayor esfuerzo osan ponerse 4 los
ros de allende tenian en la mar navios armados en peligros. E por tanto decian que el combate debia
su favor, é que escusaban los mantenimientos que cesar, fasta que mas é mejores partes del muro fue
venian al real. E que las gentes déla hueste no po sen derribadas. Otrosi decian que debían esperar
diendo sofrir estos trabajos , se iban de día en dia, para saber mas cierta información del estado de la
é que el Rey constreñido por estas causas alzaría cibdad, é de la falta de los mantenimientos que los
presto el real. Los moros, informados de estas cosas, moros tenian; porque se debia creer, que oibdad
como quier que los mantenimientos se les iban di tan grande é populosa no podia durar muchos dias
minuyendo, pero todavia duraban en su rebelión é sin ser proveída de mantenimientos que le viniesen
no querían venir en ninguna fabla de partido, es de fuera ; é que estos no habian lugar de entrar por
perando que el cerco en breve se alzaria. E desea mar ni por tierra , por las guardas que en todas
ban notificar a los de Granada é á los de las otras partes habia.
cibdades , el estado de la cibdad é como les eran El Roy, vista aquella diversidad de votos, estaba
necesarios mantenimientos é socorro de gentes. Al en dubda de lo que debia facer, porque comba
gunos moros de la cibdad con zolo de su secta é tiendo era cierto el peligro é no cierta la entrada, y
amor de su gente, se disponían á morir ó á enga esperando , se recelaban los inconvinientes que re-
ñar; é salían de la cibdad, é poníanse en las manos crescen en la dilación de los cercos , considerando
de las guardas , ofresciendose á ser christianos. Y que los moros satisfacen á la natura con poco man
estos informaban al Rey, de como la cibdad estaba tenimiento. E después de algunas pláticas que so
bien proveída de gentes é de mantenimientos ; é bre esto so ovieron , la Reyna acordó que se suspen
conosciendo que el combate seria peligroso á los diese el combate fasta que se pudiese facer con ma
christianos, daban á entender al Rey, que la cibdad yor seguridad de las personas. E allende de los per
se podia tomar si so combatiese por aquellas partes trechos que estaban fechos para combatir, manda
donde las lombardas habian tirado. Otros moros ron luego facer mantas reales , é mantas de carre
que salían de la cibdad, é se pasaban á los christia tones encoradas con cueros de vacas , é mandare-
nos por falta de mantenimientos qqe habia en la tes, é bancos pinjados, encorados de manera que
cibdad , informaban al Rey de lo contrario , é de no pudiese en ellos prender el fuego , para que con
cían que los mantenimientos se diminuían , é no se ellos se pudiese cavar el muro. Ficieron facer ansi
fallaba pan á comprar como solía, é que si de fuera mesmo bastidas de diversas formas é de singular
no fuesen proveídos, presto la hambre les faria en artificio compuestas , en cada nna de las quales po
tregar la cibdad. dían ir seguramente cíen hornee. E ficiéronse grúas
Habidas estas informaciones contrarias unas de é torres de madera; é destas torres salían unas es
don Fernando i DOÑA ISABEL. 463
calas cubiertas de madera por los lados , para echar é villas , é para los alcaydes de las fortalezas , que
sobre los muros ; y en estas escalas estaban emen le diesen el favor que oviese menester contra el
das otras escalas , para descender el muro abaxo. otro Rey su tío ; é que guardasen el seguro que ha
Ansimesmo mandaron facer galápagos de madera bían dado á loa lugares que estaban por él. Los mo
gruesa é cubiertos de cueros, é otras escalas com ros que vivian en la cibdad de Granada y en todos
puestas , é todas las otras cosas que eran necesa los otros lugares , como quier que sentían gran do
rias para que con mayor seguridad el combate se lor por el cerco que estaba puesto sobre la cibdad
pudiese facer. E acordaron que se fíciesen minas se de Málaga ; é por los mantenimientos que le falta
cretas por debaxo de tierra ; dellas para poner al ban quisieran ponerse á todo peligro por los socor
gunas partes de los muros en cuentos , é dellas para rer, á fin que ellos no perdiesen, ni los christía-
que alguna gente entrase en la cibdad entretanto nos ganasen cibdad tan noble ; pero no OBaban
que los combates se daban á los moros. mostrar por obra la voluntad que tenían secreta,
E mandó el Rey al Duque de Názera é al Conde por no perder la seguridad que el Rey é la Reyna
de Benayente , que por la parte de sus estatizas fí les habían dado , con la qual tenían libertad para
ciesen una mina, é al Conde de Féria mandó facer labrar el campo , é andar con sus mercaderías, é fa
otra por la estanza que guardaba. Y en la ostanza cer sus contrataciones seguramente por todas
del Clavero de Calatrava otra mina, é por la estan partes.
za que guardaba Don Fadrique de Toledo se flciese
otra mina. Y en estas minas se puso gran diligen CAPÍTULO LXXXIV.
cia; porque todos los diaa é las noches andaban los De los caballeros del Reyno de Valencia é del Principado de C«.
minadores con muchos peones cavando por aque taluda qne Tlnteron al real.
llas quatro partes que el Rey acordó que se minase.
Como en las cibdades de Valencia é de Barcelona
CAPÍTULO LXXXTII. é de Zaragoza, y en aquellas partes fué la fama que
el Rey acordaba de combatir la oibdad de Málaga,
De las cosas ajas pasaron en Granada. é algunos caballeros é fijoa-dalgo de aquellas par
Entre los dos Reyes de Granada crecía siempre tidas sopieron que la Reyna estaba en el real , é
la enemistad , é como en los pueblos de los moros oyeron los peligros é trabajos grandes que se ha
se sopo que los de la cibdad de Málaga estaban bían en aquel sitio, movidos con zelo de virtud se
en necesidad de mantenimientos , quisieran poner dispusieron á venir por servir al Rey é á la Reyna
se á todo peligro por los socorrer, salvo por la divi en aquel fecho de armas. Los nombres de los qua-
sión de los dos Reyes. les Bon los que Be siguen : Don Juan Ruiz de Co-
El Rey viejo que estaba on Quadix , requerido relln , Conde de Cocentsyna con una nao armada,
por algunos alfaqufes de la tierra, escogió algunos é Don Juan Francés de Prozita , Conde de Almena
moros de caballo é de pié, y embiólos camino de ra é de Avena , con otra nao armada , é Mosen Mi
Málaga con un capitán para que entrasen en la guel de Busquete, con dos galeas armadas, é Don
cibdad. Estos caballeros moros , creyendo que si Diego de Sandoval, Marqués de Denla, con fasta
entrasen farian grande fazafia , é si muriesen pe otros quatrocientos fijos-dalgo naturales de aque
leando ganarían el ánima, iban con voluntad de llas tierras. E todos estos que eran hornea é fijos de
morir , ó entrar en la cibdad. Quando el Rey mozo, hornea principales, vinieron bien fornescidos de ar
que estaba en Granada, sopo que el Rey su tío em- mas é de las otras cosas necesarias á la guerra. E
biaba aquella gente , juntó los mas moros que pudo algunos dellos que vieron los pertrechos que el Rey
á pié é á caballo de la cibdad de Granada , y embió é la Reyna mandaron facer para el combate, é lo
un capitán á pelear con ellos ; é desbaratólos, é ma que las lombardas habían derribado , oonsejaban al
tó algunos dellos , é los otros fuyeron, é tornaron Rey que el combate se cometiese por aquellas par
para la cibdad de Guadiz. Y embió sus embazado- tes de la cibdad donde la artillería habia derribado
res al Rey é á la Reyna, faciéndoles saber el venci parte del muro.
miento que ovo contra aquellos moros que les iban Durante estas cosas fueron tomados dos moros
á deservir. E ansimesmo les embió decir, como era de la cibdad, que certificaron al Rey é á la Reina,
informado que en la cibdad de Málaga se diminuían que fallescia todo el pan de trigo , é que comían
los mantenimientos , é que mandase poner grande pan de cebada. Esta información habida , el Rey é
guarda por mar é por tierra, de manera que no pu la Reyna mandaron , que todavía se suspendiese el
diesen ser socorridos de gente , ni de provisiones, é combate fasta saber mayor información del estado
que con esta guarda sin otro combate habría pres de la cibdad. Otro dia salió otro moro, que certificó
to la cibdad. Otrosí embió al Rey presente de caba al Rey é á la Reyna la mengua de los manteni
llos é jaeces de oro , é á la Reyna embió presentes mientos que los moros sofrían ; pero que todavía
de sedas é de perfumes ; é suplicóles que le oviesen estaban en propósito de defender la cibdad. Porque
por su servidor, é le mandasen las cosas qne fue habían recebido cartas é mensageros de la cibdad
sen en su servicio, porque él las faria con toda leal, de Baza, por las quales los esforzaban para que du
tad. El Rey é la Reyna gelo embiaron á regradescer rasen en aquella defensa que facían ; é que les cer
é mandaron dar sus cartas para todas sus cibdades tificaban , que ganaban tan gran corona de virtud
464 CRÓNICAS DE tOS REYES DE CASTILLA.
que aun los que estaban en la otra vida les habían vieron adelante , é las del Duque de Náxera , é del
embidia , é deseaban estar en Málaga á ser partici Conde de Benavente , é del Clavero de Calatrava,
pes con ellos en los trabajos que tenían en defen llegaron á los muros de la cibdad. Los moros como
der aquella oibdad; é que esperaban en Dios, que si las sintieron cavaron por dentro , é ficieron contra
las gentes de los moros no los socorriesen , él por su minas fasta que llegaron á se descubrir las unas
gran piedad los socorrería milagrosamente. La ham contrarias de las otras; é los christianos por su par
bre crescia en la cibdad, é los moros Comeres anda te, é los moros por la suya , pusieron grandes guar
ban por las casas buscando pan do quier que lo falla das. E los moros acordaron de faoer una gran cava
ban , é tomábanlo , é repartíanlo entre si ; é quan- delante de la barrera en aquella parte donde habían
do alguno negaba el pan que tenia , matábanlo é tirado las lombardas , porque á la hora del comba
tomaban todo el mantenimiento que tenia en su te los pertrechos no pudiesen llegar á sus muros. E
casa. En el real había gran abundancia de mante comenzando á cavar por de fuera, los christianos
nimientos, porque siempre estaban en el campo comenzaron la pelea con aquellos que cavaban , é
grandes montones de fariña é de cebada para qual- lanzábanles tiros de ballestas é de espingardas por
quier que dellos quería comprar. E allende desto empacharles aquella labor. Los moros pusieron
todos los días venían por la mar navios cargados mantas é otras defensas para que pudiesen cavar
de pan é vino , é de paja é cebada , é de todas las sin recebir daño. Y entretanto que cavaban no ce*
provisiones que eran menester de los puertos del aaban las peleas entre los unos é los otros, fasta
Andalucía, é del Reyno de Valencia, é de otras llegar tan juntos que se ferian con las lanzas e? con
partes. E como concurrían gentes de tantas partes las espadas; y entretanto que los unos moros pelea
al real, había en la hueste muchos enfermos , é la ban , los otros cavaban. Esta manera de pelea du
gente estaba fatigada de los trabajos que pasaban ró entre ellos por espacio de seis diaa que no cesó
é peleas que contino habían con los moros. E por el pelear ni el cavar , fasta tanto que los moros aca
que estaban fechas muchas ramadas, las quales baron de facer la cava que comenzaron. E luego re
estaban ya socas, recelaban de algún fuego que quirieron las minas , é fallaron que otra mina que
por caso se encendiese, 6 que fuese ochado por los habia comenzado Don Fadríque de Toledo , llegaba
moros mudéxares que andaban en el real ; é ansi- á los muros de la cibdad ; y ellos ficieron otra con
mesmo se temia de algún veneno que se echase en tramina , é aventurándose á gran .peligro entraron
Iob pozos del agua donde las gentes bebian. E por por ella, é pelearon con los que la guardaban, y
esta oausa el Rey é la Reyna mandaron que todos echáronlos fuera, é pusiéronle fuego , é derribaron-
los moros mudéxares saliesen luego del real , é no la toda. Como vieron los moros derribada aquella
tornasen á él sin su licencia. E dende en adelante mina, cobraron tanto esfuerzo, que pensaron co
mandaron que de día é de noche andoviesen con la meter pelea por todas partes , á fin de quemar é der
justicia hornea que amonestasen á las gentes que ribar las otras minas; é armaron sus albatozas, é
guardasen el incon viniente del fuego , é que mirase fornescieronlas de gentes, é de tiros de pólvora. E
cada uno por los hornee que andaban sin señor , ó ordenaron que dos capitanes de cada cien hornea
sin tener causa de estar en el real, de quien se pu fuesen á dar en la estanza que guardaba la gente
diese sospechar algún mal, é que lo notificasen á la de Córdoba, do era capitán Qarci Fernandez Manri
justicia. E los Aloaldes ponían tanta diligencia en que, é que otros quatro capitanes con quatrooientoa
esto, y en la execucion de la justicia , que el miedo hornea saliesen á dar en la estanza del Alcayde do
de las penas facia refrenar á los malos , é vivir en los Donceles. Ansimesmo que otras gentes saliesen
seguridad á los buenos. Cosa fue por cierto dina de á pelear con las gentes de las estanza» que guarda
exemplo , porque con algunas justicias que en el ban el cerro que estaba contra el castillo de Gibral-
principio se executaron , no se falló entre tantas faro. E mandaron á los que guardaban las minas,
gentes, y en tanto tiempo que uno sacase arma que peleasen con los christianos ; é los unos por la
contra otro, ni andoviesen en el real latrocinios, ni mar é los otros por la tierra é otros por debaxo de
otros excesos de Iob que en las grandes huestes sue tierra, todos á una hora cometieron la pelea con loa
len acaescer. christianos. Los capitanes de la mar embiaron al
gunos navios pequeños que llegasen cerca de la
CAPITULO LXXXV. tierra para resistir á los moros que con su artillería
facían dafio en las fustas mayores. Otrosí los de las
De lti peleas que pasaron en laa minas que ae Acicron contra la otras estanzas, é los que guardaban las minas, de
cibdad de Malaga. fendiendo cada uno por su parte, pelearon con los
La hambre crescia mas todos los días en la cib moros ; é por la dispusioion de los lugares, veces
dad, é no se fallaba pan ninguno de cebada ni de retraían los moros á los christianos, veces pujaban
trigo. Los capitanes moros andaban á lo buscar por los christianos contra los moros. Estas peleas por
las casas, é todo lo que fallaban ficieron juntar , é la mar, é por la tierra, é por debaxo de tierra dura
dieron cargo á algunos que lo toviesen , é repartie ron por espacio de seis horas.
sen á cada un moro de los que peleaban quatro on Al fin los capitanes christianos que peleaban por
zas de pan á la mañana , é dos á la noche. la tierra, á gran peligro arremetieron contra loa
£n estos diaa las minas que so comemaron ando* moros, é recibiendo fcridas de los adarves é finen*
. DON FERNANDO É DONA ISABEL. 466
do en los moros, los ficieron rotraer á la cibdad. E I que con qualquierá de los Reyes se aventuraban á
los moros que peleaban por las minas no ovieron la muerte por librar á los de Málaga de aquel pe
lugar de les echar fuego, por la resistencia que ficie ligro. Un moro que se llamaba Abrahen Algerbf,
ron los christianos que las guardaban. Como los natural de la cibdad de Guerba, que es el Reyno de
moros no to viesen mantenimientos dentro, ni espe Túnez, el qual moraba en estaB partes en una aldea
rasen socorro de fuera , é viesen en las peleas caer de la cibdad de Guadix, concibió en su ánimo de se
cerca de sf unos muortos é otros feridos , cosa fuá disponer á la muerte por matar al Rey é á la Rey
dina de notar la osadia que aquella gente bárbara na ; porque con esta gran fazafla faria alzar el real
tenia en pelear, á la obediencia que tenían á sus ca de Málaga, é muriendo vengaría á los moros de to
pitanee, á su trabajo en reparar sus defensas, é su das las muertes é pérdidas de tierras, que les ha
astucia en los engafíos de la guerra, é la constancia bían fecho los christianos. Este moro publicó entre
que tovieron en el propósito que comenzaron. los moros que era santo , é que Dios le ominaba
con un ángel revelaciones de lo que habia de ser;
CAPÍTULO LXXXVI. por las quales sabia que los moros serian reparados,
é la cibdad de Málaga quedaria victoriosa contra
De la embaiad» é presente que embld el Rey de Tremeeen. los christianos que la tenían cercada. E como los
En estos días vino un embaxador del Rey de Tre moroB por la mayor parte son livianos, especial
meeen, que es en los Reynos de África, al Rey é á mente atribuyen fe á sus alfaquíes, é tienen por
la Reyna, con el qual les embió gran presento ; al santos á los que viven en los yermos á manera de
Rey de caballos moriscos é de jaeces de oro é al- ermitaños, juntáronse con este inoro fasta quatro-
bornozes, á á la Reyna vestiduras de sedas de di- . cientos moros, dellos Gomeros de allende, dellos na
versas maneras, é argollas grandes de oro, á perfu turales destas partes , é acordaron de le seguir , é
mes, é otras cosas de las mas preciosas que se usa aventurarse á todo peligro , faciendo lo que les di-
ban en aquellas partes. xese. Estos moros vinieron camino de Málaga, é por
Aquel embaxador dixo al Roy é á la Reyna, como no sor sentidos de las guardas y escuchas, andovio-
el Rey su señor habia oido la fama de su gran po ron de noche por las montañas é sierras ásperas
derío, é que habia visto los muchos moros que ha fuera de camino, fasta que llegaron cerca de la
bían pasado de estas partes á las partes de África cibdad ; é ahí acordaron de entrar por una estanza
con su seguro, el qual les era guardado comalida la mas cercana á la mar por la parte de abaxo, do
mente, é que por ser reyes tan poderosos é de tanta estaban las estatizas contra Gibralfaro. E una ma
verdad é virtud, doseaba ser su servidor, ó facer su ñana, casi al alba, los docientos dellos vinieron sú
mandado. Por ende , que les suplicaba que le reci pito, é dieron en los christianos que guardaban
biesen en su encomienda, é que le mandasen dar aquella estanza, é los otros cometieron á las otras
su seguro para él é para los de su Royno ; porque mas cercanas. Los christianos aunque salteados,
no recibiesen daño de sus flotas que andaban arma comenzaron la pelea con ellos. Los moros algunos
das por la mar, ni de sus gentes que descendiesen entrando por el agua de la mar, otros saltando por
en tierra. El Rey é la Reyna le respondieron, que los palenques , entraron en la cibdad fasta docien
le agradescian el presente que les habia embiado, é tos ; todos los otros fueron muertos é presos.
mucho mas su buena voluntad é ofrescimiento ; á Aquel moro que tenian por santo venia en pro
dieron su seguro para todos los subditos de aquel pósito de se ofrecer por captivo á los christianos
Reyno de Tremeeen. E mandaron á los capitanes para poder facer lo que en el ánimo habia concebi
de la mar que lo guardasen, é no les ficiesen guerra do. E porque no fuese muerto con la furia del ven
ni daño, guardando ellos de facer guerra á los su cimiento, con grand astucia que en aquella hora
yos, é no ayudando á los moros de Granada con tovo, se apartó del lugar do peleaban, é púsose de
gente, ni con armas, ni con mantenimientos. rodillas, é alzadas las manos al cielo fingió que ha
cia oración. Los christianos habido el vencimiento,
CAPÍTULO LXXXVII. buscando los moros por las cuestas é barrancos que
estaban en aquella parte, fallaron aquel moro en la
De la osadía que cometía un moro de los Comeres.
manera quo habernos dicho. E como vieron que no
La hambre crescia mas en la cibdad, é los moros facia movimiento ninguno , llegaron á él, é llevá
ya no comían pan sino muy pocos, é no tenían car ronlo preso al Marqués de Cáliz. E preguntándole
ne, é los mas dellos comían carne de caballos é de algunas cosas, le respondió , que era moro santo , é
asnos ; é aquella gente de los Gomeros entraban en quo sabia las cosas que habían de acontecer en
los cosas de los judíos, que había en aquella cibdad aquol cerco, porque Dios golas había revelado. Pre
é robaban los mantenimientos que tenian, é vinie guntóle el Marqués si sabia quando é como se ha
ron a tal estado, que algunos de los judíos murie bia de tomar aquella cibdad, é respondió, que bien
ron de hambre. sabia como é fasta quanto tiempo se tomaría,
Sabida entre los moros de otras partes la hambre pero que Dios le mandó, que no lo dixese á otra
que padecían los de Málaga, é los peligros que es persona salvo al Rey é á la Reyna en su seoreto. El
peraban, quisieron ponerse á toda aventura por los Marqués, como qnier que conoció aquello ser livian
socorrer ; é tenian la voluntad pora ello tan presta, dad , pero enviólo ú decir al Roy é á la Reyna,
Cr.-III. 30
«66 CRÓNICAS DE LOS BEYES DE CASTILLA
Los quales mandaron que lo traxiesen ante ellos,
y en la forma qne fué fallado quando lo prendie CAPÍTULO LXXXVIII.
ron, vestido nn albornoz , é ceñido un terciado, fué
traido á la tienda del Rey é de la Reyna, rodeado Como Tino al reil el Duque de Medinasidonia , é otras (entes
que de nuevo fueron llamadas por el Re? e por la Keyna.
de muchas gentes que le deseaban ver, porque ya
la fama sonaba de aquel moro que se decia santo. Don Enrique de Gozman, Duque de Medinasidd-
Acaeció que el Rey había comido, é dormia á la nia, como sopo que el Rey é la Reyna estaban en el
hora que llegaron con él á su tienda. E aqui pare real sobre Málaga, é como aquel sitio se dilataba
ció claro como esta Reyna era movida á las cosas tantos días, como quier que babia embiado la gen
por alguna inspiración divina, porque como quier te de caballo é de pié que al principio le manda
que era humana é también ella como todas las gen ron ; pero acordó de venir al real con todos los ca
tes le deseaban fablar, pero fué cosa maravillosa balleros de su casa. T el día que entró en el real,
que en aquella hora la Reyna , tocada de algún es llegaron por la mar cien navios, algunos de armada,
píritu divino, dixo que no lo queria ver, é mandó é otros cargados de provisiones. E fecha la reveren
que lo guardasen fuera de la tienda fasta que el cia al Rey é ala Reyna, le dixeron que le agrade
Rey despertase, tí los que lo traian metiéronlo en cían mucho su venida , especialmente por venir sin
una tienda cercana á la tienda del Rey, donde po que ellos le embiasen á llamar. El Duque les res
saba Dolía Beatriz de Bovadilla, Marquesa de Mo pondió , que la necesidad del Rey llama al caballe
ya, é otra dueña que se deciá Doña Felipa, muger ro leal aunque el Rey no le llame ; é que él venia
de nn caballero que se llamaba Don Alvaro de Por allí á los servir con Don Juan su fijo, é con toda la
tugal, fijo del Duque de Berganza, con las quales á gente que habia quedado eu su tierra, é con la fide
la hora estaba aquel Don Alvaro. El moro como no lidad que aquellos donde él venia habían servido á
sabia la lengua , creyó según el aparato é vestidu los Reyes sus progenitores. Otrosí, porque conoBcia
ras que vido á Don Alvaro é á la Marquesa, quo quantos gastos se requerían en la guerra que so
aquellos serian el Rey é la Reyna, é poniendo en alarga, é pensaba que por la dilación de aquel sitio
obra su propósito, sacó aquel terciado é dio á aquel Su real Magestad estaría en alguna necesidad, que
caballero Don Alvaro una gran cuchillada en la él traía allí para les prestar veinte mil doblas de oro.
cabeza, de la qual llegó á punto de muerte ; é tiró El Rey é la Reyna recibieron aquel prestido, é se
otra cuchillada á la Marquesa por la matar, é con ovieron por bien servidos del Duque por la gente
la turbación que ovo no le acertó ; é diérales otros que traxo é por el dinero que prestó , é mucho mas
golpes, salvo que un tesorero de la Reyna que se por la voluntad que le movió á lo uno ó á lo otro.
llamaba Ruy López de Toledo, que estaba á la hora Aquella gente que el Duque traxo de su tierra é
fablando con la Marquesa , tovo esfuerzo para so otra mucha mas , era necesaria en el real ; porqne
correr aquel peligro , é se abrazó con el moro, é le como quier que habia en él mas de sesenta mil com
tovo tan fuerte los brazos, que no pudo facer mas batientes, pero los muchos trabajos é peleas habi
tiros ; é luego fué fecho pedazos de la gente que le das en tantos dias, é las guardas que convenían es
rodeaban. tar en los campos y en las estanzas, y en las minas,
Como esto acaesció, los caballeros é capitanes é é por la mar, y en otras partes , tenian la gente tan
gentes del real fueron turbados de aquella fazafiá, cansada, que el Rey é la Reyna acordaron de em-
é vieron como Dios maravillosamente quiso guar biar á llamar gente de nuevo que viniese á los ser
dar las personas del Rey é de la Reyna. E algunas vir. T embiaron á las cibdades de Toledo, é Sego-
gentes del real tomaron los pedazos de aquel moro via, é Madrid, é Alcaraz, é Truxillo, éCáceres, é Ba
y echáronlos en la cibdad con un trabuco. Quando dajoz, é otros lugares mas cercanos, á demandar
los moros lo vieron , juntáronlos é cosiéronlos con gente de caballo é de pié. Otrosí embió el Duque
hilo de seda, é lavaron el cuerpo, é perfumado de del Infantadgo un capitán con la gente de armas
muchos olores, lo enterraron con gran sentimiento de su casa ; é otros algunos caballeros vinieron , é
que mostraron de su muerte. E tomaron luego un otros embiaron bus gentes, según que el Rey é la
ohristiano de los principales que tenían captivos, é Reyna gelo embiaron á mandar. E con algunos que
matáronlo ; é puesto sobre un asno, lo echaron al ovieron tiempo de llegar, fué alguna relevación de
real. Luego fué acordado , que de mas de las guar los trabajos á los que habían estado en el real des
das que continamente de dia é de noche estaban en de el principio.
la tienda del Rey é de la Reyna, anduviesen con la
persona del Rey y estoviesen con la persona de la CAPÍTULO LXXXIX.
Reyna docientos caballeros fijos-dalgo de los Rey.
nos de Castilla é de Aragón con sus gentes, y estos Como el Comendador mayor de León puso una estarna cercana
al muro de la cibdad de Malaga.
guardasen que ninguna persona llegase á ellos con
armas. E mandaron que ningún moro entrase en el Porque ni por la hambre que de dentro padescian
real, sin que primero se sopiese quien ó cuyo era, los moros, ni por la guerra que enfrian de fuera,
é que no llegase por ningún caso á las personas parescia en ellos ninguna flaqueza é de contino sa
reales. lían 4 pelear con los christianos, el Rey é la Reyna
estaban en pensamiento de lo que debían facer;
DON FERNANDO É DOSfA ISABEL. 467
porque cíe ra una parte veían que no se debía alzar Como los moros vieron que les ponían las escalas,
aquel sitio sin tomar la cibdad, de la otra recelaban luego subieron en las torres por las defender, é con
que acaeciese algún caso que los constriñese á lo grandes piedras que tiraron , derribaron las escalas
alzar. E mandaban que se moviese fabla, ofrecien con los que en ellas estaban. Los christianos torna
do seguridad & los moros de la vida é de los bienes ron otra vez á las poner, é tirando por defuera mu
é libertad de sus personas , si luego la entregasen. chos tiros de ballestas y espingardas, ovo lugar de
Los moros no lo quisieren facer, porque , según ha subir primero en una de las torres un caballero que
bernos dicho , algunos malos christianos los avisa se llamaba Pedro de Quexana, el qual peleó dentro
ban délos muertos é feridos é de algunas enferme en la torre con los moros que la guardaban ; é dan
dades que en el real habia, y estas informaciones do é recibiendo feridas, fué muerto porque los
les facían permanecer en la defensa é no venir á christianos no podieron subir á le socorrer. Este
partido. Vista su pertinacia, platicóse en el consejo combato duró por espacio de dos horas, é algunos
del Roy é de la Reyna, que forma se ternia para los de los christianos por fuerza de armas subieron al
' apremiar é tener mas estrechos, 6 combatiéndolos, muro, é peleando lanzaron de las torres á los moros
ó llegando mas las estanzas al muro. E porque la que las defendían. Visto por los moros como habían
Reyna no daba lugar que el combate se cometiese, perdido las torres, acorrieron muchos dellos é pu
recelando las muertes é feridas que pudieran acacs- siéronles fuego, é tan grande fué el fumo é los tiros
cer, acordóse de estrechar los moros, llegando mas que les tiraban por baxo é desde las otras torres
al muro algunas estanzas. El Comendador mayor cercanas, que los christianos las desampararon por
de León Don Gutierre de Cárdenas , visto un sitio que no las podieron sostener. En estos combates
donde se podía poner estatiza cercana á los muros, murieron el Comendador Juan de Vírues, é Alonso
en aquella parte donde los moros comenzaban á de Santillan, é Diego de Mazariegos, é otros seis
facer otros cavas por defuera de la barrera, i fin fijos-dalgo de la casa del Rey é de la Reyna, é otros
de escusar aquella defensa y estrechar mas los mo algunos. E al fin ni los christianos ganaron las tor
ros, fizo un baluarte contra aquel muro. E andando res, ni los moros las podieron tener, é fueron des
mas adelante faciendo baluartes de paso en paso amparadas por los unos é por los otros, según esta
ganando tierra, llegó con su gente á poner la estan- ban primero.
za tan cercana al muro , que con una piedra tirada
con la mano daban dentro en la cibdad. CAPÍTULO XO.
Como los moros vieron aquella estanza tanto cer
De las cosas que pasaron dentro en la «ibdad de Málaga.
cana & sus muros, trabajaban por confundirla desde
los torres do la cerca con muchas piedras y esqui La hambre crescia tanto en la cibdad, que los
nas que tiraban á los que la guardaban. Otros sa mas dias algunos moros salían á se ofrescer por es
lían con gran |peligro á facer la cava que habían clavos de los christianos, eligiendo de su voluntad
comenzado fuera de la barrera. Los christianos sa el captiverio, por sostener la vida. Estos decían
lían algunas veces á pelear con los moros por la que ya en la cibdad eran bien pocos los que podían
escusar, é peleaban con las lanzas é con las espadas, haber pan de cebada, é que comían eneros de va
é sufriendo las piedras y esquinas que tiraban del cas cocidos, é 4 las criaturas daban fojas de parras
muro , arremetían contra los moros, é mataban é picadas é cocidas con aceyte. Decían ansimesmo,
prendian algunos dellos. Y en esta manera de pe que los Comeres entraban en las casas é tomaban
lear continaron algunos dias, fasta que retraxieron por fuerza las cosas que fallaban de oomer, é que
á los moros é les ficieron dexar aquella defensa que braban arcas, é derribaban las paredes é otros luga
comenzaron á facer, y escusaron los daños que por res donde pensaban fallar pan é otros manteni
aquellas partes facían en los christianos. Ansimesmo mientos escondidos. E que andaban ya tan disolu
pensaron algunos capitanes tomar por combate dos tos faciendo tales fuerzas, que los moradores de la
torres del arrabal, que eran cercanas al muro de la cibdad estaban atribulados por la hambre que pa-
cibdad do estaba la puerta que se decía de Granada; descian é por las fuerzas que recebian ; é que llora
é los moros las defendieron de tal manera, que los ban la hambre de dentro, é la muerte ó el captive
christianos dexaron el combate, porque conoscioron rio que esperaban de fuera. E como quier que en
el peligro que en él habia. E desde otras torres bien la cibdad eran muchos los muertos é feridos , no
cercanas que tenían, las guerreaban todas las horas consontian los capitanes que se fablase en ningún
con ballestas y espingardas, de tal manera que los trato de entregar la cibdad ; porque estaba dentro
moros las desampararon , pero desde otras torres nn moro que tenian por santo, el qual les certifica
cercanas defendían que los christianos no las toma, ba, como Dios tenia ordenado que saliesen un dia é
sen. T en esta manera aquellas dos torres quedaron diesen en el real, é que habian de haber victoria
sin amparo, porque ni los christianos , ni los moros cumplida de sus enemigos, é gozarían de los man
osaban estar en ellas. E porque si se pudieran ga tenimientos que estaban en el real. El Rey é la
nar, los moros por aquella parte fueran muy retraí Reyna no creían que la hambre de los moros fuese
dos é se señoreaba aquella puerta principal de la tan grande , pues no movian fabla, ni querían oir
cibdad ; el tesorero Ruy López con algunos criados partido de entregar la cibdad, é continamente sa
del Rey é de la Reyna tornaron á las combatir. lían á pelear por las minas, é con los que guarda-.
468 ORÓNICAS DE LOS REYES DE CASTILLA.
ban las estatizas é las torree del arrabal. Otrosí es «bcr.» Estas cosas osaban ya decir como desespe
caramuzaban por la mar con las naos de la flota ; é rados de la vida, porque veían la perdición de la
un dia movieron nna escaramuza con sus albatozas cibdad. Pero los capitanes moros confiando en lo
armadas, é metiéronse tanto entre los navios de los que les predicaba aquel moro que tenian por santo,
christianos, que anegaron con su artillería una nao no querían dar oreja á ninguna razón con esperan
armada del Duque de Medinasidonia, é flcieron re za de salir fuera á pelear con la gente del real, el
traer los otros navios pequeños que llegaban á la dia que aquel moro gelo dixese.
cibdad. Y en estas peleas marinas, los moros salían
arrebatadamente con sus navios, é facían daño con CAPÍTULO XCI.
los muchos tiros de pólvora que tiraban , é luego
prestamente se volvían ala orilla, donde eran defen Como se ganó nna torre de la cibdad de Miaga que estaba junto
con la puente.
didos de los que guardaban los muros por aquella
parte de la mar. Después de pasados algunos dias Junto con la barrera de la cibdad de Málaga ha
la hambre cresció tanto en la cibdad , que ninguno bía una puente con quatro arcos , y en el muro de
comía pan, salvo carne de bestias é cueros de vacas la barrera donde se principiaba esta puente había
cocidos, é comían lo seco de las palmas molido, de una torre, y en el cabo de parte defuera había otra.
que faoian pan. Los moros oficiales é mercaderes é Estas dos torree eran grandes é muy fuertes. El
otras gentes, eligiendo mas el captíverio que rece Rey, visto que si aquellas dos torres se tomasen, la
laban que la hambre que padescian, pospuesto el cibdad con menor peligro se podría combatir, man
temor de los Gomeres, osaban ya fablar á los capi dó á Francisco Ramírez de Madrid, capitán del ar
tanes é á las otras gentes de guerra , amonestándo tillería, que con la gente é oficíales de su capitanía
les eon Dios que entregasen la cibdad al Bey é á combatiese aquellas dos torres. Aquel Francisco
la Reyna. E juntáronse con un alfaquf que se lla Ramírez, compliendo el mandamiento del Rey, fizo
maba Abrahen Alhariz otros dos moros principales traer mantas é los tiros de pólvora necesarios para
de la cibdad, al uno llamaban Amar-Benamar, é al el combate. E porque la gente no podía llegar sin
otro Alidurdux, con otros algunos mercaderes é gran peligro, fizo una mina que llegaba fasta el ci
oficiales ; é aquel alfaquf dixo al capitán Hamete miento de la torre primera, é fizo cavar fasta que
Zelí : «Requiríinoste con el Dios poderoso, que en- llegó á lo hueco do la torre, é allí puso un cortago
» tregües luego la ciudad al Rey de los christianos, la boca arriba , é armáronlo para que tirase al sue
)i pues no tenemos otro remedio para guardar la lo de la torre, sobre el qual estaban los moros que
l vida, sino perder la tierra. E tú que eres nuestro la defendían. E por la parte de fuera faciendo ba
«capitán, no nos seas mas duro enemigo matándo luartes de paso en paso, para que la gente se defen
los de hambre, que los christianos que nos matan diese, ganó tierra fasta llegar bien cerca de la tor
«con fierro: porque esta nuestra porfia mas pares re, é allí puso algunos tiros de pólvora, é comenzó
is ce buscar la muerte, que celar la libertad. Mira á combatir la torre.
aquántos de nuestros peleadores ha muerto el cu- Los moros que estaban encima defendíanse, é fe
schillo, no quieras tú que la hambre mate á los que rian á algunos christianos, é desta manera' duró
«quedan, é á nuestras mugeres é fijos que gimiendo aquel combate quatro dias, que todas las horas ti
«demandan pan, é nos ponen dolor, porque no los raban de la una parte ú la otra tiros de pólvora ó do
«podemos remediar. ¿ Son por ventura mas fuertes saetas. Un dia los christianos llegaron las escalas ó
«los muros de Málaga que los muros de Ronda ? ó las mantas é otros pertrechos para subir á la torre;
«sois vosotros mas guerreros que los caballeros de y estando la gente en la furia del combate, los ar
«Loxa? La fortaleza do Ronda ya se humilló, é la ca- tilleros pusieron fuego al cortago que estaba arma
«balleríade Loxa no pudo resistir el poderío destoB do debaxo del suelo de la torre, é con el tiro quo
«Principes que con gran poderlo do gentes nos do fizo derribó gran parte del suelo do estaban los mo
lmen tanto tiempo ha cercados: los quales ya no ros que la defendían, é cayeron quatro dellos. Quan
«deben pelear con nosotros, pues nuestra hambre do Iob otroB vieron que no podían andar libremente
«pelea por ellos. Pero si os sentís aun tan valientes sobre el suelo para defender la torre, luego la des
«para os defender, salid fuera, é pelead con los ampararon, é se pasaron á defender la otra torre
«christianos, é comeréis los que peleando quedáre- que estaba fundada al otro cabo de la puente sobra
» des vivos. ¿Qué esperáis? ¿Qué es vuestra con- la barrera de la cibdad. Los christianos subieron á
» fianza? ¿Pensáis que podréis comer sino peleáis aquella torre, é apoderados della tiraban tiros de
«allá fuera ó podréis pelear, sino coméis acá den- piedras é de saetas y espingardas á los moros que
«tro? ¿O oonsejaisnos por ventura que padezcamos guardaban la otra torre, é los moros á ellos. E por
s la hambre con esperanza de algún socorro ? Ya baxo en medio de la puente, ni Iob unos ni los otros
«no hay tiempo de esperanza: ya Granada perdió osaban estar, porque la pelea en aquella puente era
«bu fuerza, ya Granada no tiene caballeros, no tie- peligrosa. Los christianos, viendo que se podía com
«ne rey, perdió sus capitanes, perdió su orgullo. batir la otra torre, comenzaron á facer en la puente
«Por Dios no perezcamos con esperanzas vanas que un baluarte con propósito de ir faciendo defensas
«nos ponen hornee sin seso, é no esperemos de ha- de paso en paso, fasta llegar á la otra torre. Los
>ber consejo para quando no hay tiempo de lo ha- moros, viendo que Iob ohristianos trabajaban por ga
DON FERNANDO é doña isabel; 469
nar la puente, tiraron tantos tiros de búlanos é lom
bardas, que lo resistieron á los ohristianos; e pelea CAPÍTULO X0T1L
ban continamente los unos dol un cabo de la puen
Como salieron ciertos moros de Malaga i demandar partido al lie/
te é los otros del otro. Y en aquellos combates mu * I la Rejna para entregar la cibdad.
rieron algunos moros principales de la cibdad, es
pecialmente murieron dos capitanes que se llama Los más de Iob capitanes moroB Qomeres eran
ban el uno Cidi Mahomad y el otro Abdurrhamen. muertos é feridos ; é aquel capitán principal Ilamo-
E por estos capitanes ficieron los moros gran sen te Zelí, según habernos dicho, se retraxo á la forta
timiento, porque eran de los naturales, é de los mas leza. E los moros de la cibdad constreñidos por la
principales de la cibdad, é fué causa que se ganase. hambre que padoscian , demandaron seguro para
Después que se entregó la cibdad, el Bey, conside ciertos moros que querian embiar á dar forma sobre
rando los trabajos é grandes fechos de armas que la entrega do la cibdad. El Boy é la Beyna gelo
aquel Francisco Bamirez fizo en aquellos combaten, mandaron dar, é vinieron ante ellos el alfaqui é los
fallándole diño del honor de la caballería, le armó otros dos moros que habernos dicho que se llamaba
caballero en aquella torre que ganó por oombate. el uno Alidurdux, y el otro Amar-Benamar, é otros
tres de los principales , los quales demandaron al
CAPÍTULO XCII. Boy é á la Beyna que les diese seguridad para sus
personas é bienes, ó que ellos entregarían la cibdad
Como salieron los moros de la cibdad i pelear con los del rcil. con todas sus fuerzas , quedando ellos en sus casas
La hambre cresció tanto en la cibdad, que ya los por mudéxare8 , siervos del Bey é de la Beyna.
moros que la defendían no la podian sofrir. E aquel Otrosi que les diesen la villa de Coin para algunos
moro que tenian por santo les dixo que saliesen á moros que la querian poblar ; é que ai algunos qui
pelear con los del real, é que Dios les daria victoria, é siesen dexar aquella tierra, ó ir á las partes de Áfri
venganza de sus enemigos ; é amonestóles que guar ca, ó á otros lugares de España, les mandasen dar
dasen de pararse al despojo, salvo que peleasen como seguro para lo facer, según habían techo á los de
varones esforzados, é cada uno fuese adelante ma Velezmálaga é de las otras cibdades que habían
tando christianos, é que no perdonasen la vida á nin conquistado , é que les suplicaban que no menos
guno de quantos topasen. Otrosí amonestóles que se preciasen la subjecion de tantas gentes como geles
perdonasen las injurias unos á otros, é que la cari ofrescian por subditos.
dad que oviese entre ellos los faria vencedores. El Bey é la Beyna, vista esta demanda, cometie
Los moros, por el consejo de aquel moro santo, ron la respuesta al Comendador mayor de León. El
salieron un dia por la mañana fasta ciento de ca qual por su mandado les respondió que si al princi
ballo é quatro batallas de moros á pié, é tirando pio entregaran la cibdad según ficieron los de Ve
muchas saetas y espingardas , vinieron con grand lezmálaga é de las otras cibdades , ellos les dieran
ímpetu á dar en dos estatizas que guardaban el el seguro que á los otros dieron. Pero que después
Maestre de Santiago y el Maestre de Alcántara. E de tantos dias pasados é tantos trabajos habidos,
como los christianos fueron súbitamente salteados, venidos en el estado en que su pertinacia los habia
no pudieron tan presto resistir á los moros , é ovie- puesto, mas estaban en tiempo de dar que de deman
ron lugar de matar é ferir algunos de los que las dar ni de escoger partidos. E que no les darían el
guardaban. E luego acudió á un portillo del Maes seguro que demandaban , porque bien sabian ello»
tre de Santiago Don Pedro Puortocarroro, Señor do quo los vencidos deben ser subjotos 4 las leyes que
Moguer, é Don Alonso Pacheco, su hermano, con los vencedores quisieren. E que pues la hambre 6
sus gentes, é defendieron aquol portillo peleando no la voluntad les facía entregar la cibdad, que se
con Iob moros por espacio de media hora, de ma defendiesen, ó remitiesen á lo que el Bey é la Bey
nera que les resistieron la entrada por aquella par na dispusiesen dellos ; conviene á saber, loa que á
te. Por la estanzadel Maestre de Alcántara acorrió la muerte, á la muerte, é los que al oaptiverio, al
á otro portillo un caballero de su casa , que se lla captiverio. Los moros volvieron á la cibdad, é como
maba Lorenzo Suarez de Mendoza, con algunos su notificaron á los vecinos dclla esta respuesta, sin
yos, é peleó é defendió la entrada á los moros, fasta tiéndola por muy grave, respondieron que ellos da
que acudieron muchas gentes de las unas partes é rían la cibdad al Bey é á la Beyna con todas sus
de las otras, é pelearon con los moros, é matando é fortalezas, é con todos los bienes que en ella habia.
firiendo en ellos, los retraxieron á la cibdad. En es Pero que si no les daban seguro para libertad de
ta pelea fueron feridos é muertos muchos moros, é sus personas, ellos colgarían de las almenas de la
algunos eran los mas principales. Y el dolor que se cibdad fasta quinientos bornes é mugeres christianos
ovo en la cibdad de aquel vencimiento, é los llantos que tenían captivos, é puestos los viejos é mugeres'
de los bornes é de las mugeres que facían por los é niños en el alcazaba, pornian fuego á la cibdad, ó
muertos é por los feridos fué tanto grande, que saldrían todos á morir matando christianos , por
aquel capitán principal no osó estar en la cibdad, ó que al fin el Bey é la Beyna oviesen la victoria san
se retraxo al Alcazaba, é dixo á los moros que ficie- grienta ; de tal manera que el fecho de la cibdad
sen partido de entregar la cibdad con todas sus for de Málaga fuese nombrado á todos los vivientes, y
talezas al Bey é á la Beyna. en todas las edades que el mundo durase.
470 CRÓNICAS DE LOS BEYES DE CASTILLA.
Quando el Bey oyó la respuesta de los moros, lí roa. E nosotros vuestros servidores y esclavos bien
embióles ádecir que no habrían del otro seguro, sal » oonoscemos nuestro yerro, é nos ponemos en vues-
vo aquel que fuese en su voluntad de les dar, como «tras manos, y echamos nuestras personas á la
al principio les fué respondido ; é que fuesen cier «vuestra ineroed; é suplicamos de vos nos asegu-
tos, que si solé un captivo christiano matasen, solo «reis, remediéis á honrar nuestras personas, é nos
un moro no quedaría vivo en la cibdad de Málaga, «otorguéis esto, como pertenesce á Vuestras Altezas,
que todos pasarían por el cuchillo. i E todos venimos bien en que la oibdad, con todo
Los moros estaban en gran turbación, porque al « lo que hay en ella , quede para Vuestras Altezas ; é
gunos quisieran facer alguna gran fazafia, en la «con esto pareacerá el seguro é la honra que está
qual elegían morir antes que ver captivos a si ó á «con los señores del poder, é nosotros estamos col-
sus fijos é mugeres á propíneos en poder de chris b gados de vuestro favor, é nos metemos so vuestro
tianos. Otros habia, que oon alguna esperanza de «amparo ; faced como conviene á vuestra grandeza
reparo que hay en la vida, refusaban la muerte, que «con vuestros servidores, é Dios poderoso ponga en
naturalmente se fuye. Al fin , todos acordaron de «vuestra voluntad que fagáis bien á vuestros sier-
embiar al Bey é á la Beyna catorce hornea de ca » vos, pues vos ensalzó Dios, é sois mayores señores
torce quadrillas de gentes que habia en la cibdad, ii é los príncipes ; é no plega á Dios que fagáis con
para saber su final intención. Con los quales les «nosotros sino lo que conviene á vuestra grandeza
embiaron una carta que decía en esta manera : «de toda honra é de toda virtud. Esto es lo que su-
«Alabado Dios poderoso. A nuestros señores, á «plican á piden vuestros siervos, y en manos do
■ nuestros Beyes el Bey é la Beyna, mayores que «Vuestras Altezas nos ponemos, é Dios poderoso é
l todos los reyes é todos los principes, ensálceos «alto acresciente el ensalzamiento y estado de Vues-
a Dios, encomiéndanse en la grandeza de vuestro » tras Altezas. ¡> ,
i estado, é besan la tierra debazo de vuestros pies, Sabido por algunos de la hueste el efecto desta
» vuestros servidores y esclavos los de Málaga gran- carta, quisieran indinar al Bey é á la Beyna, para
ides é pequeños: remedíelos Dios, é después desto que mandasen que todos los moros fuesen puestos
i ensálceos Dios. Vuestros servidores suplican á á cuchillo, por las muertes é feridas que habían
«vuestro estado real, que los remedie como convie- fecho en los christianos. E decían que pues la con
íne facer á vuestra grandeza, habiendo piedad ó quista no era acabada , é quedaban aun por tomar
D misericordia dellos , según á vuestro real estado algunas grandes cibdades é fortalezas de aquel Bey-
«conviene, é según ficíeron vuestros padres é vues- no, que debían facer en los moros de Málaga tal
,»tros abuelos los Beyes grandes é poderosos. Ya castigo, que fuese ezemplo para las otras cibdades,
«habréis sabido, ensálceos Dios, como Córdoba fué que no toviesen osadía do facer los males, ni durar
» cercada gran tiempo, fasta que se tomó la mitad en la rebelión que los de aquella cibdad duraron. E
"o do la cibdad, é quedaron los moros en la otra mi porque la Beyna no daba lugar á ninguna crueldad,
li tad, fasta que acabaron el pan que tenian, ó fue- el Bey respondió á los moros una carta , que decía
»ron mas estrechados que nosotros. Después supli- en esta manera.
ncaron al gran Bey vuestro abuelo, é rogáronle que «El Bky : Al Concejo, é viejos, é vecinos é mora-
ules asogurase, é aseguróles, ó recibió su suplicación, » dores de la cibdad de Málaga. Vi vuestra carta, por
»ó oyó su fabla, perdónelos Dios, é dióles todo lo que «la qual me embiastes á facer saber que queréis
«tenian, ansi facienda como joyas, é ganó la loa de « entregar esta cibdad con todo lo que en ella está,
«gran fama fasta el dia del juicio. E ansimesmo, té que vos dexe ir vuestras personas libres do qui-
i> nuestros Beyes, ensálceos Dios, acaeBció en Alxeci- «siéredes. Si esta suplicación ficiérades al tiempo
» ra algún dia, y en Antequera con vuestro abuelo «que vos embié á requerir (1) desdo Velezmálaga,
«el grando, esforzado é nombrado, el Infante, que «ó luego después que aquí asenté mí real, parescio-
«él la cercó dos meses é medio , y entró la cibdad, «ra que con voluntad de mi servicio vos movíades
sé quedó el alcazaba por tomar obra de siete dias, »á ello, y estonces oviera placer de lo facer. Pero
)) fasta que se les acabó el agua que bebian; y es- » visto que habéis esperado fasta lo postrimero de
«toncesle suplicaron, é se echaron á su favor, é «lo que os podéis detener, á mi servicio no cumple
«demandaron del les asegurase, para que saliesen, «de vos recebir de otra manera, salvo dándoos á
«como se demanda á los principes é reyes que son «mi merced, como determinadamente vos lo embié
«como vos. E sacólos, é fecha su suplicación, dió- » á decir con vuestros mensageros. Y este es menor
»les lo suyo é sus bienes é mercadurías, é quedó su « inconviniente para vosotros, que no haber de cs-
«fama á recontar el bien que fizo fasta el dia del s perar mas, según el estado en que estáis. » Quan-
«juicio ; perdónelo Dios é á vosotros ensálceos Dios. do los moros de la cibdad vieron esta carta; é sus
«Nuestros señores Beyes , mas honrados que todos mensageros les declararon la voluntad del Bey,
«los royes é todos los principo» , os publicada vuoa- fuoron puestos on gran turbación, ó había entro
« tra fama é vuestro favor, ha parecido vuestro se- ellos diversos votos , unos inclinados á crueldad
«guro, é vuestra honra, é vuestra piedad, sobre para matar los captivos christianos, é quemar la cib-
«las gentes que se dieron antes de nosotros ; é ha
» ido vuestra fama á recontar vuestro seguro aquen- (1) Oí emtii i requerir. El HS. de N«»a iBade : con Pul/ar del
D de ó allende entro los christionos y entre los mo Salar. Parece lomado de alguna «ota marginal.
DON FERNANDO É DOÑA ISABEL. 471
' dad é ponerse á la muerte ; otros con esperanza de I baxo de ciertas torres, de las quales estaban apo
vida se querían ofrescer á lo que el Rey dellos qui- ' derados los christianos. E mandaron luego poner
siese facer. Al fin como el entendimiento fatigado en fierros al capitán principal que se llamaba Ha-
con el mal se consuela con esperanza de algún bien, meta Zelí. Preguntado aquel capitán que le movió
recelando que si crueldad cometiesen, aquella seria á tanta rebelión, pues veia traer dallo á él é á todos
causa de otra mayor que contra ellos se ezecutase, los moros de Málaga, respondió, que él habia toma
tornaron á embiar sus mensageros al Rey é á la do aquel cargo con obligación de morir ó ser preso
Reyna, los quales dizeron, que pues aquella era su defendiendo su ley, é la cibdad, é la honra del que
determinada voluntad , embiasen á tomar la cibdad gela entregó ; é que si fallara ayudadores, quisiera
con sus fortalezas , é que todos quantos habia en mas morir peleando que ser preso no defendiendo
ella se ponian en la misericordia de su corazón. la cibdad.
Pero que les suplicaban que su ira no se estendiese Los moros é moras que desampararon sus casas,
también contra el inocente como contra el rebelde; esperando la muerte ó el captiverio en las agenas,
é que oviesen consideración, que ellos é otros de la andando por las calles, toroian sus manos, é alzan
oibdad procuraron que les fuese entregada en los do sus ojos al cielo decían: c|0 Málaga, cibdad
primeros días, é ovieron por ello algunos tormen «nombrada é muy fermosa, como te desamparan
tos é peligros dejmuertc. El Rey ó la Reyna, habida »tus naturales! ¿púdolos tu tierra criar en la vida,
información de los que querían é no pudieron dar • é no los pudo cobijar en la muerte? ¿Do está la
la cibdad, mandaron que fuesen seguros ellos é sus «fortaleza de tus castillos? ¿Do está la fermosura
bienes con todas sus cosas. E mandáronles que tra- >de tus torres? No pudo la grandeza de tus muroB
xiesen veinte homes de los principales de la cibdad, » defender sus moradores, porque tienen ayrado su
é que estoviesen presos por seguridad de los que la » criador. ¿Que farán tus viejos é tas matronas?
fuesen á recebir, fasta que fuesen apoderados de «¿Que farán las doncellas criadas en señorío delioa-
ella. E luego como fueron traídos, mandaron al Co » do, cuando se vieren en dura servidumbre? ¿Po
mendador mayor de León que entrase con gente en ndrán por ventura les christianos tus enemigos ar-
la cibdad, é se apoderasen dolía é de todas bus forta ) ranear los nidos de los brazos de sus madres, apar-
lezas. E luego el Comendador mayor entró primero ■ tar los fijos de sus padres, los maridos de sus mi-
en la cibdad armado encima de un caballo , é des >geres, sin que derramen lágrimas?» Estas pa
pués entraron con él algunos de sus criados é otros labras é otras semejantes decian con el dolor que
caballeros é capitanes del Rey é de la Reyna, é apo sentían en ver como perdian su tierra é su libertad.
deróse de toda ella. E puso en una de las principa Después que la cibdad fué entregada, el Rey man
les torres del alcazaba el pendón do la cruz, é otro dó acañaverear doce christianos que se tomaron
pendón del Apóstol Sanctiago, y el estandarte real dentro en la cibdad, los que se pasaren á los moros,
con las armas del Rey é de la Reyna. Y encomendó é los informaban de las cosas del real, é los esfor
la guarda de las torres é puertas é fortalezas de la zaban para que no entregasen la cibdad. Estas cosas
cibdad á Don Alvaro de Bazan, é á Ruy Diaz de pasadas, el Rey é la Reyna no quisieron entrar la
Mendoza, é á Don Pero Sarmiento, é á Pero Méndez cibdad fasta que fuese limpia de los malos olores
de Sotomayor, é á Don Enrique de Guzman, é á Don da los cuerpos muertos que en ella habia, é fasta
Luis de Acuña, é á Juan Enriquez, é á Juan Cabre que la mezquita mayor fuese consagrada, para que
ro, éá Alonso Oso rio, é á Pero Vaca, é al Mariscal ellos fuesen primeramente á ella á facer oración, é
Juan de Benavides, é al Mariscal Alonso de Valen á dar gracias á Dios , porque procurando el ensal
cia, é á Don Alonso de Silva, é á Don Pedro de Sil zamiento de su sanota fe, les habia dado la victo
va, su hermano, é á Don Bernardino de Quiñones, ria. E mandó asentar cerca de la cibdad una tienda
é al Gohernador Juan de Cárdenas, é á Juan Velaz- é poner en ella un altar. Y ellos presentes salieron
quez de Cuéllar, é á Antonio de Luzon, é á Furtado de la cibdad con una cruz fasta quinientos oaptivos
de Luna, é á Alonso Enriquez, é á Gerónimo de homes é mugeres en procesión, dando gracias á
Valdivieso, ó á Rodrigo de Cárdenas, é á Don Gar Dios, é al Rey é á la Reyna, porque les habían li
cía Enriquez, ó á Antonio do Córdoba, ó á Juan Za brado del duro captiverio en que estaban. E luego
pata, é á Lope Alvarez de Osorio , é á Don Juan les mandaron quitar los fierros, é proveer de vesti
Manrique, é á Juan de Leyva , é al Comendador duras é de las otras cosas que ovieron menester
Ruy Diaz Maldonado, é á Moaen G ralla, é á Juan de para ir á sus tierras.
Hinestrosa, é á Luis de Cárdenas, é á Diego MuDiz, Tomada la oibdad de Málaga , luego el Rey é la
é á Godoy, é á Martin de Ortega, caballeros fijos- Reyna embiaron un capitán que se llamaba Pedro
dalgo de la casa del Rey é de la Reyna. Repartidos do Vera con cierta gente de caballo é de pié, é con
todos estos cada uno con sus gentes en las torres é algunos tiros de lombardas á dos villas cercanas de
fuerzas prinoipales de la cibdad, después que fué la mar ; la una se decia Mijas, é la otra Osuna, que
entregada, é los christianos fueron dolía apodera estaban con la cibdad de Málaga en una conserva,
dos, el Rey é la Reyna mandaron tomar todas las é de contino facían guerra á las gentes que iban é
armas é artillería, é mandaron que todos los moros venían al real , é mandáronlas combatir, é poner i
é moras de la cibdad saliesen de sus casas, y entra- cuchillo á todos los que en ellas fallasen, si luego
Bou en dos grandes corrales que son en el alcazaba, no se rindiesen, segdh habían fecho los de Málaga.
472 CRÓNICAS DE LOS REYES DE CASTILLA.
Los de aquellas villas, vista la amonestación que les aquellas partes, que los ficiesen cscrebir en una copia
fué fecha, é que los de Málaga se habían rendido, para que fuesen rescatados. La otra segunda parte
recelando la muerte, se ofrescieron al captiverio, é mandaron repartir por todos los caballeros, é por
luego fueron tomados é traídos á los corrales donde los de su consejo, é por los capitanes, é otros fijos-
estaban los de la cibdad de Málaga. dalgo, é oficiales, é otras personas Castellanos, é
Aragoneses, é Valencianos, é Portogueses, é por
CAPÍTULO XCIV, todas las naciones que vinieron á aquella guerra,
habiendo respeto á las personas é á los servicios que
Como se repartieron loi moros de Málaga, ¿ como el Rey é la
Reyna entraron en la cibdad. cada uno fizo. La otra tercera parte tomaron para al
guna ayuda de los grandes gastos que se ficieron en
Como la cibdad de Málaga fué limpia, luego en el tiempo quo duró aquel cerco. E primeramente
traron en ella Don Fernando de Talavera, Obispo embiaron al Papa cien moros de aquellos Comeres
de Avila, é Don Pedro de Prexamo, Obispo do Ba y embiaron á la Reyna de Ñapóles cinqüenta mozas
dajoz, é Don García de Valdivieso, Obispo de León, doncellas, y embiaron á la Reyna de Portogal
con todos los capellanes é cantores del Rey é de la otras treinta doncollas. E la Reyna fizo merced, é
Reyna, é fueron en una solemne procesión á la mez repartió otra gran cantidad de moras por algunas
quita mayor ; é fechos en ella los actos que se re dueñas de su Royno, é por otras que confinaban en
querían para la consagrar, intituláronla Sancta Ma su palacio.
ría de la Encarnación. Otrosí ovieron algunos dias plática con el Carde
Fecho aquel santo acto, el Rey é la Reyna, é con nal de España, é con los otros caballeros é dotores
ellos el Cardenal de España , acompañados de los de su consejo, sobre las leyes é fueros que so debían
señores é caballeros que estaban en el real , entra dar á la cibdad de Málaga, é sobre la forma que á
ron en la cibdad, é fueron á aquella Iglesia en pro los principios se habia de tener, para que fuese po
cesión, é oyeron una misa con gran solemnidad. E blada ó conservada en buenos fueros é costumbres.
porque la nobleza de aquella cibdad requería que E acordaron de le facer merced de las villas de Cár
su Iglesia fuese Catedral , el Cardenal de España tama é Cazarabonela, é Coin, é de todas las villas é
con consejo de aquellos perlados dio orden en la serranías quo son en la Axarqula y en la Algarbía,
cantidad é calidad de las dignidades, é calongías, para que fuesen tierra é jurisdicion do la cibdad. E
¿ raciones, é capellanías quo debía haber, para que pusieron en ella por Alcayde á Garci Fernandez
el culto divino fuese en ella celebrado como con Manrique, é diéronle cargo de la guarda, é poder
venia al servicio de Dios. E fué ordenado que las para usar de su justicia en ella y en todas las tier
cibdades de Ronda, é Velezmálaga , é las villas de ras que le adjudicaron. Otrosí criaron en ella cier
Alora, ó Cártama, é Cazarabonela, é Coin, con to to número do alcaldes é regidoros é jurados y escri
das las villas é aldeas que son en la serranía de Ron banos, que toviesen cargo de regir é administrar la
da y eu la Algarbía y en la Axarqnía, fuesen subje- república. Ficieron ensimismo merced de las casas
tos á la diócesi de Málaga. E porque un su limos de la cibdad á muchas personas que luego vinieron
nero llamado Don Pedro de Toledo, Canónigo de á morar en ella ; é pusieron repartidores para que
la Iglesia de Sevilla era home de vida honesta, é señalasen los términos entre las villas é lugares é
buen eclesiástico, instructo en los letras sacras, el aldeas que le dieron por tierra é jurisdicion. E dié
Rey é la Reyna suplicaron al Papa Inocencio', que ronle fueros é leyes en que viviesen, según enten
estonces tenia el Pontificado en Roma , que prove dieron que complia para la buena conservación de
yese de la perlada de aquella Iglesia á este Don la cibdad é sus tierras.
Pedro. Y el Papa á su suplicación le proveyó de Fechas ó constituidas todas estas cosas, partieron
aquel Obispado, é confirmó las dignidades é calon de la cibdad de Málaga é vinieron para la cibdad
gías é raciones ó capellaulas é toda la orden que el do Córdoba, donde fueron recobidos por el Príncipe
Cardenal de España con los otros Obispos institu Don Juan su fijo, é por todos los caballeros que
yeron en aquella Iglesia Catedral , y en todas ¡as quedaron en su guarda, ó por el Obispo de la cib
otras Iglesias que se fundaron en la cibdad. La qual dad, en una solemne procesión, con la qual fueron
se entregó al Rey Don Fernando é á la Reyna Doria fasta la Iglesia mayor, é ficieron oración ante el
Isabel su muger, á diez é ocho días del mes de Agos altar mayor, é recibieron la bendición del Perlado.
to, andados del nasoimiento de nuestro Redemp-
tor mil quatrocientos é ochenta é siete años. Falla
CAPÍTULO XOV.
mos por las historias antiguas que fué poseída por
los moros sietecientos é setenta años , desde el día Sígneme las cosas qne pasaron en el aOo de mil ¿ quatrocientos
que la ganaron fasta este día que la perdieron. é ochenta é oche años. Primeramente de las hermandades é
otros establecimientos que se ucieron en el ltcyno de Aragón.
El Rey é la Reyna mandaron repartir los moros
que allí se tomaron en tres partes , la una la ofres Proveídas de gentes é de mantenimientos las cib
cieron por amor de Dios para redempcion de los dades, é villas é castillos, que el año pasado de mil
captivos que estaban en tierra de moros en las par é quatrocientos é ochenta é siete años el Rey é la
tes de África. E para lo poner en obra mandaron Royna ganaron de tierra de moros, acordaron de
á todos los que tenían sus lijos 6 debdoa captivos en partir de la cibdad de Córdoba é ir á la cibdad de Za.
DON FERNANDO É DOÑA ISABEL. ' 473
ragoza, que es en el Beyno de Aragón. E mandaron lauto fu eso executada, ordenaron que ovieso Her
llamar los Perlados, é Caballeros é Barones é Pro mandades en aquella tierra, según las había en los
caradores de las cibdades é villas de aquel Reyno reycos de Castilla. E constituyeron leyes é orde
para facer Cortes, é proveer en las rentas del gene nanzas, é pusieron jueces que determinasen, y oxo-
ral, é dar orden en la justicia, la qual no se execu- cutores que executasen las penas en que los malfe
taba según debia, por una costumbre antigua quo chores incurriesen en qualquier de los- casos que
tenían que se llamaba firma de derecho , en fuerza instituyeron en aquella hermandad, de lo qual to
de la qual la justicia se dilataba, é los malfechores dos fueron contentos, porque conoscieron ser pro
no habian la punición que debian. Porque en co vechoso á la seguridad común. El qual provecho
metiendo qualquier crimen , recorrían á la justicia se falló luego por experiencia, porque cesaron den
de Aragón, por una provisión que los Jaba, que se de en adelante los robos, é muertes é crimines, que
decia manifestación, la qual impedía la justicia sin miedo de la justicia se cometían con la confian
real, de tal manera que no podía prender ningún za que tenían en aquella firma de derecho fasta en
malfechor. E si caso fuese que lo prendia, tomába aquel tiempo usada. Otrosí proveyeron en las cosas
lo de poder de la justicia qualquier pariente del que concernían al provecho é rentas del general de
criminoso sin pena alguna. E por esta causa nin la cibdad ; de manera que dende en adelante esto-
gún crimen era castigado, é los malfecliores habían viese bien proveído, según estovo en los tiempos
lugar de andar esentos sin miedo de la justicia. pasados. Otrosí fué notificado en aquellas Cortes los
Habida consideración por el lley ó por la Reyna glandes gastos fechos en la guerra contra los mo
del inconviniente grande que deste uso se seguía á ros, é los quo dende en adelante eran necesarios do
la execucion de la justicia, necesaria parn la buena se facer, fasta concluir con el ayuda de Dios la
gobernación de los reynos, acordaron de lo reme conquista comenzada contra el Reyno de Granada.
diar. E para lo mejor facer, comunicaron su volun Sobre lo qual, después que por todos so ovieron al
tad con un dotor natural de la cibdad de Zaragoza, gunas pláticas, los Perlados, é Caballeroso Barones
que se llamaba Micer Alonso de la Caballería, Vi- é Procuradores que en aquellas Cortes se juntaron
cechancíller del Reyno de Aragón, porque era gran en nombre de todo el Reyno, considerando los gran
letrado, é home de buena prudencia, é muy instruc- des gastos que en la guerra de los mores se facían,
to en los fueros é costumbres de aquel reyno. Con para los quales todos los Reynos de Castilla conti
el qual , habido su consejo, mandáronle que plati namente contribuían en gran cantidad; otrosí, con
case con los Perlados , é Caballeros ó Procuradores siderando quanto necesaria era aquella Hermandad
de las cibdades é villaB de aquel Reyno de Aragón quo nuevamente era constituida, é los salarios que
en las materias que en aquellas Cortes so habian do se habian de pagar cada afio á los oficiales é mi
tratar, y espccialmonto les doclarase la voluntad nistros que diputaron para la gobernar, é otrosí
que tonian de proveer aquellos reynos do justicia, para pagar el sueldo á la gente de armas que fué
por manera que castigando los malfechores, otros ordenado que siempre estoviese presta para favo-
so refrenasen de ser homicidas, é facer las inju rescer la justicia; acordaron de repartir cierta su
rias que en fiucia de aquella firma de derecho se ma de libras de la moneda de Aragón, las quales se
facían, é todos viviesen en paz é seguridad. gastasen solamente en las cosas necesarias á la
Fecha la congregación , como quíer que la cos guerra de los moros, y en los otras cosas concer
tumbre antiguo, quanto quíer que sea dañosa en los nientes á la execncion de la justicio de aquel Roy-
pueblos, poro su antigüedad la justifica, 6 face so- no. Otrosi les sirvieron con ciento é quince mil li
frir su defecto á las gentes, las quales con dificul bras que montaron los sisas qué habian seydo co
tad son traídas á mudanza de lo que por grandes gidas en los tres arios pasados ; lo qual todo se dis
tiempos acostumbraron, pero este doctor fizo en tribuyó en la guerra de los moros. Otrosí, porque
aquella congregación sus fablas sobre esto caso, en aquellos Reynos de Aragón é Valencia, y en el
fundadas con tales é tantas razones é autoridades, Principado de Cataluña habia muchas personas del
que mudó las voluntades á las gentes que le oye linage de los judios, cuyos padres é abuelos se ha
ron, é fizo aborrescer aquello que dañaba al bien bian tornado christianos, y el Rey é la Reyna fue
común, aunque lo tenían por ley en tiempos anti ron informados que algunos de aquellos no creyen
guos usada. E tenido delante el zelo del bien co do bien la fe christiana, facían ritos judaicos; om
mún, los fizo unánimes para dexar aquella usurpa inaron los arios pasados á aquellos reynos é provin
ción del derecho, é poner la gobernación de la jus cias jueces que ficiesen inquisición, é procediesen
ticia, que dende en adelante en aquel reyno se de contra los que en aquel pecado fallasen maculados.
bia tener, en el arbitrio é dispusicion dol Rey é de Los deste linage que decimos eran muchos, é
la Reyna, é se remitieron á las leyes y estatutos abundaban en riquezas, é algunos dellos tenían los
qne ellos ordenasen. oficios públicos de la cibdad. E reputándolo á grand
Esto fecho, con oonsejo desto doctor Micer Alon injuria porque afirmaban ser tan buenos christia
so, é de algunos de los otros principales de aquella nos, que no era necesario facer inquisición con
congregación, el Rey é la Reyna mandaron quitar ellos ; algunos que mas grave lo sintieron, pensan
aquel uso, é otro qualquier que impidiese la execu do escapar si matasen un juez quo creían que soli
cion de la justicia. E porque mejor dende en ade- citaba aquella inquisición mas con enemiga que les ■
474 CRÓNICAS DE LOS REYES DE CASTILLA
tenia que con celo de la fe , movidos con proposito ciese la pena que merescia. Otrosí acordaron de re
diabólico, tovieron manera que estando aquel in partir en aquellas Cortes ciento é veinte é cinco mil
quisidor (1) en maytines fincado de rodillas delan libras, las cinqüenta mil dellas para satisfacer lue
te un altar de la Iglesia mayor de la cibdad de Za go los agraviados que reclamaban continamente
ragoza, entrasen dos bornes las caras cubiertas é le ante el Rey é la Reyna, de los daños que habían
matasen. Por este feo crimen fueron indinados to recebido ; ó por las setenta ó cinco mil libras finca-
dos los de la cibdad. Y el Rey é la Reyna, que bles, pusieron imposición sobre ciertas mercadurías
quando esto acaesció estaban en la cibdad de Cor- para pagar cada año al Rey é á la Reyna cinco mil
doba, mandaron proceder contra los que se falla libras para la guerra de los moros. Estando el Rey
ron culpantes en aquel delicto, é fueron quemados ó la Reyna en la cibdad de Valencia fueron infor
ellos, é otros algunos que facían ritos judaicos , ausí mados que el Rey de Francia erabíaba ante ellos un
en aquella cibdad como en las otras cibdades é villas etnbaxador, á les proponer algunas cosas tocantes
de aquel Reyno. E fueron aplicados todos sus bienes á las confederaciones antiguas que son entre los
para la cámara del Rey é de la Reyna, los quales Reyes é Reynos de Francia é de Castilla. E como
fueron en gran cantidad. Otros muchos fueron re sopieron que era entrado en la tierra de Cataluña,
conciliados á la fe, ó les fueron dadas penitencias embiaronle á decir con un caballero de su casa que
á cada ano según la medida de su yerro. se llamaba Moscú Marimon , que sí traia comisión
del Rey de Francia para les restituir luego á Per-
CAPÍTULO XCVI. pifian, é á todas las tierras de los Condados de Rui-
Como el Rey é li Reyna fueron a la cibdad de Valencia, ¿ lo que sellon é Cerdania que injustamente les tenia ocupa
allí ficieron. dos, que viniese en buen hora á proponer ante
ellos el cargo de su embazada. Pero si esta comi
Ordenadas las cosas que para la buena goberna sión no traía, que se volviese, é no entrase mas ade
ción del Reyno de Aragón eran necesarias, el Rey lante en su señorío ; porque ninguna buena paz se
é la Reyna, é con ellos el Príncipe Don Juan, é las podia tratar con el Rey de Francia, ni tratada po
Infantas sus fijas, y el Oardenal de Espafia con otros día permanescer , durante el agravio que les facia
perlados é caballeros que continaban en su corte, en retenelles aquellos dos Condados que les perte-
partieron do la cibdad de Zaragoza, é fueron á la nescian. Oido por el etnbaxador esto mandamiento,
cibdad de Valencia. E porquo en aquel reyno habia oomo quier que respondió que bu embozada seria
algunas disoluciones dañosas á la república, por apacible, é della resultaría toda buena paz é concor
causa de los bandos antiguos que son entre los ca dia entre el Rey de Francia su señor , y el Rey é la
balleros de aquel reyno, de los quales recrescian Reyna, pero porque dixo que no traia la comisión
muertes de hornea é otras injurias, é se facían gas que demandaban para entregar aquellos Condados,
tos é destruiciones de bienes ; otrosí porque se falla cumpliendo la amonestación que le fué fecha, no
ron algunos agravios, é tomas de bienes, é fuerzas pasó mas adelante, é volvióse para el Rey de Fran
fochas por caballeros , é otras personas singulares cia, sin Ber recebido ni oido por el Rey é por la
de algunas villas é pueblos de aquel reyno ; el Rey Reyna.
é la Reyna con gran diligencia entendieron en aque
llas cosas que les fueron querelladas. E para pro CAPITULO XCVII.
veer en lo pasado , é dar orden en lo porvenir, man
daron facer Cortes, é juntar en la cibdad de Orihue- De las cosas que en Valencia se contrataron con el Seflor de
la los Perlados, é Caballeros, é Barones , é los tros Labrlt.
estados, é Procuradores de las cibdades é villas que Recontado habernos en esta Crónica oomo el Rey
acostumbran juntarse á entender en la gobernación Don Luis de Francia padre del Rey Carlos, que
de aquel Reyno de Valencia. E después que fué pla agora en aquel reyno reynaba, tomó el Ducado de
ticado con ellos en aquellas materias , dieron orden Borgofia, diciendo pertenecerle por fin del Duque
para que fuese la justicia temida. E como fasta Charles, que murió sin dexar fijo varón legitimo
estonces qualquiera que se sentia injuriado, menos salvo una fija que casó con el Rey de los Romanos,
preciando la vía del derecho, recorría á los de su fijo del Emperador de Alemana. La qual ansimes-
bando, para que le ayudasen por vía de fecho, rao murió, é dexó una fija que casó con este Rey
mandaron so grandes penas, que todo bando é par Carlos de Francia é un fijo pequeño que estaba en
cialidad cesase, é todos recorriesen á los jueces poder de aquel Rey de los Romanos su padre. El
para que por via de derecho el agraviado alcanzase qual ansí en vida del Rey Luis, como después en
el cumplimiento de justicia y el criminoso pade- tiempo deste Rey Carlos, siempre trabajó por reco
brar el Ducado de Borgoña, que deoia pertenecer á
(1) Este Inquisidor fué el Maestro Pedro Arbues de Eplla, que aquel su fijo. E sobre el recobrar del uno y el re
hoy veneramos en los altares, y el suceso de su herida a 15 de Se tener del otro, ovo entre ellos guerras, do se recre
tiembre de 1485. Murió el dia 17 casi a la misma hora que habia cieron grandes daños, muertes, é robos, é tomas de
sido herido. Las circunstancias de este caso traen por «tenso cibdades é villas de la una parte á la otra en aque
Zurita, lii. XX,eap. 65, y mas «aclámenle Gerónimo Blancas en
sus hermosos Comentarlos de las cosas de Aragón, tom. lll de llas partes. Especialmente el Rey de Francia favo-
la iíispania llliulrala, jig. 709. resció á las cibdades de Gante é de Bruzas, é á las
DON FERNANDO É DOÑA ISABEL. 475
otras cibdades ó villas del Condado de Flándes, que nro, salvo si erré, nomo placiendo bus yerros. É
portonescian al fijo deste Bey de los Romanos, para » como quier que esto es notorio , pero este Bey Cár-
que se alzasen contra él. Los quales , con los esfuer i) los , que heredó también la cobdicia como el Rey-
zos dol Rey de Francia, fioieron un insulto grande, » uo del Rey su padre ; hamo tomado lo mió, porque
y entraron en el palacio do estaba el Rey de los i) le defiendo que no tome lo agono que pertenece al
Romanos, é prendioronlo, é apodoraronso de su fijo, i) Bey do Navarra mi fijo, sogun quo todo es mani-
é mataron los principales de su Consejo. Esto sa i) fiesto á Vuestra real Magostad ; é hame traido &
bido por el Emperador su padre, vino con mucha n tal estado que do quiera estoy mas seguro que
gente de los Alemanes, é constriñó á los de la cibdad i) en mi tierra.» Después que ovo propuesto ante
do Bruxas do estaba preso, que lo soltasen. E por el Reyé la Reyna estas razones, é las injurias é
esta causa creció mas la enemistad que habia entre agravios grandes que el Rey de los Romanos, é
él Rey de Francia é aquel Rey de los Romanos su Iob Duques de Bretaña é de Urliens , y él é otros se
suegro. Ansimesmo el Duque de Bretaña, y el Du ñores de aquel reyno de Francia habian recebido del
que de Urliens, y el Señor de Labrit, ó otros caba Roy Luis posado, é los que agora recebian deste Rey
lleros de Francia estaban en la indinacion del Rey Curios su fijo, dixo que él confiando en la magnani
de Francia, por algunos desacuerdos que entre ellos midad del Rey é de la Reyna, habian acordado de
lmbia. E las querellas orecioron de tal manera, que ponor en sus manos ú él, é al Roy de Navarra su fijo,
ol Roy de los Romanos por su parto , é los Duques é á todo su reyno , para que ficioson dellos todo lo
de Bretaña é Urliens, é aquel Señor de Labrit por la que les pluguiese. Otros! les dixo , como el Rey de
suya , acordaron de meter Ingleses que son enemi los Romanos é Iob Duques de Bretaña éde Urliens,
gos del Rey de Francio, para se ayudar dellos é fa é algunos otros señores de Francia estaban á su ser
cer guerra en el reyno. vicio para los ayudar á recobrar los Condados de
Ansimesmo habernos recontado en esta Crónica, Buisellon é Cerdania , que el Bey de Francia contra
como después que la Princesa de Navarra no acep toda justicia les tenia ocupados.
tó el casamiento que le fué movido dol Principe de El Bey é la Beyna recibieron este caballero gra
Castilla para su fija que era Reyna de aquel reyno, ciosamente, é ficiéronle mucha honra. É depues que
ó la casó con el fijo del Señor de Labrit , el Rey é la deliberaron sobre lo que ante ellos propuso, acorda
Reyna mandaron á Don Juan de Ribera, que con ron de se haber con él liberalmente ; é mandaron á
cierta gente de armas que le dieron, estoviese en al Don Juan de Bibera que luego dexase al Rey su fijo
gunos lugares frontera del Royno de Navarra, é se la villa de Viana, é toda la otra tierra de Navarra
apoderase de las cibdades é villas del , para resistir que le habia tomado. E allende desto embiaron man
á los Franceses, si quisiesen por aquellas partes en dar á todas las villas é lugares que son en los puer
trar á facer guerra en Castilla. El qual tomó la villa tos de Vizcaya é de Guipúzcoa, que ficiesen una
de Viana , é los castillos de Sant Gregorio , é I rule grand armada , é que fuesen con este Señor de La
ta, ó otras algunas tierras del Reyno de Navarra. brit, é ayudasen por mar é por tierra al Duque de
Aquel Señor de Labrit , veyendo que de la una Bretaña é & este Señor de Labrit contra el Bey de
parte estaba en la indinacion del Rey de Francia, é Francia. Y embiaron por capitán de toda la gente de
que le habia tomado toda su tierra , é de la otra par la armada á un caballero Catalán Maestresala del
te el Rey é la Reyna facian guerra al Rey de Na Bey, que se llamaba Mosen Qralla. Los de aquellas
varra su fijo , é le entraban por su reyno ; acordó de provincias, cumpliendo el mandamiento del Bey ó
poner á él é al Rey su fijo , é á todo aquel Reyno de la Beyna, juntaron luego gran flota de navios ;
de Navarra en las manos del Rey é de la Reyna, por y este capitán Mosen Gralla con aquella gente des
se pacificar con ellos , é haber su ayuda contra el cendió en tierra de Bretaña. Ansimesmo vino de In
Rey de Francia. E trató con Don Juan de Ribe glaterra con gente en ayuda del Duque de Bretaña
ra que le acompañase , é ambos vinieron & la oibdad el Conde de Escalas. Lo qual sabido por el Bey de
de Valencia. Y este Señor de Labrit propuso ante el Francia , juntó gente de armas , é tomó las cibdades
Rey é la Reyna, presente el Cardenal de España é de Urliens é Blaya, é las otras tierras pertenecientes
otros caballeros é doctores de su Consejo, en esta al Duque de Urliens, é vino con gran poder de gen
manera. tes al Ducado de Bretaña , á sus capitanes tomaron
« Muy poderosos é muy temidos señores : aunque algunos pueblos , é robaron é quemaron otros , é fi
i la necesidad no me constriñera venir ante vuestra oieron cruda guerra en aquel Ducado,
» real Magostad, todavía me llamara vuestra ínag- Los Duques de Bretaña é de Urliens y este Señor
i) nanimidad, que ni face, ni consiente facer fuerza, de Labrit , veyéndose favorescidos con la gente de
i Quisiera yo, muy excelentes Señores, pues la ven- España que les habia embiado el Bey é la Beyna, ó
l tura me habia de traer á vuestras manos reales, con la gente de Inglaterra que traxo aquel Conde
•haber principiado á servir, antes que comenzase á de Escalas, salieron al campo á pelear con la genfo
> demandar : porque siento pena en ser enojoso an- del Bey de Francia, é ovieron una gran batalla cer
* tes que servidor. Yo , muy poderosos señores , si- ca de la cibdad de Nántes ; en la qual fueron ven
i guiendo la lealtad que mis predecesores guardaron cedores los capitanes del Bey de Francia , é murie
» A la corona real de Francia , siempre serví al Rey ron muchos Bretones, é Ingleses, é Castellanos, que
i Luis, é á este Rey Carlos su fijo sin punto de yer- habian ido á los ayudar. É alli murió peleando aquel
47é CRÓNICAS DE LOS REYES DE CASTILLA.
Conde de Escalas, porque no se quiso dar á prisión. radores de las cíbdades é villas de aquel Reyno de
Otrosí fuá preso el Duque de Urliens , é otros capi Valencia, vista la utilidad común y el bien que á to
tanes é caballeros que estaban en ayuda del Duque dos se seguía, las obedecieron é juraron solemne-
de Bretaña ; entre los quales fué preso aquel capi mente en aquella cibdad de Orihuela de las guardar.
tán Mosen Gralla, que el Rey é la Reyna habían em- Después de fechas é concluidas aquellas Cortes, el '¡
biado con la gente de la flota. Y este Señor de La- Rey é la Reyna, é con ellos el Principo é las Infan
brit, visto el desbarato que ovieron los de su parte, tas sus fijas, y el Cardenal de España , é los otros ca
oto lugar de se salvar, é vino parala cibdad de Nan- balleros é oficiales que andaban en su corte partie
tes. E dende á pocos dias murió el Duque de Brota- ron de la cibdad de Orihuela, é vinieron para la cib
fia, é dfxose que la causa de su muerte fué el pesar dad de Murcia ; porque por las partes de Lorca en
grande que ovo en se ver vencido , é todos sus ami tendían este año facer guerra á las cibdades de Baza
gos é valedores presos é muertos en aquella batalla. é Guadix é Almería. E como fueron en aquella ciu
Después de la muerte del Duque de Bretaña , su dad, el Rey é la Reyna mandaron llamar todas las
cedió en el señorío de aquel Ducado una de sus fijas gentes de armas é peones que el año pasado habían
la mayor, que se llamaba Madema Ana. A la qual el apercebido. E como la gente fué junta, el Rey par
Rey é la Reyna continando su propósito, fayorescie- tió de la cibad de Murcia á cinco dias andados del
ron para poseer el Ducado del Duque su padre, é mes de Junio deste año, é fué á la cibdad de Lorca;
para recobrar las villas é lugares que le tenia en é fueron con él el Duque de Alburquerque, y el Mar
tradas é ocupadas el Rey de Francia. É la Reyna, es qués de Cáliz , y el Conde de Buendía , y el Conde
tando el Rey ocupado en la guerra de los moros, om de Ledesina, y el Conde de Monteagudo, é Don Al
inó segunda vez á Don Diego Pérez Sarmiento, Con varo de Mendoza, Conde de Castro, é Don Diego de
de de Salinas, é con él á Pero Carrillo de Albornoz, Córdoba, Conde de Cabra, y el Conde de San Esto
é otros caballeros é capitanes con mil hornea de ar van , é Don Enrique Enriquez , su Mayordomo ma
mas á caballo, é con gente de peones ballesteros é yor, é Don Juan Chacón, Adelantado de Murcia, é
lanceros y espingarderos á pié para ayudar á la Du Pero López de Padilla , Adelantado de Castilla , é
quesa. Y embió sus cartas para todas las villas é lu otros caballeros é capitanes fijos-dalgo de la casa
gares que son en los puertos del mar de Vizcaya é del Rey é de la Reyna.
Guipúzcoa é Castilla la Vieja, mandándoles que lue E como el Rey llegó á la cibdad de Lorca , man
go diesen al Conde é á todos los que con él iban na dó al Marqués de Cáliz é al Adelantado do Murcia,
vios é marineros para pasar ellos é las cosas que lle que fuesen con cierta gente en la delantera á poner
vaban. roal sobre la cibdad de Vera. E como el Alcayde é
El Conde de Salinas con todos los otros capitanes los cabeceras de aquella cibdad sopieron que el Rey
é gentes que la Reyna embió con él, embarcaron con venia á los cercar , salieron á fabla con el Adelan
ciertas naos é caravelas, é pasaron en Bretaña. Los tado, é dixéronles como estaban en servicio del Rey,
quales se juntaron con los Brotónos , é con algunos é que viniendo él en persona , luego le entregarían
Ingleses, que segunda vez habían venido en ayuda aquella cibdad con sus fortalezas. Visto por aquellos
de la Duquesa, para facer guerra á los Franceses. capitanes el ofresciiniento fecho por los moros, es
cribiéronlo al Rey , el qual fué con toda la hueste á
CAPÍTULO XCVIII. aquella cibdad, y el Alcayde é los moros dolía sa
lieron con las llaves, é se las entregaron. Y el Rey
De lo que el Rey 6 la Reyna Bcicruu en la cibdad de Marola.
seguró sus personas é bienes para que se pudiesen ir
Estando pendientes las cosas que se habían plati á las partes de África, ó á las aldeas comarcanas á
cado en las Cortes de lacibdad de Valencia, porque lacibdad, ó á otro qualquier lugar que quisiesen,
so llegaba el tiempo del verano paracontinar la con según que lo dio á los de las otras villas é castillos
quista comenzada contra el Royno do Granada, el de aquol Royno, que sin premia se le habían entre
Rey é la Royna partieron do aquella ciudad, é vinie gado. E puso por Alcayde é gobernador de aquella
ron a lacibdad de Orihuela, donde concluyeron las cibdad á Qarcilaso de la Vega su Maestresala (1).
cosas que fueron movidas en las cortes del Reyno de Sabido por algunas villas é fortalezas de las co
Valencia. En las quales constituyeron algunas leyes marcas , como la cibdad de Vera so había entregado
é ordenanzas para que pudiesen vivir bien é segu al Rey, luego vinieron ante él los Alfaquies é Pro
ramente los de aquel reyno , é defe: licron so gran curadores de las Cuevas, é de Huesear , é Hueral , é
des penas las malas costumbres quo traían daño á de Sugena, é Alborea , é Moxácar, é Bedar, é Se
la república. De las quales ordenanzas ó prohibicio rena, é Cabrera, é de Lubrer é Ulela, é Sorbas,
nes, todos los de aquel Reyno de Valencia fueron con é Teresa, é Locayna, é Torrillas, ó de Hiyunque,
tentos, porque conocieron que les escusaban los gas é Suebro, é Taraba, é de Belefique , do Nixar, é
tos dol dinero é los peligros de las personas, que te I l u orear, é do Vélcz ol Blanco, ó de Veloz el Ru
nían continos en la prosecución de los bandos ó bio é de Cantoria , é de Cartabona é Oria, é Xer-
parcialidades que seguían. Otrosí les quitaban' la cos, é Albor, é Alxamecid, é Beniandala, é Bo
causa del pecar, pensando en las muertes é vengan
zas que Be deseaban los unos á los otros. E todos los íl) La entrega de Vera fué a 10 de Junio de este alio. Zur., ilb.,
Caballeros é Perlados ó Barones é Síndicos Procu cap. 75.
boN FERNANDO É DOÑA ISABEL 477
nitarafa, é Atfthelid, é Alardia, é Alhabia, é Be- Visto por el Adelantado de Murcia, que tenia
nialguacil, é Benilibel, é Benzano, é Bcnimina, é cargo de la reguarda, como los moros seguían á loa
Almánchez, é Cotobar, é Benicaglat, é Líxar, é Fi christianos, vo'vió con su batalla, ó recogióla gen
nes, é Lula, é de Huesga, é de Orze, é Galera, é te de los christianos que iban fuyendo, ó acometió
Castiilejaé Búllar, éBenamaurel. Los quales entre tan recio contra los moros, que los fizo retraer. Y el
garon luego las fortalezas que habia en estos luga Adelantado con sus gentes do pié é de caballo los
res al Bey , é puso en ellas sus Al cay des ; é dio se siguió, firiendo é matando en ellos fasta que los
guro á los moros que dexaron la tierra , para que metió en las huertas de la cibdad. Eotro dia siguien
fuesen á morar á las partes que quisiesen con todos te el Bey vino para la cibdad de Huesear, la qual
bus bienes; é los que quedaron por mudéxares en es gele entregó luego, é puso en ella por alcayde &
tos lugareB , fícieron juramento de ser buenos é lea Don Bodrigo Manrique. E allí mandó despedir toda
les vasallos, é siervos del Bey é de la Roy na, é de la gente, é fué á facer oración á la Cruz de Carava-
les pagar bus tributos, según lo ficieron los otros vaca; é de allí vino á la cibdad de Muroia donde
moros que quedaron por mudéxares en los otros lu estaba la Beyna.
gares que se ganaron en los años pasados. Becebi-
dos todos estos lugares, é puestos los Alcaydes en CAPÍTULO XCIX.
las fortalezas que se entregaron, el Bey acordó de ir
á la oibdad de Almería, para ver el asiento dolía , é De las cosas que el Rey ¿ la Itcyna ordenaron, después qne el Re;
salla de tierra de moros.
si habria lugar este año para la sitiar. É mandó al
Marqués de Cáliz, é al Duque de Alburquerque , é al Como el Bey llegó á la cibdad de Murcia, luego
Adelantado de Murcia, que fuesen en la delantera, el Bey é la Beyna acordaron de dar el oargo de la
los quales llegaron á vista de la clbdad. É como los capitanía mayor de todas las villas é castillos que
moros vieron aquella gente, recelando ser cercados, este año ganaron de tierra de moros á Luis Fernán,
pensaron de excusar el asiento del roal,é salieron de dez Puertocarrero, Señor de Palma. E mandaron á
aquella cibdad á escaramuzar con las batallas que Iob alcaydes que dexaron en las fortalezas é á loa
iban en la delantera. E después que el Bey llegó otros capitanes de gentes, que mandaron quedar en
con toda la otra gente, porque vido que de aquella la tierra, que estoviesen á su gobernación , para la
escaramuza, por ser entre las huertas de la oibdad , guardar, é facer guerra al Rey viejo que estaba con
los christianos recebian daño , mandó cesar la esca gente en las cibdades de Baza é Quadix. Otrosí pu
ramuza, é retraer toda la gente. E después que por sieron oficiales para que por tierra embiasen requas,
todas partes vido el asiento de aquella cibdad, tor é por mar embiasen navios oon provisiones de pan
nó con toda la hueste á poner real cerca del rio de é otros qualesquier mantenimientos necesarios á los
Almería, que es media legua de aquella cibdad. E alcaydes é gentes de armas que dexaron en los cas
otro dia mudó su real , é fué para la cibdad de Baza tillos é tiorrns que este año se ganaron en aquella
donde estaba el Rey viojo; el qual salió de la cib comarca ; y ellos acordaron de venir para la villa de
dad con gente de caballo é de pié á escaramuzar Valladolid á tener el invierno. E porque la guerra
con las batallas del Marqués do Cáliz é del Adelan que en aquella tierra se esperaba facer , ansí en el
tado de Murcia que iban en la delantera. E los chris defender, como en el ofender, era peligrosa ; algu
tianos fueron tanto adelante peleando con los mo nos mancebos fijos-dalgo que andaban en servicio
ros, que los retraxieron fasta los meter por las huer contino del Rey é de la Reyna, con deseo de ganar
tas , donde los moros tenian puestas sus celadas. Y fama loable en los fechos de las armas, quedaron
en aquella facienda, por la dispusicion de los luga de su grado con este capitán mayor, para le ayudar
res donde peleaban recibieron mayor daño los chris en aquel cargo.
tianos , porque fueron feridos é muertos algunos do- Acaeció en estos días que estando la Reyna en
llos con los tiros de ballestas y espingardas que los Muroia, le fué certificado , qne el Alcalde mayor de
moros tiraban. Especialmente fué muerto de un tiro la tierra del Duque de Alva , y el alcayde de una
de espingarda Don Felipe de Aragón , Maestre de fortaleza, que se decia Salvatierra, habían injuria
Montosa, sobrino dol Bey, fijo bastardo del Principe do é apaleado al recaudador quo cogia los derechos
Don Carlos, su hermano. Sabido por el Bey la muerto reales del servicio é montadgo de los ganados que pa
de bu sobrino, pesóle mucho ; é mandó a las batallas saban por aquella tierra del Duque é aun escribano
que iban en la delantera, que retraxiesen la gente de que andaba con él. E como fué informada de aqueste
la escaramuza , é que se volviesen al real, que man delicto, encubierto el sentimiento que dello ovo. man
dó asentar dos le'guas do la cibdad , cerca de un rio dó secretamente á un Licenciado Diego de Proano,
que se llamaba Guadalquiton. Los moros, como vie Alcalde en su corte , que con diligencia ficiese justi
ron que se tornaban las batallas de los christianos, é cia de los que fallase en aquel exceso culpantes.
que los de la escaramuza se retraian , salieron mas Est9 alcalde partió secretamente de la cibdad de
número de caballeros moros de refresco, con gran Murcia, é fué disimulado fasta que llegó cerca de
des alaridos, é siguieron á los christianos que iban la villa de Alva de Tormes , é tovo tal astucia , que
en la rezaga de las batallas, matando é firiendo en prendió al alcayde dentro en la fortaleza de Salva
ellos, fasta que por fuerza ficieron fuir á algunos é tierra do estaba ; é ansimesino al alcalde del Duque
juntarse con las batallas que iban en la delantera. é aforcó luego al alcayde en aquol uiosmo lugar
*Í8 CRÓNICAS DE LOS REYES DE CASTILLA,
donde fizo la injuria al recaudador ; é tomó preso
al alcalde mayor , é llevólo ante los Oidores de la
Cnancillería, que reside en la villa de Valladolid. CAPÍTULO Cí.
Los quales conocido el delicto , mandáronle cortar De la guerra que facían los moros á los lagares que estaban por
la mano , é desterrar por toda su vida del Reyno. el Rey e por la Reyna.
Destas justicias fechas en personas tan señaladas, Estando el Rey é la Reyna en la villa de Valla
pesó mucho á los malos , porque so refrenaron en dolid, ovieron nueva como por la mala guarda que
sus malos deseos , é plogo á los buenos , porque go habia en la villa é castillo de Nixar donde era al-
zaban de la paz que deseaban tener en sus personas cayde Bernal Francés , los moros ovieron lugar de
é bienes. la combatir é recobrar, é que habían muerto á cu
chillo setenta escuderos, é todos los peones que la
CAPÍTULO O. guardaban. Ansimesmo que tornaron á recobrar
otra fortaleza que se llamaba Competa, é que el Rey
De las cosas que el Rey é la Rcyna ficieron en Valladolid.
viejo que estaba en Guadix facia cruda guerra á
El Rey é la Reyna partieron de la cibdad do toda aquella tierra que se habia dado al Rey é á la
Murcia, é con ellos el Príncipe, é las Infantas sus Reyna, donde habían seydo muertos é desbaratados
fijas y el Cardenal de España ; é vinieron á la villa é feridos é presos en escaramuzas algunos christia-
de Valladolid por dar orden en la inquisición que nos. Especialmente fué muerto un mancebo Comen,
se facia contra los hereges, é proveer de letrados é
dador de la Orden de Santiago, que se llamaba Ruy
prosidente la Cnancillería, y en otras cosas concer
Díaz Maldonado, fijo del Doctor Rodrigo Maldonado
nientes é la gobernación de la justicia. E mandaron
Señor de Bavila Fuente, el qual eligió antes la muer
ir homes letrados que ficiesen inquisición sobre los
te peleando que sofrir la vida con vergüenza fu-
corregidores de las cibdades é villas, á los quales
yendo. Otrosí sopieron como aquel Rey viejo que
embiaban á mandar, que acabado el tiempo de su estaba en Guadix, vino con gente de moros á pié é
corregimiento estuviesen treinta dias sin tener car á caballo, é con muchos pertrechos á combatir la
go de justicia, faciendo su residencia é dando razón villa é fortaleza de Callar, en la qual no estaba á
de lo que habían llevado de penas é de otras cosas la hora Carlos de Biedma á quien el Rey é la Reyna
ó como habían usado de su oficio. E si alguno fa habian puesto en ella por alcayde, é se decia que
llaban culpado, llevando algún cohecho, ó habien
con recelo se salió della. E como quier que por la
do fecho otro exceso en la justicia, luego era traido
dispusicion natural é obra artificial que esta villa
á la corte preso , é penado según la medida de su tiene parece inexpugnable, por las grandes peñas
yerro ; é á este tal no se encargaba dende en ade é cuestas altas é grandes edificios de que por todas
lante oficio ninguno. Visto la gran diligencia que partes está fortificada, pero la multitud de los mo
en esto la Reyna ponía, todos trabajaban por se sal ros y el osado atrevimiento que ofreciéndose á la
var, usando limpiamente de su cargo. Otros! man muerte tovieron para la combatir, fué tan grande ó
daron juntar en aquella villa todos los inquisido por tantas partes, que por fuerza entraron en la vi
res que habían seydo puestos en las cibdades ó vi lla, é la robaron é mataron los christianos que den
llas, é los fiscales é receptores y escribanos, é otros tro pudieron haber. Otros algunos que se dispusie
oficiales que habían entendido en aquella negocia ron á pelear por las calles, no pudiendo resistir al
ción. E después de habidos .largos consejos sobre poderío é fuerza de los moros , se retraxieron á la
esta materia, por quanto era ardua, é tocaba á mu fortaleza con un alcayde que por estonces estaba en
chas personas, dieron cierta forma que se guardase ella, que se llamaba Juan de Avalos.
en los procesos é prisiones, é otras cosas que en esta Este alcayde fué tan constante en la virtud de la
causa dende en adelante ocurriesen. Falláronse verdadera fortaleza, que ni la multitud de los mo
muchos judíos hombres raeces que depusieron fal ros le turbó, ni sus combates enflaquescieron su áni
samente contra algunos conversos por los traer á mo, para morir defendiendo aquellas torres que le
la muerte. Lo qual fallado por verdadera informa fueron encomendadas. Los moros, á quien la victo
ción, fueron en Toledo apedreados por justicia al ria que ovieron en la entrada de la villa habia fe-
gunos dellos. Otrosí nombraron inquisidores que cho crecer su orgullo para combatir la fortaleza,
embiaron á algunos Obispados, para que fecha la pudieron llegar con algunos pertrechos al muro»
inquisición 'en forma jurídica, fuesen castigados é pusieron en cuentos una torre con gran parte del
los que fallasen culpantes , é apurasen del todos los lienzo de la cerca y entraron por fuerza la barrera.
ritos judaicos que guardaban, é alimpiasen la tierra Aquel alcayde Juan de Avalos peleaba oon grand
de aquella mala é iniqua opinión que algunos te esfuerzo, remodiando á los lugares mas flacos, é
nían. Otrosí ordenaron la ley de la plata que dende poniendo esfuerzo á los que con él estaban, los qua
en adelante so labrase en sus Reynos, que fuese les visto el esfuerzo del alcayde, se dispusieron á le
apurada, é de la ley que se labraba en la cibdad de ayudar. E como quier que los moros habian ya ga
París. E pusieron grandes penas á qualquiera que nado la barrera, pero el alcayde con aquellos que
Aquella ordenanza quebrantase. le ayudaron, con muchas piedras y esquinas echa
das de lo alto, lanzaron á los moros fuera de la
barrera que habían ganado. Este combate fuó muy
DON FERNANDO É DOÑA ISABEL. 47!)
riguroso, é duró cinco dios , porque loa moros eran vinieron á la cibdad de Burgos. E como la Reyna
en tanto número, que quando los unos se apartaban sopo que habian llegado á aquella cibdad , é que
del combate , llegaban otros de nuovo á combatir : del trabajo largo de la mar é fatiga que habian pa
de manera que los chrístianos no tovieron una hora decido en los caminos , estaban no bien proveídos
de espacio para se reparar. Pero conosciendo que de cavalgaduras, é de los otros arreos que les eran
según el daño que habían fecho en los moros se necesarios, embió á ellos un tesorero, para que les
rian todos muertos si fuesen tomados, el miedo proveyese de los bestias é ropas é todas las cosas
que concibieron les fizo avivar las fuerzas é conti- que oviesen necesario.
nar los trabajos, fasta que los moros visto que per Estos embaladores llegaron á la villa de Valla-
dían su gente é no ganaban el muro, acordaron de dolid, é por mandado del Bey é de la Beyna les fuá
quemar la villa é se retraer é dexar la fortaleza. fecho honorable recebimiento por Iob Duques é Con
Otrosí dos capitanes moros el uno se llamaba Ali- des é Caballeros é Perlados que estaban en sn cor
Alatar, que estaba apoderado de la villa é fortaleza te. E como reposaron algunos días, propusieron su
de Alhendin, é otro que se llamaba Iza-AIatar, que embazada ante el Rey é la Reyna, presentes el Car
estaba con gente de moros en la villa de Salobreña, denal de España é algunos Duques é Condes é Per
guerreaban desde aquellas á los moros de Granada, lados de su Consejo ; primeramente las recomenda
que estaban por el Bey mozo, é á todos los chrís ciones é graciosos ofrecimientos que con toda be-
tianos é moros que estaban en las villas é lugares nivolencia el Rey de los Romanos les embiaba. E
que se habian ganado los arios pasados ; é traian dixeron de su parte, que porque el amor grande que
cavalgadas é tomaban continamente captivos, é habia á sus personas reales, se consolidase con ma
facian tan cruda guerra , que el capitán mayor é yor debdo de afinidad é consanguinidad, habia
Iob otros capitanes é alcaydes de las cibdadeB é vi acordado de embiar ante Su real Magestad, á lea
llas que estaban por el Rey é por la Reyna, no lo rogar, que les ploguiese de otorgar la Infanta Doña
podían resistir. Otrosí los moros de la cibdad de Al Isabel su fija en matrimonio para él. Otrosí que les
mería é de Tabernas, é los que inoraban en el valle ploguiese prometer en matrimonio á la Infanta
de Purgena, é de todas aquellas partes, entraban en Doña Juana quando saliese de edad , para Filípo
la tierra de los chrístianos que son á las partes de Duque de Borgoña , Conde de Flándes, cuyas eda
Lorca é de Murcia, é tomaban hornos captivos, é des ansí del padre como del fijo, convenían bien con
llevaban ganados, é facían cruda guerra á todos las edades de las Infantas que pedia. E cerca des-
los que moraban en aquellas comarcas. E para pro tos matrimonios, que por la gracia de Dios se mo
veer á estos daños, el Rey é la Reyna embiaron vían, é con su voluntad se esperaba concluir, re
, mandar á Juan de Benavides , é á Garcilaso de la contaron algunas utilidades que á ambas partes se
Vega, que fuesen con gente de caballo para resis seguían de presente, é mediante la agracia divina
tir á los moros por aquellas partes é facerles guor- esperaban que se siguirían de futuro.
ra. Otrosí embiaron a Francisco Ramirez Secreta E acabada de proponer la materia destos dos ca
rio, que tenia cargo del artillería, con sus cartas samientos de las Infantas que pidieron, ficieron sa
para todos los caballeros, ó cibdades é villas del ber al Rey é á la Reyna los agravios é injurias que
Andalucía, que son en aquellas partes , mandándo el Rey de Francia habia fecho á su fijo el Duque de
les que se juntasen é resistiesen aquellos daños que Borgoña en le tener ocupado por fuerza su Duca
los moros facian. Los quales cumpliendo el manda do que le pertenescia, é otras algunas tierras que
do del Rey é de la Reyna se juntaron é resistieron habia heredado é poseído legítimamente por fin de
las guerras é cavalgadas que aquellos moros facian, la Duquesa su madre. Otrosí tenia tomadas algunas
é ovieron con ellos algunas batallas é recuentos villas é lugares é puertos de mar de la Duquesa de
donde murieron algunos chrístianos é moros. Pero Bretaña, que era sobrina del Bey, fija de su herma
porque aquellos capitanes moros estaban en casti na, é que pugnaba por desheredar totalmente tam
llos roqueros, do no habia salvo gente de guerra, bién en aquel Ducado como en el de Borgofia.
nunca cesaban de facer guerra por todas las partes Otrosí que tenia preso al Duque de Urliens, é le ha
que podían á los chrístianos. bia mandado tomar sus tierras ; é ansimesmo al
Señor de Labrit, é á otros caballeros de Francia.
CAPÍTULO Olí. Otrosí recontaron la injusticia que al Rey é á la
Reyna facia en les tener por fuerza los Condados
De la embalada que el Rej de los Romanos emolí} al Rej é i la
Rejnc de Ruisellon é Cerdania que les tenia ocupados ; é
que parescia cosa contraria á la razón seyendo Re
Estando el Rey c la Reyna en la Villa de Valla- yes tan poderosos, consentir en su patrimonio fuer
dolid entendiendo é proveyendo en las cosas que za tan notoria, para la qual ninguna otra osadía
suso habernos recontado , sopieron como venían á tenía el Rey de Francia, salvo la poca diligencia
ellos embaxadores del Rey de los Romanos, fijo del que veia en gela resistir. E que mirasen bien que
Emperador de Alemania, el bastardo de Borgoña, su cobdicia tanto mas crescia para haber lo ageno,
fijo del Duque Charles, é otro capitán que se lla quanto menos resistencia fallaba para conservar la
maba Juan de Salazar. Los quales habian venido proprio. E sobre esta materia dixeron otras razo
por mar, é ,del puerto de la Corana descendieron é nes para iodinar al Rey é á la Reyna contra el Rey
480 CRONICAS DE LOS REYES DE CASTILLA.
de Francia. Y en conclusión, ofmofaran el amistad grande é de tantos discrimines é dificultades que
ó confederación del Rey su señor, para ayudar al requerían grandes fuerzas é trabajos para la pro
Roy é á la Reyna, para recobrar á Ruisellon, fa seguir, é que durante aquella no podían comenzar
ciendo guerra al Rey de Francia por aquellas par otra guerra. Pero que ellos habían embiado una
tes de Flándes é de Brabante, fasta que restituyese flota armada con sus capitanes é gentes á la Du
á ellos, ó á él, é á su fijo, é á la Duquesa de Bretaña quesa de Bretaña. E allende de aquello entendían
todo lo que forzosamente les habia tomado. Para embiar oada que necesario fuese mas gente para le
lo qual afirmaron tener cierta el ayuda del Empe ayudar, é facer guorra al Rey de Francia, á fin que
rador bu padre, é de muchos principes de Alemaña, recobre las villas é tierras que le tienen tomadas de
é la del Rey de Inglaterra, el qual embiaria luego su patrimonio, lo qual anBÍmesmo seria ayuda al
de sus capitanes é gentes para entrar en Francia Rey de los Romanos , para ser restituido el Duque
por la parte de Bretaña é Flándes. E que faciéndole su fijo en lo que le estaba tomado é ocupado. E
guerra dentro de su rey no por todas partes, faria cerca de su amistad é confederación que demanda
por fuerza lo que la cobdicia no le consentía facer ban con el Roy délos Romanos, respondieron que
por justicia. les placia de la facer, é de le tener por su amigo é
Oídas por el Rey é por la Reyna estas é otras ra confederado, para le ayudar contra el Rey de Fran
zones que en este caso propusieron, mandaron res cia, para recobrar lo que tenia ocupado al Duque
ponder á aquellos embaladores, como á ellos placía su fijo.
mucho de su venida, é que eran alegres en saber del Otrosí estos embaladores por virtud del poder
estado é buena dispusicion del Rey de los Romanos que traían del Rey de los Romanos, juraron é pro
su primo, é del Duque de Borgoña su fijo. B cerca metieron de ayudar al Rey é á la Reyna, é á sus
délas materias que habían propuesto, 'porque eran gentes é capitanes contra el Rey de Francia cada
grandes é arduas, les dizeron, que mandarían pla que fuese necesario para recobrar los Condados de
ticar sobre ellas en su consejo, é responderles aque Ruisellon é Cerdania. E como estas cosas fueron
llo que fuese servicio de Dios, é bien é honor suyo asentadas, el Roy é la Reyna los despidieron, dán
é del Rey de los Romanos su primo , é del Duque doles grandes dones de oro, é plata, é brocados, ó
su fijo. Estos embazadores estovioron en la villa de caballos.
Valladolid por espacio de quarenta días, en los
quales el Rey é la Reyna mandaron facer justas é capítulo era.
torneos, ó otras muchos fiestas de grandes ó suuip-
tuosos gastos é arreos. E al fin les mandaron res Como el Rey é la Berna restituyeron la eibdad de
ponder, que ellos eran alegres en saber la buena a su corona real.
voluntad é amor que el Rey de los Romanos bu El Rey Don Juan, padre desta Reyna Doña Isa
primo mostraba á sus cosas, y el deseo que tenia de bel, fué constreñido en tiempo de algunas disen
lo refirmar con mayor debdo de sanguinidad; é que siones acaescídas en el tiempo que reynó, de d ar la
cerca del matrimonio que domandaba de la Infan eibdad de Plasencia al Conde Don Pedro do Stúfti-
ta Doña Isabel su fija les ploguicra mucho de lo ga, que era su justicia mayor, la qual dádiva revo
otorgar, salvo por la pendencia que tenia de su ma có luego por ser excesiva, é contra su voluntad. El
trimonio con otro Principe, por quien primero les efecto desta revocación no ovo lugar, por algunos
fué demandada; é que fasta ver el fin de aquella impedimentos que ausf ¿1 como el Rey Don Enri-
pendencia, no seria honesto platicar cerca de su rique su fijo tovieron en aquellos tiempos que rey-
matrimonio con otro príncipe. E cerca de lo que naron ; é por esta causa ovo lugar de heredar el
tocaba a la Infanta Doña Juana que pedia para el señorío de aquella eibdad el Duque Don Alvaro fijo
Duque Felipe su fijo, les fué respondido, que su de aquel Conde Don Pedro de Stúñiga, é después
edad no era aun perfecta para celebrar aquel acto del Duque Don Alvaro, su nieto, fijo de su fijo ma
de matrimonio ; pero por el deseo que tenían de re yor, que agora la poseía.
firmar por nuevo debdo el amor que con él tenian, La Reyna que fué informada como la merced de
les placia prometer que temían manera con la In aquella eibdad fué fecha por importunidad, é re
fanta su fija quando fuese de edad, que otorgase vocada con justa razón, trató con algunos caballe
aquel matrimonio, é celebrase en faz de la sancta ros é cibdadanos principales de la eibdad, que, de-
madre Iglesia los actos que para ello se requirian. zado el señorío de aquel Duque Don Alvaro, se tor
E cerca de lo que habían recontado tocante á las nasen á su señorío real. Los quales conosciendo que
fuerzas que el Rey de Francia habia fecho é facia, aquella eibdad por ser una de las principales del
les mandaron respouder, que no les venia de nuevo Reyno, é cabeza de Obispado , no debia ser aparta
todo lo por ellos recontado, lo qual sentían como da de la corona real ; é que ellos sentían ser opre-
se debia sentir, é lo tenian en el ánimo para pro sos viviendo fuera del señorío real , poniendo en
veer según que seria proveído, é á su honra com- obra lo que tenian en voluntad, se juntaron , é to
plia ; é que si fasta allí no habían entendido en maron armas, y echaron fuera de la eibdad á la
ello, era porque habían estado y estaban ocupados justicia é oficiales que el Duque Don Alvaro tenia
en la conquista que facían de las cibdades é villas puestos; é cercaron la fortaleza, é pusieron sus es-
ó tierras del Reyno de Granada, la qual era tanto tanzas para que ninguno pudiese salir ni entrar en
DON FERNANDO É DONA ISABEL. . 481
ella. Beto fecho, embiaron á decir al Rey é á la
Reyna el estado en que tenían la oibdad ; por ende CAPÍTULO CD.
que fuese lnego el Rey á la recebir, é ansí menino á
facer la fuerza necesaria al alcayde do la fortaleza, Sfguense las co?as que pasaron en el año de mil é qnatroclentos a
ei ae pusiese en rcsistoncia, para gcla tomar. ochenta ó nueve anos. E primeramente como fué el Rey a con
finar la guerra contra los moros.
Como esta nueva vino al Roy é á la Reyna, es
cribieron luego sus cartas para los caballeros é cib- Porque el tiempo del verano para proseguir la
dadanos de Plasencia, regradesciéndoles lo que ha guerra comenzada contra el Reyno de Granada se
bían fecho. E otrosí el Rey partió para aquella cib- acercaba , aoordaron el Rey é la Reyna de partir da
dad, y escribió á todos los caballeros é gentes de la villa de Valladolid. E fueron á la oibdad de Jaén,
armas de las cibdades de Salamanca 6 Zamora, é é con ellos fueron el Principe Don Juan é las Infan
Toro, é Cibdad- Rodrigo, é Truxillo, é Cáceres, é Ba tas sus fijas, y el Cardenal de España, é los otros
dajoz, é á todas esas comarcas, que con sus caba caballeros é oficiales que acostumbraban andar en
llos é armas viniesen para la cibdad de Plasencia. su corte. T embiaron luego sus cartas de llamamien
E oomo el Rey con todas aquellas gentes llegó a la tos para todos los caballeros y escuderos é gentos
cibdad, el Duque Don Alvaro que sopo el levanta de armas, de caballo é de pié, á quien habían aper-
miento fecho contra él en ella, é como el Rey era cebido para que se juntasen en las cibdades de liba
ido á la tomar, recelando que si se pusiese en alguna da é Baeza ; porque en aquellas fronteras que son
resistencia perdería todo el otro su patrimonio, ovo de Baza é Guadix, acordaron de facer la guerra este
su acuerdo de obedescer los mandamientos del Rey año. Especialmente determinaron de poner sitio so
é de la Reyna, é fué luego, y entrególa con su for bre la cibdad de Baza ; porque fué platicado en su
taleza al Rey. Y él la recibió, é puso en ella por Al consejo , que si aquella cibdad se ganase, sería me
cayde é Justicia á Antonio de Fonseca. nos trabajosa ¡la conquista de las cibdades de Gua
En este año ovo en muchas partes de los Reynos dix é Almería, é de las otras cibdades é castillos que
de Castilla é de Aragón grandes aguas mucho ma en aquellas partea quedaban por conquistar. E como
yores que las que ovo en el ano pasado ; é fícieron las gentes llamadas se juntaron, la Reyna acordó de
grandes destruiciones de molinos y edificios, é mu quedar en la oibdad de Jaén , é con ella el Príncipe
rieron muchos ganados. Especialmente en la cibdad é las Infantas sus fijas , y el Cardenal de España. Y
de Murcia y en su comarca llovió un agua tan recia, el Rey partió de aquella cibdad á veinte é siete dial
que las gentes pensaron ser anegados; é algunos pas del mes de Mayo ; é mandó poner su real en el lu
tores, é otros que andaban en los campos peligraron, gar quo so llama Sotogordo, donde acordó de espe
salvo los que buscaron torres é lugares altos donde rar todas las gentes de caballo é de pié , para los or
escapar. Ansimesmo en Santa María del Puerto en el denar en batallas. Impidióse el juntamiento de aque
mes de Marzo de este arlo llovió tanto que las gentes llas gentes ocho dias , por las grandes aguas que re-
creyeron ser otro diluvio. E los vecinos de aquella crescieron; las quales dañaron los caminos, é fície
villa veyeron una nnbe mucho negra é una multitud ron crescer los ríos ; é trabajaron las gentes de tal
de tordos volando en medio dolía ; é con arrebatado manera, que no pudieron juntarse con el Rey al
viento que vino con aquella nube, todas las texas é tiempo que les fué mandado.
ladrillos de las casas cayeron é se quebraron , de tal Después que con grandes trabajos del tiempo so
manera que parescian molidas. Cayeron ansimesmo juntaron , el Rey mandó^facer alarde ; é falláronse
todas las casas de aquella villa, é murieron algunos en su hueste trece mil hornea de caballo é quaronta
hornea é muchosganados; perdiéronse los mas de los mil hornea de pié , los quales mandó que fuesen or
bienes que tenian en las casas. Ansimesmo quebran denados en esta manera. En la delantera mandó que
tó todas las fustas é barcos que estaban en tierra ri fuesen ciento é cinqüenta bornea á caballo con el
bera de la mar, que ninguna dexó sana. E una cara- Alcayde de los Donceles ; que según la órden anti
vela que estaban adererezando ciertos maestros , el gua de España, debe ir con los mariscales para apo
gran viento la mudó de su lugar veinte pasos, é la sentar las huestes. E mandó que fuesen en el avan-
quebró toda ; é arrebató algunos barcos que estaban guarda el Maestre de Santiago oon mil ochocientas
en la mar, é los sacó á tierra todos fechos piezas en lanzas ; con el qual iba la gente de Écija con ciento
el mismo ayre. Otros! temblaron las torres de la for é cinqüenta lanzas é setecientos peones , é ciento ó
taleza ; é aquel terremoto , por do pasaba aquella cinqüenta espingarderos de la cibdad de Toledo. En
nube, fizo otras cosas tan espantables, que p árese ió la una ala desta batalla mandó ir al Clavero de Ca-
á las gentes ser contra todo curso natural (1). latrava con quatrocientas lanzas é mil peones. Y en
la ala de la otra parte iba Pero López de Padilla con
(1) El eura de los Palacios refiere lo de estas aínas, j añade que
en toda tierra de Andalucía hubo tanta fertilidad, y tal cosecha docientas lanzas de los escuderos que tenian tier
de (ranos, que todo el tiempo de la cosecha Talló la fanega de ras é acostamientos del Rey é de la Reyna, que
trigo a cincuenta maravedís, y en algunas partes a real, qae valla le fueron dadas en capitanía. En la segunda batalla
entóneos treinta y un maravedís. También se aliaron este aho los iba Don Diego López de Ilaro con ciento é cinqüen-
moros de Gaucln y otros de Sierra Bermeja, condados en lo raer to lanzas é quatro mil peones del Reyno de Galicia
le de la estación y sspereia del sitio, hasta qne despuei fueron
sujetados por el Marqués de Cádiz. Bernald., Hitltr. te loi fttyei quo le fueron dados en capitanía. En la tercera ba
Cató/., atp. 81 y 85. talla iban mil hornea de armas é ginetes, é mil ho-
Or.-IU. • 31
482 CRÓNICAS DE LOS REYES DE CASTILLA.
mes á pié del Cardenal de España ; de los quales de Ángulo con trecientas lanzase mil peones de Übe-
iban por capitanes Don Rodrigo de Mendoza, Señor da é Baeza. Iban en la reguarda en una batalla Luis
del Cid, é Don Hartado de Mendoza, Adelantado Fernandez Puertooarrero , Señor de Palma , Capi
de Cazorla. En la quarta batalla iba las gentes de tán de cien lanzas, é Don Rodrigo de León, capi
pié é de caballo de las hermandades, cada quadrilla tán de docientas é cinqüenta lanzas, á Pedro de Oso
con su capitán. En la quinta batalla iban Don Die rio, capitán de cinqüenta lanzas, é Miguel Danza,
go de Córdoba, Conde de Cabra, con docientas é capitán de treinta lanzas , é Garcilaso de la Vega,
cinqüenta lanzas é trecientos peones; é Martin Alon capitán de quarenta lanzas, y el Comendador Mar
so de Montemayor con ciento é setenta lanzas, é do- tin Galindo, capitán de ciento é cinqüenta lanzas, é
cientos peones. La sexta batalla llevaba Don Enri Francisco de Bovadilla, capitán de noventa lanzas,
que de Guzman con trecientas é cinqüenta lanzas, é Hurtado de Luna, capitán de cien lanzas, é Don
que le fueron dadas en capitanía. En la séptima ba Diego de Córdoba, capitán de cien lanzas, é docien
talla iba el Marqués de Aguilar con ciento é cinqüen tas lanzas é mil peones del Adelantado de Murcia,
ta lanzas , é docientos peones ; é Fernán Duque con é Fernán Alvarez , Alcayde de Colomera , capitán
docientas é setenta lanzas , que les fueron dadas en de cinqüenta lanzas. Otrosi iban en guarda de la per-
capitanía. En la octava batalla iba Don Francisco de sonadel Rey quatrociuutos caballeros fíjos-dalgo de
Yclasco, capitán deciento é cinqüenta lanzas dol Du los sus continoB, é de la casa de la Reyna; en los
que del Iufantadgo, é ciento é ochenta peones, ó quales iban Don Enrique Enriquez , su Mayordomo
ciento é cinqüenta lanzas del Conde de Feria. En la mayor, é Don Gutierre de Cárdenas, Comendador
novena batalla iban trecientas lanzas del Duquo do mayor de León , Señor de Maqueda , é Rodrigo de
Medinasidonia , é ciento é cinqüenta lanzas del Du Ulloa , su Contador mayor, é otros caballeros é fijos
que de Medinaceli , con sus capitanes que ellos em- de grandes señores de los Reynos de Castilla é Ara
biaron. En la décima batalla iba Don Alonso , Señor gón , é Valencia é Sicilia.
de la casa de Aguilar, con trecientas lanzas é tre
cientos peones. Delante la batalla real iba el Conde CAPÍTULO OV.
de Tendilla con quatrocientas é sesenta lanzas suyas
é dol Arzobispo do Sevilla , su hermano , é del Con De las guardas que asentí} el Rey en los caminos, C como cerca
é lomó la villa de Ciliar.
de do Benavente ; é Don Martin do Acuña con cien
to é vointo é cinco lanzas que le fueron dadas en ca Como la gento fué ordenada en las batallas quo
pitanía. En la batalla real iba el Marqués de Cáliz habernos dicho , el Rey con toda su hueste fué á si
con quatrocientas lanzas é trecientos peones , á cicu tiar la cibdad de Baza , según que fué acordado en
ta é cinqüenta lanzas del Adelantado del Andalucía, el Consejo, presente la Reyna. Paresció dificile po
é Gonzalo Hernández de Córdoba con setenta lan ner aquel 'sitio, porque los moros de Quadix é do
zas , é Alonso Osorio con oien lanzas , é Martin de las otras villas é castillos que son en la comarca, po
Alarcon con cinqüenta lanzas, é Bernal Francés con drían impedir las requas de los mantenimientos , é
oien lanzas, é Pedro de Ribera con setenta lanzas, otras cosas que habían de venir para el bastecimien-
é Don Sancho de Castilla con ciento é cinqüenta to del real. E para remediar este inconviniente , el
lanzas, é Garci- Alonso de Ulloa con docientas é vein Rey mandó á Alonso Enriquez , Corregidor de las
te lanzas, é Villa-Fuerte con ciento é diez lanzas, é cibdades(l) de Úbeda é Baeza que con las gentes de
Hernando de Ribera con cien lanzas, y el Comenda caballo é de pié de aquellas cibdad es, so pusiese en
dor del Montijo con ciento é ocho lanzas , y el Al- aquel lugar de Sotogordo , que habernos dicho, el
cayde de Morón Luis de Figueredo, con cien lanzas qual os dos leguas de Quesada. E mandó á Diego
é ciento é ochenta peones, é otros rail é ciento é se de Aguayo, Corregidor de la cibdad do Jaén é An
tenta peones do las Asturias do Oviedo, é quatro- dúxar, que con las gentes de aquellas cibdades se
cientos peones de Vizcaya , é docientos é cinqüenta pusiese más adelante otras dos leguas en un campo
peones de Álava é de Victoria, é docientos é treinta que se dice Campo-Cuenca. E mandó á Luis Méndez
peones de la provincia de Guipúzcoa, é quinientos de Figueredo, que con la gente de su capitanía esto -
peones de Castilla la Vieja, éTrasmiera, é de las viese cerca del castillo de Benzalema. E á estos ca
. Asturias de Santillana. Y en las alas de la batalla pitanes con sus gentes mandó que estoviesen conti
real á la mano derecha iba el Conde de Cifuentes namente en aquellos lugares que les señaló, segu
con quinientas lanzas de Sevilla é cinco mil peones; rando las requas de los mantenimientos que vinie
é a la mano izquierda iban seiscientas lanzas é qua- sen al real. E allende destas guardas mandó repar
tro mil peones de la cibdad de Córdoba. E delante tir otras gentes de caballo é de pié , que andoviesen
del fardage, porque no se mezclase con la batalla continamente las noches por las sierras que son á
real , iba Don Pero Sarmiento con setenta lanzas é la parte de Guadix , é defendiesen los saltos é pro
trecientos peones de la villa de Carraona, é cinqüen sas que los moros saliesen á facer. E como quier
ta lanzas é docientos peones de Andúxar. E para en
la reguarda del fardage iba Alonso Enríquez , Cor (i) De Vicia i Bacía. Alonso Enriqnei era Corregidor de Jaén,
regidor de Jaén , con docientas é cinqüenta lanzas é como se dice en el capllulo antecedente. Quitas estarán aqnl iras-
trocados los nombres de las Ciudades, j donde dice Vicia é Bac
mil peones de Jaén, ó Juan de Robres con docien- ía, deberá decir Jaén i Aniuxar; y al conlrario. Pero lodos los
tfla lanzas é ochocientos peones de Xerez é Pedro Códices te conforman con el impreso.
DON FERNANDO E DONA ISABEL. 483
que estas gentes con gran diligencia guardaban los fuera el combate de la villa menos peligroso. E man
caminos é las sierras ásperas que son en aquella par dó facer manderetes é bancos pinjados, para llegar
te ; pero los moros que sabían la tierra, siempre sa al muro. E los gallegos ficieron una mina , que lle
lían por lugares encubiertos á facer saltos, é ma gó fasta la torre mayor, la qual fué puesta en cuen
taban homes é bestias , é tomaban algunos mante tos. Los moros desde lo alto defendían con esquinas,
nimientos que venían al real. Acordó ansimesmo el é por baxo salian á pelear con los chrÍBtianos ; é oon-
Bey de cercar la villa de Cúxar, que es á dosleguas tinóse la pelea é los combates con toda osadía , de
de Baza; porque si primero aquella villa no se tomase los unos acometiendo, é de los otros defendiendo,
fuera trabajo peligroso sostener cerco sobre la cib- fasta que los moros oansados é muy trabajados
dad de Baza. El Bey Moro que estaba en Guadix in guardando de noche las minas, é peleando de día
formado que el Bey queria cercar la cibdad de Ba en los combates , al fin no pudiendo sufrir el daño
za, é conosciendo que desde aquella villa de Cúxar, que recibían , demandaron fabla para ontregar al
según el lugar do es asentada , podría guerreando Bey la villa, con seguridad de sus personas é bie
impedir los mantenimientos é gentes que viniesen nes. El Bey indinado, porque al principio no qui
al real , embióla á fornecer de gente de caballo é de sieron recebir lo que agora al fin demandaban , eno
pié , é por la mejor defender echaron los viejos é jado ansimesmo por las muertes que los moros ha
niños, é todos los que eran inútiles para pelear. bían fecho de algunos christianos , mandó que no
El Bey movió toda su hueste, é mandó que fuesen so rescibiese su fabla, é que se continasen las mi
delante mil peones , quebrantando las peñas, é alla nas é los combates que facian con el artillería. Los
nando los malos pasos , é faciendo puentes en los moros, visto que al Bey no placía otorgarles la se
rios , que con las muchas aguas habían crescido ; guridad que demandaban, deliberaron morir pelean
otrosí abriendo Iob caminos que por causa de la do, sino pudiesen vivir defendiendo. É trabajaron
guerra continada delargos tiempos en aquellas fron mucho mas en la defensa , faciendo contraminas ;
teras estaban cerrados. Después que con grandes é con unas calderas asidas con cadenas una á otra,
trabajos la hueste pudo pasar adelante, el Bey man echaron fuego, é quemaron los bancos pinjados , é
dó poner real sobre aquella villa de Cúxar , é cercó algunos mandaretes que estaban juntos con el muro;
la por todas partes ; é mandó poner guardas y es é con daño que recibieron los christianos , se retra
cuchas é atalayas por las torres é sierras que son xieron del combate. Los moros como homes ofresoi-
desde aquella villa, fasta una legua de las cibdades dos á la muerte, dando é recibiendo feridas, peleaban
de Baza é Guadix , para ser avisado de qualquier con indiscreta osadía. Visto por los caballeros é ca
gente que de aquellas cibdades se moviese á venir pitanes que con el Rey estaban , como la tardanza
en socorro de la villa. E mandó fablar con los mo sobre aquella villa era impedimento para el fin acor
ros, requiriéndoles que entregasen la villa, é que les dado de cercar la cibdad de Baza , é por escusar el
ofresciesen de su parte libertad de sus personas é peligro que en los combates pudieran recebir los
seguridad de sus bienes , é les certificasen , quo si christianos; otros! porque los consejos de piedad ha
luego no la entregaban ; que si escapasen de la bían mayor lugar con el Bey, que aquellos que se en
muerte , no serian libres del capti verio. derezaban á crueldad; le suplicaron que los reoibiese
Los moros, confiando en la fortaleza de la villa, apartido , otorgándoles la vida é libertad, con tanto
que por natura é artificio está fortificada con mu que dexasen la villa con todas las armas quo en ella
chas torres é muros, no quisieron dar oreja á nin habia. El Bey gelo mandó dar, é los moros recebida
gún partido , que de parte del Bey les fué ofrescido; esta seguridad , dexaron la villa libre , é se fueron
é salieron de la villa á pelear con las gentes del para la cibdad de Baza. Y el Bey mandó á sus gen
Bey. El Maestre de Santiago que llevaba el avan- tes que se apoderasen della, é puso por Alcayde á....
guarda, mandó á algunos escuderos que se apeasen Otros! mandó al Conde de Tendilla , que fuese á
é peleasen con los moros por algunos lugares cerca dos fortalezas que son cercanas á la cibdad de Ba
nos á la entrada de la villa , donde la gente de ca za, la uñase llama Froyla, la otra Bacos, é las com
ballo por la rambla é concavidades grandes que allí batiese. El Conde, con la gente de su capitanía, fué á
había no podían pelear. Otrosí Don Diego López de estas fortalezas; é como quier que ni por fuerza, ni
Haro por mandado del Bey con algunos gallegos por partido las pudo haber la primera vez que fué so
peleó con los moros por otras partes, fasta que los bre ollas, poro dexólas de tal manera dispuestas, que
retraxieron á la villa. En esta pelea murieron algu la segunda vez que fué á ellas mas fornecido de
nos moros é christianos ; pero los christianos su gente , costríñó á los alcaydes que las tenian, de tal
friendo tiros de espingardas é de ballestas, fueron manera, que gelas entregaron ; en las quales mandó
tanto adelante peleando, que pudieron ganar el ar el Bey poner gentes que las guardasen. Otrosí em-
rabal. En el qual mandó el Bey aposentar la gente bió el Bey á requerir al Alcayde moro que tenia la
del reyno de Galicia, é poner estanzas de otras gen fortaleza de Benzalema, que la entregase luego; el
tes contra la villa por todas partes. Otros! mandó qual recelando la indinacion del Rey, respondió que
asentar algunos tiros de pólvora, que tiraron á una le placia entregársela , veniendo él á la recebir en
parte del muro , do estaban fundadas una torre persona. E como el Rey fué con su huosle, luego lo
grande é otras tres menores ; porque si aquella par fué entregada , é puso en ella por Alcayde á un ca
te del adarve se pudiera con las lombardas derribar, ballero que se llamaba Juan de Ávalos,
484 CRÓNICAS DE LOS REYES DE CASTILLA.
Visto por los moros que estaban en Canillas, altos, é tanto anchas, que cada nna sale del muro
como la villa de Cúxar é las otras fortalezas que por espacio de quatro pasos. É al cabo de la cibdad
estaban cercanas á Baza se entregaron al Rey, é ú la parte de la sierra está fundado un alcázar arti
que el Conde de Tendilla iba sobre Canillas; como ficiosamente fortalescido oon muchas torres é altos
quier que aquel lugar es fuerte é cercano á la cib- muros. Luego á la salida de la cibdad, por la parte
dad de Baza, por espacio de una legua; pero los de lo llano, está plantada una huerta espesa coa
moros que en él estaban, recelando que no lo po muchos é grandes árboles é frutales que ocupan
drían defender al poderío del Rey, lo desampararon casi una legua de tierra en circuito. Y en esta huerta
luego; y el Rey lo mandó tomar al dicho Conde, é habia mas de mil torres pequeñas, porque cada ve
fornecer de gentes é mantenimientos, é poner Al- cino de aquella cibdad que tenia en ella alguna
cayde en él. parte, facia una torre cercana á sus árboles; é aque
llo que le pertenescia regaba con azequias de las
CAPÍTULO OVI. muchas aguas que descienden de aquella parte de
la sierra. Y en cada pertenencia particular había
Del asiento de la clbdad de Baza, é como fué proveída de gente tantos é tales edificios, que fortificaban toda la
A mantenimientos.
huerta. Ansí que la cibdad está fortalescido de la
Sabido por el Rey moro que estaba en Guodix, una parte con la sierra é grandes ramblas é cuestas,
como el Rey habia tomado la villa de Cúxar, é que de la otra con la huerta grande y espesura de ár
deliberaba cercar la cibdad de Baza, mandó que to boles, é de lo porte de la vega lo fortificaban las
dos los moros de pié é de caballo mas dispuestos muchas azequias é barrancos altos é baxos artificio
para la guerra de las cibdades de Guodix é Almería samente fechos, donde corren las aguas. Y en la
é de Tabernas é Furcbena, é de otros lugares de cibdad estaban por capitanes el Caudillo que se lla
aquella comarca, é de todas las serranías cercanas maba Mahomad-IIacen, é por Alcayde otro moro
de aquellas partes, é algunos moros de Granada, que llamaban líamete Abahali ; y estaban otros
que de su voluntad escondídomente venían á le ocho capitanes que se llamaban Yaya Alnayal, é
ayudar, entrasen en la cibdad de Baza, que serian Alcaymalfot, é Alíabocar, é Adalgan, é Mahoinad
en número de diez mil moros á pié é á caballo, ho Alator, é Homet Alatar, é Beduon Zafai-ja, é Alí
rnea esforzados por el contino exercicio que tenían Zabadon.
en las guerras, é maravillosamente gobernados en
la pelea á sola una voz de su capitán. É como estas CAPÍTULO OVIL
gentes entraron en la cibdad de Baza, metieron to
do el pan que había en las comarcas, é las otras vi Del sitio que el Re; mandó poner sobre la cibdad de Baza, é de
tuallas que pudieron haber para su mantenimiento, la batalla que en la huerta de la cibdad oto.
é todos las armas é pertrechos que fallaron para su El Rey, según habia acordado, movió con toda
defensa. É los de la cibdad, como quier que sus pa gu hueste, pora sitiar aquella cibdad. É como llegó
nes, según el tiempo era, no estaban aun maduros; cerca della con sus batallas ordenadas, mandó po
pero acordaron de los segar é los meter en la cib ner su real desviado de la huerta, que estaba plan
dad, á fin que la hueste del Rey no se aprovechase tada cerca de los arrabales; pero en tal lugar, que
dellos. no impedia la entrado é salida de la cibdad á los
Conviene agora , pues, que escribamos primera moros. Algunos caballeros é otros adalides que sa
mente el sitio de la oibdad de Boza. Esta cibdad, bían las entradas é salidas de aquella cibdad, visto
según nos pareado, es asentada casi al Mediodía, el poco daño que 1m moros recebian de la gente
desviada de la entrada de la mar de Levante por que estaba en ol real, por estar asentado en lugar
espacio de diez leguas. Y en aquella parte do os tan apartado, dixeron al Roy que debió mondar
fundada, podrá haber do tierra llana ocho leguas que se asentase dentro en la huerta cerca de los ar
de largo, é tres de ancho, cercada por todas partes rabales ; porque los moros constreñidos de los del
de una sierra que so llama Xabaleohol, do descien real no toviesen libre la entrada é salida como la
den las aguas & lo llano. É á esta llanura, que se tenían. É porque pareció ser conviniente aquel
dice la Hoya de Baza, riéganla dos ríos: al uno lla consejo, el Rey mandó mudar el real, é asentarlo
man Guadalquiton, é al otro Guadalentin. La oibdad dentro en la huerta bien cerca de los arrabales; é
esta asentada en un llano al cabo desta sierra bien mandó poner algunas de su gentes al rostro de loa
cercano á ella por espacio de quatro tiros de ballesta. moros para les resistir la salida de los arrabales, en
Entre la cibdad é la sierra está una cuesta do salen tretanto que el real se asentaba, é se facían é for
dos grandes fuentes; é los moros llaman Albohacen tificaban las estanzas que se habían de poner contra
á la cumbre de aquella cuesta. Los arrabales desta lo cibdad. Mandó ansimesmo al Maestre de Santia
cibdad son grandes, é puestos en circuito della, go, que entrase con sus batallas ordenadas á pió 6
pero no tienen tal cerca que los pudiese amparar, á caballo por medio de la huerta en derecho del al
porque es fecha de tapia baxa de casamuro. La cib cazaba. E al Marqués de Cáliz, é á Luis Fernandez
dad tiene el muro muy fuerte, é las torres del mu Puertocarrero, Señor de Palma, mandó que entrasen
chas é grandes, cercanas unas de otras; especial con sus gentes por la parte de lo sierra, é que fue
mente á la una parte tiene quatro torres albarranaa sen con ellos la gente de Costilla la viejo ó de las
DON FERNANDO É DONA ISABEL. 4tó
Asturias. É mandó á Don Rodrigo de Mendoza, é á disponer con voluntad á la muerte para darla al
Don Hartado de Mendoza, Adelantado de Cazorla, enemigo. É si los christianos pensaban ser vence
que eran capitanes cada uno de quinientos hornea dores por ser mayor número de gente, los moros
á caballo de la gente del Cardenal de España, é á no pensaban ser vencidos por la dispusioion de los
Don Sancho de Castilla é al Clavero de Calatrava, lugares do peleaban; é ansí los unos é los otros dan
que entrasen por otra parte, é que fuesen con ellos do é sufriendo feridas, duraron en la pelea por es
la gente de caballo é de pié de la cibdad de Écija, pacio de doce horas; en las quales ni los unos ni los
é del Adelantamiento de Cazorla. É por otra parte otros podían haber espacio pora recobrar las fuer
mandó que entrase la gente de caballo, é doce mil zas, porque también por las espaldas como por de
peones á pié de las Hermandades, cada quadrílla lante é por todas partes, ocurrían cada hora enemi
con su capitán. É mandó á Don Juan de Silva, Con gos que salian á ferir é guerrear. En este tiempo el
de de Cifuentes, que con la gente de caballo é de vencimiento entre los nnos é los otros fué variable:
pié de la cibdad de Sevilla entrase por otra pate. É porque muchas veces los christianos como vencedo
mandó á Don Gutierre de Cárdenas, Comendador res retraian á los moros en algunos lugares; é por
mayor de León, é á Don Diego López de lluro, que otras partes cansados é vencidos de estar tanto
con cierta'gente de las guardas é peonage del rey- tiempo peleando, se retraian y eran vencidos de
no de Galicia entrasen por la parte de la sierra que los moros; é no podían guardar bandera, ni estar á
es encima de la cibdad. É mandó á los Condes de gobernación de capitán, porque la díspusicion de
Cabra é de Tendilla é de Urueña, é al Marqués de los lugares les constreñía á pelear derramados é por
Aguilar, é á los otros caballeros é capitanes de su diversos lugares, sin tener orden de batalla. É ansí
hueste, que con sus gentes á pié é á caballo estovie- loa moroB como los christianos, andando sueltos
Ben repartidos por otros lugares contra la cibdad. acá ó allá, turbados de miedo, é algunas veces ocu
Como el Maestre de Santiago é los otros capitanes pados con Iob árboles, fuian de los suyos meamos,
é gentes entraron en la huerta con sus batallas or no conosciendo si eran amigos 6 enemigos. Y el
denadas, certificaban á sus gentes, que Dios median presuroso sonido de los tiros, é ballestas, é ribado-
te alcanzarían la victoria que deseaban, si acome quines y espingardas, y el alarido de los vencedo
tiesen con osadía é durasen en el esfuerzo. Los ca res, y el gemido de los vencidos é feridos, é la con
pitanes moros , recelando que si el real se ponia en fusión de las voces diversas en lengua é mezcladas
la huerta perderían la libertad que tenian para la unas con otras, turbaban é ponian tal espanto á to
entrada é salida en la cibdad, é que los ckristiarJbs dos, que ni sabían, ni podían ver quales eran los
habrían lugar de asentar el artillería bien cerca de vencedores, ni en qué partes, ni quales eran los
sus muros, amonestaban á los suyos que saliesen vencidos para los ayudar, por la turbación de la
fuera, é peleasen por el sostenimiento de su ley, batalla, é la grand espesura de los árboles y edifi
por la defensa de su tierra, por la guarda de sus cios que les impedían. En este espacio de tiompo
parientes, é por la vida é libertad de sus personas; Iob christianos ganaron algunas torree de las que
los quales decian no tener otro remedio, salvo aquel estaban en aquella huerta, otras había que guarda
que Dios les embiase, y el que sus manos les diesen ban los moros; é los christianos por ganar las que
con el esfuerzo de sus corazones. Los moros esfor tenian los moros, é los moros por recobrar las ga
zados con las amonestaciones de bub capitanes, se nados por los christianos, ofresciéndose á gran pe
dispusieron á echar fuera de la huerta i los chris- ligro, les ponian fuego. É oíause Iob clamores mise
tianos. E fecho el signo de las trompetas de la una rables de los que sufrían las llamas, é sonaban las
parte é de la otra, juntáronse por muchas partes de voces crueles de los que ponian el fuego; é ni los
la huerta las armas enemigas unas contra otras, é unos ni los otros podían en aquel peligro socorrer á
firicronso luego con los tiros de las lanzas y espin los suyos, por el impedimento de los árboles é bar
gardas é saetas; é por unas partes se comenzó la pe rancos que por todas partes habió. Algunos caba
lea á caballo, é por otras ¡i pié. Pero las muchas lleros é capitanee christianos, vista la desorden de
torres, los edificios de las casas, la espesura do los aquella batalla, quisieran retraerse de la huerta con
árboles, los azequias, é angostura de los lugares, sus gentes, salvo porque perdido el tino de la sali
daba mayor ventaja en la polea á los moros quo es da, eran constreñidos á durar en la pelea. La qual
taban á pié que á los christíanos quo estaban á ca fué tan cruel, que en todo el tiempo que duró, ni
ballo; especialmente porque conoscian las entradas los moros se retraian mostrando miedo, ni los chris
é salidas de las azequias é do los lugares angostos tianos dexaban la pelea con deseo de vencer. El
do habían de entrar para salir sin dallo. Visto por Rey estovo con todas las otras sus gentes á una
algunos de los caballeros é capitanes christianos parte de la huerta ayudando é proveyendo de gen
este inconviniente, mandaron que se apeasen mu tes de pié é de caballo, y esforzando á los suyos do
chos de Iob escuderos, é Be juntaacn con los peones. era menester. Pero estaba en gran pena, porque con
Estonces la gente del peonage, favorecida con los el impedimento de los árboles é torres no podia ver
escuderos que Be apearon, ovieron mayor esfuerzo ni proveer á todas partes. Al fin plogo á Dios en
para pelear, é los christianos cometiendo con osadía este tan peligroso descrimen de batalla, dar tan
é los moros resistiendo con esfuerzo, encendióse en buen esfuerzo á los christianos, que durando en el
tro ellos la pelea' tan cruel, que cada uno parecía trabajo que sufrieron peleando, cansaron á Iob rao
486 CRÓNICAS DE LOS REYES DE CASTILLA.
roe, 6 los ficieron retraer á un lugar que toman for
talecido de palizadas entre la huerta é los arrabales, CAPÍTULO OVIII.
el qual impedia á los cbristianos que no los pudie
sen mas adelante seguir. Como se levantó el real de la huerta de Baxa, é se atenta donde
primero estaba.
Como Iob moros fueron retraídos, los cbristianos
por mandado del Rey ficieron muy presto estatizas El asiento del real , que según habernos dicho se
fortalecidas con grandes palizadas, bien cercanas á puso en la huerta, fué trabajoso, porque la espesura
las defensas que los moros tenian fechas; en las de los árboles é los barrancos grandes, impedían el
qnales mandó el Rey poner gentes que las guarda asiento de las tiendas de tal manera, que á gran
sen, é mandó luego allí en la huerta asentar su real. pena se fallaba lugar donde buenamente se podie-
Murieron é fueron feridos en aquella batalla al sen armar. É porquo estaban cercanas á las estanzas
gunos de los christianos ó de los moros: especial de los enemigos dondo se podría recrescer peligro
mente fué allí muerto un capitán principal de los á los del real, mandó ol Rey que las guardas de
moros, home esforzado, que se llamaba Reduan Za- aquella noche fuesen fornecidas de mas gentes, ó
farja, por cuya muerte los de la cibdad mostraron quo se repartiesen en tres lugares. É allende de los
gran sentimiento; falláronse muertos muchos ca caballeros é peones que estovieron en las guardas,
balleros. Derribaron los moros con un búzano el fué necesario quo la otra gente de la hueste esto-
brazo al Alférez de una batalla de las del Cardenal, viose armada; porquo los moros no cesaron toda la
que se llamaba Juan de Perea , sobrino del Ade noche de salir é acometer á los cbristianos, veces
lantado Rodrigo de Perea. É Don Rodrigo de Men por unas partes, veces por otros, tirando saetas y
doza, fijo del Cardenal, que después fué Marqués de espingardas, é cometiendo con ellos escaramuzas.
Zenete, capitán de su hueste, vista la bandera en Otro dia por la mañana, visto por el Rey el trabajo
perdición , como quiera que fuese mozo é aun no é peligro quo sus gentes aquella noche en la guarda
experimentado en fecho de las armas tan peligroso; del real ovieron, y el que dende en adelante se es
pero su inclinación, que en aquella hora pareció ser peraba si allí estoviese, ovo consejo con los caba
de home esforzado, le fizo avivar. É sufriendo los lleros é capitanes do su hueste sobre el remedio que
tiros de ballestas y espingardas que por todas par cerca de este inconvinieute se debía poner. É todos
tes le tiraban, recobró su bandera, ó fizo tener que los mas acordaron que el real se debía quitar do la
da su gente, é ir adelanto poleando contra los mo huerta, porque la gente de armas no podría sufrir
ros. El Maestre de Santiago sufrió grandes peligros ei trabajo que se recrecía, ansi en las guardas, como
é trabajos peleando por su persona y esforzando su en las peleas que los moros continamente movían.
gente, especialmente por la guardar que no reci El Rey, visto aquel acuerdo, mandó que se alza
biese el daño grande que él y ellos recibieran de los se, é se asentase en el lugar donde primero estaba.
moros por causa de la grand espesura de los árbo É por escusar la pelea peligrosa que entre los árbo
les. Otrosí el Marqués de Cáliz é todos los otros ca les é barrancos se podia mover por los moros si ve-
balleros é capitanes, trabajaron peleando en aquella yesen alzar el real, mandó que ninguna tienda se
facienda tanto, quo podían alcanzar la victoria que desarmase, fasta que todo el fardago fuese sacado
en aquel dia plogo á Dios do les dar. de la huerta; y entretanto mandó fornecer de gen
Otras particularidades é casos grandes acaescidos tes las estanzas que estaban contra las palizadas é
en esta batalla dexamos de recontar, porque ningu albarradas de los moros. Y el Rey con toda la otra
na razón de palabras podría igualar con la grande gente de su hueste se puso al rostro de la cibdad,
za de los fechos que en ella pasaron. Pero puédese fasta que todo el fardage é las tiendas fué levan
bien creer por los que este fecho de armas leyeren, tado del lugar do estaba, é asentado do habia de
é consideraren el lugar do acaeació, y el ánimo que estar. Como el real fué puesto, luego se retraxo el
los cbristianos tovieron para ofender, y el esfuerzo Rey con todas sus gentes, é ansimesmo desampara
que los moros cobraron para defender, que pocas ó ron las estanzas aquellos que las tenian cercanas á
ningunas batallas se leen haber acaescido do tanta los arrabales.
gente y en semejante lugar concurriese, é que tan Visto por los moros que los cbristianos desampa
cruel é peligrosa fuese é tanto durase, como la que raban las estanzas que tenian, salieron contra ellos
en este dia ovo este Rey Don Fernando; especial por muchas partes á pié é á caballo con tiros de
mente porque, según el lugar do acaeació, ni los saetas y espingardas, é arremetiendo é tirándoles
cbristianos podieron haber entera gloria del venci lanzas. Pero los christíanos, que en semejantes ca
miento, ni los moros gran caida por ser vencidos. sos conoscian la manera de pelear de los moros;
Después que los moros fueron retraídos, dexada recelando el inconviniente por venir, é proveyén
la tristeza que debian tener por sus amigos muer dose antes que viniese, salieron de las estanzas or
tos, y encendidos de ira contra los enemigos vivos, denadamente faciendo algunas vecea rostro á los
tornaban á salir de sus estanzas á pelear con los moros, otras veces siguiéndolos fasta loa meter en
cbristianos]; salvo que la oscuridad é la gente que sus albarradas; é ansí podieron salir de la huerta, é
el Rey mandó estar toda la noche armada é junta dexar las estanzas que tenian sin daño suyo. Des
con bus arrabales, les refrenó la osadía que mostra pués que el real so asuntó fuera de la huerta, el Rey,
ban tener. considerando como estando apartado de la cibdad,
DON FERNANDO tó DOÑA ISABEL. ■ .' 48?
loa moros podían salir y entrar libremente en ella, ver de aquel lugar, fasta lo tomar ; é reprehendían
quiso saber de los caballeros é capitanes que con él á aquellos que consejaban al Rey que alzase el real.
eran lo que se debia facer para que estoviese oer- Algunos otros de su consejo que eran de voto con
cada, de manera que los moros estoviesen oprimi trarío , dizeron al Rey que el cerco no se debia al
dos é no toviesen aquella libertad que tenian. Sobre zar, pues ya era puesto, porque los moros de aque
lo qual ovo diversos votos en su consejo; porquo lla cibdad, é los do las cibdades de Guadiz é Alme
algunos dizeron, que no solamente habia fecho ría, é de todas aquellas comarcas, é también los de
buen acuerdo en mudar el real, mas que lo faria la cibdad de Granada, pensando que por flaqueza
mejor si mndase el consejo que ovo de cercar aque que habia, ó por algún otro peligro que se recelaba,
lla cibdad , considerando el lugar do es asentada, el Rey mandaba alzar el real, cobrarian orgullo
é la huerta, y edificios, é torres, é azequias, é cues oreyendo ser victoriosos ; é que vista la absencia
tas, é barrancos, é albarradas, é otras fortalezas de del Rey, se juntarían según otros veces han feoho,
que por natura é por artificio está fortalecida por é cercarían alguna villa ó castillo de las que son en
todas partes, é la mucha gente de los moros que la aquella comarca, á la qual seria necesario socorrer.
guardaban. É que seria dificile con la gento que E que páralos semejantes socorros no todas veces
bIH estaba, annquo pasaba de cinqüonta mil com se fallan las gentes é los otros aparejos necesarios
batientes, cercarla como debia sor cercada, para que oslando el Roy absonte, como estando sobre aque
ninguno saliese della ni ontraso, salvo con mayor lla cibdad, donde toda la mas ó mejor gente de
copia de gonto. Allende dcsto decían, quo segitn la guerra que habia en todo el reyno de Granada es
información que el Bey tenia do los mantenimien taba junta. Allende dcsto decían, que 4 todos era
tos é gente de guerra que estaba dentro, era me notorio como los moros de la cibdad de Granada
nester mucho tiempo é gran suma de dinero para deseaban victoria á los de Baza, é que les ayuda
durar en aquel cerco, é que en los muchos días po rían con todas sus fuerzas, salvo por el defendi-
drían nascer tales necesidades, que constriñesen á miento quo el Rey mozo que estaba en el Alhambra
alzar el real. É por tanto que era mejor alzarlo les ponia. Pero que su resistencia no ternia en esto
agora sin dallo, que después con algunos inconvi- caso tanta fuerza con ellos, para que si veyesen
nientes; é que les parescia que se debian fornecer victoriosos á los de Boza no les ayudasen publica
de gentes de caballo é de pié las fortalezas de Ca mente con gran multitud de moros, como agora les
nillas, é Benzalema, é Benamaurel, é Cúxar, é Froy- ayudan de secreto con alguna poca gente é con to
la, é Bacos, é Cúllar, que el Rey tenia en circuito dos los avisos que pueden ; é que esforzándose en
de aquella oibdad para que la guerreasen por todas este pensamiento, tomarían armas, é mostrarían
partes; é que en aquella manera se podria decir que clárala amistad que tenian á sus moros, é la ene
estaba cercada la cibdad de Baza, mejor que estan mistad encubierta que tenian á los ohristianos : lo
do allí el Bey con sus gentes, donde consumido el qual seria oausa quo la conquista comenzada se di
tiempo y el dinero é trabajada la gente, habia poca latase por mas tiempo : por ende decían que consi
esperanza de se ganar. B que debia de ir á conquis derados bien estos inconvinientes, el cerco comen
tar las villas de Tabernas é Purchena, é otras algu zado sobre aquella cibdad se debia continar, é que
nas que son en la comarca, las quales se podian ante todas (¡osas se debia talar la huerta que tiene
haber con mayor certinidad é menor trabajo; é ha en circuito ; porque escombrando el campo á los
bidas, se pornian en tal aprieto las oibdades de Al moros, se quitaría la defensa que tenian con la es
mería é Guadix, que soyondo otro afio taladas é pesura do los muohos árboles, é los ohristianos ter-
guerreadas por todas partes, vernian mas con fuer nian libertad do ver las salidas y entradas de la
za de hambre que con fuerza de armas á la subje- cibdad para las resistir. E que talada la huerta é
cion del Rey é de la Reyna, según que otros luga puestas estanzas en los lugares convinientes, se po
res habían fecho. dria quitar la salida y entrada á los moros. E como
Después que el voto destos fué oido é platicado, qnier que para esto se requería mucho trabajo, 6
el Rey, movido a piedad do sus gentes por los tra algún tiempo, é grandes costas, é mas gente de la
bajos é peligros que habían pasado ó creía que 80- que allí estaba, pero que se nolaria á mengua, si un
fririan en aquel cerco si allí durase, é la dificultad Rey tan poderoso, por escusar trabajo é por falta de
grande que habia en los caminos por do se habian dinero, dezasede continar la empresa que habia co
de traer las provisiones á su real, determinó de lo menzado. E decian, que en muy poco se debian esti
mandar alzar, é poner guarniciones en las fortale mar los trabajos habidos por respecto de virtud, ma
zas que estaban en circuito de la cibdad. yormente teniendo esperanza, que mediante aque
Esta humanidad conoscida en el Rey, inflamó la llo se puede haber el fin deseado. E sobre todo esto
afición á las gentes de la hueste, para se disponer decian que debia consultar á la Reyna, que tenia
mas por su servicio á los trabajos é peligros que en cargo de dar órden en el proveimiento de la guer
el cerco se podrian haber. E porque los moros pon- ra, para haber su parescer cerca de las cosas que en
snrian haber alcanzado victoria si el real so alzase, la contínaoion de aquol cerco eran nocosarias.
estaban descontentos , é comenzaron á murmurar El Rey, vista la voluntad que la gente de su
por todo el real diciendo, que tan gran hueste é con hueste tenian, é las razones que decian aquellos de
tanto trabajo llegada, no se debia derramar ni mo su consejo porque el real no se debia alzar, ambló
m CRÓNICAS DE IOS REYES DE CASTILLA.
4 decir i la Reyna lo» votos qne para lo uno é para espacio de media legua, si fuesen pof medio de la
lo otro había en bu consejo ; porque en diez horas cibdad do era el camino derecho. Pero porque con
por las paradas que tenían puestas, era informada venia ir rodeando apartados de la cibdad en cir
de todas las cosas que en el real pasaban. La qual cuito de la huerta podria haber fasta una legua,
embió á deoir al Rey é á los Grandes é Caballeros de manera que con gran dificultad podria socorrer
que estaban en su consejo , que cerca del continar la gente de un real al otro ; é por esta causa mandó
6 alzar el oeroo de sobre la cibdad de Baza, no en el Rey facer grandes cavas, é palizadas, é otras de
tendía dar determinación alguna, é que lo remitía fensas en ambos reales , porque la gente estovieso
á lo que el Rey en su consejo acordase con los ca mas segura. Asentados estos dos reales, el Bey
pitanes é caballeros que estaban en su hueste. Pero mandó talar la huerta ; é como quier que paresció
que si acordaban de continar el real sobre aquella cosa trabajosa por ser grande, é por los muchos ó
cibdad según que al principio todos conformes lo gruesos árboles que en ella habia, pero luego se
habían acordado, ella con el ayuda de Dios daría puso por obra, é dio el cargo principal á Don Gu
orden para que fuesen bien proveídos de gentes , ó tierre de Cárdenas, Comendador mayor de León,
dineros, é provisiones, é de todas las otras cosas que para que ficíese aquella tala.
fuesen necesarias fanta que aquella cibdad se to Sabido por la Reyna como el Rey deliberaba de
mase. continar el real, é que mandaba facer ¡la tala de la
huerta, mandó ir luego las gentes é ferramientas que
CAPITULO OIX. fuá necesario para la facer, é la forma como se fa
cía era ésta. El Rey mandaba estar al rostro de los
Como el Rey mandó talar la huerta de Bata.
moros dos mil bornes de caballo é cinco mil peones,
Vista la respuesta que la Reyna embió, luego el allende de la otra gente que estaba por guarda en
Bey acordó do continar el cerco que tenia puesto lo alto de la sierra que descubría toda la cibdad.
■obre la cibdad de Baza, porque ansí él, como to En las espaldas de la guarda andaban quatro mil
dos los de su consejo, consideraron que aquellas co peones talando con destrales por el pié todos los
sas que la Reyna ofrescia son las principales que árboles. Y entretanto que se facía la tala, los mo
sostienen las guerras. ros salían contra la una guarda de la sierra é contra
Sabido por las gentes de la hueste el aouerdo la otra que estaba puesta al rostro de sus estanzas;
que el Rey ovo do permaneBcor en aquel sitio, cosa é talando é polcando, duró esta tula quarenta dias,
fué por cierto maravillosa de ver oomo la tristeza porque la grosura y espesura de los árboles facían
que todos tenían porque se alzaba el real, se con tan gran impedimento á quatro mil taladores, que
vertió luego en alegría tan grande, que paresciu con gran trabajo podían escombrar diez pasos cada
cada uno tener la victoria delante ; é loaban de lea- día. Eu este tiempo ningún dia falleció que los
Ios y esforzados á los que habían dado el consejo moros no saliesen dos veces á escaramuzar con los
para que el real durase ; é decían haber seydo mal christianos, veces por dos, veces por tres, é veces
consejo sacarlo de la hnerta, porque estando en ella por quatro partes; y en estas escaramuzas oaian
como al principio se puso, los moros estaban cer muertos é feridos también de los unos como de los
cados é tan oprimidos, que no tenían lugar de salir otros. E como quier que los moros recebian los mas
ni entrar en la cibdad. E decían, que se debían dis dias el mayor daño, pero no pareada falleoerles el
poner á todo trabajo , para lo tornar á poner do esfuerzo otro dia para salir á las peleas. Aoabada
primero estaba. en estos dias de talar la mayor parte de la huerta,
El Rey, considerando el gran peligro qne habia paresció mas clara la cibdad ; pero el circuito era
ai el real se tornase á poner en la huerta, dexados tan grande é de tantas concavidades é cuestas de
todos los votos que sobre esto se daban en su con tildan partes, que ni los dos reales, ni menos las
sejo, mandó luego asentar dos reales sobre aquella guardas qno do dia é do noche estaban á pié é á ca
cibdad. En el uno mandó que estovieso el artillería ballo, podían bien impedir la salida y entrada á los
é todos los pertrechos que se traían en la hueste moros en la cibdad. Visto que con el gran trabajo
para combatir , y en esto real mandó que se apo que las gentes sufrían en las guardas, los moros no
sentasen el Marqués de Cáliz, y el Marqués de Aguí- estaban oercados según debían, el Rey acordó de
lar, y el Conde de Urueña, é Don Alonso de Aguí- facer una gran cava é palizada que llegase del un
lar, Señor de Montilla, é Luis Fernandez Puerto- real donde él estaba, fasta el real do mandó estar
carrero, Señor de Palma, é los Comendadores do la artillería ; y en esta cava se fizo una gran pali
Alcántara ó Calatrava, ó Francisco de Bovadilla, é zada con los árboles que fueron talados de la huer
Juan de Almaraz con las gentes de sus capitanías, ta ; é por mas la fortificar, mandó el Rey traer las
é otras gentes de las Montañas ó de las Provincias aguas que descendían do la sierra para que corrie
de Vizcaya, é Guipúzcoa, é del Royno de Galicia. sen por medio dolía. E allende desto, porque toma
En el otro real estaba el Rey con todos los otros ba circuito de una legua , y era necesario copia de
caballeros á gentes de su hueste ; y en medio des- gente para la guardar, mandó edificar en ella
tos dos reales estaba la cibdad, é de la otra parte quince castillos de tapias con sus torres é almenas
estaba la sierra alta, é de la otra parte de lo llano do esto viesen las gentes que la guardasen. Estos
estaba la huerta, é podía haber del un real al otro castillos estaban derramados por la cava, é podía
DON FERNANDO É DOÑA ISABEL. 489
haber de castillo á castillo trecientos pasos. El un | é ansimesmo estar siempre armados, ó prestos para
castillo mandó guardar á Bonifacio , capitán de la la pelea que los moros les movian por estorbar que
gente de Burgos, é otro mandó guardará Juan Car no se ficiese. Esta cava tomaba en circuito de la
rillo con gente de Castilla la Vieja ; otro á Anto sierra andadura de dos leguas ; en la qual convino
nio de Arévalo, capitán de la gente de Guadalaxa- facer dos grandes é muy anchas paredes, fortifica
ra ; otro á Pedro de Ayala, capitán de la gcnle de das con piedras, é tierra, é madera ; y entre estas
la Provincia de Castilla, que es de la Orden de San dos paredes habia una callo de quatro pasos en an
tiago ; otro á Alonso de Barahona con gente del cho, á fin que la gente que estoviese en esta calle
Arzobispado de Toledo ; otro á Alonso Alvarez de toviese la una pared por defensa contra los moros
Avila con gente de la cibdad de Toro ; otro á Juan que quisiesen salir de la cibdad, é la otra pared con
de Villacortes con la gente de la cibdad de León; tra otros qualesquier que quisiesen venir de fuera
otro á Pedro de Gamarra, capitán de la gente de á los socorrer. Y en este edificio, que fué grande,
Murcia ; otro á Antonio de Morales con la gente de aquellos diez mil peones continamente trabajaban,
la cibdad de Zamora ; otro á Francisco de Bovedi unos en traer piedras, otros traían madera, otros
lla con gente de la cibdad de Córdoba ; otro á Juan cavaban, otros tapiaban.
de Calatayud con gente do la cibdad de Cuenca; Este Comendador mayor puso tal diligencia, que
otro á Juan de Robres con gente de la cibdad de como quier que fué gran obra, se acabó en pocos
Xerez ; otro á Antonio de la Pena con gente de la dias ; de manera que la cibdad estaba cercada por
cibdad de Truxillo ; otro á Hernando de Barradas todas partes, que ninguno podia salir ni entrar en
con algunos escuderos de las montañas ; otro man la cibdad. Pero dentro de aquel circuito, los moros
dó guardar á Bornardino de Lcrma con gente de la todos los dias salian á pelear , veces con las guar
cibdad de Soria. E con esta cava é palizada que das, é otras veces salian á combatir é guerrear á
llegaba del un rea) al otro , en la qual estaban fa los que estaban en los castillos. E porque algunos
bricados estos quince cantillos, la cibdad estaba dias poleaban por tres ó quatro partes, convenia
cercada toda por la parte de lo llano, que nin que toda la gente del real estoviese armada para
guno podia entrar en ella ni salir. E por la parte socorrer á las guardas, é á los quo guardaban los
.de la sierra mandó el Rey facer otro castillo, en castillos, é á las gentes que facian las paredes por
el qual mandó estar á Bernal Francés con la gente encima de la sierra.
de caballo é de pié que estaba en su capitanía. Y
en el campo que habia entre la cibdad é la cava CAPÍTULO CX
donde estaban estos castillos, ordenó el Rey que es-
toviese una guarda de gente do caballo é de pié; é Como el Rey acordó en el rcil de Data do tomar la fuente que
estaba debaxo del Albohaeen, 6 lo que loa moros fleicron.
por la parte de la sierra cerca del castillo que guar
daba Bernal Francés, mandó estar una guarda ; é Durante el tiempo que las cavas, é palizadas, é
con estos guardas que se mudaban do dia é de no castillos se facian en todo el circuito de Baza, ansí
che, la cibdad estaba mejor cercada por aquellas por lo alto de la sierra, como por lo llano do es
partes. Pero los moros tenian libertad por la parte taba la huerta, algunos moros salian é se venían
de la sierra de ir á qualquier parte que quisiesen, é al real, los quales avisaban al Roy del estado de la
los mas dias por aquella parte salian de la cibdad, cibdad, é de las otras cosas que entre los moros
é tomaban bueyes é bestiaB, é captivaban bornes de pasaban. E algunos decian que habia división en
los que salian del real por provisiones, porque los tre ellos, porque algunos amonestaban al caudi
guardas no podian guardar tanta distancia de tier llo é á los capitanes , quo ficiesen partido con el
ra, que resistiesen á los moros la guerra que facian. Roy, é que habiendo seguridad para los bienes , é
Visto por el Rey este inconviniente, mandó que libertad para las personas, le entregasen la cibdad.
se ficiese una cava é palizada, ó que se consiguiese Decían ansimesmo, que los mantenimientos se les
con la otra que estaba fecha en lo llano, é subiese disminuían, é que no tenian ya carne, ni sal, ni
la sierra arriba, é cercase la cibdad por aquella par aceyte; é que el pan que tenian no les podia durar
te de lo alto, como estaba por la parte de lo llano ; veinte dias. Otros decian , que tenian bastimento
de manera que ni los moros podiesen salir fuera do para dos meses ; de manera, que cerca de la provi
aquel circuito, ni otros podiesen entrar on la oibdad sión que tenian en la cibdad no so pudo saber por
á los socorrer. E dio el cargo de facer esta oava al el Rey la verdad, por las variedades que los moros
Comendador mayor de León , que habia fecho la que cada dia se pasaban al real decian. Pero todos
cava en lo llano , é mandóle dar diez mil peones concordaban, que si lafuento que estaba debaxo de
para la facer. E ste caballero con esta gente, puso la cuesta de Albohaeen se tomase, la cibdad pade
en obra el mandamiento del Rey, é duró en facer cería gran falta de agua, é allende delamengua, los
aquella cava otros dos meses ; porque los peones moros estarían tan apremiados, que no podrían de
no podian facer su obra todas horas, con el impe fender la cibdad. El Rey, habido consejo sobre los
dimento que los moros les daban con las escaramu avisos que daban los moros, deliberó de tomar por
zas é peleas que movian contra el Comendador ma oombate aquella cuesta de Albohaeen ¡ porque
yor é contra los que con él estaban ; á los quales aquella tomada, se defendería la fuente á los mo
convenia solicitar á los peones que facian la cava, ros que no se podiesen aprovechar dolía. E para dar
49(> CRÓNICAS DE LOS REYES DE CASTILLA,
este combate mandó facer un castillo de madera,
el qual se habia de llevar por piezas, é armarse bien CAPÍTULO CXI.
cerca de aquella cuesta de Albohacen, é poner en
él gente que defendiese á los moros la salida, en Del desbarato que algunos caballeros que salieron a el real de
tretanto que en aquella cuesta se fundaba otro cas Baia UcicroD cti los moros de Guadix; 6 do las cosas que pasa
ron en Granada.
tillo de tapias.
Otrosi fué necesario talar algunos árboles , que Estando el real asentado sobre la cibdad de Ba
impedían el paso de la gente , é de los pertrechos za , los moros que habernos dicho que estaban en las
quo so habian de llevar para el combate. E mandó fortalezas del Padul é Alhedin, é algunos otros de
el Rey al Comendador mayor de León Don Gutierre las cibdades de Guadix é Almeria, salían á facer
de Cárdenas , que con cierta gente de caballo é de guerra en los lugares que estaban en la obediencia
pié estoviese en la guarda de los peones que habian del Rey é de la Reyna, é llevaban cavalgadas de
de talar aquellos árboles. Como la tala se comenzó ganados é prisioneros. Ansimesmo algunos de los
é los moros lo sintieron, luego salieron con sus ba caballeros christianos salían del real, é iban á guer
tallas ordenadas para la defender. E los christianos rear los moros á los lugares do eran avisados que
por amparará los taladores, é los moros por defen podían haber presas.
der que no se fíciese la tala, comenzóse la pelea en Acaesció en aquellos días, que algunos mancebos
tre los árboles é ramblas que habia en aquel lugar. fasta trecieutos de caballo, é docientos peones de
El Comendador .mayor, vista la ventaja grande los que estaban en el real, con ánimo de ganar hon
que el lugar daba á los moros para pelear , acordó ra ó haber provecho, Be juntaron con Don Antonio
de retraer la gente, é dexar de facer la tala. E por de la Cueva , fijo del Duque de Alburquerque, ó con
que retrayéndose los que estaban á caballo podrían otro caballero que se llamaba Francisco de Bazan,
Tecebir mayor daño do los moros , apeóse , é mandó informados de algunos adalides, que podrían facer
á todos que estaban á caballo que se apeasen ; é pe presa en ciertas aldeas cercanas á la cibdad de Gua
leando, é retrayéndose paso á paso, veces firiendo dix, fueron á aquellas partes, é tomaron algunos ga
en los moros, veces sufriendo sus fuerzas é tiros nados é prisioneros. E como venian con la presa,
desvió la gente de aquel lugar con menor daño que salieron contra ellos por mandado del Rey moro que
pudo. E ansi como habia moros que de la cibdad se estaba en Guadix fasta seiscientos moros á caballo
pasaban al real , ansi bien habia algunos malos é á pié para les defender la presa. Algunos de los
christianos, que dexaban el real ó se pasaban á los christianos, quando voyoron los moros ser en mayor
moros, é los avisaban que en el real habia mengua número quo ellos, decían que debían dexar la caval-
do gente , é que no pagaban sueldo ; é les contaban gada ó salvar sus personas, pues lo podían facer
otras faltas del Real , que les daban esfuerzo, é les buenamente ; é que no debían pelear con los moros,
facían estar constantes en la defensa de la cibdad. ansi porque estaban en tal lugar que la pelea sería
Especialmente los avisaron del consejo que el Rey á ventaja de los moros, como porque olios é sus ca
ovo de tomar aquella cuesta de Albohacen , por im ballos estaban cansados de dos noches é dos días
pedir á los moros el agua que cogían de la fuente que habían andado trabajados por haber la presa
que estaba cerca ; é que para lo poner en obra ha 'que llevaban ; é que se pornian en aventura de se
bía mandado armar un castillo de madera. Como perder , si esperasen la pelea con los moros que sa
los moros ovieron este aviso, conociendo que si lían de refresco. Los capitanes esforzaban la gente,
aquella cuesta fuese tomada , ellos estarían oprimi é amonestábanles que volviesen é peleasen con los
dos , ó no podrían Balir do la cibdad ni guardarla moros, porque mayor seguridad habrían mostrando
de dentro como debían ; acordaron de fabricar on esfuerzo é peleando, que retrayéndose para dar lu
ella un castillo do tapia. E luego la primera uocho gar á los enemigos que los síguieson; especialmente
que lo sopieron, pnesta gente de armas en la delan porque on el alcance todos los peones que llevaban
tera , comenzaron á tapiar sin que se podiese ver serian perdidos.
por los del real la obra que facían. E luego por la Estas amonestaciones de los oapitanes no esfor
mañana se vido fecho un circuito de tapias , donde zaban muoho á aquellas gentes, porque eran homes
pusieron un capitán con ciertos moros para las de allegados de unas partes é de otras , é no eran de
fender; las quales estaban en tal lugar, que no so sus casas proprias, ni les daban sueldo que les obli
podía combatir salvo á gran daño de los christia gase a servir. T estos tales usando de su libertad,
nos ; é luego la noche siguiente continaren su edi no pensaban obedescer peleando , sino salvarse fu-
ficio. Ansi edificando en las noches ficieron un cas yendo. Otros algunos habia, que doliéndose de como
tillo de tapias en aquella cuesta de Albohacen , de los peones christianos se perderían si los desampa
donde defendían su fuente , que los christianos no rasen , decían que debían facer rostro á los moros,
eran parte para quitalles el agua. é pelear con ellos. E ansí estos como los oapitanes,
amonestaban al alférez que volviese la bandera , é
fuese con ella adelante contra los moros que venian
ya cerca. E porque habia entre ellos diversas volun
tades , el Alférez dubdaba de ontrar en los moros
con la bandera , según que los mandaban los capi
DON FERNANDO É DONA ISABEL. 491
tañes. Vista esta división por un escudero que eta defensa dolía, oran muertos, doliéndose de sus da
de las guardas del Bey é de la Royna, Alcayde de ños pasados, é deseando remediar los por venir, acu
la fortaleza del Balar, que estaba en aquella compa saban la negligencia de los principales de la cibdad,
cta , que se llamaba Hernán Pérez del Pulgar (1), é decíanles en secreto que veían á sus enemigos ma
homo de buen esfuerzo, tomó una toca de lienzo, é tar á sus amigos de su ley é de su sangre, é que mi
atóla en su lanza por vía de ensena, é dixo á aque raban como eo perdia su tierra, é que tenían pacien
llos caballeros : «Señores ¿para qué tomamos armas cia para lo sufrir. Otrosí les deoian que Dios estaba
i) en nuestras manos , si pensamos escapar con los ayrado contra ellos por sns divisiones , que les ha
i) pies desarmados? Pocas veces se ve vencido el bian fecho perder la tierra é la libertad , é amones
i) esfuerzo. Oy veremos quién es el home esforzado, tábanles que despertasen é no callasen sus males
i) é quién es el cobarde ; el que quisiere pelear con como fasta aquí habian fecho , é con el ayuda del
» los moros , no le fallescerá bandera si quisiere se- poderoso se remediasen , é fuesen á ayudar á su san
sguir esta toca. » E diciendo estas palabras, volvió gre, pues se derramaba por salvar á todos ellos; por
su caballo con aquella seña contra los moros. E to que si los de la oibdad de Baza se perdían, ningu
dos los caballeros como voyeron aquello ; dellos mo na esperanza habia de remedio. Estas, é otras cosas
vidos de su voluntad , dollos vencidos de vergüen semejantes andaban diciendo en la cibdad , por al
za, siguieron aquella toca mirándola por bandera, borotar al pueblo contra ol Rey moro que estaba en
y entraron en los moros ó polearon con ellos. Los el Alharabra, para lo matar, é para ir gran multi
moros, viBto que los christianos mostraban esfuerzo tud do moros á Guadix, 6 donde socorrer á Baza.
para pelear , á los primeros encuentros se pusieron El Rey moro que estaba en Granada , sabido este
en fuida , é los christianos los siguieron, matando é alboroto , fizo pesquisa por saber quien eran los que
firiendo, é captivando dellos, fasta bien cerca de lo movian ; é sabida la verdad, prendió á los princi
la cibdad de Guadix. Fueron muortos aquel día fas pales quo predicaban por el pueblo estas cosas, é fi
ta quatrocientos moros , que fueron despojados en zóles cortar las cabezas ; é con aquella justicia que
el campo por los christianos. Habida esta victoria: fizo , puso sosiego en toda la cibdad que estaba al
vinieron en salvo para el real con ln cavalgada que borotada. A este Rey moro proveía la Reyna cada
tomaron. El Rey, informado como habia pasado mes de dineros para el mantenimiento suyo é de los
aquel fecho, armó caballero á aquol Alcayde de Sa que con él estaban ; é por su respecto el Rey é la
lar , é por memoria de su buen esfuerzo , le dio li Reyna dieron seguridad á todos los de Granada,
cencia para traer por armas una lanza con una toca para que saliesen libremente áfaoer sus labores por
atada en el cabo dolía, que fué la bandera de aquel el campo, é iban con sus mercadurías seguramente
vencimiento, por memoria do ol buen esfuerzo quo por todo el royno do Castilla.
ovo aquel dia. Los moros de Guadix , veyondo quo
su gente por todas partes se disminuía , é que si la OAPÍTDLO OXII.
cibdad de Baza se tomaba , la tierra toda se perde
ría, acordaron de embiar gente de caballo é de pié, De la embaxada qne el Gran Soldán emhid al Papa , sobre esta
conquista de Granada que el Rey 6 la Reyna facían.
é con gran requa de fariña é de otras cosas necesa
rias, pensando que podrían entrar de noche con to Los moros del Reyno do Granada, visto que la
do ello en la cibdad para la bastecer. E como el Rey guerra contra ellos se continaba , é las tierras que
lo sopo por las guardas y escuchas que estaban los años pasados habian perdido ; pensando ser re
puestas por su mandado en los caminos, luego man parados en lo porvenir, embiaron su embaxada al
dó al Conde de Tendilla é al Conde de Uruefia, que Gran Soldán , faciéndole saber de la guerra que el
saliesen al encuentro de los moros, para que les de Rey é la Reyna habian movido contra ellos, é que
fendiesen la entrada en la cibdad. Los moros quan- rellándose á él gravemente de las opresiones é cap-
do sintieron la gente de los christianos que venian tiverios , é guerra cruel que sus gentes por su man
contra ellos, acordaron devolver á la cibdad do dado continamente les faoian , é de las cibdados, é
Quadix con la requa que traian; pero' los christia villas , é castillos , é fortalezas quo les habian to
nos no podieron tanto guardar el campo, que algu mado, é cada dia pugnaban por tomar, écomo los
nos moros no entrasen en la cibdad , andando por habian lanzado fuera de sus casas é tierras , que ellos
los caminos é veredas ásperas que sabian de aque é sus antepasados largos tiempos habian poseido.
lla sierra. Otrosí algunos moros de la cibdad de Por ende que le suplicaban que les diese ayuda para
Granada, visto que el cerco de la cibdad de Baza recobrar lo perdido é para no perder lo que les que
se continaba, é oídas las escaramuzas é batallas daba, é que si aquella ayuda por agora no les po-
que se habian en aquel sitio, donde muchos de los diese dar, les escribiese que los dexasen estar en sus
moros é algunos de los principales que estaban en cibdades , é villas, é tierras libremente, según que
estovieron ellos 6 sus antepasados de largos tiem
(1) Este Hernán Pcret del Pulgar, llamado el de las liazaBaj, pos á esta parto.
Toe el mismo que despurs escribid y dedicó al Emperador Car El Gran Soldán, oida ostaombaxada, mandó á dos
los V nn brere Sumario de los Hechos del Gran Capitán, confun Frayles del Sepulcro Bando de Jorusalem de la Or
dido de muchos escritores con nuestro Cronista, y hasta ahora de
ninguno que jo sepa perfectamente distinguido ; de esto se ha ha den de Sant Francisco , quo viniesen á Roma al
blado mas largamente en el Prólogo. Sancto Padro con sus cartas ; por las quales le em
*M CRÓNICAS DE LOS REYES DE CASTILLA.
bió á decir, como había sabido que el Rey é la Rey simesmo trataban bien á otros muchos moros qne
na de España que es en la parte de Europa, habían estaban derramados en sus reynos, é tierras , é pro
movido guerra contra loe moros del Reyno de Gra vincias que viven so su imperio , é conservan sus
nada que confina con sus señoríos , é que habían re- personas en toda libertad , é poseen sus bienes li
cebido dellos grandes agravióse sinrazones, tomán bremente, é los consienten vivir en su ley con toda
doles sus villas é cibdades , é apremiándoles que sa esencion , sin les facer premia ; é que esta conser
liesen fuera de sus casaB, é captivándolos, é tomán vación ó libertad habían guardado i los moros de
doles sus bienes, é faoiendo contra ellos otras gran algunas cibdades é villas é tierras de aquel Reyno
des crueldades ; é que aquello era contra toda hu de Granada, que habían querido estar debaxo de su
manidad natural , porque bien sabia el Padre Santo imperio , é gozarían de ella con todos los que qui
como en sus tierras ó señoríos había gran copia de siesen estar; pero que á los otros rebeldes, é á aque
christianos que vivían so su imperio, los quales eran llos que tiránicamente presumen de poseer la tier
conservados en su ley, é guardados en sus bienes ra que no es suya, é facer guerra á los christianos
y en su libertad. Por ende que le exortaba que sus subditos, é pugnan por tomar las cibdades é vi
escribiese al Rey é á la Reyna de Castilla que ce llas de su señorío , que su Santidad veia bien quan-
sasen de aquella guerra, é tornasen á los moros to ta razón había de resistir su tiranía, é de facerles
das las cibdades ó villas é castillos é fortalezas que guerra fasta que dexen la tierra, salvo si quisiesen
les habían tomado , ó los reduxesen en toda liber vivir en ella debaxo de su imperio como los otros
tad , según y en la manera que él en sus tierras é se- moros que moran ó viven en otras partes de sus
' Bonos mandaba tratar á los christianos. B que si reynos.
esto ficiese, él faria bien en ¡ge lo mandar , y ellos Esta respuesta dieron el Rey é la Reyna por sus
ferian aquello que notables principes son obligados letras al Santo Padre; é fablaron largamente con
ala piedad natural. E que si no lo ficiesen, á él se aquellos Frayles del Sepulcro santo de Jerusalem ,
ria forzado de tratar á los christianos de su señorío que traxieron esta embaxada del Soldán, informán
en la manera que el Rey é la Reyna de Castilla tra doles de estas cosas, para que las diesen á entender
taban á los moros que eran de su ley y estaban so al Soldán. Dada esta respuesta, é despedidos aque
su amparo. El Papa , vistas estas cartas , é oido lo llos Frayles embaladores, la Reyna les dio mil du
que aquellos dos Frayles embaladores del Soldán cados cada año situados en sus rentas; los quales
le dixeron , acordó de lo remitir al Rey é á la Rey dio orden que se llevasen á Jerusalem por cambios
na , y embióles con ellos un Breve , por el qual les cada un año, para que las cosas necesarias al culto
facia saber lo que el Gran Soldán le había esoripto: divino se ficiesen en el santo sepulcro mas honra
por ende , que diesen la respuesta que cerca dello damente. Otrosí les dio un velo , que ella movida
habían de dar, é ge la embiasen con aquellos dos con devoción había fecho por sus manos , para po
Frayles. ner encima del santo Sepulcro.
El Rey é la Reyna, visto el Breve del Papa , é la
carta y embaxada que el Gran Soldán le había em- CAPÍTULO CXIII.
biado, respondieron al Papa que bien sabia Su San
tidad , y era notorio por todo el mundo, que las Es- De la gente que la Reyna embid i llamar de nuevo para estar en
pañas en los tiempos antiguos fueron poseídas por el cerco de Baia.
los Reyes sus progenitores ; é que si los moros po El cerco de la cibdad de Baza se dilataba porque
seían agora en España aquella tierra del Reyno de los moros, como quier que había quatro meses que
Granada , aquella posesión era tiránica é no jurídi estaban cercados, pero no mostraban tener mengua
ca ; é que por escusar esta tiranía los Reyes sus de lo necesario, é siempre pareada estar vivos en
progenitores de Castilla é de León, con quien confi sus fuerzas, porque todos los días salían á pelear y
na aquel reyno , siempre pugnaron por lo restituir escaramuzar con los christianos. E algunos de los
á su señorío, según que antes había seydo. moros que se salían de la cibdad é venían al real,
Otrosí le escribieron que allende de tener los mo informaban al Rey que el caudillo de Baza los es
ros tiránicamente esta tierra de Granada, habían fe forzaba, diciéndoles que el real no podría durar allí
cho é facían guerra contina á los christianos sus muchos días, porque la primera lluvia que viniese
subditos é naturales , que moraban en las cibdades, los constriñerian que lo alzasen. Otrosí le decían
é villas , é tierras que confinan con aquel Reyno de que algunos christianos de los que se pasaban del
Granada ; é habían pugnado por tomar , é tomaban real á la cibdad avisaban al caudillo de la poca
quando podían las cibdades , ó villas, é castillos , é gente que el Rey tenia, porque mucha de laque ha
fortalezas que son en su señorío ; é robaban gana bía traído era consumida, dellos muertos, é dellos
dos, é tomaban de ellas captivos, é facían guerra feridos, é otros dolientes. Otrosí , que le decían de la
cruel á todas las partea de los christianos que son dificultad que había en el traer de los mantenimien
en sus comarcas. Lo qual veía bien su Santidad qne tos , é de la gran carestía con que se vendían , é de
no era de sofrir, é que les era necesario cobrar lo la falta de dinero, é de otras menguas que oada dia
suyo guerreando, é defender á los suyos resistien recrescian en el real; las quales cosas, é también la
do ; é que si el Soldán trataba bien á los christianos fortuna del invierno que esperaban , constrífieria á
que moraban en las timas de sus señoríos, ellos an- que lo alzasen ; é alzado , ellos se repararían de loa
DON FERNANDO É DONA ISABEL. 493
Aiales pasados , é cobrarían la tierra quo habían per mercaderes de Castilla, é de Aragón, £ del Reyno
dido , é como victoriosos gozarían de aquella honra de Valenoia, é del Principado de Cataluña, y del
qoe es otorgada á los vencedores. E con estas razo Reyno de Sicilia. Lob quales truxieron brocados, é
nes que oían los moros , estaban tan constantes en sedas, é paños, é lienzos, é tapicorias, é algunas
la defensa de la cibdad , que no querían oir partido otras cosas que mollecen la gente de guerra, é da
ninguno de los que les eran ofrescidos. ñan é no aprovechan en las huestes.
Sabido esto por el Bey, é considerando que el
cerco se prolongaría, é que en las peleas y escara CAPÍTULO OXIV.
muzas pasadas la gente de su hueste se había algo De 1» escaramuzas que se hablan con los moros en el cerco de 1»
diminuido, erabiólo á decir á la Reyna, la qual em- cibdad de Baia.
bió luego sus cartas é mensageros á algunos Gran
des é Caballeros de sus Reynos , mandándoles que Todos los días salían los moros á pelear con los
viniesen por sus personas, 6 embiasen sus gentes chrístianos, veces oon aquellos que guardaban las
para continar el cerco que el Rey tenia sobre la cib estanzas que tenian puestas los del real del artille
dad de Baza. ría, é otras veces con las guardas de la sierra, é
Recebidas estas cartas, luego vinieron por el lla muchos dias con aquellos que guardaban los casti
mamiento de la Reyna Don Fadrique de Toledo, llos. T en estas peleas siempre facían daño é lo re-
Duque de Alva, é Don Fadrique Enriquez, Almi cebian ; é algunos dias facían rebatos dos ó tres ve
rante mayor de Castilla, é Don Pedro Manrique, ces, en los quales convenia que todo el real tomase
Duque de Náxera, é Don Pedro Alvarez Osorio, armas para socorrerlas parteado combatían.
Marqués de Astorga, é Don Gabriel Manrique, Con Acaesció un dia en la tarde después de las escara
de de Osorno, é otros caballeros con gente de ca muzas que se ovieron en la mañana por dos ó tres
ballo é de pié ; é algunos Grandes que no pedieron partes, sintiendo los moros mny grávela cava é pa
venir, embiaron sus gentes con sus capitanes, se lizada que habernos dicho que se facia por la sierra
gún les fué mandado. Otrosí algunas cibdades é alta, acordaron de ferir en el Comendador mayor
villas á quien la Reyna mandó que embiasen peo Don Gutierre de Cárdenas, que tenia cargo de la fa
nes espingarderos é lanceros é ballesteros , embia cer. E pusiéronse en celada en una rambla fasta qua-
ron luego el número de la gente que les embió á tro mil peones é docientos homes de caballo; é oomo
mandar. E con estos caballeros é gentes que vinie la noche vino, é los chrístianos que trabajaban é guar
ron, se fornesció el real de mas gente, é la hueste daban en aquella obra Be retraxioron, é los moros
pudo mejor comportar los trabajos de las guardas veyeron que la guarda del dia se iba antes que la
é peleas continas que se habían con los moros. E de la noche llegase, arremetieron una esquadra
porque ambos á dos reales estoviesen mejor fornes- dollos con gran Ímpetu é alarido contra el Comen
cidos de gentes , mandó el Rey al Duque de Náxe dador mayor de León, é contra Don Rodrigo de
ra que se aposentase en el real do estaba el artille Mendoza , capitán de la gente del Cardenal que le
ría, é con él otros homes á caballo , é gentes de pié vino á socorrer. Y estos dos capitanes ficieron ros
de los que vinieron por el llamamiento de la Rey tro á los moros en el primero acometimiento é pe
na. Y en el real donde el Rey estaba , se aposenta learon con ellos ; pero quando ovieron conocimien
ron el Duque de Alva, y el Almirante, y el Marqués to de la celada que tenian armada, retraxieronse
de Astorga, y el Conde de Osorno con toda la otra con su gente á nn cerro , fasta que vinieron Don
gente de armas que traxieron. E como quier que los Sancho de Castilla y el Comendador Pedro de Ri
moros veian las gentes que de nuevo venían á con bera capitanes con sus gentes á los ayudar ; é como
tinar en aquel sitio , pero entendiendo que aquella los veyeron venir, tornaron contra los moros, é pe
cibdad habida por los chrístianos habria poca re learon oon ellos por lo alto é por las faldas de la
sistencia en las cibdades de Guadix é Almería, y en sierra ; é algunas veces retrayendo los moros á los
todas las otras villas é tierras que estaban á la obe chrístianos , é otras veces los chrístianos á los mo
diencia del Rey Moro que estaba en Guadix, acor ros, caían homes é caballos de la una parte é de la
daron de mostrar esfuerzo, é avivar mas sus fuer otra. El Rey, visto que la pelea so oncendia, mandó
zas para se defendor é pelear por la guarda de á algunos capitanes que acometiesen á los moros
aquella cibdad. Considerando ansimesmo la Rey por otras partes ; y él con las gentes de su guarda
na quanta disfama se imputaría á la conquista por fué por la sierra alta por esforzar sus gentes que
el Rey ¡é por ella comenzada contra aquel Reyno peleaban. Los moros, visto que cargaba gente de
de Granada, si se alzase el real é no se ganase la los chrístianos contra ellos por todas partes, se re-
cibdad, trabajaba en bastecer la hueste de dineros traxieron á sus estanzas.
é gentes é de todas las cosas necesarias. Este real, En esta batalla, que duraría por espacio de doa
todo el tiempo que estovo puesto sobre aquella cib horas, recibieron algún daño los chrístianos, porque
dad, cosa es digna de memoria la abundancia que fueron feridos peleando Don Sancho de Castilla,
en él ovo de todas las cosas ; é no solamente de pan capitán, é Don Carlos de Guevara, ó Don Alvaro de
é vino é carne, pero otrosí de armeros , silleros, Mendoza, fijo de Ruy Diaz de Mendoza, Maestresa
£raneros é de todos los otros oficios necesarios en la de la Reyna, é Pedro de Texeda, capitán de la
los reales; mas allende desto concurrieron allí gente del Duqne de Alva; é fué muerto Felipe Or-.
494 CRÓNICAS DE LOS RETES DE CASTILLA.
dofiez, otro capitán , de laa muchas feridaa que re que los christianos acometían á los moros, siempre
cibió ; é fuerou ferídoa é muertos otros muchos de los fallaban prestos, é salían á pelear por qualea-
pié é de caballo. Acaesció en esta escaramuza, quan- quier partes que les era movida la escaramuza. E
do ya los unos é los otros se retraían , que un caba porqne en algunos de los recuentros é peleas habi
llero que se llamaba Martin Galindo, do la capita das en los dios pasados los moros se sentían vence
nía del Marqués de Cáliz, llamó á batalla singular dores, cobraban tan grand orgullo, que algunas ve
de uno por uno á un moro que estaba á caballo. El ces teniendo en poco la fuerza de los enemigos,
moro visto que aquel caballero christiano le llama arremetían á las estanzas de los christianos, é de sal
ba, vino para él, y encontráronse de (las lanzas, y to ferian é mataban homes, é tomaban armas é ro
y en el primero encuentro el christiano derribó al pas, é otras cosas de las que ende fallaban. El Rey,
moro del caballo. E luego como el moro se vido en que desde su menor edad fué criado en las guerras
tierra, aunque ferido en la cara, se levantó presto é que el Rey su padre tovo en la tierra de Cataluña,
cobró su lanza ; ¿ antes que el caballero christiano y era bien mostrado en todos los actos que se reque
le podiese tirar golpe, fué contra él, é peleó con él rían para la disciplina militar, é tenia buena indus
á pié con tanta fuerza' é osadía, que le lirio de dos tria en los cosas del campo, vista la soltura de los
feridas, una en la mano, é otra en el brazo ; é ferié- moros, é que su orgullo les ponía la vida en aventu
rale mas, salvo porque fué socorrido. ra, ordenó de armarles una oelada en esta manera.
Otros algunos mancebos de la hueste, embidiosos Mandó al Comendador mayor de Calatrava, é á
de la destreza que este moro tovo, aunque en luga Antonio del Águila, é á Diego Hernández de Cór
res asaz peligrosos, se ofrescian á facer semejantes doba, que sueltos sin guardar orden de batalla cor
armas con algunos de los moros. Pero el Rey, que riesen con las gentes de sus capitanes contra las
no menos cuidado tenia de la guarda de sus gentes estancias de los moros. E mandó á Francisco de
que de la victoria que esperaba , defendía los osa Bovadilla, capitán, quo estoviese en una celada ; é
dos atrevimientos do se mostraba el peligro mani al Marqués de Aguilar, é á Luis Hernández Puerto-
fiesto ; otrosí defendía, que no se moviesen escara carrero, Señor de Palma, éá Gonzalo Hernández de
muzas, porque allende de ser los moros mas mos Córdoba, capitán é Alcayde de Alora, que con sus
trados quo otras gentes en somejante arte de pe- gentes ostoviesen en otra celada ; y el Rey so puso
loar, los lugares do las movian los oran tan favora en otra parte oncubiorta con sus gentes. E mandó
bles, quo mas veces facian daño ou los christianoa ¿ los do las coladas que á cierto toque do las trom
que lo recibían. Después que esta pelea acaesció, petas saliesen, é que la una celada fuese a atajar á
porque de los moros que habían salido de la cibdad los moros si saliesen por una parte, é la otra celada
é pasado al real , se sospechó que quier avisando á atajase por otra, é la otra gente arremetiese contra
loa de la cibdad, quier imaginando de facer algún los moros que saliesen.
mal en la hueste, se podria seguir algún inconvi- Dada por el Rey esta orden , é puestos los capita
iiionte, el Rey mandó pregonar que dende en ade nes en los lugares de las celadas, como veyeron los
lanto ningún moro de los que habían salido de la moros las gentes de los tres capitanes primeros ir
cibdad estoviese en el real, é que fuese libre á qual- sueltos é desordenados, imaginando que iban per
quier lugar que quisiese de aquellos que estaban didos salieron contra ellos, é siguiéronlos fasta el
por el Rey é por la Reyna ; é que si dende en ade lugar do estaba una de las celadas. E como allí fue
lante algunos otros saliesen de la cibdad para se ron, el Marqués de Aguilar, ó Puertocarrero é los
pasar al real, que fuesen captivos. E no embargan otros capitanes oido el signo que el Rey mandó fa
te este pregón, algunos moros que sentían la men cer á las trompetas, salieron de sus celadas; é no
gua de los mantenimientos que habia en la cibdad, fueron derechos contra los moros, mas fueron por
«alian é se venían al real, ofrescíéndose de voluntad la orden que el Rey habia dado, á los lugares do se
por esclavos de los christianos antes que padoscor podían atajar. E como los capitanes moros veyeron
la hambre que decían padescer. Pero esta mengua ansí sus gentes atajadas de la una parte, é que los
de mantenimientos no se sentía defuera, porque de la otra celada venian contra ellos, conociendo su
veían el Rey é los do la hueste todos los mas dios peligro volvieron las espaldas, fuyendo á se meter
salir caballeroso peones bien dispuestos, é que pe en sus albarradas, é los christianos empos dellos.
leaban como homes esforzados, é no menguados do Pero antes que pudiesen llegar á sus defensas, los
mantenimientos. christianos firieron en ellos , é mataron fasta qua-
I trocientos moros é mas de cien caballos, sin que los
CAPÍTULO CXV. moros volviesen rienda a se defender ni pelear. Los
christianos habido aquel vencimiento, se volvieron
De la celad» que el Rey mandó poner i los moros de Baza. sin rocebir daño. E ni por la caida que los moros
Los moros de la cibdad de Baza, según habernos ovieron este día, so les amansó el ánimo para tor
dicho, todos los dios salían á pelear, é acometían á nar á la pelea, antes el dolor que sintieron les des
los christianos que estaban en las guardas puestas pertó la ira, para luego otro dia ponerse en una ce
por todas partes, y en las estanzas é castillos quo lada, para tomar algunos christianos que andaban
estaban fechos en circuito de la cibdad por la parte desmandados, é otros cogiendo atocha. Y esperan
baza de lo llano, fi allende desto, todas las veces do que la guarda de la nocho se fuese, é antes quo
í)ON FERNANDO É DONA ISABEL. 496
llegase la que habí* de guardar el día en aquella á Francisco de Bovádülá, que entrasen I ferir en
parte, loa moros salieron faata setenta de caballo é los moros por la parte del real donde estaba el ar
quinientos peones del lngar do estaban encubiertos, tillería.
é fueron contra los christianos, é mataron algunos, Los moros ansiraesmo salieron contra esta terce
é prendieron otros, é mataron algunas bestias, an ra esquadra de gente, é pelearon con ellos, é algunas
tes que los caballeros que venían á la guarda los veces los moros retraian á los christianos, é otras
podiesen socorrer. veces los christianos retraian á los moros. Oido por
los que estaban en el real que el Rey peleaba, ar
CAPÍTULO OXVI. máronse todas las gentes de la hueste , é fueron á
donde el Rey estaba ; é juntos con los que primero
Da otro recuentro que OTleron los christianos con los moros en el peleaban, fueron contra los moros. Los quales no
cerco da Baza. podiendo sofrir la fuerza de los christianos que por
El Rey algunos dias iba deBde su real á lo alto de tantas partes les movieron la pelea, fuyeron por las
la sierra, por ver la cava é castillo que habernos cuestas, é los christianos los siguieron fíriendo é
dicho que en aquellas partes se facian. E iban en la matando en ellos, fasta que los metieron por los
guarda de su persona con sus gentes Don Diego arrabales de la cibdad, en los quales entraron mu
López Pacheco, Marqués de Villena, é Don Pedro chos de los peones christianos, é sacaron de las ca
Enriqucz, Adelantado mayor dol Andalucía, é Don sas do los moros ropa é todo lo que fallaban. E po-
Enrique Enriqucz, su Mayordomo mayor. E mandó dieran loa christianos aquel dia ganar los arraba
á Don Rodrigo de Mendoza , é á Don Ilurtado de les, salvo por las grandes cavas é palizadas que los
Mendoza, Adelantado de Oazorla, Capitanes de la moros tenian fechas, las quales defendian la entra
gente del Cardenal de EepaDa, é á Don Sancho de da á los de caballo. También impedia que no po
Castilla, que habian tenido la guarda del campo en diesen entrar muchos peones juntos la estreohura
la sierra la noche Antes, que no dezasen la guarda grande que habia en las entradas.
que tenian fasta que viniese» los Condes de Cabra En la batalla desto dia, que duró por espacio de
é de Uruefla, y el Marques de Astorga, é los otros quatro horas, los unos é los otros eran iguales en el
caballeros que habian de tener la guarda del dia en esfuerzo, pero á los christianos ayudaba el mayor
aquel lugar, porque él podieso bien ver desde lo número, é á los moros el mejor lugar. E al fin los
alto la cibdad, é los lugares á donde mejor se po caballeros é capitanes christianos, fíriendo é sufrien
dían acercar las estancias contra los arrabales. do golpes de muchas partes , tovieron ánimo para
Los moros, que tenian propósito de ponor sus Ber constantes, é haber el vencimiento de aquella
fuerzas para impedir la obra quo sobre la sierra se pelea ; on la qual si por ventura alguno de su natu
facia, salieron fasta quatrocientos de caballo é tres ral era cobarde, la vergüenza dol companero, é la
mil peones, é fueron por la siorra arriba contra la presencia del Rey, le constreñían á encubrir su fla
batalla de Don Rodrigo de Mendoza, é del Adelan queza, é á mostrar en aquella hora fuerzas y es
tado su tio, é de Don Sancho de Castilla, é pelearon fuerzo para pelear. E por cierto la presencia del
con ellos. E porque de la cibdad salian mas moros principe mucho face en las batallas, ansí para po
en ayuda de los que primero acometieron la polea, ner ánimo á los suyos, como para que el esforzado
el Rey mandó al Conde de Tendilla que acometiese no quede sin ser galardonado, y el flaco no quede
á los moros por otro lugar, á fin que dezasen la pe sin ser conocido.
lea comenzada contra los capitanes é gentes del Falláronse muertos do los christianos trecientos
Cardenal é de Don Sancho de Castilla. El Conde homes, caballeros é peones, pero ninguno principal,
de Tendilla acometió según le fué mandado por otra salvo un mancebo que se llamaba Don Juan de Lu
parte i los moros que estaban corea de la cibdad, na, fijo heredero do la casa do Luna en Aragón, é
los quales salieron contra él, é comenzaron á ferir algunos félidos. De los moros se fallaron muertos
en su gente con acometimiento tan arrebatado, que mas de quinientos, é muchos caballos de la una par
algunos de los caballeros é peones que con él iban, te é de la otra.
no podiendo sufrir el Impetu riguroso de los mo
ros, ni los muchos tiros de pólvora é saetas é lanzas CAPÍTULO CXVII.
que tiraban , volvieron las espaldas é dezaron al
Conde; el qual pensando que si se retraia dol lugar De las cosas fie se Meros en el real de Daza, é como la Reina,
mandó adobar los caminos.
do estaba, podría él é los suyos que con él queda
ron recebir mayor peligro , con grand esfuerzo sos Pasados cinco meses del tiempo que el Rey tovo
tuvo aquel lugar peleando ó sufriendo la fuerza de cercada la cibdad de Baza, las gentes de la hueste
los enemigos, fasta que de la gente del real vinie estaban trabajadas, porque era necesario salir dos
ron á le socorrer. guardas cada dia, é otras dos de noche, una por la
Visto por el Rey que los moros duraban en la parte del real do estaba el Rey, é otra del real do
pelea por aquellas partes, embió á mandar al Maes estaba el artillería. E allende destas guardas, por
tre de Santiago que cometiese á los moros por una que no era aun acabada la cava é los muros qne se
parte, é al Marqués de Cáliz, é al Duque de Náxera, facian en circuito do la cibdad por lo alto de la
é á los Comendadores de Calatrava é Alcántara, ó sierra, é porque se recelaba que alguna gente de la
496 CRÓNICAS DE LOS REYES DE CASTILLA.
oibdad da Granada viniesen u Guadix para desde La Reyna, sabido aquel inoonvíniente, luego em-
allí venir á entrar en Baza, el Rey mandaba poner bió muchos oficiales é fasta seis mil peones, para
en aquellas partes gente de caballo, que anduvie reparar los caminos. Y estos maestros é peones fi
sen por sobreguardas en las montañas é lugares al cieron calzadas é puentes tantas, que duraron siete
tos, é otras guardas esousañas, y escuchas en luga leguas de tierra, por donde podieron pasar las re
res ciertos , fasta llegar bien cerca de la cibdad. quas de los mantenimientos. É las gentes de armas
Allende desto, las gentes de armas estaban traba que el Rey mandó estar de contino derramadas por
jadas de las escaramuzas é peleas que continamen los cerros é por otros lugares para guarda de los
te habían con los moros, donde todos los mas días caminos, ficieron dos sendas, una para las requas
babia ferídos é muertos bornes é caballos ; pero la que iban con los mantenimientos, é otra para los
esperanza de la victoria les facia sofrir la pena de que venían; porque yendo é viniendo los unos, no
los trabajos, especialmente porque los mas días sa impidiesen el camino á los otros.
lían moros de la cibdad que se daban á los cliris-
tianos, eligiendo mas el captiverio que la mengua capítulo cxvin.
de los mantenimientos que decian haber en la cib
dad. T estos daban esperanza cierta al Rey que De la forma que la Reyna lovo para bastecer de dineros e mante
nimientos a la hueste que el Re; tenia sobre Bata.
prestamente la habría, especialmente por la men
gua del pan é de la sal, é de otras cosas necesarias Recontado habernos en esta Crónica como ningu
á la vida. Ansimesmo decian, que el Caudillo é los na conquista de tierras ni de reynos se lee, donde
moros de la cibdad habrían demandado partido de se requiriesen tantas cosas, ni oviese tantos peligros
entregar la cibdad, salvo por algunos christianos para llevar los mantenimientos necesarios á las
que se pasaban á ellos, é les daban confianza cierta huestes, como en esta conquista del Reyno de Gra
que el Rey no se podría nos tener por los grandes tra nada, que el Rey Don Fernando é la Reyna Doña
bajos que las gentes padescian en los muchos dias Isabel su muger conquistaron; porque si algunos
que allí habian estado, é por las menguas é cares reyes y emperadores guerrearon reynos é provincias
tías de viandas que había en la hueste , é por el aquellos habían los mantenimientos para su hueste
tiempo del invierno que venia presto : en el qual traídos por mar, ó por riberas, ó en carros, ó ha
seria imposible según la calidad de la tierra, estar bíanlos de las mismas tierras que conquistaban,
gente en el campo. Y estas informaciones que se que abundaban en vituallas; contrario de lo que
habian acá é allá, facian á los unos é á los otros so fué en esta guerra, porque no solamente convenia
frir los trabajos que padescian, los unos pensando traer mantenimientos para la gente de la hueste,
ser descercados, é los otros esperando haber la cib mas allende desto era necesario traerlos para la
dad. La Reyna, que estaba en Jaén, siempre pro gentes que moraban en la tierra que se ganaba, é
veía de dineros para el sueldo, é mandaba ir las ro- para las gentes de armas que quedaban para la
quas de los bastimentos continamente, porque no guardar ; é ni habia mar cercana por do se traxie-
oviese falta de lo necesario en el real. Ansimesmo el sen, ni rios que se podiesen navegar, porque la
Rey mandó facer casas en el real , para defensa del tierra era de tan altas sierras ó tan fragosos cami
frió é de las aguas que con el tiempo del invierno es nos, que ni por los rios, ni con los carros se po
peraban. E luego los Grandes, é caballeros, é capi dían traer. Allende desto, era necesario gente de
tanes que estaban en el real, ficieron casas de tapias, armas, que contino andpviese con las requas que
é cubiertas de madera é texa, de tal manera que era iban á los reales, para los segurar de los enemigos.
defensa para las fortunas del invierno, é del frió é del E porque ningún mercader se movía á llevar man
sol. En facer estas casas ovo tanta diligencia, que tenimientos para los vender por su interese proprio,
en espacio de quatro dias ficieron mas de mil casas por las dificultados é pérdidas que habian en los
puestas en orden por sus calles. E allende de las ca llevar, la Reyna á fin de tener bastecida su hueste,
sas, todas las gentes de pie ficieron ramadas é chozas, mandó alquilar á su costa catorce mil bestias. Otrosí
cubiertas de tal manera, que defendían del frió é las mandó comprar el trigo é cebada que se pudo ha
aguas. Pero después que estas casas se ficieron , so ber en todas las cibdades, é villas, é lugares del
brevino una lluvia tan grande, que derribó muchas Andalucía, y en las tierras de los Maestradgos de
dolías, é la gente del real padesció mucha pena, é Santiago é Calatrava, é del Priorazgo de San Juan
murieron algunos bornes, é muchos caballos é otras fasta Cibdad- Real; é dio cargo á unos que lo reci
bestias. E allende de los trabajos que sofrieron con biesen, é á otros que lo llevasen á los molinos, é á
aquella lluvia , se dañaron los caminos de tal ma otros que estoviesen en ellos estantes, solicitando
nera, que las requas que andaban con los manteni las moliendas, y entregando la fariña á las requas,
mientos no los podían pasar por el crecimiento de que de contino andaban acarreándolo al real ; otros
los ríos , é por la grandes hoyas é barrancos que la tenían cargo de recebir la cebada y embiarla. Con
fortuna de las aguas fizo. E porque solo un día por cada decientas bestias andaba un homo que tenia
esta causa cesaron de andar las requas, ovo tan cargo de solicitar los requeras, é los ministrar por
grande falta en el real de pan ¿ cebada, que las gen los caminos é proveerlos de lo necesario, porque solo
tes , quitada toda esperanza de poder allí durar, se un dia las requas no cesasen de andar. Y en esta
querían ir por miedo de la hambre que recelaban. provisión de loa mautouiíuioutos, é las cosas que
DON FERNANDO É DOÑA ISABEL. 497
para ello se requerían, la Reyna estaba contina
mente entendiendo; é todos los de su consejo é ofi CAPÍTULO CXIX.
ciales por su mandado estaban solícitos, porque era
necesario embiar todos los días cartas é mcnsageros De los baluartes que el Re; mando facer, 6 de las peleas que
á todas partes, porque no cesasen las catorce mil ovieron con los moros en el real de Baia.
bestias que tenia alquiladas para llevar la fariña ó El real do estaba la gente que guardaba el arti
cebada que era menester en el real; lo qual recebian llería, era mas cercano á la cibdad que el otro real
oficiales puestos por la Reyna, é lo ponian en un do estaba el Rey. É como quier que según habernos
lugar que se llamaba el alhóndiga. É aquellos que dicho, del un real al otro habia espacio de una le
lo recebian, tenian cargo de lo vender á los de la gua; pero todos los mas días el Rey iba á visitar
hueste á un precio tasado, que ni bajaba ni subía aquel real, é lo mandaba proveer de gentes é de lo
mas. que era necesario. É porque consideró que los mo
En esta negociación, contado el precio que costa ros de la cibdad estarían mas apremiados estando
ba el trigo é la cebada, y el precio á como se ven las estancias de los suyos mas cercanas, mandó que
día, é las costas que sobre ello se facian; se falló de un baluarte que estaba fecho contra una estancia
pérdida en tiempo de seis meses mas de quaronta do los moros se acercase mas adelante, é dio el car
cuentos de maravedís. Poro allende de los otros go para lo facer al Marqués de Cáliz é al Duque de
gastos que se facian, convenia á la Rcyna facer Náxera, é á los otros caballeros que estaban con
este gasto, á fin que las gentes del real estoviesen ellos en el real del artillería. É una noche que tu
bien proveídos, é no oviesen razón de se quoxar por vieron la guarda por la parte de la sierra el Maes
la carestía de los matonímientos. Otrosí, porque el tre de Santiago, é por la parte de lo llano el Duque
cerco que se puso sobre egta cibdad se dilataba, y de Alva, y el Almirante de Castilla, y el Marqués
el tiempo había consumido gran suma de dineros de Astorga, y el Conde de Osorno, comenzaron los
que la Reyna al principio tenia, ansí de la cruzada, christiaiios con dos mil peones a facer el baluarte
como del subsidio é de sus rentas, para sostener que el Rey mandó; é los caballeros peleando, é los
esta guerra, acordó de echar prestido en todos peones cavando, se acabó de facer tanto cerca de-
sus Reynos. É luego embió sus cartas á todas las estancias do los moros, que se tiraban piedras
las cibdadcB é villas, para que le prestasen cierta de mano los unos á los otros. Los moros qnando
suma de maravedís, según el repartimiento que á otro dia veyeron el baluarte fecho tan cerca de sus
cada uno cupo. Allende desto, escribió á perlados é estancias, tiráronle con sus búzanos, é movían pe
caballeros, é dueñas, é mercaderes, é otras personas leas contra la gente que lo guardaba; y estas eran
singulares, que lo prestasen lo que lo podicBon pres tantas, que convonia á los christiauos mudar cada
tar. É todos conociendo quo la Reyna tenia cuida hora la gente que guardaba aquel baluarte, porque
do do pagar bien estos prestidos, la prestaban cada los unos descansasen en tanto que los otros pelea
uno lo que podia según su facultad. É algunos ca ban. Pasados quatro días después que aquel baluar
balleros é dueñas, é otras personas, conociendo la te se fizo, salieron de la cibdad fasta cient moros
necesidad en que estaba, é veyendo en que lo gas de caballo, por tomar algunos christianos que ve
taba, se movían de su voluntad á le prestar algunas yeron andar desordenados por el circuito do habia
sumas de oro é de plata sin ge lo demandar. E por estado la huerta. Como los vido Don Alvaro de Ba
que estos prestidos, quo podían ser en número de stan que acaso se acertó fallar en aquella parte, fué
cien cuentos, no bastaban á los gastos continos que con su gente contra aquellos moros, é revolvióse la
se recrescian en la guerra, acordó do vender alguna pelea entre ellos, que duró por espacio de una hora.
cantidad de maravedís do sus rentas, para que las En este comodio Bornal Francés ó Sancho del Águi
oviesen por juro do heredad qualcsquier personas la, capitanes, salieron por otra parte á dar en una
que los querían comprar, dando diez mil maravedís estancia de los moros con propósito de la quemar;
por un millar. E destos maravedís que á este precio é como llegaron con sus gentes cerca á le poner
compraron muchas personas do sus Reynos les man fuego, salieron contra estos dos capitanes fasta
daba dar sus privilegios para que les fuesen situa quinientos moros á pié é á caballo. Y estos por una
dos en qualesquier rentas de las cibdades, villas é parte, é Don Alvaro de Razan por la otra, pelearon
lugares de sus Reynos, para quo los oviesen é lle con los moros, donde la victoria fué varia, porque
vasen todos los años, fasta quo los mandasen vol los moros retraían á los christianos, é otras veces
ver las quantías de maravedís que por ellos dieron. los christianos vencían á los moros. El Rey venia
É desto empeñamiento de rentas se ovieron asaz en este tiempo & ver el baluarte, é la cava que man
quantías de maravedís; pero porque todo este dine dó facer en el real del artillería; y en la guarda de
ro se consumía, é no bastaba á los grandes gastos su persona venían con sus gentes Don Diego López
del sueldo contino, é otras cosas concernientes á la Pacheco, Marqués de Villena, é Don Enrique Enri-
guerra; la Reyna embió todas sus joyas do oro é de quez, su Mayordomo mayor, é Don Pedro Enriques
plata, é joyoles, é perlas, é piedras á las cibdades Adelantado mayor del Andalucía; é como vido
de Valencia é Barcelona, ú las empeñar; é se empe aquella pelea, mandó á aquellos caballeros que ve
ñaron por grande suma de maravedís. nían con él, que fuesen á yudar á Don Alvaro. É
como los moros veyeron venir contra ellos mas
ClV-III. 32
498 CRÓNICAS DE LOS REYES DE CASTILLA.
gentes, retraxieronse á la cibdad con daño que re bieron mayor daño, porque retrayéndose los peones
cibieron en los suyos é ficieron en los christianos, que dexaron en el cerro, el Conde de Uruefia é Don
donde murieron é fueron feridos algunos hornea é Alonso de Aguilar los siguieron fasta la cibdad, ó
caballos; especialmente fué ferido aquel capitán mataron gran parte dellos antes que llegasen á las
Don Alvaro de Bazan, después que le mataron el defensas. É como quier que ansi en el recuentro
caballo peleando. habido este dia, como en los que se ovieron en los
otros pasados, la gente de los moros menguaban
CAPÍTULO CXX. pero no les menguaba el esfuerzo para salir todos
los dias á pelear por todas partes, é veces tentaban
De alpinas escaramum, é otras cosas que pasaron en el real. de noche á algunos caballeros de los que estaban
El cerco sobre la cibdad de Baza se dilataba, é en lo llano, otras veces subían por lo alto de la
las gentes recebian grandes trabajos, ansí en las sierra á los lugares donde entendían; é algunas ve
continas escaramuzas é peleas que habían con los ces prendían hornos, é mataban bestias, ó traian á
moros, como en las guardas de noche é de dia que la cibdad ganados de los que fallaban cerca de
convenia tener fornescidas con mucha gente de pié sus albarradas , é facían otros daños que no se
é de caballo en diversas partes. les podian resistir, porque tenían grand espacio de
Considerado esto por el Bey, é recelando no recre tierra do podiesen salir á su salvo, por los grandes
ciesen en el real lluvias ó otras cosas que le cons barrancos é cuestas que habia en el circuito de la
triñesen á lo alzar, é porque ovo verdadera infor cibdad en la parte de la sierra ; é salían todas las
mación que en la cibdad habia mantenimientos veces que les era mandado por sus oapitanes, los
para tres ó quatro meses; bien quisiera facer algún quales tenian sus gentes tan bien acaudilladas, que
partido al caudillo é á los moros, é algunas veces poniéndose á la muerte osaban facer todo lo que les
les embió á ofrecer libertad de las personas é segu mandaban. E porque fallesció dinero para pagar
ridad de los bienes; é allende desto, facia otras mer sueldo á los moros que peleaban, el caudillo é los
cedes al caudillo porque se le entregase. Pero no lo cibdadanos tomaron las manillas é zarcillos de las
quiso aceptar, porque creyó que estos ofrescimien- mugeres é todas las joyas de oro é de plata que te
tos procedían de alguna mengua que habia 6 se es nian en la cibdad; lo qual ofrecían de su voluntad,
peraba haber en el real, é daba mayor esfuerzo á los é ficieron dello moneda para pagar el suoldo que
moros para ser constantes en la guarda do la cibdad; dobian haber la gente de armas que vino á defon
especialmente tenían por ciertas las lluvias é las for dor la cibdad.
tunas del invierno, é que de necesidad farian alzar Como el Bey fué avisado de estas cosas que en
el real. Con esta confianza, otrosí por mostrar que la oibdad pasaban, considerando que ni por las
ni les fállesela esfuerzo en sus personas, ni manteni muertes ni fcridas que todos los dias los moros pa-
mientos en su cibdad, salían todos los días por las descian les menguaba el esfuerzo para pelear, ni
partes que entendían, á dar en los christianoB que por la mengua de las cosas necesarias que se decía
estaban en las guardas de los que facían las cavas. haber en la cibdad mostraban flaqueza para recebir
Acaesció un dia, que salieron de la cibdad fasta ningún partido de los que les ofrescian; acordó de
trecientos homes á caballo é dos mil peones, é su lo notificar á la Beyna. T embióle á rogar que vi
bieron por la sierra á lo alto, á fin de tomar algunos niese al real, que era como una villa donde habia
christianos, y estorbar la cerca que en aquella par mas de mil casas fechas, porque mejor fuese infor
te se continaba; é mataron algunos escuderos del mada de las cosas que allí pasaban. Los grandes é
Conde de Uruefia, que estaban cerca de las escuchas caballeros que cerca del Bey estaban en su consejo,
puestas en aquella parte, é fueron contra otra es- le embiaron á suplicar esto mismo, dándole á enten
quadra de gente de á caballo que estaba en un cer der, que visto por los moros que ella venia á estar
ro por guarda, ó flcieronlos retraer. É siguiendo allí, é creyendo que el Bey con ella estaría de asien
tras ellos, sobrevino el Conde de Tendilla, é Gon to fasta tomar la cibdad, vernian en partido de la
zalo Hernández de Córdoba con sus gentes, é ficie entregar. É sobre esto embiaron á ella diversas vo
ron rostro á los moros. É los moros se vinieron ces, suplicándole é aun requiriéndola que le plu
para ellos, é firiéronse de las lanzas ; é con muchos guiese de lo facer. Pero lo que se decía por verdad
tiros de espingardas que habia de la una parte é de que movía á estos que procuraban la venida de la
la otra, se revolvió entre ellos la pelea, de tal mane Beyna, era porque enojados de los trabajos pasados
ra que los christianos recebian daño de los moros é temerosos de los peligros por venir, é vista la per
por causa del lugar do peleaban, fasta que acudie tinacia de los moros, é sabido que tenian manteni
ron el Conde de Uruefia é Don Alonso de Aguilar mientos para todo el invierno, estaban sin esperan
con sus gentes que guardaban en aquella parte. Es za que la cibdad se podiese tomar. É por la una
tos caballeros, aunque á gran peligro, acometieron parte daban su voto, é consejaban de secreto al Bey
tan de recio á los moros peones que estaban en nn que alzase el real, é mandase poner las guarnicio
cerro, que les ficieron perder el lugar que tenían, é nes en circuito de la cibdad que al principio acor
retraer á sus albarradas é defensas que tenían en daba de poner; é de la otra parte considerando
aquellas partes. En este reouentro murieron é fue los trabajos continos que la Beyna habia pasado en
ron feridos algunos christianos; é los moros reci fornescer de gente, é dineros, é mantenimientos al
ttON FERNANDO É DOÑA ISABEL. 499.
real, é al fin de tanto tiempo no conseguirse el fru yendo que venia para facer asiento fasta tomar la
to que se esperaba, recelaban de consejar en públi cibdad, 6 movidos por alguna otra imaginación,
co lo que al Bey consejaban en secreto. É porque pero de qualquier cosa que ello procediese, fué por
la Reyna viese las peleas continas, é las muertes é cierto caso digno de admiración ver la súbita mu
feridas que todos los dias había en el real, 6 las tación que en su propósito Be vido. E porque fuU
aventuras é grandes peligros 6 trabajos que sofrían mos presentes é lo vimos, testificamos verdad de
y esperaban sofrir las gentes de su hueste, y el lante Dios que lo sabe , é delante los hornea que lo
poco fruto que de todo aquello se consiguia; insis veyeron ; que después que esta Reyna entró en el
tían suplicándole que todavía viniese al real, porque real. pareBció que todos los rigores de las peleas,
veyendo en persona lo que oia por informaciones, todos los espíritus crueles, todas las intenciones
que le placería que el real se alzase, desando guar enemigas é contrarías cansaron é cesaron, é pares-
niciones de gentes en circuito de la cibdad. ció que amansaron : de tal manera, que los tiros de
espingardas é ballestas é de todo genero de artille
CAPÍTULO CXXI. ría, que sola una hora no cesaban de se tirar de la
una parte á la otra, dende en adelante ni se vido, ni
Como la Reyna vino al real de Bata. se oyó, ni se tomaron armas para salir á las peleas
La Reyna, movida por los ruegos del Rey, é por que todos los dias antepasados fasta aquel dio so
las muchas suplicaciones é amonestaciones de loa acostumbraban tomar, salvo la gente del real que
Grandes é Caballeros que con él estaban, platicada continaba ir á las guardas del campo en los lugares
primero su ida con el Cardenal de España é con los que solian estar. E luego el Caudillo comenzó á ra
otros de su consejo ; acordó de ir al real que el Rey biar con los christianos, diciendo que quería oir lo
tenia sobre la cibdad de Baza , é partió de la cib que el Rey é la Reyna demandaban.
dad de Jaén, é con ella el Principe Don Juan é las
Infantas sus fijas, y el Cardenal de Espada, é Don CAPÍTULO CXXII.
Diego Hurtado de Mendoza, Arzobispo de Sevilla,
que después fué Patriarca de Alexandria é Carde Como el Rey i la Reyna dieron cargo al Comendador mayor da
León qne rabiase con el Caudillo de Baia.
nal de España, y el Obispo de Avila y el de Coria,
é los otros Doctores que residian en su consejo , é Como el Rey é la Reyna Bopieron que el Caudillo
fué para la cibdad de Ubeda. E mandó quedar en de Baza quoria venir á fablar cerca de la entrega
aquella cibdad al Principe Don Juan é á las Infan de aquella cibdad , porque la Reyna deseaba que
tas, é oon ellos al Arzobispo de Sevilla, é á los otros quito el rigor de las armas , se oviese por partido;
Obispos é Doctores de su consejo ; y ella siguió su dieron cargo de aquella contratación á Don Gutier
camino para el real de sobre Baza, é con ella la In re de Cárdenas, Comendador mayor de León, é man
fanta Dofia Isabel, su fija, y el Cardenal de Espa dáronle que fuese á fablar con el Caudillo de la
ña ; é fueron ansimesmo con ella Doña Beatriz de cibdad. El qual informado de la voluntad final del
Bovadilla , Marquesa de Moya , é Doña María de Rey é de la Reyna, asentado el lugar é la hora don
Luna, muger de Don Enrique Enriquez, Mayordo de fablase, é dadas las seguridades que convenían
mo mayor del Rey , é Dofia Teresa Enriquez, mu de se dar por la una parte é por la otra, el Comen
ger del Comendador mayor de León Don Gutierre dador mayor, acompañado de gente de armas, y el
de Cárdenas, é otras damas é doncollas fijas-dalgo, Caudillo de Baza, acompañado de ciertos caballeros
que estaban en el contino servicio de su cámara. moros, se juntaron en el lugar acordado á vista del
E salió el Rey al camino á la recebir, é con él el real é de la oibdad. El Comendador mayor dixo al
Maestre de Santiago, y el Duque de Alva, y el Al Caudillo estas razones: a Si vos honrado Caudillo
mirante de Castilla, é los Marqueses de Cáliz é de ípensáis que fecho lo último de vuestro poder, po
Astorga, é los Condes de Urueña é de Osorno, é to ndréis al fin defender la cibdad de Baza al poderlo
dos los otros caballeros que estaban en el real, sal ídel Rey é de la Reyna mis soberanos señores : di-
vo aquellos que quedaron en las guardas de la sier «goos, que aunque sois conoscido por caballero es-
ra é de lo llano , y en las estancias que estaban «forzado, seréis habido por home mal aconsejado,
puestas contra la cibdad. La venida de la Reyna al •porque según vos conocéis, ley común es á todos
real fué con placer común de todos ; especialmente slofl humanoB de obedescer al mas poderoso ; i
porque como las gentes estaban enojadas, deseaban «qualquier que esta ley quiere repugnar, mas se
ver cosas nuevas, é creían que su venida traería tal «puede decir cobdieioso de mala muerte, que arna-
novedad, que el oeroo que habia durado seis meses »dor de verdadera libertad. E porque pienso que lo
con grandes trabajos é peligros, habría algún buen «entiende bien vuestra prudencia, vengo á os de-
fin (1). nclarar, que la voluntad del Rey ó de la Reyna da
Otrosí los moros, sabida la venida de la Reyna é «España es haber en bu señorío esta cibdad que tie-
del Cardenal de España, no podemos pensar, si cro- »nen cercada. E porque conoscen ser mas Beguro el
nreynar voluntario que el imperio forzoso, querrían
(1) Fn6 esta ida de la Reyna al real de Bata a alele de Noviem nque esto se ficiese con voluntad vuestra é de loa
bre Man>r, tfut. 79, Uh.l, nota que el autor se halló en este ai «oibdadanos della, á fin de UBar oon vosotros do
llo de Baia. «piedad, é no del rigor que en la furia del venci
tóo CRÓNICAS DE LOS REYES DE CASTILLA.
amiento no tiene templanza. E por tanto, honrado aagora, buen caballero, quanto os será eargo las
acaballero, que yo sin dubda deseo mas el bien que «muertes, oaptiverios y estragos que dariades 4 la
nía perdición vuestra, vob amonesto, que el ponsa- «cibdad de Baza, que tanta honra é bienes vos ha
nmiento que fasta aquí habéis tenido de guerrear, adado. » Oídas por el Caudillo las razones que el
vio convirtáis en haber paz ; y el propósito quo ha- Comendador mayor le fizo, respondió que le placía
abeis sostenido de defender, lo mudéis en obedes- mucho de su tabla, é mucho mas de su conocimien
acer ; é la crueldad que tiene ocupado vuestro áni- to. Porque como había creído dél ser caballero es
»mo para dar é recebir muertes, la reduzgais en dar forzado, ansí seria verdadero en sus palabras, é
ávida ó seguridad á vob é á vuestros cibdadanos. que tenia en merced al Rey é á la Reyna el ofreci
»E si entendéis que á Dios é á vuestra cibdad habéis miento de seguridad que embiaba á él á á la cibdad
■dado buena cuenta fasta aqui resistiendo, de aquí de Baza. Pero porque convenia oomuniearlo con
«adelante ge la daréis mejor obedesciendo, pues no los cibdadanos é viejos de la cibdad, habida esta
apodéis resistir. Porque notorio es á vos, buen Caudi comunicación , respondona la final conclusión de
llo, quanto es vana é peligrosa la presumpeion del lo que acordasen.
acercado que se detiene, si no espera'Mr socorrido;
«ó si no es oierto, que por las flacas fuerzas del cer- CAPÍTULO CXXIII.
acador será descercado. E si por ventura vos espe-
»rais socorro de vuestros moros, yo os consejo que De la consulta que ovieron el Rey Moro c lo» de Gaadli, para que
«insistáis en vuestro propósito ó defendáis vuestra entregasen la cibdad de Baia.
«cibdad. Poro si esto no esperáis, é pensáis que la El Caudillo de Baza después que oyó las razones
afortuna del tiempo constreñirá que se alce el sitio que el Comendador mayor de León le dixo, tomó,
»que vedes sobre vuestra cibdad ; mirad que la según habernos dicho , término para deliberar con
aReyna mi señora es venida, no á real fornecido de los viejos é cibdadanos, é con los capitanes que con
atiendas, mas á cibdad poblada de casas. E si espe él estaban, lo que debían facer. Los quales acorda
sarais que habrá mengua de combatientes en nues- ron, quo debian embiar al Rey moro que estaba en
atra hueste, mirad nuestras batallas llenas, é que Quadix, á le notificar, que ni en la cibdad había
atodos los dios vienen nuevas gentes de guerra. E mantenimientos para se sostener, ni en el real de
asi esperáis la falta de nuestras provisiones, mirad los christianos habia mengua dellos porque se de
«nuestra albóndiga, que abunda en todas cosas ne- biese alzar , ni menoB se alzaría por ser constreñi
«cosarias á nuestros mantenimientos. Esi por ven- dos do la fortuna del inviorno por las muchas casas
«tura sois informado, que al Rey é á la lteyna mis que los christianos tenían fechas é de nuevo todos
«señores faltarán dineros para sostener la guerra, los días faciaú, para que, defendidos de las fortunas
«no creáis buen caballero, que á los que poseen del tiempo, pudiesen durar en aquel sitio. E para le
agrandeB reynos, é señorean ricos hom es, puedan notificar estas cosas , el Caudillo embió al alcayde
afallecerles riquezas. E porque acá sabemos quo do la cibdad de Baza, el qual dixo al Rey Moro el
a vuestros mantenimientos cada dia menguan, de- estado en que estaban los de la cibdad, é las men
«beis pensar que nuestra esperanza de haber presto guas que tenían de lo necesario, las quales cada dia
«la cibdad todas horas cresce ; mayormente porque crescian, é como en seis meses quo habían sofrido
adebeis creor, que después de seis meses de tiempo el cerco que sobre ellos estaba, faltaba mucha de la
«pasados, é después de tantos gastos fechos, é Ira- gente que habia entrado en la cibdad para la defen-
abajos habidos en el principio é medio do esta con- dor dellos muertos, é dellos feridos, é muchos que
«quista, seria mal consejo no atender el fin do se estaban enfermos. Ansimismo los fallecían las ar
«espera la victoria. E porque esta no so haya con mas é pólvora , é otros pertrechos necesarios á la
«aquel rigor, que á los de Málaga por ser pertina d ofensa, é que para se reparar de todo esto, les ora
ces vistes padecer ; tomando á Dios por testigo os necesario socorro de gente. Porque según Dios sa
«requiero, que hayáis aquella piedad que todo buen bia é á los hornea era manifiesto , el Caudillo é ca
acapitan debe usar con sus cibdadanos porque no pitanes) é otras gentes que en aquella cibdad en
ase pierdan; é agora que tenéis lugar, recibáis traron, habian fecho fasta aquel tiempo todo su
«buen consejo, ántes que venga tiempo en que no lo poder para la defender con las muchas peleas que
apodáis haber. E yo de parte de Su Alteza os ofrez- las noches ó los diaa habian habido con los chris
»co, que si luego, quito todo rigor de armas, entre- tianos, las quales ya no podían continar por la fal
«gais esta cibdad, todos los que estáis en ella seréis ta de los muertos, é flaqueza de los que quedaban
aguardados como sus subditos , é conservados en vivos. Por ende, que si pensaba de los socorrer con
«vuestra ley y en vuestra libertad, y en la posesión tanta copia do moros que podiesen pelear con el
ade vuestros bienes, como lo facen á los que de su poder del Rey Don Fernando, todos los trabajos
«grado se han puesto en sus reales manos. E de habidos fasta aquel tiempo les serian alegres, si de
aesto vos é los de Baza podéis ser seguros, pues la los mayores ó mas peligrosos que cada hora recela
«experiencia vos ha mostrado, que ni ellos men- ban los podiese salvar. E si este socorro no podía
nguan pnnto de su palabra , ni yo por cierto seria facer, le ploguiese dar tal consejo de salvación á la
amedianero de cosas fingidas. E si todavía delibe- gente de los moros, para que en lugar del gualar-
•ráredea continar en vuestra pertiuacia, considerad dou quo por sus loables trabajos habían meroacido,
DON FERNANDO É DOÑA ISABEL. 601
no ovieson la muerte é captiverio que recolaban. decían, que por la defensa de su ley ó de su liber
Allende do esto le dixo, que dobia considerar quan- tad débiau tomar armas é poner en defensa-; pero
tas cibdades é villas do aquol Reyno eran perdidas, otros conoscida su flaqueza é la fuerza del Rey é
. é quantos de sus moradores vencidos é captivos, los de la Reyna, decían que debian ponerse en la sub-
campos destruidos, la caballería destrozada, las ri jecion de su imperio. E con esta diversidad de vo
quezas del Reyno perdidas y enagonadas ; é que en tos, ovo entre olios grandes escándalos; porque
todas las cosas pasadas habían experimentado la privados del entendimiento con la súbita mudanza,
ventura que siempre habiun fallado contraria. no pensaban tener lugar seguro, ni amigo cierto
El Rey Moro, oído lo que el alcayde de Baza le quo los amparase, ni sabian procurar paz, ni seguir
dixo, quiso haber deliberación con los alfaquics é guerra, ni los consejos de sus mayores tenían auto
viejoB de la cibdad de Guadix, sobre lo que debía ridad, ni con la turbación sabian discernir lo que
facer. E algunos ovo cuyo voto era, que debía re Ies seria mas seguro. E todos vagando acá é allá,
querir al pueblo de Granada que era grande ; por llenos de miedo, é privados de toda buena razón,
que vista la extrema necesidad en que estaban los preguntaban si podían haber seguridad de la vida.
do Baza , se dispornian & tomar armas, é se junta Conoscida por los principales de la cibdad aquella
rían con los de aquella cibdad de Quadix, ó los unos confusión, con palabras do seguridad é de paz pro
con los otros serian tan gran número, que los po metieron de les haber toda libertad do sus personas
drían socorrer. E que para facer este socorro se de é pacífica posesión de sus bienes, é que permanes-
bían disponer á todo peligro ; porque si la cibdad cerian en la loy de sus padres. E con estas prome
do Baza se entregase a los christianos, todo el Rey- sas, el pueblo que ligeramente se mueve á todas
no de Granada habrian en su poder, é los moros lo partes, cesó do aquella alteración en que estaba.
perderían juntamente con la esperanza que tenían
de lo recobrar. Otros del pueblo, los mas principa CAPÍTULO OXXIV.
les, decían que muchas veces habían requerido á
los de Granada, para que se juntasen con ellos a De la respuesta que el Caudillo de Bata did al Comendador ma
yor de León sobre la entrega de la cibdad da Baia.
socorrer á los de Baza ; é como quier que algunos
se disponían á lo facer, pero la mayor parte de la Quando el Caudillo é capitanes de Baza fueron
cibdad por gozar de la seguridad que los christia informados por el alcayde de la respuesta que el
nos les guardaban, eran negligentes, é ni se dispo Rey Moro que estaba en Guadix le dió, la qual nin
nían á facer guerra, ni á se juntar con ellos á facer guna esperanza les ponia de socorro, embióá decir
aquel socorro ; é que los de Guadix no eran tantos al Comendador mayor de León, que le plognieso ve
ni tales, para que solos lo podiesou facer. Por ende nir á aquel lugar donde lo habia movido la prime'
dixeron, que debian los de Baza ganar seguridad ra fabla, é que le daria la final respuesta. El Co
del Rey Don Fernando é de la Reyna Doña Isabel mendador mayor, consultando lo primero con el
para sus personas é bienes, é que les jdebian entre Rey é con la Reyna, é habida su licencia, é asenta
gar las fuerzas de la cibdad. das las seguridades de la una parte é de la otra, se
El Rey Moro, oidaB aquellas razones, é conside juntó con el Caudillo , el qual le dixo : a Noble ca-
rando quo quanto era grando su deseo , tan flaco iballoro, ni la mengua do nuestras provisiones, ni
ora bu poder para facer aquel socorro, respondió al sla flaqucza do nuestros muros, ni menos la do los
alcayde de Baza que su voluntad no era que sofrie «moros que los guardamos , nos constriñen á ent re
sen mas trabajos, ni esperasen mas peligros aque ngar al Rey Don Fernando ó á la Royna Dona Isa-
llos quo con fazadas dignas de memoria los habian »l>el la cibdad de Baza ; pero muévenos la gran vir-
sofrido tanto tiempo; por ende, queficiesen aquello »tnd c nobleza de su real condición , que pone vo-
que á la guarda do sus personas ó bienes entendie nluntad é estos capitanes é á mí para gela entregar.
sen que debia ser mas cumplidero. La cibdad de »E no Bolamente la habrá de mis manos, pero mo-
Guadix era grande é populosa, é como á noticia de nvido con ferviente amor que tengo á su servicio,
la comunidad vino el voto que algunos de los prin «prometo á vos noble caballero tener tal manera,
cipales habian dado para que la cibdad do Baza se ucomo sin trabajo ni costas las cibdades de Guadix
entregase, é como al Rey Moro fallescian las fuer »é de Almería sean entregadas en su poder : con
zas del ánimo para sostener el señorío que perte- ítal pacto, que los moradores dellas , viviendo so el
nescia al titulo real que habia tomado, é para reco «imperio de su real señorío, puedan mantener la
brar lo que habia perdido ; considerando quo pues »loy de sus padres, é morar en sus casas , é poseer
ta la cibdad de Baza en poder do los christianos, é isus bienes. Otrosí habiondo de su real poderío la
la cibdad de Guadix quedarían flacas fuerzas para sdefensa é seguridad que todo buen rey es obliga
se defender, ó que les seria forzoso venir en podor ndo á facer á sus leales siervos , según que vos do
del Roy é de la Reyna ; luego la gente común se «parte de bu grandeza lo ofrecistes. »
alteró, é la seguridad que de largos tiempos habian Esta respuesta dada por el Caudillo, ó comunica
gozado se convertió en tristeza, considerando como da por el Comendador mayor con el Rey é con la
habian de mudar la servidumbre que tenían anti Reyna, agradescieron al Caudillo su buena volun
gua, é venir nuevamente á subjecíon de rey ageno tad é ofroscimiento, é prometieron de le facer mer
de au ley é de su lengua. E como quier que algunos cedes, é de recebir á él é á sus parientes en su serví
502 CRÓNICAS DE LOS BEYES DB CASTILLA,
cío. E luogo mandaron pregonar por los reales se oebir las fortalezas, é facer mercedes á los Alcay
guridad de la una parte á la otra. Y el pacto de la des, é dar el seguro que pedían para todos los que
cibdad de Baza se asentó entre ellos en esta mane moraban en aquella sierra, según lo habian dado á
ra. Primeramente, que todos los caballeros é peones los que de su grado se ofrescieron por sus siervos.
que habían reñido de fuera de la cibdad á la de É luego vinieron los Alcaydes de las villas é forta
fender, saliesen luego é la desasen libre, é que po- lezas, é los viejos é alfaqules de todos los lugares
diesen ir seguros con sus armas ó caballos á sus ca que son en aquellas comarcas desde Almería fasta
sas, ó á otros lugares que quisieren. Otrosí: que to Granada, á lea entregar las fuerzas que tenían. El
dos los que moraban dentro de la cibdad de Baza Rey ó la Reyna les fioieron mercedes de dineros á
saliesen á morar en los arrabales ; é que si en ellos cada uno, según la calidad de la villa ó fortaleza
no quisiesen morar , podiesen ir seguramente con que entregaban, é pusieron alcaydes en ellas. Y en
sus bienes ¿otras partes donde les ploguiese. Item, tre los Alcaydes moros que vinieron á facer la en
que los que quedasen moradores en los arrabales, trega de los castillos que tenian, vino un moro que
ficiesen juramento de ser buenos é léales siervos se llamaba Ali Abenfahar, Alcayde de la villa é
del Rey é de la Beyna, é que guardarían su servi fortaleza de Purchena; é dixo al Rey é á la Reyna:
cio en todas cosas, é obedescerian sus cartas é man «Yo, señores, soy moro é de linage de moros; é soy
damientos, é lo que de su parte les mandasen sus «Alcayde de la villa é castillo de Purchena, que me
capitanes é alcaydes , é aquellos que to vieron su «pusieron en ella para la guardar: vengo aquí ante
poder. Item, que acudirían al Bey é á la Beyna, é á «Vuestra real Señoría, no á vender lo que no es mió,
sus rebcadadores é receptores, con todos los pechos urnas á entregaros lo que la fortuna fizo vuestro. E
é tributos que acostumbraron antiguamente dar á screa Vuestra real Magostad, que si no me enfl
los Beyes moros. El Bey é la Beyna prometieron, aqueciese la flaqueza que fallo en los que me de-
que guardando ellos lo que juraban, les conserva ubian esforzar, que la muerte me seria el precio que
rían en la ley de Mahomad que mantovieron sus «recibiese defendiendo la fortaleza de Purchena, é
padres , é los dexarian en el uso de sus leyes é fue »no el oro quo me ofrecéis vendiéndola. Embiad,
ros, por donde según la costumbre de los moros «muy poderosos Reyes, á recibir aquella villa que
suelen ser juzgados é gobernados. Otrosí, de no les «vuestro gran poder fizo ser vuestra. Lo que supli-
facer, ni consentir que les sea focha fuerza, ni ro »co á vuestro gran poderío es, quo hayan en su eu-
bo, ni injuria ; é si alguno tentase de lo facer lo «comiouda ú los moros do aquella villa, é á los qne
mandarían punir por justicia. Otrosí, que la cibdad «muran en su valle, é los manden conservar en su
de Baza con su alcazaba se entregase al Bey ó a la «ley y en lo suyo, é á mi den seguro, para que con
Beyna, ó á quien mandasen, dentro de seis dias; en «mis caballeros é cosas pueda ir á las partes de
los qnales los moros oviesen lugar de la desembar «África.» El Rey é la Reyna oida la razón de aquel
gar do todos sus bienes é cosas que en ella teuian. moro, creyeron que fuese home leal, é notaron
E para seguridad que dentro deste término el Cau aquel su propósito en el grado de virtud que se de
dillo é capitanes complirian este asiento, entrega bía notar. É como quiera que le ofrescieron merce
ron al Comendador mayor quince mozos fijos del des de oro é caballos como á los otros, no lo quiso
Caudillo, ó de los principales ciudadanos de la cib recebir. Y embiaron luego á recebir aquella villa á
dad. Otrosí, el Caudillo y el alcayde, que vinieron Diego López de Ayala, uno de los capitanes que
á entregar los rehenes, fioleron reverencia al Bey é andaban en su guarda, con las seguridades que se
á la Boyna, é se ofrescieron de lo servir en todo lo entregaron todas las otras fortalezas. Otrosí, pasa
que les mandasen. Y el Bey é la Beyna los recibie dos los seis dias del término asentado con el Cau
ron por suyos, é les mandaron facer mercedes de dillo de Baza, lnego entregó el alcazaba é la cibdad
dinoros, ó ropas, é caballos é otras cosas al Roy ó á la Reyna; é pusieron en ella por capitán
Habido por los moros que moraban en las comar á Don Enrique Enriqucz, Mayordomo mayor del
cas de Baza, como el Caudillo y el Aloayde de la Roy, el qual puso por Alcayde a Don Enrique de
cibdad habian fecho partido con el Bey é con la Quzman, su primo, fijo del Conde de Alva de Liste.
Kcyna do ge la entregar, ó habian recehido y espe Entregóse esta cibdad do Baza al Rey Don Fer
raban recebir mercedes por la entrega que facian nando ó á la Reyna Doña Isabel, á quatro dias del
luego los Alcaydes de Almufiecar é Tabernas, é to mes de Deciembre, año del nascimiento de nuestro
dos los que tenían cargo de fortalezas en las mon Salvador Jesu Christo de mil é quatrocientos á
tañas que llamaban Alpuzarras, y en todas aquellas ochenta é nueve años, habiendo estado cercada por
sierras, les embiaron á decir, que ellos ansimesmo este Rey Don Fernando seis meses é veinte dias.
ge la» entregarían con sus fuerzas, faciéndoles sa- Sacaron della el dia que se entregó quinientos é
tisfacion de los gastos é costas que en la guarda diez homes é mu guies é niños christianos que esta
dolías habian fecho, é dándoles el seguro que daban ban oaptivos é puestos en mazmorras. Otrosí el Car
á los moradores que quedaban en los arrabales de denal de España, que era Arzobispo de Toledo,
Baza para que viviesen en su ley y en sus facien- puso en aquella cibdad su Vioario; porque se falló
das, quedando en la tierra por uindéxarea. El Rey por Bula del Papa, quo antiguamento era la cibdad
é la Reyna, habido su consejo, aceptaron aquel de Baza de diócesi de Toledo.
ofrescimiento, é respondieron que les placía de re- Fecha la entrega do la cibdad de Baza é de las
DON FERNANDO É DOÑA ISABEL. 603
villas de Furchena é Tabernas, ¿de las Alpuxarras > »mis consejos. Verdad es, Bey poderoso, que qui-
6 de Almufiecar, é de todas las otras comarcas, el ssiera é no pude defender la tierra de los moros de
Caudillo de Baza, que era ya subdito del Bey é de »tu gran poder. Pero, pues plogo al soberano Bey
la Beyna, é le habían mandado asentar sueldos é »de los Beyes escaparte con prosperidad de los pe-
acofitamicnto cada olio como á su vasallo, fué á la nligros quo te rodearon en el cerco do Baza, bien
cibdad de Quadix, é dixo al Boy moro que puos "paroco quo su voluntad fué on el ciólo quitar esta
babia visto que la fortuna era contraria á los de «tierra á mi ó darla á tí. É por tanto he deliberado
aquel Beyno, é de dia en dia conoscian mas como »que hayas ganado á mi por vasallo, como ganaste
en todas las cosas fallaban á Dios ayrado de tal »la tierra por subdita. E porque tu misericordia
manera, que no les quedaban fuerzas ni esperanza «creo será tan divina para perdonar como tu poder
para recobrar lo perdido, que conformándose con »es grande para señorear, vengo ante tu real serio-
lo que veian ser ordenado de arriba, ficiese entre nria por haber dolía no lo que mis deservicios me-
gar al Bey é á la Beyna las cibdades de Guadix é nrescen, mas lo que tn piedad acostumbra.» El Bey
Almería, pues veia claro que ni tenia, ni esperaba provocado á piedad por las palabras humildes que
tener fuerzas para las defender al poderío grande el Bey Moro dixo, é considerando la confianza con
de sub gentes; é que considerase bien la gente é que se ponía en sus manos, respondió que si esperi-
provisiones quo la cibdad de Baza tenia para se de mentando sus fuerzas se falló vencido, esperimen-
fender, é fecho lo último de su poder, ni ellos, ni tando agora su gracia, se fallaría vencedor, é la
los de la cibdad de Málaga podieron haber otra ganaba del para la conservación de su vida é liber
cosa, salvo trabajos é peligros; é que los' unos que tad; é mandóle tratar bien é honestamente con toda
daron captivos, é los otros muertos é destruidos. seguridad. E luego el Bey moro confiando en la
Dfxole ansimesmo que la destruicion de la tierra bo palabra que el Bey le dio, entregó todas las fuerzas
debria sofrir quando babia alguna esperanza para é puertas de la cibdad de Almerfa al Bey é á la
la recobrar; pero que quando esta no había, á gran Beyna. Y encomendaron la guarda é capitanía do
crueldad le seria imputado, si no los podiendo re lía al Comendador mayor de León, el qual puso en
mediar, los consintiese destruir. É quo no pensase su lugar por Alcade á Don Pedro Sarmiento.
que recibía injuria en perder lo que poseia, pues ge
lo tomaba un Bey tan poderoso, á quien no podía CAPÍTULO CXXV.
resistir.
Oídas por el Bey moro estas razones, é informa Coma el Re? é la Reyna fueron a la cibdad de Guadix, é te reci
bieron, é otros lugares de moros.
do como allende de la cibdad de Baza, todas las
otras fortalezas, é villas é lugares de la comarca se Becebida por el Bey é por la Beyna la cibdad de
entregaron al Bey é á la Beyna, veyéndose puesto Almería, é fornecida de gente de armas é pertre
en aquella pena que sienten loa Beyes, que ni á sf chos é mantenimientos, é de las otras cosas necesa
pueden proveer, ni á los suyos remediar, respondió rias á la gente que en ella dexaron por guarda,
al Caudillo que determinaba poner su persona en dieron luego seguro á todos los moros de la cibdad,
las manos del Bey é de la Beyna é de les entre para quo pudiesen vivir en la ley de Mahomad; á
gar las cibdades de Quadix é de Almería, para que prometieron que no les seria fecha fuerza ni agra
del é dolías dispusiesen lo que su real señoría tovie- vio en sus personas, ni en la posesión de sus bienes;
se por bien. El Caudillo vino al Bey é á la Beyna á é que consentirían que fuesen juzgados por sub al
les notificar como la voluntad del Bey Moro era de caldes, según sus fueros é costumbres antiguas. É
poner á él é á toda la tierra quo por él estaba so el los moros de la oibdad juraron por el Criador
imperio de su real señnría, para que del é delloa alto é por la virtud del Alcorán, que serian leales
dispusiese lo que les ploguiese. siervos é subditos del Bey é de la Beyna, é que
El Bey é la Beyna, oida la determinación del cumplirían bus cartas é mandamientos, é las de
Bey Moro, dixoron que ge lo agradescian, é que aquellos que su poder oviesen, é les acudirían cada
lo mandarían tratar bien é honestamente é con toda año con todos los derechos é tributos que son debi
seguridad, según que á su persona pertenecía. É dos al Bey, según lo acostumbraban pagar á los
luego partió el Bey de la cibdad de Baza, ó fué Beyes de Granada. É que esto complirian cesante
para la cibdad de Almería. E llegando bien cerca todo engaño é pensamiento que lo pudiesen revocar.
de la cibdad, vino el Bey Moro; é vista la persona Dado este seguro, é recebido esle juramento de
del Bey, descavalgó del caballo para le besar la los vecinos de Almería, el Bey é la Beyna, é con
mano. El Bey, guardando la preminencia debida al ellos el Cardenal de' España, partieron de aquella
titulo real que aquel Moro habia tomado, no con cibdad, é fueron para la cibdad de Quadix, é fué coa
sintió la cerimonia que le quería facer, é rogóle que ellos á gela entregar el Bey Moro. É como llegaron
tornase á oavalgar. El Bey Moro, cumpliendo lo á la cibdad con toda su hueste, fueron reoebidos
que el Bey quiso, é puesto en su caballo, se llegó á por los moradores della con buena voluntad. É no
él é le dixo : (¡Oh Bey voncedorl aunque ho cometi- embargante la enemiga que habia entre ellos é los
»do contra tu servicio cosas que no eran de perdo- christianos criada de largos tiempos, por las guer
nnar, pero tu gran benignidad me dio aquella espe ras é muertes é captiveriós pasados de unos á otros,
ranza de salvación que me quitó la ignorancia de pero visto quo el Bey é la Beyna con gran dil ¡gen
504 CRÓNICAS DE LOS B YES DE CASTILLA.
cia mandaban guardar bus personas é casas é cam favores que ovo del Rey c de la Reyna fué recebido
pos, é que los cercos, muertes é destruiciones que por Rey en aquella cibdad, é siempre estovo en ella
otros moros padecían y ellos recelaban, gelea con á su servicio, porque él é los moradores della goza
vertía en paz é seguridad; como gente libre de mie ban del seguro que les habían dado, con el qual te
do, ovieron tan súbito gozo, que loaban al Rey é á nia la libertad de salir fuera é facer sus labores en
la Reyna, y ensalzaban sus personas diciendo tener el campo, é andar libremente con sus negociaciones
entendimiento é fuerzas divinas, é que sus cosas por todas las partes de Castilla, este Rey de Grana
eran por mandamiento de Dios fechas; é mostraban da habia fecho partido con el Rey é con la Reyna,
placer por ser puestos so el yugo de su servidum que tomadas las cibdades de Baza é Guadix é Al-
bre. É luego el Roy Moro entregó al Rey é á la moría les entregaría dentro de cierto tiempo la cib
Reyna el alcazaba é todas las fuerzas, é torres é dad de Granada con su Alhambra é Alcazaba, é con
puertas de la cibdad de Guadix; é dieron la tenen todas sus fuerzas ó torres é puertas, dándole para
cia de la fortaleza é la capitanía de aquella cibdad donde estoviese con sus mugeres é fijos ciertos lu
< á Don Hurtado de Mendoza Adelantado de Cazorla. gares de tierra de moros. Después que fueron toma
Los caballeros é gente de la hueste, visto como se das las cibdades de Baza é Guadix é Almería, é to
tomó la cibdad de Baza, é que se habían entregado das las tierras é castillos de aquel Reyno, el Rey é
al Rey é á la Reyna Almería é Guadix, cibdades tan la Reyna le embiaron á requerir que entregase la
populosas é graudes, é las otras villas é castillos é cibdad de Granada al Conde de Tendilla con otros
tierras llanas, é las montanas que son desde Alme sus capitanes é gentes dentro del tiempo qut> estaba
ría fasta la cibdad de Granada, sin las muertes é obligado, é que ellos le mandarían dar las villas,
trabajos é gastos é dilación de tiempo que se espe tierras é rentas que le habían prometido. Este Rey
raban de sofrir antes que se pudiesen ganar, fueron Moro respondió que aquella cibdad era muy grande
maravillados, é creian proceder por voluntad divi é populosa, é que allende de sus moradores natura
na, pues pensamiento humano no pudiera imaginar les, se habían recogido á ella otras muchas gentes
que tan fuertes oibdades se pudieran en largos del Reyno de Granada, entre los quales habia tal
tiempos haber sin grandes trabajos é industria de división de votos é intenciones diversas, que no po
hornea, dia buenamente complir lo que habia prometido,
Entregadas aquellas cibdades é sus tierras, luego dentro del tiempo que era obligado. É por esta cau
los alcaydes moros que tenian las villas é fortalezas sa, el Rey é la Reyna acordaron de facer nueva con
de Salobreña é Almufiecar, é todas las otras villas veniencia con él, conviene á saber, de le facer mer
é castillos é fortalezas de los moros que quedaban ced de otros lugares donde estoviese con la renta
por ganar en el Royno de Granada, vinieron de su dellos para su mantenimiento; é que dentro de cier
voluntad é las entregaron al Rey é á la Reyna; los to tiempo les entregase la cibdad de Granada con
quales pusieron en ellas sus alcaydes é gentes que sus fuerzas. É porque la gente de aquella cibdad
las guardasen. É porque si echasen de las villas era mucha, é no se podría señorear con gran gente
cercadas á los moros que las moraban, creian que do christianos, aunque fuesen apoderados en las
la tierra se despoblaría, ovieron consejo do dexarlos fuerzas é torres della, el Rey é la Reyna acordaron
en ellas por mndéxares con sus mugeros é fijos é do pedir las armas ofensivas ó defensivas de los
bienes. Los quales ficieron al Rey ó á la Reyna se moros que estaban en la cibdad, ansí de los natura
guridad é juramento según su ley, de ser sus leales les, como de los que de nuevo estaban en ella.
subditos é vasallos, é de no rebelar contra sus man Otrosí, demandaron que dexasen libres ciertas ca
damientos, ni dar favor, ni ayuda ni avisar por nin sas que son en algunos lugares los mas fuertes de
guna vía que fuese al Rey é moros de Granada, n¡ la cibdad, para que las morasen christianos, porque
á otros algunos contra el servicio del Rey é de la los capitanes é gentes puestos por el Rey é por la
Reyna. Otrosí ficieron merced al Rey viejo de cier Reyna en la cibdad la pudiesen mas seguramente
tos lugares de tierra de moros en que pudiese estar señorear. Los moros de la cibdad , vistas aquellas
é de toda lo renta dellos con que se pudiese soste demandas, como quier que algunos homes pacíficos
ner. T esto Rey Moro lo recibió; é dende á pocos á fin de vivir en paz é seguridad, quisieran otorgar
dias, dexada la tierra que le habían dado, se pasó las, pero algunas otras gentes de guerra no consin
allende la mar á los Reynos do los moros que son tieron que se otorgase aquel partido. Y el Rey Moro
en África, con pensamiento que ovo, pues ya no que estaba apoderado en Granada, ansí porque el
podia ser Rey de aquel Reyno, no quería estar en Rey é la Reyna no le quisieron dar la tierra que él
tierra donde lo babia seydo é no tenia esperanza de demandaba, como porque fué inducido é traído á
lo ser. rebelión por algunos' caballeros moros que estaban
con él en la cibdad, mostró desobediencia contra el
CAPÍTULO CXXVI. Rey é contra la Reyna; é comenzó á facer guerra á
De las comí que pitaron con el Rey Moro que estaba en Grana los christianos, é tomó la fortaleza del Padul, é al
da, después que fueron tomadas las cibdades de Maza, é Gua gunas otras torres é fuerzas que estaban en poder
dix, é Almería. de los christianos cercanas á la cibdad de Granada.
Según habernos recontado, el Rey que estaba en Visto por el Rey é por la Reyna como el Rey é los
la cibdad de Granada, después que mediante los moros de Granada habian tomado propósito nuevo
DON FERNANDO É DOÑA ISABEL. 605
rebotando contra ellos, mandaron fornoscer de gen servido, é las partes habrían aquella utilidad que
tes é de las otras cosas necesarias las fortalezas de de tan bueno é loable yuntamiento se suele seguir.
Alhendin é Moclin, é Montefrio, é Colomera, ó Illo- Después que estos embaxadores ovieron propuesto
ra, é Alcalá la Real, é Loxa, é todas las otras que su embaxada, el Rey é la Reyna quisieron haber
habian tomado, y estaban en circuito de la cibdad su consejo con el Cardenal de España, é con los
de Granada; de las quales continamente so facia Duques ó Condes é Porlados é Doctores que residían
guerra por los christianos á los moros de Granada, en su consejo; los quales, después que sobre esta
é por los moros á los christianos. materia platicaron algunos dias, acordaron que, pues
muchas veces los Reyes é Príncipes destos sus Rey-
CAPÍTULO CXXVII. nos se habian juntado en debdo matrimonial con
los de la sangre real do aquel Reyno de Portogal,
Sígnense lis cosas qne pasaron en el ano de mil t quatrocientos por sor tan vecinos de Castilla, esto matrimonio quo
e noventa años. É primeramente como el Rey 6 la Reyna man el Rey de Portogal embiaba á pedir, se debía otor
daron entender en la justicia del Rcyno.
gar, por la paz 6 otras utilidades que dello se po
El Bey é la Roy na, que estaban en la cibdad de drían seguir. Fecha esta deliberación, é habido el
Córdoba, acordaron de ir á tener el invierno desto consentimiento para quo este matrimonio se con
año á la cibdad do Sevilla. É como fuoron en aque cluyóse, aquel caballero Don Hernando de Silveyra,
lla cibdad, luego entendieron en la justicia del Rey- á quien el Príncipe de Portogal embió con su podor
no, según lo faoian los años pasados. Y embiaron para se desposar con la Infanta, se desposó con
á todas las cibdades pesquisidores con sus poderes ella. T en aquellos dias que este desposorio se cele
bastantes, para tomar la residencia á los corregido bró, que fué en el mes de Mayo (1) deste año de
res, é á los alcaldes é alguaciles y escribanos, é á mil é quatrociontos é noventa años, se ficieron en
los otros oficiales que habian tenido cargo de ad aquella cibdad de Sevilla muy grandes fiestas é tor
ministrar la justicia é inquirir si habian errado en neos é grandes alegrías. É porque esta Infanta era
algunas cosas de las que habian jurado de guardar la fija mayor é la primera que el Rey é la Reyna
é administrar, al tiempo que recibieron el cargo del casaban, aquestas fiestas que se ficieron duraron
corregimiento. E si se fallaban haber incurrido en quince dias, é fueron muy ricas ó sumptuosas, don
algunas dolías, oran traidos a la corte; é les era de de el Rey 6 la Reyna ficieron muy grandes gastos.
mandado por el Rey é por la Reyna en su consejo Otrosí los Duques é Condes é Caballeros que fueron
razón de sus negligencias é yerros; é penaban á los á ellas presentes, ficieron grandes arreos é vestida-
que fallaban culpantes, faciéndoles restituir con las ras de brocados de sus personas, é también de los
sotenas lo que indebidamente habian llevado. Á caballeros é pages de sus casas que los acompaña
otros desterraban, é á otros inhabilitaban para que ban. Ansimcsino vinieron á estas fiestas muchos ca- '
dende en adelante no pudiesen usar oficios públi balleros é fijos-dalgo de los Reynos de Aragón, é
cos; é á cada uno daban la pena según la calidad Valencia, é Cataluña, é del Reyno de Sicilia, é de
del yerro que habia cometido. las otras islas é señoríos del Rey é de la Reyna, ar
reados de vestiduras do paños do oro, é cadenas ó
CAPÍTULO CXXVIII. collares de gran precio. E los caballeros castellanos
que eran continos on la casa del Roy é de la Reyna
De los embaladores que vinieron de parte del Rey de Portogal i en número de cien mancebos fijos-dalgo, fueron
demandar por esposa para su Ojo i la Infanta Doña Isabel. arreados de vestiduras brocadas, é chapadas, é bor
Estando el Rey é la Reyna en la cibdad de Sevi dadas de oro é do plata; é ningún caballero ni fijo-
lla, ol Rey Don Juan de Portogal los embió sus era- dalgo ovo en aquellas fiestas que pareciese vesti
baxadores un caballero que se llamaba Don Her do, salvo de paño de oro é seda. Otrosí la Reyna
nando de Silveyra, é un dotor su Chanciller mayor. salió á las justas é otras fiestas que so ficieron en
A los quales el Rey é la Reyna mandaron recebír é aquellos quinoé dias vestida de paño de oro; é
tratar honorablemente; é después de algunos dias salieron con ella é con esta Princesa de Portogal
pasados propusieron en su consejo la embaxada que Infanta de Castilla fasta setenta damas de los ma
traian en cargo. El efecto de la qual era contarles yores señores do España, vestidas de paños broca
los grandes é cercanos debdos de sangre que tenia dos, ó todas con grandes arreos do cadenas é co
el Rey do Portogal con el Rey é con la Reyna; otro llares é joyeles de oro con muchas piedras precio
sí, la amistad que por la gracia de Dios se habia sas, é perlas de gran valor. É para las justas que
celebrado entre ellos, é la paz que se habia guar duraron estos quince dias se fizo un campo grande
dado entre los subditos é naturales de la una parte fuera de la cibdad, la tela do paño de seda; ó fueron
é de la otra. É dixeron que porque ol debdo que fechos cien cadahalsos, cinqüenta de la una parto
entre ellos habia se renovase, y el amor se acrecen de la tela, é cinqüenta de la otra parte, donde
tase, venían por mandado del Rey su señor, & les estoviesen las damas, é todos los otros señores que
rogar que les ploguiese dar la Infanta Doña Isabel,
bu fija mayor, por muger para el Príncipe Don (1) El Cora de los Palacios j Gerdnimo Zurita sédalas el des-
posorlo de esta Princesa en Domingo de Quaslmodo, que fué 1 18
Alonso, su fijo primogénito heredero de su Reyno; de Abril. Bernald., mtlorla de lot Heya Católicos, US., cap. SI
porque en este matrimonio entendían que Dios seria Zurita, Anales, ¿i*. XX, cap. 84.
606' CEÓNICAB DE LOS BEYE8 DE CASTILLA.
vinieron á aquellas fiestas. É todos estos cadahalsos nal, é de los Maestres é Condes é Caballeros que
eran cubiertos de tapicería é de paños de oro é de con ella iban, Don Manuel Duque de Viseo, primo .
seda. En estas fiestas fueron fechos grandes gas del Rey de Portogal, é los Obispos de Ébora é
tos, ansí por el Rey como por los Duques é Condes Coimbra, y el Conde de Monsante, y el Conde de
é grandes señores é caballeros que continaban en Marialva, é otros muchos Caballeros fijos-dalgo del
la corte, é otros muchos que vinieron de otras par Reyno de Portogal, vestidos de vestiduras brocadas
tes, é anBimesmo por la Reyna, é las Duquesas é con grandes arreos. É después de las saludes que
Condesas, é otras señoras é dueñas que allí vinie allí en el campo el Duque presentó á la Princesa
ron; en lo qual todos mostraron grandes riquezas de parte del Rey de Portugal, é de parte del Príu-
é grande ánimo para las gastar. oipe su esposo, la tomó por la rienda, é acompañada
de aquellos Condes é Obispos é otras muchas gentes
CAPÍTULO ÜXXIX. del Reyno de Portogal que vinieron á la recebir,
entró en el Reyno de Portogal, é con ella el Conde
Como se celebraron las bodas entre el Principe de Portogal e la de Feria, y el Obispo de Jaén, é Rodrigo de Ulloa,
Princesa DoSa Isabel , Infanta de Castilla.
é otros muchos Caballeros fijos-dalgo de Castilla
Concluidas estas fiestas, é asentadas las cosas que que la fueron á servir en aquella jornada, é fué
se habian de complir, ansi por parte del Principe para la cibdad de Ébora, donde el Rey de Portogal
de Portugal, como por parte de la Princesa su espo y el Principe su fijo la salieron á recebir con muy
sa, aoordaron que se* celebrasen las bodas entre grande é solemne recibimiento, é todos los Perlados,
ellos para el mes de Noviembre siguiente. El qual é condes é Caballeros é dueñas, é generalmente to
asiento fecho, el Rey é la Reyna mandaron expedir dos los estados de Portugal. É celebraron en aque
aquellos embaxadores Portugueses, é remunerarlos lla cibdad las bodas con gran solemnidad, é ficieron
magníficamente con sus dones de oro é de plata é grandes fiestas, justas é torneos que duraron treinta
brocados é caballos. É para celebrar aquellas bo dias; é para lo que se requería á estas fiestas, ansi
das, el Rey é la Reyna mandaron aderezar las cosas el Rey de Portogal como todos los señores princi
que se requerian, en las quales quisieron mostrar pales, é otras gentes de su reyno, ficieron grandes ó
la grandeza de sus ánimos, é abundancia de sus muy costosos aparejos en los edificios do se ficie
Roynos é señoríos; porquo allende de la suma de oro ron las fiestas, y en los recebimientos grandes ó
que le dieron en dote, según lo que se acostumbraba juegos quo para ello se aderezaron ; é otrosí en loa
dar en casamiento á las Infantas de Castilla, el Rey muchos paños de brocados, é sedas, é guarniciones
é la Reyna le mandaron dar quinientos marcos de que ficieron para arreos de sus personas, y en las
oro é mil marcos de plata, quatro collares de oro dádivas que dieron. Lo qual todo fué tan por ex
con muchas perlas é piedras preciosas é otras cade tremo, que queriendo los Portogueses emparejar
nas é joyeles de gran valor. Otros! le dieron muchos con la grandeza de los Reynos é señoríos del Rey
paños de tapicería de oro é seda, é veinte ropas de é de la Reyna, paresció tener mayor ánimo para
paño brocado de diversas colores, é otras quatro gastar, que bastaba su facultad para lo que gasta
ropas de hilo do oro tirado, é otras seis ropas de ban.
sedas bordadas con perlas é chapadas de oro; lo
qual todo se estimó en cien mil florines de oro. CAPÍTULO GXXX.
É allende desto le dieron ropa blanca de lino ó de
De la tala que el Rey fizo este ano en la vega de Granada.
tanto valor, que ansi en esta ropa blanca do había
cinqflenta camisas labradas de hilo de oro é de seda Concluidas las fiestas que se ficieron en la cibdad
como en todas las otras cosas que se ficieron para de Sevilla á los desposorios de la Infanta Doña Isa
el arreo de su persona, fué estimado en veinte mil bel de Castilla, Princesa de Portogal, é despedidos
florines de oro. É para el tiempo que fué asontado los embaxadores que habian venido sobre esta ma
el casamiento, el Rey é la Reyna rogaron al Carde teria, luego el Rey é la Reyna partieron de aquella
nal de España que acompañase á la Princesa fasta cibdad, é vinieron á la cibdad de Córdoba, donde
la poner dentro en el Rey no de Portogal; é quando informados, como muchas quadrillas de moros sa
la Princesa partió de la cibdad de Córdoba, fué lían de la cibdad do Granada é andaban sueltos, é
acompañada del Cardenal. Otrosí fueron con ella como Almogávares robaban en los caminos é facían
Don Alonso de Cárdenas, Maestre de Sanctiago, é saltos por diversas partes, guerreando á los chris-
Don Juan de Zúfiiga, Maestre de Alcántara, é Don tianos é á las villas é tierras que estaban por ellos,
Rodrigo Alonso Pimental, Conde de Benavente, é acordaron de acrecentar la gente de guerra, para
Don Alonso Suarez de Figueroa, Conde de Feria, é que estoviesen en los lugares cercanos á la cibdad
Don Luis Osorío, Obispo de Jaén, é Rodrigo de de Granada; y encomendaron la capitanía mayor
Ulloa, Contador mayor del Rey, ó otros muchos do toda la frontera á Don ífiigo López de Mendoza,
caballeros é fijos-dalgo continúa de la oasa del Rey Conde de Tendilla, el qual con la gente de todas
é de la Reyna, en número de mil é quinientas ca- las capitanías, fué á la cibdad de Alcalá la Real, é
valgaduras. Los quales la acompañaron fasta el rio repartió los capitanes que estaban en su goberna
de Caya, .que parte término entre Castilla é Portu ción por todas las villas é castillos quo estaban mas
gal, é allí vinieron á la recebir de mano del Carda- cercanos ¿ la cibdad de Granada, para resistir las
DON FERNANDO A DOÑA ISABEL. >«07
guerras quo los motos'de la oibdad salian a faoer. en el circuito de Granada; é mandóles que estovie
Con los quales se ovieron recuentros é peleas, donde sen á la gobernación del Marqués' dé "Villena, á
'algunas veces fueron vencedores los christianos, é quien habia dado cargo de la capitanía mayor de
'otras veces los moros. É como el tiempo vino, en la frontera, é volvió para la cibdad de Córdoba.
«1 qual entendieron que se debia facer la tala de Desta tala los moros quedaron menguados de lo
' líos panes que estaban sembrados en la vega, y en necesario; pero como son genté que se sostienen con
'circuito de la oibdad dé Granada; el Bey é la Rey- poco mantenimiento, ó se proveían de las gentes
tea mandaron llamar los caballeros é gentes de que moraban en las sierras que son de la otra parte
guerra de toda el Andaluofa. Los quales con la de Granada ; permanecían en su rebelión, é no da
gente del Cardenal de España é del Duque de Me- ban fabla, ni oian trato ninguno, que fuese para
dinasidonia é del Marqués de Cáliz é del Conde de entregar la cibdad (1). A esta tala vino la Reyna
TJruefia, é del Conde de Cabra, é dé Don Alonso de Doña Isabel y el Principe Don Juan, é la Princesa
Aguilar, é de los otros caballeros de las cibdades de Portogal sus fijos; é quedaron en Moclin la Rey
é villas é tierras do aquellas comarcas, vinieron na é la Princesa. Y el Principe Don Juan fué al
fasta en número de cinco mil homes de caballo, é real, donde fué armado caballero junto á la acequia
veinte mil peones. El Rey, acompañado destas gen gorda; é fueron sus padrinos el Duque de Medina-
tes, entró en la vega de Granada para talar loa pa sidonia y el Marqués de Cáliz, estando el Principe
nos que estaban en el circuito de la cibdad, ó lle y el Rey su padre, que lo armó caballero, caval-
vando su hueste por jornadas é lugares mas seguros, gando. El Príncipe armado caballero, armó caballe
llegó á la vega de Granada, é mandó facer la tala. ros aquel dia á fijos de Sefiores; el primero fué Don
É los moros , visto que los christianos les talaban Fadrique Enriquez, fijo del Adelantado Don Pedro
los panes é las otras frutas que tenian, salieron de Enriquez, que fué después Marqués de Denia, é á
la cibdad; é repartidos por quadrillas, teniendo ma otros. Duró esta tala doce dias. Vino á servir al
yor confianza en sus engaños, que en la fuerza de Rey aquel Caudillo de Baza con ciento é cinqüenta
su gente, se pusieron en lugares mas seguros para de caballo, y el Alguacil de Baza, vasallos del Rey;
lo resistir. É porque los christianos se llegaban á é tomaron el mas peligroso lugar; é tomaron la
talar los panes é otros frutos mas cercanos á la cib torre de Román que está dos leguas de Granada, é
dad, los moros trabajando por defender, é los chris ciertos moros que en ella estaban, con cierto enga
tianos por ofender, en treinta dias qne duró aquella ño. Ansímismo vino á servir al Rey el Rey que ha
tala ovo grandes escaramuzas, donde murieron mu bia seydo en Guadix con docientos de caballo, que
chos de los unos é de los otros. En estas escaramu ansimesmo eran vasallos del Rey.
zas caian y eran forillos mas de los christianos quo
de los moros, porque les convenia pelear tanto con CAPÍTULO CXXXI.
la dispusicion del lugar como con la fuerza del ene
migo, que sabia é se ponia en los lugares mas se Como los moros tomaron el castillo de Alhendln é lo derribaron;
6 tomaron otras dos fortaleias, é cercaron la villa de SalobreSa.
guros.
Considerado por el Rey que en aquellas peleas Fecha la tala que eBte año fizo el Rey en la vega
los ohrístianos habrian menor provecho seyendo de Granada , é vuelto para la cibdad de Córdoba,
vencedores, que los moros podrían haber dafio se el Rey de Granada con ayuda y esfuerzo que le
yendo vencidos, por la dispusicion de los lugares dieron algunos de la cibdad é los que moraban en
do peleaban, mandó retraer sus gentes. É fu el es las serranías que son á la parte de la sierra Nevada,
amonestado por el Rey é por los capitanes, que fi- salió de la cibdad con mucha gente de moros á pié
ciesen la tala, y estoviesen quedos sin salir á las é á caballo, é cercó el oastillo de Albendin, donde
escaramuzas que los moros todas horas movían por estaba por Alcayde un caballero que se llamaba
el inconviniente que dello se seguia. Murió en una Mendo de Quesada, con docientos é oinqüentá ho
destas esoaramuzas un caballero hermano del Mar mes dispuestos é cursados en la guerra. Este oasti
qués de Villena, que se llamaba Don Alonso Pa llo de Alhendin, por estar muy cercano á la cibdad
checo, é otro capitán , que se llamaba Esteban de de Granada, tenia á los moros tan encogidos, que
Luzon; y ol Marqués peleando fué ferido de una no osaban salir á facer las labores del campo, ni
lanzada que le pasó el brazo derecho. Otros algu tenian libertad de ir á otras partes que no fuesen
nos de su capitanía fueron fétidos é muertos; é presos ó captivos, salvo si no saliesen tantos en nú
oviera mayor dafio en los christianos, salvo por la mero que podiesen resistir á los que estaban en
osadía y esfuerzo de algunos caballeros, que ofres- aquel castillo de Alhendin. Los quales por manda
ciéndose á la muerte por haber fama, entraban á do del Alcayde, é por sus proprios intereses, siem
socorrer á los christianos en lugares peligrosos do pre salian é se ponían en asechanzas, é captivaban
se habían metido. En estos dias que duró la tala, se é mataban bien cerca de la cibdad á los moros que
talaron todos los mas panes que los moros tenian saliari della. Visto por los moros estos trabajos que
sembrados en la vega de Granada, é los que se po- todas horas padoscian de los que estaban en aquella
dieron talar de los que estaban mas cercanos á la
cibdad. Fecha aquella tala, el Rey dexó gente por (i) A ala (din tino la Regiu. Todo esto qne signe hasta el tn
fronteros en todas las villas é castillos que estaban del capitulo, no se lee en el US. del Escorial.
508 CRÓNICAS DE LOS BEYES DE CASTILLA.
fortaleza, é considerando como el Rey con toda bu podiese haber mantenimientos de África, acordó
hueste era vuelto á la cibdad de Córdoba, acordaron do cercar la fortaleza do Salobreña, que es cerca de
de cercar aquella fortaleza, porque creyeron que la la mar. E poniendo en obra este acuerdo, tornó á
tomarían antee que el Rey podiese volver con gente salir de la cibdad de Granada con mucha gente de
á la socorrer. É puesto el real sobre ella, el Alcay- pié é de caballo, é cercó aquella villa é su fortaleza.
de é los christianos que con él estaban, se pusieron (1) En este tiempo el Conde de Tendilla, que te
en defensa, é pelearon con los moros, el dia que pu nia á cargo la frontera de Alcalá la Real, ovo aviso
sieron el sitio; é otros seis dias continos, que no fá que eran entrados ciertos caballeros moros é cient
lleselo dia ni noche que cesasen entre ellos las pe peones, á correr á Quesada ; é saltó al camino coa
leas por dos ó tres partes. Pero los moros, que eran ciento é cinqfienta lanzas, é púsose en Barcina, tres
en gran número, é con los que todas horas salían de leguas de Granada, y esperó allí un día á una noche
la cibdad de Granada, tenían gente para pelear los en una celada. Los caballeros que estaban con él
unos entretanto que los otros descansaban, de ma querían que el Conde se fuese , con el qual nunca
nera que todas horas peleaban. Con estas peleas é lo podieron acabar, fasta que sus guardas vinieron
combates que los moros daban tan continos é pre dos horas antes que amaneciese , é ficieron lumbre
surosos, los christianos cansados con el poco dormir, los moros en Poriate. E vinieron á decir al Conde
é no teniendo espacio para comer, ni lugar alguno como venían los moros, y el Conde fizo cavalgar la
para reposar, fueron constreñidos de se recoger á la gente, é los moros que venían con muchos captivos
barbacana de la fortaleza, la qual les fué dos veces hornos é mugeros, é muchas azémilas é joyas que
entrada por los moros, é fueron echados dolía con habían tomado de personas que iban seguras á
la fuerza y esfuerzo de los christianos. Al fin el Baza, no se cataron fusta que el Conde dio sobre
Alcayde, veyendo los muertos é félidos que tenia en ellos é los desbarató, é mató treinta é seis moros, é
su compañía, é que no podían defender la barrera, captivo cinqüenta é cinco ; é tomaron quarenta ó
acordó de la dexar, é defender una gran torre prin cinco caballos ensillados, é los otros se salvaron
cipal, ó los otroB lugares que le parecieron defensi- por la noche é por la aspereza de la tierra. E ansf
bles en la fortaleza. Los moros, visto que los chris el dicho Conde tornó á Alcalá la Real con los mo
tianos se habían retraído, arrimaron á la torre prin ros captivos, é los christianos é christianaB libres.
cipal las mantas é bancos pinjados, é otros aparejos Donde de toda la cibdad fué recebido con grande
que traían; é cavaron la torre, é pusiéronla toda en alegría, é de su muger que lo había venido ¡i ver
cuentos. Venida la nueva deste cerco al Rey ó á la este día, á cabo do dos años que no le había visto,
Reyna que estaban en Córdoba, luego mandaron la qual era fija delMaestre Don Juan Pacheco ó de
llamar gentes de pié é de caballo del Andalucía, é Doña María Puertocarrero, Marquesa de Villena, su
de las comarcas. É como fueron juntos, partió el muger.
Roy para socorrer los que guardaban aquella forta Los moros que habían quedado por mudéxares
leza, é luego volvió para la cibdad de Córdoba, por en la villa, pospuesto el juramento de fidelidad que
que sopo una jornada antes que llegase, como el ficieron al Rey ó á la Reyna, dieron lugar al Rey
Alcaydo la había entregado á los moros ; porque Moro para que entrase en la villa, é ayudaron á los
viilo que los que le ayudaban, Julios eran muertos, moros con armas é viandas , é las otras cosas que
é dollos feridos, é todos los otros estaban ya cansa ovieron necesario para cercar la fortaleza. El Al
dos de los continos combates, que les fallescian las cayde que en ella estaba, puesto por Francisco Ra
fuerzas; especialmente porque vido que toda la tor mírez de Madrid que tenia el cargo principal de
re que. defendía estaba puesta en cuentos de made aquella fortaleza, con otros algunos christianos que
ra, ó los moros la querían poner fuego para la der entraron á le ayudar, se puso en defensa, é repartió
ribar. Y el Rey Moro tomó por captivos al Alcayde las estanzas en los lugares por dondo los moros
ó á todos los que falló en la fortaleza , ó fizóla derri quorian combatir. Sabido esto por Don Francisco
bar por el ioconviniente que se siguiria á los moros Enriquez, tío del Rey, Capitán de la cibdad de Ve-
si los christianos la tornasen á recobrar. lcz-Málaga, é por otros capitanes é alcaydes que
Después que los moros tomaron aquella fortaleza estaban en la comarca, vinieron para entrar en la
é la derribaron, cobraron mayor ánimo para guer villa para la defender; pero no lo podieron facer
rear ; é salieron de la cibdad de Granada mucha gen por la multitud de los moros que por todas partea
te de pié é do caballo, é fueron contra otras dos for la tenían cercada. Visto por aquellos capitanes
talezas que son entre la cibdad de Guadix é Alme christianos que no podían entrar en la villa, é que
ría, é la una se llama Marchena, é la otra Buluduy. eran pequeño número para pelear con los moros,
E porque los alcaydes que las tenían no estaban pusiéronse en una peña que estaba cercana á la mar,
bien proveídos de gente, ni do las otras cosas ne donde ni los moros á ellos , ni ellos á los moros po
cesarias á la defender, los moros con los combates dían facer daño ; pero esfuerzaban á los de la for
presurosos que les dieron, ovieron lugar de las to taleza díciéndoles que se detuviesen, porque presta-
mar, é llevaron captivos á los alcaydes é á los que
con ellos estaban. E como el Roy Moro so vido
(1) En ale tiempo. En el US. del Escorial falla esle suceso del
victorioso por la toma de aquellas fortalezas, con Conde de Tendilla ; jr aunque se halla en el US. del Scfíur Nava,
siderando que no tenia puerto de mar por donde mas parece ñola marginal, que verdadero lexlo de la Crónica.
í)ON FERNANDO É DOÑA ISABEL. • 6Ód
mentó vernia el Rey á los socorrer. Y en aquella Buluduy, cobraron ánimo para salir é combatir é
manera los moros tovieron coreada aquella forta tomar otras fortalezas, otrosí porque fueron infor
leza, combatiéndola por espacio de quince dias. mados que algunos moros de los que habian dexa-
Sabido por el Rey como los moros tenían cerca do que morasen en las cibdades de Baza, é Guadix
da aquella Tilla, é que el Alcayde é los que con él é Almería, trataban secretamente con el Rey Moro
la guardaban estaban en muy grande aprieto por de Granada que los viniese á socorrer, porque ellos
los continos combates que los moros les daban, entendían tomar armas, é se alzar con aquellas cib
partió de la cibdad de Córdoba con la mas gente dades é villas contra los que tenian las fortalezas,
que pudo haber, é apresurando su camino, llegó cer las quales entendían con su esfuerzo combatir é to
ca de aquella villa por la socorrer. Sabido por el Rey mar ; el Rey partió con toda su hueste, é fué para
Moro como el Rey venia con gente en socorro, lue aquellas partes. E mandó salir de aquellas tres cib
go alzó el real que tenia puesto, é volvió con toda dades é de sus arrabales, é de todas las otras villas
su hueste para la cibdad de Granada, é ansf quedó cercadas todos los moros é moras que en ellas ha
aquella villa libre. T el Rey é la Reyna ficieron bian dexado por mudéxares; é dióles seguro para
mercedes al Alcayde é á los que con él estaban é la que pasasen si quisiesen á las partes de África, ó
defendieron, por los trabajos que ovieron en la de si quisiesen quedar con sus casas é bienes en sus
fender, é porque fueron constantes contra los com reynos é señoríos, pudiesen morar en las aldeas é
batos que sufrieron, é miedos que les eran puestos alearías, é no entrasen en cibdad ni villa cercada.
por los moros que los habían cercado (1). E aquí Los moros, visto el mandamiento del Rey, luego
en esta fortaleza metió por un postigo el Alcayde desampararon sus casas, é dexaron libres todas las
Pulgar en ella setenta homes. E habiendo falta de cibdades é villas cercadas ; é dellos se pasaron á los
agua, por mengua de la qual los moros la espera- Reynos de África, é dollos fincaron en aquella tier
« ban tomar, porque perdiesen aquella esperanza, los ra, é moraron en las aldeas é alearías, que no tenian
fizo dende el adarve colgar un cántaro della ; y en cercas ni fuerza donde pudiesen rebelar, ni facer
albricias del combate con que los amenazaban, les dafio á la tierra de los christianos. Con esto el Rey
dio una taza de plata ; que fué causa, que como los remedió la tierra, é quedó segura ; porque los moros
cercados se esforzaron , los cercadores se alzaron. cesaron de imaginar los insultos que deseaban fa
cer morando en los cibdades é villas cercadas.
CAPÍTULO CXXXII.
CAPÍTULO CXXXIII.
Como el Rejr tornó a la vega de Granada, 6 (Izo tala en loa pani
zos, y echó todos los moros de los lugares cercados. Como el Rey fué a Sevilla, é de allí fué i cercar i Granada quan-
do la tomó (2).
Deseando el Rey é la Reyna dar fin á la conquis
ta que principiaron del Reyno do Granada, man Acabada la tala é de echar el Rey á los moros de
daron poner gran diligencia en las cosas concer los lugares ya dichos, partió de Córdoba para Se
nientes á la guerra ; é acordaron que se flciese en villa ; y en el camino en la [villa de Constantina
el mes de Septiembre deste ano la tala de los pani despidió á su fija la Princesa de Portogal. E desde
zos que los moros tenian sembrados en circuito de Sevilla partieron á once de Abril afio de mil é qua-
la cibdad. Habido este acuerdo, mandaron juntar cientos é noventa é un años , ó con ellos el Príncipe
en la cibdad de Córdoba toda la gente de guerra, é las Infantas sus fijas. E la Reyna y el Principo é
ansí del Andalucía como do las provincias que son sus fijas quedaron en Alcalá la Real, y el Rey fué á
comarcanas á ella. E como los capitanes con las veinte del dicho mes á poner su real á la cabeza de
gentes de sus capitanías fueron juntos, el Rey par los ginetes, y estuvieron allí otro dia Jueves espe
tió de la cibdad de Córdoba con sus batallas orde rando la gente. Otro dia Viernes fué al Val de Ve-
nadas; é porque fué informado que los moros ha lillos, que es junto á la puente de Pinos, y el Sába
blan alzado el cerco que tenian puesto sobro la vi do fueron á loa Ojos de Huécar, que os una legua
lla de Salobreña, volvió camino de Granada, é ñzo de Granada, á do vinieron algunos moros de Grana
talar los panizos que estaban sembrados en circuito da caballeros. E de allí esa noche el Marqués de
. de la cibdad. Los moros, visto que les talaban los Villena con tres mil de caballo é diez mil peones
mantenimientos, salieron de la oibdad a lo resistir; fué al Val de Lendin, que son unas aldeas que están
y en qnince dios que duró aquella tala, ovo algunas á la entrada de las Alpuxarras, á destruirlas, á do
, escaramuzas, donde murieron é fueron feridos al suele haber cosas de mantenimientos para Granada.
gunos de los moros é de los christianoB. Fecha la E por miedo que no se juntase contra el Marqués
tala, porque so sopo que los moros después que to mucha gente de las Alpuxarras, movió el Rey á fa-
maron las fortalezas de Alhendin é Marchena y el celle espaldas. E los do Granada salieron é dieron
(?) En el MS. del Escori.il faltan los dos capítulos siguientes;
(I) E aquí en esta (ortaleía. Desde estas palabras hasta el fin y a la verdad no parecen de Pulgar. Tai vez serón parle de una
del capitulo falta en el MS. del Escorial. Este Alcayde Pulgar es Adición que sigue en varios SISS., y entre ellos en el del Sciior
el del Salar de quien se habló en el cap. III, y cuenta él mismo Nava. Aparte de la notoria diversidad del estilo, el Doctor Galin-
este suceso con alguna mas extensión en el Sumarlo de los lie dez de Carvajal, que tuvo esta Crónica original en su poder, afir
dlos del Gran Capitán, pag. II, aunque con la modestia de ocul ma expresamente que Pulgar solo escribió hasta el afio noventa.
tar su nombre. Vrefac. al Registro de las Jornadas de los Reyes Católicos, US,
610''. CRÓNICAS DE LOS REYES DE CASTILLA.
eu los de la rezaga, los qnales entraron con ellos en de Julio, la Reyna mandó á ana moza de cámara
escaramuzas, é fueron tan apretados los chrigtianos quitar una vela de su tienda de una porte, é posar
que ovieron de fuir, á do oto de los moros algunos la á otra, porque le estorbaba el dormir, é durmien
muertos. El Rey llegó al Padul, á do falló que ya do ella ó todos los de su tienda, prendióse fuego á
* venia el Marqués do Villena con su gente, los qua- la tienda de aquella vela, de cuyo fuego se encendió
les como los moros del Val de Lendin estaban des mucha parte del real ¡ é salió la Reyna con mucho
cuidados, destruyeron nueve aldeas, é mataron mas peligro, y ella por una parte, y el Príncipe é la In
de quinientos moros , é traxieron grande presa, an fanta por otra, se acogieron á otras tiendas. Y el
sí de moros é moras, como de otras muchas cosas, Rey cavalgó con mucha gente, é salió fuera del
los quales llegaron al real Domingo en la noche. real hacia Granada, porque los moros no viniesen á
Otro dia Lunes, el Rey determinó de destruir todos facer daño. En esta mesma noche se quemó la fe
los lugares que el Marqués habia comenzado a des ria de Medina. Y esta tarde antes, corriendo el Prin
truir, é otros que estaban mas adentro en las Alpu- cipe Don Alonso de Portogal un caballo en la ribe
xarras. El Domingo on la noche vinieron do Grana ra do Tejo estando en Santaren, tomó el caballo un
da por la sierra, mucha gente de pié é de caballo hombre entre las manos, que fué causa que el Prin
con tres capitanes á ponerse en un paso, para que cipe cayese ; é nunca fabló ni tornó en su sentido
la gente no pasase á las Alpuxarras. Otro dia Lunes fasta que murió, el qual era yerno del Rey é de lo
partió la hueste, é algunas gentes delante ; é fueron Reyna. E al cerco de Granada antes que se alzase
á donde los moros estaban esperando á los christia- vino la Princesa su muger, é posó en Sonta Fé,
nos, é pelearon con ellos, é los moros fueron fuyen- que ya estaba fecha. Pasado este fuego, ficieron to
do, quedando allí muertos mas de ciento , é á vida dos casas de texa , que parecia una cibdad con sus
tomaron setenta. T el Rey pasó adelante, donde calles ordenadas, é todas la cosas deseadas, en tan
quemaron é destruyeron las nuevo aldeas, é otros ta abundancia de sedas ó paños é brocados , é todo
quince lugares mas, á donde murieron muchos mo lo demás, como si fuera una buena feria. Después
ros é moras, é se captivaron muchos ; é traxieron se fizo Santa Fé, la qual ficieron las cibdades é loa
mucho despojo por ser la tierra rica, é después se Maestrazgos, é cada uno puso su letrero de lo que
taló quanto habia sembrado en aquella ;tierra. El fizo, lo qual fué parte de dexar guarniciones de
dia de Sant Marcos volvió el Rey al Padul, y en to gentes sobre Granada, la qual ficieron á la forma
do esto no murió ninguno, salvo un page de la Rey- do Villa-Real, que es una villa cabe Vallacio , que
na que se llamaba Avellaneda. Y el Roy volvió á la se fizo para lo rnesino con sus calles derechas , á
vega, é asentó su real cerca de donde es oy dia quatro puertas una enfrente do otra muy fuertes.
Santa Fé, que es cabe los ojos de Huécar, que fué á En el moa de Deciembre, no teniendo sino muy po
veinte é seis dias de Abril ; el qual real no se levan cos mantenimientos los de la cibdad de Granada,
tó fasta que se tomó é ganó la cibdad de Granada, demandaron partido, la fabla do lo qual duró trein
é duró el cerco ocho meses. En el qual tiempo se ta dias ; y en los treinta de Deciembre entregaron
taló todo lo sembrado é huertas que pudieron; é las fortalezas quo el Roy Moro tenia, que la princi
tomó todas las aldeas que pudo á la redonda. Des pal os el Alhambra, al Rey Don Hernando é á la
que el real fué fortalescido, la Reyna con sus fijos Reyna Doña Isabel ; con tanto que todos quedasen
vino allí ; á los quales los mas de los Grandes sa en su ley y en sus faciendas é otros muchos capí
lieron á recebir. Sábado á diez é ocho del mes do tulos. E también los moros otorgaron otros ; y en
Junio, fué la Reyna á mirar á Granada, é la cerca rehenes que complirian lo de las fortalezas, é que
que tenia, é con ella el Principe ó la Infanta Doña darian las armas que toviesen, dieron á muchos
Juana, é fueron con ella mucha gente. E allegó á principales de la cibdad.
una aldea que se llamaba la Zubia, que está junto á ün moro loco andaba por las calles de la cibdad
la cibdad, é mandó poner mucha gente á la halda alborotando el pueblo para que el partido no sa
de la sierra que está junto con el aldea, é otra gen ficiese ; con el qual se juntó tanta gente, que el Roy
te hacia la oibdad. La qual la Reyna se paró á mirar Moro no osaba salir. E ansi otro dia Sábado mandó
desde una ventana de una casa de aquella aldea, y llamar á los de su consejo, é á loa que habían fecho
embió á mandar que se escusase escaramuza, porque aquel alboroto ; ó diciéndole ellos lo acontecido, les
no muriese gente, é no lo pudo escusar tanto que dixo tales palabras con que los amansó , diciendo
no la ovieae. E como los cuantíanos que andaban que ya no era tiempo de facer tal movimiento, pues
con ella eran muchos, para defender los otros ovo ya no tenían con que se poder sostener ¡ é lo otro
de soltar la gente, é ficieron retraer los moros fasta por los rehenes que estaban dadas, de donde ge les
la cibdad, é fueron tras dellos, ó mataron mas de siguiria mas cierto el daño que el remedio, pues de
seiscientos moros, é firieron é captivaron otros mu socorro no tenian esperanza. E dicho esto se volvió
chos, que serian por todos dos mil, é tomáronles dos al Alhambra, las quales fortalezas estaban asenta
tiros de pólvora que traian. Los moros quedaron das que se entregarían el dia de los Reyes. Y el Rey
desta vez escarmentados, é no osaron salir tan suel Moro escribió al Rey que él compliria lo asentado,
tamente de allí adelante. La Reyna en aquella al no embargante el alboroto, é que abreviase el tiem
dea fizo un monesterio de Sant Francisco. po. E visto esto, el Rey é la Reyna , á dos dios da
Estando eu el real, Jueves en la noche, á catorce Enero con toda la hueste del real partió la vio da.
DON FERNANDO E DONA' ISABEL. olí
Granada. Lft Reyna y el Príncipe éla Infanta DoDa pales, é se fué al Val de Purchena, qne era lo qne le
Jnana se pusieron en un cerro cerca de Granada, y dieron para que estoviese. E después otro (lia el
el Rey con la gente junto de la cibdad , cabe el río Rey é la Beyna entraron en el Alhambra , á donde
Genil, á donde salió el Rey Moro, é le entregó las los salió á recebir el Arzobispo nuevo, Don Fray
llaves, é se quiso apear á le besar las manos. Y el Hernando de Talavera, con mucha clerecía á la
Rey lo uno ni lo otro no le consintió, é le besó en puerta del Alhambra en procesión. Estovo el Bey
el brazo, é dióle las llaves. Y el Rey diólas al Con en Santa Fé en su real, é á las veces en el Alham
de de Tendilla, á quien habia fecho merced de la bra, fasta el mes de Mayo de mil é quatrooientos
alcaydia de Granada , é al Comendador mayor de é noventa é dos afios por dexar segura la cibdad.
León Don Gutierre de Cárdenas. Los quales entra En aquel tiempo ovo algunos alborotos de moros , é
ron en el Alhambra, y encima de la torre de Comá- fallaron una mina llena de armas, sobre lo qual se
res alzaron la cruz, é luego la bandera real. E dixe- fizo mucha justicia, é de todos los que ficieron los
ron los Reyes de armas en altas voces : Granada, alborotos. E dexaron en ella mucho recabdo, é par
Granada por los Reyes Don Fernando é Doña Isa tiéronse para Castilla.
bel. Vista la cruz por la Reyna, los de bu capilla que
allí estaban cantaron el Te Deum laudaran*. Fué CAPÍTULO CXXXIV
tanto el placer, que todos lloraban. Luego todos los
Grandes que con el Rey estaban , fueron á donde la Del torco que erabió el Grin Maestre de Rodas al Papa.
Reyna estaba, é le besaron la mano por Reyna de Va habernos dicho (1) como el gran Maestre de
Granada. E junto con el pendón real, se levantó el Rodas, á este hermano del Turco, queriéndose so
pendón de Santiago que traia el Maestre. correr del contra el Gran Turco su hermano, lo em
Este di a fizo el Rey Moro dos actos de tristeza, é bió al Rey Luis de Francia. El qual no solamente
fueron, que tienen por costumbre los Beyes moros no lo quiso recibir, mas aun no quiso que estovie
quando pasan algún rio do poca agua, que los ca se en su Reyno ; y el gran Maestre lo embió al
balleros moros le cubren los pies é los estrivos con Papa. E porque su hermano el Gran Turco lo temia,
los suyos, y él no lo quiso consentir ; é quando su fizo su amistad con el Papa, é prometióle de dar
ben alguna escalera, dexan los alpargates, é gelos cierta cantidad de ducados cada año porque lo to-
lleva el mas principal moro que allí está, lo qual él viese á buen recabdo. E ansí estovo fasta que el
no quiso consentir. E como fué á su¡casa, que ora en Papa lo dio al Bey Don Carlos de Francia quando
el alcazaba, entró llorando lo que habia perdido, é fué á Ñapóles, el qual Turco murió allá. E por mas
díxole bu madre, que pues no habia seydo para de contentar al Papa el Gran Turco, le embió al Papa
fenderlo como homo, que no llorase como muger. Inocencio el fierro de la lanza con que fué abierto
Falláronse en esta toma de Granada el Cardenal el costado de nuestro Bedemptor Jeeu Chrísto, que
de España Arzobispo de Toledo, Don Pedro Gonzá se cree habérselo embiado á pedir.
lez de Mendoza, y el Maestre de Santiago Don Alon Sabido por el Papa que venia el fierro, embió dos
so de Cárdenas, é los Duques de Medinasidonia é Obispos al mar de Ancona á recibirlo ; é después el
Cáliz, é Don Alouso de Aguilar, y el Marqués de Papa cen todos los Cardenales é clerecia salió en
Villena, é los Condes de Uruefia é Cabra; y el Ade procesión á recobirlo. Y el Papa lo traxo en sus ma
lantado del Andalucía, é Don Diego Hurtado de nos fasta dentro de la Iglesia de Sant Pedro, á
Mendoza, Arzobispo de Sevilla, é otros muchos Per donde se puso en mucha veneración. Al tiempo que
lados, Condes é Marqueses. E por evitar los incon- se traxo, este Turco fué á fablar al Papa; "y estaba
vinientes que en la cibdad podia haber, no estando el Papa en un cadahalso vestido de pontifical con
ellos en ella, mandaron el Rey é la Reyna pregonar todos los Cardenales é Perlados que habia en Bo
que ninguno entrase en Granada sin su licencia an ma ; é iba con el Turco el Maestre de cerimonias,
tes de su entrada. E porqne Pedro Gasea de Avila, diciéndole do habia de fincar las rodillas y él no qui
fijo de Gil González de Avila, entró sin ella con so facerlo. E subiendo que subió á lo alto del ca
ciertos escuderos suyos é de su hermano Luis de dahalso, fué al Papa é abrazólo é dióle luego una
Guzman, Comendador de Aceca, le mandaron pren palmada en las espaldas. E reprehendióle el Maes
der é mandaban cortar la cabeza. Pero siguiendo la tre de cerimonias porque lo habia fecho, dioiendo
condición que los Principes han de tener para los que era Vicario de Dios. Respondió el Turco, di
que los desean servir, eran estos Reyes tan agrades- ciendo que él habia fecho mucho en lo que fizo por
cidos, que considerando lo que este caballero los que no seyendo él christiano , ni creyendo en su
habia servido en todas las guerras, desde la de Toro, ley, é seyendo él fijo de Bey, y el Papa fijo de un
no solo le perdonaron, pero le ficieron mercedes en mercader, lo habia igualado consigo.
aquella cibdad é reyno. '
Entregada el Alhambra, traxieron luego todas
las armas de la cibdad á ella, salvo las que se escon (I) A primen Tiste se conoce qne este capitulo es un reiste
arbitrariamente anido i los anteriores ; j todo demuestra que la
dieron. El Bey Moro salió de alli con otros princi- Crónica de Pulgar quedó incompleta, (tf. delC.)

