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AUTORES ESPAÑOLES.
AUTORES ESPAÑOLES
CRONICAS
DE
DON ALFONSO EL SABIO, HASTA LOS CATÓLICOS DON FERNANDO Y DORA ISABEL.
TOMO TERCERO.
MADRID,
M. RIVADBNEYRA- EDITOR.
ADMINISTRACION ¡ MADERA BAJA, NÚM, 8,
1878,
IMPRENTA., ESTEREOTIPIA Y GALVANOPLASTIA DE AR1BAÜ Y COMPARÍA (bOCKSOKES DK RlVAI>P.NEYItA),
IlirRKORES DE CAUAJU Di 6. M,— Cslle dd Puno» de Orann, nilm. 1.
ADVERTENCIA.
Para dar por terminada la colección de Crónica» de los Reyes de Cattüla, que nos propu
simos incluir en la Biblioteca , restan únicamente las que corresponden á los reinados de
Enrique IV y los Reyes Católicos. Hasta ahora contamos en cada reinado con una crónica;
ni tampoco se extendía á más nuestro empeño , atenidos como estábamos, no á reproducir
monumentos esencialmente históricos, sino .aquellos que de común acuerdo se conservan y
recomiendan como superiores por su concepto y mérito literarios. Pero el renacimiento de
las letras en Occidente perfeccionó los estudios, ensanchó el campo de la erudición, y armo
nizó más y más la manera dé expresar las ideas con el mejor arte de la forma, modelada
sobre los insignes ejemplares de la antigüedad clásica.
El siglo xv cae de lleno en este periodo ; y lo que ántes era Bemilla copiosa, pero poco
fecunda aún , llega en breve á hacerse campo de frondosa y lozana fertilidad. Allí no era
posible la preferencia ; aqui lo dificultoso es la elección ; pues exceptuándose algún investi
gador de memorias y documentos, que en fuerza de aplicación y voluntad hacía olvidar lo
deslucido de su propósito, los más eran escritores de profesión, que con observar lo que
acontecía á su vista y referirlo según su pasión ó sus intereses , por elegante manera y aci
calado estilo , creían haber desempeñado su papel á gusto do los que los pagaban ó los aplau
dían. El más retórico era el que presumía de mayor acierto.
Dijimos al finalizar la Advertencia que encabeza el tomo n de nuestras Crónicas, que en
el presente, relativo a! reinado de los Reyes Católicos, marcharíamos con más desembarazo
en cuanto á la concurrencia de los autores que se disputan la propiedad de alguna de las
obras de esta colección. No cabe, en efecto, duda respecto á los verdaderos historiadores de
aquel reinado; pero no sucede lo mismo con los del precedente, es decir, con el de D. Enri
que IV, en cuya vida pusieron mano á la vez varios escritores , sin que sea posible afirmar
sin pruebas á quién ha de atribuirse esta ó la otra obra determinada. Cuál más, cuál ménos,
sabemos que intervinieron en aquella empresa el competidor de Nebrija, Alonso de Palen-
cia, Mosen Diego de Valera, Diego Enriquez del Castillo , D. Juan Arias Dávila, el famoso
compilador y refundidor de los documentos históricos de aquella edad , Don Lorenzo Ga-
lindez de Carvajal, y con carácter más general, sin ceñirse á limitado 'espacio de tiempo, el
bachiller Alfonso de Toledo, Pedro de Escávias , y quizá algún otro.
No nos detendrémos á referir las circunstancias de la vida de algunos de estos autores,
personajes importantes en las córtes de Enrique IV y de los reyes Don Fernando y Doña
Isabel (1), porque están ya consignadas tan ampliamente como es posible en obras recientes
(1) Alfonso de Palencia ó Fernandez de Paten bando del rey intruso Don Alfonso, hermano de
cia, natural quizá de ceta cindad, 6 según otros, de Don Enrique.—Diego Enriquez del Castillo, natu
Sevilla, nació el año 1443, y murió oí 92. So educó ral de Segovia, fué capellán y del consejo de dicho
en Italia, adonde pasó de jó ven con el obispo de rey Don Enrique. — Diego de Valera , nacido en
Burgos, Don Alfonso de Santa María ó de Cartagona, Cuenca en 1412, murió en 148G. Morced á su talen
siendo familiar del célebre cardenal Besarion. Vuel to y á los caballerescos servicios que prestó á Es-
to á España, sucedió á Juan de Mena on el empleo paria en los países extranjeros, fué muy estimado y
de cronista y secretario de latín, y se afilió en el distinguido por Don Juan II y los Reyes Católicos.
VI CRÓNICAS DE LOS REYE8 DE CASTILLA.
de autores contemporáneos , que sin dificultad pueden consultarse (1). Ni es tampoco del
caso incluir aquí la enumeración y juicio de los muchos y varios escritos quo se conservan
de aquéllos , cuando sería inútil por una parte y pretencioso por otra el intento de acometer
este trabajo ; no será poco el de concretarnos á nuestro objeto.
Tres son las principales Crónicas que se citan de Enrique IV : la de Alfonso de Palencia,
la de Diego Enriquez del Castillo y la de Mosen Diego de Valera , esta última titulada
Memorial de diversas hazañas , y hasta hoy inédita como la primera. Escribió también Pa
lencia las Décadas Latinas , cuyo verdadero título es las Tres Décadas de las cosas de mi
tiempo, que comprenden desde 14-10 hasta que queda asegurada la sucesión de la reina Isa
bel en el trono de Castilla. La Crónica abraza solamente el reinado de Enrique IV, y en
algunos ejemplares, no cabal, falta que puede atribuirse á que los códices no estén completos.
Las Decadas están escritas en latín, la Crónica en castellano; lo cual ciertamente no se opona
á que ésta, ya que no una traducción , por lo menos sea casi un extracto de las primeras.
Pudo muy bien Palencia ser autor de este trabajo , como lo es de las versiones de otras
obras suyas, dado que todas las escribió en latin, obligación tal vez aneja al titulo de Secreta
rio de latin, en que sucedió á Juan de Mena; mas esta conjetura, sobre alguna razón que ale
garemos luego, es de ningún valor desde el momento en que se dice, como es verdad, que
él mismo formó una lista de sus escritos, y no menciona en ella la Crónica de Enrique IV.
Si ésta, según la opinión de algunos, fuese meramente un extracto romanzado de las Déca
das, quedarían resueltas todas las dificultades; se llamaría Crónica de Palencia lo que, sin
ser trabajo propio, era creación suya, como se llaman comedias de Calderón, por ejemplo,
las que andan hoy refundidas por otras manos, unas conocidas , otras anónimas é igno
radas.
Fundamento hay, pues , para negar la autenticidad de la Crónica de Palencia tal como
existe hoy dia. De este parecer es el señor Ríos, allegándose al emitido anteriormente por el
académico Don Pedro Sainz de Baranda, quien demuestra con argumentos incontestables
que ni aun traductor de sí propio puede ser quien desfigura su obra original hasta el extremo
de no comprenderla y equivocar por ignorancia aquello mismo en quo habia probado su su
ficiencia. La solución que Zurita, y el señor Fabié en su biografía de Alfonso de Palencia,
dan á este problema es tan admisible, que no cabe explicación más satisfactoria. Mosen Die
go de Valera tomó de las Décadas latinas su Crónica de Enrique IV, que llamó Memorial
de Hazañas; algún otro quizá tradujo de aquéllas la parte que se atribuye al primitivo au
tor, y de aquí las dudas, la confusión y las tergiversaciones en que se ha incurrido. ¿Qué
tendría esto de extraño, 'cuando Galindez de Carvajal confiesa quo su Historia de Enri
que IV no es más que una compilación de la de Palencia?
Hemos tenido la curiosidad de cotejar algunos trozos do la obra do Valera con la llamada
de Palencia , y es completa su identidad. El atentado de Ávila y la muerte del infante Don
Alfonso, con levísimas variantes, se refieren en los mismos términos. ¿Cuál de los dos re
latos es anterior al otro ? Coetáneos eran ambos autores , aunque Valera de más edad ; pero
no es creíble que Palencia tradujera en latin para los doctos lo que andaba vulgarizado en
romance, y por consiguiente al alcance de todo el mundo. Y que el Memorial de Hazañas
pueda reputarse obra de Palencia, no es verosímil tampoco. Palencia escribe tan premiosa
mente y con un sabor tan exótico en castellano, como lo prueban sus traducciones.
Algo más añadiremos para terminar cuestión tan empalagosa. En la Biblioteca Nacional
(1) Don José Amador de los Ríos, en bu Historia del Triunfo Militar, impresos ambos, con un Ensa-
Orítica de la Literatura Española, tom. vil, capltu- yo biográfico y bibliográfico que loa precede, en
los xvii y xx, Don Antonio María Fabié en loados la Colección titulada Libros de Antaño, tomo v;
tratados de Alfonso de Palencia , la Batalla campal Madrid, Duran , 1876.— Discurso de recepción en la
que los Lobos y los Perros ovieron,y la Perfección Academia de la Historia del mismo señor Fabié.
ADVEBTENOIA. vil
existen multitud de códices de la Crónica de Enrique IV esoritos en los siglos xvi, xvii y
aun xviii (1); unos alcanzan solamente hasta la muerte del falso rey Don Alfonso; otros
llevan por vía de continuación la Crónica de Enriquez del Castillo, ó el Memorial de diversas
Hazañas, de Yalera, y alguno la de un anónimo. Es de advertir que en muchos se ha omi
tido el nombre de Patencia, ó intercaládose ó afiadídose posteriormente. ¿Qué indicaba esta
opinión ó esta incertidumbre? Finalmente, en la Biblioteca de la Academia de la Historia
■e conserva, entre otros, uno en cuya portada, que se refiere á las Crónicas de Falenoia y
Enriquez del Castillo, hay una nota escrita por Don Luis de Salazar y Castro, que dice asi:
a Esta Crónica no es de Alonso de Patencia, ni de Diego Enriquez del Castillo, sino formada
por la de ambos , y debió de ser obra de Don Ambrosio Sánchez del Águila , ó del Doctor
Lorenzo Galindez, etc.» (2). Basta de suposiciones.
Ahora bien: nadie ha negado jamas que el Memorial de diversas Hazañas sea obra de Mo-
sen Diego de Valora. Original ó traducida, completa ó extractada, merece que se dé á luz;
si en ella tiene parte Palencia, por no defraudar de su respectiva propiedad á ninguno de
los dos autores; si sólo pertenece á Valera, por no dejar más tiempo en la oscuridad la quo
como historia es á todas luces recomendable, y como trabajo literario, no inferior en verdad
i ninguno de los de su época. El que ilustró la suya , de jóven , con proezas que tan singu
lar nombradla y tan extraordinarios honores lo granjearon entre propios y extraños; en su
edad viril , defendiendo la causa de la razón y de la justicia contra los ambiciosos magnates
que destronaban á su rey, so pretexto de incapacidad, para sentar sobre el trono una oli
garquía facinerosa; y el que en sus postreros años dirigia, por medio de sus memoriales y
cartas, sabios y patrióticos consejos á los reyes, a los amigos y á los adversarios, ganándose
reputación de animoso , fiel , cuerdo y docto en todos los ramos del saber humano , digno es
de mayor aplauso y estimación que la que la posteridad ha tributado hasta hoy á sus virtu
des y á su talento. El tono sencillo y grave y el espíritu de reotitud é imparcialidad que re
saltan en su Memorial de Hazañas ó Crónica de Enrique F7, purgada de la afectación que
iba ya cundiendo entre los escritores de aquel siglo , y de los discursos , arengas y aderezos
convencionales con que se procuraba remedar á los historiadores de la antigüedad, dan, á
nuestro juicio, indudable preferencia a esta obra sobre cualquiera otra monografía histórica
de aquel reinado. En todo caso, la rareza del libro, que por primera vez se da á la estampa,
juzgamos que lleva en si suficiente recomendación (3).
Por la que de antiguo goza, mayormente desde que se divulgó impresa en el postrer ter
cio del pasado siglo (4), no hemos debido excluir de esta colección la Crónica, relativa tam
bién á Enrique IV, escrita por su capellán Diego Enriquez del Castillo. Palencia era secuaz
del imberbe monarca proclamado en Avila; Castillo guardaba fidelidad á su señor; y aun
que reconocía y confesaba sus defectos, censurables en cualquier hombre , pero más graves
y perniciosos en un rey, pintaba en su repugnante desnudez las maldades de aquellos nobles,
rebeldes por sistema, traidores por instinto y perversos por naturaleza. Tan denodadamente
los combatía, y de tal modo se atrajo bu enemistad, que allanaron su casa, se apoderaron do
(1) Llevan las signaturas siguientes : G. 21 .—O. Valera las siguientes obras: Defensa de virtuosas
26.-G. 27.—G. 28— G. 33.—G. 34.—G. 35.—G. mujeres; Espejo de verdadera nobleza; Ceremonial de
168.—G. 192.—I. 213.—J. 224.—J. 226.—J. 226.— Principes ; Tractado de leu armas; Genealogía de ¡os
Q. 127.—T. 4.—T. 36.—V. 12.-V. 23.—X. 19.—X. reyes de Francia; Doctrinal de Principes; Coránica
120.—Dd. 31.-Ee. 217.—Be. 219. Abreviada de España; en cuatro partes, y algunos
(2) Lo de Sánchez del Aguila se deduce de que, otros tratados morales. Los cinco primeros se con
según el testimonio de Don Manuel Pantoja y Al- servan en el departamento de MSS. de la Bibliote
puche, la letra del Códice es suya, y ademas está ca Nacional.
firmado por él , y era persona dada á este género de (4) Por Sancha, Madrid, 1787. D Icese segunda
estudios. edición, pero no conocemos la primera»
(3) Ademas de sus Cartas familiares, escribió
viii CRÓNICAS DE L08 REYES DE CASTILLA.
bus manuscritos y le condonaron á muerte (1). Salvólo el ser sacerdote; pero aquella perse
cución le obligó á interrumpir sus trabajos, de que no poco debió resentirse la obra cuando
pudo proseguirla y llevarla á cabo. A esta contrariedad se atribuyen los defectos é inexacti
tudes de que adolece en fechas y pormenores de poca monta ; pero otros más sustanciales,
como el amaneramiento del estilo, lo artificioso do la frase, las frecuentes declamaciones, ra
zonamientos y apostrofes con que interrumpe la narración, no admiten igual disculpa ; el
lenguaje, sin embargo, es enérgico, elegante y fluido. No desmerece do sus modelos.
La protección que la reina Católica dispensó á los que cultivaban las letras con tanta gloria
de su reinado, necesariamente habia de aumentar el número de sus biógrafos, pudiendo todos
ellos, sin dar en lisonjeros , representar el airoso papel de panegiristas. Distinguíase sóbrelos
demás , el autor de los Claros varones de Castilla , que por sus especiales condiciones para la
historia, y por ser secretario, canciller de la puridad y cronista de la misma Reina, no podia
eximirse de aquel deber (2). Alguno afirma (3) que escribió asimismo una Crónica de Enri
que IV. No ha llegado hasta nosotros; si existia realmente, no habrá, perecido por olvidada.
Ello es que al reunir las obras que más ordenada y elocuentemente refieren los grandes
hechos del reinado de Don Fernando y Doña Isabel , no podíamos menos do dar principie»
por la Crónica de Hernando del Pulgar (4). Ni el bachiller Palma en bu Divina Retribu
ción, compendio de lo acaecido en España desde Don Juan I hasta su restauración por
los Reyes Católicos (5) ; ni el obispo Don Diego Ramirez de Villaescusa al llenar la His
toria de la vida y muerte de la reina Doña Isabel; niel capitán y cronista Gonzalo de Ayora,
autor de otra de la misma Reina; ni el cosmógrafo Alonso de Santa Cruz , que se empleó
también en escribir libros sobre igual asunto , aventajan á nuestro Hernando del Pulgar en
la acertada distribución de su obra en tres partes , ó mejor dicho en dos, precedidas de una
introducción, como tampoco en la grandiosidad del conjunto, en la gallardía de la expresión,
en la regular y armónica construcción de los períodos, sin otras prendas que, como dice un
juicioso historiador de nuestra literatura (6), «preludiaban el próximo reinado de la verdade
ra historia.]) Incurre en el propio abuso que Castillo, en la intercalación estudiada y falsa do
las arengas y discursos, bien que algunas puedan considerarse como acabados modelos do
elocución ; por falta de datos veraces, falsea en algún período de su obra hechos que debió
investigar más detenidamente ; pero ni siempre es mordaz , ni sin notoria y apasionada in
justicia puede ser calificado de escritor bárbaro, como alguno ha dicho (7).
Su Crónica termina mucho antes de la muerte del rey Católico ; y para obviar en parto
este inconveniente en que algunos han reparado, hemos añadido en un apéndice cierta con
tinuación (8), que acaso no nos agradezcan nuestros lectores. Es una relación insulsa, pesa-
(1) La Crónica que se dice de Palenoía refiere el En el prólogo de la edición de Monforte (Valen-
lance del allanamiento y secuestro en términos quo cia, 1780) , que es la más hermosa y la que nos ha
dejan muy malparada la reputación de Valera. Ya servido de texto, se explica este quid pro quo, como
se hizo cargo de ambas versiones el Sr. D. José A, verán nuestros lectores.
de los Ríos en la parte citada de su Historia ele la (5) Tenemos entendido que va á publicarse en
Literatura Española. Sabido es que los testimonios breve por la Sociedad de Bibliófilos Españoles.
de los enemigos no son fehacientes en buena critica. (6) El mencionado D. José A. de los Rios.
(2) Supónese que Pulgar, á quien el lector habrá (7) Véase el Prólogo de la edición de 1780, quo
entendido que nos referimos, nació en Toledo : más copiamos en esta nuestra.
probable parece quo en Madrid, porque Fernandez (8) Copiada de un MS. do la Biblioteca dol so-
do Oviedo asi lo afirma. ñor Duque de Osuna, que se nos recomendó extra-
(3) Don Nicolás Antonio, en el articulo correspon- ordinariamente por quien sin duda no tuvo ni si-
diente de su Bibliotheca Nova. quiera la curiosidad de verlo. Es sobre todo insopor-
(4) En la edición que se hizo de ella en Vallado- talle la monotonía con que están construidos los
lid, el afio 1565, se puso por autor á Antonio de Le- periodos, en los cuales el verbo va siempre al fin,
brija, porque asi lo hizo oreer el haber hallado el aunque para llegar á él se tropiece con mil estorbos
manuscrito entre sus papeles ; pero al reimprimirla y escabrosidades. No era más sistemático el abate
dos afiOB despueB en Zaragoza se subsanó el error. Murchuna en su enrevesada prosa.
advertencia. • k:
disima, obra al parecer de mas de un ingenio, como se advierte desde que se da por termi
nada la conquista de Granada (1), en que el texto ofrece tantos tropiezos como palabras, y
un criterio tan vulgar y tan insensato , que no sabemos si provoca á risa, á asombro ó á in
dignación. Discúlpenos nuestro buen deseo.
Con el mismo ñn de completar la vida de Don Fernando, y de salvar al propio tiempo al
guna omisión ó descuido de Pulgar, bemos insertado en un segundo apéndice los Anales
que dejó manuscritos el Dr. D. Lorenzo Galindez de Carvajal , y el principio de una Cróni
ca de los Reyes Católicos hasta la muerte del esposo de Doña Germana de Fox, literalmente
tomados de una publicación importante que ha preservado ya de la destrucción muchos do
cumentos de nuestros archivos (2). Son, como su título lo indica, apuntes puramente cro
nológicos , pero ilustrados con copiosas notas que dan sumo interés y utilidad á este im
portante epítome.
Finaliza este último tomo de nuestra colección, por cierto sobrado voluminoso, con la
Historia de los Reyes Católicos del bachiller Andrés Bernaldez, Cura de los Palacios (3), teni
da en grande estima de los eruditos , y sin embargo casi desconocida , hasta que el célebre
sevillano Rodrigo Caro franqueó un ejemplar de su propiedad, y de él se sacaron los prime
ros traslados , que después se reprodujeron en bastante número , y podían disfrutarse en la
Biblioteca Nacional , en la de la Academia do la Historia y en las librerías de algunos parti
culares. Imprimióse por primera vez años atrás en Granada , mal y desaliñadamente , y con
esmero y perfección en Sevilla, el año 1869, por la Sociedad de Bibliófilos Andaluces (4).
Para nuestra edición nos hemos valido de una excelente copia, que hoy so guarda en la Bi
blioteca Nacional (5).
No le conviene el nombre de historia á la obra del Cura de los Palacios: carece del tono,
del movimiento, de las condiciones internas que se requieren hoy en estas composiciones , y
sobre todo del estudio ámplio y particular que desentraña y completa el verdadero estado
social, intelectual y político de un país en un tiempo dado; no se sutilizaba tanto en aque
llos: gracias que se acopiasen los materiales para acometer en los nuestros tan ardua empre
sa. Este objeto se propuso al parecer Bernaldez, y lo realizó con un celo, una buena fe y una
modestia que ni entonces ni después ba tenido muchos imitadores (6). Es su trabajo una Cró
nica, en el verdadero sentido de la palabra, rica de datos y pormenores, llana en su estilo,
ingénua en la exposición, escrita con facilidad, sin pompa ni pretensiones ostentosas: él mis
mo refiere sencillamente el móvil que le excitó y los propósitos que le guiaban á la ejecu
ción de tan noble y honrado empeño (7).
Damos punto á esta enojosa advertencia , y, como queda dicho , término á nuestra colec
ción, renovando aquí cuanto dejamos expuesto en los dos tomos anteriores respecto & las
(1) Con razón puede hacérsenos el cargo de que, (4) En dos tomos, que van precedidos de unos
al echar mano de este documento, no hemos tenido datos biográficos y un juicio crítico debidos á la
en cuenta la Índole de la Biblioteca , como otras ve distinguida pluma del Sr. D. Femando de Gabriel
ces. Asi es ; no lo negamos; pero si no en este senti y Buiz de Apodaca.
do, estímese como una muestra del espíritu religio (5) Era, según noticias , la que destinaba el edi
so y político qne animaba al vulgo de aquella épo tor Sancha á ser impresa, para que formase parte
ca, y de la fraseología que empleaba al discurrir de su bella colección do Crónicas.
sobre estas materias. (6) De las intimas relaciones que tuvo con Cris
(2) El tomo xvm de la Colección de documentos tóbal Colon , no hace alarde ; y las alabanzas que
inéditos para la Historia de España, por Don Mi tributa al Duque de Cádiz, y que algunos censuran,
guel Salvé y Don Pedro Sainz do Baranda. Madrid, eran un sentimiento espontáneo de admiración Ini
vinda de Calero, 1851. cia aquel héroe.
(3) Natural de la villa de Fuente, en la Enco (7) Véase el capitulo vil de la obra, qne tiene por
mienda Mayor de León de la Orden de Santiago. Se epígrafe : Delpronóstico del reinado del rey Don Fer
ignora la fecha de sn nacimiento ; os de presumir nando el Católico en Castilla.
que fuese & mediados del siglo XV.
X CRÓNICAS DE LOS RETES DE OASTILtAJ
irregularidades y faltas que se observan en la parte material de aquéllos , como se observa
rán en éste: inconsecuencia en la ortografía, inconsecuencia en la escritura de los nombres
y vocablos, en términos de ser imposible fijar la genealogía gráfica de la lengua. Saltan
desde luego á la vista que en las primitivas copias intervinieron varios amanuenses. No
hemos querido tomarnos la fácil libertad de adoptar un sistema uniforme y propio : harto
trabajo nos ha costado interpretar el sentido de algunos textos, que parecen escritos adrede
par» que resulten ininteligibles.
MEMORIAL DE DIVERSAS HAZAÑAS,
POR
Cr.—III. 1
MEMORIAL DE DIVERSAS HAZAÑAS,
POR
Sigúete ti prólogo en la obra llamada Memorial de ción se hizo en lo copilacíon do los Corónicas de Es
diversas hazañas, ordenada por ¿losen Diego de paña por mí ordenados, que Valoriano so Unmo Y
Valcra, Maestre Sala y del Consejo de los Serení porque en tal obro no conviene lorgo prefacio ó exor
simos Príncipes Don Femando y Doña Isabel, Rey dio, lo prometido quiero seguir.
y Reyna de España, nuestros Señores.
Como entro las cosas terronas, caducas y transito CAPÍTULO PRIMERO.
rias, el honor y fama sean con mayor ardor de de Como ol Principe Don Enrique fué rescebido por Rey yScílordcj-
sear según sentencia de Séneca en el segundo de la pucs del fallecimiento del Bey Don Juan su Padre.
Clemencia , donde dice : a Vuestros hechos y dichos Fallescido el Rey Don Juan el Segundo, comenzó
- la fama rescibo ; por ende de ninguna cosa otra de á reynar en estos Reynos Don Enrique, quarto hijo
bes más curar»; y Salomón en sus Proverbios : a Más suyo y de la Reyna Doña María, hija del Rey Don
▼ale el buen nombre que loa muchas riquezas », é Fernando de Aragón , en la Villa de Vallodolid,
el filósofo en el cuento do los Eticas : «El honor es martes veinte y tres dios del mes de Julio, año del
galardón de la virtud, y por eso á los virtuosos es Nascimiento de nuestro Salvador y Redentor de mil
debido»; pues si esto se deniega ó encubre, no pe é quatrocientos y cinquenta é quatro años y medio
queña injuria en lugar de galardón se les hace; y diez y ocho dios. En oí mesmo dia del fallosoi-
donde yo , no queriendo sor de tal error participan miento del Rey, depositado su cuerpo en el Monas
te, determiné en suma escrebir las cobos más dignas terio de San Pablo, todos los Grandes que en la Cor
de memoria, no solamente hechos en osta España, to se hallaron le vinieron o besar los monos por su
mas en otras partes, desdo el alio de mil é quatro- Rey y Soberano Señor, y le hicieron homenage se
cientos y cinquenta y quatro aftas en que comenzó gún lo costumbre é forma do España ; y los princi
á reynar el Serenísimo Principe Don Enrique, quar- pales que ende estaban fueron los siguientes: Don
to deste nombre en Castilla y en Lcon, hasta el Juan Pacheco, Marqués de Villena ; Don Pedro Gi
tiempo presente ; las quales como quier que elegan rón , su hermano , Maestre de Colotrova ; Ruy Díaz
temente estén escritas en las Corónicas d'Eepaña, de Mendoza, Mayordomo mayor que fué del Rey
éstas son tan largos y tan difíciles de haber, que Don Juan ; el Marisoal Diego Fomandez , Señor de
muy pocos las pueden alcanzar ni leer : por eso las Baena ; Don Pedro de Aguilor, Señor de Pliego y
hazañas y virtuosas obras de aquellos que las hicie Cañete ; y sepultado el cuerpo del Rey, el Prince-
ron están como sepultadas y puestas en olvido ; y pe Don Enrique, yo obedecido por Rey, cabalgó
ponerlas en luz me parepe ser honesto y provecho por la Villa, y con él todos los Cabolloros yo dichos,
so trabajo , siquiera porque los hacedores de aque llevando delante de si su pendón Real , y todos los
llas y los descendientes suyos sean acatados cotí la royes de armas y trompetas quo en la Córte habió,
reverencia y honor que Ies pertenece , y por onxem - uno de los quales, vestido su coto do armas, en alta
pío. suyo otros so esfuercen A tales obras hacer: y voz, de hora en hora, diciendo: «Costilla, Castilla,
determiné en esta obro, no solamente escrebir los por oí Don Enrique»; y en osta formo onduvo por
hazañas y virtuosas obras, mas algunas aunque ta toda la Villa, y vuelto u su Palacio so vistió de luto
les no fueron , porque los obradores así de las unas y todos los caballeros y gentiles hombres, y comun
como do las otras, resciban el premio á su mereci mente todos los hombres de honor se vestieron de
miento debido ; y dexé de escrebir en esta obra las margo , lo qual trnxeron los nueve dios que duraron
cosas mucho antiguas, porque de aquellas asaz men las oseqnias del Rey Don Juan, después de los qna-
4 CRÓNICAS DE LOS REYES DE CASTILLA.
les sobrevinioron on diversos días Dou Gastón de la do lo qual todos los grandes destos Reynos fueron
Corda, Condo do Medina Coli y Don Poro Hernán mucho alogres, porque les paresció buen comienzo
dez de Yelasco, Condo de Haro, y Don Alonso Piwcn- para las cosas porvenir, lo qual fué causa do animar
tel , Condo de Benavente , y Don Juan Manrique, a su servicio á los parientes é amigos del dicho Con
Conde do Castaftoda , y Don Alvaro do Estúfiiga, do é aun generalmente á todos , como sea verdad que
Conde de Presencia, y Don Rodrigo Manrique Con los Roynos é Señoríos mucho mejor se gobiernen é
do do Paredes , y Don Gabriel Manrique, Conde do tengan con clemencia ó amor , que con fuerza é ri
Osorno , y Don Pedro Alvarcz Osorio , Condo do gor. E después desto Don íñigo López de Mendoza,
Trastamara, y Don Podro de Acuña, Conde de Va Marqués de Santillana , como fuese pariente ó mu
lencia y Don Juan de Silva, Alférez Mayor del Rey, cho amigo de Don Fernando Alvarez de Toledo,
que después fué Condo de CifuenteB, y Don Pedro Conde do Alba, procuró con grande instancia la de
do Acuña, Señor de Dueñas y Tarrego , que dospues liberación suyo, quo habia seido preso en Tordesi-
fué Conde de Buendia, hermano do Don Alonso Uas con los otros Caballeros, como dello es hecho
Carrillo, Arzobispo de Toledo, Primado do las Es- larga mención en la Corónica del Rey Don Juan , é
pañas, y Don Rodrigo Delma, Arzobispo de San asi por la intercision del Marqués, como por lo quo
tiago, y Don Alonso do Fonseca, Arzobispo de Se fué dicho al Rey, que para la guerra de los moros,
villa, y Don Alonso de Cartagena, Obispo do Bur quél mostraba mucho desear, lo cumplía ser delibe
gos, y Don Pedro do Castilla, Obispo de Palencia, rado, porque era Caballero que habia muoho ejerci
y Don Fray López do Barriontos, Obispo do Cuen tado aquella guerra é sabía bien todo lo quo para
ca, y Don Iñigo Manrique, Obispo do Oviedo, y Don olla convenia, y era do los moros mucho temido, ó
Pero Baca, Obispo de León, y Don Alonso de Ma é por eso ol Roy lo mandó delibrar.
drigal, llamado el Tostado, Obispo do Avila, y Don
Diego de Iniescas, Obispo de Córdoba, y otros al capítulo in.
gunos Perlados y Caballeros, los quales todos le be
saron la mano y le hicieron homenage en la forma Deallí como el Rey Don Enrique se fu6 para la Cibdad do Avila, é
mandó llamar algunos Grandes del Reyno para haber su Con
acostumbrada, y los otros Grandes del Reyno, así sejo de la forma que babia de tener en la guerra que quería ha
Perlados como Caballeros y Alcaydes de las Forta cer a los moros.