FIN DB LA OEÓHIOA.
APÉNDICE i:

CONTINUACIÓN DE LA CRÓNICA DE PULGAR,


POR UN ANÓNIMO (1).

Luego que se tomó y entregó Baza , el Rey Muy- los pasos, é por el quebrantamiento y cansando de
ley Bahudili el Zagal, rey que se llamaba de Gua tan largo cerco. En la ciudad de Granada y sus Al-
diz, hizo bus capitulaciones con los Beyes Cathóli- puzares estaba y quedó por Bey el Muley Bahude-
cos, é se pasó allende ; y en el mismo tiempo las li, el Chiquito, que dioen primogénito del Bey Muli
ciudades de Almería é Quadix é Purchena con sus .Bulhacen, padre de los infantes de Granada qae
tierras , é otras muchas villas y fortalezas del dicho hoy viven, Don Juan é Don Fernando ; é porque
reino de Granada , enviaron sus mensajeros al Bey este Bey Muley Bahudeli, siendo mancebo, por in
Cathólico á la ciudad de Baza , donde estaba, á ha ducimiento del Alatar, que era cabecera de Loza y
cer sus capitulaciones é partidos para entregarse, y hombre muy sabio y esforzado en guerra y en toda
allí se hicieron y efectuaron; y el Bey Cathólico otra cosa, y alguno de los Abencerrajes y Audi I loa
embió sus capitanes é gente de armas á tomar las res, que eran caballeros muy principales en el dicho
dichas ciudades , y se le entregaron ; y los Beyes reyno, y de otros caballeros que seguían su partido,
Cathólicos hicieron merced de la tenencia de la for se levantó por Bey contra el dicho Bey Muley Bul-
taleza é guarda de la dicha ciudad de Almería á hacen, su padre, con las ciudades Loza y Alhama y
Don Gutierre de Cárdenas, Comendador mayor do Málaga é Velez Málaga y Bouda é Marvella é con.
León, é de la fortaleza é guarda de la dicha ciudad todas las otras villas é fortalezas que están á la
de Baza á Don Enrique Enriquez, tio é mayordomo parte del poniente, por esto le llamaron el Bey Chi
del Bey, é de la tenencia é guarda de la dicha ciu quito. Este rey Muley Bahudeli el Chiquito salió
dad de Guadiz á Don Hurtado de Mendoza, herma de Loza, é con él el Alatar y otros muchos caballe
no del Duque del Infantadgo , que entóneos era, y ros, é con mas de mili de cnbn.Ho y de siete á ocho
del Cardenal Don Pero González de Mendoza, y de mili hombres do pié, entró por Iznajar por correr
la guarda y fortaleza de la ciudad de Purchena á (2) las villas de Cabra y Lucena y otras muchas villas
; y á todos los mandaron prover é lugares questan cerca dellas ; é salieron contra él
y fueron proveídos de la gente de caballo y de pié el Conde de Cabra que entonces era, y el Alcaide de
que tenian necesidad para la guarda de aquellas los donceles que se halló en su villa de Lucena con
fortalezas y ciudades ; y al mesmo tiempo le hicie la gente que pudieron juntar, que era muy pooa se-
ron merced al Comendador mayor de León de la gund la que el Bey Bahudili tenio. Y pelearon
fortaleza é tacha de Marchena, ques cerca de Alme con él entre Cabra y Eznajar , oerca del rio que di
ría, ques una cosa muy calificada, y A Don Bodrigo cen de Bedera , y lo desbarataron , é fueron presos ó
de Mendoza ó do Bivar, hijo del Cardenal Don Poro muertos muchos, y el Alatar, que era un hombre
González de Mendoza, de las villas de Zenete é tan principal como está dicho, y viejo, no pareció
Guadiz, que son siete, oon titulo de Marqués de muerto ni vivo : tiénese por cierto que se ahogó en
Zenete. el dicho rio de Bedera ; y el rey Chiquito fué preso
Proveidas las cosas dichas, los Beyes Cathólicos allí, que lo halló un vecino de Lucena apeado y es
salieron al Andalucía, é porque la salida fué en lo condido en una mato, y fué llevado preso á la di
mas bravo del invierno y el ano fué muy lluvioso* cha villa de Luoena por el dicho Alcaide de los Don- -
recibieron muy gran trabajo en la salida, y pades- celes ; y porque cada tino pretendió que él lo habia
cieron muchas bestias é gentes en los arroyos é ma prendido, y que se le habían de dar las insinias de
la prisión, que la trnziese en sus armas, hubo gran
des diferencias entre el Conde de Cabra y el Alcal
lí) Tomada de nn MS. de la Biblioteca del Eiemo. Sr. Doqne de de los Donceles ; y entendiendo el Bey é la Bey-
de Osuna. na Cathólicos la razón de cada uno, mandaron que-
ti ■ Este hueco j los ilfalentea están en el original , excepto
alguno qni! retalla de palabra* totalmente Ilegibles. cada uno les trnziese igualmente, y ansi las traen,
Cr.-III. 35
404 . CRÓNICAS DE LOS BEYES DE OASTtttA.
é les hicieron otras mercedes de algunos juros. to, porque los moros no tienen respeto mas & su rey
Preso este Bey Chiquito, fué traído á los Reyes Ca- de quanto le tienen presente, porque teniéndolo
thólicos, pienso que á Toledo, donde estuvo algunos cautivo ó por otra qualquier cosa que sea fácil, al
dias. E después el Rey é la Reyna Oathólicos se con zan luego otro, y porque era poco efecto tenello
certaron con él que quedase por su vasallo, y lo preso y porque se esperaba muy gran cosa soltallo
soltasen, y que le diesen gente é dineros é favor por la discordia y revoluciones que podían poner
porque volviese á entrar en el Reyno de Granada y en el dicho reino de Granada como de hecho loa
se señorease del. puso, fué muy bien acertado lo que se hizo.
Porque al tiempo que este Rey Chiquito se alzó Estando los negocios en el estado arriba dicho,
contra su padre el Rey Muli Bulhacem , este dicho por medios que este rey Muli Bahduli el Chiquito
rey Muli Bulhacem era ya muy viejo y ciego ; y en tuvo, se rebeló y se levantó ol Albaicin de la ciudad
so tiempo fué el mejor rey sahio y esforzado y de de Granada, que es una parte de la ciudad, fuerte
todas buenas maneras que los moros tuvieron. Apa de sitio y por lo llano está cercada de una cerca
sionado del levantamiento del hijo, hizo llamar á que parte el dicho Albaicin de la Alcazaba de la
un hermano suyo , que so llamaba Muley Bahudili, dicha ciudad, y podría haber entonces en el dicho
que estaba en Velez Málaga ; é veniendo de camino Albaicin hasta tres mil ó tres mil é quinientos veci
pasó por cerca de Alhama con setenta ó ochenta de nos, toda gente belicosa é feroz , aunque la mayor
caballo, y muchos dellos en acémilas, en que venían parte labradores. Visto esta rebelión y levantamien
muchos alfaquis. Y al tiempo habían salido de la to del Albaicin y el Rey Chiquito, con favor que le
ciudad de Alhama, que la tenia en guarda Don Gu dieron, Gonzalo Fernandez de CÓrdova, que des
tierre de Padilla, Clavero de Calatrava que enton pués se llamó el gran capitán, que tenia la tenen
ces era, y después fué Comendador mayor, é Pedro cia de la villa de Allora, que es una villa cinco le
de Ángulo, Comendador que fué de Calatrava, con guas de Granada, y Martin de Alarcon , que tenia
hasta cinqflenta Caballeros, toda gente principal, á en la manera dicha la villa de Moolin , que fueron
correr la vega de Granada, é volviendo su camino, con él con la gente de sus capitanías, que eran do-
dieron súpitamente con el Rey dicho Muley Bahu cientas lanzas, se metió en el dicho Albaicin, donde
dili é su gente ; y como los Christianos venían can estuvo mucho tiempo, y dende allí hacia guerra al
sados y trasnochados y descuidados de tal encuen dicho Zagal (4), questaba en la ciudad por de dentro
tro, desbaratáronse luego, é pusiéronse en huida; é del dicho Albaicin, y en el campo con escaramuzas
fué preso el dicho Comendador Pedro de Ángulo y continuas, y siempre estaba con él el dicho Gonza
otros muchos Caballeros de la orden de Calatrava lo Fernandez de Córdova y Martin de Alarcon con
con él, y muertos pocos y tomados muchos caballos ; sus gentes, y después por tractos que el dicho rey
y con esta victoria Muley Bahudili vino á Grana Chiquito tuvo con algunos caballeros y alfaquie-
da, é fué recibido alegremente é con gran algazara de la ciudad, se levantaron en su favor contra el dis
de todos los moros , y mas del Rey Mulhacem , su cho rey Zagal, y entendido esto por el dicho rey
hermano. Y porque como está dicho este Rey Muli Zagal, questaba á peligro del Alhambra, que sale
Bulhacem (1) era muy viejo y ciego, renunció el al camino de Guadix, se fué á Guadix. Y en tiem
reyno en dicho Muley Bahudili (2), su hermano, y po deste, como arriba está dicho, el Bey é la Rey
todos los moros lo recibieron por Rey é le llamaron na Cathólicos ganaron la ciudad de Baza y las otras
el Rey Muli Bahudili , que quiere decir esforzado, cosas arriba dichas, echado el rey Zagal de la ciu
y este nombre le pusieron los moros por la victoria
dad de Granada, y el Rey Chiquito quedó rey paci
que hubo que arriba está dicho, porque entró con ella
fico en ella. Este Rey Chiquito cuando se concertó
én Granada; y el Rey Muli Bulhacem murió dende
con el Rey é con la Reyna Cathólicos para librar de
á pocos dias Estando las cosas en este es
su cautiverio, para seguridad que compliria los
tado, vino el Rey Muli Bahudili (3) el Chiquito con
apuntamientos hechos , dio por rehenes dos hijos
concierto é favor de los Reyes Cathólicos al Reyno
suyos los quales puso en poder de Martin de Alar
de Granada. Y donde primero fué recibido por Rey
con en la dicha villa de Moclin ; y estos son los que
fué en Loxa, y ahí fué recibido, y en otras ciuda
arriba he dicho que se tornaron christianos.
des, villas é lugares del reino , á cuya causa habia
Después que este rey Chiquito quedó pacifico
guerras é diferencias entre estos dos reyes
Rey en Granada, como arriba he dicho, el Rey y la
sobre sí el rey é la reyna Oathólicos soltarían al di
Reyna Cathólicos por diversos medios tractaron con
cho Rey Chiquito de la prisión en questaba, y para
él y le pidian que compliese los apuntamientos que
ver lo que con él se debia hacer, hubo muy grandes
con ellos tenia puestos quando le dieron la libertad-
consejos y diversos pareceres , porque á la verdad
y aunque sobre esto hubo muchos tractos é nego
el punto delicado es en determinar si un rey cauti
ciaciones, vinieron en efecto, porque el dicho Rey
vo debe ser suelto ó no, pero fué muy grande mag
no se atrevía por miedo del pueblo, y porque en la
nanimidad y prudencia soltar al dicho Rey Chiqui-
(«) Se hi mencionado al principio; pero sobrentiéndase ase
(1) Abol-Haeen Aly. eate Zaial es el Abo-Abdll-l-lah Muhammad , Aermano de Abol-
(S) Abo-Abdil l-l ah Muhammad , hermano, eo efecto, de Abol- Haeen. El otro Abo-Abdil, el Chiquito, era sobrino turo, como
Haeen Alj. hijo de dicho Abol-Haeen. La igualdad de nombres ocasiona con-
(3) Abo-Abdll-l-lah Muhammad, bijo del dicho Abol-IIaceu. fusión en las personas, como ha sucedido ja alguna »«,
DON FERNANDO É DONA ISABEL. 615
Verdad no era él parte para oomplir loa dichos apun muchos ; y porque estas alearías estaban cerca de la
tamientos, que tenian por fin principal que entre sierra los caballeros de Granada y muchos balleste
gase á Granada. ros salieron por la parte que dicen Rubí, y pusié
Como en los capítulos precedentes está dicho , el ronse repartidos en la mejor que pudieron para den-
Bey é la Reyna Cathólicos, ganada Baza y todas las de allí resistir la dicha tala. Revolvióse una escara
otras cindades arriba declaradas, se vinieron á tener muza con muchos caballeros christianos que allí
lo que restaba del invierno en el Andalucía, que andaban, y como estaban presentes el Rey é la Rey
fué el principio del ario de ochenta y nueve, y veni na Cathólicos y lo miraban los caballeros christia
da la primera vera , mandaron juntar sus exércitos, nos y otras gentes, apretaron tanto á los moros, que
y embiaron á talar los panes de la vega de Granada, lea hicieron volver las espaldas y vinieron en el al
y asi se hizo, y lo mismo hicieron el ano de (1) cance hasta el río de Genil, que es poco mas de un
y esta providencia se hizo por que segund la mu tiro de piedra, é de Dar Albaida ques una puerta de
cha gente que en ella estaba y la estrechura y la la ciudad. En este alcance murieron mas de cient
manera de las calles della, era imposible tomallasi moros, porque ninguno se tomó á vida, todos muy
no era por necesidad de hambre ; y para traerlos i buenos escuderos é gentes de guerra; é fué cosa de
esta y porque el cerco después no fuese tan largo, mncho regocijo al Rey é la Beyna y á sus exércitos,
los hicieron talar los panes é panizos los dichos dos y en Granada por los moros se hizo gran sentimien
anos, uno en pos de otro. Luego afio de to. E porque esto se acabó harto temprano, Don Alon
é la primera vera, los Reyes Cathólicos mandaron so Hernández de Córdoba é Don Luis Puerto Carre
juntar los exércitos é gentes en que se tuvo por cier ro, Señor de Palma, Micergilio é Gonzalo Fernandez
to doce mili de caballo é poco menos de cient mili de Córdoba, que después fué gran capitán, con otros
hombres de pié, y con estos exércitos el Bey Cathó- caballeros y gentes de sus casas pensaron un ardid,
lico entró ; y iban con él todos los grandes del An- é fué que luego que el Bey é la Beyna Cathólicos
daluoia con sus casas é gentes, y algunos de Casti con sus exércitos se volvieron al Beal, que algunos
lla, aunque pocos, y con este exército , ordenadas moros saldrían de la ciudad para recoger é llevar
■us batallas, entró por la vega de Granada hasta un los moros muertos, y qne poniéndose ellos en algún
lugar que dicen el Gozco, ques poco mas de legna Tugar encubierto, saldrían á los moros que viniesen
é media de Granada y un quarto de legua del rio 4 recoger los muertos y que harían en ellos alguna
de Genil, y allí hizo asentar su Real muy ordenado, cosa señalada ; é para poner en obra su ardid, se
cercado de cavas hondas, y en ellas sus puentes pusieron en celada muy cerca de la ciudad de Gra
para las entradas é salidas de la gente. Y en este nada, donde les pareció lugar dispuesto para su
tiempo la Beina Cathólica quedó en la ciudad de propósito, é que no podrían ser vistos ; é fueron sen
Xerez, y mandó labrar una casa on la fortaleza de tidos de los moros é salieron 4 ellos é desbaratáron
la villa de Moclin muy buena, é pasóse allí, porque los y hiriéronle el caballo á Gonzalo Fernandez de
estaba quatro leguas del Real, y allí residió mucho Córdoba, el Gran Capitán , y desmayóle y quedó á
tiempo porque se consultaban muchas cosas que pié, é llegó á él un muy buen escudero que se de
convenia para la provisión de los exércitos y para cía Valenzuela, y apeóse de su caballo,
los tractos que continuamente andaban con el rey é dióselo á Gonzalo Fernandez, y asi no habia aca
Chiquito para traelle á que entregase á Granada; é bado de cabalgar, cuando llegan los moros y alan
después la Beina Cathólioa se pasó al Beal , donde cearon el escudero que dio el caballo á Gonzalo Her
residió hasta que se tomó Granada. Duró el cerco, nández, y quedó allí, y Gonzalo Hernández se salvó
hasta que Granada se entregó, ocho meses y algo á muy gran trabajo, y después crió y oasó los hi
mas. Casi cada día habia escaramuzas, donde mu jos é hijas des te escudero. Murieron en esta refrie
chas veces iba bien á los christianos, y otras por el ga hasta veinte é cinco escuderos christianos, é con
contrario, y señaladamente sucedía esto el dia que esto los moros se consolaron algo de su pérdida, é
iban á talar los olivares y huertas y arboledas que los 'christianos templaron algo la alegría de la vio-
estaban cerca de Granada, porque los christianos toria que el mesmo dia habian habido.
por hacer la tala, y los moros por resistirla, cada A este cerco vino el Duque del Infantadgo, agüe
ora se revolvían, donde de una parte é de la otra lo de este Duque que agora es, muy como señor y
habia muertos é heridos. T entre otras cosas que muy bien acompañado de muchos caballeros de su
desta manera sucedieron, fué una notable, y es que linaje é continoB de su casa, é quatrocientos hom
el Bey y la Beyna Cathólicos mandaron un dia mo bres de armas é docientos ginetes , que fué de ver
ver sus exércitos dexando el Real á muy buen recau su entrada y recibimiento en el Beal.
do, y que fuesen á talar las huertas é vinas y oliva El Rey Chiquito tenía consigo á su madre qué se
res y arboledas del Alcubia y otras alearías que es decía Ceti Esta nació christiana ó. fué
taban allí ceroá, lugares muy fresóos y arboledas, y cautiva cuando los moros robaron á Cieza, que es
para esta tala fueron el Rey é la Reyna Cathólicos, una villa en el Reyno de Murcia, y como al tiempo
é con ellos todos los grandes é caballeros é galanes era chiquita, con halagos y otros medios tornóse mo
cortesanos que allí estaban, que al tiempo eran ra, y salió de buen gesto y muger de bien, y el rey
Muli Bulhacem casóse con ella porque entre loa
(I) Flcll es suplir esta j las fechas que siguen. moros era esto tenido en muoho que el rey y otro
516 . CBÓNICAS DE LOS BEYES DE CASTILLA.
cualquier caballero pudiese casar con una. tamientos que los moros pedian y los que se otor
que es christiana tornada mora. Deste casamiento gaban, hubo muchas pláticas é pasó mucho tiempo,
nació el Bey Chiquito. Esta Beyna era de grande é é los moros fueron muchas veces á Granada á pla-
valeroso ánimo, é contradecía con toda posibilidad ticallo con el Bey é con las otras personas que en
que el Bey Chiquito su hijo no entregase el reyno ello entendían,, hasta que plugo á Dios que dia de
de Granada á los Beyes Oathólicos ni se concertase Santa Catalina del año de noventa é uno se asenta
con ellos, y que esperase la postrera fortuna é mu ron é concordaron é firmaron los dichos capítulos.
riese rey, é por esto el Bey Chiquito se guardaba Y durante el tiempo que corrieron los dichos
que su madre no supiese que él trataba con los Be treinta dias, los moros entregaron todas las armas,
yes Cathólicos de entregalles el reino ; y concluida conforme á otro capitulo, á las personas que para
ya la capitulación, como está dicho, lo supo la Rei ello señalaron los Beyes Cathólicos, é pusiéronse en
na su madre, é disimuladamente se dice que lo tomó el Alhambra.
por la mano y so subió á la torro de Comarca, que os El primer domingo del alio de noventa é dos, el
en el lugar donde mas se descubre la grandeza de Bey ó la Beyna Cathólicos movieron el Beal con to
Granada ; é después de haberle traido á la redonda dos sus ezércitos puestos en orden, é fueron la vía
por toda la torre, y echados entrambos entre dos al derecha de Granada, é no entraron por la ciudad
menas, le dixo : « hijo, mira qué entregas, y acuér sino por el Genil arriba, é por la puerta de los Mo
desete que todos tus pasados murieron reyes de linos é por el Realejo hasta la puerta principal del
Granada y que el reino acaba en ti.» Alhambra, y allí salió el Bey Chiquito, y se apeó de
£1 Bey é la Beyna Cathólicos, visto que el cerco su caballo con las llaves en las manos, é les entregó
se dilataba y que los moros estaban firmes, é que las dichos llaves del Alhambra é fortaleza é ciudad
cada dia salían á las escaramuzas y á resistir las de Granada; é con esto sus Altezas entraron en el
talas que se hacian, y que el invierno se acercaba, Alhambra y se aposentaron en la casa real.
tuvieron por dificultoso de poder sostener el Real, La Beyna Cathólioa é sus damas fueron aquel
principalmente por la falta de los bastimentos, por dia esquisitamente ataviadas al modo que entonces
que si entrase el invierno y cargasen las aguas, los se usaba, y estuvieron ay algunos dias, é á suplica
bastimentos se harían con muy grande dificultad, ción del Cardenal Don Pero González hicieron mer
porque habían de ir del Andalucía con el creci ced á Don Iñigo López de Mendoza, Conde de Ten-
miento de los rios y malos posos que hay. Paresció- dilla, de la tenencia de la dicha Alhambra y de las
les cosa muy dificultosa é casi imposible la perma otras fortalezas de la ciudad de Granada, que son
nencia del Beal , é por este respecto, habido su con Vivataubin , de que hicieron una buena fortaleza,
sejo, mandaron hacer una villa de muy buena cerca é la torre de la puerta Elvira, é para la guarda de-
é muy buenas cavas, ó con muy buenos baluartes é zaron quinientas lanzas é mili peones de muy poli-
con sus travesee, é todo lo que era mas necesario da gente, é proveyeron á Fray Fernando de Tala-
para que pudiesen defensar é sostenerse junto al vera, prior que era de Prado, de arzobispo de Gra
mismo Real é casi dentro en él, é mandaron á las nado, é dexáronle allí para la gobernación de la
ciudades y órdenes que allí tenian gente que la hi dicha ciudad é reino, é fuélo asoluto hasta el ano
ciesen, y repartieron á cada una ciudad y orden lo de noventa é nueve, que los Beyes Cathólicos tor
que habian de hacer por sus quarteles , é hízose en naron á la dicha ciudad é pusieron por Corregidor
muy breve tiempo, y poblóse toda de casas, é su en ella al Licenciado Calderón, Alcalde de su casa
determinación era dezar allí muy buena gente de é Corte, que al tiempo ero, y proveídos las cosas
guarnición para que hiciesen guerra á Granada é dichas, y lo que mas les pareció les convenia para
no dezasen salir á los moros á sembrar ni hacer otras la gobernación é para sostener el dicho reyno, se
cosas del campo; é pensaban que con esto otro ano vinieron á Castillo.
la tomarían fácilmente. ítem, entre otros apuntamientos de la dicha capi
Estando los cosas en este estado, los moros con tulación que se hizo, fué uno que el Bey Chiquito
la gran necesidad de hambre que padescian, permi quedase en las Alpujarras por señor dolías en su
tieron que el Bey Chiquito hablase en partido, é para vida con ciertos mili ducados de renta cada ano; é
esto vinieron ciertos caballeros moros y alfaquís porque esto era cosa de muy gran peligro quedar
de Granada al Beal, donde los Beyes Cathólicos esta el dicho Bey Chiquito en aquel reino que estava
ban; y entre ellos fué uno que dentro de treinta casi todo poblado de moros, donde pudia cada que
diaB la oiudad de Granada y su Albambra é fortale le paresciese rebotar el reino é poner en necesidad
zas se -entregase á los reyes Cathólicos 6 á su cierto á los reyes Cathólicos, quando hirieron al rey Ca-
mandado, y les besaron las manos; y entendido á thólico en Barcelona (1), el Chiquito embió ciertos
lo que venían, lo oyeron con alegre ánimo y des caballeros moros criados suyos, y al Pequini, que
pués señalaron personas que entendiesen con ellos era un hombre principal que después se llamó
en hacer los apuntamientos, y los que yo sé que so- Don Fernando Enriques, y el Bey é la Beyna Ca
Calaron fueron Don Gutierre de Cárdenas, Comen thólicos, é por sn mandado, contrataron con esto*
dador mayor de León, y el Secretario Hernando de
Qafra, que en aquel tiempo entendía principalmen (1) Si Mío no es uní Intercalación extemporánea , so *ab«moi
te en todas las cosas de la guerra; é sobre los apun- i qué Tiene aquí.
DON FERNANDO É DOÑA ISABEL. 517
caballeros moros que el Rey Chiquito les vendiese Albaicin á algunos caballeros de la ciudad, y él
todo lo que tenia en el reino de Granada, y asi se quedó aposentado en la dicha Alcazaba, é toda
hizo, é le dieron ciertos mili castellanos con que el esa noche los unos é los otros pasaron en vigilia
rey Chiquito se pasase allende, y lo mismo se con mucha grita é pedradas é algunns saetadas
hizo con otros caballeros moros que tenían algunos como en estos pasos se suele hacer. El arzobÍHpo
bienes, é de esto pesó en el alma al Rey Chiquito, de Granada con su cruz y algunos clérigos que.
é se quezaba é decia que sus caballeros no habian le acompañaban salió por la puerta de Guadiz é
tenido poder para hacer esta contractacion, mas fué á subir al Albaicin; é porque los moros tira
fuele forzado complir lo que se habia capitulado, é ban muchas pedradas, el clérigo que llevaba la
pasó allende; é con esto los Reyes Cathólicos y el cruz no osaba pasar adelante, y el arzobispo le
dicho reino de Granada quedaron muy asegurados. tomó la cruz, é con ella en las manos empezó á su
El año de noventa é nueve los Reyes Cathólicos bir una cuesta arriba hacia el Albaicin, y aunque
fueron por Mayo á Granada. El recibimiento que le tiraban muchas piedras, continuaba su camino
ee les hizo fué muy solemne, é lo que mas fué de hasta que algunas dioidades é canónigos de su
ver que en la Xarca del Albaicin y abaxo en todo Iglesia é caballeros de la ciudad que con él se ha
lo llano hasta Sant Lázaro, habia treinta mili moras llaron le retiraron casi por fuerza.
é mas, todas con sus almarafas blancas, y era cosa Otro dia de mafiana el Conde de Tendilla vino
de admiración verlas, y estuvieron en Granada has á la puerta del Alcazaba que sale al Albaicin, que
ta el mes de Octubre entendiendo en las cosas que se dice Bibalbuout, é mandó llamar algunos hoines
convenian á la buena gobernación, é de allí fueron principales moros que vivian en la cindad, é pla
á Sevilla á tener el invierno; é quedóse en Granada ticó con ellos é con otros caballeros christianos el
el arzobispo de Toledo Don Fray Francisco Xime- medio que se debía é podria tener para pacificar
nez, que después fué Cardenal. El qual con buen el Albaicin; y aunque muchas pláticas hubo, nin
celo quísose informar de todos los moros que en guna se concluyó hasta muy tarde que se tuvo me
qualquior manera venian de linage de christianos, dio que muchos moros del Albaicin principales
y hacíalos traer ante sí, y por buenas palabras y saliesen á la puerta de Bibalbunut á hablar con el
presumpciones procuraba con ellos que se convir Conde é con los moros é alfaquis que con él esta
tiesen á nuestra sancta fé cathólica, porque se de ban, y llegados allí, metíanlos de la puerta adentro
cia que sin grandísimo pecado no se podría premi- é reteníanlos, é desta manera se tomaron hasta casi
tir que estos viviesen en ley de moros, y los que se ochenta, que embiaron á la cárcel, é la mayor parte
convertían en esta manera amercedábalos y gratifi delloB se tornaron christianos luogo, é los otros que
cábalos, y á los que no se querían convertir echába no se quisieron tornar christianos, por la rebelión
los en la cárcel; é trabajaba con ellos por todos los que habian cometido hízose justicia dellos. E luego
medios posibles que se convirtiesen, y pareció que otro dia, viernes de mafiana, diéronse sus pregónos
esto tocaba á muchos moros y se escandalizaron en parte donde los oían todos los del Albaicin, en
dello; y estando asi dia de nuestra Señora de la O que se contenia que á todos los que qno quisiesen
del dicho año de noventa y nueve, un alguacil del tornarse christianos, les perdonaban las rebeliones
dicho arzobispo de Toledo fué á prender á un moro é muertes que habian cometido, é los que no se
al Albaicin, donde se juntaron algunos moros, é los quisiesen tornar christianos, se prooederia contra
moros le mataron; y esto sería á las dos oras des ellos por los dichos delitos. E quando fué viernes á
pués de medio dia; y hecha esta muerte revolvióse medio dia vinieron á hacer sus conciertos é apun
todo el Albaicin. Vino la nueva á la ciudad, é todos tamientos, é se hicieron é entregaron las armas que
los christianos viejos se pusieron en armas y ocur tenían, que eran gorguzes y lanzas y pocas balles
rieron á las puertas y adarves de la dicha ciudad tas, y con esto quedó pacifico, y se tornaron chris
que salen á dicho Albaicin , y todo ese dia que era tianos todos.
miércoles é la noche siguiente del jueves los chris Luego se revoltó Quejar, que es un lugar grueso
tianos y los moros tuvieron muy grande alboroto é junto á la Sierra Nevada, y fueron sobre él el Con
desasosiego, y hubo algunas muertes; especialmen de de Tendilla é' Gonzalo Fernandez de Córdoba,
te los moros mataron á un Barrionuevo, alguacil que después fué Gran Capitán, y por combatirse el
del campo, pariente del dicho Corregidor Calderón lugar desordenadamente y sin tiempo, mataron los
que inadvertidamente veniendo fuera de la dicha moros mas de cient christianos, en que fueron al
ciudad se entró en el Albaicin, no pensando que la gunos principales y mas de quarenta hombres de ar
cosa estaba tan encendida; é llegando á cierta paite mas , y el combate se retiró ya noche, y el Conde y
del dicho Albaicin que se dice la Xarca, le hicie Gonzalo Fernandez se vinieron á dormir al alearía
ron pedazos esa noche de nuestra Sonora de la 0. de Quantar, y luego otro dia de mafiana vino nueva
El Conde de Tendilla, que, como está dicho, era que los moros habian dezado á Guejar y retirádoso
alcayde é capitán general , á ora de las tres oras al Castillo, que está metido en la Sierra Nevada una
é media baxó del Alhambra con alguna gente de legua; y sabido esto por el Conde y Gonzalo Fer
caballo é de pié, porque lo demás dezó para guar nandez, se volvieron á Guejar, y estuvieron allí dos
da de la dicha Alhambra, é vino junto al Albai dias, y después subió el Conde de Tendilla al Casti
cin, y encomendó las puertas que salen al dicho llo donde tuvo una noche harto trabajosa de frío,
618 CRÓNICAS DE LOS REYES DE CASTILLA.
y otro dia de mañana los moros se entregaron, y moros y moras en número de mas de tres mili áni
traídos á Granada, se vendieron. mas, que en sola la mezquita murieron mas de seis
En este mismo tiempo se levantaron las Alpujar- cientos, que estaban allí recogidos, que fué cosa da
raa, que estaban todas pobladas de moros, donde muy grand lástima en todos los demás moros y
por ser tierra fuerte y brava se fueron muchos mo moras que fueron presos, y se soltaron libremente,
ros huyendo, y la razón de este levantamiento fué y se tornaron christianos conforme á lo que se oa
por nb tornarse ohristianos. El Rey Cathólico vino pituló con el Rey Cathólico, y el saco que alli se
á Sevilla y á la dicha ciudad de Granada, y hizo hizo fué muy grande, porque muy grand parte da
juntar mucha gente de caballo y de pié de Andalu las riquezas de las Alpujarras estaban alli recogi
cía, y mandó á Don Luis de Viamoute, Condestable das, y después acá la Alpujarra está pacífica.
de Navarra, que al tiempo era Capitán General de En el uño de quinientos é uno luego seguiente!
cierto número de gentes de pié é de caballo, que en se rebelaron muchos moros nuevamente conver
trase en las dichas Alpujarraa por el puerto de Hue- tidos en la Sierra Bermeja, y el Rey y la Reyna
ueja y Andfraz , y el dioho Condestable juntó su Cathólicos enviaron contra ellos por capitanes ge
gente en la villa de Piaña y oon bibiosa (si'c) jornada nerales al Conde de Uruefia y Don Alonso Fer
y dia de Carnestolendas pasó el puerto de Huenexa nandez de Córdoba, cuya fué la casa de Aguilar,
donde había mucha nieve, y el exército pasó con oon mucha gente de caballo é de pié, y alli fuá
harto trabajo. Y en el tiempo que los moros se re muerto Don Alonso una noche por los moros, é mu
belaron, tomaron la fortaleza de Lanxaron, y la chos caballeros y deudos suyos é criados con él, y
fortalecieron conformo á la brevedad del tiempo, y á esta causa el Rey Cathólico fué desde Sevilla la
esta fortaleza es la entrada de las Alpujarraa ; y el ciudad de Ronda, que ea muy ceroa de la Sierra
Rey Cathólico movió con su exéroito de la ciudad Bermeja, é mucha gente de caballo é de pié, y den-
de Granada la via del dioho Lanxaron, y por ser la de á pocos días que allí llegó, los dichos moros da
tierra muy áspera y la entrada fragosa, el exército la dicha Sierra Bermeja se entregaron con partido
pasó con dificultad, y luego que pasó, los moros hi que los que quisiesen pasar allende se pasasen, y
cieron muy poca resistencia y se desbarataron, y que se les diesen navios en que ellos y sus bienes
Lanxaron se entregó luego, y los chrístianos siguie muebles pudiesen ir, y los que quisiesen quedar sa
ron el alcance tras los moros que huian hasta la tornasen chrístianos; y asi se estuvo.
villa de Orgiba, que son dos leguas, donde fueron Donde á pocos dias se levantó un castillo que sa
muertos é captivos muchos moros, y el Rey Cathó dice Velefequi, que es muy fuerte de su sitio, y allí
lico mandó que no los siguiesen mas. se recogieron algunos moros y oristianos nuevos. Ele
É luego otro dia se comenzó á tractar que las di gieron por su capitán ó rey un negro, que era va
chas Alpuxarras se entregasen, y el concierto se liente hombre, y los Reyes Cathólicos enviaron con
concluyó, y hizo una oapitulacion de muchos capí tra ellos al Alcayde de los Donceles que entonces
tulos, y entre ellos fué uno que todos se convirtie era, que fué después Marqués de Comarca, oon gente
sen ohristianos, y con eso el Rey los perdonó la de caballo é de pié, y habiéndolos tenido cercados
rebelión y muertes que habian cometido. algunos dias, se entregaron á merced, y se hizo
Entretanto que esto se hacia en Lanxaron, el justicia del negro y de los principales del levanta
Condestable de Navarra, como está dioho, entró por miento, y todos los demás quedaron libres, y los
el dicho puerto de Huenexa, y salió á Andarax, y que no eran christianos se bautizaron, y con esto
antes que llegase á Andarax el exército de los se acabó toda la conversión del reino de Granada, é
christianos desbarató ciertos moros que habian sa las rebeliones que por causa de la dicha conver
lido de Andarax á ponerse en algunas albarradaa sión se hicieron.
que tenian hechas] para defender el paso, é incur En este tiempo fué nacida en España otra mal
rieron allí en el alcance hasta doscientos moros, dad, porque muchas gentes de judíos moraban y
en que habia muchos alguaciles é gente principal. estaban mezclados por el reino viviendo entre los
Este dia se tomó una parte principal de la dicha christianos, y algunos de los judíos que Fray Vi
Andarax , y en la otra parte , que es algo mas cente oon su predicación habia convertido, teniendo
fuerte, se recogieron los moros, donde habia mucho en lo público hábito de ohristianos é por tales sa
número, porqne se habian recogido á la dioha An mostrando, usaban cerímonias judaicas, por causa
darax, y como el lugar mas principal y mas fuerte, de lo qual doliéndose estos ohrístianísimos princi
muchos moros y moras de otros lugares de las di pes, y porque Nuestro Señor Jesu Christo no fuesa
chas Alpujarras. Y esa noche se oapituló que otro tan continuamente crucificado, y deseando purgar
dia de mañana se entregasen todos los dichos moros sus reinos de tanta pestilenoia, oon consentimien
y se tornasen ohristianos, y quando fué el dia se to é auotoridad del pontifico que en la Iglesia da
gundo á las nueve oras habiendo los moros entre Dios residía, hicieron inquisidor á Fray Tomas da
gado las armas conforme á lo capitulado, algunos Torquemada, prior del monesterío de Santa Cruz, qua
ohristianos del exército se soltaron por robar y en es extramuros de la ciudad de Segovia, de la Orden
trar en donde estaban los moros, y se comenzaron de predicadores, que era hombre religioso y excelen
á revolver unos con otros, y como se sentió en el te letrado, y ansí mismo fueron dados jueces inqui
exército, fueron muchos allá y mataron muchos sidores que celasen nuestra sancta fé cathólioa por
DON FERNANDO É DONA ISABEL. 510
el Reino de Castilla, y ansí mismo en los Reynos do Christo fuese acrecentando, con ayuda de su mismo
Aragón é Cicilia é Valencia, en los quales Reynos Dios, Redentor nuestro, ganaron aquel reino; el cual
el excelentísimo Rey Don Fernando había sucedi asi de riquezas como de fuerzas inexpunable pare
do por fin é muerte del Rey Don Juan su padre. A cía, y lo que otros reyes predecesores habian guer
estos inquisidores que por el Papa fueron dados, en reado contra aquel reino, comenzando, estos prin
que agora hablamos, el Rey é la Reyna dieron gran cipes de ganarlo acabaron, y del mismo Reyno
des favores, é á los jueoes deputados para conoscer lanzaron la secta mahomética, y hicieron que el
deste crimen con oservancia de regla verdadera en nombre de Jesu Christo nuestro Señor en aquellas
la ciudad de Sevilla y en otras muchas ciudades é partes fuese conoscido y adorado. Hicieron ademas
partes del Reyno hallaron haber incorrido en este en este reino, que con tanto trabajo conquistaron,
pecado diversas é muchas personas, asi hombres un arzobispo metropolitano con cuatro iglesias ca
como mugeres, é algunos de los tales delinqüentes tedrales, é pusieron en ellas perlados que las gober
confesando sus errores y demandando á la madre nasen, é hicieron en este mesmo reino otros mones-
santa Iglesia saludable penitencia, les fué por los teríos é parrochias, asi de religiosos como de cléri
padres de la santa inquisición otorgada. Asi fueron gos, para que el sancto Evangelio predioassn; é
reconciliados é quitados de aquella herética pravi- pusieron sacerdotes en él para que los santos ecle
dad en que antes habian vivido otros muohos que siásticos sacramentos administrasen á los christia
en este crimen oaidos se hallaron; é siendo por tes nos y moradores del Reyno.
tigos vencidos, fueron quemados, é purgada tan Era ganado ya como dicho es el Reyno de Gra
ta pestilencia aunque no del todo, porque algunas nada y vuelto en la observancia de la christiana
reliquias duran hasta el dia de hoy. religión ; y como dentro de los términos de estos
Siendo pues celosos de la fé el Rey é la Reina, reinos no hubiese provincia ni mención que de chris-
no quisieron poner tampoco en olvido las cosas que tiano no fuese, con el mismo hervor y deseo que
de su reino por el Rey Don Enrique enagenadas estos Reyes oeladores de la fé tenían, mandaron
estaban , las quales como A manera de pródigo el hacer una flota grande, aumentándola é bastecién
Rey babia dado, y todas estas cosas que enajenadas dola de todas las cosas que sobre la agua para ella
estaban fueron tornadas por estos Reyes á su mis fuesen necesarios, é pusieron capitanes en las naos
ma corona real, cuyas antes eran, aunque esto hi para que fuesen por la mar, para que qualesquier
cieron con mucha dificultad é gran trabajo por estar Ínsulas que hallasen que de christianos no fuesen
semejantes cosas puestas en manos de hombres ocupadas, las ganasen, y después á nuestra sanctís-
grandes é poderosos; é todos los que en servicio sima fé cathólica convertiesen los moradores que
del Rey é del Reino servido habian, fueron de ma en las tales Ínsulas hallasen. Y asi partieron na
nos destos Reyes gratificados, haciéndoles merce vegando estos que en las naves yvan contra la par
des, asi como á cada uno convenia recibir por lo te oriental, y descubrieron unas grandes ínsulas
que servido habian. muy fértiles y abundosas ; y estas ínsulas estaban
Después destoé limpiado el Reyno de maldades que llenas [de gente bestial que idolatraba, á los qua
antes había, todos los duques, condes y marqueses y les el sancto evangelio no les habia sido predica
otros grandes seSores é varones se pusieron é fueron do, y conquistándolos los que en las naves yvan,
sometidos debazo de la obediencia real, aunque las ganaron é pusieron nombres, é sometiéronlas
antes que estos principes reinasen casi á señor ni á debaxo de la subjecion é mandado de la corona real
reino reoonoscian. Ganaron adornas estos royes las de estos excelentísimos príncipes y reyes. Los mo
Ínsulas de Canaria, en donde la secta de Mahoma radores quo en estas islas hallados fueron estaban
se guardaba; é como en estos principes ninguna otra desnudos, y en modo de bestias fieras vivían, 6
intención fué mas principal que la de la fé, consi carnes humanas por sus manjares comían , y ha
derando que el Reino de Granada estaba en Anda- bian otras necesidades no oídas, antes afirmaban
lucia, siendo como era el quinto reino de los que muchas personas de auctoridad que estas gentes
conquistaron, que pertenecía al Rey de España, aun así adoraban á los demonios , que muchas veces les
que desde el tiempo del Rey Don Rodrigo estaba hablaban y recibían las respuestas de bub pregun
usurpado y en poder de los moros, considerando tas ; y esto les veían hacer muchos de los españoles
quan grandes daños á los christianos hacían los pa que allí estaban.
ganos y enemigos de la fé corrompiendo virgínea, En estas dichas ínsulas fueron hallados muchos
maltractando matronas, é violando los templos, en mineros asi de oro como de plata y de otros meta
cendiendo lugares y quemando los campos, miran les, de lo qual fué gran suma é cantidad de oro em-
do otra* muchas maldades que los moros de Gra biado á sus altezas con lo que constituyeron y doc-
nada contra nuestra sancta fé cometían, movieron taron en estas ínsulas una Iglesia archiepiscopal y
sus reales banderas y exército de guerra Contra ellos, tres iglesias catedrales con sus perlados, los quales
y con bus huestes batallando oon muchos trabajos é convertiesen á nuestra sancta f¿ aquellas barbári
dapnos y capenses que desto recrecían , é muertes cas gentes (y asi fué con ayuda de nuestro Señor
de sus súbdictos y naturales que en el servicio desta Dios fecho), que viven oy en conoscimiento y ala
guerra estaban, con tanto ánimo é fé como habia banza de su verdadera fé. Fué pues ayuntada nueva
en los corazones de estos reyes, porque la fó de Jceu y descubierta tierra á nuestra España, que ae llamo
CRÓNICAS DE LOS RETES DE CASTILLA.
India», todo esto en la felicidad próspera destos Dios engendrado, los tales le confesasen, convena
Cathólioos príncipes. ban y se entremetían entre los ebristianos no ha
Quedaba ademas en esto3 Reinos otra pestilencia: ciendo en perjuicio de la fe ningún escándalo, pero
grande número é cantidad de judíos que estaban seguían la secta de su legislador Mahoma ; y como
derramados y esparcidos por todos los reinos, y es de los ebristianos no fuesen opremidos ni sojuzga
tos judíos tomaban las rentas y aleábalas del rei dos, no habían querido dexar la mala secta y opi
no, en que ganaban é destruían á muchos de los nión que seguían; mas estos christianísímos princi
ebristianos, haciéndose ricos, dando é tomando á pes, deseando que en su reino una santa fé é una
usura todo lo que más podian. Esta gente dapna- cathólica iglesia se honrase, menospreciando las
da inficionando oon sus maldades á estos pueblos rentas que dellos á su corona real se acrecentaban,
de Castilla, y haciendo á muchos de su ley que á mandaron pregonar públicamente que asimismo to
la nuestra se habían convertido, que siguiesen sus dos los moros basta cierto término y dia señalado que
rictos y cirimonias judaicas, movidos por tal mo se les puso, ó que saliesen fuera del Reyno, ó que á
tivo é por quitar tal ocasión , estos excelentísimos la fé de nuestro Señor ae convertiesen, poniéndoles
príncipes mandaron que todoB los judíos saliesen también para esto pena de muerte é de confiscación
del Reyno, señalándoles plazo é dia para que así de bienes. Llegado el término fueron convertidos á
lo hiciesen, salvo aquellos que á nuestra sancta la fé y bautizados todos los que en el reino estaban,
fé é religión christiana se quisiesen convertir, po aunque algunos dellos se pasaron en África ; y asi
niendo pena de muerte á los que dellos esto no quedó España limpia de tanta y tan mala genera
compliendo, en el Reyno se hallasen. Dado pues ción, todos vueltos christianos. Y plega á Dios que
el pregón, algunos dellos fueron vueltos ebristianos, estos nuevamente á la fe cathólica convertidos, asi
y otros se fueron más de cient mili, sin los hijos que sirvan á Nuestro Señor Jesu Christo con el corazón
llevaban; é ansí de género de hombres como de como le confiesan por la boca, y que todos crean,
mugeres saliendo destos reinos, vendiendo las ha confiesen y tengan una fé, un bautismo y una Igle
ciendas que tenían, é llevando consigo los dineros sia, fuera de la qual no hay ni puede haber salud
que más podian haber y alzar, salieron el dia é tér ni salvación.
mino que por sus altezas asignado les habia sido, Falleció el Príncipe Don Juan en la ciudad de
teniendo por cierto é seyendo de verdad, segund Salamanca y en Sanct Francisco, año de mili é qua-
que por sus rabia les habia sido dicho, que la mar so trocientos y noventa é siete. Casó con la Princesa
les habia de abrir en carreras, como habia hecho á Doña Margarita , y quedó preñada del y mal parió.
los hijos de Israel en el tiempo del Rey Faraón. E Fué jurada en Toledo por princesa de Castilla la
ya que á la mar fueron llegados, hicieron sus ora Reina do Portugal, hija primogénita, y el Rey de
ciones, y mirando que la mar no se les abría, muchos Portugal como su marido. El Rey é la Reina Cathó-
dellos se volvieron é bautizaron, otros denla mesma licos los fueron á jurar por principes de Aragón en
generación entrando en sus naves por diversas par Zaragoza, y allí después de jurados, falleció desta
tes del mundo fueron derramados y esparcidos, y vida la Reina Princesa, y allí parió un hijo que fué
otros de los mismos robados de los marineros que jurado por principe de Castilla en las Cortes de
los pasaban. E habiendo andado diversos reinos é Ocafia, y se llamó el Príncipe Don Miguel.
muchas provincias, é padecido diversas injurias, Estando el Rey é la Reina Cathólicos en la ciu
despojados de todos los bienes que llevaron, volvie dad de Granada, llevó Dios para sí al Príncipe Don
ron en España á se tornar en obrístianos ; si verda Miguel. Después desto fueron llamados Príncipes
dera ó fingidamente á nuestra sancta fé se convir de Castilla la Infanta Doña Juana y Don Felipe,
tieron, Dios, escudriñador de los corazones, es el que archiduques de Austria, los quales vinieron á Cas
lo sube, porque muchos de ellos se hallaron tornar tilla é fueron jurados por principes en la ciudad de
á las cirimonias de la vieja ley que tenian , é confe Toledo, donde hubo muchas fiestas y justas, y de
sando sus pecados, por los padres ministros de la allí fueron á Aragón, y el Rey Cathólico con ellos,
inquisición, pues suficientes testigos manifestaban y fueron jurados por principes.
sus ofensas y culpas, fueron quemados. Alumbra
dos por la graoia de Dios é del Espíritu Sancto, la Capitulo de los hijos j generación del Rej Don Fernando y
generación que de los tales deciende bien puede Reina Dota Isabel, y de como los casaron, y lo que después
tener oonoscimiento de nuestra verdadera é sancta sucedió.
fé siendo buenos chrístianos, aunque áspera é dura No me parece que sería bueno dexar de decir la
cosa parece dexar alguno de obrar 6 de hacer lo que generación que hubieron estos excelentísimos Prín
vio á sus padres ó lo que continamente es acostum cipes y Reyes durante el tiempo del matrimonio; es
brado. á saber: que primeramente hubieron una hija lla
Habia allende destos otra barbárica gente que mada por nombre Doña Isabol, de vida y costum
la secta de Mahoma seguía, los quales con oficios bres excelentes y asazmente adornada, la qual fué
serviles que tenian , moraban en el reino, mante casada con el Príncipe Don Juan do Portugal, hijo
niéndose por sus trabajos, negando los tales ser primogénito del Rey Don Alonso, de quien arriba
Christo Nuestro Señor é Salvador Dios verdadero; y la corónica habla; y asi hecho este casamiento, por
aunque profeta, nacido de virgen, por gracia de lo que convenia á la paz y servicio destos reyes y
v DON FERNANDO É DOÑA ISABEL. 621
de sus reino*, este Principe Don Jnan pocos dias grand exercito y orgullosa salida de mucha sober
pasados después de se haber casado, corriendo un bia fué contra el Roy de Nápoles, Don Fadrique, y
caballo fué muerto, quedando la dicha Doña Isabel lo tomó su reino, y después desto este dicho Rey
viuda é virgen; la qual después de muchos afioB in de Francia entró en Roma, y ayuntándose ciertos
ducida más por el mandamiento destos Reyes sus cardenales, tomó por fuerza de armas á Ostia, que
padres, que por determinada gana ni voluntad do está colocada en la ribera del río Tiber ; y haciendo
se casar ni de reynnr, fué matrimonialmente y por asimismo muchas muertes y robos, pasó en el Rey-
legitima muger otorgada á Don Manuel, Rey de no de Nápoles , y con mucha dificultad le ocupó é
Portugal, del qual hubo un hijo llamado Don Mi le tomó, é de allí deliberó de pasar á la ínsula de
guel, de cuyo parto esta Reyna Princesa Doña Isa Sicilia, que era del Serenísimo Rey Don Fernando,
bel su madre murió, y asimismo dentro en dos años queriéndola conquistar y tomar ; por lo qual entre los
este Príncipe de Castilla y de Portugal, Don Miguel, españoles y franceses hubo grande discordia y ene
murió. Hubieron más estoB Reyes otro hijo, que fué mistad, asi por mar como por tierra, y á esta causa
llamado Don Juan, que era Principe de Asturias y fué embiado Gonzalo Hernández de Córdoba, beli
de Qirona. Este Principe Don Juan sucedió en estos coso caballero, hombre muy esperto en las cosas
reinos de Castilla é de Aragón. Era varón de muy y exercicio de la guerra. Este Gonzalo Fernandez
excelentes costumbres, siguiendo y señalando las es hoy Marqués de Terranova intitulado, y este
mismas pisadas de sus padres. Casó con Doña Mar noble varón con algún número de caballeros é gen
garita, hija del Rey de Romanos, y en el primer año tes de pié pasó á resistir al Rey de Francia la en
que fué casado, murió en Salamanca. Llamóle Dios trada de Sicilia, é para que diese ayuda al rey Fe
para su Reino por las maldades y pecados deste derico de Ñapóles, por donde mo paresce que el
pueblo en España. Dió su muerte el mayor dolor, nombre de los numidas, que como escribe Salustio,
pérdida, tribulación y desventura que jamas dió fué en España renovado, con tanta mayor gloria
muerte de Principe, y con gran razón. Dexó preña debe ser ensalzado en Italia y Sicilia y en todo el
da á su legitima muger la Princesa Doña Margarita, mundo, por los memorables fechos deste estremado
la qual movió antes que el convenible tiempo de su y excelente caballero.
parto llegase. Sucesivamente hubieron estos Royes Fué estonces el Rey Don Fernando á la ciudad
otra hija llamada Doña Juana. Esta fué casada con do Qirona, que es en el Principado de Cataluña , y
Don Phelipe, archiduque de Flandes, hijo primogé ordenó su hueste contra el Rey de Francia , movido
nito del sobredicho Roy de Romanos, é murió en con ánimo de le destruir en su reino. Entre estos
este mesmo tiempo el Principe Don Miguel que era turbaciones que á la sazón sobrevinieron , fué de
Principe de Castilla por la Roiua de Portugal Doña nunciado á la Royna Doña Isabel como muchos
Isabel, su madre. Por la muerte deste Principo niño, franceses, parto dollos armados, parto dollos sin ar
la Archiduquesa Doña Juana fué Princesa de Cas mas, entraron en Castilla so color do ir en rcmeria
tilla, como subcesora é hija primogénita destos Rey de Sancliago ; los quales eran tantos, que si de ma
é Reina, y el Archiduque Don Phelipe Príncipe como no de Dios no fuera proveído, como de ladrones do
su marido; á causa de lo qual Don Felipe y Doña casa el reino fuera é padesoiera grand detrimento
Juana vinieron de Flandes, pasando en España en é mucho dapno. Entonces la sorcniBÍma Reina, con
la ciudad de Toledo, que es en el Royno de Castilla, el amor y celo que á su Reino tenia, mandó llamar
y en la ciudad de Zaragoza fueren jurados por prin algunos que en su Consejo residían , diciendo su
cipes dentrambos Reynos. Hubieron más el exce- Majestad dos eetremos : que quitar la entrada á los
lentfssirao Rey Don Fernando é la serenissima Rey franceses, le era grande cargo de conciencia por no
na Doña Isabel otra hija, por nombre llamada Doña quitar la visitación y romería do Sanctiago á los es-
María, que por dispensación del Papa fué casada trangeros, que en tal romería grandes indulgencias y
con el dicho Don Manuel, Rey de Portugal. Hubie muchos perdones con peregrinación ganaban ; por
ron más otra hija llamada Doña Catalina, que fué otra consideración deoia parecerle que si tal entra
casada oon Artús, Principe do Galles, hijo primogé da á los franceses se diese, questo seria en mucho
nito dol Roy do Inglaterra, los qunlos fiioron pues detrimento é dapno do su mismo Reyno, porque no
tos en estado real con mucho gozo que hubieron puode ser mas malvada cosa quo ol familiar enemi
estos reyes sus padres, aunque por verlos do sí au go ; y puesta en esta congoxa y porplexidad la
sentes tristeza alguna tuviesen. Reyna, mandó á algunos de su Consejo que todas
eBtas cosas de su parte dijesen al Arzobispo do To
Capitulo de la guerra y discordia que hubo con el Rey de Fran ledo, su confesor y consiliario , hombre de buena
cia sobre el Helas de Ñapóles, é lo que después sobrevino y vida y loable fama, y lo mismo mandó decir á Don
aconteció. Alvaro de Portugal, varón de grande linage, docta-
En el año del nascimiento de Nuestro Salvador do de mucha prudencia y Presidente del su Conse
Jesu Christo de mili é quatrocientos é noventa é jo Real ; á los quales por el mandamiento real estas
cinco años, reinando en España los serenissimos cosas fueron dichas ; á cuyo parecer y determina
Reyes Don Fernando ó Doña Isabel , el Rey Don ción fué respondido que la entrada de los franceses
Cárlos , Rey de Francia , afirmando é diciendo que se debia estorbar ; la qual respuesta, después que
el reyno de Nápoles á su corona pertenecía , con fué por la Reina y Señora oida, tornó á decir que
522 0RÓNICA8 DE LOS REYES DE CASTILLA.
no era bu parecer ni quería perturbar la entrada á pues el Principe Don Felipe era ido é Flandee ; y el
los franceses, que más quería atreverse á caer en Papa por su bula plomada declaró que en el dicho
manos de los enemigos, que no quitar la visitación Reino de Ñapóles no sucediese sino fijo ó fija que
, del apóstol Sanctiago, patrón de sub reinos Despa- naciese dentrambos cuerpos del Rey Don Fernando
fia ; y siguiendo su alteza las pisadas del Rey á Pro- y la Reina Dolía Isabel, y los decendientes delloa.
plieta David, quiso más caer en las manos de Dios,
que no temer el poderío de los hombres, y asi no Capitulo de lai grandes excelencias de la Reina Dona Isabel.
fué negada la entrada de su romería a los franceses. No pasemos en silencio tantas excelencias como
Tornando nuestra corónica á decir lo que este ca esta Reina tuvo : traotemos de algunas dellas, puea
ballero Gonzalo Fernandez hizo en el camino que que la natura no crió otra semejable que en bu rei
llevó á Ñapóles, es de saber , que hizo al Rey de no asi gobernase ; que si en la antigüedad se alabó
Francia por fuerza de armas volver á su tierra y á Semiramis, ó á las Amazonas, ó á algunas otras
desocupar el reino de Ñapóles que tenia tomado ; hembras por fechos claros que hiciesen ó por gran
y este rey Carlos de Francia, después que de Nápo- deza ó hermosura que tuviesen , todas estas, si algu
1 les fué echado, en los Alpes fué mal recibido de nas gracias tuvieron, con algunas mancillas las en
cierta gente de guerra que en aquella tierra estaba, suciaron ; mas esta excelentísima Reina Doña Isa
é tanto fué perseguido destos, que apenas pudo sal bel desde el día de su nacimiento fasta el dia de su
var la vida de sus manos. Murió después este Rey muerte se halló siempre no menos fuerte que cons
Carlos, é sucedió en ol Reino el Duque de Urliens, tante y magnánima haber sobrepujado i las que
llamado Ludovico, ol qual con favor y ayuda del arriba habernos dioho. Vivió tan sobre bondad com
Rey Don Carlos ú Ñapóles habia pasado, y algún puesta, que nunoa demasiada palabra alguna se ha
tiempo después acaeció que este rey ajuntó gran lla haberle oido que dixese. Fué castísima muger,
gente, y no con menos soberbia que el Rey Carlos llena de toda honestidad, enemicisima do palabras
antepasado , la envió en prosecución del reino de ni muestras deshonestas; nunca se vio en su perso
Ñapóles, diciendo pertenecería, en pooos dias ocu na cosa incompuesta ; nunca se halló en sus obras
pando la mayor parte del Reino ; por la qual otra cosa mal hecha, ni en sus palabras palabra mal di
segunda vez tornó el Duque de Terranova, hoy lla cha. Por cierto dobe creerse en sus pensamientos
mado grand capitán, eu Ñapóles con gran ilota , é muy sanctos é justos ; que aunque muger, y por eso
igualando sus hochos con Julio Cesar y Aníbal, de carne flaca, era alumbrada de dones y de gracia
en poco tiempo recobró por fuerza de armas y ocu espiritual. Fué fiel amiga, subjecta cara y carísi
pó todo el Reino de Ñapóles, que el Rey do Francia ma de sus amigos, favorescedora de las mugeres
tenia usurpado, é lo puso so la subjecion del Rey bien casadas, y de lo contrario muy enemiga, ca-
Don Fernando y la Reina Doña Isabel, después de thólioa y christianisima devota , fedelisima á Dios,
haber muerto en ciertas batallas que hubo más de madre muy piadosa á sus subdictos, reina muy justa
veinte mili franceses, y otros muchos que en Fran á sus vasallos , dada á contemplación y dedicada á
cia despojados volvieron. Doliéudose dello el Rey de Dios: ocupábase en los oficios divinos muy con
Francia, tornó á embiar otro exeroito de guerra no tinuamente ; ni por eso dexaba la gobernación hu
menor que el primero para cercar Salsas, fortaleza mana. Era religiosa y devota á todas las religiones ;
muy singular, que está sitiada en las postreras par tenia grand caridad, suma prudencia, grandísimo
tes é términos Despaña ; y estos franceses pusieron favor de justicia, mucha modestia, grand honesti
eu Real y la cercaron muy fuerte por ganarla. Los dad y estudio de vida apartada : era exemplar de
que estaban en la fortaleza defendiéronse muy fuer buenas é loables costumbres, magnánima, liberalí-
temente matando muchos de los franceses que en siina en mandas y dones repartidos por todo el mun
el Real, estaban. Estonces el Rey Don Fernando, que do. A los embaxadoros que venían de otros princi
en Barcelona se halló con gran gente , que la Sore- pes y á sus servidores é criados muy gracta ; i to
nissima Reina Dolía Isabel su muger de Segovia le dos los suplicantes y negociadores de sus reinos
embió, fué contra los franceses , los quales oyendo muy apacible. Descargó en su vida y en dias de
como el Rey con sus gentes contra ellos iba, alza salud y alegría grandes sumas de quentos de dine
ron el cerco é Real que sobre Salsas tenían puesto, ros de sus descargos, deudas é promesas y obliga
y dieron á huir , siguiéndolos el Rey con su gente ciones que dende su tierna edad era obligada, y
de guerra, y fué en su alcance hasta dentro de Fran también descargó las conciencias de sus progenito
cia, quemando y destruyendo todos los lugares que res. Su mansedumbre fué admirable ; su magostad
en el camino estaban, salvando las vidas de los la mayor que jamas fué vista; so misericordia so
hombres, pues por misericordia su alteza movido, bre todo loor ; mas aunque asi usaba de piedad, no
mandó que i ningún francés bus gentes matasen ; olvidaba el ceptro de la justicia. Todas estas virtu
y desta manera contra la voluntad del rey de Fran des tenia esta Reina, de tal manera asi allegadas,
cia se ganó el Reyno de Ñapóles, el qual por derecho que siguiendo la doctrina de Sant Gregorio, en to
al Rey Don Fernando pertenecía. Esto acabado, el das las cosas que duda tenían, más á misericordia
Rey Don Fernando se vino á la villa de Medina del que á rigurosa justicia Be inclinaba, é por esperien-
Campo, donde estaba la Reina Dona Isabel, que avia cia de sus obras asi lo demostraba dando grandes
allí venido 4 ver á la Princesa Doña Juana, bu hija, limosnas que á todas laa órdenes mendicantes, per
DON FERNANDO É DONA ISABEL. 623
sonas menesterosas é pobres necesitados largulsi- ca de las doce horas ; con la qual muerte todo el go
mamente repartía ; á doncellas huérfanas doctaba, y zo que España tenía pereció. Fué después tomado
á otras con grandes doctos las casaba. Al sepulcro su cuerpo por algunos perlados é grandes del Rei
sancto de Jerusalem con grandes limosnas é devoto no, é puesto en el Real Palacio en el hábito del Se
ánimo de corazón visitaba, pues que por la flaqueza fior Sanot Franoisco ; en el siguiente día fué lleva
mugeril é por la dinidad real con los pies corpora do á enterrar al reino é oiudad de Granada, el qual
les no podía. Fué esta tan excelentísima Reino, que Reyno sus altezas habían ganado con muoho tra
ni después que Boma fué fundada, ni tampoco des bajo. Fué por el camino de mucha gente acompa
que Espafia fué poblada, rey, principe, ni empera ñada: enterráronla humilmente, sin pompa algu
dor, ni otra excelentísima muger que reinos go na, como por su testamento antes que muriese ha
bernase, ninguna hubo á quien con gozo maravi bía mandado hacer. Desta Reina, considerada la fé,
lloso esta Reina no sobrepujase, y todos Iob pasa vida, é religión é fin , no seria temeridad afirmar
dos que por seguimiento de sus virtudes se puedan que está en el cielo : á lo menos que purgadas algu
en ausencia alabar, todas en presencia desta Reina nas oulpas de sus peccados, pues como dice el Após
é Señora con la mucha grandeza de bub obras é sin tol, no hay justo ni quien pueda decir que está sin
comparación se debrian callar ; é segund dice la pecado, en breve será colocada en la celestial glo
Sacra Escriptura, ninguno en su voluntad deba ser ria con los Santos, dexando reino temporal para al
loado. Cosa digna de publicar é manifiesto es que canzar gloria para siempre jamas.
el poderoso Rey Don Fernando asi es doctado é
compuesto de todas aquellas excelentes virtudes Capitulo como después de la muerte de la Reina Dofia Isabel, la
que desta christianisima Reina á hablar comenza Princesa Dofia Juana, su legitima heredera, fué altada por
mos, y faltaría ingenio para haberlas de contar. Reina j Sefiora destos Reinos de Castilla j León.
Fueron Rey é Reina juntos por Dios escogidos, por Siondo huérfana Espafia de su Reina é Señora,
el ayuntados, que juntamente asi ayuntados reina segund que ya arriba habéis oido, comenzaron á
ron é gobernaron treinta anos , y aunque en cuerpos temerse las guerras é males antiguos que en el tiem
dos, en voluntad é unión eran uno solo. Firmaban po de su vida adormidas estaban ; mas nuestro Se
las cartas é provisiones juntamente el uno y el otro. fior Dios aviendo misericordia Despaña, quiso vol
Estos Reyes de templos y casas de Dios constitu ver toda esta tristeza en placer, porque en este día
yeron obras innumerables, y hazañas tantas hioie- que la Reina murió, el Rey Don Fernando con gran
ron, que para mas verdaderamente hablar no se po des lágrimas salió de Palacio con muohedumbre de
dían escribir mas brebemente. grandes destos Reinos , é subió en un cadahalso,
guardando las oirimonias que este tal caso reque
Capitulo de li fin t muerte desta excelentísima Reina Dolía ría , y hizo levantar pendones por la Reina Dofia
Isabel.
Juana, su hija, que era casada, como arriba dixi-
Sobrevino recia enfermedad corporal á la Reina moB, con el Principe Don Phelipe, con trompetas y
Doria Isabel ; é opremidas é agravadas las feme rey de armas ; é teniendo un pendón real el Dnque
ninas fuerzas de la christianisima Reina , estuvo de Alba en sus manos, dixieron Castilla, Castilla,
por espacio de cient días continuos de grand enfer Castilla, por la Reina Doña Juana nuestra Señora.
medad fatigada'; é como en la Iglesia de Dios por La Reina Dofia Isabel de gloriosa memoria en su
su salud muchas oraciones, ayunos é sacrificios fe testamento dexó por gobernador destos Reinos al
chos fuesen, é por su juicio oculto poco aprovecha poderoso y excelente Rey Don Fernando, en ausen
sen, viendo la excelentísima que el tiempo que á cia de la Reina Dofia Juana su hija, no viniendo á
su vida estaba por Dios determinado se acercaba, ostos Reinos porque estaba en Flandes ; é veniendo
mandó que de rogar á Dios por su salud corporal la Reina, é no queriendo ó no pudiendo gobernar,
los eclesiásticos cesasen , é fuesen por la salud es que el Rey Don Fernando gobernase. Esta clausu
piritual, y que los sacramentos eclesiásticos traídos la fué leída é publicada delante gran número de
le fuesen. Era tanta la honestidad é tan grande la gentes, y ansí quedó por gobernador destos Reinos,
observancia de su pudicicia, que al tiempo que la y los mantuvo en tanta justicia, paz é sosiego
estremauncion le fué dada, ningún miembro suyo quanto estaban en el tiempo que la Reina vivia. Du
quiso que fuese visto, sino de solo el sacerdote, y no ró la gobernación del Rey por espacio de afio é me
de'ningun oriado ni criada de su Real casa. Hizo tes dio. En este tiempo hubo ciertas diferencias y con
tamento tan ordenado y maravilloso, que casi di tiendas entre el Rey Don Fernando y el rey Don
vino se puede decir ; la gobernación destos sus Rei Phelipe su hierno ; é fué tal asiento hecho é dada
nos que dexaba, a su marido el Rey Don Fernando esta concordia con los embaxadores que entre estos
encomendó, encargándole y pidiéndole que las ren Reyes entendían : que ambos juntamente reinasen,
tas de su corona real no enagenase ; y acabó sus poniendo á esto ciertas capitulaciones las quales de
dias la excelentísima Reina Dofia Isabel, honra guardar y mantener asi el Rey Don Fernando como
de las EspaOas, espejo de las mugeros, en la villa el embaxador del Rey Don Phelipe, que en Castilla
de Medina del Campo á veinte é seis dias del mes estaba, con sus propias manos juraron. Dende 4
de Noviembre, ano del Sefior de mili é quinientos ó poco tiempo, pasando el Rey Don Phelipe y la Reina
cuatro años, entre las once é doce del día , más oer- Dofia Juana con gran flota que traían , entraron en
524 CRÓNICAS DE LOS BEYES DE CASTILLA.
España en el mes de Abril, año del Señor de mili é cara, y de liberal y gentil dispuaicion. Era blando
quinientos é seis años. Aportaron al Reino de Galicia á todos, y apacible y mucho noble, más que ningu
en Ja ciudad de la Curufia á cnyo recibimiento sa no deseador de justicia, muy aparejado para todas
lieron muchos grandes del Reino, é algunos afirma virtudes. Era asimismo dado á los juegos, y holga
ron que por inducimiento é consejo de algunos de ba de tablas y tractar con mugeres; no le parecía
ltas fueron deshechas y rompidas todas las capitu cosa mejor que los gentiles gestos de mugeres. Co
laciones que entre estos Reyes antes juradas é mía é dormía bien; reinó por espacio de quatro me
puestas estaban ; y el Rey Don Fhelipe con grand ses; llegó á la oiudad de Burgos donde adolesció, y
compañía de gente armada que consigo traía, salió dentro de sois dias, de su enfermedad opreso mu
del Reino de Galicia entrando en Castilla. El Rey rió, á veinte é cinco días del mes de Septiembre, año
Don Fernando le salió á recibir pacificamente á de mili é quinientos é seis años. Muchos decían que
diez é nuere días del mes de Junio del dicho año, esta muerte deste Rey á este Reino habia sobreve
y viéronso estos Reyes ambos juntos cabe la aldea nido por juicio de Dios, por la desobediencia que
de Remesa , estando muy pocos presentes, y mu este Rey tuvo al Rey Don Fernando su padre; otros
chos de lexos mirando la habla que estos Reyes tu afirmaban que con mal regimiento deste siglo al
vieron. Después de haber hablado , paroció comun otro habia pasado. Dexémoslo al juicio de Dios en
mente ser visto á todos que la fina reverencia por cuya mano é determinación está todo.
el Don Fhelipe acerca de su padre como convenia
no serle guardada. En este tiempo el Rey Don Fer Capitulo como después de la muerte deste Rey Don Felipe fui
nando, mas forzado de voluntad que con ella, salió el Reino por los del Real Consejo gobernado, é lo que acaes-
ció; c como el ltey Don Fernando paso en Castilla á gobernar
destOB Reinos de Castilla, y se partió para sus rei el Reino como antes bada.
nos de Aragón , y dende allí con grande armada
pasó al Reino de Ñapóles. Quedando la Reina Doña Juana viuda é preñada,
la qual asi por el dolor que sintió en la muerte de
Capitulo como el Rey Don Plielipe é la Reyna Dolía Juana entra su marido, á quien mucho amaba é quería, como
ron en el Reino de Castilla , y de las condiciones deste Rey por la poca esperiencia que en gobernar reinos
Don Pbelipe, é de su Qn y muerte. tenia, ó como quisiese no entender en la gobernación
Luego que el Rey Don Felipe y la Reyna Doña destos sus reinos, gobernóse el Reino por las perso
Juana entraron en Castilla y pacificamente la pose nas que estonces en el su real Consejo estaban. Dí-
yeron, dicha Doña Juana, como fuese Reina é Señora cese en las historias romanas que Rómulo, el primer
destos Reinos, no la veian sus subditos é naturales, é fundador de liorna, después que creció en el Señorío
por esta causa les parecía que debía por el Rey ser escogió cient varones para su consejo, los quales lla
detenida á manera de encarcelada, porque estando mó Senadores. Este de un rayo ó trueno desapareció;
en poder del Rey Don Phelipe, ni gobernaba, ni los Senadores que antes habia tomado gobernaron
tampoco parecía, é si esto por su voluntad ó constre esperando si volvería. Estos fueron año y medio
ñida por el Rey Don Fhelipe asi se hacía, en este por esta causa tenidos en gran precio é mucha repu
tiempo á saber no lo alcanzaron sino pocos. Después tación ; mas, los Despafia que por diez meses y más
ciedlo fueron ayuntados los procuradores de Cortes solos gobernaron estos Reinos, siendo inaltractados
en la villa de Yalladolid, donde juraron á la Reina de algunos grandes del Reino, no por ser personas
nuestra Señora por Reina é Señora natural destos que en el Consejo Real presidian, mas aun oomo
Reinos, 'y al Rey Don Phelipe como á Rey ó Señor, privadas, eran extremados en el trabajo é sudor que
como a su legitimo marido, y después de los días tenían, y grande su vigilancia, y el cuidado muy
do la Reina Doña Juana al ilustrissimo Principe mayor. Eran estos varones doctados de cienoia, y
Don Carlos, su primogénito heredero hijo, que ago algunos dellos de aprobado linaje, y todos de cos
ra nuestro Principe es. El Rey Don Phelipe, solo tumbres leales como convenían; eran por número
contradiciéndole alguno del Reino, estos reinos go diez ú once, muy pocos en comparación de los que
bernaba; y este Rey Don Phelipe careciendo de la leímos en el capitulo octavo de los Macabeos, que
esperienoia y consejo que para regir ó gobernar hacían consejo trecientos é veinte varones cada día
convenia, de buena gana daba á todos los grandes para gobernar las cosas públicas. Estos del Consejo
todo lo que de la real Corona pedido le era, é por Real no son menos de loar que aquellos que arriba
consejo de algunos sus consejeros dio algunas cosas diximos, por los grandes trabajos que pasaron , en
que el Rey Don Fernando y Reina Doña Isabel sus tendiendo con sudor continuo en aplacar tantas
padres con grande vigilancia habían cobrado. Otros desobediencias é maldades como en estos Reinos
grandes destos Reinos, viendo esto murmuraban, é habían nacido. La Reina Doña Juana envió & su
las comunidades destos Reinos las gentes ostra- plicar al Rey Don Fernando, su padre, que viniese
fias que el Rey Don Felipe consigo habia traido, á entender en la gobernación destos Reinos, y man
aborrecían; y como los tales estrangeros fuesen dó al Doctor Oropesa y al Licenciado Música y
dados á demasiado comer y beber mucho, desórde al Dootor Oarbajal y al Licenciado Polanco, todos
nes y delictos cometían, é comenzó la justicia algo quatro de su Consejo, que le escribiesen ; y asi esta
á enflaquecer y caducar. Era este Rey Don Felipe ninbaxada fué embiada al Reino de Ñapóles donde
mancebo, y de muy buen cuerpo y de muy hermosa estaba, y porque el Roy estaba opupado en los ne
DON FERNANDO É DONA ISABEL. 6&5'
gocios de aquel Reino, no pudo luego embarcarse que á su patria tenia le hizo tan de presto venir,
para pasar á Castilla , mas embió á decir que aque con tanta y tan entera voluntad como tenia quau-
llo acabado, Su Alteza entendía vendría á aceptar do con la Reina Dofia Isabel era casado; y saliendo
la gobernación destos Reinos ; y asi fué que después la Reina Dofia Juana á recebir al Rey su padre,
se embarcó á quatro dias del mes de Junio, afio del vinieron á un lugar llamado Tortoles, donde á vein
Señor de mili é quinientos é siete anos, acompasado te é ocho dias del mes do Agosto del mismo afio
do gran flota, asi de naves como de galeras de aquel que arriba diximos se vieron é hablaron. El Rey
su Reino de Ñapóles. Estuvieron antes desto por tracto á su hija con toda cerimonia y acatamiento,
espacio de diez meses y más los Reinos de Castilla y la Reina fincadas las rodillas en el suelo , de
sin gobernación; en el qual tiempo muchos géneros mandando las manoB al Rey su padre para se las
de males é dapnos é desobediencias se cometían ; besar, no queriendo el Rey dárselas, con aquel
entre los quales en silencio no es de pasar como amor paternal que le tenia, la abrazó é lo dio paz,
el Duque de Medina Sidonia, queriendo por fuerza y entraron en un mismo palacio, é con gran pla
de armas tomar la ciudad de Qibraltar, siendo como cer reposaron. La Reina con el grande amor que
era de la corona y patrimonio real, allegó mucha al Rey Don Phelipe su marido tenia, no avia con
gente de armas para la ganar; loa ciudadanos de la sentido que pusiesen debaxo de tierra bu cuerpo,
qual con fidelísimo esfuerzo y determinado ánimo antes en su sepulcro de plomo le mandó meter é
por la corona Real se tuvieron, y de tal manera se traerle consigo, haciendo decir por su ánima sa
defendieron, que quedando vencedores al Duque y crificios divinos por muchas religiones é diversas
á su gente que en el cerco estaba, huir del campo órdenes que desto cargo tenian.
como leales vasallos le hicieron. Focos dias des A veinte é cinco dias del mes de Setiembre deste
pués que aquesto asi aconteció, por el juicio de Dios afio se cumplió un afio que el Rey Don Phelipe muer
murió el Duque, y acabó sus dias de enfermedad de to habia; éseguiendo la Reina la costumbre Despafia
pestilencia.. Estando la república de España en cerca desto, mandó decir solemnemente vísperas
aquestas turbaciones y cosas que sobrevenían, el cantadas por el ánima de bu marido, y en el se
Conde de Lemos tomó la villa é fortaleza de Fon- guiente dia con gran solemnidad mandó que se
ferrada, que es en el Reino de Galicia , que asi cantase misa y oficios de réquiem, en los quales
mesmo era de la corona real, con mano armada; I estuvieron el Rey é la Reina é muchos grandes é
contra el qual Conde se firmó un proceso por los perlados del Reino, como Be escribe en el segun
del Real Consejo que en este tiempo el Reino go do libro de los Macabeos, capitulo duodécimo, que
bernaban, y asi mismo contra el usurpador de la viendo que Philipo Rey avia muerto, piadosamente
corona real procedieron para le tomar la dicha vi pensando é oreyendo en la resurrección, rogaban á
lla y fortaleza, é tomada, justamente tenian man Dios nuestro Sefior por bu ánima, devota y reli
dado que todas las guardas é gentes de armas que giosamente. Comenzó después desto el Rey Don
en el Reino estaban fuesen contra el Conde de Le Fernando á entender en la gobernación y cosas
mos. Iban por capitanes generales desta gente Don deste Reino, el qual aunque estaba muy alborotado,
Fadrique de Toledo, Duque do Alba, y el Conde de en poco tiempo después queste excelentísimo Rey
Denavente, tomando esta empresa por servicio de comenzó á gobernar, se levantó á estar en la mis
su Reino en tanta estima como caballeros de mucha ma felicidad próspera que antes estaba, porque
fidelidad é de mucho amor á su patria. Y como el escripto es en la sagrada escriptura escogerse para
Conde de Lemos sabidor fuese de la copia de gente la gobernación de la república un varón, y enton
que contra él venia, usando de mejor consejo, dio de ces el pueblo estaba en paz. Declaró el Rey Don
su voluntad libre y desembargadamente la villa é Fernando el ánimo y intención do bu venida, di
fortaleza de Ponferrada á la persona que para reci ciendo como en reparación destos Reinos él había
birla los del Consejo enviaron; é si la venida del Rey dexado los suyos propios, porque Espafia estuviese
Don Fernando no se esperara, cosas muy graves é segura; oa asi dice Sant Gerónimo que la gober
muy terribles por el Reino se cometieran. Asi Espafia nación del pueblo se debe dar á quien Dios es
opreraida de tantos é tan diversos males, estaba es cogiere, en el qual sea claridad de ley é virtud
perando para su salud la venida del Rey, que allegó con todo el pueblo, y esto mismo se escribe en el
por la voluntad de Dios en este tiempo en la playa decreto. De ahí á pocos dias partió la Reina y el
de Valencia, y dexando las ondas de la mar, saltó Rey Don Fernando de Tortoles, ó fueron á la villa
en la tierra á veinte dias del mes de Julio deste de Sancta María del Campo, que es lugar de la
dicho afio, sea dada gloria á nuestro Señor Jesu diócesis de Burgos, y después desto el Rey partió
Christo. La Reina Dofia Juana nuestra Señora, de allí, dexando á la Reina en un lugar llamado por
oyendo la venida del Rey su padre, con gran ale nombre Arcos. El Rey fué á la ciudad de Burgos, en
gría fué personalmente á la Iglesia, dando gracias donde por algunos meaos é muchos dias bu Alteza
,. á Dios, y mandó cantar el cántico de Sant Ambro aposentado estuvo, y la Reyna en el lugar de
sio y Sant Agustín Té Deum laudamos. Estuvo la Arcos oeroa de Burgos. La Reina Dofia Juana
Reina algunos dias en un lugar pequeño llamado estuvo en aquel lugar, y el Rey Don Fernando su
Ornillos, ó partiendo el Rey Don Fernando de sn padre en la oiudad de Burgos, de donde algunas
ciudad de Valencia dendo á poco tiempo, el amor veces visitaba aunque pocas á la Reina su hija.
b26 CRÓNICAS DE LOS REYES DE CASTILLA.
Después que el Rey Ínclito estuvo en la ciudad de mili é quinientos é nueve, entendiendo en muchas
Burgos que le pareció lugar mas conveniente, do cosas que para el pacifico é quieto estado del Reino
tuvo algún reposo para entender en la gobernación convenia comunicar é prover. Con todo esto, luego
y pacifico estado de los Reinos, trabajaba é pensa que llegó dende Andalucía á Valladolid, fué el Rey
ba quanto podia sosegar y traer al buen fin ó tér al lugar de Arcos donde estaba la Reina Dofia Jua
mino que antes solian estar algunos negocios é ca na su fija, é sacándola dende, la traxo consigo á la
sos que siendo él ausente nascieron é comenzaron, villa de Tordesillas, y ende la puso con alguna
muy perjudiciales é dapnosos al bien de la repúbli compaña de servidores en los palacios reales, y de-
ca ; y para punición de algunos crimines y excesos xó de traerla consigo en corte por algunos impedi
que en la ciudad de Córdoba y sus comarcas acae mentos y enfermedades que Su Alteza padescia.
cieron, embió á llamar Su Alteza al Licenciado En este afio Don Fray Francisco Ximenez, de la
Eernand Gómez de Herrera, uno de los Alcaldes de Orden de los freyres menores, Cardenal de la Sanc-
la Casa é Corte real, donde el dicho Licenciado for ta Iglesia romana, oon titulo de Sancta Balbina,
zosamente con gente armada tomó y metió preso a' Arzobispo de Toledo, Primado de las Espafias, oon
Marqués de Pliego en una su fortaleza de Montilla mucho celo y amor de ensalzar la Sancta fé cathó
donde lo tenia guardado y á mucho recaudo encar lica, determinó pasar en África para hacer guerra
celado; y como este caso tan feo vino á oidos del á los moros, enemigos de Dios nuestro Señor, oon
Rey, considerando que si lo desase disimulado, sin grande y crecido exéroito de pie y de caballo, con
punición y castigo, seria causa y opinión de otros sancto propósito de aumentar la fé cathólica; asi
muchos á quel dicho Marqués ó otros se atreverian que allegado mucho grande y copioso exército, é
á hacer, pospuesto el buen Rey todo trabajo, con muy crecida flota de naos, en el puerto de Cartage
los muy grandes calores que como fuego asan, por na entró el Arzobispo y Cardenal Primado de las
el mes de Julio, al tiempo que el Sol entra en el Españas en la mar, y metió y embarcó todo el exér
sino de León, de la dicha ciudad do Burgos do es cito, aunque grande, en las naos que copiosamente
taba partió, y á mucha priesa llegó á Córdoba, don allegó, y con próspero viento de bnen tiempo qu»
de visto y examinado con mucha diligenoia el gran Dios le quiso dar, allegó oon salvedad de todos los
error y no debido atrevimiento del dicho Marqués, que traia en el Puerto de Mazalquivir, que es en la
el muy alto Consejo Real condenóle á privación de costa africana. Sabida su venida, que antes la ha
todos los oficios reales y mercedes que de la Coro bían oido los moros, asi de la muy antigua y noble
na Real tenia, y la muy buena fortaleza de Monti ciudad de Oran, como de las otras ciudades é villas
lla derrocaron y arrojaron por el suelo por manda é lugares é comarcas, se juntaron mucho número
do de la justicia, que no parecía della cosa alguna bien armados á pié y á caballo, y con mucha osadía
ni rastro que ende hubiese habido edificio ; y esto peleando, porfiaron que el buen Arzobispo con su
así fecho, Su Alteza partió dende para Sevilla, por gente no tomase ni entrase en la tierra, pero con el
que el Duque de Medina Sidonia tampoco quiso ayuda de Dios é buena osadía y esfuerzo que los
complir ni efectuar algunas cesas que le habían christianos mostraron en aquel dia, á pesar de toda
sido mandadas por Su Alteza ; y luego que llegó á la morisma que ende llegó, tomó tierra con todo su
Sevilla, de noche, calladamente, por los muros de exército, matando é feriendo muchos moros, destro
la oiudad como mejor pudo, con consejo é compañía zando las compañas é batallas morisoas, y de tal
de Don Pero Girón, primogénito del Conde de Ure- manera é guisa con mucho esfuerzo y proeza pelea
fia, marido de la hermana del dicho Duque, fué á ron los christianos aquel dia, que mezclados los unos
Portugal por estas inobediencias y rebeldías. Deter con los otros, á su pesar entraron en la ciudad de
minó el Rey por más segurar los fechos refrenar Oran, donde comenzaron é trabaron gran combate
sus osadías, y por le traer á bien, tomar al dicho los doB exércitos de christianos y moros, los chris
Duque todas sus villas y tierras y fortalezas; y em- tianos muy esforzados y ardidos por la sancta fé
biando allá su exército de pie é de caballo, tomó la cathólica, Iob moros por necesidad de librar á sí y á
villa de Niebla, que es muy antigua, y de quien bus mugeres y fijos é propia oiudad y tierra, do
hacen gran memoria las corónicas Despana ; y por tantos tiempos é siglos moraron ; é con esto é por
que los vecinos de la dicha villa no se quisieron que con la ira é furor de la batalla crecía su ánimo,
dar ni obedescer el mandamiento rea), mas resistían valientemente combatían y se defendían los moros;
y porfiaban quanto podían por no se dar á la gente mas los christianos pensando en la justa oausa de
de armas, entró en la villa por fuerza haciendo mu la fé, y como les era honesto é justo é glorioso
cho mal y dapno en los moradores con harta cruel morir on las armas de tan sancta expedición, mos
dad; y con el dapno de la hacienda ó bienes con traron tanta virtud é proheza de armas, que á los
tentos los soldados, no cometieron muertes de hom moros arrancaron del lugar donde era la pelea y
bres, é adulterios y otros males que en semejantes ruido, é los ahuyentaron fuera de los muros de la
lugares é tiempos acontecen; mas como no hay ciudad á mal grado suyo, y murieron muchos y en
quien impida á la gente de armas vencedora su tan poco espacio, que estaban montones de cuerpos
curso é querer, complieron todo á su voluntad. Con muertos y tropezaban en ellos, resbalando en la
esto, dado fin á lo del Andalucía, vino luego Su Al sangre humana que se vertía. Asi los christianos
teza á Valladolid, donde estuvo casi todo el afio de no sin mucho misterio aquel dia que descendieron.
DON FERNANDO É DONA ISAReL. 62?
en África tomaron 6 tuvieron la ciudad de Oran por dado mucho ; y aunque ei Cathólico Rey sentiese
anya, é todos los moradores de ella, hornos y muge- mucho deste desbarato é pérdida de gente, no por
res, grandes é pequeños, viejos y mozos, presos, ex eso abatió su corazón é sancto deseo que tenia de
cepto los moros que peleando murieron, tomaron; y servir á nuestro Señor , é consideró que pues tema
asi mismo mucho oro y piáis, joyas é perlas pre quatro ciudades con muy buenos puertos de mar en
ciosas, y otras muchas cosas y riquezas y aver que la costa do África, conviene á saber, Mazarquivir,
no se podria bien numerar. El dia seguiente la mez Oran, Bugia é Tripol, que son puerto y entrada
quita mayor consagró el buen Cardenal Arzobispo muy segura para toda África, á oausa de quitar los
en Iglesia, y donde muchas veces el nombre de hombres de la maldita secta mahomética y allegar
Dios Jesu Christo nuestro Sefior fué blasfemado, los nuestro Señor Dios á su verdadera ley é doctri
allí fué loado gloriosamente con muchos sacrificios na, determinó firmemente el mesmo en persona ir
y solemnes misas, é vísperas, y horas canónicas, no á pasar en África, pues tenia aparejo de las ciuda
con poca alegría é placer de los christianos; é por des ya dichas, y muchos reyes de África tenia en
memoria que por el Arzobispo de Toledo se ganó la treguas por sus vasallos pagándole cada uno delloa
ciudad de Oran, ende se crió y eregió una abadia tributo y censo en cada un año ; é para este pasa
subjeta á la Sancta Iglesia de Toledo. Todo esto je de su Real persona convocó y ayuntó tanto é tan
fecho, el Reverendísimo Cardenal á cuyo loor é noble exército de gente noble , quanto á la grande
alabanza todo nuestro decir es inferior, vino con za de tal Príncipe, Rey é Señor pertenecía. E con
todo su exército á su sancta Iglesia y silla arzobis este proposito de pasar en África personalmente,
pal de Toledo, dexando proveído á Oran de gente partió en fin deste año dende é de Valladolid para
de armas é vituallas abundosamente. Asimismo, la villa de Madrid, é dende fué para mediado el año
como el Cathólico Rey Don Femando tuviese siem de quinientos é diez para Monzón á tener Cortes
pre gana de ensalzar y estender la sancta fé ca- generales, é que los aragoneses, catalanes é valen
thólica y no desamparar la guerra que contra los cianos le ayudasen é serviesen de dinero para esta
moros habia comenzado, encomendó al Conde Pero tan sancta é justa guerra que contra moros africa
Navarro, varón muy diestro y esforzado en el fecho nos determinaba facer; porque asi convenia atenta
de la guerra, que con muy grande flota é gente pa la forma de sus fueros é previlegios , que antes é
sase en África y conquistase las villas é ciudades primero se junten Cortes é satisfagan los agravios,
marítimas; el qual dicho Conde como buen caba que al Rey sirvan ni hagan ayuda de dinero. Asi
llero, seguiendo el consejo de su Rey, con mucho que llamados para hacer é tener las dichas Cortes
trabajo é peligro é con harto discrimen de pelea los grandes, nobles é caballeros, y los tres estados
entró con su exército é tomó por fuerza de armas que oonviene conforme á sus fueros ser llamados,
la ciudad de Tripol de Berbería, é do Bugia, las é juntadas las Cortes, pusieron los querellosos loa
quales en breve saquearon y robaron las gentes de casos en que se metían por agraviados, é como en
armas del exército christiano; y después que así todas las otras cosas era el Rey prudente, con mu
ganaron é robaron las dichas ciudades, las compa cho consejo é deliberación dio fin , satisfaciendo y
sas de los christianos muy ricos é cargados do oro aplacando todos los querellantes, reparándolos en
y de plata, é de joyas, é de hombres é de mugeres é tal manera, que nadie tuvo que hablar ni causa de
niños moros de las ciudades robadas, que nadie es se quexar, é de buena voluntad le concedieron el
capó, volvieron á su propia tierra sin dapno ni le servicio de dinero que le habian de hacer para la
sión alguna con mncha victoria y honra. guerra africana. Asi que concluido el negocio délas
E como en este exército tan poderoso, en uno con Cortes bien, tornó el Rey á Madrid , de donde prin
el Conde Navarro fuese capitán Don García de To cipiado el mes é año de quinientos é once, partió su
ledo, hijo primogénito heredero del Duque de Alba, Alteza para Sevilla con harta tempestad de aguas,
hombre por cierto muy bien notado de toda arte é nieves é frios muy recios , é con la mucha priesa de
ciencia militar y de buenos desseos, determinó de andar que hizo, en pocoa dias llegó con su corte en
entraré tomar la Isla de los Gelves; é dicen algu Sevilla ; y avedes de saber que como antes tenia el
nos que contra la voluntad del Conde Pedro Na Rey mandado á sus oficiales de guerra que tuviesen
varro fué la entrada de loa Gelves ; é como el dicho aparejadas todas las cosas y mantenimientos nece
Don Garcia entró en la Isla de noche, y el dia si sarios para el pasaje do África , sabido por los tales
guiente pública y placeramente entrase con el exér oficiales que el Rey era llegado en Sevilla , muy
cito christiano en la Isla, por el gran calor sin prestólas naos que primero estaban secrestadas é
quento que aquel dia hizo, que asaba y quemaba, é señaladas para este pasaje , é todos los manteni
por la fragosidad de la tierra muy enemiga á los mientos é fardaje necesario á tan gran exército fue
estrangero8, é porque Dios asi lo quiso, valiente ron llegando en la ciudad de Cáliz , donde estaba
mente peleando ende el dicho Don Garcia y con él concertado de ante el ayuntamiento de la flota é
otros caballeros españoles que le seguioron, muchos gente de armas que habia de pasar con su Alteza ; lo
se ahogaron con el calor, é muchos en la mar, y qual todos vimos manifiestamente con nuestros ojos,
otros quedaron presos y esclavos siervos de los mo é nadie puede negar , é todo el mundo confiesa que
ros, y los que escaparon con harta dificultad entra lo sabe é vio. Sabido ya é divulgado por toda Espa
ron y embarcaron en las naos después de haber na- ña que el Rey pasaba en persona, muohos grandes
Crónicas de los reyes de castilla.
señores, duques, marqueses é perlados, puesto que Rey de Francia, lo prometió i estos cardenales, y
su Alteza á nadie mandó ni puso premio alguno, se aunque ohristianisimo, los puso en esta discordia, y
ofrecieron deciendo que querían pasar la mar con embió su exercito en Italia para favorescer los car
tra los moros afrioanos con el Rey , á sus propias denales cismáticos é su conciliábulo, que ya comen
espensas é misión, é muchos delloB vinieron perso taron á hacer. También nuestro Rey Catholioo, y el
nalmente ala ciudad de Sevilla dó el Rey estaba, é Rey de Romanos, y el Rey de Inglaterra estituyeron
otros hombres é caballeros é hijos dalgo é gente y concertaron entre si de defender y amparar al Pa
popular que contra los moros quiso pasar, teniendo dre Sancto como á verdadero pastor y Pontífice le
por cierto que vivos é muertos alcanzaban premio. gítimo , Vicario de Jesu Christo, y por esto el noble
Tanto era el número, que creer no se puede, é las y bienaventurado Cathólico Rey Don Fernando den-
muchas naos é grande flota que en Cáliz se ayuntó de la ciudad de Sevilla, do estaba entendiendo en los
no copiera ni pudiera tener á tanta gente. Digoos fechos de la guerra contra moros, como arriba dixi-
que de Inglaterra vinieron muchos mancebos para mos , dexados todos sus pensamientos y flota y per
servir á su Alteza on esta santa guerra é pasar la trechos, que había aderezado con infinita costa, vi
mar contra los africanos , y ende ir con los españo no para la ciudadde Durgosá muoha priesa, y pensó
les matando los moros ; mas como el enemigo anti el buen Rey que nías justo y honesto era destruir los
guo del humanal linaje, Satanás, considerase é mi fíelos domésticos, que los estraños de África: lo qual
rase quantos comedios y provechos nacían y recre da á entender é muestra que á su Alteza no movian
cían destas guerras sanctasé justas, doliéndose mu las guerras con intención de reinar en muchos pue
cho de qusntas ánimas pecadoras perdia, que cada blos, salvo por acrecentar la fé ó complirla ¡ y luego
día para penar las suele llevar al Infierno , las qua- embió á mandar á Don Ramón de Cardona, su Viso-
les si con estas guerras se tornasen christiauos los rey é Lugar-teniente general en el Reino de Ñapóles,
moros, era posible que se salvasen y aun fuesen que con toda presteza viniese á Italia con todo su
sanctos entre todos los Principes christianos, puso é exercito, y se juntase con la gente del Papa, para
mezcló tantos é tan malos peuBamiontos con que es que ambos exercítos juntados, estorbasen y pusiesen
torbó la conquista de los moros quoso hacia, y tan freno al exercito francés , que era poderoso y co
injustamente, que impidió la entrada en África. pioso , y lo desbaratasen ; é lo que los tres Reyes
Avino asi que en este tiempo on la Iglesia Romana acordaron é concertaron entre si sobre esta guerra,
era Padre Sánelo Julio Segundo, natural de Italia, y fué que el Rey de Romanos y el Rey de Inglaterra
andados del su pontificado ocho años, porque á personalmente viniesen y se hiciese guerra á fuego
ciertos cardenales no concedió todo lo que ellos y á sangre, é nuestro Rey que también entrase por
querían, los dichos cardenales con favor é ayuda de la parte Despana en Francia , é hiciese lo mismo;
Ludovico, Rey do Francia, se rebelaron contra el ó para esto el Rey de Inglaterra embiase cierta gen
Vicario de Jesu Ohristo. Decían estos Cardenales, y te de armas para nuestro Cathólico Rey , para que
tomaban occasiou para colorar su proposito, que ayuntado con el exercito español , ganasen el Du
no fué justa jurídica é rectamente olegido por Papa, cado de Guiana , que dicen que pertenescia al Rey
salvo ende que por simonia tomó y subió al Ponti de Inglaterra , y tomado el dicho Ducado, lo resti
ficado á ser Vicario de Sanct Pedro. Con este pro tuyesen al Rey de Inglaterra. El Rey inglés coin-
pósito platicaron entre si, salieron calladamente pliendo lo prometido, envió diez mil hombres de pe
de la corte Romana, é salidos, sin vergüenza ni aca lea, los quales aportaron en el Puerto de Pasajes,'
tamiento ninguno convocaron Conoilio para conos- ques en Guipúzcoa. Dellos se aposentaron en luga
cer sobre esta simonía y sobre estos crínanos y ex res é villas cercanas á las costas de la mar, y otros
cesos que alegaban tener el Papa, sabiendo ellos por otra tierra cercana, esperando tiempo conveni
muy bien que es defendido por los Sacros Cánones ble para entrar en Francia. Nuestro exercito Despa
que el Papa sea juzgado por alguno en la tierra, ña se hacía para entrar poderosamente en Francia
pues él ba de juzgar á todos, excepto por crimen de con toda priesa y diligencia. Entre tanto que estas
heregia que hubiese en el Papa. El lugar para el cosas y aparejos so concertaban para entrar en
Conoilio asignaron en Rabena, y escribieron todo Francia por parte Despafia , acaescieron los hechos
lo susodicho á todos los Prelados; y lo que fué de la guerra en Italia , de tal manera que no se pu
peor , al mismo Snncto Padre citaron é llamaron do dilatar el ayuntamiento y la batalla que por fuer
para este Concilio. Eran los Cardenales que en esto za habia de haber, después de ayuntados , entre los
entendían hasta cuatro : el principal actor é guia españoles y franceses. Finalmente en dia de Pascua
dor dicen que fué Don Bernardino de Carbajal, na de Resurecion, el año de mili é quinientos é doce,
tural de España, de noble generación, cardenal de se ayuntaron ambos exercítos Despafia y Francia,
la Iglesia Romana con titulo de Sancta Cruz en uno cerca de la ciudad de Rabena, que es en Italia;
Jerusalem ; el qual asimismo ora Arzobispo do Si- y ulli hubieron su batalla, que los españoles, aun
güenza , pensando que con sus revueltas por ventu que su proposito era dilatar y evitar la batalla,
ra alcanzaría el Pontificado. Quien quiera que esto viendo á ojo el enemigo exercito francés, no du
inventase, á él como ¿ mas sabido y poderoso de dando peligro alguno , por la honra do caballería
entre ellos se atribuyó la culpa , como comunmente no pudieron ljacer sino romper ; y asi comenzó la.
pa todos los otros negocios acaeció. Por couiplir el pelea y batalla entre los unos y los otros, en ly,
D01Í FERNANDO É DOÑA ISABEL. 6á9
qual muchos de ambas partes murieron y cayeron al Cardenal de* Santa Cruz, privado del obispado de
y fueron heridos, y á poco de tiempo muchas veces SigUenza y de la Abadía de San Zoil de Carrion, ,
estuvo dudosa la ventura de la victoria , mas al fin que en España poséis, y del Arzobispado de Gosen-
por poca destreza y constancia del capitán de nues cia, que en Nápoles tenia, de lo qual todo se hizo
tro exército , los enemigos sobrepujaron por la mu colación é promisión á otros.
cha matanza que con la artillería en los nuestros Des- Esto que dicho tengo, acaeció en Italia. Tor
pafiafícieron.No es de poner en olvido la fortaleza é nemos entre eetas palabras á lo que acaeció en
grande ánimo que los infantes españoles á pié mos España; no lo dexarémos en olvido. Como dixi-
traron en este dia, porque casi á los primeros en mos arriba, estaba asentado aquel exército Des-
cuentros , por desdicha , ó porque asi fué ordenado paña junto con la gente que el Rey de Inglaterra
de Dios , fueron desbaratados los hombres de ar envió para que entrasen en Francia; mas como
mas é gente de caballo ; lo qual visto por la infan esta entrada en Francia no se podia hacer segu
tería de la gente á pié, todos se juntaron en uno, y ra ni cuerdamente, dexado en medio al Reyno de
hecha una rueda é torno en ordenanza al rededor, Navarra, donde por casamiento con la Reina Doña
sufrieron todoB los encuentros é Ímpetus que los Catalina, reinaba el Rey Don Juan, pariente del
hombres de armas franceses arremetiendo contra Rey de Francia é natural de Francia, hijo del Se
ellos hicieron ; é tanta virtud é fortaleza de ánimo ñor de Labrit , era de recelar mucho é le tenor te
generoso mostraron, que catorce mili é mas perso mor é sospecha , y por esto le fué embiado un em
nas de hombres enemigos del exército francés por barcador al dicho Roy Don Juan , preguutándole si
su mal no mataron; y aunque la muchedumbre de quería entrar on paz é liga nuestra, ó no; álo qual
los enemigos los cerraron por todas partes, é los el Rey Don Juan de Navarra respondió que quería
apartaron y rompieron de entre si y los arrancaron estar en paz sin ayudar á ninguno , sin se mostrar
del campo, matando muchos dellos, aunque esta parcial ; mas para esto que respondió de no ayudar
victoria hubieron los franceses , sangrienta y muy á nadie , le fué pedida seguridad y rehones de algu
cara y á grande precio les costó. Acaeció otra ma nas fortalezas é lugares de su Reino de Navarra, lo
yor grandeza de ánimo, que después de asi desba qual rehusó é no lo quiso haoer. Visto por el Pupa
ratados los infantes españoles, otra vez los que es que el Rey Don Juan rehusaba, é no salia entera
caparon de la muerte se tornaron uno á uno, é dos mente á lo que era razón , con sus bulas apostólicas
á dos, é hicieron comienzo de batalla, levantando amonestó al dicho Rey Don Juan, y á la Reina Do-
su sena é pendón de batalla y polea , y estuvieron fia Catalina, y á sus hijos, que al Rey Luis de Fran
en el campo alzados sus pendones y estandartes cia y á su exército ni parte dél no ayudasen en pú
por la honra del campo y de aquel dia ; é tanto fué blico ni en secreto dircte ni indirete, sopeña de
el miedo que hubieron los franceses que se tenían privación del Reino ; el qual Reino , si contra esto
por vencedores de la batalla pasada, que no osaron que le protestaba y amonestaba hiciese, lo daría y
acometer ni ir contra las reliquias de los vencidos. concedería á los Reyes ó Príncipes fieles servidores
Acaeció esta batalla de tal manera, que puesto que de Dios y de la Iglesia. A la postre, puesto que con
los franceses digan ser ellos vencedores y señores las bulas apostólicas fuoron requeridos el dicho Rey
de aquel dia, á su mal querer forzadamente fueron é la Reina de Navarra y sus hijos, no quisieron
constreñidos ádexar todo lo que en Italia poseían, é obedescer al Papa ni sus mandamientos ; á la qual
fueron huyendo á sus propias villas en Francia, de- causa, como ya se manifestaron ó declararon loa
xando por miodo las ciudades de Milán é Génova, corazones é pensamientos de los Reyes do Navarrá
tan grandes é nobles ciudades é do tanta importancia que se inclinaban á la parte de los franceses cismá
é renta, que mucho tiempo de hecho y de derecho ticos, determinó el Cathólico Bey primero y ante
poseyó el Rey de Francia , las quales vinieron á la todas cosas de tomar el Reino de Navarra; y por
parcialidad nuestra é á nuestro amparo é liga Des- mas asegurarse, mientras que esto se aparejaba,
paña ; y la gran fortaleza que á todo el mundo pa hubo algunas diferencias entre los ingleses, que
recía inexpunable , que el Bey de Francia edificó en son gente incomportable é diferente á nuestra na
Génova y llamaban Lanterna, que estuvo cercada ción en el vivir, y los de la provincia de Guipúzcoa,
mucho tiempo , finalmente por no la poder socorrer y murieron pública y ocultamente muchos do am
la potencia francesa, se tomó y derribó por el suelo. bas naciones ingleses y guipuzcoanos,' en tanto que
Demás desto los cardenales cismáticos , que presu los ingleses sin mas cuenta ni razón, embarcaron
mieron con su Concilio dañar al Papa dexado, des en sus naos y se fueron á Inglaterra, sin dar fin á
mamparado su conciliábulo é todo su aparato é la guerra. Nuestro Cathólico Rey que tenia ya ayun
pensamientos ilícitos, huyeron desde Rabena do tado todo bu exército poderoso, embió con él por
estaban , é fueron á Francia á uña de caballo , no capitán general á Don Fadrique, su primo, Duque
esperando el que antes pudo salir al otro ; á los que de Alba, Marques de Coria, para conquistar el Rei
en tanto, fecho proceso en corte romana, é legíti no de Navarra, el qual en pocos días se ganó por
mamente declarados por herejes cismáticos quitán la parte Despaña, y echó fuera del Reino, sin que
dolos é privándolos de todos sus oficios y benefi hombre muriese, sin que sangre se derramase , á
cios que eran de mucha renta , los dieron y confi Don Juan y á Doña Catalina, que reinaba en el di-
rieron á otras persouas eclesiásticas , especialmente [ cho Reino do Navarra, los quales fueron al Roy do
Cr.-IH. 3*
630, CRÓNICAS DE LOS REYES DE CASTILLA.
Francia á le pedir socorro contra nuestro Rey para en la provincia de Guipúzcoa , porque el Rey tea
tornarlo á tomar, pues á su causa lo perdieron con hizo saber que los franceses iban levantado su real
las honras y armas. No faltó en esto el Rey de Fran la vía de Francia, salieron al encuentro y los halla
cia , antes muy prestamente , como quien se dolia ron en lugar llamado Veíate, é pelearon con los
del perdimiento que hubo , embió gentes á pié é á franceses, é matando muchos, aunque por compasión
caballo hasta diez é siete mili é mas número de gen dieron á muchos la vida , los echaron fuera de la
te lucida, instruta de armas, con los quales entró tierra, é les tomaron la artillería de cañones de co
el mesmo Don Juan de Labrit, Rey que Bolia ser bre que llevaba el Rey Don Juan y el exército
en el dicho Reino, robando y quemando y destru francés, la cual artillería era de mucho precio é va
yendo todo lo que en medio halló ; é llegó ú la ciu lor increíble; é por memoria la llevaron los Quipuz-
dad de Pamplona do estaba el Duque Don Fadrique coanos é pusieron en la ciudad de Pamplona para
de Toledo, acompañado de mucha gente noble é que á los franceses con sus propias armas los mata
gran número de caballeros españoles ; el qual luego sen. Acaeció mas : que los franceses no contentos
que supo la venida de los franceses, embió correos con el cerco que tenían puesto sobre la ciudad de
y cartas al Rey Cathólico pidiéndolo gran ayuda. Pamplona con el exército ya dicho , fecho y con
En esto los franceses puesto á la ciudad el cerco y gregado otro exército grande como el que estaba
real , la combatieron por tres veces reciamente, é en Navarra, entraron en Guipúzcoa, pensando déla
con la su grande artillería rompieron el muro con tomar, y asi tomada, juntar el uno exército que
la gana que traian de entrar en la ciudad y haber entró en Guipúzcoa con ol que estaba en Navarra, y
la á sus manos; y no solo este mal facian, mas aun hacerse fuertes; é como pusiesen cerco á la villa de
lo que no es de decir, robaron las Iglesias que fuera San Sebastian , los de la dicha provincia sin ayuda
de la ciudad estaban , violaron las monjas, come del Rey ni de la otra gente estraña defendieron la
tieron estupros y adulterios : no se hallaba maldad dicha villa, é mataron mucha gente francesa, é los
que no cometiesen, como gente alongada del amor echaron de la tierra mal de su grado , é los despoja
é gracia de Dios. A los nuestros, como en otras ron de todo. Asi fecho, nuestro exército se despi
partes, y lugares ó tiempos, no faltó ánimo de resis dió, é fué cada uno á su casa, con todo dexando en
tir é impedirles la entrada de la ciudad por la parte Pamplona y en Navarra el recaudo que para la
del muro que derrocaron , antes allí mesmo varo guarda y gobernación del Reino nuevamente ad-
nilmente se pusieron peleando con los franceses, y quorido era necesario y convenía ; y dexó su Alteza
no pudiendo tanto los franceses, los arrancaron de con la gente que dexó en Navarra por Visorey al Al
allí , aunque hubo polea muy crecida é trabada en caide do los donceles de la casa real. El Rey reci
tre los unos y los otros. Murieron é fueron feridos bió con mucha alegría á los que vinieron de Na
muchos , porfiando unos por entrar, otros por de- varra, y fué á tener la fiesta de Navidad en Burgos,
fonder la ciudad ; é los franceses, viendo que no de donde, pasada la fiesta, fué para Valladolid,
aprovechaba nada por los grandes é recios combates donde estuvo casi todo el año de mil é quinientos é
é golpes é feridas é impetos que man que hombres trece holgando ; é como por causa de la caza coa
hicieron, doxada la pelea é ruido del portillo é mu que mucho se recreaba estuviese é morase en la Me
ro quebrado, se retruxeron á su real. En esto acae jorada , ques un monasterio de la orden de Sanct
ció que nuestro Rey estaba en la ciudad de Logro- Jerónimo , legua é media de Medina del Campo,
fio, no muy lesos de Pamplona, aparejando las co adoleció gravemente, en tal manera y en tal grado,
sas necesarias para la guerra; y porque supo que fal que de juicio de todos era imposible escapar, por
taba á los de la ciudad de Pamplona questaban cer que los médicos desafuciaron de su salud, diciendo
cados, los mantenimientos y todo lo necesario, em questa enfermedad tan recia é tan súpita le vino
bicara su socorro áDon Pedro Manrique, Duque de porque tomó ó comió, sabiendo ó no sabiendo, al
Nájera, varón muy sesudo y en la arte militar muy gunas cosas de medicina que ayudaban á facer ge
diestro, é probado de tiempo antiguo entre todos neración. Otros piensan que le dieron yerbas, vene
los caballeros Despafia, con gente de armas á pié á no ó tósico. A la postre guareoió de aquella enfer
á caballo. Sabido por los enemigos como contra medad algún poco, pero nunca tornó á su primer
ellos con exército venia el dicho Duque, cuya fama seso , é fuerza , é valor , é subjeto recto de persona
é gloriosa memoria en las armas sabian los capita- que solía tener, que dende apoco, porque no se pn-
. nes franceses y el mismo Rey Don Juan que fueron dia bien tener ni sostener á pié, para poder andar
vecinos, teniendo por cierto que no les había de aun en el Palacio Real se asentaba en una silla de
consentir tener cercada la ciudad, é les había de caderas, y en ella se hacia llevar por sus criados
dar batalla por les echar dende, acordaron la noche para subir y andar en las andas en que iba á la ca
siguiente de se ir, y de hecho dexaron la ciudad y za ; aborreció loa negocios á que era primero tan afi
cerco que tenían, é fueron camino de Francia; á los cionado ; el resplandor y semblante sereno del ros
quales el magnánimo Duque como á vencidos no tro jocundo perdió, é casi en otro hombre del que
quiso seguir ni matarlos, que pudiera, pues muer solía se mudó ; la compañía de los hombres, ¿un de
tos de hambre y de frió fuian, é decía el Duque que los servidores domésticos familiares do su casa, de
puente de plata convenia facer al enemigo que negaba y rehusaba, y como el ciervo llagado con
huía, Pues acaesció que los hijosdalgo moradores saeta 6 arma andaba por los campos y montes co
DON FERNANDO É DOÑA ISABEL 531
liados, pensando que desta manera escusaria la nos que le están aparejados y esperando con toda
muerte propincua é cercana que le estaba acechan bienaventuranza.
do aparejada. Finalmente andando asi , partió den- El Principe Don Carlos siendo certificado de la
de la ciudad de Flaeencia para ir á Sevilla, y en muerte del Rey Catbólico, su aguólo , embió pode
Madrigalejo, un lugar cerca del nombrado y devo res al Cardenal Fray Francisco Ximenez para go
tísimo monasterio de Guadalupe, de la orden de bernar estos reinos el tiempo do su ausencia, o con
Sanct Jerónimo, á veinte é dos de enero de mil é mensajero propio escribió á los del Consejo Real
quinientos é diez seis años, dexó de usar desta vi con titulo y nombre de Rey para que entendiesen
da presente, é dio el alma á Dios, habiendo primero en las cosas que convenían al bien délos Reinos, ó
recibido los Sanctos Sacramentos eclesiásticos muy ordenaron las provisiones por Doña Juana é Don
devotamente , en edad de sesenta é quatro anos de Carlos, Reina é Rey, en Madrid, miércoles después
bu nascimiento, menos dos meses y algunos días, de medio día , diez días del mes de Septiembre de
después que reinó en Castilla y Aragón quarenta mili é quinientos é diez y seis años, en las plazas
afios; cuya ánima tome reposo con Dios, que nadie de San Salvador , el presidente Arzobispo de Grana
de los Reyes antepasados fué mas justo en piedad da ó los Licenciados Zapata y Mnxica, y el Doc
y de mayor gloria en las armas ó batallas. Eligió tor Carbajal, y los Licenciados Sanctiago é Polanco
para su sepultura en la ciudad de Qranada la capi y Aguirre y Coalla; é con un Rey de armas manda
lla que mandó hacer la Reina Doña Isabel su mu- ron pregonar é publicar paz y alianza perpetua entre
ger, no inferior áél en virtud y excelencias; é fué sus Altezas y el Rey de Francia. Vino el Rey Don
llevado allá su cuerpo al lado diestro del cuerpo de Carlos en España dende el Condado do Flandes con
la Reina con muy magnificas obsequias y aniver grande y gruesa flota y armada. Tomó tierra pri
sarios que á tan alto principe pertenecían. En su meramente en Villaviciosa , puerto de mar en el
testamento instituyó é dexó por heredera de todos Principado de las Asturias , en diez ó nueve días
sus Reinos é Señoríos de Aragón á su hija Doña del mes de Septiembre de mili é quinientos é diez y
Juana, que era Reina do Castilla, León y Granada; é siete afios. Juntáronse Cortes en Valladolid.é vinie
por algunos impedimentos de enfermedad que su ron todos los Procuradores del Reino, é recibiéron
Alteza padeoia, dexó por gobernador dellos al le y juraron en el moneBterio de San Pablo por Rey
muy alto y excelente Señor Don Carlos, que está é Señor destos Reinos, estando presentes asi mismo
en Flandes supliendo cualquier defecto de edad, muchos grandes é perlados que también le juraron
que no había sino diez y seis afios ; é entre tanto é besaron la mano como á Rey é Señor dellos.
que á estos Reinos viniese fasta quo otra cosa man En la Corónica deste Roy que fué después elegi
dase el Principe su nieto , mandó que los Reinos de do por Emperador, hallarás algunas cosas verdade
León é Granada recogiese Don Fray Francisco Xi- ras, é bien todas en la palentina Corónica en latín,
menez de Cisneros, Arzobispo de Toledo, Cardenal y mas en la Corónica de romance , y están en roman
Primado de las Espafias, y la gobernación de Ña ce mas largamente en el libro intitulado historia, y
póles y Sicilia y Aragón su hijo Arzobispo de Zara muchos que hablan de todos los Reyes Despafia ; y
goza. Plega á Dios que presto salvo é sano venga á comienza la historia del Rey Don Carlos en la foja
tomar la posesión é gobierno de tales é tantos Rei- de aquel libro, fojas 177. fasta fojas 251. Deo grada».
APÉNDICE 2/

ANALES BREVES
del reinado de los Beyes Católicos D. Fernando y Doña Isabel, de gloriosa memo
ria, que dejó manuscritos el Dr. D. Lorenzo Galindez Carvajal (1).