lezas, que allí no pudieron venir por algunas justas
causas , inviaron sus Procuradores á lo dar la obe Estando el Rey en Avila, vinieron allí por su man
diencia y le hacer homenage, como eran obligados. dado algunos de los Grandes del Reyno, allende del
El Rey Don Enrique, asi obedecido, acordó de in- Marques é Maestro su hermano, que de contino on
viar sus embaladores en Francia , los quales fueron su Corte estaban , é por todos se acordó que , pues á
Dou Juan Manuel, Caballero mancebo pariente nuestro Señor habia placido dar al Rey tantos é tan
suyo, su Guarda mayor, el Doctor Ortiz Velasco do grandes aparejos para recobrar la tierra quo los mo
Cuollar, Protonotario Apostólico, Dean de la Iglesia ros en España tenían usurpada, en injuria do los
de Sogovia; por los quales hizo saber al Roy de Royes antepasados é del , é de tan noble caballería
Francia el falloscimiento del Rey Don Juan su pa cuanta on sus Roynos habia, ol propósito suyo en
dre, y como era obedecido por Rey por todos los las querer facer guerra era sancto ó bueno, é que lo
Grandes de su Reyno, sin contradicion alguna, y debía luego poner en obra, para lo qual envió lue
que a él placiendo, quería con él tener y guardar el go á llamar la gente que para esto era menester, pues
nuestro Señor le habia dado grandes tesoros para lo
alianza y amistad quo entre él y el Rey Don Juan
cumplir, é voluntad é cuerpo para lo proseguir y
su padro habían, á lo qual el Roy do Francia res
pondió habiendo muy grande desplacor del falles- acabar ; para lo qual el Roy acordó de llamar sola
cimiento del Rey Don Juan, y placerle mucho la mente tres mil hombres de armas, repartidos entre
sucesión del Roy Don Enrique con el qual era con los Grandes de sus Reynos, contando entre estos los
tento, y le placia tener la confederación y alianza continos de su casa é algunos vasallos suyos, no do
que con ol Roy Don Juan su padro habia tenido. grande estado, y con éstos y con la gente del Anda
lucía é con veinte mil peones, le parecía asaz para
hacer la guerra como convenia, y determinóse que
capítulo n. ol Rey enviase al Sancto Padre Calisto tercero le
De como el Rey Don Enrique poco tiempo después que reyno, quisiese ayudar con el tesoro de la Iglesia, dándo
muido delibrar de prisión a Don Diego Manrique, Conde de le plenaria indulgencia so cierta forma para vivos é
TreviBo, y le mandó restituir todo lo suyo. muertos, la qual indulgencia le fué dada por Nicolao
' No mucho tiempo dospues quo las osoquias del quinto sucesor (1) inmediato que fué de Calisto
del Rey Don Juan fueron fechas, ol Rey Don En tercero; y dada conclusión on las cosas ya dichas,
rique envió á mandar á Diego de Tapia, Maestre el Rey mandó á los de su Consejo é á sus Conta
Sala suyo , quo delibrase á Don Diego Manrique, dores mayores que estuviesen on la Villa do Aró-
Condo de Trevifio, que lo tenia preso en la Ciudad
de Sogovia por su mandado, é mandólo restituir to (1) Al margen del IMS. que nos sirve de texto se Ice la pala
dos sus lugares é fortalezas é rentas, que le estaba bra • antecesor >, corrigiendo el evidente error en que incurre el
todo ombargado dosdo el tiempo del Rey Don Juan, cronista.
MEMORIAL DE DIVERSAS HAZAÑAS.'
valo porque allí ee hiciese la libranza de tierras y cerca de los olivares más cercanos de la Cibdad ; é
mercedes y raciones é quitaciones y limosnas y asi en la entrada como en la salida la gonte del Rey
sueldo para la gente qne habia ordenado de llevar; fizo gran daño en los panes é huertas de Mochin é
y desde allí ol Rey se partió para Scgovia, donde Illora. Y de allí el Rey so volvió á Alcalá la Real ,
tovo la Navidad dol año do cinquouta y cinco, quo y do allf despidió la mayor parto do la gento ó vi
fué segando de su roynado de este Rey Don Enrique noso pora Ecija, sin ponor cerco ni facer otra cosa
mas de lo ya dicho, de que los más de Iob Caballeros
CAPÍTULO IV. fueron mucho maravillados por haber visto facer
tan grandes aparejos para no hacer más de lo quo
De coma estando el Re; en Segarla concurrió allí una grande mu se hizo; y los Grandes que con el Rey fueron en esta
chedumbre de frailes de San Francisco oscrvanlcs y claustrales, ontrada, son los siguientes: Don Juan Pacheco,
y de la forma qnel Rey tuvo con ellos.
Marqués de Villena y su hermano Don Pedro Girón,
En este tiempo hobo grande ayuntamiento en So- Maestre de Calatrava , y ol Conde de Osorno, Don
govia de frailes de San Francisco, los unos osorvan- Gabriel Manrique, quo era capitán de la goute do
tesy los otros claustrales, y los osorvanlcs docian la guarda dol Rey, y los maríscales Diego Fernan
quo los claustrales no guardaban la Orden do San dez do Córdoba, Sofior do Bacna, quo después fué
Francisco, y que suplicaban al Rey quo les dioso ol Condo do Cabra , y Payo de Ribora , y ol Mariscal
Monesterio que allf estaba ; sobre lo qual hobo muy Pedro de Ayala , y Alfonso de Monte Mayor, Señor
grandeB alteraciones ; é ayudó mucho á los oservan- de Alcaudete , y los Comendadores Gonzalo de Sa-
tos el Maestro Fray Alonso dol Espina, quo era hom yavedra, Comendador Mayor de Monte Alban , Al-
bre muy letrado y gran predicador, y era oservante cayde de Tarifa, y Juan Fernandez Galindo, Comen-
y Confesor del Rey , y con todo eso los claustrales dado do Rcyna. Iba asi mismo con el Rey la genio
daban por si tantas razones que no se pudo bien de de Don Alonso de Aguilar, quo era niño, y no ha
terminar quales tuviesen mayor razón; y el Rey, bia quatn meses quo era muerto Don Pedro do Agui
deseando concordarlos, y no queriendo amenguar á lar su padre. Iban con el Rey otros muchos Caba
los unos ni á los otroB, deliberó dexar á los claustra lleros de menores estados , de que la Corónica no
les en su Monestorio, como lo habían posoido do mu haco mención , entro los quales no se debe olvidar
chos tiempos acá, y mandó edificar de nuevo fuera Garcilaso de la Vega, Comendador do Montizon, ol
do la Cibdad un Monostorio muy notable de la advo qual asi en esta entrada como en otros cosos en que
cación de San Antonio, ol (mal dió á los oservantes, se habia visto con moros, siempre se hobo valiente
y le dió muy ricos ornamentos y todas las cosas ne mente, y mató por su mano algunos dellos, y siem
cesarias al culto divino. pre hizo cosas muy hazañosas y de valiente y noble
caballero , como lo ora , aunque no de gran cuorpo.
CAPÍTULO V. Fuoron asi mismo en esta entrada las Cibdades do
Córdoba y Jaén y Ubcda y Daesa y Carmona y Eci
De como, después que el Rey hobo dado Ofdci para la Justicia ja : asi que seria toda la gente que con el Rey entró
en sus Rcjrnos, se partid de Scgovia para hacer guerra i los fasta ochocientos hombros de armas y ocho mil gi-
moros.
netcs y treinta mil peones.
El Rey partió de Segovia en un dia dol mes do Mar
zo dol dicho año, ó anduvo tanto, quo pudo entrar CAPÍTULO VI.
poderosamente en el Royno de Granada las ochavas
de Pascua de Resurrección ; do que los moros fue De la entrada que tres caballeros (lclcron en tierra de moros, lla
mados el uno Martin de AvendaBo , natural de la Hontalia , Te
ron mucho espantados en ver en tan breve tiempo niente de Adelantado de Caloría por Pedro de Acuda , Scfior
facer ontrada contra Granada con tanta muchedum de Ducflas, hermano del Arzobispo de Toledo D. Alonso Car
bre do gente como el Rey llevaba. Y ol Roy llegó rillo, y Gonzalo de Deteta, Corregidor de la cibdad do Ubeda,
con toda su gento corea de la Cibdad de Granada; y é Ifligo de Molina, que era Alcayde de Qucsada.
como los moros creyesen que el Rey no podia en En este tiempo los caballeros susodichos, con
tan breve tiempo y tan presto entrar, como quiera cierta gente del Adelantamiento de Cazorla y de
que fuesen avisados de la gente quo llamaba para Ubeda y de Qucsada juntaron consigo dociontos é
les ir á facer guerra, no pusieron guarda en sus ga veinto de caballo y novecientos peones, y en el dia
nados, ni en los muebles que tenian en las alcayrias de San Jorgo, que fué en veinte y tros dias del mes
cercanas á la Cibdad, en lo qual recebioron muy gran do Abril , acordaron de entrar en tierra do moros
daño, y fueron quemadas y robadas las más de aque por barajar una aldea ques corea dol rio de Fardos,
llas. Y ol Rey estuvo con su gente dosta entrada qua- término do la cibdad de Guadix, los quales perdie
tro dias en la tierra de los moros ; en ol qual tiempo ron ol camino por falta do los adalides, de tal ma-
se fizo gran daño en los panes y viñas de la vega do nora, que no pudieron allegar al lugar quo desea
Granada, y fueron sacados dendo grandes rebaños ban, y anduvieron ansí perdidos la mayor parto de
de ganados, asi do vacas é yeguas , como do asnos la noche ; y cuando amanesció, acordaron do enviar
é acémilas; é como quiera que algunas veces so mos cinquenta de caballo á correr el rio de Fardos, y los
traron bien dos mil do caballo, nunca osaron peloar, ciento y veinte con los peones se pusieron en cela
é algunas pequeñas escaramuzas que hicieron fueron da ; de los quales enviaron otros cinquenta á correr
6 CRÓNICAS DE LOS REYES DE CASTILLA.
' la tierra y vega de G uadix ; y como los de la oibdad pudo, y volvióse á Ecija, y desde allí envió sus car
vieron los corredores, salieron delta hasta dooien- tas á todos los grandes del Reyno mandándoles que
tos y cinquenta y con ellos el Alcaydo de Guadix y viniesen á la cibdad de Córdoba para cierto dia, y
trabóso escaramuza con los corredores ; y estando quo cada uno truxieso cierto número do gento do
anuí escaramuzando los unos con los otros, pares- armas , en tal manera que el quo pudiese traer qui
ció muy cerca dende el Rey do G ranada, llamado nientas lanzas traxiese ciento, y por este respeto to
Muli Abdelico, con quatro cientos de caballo, el qual dos los otros, mandándoles que la gento que travie
iba á la cibdad de Almería á cercar á un hijo del sen fuesen hombres muy escogidos y polidainento
Roy Coriza; el qual visto los christianos , juntó su armados y bien encabalgados. Y en tanto quo est¿
batalla y consigo los de la cibdad , que podian ser gente se juntaba, acordó con consejo del Marqués
todos hasta ochocientos de caballo y ocho mil peo y del Maestre su hermano de tornar á entrar en
nes , y los christianos so juntaron todos en su trai- tierra de moros , y partió postrimero do Abril con
miento , do los quales los moros fueron hasta cerca hasta ochocientos hombres do armas y dooiontos
de un alcaria que so llamaba La Torro do Xequolis, {jinetes, y vinieron á él los pendones de las cibda-
quanto una legua do la cibdad de Guadix, y los Ca des de Sevilla y Carinona y Xerez y Ecija y Jaén,
pitanes christianos con la gente quo traían acorda en que podian ser hasta seis mil de caballo y veinte
ron do pelear con ayuda do Dios, como les parescia mil peones, y puso el primor real cerca do Alora, y
que no podian otra cosa facer, como quiera que se otro día siguiente se sentó en la Vega de Anteque
vcia ser muy grande la ventaja quo los moros de- ra, y do allí fué á talar los campos de Archidona.
llos tenian ; y ficiéronse todos un cufio, y con gran Y los moros salieron por defender la tala, y fueron
de ánimo fueron foriundo en los moros de la delan retrahidos por fuerza de armas á la villa ; y otro
tera, y desbaratáronlos, por manera que luego co dia , que fué primero de Mayo , continuó su camino
menzaron todos á huir, y los christianos acordaron para Málaga, y atiento su real cerca do la villa de
que treinta de caballo anduviesen con la cabalgada Alora, en un vallo que está entre dos ríos, y allí fue
que traian en que habia duciontos bueyes y vacas, ron presos algunos moros y tomado el ganado que
y ciertos moros cativos, y pusieron á las espaldas ende so falló y talados los panes, y donde á dos días
dellos cinquenta ballesteros , y los otros poones to fué á poner su real á una legua de Málaga, y otro
rnaron á la mano derecha, y asi firicrou á los moros dia mandó pasar ol real á media legua de la cibdad,
con tan grande osadía, que los moros fueron desba donde estuvo sois días ; en el qual tiempo se hizo
ratados y volvieron las espaldas , y los christianos asaz dafio en panes y en viñas, y se hubieron algu
fuoron hiriendo y matando en ellos hasta que lle nas escaramuzas en quo murieron más moros quo
garon á una grande acequia, quanto tercio de le christianos, aunque no fueron muchos, y so quema
gua de donde los moros comenzaron á huir, y loa ron en rebato dos lugares que so llaman el uno Po-
christianos no quisieron pasar allende, vista la gruu piana y ol otro Loabin, con una fortaleza asaz bue
muchedumbre de moros que parescia ; asi se volvie na con otro lugar llamado Huriana, con otra for
ron mucho alegres y vitoríosos, y donde á tres ho taleza bien fuerte, en los quales lugares ovioron
ras sovino para ellos un Elche quo había sido chris- algunos moros, y allí vino ol Roy Ciriza de Grana
tiano, con propósito do so reconciliar, el qual se lla da á facer reverencia al Rey D. Enrique.
maba Luis de Jaén, quo habia sido page del Roy do En esto tiempo, como oviese días que ol Rey
Granada ; el qual les dizo que supiesen quo habían D. Enrique oviese bocho divorcio do doña Blanca,
peleado con el Rey de Granada, y que lo habían su legítima muger, bija del Rey do Navarra, y ovie
muerto mucha de su gente, y quo los caballeros de se comenzado trato de casamiento con dofia Jua
Guadix habían habido gran debate con ol Rey por- na, hermana del Roy de Portugal, y desease mu
quo no habia desbaratado los christianos, habiendo cho hacer esto casamiento , acordó do onviar á don
dellos tan gran ventaja como todos habían visto, y Fernán López de la Orden , su Capellán mayor, y
que el Rey les respondiera que aquellos christianos Albur García do Cibdad Real, su Secretario, por dar
oran gente desesperada y habían voluntad de mo fin en ol negocio ; y rescebida por el Rey D. Alonso
rir si con ellos se porfiara más la peloa. Era cierto de Portugal la ombaxada, dilatóse la conclusión
que los moros rescebieron muy mayor daño del que bien por espacio do quatro meses , y después con
habían rescobido , y quél habia por mejor lo hecho cluyóse quel dicho Fernán López so desposase con
que no de haber peleado más de lo quo poleo con los la Infanta dofia Juana con los poderes bastantes
christianos. que dol Rey D. Enriquo llevaba ; ol qual desposorio
Después desto el Rey se partió de la cibdad de so hizo en la cibdad de Lisbona por mano del obis
Ecija, víspera de San MárcoB, que fué á veinte é cin po do Columbra, seyendo presentes el Rey D. Alon
co días del moa de Abril del dicho año, y ol Marqués so y ol luíante D. Fernando , su hermano , y la In
de Villana con él con trecientos de caballo, con pro fanta dofia Catalina, hermana suya, y otros muchos
pósito do escalar la villa de Archidona, con algún grandes señores do Portugal. É las condiciones del
ardid que para ello tenia ; y anduvo todo el dia y casamiento fueron que la Infanta dofia Juana, ya
la noohe , y cuando llegó era cerca dol sol salido, llamada Reyna de Castilla, no llevase doto alguno,
de manera que no ovo lugar de hacer lo que pen y quel Roy D. Enrique hiciese el dote en suma de
saba , y mandó correr la tierra y facer el dafio que cien mil florines de oro , y la Reyna hobieso veinte
MEMORIAL DE DIVERSAS ITAZANAS.