1.° L08 Reyes Católicos D. Fernando y Dofia Isa reciendo con palabras y obras á los que las poseian.
bel fueron délos mas esclarecidos Príncipes que han Fueron de gran veneración en sus personas, en par
reinado sobre la tierra , cuya fama con gran razón ticular la Reina ; oian ordinariamente con gran be
debe ser inmortal , de la cual pueden tomar ejem nignidad y mansedumbre á sus vasallos: tuvieron
plo todos los Reyes que quisieren con santidad y en su Consejo y oficios y cerca de sus personas
prudencia gobernar & sus vasallos. Fueron grandes hombres insignes y en número oonveníente : tuvie
celadores de la religión y fe, de alto y valeroso co ron gran casa y corte acompañada de Orando» y
razón ; sufrieron con buen semblante las adversi varones principales , á los cuales honraron y subli
dades que les vinieron , y recibieron con gran tem maron conforme la calidad de su grado, ocupándo
planza las prosperidades y vitorias que tuvieron, les en cosas en que les podían servir, y cuando se
ordenándolas á Dios y dándole gracias por ellas. ofrecia ocasión tenian memoria de les hacer mer
Fueron de gran consejo y providenoia, asi en las ced ; oon que todos andaban satisfechos y deseosos
cosas presentes como en las venideras, para que no de servir en el gobierno del reino y de su Consejo :
les bailasen desapercibidos ; amaron mucho la jus tuvieron mas atención de poner personas prudentes
ticia y todo género de virtudes, honrando y favo- y de habilidad para servir, aunquo fuesen media-
ñas, que no personas grandes y de casas principa
(1) Hemos tonudo este escrito del tomo itiii de Is Calécete» les. En su haoienda pusieron gran cuidado , como
de documento» inéditos para la Historia de España, por los selores en la elección de personas para cargos principales
D. Miguel Silva j D. Pedro Saini de Birandt (Madrid, 1851), don- de gobierno, justicia, guerra y hacienda ; y si algu
dé se inserta a la pag. £27.
Publicó y anotó estos Anales, el ano 1787, D. Rafael Floranes, na elección se erraba ( que sucedia pocas veces ) al
Señor de Tafaneros, y para mayor Ilustración antepuso esta ad punto lo emendaban, no dejando crecer el dafio,
vertencia. sino remediándolo oon presteza ; y para estar mas
Ciertas obras de Galindei no conocidas, Zdfllga, pag. 811, col. 2. prevenidos en las elecciones tenian un libro, y en él
No encontramos con este ejemplar las demás Memorias de aquel memoria de los hombres de mas habilidad y méri
tiempo que Argensola cita en el eap. 40, pag. 368, con el nombre tos para los cargos que vacasen ; y lo mismo para
de Manusertlos cariosos que andan con tos Anales del Dr. Lorenzo la provisión de los obispados y dignidades eclesiás
de Carvajal y son sin duda suyos, en los cuales se trataba de la ticas (2). Despachaban los negocios con toda bre-
desgraciada empresa contra Argel por el Cardenal Jiménez, t car
go del General Diego de Vera, destruida por Barbarroja el dia da
San Jerónimo del alo 1516. (í) Véase abajo la petición 66 de las Cortes de Valladolld do
1537, y i ti. Francisco Bermudei de Pedrata en su libro Del Se
(comsu usf.no:) cretario del Rey , impreso en Madrid, ano 1610, Disc. 3.*, folio 18
(Al margen dice:) vuelto, donde dice: «SI en Espala hubiese libro para escribir los
Esto lo aliado Respecto que en esta obra te escribe el me •servicios de los vasallos y memoria de premiarlos, sus Reyes,
aquí Floranes morable reinado de los Católicos Reyes D. Fer •que lo son de coraxones , lo serian también de leones para se
nando y Dolía Isabel, para que conste un digno ñorear lo que resta del mundo, y cesarían las quejas militares
y completo elogio de su buen gobierno, pondre •de que ellos conquistan los reinos, y otros goxan el fruto de
mos aquí el que lea hito con exacta descripción •ellos.»
7 mucha elegancia un doctísimo Consejero suyo CtoTES DE VALLADOLID DE 1537.
en Memorial que dio a manos de su nieto el Se peticioh 66.
ñor Emperador Carlos V, el cual trasladó Julián
del Castillo en su Historia de los ¡leyes Godos, Otros!, los Reyes Católicos de gloriosa memoria, vuestros abue
llb. iv, Díte, xi, pag. 311 y siguientes, edición los, para Informarse de las personas de quien podrían servirte,
de Madrid, ato 1614, y por su copla dice asi: conforme a sns habilidades, para todos los eargos que tenían qne
proveer en estos reinos, mandaban hacer información secreta de
Cn Consejero de su tiempo dejó escrito un Memorial, que remi todas las calidades y habilidades de las personas de sus reinos , é
tió i la indita memoria del Emperador Carlos, que por parecerme tenian libro desto dentro en su Cámara Real : é porque cstu con
muy a propósito para el intento que llevo, be querido copiarle é viene é es mas necesario a V. M. por tener mas reinos é señoríos,
introducirle en mi Historia, y dice Mi: é para tener mucho descanto en su servicio, é los pueblos esta-
684 CRÓNICAS DE LOS REYES DE CASTILLA.
vedad, teniendo dia señalado para esto ; y para los chos de los mas principales del reino y con ellos el
demás negocios hacían andar á los ministros y ofi Rey de Portugal; y juntándose con esta facción y
ciales con gran cuidado para que los vasallos no re favoreciendo á aquella señora , que era su sobrina,
cibiesen detrimento ni gastasen su hacienda y entró en Castilla con gran poder, y ocupó algunas
tiempo con dilaciones. plazas en ella, y al fin se vino á determinar la cosa
2.° Entraron estos Inclitos Reyes i reinar en Cas por una batalla pública y campal, en que se derra
tilla con las armas en la mano , porque estaba el mó mucha sangre de ambas partes , quedando la
reino dividido en dos parcialidades, la una tema el victoria por el Rey Católico. Habida y alcanzada
nombre de la Reina, y la otra sustentaba la opinión esta victoria, hicieron perdón general á los que
de una señora quo se decia ser hija del Roy D. En fueron contrarios , con algunas condiciones ; y des
rique el Cuarto, hermano de la Reina Doña Isabel, pués se hizo paz y alianza con Portugal ; y á los que
siendo falso y Ungido ; y esta parte siguieron uni desirvieron y fueron perdonados siempre se les
guardó justicia ; y á los que bien sirvieron no sola-
rán mis gobernados : suplicamos a V. H. se Informe e tenga libro
deslo, según que los Iteyes Católicos vuestros abuelos lo lu ciudad de Granada, en el Desengaño que escribió para el Rey Don
cieron. Felipe IV en 13 de junio de 1613, el cual se halla impreso entre
A esto vos respondemos: que nos habernos informado i infor sus Ulscwsosy apuntamientos políticos, fol. 16.
maremos siempre delh. • En la República romana, tan vigilante en su gobierno cuan
Impresas en un cuaderno de 30 folios en Valladolid por Sebas •desinteresada en sus elecciones, las leyes que hacían, ántes que
tian .Martínez, Impresor, a 10 de febrero de 1553. íse publicasen, las fijaban en público, porque todos lat pudiesen
Esto registro (dice el autor que va a citarse, en el cap. 37, pá •ver y cada uno que quisiese dijese contra ellas: con lo cual se
gina 587 ) es de mucha Importancia para los Huyes. Del sabio y •velan los defectos y las reformaban á lo mas conveniente. Y el
muy prudente lley D. Felipe II se dijo que en su tiempo tuvo •Católico Sefior Rey D. Fernando fué alabado de que las órdenes,
otro como él, y le hablan de tener todos y en todo tiempo, y mas •premállcas ó leyes Importantes, las mandaba primero echar una
cuando esta menoscabado el poder y se van disminuyendo las •voz á lo público para ver como se recibían, y ántes de publicar
rentas, consumiendo las fuerzas, y la fortaleza de los enemigos las reconocía los inconvenientes y dificultades que el común les
aumentando, etc. •pooia, y si eran considerables las reformaba: y asi fucroo sus
Este mismo libro de razón de los hombres benémeritos para •mandatos tan estimados y bien ejecutados, y los que se publica
emplearlos en beneficio del Estado, dejaba 61 aconsejado en el ban un dia no se revocaban olro por mirarse tan bien su conve-
cap. 13, pág. 161. •nencia. Y si esto se hacía en órdenes ó leyes escritas, j cuánto
El docto P. Pr. Juan de Santa María, franciscano descalzo, en •mas se debe hacer en leyes vivas , que son los consejeros , go
■u libro de Oro titulado República y policía cristiana, impreso en bernadores , corregidores y jueces que las ejecutan?'
Madrid, arto 1515, procurado exterminar después por el privado De aquí creo yo provenga el hallarse muchas fundaciones de
duque de Lerma (aunque eu vano ) por las verdades que le decía, vínculos y mayorazgos, mejoras de tercio y quinto, que he visto
en el cap. 36, pag. 53U, escribe lo siguiente : disputar en esla Cnancillería, arregladas á las leyes de Toro, antes
«Uno de los principales Consejeros certifico i una persona de su promulgación en aquella ciudad en 7 de marzo de 1505, en
agrave que siendo él Alcalde de Corte vaco un oficio de verdugo, los tres afios intermedios desde el de 1501 en que se hicieron en
•y qne fué tan pretendido y con tales intercesiones , que convino las Córtes de Toledo , que deberán tener présenles nuestros ju
• hacer dos para cumplir con las demás obligaciones. Y de la Rei- ristas en los casos que se ofrezcan.
>na Católica Dofia Isabel se dice que cuaudo gobernaba con el • El Rey D. Fernando el Católico encargó al doctor D. Lorenzo
«rey Don Fernando su marido, se le cayó acaso uu papel de la •Calindez do Carvajal, de su Consejo y Cámara, la enmienda y pu
•manga en que tenia escrito de su propia mano : La pregonería de blicación de las Crónicas.» (Sempere, Ensayo de una Mol. espa
tía ciwhd se ha de dar á fulano, porque tiene mayor voz: y si en ñola, tom. 111, pág. 194.) Véase á Zurita al principio del libro Car-
•oficio tan vil tenian aquellos tan Católicos y prudentes Hcycs reccion y enmienda, y el plan para la Impres. de las crónic. de
•tanto cuidado con las calidades, ¿qué se debe hacer en los de Cerdá.
•justicia y gobierno? ¿Qué en las dignidades eclesiásticas, que Zurita en el prólogo al libro do las Corrección, y enmiend. de
•son las columnas de nuestra Santa Religión? Cuando llegare el ¡as Crónic. de Ayala, publicado por los herederos de Dormer en
«dia de la cuenta estrecha y rigurosa que pedirá Dios verán lo Zaragoza, alio de 16S3. • El doctor Lorenzo Galindes de Carvajal
•que esto importaba.» ■postreramente en tiempo del Rey Católico se luso censor y juez
Pero el elogio mas completo do estos Insignes Reyes Católicos •para emendar los escritos de los cronistas que fueron de los Re-
por la gravedad, acierto y juicio de sus elecciones, se contiene en •yes D. Juan el Segnndo y D. Enrique su hijo, que por letras y
la carta qne el Consejo escribió á su nieto Cárlos V, estando aún •autoridad lo podía muy bien ser.»
en Flandes antes de venir á Espada , 1A0 1517, conservada por el El doctor Carvajal, alabado por el doctor Francisco López do
Sr. Galindei en sus Anales, cap. 16, donde podrá verse. Villalobos, médico del Emperador Cárlos V, In glossa lilerari in
Fueron muchos los viajes que hicieron de una parle á otra, l.m ct ».■ ¡Libros hist. nattr. Plinii , edit Complut. apud Michael
no habiendo sido la vida de estos Reyes mas de una continua pe de Eguia an. 1514 ad D. Alphons. de Fonseca Toletan. Arcbiepls-
regrinación. Hacíase esto entóneos con menos aparato y preven cop. ubi in prolog. loquens de bis qui laborera suum vide-
ción, porque no se dejaban aprisionar con los grillos de la gran runl, all.
deza, parcciéndoles que esta se aseguraba mejor en el erédito de •Postremo vero doctor Carvagialis Imperatoris Consiliarius eam
su gobierno que en la ostentación de su casa ; teniendo por fan •íglossam) jussu Caesarls examinavit, qui in utroque jure et in
tasía la fama que no se funda en lo sólido de las virtudes. Asi lo • cundís litteris eminentis esse doctrine creditur.»
ejecutaron con grande utilidad de sus vasallos, que aunque los Vid. Luc. Marin. Sicul. In Vir. ¡Iluslrlb. qui traetatus est.
ministros que tuvieron fueron los mas excelentes que hubo jamás lib. XXV, sote de reb. hispan. Histor., fol. 168, el lib. 11, fol. 116,
en otro reinado, como aquellos que eran de su mayor satisfacción, ubi ínter Consiliarios qui regnum regebant cum Francisco Xirae-
ninguno hay que pueda suplir por el duello, que según razón debe mo.—Item Laurenlíus Carvaiatlus doctor egregius et genere nobili.
estar libre de los inconvenientes á que está sujeto el quo no lo Este memorial siguieron y citaron Zurita y Garibay, y lo mismo
es, aunque sea de mayores prendas y talentos. Alvar Comez in Preefal^on. ad histor de rebus Ximenii.
Asi el discreto D. Francisco Pinel y Uonroy en su Retrato del Escribióle el doctor Carvajal, pasado el abo de 1513, de que
iuen vasallo, lib. 1°, cap. 17, pág. 291, Madrid, 1677. refiere sucesoi eu el cap. 11, al fin.
De la política qne estos gloriosos Reyes seguían en la parte le Cronista le llaman muchos, pero no lo fué en rigor con titulo de
gislativa, que es la mas difícil de las funciones de la soberanía, los Reyes, sino de estudio privado y por propia aplicación, y asi
nos da la especie siguiente el celoso D. Maleo de I.lson y Oled- no le pone el ilustre D. Luis de Salatar en la lista de cronistas
m, Seíor de Alganirejo JUUV.° 7 Procurador de Córtes de U que forma eu sus Adverlenc. hisliric., pág. 156 j 157.
DON FERNANDO É DONA ISABEL. 536
tuvieron ayuda y servicios de sus vasallos para con
mente justioía, sino también mucha gracia y mer
quistar, no solo el reino de Granada y otras plazas
cedes en lo que se ofrecía, siendo presentados y pre
en la costa de África, sino también contra los fran
feridos en las honras y provechos en sus personas
ceses, ganando los reinos de Ñapóles, Navarra y
y casas, que fué causa de ser estos Reyes sumamen
condado de Ruisellon. En su tiempo y buena ven
te amados y temidos. tura se comenzaron á descubrir las Indias del mar
3." Después de compuestas las cosas de la guerra
Océano, y con haber tenido muchas guerras y
y estado, entendieron en extirpar los tiranos, que
grandes gastos.'dejaron sus reinos desempeñados, y
habia muchos por el reino, multiplicados con la fal
á sus vasallos muy prosperados y ricos, y á sus rei
ta de justicia de los años pasados, y tenían opresa
nos en paz y tranquilidad con buen orden, religión
y agraviada la pobre gente ; y en esto tuvieron tal
modo, que en poco tiempo allanaron y plantaron y justicia, que duró mientraB reinaron.»
la justicia, andando por el reino de unas provincias
en otras, para que con su presencia temiesen los in Memorial y registro breve de los lugares donde el Rey
solentes , y osasen pedir justicia los temerosos. y Reina Católicos, nuestros Señores, estuvieron cada
4.° Los cargos de justicia , gobierno , guerra y año desde el de 1468 hasta que Dios los llevó para
hacienda, obispados, dignidades eclesiásticas, no ti, escrito por el doctor Lorenzo Galinde» de Car
las proveían por favor , ruegos ni intervención de vajal de su Consejo y del de Cámara de Carlos V, y
nadie, ni por servicios, sino por virtud, habilidad y por merced suya (heclia año de 1525) (1) Correo
méritos de los proveídos : y cuando alguno pedia mayor del Perú, ó como alli dicen, maestro mayor
algo de lo dicho, alegando sus servicios, se le res de los chasquis.
pondía que en otras cosas Be habían de remunerar PBOBMIO.
los servicios, como se hacia ; porque en aquellas no
se habia de atender sino al bien del negocio y bue La costumbre y uso del escribir historias y coró-
na provisión del cargo ; y asi para ellos se llama nicas, asi en tiempos pasados como en los presen
ban de sus casas á las veces los que mas sin pensa tes, paresce no Bolo haber sido aprobada por gran
miento estaban de ser proveídos ; lo cual fué causa discurso de tiempos, pero celebrada y confirmada
que estos Reyes fuesen bien servidos, y los vasallos por todas las naoiones y gentes capaces de razón,
tuviesen afición á la virtud. Tuvieron gran cuenta como lo manifiesta la continuación que siempre
hasta agora se ha tenido y tiene, y cabe en razón:
con sus criados, que bien los sirvieron , y después
de muertos con sus hijos; y eBto también fué causa porque si en ol escribir se guarda lo que se debe,
de ser servidos con grande amor y fidelidad , te no solo se nos da manera para bien y virtuosamen
niéndose por seguros los que bien servían, que sus te vivir, pero también somos instruidos en el fin
servicios habían de ser remunerados en sus perso que debemoB seguir, de el cual esperamos alcanzar
aquella bienaventuranza para que fuimos criados;
nas 6 en los de sus hijos.
la cual está claro se alcanza siguiendo y obrando
6.° Asentado que fué lo de la justicia , entendie
ron en reformar las religiones de frailes y monjas los actos virtuosos pasados, huyendo y apartándo
que estaban necesitadas de remedio, y aunque les nos de los vicios presentes; porque entonces la co-
puso este negocio en cuidado, al fin se redujo todo rónica tiene autoridad para ser imitada y seguida,
cuando en la ordenación de ella se guarda la for
á mejoría y observancia.
ma debida: pero muchas veces la poca verdad que
6." Después desto deliberaron de conquistar por
algunos con pasión desordenada tienen en escribir
fuerza de armas el roino de Granada, y le ganaron
las coránicas, disminuye la autoridad de ellas y las
valerosamente, y echaron de Castilla todos los mo
ros que no se volvieron cristianos. hace tener en menos ; porque siendo el cronista juez
7.° Después de expelidos los moros, mandaron de la fama, testigo de la verdad, y espejo en que
salir del reino todos los judíos, que habia muchos, se contempla en lo pasado, ni juzgan verdad, ni la
por el aumento de la fé cristiana, no atendiendo á dicen, ni representan las cosas pasadas como pasa
los muchos tributos que perdían. ron, antes ponen confusión on el tiempo, callando
8.° Expelidos del Reino los moros y judíos, pu y escuresciendo á unos, y esclareciendo y subliman
sieron la Inquisición contra los herejes y perturba do á otros como no deben, lo cual hacen pervirtien
dores de la religión católica. do la justicia, que es dar á cada uno lo que es suyo,
9.° Mantuvieron sus reinos en grande autoridad y no pensando los actos de fama según lo que va
y reputación con mucha gente de armas y caballos; len y pesan ; mas siguen el tiempo y estado presen
sus vasallos bien tratados y contentos ; los pueblos te y la calidad que en él tenia la persona que los
bien gobernados y alegres ; tenian personas de mu hizo; como si agora los que tienen grandes estados
cha confianza y secreto que andaban por los reinos
disimuladamente informándose oomo Be gobernaba «1 Li merced de Correo mayor de las Indi.» se la Mío la Reí-
y administraba la justicia , y lo que se decía y ha na Dona Juina por eódula do 14 de majo do 1514, J la sobrecarta
es del Emperador por su Consejo de Indias i Í5 de octubre de
blaba de los ministros; y las tales personas traían á 15ÍS, mandando que ni al dicho 0. Lorenzo Gallndei. ni a sus
los Reyes nota particular de las faltas quo sentían, tenientes se les ponga embarazo en el despacho de los correos.—
y lo remediaban como la necesidad lo pedia. Veytla j Linuc, Noria i» la contratación de India» , trate larga
Con esta buena orden y templanza de su parte mente de esta merced, llb. i.°, eap. Sí, núm. 3.
«36 . . CRÓNICAS DE LOS 1 ¡YE8 DE CASTILLA.
y lagares con privanza , fuesen al eterno , y nunca tamente, que lo que escribe aun no ea ana sumí
hubieran comenzado, 6 como si ge concluyese de muy breve de lo mucho quo deja por decir; y lo
necesario que los grandes estados y privanza in que peor es , que en muchas partee y lugares pro
fundiesen virtudes; siendo todo por el contrario, cede tan desnudo de particularidades, que ni nom
que de la templanza vinieron las riquezas, y de allí bra las personas , ni dioe el heoho entero con sus
los estados justos , y no de las riquezas ni de la circunstancias como pasó, antes trocándolo é abre
acepción de los Principes la templanza , ni el uso viándolo demasiadamente, lo confunde con alguna
do vivir virtuosamente, asi como cada día lo ve retórica vana, de que muchas veces se usa, en tanta
mos, y paresoió claro en tiempo del Bey D. Enri manera, que no se puede del todo bien juzgar si lo
que IV y en tiempo del Rey D. Juan II su padre, hizo por dolo ó por culpa, porque aunque en las co-
que tantos fueron sublimados en dignidades y esta rónicas principalmente se deben contar las vidas y
dos cuantos supieron agradar fuera de razón á los hechos de los Principes ; pero no por eso se deben
Principes y á sus privados ; pero ni por eso á los dejar ni olvidar los hechos notables de las personas
poderosos debe do desmenuir el lugar justamente quo inciden en el tiempo de que la coTÓnica habla
habido, que merecen según lo que mas aventuran ¡ y trata , nombrándolas y expresando los lugares y
pero, pues, como dice el apóstol Omni» poíestas á circunstancias necesarias que se requieren para en
Deo Mi, etc. , y pues se comete falsedad no solo di tera noticia del hecho , y para mayor gloria de los
ciendo lo que no pasó, pero callando, ó disminu Beyes en cuyo tiempo los tales hechos pasaron, y
yendo ó alargando lo que pasó, claro es que el co para memoria de los porvenir, fama y ejemplo de
nmista en todas estas maneras ofende la verdad y sus subcesores, que se esfuercen á los seguir. A in
comete falsedad ; la cual ea mas grave y detestable felicidad grande por cierto de la nobleza de España
cuanto es dicho ó escrito en perjuicio de honra ó sedebe atribuir, siendo los tiempos felices y los actos
fama de alguno, ó en excelencia de otro que no lo notables, que se repartieron por todos los linajes y
merece, y on tiempos que mas la verdad se usó, casas de España , según la magnanimidad de tan
porque si se tiene por malo el hurto de la hacienda, grandes Príncipes, que á todos amaban y de todos
por peor se debe tener y estimar el de la honra y se servían y eran de todos servidos, haberles dado
fama : y anal el tal coronista en muchas cosas ofen coronista tan escaso y estéril de dar á cada uno su
de á Dios, é al Principe, é á la república, é á la par talento. Y por eso no sá cual sea mejor, ser nom
te, cometiendo falsedad junta con hurto de el loor brado con los pocos ó callado con los muchos. Lo
agenocon engaño y daño de muchos, ó por mejor que parece mas grave, que en unos lugares no cuen
hablar, det todos : por lo cual so podria decir lo del ta el coronista los hechos, mas júzgalos ántes do
poeta: Sie vos non vobis, etc. Do esto se quejaba la los contar, siendo por ventura á él incierto el fin ó
Sabiduría. . . . Slabunt Juati in magna constantia, etc. intención que en los hacer tuvieron los que los hi
Muoho se habia do mirar en la elección do la por- cieron ; a la manera de los que testificaron contra
sona que ha do escribir la corónica, que fuese nom Cristo, que imponiéndole que habia dicho possum
brada por el Príncipe con aprobación de muchos, destruere templum, etc. del templo de Salomón, fue
pues se hace do perjuicio de tantos, y no dar lugar ron tenidos por falsos, habiéndolo él dicho y enten
que cada uno fácilmente se ingiriese á escribir lo dido de su precioso cuerpo. Y lo que no tiene excu
que le place en loor de pocos, y en perjuicio de to sa es, que quiso en esta corónica tanto alabar y su
dos: y en tal elección so había también do mirar el blimar á un prelado do eetos reinos, aunque por
bien de la legalidad de la persona, que el elegido cierto muy digno de loor (1) que mas se puede de
fuese de buena parte ; porque ni temor de los po cir la corónica de él que del Bey ni la Beina ; y á
derosos, ni afición de su gente le hiciesen apartar otro suprimió y oscureció tanto , que aunque digno
do la verdad. E ansí vemos que se hizo en los tiem de culpa, no se puede negar en algunos pasos ha
pos pasados en la ley divina y humana, y en nues berle sido este coronista asaz odioso y aun injurio
tros tiempos, que fueron coronista Pero López de so. Ovo otra desdicha esta corónica de Pulgar, que
Ayala y Hernán Pérez de Guzman. Y no embar cayó originalmente en manos de otra persona prin
gante que Hernando del Pulgar, que por mandado cipal, el cual hizo en su cosa propia algunas adicio
de la Reina Católica escribió esta corónica hasta el nes, como le plugo, las cuales, puesto que fuera
año de 1490, era buena persona , elocuente y dis verdad , como es de creer, era especie de falsedad é
creto , y es de creer que escribió verdad , según la grande ambición ponerlas por su autoridad en coró-
relación que tnvo de los hechos, y qne lo que dejó nica de tan altos Principes, aunque algo le excusa
fué porque no lo supo, ni alcanzó ; pero no se pue la escaseza y brevedad del coronista ; pero aquellas
de negar haber pecado en muchos casos , y tanto adiciones no van en la corónica de suso escrita,
mas cuanto la corónica era de Principes mas glo puesto que es de creer que algunos no advertidos
riosos, como lo fuoron el Rey D. Fernando y la de esto las ternán en sus libros, solamente se puso
Boina Dona Isabel Católicos ; en cuyos tiempos en la dicha corónica a la letra lo que el coronista es
bienaventurados pasaron los mayores y mas nota cribió, como á él le plugo, sin mudar, ni desminuir,
bles hechoB de virtud , y religión , y justicia y es- ni acrescentar una sola palabra, por excusar maa
trenuidad de caballería que pasaron muy grandes
tiempos atrás. En todo ello el coronista pasa sucin- (I) El Cardenal Mcndoia.
DON FERNANDO DONA ISABEL. 537
mudanzas de verdad ; excepto cuando en algunos pierna habia sido de recudida, qne primero habia
nombres propios erró, los cuales se redujeron á la dado en una perla é sin riesgo ninguno ni peligro
verdad. Y porque los que pasaren por esta corónica suyo ; do lo cual D. Enrique se escandalizó é tuvo
sepan enteramente los hechos , se presupone que la por no contento, y dende algunos (lias imbió por la
corónica del Rey y Reina Católicos parte de ella fué corónica que estaba en un monasterio, y casi que
copilada por cinco autores (1). El uno fué Hernan por fuerza la sacó y quitó lo que quiso, y lo que de
do do Pulgar, de quien habernos contado, cuya es jó no se puso arriba, porque la corónica no quedó
critura á la letra es puesta de suso. El otro fué Tris- tan cumplida, ni en la sinceridad que Ribera lo es
tan de Silva, vecino de Ciudad-Rodrigo, que escri cribió. El quinto autor fué Alonso de Patencia, dig
bió poco, y de ello ninguna cosa se puso en esta no coronista, que en latin por décadas, á la manera
corónica. El tercero fué un Alonso Fiorez, vecino de Tito Livio, escribió larga y verdaderamente esta
de la ciudad de Salamanca , familiar del duque de corónica del Rey y Reina Católicos hasta la toma
Alba, que escribió lo de Toro y Zamora , y aquello do Baza, con las circunstancias y particularidades
se dejó también de poner por algún respeto (2). El necesarias ; á la cual se debe siempre recurrir como
cuarto fué Hernando de Ribera, vecino de Baza, á fuente de agua limpia, y no sin causa, porque de
que escribió la guerra del reino de Granada en me él se dijo : Ornaliorem historiographum poluit aK-
tro : y en la verdad , según muchas veces yo oí al quando habere Hispania , sed veratorem neminem. Lo
Rey Católico, aquello decia él que era lo cierto ; que Antonio de Lebrija después escribió no fuá
porque en pasando algún hecho ó acto digno de es- como coronista, aunque tenia titulo de ello, sino co
orebir lo ponia en coplas y se leia á la mesa de bu mo traducidor de romance en latin , de lo mismo
Alteza, donde estaban los que en lo hacer se habian que tenia escrito Hernando de Pulgar ; porque yo
hallado, é lo aprobaban ó corregían , según en la fui testigo que le di la corónica original para que
verdad habia pasado. Pero escrito (3) que por rela la tradujese en latin (5) ; pero ni Hernando de Pul
ción de personas dignas de fe so tiene por averiguado gar, ni Alonso de Patencia], como es dioho, acaba
que D. Enrique Enriquez, tio del Rey, quiso saber ron de CFcrebir esta corónica, solamente llegaron el
de este Ribera, que era su familiar , cómo le ponia Patencia hasta la toma de Baza, y el Pulgar al año
en la coránica, y él respondió muy bien según la 1490, y no la acabó. El coronista que le sucedió fué
verdad pasaba: á lo cual D. Enrique le replicó: Ayora (6), el cual , según se supo, comenzó á eecre-
¿ponéis lo de mi espingarda en lo de Tajara? (4). bir del año 1500 en latin y en romance, por mane
Hernando de Ribera le respondió que no, porque no ra que quedaron rezagados diez años : es verdad que
hallaba cosa en aquello que le pudiese honrar ; de el protonotario Pedro Martin, natural de Milán,
lo cual D. Enrique se escandalizó, y lo tornó á pre varón entero y asaz docto , no como coronista, mas
guntar la causa ; y él dijo, quo ya sabia quo no po- por una nueva manera de Epístolas, escribió en latín
dia decir sino verdad, y que la espingarda mas se aquellos años y otros muchos adelante : de cuya es-
podia imputar a caso fortuito, en que no oabia cul criptura se podrá ver alguna lumbre de lo que en
pa ni gloria ; porque aquella pelota que le dio en la ellos pasó (7); porque no saber lo de fuera, no es
(5) Lucio Marineo al principio del llb. 20, fol, 113, dice también
(1) Hiee de lodos memoria Laclo Marineo Slcalo en sis Elo de Nebrija : • Cuius (Pulgarii) mognum volumen i* latinum sermo
gia* y en la Hislor. de reb. hispan., lib. 20, rol. 113, y llb. 15, fo nen» vertll Antonias Nebnsensis; cuita ego traductionis inllium dum-
lio 168, y ann menciona algunos mas. Y 61 mismo se debe Incluir tazat Icol, i» quo satis elaborasse miU vlssus est, et bene castígate.»
en el catalogo. El cual ademas de haber compuesto unos Anales (6) De quien dice Zurita en La vida del Rey Católico , lib. 8, ca
de los Reyes Católicos ( que cita en el llb. 23, rol. 110 vuelto, ha pitulo 30, tomo vi : « Y entre todos se queria señalar Gonzalo do
ciendo el elogio de ü. Antonio Fonseea), escribid de eslos Hoyes, ■Ayora como aquel que presumía ser muy diestro en la disciplina
cuando ninguna historia de ellos estaba publicada, libros 10, 20 ■nMlitar, y que no solo podia poner las manos como cualquier ca-
y 21, en que casi comprende todos sus principales hechos, con los •pltan en los hechos de la guerra, mas Intervenir en los conse
Ilustres varones de su reinado, que va poniendo en los tres si jos, que tenia cargo de ordenar la historia del Rey, pero ejercitó
guientes. Pero el. Sr. Galindez no alcanzó publicada esta historia •mas su elocuencia en el hablar que en escribir las cosas nota-
completa en Álcali, alio de 1530. llagase también memoria de ■ bles de su tiempo como fuera razón. •
D. Gerónimo Gascón de Torqucmada, eludo de Fiorez en las (7) Algunos curiosos hubo a mas de estos cronistas, que bailán
Retinas, y el cura de los Palacios Andrés llernaldcz, extractado al dose en la corte al tiempo de algunos sucesos sobresalientes, for
gunas veces por Zúfliga en sus Anal, sevillan. Argote de Molina maron relaciones de ellos, j los enviaron por noticia i persona
en el índice de manuscritos, previo a su Nobleta de Andalucía, que jes de fuera ó a amigos de su satisfacción, las cuales ha sucedido
tuvo presentes para escribirla , cuenta en ellos la Historia de la no perderse y llegar hasta casi nuestros tiempos: tal es aquella
guerra de Granada de los Reyes Católicos por Fernando de Bacía. relación de Lope Vázquez de Acuda enviada al Rey D. Juan de
(2) Esta Historia de Alonso Fiorez de Salamanca , que quedd Aragón, padre del Católico, al principio del año 1474, de que
manuscrita, es citada específicamente, después de haberla visto, habla Zurita, lib. 18, cap. 63, tomo iv, del cariñoso recibimien
por el curioso y elegante D. Francisco Pinel y Monroy en su Re to que el Rey 1). Enrique IV, contra todo lo que podia esperarse,
trato del buen vasallo , pag. 165. Üe Carolo Verardl italiano de bizo en Segovia i su hermana la Princesa Doña Isabel la Católi
Cesena. Fabrlc, tomo i, pag. 353. ca, y i so marido el Príncipe de Aragón D. Fernando, hijo del
(3) Al margen del manuscrito dlee: es cierto. Rey, i quien la escribe: y de la opípara merienda que les dló el
(4) Alio 1483. En el cerco de Tajara fue herido de una espin mayordomo Andrés de Cabrera (en la que el triste Rey D. Enri
garda D. Enrique Enriquez, tio del Aey, y lleváronlo a curar i que se dijo haber quedado herido de muerte ). Tal el elegante
Alharaa.- Palabras de Zurita, lib. 20. cap. 51, fol.326, col. 1, to poema de Triumpko Granatensi, en que el poeta Marco Poraplllo
mo iv, ano 1183, en el mes de junio. Romano celebró la conquista de Granada, y los personajes , gran
El Simio no fué tan escrupuloso, y refirió el caso en gracia de des, provincias y naciones del reino que concurrieron a ella : j
aquel ambicioso Grande, llb. 24, fol. 151 vuelto, en el Elogio del tales, en fin, otras piezas sueltas de esto género, de que no dejas
Cardenal ¡¡endosa. de hallarse boy algunas.
538 CRÓNICAS DE ¿OS REYES DE CASTILLA
culpa, aunque saberlo sea loable; pero no saber lo
que pasó en la propia patria y naturaleza, como sea
Alto 1469.
no saber lo de dentro de casa, es no solo culpa, mas
torpeza. Y porque después que la Reina Católica fa Este año estuvo su Alteza en óoafia hasta el mes
lleció vino A mis manos un Sumario de su cámara de agosto, que partió para Arévalo (4), y en el ca
de todos los lugares en que sus Altezas estuvieron mino vino nueva que habia tomado á Arévalo la
desde el año 1468 que eran Príncipes, hasta el año Condesa de Plasencia y Alvaro de Bracamonte; y fué
de 1504, que su Alteza falleció ; el cual memorial S. A. á Madrigal (5) , y estuvo alli hasta el mes de
yo, como mejor pude, continué hasta el año de 1516 ootubre que partió para Val lado lid (6), y ende por
que falleció el Rey Católico su marido, mi Sefior, la voluntad y gracia de Dios se casaron el dia de
como testigo de vista, porque nunca de él me partí; San Lúeas el Rey y la Reina nuestros Señores en las
ansi me paresció que lo debía juntar con la dicha casas que agora son la Cnancillería, que entónces
corónica, poniendo en él entrambos testamentos del eran de Juan de Bibero (7).
Rey y la Reina Católicos, á cuyo otorgamiento y á
su ordenación me hallé , con algunas adiciones en año 1470.
los dichos años de algunas cosas niaB notables, se Este año (8) fueron sus Altezas á Dueñas ; é alli
gún que lo vi, y lo que no alcancé, lo supe de per nasció la Señora Princesa Doña Isabel , 1.° dia del
sonas dignas de fe, que lo vieron y se hallaron pre mes de octubre (9) que después fué Reina de Portu
sentes á ello en la manera siguiente. gal y Princesa de Castilla , que casó con el Principe
D. Alonso , hijo del Rey D. Juan de Portugal , y des
Memorial ó registro breve de los lugares donde el Rey pués segunda vez casó con el Rey D. Manuel de
y Reina Católicos, nuestros Señores, que hayan glo Portugal, que era primo hermano del dicho Rey
ria, estuvieron cada año desde el de 1468 en ade Don Juan , y hermano de la Reina Doña Leonor su
lante, hasta que Dios los llevó para sí, que fueron mujer del dicho Rey Don Juan. Y fué la dicha Doña
los de la Reina ansí de Princesa como de Reina, Isabel muy sabia y honesta y Católica Reyna. Fa
treinta y seis, y los del Rey cuarenta y seis, ansí de lleció en Zaragoza de parto del Príncipe D. Mi
Príncipe como de Rey , y de Gobernador de estos guel, á 23 de agosto de 1498. Está sepultada en el
reinos de Castilla, etc., sacando de esto lo que estu monasterio de Santa Isabel de Toledo , que funda
vo en Nápoles, cuando partió de Castilla, y quedó ron el Rey y la Roina en las casas que fueron do
por Rey el Señor D. Phelipe, su yerno, marido de Doña Inés de Ayala, madre de Doña María de Aya-
la Reina Doña Juaná , nuestra Señora , propietaria la, segunda mujer del Almirante D. Fadrique, cu
de los dichos reinos, hija de los dichos Reyes Don ya hija fué Doña Juana Reina de Aragón , madre
Hernando y Doña Isabel Católicos. de este D. Hernando. Fallesció el Príncipe D. Mi
guel en Granada á 20 de julio de 1500 (10), y alli
año 1468. yace sepultado en la capilla Real del Rey y de la
En el año de 68 fué jurada la Reina nuestra Se Reina (11).
ñora Princesa de los reinos de Castilla y León, en
el mes de agosto (1) en los Toros do Guisando, é
vino á ser jurada desde Avila á Cebreros , y desde (4i Que era villa de su madre la Reina Dona Isabel, en enya
allí á Cadahalso, y después dende á Casarrubios (2), bras. compañía quería estar, para sosegar si pudiese de tantas zozo
Zurita, lib. 18, cap. 24, donde lo pone todo circunstanciado.
y desde allí á Ooaña (3). Y esto se hallará mas lar (5) Donde se hallaba la Reina viuda su madre, y donde también
gamente en las corónicusdel Roy D. Enrique IV de recibid entre no pocos sobresaltos la satisfacción del primer pre
este año. sente de su esposo el Principo de Aragón, que fué un collar rico
estimado en 40.000 ducados, suma cicesiva, si cierta , para aquel
tiempo, y un bolsillo con 8.000 florines, que fué mónos dinero 1
(1) No fué sino dia lunes 19dc setiembre según Zorita, que esta proporción. Zurita, ibíd. Oinitc Calindez quo de Madrigal pasó i
en esto puntualísimo y produce documentos con que enmienda Outivcros, y do alli a Avila, de donde por la peste que se sintió,
los cronistas. Lib. 18, cap. 19, tom. tv de los Anales de Aragón. la fué preciso trasladarse á Valladolid , lugar pacifico y sano; por
(2) Con el Rey D. Enrique, donde con Techa del dia 23 del mis que asi se halla en la carta satisfactoria que desde esta ciudad
mo setiembre, de conformidad y bajo de un contexto avisaron á escribióla Princesa al lley su hermano el dia 8 de setiembre, y con
los pueblos esta deseada concordia y acto. Un ejemplar de la cir ella lo refiere Zurita, cap. 25, lib. 18.
cular trie Zurita donde arriba. (6) A donde entró (dice Zurita, clt., cap. 24) el postrero del mes
(3) Donde estuvo Indo el resto del alio , aunque no con mucha de Agosto, y fui rescindo con graniegocijo y testa. Con que se
libertad, lo uno por ser lugar de D.Juan Pacheco, Maestre de dejará para más adelante el mes do octubre en que pone esta en
Santiago, que daba muestras de quererlo mandar todo; y lo otro trada Calindez.
por las varias y encontradas relaciones de los tres matrimonios (7) Esto se halla mas largo en dicha corónica, y siempre mejor
eon que alli la mortificaron, uno con D. Alonso, Rey de Portugal, que en otro en Zurita por su admirable puntualidad. Cap. 26 y 27,
que repelido ahora, después con la entrada en Castilla la dio bien libro 18.
en que merecer; otro con Cirios, duque do Bcrrl, hermano del (8) En principio de mayo, de Valladolid (Zurita cap. 30).
Rey de Francia ; y el tercero que se logró y fu6 efectivo, habién (0) A 2 de octubre dice Zurita , cap. 31 , lib. 18.
dole aceptado y jurado secretamente la Princesa alli mismo an (IOi Véase adelante el ado 98.
tes de salir de Ocafla , con D. Fernando, Principe do Aragón y Rey ;tl) En 7 de noviembre el Principe D. Fernando bailándose en
de Sicilia, que aceptó y juró las condiciones de él en Ccrvera, i 5 Rutilas con la Princesa su mugur, llegó 1 estar tan apurado de
de mano del alio siguiente, como todo se podra ver en Zurita unas liebres malignas que se temió no saliese , pero i poco tiem
con más instrucción y puntualidad que en otro. I.ib. 18, cap. W po convaleció por la buena asistencia de su médico, Lorenzo lia
y ti , tom. tv. dos. Zurita, cap. 31, lib. 28.
DON FERNANDO É DOÑA ISABEL. 639
que hizo el mayorazgo de los de Fonseca (7). En el
ASo 1471. afio de 72 un dia antes de la víspera de Navidad, á
Esto afio estuvieron bus Altezas enMedina de Rio- á las doce horas de la noche, nació el que esta suma
seco , y dende vinieron á Simancas (1), y dende Si recopiló en la ciudad de Plasencia (al margen dictt
mancas á Rioseco y de ahi á Duefias (2), y en ñn de «Nacimiento del doctor Galindez.)»
este afioá Tordolaguna, y do ahi á Sopúlvoda que
Afio 1474.
se ganó , y desde Sepúlveda á Tordolaguna é á Ta-
lamanca é á Alcalá (3). Todo esto é otras cosas que Este afio el dia de los Reyes estuvieron sus Alte
en este afio pasaron, están cumplidamente en las zas y el Sefior Roy Don Enrique en Segovia en las
corónicfts escritas de latín é romance del Rey Don casas del obispo, que son cerca de la iglesia mayor.
Enrique, y del Rey y Reina Católicos. E desde allí fué el Rey por mayo á lo de Carrion, en
que el Conde de Bcnavonte escapó, de que fué echa
Afio 1472 T 1473. do por el Duque del Infantazgo é sus parientes. Y la
Volvieron bus Altezas desde Alcalá á Tordolagu Reina nuestra Señora quedó en Segovia, y estuvo en
na (4), y de aqui á Sepúlveda , desde Sepúlveda á ella hasta que el Rey ü. Enrique fallesció en el Al
Aranda, y dende aqui otra vez á Sepúlveda, y de cázar de Madrid, domingo en la noche, víspera do
aqui á Segovia en el mes de diciembre do 1473 (5). Simia Lucia á once de diciembre de este afio (8). Y
Fallescieron en este afio de 73 el almirante D. Fa- no embargante que el cronista diga que no hizo tes
drique, y el condestable Miguel Lúeas (6), y el tamento, sino un memorial que se halló en poder de
maestro de Alcántara D. GoDiez de Cáceres de So- Juan de Oviedo su secretario, la verdad fué que hizo
lis , y D. Alonso de Fonseca , arzobispo de Sevilla, testamento, y en él dejó por su heredera de los rei
nos de Castilla, ote, á aquella Doña Juana'que se do
(1) Y do Simancas fué el Principe á Tordesill» con gente i cta su hija, y juró que era su hija , y dejó por testa
sorprenderla , llamarlo del bando de los Cepedas contra los Al- mentario al Marqués de Villena y al conde de Be-
deretes; pero se malogré el ardid, y muchos fueron presos, y al navente y al obispo de Sigüenza ; y este testamon-
gunos muertos. (Zurita, cap. 35, lib. 18.) Con lo que sin otra ven
taja se restituye poco glorioso a Rioseco, donde estuvo con li
Princesa su muger ilesde principio de Enero. Ibid., cap. 39.
(2) Zurita, cap. 39, lib. 18. (7) V pues Ziiniga en los Anales de Sevilla, pig. S63, en varie
(3) En Álcali se dividieron, quedando allí la Princesa y pasan dad de opiniones no sabe resolver si la muerte de este prelado se
do el Principe a Aragón a verse con su padre el Rey D. Juan, lo villano fué en este afio ó el siguiente, diré por los papeles de su
que ya toca 4 los sucesos del afio siguiente 1 172 , en que lo es casa , que el Arzobispo D. Alonso de Fonseca murió en su villa y
cribid Zurita, cap. 40, al roed., lib. 18. De Álcali pasó la Princesa a palacio de Coca , lunes a la noehe, 17 de mayo de 1473, y allí está
Tordelaguna donde la hallé la vuelta de su marido. Zurita, cap. 44 enterrado con otros de sn linaje. En la elección de sucesor para
y 49, lib. 18. T habiendo estado allí tndo el mes de febrero se vol Sevilla hubo discordia , porque el Papa Sislo IV se anticipó a ex
vieron i Aléale, donde los visité el legado del Papa, Cardenal de pedir las bulas para su sobrino el cardenal D. Fr. Pedro Rlsrlo,
Valencia, que habla estado en Castilla sin adelantamiento, y se re que cargado mas de dignidades que de aíos, disolvió las dificul
tiraba ya la via de Valencia (cap. 51). tades que nuestros Reyes y la misma iglesia sevillana opusieron
(4) Estaban el Principe y Princesa en Talamanca 1 26 de marzo a sn elección , perniciosa i la Regalía y a las leyes de la Nación,
de 13. Zurita, cap. 52, lib. 18. muriendo en Roma sin venir aci 1 3 de enero del alo siguiente 74,
(5) Los viieainos juntos en Bilbao en el mes de setiembre de sin tener ann cumplidos 29 de edad , ni suplirla la ciencia y ex
1473 quitaron la obediencia i su Rey y Señor natural el Rey don periencia. La iglesia postulaba con empello 1 D. Fadrique de Cuz
Enrique 4 quien la tenían Jurada, y la dieron 4 los Principes don ma n (hijo del conde de Niebla D. Enrique, y hermano del Duque
Fernando y Doria Isabel, reconociéndoles desde luego por Seño de Medlna-SIdonia D. Alonso Peres de Guzman), deán que había
res de Vlieaya. Como por este hecho se les mortificaba de érden sido de ella, y ahora obispo de Hondoficdo. Pero i pesar de los
del Rey con guerras y procesos, para castigarlos y darlos por trai deseos de la iglesia y de sus parientes, que demasiado temprano
dores, según Zurita, lib. 18, cap. 61, tom. iv, ellos necesitados de se adelantaron i ocupar los lugares y rentas do la dignidad, no
socorro, estando la Princesa Dolía Isabel, ya su nueva Señora, en prevaleció sino el voto del Rey y Principes D. Enrique, Dona Isa
Aranda, a 14 de octubre, la Interpelaron para que les confirmase, bel y D. Fernando, que solo esta vez de acuerdo, enviaron la su
como leí confirmó y juré solemnemente, sus fueros y privilegios, plicación por su igualmente amado el Cardenal D. Pedro Gonzá
y les dio de esto la carta que imprimen 4 continuación de .ellos lez de Mendoza, Obispo de Sigüenza, entes de Calahorra, entes
con dicha fecha. abad de Valladolid y de San Zoll, y primero arcediano de Gua-
(6i De Iranio , que era también Canceller mayor del Rey Don dalajara su patria. Ziifliga , pagina 366 i 367.
Enrique de quien hay crónica particular, que no sé quo esté pu (8i Aunque aquí y en otras partes se dice que su muerte fué
blicada. Su muerle|rué el dia de San Benito, II de mano, en Jaén, domingo 4 la noche 11 de diciembre, realmente no fué sino en
donde vivía, inhumana y sacrilegamente por la canalla del pueblo, trado ya el ldnes 12 i las dos de la mañana. En el mismo dia lu
estando oyendo misa en la iglesia mayor, a pretexto de que volvía nes tuvo ya la noticia su hermana la Princesa Dolía Isabel que se
por los conversos dejadlos, 4 quienes el pueblo queria oprimir hallaba en Segovia. Inmediatamente dispuso dos cosas: una des
para arrebatarles los bienes, como por ese tiempo se hizo también pachar propio con ella i su marido el Principe D. Fernando au
Impunemente en Andójar, Córdoba y otros pueblos de Andalu sente en Aragón , otra celebrar las exequias por el difunto; y el
cía. Por sn muerte proveyó el Rey la Condcstabilia en D. Pedro martes siguiente se hizo proclamar en aquella ciudad, y levantar
Fernandez de Velasco, conde de Haro , su Camarero, y el Cancé pendones por ella y su marido como sucesora , y lo anunció. 4 las
lenlo en el Cardenal D. Pedro González de Mendoza , obispo de ciudades y Grandes ausentes para que hiciesen lo mismo. A la
Sigdenza, luego Arzobispo de Toledo, que acababa de recibir por provincia de Guipúzcoa envió 4 solicitarlo á Antonio de Bacna, su
gracia del Papa Sisto IV, firmarla en Roma, viernes 7 de este mes, criado , y Bartolomé de Zuazola, su vasallo , con cartas del 15 que
dos no pequeñas, el Capelo y el arzobispado de Sevilla con reten están en sus fueros, pag. 355 4 357, avisando por la primera do
ción de la mitra de Sigñcnza. Dicg. Enrlq., cronic. de D. II IV, ellas haber sido la muerte del hermano el domingo poitrimero pa
capitulo 157 y 159. Salazar de Mendoza, érenle, del carden., lib. 1, tada en lo noche que fui á 11 de esle presente mee de diciembre: y
cap. 36 y 37. Chac. in Sixt. IV. I'ulg., crénlc. de los RR. CC., par. 4 Sevilla destinó con iguales carias del 20 i Pedro de Silva su
1.' al fin. Xlmena, Analeí de Jaén, pag. 424. Su elogio por la cons maestresala y persona de su confianza , como dice Zdfitga , pagi
tancia y fidelidad i su Rey, Zurita, 4 pirt. lib. 17, cap. 31. na 369 y 370.
MO CRÓNICAS DE LOS REYES DE CASTILLA.
to dejó Juan de Oviedo en poder de un clérigo cura
de Santa Cruz de Madrid , el cual con otraa muchas aKo 1475.
escrituras lo llevó en un cofre y lo enterró cerca de
la villa de Almeida, que es en el reino de Portugal, En este afio (5) estuvieron sus Altezas en Medi
porque no le fuesen tomadas. Y esto vino á noticia na (6) y en Valladolid (7) ; fueron al Abrojo , y da
de la Reina Católica, mediante cierto aviso que de allí partió la Reina nuestra Señora para Alcalá, y
ello dio el bachiller Fernán Gómez do Herrera, ve el Rey nuestro señor se quedó en Valladolid, y des
cino de Madrid, que era amigo del dicho cura, al cual de Toledo (8) volvió 8. A. á Avila, Medina (9),
y al dicho cura imbió su Alteza desde Medina del Tordesillas (10), donde se juntó la gente para el Real
Campo el afio de 1504 estando ya mal dispuesta de de Toro. De Tordesillas fué su Alteza á Vallado-
la enfermedad de que fallesció , á traer el dicho co lid (11), y el Rey nuestro Señor á Burgos á cercar la
fre con las escrituras , y lo trajeron pocos dias antes fortaleza, y la Reina á Palencia, y de allí se volvió
que falleaciese, y no lo pudo con su indisposición á Valladolid (12). Estando allí fué el reencuentro de
ver, y quedó todo en poder del dicho Hernán Gómez; Almería, donde hirió Pedro de Avila á D. Alvaro
y mediante el licenciado Zapata del Consejo, á quien de Portugal por el rostro , lo qual le quisiera mos
el dicho Hernán Gómez avisó, falleacida la Reina, trar D. Alvaro. Después, siendo presidente, se tomó
lo supo el Rey Católico, que quedó por Gobernador la residencia al dicho Pedro de Avila de la gober
de los reinos, y dicen que lo mandó quemar. Otros nación del Principado de Asturias , queriéndole to
dicen y afirman que quedó en poder de aquel licen mar por ejecución una cadena que traia al cuello,
ciado Zapata ; y por este servicio al dicho Hernán la cual el dicho Pedro de Avila puso so el pie y em
Gómez se le hicieron después algunas mercedes, en puñó su espada ; y el Rey y Reina reprendieron al
tre las cuales le fué dada un alcaldía de Corte, á se dicho D. Alvaro lo que pretendió hacer (13). E da
mejanza del siervo que dio al pueblo romano la es
critura de que se hace mención en la ley 2. ff. de
bre, ampliada por otra* dos de 1.° de enero del siguiente 75 y 11
Orig. Jur. Pero como aquel acto de jurar el Rey Don de abril de 76, las dos nuevas prebendas magistral y doctoral , la
Enrique que la dicha Doña Juana era su hija, lo nna para teólogo y la otra para canonista , que se habían de pro
hubiese hecho otras veces (1), como en su Corónica veer por los prelados y cabildos de canónigos te saerhi oposición
se lee, no es de maravillar que por encubrir que daba en los ruis beneméritos, según lo que habia quedado asentado por
su legado el cardenal D. Rodrigo de Borja cuando estuvo acá al
su mugerá sus privados lo continuase aconsejado principio de su pontificado, y capituló cierto subsidio con el esta
de los meemos ; é ansi muerto el Rey D. Enrique, la do eclesiistico. Zúfiiga, pig. 367, núm. 3. D. Nicolás García, Trac-
Reina Doña Isabel , nuestra Señora , como propie tal, de ¡leneflc, part. 5.', cap. 4, ndm. 169, estampa la primera
taria de estos reinos, y el Rey D. Hernando , nues de estas bulas y otra aun mis extensiva del papa León X del aüo
1521. Véase al P. Mariana, lib. 43, cap. 18, al fin en la latinar
tro Señor, como su marido, fueron alzados por la castellana.
gracia de Dios por Royes, aunque el Rey estaba au (5) A 1 de enero entró el Principe D. Femando ya Rey de Cas
sente de estos reinos de Castilla en Aragón, como tilla en Segovia de vuelta de Aragón, como por carta del 5 lo avi
só i Sevilla, y permanecían allí en el 30 del mismo y días 15 y 40
mas largamente se cuenta en las coronices de ro de febrero siguiente. Zdliga, pig. 371, donde la imprenta yerra
mance y latin. Y en este afio á 1." de octubre (2) mu el ano 1471 por 1475.
rió el maestre de Santiago D . Juan Pacheco en una (6| Privilegio de juro allí de 14.000 mrs. i Rodrigo de ülloa, i
aldea de Trujillo, que se llama Santa Cruz de la i de marzo, y cédula para Sevilla do 17 del mismo. Zúiiga, ibid.
núm. 4.
Sierra , el cual está enterrado en el monasterio del (7) A 46 de abril Armaron aquí para Sevilla las credenciales y
Parral de Segovia, en la capilla principal que el poder que refiere Zdfiiga cit., ndm. 4.
Rey D. Enrique habia fundado para si. Y en este (8) Estaba la Reina en Toledo 1 40 de mayo y i 11 también el
afio fué maestre de Alcántara D. Juan de Estúñiga, Rey, según documentos que cita Züfliga en este año , núm. 5,
pig. 374, donde individualiza que estaba el Rey en Tordesillas
hijo del duque de Plasoncia D. Alvaro ó de la Du mientras la Reina en Toledo. Zúfiiga, ibid.
quesa Dona Leonor Pimentel, su segunda muger ; y (9i Estaban en Medina donde tenían Cortes y les otorgó el Rei
de justicia dicen que pertenescia aquel maestrazgo no 174 cuentos de mrs. en 1.° y 3 de agosto. Zdfiiga, núm. 7.
(lo, En Tordesillas i 14 de julio, otorgó el Rey su primer testa
á D. Alonso de Monroy Caballero (3) que fué de mento teniendo su Real cerca del puente que iba sobre Toro. Zu
aquella orden. E ansi lo poseyó algún tiempo ; y esta rita, lib. 49, cap. 43.
dicen que fué la causa por que después lo renunció (ti) Donde estaba i 9 y 15 de agosto. Zúniga con documentos
el dicho D. Juan en manos del Rey y Reina , como núm. 7 y 19. En jueves 5 de octubre en Sahagun. Vid. Escalona,
pig. 693.
adelante se contará (4). (14) Donde estaba i 31 de octubre. Salaiar, Cae. de Lar., tom. iv,
pig. 397, y en 4 de noviembre libraron aqui el privilegio de au
(1) La última y mis solemne antes det leslamenlo , que por mento de armas y merced de ia Escusabaraja, día de Navidad en
circunstanciada y concurrida de Prelados, Grandes y pueblos ad cada afio i D. Andrés Cabrera y Dona Beatrii de Bobadilla, des
mira como después se trastornó , fué en el acto de Valde-Loioya pués primeros marqueses de Moya. I'inel., Relrat. del buen vasallo,
día viernes 46 de noviembre de 1470. Véase 1 Pellicer, Uemoriul pigs. 438 y 449.
del conde de Miranda, fol. 51 , después de las Crónicas y HltlorUdo- (13) Y bien lejos de disgustarse del hecho de D. Pedro Divila,
ra migares. ahora mismo estando en Valladolid i 44 de noviembre de esto
(2) liste mismo día pone Haro, tom. n, pig. 318. Pero en el afio 75, atendiendo i sus grandes y fieles servicios que les babia
martes 4 de octubre dice Zurita, lib. 20, cap. 9. hecho iun desde intes que reinasen, le hicieron merced perpetua
(3i Al margen dice : leo-Clatero. para si y sus sucesores de la fortaleía y término del Risco cerca
(I F.n este ano fué el conceder el Papa Sislo IV i las iglesias de Avila su patria, con titulo de Conde. Véase el privilegio en
catedrales de Espala, por su bula dada en Roma i 1.° de diciem- Haro , tom. ti, pig. 93.
DON FERNANDO É DONA ISABEL. Mi
Valladolid partió la Reina (1) á rescebir el castillo ro (11) é vino la Reina áToro desde Segovia, y el Rey
de Burgos (2), y el Rey partió de Burgos al trato de á 1.* dia de noviembre de este alio cercó á Castro-
Zamora, é la ganó (3), como se contiene en las coro- NuBo (12) estando la Reina en Toro : é desde To
moas de latin ó romanoe de este tiempo. ro (13) partió su Alteza ó Uclés sobre lo del Maes
trazgo de Santiago : de allí volvió á OcaDa y fué á
año 1476. Toledo; é alli vino el Boy habiendo ganado á Oas-
Este alio la Reina estuvo en Valladolid en prin tro-Nufio. Fallesció este ario dia de San Martin en
cipio de él. En el mes de marzo (4) venció el Rey Ocafia á 11 de noviembre, D. Rodrigo ManriquOj
Católico al Rey de Portugal en la batalla de entre
Toro y Zamora. De alli fué á Tordesillas y de allí
dula que ella el P. Henao, tom. ii, pig. 392. Pero no debió pasar
vinieron sos Altezas á Madrigal donde hicieron Cor adelante por entonces y volvió 1 Vitoria, donde aun nos le da Zu
tes y juraron á la Princesa Doña Isabel (5) é hicie rita (lib. 19, cap. 80) en 29 del mismo mes. Y en prueba de su
ron leyes , y se ordenó la hermandad en la villa de puntualidad tengo la carta original firmada de su mano y refren
dada de Felipe Climente sn protonotarlo, secretario y de su Con
Dueíias (6). E de Madrigal fué el Rey á cercar á
sejo, con fecha de ese dia 29 de Junio en Vitoria , requiriendo i
Cantalapiedra, é alli se libró el conde de Benavente los alcaldes de Murria y valle de Ámeseos, en la merindad de Es-
de la prisión de Baltanás, é le dieron sus fortale tella, reino de Navarra, para que hiciesen volver i Juan Sanchet
zas (7). Los Reyes se vinieron á Medina é á Tor de Vicuña, el mozo, vecino de Vicuña, su vasallo , una yegua que
los de allí le hablan llevado, ó su valor, sin darle lugar 1 otro
desillas (8), y de alli partió la Reina para Segovia,
procedimiento mis sensible. Con fecha del mismo dia 29 de Junio
cuando se alzó Maldonado con la Torre de Don en Vitoria libraron Real facultad 1 D. Rodrigo Ponce de León,
Juan (9) ; y el Rey partió á Burgos é á Guipúzcoa Marqués de Cidlz, Conde de Arcos de la Frontera, sn primo, va
al socorro de Fuenterrabía , cuando la cercaron sallo y de su Consejo (que asi le llaman) para sacar de su mayo
razgo las ciudades de «diz y Arcos, y las villas de Marchena, Ro
los franceses (10). Y en este tiempo se tomó á To- ta, Bailen y Malrena, y otros cualesquiera lugares, dignidades,
oficios, bienes (y [rentas, y dejarlos libremente ó en uno ó mía
(1) A8 de noviembre en Dueñas, 6 leguas de Valladolid, en el ca mayorazgos i sus hijas Dofia, etc. Y en 9 y 17 de julio siguiente,
mino 1 Burgos, libraron a Joan de Valladolid , negro , titulo de en cuyo dia partió de aquella ciudad para Bilbao! prevenir las co
Juez y mayoral de los negros y negras , loros y loras , que ya por sas que allí dice, donde ya estaba el dia 20. En el 30 se bailaba en
este tiempo ae hablan traído en grande número de Guinea a Sevi Guernica, donde confirmó y Juró, como Scfior nuevamente venido
lla , y residían de asiento en aquella ciudad. Zdfilga, núm. 10 de i Vizcaya, los fueros de aquel señorío , con la formalidad que se
este alio. vé en el mismo privilegio, impreso i continuación de los del dia,
(2 . Que se le rindió en enero 31. Zurita. T ese día lo avisó de aunque no les toca, porque estos se hicieron posteriormente. Alli
; alli a Sevilla. Zdfilga, año 76, núm. 1. se dice parte del acompañamiento que llevaba, eon olvido de don
(3) Estaba ya el Rey en Zamora 12 de febrero. Zdfilga, alio 76, Antonio Carrillo, obispo de Pamplona, 1 quien los vlzcainos (que
número 1.° Y ganó el aldzar a 19 de mano del alio siguiente, y no permitían entrada de obispo alguno en Vizcaya, no sé por qué
nombró aleaide a D. Sancho de Castilla. Zúfiiga, alio 76, núm. 1. aprehensión antigua retenida en los fueros , que once años des-
iti Viernes día 1.°—Pnlgar, i." part., cap. 4".. Zurita , Anal., pues les prescribió Garei-Lopcz de Chinchilla enviado para ese y
tom. iv , lib. 19, cap. 44, y Zdfilga con eédula del Rey en qne lo otros credos por este Rey 1 Vizcaya) hicieron salir de los térmi
dice, dada en Zamora a 9 del mismo mes, alio 76, ndm. 1.* En 30 nos del sefiorlo; y porque habla pisado tierra de él en contraven
de mano estaban en Medina del Campo y libraron allí el privile ción! sus fueros y costumbres , dieron al Rey en aquella prime
gio y merced a las Condesas de Cabra del brlal que las Reinas de ra vista el raro y enfático espectlculo de recogerla, quemarla y
Castilla vistiesen el día de Pascua de Resurrección de cada alio. arrojar al mar las cenizas, como todo lo cuenta D. Juan Margarit,
Salaz., Advert.,plg. Mi. después Obispo de Gerona y Cardenal, que iba en el viaje y lo
(5) Corrían estas Cortes en J9 de abril, y en ellas se acordó, en presenció, admirindolo no menos que todos. Estuvo el Rey en Vlz.
tre otras eosas, jurasen los pueblos los tratados matrimoniales caya dando las órdenes parala defensa de aquella costa contra los
de esta Princesa con el Principe de Capua. Zdfilga con la orden 1 franceses (según Zurita, cap. 31) hasta el 1S de agosto, y de allí
Sevilla de dicha fecha, alio 76, ndm. t.° volvió 1 Vitoria para donde tenia aplazadas vistas con su padre el
(6) Todo esto fue desde mitad de Julio, dia de Sanligo, de que Rey D. Juan II de Aragón, qne habla llegado 1 aquella ciudad el
es la fecha del cuaderno de la Hermandad, hecho en junta de Due. 13, y se verificaron 1 breves dias con grande lucimiento y aparato.
fias, precedida otra y otro en Clgalcs a 13 de junio, sin el prime (II) Toro so entró Jueves! la noche 19 de setiembre, y la
ro de Madrigal de 8 de mayo, donde las peticiones de Cortes por Reina llegó sábado 28, y la fortaleza se rindió silbado 19 de octu
lo tocante a lo general del Keino salieron firmadas en 27 de abril, bre. Zurlt., lib. 19, cap. 58. Pero es debido hacer aquí mención de
como todo consta por los mismos cuadernos. la noble toresana Antonia Garda y su marido Juan de Monroy, 1
(7) Esta prisión del conde de Benavente fué hecha por el mis quienes los Reyes en el privilegio que concedieron 1 sus hijas y
mo Rey de Portugal en Baltanás del Valle de Cerrato el día 18 de descendientes confiesan deberse aquella fortuna 1 cosía de la vida
setiembre del alio anterior, y le llevaron preso a Pefiaflel , lugar de ella, malamente sacrificada de orden del Rey de Portugal, que
de su contrario el eonde de limeña , junto al Duraton, donde en atribuyó la fidelidad 1 traición. En 6 de octubre, en Medina del
tra en el Duero. Znrlta, lib. 19 , cap. 33. Campo libraron i Rodrigo de Ulloa privilegio de juro de 16,000
(8) En Valladolid i 16 de junio libraron sus contadores privile maravedises cada alio. En 4 de diciembre confirmaron nn privile
gio de confirmación de otros de un juro a Pedro de Herrera, Dofia gio 1 Cuenca. Pincl., plg. 87.
Isabel y Dolía María sus hermanas, la primera abadesa que des (11) Cabillas y Siete Iglesias, que fué un dia después de la lle
pués fué del monasterio de las Huelgas de esta ciudad de Valla gada del Rey i Toro. ZuriL, ibid., cap. 58.
dolid, y hermanos de Fernando, Diego, Francisco, Sancho y Dofia (13) En 4 de diciembre firmaron allí privilegio 1 Pedro de laa
Inés de Herrera, todos ocho hijos de García de Herrera, guarda Coevas de un juro de 5.000 rara. En 5 de Diciembre fué 1 Ocafia,
del Rey D. Juan II, difunto poco entes del dia 28 de octubre de ocupó aquella villa y luego 1 Uclés , cuyo convento también ase
1439, en que por su muerte este Rey empeló i confirmar i los hi guró 1 su poder, y estaba de vuelta en Ocafia el slbado 14 con lo
jos los mrs. de este Juro. demás que escribe Zurit., Ilb. 20, cap. 1." y 2.°, donde dice que el
(9) T alli día 13 de agosto confirmó el cuaderno de Hermandad Rey tuvo la Pascua de Navidad en Medina del Campo, y de allí
hecho en Junta de Dueñas el dia 25 de Julio. pasó 1 Ocafia donde en 9 de enero ya se hallaba pacificado, por la
(10) Iba caminando i ese destino el día 18 de junio, en que en buena diligencia de la Reina, todo lo correspondiente 1 la pacifi
Guevara, lugar fuerte del eonde de Olíate después de Vitoria y en cación del maestrazgo de Santiago en aquella provincia. Y aun
tes del Puerto de San Adrián, por donde entonces era el paso mis se aliadlo la felicidad de reducir enteramente i su servicio 1 don
común de Alara i Guipúzcoa, Ijhró 1 esta última provincia la cé- Juan Telle* Girón, conde de Urueflá.
542 CRÓNICAS DE LOS REYES DÉ CASTILLA.
Conde de Paredes, Maestre de Santiago; está se de San Esteban á 26 de diciembre un escudero mat.6
pultado en el convento de Uclés. Fué luego Maestre al Duque de Milán, que se llamaba Galeazo, y es
en acto D. Alonso de Cárdenas, que también en vida tando á unas oyendo misa, porque le tomó á su mu
deD. Rodrigo se llamó Maestre, y era Comendador jer, el cual fué luego muerto allí por las guardas del
mayor de León. Estas cosas y otras que acaescieron Duque.
este afio se hallarán mas largamente en las coróni-
oas.de latin y romance. Afio 1478.
Este afio estuvieron los Reyes en Sevilla (8)
Afio 1477. hasta que nasció el príncipe D. Juan, que fué á 28
Este afio estuvieron los Reyes parte de él en To de junio (9). En este afio fué lo de Castronufio[(10).
ledo (1), é por abril partió el Rey para el cerco de E á cabo del afio vinieron á Córdoba, é allí estuvie
Cantalapiedra que ya estaba cercada, y la Reina ron hasta enTrn del afio. Miércoles á 29 (11) de julio
para Trujillo (2); é habida la fortaleza, que la tenia de este afio de 78, hubo eclipsi del todo scuro (12).
Pedro de Baeza por ol Marqués de Villona, fué de
Cáceres á Sevilla (3); de allí á Jerez de la Frontera, Afio 1479.
y tornó á Sevilla donde estuvo todo este año (4). Y En principio de este afio estuvieron los Reyes en
en este dicho afio á once de junio, dia de San Berna Córdoba (13), y desde allí fueron á Guadalupe, don
bé, en la noche (5), fallesció en Salamanca en el mo de juraron las paces con Francia (14). E allí vino
nasterio de San Agustín Fr. Juan de Sagun, y co nueva do la muerte del Rey D. Juan de Aragón,
menzó á hacer milagros á 28 de junio de 1488, vís padre del Rey D. Fernando, y fué un martes á 19
pera de San Pedro y San Pablo, y después acá ha de enero en Barcelona. E de allí fué la Reina á Ca
hecho muchos milagros (6). Este afio el obispo de ceras, y desde allí á Alcántara á las vistas con la
León , que se llamaba el Dr. D. Rodrigo de Vergara, Señora Infanta Dofia Beatriz, madre del Rey Don
natural de la ciudad de Logroño, hizo matar al te Manuel y de la Reina Dofia Leonor, mujer del Rey
sorero de la Iglesia que se llamaba Pero Baca, que
era caballero muy emparentado en la ciudad, y los
(8) De donde vino el Rey a Madrid por febrero, y allí tuvo Junta
parientes de dicho tesorero cercaron al obispo en
de los diputados de las hermandades, y logró se prorogasen por
sus casas, y él so salió huyendo, y llegó á las casas tres aflos mas, mandando lo mismo por lo tocanto a las de Vizca
del condo de Luna, dondo lo mataron estando en ya. Permanecía allí a 21 de marzo y se detuvo hasta fin de abril.
las faldas de la condesa (7). Este afio mataron los Zurita, lib. 20, cap. 21. ZúQiga, alio 78, iiúm. 1.'
(9) Zurita, lib. 20, cap. 22, le cita é impugna diciendo que fué 1
de Fuente Ovejuna á D. Hernán Gómez de Guz- postrero a las once del dia, y que se bautizó el día 15 de julio si
man, Comendador de Calatrava, que era hijo de guiente, y dice fué padrino Nicolás Franco, obispo Paternino, le
D. Juan Ramírez de Guzman, que ansimismo fué gado del Papa en Espaila, que era veneciano, asistiendo también
Comendador mayor de Clatrava y de Otos, y le ma al acto los embajadores de aquella República en nuestra Corte, y
los Grandes y ciudad con el grande esplendor que correspondía 4
taron á pedradas en su casa. Este año en el mes de un Principe heredero tan deseado, como por menor se podra ver
mayo mataron en Sahelices de los Gallegos á García en Zúfiiga, afio 78, ndm. 2.", donde caliOca haber sido el día del
de Sequeyra, señor de aquella villa. Y este dicho dia nacimiento el que dice Zurita, con la carta de aviso que en el dia
siguiente I.* de julio escribió el Rey participándolo a los pueblos.
Añade, núm. 3, que salió la Reina i misa de parida 1 la Santa
(1) En Madrid i 9 de mano confirmaron i Valderas su esencion iglesia el domingo 9 de agosto, cuya lucidísima función dejó es
de alcabalas y pechos. Ximena, Anal, de Jaén, pag. 430. crita el cura de los Palacios, testigo de vista que allí copia. Dón
(!) Donde se bailaba 4Í0 de Junio. Zúlliga.aflo 77, núm. 1.": de estuvieron los Reyes después por todo el afio. Véase allí desde
habiendo pasado por Guadalupe en 10 de majo. Ibld. eúm. 4, pa el ndm. 4.
gina 380. (101 En Sevilla i 21 de agosto de este afio 1178 libraron privile
13) Estaba en Ciceros i 4 de Julio. Zdfilga ndm. 5, y en 25 en gio a D. Andrés de Cabrera y Dofia Beatriz de Bobadilla, sumn-
tró con pallo en Sevilla. Ibfd. ger, primeros Marqueses de Moya que fueron luego, haciéndoles
(4) Y el Rey que entró el 13 de setiembre y permanecían en 26. merced del señorío de la casa y lugar de Ormaza, confiscado i
Zurita. Estaban en Xerez de la Frontera i 20 y 28 de octubre, en Gonzalo Muñoz de Castañeda, por haber seguido la voz del Bey de
Utrera á 9 y 1G de noviembre, y ya en Sevilla de vuelta el 20. Zii- Portugal. Pinel, Retrato del buen vasallo, pag. 267, cuyo privilegio
fiiga, núms. 8 y 9. revocaron luego por haberle perdonado. En 18 de setiembre aun
(5) De 1178. Vid. Fr. Juan de Sevilla Ap. Herrera Historia de permanecían en Sevilla, donde libraron la pragmática 198 contra
San Agustín de Salamanca, pag. 67, 68 y 265. los de Córdoba y su jurisdicción, que a pretexto de ser exentos
(6) En este alio á 12 de marzo murió en Roma D. Juan Díaz de de pedidos y monedas, extendían la exención a todos los demás
Covarrubias y Coca, auditor y decano de la Sacra Rota, obispo de tributos y pechos. En 30 de setiembre en Sevilla, titulo de Mar
Calahorra y antes de Oviedo, y primero Dean de Burgos, natural qués de Gibraltar a D. Enrique de Guzman, Duque de Medina Si-
de aquella ciudad, en edad de 77 altos. Sepultáronle en la Miner doma. Ayala. En 15 de noviembre estaban en Sevilla. Concori. de
va, de donde sus huesos fueron trasladados el alio 1180 a la capi la mesl., tom. i, folio 180 vuelto, ndm 920.
lla de la Visitación de la Catedral de su patria, i quien dejó por (11) k 19 dice Zdfilga, citando al cara de los Palacios, testigo
heredera. Gil González, Teat. celes., (om. ii, pag. 364. Salazar, Ad- ocular, afio 78, ndm. 1.
verlene. historie, pag. 217. Sucedióle en la silla de Calahorra Don (12) Vid. el cara de los Palacios en Zdfilga, plg. 381, ndm. 4.
Fr. Juau de Quemada, natural de Toledo y visitador general de su (13) En 30 de enero libraron al Duque y Duquesa de Alba Don
arzobispado, que murió el abo siguiente 1478. Tejada, Historia de Garda Alvarez de Toledo y Dofia María Enrlquex, facultad Real
Santo Domingo de ¡a Callada, píg. 397, núra. 4 y 5. Y le sucedió para fundar mayorazgos de sus estados y bienes. Salaz., Memorias
D. Pedro de Aranda, natural también de Burgos, que luego fué del marqués de Villafranca , pag. 132 y 131.
Presidente del Consejo hasta el afio 1494 de su muerte. (14) No ya en Córdoba, sino en Guadalupe, libraron carta á Sevi
(7) Garibay, lib. 18, cap. 13, lom. ii, pag. 610, col. 2, lomándolo lla i 8 de enero, donde se mantenían e 116; pero en el 22 de él y i
de aquí. Véase hoy al P. M. Risco, lom. 36, donde individualiza 7 y 19 de febrero se hallaban en Trujillo. Zufiiga eu este alio, nú
circunstancias muy particulares que hubo en este raro caso. mero I. Zurita, lib. 10, cap. 27 y 28.
DON FERNANDO É DOÑA ISABEL. ' 643
D. Juan de Portugal. T de esta Doña Beatriz era na del Campo, á donde acaosció la diferencia entre
hermana Doña Isabel, madre de la Reina Católica D. Fadrique Enriquez, hijo mayor del Almirante
Dofia Isabel; la cual de allí se volvió á Cáceres, y D. Alonso Enriquez, y Ramir-Nufiez de Guzman,
de Cáceres (1) á Trujillo, donde estovo en tanto Señor de Toral, en lo cual el coronista de romance
que fué la batalla de la Albuera, martes do carnes queda asaz falto y diminuto en perjuicio de par
tolendas á 28 de hebrero, á donde fué vencido ol tea (7).
Rey de Portugal, mediante la ayuda que el Maestre
de Santiago D. Alonso de Cárdenas hizo. E fueron aUo 1482.
los cercos de Merída é Medellin, y Mont anches, y En principio de este afio se ganó Alhama postre
Castilnovo, y Deleitosa, y Magacela, y Zalamea, y ro dia de hebrero (8) que fué la primera cosa que
Bienquerencia é Armonchon de la orden de Alcán so ganó del reino de Granada, en que se halló Don
tara, y se firmaron las paces de Portugal (2) ; y de Rodrigo Ponce de León, Marqués que se decía de
allí vinieron los Reyes á Guadalupe, y de allí á To Cáliz (9) ; y partieron los Reyes oon la nueva al so
ledo en el mes de octubre de este año (3). Y en el corro de Alhama, que la cercaron los moros. Y en
mes de noviembre nasció la Señora Infanta Dofia este afio estuvieron sus Altezas en la Andalucía , y
Juana, que casó con el Archiduque D. Felipe, conde nació on Córdoba la Infanta Doña María, que fuá
do Fláudcs, hijo del Emperador Maximiliano, y de Reina de Portugal, segunda mugor del Roy Don
Madama Marfa, hija del duque Charles y Madama Manuel, cuyo hijo es el Rey D. Juan do Portugal,
Catalina de Borbon. que después casó (10) con la Infanta Dofia Catalina,
AfJo 1480. hermana del Rey D. Carlos , nuestro Señor. En este
Este afio hicieron los Reyes Cortes en Toledo (4), afio á 13 de julio mataron los moros de una saeta
é hicieron las Leyes y las Declaratorias, todo tan da con yerba en el Real de sobre Loja á D. Rodri
bien mirado y ordenado, que parescia obra divina go Tellez Girón, Maestre de Calatrava. En este afio
para remedio y ordenación de las desórdenes pasa á 1.° de julio murió en Alcalá de llenares D. Alon
das (5). E allí estuvieron hasta en fin del afio, que so Carrillo, Arzobispo de Toledo (11); sucedió en su
partieron para Medina del Campo, donde quedó la
Reina (6), y de allí fué el Rey á Calatayud é á Za (7) ABo 1481, en .alladolid i 28 de febrero, la Reina dio la
ragoza. carta de comisión y creencia al Reverendo Señor D. Juan de Or
tega, provisor de Vjllafranca, sacristán de SS. AA., y Alonso de
Afio 1481. Qnintanilla, su contador mayor, directores de las hermandades, y
Este afio estuvieron los Reyes en Aragón y Bar como tales enviados I según Pulsar, este año, cap. 99; i Vizcaya,
celona y Valencia, y en fin de él volvieron á Medi- Guindzcoa y Montañas i diligenciar naos, gente, vituallas, armas
y artillería para la armada contra el Turco, que Infestaba cruel
(1) Estaban los Reyes en Cáceres i fln de marzo y II de mayo. mente el reino de Sicilia y otros puertos de la cristiandad. Estos
Zurita, lib 20, cap. 31 Zdfiiga, alio 79, niim. 4. Y permanecieron comisarios parece que también llevaban comisión para sacar con
allí hasta ¥1 de mayo (no marzo como se imprimid en Zorita \ en buenas artes el mas dinero que pudiesen, pues aun de esta espe
cuyo dia vinieron juntos i Trojillo, donde el sábado 5 de junio se cie tambicu habia falta. Asi lo hicieron (dice Pulgar) con los lu
separaron, porque quedando allí la Reina, el Hoy se partid para gares de las Behetrías juntos por sus Procuradores en la ciudad
Aragón i jurarse Rey de aquellos reinos por muerte de sn padre, de Burgos, donde redimieron a dinero la antigua obligación (que
donde entró en 2i de dicho mes, habiendo caminado por Guada para esta ocasión no se olvidó) de dar galeotes para las armadas.
lupe y Santa Olalla, donde se halló en 10 de él. Zurita, donde arri Estos comisionados pasando de alli llegaron a Vitoria y presenta
ba. La Reina permanecía en Trujillo i 28 de agosto. ron su credencial a la junta general de la provincia y hermandades
(2) Cuya conclusión avisó la Reina a Sevilla desde la lilla de de Álava, dia 22 de marzo de este afio, hallándose diputado de
Aimaras SSto octubre. Zdfiiga cita núm. i. ellas Lope López de Ayala, aunque Pulgar no habla de esla pro
(5) F.stn esta malo. Los Reyes no vinieron Juntos ni en ese vincia; y tuvieron tal mafia, que por buena composición les sata-
tiempo. Queda visto que el Rey pasó para Aragón solo en el mes ron un servicio de 500.000 mrs. en dinero, aunque fuese con la
de Junio. La Reina quedó en Trujillo, donde se hallaba aun en 28 protesta que su diputado y procuradores hicieron de que esto no
de agosto, como aeredita con documento Zdfliga, ndm. 4, y allí causase perjuicio y ejemplar i sus exenciones, franquezas y pri
mismo que estaba en Almaraz de Extremadura i 5 de octubre. En vilegios. Acta y adjunta la carta, caí. G., tit. 32. Archivo de la pro
21, pues, de este, aeredita él mismo con carta suya se hallaba ya vincia. En dos de abril del mismo afio 1481 libraron en Valladolld
en Toledo, adonde volvió el Rey de Aragón pocos días antes de la pragmática 195, interpretando y declarando el privilegio de las
parir allí la Reina a la Infanta Dofia Juana, después si sucesora, exenciones de Simancas. Este afio, dia 4 de abril, estaba la Reina
el día sobarlo 6 de noviembre entre las 6 y 7 de la mañana. Zurita, en Valladolld. Cédula que imprimió Salazar, Cas. tur. tomo iv., pa
libro 20, eap. 31. gina 93. En 13 de agosto en Tordesillas, Concordia de la Ueste,
(i) En dos de mayo libraron allí la i villa de Salvatierra de rol. 151, ndm. 834.
Álava privilegio con inserción de otros de sus antecesores, en que (8) Del dia en que se ganó, por quiénes y cómo hay una carta
se la confirmaron generalmente los suyos. original en Alderete, Antiiüed. de Esp., pag. 214, la cual se debe
(5) Salazar de Mendoza en la crónica del cardenal Mendoza, li 'poner aquí porque es muy apreciable. Vid. Francisco Guzman.
bro 1, cap. SI, pig. 174, cita y alaba este lugar de Galindcz en n Utilitario veri., Ortega , fol. 71 ruello.
Memorial » Registro, (9) En 20 de marzo estaban en Medina del Campo. Cmcord. de
(6) Estaban ya allí el dia 29 de setiembre, en que libraron la la Mes!., fol. 151, número 837, y pragmática 197.
pragmática Inserta en la 17, y en el dia 9 de noviembre, en que la (10) En Estremoz a 5 de febrero de 1525, dice Mariana en el su
Reina sola libró cédula que he visto original, firmada de sn mano mario. Sandoval lo toca tres veces y nunca séllala el mes y dia,
y refrendada de Diego de Santander, su secretario, para que los mas de que el casamiento se habia contratado en Valladolld en
aposentadores no diesen huéspedes allí en la posada en que habla el verano antecedente, llb. 11 , g 25 y 27 al fin, y lib. 12, § 14.
de estar el doctor Juan Ruis de Medina de su Consejo, ni en casa Sayas, Anules de Aragón, cap. 119, pag. 748.
de Pedro Fernandez de Rincón, que asimismo habla de tener por (11) El mismo dia séllala Zurita, llb. 20, eap. 43, lom, iv, y Zd
posadas, no obstante que dicho doctor no se hallase en la dicha fiiga en los Anal, de Sevilla, pag. 593, advierte con oportunidad y
villa, por cuanto su Alteza le enviaba i algunas cosas cumplideras utilidad haber sido esta la primera vacante á que no concurrió
(i su servicio fuera de esta villa. postulación del Cabildo ecco.,por la erada que ya los llenes tenia»
544 CRÓNICAS DE tOS BEYES DE CASTILLA.
dignidad el Cardenal D. Pedro González de Mendo fin de enero (6). Y en este afio nasció en Alcalá de
za, que era Arzobispo de Sevilla; y sucedió on Se Henares á 16 de enero (7) la Infanta Doña Catalina,
villa D. Iñigo Manrique, obispo que era de Jaon, y Boina que después fué de Inglaterra, que casó pri
Jaén se dio á D. Luis Osorio, hermano de D. Alvar mero con el Príncipe Arcturo, y aquel fallecido, oasó
Pérez Osorio, primer Marqués de Astorga. Y fálles con Henrique su hermano, Bey que hoy es de In
elo este año por mayo D. Gabriel Manrique, pri glaterra. Y en este afio por el mes de mayo fálleselo
mer Conde de Osorno : y murió en este año por he- en Valladolid el Almirante Don Alonso Enriquez,
brero D. Alvar Pérez de Guzman, Sefior de Santa que está sepultado en San Francisco de Palencia (8).
Olalla (1),
Afio 1486.
año 1483.
En prinpipio de este afio estuvieron loa Beyes en
Este afio taló el Bey la vega de Granada y la Alcalá de Henares, y desde allí se fueron á Córdo
corrió, y basteció á Alhama, é tomó é derribó a Ta ba. Y ese verano ganaron á Loja, Illora, Moclin,
zara. En este afio murió el conde de Lemos, D. Pe Montefrio y Colomera. Y este afio fueron los Beyes
dro Alvarez Osorio , en hebrero. Y en este mesmo en romería á Santiago, y de camino cobraron á Pon-
afio fué el desbarate del Maestre de Santiago é ferrada y otras villas y fortalezas (9) y volvieron á
Marqués de Cáliz en el Ajarqnia, que se dijo la de tener el invierno á Salamanca.
las lomas de Málaga, dia de San Benito, 21 de mar
zo (2). La Beina estuvo este afio en Santo Domin Afio 1487.
go de la Calzada y en Vizcaya, y la Navidad en Vi Este afio estuvieron los Beyes en Salamanca (10) y
toria, á donde vino el Boy que venia de Aragón. En á principio del invierno en Córdoba, y fueron á cer
este afio fué preso el Bey Muley Boabdech de Gra car á Velez-Málaga, y fué cercada un dia después
nada, que llamaban el Chiquito, que le prendieron de Pascua de Resurrección, 19 de abril, y fué ga
el Conde de Cabra y el alcaide de los Donceles , y nada Velez. Y ceroaron á Málaga á 17 de mayo del
desbarataron los moros, y mataron' ó prendieron dicho, y fué ganada el mes de septiembre (1 1) y fue
gran muchedumbre de ellos. ron tomados cautivos todos los moros y sus bienes,
y volvieron este invierno los Beyes á Zaragoza (12).
Afio 1484.
Afio 1488.
Este afio partieron los Boyes en principio de él (3)
Estuvieron los Beyes en principio de este afio en
desde Vitoria, y fueron á Tarazona, y do allí vinie
Zaragoza (13),'y de allí fueron á Valencia (14), y de
ron á Guadalajara, é á Toledo, é á Córdoba (4), y en
el mes de julio ganaron á I llora, y en el de septiem (6) Terrible peste y aguaceros de este alio y el siguiente. Pul
bre á Setenel, é invernaron en Sevilla. Este afio fué gar, 3.* parte, cap. 54. Véase otra al alio 1488.
(7) Diciembre, dice /.unta, lib. 20, cap. 64 al Un, y también Flo-
el Bey al ardid de tomar la villa de Loja, y no se rez en las llanas, pag. 848, aunque scDala el dia 15.
hizo (5). (8) Y en 30 de octubre ó poco después, en Linares de Sierra-
AfJo 1485 Morena, D. Alonso de Aragón, Duque de Villahermosa, hermano
bastardo del lley, cuya muerte pone mas adelante en el afio 89.
Este afio ganaron loa Beyes á Bonda é su tierra, Este afio dice Riol, mira. 23, en su Informe del Archivo de Siman
é Coin, é Cártama é otras muchas villas é fortalezas, cas a Felipe V, se hizo concordato entre Roma y Espala sobre
é ganaron a Cambiel. Este afio al septiembre fué des provisión de obispados, la cual descubrió en dicho archivo.
(9) Del eolor con que el Conde de Lemos decía haberse apode
baratado el Conde de Cabra , yendo á cercar á Mo- rado de Ponferrada, verlse al Sefior Palacios Rubios, De donatio-
clin. E fueron los Beyes á invernar á Alcalá de He nib. ad rubric., § 65, núui. 61 et 62.
nares. Y este afio Uuvió desde Todos Santos hasta en (10) Donde libraron en 28 de enero la pragmática 191 sobre las
hidalguías venales del tiempo del Rey D. Enrique, su antecesor.
obtenida para presentar todas lat Iglesias de tus rehtos, perdiendo Y pasó en Salamanca lo demás que rollen; su cronista Pulgar.
asi los cabildos tu mayor preeminencia. Los motivos, fundamen (11) A 18 de agosto de esto alio, según la cróuica, on los dos
tos y antecedentes que hubo para esto, se podran ver con exten Impresos y en mi manuscrito coetáneo, cap. 206, la cróuica, 3.*
sión en el doctor Salazar de Ucndoza, Crónica del cardenal Men parte, cap. 93. Zurita, en el lib. 20, cap. 76, tomo ív, lo pone en
dosa, lib, 1, cap. 52 por todo él. general después de 6 de setiembre y por resulta de la muerte del
(1) En 13 de agosto de 82 en Soria. Quad. de la líesl. allí, nu Duque D. Alvaro, que se pone aquí luego.
mero 843, pero puede ser equivocación. En 30 de agosto en Cór (12) Donde libraron en 24 de diciembre! los lugares del valle
doba crearon en ducado la ciudad de Nájora , y dieron titulo per de Ordufia confirmación condicional de una sentencia y despacho
petuo de Duque de ella a D. Pedro Manrique, Conde de Trevioo. con su inserción que tienen a su favor de la cnancillería del Rey
Salar., Cas. de Lar., toro, ii, pag. 113, y tom. ív, pág. 293. D. Juan I, librado por sus Oidores en Valladolid a 7 de diciembre
(2) En Madrid i IB de abril libraron la pragmática 136, excep de 1383 del pleito sobre entramiento, litigado con D. Fr. Fernán
tuando de la ley de Toledo y de los oficios acrecentados manda Perca de Ayala, su sefior. F.n este afio 1487 fué proveído obispo
dos por ella consumir, los pertenecientes a hijos de los que hu de Oviedo D. Juan Arias del Villar, deán de Sevilla y del Consejo
biesen muerto ó murieren en la guerra de loa moros, siéndoles de los Reyes. Tomó posesión en 25 de agosto y le rigió Juntamente
renunciados, y ellos mayores de 18 anos para servirlos. con la presidencia de Valladolid, que se le dio en 1492 hasta 1498,
(3) No debió ser tan al principio de él, pues á 6 de abril en Ma en que fué promovido a Segovia. Risco, tom. xxxix, pag. 75 y 76.
drid libraron a Rodrigo de Ulloa, su contador mayor, un privile (13) En Zaragoza, donde i 15 de enero confirmaron a la provin
gio de juro de 57.500 mrs. en cada afio. cia y hermandades de Álava el cuaderno de las ordenanzas con
(4) En Córdoba a tres de setiembre libraron la pragmática 179, qne hoy mismo se rigen y gobiernan, dadas por 3 comisarios con
prohibiendo entrar sal fuera del reino. sejeros del llcy D. Enrique IV el año 1463, como se podrá ver por
(3) Gracias al valerosísimo y diestro escalador leonés Ortega el mismo cuaderno en las dos Impresiones de 1607 en Valladolid
de Prado, por cayo desengato se logró que el Rey no aventurara j 1763 en Vitoria.
allí todo su ejército, no bien aconsejado por servidores de menos (14) Donde i 12 de abril libraron la pragmática sobre la ley de
e«íii«ucU, iuiil., lil). 20, MP. 6i. l« plata , ele , me es U ti3 de su colección.
DON FERNANDO É DOÑA ISABEL. ¿46
•111 A Murcia (1), y ganaron este año á Vera, Veloz Sevilla (9), é allí se desposó la Princesa Dofia Isabel
Blanco y Rubio, Hueeca, Muzecar y otras villas y con el Príncipe D. Alonso de Portugal, hijo del Rey
castillos ; y fueron á tener el invierno á Medina del D. Juan, y nieto del Rey D. Alonso, que fué venci
Campo (2). T en fin de este ano á 10 de octubre re do en la de Toro (10), y casáronse por el mes de no
cobraron los Reyes á Flasencia por mano de los viembre del dicho afio. Y este afio taló el Rey la
Carvajales y de otros caballeros (3). Y en este año vega de Granada, y volvieron los Reyes á Sevilla A
por el mes de mayo murió D. Alvaro , duque que donde estuvieron el invierno (11).
era de Plasencia, hijo de D. Pedro, primero Conde
ano 1491.
de este linaje. Y fallesció D. García Alvarez, duque
de Alva por el mismo mes de mayo (4) , y sucedió Estuvieron los Reyes en principio de este afio en
bu hijo D. Fadrique ; y en este mismo mes murió Sevilla, y pasada la Pascua florida partieron á cer
D. García Alvarez de Toledo, obispo de Astorga, y car á Granada por el mes de abril, y entraron por el
le sucedió D. Bernardino de Carabajal, que después mes de mayo, y corrieron la Vega y quemaron cier
fué obispo de Badajoz, Cartagena, Sigüenza, Pla tos lugares, y volvieron á poner Real sobre la ciu
sencia, y Cardenal de Santa Cruz, que murió en Ro dad, y edificaron la ciudad de Santa-Fé, y tuvieron
ma á 16 de septiembre del afio de mil quinientos el invierno en dicho Real. Y este afio tomaron los
veinte y tres. Reyes asiento con Cristóbal Colon, ginovés, natural
de Saona, sobre el descubrimiento de las Indias é
Aflo 1489.
Islas del mar Occéano, de que tanta honra y prove
Esto afio (5) vinieron los Reyes á la Andalucia cho se ha seguido á eetoB reinos (12). Este afio fa
por Guadalupe, y cercaron (6) á Baza, y en fin del llesció el Príncipe Don Alonso de Portugal, á 13 de
afio la ganaron, é á Guadix, Almería y Mufiecar, é á julio de una coz de un caballo en la ciudad de Ebo-
Salobreña (7) con todas las Alpujarras, y tuvieron ra (13). Este afio fueron quitados el Presidente é oi
el invierno en Sevilla. Eate afio por el mes de sep dores de Valladolid (14) juntamente , porque en un
tiembre, á 16 días andados, murió D. García López
(9) Donde en 6 de mayo libraron a la universidad de Salamanca
de Padilla, maestre de Calatrava, y tomaron la ad la cédula impresa en las Ordenamos de la Chancillerla de Valla
ministración los Reyes por autoridad apostólica ; é dolid, lib. 5, tlt. 8, fol. 161.
hoy está incorporado él y los otros maestrazgos por (10) Provisión en Cdrdoba a 8 de noviembre. Salas. , Cata de
bula apostólica que concedió Adriano VI. Y mu lar., tom. u, pag. 110.
(11) Allí. En 6 de diciembre de él libraron privilegio al con
rió (8) D. Alonso de Aragón, duque de Villa-Her vento de San Ildefonso de Toro, confirmándole un juro de 10.500
mosa, hermano bastardo del Rey D. Fernando ; y maravedís que le cedió Rodrigo de Ulloa, Señor de la Mola, con
D. Pedro de Ayala, conde de Fuensalida, el cual earga de ciertas misas.
fallesció en fin de este afio en Salamanca, donde era (11) El primer asiento con Colon no fué en este alio, sino en el
siguiente 1492, conquistada ya Granada, y estando los Reyes en
Corregidor. Santa Fé i 17 de abril. Zrillga, Anal, de Sevilla, pag. 411. En los
AfJo 1490. registros originales de la corona de Aragón, conservados en su
En principio de este afio estuvieron los Reyes en tesorería general de Zaragoza , se notó lo siguiente : « En el mes
•de abril de 1492, estando los Reyes Católicos en la villa de San-
>ta Fé cerca de Granada , capitularon con D. Cristóbal Colon para
(I) Donde en 30 de julio libró li Reina i Polla Marta Zapalt, • el primer viaje de las Indias ; y por los Reyes lo trató sn secre
en nombre de D. Pedro Batan su hijo, Vizconde de Palaeioi, la tario Juan de Coloma; y para el gasto de 1» srmada prestó Luis
cédala insería en la que se imprime, lib. 5, tlL 8, fol. 160 de las >de Santangel, escribano de raciones de Aragón, 17.000 flori
Orden, de la Chantilleria de Valladolid. nes etc.* Extractó esta memoria Argensola en sus Anales,
\% En 8 de octubre estaban en Valladolid. Cédulaien Salatar, continuando ios de Zurita, lib. 1 , cap. 10, pag. 100, donde añade
Caía de Lara, tom. iv, pág. 576, y en las Ordenmiai de la Ckom- lo de haber salido de Aragón el primer oro con qne se equipó el
clllerta, lib. 5, tlt 8, fol. 160. viaje de Colon; con el primero que él trajo de retorno del Nocvo-
(5) Consta de documento del día 10 que estaba el lie; en Pla Mundo que descubrió, mandó alios después el Rey Católico se
sencia, y que en ase día les jaro los raeros y privilegios. P. Fer dorasen los techos y srtesónados de la sala Real del palacio de la
nandez, Anal, de Plasme., lib. 1, eap. 13, pag. 151. Aguaceros ter Aljaferla en aquella ciudad. Habia venido Colon a Eapala y se
ribles de este alio. Pulgar, 3.a part., eap. 103 al Un. hallaba en ella i esta solicitud desde el afio 1484. Nuestros Reyes,
U) Día 10 de Junio, habiendo antes laudado por escritura de 16 ocupados entonces en las conquistas de Andalucía, no pudieron
de octubre del año anterior 87, cinco ilustres mayorazgos para oírle, peta llevaron la política de entretenerle hasta que las con
cinco ilustres hijos, titulándose en ella Duque de Alba, Marqués cluyeron, y él mismo asistió a ellas y les sirvió no poco con sa
de Corla , Conde de Sal* atierra y Señor de Valdecorneja , sin pericia y valor. Hallándose estos Principes en Córdoba 4 11 de '
ejemplar hasta entonces en Castilla de haber concurrido juntos mayo de 1489, escribieron con esta fecha i la clndad de Sevilla
en un personaje los títulos de Duque, Conde, Marqués j Seflor. para que le diese aposentamiento y ayuda de costa, porque venia
Salaz., Memorial del Marqués de Viltofraaca, pag. 111. 4 su Corle a tratar de cosas de importancia. Ahora , pues, con
(5) A 16 de enero en Valladolid libraron un privilegio de jaro cluidas todas las empresas con la última toma de Granada en 1
de 3.000 mrs. i Rodrigo de Ulloa, su contador, Seflor que fué de de enero de 1491, llegó el caso de cumplirle los Reyes sa pala
la Mota. bra y él a ellos lo saya, oyéndose mutuamente , entrando en ca
(6) A 6 de mano de 89 en Medina del Campo. Coneord. Metí., pitulación i 17 de abril, y dando la orden i Sevilla para sa avio
fot. 183 vuelto. A 14 de mano de este afio, en Medina, dieron or en 15 de mayo, y haciéndose i la vela en 3 de agosto. Zdlilga, pá
denanzas a la Cnancillería de Valladolid, lib. 1.' de ellas, tlt. 3, gina 404, col. 1 y 411, ndm. 11.
número 81, fol. 41 vuelto. (13) En 5 de agosto libraron en el Real de la Vega la pragmá
(7) A 16 de mayo estaban en Jaén. Coneord. de la Metí., fo tica 18; y i 20 de diciembre en el mismo Real la 165.
lio 153, mira. 845. (14) Don Felipe IV en tiempos mas modernos depuso en un día i
(8) No murió sino en el afio 1485, como expresamente se lo en. todos los Consejeros de Hacienda de sos plazas porque no cumplían.
Hienda Zurita, lib. M, eap. 61, tom. iv, fol. 339 vuelto. Véase sn Mario, Culell. ai leg. Sicul.,pag. 603, ndm. 4. I). Larrea, Alleg.
criado luán Pérez de Vargas , mi. deLinoget. 105, núra. 11. Bolero de coclorio. Flsci. tlt. 1, q. 15, ndm. 1 el 11.
Cr.-III.
35
546 CRÓNICAS DE LOS REYES DE CASTILLA.
caso que ante ellos vino otorgaron una apelación 6 de diciembre, fué herido en Barcelona el Rey por
para Roma (1), debiendo ellos conoscer de ella. Y el famoso loco Juan de Cañamares, que es tierra
era Presidente D. Alonso de Valdivieso, obispo de que se llama de Remenza, natural do Cataluña, á
León, é oidores el Dr. Martin de Avila, el Licencia hicieron justicia de él (8). E aquel año se ordenó
do Chinchilla, y los Doctores del Caño y de Olmo- la cofradía que hoy hay en la Corte. Fálleselo en
dilla. Sucedió por Presidente el Dr. D. Juan Arias este año, dia de los Reyes, D. Pedro Fernandez de
del Villar, obispo de Oviedo, que después lo fué de Velasco, Condestable do Castilla; y en el mes de
Segovia, é oidores el Licenciado de Villena, el Doo- hebrero (9) murió D. Pedro Enriquez, Adelantado
tor de Palacios , los Licenciados Vil lumuriel y Pa de Andalucía, viniendo de Granada, en una venta
lacios Rubios, y el Dr. de Villobela y el Licenciado en el rio de las Yeguas, cerca de la ciudad de An
Aütudillo (2). tequera. Y en el mes de agosto (10) murieron en una
semana los duques do Medina-Sidonia, D. Enrique
ano 1492.
de Guzman, y D. Rodrigo Ponco de Loon, duque de
A dos dias del mes de enero de este año ganaron Cáliz, y en el mes do septiembre murió D. Pedro de
y entraron los Reyes la honrada y gran ciudad de Stúñiga, conde de Miranda (11) : y víspera de Todos
Granada, y la pusieron á obediencia de nuestro Se los SantoB murió D. Beltran de la Cueva, primero
ñor Jesu-Cristo, y suya en su nombre, á honra y duque de Alburquerque, y Fr. Diego de Muros,
gloria de Dios (3); y estuvieron en la dicha ciudad fraile de la Merced é obispo de Ciudad-Rodrigo (12)
hasta el mes do mayo (4). E hicieron Arzobispo de tio hermano de su padre D. Diego de Muros, obispo
Granada á Fr. Hernando de Talavera, do la orden de Oviedo que hoy es, que hizo el colegio de San
de San Gerónimo, que era obispo de Avila, y pri Salvador, que hoy está edificado en la parroquia de
mero Prior de Prado, de Valladolid , y su obispado San Bartolomé do Salamanca. Y fallesció en este
dieron á D. Francisco de la Fuente, Dean que era año el Papa Inocencio VIII á 23 de julio, y fué
de Toledo y de Granada; y dejaron por alcaide de osumpto D. Rodrigo de Borja, que era Vico-Chan
la Alhambra y por capitán al conde de Tendilla, ciller, y llamóse Alejandro VI, natural de Játiva,
D. ífiigo López de Mendoza, nieto del marqués de en el reino de Valencia. Y este año hicieron los
Santularia; y partieron para Barcelona (5), do tu Reyes merced del Cénete á D. Rodrigo de Mendoza,
vieron el invierno. Este año mandaron los Reyes (6) hijo del cardenal D. Pedro González de Mendoza, de
desterrar de todos sus reinos de Castilla y León á que le dieron titulo de Marqués, y al condestable
los judíos, por término de tres meses, que fueron, ju D. Bemardino, hijo de D. Pedro Hernández de Ve-
nio, julio y agosto (7). En fin do este año, viernes á lasco, lo dieron título de duque de Frías. En esto
año se acabó el colegio de Santa Cruz que dicho
(1) Mal admitida, porque de España en lo civil i Ruma ninguna Cardenal hizo on Valladolid.
apelación podía haber. Cronio. de b. Fernando IV, aiio 1306, ca
pitulo 27, fol. 42 vuelto. Vid. Cronio. de D. Alomo el Sabio, capi ano 1493.
tulo 75, fol. 51 vuelto, donde hay otro caso. En principio de esto año estuvieron los Reyes en
(2) En 14 do noviembre de este ario 1491 residía el Consejo en
Burgos. Consta de la provisión de esla locha que se imprime en
los tuero» de Viteaya, después de la ley 3.a, tft. 32, y consta que (lumbre de 1499, que fué para czpeler nuevamente ulra porción de
á la sazón era Virey y Gobernador de ti, a nombre de sus Alte judíos introducidos después en el reino, que pretendían perma
zas, el Condestable, pues dice al Un: • D. Pedro Fernandez de necer, diciendo que ellos no babian sida de los expulsas y que
• Velase», Condestable de Castilla por virtud de los poderes que no les comprendía la pragmática; de cuya expulsión hizo memoria
•tiene del llcyy de la Reina, nuestros Señores, la mandó dar.» Juan Pico escribiendo á la sazón el libro 5 advere. Aslrolog. Vido
(3) Como con la misma fecha lo avisaron de allí a la ciudad de Salced. ad Lucum pracl. crimin. canonic, cap. (3, ndm. 9. Estos
Sevilla por la caria que copia Zdfíiga, pag. 406. Reyes procedieron en tal expulsión con indiscreto celo y falta de
(4. En cuyo dia 27 libraron en Santa Fé la pragmática 25. En política, queriendo mas reinar i los desiertos que a los poblados,
24 de junio liay cédula dada por sus Altezas en Guadalupe remi de cuyo error se han compadecido los mejores políticos. YideUa-
tiendo i la Cbancillerla de Valladolid, y mandándola observar los ríum Culellum ad Le/. Sicul., pag. 211 donde lo lamenta.
capitnlos de reformación resultantes de la visita que en ella hi (8) En 30 de este dicho mes de setiembre permanecían en Bar
cieron O. Juan de Daza, deán de Joan, y el doctor ü. Alonso Ra celona. Cédula para la Chancillcria de Valladolid, lib. 2, til. 1, fo
mírez de Villaescnsa, corregidor de Valladolid. Ordenan de la lio 100 de sus Ordenamos.
Cnancillería, fol. 206. Otra del dia 23. Salaz., Caí. de Lar., tomo n, (9) Dia 8, como enmienda Zdfiiga el 4 de la inscripción de su
pag. U!>, y tomo iv, pag. 294.— Temo sea falsa la data de la 1.* sepulcro, puesta 27 años después en su capilla del convento de las
pragmática dada en Valladolid a 42 de julio de este abo 1492 y la Cuevas de Sevilla, pag. 409 y 410.
cédula de 19 del mismo que suena dada por ambos Reyes en A ran (10) El primero, dia 25 viernes repentinamente en su villa de San
da y se halla impresa en las Ordenanzas de la Cnancillería de Va l.ücarde Barrameda, y el segundo , lunes 28 en Sevilla, donde
lladolid, lib. 5, til, 8, fol. 190. Serian dadas por el Consejo que a fueron enterrados , el primero en San Isidro del Campo, y el se
la sazón residía en Valladolid, como lo dice allí mismo otra cédu gundo en la capilla mayor de San Agustín. Y como no dejd hijos
la qne sigue impresa y es dada por sus Altezas en Zaragoza a 20 legítimos, sino hijas naturales, los Reyes Católicos se aprovecha
de setiembre de este abo 92. ron de esla ocasión para recobrar la ciudad de Cádiz, dando al
(5) l-'.u 10 de agosto estaban en Barcelona. Concord. de la ties heredero ü. Rodrigo Ponce, hijo, la mayor en recompensa, el ti
ta, fol. 198. tulo de duque de Arcos con el de conde de Casares, y otras mer
(6) Por la pragmática 5.a de su colección impresa, dada en Gra cedes por privilegio en Barcelona a 20 de enero del año siguiente
nada a 31 de marzo de este abo. 93. Zdñiga, pag. 412, ndm. 1. Ramos, Títulos de Castilla, paz 32
(7) No sino mayo, junio y julio, a los últimos do cuyo mes habia a 33, §. 75.
de estar veriOcada la efectiva czpulsion, sin llevar oro, plata, mo (ti) A 5 de octubre. Pellicer, Casa de Miranda, pag. 62.
neda amonedada ni otra cosa de las de saca prohibida. Lo cual se (12) Y antes de Tuy, que murió, no en este alio sino en el ante
tuso asi en olira, dice la pragmática siguiente i esta de 5 de sc- rior, 1 9 de diciembre.—Flora, tom. xxti, pag. 243,
DON FERNANDO É DOÑA ISABEL. 647
Barcelona (1), y en este afio les entregó el Rey en Zaragoza, y de alli vinieron (5) á Valladolid, á
Carlos de Francia la ciudad de Perpifian y su for Medina, y Tordesillas. E alli en Valladolid, á26 de
taleza, con todas las otras villaB y fortalezas del enero . fálleselo Rodrigo de Ulloa, contador, hijo del
condado de Ruisellon (2). En el mes de septiembre Dr. Per-Yafiez, y consumióse su contaduría: queda
y en las cuatro témporas de este mes fué creado ron solas dos, que fueron la do D. Juan Chacón,
adelantado de Murcia, y la de D. Gutierre de Car- •
Cardenal de Santa Cruz en Roma D. Bernardino do
Carbajal á suplicación de la Reina. Este afio al co denas, comendador mayor. Y en Medina (6) vino
mienzo de él tomaron los Reyes la ciudad de Cáliz, nueva de la muerte del Rey D. Fernando de Ñapó
que tenia D. Rodrigo Ponce de León , por merced les, primo hermano del Rey D. Fernando el Cató
que el Principe D. Alonso (3) le había hecho, y lico, y casado con su hermano. Y en Tordesillas hi
como murió sin hijos, tornáronla á incorporar en la cieron los Reyes capitulo general de las Ordenes de
corona Real (4). Y tuvieron las Reyes el invierno Santiago y Calatrava, y estuvieron en Medina hasta
en Zaragoza. Este afio á 1.* de julio murió en Lle- el mes de junio (7), y de alli fueron á Arévalo á
rena D. Alonso de Cárdenas, maestre de Santiago. donde estuvieron el San Juan, y de allí fueron á
Y estando los Reyes en Barcelona fueron todos los Segovia, á donde estuvieron hasta agosto-(8), y de
Grandes del reino á los visitar. alli fueron á Madrid, donde estuvieron el invier
no (9), y fueron á Guadalajara á visitar al cardenal
año 1494. D. Pedro González de Mendoza, que estaba muy
En principio de este afio estuvieron sus Altezas enfermo de la enfermedad quo murió. Y en fin de
este afio se tomó por los Reyes asiento con D. Juan
de Zúfiiga, maestro de Alcántara, que dejase el títu
(1) Se mantenían allí i 21 de marzo >Mfl de julio en que libra
lo de maestre, y tomaron la administración los Re
ron a la Chanciller!» de Valladolid las cédalas impresas en sus or
denanzas, lib. 1, til. 6, fol. 6?, y lib. 2, tft. 10, fol. 100 vuelto, y li yes, y dieron al dicho D. Juan equivalencia. Y en
bro 4, tlt. t, fol. 128. Continuaban en Barcelona en 10 de agosto, fin de este afio inviaron los Reyes desde Madrid á
con ruja fecha libraron allí la pragmática 30; y en 20 de octubre Gonzalo Hernández do Córdoba, que dospuea fué
de que es la cédula impresa en las ordenanzas de la Cnancillería
de Valladolid, Hb. S, tft. 2, fol 148: y i 2 de setiembre. - Salazar, Gran Capitán on papóles. E inviaron nueva Cnan
Cas. de Lar., tom. II, píg. 121. cillería a Ciudad Real para los negocios de Tajo
(2) En este logar bailé en Lucio Marineo Siculo, Hb. 21, fol. 125 allende, y fué Presidente D. Alonso Carrillo, obispo
de la Edición de Alcalá de 1533, la nota siguiente, al margen, pues do Catanea, y después de Avila; y después el afio
ta de mano de aquel tiempo alusiva al pasaje en que dice este
autor la liberalidad con que el Re; Carlos VIH de Francia resti 1505, en fin de él , se mandó pasar esta Choncillería
tuyó a los nuestros los condados de Rosellon y Cerdanla, levan á Granada. Y en fin de este afio se dio el obispado
tando mano al empréstito de los 300.000 ducados ó enronas de do Salamanca al M.° Fr. Diego Desea, quo ero maes
Francia porque los hahia empellado el Rey II. Juan de Aragón,
tro del Principe D. Juan, y después fué obispo de
padre del Católico, al Rey Luis, padre de Carlos: -Ut mihl rela-
»tum fult causa linjus libcralitatis hsec fui!: Carolus de quo bic, Jaén, y arzobispo do Sevilla, é confesor del Rey, é
•amore pulcra; Dueisx et Comitisx Uníanla? caplus, cum ea con- Inquisidor general, y después de electo arzobispo
•traherc voluit et ipsa renuit, ut ferlur, eo quod Carolus roons- de Toledo, murió afio de 1523 por junio.
•trosus erat, habens magnum caput plusquam humano homini
•deceba!, qoamvis órnalas sensu, et omni virtute, et re milllar!
Af»o 1495.
•strenuus fortisque bello: qui cum despectum se vidlsset, bcllum
•Comitisx intulit: qux adjula a Ferdinando numis mllitibusque En principio de este afio estuvieron los Reyes ou
■fuit, et nihilominus bello supérala et a Carolo capia, partlm per Madrid el mes de mayo. Y en principio de este año
»vim, precibusque cum eo conlraxit, Reginaque Francia: efeta et
•a Carolo marlto nlmls dilecta fuit. Que condignum prxmium ob fallesció el Cardenal D. Pedro González de Mendo
•prxdietum adjutorium Ferdinando daré volens, marito sao Cl za á 11 de enero, domingo : está sepultado en la ca-
arólo petivit et preclbus impetravit (prxventa, nt ferlur, ab ipso
•Ferdinando) ul idem Carolus Ferdinando Comltatus Rusinonis et
• Ceritanix pignóralos reslitueret; quod Carolus líbenlcr anuit et marido del mismo nombre; y el privilegio de incorporación el dia
• adimplcvit, ut scriplura referí; licet postea Magnates et conven- 20 de enero de 1405 a la muerte de D. Rodrigo Ponce en 27 de
•tus juridici Francia; certiores de hoc factl, moleste ferentes, fe- agosto del afio anterior.
•cerunl ut Carolus revocare! reslitntionem ; quod intempeslé fui! (5) Por Almazan, donde a 5 de enero dieron licencia para el
•facium nam eo tempere jara Fcrdinandus cepera! possesioncra aparlamicnto y desistencia que liona María Ponce de León, hija
•Cnmilauum, et In eis muniliones possuerat: quod causa fult dife- de D. Luis Ponce de León, hizo al pleito que liabia puesto a los
•rentix, que adhuc durat iuter Rcgem Francia; snper jure Comi- estados de Arcos, y la transacción en su razón otorgada entre los
•taluum el eorum rccupcrationc, el Regem llispanix pro defen- interesados.
• sione.» Sobre todo lo cual no obstante se podra ver a Zurita, (6) Donde en 8 de febrero y 14 de marzo libraron i la Cnanci
lib. 1, cap. 18 de la Historia del ¡ley Católico, donde pone la total llería de Valladolid las cédulas impresas en sus Orden., lib. 4, ti
entrega de aquellos estados a este Rey, legitimo heredero de ellos, tulo 2, fol. 129, y lib. 5, UL 8, fol. 170. v otia á 14 de abril sobre
y presente él mismo a recibirlos en Perpifian i 10 de septiembre carta de la expresada de 14 de marzo elt., fol. 129. Y en el dia I
de este afio 93, acompañándole la Reina , que á este Un hablan sa de abril I» pragmática 195 para no agraviar a los hidalgos en Jos
lido juntos de Barcelona el antecedente viernes 6, a donde, dejando empadronamientos de pecheros nuevamente mandados.
lomada la posesión y las cosas puestas en orden, se restituyeron (7) En cuyo dia 17 libraron alli la pragmática 27, y la cédula
el martes 9 del signlente mes de octubre y permanecían aun allí impresa en las Ordenamos de la Chancilterla de Valladolid, lib. 5,
el día 24. tft. 8, fol. 165.
(3) No , sino del Rey D. Enrique, segnn el privilegio de rein (8) Y aun hasta seliembre, en cuyo dia 1.* confirmaron allí la
corporación. transacción y apartamiento que Dona María Ponce de León, muger
(4) lista incorporación fué capitulada en Barcelona i 7 de enero de D. Antonio Alvares Zapata y Toledo, biso al estado y mayoraz
con Doíi» Rcatriz Pacheco, duquesa viuda de Arcos, gobernadora go de Arcos.
de los estados por el nuevo Joven sucesor D. Rodrigo, nieto de su (9) Y en 18 de noviembre libraron alli las pragmáticas 32 y 33.
54é CRÓNICAS DE LOS I ÍES DE CASTILLA
pilla mayor de Toledo; é se dio el arzobispado á fueron concertados loa desposorios del Principé
D. Fr. Francisco Ximenez de Cisneros, provincial D. Juan con la Princesa Doña Margarita, hija del
de los franciscos, que primero habia sido arcipreste Rey de Romanos, y de la Infanta Doria Juana
de Dceda, y capellán mayor de Sigüenza, y se lla con el Archiduque D. Felipe, duque de Borgofia.
maba el Br. Gonzalo de Cisneros, hijo de Alonso
Ximenez, procarador de causas, vecino de Tord ala aRo 1496.
guna, que fué después Cardenal de Santa Balbina, Este ano estuvieron los Reyes hasta Pascua flori
y gobernador de los reinos de Castilla, que fallesció da en Tortosa (8), y dende partieron después de
en la villa de Roa á 8 de noviembre del año 1517. Pascua para Almazan, y estuvieron ende hasta me
Está sepultado en Alcalá de Henares en el colegio diado julio, é de ahi partió el Rey para Girona, y
de San Ildefonso, que él fundó con el estudio que la Reina se fué á Burgos y á Laredo (9) á imbiar
allí hay; y muerto D. Pedro González, dieron los á la Archiduquesa para Flándes: fué con ella el
Reyes el obispado de Sigüenza á D. Bernardino de Almirante D. Fadrique y DoBa María de Velasco su
Carvajal, que era obispo de Cartagena , y Cartage madre; é imbiada en buen hora, los Reyes se fue
na á D. Juan de Medina, que era obispo de Bada ron á Burgos (10). Y este año de 96 fué lo de Salsas
joz, y fué presidente después de la Chancilleria de con el Rey de Francia. Y fallesció la Reina Dofia
Valladolid y obispo de Segovia ; y Badajoz dieron Isabel, que estaba en Arévalo, á 15 de agosto, se
4 D. Juan de Fonseca, que era arcediano de Sevi gunda muger del Rey D. Juan II y madre de la
lla. Este ano á 16 de septiembre (1) murió D. Luis Reina Católica.
de Aoufia , obispo de Burgos : dióse el obispado á
Fr. Juan Pasoual de la órden de Predicadores (2); año 1497.
y por el mes de junio partieron sus Altezas de Ma En principio de este año estuvieron los Reyes en
drid y fueron á Valladolid, á donde estuvieron Búrgos (11), y vino la Princesa Dofia Margarita en
poco (3), y dende á Burgos, á donde (4) estuvieron el mes de marzo, y casaron al Príncipe D. Juan é á
hasta el mes de agosto, y fueron á Tarazona (5), ella lunes de Quasimodo 3 de abril : velólos el Ar
y de ay fueron á Alfaro (6) , é allí vino á sus Al zobispo de Toledo, y fueron padrinos el Almirante
tezas )& Reina de Navarra. Y en este tiempo falles y su madre. Murió en estas fiestas, que fueron muy
ció el Rey de Portugal D. Juan, dia de San Simón grandes, D. Alonso de Cárdenas, hijo segundo del
y Judas. Y murió el Condo do Corana en un rui Comendador mayor de León D. Gutierre de Cárde
do (7) en Valladolid ; y fueron sus Altezas este in nas. Y por el mes de mayo se partieron y fueron á
vierno á Tortosa á tener Cortes. Este mesmo ano Valladolid (12) é á Medina, y estuvieron en Medina
del Campo hasta el mes de septiembre (13), é partie
(1) No fué tino en el U de este mes, día lunes, como dejó es ron los Reyes dicho mes á Madrigal (14), é dende
crito en un ejemplar del breviario ¡¡urgente de su uso, ti canónigo para Valencia de Alcántara. Y fallesció en Salaman
Sedaño que vivía entonces; el cual dice : Morió el Señor obispo Do» ca el Príncipe D. Juan á 4 de octubre de este año,
Luis io Acuña, obispo de Bürpos, tutee XIV de setiembre de XCY, i y fué llevado á Santo Tomas de Avila donde ya-
las teis del dia a loque de prima. Flores , España , Sagrada, to
mo xxxn, pag. 408, niim. 17.
(1) Cuja muerte se vera adelante al alio 151%. Fué consagrado
en Ddrgos en 7 de febrero de 1497 por el arzobispo de Toledo, los (8) Donde i 9 de enero libraron la célebre pragmática 133 para
obispos de Salamanca y Astorga con grande solemnidad y con la Igualdad (que aun no se ha verificado; de todos los pesos y me
curso, presentes el Rey Católico, su hijo el Pilnelpe I). Juan y toda didas en el reino.
la Corte. Véase a Fr. Francisco de Vargas en el Apéndice. (9) Donde I 3 de agosto libraron titulo de conde de Cedlllo 4
(3) En el medio está Santa liarla del Campo, donde celebraron D. Antonio Alvares de Toledo, para después de los dias de Fer
este año Cortes, según lo que dice en el proemio de la ley 1.* ti nán Alvarcz de Toledo su padre, del Consejo de sus Altezas, su
tulo 6, lib. 6 de la Recopilación. Y debió ser en este tiempo. secretario y notario mayor del reino de Granada, perpetuo para al
(4) En 8 de Julio dirigieron a la Chancilleria de Valladolid la y sus sucesores, i eondiclon de servir con 15 lanzas de hombres
cédula impresa en sus Ordenamos, 11b. 5, til. 8, fol. 176, i favor de armas en todos los llamamientos generales de los obligados i
del hospital Real de Burgos. este servicio. Triele Haro, tom. u, plg. 113 y 114.
(5) Donde en 5 y 46 de octubre dirigieron al estudio de Valla, (10) Donde firmaron en 40, 48 de octubre y 43 de diciembre la
dolid la pragmática 34 sobre provisión de cátedras, y la cédula cédula para la Chancilleria de Valladolid, que se halla impresa en
impresa en las Ordenamos de su Cnancillería, lib. 5, til. 8, folio sus Ordenamos, lib. 4, til. 5, fol. 87 vuelto, y la pragmática 15, que
178 vuelto. es la de 40 de octnbre, y la 49, que es del 48, y la 30 de la misma
(6) En Alfaro i 10 de setiembre libraron la pragmática inserta fecha.
en la 109, fomeutaudo la fabrica de navios de porte mayor, por el (11) Donde i 4i de enero y 1 de mano libraron laa cédulas Im
medio de ofrecer el mayor acostamiento a los del mayor buque. presas en las Ordenamos de la Chancilleria dt Valladolid , lib. 5,
(7) Véase i Rodrigo Snarez, que dice fué procesado por esta tlt. 8, fol. 189 vuelto y 195.
quimera, Repet. leg. Post rem Judieatam, notabil. IX vers. Est (14) En 44 de junio libraron en Medina la pragm. 44.'
alius casos edilion. Salmantle. ann. 1656, pag. 4fi3, col. 4, ubi fillus (13) En Medina 4 30 de julio libraron la cédula Ordenan, da 1»
ita babel: «et qnia sibi accidit de fado in causa propia, calamum Ckancilleria, lib. 1, Ul. 3, n. 61, f. 38. Y en 30 de agoato, Ut. 5,
•extendil; nam fuit crlmlnaliter aecusatus super morte comills de n. 41, fol. 88. En 10 de aetlembre en Valladolid libraron la confir
Camina A quodam ejus fámulo inadvertenter oeeisl In quídam mación y provisión que ella Colmenares, fflaf. de Segovia, cap. 35,
•magna rixa qus in hae villa accidit.» Cantiña está también en la S II, pag. 413, col. 4.—En 14 del mismo hablan vuelto i Medi
edición Duacens. do 1614. Y asi ba de ser; porque de los condes na. Cédula allí con eaa fecha para la Chancilleria de Valladolid
de Corulla, Cruda ó Clunia, ninguno murió en este ano. El 1.', dou en ans Ordenamos, lib. 1, Ut. 6, n. 31, fol. 51.
Lorenzo Suarex de Mendoza y Figueroa murió en 1181, y el (11) Donde 1 11 de él libraron a la Chancilleria de Valladolid In
D. Bernardino Snarex de Mendoza su hijo, en 1334. Haro, tom. i, cédula impresa en sus Ordenamos, lib. í, til. 1.a, n. 1, fol 61
pag. 405 / 406. vuelto.
DON FERNANDO É DONA ISABEL. &ié
ce (1). Y casaron este meemo afio el Rey D. Manuel en Alcalá de Henares (7), y de allí vinieron en fin
de Portugal con la Reina y Princesa Doria Isabel, de abril á Toledo, é abi vinieron el Rey D. Manuel
quo habia sido Princesa y muger del Principe Don de Portugal, y la Reina Princesa, y fueron jura
Alonso de Portugal su sobrino. Y vinieron sus Al dos (8) por Príncipes de Castilla y León, y de allí
tezas á tener el invierno a Álcali de Henares, y partieron á mediado mayo, y fueron á Zaragoza (9),
movió ende la Princesa Dona Margarita una hija. donde la Reina Católica estuvo (10), é murió la Rei
Este afio á 28 de octubre (2) murió en Roma D. Juan na Princesa de sobre parto del Príncipe D. Miguel
Arias de Avila, Obispo de Segovia, y dicen que ha á 23 de agosto, y fué jurado D. Miguel por Prínoi-
bia ido á defender los huesos de su padre ; y suce pe de Aragón y Sicilia : cerca de lo cual se ha de
dió en su obispado D. Juan Arias del Villar, que ver lo que está dicho de suso el afio de 1470(11).
era obispo de Oviedo, y dióse el obispado de Ovie
do á D. García Ramírez de Villaescusa, que era aSo 1499.
prior de San Marcos de León , é de allí adelante los En principio de este afio estuvieron los Reyes en
priores fueron anuales (3), que antes eran perpe Ocafia (12) y ostuvo la Reina muy mala (13), 4 ahí
tuos (4). Este afio por setiembre murió D. Juan de juraron al Príncipe D. Miguel en Cortes por Princi
Gnzman, duque do Medina-Sidonia, hijo de D. En pe de Castilla y León en el mes de enero. Y estu-
rique y do Doña Loonor de Mendoza, que ganó en vioron en Ocafia hasta fin de hebrero. E allí fué
África á Melilla y Cazaza. Fallesció en este afio Don muerto en un ruido trabado D. Alonso Pimentel,
Diego de Castrillo, Comendador mayor de Calatra- hijo de D. Juan Pimentel y de Dofia Juana de Cas
va, y la dieron á D. Gutierre de Padilla , que era cla tro. Ede allí se vinieron á Madrid (14). A 1." de he
vero, y la claveria á D. Alonso de Silva, hermano brero de este afio de 99 fallesció en Salamanca en
del Conde de Cifuentes (5). Y en este afio á 27 de el monasterio de San Francisco Fr. Juan Hortola-
noviembre en Alcalá de Henares cay4 de una ba no, varón de santa y simple vida, el cual en vida y
randa D. Luis Pimentel , marqués de Villafranca, después ha hecho muchos milagros (15). En el mes
hijo mayor de D. Rodrigo Alonso Pimentel, conde de mayo murió el Rey Carlos de Francia, que di
de Benavente, de que murió, y fué enterrado en el jeron el Cabezudo, y Dofia Leonor de la Cerda, hija
monasterio de San Francisco de Villalon, que fun única del duque de Medina-Celi D. Luis de la Cer
dó su padre. da, muger de D. Rodrigo de Mendoza, marqués de
Cénete, hijo del Cardenal D. Pedro González de
Afio 1498. Mendoza ; y casó segunda vez dicho D. Rodrigo con
En principio de este afio (6) estuvieron los Reyes Dofia María de Fonseoa , hija de Alonso de Fonse-

(71 En 17 de enero libraron allí a la Cnancillería de Valladolid.


(1) Con el epitafio que copia Ilaro, tom. n,p. E. la cédula que esta en sus Ordenamos, lis. 1, til. 6, fol. 54 vuelto.
(2) En el mismo día conviene Colmenares, cap. 35, { 13, contra (8) Domingo 18 del mismo abril. Salax. Caá. de Lar., tom. n,
Carinar que lo habia anticipado al 14, y expone su testamento y pag. 111.
el resto de ins memorias. (9) En este alo é 15 de julio estaba el Con sejo en Valladolid
(3) Ha de leerse trienales por los documentos qne nuevamente y era Vircy y Gobernador de él eon poderes del Rey y Reina el
llega el M. Risco, tom. xxxix, plg. 81 y 85, donde se vera qne las condestable duque de Frías, D. Bernardiuo Fernandez de Velaaco.
bulas para ello fueron en t" de mano de 1501, j de 11 de abril Cítala de las Ordenarnos de CnoncMcrie, lib. 1, til. 3, núra. 81,
de 1503,7 asi no anterior la provisión del último prior perpetuo fol. 43, y entre los Consejeros que Ermaron con él Alcocer, Mal-
D. García al obispado de Oviedo. partida y Oropcsa. Otra a 7 del mismo mes, lib. 1, til 4, núm. 139
II) En esto se equivoca , pues por la promoción de D. Juan fol. 84, con mención de estos Consejeros, y de que era también
Arlas del Villar al obispado de Segovia , no se dio el de Oviedo a Virey con poderes del Rey y Reina el duque marqués D. Fadrt-
D. García Ramireí de Villaescusa, sino a D. Juan Daza, que le que de Toledo, duque de Alba, por coyo mandado de acuerdo coa
gozó hasta 1503 , en que fué promovido 5 Cartagena y de ahí i ellos se libró ; y consta del libro de acuerdos de la ciudad.
Córdoba, donde murió j fué sepultado en 21 de mayo de 1510, (10) Y en 1 de agosto Rey y Reina libraron allí la pragmática 7."
habiendo sido antes visitador de la Cnancillería de Valladolid, (11) En 14 de noviembre en OcaBa libraron i la Cnancillería de
presidente de la de Granada y últimamente del Consejo. Y en Valladolid la cédula impresa en sus Ordenanzas, lib. 4, tit. 5. fo
tonces ( esto es en 1503) entró en Oviedo por obispo sucesor suyo lio 131, prohibiendo como supersticiosos los juramentos que per
D- Garda Ramírez de Villaescusa, prior que habla sido 17 años mitían y mandaban hacer en León sobre el sepulcro de San Isidoro.
de San Mareos de León, y con cinco de obispado murió en Cas- (11) En 15 de enero de 99, cédula allí con inserción de la ante
tropol 1 13 de abril de 1508. M. Risco, tom. xxxtx , pag. 79 a 86, cedente, prohibiendo los que se hadan sobre el sepulcro de San
donde ilustra a satisfacción y con puntualidad, como acostumbra, Vicente en Avila.
]as memorias de todos. (13| Se hicieron rogaciones públicas por su Importante salud, y
(5) En 8 de noviembre en Madrid libraron sus Altezas la prag en Valladolid una procesión de disciplinantes. Consta de la cuen
mática i8. Y la clausula signiente a esto en Galtndez fué copiada ta de Propios, donde esta cargada la cera que en esta procesión se
por D. Luis de Salazar en el Memorial por el marqués de Villa- consumió. Litro de acuerdos de 1407 a 1501, fol. 114.
franca, pag. 71, como aquf va. (14) Donde en 8 de mayo libraron cédula dirigida i la Junta de
(6) Al principio de este ato 1438, estando sus Altezas en Álca la provincia y hermandades de Álava, para que Lope López' de
li, enviaron a mandar a todas las ciudades del reino qne para día Ayila , actual diputado de ellas, lo fuese por todos los dias de su
cierto qne señalaban enviasen allí dos personas, cada una Inteli vida, y después entrase a serlo Diego Martines do Álava, como se
gentes para arreglar la moneda y ver la que se habia de labrar. Y verificó desde el alo 1507 en que Ayala murió. Árchito de Im pro-
Valladolid, en el lunes 8, y miércoles i 1 de enero, nombró para ello alacia. Caí. A., tit. 4, núm. 1.
i Francisco Lopes de Burgos, con 150 mrs. de salarlo, el que sa (15). En 19, 10, y 17 de marzojestaban los Reyes en Madrid don
lió en el 45 signiente, y estuvo en la Corte en Álcali y caminó 64 de libraron las cédulas Impresas en las Orienansas da la Chan-
días en que devengó 9.600 mrs. La otra persona fué el conde de cillerla de ValladoUd, lib. 4, til. 10, fol. 141, y lib. 5, til, 8, fo
Rlvadeo, Regidor, que ae ofreció sin (alario. Libro de acuerdos, lio 195, y la última en el Fuero de Vitcaya, entre las Insertas i
fol. 39, 43 j 109 vuelto. continuación de la ley 3.a, tit. 31,
650 CRÓNICAS DE LOS BEYES DE CASTILLA.
ca, Sefior de Coca y Alahejos , y de Dolía María de viembre (5) de este año partieron los Royes do Gra
Toledo; cuya hija en Doña Mencia de Mendoza, nada, y vinieron para Sevilla á tenor el invierno, y
muger de D. Enrique conde de Nassau. De Madrid vinieron para Alcalá la Real, Buena, Ecija ó Carmo-
partieron los Reyes por el mes de mayo para Gra na, y entraron en Sevilla martes 10 de diciembre.
nada, y llegaron allá en el mes de julio. E á 25 de Este año en fin de él, víspera de Santa María de la
agosto murió D. Pedro de Toledo, hijo bastardo del O, comenzó á hacer la conversión de los moros de
Relator, que fué el primer obispo qne hubo en Má Granada á nuestra Santa Fé Católica el Arzobispo
laga (1) después do la toma de aquel reino ; y su de Toledo, D. Francisco Ximenez , de la Orden de
cedió el licenciado D. Diego Ramírez de Villaescu- San Francisco, de donde sucedió por la voluntad
sa, que era obispo de Astorga (2), y en Astorga su de Dios la conversión de todos los moros del reino
cedió el doctor Juan de Medina, que era procurador de Granada, aunque no sin gran escándalo de aquel
de los Reyes en corte romana. Y fallesció D. Rodri reino, porque dia de nuestra Señora de la O se re
go Alonso Pimentol , conde de Benavente , á 4 de beló, é se hizo en la mezquita la iglesia catedral.
septiembre de este aflo (3) ; ó á 27 de este mes fa- En este año se hizo la pragmática que no cabalga
llesció Fray Alonso de Burgos, obispo de Palencia, sen en muía (6). Y este año murió D. Luis Osmio,
que primero lo habia sido de Córdoba y Cuenca, obispo de Jaén , y sucedió Fr. Diego Deza , que era
que fundó el colegio de San Gregorio en Valladolid, obispo de Salamanca.
donde yace ; al cual sucedió Fray Diego Deza, maes
tro en teología, natural de Toro, de la Orden de los aKo 1500.
dominicos, que era obispo de Jaén ; y en Jaén su Estuvieron este año los Reyes en Sevilla desdo
cedió el doctor Alonso Suarez de Fuente el Sabuco, enero (7), y partió el Rey desde Sevilla para Gra
que era obispo de Lugo , é Lugo se proveyó al li nada lúnoB á 27 de enero, por el levantamiento que
cenciado Pedro de Rivera, que era deán do Grana hicieron los moros de las Alpujarras, y quedó la
da. Y fallesció también en Córdoba este mes Don Reina en Sevilla (8). Esto mes se tornaron cristia
Francisco de la Fuente, obispo de Córdoba, que pri nos todos los moros é moras de Granada é sus al
mero fué obispo do Avila é Inquisidor general ; y querías ; y fueron, según dicen, hasta cincuenta mili
en este mes fallesció Fray Tomás de Torquemada, almas, y dende arriba, y fueron consagradas todas
prior de Santa Cruz de Segovia é Inquisidor gene las mezquitas de Granada, grandes y pequeñas á
ral, que está sepultado en el monasterio do Santo á honor de la Santísima Trinidad (9). A 25 de fe
Tomas de Avila, que él fundó. Dióse el obispado de brero de este año, dia de San Matías, nasció el Prín
Córdoba á Don Juan de Fouscca, obispo do Bada cipe D. Carlos en Flandes, hijo del Archiduque Don
joz, y el de Badajoz á D. Alonso Manrique, maes Felipe, Príncipe do Castilla, y de la Princesa Doña
tre-escuela de Salamanca. En el mea de abril de Juana, y dijo la Reina Católica cuando lo aupo : Ce-
este año partió la Princesa Doña Margarita para eidit sor» tuper Mathiam. En 1.a de marzo de este
Flandes por fallcscimiento del Principe D. Juan su año entró el Rey en las Alpujarras, y el jueves 5 de
marido, y casó en aquellas partes con el duque de dicho mes mandó combatir á Lanjaron y fué toma
Saboya, y luego tornó á enviudar ; é habia sido pri do ; y este mismo dia ciertoB capitanes de sus Alte
mero desposada con el Rey Carlos de Francia , que zas fueron á Andaras por mandado dol Rey, y la ga
dijeron el Cabezudo: En el dicho mes de octubre naron ; y luego todas las Alpujarras se dieron, y los
de dicho año vino á Granada la Reina de Nápoles, moros de Guojar , Lanjaron y Andarax que se pu
é desembarcó en Almería , é venia con ella D. Luis sieron en resistencia, fueron tomados cautivos (10).
de Aragón, cardenal, nieto del Rey Católico Don En el mes do abril do este año , jueves 30 dias, á la
Fernando, hijo de D. Rodrigo su hijo bastardo, y el tarde entró en Sevilla el Rey D. Juan de Navarra :
Rey la fué á rescibir á Guadix. Este año á 15 do
noviembre , dia do San Eugenio, nasció la Infanta los, después Emperador, el dia de San Hallas, 25 de lebrero del
Doña Leonor, hija del Príncipe D. Felipe y de la año siguiente, según reparó el H. Floret en las ¡temas Calólicu,
tom. ti , pag. 851, el cual por lo mismo pone su nacimiento el año
Princesa Doña Juana (4). Mediado el mea de no anterior 98.
(5) A 18 aun estaban allí, y libraron 1 la Cnancillería de Va
lladolid la cédula impresa en sus Ordenamos , lib. 1, tit. 3, nú
li) Pulgar, 3* par., eip. 91, fol. «09, col. 4, hablando de cuan mero 81, fol. 11 vuelto.
do se tomó en agosto de 1487, le alaba mucho y dice ora limosne (0) Dada en la muy nombrada y gran cibdad de Granada a 30
ro de Ib Helna y canónigo de Sevilla. de setiembre de 1499.—Esta en la colección de las de su reinado,
(2) Escribió una obra de religión cristiana muy aplaudida y pragmática 151.
dos veces citada del Señor Palacios Itubios en sus obras de Juris (7i En cuyo dia 18 libraron allí la pragmática 10.
prudencia Allegal. in materia h&reíis, % S«S, pag. 365, col 1.*, 8i Donde se mantenía en 31 de mano, en que se libró allí sola
«367, col. % cdiüon. Lugduncns. orna, oper. jarídicor., anuo 1370, ia cédula impresa en las Ordenaut. de la Cnancillería te Vallado-
por quien la menciona I). Nicolás Antonio sin otra noUcia. El ano lid, lib. 5, til. 8, fol. 190 vuelto.
1512 continuando en la silla de Malaga , le dedicó Antonio de Ne- (9) En 17 de febrero en Granada libraron el Rey y Reina la
brlja su edición Ilustrada de las obras de nuestro antiguo poeta cédula impresa en las Ordenani. de la Cnancillería de Valladolid,
Aurelio Clemente Prudencio, acabada en Alcalá en casa de Drocar Ub. 1, tit. 5, nuiu. 34, ful. 91 vuelto.
el día t de setiembre de ai|ucl año; lomo en 4.', letra de lórtls. 110) En 14 do marzo estaba el Consejo en Valladolid, donde li
(3) El dia siguiente 5 libraron los Iteycs en Sevilla la pragmá bró la pragmática 31 firmada asi: • El Conde de Cabra, D. Diego
tica 6.* de su colección. Fernandez de Córdoba. El conde de Cabra por virtud de los po
(4) No pudo nacer Doña Leonor en 15 de noviembre do 99, deres que tiene del Rey é de la Reina, nuestros señores, la man
selndo como es constante que su madre parió al Principe I). Car- dó dar con acuerdo de los del Consejo de sus Alicias.'
DON FERNANDO É DOÑA ISABEL. fi51

sábado á diez y seis de mayo ala mañana so partió Granada, D. Gómez Suarez do Figueroa, conde de
de la Corte de bus Altezas el Rey de Navarra (1). Feria, é D. Diego Hernández de Córdoba, conde de
Lunes á 22 (2) de junio del dicho afio de 500 partie Cabra, y los doctores de Alcocer y Oropesa, y el
ron los Reyes de Sevilla para Granada por la maña licenciado Malpartida.
na, y fueron á comer ó dormir á Marena; otro dia
aSo 1501.
martes fueron á Marchena : ay estuvieron el dia de.
San Juan. Jueves á 25 do dicho mes fueron á Su En principio de este año estuvieron los ReyeB en
ma (3), y de allí é Estepa, é Antequora é Luxa (4) Granada (8) , y tomáronse los dichos moros de Be-
6 Santa Fée, y entraron en Granada sábado 23 do lefiguien el mesde enero de este afio.y fueron muer
julio. Fallesció D. Iñigo Lopoz de Mendoza, duquo tos ó ajusticiados todos los varones que eran para
del Infantazgo, á 15 de julio de este afio. En esto pelear, é todas las mugeres fueron captivas ; los de
mes á 20 fallesció el Príncipe D. Miguel (5). Miér Nijar y Guecar fueron todos tomados cautivos en
coles á 23 de septiembre se partió de Granada en el mismo mes , é los niños de once años abajo man
buen hora la Reina de Portugal Doña María para daron los Reyes que no fuesen cautivos por ser ino
se casar, y fueron los Reyes con ella (6), y estuvie centes y tornáronlos cristianos. En el mes de enero
ron en Santa Fée hasta miércoles 30, dia de San de este dicho año se alzaron ciertos lugares de mo
Gerónimo, y se despidió de sus Altezas. Fué con ella ros de la serranía de Ronda, Sierra-Bermeja é Vi-
D. Diego Hurtado de Mendoza, Arzobispo de Sevi Ualuenga, y mataron los morosa D. Alonso de Agui-
lla, y Patriarca de Alejandría, quo luego fué Car lar é á Francisco de Madrid é á otras gentes (9);
denal del titulo de Santa Sabina, hermano del con fué á 18 de marzo de dicho lunes (10). A 22 del mis
de deTendilla, cuyas hermanas fueron Dofia Cata mo mes (11) partió para dicha serranía el Rey, y la
lina, madre de D. Bernardino de Rojas, marqués ganó é allanó, é á los moros de ella mandó luego
do Denia. y Dofia Mencía, muger de Pedro Carrillo para allende (12). Volvió el Rey á Granada y entró
de Albornoz. Jueves luego siguiento vinieron Iob en ella sábado 15 de mayo á la tardo (13). Viernes á
Reyes á Granada. En los meses de agosto, septiem 21 de mayo por la mañano partieron los Reyes de
bre y octubre do este año por la gracia de Dios se Granada con la Princesa do Gales , Dofia Catalina,
tornaron cristianos todos los moros de las Alpujar- que partió para Inglaterra en buena hora. Miércoles
ras, y do las ciudades do Almería, Baza ó Guadix, 2 do junio á la tardo partió do Granada la Reina de
é de otras muchas villas y lugares del reino de Gra Ñapóles para Valencia , y Balieron los Reyos con
nada. Miércoles a 21 de octubre partieron los Reyes ella á la tarde hasta Albalate , donde durmieron esa
para Santa Fée (7). En los dichos inoscB de septiem nocho ; otro dia jueves volvieron á Granada. A
bre y octubre se alzaron los moros de BelcBgui y 15 (14) de julio naBció Madama Isabel , hija de los
Nijar. Y quedaron por Gobernadores do estos rei Príncipes D. Felipe y Dofia Juana. En el mes de
dos de Castilla, en tanto que los Reyes estaban en julio de este año se entregó á los ReyeB católicos y
al Rey de Francia el reino de Ñapóles, y le partie
(1) En 1.° de Junio en Sevilla libraron 1 la villa de Madrid la ron ; de que después nascieron grandes discordias y
cédula Impresa en las Ordenan*, de la Cnancillería it YatlailoliJ, guerras (15). A 26 de agosto de este afio se embarcó
Ub. 4, (tt. 10, fol. 138 vuelto y 139. la Princesa de Gales para Inglaterra en la Coruña,y
(i) En ese dia libraron allí la cédula qne cila Plnel en el Jl<-
trat. del iuen vasallo, pág. 300, haciendo merced a D. Mignel Ge fueron con olla el arzobispo de Santiago, D. Alonso
rónimo de Cabrera de la encomienda de Mares j Benazuza en la de Fonseca.jy D. Diego Hernández de Córdoba,
írden de Santiago. Y el dia siguiente 43 libraron allí la pragmáti conde do Cabra , y D. Antonio de Rojas, obispo de
ca inserta en la 19 de su volumen. Mallorca , quo después fué arzobispo de Granada y
(3) Lco-0«ana.
(1) Loxa.
presidente del Consejo, patriarca de las Indias y
(5) Dia 14 de setiembre en Granada libraron i los primeros obispo de Palencia, y D. Pedro Manrique, cuya fué
marqueses de Moya D. Andrés de Cabrera y Doíia Beatriz de Bo-
badllla su muger y sus sucesores perpetuamente el privilegio de
la copa de oro en qne bebiesen los Reyes todos los aBos el dia (8) A 10 de marzo libraron allí la cédnla impresa en las Ordo-
de Santa Lucia 13 de diciembre. .Pinol, Rrlrat. del toen tatallo, nanita de la Cnancillería de Valladolid, lib. 5, tlt. 8, fol. 1S9.
11b. 4, cap. 17, pág. 494. (9) En 19 de febrero estaba el Consejo en Valladolid , y era VI-
(6) Ese dia antes de salir de Granada firmaron para la Cnanci rey y gobernador de él con poderes del Kcy y Beina él conde de
llería de Valladolid la cédula impresa en sus Ordenamos, lib. 3, Cabra D. Diego Fernandez de Córdoba. Cédula impresa en el
Ut. 4 al fin, fol 110 vuelto. Sobrecarta para que el presidente y Fuero de Vixeaja, 1. 1.", til. 35.
oidores que habian visto el pleito de la reversión del valle de l,c- Í10) En el dia 10 del mismo mes de marzo, estando los Beyes ou
nii entre el conde de Ofiate y el llscal, en virtud de la cláusula Granada, libraron la cédula impresa en las Ordenamos de la Oían-
Enriqucfla , pues no se conformaba y tenían duda , pusiese cada eilleria de Valladolid, lib. 5, lit. 8, fol. 171
uno su voto y pareeer separadamente y Armado , y los enviasen (1 1) Este dia antes de salir de Granada libraron á la Chancillarla
todos bajo un plegó cerrado á sus Altezas para que en su vista de Valladolid la cédula impresa en sus Ordenamos, lib. 1, Ut. 5,
providenciasen lo que fuese Justicia, como antes les fué manda niim. 4, fol. 45, y antes otra en 16, til. 6, ejusdem lib., ndm. 49,
do, y no lo hablan eiactamente cumplido. fol. 53 vuelto.
(7) En 31 aun los supone en Granada la fecha do su pragmá (lí) En 49 de abril libraron en Granada la pragmática 36, con
tica 10, que es á favor de los hijos de estos moros, que se habian Inserción de la 35 para el estudio de Salamanca.
vuelto cristianos, para que sus padres moros no les negasen la (13) En el dia 8 ya firmó allí la cédula á la Clianclllerla de Valla
parle de bienes que les Measen por herencia entre los otros her dolid, lib. 1, IIL \ núm. 64, fol. 38 de sus Ordenantat.
manos. Continuaban los Beyes en Granada en 13 de noviembre en (14) A 18, dice Ponto lleutero, y en Bruselas.
que libraron al Consejo qne residía en Valladolid la cédula quo (15) En til, 4(5 y 30 de julio libraron é hicieron publicar en Grn
esta i continuación de la pragmática 37 de sus Altezas. nada las pragmáticas 11 y 17, estando allí sus Altcxas.
662 CRÓNICA8 DE LOS I YES DE CASTILLA.
Valdc-Ezcaray. En el mes de Agosto de dicho año roña Real (5). Otros! en este mes de enero (6) man
volvió por el mal temporal la Princesa de Qales á daron los Reyes salir de sus reinos de Castilla y
Laredo, y desde allí se embarcó segunda vez para León todos los moros que vivían y moraban en ellos,
Inglaterra á 27 de Septiembre (1). En este mes fa- por los meses de marzo, abril y mayo, é aunque los
llesció D. Juan Arias del Villar, obispo de Segovia mandaron salir , después de llegado el plazo no lo
y presidente de la Chancilleria de Valladolid en Mo consintieron sino que se tornasen cristianos (7). Sá
jados , y fné sepultado en la capilla mayor de la bado 25 de hebrero fueron los Reyes al Pedroso, y
de la iglesia, que él edificó la capilla mayor de San estuvieron ende el domingo. Lunes 27 de hebrero
ta Clara en Valladolid , y dió para la fábrica del vinieron á Cazaba , y de allí á Guadalcanal , á la
puente de Bueoillo (2), al onal sucedió el doctor Don Puente del Arzobispo, y entraron en Llerena jueves"
Juan de Medina, obispo de Cartagena, y en Carta 3 de marzo , y sábado 12 partieron de allí, y vinie
gena sucedió D. Juan de Velasco, hermano bastar ron á Valencia de la Torre , y estuvieron allí ees
de del condestable D. Bernardino. Martes á la tarde noche y el domingo ; y el lunes partieron de ay y
20 de octubre del dicho año partieron los Reyes de vinieron á dormir al Campillo, y de allí se partieron
Granada, y fueron á dormir á Santa Fée , y de allí martes siguiente y vinieron á dormir á Zalamea , á
fueron á Alcalá la Real, y de ahí á Baena y Espejo, do estuvieron la Pasoua de Flores. Miércoles á 30
y entraron en Ecija sábado 7 de noviembre, y estu de marzo partieron de Zalamea, y fueron el dia si
vieron (3) allí hasta Santa Lucía , que partieron de guiente de Pascua á dormir á Quintana, viernes á
Ecija para Sevilla, y vinieron á Palma, Alora, Can Ceden , y sábado á la casa de los frailes de Guada
til lana , é vinieron por el rio, y entraron en Sevilla lupe , que está cabe la venta de los Palacios ; estu
4 14 de diciembre ; y estuvieron ay la Navidad. Dia vieron allí el domingo ¡ el lunes siguiente que fue
de Santa Catalina 25 de noviembre de este año fa- ron 4 de abril , estuvieron en Guadalupe, de donde
llesció el Duque de Medina-Culi , D. Luis de la Cer salieron miércoles 13 de abril y vinieron á dormir á
da , hijo de D. Gastón y de Doña Leonor de Men la venta de los Palacios, jueves á otra venta que
doza, condes de Medina-Celi. está pasado el puerto de Arrebatacapas , y viernes á
la puente del Arzobispo ; estuvieron ende sábado y
Uto 1602. domingo, y partieron lunes 18 de abril y fueron á
dormir á Calera, é martes 19 entraron en Talavera,
En principio de este año estuvieron los Reyes en miércoles 30 fueron á Zebolla, jueves vinieron á Bu
Sevilla (4). A 3 de enero llegaron los Principes don rujón, y viernes 22 entraron en Toledo. Sábado 7 do
Felipe y Doña Juana á Fuente-Rabia , y vinieron mayo entraron los Príncipes D. Felipe y Doña Jua
por sus jornadas por Guipúzcoa y Vitoria hasta na en Toledo, habiéndose detenido ocho diaa en
Burgos y Valladolid, Medina, Segovia y Madrid. En Olias, que el Príncipe estuvo malo de sarampión,
la cual venida fueron festejados en Francia por y dicen que el sarampión tenia la Princesa y no él.
aquellos Reyes ; aunque en la verdad dicen qne Domingo 22 de mayo fueron jurados por Príncipes
quisiera el Rey de Francia que lo cataran snbjecion de Castilla y León en la Iglesia mayor de Toledo en
en algunos actos, que procuró que se hiciesen, dán presencia de los Reyes Católicos, estando ende el
doles cierta moneda, que fué en ofrescerla , la cual cardenal D. Diego Hurtado de Mendoza, el arzobis
la Princesa aunque estaba en reino extrafio no qui po D. Fr. Francisco Ximenez, el condestable Don
so rcscebir ; dicen que el Principe ofreció lo qne le Bernardino de Velasco , y los duques del Infanta
dieron. En el dicho mes de enero recobraron los Re do, Alba, Bojar y Alburquerque , el marqués de Vi-
yes la oiudad de G ib raltar y su fortaleza para la co
(5) De poder de D. Juan Alonso de Gniman, tercer doqno de
Medina Sidooia y segundo marqués de Cibrallar, sin oírle ni darla
tí) En 3 y M de este mes se mantenían los noyes en Granada, por ella recompensa alguna que se sepa. Para ello sio contar coa
j libraron allí las pragmáticas 8 y 11. él para nada, estando en Toledo 1 11 de diciembre del alo ante
(1) A la villa de Valladolid, en cuya Jurisdicción se comprendía rior 1501 despacharon con provisión 1 recobrarla para la corona i
Boeelllo cntónces, por una parte G50.000 mrs. porque envió comi Garcllaso de la Vega, caballero de su casa y su conOdente, co
sarlos a darle gracias en acuerdo del lunes 11 de octubre del alo mendador mayor de Castilla, y i la asion de Vera y sns tierras;
anterior 1500, y por otra 6.116 que debía cobrar y remitid de su quien se presentó con este despacho en Gibraltar domingo 1 da
aposentamiento del ano 1501 hasta el dia 1 de agosto en que sa enero inmediato de 1501 y sin dificultad se apoderó de lodo. Aya-
lió de la presidencia, y partió de esta villa para la de Mojados, la, llUtor. de Gibraltar, pag. 108, y Afead. , pag. 10. 1 i 10 de ja
donde murió. Litro de acuerdos de Valladolid del alio 1497 y si llo por otra cédula en Toledo concedieron selloy escudo de armas
guientes hasta 1501, ful. 181, 186 y 510. Por lo demás, en cuanto i a la ciudad. Ibld., pag. 111 y 33. En 6 de Febrero allí libraron a la
su entierro en Santa Clara y obras que biio en este convento, con Chancilleria de Valladolid la cédula impresa en sus Ordenamos,
viene con el Señor Gallndez, Anlolines de Burgos en su Historia lib. 1, tft. 7, ndm. 14, fol. 56 vuelto-
manutenía do Valladolid, lib. 1, cap. 56. (C) Y por pragmática en Sevilla i 11 del mismo, qne es la 13
(3) SI es elerto el órden qne aquí lleva el Sefior Carvajal, no lo de su colección impresa, providenciaron la expulsión, entendién
puede ser el dia .1 de setiembre de la pragmática 9.' dada en la dose para con los varones de 14 y hembras de 11 anos arriba, y
ciudad de Ecija. En Ecija a 4 de diciembre libraron a la Chanci con término solo hasla Un de abril, y por los puertos de Vlteayt
lleria de Valladolid la cédula Impresa en sns Ordenamos .lia . 4, y no otros, ni i tierra de Africa, ni a las del Turco , con quienes
tlt.t, fol. 111 mello. tenían guerrs, sino a las del Soldán i otras indiferentes, y les
(4) A 1 y 10 de enero libraron altt la pragmitlea 1.' de su co prohiben sacar plata, oro, moneda d otra cosa de Ilícita extrac
lección , y la cédula Impresa en las Ordenamos de la Cnancillería ción.
de Valladolid, lib. 5, til. 8, fol. 171. (7) En 11 de febrero libraron en Sevilla la pragmitlea 19.
DON FERNANDO É DOÑA ISABEL. ' 563
llena, y los condes de Miranda, Oropesa, Belaloa- dicho mes. En 21 de enero fálleselo en Alcalá Don
zar, Corona, Siruela, Fuen salida, Ri vadeo, Aya- Gutierre de Cárdenas, Comendador Mayor de León.
monte y otros, y los obispos de Palencia, Osma, Viernes á 10 de marzo parió la Princesa Dofia Jua
Córdoba , Salamanca, Jaén , Ciudad-Rodrigo, Cala na al Infante D. Fernando en Alcalá de Henares;
horra , Mondofiedo , Málaga y otros muchos Perla bautizólo el Cardenal Fr. Francisco Ximenez, Arzo
dos y Caballeros. Aquí vino nneva que el Principe bispo de Toledo (7). En el mes de julio vino nue
de Gales Arturo era fallescido, que fué casado con va, que la gente que pasó con D. Podro Puertocar-
la Infanta Dofia Catalina, la cual casó segunda vez rero, venció en batalla á Monsiur do Oveni en Ná
con el Principe D. Enrique, hermano de Arturo, que poles, adonde fué muerto el Visorey francés de
después fué Rey de Inglaterra (1). Lunes á 18 de que dirémos, y cuatro mil y quinientos franceses, y
julio á la tarde partió el Rey para Zaragoza y fué tomó la ciudad de Nápoles. En Aloalá á 5 de julio
por Aloali de Henares (2). Lunes 29 de agosto par de este año murió el Adelantado de Murcia D. Juan
tieron para Ocaüa y Aranjuez los Principes (3). A 28 Chacón (8). Viernes á 14 de julio partió la Reina
de septiembre partió de Toledo para Madrid la Rei para Madrid, y durmió esa noche en Rejas, y al dia
na Católica y desde Toledo vino por Torrijos , don siguiente llegó á la dicha villa. Al.' de agosto de
de estuvo ocho dias, y desde ay áFuensalida y desde este afio murió el Papa Alejandro VI, y fué asump-
ay á Oasarrubios, y entró en Madrid viernes4do octu- to el Cardenal de S. Pedro ad Vincula, que so llamó
bre (4). Lañes 30 de dicho mes entró el Rey en Madrid Julio II. En 15 de septiembre cercaron los france
de vuelta de Zaragozaé vino en posta, porqueta Rei ses á Salsas, y el Rey juntó gente en Perpifian y los
na estaba mala. A 14 de esto mes de octubre murió en franceses huyeron en el mes de noviembre, y nues
Madrid el cardenal D. Diego Hurtado de Mendoza (5). tra gente los siguió y los franceses se acogieron á
Viernes á 13 de noviembre entró en Madrid el Prin Navarra, y los nuestros entraron en Francia y des
cipe D. Felipe que vino de Zaragoza, y quedó allá la truyeron muchos lugares y fortalezas, especialmen
Princesa. En este mes murió D. Diego de Rojas , te á Leocata, y otros muchos lugares, y pidieron tre
marqués de Denia y le sucedió D. Bernardino de guas al Rey Católico, y él se las otorgó, y despidió
Rojas , su hijo. Lunes á 19 de diciembre partió el la hueste y vinoso para donde la Reina estaba. A
Principe D. Felipe de Madrid para Flándes, y fué por 25 de septiembre fallesció en Segovia D. Alvaro de
Francia (6). En este año se tornaban á revolver en Portugal súpitamente; estando comiendo se cayó
en el reino de Nápoles los castellanos y franceses, y de una silla, y depositáronle en S. Francisco de Se
y fué mucha culpa de los franceses. En este afto por govia, y después lo llevaron á Portugal. Partió la
el mes de diciembre vino á Madrid D. Hernando de Reina de Segovia (9) para Medina del Campo á 26
Aragón, duque de Calabria , que lo envió allí preso de noviembre, y durmió esa noche en Q arcillan, y
el Oran Capitán. fué otro dia á S. Juste, y entró en Medina otro dia,
aSo 1503. qne fueron 28 de noviembre. Entró el Rey en Me
A 15 de enero de este año fueron los Reyes á Al dina del Campo á 20 de diciembre , que venía del
calá y de allí partió el Rey para Zaragoza á 24 de socorro y de descercar á Perpifian.
(!) En 5 de Junio libraron en Toledo la cédula impresa en el Afio 1504.
Fuero te Yiicaya después de la ley 3, til. 32.
(1) AIS de Jallo libraron en Toledo la pragmática 37, y la céda En principio de este afio vino nueva como el Gran
la Impresa en las Ordenanzas délo Cnancillería, lib. 5, tit. 1, folio Capitán D. Gonzalo Hernández de Córdoba venció
164 vuelto. Y en 16 del mismo las ordenanzas impresas desde el la batalla del Garillano , donde hubo gran número
fol. 198 i 100 vuelto. En 4 de agosto libraron los nejes en Tole
do la pragmática 4 de sa Colección Impresa. de franceses muertos, y tomó á Gaeta y el resto del
(8) En 30 permanecía la Reina en Toledo. Cédalas sajas en reino de Nápoles. Viernes á 1.° de marzo partió la
Toledo con esa fecha á la Cbanclllerla de Valladolid, en sns Or Princesa Dofia Juana para Flándes, y estuvo sábado
denamos, lib. 1, tlt. 2, niim. 47, fol. t3 vuelto, j 11 b. 3, tit. 6, folio y domingo en Valladolid, y de allí fué su camino
111 T en 17 de setiembre librd en la misma cindad de Toledo la derecho á Laredo, y de allí se embarcó , y se fué en
pragmática 14.
(4) En sn día 16 libraron noy y Reina la sobrecarta qne se Im buen hora. Domingo de Ramos 31 de marzo se ju
prime en las Ordenamos de la Cnancillería, fol. 198 hasta 201. raron las paces con Francia por tres afios en la Me-
(8) Arzobispo de Sevilla. Pero si se ha de estar a lo que escribe
ZdMga y i la inscripción de sn sepnlcro qne estampa, pag. 411, no
morid sino en 11 de setiembre de este aílo. En sn lugar presen (7) El Sr. Sandoval nos ha conservado ana relación coetánea
taron nuestros Rejes 4 D. Juan de Zdniga, hijo de la casa de Be- de la grandeza y magniOeeneia con qne fué celebrado sn bantlzo
jar, que Inego fné cardenal j antes maestre de Alcántara hasta el dtil para conocer las mayores galas de aquel tiempo. Historia d'a
alio 1 195, en qne lo renunció en manos del Rej ; pero le gozd poco Cirios V, lib. 1, S 13. Continuaba la Reina allí en M y 19 de este
esta Iglesia, mnrlendo a los dos afios despnes en Guadalupe por mes. Cédulas Reales deesas fechas en las Ordenamos de la Cnan
agosto de 1804. Entóneos proveyeron sns Altezas esta sede en cillería de Valladolid, fol. 13 vuelto y 15 vuelto.
D. Fray Diego de üeza sa confesor, qne se hallaba electo de Jaén, (8) T allí la Reina con esa fecha librd al Señorío de Vizcaya la
cajas Memorias son conocidas. Véase Zdniga, pags. 411 i 414. cédula de ese dia Impresa en sns Fueros después de la ley 3",
A 1." de noviembre estando la Corte en Madrid se publicó allí tlt. 31, y i 10 la siguiente a ella.
la pragmallea 37, como al pie de ella consta. (9) Donde en 30 de agosto dirigid a la Cbaneillerfa de Vallado-
(6) A 13 del mismo mes permanecía en Madrid el Rey D. Fer lid los capítulos de reformación de ella , que hablan resultado de
nando, y librd allí con esa fecha la cédala impresa en las Ordenan- la visita que la hizo D. Martin de Córdoba, para que los guardase
sos de la Cnancillería de Valladolid lib. 8, llt. 8, rol. 175, que tam y cumpliese. Cédula con su inserción impresa en ana Ordenamos,
poco explicó cono en al es el Otilora, 4.' parí., cap. 1, pagina 185. fól. 107 vuelto hasta 110 vuelto.
554 CRÓNICAS DE LOS REYES DE CASTILLA.
jorada. El día de viernes Santo de este año fueron
hechos grandes terremotos en Castilla, especialmen AÑO 1605.
te en Sevilla, Carmona, é otros muchos lugares de Este año estuvo el Rey en Toro (5) hasta fin de
Andalucía ; y so abrieron las bóvedas de las iglesias abril, que partió para Segovia, y fué por Arévalo,
y fortalezas , de los muros y torres , y cayeron mu y entró en Segovia por mayo , y allí estuvo hasta
cha parte de ellos en tal manera que los vivos en lunes 6 de octubre que partió para Cerezuela á mon
los tiempos presentes nunca tal vieron. Murió Pedro te. Y en dicho mes de mayo fué trasladada la Reina
de Avila, Sefior de las Navas, en Abril de este año, Doña Isabel, segunda mujer del Rey D. Juan el Se
y heredó la casa D. Esteban Dávila su hijo, y murió gundo , y madre de la Reina Católica Dofia Isabel,
en Medina del Campo á 8 de octubre de dicho año, del convento de San Francisco de Arévalo al con
é sucedió su hijo D. Pedro Dávila. Por mayo en Me vento de Miraflores de Burgos de la orden de los
dina del Campo fallesció Dofia Magdalena, Infanta Cartujos, que fundó el dicho Rey D. Juan , donde
do Navarra, y D. . . . (1) Enriquez, tio del Rey (2). yace sepultado é embalsamado. En agosto de este
En 2G de julio de esto año adolecieron los Reyes en año hizo y imbió el Rey una armada para allende, á
Medina. Este día fallesció D. Juan de Zúñiga , que instancia y suplicación del Arzobispo de Toledo, y
era Cardenal ó Arzobispo de Sevilla, y primero ha desembarcó en el puerto de Mazalquivir jueves á 11
bía sido Maestre de Alcántara, en una granja cerca de septiembre, y sábado siguiente, que fueron 13 de
de Guadalupe, y está sepultado en dicho monaste dicho mes, fué ganada Mazalquivir , y fué el capi
rio, donde también yace D. Juan de Sotomayor, su tán de esta armada D. Diego Hernández de Córdo
antecesor, en la claustra, en la capilla de S. Martin. ba, alcaide de los Donceles , que después fué Mar
Martes á 20 do noviembre do dicho año entro once qués do Contares. Este mismo dia 13 de septiembre
y doce del dia llevó Dios á la Reina Católica, y lle parió la Reina Dofia Juana en Flándes á la Infanta
váronla á enterrar á Granada. Este dia á la tarde Dofia Maria. En Agosto murió D. Pedro Alvarez
fueron alzados los pendones por la Reina Dofia Jua Osorio, Marqués de Astorga , y sucedió su hijo Don
na, como señora propietaria de estos reinos, y por Alvar Pérez Osorio. E ensimismo murió D. Gómez
el Rey D. Felipe, como su legitimo marido, en pre Suarez de Figueroa, Conde de Feria, y le sucedió su
sencia del Rey D. Fernando, que quedaba por Go hijo D. Lorenzo, que después fué Marqués de Plie
bernador de los reinos, y del Consejo y de los Gran go , porque casó con Dofia Catalina de Córdoba, hi
des y Caballeros qne allí se hallaron (3). Alzó los ja mayor de D. Pedro Hernández de Córdoba y de
pendones el Duque do Alba D. Fadrique de Toledo. Dofia Elvira Enriquez, hija de D. Enrique; el cual
En fin de noviembre fué el Rey á la Mejorada á en dicho Marqués D. Pedro fué hijo de D. Alonso do
tender en el testamento de la Reina, é vino ende el Aguilar. Murió asimismo D. Alonso de Fonseca, Se
Arzobispo de Toledo, y se entendió en el dicho tes fior de Coca y Alaejos, hijo de Hernando de Fon-
tamento. Por diciembre partió el Rey para Toro á seca, que fué hijo del doctor Juan Alonso y de Bea
donde estuvo hasta el mes de abril del año siguien triz Rodríguez de Fonseca (6). Lunes 20 de octu
te, entendiendo en cumplir el testamento de la Rei bre partió el Rey del bosque do Segovia para Sala
na con el Arzobispo de Toledo D. Fr. Francisco Xi- manca, durmió esa noche en Abades, y llegó este
menez, y con el de Sevilla D. Fr. Diego Deza, que dicho mes á Salamanca y estuvo en ella hasta fin de
nuevaraento había sucedido en el arzobispado , por este año de 1505 (7). Este afio por el invierno hizo
que de Jaén vino á Palencio, y de aqui á Sevilla. E muy grandes heladas y nieves, é ensimismo hubo
allí en Toro dieron algunos Caballeros ó Grandes mucha seca. Por diciembre de este año murió Don
ciertas tentativas al Rey , y él temió, de modo que Diego Gómez Sarmiento , Conde de Salinas, y Don
algo se enflaqueció la justicia (4). Francisco de Velasco, Conde de Situóla, y D. Pedro

(1) D. Enrique Enriqucí, le llamó en el prólogo. (5) Aqui lo de las Corles de Toro , en que se le Juró propie
(2| En C del mismo mes de majo permanecían los Royes en taria a Dofia Juana y i él Gobernador , y se publicaron las 84
Medina. Cédula impresa en las Ordenanzas de la Chancilleria de leyes.
Valladolid , lib. 1, llt. 2, niim. 67, fJl. 28, como también en 3 y 24 (6) En 17 de setiembre nació a D. Felipe y Dofia Juana en
de Julio, cédula allí, lib. 2, til. 7, nüm. 14 , MI. 98 y 11b. 3, Ü!. 10, Druselas la Infanta liona Maria. Fueron sus padrinos de pila el
W.i»- ... Emperador Maximiliano su abuelo y la Condesa viuda de Engcl-
(3) Y en el mismo dia escribid el Rey la noticia de la muerte verlo de Nassau. Ponto Heulcro Delpbio Rer. belglcar , lib. 6 , pá
de la nciua á su bija y yerno a Klandes, para que cuanto antes gina 275. Horco Annal. BrabaMIr, Ion. i, pig. KM. Esta Infanta
dispusiesen su venida i estos reinos. La carta se bailara copia fué Reina de Hungria y Bohemia por su casamiento en 1521 con
da al Un de esto comentario. Con la propia fecba 10 avisó a la el iley Luis, de quien no tuvo hijos. Viuda de él, gobernadora de
Cbanclllería de Valladolid por cédula particular, y en otra déla Flandes por el Emperador Cirios V su hermano, fundadora de la
misma data, Dofia Juana su bija, ya Reina, los habilitó para que ciudad do Mariemburg de su nombre, y vuelta i Espafia, murió en
a su nombre continúen administrando bien la justicia. Están Im Cigales a 18 de Octubre de 1558. Sepultáronla en S. Benito de Va
presas una y otra en las Ordenanzas de la Chancilleria, lib;5, tilu- lladolid, y de alil fué trasladada al Escorial, alo 1574. Flores, ílei-
nas Católicos, tom. u, pig. 854.
°(4) Esto ropite Sandoval citando a Gallndei, tom. I, pig. i», (7) No en balde, sino negociando con los embajadores de su
lib. 1, § 17 al Oii. yerno el Sefior de Veré y Andrea del Burgo , la deseada concor
dia que después de tantas tentativas y desazones entre ellos,
tuvo efecto el dia 24 de noviembre , siguiente, y la trae Zurita, li
bro 6, cap. 23, y a la entrada del alio inmediato la menciona el
Sefior Carvajal.
DON FERNANDO É DOÑA ISABEL. 555
Hurtado de Mendoza, Adelantado de Cazorla, her desembarcaron los Reyes en la Cortina , y vino la
mano del Cardenal D. Pedro González de Mendoza. nueva al Rey estando en Torqueinada, y de ay so
Murió también D. Alonso de Fonseca, Obispo do Os- partió la vía de León, y fué á Astorga, Ponferrada,
ma, que primero lo habia sido de Avila y Cuenca, y Villafranea, 6. do ay volvió la vía de la Puebla de
sucedió en Osma D. Alonso Enriquez, hijo bastardo Sanabria, y fueron las vistas dol Rey Católico con
del Almirante D. Fadrique, do quo muchos del rei su yerno D. Folipo , entro la Puebla de Sanabria y
no tuvieron que decir , por ser el dicho D. Alonso Asturianos : ó allí se vieron sábado 20 do junio , do
I las cuales vistas partieron desconcertados, y de alli
hombre profano.
fué el Rey Católico 4 Villafafila y a Tordesillas , y
ARo 1506. sus hijos á Benavente, víspera de San Juan. En este
Estuvo el Rey en Salamanca en principio de este mes murió en Monterey de Galicia D. García Fer-
año, y el dia do Royes 6 do enero, se pregonaron allí nandoz Manrique, Marqués do Aguilar : concertá
las concordias entre el Roy y sus hijos , mediante ronse los Reyes que D. Fernando (2) fuese & sus
Mr. de Veré bU embajador, é ponia en las cartas: reinos de Aragón, y lo quedaron los maestrazgos en
D. Fernando, D. Felipe y Doña Juana, etc. A 9 de Castilla, y los tres cuentos do maravedís que la Rei
enero partieron do Flandcs ü. Folipo y Doña Jua na Católica su mujor lo dejó : y do allí so fué el Roy
na, é corrió mucha tormenta, ó aportaron á Ingla Católico á Tudela do Duero , y bub hijos á Mucien-
terra á Morilas , y aquel Rey les hizo mucha fiesta. tes, y de ahí concertaron vmtas, y se vio con su yer
Partió el Rey de Salamanca el mes de marzo, y en no en Renedo una legua do Valladolid ; é de alli se
tró en Valladolid sábado 14 de dicho mes , y lunes despidieron y partieron el Rey Católico para Ara
16 partió á Dueñas, á donde so veló con Dolía Ger gón y sus hijos para Valladolid, de donde fueron á
mana de Fox á 18 del mismo mes , la cual era hija Segovia por agosto, é volvieron sin llegar á Sego-
de D. Juan Gastón , Señor de Narbona, Conde de viapor Cogeces á Tudela de Duero; porquo los Mar
Fox, hijo de Doña Leonor, hija del Rey D. Juan de queses do Moya entregaron el Alcázar de Segovia á
Aragón y Navarra, y de Doña Blanca su prima mu D.Juan Manuel, sobre que el Rey iba (3). A 20 de
jer, Reina de Navarra. Esta Germana era sobrina agosto fallesció en Segovia D. Gutierro de Toledo,
del Rey D. Fernando su marido, nieta de su herma Obispo de Plasencia, por muerte de D. Rodrigo Dá-
na, y la madre de dicha Doña Germana era herma vila, hijo del doctor Pedro González, del Consejo dol
na del Rey Luis de Francia, que entonces reina Rey D. Juan , que lo habia habido por muerte de
ba (1). Lunes 20 de abril partió el Rey de Vallado- D. Juan de Carbajal, Cardenal de San Ángel, su Se
lid á rescibir á los Reyes D. Felipe y Doña Juana, ñor. Fué este D. Gutierre enterrado en el monaste
pensando que desembarcarían en la montaña, y rio de San Francisco do aquella ciudad, en la capi
quedó la Reina Germana en Valladolid , y las Rei lla mayor. Sucedió en el obispado do Plasencia Don
nas de Ñapóles , madre é hija, que habían venido á Gómez de Toledo, hijo de D. Gutierre de Solls, y do
Salamanca por noviembre. Domingo 26 de abril Doña Francisca de Toledo , Condes que fueron do
Coria ; por muerte de D. Gómez sucedió D. Bornar-
dino de Carbajal, Cardenal de Santa Cruz, Arzobis
(1) La filiación de nuestra Reina Dolía Germana procede de po de Rosano y de Sabina y Patriarca de Jerusa-
este modo: toé hermana de D. Gastón de Fox, Vlzeonde de Nar
bona y Duque de Nemoux , muerto sin hijos en la batalla de Ra- len ; y por muorte del Cardonal sucedió D. Gutierre
Tcna alio 1511: los dos hijos de Juan Gastón de Fox, Señor de de Vargas Carbajal, Obispo que agora es de Plasen
Narbona, Gobernador de Viona y del Delflnado, Caballero del Or cia, hijo del licenciado Francisco de Vargas , y de
den de San Miguel , que se halló en las jornadas de Ñapóles y Doña Inés de Carbajal. Estando los Royes en Tu
Fournove.ymnrióen Estampes, donde esti enterrado; y de ma
dama María, hija de Carlos, Duque de Orleans, y hermana de dela fué visto en el cielo un cometa grande (4), y es-
Luis XII, Rey de Francia, que reinaba i esta sazón, y como el pa
riente más cercano habia sucedido i. Carlos VIII en 1191!, el cual (?) Estando en Tordesillas 4 1.' de Julio escribió 4 Francisco
Don Juan Gastón , Señor de Narbona, padre de la Reina Germana de Rojas su embajador en Roma la carta que va por apéndice, dán
habla tenido hermano mayor 4 D. Gastón , Conde de Viena , Prin dole parte de todo lo sucedido hasta aquí entre «I y sus hijos, y de
cipe muy galán y de excelentes perfecciones, que fue muerto des la concordia que habia tomado con éstos para que entendiese que
graciadamente el alio 1470 4 un golpe de lanza en un torneo en ya los reinos de Castilla no corrían de su cuenta, sino sólo los de
LIbourne, y yace en San Andrés de Rordeaux, casado con Madale- Aragón y Sicilia, por los cuales se debería mantener allí por tal
na de Francia, hija de Cirios VII y hermana de Luis XI, de quien embajador, haciéndolo todo presente 4 su Santidad, y cultivando
tuvo a Francisco Phebo, Rey de Navarra y Conde de Fox, que mu la amistad de los Cardenales afectos.
rió sin hijos, y a la Reina Dolía Catalina que le sucedió en el de (3) En G de mayo de este ano 1506 murió en Valladolid el In
recho de aquella corona, 4 quien y 4 su marido D. Juan de Labrit mortal Cristóbal Colon, descubridor de las Indias, estando en la
la arrancó por las armas el Rey Católico el alio 1511 y la reincor Corte a la solicitud de sus negocios. Su cuerpo fué trasladado ú
poró 4 la de Castilla. Estos dos Gastones hermanos , Juan y Gas Sevilla al Monasterio de la Cartuja de las Cuevas, y de ahí i la
tón V del nombre, fueron hijos do D. Gastón el IV, XVI Conde de Iglesia y Catedral de la Isla y ciudad de Santo Domingo, donde
Fox, difunto en I47Í, dos alios después de su hijo primero, y de yace con la inscripción que podrí borrarse de la piedra, pero no
la Infanta Dota Leonor, hermana de padre del Rey Católico, hija de la memoria de los hombres :
como «I del Rey D. Juan de Aragón y de la Reina Dona Rlanca de
Á CASULLA Y A LEÓN NUEVO W1HD0 DIO COLON.
Navarra, por cuya muerte aquel Rey volvió 4 casar con la Ilustra
Dona Juana F.nrlqncz, madre del Católico; y asi la Dolía Germana (I| Este come!» fué visto en llalla. Agustín Nifo Sucsano, filó
de Fox, segunda mujer do éste, venia 4 ser sobrina suya larga, sofo de aquel tiempo, le observó el dia 3 de agosto do este ano.
Dicta de su medio hermana. Claudc Paradin, Alliances Gincaloal- Vióse también en Valladolid y tuvo atónito al pueblo. Testifícalo
jae» des Roía ti Vrinccs de Gaule. León 1561, pig. 844 yS43, y an Alvar Gutiérrez do Torrcsdc Toledo, que parece lo presenció, pues
tes 146 y 147. en su Smiauo it tosat maravillosas , que escribía el año 1523
656 CRÓNICAS DE LOS REYES DE CASTILLA.
tuvieron ende hasta fin de agosto que partieron á quemada (4) é vino á Hornillos. A 8 de mayo fá
Burgos ; y allí pusieron en el convento do San Pa lleselo en Granada D. Fr. Fernando de Talavera, de
blo, doce cabezas de vírgenes y mártires , y á 14 de la orden de San Gerónimo , primer Arzobispo de
septiembre (1), dia de Santa Cruz, hubo jubileo. En Granada, é antes Obispo de Avila, y se dio el arzo
Burgos adoleció el Rey D. Felipe, é finó viernes á bispado á D. Antonio de Rojas, Obispo de Mallorca,
25 de septiembre a medio dia en las casas del Con y en éste sucedió D. Diego de Ribera , hijo de Don
destable. Todo este año en el verano llovió tan poco, Juan do Ribera de Toledo. Y fallesció en este año (5)
que fué Unido á mucha maravilla. En octubre murió D. Garci-Ramirez de Villaescusa, Obispo de Oviedo,
Pero López de Padilla, Adelantado de Castilla. Do y sucedió en el obispado D. Valeriano Ordofiez de
mingo 20 de diciembre partió la Reina de Burgos Villaquirán, natural de Zamora, Obispo de Ciudad-
donde habia estado después de la muerte del Rey su Rodrigo (6), y en éste sucedió D. Francisco de Bo-
marido, y llegó á Torquemada jueves 23 de dicho badilla, hijo del Marqués de Moya, que agora es
mes. Por este tiempo estando el Rey Católico en la Obispo de Salamanca. Viernes 4 de julio salió el
ciudad do Saona, que iba para Ñapóles, dia de San Roy Católico de Ñapóles para Castilla. Sábado 26
Francisco 4 de Octubre, supo la muerte de su yer de dicho mes entró el Infante D. Fernando en Hor
no, é no dejó su viaje hasta componer las cosas del nillos á ver á su madre. Lunes 23 de agosto entró
reino de Ñapóles (2). el Rey en Almazan de vuelta de Ñapóles, habiendo
desembarcado en Valencia por Nuestra Señora de
Afta 1507. Agosto, y entró en Tortoles sábado 28 de dicho mes.
Parió la Reina Doña Juana, que quedó preñada En septiembre salieron los Reyes de Tortoles y vi
cuando el Rey D. Felipe su marido murió , á la In nieron á Santa María del Campo, á 2 de septiem-
fanta Doña Catalina, jueves 14 de enero entre cin I bre : allí so trajo el capullo á D. Fr. Francisco Xi-
co y seis de la mañana en Torquemada en las casas menez, Arzobispo de Toledo, con el título de Santa
de un clérigo , que salen sobre la cerca y sobre el Balbina, é se hicieron las solemnidades media legua
rio , que era donde era palacio, que es cerca de la de Santa María del Campo, en un lugar que se dice
puerta del puente (3). En 30 de dicho mes murió en Mahamud, y fué Inquisidor general : é allí el Rey
Segovia el doctor D. Juan de Medina , Obispo de Católico hizo hacer el cabo de año al Rey D. Felipe
aquella ciudad, y le sucedió D. Fadrique de Portu su yerno : y en esto año D. Alonso de Fonseca, Ar
gal, Obispo de Calahorra, y aquí sucedió D. Juan de zobispo de Santiago, renunció el arzobispado en
Velasco Obispo de Cartagena , y este se dio al doc D. Alonso de Fonseca su hijo, y él tomó título de
tor D. Martin de Ángulo , Arcediano de Talavera, Patriarca ; lo cual fué tenido en todo el reino por
Presidente que fué después de la Cnancillería de cosa muy dura y áspera y de mal ejemplo. Dieron
Valladolid. Mediado abril se partió la Reina de Tor- causa á que se hiciese este desorden ruegos de per
sonas aceptas al Rey y que cuando salió de estos
é imprimió en Toledo en et siguiente, fot. 88 vuelto, dice de este reinos para Ñapóles fué con él dicho D. Alonso, al
modo : • Estando el muy esclarecido y liberallslmo Rey D. Kelipe cual no faltó en Roma lo que se requería para aca
■en Valladolid, fue vista algunas noches en el cielo hacia la parte
• septentrional una cometa de longura de una lanza de armas; a la
bar tal negociación. Hubo quien oyó decir al Rey
«cual salla el pueblo a ver por la puerta del campo de la misma Católico que de dos cosas le acusaría gravemente la
•villa, que fué portento de la desdichada muerte que tan presto conciencia ; la una consentir esta resignación de pa
•arrebató al dicho poderoso Rey. > ADade el doctor Alonso Per», dre ahijo en dignidad tan principal, siendo el hijo
catedrático de una y otra Filosofía natural y moral en Salamanca,
iu ¡uta», tol. meleorolog. edil. Salmo»!., an. 1576, 2." parí., cap. 2, en quien se renunciaba, mancebo y de pooa edad,
lól. -¿I, lo que se sigue: «luvasit qnippe lllo anuo Hispaníam sin letras ni experiencia. La otra haber nombrado
•nostram dirá lames ex nimia siccltate et sterililatc. Andívl entm Obispo de Osma á D. Alonso Enriquez , hijo bastar
»ab agrleolls, quod trisicum Ierra: mandatum in altioribus locis do de D. Alonso Enriquez, Almirante de Castilla, y
• mansit Ineorrnplum, defecto pluvialis humoris, et seqnenli anno
•nascebalur humore acceplo. Et post paucos menses post appa- de una esclava ; porque era hombre muy profano é
•rilionem corneta;, videlicet anuo 1501, Immlnente vera peste sin ninguna dotrina, tanto que decia Fr. Antón de
•Inquinarla orla est, quaeyer totam Hispanian grassata plurimam la Peña, predicador del Rey Católico , que no tenia
•partem habltatornm inlerfeclt: et vocatur lile annus a nostrisan- este Perlado más espiritualidad que un jarro. Sábe-
•nns pestis per anlonomasiam. Et nt ex dlclls Nyphi nobis cons-
•tat simlilimls malis et aarumis Italia lllo anno laboravit.» Este
autor era natural de Plasencia , como testifica Fr. Alonso Fernan (4) Antes de esto pasó i Patencia donde en 5 de febrero li
dez en los Anales de aquella ciudad. bró i la Cnancillería de Valladolid la cédula impresa en sus Or
(1) Dos días antes en 12 del mismo libró allí el Rey Católico denamos ,\\b. 1, tit. 4, núm. 2, fól. 44, y lib. 5, llt. 8, fól. 178
para la Cnancillería de Valladolid la cédula Impresa en sus Orde vuelto y 179.
nanza, lib. 1. tit. 7, nú ni. 4, fól. 55. (5) A 23 de abril. Historia del coleo, viej. de San Bartolomé,
{i) En este aBo murió en Vcnecla el célebre embajador D. Lo pagina 113 y 111 ; pero se engallan, porque su muerte no fué sino
renzo Suarez de Flgueroa, uno do los prudentes y sabios caballe en Castropol del Principado é 23 de abril del arlo siguiente
ros qne hubo en sa edad, y de tanto influjo y autoridad sobre 1508, como se ve por la Inscripción de sn sepulcro en Oviedo, que
aquella República , como ésta le mostró en el sentimiento y de nuevamente ha pnblicado el diligente continuador de la España
mostración de sn entierro , haciéndosele con tanto aparato que murada, tom. xxxri, plg. 86, donde cou él advierte el engallo de
mayor ni mas ostentoso no se habia visto a un ministro de algún nuestro Galindez, y por consiguiente que el sucesor no podo en
Principo enviado a corle extranjera. Zurita, lib. 6, cap. 27, to trar antes de aquel tiempo.
mo IV. (61 Que murió en Bureos í 12 de Agosto de 1512 como dice allí
5) Que ka pocos años se hundieron y seivian de meto», anide el el Señor Galindez y con él Garibay, lib. 20, cap. 15, tom. u, donde
Señor Sandoval, lib. 1, § 24. ponco su sucesor.
don Fernando e DOÑA ÍSABEL. 657
se que al tiempo que el Arzobispo de Santiago, el por hebrero : pasó á Arcos, y vino con la Reina Dofia
viejo, hizo la renunciación en D. Alonso de Fonse- Juana á Tordesillas por marzo, y dejándola allí, se
ca bu hijo, dijo D. Fr. Francisco Xiraenez, Arzobis vino el Rey á Valladolid (3). Á 18 de marzo parió
po de Toledo, que habia hecho mayorazgo del ar Dofia Juana de Aragón, hija bastarda del Rey Ca
zobispado con cláusula 6 vínculos de restituciones, tólico, segunda muger del doctor Bernardino Her
qne se mirase ei habia excluido las hembras; pero nández de Velasco, condestable de Castilla, á Dofia
como quiera que fué la substitución fideicomisaria, Juliana Angela de Aragón, que casó con su primo
paró en que muerto D. Guillermo de Croy, sobrino D. Pedro de Velasco, conde de Haro, hijo del con
de Xéures, inmediato sucesor en el arzobispado de destable D. Iñigo y de Dofia María de Tobar su
Toledo al Cardenal Giménez , fué Arzobispo de To muger. Á 3 de mayo en las casas del Almirante,
ledo este D. Alonso el mozo, en lo cual hubo muchos parió la Reina Germana al Principe D. Juan de Ara
juicios por las necesidades y guerras que habia con gón, que murió presto, y fué depositado en el con
Francia sobre lo de Fuente-Rabia. Y en Santiago vento de San Pablo de Valladolid, y de ay le lleva
sucedió el licenciado D. Juan Tavera (sobrino de ron á Aragón al monasterio de Poblete. Y este afio
D. Fr. Diego Deza, Arzobispo de Sevilla) Obispo que pasó a África el arzobispo de Toledo, cardenal de
fué de Ciudad-Rodrigo, y después de Osma, y Pre España, titulo de Santa Balbina, con buen ejército
sidente del Consejo Real. A 8 de octubre (1) partie de guerra (4) por servicio de Dios y de su santa Fó
ron los Reyes de Santa María del Campo é vinieron Católica y de sus Altezas, y conquistó é ganó la
á Arcos donde se quedó la Reina, y su padre vino á ciudad de Oran, y echó todos los moros de ella y de
Burgos, y estuvieron la Reina en Arcos y el Rey en su tierra, y la redujo a poder de christianos el vier
Burgos hasta fin de este ano. En 27 de diciembre nes después del dia de la Ascensión, 19 de mayo, y
murió el Comendador Gonzalo Chacón, Señor de la dejó fortalecida y provenida de gente y armas y
Casarrubios del Monte, que la Reina le habia da bastimentos, y se vino y erigió en olla una dignidad
do (2), y sucedió en su casa D. Gonzalo Chacón su que llamó Abadía, y le dio silla en la iglesia de
nieto, hijo de D. Juan, Adelantado de Murcia, y de Toledo; no embargante que el obispo, que era en
Dofia Luisa Faxardo, porque D. Pedro Faxar- tonces, antes que fuese ganada Oran, tuvo gran de
do, su hermano mayor, heredó la casa de su bate sobre ello con el Cardenal. Mayo y junio estuvo
madre. el Rey en Vallodolid, y miércoles 28 de junio (5)
partió él para Medina del Campo y volvió por Tor
Afio 1508. desillas á Valladolid. Jueves 11 de junio, dia de San
Estuvo el Rey Católico en principio de este afio Bernabé, casó segunda vez la princesa de Gales,
en Burgos y la Reina su hija en Arcos, é ansi estu Doña Catalina, con el Roy do Inglaterra D. Enri
vieron hasta julio, yendo y viniendo el Rey á Ar que, que nuevamente habia sucedido en el reino por
cos; é allí le vino nueva como el marqués de Priego la muerte del Rey Don Enrique su padre, qne habia
D. Pedro Hernández de Córdoba habia preso al al fallescido en el mes de mayo pasado ; y el dia de
calde Fernán Gómez de Herrera en Córdoba, é le San Juan se hizo la coronación y la fiesta de la
habia embiado preso á la villa de Montilla, porque boda, y este dia fué muy honradamente festejado
el dicho alcalde había ido por mandado de bu Al por el Rey Católico en Valladolid y jugó él mismo
teza á hacer justicia en cierto caso á Córdoba; y a las cañas (6). Primero dia de octubre partió el Rey
partió el Rey camino de Valladolid por julio, y fué de Valladolid, á Balbuena a la montería de venados,
á Mahamud, é allí estuvo cinco ó seis dias esperando
á la Reina y tornó á Arcos, y tomó el Infante con (3) Donde cataba i 4 de mano. (Zorita, lib. 8, cap. 34, tom. vi),
sigo, y partió á Córdoba, y fué por Olmedo al Espi y continaaba i 3 de abril, y libró la cédula, rol. V,, mim, 50, tit. ?,
nar, Guadarrama y Toledo, donde estuvo cinco ó lib. 1 , Ordenanzas de I» l'.hann Hería.
(4) >De manera que después de fundado y asentado sn colegio,
seis dias ; de alli salió martes 28 de agosto, y fué •en aquel invierno hizo nn grueso ejército en Álcali de catorce 6
por las Ventas, el Molinillo, Ciudad Real, Caracuel, •quince mil hombres, y I la primavera su jornada. T él ae qnedd
el Pedroche, Adamud, y entró en Córdoba á 7 de ■en Maialqolvlr orando las manos puestas y alzadas al ciclo, a
setiembre donde estuvo hasta fin del mes. •imitación de Moysen, por la Vitoria y buen suceso del ejército
•cristiano; y ansí se le dld Dios súbitamente sin resistencia de
•los enemigos, y fué luego ganada la ciudad, ano 1509, a 18 de
Afio 1509. •mayo por la Ascensión. • Tal fué el informe que pasd á Alvar
Partió el Rey de Céceres otro dia despueB de Re Gómez, cuando se preparaba á escribir su célebre historia del
cardenal Ximenei, el doctor Hernando de It.ilvás, sn coetáneo y
yes, y vino camino de la Plata, Alva y Salamanca
familiar, nno de los primeros colegiales teólogos de so colegio
é de ay á Medina del Campo, y entró en Valladolid mayor de Álcali, y por él canónigo, tesorero, maestre-escuela y
abad de la colegial de San Justo, y rector de la universidad, en
carta de 16 de febrero de 1558. I ráela el P. Qulnlanilla en la Vida
(1) Dos illas intea en 6 libró allí la Reina titulo de Alcalde de del Cardenal, Apéndice, pág. 75, después de haber tratado larga
la tartaleta de la villa de Alegría en Álava i Juan Lopeí de La- mente y con eireunaianclas muy particulares de esta prodigiosa
tarraga sn Secretarlo y de an Consejo con 50.000 rars. de aneldo conquista en el cuerpo de la obra y por dus capítulos enteros que
como antes la tenia Fernando Navarro, diurno Alcalde.—Original ion clin y W del lib. i."
en mi poder. (5) En 8 de él libró en Valladolid i la Cnancillería las cédulas
(i) Cnando se confisco i Jnan de Oviedo, Secretarlo que habia impresas en sus Ordenontn, lib. 5, llt. 4, rol. 149 vuelto y 150.
aido del Rey D. Enrique, si hermano, porque siguió la voz de los ■ 6) Se mantenía aquí dia 13 de agosto. Cédula Impresa por Sa-
portugueses en Castilla. ....... lazar, Can. it lar., tom. iv, pag. 180.
658 - CRÓNI0A8 DE LOS REYES DE CASTILLA,
y volvió de ay á 20 dias. Miércoles á 14 de noviem
bre tornó á salir, y volvió á Valladolid á 17 de di año 151-
ciembre. En este dicho mes fallesció Doña María Partió ol Rey de Madrid (5) para Sevilla, á 7 de
de Toledo, muger de Alonso de Fonseca, que está enero, y á 31 estando en Talavera finó D. Pedro de
sepultada en la Mejorada, y Doña Aldouza de Cas Silva, comendador do Otos en Calatrava: sucedió su
tilla, muger de Rodrigo de Ulloa, contador, que se hermano Don Hernando de Silva por provisión del
enterró en el convento de monjas de San Ildefon Rey como Maestre; y llegó á Sevilla en el mes de
so (1) de la ciudad de Toro. hebrero, aderezando su ejército para pasar allende,
lo cual todo el reino le estorbó que no hiciese; aun
aSo 1510. que se dice que la verdad de secreto era aparejar
A 6 de enero se tomó la ciudad de Bngla en Áfri contra el Rey de Franoia; é ansí dicen que el Rey
ca (2). E a 27 de julio se tomó áTripol por el conde de Francia decia que el Sarracín contra quien se
Pedro Navarro con ejército del Rey Católico y de aparejaba el Roy Católico su hermano era contra
su hija la Reina Doña Juana, estando ol Rey Cató él. A 17 de enero murió en Madrid Doña Beatriz
lico en Cortes en la villa de Monzón, quo es el reino Hernández do Bobadilla, marquesa de Moya; é An
de Aragón : y el Consejo Real quedó por goberna drés de Cabrera, su marido, fallesció en este año en
dor, y el Infante D. Fornando y el cardenal de Es Chinchón á 4 de octubre, é están sepultados en Car
paña D. Fr. Francisco Ximenez, arzobispo de Tole boneros, aldea de Moya, en un monasterio de la or
do. A 28 de agosto fué muerto y desbaratado en den de Santo Domingo, que fundó D. Juan de Cabre
los Gelves D. García de Toledo, hijo mayor de Don ra, arcediano de Toledo y hermano del dicho mar
Fadrique, duque do Alba. Partió el Rey para Ara qués. Estuvo el Rey en Sevilla (6) entendiendo que
gón por abril, lunes do Quasimodo, y tuvo Cortes el Rey de Francia no oprimiese al Papa Julio é á la
en Monzón hasta fin de agosto (3), y partió de iglesia, hasta el mes de junio (7) que salió á tener
Monzón á 1.° de septiembre, y el dia 8 estuvo en el San Juan en Cantillana. Este año imbió el Rey á
Zaragoza, y otro dia parto de ay, y fué á Madrid, la mayor parte do bu ejército que tenia para pasar
y dende allí en fin de octubre partió para Tordosi- allende, el cual ombarcó en Málaga. Fué por capi
llas á visitar a la Reina Doña Juana su hija, á don tán general Alonso de Carvajal, hijo de Dia Sánchez
de estuvo veinte dias. E allí como juez arbitro pro señor de Jodar y Tovaruela, y por coronel de in
nunció los sentencias entre D. Enrique de Guzman, fantería Zam udio. Vino el Rey á Burgos por agosto
duque de Medina Sidonia, y el conde de Alba de desde Sevilla, y estuvo allí hasta fin del año (8) en
Aliste sobre el estado é casa de Medina Sidonia, tendiendo do estorbar el conciliábulo que el Rey do
para que quedase con el dicho Duque, y él diese al Francia con ciertos Cardenales hacia en Pisa, aun
dicho Conde ciertos cuentos do maravedís. Asimis que salió algunos veces á caza y i haber placer.
mo pronunció allí sentencia entro el dicho Duque
y D. Francisco Hernández de la Cueva, duque de año 1512.
Alburquerque sobre la villa de Ximena, para que Estuvo el Rey en Burgos este año hasta el mes
quedase por el dicho duque de Medina Sidonia, y de agosto (9), que partió para Logroño, é tuvo el
él diese ciertos cuentos de maravedís al duque de dia de Nuestra Señora en Santo Domingo de la
Alburquerque: y de allí (4) volvió á Madrid, donde Calzada. Estuvo en Logroño (10) entendiendo en la
estuvo hasta fin del año. Otro dia después de Reyes
partió para Sevilla. A 10 de septiembre en Palencia
(B) En Madrid el día anteaior 6 Kbró i la Cnancillería de Valla
murió casi súpito D. Juan de Castilla, obispo de dolid la;cédula impresa en sus Ordenamos, lib. 5, ti*. 8, fol. 166 y
Salamanca, hijo de D. Sancho do Castilla, y sucedió vuelto.
en el obispado D. Francisco de Bobadilla, obispo Aguas grandes y extraordinarias en Valladolid en mayo de este
de Ciudad Rodrigo, hijo del marqués do Moya, y ol ano, que se tomaron por testimonio, saliendo de i caballo por las
calles la Chancillerla.
do Ciudad Rodrigo so dio á Fr. Francisco Ruiz, (6) Donde en 30 de marzo libró la cédula impresa en las Orde
riado del cardenal arzobispo de Toledo. nanzas de la Cnancillería de Valladolid, lib. 8, tlt. 8, fol. 1S8, hoy
lib. 6, til. 1 .*, lib. 2 de la Itccop., declarando que las leyes de Toro
se extienden a los casos anteriores á ellas, cuando en particular
(1) Na es de monjas, sino de frailes dominicos. ellas mismas no se limitan i los posteriores.
(2) El dii i de marzo estaba el Roy en Valladolid, y allí libró (1) En 14 de ese mes se mantenía en Sevilla. Concord. SIcsl., fo
la cédula Impresa en el Fuero de Vizcaya, después de la ley 3, ti lio 251 vuelto.
tulo 52. Y en el dia 23 del mismo mes de marzo estaba su Alteza (8) Es tan cierta esta noticia de la venida del Rey i Burgos,
en Madrid donde libró i la Cbanclltcrla do Granada la cédala in que allí i 8 de setiembre i nombre y en cabeza de la Reina Dada
serta en las Ordenanzas de la Chancilleria de Valladolid, llb. 5, Juana su hija libró al Sefiorlo de Vizcaya la cédula Impresa en su
til. 8, fol. 164 vuelto, hoy lib. T, til. 1, lib. 6, Itccop., donde el co Fuero, lib. 14, tlt. 1.»
lector, siguiendo a Otalora, 1." pan., cap. 2, ndm. 5, la entiende (9i A 31 de enero libró allí al estudio de Álcali el privilegio de
bien al contrario do lo que ella permite. cnnllrmac¡on del que tiene del Rey D. Sancho IV, impresa en las
(3) Según esto esti errada la fecha de la cédula del llcjr en Mú Ordenanzas de la Cnancillería de Valladolid, lib. 5, tlt. 8, fol. 163;
denles (acaso por Monzón) i 8 de julio de 1£¡1U en las Ordenanzas y en 21 de febrero la cédula impresa después, fol. 201 vuelto. En
de la Chancillerla de Valladolid, lib. 1, tlt. 2, ndm. SC, folio 21 3 de abril en cabeza de la Reina Dofla Juana su hija la confirma
vuelto, ción de los Fueros de Vizcaya, impresa i continuación de ellos.
(1) De donde en 28 de noviembre libró i la Chancillerla de Va (10) En 5 y 18 de noviembre libró allí las dos cartas que impri
lladolid las cédulas impresas en sus Ordenanzas, lib. 3, til. 8, nú me Pcllicer en el memorial por el conde de Miranda , fol. CS, lla
mero tí, fol. 118, y lib. 5, lit. 1, ful. 146, mando i este Señor para quo acudiese á servirle con su gente.
DON FERNANDO É DOÑA ISABEL. 65d
toma del reino de Navarra por autoridad apostó Sandoval, hija do D. Juan do Sandoval, hijo de Don
lica; porque el Rey D. Juan y la Reina Doña Ca Diego Gómez de Sandoval, primer conde de Castro.
talina, su muger, siguieron al Rey de Francia en el La batalla de Ravena en Italia fué domingo de
scisma que ovo en tiempo del Papa Julio, 6 siendo Pascua do Resurrección, á las 10 horas del dia 11 de
amonestados los dichos Reyes por el Papa, que de abril de 1512, y fué en ella el ejército de bu Alteza
jasen de seguir los scismáticos ó se juntasen con él y del Papa Julio y otros señores contra el Rey de
é con la Silla Apostólica dentro de ciertos términos, Francia, la cual dicha batalla fué muy cruel y du
los cuales pasados daba facultad para les poder dosa la victoria, porque aunque los franceses eran
hacer guerra, y exponía las personas é bienes y el muchos mas en número, los Infantes españoles que
dicho reino á cualquier Principe cristiano que lo daron en el campo, é allí fué muerto por ellos el
ocupase y ganase, y no lo quisieron hacer, creyen capitán general de Franoia D. Gastón Mr. de Nar-
do mas á Mr. Doval, tio del Rey D. Juan, que era bona, Señor de Fox, hermano de la Reina Germana,
imbiado por el Rey de Francia, que al Papa ; y el muger segunda del Rey Católico. Y en esta batalla
Rey Católico, tio de la Reina, se contestaba que, fueron muertos de ambas partes muchos capitanes
para que el Papa fuese seguro, le diese tres fortale y personas principales en número de mas de 20.000
zas que las tuviesen caballeros navarros, lo cual hombres. Viernes á 7 do mayo de este año partió do
nunca quisieron hacer hasta ser privados ellos y Burgos la Reina do Aragón i toner Cortes en Ara
bus descendientes del derecho de dicho reino, el gón. A 27 de julio murió en Roma D. Fr. Juan Pas-
cual fué consistorialmente aplicado al dicho Rey CHal de la Orden de Santo Domingo, obispo do Bur
Católico é á sus subcesores en las coronas do Casti gos (2). Sucedióle Don Juan de Fonseca, obispo do
lla é León. Y después vino á Burgos, vÍBpera do Palencia, y en Palencia D. Juan de Velasco, obispo
Navidad, y partió luego á Valladolid. En Burgos de Calahorra, y aquí sucedió D. Juan Castellanos
lunes de hebrero de este dicho año á las nueve horas de Villalba, hermano del coronel Villalba. A 12 de
del dia falleeció el condestable D. Bernardino Fer agosto murió en Burgos D. Valeriano Ordoñez de
nandez de Velasco : sucedió su hermano D. Iñigo Villaquirán, obispo de Oviedo, y sucedióle en el
Fernandez (1). En este dicho año, 22 do este dicho obispado D. Diego de Muros, que era obispo da
mes de hebrero, fallesció D. Juan do Silva, conde Mondofiedo (3) y aqui sucedió D. Diego de Villa-
de Cifuentee, Presidente que fué del Consejo. En muriel, presidente de Granada. Miércoles á 17 de
marzo de este año fallesció en Burgos el Infante de noviembre cercaron los franceses á San Sebastian)
Granada, D. Femando, hermano del Roy Chiquito y quemaron & Irnn, Iranzu, y Rentería y Ernani, y
de Granada, que se llamaba Muley Abdalla, y her viernes 19 de dicho mes, alzaron el cerco y se fue-
mano del Infante D. Juan de Granada, hijos de Ali
Abul Hacen, Rey de Granado. Esto Infante Don
(4) No en 27 sino en 19 íní la muerte do este santo prelado,
Fernando tuvo persona valerosa, y casó con Doña como consta de la Inscripción de su sepulcro en el convento de
Mencfa de la Vega, Señora de Tordehumos, é Guar la Minerva de Boma, y del apuntamiento del canónigo Sedaño en
do, é Costrillo, hija de D. Diego de Sandoval é Doña el breviario Burgense de su nsso en estos términos: Murió el Se
ñor obispo D. Pascual en ¡toma a XIX de julio, de calenturas, yen
Leonor de la Vega. Este D. Diego de Sandoval era do al eoneilio: enterráronlo en la Uinena, casa de n arden, lucié
hermano de la madre de D. Pedro Manrique, pri ronle honras en Burgos, domingo XII de octubre de este año UDXll.
mer duque de Nájera, y hermano del conde de Cas — Florez, España Sagrada, tom. ixvi, pag. llí. Su elogio se podrí
tro, D. Hernando de Sandoval, todos hijos de Dia- ver allí en la inscripción romana que copia, como también en el
Slculo, llb. 41, fol. 160, y Fr. Francisco de Vargas en el Apéndice.
Gomez do Sandoval, primer conde de Castro : este —En cnanto a su sucesor, el Scfior Sedaño, prosigue asi : Tomó
D. Diego de Sandoval fué ahogado por mal ó bien, la posesión del obispado de Burgos fí. Juan Bodriguct de Fonseca,
año de 1495, en el Pardo de Madrid ; é asi la hija obispo que flté de Palencia, viernes á las Vil después de medio dia,
Doña Mencia de la Vega, fué muy mala muger y d:a de San Cines XXV de agosto, y lomóla su provisor por él. Vino á
Burgos víspera de San Andrés de este año HDXIIH, que es el mis
fué casada muchas veces; la primera con D. Pe mo en que este canónigo lo escribía, y no puede darse mejor les.
dro de Mendoza, hijo de D. Diego Hurtado, duque ligo. Flores allí pag. 116 donde va poniendo las domas memorias
del Infantado; la segunda' con D. Bernardino do de este prelado con olvido entre otras de las que pudiera haber
Quiñones, conde de Luna, el cual tuvo grandes de tomado de las epístolas de Bembo, llb. 16, cpls. 9; del P. Sigiicn-
za, en la Historia de la Beligion de San Gerónimo, 3." parí., llb. 4,
safios con D. Pedro Alvarez Osorio, marqués de cap. 37, pag. tu, y de Nebrlja, su ayo y maestro, que cuando era
Astorga, diciendo que habia tenido que hacer con obispo de Badajoz le dedicó su rara obra poética De Vafre dictis
la dicha Doña Mencia; ansi dicen que fué la verdad; pkilosopnorum.
la tercera vez con D. Juan de Mendoza, hijo terce (3) De quien habló sobre el alio 119?, llamándole sobrino del
otro U. Fr. Diego de Muros, mercenario, obispo dcTuy y Ciudad-
ro del cardenal D. Pedro González de Mendoza; y Rodrigo, cuja muerte séllala allí en aquel nño, aunque fue en el
la cuarta con este Infante D. Fernando de Granada, anterior 91 a 9 de diciembre como en aquel lugar apunte. Ejtra-
y al cabo se dice que el dicho Infante murió de Bo que el P. M. Bisco no hubiese tenido presente este testimonio
enojos que de ella rescibió. Y el Infante D. Juan del Señor Galindei tan perspicuo y útil para la distinción de los
obispos Muros de un mismo nombre, cuando la trata y aclara fc-
de Granada, su hermano, casó con Doña Beatriz de litmcnle en el tom. um, pag. 89 a 101. También fue mucho se
le hubiese escapado la carta 5.', lib. 1G, iti Bembo (edit.de León
(1) En caja casa se hallaba el Rey hospedado el día 4 de majo 1510) que le escribió el Tapa León X en 46 de diciembre de 1517,
en qne otorgó so primer testamento, dando en ti las disposicio constando por ella que a la sazón retenía aun el arccdianaln do
nes acerca de la sucesión y gobierno de los reinos, que podran Carmena de la santa iglesia de Sevilla, juntamente con la digni
Yerse en Zurita, llb. 10, cap. 99, lom. ti. dad episcopal.
660 CRÓNICAS DE LOS REYES DÉ CASTILLA.
ron; acercáronse allí D. Juan de Aragón, nieto bas Rey Católico al Gran Capitán otra vez á Ñapóles
tardo del Rey Católico, qne iba á Flandes y Don y después estándose aderezado le mandó que no
Juan do Lanuza que llevaba consigo; y aprovecha fuese (2).
ron mucho para que se alzase aquel cerco. Después
desto vinieron el Rey D. Juan de Labrit y el Delfín Aflo 1513.
de Francia con grande ejército á recobrar el reino Este año el Rey Católico fué á visitar á la Reina
de Navarra, que el ejército del Rey Católico habia Doña Juana á Tordesillas por enero. En 28 de este
tomado, yendo por capitán el duque de Alba, Don mes murió D. Enrique de Guzman (3) , duque de
Fadrique de Toledo, y en Roncesvalles viniendo el Medina-Sidonia ; sucedió en su Estado D. Alonso
dicho ejército de Francia y el Rey D. Juan mataron Pérez de Quzman su hermano , que casó en Plaaen-
á Alonso de Carvajal, natural de Zamora, capitán cia con Doña Ana de Aragón, nieta del Rey Católi
quo era de la infantería del Rey Católico y ansi- co, hija de D. Alonso de Aragón, arzobispo de Za
mismo mataron á Yaldés, que era capitán de la ragoza, hijo bastardo de dicho Rey, y se celebró el
guardia del Rey Católico en el Burguete. Martes 30 casamiento en la ciudad de Plasencia en diciembre
de noviembre, huyeron los franceses del Real de de este dicho año (4). Por hebrero volvió el Rey de
Pamplona, y el sábado antes, que fueron 27 de di Tordesillas á Valladolid, y de allí fué á Medina del
cho mes, la combatieron muy recio, estando dentro Campo y á la Mejorada , ya mal dispuesto , y fué á
por capitán general el dicho duque de Alva, á quien Valladolid (6), á donde recibió los embajadores de
so habían dado primero los de Pamplona, é murieron Francia, y ovo fiestas por el mes de agosto (6). En
de los nuestros muy pocos, y de los enemigos mu este año por el mes de marzo adolesció el Rey Ca
chos; é ansí se acogieron á Francia, y los nuestros tólico en Medina del Campo viniendo de Oarrionoi-
les tomaron la artillería, así por seguimiento de al 11o (7), tierra de Medina del Campo, que se habia
gunos de los nuestros, como por la fragosidad de ido á holgar con la Reina Germana su muger, de
la tierra y sierras y asperezas de los caminos é fal un potage frío que le hizo dar la dicha Reina, por
ta de mantenimiento; y se cree qne si el Rey nues que le hicieron entender que se haría preñada lúe-
tro Señor no hubiera piedad de ellos, mandando go (8) ; á lo cual se halló Doña María de Velasco,
proveer que no los siguiesen, gran número de ellos muger de Juan Velazquez de Cuellar, de la cual en
se perdieran y murieran. Partió el Rey de Logroño fermedad al cabo ovo de morir el dicho Rey Cató
y se fué á Burgos é á Valladolid, y allí se estuvo lico. Partió su Alteza de Valladolid para Madrid el
hasta en fin del dicho año. En este mes de moviein- mes de septiembre del dicho año (9), é allí vino
bre en Logroño fué preso D. Fernando de Aragón, Mercurio de G atinara por parte del Emperador Ma-
duque de Calabria, hijo del Rey Federico de Ñapó
les, por cierto trato que dicen traia con Luis Rey
de Francia, y fué descuartizado Felipe Copula, y (8) Pomo sé qué sospechas del caviloso Rey Católico, que po
cos creyeron bien fundadas, contra el héroe que le habla hecho i
el Duque estuvo preso en Játiva hasta el año 1523 él con una corona mas. Zurita, lib. 10, cap. 28.
que S. M. por el mes de mayo lo mandó soltar, y lo (3) En Osuna donde quedó enterrado , y vivia en compañía de
redujo á su gracia. En este año, en fin de él, se dio su cufiado D. Pedro Girón, marido de su hermana Dofia Mencia
el obispado de Sigüenza á D. Fadrique de Portugal, de Guzman, a cuyo titulo pretendió preferirse y ocupar sus esta
dos con violencia y por las armas , como adelante se veri largo,
obispo de Segovia, por privación de D. Bernardino i su hermano y sucesor legitimo D. Alonso Pérez de Guzman,
de Carvajal, cardenal de Santa Cruz, diciendo que qne en efecto aunque en cuestión con él y con cierta incapacidad
habia seguido al Rey de Francia en su scisma, so natural , fué duque de Medina-Sidonia por la buena inteligencia
de sn madre Dolía Leonor de Zdfilga , gobernadora de su persona
bre lo cual pasaron muchas cosas, y en fin el dicho
y casa. Zdfilga, pag. 401, col. 8; Zurita, llb. 10, cap. 54, tom. vi.
cardenal fué reducido y se le dio recompensa por (4) A principios de diciembre estando allí el Rey: pero no de
lo que habia perdido; porque á la verdad él se per este alio 13 sino del 15, según Znrita, lib. 10, cap. 98, tom. vi.
dió por seguir á S. M. del Emperador, siendo Prín El trato si de la boda habla sido en el ato de 13. Zurlt. lib. 10,
cap. 79.
cipe mas de lo que el Católico quisiera (1). Y el (5) Donde en 11 de mayo y 7 de junio libró a la Cnancillería lai
obispado de Segovia se le dio á D. Diego de Rivera cédulas impresas en sus Ordenamos, lib. 1, til. 1, ndm . 81, fo
obispo de Mallorca, y este se dio á D. Rodrigo de lio 48 vuelto, y lib. 5, til. 8, fol. 180.
Mercado, abad de Santa Marta. Este año enviaba el (6| En cuyo mes murió aquí D. Alonso de Aragón, duque de
Villahermosa, que fué llevado i enterrar al monasterio de Poble-
te. Y en 48 del propio mes murió también su hermano D. Alonso
de Aragón, íntes obispo de Tortosa y ahora arzobispo de Tarra
(1) Todas estss cansas las descubre bien Zurita (qne parece gona, de que habla tomado posesión en 15 de Julio antecedente.
escribió en todo con telégrafo) en la historia de este suspicacísi Zurita, llb. 10, cap. 55 al fin, tom. vi.
mo y delicado Rey, líb. 6, cap. 17; pero se lucieron Inego las (7) Donde habla nacido el Rey D. Juan II de Aragón su padre,
amistades y el eardenal volvió a su gracia. Loa oficios qne pasaron y tenia el cazadero el Rey D. Fernando su abuelo, siendo Infante
para esto entre el Papa León X, el Emperador Maximiliano y de Castilla y Señor de Medina.
nuestro Rey D. Fernando el Católico, se pueden ver por las cartas (8) Lo que ella mucho deseaba y no menos el Rey, por Is poca
del primero a los dos en 15 de febrero de 1514 en la Colección del afición que ya mostraba a la sucesión de la casa de Anstria, como
llcmio. EplsU 14, 15 y 16, llb. 7, edie. de Lcon, 1540. El carde afiade Pedro Mártir y con él Zurita, libr. 10, cap. 55, tom. vi.
nal ha sido uno de los mas grandes varones de Espada y de los (9) Dice bien; pues en 13 y 82 de agosto aun permanecía en
espaOoles que mas (si es posible) han Ilustrado la púrpura : sabio, Valladolid, donde libró dicho (lia 88 ai Consejo de la Mesta la
docto y hombre de Estado. Su sagacidad y su elocuencia en las primera sobrecarta Impresa en las Ordenamos de la Cnancillería
oraciones qne han quedado suyas se podra ver en el Slculo, libro de Valladolid, llb. 5, til. 8, fol. 180, y i la Cnancillería de Grana
84, fvi. 154, Y D. Nicolás Antonio, BiHiotk. Ñor., Ion, I, pag. JOS. da la cédula de dicho illa 13, impresa eu el mismo libio, fol, 197,
DON FERNANDO E DOÑA ISABEL. ¿81
similiano, entre el cual y el Rey Católico no hizo tes de Aragón de Monzón (9), é aunque le dieron
cierto juramento sobre la gobernación de España, otro color, verdad fué que lo mandó prender porque
que tenia el Rey Católico , y allí en Madrid estuvo requirió de amores á la Reina Germana (10), y estu
hasta en fin de dicho año (1). vo preso en Simancas mucho tiempo, hasta que con
fianzas le hizo soltar el cardenal D. Fr. Francisco ■
Affo 1514. Ximenez en el tiempo de su gobernación (11). Partió
Partió el Rey Católioo de Madrid y vino á Sego- bu Alteza de Aranda para Segovia y llegó lunes 27
via, y estuvo su Alteza en Scgovia, y de allí partió, de agosto? de este afio: pasó en el monasterio de
y vino á Valladolid, y de ahi á Medina del Campo, Santa Cruz de la orden de los predicadores, á donde
y de ahí fué á caza hacia León, donde Be alegró de estuvo asaz malo , é aunque le fué dicho que no Be
la enfermedad ; y de allí volvió á Valladolid (2), y partiese, no se pudo acabar con él. Partió su Alteza
de Valladolid fué á Medina del Campo , donde se de Segovia á lo de las Cortes de Aragón , que no
sintió malo, y de allí partió á la Mejorada, á donde eran acabadas, sábado 15 de setiembre (12) y estuvo
se acrescentó su indisposición, por la Semana Santa en Calatayud y quedó el Consejo en Segovia. Tor
y Pascua de Resurrección. nó el Rey desde Calatayud, y entró en Madrid pos
trero do octubre, y partió de Madrid para Plaaen-
Affo 1515. cia, estando ya muy mal dispuesto, miércoles 12 de
Partió la Reina Germana (3) de la Mejorada (4) noviembre de este dicho afio : llegó á Plasencia vis-
á tener Cortes en Aragón : fué el Roy Católico con pera de San Andrés , donde fué honradamente res-
ella hasta Aranda, por el mes de abril de este dicho cibido, porque después que redujo aquella ciudad á
afio. De alH partió el Rey para Burgos viernes á 8 la corona Real, nunca en ella habia entrado : posó
de mayo de este dicho afio, donde tuvo Cortes (5): en la fortaleza. E alli vino nueva que era fallesoido
alli se otorgó servicio de 150 cuentos, é se incorpo D. Gutierre de Padilla, Comendador mayor de Cala-
ró el reino de Navarra por Cortes en la corona Real trava en Almagro, y dicese que si venciera de dias
do Castilla y León (6). En una noche á 27 de junio al Rey Católico, que tomarla el maestrazgo de Ca-
estuvo tan malo que pensaron que no llegara á la latrava, porque tenia esperanza de ser elegido. A 2
mañana, y fué sentido por los monteros de la guar de diciembre murió en Granada Gonzalo Hernán
da, que le tornaron. Partió su Alteza do Burgos dez de Córdoba, Gran Capitán, duque de Sesa y de
para Aranda viernes 20 de julio de eBte afio (7) á Terranova (13) , el cual ansimismo afirman que si
donde mandó prender (8) á Micer Antonio Agustín, mas viviera que el Rey Católico , que ocuparía el
bu Vice-Canoiller de Aragón, que venia de las Cór- maestrazgo de Santiago , porque dicen que tenia
bulas apostólicas ; poro S. M. ovo otra bula en el
(1) Y mas, pues en 18 de febrero del siguiente 1514, todavía mismo mes por modio del cardenal Santa Cruz para
Armó en Madrid la cédula para la Cnancillería de Valladolid im poder tener todos bus maestrazgos como los habian
presa en sns Ordenamos, lib. 1, tit. 6, ndm. 29, rol. 51 vuelto. tenido sus abuelos.
(1) Donde en 1 de setiembre librrt al Concejo de la Mesta la
segunda sobrecarta impresa en las Ordenaran de la Cnancillería Afio 1516.
de aquella ciudad, lib. 6, tlt. 8, fol. 180 vuelto.
(3) La Seffora Reina Dolía Juana estaba en Medina del Campo Partió su Alteza á 27 de diciembre del afio pasa
este affo 4 ífi de febrero, con cuya Techa libró alli i la ciudad de do de Plasencia, y fué á Trujillo á donde tuvo los
Soria la cédula Impresa en las Ordenamos de la Chancillerta de Reyes de este afio , y de alli fué al lugar de Albor-
Valladolid, lib. R, tlt. 8, fol. 173 vuelto. Y en 18 de marzo per
maneciendo alli dirigid 1 la misma Cnancillería los capítulos re tura, é á otros lugares, é fué á Madrigalejo, donde
sultantes de la visita que en ella hizo D. Juan de Tavcra, obispo
de Ciudad-Rodrigo y de su Consejo allí, fol. 211 i 114. (9) No, sino de Calatayud. Zurita, ibldem.
(4) En euyo monasterio asistió el Rey i los oficios de Semana (10) « Cosa (dice Zurita, lib. 10, cap. 93) de muy gran liviandad é
Santa, y de allí se faft muy debilitado y doliente a la villa de Ol •indigna de creerse, y aun de escribirse»; puesto que el doctor
medo, de donde salla i Ventosilla su aldea i la eaza de ciervos. Carbajal no la calla en sus Analet, antes lo que es de maravillar
En Olmedo i 11 de abril despachó orden a los aragonesos para de autor tan grave, la afirma por verdadera y con tal seguridad
Juntarse a Cortes en Calatayud 1 11 de maye. Y luego en el mis que no deja razón de dudar que él llegó i saber lo cierto.
mo mes partió la Reina a celebrarlas y el Rey en su compañía (11) Después de la muerte del Rey. Y habiendo pasado i Flan-
basta Aranda. En Aranda se le agravó al Rey Y des en seguimiento de su causa, el Rey D. Carlos, sucesor, le dio
estando muy Indispuesto en las casas de D. Juan de Acullá i 16 por libre en Bruselas i 13 de setiembre del alio 1517. Zurit., ibid.,
de abril otorgó su segundo testamento en la forma que muestra cap. 99 al fin. Y el mismo D. Cirios en Valladolid i 11 de diciem
Zurita, lib. 10, cap. 91 y 99, toro. vi. Del cual si alguna noticia tu bre de dicho afio le hizo merced del oficio de su abogado Fiscal
vo no hace memoria aquí nuestro Carbajal. y patrimonial de Aragón. Dormer, al fin de sus Anales, en las adi
(5) Y en 18 de él libró cédula a la Chancillerla de Valladolid ciones y correcciones, fol. 1 vuelto. Todo es poco para celebrar
aprobando el nombramiento de los 30 procuradores de causas de dignamente al padre de tan gran hijo como D. Antonio Agustín.
satisfacción, que habla mandado proponerle. Ordenamos, lib. i, (11) El dia anterior M libró 4 Vizcaya la cédula que, insertas
tlt 3, ndm. 3, fol. 66. Y por la del dia 31 allí, tlt. 4, nüm. 89, fo otras seis anteriores, se imprime en los Fuero» después de la 1. 3,
lio 78 vuelto, firmó el Reglamento de Receptores. tlt. 31
(6) Vid. Vlzcay. en el libro de la Nalttralcia de loe de San Juan (13) Jamás se habrá visto panteón de héroe mas adornado do
de Pié de Puerto, donde pone el privilegio ó ida. trofeos; una corona que ganó i la de Castilla y Aragón, y dos
(71 Con cuya fecha en el mismo día en Burgos libró l la ciudad cientos estandartes i sus enemigos. Virara enim plurllmt virtutl-
de Valladolid la cédula dada antes i Soria, extendiendo i aquella tus precdUum, Mlicitquc i» retms elariorrm homlnem tetas nottra
ciudad la providencia dada para esta, que sobre pleitos de pala non habel; atque haud scio an etiam parentum atorumaue nostro-
bras, concillándose las partes, no procedan los jueces. rum aletee kahuerbtt, mereció que dijese de él el Papa León X,
(8) En la noche del 13 de agosto. Zurita. 10, 93. aun cuando vivía. Episl. 57, lib. 10 del Bembo.
Cr—IIL 36
562 CRÓNICAS DE LOS REYES DE CASTILLA.
nuestro Señor le llevó de esta presente vida miérco él mostraba ; aunque á la verdad venia á lo que de)
les entre una y dos de la mafiana á 23 de enero yuso se dirá, como páreselo, fallescido el Rey Cató
de 1516 afios. Dejó por su universal heredero de lico, por los poderes que traía el dicho Dean (2) : y
todas sus coronas y estados á la Reina Doña Juana entre otras cosas que se asentaron alli , otorgó que
bu hija , y por universal Gobernador al Principe Monsiur de Xeures , camarero mayor del Principe,
D. Carlos su nieto, y en su ausencia en estos reinos * que hubia sido en le embiar, porque tenía mas parte
de Castilla y de León al cardenal de España; y en en el Principe que no otro, no entendiese en la go
los reinos de Aragón y sus coronas al arzobispo de bernación ; ni otro fuese su camarero, como lo era;
Zaragoza, su hijo bastardo. Porque los que este lo cual aunque á Xeures no plugo , y después por
Memorial leyeren sepan cumplidamente los hechos ellos trató mal al dicho Adriano ; pero á todos pa
como pasaron, se presupone que el Rey Católico es reado que aunque uo se debiese de cumplir, que ha
tando en Burgos poco antes que fallesciese, viéndo bría hecho lo que al Principe convenia, según que
se muy enfermo de la enfermedad de que murió, adelante se dirá. Asimesmo porque en Flándes se
hizo testamento ; en el cual entre otras cosas, dejó sabia de la indisposición del Rey fué embiado el
por Gobernador de estos reinos al Infante D. Fer dicho embajador, para que avisase de todo lo que
nando, su nieto, que él quería mucho , é tenia vo pasase de secreto y tratase , como es dicho, y esto
luntad que tuviese los tres maestrazgos después de era lo publicó, y para en caso que el Rey fallescie
sus (lias, porque nunca creyó que el Principe D. Car se, tomase la posesión de los reinos por el Principe ;
os viniera en estos reinos á los regir y gobernar, para lo cual y para todas las cosas de la goberna
estando auseute de ellos, como á la sazón estaba, ción traia secretamente poderes bastantes. El Rey
porque siendo aquellos por quien se regia, no na partió de Plaseneia y vino á Zarayzejo por la puen
turales de ellos, tenia por cierto que no le aconse te del Cardenal en andas, y de alli, con asaz pasión
jarían que los viniese á regir, ni él siendo criado en y dolor, otro dia sin mas detenerse partió y fué á la
aquellas partes á otras costumbres y manera, lo Bentura, á donde estuvo cinco ó seis días, y de alli
querría hacer, en especial no teniendo noticia de fué á Madrigalejo', aldea de Trujillo, y sabido por
ellos ; porque con dificultad se muda la costumbre el Embajador como la enfermedad del Rey se agra
en que los hombres se crian , y fácilmente se tiene vaba, vino á Madrigalejo desde Guadalupe, á donde
en poco lo que jamás se conosció ni supo. el Rey tenia acordado estar algunos dias para asen
tar los dichos tratos de todo , y para hacer capitulo
CAPÍTULO I. déla orden deCalatrava, y proveer la encomienda
mayor, qne habia vacado por muerte de D. Gutier
De lo que pasó después que el Rey Católico partió de Plaseneia y
fué i Madrigalejo, y de lo que allí sucedió. re de Padilla , la cual se tenia por cierto que habia
de proveer á su nieto D. Fernando de Aragón, hijo
Después que el Rey partió de Burgos fué á Ara de D. Alonso de Aragón, arzobispo de Zaragoza, su
gón por lo de las Cortes que alli tenian, é no pasó hijo ; ó á D. Gonzalo de Guzman , Clavero de dioha
de Calatayud , á donde negociadas algunas cosas orden, hermano de Ramírez Nuñez de Guzman, ayo
dejó alli en su lugar á la Reina Gorman» su muger del Infante D. Fernando , dando la claveria al di
é habilitada. De allí tomó á Castilla, y llegando á cho Don Hernando de Aragón. Fecho saber al Rey
Madrid, á donde estuvo poco, tomó el camino de que el Embajador era venido é le quería ver, sos
Plasoncia (1) por el campo de Arañuelo, y en la pechó mal de aquella venida, y con enojo que ovo,
Serena tuvo la fiesta de Navidad ; y estando alli lle dijo : No viene tino á ver ti muero. Decidle que u
gó el embajador del Principe y de sus gobernado vaya, que no me puede ver. E asi el Embajador con
res, D. Adriano deán do Lobayna, su maestro, que asaz confusión se fué por entonces ; aunque le hizo
después fué Pontífice, á tratar con el Rey Católico tornar á llamar por consejo é intercesión de algunas
algunas cosas concernientes á la gobernación de los personas que alli estaban ; al cual habló dulcemen
reinos é al bien de la aceptación de ellos , según que te, y le encargó que se fuese adelante á Guadalupe,
y que le esperase alli, que presto entendía ser allí
(i) A donde llegó en fin de noviembre Un debilitado y doliente, con él.
qne le entendió no podría vivir muchos días. Sin embargo, le re
cibieron con grandes fiestas los placentinos por ser la primera
vea qne tenian el gasto de ver i su Rev , después que babia saca CAPÍTULO n.
do aquella ciudad del dominio del duque de nejar y la habla re
incorporado i la corona. Al principio del siguiente mea de di Como ae le agravó la enfermedad al Rey Católico en Madrigalejo,
ciembre biso celebrar alli la boda de su nieta Dona Ana de Ara y de la habla que tuvo con loa del Consejo, y de lo que allí
gón con el nuevo dnque de Medina Sidonla D. Alonso Pereí de ordenó, y como, resclbldoa los Sacramentos, fálleselo en habito
Gniman, en medio de sn demencia é Ineptitud; cuyo casamiento de Santo Domingo.
ba puesto mal nuestro Gallndci arriba en el alio 1513. En el dia Estando el Rey en Madrigalejo, antes que fallos-
11 te hallaban en la Abadia , lugar y casa de recreo de su estima
do duque de Alba, que procuró divertirle a la caía de ciervos, de cíese, le fué dado á entender que estaba muy cerca
que abundaba touel bosque. Y alli en ese dia Juró por al y i nom no á la muerte, lo cual con gran dificultad lo pudo
bre de su hija y sucesora la concordia con Inglaterra, presentes creer, porque á la verdad le tentó mucho el enemU
Juan ltufo , obispo de Cosenia, y mlcer Galeno, nuncios del
Papa, D. Bernardo de Hojas, marqués de Denla, y D. Fernando de
Toledo, Comendador mayor de León. Zurita , lib. 10, cap. 98, to (t) Flrmadoa en Bruselas i mediado de octubre antecedente de,
po »i. este mismo alio 1515. Zurita, 11b, 10, cap. 98, (oía, n,
DON FERNANDO É DOÑA ISABEL. 568
go con incredulidad que le ponia de no morir tan D. Carlos, su nieto ; porque no embargante que el
presto, para que ni confesase ni rescibiese los Sa Sofior Infante D. Fernando fuese tan escelente en
cramentos ; á lo cual dio cansa qne estando el Rey virtudes y buenas costumbres, en quien cesaba toda
en Plasenoia, nno del Consejo que venia de ia Beata sospecha ; pero siendo de tan poca edad , como era,
del Barco de Avila , le dijo que la Beata le hacia había de eer regido y gobernado por otros, de los
saber de parte de Dios qne no habia de morir hasta cuales no se podía tener tanta seguridad, que pues
qne ganase á Jerusalen (1) , y por esto no quería tos en la posesión y gobierno no deseasen movi
ver ni llamar á Fr. Martin de Matíenzo, del orden de mientos y revoluciones para se acrescentar, y que no
predicadores , sn confesor , puesto que algunas ve podría haber seguridad bastante que esto excusase,
ces el confesor lo procuró ; pero el Rey lo echaba de sino dejando lo suyo á su dueño, y que esto era con
si diciendo que venia mas con fin de negociar me forme á Dios y á buena conciencia y razón natural é
moriales, que no entender en el descargo de su con á todo divino é humano, y en que habia monos in
ciencia ; pero al fin algunas buenas personas anal conveniente ; que si se acordaba de lo pasado y de
criados corno otros que deseaban la salvación de su la dificultad y trabajo que él y la Reina Calólioa
ánima, le apartaron é revocaron de aquel mal pro habían tonido en principio de su reinado para re
pósito, y el Espíritu Santo inspiró en él, é hizo una ducir estos reinos á su obediencia y devoción , 00-
tarde llamar al dioho su confesor, con ol cual se nosceria claro en cuanta ventura y discrimen que
confesó como oatólico cristiano, y después rescibió daba todo, dejando por gobernador al Infante, es
á su tiempo los Sacramentos, y de la confesión re tando ausente el Príncipe y viviendo la Reina DoSa
sultó que mandó el Rey llamar al Licenciado Zapa Juana su hija, y quedando la posesión del gobierno
ta é al Doctor Carbajal , sus relatores y referenda al Infante D. Fernando qne estaba presente, en es
rios é de su Consejo de la Cámara, é al Licenciado pecial si le dejaba los maestrazgos, como se de
Vargas, su tesorero, todos del Consejo Real, á los cía (2), y que el menor inconveniente que de esta
cuales en gran secreto dijo que ya sabian cuanto de provisión se seguía, era nunca venir el Príncipe en
ellos habia fiado en la vida y de lo que le habian estos reinos, que en la verdad él era el mayor ; por
aconsejado, siempre se habia hallado bien, que ago que viendo á su hermano el Infante apoderado, no
ra en la muerte les rogaba y encargaba muy cara faltaría quien le |pusiese grandes dificultades que le
mente le aconsejasen lo que habia de hacer princi entibiasen mas su venida , y que el mando y gran
palmente cerca de la gobernación de los reinos de poder convidaría al Infante á lo que no era de bu
Castilla ó Aragón, lo cual en el testamento que ha
bia hecho en Burgos habia encomendado al Infan (l) • Pensar (dice Zorita , llb. 10, eap. 99) que deliberaba dejar
te D. Fernando su nieto, que habia criado á la cos •los maestrazgos al Infante, es eosa sin ningon fundamento, y asi
tumbre y manera de acá, porque creía que el Prin •nlngona mención biso de ello en so favor en ninguno de sus prl-
cipe D. Carlos en nieto no vendría ni estaría de •mcroa testamentos, y muéstrase bien que el Señor Carbaj*l nln-
• guna noticia tuvo de lo que se asentó con el Dean de Lnhayna
asiento en ellos 'á los regir y gobernar como era •sobre la Incorporación de los maestrazgos en la corona de Cas
menester, y estando- como estaba fuera de ellos, su tilla ; pues de tal manera estaba aquello dispuesto, que la ad-
gobernación de personas no naturales, que mirarían •minlstraclon le estaba encomendada por la Sede Apostólica, y
•nunea en'su vida le pasó por el pensamiento procurarla para el
antes su propio interés que no el del Príncipe, ni el •Infante; y menos atabla de presumir que después de su muerte se
bien común de los reinos. A lo cual fué respondido •le habia de conceder por el Sumo PontIQce.» Este asiento con
por los del Consejo ya dichos, que su Alteza sabía el Dean de Lobayna, Embajador del Principe, nieto D. Carlos,
bien con cuantos trabajos y afanes habia reducido de que aquí ae acusa i Galindes no haber tenido noticia, luí en
la Serena ó bien en la Abadía poco después de la testa de Navi
estos reinos en buena gobernación, y paz y justicia, dad, en qne el Dean llegado de Fundes se presentó allí al Rey con
en que estaban , y que asimesmo su Alteza sabia sus credenciales la primera vet. Con el litólo De nuera tapiMa-
que los hijos de los Reyes todos nacen con codicia clony concordia, la puso Zurita en el eap. 98 anterior. Y es cierto
de ser Reyes, é que ninguna diferencia cuanto á que en él para quitar al Principe y su gobierno flamenco el rece
lo de que el Rey en perjuicio de sus rentas y de la corona quería
esto habia entre el mayor y los otros hermanos, dejar los mseslraigos al Infante D. Fernando también su nielo,
sino tener el primogénito la posesión, y que ansi- se ofreció s. H. i que procurarla eon el Papa su Incorporarlos
mismo conoscia la condición de los Grandes y Ca perpetua i ella, por considerarse asi conveniente, quedsndo él
balleros de Castilla, qne con movimientos y necesi coa la administración por sus días. Pero yo estrado que nn hom
bre del talento de Zurita critique en este paso al doctor Carba
dades en que ponian á los Reyes, se acrescentaban, jal y le tome la residencia poruña concordia no todavía pura y
y que por esto les parecí» debia dejar por Gober perfecta, y que mas bien que tal pnede decirse apuntamientos para
nador de los reinos de Castilla al que de derecho le ella , ó como un pliego de proposiciones. Era de advenir que en
la misma quedó capitulado que se hubiese de enviar a Flandea
pertenescia la sucesión de ellos, que era al Príncipe para qne alié la aprobase y jurase el Principe y su ministerio y
pueblos, con cierta formalidad muy solemne qae allí se previene.
T qne hecho esto, el Rey Católico, sn abuelo, bnbiese da baeer
(t) De esta Beata se oeaslonó nía fuerte competencia de juris lo mismo sel en Castilla. Nada de lo cual llegó i ejecución, ni la
dicción entre la reala y la eclesiástica el alio de 1509, como cons estreche! del tiempo dló lugar á ello, agravándosele mas de día
ta de los documentos qne Imprimid D. Josef Pelllcer alo 1668 en día la enfermedad mortal con que ya se hallaba , y muriendo
en el Memorial de los ülleai de Cacera, ful. 115 ruello y 116,' de ella en Madrlgalejo i 13 del siguiente enero de 16. Asi que el
donde cita también todos los logares en (]i<e hizo meselon de ella' historiador y el público, de cuya vos te decía es él un mero re
Pedro Martin de Angleria en sus Cartas. Véase la qae jo escribí lator, hicieron bien en no hacer caso de nn capitulado que no lle
al P. Montoya, qae esti en la correspondencia con literatos, don gó i tesar efecto, y ae evaporó con las esperanzas de la vida del
de me pidió j le di lirias noticias do esta muger fatídica. Rey.
CBOÑICAS DE LOS BEYES DE CASTILLA.
condición. Oidas estas razones y otras que le fue Bey tornó á decir : a Pues en lo de los maestratgós
ron dichas, el Bey asi llorando dijo que le pares- i qué me aconsejáis f* Los del Consejo respondieron
oia bien , y que ordenasen las cláusulas del testa que lo mismo que habian aconsejado en lo de la
mento, y pareada que lo que él tenia ordenado pri gobernación de los reinos de Castilla y León, por
mero en Burgos, le debia del todo casar, que nunoa las mismas razones ; y porque si un solo maestraz
parescieso, y escribir de nuevo todo el testamento, go puesto en persona llana bastaba para poner di
porque no paresciesen testigos de él ni se engen sensión é hacer movimientos en los reinos, como
drase algún mal concepto ; pero esto fué muy se habia visto, que muy mas claro era, que tres puestos
creto que no lo supo el Infante que estaba en Gua en una persona Beal causarían división y otras al
dalupe, ni Gonzalo de Guzman, Clavero de Oala- teraciones, y para esto no habia otro mejor testigo
trava, su ayo , ni Pr. Alvaro Osorío, obispo de As- que bu Alteza porque á esta causa el Bey y la
torga, su maestro, que estaba con él. Dijeron asi Beyna Católicos habian proveido mutuamente en
mismo al Bey aquellos del Consejo , que en lo de la poner en sus personas Reales la administración de
gobernación de Aragón que dejaba á D. Alonso de todos los maestrazgos, lo cual parecia haber sido
Aragón su hijo, arzobispo de Zaragoza , les parecia muy provechoso, como la experiencia lo habia mos
muy acordado ; porque en él cesaban todos los in trado. El Bey dijo : « Verdad es lo que decis , pero
convenientes , y era natural y amado é bien quisto mirad que queda muy pobre el Infante.» A lo oual
de aquellos reinos por la mayor parte, é los podia por los del Consejo fué respondido que la mayor ri
gobernar en paz é justicia. Fué dicho al Bey que queza que su Alteza podria dejar al Infante era
pues parescia que debia dejar por Gobernador al dejarle bien con el Príncipe D. Carlos, su hermano
Principe de los reinos de Castilla y León, etc., que mayor, Bey que habia de ser; porque quedando
estaba ausente , que para el entretanto que viniese bien con él, siempre libraría mejor, y que su Alteza
6 proveyese de Flándes donde estaba, era necesario le podia dejar en Nápoles lo que fuese servido , y
poner algún Gobernador que entretuviese las cosas que asi cesaban los inconvenientes de los reinos de
de estos reinos, que le aconsejasen quién seria el Castilla y le aprovecharía la guarda del reino de
que habia de nombrar ; porque persona mediana ni Nápoles. Al Bey paresció bien lo que le aconsejaban
el Consejo con ella no bastaría para este efecto de los del Consejo, y mandó que Be aconsejasen y or
entretener el buen gobierno y la paz y la justicia ; denasen las cláusulas y provisiones necesarias, ansi
y que dejar Grande era inconveniente según la ex para lo de la gobernación y maestrazgos en favor
periencia de las cosas pasadas, especial que habria del Principe D. CárloB , como de oincuenta mil du
discordia entre el que fuese nombrado y los otros, cados de renta cada afio en Nápoles para el Infan
y no le obedesoerian llanamente como era menes te. Los del Consejo se partieron del Bey, y fueron
ter, de que se seguirían mayores daños é inconve á ordenar las dichas cláusulas de su testamento, y
nientes. Fué nombrado por uno de los del Consejo, la Buplicacion para el Papa sobre lo de los maes
que allí estaban, el cardenal D. Fr. Francisco Xime- trazgos, aunque dicen que el cardenal de Santa Cruz
nez, arzobispo de Toledo, y luego paresoió que no tenia ya hecha esta diligencia en Boma, y el Gran
habia estado bien el Bey en su nombramiento , y Capitán para si. E uno do elloB lo escribió todo de su
dijo de presto : « Ya vosotros conoseeis su condición* ; mano, é de aquella minuta se trasladaron á la letra
y estuvo un poco sin que ninguno le replicase, y en el dicho testamento las clásulas, como por él pa-
tornó á decir : a aunque buen hombre, es de buenos de resce, y fué nescesario de tornalle todo á escribir,
seos, y no tiene parientes, y es criado de la Reina y porque no paresciese rastro de lo que primero Be
mió y siempre le habernos visto y conoscido tener el habia otorgado en Burgos, y con mucha difioultad
afición que debe á nuestro servicio » ; y los del Conse se pudo tornar á escribir; porque el mal del Bey se
jo le respondieron que ansi era la verdad todo lo agravaba y la escritura no era pequeña. La Beina
que su Alteza les decia, y que era buena la elección Germana, segunda muger del Bey, que estaba te
y mejor considerados los inconvenientes que de los niendo Córtes en Calatayud del reino de Aragón,
nombramientos de otros se esperaban (1). Luego el llegó á Madrigalejo, andando dias y noches, el lú-

(1) Es de maravillar ( dice Zurita ctt., Ilb. 10, cap. 99, tom. vi)
que escriba tal variación Carbajal, cuando el Rer le tenia ya nom ri al elocuente Alvar Gomes (fundador qne asi podemos llamarle
brado en el tetlamenlo que babla hecbo el alo antes en Aranda, y de la historia de Ximenex), y en verdad que le pasó 7 nada lavo
aquí condena su idoneidad. Ei P. Fr. Pedro de Qulnlanllla y Men que oponerle en este lugar. (Qué I ¿Nada mas hay que esto de la
doza, que no quisiera billar, no digo mancha, pero ni la menor tal cual condición en la eslampa del grande hombre! | Y se deja
mulata el purpúreo sayal de su héroe el Señor Xlmenei, piensa morir de un triste cartazo que le espeta un Motil Galindeisla
coger á nuestro Gallndci en complicación en este paso (pag. 209 lisonja porque no comió pan del Cardenal, ni tomó beca en sa
7 240, j en el Apéndice, pag. 61 ) ; pero en vano se oponen meras colegio de San Ildefonso, su fortuna la hicieron sus méritos, le
conjeturas, por no decir sombras, a un testigo grate y presencial, trató cerca muchas veces a la frente del Senado 7 1 puerta cerra
que escribe lo que pasó, no lo que no debió pasar. Si el Reír fué da, 7 supo mu; bien que, aunque era Grande, era hombre : Sum-
siempre de an genio caviloso, cúlpenle al Rej, no al historiador : mltunt hemaet lamen, como 71 dijo Quintlllano. TalleJactanHam,
deje el P. Qulnlanllla de deteriorar la fé del Señor Gallndet (solo el komtnee quid tnnl niel kaminee, San Agustín. Es menester ha
en este paso, pues en los demás siempre le sigue, y gracias por ber vivido en un encierro 7 no conocerla historia del mundo y
la materia que le dió para sus amplios elogios), llamando i su de los hombres, ni aun por el forro, para excandecerse por Un
obra, solo ahora con desprecio, unos aerrnderct manutcrtlat del pocas cosas. Y eso que tienen por delante el suceso del Cria Ca-
sidar toruna GatMa de Coría/of. A critica no se las »pos|»- piun, 7 le mea entre usaos.
DON FERNANDO i DOfíA ISABEL. 665
nes por la mañana (1) ; y martes siguiente en la muy deshecho, porque le sobrevinieron cámaras,
tardo qno se contaron 22 de enero del año 1516, que no solo le quitaron la hinchazón que tenia de la
otorgó el Bey su testamento y mas tarde rescibió hidropesía, pero le deshicieron y desemejaron en
el Santísimo Sacramento, y mas tardo pidió la un tal manera, que no parescia él : porque á la verdad
ción, la cual le fué dada, y después de media noche, bu enfermedad era hidropesía oon mal de corazón,
entre una y dos, entrante en miércoles, que se con aunque algunos quisieron decir que habían sido
taron 23 de enero, pasó de esta presente vida (2). yerbas, porque se le cayó parte de una quijada;
Nuestro Señor le quiera perdonar, que buen Rey fué. pero de esto ninguna cosa de cierto se puede saber
Fallesoió en hábito de Santo Domingo (3). Estaba mas de cuanto muchos creyeron que de un potaje
que le fué dado en Carrionoillo , cerca de Medina,
(1) Ten el mismo til escribió al Principe D. Cirios, su nielo, para ejercitar su potencia, le habia venido aquel
a Fundes, la tierna earta qne estampó Dormer en sns Anales de
Aragón, llb. 1, cap. 1, pag. I, dándolo noticia de su fatal estado, mal ; porque luego en llegando á Medina en vier
despidiéndose de él, y encargándole el cumplimiento de sn testa nes se sintió mal dispuesto, en lo cual afirman haber
mento y en particular lo tocante a sn mnger la Reina Dolía Ger sido Doña María de Velasco, muger de Juan Velaz-
mana, y el cuidado y respeto de sn persona é intereses, etc. quez, contador mayor, y Doña Isabel Oabra, cama
(i) Por memoria en la sala de la casa donde murió, propia de
los PP. de Guadalupe, se puso nna tabla con esta inscripción, qne rera de la Beina, con sabiduría de la Beina Ger
copia Dormer allí, pig. 3: Falleció el muy alto y poderoso nry Don mana su segunda muger, porque deseaba mucho
Fernando el Quinto, de gloriosa memoria, aquí en esta rimara de parir del Rey por haber la sucesión do los reinos de
Uadrideíos en la casa de Nuestra Señora Sania María de Guada Aragón (4).
lupe, miércoles dia de San Ildefonso entre las tres y las cuatro do
las mañana, que fueron 43 ¡lias del mes de enero de 1516.
|3) En 9 de febrero siguiente se sabia ya en Roma , y con esa (4) Siguen a continuación otros capítulos que narran los suce
fecha lo anunció el Papa León X al Emperador Maximiliano, es sos ocurridos desde la muerte del Rey Católico ; pero nuestro
cribiéndole el pésame en nombre de la Iglesia y de toda la cris Intento no va Un alia, habiéndonos solamente propuesto con la
tiandad, con gran sentimiento por la falta de Un grande Rey, de publicación de estos Anales Bretes da Gallndei completar en lo
cuyos elogios se hace panegirista. posible la Crónica de Pulgar. (N. del C.)
HISTORIA DE LOS REYES CATÓLICOS

DON FERNANDO Y DOÑA ISABEL,


ESCRITA POR EL BACHILLER

ANDRÉS BERNALDEZ,
OTRA QUE FUÍ DE LA VILLA DE LOS PALACIOS Y CAPELLÁN DE DON DIEGO DEZA,
ARZOBISPO DE SEVILLA.

AL LECTOR, A ata advertencia situé en el HS. la ñola que copiamos á contan*-


clon, sin saber quién sea su autor (i).
POR EL LICENCIADO RODBIdO (URO.
Este libro hice trasladar de uno que tenia el li
Esta historia, que siempre ha corrido manuscrip- cenciado Rodrigo Caro, escrito de su mano, que
ta á nombre del Cura de los Palacios, ha sido citada por su muerte fué á poder de D. Juan de Santelizes,
de machos con este titulo solo, y alguno mal infor del Consejo Real de Castilla, é por muerte del su
mado llamó á este autor el Bachiller Medina. Yo sodicho, de mano en mano á la de D. Francisco
hice particular diligencia, viendo los libros del bap- Flores, en quien hoy para. Es la verdadera historia
tismo originales que escribió y firmó en la villa de que escribió el cura de los Palacios, porque ademas
los Palacios, siendo allí cura desde el año de 1488 de la fée que hace el estar escrita de mano de un
hasta el ano de 1513, donde hallé escrito siempre hombre tan grande y firmado el prólogo de su nom
Andrés Bernáldez, y algunas veces Bernal; y en los bre, yo he mostrado este traslado al Dr. Símela, ra
mismos libros apuntadas algunas cosas de las que cionero de la santa Iglesia de Sevilla, que no tiene
en su tiempo sucedían. primero en todo género de buenas letras, y me ha
Escribe esta historia como testigo de vista de los dicho ser esta la verdadera historia, y tener él otro
sucesos, y conocimiento de muchas personas prin traslado del mismo original donde yo saqué éste,
cipales, como del gran don Rodrigo Ponce de León, líame obligado á escribir estos renglones el ver que
Marqués de Zahara, Duque de Cádiz, y D. Christo- anda otra, que siendo trasladada de la que anda
bal Colon; ambos fueron sus guéspedes, é escribe impresa que escribió Fernando del Pulgar, la quie
su hábito y faiciones, y assi de otros señores. Tuvo ren confirmar por del Cura de los Palacios. Esto ca
ajustadas relaciones de todo lo que escribió de fuera la verdad, y porque el lector no se ofusque, y ee
del Reyno : muéstrase entendido en la geografía y desengañe y lea con gusto esta, si es que desea la
lección de la antigua historia. Su lenguaje es el que verdadera, he tomado el trabajo de ver muchos
corría entonces, sin ninguna cultura, antes repite al grandes hombres mostrándosela y todos conouerdan
gunas cosas sobradamente, pero jamás falta i la ver ser esta la verdadera. Yo confieso de mí que me
dad, que es el alma de la historia, y asi ésta ha sido es duró el deseo de conseguir el tenerla muchos días,
timada de todos porque en ella demás de la sustan y mucha solicitud por ser autor recibido.
cia de las cosas, refiere algunas muy particulares y
que otros de aquel tiempo no escribieron, como por
el discurso lo podrá ver el lector. No tuvo otro pre
mio que de Cura de los Palacios y capellán del Ar (i) Esta advertencia trae la edición de Sevilla del alo 1870,
zobispo D. Diego Deza. Esto me pareció advertir, qne leñemos presente, annqne ni ésta ni ninguno de loa cid ees
de qne también nos filemos, nos pnede servir de texto único r
otros harán mejor jucioio, yo digo lo que siento. exclusivo. Todos son útiles, porque ee eorriten mutniujenle.
El Lioehoiado Rodbiqo Cabo.
HISTORIA DE LOS REYES CATÓLICOS.

EN EL NOMBRE DE DIOS. ñase á él ni á otro; era gran montero, y placíale


muchas veces andar por los bosques apartado de
Aquí comienza la Historia i vida del Rey Don las gentes. Casóse, seyendo Príncipe, con la Prin
Enrique, tegun la escribió Hernando del Pulgar, cesa Doña Blanca, hija del Rey Don Juan de Ara
eoronitta del Rey Don Fernando, y de la Reina Doña gón, su tío, que entonces era Rey do Navarra,
Isabel, nuestros Señores, en libro que fizo de los cla con la que estuvo casado por espacio de diez años;
ros varones, con algunas cosas eniretezidas que él y al fin ovo divorcio entre ellos, por el defecto
dejó deponer, que acaecieron en vida del dicho Rey de la generación que él imputaba á ella, y ella
Don Enrique en los Reynos de España; y por que imputaba á él. Muerto el Rey Don Juan su padre,
sus prosperidades, y sus grandes trabajos, y sinies año de 1454, reinó él luego pacificamente en los
tra fortuna, acaecieron en mis dios , de lo cual yo ove Reinos de Castilla y de León, siendo ya de edad
,'aera noticia, quise tomar por principio escribir desde de treinta años, ó luego que reinó usó de gran
su vida las memorias de las cosas mas hazañosas que magnificencia con ciertos caballeros é grandes Se
en mi tiempo han acaecido, de que yo ove verdadera ñores de su reino, soltando á unos de las prisiones
información, en que el Rey su padre los habia puesto, é reducido
é perdonando á otros que andaban desterrados de
CAPÍTULO PRIMERO. sus Reynos, é restituyéndoles todas sus villas, é lu
Del Rey Don Enrique. gares, é rentas, é todos sus patrimonios ¿ oficios
que tenían.
El Rey Don Enrique IV, hijo del Rey Don Juan Teniendo la primera mujer de quien se apartó,
el II, fué hombre alto de cuerpo, y hermoso de ges casó con otra hija del Rey Don Duarte de Portugal,
to y bien proporcionado en la compostura de sus y en este segundo casamiento se manifestó su im
miembros; y este Rey, seyendo Príncipe, dióle el potencia, porque como quier que estuvo casado con
Rey su padre la ciudad de Segovia, y púsole casa y ella por espacio de quince años, é tenia comunica
oficiales, seyendo en edad de catorce años. Estuvo ción con otras mujeres, nunca pudo haber á ningu
en aquella ciudad, apartado del Rey su padre los na con allegamiento de varón. Reynó veinte años,
mas dina de su menoridad, en los quales se dio en y en los diez primeros fué muy próspero, é llegó
algunos deleites que la mocedad suele demandar, y gran poder de gente é de tesoros, é los grandes y
la onestad debe negar. Hizo hábito de ellos, porque caballeros de sus Reynos, con grande obediencia
ni la edad flaca los sabia refrenar, ni la libertad que cumplían sus mandamientos. Era hombre franco, y
tenia los sofría castigar; no bebia vino, ni quería hacia grandes mercedes é dádivas, y ni repetía ja
vestir paños muy preciosos, ni curaba de la cirimo- mas lo que daba, ni le placía que otros en su pre
nia que es debida á persona real. Tenia algunos sencia ge lo repitiesen. Llegó tanta abundancia de
mozos aceptos de los qne con él se criaban, y dá tesoros, que allende de los grandes gastos y dádivas
bales grandes dádivas. Desobedeció algunas veces que hacia, mercaba qualqnier villa y castillo 6 otra
al Rey su padre, no porque de su voluntad proce grande renta que en sus Reynos se vendiese, para
diese, mas por inducimiento de algunos, que si acrecentar el patrimonio real. Era hombre que las
guiendo sus propios intereses le traían á ello. Era mas cosas hacia por solo su adbitrio, á placer de
hombre piadoso y no tenia ánimo de hacer mal, aquellos que tenia por privados, y como los apar
ni ver padecer á ninguno, y tan humano era que tamientos que los Reyes hacen, y la gran afioion
con dificultad mandaba ezecutar la justicia crimi que sin justa causa muestran á unos mas que á
nal, y en la execucion de la civil, y en las otras otros, y las excesivas dádivas que les dan, suelen
necesarios en la gobernación de sus Reynos algu provocar á odio, y del odie nacen malos pensa
nas veces era negligente y con dificultad enten mientos y peores obras, algunos grandes do sus
día en cosa ajena de su deleitación , porque el ape Reynos á quien no comunicaba sus consejos, ni la
tito le señoreaba la razón. No se vido en él jamas gobernación de sus Reynos, y pensaban que de ra
punto de soberbia en dicho ni en hecho; ni por zón les debia ser comunicado, concibieron tan da
cobdicia de haber grandes señoríos lo vieron ha ñado concepto que algunas veces conjuraron con
cer cosa fea ni deshonesta, é si algunas veces habia tra él para lo prender ó matar; pero como este Rey
ira, durábale poco y no le señoreaba tanto que da era piadoso, bien asi Dios usó con él de piedad, y
DON FERNANDO ¿ DOÍfA ISABEL. 6Cd
te libró de 1a prisión, y de los otros males que con sus capitanes al reyno de Aragón, é hizo guerra á
tra su persona real se imaginaron. Y ciertamente se los Aragoneses é Navarros; é puédeBe bien creer
debe considerar que, como quier que no sea ajeno esto, según su grande poder é la disposición del
de los hombres tener afición á unos mas que á otros, tiempo, é de la tierra, é la flaqueza, é pooa resisten
pero especialmente los Reyes que están en el mira cia que por entonces habla en la parte contraria; si
dero de todos, tanto menor licencia tienen de errar este Rey fuera tirano é inhumano, todos aquellos
quanto mas señalados y mirados son que los otros, reynos y señoríos fueran puestos á su obediencia,
mayormente en las cosas de la Justicia, de la qual de ellos con pequeña fuerza, y de ellos de su vo
también deben usar, mostrando su afición templada luntad. Y para pacificar estas diferencias, se trata
al que lo mereciere, como en todas las otras cosas; ron vistas entre él y el Rey Don Luis de Francia,
porque de mostrarse los Reyes aficionados sin tem que como Arbitro se interpuso á les pacificar ; á las
planza, y no a quién, ni cómo, ni por lo que deben quales vistas fué acompañado de grandes Señores
ser, nacen muchas veces las envidias, de dó se si y Prelados, y de gran multitud de caballeros y hi-
guen las desobediencias, y vienen las guerras y joB-dalgo de sus Reynos. En los gastos que hizo y
otros inconvenientes que & este Rey acaecieron. dádivas que dió, y en los arreos y otras cosas que
Era gran músico, y tenia buena gracia en cantar y fueron necesarias de se gastar y contribuir para tan
taller, y en hablar en cosas generales, pero en la grande acto, mostró bien la franqueza de su cora
exeoucíon de las particulares y necesarias, algunas ron, y pareció la grandeza de sus Reynos, y guar
veces era flaco, porque ocupaba su pensamiento en dó la preeminencia de su persona, y la honra y loa
aquellos deleites de que estaba acostumbrado, los ble fama de sus subditos. Fué la habla de estos dos
que le impedían el oficio de la prudencia, como á Reyes entre la villa de Fuenterrabla, que es del
qualquier que de ellos está ocupado ; y ciertamente reyno do Castilla, y la ciudad de Bayona, que es
vemos algunos hombres hablar muy bien, loando del reyno de Francia en la ribera del mar. Conti
generalmente las virtudes, y vituperando los vicios; nuó algunos tiempos guerra contra los moros, é hizo
pero quando se Ies ofrece caso particular que Ies algunas entrados con gran copia de gente en el
toque, entonces vencidos del interese ó del deleite, reyno de Granada. En su tiempo ganó Gibraltar y
no han lugar de permanecer en la virtud que loa Archidona, y otros algunos lugares de aquel reyno,
ron, ni resistir el vicio que vituperaron. Usaba asi constrifiendo á los moros que le diesen parías algu
mismo de magnificencia en los recibimientos de nos años, porque no les hiciese guerra; y los Reyes
grandes hombres, y de Iob Embaladores de Reyes comarcanos temían tanto su gran poder, que nin
qno venian á él, haciéndoles grandes y sumptuosas guno osaba hacer el contrario de su voluntad; é
fiestas, y dándoles grandes dones. Otrosí en hacer todas las cosas le acarreaba la fortuna como él las
grandes edificios en los Alcázares y casas Reales, y queria; y algunas mucho mejor de lo que pensaba,
en Iglesias y lugares sagrados. Este Roy fundó de como suele hacer á los bien afortunados. Y los de
principio los Monasterios de la Virgen Santa Marfa sus Reynos todo aquel tiempo que estuvieron en
del Parral de Segovia y de San Gerónimo del Passo obediencia gozaban de paz, y de los otros bienes
de Madrid, que son de la Orden de San Gerónimo, que de ella se siguen. Fenecidos los diez años pri
y dotóles magníficamente; y otrosí el Monasterio de meros de su señorío la fortuna envidiosa de los
San Antonio de Segovia de la Orden de 8an Fran grandes estados, mudó como suele la cara próspera,
cisco, é hizo otros grandes edificios y reparos en y comenzó á mostrarla adversa, de la qual mudan- .
otras muchas Iglesias y Monasterios de sus Reynos, za muchos veo que se quejan, y á mi ver sin causa,
dioles grandes limosnas é hlzoles muchas mercedes. porque según pienso, allí hay mudanza de prospe
Otrosí mandaba pagar cada año en tierras y acos ridad do hay corrupción de costumbres ; y así por
tamientos gran número de gente de armas, y allen esto, como porque se debe creer que Dios queriendo
de de esto, gastaba cada afio en sueldo para la gen punir en esta vida alguna desobediencia que este
te de & caballo continua, que traia en su guarda, Rey mostró al Rey su padre, dió lugar que fuese
otra gran cantidad de dinero, y con esto fué tan desobedecido de los suyos; y permitió que algunos
poderoso, y su poder fué tan renombrado por el criados de los mas aceptos que este Rey tenia, y á '
mundo, que el Rey Don Fernando de Nápoles le quien de pequeños hizo hombres grandes, y dió tí
envió á suplicar que le recibiese en sn omenaje. tulos y dignidades, y grandes patrimonios, quier lo
Otrosí, la ciudad de Barcelona, con todo el Princi hiciesen por conservar lo habido, quier por lo acre
pado de Cataluña le ofreció de se poner en su Seño centar y añadir mayores rentas i sus grandes ren
río, y de le dar los tributos debidos al Rey Don Juan tas, erraron la via que la razón les obligaba; y no
de Aragón su tio, á quien por entonces aquel Prin pudiendo refrenar la envidia de otros que pensaban
cipado estaba rebelde. Por inducimientos y persua ocuparles el lugar que tenían, conocidas en este
siones de algunos que estaban cerca de él en su Rey algunas flaquezas nacidas del hábito que tenia
Consejo, mas que procediendo de su voluntad, tuvo hecho en los delcytes, osaron desobedecerle, y po
algunas diferencias con este Rey de Aragón su tio, ner disensión en su casa ; la qual porque al princi
que asi mismo se intitulaba Rey de Navarra, y en pio no fué castigada según debía, creció entre ellos
tró por su persona poderosamente en el reyno de tanto que hizo descrecer el estado del Rey y el te
Navarra, y envió gran copia de gente de armas con mor y obediencia que los grandes de sus Reynos le
570 CRÓNICAS DE LOS REYES DE CASTILLA:
habían, donde se siguió que algunos de éstos se este Bey Don Enrique ; ó fueron dos parcialidades,
juntaron con otros Prelados, y grandes Señores del una que quería á Oadiadie, que era hijo de su Bey
Beyno, y tomaron al Principe Don Alonso su her natural, é otra, la mayor, eligieron á uno de loa Aben-
mano, mozo de once anos, y haciendo división en zerraxes.
Castilla, lo alzaron por Bey de ella ; y todos loa Oadiadiz, é su hijo Muley-Hacen, que ambos rey-
Grandes y Caballeros, y las Ciudades y Villas estu naron después , se vinieron huyendo en Castilla al
vieron divisas en dos partes, la una permaneció Bey Don Enrique con docienlos de á caballo 6 mas,
siempre con este Bey Don Enrique, la otra estuvo el qual les recibió y trujo consigo mas de un año en
con aquel Bey Don Alonso, el qual duró con titulo la Córte , é les facia muchas honras , é les daba tanta
de Bey por espacio de tres afios, y murió en la edad suelta que las gentes mormuraron del Bey, porque
de catorce afios. En esta división se dispertó la cob. enojaban á los christianos por donde andaban.
dicia, y creció la avaricia, cayó la justicia y señoreó El dicho Oadiadiz tenia mucha parte en Málaga,
la fuerza, reynó la rapiña, y disoluiose la lujuria; é en la Sierra de Bonda , é Caaarabonela , é trató
y ovo mayor lugar la cruel tentación de la sobervia, con el Bey Don Enrique que le daría á Málaga, y
que la humilde persuacion de la obediencia; y las que le diese favor para reynar en Granada. El Bey
costumbres por la mayor parte fueron corrompidas Don Enrique sacó muy gran hueste de gente, é fué
y disolutas, de tal manera que muchos, olvidada la sobre Málaga , é sabido en Granada mataron al Bey
lealtad y amor que debian á su Bey y á su tierra, y que habian alzado , é enviaron secretamente á lla
siguiendo sus intereses particulares, dezaron oaer mar á Cadiadiz , que fuese á reynar sobre ellos ; ó
el bien general de tal forma, que el general y el llegando el Beal ya cerca de Málaga , Oadiadiz se
particular perecía; y Nuestro Señor que algunas ve- fué con los suyos del Beal de noohe, dejando al Bey
oes permite males en las tierras, generalmente para Don Enrique sobre Málaga, é recibiéronlo luego por
que cada uno sea punido, particularmente según la Bey en Granada ; é desque el Bey Don Enrique esto
medida de su yerro, permitió que hubiese tantas vido , salió de tierra de moros por la ciudad de Gi-
guerras en todo el Beyno que ninguno pueda decir braltar, y tomó á Estepona la qual algún tiempo se
ser eximido de los males que de ella se siguieron; tuvo , é después por los grandes gastos é daños que
y especialmente aquellos que fueron causa de los de ella se seguían, la mandó derribar; y tomó á Xi-
principiar, se vieron en tales peligros, que quisieran mena que siempre se tuvo , de la qual fizo merced á
dejar gran parte do lo que primero tenían, con se Beltran de la Cueva criado suyo, que después fué
guridad de lo que les quedase, y ser ya salidos de Duque de Alburquerque ; en su tiempo se tomó Ar-
las alteraciones que á fin de acrecentar sus Estados chidona á los moros, y dió un moro llamado el Zurro
intentaron ; y asi pudieron saber con la verdadera á Gibraltar, y se tomaron otros lugares de moros del
esperiencia, lo que no les dejó conocer la ciega cob- dicho Beyno de Granada (1), á quien le dieron pá-
dicia. T por cierto así acaeció, que los hombres an rias algunos afios porque no les ficiese guerras. Loa
tes que sientan el mal futuro, no conocen el bien Beyes comarcanos temian tanto su gran poder que
presente , pero quando se ven envueltos en las ne ninguno osaba hacer el contrario de su voluntad , ó
cesidades peligrosas en que su desordenada cobdi- todas las cosas le acarreaba la fortuna como él las
oia los mete, entonces querrían, y no pueden hacer, quería , é aun mejor de mucho, como suele hacer á
aquello que con menor daño pudieran haber hecho. los hombres afortunados ; é los de sus Beynos todo
Duraron estas guerras los diez afios postreros que aquel tiempo que estuvieron en su obediencia, goza
este Bey reynó : los hombres pacíficos padecieron ban de paz é de los otros bienesque de ella se siguen.
muchas fuerzas de los hombres nuevos que se le
vantaron , y hicieron grandes destrucciones é gas capítulo ra.
tos en estos tiempos, que el Bey todos sus tesoros, y
allende de aquellos gastó y dió sin medida casi todas De la batalla que Don Rodrigo Ponte de León, é Luí» de Pernto
sus rentas de su patrimonio real , y muchas de ellas vencieron.
que les tomaron los tiranos que en aquel tiempo eran, Después que el Bey Muley Oadiadiz reynó paof-
* de manera que aquel que de la abundancia de los fico en Granada sobre los moros de todo el reyno,
tesoros compraba villas y castillos, vino en tanta el Infante Muley Hacen, su hijo, le demandó gente
necesidad que vendió muchas de veces las rentas de y licencia para correr tierra de christianos, porque
su patrimonio todo para el mantenimiento de su tenia mucha saña de algunas cabalgadas que habian
persona. Vivió este Bey cinqüenta afios, de los qua- hecho dos famosos Aloaydes que en aquel tiempo
les reinó veinte, y murió en el alcázar de la villa de habia en la frontera de Loxaé Málaga, que eran
Madrid de dolencia de la hijada, de la qual en su vi Luis de Pernia, Alcayde de Osuna, é Rodrigo de
da fué muchas veces de ella gravemente apasionado. Narvaez , Alcayde de Antequera ; y el Bey no le que
Hasta aquí Hernando del Pulgar. ría dar gente ni licencia , reconociendo los benefi
cios que en Castilla habia reoibido del Bey Don En
CAPÍTULO II. rique ; y en cabo con importunidad de los caballo-
De U división que OTO en Granadi enlre los moros.
División ovo en Granada entre los moros sobre (1) Este troto, basta el Bn del capitulo, falla en la edición de
elegir Bey , é fué en el tiempo de la prosperidad de Sevilla.
DON FERNANDO E DONA I8ABEL. 571
ros de Granada, y del dicho Infante, y porque no quedos los unos é los otros un rato, é los moros vol
mormurasen de él, ovo de dar licencia contra su vo vieron las riendas, é poco á poco siguieron en pos
luntad, que por la via de Loza viniesen á correr. de su cabalgada á mas andar ; y Don Rodrigo é
El Infante Muley Hacen, sacó de Granada tres mil Luis do Pernia con toda la gente de lo seguir á las
de caballos muy escogidos, é quatro mil peones, no aldas ; é pasaron hasta donde estaba el Infante Mu-
mas, porque le pareció que para donde habían de ley Hacen, con los mil y ochocientos de caballo en
correr, quehabia harto. E partidos de Granada, en la celada, é con los peones; é los christianos oon
traron por tierra de ohristianos por Archidona, y las alturas de las tierras perdieron de vista á los mo
enviaron desde Archidona mil é doscientos de caba ros, é por miedo de la celada no osaron pasar de lar
llo por corredores , é los quatrocientos de ellos fue go, é subiéranse en un cabezo é no muy defensible
ron sobre Teba ; y los ochocientos de ellos fueron que dicen del Madrofio, é posaron allí, é estaban muy
correr por el campo de Alhenos , é de Osuna , é de cerca de la celada. Como los moros de la cabalgada
Écija, é quedó la celada atrás con el Infante con llegaron al Infante, y le recontaron de aquellos po
mil é ochocientos de caballo, é la mayor parte de cos christianos que les seguían, é que en toda la tier
los peones, porque algunos pocos habian ido con los ra no parecían mas; el Infante acordó que volviesen
corredores , y para ayndar á traer el ganado ; y se á ellos mientras la cabalgada se alargaba, pensando
cuidó por la tierra de esta entrada de los moros Don que por ser tan pocos los podrían también llevar con
Rodrigo fixo de Don Juan Ponce de León, Conde la cabalgada; y ficieron para volver tres batallas,
de Arcos, siendo mozo de diez y siete afios ó diez y en la primera vino por capitán un caballero moro
ocho, salió de Marchena, se juntó con Luis de Per- llamado Abdalla Ambran, capitán de la gente de
nia, Aloayde de Osuna, y con doscientos de caballo Baza é Guadix, con mas seiscientos de á caballo; y
que aquise bailaron, é algunos peones, fueron des Iob christianos recogiéronse al dioho cabezo del Ma
de Osuna á buscar los moros , y hallaron los quatro drofio , y aun no estaban recogidos de el todo los
cientos corredores sobre Teba. Estuvieron allí que peones, é Don Rodrigo é Luis de Pernia, se apode
dos un gran rato, vieron venir los ochocientos de raron en aquel cabezo, é ficieron su gente apretar é
caballo , con la cabalgada que traian seiscientos los caballos colas con colas , é ficieron muro de sí
bueyes , y mil y quinientas vacas , é treinta y siete mismo en circuito, todas las puntas de las lanzas á
hombres christianos presos, y pasaron con su cabal de fuera, para se defender á bote de lanza como fué.
gada, é juntáronse con los quatrocientos corredo E Abdalla Ambran , llegó é diales una vuelta alre
res que estaban sobre Toba que pasaron la via de dedor ; y los moros de su batalla, de que no les pu
tierra de moros. T entonces Don Rodrigo Ponce , é dieron entrar, les arrojaron muchas lanzas por un
Luis de Pernia ficieron su gente tres batallas y cabo é por otro , é los christianos se las recibían en
echaron la una adelante, en que eran once de á ca las adargas é con las suyas. E en esto Abdalla Am
ballo escogidos, con el Comendador deCazalla, que bran , vido venir peones christianos á hilo , y dexó
era muy buen hombre , el qual arremetió dos veces aquel combate , y corrió con su batalla á donde ve
é la zaga de los moros , é la primera vez mató dos nían los peones christianos, y fué matando por ellos
moros , é la segunda mató tres moros ; y con esto por donde venian gran trecho de tierra. E el peona
apretáronse los moros , é salieron de una angostura je era de Ecija, é mató ciento y veinte y tres hom
adelante , é los christianos tras de ellos , é salieron á bres, y vino sobre Don Rodrigo y sobre los chris
un llano, cerca de un cabezo, é los moros se pararon tianos la segunda batalla de otros tantos oaballeros
é aderezaron, é embrazaron sus adargas para volver é ficieron do la manera de la otra,é arrojaron todas
sobre los christianos , y ¡dixo Luis de Pornia á Don las lanzas, y se vinieron alrededor, é nunoa pudie
Rodrigo: señor, estos moros quieren pelear, ved ron mover los christianos.
que queréis que hagamos. E dixo Don Rodrigo: Estando en esto , asomó el Infante con otra muy
¿ qué habernos de hacer sino pelear con ellos ? y gruesa batalla muy ordenadamente ,, que no salía
Luis de Pernia quería mucho aquel dia escusar la hombre de hombre ; é tres Alfaquies ante él en tres
pelea , porque Don Rodrigo era mozo, é por dar bue sendos caballos, vestidos de sendas alcandoras blan
na cuenta de él, é dixo : Catad, Soñor, que estos mo cas muy cumplidas sobre las armas, y con sendas
ros nos tienen mucha ventaja, y estos peones de Osu espadas sacadas, amagando á un cabo y á otro, á las
na , que aqui tenemos , yo los conozco , que viendo cabezas de los caballos que no salía uno de otro ri
los pelear, huirán , é se subirán á esta sierra. E don giendo la batalla. [El Infante bien pensó que quan-
Rodrigo dixo : conviene que no vamos de aqui sin do él llegase que ya los christíanoa serian desbara
pelear ; y mostró allí muy viril corazón , y habló 'co tados , y como los vieron , arremetieron é también
sas con que esforzó mucho la gente, que no hizo echaron las lanzas, é allí pelearon muy fuertemen
mas demudamiento por ser mozo, que si fuera de te los unos con los otros. E Don Rodrigo Ponce é
quarenta afios é tuviera allí diez mil de caballo. Y Luis de Pernia de tal manera pelearon é esforzaron
los moros, puesto caso que hicieron aquel ademan, sus gentes, é nuestro Señor milagrosamente les dio
se estuvieron quedos ; é había oon Don Rodrigo y tanto esfuerzo , que se mezclaron peleando con la
con Luis de Pernia obra de quatrocientos peones, é batalla del Infante, y mataron allí muchos moros, é
estaba allí un cerro alto cerca de ellos, é por eso te fué herido Don Rodrigo de una lanza arrojadiza
nían que los peones se les irían allí ; estuvieron que le pasó un brazo, é ansí herido salieron de alli
572 CRÓNICAS DE LOS REYES DE CASTILLA.
en pos de los moros , peleando muy fuertemente , é dose suyos. E otrosí también por algunos pundo
los moros, é su Infante volvieron las espaldas á nores de honro, é montar, é valer en la ciudad, é
huir , que no pudieron sofrir á los christianos que mandar de manera que aunque ellos en sus pundo
salieron hechos un cufio con todas sus lanzas que no nores muchas veces se pacificaron habiendo gana
habian echado ningunas, é los moros habían echa de vivir en paz, nunca los dejaron malos hombres,
do la mayor parte de las suyas que no parecían sino é los unos diciendo Niebla, é los otros León, como
parva en deredor de los christianos y de allí los el tiempo les mudaba por el decaimiento de la jus
christianos siguieron el alcance , matando muchos ticia, aunque por un cabo se apagaba el fuego, por
moros. E allí perdió el Infante su sena, é el paje otro se encendía ; de manera que oresció tanto el
con ella , é otras muchas señas , que cada capitán enojo entre ellos que sus casas se pusieron en armas
tenia la suya, é las ovo Don Rodrigo, é siguieron el del uno contra el otro , y se volvió la pelea entre
alcance , hasta que cerró la noche ; é aquella noche ellos, ó pelearon por las calles de Sevilla muchos
fué Don Rodrigo en gran peligro de su persona; dias é noches, é las gentes del uno é del otro afli
desque se resfrió la lanzada que le pasaba el brazo gían mucho la ciudad, y la metían á saco mano, é
por la muñeca , se desangró mucho é desmayó por la el Marqués tenia el barrio de Santa Catalina con sus
mucha sangre que le salió , y después fué conforta cercas ; y érale la torre de S. Marcos en contra, y
do, y con la fortaleza de su corazón, y el favor del unos rufianes de la parte del Marqués pusieron
vencimiento, él mesrno se esforzaba, é aquella no fuego á las puertas de la iglesia pensando no hacer
che durmieron en el alcance en un arroyo. E otro tanto, y encendióse toda la iglesia, y ardió toda sin
dia salió á la delantera el Conde do Cabra con nue- remedio ; é desque esto se vido por toda la ciudad
vecientos de caballo é hizo grande estrago en loa fué en muy gran mormuraoion, é mandaron repicar
moros que alcanzó. E Rodrigo de Narvaez, Alcayde en la iglesia mayor, y recogióse tanta gente contra
de Antequera, salió por su porte por otro cabo é ma el Marqués que él é los suyos ovieron de salir hu
tó, é cautivó muchos moros , é ovo muy gran des yendo, é vino á parar á Alcalá de Guadaira, donde
pojo y provecho del fardaje, mas que ninguno de le dio la fortaleza é la villa Fernán Darías de Saa-
los otros que se hallaron en encuentro con los moros vedra, Señor del Viso é Castellar, é veinti-quatro
quando iban huyendo. Como los moros que iban con de Sevilla que la tenia, ca era su cufiado, casado
la cabalgada vieron que el Infante y los suyos iban con su hermana ; é el Marqués fortaleció mucho á
desbaratados , y huyendo , dexaron la cabalgada y Alcalá é la tuvo ; é dende fué á la ciudad de Jerez,
huyeron, y la cabalgada se volvió toda aquella no é la tomó é fortaleció, é labró mucho la fortaleza,
che á sus querencias. El Infante Muley Hacen , ó donde se hizo muy poderoso ; é siguióse la guerra
Abdalla Ambran , é los mas que pudieron se fueron entre estos dos caballeros, de donde se siguieron
á uña de caballo. E fué esta batalla en viernes once muchos males é muertes de hombres, é robos, é hur
días del mes de Abril año del naoimiento de nues tos, é bandos en todos los lugares de esta Andalu
tro Redentor Jesuchristo de mil quatrocientos é se cía. Y el Marqués como era hombre de muy gran
senta y dos años , en tiempo del Papa Pió II. Este corazón y olvidaba tarde los enojos , quisiera ma
año adelante en el Agosto se tomó á Gibr altar, ca cho haber batalla con el Duque ; y con este deseo
lo dio el Zurro al Rey Don Enrique; é el Duque de volvió á Sevilla é se puso en Tablada con tres mil
Medina Don Enrique con la gente de Sevilla, é con de á caballo de su tierra é oasa, é de sus amigos ó
la gente de su tierra fué por Capitán á la tomar, y valedores, é con él los peones que le pareció eran
Don Rodrigo Ponce de León, fué presente á ello menester, é dende envió á desafiar al Duque. E el
con la gente del Conde Don Juan su padre ; é la Duque salió fuera de los muros de la Ciudad con
ciudad se tomó sin peligro, é dio el Rey la tenencia su gente é valias, con gran multitud de confesos
do ella al Duque de Medina Sidonia. que le amaban é querían en demasiada manera. E
el Comendador mayor de León Don Alfonso de Cár
CAPÍTULO IV. denas, que después fué Maestre de Santiago, é otros
nobles caballeros se atravesaron en medio y los mi
De los bandos é guerras.
tigaron , é amansaron algo al Marqués de su furia,
Dejando de contar de los infinitos bandos á par con intercesión de los frailes é religiosos de todas
cialidades que en Castilla ovo entre los caballeros órdenes, que no cesaron de noche y de dia hasta
é comunidades, que es imposible el poderse escribir que los pusieron en tregua ; é volvióse el Marqués,
de aquel tiempo de los [trabajos de este dicho Rey é el Duque se metió en Sevilla, y siguióse todavía
Don Enrique, me vino á memoria escribir algún la guerra. E en Oarmona habia dos parcialidades,
poquito , de lo que acaeció en Sevilla entre el Du una por el Duque, otra por el Marqués, é pelearon
que de Medina Sidonia y el Marqués de Cádiz Don muchas veces, é los dos alcázares estaban por el
Rodrigo Ponce de León, que eran como dos colum Marqués el uno, é el otro por el Duque, é cuando pe
nas que toda la ciudad é Andalucía sostenian. Vi leaban, cada uno de los dichos señores facía socor
viendo ambos en Sevilla en el afio de 1471, é go rer á su parte. Y asi fué que un dia lunes 8 de Mar
zando de la ciudad é de su tierra, ovo algunas cis zo de 1473, se enoontraron cerca de Alcalá de Gua
mas entre ellos por inducion de malos hombres de daira, é fácia Oarmona donde dicen Peromingo, do
pié é rufianes que so arrimaban á sus casas llamán una parte Don Pedro de Stufiiga, é dos hermanos
DON FÉBNANDO E DOÑA ÍSABÉL. 67á
bastardos do dicho Duque de Medina \ Don Podro mucha pena y mas por los tiempos que vinieron
que era yerno del Comendador mayor, é Don Alon estériles é faltos de pan y vino que ee encareció,
so que era mancebo y otros gentiles hombres, y que el año de 1472 no se cogió mucho pan ; é el año
otros muchos caballeros de Sevilla que habian sa de 1473 fué seco é fizóse la sementera los meses
lido á bascar con quien pelear de sus enemigos, ó á postrimeros del año de 72 y después nunca llovió,
llevar cabalgada. E de la otra parte Fernán Darias Febrero ni Marzo, ni Abril ni Mayo del año de 73.
de Saavedra, cufiado del Marqués casado oon bu Los panes en berza sin sazón en las mas partes de
hermana, Señor del Viso, susodicho, con los caba esta Andalucía , é valió el pan muy oaro todo este
lleros de Marchena ; é serian de cada parte hasta año, é el año de 74, hasta que se cogió pan nuevo; é
ciento y cinqüenta de caballo, pocos mas ó menos, comunmente valia una fanega de trigo 700 é 800
asi que la ventaja era poca de unos á otros, aunque maravedfs, é valia un buey 3.000 maravedís, é una
algo mas eran los de. Marchena ; é hubieron su ba vaca 2.000 maravedís, é una fanega de cebada 300
talla, é fueron desbaratados los de Sevilla, é venci maravedís é aun mas. El dicho año de 1474, so
dos é muertos Don Pedro é Don Alonso, hermanos cogió muy poco vino, ó valía el arroba 300 mara
del Duque ; recreció gente de Alcalá y siguieron el vedís. E esta falta fué desde puertos de Castilla á
alcance, en que se hizo más daño en la gente del acá. En el Maestradgo de Santiago habia mucho
Duque, de muertos, é presos, é despojos ; é los que pan, de dondo la ciudad de Sevilla y su tierra so
de ellos escaparon fueron & uña do caballo. En la proveio en aquellos tiempos. Y por la mor vino bas-
villa de Carmona tenían los dos Alcázares el Ma tecimiento de pan, y si no fuera por las guerras no
yordomo Godoy que era un honrado caballero, por llegara á valer tan caro, que por lá mar se proveye
la parcialidad del Marqués, en que gran parte de la ra con tiempo ; mas como los dichos señores se ha
villa se acostaba ; y tenia el otro Alcázar otro caba cian guerra por tierra é mar, no se podían proveer.
llero llamado Luis Méndez de Sotomayor, con otra Llegó á valer en la ciudad del Puerto de Santa Ma
muy gran parte de la villa por el duque de Medina, ría, 1.000 maravedís una fanega de trigo. El año
é pelearon muchas veces ambos bandos , donde se de 1474 envió Dios nuestro Señor tan abundoso do
hacian mucho daño de muertos é heridos; é allí pan, é vino é frutas, que visitó su pueblo desque
murió un día el famoso y buen caballero Luis de se cogió, que comunmente los labradores cogieron
Pernia, Alcayde de Osuna, deunaespingardada, que de cada fanega dos, é tres, é quatro cahíces de trigo
era de la parte del Marqués, el qual habia habido y de cebada. E no penséis que esta hambre , é ca
muchas victorias contra los moros. Quedó en toda restía é esterilidad de tiempos, acaesció tan solamen
la frontera de los moros, entre los christianos, gran te en estas partes donde yo he hablado particular
dolor de su muerte. Ovo el Marqués en aquel tiempo mente acá ; en toda España alcanzó, y también de
de aquella guerra, muchas victorias contra los mo la fertilidad y hartura que nuestro Señor envió ol
ros y christianos é tomó á Cardóla por fuerza de afto de 1474 años.
armas á los moros. E tomóle á el Duque á Medina,
que es el titulo del ducado, el qual nunca cesaba de CAPÍTULO V.
noche y dia de pensar como hacer la guerra á sus
contrarios, é siempre traia entre moros los adalies, Como los portugueses tomaron i Arcilla y Ttnjif.
é eso menino en la tierra de sus contrarios ; é sabia En el dicho año de 1471 años, á 24 dias de Agos
quales fortalezas se velaban bien, é en quales habia to, dia de San Bartolomé, tomaron los portugueses
mal recaudo, é Pedro do Vera su Alcayde de Arcos, la villa do Arcilla á los moros allende de la mar, en
por le servir, hurtó una noche á Medina Sidonia, es el reino de Fez, por fuerza de armas; y dende en
tando fuera el Alcayde Basurto, í la entregó al Mar ooho dias despojaron los moros á Tanjar é tomáron
qués, el qual la tuvo hasta que después la dio de su la los portugueses, que la hallaron una mañana.
grado, hechas las amistades. Esto fué reynante en Portugal el muy noble Bey
En aquel tiempo de aquella guerra salió el Du Don Alonso, [fijo del Bey Don Di i arte, é nieto del
que de Sevilla con todo su poder, é con lá Ciudad, Bey Don Juan, Beyes de Portugal. E él mesmo en
c bu tierra, é cercó la villa de Alcalá de Ouadayra, persona é el Principe Don Juan su fixo, fueron pre
é sus fortalezas, é túvola cercada ciertos dios, é el sentes en esta victoria.
Marqués fué alli muy poderoso sobre él, y estuvo
allí basta que el Conde de Tendilla, é otros caballe CAPÍTULO VI.
ros é religiosos los concertaron. E el Duque alzó el
cerco é se fué á Sevilla, é el Marqués se volvió á Déla mina de oro que descubrieron los portugueses.
Jerez, é Alcalá se quedó por él. En el dicho año de 1471 años doscubrió la flota
No se pueden escribir tantas cobrs é robos, é del dicho Bey Don Alonso la mina de oro que hoy
muertes, é hurtos, é fortunas quantas de estas guer los Beyes de Portugal poseen , que es en la costa
ras se causaron. del mar Océano, hacia la parte de nuestro medio
Salió el Marqués de Sevilla, como dicho es, miér día, pasadas las coBlas de los negros xelofes, é sus
coles postrero dia del mes de Julio , año de 1471, confines, é mucho mas adelante tanto al norte, poco
é duró la guerra entre estoB dos caballeros y sus menos se les esconde con la redondez de la tierra;
Tallas quatro años, do donde esta Andalucía recibió donde al tiempo que la hallaron y en los primeros
674 CRÓNICAS DE LOS B YES DE CASTILLA.
viajes, la mayor parte de los navegantes adolecían, de Aragón á celebrar el santo matrimonio con la
y se morían sin remedio; y después, prosiguiendo Reyna Doña Isabel, donde juntos estos dos reales
sus viajes , se desenconó el camino y se sanaron é cetros de Castilla y Aragón, procedieron en espacio
cesaron de morirse. De la qual mina de oro muy de treinta años, que ambos reynaron juntos, tantos
gran riqueza y honra ha procedido á los Reyes de bienes é misterios , é tantas é tan milagrosas cosas,
Portugal é cadá dia procede mucho provecho á to quantas habéis visto y oído, los que hoy sois vivos,
do bu reyno ; no porque ellos sean señores de la co las quales nuestro Señor en tiempo, y por manos de
secha del oro, ni señores de la tierra donde se coge, ellos obró é hizo ; y los que de ello somos testigos,
salvo hanlo por su rescate en una fortaleza que allá bien podemos tomar por nos aquello que dijo nues
eu la mar tienen, que ficieron nuevamente, donde tro Señor Redemptor : iBeati oculi qui vident quod
los negros de todas aquellas comarcas de su placer tvos videtis. i Y ansi, con esta junta de estos dos rea
é gana se lo traen á vender y rescatar, por las cosas les cetros, se vengó nuestro Señor Jesuchristo de
que de acá les llevan de cobre é latón, peltre é ro sus enemigos, y destruyó el vengador ó matador.
pas ó otras muchas cosas, hechas alhajas, que no Enemigos de Dios son los malos christianos ó
son de mucho valor, é conchas de Canarias, que aquellos que están en propósito de todo mal , los
tienen los negros en muy grande estimación é herejes, é ladrones, é engañadores, é todos los que
precio. andan fuera de la doctrina de la Santa Iglesia.
Vengador quiere decir matador, el que mata sin
CAPÍTULO VII. piedad, como hacían los moros antes que el reyno
de Granada se ganase, que sin ninguna piedad
Del pronóstico del reliado del Rey D. Femando el Católico en quando podian mataban á los christianos, é por
Castilla.
olios so tome aquí : « Ut deslruas inimicum et ulto-
Después que se comenzaron guerras en Castilla srero: porque destruyas el enemigo ó el matador.»
entro el Rey Don Enrique, é los caballeros de sus Pues no es oculto quando comenzaron de rey-
reinos, é ántes que el Rey Don Fernando casase con nar, la mayor parte de estoB Reynos serles en con
la Reyna Doña Isabel, se deoia un cantar en Casti tra', y dárselos en sus manos maravillosamente,
lla que deoian las gentes nuevas, á quien la música pues por fuerza de armas lo ganaron como por to
suele aplacer, 4 muy buena sonada : Flores de Ara dos fué visto ; de donde quebrantaron la soberbia
gón, dentro en Castilla son: Flores de Aragón, dentro de los maloB, é puestos sus Reynos en mucha justi
en Castilla son. E los niños tomaban pendonoicos cia encendieron el fuego á los herejes , donde con
chiquitos ; y caballeros en cañas , jineteando de justa razón, por sinodal constitución han ardido, ó
cían: Pendón de Aragón; pendón de Aragón. E yo arden, é arderán en vivas llamas hasta que no haya
lo decía y dije mas de cinco veces ; pues bien po ninguno ; é por mas aina dar fin á la herejía mo
demos decir aquí, según la experiencia que ade saica, le quitaron las raices, que eran las descomul
lante se siguió : Domine ex ore infantium et lacten- gadas sinagogas. A los renegadores, ladrones é ru
tium perfecisti lauden, propter inimicos tuos, ut des- fianes, ya sabéis quanto los aborrecieron é manda
truas inimicum et ultorem: Señor, tú hiciste acatada ron punir; pues el tablero grande, los grandes jue-
alabanza de la boca de los niños é de los que maman, goB que por renta andaban en las tierras de los se
por razón de los tus enemigos, por destruir al enemi ñores, donde el nombre santo de nuestro Señor era
go i el que se vengó ; pues que significó esto en muchas veces blasfemado, sin que nadie por Él vol
allende de la glosa que la Santa Madre Iglesia de viese, ved desque lo defendieron, si mas se osó
ello tiene, contemplativamente lo podemos atribuir, usar.
según lo vemos por experiencia. Y que fué , sino Pues contra los moros de aquende en la conquis
que viendo nuestro Señor su pueblo de toda Casti ta del reyno de Granada, ved quan glorioso é victo
lla, padecer llena de mucha soberbia é de mucha rioso fin le dieron. Comenzaron de reynar con buena
herejía, é de mucha blasfemia é avaricia, é rapiña, intención y esperanza de ver al servicio de Dios es
é de muchas guerras á bandos, ó parcialidades, é tos Reynos sojuzgados á su poder , é vencidos sus
de muchos ladrones é salteadores, é rufianes é ma enemigos, de hacer la guerra á los moros, é todo lo
tadores, é tahúres, é tableros públicos que andaban vieron é hicieron.
por renta, donde muchas veces el nombre de nuestro Cierto es que todos los que en este mundo alguna
Señor Dios é de nuestra Señora la gloriosa Virgen obra ó jornada comienzan , la comienzan con inten
María, eran muchas veces blasfemados, é renegados ción de ver su fin , é si el fin de la obra es bueno,
de los malos hombres tahúres, y las grandes muertes alegra mucho á aquel que la deseó ver acabada. Yo
y estragos y resgates que los moros hacían en los el que eBtos capítulos de Memorias escribí, siendo
christianos, yfpara el remedio que nuestro Señor por de doce años, leyendo en un rejistro de un mi abue
su infinita piedad y bondad propuso hacer, púsolo lo difunto, que fué escribano público en la villa da
en boca de los niños sin pecado, por hablar en señal Fuentes, de la encomienda mayor de León , donde
de batallas con pendones , y en cantar de la otra yo nací, hallé unos oapftulosde algunas cosas haza^
gente nueva con alegría, ántes que remediase y fiosas que en su tiempo habian acaecido, y oyéndo
destruyese lo que á Castilla destruía y aflijia ; y asi melas leer mi abuela viuda, su mujer, siendo en oasi
que las flores y el pendón que entraron en Castilla senitud me dijo : hijo, ¿y tú por qué no escribes asi
DON FERNANDO tó DONA ISABEL. 4ft
ÍM cosas de ahora, como están esas? pues no hayas turanza, según dijeron los astrólogos. Es fijo del
pereza de escribir las cosas buenas que en tus dias Rey Don Juan, que fué primero de Navarra, porque
acaecieren , porque las sepan los que después vinie ovo aquel reyno con su primera mujer. El Rey de
ren , y maravillándose, desque las lean , den gracias Aragón, uno de los Infantes de Castilla fijos del In
á Dios. Y desde aquel dia propuse haoerlo asi , y des fante Don Fernando, que fué fijo del Rey Don Juan
pués que mas se me entendía, dixe muchas veces de Castilla, primero de este nombre, hermano del
entre mi : si Dios me da vida y salud, y vivo, escri Rey Don Enrique tercero de este nombre , el Bueno
biré hasta que vea el Beyno de Qranada ser ganado que dixeron, é fué doliente, padre del Rey Don
de christianos ; é siempre tuve esperanza de lo vor, Juan II, é fué tutor el dicho Infante Don Fernan
é lo vi como lo visteis é oísteis los que son vivos; á do del dicho Rey Don Juan II su sobrino , é le alzó
nuestro Sefior Jesuchristo sean dadas muchas gra por Rey de Castilla en la cuna , é gobernó á Castilla
cias é loores. E por ser imposible poder escribir to en tiempo de su niñez del dicho Rey Don Juan, é fizo
das las cosas que pasaron en EspaBa por concierto á los moros del reyno de Qranada muchas guerras é
durante el matrimonio del Rey Don Fernando é de daños, ó les ganó lugares é villas, especialmente las
la Reyna Doña Isabel, no escribí , salvo algunas co villas do Antequera é Zahara ; é siendo gobernador
sas de las mas hazañosas de que ove vera informa de Castilla fué á reynar en Aragón é Cataluña é sus
ción, é de las que vi, é de las que á todos fueron provincias , é islas invocado é rogado por aquellos
notorias y públicas que acaecieron, é fueron é pa roy nos ; é su madre del Rey Don Fernando fué se
saron , porque viva su memoria ; y porque algunos gunda mujer del dicho Rey de Navarra é Aragón, su
caballeros y nobles personas que lo vieron , é otros padre , é fué fija del Almirante de Castilla llamado
que no lo vieron , é los que nacerán y vernán des Don Federico, que fué uno de los claros varones de
pués de estos tiempos , habrán placer de lo leer é España.
oir , é darán gracias á Dios por ello. Porque no em
bargante que ello todo por los conmistas de Sus CAPÍTULO IX.
Altezas, sea muy cumplidamente escrito, como las
corónicas no se oemunican entre las gentes comu Del linaje de la Reina Dolía Isabel.
nes, luego se olvidan muchas cosas acaecidas, y el Esta Reyna, nació año de mil quatrocientos y cin-
tiempo en que acaecieron y quien las hizo, si parti qüenta años en el mes de Noviembre, dia de Santa
cularmente no son escritas y comunicadas ; é por Elisabet en Avila. La Reyna Doña Isabel fué fija
este provecho que de aqui se seguirá, suplico nin dol Roy Don Juan de Castilla , segundo de este
guno me tenga á locura quererme meter á escribir nombre, é nieta del Bey Don Enrique tercero suso
lo que es ajeno de mi oficio ; cá los que mejor lo su dicho, el Bueno , é viznieta del Bey Don Juan, pri
pieren lo que yo escribo, ó á qualquier parte de ello mero de cato nombre. Asi el Rey Don Fernando é la
por lo haber visto , é se haber acaecido en ello, su Beyna Doña Isabel habian los abuelos hermanos, é
plico, si algunos defectos ó yerros fallaren en mi es la madre de la Beyna Doña Isabel llamada Doña
cribir, los quieran enmendar, á la corrección de los Juana, era fija del Bey Don Juan de Portugal, é fué
quales é de toda verdad é buena razón me someto segunda mujer del Bey Don Juan , é era hermana
en mi voluntad, no movida á ninguna defectuosa de la Emperatriz de Alemania, mujer del Empera
afición ni vanagloria, ni para á nadie ¡ofender. É dor Federico tercero.
pensando no ser yerro escribir por memoria lo que Casaron en uno el Bey Don Fernando é la Beyna
tácito no debe quedar; á loor y alabanza de Nuestro Doña Isabel después de la muerte del Bey Don Alon
Redemptor Jesuchristo , y de su gloriosa Madre la so su hermano, que los caballeros habian alzado por
Virgen Santa María nuestra Señora, y á honra y en Bey de Castilla en vida del Bey Don Enrique su
salzamiento de la muy loable y muy gloriosa y per hermano, é el matrimonio se oelebró en 18 dias de
petua memoria de Sus Altezas, y de sus hijos y nie Septiembre del año de 1469 en Valladolid , siendo
tos y subcesores , y linaje de estos christianísimos y el Bey Don Fernando Bey de Sicilia y Principe de
muy virtuosos é invictísimos Rey Don Fernando á Aragón , que asi se intitulaba en vida de su padre ;
Reyna Doña Isabel, su muger, reyes de España, de é la Beyna Doña Isabel Princesa de Castilla é de
sechando la ociosidad entro al exordio de lo sobre León. Fueron Principes de Castilla hasta la muerte
dicho, contando primeramente la real progenie don del Rey Don Enrique qnarto, é asi les llamaban,
de estos Reyes vienen. puesto caso que habia en Castilla la doncella hija
déla Reyna Doña Juana, mujer del Rey Don Enri
capítulo vm. que, que nació en casa del Rey Don Enrique, á quien
De el linaje de donde Tiene el Rey Don Fernando. á los grandes de Castilla habian publicado no ser su
fija, aunque algunos le llamaban Princesa, é todas
El Rey Don Fernando V de este nombre, nació las comunidades la llamaban públicamente por el
en Aragón á dos dias de Marzo del año del naci nombre de aquel gran privado del Boy Don Enrique
miento de Nuestro Redemptor de mil y quatrocien- que decían era su padre. Vivieron y estuvieron aquel
tos y cinqOenta y dos, en una villa que llaman Ros; tiempo hasta que murió el Bey Don Enrique on Cas
viernes nació á las diez horas del dia, estando su tilla la Vieja en Tordesillas é en sus comarcas, muy
planeta é signo en muy alto triunfo de bien aven obedientes al Bey é muy agradables á las gentes,
¿76 CRÓNICAS DE LOS BEYES DÉ CASTILLA.
vado del Bey su marido, é parió ana hija á quien Ha*
CAPÍTULO X. marón Doña Juana , la qual siempre se crió oon
aquella sospecha de no ser hija del Bey y por tal la
De la coronación de los Itcyes Católicos é bandos de Castilla. juraron loa grandes de Castilla cuando depusieron-
Murió el Bey Don Enrique como dicho es , é su ai Bey Don Enrique, que no era su hija; é asi lo hi
hermano en Castilla en Madrid á 12 dias de Di- cieron pregonar por toda Castilla con las otras cosas
oiembre de 1474, estando en Sogovia la Princesa é tachas que á él Bey pusieron , é afirmando esto. La
Doña Isabel, y el Bey Don Fernando estaba en dicha Beina Doña Juana, segunda mujer del dicho
aquel tiempo en Aragón, é Rodrigo de Ulloa vino Don Enrique, dio de sí muy mal exemplo ca se em
oon la nueva cierta á Segovia el dia de Santa Lucia, preñó é parió dos fijos de otro caballero de sangre
é la Princesa Doña Isabel se cubrió de luto é fizólos real, continuo de su casa, é esto parece que lo causó
llantos que convenían hacer por ei Bey su herma la desventura del Bey su marido por no poder haber
no , é fuese á la iglesia de San Miguel, é allí fueron acceso á ella, é por no ser celoso de su casa é honra:
los pendones del Rey Don Enrique, é los de la mes- cá muchas veces acaece á muy nobles dueñas pecar
ma Ciudad , bajos é cubiertos de luto; é allí después en esta cuitada humanidad de ser forzadas, ó toma
de fechos los autos del luto, y oficios é misas y ose- das la primera vez en lugar donde no se pueden de
quias, hicieron un cadahalso y la alzaron por Reyna fender y por conservar su honra callan , é á esto dan
de Castilla é de León , á la Princesa Doña Isabel, é causa los maridos ó padres 6 hermanóse señores de
luego el Mayordomo Cabrera le entregó los alcáza casa , que se confian no mirando de quién ni cómo.
res de la ciudad , é lo dio las llaves de ellos , é le en Ca saludable cosa es á los hombres con buen juicio
tregó las varas de la justicia , é dio los tesoros del ser celosos y recelosos. Decían en aquel tiempo que
Bey Don Enrique su hermano, cuyo mayordomo él siendo niño el Bey Don Enrique que le fué fecho
era; y ella se lo mucho agradeció, y le volvió las mal, ó ovo tal lision de que se causó su impotencia.
varas y llaves que las tuviese é ministrase por ella. E esto sabe Dios si fué asi ó si no.
El Bey Don Fernando vino dende á quince dias, y Con esta doncella, llamada la Princesa Doña
entró por la puerta de San Martin, donde todos los Juana, hija del Rey, se alzaron ciertos grandes de
caballeros y grandes de Castilla que allí estaban con Castilla contra el Rey Don Fernando, para la casar
la Ciudad é clerecía é cruces le salieron á recebir, é con el Rey Don Alonso de Portugal, allegándose á
confirmó los privilegios de Segovia ó allí lo al la cláusula del testamento del Bey Don Enrique,
zaron por Bey de Castilla , é de León ; é de los que diz que decia que la dejaba por su hija heredera.
grandes de Castilla, que fué público placerles de E los primeros que se mostraron é manifestaron
su reynar y buenaventura, que luego se demostra oon la dicha doncella Doña Juana , fueron el Mar
ron , fueron el Arzobispo de Toledo Don Alonso qués de Villana, Don Diego Pacheco, que la tuvo en
Carrillo , que era hombre de muy varonil corazón, é su poder, é sus primos el Maestre de Calatrava Don
interesal , é muy rico , é tenia (muchas fortalezas é Bodrigo Qiron é su hermano Don Alonso Tellez Gi
ciudades , villas y lugares , asi de su casa como de rón , Conde de Urueña, hijos del Maestre de Calatra
la corona real , ó muchos parientes. Este fué él mas va Don Pedro Girón, y Don Alonso de Estúñiga,
principal en bu casamiento. La pública fama era en Conde de Béjar y Duque de Arévalo, que entonces
aquel tiempo, que él le habia casado é dado todo el se lo llamaba, é tenia ; é de estos quatro pendía la
favor de su ayuntamiento, aunque después dio la mitad de Castilla é eran muy grandes señores cada
vuelta é le fué enemigo. E fué el Almirante Don qual de ellos, écon ellos habia otros muchos decla
AÍonBO Enriquez, é el Conde do Treviño Duque de rados, é otros no del todo declarados, é otros á viva
Nájera, D. Pedro Manrique, ó el Condestable Don quien vence ; é en esto pasó alguna parte de los pri
Pedro de Velasco Conde de Haro, el Duque del In meros meses del dicho año de 1475 ó las parcialida
fantado Don Diego de Mendoza, é otros muchos, des de los caballeros no cesaban , cada uno buscan
empero eran muchos los llamados ó pocos los esco. do favores é haciendo ligas , unos declarándose por
gidos, porque muchos se mostraban en parte, mas una parte , otros por otra, otros dilatándose tiempo,
no en todo , porque estaban de secreto á viva quien no queriendo declararse , porque esperaban la en
vence. trada del Bey de Portugal.
Abí comenzaron é reynar en Castilla el Bey Don
Fernando é la Beyna Doña Isabel , dexando aque CAPÍTULO XI.
llos pocos dias del mee de Diciembre de 1474 años á
fuera, desde el comienzo del año del nacimiento de Prosiguen las parcialidades, y cómo el Arzobispo de Toledo se
apartó de los Reyes.
nuestro Señor Jesuohristo de 1475 años ; habiendo
en Castilla otra parcialidad en bus contrarios tan Vuelta ovo grande en el corazón grande del Ar
grande ó mayor que la suya , que querían meter al zobispo de Toledo, y decian que por dos causas; la
Bey Don Alonso de Portugal. Ya es dicho en las primera porque no quisiera que el Bey y la Beyna
cosas que atrás son escritas del Bey Don Enrique, co salieran de su mandar á obediencia ; como si los
mo en su segunda muger manifestó su impotencia, reynos fueran suyos , é él se los diera. E quisiera él
por lo qual ella se dio á mal recaudo , é fué fama poner de su mano ciertos contadores é oficiales , é
pública que se empreñó de un caballero el mas pri porque luego como él lo quería no se hizo. E lo se
DON FERNANDO É DOÑA ISABEL. 6.
guhdft ion envidia que ovo de la buena voluntad tad, é nunca pudieron. Entóneos todo el mundo
que el Rey y la Reyna mostraban al Obispo de Si- pensaba que á la parte que él so acostase pesaria
giienza Don Pedro Qonzalezde Mendoza, diciendo: mas la balanza. É estando asi las cosas, le fué en
« éste es mancebo y yo viejo privará tanto que será viada do la corte del Rey é de la Reyna la siguien
Arzobispo de Toledo después de mi ; » é por otras co te epístola, notada é fecha é enviada por el Coro-
sas, é por estas. En fin él se fué de Segovia de la nista Fernando del Pulgar, creyóse que por manda
corte muy enojado, camino de Alcalá de Henares, do de Su Alteza.
y la Reyna, desque lo supo, envió en pos de él al Du*
que de Alba, y al Duque de Nájera, á le amansar é CAPÍTULO XIL
rogar que volviese á la corte , é nunca con él pudie
CSrta de Fernando de Pulgar il Arzobispo.
ron, sino que lo dejasen ir á sus tierras. Y la Reyna
desque esto supo, porque el tiempo estaba tan en «Clama, no ceses, dice Isaías, Muy Reverendísi
peso y no convonia enojar á los de su parte , antes mo Señor; y pues no vemos cesar este Reyuo de
dar y agradar á los contrarios para los hacer suyos, llorar sus males, no es de cesar de clamar á vos,
cabalgó é fué en pos de él , y desde Colmenar Viejo que dicen ser causa de ellos.» «Poca cosa os parece,
envióle á decir á Alcalá do Henares, donde yn esta dice Moisés á Coré y á sus sequaecs, haberos Dios
ba, que oviese por bien que ella iba á comer con él elejiclo entro toda la multitud del pueblo, para que
á tal hora, que la atendiese ; y el Arzobispo con mal le sirváis en el sacerdocio, sino que en pago do su
seso , le envió á decir á la Reyna, que supiese certi beneficio le seáis adverso escandalizando al pue
ficadamente que si allá iba, que entrando ella en blo.» « Contad, muy Reverendísimo SeBor, vuestros
Alcalá por una puerta, que él se iria huyendo por la dias antiguos y los afios de vuestra vida, conside
otra. Y como esto supo la Reyna estando oyendo rad los pensamientos de vuestra ánima, y fallareis
misa, la misa acabada ovo tanto enojo que echó que en tiempo del Rey Don Enrique vuestra casa
mano á sus cabellos, é recobrada alguna poca de fué receptáculo de caballeros airados y descon
paciencia dijo contemplando : Señor mío Jesuchris- tentos, é inventora de ligas y conjuraciones contra
to, en vuestras manos pongo todos mis fechos, y de vos el cetro Real, favorecedora de desobedientes é de
me defienda el favor y ayuda , y otras cosas con que escándalos del Reyno. E siempre vos habernos vis
ella propia se conortaba. Y desde aqui ol Arzobispo to gozar en armas la quietud del pueblo, é ayunta
comenzó de hacer allegamiento de gente de guerra mientos muy ajenos de vuestra profesión, enomigoB
y no quiso mas volver á la corte, ca él tenia dos ma de la quietud del pueblo. E dejando de recontar los
los consejeros por quien se regia; un Mayordomo escáVdalos pasados, que con el pan de los diez
dicho Alarcon, que era muy mal hombre , é un Bea mos habéis tenido ol año de 74, contra el Rey Don
to, los quales mandaban á él é toda su casa, é le Enrique, se fizo aquel ayuntar de jonto que todos
aconsejaban mal , é consintieron, ó dieron lugar ó vimos ser el primer acto de inobediencia clora que
consejo á ello ; que gastó el Arzobispo por mucho V. 8. siendo cabeza y gobernador, sus naturalos
espacio é tiempo muy gran suma de dinero en alqui le quisieron mostrar, ó osaron mostrar aquel casi
mias, con alquimistas , procurando facer oro é pla amansado por la sentencia que en Medina se orde
ta , é de lo qual se imputaba á el dicho Arzobispo é naba, é Vuostra Reverendísima so tornó á yantar
cargaba gran oulpa. con el Rey, y luego á pocos dias acordó de mudar
E la Reyna se volvió desde Colmenar Viejo, é ha el propósito y se juntó con el Príncipe Don Alonso,
bló cerca del Collado un caballero, que le llamaba haciendo división en el Reyno alzándolo por Rey.
la obediencia de Toledo, é tomó camino de Toledo, Estas mudanzas, é on tan poco espacio do tiempo
é la ciudad se le dio é tomóla, é entregóse en ella y por SeBor de tan gran dignidad fechas, no en pe-
después dio la vuelta de Toledo para Segovia. E quefia injuria de la persona é de la dignidad se pu
Juan Luxan, Alcayde de Escalona, la quisiera ofen dieron hacer; durante esta división se dispertó la
der que estaba por el Marqués de Villena; y la Rey maldad de los malos, la cobdicia de los cobdiciosos,
na no llevaba tanta gente de guerra con que le pu la crueldad de los crueles, y la rebelión de los re
diese atender, é fuese & mas andar hasta Obreros, beldes inobedientes. V. M. Rda. Señoría lo considero
y de allí el dicho Alcayde se volvió con su mal pro bien, é verá cuan medicinal es la Santa Escritura
pósito. En este medio é tiempo, mas con halagos que nos manda por San Pedro obedecer á los Re
que con amenazas, el Rey por un cabo y la Reyna yes, aunque disolutos, antes que facer división en
por otro, adquirieron por Castilla quanto podian ; é los reynos; porque la confusión y males de la divi
la otra parcialidad que estaba con intención de me sión son muchos y mas graves sin comparación,
ter al Rey de Portugal, por semejante ; é como el que aquellos que del mal Rey se pueden sufrir. Con
Arzobispo de Toledo se habia ausentado de la corte gran vigilancia vemos á V. S. procurar que vues
sañudo, é era hombre belicoso, y seguia mas veces tros inforiores os obdezcan y sean sujetos ; dejad,
la afición que no la razón, y placíanle guerras y pues, por Dios, SeBor, los sujetos de Iob Príncipes,
parcialidades, é era hombre que insistía mucho en no los alborotéis, no los levantéis, no les mostréis
Ja opinión que tomaba, é como era gran Señor, re sacudir de sí el yugo de la obediencia, la qual es
cibían mucha pena el Rey y la Reyna de su apar mas aceptable á Díob que el sacrificio. Dejad ya,
tamiento, é ficieron mucho por lo volver á su arais- Señor, de ser causa de escándalos é sangre : ca si á
0.-111. 87
CRÓNICAS DE LOS REYES DE CASTILLA.
David por ser varón de sangre no permitió Dioa fa en retribución de su beneficio, no le escandalicéis
cerle casa de oración; ¿cómo puedo V. S. en guerras el pueblo, según fueron las primeras palabras de
de tantas sangres como se han seguido, envolveros esta epístola.»
con sana conciencia en las cosas que vuestro oficio Esta sobredicha carta fué fecha é enviada, del
sacerdotal requieren? Contagioso y muy irregular Coronista del Rey é do la Reyna Fernando del Pul
ejemplo toman y han los otros Prelados de esta nues gar, al Arzobispo de Toledo Don Pedro Carrillo, des
tra España viendo á vos, el principal de todas las pués que se fué sañoso de la corte, é se juntó con la
armas y divisiones. No pequéis por Dios, Señor, ni liga de los que querían meter al Rey de Portugal,
fagáis pecar, ca la sangre de Jeroboan, de la tierra al tiempo que ya el Rey y la Reyna del no tenían
fué desarraigada por este pecado. Dejad ya, Señor, esperanza que volviese á su corte, é por eso con la
de rebelar y favorecer rebeldes á sus Reyes é Se verdad, se le envió la carta tan ejemplosa y lasti
ñores, que es el mayor denuesto que dio Nabal á mera de la corte; é pareoe que á esta carta ó á otra,
David, fué irado y desobediente á su Señor ; Hieru- respondió por el Arzobispo un caballero su criado
salen y todas aquellas tierras, según cuenta el his al Coronista, disculpando al Arzobispo é poniendo
toriador Josefo, en caida tal vinieron cuando los algunas razones por él, é queriendo hacer entender
sacerdotes, dejado su oficio divino, se mezclaron en que el Arzobispo no baria cosa que no debiese con
guerras y en cosas profanas. ¡Oh! pues vuestra dig tra el Rey y la Reyna; y en respuesta á aquel caba
nidad vob hizo padre, vuestra condición no os haga llero, el dicho Coronista sin ningún temor y con
parte, y no profanéis ya mas vuestra persona, reli esperanza de la prosperidad que Dios demostraba
gión y renta que es consagrada, y para sus cosas al Rey é á la Reyna, respondió al dicho caballero y
pias dedicada. Oran inquisición hizo Achimelech, le envió la presente carta.
sacerdote , antes que diese el pan consagrado á
David, por saber primero si la gente que lo habian CAPÍTULO XIII.
de comer eran limpios; pues considere agora bien
V. S. de consideración espiritual, si son limpios Carla de Femando de Pulgar i un caballero criado del Arzobispo
de Toledo.
aquellos á quienes vos lo repartís; y cómo y á quién,
por qué se lo dais y á quién se debia dar, é cómo «Señor: vuestra carta recibí, por la qual queréis
sois transgresor de aquel santo decreto que dice : relevar do culpa al Sr. Arzobispo vuestro amo por
Virum catholicum pracipui domine sacerdotem. Can este escándalo nuevo que se sigue en el Reyno de
sad ya por Dios, Señor, cansad, á lo menos habed la gente que agora tiene junta en Alcalá, y queréis
compasión de esta tributada tierra que piensa tener darme á entender que lo hace por seguridad de su
Prelado, é tiene enemigo ; gime y reclama por que persona, y por paz en el Reyno, y también decís
tuviste poderío en ella, del qual á vos place usar, que ha miedo de yerbas; para este temor de las
no para instrucción, como debéis, mas para su des- yerbas entiendo yo que será mejor atriaca, que jen-
truicion como facéis; no para su reformación, como te, auuque costaría menos; y quanto á la seguridad
sois obligado, mas para doctrina y ejemplo de paz de su persona y paz del Reyno, haced vos, Señor,
y mansedumbre ; mas para corrupción y escándalo con el Sr. Arzobispo que se sosiegue su espíritu, y
y turbación. ¿Para qué vos armáis sacerdote sino luego holgará él y el Reyno : y por tanto, Señor,
para pervertir vuestro hábito y religión? ¿para qué escusada es la ida vuestra á Córdoba, á tratar paz
os armáis padre do consolación sino para descon con la Reyna, porque'si paz queréis, ahí la habéis
solar y hacer llorar los pobres é miserables, y para de tratar en Alcalá con el Arzobispo. Acabad vos
que se gocen los tiranos ó robadores y hombres de con su Señoría que tenga paz consigo, y que esté
escándalos y sangres con la división continua que acompañado de jente de letras, oomo su orden lo
V. S. cria y favorece? decidnos por Dios, Señor, si requiere, y no rodeado do armas como su oficio lo
podrán en vuestros diaB haber fin nuestros males, ó defiendo; y luego habréis tratado la paz que él
si podremos tener la tierra en vuestro tiempo sin quiere procurar y vos queréis tratar. Con todo eso,
división. Catad , Señor, que todos los que en los rey- aunque me han dicho que el Doctor Calderón es
nos y provincias procuraron divisiones, vida y fines vuelto á corte, plegué á Dios, que este Calderón
hubieron atribuladas : temed, pues, por Dios, la cai saque paz. Justo es Dios y justo es su juicio; en ver
da de aquellos cuya doctrina queréis remedar, y no dad, Señor, yo fui uno de los Calderones con que el
trabajéis mas este Reyno, ca no hay so el cielo rey- Rey Don Enrique muchas veces envió á sacar paz
no mas deshonrado que el diviso. Lea V. S. á San del Arzobispo, y nunca pudo sacarla. Agora veo
Pedro cuya orden recibisteis, é hábito vestís, y ha que el Arzobispo envia su Calderón á sacar de la
bed alguna caridad de la que os recomendó que ha Reyna : plegué á Dios que la concluya con Su Al
yáis. Básteos el tiempo pasado á voluntad de las teza, mejor que yo la acabé con el Arzobispo. Pero
gentes ; sea el porvenir á voluntad de Dios, que dexando agora esto aparte, ciertamente, Señor,
hora es ya, Señor, de mirar do vais, é no atrás do gran cargo habéis tomado si pensáis quitar de car
venis; no queráis mas tentar á Dios con tantas mu go á ese Señor por este nuevo escándalo que agora
danzas, no queráis dispertar sus juicios que son ter hace, salvo si alegáis que el Beato, y Alarcon, le
ribles, y espantosos. Y pues vos eligió Dios entre mandaren do parte de Dios que lo hiciese ; y no lo
tanta multitud para que le sirváis en el sacerdocio, dudo que se lo dixesen, porque cierto es que el Ai
bON FERNANDO É DOÑA ISABEL. 579
¿obispo sirvió tanto al Rey y á la Royna en los dado y desterrado de Castilla. Ovo este su hijo, que
principios y tan bien, que si en el servicio perseve desde su niñez fué guerreado y corrido, cercado,
raba, todo el mundo dixera, que el comienzo, me combatido de sus subditos y de los extraños ; y su
dio y fin de su reynar, había sido el Arzobispo y madre con él en los brazos huyendo de peligro en
toda la gloria se imputara al Arzobispo. Dixo Dios peligro. La Reyno nuostro señora desde niña so le
gloriam meam al Arzobispo non daba; y para guar murió el padre, y aun podremos decir la madre, que
dar para mi esta gloria que no me la tomo ningún ií los niños no es pequeño infortunio. Vínole el en
Arzobispo, permitiré que aquellos Alarcones, le di tender, y junto con 61 los trabaxosos cuidados ; y lo
gan que sea contrario al Rey y á la Reyna, y que que mas grave se siente en los reales, es mengua
ayude al Rey de Portugal para les quitar este Rey- extrema do las cosos necesarias ; sufría amenazas,
no, y contra toda su voluntad y fuerza lo daré á estaba con temor, vivia en poligro. Murieron los
esta Rcyna, que lo debe haber do derecho, porque príncipes Don Alfonso y Don Carlos sus hermanos;
vean las gentes que quantos Arzobispos hay de mar cesaron éstas, ellos á la puerta de su reynar y el
á mundo, no son bastantes para quitar ni poner Re adversario á la puerta de su Reyno. Padecían guer
yes en la tierra, sino solo yo que tengo reservada ra de los extraños, rebelión de los suyos, ninguno
la semojante provisión á mi tribunal. Asi que, Se renta, mucha costa, grandes necesidodes y ningún
ñor, esta via me parece para escusar ¡i su Señoría, dinero, muchas demandas, poca obediencia. Todo
pues que lo podéis autorizar con tal Moisen y Aa- esto así pasado con estos principios que vimos, y
ron, como el Beato y Alarcon. Con todo eso vi esta otros que no sabemos. Si ese Señor vuestro amo, les
semana una carta que enviaba á su Cabildo, en que piensa tomar esto Reyno como un bonete, y darlo á
reprende mucho á el Rey é á la Reyna porque to quien se pagare, digo, Señor, que no lo quiero creer,
maron la plata de las Iglesias, la qual sin duda es aunque me lo diga Alarcon y el Beato. Mas querré
tuviera queda en su sagrario, si él estuviese quedo creer á estos misterios divinos quo a esos pensa
en bu casa. También dice que fatigan mucho el mientos humanos; y como para esto murió el Rey
Reyno con Hermandades, y no ve que la que da él á Don Enrique sin generación, y para esto murieron
ellos, caúsala que dan ellos al Reyno. Quéjase asimis el Príncipe Don Carlos y Don Alfonso, y para esto
mo porque favoreció la toma de Talavera, que es de murieron otros grandes estorbadores; para esto hizo
su iglesia de Toledo, y no se miembra que favore Dios todos estos fundamentos y misterios que ha
ció la toma de Cantalapiedra, que es do la iglesia bernos visto, para que disponga el Arzobispo vues
de Salamanca. Siente mucho el embargo de sus ren tro amo de tan grandes Reynos á la medido de bu
tas, y no se miembra quántas ha tomado y toma del enojo. De espacio se estaba Dios en buena fe, si ha
Rey, y aun nunca ha presentado el privilegio quo bia de consentir que el Arzobispo de Toledo venga
tiene para tomar lo del Rey, y que el Reyno no sus manos lavadas, y disponga asi lijeramento de
pueda tomar lo suyo. Otras cosas dice la carta quo todo lo quo él ha ordenado y cimentado, do tanto
yo no consejara á su Señoría escribir, si fuera su tiompo á acá con tantos y tan divinos misterios.
escribano, porque la Sacra Scriptura manda que no Macedme agora tanto placer, si deseáis servir á ese
hable ninguno con su Rey papo á papo, ni ande señor, que le aconsejéis que no lo piense así, y que
con él á dime y dirte hé. Dejando agora esto á par no mire tan somero, cosa tan honda; en especial le
te, mucho querría yo que tal señor como ese consi consejad que huiga cuanto pudiere, de ser causa de
derase que las cosas que Dios en su presencia (iené divisiones en los Reynos, como de fuego infernal,
ordenadas para que hayan fines prósperos y dura y tome exemplo en los finos que han habido los que
bles, muchas veces vemos que han principios y divisiones han causado. Vimos que el Rey Don Juan
fundamentos trabazosos, porque quando vinieren de Aragón , padre del Rey nuestro señor, favoreció
al culmen de la dignidad hayan pasado por el cri algunas parcialidades y alteraciones en Castilla; y
sol de los trábalos, y por grandes misterios ignotos vimos que permitió Dios á su hijo el Príncipe Don
de presente á nos, y notos de futuro á él. La Sacra Carlos que le pusiese escándalo y divisiones en su
Soriptura y otras historias están llenas de estos Reyno. Y también vimos que el hijo que las puso y
exemplos. Persecuciones grandes ovo David en su los que le sucedieron en aquellas divisiones, murie
principio, pero Jesu fili David decimos. Grandes ron en el medio de sus dias, sin conseguir el fruto
trabajos pasó Eneas do vinieron los Emperadores de sus deseos. Vimos quo el Rey Don Enrique crió
que señorearon el mundo : Júpiter, Hércules, Róinu- y favoreció aquella división en el reyno de Aragón,
lo, Céres, Reyna de Sicilia, y otros y otras machas; y vimos que el Príncipe Don Alfonso su hermano
á unos criaron ciervos y á otros lobos, echados por le puso división en Castilla, y vimos que plugo á
los campos; pero leemos que al fin fueron adorados Dios de le llevar de esta vida en su mocedad como
y se asentaron en sillas reales, cuya memoria dura á instrumento de aquella división. Vimos que el Rey
hasta hoy. Y no sin causa la ordenación divina de Franoia procuró asimismo división en Inglaterra,
quiere quo aquello que luengamente ha de durar, y vimos que el Duque de Guiana su hermano pro
tenga los fundamentos fuertes y tales, sobre que se curó división en Francia ; y vimos que el hermano
pueda hacer que la obra dure. Viniendo ahora, pues, perdió la vida sin conseguir lo que deseaba. Vimos
al propósito, casó el Rey de Aragón con la Reyno, que el Duque de Borgofia, y el Conde de Barviquo,
madre del Rey nuestro señor, y luego fué deshere- y otros muchos procuraron en los reynos de Ingla->
580 CRÓNICAS DE LOS REYES DE CASTILLA.
térra y de Francia divisiones y escándalos, y vimos I esto con ánimo limpio de pasión lo cierto mejor se
que murieron en batallas despedazados, y no enter- I pueda discernir, mi parecer es que ante todas las
rados. Y si queréis exemplos de la Sacra Scriptu- cosos oquel Redemptor se consulte que vuestros co
ra, Architofel y Absalon procuraron división en bos conseja , aquel se mire que siempre es guia,
' el reyno de David y murieron ahorcados. Asi que aquel se adore y suplique, que vuestras cosos y es
visto todo esto que vimos, no sé quien puede estar tado seguro y prospera. Porque como quier que
bien y estar quedo, y querer estar mal y estar bu vuestro fin es ganar honra en esta vida, y vuestro
llendo.» principio sea ganar vida en la otra ; y quanto toca
Y el Arzobispo en este tiempo se aclaraba cada á la justicia que la Señora vuestra sobrina dice te
dia mas por el Rey de Portugal con los caballe ner á los Reynos del Rey Don Enrique, que es el
ros do la liga; é aun soberbecido, se publicó que fundamento que estos caballeros de Castilla hacen,
decia que les quitaría el Reyno, y baria volver á y aun lo primero que V. A. debe mirar. Yo por
hilar la rueca á la Reyna, como si fuera en él, é cierto, Señor, no determino agora su justioia, pero
envió con los otros á Portugal su palabra á el Rey veo que estos que [os llaman por executor de ella
Don Alonso. son el Arzobispo de Toledo, y el Duque de Arévo-
lo, los hijos del Maestre de Santiago, y. del Maestre
CAPÍTULO XIV. de Calatrava su hermano, que fueron aquellos quo
De una carta que Fernando de Pulgar escribió al Rey de Portugal. afirmaron por toda España, y aun fuera de ella pu
blicaron, que esta Señora no tener derecho á loa
Como sea parte del oficio de los coronistas en Reynos de Don Enrique , ni poder ser bu hija por la
servicio de los Reyes sus señores despedir epístolas impotencia esperimentada, que de él en todo el
en su servicio en los tiempos que conviene, para mundo, por sus cartas y mensajeros divulgaron : y
saber lo que so lineo en otros reynos, é acojer las allonde do esto, le quitaron el título real, y hicieron
respuestas é tomar de ellas aquello que á su oficio división en bu Reyno. Desearíamos pues, saber co
conviene do algunas cosas hazañosas, é haber conos- mo hallaron entonces esta Señora no ser heredera
cimiento de los Reyes comarcanos, é do sus coro de Castillo, y pusieron sobre ello bus estados en
nistas por intercesión de letras, para eujerir en las condición ; y como hallaron agora ser su lejítima
crónicas algunas cosas de las que acaecen en sus subcesora, y quieren poner á ello el vuestro. Estas
tiempos ; las de acullá acá, é las de acá acullá que variedades, muy poderoso Señor, dan causa justa de
convienen por la verificación serán si escritas, é sospecha, que estos caballeros no vienen á vuestra
con su dulce escribir, deben procurar de evitar es Señoría con celo de vuestro servicio, ni menos con
cándalos, é guerras entre los Reyes y los sefiores y deseo de esta justicia que publican ; mas con deseo
procurar la paz, á la concordia por epístolas de dul do bus propios intereses que el Rey y la Reyna no
ce y autorizado escribir. quisieron, ó por ventura no pudieron cumplir se
El cronista del Rey é de la Reyna nuestros seño gún la medida de su cobdioia, la qual tiene tan
res, Fernando del Pulgar, pesándole mucho de los ocupada la rozón en algunos hombres , que tentan
impedimentos y cosas que se atravesaban, contra do sus propios intereses acá y allá, dan el derecho
el rey uar en Castilla de estos Cathólicos Reyes, é sa ageno dó hallan su utilidad propio ; y debéis creer,
bido é publicado cómo los dichos caballeros de Cas muy excelente Señor, que pocos veces vos sean fie
tilla habían procurado é procuraban meter al Rey les aquellos que con dádivas oviéredea de sostener:
do Portugal á casar con la doncella Dofia Juana su antes es cierto, aquellas cesantes, os sean deservi
sobrina, que llamaban la Princesa ellos, é para que dores, porque ninguno de los semejantes viene á
reynase en Costilla, allende de otras muchas demos vos como debe venir, mas como piensa alcanzar:
traciones é requerimientos que le fueron fechos, que y quando vencido ya de la instanoia de ellos, vues
no tomase la tal empresa ni entrase, le envió la pre tra real Señoría acordase todavía aceptar esta em
sente epístola. presa, yo por cierto dudaria mucho entrar en aquel
Reyno teniendo en él por ayudadores, y menos por
CARTA AL REY D. ALONSO. servidores los que el pecado de lo división posada
a Muy poderoso Rey y Señor : sabido lié la incli hicieron, y quieran agora de nuevo hacer otra,
nación que V. A. tiene de aceptar esta empresa de reputándolo á pecado venial , como sea uno de los
Castilla que algunos caballeros de ella os ofrecen ; mayores crímenes que en la tierra se pueden co
y después de haber bien pensado en esta materia, meter, y señal cierta de espíritu disoluto y inobe
acordé de escribir á V. A. mi parecer. Bien es, muy diente. Por el qual pecado los de Samaría , que fue
excelente Rey y Señor , que sobre cosa tan alta y ron causa de la división del reyno de David, fueron
ardua haya en vuestro consejo alguna plática de tan escomulgados , que nuestro Redemptor mandó
oontradioion disputable por que en ella se aclare á sus discípulos, en la provincia de Samaría no
lo que á servicio de Dios, y honor de vuestra coro- entréis, numerándolos en el gremio de las idolatrías,
Da real, bien y acrecentamiento de vuestros Rey- y aun por tales mandó el hombre de Dios al Rey
nos mas conviene seguir. Y para esto, muy pode Amadas que no juntase su gente con ellos pora la
roso Señor, según en las otros guerras santas dó guerra que entró á hacer en las tierras de Seir, y
habéis sóido victorioso habéis hecho, porque en en coso que este Rey habió traído cien mil de ellos
DON FERNANDO B DOÑA ISABEL. 58i
y pagádoles el «neldo , los dejó, por sor varones de tierras, y á esto conviene preceder pruebo y decla
división y escándalo, y no osó envolverse oon ellos ración , antes que la execucion , porque de otra ma
ni gozar de su ayuda en aquella guerra por no te nera, mal se cumpliría aquel común hablar de los
ner irada la divinidad, la qual en todas las cosas, letrados, que el Juez debe sentenciar conforme á
y en la guerra mayormente debomos tener aplaca lo alegado y probado, y es injusta sentencia conde
da, porque sin ella ninguna cosa está, ningún sa nar sin oir lan partos, si no fueso en rebeldía. Otra
ber vale, ningún trabaxo aprovecha ; y por tonto justicia es la que por juicio divino, por pecados á
mirad por Dios , Señor , que vuestras cosas (hasta nosotros ocultos vemos ejecutar , veces en las per
hoy florecientes) no las envolváis con aquellos, que sonas propias de los delincuentes y en sus bienes,
el derecho de los reynos que es divino, miran no veces en los bienes de sus hijos y sucesores, asi co
según su validad, saos según sus pasiones y propios mo hizo al Rey Roboon hijo del Rey Salomón, cuan
intereses. Y cuanto á la promesa tan grande y dul do de doce partes de su reyno, luego reynando per
ce como estos cabalíeros os hacen de los Reynos de dió las diez. No se loe , pues , Roboan haber cometido
Castilla, con poco trabaxo y mucha gloría, ocúrre- público pecado hasta estonce por dó los debiese
me un dicho de San Anselmo que dice: compuesta perder ; y como juntase gente de su reyno para co
es y muy afeitada la puerta que convida al peligro; brar lo que perdia, Semoy, profeta de Dios, le dijo
y por cierto , Señor, no puede ser mayor afeita- de su porte : Está quedo, no pelees, no es lo volun
miento ni compostura de la quo estos vos presen tad divina que cobres esto que pierdes ; y como
tan. Pero yo hago mas cierto el peligro de esta em quiero que Dios, ni hace ni permite hacer cosa sin
presa, que cierto el efecto de esta promesa : lo pri causa, pero el profeto no gelo declaró, porque tan
mero, porque no vemos aqui otros caballeros sino honesto y comedido es nuestro Señor, que aun des
estos solos, y estos no dan seguridad ninguna de pués de muerto el Rey Salomón, no le quiso deshon
su lealtad ; y caso que haya otros secretos que afir rar ni á su hijo avergonzar declarando los pecados
man aclararse, los tales no piensan tener firme como ocultos del padre, porque le plugo que el sucesor
deben, mas temporizar como suelen , para declinar perdiese estos bienes temporales que perdia. En lo
ala parte que la fortuna se mostrase mas favora Sacra Scriptura, y aun en otras historias auténticas,
ble. Lo segundo, porque dado que todos los mas de hoy de esto asaz exemplos ; mas porque no vamos á
los grandes, y de las ciudades y villas de Castillo, cosas muy antiguas y peregrinas, este vuestro reyno
como estos prometen, vengan luego á vuestro obe de Portugal, á la Reina Doña Beatriz, hija heredera
diencia, no es duda según la parentela que el Rey del Rey Don Fernando y mujer del Rey Don Juan de
tiene, que muchos caballeros y grandes señores y Castilla, perteneció de derecho público ; pero plugo
ciudades y villas, so tengan por él y por la Royna, al otro juicio do Dios oculto , darlo al Rey vuestro
A los quoles asi mesmo los pueblos son muy aficio abuelo, aunque bastardo y profeso de la orden de
nados, porque saben ella ser hija cierta del Rey Don Cistel ; y porque este oculto juicio este Rey Don
Juan, y su marido hijo natural de la casa Real de Juan quiso repugnar, cayeron aquella multitud de
Castilla ; y la Señora vuestra sobrino, hija incierta castellanos que en la de Aljubarrota sabemos, y es
del Rey Don Enrique, y que vos la tomáis por mu notorio ser muertos. De derecho claro pertenecían
jer, de lo qual no pequeña estima so debe hacer, los Reynos de Castilla á los hijos del Rey Don Pe
porque la voz del pueblo es voz divina, y repugnar dro ; pero vemos que por virtud del juicio de Dios
lo divino es querer con flaca vista vencer los fuer oculto, los poseen hoy los descendientes del Rey Don
tes rayos del sol. Eso mismo, porque vuestros sub Enrique su hermano, aunque bastardo. T si quiere
ditos nunca bien se compadecieron con los castella V. A. exemplos modernos , ayer vimos el reyno de
nos, y entrado V. A. en Castilla con titulo de Rey Inglaterra que pertenecia al Principe hijo del rey
podría ser que los enemistadas y discordias que en Don Enrique, y vemos hoy poseer pacifico al Rey
tre ellos tienen, y de que estos hacen fundamento, Eduarte, que motó al padre y al hijo. T como quier
á vuestro reynar todas se saneasen contra vuestra que vemos cloros de coda dia estos y semejantes
gente, por el odio que antiguamente entre ellos es. efectos, ni somos ni podemos ser acá jueces de sus
Lo otro, por que en tiempo de división, asi á vos de causas, on especial de los Reyes, cuyo juez es Dios
vuestra parte, como al Rey y á la Reyna de lo suyo, que los castiga, veces en sus personas y bienes, ve
converná dor y prometer, rogar y sufrir á todos ces en la sucesión de los hijos según la medida de
porque no muden el partido que tuvieren, para se sus yerros. San Agustín en el libro de la Ciudad dé
juntar con la parte que mas largamente con ellos Dios, dice : ¿ el juicio de Dios oculto puede ser ini-
se oviera. Asi que, Señor, pasariades vuestro vida quo ? no , que sabemos es muy excelente Rey y Se
sufriendo , y dando y rogando ; que es oficio de ñor. Si el Rey Don Enrique cometió en su vida algu
subjecto, y no reynando y mandando, que es el fin nos graves pecados por dó tenga Dios deliberado en
que vos deseáis y estos caballeros prometen. Tor su juicio secreto disponer de sus Reynos en otro
nando agora, pues, á hablar en lo justicia de lo Se manera de lo que la Señora vuestro sobrina espero,
ñora vuestra sobrina, yo, muy alto Rey y Señor, y estos caballeros procuran, según hizo á Roboan y
de esto justicia dos partes hago , uno es esta que á los otros que he declarado ya á vuestra Señoría.
vosotros los reyes y príncipes , y vuestros oficiales De los pecados públicos se dice del, que en la admi
por cosas probadas mandáis executar en vuestras nistración de lo justicia ( que es aquella por dó los
582 CRÓNICAS DE LOS BEYES DE CASTILLA.
Beyes rcynan) fué tan negligente que bus reynos demos decir por cierto, muy alto Sefior, que el que
vinieron en total corrupción y tiranía; de manera esto no ve es ciego del entendimiento , y el que lo
que antes de muchos días que falleciese, todo quasi ve y no lo dice es desleal. Guardad, Sefior, no sean
el poderlo y autoridad real le era envanescido. Todo estos 'consejeros los que consejan, no según la recta
esto considerado , querría saber quién es aquel de razón, mas según la voluntad del Principe ven in
sano entendimiento que no vea quan difícil le sea clinada ; y por tanto , muy alto y poderoso Rey y
esto que á V. A. hacen fácil, y esta guerra que di Señor, antes que ésta guerra se comience, se debo
cen pequeña, quanto sea grande y la materia de ella mucho mirarla entrada, porque principiar guerra,
peligrosa, en la qual si algún juicio de Dios oculto quien quiera lo puede hacer ; salir de ella no , sino
hay por do V. A. repugnándolo oviese algún sinies como los casos de la fortuna se ofrecieren , los qua-
tro, considerad bien, Señor, quán grande es el aven les son tan varios y peligrosos, que Estados Reales
tura en que ponéis vuestro Estado real, y en qu an y grandes no se les deben cometer sin grande y ma
ta obscuridad vuestra fama, que por lo grande de dura deliberación , y á cosas muy justas y ciertas.»
Dios, por todo el mundo relumbra. Allendo de esto,
de necesario ha do haber quemas , robos , muertes, CAPITULO XV (1).
adulterios, rapiñas, destrucciones do pueblos y de
casas de oraciones, sacrilegios, el culto divino pro Desque el Arzobispo de Toledo se declaró por el
fanado, la religión apostatada, y otros muchos es Rey de Portugal, muchos caballeros, criados suyos
tragos y roturas que de la guerra surten. También fljosdalgo, fueron muy pesantes de ello y muy mal
vos converná sufrir y sostener" robos y robadores, y contentos de él ; de los quales fueron López Váz
hombres criminosos sin castigo ninguno , y agra quez, su fijo, é su hermano el Conde de Buendia, é
viar los ciudadanos y hombres pacíficos, que es ofi Gómez Manrique, é Hurtado de Luna, los quales
cio de tiranos y no de Rey ; y vuestro reyno entre siempre mucho se lo estorbaron é contradixeron,
tanto no será libre de estos infortunios, porque en poniéndole delante la vergüenza, é los muchos da
coso que los enemigos no le guerreasen , vos será ños é inconvenientes que de aquel trasmudarse con-
forzado con tributos grandes y continuos , y servi vernian, é diciéndole como quería contradecir lo
dumbres premiosas para la guerra necesarias, fati- que siempre había afirmado estos Reynos justamen
gásedes de manera que procurando una justiciu co- te sor do la Reyua, é venirle por justo título, é so
metiérades muchas injusticias. Allendo de esto, los ayudó ¡i dar ó entregar este dia que la alzaron
vuestra Real porsona que por la gracia do Dios está por Royna , é eso menino les otorgó é dio su voz de
agora quieta , es necesario que se altere ; vuestra ello al Rey Don Fernando su marido cuando fué en
concioncia sana, es por fuerza que se corrumpa ; el lo alzar por Rey de ellos, de que en él, é ellos espe
temor que tienen vuestros súbditOB al vuestro man raban muchas mercedes; é ni con esto, ni con otras
dato, es necesario que Be afloje ; estáis quieto de muchas razones ni afrentas que le presentaron,
molestias, es cierto que habréis muchas ; estáis li nunca lo pudieron volver de sus intereses é mal pro
bre de necesidades, metéis vuestra persona en tan pósito. E desque esto vieron los caballeros susodi
tas y tales , que por fuerza os harán subdito de chos, siguiendo la lealtad que á su Rey debian, é la
aquellos ; que la libertad que agora tenéis os hace nobleza de donde venían, se despidieron del é de su-
Boy y Sefior. Y porque conozco quanto cela vuestra servicio, é se pusieron con el Roy Don Fernando ó
alta Señoría la limpieza de vuestra ezcolento fama, con la Reyna Doña Isabel á venir , é siguiendo su
quiero traer á vuestra memoria como ovistes envia servicio de allí en adelante. E ansi como estos nobles
do vuestra embazada á demandar por mujer á la caballeros habia en casa del Arzobispo que le acon
Beyna ¡ también es notorio quantas veces en vida sejaban bien , habia otros á quien él daba su crédito
del Bey Don Enrique vos fué ofrecida por mujer la que lo aconsejaban mal en la contra de estos otros
Señora vuestra sobrina, y no vos plugo de lo aceptar, con dañadas autoridades, así como eran Alarcon, al
por que se decia vuestra conciencia real no se sa quimista mayor su mayordomo é privado, é sus se-
near bien del derecho de sucesión. Pues considerad quaces , al qual dicho Alarcon, después de hecha la
agora esta mudanza, sin preceder causa pública por guerra, el Rey Don Fernando permanente victorioso
que lo dobais hacer , quien no habrá razón de pen fizo degollar en Toledo en Zocodover, é lo degolla
sar que halle agora derecha sucesora á vuestra so ron sobre una espuerta de paja tendida por mas bal-
brina, no porque lo sea de derecho, mas porque la don según su gran merecimiento, ca se halló ser
Beyna que demandasteis por mujer contrajo antes muy traidor al Rey, é á la Reyna muy contrario.
el matrimonio con el Bey su marido, que con vos
que la demandasteis, y hSbria lugar la sospe CAPÍTULO XVI.
cha de cosas indobidos, contrarias y mucho á las
Como ct tloy Don Alonso de Portugal determina entrar en Castilla.
virtudes insignes que de vuestra persona Real , por
todo el mundo están divulgadas ; y soy maravilla Muchas embazadas fueron y vinieron de los ca
do de los que hacen fundamento de este Beyno quo balleros de Castilla de la liga de la Señora Doña
vos dan, en la discordia de los caballeros y gentes
de él, como si fuese imposible la reconciliación en (1) Falta el epígrafe de esto capitulo en los manuscritos que he
tre ellos, y conformarse contra vuestras gentes. Po mos tenido a la vista y en las ediciones de Granada j Sevilla,
DON FERNANDO, 3 DOÑA ISABEL . «83
Joan», particulares y generales, al Rey Don Alonso
do Portugal, convidándole con ella para casar, é CAPÍTULO xvn.
con Castilla para reynar, afirmándole venir los Bey-
nos por subcesion del Rey Don Enrique su padre. La entrada del Rer Don Alonso de Portugal en Castilla.
É el Rey Don Alonso, resistido todo bnen consejo, El primer año del reynado del Rey Don Fernando
6 todo buen pensamiento procedionte del Espíritu y do la Reyna DoBa Isabel su mujer, en el quinto
Santo, enoendido en el pecado de la cobdicia, ovo año del pontificado del Papa Sixto IV en el mea do
de aceptar el partido , de lo qual mucho pesó á los Mayo dol año del nacimiento de nuestro Salvador
caballeros de su reyno que deseaban su servicio é Jesuchristo de 1475 años, entró en Castilla el Rey
bu honra, porque sabían el caso no ser á él conve Don Alonso de Portugal en titulo de Rey de ella,
niente aceptarlo ; los quales mucho se lo estorbaron con tres mil é quinientos do á caballo, é muchísima
é pusieron delante mirase en quánto trabajo é in gente de pié de guerra, é vino á Plasencia donde le
convenientes é peligro queria poner su persona é aguardaban los caballeros de Castilla que le metían
Reyno , en aceptar de entrar en Castilla á reynar, con la Señora Doña Juana su sobrina, Reyna que. de
para la haber de conquistar por armas ; é nunca le cían de Castilla , para celebrar el matrimonio con
pudieron hacer mudar el concebido proposito. Pues ella y allí le ficieron muy honrado recibimiento; é fi-
de la parte del Rey 6 de la Reyna , no creáis que cioronun cadahalso muy alto é muy ricamente ador
quedó de le molestar, y rogar y requerir de parte de nado donde todos los do la ciudad le podían ver. É
Dios que no entrase en Castilla, ni creyese el conse á 25 días de Mayo, dia de la fiesta del Corpus Chris-
jo de los que se la prometian , haciéndole saber el ti, Jueves, subieron allí al dicho Rey, y á la dicha
caso muy por estenso, desde el comienzo hasta ol fin, Señora Doña Juana su sobrina, é á vista de todos los
de cómo la Señora su sobrina no tenia aquella justi desposó un Obispo, é luego allí los alzaron por Rey
cia que le decían á los Roy nos, lo qual él bien sabia, na é Rey de Castilla é León , con todos los otros tí
ó siempre resistió el consejo do los embaladores dol tulos de Castilla ; é dijeron: Castilla, Castilla, por el
Roy é de la Reyna. É do un cabo molestado, reque Roy Don Alonso , é por la Reyna Dofia Juana su
rido é rogado en Castilla; édel otro comunicado é mujer, tocando muchas bastardas é instrumen
llamado á ella ; de un cabo ciego de la gran cobdi tos de música é atabales. Desde este dia comen
cia ; de otro muy turbado de los inconvenientes y zó de arder Castilla otra vez, como quando en vida
peligros que delante le presentaban que le podrían del Rey Don Enrique alzaron por Rey á su herma
venir, no sabia de si que hacer, é deliberó de enviar no Don Alonso : quidquid agat omnes, intentio indicat
cartas y presentes á la mayor parte de los caballe omnes : la intención de aquellos señores que lo me
ros de Castilla que no estaban en su liga , é prosi tieron , Dios lo supo si fué por la lealtad que debían,
guió esto presentándoles el titulo como él queria ó si fué por asegurar lo que tonian de la Corona Real,
casar con la hija del Rey Don Enrique, cuya era porque el Rey Don Fernando no les quiso confir
Castilla , que lo oviesen por bien , é lo recibiesen, ó mar ; ca ellos eran en aquel tiempo los mas grandes
les faria muchas mercedes ; é envióles á cada uno, é mas poderosos de toda Castilla, é ol Duque de Aré-
según quien era, muchos cruzados de oro, é muchas valo, Conde de Béjar, Señor de Plasencia Don Al
tazas é piezas de plata labrada , pensando que los varo de Stúñiga, puesto caso que era ya muy viejo,
que recibiesen no le faltarían, é ellos, asi los de tenia á Arévalo y su tierra , y tenia á Búrgos, é el
Castilla como los de Andalucía , ó la mayor parte Maestradgo de Alcántara, é poco menos toda la tier
de ellos, recibieron lo que les envió, con intención ra de Estremadura, é todas sus tierras é Señoríos , é
algunos de le servir, otros de estar á viva quien otras cosas harto bien pacificadas é á su servicio é
vence, y en tanto no le ofender. Otros con inten mandar; é no es dubda estar el mayor de los caba
ción de le dar guerra con su mesmo dinero, ansi lleros de Castilla con lo susodicho , é oon sus hijos
como fizo el Duque de Alba Don García, que era ca y parientes; é el Arzobispo de Toledo, Don Alonso
sado con tía, hermana de la madre del Rey Don Fer Carrillo que era el mayor prelado de España, que es
nando ; y ovo el Rey Don Alonso de Portugal tal la segunda casa de renta de Castilla, tenia muohas
atrevimiento, que lo envió gran suma de cruzados, tierras, ciudades, é villas , é castillos suyos y de la
no mirando lo que mirar debía, que de tal pariente corona real ; é el Marqués de Villena , á quien habia
antes se debiera mucho de guardar , y este recibió, quedado en guárdala Señora Dofia Juana, tenia á
con que después le hizo la guerra, y este publicó la su mandar mas villas é castillos que ningún grande
embazada en tiempo debido, y la intención, é lo de todo el Reyno, é no habia otro mayor que él , é
mostró por obra é asi ficieron otros. E de ellos le se intitulaba estonce Maestre de Santiago é Duque
enviaron sus cartas firmadas, é de ellos su palabra de Truzillo ; é el Maestre de Alcántara, que era muy
en la qual el Rey Don Alonso gastó muy gran suma gran Señor, é el Duque do Urefia su hermano éso
de oro, é desque entendió que tenia á su sirviólo la mesmo ; é de estos pondia la mayor parte de Casti
mayor parte de Castilla, aceptó el casamiento, é lla ; é ovo otros muchos que aclamaron antes que el
deliberó en venir en ella á reynar si pudiese. É fué Rey Don Alonso llegase. Asimesmo Alonso Carrillo,
concertado entre él é los caballeros que lo metieron, Señor de Maquedaé Castañeda, Señor del Portillejo
en tiempo y lugar, é dónde é cómo se oviese de ce é de las Calañas é Paroja , Adelantado de Galicia,
lebrar el matrimonio. Juan de Ulloa, Alcayde de Toro é Mariscal de Za
584 CRÓNICAS DE LOS BEYES DE CASTILLA.
mora, el Conde de Valencia, é otros muchos, de sonido por el real ontre la gente de á pié, que los
jando loa que estaban de callada, con los que lo fa caballeros querían prender al Roy, é allegáronse los
cían muy gran parcialidad al Rey Don Alonso ; é él Vizcaínos y Montañeses, y otros muchos con ellos
pensó que con ellos sojuzgaría á Castilla. E como todos armados, á pié é alborotados , é fueron á la
nuestro Señor sabe las intenciones é «ficciones do puerta de la iglesia del consejo á voces ; dad acá á
cada uno de los hombres, permite que cada uno sea á nuestro Rey, dad acá á nuestro Rey ; é fué muy
sojuzgado según su intención; el que mala intención gran turbación en el real, y el Rey salió á la puerta
tiene, que sea juzgado para pena de tormento; el de la iglesia para que le viesen , diciendo : heme
qnebuena, que sea juzgado para ver gloria; é sobre aquí, hermanos, no temáis que ninguno me haya de
todo él es justo juez y juzga derecho , é á él es á hacer traycion, que todos estos caballeros son mis
dar los reynos á cuyos son , é le place de los dar ; el parientes y leales vasallos , y otras muchas cosas por
qual no judició según el querer de estos poderosos los apaciguar, é nunca con ellos pudo hasta que lo
caballeros é de este Rey, ni según sus intenciones sacaron de la iglesia, y lo llevaron consigo á su real.
donde pareció no ser buenas, ni les proveyó cosa E después de haber estado allí el real algunos dios,
alguna de lo que deseaban, según adelante se dirá. visto que el Rey Don Alonso no quiso salir á pelear,
ó no osó , y que el cerco para no estar sobre él era
CAPÍTULO XVIII. muy peligroso é muy gastoso, el Rey Don Fernan
Prosiguo lo quo bita el Rey Don Alonso de Portugal en Castilla. do dejó sus guarniciones bien ordenadas é bien re
partidas á donde convenía, é volvióse á Medina del
Movió el Rey Don Alonso su hueste, é partió de Campo, y dende fué luego á poner cerco sobre Bur
Plasencia, é fué la via de tierra do Campos, requi gos quo estaba de la parte del Rey de Portugal por
riendo á los Alcaydes, le entregasen las villas é cas el Duque de Arévalo, é dióse luego la ciudad, y tú
tillos por do iba; é de ellos decian : andad, SeBor, vose la fortaleza cerca de nueve meses, estando por
adelante, que esto es todo vuestro, é de ellos, se las Alcayde de olla Don Juan Sarmiento, hermano del
daban, y otros so le defendían; y siguió su via has Obispo de Burgos Don Luis de Acuña.
ta la ciudad de Toro, é Zamora, é llegado, luego se
le entregaron, que estaban por él , y asentó su esta CAPÍTULO XIX.
da por allí algún tiempo, que tenia mucha parte do
villas é castillos por cerca do aquella ribera de Due Proslgnen los sucesos del Hey Don Alonso de Portugal
en Castilla.
ro, é allí llegó muy gran gente para si necesario le
fuese haber batalla. Supo el Rey Don Alonso estando en Toro, cómo
En este tiempo el Rey Don Fernando allegó muy el Rey Don Fernando había puesto el cerco á Bur
grande hueste de gente en el mes de Julio del di gos, ó partió de Toro con toda su hueste para ir en
cho año de 1475. É estando el Rey Don Alonso en socorro, é fué por Arévalo é estuvo allí algunos días;
Toro, le puso el real á una legua de Toro en una al y de allí salieron un dia el Conde de Pharo é Don
dea llamada Temules; donde juntó mas de treinta Alvaro su hermano, portugueses, con cierta gente
mil hombres, on que decian haber mas de diez mil de caballos, é ovieron batalla con el Conde de Ci-
do á caballo, é la gente de á pié eran de ellos muy fuentes con el qual se encontraron, que era la par
gran parte Vizcaínos , y Asturianos, y Montañeses te del Rey Don Fernando, é pelearon, é fué desba
que en demasiada manera amaban á el Rey Don ratado el Conde de Cifuentes é su gente , é los por
Fernando, allí se juntaron con los Grandes de Cas tugueses volvieron á Arévalo con victoria, é des
tilla que tenian de su parte al Duque de Nájera , el pués de esto partió el Rey Don AlonBO de Arévalo
Duque de Alba Don García, el Conde de Haro, el é con él el Marqués de Villena , Maestre de Santia
viejo, Condestable de Castilla, el Almirante de Cas go ó Duque deTrujillo, que todos llamaban , é el Ar
tilla, é su hermano ; el Adelantado de Andalucía, el zobispo de Toledo, é otros muchos caballeros para
Duque del Infantado, Marqués de Santularia, Don ir á Peñafiel,é supo que el Conde de Benavente Don
Alonso de Aragón, hermano bastardo del Rey Don Pedro Pimentel estaba en una villa suya que lla
Fernando, Maestre de Calatrava que estonce se lla maban Baltanas, que es llana y estaba toda barrea
maba Duque de Villahermosa , que era muy esfor da de tapias para según el tiempo; é fué sobre él, é
zado caballero é de muy gran consejo para la guer cercóle la villa, é combatióla, é tomóla ; ó entróse
ra, el primero que metió robadequines en Castilla; por la parte que el Marqués de Villena combatía , ó
la gente del Marqués de Astorga, que tenia en ad prendieron al Conde de Benavente, el qual salió á
ministración Don Luis Osorio, Capitán que después pió fuera de la villa á besar la mano al Rey, é se la
fué, é guarda de Alhama, é después Obispo de dio, é el Rey durmió allí aquella noohe ; é otro día
Jaén , que era tutor del Marqués de Astorga que llevó consigo al Conde preso, el qual le dio en rehe
era niño ; é el Obispo de Sigüenza , Don Pero Gon nes por sí por ser suelto, tres ó quatro villas, é á su
zález de Mendoza, que fué después Arzobispo de hijo Don Luís ; é los villas fueron Portillo, é Villal-
Sevilla, é después Arzobispo de Toledo é Cardenal va, é Mayorga ; é el Rey fué de allí á Peñafiel quo
de España, é otros muchos. E allí estando un dia en es del Conde de Ureña, que estaba por él ; y no osó
el consejo, en una iglesia del dicho lugar Temules, dende pasar á socorrer á Burgos , porque supo de
el Rey y los caballeros muy gran pieza del día, salió los grandes favorea y grandes gentes que se allega
DON FERNANDO É DOÑA ISABEL, 585
ban y recibían á el Rey Don Fernando, y volvióse á bando é faciendo la guerra, fué de donde mas daños
Arévalo, y dende i Toro y Zamora, y por allf, ribera se recibieron en Castilla, en las tierras reales de
de Duero hacia su estado, y hacia Cantalapiedra que parto del Rey Don Fernando. Castronuño era muy
estaba por él, é quitó á García de Meló que la tenia, fuerte fortaleza ribera de Duero, y era del Prior de
y puso por Alcayde á Alonso Pérez de Vivero, fijo , San Juan llamado Valenzuela, que era criado y muy
ó nieto del Contador que mató el Maestre Don Al servidor del Rey Don Enrique; y en el tiempo de
varo de Luna ; y á este la tomó después el Rey Don sus guerras y trabajos que ovo cuando alzaron por
Fernando. De la prisión del Conde de Benavente , é Rey al Rey Don Alonso su hermano en Castilla, la
rehenes que en el dicho viaje acaecieron , muy gran tomó é se alzó con ella por el Rey Don Alonso un
sospecha se cansó y publicó diciendo que era todo ladrón mal hombre llamado Pedro de Mendaño, fijo
hechizo, y que el Conde como era muy sagaz y dis de un hombre zurrador, vecino do Pardinas, aldea
creto, conoció el tiempo, y quiso mañosamente con del Obispado de Salamanca, que fué muy valiente
tentar á ambas partes, de lo qnal después se lo si en su oficio de robar, y matar y haoer la guerra,
guió mucho provecho ; lo interior de su intención él uno de los que el tiempo de las guerras crió; el qual
lo supo. triunfó tanto y creció desde allf, que todas las tier
ras de las comarcas le tenían é . habían miedo en
CAPÍTULO XX. damasiada manera. É desque falleció el Rey Don
D« Burgos. Alonso, nunca ovo disposición de tiempo para le
sacar de allf ; é al tiempo que falleció el Rey Don
Tuvo el Rey Don Fernando cercado el castillo de Enrique quedó el criado gusano inficionado, grueso
Burgos ocho ónneve meses, en qne le dieron muchos y poderoso verdugo para aquella tierra, que allega
y muy grandes combates de lombardas , é tiros de ba cada vez que quería quinientos é seiscientos de
pólvora , é quartagoa é ingenios, é ponian en el cer á caballo, é peones quantos queria, con que sojuz
co muy gran recabdo, é algunas veces quando pen gaba á Medina del Campo, á Valladolid, é á Toro, é
saban los cercadores que en mas estrecho [tenian á á Zamora, é á Salamanca é a todas sus tierras é lu
los cercados , les mostraban de dentro perdices , na gares, que nunca le faltaron en aquellos tiempos
ranjas y otras cosas. En fin en tanto estrecho les otros do su condición ; é algunos caballeros de los
pusieron , que se o vieron de dar á merced del Rey grandes, lo habían en dicha tenorio por amigo, ó
con algunos partidos en que el Rey los tomó, y man otros lo querian mal é les pesaba de tan gran subida
dó ahorcar muchos é degollar otros , en que luego como habia subido, por ser de tan baxa suerte, é
ahorcaron é degallaron veinte y nueve hombres , é por haber rapiñado ; é por la disposición del tiempo
después otros muchos; é esto fué en tiempo do ocho no se curaban de poner con él en armas; é algunos
ó nueve meses que duró el cerco ; é se vino á tomar pueblos, é personas particulares é muchas, se le
el año de 1476 en el mes de Febrero. En este tiem ofrecían con servicios porque no les robase é ficieso
po no cesaban guerras, robos , rapiñas , muertes, mal. É el Duque de Alba Don Garcia que estonces
peleas entre caballeros , fuerzas en los pueblos ó en era, se puso un tiempo á lo castigar, é con la mala
los oampos, é injusticia, é sacrilegios de poca hon disposición del tiempo de guerras é vueltas no pudo,
ra, que cataban á las iglesias y clerecía por toda ca lo halló mucho poderoso para estonce; ca él tenía
Castilla. Ca ardia su fuego entre las parcialidades , siete fortalezas muy cerca unas do otras en ribera
é entre muchos ladrones cosarios que andaban con de Duero; ca él tenía á Castronuño, é á Navares, é
la voltoria del tiempo, é no hacian sino robar, nom á Cubillos, é á Iglesias é otra fortaleza en la ribera;
brándose de la parte que se les antojaba , ó según é tenía á San Cristóbal, é & Rabe, é tenia en todas é
vian el tiempo ó el lugar en que se hallaban, é vian en oada una de ellaa su Alcayde, todos rufianes é
que les convenia donde no eran conoscidos. E asi ladrones, é muy malos hombres. Estas siete acoxi-
mismo todas las fronteras de Portugal ardian en vi das tenia el Alcayde de Castronuño, é aun otras de
vas llamas de robos , y hurtos y cautiverios que los tierras de sus amigos, de donde salía á hacer mil
castellanos de la parte del Roy Don Fernando, é saltos ó robos en todas aquellas comarcas; é al tiem
otros muchos ladrones hacian en tanto grado, que po que falleció el Rey Don Enrique é comenzaron
de las camas los sacaban de noche de los lugares, y de reynar el Rey y la Reyna, no siguió su partido
los traian cautivos á Castilla, a ellos é a sus fijos, é porque no le confirmaron é dieron lo que tenia hur
haciendas, é ganados ; de donde procedió despoblar
se muchos lugares de la frontera entre Portugal y tado é robado, como hicieran otros que siguieran su
Castilla, también de Castilla oomo de Portugal, y se partido, si Icb dieran lo de la corona real que tenian
huían, é metian los Reynos adentro. robado é por fuerza.
Mas como aquellos que entran á reynar, é sojuz
gar, é cobrar lo perdido oomo reyes de la tierra, é
OAPÍTÜLO XXI. no á ser sujetos de nadie, é entraban á ser temidos
Do CistronuBo y Canlalapledrt. y no á temer, no quisieron dar por precio de suje
De Oastronufio y Cantalapiedra, que fueron dos ción lo que era suyo, ni sojuzgarse á nadie, como
fortalezas muy proveídas de ladrones é malos hom- i hizo el Rey Don Alonso de Portugal, que porque
bres, é de hombrea que habían gana de ganar, ro- fuesen con él les confirmó é mandó lo que tenian, é
mu que no tenían, y por esto este Alcayde de Cas
686 CRÓNICAS DE LOS REYES DE CASTILLA.
tronufio siguió la via y parcialidad del Rey de Por
tugal. CAPÍTULO XXIII.
En Cantalapicdra ovo dos Alcaydes en aquel
tiempo : el primero fué García de Meló que quitó el Del desbarato y rompimiento del Re; Don Alonso de Portugal.
Rey de Portugal quando por allí fué, ó puso á Alon El Rey Don Alonso, desque supo que la gente del
so Pérez de Viveros ; é los capitanes que de allí fa Rey Don Fernando estaba en la ciudad, vino luego
cían la guerra á el Rey Don Fernando eran Chris- desde Toro con gran gente, y con el Príncipe de
tóbal Bermudez, é Juan de Tobar, Señor de Cívico Portugal Don Juan su hijo, que Rey de Portugal
é de la Torre, caballeros de Castilla, los quales ha se llamaba, y el Duque de Guimarans, y el Condes
cían asaz daños, y á las veces los recibían, y á las table su hermano, y otros muchos caballeros portu
veces algunos. Y después algunos de ellos fueron gueses, y el Arzobispo de Toledo, y Alonso Carrillo
degollados por mandado del Rey Don Fernando, Señor de Maqueda su sobrino, y otros muchos ca
que fueron presos en una batalla; é como quiera balleros castellanos, é asentó su real sobre Zamora,
que acaecieso ou aquel tiempo siempre avian vic do cabo del rio, en manera que el rio Duero estaba
toria, é llevaban ventaja los del Rey Don Fernan en medio del real y de la ciudad; y de allí lombar-
do sobre sus contrarios. deó las torres de la puente ; eBtuvo allí con fasta
tres mil é quinientos de á caballo é mas; é con fas
capítulo xxn. ta cinco mil peones quince dias. En tanto vino el
Rey Don Fernando, é entró en Zamora con la gente
Do como se ganó a Zamora.
que pudo, é cercó mejor la fortaleza, é ansí estaban
Zamora se tomó en esta manera. Era Alcayde de ambos reales el rio en medio. É desque el Rey Don
la puerta un ciudadano llamado Valdés, y estando Alonso vido que no podia socorrer la fortaleza de
en propósito de dar entrada al Rey Don Fernando, Zamora, ni facer cosa en su honra, levantó su real
el Rey Don Alonso supo alguna cosa de ello y en é fuese orilla del rio arriba la via de Toro, é echó
vióle á llamar y vino á la ciudad, y dlzole lo que el fardaje é el peonaje; é el Príncipe su hijo é los
de él le habían dicho ; y él mostró de aquello senti otros caballeros, ordenaron sus batallas atrás, é co
miento, y pidió por merced al Rey que quisiese menzaron el viaje con fasta tres mil é quinientos
tomar las llaves de la puente, y el Rey confiado so de á caballo poco más ó menos que allí tenian.
las dejó y no trató por estonce de mas ; y esto Val Otros decían que alzó el real por temor, que supo
dés fizo un baluarte luego detras do las puertas de que venían grandes gentes en socorro del Rey Don
la torre de la puente, y el Rey le volvió enviar á Fernando. Y como el Rey Don Fernando sintió que
llamar aquella noche, y dijo que no era hora, y tor Be querían ¡r, mandó prestamente alistar toda la
nóle á enviar á llamar, y dijo estonce : á fuera, á gente que allí tenía, y fizo muy aína con mucha
fuera, Fernando, Fernando; y el Rey le mandó dar madera adobar lo quebrado de la puente, é pasó en
muy gran combate aquella noche y poner fuego á pos del Rey Don Alonso fasta dos mil é quinientos
las puertas, donde le mataron los de la torre mucha de á caballo ó cinco mil peones, poco mas ó menos,
gente de la mas honrada que allí traía, en que des é ordenadas sus batallas, llevando la delantera Don
pués de quemadas las puertas vieron el baluarte, é García do Toledo Duque de Alba con una gruesa
vieron que era imposible tomárselas, é dexaron el batalla de caballeros, con dos capitanes caballeros
combate ; é desto el Rey Don Alonso fué muy tris sus parientes, casados con dos sobrinas suyas, el uno
te é temió estar en la ciudad, y otro dia partióse para era Don Alonso de Fongeca, Señor de Alahejos é
Toro, y dexó muy buen recaudo en la fortaleza ; y Coca, y el otro Pedro Dávila , Señor de Villafranca
estonce Valdés y Pedro Mazarego, otro caballero ó las Navas. Siguió el Rey Don Alonso orilla del
de la ciudad, enviaron por socorro á las guarnicio Duero arriba camino de Toro, é alcazáronlo á dos
nes é valias del Roy ó do la Rcyna mas coreanas, ó loguas de Toro é tres de Zamora, ó aquí era muy
una noche metieron en la ciudad tanta quanta gen tardo ; y el Rey Don Alonso é sus batallas, desque
te quisieron, que nunca fué sentida, é tomaron la vieron la gente é que no se podia escusar la batalla,
ciudad, la qual estaba de buena gana do se dar al ordenadas sus haces, se vinieron á encontrar oon
Bey Don Fernando ; é allí robaron é despojaron á las batallas del Roy Don Fernando ; y el Duque de
todos los portugueses que pudieron, y todos los de Alba rompió por medio con su gruesa batalla, é des
la valia del Rey Don Alonso fueron á la fortaleza barató mucha gente y derribó de los contrarios ; y
por donde pudieron. Luego pusieron cerco á la for estonce los reyes ambos rompieron con sus batallas
taleza las guarniciones del Rey y de la Reyna ; á ó pelearon muy fuertemente de ambas partes, y al
Valdés é Pedro Mazarego que ficieron este concier fin el Rey Don Alonso fuá vencido é desbaratado,
to, escribieron al Rey y á la Reyna lo que era fe é muoha de su gente muerta é ahogada en el rio. E
cho, é que no tardasen do les venir á socorrer. su fijo el Principo do Portugal quedó con una grue
sa batalla de caballeros á una parte encima de un
cabezo, que nunca osó romper, donde cogió muchos
de los que iban desbaratados de la pelea; é el Rey
Don Alonso escapó de la batalla huyendo con ocho
de á caballo, é fué esa noche ¿ aportar á Castronu
DON FERNANDO É DOÑA ISABEL. B87
fio que estaba por él, donde le acogieron. Esta ba en muchos veces quo pelearon defendiendo la vHla,
talla se comenzó muy tarde y llovía, y peleando le é siempre quedaban con honra ; é un dia hubieron
cerró la noche, qne si de dia fuera, muy mayor daño una muy gran pelea é batalla, é los franceses fue
hubiera de muertes de gentes. Murieron on el rio ron vencidos é desbaratados, é muchos de ellos
abogados muchos dol Rey Don Alonso, que los atre muertos é presos, é los vizcaínos fueron vencedo
pellaron las batallas del Rey Don Fornando ó facinu res. 1S duspucB ol Roy Don Fornando tomó la for
caer dentro, ó otros por huir; é como era orilla del taleza do Zamora, é después de la batalla habida
rio no se podia escusar ; y entre pelea y ahogados con el Rey Don Alonso de Portugal, fué á visitar á
en el rio, á lo que se pudo saber, murieron mil é Vizcaya dondo fué recibido con muchas alegrías
dosciontos hombres de la parte del Rey Don Alon que le amaban mucho, é estuvo allá favoreciendo
so, pocos mas ó menos, en que ovieron gran despo los vizcaínos é refonnando la tierra algunos días.
jo é presa el Rey Don Fernando é los suyos, de ca E quedaron la Reyna c Don Alonso de Aragón her
ballos, é armas, é prisioneros, é oro, plata, é ropa y mano del Rey en tierra de Campos favoreciendo
otras muchas cosas. Fué muerto en esta batalla el su partido, é aliñando de poner cercos á los con
Alforoz del Rey Don Alonso, é desarmado ó tomado trarios.
el pendón real, el qual con ol arnés del dicho Alfé
rez, é con otras muchas banderas que allí so toma CAPÍTULO XXV.
ron, fué traido á Toledo é puesto en la capilla de
Como el Hoy Don Alonso se volvió i Portngal.
los Reyes donde está hasta hoy, é estará para me
moria. Fué aquella noche preso el Conde de Alba El Rey Don Alonso do Portugal desque se vido
do Liste Don Enrique, hermano del Almirante vie vencido é gastado, é que no le habían acudido en
jo que iba en la batalla del Rey Don Fernando, é Castilla según pensó, é se vido con pocos dineros
siguió el alcance fasta Toro, y allá lo prendieron, é poco favor, é vido quo en demasiada manera cre
y era hombre de mas de sesenta afios, é después sa cía el favor del Rey Don Fernando, é como le ha
lió poT rescate. E la gente del Rey Don Fernando bia tomado á Burgos y á Zamora, é vido que do
oto muy poco daño de muertes de hombres. Esta grado se le daban muchas villas é lugares, conside
batalla fué primero dia de Marzo, primero viernes ró no ser segura su estada en Castilla; é dejando
de quaresma, año del nacimiento de Nuestro Salva sus Alcaydes é guarniciones se fué á Portugal, don
dor Jesuchristo de 1476 años. Vencida la batalla, de con mucha tristeza é lloro de los suyos fué reci
vueltos del alcance los que le siguieron, la gente bido él y el Príncipe Don Juan su hijo, quedando
del Rey Don Fernando, asi peones como caballe el fuego de la guerra en Castilla encendido. E lue
ros, cojicron el campo é toda la presa que allí ovie go como salió de Castilla, el Rey Don Fornando
ron delante del Príncipe de Portugal, que no se puso el cerco á Toro é túvolo cercado fasta quo
movió nunca aquella noche de encima do un cerro, tomó la ciudad é fortaleza, la qual so tomó por par
fasta quo á la media nocho ol Roy Don Fernando tido ocho meses después do la batalla, en oí mes do
so partió, cojida su jonto con la presa ú Zamora. Noviembre del dicho año de 1470 años. En el qual
Estonce el Principe de Portugal se partió para Toro, dicho cerco se dieron muchos combates é ovo mu
La Reyna Doña Isabel estaba en este medio tiempo chas cosas de contar, especialmente se dio un gran
en Torde8ÍUas, é lo supo en poco espacio. Asi vol combate á la ciudad por mandado de la Reyna, en
vió el Rey Don Fernando á Zamora con mucha que fueron en lo dar el Conde de Bonavonto, ó el
honra vencedor, é ñzo qiionta quo en aquella nocho Almirante, ó el Obispo do Avila quo después fué
Nuestro Señor le habia dado á toda Castilla. En Obispo do Cuenca, é Don Fadriquo Manrique her
esta batalla se falló con él Don Pedro González do mano dol Coudo de Paredes ó otros. E dicronso á
Mendoza, Obispo deSigüenza, Arzobispo do Toledo tal recaudo los de la ciudad, é ficieron tanto daño
que después fué, é le sirvió mucho é peleó con el en los combatientes, que so ovo de dejar el comba
roquete sobre el arnés. Fué este dia de este venci te ; é dejado, proveyeron poner en el cerco buen
miento dia de San Alvin Confesor, del qual se ha recaudo fasta que todo lo tomaron , como dicho es.
cia en Castilla fiesta menor de tres liciones, y ol Y no penséis quo solo este cerco en este tiempo
Rey y la Reyna mandaron desde este dia honrar tonia ol Rey Don Fernando, que tenia otros mu
su fiesta é facer mayor de nueve liciones é segunda chos cercos sobre villas y castillos, quo seria luen
dignidad, como so face hoy. go de escribir, que tenia cercados á Castronufio, á
Cantalapiedra, Siete Iglesias, Cubillas é otros cas
CAPÍTULO XXIV. tillos que tenia el Alcayde de Castronufio, é otros
caballeros.
Victoria de los Vizcaínos contra ios Franceses.
Corea do esto tiempo, reynando on Francia el Rey CAPÍTULO XXVI.
Luis, tenia con ol Roy Don Alonso, é por lo van-
doar, envió gran gente do Francia franceses sobro Como se tomó la cindad de Toro.
Fuentorrabfa, é la tuvieron cercada, é hiciéronle Por que fué gran llave el cerco de Toro para la
gran guerra por la tomar, para pasar por allí en concordia do Castilla, quiero aclarar mejor cómo se
Castilla. E los vizcaínos se dieron á buen recaudo tomó. Debéis saber que dende á pocos días después
58Í CRÓNICAS DE LOS REYES DE CASTILLA.
de la batalla, ido el Rey Don Alonso á Portugal, el des cabalgadas de Portugal, é Unto que todas las)
Rey Don Fernando hizo poner guarnición é cerco á fronteras de Portugal eran yermas y despobladas.
la ciudad do Toro en esta manera. Puso guarnición
en San Román do Ornija, ó á dos leguas de Toro, é
en Villar, ó en Bezamos, que son lugares do su co CAPÍTULO XXVIII.
marca, que la corrian cada dia, é no osaba salir na De la toma de CastronnSo, é de como se dieron al Rey Don Fer»
die de ella. E escaláronla una noche, por el aviso nando muchas ciudades, villas y lugares, t pusieron debajo ds
y consejo de un hombre llamado Bartolomé Pastor, su obediencia a toda Castilla la Vieja el Hoy y la Reyna, y los
por la parte del río; é abrieron la puerta de la contrarios le vinieron i demandar clemencia.
puente los escaladores por de dentro la gente de la CastronuBo fué la primera fortaleza que el Rey
colada ; é un capitán de las guarniciones llamado Don Fernando tomó en aquella tierra , é túvola cer
Espinosa tuvo la forma del concierto con el dicho cada el Rey Don Fernando desde el principio qua
Bartolomé Pastor. E desque la gente comenzó de le oomenzaron á cercar fasta que se tomó, once me
entrar, entraron por la ciudad hasta la plaza; é ses ; en que la combatieron oon las lombardas fasta
como fueron sentidos, los de la ciudad comenzaron que no habia que derribar ; donde murieron muchog
«le pelear é trabajar por los votar fuera; y eso mes- hombres de los cercadores, y de los de dentro tam
mo facían los de la fortaleza, é nunca pudieron, é bién. Y en cabo do ocho meses de cerco puesto en
la ciudad se hinchó de gente del Rey Don Fernan forma , que no salía uno ni entraba otro , se dieron
do, y estonce arrojáronse a la fortaleza los que pu á partido los cercados y se fueron á Portugal ; y el
dieron. T el Conde do Marialva, portugués, quo es Rey Don Fernando, tomada la fortaleza, la fizo der
taba por Capitán é Gobernador de aquella ciudad, ribar é asolar toda por el suelo. É antes de esto to
salió huyendo fuera, é fuese a meter en Villa Alon mó á Cantalapiedra en dos meses de cerco, é á Siete
so, un lugar é fortaleza de Juan de Ulloa; é la mu Iglesias , y Cubillas, y Rabe , y á San Christobal éá
jer de Juan de Ulloa, Alcayde de Toro, quedó en la las otras fortalezas que tenia el Alcayde de Castro-
fortaleza de Toro con ochenta escuderos, é cercó ñuño. É para que mejor podáis saber en que afio
luego la gente del Rey Don Fernando la fortaleza, fué oada cosa , es asi que el Rey Don Fernando to
é túvola treinta dias, y en cabo do este tiempo dió- mó la fortaleza de Burgos afio de 1476 en el mes de
se á el Rey é á la Reyna á partido, estando la Roy- Febrero ; en este mismo tiempo y ano se le dió Za
na en el cerco. mora, é vino luego de Burgos á la favorecer, é vino
el Rey de Portugal desde Toro á cercarlo á él é á la
ciudad por el cavo del rio, y estuvo ende : y el pri
CAPÍTULO XXVII. mer dia de Marzo de dicho afio de 1476 , se iba del
De como el Rey Dos Alonso fué i Francia i demandar socorro al cerco, é aquel dia fué la batalla, y dende á pocos
Rey Luis, é no se lo dió. dias se fué en Portugal , y luego se pusieron las
guarniciones é cercos sobre otros muchos castillos,
Pasados algunos pocos de dias, después que el ansi como Cantalapiedra, é Castronufio é otros. Em
Rey Don Alonso salió de Castilla, como dicho es, pero tomado Toro se pusieron en forma , y tomóse
estando en Portugal, ordenó ir á demandar favor y Cantalapiedra y los otros, y quedó Castronufio, y
ayuda al Rey de Francia, quedando su Rey el fijo pusiéronle el cerco en forma , fasta que se tomó»
el Principe Don Juan, alzado é titulado por Rey de como dicho es, é vínose á tomar en el verano del
Portugal; y estuvo en Francia con el Rey Luis, el afio de 1477 anos.
qual no le acudió, ni dió favor según remaneció ; é Habidas estas victorias tantas por el Rey Don
lo que allá entre ellos pasó, no se supo, y después Fernando é por la Reyna Dofia Isabel su mujer, lue
de haber estado allá algunos dias en Francia se go ovo muchas vueltasen los corazones de los hom
volvió á Portugal. Y después que salió de Castilla bres, y gran esfuerzo en los de su parcialidad, muy
en Portugal, pasó un año poco mas ó menos, y el gran tristeza y desmayo en sus contrarios, élos que
Rey Don Juan su fijo, le volvió el reyno é titulo, y de palabra se le habian ofrecido, de hecho lo venían
ansi estuvieron ambos en el reyno como padre é fi á servir, é los que esperaban á viva quien vence, im
jo, é la Reyna Dofia Juana que de Castilla llevó, pedidos de los cruzados del Rey Don Alonso, con
que él intituló de Reyna para se casar con ella, á la todas sus fuerzas se le presentaban y servían. En
qual decían que nunca ovo aceso, ó la fizo guardar este medio tiempo se le dió Madrid que le tenían cer
en Portugal hasta que él fué en este reyno según co, é se le dió Atienza, y se dió Villena con la ma
adelanto se dirá. yor parte del marquesado, y otras muchas ciudades
En todo esto torno de tiempo, siempre habia cruel é villas é lugares que tenian los caballeros de Casti
guorra en Castilla é Portugal , é las parcialidades; lla, de ellos, de sus patrimonios é sefiorios, é de eHos,
é tenia el Rey Don Fernando diversos cercos pues de la corona real. En este tiempo ordenaron é ficio-
tos á sus contrarios, é siempre los portuguoses eran ron Hermandades el Rey y la Reyna, en tal manera
vencidos los mas veces, é robados, ó muertos, é des que iicieron mucha gente de á caballo que les paga
trozados ellos y los de sus vatios. Ca los castella ban Ins Hermandades, é ficioron muchas lombardas,
nos se iban á ellos como vencedores á vencidos, mas de las que tenian é muchos tiros de pólvora, de
é de favorecidos á desfavorecidos; é sacaban gran diversas maneras, é muchos robadequines. Visto
DON FERNANDO É DOÑA ISABEL. 589
por los Grandes do Castilla que á la opinión con cíales de oficios reales de ella , é por la clerecía de
traria habian tenido , como Nuestro Señor punaba é la ciudad. E dende á un mes poco mas ó menos, en
peleaba por estos Reyes y daba en sus manos tan tró el Rey Don Fernando, é le fué fecho otro tal re
tas victorias, cada uno procuraba y procuró de ve cibimiento. ¿Quién podrá docir aquí la grandeza de
nir á decir : Tibi soli pecavi, Domine : y el Rey y la la tan excelente corte que les siguió y tuvieron en
Reynalos recibian é facian con ellos sus partidos, é Sevilla, de caballeros y Prelados, Duques, Marque
siempre usaron de mucha clemencia con todos los ses, Condes, Arzobispos, Obispos , Deanes , Abades
caballeros que se la demandaron. El Arzobispo de reglares y seglares, Comendadores y grandes seño
Toledo conoció su pecado y demandó clemencia , y res , asi de estos Reynos, como de Aragón é Catalu
aunque el deservicio fué tan grande en les querer ña , Navarra, Ñapóles, é Sicilia , é de otras muchas
destruir en tal tiempo, la clemencia de ellos fué tierras? El Duque de Medina Don Enrique quo
muy mayor, que todo se lo perdonaron , acordándo mandaba á Sevilla é tenia las fuerzas de ella , luego
se de los servicios que en otros tiempos del recibi se las entregó como vinieron, especialmente á la
do habian, él qual les entregó cuantas fortalezas te Reyna quo entró primero, le dio las llaves de todo.
nia. É asentados los negocios de Castilla Vieja é de E estuvieron en Sevilla holgándose ó habiendo mu
León , é toda la tierra de allá puesta debajo de sus cho placer el Rey é la Reyna , pacificando las cosas
Reales cetros, no sin infinitos trabajos de sus Reales del Andalucía fasta el mes de octubre. En este me
personas , ansi de las armas y exercicios do la guer dio tiempo el Marqués de Cáliz Don Rodrigo Ponce
ra, que tan bien ella como él usaban , como do la vi de Loon, tenia á Xercz de la frontera é Alcalá do
gilancia y trabajo de sus espíritus que continuamen Guadaira á su mandado é gobernación , alto ó bajo,
te perdiendo el sueCo habian consejo por no errar é é Constantina, desde el tiempo del Rey Don Enri
por haber victoria de sus contrarios ; propusieron que : así como tenia el Duque de Medina á Sevilla;
pasar á los puertos é venir á tierra de Extremadura, y el Mariscal Fernando Arias de Saavedra, veinti-
donde Truxillo, é Medellin, é Mérida, é otros luga quatro de Sevilla , tenia la fortaleza de Utrera, y te
res é castillos les estaban en contra. Truxillo estaba nia á Zahara y á Tarifa ; y como Tarifa no era suya,
por el Marqués de Villona, do dondo Duque de Tru deinandábasela el Almirante do Castilla, quo estaba
xillo se llamaba, y aun Maestre de Santiago ; y allí enagenada desdo el tiempo de la guerra del Rey
vinieron el Rey y la Reyna, y estuvieron en el ve Don Juan con los Infantes , y por esto temió y fue
rano del año de 1477 algunos dias y tanto, fasta que se á Zahara, confiando que el Duque de Medina te
Truxillo se les dio á partido por mandado del Mar nia algún medio con Sus Altezas en su partido, por
qués de Villona que la tenia ; y quedaron en contra que él vivia con el Marqués de Cáliz; y de estas co
Medellin , y Mérida é otras algunas fortalezas que es sas decian algunos que el Mariscal no debía ser solo
taban de la valía del Rey de Portugal, que aunque en rebelar asi. Y el Duque de Medina y el Marqués
fueron requeridos no se quisieron dar. De allí el de Cáliz, aunque contrarios , siempre estuvieron de
Rey y la Reyna por la sierra se vinieron para Sevi la valia del Rey Don Fernando y de la Reyna Doña
lla, y en este viaje y en la toma de Truxillo, se fizo Isabel. Y el Marqués no entraba en Sevilla desde
la conformidad entre el Rey y la Reyna y el Mar la pelea del año de setenta y uno que salió fuera. Y
qués de Villena, y el Maestro de Calatrava Don Ro desque supo que el Rey Don Fernando entró en Se
drigo Girón, y el Conde de Urefia su hermano , y la villa, luego tomó consigo algunos do los suyos , y
casa de Estúfiiga. Y el Rey y la Reyna los perdona una noche con tres de á caballo dio al postigo del
ron y recibieron por suyos , á ellos, y á otros mu Alcázar quo sale al campo, y dijeron á el Rey é á la
chos que habian estado de sus valias, é les ficieron Reyna como el Marqués de Cáliz estaba al postigo,
mercedes; é desde allí les comenzaron de servir estos y que les venia á besar las manos, y mandáronlo
dichos caballeros al Roy é ala Reyna, é triunfaban abrir y entró por el dicho postigo , y hallólos ambos
mucho en su corte. solos , y besóles las manos, y abrazóronlo el Rey y
la Reyna , y rocibiéronlo con mucho placer maravi
CAPÍTULO XXIX. llándose mucho de su venida, porque había sido así
y sin los do olla avisar ; y allí ol Marqués los dio las
Como el Bey ¿ li Ilpjna vinieron i Sevilla , ó como fueron ende llaves de Xeroz, Alcalá y Constantina, y los Buplicó
recibidos, é como el Marqués de Cáliz vino una noche a besar
les las manos. las fuesen á tomar que él allí las tenia ásu servicio,
y muy mas fornecidas, y fortalecidas, y fabricadas
Continuando su viaje el Rey y la Reyna para Se las fortalezas , que no las había recibido. É de aquí
villa, la Reyna se adelantó, y el Rey quedó pacifi pusieron el Rey é la Reyna mucho amor cou el Mar
cando sus villas é lugares de las sierras de Cons- qués por ver su tan noble liberalidad, lealtad y con
tantina ; é la Reyna Doña Isabel entró en la ciudad fianza ; porque por dicho do algunas personas , no
de Sevilla en veinte y nueve dias del mes de Julio creían Sus Altezas, que tan franca y deliberada
del dicho afio de mil quatrocientos y setenta y siete mente se ovieran ; é confirmáronle á Cáliz, é metié
años , donde le fué hecho muy alto recibimiento por ronlo en su amistad , consejo y secretos, y diéronle
el Duqne de Medina Don Enrique , que la tenia ó muchas gracias por ol tan señalado servicio como
mandaba desde la muerte del Rey Don Enrique , ó les facia, é ovioron allí mucho gozo y placer aque
por todos los otros caballeros, é veintiquatros, é ofi- lla noche con él ; y el Marqués les demandó licencia,
890 CRÓNICAS DE LOS REYES DE CASTILLA.
y besándoles las manos, se despidió de ellos y se placer, é fueron á la ciudad de Xerez , donde les fi-
volvió aquella noche á Alcalá. En este tiempo acom cieron muy honrado recibimiento , é les entregó el
pañaban la Corte el Cardenal de España Don Podro Marqués la ciudad é fortaleza, y alto y bajo de ella,
González de Mendoza, y otros muchos Obispos y la qual habia tenido y recojido á su cargo y gober
Prelados. Este Don Pedro González de Mendoza fué nación desde el mes de Agosto del año 1471, que sa
Arzobispo de Sevilla, é Cardenal de Espafia luego, lió de Sevilla ; la qual fortaleza él fortaleció, y fa
desde que comenzaron de reynar estos Rey é Roy- bricó mucho, según que agora está ; y Sus Altezas so
na , ca estaba vacante la sede en Sevilla desde el fa aposentaron en la fortaleza, é se apoderaron en lo
llecimiento de Don Alfonso de Fonseca que fué Ar alto é bajo de todo, é estuvieron ende algunos dias,
zobispo de Sevilla ; y el Almirante de Castilla ; y el é dieron vuelta é vinieron á Utrera ; é tomaron po
Condestable, y el Duque de Alba, el Comendador sada en casa de Pedro Matheos, que fué de Espera,
mayor que fué de Segura é Fuentes, que se llama que era Alcayde, un gran rico y muy honrado hom
la Encomienda mayor de León , Contador mayor bre ; y aposentados , el Rey envió á decir al Alcay
que fué de Castilla, Señor que después fué de de de la fortaleza que se la diese ; el qual , y los
Maqueda , yerno que era del Almirante viejo, ca que con él estaban se la denegaron , que estaban
sado con Doña Teresa , hija bastarda de dicho Al puestos en mal propósito por mandado del Mariscal,
mirante ; é Don Juan Chacón el viejo, Contador ma con la intención de la defender por armas, y esta
yor do Castilla, é su fijo el Adolantudo mayor de ban guarnecidos de muchas viandas y armas , te
Murcia , é el Marqués de Moya , Comendador é Ma miendo ser cercados. Y el Rey y la Reyna les tor
yordomo mayor, marido de la Señora de Bobadilla, naron á requerir que se les diesen su fortaleza, y
Marquesa de Moya, é sus |mujeres, é Rodrigo de respondieron que no lo podían hacer sin mandado
Ulloa, Contador mayor de Castilla , y otros muchos del Señor que allí los habia dexado; y desque el
caballeros, é otras muchas é muy nobles dueñas é Rey y la Reyna vieron su mal propósito , partiéron
grandes señoras, acompañaban la casa é corte del se pora Sevilla y dexaron puesto cerco á Utrera.
Rey é de la Reyna en aquel tiempo en Sevilla. Esto Esto fué en fin de Noviembre del dicho año 77, é fue
he dicho de los do Castilla , dejando los del Anda- ron por Alcalá y entregósela el Marqués ; y so vina
lucia , que no menos le acompañaban é Hervían : ó invernó, y reposaron en Sevilla el Rey é la Reyna
traían en su guarda muchos caballeros é guarnicio é su corte.
nes con sus capitanes bien ordenadamente, sin re
prehensión de gente de guerra; sus Alcaldes, Al CAPÍTULO XXXI.
guaciles, é Justicias tan concertadas], tan temidas,
Como pusieron el cerco 1 la fortaleza de Utrera 6 de cuanto durd
tan executivas; tan espantosas á los malos, á los la el cerco, t como la tomaron por fuerta de armas.
drones, á los rufianes é ;í los mal vivientes, que por
puro temor, muchos fueron á Portugal , é otros á Pusieron el cerco á la fortaleza de Utrera en los
tierra de moros , y allende se pasaban. Esto digo, postreros dias de Noviembre de 1477 años. Habia
porque de Sevilla fuyeron muchos mal vivientes en dentro quarenta ó cinqüenta escuderos bien adere
aquel tiempo, ca en ella habia muchos malos, ladro zados y escogidos para la defender, y otros hombres
nes , matadores , rufianes , tahúres, robadores, here do pelea, é de servicio algunos. Habia un fijo del
jes, é tan avejados de tiempo, ca eran conocidos Mariscal , mozuelo de fasta catorce ó quince años,
por quien eran , y con favores de los señores se sos que les habia dexado en compañía como por pren
tenían. De estos tales dispararon fuera de estos Rey- da. Era el Alcayde de la fortaleza Alonso Tellez, un
nos, por temor de la justicia de Sus Altezas, que era escudero que vivia oon el Mariscal. Era Capitán un
muy espantosa á los malos ; muchos ovo que non escudero llamado Juan de Guzman que tenia un
pararon fasta tierra de moros, é allende do otros á ojo menos, el qual había sido ya contra el Rey Don
Fernando; é lo htibiau lisiado en los cercos de Cas
Portugal.
tilla o sacado por partido; é púsose á vivir oon el
Mariscal , solo para le defender aquella fortaleza,
CAPITULO XXX.
ansi como hombre que sabia de la guerra. Tenia
Como el nejr é la Reyna fueron por el rio a la ciudad de Xereí, é grandes cavas, é baluartes é edificios la fortaleza ; ó
el Duque de Medina les Dio grandes tiestas en Sanlúcar, é el palizadas ; é muchas armas á viandas, é todo lo quo
Marques en Rola. era menester. Los cercadores que alli el Roy puso,
En el mes de Octubre del dicho año de 1477 fue fueron quatro capitanes, Biedma, é Sancho del Águi
ron el Rey y la Reyna á asentar en Xerez de la Fron la, é Basco de Vivero, Don Gutierre de Cardonas,
tera', é fueron por el rio embarcados fasta Sanlúcar; cabo, con fasta seiscientas lanzas ó pooo mas , é doa
ó los guarniciones de la guarda real, los mas de los mil peones, pooo más ó menos; é tuviéronla our-
cortesanos fueron por Utrera é por los Palacios ; y oada quatro moses, combatiéndola muohas veoos, y
en Sanlúcar el Duque de Medina, les fizo gran reci tirándole ¡oon dos lombardas grandes é otros tiros
bimiento, é convites, é gastó mucho con sus Alte medianos, fasta que le derribaron loa adarves por
zas en demasiada manera ; é dende fueron á Rota, el suelo, y horadaron la torre mayor en que lo que
donde el Marqués de Cáliz dio otros muchos abun braron la escalora, que no podían subir arriba; y hi
dantes convites, é de alli se partieron con mucho cieron muchas minos los de fuera, y estando as(
DON FERNANDO É DOÑA ISABEL. 591
para dar combate, vino Juan de Robles, Alcayde de y la Reyna lo perdonaron é quedó con Zahara. E loa
Xerez, con la gente de Xerez é de Lobrixa , y un padres é maridóse fijos de aquellos que allí murieron,
dia comenzáronle á dar muy fuertes combates; duró ansi en su favor, como en su contra, siempre le tu
gran pieza del dia, y en chico rato murieron mas vieron odio y mal quista, y toda la villa de Utrera,
de cinqüenta hombres de los de una parte y de otra: según los males y pérdidas é infames de mujeres,
empero los de adentro mataban quantos querían de con la gente de la guarnición se les recrooió, & cau
los de fuera , 6 diéronso á tal recaudo que no les sa de rebelarse él al Rey, que tuvo la villa de Utre
pudieron entrar ; ca echaban en las cavas sobre la ra, con aquella gran gente de guarnición en mucha
lefia que les habian puesto, é sobre los quo entraban, fatiga con los posadores que continuamente tenian
aceite hirviendo ; y viendo los que combatían que dentro en sus casas, y habia continuamente mu
no aprovechaba, é que moria la gente, cesaron el chas veces sobre ello ruidos y muertes de hombres,
combate, é Juan de Robles se volvió á Xerez , y tú y por esto tenian muy mala voluntad al Mariscal ;
vose el cerco como primero. Y un dia fué una saeta y aun demandaban á Dios peticiones sobre él ; é
de fuera y acertó al capitán Juan de Guzman por quiso su ventura que dende á pocos dias estando
la cara , é por la cabeza, de que murió ; de lo qual en el Xarafe, con su mujer, é fijos é criados, en una
los de dentro recibieron mucho disfavor ; é proveyó torre, casa fuerte suya, una noche la torre se derri
el Mariscal alguna gente de refresco, en que en una bó, y cayó sobre él y sobre toda su casa, ó mató ca-
noche entró un escudero de Sevilla llamado Esqui- torco porsonas, é á él, é á su mujer; ó á todos , qua
veljpor capitán, y defendiéronse hasta el dia de Cua no escapó uno ; decian que de un temblor de tierra
simodo del año de 1478 , que vino el Marqués de habia quedado aquella torre estremecida.
Cáliz de Arcos por allí, y decian quo la venia á com Quedó Zahara al Mariscal su hijo , la qual dende
batir. Y estando comiendo, los capitanes del cerco, á pocos dias la tomaron los moros hurtiblemente
no atentos de su venida , mandaron por cada parte una noche, é la perdió ; la qual después el Marqués
arremeter, y los de dentro con la venida del Mar do Cáliz la ganó á los moros como diré on bu lugar.
qués estaban un poco seguros, y estaba en Atalaya Asi la fortuna lastima á los que siguen la pura afi
un escudero llamado Morales, y como vido moverla ción, y no mitán antes que comience la cosa lo que
gente, descubrióse á los da afuera, y vino una ser dende podrá redundar según su calidad, y mas en
pentina y llevóle la cabeza, y no hubo quien apelli las cosas do la guerra, quo de chica centella se lo-
dar ; y súbitamente por todas partes les entraron , y vanta gran fuego, y una muerte do un hombre no
aun los capitanes en la delantera, de forma quo , an se puede satisfacer con muchos dineros ; y un ánima
tes que el Marqués acabase de comer, todo era he que no puede ser comprada por oro ni plata, si va
cho; y allí prondieron al Alcaydo, ó á todos, ó tomá á el infierno no so puodo rescatar, aunque don por
ronles las armas é quanto estaba on la fortaleza. E olla todos los tesoros del mundo. Puos por tantos
por mandado del Roy, do ellos degollaron, y do ellos cuerpos y ánimas como alH perecieron on aquel
onforearon, y á Esquivel y á otros llevaron á Sevi cerco contra ol Roy, ¿cómo so satisfarán? Satisfá
lla encarretados, é ficieron justicia de ellos, é los galo Nuestro Señor : por su gloriosa pasión redimió
ficieron quartos ; y el Marqués suplicó á Sus Altezas á todos ; quo él quiera perdonar á los unos y á loa
por algunos de ellos que ao eran tan culpados, que otros.
primeramente habian sido guiados del Mariscal, y
por su ruego escaparon once hombres en que fueron CAPÍTULO XXXII.
de ellos el fijo del Mariscal ya dicho, que se decia
Pero Fernandez, y el Alcayde Alonso Tellez, y Juan Del nacimiento 6 bautismo del Príncipe Don Joan.
de Cebdad , que aunque vivia con el Mariscal , era En treinta dias del mes de Junio del año susodi
vasallo del Marqués , vecino de los Palacios , y el cho de mil quatro cientos setenta y ociio ofios, entro
Marqués los trujo consigo á este lugar de Palacios , los diez é once horas del dia parió la Reyna Dolía
é les dio de comer ; y ansi estos se escaparon por Isabel un hijo Principo heredero, dentro en el Alcá
ruegos del Marqués de Cáliz ; todos los otros murie zar de Sevilla. Fueron presentes á su parto, por man
ron mala muerte, dogollados y enforeados. dado del Roy, ciertos oficiales do la ciudad, los qua-
El Mariscal en este tiempo estaba en Zahara , y les fueron estos: Qarci Tellez, é Alonso Pérez Mel
en Ronda que era de moros, y por allá pasaba su vi garejo, é Ferrando de Ábrego , é por servicio Juan
da ; y sabiendo de él el Rey de Granada Muley Bau- de Pineda. Fué su partera con quien parió, una mu
dilihacen , enviólo á llamar, y él fué allá por tierra jer de la ciudad que se decia la Herradora, vecina
de moro s con cinco de á caballo, y el Rey le fizo de la Feria. Dieron por ama al Principe á Doña Ma
honra, y fué á tiempo que el Rey facia alarde , é rta do Guzman, tia de Luis de Guzman , Señor de la
vido el alarde el Mariscal, y dixole el Rey que se Algava, mujer de Pedro de Ayala, vecino do Toledo.
hallaba á la sazón con nieto mil do caballo, é ochen Ficieron muy grandes alogrios on la ciudad tres
ta mil ballosteros ; y dixole al Mariscal quo le requi dias de dia y noche, asi los ciudadanos como los cor
riese, y que él le mandaría ayudar en lo que oviese tesanos.
menester; y despedido del Reymorose vino á Zahara. En Jueves nueve dias de Julio del dicho año, en
Y después de tomada Utrera, ovo caballeros que ro Santa Maria la mayor en la pila suya, bautizaron
garon por él y entregó á Tarifa el Marisca], y el Rey al Principe muy triunfalmente, cubierta la capilla
502 CRÓNICAS DE LOS REYES DE CASTILLA.
de la pila del bautismo de muchos paños de broca chapado de hilo de oro ; é la guarnición de la ha
dos, y toda la Iglesia y pilares de ella adornada de canea era dorada de terciopelo negro. Iba la Reyna
muchos parios de raso: bautizóle el Cardenal do cabalgando en un trotón blanco en una muy rioa
España , Arzobispo que era de la misma ciudad , Don silla aorada, é una guarnición larga muy rica de
Pero González de Mendoza , al qual pusieron por oro y plata, é llevaba vestido un brial muy rico de
nombre Juan. Fueron padrinos el Legado del Santo brocado con muchas perlas y aljófar ; iba eon ella
Padre Sixto IV, que se falló en la Corte en aquel la Duquesa de Villahermosa, mujer del Duque Don
tiempo ; é un embaxador Nuncio Cónsul de Venecia, Alonso hermano dol Rey, y no otra dueña ni don
é el Condestable Don Pedro do Velasco, é el Conde cella ; ibanles festivando muchos intrumentos de
de Benavente, é ovo una madrina, la qual fué la trompetas é chirimías, é otras muchas cosas, é muy
Duquesa de Medina Sidonia Doña Leonor de Men acordadas músicas que iban delante de ellos ; iban
doza, mujer del Duque Don Enrique. Fué fecha en allí muchos Regidores de la ciudad á pié , los me-
la ciudad y en la iglesia este dia una gran fiesta. xores; ibanles acompañando cuantos Grandes habia
Fué traido el Principo á la iglesia, con una gran en la Corto, que iban alrededor de ellos: iba el Con
procesión con todas las cruces de las collaciones do destable á la mano derecha de la Reyna, la mano
la ciudad, é con infinitos instrumentos de músicas puesta en las camas de la brida de la Reyna ; y el
de diversas maneras de trompetas, é chirimias,é sa Conde do Benavente á la mauo siniestra, de esta
cabuches ; trujólo su ama en los brazos muy triun- misma forma de este. Otrosí iban á sus pies y estri
falíñente debajo de un rico paño de brocado , que bo, el Adelantado del Andalucía, y Fonseca el Señor
traían ciertos rejidores de la ciudad con sus cetros do Alahejos. Iba el ama del Príncipe encima de una
en las manos, los qualcs oran estos : Fernando de muía en una albarda de terciopelo, é con un repos
Medina, el de la Magdalena, é Juan Guillen, é el Li tero de brocado colorado llevaba al Príncipe en sus
cenciado Pedro de Santillan, éJRibadeneyra, sota al brazos ; iban alrededor de él muchos grandes de la
mirante, é Alonso de las Casas , fiel ejecutor, é Pe Corte : junto con el ama iba el Almirante de Cas
dro Manuel Dolando é Monsalve, é Diego Ortiz tilla; y todos estos Grandes iban á pié. Este dia di-
Contador; todos estos vestidos de ropas rozagantes jéronle la misa en el altar mayor de la Iglesia ma
do terciopelo negro que les dio Sevilla. Traían el yor, muy festivalmente.
plato con la candela, é capillo é ofrenda, Don Pedro Ofreció la Reyna con el Principe dos excelentes
de Stúñiga, fijo del Duque Don Alvaro Stúñiga, ma do oro, de cada cinqüenta excelentes cada uno: ovo
rido de'Doña Teresa, hermana del Duque deMedina, la Fábrica el uno,é los Capellanes de la Reyna el
el qual traia un paje ante si pequeño que traía el otro. Oida su misa, asi ordenadamente como habían
plato en la cabeza , y él teniéndolo con las manos. venido, se volvieron al Alcázar.
La ofrenda era un excelente de oro de cinqüenta A este tiempo ya el Rey y la Reyna tenían dos
excelentes. Traian junto con él dos donceles de la fijas; á Doña Isabel que era la mayor, é á Doña
Señora Reyna, ambos hermanos fijos do Martin. Juana ; después ovieron Doña María, y después á
Alonso de Montemayor, un jarro dorado, una copa Doña Catalina, los quales todos vieron casados ; á
dorada, é venian acompañando á la Señora Ama Doña Isabel la mayor, con el Príncipe Don Juan de
quantos Grandes habia en la Corte, é otras muchas Portugal, fijo del Rey Don Juan, nieto del Rey Don
gentes é caballeros. Venia la Duquesa de Medina ya Alonso que habia entrado en Castilla á reynar, se
dicha á ser madrina, muy ricamente vestida y ador gún es dicho. Esta ovo muchas desventuras que
nada, y acompañada de los mayores de la Corte. Trú- muy presto fué de él viuda , que corriendo un dia
xola á las ancas do su muía el Conde de Benavente en caballo en Portugal, por no trompicar un mu
por mas honra, la qual traia consigo nueve donce chacho que pasaba, cayó el caballo con él y luego
llas vestidas todas de seda, cada una de su color, de murió. Después fué otra vez casada con el Rey Don
briales, é tabardos; é ella venia vestida do un rico Manuel de Portugal, y después de haber parido do
brial de brocado, é chapado con mucho alfojar grue él un fijo en Zaragoza de Aragón, que llamaron
so y perlas, una muy rica cadena á el cuello, é un Don Miguel, de la parición murió ; el Príncipe tam
tabardo de carmesí blanco ahorrado en damasco, bién é después de haber traido bu mujer de Flándes
el qual ese dia, acabada la fiesta, dio á un jodio Al- murió dende en pocos días. Doña María casó con el
badan del Rey qne llamaban Alegre. Rey de Portugal Don Manuel ; y la dicha Doña Ca
talina casó con el Principe de Inglaterra y fué viu
CAPÍTULO XXXIII. da del en poco tiempo, y casó después con el segun
do fijo del Rey de Inglaterra. De cada uno se dirá
De como salló I» Reyna a misa, i presentar al Principe á Dio».
en su lugar alguna cosa.
Domingo nueve dias de Agosto salió la Reyna a
misa á presentar al Principo al templo, é á lo ofre CAPÍTULO XXXIV.
cer á Dios, según la costumbre de la Santa Madre
Iglesia, muy triunfalmente apostada en esta mane Del espantoso eclipse que el sol hito.
ra. Iba el Rey delante de ella muy festivamente en El dicho año de mil é quatrocientos y setenta y
.una hacanea rucia, vestido de un rozagante broca ocho, á veinte y nueve dias del mes de Julio dia de
do é chapado de oro, é un sombrero en la cabeza, Santa Marta, á medio dia, fizo el sol un eclipse, el
DON FERNANDO i DOfíA ISABEL. 5Ó3
Ihfts espantoso que nunca los que fasta allí eran na toda la tierra debajo de su obediencia. E dende
cidos vieron, que se cubrió el sol de todo c se paró fueron á Toledo, é Castilla, á negociar sus fechos
negro, é parecían las estrellas en el cielo como do por donde mas les convenia, é todavía les estaban
noche ; el qual ¡duró asi cubierto muy gran rato, rebeladas y en contra las fortalezas é villas de Ma
fasta que poco á poco se fué descubriendo, 6 fué rida, é Medellin, é Montanchez, las quales estaban
gran temor en lns gontcs , y fuian á las iglesias, y por la Condesa do Medellin, fija bastarda del Maes
nunca do aquel ora tornó el sol en su color, niel tro do Santiago é Marques de Villena Don Juan Pa
dia esclareció como los dias de antes solia estar, é checo, que era una varonil mujer é de grande es
asi se puso muy calijinoso. fuerzo, y era do lo parcialidad del Roy de Portugal.
Y estaba también en aquella parcialidad estonce el
CAPÍTULO XXXV. Clavero Don Alonso de Monroy, Maestre que se lla
maba de Alcántara, al qual comunmente las gentes
De como el Rey Don Fernando envió i demandar sus parias al
Rej moro de Granada , y de como enviS 1 conquistar la Gran llamaban el Clavero, é tenio á Montanchez, é Zaga
Canaria. la, ó Piedrabuena, é otras algunas fortalezas, el qual
mediante la'terribilidad do los tiempos do la guerra,
En estos tiempos, después do sojuzgada ol Anda- había echado & perder al Maestro do Alcántara Don
lucia, envió ol Roy Don Fernando Embaxador u Gómez do Solfa en tiempo dol Rey Don Enrique, ó
Granada á demandar las parias del Rey moro Mu- tomádolo el Maestradgo'por fuorza de armas, ó por
ley Hacen, que eran debidas, según que las solian hurtos c mafias, ó con costa do muchos robos ó hur
dar los Reyes moros antepasados á los Reyes do tos que él é los suyos hicieron á muchos labradores,
Castilla, é quo se las enviase ; y el Roy do Granada é criadores de ganados, é ciudadanos é mercaderes,
estaba en aquel tiempo rico y muy poderoso, y res é con ciertos partidos ; la casa do StúQiga le ayudó
pondió que los quo las daban ya eran muertos, y los á tomar la cabeza del Maostradgo, quo os Alcánta
quo las recibían también ; que él allí estaba para las ra, y otros muchos lugares. Y después ovo división
non dar, salvo defenderlas en el campo con su ca entre la casa de StúQiga é él, muy grande, que seria
ballería é gente ; ó de aqui se comenzaron á facer prolijo do contar : y digo la casa de Stúfiiga , por
algunos actos de guerra coutra los moros por estas que el Duque de Arévalo, Conde de Béjar, é Señor
fronteras, quedo antes pnces habia; y el Rey Don do Plasencia, Don Alvaro Stúfiiga, ora muy viejo, ó
Fernando mandó facer muchos tiros do pólvora, ó mandaban la casa su mujer é sus fijos, é ayudában
gruesas lombardas y pertrechos, y donde á pocos lo, con muchas condiciones quo después so non tu
dias mandó pregonar guerra contra los moros en vieron al Clavero, é quedóseles Alcántara. Y quan-
toda la frontera desdo Lorca á Tarifa. E en esto do el Rey Don Fernando vino do Truxillo la prime
tiempo envió ¡i conquistar la isla de la Gran Cana ra vez, después de despachado el cerco do Castro-
ria desde Sevilla, á dos capitanes llamados Juan de nufio, vino allí el dicho Clavero, que aun fasta es-
Rejón, é Pedro del Algaba, entro los quales ovo cis ■ tonce nunca se habia mostrado por Portugal, o do-
ma é muertes , ó no pudieron ganar sino muy poco mandaba ol Maestradgo ; é tantas ovo de las quejas
de ella, fasta que fué por capitán Pedro de Vera, del dicho, robos y muertes fechas á causa suya, quo
Alcayde de Arcos, que fué allá desterrado é por ca el Rey no lo pudo comportar, é mandábalo prender
pitán, é con él Alonso de Lugo, é la ganaron. El di secretamente, y él súpolo, y huyó, y pasóse con el
cho Pedro do Vera partió do Xcrcz en el mes do Ju Rey de Portugal, é comenzó á favorecer á Marida y
lio del año do 1480, ó fué desterrado do Castilla por Medellin. E ovo el Maestradgo Don Juan do Stúfii
ln muerte do Basurto ol Alcaydo de Medina Sidonia, ga, fijo del dicho Condo do Béjar que se habia inti
que on tiempo do la guerra dol Duque Don Enri tulado ya , y el Rey y la Royna so lo confirmaron
que y el Marques Don Rodrigo Tonco do León, con ciertas condiciones, ó fué Muestre do Alcánta
hurtó á Medina y dióla al Marqués. Murió allí el Al ra ; é ahí fué público contrario el Clavero del Rey
caydo Basurto que se habia hallado fuera de la for Don Fernando, é favoreciendo el partido del Rey de
taleza una noche , y el Alcayde Pedro do Vera le Portugal favoreció á Mcrida, é Medellin , fasta quo
tomó toda su hacienda ; é dieron en penitencia que por cerco so tomaron; é la manera é forma de los
volviese lo que tomó, é fuese á conquistar aquella cercos de Mcrida é Medellin, fué esta.
IbIo, de la/pial ovo victoria, según adelante se dirá. El Roy Don Fernando queriendo dar fin á eu con
quista, como aquella tierra lo estaba on contra, vi
CAPÍTULO XXXVI. no á Truxillo en el mes de Febrero del a fio de 1479
nfiop, y estando allí el Conde de Medellin, siendo
Como Sos Atletas partieron de Sevilla, ¿ fueron visitando sus vi mancebo, andaba fuera de Medellin que la madre
llas é ciudades de esta Andalucía, é trataron de Ir i poner cerco
sobre Mcrida é Medellin. no le quería acojer, quo no se confiaba del, é estan
do en un lagar que dicen Mcajadas, camino de Tru
En ol mes do Septiembre , cerca do San Miguol, xillo, ovo un trato con ciertos vecinos do Medellin
«fio dicho do 1478, partieron los Sofiores Rey y Rey- vasallos suyos, quo lo darían entrada en la villa una
na do Sevilla con oí Principo y Corte, 6 fueron á noche, y escribiólo al Roy y á toda la tierra quo lo
Carraona, y dende á Ezija , y dende & Córdoba pa socorriesen, y el Condo entró en Medellin antes quo
cificando sn Andalucía, é visitándola, ó poniendo los valedores lo pudieren socorrer, y vino primero el
Cr.-UL « 38
sü CRÓNICAS DE LOS REYES DE CASTILLA.
Clavero desda Mérida en favor de la C ondeea su ses, donde venia el Obispo de Ébora, é rompieron
madre, y echaron al Conde fuera de Medellin á la una batalla en la otra, y pelearon un rato muy
lanzadas é saetadas, é ¿1 se fué fuyendo sin facer lo fuertemente, que no se conocía mejoría en todas las
que quería. batallas de los portugueses é las de los castellanos,
E el Maestre de Santiago Don Alonso de Cárde salvo la batalla de Don Martin que había ido dea-
nas había partido de Llerena á socorrer al ',Conde baratada, y estaban en el cerro con la bandera. Y
conforme al llamamiento, y llegando cerca de Val- andando así peleando, muchos de los de la batalla
verde envió adelante al Comendador Rodrigo de del Maestre fuian y se iban ; y el Maestre daba
Cárdenas é á otros capitanes con gente de á caba grandes voces esforzando [sus gentes diciendo que
llo, los quales entre Mérida y Valverde encontraron se esforzasen como buenos caballeros é procurasen
al Clavero, Maestre de Alcántara que se decía Don de vencer, que aquel era el día de su crecida hon
Alonso de Monroy, con ciento écinqüenta lanzas ra ; é peleaba él niesmo por sus manos é con su
poco mas, é pelearon con él é desbaratáronlo, é persona dando ejemplo á los suyos ; é sus criados lo
prendiéronle algunos caballeros ; é él ó los otros es guardaban muy bien, y no facían menos los suyos
caparon huyendo é metiéronse en Mérida, é de aquí al Obispo de Ébora, que le guardaban muy bien, ó
supo el Maestre como el Conde iba desbaratado é peleaban ante él como buenos esforzados caballe
fuera de Medellin ; á volvióse de alli el Maestre á ros ; y andando asi peleando, é no se pudiendo co
Valverde con su gente, é con algunos capitanes del nocer quien habría la victoria, volvió Don Martin
Rey, de los quales eran Don Martin de Cabra é Te- do Cabra á la pelea con la gente que había recosido
11o de Aguillar. El Maestre tenía nueva que había en el cerro , y rompió por medio de todos, é desba
do venir gente de Portugal á socorrer ó favorecer á rató á todos, castellanos y portugueses, é comenza
Mérida é Medellin, y aguardó por alli fasta que ron áfuir de la batalla los unos y los otros, asi cas
supo la nueva cierta que venia el Obispo de Ébora tellanos como portugueses ; y el Maestre conoció la
con una gruesa batalla de gente de á caballo , en bandera y los que con él andaban, y esforzóse mu
que lo dijeron que traia ochocientos de á caballo ó cho diciendo : Castilla, Castilla : y pelearon todavía
mas, é algunos peones, é que venia gente muy luci fasta que del todo los portugueses fueron desbarata
da é muy armada ; é él tenia fasta ochocientos de dos, é ol Maestre ovo la victoria de esta batalla, á
á caballo y quinientos peones. el Obispo de Ébora é los portugueses fueron venci
dos é desbaratados é fueron muchos foridos é muer
CAPÍTULO xxxvn. tos, é presos, aunque como toda era gente de guerra
é ¡ba armada, pocos murieron ; que lo que se pudo
De It batalla campal que ovieron el Maestre Don Alonso de Cár sabor luego, allí no murieron sino treinta escuderos
denas con su gente é capitanes, con el Obispo de Ébora 4 gente de los portugueses, é fueron presos mas de tres
del Rey de Portugal.
cientos hombres ; y de los del Maestre, en lo que sa
Salió el Maestre Don Alonso de Cárdenas, Maes pudo saber, fueron muertos diez hombres ó pocos
tre de Santiago, de Valverde cerca de Mérida con mas, é pocos feridos. Aquí no pelearon peones nin
su gente, é tomó el camino del Albuera que es una gunos, sino de caballeros á caballeros lo ovieron, ó
legua de Mérida, é llegando á la dicha Albuera lle como estaban muy armados , ovo pocos muertos
gó al encuentro con los portugueses, en los quales para según la pelea fué, que duró gran rato. En es
venia por Capitán mayor el Obispo de Ébora Don ta batalla fué preso el Obispo de Ébora, é un cacu-
García de Moneaos , con una gruesa batalla de gente dero do la parte del Maestre de los de Úbeda por
muy lucida, y tanta que no se conocía qual fuese haber merced de él, que lo conoció, lo salvó é huyó
mas, ella ola del Maestre, que toda parecía por un con él á Mérida, antes que fuese recojida la cabal
igual, y la diferencia era muy poca según los que gada, al qual diz que él fizo grandes mercedes. Des
lo vieron dixeron ; y de parte del Maestre Don Mar pués ovieron aquel dia alli el Maestre de su parta
tin llevaba la delantera con una bandera y una ba gran cabalgada de prisioneros é caballeros, á armaa
talla de caballeros; y de parte de los portugueses, é cémilas é ropas de oro é plata, é otras muchas co
traia la delantera un Don Fernando, hermano del sas. Esta dicha batalla fué en Miércoles 24 de Fe
Obispo de Ébora, con otra batalla gruesa, al qual brero del año del nacimiento de Nuestro Redentor
vino á romper en la batalla de Don Martin de Cabra; Jesuchristo de 1479 arlos primero dia de quaresma,
y Don Martin é su batalla, fueron á romper en la dia de la Ceniza. Fueron alli presos aquel dia algu
batalla de Don Fernando de Metieses susodicho, de nos fidalgos de Castilla de los que siguieron la par
manera que se encontraron los unos á los otros é se cialidad del Rey Don Alonso de Portugal, entre loa
mezclaron, é fué desbaratada la batalla de Don Mar quales era uno Cristóbal Bermudez, Alcayde de Ca
tin, é fuyóle la gente, é desque se vido asi desbara nales, que es cerca de Toledo, é otro Arellano, é Al
tado, retrasóse á un cerro con su bandera, é recogió varo de Luna, é Francisco Anaya, é Diego Manuel ;
alli toda la mas de la gente que fuia suya de la ba este murió estando preso de las feridas de la bata
talla. E como el Maestre vido que la gente de Don lla. E después que el campo fuá recojido, el Maestra
Martin andaba á mal andar y fuia de la batalla, re se vino con toda la presa á Lobon, é de alli fizo sa
cudió personalmente é fuese á encontrar con su ber al Rey é á la Reyna la victoria que Dios le ha
gruesa batalla, con la gran batalla de los portugue bía dado á él y á aquellos caballeros que con él fue*
DON FERNANDO É DONA ISABEL. 895
ron ; 6 enrióles I decir que él órela que en la buena y tomó luego todo lo que pudo del Maestradgo de
ventura, él había Tenoldo aquella batalla; é el Rey arriba , especialmente á Ocafia é otras muchas villas
é la Reyna orieron de esto muy gran placer y ale é lugares, de ellas por guorras, é de ellas que se le
gría, y el Rey envió un Rey de armas suyo á Lobon dieron. E tituló también el Marqués de Villa , fijo
para que degollase algunos fidalgos do aquellos pri del dicho Maestre , que tenia gran parte del Maes
sioneros porque le habían sido en contra ; é degolló tradgo, en lugar de su padre por Maestre de San
algunos en la plaza de Lobon ; entre los quales de tiago ; é fuera Maestre si no se lo impidiera después
golló á Cristóbal Bermudez, y otros escaparon por la parcialidad del Rey de Portugal, que sobrevino
ruego del Maestre, otros resgataron, é otros destro luego dende á quatro meses como murió el Rey Don
caron por otros que estaban en Portugal. Desde es Enrique. É titulóse eso mesmo , Maestre de Santia
ta batalla en adelante, poseyó el Maestre susodicho go, el dicho Comendador mayor Don Alonso de
pacificamente el Maestradgo de Santiago , é se lo Cárdenas, é elijiéronlo para ello la mayor parte de
confirmaron el Rey é la Reyna, é lo amaron mucho, los trece electores de la Orden, é tituláronlo Maes
é le saldaron ciertos quentos de maravedís do pen tre. Y alegaba esto el que era Comendador mayor
sión que de él habían para sus guerras ciertos tiom- uno de los dos de quien según la Orden mandaba
pos había, de las rentas del Maestradgo. que debian elegir Maestros, é que era antiguo en la
Orden ; é que fuera de la Orden no podia de justi
CAPÍTULO XXXVIII. cia ser elegido Maestre. É de estos tres Maestres
cada uno defendia lo que tenia. En tiempo de estas
Del Maestre de Santiago Don Alomo de Cárdenas, é de «as vlc- divisiones falleció el Rey Don Enrique , é comen
torl» 4 buenas ventaras. zaron de reynar el Rey Don Fernando, y la Reyna
Antes que proceda de los cercoB que el Rey Don Doña Isabel ; el Rey Don Alonso de Portugal se ti
Fernando é la Reyna Doña Isabel mandaron poner tuló Rey de Castilla por su mujor , é los dos Maes
sobre la ciudad de Mérida, é sobre la villa é forta tres Don Rodrigo Manrique é Don Alonso de Cár
leza de Medellin, pues que agora viene á mano cer denas, alzaron pendones por el Rey Don Fernando
ca de esta su victoria ya dicha, quiero escribir de y por su mujer ; y el otro Maestre alzó pendones
este Maestre Don Alonso de Cárdenas, y do sus vic por el Rey Don Alonso y su mujer ; y asi el Marqués
torias y buenas venturas, pues es fuerza de decir de con la vuelta de los Reyes , y por no ser Caballero
los cercos, y algo del Maestradgo, y no se puede de de la Orden, quedó sin el Maestradgo. Después do
cir sin tocar á él. muerto el Rey Don Enrique, como muchos grandos
El dicho Maestre de Santiago Don Alonso de Cár caballeros querían ser Maestres, é tomaban é ocu
denas fué fijo del Comendador mayor de León, paban quanto podian del Maestradgo; é viendo esto
Don García López de Cárdenas, é sucedió á el dicho estonce se concertaron con el Conde Don Rodrigo
su padre en la Encomienda mayor de León , que es Manrique y el Comendador mayor Don Alonsó de
Fuentes , é Segura, é Valencia, é otros lugares del Cárdenas, que cada uno defendiese lo que tenia fasta
Maestradgo de Llerena, é fué Comendador mayor que ovieee disposición de tiempo para ver por jus
mas do veinte aOos , é fué Gobernador del Maes ticia quien debia haber el Maestradgo. Estos y otros
tradgo de abajo mucho tiempo en vida del Rey Don capítulos vino á facer Don Jorge fijo del dioho Don
Enrique, estando el Maestradgo sin Maestre, des Rodrigo Manrique, con el dicho Maestre Don Alon-
pués de la muerte del Maestre Don Alvaro de Luna; bo de Cárdenas ; el qual Don Jorge Manrique murió
é después sucedió en el Maestradgo en tiempo del en una pelea de las mismas guerras de Castilla, des
Rey Don Enrique Don Juan Pacheco Marqués de pués de la muerte del dicho su padre. É ansí confe
Villena, é fué Maestre pacifico, é casó eu hijo Don derados los dichos dos Maestres , vivió obra de dos
Pedro Portocarrero, con Doña Juana fija de dicho años el Maestre Don Rodrigo Manrique, é murió, é
Comendador mayor por haber su amistad , é porque quedó el Maestradgo é Don Alonso de Cárdenas.
estaba muy prosperado, é tenia muchas fortalezas Esto fecho asi entre los dos, cada uno defendia lo
del Maestradgo ; é falleció de esta presente vida el que era suyo.
dicho Maestre Don Juan Pacheco en el mes de agos Antes de esto el dicho Maestre, siendo Comenda
to de 1474 teniendo cerco sobre la ciudad de Tru- dor mayor de León, luego como falleció el Maestre
xillo, de la qual el Rey Don Enrique le habia fecho do Santiago en Truxillo, aunque tenia muchas for
merced , que fuese Duque de ella. Adoleció en un talezas, temiamuchoque viniese sobre él el Maestre
lugar que dicen Santa Cruz, tres leguas de Truxi- Don Juan Pacheco, Marqués de Villena , fijo del
11o , é allí falleció quatro meses antes que falleciese Maestre, ó otros grandes, y demandó favor al Duque
el Rey Don Enrique ; é luego ovo gran división , é do Medina Don Enrique que estaba en Sevilla, en-
alborotos é guerras en el Maestradgo. Intituló de viándole á decir que le fuese valedor é amigo para
Maestre de Santiago Don Rodrigo Manrique, Co haber el Maestradgo, y que le prometía quando él no
mendador de Segura de la Sierra é Conde de Pare lo pudiese ser, que él lo seria y otro Grande no, que
des, diciendo que lo habia de haber de justicia por él daría su voto á él ; y el Duque con esta embaxada
quanto el Comendador mayor de Castilla su tío Don eBtaba en esperanza de haber el Maestradgo , é se
Gabriel Manrique, Conde de Osorno, le habia renun gún lo que pareció, pensó que el Comendador ma
ciado la acción, y justicia que había al Maestradgo; yor nunca pudiera salir con tan grande empresa. A
506 CRÓNICAS DE LOS REYES DE CASTILLA.
esto tiempo tenia el Comendador mayor estas for
talezas: á Segura de su Encomienda, é del Maestrad- CAPITULO XL.
go a Xerez , 6 la villa do Llorona, é Royua, ó Mon-
temolin, é Hornachos, ó Medina, 6 otroB. É fasta la De como el Duque de Medina fue de Sevilla poderosamente, é cn-
muerto dol Rey Don Enrique, había tenido por amigo Int en el Maestradgo, é de los robos que los suyos licleron, é de
como fueron él y los suyos vencidos.
al dicho Señor Duque de Medina, é tenia mucha con
fianza del, puesto caso do que nunca lo llamó ni lo oto Partió de Sevilla el Duque de Medina Don Enri
menester. En esto tiempo el Conde do Feria habia que, en 9 do Enero del dicho año do 1475, con dos
también cobdicia del Maestradgo, y era en contra al mil do á caballo/gente muy lucida, é peones los quo
Comendador mayor, el qual era mucho amigo del quiso llevar, á tomar ol Maestradgo de Santiago.
dicho Duque do Medina que tenían casados sendos Iban con él la flor do la caballería do Sevilla y su
hermanos; é ovioron manera que llegó á ciertos Co tierra, y por capitanes muchos de los más nobles i
mendadores y alzaron por Maestro de Santiago á Don generosos, entre los quales iba Don Martin, fijo del
Diego de Alvarado Comendador de Lobon, para que Conde de Cabra, yerno del Condo de Arcos, y Mar
después renunciase el hábito ó dignidad on él, ó en tin Alonso de Montemayor, nieto del Conde Don Pe
el Duque de Medina, é fizo saber al Duque como el dro Ponce, y el Mariscal Fernán Darías de Saavedrs,
Comendador mayor so llamaba Maestro de Santiago, é otros muchos ; la qual gente iban do guerra y de
é do aqui propuso facerlo guerra el dicho Condo al fiesta , que el dicho Sr. Duque llevaba muy gran
dicho Comendador mayor, y el dicho Duque do Me capilla de cantores , con muchas trompetas é chere-
dina eso mesmo lo propuso do lo vonir á tomar por mías , ó sacabuches, é músicas acordadas, é niños
fuerza el Maestradgo al dicho Comendador mayor, cantores de la] iglesia mayor , ó muchos arreos do
é siguióse guerra entre ellos según so sigue. vestimentos y ornamentos. É llegando á Araccna,
supo la nueva del desbarato del Confie de Feria , ó
CAPÍTULO XXXIX. allí vino el Conde ; é donde partieron con toda la
hueste , é fueron ú Xerez , é dofendióseles ; é desque
be la pelea que ovo el Conde de Feria, 6 el Maestre en Xercí , vieron quo la villa é fortaleza estaban á tal recau
é de como el Conde fui vencido.
do , quo con muchos tiros do pólvora , y saetas , é
El Condo Don Gómez Suarez de Figueroa, Condo con mucha gente se defendían, fuéronse por liur-
de Feria, tenia gran parte en la villa do Xerez do guillos á Zafra, é dende entraron así poderosamen
parientes ó criados quo vivían con él ; asi mesmo te en ol Maestradgo por los Santos ; é dende á Rive
los Mala veres, que querían mal al Maestre Comen ra, é la fortaleza do Rivera , les dio el Alcayde de
dador mayor, é otros; y el Maestre tenia la fortalo- Todcsillas dondo se detuvieron algunos días, é re
za, é tenían con él el Comendador Juan de Bazan, é caudaron lo quo pudieron de renta do la mesa maes
sus valías é otras pocas valías. E la parcialidad del tral. E dende vinieron á Fuente de Cantos, donde
Conde metió al Conde en la villa, é tomaron la igle oso mesmo el Duque cobró do las rentas , á lo mas
sia de San Bartolomé por fortaleza, é muchas casas que pudo, é so detuvo algunos días, é dende la vi
fuertes, é barrearon bien la mayor parte de la villa, lla de Fuente do Cantos, é las otras villas todas é
é querían cebar por fuerza de armas á los de la par lugares de por allí recibieron muchos daños en sus
te del Maestre ; y tomar si pudieran la fortaleza. E personas é haciendas, que les tomaron é robaron
el Maestre, desque lo supo, partió para allá desde Se aquellas gentes de guerra muchos ganados , bueyes
gura con la mas gente que pudo, ó llegó salido el y vacas , y ovejas , y ovo hatos de ochocientas ove
sol un día, é con su vista esforzáronse mucho los jas é otros de menos, en que ni una no dejaron, que
del bando ; é desque reposó ó comió, mandó polcar, todos las comieron sin las pagar , é muchas bestias,
é armóse la pelea entre el Maestro y el Condo , c caballos, ó asnos; é muchas alhajas do cosas quo
duró desdo las diez del dia fasta vísperas, on que los robaban, é ropas que muchos malos hombres de
ovo do ambas partes muchos feridos é algunos muer la huesto robaron ó hurtaron, y enviaban á cargos á
tos, y el Conde fué vencido, y él ó los suyos salie Sevilla, por los caminos atraviesas délos golliaos
ron huyendo de la villa, é al salir fueron do ellos de zufre ; lo qual fué visto, é manifiesto. Do esto los
muchos presos é despojados , y el Maestre no quiso Señores Duque y Conde no eran sabidores , ni les
seguir el alcance, ni lo dejó seguir á los suyos, por placía de ello ; empero como la gente era mucha,
que si el alcance so siguiera, no pudiera el Conde desmandábanse, y los malos y ladrones habían la
dejar de ser muerto ó preso. Así quedó la villa de gar de emplear sus deseos. Despuesde allí haber es
Xerez por el Maestre también como la fortaleza ; en tado algunos días toda la huesto, partióse el Conde
la qual hizo poner tal recaudo, quo nunca después la para Medina á combatir las Torres y el Duque fué á
perdió. Esta polca fué Miércoles ouco días dol inoB dar vista á Llorena, dondo ol Maestro estaba ; é pasó
de Enero ano do mil quatrocientos setenta y cinco. por cerca do la villa su gente muy bion reglada ú
El Conde asi desbaratado se fué á Zafra, é el Maes acaudillada ; é no llevaba ya tanta como habia traí
tre se fué á Medina de las Torres, ó dende por los do , que algunos se habían despedido, viendo que
otros lugares del Maestradgo á Llorona, el qual fizo no eran menester, é por los grandes gastos. El
bastecer bion todos los castillos así de viandas como Maestre se asomó entro las almenas á mirar las ba
de Armas é gente, tallas, o tuyo bion cerradas las puertas do la villa,
DON FERNANDO é doKa isabel; 697
rjuo por todo aquel (lia no dejó á ninguno salir ni cían mal, é les habían comido sus vacas ¿ ovejas, á
entrar, y era aquel dio Martes de Carnestalcndas á ganados , según dicho es ; ó no quiso Dios que aque
siete dias de Febrero ; é el Duque é su hucsto se fue llo pasoso sin pena muchos dios; apareció evidente
ron aquella noche a aposentar en Quadalcanal, c no quo oyó los gemidos ó peticionos de aquollos labra
curaron de ochar guarda al campo, sino muy segu dores é de sus mugerosé fijos, que viéndose robados
ros como si en sus casas estuvieran ; y el Maestro y perdidos clamaban á Dios.
salió aquella noche de Llorona, con fasta trescien El Condo supo esta nueva estando en Medina,
tos y cinqüenta de caballos, é otros tantos [peones; que quería combatir los Torres, é hiogo á la hora so
é al quarto del alba Miércoles de la Ceniza, entró en fué á Zafra, y aun por se ir á prisa quedaron algu
Gnadalcanal, é comenzaron á decir todos á grandes nos pertrechos é tiros de pólvora perdidos, que co
voces quantos llevaba consigo: «Cárdenas, Cárdo- braron los de las Torres.
denas», é tocándolas trompetas ; é la gente de á Desde eEto dia comenzó el Maestre á ser grando
pié echaban herrojos á las puertas, y los do la villa é poderoso, é fizo muchos de caballo, é entró mu
conocieron que era el Maoftre, é algunos guarecían chas veces á Portugal por facer servicio al Boy Don
á sus huéspedes é otros los robaban , é otros se fue Fernando, ó facer guerra al Bey Don Alonso, 6
ron á juntar con la gente del Maestre ó le ayu siempre en sus entradas ó salidas ganó honra, 6-
daban. siempre en sus cosas era vencedor é no vencido. E
E la gente del Duque desque vieron é conocieron el año siguiente de 147G, en el Agosto, quando ol
que ol Maestre andaba por la villa con su gente Bey Don Fernando tenia el cerco sobre Toro, falle
abriendo y cerrando las puertas, salian huyendo to ció de su muerte natural el Maestre Don Bodrigo
dos los demás ahorrados, por poner sus personas en Manrique en la villa de OcaOa, é ansí no tuvo con-
salvo ; é muchos salian cabalgando diciendo, Cárde traditor el Maestre Don Alonso do Cárdenas á el
nas, Cárdenas , é (banse en salvo; ó el Maestro en Maostradgo, ó salió con él. Ovo su Encomienda ma
derezó á la posada del Duque, ó quando llegó ya el yor su pariente Don Qutiorro de Cárdenas, Conta*
Duque salia, é sacólo su huésped, y guareciólo como dor mayor do Castilla.
no lo conocieron , que como era do noche , no pudo
ser reconocido, ó los que salían do la posada con él CAPÍTULO XLI.
decían Cárdenas, Cárdenas ; ó Martin Suarcz nun
ca so partió del Duque ; ó guiándolos el huésped do De los cercos de Herida 7 Mcdellin £ Nonlanchcz;
la posada fueron á parar á Alanfs, é anal escapó el Agora volviondo á decir de los cercos de Méridoi
Duque aquella noche, é fué preso Don Alvaro su her ó Mcdellin ó Montanchez, sabed quo ee pusieron ea
mano , é otros muchos fidalgos ; é los del Duque sa ol verano del año do 1479, cinco meses poco mas 6
lieron todos huyendo do la villa , ó unos tomaron tnenos tiempo después do la batalla do Mcrida quo
camino de Alanfs , ó otros camino do Cazalla, y Don el Maestro ovo con los portugueses. Era caudillo
Martin de Cabra, é Martin Alonso de Montcmayor mayor do estos cercos el dicho Maestro de Santiago
ó los suyos ovieron lugar do cabalgar, ó desque fué Don Alfonso de Cárdenas; é pusiéronse ambos á un
do día , ñcicron rostro al Maestro é pelearon ó aun tiempo; ó ol Maestre se puso sobro Mcdellin, el mas:
fueron ambos ferídos por guarecer algunos de la dol tiempo en un lugar que llaman Menga- abril, S
gente, é pusiéronse á vista á un cabo de la villa ó tenían gente en Don Benito, é tenían repartidos
un arroyo en modio donde recojieron doscientas cin muchos capitanes por el campo on las comarcas de
qüenta lanzas, é muchos peones que escapaban de Mcdellin, donde convenia, do manera quo estaban
la villa ó fuer lañan allí ; é de alli se vinieron aquel las guarniciones á una legua é media de Mcdellin.
día á Alanfs. El Maestre ó los suyos, ó los do la vi y do alli lo corrian cada dia; é habió en la guarni
lla ovieron allí aquel día , muy gran ¡cabalgada ó ción de esto cerco muchos capitanes de el Boy : es
despojos, de caballos, é do acémilas y mulos , é de taba Don Martin do Cabro, é Luis Puerto Carrero^
lo que pareció alcanzó fueron mas de quatrocientaB y el mesmo Conde de Mcdellin , á quien lo Condesa
bcRtias, dejando lo hartado. É ovo ol Maestro la va su madre tenia por fuerza la villa, é fortaleza ; S
jilla do plata , é arreos, é la capilla, é cantores é los otros con gentes do diversos partes ó lugares do
instrumentos músicos ; é esto guardó el Maestro, ó Costilla.
después se lo envió. E ovieron allí el Maestre y los El cerco de Mcrida estaba de otra manera, que
suyos otras muchas vajillas de oro ó plata, é cama los cercadores tenían la villa, é los cercados la for
é ropas , é respucstos , é arcas , é reposteros , é ar taleza donde recibieron muchos combates de tiros
mas , é otras muchas cosas ; con la qual presa y ca de pólvora, é quartagos ó injenlos; donde recibieron
balgada se '.vinieron á Llerena aquel día, é repartió muchos daños los unos do los otros; é habia en esto
bien la oabalgada con los que lo siguieron , c guar cerco por capitanes Don Pedro Puerto Carrero, Se
dó las cosas do la iglesia ó la vajilla dol Duque fas ñor do Moguor, yerno del Maestre, ó Juan NuQcz do
ta que fueron amigos que so la dio, ó ansí volvió el Prado, natural do Mcdellin, ó Juan do Vora, Alcoydo
Duqne á Sevilla por sus pecados é por los pecados do la íncsnia ciudad do Mcrida ó capitán Mayor, ó
de muchos malos é ladrones quo consigo llovó , que Sancho dol Aguiln, ó otros capitanes del Boy con
lialiian robado en esto viaje á muchos labradores, é muy aderezado gente. É al tiempo do estos coreos
trabajadores, que no debian cosa alguna ni more- siempre la Condesa y el Obispo do Eboro estuvieron
fi98 CRÓMICAS DE LOS REYES DE CASTILLA.
en Medellin, é esperaban socorro, é nunca les vino. de ellas acrecentadas, é de ellas evacuadas; é fechas
Estuviéronse tres meses poco mas ó menos, é dié- muchas pragmáticas provechosas al pro común, y á
ronse á partido cerca de San Miguel, é dióse prime todos según el Libro que mandaron facer sus Alte
ro la Condesa en Medellin, é entregó la fortaleza, en zas, al Doctor Alfonso Diaz de Montalvo que hoy
la qual entró Luis Puertocarrero, Señor de Palma, dia parece, el qual Libro mandaron tener en todas
en nombre del Rey. E dende á ciertos dias, salieron las ciudades, Villas é Lugares, é llaman el Libro de
los portugueses de Mérida, y ontregaron la fortale Montalvo; é por él mandaron determinar todas las
za al Maestre ¡ é andando en los tratos de esto, se cosas de Justicia para cortar los pleytos. E median
oomenzaron á tratar las paces de entre Portugal, te el tiempo de estas Cortes anduvieron muchas ve
y Castilla, y antes que los portugueses cercados se ces los embajadores de Castilla é Portugal de unoa
fuesen á Portugal, destrocaron los prisioneros todos reynos á otros, fasta que plugo á Nuestro Señor qua
que se tenían desde el comienzo de las guerras los los Reyes viuieron en concordia é afirmaron bien
unos por los otros que allí estaban y traxeron los las paces, é para cumplir algunas cosas necesarias
que estaban en Portugal, ó llevaron á Portugal los ordenaron que entre ellos algún tiempo oviese rehe
que estaban en Castilla, é todo esto fué en los par nes, é fué llevada la Infanta mayor Doña Isabel
tidos de Mérida, é Medellin, é luego concertaron y á Portugal, la qual el Maestre de Santiago Don
apregonaron paces, entre Castilla y Portugal en el Alonso de Cárdenas llevó encargo para la dar de
dicho afio do 1479 años. Duró la dicha guerra qua- rehenes en Portugul ; é yendo do dia tuvieron la
tro aBos é nueve meses. Montanchez que es una Pascua de Navidad fin del año de 1480 é comienzo
gran fortaleza corea de Mérida ó muy fuerte del del afio de 1481 en Fregenal ; é pasada la Pasoua
Maestradgo de Santiago que estaba por el Clavero se partieron para Mora, é llegando cerca de Mora
Don Alfonso Monroy, Maestre de Alcántara que en Portugal, el Maestre entregó la Infanta Doria
llamaban, quedó de esta vez por ganar, aunque Isabel, y reoibió al Duque de Viseo Don Diego, fijo
siempre en los dichos cercos había estado bien cer del Infante Don Fernando, defunto hermano que
cado de gente del Rey y del Maestre que la tuvie era del Rey Don Alonso ; este dicho Duque de Vi
ron siempre puesta guarnición en Valdefuentes. seo era hermano de la princesa de Portugal, é fijo
Sobre este quedaron guarniciones como se estaban, de la Infanta Doña Phelipa, hermana del Rey Don
y fasta que donde cinco ó seis meses entregó la Duarte, y de la Reyna de Castilla segunda mujer
fortaleza Don Francisco fijo del dicho Clavero Maes del Rey Don Juan, xnadre de la Reyna Dofia Isabel.
tre de Alcántara, que se decía, al Maestre de San En poder de la dicha Dofia Phelipa quedó en Mora
tiago por partido, sin concierto de su padre, é se la dicha Infanta; é fué traído allí á Mora el Prínci
vino á vivir con el Maestre é lo casó oon una pa- pe de Portugal, nifio chiquillo, fijo del Rey Don
ríenta suya hermana de Francisco de Cárdenas, Al- Juan, é nieto del Rey Don Alonso, é puesto en po
cayde que fué de Reyna, é ansí ovo el Maestre la der de la dicha Infanta Dofia Phelipa su abuela.
fortaleza do Montanchez, que es una de las fuertes Fué allí fecho un muy gran recibimiento é muy
de Castilla. solemne é muy rico por los grandes de Portugal á
la Infanta de Castilla, é vino allí á la recibir la
CAPITULO XLII. Duquesa de Braganza, hermana de la Reyna de
Portugal, é muchas condesas é grandes señoras ó
Pe coma el Rey Don Fernando fué i Aragón i la muerte de su
padre, que falleció en este tiempo. damas. Desque el Maestre ovo entregado la Prin
cesa é recibido al Duque volvióse en Castilla. E la
En el sobredicho afio de mil quatrocientos seten Infanta estuvo desta vez dos años en Mora ó quatro
ta y nueve en el tiempo de los cercos de Mérida é meses; en manera que salió en el mes de Mayo de
Medellin, murió el Rey de Aragón, padre de el Rey 1483, é vino á tener las Pascuas del Espíritu Santo
Don Fernando ; fué allá é fizo hacer las honras é en Plasencia, que fué aquel afio á 18 dias de Mayo;
obsequias como covenia a tan generoso é tan hon podia ser la Infanta estonce de hasta doce ó trece
rado Rey; é recibió los reynos de Aragón, Valencia, años.
é el Condado de Cataluña con todas las islas á ello
anexas, é volvió presto para dar asiento en las co CAPÍTULO XLIII.
sas de entre Castilla é Portugal, asi en las paces de
la tierra, como por mar, porque había gran división Del comienzo de la heregla é del comienzo de la Inquisición é da
entre castellanos é portugueses, sobre la mina de quando oto su inclinación la mosaica pravidad, y castigo de las
ceremonias judaicas.
oro que los portugueses habían hallado que iban
los castellanos á resgatar; é por facer Cortes; é fi- La herética pravidad ¡mosaica reinó gran tiempo
cieron Cortes en todo lo del Rey Don Fernando é escondida y andando por los rincones, no se osando
la Reyna Doria Isabel, teniendo ya todos sus Reynos manifestar, y fué disimulada y dado lugar que por
pacíficos ; donde convocados todos los grandes de mengua de los Prelados, é Arzobispos, é Obispos de
Castilla, asi caballeros como prelados , é los procu España que nunca la acusaron, ni denunciaron á
radores de todas las villas é ciudades de estos Rey- los Reyes, ni á los Papas según debían, y eran obli
nos, é fueron ordenadas muchas buenas cosas; é co gados. Ovo su comienzo esta heregla mosaica en el
mentadas, é declaradas muchas leyes antiguas, y afio de Nuestro Redeinptor do 1390 años en el co
DON FERNANDO É DONA ISABEL. 599
mienzo dol reinado de Castilla del Bey Don Enri é los simples no lo podian encubrir ser judíos ; y
que teroero de eate nombre, qne fuá el robo de la estando el Rey y la Reyna en Sevilla, la primera
judería por la predicación de fray Vicente, un san vez que á ella vinieron y el Arzobispo de Sevilla,
to catbólico, varón docto de la orden de Santo Do Don Pedro González de Mendoza, Cardenal de Es
mingo, que quisiera en aquel tiempo por predicacio paña, había en Sevilla un santo y oathólico hombre,
nes é pruebas de la Santa Ley é Escriptura conver fraile de Santo Domingo eu San Pablo, llamado fray
tir todos los judíos de España, é dar cabo á la inve Alonso, que siempre predicaba y punaba en Sevi
terada é hedionda sinagoga. Predicóles mucho á los lla oontra esta heregia; éste y otros religiosos y ca
judíos, él é otros predicadores en las sinagogas, é thólioos hombres, fioieron saber á el Rey y á la Rey
en las iglesias, é en los campos; y los rabies de na el gran mal y heregia que había en Sevilla; so
ellos por la Escriptura de la Santa Ley, profecías y metieron el caso al Arzobispo que lo castigase y
experiencias de ella, todos]eran vencidos é no sabían ficiese enmendar, y él fizo ciertas ordenanzas sobre
qué responder. Empero embocados, é con aquella ello, é proveyó de ellas en la ciudad y en todo el
glosa del Talmud que Bcieron los dos rabies Rava- Arzobispado. Puso sobre ello en la ciudad diputados
te, é Ravina, después del Nacimiento de Nuestro de ellos mismos, y oon esto pasaron obra de dos
Redoinptor, quatro cientos aííos, la qual tenia en años , é no valió nada , que cada uno hacía lo acos
escritura tanto como diez veces la Biblia, é la en tumbrado ; é mudar de costumbre es apartar de
viaron por todo el mundo donde quier que había muerte.
judíos para los esforzar, porque vian de todo caer ¡Ofera pésima, fomeepecati, nutrimentum facino-
la sinagoga. E en la dicha glosa había muy gran ris, pabulum mortis/ ¡O bestia fiera, malvada, disfor
des mentiras, é intrincados argumentos. E así como me pecado, nudrimento de traición, hall amiento de
Moisés en su tiempo hacia, aquellos dos rabíes fir muerte, perdimento de vida!
maron aquel grande y descomulgado libro del Tal Podéis saber que según lo vimos en qualquier
mud; y pusieron so pena de muerte espiritual que tiempo, que esta fiera pésima es la heregia, y como
ningún judío sabio, ni simple, fuese osado contra on aquel tiempo los hereges y judíos malaventura
aquellos preceptos ir ni venir, ni diesen otra predi dos huían de la doctrina eclesiástica, ansí huían de
cación ni otra doctrina, lo qual fué la perpetua las costumbres de los christianos. Los que podian
damnaoion de esta generación; niegan la verdad, é escusarse de no baptizar sus fijos, no los baptiza
están ignorantes de ella; y por eso para con ellos ban, é los que los baptizaban, lavábanlos en casa
es dicho contra negante» veritatem milla ett disputa- desque los traian; y desto se halló infinita culpa en
tío. Asi no pudo fray Vicente convertir sino muy el reconciliar do infinitos viejos que no eran bapti
pocos de ellos; y las gentes con despecho, metié zados ; é los inquisidores los ficieron é facían des
ronlos en Castilla á espada, y mataron muchos, é pués baptizar. Habéis de saber, que las costumbres
fué un concierto que fué en toda Castilla, todo un de la gente común de ellos ante la Inquisición, ni
dia martes. Entonce veníanse á las iglesias ellos mas ni menos que era de los propios hediondos ju
mismos á baptizar, é ansí fueron baptizados y tor díos, y esto causaba la continua conversación que
nados christianos en toda Castilla muy muchos de con ellos tenían ; ansí eran tragones y comilones,
ellos; y después de baptizados se iban algunos á que nunca perdieron el comer á costumbre judaica
Portugal é á otros reynos á ser judíos; y otros, pa de manjarejos, é olletas de adefina, manjarejos de
sado algún tiempo, se volvian á sor judíos donde cebollas é ajos, refritos con aceite, y la carne guisa
no los conocían, é quedaron todavía muchos judíos ban con aceite, ca lo echaban en lugar de tocino ó
en Castilla, y muchas sinagogas, é los guarecieron de grosura por escusar el tocino ; y el aceite con la
los aufiores, é los Reyes siempre por los grandes carne es cosa que hace muy mal oler el resuello ; y
provechos qne de ellos habían ; é quedaron los que ansí sus casas y puertas hedían muy mal á aquellos
se baptizaron christianos y llamáronlos conversos ; manjarejos; y ellos ese mcsmo tenian el olor de los
é de aquí ovo comienzo este nombre converso por judíos por causa de los manjares y de no ser bapti
convertidos á la Santa Fé; la qual ellos guarda zados. T puesto caso que algunos fueron baptiza
ron muy mal, que de aquellos, y de los que de dos, mortificado el carácter del baptismo en ellos
ellos vinieron por la mayor parte fueron y eran por la credulidad, é por judaizar, hedían como ju
judíos secretos, y no eran ni judíos ni christianos, díos ; no comian puerco si no fuese en lugar forzo
pues eran baptizados, mas eran hereges, y sin ley, so; comían carne en las quaresmas y vigilias é qua
y esta heregia ovo de allí bu nacimiento como ha tro témporas de secreto; guardaban las pasquas y
béis oido ; é ovo su impinacion é lozanía de muy sábados como mejor podian; enviaban aceite á las
gran riqueza y vanagloria de muchos sabios é doc sinagogas para las lámparas ; tenian judíos que les
tos, é obispos, é canónigos, é frailes, é abades, é predicaban en sus casas en secreto, especialmente 4
sabios, é contadores, é secretarios, é factores de las mugeres muy de secreto; tenian judíos rabíes
Reyes, é de grandes señores. En los primeros afios que les degollaban las rosos é aves para sus nego
del reynado de los muy cathólioos é christianísimos cios ; comian pan cenceño al tiempo de los judíos,
Rey Don Fernando y Reyna Doña Isabel su muger carnes tájeles ; hacian todas las ceremonias judaicas
tanto empinada estaba esta heregia, que los letrados de secreto en quanto podian; asi los hombres como
estaban en punto de la predicar la ley de Moysen, I las mugeres siempre se escusabnn de recibir los sa,
600 CRÓNICAS DE LOS REYES DE CASTILLA.
cramentos de la Santa Iglesia de bu grado, salvo Sevilla ; y junto con esto fueron certificados que en
por fuerza de las constituciones do la Iglesia. Nun toda su Castilla habia esta disformo dolencia ; y
ca confesaban lo verdad ; y acaeció á confesor con ovieron Bulla del Papa Sixto IV para proceder con
persona de esta generación cortarlo un poquito de justicia contra la dicha boregia por via del fue
la ropa, diciendo: pues nunca pocasto, quiero que go. Consedióso la Bulla y ordenóse la Inquisición el
me quedo vuestra ropa por reliquia para sanar los año de 1480.
enfermos. En Sevilla fué un tiempo que se mandó
que no se pesase carne el sábado, porque la cumian CAPÍTULO XLIV.
todos los confesos el sábado en la noche, ó mandá
ronla pesar los domingos do mañana. No sin causa De como comeozarotí en Sevilla a prender y quemar j reconciliar
les llamó nuestro Redentor gencratio prava et adul los hereges judaicos, é de la gran pestilencia del ato de ochen
ta y uno.
tera. No crcian dar á Dios galardón por virginidad
y castidad. Todo su bocho era crecor ó multiplicar. Habida la Bulla para la Inquisición por sus Al
E en tiempo de la empinacion de esta herética pra tezas del Papa Sixto concedida, estando por Asis
vedad de los gentiles-hombres de ellos, 6 de los mer tente do Sevilla Diego de Merlo , quo era un hon
caderes, muchos monasterios eran violados, é mu radísimo christiano caballero, muy discreto, y ce
chas monjas profesas adulteradas y escarnecidas, de loso de la fé de Jesucbristo y de la justicia, vinie
ellas por dádivas, de ellas por engaños de alcahue ron los primeros Inquisidores á Sevilla dos frailes
tas, no creyendo, ni temiendo la descomunión; mas de Santo Domingo, un provincial é un vicario, el
antes lo bacian por injuriar á Jesucbristo, y á la uno llamado fray Miguel, y el otro fray Juan; ó
Iglesia. Y comunmente por la mayor parte eran con ellos el Dotorde Medina, clérigo de San Pedro,
gentes logreras, 6 do muchas artos y engaños, por los quales todos tres, asi como uno , con gran dili
que todos vivían do oficios holgados, y on comprar gencia comenzaron su Inquisición en comienzo del
y vender no tenían conciencia para con los chris- año de mil quatrocientos ochenta y uno. En muy
tianos. Nanea quisieron tomar oficios de arar ni pocos días por diversos modos y maneras, supieron
cavar, ni andar por los campos criando ganados, toda la verdad do la herética pravedad malvada, é
ni lo enseñaron á sus fijos salvo oficios do pobla comenzaron de prender hombres é mugeres de los
dos, y do estar asentados ganando do comer con mas culpados, ó metíanlos en San Pablo ; é pren
poco trabajo. dieron luego algunos do los mas honrados é do loo
; Muobos de ellos en estos Reynos en pocos tiempos mas ricos, veintiquatros y jurados, é bachilleres é
allegaron muy grandes caudales ó haciendas, por letrados, ó hombres de mucho favor ; á estos pren
que de logros é usuras no hacían conciencia, di día el Asistente ; é dosquo esto vieron fuyeron de
ciendo que lo ganaban con sus enemigos, atándose Sevilla muchos hombros y mugeres ; y viendo qne
al dicho quo Dios mandó en la salida del pueblo de ora menester, demandaron los Inquisidores el Cas
Iuraol , robar á Egipto , por arte y engaño deman tillo de Triana, donde se pasaron, é pasáronlos
dándoles prestados sus vasos é tazas do oro ó de presos]; é allí ftcieron su Audiencia ; é tenían su
plata ; ó asi tonian presunción do soberbia, que en Fiscal, é Alguacil é Escríbanos, ó cuanto era ne
el mundo no había mejor gente, ni mas discreta, ni cesario, é facían proceso según la culpa do cada
inas aguda, ni mas honrada quo ellos, por ser del uno, é llamaban Letrados de la cuidad seglares , ó á
linaje do las tribus é medio do Israel. En quanto el Provisor al ver do los procesos é ordenar de las
podían adquirir honra, oficios reales, favores de sentencias, porque viesen como se hacia la justi
Reyes é señores , algunos so mezclaron con fijos é cia, é no otra cosa ; ó comonzaron de sentenciar para
fijas de caballeros christíanos viejos con sobra de quemar en fuego ; ó sacaron á quemar la primera
riquezas que so hallaron bien aventurados por ello, voz á Tablada sois hombros ó mugeres que quema
por los casamientos y matrimonios que ansi ficie- ron ; é predicó Fr. Alonso de San Pablo, celoso de la
TOn, quo quedaron en la Inquisición por buenos fé de Jesucbristo, el quo mas procuró en Sevilla esta
chrístianos é con mucha honra. Do todo lo sobro Inquisición; é él no vido mas de esta quema, que
dicho fueron certificados el Rey y la Reyna estan luego dende á pocos dias murió de pestilencia que
do en Sevilla ; partiéndose dende quedó el cargo estonco en la ciudad comenzaba de andar. Y dende
del castigo ó do mirar por ello al provisor de Sevi á pocos dias quemaron tres de los principales de la
lla, obispo de Cádiz, Don Pedro Fernandez de So ciudad y de los mas ricos, los quales oran Diego
lía, y el Asistente que entonces quedó en Sevilla, de Susan , que decían que valia lo suyo diez cuen
que era Diego de Merlo , para tolerar tan grande tos ; y era gran rabí, y según pareció murió como
mal, y quodó fray Alonso , segundo fray Viconto, ebristiano ; é ol otro ora Manuel Saull, ó el otro Bar-
para ver sobro ello, y otros clérigos y frailen; y tholoinó do Torrallia ; é prendieron á Pedro Fernan
visto quo en ninguna manera so podían tolerar ni do/, Vonedeva, quo era mayordomo de la Iglesia,
enmendar sino se facia inquisición sobre ello , de de los señores Dean y Cabildo , que era de los mas
nunciaron el caso por eslenso á sus Altezas, ó fa principales do ellos, é tenia en su casa armas para
ciéndoles saber cómo y quién y dónde se bacian armar cien hombres ; y á Juan Fornandcz Albola-
las judaicas ceremonias, y cómo cabían en perso sia, quo había sido muchos tiempos Alcalde de la
nas poderosas y en muy gran parte de la ciudad de Justicia, ó era gran Letrado, éá otros muchos ,é
DON FERNANDO É DOÑA ISABEL. COI
muy principales, é muy ricos , á los qnales también echaron en cárceles perpetuas, que ovo tales y es
quemaron, é nunca les valieron los favores, ni las tuvieron en ellas quatroó cinco años ó mas y sacá
riquezas ; é con esto todos Iob oonfesos fueron muy ronles y echáronles cruces é unos San Benitillos co
espantados é hablan muy gran miedo ó fuian de la lorados atrás y adelante , y ansi anduvieren mucho
ciudad é del Arzobispado ; 6 pusiéronles en Sevilla tiempo, é después se los quitaron por quo no creció
pena que no fuyesen, so pona de muerte, é pusieron se ol disfamo en la tierra viendo aquello. Entro los
guardas á las puertas de la ciudad ; é prendieron quo he dicho quemaron en Sevilla en torno do
tantos que no había donde los tuviesen ; 6 muchos aquellos dichos ocho años, quemaron á tres clérigos
huyeron á las tierras de los señores, 6 á Portugal, é de misa, ó tres ó quatro Frailes todos do este linaje
á tierra de moros. Este ario do 1481 , no fué pro de los confesos , é quemaron un Dotor fraile de la
picio á natura humana en esta Andalucía, mas Trinidad que llamaban Savariego, que era un gran
muy contrario ó de gran pestilencia é muy general, predicador, y gran falsario , hereje engallador, que
que en todas las ciudades, villas y lugares do esta le conteció venir el Viernes Santo á predicar la Pa
Andalucía murieron en demasiada manera, qno en sión y hartarso de carne. Quemaron infinitos güosoB
Sevilla murieron mas de quince mil personas ; é do los Corrales de la Triuidad y San Agustín ó San
otras tantas en Córdoba, é en Xcrez, ó en Ezija mas líornardo, de los confesos quo allí so habiao enter
de cada ocho ó nueve mil personas, y ansi en todas rado cada nno sobro si al uso judáico, é apregonaron
las otras villas é Iugaros ; é después en ol Agosto ó quemaron en estatua á muchos que hallaron da
alzóse la pestilencia, y con todo eso por mas do ocho ñados do los judios huidos.
años duró, que poco ó mucho acudía, ora en una Aquellos primeros Inquisidores fícieron facer
parte, ora en otra do esta Andalucía, y el afio de 1488 aquel quemadero en Tablada, con aquellos quatro
murieron en Córdoba otra voz, generalmente de- Profetas de yeso, en que los quemaban, y fasta que
cian, que aun mas cantidad del afio do ochenta y haya heregfa los quemarán. Muy hazañosa cosa fuá
nno, ya dicho. Asi que tornando al propósito, la el reconciliar de esta gente, por donde se supo por
Inquisición comenzada en el dicho año do ochenta sus confesiones, como todos eran judíos ; y súposo
y uno, como vieron que se encendía la pestiloncia,y en Sevilla de los judios de Córdoba , Toledo, Bur
huyan los christianos viejos de Sevilla, demanda gos, Valencia y Segovia , y' toda España ; como to
ron licencia al Asistente los confesos para se ir fue dos eran judios, y estaban so aquella esperanza que
ra do Sevilla por guarocor do la pestilencia, ol qual ol pueblo do Israel estuvo en Egipto ; que aunque
se la dió, con condición que llovasen cédulas para habían do Iob Egipcianos muchos majamientos, es
las guardas dolos puertas, é quo no llovasen las ha peraban que Dios los halda de sacar do entro ellos
ciendas, salvo cosas livianas do quo so sirvieson ; y como después los sacó, con mano fuerte, é brazo
de esta manera salieron machas gcntcB do la Ciudad entendido ; y asi ellos tenían quo los christianos
de ellos , especialmente de la tierra del Marqués do eran los Egipcianos, 6 peores, ó creían quo Dios
Cádiz que ora su enemigo, desdo las guerras del milagrosamente los sostenía é los defendía ; é tenían
Duque. Vinieron mas de ocho mil almas á Maircna, quo por mano do Dios habían de ser acaudillados,
y Marchena, y los Palacios, ó los mandó acogeré visitados, ó sacados do entro los christianos, y lle
facer mucha honra, ó 4 la tierra del Duque de Mo- vados en la santa tierra de promisión. So estos lo
dina ó do otros señores ansi por semejante ; y do cos esperanzas estaban y vivían entre los christia
oslos fueron muchos ú parar ú tiorra do moros atien nos, como por ellos fué manifestado é confesado,
do, é aquende, á ser judíos como lo eran ; ó otros se do manora quo todo el linage quodó infamado é
fueron á Portugal, é otros A Boma; é muchos se tocado do esta enfermedad. Ovo reconciliación en
tornaron á Sevilla á los Padres Inquisidores, dicien Sevilla quo salían en la procesión de éstas discipli
do é manifestando sus pecados é su horegia é do- nas do los Vicrnos mas do quinientas personas, hom
mandando misericordia ; é los padres los recibieron, bres é mugeres, con las coras descubiertos por las
é se libraron bien ó reconciliáronlos, é hicioron pú calles.
blicas penitencias ciertos Viérncs, disciplinándose) Esta Santa Inquisición ovo su comienzo en Se
por las calles de Sevilla en procesión. E en aquel villa, é después fué en Córdoba , donde habió otra
afio de ochenta y uno, desque los Inquisidores vieron ton grande sinagoga do malos christianos como en
que crecían las pestilencias en Sevilla, fucronBo hu Sevilla ; ó después fueron puestos inquisidores por
yendo á Aracena, donde fallaron quo hacer é pren toda Castilla , ó Aragón, é son infinitos quemados,
dieron é quemaron veinte y tres personas , hombres y condenados y reconciliados, oncarcelodoB on to
y mujeres, herejes mal andantes, é fícieron quemar dos los Arzobispados ó Obispados do Castilla é Ara
muchos giiesos de algunos que fallaron que habían gón ; é muchos do los reconciliados tornaron á ju
morido en la herética mosaica , llamándose chris daizar, quo son quemados por el mosmo caso en
tianos, y oran judios , y ansi como judíos habían Sevilla, y en los otros partes do Castilla. Agora no
morido. Y aquel año desquo cesó la pestilencia vol quiero oscribir mas do esto, quo no es posible pc-
viéronse los Inquisidores á Sevilla é prosiguieron dorse escribir las maldades do esta herética prave
su Inquisición fasta todo el año de ochenta y ocho, dad ; salvo digo, que, pues el fuego está encendido,
que fueron ocho años, quemaron mas de setecien quo quomará hasta quo halle cabo al seco de la le
tas personas, y reconciliaron mas de cinco mil y fio, que será necesario arder hasta que sean des
602 CRÓNICAS DE LOS BEYES DE CASTILLA.
gastados y muertos todos los que judaizaron, quo turcos vieron aquel desbarato, alzaron velas, é fué-
no quede ninguno ; y aun sus hijos los que eran de ronse por la mar. Quedó el Maestre de Bodas, he
veinte años arriba menos que fueran tocados de la rido do tres heridas de las quales escapó. El arma
mesma lepra. da de ellos no volvió en Constantinopla, mas antes
Fué este afio de 1481 al comienzo desde Navi un Baja, Capitán mayor de ella con despecho del
dad en adelante de muy muchas aguas y avenidas, desbarato de Rodas, vino en las partes de Calabria
de manera que Guadalquivir llevó é echó á per que es en el Reyno de Ñapóles, que se llama la gran
der el Copero , que habia en él ochenta vecinos, y Sicilia, y destruyó muchos lugares, y hizo muchos
otros muchos lugares de su rivera, é subió la cre daños y males en aquela tierra , y cercó á Otranto,
ciente por el Almenil de Sevilla é por la Barranca que es ciudad del Duque de Calabria , é combatióla
de Coria en lo mas alto que nunca subió, é estuvo noches y dias donde los de la ciudad por se defen
tres dias que no decendió ; é estuvo la Ciudad en der mataron muchos turcos, é los turcos la entra
mucho temor de se perder por agua. ron por fuerza de armas, é metieron á espada la
mayor parte de los christianos que en ella habia ; ó
después do apoderado en la ciudad é fortaleza
CAPÍTULO XLV.
mató á todos los clérigos que halló, é fizo aserrar
De como el gran Turco vino sobro Rodas é la tuvo cercada con por medio al Obispo de Otranto, é fizo matar mil y
grande hueste ¿ sobre ella embistió é fué desbaratado; i de quatrocientos hombres atados con sogas, é robaron
como los Torcos tomaron i Otranto, é do como el Duque de la ciudad, y enviaron la presa á Constantinopla
Calabria la recobró, ó de otras muchas cosas.
donde del gran Turco habían sido enviados ¡ é aquel
En el afio do 1480 en el Verano, vinieron sobre Bajá, é los otros ordenaron de dejar gente para de
Rodas una muy grande armada de turcos, enviada fender la ciudad, é dejaron en ella cinco mil tur
por el gran Turco Mahometo Otomano que envió cos y hombres de pelea con todas las cosas qne
desde Constantinopla, é tuviéronla cercada dos me eran menester, é oon mucha artillería é fuéronse en
ses, en el qual tiempo la mayor parte de los muros Constantinopla', y ansi Otranto quedó con los tur
la derribaron, con gran número de lombardas que cos por suya.
le asestaron, é pusieron á los christianos en mucho Horrible plaga fué el perdimiento de Otranto,
estrecho; é los christianos hicieron muy hondas que quando los perros de los turcos entraron en
cavas por de dentro de la ciudad, las quales si fe aquella Provincia sabían que no habia gente de
chas no fueran, la ciudad se perdiera; y estando socorro, y por eso se pusieron en cerco de Otranto,
un día los de la ciudad un poco seguros, arremetie por que el Duque de Calabria, Señor de aquella
ron los turcos de las estacadas y dieron un gran tierra , estaba de ahí ciento y cinqüenta leguas en
combate, en qne muchos de ellos entraron por cima Toscana, é el Bey de Ñapóles su padre, tenían guer
de los muros derribados é pasaron las cavas, é en ra con Florencia , que eran padre é fijo, é el Duque
traron en la ciudad; é no plugo á nuestro Señor que estaba en Sena con la gente de ambos que eran va
la tomason ; é los christianos que eran en la ciudad ledores de los Seneses ; é el Bey de Ñapóles estaba
se esforzaron mucho con su Maestre é capitanes en Ñapóles que son ciento de Otranto , é no tenia
dando grandes voces dioiendo Jesuchristo, y Santa gente de armas con que socorrer ; é así ovieron lu
María, y San Juan , y á ellos, y pelearon esforzada gar de facer el estrago que ficieron. Después da
mente dentro en la ciudad con ellos, en que de en esto el Duque de Calabria vino con gran gente de
trambas partes murieron muchos, y el Maestre y guerra, ó puso cerco sobre Otranto, y estando en el
los christianos con la ayuda de Dios se esforzaron, cerco invocó ayuda del Rey Don Fernando de Casti
y pelearon de tal manera que vencieron a los tur lla su primo, y del Bey de Portugal, temiendo quo
cos, é los turcos volvieron las espaldas á fuir, é fue habrían los cercados socorros de los turcos ¡ y fue
ron de ellos alli muchos muertos , é quedaron las ron de Castilla veinte y dos naos de gente de sooor-
cavas llenas de ellos donde fueron ahogados infini ro, y Don Francisco Enriquez, hermano del Adelan
tos de ellos, é otros muchos fueron despeñados de tado, por Capitán, y el Obispo de Ebora Don Gar
los muros á bajo , de manera que la ciudad quedó cía de Metieses, y no llegaron sino hasta Ñapóles,
deliberada y los christianos vencedores , é siguieron que ya él habia tomado á Otranto. El Duque de Ca
el alcance , donde ovieron infinitos despojos, é ri labria desque puso el cerco , dióle muchos comba
quezas de artillería, é armas, é ropas , é otras cosas tes, é mucha priesa , é viendo qne no se podían te
de prisioneros que allí tomaron. E los turcos ansí ner, é temiendo el perdimiento , nn Capitán de loa
vencidos, metiéronse en las fustas é navios fuyen- cercados llamado Damasquino, habiendo ya seis
do, é dejaron las catanas ó todo lo que en ellas te- meses que estaban ceroados, fizo un partido que lo
nian en el cerco, y confesaban algunos turcos que salvasen á él y á doscientos hombrea de au capita
vieron en aquella pelea un caballero muy teme nía, é que daría á todos los otros cautivos a merced
roso armado de blanco, el qual los detruia, é decian dol Duque ; el Duque concedió el partido, é salvó
que era San Juan, glorioso Apóstol, de cuya Orden al capitán é los doscientos hombres é tomó todos loa
es aquella ciudad, que la vino á defender, porque otros cautivos, en que tomó dos mil y quinientos
aquel día milagrosamente fué defendida, pues tanta hombres ó poco mas ó menoa , qne todos loa otros
muchedumbre de turcos la entraron. E desque los eran muertos de pestilenola que les habla dado, i
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DON FERNANDO É DONA ISABEL. 603
de los combates del ceroo ; é el Duque de Calabria doráronse de todo ; donde les hicieron muy solem
tomó la ciudad, é la fortaleza, é vendió todos aque nes recibimientos, é dieron muy grandes presentes
llos, é oto allí todo el despojo de los turcos, é oro, é dádivas, asi los Consejos de las ciudades, como los
é plata, é joyas, é caballos, é armas, é de aquellos caballoros é mercaderes, é los judíos, é los moros
cautivos muchos echó en las galeras, é dio de ellos sus vasallos, lo qual no es necesario escribir que se
á sus vasallos, é dejó para si doscientos y quarenta ria muy prolijo, empero quiero decir del presente
hombres turcos, que eran de rescate, que llevó á la de los [judíos de Zaragoza , porque fué muy gran
iglesia de Isea, que es diez y ocho millas de Ñapó concierto ó en número de doce.
les ;y asi el Duque.de Calabria el Gracho cobró á En Zaragoza les presentaron los judíos é Cabildo
Otranto, é fizo coger y enterrar los güesos de los de ellos en número de doce por muy singular or
christianos que los fieros turcos habian devorado den, lo qual fué doce terneras, doce carneros, to
en el campo, é fizólos sepultar en el monasterio do dos emparamentados, y en pos de oslo una singular
San Francisco, que los turcos habian derribado. Ovo vajilla de plata que llevaban doce judíos por sus
allí el Duque de Calabria tal artillería que los tur. piezas de platos é escudillas ; é uno de ellos llevaba
eos habian dejado pensando poseer é tener á Otran encima de el plato una rica copa llena de castella
to, la qual si mediante este tiempo el gran Turco no nos ; é otro llevaba encima de otro plato un jarro
muriera, socorriera, é porfiaban á tener que le daban de plata ; el Bey é la Beina, puestos donde lo vie
los turcos por ella ducientoB mil ducados; la qual ron todo, lo mandaron recibir é recibieron , é se lo
el Duque fizo llevar á una ciudad que se llama tuvieron en muy gran servicio, é les dieron por
Leche. ello muchas graoias é se lo agradecieron mucho.
Después de esto en el mes de Mayo, el tercero dia Visitaron primero el Reyno de Aragón, y dende
del dicho mes, dia de Santa Cruz año de 1481 mu fueron á Barcelona, y visitaron el Condado de Ca
rió é descindió al infierno el gran Turco Empera taluña ; y á la postre vinieron á Valencia, donde cu
dor de Constantinopla, llamado Mahometo Otoma todas estos partes les hicieron muy grandes y so
no, que mas de treinta afios habia hecho la guerra lemnes recibimientos , y les dieron muy grandes
muy cruelmente & los christianoB do Grecia y sus dones y presentes.
comarcas, y ganó de ellos muchas tierras é ciuda
des, é villas , é lugares , é ganó la ciudad de Cons CAPÍTULO XLVIL
tantinopla, é dio muerte á el Emperador, en el año
del Señor de 1455 años. Esto era el Emperador de Como casó el Delfín de Francia con Margarita, lija de Maximiano
Duque de Austria, Rey de Romanos, siendo niños.
Grecia, y de aquí desfalleció el imperio de Grecia,
é no ovo mas Emperador fasta ahora, salvo el Tur En el dicho año do 1481 fueron concertados el
co lo es. Bey Luis de Francia ó Maximiano, Duquo de Aus
En aquel propio año que murió el Turco viejo tria, Boy de los Romanos, fijo del Emperador Fede-
Mahometo Otomano , grande escándalo Be levantó ricus, tercio nieto del Bey Duarte de Portugal, yer
en Constantinopla con dos fijos que dejó ; el pue no dul Gran Duque Carlos de Borgoña, Conde de
blo quería por su Emperador y Señor al mayor lla Flándes, y por evitar algunos escándalos é guerras
mado Bayaceto, fijo mayor del gran Turco ; é los que entre ellos se esperaban por algunas causas de
barones, é caballeros de la casa del gran Turco, sus Beinos é Provincias, casaron al Delfinde Fran
querían al mas chico, que nació después del otro, cia Carlos, fijo del dicho Bey Luis, con Margarita,
por su Emperador y Señor llamado Sizimo, y so fija del dicho Maximiano é Doña María, su mu
bre esto pelearon y venció la parcialidad del mayor jer, difunta, fija del dicho Carlos Duquo de Borgo
al menor, y el mayor fué levantado por Emperador ña é Conde de Flándes, difunto, siendo él de poca
en el sexto calendas de Julio del dicho año, y Sizi edad, de nueve años, y especialmente Margarita
mo, como se viese vencido fuese en Siria, cuidando de quatro años. E fecho el concierto é casamiento é
tomar por allá el Imperio y la tierra que su padre desposorio, el Bey de Francia mandó á su fijo so
dejó, y tomó á Prusa, y su hermano fué contra él pona de su maldición, que otra mujer no tomase, é
con gran hueste, y corriólo de allá y eohólo de la (lióla en guarda é cargo al Parlamento é Consejo
tierra, y tomó y señoreó todo el imperio de su pa de París, para que la criasen. Ca luego que fué he
dre, y el vencido Sizimo se vino á Bodas, y dende cho el concierto so la entregó su padre , y fue lla
en Boma donde fué detenido fasta que murió. mada mientras el Bey Luis vivió Princesa ó Delfi-
na, de Francia ; y esto hecho, dende á quatro meses,
CAPÍTULO XLVI. cerca de San Juan de Junio, murió el Bey Luis de
Francia ; y el Parlamento ovo cuidado, é los Caba
Como el Rey y la Reyna fueron i visilar sus reynos de Aragón,
y del présenle que tes dieron los indios de Zaragoza. lleros do Franoia de oriar los jóvenes desposados;
llamaban á la Margarita Reyna de Francia, también
En el dicho año de 1481 fueron el Bey Don Fer como al desposado, que como murió el Padre le ti
nando é la Beina Doña Isabel con toda su oórte á tularon Bey de Francia. Estuvo el Reyno de Francia
Aragón, Cataluña y Valencia , á ser recibidos por en tutela del Parlamento é caballeros gran tiempo
Beyes é Señores de la tierra, é á tomar posesión de esperando la edad del Bey fasta que fuese para lo
aquellos Beynoa é Condado do Barcelona, é apo- regir, el qual no salió dispuesto quauto fuera me
604 CRÓNICAS DE LOS REYES DE CASTILLA.
nester, é no lo osaron darla gobernación del Reyno, pueblos que por su causa hablan sucedido, 6 so ha
fasta que pasaron aun mas tiempo de 16 que el de- bían fecho é reoreoido por haber entrado en Casti
rocho permitía; ó desquo lo dioron la gobornaoion, lla á royuar. E eso mismo consideró la necesidad
comenzó á favorocor desconciertos, y no quiso estar grando ou que habia puesto su reyno do Portugal.
por el casamiento de Margarita, que su padre habia Ca habia echado y cojido en el tiempo de la guerra
fecho é le habia mandado afirmar y hacer desque i. sus vasallos todos muy grandes pechos , é derra
fuese de edad, y todas los cosas se le hicieron mal, mas é prestidos que habia tomado la plata y oro de
y vivió poco, como adelanto se dirá. las iglesias y monasterios de sus reynos prestada , y
aun estaba por pagar mucho de ello ; é de oomo lo
CAPÍTULO XLVIII. habia todo gastado muy mal gastado en la deman
da de Costilla, sin facer cosa alguna en lo que pen
De como se comenzó la guerra entre los corislianos 6 los moros. só ; y asi mesmo consideró las siniestras desdichas
En este año do 1481 en el de Octubre, comenzó y afrentas que habia recibido en la dicha demanda,
el Marqués de Cáliz á facer públicamente la guerra ansí en los suyos como en su persona ; é queriendo
á los moros, ó sacó su hueste , é amaneció una ma dello facer penitencia le pesó mucho de todo lo pa
ñana sobre Vil 1 aluenga, é quemóla, é corrió los lu sado, é que atribuyó todo el pecado é cargo á si mes
gares do la Sierra, é corrió á Ronda, é durmió sobro mo é no á otro, é consideró que todo lo habia venido
ella, á derribóles la torre de Mercadillo, ó fizóles así por su pecado é que todo cargaba sobre su áni
muchos ilnnos , ó volvióse con su honra ó cabalga ma, ó vido ser imposible salvarse sin hacer gran
da, ú deudo en adelante fizo otras muchas entradas, penitencia, é por cato después do ordonar su ánima
é se siguió la guerra entre christianos é moros en se fué pelegrinando á Jerusalen. Otros dijeron quo
toda la frontera, se metió fraile, é se fué á visitar los Lugares San
tos de Santiago é Roma. Esta fué la común opinión,
CAPÍTULO XLIX. é tanto se publicó que mandaron pregonar y defen
derlo, y que el quo tal dijese que muriese por ello;
De como falleció' el Rey Don Alonso de Portugal. como quiera quo sea , Dios lo quiera perdonar por
En el dicho año de 1481 falloció el muy noble su gran misericordia, y á nosotros también. Esto no
Rey Don AlonBO do Portugal, en un lugar quo lla ble Rey, aunquo casó con su sobrina ya dicha, hija
man Sautarom , y su cuerpo fuó llevado ú enterrar do la Reyna Doña Juana, mujer del Roy Don Enri
á Santa Marfa rio la Batalla, al enterramiento de sus que de Castilla, fué fama pública quo no quiso ha
antecesores quo ende está, donde fué sepultado con ber aceso á ella, antes la guardó mucho, é como asen- ¡
las honras y obsequias según á, su Roal estado con tó las paces con Castilla la fizo meter en un monas
venia. Falleció siendo de cinqüenta años; nació el terio de monjas en Santarcm con cierta renta para
año de 1432 á 15 dias del mes de Enero , é falleció bu mantenimiento é provisión, é con mucha guarda
en dicho año en el mes de Agosto. Fué muy amado la qual estuvo allí hasta el comionzo del año 1506,
y querido en su reino de Portugal , por bus muchas quo el Roy Don Manuel la mandó sacar y llevar á
virtudes, y bondades que en él habia, era muy de Lisboa, c siempre la llamaron en Portugal la exce
voto, é christianisimo, é sabio, é cnerdo, é franco, é lente Señora.
hallóla mina do oro. Él ganó ú los moros ú Tánjer
é A re i la, con que se acompañaron Alcázar y Ceuta, CAPÍTULO L.
que él tenia allende. Fué luego después de la publi
Como reinó su DJo el Rey D. Juan de Portugal.
cación de eu muerte, fama pública en todo Portu
gal, que el Rey Don Alonso no era muerto, por El Rey Don Juan de Portugal comenzó do rey-
quanto no fué enseñado después do difunto, como nar en el Portugal año de 1481 , después do la muer
si fuera ó debiera ser enseñado ; nin ovo persona te del Rey Don Alonso su padre, en el mes do Agos
que dieso fé, qne lo vido morir ; nin ovo persona to del dicho año, é reinó catorce años. En el co
que adornase su cuerpo para la sepultura, nin se mienzo do su reinado ovo diferencias é turbaciones
pudo saber quién lo adornó, como suelen facer ú los entre él é algunos Grandes de Portugal el año de
Reyes cuando mueren ; é toda bu fin fué tan secreta, 1483 después de las entregas destechas é venida en
que lo que fué no lo supo sino el Príncipe y el Rey Castilla la Infanta, é el Duque de Viseo á Portugal
Don Juan sn fijo ; é muy pocos do su secreto, é por y el Príncipe do Portugal llevado é Ébora, estando
eso dijeron, é fué pública fama quo como él habia seguro el Duque de Braganza, quo ora casado con
sido muy buen Roy y temeroso do Dios é do su hermana do la Reyna, on la Ciudad do Ébora, el Rey
conciencia, ó caritativo, ó dovoto, é do virtud , que lo mandó prender, el qual fué preso Jueves dia del '
aun so hablaba do él quo adonde ponia sus manos Corpus Cliristi, á 29 dias del mes do Mayo, é fizo
en el nombro de Jesuchristo sanar los enfermos es proceso contra él é fué degollado por su mandado
pecialmente los lamparones, ó iban á él desdo muy desdo á quirico dias Viernos, é do esta fué grande
lejas tierras, ó quo teniendo su conciencia, conside espanto en los caballeros do Portugal ; y ol Condes
ró é pensó en los muy grandes daños é muertes do table su hermano del dicho Duque huyó en Castilla,
gentes, é robos, é hurtos, ó despojos, é traiciones, ó ó otros algunos ; ol Rey tomó ó fisco toda la hacien
disfames de mujeres, é perdimientos de gentes é da del Duque para si é disimuló el Rey por estonce^
DON FERNANDO É DOÑA ISABEL. C05
En el año de 1484 en el mes de Agosto en Setubal, por el Mariscal mozo, fijo del Mariscal Fernán Da
altando el Bey en su Palacio entraron i él seguros ñas de Saavedra, deíunto suso dicho.
nna noche, el Duque de Viseo , su primo, hermano
de la Beyna, Don Diego, é el Obispo de Ébora; y el CAPÍTULO III.
Rey tenia ya concertado de los matar , é asi como Como tomó el Marqués de Cádiz i Albania de los moros 4 como
entraron dió de puñaladas al Duque y matólo, é fizó é quien fui con él j en qné tiempo.
lo echar por una ventana abajo sobre un tejado que
era en lo alto de la Bala, é prendió á el Obispo é fi En Jueves postrero dia del mes de Febrero, año
zólo echar en una cisterna dondo estuvo fasta que del nacimiento de Nuestro Redemptor Jesuchristo .
murió. E esto fecho, fuyeron con temor muchos oa- de 1482 años, tomó la villa do Albania el famoso y
balleros de Portugal é vinieron en Castilla, especial muy esforzado caballero Don Rodrigo Ponce de León,
mente el Conde de Faro, é Fernando de Silveyra ; é Marqués de Cáliz, Conde de Arcos, Señor de la villa
Don Alvaro hermano del Duque do Braganza ya es de Marchen a á los moros con la gente del And al acia,
taba en Castilla , oa diz que como oyó , ó entreoyó é fué de esta manera. Habia un sagaz hombre es
que hacian los caballeros monipodios contra el Boy, calador que llamaban Ortega de Prado y de noche
él por no entender en ello luego se vino á Castilla andaba escuchando donde so velaban bien ó mal
antes de la muerte del Duque su hermano ; y el Bey los moros ¡ y supo tanto de Alhama, que con ayuda
tomó todas sus haciendas á los ausentados, c las fis- de Dios se atrevió de escalar, é fizólo saber al Rey
có para si. E después prendió é degolló á Don Fer Don Fernando, estando ol Rey en Castilla la Vieja,
nando de Meneses hermano del Obispo de Ebora, é el Rey cometió el oaso con gran secreto de ello al
dos fijos del susodicho , y desquartizaron á él uno ; Marqués susodicho, confiando de su notable esfuer
é fizo degollar á Pedro de Alburquerquo, é & otros. zo é liberalidad ; el qual tomó la empresa á su cargo,
E esto diz que fizo el Bey porque falló que los di é sacó su hueste, é llevó consigo á Diego de Merlo
chos caballeros le ordenaban la traición, é tenian Asistente de Sevilla, con la gente de Sevilla, é á Juan
concertado de matar é él, é á su fijo, é alzar por Bey de Robles, Corregidor deJerez, y al Adelantado del
de Portugal al dicho Don Diego Duque de Viseo, Andalucía Don Fadrique ; é llevó consigo todos los
hermano de la Beyna, fijo del Infante Don Fernan Alcaydes de su tierra, é otros Alcaydes de esta fron
do, hermano del Bey Don Alfonso. Este Boy Don tera, en quo allegó dos mil y quinientos deá caballo
Juan era hombro discreto, esforzado, feroz, é agudo, é tros mil peones. Y el Conde do Miranda que se halló
sospechoso, deseoso de saber cosas nuevas , traia entóneos negociando en esta tierra ahorrado, se fuá
comunmente muchas carabelas á descubrir por el con ellos'; é no sabia ninguno donde iba sinó ol
mundo ; las primeros carabelas que fueron ó descu Marqués, é Diego de Merlo, é el Adelantado ; é de
brieron la especería Calecud en Indias al Levanto, jaron aporcobida toda la tierra, é partieron de Mar-
é las envió, ó después de su muerte vinieron on chena ú la via do Antcquora, ó desquo allegaron al
Portugal, reynando ol Bey D. Manuel. Esto Bey Don Rio do las Yeguas dejaron endo el fardaje, é fue
Juan desde que por sus manos mató ásu cuñado, co ron sobro Alhama Miércoles noche, é dos horas an
mo he dicho, nunca mas bo aseguró ni tuvo sogura tes quo amaneciese otro dia Jueves, el Marqués lle
la vida, porque era hermano de su mujer y do su gó cerca de Alhama; é envió delante á Martin Ga-
sangre Real ; y era viva su madre Doña Phelipa lindo, Comendador de la Reyna, Alcayde que era
suegra del Rey, á la qual dió mal trago. Dió luego estonce do Marchena, é con él otros Alcaydes y es
á Don Manuel á Viseo, é todo lo que su hermano cuderos de los mas esforzados do quien él confiaba
tenia, é rezóle que tuviese manera do le ser leal. que por la honra habian de osar morir, antes quo
recibir mengua ; é fueron con el escalador Ortega
CAPÍTULO LL do Prado , número de fasta de treinta hombres ; ó
echaron las escalas por la fortaloza por donde man
Como lotniron los moroa 1 Zaharí, éla latieron. dó el Escalador, é plugo á nuestro Señor que no fue
En el Begundo dia de Navidad en fin del dicho ron sentidos, é el primer hombro que subió en pos
año de 1481 escalaron los moros á Zallara, é toma del escalador fué Martin Galindo, é el segundo Juan
ron la fortaleza ó la villa con toda la gente, é de Toledo bu criado, é el tercero también su criado
quanto en ella habia ; é se perdieron entro muertas Estrcmera ; é luego el Alcayde de Archidona, é lue
é cautivas, chicas é grandes que ovieron los moros go los otros Alcaydes, los qu ales montaron, é mata
ciento é sesenta personas christianas, que no Be sal ron las velas , é alcaydes, é tomaron la fortaleza ; ó
varon , salvo algunos hombres que saltaron por los ficiéronlo saber al Marqués que estaba ahi cerca on
adarbes) é la Villa asi tomada, tuviéronla y defen la celada con la gente, el qual, como lo supo, fizo
diéronla cerca de dos años, fasta que se la tomó é tocar las trompetas é atabales é la gente dieron gri
ganó el Marqués de Cáliz; é de muchas veces que ta y allegaron cerca de la villa é descansaron, é dio-
por allí entraron mientras la tuvieron á oOfrer Mor ron cebada, é almorzaron ; é los moros trabaron pe
ra de christianos siempre les fué mal a los moros, é lea con los christianos que habian escalado la for
volvieron vencidos é desbaratados. Perdióse por taleza ; é algunos de aquellos que habian escalado
mal recaudo do los que la rejian, por no estar aper descendieron dentro á lo llano, por echar de allí á
cibidos de guerra los vecinos de ella que la. tenian anos moros que les tiraban saetas, é trabaron pe-
605 CRÓNICAS DE LOS REYES DE CASTILLA.
lea. Murieron allí dos alcaydcs honrados , los quales daje fasta Antequera, y dende cada uno se fué.
eran Nicolás de Rojas, Alcayde de Arcos , é Sancho para bu tierra.
de Avila, Alcayde de Cannona. E desque la gente fué
descansada el Marqués fizo apregonar combate es
CAPÍTULO LIIL
cala franca é luego oradaron el muro por un cabo,
é diéronle combate por muchas partes é entráronles Como el Rey de C ranada combatió al Marqués é i el Adelantado,
por fuerza ; é desque entraron pelearon dentro en é i el Asísteme de Sevilla e;i todos (loa ebriatlaoos que cata
ban en Alhama.
la villa con los moros por las calles , que se les te
nían muy fuertemente, é fícieron en ellos muy grande E oomo el Rey moro volvió sobre Alhama dejan
estrago metiendo á espada todos los varones, é to do de seguir los que se volvieron con el fardaje,
maron la villa é todas las personas que ende había mandóle dar combate por todas partes , é llegaron
hombres é mujeres chicos é grandes que no escapó los moros con las escalas hasta los muros, é comba
ninguno, salvo algunos hombres que fueron fuyen- tían muy bravamente osando morir ; é el Señor Mar
do á la vuelta por la mina 6 por otras partes, é allí se qués y los otros señores capitanes cada uno por su
tuvieron ciertos moros oon bus mujeres é jente me cabo esforzaron su gente, y diéronse á tal recaudo
nuda en una Alhima, que no les pudieron entrar que mataron é firieron de los moros muy muchos,
fasta el tercero dia que se dieron. E en lo que se y defendieron bien bus vidas y la villa, en tal ma
pudo saber murieron allí ochocientos moros varo nera que los moros Be enojaron é dejaron el com
nes dejando algunas moras que murieron también bata desque vieron que tanto daño les faoian. El
á las vueltas. Fueron presos cautivos tres mil áni Domingo siguiente dieron otro muy gran combate,
mas, poco mas ó menos, entre chicos y grandes; la é minaron el muro, é vieron é vinieron á lo dar muy
villa era de seiscientos vecinos. Ansi fué tomada la armados é pertrechados y dando muy grandes ala
villa de Albania, que era la mas rica pieza de su ta ridos é gritos, el qual duró por muy grande espacio
maño que habia en tierra de moros. Ovieron en ella en que al fin fueron mas de dos mil moros muertos
el Marqués, é todos los que con él fueron infinitas é heridos. E dende este dia, no osaron dar mas
riquezas de oro y plata y aljófar é sedas é ropas de combate Real , salvo en el agua que quitaron mu
seda de Zarzaham é tafetán, é alhajas de muchas chas veces á los de la villa , é hacían mucho daño
maneras, é caballos é acémilas, é infinito trigo é ce que echaban el arroyo por otra, parte, é salían los
bada, é aceite, é miel, é almendras, é muchas ropas de la villa por la mina é volvíanla á echar por do
de finos paños , é de arreos de casas. Deliberaron solía ir ; y sobre esta agua recibieron asaz daño loa
ende todos los christianos que habia en ella cauti christianos que de algunos que murieron los mas
vos, que hallaron en una mazmorra, é hicieron jus fueron sobre el agua, porque no tenían sino un po
ticia de un tornadizo que allí tomaron, Elche, traidor zo en la villa, é padecieron los cercados muy gran
renegado que habia hecho muchos males, entrando des penas de sed á causa que los moros les quita»
atierra de christianos, como sabia la tierra de ban asi el rio. Estuvieron cercados el Marqués á
cuando él era christiano. La villa tomada, pusieron aquellos señores é gente que la tomaron veinte j
sus guardas é todo á buen recaudo ; é eetubieron all( cinco (lias, tanto se estuvo el Rey de Granada so
holgando Viernes, é Sábado, é Domingo é Lunes, é bre ellos. El Rey Don Fernando supo en breva
fasta que el Martes que vino sobre ellos el Bey Mu- tiempo la nueva de lo que estaba fecho, aunque es
ley Hacen de Granada, con cinco mil y quinientos taba lejos en Castilla, é envió á mandar á todos loa
de á caballo, y ochenta mil peones á cercallos, é aún caballeros del Andalucía , é comunidades que fue
el fardaje del Marqués no era llegado , que habia sen en socorro del Marqués á descercar á Alhama,
estado detenido en el camino esperando jente de y luego se juntaron con el señor Duque de Medina
á caballo para entrar, é en tanto vino el señor Don Don Enrique, Conde de Niebla, grandes gentes da
Alonso de Aguilar con bu jente de á pié é de á ca Sevilla y su tierra é sus comarcas, é juntáronse el
ballo é tomó el fardaje para llevarlo é meterlo en Conde de Cabra é Don Alonso de Aguilar, é Martin
Alhama. E visto por el Marqués, el dicho Martes de Alonso de Montemayor, é el Maestre de Calatrava
mañana , como los moros les venian á poner cerco, Don Rodrigo Jirón, é el Adelantado de Cazo ría, á
é sabia que ese dia habia do llegar Don Alonso con el Marqués de Villena, con muchas gentes de sua
el fardaje é repuesto, envióle á decir a uña de caba tierras é do el Andalucía, de manera que se hizo una
llo que se volviese presto que ya no era tiempo que muy grande y muy hermosa hueste de muy gran
en Alhanv» pudiese entrar , porque el Rey de Gra caballería , y peonaje, y juntáronse todos cerca da
nada era venido á los ceroar, el qual, viendo el men Antequera, y el Rey Moro de Granada desque supo
sajero dio vuelta oon el fardaje, é anduvieron toda que iban sobre él alzó bu Real y fuese huyendo á
aquella noche hacia Antequera ; y el Rey de Gra Granada. E alzó el Real un Viernes de mañana á 29
nada supo la nueva de aquella gente é fardaje como dias de Marzo. E la gran gente de los christianos
iban, é como daban la vuelta , é abajo Miércoles de del socorro llegaron á Alhama el Domingo siguien
mañana con todo su Real en pos de ellos y no los te de mañana donde fueron reoibidos con mucha
pudieron alcanzar a causa que no curaron mucho alegría de los que dentro estaban ; é allí salió el se
de los seguir é volviéronse los moros é asentaron ñor Marqués de Cádiz, y el Adelantado de Andalu
bu Bealé Don Alonso de Aguilar se vino con el far cía con muchos caballeros á recibir el socorro y 4
DON FERNANDO É DONA ISABEL. 607
ios señores sobredichos, loa quales todos abrazaron habian quedado é puso gente da refresco, é puso
y besaron, al Marqués primero, y despnes á el Ade por capitán y Alcayde al Señor Luis Puertocarrero,
lantado del Andalucía; allí se ficieron aquel dia Señor de Palma, del qual estuvo su domada ; y des
runchas amistades entre dichos señores de algunos pués lo mandaron, é pusieron al Comendador Juan
enojos y diferencias, que en algunos tiempos ha de Vera Alcaide que fué de Jaén. E otro sí de esta
bían pasado. Fornecieron la villa de viandas é ar vez que el Rey Don Fernando fué á ver á Alhama,
mas, é de gente de refresco con algunos de los que vino á Loja, é otros lugares de los moros.
dentro estaban , y dejáronla por el Rey y Reyna de
Castilla, é por Capitán é Alcayde de ella al dicho CAPÍTULO LVI.
Diego de Merlo, Asistente de Sevilla, con ochocien
De como en Granada altaron otro Rey, é dejaron al Rey viejo.
tos hombres de pelea, en los quales dejó el Maes-
' tre cinco alcaides suyos con la gente de su tierra Después que el Rey moro Muley Hacen volvió
que ende quedó. E volviéronse todos por Anteque de Alhama en Granada sin la tomar, luego fué
ra como uno en sus tierras, é supieron como el Bey gran división entre los moros , é alzaron por Rey á
Don Fernando estaba en Lucena que venia al so Muley Baudili su fijo en Granada los grandes de la
corro , é dende dio vuelta á Córdoba, que supo lo ciudad. Y alzóse también su hermano Muley Bula-
que era fecho y que la gente se volvía. haique; é fuese de Granada é tomó contra su Padre
á Almería, é el otro quedó Rey en Granada; y des
CAPÍTULO LIV. que esto vido el Rey viejo Muley Hacen fuese á
Málaga é con toda su casa é tesoros ; é la mayor
Como tornó el Rey Moro 4 cercar i Alhamí y entraron en ella parte de este daño le vino al Rey viejo por envidia
por combate ciertos moroa.
que habian los caballeros de Granada , por la gran
Tornó el Rey Muley Hacen, moro Rey de Grana privanza que con él tenia el Ibocacim Venegas, Al
da dende á pocos días sobre Alhama é púsole cer guacil de Guarda, que mandaba á Granada é todo
co é túvola cercada cinco dias, en los quales la com el Reyno mucho mejor que el Rey. Este Alguacil,
batió muy fuertemente é fizo tirar con una gruesa era de linaje de christianos de los Venegas de Cór
lombarda tres tiros ; é entraron los moros por una doba, é su padre é abuelos fueron christianos é él
escala que de ante noche habian puesto en un lugar nació en tierra de moros, é era muy gran servidor
pequeño de unas peñas é vuelta del adarbe en la del Rey.
villa al tiempo del combate, é estaban ya dentro se
cretamente quarenta moros sobidos en el Adarbe, CAPÍTULO LVII.
en un compás secreto, que no los veía nadie é por
subir mas quebróseles el escala é no pndieron subir De la batalla del Lomo del Jodio que Teneieron loa christianos
de Utrera.
mas. En esto los ohristianos ovieron vista de mo
ros, é desque ellos vieron que los habian visto sa Viernes primero dia del mes de Marzo año suso
lieron peleando é dando grita , é muchos christia- dicho de 1482, que fué un dia después de la toma
nos se alteraron é dieron á huir diciendo que sin de Alhama , acaeció que los caballeros de Utrera
remedio la villa era tomada, é los moros mataron que quedaron en guarda de la tierra, los quales fue
dos christianos, é otros christianos que estaban cer ron quarenta y ocho, todos los mas ancianos, mas
ca de allí se esforzaron , y arremetieron donde sin viejos que mozos, los quales sabida la nueva que
tieron que estaba el escala é vieron que se les ha entraban los moros, que como tenian á Zahara, no
bía quebrado, é atajaron los moros entrados, é ma eran sentidos muchas veces fasta que corrían ; é
taron de ellos doce, é prendieron veinte y ocho, é por esto fuéronse á Bornos, llevando por Capitán al
murieron muchos moros en aquel combate, é fue Alcayde de Utrera , Gómez Méndez de Sotomayor,
ron muchos heridos. E desque el Rey moro esto é juntáronse con algunos caballeros muy pocos que
vido, alzó el Real , é volvióse á Granada. E asi ahi estaban é oon algunos peones, é estando en
ovieron allí el Asistente con todos los otros capi Bornos el dicho Viernes de mañana, amanecieron
tanes, con todos los demás que ende estaban la vic los dichos moros de Ronda é de su tierra sobre ellos,
toria aquel dia é mucha honra. E entre los moros los quales eran doscientos y sesenta de á caballo
que tomaron ovo ocho moros de buen rescate, é re los que allí vinieron, é algunos peones, é el peona
partieron la presa entre todos. je dejáronlo en la Sierra , é corrieron el campo de
Bornos é de Espera, é de Sevilla, é recojieron quan-
CAPÍTULO LV. to ganado hallaron, é los pastores que pudieron ha
De como el Rey D. Fernando fuá i ver 4 Alhama. ber, en que llevaban once mil cabezas poco mas ó
menos, ibanse poco á poco con ellas que como no
A catorce dias del mes de Mayo del dicho año de había gente, que eran idos á Alhama, no había quien
mil quatrocientos ochenta y dos, fué el Rey Don se lo contradijese. E desque esto vieron los chris
Fernando á ver á Alhama con muy grande hueste tianos que estaban en Bornos , los quarenta y ocho
de gente é entró en ella , é ovo ende mucho placer, de Utrera é diez de á caballo del misino lugar, é de
é mandóla mucho adobar é fortalecer, é mudó la Arcos seis de á caballo, de Espera otro de á caballo,
gente, é sacó al asistente, y á todos los que ende que fueron todos setenta y dos de á caballo con los.
m CRÓNICAS DE LOS REYES DE OASTlLLL
Alcaydes de Utrera Sotomayor, é Matheo Sánchez, lian á pelear muchas veces por donde mas i manó
Alcayde de Bornos, todos los mas hombres viejos hallaban las estancias , é cada día les entraban mo
canos, salieron á trecho do los moros con obra de ros de refresco en la villa , que el real no lo podía
treinta peones y fuéronso en pos de ellos, fasta el defender, que estaba entre la villa y el Real é estan
cerro que dicen el Lomo del Judio, á dos leguas de cias , el rio Guadajenil. E un dia salieron los moros
Bornos ; é allí los moros desque vieron tan poca do la villa á pelear por estancia donde estaba el Maes
gente, habido su consejo, diciendo que también los tre de Calatrava Don Rodrigo Girón , é ¿1 salió á
podrian llevar como la cabalgada, volvieron sobre pelear con ellos , é diéronle una saetada de quo mu- <
ellos, pensando quo les fuirian ; é los christianos rió luego, é acudió gente del real é flcieron huir los
desque los vieron venir, ficicronse un cuBo y apre moros. E viendo esto el Rey é los Caballeros, é vis
táronse, é pusieron los peones al un cabo, y esfor to como tenian poca gente, é estaban cerca de Gra
zándose los uuos con los otros, diciendo unos á otros nada donde muy presto se podian recrecer , é socor
que todos ficiesen como buenos, quo Dios, é la Vir rer á aquella villa mucha gente, ordenaron de alzar
gen Santa Maria é el Apóstol Santiago les ayuda el real , porque no so fallaron mas de quatro mil de
rían ; y los Alcaydes ambos eran hombres esforza á caballo é doce mil peones, é según la calidad de
dos, y esforzaron mucho la gente é pusiéronla en la tierra eran menester para aquel cerco aquellos, y
orden, y apretáronse mucho todos, puestas sus lan otros tantos ; é como los moros de la villa vieron
zas de encuentro ; y los moros viniéronse para ellos, que el real se alzaba salieron á pelear yaque la ma
y queriendo encontrarse soltaron los moros tres es yor parte ora alzado , ó flcieron muy grande alboro
pingardas á caballo facia los christianos, é non les. to en el real, é muchos caballeros é peones dieron á
flcieron daño ; arremetieron los unos con los otros fuir al Rey mesmo ; é como vido aquello acudió por
diciendo los christianos Santiago , é rompieron los aquel lugar con algunos pocos de caballeros, dicien
unos on los otros ; los peones se estuvieron quedos do á voces : a tener caballeros , tener caballeros » ; ó
fecho adarbe con las puntas de sus lanzas que les peleó allí el mesmo con los moros é desbarató una
non pudieron entrar; é volvióse la pelea; mas los batalla, y atajó otra do cinquenta moros que no pu
christianos horadaron luego la batalla de los moros dieron tomar el paso, é no tuvieron otro remedio si
andando muy apretados, é acaudillados, é dieron no echáronse los mas de ellos en el rio donde se aho
vuelta otra voz sobre ellos , derribando é matando garon , é los otroB murieron á lanzadas y en esto ol
muchos. Los peones, dosquo vieron derribados mu real tuvo algún tanto de lugar lo que no era alzado
chos moros , comenzaron do matar é ayudar á los de se alzar y poner en cobro. E como el Rey en esto
suyos. Los moros como vioron tantos cuidos de ellos andaba peleando con los moros recrecíanse mas mo
é los christianos en su vigor, comenzaron de huir ros , ó vidolo el Marqués de Cádiz é socorriólo con
vencidos, é muertos, é desbaratados ; los christianos sesenta lanzas, dejando el cabo donde estaba, évino
siguieron el alcance gran rato, é fueron muertos allí é fizo quitar al Rey de aquel peligro é púsose
mas de cien moros y cautivos no mas do tres, é él allí, é salieron otra vez los moros por allí ; é fizo
murieron quatro christianos, tres do Utrera, y uno el Marqués tres ó quatro vueltas sobre ellos muy es
de Arcos ¡ y volvieron todo el ganado que llevaban forzadamente conloe que con él estaban , é echó una
los moros, 6 cojieron el campo, en que ovieron no lanza á un moro é atravesólo , ó quedó sin lanza, &
venta caballos é muchas armas, 6 volvieron toda la firiéronle el caballo de una saetada, é con estas
presa quo los moros llevaban, é tornaron con mu vueltas quo fizo escusó quo no se perdió parte del
cha honra á sus casas, é/epartieron la presa por to real. Con todo eso se perdió mucha harina, vino, é
dos los que allí so hallaron y polearon. Esto aBo algunos tiros do pólvora, en los quales fueron qua
fué Juan de Vera , fijo del Comendador Diego do tro ó cinco robadoquines. E esto fecho el Rey fizo
Vera, enviado á Granada por Embalador, é estando bastecer á Alhama do aquellos bastimentos que ha
en la Alhambra ovieron unos moros disputa de co bían ido al roal, ó vínose sin facer lo que quería , é
sas de la fé, ó un moro üonzorrajo dijo quo nuestra fué esquela al Roy este cerco primero de Loxa on
SeBora la Virgen Maria no quedó Virgen después que tomó lición , y deprendió ciencia con que des
que parió á Nuestro Sefior Jesuchristo, y Juan do pués fizo la guerra, é con ayuda de Dios ganó la
Vera dijo que mentia , y lo hirió con la espada en tierra', según adelante será dicho. É desde esta vez
Ja cabeza, ó el Rey Don Fernando se lo agradeció lo creció contra los moros muy gran omezillos é fizo
mucho é lo dio mercedes. facer sobre la que tenia muy gran artillería de tiros
de pólvora en Huczna , ó muchos robadores, é guar
CAPÍTULO LVIII. ' necióse mucho de todos las cosas necesarias para
la guerra ; é fizo facer sobre la que tenia muy gran
De como et Rey fué primera »ci sobre Loxa, y no dio lo que qul- artillería y muchas gruesas lombardas, é labrar en
ilera.
esta Andalucía muchas piedras para ella, é en la
En el dicho año de 1482 después do San Juan de sierra do Constantina muy mucha madera para la
Junio , sacó el Rey Don Fornando su huesto con dicho artillería.
muchos de los Grandes de Castilla, ó fué sobre Lo
xa con asaz artillería , é púsole cerco del un cabo é
túvola cercada cuatro ó cinco días, 6 los moros sa
bOH FERNANDO É DOÑA ISABEL. é09
ban é desbarataban mucha gente 4 cada paso, do
CAPÍTULO LIX. manera que se erró en loa ohristianos, ó ovo tan mal
acuerdo é tan gran desmán , que no tenian valor
Como el Rey Mnley Hacera corrió el campo de Tarifa. para pelear los mas de ellos , temiendo la grita de
En el dicho afio de 1482 miontras el Rey estaba los moros, ó las infinitas saetas que cada uno les
sobre Loza, corrió el Rey Muley Ilacem el Viejo echaban. El Marqués, por guarecer la gente de la
el campo de Tarifa, en que llevó mucho ganado va rezaga , quedó atajado aquella noche que no pudo
cuno, como no habia caballeros que se lo resistie llegar ni pasar á la gran batalla del Maestre y do
sen , que estaban en el cerco de Loxa ; ó 4 la salida los otros señores , y allí por amparar la rezaga le
cerca de Castellar , dieron en la delantera de los mo mataron ol caballo , é quedó con fasta cinqfienta de
ros Pedro de Vera, Alcayde do Qibraltar, é Christó- á caballo atajado, é habia muchos moros entre él 4
bal de Mesa, Alcayde de Castellar, con fasta sesenta la otra gente , é estuvo gran parte de la noche allí,
de á caballo, é desbarataron ciento y cinqüenta de é los tornadizos le amonestaron é aconsejaron que
á caballo moros muertos ó heridos , é con aquel al saliese por una parte por do le guiarían, pues no
boroto se volvieron mas de dos mil vacas de las que podia juntarse conloa domas sin peligro de sn per
llevaban los moros, é con todo eso llevaron todavía sona; é que si allí aguardaba 4 la mañana amanece
mas de tres mil vacas, é anii el Rey moro se vol rían sobre aquellos moros que lo tenian cercado,
vió 4 Málaga, donde estonce reynaba , después que otros en gran suma , ó que estonce no se podría qui
Granada lo despidió, tomando por Rey á su hijo Mu- zá poner en cobro ; é do tal manera se vido afren
ley Boabdelin. tado aquella noche, que ovo de tomar el consejo de
los tornadizos , é no pudo facer sino escapar su vida
CAPÍTULO LX. 4 uOa de caballo por donde lo guiaron los adalides
suyos tornadizos y Luis Amar, y al fin salió de An
Del desbarato que los moros flcleron en los ehrisllanos en el tequera.
Axirqnla de Malaga. El Maestre é los otros sefiores con toda la otra
En el mes de Marzo de 1483 años entraron á cor gente estuvieron toda esta noche cercados de los
rer tierra de moros por Antequera el Maestre de moros, con diez mil candelas de fuego ardiendo al
Santiago Don Alfonso de Cárdenas, é el Marqués de rededor que no habia por donde saliese uno, ni en
Cádiz, é Don Alonso de Aguilar, é Juan de Vera é trase otro, recibiendo de cada parte mnohas saeta
el Adelantado de Andalucía , é el Conde de Cimen das que le tiraban 4 montón, en que se recibian
tes, Asistente de Sevilla, que sucedió después de la muchos daños de feridos é muertos. Los moros nun
muerte del virtuoso Señor Diego de Merlo, é Juan ca cesaron aquella noche de velar toda la hueste al
de Robles, Corregidor é Alcayde de Jerez, é recogie derredor, dando gritos é faciendo tantas algazaras
ron la gente en Antequera , é falláronse con mas de fasta otro dia Viérnes de San Benito, de manera que
tres mil de á caballo é con pocos peones, según fue so movió la hueste de los christianos para se venir
ron menester para la tierra donde iban. El consejo puesta su retaguardia 4 la zaga, é comenzaron de
del Marqués era de combatir á Almojía , é el Maes pasar cuestas é barrancos , y los moros con ellos 4
tre no quiso sino que fuesen á destruir los lugares coda paso revueltos por nnas lomas y pasos muy
del Axarquia, para lo qual habian sido munidos é inustoB , 4 echaban muchas piedras 4 rodar é con las
allegados, é para dar vista á Málaga , é ovieron di manos muchas saetas, é saliaR 4 las delanteras por
visión en el concierto de la entrada ¿ causa que el donde no podian subir los ohristianos, é asi mata
Maestre tenia adalides que habian sido moros, é ban é herían ; y los christianos, como iban ahilados,
decíanle de una manera, faciéndole muy llana y sin la tierra era tal que no podian facer vuelta, ni se po
peligro la entrada. El Marqués tenia también sus dian valer unos 4 otros ; y desque vieron que la gen
adalides tornadizos, entre los quales uno era Luis te se ponia en huida, é según la aspereza y hacana-
Amar, uno de los que le dieron á Montecorto, é fa miento de la tierra , la gente de 4 caballo no podia
cían la entrada por allí muy peligrosa ¡ y en fin si pelear, dixeron al Maestre y 4 los señores que iban
guieron todos la voluntad del Maestre, é dejaron el con él en las delanteras los adalides que si querían
fardaje en Antequera , é todos los que tenian fla escapar que anduviesen presto, antes que los moros
cos caballos. Partieron de Antequera los dichos se les tomaran un puesto grande que adelante estaba;
ñores con pocos ménos de tres mil de á caballo, y de manera que el Maestre é los otros señores comen
obra de mil peones ; é entraron en la Axarquia de zaron de meter espuelas é andar cuanto podian; 4
Málaga comenzando de correr, é quemar lugares , é como esto vieron los de la hueste 4 de la rezaga,
matar é robar, un Jueves de mañana víspera de San toda la gente se puso en huida, cada uno cuanto
Benito á veinte dias de Marzo, fasta la tarde que se mas podia ; é dejaron la via por donde iba el Maes
apellidó toda la tierra do los moros sobre ellos ; la tre muchos caballeros , ó tomaron la via de Alora, 4
tierra era muy fragosa y áspera de muchos collizos los moros siguieron el aloance, é mataron é cauti
é lomas, ó barrancos , é dieron los moros en la bata varon mil 4 ochocientos hombres christianos ó pocos
lla de la rezaga é ficieron mucho dafio 4 saetadas menos , en que fueron muertos dos hermanos del
desde arriba de aquellos barrancos, como los caba Marqués do Cádiz , Don Lope é Don Beltran , é Pe
lleros no podían dar vuelt» sobre ellos , y «si mata- dro Vázquez, hermano del Mariscal, 4 Gomes Men
610 CRÓNICAS DE LOS P YES DE CASTILLA.
des de Sotomayor Alcayde de Utrera , é Alonso de quiso por castigar los malos que recibiesen peni
las Casas, é otros muchos caballeros do Sevilla y los buenos ; que dijeron los christianos que fueron
de Jera y do toda el Andalucía, fueron muertos é presos, quo puesto caso quo hahia muchos moros en
oautivos, é fué preso ol Condo de Cifuentos, Asis los corros y do cada cabo , quo todoB los moros quo
tente de Sevilla, y Don Diego Ponce de León, her ficieron el destrozo é daño que no fueron sino fasta
mano del Marqués, é su sobrino Juan do Pineda, quinientos poones é cinquenta de á caballo , é que
nieto del Conde Don Juan , y otros muchoB criados todos los otros no llegaron fasta que estaba fecho
y parientes del dicho seDor Marqués. E fueron muer el desbarato.
tos é presoB muchos Comendadores de la Orden de Los señores Marqués, é el Maestre, é Adelantado
Santiago, entre los quales fué muerto Juan de Ba Don Alonso de Aguilar, é todos los que escaparon
san, Comendador de Almendralejo, que fué un vinieron á Antequera , é muchos fueron á parar á
muy esforzado y honrado caballero. E fueron presos Alhama é otras partes , é muchos estuvieron por los
Don Lorenzo Ponce de León , Señor de Villagarcfa montes ocho dios comiendo yerbas é bebiendo agua,
que era paje del Maestre, é Juan Zapata sobrino y después salían andando de noche , é de dia escon
del Maestre, fijo de Pedro Zapata, Comendador de didos ; é acaeció que venían fuyendo é venian á pa
Hornachos. Afirmábase entro muchos muertos y rar á Herbar, que es un castillo que tenían los moros,
cautivos mas de treinta Comendadores faltaban ; é donde estaban tres ó quatro moros, que estaba á
fueron presos é cautivos otros muchos caballeros, quatro leguas de Antequera; é como vieron aquollos
criados é parientes de los señores Adelantados ó se moros venir por allí dos ó tres christianos , presu
ñores Don Alonso de Aguilar, é Alcaydes delta An mieron lo quo era que venian desbaratados , é salie
dalucía , entre los quales fueron presos Juan de Ro ron 'é cautiváronlos ; é después vieron venir mas, á
bles , Corregidor, ó Alcaydo é Capitán de la gen dejaron en la fortaleza dos moros con los presos , é
te de Jerez , Don Juan hermano del Duque de Me soltóse uno do los christianos , é mató á el un moro
dina Sidonia, Don Manuel sobrino del Marqués fijo y firió el otro, é alzósocon la fortaleza, é tuvieron él
de Don Pedro de Guzman ol Vayo, Monsalvo, Juan é los otros dos que él desató fasta que le vinieron i
Gutiérrez Tello, Diego de Fuentes, é Pedro Esqui- poner cobro los señores. E aquollos que escaparon
vel , veinte y quatro de Sevilla, ó Gómez de Figuo- juntos on Antequera, esperaron todos los quo ve
roa, é Gonzalo de Saavedra, Alcaldo mayor é vein nían, é recojido cada uno los suyos, é visto que le
te y quatro de Córdoba , é otros semejantes fidalgos faltaban con mucho onojo, dolor y angustia, se fuá
é ricos hombres. cada uno en su tierra donde ya se os entiendo con
Así que el desbarato fecho , los moros cojieron el que placer podrían recibirlos. Y fué llamada por
campo é juntaron la cabalgada en Málaga en quo mal do los christianos , y es hoy dia la de la Azar-
juntaron ochocientos veinte y cinco hombres , en quía, otros le llaman la de las Lomas, é de aquí
que habia en ellos doscientos cinquenta hombres , creció mas la enemiga entre chistianos y moros.
principales caballeros, é Alcaydes, é Comendadores,
é generosos é fidalgos de grandes rescates, á las qua CAPÍTULO LXI.
les apartaron luego é llevaron á la Alcazaba, é pu
siéronlos aparte, é quedaron allí en el corral qui De coma fué preso el Rey mozo Hale; Baudili cerca de Lacena.
nientos setenta y cinco , estos fueron sin algunos La fortuna que nunca párn, ni deja en un ser mu
que los mas hurtaron los moros, y sin algunos que cho tiempo permanecer las glorias mundanas, ni á
después fallaron. los malos disimula sus maldades y yerros luenga
Este desbarato hicieron muy pocos moros mara mente para quo siempre hayan do perseguir á loa
villosamente, ó pareció que nuestro Señor lo consin buenos, maB por divina ordenación vemos que los
tió, porque os cierto que la mayor parte de la gente malos, aunque en algún tiempo prevalecen , presto
iba oon intención de robar ó mercadear ; maB quo no son consumidos, y los buenos , aunquo algunas ve
de servir á Dios , como fué probado é confesado por ces perseguidos por que no conozcan á Dios , siem
muchos de ellos mesmos que no llevaban la inten pre Dios los socorre y consuela ¡ y así eBtsndo esta
ción que los buenos christianos han de llevar á la Andalucía en muy gran tristeza y no limpios los
pelea é batalla de los infieles , que han de ir confe ojos de llorar en ella é en gran parte de Castilla
sados, é comulgados é fecho testamento , é con in- donde tocó el dolor; los moros muy enlozanados por
tenoion de pelear é vencer á los enemigos en favor la victoria, y no contentos con lo pasado que se ha