mil florinos de arrna , y so le diese en prendas Cib- cobida con aquella solenidad que so acostumbran
dad Real, con condición que aunquo aquellos vein recebir & los nuevos Royos ; é allí se fizo muy gran
te mil florines lo fuesen pagados, luégo que la cib- fiesta á los portugueses , no solamente por el Duquo
dad fueBe de la Reyna para en toda su vida, y le de Medina, el qual allí fizo muy grandes despensas,
fuese dada la villa de Olmedo é su tierra, con mo mas por ciertos oficiales del Roy , los quales por bu
ro é mixto imperio y jurísdicion, y para manteni mandado eran alli venidos para facer la despensa &
miento le fuesen puestoB en los libros del Rey quen- la Royna é á todos los que con olla venian , fasta
to y medio de maravedís en cada un año. Otrosi, llegar en Córdoba, é la Reyna no se detovo en Ba
que la Reyna pudiese traer consigo en Castilla doce dajoz más de un día, ó de allf se partió continuando
doncellas generosas, é quel Rey D. Enrique les die su camino para Córdoba en el qual le fueron he
se maridos según á sus Imagen y estados convenia, días muchas fiestas é servicios por todos los lugares
compliendo las arras é dotes é gastos do los tales donde pasó.
casamientos ; é que truxeso la Reyna por su aya á Estando el Rey en Écija , como fué certificado
dona Beatriz de Meruefia, con quatro doncellas hijas quo la Reyna llegaba cerca de un lugar que se lla
de algo, de poca edad ; en el qual desposorio se hi ma las Posadas , salió desconocido al camino con
cieron muy grandes fiestas do justas é danzas é de quatro do caballo por ver en qué forma venia; é
todas las otras formas acostumbradas de hacer en anduvo ansi gran pieza mirando á la Royna sin ser
tan alto auto eutro grandes Principes. Y luego so conocido, la qual venía en una hacanea muy rica
dió órden en la venida suya para venir en los Roy- mente guarnida , é con olla doce doncellas en esa
nos de su marido , con todo lo susodicho ; é asi par misma forma, todas cabalgando en sus hacaneas; y
tió la Reyna doña Juana de la cibdad de Lisbona, el Rey llegó así al lugar, é fuese aposentará la posada
é salioron con ella el Rey de Portugal y el Infante do su embalador; ó desque ovo cenado envió secre
D. Fernando su hermano, y la Infanta doña Cata tamente á decir á la Reyna cómo él ora allí venido por
lina, é muchas dueñas é doncellas é muchos otros la ver, de lo qual ella fué muy alegre, é luégo ol Roy
grandes do aquel Reyno ; é salió por la costa do la se vino para ella y estuvo quanto quatro horas en
mar é hlzoso una calle con toneles y mucha otra sub gasajndos, y el Rey se tornó para Córdoba don-
madera, la qual iba cubierta de ricos paños do ra do la Reyna fué rescebida con muy gran solenidad,
so, por la qual entraron en una galea muy rica- así por los caballeros é gente do la cibdad como
inento guarnido, y fueron ansi fasta un lugar ques por todos los grandes de Castilla que alli eran en
á tres leguas de Lisbona , ó allí estuvieron aquolla tóneos juntados para ir á la guerra de los moros, é
noche , habiendo grandes deportes é gasajados ; é por los Procuradores de las cibdades é villas que
desde allí el Rey y ol Infante é las dueñas ó donce allí estaban por mandado del Rey. E falláronse allí
llas y caballeros que con la Reyna habían salido so á la sazón dos Embaladores del Rey de Francia,
volvieron á Lisbona, y la Reyna continuó su cami muy notables hombres: el uno ora Arzobispo de
no pora Castilla. Torons, en Torayna, llamado D. Juan Bernal, y el
otro Senescal de Berga, quo se llamaba Micor Gui-
CAPÍTULO VIL llaome Destacho, ó venian con olios Gayralso Bol-
De como la Reyna dona Juana , esposa del Rey D. F.nriqnc , fue sier, maestro de las requostas de Francia, ó Iñigo
resecbida en la cibdad de Radajoz asi por los caballeros quel do Arceo , Bolsero do España, Regidor do la cibdad
Hoy mandil nno viniesen con ella, como por los caballeros 6 de Burgos, los quales oran«all¡ venidos por afirmar
Regidores de la cibdad. las alianzas é confederaciones del Roy do Francia
Sabido porel Rey D. Enriquo como la Roynado. con ol Rey D. Enrique ; las quales como quiora quo
fia Juana era partida do la cibdad do Lisbona para ya eran afirmados por D. Juan Manuel é por el
venir en Castilla , mandó á D. Juan de Quzman, Dean do Segovia, Ortuño Volazquez de Cuellar, ol
Duque de Medina Sidonia é Conde de Niebla, quo Rey de Francia quiso enviar solemne embaxadapor
partiese de Córdoba con hasta docicntos caballeros hacer saber al Rey el pesar que habia habido do la
y grandes hombros do su casa muy guarnidos , ó muerte del Rey D. Juan, ó porque sus Embaladores
fuese á recobir á la Reyna su esposa á la salida de vieBcn firmar las alianzas al Rey D. Enrique. E la
Portugal, é viniesen con olla fasta Córdoba donde Reyna entró en miércoles vointe do Mayo del dicho
estaria; é mandó á D. AlonBO de Madrigal llamado año , acompañada de tantos ó tan grandes Señores,
el Tostado, Obispo do Avila, que ora varón de gran como por aventura ninguna Reyna en Castilla en
ciencia, quo juntamente fuese con el Duque para tró ; dondo se le ficieron tantas fiestas é de tan di
acompañar á la Reyna ; y como fueron certificados versas formas, que si se hobiesen doscrebir sería
que la Reyna era cerca, el Duque y el Obispo y to muy largo proocso, y el Rey la esperó en el Palacio
dos los caballeros de la cibdad la salieron ó recebir con los Embaxadores de Francia ; é llegado cerca
hasta un lugar que se llama la Raya, ques en los del Palacio , el Rey la salió á recebir á la puerta, 6
confines do los Rcynos de Castilla é Portugal, don- le fizo muy grandioso recebimionto , ó le dió paz , ó
do les era mandado por el Rey que la rescibiesen é la tomó por la mano é la metió en una Sala Real
se viniesen con ella; pero los caballeros portugue que estaba muy ricamente aderezada, ó allí los Em
ses que con la Reyna venian no quisieron dexarla baxadores do Francia le ficieron reveroncia ; ó lué
fasta llegar á la cibdad do Badajoz, donde fué ros- go el Arzobispo Embaxador les tomó las manos é
8 CRÓNICAS DE LOS BEYES DE CASTILLA.
Iob desposó, é dende á poco espacio cenaron en una pañase ; é los Grandes que á esta guerra vinieron
mesa el Bey y la Beyna é los dos Embaxadoros , é por mandado del Bey fueron los siguientes : el Al
púsose otra mesa donde cenó la Condesa do Tubra mirante Don Fadrique su tio ; Iñigo López de Men
que donde Portugal era venida con la Boyna, en la doza, Marques de Santillana, Conde del Beal; Don
qual se asentaron las dueñas é doncellas que con Juan Pacheco , Marqués de Villena ; Don Pedro Gi
ellas venian y el dia de Pasqua de cinquesma el Bey rón , su hermano ; Don Enrique de Castilla , Conde
so voló con la Boyna su esposa é velólos D. Alfon de Alba, hermano dol Almirante; Don Alvaro do Es-
so eleto confirmado de la Iglesia do MondoQedo, túfiiga Conde do Plazencia, Don Fernán Alvaroz
que después fué Obispo de Jaén, é dixoles la misa de Toledo , Conde de Alba ; Don Alfonso Fhnentelí
baxa en la cama ; é luego el Bey y la Beyna cabal Conde de Benavente ; Don Diego Manrique , Conde
garon y con ellos todos los grandes que en la corte de Treviño ; Don Juan Manrique, Conde de Casta
estaban y fueron á oir misa soleno á la Iglesia Ma ñeda; Don Gabriel Manrique, Conde de Osorno; Don
yor, la qual dixo el Arzobispo Embaxador del Boy Bodrigo Manrique, Conde de Paredes, é muchos
de Francia. Acabada la misa volviéronse á su Pala otros caballeros no de tanto estado , á Iob quales to
cio y comieron juntamento el Boy y la Boyna y con dos el Rey mandó traer cierta copia do gente, do
ellos los dichos Enibaxadores, ó á la nocko el Boy ó manera quel que podía traer quinientos lanzas,
la Beyna durmieron en una cama, y la Beyna que truxese ciento, é por esta forma todos los otros, ó
dó tan entera como venia, de que no pequeño enojo asi so juntaron para esta entrada con el Rey tres
se rescibió por todos ; é fechb este auto , el Rey se mil hombres de armas muy señalados é muy bien
detuvo pocos dias en Córdoba , é porque loa Einba armados ó muy bien aviados , é fasta ocho mil gi-
xadoros del Bey do Francia no so detuviesen allí netes é veinte mil peones ; y el Rey se fué con sola
hasta la vuolta, envióles á mandar quo explicasen mente veinte de caballo á dormir á un lugar que se
su embaxada lo qual ellos lo pusieron en obra. dice Castro el Rio; é mandó a los Comendadores
Gonzalo de Sayavedra é Juan Fernandez Galindo
CAPÍTULO VIII. que fuesen á la villa de Baena é Almochen , é allí
ficieson que se recogióse toda la gente de la hues
De como el Arzobispo de Torcas en Torayna , embalador del te; la qual recogida, el Bey so juntó con su hueste
Re; de Francia, explicó su embaxada en presencia del Re; é de allí entró por Alcalá la Real poderosamente
junto todo su Consejo.
en ol Royno de Granada sin fallar resistencia nin
Como el Bey estuviese prosto para se partir por guna ; é asentó su real corea de Moclin , y el Hoy so
facer guerra á los moros , onvió a decir á los Em apartó con doscientos de caballo de la cibdad do
bajadores del Bey de Francia que antes de su par Ubeda, y fué & correr á Monte Frío, é salieron do
tida esplicasen su embaxada , y en el dia siguiente la villa cinquenta de caballo , los quales trabaron
ellos vinieron al Palacio como les era mandado , y con el Rey su escaramuza , en la qual fueron forí-
estando el Bey en Consejo con todos los Grandes dos algunos ehristianos, é los moros fueron ro-
de su Beyno, el Arzobispo propuso en latin larga trahidos á la villa por fuerza do los ehristianos; é
mente todo lo quel Bey do Francia le mandó , é las antes quel Rey llegase á la vega do Granada, fué
conclusiones de su embazada fueron, después de asimismo á correr a Moclin con otros docíentos do
las saludes acostumbradas entre los Beyes, facer caballo , é allí Be ovo otra escaramuza mucho mas
saber al Bey el gran sentimiento quel había habi peligrosa que la primera, donde fueron feridos con
do del fallecimiento del Bey Don Juan su padre, y saetas muchos mas de los ehristianos que lo prime
gran placer quo habia rescebido en saber el ser olio- ro , entre los quales fué ferido de una saeta enar-
decido en estos Beynos sin contradicion alguna , y bolada un noble caballero llamado Gonzalo Muñoz
quel Bey en presencia de sus Embaxadorcs firmuso de Castañeda , é allí fueron algunos muertos , ó do
las alianzas ontro entrambos á dos ó sus Beynos ; á jos moros asimosmo fueron algunos feridos, y el
los cuales el Bey respondió en breves palabras, Rey se tornó al real á hora do comer, y á la tarde
agradeciendo al Bey de Francia su buena voluntad tornó á dar otra vista á Moclin , el qual se acercó
y dixo al Arzobispo que qualesquier escrituras ó tanto á la villa, que le tiraron una saeta que le dio
instrucciones quo él traya, quo las diese al Doctor en la estribera, de que todos los Grandes del Reyno
Fernán Diaz de Toledo , su Belator é Referendario que con él estaban hobieron gran dosplacer , é se
é de su Consejo, para que vistas, le fioiese dolías maravillaron mucho de un Principe tan grande
relación, al tiempo que de la guerra viniese; é asi quererse meter en tales escaramuzas donde ligera
los Embaxadores quedaron en Córdoba , y el Rey se mente podia ser muerto sin hacer cosa de su honor,
partió para la guerra á quatro dias do Junio del di y como quiera que por algunos le fuese reprehen
cho año; é alguuos de los gentiles hombros france dido la tal osadía, como él fuese hombro regido
ses que con los Embaxadores venian, le suplicaron mas por voluntad que por razón , no dexaba de ee
que hubiese por bien quellos fuesen con su Alteza meter cada dia en las semejantes cosas. Y en este
en aquella entrada, é al Bey plugo del lo, o les dia los moros do I Hura enviaron al Roy un gran
mandó dar caballos ó armas y todo lo quo monoster presente do muchas aves é figos é pasas , suplicán
ovieron para aquella entrada; é fueron con ellos dole que no mandase hacer tala en sus panes ni vi
por mandado suyo Iñigo de Arceo porque los acom ñas é otros daños algunos, lo qual les fuá otorgado;
MEMORIAL DE DIVERSAS HAZAÑAS. .
y estando el real allí asentado, Miguel Luoos, que fué cosa maravillosa, en que murieron algunos mo
después fué Condestable, y un hermano suyo que ros y ovo un caballo ; y asi con el ayuda do Dios
era camarero do los paños del Rey, se apartaron con escapó y estuvo mas de veinte dias á la muerte. Y
cierta gente é fueron á una atalaya que es cerca de como en la vega de Granada quedase una valiento
Illora, de donde los christianos rescebian mucho torre en que estaban quince moros, la qual estaba
daño é derribáronla hasta los cimientos , y do allí bien bastecida de todo lo que menester habían , el
mandó mover su gente, ó asentóse allende de la Marqués de Villena suplioó al Roy le diese lioenola
puente de Pinos, y de allí el Roy con poca gente por la combatir, la qual el Rey le otorgó; y luego
fué á dar vista á Granada, y en el camino se trabó fueron a la combatir Juan de Luna, hijo de Juan
escaramuza de los moros quol Rey consigo llevaba Fernando de Mendoza , Mayordomo mayor del Rey
con algunos de los do Granada que andaban on el Don Juan, y líornando de Ribadeneyra, Camarero
campo ; y en el dia siguiento el Rey mandó asentar que fué del Maestre Don Alvaro de Luna ; los qua
su real casi una legua de Granada , y él so fué ó co les la combatieron con esas artillerías que tenian,
mer á una alearía que era ontro la ciudad y ol real, que no eran tales que les bastaba para la fuerza do
y aquella mandó que no se derribase. T ontro tanto aquella torre y los moros se defendían valientemen
quel Roy alió estuvo siempro fué á comor aquel al te con ballestas y saetas y piedras y cantoras. En
quería y en el dia do San Bernabé ol Rey puso to el qual combate Juan de Luna fué forido on la ca-
das sus batallas on órden y fué á dar vista á Gra boza do una esquina do tal manera , quo ovo do
nada y pasó de los olivaros y salieron de la ciudad doxar el combato y quedó en él Fernando de Ri
fasta mil é quinientos de caballo y gran gente de badeneyra ; lo qual visto por el Rey invió á Fernan
pie , y trabáronse escaramuzas por diversas partes, do do Villafranca y ó otros de su casa porque el
aunque no en la orden que el Roy quisiera , en las combate no pesase ; y como Hernando do Ribade
quales fueron muertos y foridos asaz moros, y chris- neyra, quo estaba firmo on el combato, vido quo
tiauos murieron solainonte quatro, do los quales ol venían de nuevo aquellos caballeros ovo dolió tan
uuo se llamaba Figueroa y el otro Diego de Valora, graudo desplacor que dexó el combate diciondo quo
quevivia en Ubeda, y otros dos escuderos cuyos al tiempo quol tenía el fecho casi voncido venían
nombres no se supieron. Eu el qual dia Garcilaso do otros por atribuir á si el honor de aquel fecho ; cou
la Vega, Comendador de Montizon, de quien desuso todo eso como los moros estaban mucho cansados y
os fecha mención , en presencia del Rey mató un algunos de ellos feridoe, diéronso á prisión, y al
moro muy valiente , y dorribó otro y tomólo ol ca gunos so quemaron en el fuego quo los ohristianos
ballo y la adarga y proqontó el caballo al Rey, y el pusieron ; y en este segundo combate fué ferído de
Roy diólo á Miguel Lucas. Y en aquel dia se arma una saeta onarbolada Fernando do Villafranca, poro
ron Caballeros por mano del Roy, Don Alonso En fué socorrido de tal manera, que sanó, y la torre so
riques , hijo del Almirante Don Fadrique , y Don puso por el suelo.