do la Santa fé cothólica , ó ovo muy pocos que la bia fecho en la? Lomas, ordenaron entrar á correr
tal intención llevasen ; mas por la mayor parte iban Loxa tierra de christianos, pensando que por temor
todos puestos en cobdicia de haber por robo cosas del estrago fecho no habría quien les ficiese resis
é alhajas como las de Albania, diciendo que muchos tencia ; y fué do esta manera, quo el Roy moro Mu-
fueron ricos do Allmina ; y otros muchos llevaron loy liauilüy quo royliaba en Granada, desquo supo ol
muchos dineros y encomiendas do sus amigos para desbarato que se habia fecho en los christianoB ade-
comprar de las cabalgadas que habían de hacer, es rezósu gente ó sacó su hueBte desde Granada en que
clavos y esclavas, y ropos de seda como si hecho lo habia nueve mil peones y seteoientos de á caballo,
tuvieran, y pensaban siu dar ó temer á nuestro Se y entró á correr el campo de Aguilar é de Lucena, i
ñor Dios el mal propósito que para esto llevaban, desque fueron vistos por los christianos, apellidóse.
t>ON FERNANDO É DOÑA ISABEL. 611
la tierra ¿ salió el Alcayde de las Donceles , con fas comer, é aun por parecer mas gente de á caballo ; é
ta setenta de á caballo, é unos pocos de peones, é ovieron muchas armas é ropas , é oro , é plata , é ca
asomó por un cabo é lado de los moros ; é asomó el ballos ; é ansí volvieron el Conde de Cabra , é el Al
Conde de Cabra por el otro cabo é lado de los] mo cayde los Donceles, con la cabalgada é muy hon
ros, con fasta doscientos de á caballo é quatrocien- rados.
tos peones. E los moros en el campo volvían ya do E Don Alonso do Aguilar, en este medio tiempo
vuelta, é el Alcayde de los Donceles fizo tocar una estando en Anteqnera, supo el desbarato de los mo
trompeta cerca de la delantera de los moros, é el ros, é salió al campo á la delantera de los que ha
Conde de Cabra fizo tocar sus trompetas, y los unos bian escapado, é (ovo mas do ochenta moros que
christianos con los otros esforzáronse, puesto caso tomaron él y los suyos. El primer moro do los de á
que eran muy pocos en comparación de tantos mo caballo que entró solo en Loza, fué uno que se lla
ros, se esforzaron unos con otros. T el Bey de Gra maba Cidi Caleb, sobrino del Alfaquí mayor del
nada y su hueste estaban en un llano, y como los Albaicinde Granada; é como lo vieron ansi solo, fué
christianos asomaron por los cabezos, no podian muy grande alboroto por un poco en la villa , y
bien juzgar si eran pocos ó muchos, é comenzaron & dixéronle «¿caballero, dó el Rey y la gente?» y él
desmayar por el sonido de las trompetas de cada respondió: «allá quedan, que el Cielo cayó sobre
parto, y el Conde por su cabo con su gente bien co ellos, é todos son perdidos é muertos.» Estonce co
gida rompió por medio de los moros , y no menos menzaron en Loxa muy gran llanto , é muy gran
hizo el Alcaide, aunque tenia muy poca gente, por lloro y tristeza, é este moro mesmo llevó la nueva
la otra parte ; é desque los moros se vieron cometi á Granada, donde la gente de ella fué muy triste y
dos por dos partes, pensaron que toda Castilla esta cuitada, é fué muy llorada por los moros la pérdida
ba allí, é comenzaron á fuir como cobardes é corta del Rey ; é sabed que los que con él se perdieron,
dos, no mirando la honra de su Bey toda la pconajo; eran todos los mas caballeros de los mejores é mas
y de la gente de á caballo algunos, é otros, recibie principales de Granada , é de Loxa é de toda la
ron ferozmente los primeros encuentros en que los frontera. El Conde do Cabra, é el Alcayde de los
christianos derribaron muchos de ellos , como ellos Donceles, desque conocieron al Rey moro entre los
usan cabalgar corto, ficieron por cada parte entra presos, guardáronle é ficiéroule mucha honra, é pre
da é salida en ellos, é desbaratáronlos, é estonce sentáronlo al Rey Don Fernando desque vino á
comenzaron todos 4 fuir, y los christianos á los se Córdoba, el qual no tardó de venir de Castilla, des
guir, derribando, é matando en ellos hasta el rio de que supo la victoria habida por los christianos, al
Guadaxenil, el qual iba estonce crecido, é no lo po qual el Rey lo tuvo preso algún tiempo, é después
dian pasar salvo por ciertos vados; é do los que allí lo soltó sobre rehenes, é volvió en tierra de moros,
llagaron muchos se metieron á el agua é fueron é algunos délos caballeros moros no le obedecieron,
ahogados; asi que orilla del rio fueron muchos en algunos lugares lo recibieron, é en algunos no.
muertos á lanzadas, é muchos ahogados en el rio, en Fué llamada esta batalla por mal de los moros, la
tal manera que de todos los moros, así do á caballo de Lucena, otros la llamaron la del Rey moro, por
como de á pié, escaparon muy pocos en osta batalla que fué allí cautivo.
y alcance, á lo que se pudo ver ; es á saber : fueron
muertos é presos todos los setecientos de á caballo CAPÍTULO LXII.
que no escaparon, salvo algunos pocos que ovieron
lugar de pasar el rio, é otros escondidos ; ó fueron De cómo los moros tornaron i lomar por Rcr il Rey viejo.
muertos é presos siete mil peones poco mas ó me En el dicho arlo de 1483, luego como los moros
nos. Asi que se estragó y pereció casi toda la hues de Granada vieron perdido á el Rey , é vieron que
te de los moros que habian entrado, entre los quales era tanta gente con él estragada é perdida , envia
el Rey moro fué preso; y el Alatar viejo, Alcayde de ron por el viejo á Málaga que volviese á reynar, é
Lora, que era un esforzado y nombrado moro , fué vino luego é apoderóse en Granada como antes es
muerto y ahogado en el rio que nunca jamas pare taba, y tuvo la ciudad fasta San Juan del año de
ció ni entre los muertos pudo ser conocido; era 1485 que fueron tres afios, en su honra y prosperi
hombre de mas de sesenta años, el qual habia fecho dad ; y en aquel tiempo todo , tenia la ciudad da
desde su mocedad guerra á los christianos. E habida Almería contra él , su fijo Muley Baudili Agije el
la victoria, los christianos cojieron el campo, don Infante, por sn hermano, el que se habia perdido
de ovieron muy gran cabalgada ó riquezas ; prime cerca de Lucena, é en este tiempo el Rey cautivo
ramente , el Rey moro cautivo con otros caballeros se deliberó por rehenes é ciertos partidos secretos,
moros , muchos y de grande rescate, é otros muchos de poder del Rey Don Fernando, é fué á Granada,
cautivos de mediano rescate, é otros muchos de co é no lo quisieron recibir, é fuese á Guadix, é allí lo
mún rescate y valores, y muchas acémilas, é fue recibieron, é allí estuvo algún tiempo fasta quo sa
ron tantas, quese maravillaron los christianos don lió do allí para ir á Vera, é desque salió de Guadix,
de habia tantas scéinilas , y los moros cautivos les nunca mas lo quisieron acojer en ella, é estuvo en
dixeron que cada peón traia una acémila, ó al me Vera fasta que mataron á su hermano el Infanto
nos entre dos peones una acémila, por amor del tra en Almería, é estonce huyó él é vínose á Castilla, é
bajo de las tres marchadas, é por las vituallas del estuvo acá algunos días, é después volvióse á Vera,
612 CRÓNICAS t>E LOS 1YES DÉ OASTÍLLA.
é estaro allá futa que se tomó Loza, que se vino haoe el Monjebel en Cecilia ; es grande isla ; habla
á Granada, é lo acojieron en el Albaicin , é en todo en ella nueve Reyes % nueve parcialidades que so
este tiempo habia división entre los moros como juzgaban toda la otra gente, es tierra de mucho pan,
adelante se dirá. como dicho es, é muy aparejada para plantar vi
ñas é huertas é todas las otras cosas necesarias á la
CAPÍTULO LXIII. vida de los hombres ; está doce legnas adelante de
la Gran Canaria.
Como el Rey Don Fernando tomó a. Zahira I Ut moros. La Gomera es luego seis leguas de Tenerife ; es
En el mes do Junio año susodicho de 1483, fué muy virtuosa tierra de pau, é de ganados, é de azú
el Bey Don Fernando á meter la recua á Alhama cares , é aparejada para plantar viñas é árboles de
poderosamente, é combatió á Zabara, é tomóla por todas plantas.
fuerza 'do armas , é tomó los moros cautivos que La Palma es luego , é es tierra de mucho pan y
fueron ciento, ó poco mas ó menos, que guardaban azúcar, é aguas dulces de la calidad de la Gomera,
la fortaleza ó villa que la gente menuda no osó to hay en ella pastel y no hay en todas estas islas ; Ar-
da aguardar, é fizo talar la Vega de Granada, é tu chila está quatro leguas adelante de la Gomera, y
vo allá el San Juan ; y en Zaharí» hubo mucho trigo, no hay pastel sino en ella.
é cebada é gran presa, de lo qual fizo bastecer á Al El Fierro es la cabeza de todas , é mas lejos es
hama, é sacó de ella á Luis Puertocarrero, ó dejó al tierra áspera , á lugares; tiene muchos puercos , y
Conde de Tendilla por Capitán é Alcalde ; é de esta de todos ganados hay en ella ; no tiene ningunas
vez quedaron los moros do Granada muy atemori aguas dulces, salvo do cisternas ó maretas: del agua
zados de el Rey Don Fernando de ver tanta y tan lluvia beben los ganados.
noble caballería y gente como llevaba, entró y salió En esta isla hay una gran maravilla de las del
esta vez en Alhama, dando vista á Granada. mundo, quo el pueblo bebo del agua que un árbol
suda por las hojas. Hay un árbol de manera de un
CAPÍTULO LXIV. álamo, y es verde todavía que nunca pierde la hoja,
y su fruto que da es unas bellotillas que amargan
De lai alele Islas de Canarias. como hiél , é si las comen son medicinales , y no
Las islas de Canarias son siete situadas dentro en hacen daño al cuerpo, y es de altura de una lanza
el mar Océano, mas vecinas y cercanas de tierra de mediana; tiene grandes ramas é copa; es do gor-
Africa que de otra tierra ; yendo do Cádiz á ellas dor cuanto pueden abrazar dos hombres ; el pié de
queda la tierra á la mano siniestra ; son vecinas á ¿1 suda maravillosamente gotas de agua continua
la tierra de la mas pequeña algunas quince leguas, mente, quo caen en una alborea que está abajo de
é algunas treinta leguas, é algunas cinqfienta le él, de tal manera que una gota de agua no se puede
guas, poco mas ó menos. La mas pequeña linda con perder. De allí han abasto de agua toda la que
la tierra de Tagaos & Desa ; os la primera isla como pueden beber todos los do la isla, que eolia haber
van de Castilla, Lanzaroto , que es tierra de mucho ochenta vecinos, é todos é sus casas son hartos y
pan y ganado , especialmente cabras ; es tierra para abastados de aquel árbol ; son las hojas y color co
plantar vinas é árboles, salvo que no las ponen por mo de laurel, sino que son un poco mayores. No hay
el mucho ganado que los comon é destruyen; no en todas siote islas árbol de aquella natura , ni en
tienen aguas dulces, beben los hombres y ganados toda España ; ni hay hombre que otro tal haya vis
aguas llovedizas que cojen en cisternas que llaman to en parte ninguna ; y por esto parece bien que es
maretas ; es tierra de muchos conejos é palomas, po misterio de Dios, y que quiso dar allí aquel agua de
cos vecinos, ó moradores menos deciento, tienen tal manera por dar consolación á las gentes que en
buenos pescados, hay desde Cádiz allá doscientas otro tiempo allí fueron echadas, donde otro pozo ni
leguas. fuente dulce se falló jamás, ni falla.
Es luego Fuerte Ventura : llámase la población el Estas siete islas tenían siete lenguajes, en cada
Valle de Santa María ; es tierra de muchas aguas una el suyo, que no se entendían ni parecían nnos
dulces de ríos, hay muchas cabras, pocas vacas, á otros, los qualcs ahora los de la nación de ellas, sa
parras de uvas, huertas, é almendras y otros árbo retienen entre ellos. Antes de ser ganadas de chris-
les ; está tres leguas mas allá de Lanzaroto. tianos, en todas andaban desnudos como nacieron,
Gran Canaria es luego , que es grande isla, muy ellos é'ollas, salvo en la Qran Canaria traían unas
virtuosa, de muchas aguas é rios dulces, é muchos bragas do palmas como por gala, ellos y ellas ¡ em
cañaverales de azúcar, é tierra de mucho pan, trigo, pero no cubrían bien los lugares inhonestos, porque
é cebada, é vino, é higuerales, é muchas palmas de no eran cerrados por abajo, salvo una cuerda ceñi
dátiles, é es tierra para muchas plantas , tiene bue da por los caderas, y do allí colgaban unas flocadu
nas viñas y muchos conejos; está diez y ocho leguas ras de palmas ripiadas.
adelante de Fuerte Ventura. En todas estas siete islas tenían mucho ganado
Tenerifo os luego que es tierra muy virtuosa de de que parecía que Dios les provoyó , en especial
pan y ganados, y de aguas dulces, donde hay una cabras de que comían carne, y leche, é manteca, é
sierra de las mas altas del mundo , que ven encima queso, é hacían mantas de los pellejos con su pelo
de ella algunos veces arder llamas de fuego como muy sobados é adobados, on que so echaban, é ta
DON FERNANDO É DOÑA ISABEL. €19
marcos, que se cobijaban algunas veces por el sol, tan Monsen de Bethenchohurt, no contento con
y por el aire, que traían en los hombros é en las es ellas, buBcó quien se las comprase en Sevilla, é com-
paldas. Criaban los niños desque naeian, envueltos próselas el Conde de Niebla Don Juan Alonso, pa
en pellejos de cabritos chiquitos ; é de los matrimo dre del primer Duque de Medina, que fuá el Du
nios cada uno tenia su mujer ó mujeres, empero por que viejo Don Enrique, y el dicho Conde, no con
muy livianas cosas se partia el matrimonio, ó ellas, tonto con ellas, las vendió é trocó por oiertos luga
é ellos, se comunicaban con quien querían. Eran res á Fernán Peraza caballero de Sevilla que vivía;
idólatras sin ley : en la Oran Canaria tenian una con él, é Fernán Peraza las tuvo, ó señoreó é poseyó
casa de oraoion llamada allí Torifia , é tenian allí quanto vivió, y aun fizo guerra á las otras tres, don
una imájen de palo tan luenga como media lanza, de en la conquista de la Palma le mataron los pal-
entallada, con todos sus niervos, de mujer desnuda, meses un hijo llamado Guillen Peraza, soltero, quo
con sus miembros de fuera, y delante de ella una no tenia otro varón , é por eso quedó su fija doña
cabra de un madero entallada, con sus figuras de Inés Peraza por heredera y señora de las islas , é el
hembra que quería concebir, y tras de ella un ca dicho Fernán Peraza nunca pudo ganar ni señorear
brón entallado de otro madero, puesto como que las tros islas , conviene saber : Oran Canaria, Tene
quería sobir á enjendrar sobre la cabra. Allí derra rife y la Palma ; empero por halagos, ó como quier
maban leche y manteca, parece que en ofrenda, ó que fué, los regimientos de todas tres le besaron la
diezmo ó primicia, é olia aquello allí mal á la leche mano por su Rey y Señor, y llamábanle las gentes
6 manteca. No tenian hierro de que Be servir, salvo Rey de Canaria. No sé yo si él se' intituló de ello.
de algunos desbaratos quo hacían en los christianos Murió Fernán Peraza , señor de las dichas islas, en
que les facían guerra, algunas armas é cuchillos buena fama de muy buen caballero quo fué, é dejó
se servían. Sembraban el trigo y cebada con cuer casada á su fija doña Inés Peraza con Diego de
nos de cabra metidos en varas, especialmente en Herrera, caballero do Castilla, hermano del maris
Gran Canaria en lugar de arados, é asi volvían la cal de Ampiidia, é quedaron ella y su marido señor
tierra y cubrían ol grano, é cojian en gran multi de las dichas islas, é llamábanlos Rey é Reynado
plicación de una medida cinqüenta é mas ¡ no ha Canaria, y durante su matrimonio ovieron tres fijos
cían pan, salvo gofio envuelto el grano majado con é dos fijas , á Pedro García do Herrera, é Fernán Pe-
la leche é con la manteca. Fué preguntado á los mas raza, é Sancho de Herrera, é á doña María de Aya-
ancianos de Oran Canaria, quo si tenian alguna la, que casó en Portugal con el conde de Porto-ale-
memoria de su nacimiento, ó de quien los dejó allí, gre Don Diego do Silva, é á doña Fulana que casó
é respondían : nuestros antepasados nos dijeron que con Pedro Fernandez do Saavedra , fijo del maris
Dios nos puso y dejó aquí , é olvidónos, é dijéron- cal de Zallara, é señorearon las quatro islas suyas,
nos, que por la via de tal parto se nos abriría é empero nunca pudieron sojuzgar las tres. E luego
mostraría un ojo 6 luz por donde viésemos, y seña como el Rey Don Fernando y la Reyna doña Isabel
laban hacia España, que por allí habían de ver, é vinieron á Sevilla á la primera vez, sabiendo la fe
se les había de abrir el ojo por donde habían de ver. rocidad de aquella gente de aquellas tres islas, y la
Son en todas estas islas hombres de buen esfuerzo, fertilidad de la tierra, propusieron conquistarlas, y
y de grandes fuerzas, y grandes braceros, y hom enviaron á la Oran Canaria á Juan de Rejón, é Pe
bres livianoB y lijeros, y mas los de la Oran Cana dro del Algaba, dos capitanes con quinientos hom
ria. Son en todas las islas hombres razonables de bres , é ficieron la torre donde es ahora la pobla
buenos entendimientos, y do agudo injenio, por ser ción, é ovieron discordia entre ambos capitanes é
silvestre é pastores ellos y ollas, y son gente fiel, y envidias, é siendo compadres ó muchos amigos,
caritativa, y de verdad, y buenos christianos. mató Juan de Rejón á Pedro del Algaba ; é después
fizo matar Fernán Peraza, fijo de Diego de Her
CAPÍTULO LXV. rera, á Juan Rejón : ansí el malo feneció mal.
No contentos de está conquista Diego de Herrera
Como fueron conquistadas primero eslas islas. y doña Inés Peraza, pusiéronse á justicia con el
Fueron conquistadas estos islas la primera vez Rey y la Reyna , diciendo que era la conquista su
por un capitán francés que andaba de armada por ya. Hallóse por justicia, que pues eran vasallos, no
la mar, llamado Moneen de Bethenchohurt, en el se podian llamar Reyes, y que á ellos seria imposi
año de 1400 6 muy poco antes ó después, según pa ble sojuzgar ni ganar aquellas tres islas , que per
rece por razón de los tiempos , creo que seria en diesen la acción que á ellas tenian, y recibiesen cin
tiempo del Roy Don Enrique III, en aquellos diez co quentos de raaravodfs, é tanto les dieron. Y asf
años que reinó, ó en el comienzo de la tutela del quedó la conquista de aquellas tres islas al Rey y
Rey Don Juan II su fijo, que comenzó á ,'reynar de Reyna de Castilla, é la obediencia de todas ; ó vista
veinte meses en el año de 1407 años. E ovo victo la discordia de aquellos dos capitanes , enviaron el
ria aquel capitán de las quatro islas, de ellas de las Rey y Reyna allá á Pedro de Vera por capitán ma
mas pequeñas é menos poderosas, conviene á saber: yor como dicho es, é quedaron señores de sus qua
Lanzarote, Fuerte-ventura, La Gomera, El Hierro. tro islas Diego de Herrera y doña Inés Peraza, á
Estas ganó, é tomó é sojuzgó , é con las otras no falleció él de esta presente vida dende á pocos días,
pudo, é quedaron por ganar en su vigor. Este capi- después de hecho el partido , é vivió ella después,
614 CRÓNICAS DE LOS REYES DE CASTILLA.
roas de veinte años viuda, é gobernóse muy bien el año de 1483 años , oerca de San Juan de Junio.
como muy noble, ó muy varonil é virtuosa dueña, Fué Alonso de Lugo en esta conquista capitán, al
y falleoió en Sevilla en buena vejes de edad do mas qual los canarios querían mucho , porque con mu
de pchenta años, cho amor los trataba é conquistaba ; era medianero
muchas veces entre ellos é Pedro de Vera en las
CAPÍTULO LXVI. paces, ó treguas é conciertos. Y si do la |mauera su
sodicha Pedro do Vera no sacara los isleños do
De la isla déla Gran Canaria, ¿ quien o como las ganó, y de sus aquella isla con aquel engaño , fuera gran maravi
cosas.
lla poderlos sojuzgar, que había entre ellos seiscien
En la Gran Canaria había dos Guardatemes, á tos hombres de pelea, grandes é muy lijeros, y bra
doB Fagzames, los Guardatemes eran reyes en lo ceros y esforzados, é muy feroces, é tenían en lu
eoglar, é en todo mayores , los Fagzames eran asi gares muy fuertes, tierra é pasos para se poder de
como en lo espiritual como obispos ; el uno erarey, fender. Quedaron estonce en Canarias las mujeres
6 el otro obispo de Galda, é el otro rey do Tolde, é todas é la gente menuda, las quales después las en
el otro Obispo de Telde, que eran dos parcialidades viaron en Castilla, é les dieron casa en Sevilla, y
é dos reynos en toda la isla ; y era mayor el rey de toda la parcialidad del rey de Telde vino á Sevilla,
Telde de mas gente que el otro, é el rey de Galda y fueron allí vecinos á la puerta de Mi hojar; é mu
se fizo amigo de los christianos é aseguróse é fizóse chos se mudaron donde quisieron libremente, y mu
vasallo del Rey de Castilla, é enviólo Pedro de Ve chos se finaron que no los probó la tierra, y después
ra á Castilla, donde el Rey y la Reyna le ficieron los volvieron por su grado en las islas en la misma
mucha honra, é lo vistieron, é fizo con ellos su Gran Canaria, desque estaba poblada de gente de
amistad é prometió de serles siempre leal, é volvió Castilla, Iob que quedaron ; é muchos llevaron á la
en Gran Canaria, é ayudó mucho á hacer la guerra conquista do Tenerife, donde murieron asaz do
al Rey, y hubieron un día una batalla eu el invier ellos. E asi el Rey Don Fernando é la Reyna Doña
no del año de 1483 en una sierra, fortaleza de pe- Isabel conquistaron ó ganaron la Gran Canaria, ó
fias é puertos, que llaman Ventangay é tenían la había en ella los lugares é aldeas siguientes po
fortaleza del risco los de Telde, é los christianos ó blados.
Pedro de Vera, su capitán mayor, é un vizcaíno que Telde, de donde se intitulaban el Rey y un Obis
llamaban Michel, que era capitán debajo do Pedro po.—Calda, do donde so intitulaban el otro Rey y el
de Vera ; el rey do Galda con sus canarios tonian la otro Obispo.—Araguacad.—Arajines.—Themen6ay.
cuesta abajo, y llevaron de vencida al rey do Telde, —Atrahanaca. — Atairio. — Atagad.— Adfatagad.—
é retrájoae con su gente á Ventangay , y volvieron Furic.—Artenaran. —Afaganigo .— Areaganigui. —
sobre los christianos á pedradas, á mataron muchos Areoacasumaga.—Atasarti.—Aeragraca. — Arbenu-
de los delanteros , y entre ellos al capitán Michel gania.— Arerehuy. — Atirina. — Aracuzem.— Artu-
que se había metido mucho en ellos, y los christia brirgains.—Atamaraseid.— Artagude.— Aregayeda.
nos desmayaron, é volvieron á huir, é los canarios Aregaldan. — Areagraxa. — Areagamasten.— Area-
de la parcialidad se pusieron á la frente, é el mis chu.—Afurgad. — Arehucas. — Aterura. — Atenoya.
mo rey de Galda, é defendieron á los christianos, —Aráremigada.—Ateribiti.—Arautiagata.
que si así el rey de Galda no lo ficiera, no escaparan Todos estos lugares tenían poblados al tiempo
aquel dia sino á uña de caballo. E v ista la flaqueza que la conquista se comenzó. Habia entre estos ca
de los christianos, la hueste do Tolde al Guárdate narios hombres fidalgos y caballeros, á quien los
me de Galda dijo : a Conoce este dia y quítate do en- otros tenían acatamiento. Habia entre ellos y ellas,
medio, y mataremos todos esos christianos, y que diversas leyos y costumbres: cuando habían de
daremos libres vosotros, y nosotros , ó nunca nos casar alguna doncella, poníanla después de concer
podrán sojuzgar» : y dijo el Guárdateme, no quie tado el matrimonio ciertos dias en vicio á engor
ro que no faré traición por cierto , que asi lo tengo dar, y salia de allí y desposábanlos , y venían los
prometido ; é aquel dia so volvieron los christianos caballeros é fidalgos del pueblo ante ella, é habia
vencidos poco á poco dejando muertos mas de dos do dormir con ella uno de ellos primero que el des
cientos hombres con Michel , é murieron do los ca posado, qual ella quisiese, y si quedaba preñada do
narios contrarios mas de cien hombres , ó deudo á aquel caballero, el hijo que nacía era caballero, y
quince dias tomaron los christianos de noche á Ven si no los fijos de su marido eran comunes , y para
tangay ; é los de Telde viendo que no se podían ver si quedaba preñada, el esposo no llegaba á ella
amparar ni defender, diéronse á partido á Pedro do fasta saberlo por cierto , por via de la purgación.
Vera, con su Guárdateme, diciendo que querían ser Esla y otras costumbres gentílicas y como de ali
christianos é los dejasen libros, ó ansí los rocibieron, mañas, tenían, y ansi como bestias no habían em
é bautizólos el Obispo de Canarias Don Juan de pacho do sus vergüonzas , ellas y ellos. Eran gran
Frias ; ó Pedro de Vera, diciendo que fuesen con él des criadores de cabras y ovejas, ó las mujeres ejer
en las carabelas á facer cabalgada é correr á Tene citaban tanto el trabajo como los hombres , é aun
rife, para ganar para los vestir, con este engaño, de mas, para los mantenimientos de sus casas. No te
bajo de tilla, en las Carabelas los envió á España, é nían viñas, ni cañas de azúcar, ni habia en la isla
ios trajeron á Cádiz, i a el Puerto, é dende á Sevilla la riqueza y fertilidad que hoy , salvo Agüeras mu
DON FERNANDO É DONA ISABEL. 615
clias y desque fueron los chlstianos, pusieron par líos é otros, é cautivaron de aquellos moros los quo
ras é viñas, é cañaverales de azúcar , y llevaron ga pudieron fallar, é de ellos siguieron el alcance
nados, que ellos no tenian sino muchas cabras, é E la pelea de la celada fué de esta manera : que
trigo, é cebada; no tenian caza de conejos ; é dé nn de la entrada de estos moros habían avisado las
conejo é una coneja qno los christianos llevaron, guardias de la frontera al Aloayde de Morón Figuo.
se hicieron tantos en tan poco tiempo, que toda la redo, que era un esforzado caballoro, é él lo fizo sa
isla era llena de ellos, é les comían los oafias de ber luego é muy aprisa en toda la comarca, é jun-
azúcar, é plantas, é quanto tenian que no sabían táronse cerca del Coronil, el Alcayde de Morón, é
que remedio poner ; é llevaron muchos perros, ó Martin Qalindo, é el Señor de Palma de Micergilio
dieron por muoha manera á los destruir y apocar, Luis de Puertooarrero, é otros capitanes, con la
y cercaron las heredades que pudieron, y así se re gente de Écija, y Morón, é Osuna, é Antón Rodri-
mediaron, y tienen de ellos cuanta caza quisieren é guez Alcaide que despnes fué de Zahara, con la gen
los toman con poco trabajo, te do Marchena, é tenia señas ó trompetas, é asoma
ron sobre la celada, después de haber comido é be
CAPÍTULO LXVII. bido, é aderezado cada uno su caballo é armas como
convenia para el tan cierto ejercicio que habían do
De la batalla que comunmente se dice la de la Lopera. haber de batalla, ó asomaron sobre los moros quo
En el mes do septiembre á diez y siete, Miérco estaban quedos 6 mal aparejados en un llano, y los
les, año susodicho de 1483, después que el Eoy mo christianos se apretaron é estuvieron un poco para
ro viejo fué recibido en Granada por Bey á causa dos, y los moros se apercibieron muy bien, y los
del cautiverio de su fijo , vinieron de su licencia y christianos mandaron tocar una trompeta é so fue
mandado mil y doscientos de á caballo , ó pocos ron á los moros, é los moros se vinieron á ellos es
mas, escojidos, á correr tierra de christianos, en los forzadamente, é rompieron los unos con los otros, é
qualcs vinieron muchos Alcaydes y hombres prin volvióse la pelea, é & los primeros encuentros fue
cipales, é recojiéron8e en Ronda, é entraron por ron derribados é muertos muchos moros , é hecho
Zahara, y trujeron consigo gran peonaje, el qual de muy gran dostrozo en ellos, y comenzaron & huir
jaron en la sierra , é todos los caballeros entraron é los christianos á los seguir, é en torno de media
por Lopera á correr el campo de Utrera, é el Coro- legua, con los que murieron en la batalla , queda
nil, é los Molares ; é echaron trescientos de á caba ron mnertos mas de quatrocientos moros; é no mu
llo á correr la via de Utrera, los quales llegaron á rieron christianos ningunos en esta batalla, que sa
dos leguas de él, y ciento y cinqüenta al Coronil, bido fuese. Cá Nuestro Señor y Santiago, cuyo ape
quo llegaron cerca dol lugar, y quedaron Job otros llido invocaron, los guardó, y los christianos siguie
en la colada'; y los que fueron al Coronil corrieron ron el alcance quanto vieron quo convenía, y mata
el campo y recogieron el ganado, que fué una gran ron en la dicha batalla y alcance los caballeros su
boyada é vacas, é todo lo que hallaron; é al robnto sodichos, on los que pudieron sor contados seiscien
salieron de Utrera sesenta de á caballo é algunos tos moros en trecho de una legua ; ó fué esta bata
peones, é dieron en la zaga de los corredores moros, lla en la Fuente de la Higuera, cerca de Lopera, é
no acobardando de pelear con ellos ; é en chico es los christianos cogieron el campo donde ovíeron
pacio por una tierra mas áspera que llana, derriba moros cautivos é muertos, é caballos é armas, é ro
ron fasta treinta moros, de los quales algunos ma pas, é volvieron con mucha honra á sus casas.
taron del todo ; y desque los moros vieron á los El Marqués do Cádiz estaba en Jerez al tiempo
christianos salidos de lo áspero á un llano, ya esta quo le avisaron do la entrada de estos moros, é ví
ban todos cerca de la celada , é volvieron gran par nose á Arcos, é dende al rio Guadalete del cabo de
te do los trescientos corredores sobre los christia Zahara, é cuando llegó allí ya los moros que ha
nos, y los christianos huyeron á meterse en un bían escapado iban fuyondo pasado el rio, y siguió
monte que estaba allí cerca ; é en aquella vuelta les, é ovo noventa moros é cien caballos que llevó &
mataron los moros siete ó ocho christianos, é en es Arcos, y los caballeros de Jerez llevaron cerca de
to vínoles á los moros nueva que fuesen presto que otros tantos que les dio, que les tocaron de sus par
tenian en la celada la batalla aparejada, y los chris tes, que se hallaron con él , é envió el Marqués em
tianos al rostro , que no curasen de la cabalgada. presentados de aquollos caballos al Rey, ocho caba
En esto vino otra nueva que la celada era desbara llos; é el Alcayde do Ronda, é el de Seteuil escapa
tada, y que los christianos venian ya sobre los mis ron desta manera. Eran ellos los que llevaban la
mos corredores, é parecian ya muchos christianos boyada de la campiña de Utrera, é desque vieron que
en el campo. Estonce los moros corredores so fue la celada era desbaratada, tomaron con fasta treinta
ron huyendo, de ellos al monte donde los christianos do á caballo, é metiéronse en tierra de christianos la
do Utrera se habían metido, do ellos por otras partes; vía de Lobrixa, guian dolos un Elche quo sabia la len
é en aquel monte acaeció , dondo estaban los chris gua é tierra, é anduvieron aquel día fuera de camino
tianos meterse los moros en las mismas matas á es fasta la noche, que fueron á pasar á Guadalete por
conder, dejados los unos y los otros los caballos cerca de Arcos, guiándolos el dicho Elche , que era
desamparados, é desque los christianos conocieron un traidor que habia sido christiano y era moro, el
que los moros huían, solieron é tomaron sus caba- qual sabia bien la tierra, é llamábanlo el Panero, y
cíe CBÓNIOAS í>b los beyes de castilla.
oí decir que era de Arcos. Allí fueron aquel día envió treinta escuderos con sus escalas á meter, ca
muertos é cautivos muchos caballeros y Aloaydes be el muro de la villa, en fondo de una peña, ó
moros ricos, é de grandes resgates ; entre los quales puso una atalaya á vista de la celada de los esca
fueron cautivos oí Alcaydo de Málaga, ó ol de Alo ladores, cu manera quo los de la villa la non pudie-
ra, ¿ el Alcayde de Marbella, é el dol Burgo, ó el de son ver. E esto que fué fecho amaneció, é estuvie
Comares, é el de Coin, y el de Velez Málaga. Y do ron asi fasta cerca do medio dia, é los moros estu
los peones moros no peligraron, salvo algunos man vieron seguros de quo no vioron nadie por el cam
cebos que entraron entre los caballeros á las espue po, y descendiéronse los moros á la villa', é hizo el
las, é otros que se [atrevieron á bu lijereza, porque atalaya que lo veia señas á los escaladores [que es
todo el peonaje quedó en la sierra. Fué esta batalla lasen, é á la celada que salióse é fuese á dar com
Miércoles diez y sieto de septiembre, dia de las bate por la puerta de la villa , porque los escalado
quatro témporas de Santa Cruz, año susodicho de res escalaban por la otra parte ; é los escaladores
mil quatrocienlos ochenta y tros. Quedó de esta voz echaron la escala, y la mayor parte de la celada á
muy turbado el reyno de Granada, en especial Má rienda suelta fueron á hacer rebato á las puertas de
laga y Bonda, é sus comarcas, que perdieron lamas Zahara, y el Marqués arremetió fuertemente con su
de la caballería ; é en el despojo de la batalla se caballo al lugar por donde escalaban, y llegó y
o vieron muchas ricas corazas , é capacetes é babe apeóse, y entró por los escalas en pos de quinoe
ros, de las que se habían perdido en el Axarqula, ó hombres que habían entrado ; y como los moros se
otras muchas armas, é algunas fueron conocidas habían socorrido á la puerta con el alboroto do los
de sus duofios que las habían dejado por huir; é do la celada que á cerca do ella habían llegado,
otras fueron conocidas que eran muy señalados do ovieron lugar los escaladores y el Marqués de en
hombres principales que habían quedado muertos trar por la otra parto , é tomar la villa ; ó como los
6 cautivos ; é fueron tomados muchos de los mis moros los vieron, huyeron y metiéronse todos en la
mos caballos con sus ricas sillas, de los quo queda fortaleza, donde el Marqués los tuvo aquel dia cer
ron en la Axarqula, é fuoron conocidos cuyos eran. cados y so le dieron luego con temor á partido que
Ansí en pago de la de la Axarqula, esta era la se los dejase ir libres sus personas con lo quo pudie
gunda, en que por la misma forma que los moros sen llevar do lo suyo dejando las armas', y asi los
ofendieron fueron ofendidos, y aquellos quo lo fi- dejó. No habia allí mujeres ni muchachos, salvo
cieron, aquellos lo vinieron á pagar por mal de los hombres de pelea : asi Nuestro Señor se lo aderezó
moros. Fué esta llamada la do Lopera, quo do mil é todo bien al Marqués, é tomó á Zahara sin peligro
doscientos de á caballo que entraron , no se salva ni muerte de su gente. Fallaron dentro un captivo
ron los doscientos, y de estos los inas sin caballo, no mas, llamado Frutos, natural de Fuentes donde
apeados y escondidos por los montes. No so halla yo naci, fijo de Juan Alonso, hombro bueno. Fizo el
ron otros christianos muertos en] toda esta batalla, Marqués bastecer muy bien la fortaleza de viandas
salvo los siete ú ocho hombres que mataron los y armas y gente, y eso mesmo la villa, y estuvo ende
corredores moros, de los de Utrera. En esta so cau fasta que lo dejó todo á buen recaudo , y volvióse á
tivó el Alcayde do Burgo que era un grande escala Marchcna con mucha honra. E sabida por el Bey é
dor, el qual había escalado áMontecorto, quando por la Beyna la buena andanza y ventura que el
lo tenia el Marqués do Cádiz, que lo habia también Marqués ovo en tomar á Zahara en tal manera,
habido por otro escalador. Este ovo el Marqués, é ovieron por bien de le hacer merced de ella para
nunca fué rescatado é acá pereoíó é murió. siempre, é mandáronle intitular Duque de Cádiz é
Marqués de Zahara dende en adelante, y él en quan-
CAPÍTULO LXVIII. tas cartas firmaba, nunca dejó este nombre de Mar
qués, é primero ponia Marqués que no Duquo, en
Do eámo el Marqu6s lomó a Zahara.
esta manera : Marqués Duque de Cádiz.
Tenia por costumbre el Marqués de Cádiz de te
ner los hombres especiales é adalides que osasen CAPÍTULO LXIX.
de noche andar en tierra de moros, é saber quales
fortalezas se velaban bien, é quales estaban á mal De como cobró el Rey Moro Uulcy Hacen i Almería , é fué deto
nado su Ojo lienaliajüe, t de la gran tala quo flcieron los cliris-
recaudo, é asi tomó á Cárdela en tiempo que tonia Ihrios en (¡erra da moros.
la guerra con el Duque de Medina, é tomó á Monte-
corto é tomara á Setenil, sí no fuera por la cobar En el año del nacimiento de Nuestro Bederaptor,
día de los escuderos, que lo envió á escalar; é facía en ol mes de Febrero de mil quatrocientos ochenta
mercedes á los dichos adalides , é sabia de qué ma y quatro , recobró el Bey Moro Muley Hacen la
nera se velaban los castillos de la Frontera. E asi ciudad de Almería, quo se la tenia contra su volun
fué informado para tomar á Zahara, ó la escaló, ó tad el segundo hijo suyo Muloy Bonahajite, é dió-
tomó por si mismo, é fué en esta manera. Dia de los sola por traición un Alfaquf, é envió á la tomar á
gloriosos ApóstoloB San Simón y San Judas á vein su hermano el Infanto Muley Baudili Azagal, quo
te y ocho dias de Ootubre, Jueves, año susodicho de reynó después de él ; el qual desque la tomó, dego
mil quatrocientos ochenta y tres, púsose con su gen- lló al Infante Benahajite su sobrino, y á un caballe
to antes que amaneciese en la celada cerca do ella, ó ro de valia de los Abcnzerrajos , é á otro caballero
.DONA ISABEL. • '• 617
DON FERNANDO
Benalhagzar, 6 A otros machos de los que con ol
Infante falló, é tomóles las mujeres é fijos, é quan- CAPÍTULO LXXIL
to tenian, y puso Alcaydes y justicias por el Rey
TÍejo su Lermano, el qual después tomó el reyno. De lo quo hallaron los marmoleros.
En el año susodicho de mil quatrociontos ochen
CAPÍTOLO LXX. ta y quatro murió el Papa Sixto IV, habiendo im
De la gran tala. perado y reynado en Roma trece años ; y fué elejido
por Papa Inocencio VIII gonovés, ol qual imporó
Fueron á hacer una gran tala en tierra de moros en Roma ocho añoB. En su tiempo acacoió que an
por mandado del Rey Don Fernando en el mes do dando cavando en Roma unos hombres marmole
Marzo del aflo de mil quatrociontos ochenta y qua- ros, allende de Roma, cerca de San Sebastian, halla
tro, el Maestre de Santiago, é el Marques Duque de ron una sepultura entrada en un mármol blanco, de
Cádiz, é Don Alonso de Aguilar , é ol Adelantado hechura do una grande arca con su tapa de mármol
del Andalucía, é Luis Puertocarrero , Señor do Pal blanco encima muy justa, é dentro una doncella de
ma, y ciertos capitanes del Bey, con los caballeros fasta veinte años sepultada , cubierta de un bálsa
y gente de las guarniciones con mas de tres mil de mo muy precioso en manera que toda la bañaba y
Í caballo, é fasta quince mil peones ; é entraron por conservaba, y estaba abierta por ol hijar, y no te
Alora é el Val do Cártama é bajo , é taláronlo todo; nia consigo las tripas, ni lo de dentro del cuerpo
é fueron sobre Málaga, é taláronlo todas sus co entraño, que son los livianos ; y por allí entraba el
marcas, panes y viñas, huertas y olivares, é almen bálsamo dentro del cuerpo. Estaba desnuda, é tan
drales, ó talaron todos los lugares del Axaquia, don fresca, é tan hermosa como si estuviera viva, y casi
de se habian perdido los christianos el ano antes, é se le doblaban é mandaban todos sus miembros é
otros muchos lugares. Ficieron muchos danos en coyunturas; la qual trojeron por cosa maravillosa
toda aquella tierra do moros , fasta que por la mar á Roma, y la pusieron en el Capitolio sobre una
les llevaron bastimentos de Sevilla, y aun les fizo estera con mucha juncia é arrayan donde todos la
el tiempo contrarío á los navios con los vientos, ó vioron, é no parecía sino quo en aquel puuto había
padeció la gente mucha hambre. Tuvieron en esta acabado de espirar ; decían todos que los que la ha
tala muchas escaramuzas, especialmente una quo llaron, lo quitaron muchas manillas de oro é ani
ovo Bcrnal Francés, capitán del Rey, en que mu llos, ó mucha riqueza que tenia consigo ; é alli no
rieron ochenta moros, los mas de ellos de los de tenia sino una albadena de seda, tocada con franja
■Coin, é ellos nos mataron mas do veinte caballos de de oro. Todo el bálsamo cojieron, é guardaron por
los escuderos del dicho capitán. E desque la tala cosa de gran valor. E la doncella estuvo alli tres
fué focha muy largamente, viniéronse los dichos días que la guardaron á ver que seria , é en cabo
señores é gento con su honra. Se tres dias se corrompió é olió mal como si fuera
recien muerta, é quomáronla. De esto mo certifiqué
CAPÍTULO LXXI. de muchas personas dignas de fé quo vinioron de
Roma , y de la fama pública que de ello fué ; des
De cómo el Rey tomó i Alora. pués me certificó un fraile romano de Señor San
En el mes de Junio año susodicho, fué el Rey Francisco, que en el letrel de la sepultura aun han
Don Fernando sobre Alora con gran huoslo é con fallado quo era una doncella fija de Q. Curcio philó-
muchos de los grandes de Castilla quo iban con él, sopho quo fué en tiompo del Gran Alexandro, tres
on espocial el Maestre de Santiago, ó ol Marques cientos años y mas anteB dol nacimiento de Nues
Duque de Cádiz, y el Adelantado, y Don Alonso de tro Redomptor ; ol qual disputó con Alexandro re
Aguilar, é otros muchos, é con mucha artillería ; é putándole su codicia, asi como dice el Especulo na
púsole cerco y tomóla en dentro de ocho días por tural.
la fuerza délas lombardas, que á los primeros tiros
derribaron gran parto de la villa é fortaleza, é lue CAPÍTULO LXXIII.
go los moros so dieron á partido y los dejaron ir.
Estando el real sobre Alora , fueron dél gontos á Del titula Jesús Naurcno.
talar á Casarabonela, y mataron los moros al Conde En el tiempo do dicho Papa Inocencio VIII,
de Benalcázar de una saetada ; é era muy gentil acaeció que andando labrando la Iglesia de Santa
hombro y muy dispuesto, é llamábanlo on la Córte Cruz en Roma, los maestros fallaron en una oque
el Conde Lozano, é á Rodrigo de Vera. El Rey fizo dad de una pared una caja de plata, y dentro el ti
adobar los muros do Alora y bastecióla de gente é tulo que fué puesto en la Cruz de nuestro Señor Je-
de municiones, é fué menester bastimonto á Alha- suehristo quando fué crucificado, con las letrus en
ma; y vínose por la vega de Granada, é talóla, é tros lenguajes que docian : Jesús Nazarenus, ele. El
quemó los paneB y fizóles muchos daños, é volvió- Papa fué allá y con gran revorencia lo adoró y
Be con mucha honra á Castilla. mostró al pueblo como estaba, c estaban con él tres
anillos de oro, é tres torzales do seda colorada, en
que estaba metido cada anillo en un torzal, é decían
que esto pusiera alli la ReynaSanta Elena , madre
618 CRÓNICAS DE LOS REYES DE CASTILLA.
del Emperador Constantino, é el Papa lo tomó todo Don Pedro do Velasco , é el Duque de Alba , Don
é puso en muy honrado lugar. García de Toledo, su fijo con su gente, é el Conde
de Urefia, é el Conde de Trevifio, Duque de ¡Nájera,
CAPÍTULO LXXIV. Don Pedro Manrique, é el Conde de Benavente Don
Juan Pimentel, ó el Conde de Cabra, é el Conde de
Como el Iicy tomó a Setenil i los moros. Feria Don Gómez Suarez de Figueroa, é Don Alon
En el mes de Septiembre del dicho año de mil so Fernandez de Córdoba, señor de la Casa do Agui-
quatrocion tos ochenta y quatro, sacó ol Rey Don Fer lar, ó otros muchos Grandes, Condes, Duques, ó
nando bu hueste y fué sobre Setenil, é envió delan Señores, que seria luengo de contar, en que el Rey
te al Marqués Duque de Cádiz por cercador, el qual allegó mas de doce ó trece mil de á caballo. En los
amaneció una mañana sobre la villa y cercóla do peones de pelea no hay qüenta ; empero decian que
todas partes, de manera que no pudo entrar uno, había mas de ochenta mil peones, é ministros, é ar
ni salir otro ; é túvola cercada ocho días, fasta que tilleros, é carreteros, é de todos oficios ; y habia mas
el Rey llegó con el artillería, ó con él algunos Gran de mil y quinientas carretas de artillería en que
des de Castilla ; é asentados los tiros combatieron iban muy gruesas lombardas, y entrando el Rey en
la Villa é no la podían mucho empezar, porque los el dicho Val de Cártama, fizo poner tres cercos jun
tiros no la podían empecer ni cojer ; é ovo alguna tamente, el uno sobre Cártama, el qual encomendó
murmuración contra el Marqués entre los caballo- al Maestre de Santiago, el otro en Benamaquis , el
ros, diciendo que nohabia dado buen consejo al Rey otro en Coin ; é él asentó su real en comarca de to
que cercase á Setenil en tal tiempo sobre 'invierno, dos. El de Benamaquis fué encomendado al Mar»
que creían que la no podría ganar , y fué á su no qués Duque de Cádiz, é fué tomado por fuerza de
ticia, y luego aquel día en la noche quiso poner las armas por combate que les dioron á los moros , por
lombardas debajo de los muros é á raiz do la puer que no quisieron darse en tiempo, é mataron algu
ta de Setenil, é tiraron, ó ñcieron tanto daño, que nos christianos en las estancias, fizólos el Rey me
luego los moros fícieron partido , é así en quince ter á espada á todos, é así murieron mas de cien
dias que la tuvo cercada el Roy Don Fernando tomó moros por armas feohos pedazos, é quedó tomada la
á Setenil, é los moros se dieron á partido que les de villa é fortaleza.
jasen ir con lo suyo, é ansí se lo aseguró, é los en E luego dieron combate á Coin con las lombar
vió á Ronda con gente del real é con el Marqués, das, y rompiéronle por muchas partes los muros,
fasta que los puso en salvo , y el Rey se tuvo en y los moros se dieron á partido que se fuesen con
este cerco por muy bien aconsejado é servido del lo suyo, é dejasen la villa, é asi se fizo. En este me- i
Marqués Duque de Cádiz, é le tuvo en mucho ser dio tiempo, el Maestre fizo combatir á Cártama con
vicio el consejo, é gran trabajo, é muoha diligencia las lombardas muy fuertemente ; ó diósele á parti
que puso noche y dia, que no cesaba mientras el do como los de Coin ; y el Roy mandó fortalecer A
cerco duró. E sacaron de Setenil veinte y quatro Cártama y abastecer de armas y viandas, y adere
cautivos christianos que fueron redimidos en esta zar lo derribado , é dejóla con gente á buen recau
victoria. Fizo el Rey adobar lo derribado de la villa do, é fizo aportillar por muchas partes á Benama
y fortaleza é guarnecióla de gente y manteni quis ó á Coin ; é dejó los yermos, é fizo cargar toda
mientos y armas, é dejó por Alcayde de ella á Don la artillería é ir la vía de Málaga, é echó fama por
Francisco Enriquez, hermano del Almirante, é del todo el real que iba á poner cerco sobre Málaga ; é
Adelantado, é volvióse en Castilla con mucha honra. los moros que estaban por cima del real á su vista
metidos en riscos, todos pensaron que así era, 6
CAPÍTULO LXXV. ¿ciáronlo saber los unos á los otros, é por ir á de
fender la ciudad, fuéronse á meter dentro; é el Rey,
De U hermosa entrada que el lley Oto en tierra de moros. desque fueron dentro, envió al Marqués Duque de
En el nombre do Jesuchristo Salvador y Re- Cádiz con dos mil do á caballo á cercar la ciudad
demptor del mundo, en quince dias del mes de Abril do Ronda, el qual amaneció sobre ella una mañana
afio del nacimiento de Nuestro Redemptor de mil é púsole sobre ella cerco, é siguióle mas gente del
quatrocíentos ochenta y cinco, sacó el Ínclito y fa real, con que en tal manera lo cercó que ninguno
moso Rey Don Fernando su hueste muy grande, é salió de quantos dentro estaban, ni entró otro. T el
muy maravillosa, é muy fermosa, de Castilla para Rey, fecho este engaño á los moros, dio vuelta otro
ir á facer guerra á los moros. Su partida fué de Cór dia con todo el real y artillería dejando muchos lu
doba el dicho dia, ó dende á Ezija, con muy gran gares despoblados y destruidos, é de los que los
de artillería, é entró por el Val de Cártama á yuso, moros en aquella comarca tonian ; é vino por la via
muy poderosamente con los mas de los Grandes de que había entrado faBta Alora, é dende .i Ronda y
Castilla ; los nombres de algunos do ellos son los como los moros esto vieron otro dia, entendieron el
siguientes. El MaeBtro de Santiago, Don Alonso de engaño. E los mancebos de Ronda que estaban en
Cárdenas, el Maestre de Alcántara Don Juan de Zú- la Sierra mirando donde declinaría el real, é se ha
fiiga, el Duque de Medinaceli Don Luis de la Cerda, bían ido á meter en Málaga, dieron vuelta á Ronda,
é el Duque do Alburquerque Don Beltran de la é quando llegaron halláronla ceroaday no pudieron
Cueva, é el Condestable de Castilla, Conde de 11 aro entrar, é de cata manera quedó la mayor parte de la,
DON FERNANDO É DOfÍA ISABEL. 619
mancebía de la Honda fuera , 'y no habia en la ciu que les echaban con los cuartagos que ardia la ciu
dad tanta fuerza cuanta hubiera , si todos los man dad, temieron la muerto, y que les entrarían por
cebos dentro se hallaran. Y desque el Bey llegó fuerza de armas ; é demandaron partido, é que ce
con el real de la gente, é gran artillería, fizo poner sase el combato, y el Rey mandó cesar, y los moros
sobro Ronda tres reales, y en cerco el nías pequeño de Ronda pidieron que los dejasen ir con. los su
eutre Ronda y la Torre del Mercadillo , en medio yos dó quisiesen, é les asegurasen fasta quo fuesen
del real, y de Ronda el rio y muy grandes barrancas en salvo, é él se lo otorgó, que habia de ser con con
de él. En este estaba la gente de Córdoba, é do Ézi- dición que Juego ante todas cosas le entregasen todos
ja, é la de Carmonacon eus capitanes, cercados de los christianos que tenian cautivos, é los moros se los
paredes do piedra é cavas. El arroyo arriba hacia presentaron luego al real, y era por cuenta quatro-
donde nace el sol, estaba el real del Marqués Duque ciontas personas, poco mas ó menos, los quales fue
de Cádiz por si, en el mayor peligro por el arroyo é ron con sus hierros á los pies á besar los pies y ma
una ladera muy inhiesta, con algunos capitanes de nos al Rey, llorando con gozo de alegría diciendo :
las guarniciones del Rey que estaban á su goberna ¡Oh Rey alto, poderoso y esforzado t ensálcevos Dios
ción y mandado, é por la parte del mayor peligro so el estado, y sea siempre en vuestros fechos ; quite de
«cercaron de un vallado , é á lugares do pared de nuestros dios, y ponga en los vuestros. Decian al Rey
piedra seca. E el gran real donde el Rey Don Fer estas cosas y otras semojantes, que no habia perso
nando, estaba asentado del cabo do Ronda facia al na que los viese, que propler gaudium con ellos no
mediodía, é estaba tan grande é tan fermoso que llorase, viéndoles los cabellos é barbas fasta las cin
parecía á la ciudad de Sevilla. Las tiendas del Rey tas, desnudos, é desarrapados, é aherrojados é ham
estaban asentadas en medio del Real, y el Rey se brientos. Salieron allí hombres de grandes rescates,
aposentaba en una torrecilla que ende estaba en los especialmente Don Manuel, sobrino del Duque de
olivares ¡y viñas, [y al derredor de sus tiendas y de Cádiz, fijo de Don Fedro el Bayo, é dos fijos do Dio-
aquella torrecilla estaban las tiendas de los Grandes go de Fuentes, é un fijo de Podro Mnthcos, Alcayde
do Castilla ya dichos. Y entre este gron roal y el real de Espera, vecino do Utrera, é otros muchos que al
del Marqués Duque de Cádiz, tiraba la artillería do gunos de ellos estaban en rehenes por sus padres é
las grandes bombardas, quede los tiros que de cada por otras personas que se habían perdido en el
cabo tiraban ; y entre estos dos reales ya dichos, es Axarquia. E desde el Jueves que les entraron los
taba la carretería y dormía la gran boyada do ella ; arrabales por fuerza, en tres días siguientes que fué
y desde el real del Rey hacia al poniente, abajo de el dia de Pascua del Espíritu Santo, dieron la oiu- ;
la ciudad, fasta cerca dol rio, descendía por hilo un dad al Rey, é le entregaron todo lo alto y bajo, y '
gran real fasta un cerrillo, donde estaba una gruesa el Roy les dio quince dios do plazo para quo se fue-
batalla aposentada con sus tiendas , dondo estaba son donde quisieran con todo lo suyo ; en ol qual
el MacBtre de Alcántara por caudillo, y de todas término todos salieron, é de ellos fueron á tierra do
partes de estos reales tiraban robadoquines é otros ti moros, é de ellos vinieron ó poblar en Alcalá del
ros á Ronda. Tenían en Ronda una mina los moros se Rio cerca de Sevilla, los quales fueron el Gordo, Al-
creta, descendía de la altura de la ciudad por esca cay do de Setenil , é el Alguacil de Bonda que eran
lones, en la qual yo conté ciento y treinta pasos de las cabezoraB, con mas de cien cosas, é dióles el Rey
descendida, por donde venían y tomaban el agua bestias en que vinieron fasta Alcalá, con sus fijos y
que habían menester de tres pozos, que «bajo al familias.
peso del agua del rio , tenían fechos é Henos de E quando esto fué fecho y 1» ciudad despachada
agua : desto supo el Marqués , é él mesmo con los de los moros, ya las caleras estaban fechas y coci
suyos combatió por allí, y fizo facer un portillo das' con la cal , é el Rey tomó este estilo desque
por la pared dol gran barranco rpor donde descu tomó á Alora, que en asentando el real, comenza
brió el escalera de los posos , é metió gente quo ban los caleros á facer cal , é mandó adobar todo lo
guardaron el agua do dentro de la bóveda de la derribado do Ronda. Desque ol Rey tuvo & Ronda
mina, y asi el Marques Duque do Cádiz los quitó el envió al Marqués de Cádiz, el qual era el todo del
agun, por lo qual los moros fueron muy aflijidoB, é ardid do aquel coreo, é por su consejo so había
no se pudieron tener. Dieron combate á los arraba dado la vuelta de Málaga é cercado ó Ronda, quo
les, Jueves doce do Mayo, ó entráronlos por fuorza fuese á requerir á los lugares de la Sierra de Villa-
de armas por dondo habían aportillado las lombar luenga ó Benaocáz, 6 Archito, é Obrique, é Cardo-
das, con muy poco peligro do los christianos , ó pu la, é Cuidita ó otros; é tomó el Marqués los fuer
sieron las estancias dentro al pié de la Alcazaba, é zas , é envió mensaje al Bey á dar la obediencia Ca
comenzaron de horadarlas dentro de bancos, y de sares, é llaucin, é todo el Alhavaral , y Sierra Ber
bajo de ellos pinjados. E desque los moros vieron meja ó Marbolla ; ó de esta otra parto, el Burgo é
las torres de la Alcazaba derribadas á pedazos, é los Yunquera aquella semana de Pasqua. É en ciertos
muros aportillados del grande estrago de las lom dios después se hicieron los partidos con los moros,
bardos por el cabo de fácia donde el Roy cstalm, de manera quo dieron las fuerzas do las villas c las
hacia el mediodía de la Ciudad , quo es lo mas fla armas, é quedaron por estonce en lo suyo, fasta quo
co, que por las otras partes no tienen combates, ni el Bey después determinó los lugares quo queda
«e podio tomar, ó vierpn tanto fuego do alquitrán ron. Por estonce , Viernes de esta semana do Fas
620 CRÓNICAS DE LOS BEYES DE CASTILLA.
qua, partieron los christianos cautivos que salieron honrados , como siempre fuimos de todos los otros
de Ronda é del Val de Cártama, por mandado del reyes, cuantimás siendo V. A. mas poderoso, y ma
líey, para Córdoba á facer reverencia ó besar las yor y mejor que ellos.»
manos ú la Royna doña Isabel , los qualos fueron É luego , como el Rey recibió esta carta , envió á
por qücnta quatrocieutas diez y siete personas, hom tomar la fortaleza de Casarabonela , é asentó con los
bres y mujeres, 6 muchachos, 6 fizóles ol Rey dar moros que quedasen en la villa por mudejares, é
bestias y despensas para el camino, y fueron de la entregáronle la fortaleza y fornecióla de jante y Al
Reyna é de la Infanta, é do otras muchas gentes, caydo, ó viandas, é armas, la que es de las más
muy bien recibidos, é entraron en la ciudad con fuertes del Reyno de Granada, é entregáronla adiá
gran procesión fasta donde estaba la Reyna é la In ronla al Rey , Jueves, dia de Corpus Christi á dos de
fanta en ordenada manera , é besáronles las manos Junio do dicho año.
con humilde reverencia, y siguieron su procesión Este dia se celebró la fiesta de Corpus Christi en
fasta la Iglesia mayor ; é la Reyna les mandó dar de Ronda, siendo la mezquita mayor convertida en
comer é á cada uno ocho reales do limosna, para Iglesia é bendita por Don Fray Luis de Soria, Obis
con que fuesen en sus tierras ; eran de aquellos cau po de Málaga ; é llevaron los cetros con el cielo so
tivos quarenta mujeres. Ovo una mora moza que al bre el arca de la araistancia de nuestro Redemptor
tiempo que iba con su padre é madro, dijo que que Jesuchristo, el Rey y el Maestre de Santiago, é el
ría ser christiana, y que no queria ir en tierra de Condestable, é el Duque de Medina Sidonia, é el
moros. É un mancebo de los christianos que habían Duque do Nájera, é el Condo do Urefia, é el Maestre
salido do Ronda, estando en ol real del Serenísimo do Alcántara, é otros grandes. Fizóse muy solemne
Rey Don Fernando , dijo que se la diesen por mu fiesta con los instrumentos , músicas y cantares de
jer, é ella plugo , ó asi so la dieron por mujer des él, y de los grandes SoDores. Llevaban el arca cier
pués de bautizada. tos Obispos é Prelados de Sevilla, é de Castilla, é
Envió el Rey á requerir á Casarabonela que so le ficieron la misa muy ricamente y solemnes canta
diesen , puesto que no se podian defender ni enca res, y músicas acordadas. Mandó el Rey adobar
sar de se le dar, pues quo ya habían tomado toda la muy bieu los muros de Ronda, para lo qual hicie
comarca , é que antes quo moviesen el real para ir ron ir albafiiles, é carpinteros de Sevilla, y allí pu
sobre ella, que tuviesen por bien de le dar la villa sieron en la obra algunas pelotas de las grandes
é la fortaleza. É los moros lo enviaron por escrito lombardas en memoria de esta victoria; é dejóla
en respuesta una carta que decía así : Ciudad á buen recaudo y movió su hueste para ir
á Marvella, dejando la gran artilloria cerca de Zalla
CARTA DE CASARABONELA AL REY. ra, y llevando algunos tiros livianos en acémilas, é
fué por la ciudad de Arcos , y reposó allí algunos
«Alabado Dios poderoso en unidad, que no hay días , y donde siguió Su via fasta Marvella, y dióse-
criador sino ¿1, ni hay otro á su faz igual del , é dá le luego, y echó los moros fuera á las aldeas, é
su gracia é salvación , con Mahomat nuestro Profe puso en ella gente de su guarnición, é Alcayde, é
ta y su mensajero. Escribimos la presento carta al puso en Quacin y Cazares, Alcaydes christianos, é
gran Rey muy poderoso Señor do muy grandes rey- en la Fonjíronla, ó dejó los moros por allí por mu-
nos é señoríos , é de muchas provincias, poderoso y dojaros en sus faciendas , y fuese rodeando la sierra
justo en sus sentencias, amado de la justicia, Rey fasta cerca de Málaga, é salió por Alora, é Ante-
de Castilla, onsálcolo Dios é esfuércelo. Nos la Co quera por donde había entrado, é volvióse á Córdo
munidad y Alguacil y Alcaydo del castillo de Casa ba de donde habia partido, venturoso y victoriado
raboncla, junto con esto acrecionto Dios vuestro donde con mucha honra y solemnidad fué recibido.
Real Estado. Recibimos vuestra carta é la leímos, y Los nombres do los lugares que el Rey Don Fer
entendimos lo en ella contenido ; luego pusimos en nando ganó de esta entrada , son los siguientes ;
obra de enviar á dar la obediencia á vuestra gran
deza y muy gran virtud y bondad , é estamos con Primeramente en el valle de Cártama.
voluntad de todos obedecer a V. A. porque oímos
y vimos quo vuestra palabra es cierta y verdad en Cártama. Yunquera.
dicho y en fecho por quanto noB dijeron de Vuestra Ooin. El Burgo.
Alteza dijo : quando los moros de Casarabonela vi Benamaquis. La ciudad de Rondo
nieren á darme obediencia, ontóncesfaré yo lo que Fadala. Venaoxan.
ellos querrán, y nosotros, ensalce Dios V. A., nunca El Haurin. Monte corto.
obedecimos ni servimos á ningún Rey en toda Campanillas. Audita.
nuestra vida ni á ningún caballero ; y fuimos hon Esquinillae. Cagracalima.
rados y acatados do todos loa reyes ; pero á Vuestra Guaro. Asnalmara.
Alteza nos conviene servir y acatar, pues Dios os Monda. Archite.
fizo tan poderoso y dichoso, y en todas las cosas liocaina. Oblique.
quiere cumplir vuestra voluntad. Placerá á Dios po Benalmadayna. Beuaocaz.
deroso que siempre será asi ; por ende, puos quo nos Casarabonela. Cárdela.
ponemos en mano de V. A., seamos bien tratados y
COK FERNANDO ¡ dona Isabel Ú21
quedó con muy pocos fasta la mañana ; é desque
En el Algabaral í tiara Bermeja. vido el mal recaudo , ovo de volver las espaldas ú '
Gnacin. Alulea. Beneatepar. huir, por guarecer su persona, después de haber
Casares. Benicami. Xubrique. mucho peleado y trabajado por defender los, peo
Cristalina. Oxera. Boleron. nes que habian desbaratado los meamos christianoa
Himeneo. Alcabar. Ginalgacin. de á caballo, cuando volvieron á fuir antes quo el
AloaaUn. Achacar. Benameda. dia fuese claro. É allá pordió el coudo un hermano
Vida cara. Motron. Monarda. que decian Don Gonzalo ; é salváronse aquel din
Bautadari. Tolo*. Almadiar. los de á caballo, que ño murieron sino muy pocos,
San Ablastar. Benamaya. Cortes. y mataron los moros mas do seiscientos peones
Faraxan. Tásete. Alvasnieria. christianos á hilo como iban ; é visto por el Rey el .
Benayon. Albacete. Venatis. mal recaudo volvió de Alcalá la Real y fué la via
Jncar. Benadalid. Dardin. de Cambiles, que está 7 leguas de Sevilla, digo de
Oaritalzime. Benarraba. Marvella. Jaén , y estando é habiendo llegado púsole cerco, é
Benajerta. Benalaba. Oxen. combatiólo con las lombardas y tomólo y fortale
Bena Acin. Algatncin. Frixiana. ciólo, ó luego los moros de la comarca dejaron &
Faraca. Botillas. Arenas y Apiñes é Asnallos. Esta fortaleza de Cam
É otros, é quedaron allí estonco Mijas y Osuna, biles os muy fuerte, ó combatiéronla con las lom
dos leguas, lugares muy fuertes enriscados, que so bardas tres dias, y los moros so dieron á partido
no quisieron dar hasta que se ganó Málaga. que los dejasen ir libres á Granada.
En este medio tiempo que el Rey estaba sobre
CAPÍTULO LXXVI. Cambiles tomaron los clu-istianos de Alhama ana
villa una noche , por el concierto de dos moros que
De lo que klxe Male; BandU! Alzigal porque lo altaron por Re;. en olla vivian ó estaban , que eran de linajo do chris
En el dicho año en el tiempo que el Rey Don tianos , é la villa se llamaba Acaloha, é cautivaron
Fernando ganó á Ronda , acaeció que salió de Gra toda la gente de ella , é mataron á algunos por quo
nada el Infante Muley Baudili Alzagal & socorrer á se defendian, ó fornecteron la villa y fortaleza, á
Málaga, dicen quo el cerco se enderezaba á ella ; é tuviéronla á buen recaudo fasta que el Rey los pro
después , volviéndose á Granada con mas do seis veyó.
cientos de á caballo é muchos 'peones, encontró En este tiempo murió el Rey viejo Muley Hacen,
cerca de Alhama con Juan de Angulo, capitán del en Salobreña, que es un lugar pequeño donde el
Rey que estaba en Alhama por frontero, que traia hermano lo habia desterrado ó mandado estar quan-
una cabalgada de cerca do Granada con ciento y do lo ficieron rey en Granada, que luego lo mandó
veinte de á caballo ; é el Infante moro le fizo un salir de la ciudad á él é á su mujer, é aun les tomó
engallo , púsose en celada , y echó veinte de á ca el oro y plata y haber que tenian , é trujéronle á
ballo delante, é armóle do tal manera que le quitó Granada defunto en una azémila , é fué enterrada
la cabalgada, é mató, ó llovó cautivos muchos, é muy pobre é abultadamente, por mano de dos cbris>
los que se escaparon fué á uña de caballo, é fuese tianos cautivos en sn osario.
con la cabalgada á los lugares cerca de Granada , é
no quiso entrar en Granada fasta que lo alzaron CAPÍTULO LXXVIII.
por Rey do olla ¡ 6 como los moros vieron que fizo
aquello aficionáronse á él , é él tuvo tal manera con Otra toi de muchas agnas.
ellos que lo alzaron por Rey de Granada, é depuso En este dicho año de 1485 á 11 de Noviembre,
á su hermano y dospojólo del reyno diciendo que era comenzó de llover hasta el dia de la Natividad de
viejo , é ciego, é que no era para defender el reyno. Nuestro Redemptor, que son seis semanas, que nun
ca en este tiempo ovo sino dos ó tres en que des
CAPÍTULO LXXVII. campase, ó llovió tan recio é tantas aguas, quo
nunca los que eran nacidos estonces vieron ni tan
be las grandes Unías del afio de 1845 en los meses postreros. tas aguas, ni tantas avenidas en tan poco tiempo;
En el dicho afio de 1485 afios en el mes de Agos é subió el agua del Guadalquivir en las mas altas
to, después de haber reposado la gente algunos sefiales de la almenilla de Sevilla é de la Barranca
. días del trabajo de la entrada primera, el Rey sacó do Coria, é duró una vez once dias en aquel peso
sn hueste para ir sobre Moclin é Illora, é envió de que poco mas ó menos no abajaba, y estuvo la ciu
lante por cercador al conde de Cabra, é con él á dad aquellos once dias en muy grande temor de ser
Martin Alonso de Montemayor é otros caballeros perdida por agua , é entró el agua por ella por laa
para que cercasen á Moclin. Una madrugada acae atarazanas ; andaban cópanos por la ciudad é por
ció, que estaban allí el Rey que habian alzado en la laguna andaban barcos, que pasaban la gente de
t Granada los moros, Muley Baudili Alzagal , y aun un cabo á otro ; cayéronse infinitas casas ; derribó
que lo supo el conde no se le dió nada por ello, ni el río gran parte de Tríana é bañó todo el monaste
quiso aguardar mas gente, é comenzóse la batalla rio de las Cuevas , ó sacaron los monjes on barcos,
antes que amaneciese, ó huyó la gente al conde , é é recibió muy gran daDo el monasterio. Destruyó y
C22 CRÓNICAS DE LOS REYES DE CASTILLA.
llevó de esta vez el Guadalquivir muchos lugares el Rey asentó su gran real , é cercó al derredor do
bus vecinos, especialmente; desde Córdoba á acá, Loxa, y asestadas las lombardas mandó tirar y en
gran parte de Écija y parte de Cantillana, é todo chico espacio les derribaron un gran lienzo de loa
Drenes, é del Algaba, y Rinconada gran parto, lo muros de la villa ; é desque los moros vieron esto
que habia quedado del Copero del año 1481, tornó diéronse al Roy á partido, quo los dejase ir con lo
lo á bañar, llevó todo el rincón que la otra vez no suyo que pudiesen ; é el Rey asi se lo otorgó, é Be
liabia llegado ¿ él. Fueron en toda Castilla estas fueron, é le dejaron la villa, é pidieron por merced
muy grandes avenidas, en que se perdieron total al Rey que los enviase á Granada seguros con el
mente muchos hombres, y muchas haciendas, cayé Marqués de Cádiz, porque no los robasen, é mata
ronse infinitas casas y edificios, muriéronse infinitos sen en el camino, ó el Rey ansí lo fizo, que envió al
ganados, muchas arboledas y viñas arrancadas, ó Marqués por capitán é guarda de ellos con otros
otras cubiertas del légamo del rio. Derribó el rio la caballeros, ó mucha gente, fasta que los pusieron
mayor parto do los arrabales de Sevilla que dicon on salvo ; los quales moros y moras iban haciendo
Cesteria é Carretería , é estuvo Sevilla cercada de muy grandes llantos y amarguras. Salió estonce do
aguas en todas partes, en manera que en tres dias Loxa con ellos el Rey Muley Baudili, prisionero del
no le entró pan cocido de fuera ni otra cosa , nin Rey de Castilla, que decían que lo tenían allí loa
podían entrar en ella, nin salir con las muchas moros en son de preso por que se habia acontecido
aguas. estar alli en este tiempo. Los christianos cautivos
que el Rey redimió no pude saber cuantas eran,
CAPÍTULO LXXIX. salvo quo fueron sueltos y presentados al Rey an
tes que los moros saliesen. Fué el dia que la villa
De cómo el Rey tomó i Loxa é Ilion. de Loxa entregaron al Roy, Lunes 28 dias de Mayo
Sacó su hueste el Rey Don Fernando muy pode del dicho año de 86. Fortalecióla luego el Rey, é
rosa con muchos de los grandes de Castilla, el qual fizóla muy bien adobar é guarnecióla do gentes' é
partió do Córdoba en un dia del mes de Mayo del viandas, é armas, é puso on ella gente de guarni
año 148G, y puso cerco ú la villa de Loxa con me ción, é movió su hueste, é artillería, é fué á cercar
nos jente quo el año antes sobre Ronda habia lleva á Illora; é envió delante por cercador al Duque del
do ; y llevó esta vez. consigo un Conde do lnglatera, Infantado , é á el Condo de Cabra con sus gentes
pariente do la Reyna quo sedecia el Conde de Esca la qual cercaron Domingo, 4 dias del mes de Junio
las, quo pasó acá en aquel tiempo por servir ú Dios y del dicho año, é luego el Lunes los dichos señorea
facer guerra & los moros con trescientos hombres Conde y Duque, con la gente que tenian, entraron
artilleros é flecheros muy esforzados ; y como el Rey en el arrabal por fuerza de armas, é este dia llegó
llegó, salieron muchos moros de á pié y de á caba el Rey y se asentaron las lombardas , é el real ; y el
llo por defender que el real no se asentase, y co Miércoles tiró la artillería, é derribaron gran parte
menzaron de pelear defendiéndolo á saetadas é es- de la villa, é mataron algunos moros de dentro los
pingardadas desde entre las huertas, y trábasela pe tiros de las lombardas, délo qual ovieron muy gran
lea con los moros, los dichos ingleses, y ciertos hom temor los moros , y no osaron mas esperar ; é dié
bres de las montañas que habían venido con el Du ronse Jueves bien do mañana á partido, el qual el
que del Infantado, y con el Duque de Nájera de los Rey les otorgó como los de Loxa, que llevasen todo
quo acá dicen lacayos é vizcaínos ; é como el Condo lo suyo ; los quales tenían ya muy poco que llevar,
do Escalas vido la polea, dijo, que pues la pelea es- que todo lo habían llevado esperando lo que les
estaba trabada y los moros se defendían, que quería vino. E habia en Illora ochocientos moros do pelea
peleará uso do su tierra, y descabalgó del caballo, en que eran los doscientos negros ; é habia cinqtien-
armado en blanco, y con una espada ceñida, é una ta mujeres, é habia entre ellos fasta treinta de á
hacha de armas en las manos, y con una cuadrilla de caballo; é el Viernes siguiente, 9 dias de el dicho
los suyos, así mismo armados de blanco con sus ha mes , dejaron la villa desembargada los dichos mo
chas, se lanzó delante de todos en los moros, y con ros, é enviólos el Rey á Granada, seguros con loa
viril y esforzado corazón , dando golpes en unos y dichos señores Duque del Infantado é Conde de Ca
otros, matando y derribando, quo ni le faltó cora bra, con tres mil de á caballo, é fueron con ellos fas-
zón ni fuerza ; é como esto vieron los castellanos ta la Puente de Pinos ; é por once christianos cau
montañeses ya dichos , no menos ficieron al momen tivos que estaban en Illora, que loa moros habían
to, siguiendo tras los ingleses, é dieron tal prisa á llevado á Granada mientras que se tomó Loxa, tomó
los moros que les hicieron volver las espaldas á el Rey otros tantos moros de Illora, é los tuvo has
huir, é los christianOB revueltos con ellos se encon ta que trujeron los christianos ; é el Rey fizo adovac
traron en loa arrabales de Loxa, loa quales nunca é guarnecer á Illora y ponerla á buen recaudo.
perdieron ni dejaron. El Rey socorrió luego en per
sona á los suyos. Murieron muchos moros en esta CAPÍTULO LXXX.
entrada, é algunos ohristianos , é fué ferido el Con
de inglés de una pedrada, que le quebraron un dien De como vino la Itcyna al real y la recibieron.
te ¡ é murieron tres ó quatro hombres de los suyos. El Viernes quo los moros partieron de Illora para,
% tomado el arrabal pusieron en él bus estancias ; é Granada, partieron del real el Marqués Duque da
DON FERNANDO É DOSA ISABEL. • ' 62a
Cádiz, é el Adelantado del Andalucía con gran ca las armas una ropota francesa de brocado negro
ballería á recibir la Reyna doña Isabel ala Peña de raso, un sombrero blanco francój con un plumaje,
los Enamorados, que venia á ver el Real y haber é traia en su brazo izquierdo un broquelóte redon
parte de la victoria y buena ventura del Rey su do ó varas de oro, é una cimera muy pomposa, fe
marido ; la qual llegó al Real, el Lunes 11 do dicho cha do tan nueva manera que á todos parecía bien ;
mes ú Illora, donde el Roy estaba. Traía consigo ó traia consigo cinco caballos cncobortados con sus
dejando la gente que la fué á recibir, hasta qu áren pajes encima todos vestidos de seda y brocado ¡ y
la cabalgaduras en que habia fasta diez mujeres. El venían con él ciertos gentiles hombres de los suyos
recibimiento que le fué fecho fué rany singular, en muy ataviados, é ansi llegó á facer reverencia y re
que salieron al camino los primeros el Duque del cibimiento á la Reyna y á la Infanta, é después fizo
Infantado, qne habia venido de esta vez á la guerra reverencia al Rey, y anduvo un rato festejando an
en persona muy podoroso y muy pomposo , é el te todos encima de su caballo, é saltando & un cabo
Pendón de Sevilla y su gente, é el Prior do San Juan, é á otro muy concertadamente, mirándolo todos los
fasta una legua y media del Real ; é púsose una ba grandes é toda la jentc, é á todos pareció bien de
talla 6. la mano izquierda del camino por donde ella esto; sus Altezas ovieron mucho placer, é ansi vi
venia, todos bien aderezados y como para pelear ; y nieron fasta las tiendas reales , donde los señores
como la Reyna llegó fizo reverencia al Pendón do Reyes é su fija fueron bion aposentados, é las da
Sovilla, y mandólo pasar á la mano derecha, ó co mas y señoras que las acompañaban en este viaje.
mo la recibieron, salió toda la gente delante con
mucha alegría corriendo á todo correr, do que bu CAPÍTULO LXXXI.
Alteza ovo muy gran placer, ó luego vinieron to-
daB las batallas, é las banderas del real á le facer De Moclln c Montefrio, e Colomera. Como el Rey y la Reyna los
tomaron, c ilc las cosas que allí acaecieron.
recibimiento, é todas las bandoras so abajaban quan-
do la Reyna pasaba; é luogo Hogó el Rey con mu Después quo fueron hechos los carriles para lle
chos grandes de Castilla á la recibir, é antes que se var y subir el artillería á Moclin, el Rey lo fizo cer
abrazasen se hicieron cada uno tres reverencias, en car y alzó su real, y fuelo á poner cerca del, é fizólo
que la Reyna se destocó , y quedó en uno cofia el combatir con las lombardas, é á los primeros tiros
rostro descubierto, y llegó el Rey y abrazóla y be una pelota les horadó una bóveda donde tenían la
sóla en el rostro ; y luego el Rey se fué á la Infan pólvora, é ardióles toda ó muy grandes llamas, ó
ta su hija, y abrazóla y besóla en la boca, y santi desque los moros vieron esto diéronse al Marqués
guóla. Venia la Reyna en una muía castaña en una Duque de Cádiz, é encomendáronse que les ficiese el
silla andas guarnecidas de plata dorada ; traia nn partido con el Rey, el qual el Rey les fizo como á
paño de carmesí de pelo, y las falsas riendas y ca los otros que se fuesen con lo suyo , é así fué he
bezadas de la muía eran rasas, labradas de seda, de cho, é la Reyna se aposentó dentro en Moclin, é el
letras de oro entretalladas, y las orladuras borda Rey fizo allí su jento tres partes, la una fué á cer
das de oro ; y traia un brial de terciopelo, y debajo car á Montefrio, la otra quedó en guarda del Real,
unas faldetas de brocado y un capuz do grana ; é de la Señora Royna, é él fué con la otra que fué la
vestido guarnecido morisco, é un sombrero negro mayor parte de la gente caballería , á talar é correr
guarnecido de brocado al derredor de la copa y rue la vega do (¡ranada, en la qual fizo á los moros mu
do. Y la Infanta vonia en otra muía castaña guar chos daños, que les taló los panes y panizos, oliva
necida de plata blanca, y por orladura bordados de res y huertas, é fecho esto dio vuelta á su Real, é
oro, é ella vestido un brial de brocado negro, y un falló como los moros de Montefrio bo querían dar
capuz negro guarnecido do la guarnición del do la é habían demandado partido á la Reyna, é todos los
Reyna. grandes con toda la hueste é artillería asentaron el
El Rey tenia vestido un jubón de demesín, de Real y tiendas ahí cerca , en el qual lugar estuvie
pelo, é un quísote de seda rasa amarillo y encime ron qnatro ó cinco dias, y el Roy afirmó el partido,
nn sayo de brocado, y unas corazas de brocado, é envió los moros , é tomó la fortaleza é lugar de
vestidas, é una espada morisca cofiida muy rica , é Montefrio, é forniólo, é púsolo á buen cobro, é re
una toca, é un sombrero, y en cuerpo en un caballo dimió allí veinte y seis christianos hombres é mu
castalio muy jaezado. E los atavíos de los grandes jeres que estaban cautivos, é envió á requerir A los
que ahí estaban, eran muy maravillosos ó muy ricos moros do Colomera qne le diesen la fortaleza, é lu
é de diversas maneras, ansí de guerra como de gar, é ellos lo tuvieron por bien , é se la dieron sin
fiesta, que serla muy luengo de escribir. Allegó el recibir afrenta ni combate con temor, é se fueron
Conde de Inglaterra luego en pos del Rey & hacer con lo suyo como los otros ; y así de esta entrada
recibimiento & la Reyna y á la Infanta, muy pom- dio Nuestro Señor en manos del Roy y de la Reyna,
poBO en estraña manera, á la postre de todos, arma las sobredichas villas y fortalezas, Loja, Illora,
do en blanco á la guisa , encima de nn' caballo cas Montefrio, Colomera , en obra de un mes ; quo en
taño con los paramentos fasta el suelo do seda azul, otro tiempo la menor era bastanto tenerse un año y
y las orladuras tan anchas como una mano de seda no poderse tomar sino con hambre. Y con estas
rasa blanca, y todos los paramentos estrellados de victorias y houra, el Rey y la Reyna con todo su
pro en forrados en ceptí morado ¡ y él traia sobre real se volvieron, é con toda su artillería, é salie-i
C54 CRÓNICAS DE LOS REYES DE CASTILLA.
ron por la villa de Priego , é dende por sub jorna dizo, y el Rey moro se movió y abajo fácia el real
das á Córdoba donde ee había partido de primero; de los christianos de una sierra donde estaba con
y allí el Principe Don Juan bu fijo con toda la Ciu muy gran suma de moros que allí tenia, é pusiéron
dad, les salieron á recibir. , se en una ladera, y desque vieron que los de la
villa no acudían con el concierto aquella noche, es
CAPÍTULO LXXXII. tuviéronse allí fasta otro dia, é el Rey mandó ir allá
al Marqués Duque do Cádiz con mucha gente de á
De Velez Halaga, t como la tomd el Rey. pié y de á caballo, é con muchos robadoquines para
-En el nombre de Nuestro Redemptor Jesuchria- quo les tirasen ; é fueron á cerca de ellos al pié da
to, Sábado 17 dias del mes de Abril , afto del naci una ladera donde estaba un grueso batallón, é tirá
miento do Nuestro Redomptor do 1487 años, partió ronlo muchos tiros, ó ficieron huir aquella batalla,
el Rey do Córdoba por hacer servicio á Dios y que era la mas cercana de los christianos, por la
guerra á los moros con muy gran caballería, y con sierra arriba, que no pararon fasta encima de la
su artillería é gento do todos sus Reynos, é muy gran sierra donde estaba el real del Rey moro. Y desque
gana é disposición de pelear con los moros , é fué los moros del real vieron que los otros iban huyen
por sus jornadas hasta Velez Málaga. El Sábado do, cayó entre ellos un temor y comenzáronse de
que partió de Córdoba era víspera de Ramos , é fué ir á mas andar, ni el Rey, ni los caballeros los pu
á dormir á La Rambla, é dende fué otro dia al río dieron detener ni escusar de fuir, que según el lugar
de las Yeguas donde recojió é guardó su gonte , ó donde estaba el real , ellos estaban muy seguros é
estuvo hasta el Jueves do la Cena, é dende fué á muy fuertes para se defender, y asi ellos mesmos
Archidona, y de allí á Calza, é el Lunes de Pascua so desbarataron en fuir y no defender la sierra , á
de Resurrección volvió , y llegó á Velez Málaga, los quales loa christianos no habian de cometer por
donde los moros salieron á escaramucear con los allí si ellos estuvieran quedos donde el real estaba.
christianos con muy buen esfuerzo defendiendo la Y quando el Marqués y los caballeros, y gente que
villa, ó el Martes de Pasqua siguiente, el Roy man con él iba, vieron que ninguno les defendía la cues
dó entrar en los arrabales por fuerza do armas ; é ta, encumbraron la sierra y vieron quo todo el real
como toda la gente venia'con ánimo de pelear é des iba fuyendo, y fueron cu alcance salvo que se ha
truir los moros, dieron combato por muchas partes, llaron pocos y los moros eran muchos. Hallaron in
é matando é íiriendo en los moros los desbarataron finito despojo de armas , y otras muchas cosas que
é les entraron por muchas partes, é tomaron los ar los moros no pudieron llevar, y volviéronse al real
rabales por fuerza de armas, lo qual el Duque de con todo aquel despojo. Y los grandes de Granada,
Nájora cometió primero, ó fizo con los suyos que desque supieron la poca honra con quo su Rey iba,
los moros se metieron fuyendo en la villa y cerra cerráronle las puertas, é no lo dejaron entrar en
ron las puertas ; ó allí ovieron los christianos gran Granada, y dijéronle quo no querían que reynase
despojo do joyas é ropas, é arreos de casas y frutas; sobre ellos, y alzaron por Rey al Rey Muley Bau
é como los moros se vieron todos encerrados en la dili su sobrino , que estaba] retraído en el Albaicin
villa, comenzaron á la defender muy bien, é él fizo de Granada, é el otro fuese á reynar sobre Baza é
cercar la villa do tal manera, que ni podia entrar Guadiz, é Alpujarras, é otras tierras.
uno ni salir otro. En este tiempo había dos royes El Rey Don Fernando puso gran recaudo en el
en Granada, como es dicho, Muley Baudili Alzagal, cerco, y fizo requirimiento á los de Velez que le
ó este tenia el señorío de la mayor parte de la Ciu diesen la villa, pues el socorro les era fui do; é ellos
dad, é Muley su sobrino', prisionero del Rey de Cas no quisieron , que creian qne la gran artillería no
tilla ; é los moros de Granada afincaron su Rey ma podia pasar los puertos ni llegar á Velez, que aun
yor que fuese á socorrer á Velez, é ovo do salir do no ora llegada estonco, é donde á quatro ó oinoodias
Granada, y fuó con mucha gento do caballo, y do vieron asomar la dicha gran artillería, ó todos loa
pié', y asomó un dia por unos cerros altos sobro cerros é puertos hechos caminos y carritos llenos do
Velez, á vista del real do los christianos, y fué que carretas y bueyes con las grandes lombardas, y
quiso tomar á Ventomiz, una fortaleza de moros con la multitud de tiros de pólvora , é ingenios, á
que estaba allí, é no so la quisieron dar los moros robadoquines ; é aun quedaba la memoria do esto
porque habían dado la obediencia al Rey Don Fer ínclito ó famoso Rey para siempre , por razón de
nando desde el primer dia que cercó á Velez. Y los aquellos caminos de tantas sierras y laderas, c puer
moros, desque vieron el cerco, esforzáronse pensando tos, é peñas, é ajosinamíentos como hizo llanos á
sor descercados, é el Rey moro y bu Consejo envia azadón, y barrapala, y almádana , en toda la tierra
ron un tornadizo christiano á los moros de Velez, que ganó á los moros, que es cosa increíble á quien
con cartas que tal noche á tales horas hicioson se no ha visto los pasos por dó tan gruesas lombardas
rias y saliesen do la villa, ó díoson en las ostancias, é tan grando artilloria pasaba, é así mismo vieron
é estonce daria el Rey con los del socorro sobre el venir tan gran gento de guardia con la dicha arti
real de los christianos ; el qual tornadizo fué toma llería, que fueron muy espantados é desmayados ;
do do los guardas del Rey Don Fernando, ó vistas é llegó la artillería y el Maestre de Alcántara quo
las cartas, é sabido el secreto del Rey], hizo poner fué estonce por caudillo mayor de ella ; é los moioa
gran recaudo en bu real, é mandó enforear el torna no osaron aguardar que tirasen, antes demandaron
DON FERNANDO É DONA ISABEL 62¿
luego al Rey partido, que los dejase ir con sus ha jer á Córdoba , á los quales ella mandó recibir con
ciendas, y el Rey se lo otorgó, y los moros entre gran procesión, é ella los recibió dentro en la igle
garon la fortaleza y la villa, y se fueron con lo quo sia mayor, estando con su fija la Infanta doña Isa
pudieron llevar, é algunos se fueron á Granada, é bel dentro de la dicha iglesia, donde los podia bien ■
otros allende, é algunos al real para venir á Casti mirar ; é todos pasaban por dó ella estaba uno á
lla á vivir, é á todos el Rey Don Fernando envió se uno, ó lo besaron la mano, é eso mosino á la Infan
guros, y fizo poner en salvo en ella, dia de Santa ta, é mandólos aposentar, é mandólos dar limosna á
Cruz, á tres de Mayo, año susodicho do 1487 ; y es cada uno un florín de oro. Pública fama era en el
taba ya dentro su guión , é la cruz do la Santa Cru real de Velez quo tenia el Rey diez mil de á caballo
zada que siempre traía en su hueste, é el Conde do é ochenta mil peones. Salió de Velez con los moros
Cifuentes, Asistente de Sevilla, su Alférez mayor, vencidos un caballero moro do Málaga, que llama
que habían primero en la fortaleza entrado ; é reci ban Mahomad Meque, quo tenia su casa, ó mujer ó
bieron al Rey qunndo entró en procesión , ó fueron fijos en Málaga, é tenia mucha parte en ella ; 6 co
con la procesión á la Mezquita mayor ó mas hon nociólo un criado del Marqués Duque de Cádiz, lla
rada, é bendijéronla , á ficiéronla iglesia, é púsole mado Juan Diaz, é trúxolo á su tienda del Marqués,
el Rey con muy gran devoción Santa María do En
é dfxole: «Señor, á este debe V. S. hacer mucha
carnación, por vocación. E luego el Rey fizo poner honra, que es caballero de Málaga, é tiene en ella
gran recaudo en la fortaleza é la villa, ó envió por
mucha parte, é puede en la toma de ella aprovechar
la comarca á requerir los lugares de los moros que
mucho»; 6 luego el Marqués lo fizo facer mucha
viniesen & le dar la obediencia, ú vinicrónsela ú dar
honra, é fizo fablar con él á sus adalides en el caso,
todos los lugares de la Axarquia que están entre la
é rogóle que tuviese manera de facer que Málaga se
villa de Velez, é la ciudad de Málaga. Los nombres
diese al Rey antes que allá fuesen, pues via que lo
de algunos de ellos son los siguientes, de los que se
por todas maneras no podia escusar, según via en el
dieron en esta entrada, desque asentó sobre Velez.
aparejo ; y el moro se lo prometió de lo procurar
Primeramente la villa de
con todas sus fuerzas é maneras, que él faria dar la
Velez Malaga. Alcoche. Noreja.
ciudad, ó al menos el castillo de Gibra-alfaro, al
Abentomiz. Almayate. Torronilla. Rey. El Marqués dfjóle al Rey esto luego , é el Rey
Cantillas. Alarroba. Xaraba. ovo do ello placer, é dijo al Marques: a Duque, yo
Comares. Albaida. Pancaxe. dejo en vuestras manos este concierto, que lo procu
Sédala. Atiadar. Lacus. réis, é pongo mis tesoros que los repartáis en el par
Xavales. Alisan. Dairaalos.
tido do Málaga , si la podéis haber en mi nombre,
Compata. Ázimas. Escalera.
como vos quisiéredos » ; é luego el Marqués con au
Torrox. Almohia. Mará é otros.
toridad del Rey armó caballero al moro Mahomad
E estando ol Roy en Velez, le trujeron los moros Meque, é le dio un caballo suyo, é sus propias co
en presentado á Juan de Robles, Alcayde é Corre
razas, é su propia lanza, é su propia adarga, é dio
gidor de Xerez, de Málaga, é fizóle presento de él el
otro tanto á otro moro su compañero ó pariente, á
Alcayde de Málaga quo llamaban Albocin Aben Co-
los envió á Málaga con el dicho su criado Junn
mix,el qual se lo trujo, é vino con 61 á Velez, édejó
por Alcayde á un su hermano en el Alcazaba, é pre Diaz, que sabia bien la lengua arábiga é pláticas de
los moros, con cartas de creencia de partido, en
sumióse quo venían por parto do la ciudad á facer
que daba al Cogrf, alcaide de Gibra-alfaro, porque
partido con ol Rey, el qual el Rey les ficiora en que no
entregase al Rey la fortaleza, la villa do Coin, de
perdieran nada de sus bienes muebles ; é como los
juro y heredad, é cuatro mil doblas en oro. E daba
moros son voltarios é muy livianos en sus fechos,
á otro capitán, llamado Abrnhen Cénete, que estaba
mientras el Alcayde con el Rey estaba, juntáronse
en su compañía é liga, una alquería, qual escojiese
con un moro llamado el Cegrí, que ora Alcayde del
Castillo de Gibra-alfaro, los cabeceras de la ciu é dos mil doblas en oro. E daba á Hazan de Santa
dad, ó tomaron ol Alcazaba, é pusieron otro Alcay Cruz, que era un caballero que se habia oriado en
Castilla, y habia vivido con ol Marqués, otra alque
de, é pusieron recaudo en todas las fuerzas de la
ría é dos mil doblas de oro ; é daba á las gentes de
ciudad , é alzáronse por ol Rey viejo Muloy Baudili
Gibra-alfaro quatro mil doblas de oro, que repartie
Azagal, lo qual fué ocasión de su total y perpetuo
sen en la ciudad ; daba cualquier partido que de
perdimiento de todos los de Málaga, chicóse gran
des. Sacó el Rey Don Fernando y redimió ciento y mandasen, que el Rey se lo daría on tal que deja
ocho christianos y.christianas cautivos, que estaban sen la ciudad, é que él con gente so fuese ó saliese
on fierros, é supo como poco habia, habian pasado ¿ vivir por los aldeas. E idos con esta euibaxada
de Velez á AlmuBecar catorce, temiendo lo quo les entraron en Gibra-alfaro, é comunicada la embaja
vino, que eran hombreado comunales rescates; é da, ol alcaide del Cegrí, con quien le convenio, des
por esto el Rey quando libertó los moros do la villa pués de haber focho mucha honra á los mensaje
tomó en prenda á sus amos, é túvolos on hierros ros, respondió diciendo: «Docid al Sr. Marqués, quo
fasta que le trajeron los catorco christianos, é ansí si no nos hubiéramos concortado la ciudad é nos
soltó á los amos; é envió el Rey estos christianos otros, que aun ayer nos acabamos de concertar, que
^uj estaban cautivos y redimidos, á la Reyna su mu- luego á la hora ficiéramos lo que nos manda a de
cir. Empero, quo pues me eecojieron á mi en esta
40
626 CRÓNICAS DE LOS BEYES DE CASTILLA.
ciudad por el mejor de los moros en ella, é me en des, Marqueses é grandes señores é capitanes de los)
tregaron la ciudad é este castillo de Gibra-alfaro, é ciudades de Sevilla, é Córdoba, é Écija, é Xerez, ó
le tengo muy bien bastecido , é la ciudad asimismo de las otras ciudades de Castilla tenían sus estancias
está muy bien lastrada de todo lo que es menester, é reales cerca unos de otros en derredor de la ciudad
que si yo ticiese algo de lo que me envia á mandar, de Málaga, por el cabo de la tierra, é terminábase)
sin ver por que, me tenia por el mas malo é cobarde desde el real é estancia del Marqués-Duque de Cá
moro de todos los moros. Empero decid ¡i su seño diz que tenia la vera de la mar. Ansí estaban las
ría, que viniendo el Rey sobre nosotros, que yo le eatanoias é cerco desde el un cabo de la mar fasta
doy mi fé al Marqués, que quando oviéremos de fa el otro. É el Bey tenia sus tiendas é gran real á de
cer partido, é nos oviéremos de dar al Bey, que no fuera en el comedio, de donde podía socorrer á todas
fablará ni fara en nuestro partido sino él, ni menos partes presto. E luego como llegó sobre Málaga, en
nos daremos á otro sino á él ; y para que vea su se vió á requerir los Alcaydes é Comunidad, que le die
ñoría que yo digo esto, decidle por señas, que fabló sen la ciudad, antes que más sobre ella se fíciese, y
conmigo ciertas razones quando nos tomaron á púsoles término para ello, diciendo que les faria
Loja. i) E Iob mensajeros se partieron con esto de buen partido; é fué endurecido el corazón del Cegri
noche de Gibra-alfaro é vinieron é lo contaron al como el de Faraón, é fizo endurecer con vanas es
Marqués é al Bey ; é el Bey mandó que volviesen peranzas el corazón del pueblo; é el Bey les envió
otra vez, é volvieron, é fallaron muchas guardas de á decir y á amenazar, que si fasta tal día no se da
noche, é no pudieron entrar de noche con esta em ban, que les facia saber que con la ayuda de Dios
bazada secreta, é oviéranso perdido si no fueran por los habla de sacar á todos cautivos do la ciudad; i
dó sabian la tierra ; é después do osto, que no pudo ni por oso se dieron mucho el Cogri y Abrahen Cé
ser por vía secreta , envió el Marqués de parto del nete, alcaydes 6 capitanes nnevos mayores de la ciu
Bey por vía pública á requerir al Cegri é cabeceras, dad, é otros cabeceras semejantes de la ciudad, o
que mirasen si se querían dar al Rey, que les furia nunca quisieron fablar por entonce en partido, ni
buenos partidos, y antes que moviese el real para dar la ciudad al Rey. E desque esto vido el Rey,
ir á ellos, viniesen á darse : donde no, que podía ser mandó asestar el artillería, é mandó tirar con los ro-
y creia que si no veuian , y el real se movia para badoquines, y con algunos tiros medianos por todas
irlos a cercar, que otro partido no hubiesen, salvo partes, por les facer mal y daño; mas la ciudad era
el hacer á todos cautivos. E ni por eso la dura cer muy grande é muy fuerte, adarbada y torreada,
viz é soberbia del Cegrl quiso conocer del caso, pen é no le podían hacer daño mucho, é no le podían
sando ganar mucha honra. tirar con las lombardas grandes por no dañar la
ciudad. Por el cabo de la mar estaba cercada Ma
CAPÍTULO LXXXin. laga con la armada del Rey, de muchas galeras
é naoB, é carávelas, en que había mucha gente é
Del cerco de MSbgi, é de las cosas que en él acaecieron. muchas armas, é combatían la ciudad por la mar
Movió el Rey de Velez su gran real y artillería con los tiros de pólvora. Era una gran fermosura
para ir á cercará la ciudad de Málaga, é llegó allá ver el real sobre Málaga por tierra y por mar, habia
un lunes, siete días del mes de Mayo, nño del Señor una gran flota de la armada que siempre estaba en
de 1487. E los moros salieron á defender que no se el cerco, é otros muchos navios que nunca paraban
asentase el real, peleando muy ferozmente como trayendo mantenimientos al real; é pasaron mas da
hombres muy esforzados, con muchas saetas é es treinta días, que parecía que los moros no se lea
pingardas, é escaramuzas, como aquellos que por lo daba mucho por el cerco, é mandó el Rey asestar
suyo querían morir é defenderlo ; é los christianos, siete gruesas lombardas, que se llamaban la» siete
como llegaron los delanteros, como aquellos que hermanas Ximonas, é muchos coartagos é engefios
lo habian gana de lo facer, que í. otra cosa ejercitar con que tiraban algunos tiros de alquitrán por ate
no habian ido, sino á pelear con los moros, les die. morizar á los morera porque se diesen. E en esta
ron tanta prisa por muchas partes. tiempo vino la Reyna Doña Isabel al real, é la In
Aquí á los primeros encuentros quedaron muer* fanta mayor, su fija, por ver el real, y ser en la toma
tos mas de ochenta moros por entro las huertas, y de Málaga, é vino bien acompañada de caballeros,
los enterraron, y encerraron los moros en la ciudad é dueñas, é damas de su corte, y saliéronla á recibir
y en Gibra-alfaro, no sin pérdida de los christianos los Grandes de Costilla que allí estaban, algunos de
ó tomaron las huertas, que eran pasos fuertes, é ellos, en especial el Marqués, y el Maestre de San
asentaron el real, é tomaron é pusieron el cerco, á tiago, é después quo llegó cerca del lugar salió el
pesar de todos los moros; é tomó el Marqués-Duque Rey á la recibir muy triunfalmente; é todos los del
de Cádiz las estancias é parte de Gibra-alfaro, don real pensaban, que por la venida de la Reyna se
de era el más peligro, que así lo tenía por costum habian de dar los moros; y ellos como personas de
bre, ponerse siempre en los cercos en el mayor pe España é según los zamoranos en su tema, esforza
ligro, donde de necesario hubiese de estar siempre damente salían á pelear y dar en las estancias, ma
i buen reoaudo. El Maestre de Alcántara temó el chas veces concertadamente, mejor que de primero,
otro cabo facia el poniente, orilla del mar, é luego é ninguna mención facían de entender en partido*
oabe e) Maestre de Santiago los otros Duques, Con sino de pelear é defender tu ciudad, ofendiendo
DON FERNANDO B DOÑA ISABEL. &t
quanto mu podian, é recibiendo ellos también ma bre Gibra-alfaro desbarataran. En esta pelea truxe-
chos danos é muertes ; é de las salidas que ñcieron ron los moros por principal capitán á Abrahemtreta,
á pelear fueron dos mas de notar que las otras, se que era un muy esforzado moro, el qual allí fué
gún se sigue. herido.
Salieron un dia de la ciudad por el castillo de
Gibra-alfaro muchos moros, é quisieron dar en las CAPÍTULO LXXXIV.
estancias del Marqués -Duque, tomando la gente De como una noche entraron ciertos moros por ten de la mar fn
segura; el Marqués tenia tal recaudo, que fueron Halaga, y tomaron síganos de ellos; é el ano que decían Moro
justamente vistas ya que estaban fuera, desde la Santo, é de lo que acaeció con él, é como pensando que daba il
tienda ó estancia del Marqués; é habia una estan Rey acuchillo a Don Aharo, i i la Bobadilla.
cia, la mas cercana al castillo, que aquella noche Cerca de este tiempo vinieron una noche á entrar
los escuderos de ella habian mudado y acercado en Málaga por la orilla de la mar por el cabo de
hicia Gibra-alfaro, é la gente de ella estaba muy Gibra-alfaro, por donde estaba el real del dicho Se
cansada, que no habia dormido, ni descansado dos ñor Marqués-Duque de Cádiz, ciento y cinqfienta
dias habia. E con este despecho de aquel estancia moros, y fueron sentidos de las guardas, é prendie
que se les aoercaba, se creyó que los moros ordena ron la mitad de ellos, é la otra mitad se les entra
sen de salir á pelear por allí; é el estancia del Mar ron, porque no pudieron mas, porque ovo mal re
qués estaba arriba mas afuera casi un tiro de ba caudo en las guardas, que quando los sintieron iban
llesta; é el Marqués, como vido los moros salir, aper ya dentro; é como era de noche no se pudo mas fa
cibióse para ir allá, é los moros arremetieron con la cer, é todos venian á pié, é traían armas é pólvora
estancia é dieron en los christianos, é los christia- para socorrer é esforzar los de la ciudad. E estos
nos dieron á huir los de aquella estancia y de otras moros que así tomaron, hubo uno que teniéndolo el
cercanas á ella; é arremetió á pié muy bien armado, Marqués preso, dijo: a Señor, lléveme al Bey, c yo le
dando grandes voces, desque vido que todos huiau, daré orden como tome á Málaga»; é el Marqués no
diciondo: «vuelta, hidalgos, vuelta, hidalgos, que dando crédito á su decir, no se daba nada por él, 6
yo soy el Marqués, á ellos, á ellos, no temáis»: é iba algunos de los suyos le aquejaron que lo enviase y >
su bandera ante él. E desque los escuderos que huian que ellos irian con él; é el Marqués dixo, que lo lle
vieron al Marqués con su gente y bandera, cobra vasen aquellos que lo decian; é el moro ganó de
ron esfuerzo é volvieron sobre los moros é pelearon ellos que lo llevasen en la forma que lo habian to
muy fuertemente los unos con los otros, é la bande mado, porque el Rey le escuchase; é estonce diéronU
ra del Marqués en medio en lo mas áspero de la pe su albornoz é un alfanje, é lleváronlo asi; é el perro
lea, la qual estuvo muy cerca do ser perdida, si el moro llevaba concebido de matar al Rey, porque
mesmo Marqués con su persona, y los que la guar muriese su vida, y viviese su fama, queriendo pa
daban no los socorriese. En fin, los moros fueron recer á Mucio Scevola Romano, que salió de Roma
vencidos y volvieron fuyendo é se metieron en Gi por matar al Bey que tenia cercada la ciudad de
bra-alfaro, é fueron de ellos feridos y muertos mas Sena, é pensando que mataba al Rey, con la espada
de quatrocientos, y de los christianos murieron lue dio á otro y matólo, y maguer preso por ello se que
go mas de treinta hombres, y fueron feridos mas de mó el brazo, porque no mató al Rey que tenia cer
trescientos; é fué ferido el Señor Don Diego Ponce cada la ciudad. E los romanos por esta osadía j
do León, de una saetada, que era hermano del Mar atrevimiento facen de él gran memoria de hombre
qués, y los moros vencidos. El Marqués fizo proveer desesperado. Ó quiso aquel moro parecer a Fabio,
las estancias susodichas cercanas á Gibra-alfaro, de que se lanzó en el lago boca de infierno que en Ro
gente, é ballestoros, é espingarderos; é estando allí ma se abrió, donde muchos perecían por librar A
en una de aquellas estancias, los moros de la forta Roma, é libróse por su perdimiento Roma, que lo sor
leza tiraban muchos tiros de espingarda allí, y de bió aquella sima infernal y cerróse, y contentóse
ballestas; é pareció que desde el castillo lo conocie con aquel que nunoa mas fué visto. Y aquel perro,
ron, é tiraron una espingardada al Marqués, de la como hombre gentílico, pensó asi dar su vida A la
qual pareció que Dios milagrosamente lo quiso guar muerte por facor descercar la ciudad y ganar fama
dar, que le dio en el adarga que ante si tenia por desesperada entre los moros. Y lleváronle así al
medio de los cordones, é dióle la pelota en la barri Rey, é quando llegaron A las tiendas con él, el Rey
ga por bajo de las corazas,"ó paró en el sayo, que é la Reyna estaban retraídos, é entráronse con él en
ninguna cosa le firió ni empeció. Fué ferido tam una tienda, donde estaba Don Alvaro de Portugal,
bién el Señor Don Luis Ponce, su yerno, aquel dia, hermano del Duque de Berganza, é la señora Boba
é el alcayde de Utrera Garci Gómez de Sotomayor, dilla, Marquesa de Moya, é como vido que les faoían
é el alcayde de Atienza y otros muchos escuderos todos mucho acatamiento, como no entendía la len
honrados. Entre los que murieron é fueron feridos gua castellano, demandó nn jarro de agna por dar
el mas daño que recibieron fué quando dejaron las lugar á su brazo ó alzar el albornoz, é estonce sacó
estancias, que si se tuvieran é no fuyeran, no reci el alfanje por debajo, é comenzó de dar de cuchilla
bieran tanto daño, pues tenian el socorro tan cerca, das á Don Alvaro, é A lá Condesa que estaban ju
é el Marqués se lo reputó á muy mal aquella huida, gando tablas, pensando que eran el Rey, é la Reyna,
é aj.no fuera por su esfuerzo, todo aquel real de so- y firió muy mal al dicho Señor Don Alvaro, de una
G28 CRÓNICAS DE tOS REYES DE CASTILLA.
cachillada por la cara é cabeza. E la Marquesa como al Rey, y este los esforzaba con vanas esperanzas,
aquello vido ee dejó caer de bruzas, é cortóle de é les fizo detener tanto, diciéndoles, que habían de
ciertas cuchilladas la ropa , empero no la flrió, y si ser descercados é vencedores, que asf le era ú él re
no fuera porque cada vez topaba con el alfanje ar velado de Mahomad, y con esto les facía salir á pe-
riba en la tienda, no hay duda sino que los matara. loar muchas veces. La segunda vez, de las dos que
E estonce Martin de Lecena, asturiano, que estaba fueron mas do notar, que salieron los moros de Má
allí, y Luis Amar de León, adalid del Marqués, c laga á pelear, fué desquo no tenían sino muy pocos
Tristan de Rivera, que habían ido con él, diéronle mantenimientos; y salieron una madrugada más de
tantas cuchilladas que le hicieron pedazos, é el Hoy . mil moros, é polcaron é dieron on las estancias é
i la Reyna salieron al alboroto y se hicieron mara gentes del Maestre do Alcántara por orilla de la
villados de tal hazaña, y no quisieran que lo hubie mar, y mataron y hirieron algunos christianos que
ran muerto; é después echáronlo asf por un trabuco hallaron durmiendo á mal recaudo, é ficierou albo
en la ciudad; é los moros desque aquello vieron, roto y rebato en el roal; é llegó Abrehen Senete en
mataron un chriatiano gallego, que habían cautiva cima do un caballo á unos mozuelos, donde pudiera
do en Velez, quando el Rey tomó los arrabales, é matar siete ú ocho de ellos, é volvió el encuentro de
cargáronlo encima de un pollino, ó echáronlo por la lanza, é dióles de coscorrones diciéndoles: a andar,
una puerta afuera, é ansi lo tomaron en el real los andar, rapaces, á vuestras madres», é los otros ca
christianos. E esto ñcieron en pago del otro que les balleros moros, dosqne vieron los muchachos ir bu-
enviaron con el trabuco. Pasaron estas cosas é otras yendo, comenzaron de reBir con él porque habia
muchas é pasó el mes de Mayo, Junio é Julio, é llegado ú ellos ó no los había matado, é él les res
siempre en el real facían engaños y escalas, é ticio- pondió: uno mató porque no vide barbas»; é esto le
ron una escala real, que llamaron Gra, quo ora tan fué contado á gran virtud, quo aunque ora moro,
alta como una torro, para el día quo habían do dar li/.o virtud como hidalgo; y acudieron al rebato Ion
combate real, é los do la estancia minaron, é el ar Maestres é los otros mas cercanos; é pelearon con
tillería tiraba, é facian mucho dafio cu la ciudad, ó los moros, é metiéronlos á lanzadas por la ciudad, y
todavía mostraban esfuerzo los moros é salían á pe quedaron muertos mas de doscientos moros, que so
lear muy ferozmente, ó faltó la pólvora en el real, ó non pudieron valer, é desdo esta vez quedaron los
envió el Roy una galera por pólvora ú Valencia, y moros muy desmayados, ó no osaron salir á pelear;
prostaraonto fuá venida con olla; o envió al Koy do ó como no tenían quo comer, salíanse do la ciudad
Portugal por pólvora en una caravela, ó también so algunos moros, ó venían al real, é llevábanlos al Hcy
la envió y vino muy prestamente. y sabia do ellos la necesidad do la ciudad, y que
Ordenaron muchas veces do entrar la ciudad por tanto se podrían tener, y con esto los del real so
combate, é dejábanlo do dar temiendo la muerte do esforzaron.
la gente, é temiendo comenzarlo y no acabarlo, por En este tiempo vinieron embajadores de las par
que la ciudad era muy fuerte é muy torreada, ó de- tes de África al Rey Don Fernando, con un presente
ciase haber en ella ocho mil hombres do pelea, é para en que le truxeron de las cosaj do allá que acá no
dar el combate envió el Rey por mucha gente, mas hay, y envióle á suplicar, que so oviese en la toma
de la que tenía, é envió á llamar al Duque de Medina de aquella ciudad piadosamente con los moros do
Sidonia, Conde de Niebla, el qual vino luogo al real, olla, como habia fecho con los otros do los otroB lu
oon mucha gente y muchos bastecímientOB y mante gares, ciudades é villas que habia tomado; é envió
nimientos por mar y por tierra, y dio en el real muy á pedir por merced al Rey, que le enviase pintadas
gran refresco y placer, que ya la gente estaba eno sus armas, que quería ver la forma de ellas á saber
jada en dos meses y medio que estaban en el cerco qué tales eran. E el Rey Don Femando se las envió
y aun mas; é la pólvora venida, é el refresco de la moldadas en ciertos escudetes de oro, acerca tan
gente, ordenaba el Rey dar el combate el dia de anchos como la mano, é respondió al Rey de Treme-
Santiago, é algunos de los Grandes eran do opinión cen, ó envió honradamente los mensajeros, é pasó el
que no se diese combate, y todos los Qrandes se mes de Julio é parte do Agosto, é la comunidad do
prefirieron de ayudar al Rey con sus tesoros é fa- Málaga recibia mucha pena é laceria de hambre, y
ciendaB fasta que por hambre tomase la ciudad, ó de los tiros y combates, quo no cesaban cada día.
que no quisiese poner á riesgo el real. E los moros Suplicaban á las cabeceras y al Cegri que pidieso
deseaban mucho el combate porque tenían ya muy partido al Roy, é el Cogrl, y los que seguían su opi
pocos mantenimientos; é como son agoreros, tenían nión ora que matasen las mujeres, nífios y viejos,
un moro que decian el moro Santo, qno debia ser que no eran para pelear, ó después que saliesen pe
algún alfaqui, el qual les ofrecía y certificaba, que leando ó muriesen, que no que diesen tal honra y
los montes de harina que veian en el real blan victoria á los christianos de darse á partido.
queando, ellos comerían aquella harina, y que no E desque vido su locura del Ccgrf y sus sequaces,
temiesen, que los del real les huirían; y en algo dijo un moro muy honrado y muy rico mercader de la
verdad, que ellos comerían después de la harina de ciudad, llamado el Dordux, tuvo manera como ami
aquellos montones gran parte, empero estando cau gablemente tomó a los alcaides el Alcazaba é el
tivos. E esto moro Santo agorero, habia entrado castillo de Qenoveses, é apoderóse de ellos, que son
quando entró el otro desesperado que pensó matar dos fortalezas grandes y muy fuertes, ó túvolas al- 1
DON FERNANDO b dona Isabel; m
gtinos diaÉi, é ya pisádóí algunos días de Agosto, llevó al Rey é dió por él la carta al Bey ó á la
«juc ya no tenían qué comer, envió al real á deman Reyna , y es la siguiente :
dar partido en nombre de todo el común. E en este « Alabado Dios Poderoso.
tiempo el Cegrí, alcayde de Málaga, estaba en Gibra- «Nuestros Señores Reyes, el Rey y la Reyna , ma
'olfaro, ansí como retraído, quo no ontraba en Ins yores quo todos los Royes , é quo todos los Prínci
otras fortalezas, ó estaba con él ol inoro Santo ago pes , onsálcelos Dios ; encomendándose en la gran
rero, buido por miedo de la comunidad, porque lo deza do vuestro estado , é besando la tierra debajo
querían matar, por las esperanzas é promesas men de vuestros pies , vuestros servidores y esclavos loa
tirosas que les habia dicho. K el Dordux demanda do Málaga, grandes y pequefiOB, remédielos Dios.
ba al Rey que tomase las fortalezas é les dejase Después de esto los servidores vuestros suplicamos
mudejalmente con lo suyo en la ciudad, é salieron á vuestro estado real , que nos remedie como con
los farautes con esta mensajería por las estancias viene hacer á vuestra grandeza , habiendo piedad y
del Comendador mayor de León, Gutierre de Cár misericordia de nos, según á vuestro real estado
denas, Mayordomo y Contador mayor del Rey, é él conviene, y según ficieron vuestros antepasados, é
mesmo los llevó al Roy, 6 vista su cmbaxada, el vuestros abuelos los Reyes grandes é poderosos. Ya '
Rey ovo de ello muy grande enojo, y los mandó habéis sabido, ensálcovos Dios, como Córdoba fuá
volver á la ciudad, é les dijo quo les dtxcscn, quo cercada gran tiempo fasta que se tomó la mitad , é
bo tuviesen quanto pudiesen, quo con la ayuda do quedaron los moros en la otra mitad fasta que aca
Dios muertos ó cautivos los entendía de sacar todos baron todo el pan que tenian , é fueron estrechados
de allí; é con esto los mensajeros se fueron, é otro mas que nosotros ; y después suplicaron al gran Rey
dia la ciudad envió con sus mensajeros á rogar al vuestro abuelo, é rogáronle que los asegurase, é
Marqués-Duque de Cádiz á sus tiendas, por la vía asegurólos , é recibióles sus suplicaciones , é oyó su
do Gibra-alfaro, quo le pedian por merced hiciose fallía , y perdonóles, é dióles todo lo que tenian en
el partido con ol Roy, ó ol Marqués lo respondió quo su poder, asi facienda, como joyas, é ganó la gran
no podía, pues que tan al cabo so habían dejado Ho fama fasta el día del juicio. Ansimesmo en Ante
gar, é quo se tornasen al Comendador mayor, pues quera con vuestro abuelo, el grande, esforzado y
á él so habían primero encomendado, que él lo tra nombrado Infante, que la cercó seis meses y medio
taría; ó con esto los mensajeros so volvieron; é visto y tomó la ciudad y quedó el Alcazaba obra de seis
esto, el Dordux é la Comunidad fablaron é abajaron meses, fasta que se les acabó el agua, y estonces le
en ol partido, é salió el Dordux mesmo, por donde suplicaron é echaron á su favor, é le demandaron
primero los primeros mensajeros habian salido, é el que les asegurase para que saliesen , é recibió sus
Comendador mayor los llevó al Rey, é denunció al suplicaciones, é sacóles , é dióles todos sus bienes é
Rey la embaxada é la comisión que ol Dordux traia mercaderías, é quedó su fama é el bien que fizo
para el partido, según el Dordux por la lengua do fasta el dia del juicio, perdónelo Díob, y á vos
los que la sabían al Comendador mayor habinn con otros ensálcevos Dios, nuestros señores Reyes , mas
tado; é entendido por el Rey lo quo pedian, dijo con honrados que todos los Reyes é Príncipes. Pública
gran enojo al Comendador mayor: «Dadlos ni dia es vuestra buena fama , é vuestro favor , é vuestra
blo, que no los quiero ver, tacedlos volver á la ciu honra, é vuestra piedad, é ha parecido oon las gen
dad, y no los he de tomar sino como á vencidos tes que se dieron antes que nosotros ; ha ido vues
del todo, dándose á mi merced »: y con esto el Dor tra buena fama á aliende é aquende entre los ohris-
dux y los que con él habian venido so volvieron, tionos é entre los moros ; y nosotros vuestros servi
é entrados en la ciudad mandó el Roy tirar toda dores y esclavos, bien conocemos vuestro yerro, y
la artillería, é dioron una gran grita todos los del nos ponemos en vuestras manos , é echamos nues
real, é tiraron todas las lombardas é injonios, é fi- tras personas á vuestra merced. ' Suplicámosvos,
cieron muchos daños en la ciudad, é con la rea nos aseguréis ó libréis en ahorras nuestras personas,
puesta de los embaxadores oida por la comunidad, é nos otorguéis esto como parecerá al seguro é hon
ovieron en Málaga muy gran ruido é muy gran tur ra quo está con vos señores de poder. Nosotros es
bación, ó ficieron las gentes do olla muy grandes tamos degollados en vuestro favor, é nos metemos
llantos é lloros, asi los hombres como las mujeres é só vuestro amparo ; faced con vuestros siervos como
pequeños, é ya á esto tiempo comían los caballos, ó conviene áV.A.y Dios Poderoso ponga en vuestra
asnos, é perros, é gatos; é comían de los troncones voluntad , que lo fagáis bien con vuestros siervos.
de las palmas altas molidos hechos pan, é muchos Pues ensálcevos Dios mayores que los Reyes é Prín
do los que comían aquel pan desque bebían el agua cipes, é no plegué á Dios que fagáis con nosotros
sobre ello morían, é ansí murieron muchos, que se sino lo que conviniere á la vuestra grandeza é hon
hinchaban con ello é morían; é llegaron á tanta ne ra de toda virtud ; esto es lo que suplicamos á
cesidad nntcB que se diesen, que se murieron do V. A. é pedimos vuestros siervos : en manos de
hambre muchos. E vistos las respuestas del Rey, VV. AA. nos ponemos. Dios PodoruBO acredito el
entraron en su cabildo y ordenaron do so dar á mer ensalzamiento de VV. AA.»
ced del Rey é de la Reyna, pues quo ya no podia ser Y luego respondió el Rey:
de otra manera; é ficieron la siguiente carta, con la «YO EL REY.
qual el Dordux volvió al Comendador mayor, é lo » Concojo é viejos é vecinos de la ciudad de Mi
680 CRÓNICAS DE LOS R TES DE CASTILLA,
laga: tI vuestra carta, por la qual me enviada» á ni tomase lo que tenían. É luógo dem&riJó loa cln-
facer saber, que me queriedes entregar esa ciudad tivos christianos que en Málaga estaban , é fizo po
con todo lo que en ella estaba, y qne tos dejase ner una tienda cerca de la puerta de Granada, don
vuestras personas libres ir á donde quisiérades ; y de él é la Reyna é la Infanta, su fija, los recibieron,
esa suplicación si la ficiérades al tiempo qne os en y fueron entre hombres y mujeres los que allí loa
vié á requerir desde Veles-Málaga , ó luego qne aquí moros les trajeron fasta seiscientas personas ; é á la
■ente el real, pareciera que con voluntad de mi ser puerta por dó salieron estaban muchas personas con
vicio os moviades á ello , estonces oviera placer de cruces é pendones del real, é fueron en procesión
lo facer ; pero visto que habéis esperado fasta lo con el los fasta donde estaba el Rey y la Reyna aten
postrimero que os podéis detener, á mi servicio no diéndolos. É llegando donde SS. AA. estaban, todos
cumple os recibir de otra manera, salvo dándoos á se humillaban é caian por el suelo, é les querían be-
mi merced , como determinadamente os lo he envia Bar los piés, é ellos no lo consentían, mas dábanles
do á decir con vuestros mensajeros ; y este es muy las manos, é cuantos los veían daban loores á Dios,
menor inconveniente que no haber de esperar mas, é lloraban con ellos con alegría ; los quales salieron
según el estado en que estáis, s tan flacos y amarillos con la gran hambre, que que
rían perecer todos , con los hierros , é adovones á los
CAPÍTULO LXXXV. piés , é los cuellos é barbas muy cumplidos. É des
que besaron los piés al Rey y ála Reyna, loaron to
Como m dtd Mista. dos á Dios mucho, rogándole por la vida y acrecen
Vista esta respuesta por los moros de Málaga , el tamiento de SS. AA. É luego el Rey les mandó dar
Dordux, ántes que entregase las fortalezas, fué é do comer é de beber, é les mandó desherrar, é los
vino muchas veces á el Rey é á la Reyna, é ganó, mandaron vestir é dar limosnas , para despensa de
que puesto caso que todos los moros fuesen escla cada uno donde quisiese ir , y asi fué fecho y cum
vos, empero que el Rey les asegurase la vida á to plido. É en estos cautivos habia personas de gran
dos^ fuéle otorgado. Mas ganó, con ayuda de rue des rescates que estaban rescatados ; é habia perso
gos de caballeros, perdón para si, y para quarenta nas que habia diez é quince é veinte años que es
casas de sus parientes, que quedasen libres é francos taban cautivos, é otros inénos.
en la ciudad con todo lo suyo por mudejares ; y asi É desque el Cegrí , Alcayde do Qibra-alfaro, vido
le fué concedido, é quedaron. En esto asi concerta la ciudad tomada, demandó partido, é el Rey no le
do , luego el Dordux entregó al Rey las fortalezas quiso dar otro sino como al común de Malaga, é en
é torres, é aljiraas , é sobre puertas de la ciudad , de tregó la fortaleza dos dias después que Málaga so
jando á Qibra-alfaro , que lo tenia el Cegrí. É el Rey entregó. É luego el Rey mandó tomar todas las ar
mandó á pregonar, que qualquiera que tomase cosa mas á los moros é metiéronlas en la Alcazaba, anal
de los moros ó les faciese desaguisado , muriese por defensivas como ofensivas. Y asi el Rey é la Reyna
ello, ó envió su guión é la cruz de la Cruzada , é el fueron señores de Málaga, é la tomaron con todos
pendón de las hermandades , acompasados de mu los moros.
chos caballeros é muy armados, después do haber
tomado rehenes del Dordux , á tomar las fortalezas CAPÍTULO LXXXVI.
de Málaga. É desque vido, empinados sobre las mas
altas torres su gente señorear las fuerzas de la ciu De como se dieron Hijas 7 Osuna.
dad , dió muchas gracias al Señor nuestro Dios y Dos fuertes lugares é fortalezas, que estaban en
agradecióle mucho la victoria grande que allí le ha tre Málaga é Fonjirola, que llaman al uno Mijas, é
bía dado. É la Reyna é la Infanta , con sus dueñas é á otro Osuna, que no se quisieron dar en todo el
damas é toda la campaña real, hincadas de rodillas tiempo del cerco de Málaga, é siempre el Rey tuvo
en tierra, presentaron á nuestro Señor ó á la Vírjen guarnición sobre ellos, tomada Málaga fueron re
Santa María gloriosísima muchas oraciones y ala queridos, é pensando que los de Málaga habían he
banzas, y al Apóstol Santiago. É eso mesmo li icio- cho buen partido, diéronsb al partido de los de Má
ron todos los devotos christianos del real. É los laga , é entregaron las fortalezas , é el Rey envió las
Obispos é clerecía que allí se hallaron, cantaron Te galeras de la armada por la gente de ellos, en qne
Deum laudamus é Gloria in txceliis Deo. trujeron ochocientas personas oon sus haciendas
Fué este día que la ciudad se entregó Sábado 18 muebles, é quando se hallaron en Málaga todos á su
dias andados del mes de Agosto, año susodicho de partido , halláronse todos cautivos perdidos. É de
nuestro Señor Jesuchristo de 1487 años. Habia esta estos, é de los que se hallaron en Málaga huéspe
do cercada desde siete dias andados de Mayo ; ansí des , que entraron á defender la ciudad , que no eran
el Rey la tuvo cercada tres meses é once dias, fasta naturales ni vecinos, repartió el Rey por los caba
que la entregaron como dicho es. E luego el Roy lleros é les dió á cada según quien era ; á loa Duques
mandó á pregonar por toda la ciudad entre los mo cien moros á cada uno , é al Maestre de Santiago
ros , que cada uno con lo suyo estuviesen seguros cien moros; y á los Condes y demás señores chi
en sus casas, é fizo entre ellos poner muy grandes quen ta, é á otros mas, é á otros inénos; é fizo pre
guardas por las calles é puertas, porque ninguno no sento de ellos al Roy de Nápoles y al Rey de Portu
Be fuese, ni ninguno los agraviase, ni los enojase, gal; é envió al Papa Inocencio VIII, que imperaba
DON FERNANDO É DOÑA ISABEL. 631
estonces en Roma, den moros empresentados, los medio ; porque esconderían é echarían en pozas sm
qnales el Papa recibió é hizo traer en procesión por oro , é plata é aljófar , é joyas ; é el Rey tuvo á bien
toda Boma, por cosa hazañosa, en memoria de la de los rescatar ; é el concierto del rescate fué de esta
victoria de los christianos, á los quales hizo con manera : Que le dieran por todos los que aquel día
vertir i volverse christianos, y allí se remembraron se hallaron vivos, asi chicos como grandes, á trein
las victorias romanas, que los claros varones de ta doblas jayones por cada uno varones é mujeres,
Roma hicieron, en especial los Escipiones, é Lucios chicos é grandes, é que diesen luego en señal todo
Metelius, Fabius, Quintius, Pabláis, Lacias, Syla, el oro, é plata, é aljófar, é ropa, é alhajas, é seda, é
Marios, Gayus, Pompeyus.Marcelus, Julius César, riquezas, apreciado todo en su valor, é que por lo
é otros muchos que por Roma conquistaron por di restante aguardase el Rey ocho meses ó poco mas
versas partes del mundo. É cuando venian con las tiempo , y que el rescate fuese en todos á voz de
victorias 6 enviaban las cabalgadas que habian, era uno enmancomunados, é que por los que estonoe
la ciudad toda conmovida 4 los recibir, y ver. Así eran vivos, aunque después se muriesen, se pagase
por ver aquella parte de la cabalgada, que el Rey como por los otros ; y que si no cumpliesen el res
Don Fernando envió en Roma al Santo Padre, de la cate en los ocho meses, ó tiempo aceptado, que fue-
victoria que Dios le dió de la ciudad de Málaga é son esclavos, y que por tales los pudiesen vender é
su tierra, la ciudad de Roma fué conmovida toda á facer de ellos lo que quisiesen, é que sí al diobo
lo ver , y el Santo Padre se lo agradeoió mucho , é plazo pagasen el rescate é lo cumpliesen todo, que
fizo facer plegarias é conmemoraciones muchas á fuesen libres donde quisiesen. É desque este parti
Dios nuestro Sefior por él. do plugo á los moros , como ningún remedio tuvie
Antes que el Rey se partiese de Málaga, quitó á sen , pensaron poder cumplir y salvarse por esta
todos los moros mudejares de la Sierra sus vasa via ; é ansí fué celebrado é concertado el concierto
llos , laB armas todas ofensivas y defensivas. del rescate. É el Comendador mayor Gutierre de
Habia en Málaga al tiempo que el Rey la tomó Cárdenas, fizo por parte del Rey los contratos de
quatrocientas cinqflenta personas, judios é judias esto con ellos, é con condición , que viniesen todos
moriscos, chicos é grandes. Estos rescatólos un ju presos á Castilla , salvo los que habian de procurar
dio de Castilla, llamado Abrahan Sefior, arrendador el rescate allende y aquende. É esto hecho , y asen
é facedor mayor de las rentas del Rey , en fiduoia, tados contadores é diputados para ello, con muy
de las alosmas é juderías de Castilla ; los quales res gran recaudo, los llamaron por los barrios, é colla
cató por veinte mil doblas jayenes, á pagar en cier ciones, é casas, é á cada casa sobre si con todas las
to tiempo , y apartáronlos luego de los moros, é to personas ó haciendas, é como venian escribían
máronles todas sus buenas alhajas, é joyas, é do cuantos eran, é como les llamaban á cada uno , es
blas, é monedas que tenían á todos para en cuenta cribían sus bienes, é facienda, é fasian los lios é
del rescate ; é ficieron lios las cosas de cada casa so sellábanlos, é escribían encima cuyos eran, é man
bro sí, é sellaron los lios y escribieron en cada uno dábanlos ir con ello cada uno con lo suyo al corral
cayo era, é todo el rescate ficieron junto, é anBÍ de Málaga, salvo el oro é plata, é doblas que les to
para ello ficieron común todo lo que tenian , puesto maban luego, é el aljófar, perlas, é corales, é pie
caso que unos tenian mucho é otros poco, é el dicho dras preciosas, é manillas, é ahorcas, y al salir
judio tomó el rescate á su cargo. buscábanlos á todos y á todas en tal manera y tan
sagaz, que no pudieran esconder ninguna cosa, ni
CAPÍTULO LXXXVII. sabían los unos de los otros si los buscaban ; y por
esta arte ovo el Rey Don Fernando todos los teso
De la minen que te turo can los moros de Malaga, é con sus bie ros é riquezas de Málaga ; y ansí los sacaron de sus
nes , é como finieron canthos, é de los Judíos, t de las cosas
del cerco de Malaga. casas por qüenta extremados é contados, como quien
extrema ovejas, á los que si con tiempo al Rey se
Los moros de Málaga suplicaron al Rey, luego dieran, fueran libres con todo lo suyo, y aun reci
como entregaron las fortalezas, que les mandase bieran mercedes ; mas parece que nuestro Señor dió.
dar pan por sus dineros, que se morian de hambre, lugar que asi sus corazones fuesen endurecidos,
y el Rey les mandó dar pan y harina de los monto como Faraón con sus ejipcios cuando fatigaban el
nes que ellos miraban que estaban en el real , que el pueblo de Dios, porque fuese vengado en ellos el
moro Santo les certificaba que comerian ; é aqui se derramamiento de sangre de los christianos, que
cumplieron sus agüeros, en que dijo verdad, que los moros do aquella ciudad habian , desde el tiem
comerian de aquella harina, y asi la comieron, em po del Rey Don Rodrigo , é el estrago y perdimien
pero cautivos. to de los que por allí habian pasado allende y se
Suplicaron eso mesmo al Rey y á la Reyna que, habian perdido ; asi ellos se ovieron de perder total
pues eran sus cautivos, los quisiesen rescatar; ésus mente, é allí donde ellos acorralaron los christianos,
Altezas mandaron entender en ello en sus Consejos. de la gran cabalgada que hioieron de la Axarquia
É visto sobre ello ficieron entender al Rey, que era el afio de 1483, é donde por oostumbre tenian do
mejor rescatarlos, é tomarles en qüenta sus bienes meter la cabalgada de christianos que traían cauti
muebles, é oro, é plata, que írb sacarlos remota vos, para los partir ó vender, allí fueron ellos meti
mente que supiesen ellos que iban cautivos sin ro- dos y acorralados en aquel corral, é acorralados ó
fi32 CRÓNICAS SI LOS REYES DE CASTILLA:
contados, é cautivos é vendidos; é allí apartaron loa del Rey é de la Reyna , é de Otras capillas de Gran
gandules de los naturales, é Tendieron, é estuvie des, quo asi ora honrado el culto divino en aquel '
ron alli en aquel corral basta que dieron forma do real como on una muy gran ciudad, y asi parecia
los llevar á Castilla, los quales trujeron por rnar á que lo ordenaba Dios con infinitas músicas y canto
Castilla en las galeras é navios de la armada fasta res. Había un hospital muy grande , de tiendas que
Sevilla, ó otros muchos por tierra, é repartiéronlos el Rey mandó facer , donde todos los enfermos é he
por las ciudades, ó villas, é lugares por casaB de los ridos eran curados é mantenidos á costa del Rey,
vecinos, á cada uno uno, ó dos, é que les dieson do así de heridas de los moros, como do qualesquier
comer é se sirviesen de ellos, fasta cumplido el enfermedades quo enfermaban. Había físicos y ci
tiempo en que habían de pagar todo el cumpli rujanos cuantos eran menester, que los curaban.
miento del resgate. Nunca pude saber quantas áni
mas fueron las del resgate , empero la ciudad era CAPÍTULO LXXXVIII.
de mas de tres mil vecinos ; por aqui podréis en
tender quantas ánimas habría poco mas ó menos, Como estuvieron en el cerco de Málaga la flor de Grandes
y caballeros de Castilla.
que yo creo que pasaban de once mil ánimas : .Aun
que algunos de ellos vinieron por la tierra, la ma Los nombres do los Grandes de Castilla que so
yor parte vinieron en los navios, ó so repartieron hallaron presentes en la dicha victoria, no es razón
en Xerez é en Sevilla, como dicho es, é en su tierra. quo queden en silencio, pues que ovieron parlo da
É después pasó o] tiempo ó no pudieron cumplir la gloria de ella, ó fueron victoriosos sirviendo á su
el resto del rescato , y quedaron todos caulivoa del Roy; fueron Iob siguientes:
Bey é de la Reyna. Primeramente el Cardenal de España , Arzobispo
Los judios partieron postreros de Málaga en dos do Toledo, Don Pedro González de Mendoza, quo
galeras de la armada, y echáronlos en el Bodegón vino con la Roy na al modio tiompo del cerco, ó al
del llubio, é alli los dieron por qüenta en primoro gunos Obispos.
día del mes de Octubre del dicho año , 6 fallaron El Maestre de Santiago, Don Alonso de Cárdenas.
quatrocientas cinqüenta ánimas, las mas oran mu El Maestro do Alcántara, Don Juan de Eslúñiga.
jeres en la lengua arábiga, é vestían á la moriBca. El Maestre de Calatrava , Don Juan García do
El Rey, antes que partiese do Málaga, fizo ado Padilla, no vino á esta ni á la do Ronda, porque
bar lo derribado , é dio vecindad á muchos vcciuus quedaba siempre en la frontera de Granada para
que la venian demandando; dejó sus guarniciones, guarda de la tierra.
é puso por alcaide é justicia mayor á Don Manri El Marqués-Duque de Cádiz, Don Rodrigo Ponce
que , de Málaga é toda su tierra , ó puso sus alcai de León.
des en Mijas, é Osuna, é on todas las otras fortale El Duquo de Medina-Sidonia, Conde do Niebla,
zas que ganó do esta entrada. Las cosas del coreo de Don Heuriquo deGuzman, que vino en medio tiem
Málaga no hay quien contarlas todas pueda. po del cerco con muchos mantenimientos y gente
El Rey tenia cruces y campanas, con lo qual les de refresco.
daba muy mal solaz á los moros, que continuamen El Duque de Nájera, Conde de Troviño, Don Po
te veían la croz , á oían las campanas tañer á todas dro Manrique.
las horas y repicar á todos Iob rebatos, desde la pri El Duque do Escalona, Marqués do Víllena, Don
mera fortificación quo ganó, que á la hora siempre Juan Pacheco.
llevaba el Rey campanas en sus huestes y reales ; y El Conde de Bonavente, Don Juan Pimeutol.
al comienzo les decían los moros: ¿cómo, no tienes El fijo del Duque de Alva, Don Fadrique de Toledo.
las vacas, y traes los cencerros? las quales campa El Cundo do Cabra, Mariscal de Baena, Don Die
nas andaban con el artillería , y de allí se repartían go Fernandez de Córdoba.
por ol real. Al comienzo do esta santa guerra , el El Condo do Feria, Don Gómez Suaroz de Fi-
Papa Sixto le dio cruz por cstandarto, é dejó on las gucroa.
iglesias, que de mezquitas so consagraron en igle El Conde de Ureña, Don Alvaro Tellez Girón.
sias en Málaga, mas do quarenta campanas grandes El Conde de Cifuentos, Don Juan de Silva.
é muy hermosas, é en los lugares que so ganaron El Adelantado do Andalucía Don Fadrique En-
de esta entrada. Fué el real de Málaga muy baste riquoz.
cido de todas las cosas, salvo do paja para los bes El Señor de la Casa do Aguilar, Don Alonso Fer
tias é caballos, quo ovo mucha mengua: porque no nandez do Córdoba.
bo encareciese ol pan en el real , que aquel año no Don Pedro Pucrtocanrero, Señor de Moguer.
se cojió muy sobrado , puso el Roy tasa por quatro Don Luis Pucrtocanrero, Señor de Palma.
años, al trigo á quatro reales, ó la cebada á dos rea El Comendador mayor do León, Don Gutierre de
les ; é húbose é mantúvose. Había en ol real de Má Cárdenas.
laga muchos clérigos ó frailes de todas órdenes, que El Conde de Miranda.
decían misas , é predicaban por todo el real , asi á los El Condo de Ribadoo.
sanos como á los enfermos, é absolvían plenaria El Adelantado de Murcia , Don Juan Chacón , c
mente á todos por virtud de la Santa Cruzada ; otros muchos Caballeros, Condes y Soñores, que se
allende de los clérigos, de los cantores do la capilla ria luengo de escribir,
DON FERNANDO É DOSA ISABEL. '• é3l
El Condestable de Costilla no vino acá esta la Vega. E envió por toda la comarca de Vera á
vez , empero vino su hijo Don Bornardino con su requerir á todos los lugares que le vengan á dar
gente. obediencia, é siguió su via con su hueste hacia Al
El Duquo de Alburquerquo no vino, pero vino su mería, tomando muchos lugares, "é allegó fasta Al
fijo con su gente, en manera que de todos los Ca mería; y estaba dentro el Roy moro Muley Baudili
balleros de Castilla, ó de la mayor parte do ellos, el Alzagal, é fizólo talar la tierra, é dio vuelta por to
Rey y la Reyna fueron servidos en esta victoria. da esa cercan fa de los moros , y contando desde Ve- •
Llegó el Rey sobre Málaga mas de diez mil do ra, tomó los lugares siguientes, de los qualeB ó de
caballo, é decian que mas de ocbenta mil peones: la mayor porto Vera es cabeza : .
Fatigáronso algo los pueblos con los reparti La ciudad de Vera. Lijar. Filambro. !
mientos do los pechos, para los grandes gastos do Las Cuevas. Mijar. Vidari.
aquel cerco, y ayudaron la clerecía é iglesias con Hueral. Cantoria. Lubrir.
subsidios. Curgena. Oria. La Caynero.
La cindad puesta en cobro, el Rey y la Reyna , y Moxacar. Cantalobo. Huero.
los Grandes do Castilla se volvieron en Castilla con Alboroa. Torbal. Currillas.
victoria, é mucha honra con su ejército é artillería. Bedar. Riñes. Aliynor.
Los moros de Málaga enviaron á Granada, 6 Ba Serena. Atahalic. Ulela.
za, é Guadix, ó Almería, 6 por todo el royno de Gra Teresa. Axaineyto. Sornas.
nada, 6 enviaron á los moros é Royos de allende & Cabrera. Benalibre. Huesear.
demandar limosnas para dar el rescate, é todos tu Overa. Bonnzaron. Castillejo.
vieron por respuesta, quo tenian tantas necesidades, Benatarafa. Baulirba. Cullar.
que les non podían socorrer; así que de aquende ni Alboinbra. Bonecltamir. Velez el Blanco.
do allende no pudieron remediarse, é cumplido el Bena Alagracis. Alva. Veloz el Rubio.
plazo del partido el Rey Iob mandó vender, ó fue Albos. Alcudia. Benainaurel.
ron vendidos mas de once mil ánimas de Málaga, Almanchez. Chóreos. Galera.
dejando los gandules 6 los valederos estranjeros E otros lugares y alcaydias de que no es de hacer
quo les vinieron á ayudar. mención. E todos estos lugares, é villas, é fortale
zas se dieron al Rey sin combate é sin cerco, que
CAPÍTULO LXXXIX. así pareció quo plugo á la Providencia divina ; ó
entregaron lo fuerte, é quedaron" por estonce en lo
Como el Rey toma a Ver» con toda su tierra.
otro por mudejares, é el Rey puso alcaides christia- ]
En el nombre do Dios , en el mos do Mayo del nos en las fortalezas, é echó los moros de algunos
uño del nacimiento do nuestro Rcdomptor Jesu- de aquellos lugares á lo llano; y dejándolos todos \
chrislo do 1488 años, ol Roy Don Fernando sacó su por vasallos', fizo la Salida por Baza, donde los mo
hueste por la via do Murcia, estando él é la Reyna ros de ella salieron á escaramucear con los christia-
su mujer allí, é juntó poco mas de quatro mil do nos, y á la fin se encerraron huyendo; y allí murió
caballo, é catorce mil peones, é algunos de los un sobrino del Rey, que llamaban Don Luis, Maes
grandes de Castilla ; é quedó la Reyna é el Cardenal tre de Montosa, del reyno de Valencia, en Aragón ;
'de España en su compañía, é el Maestro do Santia- murió en la escaramuza de una saetada, é Don Luis
i go, que so sentia malo, en Murcia ; & ol Rey fué con ora fijo bastardo do Don Carlos , hermano dol Roy
'bu gente, pasando por Lotea, sobro la ciudad do Don Fernando. Esto asi fecho el Rey se volvió con
j Vera, é envió al Marqués-Duque de Cádiz delante, mucha honra á Murcia, donde estaba la Reyna, y la
con una gran batalla de caballeros , á les facer re Infanta y la corte, é dende on Castillo.
querimientos á los moros de Vera, que le quisiesen
desempachar la villa é entregársela ; ó el Marqués
CAPÍTULO XC.
hizo sus dilijenoias, y requerimientos, y protesta
ciones, que si no se daban y el cerco consentían po Como los moros de Gaacln se aliaron.
ner, quo no seles daría otro partido sino comoá los En el mos de Octubre del sobredicho año de 1488,
de Málaga, que fueron todos cautivos ; é los moros hicieron movimiento los moros mudejares de la
de Vera, con temor que ovieron, concedieron todo Sierra Bermeja, é se alzaron con Guacin, que lo
lo que el Marqués les dijo , é con ciertos partidos, hurtaron al alcayde christiano que lo tenia, y súpolo
que de parte del Rey les prometió , luego entrega el Marqués-Duque de Cádiz una noche , estando en
ron la fortaleza, sin mas esperar cerco ni combate' su palacio de los Palacios, é despachó cartas de lla
é el Marqués puso en ella al Señor Don Diego, su mamiento ú un cabo y ú otro, donde convenia, lue
hermano, el qual entró con ciertos escuderos é se go aquella noche, ó partió para allá, é llegó con la
apoderó de ella, ó la tuvo fasta que el Roy llegó. E gente que pudo , é asentó su real sobro Guaoin , ó
el partido fué, quo los moros so fueron con todo lo allí acudió luego ol Conde de Urcña, é el Adelanta
suyo á donde quisieron, é desempacharon la ciudad do, é el Conde de CSfuentes con la gente de Sevilla,
en ciertos días. E como el Rey liegos fizo bastecer é la gente de Xerez, en los quales todos se allegó
Ja fortaleza de Vera de gente de armas é manteni poco gente , y hízoles el tiempo de muchas aguas,
mientos, é dio la tenoncia dejalla á Garci-Lasso de que salieron todos los ños en esta tierra de madre,
634 CRÓNICAS DE LOS REYES DE CASTILLA.
cosa <}U6 pocas veces fié ve en el mes de Octubre, é cia de poder de la casa de Estúñiga, después de la
por el tiempo no se atrevieron por armas á sojuz muerte del Duque Don Alvaro de Estúfiíga, Conde
garlos. El Marqués los envió á llamar, é asegurólos de Béjar, Duque que so llamó de Arévalo, en tiem
de parte del Rey del alboroto y mal caso, é diéron- po de su nieto Don Alvaro, nieto del dicho Duque,
le la fortaleza ; é diéronle por descargo, que lo ha fijo de su fijo mayor Don Pedro de Estúfiíga, ha
bían hecho por muchas sinrazones que del alcayde biendo heredado el mayorazgo y señoreado la casa
recibian. Este fué el primer alboroto que los moros de Béjar.
mudejares de la Sierra Bermeja é sus comarcas Falleció de esta presente vida el Maestre de Ca-
lucieron ; como la tierra es la mas áspera embreña latrava, García de Padilla, el año de 1489, el qual
da del mundo, é fértil de muchaB frutas é aguas, habia sucedido en el Maestradgo por muerte de
cuevas, capas, é riscos para se mantener é huir é Don Rodrigo Xiron, qne mataron los moros en Lo-
tenerlos, dio ocasión á hacer muchas veces movi ja, é el Rey tomó en el luego el Maestradgo ó rentas
mientos, é matar é hurtar muchas veces. de él, é trujo bulas del Papa para ello , porque de»
ello se ayudase para los grandes gastos de la guer
ra. E este fué el primero de los Maestradgos en que
CAPÍTULO XCI.
el Rey y la Reyna sucedieron por sus vidas, con bu
De 1» fertilidad del 1B0 de 1188, é de las aguas de la otoñada del la del Santo Padre, para ayuda de los gastos de la
89 siguiente, é de como tomó el Re; i IMacencla é ovo el Maes- guerra.
tradgo de Calalrava.
Este afio sobredicho de 1488 fué mucho vicioso CAPÍTULO XOII.
y abundoso de pan, trigo é cebada, é vino, é aceite,
é de muchas frutas, generalmente on toda España. Del gran cerco de Baza y de las cosas qne en él se ieleroi é
Ovo pestilencia en algunas partes, especialmente acaecieron, é de como la Reyna fué al real, e de como se US
Baza al Rey 6 i la Reyna i partido, é entraron en el partido Al
en Sevilla é en Toledo. Valió el pan desque se co- mería é Guadix é otras muchas villas.
jió hasta pasado el mes de abril del siguiente afio
de 1489 en esta Andalucía y comarca de Sevilla á En el nombre del muy alto Rey de los Reyes, en
cinqüenta maravedís la fanega y menos, qne en al cuyo poder es dar la victoria á las huestes, é bata
gunas partes, especialmente Sevilla é Toledo é su llas á quien le placo, en el afio sobredicho del So-
tierra, valió á real, que era estonce un real treinta ñor de 1489 años, el Rey Don Fernando, por servir
maravedís, é la fanega de cebada á real. La semen á Dios, ó facer guerra á los moros , estando en la
tera que se fizo este dicho año de 1488 en Octubre ciudad de Jaén, invocó grandes huestes , é gentes
é Diciembre fué muy mala ó lloviosa é con muchas de todos sus reynos do Castilla, y hizo aparejar mu
avenidas, é por esta causa se perdieron muchos pa chos mantenimientos, é principios, é provisiones,
nes de los sembrados , é después de bochas las se para ir sobre la ciudad de Baza , é fueron con él en
menteras, fizo tan grandeB aguas en el mes de Ene el mes de Mayo, á cerca del fin del mes; y la Reyna
ro, que subió el agua del rio Guadalquivir á la se y corte quedó en Jaén, y el Rey partió con su hues
ñales del año de 1485 en los muros de Sevilla, y en te, y fué la vía de Baza, y cercó la villa de Cu-
las otras partes donde suele llegar é están por me xar é combatióla con las lombardas ; sobre la qual
moria; y aun en algunas partes pasó, é estuvo Se* estuvo ocho días, fasta que se dio á partido, de ma
villa en gran temor, empero asi como aquella gran nera que entregaron la fortaleza é la villa, é se fue
de Ímpetu de corriente vino, pasó á plazo, que no ron con todo lo Buyo, que pudieron llevar ; y el Rey
duró el enracamiento de lo mas alto por mas de una fizo poner luego gran recaudo en la villa é fortale
hora. Llevó el rio los lugares que habia llegado y za, é puso allí gran guarnición , é luego los moros
pasado el año 1485, ó llevó todas las simenteras de dejaron de miedo á Venzalema, un castillo muy cer
bus vecindades, en que echó á perder y llevó deBde cano allí, y despoblaron Canilla, una villa muy
Cantillana abajo, mas de ciento cinqüenta cahíces cerca de allí ; ó el Rey la mandó despoblar, y si
de pan sembrado. Cojióse muy poco pan en esta guiendo bu via fué á poner cerco á la ciudad de
Andalucía el ano de 89, de esta causa; ó habían Baza, é llegó un dia del mes de Junio y entraron
quedado las alturas con algunos panes, é asin se co- en las huertas para asentar el real, é estando la gen
jiera de allí común el pan, salvo que en fin de Ma te del real ya entrada en gran parte de las huertas,
yo vinieron quatro ó cinco días de agua ó niebla, los moros que estaban en defensa de la ciudad eran
como de invierno, y anubló los panes en muchas par muchos, y de los mas honrados é esforzados del
tes, y de esta causa alzó el trigo hasta cien mara reyno de Granada; salieron y polearon muy fuerte
vedís la fanega, ó la cebada á cinqüenta maravedís mente con los christianos , de manera que de ambas
la fanega, poco mas ó menos, é duró estos precios partes murió gente; y como las huertas estaban cer
fasta San Miguel. E fué este afio de 89 muy vicioso cadas de muchas acequias, é caoces, é cerraduras,
páralos ganados, de muchaB yerbas. Criáronse muy los christianos no quisieron señorearlas, antes me
muchos puercos, como habia mucho pan del afio de dio huyendo se ovieron de retraer atrás, por la re
ochenta y ocho. sistencia é gran fuerza de los moros, é visto esto
Cerca de Todos-los-Santos del dicho afio de 1488, por el Rey , y sabido que en la ciudad habia gran ,
tecibió el Rey Don Fernando la ciudadde Plaoen- gente de pelea, que decían que habia veinte mil mo- '■
DON FEBNANDO É DOflA ISABEL. ... ' •"' ' 635
ros de pelea, en los qualcs habia setecientos de á por los caminos, por'sns trechos, y donde convenia,
caballo, fizo retraer la gente atrás , y asentó su real desde Qucsada fasta el real, por guarda de los arrie
alderrredor de Baza en forma, é puso sus estancias ros, é acemileros, é gente que abastecía el real de
é guardas en derredor de la ciudad, é túvola cerca mantenimientos. No se pudo el Bey en este cerco
da seis meses, que no pudo entrar á los moros la mucho ayudar de su gran artillería, porque con las
entrada é salida de la ciudad, fasta que la cercó to muchas huertas , acequias é cerraduras de una par
da alderredor de muy hondas cavas é altas albara- te, é áspera sierra de otra, nunoa pudieron allegar
das é paredes, en las quales fizo facer catorce cas á los muros de Baza.
tillos por sus trechos de tapias muy fuertes, é fizo En el mes de Julio , estando el Bey en este cerco,
poner en cada uno trescientos hombres, en algunos vinieron á él dos frayles de Jerusalem por embaxa-
mas, é en algunos menos , según en cada cabo la dores del Soldán de Babilonia, de la orden del Se
afrenta se esperaba; y esto acabado de facer, luego ñor San Francisco , el uno castellano y el otro ita
los moros no pudieron mas entrar ni salir ; acaeció liano, y el Soldán los envió al Bey á le demandar
algunas veces, quo salieron los moros de la ciudad ayuda de Sioilia, para sus guerras; y el Bey ovo
á Iob que andaban faciendo las cavas por algunas gran placer en ello, y eso mesmo la Beyna, á la qual
partes que los vian á mal recaudo, y mataron algu fueron á visitar á Jaén , y el Bey y la Beyna les
nos é llevaron los azadones. Y el Bey tuvo forma ficieron mucha honra , é les dieron respuesta de lo
como un dia les armó una celada, antes que amane que querían, é les libraron cierta suma para el repa
ciese echó fuera los azadoneros, é los moros salie ro del monasterio, é de los frayles , é de la Santa
ron & ellos, é salió la celada de muchos caballeros iglesia de Jernsalen, é del Santo Sepulcro de nues
de lugar de donde los moros no se guardaban, é tro Redemptor Jesuchrísto.
fueron matando en ellos fasta los muros de la ciu Después de tornados á requerir los moros de Ba
dad, en que fueron muertos é presos mas de tres za, que diesen la ciudad al Bey, é de ver su contu
cientos moros, y de esta vez no se osaron ú salir por macia é respuesta, el Bey hizo portrechar é bastecer
allí mas. el real, para tener allí el invierno, é los moros pen
Habia en Baza tres principales caudillos, el ma saban ser imposible al Bey, porque la tierra es muy
yor era, que se llamaba Hacen el viejo, á quien to fría y natural de muchas nieves; y esperaban que
dos acataban ; el otro, llamado Audali, era capitán en todo el compás donde el real estaba , no queda
de la gente; el otro eraTube Corazagnn, alcaide de rla cosa por cubrirse de nieve, según que en todos
Cuxar, que era muy esforzado caballero, á los qua los años ende acaecía ; mas nuestro Señor, en cuyas
les el Bey mandó requerir que le diesen la ciudad, é manos son todas las cosas, al qual obedecen las
les faria mercedes ; ordenó que supiesen de cierto, plantas é signos, fizo lo contrario de lo que ellos
que con la ayuda de Dios se le habia de tomar, é pensaron, que el mes de Septiembre llovió ni mas ni
que no habia de alzarse de allí fasta que fuese se- menos de lo que era menester para el Otoño, de ma
fior de ella ; é la respuesta fué , que no estaban allf nera que aprovechó y no empeció, y el mes de Oc
para dársela, sino para defendclla. Esta vez, é otras tubre llovió lo quo era menester para sembrar, y no
que les envió á requerir , nunca por estonce quisie empeció al real , y faciéronse muchas é buenas se
ron venir en partido. Estonce fizo facer casas é pa menteras en todas partes, que se cojieron el año si
lacios en el real, de tapias, é madera, é tojo, quo guiente muchos é infinitos panes; y el mes de No
traian do los lugares que los moros despoblaron, 6 viembre no llovió poco ni mucho en toda España,
de las casas do las huertas, é fizo facor para st unos antes parecia verano, siendo natural invierno, é
fuertes palacios é bien altos, de á donde podia mi tiempo do aguas é los mas chicos dias del año. Esto
rar la ciudad. E otro tanto ficieron facer el Maestre parecia ser fecho proveído por la divina Providen
. de Santiago é los Duques é grandes Señores, que cia, y asi fué tenido por todoB los christianos, que
ficieron casas muy fuertes donde estaban. El Mar milagrosamente Dios proveyó tales tiempos.
qués-Duque de Cádiz tenia real por si en la gran ar Partió la Beyna de Jaén, é llegó al real, á cinco
tillería, la qual él tuvo á cargo en este coreo, é no dias de Noviembre, donde lo fué fecho solemne re
quiso facer casa de teja, salvo de paja. E todos cibimiento, como solia en los otros reales ; con su
quantos en el real habia ficieron casas, de ellos de venida todos los del real fueron muy alegres y es
teja, de ellos de paja, de forma que parecia el real forzados, porque en pos de sí llevaba muchos man
una gran ciudad con sus calles é hincados. tenimientos siempre, y gente, y creían que por su
Ovieron sobre quitar el agua de una fuente, que venida se les haria mas aína el partido con los] mo
mantenía gran parte de la oiudad de aguas, muchas ros. Los moros fueron mucho maravillados con su
peleas los christianos con los moros, en quo de ara venida en invierno, y se asomaron do todas las tor
bas partes murieron gentes, é á las veces la quita res y alturas de la ciudad, ellos y ellas, á ver la
ban, é á las veces la dejaban. gente del recibimiento , y oir las músicas do tantas
•Fueron muchas veces capitanes á correr á Guadix bastardas, clarines y trompetas italianas, ó chiri
é á Almería, é á otras muchas villas y lugares de mías, é sacabuches, é dulzainas, é atabales, que pa
tierra do moros , é trujaron muchas cabalgadas ó recia que el sonido llegaba al cielo. Iba con la Boy-
ficiéronles muchos dafios, siempre los christianos nr la Infanta Doña Isabel, su mayor fija, la qual
siendo vencedores; tenia el Bey sus guarniciones nunca de si partia, é algunas damas é dueñas de su
«36 CRÓNICAS DE LOS BEYES DE CASTILLA.
casa ; é después de esto, pasados algunos dias, des lo fizo cabalgar en su caballo, é ansí fué fasta
que los moros conooieron la voluntad del Rey, que donde el Rey paró é su gente. É otro dia Miérco
no habia de alzar de sobro ellos fasta cumplir su les, el Roy moro entregó al Rey Don Fernando la
propósito, ordenaron demandar partido, y deman ciudad de Almería, é fortaleza, é fuerzas de ella, é
daron seguro, é salió el caudillo mayor de Baza Ha- el Roy Don Fernando forneció la fortaleza de gen
zen el viejo, é vino al real á fablar eu el partido te, é de armas é mantenimientos; y otro dia, Jue
con el Rey y Rey na , é demandó plazo para ir á fa ves, víspera de Pasqua de Navidad, llegó la Reyna
blar con el Rey Muley Baudili Alzagal, que estaba Doña Isabel , é su fija, é su hueste, ó holgaron allí
en Guadix, el qual le dieron, y fué y fabló, y estuvo las Pasquas del Nacimiento de nuestro Redemptor
con él é con los de su consejo , é con los de Guadix, Josuchristo ; é de allí el Rey moro envió á entregar
é habido su consejo entro el Rey ó los caudillos y á Almufiecar al Rey Don Fernando , é otras muchas
alcnydea de la tierra, que le obedecían, hallaron que fortalezas, á las quales el Rey Don Fernando llevó
si Baza lies tomaban por fuerza ó hambre, lo qual alcaydes ó guarniciones do gente, ó Be apoderó en
ya no tenia remedio de se poder sostener , que toda ellas.
la tierra perderia, y que mas valia darla al Rey á Estando en Almería el Rey Don- Fernando, é la
partido, en la mojor forma que pudiesen, de mane Reyná, con su corte ó hueste, concertaron monte
ra que diesen fin ala guerra, pues tenían á Granada ría, para quo fuesen á haber placor, ó fueron el
en contra, y allí ordenaron de hacer el partido por Roy, y la Royna, é la Infanta, é fueron cou ellos el
toda la tierra que tenia el Rey Muloy Baudili Alza- Muestre do Santiago, é ol Marqués-Duque do Cádiz,
gal, el qual envió al Rey y á la Rcyna ol misino 11a- é otrOB caballeros grandes, ó ol Rey inoro, é la Rey
zen ol viejo, el qual con otros farautes é mensajeros, na su mujer ; ó el monte era ahí cerca orilla de la
vinieron fasta que los Reyes so concertaron en los mar, ó mataron quatro puercos monteses, en que
partidos ; de manera quo entregaron á Baza luego ovioron mucho placer, ó acaeció que estaba en el
al Rey, la fortaleza é la ciudad, la qual le entrega monte un lobo é salió á lo raso , é como se vido
ron en quatro dias del mes de Diciembre del dicho aquejado de la gonte, metióse en la mar, huyondo
año de 1489, dia de la gloriosa Santa Bárbara, é los ú nado ; y como aquello vido un mozo de la villa de
moros de guerra é los gandules se fuoron ; ó de los Utrera, llamado Alonso Donayre, desnudóse ó echó-
de la ciudad los que so quisieron ir con lo suyo, ó so á nado en la mar en pos del lobo, on presencia
los naturales ó vecinos dende salieron con lo suyo á do todos , ó toda la caballería no miraba otra cosa
los arrabales, é quedaron allí por estonce. E en el ó siguióle tanto hasta quo con las ondas no se veia
partido de Baza entró Guadix ó Almería, ó toda la el lobo ni el mozo , é todos pensaban quo eran aho
tierra del dicho Rey moro ; ó toda se la otorgó de gados, é dende pooo dieron vuelta, el lobo delante,
dar y entregar, é toda entró en el partido de Baza. á 6l mozo dotras de él, acarreándolo hacia donde la
E puesta en muy gran recaudo la ciudad ó la forta gente estaba, é llegando cerca de tierra, ol Rey Don
leza de gente christiana, ó con muchas armas ó Fernando entró en su caballo en la mar, hasta quo
mantenimientos, el Rey despidió mucha de la gente le daba el agua á las cinchas, ó mató el lobo á lan
del gran real de las comunidades, dejando las que zadas, y el mozo salió y fuese por otra parte; y to
habia menester paralo que lo quedaba de hacer. dos ovieron mucho placer de esto, y el Rey pregun
tó por el mozo, y nunca vino anto él, que se creyó
CAPÍTULO XCIII. que le hiciera merced.
Como el Rey lomó i Almería é Almuflecar.
CAPÍTULO XOIV.
Partió el Rey do Baza con su caballería é hueste,
ó fué la via do Almoría, y la Royna y la Infanta su Como el Roy loma l Guadix; é del ndmero de los chrlstianos cau
fija, en pos de él, una jomada atrás y fueron toman tivo:) que sacó de esta entrada, e de los partidos con que eston
ce quedaron los moros eu la tierra.
do las fortalezas, ó poniendo alcaydes ohristianos
en ellas, é guarniciones, é el viajo fué do esta Pasada la Pasqua, el Martes siguiente, á veinte
manera : y nuevo dias del mes de Diciembre, partieron de
Partió el Rey de Baza,é fué ¡i Canillas, é dende Almería el Rey é la Reyna, é corte, é hueste, dando
á Purchena, ó á Tabernas, ó á Almería, á la qual la vuelta para Guadix, é durmieron esa noche en
llegó Martes é veinte y dos del mes de Diciembre; Finana, é el Roy moro con ellos; é el Miércoles
é habia partido de Baza á diez y siete dias del di llegaron á Guadix, é llegando luego el Rey Muley
cho mes ; ansí estuvo seis dias en aquel viaje hasta Baudili é sus alcaydes, entregaron la ciudad ó for
allí , é hasta Almería. É llegando el Rey Don Fer taleza^ alcazaba , é fuerzas de Guadix al Rey Don
nando cerca de Almoría, ol Roy inoro Muloy Bau Fornando, ol qual fizo basteoer luego muy bien la
dili Alzagal lo salió a recibir con ciertos moros do fortaleza, ó dejó allí guaruioion é buen recaudo. É
á caballo, é se apeó de un caballo en que iba, é fué los partidos de estas ciudades, villas, é lugares eran'
á pié un rato, fasta que llegó á él , ó le besó el pió secretos entre los Reyes, empero lo que se alcanzó
y la mano, estando el Rey Don Fernando á caba á saber era, que los moros quedasen mudejares en
llo , el qual se abajó un poco y lo abrazó desde en sus haciendas, dejando las ciudades cercadas, quo
cima de su caballo, é lo recibió de mucho placer, ó no viviesen dentro, salvo en loa arrabales y en las
bOlí FERNANDO ÉDOfiA ISABEL. 637
Alcazabas ; é donde quiera que habia fuerza 6 for susodicho, mil y quinientos chrístianos', hombres 6"-.
taleza, que no viviesen, salvo en los llanos; é que mujeres , que estaban cautivos en poder de los mo
dó el Rey Muley Baudili por Señor é Bey de Fan- ros enemigos de nuestra santa fé cathólica , los qua
darax , que es una villa fuerte de trescientos veci les con mucha dilijencia demandó é fizo buscar
nos, con otros lugares 6 alquerías de su comarca, é fasta en todas las aldeas é alcaydias de ios moros, y
por vasallo del Bey de Castilla; é estuvieron en le fueron traídos é entregados. Estuvo muy baste
Guadiz Jueves é Viernes, é partióse el Bey moro cido el real , en todo el tiempo que el Bey estuvo
para Fandarnx , el Sábado segundo dia de Enero, sobre Baza, de pan, ó harina, ó cebado, é carnes ;
buen comienzo del arto 1490, que el Bey y Beyna y falleció algunas veces el vino ; no ovo cosa de que
córlo y hueste se partieron para Jaén con la gracia mas mengua oviese, que de paja pora los caballos
de Dios, victoriosos con tanto triunfo é honra, é bestias del servicio ; proveyó nuestro Señor, que
cuanto nuestro Señor ministrarles quiso , de donde les daba astocha de esparto, é ansí lo comían, é des
llegados , despidieron toda la gente. Ansí que de que á ello se hicieron no hacia mengua la paja.
esta entrada , siete meses ó mas duró el real é gente Sirvieron i el Bey y á la Beyna en el cerco de
en el ejército de la guerra, donde se hicieron tantos Baza todos los caballeros de Castilla muy lealmen-
gastos, que son innumerables de contar. Pechaban te, de ellos en porsonas, é de ellos con sus capita
de veinte en veinte dios todos los vecinos é mora nes. E eso tnesrao todas las ciudades de Castilla en
dores de todas las villaB , é ciudades , é lugares', por viaron sus capitanes con sus gentes, con bus pen
contfa de lo que cada vecino tenia, en manera que dones é banderas, tan ordenadamente, que parecía
ya no lo podian cumplir ; ovo subsidios de las igle que Dios lo ordenaba todo. Fué por capitán de Se
sias y clerecía, é dineros de hermandades, é del villa y su tierra, el Conde de Cifuentes, su Asis
fisco do los herejes, que todo se adquiría é era me tente, y salió con el pendón de Sevilla é su tierra
nester para los muy grandes gastos de la dicha san el Conde dicho, á quince dias de Mayo de 1489, ó
ta guerra. Ayudóse estonce el Bey, para la dicha volvió á entrar en Sevilla á doce dias de Enero de
guerra, con prestidos de dineros, que echó i las ciu 1490 ; ansí pasaron casi ocho meses.
dades, villas é lugares de sus Beynos de Castilla, en Los partidos, que vulgarmente se deoia, que el
esta Andalucía con prestidos que echó de mucho Bey habia hecho con el Bey Muley Baudili Alza-
trigo é cebada, lo qual muy bien después pagó. É gal, que le entregó á Baza é Almería, é Guadix, á
ovo en las comunidades con la fortuna del mucho Almuñecar, é sus tierras donde él reynaba, fué que
pechar, é de los prestidos, muchas mormuraciones, lo quedó Faudarax, donde se intitulaba Bey, con
diciendo, que tomase el Bey todas sus haciendas é ciertos lugares é provincias , é que oviese cumpli
cumpliese por olios , que no lo podian cumplir. E miento do dos rail vasallos con sus rentas ; é sobro
como en esta España para tal caso los vasallos ó lo lo que rentase , quo el Bey Don Fernando le cum
suyo todo sea del Boy, mas quiso fatigar los Boy- pliese á cuatro qüentos do renta, é mas, que le die
nos suyos é atreverse ásus vasallos, ó ¡i sus bienes, se luego cierta suma de dineros, é que quedasen
que no dejar los moros allí por siempre ; los quales por nrsdejares en su ley, él é sus vasallos. Eso mis
desipaban, é despachaban, é mataban en los ehris- mo se hizo con el caudillo de Baza, é con el Algua
tianos lo que numerarse no podia, ó conoció el tiom- cil , que les dió el Bey vasallos , é los dió é fizo mer
po en que nuestro Señor permitía llevarlos de ven cedes, porque quedaron estonces todos mudejares y
cida ; é fuéle forzoso fatigar asimismo á todos sus en lo llano, sin fortalezas ningunas, y así quedaron
Beynos y señoríos , y pareció que quiso nuestro Se todos por estonco , é después ellos quebraron el par
ñor que todos recibiesen fatiga por quitar la fatiga tido é plugo á Dios que quedase el Bey moro aquen
y el trabajo , que tantos tiempos habia que Ies fati de la mar, que ellos hicieron después tales livian
gaba, y según lo quo de esta victoria y entrada flo dades y alborotos, con que quebrantaron lo que
reció, aquellos pechos y servicios aprovecharon en prometieron , en manoro que fueron echados de las
ser empleados y gastados en tan santo acto de guer ciudades y villas, é el Bey moro les fué tirado, 6
ra; los que lo dieron so hallaron más ricos con lo se pasó allende.
quo les quedó , quo no de Antes ; con todo esto se
entendió por aquellos, quo los ánjeles dijerou en el CAPÍTULO XOV.
glorioso nacimiento de nuestro Bedemptor, quando
cantaron la Gloria in exccUis Deo, el in térra paz Del casamiento de la Infanta Dolía Isabel.
hominibu» bonce voluntatis. Halláronse ricos con lo Estando la córte en Sevilla, en el mea de Abrí!
que les quedó, los buenos chrístianos é de buena se celebró el matrimonio de la Infanta Doña Isabel,
voluntad, llegados á rozón, toinerosos de Dios, que con el Príncipe Don Juan de Portugal, á la qual el
atribuyendo todas las buenas cosos quo los Beyes Bey Don Juan de Portugal envió a demandar á el
hacen á Dios, porque el corazón dol Bey bueno Boy y la Beyna, ó á ellos plugo de Be la otorgar, ó
Dios lo rije , y no puede el Boy facer la guerra por celebrdso ol desposorio por escriptura é anillos por
si solo, ni con lo suyo, sino con ayuda de bus vasa- los embaxadores, el dia de Quasimodo, á diez y
Hob é de sus bienes. Bedimió é sacó de cautiverio el ocho dias dol raes de Abril de 1490 años. Fueron
Bey Don Fernando , de Bazo, Almería, ó Guadix, é fechas en Sevilla por ello muy grandes fiestas, é
de las otras villa.» é lugares, que ganó en el viaje justas, é torneos por los caballeros cortesanos de
638 CRÓNICAS DE LOS REYES DE OASTÍLLA.
estos Reynos, é justó el Bey, é quebró muchas va de Dios ni pro de Castilla, ó enviaron al alguacil
ras. Estaba la tela é los cadahalsos, donde estaba de Granada, Aben-Gomix, con la confirmatoria res
la Beyna é sus fijas , é el Principe , é los Prelados, puesta á Sevilla al Bey é la Beyna, de lo qual. el
é las grandes Señoras, é las damas acerca de las Bey ovo un enojo ; é invocó toda la gente do Ex
atarazanas, en aquel compás de entre ellas é el río. tremadura é maestradgo, é Andalucía, é partieron
Estuvieron presentes al matrimonio los Grandes de de Sevilla un Lunes á diez de Mayo, él, é la Beyna,
Castilla, é á las dichas fiestas el Cardenal de España é la Princesa de Portugal , é la Beyna quedó en Mo
Arzobispo de Toledo , Don Francisco González de dín, é el Bey é el Principe, é todos los caballeros
Mendoza, el Duque de Medina-Celi, el Duque de é gente, fueron á la Vega de Granada, y sus co
Medina-Sidonia, é el Marqués-Duque de Cádiz, é marcas, donde estuvieron diez ó doce dias talando,
otros muchos Condes, é grandes Señores, é ricos é faciendo mal é daño en los bienes é hacienda da
hombres. Duraron las dichas fiestas hasta el dia de los moros, donde les talaron panes, viñas, huertas,
Santa Cruz de Mayo. Estaba en Sevilla estonce con é habales ; é vino á esta tala el caudillo de Baza,
su padre é madre el Príncipe Don Juan é las In vasallo del Bey Don Fernando, con ciento cinqüen-
fantas Dona Juana, é Doña Cathalina é Dofia Ma ta de á caballo, y eso mesmo vino con él el algua
ría. Este fué el primer placer que el Rey é la Bey cil de Baza, é desque besaron las manos al Bey é al
na ovieron del matrimonio de sus fijos. ¡Quien pu Principe , fuéronse á poner en los mas peligrosos
diera contar el triunfo, las galas, las justas, las pasos de la tala, donde hicieron mucho servicio al
músicas de tantas maneras, el recibimiento que hi Bey, que ellos tomaron la torre de Boma, que está
cieron é los embaladores de Portugal, la regla, el dos leguas de Granada, por una muy gentil arte.
concierto, las galas de las damas, los jaeces é ri Tomaron ciertos moros de ellos una mañana ciertos
quezas de los Grandes é de los galanes de la corte, reses, é dos christianos maniatados , é fuéronse para
el concierto de quando salian á ver las justas la la torre, diciendo que traían cabalgada, que lea
Beyna y su fijo el Príncipe, é sus fijas, é los damas, abriesen, que no había donde ir á guarecerse sino
y señoras que las acompañaban, que fué todo cum allí; é como los de la torre conocieran que eran
plido tan sobrado , con tanto concierto, que decir moros, abrieron é saliéronlos á recibir, y ellos es
mas no se puede 1 Iban de dia á las justas , y venían tonce tomáronles la torre , con quanto en ella esta
de noche con antorchas á los alcázares ; y la dama ba, y á ellos enviáronlos libres á Granada, porque
que menos servicio , traia ocho ó nueve antorchas todos eran moros, é ovo de esto el Bey muy gran
ante, cabalgando en muy ricas muías todas , é muy placer, é fizo mucho pertrechar aquella torre, é puso
jaezadas de terciopelos y carmesíes , é brocados. en ella guarnición.
El Bey moro Muley Baudili Alzagal , de Granada
CAPÍTULO XCVI. asimismo, vino allí como vasallo del Bey, á servir
con doscientos de á caballo. Los moros de Granada
De- la (ala de Granada, ¿ de la torre Roma é Alhendin. pusiéronse á defender su ciudad , y salieron fuera
El Bey Don Fernando, después de pasadas las muy gran cantidad , é pusiéronse muy cerca de la
fiestas del desposorio de su fija, prosiguiendo su ciudad, é no pudieron escusar la tala, salvo muy poco
conquista contra los moros de Granada, envió des de lo quo estaba muy cercano, é allí ovo escaramu
de Sevilla sus mensajeros á la ciudad de Granada, zas , de que murieron algunos de ambas partes.
é á los caudillos é rejimiento de ella, amonestándo Fueron en persona á esta guerra é tala los Gran
les que le entregasen la ciudad , é le trajesen todas des de Castilla siguientes : Los Arzobispos de To
las armas que en ella tenian á tierra de christianos, ledo é Sevilla, Duque de Medina-Sidonia, Marqués-
y que si esto facían , que él lo faria muy bien con Duque de Cádiz, Conde de Cabra, Conde de Urefia,
ellos , é les faria bienes y mercedes , como facia á Duque de Escalona, Marqués de Villena, al qual fi-
los otros que se le habian dado ; donde no, lo con rieron los moros muy mal en un brazo , al pasar de
trario haciendo, qne les destruiría los panes é vi una acequia, de que quedó lisiado ; Don Alonso de
ñas, é frutos, é les faria cruel guerra ; é esto envió Aguilar, los Adelantados de Andalucía é Murcia, el
el Bey á decir al rejimiento de Granada, y no al Comendador mayor Cárdenas, é otros muchos Se-
Bey, porque el Bey Muley Baudili, prisionero del fiores y Condes , en presencia de los quales el Prín
Bey Don Fernando , puesto caso que estaba en Gra cipe Don Juan fue armado caballero en la vega de
nada en el Albaicin, é le tenian por su Bey, des Granada por el Bey Don Fernando, su padre; fue
pués que cerraron las puertas á Muley Baudili, su ron sus padrinos los Duques de Cádiz é Medina-Si
tío, porque huyó de Veloz, y no la descercó, ni él donia.
so fiaba de ellos, ni ellos de él, y creyóse que mu Basteció el Bey esta vez el castillo de Alhendin,
chas veces vivia con mucho temor entre ellos, é no que estaba por él , y lo tenia un alcayde moro , y
los podia sojuzgar; y muchas veces lo hubieran entregóselo estonce , el qual lo había tenido desde
matado, sino fuera por miedo del Bey Don Fer un dia después de la toma de Baza, é dejó el Bey
nando. B vista la embaxada del Bey Don Fernando, esta ve/, un capitán que lo defendiese , con doscien
en Granada los moros fueron por ello muy tristes, tos hombres. É esto fecho , el Bey volvió por don
y respondieron, que antes morirían, que no dar la de habia quedado la Beyna, é la Princesa de Portu
ciudad, y otras cosas que no convenían al servicio gal , é deudo so vinieron á Córdoba, t
DOtt FERNANDO E DOÑA ISABEL. 639
Dejó el Bey esta veí en la frontera de Granada Duque de Cádiz, que quedó enfermo en su Marche-
por Capitán general á Don Fadrique de Toledo, na; é corrió é taló toda la vega é confines de Grana
muy noble señor, hermano del Duque de Alba. da, é fizóles á los moros muchos daños, é envió
gente á descercar á Salobreña, que se la tenian los
CAPÍTULO XOVII. moros cercada, é fué la via de Guadix, donde el
Marqués de Villena estaba, ó hizo pesquisa de la
Como los moroi de Crinada ganaron i Allulla , é nevaron loJos traición que los moros ordenaban, primero qne el
los ehrlttlanos que ahí estaban Mauros; 4 como se aliaron los Marqués los sacase de le ciudad, é supo la verdad
moros vasallos del lie- moro Bandill Altsgal , contra él , é de
como se cartearon los moros de Gaadix con los de Granada, é de de todo, é los moros le suplicaron, quejándose del
lo que el Marqnés de Villena, qne era Capitán general , Sio so Marqués de Villena, que les dejase entrar á vivir en
bre ello. sus casas, como les habia prometido, é el Rey les
Los moros de Granada , y el Rey Muley Bandill, respondió, diciendo: a Amigos, yo soy bien informa
aalieron 4 quince diaa del mes de Julio, de Granada do de la traición que entre vosotros me teniades
muy gran multitud de ellos, é fueron sobre Alhen- ordenada, de matar mi alcaide é escuderos, que
dín, é tuviéronlo cercado quatro dias, é combatié guardaban mi Alcazaba, y alzaros con ella, é con
ronlo, y entre los que dentro estaban ovo división; la ciudad contra mi, por el Rey é común de Grana*
y diéronse, y fueron cautivos todos á Granada, y da; por esto veis que sois dignos y merecedores do
quando fué el socorro ya eran dados , y los moros grandes penas; empero porque no digáis que no
derribaron todo el castillo por el suelo. uso con vosotros de piedad , y que no vos quiero oír
En este tiempo se alzaron los mas de los vasa justicia, á mi place que sea de esta manera : que se
llos moros al Rey Baudili Alzagal , Rey de Fanda- haga la poquisa mas larga é mas en forma, y que
rax, vasallo del Rey Don Fernando, é los moros de todos los que se hallaren culpados padezcan por
Guadix se cartearon con los de Granada, y tenian ello, é que Iob que no, sean libres; é de cierto os
ordenado de matar á todos los christianos que esta fago saber y digo, que miréis que de quantos fa
ban en la fortaleza, é de alzarse con ella, é con la llare culpados no ha de escapar uno; por ende, yo
ciudad por Granada ; y algunos de los mismoB mo vos doy plazo para que os vais ó escojáis de dos
ros, no siendo de ello contentos, lo revelaron ; y el cosas una; lo que dicho tengo, ó que os vais con
Marqués de Villena, que habia quedado por Capi vuestras mujeres, é fijos é vecinos, donde quisiére-
tán general, entró allá con dos mil do á caballo, é des, é yo vos mandaré poner en salvo, ó me entre*
asaz peones, é diciendo que iba a Fandarax álos lu gareis todos los que oran en esta traición, para que
gares que se habian rebelado contra el Rey Baudili haga justicia de ellos, é sabed que no ha de esca
Alzagal , hizo el viaje por la ciudad de Guadix , y par ninguno de ellos». Y los moros de Guadix, como
aposentándose alli cerca de la fortaleza , bastecióla todos, ó la mayor parto de ellos, fuosen culpados 6
muy bien , é hizo salir todos los moros de la ciudad consentidores de la traición que ordenaban, habido
á facer alarde, é desque estuvieron fuera, fizo cer su consejo é acuerdo sobre ello, pidieron por merced
rar muy bien las puertas de la ciudad, é no dejó en al Roy que los dejase ir libres con todo lo suyo por
trar en ella mas los moros, salvo de dos en dos, é dó quisiesen, y quedase con su ciudad, y el Rey loa
de tres en tres, les mandó que fueran á sacar sus envió seguros á cada uno con lo suyo donde quiso
mujeres é fijos, é hacienda, y asi los echó todos ir; y asi deliberó el Rey del todo la ciudad de Gua
fuera, y ellos quejábanse, y él decia qne lo hacia dix de mano de los enemigos de nuestra santa fé
con causa, que oviesen paciencia, que ñor lo que cathólica, á cabo do setcciontOB setenta años que
ellos ordenaban contra el servicio del Rey en esta habia que la poseian, desde el tiempo del Roy Don
ciudad, los mandaba salir de ella; é el Marqués con Rodrigo, que la ganaron é tomaron á los christia
muy buenas razones les rogó que se aposentasen nos; é esto fué misterio do nuestro Señor, que no
por ahi cerca, y que él escribiría al Roy sobre ello, quiso consentir que tan noble ciudad dejase mude
para que los culpados fuesen castigados, é los sin jar en poder do moros mas tiempo de lo pasado; 6
culpa se volviesen é sus casas. É los moros se apo el Rey fizo luego bendecir todas las mezquitas é
sentaron en las huertas, é por eso enviáronse á que iglesias en toda la ciudad, donde fizo luego decir
zal al Rey de el Marqués de Villena, é el Rey les misas y horas , y dió vecindades, y pobló la dicha
envió á decir desde Córdoba , que no oviesen enojo, ciudad de Guadix de christianoB, donde Jesuchristo
que él volvería muy presto á Guadix , é les guarda fuese adorado como los tiempo antiguos, ante que
ría su justicia, y volverían á sus casas. fuese de moros, ó por ventura mejor.
El Rey Baudili Alzagal habia quedado por Rey
CAPITULO XOVIII. y señor de Fandarax, con dos mil vasallos moros de
aquella comarca, que le rentase dos cuentos, é que
fie como el Rey moro se pssd allende con machos moros. el Rey le diese de Castilla otros dos cuentos, que
Partió el Rey Don Fernando otra vez, el dicho fuesen quatro cuentos de renta de cada afio, para
afio de 1490, de Córdoba, á los veinte dias del mes siempre, é que quedase, él é sus moros, mudejares,
de Agosto, para Granada, á le talar los panes, é le vasallos de Castilla del Rey é de la Reyna. Coma
facer guerra, con siete mil de á caballo, é veinte en los partidos de Baza, que Dios hizo á los moros,
mil peones, é de esta vez no fué con él el Marqués- por abreviar la guerra, é escotar las muertes de loa
640 CRÓNICAS DE LOS REYES DÉ CASTILLA;
christianos, é grandes gastos, habían quedado tan nal, é dendo á Llerena, donde el Maestre Don Al
tos mudejares, que con toda aquella tierra quedaba fonso de Cárdenas les fizo gran recebimiento é hon
«n muy gran peligro, no plugo á nuestro Señor que radamente hospedar, é les fizo grandes convites é
entre los christianos oviese ó quedase tal ocupación, salas, ó deudo por sus jornadas fasta Portugul don-
ni oviese Bey inoro por tantos tiempos, como del do la entregaron al Rey de Portugal, é al Principe
partido se publicaba; puso en corazón de los moros de Portugal Don Juan, su fijo, al mojón de Castilla
la división, como ellos sean muy livianos en sus entre Portugal, al mojón entre Badajoz y Silves en
movimientos, é muy voltarios, alzáronse los vasa la puente del rio Caya, donde la salieron á recebír
llos del Rey Baudili Alzngal, Rey do Fandarax, con muy noble recebimiento de gente; é dende el
contra él, todos los mas, y aun lo mataran si pudie Cardenal y los otros caballeros se volvieron; é en
ran. Esto ficieron quando los moros de Granada to traron con la Princesa en Portugal el Conde de Fe
maron á Alhendin, y alzáronse por el común y Rey ria, é el Obispo de Jaén, é Rodrigo de Ulloa, suso
de Granada; é como esto viese el Roy moro susodi dichos, ó fueron fasta Ebora, donde le fué fecha
cho, par dar seguridad á su vida, la qual él no podia solemne recebimiento, ó se celebró el matrimonio,
seguramente tener entre aquellos moros, vino á é ficieron las fiestas, é justas é muchas alegrías, é
Guadix, y suplicó al Rey Don Fernando que reci grandes gastos, é el Rey, ó la Reyna, é el Príncipe
biese las fortalezas que le habían quedado, y cum dieron grandes dádivas á los caballeros que fueron
pliese con él lo que entre ellos habia quedado; é que con la Princesa, é á las dueñas é damas; é pasadas
él se quería pasar allende, que el Rey Don Fernan las fiestas, la Princesa se quedó en paz con su ma
do le diese pasaje seguro, y al Rey Don Fernando rido, é los que la entregaron se volvieron en Casti
plugo mucho de esto, é cumplió oon él todo lo que lla ¿ la corte á Sevilla, á dar razón de su viaje.
le habia prometido, y dióle pasaje á él y á quantos
moros con él quisieron ir allende; habiendo primero CAPÍTULO O.
recibido de él, é de los alcaydes que por él estaban,
todas las fortalezas , é derribado algunas no prove Del cerco de Granada, j de lo que acaeció al comienzo.
chosas; é de esta vez se posaron allende con el Rey Partieron do Sevilla á onco dios del mes do Abril
Baudili Alzagal muchas casas de moros, á los qua- del Nacimiento do nuestro Salvador Jesuchristo de
les el Rey Don Fernando permitió pasar, 6 pasaron 1491 años, ol Rey Don Fernando y la Reyna Doña
seguramente, porque en los partidos había quedado, Isabel, é el Príncipe Don Juan, su hijo, ó las I ufan-
que cada y quando que el Rey, 6 qaalquiera de los tas y corte, para ir á poner cerco sobre Granada; ó
moros que se dieron en su partido, se quisiesen pa primera jornada fueron á Carmona, y dende á Cór
sar allende, que el Rey Don Fernando les diese pa doba, é dendo á Alcalá la Real donde por estonce
caje seguro. E esto fecho, ó bastecidas las fortalezas quedó la Reyna y el Príncipe y las tres Infantas.
que el Rey le dio de gente é mantenimientos, y Partió el Roy de Alcalá la Real con su hueste, con la
gentes, é armas, dejando sus guarniciones donde gracia de Dios, un Miércoles veinte días del dicho
convenia, é al Marqués de Villena por Capitán ge mes do Abril del dicho año; é asentó su real en la
neral, el Rey Don Fernando, victorioso ó muy hon cabeza de los Ojinetes, ó esperó allí el Jueves las
rado, se volvió á Córdoba. gentes que le seguían , y movió de allí el Viernes
siguiente, é fuá al vallo de Velillos, cerca de la
CAPÍTULO XCIX. puente de Fino, é allí llegó á él la gente de Sevilla
é de su tierra, que iban por la parte de Loxa, é el
Como fué la Infanta DoEa Isabel la primera vei i Portugal, Sábado siguiente partieron de allí, é fueron á loa
casada con el Principe Don Joan.
Ojos do Iluecar, que es una legua de Granada, poco
En Jueves , once días del mes de Noviembro del mas, ó allí parecieron estonce algunos caballeros
dicho año de 1490 años, ficieron el Roy y la Royna, moros do Granada.
y su corto, estando en Constantina, villa de la ciu Esa noche, Sábado, ol Roy mandó ir al Duque do
dad de Sevilla, las fiestas de la partida de la Prin Escalona, Capitán general de la frontera, con fasta
cesa, de Portugal, su fija; y desde allí la enviaron á tres mil de á caballo é diez mil peones al Alacena,
Portugal al Principe Don Juan, su esposo; é fueron que son unos valles que están á la entrada do la
con ella, con los poderes para la entregar, el Conde Alpuxarra donde hay muchas aldeas, á las destruir,
de Feria, Don Gómez Suarez de Figueroa, é el Obis porque era tierra muy rica, de donde Granada ha
po de Jaén, Don Luis Osorio, é Rodrigo de Ulloa,' bia mucho reparo, é partido el Marqués-Duque de
Contador mayor de Castilla, é acompañáronla fasta Escalona, dijeron al Rey que se podrían juntar del
Monzón de Portugal, el Cardenal de España, é el Alpuxarra treinta mil hombres de pelea, é por eso ,
Conde de Benavente, é dos hermanos suyos, ó otros movió su real para ir á facer espaldas á la gente
muchos caballeros é fidalgos, que partieron do la enviada, y fué la via de Padul, é i la pasada do
corte con ella; é en el camino salieron otros muchos Granada salieron todos los caballeros de Granada
caballeros, que la acompañaron, ansí como Don Pe- á dar en la falda de la gente, é trabaron la es
. dro Puertocarrero, con muchos Comendadores de la caramuza con ellos por mandado del Rey; y el
Orden do Santiago, é el Maestre de Alcántara. Conde de Tendilla, y ol Conde de Cabra salieron á
: Partieron de Constantina, ó fueron á Guadalca- la escaramuza, y dieron tan grau prisa con olla, que
DOÍT FERNANDO E DOÑA ISABEL tii
los moros ovieron de huir é fueron algunos muer el Padul, asentó acerca de donde está ahora la villa
tos, é fueron tomadoB algunos do ellos, é presos, de Santa-Fé, é.duró el cerco ooho meses, fasta el dia
anal á caballo como estaban, y hecho, pasó todo el de Iob Reyes Magos, é más ocho días, dejando los
real sin peligro, y llegó á Padul, donde fallaron dias de Abril, pasados en el ejercicio susodicho.
que venia el Marqués Duque de Escalona con la
presa, y con la gente que habian tomado, que ellos CAPÍTULO OX
habian entrado en las aldeas del Alazario, é como
los moros estaban descuidados, diciendo que no ha Del ejército, del real, é de los Capitanes, é de como emprestó el
bría quien osase allí entrar, tomáronlos de salto é Dnque de Cídli sn tienda si Rer, é de los moros qne murieron
un dia que la Rejroa fué * ver la ciudad.
robaron, é destruyeron nueve aldeas, é mataron mas
de quinientos moros, é ovieron muy gran presa de El Rey asentó su real muy ordenadamente á la
moros é ganados, é ropas, é joyas, é oro, é plata, é parte donde edificó la villa de Santa-Fé, dos leguas
destruyeron lo que pudieron, é allí todos juntos con de Granada, donde continuamente tuvo mas de
el real durmieron aquella noche, Domingo en la quarenta ó cinqüenta mil hombres de pelea, en que
noche; y otro dia de maGana, Lunes, el Rey acordó habia diez mil de caballo; é de allí salían concer
de tornar á entrar á destruir del todo los lagares tadamente capitanes con gente á correr é talar con
que el dicho Marqués habia destruido, é otros que tinuamente á Granada por todas partes; en el qual
estaban mas adelanle, enmedio do las Alpuxarras. tiempo el Rey fizo combatir muchas fortalezas de
E esa noche, Domingo, vinieron de Qrnnnda por la acerca de la ciudad, é tomólas por fuerza de tiros é
sierra tres capitanes moros con mucha gente de & lombardas, é de ellas derribó de el todo por el sue
caballo, é de á pié, ballesteros, á ponerse en un paso lo, é de ellas fortaleció é puso guarnición en ellas;
áspero, por defender á que la gente del real no pa y sobre las talas ovieron muchas escaramuzas é pe
sase adelante; é el Rey otro dia, Lunes, partió de leas entre los moros é los christianos, de que siem
allf con su huesto, é el Duque de Cádiz, con otros pre volvieron huyondo los moros á la ciudad.
Grandes del real, con algunoB capitanes de los con Los Capitanes mayores que el Rey tuvo en aquol
trarios de el Rey, enderezaron al paso donde los cerco fueron : el Maestre de Santiago, el Marqués-
moros estaban, y pelearon con ellos, y desbaratá Duque de Cádiz, el Duque de Escalona, el Conde
ronlos, y los moros huyeron, y quedaron alH muer de Tendilla, el Conde de Cifuentes, el Conde de
tos mas de ciento, é tomaron á vida mas de sesenta, Cabra, Don Alonso de Aguilar, el Conde de Urefia,
ó pasaron adelante á las Alpuxarras, ó quemaron é caballeros de Andalucía, que como estaban carca
destruyeron del todo los nueve lugares primeros, y vinieron & este cerco, estos é todos los otros caba
robaroD, quemaron y destruyoron otros quince lu lleros del Andalucía; é de los Grandes de Castilla,
gares adelante de las Alpuxarras, en que fueron como estaban cansados de venir tan lejos, á las
muchos moros muertos, é muchas moras, chicos é otras guerras é cercos, muchos no vinieron á este
graudes cautivos, é ovieron los christianos muchos cerco en persona, salvo enviaron sus capitanes con
despojoB de sedas, oro, plata, alhajas, ropa, gana gente, y de muchas partes de Castilla no vinieron,
dos, é otras muchas cosas, que aquella tierra estaba por las grandes fatigas padeoidas de cada ano. Y
muy guardada é rica, y bien creian los moros, que porque en este cerco, puesto caso que era la mayor
primero se perdería Grauada, que allí leB entrasen; priesa é honra, no se temia tanta afrenta como en
i después de esto, el Roy mandó talar los panes, é lo pasado, fizo el Rey cercar el real muy bien de
taláronlos todos quantoa en esa tierra habia, y este paredes é cavas, como lo tenia por costumbre en
dicho dia, Lunes, dia de San Marcos, el Rey y todo los otros cercos, é desque el real fué fortalecido, la
el real se volvieron á dormir á Fadttl. E en todo Reina, y el Principe, é la Infanta DoDa Juana vi
esto no ovo muerte ni daño en los christianos, snl- nieron al real desde Alcalá la Real, donde habian
•vo algunos pocos peones quo fueron heridos do quedado; á los quales el Maestre de Santiago, é el
Baetas, ni ovo'dafio de muerte en persona señalada, Marqués-Duque de Cádiz, é otros Grandes, salieron
.salvo en un paje de la Reyna, llamado Avellaneda, á recibir, é después el Rey, desque allegaron cerca
que murió de una herida que le dieron los moros del real. E viendo el Duque de Cádiz, que la Reyna
en la pelea; é el Rey volvió á la vega de Granada, habia necesidad de una tienda, emprestóle la suya,
é de vuelta tomaron la torre de Gandía, donde se que era la mayor, pieza por pieza, que habia en el
tomaron treinta moros, é asentó su real en el Agosto real, é de las mas fuertes, é mas gentiles del mundo,
donde edificó la villa de Santa-Fé, cerca de los Ojos la qual él habia mandado hacer con intención de la
de Huecar, á vista de la ciudad de Granada, muy Santa guerra, y servia desde el comienzo de los cer
fuerte, é de muy fuertes edificios y de muy gentil cos do Alora y Setenil, é Ronda; i allí en aquella
hechura, en cuadro, como hoy parece, para enfrenar tienda del Duque de Cádiz fué la Reyna DoDa Isa
n Granada, é el Rey le'puso Santa-Fé, porque su de bel muy bien aposentada, é el Duque tenia muchas
seo é ol do la Reyna su mujer, era siempre én acre tiendas, de que se amparó en el dicho cerco; é el
centamiento é favor de la Santa Fé Cathólica do Roy, é la Reyna, é el Principe, é Infantas, é Damas
.Jesuchristo. Puédese contar el comienzo del cerco é Sefioras, tenían sus tiendas é posadas en lo mas
de esto vencimiento desde veinte y seis de Abril, un fuerte é seguro del real; é la Reyna é su fija cabal
dio. después de San Marcos, que volvió el Roy desdo gabán muchas veces por ver el real é la Mudad do
Cr,-IJL 41
642- CRÓNICAS DE LOS BEYES DE CASTILLA.
Granada, é tenían machos roírijerio» y placeres de vieron pelear, so hincaron de rodillas, rogando L
muchas trompetas bastardas, é chirimías, é sacabu Dios nuestro Señor que quisiese guardar los chris
ches, é atabales, é atambores continamente, que en tianos, é ansí flcieron las Damas, é las señoras que
el real no cesaban. las acompañaban; é los moros, aunque eran muchos,
E un día, Sábado, á diez y ocho dias del mes de no se pudieron valer con la priesa é impetuosa vuel
Junio, la ltcynu dijo que queria ir á ver de mas cer ta que el Marqués-Duque de Cádiz, con su batalla,
ca á Granada, de donde la pudiese bien mirar lo que iba delante, les dio; é los otros, Conde de Ton
alto y lo bajo; é cabalgaron el Rey y el Principe, dilla, é Conde de Cabra, é Don Alonso Fernandez
con ella é con la Infanta, é fueron con ella una con las suyas, que iban de un cabo y del otro, según
gran batalla de caballeros é peones, ó fuéronse á dicho es; é los moros meemos, desque empezaron á
poner á unas aldeas, que llaman las Julias, que es huir, so derribaban unos á otros; é no ovo allí caba
tán como fuera del real á la mano izquierda do la llero christiano aquel día de aquellas batallas, que
ciudad, muy cerca de ella, de donde se parece lo no fincase su lanza en moro; é no ovo daño allí
llano de la ciudad, y mandaron al Duque de Esca aquel dia en los christianos, salvo algunos pocos
lona, y al Conde de Urofia y a Don Alonso de Cár heridos, é ovo caballos muertos; é el Rey é la Reyna
denas, Señor de Aguilar, y á otros caballeros, que ovieron de este vencimiento mucho placer, y mas
se pusiesen con sus batallas en la aldea de la Sier porque fué la Reyna la causa de ello. E después de
ra, que está encima de la aldoa, donde sus Altezas fecho el desbarate, é de cojido el despojo, sus Alte
se pusieron á mirar desde una ventana de una casa zas vinieron por donde el Duque estaba; y dijo el
muy buena, donde se apeuron ¿ metieron; é el Mar Duquo: i Señora, do Dios y do la buena vontura do
qués-Duque de Cádiz, ó ol Conde do Tondilla, é el Ytra. Alteza, so cometió osto desbarato»: y la Rey
Conde de Cabra, y Don Alonso Fernandez, Señor na y el Rey dijeron : aDuque, antes habernos sido
de Alcaudete é Montemayor, se pusieron al rostro servidos de vuestra buena dicha, por lo vos asi ha
do la ciudad con sus batallas, entro el lugar donde ber cometido.» Los moros quedaron esta vez muy
el Rey ó la Reyna estaban é la ciudad. E la Reyna espantados, y no osaban salir de la ciudad tan suel
envió á mandar al Duque de Cádiz, que no oviese tamente como antes.
escaramuza con los moros, porque no muriese gen Acaeció en el real , un Jueves en la noche, catorce
te, é que la escusase quanto pudiese, porque los mo dias del mes de Julio , quo la Reyna mandó quitase
ros salían ú defender su ciudad, muchos é muy ar una vela á una doncella en su tienda de un cabo, y
mados, é el Duque la escusó fasta medio día. Y los poner en otro á la hora do dormir , porque le impe
moros salieron fuera de la ciudad muchos da ellos, dia la lumbre ; pero durmiendo la Reyna y la de
é saoaron dos tiros gruesos de pólvora, con. que más gente del real , dejando los que velaban y ron
tiraban á las batallas del Duque, é salieron muy daban, como quiera que fué, ó de la flama de la di
muchos moros á caballo é á pié, é apretaron á unos cha vela, que alcanzó á la tienda, ó cayó sobre la
pocos do caballeros christianos mucho fasta las ba vela alguna cosa, que encendió la tienda é alzó lla
tallas del Duque, por trabar el escaramuza, en ma mas de fuego, alcanzó de ella el fuego á otras, é
nera que no se pudo escusar el escaramuza, ni se como habia muchas ramadas, encendióse un gran
pudo guardar el mandamiento de la Reyna, ó los fuego ; y como la Reyna lo sintió, salió huyendo do
moros se alejaron un poco de la ciudad afuera de su tienda, y fuese á la tienda del Rey, que estaba
las huestes, é fasta quarenta do á caballo chris allí cerca de la suya, y recordó al Rey, que dormía,
tianos, é algunos peones de los de las batallas y cabalgaron luego ambos á caballo, y en tanto el
del Duque entraron en la escaramuza con los mo Principe é la Infanta t Damas y Señoras, todos sa
ros, é como los christianos eran pocoB, los moros lieron fuera de las tiendas , en tanto que la gente
los apretaban mucho; é el Duque acordó de arre apagaba el fuego , que fué muy grande y espanto
meter con toda la gente á ellos, é arremetió con so, con aquellas casas de ramas que había, que se
su batalla, en la qual habia fasta mil y doscien quemaban , é mandó el Rey ir mucha gente la via
tas lanzas, contra los moros, y el Conde de Ton de Granada, porque si los moros viniesen, viendo
dilla con bu batalla, por la mano derecha del Duque, el fuego al real, que hallasen quien los detuviese.
y el Conde de Cabra, é Don Alonso Fernandez de Y como el Marqués-Duque de Cádiz vido el fuego,
Montemayor por la mano izquierda del Duque con luego cabalgó é salió al campo la via de Granada, ó
la suya y fueron á dar con los moros, y desba le siguieron mas de tres mil de caballo, y se puso
ratáronlos, y mataron muchos moros, y fueron en en el lugar por donde mayor peligro esperaba. Que
el alcance fasta las puertas de la ciudad, en que máronse muchas tiendas; ropas é joyas, que no pu
fueron mas de seiscientos moros, y heridos y cau dieron ser socorridas ; quemóse la tienda donde la
tivos; ansí que entre muertos, y heridos y cauti Reyna estaba, que era la primera en donde el fue
vos fueron mas de dos mil moros, é tomáronles go se encendió, é otras tiendas del Rey, que esta
los tiros de pólvora que habían sacado; é muchos ban juntas oon ella, é muchas ramadas, que estaban
moros escaparon huyendo por la sierra. Todo lo por allí cerca. Era aquella tienda que se le quemó á
qual vieron muy bien ol Rey é la Reyna, y Prin la Reyna, la tienda alfaneque, muy singular, la
cipe ó Infanta desde la ventana de la casa donde mejor que en el real habia, que el Duque de Cádis
estaban; y el Rey, y la Reyna y la Infanta, quando la habia prestado on que se aposentase. Oro gran
DON. FERNANDO É DONA ISABEL. «43
<to alboroto en todo aquel real sobre aquel fuego, no daba lugar á se poder mas sustentar, lo otro por
diciendo quien lo habia puesto, y la Reyna dixo, los rehenes ser ya entregados, que mirasen bien el
que no pensasen otra cosa , sino que una doncella gran daño , y la muerte que tenían dolante de si , sin
suya lo habia puesto, no queriéndolo hacer, nalvo ningún remedio de socorro ; á esto dicho, volvióse
por mal recaudo. Cerca do este tiempo , en este mis á su Alhambra. Y el concierto era, que las fuerzas
mo mes de Julio, se encendió un fuego en Medina do la ciudad bo habian de entregar el día de los
del Campo, en que se quemaron mas de doscientos Reyes Magos, como dicho es; y el Rey Baudili,
pares de casas, que nunca los pudieron poner re viendo aquel impedimento de livjandad de los mo
medio. ros, é aquel alboroto, escribió al Roy Don Fernan
En esto mismo mes do Julio, no pude saber si fué do todo el fecho del alboroto, é como los moros
el propio dia, antes 6 después siete ú ocho dias, habian fecho movimiento en lo capitulado é asen
noaeció la gran desdicha é dosastrada muerte del tado, como hombres de poco saber, y que él no es-
Principo do Portugal , yerno del Rey é de la Reyna, cedía ni desviaba de lo que habia concertado ; que
marido de la Infanta Dofia Isabel, que corriendo á antes suplicaba á su Alteza , que viniese luego sin
lii par con un escudero , que iba en otro caballo , más tardar á recibir el Alhambra, é no aguardase á
cayó de él , é murió luego súpito. Esto acaeció en los seis dias de Enero , pues tenia los rehenes , y sin.
la villa do Santarem ; é aun antes quo el cerco se embargo del alboroto, prosiguiese en lo primero
alzase , vino la Infanta cubierta de luto á sus padres asentado y capitulado. É el Rey é la Reyna, vista
ó 1 llora, é estuvo ende, donde el Rey é la Rej'na la la carta é embaxada del Roy Baudili, aderezaron de
fueron á visitar, é haber con ella parto de su dolor ir á tomar el Alhambra, y partieron del lugar del
é desventura. real, Lunes dos de Enero, con sus huestes, muy or
denadas bus batallas ; é llegando cerca de la Alham
CAPÍTULO CU. bra, salió el Rey Muley Baudili, acompañado de
muchos caballeros , con las llaves en las manos, en
Bol partido de la Alhambra , y como se dio Granada. cima do un caballo, y quísose apear á besar la mano
Pasaron Julio, é Agosto, 6 Septiembre, ó Octubre, al Rey, y el Roy no se lo consintió descabalgar del
<é Noviembre, que nunca los moros se quisieron dar, caballo, ni le quiso dar la mano, é el Rey moro le
y ya en el mes de Diciembre, que no tenían quo co besó en el brazo y le dio las llaves, é dijo : «Toma,
mer sino pocos mantenimientos, demandaron par Señor, las llaves de tu ciudad , que yo, y los que es
tido al Rey é á la Reyna, el qual se concertó entro tamos dentro somos tuyos», y el Rey Don Fernando
el Rey y los moros en treinta dias del raes de Di tomó las llaves é dióselas á la Reyna, y la Reyna se
ciembre, do cntrogar todas las fortalezas, quo ellos las dio al Principo , y el Principe las dio al Conde
y el Rey Baudili tenían, é el Alhambra, á el Roy de Tendilla, al qual, con el Duque de Escalona,
Don Fernando , quo los dejase en su ley é en lo Marqués do Villona, ó con otros muchos caballeros
enyo , é en este partido fueron conformes todos ; ó 6 con trcB mil do á caballo é dos mil espingardoros,
él Rey y la Reyna se lo otorgaron, con otras condi envió entrar en ol Alhambra é so apoderar do ella
ciones y capítulos, que se fuosen los que quisiesen, é fueron , ó entraron , ó la tomaron, é se apoderaron
y donde quisiesen, c cuando quisiesen, ó que les die do lo alto y bajo de olla, é fueron, é entraron, ó mos
sen pasaje, é diesen ellos todos los christianos cau traron en la mas alta torre primeramente el estan
tivos, é los quo habían pasado allende do tanto darte de Jesuchrieto, que fué la Santa Cruz, que el
tiempo fasta allí ; y en firmeza do esto, ol comnn y Rey traia siompre en la santa conquista consigo; é
caudillos de Granada , é el Rey Muley Baudili, jun el Rey, é la Reyna, ó ©1 Príncipe , á toda la hueste
to con ellos, enviaron al real quatrocientos moros, ee humillaron á la Santa Cruz, é dieron muchas gra
chicos é grandes, personas do valor para rehenes, cias é loores ¿ nuestro Señor ; é los Arzobispos é
basta que entregasen á Granada, conviene á saber, clerecía dijeron Te, Dcitm laudamus; é luego mos
.las fuerzas de ella; y los dichos rehenes entregados, traron los de dentro el pendón de Santiago , que el
como Iob moros son movibles é muy livianos en sus Maestre do Santiago traia en su hueste, y junto con
movimientos, é alboroto y agüero, creyeron mu él el pendón Real del Rey Don Fernando , y los re
chos do ellos á un moro que se levantó por la ciu yes de armas del Rey dijeron ¿ altas voces : « | Cas
dad, diciendo: «que habian de vencer ellos, ensal tilla, Castilla 1 1» é ücieron allí é dijeron allí aquellos
zando á Mahomad, é reptando ol partido n; ó ando- reyes de armas lo que á su oficio era debido de fa
"vo por la ciudad dando voces, é levantáronse con cer, é dieron sus pregones, é fueron presentes á esto
¿1 mas de veinte mil moros. É el Rey Baudili , des acto é bienaventurada victoria, con el Roy écon la
que vido el alboroto, no osó salir de la Alhambra á Reyna, el Principo Don Juan é la Infanta Doña
no lo resistir, hasta otro dia, que era Sábado, que Juana, sus fijos, é el Cardenal de España, Arzobis
flalió al Albaycin, y mandó llamar los de aquel po de Sevilla, é el Maestre do Santiago , é el Duque
Concejo , é ellos vinieron alborotados, ó preguntó do Cádiz, ó otros muchos Caballeros, é Condes, é
les quo qué era aquello, y ellos so lo contaron, y él Prelados, c Obispos, é grandes Señores, que seria
Jes dijo su parecer, y amansólos lo mejor que pudo, prolijo de escribir ; é otros muchos quedaron guar
vlicicndo : que ya no era tiempo do facer movimien dando el real, que no fueron allí. É esto fecho, el
to, lo uno por la necesidad en que estaban, la qual Rey y la Reyna con todas las huestes se volvieron
614 CRÓNICAS DE LOS REYES DE CASTILLA:
al real , dejando en el Alhambra al Conde de Tendi- al Papa Inocencio VIII, quarenta mil ducados cíd
11a con toda la gente que era menester para la guar la pensión é tributo que cada año le daba, porque
dar; é loa moros de Granada entregaron luego al tuviese en Roma á buen recaudo á su hermano Za-
Rey todas las sobre- puertas, é torres, é fortalezas liacio , del qual ya oísteis en el XLIV capitulo de
de Granada, é el Rey envió alcaydca á todas, é se este libro , como viniéndose vencido por la mar á
apoderó en todo lo fuerte de Granada, ¿ esto fecho, tierra de cliristianos, antes de demandar seguro,
el Rey fizo tomar las armas é fortalezas, así ofen gente del gran Maestre de Rodas lo envió al Rey
sivas como defensivas, y se las truxeron todas á el Luis do Francia, el qual no lo quiso recebir, é dijo
Alhambra , y quedaron todos sin armas , salvo algu que no lo quería, ni quería que estuviese en sus roy-
nas que escondieron. El Rey moro Muley Baudili, uob, ni los viceo, é pusieron en poder del dicha
con los caballeros mayores de Granada, é con otros Papa Inocencio ; é sabido por el Turco su hermano,
muchos, salieron de la ciudad é se fueron, según que estaba en Roma, envió á hacer su amistad coa
las condiciones del partido; muchos se fueron allen ol Papa, y ofreciólo de le dar cada año, porque lo
de , y otros a los lugares de los moros mudejares, ya tuviese á buen recaudo , cierta suma de ducados,
ganados, y el Rey Muley Baudili se fué á vivir y & decían que quarenta mil ducados, porque se temia
• reinar al Val de Purchena, que es en las tierras que mucho de él , y el Papa lo tuvo en Roma á buen re
ol Rey habia ganado cuando ganó á Vera , que era caudo todo el tiempo que vivió, dejándolo vivir &
todo de mudejares, donde el Rey le dio señorío, ó ser servido como gran señor, empero oon muy gran
renta en que viviese, é muchos vasallos, ó le alzó des guardas , de manera que no se pudiese ir, y el
la pensión que de antes le debia, y lo dio sus rehe Papa Inocencio VIII , entre sus embazadas, se creo
nes, que le tenia desque lo soltó sobro rehenes. le enviaría á pedir el hierro de la lanza con que el
El Rey é la Rey na, é la corte se estuvieron en caballero hirió á nuestro Redemptor Jesuchristo es
Santa-Fé, en la qual todo el tiempo del cerco fabri tando en la Cruz, en el costado, que estaba con las
caron é labraron , é en el real , y á veces en tiempos reliquias que estaban en Constantinopla, y el Turco
en el Alhambra, fasta fin de todo el mes de Mayo se lo envió, con la dicha pensión de los dichos du
del año de 1492 anos, y aun parte del mes de Junio, cados, aunque le fué muy costoso de darlo, según
que no osaron de allí partir fasta dejar quieta la la estimación y reverencia, y precio que sabe qua
ciudad, en el qual tiempo ovo algunos alborotos en los christianos tenian alia, y la gran devoción en
los moros, y les hallaron una mina llena de armas, aquel santo hierro, y en las otras santas reliquias
é el Rey puso en la ciudad muchas justiaias é al- que están en Constantinopla en poder de los chris
caydes,é tan buen concierto, que sojuzgó muy bien tianos grecos. Y el Papa, sabiendo que venían los
la muchedumbre de los moros, que en ella habí A, embaladores, y traían el santo hierro, enviólo á
que pasaban de quarenta mil vecinos ; y por los al recibir con dos Obispos á la Marca do Ancona , los
borotos y desconciertos que algunos moros ficieron quales le truxeron de allí á Roma, é salió el Papa,
mientras la corte allí estuvo, que se alborotaron vestido de Pontifical, con todos los Cardenales á lo>
dos ó tres veces, mataron muchos por justicia, é recibir con grandes procesiones, todos á pié; y el
quartearon, é despedazaron otros, en tal manera, Papa se sentia mal, é iba en unas andas, y salieron
que los pusieron sobre el yugo del temor y obedien por la puerta del Pópulo á recibirlo, y ol Papa so
cia que convenia. E ganada é sojuzgada , é puesta apeó de las andas, é se humilló en tierra con muy
debajo del yugo de Castilla la gran ciudad de Gra gran acatamiento, é lo tomó en las manos en una
nada , el Rey , y la Reyna y la corte , en los primeros caja de oro , donde venia engastonado , en un viril
días de Junio, se partieron del Alhambra é vinie christalíno de muy ferroosa hechura, y por todas
ron á tener la Pasqua del Espíritu Santo á Córdoba, partes so parecía el propio hierro la punta hacia ar
que fué aquel año á diez dias do Junio, victoriosos riba. É el Papa lo mostró al pueblo , donde todos lo
y bien afortunados con tanto triunfo de honra y adoraron como á muy santa reliquia, que tocó en et
bienaventuranza quanta la honra le manifiesta. É costado de nuestro Redemptor , é fué en tiempo de
ansí dieron glorioso fin á su santa y loable con- su pasión allí presente. Y asi en las andas lo trujo
, quista, é vieron sus ojos, lo que muchos Reyes é el Papa fasta la iglesia de San Pedro, donde lo pu
Principes desearon ver, un reyno de tantas ciudades sieron en muy honrado lugar; y el hierro era corto,
é villas, é de tanta multitud de lugares, situados on según parecía á todos los que lo adoraron, y pudo
tan fortlsimas y fragosas tierras, ganado en diez ser, que algún gran señor ó Rey, de los que han te
años. ¿Qué fué esto sino qne Dios les quiso proveer nido aquellas santas reliquias en guarda, la quitase
de ello é darlo en sus manos ? algo de lo que entró en el santo costado y glorioso,
para mas devoción, así como hizo un Emperador da
CAPÍTULO CIII. Grecia, que hizo una barbada para el freno de su
De cimo, y porqué, j cuíndo empresentó el Gran Turco Rayace- caballo , en que gastó uno de los clavos con qua
lo al l'apa el Herró de la lanza con que nuestro Redemptor Je- nuestro Redemptor fué clavado en la Cruz, é sojuz
suchrlsto fué herido en el costado ; é de la hechura del santo gó é ganó muy grandes tierras é reynoB , é tuvo qua
hierro, é de las reliquias que están en Cunstanünopla. por virtud de aquel freno lo habia Dios hecho vic
En el aflo de 1492 envió el Turco Bayaceto , Em torioso , según cuenta Afosen Juan de Mandavilln -
perador de Constantinopla, Soldán de la Turquía, y el dicho fierro es de esta hechura y tamaño de I4
DON FERNANDO É DOÑA ISABEL. 645
lanza, á lo que parecía, la mitad de la verdadera la una , en presencia del Prior é del Vicario de San .
Cruz en que nuestro Rcdemptor padeció ; é era fas Gerónimo , que lo absolvieron oon la Santa Cruza»
ta estonces, que fué enviado al Papa como he di da é consolaron hasta la fin, la qual esperó como
cho , el fierro de la lanza con que el caballero firió él era, é ovo muy buena é con mucho arrepenti
ol costado de nuostro Redemptor después do haber miento de bus pecados, é fizo christianos actos en
espirado, é una de sus ropas sin costura, é la espon su testamento, é firmólo auto Christóbal Gutiorrez,
ja, ó el vaso con que le dieron a beber el hiél y vi é Francisco Sánchez, escribanos públicos de Sevilla,
nagre, quando estaba en la Cruz, é una parto de la en presencia de todos los quales estaban , así caba
corona con que nuestro Redemptor fué coronado, é lleros como dueñas. Desque ovo espirado , luego el
la Cruz, é uno de los clavos, é otras muchas reli Señor Don Luis Ponce, ó su Padre Don Pedro Ponce,
quias; é eso mesmo está en Constantinopla, el cuer Señor de Villagarcía, é todos sus parientes, é herma
po de Señora Santa Ana, madre de nuestra Señora nos, é criados, é escuderos de casa se cubrieron do
Santa María, que lo fizo traer allí Santa Elena, é jerga, y eran tantos, que no cabian en toda la casa;
yace el cuerpo do San Lúeas é otros muchos cuer- é alcanzó mucha honra en su fin , que estuvieron á
pOB santos. eu fallecimiento é enterramiento y so cubrieron por
Murió el Papa Inocencio VIH desde ¿ poco él do luto el Señor Don Alonso de Aguilar, que era
tiempo después do haber recibido el santo fierro, en mucho su amigo, y Don Pedro Puertocarrero, her
el año de 1492, a veinte y siete de Julio; ó crearon mano de la Señora Duquesa, Señor de Moguer; é el
Tapa los Cardenales al Vice-canciller, Cardenal Ar Señor Don Luis Puertocarrero, Señor de Palma ; y
zobispo do Valencia, el qual se llamó Alejandro VI; otros muchos honrados señores ; Fernán Darías, Se
fuéle muy contrario el Cardenal Advfncula Sancti ñor del Viso, é Pedro de Vera, é Don Luis Méndez
Petri, en la elección, y aun después en algunas Puertocarrero, é Francisco Catafio, é otros; todos
cosas. estos se cubrieron do luto , que faltó la jerga con el
fallecimiento del Duque de Medina ; é pusiéronlo
CAPÍTULO CIV. en un atahud aforrado en terciopelo negro é una
Cruz blanca de Damasco, en presencia de loados
Del fallecimiento de líganos Grandes , é del Marquís-DdqilB frailes, vestido de una rica camisa é un jubón de
de «Jir.
brocado, é un sayo de terciopelo negro, é una mar-
En ol tiempo del cerco do Q ranada murió en Cas Iota de brocado fasta en pies, é unas calzas de gra
tilla en su tierra é casa el noble caballero Don Pe na, é unos borceguíes negros, é un cinto de hilo de
dro Fernandez de Velnsco, Conde de II ai o, Condes oro, é bu espada dorada ceñida, según él acostum
table de Castilla; sucediólo el SeDor Don Bernardi- braba traer quando ora é andaba en los guerras de
no, su hijo. Murió el Adelantado del Andalucía, los moros, ó ansí dncindicron el atahud con él déla
Don Fadrique, viniendo del real do Qranada, de su sala é lo pusieron on unas andas enforradas de ter
muerte natural , en el campo cerca do Antequora en ciopelo negro, abajo en el cuorpo do las casas, don
una tienda ; allí le truxeron los Sacramentos , é dio de los Poneos sus hermanos y parientes , y la Du
su ánima á Dios gimiendo sus pecados y con muy quesa su mujer y otras muchas dueñas hicieron so
gran contriccion, en quatro dias de Febrero, año bre él grandes lloros é sentimiento ; eso mesmo
de 1492. Subcediólo su hijo Don Francisco Hcn- hicieron sus escuderos é criados, é doncellas, é gen
riquez. te de su casa , é otros é otras muchas de bu tierra é
Murió ol Duquo de Medina-Sldonia, Don Enri también do la ciudad , que era muy bien quisto ca
que de Quzman, en su villa do Sanlúcar, en sus ballero. Desque fué noche, antes del Ave María, vi
palacios, esto dicho ano de 1492, Viernes noche, nieron mas de ochenta clérigos con la Cruz de Santa
amaneció Sábado de mañana finado, á veinte dias Cathalina, y tres órdenes de frailes del Carmen, de
del mes do Agosto ; subcedióle su hijo Don Juan de la Merced é de San Franoisco , y encomendáronlo é
Guznian. Murió el esforzado caballero Marqués-Du sacáronlo en las andas, acompañándolo los de los
que de Cádiz, Don Rodrigo Ponco do León, en la eclesiásticos, el Provisor é todos los mas honrados
ciudad de Sevilla, dentro de sus casas, de achaque Canónigos de la iglesia mayor, é Arcedianos, é Dig
de una opilación que se le hizo andando en la guer nidades , é los Obispos que se hallaron en la ciudad;
ra contra los moros. Recibió todos los Sacramentos, é de lo seglar ol Conde de Cifuentes, Asistente de
é dejó por subcesor á su nieto Don Rodrigo. Esto Sevilla, y la mayor parte del Rojimiento de la Ciu
fué el caballero que mas trabajó de los Grandes de dad de Veintiquatros y Alcaydes mayores, é otras
Castilla en la guerra, que desque Alhama tomó no gentes, que no cabian por todas las calles ; llevá
ovo entrada que el Rey ficiese, que él no fuese en ronlo por la calle de la Alhóndiga é por San Lean
ella, en todos los diez anos que duró la conquista dro, faciendo por sus trechos bub paradas, donde la
del reyno de Granada. Él fizo el comionzo y vido clerecía lo decía bub [responsos; é las gentes que
el fin, é ovo su parto do la gloría ó victoria, qno él seguian bub ploro», y les ayudaban las duofias , que
fué presento on la entrega de Granada, qno fué el salían d mirar desdo sus puertas é ventanas á lo llo
sello de la conquista, y asimismo fué honrado en rar, ó daban tan grandes gritos las mujeres de la
la muerte; pasó de esta presente vida en Lunes ciudad por donde lo llevaban, como si fuese su pa
veinto y siete de Agosto del dicho año do 1492, dada dre, ó fijo, ó hermano do todas, siguiéronlo é aporqr
646 CRÓNICAS DE LOS BEYES DE CASTILLA.
paliáronlo tantas gentes fasta San Agustín, que no muy esforzado é bravo, é muy feroz á sus enemi
cabían por las calles, ni por los adarves, ni en la gos, é muy verdadero amigo do sus amigos ; amaba
iglesia de San Agustín ; ó ansí iban gentes acompa mucho sus vasallos, é volvía por olios quaudo lo
ñándolo y honrándolo como cuando facen la fiesta habían menester, ó era muy bien templado cu co
del CorpuB Christi en Sevilla, aunquo era de nocho. mer ó dormir ; era casto, é cauto , é muy coloso de
Salieron con él desdo su casa doscientas quarenta todas las mujeres de su tierra, é deseaba que no hu
hachas de cera encendidas , que parecía por dondo biese ninguna mala, y no consentía que ninguno
iban que era en mitad del día. Acompañáronle asi suyo burlase á ninguna mujer, ni la infamase, y so
mismo desde su casa hasta la sepultura diez bande bro esto hacia tanto, que el quo algo de esto peca
ras, que por sus fuerzas é guerras que hizo á los ba no osaba parar en toda su tierra. Quería que sus
moros antes que el Rey Don Fernando comenzase vasallos así honraran á los alcaydcs é alguaciles do
la conquista del reyno do Granada las ganó, las su tierra como á él mesmo. Retenia mucho los eno
quales en testimonio allí iban cerca del, ó lus pu jos, y no podia haber ton ahina la templanza de la
sieron sobre su turaba, dondo ahora están susten paciencia ; perdonaba tarde á quien lo enojaba ; no
tando la fama do este buen caballero , la qual no le aplacia facer burla do los locos , uíu de simples,
puede morir é es inmortal , así como el ánima ; 6 uín le apiadan lostruanes, nin trompadores; tenia
quedaron allí en memoria. Saliéronlo ú recebir los continuamente asaz aleones, y no le aplacia mucho
frailes de San Agustín con la Cruz 6 cirios, ó ocho la caza, luego se enojaba; era muy cobdicioso y
incensarios vestidos de almástigas negras, é así lo cuidadoso por acrecentar el patrimonio do bus an
metieron muy honradamente en la iglesia y pusie tepasados, y compró castillos, vasullos, donadíos,
ron las andas en una muy alta cama, donde estuvo lugares y heredamientos ; con que mas do medio á
hasta que le dijeron quatro vijilias, cada orden la medio acrecentó on la renta do su patrimonio ; era
suya, é otra la clerecía, ó dichas lo depositaron en muy amador de la justicia, y hacíala, y continua
su tumba, cerca de los Condes Don Juan su padre, mente tenia sus .vasallos, en justicia, é toda bu
ó Don Pedro Ponce, su abuelo. Nuestro Señor lo dó tierra, é oía sus vasallos, é deliberábalos é proveía
santa gloria. Otro día lo dixcrou muchas misas. los muy presto cuando ante él veiiiau, y enviába
El Rey é la Ruyna, desque supieron la muerto del los á sus casas, porquo no se gastase; pugnaba y
Marqués-Duque de Cádiz, so retrajeron, ó encerra hacía mucho por la honra suya ó do sus parientes ;
ron, é ovieron mucho sentimiento ; é pusieron luto hacía Liioii A sus parientes, no quería on su compa
negro por él, y las damas lloraron mucho en la ñía hombres cobardes, ni lisonjeros, ni do malos
casa del Rey, que lo amaban mucho, que las servia artes; ni queria ver ni oir hombres traidores ni la
é daba mucho, é lo conocían de como recibía y drones ; agradábale la música algo, especialmente
acompañaba á la Reyna y á ellas en tierra do mo trompetas bastardas é chirimías, ó sacabuches, ú
ros, porque Uovándolo la Royua é ellas cerca do sí, atabales, é do aquella quo alegran las gentes en la
hacían cuenta que llevaban al Cid Ruy Diaz en su guerra ; era muy devoto do Santa María Nuestra
tiempo, porque los moros lo temían mucho , tanto, Señora, y do la Iglesia, y ordinariamente oia misa
que donde quiera quo sabían que iba, conocían su cada día, y rezaba sus oraciones por libro, y des
bandera, no osperaban ni osaban pelear. pués en unos corales; y desdo la confesión hasta
Daros y Homero, coronistas, escribieron muy por (i ita misa esl» nunca hablaba á ninguna persona, ni
estonso en las historias de las conquistas de Troya alzaba las rodillas del suelo ; comunmente hacía ce
las facciones de Héctor, ó París, é Troilo, sus her lebrar con mucha solemnidad las fiestas do Nuestra
manos, é de los otros troyanos quo fueron famosos Señora de la O y la fiesta de la Anunciación , quo
en las armas ; é eso mesmo los de Diomodcs é mi cao en Marzo, y aun las mandaba celebrar en sus
ses, é de Menelao, é Agamenón , é Aquilcs Griego, ciudades, villas y lugarcB, en las quales hacía dar
que fasta hoy viven, por ser escritas, aunque fue grandes colaciones ó limosnas; teuia una capilla de
ron gentiles y sin ley ; pues ¿quanto mas debían vestimentos, cálices ó ornamentos, como convcuia,
sor escritos las cosas hazañosas y virtuosas quo los con quo lo decian la misa en su casa é posada, em
nobles caballeros do España hacen y han hecho on pero nunca so hacía perezoso de ir á oir misa á la
los guerras, y junto con ellas las facciones y con iglesia del pueblo dondo se hallaba ; era caballero
diciones do cada uno? y porque las do este noble ca que le placía mucho la geometría do labrar 3' repa
ballero Duque de Cádiz merecen ser escritas, son rar castillos, y casas y cercas y fortalezas, y labró
las siguientes : y gastó en ella, con lo quo labró y fortaleció on Al
Era hombre do buen cuerpo, derecho , mas me calá de Guadáira y en la ciudad de Xorés, é Alatlis,
diano que grande, de muy recios miembros, brazos quando la tomó en tiompo del Rey Don Enrique,
é piernas, muy gran caballero do la gineta ; era mas do diez y sioto quentos, según ó) decía é sus
blanco en ol cuerpo ó rojo en la cura, é cabollos ó mayordomos. Do sus fechos ó victorias ya cb dicho
pescuezo, á tenia algunas pintas por el pescuezo é en bus tiempos ó lugares. Nuestro Señor le quiera
manos; era hermoso de gosto, la cara mas larga quo perdonar y poner en su santa gloria. Amen.
angosta ni luenga, no había oh ella reprehensión ;
la habla é órgano de ella muy clara, é muy buena;
loa cabellos rojos ó crespos, é las barbas rojas ¡ era
DON FERNANDO É DOÑA ISABEL. 64*
de la conquista del reyno de Granada, el Rey suso
dicho Carlos, mozo que comenzaba á reynar en
CAPÍTULO CV.
Francia, se movió en persona con muy gran hueste
De Bretifil, é de como el Pr-y de Francia li lomó t se casa é artillería, é fué sobre Nántos de Bretaña, que es la
con li Duquesa. más principal ciudad y la mayor de Bretaña, y cer
Cerca de estos tiempos murió el Duque de Breta cóla, estando dentro la Duquesa ; é Monseor de La
ña, é Bubcediólo una fija, que no tenia otro fijo va- brit fué traidor á la Duquesa y al Rey Don Fernan
ron ni fija, el qual Duque no estaba bien quisto con do, á quien so habia ofrecido por suyo, é le habia
el Bey de Francia, antes en guerra , porque favore- dado gente con que fioiese la guerra al Rey de
cia á algunoB caballeros de Francia, que deservinn Francia, en defensa de la dicha Duquesa de Breta
al Rey, y los acojia en su tierra, asi como á Mon- ña , é vendió la ciudad é la Duquesa al Rey de
seor de Labrit, é á otros. E ya oísteis como el Rey Francia, é desque pensó la traición , según decian,
Luis de Francia falleció el ano de 1482 y le sucedió él hizo ir en persona al Roy de Francia , y le pro
Carlos bu hijo, é quedó pequeño é desposado con metió dar la ciudad y la Duquesa, y que le perdo
Margarita, fija del Rey de los Romanos, nina de nase del enojo que del tenia , y diese sus tierras , é
quatro anos, é ambos quedaron cada uno á su parte el Rey se lo prometió, y aun le mandó gran suma
en el reyno de Francia, en tutela é gobernación del de dineros, é le fizo otros muohas mercedes, é le
Parlamento de Paris, 6 do algunos de ¡los Grandes volvió sus tierras; é como el Rey de Francia llegó
de Francia; é el Rey Carlos salió mozo mal dispues á Nántes, é la coreó é .comenzó do combatir , Mon
to é feo de miembros y gesto ; é luego como fué de seor de Labrit, después de hecho el concierto, abrió
edad é le dieron la gobernación del reyno, comenzó las puertas, y entraron los franceses, é tomaron la
¡i hacer la guerra á la Duquesa de Bretaña, porque ciudad y la Duquesa y despojaron á todos los espa
otros tiempos habia sido sujeta ;i la Francia, y la ñoles é eoháronlos de la oiudad, é asi se vinieron &
Duquesa estaba desposada por cartas y embaxado- mal recaudo, por la gran traición de Monseor de
res con el Rey do los Romanos, Duque do Austria, Labrit, que los vendió ; é el Roy tomó la ciudad é
Maximiliano, fijo del Emporador Federico de Ale se apoderó de olla, y dende toda Bretaña, é fizo un
mania é Roma, yerno que fué del Gran Duque Car cuerpo de Bretaña y Francia, y de aquí oreció sus
los de Borgofia, Conde de Flándcs ; y la Duquesa reynos,é tomó mujer por fuerza, y dejó la mujer con
de Bretaña comenzóse de amparar, y defender, y quien su padre lo habia desposado y mandado casar,
apercibir de valedores, y vino en su favor el Conde Margarita, su bija del dicho Rey de los Romanos,
de Escalas, inglés, que fué on la batalla de Loxa, con la qual se habia desposado el año de 1481, sien
el qual murió en una batalla que ovo entre france do ella de tres ó quatro años, é fué tenida por Reyna
ses é bretones ; é el Rey Don Fernando do Castilla do Francia cerca de diez años ; y dentro en Fran
fué valedor de la dicha Duquesa, é como andaba cia, en ese mesmo trono é honra tenida, é habida su
en guerra do los moros de la conquista de Grana gobernación y tutela de el Parlamento do Paris é
da, aunque le socorrió no fué tanto como quisiera, de los grandes de Francia, asi como estaba el mes
y Monseor Labrit, caballero de Francia, Scfior de mo Rey Carlos su esposo; é desque el Rey de Fran
gran parte de la Gasconia, andaba ausentado de cia ovo tomado á Bretaña, dijo que Margarita no
Francia, por enojo que á el Rey babia fecho, é el era su mujer, é mandóla llevar á su padre, y como
Rey do Francia le habia tomado la tierra, y era f ueso ya mujer, doncella do discreción, de trece años
también valedor de la Duquesa ; y este estaba tam poco mas ó monos, habiendo reynado on Francia los
bién enemistado con el Rey Don Fernando de Casti mas de olios, vod qué sentiría su ánima ; hizo gran
lla, por partes del reyno de Navarra , que habia ca des llantos é lamentaciones, ella ó todos los suyos,
sado su fijo con la Reyna do Navarra contra la vo quejándose de la sin ventura acaecida, por ella ve
luntad del Rey Don Fernando, y tuvo Monseor de nida por tal manera ; ó envió la triste nueva á su
Labrit forma como se hiciese amigo del Rey Don padre el Rey de los Romanos , é envióle el Roy á
Fernando, é el Rey le dio gentes y facultad con que decir, que no Baliese de Francia, sino que bí á él iba
fuese á socorrer á la Duquesa de Bretaña, é envió y de tal manera, que él haría presonto de bu cabeza
con él otroB capitanes é á Pedro de Mosquera, con al Rey de Fraucia, su marido ; ved qué haría la sin
mas de cinco mil hombres de España, de á caballo ventura en tan terrible caso; mucho mas amaba
é de á pié. E el Rey de los Romanos, su esposo de perder la vida, que verse despojada de tal manera
la Duquesa, no pudo socorrerla ni venir á facer el de reynos y marido ; maldecía á su fortuna é sinies
matrimonio personalmente , porque habia morido tra ventura, su nacimiento, su vida , su crianza, su
estonces el Rey Mathias de Ungría, su legitimo her mala suerte , y quejábase á Dios de los cielos con
mano, el qual era casado con fija del Rey¿Don Fer muchas lágrimas, demandondo justicia del cielo; é
nando de Ñapóles ; é el Rey de los Romanos habia todos los suyos, é las dueñas é doncellas de su casa
guerra allá sobre aquel reyno, diciendo que le per hacían muy gran llanto con ella, é todos quantosla
tenecía gran parte de él, é conquistábalo, é después conocían. E la Reyna desdichada ovo de salir do
no salió con él, é por esto no socorrió á la Duquesa Fraucia con muy gran dolor ó sentimiento de su
on la dicha guerra , que el Rey de Francia la mo corazón é de su ánima, con fiucia que Dios le haría
vió, E estando el Rey Don Fernando en la guorro justicia ele aquella injuria , que ol Rey de Francia
648 CRÓNICAS DE LOS REYES DE CASTILLA.
bu marido le había fecho , é privaría del reyno de destable de Navarra, Mosen Piorrea de Peralta, é su
Francia, como él á ella había fecho. E ansí fué, que hermano el thesorero, é metieron bullicio y escán
el Parlamento é Grandes de Francia, desque vieron dalo en ol reyno, é requiriendo al Rey Don Juan
que el Roy Carlos se había asi casado con la Du quo so lo entregase al Príucipe su hijo, pues era
quesa de BretaDa, enviaron á Margarita en Flándos suyo ; y el Rey alegaba que aun no era tiempo, que
y Alemania á tierras de su padre, é Carlos quedó ca aun no era de edad para gobernar; é estuvieron
sado con la Duquesa, é ovo un fijo, del quul no go con el Rey la parcialidad de los Agri monteses, que
zó, que finósole; é él logró mal el reyno do Francia, os el Conde de Lerin, é otros muchos caballeros, é
que no reinó después de casado sino obra de quatro siguióse multa mala entre ellos ; y los del Príncipe
«Dos, y murió sin loor , y casó su mujer con el Du tomaron á Pamplona, que es la mayor ciudad de
que de Orliens, que reynó en Francia después do él, Navarra, y dende el Principe fué á cercar una villa,
según mas adelante so dirá ; y ansí castiga Dios que llaman Sangüesa, la qual estaba por el Rey, y
también á los reyes como á los otros de qualquier el Rey salió á la descercar, ó sabiéndolo el Príucipe
estado, que hacen lo que no debían hacer, y no mi Don Carlos, su ñjo, salióle al camino , partiendo de
ran que hay Dios, que es mayor que todos, el qual Olito con su hueste, é ovíeron su batalla campal, el
en los malos y perversos, continuamente vemos que fijo con el padre, donde murieron algunos de una
cumple aquello que dijo David por el Espíritu San parte y otra, y el padre fué vencedor, é venció al
to : Viri sanguinuiii el dolosi non dimidiabunt die» hijo, é le desbarató é prendió con otros muchos, y
titos. lo trujo preso á Zaragoza, de Aragón, y lo tuvo allí
Los capitanes que el Rey Don Fernando onvió á aprisionado, y á ruego de la Reyna Doña Juana, su
Bretaña, fueron : Pedro Carrillo, Sefior de Pliego é mujer, lo soltó, y juró estonces el Príncipe Don Car
Torrolva, que son en el Obispado de Cuenca , con los é puBO las manos corporalmente sobre la hostia
trescientos lanzas ; Pedro Quijada, Sefior de Villa- consagrada, do do ser mas contra su padre, sino es
garcía, que es cerca de Medina de Rioseco , con tar siempre á su obediencia y mandado ; é como Be
trescientas lanzas, el qual ovo fortuna en la mar, é vido suelto, tornóse otra vez á alzar é hizo cuanto
volviólo el tiempo dos veces á Castilla , una á San pudo contra el padre, por lo echar del reyno, y vien
tiago, é otra á Bilbao é Santander , é volvió otra do que no podía prevalecer contra el padre con el
vez hasta que llegó en Bretaña ; é sobre todos fué reyno de Navarra ni su favor, fué á demandar fa
Pedro Mosquera, para proveer; é desque vido el vor al Conde de Almiñanque, el qual no se lo dio ;
vencimiento feolio por el Rey de Francia, queríase é fué á demandar favor al Conde de Febus de Fox,
quedar allá, después que él fué en dar la ciudad en su cufiado, y tampoco se lo dio ; é desque esto vido,
rehenes; é los capitanes no lo dejaron, é viniendo fué á demandar favor al Rey Luis de Francia, padro
por la mar, desde la nao se echó en el mar y se aho del Rey Luis, el qual tenia estonco cuestión con el
gó, el dia de San Benito de Julio, ostando el Rey Delfín Luís, su fijo, y con algunos caballeros de
Don Fernando en el cerco de Granada. Francia, y respondió al Príncipe Don Carlos, su pa
riente, diciendo: «¿qué ejemplo daré yo á mi fijo
CAPÍTULO OVI. ayudándovos á vos contra vuestro padre?» é con
esto respondió ; y el Príncipe Don Carlos anduvo y
De el reyno de Navarra, c de sus cosas é guerras, i como reynó en tornó á Navarra en persona , pugnando si pudiera
¿1 el Rey Don Juan, Hoy de Aragón que después [uo, i de como
bu fijo Don Carlos fue contra él. echar del reyno á su padre, é desque vido que no
podía, fuese á Ñapóles á su tío el Rey Don Alon
El Rey Don Juan de Aragón, padre del Rey Don so, hermano del Rey su padre, el qual lo recibió do
Fernando, ovo el reyno de Navarra con su primera muy buen grado, é le riñó mucho é castigó los yer
mujer, siendo Infante do Castilla é Príncipe do Ara ros que contra su padro había fecho, y le dijo: «so
gón, y fué de esta manera : Ovo en Navarra un Roy brino, pues has ido contra tu padre, huye delante do
llamado Don Carlos, é no ovo fijo varón, é ovo una su cara » ; é enviólo en Sicilia ultrafaro, é fizóle
fija, que se .llamó Dona Blanca, quo le sucedió en Príncipe de ella ; é asi vivió Don Carlos en aquella
el reyno, que casó con el dicho Don Juan, de la qual tierra en mucha honra fasta que falleció el Rey Don
el dicho Rey Don Juan ovo dos fijas, la mayor, lla Alonso su tío ; é fallecido ol Rey Don Alonso, los
mada Doña Brianda, que casó con el Conde do Fox, catalanes dijeron que querían que viniese su Prín
FebuB en Francia, en la Gasconia, é la otra, nom cipe y estuviese en la tierra, y el Rey Don Juan,
brada Doña Blanca, que casó oon el Rey Don En ya Rey de Aragón, que sucedió al Rey Don Alonso
rique de Castilla, siendo Principe, y después ovo un su hermano, plugo de ello, é enviaron por el Prín
fijo, qne llamaron Don Carlos, que fué Príncipe de cipe Don Carlos á Sicilia los catalanes de Barcelona,
Navarra, é después de Aragón, é murió la Reyna donde le fué fecho muy grande y solemne recebi-
Doña Blanca de Navarra tempranamente, é oasó oí miento de los barceloneses. Y & este tiempo estaba
Rey Don Juan segunda vez con Doña Juana, fija el Rey Don Juan haciendo Cortes en Fraga y en
del Almirante de Castilla Don Fidiricus, y siendo Lérida, y el Principe , después de haber reposado
el Principe Don Carlos de catorce años arriba, jun en Barcelona, partió con los Grandes de Barcelona
táronse con él de dos parcialidades que había en á ver y besar las manos al Rey su padre ; y en Lé
Navarra, launa la de los Lusitanos, que era el Con rida la Reyna Pofia Juana y los Grandes de la corte
DON FERNANDO É DONA ISABEL. 649 .
le salieron á recebír y fueron eon él á Fraga, donde cipe , que ella habia de estar con su hijo en donde
el Rey estaba, y el Rey salió de la villa á un llano él estuviese, y así se concertó, que la Reyna y el
faera do ella á recibir á la Reyna y al Principe, y Príncipe estuviesen en Barcelona, y el Rey no en
la Reyna descabalgó 6 se hincó de rodillas y dixo trase, y esto era porque los catalanes barceloneses
al Bey : a Señor, suplico á V. A. que perdonéis al desamaban mucho al Rey Don Juan. E como la
Principe roi hijo Don Carlos», y el Rey calló; y es Reyna estuviese en Barcelona con su hijo el Prín
tonces el Principo, estando hincado do rodillas, di cipe Don Fernando, el Rey ovo do entrar un dia en
jo : «Suplico á V. A. mo perdone» ; y estonce habló Barcelona á ver á su mujer la Reyna, é su fijo, é su.
el Rey y dijo: «Hijo, por amor de la Reyna, que caro; é como esto vieron é supieron los del Consejo
me lo suplica, te perdono, y no te tornes mas» ; y de Barcelona, ordenaron y mandaron , que al Rey,
estonce el Príncipe le fué á besar el pié y el Rey Reyna é Principo los botaran fuera de Barcelona; y
huyó el pié del estribo, y diólo la mano á besar, y luego salieron fuera el Rey, Reyna é Príncipe, con
besólo en la boca, y asi con grandes alegrías, y con toda su casa, y desde aquel dia se rebollo Barcelo
mucha solemnidad de trompetas y atabales y mu na contra el Rey Don Juan, y toda Cataluña, y re
chas músicas, se entraron en Fraga, y en la mesma quirió al Rey Don Enrique de Castilla con su obe
posada que el Principe había do posar, quando pa diencia, y no lo quiso, y truxoron al Infante Don
saban, estaba un loco á la ventana, y dijo pasando Pedro de Portugal, por Señor, el quol tuvieron dos
el Rey : a Ved que encara lo has de tornar ó prender.» años, ó poco mas ó menos, fasta que murió, é muer
Y estando el Rey y la Reyna en aquellas Cortes y to invocaron al Conde do Proenza, hijo del Rey
el Principo Don Carlos, que tenia el Rey Cortes con Reynel, que se llamaba Duque de Calabria, y á otros
aragoneses é valencianos, vinieron allí embajado grandes Señores, los quales , viendo que habían ne
res de muchas partos, é fueron allí por embajado gado y rebelado á su Rey, no quisieron su partido,
res del Rey Don Enrique de Castilla , un caballero y así quedaron sobre sí los catalanes ; é desque se
alcayde de Burgos', é un frayle; é un dia dijo al comenzó la guerra entre ellos y el Roy Don Juan,
Príncipe el Rey : « Hijo, bueno será que te cases con fasta que se acabó, pasaron diez años, en los quales
la Infanta de Portugal»; y respondió ol Príncipe : muchos males y muertes y robos se siguieron en
«Señor, mas con estotra, pues se ha hablado y está aquellos reynos de Aragón, entre los catalanes y el
ya de concierto »; y dijo el Rey ; « ¿ De concierto? Rey Don Juan.
luego mas sabe en ello, que no yo.» Luego envió
por el frayle, embaxador, y preguntólo, que qué CAPÍTULO OVIL ;
concierto traia con su hijo, y el frayle le respondió,
que él no sabia nada, qno no lo habían á él dado De la sobcesion de los reynos it Aragón.
parto do tal secreto : y estonce huyó el otro emba Muerto el famoso Roy y esforzado Don Alonso, *
jador, y vinose en Castilla, y fué fama estonce que Rey de Aragón, de Valencia, ó Ñapóles, Sicilia é
el Rey Don Enrique lo quería casar con Doña Isa Mallorca, Cerdeña, Iviza é Barcelona, y Señor do los
bel , su bormana, y lo facia Maestre do Santiago, y otros señoríos á la casa de Aragón pertenecientes ó
lo quería dar favor para que destruyoso á su padre; anejos, é Infante do Costilla, subcediólo su hermano
y estonce su padre lo tornó á preudor, y moviéronse el Roy Don Juan do Navarra, Infante de Costilla,
los catalanes á demanda! lo, y el padre lo llovó pre conformo á su testamento y al dorocho, en todos los
so á Fraga, desde Lérida, y los catalanes y barcelo reynos y señoríos, dejando el rey no do Ñapóles, quo
neses lo cercaron en Fraga al Rey, porfiando que les se llama la gran Sicilia Citraforo, porque la ganó el
dieso al Principe, fasta qué se lo ovo do otorgar, é Conde con mucho trabajo porenrso de muchos años,
partieron de Fraga el Rey é la Reyna, é el Principe, porque venia & la casa de Aragón de derecho, y es
en son de preso, para Cataluña con los catalanes , é taba anexado en poder de quien no lo venia de de
vinieron todos á Villafranea do Panadee, quo está recho, según la antigüedad de ello lo cuenta, y por
á seis leguas de Barcelona, é allí dio el Rey el Prin eso, no con sentimiento de la cosa de Aragón, sino
cipe á los catalanes, é juró el Principe allí otra vez do su hermano, que lo dexó á Don Fernando, su hijo
no salir de la obediencia ó querer de su padre, ó los bastardo, el qual fué muy buen Rey después de su
barceloneses acordaron y pacificaron con el Rey, é padre en Ñapóles; é como ol Rey Don Juan comen
llevaron al Príncipe consigo á Barcelona ; á desque zó de reynar en los dichos reynos é señoríos, vino el
el Príncipe se vido en Barcelona , él ni los catala Príncipe Don Carlos, su fijo, como ya oisteis , do la
nes no osaron mas de acudir con la obediencia al Italia en Barcelona, y sembróse la discordia entre él
Rey, fasta que murió Don Carlos dende á cierto y su padre y los catalanes é tomáronlo los catalanes
tiempo, y de allí decían los catalanes, que habia lle á su padre , é tuviéronlo en Barcelona fasta quo mu
vado el mal de la corte do su padre. Y muerto Don rió tempranamente; é desque el Rey Don Juan vido
Carlos, demandaron los do Barcelona al Rey, que que su fijo era muerto, á quien pertenecía el reyno
Jes diese á su fijo Don Fernando por Príncipe, con de Navarra, envió por el Conde de Febus de Fox, ó
condición que el Roy no entrase en Barcelona ; y el sucedió a Don Carlos, y entrególe el Reyno de Na
Bey les dijo, que ni él quena estar en Barcelona, y varra ; y en esto tiempo envió también por la Con
quo le placía que lo oviesen por su parto ; y la Rey desa Doña Brianda, su ^ja, Princesa de Navarra
na dijo, que si así querían tener á su hijo por Prin- que es quien como tengo dicho subcédió á Don Car-
650 CRÓNICAS DE LOS REYES DE CASTILLA.
los, y á quien tocaba, y en eBte tiempo siempre cre Juan de Piamonte, yerno del Rey, y Juan de Ara
cía la discordia y mal quista, que estaba entre los gón, casado con su fija bastarda, y otros muchos
catalanes y el Rey, y estando la Reyna Dofia Jua caballeros é comunidades, de que era cabeza el Con
na y el Príncipe Don Fernando en Girona , el Rey de de Lerin, tonian con el Rey Don 'Fernando; é
ausente [de la tierra, salió Barcelona , y cercáronlos ovo sobre esto con el Rey Don Fernando, é la Rey
allí para los prender ó destruir, y tuviéronlos cerca na Doña Brianda, é el Rey de Navarra, su marido,
dos hasta que el Conde Febus vino de Navarra con muchas divisiones y conciertos é rehenes, é concor
mucha gente de ¡urinas y loa socorrió y descercó, y dias, ó vino la Reyna de Navarra á (Castilla, donda
fizo fuir los catalanes. el Rey Don Fernando y la Reyna Dofia Isabel , su
mujer, le ficieron muchas honras , é le dieron muy
CAPÍTULO cvur. grandes dádivas, é alhajas, é oro, é plata, é ropa, ó
Como fué empellado I'erpiBan al Rey de Navarra, y sus guerras. riquezas sin medida, é todavía se retuvieron las for
talezas, é sobre ciertos conciertos quedó en rehenes
Volviendo á la subcesion del reyno de Nuvarra, una fija del Rey de Navarra, que murió acá en Cas
como murió el Principe Don Carlos, reynaron en Na tilla, y el Rey Don Fernando le desempeñó algunas
varra Dona Brianda y Don Phebo su marido , Con villas é fortalezas , é afirmaron su concordia é pal
des de Fox, los quales ovioron quatro fijos é cinco con él , é reynaron en Navarra pacíficamente.
fijas, y el mayor, á quien convino la subcesion del
reyno, fué llamado Felipo, é fué casado con una her
CAPÍTULO CIX.
mana del Rey Luis de Francia, ó esto murió tempra
na muerte, autos quo el Rey Dou Juan su abuolo, ó De el Rey Don Juan de Aragón.
subcediéronlo un fijo é una fija, Phebo é DoDa E el Rey Don Juan , desque vido la enemiga de
Brianda, é Don Phobo roynú ou Navarra siendo ni los catalanes ó rebelión , y que no tan solamente se
ño, so la guarda é tutela del Roy Don Juan, su abue la defendían , mas ¿ntcs le ofendían y querían des
lo, é murió siendo mozuelo, é subcedió Dofia Brian truir, fué demandar socorro al Rey de Franoia Luis,
da, que quedó ¡on poder do su madre ; é mientras el al qual empeñó los quatro castillos en el condado de
Rey Don Juan vivió, siempre tuvo muy gran parte Rosellon, ¡Perpífian , la Vellaguarda, Roca y Coli
y favor on Navarra , y fortalezas á su mandar, las bre, por cierta suma de coronas de oro, con lo qual
quales nunca osó soltar, por toinor del daño quo del é con la ayuda de Dios é del dicho Rey de Francia,
Rey de Francia le podía venir , y en aquel mesmo domó é sojuzgó á Barcelona, é toda Cataluña, é que
grado entró el Roy Don Fernando su lijo , después daron las dichas quatro fuerzas al Roy de Francia, á
que murió ,el Rey Don Juan ; ó como murió el Rey llevó mucho tiempo las rentas de aquellas tierras;
Don Phebo, Rey de Navarra, quedó en la encomien é dospuos con concierto los ciudadanos de Perpifian
da del reyno el Rey Don Fernando, ó como Don Pho alzáronse contra el Rey do Francia, é dieron la ciu
bo murió , quedó la subcesion dol reyno ú. Dofia dad al Rey Don Juan, é vínolos á cercar el Rey de
Brianda, su hermana, la qual se llamó luego Reyna Francia con gran poder, estando el Rey Don Juan
de Navarra, y el Rey Don Fernando la quisiera ca dentro de la ciudad ; é fué sobre los cercadores el
sar con el Príncipe Don Juan , su fijo , puesto caso Príncipe Don Fernando, Rey de Sicilia, que so lla
que ella era de mas afina que no él, é nunca la pudo maba, é desbaratólos ó fizo alzar el cerco, é quedó la
haber, ni su madre , que la tenia en poder, se la qui ciudad por el Rey Don Juan ; é siguióse guerra en
so dar, ni el Roy de Francia fué do este casamiento tre el Rey do Francia, é el Rey Don Juan é sus tier
contento, cobdiciándola casar en Francia, por tener ras, é volvió el Roy de Francia otra vez sobre Perpi
de su mano el reyno de Navarra ; é su madro do la fian , mas poderoso, é púsole cerco, é tomóla, é sojus-
dicha Reyna, sin placer ni consentimiento del Rey góla en todo lo empeñado, é tóvola fasta que murió
Don Fernando , ni del Roy de Francia, sus tios, la ol Rey Don Juan, quo murió año de 1479 que nunca
casó con un fijo de Monseor de Labrít, Señor de la pagó la suma del desempeño ; é túvola más el dicho
Gasconia, ya dicho en el capitulo do Brotaría, del Rey do Francia todos los días de su vida fasta que
qual casamiento ovo mucho enojo los royes susodi murió el año de 1481 , y mandó en su testamento,
chos de Castilla y Francia, sus tios ; y eBo mesmo que dando el Bey Don Fernando la suma y desem
los navarros, é una gran parcialidad de olios tuvie peño que su padre el Rey Don Juan había recibido,
ron tanto enojo, que no querían recebir por Rey al le diesen á Porpifian, é todo lo ompeñado é esto man
marido de su Sefiora, y decían que no reynaria so dó á bu fijo Carlos, Delfin , que así lo hiciese á cum
bre ellos, é tuvieron en Navarra diversas opiniones pliese; é el dicho Rey Carlos de Francia, que subce
é las villas é fortalezas quo estaban por el Rey Don dió al Rey Luis bu padre, é bus tutores, aunque por
Fernando nunca se las quiso entregar, no embar el Rey Don Fernando por muchas veces fueron re
gante que le mandó dar sus rentas, recelando que queridos, nunca deliberaron de dar los dichos empe
podía el Rey de Francia entrar é ofender á Castilla, ños, fasta que Dios lo permitió.
é á Aragón, é siempre ovo on Navarra dos parciali
dades, las antiguas é las de Alosen Fierres de Peral
ta, y otros caballeros tenían con el Rey é Reyna de
Navarra, sus Señores ¡ é el Conde de Lerin , Mosen
DON FERNANDO E DOÑA ISABEL. . 651
bro leguntur, et aliqui profide magna fecerunl, etuti-
lissima scripta reliquerunt »
CAPÍTULO CX. Que quiere decir en nuestro lenguaje) castellano :
be como fueron los lucilos echados ilc Espalia. « El libro de los judíos , llamado Talmud, suena
n acerca do ellos doctrina ; fué compuesto cerca do
En ol nombro dol muy alto Dios nuestro Scfior. » aquellos tiempos , en el año del Nacimiento de
Visto por los cathólicos ebristianisimos Rey é Roy- » nuestro Redemptor Jesuchristo de quatrocienlos
ua, el muy gran daño procedido de la endurecida * anos, de dos grandes Rabies, llamados el uno Ra
opinión y perpetua coguedad do los judíos, y como il base, y ol otro Rabina, y fué ciertamente un libro
de allí habian su nudrimento la herética pravedad 11 grande mayor que diezBiblias, en ol qual hay men-
mosaica ; estando en el cerco de Granada el año de » tiras muy escuras , y abominables cosas de locu-
1-192, mandaron y ordenaron, que á todos los judios 11 ra, contra la loy de Dios, y contra la ley de natu- '
de toda España, é todos los Rey nos de ella, les fue lira, y contraía ley do escriptura. Viendo los judios
se predicado el Santo Evangelio ó fé cathólica, é n en aquel tiempo ya dicho amenguarse, y crecer la
doctrina christiana, é quo los que quisiesen se con » ley christiana en todo el mundo, y aun con gloria
vertir é baptizarse, permanecieran en sus Rcynos; así »de bienes temporales , buscaron estos dos engafia-
como sus vasallos , con todo lo suyo, y los que no » dores, conviene á saber, Rabina y Rabaso, para quo
bo quisiesen convertir, que dentro de seis meses so n compusiesen este libro, y tan como á los libros
fuesen é partiesen do sus Reynos; é so pena de n de Moisen, y defendieron, so pona de muerte, quo
muerto no volviesen mas á ellos , é quo llevasen to j ninguno negase cosa alguna de lo que en él era
do lo suyo, ó lo vendiesen en lo quo quisiesen, salvo i> escripto, y fué así compuesto para su ceguedad y
no sacasen oro ni plata. E salido este edicto é man n perpetua pena, mal aventurada de los suyos; y por-
dado eu todas las siuagogaB, é plazas é iglosias, » quo no hubiesen los simples ocasión de apartarse
por los sabios varones do España les fué predicado «do su ceguedad, mandáronles que cuando fuesen
el Santo Uvangelio é doctrina de nuestra Santa Ala i! preguntados de algunas cosas dificultosas, que
dro la Iglesia, é probado por sus mismas escrituras, » respondiesen: a Nosotros no entendemos eso, mas
como el Mesías quo aguardaban ora nuestro Re- a nuestros Rabioa vos responderán ; é de esta mane-
deuiptor Jesuchristo, que vino en el tiempo conve ii ra fueron caídos en reprobado entendimiento, cre-
nible, el qual sus antepasados con malicia ignora í) yendo mas á las mentiras de este libro, quo no á •
ron, y todos los otros que después de ellos vinieron, i) Moysen y á Christo. Empero muchas veces se loo
nunca quisieron dar el oido a la verdad, antes enga ii muchos de ellos sor convertidos en diversas partes
itados por ol falso libro del Talmud, teniendo la ver »dol mundo. Otro síficieron grandos cosas por la fe,
dad ante sus ojos y leyéndola on su Ley cada dia, la né después de sus días dejaron oscripturas muy
ignoraban, embriagados asi los sabios do ellos como iiprovecliosas.ii
los simples, por el edicto y doctrina do Revase ó do E cobados con la dicha descomulgada doctrina
Bovina, que compusieron el dicho Talmud. Y porque del Talmud loa judios que en aquel tiempo vivian
sepáis de qué manera y en 'qué tiempo fué fecho ol en España, aunque auto los ojob vian el destierro
dicho descomulgado Talmud, los quo no lo habéis y la perdición suya, aunque requeridos fueron y
leido, mo pareció ser bien en oste lugar poneré! ca amonestados por la dichas predicaciones y amones
pitulo siguiente , sacado del Fasciculum tanporum, tamientos, siempre quedaron pertinaces ó incrédu
que dice asi : los, y aunquedo fuorza dieron el oido, nunca de gra
{{Talmud Judeorum, quodsonat apud eos Doctrina, do recojieron en el corazón cosa que les aprovecha
circa bac témpora auno CCCC. áduobussummisRab- se, antes quitados de oir la predicación evanjélica,
bis S. Rabina, et Robase, liberuliquegrandis etmaior les predicaban sus Rabies la contraria, é los esforza
decem Biblis, in quo sunt inexecrabilia mendatia, lur- ban y ponían esperanzas vanas , y les decian , que *
pia facta, abominabilia contra legem Dei, contra le supiesen por cierto que aquello venia por parte de
gan naturas, contra legem scriptam. Videntes namque Dios, que los queria sacar de cautivos, y llevarlos á
Judei legem suam quotidis deficere, etfidem christia- la tierra de promisión ; y que en esta salida verían
nam proficere in foto orbe etiam cum gloria tempora- Israel, pues quo dol pueblo de Israel ovioron co
lium, hi dúo deceptores, instigarunt quatenus hunc li- mienzo de salvación, ó ovieron ley, ó conocieron á
brum componerent, et tamque Moysi scriptus firmari, recibieron el Mesías verdadero, que los redimió, quo
adhiberentJidem,prohiberent que, sub penamortis, ne- fué Nuestro Redemptor Jesuchristo, Dios y hom
quis aliquid ncgaretde his qxux in eo continentur. Fac- bre , que Dios habia prometido enviar ó envió, oí
tum est ita ad suam infelicem exceralionem et suorum qual ellos por su malicia no conocieron é reci
perpetuam damnationem. Ne autem simplices habtant bieron los que estonce eran, ni quisieron dar el
ocasionem reeedend ia tanta falsitate, innuerunt eis, ut oido á bus grandes milagros é maravillas que fizo,
interrogan de dificilibus, responderent : «Nos haic non antes con malicia lo persiguieron é mataron ; y el
nintcllegimus, sed Rabbi noslri poterunt responderé vo- yorro hecho, nunca so arrepintieron, ni quisieron
yibis.it Sic tradditi sunt inreprobum sensum, utplus his crcor la verdad, ni por la muchodumbro do los mi
nugis creddanl, quam Moyse, aul Chrislo , verum ta- lagros do los Apóstoles y discípulos do Jesuchristo,
mem plures in diversis mundi partibus convertís ere. I que oran do su linaje, por lo qual Dios los guardó ■
652 CRÓNICAS DE LOS BEYES DE CASTILLA,
para que se conociesen y arrepintiesen, y recibiesen seda, é paños, é otras cosas á los egipcios, que les
la santa doctrina de el su Santo Mesías, que les en- prestaron, según dice ol capítulo XII del Exodo, y
vió.queera Nuestro Redemptor Jesuchristo qnarenta estonce muy bien cupo, ca ellos eran buenos y hu
años y en cabo de los quarenta años, viendo Nuestro mildes, y creían en Dios soberano y eterno, criador
Señor como era pueblo rebelde, incrédulo y duro de del cielo y de la tierra ; los egipcios eran malos y
cerviz y sin provecho, envió sobre ellos la su ira , é gentiles é idólatras, y ahora por la contra, los judíos
del Emperador de Roma Vespasiano,é Tito su Lijo, eran malos y descreídos , é idólatras , y no fijos de
que destruyeron a Jorusalen y á toda su comarca, y Israel , salvo fijos de Canaám , y de perdición, y los
mataron un cuento y cien mil judíos , é vendieron chrisüanoB son buenos é fijos de Dios , de ley de ben
ochenta mil, é cautivaron é prendieron toda la tier dición y de obediencia, é pueblo de Dios , é fijos de
ra de ellos, ó trajeron á Roma é todas sus tierras mu seis mil casados, esto se entiende con Cataluñay Va
chos cautivos, é de todos aquellos ochenta mil ven lencia, en que habia masdeoiento y sesenta mil áni
didos, é do los otros cautivos é desterrados, vinieron mas, al tiempo que el Rey y la Reyna dieron la sen
á Francia y á España muchos en muchas veces, que tencia que los que no quisiesen ser christianos que
se libertaron por diversas maneras, é modos, de don fuesen desterrados de España para Biempre. En el
de estos que este tiempo eran vivos procedieron, asi tiempo del edicto de los seis meses vendieron é mal
en linaje como en contumacia; de los quales se fa barataron cuanto pudieron de sus haciendas, é apa
llaron en los Reynos de Castilla treinta mil vasallos rejaron su viaje los chicos y los grandes, mostran
y mas, que eran treinta mil casas y mas; de lo qual do grande esfuerzo y esperanza de haber próspera
escribió Rabí Mair al Rabi mayor Don Abrahan Se salida ó cosas divinos, y en todo ovieron siniestras
ñor, su suegro, por verdad supiese, que desterraba venturas ; ca ovieron los christianos sus faciendas
el Roy y la Reyna treinta y cinco mil vasallos, que muy muchas, é muy ricas casas y heredamientos por
eran treinta y cinco mil casos de judíos. E do los pocos dineros, y andaban rogando con ellas, y no
Rabíes quo yo baptizó á la vuelta que volvieron de habia quien se las comprase , é daban una casa por
allende, que fueron diez ó doce, é de uno que era un asno , y una viña por un poco paño ó lienzo, por-
muy agudo ú natura, que llamaban Zentollo, que quo no podian sacar oro ni plata ; empero es verdad
era de Vitoria, al qual yo puse nombre Tristan Bo que sacaron infinito oro é plata escondidainente, y
gado, fui yo certificado qne habia en Castilla mas de en especial muchos ¡cruzados é ducados abollados
treinta mil judíos casados, y que habia en Aragón con los dientes , que los tragaban é sacaban en los
como Dios hacia por olios muchos milagros, y los sa vientres, ó en los pasos donde habian de ser busca
caría de España ricos y con mucha honra, según lo dos , ó en los puertos de la tierra é de la mar, y en
esperaban, que si en la tierra oviesen alguna fortu especial las mujeres tragaban mas, cá a persona
na ó siniestra, quo en entrando en la mar verían co le acontecía tragar treinta ducados de una vez.
mo Dios ora su guiador, como habia fecho & sus an
tepasados en Egipto. Los judíos ricos hacían la cos CAPÍTULO CXI.
ta de la salida de los judíos pobres, y usaban los De como stlierou é por donde los judíos de Castilla.
unos con los otros en aquella partida de mucha ca
ridad; ansi que en ninguna manera se quisieron con En el plazo de los sois meses vendieron é malba
vertir, salvo algunos, muy pocos, de los mas nece rataron los judíos lo quo pudieron de sus haciendas,
sitados. Comunmente entre los judíos, asi simples é casaron todos los mozos é mozas que eran de doce
como letrados, en aquel tiempo, habían opinión y años arriba, unos con otros, porque todas las hem
creían todos, do quiera que habitaban, que ansí co bras de esta edad arriba fuesen á sombra é compa
mo con mano fuerte y brazo estondido y mucha ñía de marido ; é comenzaron á salir de Castilla los
honra y riquezas, Dios por Moysen había sacado el primeros en la primera semana del mes de Julio,
otro pueblo de Israel de Egipto milagrosamente; que año del Nacimiento de nuestro Redemptor Jesu-
así de estas partidas do España habían de volver christo de 1492 anos. Salieron de Castilla é entraron
ellos y salir con mucha honra y riquezas, sin perder en Portugal con consentimiento del Rey Don Juan
nada de lo suyo á posoer la santa tierra do promi Iob siguientes; salieron por Benavente, tres mil
sión, la qual confesaban haber perdido por sus ánimas y mas, que entraron en Portugal por Ber-
grandes é abominables pecados, que contra Dios sus ganza ; salieron por Zamora treinta mil ánimas á
antepasados habían fecho ; de lo qual en esta salida Miranda, que entraron en Portugal; salieron por
todo á la contra de lo que esperaban les acaeció, co Ciudad-Rodrigo á Villar treinta y cinco mil áni
mo ellos negasen y enemigos de la verdad fuesen; mas, y salieron por Miranda de Alcántara á Ma
ca en la otra salida que salieron del cautiverio de man , qnince mil ; salieron por Badajoz á IIel ves
Egipto; por mondado de Nuestro Señor, que ora su diez mil ánimaB. De los que estaban en frontera de
valedor y los quería bien , en pago de los trabajos Navarra , metiéronse en Navarra dos mil ánimas.
é majamientos que los egipcios les habían dado é les De los que moraban en frontera de Vizcaya, entra
debían, les mandó robar á Egipto seguramente, é los ron por Laredo en la mar, é de los de Medina de
robaron ouando quisieron salir para ir al desierto, Pumar é su tierra trescientas casas ; y entraron por
donde Dios los mandó ; diciendo que habían devol Cádiz en la mar ocho mil casaB do los del Andalu
ver, demandaron prestadas joyas de oro, é plata, ó cía; é de los del Maestradgo de Santiago. Otros rou,
DOtt FEBÜAÜDO É DOÑA ISABEL. 653
cíios fueron por Cartajena i por los puertos de Ara enfermando, que no había christiano que no oviese
gón y de aquellas comarcas, é otros fueron á em dolor de ellos, y siempre por do iban los convidaban
barcar por los puortos de Aragón é sus confines. al baptismo, y algunos con la cuita se convertían ó
Los de los reynos do Aragón é Cataluña embarca quedaban, pero muy pocos, y los Rabies los iban
ron por los puertos de Cataluña é Aragón , é entra esforzando, y facian cantar á las mujeres y mance
ron por la mar, y muchos do ellos entraron en la bos, y tañer panderos y adufos para alegrar la gen
Italia, é otros á tierra de moros al reyno de Túnez é te, y asi salieron fuera de Castilla y llegaron á los
Tremecen é otros reynos, donde su ventura los echa puertos, donde embarcaron los unos, y los otros á
ba. Estos fueron los de los reynos de Aragón é de Portugal.
Cataluña, é los de Castilla, que embarcaron por los Los que fueron á embarcar por el Puerto de San
puertos de Cartajena é confines del reyno de Valen ta María é Cádiz, anal como vieron la mar, daban
cia, de los quales los mas ovieron siniestras fortu muy grandes gritos é voces , hombres é mujeres,
nas, robos é muertes en la mar y en la tierra por grandes y chicos, en sus oraciones demandando á
donde iban y arribaban, ansi de los chiistíanos como Dios misericordia, y pensaban ver algunas maravi
de los moros. llas de Dios y que se les habia de abrir camino por
la mar, y desque estuvieron allí muchos días, y no
CAPÍTULO CXII. vieron sobre sí sino mucha fortuna, algunos no qui
sieran ser nacidos ; é ovieron de embarcar en vein
De como loa moros vivían en España , j de sus riquezas 6 oficios, te y cinco navios é naos , on que iban siete naos de
t de la fortuna que llevaban.
gavia, é fué por Capitán Pero Cabrón, é tomaron la
Volviendo á Contar de los otros judíos que embar vía de Oran , donde estaba en el puerto el corsario
caron en el Puerto de Santa María é en Cádiz, é de Fragoso con su armada, y viendo esto, enviaron nn
los siniestros é fortunas que acontecieron & los unos Rabí, quo allí llevaban, ansi como por caudillo ma
é á los otros en este destierro , digo : quo estos ju yor de los judíos entre si, que llamaban Babi Loví,
díos de Castilla, en cuyo tiempo fué este edicto del y llegando al Fragoso on la barca, lo contó ol hecho