Juan de Luna, Conde do Santistoban, y Miguel En este tiempo los moros ficieron muchos rebatea
Lucas, que después fué Condestable, y Fernand especialmente de noche, do que los christionoB ros-
Arias de Sayavodra, hijo de Gonzalo de Sayavedra, oebian asaz trabajo y enojo ; y acaesció quo un mo
Comendador mayor de Monte Alban, y un gentil ro que habia sido christiano y habia sido criado en
hombre francés de los que con el Rey fueron en la Cámara del Rey de Granada , alumbrado por el
aquesta entrada , y otros algunos escuderos caste Espíritu Santo, se vino para el real y se tornó chris
llanos, cuyos nombres la historia no escribe. Y en tiano, y dixo al Rey que fuese cierto quel Rey do
esté dia acaesció asimesmo una escaramuza que co Granada llamado Muli Ato, era concertado con el
menzaron con los moros Lope de Baldevioso, Maes Rey Arisay se habia de venir á Granada oon seis
tro Sala dol Rey, y Pedro de Ribadeneyra, hijo del cientos de caballo donde so juntaba toda la caballe
Mariscal Hernando do Ribadeneyra, y Juan de ría del Reyno y los mas y mejores peones quo en él
Barrionuevo, y otros-algunos caballeros y escude habia; y se habían concertado de venir una noche
ros, on la qual murió un moro muy principal lla todos juntos y salir y dar en el real , por tal mane
mado Abenamar de Mendoza, y otros quatro; y los ra que pensaban ser maravilla, según la muche
moros fueron retrahidos por un callejón que duraba dumbre dellos, podor escapar ninguno do los ohris
bion dos tiros de ballesta, doude los chriBti anos pa tianos; y esto sabido, púsose muy gran guarda on
saron una celada que los moros tenian , la qual dió el roal ; y como dende á tres dias tuviese la guarda
luego on olios y los mas volvieron a fuir, y Lopo do del real Don Rodrigo Manrique , Conde do Parodos
Baldevioso y Juan do Barrionuevo y otros escudo- quora caballero muy esforzado y mucho diostro en
ros quedaron atajados, los quales juntos rompieron la guorra , esa noche acercóse tanto á la ciudad , quo
por los moros y pasaron por ellos fasta el fin del pudo oir el bollicio que en ella habia para ver de
callejón donde ficieron rostro ; y allí mataron el ca venir on la forma que dicha es ; y doxando sus es
ballo ó Lope de Baldevieso, y dieron á él veinte y cuchas y guardas en el campo , se vino á gran prie
dos feridas que algunas dolías fueron muy peligro sa para el Rey, y despertóle y díxole lo que habia
sas , y con todo oso so levantó ; y peleando como sentido y púsoso tal guarda on el real quo toda la
caballero el espada en la mano, so defendió fasta gente so armó y se puso en la forma que debia para
que fué socorrido, y allí ovo tan gran pelea, que rescebir los moros si viniesen ; lo qual por los mo
10 CRÓNICAS DE LOS EYES DE CASTILLA.
ros sentido, dexaron la venida y otro dia salieron grandes presentes de aves y frutas de diversas ma
de la ciudad faBta dos mil é quinientos de caballo neras, y envióle sus monestriles á los quales el Rey
y setenta mil peones y mas , y pusiéronse entre los mandó vestir y dar largamente gran suma do do
olivares, y algunos dollos se vinieron tendiendo á blas. Y en oste tiempo el Rey de Granada fué certi
puerta del real , y el Rey estaba en el campo con ficado quo en el real oviese gran mengua de vino
asaz gente de hombre» de nrmas y ginetes, y como y de todas las otras viandas necesarias, y envió á
conosció que las batallas suyas quorian pelear , no decir al Rey que si le quería dar la paz en la forma
dió á olio lugar, ánteslos detuvo creyendo que los que la había demandado, que le daría todos los
moros tenían puestas algunas celadas de donde los cativos christianos que tenia y las parias como di
christianos podrían rescobir gran daño ; y allí el Roy cho había , y en otra manera no quería otro partido
evo su consejo do lo que debia hacer, en que ovo que ficieso lo que quisiese ; y asi el fecho se acabó
diversas opiniones; y el Conde de Paredes dixo al sin otra conclusión. Y ol Rey estuvo en esta entra
Rey quo según lo que los moros en aquel dia habían da en el Reyno de Granada diez y ocho dias ¡ y le
mostrado, querían haber batalla y que era cierto vantó su real de sobro Granada en veinte y nuove
que entro ellos se fallaba serles gran mengua de ver dias del mes de Julio , y continuó su camino para
talar y quemar sus riberas , y por temor do muerte Córdoba, donde afirmó las alianzas dol Rey do Fran
haberlo de sufrir, y que su parecer era que pues el cia y despidió los Embajadores , á los quales envió
Roy allí tenía tanta y tan buena gente , con que muías y caballos y piezas de brocado y seda; asi
con el ayuda de Dios podría esperar la Vitoria , que ellos se partieron muy alegres y contentos dol Roy,
dobia dar la batalla si los moros la quisiesen espe el qual el año venidero mandó llamar á los Procura
rar; finalmente como los mas que en el consejo es dores, y les dixo que él entendía entrar en tierra do
taban quisiesen seguir la voluntad del Roy, la qual moros muy mas poderosamente do quantas voces
ora do no pelear, dotorminóse que la batalla no se había entrado, para lo qual convenía quo en sus
diese, salvo si los moros saliesen del todo al llano, Reynos so repartiesen sesenta quentos de marave
donde sin ventaja los christianos pudiesen pelear dís; y como quiera que á los Procuradores esto pa-
con ellos, y la tala so ficieso lo mas duramente quo rescieso mucho gravo, asi por los trabajos pasados,
ser pudiese; lo qual asi se puso en obra , quo les como por ver la forma quo el Rey on la guerra te
fueron talados todos loa árboles y viñas y panes quo nia, en quo conocida la verdad en la guerra pasada
haberse pudieron , y les fueron quemadas algunas muy mayores daños habían rescebido estos Reynos
aldeas y alquerías y lugares; lo qual visto por los quel Royno do Granada, con todo oso acordaron do
moros, enviaron á hablar con Don Alonso Pimen facer lo quel Rey les mandaba, pero suplicáronle que
tal, Conde do Benavento, los qualos lo dixeron que estos sesenta cuentos se le pagasen dos años , por
no pensase el Roy qne por talas ni quemas de luga- que la gente rescibieso monos trabajo, y el Rey se lo
ros habian do sojuzgar el Reyno de Granada, on el otorgó y asi se puso en obra; y do allí el Rey se par
qual había tantas y tan grandes fuerzas y tanta y tió para la ciudad de Sevilla, donde era esperado
tan buena gente para las defender , quo no ospora- con muy grande amor , como no hubiesen visto Roy
ban que jamas los christianos las pudiesen ganar, y cu aquolla ciudad desdo el Roy Don Enrique segun
quo al Roy le estaba mejor haber paz con el Rey do , dondo lo estaba aparejado muy notable recebi-
de Granada y con sus Roynos , y que se le darían miunto ; y el Rey , no queriendo ver la nobleza de
las parías muy mas crecidas que á ningún Roy de la gente de aquella ciudad, so apartó con pocos do
los antepasados , y le darían todos los christianos los suyos y entróse por ol postigo del Alcázar, don-
cativos; lo qual sabido por el Rey, acordó de dar do muy pocos lo pudieron ver, do quo todos los do
seguro á Abdibar para quo viniese á hablar con ol la ciudad fueron mucho maravillados y mal conten
Rey, y para concertar lo ya dicho, y este moro Ab tos; con todo eso la gente del Rey fué muy bien
dibar vino á la fabla con ol Rey , y traxo consigo aposentada , y alegremente rescebida por los hues
hasta dos mil do caballo, los mas á punto de guerra pedes. Y estando ol Rey en aquella ciudad acaes-
que había on el Reyno de Granada; y salieron con cieron dos cosos muy cstrañas y muy feas , los qua
el Roy á la fabla el Almirante Don Fadriquo y los les fuoron que Mofaros , un moro quol Rey consigo
Marqueses do Santillana y Villona, y ol Maestro do traía , fué aposentado en la cosa do un mcrcador
Calatrava y los Condos de Plasencia y Benavento llamado Diego Sánchez do Orihucla , el qual tenia
y Alba y Paredes , y todos los otros principales Ca una hija muy hermosa de que el moro se enamoró;
balleros que on ol real estaban ; y las batallas del y como á la doncella fuese aborrociblo la habla suya
Rey ostaban todas en el campo puestas en el órden y no quisiese dar lugar á su voluntad, ol moro aguar
quo dobian ; y los moros mostraron grande alegría dó tiempo en que el padre y la madre estuviesen
creyendo quo se concluiría perpetua paz entro estos fuera de casa, y tapóle la boca de manera que no
Reyes , y la conclusión que so tomó fué quo cono pudiese dar voces, y atole las manos y púsola en un
cida la voluntad del Rey que no fuese de les dar la caballo y con ciertos moros la sacó de la ciudad ; y
paz que demandaban , le darían cierto número do quando los padres vinieron y hallaron su hija lleva
christianos porque levantase el real de la Vega de da, dieron muy grandes voces, á que toda la ve
Granada y se tornase en sus Reynos. En tanto que cindad se juntó , y asi una gran muchedumbre de
el trato duraba, el Rey de Granada envió al Roy gente fueron al Palacio Real con el padre y la ma
MEMORIAL DE DIVERSAS ÜAZAÑAS. 11
dre, que iban dando muy grandes voces, muy agrá comieron con el Rey aquel dia el Rey do Portugal
mente llorando, demandando justicia; y llegados al y la Reyna su hermana y los Infantes Don Fernan
Rey, oída su querella, el Rey vituperó muy fuerte do y Don Enriqué, y el Rey do Portugal estuvo allí
mente á la madre, diciéndole ser loca, y haber pues tres días; en el qual tiempo el Rey mandó facerla
to muy mal recado en su casa y fija dcxandola sola, esponsa al Rey de Portugal y á toda su gente muy
y dando el cargo al padre y á ella del caso acacsci- abundosamente ; y pasados asi aquellos días, el Roy
do, con la qual respuesta ellos comenzaron muchas de Castilla y el de Portugal so fueron á Yelves y
mayores voces, demandando justicia á Dios , de que con ellos la Reyna , donde les fueron fechas muy
ni Rey ovo tan grande enojo, quo mandó llamar grandes fiestas, en otros tres dias que endo estu
un verdugo para que los azotase por la ciudad; y en vieron; y vuelto el Rey de Castilla á Badajoz, vino
este punto llegaron allí Don Alonso Pimcntel , Con allí la Infanta Doña Catalina a ver á la Reyna su
de de Benavente, y el Conde Don Juan de Quzman, hermana ; y en esto tiempo estaba puoata tregua
y viendo el mandamiento, el Condo Don Juan lodi- entre el Rey Don Enrique y el Rey Ariza de Gra
xo: a Señor ¿cómo dirá el pregón cuando se esecuta. nada, la qual el Condo do Cabra había puesto por
re esta justicia que mandáis facer?» y el Rey con mandado del Rey ; en el qual tiempo Abdalla Am-
enojo se metió en su palacio , y los que cerca dél es bran habia hurtado el castillo do Solera, quo tenía
taban ficieron ir do allí á los quo con esta querella Diego de Araya, un Caballero natural do Ubeda, y
venieron , y asi el moro Mofaras llovó la doncella y al tiempo quo aquella tregua so asentó, concordóso
púsola en salvo en un lugar de Granada, y ansi la que las villas y fortalezas de los Reynos de Castilla
tomó por manceba en injuria de nuestra Saucta Feo. y del Reyno de Granada fuosen seguros de la una
Fué la segunda quo un capitán del Rey llamado parto a la otra, y de la otra ti la otra, y el Conde do
Rodrigo do Marchena, hombro do baxo linage y Cabra envió requerir al Rey Ariza do Granada, por
deshonesta vida, tomó por fuerza una doncella hija un Caballero de su casa llamado Gonzalo de Ayora,
dalgo, y como los padres y parientes al Roy so que mandase restituir el castillo do Solera quo era
querellasen , ovieron el mesino remedio quo Diego obligado de lo asi hacer, Bcguti lo capitulado , al
Sanchoz de Orihuela, do que no solamente la gente qual el Rey respondió quo Abdalla Amblan habia
de la ciudad , mas todos los cortesanos fueron mu furtado aquel castillo siu su licencia y mandado,
cho turbados, y decian que cómose podria consentir y que desto él no tenia cargo ; al qual Gonzalo de
quedar tales cosas sin grande punición, á causado lo Ayora respondió que si la fortaloza no se le entre
qual al Rey vinieron muy grandes inconviniontes y gaba, que fuese cierto que luego se faria la guerra,
daños do quo adolanto so hará mención. De allf el y el Condo dosde allí alzaba la trogua por poder
Rey se vino en Castilla; y ostando en la ciudad do quo para ello del Roy toula. El Roy moro dixo :
Avila, mandó enviar sus cartas de apercibimiento quél enviaría á llamar aquel caballero Abdalla A i li
á todos los Grandes para que fuesen con él ála guer bran, y lo mandaría que entregase aquel castillo, y
ra, y mandó hacer muy grandes provisiones asi de que habria gran placer que lo ficiese ansí, y quo en
bastimentos como de lombardas y ingenios y man otra manera él no podria otra cosa facer, porquo
tas y todos los otros pertrechos necesarios para com aquel moro era tan poderoso quol no podria com
batir fortalezas. pelerlo A lo entregar sin su voluntad, y quo A él lo
placía de guarda la paz con el Rey de Castilla y
CAPÍTULO IX. con sus Reynos, así como lo habia asontado con el
Condo de Cabra ; al qual Gonzalo do Ayora respon
De como el Rey se partid do Avila, y se fué pira la chillad de dió quo si él quería pazcón el Rey do Castilla , quo
Badajoz por se ver con su primo el Rey do Portugal.