Bey y de la Beyna, estaban heredados en las mejo do su einbaxada, y le prometió diez mil ducados
res ciudades, villas é lugares, é en las tierras mas porque no les ficiese mal , y les dejase alli desem
gruesas é mejores, y por la mayor parte moraban barcar, con esto el corsario se aseguró, é volvió el
en las tierras de los señoríos, é todos eran mercade Babí á la flota y al capitán Pero Cabrón. En tanto
res é vendedores, é arrendadores de alcabalas é ren anochoció, é habido su consejo, dioron la vuelta
tas do achaques, y hacedores de señores, tundidores, para Arcilla, é ovieron fortuna, ó fueron los diez y
sastres, zapateros, curtidores, zurradores, tejedores, siete navioB á parar al puerto do Cartajena, donde
especieros, buhoneros, sederos, plateros, y de otros salieron ciento y cinqüenla ánimas demandando
semejantes oficios ; que ninguno rompía la tierra, bastimento, é se lo dieron, é se volvieron en Casti
ni era labrador, ni carpintero , ni albañiles, sino to lla hechos chrístianos ; é dende la flota volvió á Má
dos buscaban oficios holgados , é de modos de ga laga, dondo asimismo demandaron baptismo qua-
nar con poco trabajo ; eran gente muy sotil, y gente trocicntas personas, hombres y mujeres , é los saca
que vivia comunmente de muchos logros y osuras ron de los navios é fueron baptizados, é se volvie
con los chrístianos, y en poco tiempo muchos po ron en Castilla ; todos los otros llevaron fasta Arci
bres do ellos eran ricos. Eran entro si mny caritati- lla ó alli los echaron ó tierra, é dondo se fueron
tivos los unos con los otros. Aunque pagaban sus áFcz.
tributos á los Befiores y royes do las tierras de don
de vivían , nunca por ello venían en mucha necesi
dad , porque los Concejos de ellos, que llamaban CAPÍTULO OXIII.
Aljamas , suplían por los necesitados. Eran bien se Do lo que fui de los judíos que entraron en Portugal.
ñores de lo suyo ; do quiera que vivían, había entre Los judíos quo entraron en Portugal dieron al
ellos muy ricos hombres, que tcnian muy grandes Bey Don Juan á cruzado por caboza, porque los de-
riquezas y faciendas, que valían un cuento y dos
jaso estar ende seis meses , é cumplido el plazo em
cuentos, y tres; personas de diez cuentos, donde barcaron en el puerto de Portugal, y salieron en el
eran, asi como Abraham Señor que arrendaba la mes de Marzo de 1493 para ir en África al reyno do
masa de Castilla, y otros que eran mercaderes, que Fez, y quedaron en Portugal seiscientas casas de
tenian gran suma de dineros ; y propuesta la gloria los mas ricos, por cierto tiempo, dando al Bey á
de todo esto, y confiando en las vanas esperanzas
cien cruzados por casa.é quedaron otras cien co
de su ceguedad, Be metieron al trabajo del camino,
sas, que dieron á ocho cruzados por cabeza de cada
y salieron de las tierras de sus nacimientos, chicos ó
persona, de las que en ella habia ; é esto ficioron é
grandes, viejos é niños, á pié y caballeros en asnos dilataron fasta saber cómo iba á los demás que se
y otras bestias, y en cañetas, y continuaron sus partían ; y porque ya sabían la mala andanza de los
viajes cada uno á los puertos que habían de ir ; é
que primero habían embarcado, y quedaron mas do
iban por loa caminos y campos por donde iban con
mil ánimas cautivas en podor del Boy, porque no
muchos trabajos y fortunas, unos cayendo, otros
pagaron los cruzados do los derechos de la entrada.
levantando, otros morioudo, otros naciendo , otros
Los mas de los navios, de la muchedumbre de jui
654 CRÓNICAS DE LOS REYES DE CASTILLA.
dios qne embarcaron en Gibraltar, fueron á desem pedimento de sus antepasados, que les habían deja
barcar en Arcilla, é de allí los llevaron por sus con do, so pena de descomunión , que no leyesen ni oye
ciertos en guarda ciertas capitanías de moros , por sen las Escripturas de los christianos.
mis dineros, á Fez, por mandado del Roy do Fez, Todos cuantos judíos pasaron al royno de Fez
donde en el viaje cían robados por diversas mano- que volvieron por aquí, venian desnudos, descalzos
ras, é les tomaban las mozas, é las mujeres, ó los y llenos de piojos, muertos de hambre é mny mal
líos de la hacienda, é echábanse con las mujeres á aventurados, que cía dolor de los ver, y esto fué
vista de sus padres é de sus maridos, faciéndoles dontro en pocos días, porque viendo el Rey, des
mil plagas ó mil desventuras; de manera que tam pués do habellos recojido aquella gente en Fez,
bién los que estaban en Fez, puesto caso que tam que era perdición suya, y quo era gente robada y
bién allá habia muchos judíos moriscos, también pobre, do quien él no podía haber provecho, dioica
eran muy mal tratados, y estaban desesperados ; y licencia quo se volviesen ó fuesen do quisiesen, é
sabido esto por los que iban, unos y otros no facían con esto hubo lugar á que muchos de los de Fez,
bino desembarcar, y estarse en el campo allí en Ar así hombres como mujeres , se volvieron en Casti
cilla, como quien está en feria, donde se allegó un lla, y venian todos como dicho es; y por los cami
gran real de gente ; 6 estando allí aquella muche nos por donde venian desdo Fez á Malzalquivir é
dumbre, habían su consejo, é muchos se venían á la dende á Arcilla, salieron los moros y los desnuda
villa y so hacían baptizar; é muchos se volvían de ban en cueros vivos, y se echaban con las mujeres
Fez, viendo la mala andanza de allá, do donde los por fuerza, y mataban los hombres, y los abrian
del real sabían como los trataban. AHÍ, habido su por medio , buscándoles el oro en el vientre, porque
acuerdo, soficieron dos partes, la una so fué su vía supieron que lo tragaban ; é á ellos é á ellas aparta
por el reino de Fez, la otra parte demandaron al ban del camino, y les hacían abrir las bocas para
Conde do Borva, que estaba por Capitán general quo les diesen el oro, metiéndoles así mesmo las
en Arcilla, que por amor de Jesuchristo, en el qual manos abajo para esto mismo ; y después de haber
ellos creian, que los ficiese baptizar, é los ficiese padecido tantos males, viéndose libres acá, daban
volver á España ; el qual los recibió é fizo mucha ca gracias á Dios porquo los habia sacado de entre ta
ridad ; y los clérigos los baptizaban echándoles agua les bestias, y traídolos á tierra do gentes do razón
con un hisopo por encima, que eran muchos, lo y aun las mujeres confesaban cosas muy feas quo
qual después acá supimos los curas y los clérigos aquellos brutos animales moros alarbes con ellas
por donde vinieron, los quales despedidos de Arci cometían, y con muchachos, que no conviene escri
lla por todo el alio de 1493, desque comenzaron á birlas; ved qué desventuras, qué deshonras, qué
dar vuelta á Castilla, fasta el año de 1496, no cesa plagas, qué mancillas, qué majamientos vinieron
ron de pasar do oliendo acá en Castilla ¿ volverse en esta generación por el pecado de la incredulidad,
clnistianos. Aquí en este lugar do los Palacios, apor y porfiada y vana afecciou que tomaron de negar al
taron cien ánimas, que yo baptizé, en que habia Salvador y verdadero Mesías suyo , que es Nuestro
algunos Rabies, que traían por escudo do lo que Señor y Rodeinptor Jesuchristo , el qual siempre los
habían leído una autoridad del capítulo X de Isaías : tuvo los brazos abiertos para los recibir, y nunca
i\Aperiam in montibus flumina, et in mediis campia de grado quisieron , fasta que por fuerza ovieron
foiitet dUrumpam, et Urram sitientem sine aquas de venir, por las plagas ya dichas, y aquí pareco
confundan. Ecce puer meus exaltabitur , et elevabi- que so cumplió la profecía, que dice David on el
tur et tublimis eril valde. Haurietis aquas in gaudiis l'salmo: Convei-tentur advesperam, et famem palien-
defonlibus Salvatoris, el dicetis in illa die, confite- tur ul canes, et circundabunt civitatem; que quiere
mini Domino , et invócate nomen ejus, cántate Domino decir : «Convertirse han en la tardo, y habrán hain-
quoniam magnificé/ecit, anuncíate hoc in universam »bre como perros, y andarán cercando la ciudad» ;
terram, etc.» Que quiere decir: aAbriré ríos en mon asi estos fueron convertidos muy tarde por fuerza
otes , en medio do Iob campos abriré, romperé fuen- é por muchas penas, como dicho es. É como vieron
»tes y confundiré la tierra sedienta sin agua. lié que continuamente se venían á sor christianos cuan
jahí mi niño será ensalzado ó levantado será muy tos podian , mandó el Rey poner guardas quo non
Balto • sacareis agua con gozo de laB fuentes del dejasen venir mas de los que ya eran venidos, y si
«Salvador , y diréis en aquel día confesaos al Señor, licencia tuvieran para se volver, ó dineros para se
^invocad su nombre, dad á conocer á los pueblos libertar, de cuantos judíos do Castilla Centraron en
»sus invenciones, recordadvos cá ensalzado es su ol rcyno do Fez, no quedara allí ninguno que no se
jmombre, cantad al Señor, cá maravillas fizo, anun- viniese á ser christiano. De las setecientas casas
jciad esto en toda la tierra.» Esta y otras muchas quo entraron en Portugal, algunos se embarcaron
profecías del advenimiento, encarnación,.nacimien para Italia, y otros para tierra del Turco, é muchos
to y pasión y resurrección do Nue6tro Señor Jesu se convirtieron ó bautizaron ó volvieron en Castilla
christo venian confesando en hebraico , ser verda á sus mesmas tierras. Debéis sabor, que estos ju
dero y haberse cumplido on el advenimiento de díos, que en España habitaban, no todos venian de
Nuestro Señor JesuchrÍBto , el qual confesaban que el derramamiento de la destrucción de Jorusalon,
verdaderamente creian ser el verdadero MeBÍas.del que fué quarenta años después do la pasión de
qual decian , que habían estado ignorantes por im nuestro Rcdcmptor, que antes de aquellos habia ja
DON FERNANDO Í DONA ISABEL. ¿So
dtas en Éspafia", especialmente en Toledo, los qua- nó cabalguen en caballo ensillado, y que nunca ca
lcs, según contaban algunos judíos de estos é algu balguen en la ciudad, salvo que todos andan , é an
nos de los confesos que venían de aquellos , vinie den á pió, que no tomen ni traigan armas, que los
ron en el tiempo que Boma señoreaba la mayor hombres nunca vistan albornoces, nin toquen to
parte del mundo, é señoreaba á Jerusalen ó á Espa cas, salvo todo negro ; que las mujeres judias non
ría ; é otros decían, que quando Roma pobló á Tole traigan caragueles, nin la cara tapada, nin trajesen
do é á Segovia ; é que los libros de memorias de tocas moradas , nin vistiesen almejía ; y sobre todo
esto , fueron quemados en el robo de la judería en ficieron otras muchas ordenanzas en perjuicio de
tiempo de Fr. Vicente , en el qual tiempo se halla los judíos. E estando en el campo mandaron que bo
ban en Castilla cien mil casados é aun mas ; porque apartasen los judíos, y los moros que quedasen par
seria prolijo y sin provecho escribir mas de estos de ellos á otra parte , é ellos temieron que lo que
judíos, no quiero aquí mas de ellos escribir, salvo rían facer por matarloB, que dijesen que querían ser
quo en Fez ol nuevo hicioron una muy gran judería judíos, y no quedaron sino muy pocos judíos, todos
de casas de paja, los que allí asentaron, y un dia los mas quedaron moros tornadizos, y do estos que
no supieron cómo, se encendió la villa de muy gran dó la ciudad y toda la tierra llenas , de donde ahora
fuego, que quemó mas de dos mil casas, con todas hay infinitos do ellos, y después acá se han liberta
las haciendas y alhajas que en ellas estaban é con do y tornado á ser judíos muy muchos de ellos, quo
muchas librerías do su hebraico, é ovieron que ha hay de aquel metal , dando al Rey una pieza de oro,
cer en poner las personas en salvo , y oon todo eso ó les da licencia que sean judíos ; así lo acostum
se quemaron, que murieron luego diez y ocho per bran é hacen aun ahora.
sonas ó quedaron muchos quemados vivos , que se
, escaparon huyendo, de lo qual murieron después CAPÍTULO CXV.
mas de ochenta personas, y después dio pestilencia
en la judería que de acá fué, que en muy pocos dias De como el Rey Don Femando demandó i Perpifian.
murieron de ellos mas de quatro mil personas de Quando el Rey Don Fernando estaba sobre Ora-
pestilencia , y de cámaras mas de dos mil. nada envió embajadores al Rey Carlos de Valois, de
Francia , demandándole á Perpifian é el condado do
CAPÍTULO CXIV. Rosellon, el qual se lo prometió, que en alzando de
sobre Granada se lo daría, dándole la suma del di
De los judíos de la ciudad de Fez.
nero que sobre ello se le debia hizo esta esperanza.
Podéis saber, que en el reino de Fez , y en la ciu Después de ganada Granada é puesta en concierto,
dad inesma ovo anexamente muchos judíos, asi partió el Rey de Córdoba con la Royna é Principo,
como acá en España , ca se hallaban mas do cien é toda la corte para Barcelona y fueron á Zaragoza,
mil vecinos , é también fueron robados é muertos donde estuvieron algunos dias, y donde á Barcelo
no ha muchos arios, como en Castilla, todos en un na, en el agosto del año de 1492. E estando allí vi
tiempo. Ovo un judio , que llamaron Aaron , sabio nieron los embajadores del Rey de Francia con el
muy sotil, que privaba mucho en demasiada mane concierto de le entregar á Perpifian, á los quales
ra con el Bey de Fez, en manera, que él rejia y dio el Rey Don Fernando muy grandes dádivas de
mandaba en el reyno quanto él queria, de lo qual oro, plata, caballos é joyas , con que se volvieron
los moros eran muy mal contentos , los que algo va en Francia, é vueltos, el Roy Carlos había mudado
lían, é alborotaron el común contra el Bey y contra propósito, ó dilató la data de Perpiñan, é ovo mu
los judíos, y levantóse el común de Fez, y mataron cha dilación ; é el Rey Don Fernando ovo mucha
al Rey y al privado Aaron, é dende entraron en las turbación de ello, é ovo algunos desconciertos en
juderías, donde habia en la ciudad mas do dos mil tro los fronteros de ambas partes , é el Rey Don
casas , y metiéronlas á espada, y mataron é robaron Femando comenzó de demandar por vía del Papa
y no dejaron mas de los que decían que querían ser su condado, y el Papa, vista la justicia, mandó al
moros , é ansí flcieron en todas aquellas comarcas, Rey de Francia quo le diese lo suyo á su dueño , y
é ficieron Rey en Fez ; y en su tiempo aquellos tor on esto so dilató un año , que no lo quiso entregar,
nadizos judíos no tenian mas ley de Mahomad, que y por ventura no lo entregara, si la muerte del Rey
de antes , como hacían acá los malos conversos so Don Fernando de Ñapólos no interviniera en ello;
bre quien vino la Inquisición, é ovo quien dijo al lo qual intervino do esta manera ; que por cobdicia
Rey como aquellos judíos habían sido moros por de tomar é señorear el reino do Ñapóles, y porque
fuerza, y que proveyese sobre ellos, á ver si eran sabia que le habían do conquistar ó Perpiñan mien
moros ó no , é ol Rey mandó salir al campo todos tras él ausente, lo quiso entregar, como adelántese
los judíos moros tornadizos que habia en Fez, ó seguirá, por ir mas seguro sobre Ñapóles.
mandó que los que quisiesen ser judíos quedasen, y
los que quisieson quedar moros por su grado, que lo
CAPÍTULO CXVI.
quedasen é quo fuesen libres como los otros moros,
é los que quedasen judíos, que fuosen sujetos á De la cuchillada que nn mal hombro dld al llcy Don Fernando.
ciortas leyes ó condición quo les puso , que no cal Estando ol Rey Don Fernando allí on la oiudad
zasen zapatos, salvo alpargatas de esparto, que de Barcelona, esperando de recobrar á Perpifian.
65S CRÓNICAS DE LOS REYES DE CASTILLA.
con su condado de Rosollon, por trato de los emba ellos ofuscados con esto, salió otro sonido por toda
jadores, el diablo envidioso délos santos misterios la ciudad, « vivo es el Rey, vivo es el Rey », y el Rey,
y cosas que nuestro Señor habia fecbo y mostrado como fué curado, envió á decir por toda la ciudad,
por este muy noble Rey, envidioso y pesante de to que supiesen que era vivo y siu peligro, que diesen
das sus cosas, honras y prosperidades , puso en co gracias á Dios é o viesen placer ; é estaban en derre
razón de un maligno y dañado hombre que lo ovie- dor del palacio del, donde lo curaban , y por todas
se do matar, y acaeció, que estando el Bey un Vier las plazas y calles muy gran multitud de gente ar
nes, vigilia de la Concepción de la Vírjen nuestra mada, y todos decian, que querían ver al Rey si era
Señora, siete dias del mes de Diciembre del dicho vivo, y el Rey se asomó á una ventana , donde lo
año de 1492 años, en la casa del judgado, asentado vieron, y les fabló y dijo, que se fuesen en buen
en juicio, juzgando y oyendo el pueblo, en lo qual hora á sus posadas. Aqui podréis sentir , qué turba
habia estado desde las ocho horas hasta las doce, é ción habrían la Reyna, el Príncipe, la Infanta , las
desque se levantó del juicio, descendió por unas señoras continuas de la oórte, las damas, los seño
grados abajo fasta una plaza, que dicen « Plaza del res del Consejo , todos los de casa del Rey y de la
Rey», con muchos caballeros y ciudadanos con él, Reyna, todos fueron en muy gran sobresalto, y en
los qualos todoB cada uno se fué á cabalgar en sus muy gran turbación y temor, y pensaban que la
caballos é muías, y el Rey se paró en lo mas cerca traición era de la ciudad, hecha pensada, y que to
de las gradas abajo cerca del sucio, á [departir con da la ciudad era contra ellos , y apercibieron luego
su tesorero, y allcgóso cerca de él, por detras, aquel las galeras para se meter luego dentro ; el Rey en
. dañado y traidor hombro, y asi como el Roy acabó vió á los confortar diciendo , que creyeran con la
do dopartir con el tesorero, abajó un paso para ca ayuda de Dios ser sin peligro, que no se turbasen.
balgar en su muía, y él que tendia el paso, y el El traidor dañado pareció ser catalán y loco imaji-
traidor que tiraba el golpe con un alfanje ó espada, nativo y malicioso, y muy mal hombre á natura, y
cortancbano, do fasta tres palmos, y quiso Nuestro de muy mal gesto y figura, y por eso halló el diablo
Señor milagrosamente guardarlo , que si le diera en él morada, y confesó que habia envidiado al Rey
antes que se mudara, partiérale por medio la cabe por sus buenas venturas ; y confesó, que el diablo le
za hasta los hombros , y como se mudó, alcanzólo decía cadadia á las orejas, «mata á este Rey, y tú
con la punta de aquel mucron una cuchillada, desde serás Rey, que este te tiene lo tuyo por fuerza»: y
encima de la cabeza por cerca do la oreja, el pes en esta manera todas las nacioneB de gentes que ha
cuezo ayuso, fasta los hombros. Y como el Rey so bia en Barcelona fueron claramente limpias sin cul
sintió é vido herido, púsose las manos en la cabeza pas. La ciudad de Barcelona y los caballeros y cón
é dijo: «Santa María, val» ; y comenzó do mirar á sules fueron en muy gran tristeza, y mostraron mu
todos, y do decir : o |0h qué traición 1 [oh qué trai cho sentimiento por haber acaecido un caso como en
ción!» que pensó que era ordenada allí entre mu ella y por manos de catalan,'y mostraron su lealtad
chos traición contra él, y mirando á todos, no vido y limpieza muy cumplida y abundantemente.
ir ninguno contra sí ; mas vido un mozo de espue El Rey llegó á ser en gran peligro de la herida,
las Sauzedo, que este era su nombre, é un su trin y tomaba tanta paciencia, que decía, que él atribuía
chante, llamado Ferrol, que daban de puñaladas aquella pena serle dada por sus pecados.
alli al traidor, y otros allí tomándolo y teniéndolo, 101 traidor fué condenado por la justicia de la
los quales le impidieron de manera que él no le pu ciudad á muy cruelísima muerte ; fué puesto en un
do dar al Rey mas de un golpe ; y estonce el Rey di carro y traido por toda la ciudad, y primeramente
jo: «No muera eso hombre», y así quedó, que no lo le cortaron la mano con que le dio al Rey, y luego
mataron, herido do ciertas puñaladas, y lleváronlo con tenazas de hierro ardiendo le sacaron una teta,
preso, y metiéronlo al Rey en su palacio á curar, y y después le sacaron un ojo, y después le cortaron
el traidor curáronle también por estonco. | Oh áni la otra mano, y luego lo sacaron el otro ojo, y lue
ma ! advierte quién podrá contar la turbación y llo go la otra teta, y luego las narices, y todo el cuer
ro, la grita que ovo en la ciudad, diciendo : i Trai po lo abocadaron los herreros con tenazas ardiendo,
ción, traición, mataron al Rey, muerto es el Rey.» é fuéronle cortando los pies , y después que todos
A miáronse los cortesanos y armáronse los de la ciu los miembros le fueron cortados, sacáronle el cora
dad on favor del Rey, y andaban por las callea de zón por las espaldas y echáronlo fuera de la ciudad, '
la ciudad todos á una parte y á otra, corriendo, to lo apedrearon, é lo quemaron en fuego é aventaron
dos espantados, llorando á muy grandes gritos y la ceniza al viento : llamábase este traidor Juan de
tristezas, así hombres como mujeres, que no se vían Cañamos.
los unos á los otros por toda la ciudad ; y en este El Rey fué bien curado, y en su fatiga é trabajo
caso muchas eran las opiniones , unos decian : visitado de todos los Reyes sus amigos, y dol Rey
aFrancés es el traidor»; otros decian: «Navarro es de Francia, que enviaron A. él sus nuncios á lo ver
el traidor» ; otros decian : «No es sino castellano» ; y visitar en tan terrible y espautoso caso ; é sanó
otTos decian : «Catalán es el traidor»; y nuestro Se después de haber sacado huesoso de haber recibido
ñor no quiso dar lugar milagrosamente que murie muchas penas, é mientras que estuvo malo . no se
sen gentes, que maravilla fué no perderse la ciu negoció ninguna cosa de Perpifiau, empero no cesó;
dad , según que so decian las naciones, y estando la demanda.
t>ON FEBNANDO É DONA ISABEt. té?
por otros libros y su delgadez , cómo y en qué ma
nera el mundo este en que nacemos y andamos está
OAPÍTÜLO CXVII. fijo entre la esfera de los cielos, que no llega por
De la muerte del Rey de Ñipóles y entrega de PerpICao. ninguna parte A los cielos, ni A otra cosa de firmeza
Andando on los tratos do PerpiBan y cosas del A que so arrime ; salvo tierra é agua , abrazadas en
Bosellon, en el año de 1493, entre el Bey Don Fer redondez, entre la vaguidad de los oielos ; y sintió
nando y el Bey de Francia, murió el Rey may fa por qué vía se hallaba tierra de mucho oro ; y sintió
moso y honrado Don Fernando de NApolos, fijo del como este mundo y firmamento de tierra y agua
muy famoso Inclito Rey Don Alonso de Aragón, y es todo andable en derredor por tierra y por agua,
sucedió su fijo Don Alonso , Duque de Calabria el según cuenta Juan de Mandavilla; quien tuviese
Garzo, que llamaban, fijo de su primera mujer, el tales navios, y A quien quisiese guardar por mar y
qual era muy mal quisto en su tierra é en todo el por tierra por cierto él podía ir y trasponer por el Po
reyno de Nápoles, é comenzó de reynar en Nápoles, niente, de en derecho de San Vicente, y volver por
£ el Rey de Francia tenia muy gran cobdicia ¡de el Jerusalen, y en Boma y en Sevilla, que sería cercar
reyno de NApoles, porque le decían que le pertene toda la tierra y redondez del mundo, é hizo su in
cía de antiguo, y por poderlo ir á tomar mas des- jenio un mapa-mundi, y estudió mucho en ello, y
empachadamente, deliberó de entregar á Perpifiani sintió que por qualquier parte del mar Océano, an
finjiendo que lo hacia por descargar el ánima de su dando y travesando no se podia errar tierra, y sin
padre, y Antes que entrase fizo su paz , amistad y tió porque vido Be fallaría tierra de mucho oro ; y
hermandad, sobre lo qual ficieron é firmaron cierta leto de su imajinacion , sabiendo que al Bey Don
capitulación, y prometieron de ser amigos y herma Juan de Portugal aplacia mucho el descubrir, él le
nos, amigos de amigos , y enemigos de enemigos, fué A convidar, y recontado el fecho de su imagina- 1
salvo que si el Rey de Francia fuese contra la Igle- ciou, no le fué dado crédito, porque el Bey de Por
BÍa, que estonce no fuese el Boy Don Fernando obe tugal tenia muy altos y bien fundados marineros,
decido á la capitulación. Fecho esto concierto , el que no lo estimaron, y presumían en el mundo no
Bey Don Fernando envió la suma de dinero del des haber otros mayores descubridores que ellos. Así
empeño al Bey de Francia, y entrególe A PerpiBan que Christobal Colon se vino A la córte del Bey
y las otras fortalezas del condado, y fizo presente Don Fernando y de la Beyna Dofia Isabel, y les
de toda la suma del dinero á la Reyna Dofia Isabel, hizo relación de su imajinacion, A la qual tampoco
para ayuda A los gastos fechos en los guerras de los no daban mucho crédito, y él les platicó y dijo ser
moros, por mostrar magnificencia y grandeza ; otros cierto lo que les docis, y les enseñó el mapa-mundi,
dijeron, que lo habia fecho, porque mas que aquello de manera que les puso en deseo de saber de aque
se debia de las reutas corridas, y por descargo del llas tierras ; y dejado á él, llamaron hombres sabios
ánima do su padre, que habia fecho y fizo muchos astrólogos, y A astrónomos , y hombres de la córte
dados en aquel condado de Rosellon, que destruyó, sabidores de la cosmographia, de quien se informa
cuando se rebeló Porpifian, y en muchas villas y lu ron, y la opinión de los mas de ellos , oída la plática
gares que destruyó totalmente, que nunca jamas do Christobal Colon, fué que decía verdad, de mane
después acá se poblaron ; é también el Papa, ante ra que el Bey y la Beyna se afirmaron á él, y le man
quien el Rey Don Fernando la demandaba, le man daron dar tres navios en Sevilla, basteoidos, por el
dó, so pena de excomunión, que diese lo suyo á su tiempo quo él pidió, de gente é vituallas, y lo envia
dueño. El dia de Nuestra Señora de Setiembres e en ron en el nombre de Dios nuestro Señor é de nuostra
tregó PerpiBan, y luego partieron para olla el Roy, Señora, A descubrir; el qual partió de Palos en el mes
y la Reyna y el Principe y córte desde Barcelona, y de Setiembre de 1492, é tomó su viaje por el mar, ade
ficieron por ello muchas alegrías , y dió el Rey á los lantando á las islas de Cabo-verde, y dende siempre
franceses muchas dádivas y joyas de oro ó plata, al Occidente, siempre en popa hacia donde nos ve
con que se fueron á su tierra é le dejaron sus for mos poner el sol en el mee de Marzo, por donde
talezas del condado de Rosellon ; asi vieron sus ojos todos los marinos creían ser imposible hallar tierra,
lo que deseaban, y cobró aquellas fortalezas y ciu y muchas veces los reyes de Portugal enviaron por
dad, en cabo de mas de treinta afios que habia que aquella vi a á descubrir tierras, pues la opinión de
estaban empeñadas y en poder del Bey de Francia. muchos era, que por aquella vía so habían de hallar
tierras muy ricas de oro, y nunca pudieron fallar
CAPÍTULO CXVIII. ni descubrir tierra alguna, siempre se volvían con
el trabajo ' perdido ; y la buena ventura del Bey y
De eomo fueran descubiertas las Indias. de la Beyna, y su merecer , quiso Dios que en sus
En el nombre de Dios Todo-poderoso, ovo un dias y tiempos se hallasen y descubriesen. Ellos
hombre de tierra de Genova, mercader de libros de ansí, en uno de los navios iba de capitán Martin
estampa, que trataba en esta tierra de Andalucía, Alonso Pinzón, vecino do Palos, gran marinero, é
que llamaban Christobal Colon, hombre de muy al hombre de buen consejo para la mar, y desde la isla
to injenio, sin saber muchas letras, muy diestro de do Cabo-verde, fueron h Acia donde era la creencia
la arte de la Cosmographia, é del repartir del mun de Colon , el capitán de la armada, é anduvieron
do, el qual sintiá, por lo que en Ptolomeo leyó, y treinta y dos dias, fasta que hallaron tierra ; y en los
Cr.—III. 42
66* CRÓNICAS DE LOS REYES DE CASTILLA.
postreros dias de esto, viendo que habían andado ras y montañas altísimas, hermosas y de mil hechu
mas de mil leguas y no se descubría, las opiniones ras, todas andablesy llenas do árboles, de mil hechu
de los marineros eran muchas, que de ellos decían, ras y naturas, muy altos, que parece llegan al cie
qne ya no era razón de andar mas, que iban sin re lo, creo) que jamas pierden la hoja, según por ellos
medio perdidos, y que seria maravilla acertar á vol parecia, que era en el tiempo cuando acá es ivierno,
ver ; y de esta opinión eran los mas ; y Colon y los que todos los árboles pierden la hoja, é allá estaban
otros capitanes, con dulces palabras, los convencie todos como están acá en el mes de Mayo ; y de ellos
ron que anduviesen mas, y que fuesen ciertos, que estaban floridos, y de ellos en sus frutos y granas;
con la ayuda de D'ios fallanan tierra. E Christobal y alli en aquellas arboledas cantaban el ruiseñor, y
Colon miró al cielo un día, y vido aves ir volando otros pájaros en las mañanas en el mes de Noviem
mny altas, de una parte hacia otra, é mostrólas á bre como hacen acá en Mayo ; allí hay palmas da
los compañeros, diciéndoles, buenas nuevas ; y de seis ó siete maneras, que es admiración verlas, por
alli á medio dia descubrieron tierra, y llegados á la diversidad de ellas ¡ de las frutas, árboles yer
ella perdieron el navio mayor de los tres que lleva bas que en ella hay es maravilla; hay en ella pi
ban, en la Espafiola, que encalló en bajo, empero no nares, vegas y campiñas muy grandísimas ; los ár
se perdió ningún hombre, y en la primera isla sa boles y frutas no son como los do acá ; hay minas
lieron, é Colon tomó posesión en forma por el Rey de metales de oro, el qual no era estimado de ella
y por la Rey na, con pendón y bandera estendida, y en su valor. Pareció á Christobal Colon, y á los de-
púsole nombre la isla de San Salvador, y lláinanla mas que con él fueron, que según la grosedad y
los de ella Quanáhani, y alli vieron como todas las hermosura de las tierras, que serian de mucho pro
gentes do aquellas tierras andaban desnudas como vecho para labrar, plantar y criar mieses y ganados
nacieron, ansi hombres como mujeres ; y allí, aun do acá de España, y por tales las reputaroa. Vieron
que huian de las gentes de acá, ovieron de llegar á en esta isla Espafiola muy grandes rios y muy dul
hablar con algunos de aquellos indios, é diéronles ces, y supieron que habia mucho oro en ellos entre
de lo que llevaban, con que los aseguraron. E á la las arenas. Vieron que los árboles montesinos no
segunda isla que halló, puso nombre Santa María, parecían á los de acá. Vieron y supieron por los in
á honra de Nuestra Señora. dios, como en aquella isla habia grandes minas de
A la tercora isla que halló , puso nombre Fernán- fino oro, y do otros metales. Las gentes do éstas
dina, en memoria del Rey Don Fernando ; á la quar- islas y de las sobredichas andaban todas desnudas,
1 1 isla que halló, puso el nombre la Isabela, en me así hombros como mujeres como nacieron, tan sin
moria de la Reyna Dofia Isabel ; á la quinta isla qne empacho, y tan sin vergüenza, como las gentes de
halló, puso nombre Juana, en memoria del Principe Castilla vestidas ; algunas mujeres traían cojido un
Don Juan, y así ácada isla de las que hallaron no solo lugar abajo, con una hondilla de algodón y con
minaron de nombre nuevo; y esta isla Juana si una cuerda de cintura por entre las piernas, que
guieron el costado de ella al Poniente, y halláronla cubrían no mas de lo bajo por honestidad. Otras
tan grande, que pensaron que seria tierra firme y traían tapado aquello con una hoja de un árbol que
como no hallaron villas ni lugares en la costa de era larga y propia para ello. Otras traían una man
la mar de ella, salvo pequeDas poblaciones con la tilla tejida con algodón recinchada, que cubría las
gente, de las quales no podian haber fabla, por que caderas, y fasta medio muslo, y creo que esto traían
luego huian como los vian, volvieron atrás á un se cuando parían. Ellos no tenían hiorro ni acero, ni
ñalado puerto, donde Christobal Colon envió dos armas, ni cosa que de ello se hiciese, ni de otro nin
hombres la tierra á dentro para saber si habia Roy gún metal, Balvo de oro ; eran é son gente muy te
ó grandes. ciudadanos, los quales anduvieron tres merosa de la de acá , que de tres hombres con ar
jomadas, é hallaron infinitas poblaciones de ma mas huían mil, y no tienen armas , sinó de cañas, 6
dera y paja , todas con gente sin número, mas no de varas sin hierro , con alguna cosa aguda en el
cosa de rejimiento , por lo qnal se volvieron , é los cabo, que pueden á los hombres de acá empecer
indios que ya tenían tomadoB dijeron por señas, que muy poco ; y aunque aquellas armas tenían, no sa
allá no era tierra firmo , salvo isla ; é siguiendo la bían usar de ellas, ni de piedras, que es fuerte ar
costa de ella al Oriente fasta ciento y siete leguas, ma, porque el corazón para ello les faltaba. En el
donde le fallaron fin por aquel cabo, y desde allí dicho viaje aconteció á Christobal Colon enviar del
vioron otra isla al Oriente distante de estas diez y navio dos ó tres hombres á alguna villa para haber
ocho leguas, á la qual puso nombre Christobal Co habla con aquellas gentes, y salir á ellos gente sin
lon, la Española, é fueron allá, y siguiendo la parte número, y después que los vian llegar cerca, huian
del Septentrión, ansí como de la Juana, de la qual todos, y no quedar ninguno ; y después que se ase
todas las otras y esta, vioron ser hermosísimas á guraban algunos é perdían el miedo, eran muy man
maravilla, y esta Espafiola mucho mas famona que sos y muy alegres, y holgábanse mucho de platicar
todas las otras, que en ella hay muchos puertos de con los de acá. Ellos eran todos gentes sin injenio y
mar muy singulares, sin comparación de buenos, y sin malicia, liberales y de muy buena voluntad,
loa mejores que en tierra de christianos se pueden partiendo lo que tienen los unos con los otros, y
hallar; y muchos riosy grandes á maravilla; las tier convidan con lo que tienen dándolo sin escasear,
ras de ella son altas y en ellas hay muy altas sier los quales después de perdido el temor venían i loa
Don Fernando É DONA ISAÉEL. «59
navios, mostraban & la gente de acá muy grande redondas, tan anchas de Bien á sien, como de la
amor y caridad, y por qualquier cosa que de los na frente al colodrillo, los cabellos prietos corrientes,
vios les daban , daban ellos muchas gracias y lo de medianos cuerpos, de color rojos, y blancos mas
recibían con mucha merced y como reliquia, y da que negros; todos parecía que se entendían y eran
ban ellos á los de acá cuanto tenían allí. Acaeció á de una misma lengua, que es cosa maravillosa on
un marinero por una agujeta, haber un peso de dos tuntas islas, no haber diversidad de lengua, y po
castellanos y medio de oro, y á otros, por cositas de díalo causar el navegar, que era señores do la mar,
poco valor asi mesmo, mucho mas, y por blancas y por eso en las islas Canarias no se entendían por
nuevas daban por uno dos pesos de oro de tres cas que no tenian con que navegar, y en cada isla habia
tellanos; é una arroba, é dos ,do algodón, hilado, una lengua. Ta dije como Colon habia andado en
que tienen mucho en aquellas tierras. No conoció derredor de la isla á que puso nombre Juana, con
Christobal Colon, ni los que con él en este viaje su navio ciento y siete leguas por la costa de la
fueron, la creencia ni seta de estas gentes, y al cie mar, por derecha línea, por lo qual dijo que le pa
lo señalaban que creian que allí era la fuerza y recía sor mayor isla que Inglaterra y Escocia jun
santidad toda, é pensaban é creian que aquella gen tas. De la parte del Poniente de la isla Juana que
te con aquella armada que allí habia ido era salida daron dos provincias que Colon no anduvo, á la una
del cielo y que eran gente de otro mundo, y con aquel llaman los indios Naan, donde dicen que nacen los
' acatamiento y reverencia los reverenciaban en todo hombres con la cola, empero yo no creo que sea allí,
lugar, después de haber perdido el temor ; y esto no según se señala en el mapa-mundi, en lo que yo he
por que ellos fuesen tan inocentes y de tan poco en leido, y si es allí, no tardará mucho en se ver, con
tender, que es gente muy sutil y de muy agudo inje- la ayuda de Dios; las quales islas y provincias, se
nio, y hombres que navegan en todas aquellas ma gún los indios decían, podían tener cinqüenta ó se
res, y es maravilla la cuenta que dan de todo, salvo senta leguas cada una de longura.
que nunca vieron gente vestida ni semejantes navios La isla Española, á quien los indios llaman Haití,
ni los habían oido decir. es entre las otras ya dichas ansi como oro entre
Luego como Christobal Colon llegó á las Indias plata; es muy grande, é muy formóse, de árboles de
con su armada, en la primera isla tomó algunos in ríos, de montes de campos, es de muy fermosoa
dios por fuerza para haber noticia de las cosas de mares é puertos; tiene un oircuito mas que toda
allá, y fué así que ora por señas ora por hablas, muy España desde Colibre, que es en Cataluña, cerca de
presto se entendieron los de los navios con ellos; y Perpifian, por la costa del mar de España en derre
estos aprovecharon mucho en el viaje; que por don dor de Granada, y Portugal y Qalicia, é Vizcaya fas
de llegaban soltaban y enviaban algunos, y ellos ta Fuenterrabía, que es en cabo de Vizcaya; é ellos
iban diciendo por la tierra á grandes voces: «venid, anduvieron ciento y ochenta y ocho leguas en qua-
venid á ver gente que vino del cielo», y los que dro por derecha linea de Occidente á Oriente, y por
oian, desque se informaban bien de ello iban á de aquí pareció su grandeza de esta Española, que es
cirlo á otros por la tierra de lugar en lugar, y de muy grande, y está en lugar mas convenible y me
villa en villa, que viniesen á ver tan maravillosa jor comarca para las minas del oro y para todo tra
gente que venia del cielo, y asi todos, hombres y to, asi de la tierra firme de acá, como do la tierra
mujeres, venían á ver tan gran maravilla, y después firme de allá. Tomó asiento Christobal Colon allí en
de haber perdido el miedo, y los corazones seguros la Española, Haití llamada por los indios, en una
todos se llegaban sin temor á los hombres de acá de villa á la qual puso nombre la villa de la Navidad
la armada, y les traían do comer y beber maravillo y dejó allí quarenta hombres con artillería é armas
samente, de lo que tenian ellos. Tenian en todas é vituallas, comenzando á hacer una fortaleza, y
aquellas islas unas naves con que navegaban, que dejó maestros para la facer, y dejóles que comiesen
llaman canoas, que son y eran de longura de fustas, fasta cierto tiempo, y dejó allí hombres de los que
de ellas grandes, y de ellas ohicas , salvo que son llevó especiales y de buen saber y entender para
angostas, por que no es cada una mas que de un todo, y fué forzoso, según pareció, dejarlos, por que
tronco de un árbol, y los facen con piedras de pe como se perdió el un navio, no habia on qué vinie
dernales muy agudas; y tales hay que son tamañas sen, y esto so calló acá y se dijo que no quedaban
como una fusta de ocho bancos, mas una fusta no sino por comienzo de pobladores; y puso su amistad
tendrá con ellas al remo, por que van tan recias Colon con un Rey de aquella comarca, donde dejó
que no es de creer; y con estas canoas navegan las la gente, y otorgáronse muchos por amigos como
gentes de aquellas islas todas aquellas mares por hermanos, y encomendóle Colon aquellos hombres
allí, y tratan sus cosas unos con otros. Algunas que allá dejaba. La nao se perdió en la Española'
canoas habia en que cabian y navegaban sesenta cerca de donde dejó aquellos quarenta hombres.
hombres, y otras habia mayores, en que cabian y Hay allí en la entrada de las Indias ciertas islas,
navegaban ochenta hombres; cada uno con su remo que llaman los indios de las islas ya dichas Caribe»,
en las manos, y en todas aquellas dichas islas no que son pobladas de unas gentes que estos tienen
vieron diversidad en la hechura y costumbres de por muy feroces, y han de ellos gran temor, por que
las gentes, ni en la lengua, salvo que todos eran comen carne humana; estos tienen muchas canoas
las gentes, las frentes y las caras largas, las cabezas con las quales corren todas aquellas islas comarca
660 CRÓNICAS DE LOS REYES DE CASTILLA.
ñas y roban cuanto pnedon y fallan, y llevan pre
sos los hombrea y mujeres que pueden, y mátanlos CAPÍTULO OXJX
y cómenlos, lo qual es cosa de muy grande admi
ración y espanto. Ellos no son mas disformes que De la segunda Armada de las Indias.
los otros, salvo que tienen esta mala costumbre, y Partió con la gracia de Dios el Almirante Don
son gente mas esforzada, y tienen muchas armas, Christóbal Colon, por mandado del Rey Don Fer
que usan flechas é arcos de cañas, y ponen en las nando, y de la Reyna Doña Isabel, con la flota que
flechas un palillo agudo al cabo, ó espinas de pes Sus Altezas enviaron de España para las Indias,
cados por defecto de hierro, que no tienen. Estos desde Cádiz á 22 de Septiembre del dicho año de
traen los cabellos luengos como mugeres, y son te 1493, con diez y siete navios bien aderezados, y con
midos por feroces, entre estos pueblos é islas suso mil é doscientos hombres de pelea en ellos, ó pocos
dichas, y esto es por que los otros son gentes muy menos, con viento y tiempo convenible al viaje, y
cobardes, y muy domésticas y sin malicia; mas no duróles aquel tiempo dos dias, en los quales andubio-
. por que ellos sean fuertes, ni las gentes de acá los ron poco, y luego les hizo buen tiempo, de manera
hayan de tener en mas que á los otros. Y en las is que en otros dos dias llegaron á la Gran Canaria,
las de estos Caribes, y en las otras susodichas hay donde tomaron puerto, lo qual les fué necesario por
oro sin cuento, é infinito algodón, especialmente reparar un navio que hacia mucha agua, é estuvie
muchas especias como es pimienta, que quema y ron allí todo aquel dia, y luego otro dia partieron,
tiene mayor fuerza que la pimienta que usamos en y hfzoles algunas calmas, de manera que estuvieron
España quatro tantOB, la qual todas aquellas gentes en llegar á la Gomera quatro ó cinco dias, y allí
tienen por cosa muy provechosa y muy medicinal, fuese necesario estar algunos dias, donde hicieron
y hay árboles de lino, aloe, y almástiga, y ruibarbo, provisiones de carne, é lefia, é agua para su grande
y otras muchas buenas cosas, según pareció al dicho jornada, asi que en aquellos tiempos y puertos, y
Colon. No habia res de quatro pies, ni alimaña de un dia que les hizo calma, desde la Gomera tarda»
las de acá pudieron ver en quantas islas de esta vez ron de llegar á la isla del Yerro veinte dias; desde
descubrieron, salvo unos gozquillos chiquitos, y en allí por la bondad de Dios les tornó el mejor tiempo,
los campos unos ratones grandísimos, que llaman que nunca ilota llevó tan buen viaje, tal que dentro
nutras, que comen y son muy sabrosos, y cóuienlo de veinte dias estuvieron á vista do tierra, y ovié-
como acá los conojos, y en tal precio los tienen. Hay ranla en catorce ó quince dias si la Nao Capitana
muchas aves diferentes todas á las de acá, especial fuera tan buena velera como los otros navios; y en
mente muchos papagayos. todo este tiempo nunca ovieron fortuna, salvo la
Descubierta la tierra susodicha por el dicho Cris víspera de San Simón y Judas, que ovieron fortuna
tóbal Colon, se vino á Castilla, 6 llegó á Palos á que les duró, que los puso en harto estrecho; y el
veinte y tres de Marzo, año de 1493 años, y entró primer Domingo después de todos Santos, cerca del
en Sevilla con mucha honra á treinta y un dias del alba, dijo un piloto de la Nao Capitana, albricias
mes de Marzo, Domingo de Ramos, bien probada que tenemos tierra, de lo qual muchos ovieron mu
en intención, donde le fué fecho buen recibimiento; cho placer. Contaron aquel dia los pilotos del Ar
trujo diez indios, de los quales dejó en Sevilla quatro mada desde la isla del Yerro de Canarias hasta la
y llevó á Barcelona á enseñar á la Reyna y al Rey primera tierra que vieron, unos ochocientas leguas;
seis, donde fué muy bien recibido, y el Rey y la otros, ochocientas menos veinte, de manera que la
Reyna le dieron gran crédito y le mandaron adere diferencia no era mucha; é trescientas que ponen
zar otra armada mayor y volver con ella, y le die desde la isla del Yerro hasta Cádiz, que son por to
ron titulo de Almirante mayor de la mar Océano, das desde los fines de España, que son Cádiz y los
de las Indias, y lo mandaron llamar Don Cristóbal puertos de esta Andalucía, hasta los primeros puer
Colon, por honra de la dignidad; é él se partió do tos de las ludias, mil y cien leguas. Vieron el Do
Barcelona, encomendado al muy honrado y discreto mingo de maüana por proa una isla y luego á ma
varón Don Juan de Fonseca, Arcediano que era en no derecha pareció otra primera tierra alta de sier
tonces de Sevilla, Obispo que fué de Badajoz, é des ras, por aquella parte que vieron la otra, era tierra
pués de Córdoba, é después de Falencia, y Conde llena de árboles muy espesos, é luego que fué mas
de Pernia, que tenia el cargo estonce por Sus Alte de dia comenzaron á parecer de una parte y de otra
zas de las armadas y grandes negocios de Sevilla, árboles é islas, de manera que aquel dia vieron seis
y de esta Andalucía; y de allí con este concierto se islas, por diferentes partes, y las mas harto gran
■vino á Sevilla, donde en breve tiempo fué proveído des, y fueron enderezados hacia la quo primero vie
de la dicha armada, y de la gente, y vituallas y ron, y llegaron por la costa andando mas de veinte
mantenimientos que para ella fueron menester, y leguas, buscando otro puerto para seguir el qual
de capitanes, y do justicias y de hombres letrados, todo aquel espacio jamas se pudo hallar. Era todo
y físicos, y hombros de muy buen consejo, y de ar aquello que parecia de esta isla montaña muy her
mas, y de todas las otras cosas que para ello era mosa y muy verde hasta el agua que era alegría da
menester, y de muy buenos navios, y de muy esco mirarla, porque en España á tal tiempo apenas hay
gidos marineros, y de hombres buenos cribes para cosa verde.
saber conocer y apurar el oro. Después que allí no hallaron puerto, acordó el
DON FERNANDO E DONA ISABEL. • 66Í
Almirante de volver á la otra isla que parecía á la las islas que descubrió del sitio donde estaban, hizo
mano derecha, que estaba de esta otra quatro ó cin el viajo por allí por descubrirlas, y por que esta'
co leguas, y quedó por estonce un navio en esta isla ba mas cerca de España, y también por que por
primera buscando puerto aquel dia para cuando allí se hacia el camino mas derecho para la Es
' fuese necesario venir i ella, el qnal halló buen puer pañola, á su parecer, donde antes habia dejado la
to, y vido las casas y gentes, y luego so partió aque gente, á la qual por la bondad de Dios, y por el
lla noche para á donde estaba [la flota que habia ya buen saber del Almirante, fueron tan derechos como
tomado puerto en otra isla donde descindió el Al si por un camino sabido y seguido fueran á aque- ,
mirante en tierra, y mucha gente oon él con la ban lia isla. Es grande, que por el lado que la vieron;
dera real en las manos, á donde tomó posesión por pareció que había do luengo de costa veinte y cinco
sus Altezas el Rey Don Fernando y Dofia Isabel su leguas; fueron costeando por el lado de ella bus*
muger, Reyes de España en forma de derecho. En cando puerto mas de dos leguas, y por la parta
esta isla habia tanta espesura de árboles que era donde iban eran montañas muy altas, y á la otra
maravilla, é tanta diferencia de árboles no conoci- parto que dejaron parecian grandes llanuras, é por
, dos de nadie, que era para espantar de los frutos, la vía de la mar, habia algunos poblados peque
de ellos con color, y de ellos verdes; ansi que todos ños, é luego que vian las velas huían todos; an
los árboles eran verdes; allí hallaron un árbol cuya dadas dos leguas fallaron puerto ya muy tardo, é
hoja tenía el mas fino olor de clavos que ser podía,' esa nocho acordó el Almirante que á la madru»
y era como laurel, salvo que no era ansí de grande. gada saliesen algunos á tierra para tomar lengua,
AHÍ habia frutas salvaginas de diferentes maneras, á sabor qué gente era, no embargante la sospeob»
é algunos no muy sabios probaron de ellas, de los de lo que ya habian visto.
quales ovo algunos que del gusto solamente, tocán Salieron esa madrugada algunos capitanea por
doles con la lengua so inchabnn las caras, é le ve ]a tierra, é los unos vinieron á hora de comer, »
nia tan grande ardor, é dolor que parecia que rabia trujeron un mozo de fasta catorce años, y á lo quo
ban, los quales se remediaban con cosas frias. En después se supo y él dijo, era de los que aquella»
esta isla no hallaron gento ni señal de ella, creyóse gente tenian cautivos, é los otros se dividieron, é
ser despoblada, en la qual estuvieron dos horas dol trajeron nn muchacho pequeño, el qual tenia un
dia, porque quando allí llegaron era tarde; luego hombre por la mano, y por huir lo desamparó; ca
Otro dia por la mañana partieron para otra isla, que te enviaron luego con algunos de olios, y los otro»
parecia á vista do esta, que era muy grande, fasta quedaron, é de los que quedaron, unos tomaron cier
la qual habrá siete ú ocho leguas, y llegaron allá tas mugeres naturales de la isla que trujeron, ó
hacia la parte de una gran montaña que parecia que otraB mugeres so vinieron de grado con ellos que
quería llegar al cielo, en medio de la qual montaña eran de las cautivas. De esto compañía se apartó
estaba un pico más alto que toda la otra montaña, un capitán, no sabiendo si habia lengua, con seis
del qual se vertían á diversas partes aguas muchas hombres, el qual se perdió con ellos, que jamás
en especial á la parte de fácia la flota, que de tres supieron tomar fasta que en cabo de qnatro dias
leguas parecia un golpe de agua tan gordo como un toparon la costa de la mar, y siguiendo por ella tor
buey, que se despeñaba tan alto como si so cayera naron & topar con la flota; ya los tenian por perdi
del cielo, 6 como so parecia do tan lejos, ovo en los dos c comidos de los Caribes, porque ya no bastaba;
navfoei muchas apuestas y porfías que unos decían razón á creerlo de otra manera; y entre ellos iban
que eran peñas blancas, é otros que era agua; é des pilotos y marineros, que por la estrella sabían ir y
que llegaron mas cerca vicioso lo cierto, y era muy venir hasta España, y creíanse que en tan pequeño
fermosa cosa de ver, y muy maravillosa de tan pe espacio no se podían desatinar ni perder. Aquel dia
queño lugar como nacia tan gran golpe de aguo, y que allí descendieron, andaban por la playa junto
de cuan alto se despeñaba; é luego que llegaron á el agua muchos hombres y mugeres, mirando la
mandó el Almirante á una caravela ligera que fuese flota, é maravillándose mucho de cosa tan nueva; é
á buscar puerto, la qual se adelantó, y llegando á allegando alguna barca á tierra á hablar con ellos,
la tierra vido unas casas, en las quales halló gente, decían: tatnon, tainon, que quería decir, bueno, bue
é luego que los vieron al capitán é á los que iban no, y esperaban en tanto que no salían del agua
con él huyeron las gentes, y ol capitán entró en las juntos con el monte, de manera que cuando ellos se
casas y hallaron las cosas que ellos allí tenían, que querían, so podian salvar; en conclusión, que de loa
no habían llevado nada; donde tomó y halló dos pa hombres ninguno se pudo tomar por fuerza, ni por
pagayos muy grandes, y muy diferenciados de to grado, salvo dos que se aseguraron, y después los
dos quantos se habian visto, y halló mucho algodón trujeron por fuerza allí; se tomaron mas de veinte
hilado, y por hilar, y cosas de sus mantenimientos', mugeres, de ellas de las cautivas, que de su grado
y do todo trujo un poco, é trajo quatro ó cinco hue se venían, y otras naturales de la isla que fueron
sos de piernas é brazos de hombres, ó luego como salteadas, é tomadas por fuerza, y ciertos mucha
aquello vieron conocieron ser aquellas las islas de chos cautivos Be vinieron á la flota huyendo de los
los Caribea que son habitadas do gente que comen naturales de la isla que los tenian para comer; y es
carne humana; y el Almirante, por los señas que á tuvieron en aquel puerto ocho dias, acaso de la pér
el otro primer viaje le habian dado los indios do dida del capitán susodicho, donde muchas vocea
662 CRÓNICAS DE LOS B YES DE CASTILLA
■alió gente de la flote á tierra á andar por bus mo te crian los que han en las mugeres naturales. Loa
radas, é pueblos que estaban á la costa, donde ba hombres que pueden haber trienios á sus casas, é
ilaron infinitos huesos de hombres, é los cascos de facen carnicería de ellos cuando quieren, ¿ que loa
las cabezas colgadas por las casas á manera de va que matan por los prender, cómenlos luego, é di
sijas para tener cosas del servicio de casa; esto era cen que la oarne del hombre es tan buena cosa que
de la gente que comian. En todo este espacio no se no hay tal cosa de comer en el mundo , é bien pa
vieron muchos hombres, porque diz que eran idos, recía en su mal vicio y costumbre, porque los hue
y según las mugeres dijeron, á saltear en diez ca sos que en su casa se hallaron, todo lo que se po-
noas á otras islas, é las saltear. E la gente de esta dja comer estaba muy roído, que no había sino lo
isla parece mas política que no la de las otras islas que por su mucha dureza no se podia comer. Ha
que vieron de por allí, y tenian mucho mejores ca llóse en una casa cociendo un pescuezo de hombre;
sas, aunque todas eran de paja, y estos las tenian é los muchachos que cautivan chicos, córtenles á
de mejor hechura, y mas proveídas de manteni cada uno su miembro generativo , é sírvense de ellos
mientos, é pareoía mas industria de ellos, y en ellas fasta que son hombres, ó fasta que quieren, é des
que en los otros, tenian muoho algodón hilado y por pués facen fiesta, é mátenlos, é cómenlos, é dicen
hilar en sus casas, y muchas mantas del mismo al que la carne de los muchachos, é de las mujeres no
godón tan bien tejidas que no debían nada á las do es buena, ni tal como la de los hombres; de estos
Castilla. muchachos se vinieron huyendo á la flota tres, to
Preguntando á las mujeres que eran cautivas en dos cortados los miembros generativos á raíz de las
esta isla , qué gente era esta que las tenia cautivas, red ijas.
respondían que eran Caribes, y después que enten En cabo de quatro dias vino el capitán que se
dieron que los castellanos tal por su mal uso de comer habia perdido con los compañeros , porque de su
hombres, holgábanse mucho de ello ¡ y si de nuevo venida estaban ya bien desahuciados, que los habían
traían algún hombre ó mujer de los Caribes, secre ido á buscar otras quadríllas, é aquel día vino la
tamente decían á los de los navios como eran Cari una, y todas volvieron sin saber do ellos, é con su
bes ; y aun allí donde estaban en poder de los cas venida holgaron mucho los de la flota como si nue
tellanos mostraban haber gran temor de ellos, y de vamente se hubieran fallado. Trajo este capitán , é
esto se conoció quales eran Caribes, é quales eran los que con él fueron diez personas entre mucha
los otros, porque los Caribes traían en cada una chos é mugeres. Estos é los otros que los fueron á
pierna dos argollas tejidas de algodón, la una jun buscar nunca fallaron hombres, ó porque se habían
to con la rodilla, é la otra junto á los tobillos, de huido, ó porque había pocos en aquella comarca,
manera que les facían las pantorrillas grandes , é habían á encontrar como dijeron las mugeres. Vino
de los dichos lugares muy oeflides, y esto pareció el dicho capitán , y los que con él fueron , tan des
que ellos tenian por gentileza ; asi que por esta di- trozados del monte, que era lástima de los ver; de
feríencia conocieron los unos é los otros los Cari cían que se habían perdido por la aspereza de los
bes, de mala costumbre. E las costumbres de los Ca árboles, que era tanta que el cíelo no podían ver, ó
ribes son tales. Esta susodicha se llama Quaréque- que algunos de ellos que eran marineros, habian
Iia ; la otra que primero se vido so llama Quariqui ; subido por los árboles de noche para mirar la estre
otra se llama Ayan. Estos todos son como si fue lla del norte, é nunca la pudieron ver , é si no topa
sen de un linage , y no se facen mal unos á otros, ran con la mar, no pudieran tornar á la flota ; la
empero facen guerra á todas las otras islas comar qual partió de aquella isla con la gracia de Dioe
canas, los quales van por mar á ciento y cinqüenta ocho dias pasados después que allí llegaron ; é lue
leguas á lo mas lejos á saltear con muchas canoas go otro dia vinieron á otra isla no muy grande á
que tienen, que son fustas pequeñas hechas de un hora do medio dia, que distaba de esta otra doce
solo madero cada una, según dicho es en el capi leguas ; ó porque el primer dia que partieron les
tulo antes de éste. E sus armas son Uechas , é en lu fizo calma, fueron juntos con la costa de esta isla,
gar de fierro, porque ellos no poseen ningún fierro, y dijeron Uu mugeres indias que aquella isla no era
ponen unas puntas fechas de huesos do tortugas ; habitada do gentes, porque los Caribes la habían
otros ponen unas espinas do un pez , de que parecen despoblado, é por eso la flota no paró allí ; é luego
naturalmente hechas como si fueran de fierro, con esa lardo vieron otra isla, y esa noche eeroa de ella
que pueden bien ofender é matar, empero para gen hallaron unas bajas, é no osaron á andar hasta que
te de acá de España no son armas para mucho ofen fué de dia, é luego á la mañana pareció otra isla
der. Esta gente saltea en las otras islas, y traen las asaz grande, éá ninguna no llegaron, por ir á con
mugeres que pueden haber, en especial mozas her solar los hombres que habian dejado esotro viaje
mosas, las quales tienen para su servicio y para te en la isla Española, é no plugo á Dios que los fa
ner por mancebas ; y esto se supo por que mas de llasen vivos como adelanto se dirá. Otro dia llega
veinte mozas de las cautivas fueron las que se vi ron á otra isla, que parecía muy bien, é muy po
nieron á la flota, é decían que también usaban con blada, é fueron, é tomaron puerto en ella; luego ol
ellas de una terrible crueldad aquellos hombres Ca Almirante mandó ir á tierra una barca guarnecida
ribes , que parece increíble cose, que los hijos que de gente para si pudiesen tomar lengua, é saber
«n ellas engendraban se los comian, y que eolainen- qué gente era, é para haber información de bu vía
DON FERNANDO É DOÑA ISABEL. " 663
je que era menester, no embargante que el Almi de seis ú siete horas , y después de haber allí llega
rante, aunque no había fecho aquel oamino, iba do, fueron á otra tierra que parecia aojo, é esta
muy bien encaminado según pareció. E saltaron isla estaba en el camino que habian de llevar, é lle
ciertas personas en tierra de la dicha barca, é lle garon noche cerca de ella, é otro día de mañana
garon á un poblado dondo la gente ya se habia es fueron por la costa, é era muy gran tierra, aunque
condido, é tomaron cinco ó seis mugeres, 6 mucha no ora muy oontinua, que eran mas de quarenta
chos, de las quales supieron que eran las mas cau islas é tierra muy é alta, la mas della pelada, lo
tivas como en la otra illa, por que allí también eran qual no es ninguna de las que habian visto ; á esta
Caribes. Esta barca se queria tornar á los navios no llegaron para saltar en tierra , salvo una carabe
con priesa, é por parte do abajo venia una canoa, la latina que llegó á un islon de aquellos, en el
en que venían quatro hombres é dos mugeres, é un cual hallaron ciertas casas de pescadores, é las mu
muchacho, é después vieron la flota, maravillados jeres indias que traian dijeron que no eran pobla
se embebecieron tanto, quo por una grande hora no das aquellas tierras ; anduvieron por aquella costa
so movieron de un lugar, casi dos tiros de lombarda lo mas de aquel dia , fasta otro día en la tarde que
de los navios; en esto fueron vistos de los que es llegaron á otra isla llamada Boriqui , cuya costa
taban en la barca , é de toda la flota ; luego los do corrieron todo un dia, é se juzgaba que tenia por
la barca fueron á ellos tan juntos con la tierra, que aquella costa treiuta leguas. Esta isla es muy fer-
con el embebecimiento que tenian , maravillándose mosa y muy fortil al parecer , é á esta vienen los
y pensando qué cosa seria aquella que nunca los caríbos á saltear y conquistar, de la qual llevan mu
vieron hasta que estuvieron muy cerca de ellos que cha gente para comer, é no tienen estos canoas
no los pudieron mucho fuir, aunque farto trabaja ningunas, nin saben andar por mar , empero usan
ron por ello, y los de la barca trabajaron harto quo de arcos y flechas como los caribes, con que pelean
no se pudieran ir. Los Caribes, desque vieron que é se defienden , é si por ventura han victoria de los
el huir no les aprovechaba, con mucha osadía pu que los vienen á saltear, también se los comen,
sieron mano á los arcos, también las mugeres como como los caribes á ellos. En un puerto de esta isla
los hombres, é digo con mucha osadía, porque ellos estuvo la flota dos días, donde saltó mucha gente
no eran mas de quatro hombres, é dos mugeres, é en tierra, empero nunca pudieron haber lengua,
eran los de la barca, é de toda la flota ; luego los quo todos huyeron como gente atemorizada de los
de la barca fueron a ellos tan juntos con la tierra caribes. Todas estas islas fueron descubiertas en
quo con ol embeboci miento , siendo aai que los Ca esto viajo, que en el otro ninguna habia visto el
ribes eran quatro hombres é dos mugeres, é eran Almirante ; y aunque todas parecían muy fermosas
los de la barca veinte y cinco, de los quales luición islas , empero ésta parecia mejor.
dos , al uno dieron dos flechadas , y al otro nna por Aquí se acabaron las islas que facía á la parte de
el costado , é si no fuera porque llevaban adargas, España atrás había dejado por ver el Almirante en
é tablachinas, é por que los embistieron presto con el primero viaje , y aun se cree haber algunas islas
la barca, é les trastornaron la canoa, asaetaran los antes que estas, quarenta ó cinqüenta leguas facia
mas de ellos con bus flechas. Después de trastorna España, porque antes que viesen tierra los de esta
da la canoa quedaron en el agua nadando, é habia flota vieron unas aves que llaman rabihorcadas vo
allí unos bajos, é tuvieron farto que hacer en to lar , é son aves de rapiña marinas , y no BÍentan ni
marlos, que todavía trabajaban por tirar, é con todo duermen sobre el agua, y viéronlas sobre tarde ro
oso so les fuyó el uno , é no lo pudieron tomar si no deando subir en alto , después seguir su vía buscan
mal herido de una lanzada, de quo murió. La dife do tierra para dormir, las quales no podían ir, se
rencia de estos indios Caribes á los otros dichos, es gún era tarde , á dormir mas de doce ó quince le
on ol hábito, que los do Caribi tienen el cabello guas, é esto era sobro mano derecha de la flota fa
muy largo , son trasquilados , é fechas muchas di cía España, de donde todos juzgaron quedar allí
ferencias en las cabezas de cruces, é otras pinturas tierra , la qual no se buscó porque se faefa rodeo y
en diversas maneras , cada uno como se le antoja, tardanza para el viaje.
lo qual hacen con canas agudas; é todos, ansi de De esta inla de Boriqui partió la flota una ma
Caribi como los otros , es gente sin barbas , que por drugada, y aquel dia antes que fuceo noche ovieron
maravilla hallareis hombre que las tenga, que to vista do tierra, lo qual no era conocida tampoco de
das se las pelan , é quitan antes que crezcan, de ma los del otro viaje, empero por las nuevas de las mu
nera que parece que no les nacen. Estos Caribes que jeres indias que llevaban , sospecharon que seria la
allí tomaron , venían tiznados los ojos y las cojas, Española, que iban A buscar, y érala misma Espa
lo cual parece que hacen por gala , é con aquello ñola, asi llamada por los indios, y entre ella y la de
parecían cosa espantable ; el uno de ellos dijo que Boriquen parecia otra isla , aunque no era grande.
en una isla de aquellas llamada Cario, que es la
primera que se vido , á la qual la flota no llegó, que CAPÍTULO CXX.
habia mucho oro, y que si allá fuesen y llevasen Como llegaron a la Española y hallaron muertos los hombre*
r.zadones , é cobas para hacer sus caminos , que trae que hablan dejado.
rían cuanto oro quisiesen. Llegados á la Española el Almirante y toda la
E luego aquel día partió de allí la flota en cabo flota, á donde arribaron por aquel comienzo, cu
664 CRÓNICAS DE LOS REYES DE CASTILLA.
toda la tierra llana y muy baja; mas del conoci dios de aquella provincia, llamado Guacanari , que*
miento dolía estaban todos dudosos, porque por pareoia ser de los principales de la isla ; [aquel dia
aquella parte ni el Almirante ni los otros quo con llegaron en derecho de aquel lugar ya tarde, é por-
¿1 fueron non la habian visto. Esta isla os muy quo allí había unos bajos donde el otro viajo so ha
grande, y es nombrada por provincias, y á esta bia perdido la nao en que habia ido el Almirante, no
parte por donde llegaron llaman Alúa, é á otra pro osaron tomar el puerto cerca de tierra, fasta que otro
vincia junto con esta llaman Samaría, é á otra Boio, dia de mañana se sondase, é pudiesen entrar segu
é á otra Albao; é hay otras muchas provincias, asi ramente ; quedaron aquella noche una legua de tier
como acá en España. Por la costa de esta isla cor ra, é esa tardo yendo por allí de lejos, salió una ca
rió la flota al pié de cien leguas, porque hasta don noa en que parecían cinco ó seis indios, los quales
de el Almirante habia dejado la gente habia este venían aprisa para la flota, é el Almirante creyen
compás, que seria el medio de la isla. do que lo siguieran hasta alcanzarlo, no quiso que
Andando por derecho de la provincia llamada Sa los esperasen, y ellos porfiando llegar, llegaron fas
maría, echó el Almirante en tierra uno de los indios ta un tiro de lombarda de la flota, é parábanse á mi
que el otro viaje habia traido á España, vestido y rar, é desque vieron que no los esperaban, dieron
con algunas cosillas ; aquel dia se finó el marinero vuelta ; é después que surjieron en aquel lugar, so
vizcaíno herido que habia sido de los caribes ya di bro tarde, el Almirante mandó tirar dos lombardas
chos que tomaron, é murió por su mala gnarda , é á ver si respondían los christianos que habian que
porque iban por costas dióse lugar que saliesen en dado cerca del dicho Guacanari, porque también les
una baroa á enterrarlo, é fueron en guarda do labar- habian quedado lombardas, de lo qual se desconso
. ca dos carabelas, ó acercáronse á tierra, 6 salieron á ló mucho la gente, é tomaron la sospecha que de
la barca, desque salió á tierra, muchos indios, dolos bían tomar; estando así todos tristes, pasadas quatro
quales algunos traian oro al cuello é á lss orejas, é ó cinco horas de la noche, vino la misma canoa que
querían vonir con los christianos á los navios; y no esta tarde habian visto, é venia á la flota dando vo
los quisieron traer , porque no llevaban licencia del ces, preguntando por el Almirante ; é un capitán de
Almirante, los quales desque vieron que no los que una carabela donde primero llegaron, trújulos ala
rían traer, se metieron dos de ellos en una canou, é nao del Almirante, los quales nunca quisieron ha
se vinieron á una de las dos carabelas , en la qual blar hasta que el Almirante les hablase, y deman
los recibieron con su canoa, ¿ trujáronlos á la nao daron lumbro para le conocer , y después que le co
del Almirante; dijeron mediante un intérprete indio, nocieron entraron en la nao ; era el uno privado de
de los que iban do acá do España, que un Rey de Guacanari , el qual Guacanari los habia tornado á
aquella provincia los enviaba á saber qué gente era, enviar después que ellos se habian vuelto aquella
é que les rogaba que so saliesen á tierra, é que da tarde, é trujeron dos carántulas de oro que Guaca
lia al Almirante mucho oro que tenia é de comer do nari enviaba en presente, la una para el Almirante,
lo que tuviese, ¿ el Almirante les mandó dar sondas y la otra para ol capitán que el otro viaje habia ido
camisas é bonetes é otras cosillas, é les dijo, que por con él , y estuvieron on la nao fablando con ol Al
que iba donde estaba Guacanari, no se podía dete mirante en presencia de todos por tres horas , mos
ner, qne otro tiempo habría para que le pudiese ver; trando mucho placer; é preguntándoles por los chris
é con esto se fueron. tianos que allí habian quedado qué tales estaban,
E la flota no cesó su viajo hasta llegar á un puer aquel privado dijo quo todos estaban buenos , aun
to que el Almirante llamó Monte Juan, donde estu- que entre ellos habian muerto algunos de dolencia,
bieron dos dias para ver la disposición do la tierra; y otros de diferencias que habian acontecido entro
porque no habia parecido al Almirante el lugar don ellos ; é que Guacanari estaba en otro lugar herido
de habia dejado la gente que estaba en un asiento. en una pierna, é que por eso no había venido ; pero
Para hacer asiento descindieron en tierra, habia que otro día vendría, porque otros dos Reyes, lla
muy cerca do allí un gran rio do muy buena agua, mado el uno Caonaboa, y el otro Mariema habian
empero era toda tierra muy anegada y muy indis venido á pelear con él y que le habian quemado el
puesta para habitar. Andando viendo el rio é t ¡erra lugar. Luego esa noche so volvieron dicieudo que
algunos de la flota, hallaron dos hombres muertos otro dia vornian con el dicho Guacanari, é con esto
juntos con el tío: el uno con un lazo al pescuezo, y dejaron esa noche consolada la gente de la armada
el otro con un lazo al pié : esto fué el primero día ; y se partieron. Otro dia de mañana estuvieron es
é otro dia siguiente hallaron otros dos hombres perando al Guacanari, é nunca vino, y entretanto
muertos mas adelante de aquellos , el uno dellos es saltaron á tierra algunos por mandado del Almiran
taba en disposición de que se le pudo conocer tener te, é fueron al lugar donde solia estar Guacanari,
muchas barbas, é algunos de la armada sospecharon é halláronlo quemado, é un cortijo algo fuerte con
mas mal que bien, en rozón porque los indios son una palizada, dondo los christianos habitaban é te
todos sin barbas , como dicho es, é este puerto está nían lo suyo, estaba también quemado é derribado,
del lugar donde habia quedado la gente christiana é ciertas vernias é ropas que los indios habian trai
el primor viaje doce leguas. Pasados dos dias alza do á echar en la casa ; y los indios que por allí pa
ron velas para ir donde el Almirante habia dejado recían andaban muy estrados, é no se osaban llegar
la sobre dicha gente en compañía del Rey do los in á los christianos, é arrojándoles cuentas, é cascabe
DON FERNANDO É DOÑA ISABEL. 66Í
les, é otras cosas, ovo de asegararse un pariente de cian en la tierra, se invocarían para los matar. Otro
Guncanarí é otros tres, los quales entraron en la bar dia de inafiana, porque por todo aquello no habia lu
ca, é trnjéronlos á la nao, ó preguntáronles por los gar dispuesto para poblar, envió el Almirante un»
christianos, é dijeron que todos eran muertos, em carabela á buscar por una parte, y él fué por otra,
pero no lo habían creído; preguntando á esto indio y él falló un puerto muy seguro con muy gentil dis
parionto del Guacanari quién loe habia muerto, dijo posición do tierra para hincar, é quando volvió era
que el Rey Caonaboa, y el Rey Mariema, é que les venida la carabela que habia ido por la otra parte,
quemaron las casas del lugar, é que estaban muchos en la qual habia ido Melchor, y otros cuatro ó cinco
heridos , é que también el Guacanari lo estaba en caballeros , hombres de pro; é yendo costeando por
otro lugar, y que él queria luego á lo llamar, al qual su viaje salió á ellos una canoa con dos indios, el uno
dieron algunas cosas, é luego so partió para donde hermano de Guacanari, el qual conocido por un pi
estaba Guacanari, al qual todo aquel dia estuvieron loto que iba en la carabela , le preguntó que quién
esperando, é nunca vino. Otro dia saltó en tierra el iba alli, é el piloto les dijo: hombres principales del
Almirante é algunos con él, é fueron á donde solía Almirante, y el indio les dijo, que Guacanari les ro
estar la villa y habían quedado los christianos, la gaba saliesen á tierra donde él tenia su asentamien
qual estaba toda quemada; é los vestidos de los chris to, el qual era hasta sesenta casas, é salieron en tier
tianos Be hallaban por aquella yerba, é no so vido ra los mas principales que iban en la carabela, y fue
estonce ningún muerto; habia sospecha si el Gua- ron donde estaba el Guacanari, al qual hallaron en
nacari los oviese muerto, otroB decían, que como ha su cama echado é haciendo del doliente herido , ha
bia él de quemar su villa. El Almirante mandó ca blaron con él preguntándole por los christianos,
var todo el sitio donde los christianos estaban for respondió concertado con la misma razón que los
talecidos, porque él les habia mandado que des otros, que Caonaboa y Mariema los habian muerto é
que tuviesen alguna cantidad do oro que lo onter- que á él lo habian herido en un muslo, el qual mos
rasen, y entretanto que esto so hocia quiso llegar tró ligado, los quo oslonccs lo vierou asi les pareció
corea de una legua de allí, donde le habia parecido que seria como él lo dijo, á tiempo do depesdirse á
haber buon sitio para edificar una villa , é llegaron cada uno de ellos dio una joya do oro, á cada uno
á un poblado donde habia siete ú ocho chozas, las oomo le pareció que lo merecia según el hábito en
qunles los indios luego que vieron ir los christianos que lo via. Este oro hacían elloB en hojas muy del
desampararon, é llevaron lo que pudieron, que era gadas para carátulas é para poderse asentar sobre
gente bestial que no tenia discreción para escojer botumen que ellos facían ; y si asi no fuera no se
donde hurtar, que los que vivían á la marina era asentara de otra manera ; facian para asentar en la
maravilla cuan bestialmonto vivian, las casas lionas caboza é para colgar on las orejas ó narices, é para
do yerba en derredor y de humillad, que oramaravi- todo lo facian delgado, quo así era menester, é ellos
11a como vivian ; fallaron alli muchaB cosas do los no tenían nada de ello por riqueza ni cosa de gran
christianos', asi como una almalafa muy gentil, la valor, salvo por bien parecer.
qual nunca se habia descosido de como so habia lle Dijo el Guacanari por senas, como mejor él pudo,
vado de Castilla, é calzas, ó una azuella do la nao quo dijesen al Almirante como él estaba ansí heri
que el Almirante allí habia perdido ol otro viaje, é do, que lo viniese á ver ; é luego como ol Almiran
pedazos de patio, é otras cosas,é aun hallaron las co te llegó los sobredichos le contaron todo lo dicho, é
sas quo tenían guardadas, en una esportilla muy co otro dia do mañana acordó el Almirante de ir allá,
sida é á mucho recaudo una cabeza de hombre muy al qual lugar llegó con los que iban con él dentro de
guardada, é creyeron que seria la cabeza de alguno tres horas, que la jornada era tres leguas y aun me
que tenían por reliquia de padre ó madre, 6 de al- nos desdo donde estaba la flota fusta allí, 6 cuando
gnn Roy, ó por alguna costumbre de la tierra ; de alli llegaron era hora de comer , é ol Almirante co
alli el Almirante se volvió y los que con él iban, por mió antes de salir en tierra, é luego mandó que todos
dondo estaba la villa, y halló muchos indios que se Iob capitanes viniesen con sus barcos para ir en tier
habían asegurado con los que quedaron allí, cavan ra, porque ya esa mañana antes que partiesen de
do, buscando si los christianos oviesen dejado oro donde estaban habia venido el hermanó de Guaca
escondido, é con otros christianos de la flota quo alli nari, y habia hablado con el Almirante á darle prie
habian quedado, é habían resgatado con ellos oro sa que fuese dondo estaba el dicho Guacanari ; alli
fasta un marco, é habian mostrado donde estaban fué el Almirante á tierra é toda la mas gente de pro
muertos once hombres de los christianos cubiertos con él , tan ataviados que en una ciudad principal
ya de la yerba que habia crecido sobre ellos, é todos parecerían bien; llevó algunas cosas para le presen
aquellos indios hablaban por una boca, que Caona tar, porque ya habia recibido de él alguna cantidad
boa c Mariema los habian muerto; empero afirma de oro y era razón responder con la obra y voluntad
ban y decian que los christianos tenia cada uno tres que él habia mostrado. El dicho Guacanari , tenia
ó quatro mujeres, de donde se creyó quel mal que les asi mismo para le hacer presente aparejado; é cuan
vino á aquellos christianos quo. alli sin dicha habian do el Almirante llegó con los capitanes é gente de
quedado, fué por su desconcierto, é por se envolver pro al lugar é casa donde estaba Guacanari, hallá
con las mujeres indias, los indios de zelos los ma ronlo echado en su cama como ellos la usan , col
taron, ó por algunas cosas de desaguisados que ha- gada en el aire hecha de algodón como de red , no
CRÓNICAS DE LOS REYES DE CASTILLA.
Be levantó, ealvo desde la cama hizo el semblante de tomado, que estaban cautivas en las islas de Caribi,
cortesía como él mejor supo : mostró mucho senti y eran las mas de ellas de las islas de Boriquen, é
miento con lagrimasen los ojos por la muerte de los aquel hermano del Guaoanari habló con ellas, y les
christianos, y comenzó á hablar con ellos mostran dijo lo que luego esa noche pusieron por obra, y es
do como mejor podía, como unos murieron de do que al primer sueño muy mansamente se echaron al
lencia é como otros se habían ido á Caonaboa , á agua, é se fueron á tierra, de manera que cuando
buscar la mina de oro, y que allí los habían muerto, fueron halladas menos iban tanto trecho que con las
y que los otros queso los habian venido á matar en barcas no se pudieron tomar mas de las quatro, las
Bu villa, é á lo que pareció en los cuerpos muertos quales tomaron al salir del agua ; fueron nadando
podía haber dos meBes que eran muertos é que ha una gran media legua. Otro dia de mafiana el Al
bía acontecido aquello. A osa ora presentó al Almi mirante envió á Guacanari le enviase aquellas mu
rante ocho marcos y medio de oro, é cinco ó seis la jeres, que la noche antes se le habian huido, y qua
brados de pedrería do diversas colores, é en un bo luego las mandase buscar, y cuando fueron hallarou
nete do la misma pedrería estaba un joyel, lo qual el lugar despoblado, que no hallaron persona en él.
le dio con mucha veneración. Estaban allí presentes Aquel dia estuvo la Ilota queda , porque el tiempo
el Dr. Chanca, vecino de Sevilla, y otro cirujano de era contrario para salir. Otro dia acordó el Almiran
la armada, y dijo el Almirante á Guacanari como te de mañana que fuesen todas las barcas á buscar
eran aquellos sabios para curar las enfermedades de puerto, é fueron por la costa buscando tierra de bue
los hombres, que les quisiese mostrar la herida, y él na disposición para hacer habitación: y también los
respondió que lo placía, para lo qual ol dicho Doc habitadores indios de por allí no se asoguraban do
tor le dijo que seria necesario si pudiese quo saliese los castellanos, é llegaron á un lugar á dondo todos
de casa, porque la casa estaba obscura que no se po eran fuidos, adonde hallaron fuera do las casas me
dría bien ver, lo qual él hizo luego, creo quesería tido en el monte un indio herido do una vara con
mas de empacho que no de gana, y arrimándose á una herida que resollaba por las espaldas, el cual
£1 salió fuera ; después de asentado llegó el ciruja no había podido huir mas lejos. Los indios de esta
no, é comenzó de desliarle; estonce dijo el Guaca Isla (Española, Haití por ellos llamada, pelean con
nari al Almirante que era herida hecha con piedra; varas agudas, las quales tiran con unas tiraderas co
después que fué desatado, llegáronle á tentar el Doc mo facen los muchachos acá en Castilla, con las qua
tor y el cirujano, y no tenia mas en aquella pierna les tiran muy lejos y asaz certero, que para geute
que en la otra , aunque él hacia del raposo que le desarmada pueden hacer harto daño.
dolía mucho. Ciertamente este caso puso á todos Este indio herido dijo al Almiranto que Caonaboa
mayor sospecha de la que tenian ; pero ni aun con y los suyos lo habian herido é habian quemado las
todo eso ningún hombro cuerdo se pudo bien deter casas de Guacanari ; asi que el poco entender que
minar para juzgar en este caso la verdad, porquetas les entendía, y las razones y notas, tenian confusos
razones eran tan ignotas, que ciertamente muchas al Almirante y á todos, que no podían sabor de cier
cosas había que mostraban haber venido gente con to cómo hubiese sido la muerte de los christianos.
traria. Asi mismo el Almirante no sabia qué se ha No hallaron en aquel puerto disposición saluda
cer, parociéndolo y á otros muchos, que por estonce ble para trazar pueblo; acordó el Almirante volver
hasta bien saber la verdad que so debia disimular, se por la costa donde había venido allí de Castilla,
porque después de sabido cada que quisiese se po porque la nueva del oro era facia allá. Fué el tiem
dría tomar enmienda. po tan contrario, que mayor pena les fué andar trein
Aquella tarde se vino con el Almirante a la flota, ta leguas que ir allá desdo Castilla, que en el tiempo
y mostráronlo caballos y cuanto allí había, de lo contrario é largueza del camino, ya eran tres meses
cual quedó muy maravillado como de cosa CBtrafia, pasados cuando descendieron en tierra ; plugo á
tomó colación en la nao y osa tarde se volvió á su Nuestro Señor que por la contrariedad del tiempo
casa; el Almirante lo dijo que quería habitar allí con quo no los dejo ir mas adelante , ovieron de tomar
él y que quería hacer allí casas, y respondió le pla tierra en el mejor sitio y disposición que so pudiera
cía, pero que el lugar era mal sano y húmedo, y tal cscojer, donde habia muy gran puerto y bueno , y
era él por cierto. Esto todo pasaba por intérprete de mucha pesquería , de la qual tenian mucha necesi
dos indios de los que habian venido con él en Casti dad por el cansamiento de las carnes, que no habia
lla, que andaban allí con el Almirante, y éstos ha en toda aquella tierra, la qual era muy gruesa para
bian quedado de siete que partieron do Sevilla, que todas cosas. Tenia junto un rio principal, y muy cer
los cinco so murieron en el camino , y aquellos dos ca otro razonable, de muy singular agua; allí comen
Be escaparon por maravilla, habiendo llegado á gran zó á edificar una ciudad, á la qual puso nombre ha
peligro. lda. Comenzóse á odificar una villa sobre la ribera
Otro dia estuvieron surtos en aquel puerto, y qui del mar , en muy lindo lugar, que un corral se des
so saber Guacanari cuando se partía el Almiranto, y lindaba con el agua con una barranca de peña taza
el Almirante le mandó decir que otro dia, é aquel da tal , que por allí no había menester defensa nin
dia vino á la nao el sobre dicho hermano suyo, é guna, la otra mitad estaba cercada de una arboleda
otros con él, y trujeron algún oro para resgatar. tan espesa, que apenas pudiera un conejo andar, á
En la nao había diez mujeres de las que se habian tan verde que en ningún tiempo del mundo fuego
DON FERNANDO E DONA ISABEL. 66?
le podía quemar. Comenzaron de sembrar hortalizas Hay que se vido infinito algodón de árboles perpe
y muchas cosas de las de acá, y orecian mas allá en tuos que lo dan , que son del tamafio de un duraz
ocho días, que acá en Castilla en veinte. Fecho allí no ; é árboles que llevan cera en color é en sabor y
el asiento y comienzo del pueblo, luego el Almiran arde tan bien como la de abejas, tal que no hay di
te se conoció con los capitanes 6 reyes de aquella ferencia mucha de una á otra. Hay infinitos árbo
comarca, quo ellos llamaban allá Caciques, é traían les do trementina muy singular y muy fina; hay
les de sus viandas, y venían allí continuamente mu mucha alquitara también muy buena; hay árboles
chos indios con oro, y á resgatar y cargados de maiz, que pareció á los físicos que allí iban que eran de
que es un buen manjar, y es como nabos, que se los que llevan nuez moscada ; salvo que estaban es
cria debajo de la tierra, del qual so hacen muchos tonce sin fruto, y juzgáronlo sor dello porque la sa
manjares en muchas maneras, el qual es muy cor bor y el olor de la corteza era como de nuez mos
dial manjar con que se mantienen allá las gentes en cada. Vldose una raiz de genjibre que la traía un
lugar de pan. Hay otro manjar que llaman ajes; tam indio colgada del pescuezo ; hay también lino aloe,
bién cría debajo de la tierra, y hay otro que llaman aunque no es de la manera dol que se ha visto aoá
castabi. Había alli otras muchas maneras de man en Castilla, pero no es de dudar que sea una de las
jares y frutas, todos muy diferentes de los de acá especies de lino aloe quo los dotores ponen. Vieron
de Castilla. también quo hay una manera de canela, empero no
Lo que de esta gente se pudo luego conocer fué tan fina como la que acá vemos, quo viene por la
que eran muy simples, sin letras de ninguno; no vía de Alejandría, é lo podría facer no ser tan fina
babian empacho de andar desnudos como nacieron, el defecto de no la saber cojer en tiempo ; ó por
como andan ; las mujeres, por la mayor parto tratan ventura críala así la naturaleza do la tierra ; tam
cubiertas sus vergüenzas recinchado una mantilla bién hallaron mirabolanos corinos, salvo que eston
de algodón en derredor de las caderas, é otras con ce estaban debajo del árbol, y como la tierra era
fojas de árboles ; sus galas de ellos é do ellas era muy húmeda, estaban podridos , y tenian el sabor
pintarse, unos de negro, otros de blanco y colorado, muy amargo, ó creyóse que sería del pudrimiento,
é de otras colores, é de tantos visajes que verlos era empero lo otro, salvo el sabor que es corrompido,
cosa para reir, las cabezas rapadas en lugares, y en es de mirabolanos verdaderos; y también almárti-
lugares con vedijas de tantas maneras que no se ga muy buena, hay también pimienta muy buena,
podia esoribir, é todo lo que hacen acá en la cabeza y quema dos veces mas que la que acá tomamos,
de un loco, el mejor de ellos lo habia allá en muy criase en arbolillos como de hortaliza, es floja , no
buena ventura que lo fioiesen en la suya. Lo que tan dura como ésta que acá viene por la vía de Ale
luego pareoió desta gente que si luego tuvieran len jandría, ó mayor un poco, la qual tienen los indios
gua á los castellanos con que los bien entendieran, por cosa muy medicinal y muy buena, é la siem
luego se querían tornar christianos ; é cuanto vian bran y cojen.
que facian los christianos, todo lo hacian ellos, é Es maravilla de como las gentos de todas aque
fincar las rodillas, poner las manos, decir el Fater llas islas no tienen ni poseen fierro, de las ferra-
noster, el Ave María é las otras devociones, é santi mientas que tienen de piedras muy agudas y hechas
guarse, é decian que querian ser ohristianos, puesto á maravilla, asi como hachas y azuelas é otras fer-
caso verdaderamente que eran idólatras, porque on ramientas con que se sirven y facen sus cosas. Sus
sus casas habia figuras de muchas maneras y todas mantenimientos son pan de raices que Dios los
muy disformes y feas , que parecían al diablo, las echó y dió on aquolla tierra en lugar de trigo, que
quales también tral an en las carátulas quo se tocaban trigo, ni centeno, ni cebada, ni avena, nin escafia,
y en los cintos de algodón ; y preguntándoles que nin piuizo, nin saina, nin mijo no hay allá, nin cosa
era aquello, decian que furey, que quiere decir cosa que se les parezca ; hay cazabi, que se coje en unos
dol cielo, y si les querían tomar aquellas figuras, di 'racimos como que quioren parecer al panizo , siuo
ctándoles quo era cosa áborreciblo, quo lo ochasen que son mucho mayores los granos ó mas blan
en el fuego, mostraban por ello tristeza, y parecia cos ; hay maiz,é ajes, é otros manjares é raices,
que tenian en aquello mucha devoción, y asi mismo con que han vivido fasta agora, y otras frutas y
pensaban, que cuanto los castellanos tenian y olios, mantenimientos salvajes é cosas que Dios allí los
todo habia venido del oielo, y á todo llamaban fu dió con que se crian y mantienen , y han criado y
rey, que quiere decir en su lengua cielo. Luego que mantenido desque Dios Nuestro Señor allí los echó.
allí asentaron é comenzaron de baoor población, se No habia cosa de mantenimientos hasta aquel tiem
tendió gente de los castellanos por aquella comar po que los castellanos fueron allá probar de las que
ca, é vieron en poco tiempo cosas por la tierra bien acá hay, ni que se lo pareciese; no habia habas, ni.
hazañosas que hay por allí, y vieron quo hay árbo garbanzos, ni yeros, ni lantejas, ni atramuces, ni
les que llovan lana, y harto fina y tal, que los que res do quatro piés, ni alimaña, salvo unos gozeos
uabian del arto deoian que se podrían hacer buenos pequeños, y aquellas utias , quo son como grandes
patios de ella, y de estos árboles hay tantos que so ratones, y son como entro ratones y conejos, y son
podian cargar carabelas de lana, aunque es trabajo muy buenas y sabrosas de comer, y tienen piés y
sa de cojer, porque los árboles son muy espinosos, manos como de ratón, y suben por los árboles ; son
empero bien se podia hallar injenio para la cojer. del tamaño de un conejo nuevo; los gozeos son
668 CRÓNICAS DE LOS BEYES DE CASTILLA.
blancos á prietos é de todos maneras de colores. Hay este mismo año de 94, que vinieron los navios de
lagartos y culebras , y no muchas , porque los co las Indias, dejando en la Española el Almirante y
men los indios, y facen tanta fiesta dellos, como nos la gente castellana en el pueblo comenzado de edifi
los castellanos de perdices ; son los lagartos de allá car, envió otra armada el Señor Don Juan de Fonse
como los de acá, en el tamaño , salvo que en la be- ca con refresco para la dicha gente de mucho pan,
chura Bon diferentes ; aunque en una isla pequeña é vino, ó vituallas , la qual fué á buen tiempo y les
que está junto con un puerto que se llama Monte hizo mucho provecho, é vinieron en marzo de 1494
Juan, donde la flota estuvo algunos dias, se vido los navios de las Indias, y volvió la armada con los
nn lagarto muchas veces de gordura do un becerro mantenimientos dende á pocos dias.
y tan cumplido como una lanza, y muchas veces sa El Almirante no echó en olvido la muerte de los
lieron por lo matar, y no podian con la espesura y treinta y nueve hombres que le mataron, é hizo su
huia y móflaseles en la mar. Otro si comen los in inquisición, y supo de los mismos indios quien los
dios allende de comer lagartos y culebras, cuantas había muerto, y entró por la tierra, y cautivó infi
arañas y gusanos hallan por el suelo, ansí quo pa nitos dellos, de los quales envió en la segunda vez
rece de su bestialidad mayor que la de ninguna bes que invió los navios quinientas ánimas de indios é
tia del mundo. indias, todos de buena edad , dende doce años hasta
Llevó el Almirante do este viaje diez y siete na treinta y oinco, poco mas ó menos, los quales todos
vios, como dicho tengo, en que iban cuatro naos y se entregaron en Sevilla al dicho Señor Don Juan de
trece carabelas, y mil y doscientos hombres de pe Fonseca, é vinieron ansí como andaban en su tierra,
lea para quedar allá prosiguiendo la posesión déla como nacieron , de lo qual no habían mas empacho
tierra, á para ejercitar y saber del oro lo cierto y que alimañas, los quales todos vendieron, y aprovo-
adquirirlo para el Boy é Beyna , quier por grado, charon muy mal, que murieron todos los mas, que
quier por fuerza, de los habitadores ; é llevó veinte no les probó la tierra.
y quatro caballos, é diez yeguas, é tres muías, é lle Ovo cisma entre el Almirante y algunos de los
vó puercos y puercas , becorros y cabras , y vacas y que fueron debajo de su mandado, que no le querian
ovejas, de todo un poco para criar, para lo qual la obedecer, y decian que habian engañado al Bey y
tierra fué muy conformo y aprovechable, y muy á la Beyna en les decir que había tanto oro, lo qual
mas sana que para los hombres. El Almirante ha afirmaban que no era verdad , y que si algo había
lda determinado una vez de enviar los navios en que seria mas el gasto que se pondría en buscar y
Castilla antes de ir á buscar las minas del oro, se sacar ; muchos creyeron esto acá en Castilla y ovo
gún el aviso que tenia de los indios, la una en Ci muy grandes morinuraciones contra el Almirante,
liar), que es una provincia donde hay mucho oro, y y él como soberano sobre ellos, envió presos algunos
la otra en Atti, tierras del Boy Caonoboa, que era dellos, asi como á Fermín Zedo , vecino de Sevilla,
muy poderoso en aquella tierra, los finales hallaron que había ido por maestro para conocer y apurar ol
muchas muestras donde se podia hallar mucho oro, oro, el qual hacia escarnio del oro, y él y otros de
é en mas de cinquenta ríos ó arroyos ó fuentes ha cían que aquel oro que aquellos indios poseían é
llaron quo había mucho oro, y so podia cojer, y tru- daban al Almirante, quo lo tonian de mucho tiem
jeron muestras do todas partes, y creyendo que ca po, ó lo habian habido sucesivamente de sus ante
vando la tierra bien honda se hallaría mucha can cesores; é envió preso á Bernardo de Pisa, alguacil
tidad de oro, pnes que en las arenas do los arroya de la corto, y á otros muchos, y los entregaron en
deros del agua so hallaban, y pues quo los indios Sevilla presos; y de aquí se siguieron muchas di
no cavaban mas en hondo la tierra de un palmo, sensiones contra el Almirante , y todas á muy gran
que no tenían con qué ni lo hallaban. Esto sabido, sinrazón, según pareció la verdad. Esto acaeció des
' el Almirante despidió los navios para acá para Cas pués que él vino de descubrir la tierra firmo do la
tilla, y dejó allá los quo vido que eran necesarios parto del austro, donde se engorró y tardó allá qua
quedar, y envió el oro que mas pudo haber al Bey tro 6 cinco meses del año de 94.
y á la Beyna, é vinieron los navios á Cádix, donde
fasta que el Sr. Obispo Don Juan de Fonseca fué, CAPÍTULO CXXI.
no osaron salir á tierra fasta le entregar el oro, y
donde en adelante se tuvo esta forma : que todos De como el Almirante fué por la tierra i bascar el oro i la pro
los navios que venían de las Indias venían á Cádix vincia de Cibao, y lo que le pareció de la tierra, e de ia forta
leza que bizo.
y allí entregaban lo que traian al dicho Señor fasta
que Sus Altezas lo pusieron en otros negocios mas Después de partidos los navios en quo fué la di
altos que no éste, y lo subieron en honra como lo cha armada de la ciudad Isabela, comenzada de
él merecía, de Einbaxador entro Sus Altezas y el fundar, los quales vinieron debajo de la capitanía
Emperador y Flándes sobre los casamientos de sus de Antonio de Torres, hermano dol, ama del Princi
fijos, y le hicieron Obispo de Badajoz, é después de pe Don Juan, que partieron de la dicha ciudad Isa
Córdoba, é después de Valencia, de bien en mejor, bela á 3 de Febrero del año de 94, el Almirante dio
y todo bien empleado ; é después que este Señor priesa en fortalecer la ciudad, y en aderezar las co
dejó el cargo de las armadas y receptoría del oro, sas que para allá convenían para remediar las vi
ovo otras formas y ordenamiento en lo recibir. En das, y la vivienda de toda aquella gente que allá
bOto FERNANDO i DONA ÍSABE£. m
quedó, y fecho algo dello á 12 de Marzo se partió pues que tienen en mas estima el latón cien veces
con toda la gente qne fué menester, de á pié é de á mas que el oro. Ansí que recibidos los dos granos
caballo, para ir á ver la provincia de Cibao, que es del viejo, el Almirante le dio un cascabel , el qual
tá de la ciudad 18 leguas, al auBtro de la dicha ciu recibió en tanta estima como si recibiera alguna
dad, y atravesó vegas y puertos, é fué é halló la di buena villa, y dijo al Almirante que eran pequeños
cha provincia, é hizo caminos llanos algunos puer aquellos á comparación do otros que habia en su
tos, é fizo allá una fortaleza en Cibao , en que puso tierra, que era cinco leguas de allí, y figuró en pie
gente, alcayde y maestros para el edificio é para po dras tamañas como una nuez , é dijo que tamaños
der señorear la gente dolía. Cibao es nombre de granos de oro habia él hallado é mayores, y otros fi
provincia, como ya es dicho, y quiere decir Pedre guraban que habia granos tamaños como naranjas,
gal, porque es áspera, tierra de cabezos y montañas y mayores se hallaban algunas veces ; otros de
muy altas, llenas de piedras todas ó la mayor parte cían, que entre ellos se habían visto tan grandes
dellas, no muy agrias, y sin árboles, mas no sin como una piedra, que señalaban, que pesaría media
yerbas, ca es tierra muy fértil de mucha yerba, la arroba , en fin , de los que se vido fasta entonces
cual es toda como grama, y mas espesa é mas alta hubo grano de ocho castellanos.
que alcacel, y en algunas partes hasta las sillas de Los indios , allende de ser gente bestial son pe
los caballos, y así está continuamente espesa si no rezosos y malos trabajadores , porque su hábito lo
la queman ; debajo de la qual todas aquellas mon hacia manifiesto , porque el invierno que allá se
tañas y cabezos son llenas de guijarros grandes y siente hace asaz frió, aunque no hay lana hay mu
redondos como en una ribera 6 playa, é todos ó la cho algodón, de que se podrían vestir "y hacer mu
mayor parte son azules. Esta provincia es toda tier cha ropa é repararse, é déjanse andar asi como
ra muy fuerte é dofensible, templada é sanísima, y bestias por pereza, sufriendo en sus personas el frió
en ella llueve muy amenudo ; al pié de cada cabezo y el calor.
hay un arroyo y un rio chico ó grande, según la Volvió el Almirante á la ciudad Isabela desde
montafia; y el agua es delgada y sabrosa, fria y no Cibao, é dejada en conciorto la gente, aderezó de irá
cruda, como otras aguas quo dañan é hacen mal á descubrir la tierra firme do las Indias , pensando
la persona, é esta agua es como medioinal, que que hallar por aquella via la grande y muy riquísima
branta la piedra de los riñónos, é muchas personas ciudad del Catayo, quo os del gran Kan.
se sintieron muy bien é sanos con ella. En todos
aquellos cabezos é arroyoB hay mucho oro y todo CAPÍTULO OXXIII.
en granos.
Como fué i descubrir el Almirante.
CAPÍTULO CXXII. Partió el Almirante á doscubrir la tierra firme de
las Indias á 24 dias del mes de Abril del dicho año
De los granos de oro y experimentos de él, é de cómo los indios de 1494 : dejó en la ciudad por presidentes ásu her
los cogían.
mano é un frayle, que se decía Fr. Benito , y ordo-
La fortaleza que el Almirante hizo en Cibao lla nado lo que cada uno habia de hacer ; partió con
móla Santo Thomát , y al tiempo que allí estuvo tros carabelas de vela redonda, y en pocos dias lle
edificándola vinieron muchos indios con gana do gó al muy señalado puerto de San Nicolao, el qual
cascabeles y otras cosillas, de lo qual no se les daba está en la Isla Española frontero del cabo de Alfae-
nada hasta que trujesen oro, y como esto so les de- to, quo es en la Juana, que él judgaba por isla y es
cia, corrían á la ribera y en menos do una hora traia tierra firmo, fin y cabo do ¡las Indias por el Oriente,
cada uno de ellos una hoja ó un caracol lleno de y enderezó al dicho cabo, llegó áél é dejó de seguir
granos de oro, y un indio viejo trujo dos granos de la costa de la tierra del Septentrión , por donde el
peso de tres castellanos, que fasta entonces el Al viaje primero habia andado, y navegó al Poniente
mirante no habia visto tan grandes, salvo uno que corriendo la otra costa de la parte del austro, las
le habia presentado Cuacarían, quo habia enviado qualos costas van ansí ambas al Poniente, desvián-
con el capitán Antonio de Torres al Bey y á la Rey- - dose la una del Polo Ártico y la otra acercándose á
na, con otros menudos qne les envió ; empero los él por la anchura de la tierra, que comienza por
mas de ellos fueron fundidos, creyendo á Fermin angosto y va subiendo al Septentrión por la parte
Zedo, que estaba allá por hombre de mucho saber del Austro, dejando la tierra de la Juana sobre la
en el oro, el qual erró en esto destos granos, porque mano derecha ; navegó pensando dar la vuelta al
eran de nacimiento y no fundidos, como él dijo, y rededor y correr después de ver el cabo la via do
después se supo lo cierto que Fermin Zedo sabia su deseo, que era buscar la provincia y ciudad del
muy poco en ello , que también dijo al Almirante Catayo, diciendo que la podia hallar por allí, que es
de unos granos que habia entre los otros, que eran en el señorío del gran Kan, la qual se lee, según di
de oro bajo , que habia sido falsificado con latón, ce Juan de Mandavilla y otros que la vieron , que
de que no supo lo que dijo, y también andaba erra es la mas rica provincia del mundo, y la mas abun
do porque supo que aquello procedía de la mina dosa de oro y plata, y de todos mótales y sodas;
donde nació; ni es de creer que los indios aunque pero son todos idólatras y gente muy agudísima, y
supiesen fundir que mezclasen el latón con el oro, nigromántica, y sabia en todas artes é caballerosa.
670 CRÓNICAS DE LOS REYES DE CASTILLA.
é dolías escriben machas maravillas, según cuenta Mediterráneo, é dende á Cádiz. El viaje bien se pri •
el noble caballero inglés Juan de Mandavilla, que diera hacer desta manera, empero muy peligroso por
lo anduvo ó vido é vivió con el gran Kan algún la tierra, porque todos son moros dende Etiopía á
tiempo. Quien de esto quisiere saber lo cierto lea en Jerusalen, empero él pudiera ir por la mar todavía,
su libro en el 85, 87 y 88 capítulos, é allí verá como ir desdo allí fasta Calicud, que es la ciudad que sa
la ciudad de Catayo es muy noble ó rica , é como la lieron los portugueses é la descubrieron, y para
provincia suya tiene el nombre de la ciudad. La no salir por tierra sino todavía por agua, él habia da
qual provincia é ciudad es en las partidas do hacia volver por el mismo mar Océno rodeando toda la Ly-
cerca délas tierras del Preste Juan de las Indias en bia , que es la tierra de los negros, é volver por don -
la parte que señorea y mira al Norte, por donde el de vienen los portugueses con la especería de clavo
Almirante lo buscaba. Yo digo quo habia menester á Barta, que después de haber andado el Almirante
muy grande distancia do tiempo para lo hallar, trescientas veinte é dos leguas á quatro millas cada
porque el gran Kan fué antiguamente Señor de los una, ansí como acostumbran en la mar, desde el ca
Tártaros ; y desde la Oran Tartaria, que es en los bo de Alfaeto, se volvió sino por el camino donde
confínes de Buxia é Bahía, ó podemos decir que se había ido cuando pasó por aquel cabo de Alfaeto,
comienza la Gran Tartaria desde Ungrla, que son que está al comienzo de la tierra Juana, puso allí
tierras que están mirando desde esta Andalucía por columnas de cruces, tomada la posesión por sus
el derecho á donde sale el sol en el mes de los ma Altezas , é fué muy bien fecho , pues remaneció ser
yores dias del alio, ó por aquel derecho solían ir los el estremo cabo é puerto, que debéis saber aquel
mercaderes en aquella tierra, que por la banda quo es estremo cabero, cabo de la tierra firme del Po
el Almirante buscaba el Catayo, es mi creer que con niente , el cabo de San Vicente, que está en Por
otras mil é docientas leguas, andando el firmamento tugal, enmedio de los quales cabos ambos se con
de la mar ¿ tierra en derredor no llegare allá , y ansí tiene todo el poblado del mundo, que por tierra
se lo dijo é hice entender yo el afio de 1496, cuan desde el cabo de San Vicente podrá ir siempre á Le
do vino en Castilla la primera vez después de haber vante sin pasar ninguna cosa del mar Océano hasta
ido á descubrir, que fué mi huésped é me dejó algu llegar al cabo de Alfaeto ó desde Alfaeto, por la
nas escripturas, en presencia del Señor Don Juan contra, venir fasta el cabo de San Vicente por
de Fonseca, de donde yo saqué y cotéjelas con las tierra firme á quien Dios ayude en el viaje.
otrss quo escribieron el honrado soñor el Dr. Anca
ó Chanca y otros noblos caballeros que con él fue CAPÍTULO CXXIV.
ron en los viajes ya dichos, que escribieron loque
vieron, de donde yo fui informado, y escribí esto De como el Almirante llegó i tierra donde los irboles llevan dos
de las Indios, por cosa maravillosa é hazañosa, que veres (ruto, é del pescado é serpientes que bailaron, é como fue
ron i la Isla de Jamaica.
Nuestro Señor quiso demostrar en la buena ventura
é tiempo del Rey Don Fernando é de la Reyna Doña Tornando á proseguir é recontar mas amenudo
Isabel, su primera mujer. las islas é tierras é mares que el dicho Almirante
Ansí que el Almirante pensando que la Juana era descubrió de aquel viaje, siguió por la mar, como di
isla, andubo mucho por la costa della, y pregunta cho es, dejando la tierra firme á la mano derecha,
ba á los indios si era isla ó tierra firme, y como ellos fasta un puerto muy singularísimo, al qual llamó
son gente bestial y piensan quo todo el mundo es Puerto grande. En aquella tierra los árboles y las
isla y no saben qué cosa sea tierra firme, ni tienen yerbas liovan dos veces en el año fruto, esto se supo
letras ni memorias antiguas, ni se deleitan en otra y experimentó por verdad, de los quales muy suaví
cosa Bino en comer é en mujeres, decían que era isla, simo olor salía, que alcanzaba en gran parte á la
empero algunos lo dijeron que no la andaría en qua- mar. En aquel puerto no habia población, é como en
renta lunas, é miontras mas seguían la costa, mas traron en él vieron á mano derecha muchos fuegos
los echaba la tierra al Austro; quo él bien pensó dar juntos con el agua, y un perro y dos camas sin per
vuelta á la Juana y volver al Poniente , é dende al sonas; deseindieron en tierra é hallaron mas de qua
Septentrión donde pensaba hallar la noble ciudad é tro quintales de peces en asadores al fuego , é co
provincia riquísima del Catay, é ovo por fuerza de nejos, é dos serpientes, é allí en muy cerca estaban
seguir aquella banda por donde la tierra lo desvia puestas á los pies de los árboles en muchos lugares
ba de sí, é descubrió por aquella vía la isla de Ja machas serpientes, las mas asquerosas é feas cosas
maica, y volvió á seguir la costa de tierra firmo se que los hombres vieron, é todas cosidas ; los bocas
tenta dias andando por ella, hasta haber pasado i es eran todas de color de madera seca, y el cuero de
tar muy cerca al Áurea ó Forneso, á donde tomó la todo el cuerpo muy arrugado, en especial en la ca
vuelta por temor de los tiempos y por la grandísima beza, que les descendía sobre los ojos, los cuales te
navegación é mengua de mantenimientos, é de allí nían venenosos y espantables , é tedas eran cubier
le vino en mente, que si próspero se hallara, que pro tas de conchas muy fuertes como un peze do esca
bara á volver á España por Oriente, viniendo por el ma; é desde la cabeza hasta la punta de la cola por
Ganges, y dende al Seno Arábico.é después por Etio medio del cuerpo tenian unas conchas altos é feas
pia, é después pudiera venir por la tierra á Jerusa- é agudos como puntas de diamantes; é mandó el Al
len , ó dende á Jopha, y embarcar y entrar en el mar mirante tomar el pesondo, coa que ovo refresco la
don Fernando É DONA ISABEL. «1
gente, i áespuea andando bascando puerto con la canoas todas cargadas de gente y varas por armas,
barca, vieron del cabo de nn cerro mucha gente des una legua á la mar, en son y forma de pelear, y el
nuda á la costumbre de allá , y haciéndoles seriales Almirante con sus tres carabelas y gente no dio por
que se llegasen, allegóse uno y fabló un indio que ellos nada, é siguió todavía el camino de la tierra,
el Almirante llevaba por intérprete de los que ha é desque esto vieron, ovieron miedo é volvieron hu
bían venido á Castilla, que entendía ya bien el cas yendo, y el Almirante tuvo forma con su carabela
tellano, y entendía también á los indios , é el indio é faraute, como una de aquellas canoas se aseguró
estrafio fablaba desde encima de nna piedra, é co c vino & él con la gente , é dióles vestidos é otras
mo entendió al otro aseguróse é llamó á la otra gen muchas cosas que ellos tuvieron en gran precio, é
te, que era obra de setenta hombres, los quales dije dióles licencia que se fuesen, y él fué á surjir á un
ron que andaban cazando por mandado de su cazi- lugar que puso nombre Santa Gloria, por la estrema
que para una fiesta que querían facer, y el Almiran hermosura de su gloriosa tierra, porque ninguna
te les mandó dar cascabeles é otras ensillan, é man comparación tienen á ella las huertas de Valencia,
dóles decir que perdonasen que él habia tomado el ni de otra parte, y esto es en toda la isla ; y dur
pescado é no otra cosa, é holgaron mucho cuando mieron allí aquella noche, y otro dia en amanecien
supieron que no les habia tomado las serpientes , é do fueron á buscar puerto cerrado para despalmar y
respondieron que fuese todo en buen horn, que ellos adobar los navios, y andando al Poniente quatro le
pescarían mas á la noche. Salió de allí otro dia an guas, hallaron un singularísimo puerto , y el Almi
tes que saliese el sol , siguió al Poniente la costa de rante envió la barca á ver la entrada, é salieron á
la tierra, la qual veian ser muy fermosa é muy po ella dos conoas con mucha gente y le tiraron mu
blada tierra, y como veian tales navios, venian á las chas varas, empero luego huyeron desque vieron re
playas á ver mucha gente é niños chicos y grandes, sistencia, pero no tan presto que no recibieran cas
trayéndolea pan y cosas de comer , corriendo mos tigo, y el Almirante entró en el puerto y surgió, y
trando el pan y las calabazas llenas de agua, llaman vinieron tantos indios sobre él que cubrían la tier
do «comed, tomad, gente del cielo», y rogábanles ra, y todos teñidos de mil colores y la mayor parte
que descindieran y fuesen á sus casas , y otros ve de negro, y todos desnudos á su uso, y traian plu
nian en canoas á lo mismo, ansi navegaron fasta un majes en las cabezas, de diversos maneras, y traian
golfo donde habia infinitas poblaciones, y las tier el pecho y el vientre cubiertos con hojas de palma,
ras y campos eran tales, que todas parecían huertas dando la mayor grita del mundo, y tirando varas,
las mas famosas del mundo y todos tierras altas é annque no alcanzaban; y en los navios tenían nece
montañosas ; surjíeron allí y la gente de la comarca sidad de agua y de lefia allende de adobar los na
luogo vinieron, étrajéronles pan y agua y pescado; vios; y el Almirante vio que no era razón dejarlos
y luego otro dia siguiente en amaneciendo partie en aquella osadía sin pena, porque otra vez no se
ron de allí, é andando hacia un cobo, después deter atreviesen ansi. Arrimó todas tres barcas, porque
minó el Almirante dejar aquel camino y aquella las carabelas no podian andar y llegar donde ellos
tierra y navegaron en busca de la isla Jamaica al estaban por el poco hondo, y porque conociesen las
Austro, y en cabo de dos dios y dos noches allega armas de Castilla allegáronse cerca dellos con las
ron á ella con buen viento é fueron á dar en el me barcas y tiráronles con las ballestas y desque los pi
dio dolía, la qual es la mas fermosa que los ojos vie. caron bien, y comenzaron de coger miedo, saltaron
ron, ella no es montañosa, y parece que llega la tier en tierra á ellos despeldando tiros, y como los indios
ra al cielo, es muy grande, mayor que laCicilia, tie vieron que los castellanos descindicron á ellos, dio-
ne en cerco ochocientas millas, y es toda llena de ron todos los indios á huir, hombros y mujeres, que
valles é campos é planos; es fértilísima ultra modo, no pararon ninguno en toda la comarca, é un perro
que ansi á la lengua del mar como en la tierra aden que soltaron de un navio los seguia é mordía, é les
tro toda es llena de poblaciones y muy grandes y fizo gran daño, que un perro vale para contra los in
muy cerca unos de otros á quatro leguas; tiene ca dios como diez hombres. El dia siguiente antes del
noas mas que en ninguna otra parte de por allí, y sol salido, volvieron seis hombres de aquellos in
las mas grande que fasta entonces habían visto, to dios á la playa, llamando y diciendo al Almirante
das de un tronco como dicho es, enteras de un árbol, que aquellos Caciques todos le rogaban, que no se
y cada Cacique de todas aquellas partes tiene una fuese, que los querían ver é traer pan é pescado á
canoa grande de que se precia de tener una nao frutas ; al Almirante le plugo mucho de la embaja
grande y fermosa; ansi traen labradas aquellas ca da, é ficieron su amistanza é seguro, é vinieron los
noas en proa y popa á lazos y pinturas, que es ma Caciques é muchos* indios á él, é trujáronle muchos
ravilla la fermosura dolías; en una de aquellas gran mantenimientos con que refrescó mucho la gente,
des midió el Almirante noventa y seis píes de luen é estuvieron muy abundosos de todo todos los dias
go y ocho pies de ancho. que allí estuvieron, y los iudios quedaron muy con
tentos con las cosas quo el Almirante les dio; é ado
CAPÍTULO CXXV, bados los navios é descansada la gente partieron
De li isla Jamaica. de allí.
Ansi como el Almirante llegó cerca de la tierra
de Jamaica, luego salieron contra él bien setenta
M CRÓNICAS DE LOS ÉEYES DE CASTILLA.
corrían los navios por aquellos majes1 que parecía
CAPÍTULO CXXVI. que volaban ; y llegaron el dia de Pascua de Espí
ritu Santo do 1494 á posar á la costa de tierra firme,
De muchas islas que se descubrieron. á un lugar despoblado, y no por destemperanza del
Partió el Almirante con sus tres carabelas de Ja cielo ni esterilidad de la tierra ; y en un grande pal
maica, y navegó treinta y quatro leguas facía el Pu mar de palmas que parecía que llegaban al cielo;
niente, fasta el golfo de buen tiempo, é allí ovicron allí en orilla de la mar salían de la tierra dos ojos
los vientos contrarios para seguir la costa adelante de agua do debajo de ella, tan grandes que en el
de la dicha isla de Jamaica, de la qual bu calidad ahujero cupiera una gorda naranja , y venia esto
era bien conocida y vista que no Labia en ella oro en alto con ímpetu, cuando la marea era decrecien
ni metal ninguno, aunque do lo otro era como nn te; era tan fría y tal y tan dulce, que no la habrá me
paraíso, y por mas que oro tenida ¡ficieron del vien jor en el mundo ; y este frío no es salvaje como
to contrario bueno y volvieron á la tierra firme de otros que dafian el estómago, sino sanísimo ; y des
la Juana con propósito de seguir la costa de ella que cansaron allí todos en las yerbas do aquellas fuen-
habían dejado por sabor cierto si era tierra firme ; ó tos, y al olor de las flores, que allí se sentía maravi
fueron á parar á una provincia que llaman Macaca, lloso , y al dulzor del cantar de los pajaritos, tantos
que es muy fermosa, y fueron á surjir á una pobla eran y tan suaves, y la sombra de aquellas palmas
ción muy grande, el Cacique de la oual ya conocía tan grandes y tan fermosas, que era maravilla ver
al Almirante y las carabelas de antes que fuesen á lo uno y lo otro. Allí no parecía gente ninguna, em
esta jornada, que allegaron por aquella costa las pero señal había do andar gente por allí, que habia
idas de la primera vez que el Almirante fué é des señales de ramas de palmas cortadas. De allí el Al
cubrir, que todos los Caciques de aquella tierra lo miranto entró en una barca y fué con ella y con loa
supieron , é fué toda aquella tierra é islas alborota otras á ver un rio al Levante de allí una legua, y
das de tan nueva cosa é navios, é todos decían que hallaron el agua tan caliente que escasamente se
eran gente del cielo , no embargante que él no ha sufría la mano en ella; y anduvieron por él arriba
bía navegado á aquella costa, salvo la otra del Sep dos leguas sin hallar gente ni casas , y siempre 1»
tentrión; y llegados alH el Almiranto envió presen- tierra era en aquella hermosura y los campos muy
tos al dicho Cacique do las cosas que ellos allá te verdes y llenos de infinitas uvas y tan coloradas co
nían en mucho precio ; y el Cacique les envió buen mo escarlatas, y en toda parte por allí habia el olor
refresco, y á decir como le conocían y al Almirante de las flores y el cantar de los pájaros muy suave,
por oidas, y conocían ii su padro do Simón , un in lo qual todos vieron y sintieron on cuantas islas por
dio que el Almiranto había traído á Castilla é dado allí llegaron, y porque oran tantas que no se podían
al Príncipe Don Juan ; y el Almirante descindió en en singular nombrar cada una, púsoles el Almiran
tierra y preguntó al dicho Cacique y á los indios de te por nombro el Jardín de la Reyna. Y el dia siguien
aquel lugar, si aquello era tierra firme ó isla; y él te, estando el Almirante en mucho deseo de haber
con todos los otros le respondieron que era tierra in lengua, vino una canoa á caza de peces, que así lla
finita do que nadio habia visto al cabo, aunque era man ellos, caza, quo cazan con unos peces otros, que
isla. Esta era gente muy mansa, y desviada de ma traían atados unos peces por la cola con unos cor
los pensamientos ; hay diferencia en gran mane deles, y aquellos peces son de hechura de congrios
ra de esta gente do esta tierra Juana, á las otras de y tienen la boca larga, toda llena de sosas, ansí co
todas las islas comarcanas, y eso mesmo hay en las mo de pulpo, y Bon muy osados, como acá los uro-
aves, y en todas los otras cosas , que estas do esta nes, é lanzándolos on el agua ellos van á pegarse á
isla Juana son do mejor condición é mas mansas. cualquier peco, de ostos en ol agua non los despe
Otro dia partieron do allí é navegaron al Septentrión garán fasta que los saquen fuera , antes morirá, y
declinando al noroeste siguiendo la costa de la tier es pece muy ligero, y desque se apega , tiran por el
ra ; á oras de vísperas vieron de lejos que aquella cordel muy luego en que lo traen atado, y sacan ca
costa volvía al Poniente y tomaron aquel camino da vez uno, y témanlo en llegando á la lumbre del
por atajar, dejando la tierra a mano derecha. Otro agua, ansí que aquellos cazadores andaban muy
dia al salir el sol miraron de encima del mastelero desviados de las carabelas y el Almirante envió las
y vieron la mar llena de islas á todos cuantro vien barcas armadas y con arte que no les fuyesen á tier
tos: y todas verdes y llenas de árboles, la cosa mas ra, y llegados á ellos, les hablaron todos aquellos ca
fermosa quo ojos vieron, y el Almirante quisiera zadores como corderos mansos sin malicia, como si
pasar al Austro, y dejar estas islas á la mano dere toda su vida los ovieran visto, que se detuviesen
cha, mas acordándose haber leído que toda aquella con las barcas, porque tenían uno de estos peces pe
mar es asi llena de islas, y Juan do Mandavílla di gado on fondo á una grande tortuga, fasta que la
ce que en las Indias hay mas de cinco mil islas, de. oviesen reuojido dentro en la canoa, y así lo hicie
terminó de andar adelante, y no dejar la vista de la ron, y después tomaron la canoa, y á ellos con qua
tierra firme de la Juana y ver lo cierto si era isla ó tro tortugas, que cada una tenia tres codos en luen
no, y cuanto mas andaban mas islas descubrían ,y go, é los trujeron á los navios al Almirante ; y allí
día se fizo anotar 164 islas, y ol tiempo para nave aquellos le dieron nuevas de toda aquella tierra á
gar entre ellas siempre se lo dio Dios bueno, que ¡Blas, y de su cacique , que estaba allí muy cerca,
don FERNANDO É DONA tSAÜÉL. tfá
que los había enviado á cazar , y rogaron al Almi hay acá, cantando por fiesta, creyendo que aquella
rante que se fuese allá, y que le harían gran fiesta, gente y navios venían del cielo ; y aunque el indio
y diéronle todas quatro tortugas , y él les dio mu intérprete que llevaba el Almirante les decia que
chas cosas de las que llevaba, con que fueron muy era gente de Castilla, creían que Castilla era el cie
contentos , y preguntóles si aquella tierra era muy lo, y que el Bey y la Reyna Señores de aquellos
grande, y ellos respondieron que al Poniente no te navios cuya era aquella gente, estaban en el cielo.
nia cabo, y dijeron que toda aquella mar al Austro Llámase aquella provincia Ornophay ; llegaron allí
é Poniente era llena de islas, é dióles licencia; y ellos una tarde y habían andado en poca agua , y allá no
le preguntaron cómo se llamaba, y ellos le dijeron pudieron hallar hondo, y el viento de la tierra loa
el nombre de su Cacique, y volvieron á su ejercicio echaba fuera y estuvieron una noche allí á la cuer
de pescar. da pairando, que no les pareció una hora de mano
por el suavísimo olor que de la tierra venia, y el
CAPÍTULO CXXVII. cantar de los pájaros y de los indios , que era muy
maravilloso y contentable ; allí dijeron al Almiran
De la tierra donde los hambres comen perros , j los engordan te que adelante de alli era Magon, donde todas las
con pescado para ello , é del suavísimo olor de la tierra. gentes tenian rabo, como las bestias ó alimañas, y
Partió el Almirante de alli, por entre aquellas is que á esta causa los hallarían vestidos, lo qual no
las por las canales mas navegables, siguiendo al era ansí, mas parece que entre ellos hay este crédi
Poniente, no se desviando de tierra firme, y des to de oídas, y los simples dellos lo creen ser ansí
pués de con buen tiempo haber andado muchas le con su simpleza, y los discretos creo yo que no lo
guas , falló una isla grande y al cabo de ella una creerán , porque parece que ello fué dioho primera
gran población; y aunque las carabelas llevaban mente por burla, faciendo escarnio de los que an
buen tiempo, surjieron allí y fueron ó tierra; mas daban vestidos, como dice Juan de Mandavilla en
no hallaron persona alguna, que todos huyeron y el 74 cap. de su libro, que en las Indias en la pro
dejaron el lugar ; creyóse ser gente que se gober vincia de la Moré todos andan desnudos como na
naba de pescados ; alli hallaron infinitas conchas de cieron, y que hacen burla de los que andan vesti
tortugas que tenían por aquella playa ; alli halla dos ; y dicen que es gente que no oreen en Dios,
ron todos juntos quarenta perros, no grandes ni que hizo á Adán y á Eva nuestros padres , el qual
muy feos : no ladraban , parecía estar criados á pes los hizo desnudoB, y dicen que de lo que es natural,
cado, y cebados. Supieron como los indios los co ninguno debe haber vergüenza ; y ansí los de esta
mían, y que tienen tan buen sabor como acá cabri provincia de Ornophay, como ellos todos andan
tos en Castilla, porque algunos castellanos los' pro desnudos, hombres y mujeres, facen escarnio de
baron. Tenian allí aquellos indios muchas garzotas los que oyen decir que andan vestidos, y el Almi
mansas, é otros muchas aves, é el Almirante man rante supo ser burla, que si algunos donde ellos de
dó que no les tomasen ninguna cosa , y partióse de clan andan vestidos, tampoco tienen rabo, como
allí con sus navios, y luego hallaron otra isla ma ellos dijeron. Dijeron allí también al Almirante que
yor que aquella , y no curaron de ella , mas ende adelante había islas innumerables y poco hondo, y
rezaron á unas montañas que vieron muy altas de que el fin de aquella tierra era muy lejos, é tanto
la tierra firme, que estaban de allí catorce leguas, que en quarenta lunas no le podría llegar á cabo ; y
y allí hallaron una gran población , y el Cacique y ellos fablaban según el andar de sus canoas, que es
los demás habitadores de muy buona conversación, muy poco, que una carabela andaría mas en un día,
y de muy buen trato, y allí dieron muy buen re que ellos en siete.
fresco al Almirante y á su gente de pan y frutas y
agua ; y preguntóles el Almirante si aquella tierra
CAPÍTULO CXXVIII.
se andaba mucho al Poniente adelante , y respondió
el Cacique, que con otros viejos de su tiempo que De la mar blanca.
lo sabían, cá era hombre viejo, que aquella tierra Partió el Almirante de Ornophay el día siguiente
era grandísima y jamas oyó decir que tuviese cabo, con buen viento con sus carabelas, é cargó de velas,
mas que adelante sabría mas de la gente de Ma- é anduvo muy gran camino fasta que entró en una
gon, de la qual provincia ellos estaban comarcanos. mar blanca todo de un golpe, é pasó muchos bajos
Navegaron el siguiente día al Poniente, siguien antes de llegar á ella, la qual mar era blanca como
do siempre la costa de la tierra, y anduvieron mu leche y espesa como el agua en que los zurradores
chas leguas siempre por islas mas grandes, y no adoban los cueros ; y luego les faltó el agua, y que
tan espesas como primero; llegaron á una sierra daron en dos brazas de hondo , é el viento les acu
muy grande y muy alta, que andaba mucho aden dió, é estando en una canal muy peligrosa para
tro en la tierra, tanto que no se pudo ver el fin de volver atrás ni para surjir con los navios , porque
olla; y de la parte de la mar de ella había pobla no podían volver atrás, ni virar sobre el anola la
ciones infinitas, de las quales luego vinieron á los proa al viento , ni había hondo para ello , porque
navios gente infinita con fruta y pan, y agua, y siempre andaban rastraendo el ancla por el suelo, é
algqdon hilado, y conejos, y palomas, y de otras anduvieron así por estas canales de dentro de estas
niil maravillas de aves do otras maneras, que no islas las diez leguas fasta una isla donde hallaron
Cr.-III. 43
é?4 CRÓNICAS DE LOS REYES DE CASTÍLLA.
dos brazas é un codo da agua, y largura para estar que andaba de Poniente á Levante é luengo de la
las carabelas , é allí surjieron y estuvieron con muy costa, é por no saber el camino quisieron travesar
grande pena pensando dejar la empresa , y que no la vega, y nunca pudieron andar con yerba tanta y
harían poco en volver á donde habían partido ; mas tan entretejida, y volviéronse cansados como si
nuestro Señor, que siompre socorre á los hombres ovioran andado veinte leguas, y dijeron que por allí
humillados de buena voluntad, les puso esfuerzo y era imposible poder andar la tierra , que no habia
puso en corazón al Almirante que siguiese adelan caminos ni vereda. Otro dia fueron otros al luengo
te, y el dia siguiente envió una carabela pequefia al do la playa y hallaron rastros de bestias grandísi
fondo de aquella mar allí cerca á ver si fallaría mas do cinco uñas, cosa espantable, é juzgaban
agua dulce en la tierra firme, de quo tenían todos que fuesen grifos, é de otras bestias, que juzgaban
los navios mucha necesidad, volvió con la respuesta que fuesen leones, y también se' volvieron atrás.
que á la orilla de la tierra era el lodo muy hondo y Allí hallaron muchas parras y muy grandes, y car
estaba dentro en la mar el arboleda tan espesa, quo gadas de agraz, que cubrían todos aquellos árboles,
no entraría por allí un gato ; había por allí tantas que era maravilla do ver. Tomó ol Almiranto de
islas que eran tan espesas, y mas quo en el Jardin aquel agraz una espuerta llena, é de los trozos de
ya dicho, y tantas arboledas en derredor de la ori las parras, é de la tierra blanca de la mar para mos
lla de la mar, que parecían muros , y juntos con trar, é para enviar á el Rey y á la Reyna; también
aquellas arboledas había tierra alta, y muchas mon allí habia muchos aromáticas frutas, como en los
tañas y muy verdes, y en ollas parecían muchas hu otros lugares susodichos ; también habia allí gru
madas y grandes fuegos, ó el Almirante determinó llas, mayores dos veces que las do acá de Castillo.
ir adelante, y navegó por aquellas canales entre Visto el Almirante que habia dejado la punta del
aquellas islas, las quales, como dicho es, eran mas Serafín, á donde la tierra bajaba á el Oriente y ha
espesas que en el Jardin de la Iteyna, y navegó fas bia atravesado á las montañas al Septentrión, nave
ta que llegaron á una punta muy baja de tierra, á gó de allí al Oriente por la misma costa hasta quo
la qual el Almirante le puso nombre la Punta del vido que la una costa y la otra se juntaban y hacían
Serafín; allí ovieron muchos trabajos, que muchas seco ; volvieron atrás otra vez al Poniente, y aunque
veces se vieron con los navios en seco ; y dentro de andaban los navios y gente muy cansada , pensó el
esta punta la tierra bajaba al Oriente , y se descu Almirante navegar al Poniente á unas montañas
brían al Septentrión montanas muy altas lejos de que habia visto lejos treinta y cinco leguas de donde
esta punta y entre medias limpio de islas, que to habia tomado el agua, y andando las nueve leguas
das quedaban al Austro y al Poniente. Ovieron allí hallaron una playa y tomaron el Cacique de ella,
el viento buono y hallaron allí tres brazas de hondo el qual, como ignorante y persona que no habia
de agua, y el Almirante determinó tomar ol camino Balido de aquellas montañas, quo les dijo que ora
de aquellas montañas, ¡i lus quales llegó otro día si la mar muy honda y baja al Septentrión ó muy
guiente y fueron á surjir á un palmar muy fermo- gran número do jornadas , levantaron las áncoras,
bo é muy grande, donde hallaron fuentes de agua y siguieron su viaje muy alegres , pensando que se
muy dulce y buena y señal que allí había estado ría como él les habia dicho, y andando ciertas le
gente. guas so hallaron embarazados entre muchas islas, y
Acaeció allí que estando forneciondo los navios en muy poco fondo , de manera quo no hallaban ca
de lefia é agua, salió un ballestero de las carabelas nal que los consintiese pasar adelante, é á cabo de
á caza por la tierra con su ballesta, é alejado un un dia y medio por una canal muy angosta é baja
poco se halló con obra do treinta indios, y el uno por fuerza de anclas y cabcstral ovieron de pasar
de ellos era vestido con una túnica blanca hasta los los navios casi una braza por la tierra en seco, has
pies; y se halló tan súpito sobre ellos, que pensó ta haber andado bien dos leguas, á donde hallaron
por aquel vestido que era un fraile de la Trinidad dos brazas y medio do agua, en que navegaron los
que allí iba en la compañía, y después vinieron á navios, y anclando mas adelante hallaron tres bra
él otros dos con túnicas blancas, que les llegaban zas; allí vinieron muchas canoas á los navios, y las
abajo de las rodillas, los quales eran tan blancos gentes de ellas decían que las gentes de aquellas
como hombres de Castilla en color; estonces ovo montañas tenían un rey de grande estado ; é ellos
miedo , y dio voces , é volvió huyendo á la mar, y parecía lo tenían en maravilla, el modo é suma de
vido que los otros se estaban quedos y el de la tú religión y su grande estado, diciendo que tenia infi
nica cumplida venia tras de él llamándolo , y él nitas provincias, y que lo llamaban Santo, y que
nunca osó esperar ; y ansí fuyendo se vino á los traía túnica blanca que le arrastraba por el suelo, y
navios, y el Almirante desque lo supo envió allá ansí siguieran aquel camino siempre por la costa
por saber qué gente era, é quando fueron no halla de la mar con tres brazas de agua de hondo , y des
ron á ninguno , é creyeron que aquel de la túnica pués de navegado cuatro días y pasadas las mon
onmplida seria el Caeiquo de ellos. tañas, que quedaban mucho al Oriente, y siempre
El dia siguiente envió el Almirante veinte y cin hallaron la costa de la mar ansí anegada y arbole
co hombres bien armados , que anduviesen ocho ó das espesas cerca do ella, como dicho es, que era
diez leguas por la tierra adentro , hasta hallar gen imposible entrar por ellas, y estando metidos con
te, y andando un quarto de legua bailaron una vega los navios en un seno por donde otra vez la tierra
DON FERNANDO i DONA ÍSABEL ' 675
Volvía al Oriente, vieron unas montañas muy altas de cuervos marinos todos juntos, é lo ovieron por
allí donde aquella tierra hacia cabo , lejos de ellos maravilla tanta multitud de cuervos; y el dia si
veinte leguas. Determinó el Almirante ir á ella, guiente vinieron á los navios tantas mariposas, que
pues la mar no cojia al Septentrión , y era do muy oscurecían el aire del cielo y duraron asi hasta la
grandísimo hondo, como el Cacique habia dicho y noche, que las destruyó una grando agua que llo
dijo que por allí por donde el Almirante quería ir, vía, y truenos con ella; también desde donde deja
que en cinqüenta lunas no hallaría cabo, y que asi ron la tierra donde decían que estaba el Rey Santo
lo habia oido decir. Navegaron por de dentro de para ir al Teroneso á quien de San Juan Evanjelis-
muchas islas , y al cabo de dos días con sus noches ta pusieron el nombre, bien que en todo el viaje
llegaron á las montañas quo habían visto, que era vieron que habia muchas tortugas é muy grandes;
un Chererrojo tan grande como el de la Áurea como empero muchas mas vieron en estas veinte leguas,
la isla de Córcega. Cercáronla toda, y nunca pudie cá la mar era toda cuajada de ellas y muy grandí
ron hallar entrada para ir á la tierra adentro, por simas , é tantas que parecía quo los navios se que
que ora la tierra ansí llena de lodo é do árboles es- rían encallar en ellas , y así rujian entre ellas. Tié-
pcBos, como la otra que dicho es, é las ahumadas nenlas los indios en gran precio y por muy buen
de gentes eran en la tierra adentro muy grandes é manjar, y sanos y sabrosas.
muchas. Estuvieron allí por aquella costa siete días
buscando agua dulce, de que tenían necesidad, la CAPÍTULO CXXX.
qual hallaron en la tierra de parte de Oriente en
unos palmares mny lindos , y allí hallaron nácares De la provincia de Ornophay é de donde el Almirante flzo decir
misa , é del recibimiento que el cacique de aquella tierra le dio.
y grandísimas perlas ; vieron que allí habría bue
nas pesquerías si las continuasen ; después que to Partieron de allí é navegaron por un brazo de
maron agua y lefia navegaron al Austro y siguien mar blanco, como lo es todo lo otro de por allí, y
do la costa de la tierra, y después al Poniente, si muy poco hondo , y andadas pocas leguas llegaron
guiendo siempre la costa de la tierra firme, fasta al cabo de las muchas islas donde habian surjido la
quo los llevaba al Suroeste y parecía que habian de primera vez en la mar blanca, que fué maravilla de
llevar por aquella grande número de jornadas, y al nuestro SeOor acertar á venir allí y milagro, mas
Austro vieron toda la mar llena de islas después de que no por saber ni injenio del hombre. Dende vi
haber andado gran pieza de donde habian partido, nieron fasta la provincia de Ornophay con no me
y aquí los navios estaban muy desconcertados por nos peligro del pasado, é allí surjieron en un rio, é
las muchas dadas en lo bajo, y las cuerdas y apare fornecicron los navios de agua é lefia para navegar
jos gastados, é la mayor parte do los mantenimien á el Austro é no volver por dondo habian ido, é de
tos muy perdidos, en especial el bizcocho, por la jar el Jardín de la Reyna á la mano izquierda, y
mucha agua que hacían los navios, y toda la ponto asi vinieron , é no se pudieron escusar de comuni
estaba muy cansada y temerosa de mantenimien car con muchas islas que hasta estonce no habian
tos, y dudando que la sazón de los vientos á la vuel visto. Aquí, como es dicho, es la tierra montafiosa y
ta les podrían ser adversos; habian andado hasta fértilísima, y gonte mansa en gran manera, y muy
allí desde el cabo de Alfaeto mil é doscientas 6 abundosa de frutas, y de viandas, que de todos les
ochenta é ocho millas , que son trescientas veinte y dieron muy gran parte, é eran frutas suavísimas y
dos leguas, en que habian descubierto muy muchas aromáticas ; allí les trajeron infinitas aves, papaga
islas, según dicho es, y la tierra firme. yos, y de otras aves, é las mas de ellas eran palo
Estonce acordó el Almirante dar la vuelta por mas y muy grandes , y tan sabrosas como perdices
otro camino , y no por donde habian ido, y volver de acá de Castilla, y tenían el papo lleno de flores,
por Jaime, el qual nombre de Santiago el Almiran que olian mas que azahar de los naranjos ; allí hizo
te le habia puesto , y acabar de redondear toda la el Almirante decir misa, hizo plantar una cruz de
parte del Austro quo les había quedado por andar, un gran madero, así como acostumbraba facer en
y asi dieron la vuelta pensando poder pasar dentro todos los otroB cabos dondo llegaban y le parecía
de unas islas que allí estaban, en las quales nunca que convenia ; era Domingo cuando al Almirante
hallaron canal, y les fué forzado volver atrás por dijeron misa, y él descindió en tierra, y el Cacique
un brazo de mar por donde habian navegado hasta de allí era hombre muy honrado, y Señor de mucha
la punta del Serafín á las islas donde primero ha gente é familia, cuando vido al Almirante descen
bian surjido en la mar blanca. dido de la barca en tierra, le tomó de la mano, y
otro indio de mas do ochenta afios que venia con él '
CAPÍTULO CXXIX. le tomó de la otra mano haciéndole mucha fiesta , y
traía aquel viejo un ramal do qüentas de piedra
be los cuervos marinos que vieron , é mariposas, é tortugas muy mármol al pescuezo, las quales tienen ellos allá en
grandes.
gran precio , un cestillo de manzanas en la mano,
Viniendo de vuelta , después que ovieron pasado las quales luego dio al Almíranto ansí como discin-
las casas del cacique susodicho una jornada, un día dió de la barca en presente; y el Cacique , y el viejo
antes que el sol saliese, vieron venir de mar en fue y los otros andaban desnudos como nacieron sin
ra al camino de la tierra mas de un cuento y medio ningún empacho , así como andan en todas las otra
cróníca de los reyes de castilla.
partes de la tierra descubierta por el Almirante Co je, les parecieron ser bien razonables y de agudo!
lon ¡ y anal por las manos fueron y todos los otros injenios, los quales todos huelgan mucho de saber
indios en pos de ellos fasta donde el Almirante fué cosas nuovas, como hacen acá los hombres quo de
á facer su oración y oir misa adonde había manda sean saber todas las cosas, que aquello no nace sino
do aparejar para ello, y después que el Almirante de viveza y agudo injenio, y son aquellas gentes
acabó su oración , el viejo indio con muy buen sem muy obedientes y muy leales á sus Caciques, que
blante y osadía fizo allí razonamiento y dijo que él son sus Reyes é señores, é los tienen en muy gran
habla sabido como el Almirante corria y buscaba quenta é honra; é luego donde quiera que los cara
todas las islas y tierra firme de aquellas partes , y belas llegaban hacían saber cualesquier indios que
que supiesen que allí estaban en la tierra firme de allí estuviesen el nombre de su Cacique, y pregun
allá , y dijo al Almirante que no tomase vanagloria, taban por el nombre del Cacique de las carabelas
puesto caso que toda la gente le oviese miedo , por para replicarlo entre ellos, y el uno con el otro lo
que él era mortal como loa otros hombres, y comen replicaban porque no se les olvidase, y después pre
zó por palabras y señas figurando en su persona como guntaban cómo llamaban á los navios, y si venían
todos los hombres nacieron desnudos y tenían alma del Cielo, ó dondo veniau, y aunque les decían que
inmortal, y que del mal de cada miembro el ánima era gente de Castilla, ellos pensaban que Castilla
era la que se dolía y que al tiempo de la muerte del era en el Cielo, porque ellos no tienen ningunas le
desprendimiento del cuerpo sentía muy gran pona, tras, ni saben de leyes, ni de historias, ni saben qué
y que iban al Rey del Cielo, 6 en el abismo de la cosa es leer, ni leyenda, ni escríptura, y por esto es
tierra, según el bien ó mal que habían fecho ó obra tán tan ignorantes; é ellos dicen quo los de Magon
do en el mundo ; y porque él conoció del Almirante andan vestidos porque tienen rabo, por cobijar aque
que había placer de lo oír, él se alargaba mas en el lla fealdad, é tienen por injuria entre ellos andar
razonamiento con tales señas que todo lo entendía vestidos, como dicho es. La tierra es tan fértil en lo
el Almirante ; y el Almirante le respondió por in que se puede conocer por todas aquellas islas y tierra
tercesión dol indio intérprete que traia, que había de aquellas mares , que aunque fuesen muchas mas
venido á Castilla , el qual entendia bien la lengua gentes y fuesen cien veces otros tantos les sobra
castellana y la pronunciaba, y era muy buen hom rían los mantenimientos. Bien puedo haber en la
bre y de muy buen injenio ; y respondió que él no tierra á dentro otros regimientos é otras diferencian
había fecho á persona ninguna mal, ni era venido é modos de gentes é cosas extrañas, que no puede
por facer mal á los buenos, salvo á los malos, y que ser menos, las quales de este viaje no se pudieron
ántes facia bienes y mercedes á los buenos y mucha ver ni saber. Despidióse el Almirante de aquel Ca
honra , y que esto era lo que los Señores suyos el cique, y de aquel viejo honrado, su privado ó pa
Bey Don Fernando y la Reyna Doña Isabel , muy riente, de Ornophay, é con mucha amistanza é con
grandes Reyes de España, lo habian mandado, y el muchas obligaciones.
indio respondió, muy maravillado al intérprete, di
ciendo : « ¿ cómo , este Almirante tieno otro Señor á CAPÍTULO CXXXI.
quien obedece?» Y el intérprete indio dijo : a al Rey
y á la Reyna de Castilla, que son los mayores Se De como el Almirante se partid de allí; é de lo que endino, é de
cuantas leguas puede andar una carabela, J de como aportaron
ñores del mundo»; y de aquí les contó al Cacique y a una isla de muchas poblaciones, é del Cacique que se metió
al viejo , y á todos los otros indios las cosas que él con so muger é su casa eu la carabela para venir con el Almi
habia visto en Castilla y las maravillas de España, rante; é de como volvió a la EspaSola; y del Un de esta escríp
tura, ó de la muerte del dicho Almirante.
y de las grandes ciudades y fortalezas, é iglesias, y
gentes, y caballos, y alimañas, y de la grande no Partió el Almirante de la provincia de Ornophay
bleza y riqueza de los Reyes y grandes señores, y del Rio de las Misas á que puso nombre, navegaron
de los mantenimientos, y de las fiestas y justas que al Austro para dejar el Jardín de la Reyna, que eran
habia visto, y del correr de los toros, y de las guer muchas islas verdes y hermosas, á la mano izquier
ras lo que habia sabido, y todo se lo recontó muy da, por el peligro de navegar que primero á la ida
bien y en forma que el viejo y los demás se goza habian pasado, vinieron á tener á la provincia de
ron y holgaron mucho por lo saber ; é lo comunica Macaca por causa de los vientos que le resistieron,
ban los unos á los otros ; é el viejo dijo que él que- y alH en toda la provincia los recibieron muy bien,
ria venir á ver tales cosas, é se determinaba de se y allí en un golfo muy grande, á donde puso el Al
venir con el Almirante, salvo por impedimento de mirante Buen-tiempo por nombre; allí navegaron al
su mujer é fijos que lloraban, y por esto por piedad Poniente hasta que llegaron al cabo de la isla, y
de ellos lo dejó con mucha pena, y el Almirante dende al Austro, hasta que llegaron á la tierra Bo-
tomó otro manoebo allí , que trujo sin escándalo de jla al Oriente, y ansí al cabo de ciertos días llegaron
la tierra, el qual con el otro Cacique que traía, que al monte Christalino, y de allí á la punta del Farol,
había tomado , envió á el Rey y á la Reyna, después y á la Baja, que es mas al Levante once leguas,
de él venido del viajo á la Española. á donde hace fin la isla sobredicha; allí ovieron
Todas aquellas gentes isleñas y de la tierra firme ciertos días de vientos contrarios. Los marineros
de allá, aunque parecen bestiales y andan desnudos, tienen que el común navegar de una carabela en
sogun ol Almirante y los que con él fueron este via un día son doscientas millas de qttatro en legua,
DON FERNANDO É DONA ISABEL. 67*
fjno son en un día natural oinqfienta leguas, en un otros dos hombres ansi pintados en otra forma; es
dia grande setenta é dos leguas, destas les acaecie tos traían dos trompetas de palo muy labradas do
ron al Almirante y á su gente en este viaje hartas pájaros y otros sutilezas; el lefio de que eran era muy
jornadas , según ellos contaban , y escribió el Almi negro, fino, cada uno de estos traia un muy lindo
rante en el libro que de ello hizo, y no parezca ma sombrero de plumas verdes muy espesas, de muy
ravilla que navegando se pueda arbitrar el camino sotil obra; otros seis traían sombreros de plumas
en cierto, mas antes se prueba por muy verdadero; blancas, y venian todos juntos en guarda de las co
porque muchas veces se vuelve el navio á la isla sas del Cacique. El Cacique traia al pescuezo una
otra de donde salió, y no con el mesmo tiempo y joya de arambre de una isla, que es en aquella co
viento, salvo con el contrario y adverso; aqui con marca que se llama Guanique, es muy fino, y tanto
siste el saber del maestro y el remediarse al tiempo que parece oro de ocho quilates, era de hechura de
de la tormenta: nin se tiene por buen piloto ó maes una flor de lis, tamaña como un plato, traíala al
tro aquel que aunque haya de pasar de una tierra á pescuezo con un sartal de quentas gordas de piedra
otra muy lejos sin ver señal de otra tierra alguna, mármol, que también tienen ellos allá en muy gran
que yerre diez leguas, aunque el tránsito sea de mil precio, y en la caboza traia una gran guirnalda de
leguas, salvo si la fuerza de la tormenta le fuerza é piedras menudas verdes y coloradas puestas en or
priva de usar del injenio; ansí que navegando ellos den, y entremedias algunas blancas mayores, á don
á la partida del Austro, fueron á surjir una tarde á de bien parecían, y traía mas una joya grande col
una bahía adonde allí on aquella comarca habia gada sobre la frente, y á las orejas le colgaban dos
muchas poblaciones, y vino un Cacique de una muy grandes tabletas de oro con unas sartitas de cuentas
grande población, que está en un alto, á los navios, verdes muy menudas; traia un cinto, aunque anda
y trujóles muy buen refresco, y el Almirante les dio ba desnudo, ceñido de la misma obra de la guirnal
á él y á los suyos de las cosas que él tenia é les da, y todo lo otro del cuerpo descubierto; y asi mis
agradaban, é el Cacique preguntó de dónde venían, mo su mujer venia adornada, desnuda, descubierta,
é cómo llamaban al Almirante, y el Almirante res salvo un solo lugar de su miembro, que de una co-
pondió que él era vasallo do los altos y esclarecidos silla no mayor que una hoja de naranjo do algodón
Beyes el Bey y Beyna de Castilla, sus Señores, los traia tapado; traia en los brazos debajo del sobaco
quales le habian enviado en aquellas partes á saber un bulto de algodón hecho como los brahones, de
y descubrir aquellas tierras y honrar mucho á los los jubones antiguos de los franceses, traia otros dos
buenos y destruir á los malos, y esto fué por inter como aquellos y mas grandes en cada pierna el suyo
cesión del indio intérprete que fablaba, de lo qual como ahorcas , también do algodón, abajo de las ro
el dicho Cacique se holgó mucho, y preguntó muy dillas; la hija mayor y mas hermosa toda andaba
por extenso al indio de las cosas de acá, y él se las desnuda, un solo cordón de piedras muy negras y
contó mucho por extenso, de lo qual el Cacique y muy menudas solamente traía ceñido del qual col
los otros indios muy maravillados se holgaron mu gaba una cosa de hechura de hoja de yedra de pie
cho, y estuvieron alli hasta la noche, é se despidie dras verdee y coloradas pegadas sobre algodón te
ron del Almirante; y otro dia partió el Almirante jido; la canoa grande venia entre las dos, y mas con
de allí y ya que iba á la vela con poco viento, vino una poca de ventaja adelante, y luego como llegó
el Cacique con tres canoas y alcanzó al Almirante, este Cacique á bordo del navio comenzó de dar á
el qual venia tan concertado que no es dejar de es los maestros y gente cosas de su comarca. Era de
cribir la forma de su estado; la una do las canoas mañana y el Almirante estaba rezando, y no vido
era muy grande como una grande fusta y muy pin tan ahina las dádivas y determinación de la venida
tada; alli venia su persona é la mujer é dos fijas, la de este Cacique, el qual luego entró en la carabela
una de fasta diez y ocho afioe, muy fermosa, des con toda su gente, y quando el Almirante salió ya
nuda del todo como allá acostumbran , muy hones tenia enviados los vasallos que volviesen las canoas
ta, la otra era menor, y dos niños muchachos sus á tierra, y iban ya lejop, y luego vido al Almirante
fijos , y cinco hermanos, y otros criados, y los otros se fué á él con cara muy alegre, diciendo: aAmigo,
todos debían de ser sus criados y vasallos ; traía él yo tengo determinado dejar la tierra y irme contigo
en su canoa á un hombre como alférez, éste solo y ver al Bey y á la Beyna y al Principe su hijo, los
venia en pié á la proa de la canoa con un sayo de mayores Señores del mundo, los quales tienen tanto
plumas coloradas, de hechura de cota de armas, y poder que han sojuzgado acá tantas tierras por tí,
en la cabeza traía un grande plumaje que parecía que los obedeces y vas por su mandado todo este
muy bien, y traia en la mano una bandera blanca mundo sojuzgando, como he sabido de estos indios
sin señal alguna; dos ó tres hombres venían con las que contigo traes, y que en todo cabo están las gen
caras pintadas de colores de una mesma manera, y tes de ti tan temerosos que es maravilla, y á los ca
cada uno traia en la cabeza un gran plumaje de he ribes, que es gente innumerable y muy brava, les
chura de zelada, y en la frente una tableta redonda has destruido las canoas é casas é tomado las mu
tan grande como un plato, y pintadas asi la una jeres é fijos, é muerto de ellos los que no huían. Yo
como la otra de una misma obra y color, quo no sé que en todas las islas de esta comarca, que es in
habia diferencia, ansí como en los plumajes, é traían finito número de gente y gran inundo, te temen .y
jstos en la mano nn juguete con que tañían ; habia han gran miedo, y les puedes facer muc(ip mal é
678 CRÓNICAS DE LOS REYES DE CASTILLA.
dafio ai no obedecen al gran Bey de Castilla, tu Se ta diez años, no en pelea , salvo desque los aseguró
ñor, pues ya conoces las gentes de estas islas y su y después diz que dijo que los traia á ver al Rey y
flaqueza y sabes la tierra ; pues antes que me tomes á la Reyna para después volverles en su honra y es
mis tierras y señoríos, yo me quiero ir contigo con tado. Traia al Caonaboa y á un su hermano de fasta
mi casa en tus navios á ver los grandes Rey y Rey- 35 años, á quien puso por nombre Don Diego éá un
na tus Señores y á ver la tierra mas abundosa y rica mozuelo sobrino suyo, fijo de otro hermano, y mu
del mundo, donde ellos están, y á ver las maravillas rióse el Caonaboa en la mar ó de dolencia ó poco
de Castilla, que son muohas, según tu indio me ha placer. Traia un collar de oro el dicho Don Diego,
dicho.» Y el Almirante, habiendo compasión de él hermano del dicho Caonaboa , que le facia el Almi
y de su fija, y de sus hijos y de su mujer, se lo es rante poner cuando entraba por las ciudades ó lu
torbó viendo su inocencia y sana voluntad, y dijo, gares, hecho de eslabones de cadena, que pesaba
que él lo recibía por vasallo del Rey de España y seiscientos castellanos, el qual yo vi y tuve en mis
de la Reyna, y que por entonces se quedase, que manos, y por huéspedes en mi casa al dicho Señor
aun le faltaba mucho por descubrir, y que tiempo Obispo, é al Almirante, ó al dicho Dou Diego. Trujo
habría de otra vuelta para cumplir su dcsoo, é ficie- estonce el Almirante muchas cosas de allá de las del
ron amistad, é asi se ovo de quedar con su gente ó uso de los indios, coronas, carátulas, cintos, collares
casa. y otras muchas cosas entretejidos de algodón, y en
£1 Almirante navegó dendo al Austro y al Orien todas figurado el diablo en figura de gato, ó de cara
te por aquellas mares, entre otras islas pobladas de de lechuza, ó de otras peores figuras, de ellas enta
aquellas mesmas gentes desnudas , según escribió lladas en madera, de ellas hechas de bulto del mes-
dello el Almirante , de las quales por no hacer tan mo algodón, ó do lo que era la alhaja. Trujo unas
larga escriptura dejo de escribir, y basta esto, por coronas con unas alas y en ellas unos ojos á los la
que toda la gente era como la susodicha. Cuando dos do oro, y en especial traia una corona que de
volvió para la Española de donde había partido, vino cían que era del Cacique Caonaboa, que era muy
á salir por entre las islas de los Caribes facía por grande y alta, y tenia á los lados estando tocada
donde habia ido el segundo viaje. Ya no hacían unas alas como adarga y unos ojos de oro tamaños
cuenta de él en la Española ni de sus navios, sino como tazas de plata de medio marco , cada uno allí
que pencaban que él fuese perdido, y en Castilla así asentado, como esmaltado, con muy sotil y extraña
mismo lo tenían, que habían escrito de la Española manera y allí el diablo figurado en aquella corona,
como no parecía tanto tiempo había ; alegráronse y créese que asi se les aparecía, y que eran idólatras
con su venida los que lo bien querían, y por la con y tenían al diablo por señor. Los que de aqucllon
tra otros que le non tenían voluntad les pesó, por indios que trujo vivieron presentó con las cosas y
que no les dejó aprovechar á ninguno, ni resgatar oro que trujo á el Rey y á la Reyna, de los quales
cosa alguna, salvo todo para el Rey y Reyna, por fué muy bien recibido, é ovieron mucho placer de
que habia muy grandes gastos hechos en la deman ver las cosas extrañas é de saber délo descubierto;
da, y habia muy grandes mormuracíones contra él. y aunque el Almirante tenia hartos contrarios, que
No halló cojido oro, ni hubo quien procurase de lo no lo podían tragar por ser de otra nación y porque
haber, ni quien lo supiese ni osase buscar por temor sojuzgaba mucho en su capitanía é cargo, á los so
de los indios, mientras él fué en el dicho viaje. Des berbios y advorsos. E estuvo esta vez el Almirante
que fué venido, luego puso en obra de haber lo mas en la corte de Castilla, é en Aragón, mas de un año,
que pudo, y por las discordias que ovo entre ellos que con las guerras de Francia no le podian despa
fizo justicia de algunos de ellos , y otros envió pre char, é después ovo licencia y flota, y despachos de
sos al Rey como hemos dicho ; los gastos eran muy Sus Altezas, y estando él en la corte se negoció é
muchos, los provechos eran pocos hasta entonces, concertó é se díó licencia á otros muchos capitanes
la sospecha que no habia oro era muy grande ansí que la procuraron para ir á descubrir , é fueron é
allá como acá en Castilla. Ovicron falta de man descubrieron diversas islas.
tenimientos é llegó la gente á estar en mucha ne Partió el Almirante de vuelta á las Indias en fin
cesidad y necesidades, lo qual remedió de acá el del mes de Agosto del año do 1497 con tres carabe
Señor Don Juan de Fonseca, Obispo de Badajoz que las, y atinó hacia ciertas islas donde no habia lle
fué, é después do Córdoba, é después de Palea gado en las partes del Austro en par de las islas de
da que tenia el cargo de proveer. Ovo quien fizo los Caribes, y descubrió y halló la isla de las perlas
entender al Rey y á la Reyna que siempre sería y no quiso que resgatasen, salvo muy poca cosa por
mas el gasto que el provecho , de manera que en de muestra, de que los marineros fueron del muy
viaron por el Almirante, y vino en Castilla en el mal contentos, porque les habia dicho que de lo que
mes de Junio do 1496 años, vestido de unas ro Dios les diese é echase en encuentro en aquel viaje,
pas de color de hábito de fraile do San Francisco, que partiría con olios, é después dijoles que ol Rey
de la observancia, y en la hechura poco menos que y la Reyna lo enviaban á descubrir por aquella via,
hábito, é un cordón de San Francisco por devoción, y no á resgatar, y siguió su viaje de vuelta á la Es
y trujo consigo algunos indios que antes que él do pañola, y llegado en ella dio forma en las minas de
allí partiese él habia prendido, al gran Cacique oro y en las poblaciones, donde trabajó mucho, y
Caonaboa, é á un su hermano, é á un su fijo de fas- halló muy grandes minas de oro como él croia que
DON FERNANDO É DOÑA ISABEL. 67$
las habia, y lo decia, y no era creído de muchos, rante Don Christobal Colon, de maravillosa y hon
así caballeros como marineros é escuderos, é gente rada memoria, natural de la provincia de Geno
común, que hacían burla de su fablar; y fechas mi va (1), estando en Valladolid el afio de 1506, en
nas y dada orden muy agudísima en el buscar el el mes de Mayo, murió in seneclule bona, inventor
oro, pasó cerca de un ario, que no pudo hallar la de las Indias, de edad de 70 arlos poco mas ó me
abundancia de él, o en el afio de 1499 comenzó de nos. Nuestro Señor lo ponga en gloría. Amen.
hallar la abundancia y en el afio de 1500, y como
se cojia todo en nombre del Bey y de la Beyna, DEO GBATIAS.
aunque pagaban algo á los que trabajaban en las Por ahora no quiero escribir mas del descubrir de
minas, como el Almirante lo recibía y adquiría . las Indias, pues á todos es notorio, y hay otros mu
todo, habia muchas murmuraciones contra él, y él chos que lo descubren, y sábenlo escribir, y recuen
se engorró y tardó de enviar el oro al Bey algo mas tan lo que ven por toda España. Sucedióle su ma
de lo que debía, en tal manera que ovo quien escri yor hijo en el Almirantazgo á rentas é honras que
bió de allá ó vino acá á decir á el Bey y á la Beyna él por su trabajo, é industria é buena ventura ganó
que encubría el oro, y que se quería ensefiorear de en la buena ventura é buena dicha del Bey y de la
la isla, é otros que la quería dar á genoveses, é otras Beyna que para ello le aparejaron y dieron.
muchas cosas de lo qual lo menos, ó ninguna cosa
se debiera creer que él tal hiciera, y el Bey man CAPÍTULO CXXXII.
dó un gobernador llamado Fulano de Bobadilla, á
la Española, ó envió por el Almirante, el qual di De la isla de la Palma en Canarias.
cho gobernador so lo envió en ramo de preso con el En el nombre de Dios: aunque sepáis muy breve
oro que tenia, el qual aportó á Cádiz en el verano la toma de la isla de la Palma, porque esplicada-
del afio de 1501, y presentado al Bey con el oro que mente no lo supe, me pareció no ser cosa para dejalla
trujo, y él dado bu descargo, el Bey le mandó, que de escribir, pues no hay memoria nin escriptura que
porque as! convenia á su servicio, que no entrase ja de infieles é gente bestial la viese quitada, nin se
mas en la isla Española, y por los servicios que ha ñoreada pacífica de otra nación, fasta el tiempo de
bia fecho confirmóle su Almirantazgo para siempre la buena ventura del Bey Don Fernando y de la
con sus derechos ó rentas, é que andnbiese en la cor Beyna Doña Isabel; fué de esta manera: Alonso
te ó estuviese en Castilla donde él quisiese, é dijole de Lugo, caballero ciudadano de la ciudad de Se
que en esto creyese que le hacia mucha honra y villa, de noble generación, hombre pacifico y de
merced y que le quitaba del peligro de los castella muy buena condioion y sana conciencia, agudo y
nos, que ostnban muy indignados contra él, y que do buen corazón, é injenio, cuidadoso do ganar
si allá volvieso no podría oscusar el alboroto y es honra, é de servir á Dios y á Sus Altezas del Rey
cándalo, que seria dar á los indios mal ejemplo. é de la Beyna, en conquistar las gentes bárbaras
El Almirante, vista la voluntad del Bey y de la é idólatras, ignorantes y enemigas de la fé cathó- ■
Beyna, le suplicó á Sus Altezas, le diesen licencia lica; este fué un capitán con Pedro de Vera, el
para ir á descubrir por la vía del Septentrión el cos gobernador, en ganar la isla de la Oran Canaria,
tado derecho de la tierra firme, que le había queda como atrás dicho es. Este ovo heredamiento allí
do por descubrir, porque aun cuando su voluntad en Gran Canarias, y quedóse allí viviendo, y quan-
fué el ir aquella via cuando desde allá fué á descu do vido tiempo convenible demandó á el Bey y
brir la tierra firme, lo echó por la otra banda, y el á la Beyna la conquista de la isla de la Palma,
Rey le dio licencia, y fué con tres navios á descubrir que es una de las siete islas de Canarias, la qual
por el Septentrión, y ovo en el viaje muchos sinies tomó y se obligó con la ayuda.de Dios de la con
tros y afrentas y fortunas, después de haber pasado quistar y ganar á su costa y expensas, con con
allende de la Española, que halló las mares muy dición que las cabalgadas y despojos que dello
bravas, y no pudo andar tanto cuanto él quisiera, é oviese fuesen para él, para el gasto de la gente;
aunque descubrió en el viajo muchas islas, según él y conquistóla el afio de 1493 años, é ovo de ella
escribió, su propósito no pudo haber el efecto que la victoria, é ganóla, é ovo de cabalgada é des
deseaba, é en algunos puertos con las fortunas es pojos mil é ducientas ánimas varones é mujeres,
tuvo retraído algunas distancias de tiempo, que le chicos y grandes, é veinte mil cabezas de ganados
impidieron el descubrir, y del mucho navegar, ó del cabruno é ovejuno, y dio la isla desempeñada á
mucho trabajo, 6 del humor de aquellos mares, que Sus Altezas. Eran las gentes de esta isla todos des
de tal manera pegan en los navios, ee les comieron nudos, salvo de pellejos de cabras so cubrían y
de bruma, y maravillosamente él y la gente esca aprovechaban en lugar de paños é de lienzo; al
paron en uno á una isla cerca de la Espafiola. El canzaban asaz mantenimientos de raíces de yer
navio iba también muy perdido, donde por via do bas y de granaB, y con lecho y manteca y carne
indios el gobernador supo del, y enviaron por él, y so mantenían, y con pescado.
lo trujeron con la gente que había ido con él 4 la
Espafiola, é dende lo envió en Castilla, y lo trujo (1) El leito de Rodrigo Caro dice •Milán», <
Diego Bodriguez Cómitre, vecino de Triana, el afio
de J504, á cerca de Navidad, el qual dicho Almi-
680 CRÓNICAS DE LOS REYES DE CASTILLA.
tre los de la hueste ; é yendo peleando en pos de lo4
capítulo cxxxm. guanchez por una sierra, dtéronse á fiojura los
christianos y á mal recaudo, y loa guanchez volvie
Del Maestradgo de Santiago. ron sobre ellos á pedradas muy esforzadamente, y
Mario el muy honrado caballero ó muy leal á la los christianos con su mal concierto volvieron hu
corona real el Maestre de Santiago Don Alfonso de yendo malaventuradamente, que nunca el buen ca
Cárdenas, en la villa de Llerena, el año de 1493 pitán Alonso de Lugo se lo pudo resistir , y los
anos, de su muerte natural, en el mes de Julio, tn guanchez tomaron tanto esfuerzo á pelear y seguir
senectute bona, de setenta años, 6 poco menos; fué en poB de los que huian, que desbarataron toda la
sepultado allí en la iglesia del Apóstol Santiago; el hueste y siguieron el alcance hasta la mar, y allí
Señorío pasó al Rey é á la Reyna, del qual el Papa de ellos se metieron en los navios , y de ellos se ar
Alejandro VI les fizo merced por sus vidas, en ga rojaron á la mar, y de ellos se enrocaban en los pe-
lardón de los trabajos y gastos de la santa guerra Cascos, barrancos y veras donde bate el mar, y allí
que á los [moros ficioron ; y así ol Rey y la Reyna los mataban, y de ellos , desque crecía la mar, los
sucedieron en el Maestradgo de Santiago, después abogaba; ansí que murieron de los christianos
de haber tomado el de Calatrava. ochocientos hombres ó poco menos ; ansí fué aquel
día la pelea malaventurada para los christianos, y
CAPÍTULO CXXXIV. los que escaparon se volvieron con los navios á la
Qran Canaria , é dende cada uno en sus tierras.
De Tenerife, isli de Canarias. Fué este gran desconcierto , ó por los pecados de
Después que Alonso de Lugo ovo la victoria de los christianos y de su mala codicia (que lleva-
la isla de Palma, demandó al Rey y á la Reyna la han, ó por la inobediencia quo muchos de la hues
conquista de la isla de Tenerife , que era la última te tuvieron al capitán mayor Alonso de Lugo , el
y setena de las Canarias, y una de las mejores, y la consejo y mandado del qual muchos no quisieron
mayor de gentes, que en ella había infinitos gana tomar.
dos y.de cabras, y ovejas, y puercos, y muohas gen Esto así fecho , creció mucho la enemiga en
tes y señoríos, en que había nueve grandes señores el corazón del capitán Alonso de Lugo y en los
6 capitanes á quien ellos llamaban. corazonos de sus amigos y valedores contra los
Esta tierra es por la mayor parte fortísima y guanchez, y vino en Castilla Alonso de Lngo, y de
muy áspera de hollar, de sierras y cabezos, y en ella mandó favor al Duque do Medina , Conde de Niebla
hay una sierra la mas alta que hay en todas los Don Juan de Guzman , é fizo su partido con él, é le
islas de la [mar, de quien los naturales de España dio favor é ayuda é gente, con que luego el siguien
dan noticia, que ella descubre por la mar cinqüon- te año do 1495 volvió con gran flota é gente sobre
ta leguas ó mas ; y visto por Sus Altezas la buena Tenerife cou nobles capitanes, é tomaron tierra
cuenta que de sí dio en la conquista do la Palma, como la otra vez, é con mejor orden é concierto pe
cometiéronle el cargo de la conquista de Tenerife, learon con los guanchez y los vencieron, y tomaron
el qual fizo su armada con gente de Sevilla y desta cautivos chicos é grandes, que uno no quedó, con
Andalucía, y de las mismas islas de Canaria en los todas sus haciendas é ganados, y ansí ovieron la vic
navios que fueron menester, é arribaron en Tenerife, toria de la isla de Tenerife, é la metieron en el se
é tomaron tierra, ó comenzaron de hacer la guerra ñorío de Castilla, del Rey y de la Reyna , y aquí se
á los guauchos, que ansí se llamaba aquella nación acabó la conquista de las islas de Canarias. Nuestro
de gente de aquella isla, guanchez, y ellos respon Señor Jesuchristo sea loado por siempre jamás,
dieron que querían ser christianos y libres, y no Amen. El desbarato de los christianos que en ella
querían guerra , y que los dejasen en sus casas é ovieron de la primera conquista fué en el año de
sierras por vasallos del Rey é la Reyna do Castilla, 1494 en el mes de Abril. La toma é vencimiento
lo qual no le fué acogido por muchas causas; lo que ovieron los christianos fueron el siguiente de
primero por los grandes gastos que estaban ya he 1495 años; en las quales guerras y tomas el dicho
chos de las gentes que sobre ellos iba, lo segundo Alonso de Lugo ganó mucha honra , y riquezas y
porque ellos habían sido requeridos muchas veces título que le dio el Rey y la Reyna de Adelantado
que se diesen al Rey y á la Reyna de Castilla y que de las Canarias.
fuesen christianos y libres, y no habían querido ; lo
tercero que no confiaban en ellos aunque se diesen, CAPÍTULO CKXXV.
y siendo ellos naturales y señores en sus tierras, te
míase que cada que quisiesen se podían rebelar y De como pusieron defendimiento sobre las mnlasel Rey y la Rey
na porque se perdía la caballería de Espala.
alzar, por ser la tierra áspera ; y por otras muchos
razones no los recibieron : salvo los christianos, con En el año de 1494, habiendo visto el Rey y la
mucha cobdicia antes de haber esclavos, y esclavas Reyna que de todos sus Reynos de Castilla y León
y despojos, que no por servir á Dios, que asi so de para la guerra de los moros, á duras penas podían
cía que en la hueste no hablaban sino de las ganan llegar diez ó doce mil hombres de á caballo, y ha
cias que de allí hablan de haber: les cometieron un bía mas de cien mil encabalgados en muías, prove
día después de haber habido algunas divisiones en yeron de una premática cou muy grandes ponas,
DON FERNANDO É DONA ISABEL. 681
qoe ninguno, ni alguno caballero, Duque, ni Conde, | cion de tomar para sí el reyno de Nápoles, é por so
ni otra dignidad, escudero ni labrador viejo ni mo juzgar la Italia. La causa é primero movimiento de
zo, no fuese osado de cabalgar en muía enfrenada esta guerra fué la muerte del buen Rey Don Fernan
y en silla, so pena de que se la matasen, salvo la do de Nápoles, fijo del ínclito y muy buen Rey y
clerecía do orden sacra y los mujeres. Hicieron al esforzado Don Alonso de Aragón ; que como murió
comienzo talos ejecuciones sobre ello los justicias le subcedió su fijo Don Alonso, Duque de Calabria;
del Rey, qne se tuvo y mantuvo en tal manera, que llamábanle el Garcho , por lo mal señalado de ojos ;
Duques, Condes y Marqueses y todos los otros se el qual era hombre muy mal quisto en el reyno, y
ñoree la temieron y mantuvieron todo el tiempo que habiánle muy gran miedo todos los caballeros de
vivió la Reyna Doria Isabel, como si en la quebran Nápoles, cá era muy esforzado, y muy osado para
tar oviesen de perder la vida, y deslilzose la caba lo que quería facer ; el qual habia mandado matar
llería de las muías muy presto, é valieron muy de é mató algunos grandes señores del reino, siendo
valde, echáronlas á el uso de la albarda, y del tra Duque de Calabria, especialmente al Principe de
bajo de arar, moler, carretas, andar en harrias, y las Salerno y al Príncipe de Bisiniano, y mató de un
muy famosas fueron vendidas fuera de los Reynos; linaje do Nápoles, que dicen los Qarrafos, que son
y el Rey mesmo dió tal ejemplo en esto, que jamás grandes señores, muchos, y comenzando de reynar
cabalgaba en muía, salvo siempre á caballo. Algu publicóse quo el Papa Alejandro VI, que entonces
nos dijeron que esto se hizo por las guerras que se tenia la silla, le envió á demandar setenta mil du
esperaban de Francia, porque la gente se encabal cados de oro de tributo del reyno de cada un ano
gase á caballos, é oviese mas gente de á caballo. de los pasados, que se debían á la Iglesia de los
Dije que se mantuvo esta premática muy bien y attos del tiempo de su padre, porque diz que tanto
muy tonudamente fasta que la Reina Dofia Isabel tiene la Iglesia Romana sobre aquel reyno ; y él
falleció, y ansí lo dijo, y áun se tuvo y mantuvo diz que no respondió bien á el Papa, ni le enten
hasta la venida del Rey Don Felipe é salida del Rey dió pagar tal tributo, salvo como lo pagaban loa
Don Fernando , que hasta allí ninguno la osó que Reyes antepasados, que hacian pago con una ha-
brantar, salvo desque la Reyna falleció; algunos de canea adornada, que presentaban cada afio al Papa,
los Grandes del Andalucfa , que por sus obras pare con lo qual se contentaba ; y como aquellos caba
cía desamar al Rey Don Fernando, la quebrantaron lleros de Nápoles tuviesen muy mala'voluntad al
luego como la Reyna falleció, algunos de los quales Rey Don Alonso, que nuevamente comenzaba á rey
quisieron luego ver vuelta en estos Beynos, salvo nar, no queriendo estender la cerviz al yugo, y fi-
que Nuestro Sefior lo impidió, y en los comunes cierou liga, según pareció por la obra, de dar el
nunca ovo mudamionlo, por la gracia y querer de reyno al Bey de Francia, y ántea morir ó perder sus
Dios. Como comenzó de reynar Don Phelipo luego se estados, que no sufrir por su Bey al Duquo de Ca
quebrantó y cabalgaron en muías todos los que la labria Don Alonso el Garcho.
pudieron alcanzar y los que quisieron. Esta premá Los quales caballeros traidores de Nápoles fue
tica y otras muy provechosas y conformes á justi ron estos : el Príncipe de Salerno, el Príncipe de Bi
cia y á la pró y bien del Común se quebrantaron siniano, el Principe de Altamura, el Señor Virjilio, •
luego, y nunca ovo quien lo resistiese, é comenzó capitán mayor de todo el Reamen de Nápoles, yer
de reynar el Rey Don Phelipe. no del mismo Don Alonso de una su hija bastarda, y
otros muchoB. De algunos de estos so publicó lue
CAPÍTULO CXXXVI. go la traición, y del Señor Virjilio Ursino no, hasta
que después lo puso por obra. Estos y [sus secuaces
Cuindo y tino el Itej Cirios de Francia , fijo del Re; Luis se fueron é enviaron á convidar al Rey Cárlos de
de Francia, entró con gran poder en li Italia.
Francia con el reyno de Nápoles, é se ficieron sus
Eete Roy de Francia fué hombre de mediano vasallos, é le suplicaron que viniese á tomar el rey-
cuerpo, é feo de gesto é cuerpo, é de mala é fea no de Nápoles, que estaba aparejado para se le dar.
composición, é ansi fueron sus fechos : no recibia Algunos dijeron que el mismo Papa fué consenti
consejo de los sabios ni do loe antiguos , según dél dor en este mesmo concierto , porque el Bey Don
Be decia , antee seguia los apetitos de su voluntad. Alonso le rebeló el tributo, y por otros enojos quo
Era llovado en adquirir , do la honra , y grandes se tenia dél de sinrazones que le habia fecho, en es
ñoríos ; placiánle mucho oaballerias, batallas, gente pecial que diz que el Papa habia comprado del Bey
de guerra ; no creia que en el mundo habia su par. Don Fernando una provincia en la Pulla plana m
De lijero movimiento, sin pensar muy bien, y sin finibus Compartía, que son doce ó trece villas, y una
cotejar la victoria y honra que de salir de sus rey- ciudad que llaman Trípoli, y estas habían sido de
nos á tan lejanas tierras podría alcanzar, siendo los Garrafos que habia muerto el Bey Don Alonso
vencedor, con la mengua y gastos, é pérdidas, é siendo Buque de Calabria é Principe de Nápoles en
muertos de sus gentes quo lo podrían vonir, siendo vida de su padre, y él no las quiso dar al Papa;
vencido , sin tenor necesidad do justo título, salió por esto se dijo quo el Papa hizo jiga oon los caba
de Francia en el mes de Septiembre del afio de 1494 lleros de la Italia contra él, y que él fué inprimit
alios con quarenta mil hombres de guerra, y con consentidor que viniese á Nápoles el Rey de Fran
muy grandes artillerías por tierra y mar, con inten- ¡ cia, é aun se dijo que le envió un breve para que
682 , CRÓNICAS DE LOS REYES DE CASTILLA
viniese, y después de visto que había sido mal con co, donde el Papa lo mandó, y el Papa te quedó
sejo aquel, le envió otro breve para que no viniese allí en su sacro palacio. La otra gente habia que
ni en ninguna manera se moviese de su tierra para dado aquel dia media jornada de la ciudad, con con
Italia, por cuanto si al camino de tal viaje so me dición que no habían de entrar por Roma , salvo
tía no se podia facer sin muy gran dallo y estrago que se pasasen por de fuera , desque llegasen del
así del Imperio Romano como de su gente france Montefrasco y de Viterbo, donde quedaban ; y lue
sa, y amonestóle y requirióle en el segundo breve go otro dia de los no merecientes, llegó toda la otra
como hijo obediente que no quisiese tomar el tal gente francesa de guerra é lanzóse en Roma á po
camino, y el Bey de Francia echólo en disimula sar del Papa é común romano ; é el Rey le envió á
ciones, y echó fama que quería ir contra el Turco, decir al Papa, que no o viese enojo, é estuviese se
é otros decían que iba á conquistar á Jerusalen, é guro que él le prometia de no le enojar, nin tomar,
no dejó por eso de moverse con los quarenta mil ni n demandar cosa alguna de lo suyo ni de la Igle
hombres por la tierra é por la mar con su armada, sia, y que esto lo prometia sobre su real fee. Y en
dejando primero hechas las amistades y hermanda trada la multitud de gente francesa en Roma , se
des con el invictísimo Rey Don Fernando de España aposentaron en campo de Flor, en lo mejor de Ro
y con el Rey de Inglaterra y con los grandes seño ma ; á pesar de los vecinos tomaban las posados
res sus comarcanos. Entró por la Italia con su gran que querían , y sobre el aposentar y después de
poder, y el Duquo de Milán le fué favorable y dio aposentados ficieron muchos robos y fuerzas y
lugar por su tierra. Las señorías de Genova , ó Flo muertes de hombres, y metieron á saco mano gran
rencia, é Pisa, é Luca, é Sena, todas se le humillaron, parte de la Judería, donde habia pasado de tres mil
y dieron lugar que pasase , é mantenimientos por vecinos judíos, y forzaron muchas mujeres de to
sus dineroB, é pasó por todas estas señorías, y acer das suertes, casadas y doncellas; y los romanos por
cándose á Roma, el Papa fué muy posante y temo- defender sus casaB peleaban con ellos, y también
roso de su ida. mataron de ellos, en que murieron de una parte y
de otra, mientras allí estuvieron, ma¡¡ de mil hom
CAPÍTULO CXXXV1I. bres, según se decía ; otros decían que fueron mu
chos mas. El Papa, sabiendo y viendo tan grandes
De como el Re; de Francia entró en Roma. estragos, y robos, é fuerzas, é descortesías , é muer
El Santo Padre Alejandro VI, viendo quo ol Rey tes que los franceses hacían, fué muy turbado, y
de Francia se acercaba á Roma, y oyendo los es envió á suplicar al Rey sobre ello lo íiciose enmen
tragos y robos que la gente de guerra iba haciendo, dar; y era sospecha entre el Papa y los de su Con
le envió a decir al Rey de Francia, que lo ñcieso sejo que el Rey tenia algún mal propósito , como
saber dónde iba, ó qué quería en aquellas tierras do después pareció. Pasaron algunos días ansí, y un
Roma y de la Santa Iglesia. El Rey do Francia lo Domingo siguiente, que fueron 5 dias de Enero dol
envió á decir, quo él iba á Roma, primeramente por año de 1495 el Rey descubrió su mal propósito del
le besar las manos , y que allá le hablaría á su vo todo. Envió á demandar al Papa quatro cosas, ó
luntad, empero que su partida de Francia habia mas especial, á Ci vita-vieja , y á Terrachina, dos
sido á tomar el reyno do Ñapóles, que era suyo y lo fortalezas de Roma , é al Cardenal Don César, hijo
pertenecía; de donde después que lo tuviese con la del Papa , que era entonces Cardenal de Valencia
ayuda do Dios, entendia pasar á conquistar á Jeru por Logado, y al fijo del Gran Turco, hermano del
salen, é la Santa Tierra de promisión, y que para Turco Emperador, Señor de Turquía e Oonstantino-
esto suplicaba á Su Santidad que le dejase pasar pla, que el Papa tenia preso gran tiempo habia, é
por la ciudad de Roma, de lo qual el Papa fué muy porque le tuviese á buen recaudo ó no le soltase le
mal contento y dijo que lo otorgaba, con intención daba el Turco su hermano cada año al Papa seten
y condición que entrase en Roma con mil hombres ta mil ducados, porque se temía mucho do él, que
de arman y quatro mil peones y no mas, y este con era muy varonil é belicosc hombre, que si se sol
cierto fué entre el Rey y el Papa, y el Rey entró tase quo lo tomaría el imperio y señorío. El Papa,
en Roma con la condición dicha, con mil hombres visto su propósito del Rey, le concedió y dio todas
de armas, é cuatro mil peones arqueros y artille estas quatro cosas, por le contentar, é con condi
ros, é gente de guerra, el tercero dia de la Pasqua ción que otra cosa ninguna non le demandase, y el
de tíavidad , dia de San Juan Evangelista, tarde á Rey se lo prometió por su fee Real, de no le de
27 días del mes do Diciembre, tres dias andados dol mandar mas cosa alguna, como otra vez primero lo
año del Nacimiento de Nuestro Redemptor Jesu- habia dicho ; y asi habido esto, el Rey estándose
christo de 1495 años; y el Papa le hizo muy solem en Roma, prosiguió su dañado propósito y mala vo
ne recibimiento, cá salió con toda Roma á lo reci luntad, y envió á demandar al Papa el castillo de
bir, é el mesmo Papa lo recibió en las gradúa de Sanct Angelo, y el tesoro do la Iglesia. El Papa es
San Pedro, é allí Be vieron, é besó el Rey el pié al tonce envióle por embajador al Cardenal Don Ber-
Papa dentro de la iglesia do San Pedro ; y ol Papa nardino de Carvajal, castellano, diciendo. que se
lo hizo muy gran fiesta, y dio muchas colaciones maravillaba mucho de haberlo prometido por bu
allí dentro en San Pedro ; y de allí el Rey se fué á fee Real no le enojar ni demandar cosa alguna de
aposentar con aquella gente en la casa de San Mar- la Iglesia, y habiéndole dado lo que fasta allí de
DON FERNANDO É DOÑA ISABEL. 683 .
mandó, quena ir contra la Santa Madre Iglesia y fizo gran recibimiento vestido á la francesa con
demandar lo que era imposible darle ; que supiese muchos de los nobles de Francia, en la casa de San
por cierto que él no le podia dar en ninguna mane Pedro ; y como llegó el Papa á la entrada del huer
ra el castillo de Sanct Angelo, ni menos le podia to que se juntaron, el Rey se inclinó por el suelo, y
dar thesoros de la Iglesia ; el castillo es de la Igle le besó los ptés y le hizo muy grande acatamiento.
sia, y la Iglesia no tenia otros thesoros sino cruces El Papa dijo misa allí aquel día al Rey y á los
y cálices, y cuerpos santos, y esto lo platicó muy Grandes de Francia, y el Rey dió allí aguamanos
bien el dicho Cardenal Don Bernardino de Carvajal, al Papa, y el Papa, acabada la misa, dió la absolu
el qual le había llevado el turco, é ni por esa mu ción é indulgencia plenaria al Rey y á los suyos, y
daba su monstruosa é dañada intención, antes man allí se despidieron, y el Bey so fué á la casa de San
dó luego aderezar la artillería para tirar é comba Marcos ásu posada, y mandó el Papa que lo acom
tir el castillo, diciendo que si no se lo daba quo él pañasen y acompañáronlo hasta su posada de la
lo allanaría por el suelo, é lo tomaría por fuerza, é gente del Papa vointe y dos Cardenales. El Rey
muy airado no lo podia tirar de este mal pensa fué muy maravillado de la solemnidad de la raisa
miento. del Papa, y do las muy grandes riquezas y vesti-
mento , y do los trajes de los Cardenales y de la
CAPÍTULO CXXXVIII. gente del Papa, y ovo mucho placer on ver las co
De los remedios que el Papa proveyó de secreto para protejerse sas que aquel dia vido. Luego el dia de San Vicen
y defenderse del Rey de Francia , c de la conformidad que des te , que fueron 22 de Enero, hicieron sacar su tesoro
pués ovo entre el Santo Padre j el Rey de Francia. do su moneda y poner en un montón en Campo de
Los remedios que el Papa de secreto proveia y Flora, dentro do la ciudad, y pagó el sueldo de to
mandaba hacer para su defensa y del castillo, era dos. Allegó el Duque de Borbon al Rey y deman
mandar poner por los adarves , torres y almenas por dóle á Sicilia ultra faro, diciendo que le pertenecía,
donde habían de tirar , las cruces y las reliquias do y ol Rey dijo que verla los capítulos que tenia fe
los Santos, y el arca con el Corpus Christi, de ma chos con su normano el Roy do Castilla Don Fer
nera que todo en derredor lo guarneciesen con co- nando, y lo respondería.
Bas sagradas, con ñucia que, cuando á ellas manda
se tirar, que Dios lo hundiría como á Datan y Avi- CAPÍTULO CXXXIX.
ron ; y sabido por los nobles caballeros romanos Ur De como el Rey de Francia partid de Roma , é de como Don Anto
sinos ol propósito del Roy, allegaron á ól ó detrajé- nio de Fonseca, Embalador de Espafia, le rasgo los capítulos
ronselo mucho , é hiciéronle entender on cuan gran porque se quitaba de lo capitulado, y de las filias que el Rey
peligro de su alma, é de su cuerpo se quería poner, tomó y de como llevó consigo al Cardenal Don César 6 al turco
y cuan gran bofetada quería dar á los chrístianfsi- prisionero del Papa, ó de como se huyó Don César.
mos Reyes de Francia sus predecesores, que siem DeBpues de dado el sueldo, otro dia mandó el Rey
pre fueron obedientes fijos de la Santa Madre Igle cabalgar é partir de Roma toda su gente ; y él ar
sia de Roma, y ficiéronle saber cómo le habian de mado de blanco fué á besar la mano al Papa é á so
defender el castillo con gente mas esforzada que la despedir de la casa de San Pedro , é descabalgó y
que él traía ; quo habian de poner el arca sagrada entró ante un altar donde el Papa estaba, é inclinó
con el Cuerpo do Nuestro Redemptor, y las reliquias se á él y besóle el pié y así se despidió de él. Y ol
do San Pedro y San Juan Baptista ; é de los otros Papa ovo muy gran temor en ver así humillado al
Santos, y las cruces y reliquias sagradas de la Igle Roy do Francia y con tanta gente , y lo vino un
sia en los lugares de la afrenta por donde él había desmayo de grando vapor ; el Rey so partió luego
de mandar tirar las lombardas, que no dudase que de Roma con toda su. gente, y llevó consigo á Don
por ventura, si tal combate comenzase, toda la César, Cardenal de Valencia, hijo del Papa, por Le
christiandad se levantaría contra él ; y de aquí plugo gado y por rehenes, y al gran turco Sizíno ó Saha-
á Nuestro Señor que el Rey se retrujo de su maligni bo, que dicho es, y olvidado de las promesas que
dad que quería facer, y mudó su propósito, y envió había prometido por su Real fee do no tomar cosa
i demandar perdón al Papa. Ilizose entre ellos paz de la Iglesia, ni ser contra ella, ni contra el Papa,
y concordia , y el Rey envió por merced á pedir al fué luego y tomó á Marino, una villa muy rica de
Papa que se viesen, y que quería oir su misa, y con Roma, de los Coloneses, que está de Roma diez mi
certóse que fuese el día do San Sebastian el dia que llas, y tomó á Fetiche y á Terrachina, que son dos
el Papa había de decir la misa; ol qual dia el Papa villas del Santo Padre, y sobre la demanda del Du
salió acompañado de muchos Cardenales, y Arzo que do Borbon, francés, y por ver lo que tenia ca
bispos, y Prelados, y Clerecía, y Caballeros roma pitulado con el Rey de España, mandó llamar al
nos, dejando en el castillo muy buen recaudo de Embaxador del Rey Don Fernando, que era Don
caballeros castellanos, entre los quales estaba Don Antonio de Fonscca, hermano de Don Juan de Fon-
Garci-Laao de la Vega, el qual estaba por capitán seca, Obispo de Córdoba, y que iba allí con él desde
y alcaide del castillo, que el Papa no lo osaba fiar Franoia, el qual pareció ante el Rey con los capítu
de otra nación, salvo de hombres de Castilla, pro- los, que no deseaba otra cosa por tenor lugar de le
Teidos para ello por el Rey Don Fernando do Cas decir lo que debía y convenia al Rey de España, su
tilla j y como el Papa salió, el Rey lo aguardó y le señor, y puso los capítulos en la mano al Rey, é el
684 CRÓNICAS DE LOS I YES DE CASTILLA. .
Rey m loa volvió y se loa mandó leer, loa quales es porque él primero estaba en Roma muy vicioso,
taban en latin, y leyéndolos Don Antonio, los que aunque detenido , y á su placor y muy servido.
le parecían bien al Bey decia, está bien fecho, y el
que no le agradaba, decia que no estaba bien, y él
meamo lo borraba y rayaba , y ansí borró y chan- CAPÍTULO CXL.
celó siete capítulos de loa que eran necesarios á la De lo que hilo el Rey Don Alonso de Nápoles desque vido que el
honra y pró del Bey Don Fernando y de sus Beynos Rey de Francia le entraba a mas andar en su reyno.
y del Santo Padre y de la Santa Iglesia de Boma ¡ y El Rey Don Alonso no osó aguardar en Gaeta al
desque Don Antonio de Fonseca vido borrados y da Rey de Franoia , é partido do allí fué á moa andar
dos por ningunos aquellos siete capítulos, y cómo á Nápoles, y demandó socorro á la ciudad, y la ciu
el Bey de Francia so quitaba de la verdad y prose dad le respondió bien , y los caballeros de ella se le
guía su interés y mal propósito contra el Papa, to ofrecieron de le ayudar é poner por él sus estados
mándole y demandándole lo de la Iglesia , dijo al é haciendas ; é estonce con la mas gente que pudo
Bey : «Mirad , señor , que V. A. firmó todos estos ca- volvió á Cápua á resistir el paso al Rey de Francia,
» pítulos y prometió de estar por ellos ; y pues que que venia enderezado allí á pasar por la puente de
>no valen estos que V. A. borró, de parte del Bey la ciudad, que está sobre un gran rio, llamado Vul
>de España mi señor digo que tampoco valdrán es- turno, é cuando llegó halló pasados los capitanes
utos otros, y todos los doy por ningunos! : y eston suyos al Rey de Francia con toda la gente de ar
ce con ambas manos, como caballero muy esforza mas, especialmente al Señor Virgilio Vicino, señor de
do y muy leal á su señor, pospuesto el temor al vasallos , que era capitán general del reyno, é todos
gran Bey, rasgó y hizo pedazoB todos los capítulos, los otros que cataban puestos para la resistencia del
y echó los pedazos en el suelo á los piés dél , y se Rey de Francia ; y de que vido toda la traición y la
inclinó ante el Bey, y el Bey le echó mano de los poca lealtad de aquellos suyos en que él confiaba y
corbejones espantado de tal osadía, y le mondó y tenia su esperanza , que antes murieran por él que
dijo : a no te partas de mi , porque no te maten u ; y no hacerle vileza , volvióse á Nápoles con muy gran
Don Antonio no se osaba quitar de par del Rey, y el dolor de su corazón viendo el perdimiento de su
Bey le envió á poner en salvo en Boma con un ca reyno, é aderezó luego de se pasar á Sicilia, é sacó
pitón y gente que lo guardaron y pusieron en sal sus tesoros y joyas, é casa é familia, é púsolo todo
vo ; el qual luogo se metió on ol castillo do Sauct en las galeras de su armada ; y ovo quien dijo, que
Angelo, con Garci-Laso de la Vega. Y desque el pues ya mas no podía hacer, que renunciase el reyno
Cardenal Don César, hijo del Santo Padre, vido que en su hijo Don Fernando, Duque de Calabria, que
el Bey habia tomado aquellas villas de la iglesia, era mozo de menos de veinte años, é muy esforzado
aquella noche de la toma de ellas, volvió huyendo y de muy buen sentido é consejo. Estonce el Rey
á Roma, é el Bey volvió á Roma, é volvió á pasar ol Don Alonso llamó á su hijo Don Fernando é le re
Tiber por la puente Sixto, y tomó á Civitavieja é á nunció el reyno, é se lo dió é confirmó, é crió nuevo
Viterbo, é á Montero, é á Torrevacano, é tornó á Os Rey, y juró sobre un libro misal de nunca jamás rey-
tia, que es un muy gran fuerte que está sobre el Ti nar en Nápoles, é rogó á todos loa caballeros de la
ber, que se la entregó el Cardenal de Advinoula, ciudad que lo recibiesen por su Rey y señor é le fue
el qual queria mal al Papa é andaba fuera de sen leales , que él creía que por sus grandes peca
Boma, é por allí volvió el Rey á pasar el Tiber, que dos permitía Dios que perdiese el reyno, con lo qual
ea el rio de Roma, aunque creo que es un brazo dél, plugo mucho á todos los de la ciudad , é recibieron
que después que se despide de Roma se hace en á Don Fernando por su Rey é le besaron la mano; é
tres brazos ; é pasado por allí fué á el Aguila é dió- esto así pasado , en quatro galeras cargadas de sus
aele , é dende á Sundi , que ea por allí principio del joyas y tesoros, se metió con su hijo el Rey Don Fer
Reamen de Nápolcs, é diósele ; y fué á San Germán, nando segundo ya dioho, y con la Reyna de Nápo
y defendiósele , cá era una fuerte villo, é comba les, mujer que fuá del Rey Don Fernando su podre,
tióla, é tomóla por fuerza do armas, aunque era hermana del Rey Don Fernando de Castilla, é con su
muy murada y muy fuerte villa, é metióla á saco fija, hermana suyo, que después, aunque tía y so
mano y cuchillo, como si fueran turcos ó moros, é brino, casó con el dicho Don Fernando, Rey nueva
dende tomó á Traino ; é dende tomó el principado mente constituido , y con todas sus joyas y familias,
de Capuano ; é dende fué sobre Gaeta, donde esta ó lo mas que pudieron llevarse , pasaron en Sicilia,
ba el Rey Don Alonso , el qual no lo osó allí aguar en la ciudad de Mesina, y aun no era partido el Rey
dar , por la desconfianza que tenia de los caballeros Don Alonso de Nápoles ni entrado en las galeras,
dol reyno, salvo dejóla al mejor cobro que pudo , y que áun estaba en Costilnovo , é vino por lo otra
fuése á la ciudod de Nápoles , y el Rey de Francia parte un gran capitón de Francia, llamado Antonio
cercó á Gaota ó tomóla, algo por fuerzo, y algo de el Bastardo, con mucha gente francesa, é de la del
grado é querer que se le dió , é tomó áSesa, é Mola, Reamen de guerra, y en presencia del Rey Don Alon
é prosiguió el viaje por unas partes é por otras, ga so le abrieron las puertas los traidores de la ciudad,
nando toda la tierra. Allí en Gaeta murió el Gran é lo recibieron é alzaron banderas por todas los
Turco, ó le dieron con qué, ó de muy grande enojo torres, diciendo : «¡Francio, Francia!» é estonce se
de verse preso é maltratado entre los franceses, metió el Rey Don Alonso en una deaus quatro galo
DON FÉRNANÍJO E DONA ISABEL 68é
ras, é fizo poner fuego i tres naos suyas que que miró lo quo por el espejo de la Santa madre Iglesia
daban en el puerto, que no ovo quien las poblase, é tenemos: depo$uit potentes el exaltavil humües , di
así eo pasó por el faro en Sioilia, donde ese propio cho por Nuestra Señora la gloriosa Vlrjen madre de
a&o murió de dolencia y enojo. Dios ; y lo que dijo la boca del Redemptor Nuestro
Dljoeo comunmente que el Boy Don Alonso fuó al xviii capítulo do San Lúeas : Omnit qui te exaltat
causa de su perdimiento , porque no quiso con tiem humiliabitur ; el qui se humiliat exaltabitur; y ol
po obedecer é llamar socorro del Rey Don Fernando Biorvo mortal quo usurpa el título á su Criador Dios
de España su primo; antes decian que decia mal inmortal, soberano Rey de Reyes ó Señor de Seño
de los españoles y de la Reyna Dofia Isabel, y de res, ved si es razón quedar sin pena ; aquí es razón
cian que no tenia en nada á ninguno, y esto junto decir lo que dijo Martin Clavero , criado del Duque
con lo otro «yudo á su perdimiento. de Gandía:
Dios depone los potentes
de sos grandes poderlos,
CAPÍTULO CXLI. quítales los señoríos
por serle desobedientes.
De li traición de los capitanes del Rey Don Alonso. A los qne son obedientes,
Él los hace prosperados;
Antes que el Rey de Francia llegase a la ciudad hace ser en so aliados
de Cápua, donde estaba el Capitán general del Rey los humildes exuricnles.
de Ñapóles, que era el Señor Virgilio Vicino, y otros
capitanes con la gente de guerra, lo salieron á reci CAPÍTULO CXLII.
bir el mismo Virgilio é los otros, é lo recibieron por
Señor é por su Rey , y sin afronta ni combate lo De la gran liga qne se hizo contra el Rey de Francia, é de la ba
talla qne se dld en la Nota entre el Rey de Franela é el Rey
metieron en la ciudad de Cápua, que es llave y Don Fernando de Ñipóles é Gonzalo Fernandez, i de otra*
puerta de todo el Reamen , é el Rey la tomó pacífi eosas.
camente, é se apoderó della, é como fuese sabido
por toda la tierra de Bruto con la Pulla, se dieron Bien sabéis que desque el Rey Carlos partió de
al Rey de Francia sin ver ninguna afrenta, que son Francia para la Italia, nunca se despidió ni apartó
muchas ciudades, é villas, é lugares; é Bruto, Mar- del el Embajador de Espafia Don Antonio de Fonsc-
fedronia, Carleta, Ascoli, Bari con Trizan», Foja, ca, ya dicho , fasta Boma, y llegado el Bey en Ro
Galipol, Tárente No quedaron sino Brindis y Otran- ma, ya es dicho de los desconciertos que hizo, y co
to. DiéronBe otras muchas ciudades, Ñapóles, Ve mo fué contra la Iglesia y contra el Papa, y no cum
nosa, Marieta, Altamura, Astoni, Leche. Estas son plió lo capitulado del compromiso que habia firmado
todas muy buenas ciudades, y creyó que con solo y prometido al Rey Don Fernando de Espafia, por
temor de él lo hacinn , por la crueldad que hizo en lo qual Don Antonio de gran loor le rompió los capí
San Germán y en su comarca, y dejó en Gaeta a tulos delante, en qne se quebrantó la amistad de los
Monseñor Dulatte, é envió á la Pulla á Monseñor dos muy grandes Royes, é se volvió en enemistad,
de Borbon, é él en persona fué á Ñapóles, donde es é luego Don Antonio le fizo saber al Rey de España
taba don Antonio el Bastardo, que era capitán gene todo lo que en Roma y en Italia era pasado, para
ral, é halló las puertas abiertas, é entró, é hizo luego que proveyese como á su honra y Estado convenia.
poner cerco 4 los seis castillos que tiene Ñapóles, Y el Papa muy quejoso, injuriado y robado, se que
conviene á saber: San Telmo, Castil del Ovo, Peti- jó al Rey de España y á toda la Señoría de Italia
faloon , Capuana, San Vicente, Castilnovo. De estos que se adoleciese de Roma , que era cabeza de la
con poca afrenta se le dieron loe quatro, y túvose Iglesia y déla christiandad, y recontando á cada uno
Castilnovo, y túvose San Telmo á merced , y ahor las demasías, los robos, las injurias que el Rey de
có de los que estaban dentro, veinte y siete hom Francia con la gente francesa habia fecho , y facia
bres españoles, y ansí se apoderó de Ñapóles, y se de cada dia, y rogándoles y mandándoles que luego
vido Señor della, y vido ende entalladas las vioto- ficiesen liga y hermandad contra él para lo echar de
rias del bnen Rey Don AlonBO de Aragón, Infante do la Italia , la qual luego fué fecho ¡y concertada,
Castilla, en alabastro, y otras muchas maravillas y y fueron en ella el Papa mesmo , y el Rey Don
antigüedades de Ñapóles y las puertos fodias á mil Fernando de Espafia, el Duque de Milán, la Se
maravillas de oro é azul, é fizólas arrancar de don ñoría de Venecia con el estandarte de S. Marcos,
de estaban, é por la mar enviólas en Francia, con y otras muchas señorías y reynos , los quales luego
envidia, porque el loor y fama de aquellos Reyes so pusieron todos on armas contra el Rey de Fran
de Ñapóles de gloriosa memoria, cesase, y ol suyo cia, y se pusieron con sub tierras al ojercicio de la
se levantase. V habida la victoria do Ñapóles, ansi guerra, y el Rey Don Fernando, asi como supo de los
de la ciudad, que es de las mas gentiles del mundo capítulos rompidos Antes de la liga concertada, lue
y de las mas hermosas y ricas de todo el reyno del go proveyó é envió á Gonzalo Fernandez , segundo
orbe poblado de el mundo, como de toda la mayor hijo de la noble casa de Aguilar, con setecientos de
parte del Reamen, enlevado y tan sublimado fué de á caballo é tres mil peones al socorro de Ñapóles,
vana gloria, que se tituló y nombró Rex Regum el por cuanto en lo capitulado era la amistad, con con
Dominus dominantium. Rey de Reyes, y Señor de dición de que el Rey de Francia no fuese contra la
los ScGores, título que á solo Dios pertenece; no Iglesia ni contra el Papa, lo qual asi como fué en
CRÓNICAS DÉ LOS REYES DE CASTÜtA.
Roma quebrantó el dicho Rey ; y aun cuando le le no ser mas afrentado del. É entrada la gente fran
yeron dolante del loa capítulos firmados de su nom cesa en la ciudad de Roma, como gente muy cruel y
bre , no se quiso retraer ni enmendar dello, antes de mal concierto, si primero le ficieron muchos ma
borró como dicho es siete capítulos , y temiendo lo les, y fuerzas y robos, muy peor lo volvieron á fa
qual él fizo que lo baria é por amparo y guarda de cer en esta vuelta, ca estuvieron en punto de meter
Sicilia, el Rey proveyó de España antes de tiempo, lá ciudad á fuego y sangre,y ficieron muchos robos;
lo que fué á tiempo, á dicho Gonzalo Fernandez y metieron muchas casas y palacios de caballeros á
con la dicha gente española ; y el amistad quebra sacomano, y mataron muchos varones romanos, y
da , mandó en todos sus Rey nos pregonar guerra forzaron muchas mujeres casadas y vírgenes, y ma
contra Francia, y prosiguiendo la liga, Q onzalo Fer taban sobre ello á sus maridos é padres, y robában
nandez arribó con toda su gente en Sicilia Ultrafaro, les las casas á los que huian á las iglesias, y allí sin
Reyno del Rey Don Fernando de España. E invocó temor de Dios los degollaban y mataban, aunque se
la gente de Sicilia con cartas del Rey Don Fernando, abrazaban á las imágenes de los santos ; y de las
é juntóse con el Rey mozo de Ñapóles Don Fernando mismas iglesias robaban cuanto hallaban, y por mu
Segando, é fué é descindió en tierra en el Reamen chas quejas que iban de ellos al Rey de Francia no
de Ñapóles, é juntaron su gente el Rey mozo é Gon curaba de lo remediar ni castigar. Desque pasaron
zalo Fernandez, é habla en su favor tres mil hom de Roma prosiguiendo sus crueldades en Toscanela, "
bres de armas de Sicilia; y el Rey de Francia, des que os una ciudad del Papa, ficieron muy grandes
que supo la venida del Reamen de aquella gente, daños y crueldades, y forzaron muchas mujeres, y
fuese á la Mota á buscar á Q onzalo Fernandez para robaron la ciudad y las iglesias dclla, y derramaron
pelear, y allí so hallaron los unos cou los otros, ¿hu en ella mucha sangre; y asi por donde aquella gen
bieron su batalla, é pelearon muy valientemente los te mal gobernada iban, no era sino como fuego, y
franceses con Gonzalo Fernandez é con el Rey de sonó por toda la Italia sus crueldades, y toda la gen
Ñapóles el mozo, la qual batalla fué muy bien reñi te de la tierra alborotada y amedrentada se ponia en
da de ambas partes, y los franceses fueron vence armas para se defender, é algunos fuián de su en
dores, y Gonzalo Fernandez con la gente española cuentro, y otros muchos se pusieron en armas y les
é el Rey Don Fernando fueron vencidos , y estonco salieron á les ofender. E alejados mas acá de Roma
Martin Alonso, y Pedro de Paz, y Diego de Arella- en la Toscana, malpararon a Son a y Pisa é otras ciu
no, españoles, capitanes de la gente de España con dades ó villas é lugares de la Toscana, ansí como en
Gonzalo Fernandez, como hombres diestros en la Montefortino y en Monte San Juan, que ficieron mu
guerra, conocieron ser voncidos por defecto do so chos crueldades é robos, do lo qual pareció que non
haber flojamente en la batalla algunos de su favor plugo á Díob que se fuesen sin hacer enmienda.
é batallas ; recojicron é rehicieron seiscientos de á
caballo, é volvieron de súpito sobre los franceses, é CAPÍTULO CXLni.
ovieron otra voz batalla, é volvieron Gonzalo de
Como fué desbaratado el Rey Carlos cu la Italia.
Córdoba é el Rey Don Fernando á la batalla á socor
rer a los suyos con toda la gente que había huido y Después de haber estado el Rey de Francia on
escapado de la batalla primera , é pelearon de tal Roma y en el Reamon de Ñapóles poco mas de seis
manera que vencieron á los franceses é los desbara meses, en el qual tiempo ganó é se dio todo el reyno
taron, é Gonzalo Fernandez y el Rey Don Fernando de Ñapóles , c fizo las fuerzas é sinrazones á ida y
el mozo quedaron señores del campo, é lo cojicron, venida en Roma y su tierra, en esta vuelta que die
donde ovieron muchos caballos é armas é muy gran ron por medio do la liga, é llegado el Rey ó los su
presa, é murieron en aquella batalla, según lo que se yos en tierra do Genova á Pontremol, en el mes de
pudo saber é dijo en ambas á dos, doce mil france Julio del año sobredicho de 1495, salió un capitán
ses ó poco mas ó menos, y de lá gente de Gonzalo de la liga, llamado Micer Juan de Dentebolla, capi
Fernandez é del Roy mozo quatrocientos de á caba tán de Culona, con ochocientos de á caballo é con
llo y setecientos peones. E en este medio tiempo vi cierta gente de á pié, é dio con el fardaje del Rey de
no la nueva al Rey de Francia de la gran liga que Francia en un puerto, que iban á hilo, é mató mu
era fecha contra él, ó aun tenia dos castillos de Ña chos de los franceses, é despojó é tomó gran parte
póles por tomar, que se le no habían dado, Capua é del fardaje é do la artillería é quedóse con ello. É
Pizifalcone; é como supo la nueva de la liga, guar el Rey y la gente francesa no cesaron de andar adu
neció todas las fortalezas que tenia de gente de ar lante cuanto mas podian, por salir de la tierra áspe
mas é artillería, é con gran temor dio la vuelta á ra, y porque ya creían haber otros mayores encuen
Gaeta, é dende, cojida su hueste, comenzó su viaje tros que aquel, y saliendo cerca de Fariña en el lla
para Francia, ó vino y entró con toda su gente por no, salió en el encuentro el Marqués do Mantua, ca
la ciudad de Roma, y no halló al Papa en Roma, que pitán de venecianos, con mucha gente de armas de
ansí como supo de su vuelta no lo obó allí aguardar, á pié é de á caballo , é salió el Duque de Milán de
é dejó á Garcilaso de la Vega , Embaxador del Rey otra parte, eso mesmo, con mucha gente de armas
de España, por Alcayde del Castillo de Sanct Angelo é peonaje, puesta á punto de dar batalla de concier
con otros muchos españoles, que no se fiaba de otra to con el dicho Marqués de Mantua; é los franceses
nación, é fuese á su ciudad do Porosa huyendo, por desque vieron el paso tomado, ó no podian pasar sin
DÓN FERNANDO E DOÍÍA ISABEL. . éát
batalla, so pusieron en son de la dar, é de consejo de Rey glorioso, ¡qué sentí
un caballero italiano , llamado , echaron todo el En lo mas alto sentado,
Desque ove conquistado
fardaje é carruaje do las bestias adelante, para que Aquel Rejrno que vencí!
se detuviesen é embarazasen á robar los italianos de ¡ Oh cuín presto le perdí ,
la liga, mientras el Bey hnia y pasaba el rio ; é lue Sin gozar dél quatro meses,
go muchos comenzaron de robar y detenerso en ello, l'or los falsos entremeses
De fortuna contra mi I
é otros dieron batalla y pelearon, donde fueron mu
chos muertos de ambas partes, é áun el Rey fué he Allí donde se dió la batalla está una villa que se
rido un poco en la cara de una lanza , que lo hirió llama Fornova, es en el Ducado de Milán , y va un
un caballero gentil-hombre italiano, é á causa del gran rio , donde se anegaron muchas gentes.
robarse ovieron flojamente los italianos. El Rey tuvo
lugar de pasar el rio del Pó, que pasa por allí , que CAPÍTULO CXLIV.
es un gran rio y de muchas aguas cuando creco, y
pasó con harta priesa y peligro de su persona él é Como fuá prest la armada de la mar del Rey de Franela.
todos los que pudieron pasar de los suyos huyendo, Aquel proprodia del vencimiento de la batalla su
é toda su gente que llevaba consigo fué alH desba sodicha, viniendo el armada del dicho Bey de Fran
ratada aquel dia, é muerta, é despojada, é los quo cia por la mar corea do Genova, salió la grande ar
escaparon fueron huyendo do noche y de dia por los mada de genoveses é del Roy de España, vizcainos
montes. El Rey aportó en cabo do ciertos dias basta ó do otras naciones do la liga , é la prendieron é to
después de verse andar perdido noches y diaB por maron toda, dedonde ovieron infinitos riquezas, que
los bosques y montes, y áun algunos dicen que si el valió más de cien mil ducados ¡ y debéis saber quo
rio no creciera como él ovo pasado , quo él fuera allí venian todas las antiquitates y cosas riquísimas
muerto ó preso, é áun se dijo que aportó á Este en y gentiles entalladas en alabastro, y las puertas do
cabo de siete días á pié, en su cabo , que está cin radas y las otras bellas cosas de Nápoles, que el Bey
questa millas de donde fué la batalla ; no sé si fué Cárlos habia quitado de sus lugares donde están
verdad , empero el Rey y todos los que escaparon asentadas, é las embarcó para enviar en Francia en
con la vida que no fueron presos de sus franceses, señal de vencimiento, y venia toda la artillería de
todos aportaron á la ciudad de Hasto , que es de Nápoles, que era la mas hermosa del mundo, toda
Francia. Los dichos Duque de Milán ó Marqués é do cobre, la qual toda venia cargada en galeras y
sus gentes fueron vencedores en esta batalla, é ovie- galeazas, y desque se supo que habia de venir aque
ron muy gran cabalgada de caballos é acémilas , é lla armada de Francia con aquellas cosas ricas de
artillería, é armas, é oro, é plata, é otras muchas co Nápoles, siempre la aguardaron la armada de los
sas. AlH ovo el Duque do Milán la bandera del titu genoveses, é vizcainos, é españoles, ó gente de la li
lo, que decia : Rex Regum, Dominas dominantiumn, ga, que estaban de la parcialidad é favor del Rey
la cual era la principal bandera del Rey. Esta bata- de Nápoles , y los franceses desque vieron á el en
ifa se dió é fué cerca de una villa del Duque de Mi cuentro la dicha armada, fueron al puerto de Pisa,
lán que llaman Fornova, y pasa aquel rio llamado el y allí los genoveses y vizcainos pelearon con los
Pó, que es muy grande , en el qual se anegaron y franceses muy fuertemente, y venciéronles y tomá
ahogaron aquel dia muchos franceses huyendo por ronles toda la flota y cuanto traían, y los franceses
pasar y escapar, é otros peleando. Ved cuan presto saltaron en tierra los que pudieron, y escaparon las
el Rey Cárlos é su gente ovieron el pago é galardón vidas, y todos los otros fueron presos é echados en
de su soberbia é crueldades quo ficieron en Roma é las galeras.
sus tierras, siendo contra la Iglesia y contra el Pa
pa, robando y derramando sin causa la sangre ino CAPÍTULO CXLV.
cente de los de Son Germán é de los otros lugares.
Ved cuan gran castigo Nuestro Sofior permitió quo Del cerco de Novara, y del cerco de Saltas.
dello oviese el Rey de Francia, donde por ejemplo Cuando el Rey Cárlos pasó por la Lombardia para
quedará para siempre que un Rey, el mayor do la Roma quedó el Duque de Orliens su tio en Novara,
christiandad, fuese asi vencido y perdido, sólo por que es en el Ducado de Milán , que es suya, que él
los montes , ájñó y muerto de hambre y de sed , y no fué á Roma ni á Nápoles, y al tiempo que el Rey
padecido sin honra, en cabo de siete dias,por se mo Cárlos fué desbaratado, eso mesmo estaba allí, y
ver sin tener Tazón y justicia, de lijero movimiento, desque los de la liga fueren vencedores, el Duque
tantas jornadas de su tierra, faciendo mal por tier de Milán y el Marqués de Mántua lo cercaron allí,
ra de christianos ; é aquí parece muy bien lo que dijo é tuvieron cercado hasta que el Rey de Francia fué
el dicho Martin Clavero en persona del Rey Cárlos á Francia é se tornó A rehacer, é volvió á lo descer
de Francia : car y lo sacó de allí por partido, y estonces pusie
Mut trilles fueron las Postas ron tregua entre el Rey de Francia y los de la li
Que nos diit li Lorabardla : ga por ciertos meses, y con condición que acabadas
MI ánima triste sentía aquellas habian«de poner otras treguas generales; y
Mil veres la ernel muerte;
Aquella batalla fuerte aquellas cumplían en fin del mes de Octubre y dos
De aquel sanguinoso día. dias antes, y las generales se habían de asentar el
(IRÓNICAS DÉ tóS REYES DE CASTILLA.
dia de Todos loe Santos, año de 1496, y los france ballos é armas, de donde Gonzalo Fernandez rehizo
ses antes que se asentasen vinieron de salto podero su gente, é hizo muchos hombres de armas, é fué é
samente á Salzas en Cataluña, é entráronla por fuer puso cerco á Besiniano, é ovo otras muchas peleas é
za de armas, é mataron é prendieron cuantos en ella victorias contra los franceses , de que siempre fué
estaban. Esto fué en 30 dias del mes de Octubre de vencedor, en tal manera, que en todo el Reamen loa
1496, como adelante mas largo dirá. contrarios habian del gran temor, y el Rey Fernan
do lo hizo luego Duque de Monte Gargano.
CAPÍTULO CXLVI.
De el Rey Don Juan de Portugal. CAPÍTULO CXLVni.
Año de 1495 murió el Rey Don Juan de Portugal, De lo que blto el Rey Don Fernando, e del cerco de Gaeta.
y sucedióle en el reyno su primo Don Manuel, Duque El Rey Femando siguiendo como comenzó de
de Viseo, hijo del Infante Don Fernando, hermano reynar, desque tuvo la ciudad de Ñapóles recobrada,
que fué del Rey Don Alonso, que entró en Castilla, por recobrar el Reamen mas presto, envió sus em
padre del dicho Rey Don Juan ; el qual dicho Don bajadores á se concertar con la Señoría de Venecia
Manuel se halló el más cercano y lejítimo en la lfnea y Genova, y les empeñó tres ciudades por doscien
Real de Portugal ; é casó primera vez con Dona Isa tos cinqüenta mil ducados, é enviáronle al Marqués
bel, Princesa que habia sido de Portugal, fija prime de Mantua con setecientos hombres de armas é mil
ra del Rey Don Fernando é de la Reyna Dona Isabel, peones pagados por seis meses, é enviáronle al Se
Reyes de España , é segunda vez con Doña María, ñor Gerónimo Tocavilla, con setecientos caballos
fija de Iob dichos Rey é Reyna, hermana de la dicha lijeros é otros mil peones pagados por seis meses, é
Doña Isabel, según se dirá donde conviene. vinieron en Ñápeles en veinte y dos galeazas en el
comienzo del año de 1496; é las ciudades que el
CAPÍTULO CXLVII. Rey empeñó é entregó á la Señoría de Venecia para
pagar esta gente, fueron Brindis, é Otranto, é Mo-
De como el Rey D. Fernando II gañí a Ñapóles, e Cómalo Fer nopoli; é duró la guerra en el Reamen todo lo que
nandez vencieron la batalla. quedaba del año de 1495, desque el Rey de Francia
El Rey Don Fernando de Ñapóles, segundo deste salió, é todo el año de 1496. En fin de Febrero de
nombre, después de la batalla vencida é salido el 1496 se acabaron de dar los castillos de Ñapóles
Rey Carlos del Reamen para su tiorra, él y Gonzalo que quedaron á la postre, conviene á saber, Castil
Fernandez rehicieron su gente é allegaron setecien del Ovo é San Telmo, é Capuana, é diéronse á par
tos hombres de armas , é seiscientos ginetes, é qua- tido que los pusiesen seguros en Marsella, é ansí se
tro mil hombres de á pié, á que llaman allá Infan fizo : quedaron por ganar la ciudad de Gaeta é el
tes, é comenzaron de hacer la guerra á la gente fran castillo de Salerno, sobre los quales el Rey tenia sus
cesa que habia dejado el Roy Carlos, el qual habia cercos bien fuertes é bastecidos. En este tiempo
dejado mas de quince mil hombres de armas y de acaecieron muchas cosas en la Italia sobre eBta
guerra , y con ellos los Príncipes deSalerno y Besi- guerra, que serian muy luengas de contar. Por mar
niano, naturales del reyno, traidores , que cada uno y tierra el Duque de Milán guardaba que por tierra
de ellos tonia tanta gente como el Rey Don Fernan el Rey de Francia no podia socorrer á Gaeta ni á
do mozo susodicho, é apartados el Rey por un cabo la gente do Francia que estaba en el Reamen. Las
é Gonzalo Fernandez con la gente española por otro, armadas de España é de la liga, que andaban por
facian la guerra; el Rey vino sobre la ciudad de la mar, no dejaban entrar socorro por la mar á
Ñapóles lo mas poderoso que pudo, é abriéronle las Gaeta, é en el mes de Diciembre de 1495 vino una
puertas, é tomóla sin lanzada é sin combate , como armada de Francia con mantenimientos y vituallas
primero se habia perdido , é fizo poner cerco á los en socorro de Gaeta, é estaba la atinada de España
castillos, é diéronse en breve tiempo Castilnovo, é la en contra ; el Conde de Trebento y otros capitanes
torre de San Vicente, é Petifalcon, éhizo venir lue de ella con el tiempo no pudieron escusar ni defen
go á las señoras Reynas la Reyna Doña Juana, que der la entrada en Gaeta á seis naos francesas con
fué segunda mujer de su abuelo, é su fija Doña Jua el refresco, é otras se volvieron, que no pudieron
na, con la qual se casó, é con sus familias é casas entrar; é estonces el Conde é los otros capitanes to
las aposentó en Castilnovo, Gonzalo Fernandez con maron una nao francesa con trescientos hombres
su gente española y con la otra qne traia á su cargo de pelea, é mil é trescientos quintales de pan-bizco
hizo en aquel año de 95 é en el de 96 muchos des cho, y setecientos presntoB, que son tocinos, é se
trozos en los franceses, é ganóles muchas ciudades, senta y cinco botas de vino y otras muchas vitua
é villas, é castillos que estaban por ellos en la Cala llas; y en este tiempo estaba por capitán sobre
bria é en la Pulla ; é ovo batalla con el Virey fran Gaeta el Principo Don Federico, tio del Rey, por
cés Mosiur de Obeni, campal, de la qual Gonzalo tierra, y el armada de España, catalanes y españo
Fernandez fué vencedor y el Virey vencido , ó mu les y vizcaínos por la mar; y ansí estuvo cercada
rieron en aquella batalla mas de mil franceses, ó Gaeta parte de el año de 1495, que se tomó después
Gonzalo Fernandez é los suyos cojieron el campo, de la muerte de el dicho Rey Don Fernando,
donde ovieron gran presa é despojo, é runchos ca
DON FERNANDO É DONA ISABEL 6&3
mucho tiempo coreada, é Gonzalo Fernandez, el
CAPÍTULO CXLIX. Gran Capitán de España, le dejó todo el reyno de
Ñapóles ganado é obediente, é quedaron las susodi
De una gran lluvia. chas ciudades empeñadas á la Señoría de Venecia,
Acaeció en liorna un diluvio ó tempestad de é tenia eso mosmo el Gran Capitán muchas fortale
aguas súpitamente, á diez dias de Diciembre do zas en la Calabria por ol Rey Don Fernando de Es
1495 anos, que fué una cosa muy espantable, que paña, por los gastos que habian hecho en la guerra,
cayó tanta agua del cielo en tan breve espacio, que que no le entregó.
en Camponason pudiera andar una nao de dudan
tes botas, y á los bancos desde las finiestras toma CAPÍTULO CLII.
ban el agua con la mano; y demás en Santiago de
los españoles subió un codo el agua sobre el altar; Como el Gran Capitán fué i Roma, é por mandado del Papa (orno
i Ostia.
y decian que había hecho de daño mas de un mi
llón de ducados. El Gran Capitán vino á Roma á ruego del Papa
Alejandro para ir á combatir A Ostia, que aun esta
CAPÍTULO CL. ba por la parcialidad do los franceses contra Roma,
y como estaba sobre el rio Tiber de Roma, impedia
De li muerte del Hoy Don Fernando.
los mantenimientos que no fuesen á Roma, de lo
Don Fernando, el Rey de Ñapóles, el segundo de cual se recibía en Roma mucha fatiga y mengua
tal nombre, comenzó de roynar en Ñapóles desde ol do cosas necesarias; la qual fortaleza de Ostia habia
comienzo del año de 1495, que sn padre lo renun estado asi contra Roma desque el Rey Carlos pasó
ció el reyno, y casó con la hija del Bey Don Fernan á Ñapóles; é partió Gonzalo Fernandez de Roma á
do su abuelo, primero de este nombro, Rey de Ña poner el cerco á Ostia, é con él un capitán llamado
póles, é hija de su segunda mujer, hermana del Roy Esforza, sobrino del Duque de Milán é del Cardenal
Don Fernando de España. Este Rey, habiendo reco Ascanio, fijo de su hermano, que era capitán de ve
brado la ciudad de Ñapóles é la mayor parte del necianos por el Marqués de Mantua, é habia queda
reyno con muchos trabajos é con la ayuda de Espa do en Roma doliente, é el Duque de Candía, fijo
ña é de sus amigos é teniendo el cerco de Gaeta, en del Papa, yerno de Don Enrique Enriques de Cas
el qual estuvo Gonzalo Fernandez de Aguilar, Gran tilla; é Gonzalo Fernandoz sentó el cerco con su
Capitán, con la gente de España, murió temprana gente española é con la gente que le seguia desde
muerte á trece dias de Diciembre del año de 1496 Roma, é tuvieron cercada á Ostia trece dias com
años, día de Santa Lucia, en la ciudad de Puzzol, batiéndola ; en cabo do trece dias so dio á partido
decian que atoxicato, ó como fuese su desventura. que so fuesen con sus vidas los cercados, é derriba
Quedó la Reyna su mujer desdichada, quejosa de la ron toda la fortaleza por el suelo, porque traia muy
fortuna de su madre la Reyna Doña Juana, y del gran daño á Roma, que no dejaba ir los manteni
Principe Don Federico su hermano, al cual quedó la mientos é mercadurías que iban de otras tierras por
sucesión del Reyno por estonces; y á este tiempo los la mar; y estando allí en el cerco riñeron ol Duque
de Gaeta no se podían sostener, y andaban en par de Candía é Esforza, é injuriáronse de palabra, y
tidos en vida del dicho Rey, é no se habían podido venidos á Roma con el vencimiento de Ostia, Gon
concertar; y muerto Don Fernando comenzó de rey- zalo Fernandez se despidió del Papa y se volvió al
nar en Ñapóles Federico, segundo hijo del Rey Don Reamen : todo esto posó en el año de 1497 al co
Fernando primero, é luego fizo partido con los fran mienzo.
ceses, é le dieron la ciudad, é escaparon con sus vi El Duque de Candía, que era un muy mal hom
das, é fuéronse en Francia á do quisieron. bre, no echando en olvido las palabras y enojo que
habia habido oon Esforza, puesto caso que Gonzalo
CAPÍTULO CLI. Fernandez los habia hecho amigos, como era mal
hombre y soberbio y muy enlodado de grandeza, 6
De eomo comenzó i reinar Federico en Ñipóles. de mal pensamiento, é era muy cruel, y muy fuera
Don Federico, hijo del Rey Don Fernando de de razón, tomó un dia quatro hombres atados de
Ñapóles, comenzó de reinar en Ñapóles desde el Esforza, y hlzolos ahorcar en la plaza de San Pedro,
dia de Santo Thomé Apóstol, 21 dias del mes de y sobre esto hicieron amigos el Papa y el Cardenal
Diciembre año de 1496, después de la muerte de su á el Duque y á Esforza ; y Esforza túvosela guar
sobrino el Rey D. Fernando el mozo, el qual reci dada, y en el dicho año de 1497, Martes á 19 dias
bieron por su Rey los caballeros y comunidades del de Mayo, sabiendo Esforza de una enamorada que
reino de Ñapóles, y el Gran Capitán de España el Duque tenia, llamada Madama Damiata, hizo ir
Gonzalo Fernandez, é siendo Roy luego perdonó á en la noche una mujer con una máscara, que es de
los Duques de Salerno é Bosiniano, quehabian sido aquellas carátulas que usan on Roma para ir disfra
traidores á los Reyes de Ñapóles su hermano y so zados, la qual llegó al Duque donde estaba, y dijo
brino, é anal fueron luego d él é le dieron el galar que lo llamaba Madama Damiata, y lo esperaba á
dón que suelen dar los tales, é en comienzo de su la hora en el Campo Santo, y salió solo, como hom
roynar se dio la ciudad do Gaota, que habia estado bro de mal consejo, y embriagado, y captivo dej
*4
690 CRÓNICAS DE L09 REYES DE CASTILLA.
malos vicios, y matáronlo á puñaladas y cortáronle la liga y por el favor que díó al Rey Don Fernando
la cabeza, y metido en un saco, desde ponte Sixto do Ñapóles : decía que siendo su amigo no queria
lo echaron con todo lo que tenia vestido y calzado considerar la culpa, ni conocer que él quebrantó el
on el rio Tibor; y después Viérnos á 22 de Mayo amistad el día quo borró los capítulos y fuó contra
siguiente lo hallaron en ol saco con su cadena do la Iglesia; y en el mes de Julio del año de 1400 hizo
oro, y joyas y dineros, y lo enterraron en la capilla gran allegamiento de gente en Narbona y en aque
del Papa Calixto, y Esforza se retrajo en los casas lla comarca de armas y artillería, para entrar á des
de Ascanio su tio el Cardenal, y entonces se dijo truir la tierra de Perpiñan ; y como lo supo el Rey
que el misino Esforza lo había matado al Duque á Don Fernando, fué do Castilla en persona con mucha
puñaladas y le había cortado la cabeza, y áutes que gente de guerra para se lo resistir y defender, y en
lo hallasen no sabian qué fuese del, antes sospecha 29 de Julio del dicho año de 96 entró en Barcelona,
ban que en la ciudad lo habían muerto y enterrado. y salió de ella en 8 de Agosto é fué para Gerona, ó
Y el Papa mandó á pregonar y prometer muchos dende al campo por donde los franceses habían do
dineros á quien del dijese donde estaba muerto ó entrar en sn tierra, porque so habían mucho acer
vivo, é ovo un labrador que dijo quo tal nacho & cado, ó allegaron gran gento do cada parte, é los
media noche oyó un gran golpo en el rio quo lo franceses no osaron entrar, antes «vieron por bien
echaron de la puente Sixto abajo, y por esto lo bus una tregua que se trató entre ambos Reyes, que es
caron é lo hallaron en el rio. El Papa hizo muy gran tando la una hueste de la otra cinco leguas nunca
sentimiento por su hijo, é mandó combatir la casa osaron entrar, que su pensamiento parece que era
donde estaba Esforza y la vecindad, é ficieron mu entrar de salto é robar toda la tierra, pensando que
cho daño con los tiros la gente del Papa en Roma; no se pudiera llegar tan aina gente tanta que lea
é Esforza é los de su parte se defendieron muy bien, resistiera; ó la tregua fué por cierto tiempo que so
é defendieron las casos donde estaban; é murieron cumplía en fin del mes de Octubre, ó dos dios antes,
en la pelea é combate mas de doscientos hombres y que estonces entrarían y asentarían otras treguas
de ambas partes, y allí hirieron á Garcilaso de la generales el dia de Todos los Santos; y el Rey da
. Vega y al Obispo de Segovia Don Juan Arias, quo Francia tuvo este aviso, mandó secretamente alle
eran parte del Papa; y viendo el mucho daño quo gar mucha gente y ponerse cerca de la comarca del
la gente del Papa hacía, y como destruían por una condado do Rosellon, y el dia que so acabó la tre
parte á Roma con las lombardas, Roma so alzaba gua, luego esa noche é otro día fueron treinta días
contra el Papa; el Papa la quisiera destruir, y el del mes de Octubre del dicho año de 1496 amane
consejo suyo y Cardenales no lo dejaron mas facer cieron sobro Salzas, Domingo, y la combatieron
porque no convenia á Su Santidad dar causa que muy fuertemento y la tomaron por fuerza de ar
toda la ciudad se alzase contra ¿1. Ovo otro hijo é mas, y tomáronla tan aina porque algunos de los
una hija el Papa Alejandro, por los qualea é por el de dentro so dieron flojura, é no creyeron al capi
Duque ya dicho, siendo vivo, se vido en muchas tán Don Diego de Acevedo, que murió peleando, y
congojas y enojos y afrentas ; el qual dicho segun los de la ciudad estaban casi seguros y oviéronsa
do era el Cardenal de Valencia, que habia ido por flojamente en los armas, ca si algo se tuvieran fue
Legado y rehenes con el Rey Carlos de Francia ran socorridos: y asi entrada Salzas, los franceses
cuando pasó por Roma, al qual después de muerto entraron y degollaron mas de quinientos hombres,
el Duque de Candía, quitó el oapelo, é desfizólo do é llevaron cuanto en olla habia de cabalgada é des
Cardenal, ó llamóse el Duque de Valentino, é fuó pojo. Murió allí, como dicho es, el capitán y el al-
casado con una hija de Monsieur Labrit, señor de cayde Don Diego de Acevedo, hijo del Arzobispo do
G asconia de Francia, hermano del Rey do Navarra, Santiago. E luego el Rey D. Fernando mandó ado
é fué muy mal hombre, é soberbio é cruel, é enle- var ó tornó á redificar la fortaleza é villa de Salzas
vado de soberbia é grandeza, como el otro, é vició muy mas fuerte que no era de primero.
lo, é mañoso, é de malas artos, al qual prendió en
Ñapóles el Oran Capitán Gonzalo Fernandez, des CAPÍTULO CLIV.
pués de la muerte del Papa su padre, porque le fué
con arte á quererle engafiar, é envióle preso á Espa De los casamientos del Principe y del Archiduque.
ña, é estuvo preso por traidor en Játiva é en Medi En el ario de 1490 so concertaron los casamientos
na del Campo, é después soltóse, é fuese en Navarra, del Principe Don Juan de Castilla é do su hermana
tierra de su cufiado, que tenia guerra con el Condo la Infanta Doña Juana, hijos del Rey Don Fernando
de Lerin, y allí murió un dia en contra con un hom é do la Reyna Dofia Isabel, Reyes de Espafia, con el
bre de armas del Conde mala muerte, el qual era de Archiduque de Borgoña é con Dofia Margarita su
Agreda de Castilla. normana, fijos del Emperador de Alemania Maxi
miliano, nietos del gran Duque Carlos, Conde de
CAPÍTULO CLIII. Flándes, Duque de Borgoña, Rey en Frisa, que fué
un famoso caballero é gran señor, á quien sucedió
De la guerra entre Francia y España, ¿ de Saltas.
el dicho Archiduque Don Felipe por parte de su ma
El Rey Carlos de Francia quedó muy enemigo y dre, que fué fija del dicho Duque de Borgoña, Con
muy quejoso del Rey Don Fernando de Espafia por J de de Flándes, é casó con el dicho Maximiliano.
DON FERNANDO é dona isabel; m
siendo Bey de los Romanos, hijo del Emperador después el Rey y la Reyna la enviaron á su padre á
Federico y do en primera mujer, hija del Rey Duar- su tierra á Flandes, en el mes de Setiembre del afio
te de Fortngal ; anBÍ quo trocaron, que casó ol dicho de 99, con el Obispo de Córdoba Don Juan de Fonse-
Príncipe Don Juan con Dona Margarita, é el dicho ca é con noble compañía por tierra por Francia, é
Archiduque Don Felipe con Doña Juana, 6 partió la de allí casó con el Duque de Saboya en Piamonte,
flota de Espafia, en que fuoron ciento treinta naos é en cabo do pocos años murió ol Duque de Saboya,
é navios é mas do veinte 6 veinte y cinco mil hom é tornó á ser viuda Margarita.
bres de armada en ella, con la Infanta Doña Juana,
é la llevaron á Flandes para traer á la Princesa CAPÍTULO OLV.
Dona Margarita; é partieron en el mes de Septiem
bre del dicho afio de 96 de Castilla do los puertos Como lornii la Intenta Dofia Isabel a Portugal.
de Vizcaya, é fué tan grande armada por la guerra En el mes do Septiembre afio susodicho del Se
que habia con Francia; é fué por capitán desta ar fior de 1497, se concertó el casamiento de Dofia
mada el Almirante de Castilla, y por Prelado Don Isabel, Infanta de Castilla, Princesa que habia sido
Luis Osorio, Obispo de Jaén, á quien iba encomen de Portugal, con el Rey Don Manuel de Portugal, y
dada la dicha Dofia Juana, Archiduquesa do Flan- quedando el Príncipe de Castilla enfermo en Sala
des é Infanta de Castilla. Estuvieron en Flandes, manca, donde falleció, fué la Reyna Doña Isabel á
después do entregarla al dicho sefior su marido, Alcántara con la dicha bu hija, Princesa de Portu
todo el invierno, donde murieron de la campaña y gal , á la entregar al Rey su marido, é se la entregó
armada mas de diez mil hombres é mas, do mal go é dio por mujer ; é mientras ella fué allá falleció el
bierno é de frío, é los probó la tierra; é vinieron Príncipe Don Juan de Castilla en Salamanca, estando
con la Princesa de Castilla Dofia Margarita en el presente el Rey su padre , el qual lo confortó mucho
mes de Marzo del afio de 97, en cabo de siete me en su muerte, diciéndole : «Fijo mucho amado, aved
ses ó poco menos, é aportaron en Santander los de «paciencia , pues que vos llama Dios, que es mayor
la flota, que escaparon, con la dicha Princesa é con »Rey que ninguno otro , y tiene otros reinos y se-
el Almirante, que el Obispo Don Luis Osorio allá mu iñoríos mayores é mejores que non estos que vos
rió con los otros muchos que murieron en Flandes; •teniades y esperábades para vos dar, que os dura*
é decindió en tierra la Princesa en Santander, é »rán para siempre jamás , y tened corazón para re-
fuéle hecho el recibimiento de Castilla en Burgos, ucibir la muerte , que es forzoso á cada uno recibir-
y desposáronla luego allí á 19 de Marzo, Domingo »la una vez, con esperanza que es para siempre in-
de Ramos, y voláronlos en el Cuasimodo adelante smortal ó vivir en gloria» : y otras semejantes co
2 de Abril. Triunfaron por Espafia aquel afio é ovie sas dijeron que decia el padre al hijo muy consola
ron placer el Principe y la Princesa gozando ma torias ; y acabado de depositar su cuerpo en Sala
trimonio como buenos casados asaz poco tiempo, y manca, se partió para Alcántara, donde la Reyna
como la rueda de la fortuna nunca para en este habia entregado la Reyna de Portugal su fija al Rey
mundo, á unos dando, á otros quitando, á unos fa Don Manuel su marido; y con gesto agradable llegó
ciendo, á otros desfaciendo, á unos con mucha mi á la Reyna , la qual le preguntó luego por el Prínci
seria y pobreza dando muy luenga vida de afios, pe , y le dijo que estaba bueno , é no le dijo otra
hasta que se enojan de vivir y querrian la muerte; cosa, fasta que de otro lo supo. Ansí fueron las ale
á otros que son ricos, principes, reyes y grandes grías del matrimonio, llantos, lloros y lutos por ol
señores, y á nuestro ver muy necesarios en el mun Príncipe, todo en una semana; y fochas las honras
do para que viviesen, dando la muerte en el tiempo y obsequias por el Príncipe, dendo á cinco meses
de su mayor empinacion, y no se cura la dicha for enviaron el Rey y la Reyna por el Rey Don Manuel
tuna que sean grandes ni pequeños, ricos ni pobres, é por la Reyna su mujer á Portugal, que viniesen
Papas ni Emperadores; llegó al Principe Don Juan como Príncipes de Castilla, para quo fuesen recibi
susodicho por bub ciertas jornadas el cabo del viajo dos y jurados por Príncipes, é vinieron, é entraron
de su peregrinación quo vino á andar en este míse en Castilla, é ficieron el viaje por Guadalupe, don
ro mundo, y envióle á llamar el Sefior del mundo de llegaron víspera de Ramos, á 7 de Abril, afio de
que lo crió, al cual ninguno de nos puede ir sin que 1498, é dende fueron á la corte , donde los recibie
primero pase por el trago do la muerte, é llegaron ron é juraron por Príncipes los grandes de Espafia,
A él los mensajeros de la muerte natural en el mes é andubieron en la corte, hasta que después la
de Octubre el dicho afio que se casó de 1497, y par muerte della los apartó.
tió desta vida de su muerte natural la víspera de Estando la corte del Rey y la Reyna en Aragón
San Francisco, á 3 dias de Octubre en la ciudad de en Zaragoza, en el mes de Octubre del dicho afio
Salamanca, é su cuerpo fué depositado ende algún de 1498, parió un hijo, á quien ella mandó llamar
tiempo, y después fué llevado á Avila, de la qual Don Miguel , é murió de aquel parto dende á dos ho
muerte é fallecimiento quedó mucha desconsola ras desque parió, é vivió Don Miguel siendo Príncipe
ción á su padre ó madro, é á la sin ventura Marga de Castilla un año y siete meses, hasta el mes do
rita, su mujer, Reyna que fué en su niñez de Fran Julio del afio do 1500, quo murió de su natural
cia, y después Princesa de Castilla é de Espafia, la muerte en Granada, estando allí la corte. El prime
cual quedó preñada y malparió sin dias una fija ; y ro cuchillo de dolor quo traspasó el ánima de la Rey
fi&í CRÓNICAS DE LOS REYES DE CASTILLA.
na Doña Isabel, fué la muerte del Príncipe, el se Molius, en Barbones. Reynó en los afios de su niñea
gundo fué la muerte de Dona Isabel su primera é tutela diez y seis anos y ocho meses , desde la
hija, Reyna de Portugal ; el tercero cuchillo de dolor muerte del Rey Luis su padre. Sucedióle en el rey-
fué la muerte de D. Miguel su nieto , que ya con él no el Duque de Orliens su tio, primo de su padre á
se consolaba, y desde estos tiempos vivió sin placer quien por la línea masculina de derecho mas lejíti-
la Ínclita y muy virtuosísima y muy necesaria en mamente vino é perteneció el reino de Francia ó
Castilla Beyna Dolía Isabel, y se acortó su vida y luego lo elijieron y alzaron por Rey los grandes da
en salud. Francia pacíficamente. El qual luego á la hora que
vido muerto al Rey Carlos, envió mensajeros al Rey
CAPITULO CLVL Don Fernando de España haciéndole saberla muer
De Melilla.
te del Rey Carlos, y como él era Rey de Francia á
quería su amistad y hermandad, según lo acostum
Alio de 1497 susodicho, en el mes de Septiembre, braban é solían tener los Reyes de Castilla con loa
por mandado del Rey Don Femando fizo el Duque de Francia los tiempos pasados ; y el Rey Don Fer
de Modina Sidonia, Conde de Niebla , Don Juan de nando fizo sentimiento por la muerte del Rey Car
Guzman, una armada que había de ir allende á to los de Francia, y concedió al Rey Luís, Duque do
mar y poblar á Melilla, que es en el reyno do Tre- Orliens, que nuevamente comenzó de reynar, su em
meoen, linde con el reino de Fez, porque se supo bazada y amistad ; y con esto los mensajeros se vol
por ciertas diferencias que los moros lo habían despo vieron en Francia ; ó al tanto fizo el Roy con loa
blado ; é fueron en la dicha armada cinco mil hom otros Royes y grandes ScBoros, que los fizo saber do
bres, y descindieron en Melilla, la qual hallaron va la muerte dol Bey Carlos su sobrino , y les pidió-
cía de gente y despoblada , é pobláronla , é repará amistad.
ronla , é fortaleciéronla mucho , é el Rey fizo gober
nador dolía al dicho Duque , é le dio la tenencia , el
qual á costa del Rey la mantuvo é gobernó mien CAPÍTULO CLIX.
tras vivió, é tuvo ende alcaides é capitanes que De la especería de Calecnd , cómo se halló.
ficieron mucha guerra á los moros de la comarca, A diez dias do Junio, año de 1499, vino á Lisboa
en especial á Mariano de Rivera, que fué su primo, en Portugal uno do los dos navios que el Rey Don
muy esforzado, é fizo muchas cosas buenas é cabal Juan de Portugal habia mandado á descubrir, el
gadas en los moros , estando allí , dándolas é reci qual ya pasaba de dos afios que habia partido da
biéndolas á veces , é tomó á Cazaca deudo allí á los Lisboa, los qualcs por ol mar Océano del costado do
moros. la Mina fueron la tierra siempre á la mano izquier
da , mas adelante de lo descubierto hasta allí mil
CAPÍTULO OLVII. ochocientas leguas, hasta quo llegaron en Indias,
donde hallaron una ciudad mayor que Lisboa, po
Del Capitán de Pcrpinan.
blada, llamada Calecud, y estaba poblada do chris-
En el dicho año de 97 murió el capitán general de tianos indianos, los quales tienen iglesias y campa
Perpifian, Don Enrique do Guzman, hijo del Conde nas, y casas hechas de piedra á la morisca, y las
de Alva de Liste, señor de las Garrovillas, que fué calles derechas, y el Rey do la dicha ciudad so haco
preso en la batalla de Zamora é llevado á Portugal muy bien servir, é tiene su palacio muy bien orde
saliendo á un ruido que habia entre la gente de la nado, con sus escuderos, é camareros, é porteros, en
guarnición que estaba contra la Francia, é de la la qual ciudad hay muchos mercaderes moros riquí
ciudad cayó una piedra, no supieron de dónde, y le simos , y todo el trabajo es en sus manos, y el Rey
dio en la cabeza , de que murió. El qual era muy so gobierna y rijo por consejo de los dichos moros.
devoto y muy virtuoso caballero, y pariente del Toda la escala do las especias es en la dicha ciudad.
Rey. Era casado con hija de su primo Enrique En- Vale un peso de canela, que son cinco quintales,
riquez, hermano de la mujer del Duque de Candía, diez ó ocho ducados de oro ; hay pimienta y clavos
hijo del Papa Alejandro, que murió en Roma, como á aquel respecto, genjibre la mitad menos, las qua
es dicho. Era este dicho capitán fijo del dicho Con les especias nacen en ciertas islas, de la dicha ciu
de de Alva de Liste Don Enrique Enriquez, que fué dad cerca de ciento y setenta leguas, y son cerca da
hijo del Almirante Don Alonso Enriquez, que fué la tierra firme una legua, y son pobladas de moros,
hijo del Maestro de Santiago Don Fadrique, que y ellos son sefiores de las dichas islas. Hay infini
mató el Rey Don Pedro , su hermano. tas naos allí por aquella comarca, que dioen hay
mil y quinientas, y la mayor no pasa de setenta
CAPITULO CLVIII. toneles, y no llevan mas do un mástil, y no pueden
navegar sino a popa, y son débiles y sin ninguna
De la muerte del Rey Cirios de Franela. artillería ni armas, y todas son de moros y navega
Año del Seflor de 1498, á 7 dias del mes de Abril, das por manos de moros, y las naos que van á las
Víspera del Domingo de Ramos, murió el Rey Car dichas islas por las especias y llanas, porque hay
los de Francia, que habia entrado en la Italia, so- poco hondo y algunas hay que no llevan hierro,
gun es dicho. Murió en Francia, en la ciudad de porque han de pasar por la piedra imán, que es do.
DON FERNANDO É DOÑA ISABEL. 693
fa (üclm isla poco ; en la qual isla no valo nn quin que el Boy Don Manuel de Portugal envió muchas;
tal do canela mas de un ducado y medio , ó á bus veces sus armadas por aquellas vías , y descubrieron
naos vienen con las dichas especias un gran golfo mucho mas en aquellas partes, é tomaron la pose
que es adelante de la dicha ciudad , quo atravesa sión por él de la conquista , é del resgatar é descu-
ron los dichos navios que fueron á descubrir, é fue brir, y le trujoron á Portugal el uso de las merca
ron bien setecientas leguas de traviesa, en el qual derías do las especias do aquellas tierras, que nun
golfo hay infinitas ciudades, é villas, 6 castillos, ca tal fué visto por tantas leguas del mar Océano
todos de moros ; y después á la fin del dicho golfo que se cree ser de viaje desde Portugal hasta allá
pasa un estrecho como el de Gibraltar,y entran en cerca de tres mil leguas con los rodeos que se ha
otro golfo donde de la parte derecha es el mar Su cen ; é en las riquezas do las especias , desque lo su
bió, y allf descargan las dichas especias, y allf hay sodicho se descubrió , Lisbona y Setubal se volvie
otros navios mas pequeños , por respecto que hay ron Alejandría : lo qual fué muy gran perjuicio del
poco hondo , é de allf las llevan á otro puerto, que Soldán del Cairo y Babilonia, enemigo de nuestra
es cerca de la casa de la Meca, que es una ciudad santa feo cathólica, é fué en amenguamiento de sus
asentada en los desiertos de Arabia : allí yace el rentas; que todos los mercaderes de Venecia, Ge
cuerpo del malaventurado Mahoma enterrado tres nova é Florencia , que son los mas ricos mercade
jornadas adelante del dicho puerto, é después van res del mundo, iban á la ciudad de Alejandría, que
sus jornadas y su camino al Cairo con camellos , y es suya y el puerto mas principal que él tiene, é á
pasan al pié del monte Sinny. E todas las dichas otras partes de su tierra á cargar de las dichas de
villas son habitadas, é muradas, é fermosas, é fe las especias é mercaderías para proveer toda la
chas á la morisca, é los portugueses descindioron é christiandad latina, que es Italia, Francia, Alema
fueron en buena compañía. Y este no pudo ser sino nia, Inglaterra, España y Flandes, ó agora todo lo
el golfo de Arabia, de que escribió Plinio. Las gen- mas es quitado, y so provee de Portugal , de donde
tes de aquellas ciudades son christianos, vestidos el Bey de Portugal acrecentó mucho en su honra y
de la cintura abajo, é también ansi las mujeres; renta.
é aquellas de los hombres honrados se cubren tam
bién de la cintura arriba de cierta tela delgada. CAPÍTULO CLX.
Hay allá terciopelo, damasco, raso, tafetanes do
cada color, é panos de Luca é do otras suertes, é De las Rcynas de Ñipóles é del bautismo de los moros.'
telas muy delgadas, y latón, y estallo muy bien la Año de 1499 vinieron las Beynas de Ñapóles ma
brados, hay de todo mucha abundancia ; hay mal dre é fija, de Ñapóles en España, hermana y sobri
vada de Candia en barriles, y mi opinión es que na del Bey Don Fernando, y con ellas el Gran Capi
toda esta viene del Cairo, donde vienen a parar la tán Gonzalo Fernandez, Duque de Montegargano,
mayor suma de aquellas especias : hay trigo , mu é tres ó quatro Prelados muy honrados, Arzobispos
cho de acarreto, que se lo llevan aquellos moros é Obispos, é quedó en Aragón la Beyna moza en un
con las dichas naos ; hay bueyes y vacas, y son pe lugar cerca de Valencia, é la madre vino á Grana
queños; hay naranjas y todas dulces, limones, ci da en el mes de Julio del dicho año, donde estonces
dras, melones, duraznos é otras muchas frutas, dá estaba la corte, donde le ficieron honrado recibi
tiles verdes y secos ; hay azúcar é facen conservas ; miento el Bey su hermano y la Beyna. Estuvo allí
tienen algodón y nácar infinita, y brasil los mon la corte ciertos meses dando forma como se bauti
tes llenos, y estoraque, y menjul, y algalia, é joyas zasen aquella multitud de moros quo había en la
de todas suertes , aunque son caras , y no es mara dicha ciudad, por quitar muchos daños que dello se
villa , porquo los moros lo atraviesan todo é lo que recrecían, é muertes, é cautiverios que los moros
quieren allá por estas mercaderías no es sino oro é de las veras de la mar hacían y consentían hacer,
plata ; allí corre la moneda del Soldán del Cairo, que venían los moros de allende y llevaban de no
que son serafines de oro , que pesan menos que el che los lugares enteros y á vueltas todos los chris
ducado dos ó tres granos ; corren ducados venecia tianos que en ellos habia ; y partióse la corte para
nos é de Genova ; hay moneda de plata menuda, Sevilla, y quedó el Arzobispo do Toledo con el de
que asimismo debo ser del Soldán. Hay marea como Granada dando forma en el convertimiento de la
acá, y crece la mar y mengua ; hay grandes more ciudad , y buscaron todos los linajes que venían de
rías en aquellas partes y todos loros como los india christianos y convirtieron y bautizaron muchos do
nos ; é más acá del dicho golfo obra de cien leguas ellos, y los moros tuvieron esto por muy mal, y al
hallaron una mina de oro en tierra de negros, que borotáronse unoB con otros y escandalizaron la ciu
casi son subditos moros. E porque del primer viaje, dad de manera que se alzaron unos y otros, se fue
como dicho es, descubrieron é supieron los portu ron de la ciudad y alborotaron los lugares comar
gueses que fueron descubrir en el tiempo y vida dol canos é las Alpujarras, é alzáronso contra los chris
Hoy Don Juan , fijo dol Boy Don Alonso é por su tianos, é socorrieron luego los christianos mas cer
mandado lo susodicho, é vinieron reinando el Rey canos, é ficieron algunos destrozos en los moros, ó
quo le sucedió en el reyno, que fuá Don Manuel, fué partió ol Bey de Sevilla a mas andar, y fué á Gra
mi voluntad asentarlo aquí en este libro do memorias, nada ; é esto fué en ol comienzo de el año de 500, ó
porquo esto fué in prünis, Y de aquí se prosiguió apaciguó la ciudad lo mojor quo pudo, é fué sobro;
694 CRÓNICAS DE LOS BEYES DE CASTILLA.
Lanzaron, é tomólo por fuerza de armas, é mató é
captivó los moros de aquella comarca, é tomó por CAPÍTULO CLXI1.
partido todas las Alpujarras, é dejó ábuen recaudo
todas las fortalezas, é á todo esto fué presento el Del Rej de Francia, é de Hilan.
Gran Capitán Don Gonzalo Fernandez, é volvióse en Don Luis de Valois, Duque de Orliens, Rey do
Granada é dejó órden como predicasen á los moros Francia, comenzó de rey nar después de la muerte del
la santa fée é bautismo, é los convirtiesen por cien Rey Cárlos su sobrino: en el comienzo de su reynar
cia é por buena razón , é les flotasen saber como la sacó su hueste de Francia muy grande é entró por
voluntad suya é de la Reyna era quo todos fuesen la Lombordiamuy poderoso sobre el Ducado de Mi
christianos, pues en otra ley no había salvación lán, con título de Duque de Milán, diciendo que era
para el ánima sino en la de Jeanohriato ;é dado este suyo é le pertenecía por lejítima causa de antigüe
concierto se volvió en Sevilla, é dende á pocos días dad, ó diéronsele luego en la Lombardla quatro vi
prosiguiendo lo susodicho los dichos Arzobispos y llas, de ollas por fuerza, do ellas por grado ; y el
la clerecía de Granada, convirtieron la ciudad y Duque de Milán Ludovico, hubo temor do su propia
bautizaron mas de setenta mil personas grandes ó ciudad de Milán é de la gente della que le ficiesen
chicas en Granada y su comarca, de manera que en traioion , é vido tales esperiencias que no osó espe
toda la ciudad no quedó ninguno por bautizar. rar al Rey de Francia en Milán , é salió della con
trescientos hombres do armas y bub tesoros, é fuese
CAPÍTULO OLXI. en Alemania al Emperador Maximiliano, quo era su
cuñado, casado con su hermana , y el Rey de Fran
De la división entre el Rey de Ñipóles Federico j el Rey cia fué sobre Milán , y abriéronle las puertas , y en
de EspaOa.
tróse dentro , é tomóla, é diósele luego todo el Du
Las Reynas de Nápolea se dijo venir en Espada cado do Milán, ó diósele Génova ó toda su señoría,
por la desconsolación que tenian después de la ó el Roy dejó sus guarniciones, é tupi tunes é alcay-
muerte del Rey Don Fernando segundo deste nom des en lo ganado, ó volvióse á Francia.
bre, el mozo ; é como reinó Federico, el Rey de Es Estando así Milán en la gobernación do franceses,
paña quisiera, é también la Royna su hermana, que como los franceses dicen sor gente de mal sufri
casara su hijo de Federico, Duqne de Calabria, con miento é horriblo do comportar , los milaneses des
la mujer del Rey Fernando el mozo, su Bobrina, contentos dellos é do sus importunidades, enviaron
que era asaz moza y de muy gran merecimiento ; el por el Duque ¡de Milán su señor, diciendo que le
qual casamiento Federico ni su hijo diz que no qui querían dar la ciudad ; é vino muy poderoso con la
sieron conceder ; y diz que el Rey Don Fernando es- ayuda del Emperador 6 con mucha gente de suizos
i cribió algunas cartas á Federico su sobrino , Rey do quo trujo á sueldo, ó con ayuda do sus amigos, y co
Nápolea, Bobre el mismo casamiento y sobre otras mo allegó á Milán, sin embargo de los franceses, loa
cosas convenientes para entre ellos, y que teniendo do la ciudad le abrieron los puertas de la ciudad , é
á él no temiese al Rey de Francia ni á otro , que él se entró en ella ó la lomó.
le ayudaría á defender el reino de Nápoles ; porque El Rey do Francia , como ora hombre mañoso ó
el Rey Don Fernando temia quo el Rey de Francia muy esforzado, é traía buen concierto en la guer
Labia de volver á conquistar aquel royno ; y ol Roy ra , é tonia gran hueste de mucha gente de Francia
Federico diz que era mucho mas aficionado á Fran y muchos suizos á sueldo, y tenia gran parte y fa
cia que no á España, porque diz que casó en Fran vor en la Italia, dió luego vuelta con la hueste so
cia una vez, y vivió allá con el Rey de Francia gran bre Lombardía ó sobro el Ducado de Milán.
tiempo , y diz que las cartas quo el Rey de España El Duque do Milán, con intención de peleary de
le enviaba , mostraba el Rey de Francia á los em fender su tierra, se puso coa su gente ó con muchos
baladores del Rey Don Fernando de Eepafia, de lo suyos que tenía ú su lado en Novara, ó vino el Rey
qual el Rey hubo asaz enojo , é no se pudo acabar do Francia allí sobre él en el mes do Abril del año
con Federico y su hijo que el dicho casamiento se de 1500, é cercó al Duque allí en la ciudad de No
ficiese, é por esta causa é desconsolación, é por vara, é ovo traición en los suizos que tenia á sueldo
otras cosas, les convino venir á las dichas Reynas el Duque de Milán, y nunca quisieron pelear ni ha
en España , é asimismo vino ol Gran Capitán con cer lo que debian contra el Rey de Francia ni con
ellas , é dejó en la Fulla y Calabria del Reamen de tra su hueste , porque dijeron que veían un pendón
Nápoles muchas fortalezas á buen recaudo por el ó bandera de suizos allí en la hueste del Rey de
Rey de España, por ciertas deudas é gastos que so Francia, y que en ninguna manera no podían pelear
bre la conquista se seguian, ó no las habia entrega ni ir contra él sin caer en descomunión y mal caso,
do al Rey Federico. E estuvieron desta vez acá las de manera que dieron gran turbación y desmayo en
Bcfioras Reynas en España hasta quo el Rey Don Fer la hueste del Duque, y el Duque estaba dentro en
nando las volvió en Nápoles en fin de la segunda Novara, y quejoso y muy turbado do la traición de
conquista de Nápoles, y aun muoho tiempo después; los suizos, que no quisieron pelear ni hacer su de
é lo mas deste tiempo estuvieron en Valencia de ber, maldecía la fortuna ó la siniestra é desastrada
Aragón la madre é la fija. suya ; é los suizos les dijeron que ellos tenian segu
ro del Roy de Francia para salir ahorrados y para
DON FERNANDO 1 DOffA ISABEL. ; 695
feo ir do quisiesen , que saliese entre ellos ansí ahor armada ya el daño era fecho, como mas adelante se
rado y disfrazado como suizo si quería escapar, y el dirá.
desdichado Duque viendo su perdimiento , causado
de la gran traición, considerando que no vive el leal CAPÍTULO CLXIV.
mas que lo que quiere el traidor, viendo su gente
Del Rey de Navarra.
salir do la ciudad y pasar segura por los reales do
los enemigos franceses, pensó pasar por suizo, co Postrero día de Abril , año de mil y quinientos
mo le dijeron, é metióse entre ellos á salir disfraza estando la corte en Sevilla , vino el Rey de Navar
do, é fué conocido y tomado preso ; y el Rey tomó ra ahorrado con obra de veinte de caballo á Sevilla,
á Novara , é prendió al Duque é al Cardenal de As- á negociar con el Rey y con la Reyna, al qual el Rey
canio, su hermano, é á todos los caballeros é nobles mandó facer muy honrado recibimiento en esta ma
que con ellos estaban de la familia y casa del Du nera: la Ciudad delante, todos los Veinte-y-quatros
que, y enviólos presos á Francia, donde tuvo al Du y Regimiento delante, al qual besaron la mano por
que preso hasta que murió dende á quatro ó cinco mandado del Rey , é luego la olerecia toda por sí y
afios ; é de allí el Rey fué sobre la gran ciudad de capellanes de la corte, luego los priores muy orde
Milán, é sobre todas las ciudades ó villas del Duca nadamente, y luego el Rey Don Fernando á la pos
do, é todo Be lo entregó sin recibir mucha afronta ; tro con el Patriarcha Arzobispo de Sovilla, Don Diego
é el Roy de Francia estonces confirmó su amistad Hurtado do Mendoza, écon un Cardenal é dos ó tres
con las sefiorfas do Genova, é Florencia, é Pisa, é Obispos italianos, que habían venido con la Reyna
quedó señor de la Lombardfa: en esto sobrepujó en de Ñapóles, y con los grandes y con los Obispos de
renta y señorío á todos los otros Royes de Francia la corte salieron camino de Alcalá media legua á los
antes del pasados ; c esto todo pasó en el verano del recibir, y llegados se abrazaron é humillaron , é vi
ano do 1500, y ya en este tiempo era fecha amistad nieron á la ciudad por la puerta de Carmona, é de
entre el Rey de Francia y el Rey Don Fernando de cían quo ol Rey le había dado muchos ducados , é
España, é estaban de acuerdo é buena amistad; é so en Sevilla le hicieron muchas fiestas.
nábase que el Gran Turco, Emperador de Constan- En este mismo año de 1500 adelante , en el mes
tinopla , quena venir con muy gran armada sobre de Octubre se ficieron las fiestas del casamiento de
cuta tierra de christianos, y de aqui tuvo color el Doña María, tercera fija del Rey Don Fernando é de
Rey Don Fernando de ordenar la armada que envió la Reyna Isabel, é casó con el Rey Don Manuel de
con ol Gran Capitán , diciendo que para defender á Portugal, é la enviaron Sus Altezas á reynar á Por
Sicilia si el Turco allí aportase, y fué mas que el tugal con el Arzobispo de Sevilla, que era entonces
Rey de Francia estaba tan pujante en la Italia tan Don Diego Hurtado de Mendoza, é con Don Alonso
cerca dol Reamen de Ñapóles é Sicilia para le resis de Aguilar, é con otros caballeros é noble compañía,
tir, si algo quisiese hacer, y fué muy bien mirado y é la entregaron al Rey Don Manuel su marido en
pensado del Rey Don Fernando, según lo que des Portugal, por la via de Mora, é la salieron á reoibir
pués sobrevino , como se dirá donde conviene ade el Rey é los grandes de Portugal , é les ficieron muy
lanto. gran recibimiento.