habia de facer dos cosas, la primera entregar el
Partido el Rey de la ciudad do Avila para se ver castillo do Solera á Diego do Araya, y le convenia
con el Rey do Portugal , para lo qual el Rey conti quo fnene vasallo del Rey de Castilla , así como el
nuó su camino y la Reyna con él para la ciudad do Rey Don Mahoma lo habia sido dol Roy Don Po
Badajoz, desque allí fueron llegados, vino ende oí dro, y fuoso do su Consejo, y tener dezmero á la
Rey de Portugal con el qnal venian el Infanto Don Puerta Dol vira, quo cogieso el diezmo y medio
Fernando, su hermano, y el Infante Don Enrique, diezmo por el Rey de Castilla, y que diese en el
su tío, y otros muchos Grandes do su Reyno y es año primero do la paz mil cativos, y en los tres
taban con el Rey de Castilla el Marqués do Villeua, siguientes cada año trescientos y treinta y tres
Don Juan Pacheco, y Don Podro Girón, Maestre de cativos que baldan de ser por todos dos mil, y cada
Calatrava, hermano suyo, y muchoB otros Condes y vez quo ol Rey Don Enrique lo llamase on toda ol
Caballeros y Perlados. Y sabido por el Roy de Cas Andalucía fasta ol Reyno de Toledo fuese obligado
tilla como el Rey de Portugal venia, saliólo á reco- á le servir con dos mil de caballo; y si ,demás se
bir quanto á media legua, y con él todos los Gran quisiese servir que lo pagaso ol sueldo fasta ser
des que allí estaban acompañados de mucha noblo vuelto on su Reyno al fuero y costumbres de Cas
caballería ; y los Reyes se hablaron con grande tilla, y quo le volvioso todas las villas y fortalezas
amor, y asi vinieron i la ciudad de Badajoz donde que on tiempo del Rey Don Juan su padre habían
el Rey tenía aparejada muy gran fiesta para el Rey perdido, y con estas condiciones se lo daría la paz
de Portugal y para todos los que con él venian, y por diez años, y en esto tiempo se metiosen al Rey
12 CBÓNICAS DE LOS BEYES DE CASTILLA.
uo de Granada todas los cosaa que en ol tiempo de á Fornando de Fousoca y á los que estaban en el
la paz se solían motor. A lo qual ol Bey de Grana lugar, que luego saliesen dende sopeña de la vida;
da le respondió quo aquello que demandaba y los los quales lo ficioron luego ; poro pusieron fuogo
Lijos y las mugeros , todo lo dioran en el año pri por muchas partos al lugar do tal manera, que su
mero que ol Boy Don Enrique roynó, y en el 80- bió tan alto quo visto por los moros de Estopona
gundo no le dieran los fijos ni las mugoros, y que desampararon la villa y se subieron con todo lo
ya era ol ano tercero y lo habían bien conocido, y suyo á la sierra. Y en este dia una fortaleza quo se
que no lo darian cosa de quanto demandaban ; quel llama la Fonxirola so combatió, no por mandado
Bey Don Enriquo ficiose lo que quisiero : con lo dol Boy, y estándose combatiendo por la gente do
qual Gonzalo de Ayora se volvió para el Conde de un Vallenel de uno que se llamaba Juan Vidal, sa
Cabra, el qual escribió todo lo susodicho al Bey que lió en tierra y con ol maestre del Vallenel escalaron
estaba en Badajoz con el Boy de Portugal, y sabi la fortaleza, y subieron en ella catorce ó quince hom
da esta nueva, partióse para Sevilla para desdo allí bres vizcaínos dando grandes voces diciendo : «Cas
facor su entrada en tierra do Moros. tilla Castilla por ol Boy Don Enrique » ; y como los
moros vioron la fortaleza entrada, todos so rotruxo-
CAPÍTULO X. ron á una buena torre quo ende estaba, y desdo allí
se defendían quanto podían , y púsose fuego en las
Pe coma el Rey Don Enrique se partid de Sevilla para entrar en puertas de la fortaleza, y el Conde de Osorno que
tierra de mocos y dcid allí 1 le lleyna su muger.
era capitán de la guarda del Bey entró dentro della
El Bey se partió para Ecija y mandó llamar á con trecientos hombros do armas, y á la entrada
Don Juan de Guzman, Duque de Medina Sidonia y fué: muerto un gentil hombre francés que ora allí
á Don Juan Ponce de León, Conde do Arcos , y los venido por se fallar en algún fecho señalado, y allí
Consejos do Sevilla y do Xerez y de las otros villas y fueron feridos otros doco hombres do armas aunque
lugares comarcanos , y mandó questa gente se jun no de feridas peligrosas ; y los moros no teniendo
tase en los prados de Antequera, donde fueron jun ya con que se defender dcsfación los almenas y lan
tos fasta ochociontos hombres de armas y tres mil zaban piedras y ladrillos; y estando on tan grande
ginctes y troco mil peones; y los Grandes que con ol aprieto que de fuorza so habian de dar, demandaron
Boy entonces entraron fueron: ol Duquo do Medi fabla, y luego ol Boy mandó salir toda la gente de
na Sidonia y ol Marqués do Villena y ol Maestre de la fortaleza y los moros so quedaron apoderados en
Calatrava y los Condes de Benavento y do Arcos y ella. Otro dio ol Bey mandó asentar su roal cerca
do Osorno ¡y do allí fué asentar su real en un vallo do Marvclla, dondo se fizo tala on los panes ; y ol
ques corea de Alora, entro los dos rios ; y en tanto dia siguiente se asentó el real cerca de la villa de
quel real se asentaba, ol Boy so apartó con hasta Estopona, y el Boy so aposentó dentro della, en la
quatrocientos do caballo y fué á correr el Valle de qual ninguna cosa se falló. Y el Marqués de Ville
la Carlana y otros lugares dende cercanos , donde na suplicó al Bey le ficiese merced de aquella Villa,
ficioron algún daño , y el Bey so volvió al real y ol y al Bey plugo dello, y mandóla bastecer de los
dia siguiente fué á sentar su real en la Vega de Má mantenimientos que en la hueste había y do armas
laga, donde estuvo treinta dias ; en el qual tiempo las que oran menester para su defensa, y desde allí
se fizo tala solamente en los panos, por quel Bey no el Boy mandó á los Grandes que con él venían que
oonsintió que se talasen huertas ni viDas, y se que so fuesen con la gente que había de Xerez, y donde
maron algunas aldeas quo los moros habian desam la gente se fuese cada una á su tierra, y el Bey se
parado. En este tiempo se ficioron algunas escara fué por la costa do la mar tomando la via do Gibral-
muzas en quo murieron algunos moros é cliristia- tar con fasta trecientos do caballo y llegando cerca
iios, y asi el Bey levantó su roal do sobro Málaga, y de la ciudad Batieron dolía fasta quaronta do caballo,
acordó do so ir por ol ¡Val do Coer quos on termino y el Bey envió á ellos á Gonzalo do Sayavedra á les
.de Marvclla, é determinó do se ir por la costa do la decir como el Bey do Castilla venia allí por mirar
mar donde pasó á tan gran peligro de su gente, que aquella tierra ; y como esto supo el Alcayde de Gi-
según la muchedumbre de los moros que por la braltar, que ora buen caballero que se llamaba Aben
sierra parecieron , pudieran si quisieran con solos Comixa, envió á demandar seguro al Bey, con ol
piedras destruir la mayor parte del real ; poro siem qual le vino á facor reverencia, é fizo al Boy pre
pre estuvieron quedos mirando la gente del real, sente de todas las frutas que babor pudo, y mandó
de donde se creyó haber un trato secreto entre el meter barcos y redes en la mar por facer servicio
Boy y los moros ; y pasando la gente corea de una al Boy, el qual estuvo gran parte dol dia allí miran
vil Iota que se llama Benalmodana, seyendo pasado do la posea, y á la noche fué á dormir á una torre
todo ol real y veniendo en ol cabo catorce ó quince que se dice do Cartagena , que es una legua de Gi-
hombres do armas do la guarda del Bey y fasta se braltar, y como ol Capitán de Ceuta, que Be llamaba
senta hombros de Sevilla, los moros comenzaron á Don Sancho, Conde do Udemira, fué certificado por
gritarlos, y tan grande enojo roscibioron los chris- algunos navios que por mandado del Bey eran vo
tianos, quo vinieron á combatir el lugar y entrá lados sobre Málaga quol Bey allí estaba , aderezó
ronlo por fuerza de armas ; y como el Bey lo supo, uno fusta y quatro carabelas por le ir facor reve
ovo dolió onojo, é invió & Gonzalo de Sayavedra y rencia y le facer algún servicio , y como supiese do
MÉMORlAL DE DIVERSAS HAZAÑAS. 13
su venida á Gibroltar , luego se poso por mar , é furia, el Rey determinó de pasar. En este meamo dia
fuele facer reverencia, y el Rey le rescibió muy llegó á Tarifa, de que asi los caballeros que con él
graciosamente y le agradeció mucho su venida ; ó iban como los otros que lo estaban esperando, fue
desde allí el Roy mandó á Gonzalo de Sayavedra ron mucho alegres por lo ver venir como vino oon
que con la gente que ende estaba se fuese á Algeci- el Conde de Udemira , el qual dexó á Gonzalo de
ra y lo esperase ende, y el Roy so metió on el me Sayavedra y á Juan Fernandez Galindo quo ovie-
jor navio quel Conde traia, y acordó de se pasar no sen por bien complido su homenage, pues el Rey do
solamente en Ceuta mas allende por ¡ver el Reyno Castilla era venido en salvamento en la Villa de
de Fez, de lo qual Gonzalo de Sayavedra é Juan Tarifa, que era suya ; y el Conde desde allí se vol
Fernandez Galindo, que ende estaba , ovieron muy vió en Ceuta con sus navios , que habia traído en
grande enojo é dixeron al Rey que se maravillaban guarda del Rey ; y el Rey se partió de Tarifa y fizo
mucho do su Alteza quererse meter en tan gran pe la via de la villa de Bejol , ques del Duque de Me
ligro, sin causa ni razón alguna, y que mirase bien dina, donde fuó rescebido con aquella reverencia y
como la via de la mar era dudosa, que en un hora obodiencia quo á su Rey y Sefior ora debida, donde
facían en ella mil movimientos, y aunque entonces el Duque tenia aparejadas todos las cosos que eron
parecía el tiempo ser bueno , muy prestamente se necesarios pora el- servicio del Rey y de todos los
podría mudar do tal manera que no se podiese re que con el venian ; y allí el Duque le suplicó que
mediar ; y allende desto debia mirar quanto era do porquo ya era el tiempo de las olmodrovos do los
dudar pasar con gente estrafia mayormente en Rey- atunes, le pluguiese de ir i tomar placer y ver co
no de inflólos y naturalmente enemigos , y lo supli mo los atunes so tomaban. El Rey lo fizo asi , don-
caban y le requerían que no quisiese hacer tal viage, do ovo grandes placeres, y rescibió muy grondes
del qual aunque con salud saliese, seria diño de gran fiestas del Duque, el qual fizo dar muy abundante
roprehonsion de todos los que lo supiesen. E con to mente á los qu9 con el Roy iban todo lo quo mo-
do eso el Rey no creyó de cosa desto : y cuando Gon nestor ovioron ; y desde allí ol Rey se partió pora
zalo de Sayavedra é Juan Fernandez Galindo vieron Xerez, y dende se fué para Sovilla , dondo estuvo
que no pudieron escusar al Rey aquol viage, tomaron algunos dias con la Reyna su muger, donde se ficie-
pleito homenage y juramento muy fuerte al Conde ron grandes justos y torneos , en el qual se croyó
con las mayores firmezas que pudieron que él vol que viniera alguna turbación por las competencias
vería al Rey do Castilla en segura y sana paz en que habia entre el Duque de Medina Sidonia y el
sus Reynos , guardándolo Dios de los peligros de Marqués de Villena; y ese dia estuvo armada muy
la mar; y asi el Roy se partí* y con él Miguel Lu gran parte de la gente de la ciudad, y aun el Roy vi
cos y los dichos Comendadores, y pasaron con él en no al torneo trayendo corazas vostidas y casqueto
Ceuta, é Gonzalo Carrillo é Gonzalo de Sayavedra en la cabeza ; y plugo á nuestro Señor que los cosas
fuoron con la gente que quedaba en tierra y se Be metiguaron. En este tomeo fueron Capitanes de
fueron aposentar en las Algeciras entre el río que la una parte el Duque de Medina Sidonia, en cuya
dicen de la Miel, y estuvieron ende dos dias; y den- parte venia Miguel Lucas, quo ya pareció contendor
de á poco que ende fueron llegados, llegó allí el de parcialidad con el Marqués de Villona, y de la
Marqués de Villena, quo habia quedado en Estepo- otra parte el Marqués do Villena.
na, por la dexar á buen recaudo , y allí fué certifi
cado por algunos navios como el Rey ora pasado CAPÍTULO XI.
on Ceuta ; el qual so motió en uno dellos y soguió
asimismo aquel viage y pasó en Ceuta, donde el De como M pao li tilla do Ximcna de los moro».
Rey y toda su gente fueron muy bien recebidos y Estando el Rey en Sevilla, Juan de Sayavedra le
hospedados y servidos con grande amor y reveren envió á decir que habia tentado la villa de Ximona,
cia ; al qual y á todoB los que con él iban, el Condo que los moros habían recobrado, después que la ga
fizo dar firmemente todas las cosas que menester nó el Mariscal Pero Garcia, y que la falló de tal
ovieren, y el Rey se detuvo alH cuatro dias por manera, que lo paresció ser ligera de tomar, y lo
que los vientos fueron contrarios, y no pudo antes suplicaba le pluguiese irloá poner en obra; y oida
partir , y en tanto que ende estuvo , fué á correr esta nueva por el Rey , solió do Sevilla con la mas
monte de leones á tierra del Rey de Fez donde hay gente que pudo y fuese para Xerez , y mandó salir
muchos, é yendo asi el Rey con propósito de facer toda la gente asi do caballo como de pié, y envió á
su montería, vido una gran muchedumbre de moros llamar a gran priesa al Duquo do Medina Sidonia;
quo venian por correr á Ceuta, y asi ovo de mudar y juntáronse con ol Roy fasto mil ó quinientos do
bu propósito y volverse antes á Ceuta de lo que caballo y fasta seis mil peones , y los caballoros
quisiera ¡ y pensando quo por aventura por causa principales quo con el Roy partieron fueron í el Du
de los vientos so Oviera de detener allí mas de lo que de Medina Sidonia y D. Juan Pacheco, Marqués
que habia estado, envió á mandar á Gonzalo de Sa de Villena, y D. Rodrigo Manrique, Conde de Pa
yavedra y é Gonzalo Carrillo que con la gente quo redes, y otros caballeros aunque no de tanto esta
habia quedado , se fuesen a Tarifa y lo esperasen do, con docientosde caballo. V el Rey mandó par
allí, los qnales lo pusieron asi en obra ; é como quie tir lo gento, y tomó consigo á Juan de Sayavedra,
ra que la mar se mostrase asaz alta y con mucha y fué á mirar la villa do Ximona y miróla toda eu
*¿ CRÓNICAS DE LOS REYES DE CASTILLA,
torno, y tornóse á Castellar donde había mandado sión saliese las treinta y cinco mil, y por las res
que toda la gente le esperase, y mandó al Duque y tantes dexó en rehenes á su fijo mayor, llamado
al Marqués y al Conde de Paredes que se aposenta- D. García ; para lo qual pogar el Rey le fizo merced
son cerca de la villa porque no les pudiesen entrar de quatro quentos de monedas ; el qual caso acaes-
gente, los quales lo licicron ansí; y otro dia bien ció el dia de Sancta Clara del dicho año.