CAPÍTULO CLXI1I. CAPÍTULO CLXV.


Dt como el Gran Turco destruyó i Corfú y Modon. De Dola Catalina sn hermana, hija menor del Rey Don Fernanda
El Gran Turco Bayaceto, Emperador do Constan- é de la Reyna Dona Isabel, su mujer.
t inopia, Befior do la Turquía é Grecia, en este tiem Estando en Granada el Rey é la Reyna, en el año
po adorezó una muy grande armada para ir contra de 1501, vinieron Embaxadores del Rey de Ingla
los christianos, y no se sabia á donde iría, é la se terra á su corte, á le demandar para el Príncipe de
ñoría de Venecia lo hizo saber é los Reyes é señores Inglaterra su hijo, llamado Artas, A la Infanta Doña
comarcanos ; é esto fué en comienzo del año de Catalina, su quarta é menor fija, é el casamiento se
1500, é luego el Rey D. Fernando ordenó su arma concertó, é finalmente la enviaron á Inglaterra des
da con el Gran Capitán ; y dijeron que el Rey de de Granada, á veinte y un días de Mayo del dicho
Francia envió otra armada, é no llegaron á tiempo, año de 1501 : fueron con ella á la entregar el Arzo
é los turcos vinieron sobre Corfú é Modon, ciudades bispo de Santiago Don Alonso de Azevedo, y el
de la Señoría de Venecia, é los turcos vinieron muy Obispo de Osma,yel Obispo de Salamanca, y el
poderosos, que la señoría no los pudo resistir , ó co Conde de Cabra, y el Comendador mayor de Cárde
mo que ello fué , los turcos entraron en las dichas nos, y la Condesa de Cabra vieja, y Doña Elvira Ma
ciudades por fuerza de armas, é las destruyeron é nuel por su dama de honor, y fueron á embaroar en
metieron á sacomano, é mataron é captivaron toda la ciudad de la Corufia en Galicia , é embarcaron á
la gente de ellas ; é los turcos fueron mañosos en diez y siete dias de Agosto, é yendo por la mar vol
esto, que finjioron y enderezaron que iban á otra vióles el tiempo contrario, é aportaron en Laredo,
parto, ó volvieron ó dioron do súpito sobre las dichas on Castilla la Vioja, en donde adoloció muy mal
ciudades, y las entraron antes quo ningún socorro Dona Catalina, é después do convalecida é buena
les viniese; é cuando el Gran Capitán llegó con bu embarcó en veinte y seis dias de Setiembre en una
f-96 CRÓNICAS DE LOS REYES DE CASTILLA.
nao, la mejor qne llevaba de quatro naos quo lleva mas ó defensa, viendo el daño que los otros reci
ba de trescientos loríeles: ovioron buen viaje, y fue bían do la gente desmandada quo había ido sobre
ron á desembarcar en un puerto quo llaman Fala- ellos. Estonce el Roy envió á mandar al Conde de
monte, A dos dios do Octubre, donde fuó fecho á la Ci fuentes, Asistente de Sevilla, que fuoso con la gen
Señora DoOa Catalina muy gran recibimiento é mu te de Sevilla é de toda la tierra sobre ellos, é fué ,
chas fiestas, y fuó desposada y velada con el Prín é acudió luego el Conde de Urefia con su gente, 6
cipe Artus, hijo mayor del Rey Hafo de Inglater Don Alonso de Aguilar con la suya, é la ciudad de
ra, el qual le duró poco, ca falleció de pestilencia Jerez é la gente de toda la comarca fueron sobre
estando en su Principado de Gales, á dos dios de ellos, é fizóse un gran Real de gente , que se asen
Abril ano de 1502, en una villa que se llama Üudlo; tó cerca de Monarda, al pié de lo alto é mas fuerte
ó ansf fuó casada Doña Catalina Princesa de In de la Sierra Bermeja, un gran arroyo de un gran
glaterra seis meses, y estuvo viuda en Inglaterra, y gollizo é espesura enmedio del Real y de los moros
casó segunda vez con el Rey|hermano del primero ma y sierra, y de aquel Real entraban algunos caballe
rido menor, llamado Henrique, on un lugar que se ros y peones á los lugares que los moros habían de
llama Qranuche, dia de San Bernabé del año de 1503; jado, é traían cuanto podían, trigo, cebada, posas,
coronáronse el dia de San Juan adelante con las ma semillas, vacas é cabras, con que mantenían el Real;
yores fiestas del mundo. y estuvieron ansí algunos días , que no se querían
dar, y una tarde, estando los moros en la ladera de
CAPÍTULO CLXVI. la sierra, cerca del Real en su defensa, porque no
les subiesen por allí ó entrasen la sierra, sin ningún
Tt« como enviaron i bautizar los inoras, i como los de Sierra Ber concierto, uno, dos ó tres hombres de mala ventura,
meja se alborotaron i se alzaron, ¿ de como pelearon, é como consejados parece que por el diablo, tomaron una
murió Don Alonso de Aguilar, éde otras cosas.
bandera y comenzaron pasados el arroyo de subir en
En el año del Señor de 1500 desde el comienzo del pos de los moros , y el Real se desmandó y comen
alio, comenzaron de enviar é enviaron el Arzobispo zaron pasados el arroyo de subir en pos de los mo
de Sevilla ó los Obispos de la comarca de Granada ros muchas gentes , y subir á la sierra arriba, é Don
á les predicar ó convertir y bautizar, donde algunos Alonso de Aguilar movióse con los suyos é siguió
fueron muertos ó martirizados, ansi como en Day- en pos dellos la sierra arriba peleando con los mo
din é Benahabis, dos de Alcalá de Guadaira, An ros, y en la sierra habia á trechos algunas llanadas
tón de Medellin é Alonso Gascón, que los mataron en la ladera, é los moros peleaban é defendlanso , ó
las mujeres y muchachos á canibetadas porque no iban retrayendo, é cuando llegaban á aquellos lla
se quisieron tornar moros , é otros fueron llevados nos que se hacían en la ladera, huían hasta la fuen
oaptivos; que los moros desque vieron que los torna te, y ansí se fueron retrayendo hasta un gran llano
ban christianos por fuerza, se concertaban con los encima de la sierra que se hacia fuerte de ciertas
moros de allende, é venian de noche con las fustas partes con peñas é espesuras, donde tenían el Real,
é llevábanlos, é con ellos los clérigos y quantos ha é las mujeres, é los muchachos, é las haciendas ; ó
llaban, y llevaron anal muchos lugares y alearías como allegaron allí los moros que iban huyendo de
de los que estaban cerca de la mar por toda la cos lante de los christianos, el real de las mujeres é chi
ta* y como vieron que por toda la tierra les amones cos é grandes por el cabo que los christianos llega
taban que fuesen christianos, alborotáronse , y ha ron comenzaron de huir , y Don Alonso de Aguilar
cían sus ayuntamientos y levantamientos. y su fijo, y el Conde de Ureña y su fijo Don Pedro
En el mes de Enero del año de 1501 , estando la Girón iban allí en la delantera dando en los moros,
\ la corte en Granada, alborotáronse los moros de y la gente común de los christianos desque vieron
Sierra Bermeja ó de las comarcas de Ronda, é alzá que los moros desampararon su real , comenzaron
ronse para se defender ó pasarse allende, antes que de robar é tomar líos de las ropas de los moros, ca
no ser christianos, é por temor quo habian fecho mu da uno cuanto podia, y las moras y los muchachos
chos daños é muertes en los christianoB , é habían comenzaron á dar muy grandes voces y gritos,y ora
matado entonces á los dos clérigos de Alcalá An ya noche que escureoia, y el apellido do las inoras
tón de Medellin ó Alonso Gascón en Daiden , é los y de los morenos muchachos, doliéndose de sus mu
quemaron, después de los haber muerto atados á sen jeres y fijos y viendo que habia aflojado el comba
dos árboles á cañaveradas é pedradas , é retrujéron- te de los christianos , que no los seguían é quo so
se de las alearías á los lugares mas fuertes de las habían metido á robar, aunque en este medio tiem
tierras bermejas ansí como á Monardo ó á otros lu po los caballeros Don Alonso de Aguilar y el Coudo
gares de por allí. É desque esto Be supo de toda es de Urefia y otros capitanes no les dojaban dando vo
ta Andalucía, apellidáronse muchos hombres sin ces «adelante, señores, no Be robe ni se pare ningu
concierto, é sin mando de Rey fueron sobre ellos nos, volvió la multitud de los moros sobre los chris
mas de ochocientos hombres por matarlos ó robar tianos en gran furíosidad súpitamente peleando, y
los, ó robaron muchos lugares ó alearías, ó con esto como los mas andaban robando, halláronlos tan flo
se alborotaron mucho mas los moros, é se retrajeron jos, que luego volvieron las espaldas ií huir todos
los di» aquella comarca á sierra Bermeja, ó los do la los mas, salvo Don Alonso de Aguilar é su bandera,
Sierra luenga también se alzaron é pusieron en ar é el Alcaydo é capitán de Marchena Eslaba , é otros
DON FERNANDO É DONA ISABEL. • 69Í
buenos é esforzados caballeros, quo tuvieron polcan diez y sois dias del mes de Marzo, año del nacimien
do el rostro á los moros ; y unos huyendo, otros pe to de nuestro Redentor de mil y quinientos é un años
leando, cerró la nochey escureció , y quiso la sinies y la causa de aquella perdición fué por el pecado de
tra fortuna que entre los christianos que peleaban la mala codicia de la gente común de los christia
se pegó fuego á un barril de pólvora, y dió tales lla nos, que como llegaron á las tiendas de los moros
maradas, que alumbró toda el compás do la pelea é llevándolos de vencida, es cierto y verdad que ocha
toda la cuesta de la sierra, de manera que vieron los ban las armas de las manos y se cargaban de ropas
moros como los christianos iban huyendo y no ha é lios de las haciendas de los moros, é echaban mano
bían quedado sino muy pocos con Don Alonso de de las moras é los muchachos, sin haber vencido; é
de Aguilar, é diéronles entónces tan gran combate aun de aquel despojo vino harto á tierra do chris
de saetadas é pedradas , fasta que los vencieron é tianos, que los que sabian la tierra , pudiéronlo sa
mataron á todos cuantos allí quedaron , que no es car é salvar , é ansi los malaventurados que con su
caparon sino algunos que pudieron huir á pié á las codicia comenzaron de robar dejando de pelear,
veces despenándose, á las veces rodando, como no dieron causa á la muerte de tan noble y leal, esfor
sabian ni vian las entradas y salidas y veredas de zado y loable caballero Don Alfonso de Aguilar,
la dicha sierra, é muchos no acertaron aquella no que valia mas que todos los moros. Algunos luga
che al real fasta otro día, é fasta otros dias, porque res é alearías quedaron en la comarca susodicha es
fueron á salir lejos de allí por la otra parte de la tonce que no fueron en aquel alboroto, é dijeron que
sierra. Quedaron allí muertos Don Alonso de Agui más querían ser christianos que no pasar allende, y
lar é otros mas de ochenta hombres escuderos é caba quedaron, y nunca fueron leales.
lleros , é alcaydes hombres de bien, y el Conde de
UreSa, y su fijo Don Pedro Girón, y Don Pedro, fijo CAPÍTULO CLXVII.
del dicho Don Alonso de Aguilar, é otros muchos ca
balleros é escuderos, escaparon huyendo despeñados Del Rey de Francia, Daqne de Orllcn».
y con mucho trabajo unos por un cabo, otros por otro, El Rey Luis de ValoÍB de Francia, Duque de Or-
y quedaron por aquellas laderas machos caballos liens, desque comenzó á reynar él se supo gobernar
despeñados y muertos también como hombres. Des muy bien, como muy sagaz y mañoso é esforzado,
que los moros se vieron vencedores, siguieron el al y su fama siempre fué tal. En comienzo de su rey
cance las laderas ayuno, hasta donde estaba el pen nar dejó su mujer la Duquesa do Orliens, hermana
dón de Sevilla é el Conde de Cifuentescon la gente del Rey Luis, con bula del Sto. Padre, á su grado
de Sevilla en una llana de la ladera, que habían pa della, según se dijo, porque no paria , ca era muy
sado el arroyo en pos de la otra gente , y desque gibada é no bion proporcionada, ó era doliente, ó
sintió que venian desbaratados los christianos reco- fizóla meter en órdon; é casóse con la Duquesa
jia allí los que venian, y los moros vinieron á parar Reyna de Bretaña, mujer do su sobrino el Rey Car
alli aquella noche y comenzaron de combatir el real los, por haber fijos, y porque no saliese el Ducado
aquella noche á muchas pedradas é saetadas, y el de Bretaña de la casa de Francia ; y desque reynó,
conde fizo poner tal recaudo y esforzó la gente en ganó, como dicho es, á Milán con toda su tierra, de
tal manera, que resistiéronse de los moros con mu que mostraba titulo que por derecha linea lo venia,
chas saetas y espingardas, y fué á tiempo que si no é que el Duque de Milán lo tenia usurpado é toma
fuera por el esfuerzo del conde é de ciertos capita do injustamente, y habia sucedido en él por una
nes y esouderosquetenia consigo, toda la gente que vía de fuerza é bastardía de una mujer, ol qual él
ría huir é pasar el otro arroyo real del asiento, y hu siendo Duque de Orliens lo habia domandado ó no
yeran si vieran que la gente de Sevilla huía, y si podia haber fasta que fué Bey , que lo hubo en la
huyeran fuera peor ó tan malo como lo de las lomas forma y manera ya dicho en el capitulo atrás.
6 Axarqufa , é quiso Dios remediarlo como dicho es, E viéndose este Bey tan sublimado Bey do Fran
por esfuerzo é buen concierto del Conde do Cifuen- cia, pacífico Gran Duque de Bretaña , Gran Duque
tes é de sus buenos capitanes é escuderos ; é estuvo de Milán, pacifico Señor de la Lombardia é de las
el real ansi toda aquella noche hasta que los moros Señorías do Génova, Florencia é Pisa, é amigo del
se fueron, é otro dia pasó ol arroyo, é viniéronse al Bey Don Fernando de España, é puesto caso que sa
real donde habian partido, é estuvo el real alli al bia bien cuán caro habia costado á Francia la con
gunos dias, hasta que sabido en Granada el desba quista del Beyno de Nápoles, cuando el Bey Cárlos
rato, el Rey partió luego de Chanada á mas andar é la tomó, descubrió su corazón é intención y propó
vino á Ronda, é dende al real , é tomó los moroB á sito, é dijo que el Beyno de Nápoles le pertenecía é
partido, aquellos y todos los de la sierra Bermeja, venia de justicia, y que lo queria ir á conquistar é
quo se pasasen allende despojados é perdiesen todo tomar, é aderezó todas las cosas que le convenían
cuanto tenían, y asi fué fecho. También tomó el de vituallas é armas, é muy gran gente, é fué sabi
Bey estonces á partido los moros de la sierra de VI- do por toda la tierra como queria ir sobro Nápoles,
llaluenga, que estaban también alzados, que se fue reynsndo on él Federico II, hijo del buen Boy Fer
sen despojados allende, é dióles pasaje, é despojá nando Ide este nombre, Bey de Nápoles, el qual
ronlos á todos, é fuéronso allende con el diablo. era mas aficionado á Francia que no á España , se
Aquella desdicha y mala aventurada pelea fué en gún se decia, el qual por su culpa perdió el Beyno,
698 CRÓNICAS DE LOS REYES DE CASTILLA.
porquo quiso Dios volverlo á la lejltima do Aragón, lo Fernandez, sogun la capitulación que ambos Re
cuyo era ; é decían que este Federico fué ingrato al yes asentaron é ficieron , muy poco estuvieron en
Rey de Espafia su tio, é no quiso desque comenzó paz, porque los franceses tenian en poca estimación
do reinar estar á su consejo, Antes se decia que las á Gonzalo Fernandez é á los españoles, ó siempre
cartas que le enviaba para sn pro é favor hallaban buscaban insidias para quebrar con ellos, ca en todo
los embajadores de Espafia en poder del Rey de les mostraban muy mortal enemiga, y con todo eso,
Francia. Ordenada asi su hueste, ol Rey do Fran desque partieron, cada uno sabia bion lo que que
cia muy grande y muy poderoso por tierra é por dó al Rey de Francia é lo que quedó al Rey de
mar, la envió sobre el Reyno de Nápolcs, sin ir él Espafia, ó dende á pocos días comenzaron á haber
allá, é como llegaron al Reamen la gente francesa diferencias.
toda se le dió, é en la ciudad de Nápoles les abrie
ron las puertas como la otra vez, sin recibir afrenta. CAPÍTÜLO CLXVIII.
El Rey Federico desde que esto vido, muy cuitado De las victorias del Grao Capitán, é de como partid de Espafia, 4
ó muy mancillado, viendo ansí perder su Reyno, ó del viaje que Qzo, é de las diferencias con los franceses 7 otras
como ya sabia antes'de estonces la voluntad del Rey
de Francia, é tenia fucia que lo no dejaria sin darle Partió el Gran Capitán Don Gonzalo Fernandez,
parte en el Reyno ó gran renta con que viviese en fijo segundo de la casa noble do Aguí lar, del puer
otra parte, fuése á Francia ó á donde el Rey estaba, to de Málaga, á quatro dias de Julio ano de 1500,
á ponerse en su poder con su casa , é ántes que la por mandado del Rey Don Fernando, para ir en la
gente francesa partiese dosta vez para tomar á Ná Italia con trescientos hombres de armas, é por ca
poles, sabiendo el Roy de Espafia la intención del pitanes de ellos fueron Don Diego de Mendoza, é
Rey de Francia, y que por cosa del mundo no le Mosen Peñalosa, teniente del Clavero de Calatra-
pudieran estorbar, ni facer revocar su propósito, y va; é Pedro de Paz, teniente de Don Juan Manuel,
como lo vido tan empinado y en tan gran cantidad llevó mas do trescientos ginetes, de los quales fue
mas crecido y mayor que los otros Reyes de Fran ron capitanes ol Comendador Mendoza é Luis de
cia, capituló con él la amistad que fiuieron, é le fizo Herrera ó Moson Hoces. La gente de pié que llevó
saber que él tenia casi la mitad de aquel Reyno do fueron quatro mil peones para por la tierra, y otros
Nápoles por dos cosas : primero, porque le venia de quatro mil para por la mar, con capitanes, é la ar
patrimonio y justicia por la casa de Aragón, é lo mada de la mar fueron tres carracas, é veinte y sie
habia ganado habiéndolo perdido el Rey su sobri te navios, é veinte y cinco carabelas é gallas, é al-
no ; é lo segundo, que no lo habia entregado al Rey guuas fustas é bergantines, con que se fizo uuamuy
Federico por los grandes gastos é despensas que so fermosa flota é armada. Allegaron á Mallorca á seis
bre ello habia fecho, que se le debían de cuando lo dias del dicho mes, víspera del Corpus Ohristi ; allí
recibió do la gente de Francia, é por amparar al decindió en tierra el Gran Capitán é fizo la proce
Rey Fernando el mozo, que era hombre de su li sión de aquel dia con mucha honra y solemnidad, é
naje é casado con hermana suya, los quales á él tornóse á la flota aquel dia, é siguió la vía de Sioi-
placía que roynascn en aquel Reyno, puesto caso que cia é fizóles calma, y estuvo en llegar allá veinte
á él pertenecia por justo titulo de la casa de Ara días, é llegado á Mesina en 28 dias del dicho mes,
gón ; é pues que eran amigos y hermanos, quo cu lo desembarcaron allí en fin del mes de Setiembre para
que él tenia que él no curase dolió, ni enojaso en Corfú é Modo, quo supioron como los turcos los te
cosa dello ; y ol Rey do Francia dijo que le placia, nian cercadas aquellas dos ciudades de la Sefiorfa
é fué capitulado entre ellos aun mas que esto, é par de Venecia, para las socorrer, é antes que Uogasen
tieron do concierto ol Reyno por medio, por guar los turcos se fueron con la cabalgada é hallaron la
darse la amistad el uno al otro, ó proveyoron lo armada do Venecia, quo tampooo habia llegado á
mejor, quo la propia ciudad de Nápoles é toda su tiempo el socorro y Be volvían, ó el Gran Capitán se
comarca, quo es la parte de Poniente del Reyno, fué con su armada al Puorto do Jacanto, é allf en
quedase al Rey do Francia, é la Calabria, ó Pulla, é el dicho Puerto so juntaron ambas armadas españo
tierra de Labor, que es en la parte de Levante del la y veneciana en Miércoles 28 de Octubre del dicho
Reyno, quedase al Roy de España; é anuí se partió afio de 1500, é se ficioroo muchas fiestas é solemni
entre los capitanes franceses ó el Duque Gonzalo dades los unos á los otros.
Fernandez, el qual estaba allá ; é los ombaxadores Habia en la armada veneciana dos oarracas ó
de amboB Reyes é Qonzalo Fernandez tenían á muy diez y nueve galeazas é once naos, é treinta cara
buen recaudo todas las fortalezas y ciudades de la belas é galeras ; allí se concertaron el Gran Capitán
Calabria é Pulla que estaban por el Rey de Espafia, y los capitanes de la armada veneciana de ir sobre
con intenoion de las defender de los franceses, al la Papaloneta, que la tenian los turcos, que es una
qual dicho Gonzalo Fernandez el Rey habia envia villa muy fuerte en una isla en aquella mar: llega
do, como atrás es dicho, con muy grande armada ron allá á dos de Noviembro, é tuviéronla cercada
contra el Turco en favor de los venecianos, y por dos meses poco menoB, é combatiéronla muchas ve
que estuviese allá por amparo del reyno de Nápoles, ces muy fuertemente, é estaban dentro seiscientos
sospechando lo que después nació. E desque los hombres turcos, que el Turco habia dejado, los mas
franceses partieron el reyuo de Nápoles con Gonza esforzados de bu tierra é los mas esvojidos, 6 do
DON FERNANDO É DOÑA ISABEL. 69?
quien confiaba que harían fin deber, porque el Tur este tiempo, enviaron á decir al Gran Capitán que
co supo de las armas que iban, y sospechó que no mandase dejar una provincia que llaman Capitana-
hallando con quien pelear que irian á parar allí, ó ra, que es la cabeza de Pulla , y siempre por tal se
proveyó destos 600 hombres para allí, los quales de tuvo é nombró, é los dichos Capitanes franceses de
fendieron la villa é fortaleza acerca do dos meses cían, quo puesto coso que así ovieso sido, que ellos
muy esforzada y varonilmente, y con las artillerías la querían, por quanto Ñapóles no podía vivir sin
española y veneciana que les tiraban los allanaban aquella provincia ; é á esto respondió el Gran Capi
y destruyeron toda la muralla, y combatiéronlos tán, que ninguna razón para ello tenían, y que si
muy fuertemente, y ellos se defendían tan bien y pensaban que la tenían, que so viesen el Gron Ca
tan varonilmente que fueron muchos heridos y pitán é el Duque de Nemours entre Melfa y Látela;
muertos; y en cabo los turcos fueron vencidos y to é Jueves quatro de Abril do 1502 se vieron en una
mados un día víspera do Navidad ; y el Oran Capi ermita de San Antonio que estaba enmedio del ca
tán luego entregó la fortaleza á los venecianos, y mino donde estaban aposentados, é fué acordado
de allí se despidió dellos con la gracia de Dios, é so entre ellos que se viese por justicia entre los Doc
vino ¿Zaragoza con su armada, ó allegó allí á vein tores, que podían muy bien determinar la justicia ;
te y dos dias del mes de Eucro año de 1501. Como é andando en esto dieron dilación en el concierto
el Oran Capitán volvió & Zaragoza, quitó el cargo los franceses, y secretamente enviaron por gente al
de la gobernación de la ciudad ¡i Mosen Margante, Rey de Francia, mañeando siempre en la concesión
según del Rey lo fué enviado á mandar, y la dio á déla justicia, y dilatando tiempo en tanto que su
Mosen Luis Pexo. Y do allí se fué á Palcrmo, a pro gente llegaba, á desque la gente llegó, dijeron que
veer algunas cosas que cumplían para el armada, y no querían justicia , sino que de necesidad se les
dejó la gente aposentada en ciertos lugares alder había de dejar aquella provincia ; é requirióles mu
redor de la ciudad, y antes quo de allí se partieso chas veces el Gran Capitán quo so viese por justi
vino Gabriel Mora, erabaxador do los venecianos, y cia, que él no quería que por ninguna manera se
le trajo un presonte de cinquonta y dos piezas de rompiese el amistad y la capitulación, porque ansí
plata labrada y dos piezas de carmesí pelo, y el pri- le era mandado, é jamás con ellos pudo, ni su
vilejio do Gentil-hombre de Venocia ; y luego el templanza quo con ellos queria tenor lo valió, é so
Gran Capitán envió las dos piezas de seda á la Rey- bre esto los dichoB Duquo de Nemours y Monsiur
na do España, su Señora , con otras cosas de allá. de Obeni enviaron al Gran Capitán un trompeta
Allegó ol Gran Capitán á Palcrmo & 27 de Mayo de con requerimientos quo luego dejase la dicha pro
1501, y aposentóse en un jardín , que no entró den vincia de Capitauara é luego della saliese, é man
tro porque venia de donde morian, é halló allí que dase salir toda la gente quo en ella estaba aposen
entonce había llegado San Vicente, ol aposentador tada, porque tenían mucha necesidad ; é el Gran
del Rey Don Fernando, con la capitulación que traia Capitán les respondió, que so viese por justicia ; é
del royno de Ñapóles, de cómo había de ser partido luego ol dicho trompeta sacó otro requerimiento
entre ol Rey de Francia y el Rey de España. del seno é so lo puso en la mano al Gran Capitán,
En la capitulación fué acordado que cupiese en en el qual lo enviaban á decir, que si luego á la hora
la parte del Rey de Francia Ñapóles é Gaeta con no salia de la dicha provincia é la dejaba, que se la
toda la tierra de Labor, que es la mejor del Reyno; tomaria por fuerza, é que no querían otra justicia.
é Pulla é Calabria, que son provincias del dicho rei Como esto oyó el Gran Capitán , [en presencia de
no do Ñapóles, situadas en la parto de Levante dol todos los que onde estaban, tomó el postrero reque
dicho Royno, que es la menor, cupiesen al Roy Don rimiento en la mano y púsose do rodillas en el sue
Fernando do España, é quo las otras provincias ó lo é alzó los ojob al ciclo é dijo estas palabras : «Yo
tierras que no quedaban nombradas, fuesen para «presento esta escriptura, Señor Dios, delante de tu
igualar laB partes é rentas de entro ellos como fue «justicia, pueB sé quo ores verdadero Juez , é sabes
sen iguales ;ó luogo como comenzó la partija, co »é ves la mucha justicia quo ol Rey ó Reyna mis se-
menzó ú faltar la verdad entro los franceses, é ;i nfiorcB en esto coso tienen, é la mucha soberbia que
crecer la soberbia é la envidia do ellos, porque lue sel Rey de Francia muestra é bus ministros quie-
go tuvieron manera que Taranto, que era en la »ren ; yo to ruego, Señor , que Tú muestres en esto
parte del Rey de España, so tuviose é no se diese ol »tu Justicia, que yo espero en tu infinita misericor-
Gran Capitán, por manera que al Dnqne Don Fer ídia, que anssi lo farás.» É tornó é dio la respuesta
nando no se entregase, como en la capitulación que se signe al trompeta :
estaba. ,
Púsose sobre Taranto ti 28 dias de Septiembre del Respuesta que dio el Gran Capitán al (rómpela.
dicho año de 1502 , y el Martes primero do Marzo
se entregó la ciudad c salió el Duque della é so pasó r Eformano, andad con la gracia do Dios, y decid
en Mcsina en fin del mes do Agosto ; ó esto os ol nal Duquo de Nemours é á Monsiur de Obeni, que
Duque do la Calabria, hijo dol Rey Federico, qne opuesto tantos veces les lie dicho é requerido que
perdió el Reyno. nesta diferencia se vea por justicia , y no quieren,
El Duque de Nemours é Monsiur de Obeni, Vi- »y onvfanmo á decir quo por fuerza rae la han de
reyes é Capitanes generales del Rey de Francia en «lomar, que espero en Dios y en su bendita Madre
roo CRÓNICAS DE LOS BEYES DE CASTILLA.
i de defendérselos aun ganarles lo suyo , é ver muy cer el mas honroso partido que jamas ninguno hizo
«presto al Rey de España mi señor, ser señor de to- en esta manera : que lo dejasen salir al dicho Na
sdo este Reyno, por la justicia que á todo ello tie- varro é á los otros dos capitanes con toda su gente
»no;ó que vengan cuando quisieren, que aqui me armadoB por modio do su roal, con sus banderas
shallarán, ó que me esporen, que yo seré lo mas tendidas, é con sus atambores é trompetas tañendo,
S presto que pueda con ellos ; y decidle á Monsieur diciendo: u¡ España, España!» y que dejasen salir
sde Obeni, que palabras demasiadas en esto son ea- á todos los del lugar que con él quisiesen ir, con
scnsadas, é que si él quiere que de mi persona á la toda la hacienda que quisiesen llevar, é que los que
ssuya esto se determine, yo recibiré merced de quedasen no les fuese fecho enojo ninguno. E ansí
» olio, porque se escuearán muertes de otros muchos salieron é fué fecho, é se fueron camino de Barletta,
sé dilación de tiempo.» E con esto despachó el trom é los salió á recibir el Gran Capitán mas do una
peta. Y los capitanes franceses no tornaron mas á milla del lugar, é abrazó é besó en el rostro á Pedro
roplicar en ello, ni Monsiur de Obeni respondió al Navarro, é lo dijo muchas palabras de honra y do
desafío. Tenían entonces los franceses doblada gen amor.
te que el Qran Capitán , é estaba junta la que nue Después desto, á 22 dias del mes do Agosto del
vamente había venido de Francia con la que esta dicho año de 1502, pasó toda la hueste do los fran
ba de antes, y la que por los aposentos estaba se iba ceses por delante de las puertas de Barletta, é sa
juntando ; ó como esto vio el Gran Capitán, dio mu lieron á ellos algunos ginetes, é lancearon en la
cha priesa á juntar la suya, que también estaba por zaga algunos dellos, é fueron á asentar su real en
los aposentos, para se hacer fuerte en alguna pErte las faldas de las viñas de la ciudad, del cabo de un
donde esperase algún socorro de gente, de la qual rio que llaman Lefanto, é estuvieron allí tres dias,
él tenia necesidad harta, é también de dineros para é iban á comer uvas de las viñas, é salieron por
pagar la que tenia. mandado del Gran Capitán Don Pedro de Acuña, y
Pero Ort de Mesina é Mosen Pefialosa con cierta
CAPÍTULO CLXIX. gente, é atajaron hasta doscientos suyos, de loa
cuales no escapó ninguno, é entonces los franceses
Como et Gran Capitán hizo saber al Itey de España las cosas de alzaron su real é fuéronse a poner por aposentos por
Ñapóles, é de como el Itey proveyó é envió socorro i Puerlo- los lugares que habia por allí, é dende á pocos dias
carrero, é de la guerra.
partió Monsieur Obeni para Calabria.
El Gran Capitán juntó su gente en Barletta, que
es una ciudad en la Pulla, donde tenia los rostros Prosigue la guerra.
en los enemigos é las espaldas á la mar, por donde
podia ser socorrido ansí de gento como de mante A treinta dias del mes de Septiembre fué el Des
nimientos : entró en Barletta a 10 de Julio de 1502, pensero mayor á correr á Canosa con cierta gento,
é estuvo en ella cerca de nueve meses. por aviso que ovo de Mosen Theodoro, capitán do
los griegos, é trujo cierto ganado, é siguiendo el
De como los franceses comenzaron la guerra. alcance le prendieron á él y á treinta de los suyos,
A quince días de Agosto del dicho afio comenza é concertáronse los rescates de unos por otros, é
ron los franceses á romper la capitulación, que fue quedaron debiendo los franceses cierto dinero, lo
ron á cercar á Canosa, un lugar donde estaba por qual dentro de ciertos dias quedaron de dar dentro
capitán de peones Pedro Navarro con otros dos ca do una ciudad que llaman Trana, que enviasen los
pitanes con hasta 600 hombres, ó el ejército de los españoles allí por ellos, que luego se los darían.
franceses con mucha gente de pié é de caballo é
muy grande artillería les cercó allí, ó les dieron has CAPÍTULO CLXX.
ta catorce combates, é les derribaron con artillería
la mitad de la muralla, é nunca les pudieron entrar, Del desafio de doce a doce francesos ¿ espalóles.
é mataron los cercados de los cercadores mas de Los franceses demandaron campo á los españolea
mil hombres con los combatos , sin perder quince quo se matasen doce por doce hombros de armas
hombres de los suyos ; ó el Gran Capitán envió á sobre el derecho del Reyno, porque Dios mostrase
decir á Pedro Navarro, que ansi por la villa ser fla su justicia, é los que fuesen vencedores pareciese
ca, como por no tener él aparejo para le socorrer por que su Rey tenía mojor justicia y acción al Reyno;
estar todo el ejército de Francia allí junto sobre é ansí fueron señalados de cada parto doce, é salie
él que si no so podia tener, que hiciese el mojor ron al campo, ó elijieron, de oada parto uno para
partido que pudiese, é quo si algunos dias so podia jueces, é pelearon once por once, los quales pelearon
tener que él le socorrería, aunque á mucho peligro nueve horas, en que descansaron y se apartaron di
le fuese ; é el dicho Pedro Navarro no tenia gana versas veces, é después de los primeros encuentros
de hacer partido, Bino tenerse hasta ser socorrido, é cayeron á tierra cuatro franceses y un español, ó do
uno de los otros dos capitanes secretamente trataba los franceses murió uno, ó de los que quedaron á
partido, por el peligro que esperaban. E ansí que caballo se rindió uno, y los tres que quedaron á pié
cuando supo esto Pedro Navarro, é vio que medio se rindieron: murieron nueve caballos de los fran
no le quedaba de se poder dofender, acordó de ha ceses, de los quales ficieron reparo dentro del qual
A
DON FERNANDO É DONA ÍSABEL. ÍOi
86 pusieron quo minea de allí quisieron salir, do zas fancosas, y sobro una bota de vino los france
manera que cuando querían llegar los españoles á ses mataron un clérigo de misa, y del despecho
afrontarlos se espantaban los caballos de los otros desto los del lugar enviaron á llamar á Pedro Na
caballos muertos ; é ansí estuvieron todo aquel dia varro é á Luis de Herrera, que estaban seis millas
hasta que la noche los despartió, é todos los espa de allí, y que ellos Ies abrirían las puertas; é vinie
ñoles rompieron sus lanzas, y en los franceses ha ron é entraron el lugar, é fuoron sentidos, y los
bía nueve lanzas canas. Dentro do tercero dia el es franceses se quisieron defender y los españoles ma
pañol que Be rindió desafió al francés rendido, di taron 40 de ellos, é prendieron 60, é ovieron todo
ciendo que él tuvo muy mayor causa para rendirse el despojo, é vino sobre ellos el Duque de Nemours
que no él, porque él se había rendido caído en el con mucha gente, é combatiéronlos, é los castella
suelo i tres hombres armados que sobro él cargaron, nos le mataron 50 hombres, é desquo vido esto,
y él se había rendido estando á caballo á otro ca volvióse, que no hizo nada.
ballero solo como él. Concertóse el desafio para dia
señalado: el español salió al campo y esperó en el CAPÍTULO CLXXIII.
campo todo el día, y el francés no osó salir, y el
español hizo allí todas sus dilijencias, é volvióse del Del desalío de loa italianos y franceses.
campo con mucha honra. A trece de Febrero del dicho ano de 1503, se de
Y acaeció que el Gran Capitán envió cierta gente safiaron troce franceses con trece italianos, y fué el
á sacar cierto ganado que estaba herbajando, que era concierto, que de los que destos fuesen vencidos ó
en asaz cantidad, é era dentro de donde había gen rendidos, ó echados del campo, perdiesen por cada
te gruesa de los franceses, é iban hasta ochenta uno cien ducados, é las armas, é el caballo; fueron
de caballo corredores para tomar el ganado a la vencidos todos trece franceses y echados del campo,
parto donde estaba la gente francesa, de manera y pagaron el precio, é los italianos quedaron ven
que fuesen vistos, é saliesen á ellos, é el Gran Ca cedores : fué dellos capitán Jacobo Torre Fieremos-
pitán púsose en celada con quinientas lanzas, é los ta. Fizóles el Gran Capitán mucha honra, é dióles
franceses salieron con hasta quinientos hombres de para salir al desafío á cada uno un sayo do raso, la
armas á los españoles corredores, é ansi viniendo mitad morado é la mitad blanco, para sobre laa
en huida los corredores, salió el Gran Capitán con armas.
la celada é desbarató los franceses, donde fueron
presos doscientos hombres de armas, é trajeron el CAPÍTULO CLXXIV.
despojo é treinta mil cabezas de ganado poco mo
nos, con quo se quedaron, ó volvieron con su victo- De lo qce hiio el Comendador Solls.
ría; ó esto fué ó diez de Diciembre del dicho afio do En estos mesmos dias fué el Comondador Solis á
mil y quinientos y dos. Cosencia, que tenían cercada la fortaleza los Prín
cipes y estaban con la ciudad aposentados, y entró
CAPÍTULO OLXX1. de noche el dicho Comendador con fasta cinqüen
De Don Diego de Mendoza. ta de caballo, é púsose en la plaza, diciendo: «¡Es
pada, España!» é mató mas de treinta dellos, ó
A diez y nueve de Enero, víspera de San Sebas prendió mas de sesenta, é toda la otra gente so des
tian, de 1503 anos, fué ol Comendador Mendoza por colgaron por la muralla abajo. Tras esto salió Don
el dinero rosto del resgate, según es dicho, á Trana Diego de Mendoza con oien hombres de armas á
con quince de caballo; é acordaron los franceses de cinqüenta ginetes, é púsose en uno celada para la
le poner una celada en el camino de cinqüenta y gente que salía de Visella á hacer el herbaje, é cor
cinco do á caballo para que le tomasen el dinero é riéronlos el campo, é alancearon los que alcanzaron,
lo prendiesen é tomasen; é fué dello avisado el é alcanzaron una ordenanza do 70 suizos bien ar
Gran Capitán, é proveyó que Don Diego de Mendoza mados, los quales se metieron en una torre, é llegó
saliese con ciertos ginetes é hombres de armas á se allí Don Diego á los requerir quo se diesen, é no
poner en una sobre celada, é como los franceses quisieron, é combatiéronlos é tomáronlos, é despe
estaban ya envueltos con el dicho Comendador, lle ñáronlos de la torro abajo á todos, salvo uno que
gó el dicho Don Diego de Mendoza con la gente enviaron con la nueva con dos cuchilladas por la.
que llevaba, é de los cinqüenta y cinco franceses cara.
mataron los cinqüenta, é los cinco fueron heridos, é
se acojieron 4 uña de caballo, é no se pudo sufrir CAPÍTULO CLXXV.
el Gran Capitán, é fué á ver cómo se hacia con sie
te de á caballo, é fué á tiempo que hizo su parte. De Lezeano.
A veinte de Febrero del dicho afio fué Lezeano
CAPÍTULO CLXXII. el capitán en busca de las quatro galeazas del Piti-
juan, con su armada, é las corrió é metió en el
De CastellaneU, é de lo que allí aeontceld. puerto do Tranto, quo os do venecianos, é prendió
A doce do Febroro de dicho afio de 1504, acaeció algunos, porque toda la gento huyó, ó libró del cap-
que en Castellaneta estaban aposentadas cien lan- tiverio á muchos españolea que andaban aherroja
702 CRÓNICAS DE LOS REYES DE CASTILLA.
dos: las quales galeazas hacían muoho daño, porque lugar aposentado oon su gente, con 150 hombrea
corrían toda la costa, é quitaban todos los mante de pié, é por veces mató mas de doscientos y cin-
nimientos que venian al real de los españoles, é qüenta franceses, y un dia so halló en un paso con
tomó las dichas galeras el dicho Lezcano, é si no 33 hombres suyos é desbarató 400 franceses, ó mató
fuera por no quebrar con los venecianos, no esca cinqüenta dellos, é prendió mas do otros tantos.
para hombre de los que en ellas andaban. Muchas otras cosos ovo é pasaron entre españoles
y franceses en aquel tiempo que el Gran Capitán
CAPÍTULO CLXXVI. estuvo en Barletta, que no son aquí escritas, do quo
siempre los españoles fueron vencedores y los fran -
De lo que hizo el Gran Capitán en Renubo.
ceses vencidos.
A 22 dias del mes de Febrero, Jueves en la no
che, salió el Gran Capitán de Barletta y fué sobre
CAPÍTULO CLXXVII.
un lugar que llaman Renubo, que está diez leguas
de Barletta, é amaneció otro dia, Viernes, sobre el De la batalla que ovieron los castellanos con Mosco de Obenl , ea-
lugar, é en llegando le combatió con el artillería pitan general de Francia, ¿ con los franceses en Calabria, í los
casi dos horas, é luego le dieron otro combate de franceses fueron vencidos.
manos tan reciamente, que le entraron por fuerza Como los Príncipes de Salerno é Visiniano, é Ro-
de armas, é mataron hasta sesenta hombres de ar sano, é Condes de .Capacho é de Melito, que todos
mas, é prendieron á Monsiour de la Paliza ó á un eBtos estaban en Calabria, é otros Señores é Barones
capitán de la gente del Duque de Saboya, é con supieron la discordia entre el Gran Capitán é el
ellos hasta seiscientos hombres franceses, entre Duque de Nemours ó Monsieur de Obeni, é como
hombres de armas y archeros, é tomaron mil caba llegaban gente los unos y los otros, é la guerra era
llos, con Iob quales se encabalgaron muchos hom rota, comenzaron de deoir por Calabria: «¡Francia,
bres del Gran Capitán, é obieron allí otro mucho Francia!» é ficieron rebelar toda la tierra; é la pri
despojo; é el Gran Capitán so puso á la puerta, é no mera cosa que ficieron fueron á cercar á Terranova,
dejó sacar cosa alguna de la iglesia ni ninguna é tomaron la ciudad é tomaron la fortaleza, é tu
mujer, é no consintió que los fícieaen á las mujeres viéronla 36 dias cercada, é fué por capitán el Con
ninguna descortesía, ó ansí se volvieron aquel dia de do Melito. E como el Virey do Sicilia supo la
á Barletta con aquella victoria; ó á seis do Marzo rovuelta do Calabria, fuese do Palermo para Me-
del dicho afio enviaron a decir los de San Juan Re sina por ver si podia poner algún remedio desdo
dondo al Gran Capitán, que ellos eran muy maltra allí, é no halló con que socorrer gente ninguna es-
tados de los franceses que allí estaban aposentados, tranjera, y estando en esto llegó Don Hugo de Car
que se querían dar á él, que les enviase algún capi dona, quo venia de Roma con hasta 250 peones, y
tán con gente, ó quellos les abrirían las puertas ; é el Vircy habia hecho otros tantos, con fasta 100 da
el Gran Capitán envió á Arriarán con trescientos á caballo sicilianos, ó pasó en Calabria; esto fué en
peones; é salteólos una noche, é mató trescientos é comienzo á 6 de Octubre de 1502; y dende á dos
ochenta franceses é prendió otros ciento é tomó el dias llegó García Alvarez Osorio con otros 250 peo
lugar. Después desto, á 13 de Marzo, viniendo Pe nes, é luego le pasó el Virey la gente, é posó á jun
dro Navarro é Luis de Herrera do Taranto, en las tarse con Don Hugo á un lugar de Calabria quo
Argontallas toparon con una batalla de franceses llaman Semanara, a ocho millas de Terranova, ó
que los estaban esperando en el camino, é los des juntóse con ellos Ñuño de Campo con cierta gente,
barataron, é mataron 200 é prendieron 50, é dende a fueron á Terranova á socorrerla. El Conde de Me
á doce dias se topó Pedro Navarro en otro camino lito, como supo que iban, salió de la ciudad con
cerca do Villasella con el hijo del Conde de Conca, trescientas lanzas, y polcaron un Martes á once de
é lo desbarató é prendió á él é á otros 15 é mataron Octubre é fué desbaratado el Conde do Melito, é
80 do ellos. Tras este desbarato fué otro que hizo muertos cinqüenta hombres do armas de los suyos,
el capitán Noliba pasando de un lugar a otro con é él luyó ó acojióse i Melito.
su gente : se topó con ciertos franceses é los desba
rató é mató 30 dellos. Viniendo Pedro Navarro, é CAPÍTULO CLXXVIII.
Lezcano, é Luis de llenera de Taren to á Barletta,
toparon en el camino con el Marqués do Bitonto é Del socorro de Espafia.
con el Señor Juan, su cufiado, con muy buena gente Sabido por el Rey de Espafia que era menester
que traían, así de hombres de armas como de caba socorro en Calabria, envió á Manuel de Benavidea
lleros lijeros, que so iban á juntar y ayudar á Iob con quince naos, en que llevó 200 hombres de ar
franceses, y pelearon con ellos, é desbaratáronles, é mas : eran capitanes Antonio de Leyva y Alvaro, 6
prendieron al dicho Marqués de Bitonto y á otros más llevó 300 peones, ó desembarcaron en Ríjoíos
con él , y mataron á su cuñado el Señor Juan con á 18 dias del mes, é fallóse haber muerto por la mar
otros 60 hombres, y con esta victoria se vinieron al hasta allí 80 caballos. Juntóse esta gente con la de
Gran Capitán. Don Hugo en San Jorje á 25 del dicho mes, y de
En estos mesmos dios un capitán de peones, que allí se fueron apoderando on olgunos lugares de la
llamaban Bernardino de Valmaseda, estaba en un Calabria, á la qual hubo de venir Monsieur de Obe
DON FERNANDO Ú DOÑA ISABEL. 703
n¡ de tulla, é partió bu ejército en dos partes, é vino amor é lo tuvieron en aquel acatamiento que tuvie
á juntarse con los Principes en Calabria, y quedó el ran al dicho Puertocarrero si viviera. E puesto caso
Duque de Nemours con la mayor parte de la hues que Manuel de Benavides habia ido primero por
te en Pulla, el rostro al Gran Capitán. capitán de su gente , fué el primero que lo elijió ;
Manuel Benavides é los otros capitanes ya dichos ó cierto el dicho Don Fernando dio muy buena
estando en Terranova, vino sobre ellos Mr. do Obe- cuenta de su cargo. Y luego como Mr. de Obeni,
ni con los Principes del Reyno susodichos écon mu Virey y capitán general, supo de la gente española
cha gente de franceses; é los españoles acordaron quo era llegada á Rijolcs, los envió á desafiar á ba
dejar la ciudad, porque era flaco lagar, é porque talla, é vinoso para un lugar que llaman Joya, que
tenían necesidad de los mantenimientos é de otras es á seis millas de Palma, que es un lugar donda
cosas ; tomaron su recuaje dolante , é salieron por estaba la gente castellana, ó allí se concertó la bata
nna puerta un Domingo de mafiana, é salió la gen lla para Viernes do mañana 21 dias de Abril, la qual
te algo ahilada y cada uno con su recuaje ; quedó los españoles no quisieran dar porque lo llevaban,
en la zaga algún cuerpo de gente, é saliendo de ansi mandado del Rey, y por importunidad de di
Terranova por una puerta, entró Monsieur de Obe- cho Monsieur de Obeni la ovicron de dar, porque
ni por la otra, é salieron en pos de los españoles no tenían en cosa alguna do estimación d los espa
toda la gente de armas de los franceses, ó como era ñoles ó los enviaba á decir muchos ultrajes, é ultra
mucha gente no los podían sufrir los españoles, ó jados do su gran soberbia fué forzado de se la dar;
Manuel de Benavides recojió su gente é volvió so aun primeramente cuando envió á la demandar
bre los franceses, en que de aquella vuelta mataron con un trompeta , le fué respondido donosamente,
á Monsieur de Jerani, é á otros veinte hombres, ó por deferir algunos diasJFernando de Andrada para
á otro capitán, é los franceses atajaron á Gonzalo juntar consigo á Manuel de Benavides, é á Alvara- .
de Avalos, é lo prendieron con otros con él de los do, é Antonio de Leyva, capitanes que estaban re
españoles ; é los españoles se fueron ordenadamen partidos en ciertas fortalezas, é ansí ovieron lugar
te para un puerto arriba que no perdieron seis hom do se juntar en tres dias 300 hombres do armas, ó
bres : é vínose á aposentar Manuel de Benavides á 300 ginetos é 3500 peones, é la otra gente quedó en
un lugar que ¡llaman Tura, é los franceses se vol guarda délos lugares; é el dicho dia Viernes 22 da
vieron á Terranova, é otros muchas cosas lo acae Abril do 1503 salieron al campo los unos y los otros,
cieron en la Calabria con los franceses , que seria é los españoles pasaron un rio , é vino sobre ellos
luengo de escribir, hasta que llegó el segundo so Monsieur de Obeni con toda su hueste , que nunca
corro de España, que fué Portocarrorro con la gen los castellanos lo vieron hasta que los franceses die
te de España. ron en las guardas, y los castellanos iban ordena
dos en esta manera : en la delantera 200 hombrea
CAPÍTULO CLXXEL de armas, á la mano derecha do ellos 300 gínetes, á
á la mano izquierda el peonajo ; en la rezaga Don
De la batalla do Calabria. Fernando de Andrada con 100 hombres de armas ó
8abido por el Bey Don Fernando de España la ne 500 peones para añadir á la parte donde fuese ma-
cesidad que su gente española tenia en el Reamen, nester.
y como los franceses eran muchos, mas querían Los franceses se hicieron dos batallas, é echaron
guerra que no paz, y como habían rompido la ca en la delantera 300 hombres de armas mas escoji-
pitulación de entre él y el Rey de Francia, é como dos, en otra batalla atrás otros 500 hombres de ar
la Calabria estaba en peso de perder ó tornar delloa, mas, luego allí con ellos ol peonaje, é luego como so
ordenó muy presto una armada que envió de Espa vieron juntos arremetieron los franceses á los cas
ña, en la qual envió á Luis Puertocarrero, Señor do tellanos los mas furiosos del mundo , y fueron por
Palma, é Meser Filio por capitán general, el qual lle semejante recibidos por los castellanos en tal ma
gó en Mesina á 5 dias de Marzo año de mil y qui nera, que pronto amansaron la furia , ó tan presto
nientos y tres años, con 300 hombres de armas, é como fueron envueltos los unos con los otros, acu
300 ginetos, é 2600 peones: iban con él por capitanes dieron los giuetes castellanos sobre ellos é ficieron
Don Fernando de Andrada ó Don García de Ayala, tanto daño en ellos, que en poco espacio volvieron
que murió en Cerdefia, é Alonso Nnño, é Carvajal, é las espaldas á huir, ansí los que quedaron enhestou
Figueredo, aloayde de Morón , é Fernando de Quija de los 300 como de los 500, después do se haber en
da ; é como llegaron á Ri joles plugo á Nuestro Señor contrado, é eso mesólo el peonaje francés se puso
murió el dicho Luis Puertocarrero de dolencia, é fizo en huida, de manera que los castellanos ovieron la
su testamentó como hombre muy cathólico christia- honra de la batalla é fueron vencedores, ó los fran
no que él era, de la cual muerte no poco dolor dejó ceses fueron vencidos é desbaratados, é quedaron
on todos los que con él pasaron y allá estaban de la dellos muertos en el campo dos mil doscientos hom
parte del Rey de España, é dejó en su lugar á Don bres, ó los que escaparon fueron huyendo por el
Fernando de Andrada, al qual luego elijieron todos campo de Hoya por donde habían venido, é los cas
aquellos capitanes por capitán general , é fué muy tellanos fueron en pos dellos hasta que los encerra
temido y obedecido por todos como él lo merecía, ron en el dicho lugar de donde habían Balido, é allí
porque según su nobleza todos le tenían mucho los oercaron, é tomaron, é despojaron ; ó Monsieut
M CBÓNICA8 DE t08 BEYES DE CASTILLA.
de Obeni por se salvar tomó el camino de Melito, ó taleza que estaba por los franceses, á estaba de allí
Baoza do Benavides á Alvarado los siguieron basta diez y ocho millas, é fizo aquel dia tan grande sol á
que so los encerró on Bocaganjito, ó con la gente que calor, quo pensaron todos ser perdidos de sed, por
otro dia les Biguió les cercaron, é enviaron por arti que en todo el camino no habia poblado ni gota da
llería á Meaina, y lo tuvieron cercado treinta días, agua, y hallóse que aquel dia murieron treinta y dos
y en fin le tomaron é prendieron , é después lo lle personas del ejército de sed, que en ninguna mane
varon á Ñapóles, desque se ganó, á llegó allá en 11 ra se pudieron remediar, porque fueron todas diez y
de Julio, é lo llevó Don Fernando ó puso preso en ocho millas sin reposar, y como los franceses loa
Castilnovo. E en dicbo desbarate é vencimiento é en vieron ir y pasar y vieron la necesidad que lleva
la villa de Hoya tomaron los castellanos 600 prisio ban, é cuan casados llegaron , acordaron de ir á dar
neros; anal que esta batalla fué en Calabria como sobre ellos. Puso el Gran Capitán Unta diligencia
dicho es, ovieron los castellanos mas de 800 caba aquel dia, que él mesmo tomaba á los hombres de
llos é 400 acémilas é mucho otro despojo que seria pié que venian cansados é aquejados de sed, é los
luengo de escribir, sin morir hombre de los caste llevaba á las ancas de su caballo ; é ansí hizo que
llanos, peón ni caballero, salvo algunos pocos he hiciesen los hombres de armas, é los ginetes, é de
ridos : ¿ que se puede aqni decir sino que « á Dómino esta manera escaparon muchos de los peones y no
tfactum e»t ütud mirabile in oculte noitritn? Esta ba dejaron rezagado ninguno, y en todo aquel camino
talla fué antes que la que ovo el Gran Capitán en la no cenó el Gran Capitán de dar oon un frasco é un
Chirinola otro dia, é luego se dio la Calabria toda al tazón de beber á la gente, que si esto no hiciera
Bey de España Don Fernando. Agora volveremos á mucha mas gente se le ahogara. De los alemanes,
contar las cosas del Oran Capitán que atrás dejamos. aunque era toda gente de á pié no se ahogó ningu
no, porque iban pertrechados entre cada dos un
CAPITULO CLXXX. frasco lleno de vino é agua, que es un barril de ma
dera. Llegó el Gran Capitán con su ejército á la Chi
De la batalla que el Gran Capitán ovo con el Virrey Dnque de rinola aquel dia dos horaB antes que fuese de noche,
Nemours de Francia. y la gente cansada con mas gana de descansar que
La batalla que el Gran Capitán ovo en Pulla con de pelear, ca venian muy deseosos de se hartar de
el Virey francés Duque de Nemours fué desta ma agua, y allí cabe la Chirinola están ciertos pozos, en
nera : El Gran Capitán estaba de asiento en la ciu los cuales toda la gente cargó á beber, y los france
dad de Barletta, é salió de Barletta á pelear con los ses que estaban en la villa y fortaleza , no hacían
franceses un Jueves tarde á 27 de Abril, año de 1503, sino tirar á la gente con la artillería á los pozos , ó
é salió porque de pura necesidad no podia hacer plugo á Nuestro Señor que toda iba por alto y á nin
Otra cosa, porque el Virey francés Duque de Ne guno ofendieron ni mataron. Estando la gente en
mours lo tenia casi cercado, é porque morían de esto como dicho es, venia un trompeta francés so
pestilencia en la ciudad, é porque tenían mucha ne nando, é preguntando por el Gran Capitán, y el Gran
cesidad de los mantenimientos é de otras cosas ; é Capitán mandó que se lo trajesen ; y traído le pre
antes desto, hallándose oon poca gente é pocos di guntó y el trompeta le dijo : tel Virrey mi señor hace
neros, el Gran Capitán al comienzo de la guerra en saber á tu Señoría que ha sabido tu salida, y que te
vió sus embazadores al Emperador de Alemania ruega que le esperes, que mañana será contigo y te
Maximiliano, consuegro del Bey de España, rogán dará la batalla, y de su parte y de todos los prínci
dole á Su Alteza le socorriese con alguna gente , é pes te lo digo y lo requiero.» El Gran Capitán res
el Emperador lo envió dos mil alemanes, é con ellos pondió : «Dile á su Señoría que yo soy salido de Bar
un sobrino suyo por coronel, que quiere decir capi letta á destruir todos aquellos que el mandamiento
tán, é antes que enviase al Emperador envió á decir del Bey de España, mi señor, no quisieren obedecer,
al Bey Don Fernando que enviase socorro é gente en y que si su Señoría viniere, que aquí mo hallará, y
Calabria, de donde procedió que le fué socorro de que yo con la ayuda de Dios, de esta tierra no me
Eapaí.a dos veces, como dicho es, antes de la bata partiré hasta que vea la bandera de España Bobre la
lla de la Calabria, y los dichos alemanes vinieron y mas alta torre, con vencimiento, y de esto le hago
allegaron á diez de Abril en Monfredonia; é como saber»; al qual trompeta mandó el Gran Capitán dar
el Gran Capitán lo supo, luego dio priesa en allegar de comer y beber, y le dio una cadena de oro é un
toda la gente que estaba por los aposentos, y envió jarro, é un tazón de plata, é con esto se fué. E aqnl
i llamar todos los [capitanes , é recojidos todos á parece que los franceses engañosamente enviaron
Barletta, asi los alemanes como los españoles, salió el trompeta á aplazar la batalla para otro dia, pues
el Gran Capitán , como dicho es , de Barletta aquel que luego á la hora vinieron en pos del trompeta ; y
Jueves tarde , é tomó el camino de la Chirinola , y estando asi la gente del Gran Capitán aun no bien
fuéles hacer noche cabe un rio que llaman Lefanto, aposentada, sonaban los tiros de pólvora de loa
que estaba á seis millas del real de los franceses, franceses é venian las pelotas por cima del Beal ¡
porque ellos tenian su real asentado en el campo luego el Gran Capitán envió treinta y dos de á oa-
acerca de Canosa ; é otro dia de mañana, Viernos 28 ballo ginetes á ver si el Virrey venia ó estaba que
de Abril, el Gran Capitán con todo su campo toma do, los qualea luego volvieron corriendo, é dijeron
ron el camiuo de la Chirinola, quo es una villa é for- I como los flanceaos veniaa con toda su hueste mu/
DON FERNANDO É DONA ISABEL. ?05
cerca, ordenada para dar en ellos, é estonces todo do Santiago que bien podéis tener cierto que loa
el ejército de España se alborotó é puso en arma ; é habernos de vencer, é sus, i ellos.» E los franceses
el Gran Capitán mandó tocar sus trompetas é tam asomaron por un cerro muy llano, tirando con loa
bores, é mandó poner toda bu gente en órden , para tiros de su artillería los mas furiosos del mundo, y
pelear ; é mandó meter toda la gente en un circnito toda la gente del Gran Capitán se tendió en el sue
grande que alli estaba de tiempo viejo que eolia ser lo, y los de á caballo sobre los arzones de las sillas
viñas, é estaban alli unos valladares viejos derri se acostaban porque no los cojiesen los tiros de las
bados, á la parte por donde los franceses habian de lombardas, y allegados ya muy cerca del Real del
venir, é mandó poner artillería á fuera de los valla Gran Capitán ouanto un tiro de ballesta, ya el sol
dares, é mandó estar la gente de armas todas juntas se quería poner, mandó el Gran Capitán que la ar
dentro del circuito, hácia la mano izquierda, é los tillería suya jugase, la qual fué tal que ovo cañón
ginetes repartidos , la mitad con los hombres de ar que dió por la batalla del Virrey, é del primer gol
mas, é la mitad con cinqfienta estradiotes griegos, á pe llevó quarenta hombree de armas ; y visto por el
la mano derecha, y cabe ellos todos los alemanes, y Virrey y Capitanes franceses el daño que la artille
en la delantera de los alemanes ochocientos estoperoa ría les facía, arremetieron de hecho con sus lanzas
délos meemos alemanes, y en medio toda la gente en ristre en la delantera del Virrey con ochocientos
española delante de todos, é junto á Cindaro mandó hombres de armas, y en la rezaga los Principes del
que estnbiesen mil y quinientos soldados todos con Reyno, y ellos allegaron tan derechos y con tanta
lanzas echadoras y rodelas para que á la ordenanza ferocidad que fué cosa de maravilla ; y como al en
que por alli viniese se las arrojasen todas á la par; cuentro primero no hallaron con quien encontrar,
y juntos con olios toda la ballestería y luego la pi dieron con el valladar viejo que allí estaba de pri
quería, y los alabarderos ; y luego mandó que cuan mera necesidad, 4 dó ovieron de dar lado para tornar
do los trompetas tocasen que toda la gente en su á enristrar y al lado que dieron , los espingarderoa .
concierto fuese oon ellos. alemanes que eran los mayores espingarderoa del
mundo, que el Emperador los envió los mas escogi
CAPÍTULO CLXXXI. dos entre cuantos tenia, asestaron á la batalla en
que mataron muchos de los franceses. Junto con
De li (ente que el Gran Capitán lovu en esta batalla , i de ta que esta batalla allegó Monsiur de Sander el qual era Co
Uno el Virrey de Franela. ronel de todos los Suizos franceses, con todas las or
El Gran Capitán tenia de nómina, con los dos mil denanzas, con las quales saltaron todos los soldados
alemanes, cinco mil y quinientos soldados, que eran arrojando las lanzas é saltaron con ellos toda la
de á pié, é mil é quinientos de á oaballo, quo eran gente del Gran Capitán diciendo juntamente victo
los setecientos de ellos hombres de armas, é doscien ria, victoria, á grandes voces ; é la otra gente decían
tos archeros, é ciento y cinqüonta estoperos, é qua- que huyen que huyen ; é el Gran Capitán arreme
trocientos ginetes. tió á ellos con la gente de armas muy esforzadamen
El Virrey y los principes del Reyno que estaban te, é los príncipes que traían la retaguardia atrás,
con él en el campo puestos, tenian mil y quinientos entráronse por la batalla adelante peleando con su
hombres de armas é ginetes, é siete mil peones, en gente de armas é ginetes, y el Gran Capitán é loa
que era poca la ventaja de los unos á los otros, cá la suyos los recibieron como convenia, é los ginetes y
otra gente de mas que habia de loa unos y de los estradiotHS dol Gran Capitán iban cerca de él, y to
otros guardaban las fortalezas, y los franceaes pen dos pelearon y trabajaron de tal manera , y se es
saron que por estar la gente del Gran Capitán tan forzaron á vencer, que los franceses no lo pudieron
cansada y fatigada del camino que no hubiera mu sufrir, é volvieron su gente, y puestos en huida , la
cho que hacer en vencer la batalla, y parece ser gente del Gran Capitán siguieron el alcance aque
engaño lo que el Virrey envió á decir con el lla noche hasta su Real , é como cerró la noohe no
trompeta. murieron mas, oa si de dia fuera no fuera maravilla
no quedar hombre de ellos para que llevara la nueva
CAPÍTULO CLXXXII. á Francia que no fuera muerto 6 preso. Esto fecho
mandó el Gran Capitán tocar las trompetas 6 reco
Del laionamlento que el Gran Capitán hizo i los tajes. ger la gente, y mandó asentar su Real donde pri
«Señores: mirad que las honras que los buenoa mero se había dado la batalla é alli asentaron sus
ganan venciendo á auaenemigoa, en ningún ven tiendas. É Próspero Colona , capitán , eiguió aquella
cimiento se pueden ganar sin algún trabajo ; cum noche hasta el campo de los franceses, el qual se es
ple agora que todos trabajemos por vencer, porque taba asentado en la manera que el Virrey lo habia
con este trabajo acabaremos de ganar lo que mucho dejado, con sus tiendas armadas con cuantas rique
ya nos cuesta ; tomando esperanza en nueatro Se zas y joyas tenian. El Próspero, y los que con él si
ñor, que los pocos á los muchos suelen vencer con guieron dieron ¡íor el Real, é mataron é robaron, é
justicia, como nosotros la tenemos ; é acordaos de la ficieron cuanto quisieron , y tomaron muy grandes
bondad de Nuestro Rey é Reyna á quien servimos, riquezas, é ovieron é trujeron el dinero todo que el
y del mucho derecho que tienen é CBte Reyno sobre Virrey tenia cogido del Reyno.
quo andamos y Batamos j é llamad á nuestro aboga- Murió en la batalla el Virrey Duque do Nemours, á
Cr.-IÜ. 45
706 CRÓNICAS DE LOS REYES DE CASTILLA:
su Capitán General , é murieron otros quince Capi partió luego con doscientos hombres de armas á
tanes é mucha gente con ellos, que adelante se dirá cinqüenta ginetes ; el qual , anduvo tanto, que llegó
la suma de ella. Otro dia Sábado de mañana el Gran áCapua, é halló que habían posado los franoeses
Capitán estaba el mas pensativo hombre del mundo, la puente por allí, é iban la viade Gaeta, los qualea
en non saber que había acaecido del Virrey, si era al pasar dijeron que iban á proveer la Ciudad, que
viro ó muerto, é mandó á pregonar por el Real que tenían nueva de la gran armada de España que
qualquiera que lo diese nuevas del Virrey muerto ó iba, que no osaron decir que iban desbaratados
vivo que le daria quarenta ducados de oro, en que huyendo. La ciudad de Capua, sabida la verdad por
se halló que un soldado trujo un prisionero de la el capitán Pedro de Paz de la victoria del Gran
Cámara é casa del Virrey, que habia aprendido en Capitán, alzaron sus banderas por el Rey de Es
el campo en las tiendas de los franceses, el qual dijo paña ; y juntáronse con el dicho Capitán quinientos
que si él viese al Duque su Señor si era muerto que mancebos de la ciudad y fueron detrás de los fran
él le conocería, y luego el Gran Capitán le mandó ceses, é alcanzaron hasta cinqUenta hombres de
ir con dos capitanes á lo buscar, é yendo ansí el ca armas , é ciento infantes é hombres de á pié, que
marero con los dos capitanes, vido á un Boldado prendieron é mataron , y Pedro de Paz dió la presa
llevar un pedazo de la ropa de brocado del Virrey, á los Capuanos ; y ovo prisionero de ellos que lea
y luego lo llamó, y conoció el brocado, y comenzó de valió quatro mil ducados de resgate. E el Gran
llorar por su señor, diciendo que su señor era muer Capitán estuvo tres días en la Chirinola donde fué
to ; é andándole á buscar con las señas que el ca la batalla, é de alli partió para Nápoles señoreando
marero habia dado, las cuales eran que el Virrey la tierra, y de esta manera que dicha es acaeció y
era mancebo de fasta veinte y un años, y de gran mas que he dioho , en la batalla de la Pulla que
cuerpo é linda persona , y en la mano derecha dos ovieron franceses y españoles, donde totalmente la
anillos , y que el Jueves pasado se habia bañado y gente é hueste francesa fué vencida é perdida, é su
raido el cabello de abajo : el qual por estas señas capitán el Duque de Nemurs, Viso-Rey por el Rey
hallaron, con tres heridas, la una en la teta izquier de Francia muerto con los dichos capitanes de
da, la otra en el vientre, é la otra en la cara; y sa Francia. Solo el Gran Capitán Gonzalo Fernandez,
bido por el Gran Capitán, mandólo traer á sus tien Capitán General por el Rey, é los españoles , fueron
das, con el qual el recibió gran dolor, y lloró mucho vencedores é por maravilla que Nuestro Señor quiso
de sus ojos, é llorando se retrajo á una cámara de hacer de los españoles no murieron sino muy pocos;
su tienda, é se puso de pechos sobre una cama llo la qual dicha batalla fuá Viernes noche á 28 dias de
rando la muerte de tan lindo hombre, é luego man Abril del Nacimiento de Nuestro Redemptor de 1503
dó que lo abriesen y salasen , y mandó encender años , é ocho dias después de la batalla de Calabria
viente y quatro hachas de cera que ardieron mien que vencieron los castellanos.
tras se aparejaron las andas para lo llevar, é mandó
á Don Tristan de Acuña que lo hiciese llevar á Bar- CAPÍTULO CLXXXIIL
letta muy honradamente, é lo ficiese enterrar en el
De como Pedro de Pax, yendo en segulmlenlo de loi vencidos,
monesterio de San Francisco ; é después que esto lomó el castillo en el Careliano, é comentó i facer guerw i
oviese fecho, que ficiese enterrar todos los otros Gaeta, i de como el Gran Capitán tomó i Helfa, j prendió al
muertos; é el Capitán hizo ir con el cuerpo del Duque della; y de como ae le dió la Palla 4 Ñipóle*, é tomó
Virrey cien hombres de armas é una compañía de i Castiluoio.
soldados, é los hombres de armas llevaban todos Partió el Gran Capitán de la Chirinola Lunes
sus hachas de cera encendidas en las manos, y al primero dia de Mayo, la vía de Melfa é cercóla i
tiempo que partió el cuerpo del Virrey asi en las tomóla, é tomó al Duque de ella dentro, el qual dióse
andas para Barletta, quedó el Gran Capitán hacien luego con condición que lo dejasen estar en una
do el mayor llanto del mundo de maravilla y do villa suya que se llama Trana, á él é á su mujer é
lor dél. fijos, hasta esperarlo que el Rey de España mandare
Bl Gran Capitán mandó saber é facer copia de á hacer de él. Esto fecho, luego pasado adelante el
los muertos que murieron de los franceses en bata Gran Capitán camino de Nápoles, el dicho Principe
lla ántes que los enterrasen, é dió cuenta el dicho de Melfa se fué para los franceses , é dende á dós
Don Tristan de Acuña que él hizo enterrar tres mil dias que el Gran Capitán tomó á Melfa, se le vino
y seis oientos y sesenta y quatro hombres, sin los á dar toda la Pulla, con las llaves en las manos, de
que él no vido que creia serian mas de otros cien. las ciudades, villas é lugares é castillos que en ella
Murió alli Monsiur de Sander, el qual era coronel de habia.
todos los Suizos franceses ; é ovieron en aquella ba E de alli el Qran Capitán fué sobre Nápoles , y
talla mas de mil prisioneros de los franceses, que asentó su campo en un lugar que llaman la Cherra,
después resgató el Qran Capitán ¡ é luego aquel dia y de allí envió bus embajadores á Nápoles, al Re
Sábado se entregó é dió la Chirinola al Gran Ca gimiento y Señores, á les rogar y requerir que se
pitán. E luego aquel Sábado, otro dia después de la diesen y alzasen banderas por España ; y la ciudad
batalla, el Gran Capitán envió á Pedro de Paz, ca acordó luego de le enviar y entregar la ciudad, con
pitán de hombres de armas, que fuese en pos de los tal que les confirmase sus privilegios, é el Gran,
que habían escapado de la batalla frauoesa, el qual Capitán fué á Algnudelo, que es ocho millas da
boN FERNANDO É DORA ISABEL. 707
Ñipóles , é allí salieron á contratar con él el conde Arremetió la gente del Gran Capitán, 6 entráronse
de Matera, y los síndicos de Ñapóles, y asentaron á las vueltas peleando con los franceses en la
su capitulación para entregarle la ciudad, é á 15 de Cíudadela, é los franceses huyeron á meterse en el
Mayo entró en la ciudad al Qran Capitán con todo castillo por la pnente levadiza, é los españoles lea
su campo, i le ficioron mny noblo recibimiento los dioron tanta prisa, que nunca pudieron, alzar la
de la ciudad con toda la clerecía, y fué metido de pnente ni cerrar las puertas, é todos de tropel se
bajo de un muy rico paOo de brocado, en sus cetros entraron dentro en el castillo juntos. A las vueltas,
que llevaban los mayores de la ciudad, é fueron ol Gran Capitán y dentro pelearon muy fuerte
anal hasta dondo se aposentó que fué en las casas del mente, y de los primeros que entraron en el patio
conde de Matalón, qne son al collcgio de la Capua por la puerta del castillo fueron quatro que dijeron
na, y puso un alcaide que luego alzo banderas por en el patio aEspafla , España.» A los tres dellos hi
todas las torres, diciendo « España, España.» cieron los franceses pedazos, y el otro escapó con
La gente de ordenanza se aposentó en la Búa Ca sois heridas ; y los españoles que por la puerta del
talana , cerca do Castilnovo; y de nllí salían dende castillo no podían entrar los viérades entrar por loa
adelanto cada tarde á dar vista a Castilnovo todos, adárvese por las ventanas, é aun por las picas
é los franceses del castillo salían á escaramucear o arriba se subían , é andaban tanto por cada parte
pié con ellos, é en tal manera, c en tales lugares se peleando, cubiertos todos de pólvora del artillería,
ponian los españoles, que siempre los franccscB iban que era espanto de lo ver; é en fin el Gran Capitán
descalabrados, cada vez qne salían, c por otra fué vencedor, é los suyos en espacio de dos horas
parte los minaba el Qran Capitán como no lo sen tomaron el castillo, é ovo en él tantos muertos y
tían. heridos, que todo el patio del castillo era lleno de
Domingo á 23 del dicho mes, se tomó la torre de chorros de sangro, é habia tantos brazos é pier
San Vicente, la qual tomó Pedro Navarro, con nas, é cabezas cortadas que no habia hombre que
solo 30 hombres, que fué cosa de maravilla, é pasó no se espantase. E murieron de los franceses, según
en una barca allá; é estaban en la torre quarenta lo que se pndo saber, quatrocientos ó mas hombres,
hombres con mucha artillería, é apretó tan recio con é de los españoles treinta no mas, ansí heridos como
ellos , é comenzó de cabar para hacer reparo por quemados con pólvora ; é tomado el castillo, luego
amor de los tiros, y ellos pensaban que los mina alzaron las banderas por todos las torres , diciendo
ban, y dentro en quatro oras se les dieron, y luego «España, España »; de lo cnal todos los de la ciudad
de allí dio tanta guerra á Castilnovo y al del Ovo fueron mny espantados y maravillados del gran es
que no dejaba asomar persona. fuerzo dol Gran Capitán, y de la gente española.
Ovieron allí ol Gran Capitán y su gente muy gran
CAPÍTULO CLXXXIV. cabalgada, de mucha moneda, oro é plata, joyas,
armas, mantenimientos, é muchos atavíos, é ha
De el Castll Noto. ciendas que otros habian allí puesto, en guarda de
El Gran Capitán fizo minar el Castilnovo y nun los contrarios del Gran Capitán, y todos prisioneros,
ca sintieron los franceses que en él habia que es lo quol fué en mny gran suma: á la munición no
taban cercados, y esto se hacia al tiempo que los tocaron en ninguna cosa.
cercadores les combatían é escaramuceaban con El Gran Capitán, viéndose así victorioso, dio
ellos , por que no lo oyeson , y fué tanta la ventura muchas gracias á Dios y á Nuestra Señora, por tan
y los engaños que el Capitán Pedro Navarro les tas mercedes como le habian fecho, é mandó enter
hizo, que no miraron ni sintieron los franceses nada rar los muertos, é curar los heridos, é aposentóse lue
hasta que la mina fué acabada ; é la mina acabada, go en el dicho castillo. Fué tomado el dicho casti
mandó el Gran Capitán tocar las trompetas dicien llo Novo, como dioho es, en 11 de Junio de 1603 años.
do que les quería dar batalla ; é habia en el Castil Acordó el Gran Capitán dejar sitiado el Castillo
novo setecientos hombres escogidos de pelea , con del Ovo, que de los cuatro castillos no habia otro
mas artillería, municiones y bastimentos que nunca por tomar, é ir sobre Gaeta, é puso por Copiton del
Castilnovo tuvo, oa diz que tenian recado para diez cerco á Pedro Navarro, é dejó por Alcayde en el
años; é los franceses como oyeron las trompetas, Castilnovo que ganó á Ñuño de Ocampo, un capitán,,
salieron luego fuera ¡i la Ciudad al lado del Castillo y concertó ir sobre Gaeta, y así lo hizo, ca dejó el
donde estaba el Gran Capitán creyendo que les cerco sobre el Castil del Ovo, y á buen recando como
quería escalar; y allí mandó el Gran Capitán que les dicho es.
tirasen con los pcl trochos de todos parles, y como En fin del mes de Julio se juntaron Don Fernando
el Gran Capitán vido que los franceses estaban de Andrada é los otros capitanes de Calabria con.
embebidos en pelear, mandó á todos los capitanes la hueste del Gran Capitán sobre Gaeta.
que retrujesen á fuera toda la gente española ; y
la gente tirada a fuera, mandó que le diesen fuego CAPITULO CLXXXV.
á la mina, é ansí que le dio fuego vino abajo un
lienzo del adarbe de la Cindadela, con toda la De Gaeti é sus cercos que Uto.
gente que en él estaba, muy súpitamente, con un Partió el Gran Capitán de Ñapóles para poner el
estruendo que pareció que toda la ciudad se hundía. cerco á Gaeta á 18 d>'»s de Jnnio, año de 1603, y
Í08 CRÓNICAS DE LOS BEYES DE CASTILLA.
fué con bu campo por Aversa é Capua é otros lu quedado por capitán, les fizo una mina y les puso
gares, donde fué recibido con mucho placer é ale fuego, y cayó un gran pedazo delantero, en que ca
gría y honra, y fué el dia de San Juan á San yó el Alcayde y otros treinta hombres con él, y en
Germán, el qual estaba tomado por los españolea cayendo arremetió la gente por lo caído, y lo toma
doado el dia propio quo se tomó Castilnovo; é tomá ron por fuerza de armas é ovieron allí mucho dea-
ronle Diego Gurda Coronel, é Samudio, capitanes, pojo de armas é ropas, dineros, vituallas é prisione
con mil y quinientos peones : quedó entonces cerca ros ; é dende se vino Pedro Navarro á Gaeta.
de allá en el monasterio de San Benito en el Monte Volviendo á lo de Gaeta.
Cansino, Pedro de Medices, con fasta doscientos Acordó el Gran Capitán con los otros capitanea
franceses; púsose con ellos el Oran Capitán en trato, de retraer el cerco por el gran daño que recibían del
por no se detener, que iba la via de Gaeta, y que artillería francesa, ansi de la que tiraban de la ciu
daron de se dar dentro de 12 dios, lo qual no cum dad, como de laque tiraban de la armada de lámar,
plieron, é ansi quedaron por estonce, que no se pudo oa como la armada francesa de la mar era mas po
faoer mas ; que iba mas en lo de delante. derosa que la do España entonces, por eso no podia
Fué á asentar su campo á las viñas de Ponte allí venir la armada del Gran Capitán, é estuvo si
Corvo á 26 días del dicho mes, ribera del rio Ca tiada treinta y seis dias, é pegado el Real del Gran
reliano; é víspera de San Pedro se levantó el campo Capitán á la muralla, que en este tiempo ovo pocas
é pasó el dicho rio, y Be fué á asentar al pié de Roca escaramuzas, que no osaban salir ; una vez que sa
Guillermo, que estaba por los franceses , los quales lieron hasta veinte de ellos fueron atajados por loa
se pusieron en defender, y á otro dia acordó el gínetes castellanos, por ardid que dio Ñuño de Ma
Gran Capitán de la combatir, y sacó toda su gente ta por detras de unos jardines ; ansí que aquellos so
y ordenó todos sus escuadrones para subir á ellos: tomaron y después no osaba hombre salir, é cuan
y cuando esto vieron los franceses desampararon la tos salían no tornaba hombre de ello que no fuese
fortaleza y el lugar, y fuéronse por el cuchillo de tomado.
una sierra camino de Gaeta, é abajaron los del E vínole de socorro á la' ciudad mil y quinientos
lugar con las llaves en las manos al Gran Capitán hombres en dos carracas é cinco galeones, á quatro
y entregáronle la villa y la fortaleza con condición dios del mes de Agosto, é á cinco dias del dicho
que la gente del ejército no entrase dentro por que mes so rotiró el real, é aquel dia murió el coronal do
no los robasen , y que darían de servicio cinco mil los alemanes de un tiro de la artillería francesa,
ducados para ayuda de pagar la gente, y asi se que le llevó la cabeza, é el Real se retrujo á los jar
concertaron, y quedó allí por Gobernador y Al- dines quo estaban fuera del Burgo cerca de una
cayde Don Tristan de Acuña, y pasó el campo ade Iglesia que se llama Santiago. Otro dia se alzó do
lante. allí y fueron una milla mas adelante', camino do
A primero de Julio se fué á asentar el campo en Castillon ; é salieron aquel dia de Gaeta hasta dos
el Burgo do Gaeta , año de 1503, é fué puesto el mil é quinientos franceses á dar en la rezaga del
cerco á la ciudad , y habia dentro tr*ea mil y qui campo de el Gran Capitán ; ó el Gran Capitán venia
nientos hombres útiles de guerra, é habia mil y á la postre, é tuvo su gente que no volviese ninguno
quinientos caballos á tenian hechos tantos reparos hasta sacarlos mas afuera del Burgo suyo , y des
dentro en Gaeta y en el monte de ella, é tanta arti pués que los vio en el arrabal soltó hasta quatrocion-
llería asentada que no se podría decir; y era la tos peones, los quales volvieron á ellos tan recia
entrada tan angosta al lugar é monte, que causaba mente, que los desbarataron é hicieron poner en
mucho peligro, porque toda la cerca la mar, salvo huida y en el alcance mataron hasta doscientos da
aquella entrada, que podia ser un tiro de ballesta ellos hasta meterlos por las puertas de Gaeta. E ti
de pié. rado el Real de donde estaba, se arredró quatro mi
Tiraban al real del Gran Capitán de trece partes llos de Gaeta , donde los franceses se estaban tan
con su artillería, de que les facian muchos daños, cercados como de antes é mas sin peligro el campo
en especial antes que se asentase el artillería del de España de su artillería de Francia, y no salía
Gran Capitán, con la qual después de asentada, les hombro de los franceses á comer uvas, que luego no
derribaron dos paños de la cerca , con una torre en era tomado.
medio, y por allí acordaron de la combatir ; y el dia
que se acordó se halló que tenia el reparo que esta CAPÍTULO CLXXXVII.
ba dentro fecho mas fuerte que la muralla, é por
aquello se dejó el combate ; é estando en el dicho De ti traición que hicieron tos de Roca Guillermo.
cerco, vino la nueva como era tomado el Costil del A 14 de Agosto los de Roca Guillermo enviaron á
Ovo. decir á los franceses que estaban en Gaeta é á Mon-
sieur de Alegre , que les embiasen allí gente quo
CAPÍTULO OLXXXVI. ellos se les darían, y prenderían al Alcayde el qual
era Don Tristón de Acuña, que sabían muy bien co
De como se tomó el Cutil del Oto en Ñipóles. mo otro dia habia do bajar á misa, y que allí lo pren
A 11 diaa de Julio se tomó el Castií del Ovo y fuá derían , é se lo entregarían con la fortaleza ; y asi
desta manera: Que Pedro Navarro, que allí habia como lo dijeron se concertó : y prendieron á el Al
DON FERNANDO É DOÑA ISABEL. 709
cayde y lo Novaron al pió do U fortaleza, y requi de dar favor al Cardenal Colona su hermano par»
rieron á tros hombro! que estaban dentro que so si piulioBO ser Papa. El Próspero Colona y Don Diego
diesen, que sino que degollarían al Alcayde, y res do Mendoza, con toda aquella gente entraron en
pondió uno de ellos quo si lo dejaban do degollar Roma, y el Dnque Valentino después de les haber
por falta do cuchillo quo tomasen su puftal, quo les entregado ol Próspero lo suyo, acordó de so ir par»
echaba, y echóles su puDal ; y quo si gana tenian, los franceses quo venian al Bocorro do Gaeta, y allí
que lo degollasen, quo ni por eso so lo habia de dar conocieron el engaño del Duque Valentino.
el Castillo hasta quo so lo echaran encima, y que E los españoles ou Roma, vino el grande socorro
ellos lo entendían defender é comenzáronles de ti de Francia que venia á Gaeta, é cerraron las puer
rar. E como el Gran Capitán supo la nueva, envió tas de Roma los de la ciudad que no los dejaron en
allá á Pedro Navarro con mil peones ó socorrerlos, é trar hasta que saliesen Próspero y¡Don Diegojde Men
fuó aquella noche por partes de la sierra y llegó doza , y asi salidos de Roma se volvieron al Gran
á media noche á la fortaleza , y preguntóles quien Capitán.
vivía y dijéronle los de adentro España, Espada , ó Partió el Gran Capitán de Castellón, Viernes á 6 da
dijoles estonce como era Podro Navarro, ó fizo su Octubre, é como supo la venida de los franceses, é
gento dos partes, y la mitad mandó quo ontrason fuó aquella nocho al rio Careliano, y otro dia pasó
por debajo en la Villa, ó el con la otra mitad outró el rio é fué á Roca do Vanda, que estaba por loa
por lo alto, de manera que do seis cientos franceses francoses, y asi dejó gente sobre ella ó se pasó otro
que dentro estaban , pocos escaparon de muertos ó dia Domingo á San Germán, é alli se hizo fuerte.
presos ; ó estos seiscientos franceses que allí estaban Viernes & 13 dias del mes de Octubre se juntó la
é vinieron á pronder el Alcayde é tomar la villa, en gente francesa toda, asi los que vonian como los da
la hora que allí llagaron enviaron á pedir mas gen Gaeta, al rio Careliano. Venia por Capitán general
to á Gaeta, para sostener Roca Guillermo , y los do do la gente del socoro el Marqués do Mantua, é fizó
Gaeta les tornaron á enviar otros seiscientos hom se un muy gran número de gente é muy armada é
bres ; los quales yendo por el camino , los villanos con mucha artillería, porque allende de la gente
de un lugar quo estaba par del camino, el cual se lla francesa, venia gente de Florencia ó Boloña, é Sena,
ma Itro, supieron el desbarato que habia echo Podro é Mantua, é Ferrara, donde es cierto que era muy
Navarro en los do Roca Guillormo , é 'pusiéronse mayor ejército que no ol del Gran Capitán, é toda
ellos en un paso, y prendieron y matarou todos los la dicha gonte junta pasó aquel dia el rio Careliano.
seiscientos franceses, quo iban al socorro ; y con los
que prendieron vinieron ante el Gran Capitán ; é CAPÍTÜLO CLXXXIX.
traíanlos atadas las manos, y muchos de olios traían
mugeres que se habían hallado aquel día al pozo De Roca Seca, j de lo ano ende acaeció.
peleando; é asi entraron aquol dia al Gran Capitán Asentaron los franceses cerco sobre Boca Seca á
por Castellón donde estubieron' fasta cinco do Oc 15 del dicho mes, que es junto con el Careliano, y
tubre. tenia puestos alli el Gran Capitán mil ó doscientos
hombres, y los capitanes de ellos eran Pizarro, VI-
CAPÍTÜLO CLXXXVIII. llalva , Zamudio, Mercado y Espejo. É el Marqués
de Mantua les envió un trompeta amonestándoles
Do como el Duque Valentino escribió al Gran Capitán. que saliesen é dejasen el lugar, donde no, que los
Murió el Papa Alejandro á 18 dios de Agosto, ano baria piezas si lo tomaba ; esto ora por que primero
susodicho de 1503, y el Duquo Valentino, su hijo, al pasar, cuando la gento de Francia pasó por all(
escribió al Gran Capitán ofreciéndose al servicio del viniendo de Boma, les habia feoho otros requeri
Rey do España, y envió á llamar á Próspero Colona mientos que Bacasen provisiones al campo, y ellos
diciendo que lo quoria entregar su estado, é con respondieron que no habia provisiones alli, que fue
esto ol Gran Capitán envió al Próspero Colona, ó con sen á S'in Gorman que allí so las darían ; é como vie
él á Don Diego de Mendoza, con muy buena gento do ron venir el trompeta, Villalva y Pizarro salieron á
hombres de armas y peonaje. Y después do la muer él é oida su embaxada, Villalva sacó un cordel, y
te del Papa Alejandro eligieron por Papa en Boma con él lo ahorcaron de un olivo, de lo qual el Mar
á un Cardonal muy viejo, é ovo alguna contienda qués recibió muy grande enojo de la muerte del
en la elección entre los Cardenales , é detúvose la trompeta, porque era hombre á quien tenia mucho
elección algunos días, ó en cabo eligieron al dicho amor, y decia que no daría vida á ningún español
Cardenal, el cual se llamó Pió tercero, é murió que que tomase, é acordó luego de combatirlos, é luego
aun no vivió treinta dias cabales ; é después eligió batió la artillería ó allanóles un gran pedazo de la
lo» al Papa Julio Segundo, que fué el Cardenal de muralla ; y luego los franceses apretaron el comba
Vincula Sancti Petri ; ó la gento quo llovó ol dicho te ; ó los españoles notan solamente se contentaron
Próspero Colona para Roma, quo el Gran Capitán con defender el lugar, mas salieron á pelear é ficié-
dió, fueron quinientos hombres do armns ó doscien ronlos retraer fasta detras do su artillería, ó matáron
tos ginetes, é dos mil y quinientos infantes do or les mas do quatrocientos hombres, é ganáronles la
denanza, y cuando Rogaron ya habían elegido Papa artillería, é porque cargó todo el exército é era me
en Roma, ca Próspero Col"1"» >1>» ^on su intención nester mucha gente para arrancarla, no la pudieron,
710 CRÓNICAS DE LOS REYES DE CASTILLA.
llevar, y así tornaron al dicho lugar con esta victo E llegados los franceses, trabajaron de pasar la
ria, é estuvieron allí loa franceses on la llana do puente de piodra, ó Pedro de Paz con los que tenia
Roca Seca impodidos con las muchas aguas que llo la defendieron muy esforzadamente , é fué cosa de
vía, que llovió en aquel medio tiempo tantas aguas maravilla que á tanta gente la pudieron defeuder ;
que era espanto ; y el Gran Capitán nunca hacia y con la gente que el Gran Capitán les envió, como
bído pensar como lee burlaría, y los franceses traba dicho es, do socorro , se esforzaron mucho é la de
jaban de dar batalla, y el Oran Capitán decía : si fendieron , é pelearon con los franceses tres diaa
me quieren aquí estoy; los quales nunca osaron ir con sus noches á botes de lanzas, sobre la puente, y
donde estaba el Gran Capitán. E otro dia, después siempre la defendieron hasta tanto que el Gran
de la pelea susodicha, acordáronlos franceses de Capitán vino y se asentó á vista de los franceses á
tornar á combatir á Roca Seca, é súpolo el Gran tres tiros do ballesta del Garellano de la parte don
Capitán que estaba ocho millas de allí, como dicho de estaban los españoles, é mandó á Pedro de Paz
es, en San Germán, y acordó de venir á los socor que dejase la puente desamparada para que pasasen
rer luego sí les diesen el dicho combate ; é supiéron bí quisiesen los franceses ; é estonce asentó bien su
lo, é dijose por ol Real do los franceses que venia ol campo y mandó á Pedro Navarro quemase la puen
Gran Capitán sobre ellos, ó levantaron el Real é tor te, el cual fué y quemó lo que era do madera ; y los
naron á pasar el Careliano, ¿ como el Gran Capitán campos asentados uno de un cabo del río y otro del
ya venia é supo la lovantada del exército de los otro, ol Grau Capitán mandó asentar ol artillería ha
franceses, volvióse para San Gorman, donde á dos cíalos franceses, y tirar,y así mismo hacían los fran
dias tornaron otra vez los franceses á pasar el Ca ceses, dondo se mataba harta gente, y fué maravi
reliano hacia la parte dondo ostaba el Gran Capi lla que en cuanto tiempo allí estubieron los campos
tán, é fueron á aposentar á un lugar que llaman el uno ú vista del otro, no murió hombre del campo
Aquino, de donde fué Santo Thomás de Aquino, que del Gran Capitán de tiro de la artillería francesa,
era seis millas de San Germán ; é des que vieron que salvo un día que á causa de la gran hambre que
«1 Gran Capitán estaba de asiento, fuéronse de allí habia en el campo del Gran Capitán, toda la mas de
é retrajéronse hasta Ponte Corvo que estaba quatro la gente andaba fuera del campo, buscando provi
millas atrás, é á causa de ser el dia muy lluvioso, ó siones para comer, é los franceses sintieron la fla
muy fortunoso de aguas é ¡vientos, no los alcanzó queza de la hambre y necesidad que en el campo
el Gran Capitán, é no se dio batalla ; que asi como del Gran Capitán habia, y ordenaron do pasar so
'{ Be supo que se movía, salió de San Germán con toda bre una puento que habían hecho sobre galeras en lo
.' la gente , é fué tanta el agua que llovió aquel dia, quebrado de la puente ; y pasaron á mas andar
que aunque el Gran Capitán se dio priesa, no pudo cuantos pudieron, y el Gran Capitán desque supo
allegar hasta que los franceses acabaron de pasar el que pasaban mandó tocar las trompetas y tambo
rio, é desque esto vido se volvió á San Germán. res, el qual se halló con muy poca gente, que en
Esto fué á 21 dias del mes de Octubre, é de allí en todo su campo no habia de hombres de armas é gi
vió estonces socorro á Pedro de Paz , capitán que netes é infantes cinco mil hombres, con los quales
estaba del cabo de Careliano, é envióle doscientos fué á la puente, y ya habían pasado hasta quatro mil
ginetes é por capitán de ellos á Figueredo, Alcayde francesos en los quales dio é peleó con ellos en que
de Morón , y en su compañía al capitán Carbajal, los desbarató ; ó de muertos ó do ahogados ovo en
porque creyó que los franceses iban allá sobre ellos los franceses mas de dos mil, que por huir se lanza
al castillo que estaba cabe la puente, por donde ha ban en el agua, on el rio, y todo esto á vista del cam
bían de pasar ; y ol dicho Pedro de Paz tenia sus po de los franceses, el rio en medio, é asestada su
reparos hechos de la parte de Ñapóles, en canto del artillería é flechería de los franceses.
agua oon sus minas, por donde andaban, por causa El Gran Capitán andubo en osta peloa, polcando
de la artillería que los franceses allí habían envia á pié, con una alabarda on las manos, oomo muy
do delante, la qual les daba mucha guerra y todo osforzado varón, y llegó hasta la puente peleando,
cuanto en ol castillo tenían pasaron á las minas; y y no cesó hasta que los hizo tornar á pasar de la
tenia consigo doscientos hombres de armas, é qui otra parte, é ovo bauderas de las del Gran Capitán
nientos soldados del Reamen , los quales como vie que pasaron detras de los franceses á la otra parte
ron venir los franceses , tan de hecho desampararon con ellos ; y el Gran Capitán, dea que vido la buena
bus reparos y comenzaron á huir, que si los hombres ventura y el vencimiento que Dios le habia dado
de armas allí no estubioran, pasaran los francesos á mandó tocar las trompetas á retraer toda su gente:
donde quisieran ; lo qual como Pedro de Paz vido y al volver que se volvian disparó la gran artille
huir los villanos, cabalgó en un caballo y comenzó á ría francesa, é matóles treinta hombreado ordenan
detenerlos á palos y lanzadas, los quales dejaron las za c dos ginetes é cinco hombres de armas : é lue
armas y votaban a huir que no podia con ellos; tanto go esa noche volvió a mandar el Gran Capitán á
fué el miedo que ovieron de la mucha gente france Pedro Navarro que fuese y quemase aquella puen
sa, y gran artillería que vieron venir ; é alli le mata te, el qual fué y la quemó aquella noche con toda la
ron á Pedro de Paz el caballo de un tiro de artillería; guardia que en ella estaba guardándola, de lo qual
é tomó luego otro trabajando por volver alguna los franceses fueron muy espantados, y llenos de
gente, y fueron muy pocos los que volvieron. temor, y de alli en adelante no curaron de hacer
DON FERNANDO É DONA ISABEL. 711
mas puentes. B des que el Marqués de Manta», Ca pasasen que á todos juntos queria esperar, y aco
pitán general de loa franceses, vido la ferocidad meter ; é los franceses no osaron pasar, é por mos
del Gran Capitán, y de todos los sayos, y de como trar oorazon diciendo que no temian, embiaron á
se metían tan sin temor en los franceses y no les te demandar batalla; que de antes fasta aqui buscaban
mían, ni á sos grandes artillerías dijo :a agora creo por donde pasar á hacer guerra é dar batalla al
yo que los españoles no son hombres , sino diablos, Gran Capitán y pasaban por donde podian é facían
pues que pocos á maohos, ni machos á pocos ningún mucho por pelear, é desque el Marqués de Mantua se
temor enseñan »; é como caballero docto é diestro en fué, temian que el Gran Capitán pasase á ellos, é
la guerra, qne él era, conoció la gran prudencia del velábanse é guardábanse ; de lo cual sintió el Gran
Gran Capitán, y su muy grande esfuerzo y habili Capitán, y dende en adelante trabajó por ver si po
dad, y la obediencia y lealtad y muy buena volun dría él pasar á ellos.
tad que todos los españoles le tenían, é vido la gran En este tiempo acaecieron muchas escaramuzas,
gana con que todos peleaban, conoció que era im que aqui se dejan de escribir por no facer larga es-
posible los franceses prevalecer en esta demanda, criptnra, é fué una de esta manera, para en que to
cuanto y mas por las victorias habidas por el Gran men ejemplo los cobardes. El Gran Capitán habia
Capitán, que en recordarse de ellas no habia cora dado el cargo de ana torre que está en el Careliano
zón contra el Gran Capitán ni sentido que bastare, abajo del Real de los franceses, é acaso el Gran Ca
y fingió que estaba malo y que se quería ir á Roma pitán envió á llamar á Pedro Navarro, é vino al Real
» curar, de lo qual los franceses fueron muy mal ó dejó encomendada la torre á los que alli tenia que
contentos é ovieron enojo. Mosiur de la Tramulla, eran quince hombres, é el ano por Capitán, y pasa
é Mosiur da Alegre, é Mosiur de la Vite é otros ca ron los franceses con barca é artillería, é combatie
pitanes, diciendo contra el Marqués de Mantua que ron la dicha torre de manera que se ovieron de dar
para qué se habia encargado del campo si entendía á partido los de la dicha torre qne la dejasen y se
dejallo ; el qual respondió qne el habia prometido fuesen, é ansi salieron de ella é se vinieron al Real
al Rey de Francia de descercar á Gaeta , y qne ya del Gran Capitán, y como se supo que venian salie
lo habia hecho, quo el no quería pelear con ol Gran ron algunos peones á recibirles y preguntáronles
Capitán, ni con los españoles, que ya los conocía, y como vonian y dejaban la torre, 6 antes qne ellos
con esto se despidió, y so fué en Roma, y quedaron diesen razón de si de como venian los mataron é hi
por capitanes mayores Mosiur de la Tramulla, é Mo cieron pedazos, de lo qual mucho pesó al Gran Ca
siur de Alegre, é por Capitán |general sobre todos pitán.
el Marqués de Salucia, quo ora Mosiur de Saluces. El Gran Capitán pensó hacer una puente para
Antes desto el Domingo, 5 dias del mes de No pasar, é túvose el secreto para si, y mandó venir
viembre, habia entrado el Gran Capitán en consejo muchos carpinteros de Nápoles, é mandó hacer
con los otros bus capitanes sobre ver lo que se debia grandes minas junto con el agua del rio, é mandó
facer sobre las muchas necesidades que habia en traer mucha tablazón, é que comenzasen de hacer
el Real, á la qual causa la gonto se iba, y el parecer puentes debajo de tierra, por causa de el artillería.
de todos los capitanes fué que se retragesen atrás Los carpinteros comenzaron de hacer lo que el Gran
A la ciudad de Capua que es muy fuerte, y que alli Capitanees mandaba, y los franceses como oian los
se podia sofrir, y que alli esperasen a los franceses, golpes tan grandes de los carpinteros pasaron toda
6 esperasen á que pasase el tiempo fortuno; é res la artillería al cabo donde oian los golpes diciendo
pondió el Gran Capitán , después quo todos habian que el Gran Capitán acordaba pasar por alli, y fin
dicho, é dijo: «Señores, lo que á mi me parece es que gió tenerles miedo, y levantó el campo á mas andar
nunca Dios quiera que tal cosa se haga, que yo dejando muchas tiendas armadas, y vínose á César
acuerdo de antes ganar doB pasos adelanto, aun Y los franceses desque esto vieron esforzáronse di
que sean para mi sepultura, que tornados atrás para ciendo que huian y descuidáronse esa noche.
mi salvación y remedión: y con este acuerdo queda El Gran Capitán desque fué retirado alli y vido
ron el Domingo 5 dios del mes de Noviembre, un que los franceses no hacian tanta guarda como ha
dia antes de la batalla; y luego Lunes 6 de Noviem cían, mandó á todos los capitanes que en anoche
bre fué la dicha batalla de la puente, que los fran ciendo estuviesen sobre aviso, para desde media
ceses hicieron como dicho es. noche en adelante que habia de partir de alli el
qual no les avisó de mas. Era este día Jueves 28 de
CAPÍTULO CXC. Diciembre, y venida la media noche mandó cabalgar
De como se turnó i Gieti. á cada Capitán con su gente y que fuesen tras do
él, el qual llegado á cierto lugar del Careliano, de
Martes siguiente, á 7 de Noviembre, se pregonó parte de arriba de los franceses seis millas, mandó
la batalla en el campo del Gran Capitán contra los poner la puente que él llevaba ordenada, qne los
franceses, porque ellos la enviaron á demandar al carpinteros habian labrado sobre maromas é made
Gran Capitán, é el Gran Capitán se la otorgó, y les ras, sus tablas clavadas y trabadas, las quales tablas
envió á decir que él se proferia, que hasta que toda llevaban sus ahugeros hechos y no hacian los maes
su gente fuese pasada y toda su artillería, que nin tros sino asentar é clavar una con otra; é la puente
gún acometimiento les faria, por ende que todos hecha y asentada, pasó el Gran Capitán con tres mil
*12 CRÓNICAS DE LOS REYES DE CASTILLA.
peones, los dos mil españoles, é mil alemanes y señal de mi caída, no puede ser mejor señal, que pues)
hasta cien caballos, y siendo pasada esta gente se la tierra nos abraza, señal es que nos quiere, y que
hundió un pedazo de la puente, y llegó nno á decir habernos hoy de vencer é ser señores de la tierra.»
al Oran Capitán : O señor, y como somos perdidos, Entonces apeóse, y púsose á par de la bandera do
que nuestra puente se hunde que ya no puede pasar los alemanes con unas corazas vestidas, é una ro
mas gente, respondió el Gran Capitán sin ninguna dela abrazada, é una espada en la mano, y así as
alteración: «Fulano, no se os dé nada, que los que acá aderezaron los flamencos, y como los franceses lo
estamos les acometeremos y venceremos, y los nues vieron ordenar el combate, é subir la gente por la
tros que de aquella parte quedan irán á pasar por sierra, desampararon el lugar y artillería, y comen
su puente y darán en las espaldas de ellos; y esta zaron de huir camino de Gaeta, é el Gran Capitán
tomo yo por mejor señal de todas las que me podían é los suyos Iob siguieron, é fizo tan grande agua
venir, para que en mas se tenga lo que hubiéremos aquel día que fué cosa de maravilla, é siguiéronlos
de hacer.» É luego arremetió á un lugar que estaba hasta entrarlos en Gaeta, que fué mas de doce mi
junto que se llama Soy é lo tomaron, é prendieron llas el alcance, en que murieron de los franceses,
dentro setenta hombres de armas, é arremetieron con los que se ahogaron en las barcas, mas de quatro
con otro lugar que se llama Castilloforte, y también mil hombres; y tomóse con toda su gente el Gran
tomaron en él 80 hombres de armas de los france Capitán aquella noche á Castellón, que es quatro
ses. E luego esa madrugada, Viernes al amanecer, millas de Gaeta, donde se reparó y recogió toda su
á 29 de Diciembre, antes que amaneciese, el Gran gente. Otro dia, Sábado siguiente, salió el Gran Ca
Capitán acordó de ir á dar sobre el Real de los fran pitán de Castellón con toda la gente de su campo,
ceses, y de toda la gente que tenia hizo hacer dos ansí con los que había el dia de antes peleado con
batallas, é con dos banderas, é envió sus corredores los franceses, como con los otros todos que ahí
delante á ver de que forma estaba el campo de los no se acaecieron, é quedaron del cabo de Garella
franceses, é él siguió su camino con su gente en no, ca todos habían llegado, asi aquellos como los
orden, é los corredores volvieron y dijeron al Gran que habían quedado atrás, y tomó la via de Gaeta,
Capitán como el campo do los franceses iba á va y algunos peones que iban delante, entraron por
llado camino de Gaeta. Estonces el Gran Capitán el monte de Gaeta, que no ovo resistencia que se lo
dio toda la priesa que pudo á su camino hasta que defendiese, diciendo España, España, é subieron
los alcanzó, y fué dando á ellos y peleando con ellos encima de lo mas alto del monte, y pusieron una
hasta un lugar que llaman Mola, que está en el cami bandera encima de una torre que estaba encima,
no. Allí acordaron los franceses hacerse fuertes con que llaman la torre de Orlando. Y como el Gran
la artillería menuda, y esperar, porque aquella no Capitán y la gente que por el camino iban vieron
che, como supieron la pasada del Gran Capitán el la bandera y la conocieron, dieron mucha priesa en
Garellano, acordaron do enviar el artillería gruesa llegar y asentar las estancias á la ciudad y castillo,
por mar, en las barcas á Gaeta, y con ellas el Se quo ya se habían recojido toda la gente dentro hu
ñor Pedro de Mediéis floren ti n; é embarcáronse con yendo, é asentó su campo sobre Gaeta, é mandó con
mar en bonanca, é antes que llegase á Gaeta, una mucha priesa traer el artillería para combatir la
milla, levantóse tan gran borrasca, que se ahogó él ciudad, especialmente el artillería que el dia antes
y cuantos iban en él, y cayó la artillería en la mar, les habia quitado, que fueron treinta y cinco piezas
la qual el Gran Capitán hizo sacar después. las mas hermosas que nunca se vieron, que eran la
Ansí que, siguiendo el alcance tras de ellos el drones y tres culebrinas, é los otros gerifaltes ó
Gran Capitán con su gente, como dicho es, se pu faleóneles, é con ellos mas de dos mil caballos, é
sieron con aquella artillería menuda en defensa en otro muy gran despojo, é el Gran Capitán se apo
aquel lugar de Mola. sentó en el monasterio de Santa Cathalina que está
en el dicho monte, que es el mas próspero monas
CAPÍTULO CXCI. terio de aquel rey no; y como el artillería fué lle
gada, comenzó de tirar á la ciudad ; y luego vino
fie como el Gran Capitán los ucó de allí é los llevó hasta Gaeta de la Ciudad un camarero del Capitán general Mar
fuvendo, ¿ de como cajo del caballo.
qués de Saluces en que suplicaba á su señoría del
Pensaron los franceses de esperar allí en la entra Gran Capitán le quisiese dar licencia para salir á
da del lugar que era fuerte, y como el Gran Capitán hablarle ; el qual le envió á decir que saliese que él
lo vido, acordó de apearse , y con los alemanes por holgaba dello; el cual salió por el postigo de una
allí combatirlos, é la otra gente enviarla por la torre, y descolgado por una escala del adarve abajo,
■ierra con Pedro Navarro, para que por arriba en el qual salió en cuerpo y sin armas, vestido un sayo
trasen é les atajasen, para tomarlos en medio; é es de brocado é un jubón de carmesí blanco, é fué del
tando en este parecer, tropezó el caballo del Gran Gran Capitán muy bien recibido, el qual asi como
Capitán, y dio consigo y con él una muy gran caí fué hincó los rodillos delanto del Gran Capitán llo
da, de lo qual pesó mucho á todos los suyos que lo rando de sus ojob, á el qual el Gran Capitán consoló
vieron, porque lo tuvieron por muy mala señal, é y lloró con él; y después de se haber fecho las cor
porfiaron con él que no combatiese con su persona; tesías, y abrazado, se tomaron mano á mano y ficie-
¡respondió á los que se lo decían : é «¿decíalo por la ron sus conciertos, y Mosiur el marqués se volvió á
DON FERNANDO É DONA ISABEL. 913
Oseta, é volvieron & asentar el partido él é Monsiur mundo, temiendo la ida por tierra, y el Gran Capi
de Corso, é Santa Coloma, y el bayle de Hijon, é tán les dio cédulas do salvo conducto; y juntábanse
fué que pidieron á el Gran Capitán que les diese á muchos y ponian la carta cédula en la punta de una.
Mosiur de O ven i y á todos los presos que tenia de vara de lanza hendida, y así partieron cada uno co
la parcialidad de Francia, é á Mala Erba y á todos mo mejor pudo, los qualos los mas dellos fueron
los que tenia en las galeras, é que le darian á Qaeta despojados é muertos é destruidos, é muy maltrata
é todos los castillos que en el Reamen estaban por dos de los de la tierra, é de los lugares por donde
Francia. El Gran Capitán les respondió que á él le pasaban, é de gente desmandada del campo del
.placía do darles lo que le demandaban, ecepto los Gran Capitán que nunca pudo poner remedio; é
prisioneros italianos, que estos por cosa del mundo como ellos habian hecho mucho dafío en la tierra
no se los daría. Los caballeros franceses ovieron su por donde iban, los aldeanos los querían comer á
acuerdo, é tornaron á responder que pues Dios tan bocados, do manera que bien aventurado se halló
tas Victorias le habia querido dar, que fuese como el que de ellos pudo llegar á Roma con caballo, 6
él quena y que no querían los italianos en su com aun con sayo, ca los desnudaban en cueros, é de frió
pañía, ni que Dios por mano de ellos les hiciese ó de hambre se morían por los caminos, que era lás
bien, y que quedasen fuera del partido. tima de los ver, ó después en Roma por los hospi
Ved qué gentil pago llevaron los que fueron trai tales se morían muchos do los que allá llegaron de
dores de los italianos, y qué bien agradecidos fue la laceria pasada, de manera que de una manera ó
ron los franceses á quien por ellos se perdió, y ansí de otra fueron todos perdidos y mal aventurados.
fueron concertados: el Oran Capitán y los caballe El Gran Capitán quedó en Gaeta descansando y
ros franceses dieron su seguro sobre ello, y rehenes holgando, haciendo muchas alegrías, dando muchas
pura estar por ello y cumplirlo onsf, 6 dio el Gran gracias é looros á Nuestro Señor por tantas meico-
Capitán en rehenes á su sobrino Don Diego Fernan des como le habia fecho é por tantas victorias como
dez, y al Capitán Pedro de Paz, y de su parte de le habia dado, é estubo en Gaeta hasta 14 dias de
los franceses vinieron otros tantos capitanes, y sa Enero del comienzo del año de 1504, y dio la gober
caron los franceses por partido quo á toda la gente nación de ella, y la tenencia del castillo á Luis Her
que en Gaeta estaba, que eran mas de quatro mil rera. E esto fecho, fuese para Ñapóles á entender
hombres de á caballo, que á todos diese el Gran en las cosas de la gobernación del Royno, y enviar
Capitán salvo conducto para ir hasta Roma, el qual gente sobre Luis Dasta que estaba en Venosa, y
se lo otorgó con condición que les diesen las van- tenía por allí algunos lugares en contra; y el prín
deras que habian quedado por tomar, con lo qual cipe de Rosano estaba también rebelde en su tierra,
so convinieron aunque les fué muy penoso; y esto y el conde de Capacho eso mismo, y el condo do
hizo el Gran Capitán por acrecentar mas en la hon Conbersano, en sus tierras así mismo estaban rebel
ra de España; y el Gran Capitán envió por todos des. E como el Gran Capitán llegó á Ñapóles ado
los prisioneros franceses, é por el virrey Mosiur de leció de una gran enfermedad quo pensaron que
Oveni que Don Fernando de Andrada y los castilla- oviera peligro, y Dios lo remedió y sanó.
nos habían prendido en la batalla de Calabria, é
venidos todos, é dadas las banderas, é dados los se
guros é salvos conductos, é destrocados los rehenes, CAPÍTULO CXCII.
é entregado los prisioneros é los castillos que esta De lo que hizo el Crin Capitán después que lomd i Cáela, t to
ban on el reyno por Francia al Gran Capitán y to mo did por traidores i loa principes que andaban coi los fran
das las fuerzas de ellas, las carracas y galeras se ceses e les dio plazo para que se finiesen i saltar, é de cono
repartid la gente por el reyno, é did a los capitanes i cada uno
llegaron al muro do la ciudad á dondo el Marqués é sn galardón; j de como j quando acabó la conquista.
Mosiur de la Tramulla y Mosiur de Alegre y los
grandes señores de Francia se embarcaron y con Fué Pedro Navarro por mandado del Gran Capi
ellos mucha gente francesa, en una gran carraca, é tán sobre el Conde de Capacho, y en llegando se le
allí embarcó Mosiur de Oveni, Virrey, al qual el dio y entregó todo lo snyo, é fuese para Roma con
Gran Capitán acompasó hasta allí; y desviándose sus fijos é muger mal aventurado. Luis Daste so dio
un poco del Gran Capitán para entrar en la barca, también y entregó todo lo que tenía, é pasóse en
le dijo y demandó licencia tres veces diciendo : Francia, é estuvo sobre el Bartholomé Aviano.
Monseor dónate miki licentiam: el Gran Capitán le El Comendador Solis fué sobro el principo do
respondió: Monseor por vos la tenéis, dos veces, é Rosano, y lo tomó á él é á otros ocho varones suyos
Mosiur de Oveni volvió á decir la tercera vez; Mon con él; é la ciudad do Rosano dio quince mil duca
seor dónate mihi licentiam: y el Gran Capitán res dos por que no entrase la gente de guerra dentro,
pondió Monseor yo os doy licencia que podáis ir por que no la metiesen á sacomano: dieron aquello
en Francia libremente; el qnal cuando esto el Gran para ayuda de pagarles el sueldo, y no fué poco
Capitán le dijo, hincó la rodilla en tierra hacia oí acabarla con los soldados. Suman los franceses quo
Gran Capitán, y le hizo gran mesura, y so levantó murieron en dicha conquista dospucs quo ol Oran
y entró en la barca, y se embarcaron todos los fran Capitán entró on Barletta hasta que sal ieron de Gaeta,
ceses que pudieron ir en la flota ; y los que queda quo la ganó el Gran Capitán, que puede sor un año
ron quedaron haciendo los mayores llantos del y medio, catorce mil quinientos treinta y seis en
714 CRÓNICAS DE LOS B YES DE CASTILLA.
batallas é encuentros, sin loa que murieron de do algún gran inconveniente ó desconcierto, 6 seria pof
lencias, que fueron más de otros tantos, sin los que el tributo que la Iglesia solia tener en aquel reyno ó
mataron los villanos. Fueron presos en veces mas por otro caso, y como quiera que fuese, el dicho Papa
de seis mil hombres; y no murieron en encuentros, descomulgó al dicho Rey de Sicilia Manfredo, según
en batallas ni en combates doscientos hombres de está en Facieulus tempontm, que dicen en la letra
la gente del Gran Capitán, dejando los que murie ó lectura de este Alejandro: iste Alexander queedam
ron en el cerco de Qaeta. Manfredum picudo - Regem , Sicilia excomunicavit;
Fizo el Gran Capitán Cortes en Nápoles, donde y este Alejandro murió, y fué luego Papa Urba
vinieron todos los grandes del rey no, y por ellos fuá no IV y imperó quatro años , y fué natural francés.
obedecido en nombre del Rey Don Fernando, Rey de Este dicho Manfredo Rey de Sicilia, por defender su
Espafia, de Nápoles Fernando III. Allí dio por pre reyno, ó por otra cosa que le fué por fuerza, ó
gón real por traidores á ios principes y traidores por alguna sinrazón que recibió, quísose valer
condes que habían sido y eran de la parcialidad de por auxilio de los moros, é por ventura otro re
Francia, y les puso término para que si en tanto medio no tubo según parece por Facieulus lempo-
tiempo no venian á obedeoer al Rey de Espuria, Rey rum donde dice : iste Urbonusfugabit exercitu Sarra-
de Nápoles, qne procedería contra ellos: é luego re cenorum per crucem signatus, quem Manfredum contra
partió la gente que tenia por el reyno, é él quedó de Eccletiam misserat, et contulit regnum Sicilia comiti
asiento en Nápoles , é fizo mercedes á los capitanes, Provincia qui/uit fratee Regís Francia, ut fugarti
¿ á todos los españoles y italianos que con él an Manfredum; tándem morUtur Parisiia et ibidem ae-
daban dándoles villas é castillos en tenencias á cada pelitur; et Manfredum postea vita et regno privatur
uno, según babia servido, é de allí puso mucha jus per Carolum. Vedes aqui como parece que Manfredo
ticia en el reyno é fué muy amado de todos é de metió moros, y dicen que contra la Iglesia; es de
todas las comunidades ; é sonó su fama é victorias, creer que no sin causa seria , y que seria contra
é Lazarías entre todos los christianoB; é allí so le quien le persiguiese ó contra quien lo quería tomar
vinieron á ofrecer muchas provincias é reynos con lo suyo. Esta causa por que fuá no alcancé á saber;
muchos presentes é joyas, que le enviaron por tener empero en el Facieulus no dice cómo hubo aquel
su amistad, é se le ofrecieron á su servicio y man reyno Manfredo, ni á quién subcedió en él, salvo
dado: ansí que acabó la conquista de todo el reino quo era Rey de Sicilia, por donde parece que el
de Nápoles, en fin de todo el año de 1503, é gobernó reyno era suyo de patrimonio ó justo titulo; del
el Qran Capitán el reyno en muoha paz y concordia qual reyno el fuá quitado y privado por Carlos
y con mucha justicia cerca de tres anos hasta que Conde de Proencio, hermano del Rey de Francia, al
el Rey Don Fernando fué allá personalmente y se qual ol dicho Papa Urbano, encomendó la conquista
lo entregó en el mes de Noviembre del ano de Nues contra Manfredo, el qual con la ayuda de su her
tro Redemptor de 1506. Deo Gratias. mano el Rey de Francia é del dicho Papa , venció á
Manfredo é á los moros, y los echó fuera de la
CAPÍTULO OXCIII. tierra de los christianos , y prendió á Manfredo 6 la
tomó el reyno de Sicilia Citra et Ultrafaro, y se apo
Be li aeeion j Justicia que el Rey Don Fernando tuvo y tiene al deró en todo ello y mató al Rey Manfredo, y asi le
Reyno de Ñapóles.
privó del reyno y de la vida ; esto dice en Faciculut
De la acción y justicia que el muy noble invictí temporum.
simo Rey Don Fernando de Espafia tuvo y tiene al E sabed que lo que acaeció en la muerte de Man-
Reyno de Nápoles, según lo que yo he leido y al fredo, según oi decir que está en su crónica: fué qua
canzado á saber, quise aqui escrebir por que los que le querían tomar el reyno, é por lo defender metió
no lo saben hayan placer de lo saber, y los que lo los moros, y vencidos él y ellos por el Conde da
saben verán si yo digo verdad, y si en algo errare Provenía que es Marsella, con ayuda del Papa y
ó discrepare por no haber leido la crónica de ello, del Rey de Francia é él preso, Carlos lo hizo ca
reraitome y sométome á la verdad. balgar en un asno deshonradamente y muy cruel
Ya es dicho como en el año pasado de 1503 ma mente, como al menor hombre del mundo, no
ravillosamente nuestro Señor dió al Rey Don Fer mirando que era Rey y ohristiano; hizo llevarlo por
nando el Reyno de Nápoles , según y muy mejor la ciudad de Palermo en Sicilia Ultrafaro, con pregón
que él lo quería ; que quería la mitad por razón de como cuando matan á algún ladrón por justicia , y
su patrimonio y aocion y se contentaba con ella, y viéndose asi el Rey Manfredo ir deshonradamente
no consintió Dios Nuestro Señor sino que lo oviese por las calles de la ciudad, rogó á los que lo lleva
todo pues le venia. Debéis de saber que antes de ban que le diesen un plato de avellanas y almen
estos tiempos, pudo haber pooo mas ó menos 180 dras, é derramólos desde encima del asno sobre los
años, en tiempo del Papa Alejandro IV que imperó muchachos diciendo: muchachos, sedme testigos,
en Roma siete años, reynaba en Sicilia Citrafaro, y en como me matan sin razón y por me tomar mi reyno,
el reyno ó isla de Sicilia Ultrafaro, que era todo un y como hago mi testamento y dejo y mando mis
reyno, é se llamaba todo Sicilia, un Rey llamado reynos á mi hija la Reyno de Aragón. Y estas cosas
Manfredo, cuyo era aquel reyno de una parte y de dichas, lo llevaron fuera déla ciudad, y lo mata
otra. Entro él y el Papa parece que ovo división ó ron. E ansi quedó la Reyna de Aragón, su fija,
DON FERNANDO É DONA ISABEL. 715
Binger que era del Bey Don Pedro de Aragón, que forma otra cualquiera. Venido aquel dia , cada uno
no tenia otro hijo ni hija, por eu heredera; y el mató sus huéspedes aquella noche del concierto, y
Rey Don Pedro de Aragón era muy valiente hombre, otro dia todos los sicilianos se pusieron on armas,
y muy diestro en armas, y de gran corazón, y de é mataron todos los franceses que uno á vida no
esfuerzo, y vengó muy bien la muerte de su suegro, dejaron; é fizóse milagrosamente, que nunca los
según de él se lee. franoeses supieron ni entendieron el secreto , ni
nunca lo descubrieron las sicilianas por que tam
CAPITULO CXCIV. poco lo supieron, por las quales se sintió más la
De como quedó Carlos reynando en Sicilia , é de como en Sicilia injuria é fizo la crueldad. Los nobles de la Isla,
Ullrafaro mataron la multitud de franceses, j de lo que sobre desque ficieron el concierto de matar á los fran
ellos dice el Fasdeulut. E del pecc marino que murió en la Ci- ceses , ficiéronlo saber al Rey Don Pedro de Aragón,
vila fieja, j de como el Hej Don Pedro de Aragón tomó la Isla é que se acercase para tal dia para les socorrer,
de Sicilia. pues que era suyo el Reyno por parte de su muger;
Muerto el Rey Manfredo, reynó en Sicilia Citra é el qual como lo supo se concertó con ellos, é fizo
Ultrafaro Charolo, Conde de Provenza, que es la pro una armada é fingió que iba á tierra de moros, é le
vincia de Marsella, con favor de bu hermano el dio Dios tal ventura, que sin so lo Mentir hizo lo .que
Rey do Francia, é del Papa, é tenia muchas gentes quiso. Venido el dia del concierto, todo el reyno
francesas, hombres de mnins ó de otras suertes en donde había franceses so puso en armas, y mataron
guarniciones en los dichos rey nos quo habia tomado, en una noche cada uno á su huésped los que pu
especialmente en la Isla de Sicilia Ullrafaro por la dieron, é otro dia no dejaron francés á vida, en
tener sugeta é á buen recaudo. E los franceses, se que murieron , según la memoria dura en Sicilia,
gún de ellos se dice, siempre fué gente de mal con sesenta mil personas de los franceses, é luego acor
cierto, é muy crueles , los quales hicieron á los Sici rió el Rey Don Pedro de Aragón que estaba allí cerca
lianos infinitas sinrazones, é fuerzas, é robos, é les de la mar con toda su armada, y luego lo recibie
tomaban é forzaban sus mugeres casadas é donco- ron en toda Sicilia Ullrafaro por bu Rey, y nunca
llas, é dormían con ellas, é les tenían tan sojuzgados, desde entonces acá hasta hoy fué quitado de ella el
que no tenia comparación. Demás de esto, las novias real cetro de Aragón , y quedó en Reamen de Ña
que casaban con sus maridos diz que las habían pri póles el Conde de Provenza, y estuvo hasta el
mero los capitanes franceses, que no sus maridos, la tiempo del Infante Don Alonso de Aragón y de Cas
noche de la boda; y estando Sicilia en esta sujeción tilla, visnioto de Manfredo, que por el mismo titulo
tan grande, hizo un capitán una de aquellas descor- conquistó é ganó i echó é privó de la casa de
tesins acostumbradas á una novia, hija de un Provenza é do Francia, é se volvió á la casa de
hombre honrado, su huésped, donde posaba, que Aragón cuyo era é á los herederos del Rey Man
Antes que la velasen con su esposo, le pidió el padre fredo.
por merced que se la guardase y mirase por su T volviendo á la muerte de los franceses acae
honra, ó no fi cieno con ella la descortesía que se cida en Sicilia, ved si tal cosa fué espantosa y mi
hacia non otras ; y porque el capitán habia allí ro- lagrosa y si huvo tal crueldad, y como so pudo
o'bido mucha honra y buenas obras , se lo prometió concertar tan hazañosa cosa entre tan gran comu
ni padre de no le tocar, é antes salvar y guardar su nidad que nunca los franceses lo supieron fasta
honra de quien la quisiese tocar ; y después de ve quo fué fecho, y no parece sino quo fué con gran
lada, antes quo su marido á ella tocase, aquella misterio que consintió Dios Nuestro Señor; y ved
noche primera de la boda, se la tomó é durmió con como fué vengada la muerte del Rey Manfredo que
olla, por fuerza, é el padre de la novia desque vido muy deshonrada le dieron, é esta fué una cosa do
tan gran descortosía y fuerza, sintióse tanto de ello, las hazañosas del mundo: non posumu» dicere nisi
quo se mostró porder el juicio, y fingió que se tornó quod fuit ira Dei. Ved como fueron vengadas las
loco, con discreción maliciosa, ca diz que era injurias y fuerzas de las mugeres casadas y mozas,
hombre muy discreto, y comenzó de decir y facer y las sinrazones y robos que los franceses habían
muy grandes locuras y decir muy grandes desvarios, hecho, y por sus malas cosas perdieron las vidas y
y consejas, así á los franceses como á los italianos los bienes, é infinitas riquezas de caballos, é anuas,
y sicilianos, y fuese do ciudad en ciudad, y de é oro é plata, é dejaron ricos á los sicilianos para
lugar en lugar con una caña gruesa en la mano por siempre: de aquí se dice que quedó por penitencia
bordón , y ponia el un cabo de la cana al oido de que un Papa les dio á las mujeres de Sicilia que
los sicilianos, de los cuales convenia, ansí caballo- anduviesen las caras tapadas por luto, por quo por
ros, como hidalgos, escuderos é ciudadanos, dicién- ollas se hizo la crueldad en los franceses, é tinsí an
doles que para tal día ordenasen de matar toda dan hasta agora en toda la isla cuando van á fuera
aquella mala gente francesa, en un dia cierto, y de sus casas las caras tapadas como las moras. ,
recontábales su injuria; y á los franceses poníales Da la qual crueldad é muerto de los franceses,
c.\ canuto y decíales mil desvarios, con quo reían: antes quo fuese focha , fué vista una terrible soDal
y de aquí se concertó que tal dia cu la noche en on profecfu, ansí como algunas veces vemos antes
toda Sicilia cada uno degollase sus huóspodes en la que venga alguna persecución ó pestilencia ó muer
cama, quier por concierto de este, quier on la to do Rey, que vemos cometas, ó estrellas de ramos,
716. CRÓNICAS DE LOS REYES DE CASTILLA.
6 otras señales. Dice, en el Faciculus que antes que contra christianos, 6 entró por Catalana con la
matasen los franceses on Sicilia, acaeció osto en pro dicha señal tendida tomando villas y lugares, é
fecía de la muerte de ellos ; de un pece muy grande cercó la ciudad de Qerona , é tomóla , y los franceses
que fué tomado, que era semejante á la figura de un hadan establos é caballerizas de las Iglosias donde
león, ansí como aqui se sigue. Pitéis Marinus in tenian sus caballos, é no cataban honra ni reveren
similitudimen Leonis captas fuit atino primo Martini cia al culto divino, ni á las imágenes de los santos;
Papa, et dabat plantas horribiles, et adductus in y estando en Qerona el gran ,'real de Francia é el
Urbem veterem cundís ostensusest: cum monstrumhoc, Rey, allí salieron del sepulcro de San Narciso quo
vulgo interpretante, esset signutn futuri de ludii quod está allí, tantas moscas inficionadas de tal manera,
factum est; quia stalim per Siciliam inter fectis que picaron á todos los caballos de la hueste, que
alienigenis, et fetibus in materno útero occisis crude- todos murieron é quedaron é pié todos los fran
litcr, et obedientia Caroli sui regís, el per consequens ceses, hasta el Rey. E viendo el Rey de Francia
Eclesiat recesit, et Petrum Aragonum Regem assump- esto tan temeroso y espantoso misterio, conoció su
sit, et multa mala secuta sunt. Et in orbe partialitas pecado, y que no tenia justicia á hacer guerra al
surrexit, quia Vrsini contra Hannibaldos cum san- Rey de Aragón por Sicilia, y conoció que aquel mis
guinis efusione pugnarunt. ítem et inter Saracenos terio tan lastimero de la muerte de los caballos,
multa milia occisa fuerunt; ct ideo non mirum quod era por dos cosas, la primera por que sacaron la
patrimonium Ecclesia patitur sólito more, quia tem- seña santa del Orillan contra christianos, y porque
pus est ut inditium incipiat ab ira Dei. Verum Caro- no tenia justicia, y por la poca honra que los suyos
lus non longé ante \Martinum obiit bené dispositis sin habían catado á las Iglesias de Dios, y envió sus
gulis, et sacramentatus: Petrusvero inobedienticB filius embaxadores al Rey Don Pedro de Aragón , señor de
infeliciter mortus est, ex vulnere quod in bello suscepit Cataluña, conociendo su error, y hizo su paz con él
sicut solent morí persecutores Ecclesiat , quia durum y dejóle todo lo que le habia tomado, y como se vido
est fragili homini contra stimulum recalcitrare. perdido y sin caballos los hombres de armas y los
De el Papa Martin que fué en el tiempo del Rey otros que habían venido á caballo, temió mucho la
D. Pedro susodicho, é del Papa Honorio se escribe vuelta de Francia, y demandó viaje al Rey Don Pe
lo siguiente. Martinus IV anno 8, el cual Martin fué dro para volver en Francia él y los suyos, el qual se
francés: iste Martinus excomunicavit Petrum Arago- le otorgó, é con guiajo salió do Cataluña , y licencia
nis Regem invasorem Regni Sicilia!. del Roy Don Pedro para volver en Francia, y llegado
Del Papa Honorio que subcedló á Martirio, dice: en Francia luego murió; y asi fué deliberada Co
Honoriu» IV Romanus hic predicare fecit crucem rona y todas las otras villas y lugares que los fran
contra Petrum invasorem Regni Sicilia. Este Hono ceses habian tomado en Cataluña. En este tiempo
rio reynó dos años no mas; hallo yo que desde el llegó la armada del Rey Don Pedro, de Levante,
Papa Alejandro IV y desde Urbano IV, que lo sub- quarenta navios y otras galeras, á San Phelipe cerca
cedió, que fueron contrarios al Roy Manfredo. Y de Qerona, y juntóse con otra armada del reyno
Manfredo murió en tiempo do esto Urbano. Pasaron quo acá estaba, y pelearon oon la armada de Fran
hasta el Papa Martin estos Papas: Clemente, Gre cia, y venciéronla, é tomáronla, é prendieron toda
gorio, Inocencio, Adriano, Juan, Nicolao, que son la gente della, é sacaron los ojos á muchos fran
seis Papas que pasaron en breve tiempo, que en ceses, é enviaron mensajeros dellos ansí con un
todos estos no se lee cosa de Sicilia, por que creo ojo y el otro sacado , al Rey de Francia á se lo facer
que en vida de todos estos vivió Carlos Conde de saber, é que llevase las nuevas como su armada de
Provenza é la tuvo sujeta. E reynó el Papa Martin la mar era toda perdida y tomada del armada del
en Roma después de la muerte de Carlos, y con Rey de Aragón. Todos estos inconvenientes y mon-
tendió, como dicho es, contra el Rey Don Pedro de guas y pérdidas ovieron los franceses en aquel
Aragón, porque tomó á Sicilia después de muerta tiempo en la demanda y conquista de Sicilia, por
aquella multitud do franceses, y este Martino Papa favorecer al Conde de Provenza , y á los señores de
era francés , y Honorio que le subcedió era Romano, ella contra Sicilia y contra los Reyes de Aragón,
é siguió la vía de Martino, y dieron cruzada contra señores de ella; é aunque el Rey Don Alonso fizo la
' el Rey D. Pedro de Aragón, por que favoreció á los guerra veinte años al Reamen do Ñapóles, hasta quo
sicilianos, é porquo tomó el reyno de Sicilia Ultrafa- lo tomó á los del linaje del Roy ú el Conde de Pro-
ro, como habéis oido. Empero nunca do él lo pudie venza, nunca ningún Rey de Francia quiso poner
ron desposeer, ni desapoderaron, y de aqui nacieron su estado á peligro sobre ello fasta los dos Royes
muy grandes guerras entre Francia y Aragón, y pasados quo habéis oido en esta mi escriptura, que
Sicilia y sus parcialidades; é un Rey de Francia el uno y el otro subcedieron en el Condado de Pro-
vino poderosamente sobre Cataluña; esto fizo por venza por linaje do la Baronía ó por patrimonio, ó por
que había cruzada contra el Roy Don Pedro, é man heroncia de patronazgo al Rey Reynel de Ñapóles
dado del Papa como si fuese infiel 6 moro, é el Rey é Conde de Provenza, quo se movieron siguiendo
do Francia sacó é hizo sacar la señal del Orinan do cada uno de ellos su afición con tantas gentes de
Francia, que Francia tiene, que fué dada por un armas, y con tantas costas, y tantas leguas de su
ángel á Cario Magno, Rey de Francia, contra los reyno donde el uno y después el otro fueron venci
moros, y no se hahia de desplegar ni desteuder dos tantas veces y por tantas inauoras cuantas ha.»
DON FERNANDO É DONA ISABEL. 71?
beis oído, y totalmente amboB fueron eapelidoa y quien el Rey D. Pedro é sus fijos é fijas subcedieroa
echados del royno, con tanto estrago y pérdida y en el reyno de Sicilia. E Icete Bey Don Pedro ovo
muerte de loa suyos, donde perdieron en laa bata en su primera muger, hija de Manfredo, quatro hi
llas tanta suma de riquezas y tesoros á buelta de jas é un hijo, del qual fijo no quedó subcesionni li-
mas de treinta 6 quarenta mil personas que fueron nage, é la mayor hija llamada Dona Leonor, casó
muertos ó perdidos en las dichas dos conquistas, con ol Bey Don Juan de Castilla, hijo del Bey Don
sin quedar por alguno de ellos una almena en todo Henrique , que mató al Bey Don Pedro; é la segunda
el reyno. hija casó en Aragón con el Conde de Urgel ; la ter
Y volviendo á la antigüedad y después acá, del cera casó con el Infante Don Pedro de Portugal ; la
Papa Martino IV y de Honorio 'IV, que le subcedió, cuarta con el Bey Beynel, primero de este nomhre,
han sido mas de treinta Papas que ninguno pareco Bey de Nápoles , Conde de Provenza, con el qual
oponerse con la casa de Aragón sobre Sicilia ni so casamiento se pensó haber soldado que quedase
bre el Reamen de Ñipóles, en litigio, ni demanda ni Nápoles en aquella generación de los descendien
municiones, ni mas al Rey Don Alonso cuando la tes de allí, porque el Bey Don Pedro, si fué en su vi
conquistó y ganó no le fueron fechas municiones da, no pudo mas facer, é si no fué en su vida, pare
papales ni entredichos porque oviese de dejar la ce que so fizo por haber paz y concordia Aragón con
conquista; donde parece y se manifiesta la recta Francia y Provenza. E después de la muerte del
acción y justo titulo que la casa de Aragón tiene al Bey Don Pedro reynaron en Aragón é en Sicilia re
Reamen de Nápoles. El tributo que sobre él tiene la yes de el linage de el Rey Don Pedro é de su muger,
santa iglesia de Boma, según dicen, que tiene sobre la fija del Rey Manfredo de Sicilia, y entiéndese que
él cinqüenta ó sesenta mil duoados cada año, diz de un fijo que ovo ; y después el linaje de este fijo
que los PapaB han disminuido en recibir un pre se disminuyó y acabó, que no quedó nadie de él para,
sento cada año por ellos, é bien parece asi por las rey nar después de pasados muchos tiempos , é fué á
escripturas y corónicas, y ann por los espantosos tiempo que los aragoneses y sicilianos quedaron sin
misterios sobre ellos acaecidos, que ninguna acción Bey; estonces buscaron Bey déla linea mas derecha
ni justicia Francia ni Provenza tiene á ello, aunque é cercana, á quien de justicia venian los reynos do
parece que el Reverendo Padre que copiló Fasciculus Aragón é Sicilia é otros señoríos y reynos é islas & ■
temporum, ó debia de (ser francés de natura, ó de ellos anejos á los fijos de Doña Leonor, fija mayor
afición, porque en todo lo que en este caso escribió del Bey Don Pedro, nieta del Bey Manfredo, y loa
se muestra aficionado á Francia donde dice el Rey aragoneses é catalanes y sicilianos vinieron en Cas
Manfredo : Manfredum pseudo Regem Sicilia exco- tilla, y llamaron por su Bey al Infante Don Fernan
municavit; é en otras paites que escribió de este caso, do, segundo hijo del Rey Don Juan de Castilla, pri
siempre enderezó su afición á los franceses é á los mero de este nombre susodicho y de la dicha Rey- ,
del linaje de Carlos Conde de Provenza; contra los na Doña Leonor, el qual hallaron que gobernaba á
cuales se ha mostrado Nuestro Señor en esta deman Castilla, y era tutor del Rey Don Juan segundo de
da muy contrario, y también escribió, como dicho este nombre, su sobrino, fijo del Rey Don H enriquo
es, del dicho Don Pedro Rey de Aragón, porque su hermano, el qual en su tiempo no ovo su par entro
murió en la descomunión que lo puso el Popa Mar- los Reyes y grandes señores del mundo en virtudes
tino : Pttru» vero inobedientiasfilius infeliciter mortu» y nobleza y ferocidad á donde convenia, que go
ex vulnere quod in bello suecepit sicut tolent mori per- bernando á Castilla fizo la guerra á los moros muy
tccutoret Ecclesiace, etc., según dicho es; é sabed que cruel, é les ganó muchos lugares y fortalezas, é laa
este Rey Don Pedro de Aragón porque murió so villas de Zahara é Antequera é venció una gran ba*
aquella excomunión, puesto caso quo el ánima fué talla de moros ; é estando en el cerco sobre Ante-
absuelta, quo cualquier clérigo in articulo morlis quera, que vino la casa de Granada sobre él con In
para quitar de las penas del infierno es Papa, y lo fante ó Infantes moros. Para ir á reynar ovo de dejar
pudieron absolver, cuanto el ánima, empero no fué la gobernación de Castilla encomendada á la Bcyna
ninguno osado de lo meter ni enterrar en sagrado, é Doña Catalina, madre del dicho Bey Don Juan, é él
■u cuerpo fué depositado debajo de una escalera en fuese á reinar en Aragón y Cataluña y Sioilia y en
su palacio en la ciudad de Monpeléy, la cual ovo con los otroB señoríos á ello anejos. Este fué viznieta
su segunda muger,é estubo aIH depositado hasta que de Manfredo, hijo de su nieta ; murió Bey de Ara
«1 Rey Don Alonso ganó á Nápoles, el qual hizo es gón é Sicilia é de los otros señónos é islas.
cutir el caso en lal Papal Audiencia, é se halló ser Ovo este nuevo Rey, siendo Infante é Goberna
injusta la sentencia de excomunión en que lo com dor de Castilla , en la Condesa de Alburquerque é
pelieron, é el Papa lo mandó absolveré fué nbsuelto Montalban, su muger, cinco hijos, é dos hijas, á
y sacado de allí y enterrado en sagrado muy hon Don Alonso, el mayor, que le subcedió en los reynos
radamente. susodichos, y demás recobró el reino do Nápoles : el
CAPÍTULO CXOV. segundo fué el Rey Don Juan, que fué Bey de Na
varra, por su primera muger, é después subcedió á
Del linaje de el Rey Manfredo de Sicilia. Don Alfonso su hermano , en los dichos reinos, por
Manfredo, Rey de Sicilia, fué padre de la Reyna que D. Alfonso no ovo hijos legítimos de su muger:
de Aragón, uiuger del Rey Don Pedro susodicho, por el tercero fué el Infante Don Enrique, quo muí ¡4
718 • CRÓNICAS DE LOS R YES DE CASTILLA.
en la batalla de Olmedo , que se dió contra el Rey Granada, é todos los moros mudejares de Castilla 4
Don Juan : el quarto el Infante Don Sancho, Maestre Andalucía, dentro de dos meses fuesen christianos
de Alcántara que murió niño, y el quinto fue el In é se convirtiesen á nuestra Santa féOathólioaé fue
fante Don Pedro que murió en la conquista de Ñapó sen baptizados, so pena de ser esclavos del Rey y
les de una lombarda. de la Reyna los que fuesen realengos, é los de loa
Las fijas fueron Doña Maria, que casó con el Rey señoríos esclavos de los sefiores, é predicándoles en
Don Juan de Castilla , segundo de este nombre, de toda Castilla donde los había, y en el reyno de Gra
quien el dicho Don Fernando fué tutor ; la otra fué nada, y cumplióse el plazo de los dos meses en el
Doña Leonor que casó con el Rey Don Duarte de Por mes de Abril del dicho año de 1502. E ansí de el loa
tugal, y después de la muerte de este muy noble Rey convertidos de buena voluntad, é todos los mas oon-
reynó el dicho Don Alonso, su mayor fijo, en los di tra toda su voluntad, fueron baptizados consideran
chos reynos, el cual fué casado con DoBa Maria, fija do que si los padres no fuesen buenos christianos, que
de su tio el Rey Don Eenrique de Castilla, hermano los fijos ó nietos ó viznietos lo serían. E aqui cesó
de su padre, en la qual no ovo fijos, é ella gobernó los la descomulgada mezquita del malvado Mahoma en
reynos de Aragón veinte afios quo duró la conquis Castilla, á la qual pusieron perpétuo silencio como
ta de Nápoles, 6 mas, muy maravillosamente sin su á cosa muy emponzoñaJa é empecible, los buenos á
marido, tanto que sonaban por el mundo sus gran bien aventurados y de perpétua y gloriosa memoria
des virtudes y prudencia que no hacia mengua su Don Fernando é Doña Isabel, Reyes de España.
marido en la gobernación ; é el Rey Don Alonso su
marido ovo la victoria de Nápoles totalmente con CAPITULO CXCVIL
el título de Aragón, por ser, como era, tercero nieto
del Rey Manfredo, é estando acá en el reyno de Va Como se perdió li dio capitana que traía el noble y virtuosa
lencia, antes que fuese á la dicha conquista, ovo un Señor de Bobadilla, camino de las Indias por su desventura.
hijo bastardo que llamaron Don Femando, como di En el dicho año de 1602 acaeció que habiendo
cho es, y al tiempo del testar rogó á su hermano el ido por Gobernador el Comendador de Lares á las
Rey Don Juan que le dejase aquel reyno de Nápoles, Indias á la Española por mandado de sus Altezas,
pues que no lo habia ganado, pues que él subcedia envío N. de Bobadilla que habia gobernado después
en todos los otros reynos, y el Rey D. Juan consin que quitaron al Almirante Christóbal Colon ; el qual
tió y dijo que le placía, puesto caso que do justicia dicho Bobadilla venia en una muy gentil nao ca
no le podia facer ni pudo, porque fué en perjuicio pitana nueva y muy singular, y traía consigo obra
de la legitima de Aragón y Sicilia ¡ y á esto diz que de ochenta hombres, en que venían hombres de
Aragón nunca consintió á pasó. bien y clérigos y traían allí mucho oro suyo, é ve
Fj desque murió el dioho Rey Don Alfonso, Bnboe- nían en la dicha nao según decian mas do ochenta
dióle su hermano el dicho Rey Don Juan en los di mil pesos de oro para el Rey y Reyna ; é viniendo
chos reynos, salvo en Nápoles, que quedó á D. Fer para acá, obra de doscientas leguas de la Española,
nando bastardo su hijo, é reynó en él el dioho Don ovieron muy grande fortuna en la mar de un vien
Fernando hasta que murió. E el dicho Don Juan rey to y tempestad que les daba en el lado siniestro ; ó
nó en todos los otros reynos é señorío é islas anejas venían con la nao capitana mas de otras veinte
á Aragón, é murió el año de 1479 afios, y aubcedió- naos, que habian llevado la mucha gente de hom
le en todos aquellos reynos el Ínclito é muy noble bres é mugeres que habian ido allá vivir é ser allá
y virtuosísimo Rey de España Don Fernando, que es vecinos, é una noche ovieron aquella grande é te
cuarto nieto del Rey Manfredo, Rey en Sicilia, que merosa fortuna, de manera que se desatinaron las
lo fué Citra é Ultrafaro ; los quales reynos Nuestro unas con las otras, y dolías so volvieron atrás y da
Señor quiso dar y dió juntamente á este Rey Don llas vinieron acá. Y en la nao capitana traían el
Fernando de Espada por la manora y forma quo farol con lumbre, y pareco quo la nao se sumió y
habéis oido ; y vedes aqui como no sin causa la Di nunca salió, y las otras perdieron la vista de la lum
vina Providenoia le ha proveido de ello en estos bre, y cada una fué por donde plugo á Nuestro Se
nuestros tiempos. Sea alabado por siempre jamás ñor : las mas siguieron el viaje, y vinieron á Cádiz
amen. algunas, é las otras á Portugal , é otras á Galicia, á
otras se volvieron á la Española; y la dicha Capita
CAPÍTULO CXCVI. na donde venia el desdichado Gobernador Bobadi
lla, que era muy gran caballero y amado de todos,
Como fueron baptitados todos los moros de los Reynos ya mas pareció, que parece que allí donde desapare
de Castilla. ció el farol se sumió; y los pilotos y maestros discre
Volviendo á hablar en las cosas que acaecieron tos que allí venían siempre tuvieron aquol recelo(
en el ano de 1602, viondo el Rey y la Hoy mi quo y algunos fueron do otra opinión diciendo que)
por muchas formas dadas por los moros mudejares, creían haber corrido al medio día á la otra parte
y con los que se habian baptizado, no se podían es porque no era posible tal nao perderse ansí, y espe
cindir muchos daños que los moros continuamente ráronla hasta que por tiempo se pordió la esperan
hacian en los christianos, habido su consejo, man za ; y esto acaeció en el mes de Agosto del dichq
daron de hecho ^ue todos los moros del reyno de año de 1502.
•DON FERNANDO ! DOÑA ISABEL. 71ft
Í2n el dicho año, en el mea de Septiembre, vino á habéis oido. En aquel mesmo tiempo por que de Es
Cádiz Bastida, marinero vecino doTriana, Capitán paña no socorriesen al Gran Capitán, envió muy
é Maestre de su nao , el qnal habia ido con cierta grande hueste de gente de armas é artillerías sobre
armada por la mar a descubrir con licencia de sus Salsas, y pusiéronle cerco en tres de Septiembre del
Altezas, y habia veinte 7 tres meses que habia par dicho alio de 1502, y estuvo el cerco hasta 30 diaa
tido de acá, el cual descubrió por la vía que miraba de Octubre combatiéndola muy fuertemente, que da
al Norte por la mano derecha de la Juana, que es solos cantos gruesos fué dia de echarle quinientos
la tierra firme, muchas islas, dejando siempre la tier ti einta y siete tiros de madera que pasaron de maa
ra firme sobre mano izquierda é la gran mar ócoa- quince mil pelotas, las quales ficieron mucho daño
na i la mano derecha, y halló muchas 7 grandes en la fortaleza; é mucho eso mesmo con picos; é como
poblaciones, todas de paja é madera como lo descu la fortaleza aun no estaba acabada de hacer, con el
bierto ; é halló una gran ciudad donde salió á tierra artillería derribaron, de que se hincheron las cavas, é
7 fué convidado del Cacique de ella, 7 allí habia hubieron lugar do llegar á picar , y en este medio
gallinas que comieron ; ó allí resgataron é dieron tiempo le dieron algunos combates ; en un baluarte
cosas de latón é cobre é de lo que llevaban por oro; que los franceses defendieron que no estaba acabado
é pasado el trueque , antes que el dicho Bastida sa de facer donde los franceses recibieron mucho daño;
liese del puerto , que era un rio que pasaba no muy y porque los que estaban en la fortaleza era poca
caudaloso, los indios se arrepintieron é demanda gente y defendiendo aquel baluarte aventuraban á
ron su oro, é volvieron las alhajas é cosas recibidas, perder mucha gente, acordaron de lo dejar, y antes
é Bastida porque no ae escandalizasen les dió su que lo dejasen metieron ciertas botas de pólvora
oro ó volvieron lo que se les habian dado ; y desque que tenian en una bóveda del dicho baluarte, y ve
de allí salió prendió ciertos indios, que resgató lue nidos allí los franceses otro dia falláronle desmam
go en la tierra de que ovo mucho oro que trujo, el parado, y no del todo, y con el concierto de la pól
qual de aquella tierra diz que es oro bajo como de vora que estaba fecho los de la fortaleza, diéronlea
florines é hay infinito de ello. lugar que lo ganasen , é como estaba mucha gente
En todo lo que descubrieron habia mucho algo- dentro de los franceses dieron fuego á la pólvora, y
don, é todas las cosas de aquello que descubrió, é las reventó el baluarto por muchas partes, é murieron
gentes son poco mas ó menos como lo otro descu quemados y achocados é por armas aquel dia pasa
bierto que descubrió el Almirante. En todo lo que dos de quatrocientos hombres de los franceses ; é de
descubrió no hay fierro, ni cosa que se haga de él, esto fueron muy espantados é púsoles este engaño
ni lana, ni hilo, salvo algodón , ni hay teja ni ladri tanto temor, que perdieron mucho del esfuerzo que
llo ni hombre que sepa letras , salvo toda la gente de antes mostraban.
bestial sin ley y sin escriptura ; é ovieron en el via El Rey Don Fernando ya á este tiempo estaba en
je formas ; comióles la bruma los navios, 6 ovo har Gerona, con mucha gente de armas , é como supo
to que hacer en escapar y venir á la Española con que los franceses picaban la fortaleza, partió de Ge
un navio 6 dos el dicho Bastida é los de la dicha rona, é llegó á Perpifian Miércoles 18 de Octubre, é
armada. luego el Viernes de mañana siguiente, sabiendo los
franceses como iba, y el gran poder que llevaba, le
CAPÍTULO CXCVI1I. vantaron el cerco é comenzaron de hnir ; dejaron
muchos tiros de pólvora é algunas tiendas é provi
Del cerco de Salías, é de lo que el Rerde Franela hito despses siones de vino ; é muchos caballeros del Real del
que tupo de las dos batallas vencidas.
Rey fueron en pos de ellos , é alcanzaron algunos,
Volviendo á hablar de las cosas de entre Fran é por la priesa que llevaban de huir , dejaron el ar
cia y España, que por entremeter las otras cosas tillería é algunos bastimentos, é dejaron los hom
acaecidas no van 4 hecho, quiero volver á decir algo bres heridos y enfermos que no podían ir por si, que
de lo que acaeció entre el Rey de Francia, y entre tenian asaz de ellos, álos quales el Rey mandó traer
el Rey Don Fernando de España. Luego como él vi do á Perpifian á un hospital y curar dellos. En los fran
todo su ejército de su campo que envió en Nápoles ceses del Real que iban huyendo algunos alcanza
perdido con tanto destrozo de gente muerta y des ron los de la hueste del Rey Don Fernando y hicie
trozada, y pérdida de caballos é armas y algos, ovo ron algún daño en ellos. El Jueves antes habia sa
tanto enojo, que pensó perder el juicio, é atribulóse lido alguna gente del Real del Rey Don Fernando la
mucho, allende del estar enfermo de las bubas, é via del Cola, para entrar el Estaño é la mar, donde
mandó hacer la guerra á Cataluña á fuego y san los franceses tenian hecho un castillo de madera
gre, y envió muy gran hueste de gente y armas, y para defender aquel paso, que es muy estrecho, quo
de muy gran artillería otra vez á Nápoles, enco por allí entraban castellanos é aragoneses la via de
mendando al Marqués de Mantua é Mosiur de la Tra- Francia á loa facer muchos daños, é Ies habian qui
mulla, é á Mosiur Alegre de cercar á Qaota como tado mantenimientos y tomado prisioneros, é com
dicho es, é habia echado un sombrero en el fuego batiendo castellanos el dicho castillo de madera so
que tenia tocado en la cabeza, y dijo arderá Ñapó encendió fuego en él é se quemaron mas de veinte
les como este sombrero, y no dijo si Dios quisiese, hombres franceses de los que estaban dentro , é loa
é también perdió aquel campo como el otro seguu castellanos é aragoneses prendieron é tomaron á los,
720 CRONICAS DE LOS Rl YES DE CASTILLA.
otros que estaban dentro , y dos tiros de pólvora los muertos allí, sin los que mataron después que
buenos, é otros ranchos menudos, é tomaron quatro el campo levantaron, entre los quales fué uno el
barcas que andaban por el Estaño con gente por Senescal de Velcapures é otros principales hombres,
guardia. Los franceses que alcanzaron de sobre Bal é de los que estaban en la fortaleza de Salzas, ovo
sas, fueron á parar ese dia que alcanzó en la noche muertos de heridas catorce hombres, é de dolencias
á media legua de Balsas, pasada una puente entre ocho, é fueron heridos roas de setenta, los cuales
la sierra y el Estaño, é del peonaje de los castella todos con el Capitán é Alcayde lo ficieron muy es
nos é aragoneses subieron muchos aquella noche á forzadamente, y dieron de sí maravilloso ejemplo
la sierra, é les ficieron mucho daño en el Real á los de esforzados y famosos y hidalgos hombres.
franceses, los cuales franceses toda aquella noche
caminaron y pasaron su artillería y hacienda la mas CAPÍTULO CXCIX.
que pudieron en salvo.
El Rey Don Fernando con voluntad que tenia de De como el Rey Don Panudo entró por Frísela, é de lo que Uto
jr tomó.
hallarse presente, porque el sábado de mañana que
ría que se les diese batalla, partió de Perpifian ese El Viernes siguiente que fueron 27 dias del dicho
dia Sábado, á 21 de Octubre, bien de mañana y llegó mes de Octubro, partió de Perpifian el Rey Don Fer
de esta parte do Locato, que es un lugar ó villa cin nando con su hueste, é fué Bobre Leocata, fortaleza
co leguas de Perpifian, dentro en Francia mas de dos y villa de Francia, y llegó Sábado á medio dia, ó
leguas; é cuando allí llegó a vista de los franceses, asentado su Real, la combatió con el artillería aquel
ya ellos iban cerca de media legua , y ansi por ir dia, é ol Domingo siguiente hasta media noche, que
tan lejos, y algunos dentro en la sierra qne se lla se dió con partido que se les asegurase las vidas, y
ma Deshierra Caballos, ansi por esto como por el asi los recibió; tomaron luego los peones de León
peonaje de Castilla ostar muy fatigado, que como el arrabal por fuerza de armas.
el Viernes de mafiana tuvieron la nueva en su Real, El Martes siguiente, treinta y uno de Octubre, to
que estaba una legua de ahi, que los franceses se maron la Palma, que es una bonita villa; entróla un
iban, no habían curado sino de caminar, y por la capitán lacayo, que los vecinos la habían desam
priesa del partir fnéronse sin provisión de pan é vi parado, é tomaron dentro veinte y dos hombres la
no; é como llegaron cerca del Real de los franceses cayos que la defendían. Este dia tomaron i Lira 4
puesto el sol, é subieron luego á la sierra, donde es á Cijar, y otro dia siguiente, tomaron 4 Rocaforte,
tuvieron toda la noche no ovo lugar do llevar pro é la Trulla, é á Castil Manra é á Franrenano é Tí
visión, y el Sábado de mafiana pelearon mucho los llaseos, é San Juan de Vari de Aci; el bastimento
espingarderos con los franceses en ol paso do entre quo se tomó en estos dichos lugares fué cosa do
la sierra y el Estaño ; y como la gente de acaballo maravilla, que pasó do cinqfienta mil hanegas de
no les socorría tan presto como era menester, no se harina, é otras tantas arrobas de vino, é tozinos, é
hallando tan poderosos como los franceses, por no quesos, é cebada, é miel, é cerá, é sebo, é ballestas,
tenor gente deá caballo, y con no haber comido ni é armas, é pólvora, é otras muchas cosas, que fué
haber agua en todo aquel camino, recibieron mucha en muy gran número el valor, que como estos di
fatiga y así no se pudieron todos llegar para les dar chos lugares estaban en el camino de Narbona, es
la batalla ; é de esta manera, los franceses se hu taban allí recogidos aquella muchedumbre de man
bieron de ir sin recibir el pago de su atrevimien tenimientos é cosas para mantoner el real que esta
to, aunque este dia les mataron los espingarderos ba sobre Salzas. Otros lugares tomó y entró el Rey
mas de quatrocientos hombres, é algunos ginetes Don Fernando de esta vez en Francia , que aquí no
castellanos que se adelantaron á escaramucear con son escritos, é tomara mas si quisiera, é si no fuera
ellos. De los de acá murieron quatro peones, é uno porque se metia el invierno llegara á Narbona, la
de á caballo, sobrino del camarero del Rey, é fueron qual le temió mucho y pensaron que fuese sobre
heridos algunos ansí como el fijo del conde de Ci- ella, é quebraron la Puente del rio de temor que no
fuentes, é un fijo del tesorero del Rey. Todos Iob pasase; é corredores é gente del real entraron y pa
espafioles quedaron mny enojados por no poder lle saron dos ó tres leguas de aquella parte de Narbona,
gar á dar la batalla, que según la gana y la multi é sacaron cabalgadas é prisioneros.
tud y diestra caballería que iba, fuera maravilla es
caparse ninguno de los franceses. El Rey Don Fer CAPÍTULO 00.
nando se volvió este dia á Perpifian, desque- vido
que los franceses iban huyendo, é como magnánimo Del número ¿ fermosurt de gente qne el Re; Don Fernando llega
do esta vez, é treguas que se asentaron.
y piadoso y temeroso de Dios, por ser christianos, no
quiso seguir el alcance, é por que le pareció por ir La gente que el Rey Don Fernando llegó de esta
huyendo que no se podría haber venganza sino de vez en Perpifian fué la mas lucida y mas fermosa
Jos peones é gente sin culpa. que nunca en España fué vista muchos tiempos, ó
Volviendo á lo del cerco de Balsas, en él mién- pasaron de tres mil hombres de armas, é fueron seis
tras duró recibieron les franceses mucho dafio de mil ginetes, é mas de veinte mil peones, é tenia da
la fortaleza é de lo gente de España que algunas Zaragoza allá mas de otros dos mil do á caballo, é-
veces los visitaban, é pasaron de dos mil hombres | la Reyna Dofi? Isabel estaba on Aragón cerca Ao
DON FERNANDO É DOÑA ISABEL. . ■ til
taragoza, la qual siempro hacia ir gente é manteni como todo se estremecía, y comenzó de sonar un
mientos al Real ó la armada del Marqués; c la arma muy gran ruido por el aire, y la techumbre de la
da que el Rey de Francia traía por la-mar, era ma iglesia comonzó do crujir como si fueran por enci
ravillosa cosa de ver. Trnin quarenta naos, y no ma corriendo muchas personas, y estonces volvi á
hacia sino ir y venir con mantenimientos, 6 descar la iglesia hacia el Monumonto quo estaba en el Al
gaba en Colibre é donde era menester; ó yendo un tar mayor é vi como la iglesia so acostó mucho
dia de acá de Castilla parte do la dicha armada, to toda á un cabo, ó volvióse á enderezar, y la tierra
paron con diez y nueve fustas do moros en la costa se bulló mucho y se estremeció; y yo asi medio
de Cartagena, las qualcs por voces habían fecho acostándome á un cabo y á otro, me ful al Monu
mucho daño en la costa del reyno do Granada, en mento dando voces llamando á Jesuchristo y á la
los christianos, y en la costa de Valencia, ó pelea Virgen Santa María y los que estaban en la iglesia
ron con ellas, é echaron á fondo las cinco de ellos algunos so fueron huyendo fuera; otros hicieron
peleando, é tomaron las catorce, en que tomaron como yo, y las mugeres y otros algunos no tuvieron
quatrocientos hombres moros, y muchas cosas que sentidos para se mover; esto es quod vidimus testa-
traian en las fustas, y asi ovieron aquolla victoria mur; todo pasó en poco compás de tiempo, en poco
sin pelear ni morir christianos. mas de cuanto dicen el Ptaimo de profundi*. No
El Rey Don Fernando entró por Francia, como di cayó en el dicho lugar ningún edificio, ni hendió;
cho es, lo que quiso, é como no halló con quien pe el agua de los pozos hizo gran ruido, que se alzaba
lear, tomó los dichos lugares, é algunos mandó der hasta arriba y daba gran golpe de vuelta : alguna
ribar é algunos dejó poblados, é por piedad no quiso tierra movida cayó de las techumbres y paredes.
de cien partes una hacer el mal que pudiera por ser En la ciudad de Sevilla ovo gran torremoto, y
christianos y sin culpas; é volvióse con su victoria cayeron algunos edificios especialmente en la igle
á PerpiQan, donde llegado, le envió ol Rey de sia y monasterio de San Francisco, que cayó un
Francia sus embaladores a demandar treguas; é el pedazo de la iglesia, y mató dos ó tres mugeres
Rey hizo alarde, estando ende los embajadores, luego, é fueron muchas personas, hombres y muge-
donde vinieron toda su gente, que era la mas lucida res descalabrados, é fizo muy gran daño en la igle
del mundo, é concedió en las treguas; é en quinco sia, é un gran portillo, é en otras muchas partes de
de Noviembre susodicho se apregonaron en Perpi- la Ciudad ovo muchos edificios estremecidos é hen
fian y en Francia, por cinco meses entre ambos re didos, é caídos, é asi mismo en otros muchos luga
yes y sus reynos; quedaron fuera do la guerra de res de esta Vandalucfa.
Ñapóles é las armadas de mar, que esto no entró en En la villa de Carmona se sintió este terremoto,
las treguas; porque en este tiempo habia guerras mas que en toda Espafia, ca fué tan terrible y es
sobro Gaeta, que estaba por Francia. E las treguas pantoso, quo parecía que todos los edificios anda
asentadas, dejó el Rey en Perpifian estonces á Don ban en goznes, y la tierra no tenia asiento, y cayo-
Bernardinode Rojas, Marqués de Denia, dos mil ron tantos edificios de las fortalezas, do las iglesias
hombres de armas, é tres rail peones, é dejó por Al- é de las casas, que de aquí ¡i cien años no se res
cayde de Salzas al fijo del Gobernador do Cataluña, taurarán, ni harán, y cosas quedarán en testimonio
é todo lo dejó bien proveído. El Rey se vino en Bar de ello mientras la villa durare. Cayó la iglesia do
celona donde hizo Cortes con Cataluña. Santa Maria de Gracia que es el monasterio de los
f rayles do San Isidro, fuera de la villa, é mató dos
CAPÍTULO CCI. frayles. En la villa do Carmona, como por cada
parte cayeron casas, murieron algunos, é duró allf
Del espantoso temblor de tierra.
un gran rato el terremoto, de manera que andavan
En cinco dias de Abril del año de 1504, Viernes los hombres i las mugeres por la villa abrazándose
Santo, entre las nueve á las diez del dia, tembló la unos con otros enjozados, sin sentido, perdida la
tierra en España muy espantosamente, 6 fué el ma color, como gente de otra vida quo con el espanto
yor terremoto en esta Andalucía, é fué tan grande pensaban que era la fin del mundo; é cesado ol ter
espanto que las gentes se caían en el suelo de te remoto, buscaron y enterraron los muertos, é cura
mor, é estaban como fuera de sentido, ó fué de esta ron los heridos, é quedó de daño hecho en la villa
manera. Fué oído un muy grande ruido que iba por de valor do mas de veinte cuentos de maravedís. E
el aire, é junto con él, todos los edificios, fortalezas, en algunos lugares de cerca de Guadalquivir, desde
iglesias é casas se estremecieron y dieron tres ó Alcalá del Rio arriba fué de la manera de Carmona,
cuatro baivenes al un cabo y á otro, uno acostán ansí como en Cantillana, Tozina y Palma; fué en
dose hacia medio dia y otro enderezándose, y esto toda Castilla; y en Medina del Campo, por dondo
pareció en las iglesias, porque estaban á lengua ha estaba el Rey y la Reyna, también fué grande es
cia levanto; y el que esto escribió lo vido asi en la panto. Sintióso también en el África, en las parti
iglesia de los Palacios, y vido estremecer primera das de allende entre los christianos y entro moros.
mente el campanario y caer tierra de las paredes, Siguióse después de esto gran terremoto y espanto
y levánteme de confesar y asomóme ú la puerta del so movimiento do la tierra, muchas fortunas y
Perdón, que no estaba sino dos pasos de ella ó tres, menguas quo sintió España, muchos trabajos y
la qual está debajo del campanario, y estonces vi hambres y pestilencias y muertes: y la primer»
48
722 • CRONICAS DE LOS I EYES DE CASTÍlU.
fortuna que sintió España fué la muerte de la Rey- disolución y deshonestidad que habia en ana Rey-
na Dofla Isabel , que murió aquel propio afio ade ríos, cuando comenzó de reynar, entro los frailes y
lante, en el mes de Noviembre; la segunda, las innu monjas de todas las órdenes, é fizo encerrar las mon
merables y muchas aguas que llovió en el invierno jas de muchos monasterios que vivían muy desho
meses de Noviembre é Diciembre del año de 1504, nestas, así en Castilla como en los Roynos de Ara
quo fueron tales las aguas, que no pudieron bien gón y Cataluña. Junta con su marido iba á la guer
sembrar, é todo lo mas de lo sombrado en España ra, é ganaron á los moros el Reyno de Granada, que
se perdió por muchas aguas, y de aquí comenzaron mas de setecientos años los moros habían poseído.
las hambres, y después las secas do los años de 150G Viendo los inconvenientes y daños que procedían
ó 1507, y el año de la gran pestilencia, el año do de los judíos y moros á los cathólicos christianos,
1507, según adelanto cada cosa se dirá donde con desterró á los judíos do España para siempre jamás,
viene. é hizo convertir los moros por fuerza é tornar chirs-
tianos; todo esto é lo otro que durante el matrimo
CAPÍTULO CCII. nio so fizo, fué fecho por ella é por el Rey su mari
do, ambos conformes en una voluntad é querer,
De Ii muerte de la Ilejna Doila Isabel. siempre desde que comenzaron á reynar. Nunca uno
Murió la Reyna Doña Isabel, do gloriosa memo sin ol otro firmaron en los mandamientos é faci-
ria, en el mes de Noviembre, año de 1504, en Medi mientos de sus Reynos, el Rey primero é luego la
na del Campo, do dolencia é muerte natural, quo so Royna ; luego con él titulábanse do esta manera,
creyó recrecerle de los enojos ó cuchillos de dolor desque ganaron á Granada : — D. Fernando y Doña
de las muertes del Príncipe Don Juan ó de la Reyna Isabel, por la gracia de Dios Rey y Reyna de Cas
de Portugal, Princesa do Castilla, sus fijos, quo tilla, de León, de Aragón, de Sicilia, de Granada,
traspasaron su ánima y su corazón, y falleció de de Tolodo, de Valencia, de Galicia, de Mallorca, de
esta presente vida en edad do 56 años, habiendo Sevilla, de Cerdoña, de Córdova, de Córcega, de
reinado en Castilla veintinueve años. Su cuerpo fué Murcia, do Jaén, de los Algarves, de Algeciras, da
llevado á Granada y sepultada en la iglesia de la Gibraltar y de las Islas de Canarias, Conde y Con
Alhumbra, quo ella ganó, en muy honrado lugar, desa do Barcelona, Señores de Vizcaya y de Molina,
donde en su vida ella mandó y ordenó, con aquellas Duques de Atonas y de Neopatra, Condes de Rose-
honras y obsequias quo á tan excelente y bien llon é de Cordania, Marqueses de Oristan é de Go-
aventurada Reyna convenia. Ahora advertid: ¡quién ciano, etc.
podrá contar las excelencias do esta christianísima E en su buona ventura é tiempo de ellos, se dea-
Reyna muy digna do ser loada por siempre! Alien» cubrieron é fueron hallados las Indias, por en dere
do do ella Ber castiza, y do tan nobilísima y esco- cho del poniente dol Sol donde tanta multitud de
lentísima progenio de Reynas de España como por oro so descubrió, lo qual ni en escripturas ni en me
las Coránicas so manifiesta, tuvo ella otras muchas moria de hombres se halló ni pensó ántes de su
escelencias do que Nuestro Señor la adornó, en quo tiempo quo tal por allí se pudiese hallar, é ellos
excedióy traspasó á todas las Reynas, así christianas ovieron la victoria del lo, donde acrecentaron en el
como do otra ley, quo antes de ella fueron, y no Señorío de Castilla muy gran número de renta ó
digo tan solamente en España mas en todo el mun honra, ó metieron debajo de su yugo á sujeción
do, do aquellas de quien por sus virtudes y sus gra gente sin número. Fué muger muy esforzadísima,
cias é por su saber ó poder su memoria é fama vive, muy poderosa, prudentísima, sabia, honestísima,
según vimos por escripturas, y muchas de aquellas casta, devota, discreto, christianísima, verdadera,
por sola una cosa que tuvieron ó ficieron vivo y clara sin engaño, muy buena casada, leal y verda
vivirá su memoria : pues ¡ cuánto mas dobe vivir la dera y sujeta á su marido, muy amiga do los hitó
memoria y fama do Rcyna tan christianísima quo nos y buenas, ansí religiosos como seglares, limos
tantas escelencias tuvo, é tantas maravillas obró nera, edificadora de templos, monasterios é iglesias.
é fizo Nuestro Señor reynando ella en sus Reynoel Secunda EUiabeth conttnentit, fué muy feroz y ene
Por ella fué librada Castilla de ladrones y robos, y miga do los malos é de las malas raugeres.
bandos y salteadores de los caminos, de lo qual era Fué muger muy fermosa, do muy gentil cuerpo
llena cuando comenzó de reynar; por ella fué des é gesto y composición, muy celosa del pró y bien
truida la soberbia do los malos caballeros que eran de estos Reynos y de la justicia y gobernación da
tray dores y desobedientes á la Corona Real; por ellos ; soberana en el mandar, muy liberal , é en su
ella fué quemada y destruida la pésima y abomina justicia justa, en el juicio siempre proveído de muy
ble heregfa mosayea, talmudista judayea, que poco alto consejo, sin el qual no se movió. Amiga de so
menos do toda España tenía inficionada, y trabada casa, reparadora de sus criados, criadas y donoollas,
con tanta osadía quo en cada parto so manifestaba. muy concortada en sus fechoB, celosa do su casa;
Fué muy prudentísima Reyna, muy cathólica en la dió do si muy gran ejemplo de buena casada, quo
Santa fó, sicut Elena mater Conttantini; fué muy duranto el tiempo do su matrimonio é reynar, nmira
devotísima y obediente á la Santa Madre Iglesia, ovo en su corte otros privados en quien pusiese el
contemplativa é muy amiga é devota de la santa é amor sino ella del Rey, y el Rey della. Fué la rasa
limpia religión. Hizo corrogir y castigar U pian temida y acatada Reyna quo nunca fué en el mun
DON FERNANDO É DONA ISABEL. . 720
do, ca torloB los Duques, Maestrea, Condes, Marque monío del Rey Don Fernando é la Reyna Doña Isa
ses é Grandes Señores la temían y liabian miedo de bel, por el qual se juntaron tanta multitud de rey-
ella durante el tiempo de su matrimonio; y el Rey nos y señoríos como dice el dicho su título, los que
y ella fueron muy temidos é obedecidos, é servidos, trujeron al matrimonio, y los que ellos ganaron
ansí do los Grandes de sus Reynos, como do las Co mediante Dios quo siempro los ayudó, ú ansí fuo-
munidades Reales é de los Señoríos, en tal manera ron infinitamente poderosos y floreció por ellos Es
que ovioron todos sus reynos é señoríos todo el paña infinitamente en su tiempo, é fué en mucha
tiempo que reynoron en paz é concordia, é muclia paz y concordia y justicia, é ellos fueron los mas
justicia, los bandos fenecidos, los caminos seguros, altos y poderosos que nunca en ella fueron Reyes.
los tableros del jugar quitados, los rufianes azotados ¿ Quién podrá contar la grandeza é el concierto
y desterrados, los ladrones asaeteados; los pobreci- do su Corto, los Prolados, los Letrados, el altísimo
Uos se ponian en justicia con los caballeros é la al Consejo, que siempre la acompañaron, los Predica
canzaban ; é así como en la muerte del Emperador dores, los Cantores, las músicas acordadas do la
Cario Magno, que fué Emperador é Rey de Francia, honra del culto Divino, la solemnidad de las Misas
é era muy maravilloso é christianísimo Rey y guor- y horas que continuamente en su palacio se canta
rero contra los moros, justo en sus juicios, é amigo ban, la caballería de los nobles de toda España, Du
de Dios, quiso Dios nuestro Scfior que se mostrasen ques, Maestres, Marqueses, Condesé ricos hombreB;
seBales en su imperio é reinos del dolor de su los galanes, las damas, las justas, los torneos, la
muerto é de la mengua quo habia de hacer; ansí multitud de poetas é trovadores é músicos, de todas
pareció que Nuestro Señor quiso mostrar señales an artes, la gente de armas y guerra contra los moros
tee de la muerte de esta tan excelente y noble y que nunca cesaban, las artillerías é ingenios de in
necesaria Reyna, como en la del dicho Cario Mag finitas maneras? Ansí como Roma en su Imperio
no, según dice la escriptura. Acaeció lo siguiente, floreció en tiempo del Emperador Octaviano An-
según el Fa»ciculus iemporttm : Signa mulla precese- gusto, que fué en tiempo del Nacimiento de Nues
runtmortem gloriosi et sancti Imp. Caroli Magni: tro Redemptor, que poco menos fué señor de todo
eclipsis Soli» et Luna ultra solitumfuit: aparuitper el mundo, é fueron memoradas é obedientes á su
tepiem dies macitla nigri colorí» bt solé. Porticus pre- imperio en aquel tiempo noventa mil y trescientas
tiosus Aquitgrani cecidit fanditus; Pon» maximus y ochenta ciudades , dejando los otros lugares , é
Maguntia tribus horis combwsius, etc. lo tuvo todo en paz y obediencia de Roma é suya el
Que quiere decir que muchas señales mostráron- tiempo que vivió, é Roma fué ostonecs mas triun
so antes de la muerte del glorioso y Santo Empera fante quo antes ni después; ansí España fué en
dor Cario, que fué eclipse en el Sol y en la Luna, y tiempo de cstosbicn aventurados Reyes Don Fernan
después apareció por siete días una mancha en el do c Doña Isabel , durante el tiempo de sn matri
Sol, negra, y un muy rico y precioso portal que monio, mas triunfante y mas sublimada, poderosa,
tenia la ciudad do Aquisgran , se cayó de funda temida y honrada quo nunca fué. Ansí de esta muy
mento y allanó ; la gran puento do la ciudad de Ma noblo y bienaventurada Reyna vivirá su fama por
guncia en tres horas se quemó y ardió toda. El Em siempre en España : quia omnis laun in fintcanitur ;
perador por aquellas señales conoció su fin y orde dicit enim termo divinus; ne laudaveris liomine» in
nó muy bien bu ánima y ovo muy btien fin. tila ««a; magnifica et lauda ergopost consummationem
Ansí que se puede atribuir que por ventura Nues et periculum. Deo grafios.
tro Señor en señal de la muerto de tan cathólica y
necesaria Reyna, y por la mengua que de ella se CAPÍTULO CCIII.
habia de sentir en sus Reynos, y por las tribulacio De roma gobernando i Castilla el lie; Don Fernando por la Renii
nes que en ellos habian de reñir después de su fin, Dolía Juana , su lija, é por el Rejr Don Phelipe su marido, blzo
que habian de ser muchas y muy espantosas, como una armada con que tomó i Maiarqairlr, que es el reyno de
lo fueron, quiso que la tierra de sus Reynos y co Tremcten.
marcas por donde su fama volaba, mostrase senti Gobernó á Castilla el Rey Don Fernando desde el
miento y temblase como tan espantosamente tem mes de Noviembre del año do 1504 que la Reyna fa
bló, ó aun señaló mas, é fué el mayor espanto o lleció, hasta el mes de Mayo del año de 150G, quo
daño que en España hizo en la su villa de Carmo- fué todo un año é medio, hasta que vinieron de
na , que es villa anejada , propia de las Reynas de Flandes el Rey Don Phelipe, é la Reyna Doña Juana,
Castilla. que habia nacido en Castilla cuando invocados por
Rcynó esta muy noble y bien aventurada Reyna Príncipes después de la muerte del Príncipe Don Mi
con el Rey Don Fernando, sn marido, en Castilla 29 guel, Don Phelipe y Doña Juana vinieron en Casti
años é 10 meses, en los tiempos de los Papas Six lla. E en este tiempo el Rey Don Fernando mandó
to cuarto, Inocencio octavo, Alexandro sexto, aderezar una armada para ir sobro Mazarquivir,
Pió tercero, Julio segundo ; en el cual tiempo fué allende, é facer guerra á los moros, la qual fué pues
en España la mayor iinpinacion, triunfo y honra y ta á punto en el mes de Agosto año de 1605, en que
y prosperidad que nunca España tuvo en el mundo fueron siete mil hombres é mas, en ciento y setenta
después de convertida á la fé Cathólica, ni antes, navios-do velas , en que iban seis galeras é naos, é
la qual prosperidad alcanzó por el precioso matri- carabelaB, é fué por Capitán General do esta arma
724 CRÓNICAS DE LOS REYES DE CASTILLA.
da el Aloayde de loa Donceles, á quien el Rey en ellos, y mataron cien chistianos poco mas ó menos,
comendó el negocio; é partió esta armada de Mála y de los moros, según lo que se supo después , mu
ga, con la gracia de Dioa , en primero dia de Sep rieron mas de quinieutos ; y los capitanes , daaque
tiembre del dicho año, é con el tiempo que les echó esto vieron, enviaron parte de la flota á Málaga, por
al Levante no pudieron ir tan presto sobre Mazar- agua y lefia , con que dejaron bastecida la fortale
quivir, é volvieron , é dieron sobre él Miércolos á za y repararon la armada, é dejado ú buen recaudo
medio dia, á 10 de Setiembre, é tomáronlo é comba se volvieron á Málaga.
tiéronlo por mar é por tierra, é tomáronlo Viernes
noche Sábado de mañana, ca dióles Dios tal victo- CAPÍTULO CCIV.
ría é buena ventura, que de los primeros tiros de
artillería mataron al Alcayde Moro, é otros muchos, De como casó el Rey Dos Fernando segunda tci.
é les quebraron é desbarataron su artillería é ficie- Gobernando el Rey Don Fernaudo á Castilla por la
ron gran dafio en la fortaleza, ¿ los moros no se osa Reyna Dofia Juana su fija y por el Rey Don Pbelipe,
ron mas tener, é diéronse á partido que fuesen li ovo gran zelo y envidia en algunos caballeros de
bres con lo que pudiesen llevar, é ansi entregaron Castilla, é procuraron la venida del Rey Don Phe-
la fortaleza, é se fueron , en la qual hallaron mu lipe, é por ventura él no se moviera tan ai na de
cho trigo é cebada, aceytes é otras muchas cosas é Flaudes á venir á reynar, pues que de allá podía
mercaderías. E en el reyno de Tremezon, muy cer reynar y mandar á Castilla sí lo no cismaran é in
ca de Oran, está el propio puerto de Oran , é os uno vocaran algunos de los grandes de Castilla sembran
de los mayores y mejores puertos del mundo. Ha do discordias é poniendo diferencias entre él y el
bía en la Villa y fortaleza obra de cien vecinos : Rey Don Fernando su suegro, de la cual causa el
quiso Dios maravillosamente darlo on poder de los Rey Don Phelipe estuvo en muchas cosas, por lo que
chrístianos, en la manera que dicho es, porque cuan la Reyna Dofia Isabel de gloriosa memoria mandó
do la armada so fizo é como se partió de Málaga y ordenó en su testamento ; y como el Rey Pon
todo lo supieron los moros de allende, y fueron avi Fernando sintió la voluntad del Rey Don Phelipe
sados de ello é pensaron que desde Málaga que en dada á los caballeros de Castilla, que le invocaban
dos ó tres dias fueran sobre Mazarquivir, y vinieron mas con afición de le demandar y tomar de la Gor
mas de veinte mil moros , y estuvieron esperando rona Real, que no por pro de los rey nos, é conoció ó
mas de ocho días para defender la tierra , y como supo como lo hacían venir sin tiempo é concierto ¡
pasó tanto tiempo , pensaron que la armada iba á é súpola intención con que de Flandes á Castilla se
Levante, y despidiéndose se fueron á sus casas, y quería mover, muy ofrendado de las malicias de
ellos idos, y la armada llegada luego, corno llegaron, Castilla, no como obediente hijo, como la razón le
Miércoles á medio dia, combatieron la fortaleza, y obligaba, salvo como yerno ; temió de la necesidad
á los primeros tiros, como dicho es, mataron al Al que venido en Costilla á él le podía venir, porque él
cayde moro, y tres lombarderos, que tenían, y nun estaba enemigo con el Rey de Francia sobre los
ca cesaron el combate hasta Viernes noche , y de debates y guerras do Ñapólos, y las treguas que te
noche se dieron los moros, y Sábado amanecieron nían se cumplían á cierto tiempo que se acercaba.
idos, y si aguardaran al dia ya les venian de socor Nuestro Señor, que siempre le fué favorable, le dio
ro tantos moros, que henchían las sierras y los mon poder y gracia con que salteó la necesidad antes
tes y llanos, y no se tomara ó fuera muy gran mi que se le viniese, y no faltó quien le aconsejase que
lagro poderse tomar según la multitud de moros tomase parentesco con el Rey de Francia, y tomase
que vinieron. Hallaron veintidós silos llenos de tri por muger á su sobrina, bija de su hermana y de
go, y en las Atarazanas una bóveda llena de trigo, Mosen de Narbona, y el casamiento se concertó en
é veinte y dos tiros de pólvora mayores, sin las es comienzo del año de 1506; y luego fueron asentadas
pingardas. Los moros no llevaron armas ningunas, perpetuas .paces entre el Rey de Francia y el Rey
que ai í fué en el partido. Tomada la fortaleza y Don Fernando, é Espada y Francia y todos sus Rey-
villa da Mazarquivir, nunca la muchedumbre de los nos y señoríos por tierra y por mar, y asentaron en
moros que vinieron al socorro dejaron tomar agua tre ambos su amistad y hermandad perpetua, de
ni lefia á los christianos, y el Viernes siguiente, que donde procedió mucho bien on toda España ; y el
fueron 19 del dicho mes, salió la gente do Sevilla Rey Don Fernando envió á Francia' al Conde de
á ver si podian meter lefia, y los moros vinieron á Cifuentesporsu muger y á otros honrados caballe
ellos, y entre unas peñas pelearon , donde los caba ros, y el Rey de Francia se la entregó y envió; y en
lleros moros no podian llegar, y allí los christianos el mes de Abril entró en Castilla, y el Rey la salió á
con las espingardas y ballestas ficieron mucho mal recibir honradamente, y se desposaron luego, é ve
en los moros; y fué la gente de Córdoba con su laron en la villa de Dueñas é dendo se fueron u Va-
Capitán en socorro, y juntáronse otros christianos lladolíd.
muchos, y echaron los moros de allí y de un pefion á En este medio tiempo, en el dicho mes de Abril
risco, por fuerza, y yendo tras ellos, descubriéronse año de 1506, tomáronlos christianos que estaban en
por un lugar que los moros de a caballo pudieron Melilla, é Marino de Rivera, Capitán suyo, la villa
(legar, y allí mataron al Capitán de Córdoba y los de Cazaza, á los moros, la qual está allí cerca de Me*
tliistinups huyeron al real , y los pioro» en dos de lilla, i turnáronla por concierto de un muro muy
CON FERNANDO B DONA ISABEL. 72¿
amigo del dicho Marino que Be la dió de dis, ni ti pe y el Rey Don Phelipe, y los de bu Consejo, y loa quo
ligro y sin pelea, siendo idoa loa moros todos fuera mucho se adelantaron á lo recibir, parece que con
á trabajar y á otros negocios, sintieron en aquel Consejo que la Reyna no firmase,
ó viendo el Rey en aquella opinión , de la qual le de
CAPÍTULO COV. bieran quitar, no lo quisieron contradecir , ó porque
algunos do ellos habían sido en lo poner en aquel
De la Tenida del Rey Don Pbetlpe. siniestro, y esto se vino á purificar y acabar 'en Be-
En el dicho afio de 1506 en el mes de Febrero 6 navente, y quedó que la Reyna Doña Juana no en
Marzo partieron de Flandes el Rey Don Phelipe y tendiese' ni firmase en los negocios del regir, salvo
la Reyna Dofia Juana su muger , para venir á rey- el Rey tan Bolamente, puesto caso que los Roynos
nar en Castilla, é entrados en la mar ovieron tantas eran de la Reyna, é do su Patrimonio, é no del Rey
fortunas, que sus personas fueron muchas veces Don Phelipe; é ansi se fizo ese poco de tiempo que el
puestas en tanto peligro, que mas despedidos de Rey Don Phelipe vivió, de donde no poca turbación
la vida que no de la muerte se vieron , é al mayor y enojo á la Reyna se siguió; y el Rey Don Phelipe
peligro socorrióles Dios Nuestro Señor, y salieron en proveyó que en ninguna manera la Beyna no viese
Inglaterra, donde la fortuna loa echó, é perdióselea á su padre, aunque viniese á su Corte, é ansi so fizo,
una nao donde venian ciertos pajes, é mucha ropa é tuvo que nunca se lo dejaron ver ; y el Rey Don
é joyas. Fernando estaba en Toro, mientras el Rey Don
Estuvieron en Inglaterra mas de un mes, donde Phelipe en Benavente, é dende antes de se ver fue
el Rey y Principe de Inglaterra les fícieron mucha ron é vinieron los Embaxadores é mediantes del un
honra, é la Reyna Doria Juana ovo con la Princesa Rey al otro; porque el Rey Don Fornando demanda
de Inglaterra Doña Catalina su hermana, mucha ba la mitad de lo ganado é de lo que por justicia era,
consolación. Aportaron 4 la ciudad y puerto de Sa- suyo, é lo quo la Reyna su muger le habia manda
lisbre, é dende por tierra, el Rey de Inglaterra los do en su testamento , é lo que por Bulas del Santo
llevó á Londres. Partieron de Inglaterra, para venir Padre le era concedido por su vida, é los Maestraz
en Castilla y aportaron á la Corana, Ciudad del gos, y que se quedasen en buen hora con sus Roy-
Reyno de Galicia, donde fueron muy bien recibidos nos; y en fin, los Consejos del un'Rey y otro se jun
y se detuvieron algunos dias, y el Rey Don Fernan taron con compromisos de ambos Reyes ; é vistas
do tenia mandado y proveído en todos los puertos las divisiones «5 justicia que cada uno tenia, é lo que
de Castilla y Andalucía, porquo no se sabia á den- demandaba , fícieron la partición on esta manera:
de aportarían que les ficiesen gran recibimiento é que el Rey Don Fernando oviose por suyo de lo acre
servicio como a bus Reyes naturales, á doquiera que centado, el reyno de Nápolcs , é la Royna su fija el
aportasen ; y mandó que de los Grandes de Castilla reyno de Granada, tal por tal. É que el Rey Don Fer
no fuese ninguno al recibimiento de sus fijos los nando tubiesepor todos los dias de su vida los tres
Reyes de Castilla delante dél, porque él quería ser Maestrazgos do Santiago, Alcántara y Calatrava, ast
el primero en el recibimiento. Esto ansi fué voz y las rentas como las fortalezas é justicias de ellas é
fama que lo mandó, empero no fué en ello obedeci gobernación, porque el Papa les habia heoho mer
do, que ciertos caballeros y Grandes ¡de Castilla el ced do ellos á él y á la Reyna Dofia Isabel por sus
que mas podia aguijar y andar , mas andaba , de vidas en galardón de la Santa guerra que á los mo
manera que muchos ¡fueron delanto del Rey Don ros fícieron ; é por otras muchas razones que á ello
Fernando,y lo recibieron, lo qual se podia hacer muy ocurrieron, mandó quo en su vida no oviese Maes
mejor que fueran juntoa con el Rey Don Fernan tree, porque ya no habia moros aquende , y Castilla
do, pues que era su padre, y honraba á todos ; y en estaba tan repartida en Señorios, que el Rey y la
esto recebimiento se manifestaron los sembradores Reyna tan liberalmente como convenia á su Real ce
de la discordia que fué sembrada entre el Rey Don tro no la podian sojuzgar, á causa de las datas sin
Fernando y sus hijos. Según parece, el Rey Don Phe medida que en ella fícieron el Rey Don Juan su pa
lipe traia sospechas desde Flandes, que el Rey Don dre do la Reyna Dofia Isabel y el Rey Don Heñrique
Fernando le habia de impedir ó contrariar algo de su hermano, antecesores ; quedó mas, que por todos
su reynar, según la relación tenfa, é guarnecióse do los dias de su vida el Rey Don Fernando llevase la
favores de los Caballeros, prometiéndoles mercedes mitad de las rentas de los Reynos de las Indias, da
c partidos. De la Cortina, por sus jornadas, vinieron oro, perlas é esclavos, é otras qualesquiera cosas quo
on Denavente donde todos los Caballeros de Castilla rentasen; quedó mas, que el Rey Don Fernando haya
ó sus nuncios les fueron á recibir y besar las manos y tenga por los dias de su vida en las Alcabalas da
por sus naturales Royes. Castilla, diez cuentoB de maravedís. 15 esto fecho y
E antes quo alli llegasen , desque fueron desem sentenciado por los del Consejo del nn Rey y del
barcados, habia habido contienda entre marido y otro, arbitros para ello elegidos, mandaron y sen
muger sobre rogir y mandar los Rey nos : quo la tenciaron quo el Rey Don Fornando saliese luego do
Reyna y sus parientes, y quien bien la quería, Castilla, y la dejaso libre y desembarazada al Rey
querían qne mandase y fírmase juntamente con el Don Phelipe, é se fuese á sus Reynos de Aragón. Lue
Rey, ansí como hacia la Reyna Dona Isabel, do glo go ambos Reyes consintieron la sentencia é estu
riosa memoria, con el Rey D. Fernando, eu padre ; | vieron por olla, é ej Rey Don Fernando se movió do
726 CRÓNICAS DE LOS REYES DE CASTILLA.
Toro, é se fué á Benavente, é se vido y abrazó con tomar y ahorcar hombres, y ahorcó mas de qu are uta
el Rey Don Phelipe, é do allí se despidió de él é de hombres; y desque esto vieron los de la ciudad,
los caballeros do Castilla que allí estaban, y abrazó escandalizados se lovantaron y tomaron al Cor
al Duque do N ojera, al Coudo de ISenavento, é á rejidor, y ahorcáronlo ellos, é fué la ciudad de tal
otros en la partida cuando so despidió del Rey Don manera indignada é levantada, que ol Rey por en
Fhelipe, los quales algunos de ellos estaban arma tonce, requerido de su consejo, no osó mas hacer; é
dos de corazas debajo de los sayos, y el Rey mote acercóse mas á la ciudad y con promesas la Ame
jándolo dijo al Duque de Nájera : Duque, Dios os dé nazó dioiendo que la habia de dostruir y que no
paz, no sollados vos ser tan gordo; y otro tanto dijo habia de dejar piedra sobre piedra, y quo la haría
al Conde de Benavente , y á otros á lo semejante, sembrar do sal ; y pasado el gran furor del enojo
dándoles palmadillas en las espaldas ; y allí en pre del Rey, los grandes de Portugal lo mitigaron y
sencia do muchos Grandes ochó la bendición ú to pusieron en alguna paoíenoia, diciendo que no era
dos, é Icb encomendó que fuesen leales á su Rey, é de destruir la ciudad de Lisbona, siendo la mayor y
se quitó de la cabeza un sombrero é el bonete, é que mas honrada y rica de Portugal ; y diciendo que
dando en cabello bo humilló ú todos, é se despidió ó mirase que muy mal se apagaba un fuego con otro,
volvió las riendas á un caballo en que estaba, ó so que dejase apagar el fuego que estaba encendido
fué é partió de Benavente, ó con él el Condestable en la ciudad, ansi de la pestilencia y hambre, como
su yerno, é el Duque do Alvá su primo, é el Conde do del levantamiento y alborotos de la Comunidad, que
Cifuentesé otros Caballeros c Prolados que lo ama después él daría el pago é castigo seguramente 4
ban, é nunca de ¿1 se habian partido ; é tomó su mu- los alborotadores é culpados, en tiempo convenible;
ger consigo, é su casa ó familia , é no paró de repo y el Rey ovo de tomar el consejo, y ansi se quedó
so hasta quo se entró en sus Reynos de Aragón ; ó por entonces, y aunque después tomó su enmienda
proveyó é dejó al Duque de Alva su primo por Go de algunos, fué de muy pocos.
bernador de Iob tres Maestrazgos. Todas estas cosas
pasaron en el mes de Junio del año de 1506 ó otras CAPÍTULO CCVII.
muchas acerca del dicho concierto.
De la muerte de Don Phelipe, Rey de Castilla y Archiduque.
CAPÍTULO CCVI. Murió el Rey Don Phelipo en la Ciudad de Burgo»,
de su muerte natural , en lunes 28 dias del mes de
De el alborota de Lisbona. Septiembre del mismo ano que entró en Castilla:
Aüo susodicho de 1506, en el mes de Abril, so le duró siete dias en la enfermedad ; fué curado por
vantó la Comunidad do Lisbona en Portugal, estando sus mismos fmicos flamencos visitado é revisto; fué
allí ol Conde de Marialba y el Obispo do Bona su mal asi como pestilencial , ó no tubo remedio, ni
contra los confesores quo allí vivian, que habian ido la medicina se lo pudo dar, ni pudo otra cosa hacer
huidos de Castilla por la Inquisición, y contra los saibó obedecer al Rey de los Reyes que lo crió, y
christianos nuevos quo de judíos se hicieron, é los pagar la deuda que al mundo trajo cuando nació,
metieron á espada ; é duró el alboroto tres dias, en que fué el morir. Murió con mucha contrición é ar
que mataron mas de tres mil porsonas, lo qnal fué repentimiento de sus pecados, invocando á Nuostro
en esta manera. Señor, habiendo rocibido todos los sacramentos
En la Ciudad habia pestilencia y hambre, y el como cathólico y buen christiano. Su cuerpo fizo la
tiempo estaba muy seco que no llovia, y las gentes Rcyna su muger meter en una tumba de metal mir-
andaban cada dia en procesiones demandando agua rado y aromáticamente aderezado, como es costum
y misericordia á Dios; y continúamete habia poca bre depositar los grandes Royes, y ansi en aquella
devoción en los confesores é christianos nuevos, caja lo tuvo é traía donde ella andaba consigo,
que habia en Lisbona de cierto mucha heregia hasta que el Rey Don Fernando volvió á gobernar i
inosayea, é judayea, en los de esta goneracion ; y Castilla é después fué enterrado.
habia puesto en aquella Ciudad de Lisbona muchos Luego como el Rey Don Phelipo murió, fué muy
malos fueros y condiciones en favor de las rentas grando alboroto sin necesidad en algunos caballeros
del Rey y perjuicio de la Comunidad, y por esto los de Castilla, en aquellos donde el reposo y amor al
christianos querían muy mal á aquellos confesores padre ni á la hija no moraba, en algunos quo pen
y christianos nuevos ; y un frayle de Santo Domin saron que ya era la consumación del mundo, é que
go, que predicaba en las dichas procesiones, escan era vuelto el tiempo del Rey Don Enrique próximo,
dalizó mucho al -pueblo, como dicho os, en su pre y de su fortuna, que el quo mas podia mas tomaba,
dicar, á quo se levantó el Común y hicieron el dicho é cada uno era Rey de su tierra, ó do lo quo podia
estrago do muertes ó robos, ca asi mesmo robaron tomar do la Corona Real sin querer conocer Roy ni
]o quo hallaron de los dichos confesos é christianos suporior, y muy bien so señalaron los mancillados
nuevos, allende de matar cuantos pudieron ; y el de este deseo por sus obras, quia ex aburulantia
Rey Don Manuel de Portugal estaba de allí catorce coráis os loquitur; aunque algunos ochaban la piedra
leguas al tiempo del alboroto, y como lo supo vino y escondían la mano.
hasta cerca de la Ciudad, amenazando los malhe Mas Nuestro Señor en cuyas manos iitnl omniajura
chores, é envió un Correjidor, que no hacia sino liegnorum y sabe Iob pensamientos y deseos de los
DON FERNANDO É DOÑA ISABEL 727
corazones de los hombres y las aficiones injustas, osaba dejar la ciudad, por quo salido do ella tcinia
no dió lugar á que, ni en poco ni en mucho, el pro quizá no le dejarían volvor 4 entrar; y ansí do esta
pósito do aquellos se cumpliese, por constancia é vez gastó él muchos dineros, quo valla una fanega
clareza de los buenos, é lealtad é amor quo mostra do trigo mas do quinientos maravedís, ó uua fanega
ron i el padre ó á la fija, ó por inmovilidad que do cebada de quatro é cinco realos, é echó á perder
puso sobro los corazones de todos las Comunidades los labradores y criadores do Gibraltar.
de Castilla y Andalucía, que todos decian aviva la El titulo que tenia, quo él docia, era quo lo por-
Keyna Dona Juana y el Hoy Don Fernando que él tonocia aquella ciudad, ó quo era suya, que la habia
volverá»; 6 ni una almona de los realengos hizo vi ganado su abuelo á los moros, y quo ol Rey Don Fer
leza, nin consejo nin Comunidad fué escandalizado nando ó la Reyna Doria Isabel se la habian tomado
ni alborotado contra la corona Rea), lo qual mu ásin razón é que el Roy Don Pliolipo lo habia hecho
pareció ser por divino misterio, quo por humano nueva morced do olla. Estúvose el Duque eusodicho
reposo, según el aparejo había. en Sevilla, hasta que posado oí mes de Enero do lf>07,
La Royna Dona Juana quedó preñada, la qual so salió de. Sevilla huyendo por la pestilencia, ó so
parió una hija dende á tres meses que el Rey don anduvo por las partes dol Axarafo do lugar on lu
Phelipo murió, ó poco menos, en Torqucmnda, y gar, y estuvo en los Palacios del Hcy cerca do Hi
allí fué bautizada y la pusieron por nombro Doña nojos, y después on ol mes de Mayo desquo aflojó
Catalina. la pcstiloncia, hizo movimiento otra vez y allega
miento do gente, ó pasó á Guadalquivir, y luego se
tAPÍTULO CCVIII. publicó quo iba á tomar la ciudad de Xercz quo se
la daban ; los Caballeros y ol Regimiento do la
Como el Duque de Medina Sidonii fui robre Gibraltar. ciudad cerraron las puertas de la ciudad y pusieron
En el Andalucía el Duque do Mediiia-Sidoni.i, guardas y se dieron á tal rocaudo qual al servicio
Don Juan, fijo del Dnquo Don Ilenriquo, quo residía de la Reyna y do la Corona Real convenia, y & la
entonces en la noble casa de Niobla, siendo muy honra del Alcayde Don Garcilaso do la Vega, Comon
mal aconsejado, como supo de la muerto del Rey dador mayor de León que la tenia; y el Duquo do
Don Phelipe, luego envió colada do gente á hurtar d Medina so pasó de largo á su tierra do Modina cdo
Gibraltar, y en pos do la celada á su fijo con gran Vcjer, ó de allí envió otra vez ú tentar á Gibraltar,
hueste de gente de á pié y de á caballo, é los do la y á requorir á la Oiudad que so lo dioso, que si no,
celada no dieron de mafia en lo quo los era manda los destruirla panes y viñas é les faria muchos da
do, ca no consintió Dios, y como no acortaron, llegó ños, é túvoleu cercados ende cabo algunos días, é
Don Henrique fijo del Duque, mozo do diez ó onze los de la ciudad se pusieron en armas é defendié
años, con la gente que llevaba y puso cerco ú toda ronse é dijoron que ellos eran do la Corona Real, y
la ciudad de Gibraltar, ó mandó hacer muchos re la Reyna Doña Juana era su Señora, que no gastase
querimientos á los do la cindad pora que se la diesen, el Señor Duque tiempo en aquello, quo antos serian
de la qual ciudad era Alcayde y do la ciudad de Xo- muertos quo no darles entrada en la ciudad, y así
roz do la Frontera el Comondador mayor Don Garci- so quedaron ; y la guarnición y gente dol Duque les
laso do la Vega, y él estaba en aquel medio tiempo ficieron otra vez muchos daños en sus panes, viñas
en Castilla, y el Alcayde que allí en Gibraltar tenia é ganados, ó desque esto vido el Duque, mandó alzar
puesto en la Comunidad, tenia puesto muy buen ol cerco, ó volvióse en Sevilla, é volvió por cerca de
recaudo en la ciudad , y defendiéronla con en buen Xercz, y el Rcgimionto y Alcayde ficieron corrar
esfuerzo y adjutorio de vecinos; del qual cerco tam las puortas de la ciudad, é pusieron á ellas muchos
bién por la mar con muchos navios fuá puesto, é hombres armados, ó dieron do si muy buena cuen
ficieron muchos danos á los de la ciudad en sus ta, é fueron conocidos entre ellos algunos caballe
panes, que tenian encerrados en sus cortijos, y en ros quo quisieran que el Duquo tomara la Ciudad,
sus ganados, on quo Ies echaron a perder y robaron do los qualcs el Regimiento no fiaba ni fió; y sabido
mas de cuatro cuentos do maravedís. Y do la chan- en la Corte la sogunda vuelta del Duque sobre Gi
cillcria que estaba en Granada enviaron ñ requerir braltar, Don Garcilaso vino muy apriesa á poner
al Duque nlzaso el cerco, dondo no, qno invocarían cobro sobre Gibraltar c Xerez , é entró en Xercz un
sobro él toda la artillería, y esperó quo no lo quiso día después que el Duque pasó de vuelta por alli
alzar, hasta que supo que toda la tierra realenga y para Sevilla é reformó sus fortalezas ó Alcaydcs do
la Cosa de León, y otros muchos se apercibían para Xerez ó Gibraltar, é regradeció mucho de parte do
ir á descercar, á Gibraltar, y el Conde de Tendilla, la Reyna á los Consejos y Comunidades de las dichas
Gobernador de Granada, le escribió que luego alzase ciudades la lealtad c buen servicio por ello fecho, y
el real, y si no que supiese por cierto que todas las se prefirió do hacer pagar á los de Gibraltar todo lo
gentes de la comarca en favor de la Reyna y do la perdido. El Duquo de Medina so volvió á Sevilla, ó
Corona Real habian do ir sobre él y su hueste, y estuvo en el Copcro y en las aceñas de Doña Urraca
dospucs de descercado Gibraltar, que le destruiría hasta la víspera de San Juan, porquo se dcsahogaso
toda la tierra. E estonces mandó alzar el rcnl, é bien la ciudad do la pestilencia que habia andado;
envió de Sevilla A decir qno se viniesen, é ansí lo y el din de San Juan entró con gran triunfo do músi
ficieron, y de esta vez él no salió dp Sovilla,que no cas é tronipotasj é muchos alabarderos ante él á uso.
758 CRÓNICAS DE LOS REYE8 DE CASTILLA.
de la Italia; é dendoá pocos dial ho rintió mal, y que en él se tenian no se pudo mantener, é desque
recibidos los Santos Sacramentos, y hecho su testa la Reyna Dofia Isabel falleció, no se mantuvo; y
mento en Viernes, 10 días del mes do Julio, se finó cato año do 1506 quo so secaron los panes rio
do su muerte natural en edad do 40 años. Nuestro sazón, so oucaroció tanto la tierra , quo al rededor
Befior lo quiera pordonar. Cuando á la postrera vez de Sevilla, on esta Andalucía, llogó á valer muy
el Duque se movió, so habian movido en Castilla caro, ó llegó á valer una carga de trigo en la villa
algunos Caballeros quo quisieran vuelta en el Reyno; de Alcalá do Guadayra, quo son dos fanegas y
y el Conde de Lomos tomó i Ponferrada, é alzóse media, á cinqüenta reales, y aun á sesenta reales
con ella, y quiso Dios quo no oviose compañeros , ó dosde comienzo del afio, porque no habia pan, que se
fué cercado por mandado do la Reyna y su Consejo, habia cogido muy poco con las muchas aguas el afio
fasta que le dió la fortaleza. En Castilla el mas ad de 1505. Este afio do 1506 se cogió mucho pan en
versario que se mostró contra el Rey Don Fernando, la Yanda Morisca ; conviene á saber, en Espera,
ansí en la venida del Rey Don Phelipe como en el Boraos, Arcos, y cu todo el Obispado de Cádiz, en
recibimiento, é después de su muerte, fué el Duque Villa Martín, en Zaharí y en toda la Serranía de Vi-
de Nájera, con bus sesenta años é mas acuestas, 6 Ualuonga y en Ronda ó toda su tierra , é en todo el
decian que lo causaba la enemistad que tenía al Reyno de Granada, y en Morón, y en Olvera,
Condestable, yerno del Rey, por ciertos debates quo Pruna é Cafiete con toda aquella cordillera, y en
siempre tenian. Teba; y por la contra, en Xerez do la Frontera no
so cogió pan ni en Lebrija, ni Utrera, ni Marchena,
CAPÍTULO CCIX. ni en Oduna, ni on Ezija, ni en Córdoba, ni en So-
villa con todo el Condado de Niebla é costa de la
De lis tortilla ó hambres é muertes de ciertos anos. mar, ni en toda la Sierra de Aroche, ni en todo el
En el año do 1503 se cogió poco pan en Castilla Maestrazgo de Santiago de las provincias de Lle-
é en Andalucía. El arto de 1504, se cogió menos. Este rena é Mérida, ni en la tierra de Estremadura, do
afio de 1504 se hicieron buenas sementeras, y en fin Trujillo, de Cáceres é bus comarcas, é cogióse arriba
del afio, y entrado el año do 1505, vinieron tantas en algunas partes do Castilla pan, donde algo se
aguas en todos los meses del ivierno, Marzo y proveían las dichas Provincias. Despoblábanse mu
Abril, y tantas avenidas y tan espesas, que los chos lugares : andaban los padres ó madres con loa
vivientes no se acordaban do tantas aguas y aveni- hijos acuestas, ó por las manos, muertos de hambre,
^ dos, de manera que so dañaron los panes por toda por los caminos, é de lugar en lugar, demandando
- la tierra, é se atojaron é fioieron yerva, estando por Dios, y muchas personas murieron de hambre,
puesto coto en trigo é cebada é centono en toda y eran tantos los que pedían por Dios, que acaecía
Castilla por mandado del Rey Don Femando ó do la llegar cada dia á utia puerta veinte ó treinta per
Reyna Doña Isabel, desde el afio do 1503, que so pu sonas, do donde quedaron infinitos hombres en
so por toda Castilla fanega de trigo ú 110 mrs. y la pobreza, vendido cuanto tenian para comer. La
de centeno á 70 y la do cebada á G0 mrs., y de ciudad de Sevilla remedió de enviar por mucho pan
aqtii no pasasen , sopeña de quinientos maravedís á Flandes ó á Sicilia, ó mandaron á pregonar quo
por la fanega é el pan perdido; ó por esta pena todos los que trajesen pan á Sevilla por la parte del
habia mil cautelas. Amasaban el pan los que te mar, vendiesen franco, ó vino tanto pan por la mar,
nían el trigo, y pagaban á los arrieros la traída, que en el mes de Octubre del dicho afio de 1506 so
quo lo traían de unas partes á otras, y en Castilla hallaron desde el Muelle de Sevilla en el Guadal
en la Córte , ántes que la Reyna falleciese acaeció quivir fasta la Puente ochenta Naos de gavia car
que no pasaban el coto en Medina del Campo, y gadas de trigo, y algún ib de ellas con cebada, en
pagaban á los arrieros por una fanega de trigo 110 que habia pan do Flaudos é de Bretaña é de aque
maravodis ó 200 é 300 é aun.mas de la traída; y de llas partes, é era el menor pan y de menos valor;
esta manera llegó á valer una fanega do trigo habia pan de la Berbería de tierra de moros, de las
antes que la Reyna falleciese, en Medina del Cam partes de Africa; habia pan de Sicilia y de Grecia,
po y por aquella tierra 500 é 600 mrs., y acá en de Negroponte, de donde se proveía toda la tierra
Sevilla por aquella misma forma, y en muchas hasta Guadalupe é Córdoba é su tierra, ó reparó las
partes de Andalucía; empero no llegó á valer tan ca gentes, y bajaron los precios de pan , la fanega do
ro como en Castilla. El dicho afio de 1505 en un cabo lo de Flandes á cinco ó seis reales, é á mas é á
de ¿1 , en la sementera , sembraron con pocas aguas menos, según era; é lo bueno de Sicilia á nuovo
que hubo, y hecha la sementera vinieron algunas reales é á ocho ; é á este mismo precio se vendía
pocas aguas , con que Iob panes se criaron, y des también mucho trigo que vino del reyno de Murcia,
pués nunca llovió, Enero, Febrero, ni Marzo, ni ó do aquellas partos do lo quo so habia rocogído ol
Abril, y socáronse los panos sin granar, do ellos afio 1505, qno so cogió por aquella parlo infinito, y
antes do espigar en los zurrones, de ellos medio es de lo do Grecia do los Turcos, también se vendía
pigados, é arrancábanlos por amor de la paja, é como el de Sicilia. Bastecióse tanto Ja Ciudad do
por amor de algún muy poco grano; esta fué la Sevilla do esto pan, quo duró en ella aquel pan de
cosecha del afio de 1500. Esto afio no ovo yerva, la mar todo el afio do 1507. El dicho nfio de 150G
muriéronse los vacas: el coto del pan ni las formas vino Ja otoñada temprano, y sembraron los labra
DON FERNANDO É DONA ISABEL. Í29
dores; y fechas las sementeras, llovió muy poca res de esta comarca; y en esto lugar donde yo estii-
agna; y con esa los panes crecieron, y espigaron, y be escapamos yo y ol sacristán heridos y sangrados
estando en medio grano, yineron en Mayo á la en cada dos veces, y fináronse quatro mozos que anda-
trada los primeros dias unas neblinas é aguas, é da van en la Iglesia, que no escapó ninguno, é de qui
ñáronlos , y volvieron soles y so secaron los panes nientas personas quo habia en mi parroquia de este
sin sazón, que fueron nada; esto fué en Sevilla y lugar y Villafranca de la Marisma, se finaron ciento
bus comarcas, y en Xerez do la Frontera, y en Ar y sesenta, entre chicos y grandes, que yo enterré, y
cos, y en el Obispado de Cádiz, y en Bornos, y en otro clérigo por mí quo mo venia á ver diciendo
Espera, y en Villa Martin y A rabal, y Morón y quo yo era finado cuando cstube mol. ViJe y miré
Osuna y Ézija, y Marchena, é Teba, é Córdoba. Em esta experiencia, que de los que fuyeron de esto
pero en todas estas comarcas, ó ciudades, ó villas, lugar, aunque volvieron temprano, no fallecieron
é sus tierras susodichas, é en otras muchas quo sería el diezmo de ellos ni les tocó el mal, y de los que
luengo de escribir, Nuestro Señor que no hiere con quedamos en el pueblo, no quedaron seis personas
ambas manos, dió trigo é cebada á Veta, que fué que no se hiriesen. Todas las mujeres quo criaban
maravilla, que habia en cabos diez y quince hazas ó daban leche escaparon, y si moria una, era entre
juntas, y una al y otra no : en algunas se cogía al ciento; de las preñadas por maravilla escapó una.
gún pan, que del todo no eran vanas, y otras eran Andava envuelta modorra con landres, y los quo
del todo vanas, é lo que tenían era muy poco; ó do escapaban de modorra muchos morian luego do
esta manera en todo cabo ovo algún pan que cogian pestilencia. En otras pestilencias, especialmente cu
unos la simiente, otros dos simientes, tres otro?, la que vino el año de 1480, que casi fué general en
otros quatro. Esto, como dicho tengo, fué en las co España, no murieron sino muy pocos clérigos é muy
marcas susodichas desta Andalucía. En la Sierra pocos viejos, é por maravilla uno; ni moria persona
Morena se cogió pan. En el Maestrazgo do Santiago, que tubiese de ántes lesiones ó otra cualquier enfer
vecino á la tierra de Sevilla, de muy poco que ha medad de que estuviese fatigado, ni morian sino muy
bían sembrado, se cogió mucho, convieno á saber, pocos do los coléricos amarillos, verdes en cóleras,
cu Llerena, Fuente de Cantos, los Santos, Villa- asi hombres como mugeres; é de los gordos colora
franca é sus comarcas, que son tierras mas tardías dos é muy sanos fallecían los más ; y este año do
que no el Andalucía. Desdo el aüo de 1502 comen 1507, fué todo por lo contrario do aquello, que en
zaron á haber en Castilla, quier por una parte, quicr los mas viejoB y dolientes y de flaca complexión, y
por otras, muchas hambres, é muchas enfermedades en Iob coléricos y debilitados fizo muy mucha mas
do modorra pestilencial ó pestilencia, particular impresión, y murieron mas que no do los otros; y
mente en algunas partos do estos Reynos do España, asi mismo fallecieron muchos letrados, doctores,
hasta este oBo do 1507, quo comenzó en el mes de bachilleres de todas artes, clérigos, frayles, monjas
Enero; luego en comienzo del aDo, en Xerez de la de todos estados de la Iglesia: fallecieron infinita
Frontora é en Sanlúcar de recio, é en Sevilla y en gente. De la misma forma de Sevilla ó su comarca,
toda su comarca quo so encendió como llama do fué on el Arzobispado suyo todo; y en el Maestraz
fuego en fin do febroro, y murieron tantos, que en go do Santiago y provincia de León, y Vera do
muchos lugares murieron mas que quedaron, y en Tortuga], conviene é saber Fregón al, Xerez, cerca
Sevilla fué fama quo murieron mas de treinta mil de Badajoz, y toda aquella comarca é Badajoz,
personas, y en Carmona mas de nueve mil, y en ó Mcrido, ovo un lugar quo llaman Cabeza de Baca,
Utrera mas de siete mil, y on Sanlúcar de Alpechín quo es en la tierra do Santa María de Tudia, y <s
fué fama que murieron mas, quo quedaron ciento do la encomienda de León, donde huyeron mu
ochenta personas, y en muchos lugares del Aljarafo chos de aquellas comarcas en una pestilencia quo
murieron mas de dos veces que quedaron; y el furor hubo en aquella tierra ol año de 1430 años, ó
y mayor fuego de esta pestilencia fué desde medio allí dos años mas ó menos, é guarecieron allí, ó
Marzo á medio Abril ; y desque comenzó Mayo, co nunca murieron en aquel lugar, aunque en toda
menzó do aflojar; y desque pasaron 20 de Mayo cesó, la comarca murieron muy muchos, é había estonce
que no murioron sino tal ó qual do los quo huyoron gento en aquel lugar é en aquella tierra quo so
á los campos, aunque algunos so herían ó morian, acordaban do setenta años é mas, é nunca vioroti
eran muy pocos. Esto miré yo muy bien. Fué una allí morir á nadie de pestilencia, ni habían muerto.
pestilencia que se pegaba en demasiada manera. E esta vez do este año de 1507 habia memoria do
Murieron en Sevilla é su Arzobispado mas de do- 140 años quo en la Cabeza de Baca no habían
cientos clérigos, con nueve ó diez canónigos de la muerto de postilencia, y este dicho año de 1507
Iglesia mayor do los que no huyeron. En Alcalá do murioron tantos, quo se hubiera de ermar el lugar.
Ouadayra, habia trece clérigos do misa, y fináronse E comenzando do cesar la pestilencia on todas les
los doce, y quedó uno. En Utrera fallecieron quatro comarcas que dichas son, ansí como fuego que va
clérigos do misa é todos los sacristanes, é todos los tras lo seco, se comenzaba de encender en los lu
otros escaparon heridos. Digo esto porque lo sé, quo gares mas cercanos la pestilencia, é ansí entró en
era en esta comarca donde yo lo pude de ciorto sa todo el Reyno de Granada, é por toda Castilla, por
ber; porque los que leyéredos podáis por aquí judi- donde no habia andado, é ansi fué esta pestilencia
car qué . serla en las otras villas é ciudades, é luga- general y universal ; é fué do hambre CBte dicho año
730 CRÓNICAS DE LOS REYES DE CASTILLA.
también, Jo manera que en muchas partes también
de hambro se morian , y asi fué gran fatiga y pro- CAPÍTULO CCXI.
Bur.i magna en toda España, que no podían valer
los padres a los lujos, ni los hijos a los padres, c los Del recibimiento que Hcicron al Kejr Don Fernando en tu ciada]
de Ñipóles.
vivos huiau de los muertos; y los vivos huían unos
do otros, los que cataban en el campo de los do la Entró su Alteza Domingo 1." de Noviembre; ha
villa porque no se les pegase, é los muertos ec en bía quatro días que eslava en la fortaleza do Castil
terraban por dineros, que no había quien los enter del Ovo, esperando se concertase su entrada, quo
rase, é los quo enterraban hacían una hoya en quo es dontro en la mar el dicho Castil del Ovo, en
enterraban veinte é treinta juntos ó mas ; é fué tan este dia, á las ocho de la mañana se movieron del
gran pestilencia ¿ hambro, que desde el tiempo de puerto de Ñapóles vointo galeras con el mas lindo
San Laureano, Arzobispo de Sevilla, quo fatigó tiompo del mundo, ricamente aparojadas con mu
Dios á España por hambres ó pestilencia, siete anos, chas banderas ó muy ricas, cnarboladas, ó sin facer
en que perecieron mas de la mitad do las gentes; remar fueron todas tras la Capitana, hacia CaMil
nunca tal estrago de pestilencia fué ni so halla del Ovo, dondo Su Alteza estaba, é allí el Rey so
escrito en España: ó según so loo en la Sumina co- entró en la galera del Real, é entrando el Castillo
TÓnica, on aquellos tiempos la mitad de la gente de tiró un tiro grueso hacia la mar, é respondieron
España, y aun mas, murieron de hambre é pesti las galeras con su artillería gruesa con piedras,
lencia. E fué aquella gran pestilencia el año del Na y en acabando comenzó Castilnovo é Castílovo,
cimiento de Nuestro Rcdemptor Jesuchristo do 575, quo fué cosa para espantar. En este medio las
poco mas ó monos, en ol tiempo do Justino, prime galeras llegaron al muelle, y al entrar, las naos quo
ro Emperador do esto nombre y del Emperador que estaban en el puerto y las galeras quo estaban en la
imperó luego tras do él en Roma, Justiniano; é de ciudad, dispararon tiros do pólvora, de tal manera
los Papas Félix IV, Bonifacio II, Julio II, Agapí- tremía la tierra, que parecia quo so quería hundir; ó
to I y Silrcrio mártir. luego el Roy y la Rcyna su muger desembarcaron,
y fueron recibidos del magnifico Señor el Gran Ca
CAPÍTULO CCX. pitán, y do todos los Grandes del Reyno, y ol Gran
Capitán llevó á la Reyna del brazo por una puente
Do como el Rey Don Fernando partió para Ñipóles.
artificial que tenían fecha, quo costó quatro mil du
. Volviendo á hablar de las cosas del invictísimo cados y mas, hasta ponerla debajo de un arco triun
Rey Don Fernando, de lo quo fizo desque lo despi fal, que costó quince mil ducados, donde había
dieron deCastillael Rey Don Phelípo y los caballeros infinitos cantores que , como sus Altezas fueron de
como habéis oído, él fué muy bien recibido en sus bajo, comenzaron á cantar Te Deum laudamus.
rcynoB de Aragón y Cataluña, é porque era mucha Allí juraron las libertades del Reyno, el Rey
razón ir á visitar sus Reynos de Ñapóles y Sicilia al mandó llamar al Señor Próspero Coluna y al Señor
Lovante, fizo luego aderezar una muy fermosa flota Fabricio, y al Duque do Términi, y tomó el Roy el
do galeras é navios é naos do armada é do fustas, Estandarte en la mano y lo dio al Señor Fabricio, y
estando en Barcelona, é embarcóse en ella con la fizólo su Alférez Mayor de todo el Reyno, y mandó
Rcyna su muger, ó con su hermana é sobrinas las al Señor Próspero Coluna quo tomase á su derecha
Rey ñas que fueron de Ñapóles, é con otra muy mano al Gran Capitán; é su Alteza cabalgó en un
honrada compañía do su casa y familia, c con mu caballo blanco con una guarnición toda chapada, é
cha gente de armas, é partió do Barcolona á 7 de llevaba vestida una ropa rozaganto de carmesí, do
Agosto de 1500 y onderezó su vía para Nápolcs por pelo muy rica, y llevaba un collar riquísimo y uu
la cosía do Francia tiorra á tierra, é ol Roy de bonotc do torciopolo negro con un rubf, y una perla
Francia los mandó facer muy grandes recibimien do las mayores que nunca so vieron. La Reyna ca
tos, é de dar las cosas que o viesen menester é mu balgó en una hacanoa blanca con una guarnición
chos presentes é mantenimientos de valde, ó ansí lo chapada; llevaba una vestidura de raso muy rica, ó
ficioron, en todas las ciudades ó tugaros é puertos una capa á la francesa de manga ancha é sembrada
por dondo fué fasta quo llegó ¡i Genova, y allí le de unos lazos sotiles de oro.
ficioron muy gran recibimiento ; ó allí le llegó la Como fueron salidos debajo del arco, les tenían
nueva de la muerte del Rey Don Phelipe su yerno; el palio muy riquísimo, las varas del cual lleva
é nlli le ficioron su sentimiento por él; y el Roy se ban los electos de Ñapóles do rienda ; é llevaban á
retrajo ciertos días en la galera que iba, é pino el Rey y á la Reyna los Nobles varones, en la or
hito, ó mostró mucho sentimiento, y después siguió denanza. El Señor Fabricio, por consejo de algunos
su vía do puerto en puerto hasta Gaola, é dende á caballeros, so puso con el Estandarte delante la
la ciudad do Ñapóles, á doude le ticieron el siguien guardia del Rey, y el Gran Capitán le mandó lla
te recibimiento, mar y lo mandó ponor delante del Rey, porque cuan
do el Rey confirmó las libertades del reyno y dio
el Estandarte, mandó á el Gran Capitán que en todo
lo demás mandase como su persona propia. Junto
con el Estandarte iban los Royes di? Armas, y luego
DON FERNANDO É DOÑA ISABEL. 731
31 Gran Capitán A la mano del Próspero, y después sentamiento suyo fué donde estaban las 'dichos
la avanguardia do cíen alabardoros, ó los Embaxa- Reynas en Caslil Novo. Otro dia siguiente, el Bey
dores del Papa é del Rey de Francia, y luego los cabalgó por la ciudad, é fué á la posada del Gran
Principes dol Royno 6 Grandes Señores dol Royno; Capitán acompañado así con los grandos dol Reyno
6 iban en ol mas honrado lugar do los Principes é do la ciudad; ó entubo ol Ucy olla sois 6 sioto ma
Términi : los dos reverendos Cardenales Borja é ses, é mudó los alcaydes é justicias, é visitó todo el
Otranto, iban dotras del palio, y asi do mano en Reyno é púsolo en muy buen concierto, ó por la
mano, de este modo fué Su Alteza por toda la ciu mucha prisa quo de la Córte de Castilla le daban la
dad, por todos cinco cejoB, donde en cada cejo habia Reyna, su fija, é sus parientes, quo viniese á la go
diez 6 quince mugeres con sus maridos y parientes, bernar, no so pudo allá mas detener, é aun no le
muy ricamente ataviadas y con muchos géneros de vagó ir á visitar á Sicilia Ultrafaro ; é dió vuelta
música, y como Su Alteza llegaba i cada cejo, tallan con su flota para España; é llegando en Saona, tier
todos é todas & besarles las manos al Rey y á la ra do Génova é Francia, el Rey do Francia le salió
Reyna, y cuando llegaron á la Iglesia Mayor salie d recibir en la mar, é lo combidó á comer, é le fizo
ron cuantos clérigos y frailes había en la ciudad á gran recebimiento é muchas honras é lo abrazó, y
recibirlos oon una procosion muy solemne, y alli se besó á la Reyna su sobrina é^o dieron paz, é á
apearon ol Conde do Melfa y Próspero, y llevaron Gonzalo Hernández abrazó é besó en el carrillo, y
do riendas á la Reyna hasta la casa del Conde de decendioron todos en tierra, y convidólos á comer,
Menea, dondo todas las honradas Dueñas del Pópu é comieron á una mesa el Gran Capitán con ambos
lo le ficioron muy honrado recebimiento, ó pasaron Reyes, é dió el Rey de Francia al Rey Don Fernan
por debajo de un arco que le tcnian fecho muy rico; do las llaves do la ciudad de Saona, é después de
y en aquel y todos los otros, y la puente, como Su muchas fiestas é placeres habidos, ol Rey Don Fer
Alteza salla de cada uno, luego sacaban los instru nando se despidió é vino por los puertos do Marso-
mentos quo llevaban y tañían, los qualcs eran qua- 11a é Francia, ó por la mar tierra á tierra, como ha
tro pares de atabales, é veinte y seis trompetas ita bia ido, é vino á desembarcar á Valencia la víspera
lianas y veinte y dos bastardas, con otros infinitos do Santa María Magdalena, á 21 dios do Julio dol
géneros do música, conviene á saber, cheremias é año de 1507 con su armada de diez galeras, y diez
sacabuches, etc., hacían tanto estruendo que si al y seis naos, y por Capitán de ellas Pedro Navarro,
guna ave pasaba la hncinn caer en medio de la gen al qnal la ciudad le hizo muy gran recibimiento é
te. E ol Señor Gran Capitán llevaba una ropa roza los Grandes del Reyno, el qual bo detuvo allí fasta
gante, de raso carmosí, abierta por los lados, enfor- pasada la fiesta do Nuestra Señora do Agosto, c pasa
rada en muy rico brocado, ó llevaba un sayo do oro da la fiesta, so partió para Aragón, ó donde en Casti
de martillo y un collar que valia mil ducados, é un lla, é fué muy bien recibido y aunque & muchos posó
joyel muy maravilloso, é sus alabarderos, é sus pajes do su vuelta, ninguno lo osó mostrar, salvo el Du
vestidos de seda de sus divisas en torno de su per que do Niíjcra, atroviéndoso á su edad do mas do
sona. El Próspero Coluna y Fabrioio, y el Duque de G5 años que habia, al qual el Roy onvió á llamar y
Termini salieron de una manera: ropas rozagantes no quiso venir; y lo envió el Rey ¿ decir que si no
de brocado, aforradas en damasco plateado, é sin quería él que é] gobernase á Castilla, que la gober
ninguna cosa al cuello, porque entre los caballeros noso él; c él lo dijo quo lo dejase en su tierra en su
habia tantas cadenas y collares, quo habia mas de vejez, reposar ya, é nunca quiso venir a la Corto; y
doscientos collares y cadenas infinitas: salieron en el Rey mandó adorozar el artillería para ir sobro él;
tan buen órden los caballeros que para en Italia é desque que esto vido entregó al Rey ciertas for
fué una cosa de notar: duró tanto el recibimiento, talezas quo el Rey lo demandó y así lo amansó o
quo era una hora de noche antes quo Su Alteza lle puso temor á otros. El Gran Capitán vino después á
gase á Palacio, é encendieron tantas linchas, quo pa Castilla, quo quedó en la Italia no bien dispuesto,
recía que fuese do din, quo solo el Gran Capitán ó vino con su flota, y después do desembarcado en
sacó treinta pajes de librea con hachas, é como Su Castilla, fué á la Córte á Burgos, al cual el Rey fizo
Alteza fué en Palacio, fué recibido do la Royna su facer gran recibimiento á todos los de la Córte, y ol
hermana y sobrina, do la Reyna de Hungría, fija Roy lo salió á recibir fuera do Palacio.
del Roy Don Fornando, é de la Duquesa do Milán.
El Rey las abrazó á todas con mucho amor, las qua
CAPÍTULO CCXII.
lcs estaban acompañadas de muchas Damas fijas-
dalgo, ataviadas de mucho oro é brocados, é pedre Del desconcierto que acaeció en la gente con que el Alearde de los
ría, donde se mostró muy bien la gran riqueza Donceles entrd a correr allende de Orin.
de aquella ciudad. Entraron con sus Altezas , em En el mes de Agosto del año do 1507 acaoció quo
bajadores dol Rey de Francia, y do venecianos y el Alcaydo do los Doñeóles, Alcayilo o ' apititn de
florentinos, y do todas otras potencias do Italia, los Mazarquivir, partió una tarde puesto el sol, do Ma-
qualcs todos truxeron ti sus Altezas presentes. La zarquivir, con dos mil é doscientos hombres, en quo
ciudad de Ñapóles le hizo presento de todas las co iban ciento y cinqüonta caballos, y loa otros eran
sas de comer, é do gentileza, de qno ellos pudieron los soldados é gente de ordenanza, de los que ha
haber, y do trointa mil ducados en dinoros. El apo bían venido do Ñapóles, y eran en su mesma ordo
732 CRÓNICAS DE LOS REYES DE CASTILLA.
lianza, y fueron á hacer alio aquella noche á qualro por tierra do moros , la vía de Tremezen , y entraron
leguas ilo la parto de Oran, donde robaron dos lu y robaron tres lugares, y el postrero y mas adentro
gares y mataron muchos moros, y traían gran ca era el quo llaman Grangazon, é está cinco leguas de
balgada do moros y moras, y mas do dos mil cabe Oran , y tomáronlo, y traian mas do seis mil cabezas
zas de ganado, y llegando con su cabalgada á vista de ganado de vacas y camellos ; y los christianos
de Oran ¿ ora de vísperas, paró allí el campo, é co- estuvieron una noche en el campo, y traian gran
. micron, é bebieron, é descansaron, é pudiéranse ve cabalgada de moros y moras, chicos y grandes, en
nir en su ordenanza en salvo, y no contentos, acon quo decían que había mil y quinientas ánimas ; y
sejaron al Alcayde que fuese á correr á Oran hasta como se engorraron tanto, los moros hubieron lu
las puertas, é quedó el Alcayde y fué el Capitán gar de se juntar y vinieron sobre los christianos
Martin de Argote con veinte de á caballo ó con muy muchos, y siguiéronlos y cercáronlos en der
todas las trompetas á las huertas, é llegado mandó redor con diez y ocho banderas principales en quo
tocar, y mataron muchos moros, todos los que pu vino el Rey de Tremezen, é sus hermanos el Rey
dieron y hallaron ; y como los moros oyeron las do Udir, capitán é Rey de Aduares, que es Sefior da
trompetas, no quedó nadie en la ciudad que no salió; muchas villas y lugares, en que venían once mil de
y todos los moros de la comarca venían ya en pos á caballo, y mas de treinta mil peones; y llegando
de los christianos, y juntos con los de la ciudad, á las huertas de Oran , el Alcayde cayó mal y se
dieron en el Alcayde y en los de á caballo que con amorteció, y la gento suya se desordenó á beber, y
el andaban, y como vieron tan gran cantidad de deshicieron ol caracol de ordenanza y el Alcayde
caballería do moros, los caballeros christianos vol volvió onsí y reeojió la mas de la gento que pudo
vieron á huir, que nunca ol Alcayde los pudo dete á un cerro, y comenzó á facer la ordenanza , y los
ner, y nunca tanta cobardía tuvieron; y tanto temor christianos de la ordenanza tomaron en medio á el
llevaban, que no miraron como huían, y dieron por Alcayde y á la gente de la ordenanza, y á ochenta
mitad de la gente do la ordenanza é la desbarataron caballos con ¿1 que habían quedado, que quince oran
de tal manera, que nunca se pudieron tornar á con ya muertos en escaramuzas y en descubrir, y los
certar, é los moros dieron en la ordenanza, desque los moros los cercaron allí de todas partes, y no deja
vieron asi desbaratados, é los mataron y prendieron ron de acabar de hacer el ordenanza. E desque el
A todos; é ol Alcayde solo tuvo hasta que le mataron Alcayde vido que no había remedio si no que todos
el caballo, é un paje suyo le dio otro en que escapó, estaban perdidos, salió de entre los christianos con
huyendo ; en que fueron muertos y presos mas do los do á caballo, y arremetió con su esfuerzo por
mil é quinientos hombrea. En el propio año después medio de los moros por donde estaban siete bande
de esta le acaeció otro desastre; envió por agua á ras é todos los horadó, y salvóse con setenta de á
un Capitán llamado Samaniego, el qual llevó ciento caballo y aportó á Mazarquivir, y escapáronse hu
y cinqüenta hombres en una tafutea, é una fusta yendo do los peones obra do quatrocientos hombres,
e un bergantín; é los moros de Oran les armaron, y fueron cautivos obra de quatrocientos y cinqüen
en que vinieron seis bergantines bien armados, y ta, é todos los otros murieron, y asi la mucha cob-
mucha gento por tierra, é dieron en los christianos, dicia desordenada los desordenó é mató, quo basta
é los tomaron á todos muertos é cautivos é quema ba arremeter y volverse ; y asi los moros recobraron
ron la tafutea, é llevaron las otras dos barcas. Es toda la cabalgada, ó so volvieron con su honra. El
tas dos cosas de contraria fortuna acaecieron á los Alcayde estuvo de ésta para perder el juicio. En el
christianos é Alcayde de los DoncolcB, sn Capitán, propio año, despueB de éste, le acaeció otro desastre;
esto dicho año de 1507, en el Reyno de Tremezon, el dicho alcayde envió por unas barcas de agua á
cerca de Oran. un capitán llamado Samaniego el que llevó ciento y
cinqüenta hombres en una faturca, é en una fusta,
CAPÍTULO CCXIII. é un bergantín, é los moros de Oran armaron, en que
vinieron seis bergantines bien armados y mucha
Del desbarato que hicieron las moras en las christianos que gente por tierra y dieron en los christianos en tal
habían pasado con el Alcayilc de los Donceles (1).
manera quo el Samaniego se pudiera volver salvo
Kl Alcayde de los Donceles, Alcayde de Mazar- á Mazarquivir, y por no mostrar cobardía mandó pe-
qnivir, pasó con una armada de allende en el mes loar ó peleó con los moros, é de los moros se reco
de Agosto de 1508 años, en la qual llevó tres mil gieron tantos que vencieron á los christianos, é los
peones, ó poco mas ó menos, é noventa y cinco de tomaron á todos cautivos é muertos, é quemáronla
á caballo, y los peones iban en ordenanza, según tafurea é llevaron la fusta ó el bergantín. Estas
suizos. Eran muchos do ellos do los que habian ve dos cosas do siniestra fortuna acaecieron á los
nido de Ñapóles, ó partieron una noche do Mazar- christianos y los tomaron á todos cautivos en las
quivir ó fueron hasta quatro ó cinco leguas dondo partes de allende en tierra de África corea de Oran,
por mal recaudo ó por pecados de los cristianos, ca
(Ir Este capitulo reOcrc, con muy cartas variantes, los mismos en aquellos tiempos han de ir muy contritos de sus
sncesos que el anterior; pero encongándose asi tanto en el MS. «le pecados, y con intención de destruir los enemigos
Rodrigo taro, como en el de la llibliotcca Colombina, no nos he
mos creído autorizados 4 suprimirlo. do la foé, y no con cobdicias desordenadas, ni con
(Nula de la Edie, de Sevilla.) soberbia, como muchos de aquellos iban en bu or
DON FEBNANDO é doña Isabel. 733
denanza, diciendo que aunque vinieran todos los inenzó de ovar la tierra ; hincaban el rabillo en la
moroa de Africa, no lee habían miedo y podían tierra, y allí se morían, é dejaban la simiente. Ovo
entrar y salir en su ordenanza aunque pesase á to ejército de ella, entero, que dejaba tres ó quatro le
dos los moros. guas asementadas, donde murió, y hacia cada uno
de ellos un capullo de hechura de un piñón , y eran
todos aquellos capullos mayores que pifiones, y aun
CAPÍTULO COXIV. como dos piñones cada uno, y eran llenos de abajo
De lii langostas j cigarrones que hubo. arriba de unos huevecitos como huevos de hormigas,
En el año de 1508 oto en las partes de esta An que había en cada capullo mas de veinte y treinta
dalucía é muchas partes do Castilla tanta de la lan huevos, é todos estos eran cigarrones. Acabóse de
gosta y cigarrones, que nunca tal fué visto por nin consumir y morir esta langosta este año de 1608
guno de los que fasta allí eran nacidos é vivos ; é á 15 do Julio, ¿ no paroció mas este afio.
nació en comienzo del arlo; é antes que volase, todo El segundo afio que ovo langosta fué el año
cnanto delante hallava comia y destruía, y comió y de 1509, é nació por la forma del primer afio, y na
destruyó infinitas sementeras, é echó á perder muy ció muy mucha mas, y al quarto doble, y en muy
muchos labradores, é mataban la gente infinita de muchos mas lugares ; empero como las gentes esta
ella, que salia á campana repicada á ella, é por ban escarmentadas de la otra, la ciudad de Sevilla é
muchas que mataban é soterraban é quemaban é la ciudad de Córdoba y todas las demás villas y lu
ensilaban que fué cosa innumerable, no parecia que gares d ¡érense á tal recaudo, que antes que volase
hacían mella. Comenzó de volar por alto en el mes mataron Bin cuento los cahíces de ella por muchos
de Mayo, é levantábase comenzando do calentar el conciertos, echando a cada casa que matasen tantas
sol , é andaba por toda la tierra hecha ejércitos como fanegas, 'y otras veces concejilmente, y todos 4
batallas, é habia ejército de aquellas que duraba campana repicada, y cada uno en sus viñas y here
quatro é cinco leguas on luengo, é en ancho dos ó dades, de manera que fué infinita la que murió.
tres leguas, é ejército de mucho mas, é de mucho Vinieron muchas porcadas y cochinadas de todas las
menos; y todas las caras vueltas y enderezadas tierras, y comieron tantas, que salieron gordos como
hacia donde habían de ir; y mientras no volaban de bellota; é plugo á Nuestro Señor que no duró esta
andaban á pié todas hácia un cabo, y tenían tan langosta sino hasta quince dios de Mayo de 1509, y
clara vista, que si Iob amagaba hombro con algo allí ficíeron lo que el afio antes habían fecho en
para les dar, saltaban como un ave ó un animal que Julio, y asi so consumió la langosta aquel año, que
entiende , y de que entraba el sol .¡copinábanse en nunca mas pareció, é hizo dafio en lo seco, é cogié
alto, y á lugares eran tantas , que hacian sombra ronse garbanzales, é melonares y hortaliza, é todas
ocupando el sol , é llevaban muy gran zumbido ó cosas que se crian de verano, que el afio antes toda
sonido que era espantoso, y iban á caer dos, tros, lo comian.
quatro y cinco leguas, y mas y menos, y dondo caían Knto me pareoió escribir por cosa hazañosa é mi
oaia todo el ejército junto y henchían toda la tierra, lagrosa, acaecida en estos tiempos, porque los que
panes y viñas y semillas, y comían' verde y seco vivieren é vieren otros años semejantes, no se ma
hasta que se hartaban, é comenzaban las espigas del ravillen, é lo sepan remediar.
trigo é de la cebada por las puntas do las raspas y
después del grano, ansi que de cuantas cosas comian CAPÍTULO COXV.
salvo en las vinas no hacian daño. Despuos volaban
aquellas langostas, ó como no estaban en parte nin De como fueron abaratándolos mantenimientos,} de como se lomú
el Pefion de Veles.
guna de morada, no hacian «total daño, ca mucho
mas daño hacian cuando andaban a salto, cerca de Tornando á fablar de los tiempos, por despedir
donde se criaban , que se criaban en las tierras secas los afios estériles caros é fortunos, digo que el año
é en los toscales y cerros pelados. Anduvo esta lan do 1508 súpitamente abajaron los precios del pan,
gosta por todas estas partes de la Andalucía,, volan por su fertilidad é por la poca gente que quedó que
do 6 vario venteando mas de dos meses é medio, de lo comiese. Acaeció que en los postreros meses del
la qual muchos ejércitos se fueron é entraron en la afio de 1507 volvió muy infinitas aguas, y ovo mu
mar y se ahogaron , y de los otros cayeron tanta en chas avenidas en'los ríos , y sembraron los labra
los pozos de los ganados, que hinchian los pozos y dores como pudieron , y ahogáronse los sementeras
las norias, y era tanta la que entraba á beber y se por muchas aguas, é sembraron dos ó tres veces,
ahogaba en los pozos, que inficionaban las aguas, y y aun volvieron á sembrar, y acudió buen tiempo
llevaban los ganados á beber á los rios. E desque en los meses de verano, é aunque sembraron poco
entró el mes de Julio, y aun antes, comenzáronse de é se perdió por agua, cogióse mucho pan en toda
cabalgar, ansi como cuando los cabrones andan on Castilla, para según los sembrados. La baja que fué,
zolo con las cabras, asi hacian, é se mordían, ó do fué do esta manera : cuando se sembraron valia una
dos á dos, é de tres á tres, é de quatro á quatro é fanega de trigo de lo mejor, en partes, un ducado,
cinco juntos, andaban ensartados, que era una cosa é en parte ocho reales, ó nueve, poco mas ó menos,
fiera de mirar; y desde los primeros días de Julio é la cebada á dos reales y medio, y á tres reales ó
basta que toda aquel la tempestad fué consumida, co mas é menos, é tuvo estos procios fasta que entró
734 CRÓNICAS DE LOS REYES DE CASTILLA.
el afio de 1509, é fué bajando cada día mas en tal que cómo traia aquella vara no habiendo pasado
manera , que antes que ovieso pan nuevo abajó el por cabildo, é se la tomó y quebró y fizo poner los
trigo hasta dos reales y medio, é aun menos, la fa pedazos en la picota; el cual seguía la parcialidad
nega, y la cebada á 40 mrs. la fanega, y sobró infi y favor del Obispo, y el caso fué sabido en la Corta,
nito pan do lo de los mercaderes, «n que perdieron y él llamado ante el Rey é la Roy na su fija, y en
mucha suma de dineros, é se les dafiú mucho, é ficie- viaron luego sobre ello un pesquisidor,^! qual venido
ron de él muchos baratos. Esto fué en Sevilla, don en Córdoba, mandó hacer cabildo ú los Veiny tiquatroa
de estaban muy grandes almacenes de él, é muchas y Concejo de la ciudad, y entrados en el cabildo
casas lionas , é también fué en otras partes donde un dia, y estando ende ol Marqués, mostró las pro
los mercaderes lo tenian encamarado; é la mayor visiones del Rey y do la Reyna, que trahia, y
• causa fué como el año do 1507 se finaron la mitad mandó al Marqués de parte de la Reyna y del Rey
de la gente que en Castilla habia, no ovo quien lo que saliese de Córdoba luego, y el Marqués le dijo
comióse. E no penséis que aquellos tiempos fortunos que obedecía el mandamiento de Sus Altezas, y que
. tan solamente ovo hambre en las gentes, que tam así lo quería facer luego, é que se saliese él con él , é
bién la ovo en las bestias é reses, que se murieron quo vería como lo ponía por la obra en se ir de la
infinitos asnos y caballos y yeguas, y desfizóse la ciudad por cumplir el mandamiento de Sus Altezas,
cria do los gallinas é aves do caza, ó llego á valer y respondió el pesquisador que so fuese él en buen
cu Sevilla un par de gallinas cinco reales. hora que él no tenia ahí su ínula para ir con él ; ó
El afio de 1509 vino tan fértil y tan abundoso, el Marqués le tornó ;i decir y pedir por merced que
que se cogió en toda la tierra infinito pan, trigo é saliese con él, que no faltaría en que se fuese, en
cebada, quu de una fanega sembrada cogian dos y que el pesquisidor ovo de salir con él fuera de la
tres cahiecs é mas. Casa del Cabildo, é luego á la puerta el Marqués
En este aBo de 1508 de que be hablado, no pu- fizo apear uno de una muía, é fizo cabalgar al pes
diendo comportar los danos que las fustas de Velez quisidor y fuéronse hablando hasta que salieron de
de la Gomera venian á hacer á tierra de christianos, la ciudad, y en la puente encontraron á un Alcalde
envió el Rey Don Fornando á Pedro Navarro su ca de la Hermandad, hombre principal llamado Juan
pitán de la mar con su armada ú les facer guerra, Estoban , y el pesquisidor ya sentía que iba preso, y
el qual les tomó el Pefion que está muy cerca de Ve como vio al Alcalde de la Hermandad, le requirió
lez, é lo pobló é puso allí guarnición do gente de que lo deliberase é lo ficiese sabor á la justicia como
á pié é do la mar, que está dentro en la mar, iba preso, y junto con esto el Marqués con buenas
la cosa mas fuerte del mundo, y tiene en si buen palabras, que quiso ó nó, tomó el caballo á el dicho
compás, doudo ficieron casas é pueblos, donde Alcalde, é hizo cabalgar al dicho pesquisidor en él,
echaron ú perder ú Velez de la Gomera y á su é á el Alcalde en la muía, é mandó á ciertos de á
Rey porque do allí habia la mayor renta que caballo suyos que lo llevaren preso á Montilla, ó
tenia, porque el Polion está tan cerca de Velez, que aguijasen presto, é lo entregasen al Alcayde, y
que los tiros do polbora que de él tiran dan en le dijesen que lo echasen en la mazmorra, é ansí so
medio del lugar de Velez. E el Rey Don Fernando fizo todo, é el Marqués volvióse á la ciudad, y des
fizo Conde al dicho Pedro Navarro, Capitán de la pués envió á mandar al Alcayde de Montilla qu»
Armada Real de la mar, en el qual puso Nuestro lo soltase, é soltólo, é no volvió á la corte hasta que
Seflor tanto esfuerzo y gracia, que les puso infinito la corte vino, antes se fué á tierra de Don Diego
temor é Icb fizo muchos daños é les ganó ciudades é López de Ilsro, é dende estuvo hasta que el rey
villas é lugares, según diré donde conviene do sus vino, de lo qual el Rey, desque lo supo, hubo tanto
fechos. enojo, que mayor no podia ser, y ninguno lo podía
cohortar ni aplacar, é concedió venir en persona á
CAPÍTULO CCXVI. costa del dicho Marqués, poderosamente á lo casti
gar; y el Oran Capitán ovo eso mesmo sobrado
De la ycnldi del Rey Don Fernando en la Andalucía. enojo de lo acaecido ¡i causa del Marqués su sobrino,
Lo que acaeció en Córdoba porque el Rey Don Fer y dijo al Rey: «Sefior, la Casa de Aguilar siempre
nando ovo de venir á esta Andalucía, fué por ciertos fué leal , y si mi sobrino lo ha agora errado y he
desconciertos que en ella acaecieron. Lo primero cho lo que no debía, mándelo V. A. castigar por
fué que estando un corregidor de la Rcyna en Cór justician: y dijo muchas otras palabras al Rey por
doba , ovo ruido entro los hombres del Obispo de le amansar el enojo, é escribió al Marqués su sobri
Córdoba Don Juan Daza y los del corregidor, y no una carta en que se contenia que decía: «Sobrino,
juntóse gonto en casa del Obispo y lo mismo en sobre los yerros fechos conviene que luego os ven
casa del Corregidor, de manera que pusioron mucho gáis á poner en poder del Rey, y si esto hacéis seréis
escándalo en la ciudad, por manera, que un Alcalde castigado y si no lo hacéis seréis perdido del todo»;
mayor que traia la vara por el Alcaydo de los Don y el Marqués se fué á la Corte luego y el Rey no
celes, quo es Alcayde mayor de Córdoba, hubo de lo quiso ver, é mandólo andar preso dos leguas de la
entender en ello, el qual se llamaba Ñuño de Argote; Corte.
é el Marqués de Priego, Seflor de la casa de Aguilar, El Rey partió de Castilla con la gente de guar
encontrándose un dia con el dicho Alcalde , le dijo nición é do la guarda de su persona que tenia en U
i > :