<lo mañana, Juan de Sayavedra quel ardid habia
traido, les dixo que debían combatir luego la villa, CAPÍTULO XII.
lo cual se puso luego por obra, y combatióse de tal
manera que prestamente se tomó por fuerza de ar Do una entrada que Fernando de Narvaez, Alcayde de Antequera,
tizo en tierra de moros.
mas ; y el primero que en ella entró fué Alvaro de
Balbuena , criado de la Reyna doña María , que era En este tiempo Fernando de Narvaez, Alcayde de
hombre muy valiente y uno de los que mejor se Antequera , deseando servir á Dios y al Rey acordó
ovieron en el combate do Benalmadana, y fué allí de entrar á correr el Bal de Cártama, y ajuntó con
muerto de una esquina que le dieron sobre la ca- sigo cionto é veinte do caballo y trecientos peones,
. beza. Y los moros se retruxeron á la fortaleza, y y en viernes , doce dias de Marzo del año del nasci-
fíoieron bu pleitesía, quel Rey los mandase poner en miento de nuestro Redentor de mil y quatrocientos
salvo con todo lo que tenían, é al Rey plugo dello, é cinquenta y seis años, continuó su camino , y pa
é mandó luego ir con ellos á un caballerizo de su só cerca de la villa de Alora, y llegó á Cártama, ó
casa, llamado Juan Guillen , y al Alcaydo de Tari corrió la tierra fasta el rio de Xuriana, ques á
fa, quo so llamaba Alfonso do Arcos, los quales pu una legua do Málaga, y de allí sacó uu gran reba
sieron los moros cu la ciudad do Qibraltar, y se ño de vacas ó bueyes ó acémilas é otras bestias, y
volvieron para el Rey, y el Rey mandó bastecor la fasta veinte moros, y volviendo ansí con su cabal
villa de todo lo quera necesario, y dezó en ella por gada por cerca de la villa de Alora, falló que lo es
Alcayde un caballero de su casa llamado Esteban taba tomada la delantera por los moros, en una an
de Villacreces, natural de la ciudad de Xerez ; y el gostura que se face cerca de aquella villa; y estaba
Rey se volvió para Sevilla , donde entonces se pa- por copitan de los moros un valiente caballero que
resció una cometa en el ciclo , tan grande y con tan se llamaba el Alatar, cabecera de Málaga, con fasta
grandes rayos, que parecía quemar una gran parte quatrocientos do caballo y fasta mil peones puestos
del cielo , la qual duró quarenta y siete dias y no en dos partes ; y desque los christianos vieron tanta
ches continuos, de la qual diversos juicios se ficie- muchedumbre do moros, é llegaron al vado del rio
ron , é algunos quisieron decir quel Roy perdería que se llama Guadalquevirejo, hobieron gran tur
prestamente la corona ó la vida , ó que los moros bación, y los más eran de acuerdo que matasen to
habriau alguna grau victoria do los christianos; do el ganado y los moros que llevaban, y se fuesen
otros quisieron pronosticar que prestamente mori por otro puerto que se llama el puerto de Agras. El
rían algunos grandes del Royno : los cuales juicios Alcayde Fernando de Narvaez fué de otro propósi
salieron muy ciertos, que muy pocos días después, to, y esforzó tanto su gente, que les fko dexar aquel
D. Juan Manrique, Conde de Castañeda, quo era acuerdo y haber corazón do pelear; é así les fizo
Capitán General en la ciudad de Jaén, fué preso pasar el vado, el qual pasado, los moros dieron en
por los moros y su gente desbaratada, y muchos de ellos por dos partes, y los christianos se esforzaron
los de su casa muertos á gran cargo ó culpa do la tanto, que á pesar do los moros pasaron, aunque res-
gente de Jaén que les fuyó ; y como quiera quel cibieron algún daño , y fueron muertos y feridos
Corregidor do aquella oiudad só cuyo cargo venían, muchos délos moros, y volvieron las espaldas, y los
queso llamaba Pedro de Cuéllar, hombre hijo dalgo christianos fueron en su alcance algún tanto , don
y buen caballero, trabajó quanto pudo con ellos por de fueron ansí mismo feridos asaz moros ; y Fer
los detener, no lo pudo acabar, y quiso antes morir, nando de Narvaez con los suyos continuó su cami
como murió peleando como muy buen caballero, que no, sacando la mayor parte de la presa que lleva
fuir viendo al Condo de Castañeda é ¡i los do su ca ba ; y ansí volvió vitorioso y alegre á la villa de
sa pelear tan valientemente, que cerca dol Conde se Antequera.
hallaron mas de cinquenta moros muertos, y otros
tantos de los de su propia casa, y él sólo fué preso
y con él dos criados suyos ; el qual estuvo preso en CAPÍTULO XIII.
muy estrecha vida por espacio de diez y siete roo- De como el Rey te partid «el Andaluala y se fué para Castilla,
ses, y por salir de trabajo tan incomportable , él so teniendo gran sospecha de las confederaciones qne le declaa
rescató por sesenta mil doblas do la banda, y en las que los Grandes de su Reynu facían.
haber trabajó tanto la Condesa su muger, que era Como el Roy estaba sospechoso del desagrado
hermana del Almirante D. Fadrique, que fué cosa que sabía quo todos los más de sus Reynos tenían
muy maravillosa , y vendió para ello todas sus jo de la forma de su gobernación , acordó de se partir
yas, y empeñó algunos lugares, y requerió á todos pora Castilla é dexar por frontero y Capitán Gene
sus parientes quo eran grandes señores en estos ral á D. Pedro Girón , Maestre de Calatrava ; é man
Reynos, é importunó tanto al Rey, fasta que delibró dó quedar en Jaén á Gonzalo de Sayavedra, natural
ú su marido, de las quales pagó antes quo de la pri do Sevilla , con docientos de caballo , allende de la
MÉMORIAL DE DIVERSAS HAZAÑAS. 15
gente do la ciudad, y en la ciudad do Ecija ú Don to Infante D. Alfonso ; y fecha esta concordia, los
Fadriqne Manrique, hermano de los Condes de Tre- dos Reyes se vinieron á Alfaro , donde el Rey de
vifio é Paredes, con otros docientos de caballo; y Navarra rescibió muy grandes fiestas del Rey y de
esto ansí fecho, el Rey se partió paraSegovia, y fué la Reyna, y durmió ende una noche, y otro dia se
á tener la Pasqua do Navidad á la ciudad de Palcn- tornó pora Corella; y dondo 4 tros días la Royna de
cia, donde le fué traída la Bula de la Cruzada para Castilla salió á la mitad del camino ques entro Alfa
vivos é muertos, que el Papa Calisto III lo envió, ro y Corella por ver al Rey de Navarra , que era su
la qual rescibió con grande acatamiento y reveren tio, hermano de su madre, y se fué con él á Corella,
cia; y predicóla Fray Alonso del Espina, hombro y durmió alH aquella noche, donde le fué fecha muy
muy notable y do honesta vida y gran predicador; gran fiesta ; y asi quedaron los Royes mucho con
el qual dixo al Rey que debia mucho acatar quan formes y amigos. Y estando los Reyes en el campo,
señalada gracia habia rescebido del Sancto Padre, el Roy de Castilla se tornó para Alfaro y el Rey de
que jamas se fallaría haber sido dada semejante Navarra para Corella, y el Rey pensó que acabadas
indulgencia ; pero que debia mirar el cargo con que las vistas, en la vuelta pudiese prender al Conde de
se la daba, que no podia despender de los marave Haro, que estaba en Briviesca ; el qual como esto
dís de aquella cosa alguna, salvo en la guerra de sintiese, juntó consigo tres mil peones y quatro-
los moros, excepto el mantenimiento de los prodi- ciontos hombres de armas. Esto sabido por el Rey,
cadoros ó cogedores siu caor en descomunión ma disimuló el fecho, y acordó quel Marqués de Villena
yor , de la qual no podia ser absuelto sin personal y el Arzobispo de Sevilla ó Diego Arias, su Conta
mente requerir la Sede Apostólica, lo qual se afir dor mayor, que fuesen á hablar con el Conde de
maba el Rey haber muy mal guardado. Fué tan Haro por le segurar y aplacar y lo rogar que miti-
grande el dinero que por virtud desta Bula Cruza guase y aplacase los ánimos del Arzobispo de Tole
da se ovo para el Rey durante el tiempo de los do y dol Almirante ó de los otros caballeros ya di
quatro afios en ellas contenidos, que se afirmaba chos, los quales todos insistían que las leyes y los
por los thesoreros é recebtores dellas que, paga antiguos estatutos destos Reynos fuesen guardados.
das sus despensas , vinieron a poder del Rey más do Él temía mucho este ayuntamiento de los Grandes,
cien quontos, de los quales muy poca parte se gas y ningún remedio otro fallaban, salvo la conformi
to en la guerra de los moros ; de lo qual todos los dad con el Rey de Navarra. En el qual tiempo el
Grandes del Reyno fueron mucho turbados ; de los Rey de Navarra tenia preso al Príncipe D. Cárlos,
quales el primero que se quiso mostrar fué D. Pero su fijo, por la inobediencia y grandes enojos que le
Fernandez do Velasco, Conde de II aro ; el qual, co habia fecho ; al qual entónces mandó soltar, toman
mo fuese hombro do grnn conciencia y dcscricion, do dél la fe qno nunca volvería en Navarra, y des
mirando como las coaas dcste Reyno iban en perdi pués do su libertad jamas so juntase con los Navar
miento, quiso poner fu estado y persona á todo pe ros ni saliese de su voluntad ni mando ; é así el
ligro por reformar estos Reynos, como convenia al Prínoípe D. Cárlos so partió y tomó el camino para
servicio de Dios y del Roy y del bien común dellos; Francia, y llegado al Roy Cárlos VII de Francia, le
el qual se confederó para esto con el Arzobispo de suplicó le quisiese favorecer , si acaesciere quel ho-
Toledo D. Alfonso Carrillo, y con el Almirante Don biese de contender con el Rey de Navarra, su pa
Fadrique, y con el Marqués de Santillana, y con los dre ; al qual el Rey respondió no ser cosa justa quél
Condes de Benavente y Alba y con algunos otros hobiese do favorecer á hombre que fuese inobedien
caballeros y ciudades do estos Reynos ; do lo qual te á su padro ; é así el Príncipe D. Cárlos so partió,
como el Rey rescibieso gran turbación, fué el con y se fué á Ñapóles para el Rey D. Alonso , su tio,
sejo del Marqués de Villena D. Juan Pacheco y del con el qual estuvo hasta quel preclarísimo Rey Don
Arzobispo de Sevilla D. Alfonso de Fonseca , quel Alonso murió. Estas cosas así fechas, el Roy deter
Rey se fuese á Vitoria, y desde allí se tratase vista minó de dar órden en se partir para la guerra de los
suya con el Rey D. Juan do Navarra por haber su moros , para lo qual so vino á Segovia, y de allí en
amistad, en la qual no menos se ganaba el amistad vió á llamar á todoB los que dél tenían acostamien
del Rey D. Alfonso de Aragón, su hermano ; y tra to, los quales habia apercibido dios habia, mandán
tada asi esta vista, acordóse la partida del Rey pa doles que se fuesen derechamente para la ciudad de
ra Vizcaya y Guipuzca , y entró por lugares tan Córdoba, lo qual asi mesmo mandó á Ruy Diaz de
montañosos é ásperos , dondo no se acuerdan Roy Mendoza, hijo segundo de Ruy Diaz, Mayordomo
haber entrado jamas, y desde allí el Rey se volvió mayor que era , Capitán General de su guarda ; ó
para Alfaro, ques cercano lugar á Corella, donde oj dió sub cartas y poderes al Mariscal Payo do Ribe
Rey do Navarra estaba. Concordóse desde allí que ra, que juntase todas las gentes del Reyno do To
los Royes en la mitad del camino so viesen, y las ledo y Be fuese á Córdoba, y envió á Juan Fernan
Reyñas no minos, las quales eran muy diferentes dez Galindo con sus cartas para D. Pedro Girón,
en condiciones , ó allf se concordaron y so concordó Maestre de Calatrava, que era Capitán General en
casamiento del Infante D. Alfonso, fijo del Rey Don toda el Andalucía, y á los otros capitanes quo esta
Juan de Castilla, con dolía Juana, hija dol Rey de ban en Jaén y en Ecija, para quo todos estuviesen
Navarra, y de D. Fernando , Infante do Aragón, prestos y aderezados para entrar con él en el Reyno
con doña Isabel, Iufanta de Castilla, hermana des- de Granada ; el qual mandamiento envió á los Con
íé CRÓNICAS DE LOS REYES DÉ CASTILLA.
Bojos de Sevilla é Córdoba é Jaén y Ecija y Carmo- altas sobre los tocados , y las otras llevaban alme-
na y Ubeda y Baeza y Andújar; envió asi mesmo zias é almayzares , á demostrar las unas ser de la
esto á mandar á D. Juan de Guzman, Duque de He- Capitanía de los hombres de armas, y las otras do
dina Sidonia, y a D. Juan Ponco de León, Conde de loa ginetos; y llegaron asi con esta gente ol Roy y
Arcos, y á D. Diego Fernandez do Córdoba, Conde la Reyna tan cerca de Cambil , quo parecían que
do Cabra, y á todos los otros caballeros del Anda querían combatir la fortaleza; y como los moros
lucía, mandándoles que fuesen juntos á cierto dia vieron ansi llegar la gente, salieron á las haceras, y
en Almorcbon , dondo fuesen ciertos que él al mes la Reyna demandó una ballesta, la qual el Rey le
mo tiempo seria ; lo qual todo se puso en obra , y dió armada y fizo con ella algunos tiros en los mo
fueron juntos en Almorcbon á quince de Junio del ros; y pasado este juego, el Rey se volvió para
afio del nascimiento de nuestro Redemptor de mil é Jaén , donde los caballeros que sabian facer la guer
quatro cientos y cinquenta y siete afios ; en el qual ra y la habían acostumbrado , burlaban y reían di
dia el Rey fué con ellos ; y antes que el Rey de Se- ciendo que aquella guerra más se bacía á los chris-
govia saliese, fué certificado que D. Diego Hurta tíanos que á los moros ; otros decian : por cierto esta
do de Mendoza, Marqués de Santillana, estaba en guerra bien parece á la quel Cid en su tiempo solia
Uceda con el Arzobispo de Tolodo D. Alonso Carri facer. Y estando ansi el Rey on Jaén, ol Roy de Foz
llo, á los qualos envió al Marqués de Villena Don lo envió un rico presento de almexias y almay
Juan Pacheco, é á D. Alonso do Fonseca, Arzobispo zares y arreos do la gineta, é menjuy y estora
de Sevilla para los concertar, de tal manera que en que y algalia, y muchos otros olores para la
tanto quol estaba en la guerra, no ovieso noveda Reyna.
des ni bullicios en el Royno ; y estando el Rey en Estando el Roy asi en Jaén, fizo otras dos entra
Jaén vinieron ende el Arzobispo de Toledo y el das on tierra de moros , en que se ficieron algunas
Conde de Alba para fablar al Rey, asi en lo que le talas y escaramuzas, en que murieron algunos chris-
cumplia facer en la guerra de los moros , como en tianos é moros ; y lo mejor que en eBta entrada fizo,
otras cosas que cumplían á su servicio y á la pacifi fué que entró á una aldea llamada Cogollos, que
cación do sus Reynos. era lugar de asaz pueblo, é teníanlo los moros muy
Después que la gente fué juntada en Almorcbon, bien barreado y fortalecido de tal manera, que se
el Rey entró en tierra de moros , y los caballeros entró con gran trabajo y peligro y muertos, así de
principales que con él entraron fueron el Marqués moros como de christianos; donde algunos caballe
de Villena y el Maestre de Oalatrava, su hermano, ros de que aquí se hará mención , se ovieron va
y D. Diego Fernandez de Córdoba, Conde de Cabra, lientemente, los quales fueron : Don Juan de Men
y D. Gabriel Manrique , Conde de Osorno, y Don doza, hijo del Marqués de Santillana, Don Iñigo
Alonso de Silva, Alférez del Rey, hijo del Conde López, é Gonzalo Muñoz de Castañeda, é Diego de
de Cif tientes D. Juan de Silva, y D. Fadrique Man Acebedo, sobrino del Arzobispo de Sevilla Don
rique, hermano de los Condes de TreviDo y Paredes, Alonso de Fonseca ; en el qual combate fué ferido
y Ruy Diaz de Mendoza, Capitán de la Guarda del ol dicho Gonzalo Muñoz de Castañeda, y bien diez
Rey, hijo do Ruy Diaz de Mendoza, Mayordomo ó doce escuderos que en aquel combate se hallaron,
mayor que fué del Rey D. Juan , y D. Alonso de y por el esfuerzo de aquestos caballeros que podían
Guzman, hermano bastardo del Duque D. Juan, de ser todos hasta treinta, el lugar se entró y fué que
Medina Sidonia, y Alfonso do Monte mayor, Señor mado y robado, y fueron muertos y presos mas do
de Alcaudete, y Martin Fernandez de Córdoba , Al- cien moros y moras, la qual aldea es muy cercana
cayde de los Donceles, é Gómez Méndez de Soto á la ciudad de Granada. En este dia Pero Arias do
mayor, y ol Mariscal Payo de Ribera, y D. Pero Avila, hijo de Diego Arias , Contador mayor, con
Ponce de León, hijo del Conde de Arcos, é Gómez fasta treinta de caballo ovo un encuentro con fasta
de Avila, que por entóneos era Corregidor de Cór ochenta de caballo moros, con los quales peleó va
doba, é Juan de Sayavedra, y Luis de Pernia, Al- lientemente, y fueron muertos siete moros, y otros
cayde de Osuna, é Gonzalo de Betueta, criado del algunos heridos, é de los christianos ninguno mu
Roy, con la gente de Ubeda , donde por entónces él rió, y fueron cinco heridos ; y con esto el Rey se
era Corregidor. Y el Rey estuvo en tierra de moros volvió á Jaén.