boN Fernando É DONA ISABEL. 735


Corto en Burgos é trajo consigo seis cientos hom mó mejor é supo muy bien el que lo quiso bien, é
bres de armas, é cuatro cientos ginctes, é dos ó tres quien no lo queria. Decíase que la causa porque el
rail peones á la suiza , espingarderos é areneros, é Marqués tenia riguridad contra el Bey era por
artilleros, é ballesteros, é lanceros, todos muy ar que no mató todos Iob moros de Sierra Bermeja,
mados y ataviados, y puestos en acto de guerra con cuando mataron al muy noble é esforzado caballe
sus capitanes, é coroneles, é cabos de escuadras; y ro Don Alonso de Aguilar, su padre; y fecho lo su
por sus jornadas el Rey vino á Córdoba con toda sodicho, ol Bey y la Beyna do Aragón é el Infanlo
esta gente, é entró en ella en los primeros dios de Don Fernando su nieto é toda su coito é caballería
Septiembre do 1508; y de los culpados huyeron mu é gente, se partieron de Córdoba é vinieron para
chos de la ciudad ; y el Bey estubo allí dos meses ó Sevilla por Écija y Carmona.
poco menos, é mandó facer sus pesquisas contra el
Marqués é contra todos los culpados , é contra el CAPÍTULO CCXVII.
Begimicnto de Córdoba, é contra todos los que fue
ron contra el pesquisidor, é contra el Corregidor, é De tomo «I Hoy «loo a Sevilla, é de lo que ende acaeció.
comenzaron de prender é.facer justicia, é mataron é Entró el Rey Don Fernando on Sevilla do esta vez
descuartizaron algunos , é á el Alcalde de la Her con la Royna de Aragón, su muger, é con el Infan
mandad que dio el caballo en que fué preso el pes te su nieto, á 28 dias de Octubre, din de los Apósto
quisidor Junn Esteban desde la puente, cortaron les San Simón y San Judas, año de 1508 susodicho,
un pié, é derribaron las casas á todos los que huye donde les fué fecho un muy solemne ó muy honra
ron, é otros azotaron do Iob que prendieron, y á mu do recibimiento por la Ciudad é por el Arzobispo
chos tomaron y secuestraron todos sus bienes, y á Don Diego Deza, que lo era de la raesma ciudad, ó
muchos sentenciaron & muerte, é ser cuarteados, do por los canónigos é clerecía, que lo recibieron con
los que huyeron, de los quales fueron Cárcamo , Se una muy solemno procesión, é la ciudad tenía fe
ñor de Aguilarejo, é Bocanegra, que eran Caballe chos trece arcos triunfales de madera muy altos,
ros ciudadanos de los principales de Córdoba, y él cubiertos y emparamentados muy ricamente desde
mandó facer proceso contra el Marqués, é cerrado la puerta de Macarena por donde entraron hasta la
el proceso y visto por el Bey y por su alto Conso- Iglesia, y en cada uno estaba pintada ó por lelroa ■
jo, el Bey dio en él su sentencia definitiva, en la que una de las victorias pasadas habidas por el Roy Don
se contenían muchas cosas y cláusulas, diciendo Fernando, que era cosa maravillosa de ver, por de
quo morecia muorto, empero que por los servicios bajo do los quales arcos ol Rey y todos pasaron é
del Oran Capitán, su tio, se la reservaba, y conde fueron fasta la Iglesia, ó dendo se fueron á aposon-
nólo en destierro de Córdoba , que por toda su vida tnr á los Alcázares, é la mayor parte do la gcute de
no entrase mas en ella, é quitóle la tenencia de An- armas se fueron A aposentar á Alcalá de Gua-
teqtiera é todas las otras cosas é juros que tenia do dayra, é los ginetcs ú Alcalá del Rio, é á otros lu
la Corona Real, é tomóle las fortalezas todas de su gares de enderredor de Sovilla ; los mas do los ar
tierra, é puso alcayde por si en ellas, é mandóle que tilleros y escopeteros y gento do á pié quo venian
no entrase en sus tierras, y fuese desterrado de ellas, á la Suiza posaron en Utrera, y muchos so aposen
tanto cnanto fuese la voluntad de la Beyna su fija, taron de unos y de otros en Sevilla y eu Trian n.
i suya del, é mandó derribar la fortaleza de Monti- Luego el Rey ontendió en la gobernación do la
11a, donde el pesquisidor fué preso, por cuanto en Casa do Niebla é Medina, é envió á mandar á Don
ella fué fecha cárcel privada, é que nunca mas fue- Pedro Qiron, hijo del Conde do Urefia, yorno del
so reediñeada, é ansi fué luego fecho, que la derri Duque Don Juan, que no gobernase por ciertas que
baron totalmente por el suelo, y condenaron mas jas que de él tenia é informaciones, é porquo el
al Marqués en todas las costas que se habían fecho Rey traia en voluntad do tomar seguridad de la
en venir desde Burgos hasta acá con toda aquella casa de Niebla sobre los cercos de Oibraltar do que
gente á su causa, que montaron muchos cuentos de estaba escandalizado oontra ella, é por las vistas ó
maravedís. El Bey se sintió mucho del Marqués, ligas que en esta Andalucía habian focho cuando
porque tenia deudo con él y lo habia casado con su murió el Rey Don Phelipo, estando en la Italia ; ó
prima, hija de Don Enrique Henrriqnez ; y de otra traia ordenado de tomar rehenes en seguridad do las
parte estaba do él muy enojado por ciertas vistas é fortalezas de Vojor é Sanlúcar ó Huelva, é antes quo
ligas á quo se ayuntaron él é el Conde do Urefia, é viniese á Sevilla, las envió á demandar á Don Pedro
el Duque de Medina, é el Conde de Cabra, cuando Oiron, mandándolo que las entregase á Don Iñigo
falleció el Bey Don Fhelipe,á las cuales Don Luis de Velasco, Asistente de Sevilla; é Don Pedro do
Ponco de León , quo gobernaba la casa del Duque Oiron tuvo manera por no las dar, de velar á su cu
de Arcos, Marqués de Zahara, su hijo, aunque fué fiado el Duque de Medina que estaba desposado con
llamado no quiso ir: do las qualos vistas se publicó en hermana, ó dosque lo voló, dijo que el Duqiio era
quo ellos no eran contentos quo él volvieso á go casado, é que él ora sefior de lo suyo, que ú él so las
bernar lí Castilla, ó que si vieran tiempo é lugar é demandasen, é Don Ifiigo se volvió á Sevilla sin las
Be hallaran tan poderosos para ello, le impidieran la tomar; é como el Rey fué en Sevilla después que
entrada; é de todas estas cosas el Rey tenia infor envió Don Pedro Qiron que no gobernase, le envió A
mación, é de que vino en esta Andalucía, se infor- llamar á él é al Duque su cufiado il Medina, donde es»
736 CRÓNICAS DE LOS REYES DE CASTILLA.
taban, los quales dilataban en la venida, ó no que fueron sobro Niebla, é una madrugada la entraron
rían venir hasta qao por ciertas penas que el Rey les mil y quinientos hombres do aquellos suizos, é la
puso, ovieron do venir y parecieron auto ol Rey. E metieron á sacomano, ó robaron cuanto en ella La
el Rey recibió muy bien al Duque, y no quiso hablar bia, é el Alcalde de Morcado entró con ellos, ó pren
á Don Pedro Girón, y luego entendieron en los ne dió los Alcaldes y Regidores de la villa, é ahorcó
gocios, y el Rey desterró á Don Pedro Girón, y le seis hombres de ellos, porque rebelaron al manda
mandó que se fuese de la ciudad, y mostró muy miento del Rey, é desque esto vido el Alcayde hizo
buen gesto y semblante de amor al Duque ; y de su partido y dio la fortaleza al Rey ; y la gente de
esto ovo gran zelo Don Pedro Girón, porque vul la suiza que son los peones, que entraron en la villa,
garmente se ducin que porque el Duque y el Conde se volvieron á Utrera todos, cargados de robo, y al
de Urefia habian fecho aquellos casamientos que gunos que tomaron oro y plata en gran suma, f ué-
trocaron hijo y hija por hijo y hija, con intención ronse huyendo con ellos, que nunca mas parecieron.
de liga y parcialidad, sin licencia de la Corona E siendo la villa de Niebla robada y afrentada, é
Real, de lo que á la Corona Real le venia daño é in desventurada, é muchos vecinos de ella perdidoa
conveniente, que él requería descasar al Duque, pues para siempre sin remedio, é muchas mugeres infa
era muchacho, é no de edad para muger , é lo que madas, y no supieron por qué pecados les vino tan
ría casar con una su nieta, fija del Arzobispo de Za to mal ; el Rey puso Alcayde por la Corona Real, en
ragoza, y con este temor lo había sacado de Osuna la fortaleza, como había fecho en las otras fortale
el dicho Don Pedro Girón ; é siendo el Duque de zas, é dio el cargo do la gobernación do la tierra del
trece anos, é mozuelo endeble, lo llevó a Medina, é Duque, al Arzobispo ó á otros ciertos caballeros de
lo hizo velar con su hermana, é como el Rey lo la ciudad. Todo esto acaeció en el mes de Noviem
mandó ir de la ciudad, luego pensó lo que después bre de 1508 anos, estando el Rey Don Fernando en
hizo, y Don Pedro Girón se fué a las Cuevas esa no Sevilla.
che del dia que el Rey lo mandó ir, é el Duque dan
zó en el Palacio del Rey, é ovo mucho placer esa CAPÍTULO CCXVIII.
noche ante el Rey y la Reyna y las damos, y se des
pidió bien noche, y se fué á su casa. E estando toda Do Arcili.

la gente acostada é segura, salió Don Pedro Girón En este medio tiempo que el Rey estaba en Sevi
del Monasterio de las Cuevas, é pasó en un barco, ó lla, vino el Rey de Fez con mas do cuarenta mil
vino al _ Duque donde estaba en la cama, y fizólo le moros sobro la villa de Arcila , y como los christia-
vantar, ó fué antes que so acostase , é en fin lo dijo nos salieron ú pelear y defender la villa, los moros /
que había sabido que el Rey le quería cortar la ca les dieron tanta priesa, que volvieron & huir, é se
beza por lo de Gibraltar, é por otras cosas, que le metieron en la villa, y los moros á las vueltas con
convenia huir con la vida, é como quiera que ello ellos, é los christianos se retrajeron á la fortaleza,
fué él lo sacó huyendo á Portugal , é llevó consigo y ovieron harto que hacer en se defender en ella, ó
su ayo Juan Ortiz de Guzman; é [tal priesa dieron los moros robaron la villa, é la aportillaron toda por
al camino, que nunca los pudieron alcanzar, aunque muchas partee, ó tuvieron cerco á la fortaleza cerca
salieron de la ciudad por todos los caminos con asaz do quince días, desde el día de Todos Santos que
priesa y diligencia por mandado del Rey; y luego entraron en la villa, é tiráronle muchos tiros de
el Rey, visto esto, envió llamar á todos los Alcaydes lombardas grandes é chicos, en que le ficieron asaz
de la tierra del Duque, é vinieron todos, salvo el de daño, é la tomaran si no fuera por el Conde Pedro
Niebla, que no quiso venir, é demandóles las for Navarro que acudió con el Armada Real, que se ha
talezas, é todos fueron obedientes, é se las entrega lló en la mar de hacia Oran, donde el Rey Don Fer
ron, é puso en cada una de ellas el Rey un Alcayde nando le mandaba estonces andar. Eso inesmo so
por la Reyna su hija, é por si ; é envió á Don Iñigo corrió luego Ramiro do Guzman, Corregidor de Xe-
de Velasco, Asistente de Sevilla, á requerir á el Al rez , con gente del dicho lugar do Xerez y de Cádiz
cayde de Niebla , é no quiso dar la fortaleza , di y del Puerto, é el Rey socorrió con la gente de ar
ciendo que no podia darla sin mandado del Duque mas é ginetes desdo Sevilla, empero pararon los
su sefior, é el Rey envió á el Alcayde Mercado, para mas en Xerez, é en el Puerto, é en Lebrija, é algu
quo se la demandase por autos de Justicia', al qual nos posaron hasta allá, y cuando llegaron ya eran
tampoco le quiso dar la fortaloza ni la villa , antes los moros fuera de la villa, é alejados algo de ella
fizo cerrar las puertas de la villa y guardalla , y el que con el artillería de la armado Real de Costilla
Alcayde hizo sus requerimientos y pregones, y les dieron desde la mar y desdo la fortaleza tanta
asignóles tiempo á los Alcaldes y regimiento de la priesa, que ovieron de salir de la villa , y alejarse. '
' villa en que se ovieson de dar so pena de muerte, ó Dejaron la villa muy destruida y derribada ; de loa
al Común , eso inesmo, é el Alcayde á todos aperci christianos no mataron ni llevaron Bino muy pocos,
bió é asignó tiempo, lo qual todos pasaron, y desque porque se acogieron á la fortaleza, é como los rao-
esto vido envió á Utrera por la gente de pié que ros fueron fuera de la villa, luego los christianoa
andaban á la suiza, especialmente por los que ende dieron prisa en adobar é fortalecer la fortaleza, y
habian quedado, que muchos de ellos eran idos al el Conde Navarro ni los otros que allá pasaron al
socorro de A reí la, quo estaba cercada de mojos, ó socorro, so movieron de alli fasta que la dejaron de*
DON FERNANDO É DOÑA ISABEL. tófr
fetiBible, é ia gente dé armas é ginetes, y suizos que terla se comenzó á desembarcar, y & las diez del dia
no pasaron tampoco, no volvieron á Sevilla fusta estaban desembarcados, y se ficieron quatro esqua-
que la fortaleza de Arcila fué adobada , é le vino dronea de gente de mas de dos mil hombres cada -
gente de Portugal de refresco, ó quedó á buen re uno, toda la infantería ; la gente de á caballo no
caudo. E vuelta la gente del socorro, el Rey 6 su pudo tan nina desembarcar, y dábanse priesa é no
Corte se partieron para Castilla, y quedó el Gran con mucho concierto; y entre tanto el Cardenal des
Capitán en Sevilla, é dende á pocos (lias se fué en embarcó y entró en la Iglesia de Mazarquivir y
pos del Rey. El desbarato de Niebla acaeció mien hizo oración, é de allí fué á la ponada é comió nn
tras la gente era ida al socorro de Arcila, é todas es poco bien depriesa con harto cuidado , y desque ovo
tas cosas acaecieron en el dicho mes do Noviembre comido cabalgó on una muía, é un Frayle suyo con
del dicho aBo de 1508. él, en otra, que decian Fray Francisco Ruiz , é fue
ron todos los suyos con él a caballo, é armados, é la
CAPÍTULO CCXIX. Cruz delante, é salió al campo de los christianos é
santiguólos, é dióles á todos la bendición , é mandó
De la loma de Oran. mover las batallas, é mandó quo la gente de á ca
Mandó el Rey Don Fernando en comienzo de] ballo se pusieso en orden, que andaban mal ordena
nfio de 1509 ordenar y facer dos armadas; la una dos á causa del desembarcar, y los moros estaban
envió en favor del Papa, é por sn mandado á Ña puestos en forma para pelear y muy cerca , y en los
póles contra venecianos, porque estaban en algunas christianos habia harta tardanza en aparojarse, unos
cosas rebeldes al Papa, é no le querian dar las tier en ir tras la infantería , otros en desembarcar sus
ras que tenian de la Iglesia, é para esto porque no caballos é armas. E el Cardenal mandó poner guar
podia con ellos, invocó contra ellos al Rey do Fran das en unos llanos de sierra que atraviesan entre
cia, y al Rey Don Fernando ; é el Rey de Francia Mazarquivir é la sierra grande de Oran , que iban á
fué en persona, porque se le seguía interés, que diz combatir ; y esto proveido ya se hacia tarde, y el
que le tenian á él tomadas muchas tierras del Duca Cardenal asi por importunidad de algunos, como por
do de Milán, y el Papa fizo su ejército contra Iob sentirse cansado é flaco, se volvió A Mazarquivir, y
dichos venecianos por la tierra, y el Rey Don Fer dende alli peleaba muy fuertemente, como á su há
nando envió cinco mil hombres en ocho naos é ca bito y orden pertenecía, hincado de rodillas, y las
torce galeras ; é envió la dicha armada á su Reyno manos alzadas, demandando & Dios victoria, como
de Ñapóles, para que do alli estubiesen al manda hacia Moyscs cuando era caudillo de los Ajos de
miento y servicio del Papa, como adelante se dirá Israel', que oraba las manos alzadas, y cada vez
do lo que en este tiempo acaeció en Italia. que esto hacia vencían los fijos de Israel A sus ene
La otra fué bien aventurada armada para allen migos, é el Cardenal tenia sus atalayas amparadas,
de, contra los moros del Royno de Tremeoen, enemi ó cada hora sabia lo que se hacia en la pelea. Los
gos de nuestra santa feé Cathólica, y fué una muy moros tenian tomada la sierra y el paso y el agua;
hermosa y grande armada, y el Cardenal de Espafia, y eran primero hasta doce mil de ¡i pié é de i caba
Arzobispo de Toledo, Don Fray Francisco Ximenez, llo, é cada hora se allegaban mas sin el socorro que
frayle de la orden de San Francisco, hombre de san esperaban de Tremecen, é los christianos sacaron
ta vida y loables ezemplos, por facer servicio á el artillería é no toda ni aun mayor de nada, é con
Dios gastando de bus thesoros, quiso tomar el cargo aquella les tiraban é facían harto daño é otros esca
de la capitanía de esta armada, é el Roy Don Fer ramuceaban con ellos por las aldas de la sierra ; é
nando se la concedió, é fueron con él ciertos con ansi poco á poco los fueron retrayendo y cobraron
des, é nobles capitanes, é el Conde Pedro Navarro tierra fasta un pilar de agua muy fermoso donde
por capitán mayor do la armada Real, debajo de la toda la gente bebió é Be esforzó mucho ; é dende
capitanía del dicho Arzobispo, é recojieron la gen adelante al pié de lo mas agro , cabe unos higuera
te en Cartajena, é alli se embarcaron, y de allí par les y torres en bajo déla sierra, asentaron el arti
tió el Arzobispo con la gracia do Dios , con toda el llería, é do alli hicieron gran dafio en los moros é les
armada de naos é galeras, é fustas é navios en que pusieron gran miedo, é de alli pelearon con ellos é
fueron maB de ocho mil hombres de peles, de hom les tomaron la sierra por fuerza de armas, é mataron
bres de armas é jinetes, é infantería á la suiza, con muchos moros , é también recibiendo algún daño,
mucha y muy buena artillería y muchos manteni empero muy poco. E la sierra tomada, descubrieron
mientos, y todos de muy buena gana dé pelear con sobre Oran, é los moros comenzaron de huir hacia
los moroB, por servir & Dios y acrecentar su feé Ca Oran y pusiéronse todos en huida, é los christianos
thólica, é partieron del puerto do Cartagena en diez siguieron en pos de ellos sin orden y concierto, der
y Beis dias de el mes do Mayo, afio susodicho de ribando y matando cada uno como mas podia cor
1509 afios, Miércoles, con próspero tiempo é viento; rer , y ansí la gente de los christianos estendida,
c otro dia Jaeves dis de la Ascención do Nuestro Re parecía mucho mas de lo que era; y llamando á
dentor, llegaron ó tomaron puerto en Mazarquivir, Dios por valedor, é ó Santiago por capitán, los chris
é el Cardenal é los Condes é capitanes dieron forma tianos con tanta priesa siguieron á los moros, quo
de lo que con la ayuda de Dios otro dia Viernes de no los dejaron entrar en la ciudad, salvo muy po
bían facer; é otro dia antes de amanecer, la iofan- cos. El Alcayde moro acudió á su Alcazaba, y el
Cr.-IIl, 47
73Ó CRÓNICAS DÉ LOS IYES DE CASTILLA.
■ota Alcayde que había dejado, nunca pudo hallar podian hacer, porque á Domino factum asi iltud, ct
las llaves do la puerta para abrir, y ansí se hubo de t$t mirabile in oculta noitri», ect., quia mantu Domini
ir ¡ é los christianos tomaron las puertas de la ciu eral curn Mis.
dad y de ellos entraron por ellas, y de ellos escala Tenían los moros en Oran mas de sesenta piezas
ron los muros, é tomaron la oiudad, y pelearon algo de artillería y dos artilleros christianos, los quales
dentro, especialmente en las mezquitas y casas fuer ellos tenían para quemar, porque no habían hecho
tes. Algunos de los christianos siguieron por las bien unas piezas. Redimiéronse allí, y salieron hasta
huertas el alcance en pos de los moros que iban hu trescientos christianos que estaban cautivos : el al-
yendo con sus mugeres é haciendas, é retornaron los crebite é monición quo tenían de artillería, valían
moros sobre ellos, é mataron veinte y tres hombres. mas de tres mil ducados. La ciudad es grande y
E ya que estaba ganada alguna parte de la ciudad, muy gentil, y de muy singulares casas, todas de
las galeras llegaron por las marinas, y de la ciudad terrados, y muy espesas, y las calles angostas y de-
los moros les tiraban grandes tiros, y de las galeras fensibles; y la ciudad muy adarvada y defensible
tiraban á la ciudad, y de un tiro que las galeras ti está en puerto de mar y playa ; tiene muchas y muy
raron , derribaron la mejor pieza de artillería que buenas aguas, y seis paradas de molinos, é un ar
los moros tenían , con que les tiraban , é salió mucha royo que corría al rededor de la ciudad ; tiene tan
gente de las galeras por la playa, y escalaron y en tas y tales huertas, que parecen un paraíso; tiene
traron por un cabo de la ciudad , é tomaron el Al campiña y sierra la mejor que en España puede te
cazaba é toda la ciudad los christianos, antea que ner ciudad.
anocheciese. Murieron de moros é moras mas de
cuatro ó cinco mil, é fueron cautivos mas de otros CAPÍTULO CCXX.
tantos. Valió el despojo é cabalgada que Be tomó en
Oran , según decian , mas de quatrocientoa mil du De li batalla que ovleron franceses é venecianos.
cados; fué todo sacomano, é escala franca, que cada Sabiendo los venecianos que el Rey de Francia iba
uno fué señor do lo que tomó ¡ é ovo hombre que en persona sobro ellos , y el Papa por la otra parto
tomó mas de diez mil ducados, é los soldados, é los les daba guerra con su ejército é gente de guerra,
tambores traían las manos llenas de doblas de oro é contra la qual gente del Papa ellos no querían pe
las jugaban como si fueran blancas. E habia tantos lear, para su defensa ficieron é allegaron un gran
moros muertos por las calles, é por los huertos do ejército de gente de armas é de guerra, é pusieron
Oran , que no habia quien pudiese andar por ellas, on él por Capitán general al Conde de Petillano, é
hasta que los echaron fuera. después de él á Bartholomó de Albanio, un esforza
Ovo en esta tomada de Oran grandes milagros & do caballero; é estando en el Cremonés en vera da
misterios en este santo pasage, que ansí para la ida un gran rio que Be llama el Poo, estando con su
como para la vuelta , que el Arzobispo volvió, no ejército en campo por dofender la pasada al ejército
parecía sino que él llevaba el viento quo era me francés, ó creían que no pudiera pasar; éen la parte
nester en la manga, que tal cual lo queria, tal so lo por donde mejor se podía vadear tenían puesta el
daba Dios ; é ansí lo decian públicamente los mari artillería é gran guarda, é los franceses hicieron
neros ; y al tiempo de combatir la sierra , estando en tres puentes de madera en otra parte, muy grandes,
lo alto de ella roas de quince mil moros, pareció é echáronlos al rio en presencia del Rey, ó pasó la
sobre ellos una niebla negra que los cubrió, y es gente do armas, é de guerra, é el fardaje estuvo
tando claro el día sobre los christianos, salió un quodo que no pasó; é como lo capitanes venecianos
puerco jabalí muy fiero, y ovo quien dijo : á él , á sintieron quo la gente francesa pasaba, alzaron su
él que Mahoraad es, é corrieron tras de él é matá real , y por presto que se levantaron , ya era la ante
ronlo. guarda y caballeros ligeros de franceses con ellos,
E estando allí los moros sobre la sierra, vinieron de manera quo facían daño en la retaguardia de
multitud de buitres bolando, é anduvieron sobre venecianos donde iba el Señor Bartholomé de Al
ellos á vista de los christianos ; y aquel día al ver banio, el qual , viendo el daño que su gente recibía,
de los christianos é los moros, les pareció ser mayor envió á docir al Conde de Petillano que iba en la
día quo ninguno de los otros dias, é ansí lo confe delantera, que esperase para que juntamente ficie-
saban los moros, y algunos de ellos demandaron sen rostro, porque de otra manera se perderían, é
bautismo, de los que se tomaron cautivos. E al que maB voHa pelear que no ponerse en huida ; y
tiempo que la ciudad se tomó fueron vistos por al ansí se hizo, que volvieron sobre los franceses ó hi
gunos christianos dos arcos muy grandes y altos, cieron daño en ellos, é los retrajeron hasta donde es
como los arcos pluviales, é lo schristianos tuvieron taba la persona misma del Roy, y estonces el Rey
tan grande esfuerzo y osadía, siendo mucho menos esforzó su gente diciéndoles lo que en tal tiempo
que los moros , y tan de ligero escalaron y entraron convenia, y él mesmo entró en la batalla con ellos
la oiudad, y por tales cabos, haciendo de las picas de manera que se volvieron las batallas unos con
escalas, y unos de otros, que después de hecho, es otras, é la pelea fué bien reñida por ambas partes,
taban en si atónitos y maravillados cómo pudieron é los franceses eran muchos, é fueron vencedores, é
anbir, y probaban á subir y á escalar en la primera mataron mas de ooho mil hombres de los venecia
nianera, y era imposible el poderlo hacer, y no lo nos, é prendieron muchos, é fué preso el capitán
DON FERNANDO E DONA ISABEL. Í3d
Bartholomé Albanio con quatro ó cinco heridas, y el «Al Santísimo y beatísimo in Christo Padre Julio
Bey lo quiso ver, á le mostró mucho amor, y lo por la Divina Providencia, de la Sonta Romana
mandó curar con gran diligencia é los franceses Iglesia é Universal Sumo Pontífice ; Leonardo Lau
cogieron el campo donde ovieron muchos caballos, reano, Duque de Venecia, humilmente besando hu
é armas, é artillería, é otras muchas cosos, é comen mildes los pies.
zaron de señorear por allí, é tomar las tiendas que «Beatísimo Padre y Señor é Señor nuestro clemen
los venecianos tenían en campana. El Papa desque tísimo: muchas veces nos habernos esforzado por
supo esto en Roma, mostró mucho placer de ello, é cuantos modos y maneras ha sido posible, en espe
se ficieron en Roma muchas luminarias é otras se cial por nuestras cartas dirijidas á los Reverendí
ñales de alegría. simos Grimano y Cornelio Cardenales, é esas muchas
veces repartidas, de declarar con mucha humildad
CAPÍTULO CCXXI. y reverencio lo devotísima obediencia y voluntad
obseqüentísima que acerca de vuestra Beatitud te
De el ejército del Papa;
nemos, y también de notar la efectuol ejecución
Antes de lo susodicho, quiso nuestro señor el por nos puesta en el restituir todas las ciudades y
Papa Julio Segundo justificarse con venecianos, lugares de Roma, suplicando ser restaurados y
contra los quales puso un monitorio penal, é des recibidos en gracia de vuestra Beatitud : creemos
pués su Santidad, no cumpliendo con él, envió su nuestros humildes ruegos y voces haber llegado á
ejército contra ellos, en que había nueve cientos vuestros santísimos oídos ; y como quier que vuestra
hombres de armas, é mil y quinientos caballos lige benignidad es grandísima con todo el mundo, ha
ros, é sois mil peones, estos pagados, sin la otra bernos habido esperanzas, esperamos nuestro ruego
gente de la tierra do la Iglesia; é principalmente haber sido oído; é porque aun de lo susodicho esta
pusieron cerco á Faonza, aunque primero tomaron mos en alguna incertidumbre , no bien en ello con
ciertos lugares allí cercanos ; y durante el cerco pa firmados , nos ha parecido por la presente á Vtra.
saron muchos reencuentros en que los venecianos Beatitud dirijida, sin buscar otros medios, con debida
ovieron gran daño, y en fin, la ciudad de Faenza y reverencia notíficalle nuestras suplicaciones. Sabe
la fortaleza se dieron al Duque de Velino, que era mos de cierto ser notorio á vuestro Santidad en que es
Capitán de la Iglesia en nombro del Papa, é habida tado é grado se ha reducido y constituido el Estado
esta victoria, luego se dieron todos los lugares co Veneciano. Remuévanso ya los entrañas de vuestra
marcanos; é la Ciudad de Ravena, que era de la misericordia ; miémbrese quo está aquí en la tierra
Iglesia, ovo dos bandos, el uno se levantó diciendo en lugar de aquél que es mucho misericordioso, el
Iglesia, Iglesia, y la parte contraria se retrajo á la qual nunca desecha de sí los que humildemente á su
fortaleza, y lo mismo hicieron en Aríraono, y el clemencia recorren, que si por ventura habernos
Cardenal de Pavía estaba allí por legado con el algún error cometido, la pena traspasó todo nuestro
ejército de la Iglesia, é los venecianos vinieron á él demérito; como quier que la pena ha de ser confor
& le demandar partida, que dejasen ir libres los me é igual al pecado, ya no queremos nuestros
suyos con sus bienes, é que ellos querían dejar ruegos justificallos, ni estar en justificación de ellos,
aquellas tierras á su Santidad y el dicho legado en antes confiándonos en la mucha benignidad de
vió la embaxada á el Papa, y el Papa para responder vuestra Santidad, la qual es inmitsdora de las pi
hizo congregación dos veces con todos los Carde sadas é doctrinas de aquel que sobre todos los otros
nales, é en fin, el Papa se contentó del partido de es dómente é misericordioso, séminos abiertos los
Aquello, é ansí se ovo de facer. Empero con todo eso, mansos oidos de vuestra Santidad , é use con nos
antes de acabado de concertar por parte de los ve presto de su misericordia ; miémbrese nosotros haber
necianos, se interpuso en Roma uní apelación de la sido útiles servidores algunas veces á la Santa Sede
Munitoria que el Papa dio contra ellos ad futurum Apostólica. Considere cuánto oro é sangre contra
Concilium , y también contra venecianos se publicó los infieles de vuestros venecianos ha sido derrama
con letras More enrice la excomnnion y privación é do. En fin, vuelva los piadosos ojos á aquella nues
interdicto, y todo lo demás que se contenia en la tra observancia é filial piedad con la cual en toda
Munitoria porque pasó el tiempo y no obedecieron tiempo habernos proseguido en qualquier estado y
ni cumplieron lo que mandó su Santidad. y causa á vuestro servicio; por todo lo qual no nos
podemos desauciar de recibir benignidad y gracia
CAPÍTULO COXXII. do vuestra Santidad; é así habernos obedecido con
tiempo é primeramente el monitorio de vuestra San
De codo los venecianos se humillaron y escribieron «I Papa.
tidad, como habernos fecho: la mesma mano que
Los venecianos, viéndose vencidos, é viendo que nos fizo la llaga , esa nos cure. Sea notificada esta
Jes era vano dar cozes contra ol aguijón, en tener nuestra obediencia á todoB los Príncipes christianoa
al Papo contra ellos, hicieron cuenta que toda la por letras é brebes de vuestro Santidad. Cesen ya las
christiondad del mundo era sobre ellos, humillá armas de christionos contra christianos devotísimos:
ronse y enviaron al Papa la presente carta deman de vuestra Beatitud, y de la Santa Sede Apostólica.
dando misericordia y piedad á su Santidad, en esta Todo lo qual como es conveniente al Vicario de Je-
manera; suehristo en la tierra asi esperamos, é con mayor;
740 CRÓNICAS DE LOS REYES DE CASTILLA.
esperanza y certidumbre estará en vuestra Santidad, hombres castrados, y salieron con él muchos moros
é tanto mas cuanto de grandeza de ánimo y zelo de é moras chicos é grandes de la ciudad, y fué el Rey
la feé excede á todos los otros. Nosotros no espera con toda aquella gente á parar quatro leguas de
mos ni deseamos otra cosa mas ardientemente de Bujía en una sierra, y allí hincaron sus tiendas, é
tornar en gracia de vuestra Beatitud é serville con les vinieron muchas gentes de moros en socorro, ó
todas las obras á nosotros posibles, lo qual todo lo se juntaron con él mucha gente en la ciudad, que
susodicho deseamos mas copiosa é abundantemente estaban por los campos, que morían de pestilencia.
esplicar en presenoia ó por palabras de nuestro Em El combate de Bujía se comenzó en amaneciendo el
barcador cuándo quier que entendamos' ser grato á propio dia de los Reyes que fué en Viernes, é tres
vuestra santidad. Sin medio á ello enviaremos. Dada horas después de salido el sol toda la ciudad fuó
en nuestro ducal palacio de Venecia á 2 de Junio ganada. Fueron los nobles Capitanes que con la
Indiciarte duodécima , de 1509 años. Gaspar, Secre gente de España la ganaron, el Conde Navarro,
tario.» Capitán general de la Armada, el Conde de Alta-
mira, el Conde de Santi-Esteban del Puerto, Rui-
CAPÍTULO CCXXIII. Diaz Maldonado, Comendador de Eliche, dos hijos
de Alonso Henriquez, Pedro Arias, Caballero de Se-
Déla toma de Bugla. govia, Diego de Ouzman, ó otros que no supe sus
Partió el Conde Pedro Navarro, capitán mayor nombres, los qualca todos por sub personas dieron
de la armada real de España de Oran , del puerto de sí buena cuenta como caballeros de grande es
de Mazarqnivir, el dia de San Andrés del año fuerzo.
de 1509, con 13 navios, é fuó derrotado á la isla Esto ansí hecho, luego el Conde envió un hijo de
Fórmente» que es despoblada , y está cabe Ibiza, y Alonso Henriquez á requerir á la ciudad do Argel
atendió y estubo allf hasta el dia de año nuevo, que está de allí catorce leguas, que se diese al Rey
primero de Enero, comienzo del año de 1510; é allí de España, y que le enviasen luego los cautivos
se llegaron hasta veinte y tres navios y galeras, y christianos que tenían , y los de la ciudad no osaron
de allf partieron con la gracia de Dios, y amane otra cosa hacer, y ansí lo hicieron, y alzaron luego
cieron el Sábado, víspera de los Reyes, sobre Bujía, pendones por el Rey de España, ó eso mismo hicie
y entraron quatro naos en el puerto y no pudieron ron otros dos lugares que estaban cerca de la mar,
entrar las otras hasta después de medio dia dos ho Tebelez y Dijar que también alzaron pendones por
ras. El primero que saltó de la nao en una barca ba el Rey de España. La ciudad de Bujía fué muy
tel para ver la disposición del puerto é de la ciu grande antiguamente, según parece por sus edifi
dad, fué el dicho Conde, y tras de él Diego de Vera, cios, é según de ella se dice, fué poseída é mandada
capitán de artillorfa, y mandó tirar de las naos á la de los Romanos, en el tiempo en que ellos señorea
ciudad, y tiraron, y asi mismo tiraban de la ciudad ban ; é dicen que en tiempo de su prosperidad , que
á las naos los moros con su artillería, y tornóse el había en ella cuarenta mil vecinos, é fué converti
Conde á su nao; y á la media noche fué fecho su da de la gentílica secta en christianos, ouando la
concierto. Salió la gente de la flota en tierra, é Asiría se convirtió, é ahora cuando se tomó dicen
ficiéronse en dos partes bien armados y aderezados, que era ciudad de ocho mil vecinos, y está toda la
y el Conde con otros Capitanes fueron á combatir población auna parte , porque la cerca de lo antiguo
por lo bajo de la ciudad, por la puerta de la mar, y es muy grande y tiene un castillo á la parte despo
la otra gente fueron por la otra parte de la tierra, y blada, que entra en la mar, para guardar el puer
entraron por una ladera de la ciudad vieja, que está to, que es una costa muy fuerte y de las mas inex
despoblada, y los unos por un cabo y los otros por pugnables cosas del mundo. Va desde el adarve por
otro, dieron tan gran priesa, é tan gran combate, é la misma costa bien cinco tiros de ballesta, que
con tan crecido esfuerzo y concierto, que escalando todo lo bate la mar, en que hay muchas torres con
la ciudad entraron y pelearon con los moros, de tal sus troneras y todas con sus lombardas, que tenían
manera que los vencieron é mataron ranchos, é los moros para defender su ciudad. Habia muchas
cautivaron é tomaron todo lo alto é bajo de la mezquitas en la ciudad, y la mayor bien parecía
ciudad milagrosamente, é ovieron allí el Conde y que fué Iglesia, que se hallaron en ella dos cam
todos los que con él fueron muy gran cabalgada de panas antiquísimas, enterradas; y una cámara da
muy infinito valor de moros y moras, y oro y plata armas antiquísimas, diferentes do las de ahora, en
y ropas de seda, y trigo, y cebada y acémilas y bes que habia armas para la cara, como máscaras ó ca
tias caballares y lanares y armas y artillería; y rátulas muy diferentes á las armas defensjvas de
ovieran mucho mas sino que el Rey se les fué é ahora, é habia porras de fierro. Estando el dicho
mucha de la gente de la ciudad por una puerta ó Rey moro Adurra-Amel asi huido con toda aquella
postigo qne estaba en tal lugar donde no se pudo gente, á seis leguas do Bujía, como dicho es, ha
esensar su ida por allí. Salió el Rey de Bujía lla biendo ya venido á Bujía gente de socorro fresca de
mado Adurra-Amel con su mujer legitima, hija del CerdefiaéM allorca, dejando la ciudad á buen re
Rey de Túnez, y con cinqfienta mancebas que tenia, caudo, el Conde Navarro partió para allá una noche
é con toda su casa y con muchos turcos que tenia, con cinco mil hombres no roas, para los saltear si
que servían & la Rey na y á las mancebas, qne son pudiera, y llegaron ú tiempo que todos los moros.
DÓN FRRNANDO é dona isabel: lií
Alfaquies 6 Almutanes llamaban al Zalá á muy El Conde Pedro Navarro en este tiempo, porque
grandes voceo, como quien llamaba á maitines, y Don García estaba en Málaga, dejó en Bujía gente
llegando á media legua de loa moros, y oyendo en lo maa defensible, é no mucha, porque morian
aquellas voces los christianos, pensaron que eran algunos de pestilencia, é fuese por la mar oon su.
sentidos, y descubriéronse y tocaron al arma y las flota y armada mirando donde podia ofender á los
trompetas, y los moros como oyeron y sintieron, moros, é esperando la armada quo iba y llovaba
ovieron lugar de huir, é huyeron, y los christianos Don Garcia de Castilla, é como se tardó él fué sobre
aguijaron é alcanzaron alguna parte de ellos, y Tripol de Berbería, como adelante se dirá,
mataron algunos, y cautivaron los que pudieron, é
entre muertos é cautivos chicos y grandes ovo CAPÍTULO CCXXIV.
seiscientos ó mas hombres é mujeres. Alli mataron
dos mancebas del Rey, una prieta y otra blanca, é De la toma de Tripol.
trajeron á Bujía trescientas vacas é doscientos ca El Conde Navarro con los otros nobles capitanes,
mellos, é otras muchas cosas y joyas é ropas, é o con la Real armada de España, fué sobre Tripol
murió alH el Monjuar, que era el mas privado y prin de Berbería, que era siendo de moros de quatro mil
cipal hombre de casa del Roy, y el que mas manda vecinos pocos mas ó menos, é muy fuerte é rica, y
ba eu el Reyno después del Rey. habiendo su consejo con los Capitanes del ejército
Este Rey Adurra-Amel no era natural Rey do y con la famosa y esforzada gente de España que
Bujía, salvo tenia el reyno por tiranta usurpado á iba en la armada, todos acordaron y fuoron confor
un sobrino en esta manera. Murió un Rey de Bujía, mes que la combatiesen el dia de Santiago con la
hermano do este Adurra-Amel, y dejó un hijo pe gracia de Dios é del Apóstol Santiago, á escala vis
queño llamado Muley de Abdala, y quedó Adurra- ta ; y asomó el armada Real Jueves á veinte y cinco
Amel su tio por tutor é curador, é después que se de Julio año de 1510, dia del Bienaventurado San
vido señor del [reyno, alzóse con él , pospuesto ol tiago Apóstol en esclareciendo á clara vista de 1»
temor de su conciencia, por cobdicia del reynar, ó dicha ciudad de Tripol, viniendo ya el ejército dos
llamóse Muley-Adurra-Amel, y mandó quebrar los dias habia fuera do las naos para mas presto saltar
ojos al Rey Muley- Abdala su sobrino con fuego, en tierra, é ya los moros habian visto la flota, y la
mandándolo alcoholar con un fierro caliente, y el habian descubierto el dia de antes, porque ya algu
que lo alcoholó ovo piedad do él y guardóle lo do nos dias habia que habian sido avisados y estaban
dentro de los ojos y alcoholóle de manera que no so apercibidos, por lo qual ellos tenían la oiudad bien
los quebró, é pegó los párpados de arriba con los de fortalecida y apercibida, allende que de si ella es
abajo y asi le quedaron los ojos pegados y sanos , é muy fuerte, ansí por tener la cerca muy alta é tor
no veia nada, y ansí lo tuvo mucho tiempo preso reada, como por la grande barbacana que tienen
é con guardas hasta que aquel dia que se ganó á con un fosado ó cava de que es cercada cuanto la
Bujía, é después de este desbarato, ovo lugar de mar deja de cercarla; y Iob moros tenían muy for
huir este Abdala y rogó á ciertos criados de su pa talecidas las puertas y las torres con macho tiros y
dre que huyesen con él á Bujía al Conde Navarro, artillería gruesos é menudos, é mucha munición de
é ansí lo trugeron , é traído lo abrieron y curaron los pólvora, y de todo lo necesario á modo de genove-
ojos ó vido é fizóse vasallo del Rey Don Fernando, ses, é deliberaron de combatir á escala vista el Con
6 comenzó do facer guerra muy cruel á los moros de é los Capitanes, no embargante toda su fuerza, sin
con otros sus parientes é criados de su padre, é dio- primero tirar con la artillería, aunque supieron que
ronle posada en el arrabal de Bujía. Esto asi pasa los moros que estaban dentro eran muchos y muy
do, acaeció una grando desdicha al Conde de Alta- armados, é habian de defender cuanto pudiesen su
mira , que mandó á un su criado armar una ballesta ciudad ó morir; é muchos moros de la comarca se
para tirar, é dándosela armada, soltó la ballesta habian metido dentro por salvarse, é por ayudar de
é dió al Condo la saetada por tal lugar que dende á defender la ciudad. El Conde y los Capitanes hicie
pocos dias murió alli en Bujía. Sabida por el Rey ron su gente dos partes, y comeozaron el combate,
Don Fernando la victoria de Bujía, hizo merced de y en tanto que combatía la una mitad á la ciudad,
la tenencia de ella á Don Garcia de Toledo, hijo del la otra mitad peleaba con los moros de á caballo y
Duque de Alva, é fizóle proveer de una armada grue de á pié que andaban por defuera en el campo, que
sa, la qual se juntó en Málaga desdo el mes de Abril acudieron muchos, asi por estorbar el desembarcar
del año do 1510 en adelante, y después de llegada como el combato. Quiso Dios Nuestro Señor poner por
la gente toda, tardóse mucho el dicho Oarcia en su infinita bondad tanto esfuerzo en los christianos,
embarcarse, y ostubo allí el dia de San Juan, y que', asi los que combatían la ciudad como los quo
lidió toros, é muchos de los que habian de ir en la defendían el campo, se dieron á tal recaudo, é pelea
armada, asi frayles como abades y legos, por la tar ron tan esforzadamente, que fueron vencedores, por
danza so volvieron, é no so bí se hizo esta tardanza manera que en dos horaB entraron la ciudad por fuer
porque supo ol dicho Don García que morían de za de armas tan esforzadamente, quo de cierto entre
pestilencia en Bujía ; en fin partió de Málaga con su los christianos que allí se hallaron hubo muchos de
flota y armada con siete mil hombres después de ha tanto esfuerzo, que de ninguno de los pasados es
ber estado en Málaga tres meses ó mas, forzados decir se podría si pudieron con tanto es^
742 CRÓNICAS DE LOS REYES DE CASTILLA.
fuerzo hacer mas : de loa qualea algunos murieron, García, ó pusieron su Alcáyde. E luego Diego da
que eran muy conocidos y amados de el Conde, de Vera, Alcaydo ó Capitán de Bujía se fué en pos del
que no pooa pena é dolor él recibió, por su ausencia dicho Don García, ó convocados llegaron juntos al
é por morir en tan santa demanda y dejar tan ma puerto de Tripol con quince ó diez y seis velas, á
ravillosa memoria. Con los otros que vivos queda donde hallaron al Conde Pedro Navarro embarcada
ron, consortes é semejantes á estoB, se consolaba y en el mismo puerto con toda la infantería , en que
daba infinitas gracias y loores á Dios Nuestro Señor habia diez mil hombres ; é ya el Conde habia tenta
y á la Virgen Santa María y al bienaventurado y do loa Algarves con ocho galeras é una fusta, como
glorioso Santiago. dicho es, y esperaba el tiempo para ir sobre ellos; y
Desque la ciudad fué entrada en otras dos horas, como llegó el dicho Don García lo recibieron muy
fué tomada toda é segurada matando é firiendo de bien, y con muchas alegrías é tiros é músicas en las
los infieles cosa espantable, que murieron sobre naos y flota, é el Conde y Don García entraron en
diez mil moros, á lo que de ello saber se pudo, é una barca muy bien ataviada, é fueron á ver la
fueron muchos cautivos chicos y grandes y muchas ciudad de Tripol. En esta vista se hicieron muy
mugeres, y tomada la ciudad con todas sus riquezas grandes alegrías y fiestas, y de allí tomaron agua
de oro, plata, seda, pasas, bestias y armas é artille las naos de Don García y de Diego de Vera, y de
ría, é trigo é cebada; é fué tanto, que no ovo nú ahí fueron todos á los Algarves, y llegaron Jueves
mero su valor, é fué bien repartido por los que lo noche, dia de San Agustín 28 de Agosto: otro dia
trabajaron y ganaron; salvo las personas de cauti Viernes mandaron los señores Don García é el Conde
vos que tomaron vivos, tomó el Conde para el Rey que todos desembarcasen las galeras é fustas, é
y para el gasto do la flota y armada. Acometióso otros bajeles pequeños, porque las naos gruesas no
el combato con diez mil hombres christianos é mu podían llegar con una legua á la torre que está tres
rieron diez mil moros, é murieron quatrocientos leguas del Castillo, á la parte del Levante, y así fuá
christianos. Fortalecieron la ciudad y ficieron á toda la gente desembarcada, y sin peligro y sin ver '
Diego de Vera , Capitán del Artillería, Visorrey ó moros; é allí fueron fechos siete escuadrones de
Gobernador de ella, é estuvo allí el Conde algunos gente, é duraron en desembarcar é facer los Escua
dias é el armada, fasta que vino Don García allí drones y ordenanzas fasta medio dia; y dieron la
desque fué de acá de España. delantera á Dionelo Coronel que le cupo por suerte,
Partió el Conde Pedro Navarro de Tripol con y adelante de esto escuadrón iba el Señor Don Gar
ocho galeras y una fusta é gente, por ver é mirar cía, con obra de setenta hidalgos gentiles hombres,
la isla é tierra de Algarves, que es aquende de Tri hijos de Señores de vasallos de Castilla que habían
pol en la mar Mediterránea, setenta leguas de Tri venido con él á le acompañar y ganar honra, todos
pol poco menos, en derecho de Tunes, é es vecina ¡i armados y á pié, y él á caballo; y así iban en pos de
la tierra de África, é muy cercana, por ver la dis estos todos los otros escuadrones en su ordenanza,
posición de la tierra, para ir sobre ella; y habia en y el Conde de uno en otro, cabalgando en un caba
la isla un Capitán ó señor de la tierra, Xeque que llo, proveyendo y dando orden en todo, y en los
ellos dicen, y era renegado que habia sido christia- tiros del artillería ; y fué tanto el sol y el calor que
110, al qual el Conde habló dulcemente é á los mas aquel dia fizo, que ardia como fuego, y el arena del
principales de la Isla que se diesen al Rey de Es suelo lo quemaba como ascuas de vivo fuego ; ansí
paña, pues ya veian que con ayuda de Dios toda que de este fuego y de la gran fatiga que los com
aquella tierra habia de ser suya; y en la isla , habia pañeros habían pasado, que habia muchos dias que
dos parcialidades, y respondió el Xeque que les diese estaban en la mar embarcados y muy mal proveí
plazo é que hablada con los de la isla y responde dos del comer y beber, y sobre esto fué tanta la sed
ría; y dióle plazo, y vino á rosponder en fin del pla que ovieron caminando en estas ordenanzas, que
zo, y dijo, yo soy con los que no se quieren dar sal como iban andando so caian muchos muertos de
vo defender, y con esto el Conde se volvió á Tripol sed y calor, que no habia agua donde bebiesen.
á su armada, la qual ciudad de Tripol está en dere Como el Conde vido esto mandó que calasen las
cho de Sicilia, en la tierra firme de África, y hay picas, é se fuesen su paso hasta el agua, ansí que
desde ella á Sicilia setenta ó ochenta leguas de mar fué tanta la sed y la desventura que cuando llega
é está mas adelante de Túnez al levante. ron á los palmares donde estaba el agua, los escua
drones ya por una parte unos y otros por otra, iban
CAPÍTULO COXXV. desbaratados, y ninguno quedó que fuese en orde
nanza, salvo el escuadrón de Don Manrrique, que
Cómo partió Don Garda de «Miaga. estaba en la retaguardia bien media legua dol pal
Partió Don García de Toledo, como dicho es, de mar. Y así que Don García y aquellos caballeros
Málaga, con cinco mil hombres en su armada, ó apor que iban con él delante , y el escuadrón de Dio
tó á Bujía para donde iba; y desque supo que morian nelo llegaron al pozo del agua, habia cerca del
en ella de pestilencia, no quiso él parar allí, mas pozo mas de quatro mil moros de á pié, y obra de
dejó allí cierta parte de la flota con tres mil hom doscientos á caballo, los quales se vinieron hacia
bres, é él fuese la vuelta de Sicilia: y luego aquellos los christianos, é Don García cstubo quedo diciendo
que allí dejó tomaron la posesión de Bujía por Don á los del escuadrón: aquí señores, á ellos: pensando
DON FERNANDO E DofÍA ISABEL 74Í..
qne iban allí tras de él siguiendo; metióse hácia los hombres de sed en loa navios: ansi que fué este un
moros, 6 cnando miró no vido tras de si sino los desventurado viaje, y de gran perdimiento.
caballeros hijos dalgo ya dichos; é los del escua Iban en la ilota del Conde diez mil hombres, y en
drón, como hombrea muertos de sed é de calor) mas la de Don Garcia cinco mil : ansi que acometieron
curaron buscar agua que no de pelear é no le acu la isla con quince mil hombres, salvo que no des
dieron, y los moros arremetieron con él, é él pelean cendieron todos en tierra, que quedaron todos los
do con ellos, lo mataron, y mataron con él á todos que eran menester para guardar la flota: murieron
los otros, 50 ó 70 hidalgos generosos que lo acom en la manera que dicha es, según todos decian, é
pañaban, que mas quisieron allí morir con él pe se pudo saber, mas de cuatro mil hombres ; perdié
leando como buenos, que no escapar hnyendo, per ronse muchas armas y artillería que les quedaron á
diendo el Capitán. Viendo que Don García era muer los moros.
to, el escuadrón so puso en huida y los coroneles
iban á paso huyendo buscando al Conde, y el Condo CAPÍTULO CCXXVI.
desque vido el desconcierto, comenzó de detenellos
diciendo: volved, volved las caras; é no los pudo De como el rej Don Fernando quiso pasar á allende, y de la
clama eonlra el Papa Julio.
detener, é desque esto vido, retrájose también él
hasta la torre: é quiso Dios que los moros siguieron Sabido por el Rey la muerte é desbarato de Don
muy poco el alcanza, escepto obra de setenta lanzas García, propuso pasar allende en persona, puesto
de á caballo, é ciento y cinqfienta peones que ata caso que ya lo tenia él muoho en cuidado y gana
jaron la gente á la salida de los palmares. Aquellos de pasar allende á hacer guerra á los moros, é de
mataron muchos christianos, y mataran muchos la muerte de Don Garcia recibió mucha pena y
mas, si quisieran, porque muchos habia perdidos y pensó con la ayuda de Dios vengarla, y mandó
sin tiento hasta venir al mar, y si no fuera por un aderezar una grande armada real, estando en Bur
¿scuadron de Jaimo Diaz quo estaba aun por salir gos, é so allegaron en Sevilla y en Málaga, y en
de la mar, que se tubo, mataran los moros muchos todos los puertos do la mar de esta Andalucía, y
mas christianos. Pedro do Laxan, viendo quo su es allegáronse infinitos mantenimientos de trigo, é.
cuadrón volvia las espaldas, se apeó de un caballo, cebada, é vinos ó quesos, é tocinos, é armas é todas
é con una espada comenzó do los tener, é nunca las otras cosas que eran menester, y embió por to
pudo; ansi todos huyeron hasta la torre, y muchos dos estos Reynos de Castilla, y por los de Aragón á
en el camino yendo huyendo, se cayeron muertos apercibir gente; é envió' al Rey de Inglaterra su
de sed, é se ahogaron de calor, que no ovieron re yerno, marido de su hija Dona Cathalina, que le en
medio; otros se tornaban locos, desatinados de calor viase gente con flechas y armas del uso de Ingla
é sed , é hacian locuras é se trasponían como muer terra, é le envió mil y quinientos hombres qne
tos, é se quedaban por aquellos arenales, y algunos vinieron en Cádiz, é él vínose á mas andar á la
que los mismos oompañeros los despojaban y deja Vandalucía, é entró en Sevilla en comienzo del mos
ban desnudos por muertos, é después con el frior de de Febrero año de 1611, y estando allí fizo pregonar
la noche tornaban en sí, é iban a las naos. Aquella guerra con los moroB de allende, que son en la
noche se embarcaron todos los que se pudieron em tierra de Africa. Y estando él ansí en Sevilla muy
barcar, y quedaron por embarcar quatro mil hombres, curioso é codicioso de pasar allende cada dia, enten
poco mas ó menos que daban tantas voces é gritos diendo en aderezar las cosas necesarias para el via-
pereciendo do sed, que era maravilla é gran dolor go, publicóse que en persona pasaba su Alteza, y
oir y ver, y muchos perecieron aquella noche. Otro asi era lo cierto, quo pasara si no ocurriera el impe
dia Sábado do mañana embarcáronse todos los quo dimento quo ocurrió, y los pueblos y ciudades reci
habia vivos, quo era cerca de quatro mil hombres y bían mucha pena, porque pasaba en persona por los
acabados de embarcar, fué tanta y tan grande la inconvenientes que podían venir en estos Reynos
fortuna que so revolvió en la mar do viento é ondas con su ausencia; y algunas ciudades le escribieron,
que todos pensaron ser hundidos, é duró desdo el especialmente la ciudad de Tolodo, é la de Segóvi a,
Sábado hasta el Mártee, é en el mismo puerto se é la misma ciudad de Sevilla, oada una su epístola,
perdieron muchas barcaB, ó de allí se partió el Con muy maravillosamente notadas, con muchos reque
de con mal tiempo á la vela, y aquella noche se rimientos, que no pasase en persona, sino que en
perdieron unos navios de otros, é corrieron fortuna, viase sus capitanes , é gente como hacian Iob roma
é unos aportaron á Cerdefia, é otros á Sicilia, é otros nos, y el Rey respondió á todos muy satisfaciendo,
á otras islas ó partes de la Italia, donde la fortuna que en todo caso con el ayuda de Dios él habia do
los echó. £1 Conde habia hecho recoger toda la pasar en persona. Y estando el Rey en este tan santo
gente y embarcar, como dicho es, asf la suya como propósito en Sevilla, le vinieron correos y cartas do
la del desdichado Don Garcia, é todos revueltos en la gran vuelta y guerra de la Italia, y como con el
unos navios é otros, corrieron la fortuna; é el Conde favor del Rey de Francia se habían levantado cier
volvió después de haber corrido fortuna allí al puer tos Cardenales, é el Duque de Ferrara, cismáticos, .
to de los Algarves, y estuvo allí, y de allí se fué á contra el Papa Julio por le amenguar é meter cis
Tripol con lo que quedó con él de su flota é de la ma en la Iglesia de Dios, é por le tomar é señorear
otra, donde aun en estas vueltas perecieron muchos las ciudades de su patrimonioj é eso mesmo se ha^
*44 CRONICAS DE LOS R YES DE CASTILLA.
bian levantado á rebelado algunos caballeros de la gos de la christiandad , y como toniendo para ello
Italia; y el Papa teniendo au ciudad do Bolonia que aparejada una muy gruesa armada, y ejército, con la
habia ya echado de ella loa tiranos Bentibollas, qual, modiante la ayuda de Nuestro Señor, según las
que se la tenian mucho tiempo habia por fuerza, el nuevas que estonces tenia de todas las partes do los
Rey de Francia con poco temor de Dios, ayudando Ínfleles, se esperaba que Be ficieran grandes cosas en
á los Cardenales cismáticos y al Duque de Ferrara servicio de Dios Nuestro Señor y on acrecentamien
y i otros tiranos, le dio favor y mucha gente de to de la religión christiana, nuestro muy Santo Padre
franceses, con que cercaron la dicha ciudad de Bo me fizo saber que le habian tomado la ciudad é
lonia, é la combatieron, é la tomaron, y el Papa se Condado de Bolonia, antiguo patrimonio de la San-
retrajo á Roma, que no estaba muy lejos de la dicha ta Iglesia, y que algunos procuraban de poner cis
ciudad. Y el Papa tenia ordenado de hacer un Con ma en la Iglesia, exortáudome y requiriéndome que
cilio, y los Cardenales cismáticos ordenaron de ha por lo que la Serenísima Reyna mi muy cara y
cer otro con favor del Rey de Francia, en Pisa, di amada hija y yo debemos á Dios Nuestro Señor y á
ciendo que querían deponer al Papa, é hacer otro la Santa Iglesia quisiese tornar por la defensión da
Papa á uno de los dichos Cardenales cismáticos ella ; á causa de lo qual me fué forzado dejar la di
llamado Don Bernardino de Carbajal, español é cas cha empresa contra los infieles, y deseando que las
tellano, quo querfa mal al Papa; en manera que se dichos cosas de la Iglesia se remediasen sin armas,
revolvió en Italia muy gran cisma contra el Papa procuré juntamente con el Serenísimo Rey de In
y contra la Santa Madre Iglesia; y el Papa envió glaterra, nuestro muy caro y muy amado hermano y
al Rey Don Fernando en Sevilla, y á todos los otros hijo, que se BBCUSase la dicha cisma, pues su Santi
Reyes christianos, que le socorriesen y ayudasen á dad tiene convocado Concilio general paro bien
destruir aquella cisma mal aventurada que se habia y reformación de la Iglesia , y sin cisma, y asi mis
levantado, é enviasen favorecer la Santa Iglesia ino procuré que á la Iglesia le fuesen restituidas las
Romana ; y el Rey Don Fernando como cathólico tierras y patrimonios que le han sido ocupadas ; y
chrístiano y hijo obediente de la Santa Madre, lo habiéndolo trabajado cuanto á humano ingenio é
uno por la socorrer y ayudar, y lo otro porque vido fuerza, é por todas las vías y maneras que han sido
mudada la disposición del tiempo para pasar en posibles, é habiéndose justificado la causa por parte
Africa por caso de la dicha cisma é guerras, ovo de su Santidad muy enteramente, é no se pudiendo
de dejar la posada de allende, aunque los navios haber acabado la dicha restitución se ficiese, ni qua
, estaban á punto, y los mantenimientos llegados, é se aporten do procurar lo dicho cismo en lo Iglesia
muchas gentes de los que habian de pasar, ya veni de Dios, oyendo los clamores del Vicario de Jesu-
dos é partidos de sus tierras para pasar, é hizo sa christo y de la Santa Iglesia Romana nuestra Madre,
ber á todos la gran necesidad é impedimento por quo que con mucha instancia nos enviaron á demandar
se dejaba la pasada de allende. La dicha ciudad de ayuda para su defensión : y conociendo la mayor
Bolonia que es Cámara del Papa, tomaron los fran obligación que todos los Príncipes christianos tune
ceses á diez dias del mes de Mayo del dicho año mos, que es la defensión de la Santa Iglesia Roma
de 1511, y en pocos dias lo supo el Rey Don Fernan na nuestra Madre, quo con mucha instancia nos de
do, y tuvo cartas del Papa para impedir la dicha pa mandaron ayuda , nos habernos declarado pública
sada de allende, estando en Sevilla, de lo cual fué mente con Su Santidad para defensión de la Igle
muy mucho enojado, é ovo de mandar despedir las sia y recobramiento de las tierras que le han sido
gentes: y en este tiempo aportaron en Cádiz mil y ocupadas, y para trabajar de esousar lo ocosion de
quinientos hombres flecheros ingleses, y hombres la dicho cisma : por ende yo ¡vos ruego y encargo
de armas, que el Rey Henrrique de Inglaterra, yer que pues veis quo esta es la mayor é mas árdua é
no del Rey Don Fernando, le envió para la dicha justa causa do las quo se pueden emprender on fa
guerra, á los quales envió el Señor Don Juan do vor de la Iglosia é de la christiandad, é á esto mas
Fonseca, obispo de Palencia, á los despedir é pagar especialmente son obligados los eclesiásticos que
el sueldo á Cádiz, á los quales despachó para que se otros, queráis rogar en vuestros sacrificios y ora
oviesen de volver quince dias ó veinte del mes de ciones á Dios Nuestro Señor, que por su clemencia
Junio del dicho año. El Rey se partió de Sevilla en quiera escusar y remediar la cisma que algunos
21 dias de Junio, é no paró hasta Burgos, donde es quieren poner en la Iglesia, y dar victoria á la Igle
taba la Reyna Doña Juana su hija, y de allí trabajó sia é á los que habernos tomado la defensión de ella,
por cuantos modos pudo por esousar la cisma, y de ordenando que de aquí adelante , tanto cuanto du
allí escribió al Dean y Cabildo de la Santa Iglesia rare la dicha santísima empresa, so haga plegaria é
de Sevilla la presente carta. oración particular cada dia, y tañan á ella las cam-
pauas á la una , después do medio dio por lodo ol
EL REY. pueblo generalmente, para quo Dios Nuestro Señor
«Venerables Dean y Cabildo de la Santa iglesia de quiera escusar la dicha cisma y dar victoria á la
Sovilla : ya sabéis como por servicio de Dios nuestro Iglesia. De Burgos á 6 de Noviembre, año de 1511.
Señor y ensalzamiento de nuestra Santa Fée cathó- — Yo el Rey.—Por mandado de Su Alteza, Miguel
lica, estaba determinado este verano pasado de ir Pérez de Almazan,»
en persona á la empresa contra los Ínfleles cnemj-
DON FEBNAND' É DONA ISABEL. ' .745
la christiandad, como porque siempre fuisteis muy
CAfr.TULO CCXXVII. obediente hijo á la Iglesia romana, y asi mesmo
porque de ningún otro Principe mas ha sido ayu
Del Breve que el Tapa Jallo segundo envió al Rey Don Fernando dada la dignidad eclesiástica y la Magostad Ponti
i Burgos. ficia, ni se espera que de otro será mas favorecida:
Estando el Rey Don Fernando en Burgos, vino por tanto, Su Santidad me ha enviado á V. O. M.
A él un venerable Doctor llamado Guillermo Caza para que yo de su parte le notifique que en el mes
dor, é se envió por el Papa Julio II por Embaxador de Abril, primero que vendrá, se comenzará en Bo
é Nuncio á le notificar por un Dreve é copia signa ma en el palacio Lateranense el Concilio general ya
da de la Bula, é sellada de la convocación del Con convocado por su Santidad; y rogase así mismo de su
cilio general que su Santidad tenia convocado en parte á vuestra Cathólica Magostad que ansi mesmo
Boma en San Juan de Letran : al qual Nuncio Su como otras veces, por su benignidad ha defendido
Alteza mandó honradamente recibir, é quando le la dignidad de la Sede Apostólica, y para la defen
fué á besar las manos y á presentar el dicho Breve, sión de ella algunas veces apercibió muy grandes
le suplicó le quisiese mandar dar pública audiencia ejércitos, por consiguiente ahora también, por la su
para decir su embalada, é Su Alteza se lo otorgó, é acostumbrada piedad cerca de la religión , quiera
luego el Domingo adelante, que se contaron 16 dias dar como bueno y esforzado defensor de Chrielo
de Noviembre, año susodioho de 1511 , é la hora de todo el favor oportuno para que esto Concilio gene
las ocho de la mañana fué Su Alteza á la Iglesia ral sin cisma y sin escándalo, mas antes oon temor
mayor, acompañado de muchos Prelados y Grandes y celo de Dios todo poderoso y de la religión chris
é Señores de este Beyno, y de muchos de su alto tiana sea celebrado ; así porque el pueblo chris-
Consejo, é de Caballeros é de otras personas de Cór- tiano claramente sepa la religiosa intención y legí
tes, é allí se llegó gran muchedumbre de pueblo, y timas escusaciones do Su Santidad y de quien haya
luego se comenzó una Misa muy solemne, al medio sido impedida en estos bus santísimos propósitos, co
de la cual al tiempo que suelon predicar, Su Alteza mo porque sea manifiesto cuán provechosa y necesa
so levantó de su silla, y el dicho Nuncio, presentan ria sea á la christiana religión la celebración deste
do su Breve en presencia de todos, al cabo propuso Concilio, y cuán pestífera y peligrosa á la salud do
en latin una muy solemne oración, la qual, en nues las ánimas, la división y riesgo do ella que. á Dios
tro común hablar castellano es esta que se sigue : plegua quitar. Suplico á V. M. que mande leer on
«Entre los otros cargos del Pontificado de nues este venerable templo de Dios en alta é inteligible
tro muy Santo Padre Julio, Papa segundo, después voz el Breve Apostólico de Su Santidad, que pre
do su asunción, de dos cosas principalmente siem senté á V. C. M. con toda su Beal Corte, á la qual la
pre tuvo mucho [cuidado Su Santidad, invictísimo Sede Apostólica envía salud y su bendición, etc.»
y calhólico Principe. Lo uno que V. A. de continuo
ha incitado, conviene á saber, que se hiciese la ex Lo que dijo al Arzobispo de Toledo Cardenal.
pedición contra los malvados turcos , que ha tantos «A vos, Reverendísimo Prelado, Arzobispo de To
años quo tienen ocupados tantos roynos y provin ledo, Cardenal de España, Prelado de la Santa Ma
cias do los christianos ; lo otro quo fuese celebrado dre Iglesia ; asi como estáis colocado cabe el Sumo
concilio general para las ocurrencias de la religión Pontífice Vicario de Christo por vuestros mereci
christiana, y para la reformación de las costumbres mientos, y por acrecentamiento de la Fé Cathólica
y de las otras cosas necesarias de ella; á cuya causa habéis guerreado contra los infieles tan religiosa
Su Santidad ha procurado de continuo con los Prin mente, ahora por consiguiente no dejéis de pelear
cipes de la christiandad. Pero viendo de una guerra por la Iglesia Romana, ni defender la unión de ella
y contienda nacer otra, no solamente en los Prínci y venir personalmente á la celebración del Concilio,
pes temporales por sus entrañables odios y por in según especialmente sois llamado.
ducimiento del diablo, le pareció no se poder jamas tiAsí mismo, vosotros Prelados Arzobispos,'que sois
hacer ningún aparejo de guerra contra los muy in firmísimos pilares de la Santa Madre Iglesia y siem
flóles y crueles si primero no fuesen remediadas las pre fuisteis aparejados siendo necesario derramar
semejantes guerras y contiendas por via del Conci la propia sangre por la feé de Christo, y por la
lio general, para que de esta manera apaciguadas y unión de los fieles ; de parte de Su Santidad sois
del todo quitadas de común consentimiento y con convidados á estas santísimos y necesarias bodas,
sejo de todos los Príncipes déla christiandad, se á la celebración de las quales iréis en su tiempo y
hiciese aquella santísima expedición, por la qual Su lugar personalmente si pudiéredes, y si nó envia
Santidad determinó de convocar y convocó el Con reis personas en vuestro nombre.
cilio general ; y por que entre todos los otros Prín »Y vosotros también Grandes , Señores , Duques,
cipes de la religión christiana, ninguno tieno mayor Marqueses, Condes, y otros Nobles varones y vir
nmor y afición que vuestra Cathólica Magostad , ansí tuosos Caballeros, así mismo varonilmente en favor
porque después que comenzasteis a reynar, ninguna de la fé con vuestro Cathólico y glorioso Bey, ha
otra cosa mas habéis procurado que de ampliar y béis habido triunfo y vencimiento de los infieles, así
acrecentar la religión christiana, según lo demues agora por consiguiente tomad armas como fieles
tran tantos reynos é ciudades por vos restituidas á Caballeros de Christo para defender la unión de la
746 CRÓNICAS DE LOS BEYES DE CASTILLA.
Iglesia Romana nuestra Madre , y reformación de Bomana Iglesia , entraron con Nos en Bononia, ecep -
loa fieles de ella, y defenderla y ayudarla esforzada to cinco Cardenales , los quales teniendo mal pen
mente, y seguid con buen ánimo á vuestro Rey Cu- samiento en sus corazones, fueron por otro camino
thólico, ol qual yo he invocado , é rogado por parte á Florencia ; y como quier que fueron por nuestra
do Su Santidad, quiera tomar á cargo la defensión parte, asi por Nuncios como por Letras requeridos
de la Sede Apostólica como espero que hará: lo para que viniesen á nos y estuviesen presentes, y
qual, si ansi lo hiciéredcs, que yo no desconfio, con juntamente con los otros Cardenales á las delibera
seguiréis por ello entre Iob fieles de Jesuchristo glo ciones de las cosas pertenecientes de la dignidad do
riosa fama y nombre perpetuo, y de la Sede Apos la Santa Sede Apostólica, no vinieron ; mas fueron á
tólica gracia quo en su tiempo no vos podrá faltar, é gran priesa y furtivamente por manera de decir á
de Dios todo poderoso convenible galardón; por Pavia, y de allí á Milán, ó puesto que su mala in
cuya ley guardar, Nuestro muy Santo Padre siempre tención émal ánimo se pudieran conocer por muchos
está vigilante, el qual sea bendito por siempre ja indicios, con todo jamas fueron por nos culpados ni
más amen.» por escrito ni por palabra, porque nunca pensamos
Oyda la dicha oraoion ó habla, Su Alteza mandó que habiau de ser tan menguados do consejo que
al Reverendo Obispo do Oviedo, Don Valeriano Vi- tuviesen pensamiento de se apartar de su cabeza, ni
llaquiran, del su Consejo, que estaba presente, le rasgar la vestidura del Señor, indivisible, sin costu
respondiese en latin brevemente, la respuesta del ra, é traer la cisma, tan dañosa en la Santa Iglesia da
cual tornada en romance es la siguiente : Dios, que por cierto habian sido de nos benigna y
«Con cuanta humanidad y atención su Cathólica honradamente tratados, y por la mayor parte acre
Magestad haya oido vuestra embazada, é con cuan centados, mas á todo se atreve la codicia é la cie
ta obediencia é devoción haya recibido el Breve ga é abominable ambición : atreviéronse con poca
Apostólico por vos presentado, no serla á mi fácil temeridad, no teniendo para olio ninguna facultad,
decir, mas el fin del negocio, placiendo á Dios, cada á convocar Concilio general, ni en lugar ni en tiem
dia lo mostrará. Manda Su Alteza que ansi lo por po conveniente, é citarnos para él; con este llama
vos elegantemente dicho, como lo que en el Breve se miento usaron malamente desvergonzada mentira
contieno, no solo á S. M., á los Prelados y Grandes por cuanto afirmaron tener poder do tres Cardena
que están presentes, mas á toda la Corte y á todo el les, Iob quales ni dieron para ello ni poder ni con
pueblo como lo pedís sea manifiesto, subiré al pulpi sentimiento, incitados según parece por el Rey Luis
to y allí lo que pudiere trabajaré de lo declarar. de Francia, christianissimo, el qual, olvidándose del
i Aguzad los oidos egrojio Doctor, é Nuncio meri- nombre y del oficio de los christianisimos sus pro
tísimo, ó lo que oyeredes, reponedlo en el armario de genitores, nos quitó la victoria del dioho Alfonso con
vuestra buena memoria, porquo después de la prós tra la anos dada por ol dicho Alfonso, y apartó á Bo
pera jornada lo podáis relatar á Su Santidad. Pros nonia, excelente oiudad iumediata, sujeta á la San
pero Dios á los quo desean obedecer la Sede Apos ta Romana Iglesia, alcanzando de si toda piedad ó
tólica y tener y guardar la feo sin mancilla, conser religión, é la tiene ocupada con muoha gento da
var y favorecer la única y Santa Iglesia. Amen.» armas, y la defiende so color y titulo de protección,
según ellos dicen, y amenaza también de cercar é
El dicto Brete vuelto de latín en romance decía aii: destruir otras ciudades de la Iglesia, si no hacemos
JUAN PAPA SEGUNDO. con ella paz que él qusiere, desech ando todos los otros
Royes y Principes de la Iglesia y christiandad. Por
Christianfsimo en Christo filio nuestro, salud y cierto, Nos somos aparejados do abrazar la paz, ó
Apostólica bendición. El ano pasado como Alfonso siempre se la ofrecimos, olvidando todas las inju
Estense, quo ora duquo de Forrara, se ovícbo enso rias y daños rocibidos con toda aquella paz que
berbecido , ó alzado los cuernos contra non é la San convenga á la dignidad de la Sede Apostólica, y
ta Sede Apostólica, cuyo feudatario é vasallo es, é que no nos aparte de la caridad y amistad de log
después menospreciando nuestras monioiones, le hu otros Principes de la christiandad, y que ponga fin
biésemos pribado consistorialmonte dol dicho Du á la destruicion y guerras de Italia é que no tarde y
cado, ni por ello diese ninguna señal de obediencia, dilate la espodicion contra los malvados turcos, y
acordamos de ir á Bononia para que do aquella ciu otros enemigos de la salutífera Cruz, que ha tanto
dad mas cercana, trajésemos al dicho Alfonso á la tiempo que Nos procuramos y deseamos. Si otra paz
verdad y debida obediencia, ó librásemos tan exe- quiere de nos sacar, parece que no busca paz mas
lente ciudad nuestra de su tiranía para lo qual vues antes, so nuestra sombra, quiere ensanchar su Se
tra Cathólica Magestad, habiendo sido pomos reque ñorío en Italia. Dios y todo el mundo saben habe
rido, envió on nuestra ayuda trescientas lanzas grue rnos eniploado todo ol tiempo de nuestro Pontifica
sas : también entonces mandamos á los venerables do en reconciliar entre si los Reyes é Principes ca-
hermanos nuestros Cardenales de la Santa Bomana thólicos que estaban diferentes en recuperar asi
Iglesia, que para recuperación de tan grande ciudad el Patrimonio de San Pedro, y en restaurar las ciu
fuesen con nos y nos acompañasen , é siguiesen , lo dades y otros lugares ocupados, como en el apercibi
qual casi todos obedientes é prontamente hicieron, miento de la armada para tan santa ospedicion, da
porque siguiendo Nos por los ciudades do la Santa lo qual "vuestra (Catuólica Magestad es buen testigo,
DON FERNANDO É DORA ISABEL. 747
el qual por nuestra continua estación con el mismo por ella é por su defensa y amparo su Real Perso
Bey de Francia que estaba diferente, sobre grandes na y estado, con las de sus naturales é subditos,
cosas, hizo paz, prometiéndonos de venir muy pron trabajando cuanto posible sea que la Iglesia no sea
tamente en la tal espedicion con todas la fuerzas de dividida, ni lacerada, ni destruida de su patrimo
sus reynos. Vedes ahora aquel Rey, que usa renom nio, y que le place y es contento, como ya lo ha
bre de christianisimo , y que quiere ser llamado comenzado, de tomar las armas por ella, para esto
principal hijo déla Iglesia, la destruye y ordena y para que el general Concilio agora por Su Santi
de Nos hacer violencia. Los Cardenales cismáticos dad convocado se célebre quieta y santamente sin
urden de envolver toda la chrístiandad de errores, las cisma y sin escándalo, lo cual Nuestro Señor quiera
quales cosas habernos visto por cartas do nuestro encaminar á su santo servicio y al bien común de
Nuncio, y oido á nuestro Embaxador que estaba en la Religión Christiana, porque después de celebrado
nuestra Corte, servos muy graves y muy molestas ; haya efeoto la espedicion y justa guerra contra los
por ende, hijo carísimo , y muy verdadero , levan infieles, que por S. M. es ó ha sido tan deseada, y
taos para defender á nuestra muy Santa Madre Igle fuera en obra por su parte puesta, si estos impedi
sia, destruir los consejos de los cismáticos, de los mentos y presentes calamidades no lo hubiesen im
quales dos, por nacimiento, son subditos de V. M., pedido y estorbado.»
porque por esto conseguiréis no menos alabanza que En acabando de docir el Obispo, el dicho Nuncio
por las otras escolontisimas cosas por vos hechas por so fincó las rodillas en tierra, alzando las manos al
la exaltación de la fé cathólica. Vuostra Magostad cielo y dando á Dios loores y alabanzas por haber
sabrá de nuestro caro hijo Guillermo Cazador, Audi hallado en su Alteza tan cathólica respuesta, tanta
tor de causas del Sacro Palacio nuestro Capellán, Nos afición y devoción á la Santa Iglesia Romana nues
haber convocado Concilio General en San Juan de tra Madre, en nombre de la qual se lo regraciaba y
Lotran con deseo de concluir la espedicion general le suplicaba le quisiese dar las manos por ello para
contra los malvados turcos, é los otros enemigos de se las besar; é su Alteza le mandó levantar, ó no se
la Fée christiana, á la qual rogamos y exortamos en los quiso dar. El dicho Obispo de Oviedo comenzó
el Señor queráis proseguir con aquel zelo que habéis su sermón tomando por fundamento las palabras de
aborrecido la cisma, é amonestéis é induzcáis ¡i San Mateo en el capitulo IX quo dice: Subió Jesu-
nuestro amado hijo Francisco, Cardenal de Toledo, y christo en una navecilla y navegó; el qual Evange
á los otros Prelados de estos Reynos cathólicos, para lio era do la Dominica que la Iglesia rezaba. Echó
que vengan á este Concilio que será tan saludable un Bolemno sermón on favor de la fée é unidad de
á toda la República christiana, y le deis libre licen la Iglesia, loando el propósito do Nuestro muy Santo
cia y seguro posage, sobre lo qual todo hablará mas Padro cu la convocación del Concilio, para tantos
y seguro con V. M. el dicho Guillermo, al qual vos bienes quantos Dios mediante do él bo esperan se
plega dar fée. Dada en Roma, en San Pedro Sub guir, fizo fin dando su bendición, y de allí acabada
annulo Piscatorit. Ultimo de Julio de 1511, y en el la misa, su Alteza se volvió á bu Real Palacio acom
Bfio octavo de nuestro Pontificado.» pañado do los de su Corte.
É luego allí el dicho Obispo se subió en un pul
pito, é antes de comenzar su sermón, en alta voz CAPÍTULO CCXXVIIL
leyó los traslados del dicho Breve y de la dicha
Oración del Nuncio, y consultada primero la res Del monstruo que parid una monja en Rlvenj.
puesta con su Alteza, por su mandado la dio, ende En la ciudad do Ravona, en la Italia, acaeció el
rezando bu habla al dioho Nuncio, diciendo las pa dicho año de 1512, antes un poco do la batalla de
labras siguientes : Ravena, que una monja parió un monstruo espan
«Lo que su Alteza responde al Breve de nuestro table; conviene á saber, una criatura viva, la cabo,
muy Santo Padre y á Vuestra Embaxada, Reverendo za, rostro y orejas y boca y cabellos como de un
Señor Nuncio, es que su Alteza ha comunicado este león, y en la frente tenia un cuerno como hacia
negocio con muchos Prolados y Grandes de estos arriba, y en lugar de brazos tenia alas de cuero
Reynos y que su Alteza por si, y en nombro de la como los murciélagos, y en el pecho derecho tenia
Serenísima Reyna de Castilla, su muger amada, y una señal de un Y griega, ansí Y ; y en medio del
de todos sub vasallos y subditos, y umversalmente pecho tenia letra tal X, y en el pecho izquierdo te
de todos bus reynos é señoríos besan la mano á Su nia una media luna y dentro una V de esta cohura,
Santidad por el cuidado y solicitud que tiene y ha V. De lo que significaban estas letras y media luna
tenido del buen regimiento, gobernaoion y refor diversas opiniones y juicos ovo entre las gentes.
mación de la Santa Iglesia á él encomendada, y Tenia mas debajo de los pechos dos bedijas de pe
por el deseo con qno siempre procura la paz y uni los; tenia mas dos naturas, una de másculo y otra
dad do la chrístiandad, y es muy contento por si y do femina, y la del másculo era como de perro, y la
por olla y por sus Reynos y señoríos do onviar al de femina era como do muger, y la pierna derocha
Conoilio Latcranenso, que Su Santidad convoca, los tonla como do hombro, y la izquierda tenia, tan
Prolados y personas quo lo paroccrá convenir; y os! luenga como la otra, toda cubierta como do esca
mismo es presto y aparejado, como cathólico y obe mas de pescado, y abajo por pié, tenia una echura
diente hijo de la Santa Iglesia Romana, de poner como pié de rana ó de sapo, el qual dicho monstruo .
748 CRÓNICAS DE LOS REYES DE CASTILLA.
nació en el mes de Marzo del dicho año de 1512, sino que desharia y baria Papa on Roma, y el Rey
como dicho es, y vivió tres dias, y fué llevado al Don Fernando, viendo bu contumaz y dañado pro
Papa, el qual lo vido y mandó dibujarle de la ma pósito se declaró contra él, con todos sus Rayaos y
nera y forma que era, y tuviéronlo en gran mara señoríos, y con los de la Reyna Doña Juana su bija,
villa. por defensor de la Iglesia Romana, y estorbador de
la pésima cisma, y enemigo de ella y de todos los
CAPÍTULO CCXXIX. que la procuraban, y mandó apregonar guerras con
Francia y con todos los cismáticos; y envió á hacer
De ■>■ cosas que acaecieron mientras el Rey eslubo en Burgos, 6 paces con los moros de allende, por cinco arlos, y
de la carta que el Itey de Tremeien le envió, é del presente, 6 envió mandar al Conde Pedro Navarro que fechas
do cómo se hlio su vasallo, y de los cismáticos.
las dichas paces, pasase luego en la Italia, é se jun
El Papa en Roma, despuoa de haber enviado mu tase con Don Remon de Cardona, Gobernador da
chas Embazadas al Rey de Francia y requerimien Ñapóles, é con la gente del Papa para defender i
tos de paz, é que fuese obediente hijo de la Santa Roma é recobrar á Boloña, é las tierras de la Igle
Madre Iglesia, como los Reyes christianfsimos bus sia si pudiesen, porque la parcialidad de los france
antecesores, é ansi mismo de los otros Reyes é Ar ses estaba muy pujante en la Italia, ca estaba de
zobispos cismáticos, les perdonara si vinieran cono ellos con el Duque de Ferrara muy grande ejército,
ciendo sus yerros; é de que no pudo de ellos sacar é tenia á Milán y su tierra: é por la parcialidad del
obediencia ni virtud, procedió contra ellos, é contra Papa eran el Emperador Maximiliano, é los otros
, cada uno de olios, con Munitorias, é descomulgólos, venecianos, é otros que con él lucieron liga; empero
é citólos, é puso entredicho en las tierras donde es no se podían juntar sus ejércitos con el del Papa,
taban, en toda Francia, é privólos de Reynos é So tan aina ni como era menester, y el Conde no tardó
ñónos, é dignidades, é oficios, é beneficios, é prove mucho en cumplir el mandamiento del Rey, é pasó
yó á otroB de algunos de ellos, y luego al comienzo con su infantería é gente que tenia, con que hacia
de la vuelta é cisma de los Cardenales, se dijo que guerra á los moros, en Italia, é juntóse con el dicho
diez ó once fueron rebelados contra el Papa, é re Don Remon, é con la gente del Papa, é comenzaron
conciliáronse dellos, é quedaron cinco contumazes de hacer la guerra á los franceses, é eso mesmo el
en la cisma. Y el mas principal é capital endureci Rey Don Fernando mandó llamar al Alcayde de
do, é más rico é de mas dignidades, á quien todos los Donceles que estaba en Oran, para que asentada
los otros acataban , é tenian por su mayor columna la paz con los moros viniese á Burgos, é vino. Es
é cabeza de esta cisma é tema, era Don Bernardino tos dos Capitanes llamó por hombres esforzados y
de Carbajal, Espafiol, Castellano natural de Plaaen- diestros en la guerra, y de aquí comenzó de aperci
oia, el qual con favor del Rey Don Fernando lle bir y allegar gente para dar guerra á Francia por
gó á ser grande hombre en Roma, como lo fué; que la via de Fuenterrabia é Navarra ; é el Rey de In
él era Cardenal de Santa Cruz en Roma, ó Patriarca glaterra, su yerno, lo envió gente de ingleses, gran
de Jerusalem y Arzobispo de Rosano, é Obispo de copia de ellos, en una armada por la mar, para ir
Sigflcnza en Castilla, que es el mas rico Obispado sobre Bayona y estonces estaba aun el Rey de Na
della; é otro fué de los dichos cinco Cardenales, ansí varra no bien declarado por Francia, antes fingía
mismo espafiol, que fué natural del reyno de Valen que estaba al servicio del Rey Don Fernando, por
cia, é era en Roma Cardenal y Arzobispo de Cosenza, que el Rey Don Fernando le había requerido muchas
é ambos eran hechura del Papa Alejandro, é los otros veces como á deudo y pariente, que estubiese da
tres eran franceses é italianos, y á todos los privó la parcialidad de la Iglesia y suya, y no de los cis
el Papa como dicho es, é en muchas partes de Francia máticos, porque quizás no le viniese mal é perdiese
se guardó el entredicho; en otras no, é quitó el Papa el reyno, y él se lo había prometido, y con dulces y
la muy principal feria, é muy rica de la dicha ciu engañosas palabras alongaba la declaración, en que
dad de León, so el Rlion que es en Francia, donde se después, como armaban para ir sobre Bayona, allí
adquiría al Rey infinita guerra, digo renta, é pasó á se declaró por Francia, y dijeron que dio causa de
la Saboya á la ciudad de Derzeles, ó privó al Rey bastecer á Bayona de gente, é armas ó manteni
de Navarra del reyno porque se juntó con el Rey de mientos, de manera que no aprovechar á ir sobre ella;
Francia, é hizo merced de Navarra á el Rey Don estonces propuso el Rey de facer la guerra é él, é
Fernando, é que lo entrase y tomase. El Rey Don tomarle el Reyno, como adelante dirá, y se lo tomó
Fernando, desque se puso en Burgos, no cesó con por lo dicho, é porque no cumplió con él cierta ca
muchas embazadas de requerir al Rey de Francia pitulación que entre ambos estaba fecha.
■ con la paz, é pensó desde allí por bien mitigar el
fuego é guerra de la Italia. El qual aunque viejo y CAPÍTULO CCXXX.
doliente, como tubiese hecho hábito de gran sober
bia á bu corazón, y con cobdicia de señorear el Carla del Rey moro de Tremezen, que envió al Re; Don Fernando,
é se liizo su vasallo.
mundo, é no temiendo el resto de las señorías de
los chriBtianos que contra él eran, en lo que tener « En el nombre de Dios piadoso, apiadador pode
debiera, nunca se quiso humillar, ni tomar el con roso sobre lo visible, al muy alto y muy poderoso
sejo ni las amonestaciones del Rey Don Forunndo, ó esclarecido Rey mayor on el mundo, cuyo estado,
DON FERNANDO É DOÑA ISABEL, ?4á
linaje y grandeza es mas antigua que de ningún Estando el Rey en BúrgoB, ciento y treinta chris
Principe, tan excelente y tan liberal , que bus obras tianos que estaban cautivos en su reyno, é veinte y
manifiestan las obras de su persona, que ya por el dos caballos, encubertados de cubiertas de grana y
mundo son divulgadas, el qual es de mayor estima los botones de abajo de la barriga de oro, é á el .
ción y reputación que ningún Principe pasado de pecho; mas un juego de ajedrez de oro tabla é tre
nuestro tiempo; grave para ser temido, regidor gra bejos, ó oada un trebejo atado con una cadenita de
cioso, benigno para que todos le osen demandar oro, con pollos recien nacidos, é una gallina morisca,
mercedes, Don Fernando Rey de Aragón, de las india, pintada pardilla, que cantaba muy maravi
dos Sicilias, de Jerusalen y de todas partes á do llosamente, é un león manso pequeño, é una donce
envia su poder y la muy alta é muy poderosa y es lla pequeña, blanca como nieve, é muy hermosa, de
clarecida Reyna y Señora Doña Juana, Reyna de sangre Real, é muy vestida de tercipelo, é con una
Castilla, de León, de Granada; la mas verdadera cadena de oro, é muchas manillas de oro, é muchas
Reyna é Señora de todas las que viven, por ser piedras preciosas, é mas sesenta mil doblas, é otras
mejor en sus pasados de mayores estados. muchas cosas, lo qual todo envió con el dicho su
El Siervo de Dios Muley-Baudala- Abdali, Rey Embaxador, de Oran, é vinieron con todo ello en
de Treraezen : Beso las manos de V. A. y me humi salvamento al Puerto de Cartajena, é dende fueron
llo por mi Embaxador, ante vuestro acatamiento, y á Burgos, donde por el Rey fueron bien recibidos.
pongo debajo do vuestro servicio mi persona y mi Á este Muley-Baudala- Abdáli fué tomado Mazar-
tierra, y envíos mi obediencia y mi voluntad pura quivir é la ciudad do Oran, que son en el reyno de
para estar y permanecer en vuestro servicio, en públi Tremezen tiránicamente á Azan su sobrino.
co y en secreto, y téngome por ser vuestro siervo en
mas que ningún Rey de Iob moros, por la esperan CAPÍTULO CCXXXI.
za que tengo de vuestra grandeza, mi obediencia y
la paz y concordia de V. A. comienzan agora, é por De lis eosas, 4 de algunas de ellas, que acaecieron en la llalla
ello doy á Dios y á V. A. muchas gracias : tengo en el año de 1511.
por perdido todo el tiempo que no he estado en Volviendo á decir de las cosas que acaecieron en
vuestro servicio, agora prometo de conservarlo, cuan la Italia, ó de algunas de ellas, en el año de 1511 é
to en mi esté : plegué á Dios de poner su mano para en el de 1512, ya es dicho en el breve del Papa
conservarlo en V. A. de voluntad, para que reciba como aquellos Cardenales se levantaron contra el
mi obediencia y le sea aceptada y agradable. Recibí Papa y se juntaron con el favor y voz del Rey de
ana carta de V. A. que rae alumbró para las cosas Francia é de las Señorías quo tenia en la Italia, é '
justas de toda paz y concordia, y en ella vi el amor con el Duque de Ferrara, é publicaron Concilio Ge-'
que V. A. rae tiene, y la voluntad que tiene á mis neral para cierto tiempo que se habia de hacer en
cosas, en aceptar mi servicio, por lo qual doy á Dios la ciudad de Pisa, diciendo que para reformación
muchas gracias, que conozco ha oido lo que le he ro de la Iglesia, para el qual dieron letras invocatorias
gado, y mas veo el efecto que esperaba, asi como el para cuantas partes pudieron, é citaron al Papa para
dador es infinito es mi placer infinito cuando vide la él, é el Rey de Francia pensó por aquí tener causa
carta de V. A. en que parece acepta mi servicio. de señorear toda la Italia y Roma y Nápoles, é como
«Muy poderoso Señor: envió á V. A. dos cosas que no consintieron el Embaxador y el rey de España
le son debidas, los christianos que estaban cautivos, é los otros Reyes y Grandes Señores christianos, en '
é aquí se hallaron, que es cosa santa é agradecida el dicho Concilio é mal propósito é dañado deseo
do Dios, para este mundo 6 para el otro, que vos del Rey de Francia, é de los otros Obispos á sus se
como su Rey justo sois obligado á pedillo, é otro cuaces, é lo contradijeron é dieron por vano, é nin
presente temporal, quo como á persona Real se debe, guno: luego el Rey de Francia hizo juntar y apare
de todos los otros Reyes menores; no es tan grande jar grande ejército con el Duque de Ferrara, é con
como mi voluntad, mas es señal que todo lo que laB tierras é parcialidades que tenia en la Italia, é
queda es de V. A. comenzaron de hacer guerra é tomar las tierras do
cEl Alcayde Mahomad de Lubdi es persona de la Iglesia y del Papa, é tomaron al Papa por fuerza
linaje é de virtud, sabio y entendido en todas las de armas la ciudad de Bononia, é todo su condado,
cosas de generosidad, é nobleza, antiguo criado lo qual el Papa habia recobrado poco tiempo habia
mió: por fidelísimo y de buen consejo envióle, por de poder de los Bentibollas que mucho tiempo ha
que para enviar ante vuestra grandeza no se podía bia que la tenían tiránicamente á la Santa Iglesia
escoger persona mas fiel. Suplico á V. A. que lo Romana, é tomaron la ciudad de Breja, que era de
mande oir y crea del todo lo que de mi parte le venecianos, é para recobrar esto, é defender lo que
dijere, y si demás de lo que acá sabemos á V. A quedaba, é defender á Roma, reclamó al Rey Don
pertenece otra cosa de que le podamos servir, con Fernando de España é á los otros Reyes Cathólicos;
él me lo envié á mandar.» y el Rey Don Fernando de España le socorrió con
La sobredicha carta vino al Rey Don Fernando en su ejército de Nápoles, é mandó al Virrey Don Ra
el mes de Enero del año del Nacimiento do Nuestro món de Cardona, Gobernador de Nápoles é Capitán
Redemptor Jesuchristo de 1512 anos, y con ellas le General de sus ejércitos, que luego socorriese al
envió en presente las cosas siguientes: | Papa con todas fuerzas, ó con el Conde Navarro, é,
760 CRÓNICAS DE LOS í ÉYES DE CASTILLA.
con todos los Capitanes é gente española qne allá Navarro, é á los otros capitanes de secreto que no
estaba; y el Papa junto con este ejército do España diesen batalla á los franceses, aunque se la deman
el snyo é sus Capitanes, é puso al Duque de Urbino dasen hasta que él Ies proveyese de mas gente, é se
su sobrino por Capitán General de su ejército, de lo enviase á mandar, é que en tanto dilatasen con
bajo del dicho Virrey de Nápoles, é juntos fueron ellos, porque los franceses eran sabidos que eran
á poner cerco sobre Bononia, é puesto el coreo la mas de treinta mil hombres en el ejército, debajo
combatieron con el artillería muy fuertemente, é del mando é regimiento del Conde de Fox Mosiur
le derribaron por una parte los lienzos de la cerca do Narbona, sobrino del Rey de Francia, hijo de
y entraron algunos de los españolea por los muros su hermana, y hermano de la Reyna de Aragón,
é hallaron dentro otro lienzo ó tal amparo que era mugerdel Rey Don Fernando de España, y ellos no
imposible entralle, cuanto mas que los franceses eran quince mil hombres ; é para esto había envia
que estaban dentro eran muchos, é la defendían do do Castilla é de otras partes, gente, especial
muy bien, 6 echaron fuera á los que entraron, é mente al Comendador Solis con dos mil infantes,
murieron algunos de ambas partes; ó 6l ejército es que aun no eran llegados cuando la batalla se dió:
pañol, é del Papa, se fizo afuera del combate, é se y como los franceses se hallaban tan pujantes, de
puso cerca de la ciudad para darse recaudo al so mandaban la batalla muchas veces al dicho Don
corro de franceses que venia. En esto, mientras la Remon , y él disimulando no la quería aceptar, hasta
gente de armas é guerra que estaba en Breja vino tener mas grovisión de gente, é mandado del Rey:
al socorro de Bononia, supieron la gente de vene é de que no la quiso dar, los franceses acordaron
cianos que eran de la liga del Papa, como no que pata sacarle de las barreras, de ir á cercar é tomar
daba en Breja gente de guardia: vinieron una no la ciudad de Ravena, que es de allí cerca, é es de
che y entráronse dentro, é tomáronla, pensándola la Iglesia y de su Patrimoncio, al qual tenia por el
defender; é teniéndola, vino sobro ellos todo el Papa un capitán llamado Marco Antonio, italiano,
ejército y poder de los franceses, é los que estaban y como los franceses llegaron á ella, cercáronla, y
dentro pelearon muy fuertemente por la defender, comenzaron de le dar muy recio combate por todas
é los franceses le dieron tan gran combate, que la partos; é como el ejército del Papa, é del Rey de
entraron por fuerza de armas, é la tomaron é me España lo supo, partieron para ella á le socorrer
tieron á saco, ó mataron cuantos dentro hallaron, todos los capitanes con su ejército y artillería
hombres y mugeres, chicos y grandes, clérigos y puesto en ordenanza, y llevaba la delantera el Conde
frayles, y monjas, que no quedó ninguno. Y era Pedro Navarro, é la rezaga el Capitán General Don
Breja ciudad do mas de dos mil vecinos; y de unos Remon; y en el ejército iban muchos capitanes
Monasterios de monjas que estaban fuera de la ciu muy esforzados y muy honrados y de línage , así
dad, tomaron las monjas y forzáronlas, y traíanlas españoles como italianos; y iba el Duque de Urbino,
por el Real como mugeres del mundo, sin ningún sobrino del Papa, y su Capitán General, y iban
temor de Dios é sin ninguna piedad, como si fueran ordenados en esta manera, en tres grandes esqua-
turcos, y aun peor, y decíase que mas de ocho mil drones y el artillería á los costados. El primer es
personas mataron allí, chicos é grandes, aquellos cuadrón y delantera llevaba el Conde Pedro Na
crueles descomulgados é enrabiados franceses; é varro; é el segundo esquadron en medio llevaba
desde aquí cada ejército curaba do crecer y hacer Fubricio Coluna, capitán, é otros muchos capitanes
mayor; é siempre había encuentros y reencuentros, Caballeros; é el tercer escuadrón atrás, que era la
é robos, é muertos, é no cesaba de arder Italia con retaguardia, y de mas escogida gente, llevaba el
fatigas y cuitas, y sofriciones y desventuras, como dicho Don Remon , Capitán General , en el qual es
en los antiguos tiempos siempre en ella fueron. cuadrón llevaba dos mil infantes escogidos, y quil
tro cien tos hombres de armas, gruesos, muy buenos,
OAPÍTDLO CCXXXII. y trescientos de á caballo, ligeros, el qual oon todo
Otra vci de la batalla de Ravena. su escuadrón, desque las batallas fueron juntas de
ambas partes, se volvió atrás, que ninguno de ellos
Estando cerca de la ciudad de Bononia el ejército peleó, ni aun vido la gente francesa, é volvió los
del Papa é del Rey de España con sus capitanes, é espaldas , é se fué de luengo á do quiso: y eso mismo
por Capitán General sobre todos el Virrey de Ná el Duque de Urbino no peleó, ántes hizo traición,
poles Don Remon de Cardona, aragonés español, que se rebeló por los franceses con su batalla. E
esperando poner cerco á la dicha ciudad ó pelear como los franceses supieron que el ejército español
con el gran ejército de franceses, que no muy lejos y romano iba al socorro de Ravena, que ellos no
de ahi estaba bien apercibido para socorrer é defen deseaban otra cosa, alzaron el cerco, é ordenaron
der la dicha ciudad de Bononia, allende de la mu todo su ejército en son de dar y recibir la batalla;
cha genio que dentro estaba en la guarda y de é fuéronso á encontrar con el primero y segundo
fensa de ella , é sabiendo el Rey Don Fernando en escuadrón de los españoles, los mas furiosos del
España la gran ventaja que los franceses tenian por mundo, é los españoles los recibieron, é dieron la
ser muchos más, y de muy mayor la artillería, y batalla, no con menos ánimo y esfuerzo, y la pelea
demás la tierra y señorías de por allí toda por ellos, se volvió, la qual fué tan reciamente combatida é
fnvió á mandar al dicho Don Remon y al Conde peleada, é tan cruel por ambas partes, de pocos es.
DOH FERNANDO i DOÑA ISABEL. Í51
pañoles á muchos franceses, que nunca tal fué visto, é se ofreció ser de su favor; é como quiera que ello -
en que duró cinco horas ; é en dicho rato los espa fué, él ni su batalla ó gente que le era sujeta é
ñoles hicieron cada uno do ellos como Héctor el mandaba, ó los que él quiso apartar que no podian
Troyano facía en las batallas en su tiempo, seis ó ser pocos, no pelearon, antes su estuvieron quedos,
siete mil hombres que mataron tres mil gascones, y y después, desque el desbarato fué fecho, envió á
treinta lombardas , y veinte lanzabechos tudescos y docir al Papa que allí estaba al servicio do Su San
de otras muchas naciones, y subieron dos veces tidad, como obediente hijo de la Santa Madre Igle
toda la infantería española por cima de la infante sia, é el Papa le perdonó; é él dio cuenta al Papa
ría francesa, en nombre de vencedores, y lo fueran cómo ó por qué lo hizo: en fin, se disimuló, aunque
de cierto, si el Capitán General los siguiera, ó se aquí se puede decir que si miraran el exomplo viejo
estuviera quedo, que no se fuera, ca on su ida dio que dice : muera la vida y viva la fama , hicieran
causa según se cree, que el Duque do Urbino rebe su deber y pusieran sus personas al trabajo del me
lase, y no pelease, é que fuyesen de la batalla los recer. Ansí que el Conde Navarro y los o tros ca
que huyeron. Y viendo el Conde de Fox, Capitán pitanes que eran muchos y muy honrados y esfor
General de los franceses, é los otros varones é ca zados caballeros, y de linage, ansí españoles como
pitanes franceses tan grande estrago hecho en su italianos y hombres de gran sangre, y otros de la
gente, é como los españoles andaban casi vence infanteria, con el primero y segundo escuadrones
dores, juntáronse setecientas lanza| gruesos de pelearon y hicieron su deber, salvo el capitán Car-
hombres de armas escogidos, de hombres de linage bajal, Señor do Jodor, é otros dos ó tres capitanes
é sangre, é tomaron las espaldas de la infanteria cobardes que volvieron las espaldas y huyeron , y
española, y soltaron el artillería, é diéronles por las no pararon hasta Roma, que está do allí cuarenta
espaldas tan gran combate, que se mezclaron é me millas, los que quedaron pelearon, como dicho es,
tieron entro ellos por los vencer y desbaratar; y los con todo el ejército francés, lo mas esforzadamente
españoles traían tan gran concierto, que si no fuera que hombres ficieron, de pocos y con poca artille
por los tiros é cuartería de la artillería, ellos dieran ría, á muchos y con mucha artillería. Duró aquel
buen recaudo de los dichos hombres de armas, aun dia la pelea hasta la noche , é aunque los franceses
que les entraron por las espaldas. E con la grande fueron vencedores y quedó el campo por ellos, no
artillería, é con la fuerza de los dichos hombres de siguieron el alcance ni hicieron otra diligencia
armas, é con mucha gente francesa, los españoles ninguna, salvo quedaron ellos en el campo aquella
fueron aplacando, é con todo eso de todos los sete noche, y esto fué porque sintióse entre olios el gran
cientos hombres de armas que entraron ontre ellos, estrago de muertos de su ejército, é la muerte del
no escapó ninguno, que á todos los mataron, y con Capitán General, é do otros diez y ocho capitanes
ellos al Virrey y Capitán General Condo de Fox, ó do los nobles y mayores del ejército quo eran allí
otros muchos capitanes é hombres de armas y gran muertos. Otro dia Lunes, segundo dia do Pascua,
sangre ; y los franceses , como eran muchos , todavía vinieron los villanos é pageses cercanos de donde
venian de refresco, é como los españoles eran pocos, fué la batalla, ansí de la parte del Papa como de
en comparación de l«s otros, é andaban cansados, los franceses , é cogieron é robaron el campo, é des
los franceses los ovieron do romper, é los rompieron pojaron los muertos, donde habia diez y siete ó diez
é desbarataron, é mataron tres ó quatro mil de ellos, y ocho milhombres muertos, donde ovieron infinito
aunque después se dijo que no eran tantos, y que despojo de armas, do oro, é plata, é vestidos, é bes
en los alardes que se hicieron no se hallaron sino tias, é otras muchas cosas que allí se perdieron do
mil y quinientos, ó pocos mas ó menos; é fueron ambos ejércitos. Aquella noche se salvaron muchos
muertos de los franceses catorco mil hombres. Duró de los españoles vencidos, de la batalla, é se fueron
esta cruel batalla cinco horas, ó fueron los franceses la via de Roma é á otras partes, donde cada uno
vencedores con muy gran pérdida é daño de tanta podia ó entendía guarecer, é después se fueron á
gente muerta de la suya, é fueron los españoles rehacer con el dicho Don Remon y guarecer, pues
vencidos á mucho menos daño, y por mengua de su to caso que fueron muchos presos ; muchos de los
Capitán General. Fué esta batalla Domingo prime españoles y italianos en la batalla después de ven
ro dia de Pascua de Resurrección, después de medio cidos se salvaron como dicho es, é huyeron, de
dia, á 12 de Abril del año del Nacimientro de donde no Be pudo salvar el Capitán General de Es
Nuestro Salvador Jesuchristo de 1512 años. El dicho paña y del Papa de le ser cargada toda la culpa
Capitán Don Remon, como dicho es, con todo su do dejarse vencer, que pudiendo haber la victoria
escuadrón y gente susodicha, sin llegar uno de no la quiso, ca pudiera él haber la victoria, aunque
ellos á la pelea ni verla de vista, porque la gente nunca peleara, si no que se estuviera quedo en el
delantera tomaba mucho trecho de tierra, é con campo: con la gente escogida que tenia en su escua
ella no podian ver la gente francesa, volvió las es drón é retaguardia, sin menearse fuera vencedor.
paldas y se fué de allí, que no paró mas do veinto Eso afirmaron ó dijoron cuantos quedaron vivos do
millas, é allí paró con su gente en un lugar quo arabos ejércitos, ó todos los otros discretos que hu
llaman Rémino. El Duque de Urbino, Capitán Ge bieron noticia de todo lo que aconteció en la pelea,
neral del Papa, ya es dicho como tampoco peleó, que notaron el gran desmán que dio en irse sin
entes todos dijeron que se rebeló con los franceses, causa, é sin saber si tenia razón á se ir, que si con
Ibi ' t . CRÓNtOAS DE LOS I 1YES DtS CASTILLA.
siderara lo honra qne tenía, que era la mayor que infantes, que son hombres de á pié, franceses y
nunca en aquella tierra tuvo hombre de España, en tudescos é gascones é italianos ¡ é loa del Duque de
ser Capitán Qeneral de España é del Papa é Roma, Ferrara.
solo esto le pusiera corazón á antea morir que mo Mas dos mil hombres de armas.
verse atrás, dejando vuelta la batalla. En fin, los Mas quatro mil hombres de caballos ligoros.
franceses que allí murieron dieron muy mal fin á É tenia sesenta piezas de artillería.
sus días, que murieron todos descomulgados, y en El ejército español y de la Iglesia tenia lo si
tredichos y malditos del Papa, por ser adversarios, guiente :
y contra el Papa y contra la Iglesia ¡ é los españolea Tenia nueve mil infantes españoles ó cuatro mil
y todos los de la parte de la Iglesia murieron ab- infantes italianos, que son trece mil hombres de
sueltos y con bendición. á pié.
Loa nombres de los capitanes franceses que allí Mas setecientos hombres de armas españolea ó
murieron, de algunos de ellos, son los que se si quinientos italianos, que son mil doscientos hom
guen : fueron los principales hombres de gran san bres de armas.
gre y estimación diez y nueve, con el Conde de Más tenia mil hombres de caballos ligeros espa
Fox, Capitán Qeneral del ejército francés que allí ñoles, é otros mil italianos.
murió. Más, veinte y quatro piezas de artillería.
El Conde de Fox, sobrino del Rey de Francia. Por aquí se puede ver la ventaja que habia do un
Monsiur de Alegre, é su hijo, Monsiur do la ejército á otro, que los franceses eran treinta mil
Troche. hombres é los Españoles y del Papa oran diez
Monsiur de la Qrota. Estos son grandes seGoros, y seis mil hombres ; é do todos fueron poco más ó
é no quedó de los magníficos de la hueste de estos menos.
sino Monsiur de la Pellita.
Capitanes de hombres de armas. Mellardo, Ja- CAPÍTULO CCXXXIII.
notto, Bonet, Mombrion, el Varón de Coses, é otros
muchos de que no hubiera noticia, sin otros muchos De la batalla qne ovieron los portugueses de Tánger con los
Moros de allende.
de caballos ligeros é de infantería.
Estos son los capitanes españoles que fueron Sid Ali Baraxi Xarax , señor de Xexuar é del Garo-
muertos en la sobredicha batalla de Rávena : bo, de otros muchos lugares do allende en et reyno
Don Gerónimo Loria, hermano del Cardenal de Fez, frontero de Ceuta, é el Mandarín Alcayde
Borja. de Tetuan, vinieron sobre Tánger á le quemar los
Diego de Quiñones Alvarado. panes por mandado del Roy do Fez, é vinieron
El Prior de Mesina. Miércoles noche, á 16 dias del mes de Junio, año
Pedro de Paz. susodicho de 1512, con setecientos do á caballo, é
Joan de Urbina. tres mil peones moros, é pusieron el fuego Jueves
Sancho de Salazar y otros capitanea de infante amaneciente, é quemaron todos los panes ó mucha
ría, de que no supe los nombres. tierra, que no ovo remedio: é Don Duarte de Me-
Romanos capitanes muertos : neses, Alcayde é Capitán de Tánger, salió al campo
El hermano del Duquo de Qranina. con la gente de la villa, que serian obra de ciento
El Señor Juan Conde, Barón Romano. y setenta de á caballo, y trescientos peones, poco
Jnan Capoche y otros Capitanes Romanos y de más ó menos, bien apercibidos y armados, y ade
otras naciones. rezaron á los moros, é los moros, desque los vieron,
Los capitanes españoles y do la parte del Rey do hicicronso dos grandes batallas, é tomó la delantera
España y de la Iglesia y del Papa que fueron presos el Mandarín, é la trasera Ali-Baraxe, é pensaron
son los siguientes: como era poca gente que huyeran ; é los christianos
El Cardenal Monsiur de Médicis. se apretaron mucho, é como vieron la primera ba
El Señor Fabricio Coluna , herido y preso. talla en que venia el Mandarín, é llegó cerca do
El Conde Pedro Navarro, herido y preso. ellos, arremetieron con ella, é rompiéronla luego
Don Juan de Cardona, siciliano, preso. por medio, é derribaron é mataron muchos de los
Héctor Pinacelo, Barón Napolitano, preso. moros , ansí los de á caballo como los peones, que
Marqués de Poscara, Barón Napolitano, preso. todos los ballesteros soltaron é emplearon las saetas,
Marqués de Vitonto, Barón Napolitano, preso. é desbarataron é malpararon aquella primera bata
Marqués de Látela, Napolitano, preso. lla , y los moros que della escaparon luego comen
Otros capitanes de Infantería que no supe cuan zaron de huir, é los christianos aderezaron á la otra
tos, ni sus nombres, fueron presoB, é los quales gran batalla, donde estaba Sid-Ali- Baraxi con todo
presos llevaron luego á Ferrara, é después dende ó el fardaje, y como llegaron dando lanzadas en loa
Milán. primeros que habian ido en la primer batalla, luego
Copia de la gente de pelea que tenia cada uno de todos los de segunda comenzaron de huir, salva
los dos ejércitos susodichos, el dia de la pelea, asi algunos de á caballo que comenzaron de tener y pe
de á pié como de á caballo : lear, é Ali-Baraxi fué derribado del caballo é deja
Tenia el ejército francés veinte y quatro mil do por muerto, y dejó allí ol espada y la toca; y uq
bóÑ Fernando 3 DO&A ISABEL, ib$
moro que llevaba la bandera le ayudó a cabalgar
en nn caballo, é el moro quedó cautivo, é asi escapó CAPÍTULO CCXXXIV.
á uña de caballo huyendo; é el Mandarín también
fué herido en la primer batalla, é escapó huyendo Yolriendo i rabiar de lis cosas de Italia.
á uña de caballo; é como los moros todos volvieron Volviendo á fablar do las cosas de Italia , ya es
las espaldas á huir, los christianos los siguieron en dicho cumplidamente do la batalla de Ravena, des
alcanze, dos ó tres leguas, hasta Lacafa, en que que pasó aquel dia tenebroso de batalla que duró
mataron mas de setecientos moros, é prendieron é hasta la noche. En aquella noche murieron muchos:
cautivaron doscientos veinte y cinco, é ovieron é é todos aquelloB que quedaron vivos, dejando loa
cojieron gran despojo é cabalgada de muchas azé- que fueron presos , se fueron á juntar con la gen
jnilas é caballos, é tiendas, é todo el fardaje; é las te de Don Remon Capitán General, y el Papa le so
azémilas fueron mas de doscientas, é los christianos corrió, é envió seis mil infantes é halló por todo
volviendo del alcance, aun ardia el fuego por el ocho mil infantes y ochocientos hombres de armas
campo, é montes, é matos, é como allegaban á don gruesas, é mil de á caballo ligeros ; en manera que
de estaban escondidos algunos moros, por no se el ejército se hizo en pocos dias, y el Duque de TJr-
quemar se descubrieron, é se venian á ser atados, bino se acercó también con bu gente i el Capitán
é noBÍ prendieron muchos , en manera que la cabal Genoral, é comenzaron de triunfar é buscar á los
gada fuó grande y de muy gran valor y precio en franceses, é señorear la tierra é curar de cobrar laa
tierra de Barax. Desque volvieron los capitanes ciudades é villas do la Iglesia ; y en CBtos tiempos
moros, é contaron los que faltaban de los que ha vinieron de muchas partes gentes en favor de la
bían ido con ellos á quemar los panes, mas de mil Iglesia, y de las gentes de España encaminadas á
moros hallaron menos, que habían quedado muer ello por la gran providencia y saber del Rey Don
tos é cautivos ; esto se supo después do ellos, y de- Fernando, asi alemanes como venecianos é tinga
cian que esto les habia acaecido por el pecado que ros, é las ciudades é villas de la Italia estaban ya
habían cometido en quemar los panes: mas de mil tan hartas de guorras y tan enojadas c tan fatiga
moros hallaron menos que habían quedado muertos, das de la aborrecible sujeción de los franceses, que
é cautivos, como dicho es. toda la tierra se alzó contra ellos, diciendo Iglesia
En esta batalla dieron muy grande esfuerzo un y Imperio ó España, como lo cuenta la presente
Juan de Morón, castellano, natural de Morón, que carta que envió el Ínclito Rey Don Fernando al Ar
estaba estante en Tángor, criado en la frontera de zobispo de Sevilla Don Diego Desa.
Honda, cuando era de moros, y un adalid portu
gués llamado Don Diego Leron Duarte, ca los mas EL REY.
de' los portugueses eran de opinión, é Don Duarte «Muy Reverendo en Christo, Padre Arzobispo de
con ellos , de no pelear, salvo guardar su ciudad; Sevilla de nuestro Consejo: VI vuestra última letra y
y estos dos le dijeron y amonestaron muchas veces agradézcovos mucho lo que en ella decis ; las nuevas
é muy afincadamente que peleasen en todo caso, y de las batallas que ovo en Ravena, entre nuestro
les dijeron que con la ayuda de Dios tenían muy ejército é los franceses, no os las escribí porque
cierta la victoria, y como hombres que sabían mu nuestros capitanes vinieron á aquella batalla con
cho de la guerra, é se habían visto en muchas, co tra mi expreso mandamiento y la cauBa por qué lea
nocieron el tiempo é sazón , é dieron de si tales ra mandaba por entonces no oviesen batalla, era por
zones á Don Duarte, é á toda aquella gente, é tales que yo tenia proveídas y encaminadas tantas cosaa
autoridades, certificándoles que si tal dia perdían, en favor de la causa de la Iglesia, que juntándose
que nunca otro tal verían ni cobrarían, y que aquel todas, sin pelear , con la ayuda de Dios vencieran
día era el mas aparejado que nunca ellos habían Iob nuestros é los contrarios habían de dejar el cam
visto para vencer pocos á muchos , é ganar mucha po é la tierra ; é por los alardes que se hicieron en
honra ; é onsi fecho el amonestamiento por aquellos las partes de la gente que quedó do la dioha bata
dos esforzados hombres , toda la batalla cobró muy lla, es averiguado que la gente de nuestro ejército
gran corazón é ánimo de pelear, é con muy grande que en aquella batalla se perdió entre peones y ca
esfuerzo pelearon pocos á muchos , como dicho es, balleros, no llegan á mil y. quinientos hombres ; y
y Juan de Morón mató muchos moros por su lanza, del ejército del contrario sin duda murieron pasados
é hizo grande estrago en ellos ; é de quatro ó cinco de doce mil hombres é entre ellos sin el Capitán Ge
christanos que murieron en toda la pelea en el al noral, otros muchos capitanes. Después de esta ba
cance fué él uno: | Dios lo quiera perdonar! talla, nuestro ejército se rehizo, é mi Vísorrey se
Las tiendas ambas del Barra», é del Mandarín vi partió de Nápoles en favor de la Iglesia con ocho
nieron en la cabalgada, y en esta batalla se halla mil infantes españoles, y aun ochocientos hombres
ron doscientos hombres é maB, castellanos é vizcaí de armas, y mil de caballos ligeros; é por otra par
nos, que estaban en aquel tiempo labrando la cerca te los suizos, por que enviamos nuestro Santo Padre
de la villa, é fortaleciéndola de cantorfa, á albañile- y yo y los venecianos, vinieron con nuestros Comi
rln ; é diéronleB á tres mil maravedís de parte de la sarios por la parte de Verana, por donde el Empe
cabalgada á los que menos dieron. Murieron siete rador mi hermano, por amor do mi, les dió paso, y
christianos en esta batalla no mas. quedaron ya juntos con la gente de Venecianos en t
Cr.-III. 43
ÍU CRÓNICAS DÉ LOS BEYES DÉ CASTILLA,
el ejército que han comenzado ¡i facer. La movida
destos dos ejércitos ha sido esta, que la ciudad de CAPÍTULO CCXXXV.
Ravena, y todas las otras ciudades de la Romanía
qne estaban ya por franceses se levantaron todas, 6 De la toma de Navarra.
se rindieron en la obediencia do la Iglesia, y so rin No pndiondo veuir on concordia las cosas de en
dieron las fortalezas della al Duque de Urbino, que tre el Rey Don Fernando y del Rey Don Juan de
estaba allí con gente de la Iglesia ; y Bononia co Navarra, hijo de Mosiur do Labrit, porque el Rey-
menzaba á tratar con Su Santidad. Asi mismo el de Navarra era de la parcialidad do Iob cismáticos,
Emperador mi hermano, hizo poner en Verona, que ó no quiso cumplir una capitulación que habia en
se la tenian ocupada los franceses, cierta gente de tre ambos Reyes, en que diz que se contenia que ha
alemanes, los quales echaron de allí á los franceses; bia de dar poso para pasar en Francia é ciertas for
luego tras de toda la gente de los venecianos con talezas , lo qual no faciendo no se podia pasar da
los suyos, cobraron la ciudad de Brexa. El Marqués Castilla á facer guerra á Francia ; é desque el Rey
- de Mantua con mil de caballos ligeros , en nombre Don Fernando vido que en ninguna manera se po
del Imperio entró en la ciudad de Plasencia, que es dia sacar conformidad, fizo gente para conquistar á
en el Duoado de Milán. La ciudad de Milán se le Navarra, asi como á tierra de Rey cismático y con
vantó contra el Rey de Francia. En todo lo susodi trario de la Iglesia, y el Rey de Inglaterra su hior-
cho murieron alguna copia de franceses, y toda la no, le envió por la mar con muchos hombres com
gente que quedaron de los franceses se recogieron batientes, y con ellos por capitán al Marqués de
á la ciudad do Alejandría de la Falla que es hacia la Bristoles, para ayudar á hacer la guerra á Francia,
parte de Aste ; los de Milán dieron libertad al Car ansi como cathólico y valedor de la Iglesia, é por
denal de Medrando, Legado del Papa, que habia que le tiene Francia contra razón y justicia el Con
Bido preso en la batalla do Ravena, ó fícieron abso- dado do Guiana, que es allí frontero do Fuenterra-
, lucion general. Parecióme que era razón que os hi bia y Navarra; donde son las ciudades de Bayona é
ciese saber esto, para que lo hagáis saber á los de Burdeos, é habian de ir sobre Bayona, si hubiera
vuestra Iglesia y al Ayuntamiento de esa Ciudad, tiempo convenible para ello, é los ingleses mandó
para que voan todos claramente cómo Dios Nuestro los el Rey estar por fronteros do Francia en Fuen-
Señor cuando menos lo piensan los hombres torna terrabia, é sus comarcas, é de allí fícioron asaz daños
por su misma causa. Do Burgos á l.°(do Julio ano en Francia, ca qu ornaron é robaron muchos lugares
de 1512 afios.s de la frontera de Bayona, é en Navarra, de los que
En cuanto alo que dice la sobre dicha , Milán se no se querian dar en Castilla, los quales ingleses
levantó, é toda la Comunidad de ella, no pudiendo vinieron en España por Vizcaya en el mes de Junio
sufrir la sujeción de los franceses é los echaron fue del año de 1512, é el Rey envió desde Burgos al Du
ra, diciendo Imperio, España, España. Fueron lue que do Alva con gente , decian que con doce mil
go socorridos é asociados del ejército español, é del hombres, á tomar a Navarra ; é repartidos los capi
Papa, é quedó la fortaleza por los franceses por en tanes por el reyno, algunas villas é fortalezas aa
tonces, hasta el año de 1513 que se dio á partido, y tomaron por combates é otras se dieron de su gra
discurriendo el ejército por la comarca, Qénova se do, temiendo por no ser destruidos, é aun porque
dio, é las fortalezas della, é se levantaron contra los no querian mal al Rey Don Fernando, é el Duque
franceses, é quedóla fortaleza nueva é inespugna- de Alva fué sobre la Ciudad de Pamplona, que es
ble, que el Roy do Francia habia hecho con quo creía la mas principal y cabeza de Navarra, é se le dio ;
tener sojuzgada a Francia á Genova para siempre, é é la tomó, é entró en olla en el mes de Julio á 25 dios
el ejército de la Iglesia é español, vino sobre tierra del mes, el propio dia de Santiago, é se apoderó en
de Florencia é combatieron una ciudad suya que se olla en alto y bajo, é el Rey de Navarra estaba alli
llama Prato, é tomáronla, é metiéronla á sacoma primero, é desque supo que iba, no osó esperar, é se
no, y como esto vido Florencia, dióse al Papa á fué huyendo : ó las fortalezas que mas se estuvie
parüdo, ó dio luego para el ejército doscientos mil ron, que no se querian dar, fué la ciudad deTudela,
ducados, porque no la cercase ; é humillóse y dióse y la fortaleza de Estella, é la fortaleza de Moniar-
con toda su tierra á la obediencia del Papa é do la din, é la fortaleza de Miranda, é otras : é en cabo
Iglesia : y luego so dieron Pisa é su tierra é el Du otras se tomaron, é poseyendo el Rey Don Feman
que de Ferrara vino á la obediencia del Papa é de do toda Navarra, los ingleses, ó por mal sanos ó por
la Iglesi:», diciendo tibi solipeccavi, é el Pápalo otras razones ó causas que se les siguieron, ó porque
recibió y perdonó con ciertas condiciones é peni el Rey no entró en Francia por Bayona, se embar
tencias que le dio, é ansi fué toda la tierra de Italia caron en los puertos de Guipúzcoa , é se fueron en
y Lombardía quitada de la sujeción de franceses , é Inglaterra, sin licencia del Rey ; é idos, el Rey Don
puesta so el yugo de la Iglesia. Nuestro Señor Dios Juan de Navarra hizo gente de gascones é france
sea loado por siempre. Quedaron por ganar, que no ses, y algunos alemanes soldados ; y puesto coso,
se dieron, el Castillo de Milán é el de la Lanterna, que los puertos de entro Navarro y Francia estaban
en Qénova, que es el que hizo el dicho Roy de Fran- ¡i buen recaudo, buscó por donde entró poderosa
eiaen Genova. mente en Navarra, con veinte mil hombres , é entró
épuso oerco sobre Pamplona, ó túvola cercada, é el
don Fernando É DOffA ISABEL Í66 '
Duque de Alva, dentro con quatro mil hombres, ras, é le derribaron gran parte del muro, é la villa
veinte y siete dias ; é todo este tiempo el Rey esta estaba muy menguada de hombres, que muchos ha
ba en Logrofio, haciendo espaldas á la gente suya bían ido en las naos con los ingleses á los llevar á
que estaba en Navarra, é hizo gente, é envió al Du Inglaterra, é otros estaban en las guarniciones é
que de Nájera con muy escogida gente al socorro guerras de Navarra, é no se hallaron en la villa mas
del duque do Alva, é antes que el socorro fueso ha- de quatrocientos hombres de pelea, é estos se dieron
bian derribado un gran lienzo de la cerca de Pam á buen recaudo, é defendieron la villa por armas é
plona; los franceses dieron un gran combate, en artillería, é tiraron de la villa con una gruesa lom
que no les aprovechó, é recibieron muy gran dafío barda que tenian, é dio en la lombarda mas prin
de los do dentro de la ciudad, en que les mataron cipal de los franceses con que hacian el mas daño á
mucha gente, é se tiraron á fuera ; é sabiendo que la villa, é quebróla, é mató treinta hombres, en que
iba el socorro, no osaron de aguardar, é se fueron fueron algunos de los mas principales del campo,
alzado su real ; é los navarros naturales de la tierra que tuvieron los de la villa por gran milagro, é
é otros de las guarniciones los siguieron á la reza luego cesaron el combate, é teniendo el socorro qne
ga, o al pasar de los puertos les ficieron mucho da venia ya por mar é tierra, alzaron el cerco el dia de
ño, é les despojaron muchos ; é el Rey de Navarra, San Andrés de mañana ; se fueron é quemaron la
é todo su ejército fueron á punto de se perder todos Rentería , donde habían asentado el campo ; é Ar-
ó la mayor parte de ellos, si el socorro llegara mas naniel, é Val de Parlo, que son muchas caserías, ó
ahina, é los siguieron, ó con todo eso perdieron ol los de la villa de San Sebastian, cuando salieron fue
artillería mayor, trece tiros gruesos, é quedaron ra, hallaron de los franceses mas do cien hombres
muertos en derredor de Pamplona é otras partes do muertos : de ellos llevadas las cabezas, las piernas ;
Navarra, de ellos mas de dos mil hombres, é ellos otros los brazos, del artillería de dentro, y de los de la
mataron á un capitán de infantería, cuando entra villa no murieron sino muy pocos ; é los franceses
ron, que habia ido á sacar cierto ganado de entre ala vuelta se hubieron de perder, ca los vizcaínos les
unas sierras ó puertos, con todos ó la mayor parte tomaron los puertos é pasos donde les ficieron mu
de la gente que llevó , el qual capitán se llamaba chos daños, é quitaron el ganado, é mataron muchos
Valdés, é mataron con él trescientos hombres, é esto y tomaron muchos prisioneros que destrocaron por
fué antes de asentarse el cerco sobre Pamplona, é los que ellos llevaban , é el Duque de Borbon lo sa
fué en Valle de Ronces ; é estuvo la gento que el caron por ciertos pasos de las montañas por que no
Duque de Alva tenia en Pamplona , é estando cer se perdiese ; é á este tiempo aun no era alzado el
cados, que no comieron pan en mas de veinte dias, cerco de sobre Pamplona, empero dende á seis 6 sie
toda la mas de la gente , salvo habas é garbanzos, te dias se alzó con temor del socorro, como dicho es.
é trigo cocido, carne, é otras cosas, é quemaban las En aquel tiempo del dicho cerco de Pamplona
techumbres de la casas para las cocer. El dicho tenia concertado el Duque Don Fernando de Cala
cerco alzaron los franceses de sobre Pamplona á bria, sobrino del Rey Don Fernando, de se ausen
seis dias del mes de Diciembre , habiéndolo tenido tar de la Corte é ir en Francia, é fué descubierto el
veintisiete dias, é dióseles tanto lugar, que el Rey concierto por un clérigo de misa á quien fué reve
Don Fernando quería é quiso escusar muerte de lado el secreto por los traydores que lo trataban,
gente christiana, asi como siempre lo tuvo por cos que eran un hombre bien rico é napolitano, llamado
tumbre. Miser Copula, é un Comendador ; é el dicho clérigo
Estando el cerco sobre Pamplona, el Delñn de no quiso encubrir el secreto de trayoion contra su
Francia Mosieur de Angolema hizo un ejército de Rey, é dljolo al Cardenal de España, y el Cardenal
catorce mil hombres, en que habia quatro mil sui enviólo al Rey, y el Rey, deBpues de secretamente
zos soldados, y envió con él al Duque de Borbon informado de lo cierto, mandó prender al dicho Mi-
sobre Guipúzcoa, é quedóse él én Bayona, que está ser Copula, el qual confesó la verdad, é de como dos
quatro leguas de Fuenterrabia, y entraron por Oyar- años habia que oí Duque se andaba por ir, y como
zon, y quemaron allí una racina, que es una legua él trabia este trato y aviso é un Comendador, ami
de Fuenterrabia, é muchas otras caserías y her gos ó criados del Duque, é luego el Rey mandó al
rerías, y ficieron mucho mal y daño á la entra Vice-chanciller de Aragón fuese á la posada del
da é salida, matando y robando ; é las gentes de dicho Duque Don Fernando, é lo prendisse é lleva
los lugares é aldeas huian ó los montes y á las se á buen recaudo á Xátiva ; y luego ol dicho Chan
fortalezas ; é fueron sobre San Sebastian, é pusieron ciller tomó consigo hombres armados los que con
su campo en la Rentería, que está una legua ; é de venían, é lo prendió é llevó é puso preso, á buen
allí pusieron el cerco sobre San Sebastian , la víspera recaudo en Xátiva sin que el Rey lo viese, cá no lo
de San Andrés , á 29 de Noviembre, é como aquella quiso ver ni hablar, porque el Rey le hacia mucha
villa está orilla de la mar, é la cerco cuando crece honra, é nunca le faltara un gran casamiento é Se'
las tres partos de aquella la hacen fuerte, é no la noria en estas partidas de España, é si se fuera, nun
podian quitar el socorro del agua, ni menos comba ca faltaran muchas mas guerras é fatigas á su cau
tir por aquella* partes, é por donde mejor la pu sa en Ñapóles y en la Italia, sin él conseguir el ape
dieron combatir la combatieron con las lombardas, tito de su deseo contrario á la voluntad de Dios, -
que habia seis lombardas ¡ é la combatieron tres ho- que quiso dar lo suyo á su dueño, como atrás es es
756 CRÓNICAS DE LOS REYES DE CASTILLA.
crito. Deliberado todo el royno de Navarra dol Rey en paz y obediencia el dicho su Royno, que antea
Don Joan su yerno, que solia ser, y de loa franee- había muy grandes tiempos que siempre estaba eu
ees quedó el Alcayde de loa Donceles por Visorrey guerra : en pago de todo esto, cuando vieron el di
de él é Gobernador, el qual lo ayudó á ganar. cho Rey y Reina de Navarra que ol Rey de Francia
se puso públicamente á ofender la Iglesia en lo es
CAPÍTULO CCXXXVI. . piritual y temporal, ocupándole su patrimonio y
dividiendo con cisma la unidad de ella y viendo quo
' Carla del Rey sobre la toma de Navarra. nos declaramos en favor y defensión de la Iglesia,
«Muy Reverendo en Jesucristo , Padre Arzobispo luego comenzaron á tener estrechas pláticas é inte
de Sevilla, mi confesor y del mi Consejo: ya cree ligencia con el dicho Rey de Francia y hablar asaz
mos que sabéis como, después de Dios Nuestro Se cosas 011 favor de lo quo hacia y en disfavor de la
ñor, Nos hicimos Reyes de Navarra á los muy ilus causa de la Iglesia y de la persona de nuestro muy
tres Rey y Reyna de Navarra nuestros Sobrinos y Santo Padre, ni mas ni menos que se hablaba en la
los pusimos en el Reyno, teniendo la mayor parte Corte del Rey de Francia, y aunque aquello Nos pa
de contrario, porque pretendían que aquel Reyno ó recía muy mal, y los reprendíamos, creíamos que el
Señorío pertenecía á Moser de Fox, padre del que Rey de Navarra por sor francés hablaba aquellas
murió en la batalla de Ravena é no á ellos, y el Rey cosas por favorecer el partido de los franceses, y
de Francia favoreció al dicho Moser de Fox, y tra no por impedir lo que se hacia en favor de la Igle
bajaba por su potencia de ponerle en la posesión sia. Y luego que Moser de Fox fué muerto, viendo
de aquel Reyno é Sefiorfos, y entonces el dicho Rey el Rey de Francia la unión que se hacia en toda la
de Francia nos envió diversas embaxadas con gran chrístiandad con nuestro muy Santo Padre y con la
des ofrecimientos de cosas que por Nos quería ha Iglesia Romana , y viendo que el Serenísimo Rey
cer, porque diésemos lugar á ello, lo qual no sola de Inglaterra, nuestro hijo, y Nos, estábamos deter
mente no quisimos hacer, mas con nuestro favor y minados de enviar á Guiana nuestro ejército en fa
gente hicimos obedecer y coronar en el dicho Rey- vor y ayuda de la causa de la Iglesia, y que la en
no á loa Rey y Reyna de Navarra mis sobrinos, y trada de Guiana por tierra por esta parte de Espa
' declaramos que habíamos de poner nuestra persona fia es muy angosta y quo tiene en la frontera la
y estado por la defensión dellos , y después estando ciudad de Bayona que es fortisima y está arrimada
este Rey de Francia y Nos en amistad, y siendo co á las sierras de Navarra y do Bearne, conociendo
mo somos casado con la Serenísima Royna, nuestra que por la disposición de la tierra juntándose el Rey
cara y muy amada muger , viviendo Moser de Fox, y la Reyna do Navarra y su estado con el dicho
su hermano, el dicho Rey de Francia procuró con Rey de Francia, sería imposible que los dichos
Nos muy ahincadamente que diésemos lugar á quo nuestros ejércitos pudiesen tomar á Bayona, ni te
con su ayuda el dicho Moser de Fox tomase la ner cerco sobre ella sin evidentísimo peligro, y que
posesión del dicho Reyno é Sefiorfos, diciendo que no podrían ser proveídos de mantenimientos; de
todos los letrados de su Reyno habían visto los tí jando las espaldas contrarias procuró de ganar por
tulos de su derecho, y que de justicia claramente le intereses á los dichos Reyes de Navarra contra nos,
pertenecía el dicho Reyno é Sefiorfos , y que Nos no solamente para impedir la dicha empresa, mas
debíamos dar lugar á ello, asi por no le impedir su para hacer por Navarra en Espafia todo el dafio que
justicia, como porque siendo hermano de la dicha pudiese. É luego que lo supimos enviamos á decir
Serenísima Reyna nuestra muger estaría siempre á los dichos Rey é Reyna de Navarra, que pues
junto con Nos, y que en caso que él falleciese sin veian que el Rey de Francia era notorio enemigo
hijos, la dicha Serenísima Reyna nuestra muger era y ofonsor de la Iglesia, y el dicho Serenísimo Roy
su heredera, y subcesora, y sucedería en su Estado: de Inglaterra nuestro hijo, y Nos tomamos esta em
diciendo que en hacer por él hacíamos por Nos: é presa en favor y ayuda de la causa de la Iglesia
no embargante todo esto, Nos por el amor que ha para divertir la potencia que tenia en Italia, y esto
bernos siempre tenido á los dichos Rey y Reyna de era para remedio de la Iglesia y de toda la Chrís
Navarra nuestros sobrinos, no solamente no lo qui tiandad, y particularmente para remedio de los di
simos consentir, mas nunca dimos lugar á quo su chos Rey é Reyna, porque saldrían del peligro en
derecho se pusiese en disputa, antes siempre estu- que de contino estaban con la vecindad del Rey do
bimos determinados de poner nuestra persona y es Francia, que les rogábamos no quisiesen dejar el
tado para defenderlos en el suyo, contra todo el partido de nuestra santísima Liga, y juntarse con
mundo, sin exceptar hermano ni otra persona algu el partido de los cismáticos, y pedírnosles una de
na, y es notorio en Espafia y en Francia que si no tres cosas, ó quo estuviesen neutrales y nos diesen
fuera porque el Rey de Francia Nos vio determina una delgada seguridad paro que de Navarra ó
dos á defender las personas y estados de los dichos Bearne no daría ayuda al Roy de Francia ni liaría
Rey y Reyna nuestros sobrinos, é los oviera des dafio á nuestros ejércitos, ó que si querían ayudar
pojado de el dicho su Estado : y no tan solamente al Rey de Francia con lo de Bearne, que está desoirá
hicimos esto por los dichos Rey y Reyna de Navar- parte de los Montes Pirineos, ayudasen á Nos con lo
ra nuestros sobrinos, mas todas las otras cosas que de Navarra, que está destotra parte do España, é
fueron necesarias para que tuviesen, como tenían que si querían del todo declarase por una de las
DON FERNANDO í DOÑA ISABEL. • ' • 75Í
partes qne se declarasen por la parte de la Iglesia Iglesia y quien después de Dios los hizo y defendió,
y nuestra, y que haciéndolo le daríamos ciertas vi mas haciéndose contrarios y enemigos de ella y
llas de estos Reynos , que CBtán en su frontera, y nuestros, por seguir al ofensor y enemigo de la Igle
ellos las desean mucho, porque por un beneficio tan sia ; é habido sobre ello maduro consejo oon los
universal como placiendo á Dios Nuestro Señor se es Prelados y Grandes, y con los del nuestro Consejo,
pera para la Iglesia y para toda la república ebris- y con otras personas de ciencia y conciencia de es
tiana de lo que se hará en esta empresa, Nos había tos Roynos ; considerando el daño grande que se
mos por bien empleado de les dar las dichas villas, podría seguir á la Iglesia y á toda la Christiandad
y demás de esto todos los coligados nos obligaría si por dejar Nos la dicha empresa el Rey de Fran
mos á defender siempre su estado, y que mirasen cia viéndose libre por la parte de acá, enviase tods
cuánto mas les valia tomar esto sirviendo á Dios y su potencia en Italia contra la Iglesia, y que para el
á la Iglesia, y respondiendo á Nos con el agradeci remedio de ella y de toda la Christiandad es nece
miento que Nos deben por los beneficios que de Nos sario y conviene hacerse la dicha empresa, ofrecién-
han recibido, y quedando juntos oon todos los Prin les toda paz y amistad si la dieren , y que si nega
cipes chrÍ8tianos, que no por ol precio é interés ren el dicho paso , podemos justamente trabajar da
que les da el Rey de Francia posponer y vender lo tomarle y tenerle para seguridad de la dicha em
que deben á Dios y á su Iglesia y la obligaoion presa, y que de esto hay ejemplo en la Sagrada Ee-
que tienen de no estorbar lo que so hace en favor criptura ; y siguiendo el dicho consejo mediante
de ella y para universal remedio de toda la Repúbli Nuestro Señor, habernos acordado que nuestro ejér
ca christiana, y que mirasen que no juntándose ellos cito entre por Navarra, para que trabaje de tomar
con el Rey de Francia contra la Iglesia y contra la dicha seguridad : y porque dicho Serenísimo Rey
los que favorecen su causa, el Rey de Francia, me- do Inglaterra nuestro hijo, no sabiendo esto, ni aun
dianto Nuestro Señor, podrá ser brevemente trahido creyendo quo pudiera suceder asi, no dio comisión
á tales términos, que dejase todas las cosas que tiene á su Capitán Qeneral para quo entrase por Navarra,
agenas, y que para lo domas no tubiese otro remedio quedára el dicho ejército de los ingleses. en campo
sino ir á pedir misericordia á los piés de Su Santi dentro de Guiana, no sobre Bayona, porque el
dad, con lo qual la Iglesia y la Christiandad queda impedimento susodioho no puedo ser hasta tener se
rían remediadas, y cesarían las guerras entre los guridad de Navarra, pero mas acá de Bayona hasta
christianos, y nuestra Santísima Liga podría em que placiendo á Nuestro Señor, nuestro ejército haya
plearse en la guerra contra infieles, enemigos de tomado la dicha seguridad de Navarra ; y tomada
nuestra Fée ; y aunque los embajadores de los di aquella, placiendo á Nuestro Señor ambos los ejér
chos Rey y Reyna de Navarra nos deoian, que te citos juntamente continuarán la empresa de Guia
nían por cierto qus todo esto sucedería así , si los na. El Rey y la Reyna de Navarra hacen ouenta
dichos Rey y Reyna se juntasen con lalglesia y con que pues por la dicha Liga está junta la potencia
Nos, y aunque lo habernos instantisímamente con de Francia con la suya, nuestro ejército no será
los dichos Rey é Reyna de Navarra desde antes que bastante para tomar la dicha seguridad ; pero Nos
viniesen los ingleses , y después hasta hoy esperan esperamos en Dios nuestro Señor que la tomará. De
do esto, habernos detenido la entrada de nuestro Burgos á 20 de Julio de 1612 años.»
ejército al sitio de Bayona, con grandísimo gasto de
los inglcsos y nnostro y eon no poquefio desconten Sumí de la eapitnlaeion y concierto de entre el Rey de Francia
tamiento, porque deudo ocho do Junio que desoin- y el Rey de Navarra, contra la Santa Liga de la Iglesia.
dioran los ingleses, hasta hoy, han estado nuestros Asentaron casamiento do la hija menor del Rey
ejércitos gastando y esperando la conclusión de esta de Frr ncia con el Principe de Navarra. Amistad é
negociación , nunca habernos podido acabar con los Liga perpetua de amigo á amigo, é enemigo del
dichos Rey ó Reyna de Navarra, que sean de nues enemigo.
tra parte ni que quieran ser neutrales , y siempre Item que los dichos Rey y Reyna de Navarra,
Nos han llovado en palabras , dándonos esperanza ayudarán con todas sus fuerzas y estado al Rey de
que harían lo nno ó lo otro, y por otra parte, dando Francia contra los ingleses y españoles, é contra to
de su tierra la gente y otras cosas necesarias para la dos los otros que con ellos se juntaren.
fortificación y defensión do Bayona, y para que los Item, que el dioho Rey de Francia ayudará al Rey
franceses tuviesen tiempo de juntar allí toda la po é Reyna de Navarra para quo conquisten para sí
tencia que ellos pueden , hasta que habernos sabido ciertas tierras é castillos de Castilla é Aragón', que
y nos ha constado que los dichos Rey é Reyna de pretenden que antiguamente eran de Navarra, de
Navarra han asentado Liga con el Rey de Francia las qualcs de yuso se hará mención.
contra los que favorecíamos la causa de la Iglesia, Item, que el Rey é Reyna de Navarra han de en
no solamente para impedir la dicha empresa , mas viar al Príncipe su hijo para quo esté en poder del
para hacer en España todo el daño que pudieren , y Rey de Francia por seguridad , ol tiempo contenido
la suma de la capitulación de la dicha Liga vos en la capitulación.
enviamos con la presento. Vista esta ingratitud que Item, el Rey de Franoia hadado á los dichos Rey
los dichos Reyes de Navarra han cometido para con é Reyna de Navarra el Ducado de Nomors , y ha]ety
Dios y con Ños, y no contentándose d,0 dejar la prometido ol Condado do Armou&c,
Í58 CRÓNICAS DE LOS REYES DE CASTILLA.
Item, hales dado veinte y quatro mil francos de Religión Christiana ; luego que supimos esta nueva,
pensión, y trescientas lanzas francesas ; ciento para que fué estando para pasarnos en persona con nues
el Rey do Navarra, y ciento para el Principe, y oion tro ejéroito ó proseguir la empresa contra los in
para Monsen de Labrit. fieles enemigos de nuestra Santa feéCathólica, sen
Item, hase obligado el Rey de Francia de pagar timos de ella muy grave pesar é dolor, y poner tal
al Rey de Navarra quatro mil peones tanto cuanto fuego 6 guerra en la Christiandad é impiedad en
durare la güera. nuestra Santa feé Cathólica, y como esto no pudi
Item, que les ayudará con mil lanzaB gruesas pa mos, por ninguna via de negociación, requerido por
gadas, y con toda la otra pujanza suya, para que nuestro muy Santo Padre que quisiésemos tornar
Iob dichos Rey y Reyua de Navarra conquisten á por la defensa y remedio de la Iglesia , conociendo
Guipúzcoa, y á I03 Arcos, y á la Guardia, é á otras quo ésta es la mayor obligación que todos los Prín
cosas de Castilla, ó á Balaguor, y á Riva y Pisa, é cipes Christianos tenemos , ficiinoslo ansí , y asenta-
otras cosas de Aragón que pretenden que antigua moa con nuestro muy Santo Padre y con el Serení
mente fueron de los Reyes do Navarra. simo Rey do Inglaterra, nuestro hermano y hijo, y
Item, el Rey de Francia, ademas do lo susodicho, con otros Príncipes Christianos, una Santísima Liga
dé al Rey é á la Reyna de Navarra cien mil escudos para defensión de la Iglesia y para recobrar el pa
de ero por una vez, pagados en ciertas pagas, para trimonio que por el dicho Rey de Francia y sus
que hagan gente, asi para' ayudar al Rey do Fran adherentes lo habia sido ocupado y para destrucción
cia, como para las otras cosas susodichas. de la dicha cisma ; y porque pareció que para aca
Item, que ol Roy do Francia ha tornado á Mon bar lo susodicho con ol ayuda de Dios Nuestro
siur de Labrit las tierras, é oficios ó provisiones que Señor, y para divertir de Italia donde la Iglesia
eolia tener, las quales el Rey de Francia le tenia tiene su principal Silla, las fuerzaB de los enemigos,
quitadas. era necesario que los ejércitos del dicho Serenísimo
Item, de todo lo susodicho llevó Monsiur de Or- Rey de Inglaterra nuestro hijo, rompiesen por
1 val capitulaciones y escrituras firmadas, é juradas Guiana contra el dicho Rey do Francia, y para ello
por los dichos Rey y Reyna de Navarra é por el di fuimos requeridos por nuestro muy Santo Padre, y
cho Monsiur de Orval, como Procurador y Embaja Su Santidad otorgó indulgencia plenaria á todos los
dor del djeho Rey de Francia. que en los dichos nuestros ejércitos fuesen á servir
Item, para ejecución de lo susodicho, el Rey y la en la dicha nuestra emprosa, y queriéndola poner
Reyna de Navarra han mandado á todos sus subdi por obra los ejércitos del dicho Serenísimo Rey de
tos de los Señoríos de Bcarne ó Fox, y á los del Inglaterra, nuestro hijo, é nuestro, por la parte do
Reyno de Navarra , que estén en tierra de labor, Bayona, fueron por via indirecta impedidos por el
que es en San Juan del Pió del Puerto, y en aque Rey y Reyna de Navarra nuestros sobrinos, ansí
llas faldas de Navarra, que fagan y cumplan todo con la liga que han hecho y asentado con el dicho
lo que el Capitán General del Rey de Francia, quo Rey de Francia en porjuicio de la dicha Sontísima
está en Guiana les mandare, en servicio, favor y Liga, como de la dicha Santa empresa, como en las
ayuda de él : y de la misma manera ha mandado el ayudas que de dicho reyno de Navarra y del Señorío
dioho Rey de Francia al dicho su Capitán General de Bearne han permitido y prometido para la de
que, para ejecución de las cosas susodichas tocantes fensión y fortificación de Bayona y do Guiana, por
á los dichos Rey é Reyna de Navarra, faga con to lo qual, siguiendo el efecto de lo sentado en la dicha
das las gentes é poder del Rey de Francia todo lo nuostra Santísima Liga, y para la quo 'dicha santa
quo el Rey y Royna do Navarra les escribieren, y empresa no se qudiese estorbar por los dichos Rey
que entren en España y trabajen de tomar todo lo y Reyna nuestros sobrinos, fué necesario que man
que pudieron. dásemos al Duque de Alva nuestro Capitán General
Item, tiéueso aviso cierto quo el Rey de Francia, que entrase con nuestro ejército por el dicho Reyno
cumpliendo el dicho asiento, ha enviado á los dichos do Navarra, como justamente lo podíamos y debía
Rey é Reyna de Navarra dineros para pagar la mos facer, pues de la manera susodicha los dichos
gente, Rey y Reyna nuestros sobrinos so oponían á la di
cha empresa , y en la capitulación do la dicha San
CAPÍTULO CCXXXVII. tísima Liga, fué firmado por Su Santidad, por ser
asi necesario, por el remedio de la Iglesia y de la
Declaración del Rey Don Fernando sobre las cosas y empresas Christiandad, que lo que por algunos de Nos los
del Reyno de Navarra.
dichos confederados fuese tomado fuera de Italia
«Nos el Rey de Aragón, de las dos Sicilias, de de los que en qualquiera manera se opusieren á la
Jerusalen etc. Hacemos saber á todos los que la empresa de la dicha Santísima Liga, aunque fuesen
presente vieren : como á todo el mundo es notorio, Reyes, lo pudiésemos detener; é visto que el dicho
estos dias pasados viendo Nos la empresa que el Duque de Alva, nuestro Capitán General, prosi
Rey de Francia tomó de ocupar el patrimonio de guiendo la dicha empresa , después de habérsenos
la Santa Iglesia Romana nuestra Madre, y de di rondido la ciudad de Pamplona, cabeza del dicho
vidir la unidad de ella con cisma, en tanta ofensa royno de Navarra y otros lugares de aquel reyno,
de Dios Nuestro Señor y daño universal do toda la y catar todo el dioho royno en disposición de hacer
DON. FERNANDO É DONA ISABEL ' Í59
lo mismo, é asentado con el dicho Bey nuestro so Mariscal de Navarra, y al Conde de Santisteban, y
brino en nombre del y de la dicba Reyna nuestra á Don Julio de Beamonte y á bu*b hijos al dicho
sobrina, capitulación, en la qual, en sustancia se Reyno de Navarra para que vivan en él y tengan
contiene que toda la empresa, causa 6 negocio que sus tierras y bienes, porque estando á la parte de
el dicho nuestro Capitán Qcncral prosigue contra Francia no sean nocesidad de servir é ayudar á los
los dichos Rey y Beyna nuestros sobrinos é su rcyno, franceses cismáticos contra la dicha santa empresa,
los dichos Rey y Reyna la remiten enteramente á y que por la misma causa los dichos Bey y Beyna
nuestra voluntad, y disposición, para que Nos po nuestros sobrinos sean obligados de dejar venir á
damos disponor y ordenar, según nos pareciere, y vivir al dicho rey de Navarra é todos los otros na
que aquello ee cumplirá y terna por los dichos Rey varros que estuvieren do aquella parte de Francia
y Reyna nuestros sobrinos, sin contravenimiento que quisieren venir en el dicho reyno.
alguno: «Otro sí : declarando más la dicha nuestra volun
«Nos, consideradas todas las cosas susodichas, é tad, por virtud de la dicha nuestra capitulación,'
lo que va é importa al bien y remedio de la Iglesia, porque los dichos Bey y Eoyna nuestros sobrinos
y de toda la Religión Christiana, que la o{>ra santa teniendo de la parte de Francia al Principe su hijo,
é impresa que habernos tomado contra los que no eBtán constreñidos , socolor de casamiento, ú
ofenden á la Iglesia, con el ayuda de Dios Nuestro otro cualquier color, por ponerlo en manos del Bey
Sefior pase adelante, hasta que la dicha cisma del de Francia, queremos que los dichos Bey y Reyna
todo sea destruida, y la Iglesia y la Christiandad nuestros sobrinos vos entreguen al dicho Principe su
remediada, y la honrra de Dios Nuestro Sefior y de hijo, para quo esté en nuestra casa real fasta que
su Iglosia satisfecha, y porque conocemos que para todo lo que toca á la dicha empresa en la manera
seguridad de la dicha ompresa es muy necesario y susodicha sea del todo acabado, con el ayuda de
conveniente que el dicho reyno de Navarra y las Dios Nuestro Sefior.
fortalezas del estén en nuestro podor hasta que toda «Otro sí : declarando la dicha nuestra voluntad por
ladicha santa empresa, con el ayuda de DiosNuestro virtud de la dicha capitulación, decimos: que loa
Sefior sea toda acabada, declarando nuestra inten dichos Boy y Beyna nuestros sobrinos sean obliga
ción cerca de lo contenido en la dicha capitulación, dos de no consentir ni dar lugar que por el Sefiorfo
que como dicho es, fué remitido á mi voluntad, por de Denme so haga guerra ni dallo directamente en
la presente decimos: que nuestra voluntad es que los los reynos de Aragón , ni dé paso para que por allí
dichos Rey é Reyna nuestros sobrinos, nos entre- se puoda hacor dafio alguno á los dichos nuestros
gen é fagan entregar luego todas las ciudades, é Beynos, y para que á todos sea notoria nuestra vo
villas, é lugares, é fortalezas del dicho reyno de luntad cerca de las cosas susodichas, mandamos facer
Navarra, y que los reciba por Nos el dicho Duquo la presente firmada de nuestra mano, y sellada con
nuestro Capitán General , ó las personas que él en nuestro sello: dada en la ciudad de Burgos á treinta
viare á recibirlas, para que todas las dichas ciuda y nn dias del mes de Junio, afio del Nacimiento de
des, é villas, é lugares, é fortalezas, é todos los Nuestro Sefior y Salvador Jesuchrisio do mil y qui
subditos é naturales del dicho rcyno, de cualquier nientos y doce.—El Rey.fi
estado 6 condición que sean, estén en nuestro poder,
y á nuestra gobernación y obediencia todo el tiem EL BEY.
po quo Nos viéremoB quo convenga para el bien y «Muy Bdo. en Cliristo, Padre, Arzobispo de Sevi
seguridad de la dicha santa empresa, en la manera lla, mi confesor y del mi Consejo; por la otra mis
susodicha, y que después quede á nuestra voluntad que va con ésta, veréis el impedimento que el Bey
y disposición el cuándo; y la forma, y manera como y la Beyna de Navarra nos han puesto en esta Santa
hayamos de dejar el dicho rcyno, para que del ni empresa, que hacemos en favor do la Iglesia, y
por él no se pueda seguir darlo á lo que fuere fecho para la dostruicion de la Cisma, y por causa de los
en beneficio de la dicha santa empresa, ni á nin dichos Beyes creyendo que los pudiéramos atraer
gunas tierras, ni subditos de las coronas do Castilla á lo quo era razón , he detenido más do cuarenta
é Aragón , ni á los subditos del dicho rcyno de Na dias los ejércitos del Serenísimo Boy do Inglaterra
varra, ni á alguno de ellos, y fasta que Nos de mi hijo, gastando sin facer cosa alguna, que rio ha
nuestra voluntad fagamos dejación del dicho reyno sido pequefio inconveniente, según lo que en esto
de Navarra, en la manera susodicha, todos los sub tiempo con el ayuda de Dios Nuestro Señor pudieran
ditos naturales del sean obligados de Nos obedecer haber hecho en Francia, y al fin visto que no pude .
enteramente, como á depositario de la corona é reyno acabar cosa alguna con los dichos Boyes, y quo nos
do Navarra, y del Sefiorio y mando del, so pena negaron el paso por nuestros dineros, y seguridad
de caer en caso de traición , y de las otras penas para el dicho poso, porque por bu causa no se estor
en que incurren los que vienen contra la corona base la empresa do Guiana, que fuera estorbar el
Real. remedio de la Iglesia y de toda la cristiandad, y es
«Otro si : declarando mas la dicha nuostra volun torbarla los dichos Beyes de Navarra, siendo como
tad por virtud de la dicha capitulación, decimos es guerra inducida por la Iglesia y en favor della,
que nuestra voluntad es, que los dichos Rey y y haberse juntado para olla con el Boy de Francia,
Reyna de Nftvarr» mis sobrinosj envíen luego a.1 se hicieron factores de (os viüuiiUivvBj mnmltj n\
700 CRÓNICAS DE LOS REYES DE CASTILLA.
Duque de Alva, nuestro Capitán General que en to mas áspera, y con mucha escopetería acordó ds
trase con nuestro ejército por Navarra para trabajar combatir aquel paso, y al mismo tiempo mandó que
de asegurarse del dicho reyno, el cual lo puso asi moviesen el artillería con la otra parte del campo,
por obra, á los veintiuno desto moa do Julio, y por mas ubajo, ceroa do una legua, porque la dis
ahora rao ha escrito que hablando quedado ol Roy posición do la tierra no sufría otra cosa, y aun para
de Navarra en la ciudad de Pamplona en propósito que pudiese pasar el artillería fué necesario facer
de defenderla, estando ya cerca dolía nuestro ejér el camino todo nuevo, á pala y azada; y así como
cito, el dicho Rey se fué della, y que en asentando la gente del ejército de los españoles movió muy
el dicho nuestro ejército sitio sobre la dicha ciudad, ordenadamente para querer combatir, la gente del
sin pasar trecho alguno de armas, se nos rindió, y Rey de Navarra desampararon el paso de manera
dia de Santiago so entregó en nuestro nombre al que el ejército de los españoles pasó sin resistencia,
dicho nuestro Capitán General, que como sabéis es é sin daño alguno. Este dia el Capitán General, por
cabeza de aquel rcyno; en haberse hecho asi breve que el peligro estaba en la delantera, y convenia
mente y sin daño, ha parecido bien ser obra de la asentar ol campo en buen lugar, quiso fuese en la de
mano de Nuestro Señor que en toda parte quiere lantera, el Mariscal y él fué á aposentar el cam
mostrar milagro en las cosas de la Santa empresa, po, y dejando proveído en lo que convenia, salió á
que hacemos en favor de la Iglesia, y para la des donde el artillería habia de salir y no se apeó en
trucción de la cisma, é yo envío á mandar al dicho todo el dia, hasta que pasó el artillería y la trujo
nuestro Capitán General que pase adelante á traba consigo al campo, el qual so asentó aquel dia, que
jar de tomar con el ayuda de Dios Nuestro Señor las eran veintitrés de Julio, á dos leguas do la ciudad
fortalezas que están en dicho reyno para la entrada de Pamplona: rindiósele allí un castillo pequeño
de Guiana, porque son recelo y contradicion del que llaman Garazon , y el dicho dia se fué el Rey
dicho reyno. É el ejército del Serenísimo Rey do de Navarra de Pamplona. El dia siguiente, á los
Inglaterra, mi hijo, y el nuestro puedan unidamente veintiquatro de Julio, por la mañana el Capitán Ge
con la guia de Dios Nuestro Señor proseguir la em neral envió á la ciudad de Pamplona un Roy da
presa por la parte que vieren que mas cumple para Armas con una carta de creencia, y la creencia por
el bien della. De Burgos á veintiséis de Julio, año escripto, para que así la mostrase; en suma, decía
de 1512.» las causas quo habían movido á su Cathólica Re
El Duque de Alva, Capitán General del ejército gencia para enviar su ejército á Guiana, en favor
de los españoles entró en el reyno de Navarra con de la causa do la Iglesia, y para la destrucción de
el dicho ejército, Miércoles veintiuno de Julio, y á la la cisma, y las causas por que fué necesario entrar
entrada mandó pregonar que los de aquel reyno que por aquella tierra á la dicha empresa, para ase
no hiciesen la guerra al dicho ejército, ninguno les gurar della y no para les hacer daño alguno, pi
fícieso daño, ni en sus bienes, y que pagasen llana diéndoles y requiriéndoles que le entregasen la dicha
mente los mantenimientos que tomasen, y aquel ciudad, y si así lo hiciesen, serian mirados, guar
dia asentó el campo una legua y media dentro dol dados y bien tratados, y si no que él con el ayu
dicho reyno. da de Dios Nuestro Señor, pues como Capitán que
El dia siguiente, fué á asentar el campo sobre un llevaba tan santísima empresa, le era lícito entrar
lugar cercado que está camino de Pamplona, Huar- por cualcsquier tierra, que para la dicha santa ora-
te, en el qual poco antes so venian á poner ciertos presa convenia entrar, y que él entendía entrar con
capitanes del Rey de Navarra, con algunas bande mano armada en la dicha ciudad, é ir otro dia á
ras de Roncalescs que es la mejor gente de aquel comer á ella, é tomar la soguridad quo para la pro
reyno, los quales no se metieron dentro, antes se secución de la dicha empresa conviuioso, y que pa
fueron, y el dicho lugar se rindió con todo el valle. ra aposentar el dicho ejéreito en la ciudad, envia
Y por estar aquel lugar en poso, el Capitán General ría, á sus aposentadores para que se juntasen con
dejó en él guarnición conveniente para asegurar el un oficial do la dicha ciudad, porque sin escándalo
camino de los mantenimietos ; en este tiempo la se ficiese. Fecho esto, el dicho Capitán General
Reyna de Navarra con bus hijos era ida á Bcarno, mandó mover el ejército, camino de la dicha Cindad
que es á la parte de Francia , y el Rey de Navarra en esta orden.
quedó en la ciudad de Pamplona, con propósito de En la delantera, los Mariscales, con 350 gi-
defenderla, y envió sus capitanes é gente á un netes.
puerto áspero y estrecho donde el ejército de los es Después el Condestable de Navarra, con 400 gi-
pañoles habia de pasar, para que defendiesen aquol netes.
paso, presuponiendo que por la aspereza de la poca El Obispo de Zamora, con 450 hombres de armas.
gente lo podria defender á mucha; avisado de E despuos, Juan Nufiez do Prado con 530 gi-
todo el Capitán General, untos do mover el oampo nctos.
que le tenia asentado doB leguas de allí, fué con Sobre toda la dicha gente iba á la mano derecha
algunos capitanes á ver la disposición de aquel paso, la infantería, fecha dos escuadrones.
y visto, por la aspereza dél y estrechura, fué nece A la mano izquierda, entre la gente de caballo
sario que dividiese el ejército en dos partes, y con y el infantería, iba el artillería y su munición y
Ja mejor della, puesta en órdoq la batalla, á la par detras de todo esto iba ol fardaio.
DON FERNANDO É DOÑA ISABEL. 761
En la retaguardia iba el otro golpe de hombres tomar á Lumbirre con el ayuda de Dios, y por tan
de armas, é gi notes, con Hurtado de Luna, y Kuiz to mandó á él no se ocupase ni dotuviese mas en las
Diaz de Roías. otras cosas de Navarra, pues ternía ya los puertos
Entró la infantería toda por la puente , que era y entradas dolía para Francia, y que ambos ejérci
hacia la mano do venia, y lo gonto todo do caballo tos juntamente entrasen en Guiana , quo las otran
por el vado, y asentóse el campo en la parte de lo cosas de Navarra Su Alteza proveería en ellas, é las
mas alto, á un tiro de piedra de la ciudad. allanaría de manera que en ambos los casos los ejér
Poco antes desto habian salido de la ciudad citos de Inglaterra y España mediante Nuestro Se
<]uatro embajadores á tratar con el Capitán Gene ñor obiesen de entrar luego en Guiana, para la qual
ral) do manera que el dia del Señor Santiago, 25 empresa, Dios mediante, será muy provechosa Na
de Julio, le entregaron la ciudad , en nombre de varra, así como no teniéndola seria muy contraria
Su Cathólica Magostad, y se apoderó do ella como y impeditiva de la dicha empresa.
convenia. Escripto en Burgos á 27 de Jullio año
de 1512. EL REY.
Después de lo susodicho el Rey de Navarra paró «Muy Reverendo en Ohrísto, Padre Arzobispo da
en la dicha villa de Lumbirre, y sabiendo que el Sevilla, mi confesor: al tiempo quo estaba acá el ejér
ejército de los españoles estaba por ir sobre él, por cito do los ingleses, juntamente con el nuestro, y avia
que aquella villa de Lumbirre está en paso por de entrar en Francia como estaba acordado, el Rey
donde pueden entrar los franceses, por la parte de de Francia juntó toda su potencia, asi la que tenía
Bearne, y de Ronces Valles a España, envió el di en Italia, como la que tenia en Francia, y la envió
cho Rey sus embaladores con poder suyo bastante á esta nuestra frontera; é vino con ella el Delfín, é
al dicho Capitán General para que asentase con él otros Grandes de Francia , é todos los buenos capi
lo que quisiere, faciendo cuenta que, pues no podia tanes de guerra que les han quedado, é todos los
retener el reyno, quería mostrar que lo dejaba de Gentiles hombres do su casa , é demás desto dió di
ku voluntad, por dos fines: el uno porque no le to nero al Rey Don Fernando, é á Mosen de la Brit,
masen á Bearne y los otros Señoríos, y el otro por para que do sus tierras ficiesen , como ficieron, toda
que después qne su Cathólica Magestad se hubiese la gente quo pudieron, de manera que el Rey do
aprovechado del otro reyno para la dicha empresa Francia y el Rey Don Fernando de Navarra, junta
do Guiana, tuviese mas voluntad de restituírselo, y ron en la dicha frontera todo el ejército que les fué
ansí Iob dichos Embaxadores asentaron por virtud posible para resistir á ambos nuestros ejércitos, ó
del dicho poder con el dicho Capitán General, una tan bien deliberado si los derechos nuestros é ejér
capitulación, que en sustancia tiene, que toda la citos entrasen, retirarse ellos, é esperando, pero re
empresa, causa y negocio, que el dicho Capitán Ge tirándose. Sin ninguna duda, mediante Nuestro Se
neral proseguía contra ellos y su reyno, el Rey y la ñor, la victoria era nuestra, pero nunca se pudo,
Rcyna de Navarra lo remitían enteramente a la vo acabar con el dicho Capitán General de los ingleses,
luntad y disposición de la Cathólica Magestad del que quisiesen entrar por Bearne, hasta que á la
Rey, para que pudiese ordenar y disponer, según postre me escribió que le placía, é con confianza lo
le pareciese, y que aquello se cumpliría y temía haría así, pasó el Duquo de Alva nuestro General
por los dichos Rey y Royna sin contravenimiento con nuestro ejército, é con nuestra artillería de la
alguno, y para seguridad que cumplirían todo lo otra parte de los Montes Perineos, en favor do la
susodicho de la manera que Su Alteza lo ordenase empresa del dicho Serenísimo Rey mi hijo; é quan-
y mandase, se asentó que entregarían luego á Su do nuestro ejército é artillería fué pasada á San
Alteza las fortalezas do San Juan del Fió de Puerto Juan del Pié del Puerto, que es á la parte do Fran
y do Maya, las quales el dicho Capitán General ha cia, para salir á recibir de aquella parte al ejército
bía ya enviado á recibir, y Su Alteza, por virtud do del Rey de Inglaterra, mi hijo, é envió gente de
la facultad que para ello le fué dada por la dicha caballo que los guiasen fasta donde se habian de
capitulación, fizo una declaración de su voluntad, juntar, el dicho Capitán General de los ingleses
la qual declaración ol dicho. Capitán General fizo tornó á decir que no quería; é tornándole á porfiar
saber á los dichos Rey y Reyna de Navarra para sobre ello, dijo que quería, pero que no estaria en
que la cumpliesen, según por la dicha capitulación España 25 dias, fasta ponerse en las naos, é que
eran obligados, pero Su Alteza envió mandar al di aunque se tomasen tierras en Guiana, no quedarían
cho Capitán General, que en recibiendo sus fortale acá ni las sosternian, sino que las dejarían, é decían
zas de aquel reyno, entrase luego el ejército de los las gentes del dicho ejército de los ingleses que si
ingleses y de los españoles, juntamente en Guiana, no les diesen recaudo para que dentro de los 25
con la gracia de Nuestro Dios, por la parto quo fuere dias se embarcason, que quien lo estorbase so lo
mas favorable para la dicha omprosa, y en oaso pagaría; no sabiondo esto, ó que los dichos 25 dias
quo el Roy y la Royna do Navarra no cumpliesen eran monestor para solo Hogar á dondo la dicha
lo contenido en la dicha declaración, pues ya las empresa habia de comenzar, é volver al dicho em
fortalezas de San Juan del Pié dol Puerto y de Ma barcadero; de manera que no queda tiempo ningu
ya se eran entregadas á Su Alteza, en el dicho caso no para hacer la guerra, como quiera que sentía yo
mandó al dicho su Capitán General fueso luego á mucho por Jo que tocaba & la honrra y estado del
»62 CRÓNICAS DE LOS BEYES DE CASTILLA.
dicho Rey mi hijo, é á la gloria de su nación ingle mo rebelar la ciudad de Estella, que aunque la for
sa, que todos loa tiempos pasados ganó tanta hourra taleza estaba contraria, la ciudad estaba a nuestra
en los fechos do armas, é alcanzó tantas victorias, obodioncia, ó cerca do lo de la dicha ciudad do Es
volverse ansí, sin hacer cosa ninguna; é también tella, yo proveí de tal manera que la gente que en
sentia que á su causa é para ayuda á su empresa, vié de presto á ella ; la tomó por fuerza do armas,
pasó en Francia nuestro ejército ó artillería de la é la saqueó é redujo á nuestra obediencia, los
otra parte de los montes Perineos, que de otra ma franceses, por las causas susodichas, é con confianza
nera no pasara, ó si hubiera de pasar sin confianza de los pueblos del mesmo reyno de Navarra, é ma
que loa ingleses y ellos se habían de juntar, fuera yormente de los Agrimonteses, que son de la parte
juntado primero, mayor ejército, i aviéndolo fecho del Mariscal, é con algunos de la Valde Roncal, é
pasar, dezallo allí al rostro de toda la potencia do Val de Salazar, de la misma parte de Agramontesa,
los enemigos, é irse para hombres de honrra como que se levantaron por ellos, é estando poblados en
ellos son, parecía cosa bien extraña; empero visto lus pasos é entradas de los Montes Perineos.
que no había remedio para detener lo que la gente Pasaron su ejército por las dichas montañas de
inglesa cada dia decian é escondían cada dia mas, Roncal é Salazar, con el Rey Don Joan é con Mo
contra los españoles de la mesma gente que los ser flen de la Paliza, é con otros capitanes franceses,
via, creyendo que eran causa para detenerlos á ins ó dejaron buena parte del dicho su ejército con el
tancia del dicho Capitán General, fué contento de Delfín de Francia , é con los otros grandes capi
les dar licencia, é mandarles dar naos para que se tanes de Francia, de la otra parte de los montea
fuesen*, é como los franceses supieron é tuvieron Perineos, á la frente de nuestro ejército que queda
por cierto los ingleses se iban dejando á nuestros ba allá con el dicho nuestro ejército, y el Duque de
españolea de la otra parte de los montes Perineos, é Alva fué necesario que se detuviese para acabar
sabiendo ellos que por la dicha empresa de Guia- ciertos reparos de ramas é madera é tierra, que se
na, para la qual los españoles habían pagado, el ficieron en la fortaleza de San Juan del Pié del
dicho Serenísimo Rey mi hijo, ponía la mitad del Puerto, que es muy flaca, para quo, pues nuestra
dicho ejército, é Nos la otra mitad, é que yéndose artillería no podía tornar á pasar este invierno aque
los ingleses quedaba solamente el medio ejército, llos montes, quedase allí como ha quedado con al
que era el nuestro, perdieron el miedo quo antes te guna gente nuestra quo la guardaba. En este medio
nían é cobraron gran corazón, ficieron queuta que tiempo llegó Martin de Anpies, con cartas del Sere
antes que nuestro ejército pudiese pasar de esta otra nísimo Rey de Inglaterra mi hijo, por las que lea
parte do los montes Perineos, se podrían tomar el mandava al dicho su Capitán General que no par
medio con demasiada ventaja suya al subir de la tiese de acá con su exército, y que cumpliese todo
montaña, que habia buena disposición para ello, é lo quo yo le mandase, é yo, visto esto, é que el
que desbaratado el dicho nuestro ejército, podrían exército de los franceses era entrado en Navarra,
tomar on un dia el reyno de Navarra, é lo mas que envié á mandar al dicho Don Martin de Anpies que
quisiesen, ó tenían por más fácil esta empresa, desde donde desembarcó fuese al dicho Capitán
desque el artillería nuestra que pasó nuestro ejérci General de los ingleses con las cartas del dicho Se
to de la otra parte de los montes, por la mala dis renísimo Rey mi hijo, é con carta mia de creencia,
posición de las subidas, sabían quo basta el verano para que de mi parte rogase ó requiriese al dicho
no se podían sacar de allí, é que así nuestro ejército Capitán General que volviese pues el dicho Serení
vernia sin artillería, é juntóse con éste el Mariscal simo Rey mi hijo se lo mandaba, é no se partiese
de Navarra que ea la cabeza del uno de los dos con el dicho exército, mas antes se viniese á juntar
bandoB de aquel Reyno, é tonian mucha parte en él; con el nuestro exército, pues los franceses eran en
é sus parientes viendo que los ingleses desampara trados en Navarra, é quo juntos ambos nuestros
ban la empresa de Guiana y se iban dejando mies-' ejércitos llevarían mucha victoria á los franceses
tra gente donde he dicho; é viendo de la otra parte que eran entrados, yéudoles á dar batalla: é con el
junta toda la potencia de Francia, é que estaba en ayuda de Dios sin darla vencerían, é que vencidos
poder suyo é de sus parientes alguna de las forta aquellos sería fecha buena parte de la empresa de
lezas de el dicho Reyno que yo habia confiado de- Guiana, porque los otros no serian para resistir, é
llos, y que asi mesrao estaba en el dicho Reyno por mirasen que era mucha vergüenza suya, al tiempo
el Rey Don Juan la fortaleza de Estella que es la que los comunes enemigos eran entrados, irse ellos,
mas fuerte é mas importante de todo el dicho Rey- que si no estuvieron acá entrados é estuvieran en
no, porque á causa de llevar nuestra artillería de la Inglaterra, de razón habían de venir para cuidar
otra parte de los montes, en ayuda do esta empresa on este caso; é esto mismo les dijeron é requirieron
de Guiaría, no había yo querido que se trújese do mi parte el Obispo de Sigüenza é Diego López
artillería sobro la dicha fortaleza, é por aventura, de Ayala con mis letras, é nunca se pudo acabar
teniendo el dicho Mariscal nuestro hecho por peli con el dicho Capitán General que quisiese quedar,
groso, se reveló contra nuestro servicio é estado, é antea quanto mas procurábamos su quedada, tanto
se pasó secreta é fugitivamente con algunos de sus mas priesa daban en su ida, é ansí se partieron, é
parientes, á la parte de los franceses, é hizo rebelar después dellos partidos, recebí cartas del dicho Se
las fortalezas que del habia yo confiado, é asi mis renísimo Rey mi hijo, de 2<J días de Setiembre, ó
DON FERNANDO É DOÑA ISABEL. 763
otra de mí Embaxador que esta con él, de 7 de Oc quales murieron los dichos Senescal de Bigorra, é
tubre, con correo propio, é luego otro día llegó un Monsiur de Aste, é muchos gentiles hombres.
faraute,del dicho Serenísimo Rey mi bijo, con otra Viendo los franceses que por una parto ni por
carta suya para mi, de 12 de Octubre, por las quales otra fasta agora, no han podido hacer contra Nos
mo escribió que aunque su Capitán Gcnoral ó ojér- ni contra nuestro estado, cosa de sustancia, nin han
cito, so quisiesen partir no les dejásemos partir, cercado ninguna ciudad ni villa del Reyno de Na
antes Ies quitásemos los navios, ó les estorbásemos varra, han asentado campo una legua de Pamplona,
la partida. E eso es cierto quo aunque estas letras á la falda de los mismos montes Perineos, y han 1
vinieran antes que Iob ingleses partieran, no fuera venido tres veces á dar vista á la dicha ciudad de
posible detenerlos, porque el dicho Capitán General Pamplona, é todas tres veces los nuestros les han
los habla tanto puesto en su partida, que ellos esta muerto gente, é les han tomado prisioneros, sin re
ban determinados de venir á las armas con quien se cibir los nuestros daño alguno, á Dios gracias; y
lo estorbara, é porquo esto no habíamos do consen cada dia se mudan por allí, de una parte en otra; é
tir, fuera imposible estorbárselo. publican quo el Delfin que quedó en Bayona junta
E tornando á la entrada de los franceses, viendo mucha mas gente para pasar con ella é con artille
ellos idos á los ingleses, pues estaban ya apodera ría, por Bazan, á juntarse con ellos, é que han de
dos do los montes Perineos, trabajaron de tomar al cercar é combatir la ciudad de Pamplona, é todaa
puerto, por donde babian do venir el Duque de las maneras, que los franceses son para hacer últi
Alva con nuestro ejército, para tomarle en medio, mo de potencia, por poder desta vez hacer alguna
el Delfin por una parte y ellos por otra. El dicho cosa señalada contra España, é como quiera que á
nuestro Capitán General, dejando proveído de gen- causa de la ida de los ingleses nos han tomado con
to el reparo do San Juan, puso gente en el puerto; menor provisión de la que tuviéramos hecha, si los
é subió con nuestro ejército, c pasó desta otra parto ingleses no vinieran acá; empero Nos mandamos
de los montes Perineos, sin que á sus espaldas ni á juntar mucha gente para que vaya con Nos; ó aca
la delantera hallase resistencia, é porque los caba bada de juntar la dicha gente, tengo acordado, me
llos venían fatigados del eBtar en el campo, é de no diante el ayuda de Dios Nuestro Señor, de ir en per
poder haber allá tanta cobada como era menester, é sona á darles la batalla, é yo vos haré saber lo que
también porque & causa del rebelión del Mariscal ó sucediere dello. Do Logroño, á 12 de Noviembre,
de algunos de sus parientes é amigos, fué necesario año de 1512.»
proveer de gente las ciudades é villas del dicho Lo que sucedió después de lo contenido en esta
Reyno de Navarra, el dicho nuestro Capitán Gene carta de Su Alteza, puesto caso que atrás es dicho,
ral se vino i Pamplona, que está cerca de las aldas que los franceses, é el Rey de Navarra prosiguieron
de los montes Perineos, é repartió nuestro ejército su cerco sobre Pamplona con su campo de mas de
por las ciudades y villas del dicho Reyno, y él 20.000 hombres, y estuvieron allí desde el dia que
quedó con la una parte de la gente en la dicha ciu vinieron, hasta que alzaron el campo, veintisiete
dad de Pamplona; y en este mismo tiempo proveí días, y en cabo dieron un combato á la ciudad un
mos que se pusiese sitio en forma sobre la fortale Martes á diez y ocho días de Noviembre, dos horas
za de Estella, é que 6e aprestase para trabajar de después de comer; y duró el combate tres horas, en
tomalla, é estando los dichos franceses con propó que jugó tan reciamente su artillería, que en chico
sito do venir á socorrerla, cada día y cada hora, los rato derribaron un lienzo de la cerca, y no paraban
nuestros lo apretaron de tal manera, que so nos rin los franceses con las señas hasta sobir por cima de
dió; y asi mismo so nos rindieron las fortalezas de de Iob muros, empero los de dentro se dieron á tal
Cabrera, é de Monjardin; é poco antes nuestra recaudo que defendieron bien la ciudad, y ofendie
gento había tomado la fortaleza de Tafalla que so ron de tal manera á los combatientes, que en poco
nos había rebelado. Así que después de que todos espacio mataron y derribaron é rendieron 800 hom
los francoses fueron entrados en Navarra, cobramos bres y mas de los franceses combatientes ; y de los
todas las dichas fortalezas ; é á esto mismo tiempo de la ciudad murieron muy pocos, que algunos di
entraron 2.500 franceses por la Val do Brota, quo jeron que no murieron sino tres hombres , un mozo
es en Aragón, en las montafiaB de Jaca, é venía por de espuelas del Rey y dos peones ; y fueron heridos
Capitán della el Senescal de Bigorra é con él Mosiur algunos, en especial el Comendador Fernando de
de Aste, quo oran ambos de la sangre de Fox, por Vega, Don Pedro Manrique é Don Juan de Castilla
que supieron que de aquella parte no teníamos gen é Villalba el Coronel, ó desde aquel dia no oBaron
te, entraron nna aldea que llaman Torla, que está á mas allegar cerca de la ciudad, estando allí el dicho
la entrada del vallo, quo es do ciento vecinos, sin campo. Cierto es que la dicha ciudad estuvo en muy
ceroa ni cava, é de los do la dicha habian mandado grande aprieto de viandas, pero también los fran
á los lugares de la montaña de su comarca que vi ceses pasaron gran lacería y trabajo y hambre, ca
niesen á socorrerlos; é estando los franceses com ol Arzobispo de Zaragoza estaba en Sangüesa, con
batiéndolos en aquel aldea, ó ellos defendiéndose, siete mil hombres, y les estorbaba de venir las
llegó alguna gente de la montaña, é dieron & los viandas, y les tomó sesenta oabezas de ganado que
franceses tan reciamente, que los desbarataron á les venian por el Val de Roncal. En este tiempo el
todos é hicieron gran matanza en ellos, entre los Alcayde de los Donceles é los otros Capitanes que
764 CRÓNICAS DE LOS REYES DE CASTILLA.
estaban en Navarra, estaban en sus aposentos bien decimiento é tan gran delito del dicho Duque nues
apercibidos. tro sobrino, habiéndonos él dado tan grande causa
El Rey bizo provisión de gentes é mantenimien para ello, le habernos mandado apartar de nuestra
tos, y envió al Duque de Nájera por Capitán Gene Corte, é tratándole bien, ponor tal guarda en sa
ral á descercar á Pamplona con muy lucida gente, persona, que aunque quiera no pueda poner en obra
é como Iob franceses supieron del socorro, luego se lo que con el dicho Rey de Francia tenia concer
quitaron afuera, é se fueron retrayendo hasta dos tado.
leguas de la ciudad, é el Rey mandó que no los si «Una cosa os certificamos, que nos consta que el
guiesen, ni acometiesen, porque eran chrístianos, dicho Duque, conociendo la mucha fidelidad que
como Rey magnánimo, piadoso, que no quiso que los varones é Universidades del nuestro Reyno da
muriesen tantos chrístianos, como siempre lo tuvo Ñapóles tienen á Nos é á nuestro Real estado y ser
por costumbre, é mandó que no siguiesen el alcan vicio, no osó á ninguno dellos la dicha traición co
ce; con todo eso los vizcaínos é algunos naturales municar: pareciónos que era razón de os lo hacer
de la tierra , ó otros ansí de á pié como de á caba saber, para que de mi parte lo digáis á esa ciudad,
llo, los siguieron, é los fícieron asaz dallo, é les to no para otro efecto , sino para que sepan que Nos
maron trece piezas de muy escogida artillería; é honrábamos é tratábamos al dicho Duque como se
ellos se fueron con mucho peligro, é por muy estre debe tratar á fijo, é que él trató contra Nos, é con
chos pasos, é muchas nieves, é fríos, ó hambro é sed tra nuestro estado , con el enemigo de la Iglesia y
que pasaron, sin hacer cosa, ni adquirir de lo que nuestro, lo que habernos dicho. A 12 de Diciembre,
deseaban, y toda Navarra quedó por Castilla, y que año de 1512 afios. — Yo el Rey.— Por mandado ds>
dó el Alcayde de los Donceles por Capitán Genoral Su Alteza, Miguel Pérez de Al mazan.»
dolía é guarda, con otros muchos capitanes.
CAPÍTULO OCXXXVIII.
CARTA De la muerte del Papa Julio II.
que el Cilbólieo Rey Dos Fernando envió al Arzobispo do Sevi Murió el Papa Julio II en Roma á 20 días del
lla Don Diego Deza, quejándose del Duque Don Fernando, su mes de Enero, año del Nacimiento de Nuestro Sal
sobrino. vador Jesuchristo de 1513 afios, aviendo imperado
«Muy Reverendo en Jesuchristo, Padro Arzobispo en la Silla Apostólica de San Pedro nueve afios y
de Sevilla, mi confesor. — Después que el Duque tres meses: murió de su muerte natural, en senetud,
Don Fernando mi sobrino vino del Reyno de Ñapóles de 80 afios, dejando el mundo revuelto, y todos los
á nuestra Corte, todos han visto que Nos le habe Reyes y Príncipos chrístianos en guerras , y ligas y
rnos honrado é tratado siempre en todas las cosas, parcialidades á causa de la cisma ya dicha , de lo
con tanto amor como si fuera nuestro propio hijo; qual no poco sentimiento ovo el Rey Don Fernando,
é teniamos determinado de le dar un estado, é de y todos los Emperadores, y Reyes, y Duques y Ba
entender en que fuera honradamente colocado, cre rones do la Santa Liga de la Iglesia Romana, y aun
yendo que como él lo mostraba de fuera, ansí den disfavor, porque el Papa Julio era intemerato y
tro nos fuera siempre fiel ; é quando desto tenia muy magnifico , é esforzado defensor de la Iglesia,
mos del mas confianza, por la causa que ha parecido amigo de los cathólicos y enemigo de los tiranos é
le daríamos, base descubierto que desde que está cismáticos ; él qual , siendo en extrema necesidad
bamos en Sevilla envió mucho secretamente á tratar de su fin , conociendo que habia de morir , invocó á
con el Rey de Francia, é se concertó con él contra los Cardenales y les dijo las exhortaciones que si
Nos é contra nuestro Real estado , é para poner por guen :
obra lo que asi tenia concertado, determinó aqui en Priineramento dijo : que cierto habia sido muy
esta ciudad de irse de nuestra Corte, secreta é fusi gran pecador en las voluntades mundanas y en lea
blemente á la Corte del Rey de Francia ; ó concertó pecados de la carne, y que ansi como él era ver la
las personas que con él habían de ir, é puso para deramente malcontento y arrepentido, que pedia
ello postas secretas, cerca desta ciudad, é en algu misericordia á Dios Nuestro Señor, que por ello no
nos lugares de Navarra por donde hablan de pasar condonase su ánimo ni su memoria.
á Francia, é al tiempo que estaba para ponerlo por Segundo dijo : que conocia que habia sido causa
obra fueron presos por nuestro mandato Felipe Có de muy grandes guerras y muchos homicidios, y
pula, que fué el que principalmente entendió con grandes disensiones de Príncipes, y que de esto se
el Rey de Francia en concertar la ida del dicho remitía á la infinita misericordia de Dios, porque él
Duque nuestro sobrino, Juan de Pordona, y dos habia sido forzado en hacer tales cosas á causa que
franceses, ansí mismo, ca huían é so iban á Fran quando él fué asuinpto on el Pontificado, que había
cia por postas con el dicho Duque, y halláronse en hallado todo el Patrimonio de la Santa Iglesia ocu
podor del dicho Felipe las cartas é escripturaB que pado y robado del Duque Valentín, y de venecia
sobre ello dio el Rey de Francia ,, por las quales y nos , y de otros tiranos ; y que habia hallado la Cá
por sus confesiones dellos mismos, ha parecido la mara Apostólica adeudaba en 182.000 ducados y el
traición que tenían concertada contra Nos é contra Palacio Apostólico todo robado y sin ninguna pro-
nuestro Real estado ; ó Nos r viendo tanto desagra ñ8»?»» y ísáa.!««¡!áaáajr ítaá&i» Jt&w
DON FERNANDO É* DONA ISABEL. Wí-
llenas dé venecianos, parcialidades, y casi rebeldes mentó de la Eucaristía; y el Cardenal de San Jorge
ú la Santa Sede Apostólica, y con muy poca justi que allí estaba aparejado para comulgarle, se lo
cia, y que él había trabajado mucho con la persona trujo , y le pidió si perdonaba y remitia las injurias
y el entendimiento, por poder pacificar, y recupe y ofensas á todos sus enemigos, y al Duque de Fer
rar, y cobrar, é poner en justicia todo el estado de rara; y él dijo que sí, con condioion que para ade
ta Santa Iglesia, sin hacer matar ninguna persona, lante pagase cntoramente el tributo á la Santa Igle
ni tomar lo suyo á nadie sin justicia, y que desto sia ; y anBÍ mismo le dijo si pordonaba á los Benti-
llamaba á Dios por testigo, y por el paso extremo bolcs y al Rey de Francia: dijo que sí, con tanto
en que estaba. nunca mas fuesen contra la Sede Apostólica; y ansí
Lo tercero, dijo y exortó: que muy esforzadamen mismo le dijo si perdonaba los Cardonales cismáti
te los RoverendoB Sofiores Cardenales que después cos ; y él estuvo un poco pensando, y después dijo :
de su fallecimiento hiciesen la elección muy justa que como persona humana remitía las injurias que
y santa, y criasen un Pontífice digno del Pontifica habian hecho á su persona y los perdonaba , mas
do, santo y bueno, y que en la elección guarda que como vicario do Dios y sucesor de San Pedro,
sen la ordenanza que era ordenada en su Bula, que que los remitia á la Justicia de Dios, porque ellos
1 labia hecho contra las simonías y corrupciones pa avian sido causa y principio de tantas revueltas , y
sadas. males, y guerras, quantas eran pasadas; y esto dicho,
Lo cuarto : exortó á los dichos Excmos. Señores sus camareros y privados le hicieron presentar un
Cardenales, que trabajasen luego y siempre de estar breve, por el qual pedían y querían ser absueltos de
en Roma, é tenerla en paz y abundancia é buena todo lo que habian negociado y administrado por
gobernación y justa, y que trabajasen sobre todo Su Santidad , y por la Apostólica, y dijo que no lo
que los forasteros y cortesanos pudiesen venir á queria hacer, porque si ellos avian gobernado y ad
Boma seguramente, sin ser robados, ni muertos, ni ministrado bien y fielmente, que no tenían necesidad
destruidos en las puertas do Boma, ansi como otras de quitancia, y que diesen sus descargos y le serian
veces solian hacer, y que procurasen que qualquie- tomados en qüenta, y mandó romper el dicho breve;
ra hombre pudiese ir y venir con las manos llenas y pidiendo misericordia á Dios comulgó muy de
de oro, sin peligro alguno, y que los hombres de votamente , y luego mandó venir á todos los Peni
seguida y las cabezas de los bandos fuesen tenidas tenciarios de San Pedro, y su confesor, y presentes
con las riendas de la justicia. todos los Cardenales que allí estaban con candelas
Lo quinto, dijo : que dejaba á la Iglesia Romana blancas encendidas en las manos, se hizo dar la Es-
dotes muy nobles y muy grandes ciudades, que por trema-Uncion, y él mismo respondió átodo, y des
ningún otro tiempo habian estado en la obediencia pués de un poquito , diciendo : tn ie Domine con/ido
de la Santa Iglesia, como estaban al presente, y non confundar in aternum, ted propitius tito Domine
que en todas dejaba Alcaydcs y Gobernadores, que mihi peccatori, pasó de la presente vida y quedó
son las siguientes . como si quedara durmiendo. Esto fué á las diez ho
Bimon Forli, Mola, Faenza,Bávena, Perusa, San- ras de la noche, á 20 dias del mes de Enero, año
cona, Bononia, Bezo, Parma, Plasencia, Pésaro y de 1513 afios.
para las cobrar que le había sido forzado dar los Ansí el Papa Julio ovo santo fin : y todo lo suso
beneficios por oficios, y que no lo habia hecho por dicho es verdad, y ansí fué escripto al Rey Don
codicia ni por dar á sus parientes, mas por defender Femando y al Nuncio de las personas de autoridad
é cobrar el patrimonio de la Iglesia, y que semejan que á ello presentes fueron, y porque me pareció
te causa le habia inducido á crecer las monedas en fallecimiento tan santo no ser razón esquivarlo des-
perjuicio de los pueblos, y que pedia á Dios le to ta mi escriptura, lo asenté para memoria y ejemplo
mase en cuenta á su ánima, según su misericordia y de los que desean buen fin.
la intoncion con que lo habia hecho. Lo que acaeció al Papa Julio II, ántcs que adole
Lo sesto dijo: que dejaba en el castillo del Santo ciese tres dias, es : que él estando á la hora de me
Angelo 600,000 ducados, los 300,000 en dineros, é dio dia solo en su cámara, lo apareció la Muerto
los 200,000 en plata é joyas , los quales 300,000 du muy horrible, de lo qual él mucho se espantó y es-
cados en dineros avia guardado , porque si oviese pavoreció, y vuelto en sí mucho, se encomendó á
sido apremiado á huir de Boma por el Bey de Fran Nuestra Señora la Virgen Santa María , y después
cia, qtic le oviese sido menester andar mendigando, siendo adolecido , muchas veces se encomendaba á
y que los confortaba á tener la muy buena amistad Nuestra Sefiora Santa María de Loreto, á la qual
con el Bey Cathólico, muy bueno y devoto hijo de tenia mucha devoción , y le habia hecho un mny rico
la Santa Madre Iglesia, Bey de Espada, y que por templo, y la misma Imágen le apareció y dijo :
tal caso avia mandado hacer las galeras que estaban nque no temiese, ca ella serta con éln: y él, después
en Ancona; de los quales dineros dijo, que quería dcsto , consolaba mucho á sus servidoros y paríeti- '
que fuesen los 110,000 ducados para su sopoltura y tes, diciendo quo no temiesen, diciendo que por
00,000 ducados para acabar su capilla, que avia co ventura de aquella enfermedad él no moriría ; mas
menzado á hacer, y que fuesen 50,000 ducados para después que vido la enfermedad mas agravada,
la fábrica de la Iglesia de San Pedro porque no dijo que conocía que era la voluntad de Dios qua
pesase la obra. Y esto dicho , pidió el Santo Sacra- acabase sus dias , y que Nuestra Señora ayudaría sq
M6 CRÓNICAS DE LOS REYES DE CASTILLA.
ánima , y no á en cuerpo , que mocho mas le placía caballero armado en blanco, y llevaba al rededor
que en todo se hiciese la voluntad de Dios, que no de si cínqüenta palafreneros , muy bien vestidojs de
otra cosa, que él era muy contento de morir, pues jubones do brocado, y calzas do grana y bonetes
las cosas de la Santa Iglesia estaban ya reme rojos, y camisas con cabezones de oro, y cespedos
diadas. boloñeses dorados en las manos. Luego salió el
Fué el Papa Julio Pontifico muy gran defensor Duque de Ferrara é el Duque de Urbino , muy ri
de la Santa Iglesia, y amador de la justicia ; plega camente ataviados con fusta treinta palafreneros
a Dios Nuestro Señor dar descanso á su ánima. delante, muy ataviados. Luego salieron doce se
ñores de Italia, muy bien en orden y muy bien ar
CAPÍTULO CCXXXIX. mados. Luego salieron veinte acaneas blancas del
todo como la nieve todas del Papa, las diez con cu
De la elección del Papa León. biertas de brocado hasta los pies, é los frenos de
A diez «lina del mes de Marzo, en la noche, en carmesí, con las clavazones todas de arjento. Luego
cónclave en Roma, criaron los Cardenales Papa al salieron doce muías muy singulares de la misma
Reverendísimo Señor Cardenal de Médicis, de la no- suerte de las acaneas, y cada una destas acaneas y
blejestirpe de Médicis de Florencia. Cúpoleen suerte ínulas llevaba un palafrenero de rienda, que ea
por nombre León X ; fué electo pacificamente, y mozo de espuelas : luego salieron los Obispos y Ar
muy bien empleada la santa dignidad y Pontifi zobispos y Patriarcas, todos en caballos cubiertos
cado en Su Santidad según la voz y loor de la vir de tela blanca desde las orejas basta los pies, y
tud, habilidad, potencia y saber de su persona. ellos con roquetes é pluviales, é mitras en la cabe
za, é cada uno de ellos llevaba diez palafreneros
CAPÍTULO CCXL. muy bien vestidos con libreas. Luego salieron los
Embaladores, el do España, el del Emperador muy
De la coronación del Papa León X.
ricamente vestidos con sus palafreneros delante :
La coronación del Papa León, X deste nombre, luego sacaron el Corpus Christi en unas andas muy
que sucedió al Papa Julio II, se hizo ú once días ricas y llevábanlas dos caballos, y llevaban encima
del mes de Abril, año del Nacimiento de Nuestro un dosel de oro con quatro varas, las quales lleva
Redentor Señor Jesuchristo de 1513 años , treinta ban quatro barones romanos principales. Luego sa
dias después de la elección, é fué en esta manera : lieron los Cardenales en caballos cubiertos todos do
Un Lunes por la mañana á una hora del dia, cabal tafetán blanco, dellos como diáconos, y delloscomo
garon todos los Cardenales, quo fueron veintitrés presbíteros, según las órdenes que tenían, con mi
Cardenales, que residían continuos en la Corte del tras de damasco blanco en las cabezas y llevaban
Papa, y todos los Patriarcas, Arzobispos, Obispos, cada uno diez camareros á pié de los mas favoreci
é fueron al palacio del Papa, donde estaba, é llega dos y muy vestidos de sedas y brocados é bastones
dos, comenzaron de tocar é sonar muchas trompe ricos en las manos. Luego salió el Papa encima da
tas, é salieron del palacio trescientos caballeros do un caballo blanco con una vestidura de chamelote
caballos ligeros é muy bien armados, a modo de blanco muy fino é un roquete do cambray tan del
guerra, todos con divisa del Papa, blanco, rojo y gado como el pelo de la cabeza; é una aniseta do
verde, é tomaron la vía de San Juan de Letran, é carmesí pelo , é una estola de brocado ceñida por el
luego en pos destos salieron cien ballesteros á ca cuerpo, é una tiara muy rica en la cabeza, que de
ballo con la misma librea ; é luego , en pos destos cían que las piedras delta no se podían apreciar, ó
salieron otroa cien caballeros de los Capeletas, con iba debajo de un dosel de brocado con quatro varas,
la misma librea, é luego, en pos destos salió el Bar- las quales llevaban otros quatro barones romanos
ridielo, quo es como alguacil mayor, con sesenta principales , y delante del iban ochenta palafreneros
caballeros escopeteros é ballesteros, é otros tantos suyos, con sayones de terciopelo negro, é jubones
á pié, con sus armas enhastadas, con la misma li de carmesí é raso, é cofias de oro, y bonetes roxos
brea , 6 capelos blancos , á la francesa ; luego salió y cintas de hilo de oro, é calzas do grana , y espa
el Condestable de Capitolio, con otra tanta gento, é das, y puñales dorados ceñidos, y tras él iban tres
de la misma suerte, é con la misma librea é capelos cientos suizos de su guarda muy bien armados y
blancos a la francesa. Luego salieron catorce cur con atambores y banderas , y de esta manera y or
sores con sus caballos, con banderas rojas en las den caminando llegaron al castillo de Santo Angelo,
manos, con las armas del Papa, y luego salieron y pasando la puente comenzó á tirar el artillería ; é
diez y nueve estandartes del Pópulo Romano; ó duró media hora que parecía que Roma se hundía,
luego con ellos el Senador y Cónsules é Conserva é unos i otros no se oían.
dores de Roma, é salió el Alférez mayor enmedio, Por las calles había desde San Pedro hasta San
con el mayor Estandarte, armado de obra de armas, Juan, trece arcos triunfales, con tantas comedias é
él y el caballo , y todos muy ricamente vestidos de invenciones que era coBa maravillosa de ver ; iban
sedas y brocados, y cadenas de oro, con muchos tantas maneras de músicas y tales que parecia ser
palafreneros con muy ricas divisas é lanzones en en la gloria celestial.
las manos, é tras estos venia el estandarte de la Tardaron mas de cinco horas en el camino, é llega
Iglesia con las armas del Pnpa ; é este llevaba un dos á S«tn Juan, comenzaron á hacer sus actos para
DON FERNANDO É DOÑA ISABEL. $$ .
la coronación £ entráronse &1H en San Juan de Le- Padre, é al Santo Concilio Lateranense, é porque
tran, é alH fué coronado el Papa por loe Cardenales no parezca que en otra manera é no con limpio co
é por el Pópulo Romano aquel día con muy gran razón, ambos fecho é jurado todas las cosas suso
des fiestas é solenidades que serian muy luengas de dichas y cada una de ellas, somos contentos y aun
escribir, é allí comieron aquel día é estuvieron el deseamos que esta presente carta sea leida pública
Papa y los Cardenales hasta la noche que se vinie mente en el mismo Concilio Lateranense, é en la
ron al palacio de San Pedro con antorchas. Basto sesión publica, de lo cual todo por eBto hacemos á
esto cuanto á la coronación del Papa León X , que mejor gana ; porque nnestro muy Santo Padre León
comenzó de imperar en Roma en la santa Silla entienda que en todo tiempo avernos de ser fieles
Apostólica desde once de Marzo del afio de Nuestro hijos y muy obedientes servidores de Su Santidad,
_ Señor Jesuchristo de 1513 aBos. y do la Santa Silla Apostólica, y del Santo Conci
lio Lateranense. La cual carta firmada de nuestros
CAPÍTULO CCXLT. nombres, como arriba es dicho, para mayor abun
De lo qne hicieron los dos Cardenales cismáticos desque su damiento damos á vos, el presente notario, é vos
pieron la muerte del Papa Jallo, e de la abjuración qae hicie rogamos que sobre ello hagáis uno é muchos ins
ron de la clima ; é de como conocieron sn pecado é fueron per trumentos públicos. Fechado en Florencia á 14 dias
donados. del mes de Junio de mil y quinientos y trece olios.
Los Cardenales Bernardino de Carvajal é Fede —Yo Bernardino de Carvajal de mi propia mano lo
rico do San Seberino, desque supieron en Francia firmé, prometi, juré, confesé, é fice: yo Basto de

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