en esta entrada quince dias; en el qual tiempo no En este tiempo, partido el Rey de Jaén, fué cer
so fizo cosa alguna que digna sea de memoria, sal tificado que Alonso Fazardo fazia guerra contra su
vo talar algunos lugares , y el Rey se volvió para servicio en el Reyno de Murcia, donde entonces él
Alcalá la Real, y desde allí mandó que asi los caba estaba muy poderoso, el qual envió en aquel Reyno
lleros como las ciudades que con él habían entrado á Gonzalo Carrillo, natural de Córdoba, con dos
ae fuesen á sus tierras ; y él so fuá para la oiudad de cientas lanzas, el qual se juntó con el Adelantado
Jaén ; y desdo allí el Rey mandó cabalgar dos mil de Murcia Pero Faxardo, y oon el Corregidor que
é docientos de caballo, y fué á Cambil, y llevó con se llamaba Diego López de Sosa, los quales oon los
sigo á la Royna , la qual iba en una hacanea muy poderes del Rey ficieron tan gran guerra á Alonso
guarnida, y con ella diez doncellas en la misma Faxardo, que le tomaron las villas de Alhama y Le-
forma , de las quales las unas llevaban musequies tar y Lorca, y las fortalozasdellas; y estando cerca
muy febridos, y las otras guardabrazos y plumas do Alonso Faxardo en la fortaleza de Lorca, visto
MEMORIAL DE DIVERSAS HAZAÑAS. 17
por el Adelantado é por los otros capitanes quo ende Después desto, estando el Rey Don Enrique en
estaban como fortaleza era tan grande , que no so Madrid en el año de nuestro Redentor de mil é
podia tomar salvo en algún tiempo, acordaron de quatrocientos y cinquenta y ocho afios con la Rey-
ostar por el partido siguionto, es á saber : que Alon na Dolía Juana su muger, si tal so puede decir, se
so Faxardo libremente entrégasela fortaleza, y fue ficieron allí muy grandes fiestas de justas y torneos
se seguro do muerte y de lision y de prisión , y se é juegos de cofias ; y entre los otros caballeros que
fuese donde por bien tuviese ; é el Adelantado y los al II estaban, oran dos criados suyoB, el uno llamado
otros capitanes se obligaron dele ganar perdón del Miguel Lúeas, natural de Belmonte, y el otro Gó
Rey y de suplicar á su Alteza lo ficiese merced, para mez de Cáceres, quo después se llamó Don Gómez
lo qual se le ovo de dar en rehenes un hijo de Juan de Solis ; el primero , hombre de poco estado y
de Haro, y Martin de Sosa, fijo del Corregidor; é así bajo linage- el otro, aunque de pobre estado, escu
Alonso Faxardo entregó á los dichos capitanes to dero hidalgo y de buenos parientes , nacido en la
das las fuerzas quel do Lorca tenia, y se partió con villa de Cáceres ; y como quiera quel primero desde
los quo con él estaban, y los llevaron en salvo has asa/, mozo lo habia criado ol Roy y dado grandes
ta Xiqua ; lo qual todo como había pasado los di rentas, y le habia fecho su Chanciller mayor, y al
chos capitanes le ficieron saber al Rey, el qual ovo segundo de estado de una ínula lo habia fecho su
por bien todo lo porclIoB fecho, y lo confirmó y Mayordomo, parescióle poco lo que les habia dado,
aprobó y rescibió por suyo al dicho Alonso Faxar y & Miguel Lúeas fizo barón de torneo y Condesta
do, y dexóle á Caravaca y á Gehiguin y á Cañera y ble juntamente en un dia, cosa no vista hasta en
é Letur ; é acabadas estas cosas, el Rey envió á tonces, y dióle la villa de Agreda, y las fortalezas
Gonzalo de Sayavodra, Comendador mayor de Mou- de Betunto y Boz Mediano, como quiera que esta
tealban, con sus cartas y poderes, mandando que le merced no [oto efoto, las quales dinidades se cree
ficieso entregar la ciudad do Lorca con su fortolo- no sor dadas á hombre del mundo fasta hoy en un
zo, lo qual so puso luego en obra ; y después Gon dia ; y ú Gómez de díceres el Maestrazgo de Alcán
zalo de Sayavedra ontrogó la ciudad é fortaleza por tara, que dios habia quo era vaco por muerte del
mandado del Roy á Juan Fernandez Galindo , Co Maestro Don Gutierre de Sotomayor , las rentas del
mendador del Reyno. qual el Rey habia llevado fasta entonces por Bula
En este tiempo el Rey Don Enrique fué certifica apostólica ; de la provisión de los quales no poco
do que entre el Rey de Francia y el Delfin su hijo fueron maravillados todos los que lo vieron, porque
habia gran discordia , y acordó de enviarle sus em no parecia preceder merecimientos , ni linage , ni
baladores, los quales fueron D. Juan Manuel, pa virtudes tan señaladas de aquellas que dinoB los
riente suyo, y el Dotor Alfonso de Paz, natural do ficiese do conseguir tan altas dinidades, acostum
Salamanca, por dar algún medio entre ellos ¡ y como bradas de dar ¿ personas notables y de grandes me
quiera que estos embajadores trabajaron en ello recimientos.
cuanto pudieron , ol Rey de Francia dió algunas
razones por que no le convenia perdonar al Delfin, CAPÍTULO XIV.
y asi los embaladores se volvieron sin ningún De una Vitoria asai grande qao de los moros ovleron Don Pero
acuerdo facer entre el Roy de Francia y su hijo ; Manrique, hijo de Don Rodrigo Manrique, Conde de Paredes,
y visto por el Delfin quan poco habia aprovochado T Dia Sanclici de BenaTldes, Sefior de la Villa de Santlsleban
el ruego del Rey de Castilla, enviándolo agradecer del Puerto.
ol trabajo quo por él habia quorido tomar , so partió En ol dicho aüo, faciendo ol Roy la guerra á.los
de su tierra, y se fué para el Duque Felipo de Bor- moros asi tibiamente como dicho es, Don Pero Man
goña, el qual le recibió con muy grande acatamien rique, fijo de Don Rodrigo Manrique, Conde de Pa
to y reverencia , y envió luego su ombaxador al redes, como quiora que fuese mancebo do poca
Rey de Francia , faciéndole saber como el Delfin su edad , queriendo seguir las pisadas de su padre y
hijo era venido en su tierra y le suplicaba dello no de aquellos de quien descendía, como él en este
rescibiese enojo, donde él seria servido y acatado tiempo estuviese en el Val do Segura , acordó de
según debia, fasta que su Alteza perdiese el enojo enviar á rogar o Dia Sánchez de Benavides , su tio,
que del tenia, y como quiera que se dijo el Rey do Señor do la villa de Santisteban del Puerto , que lo
Francia haber dello enojo , disimulólo y enviólo pluguiese tenerle compañía, y que ambos i dos con
agradecer al Duque do Borgofia, el qual dió al Del la gente que pudiesen entrasen en tierra de moros ;
fin la villa do Bruselas en Bravante en queestuvie- los quales juntaron consigo fasta quatrocientos de
se. Es una de las mas gentiles villas que hay en caballo y soiscientos peones, y fueron correr la vi
Alemafia, ni en Francia ; en la qual ol Delfin estu lla de Huesear quel Conde Don Rodrigo Manrique
vo por espacio de quatro afios, soyendo muy bien su padre habia ganado de los moros con gran peli
servido, monteando y cazando; habiendo todos los gro suyo y muertes de muchos criados, donde en su
deportes que dársele pudieren ; y en todo este tiem persona fué agrámente ferido ; y después de tenida
po el Duque lo dió en cada atio cinquenta mil co por él algún tiempo , los moros la recobraron , no ,
ronas para su despensa, y á la fin el Duque trabajó por cierto á cargo suyo, mas porque en tiempo del
tanto con el Rey, que á suplicación suya le per Roy Don Juan, á causa de algunos no buenos ser
donó. vidores suyos, se dotaron de dar los provisiones que
Cr.—III.
18, CRÓNICAS DE LOS REYES DE CASTILLA.
convenían para aquella Villa, de tal manera, que modas la una Linares y la otra Baños ; y como el
quedó tan despoblada do los christianos, que los Condestable Don Miguel Lúeas enviase á tomar la
moros la pudieron tomar, y de allí sacaron los di posesión do las dichas dos villas, falló en ellas tan
chos caballeros una gran presa do vacas y buoyes, gran resistencia, que no pudo haber el soCorio do
yeguas é moroB, y a la salida quebrantaron una lías ; de lo qual el Rey ovo muy grande enojo ó
acequia por donde los venia el agua que ellos con mandó prender algunos vecinos de los mas princi
gran despensa babian fecho ; en lo qual los moros pales quo en aquella villa vivían, y mandó ir cierta
rescibieron muy gran daño , y apellidáronse todos geuto de armas para tomar las dichas villas, en de
para venir á pelear con los dichos caballeros ; y como fensa de las quales la ciudad de Baeza se puso de
quiera que se juntó gran muchedumbre de moros, tal manera, no solamente defendiéndolas por ar<
los christianos pelearon asi valientemente, que los mas, mas mostrando los privilegios que tenían de
moros fueron vencidos y desbaratados, y murieron los Reyes pasados, confirmados por él con grandes
del los bien ciento y veinte, y fueron ochenta cauti firmezas y juramentos, en tal guisa que el Rey ovo
vos, y fueron otros muchos feridos, y de los chris de dexar aquella empresa; y asi el Condestablo
tianos murieron pocos aunque perdieron asaz caba Don Miguel Lucas quodó sin aquellos lugares. Y
llos feridos de saotas ; ó asi los noblos caballeros so en este año acaesció que Don Pedro Girón', Maestro
volvieron en su tierra mucho alegres y vitoriosos, do Calatrava, demandó ni Roy la villa do Frexcnnl,
de la qual vitorin el Rey ningún placer mostró , y ques do la cibdad de Sevilla, el qual le fizo della
partióse cerca do Loxn, dondo tenia asentado bu real morcod, pero la cibdad do Sovilla la defendió tan
al tiempo que esta nueva le vino, y volvióso en Jaon, ásperamente, quo el Marqués no la pudo haber.
y de allí volvió con poca gente por corror á Baza y
áGuadix, dondo se comenzó en Guadix una escara CAPÍTULO XV.
muza do poca gente, dondo el valiente y noblo ca Del fallcscimicnto del Rey Don Alonso de Aragón, y de la forma
ballero Oarcilaso de la Vega fué muerto, ferido con que jluvo cu la sucesión de sus llcynos, y la muerte del Capa
una saeta arbolada (1); y oomo la nuava déla ¿alisto tercero, y de la criación del l'io segundo, natural de la
muerte do Garoilaso al Roy llegase, no con tristo Ciudad de Sena.
corazón dixo : «Vamos á ver la fuerza quo tiene la Estando el Roy en Ubcda, ovo nueva como el
ponzoñan ; y asi fuó sin turbación alguna á ver al Rey de Aragón su tio era fallescido, de quél mostró
desdichado caballero que con la yerba hacia gran muy gran sentimiento ; el qual dexó por heredero
des rabias ; y muerto , los parientes suyos se llega en los Reynos de Aragón y de Cecilia y el Condado
ron al Rey y le suplicaron quo oviese memoria do de Barcelona, y en las IslaB de Mallorca y do Me
quantos servicios aquel noble caballero lo habia fe norca ó Ibiza y Cerdofia, al Rey Don Juan do Na
cho, y cómo era muerto en su servicio, y le pluguie varra, su hermano , y dexó el Reyno de Ñapólos á
se facer merced á un fijo suyo mozo de la Enco Don Fernando, su hijo bastardo, porque de la Rey-
mienda de Montizon , quo era suya , y le diese el na Doña María su muger nunca ovo generación ; y
hábito militar de ls Orden de Santiago. Esta supli allí así mismo ovo nueva de como el Papa Calís-
cación hacían al Rey su tio el Conde do Paredes y to tercoro era muerto, y era criado en su lugar Pió
muohos de los Caballeros que cerca del Roy esta segundo, al qual el Rey Don Enrique onvió un ílai-
ban ; el Rey respondió floxamente, ni denegando ro, maestro en Santa teología, gran prodicador y do
ni otorgando la suplicación, y en el mesmo dia por la Orden de San Francisco oservoute, llamado fray
virtud del poder quo tenia de Administrador do la Alfonso de Palenzuela , á le dar la obediencia ; el
Orden de Santiago, proveyó do la dicha encomien qual después fué Obispo de Ciudad Rodrigo ; y co
da á un hermano do Miguel Lúeas ; de lo qual to mo quiera que muchos do los frailes de su Orden
dos los Grandes fueron muy mal contentos ; y vis refutaban dél por haber tomado Obispado, el dió
ta la ingratitud dol Rey, dondo adolanto siempre lo do si tan buena qucuta y vivió tan limpiamente,
desamaron ; y vuelto en Jaen , fizo desposorio de haciendo enteramente su oficio, confesando sus sub
Miguel Lúeas con una muy noble doncella llamada ditos y predicándoles continuamente de tal manera
Doña Teresa de Solier, fija de Pedro do Torres, y que sirvió á Dios en recebir la dicha dinidad do
nieta del Adelantado del Andalucía, prima del Con Obispado , y después ovo el Obispado do Oviedo,
de Don Poro Fernandez do Velasco, fijo de su tia, donde no menos sirvió á Dios que en el primero.
hermana de su madre, muger muy rica ; el padre do En este tiempo el Arzobispo de Sanctiago Don
la qual ora el mayor hombre que en aquella cibdad Rodrigo de Luna, sobrino del Maestre Don Alvaro
habia, en cuyos bienes esta sola hija sucedió ; lo de Luna, fijo bastardo de un hermano suyo, que ha
qual fizo contra voluntad do todos sus parientes, do bía sido caballero de la Orden de San Juan y te
que no menos turbación ovieron todos los grandes niente de Basaba , fué llamado por el Rey á causa
y nobles de su Corto quo do las cosas pasadas, do do algunas informaciones quo lo fueron fochas do
que siempre fué acrecentando ol odio é mal queren su deshonesto vivir; y entre otras cosas asaz feas
cia cerca dol Rey; y allí el Roy fizo merced á Mi que este Arzobispo habia cometido, acaesció quo
guel Lúeas de dos villas do la ciudad do Baeza, Ua- estando una novia en el tálamo para celebrar las
bodaB con su marido, él la mandó tomar y la tuvo
(1) Al nürgcu : ■ envenenada con yerbas^ consigo toda una noche. Y como este Arzpbispo vi
MEMORIAL DE DIVERSAS HAZAÑAS. 10
niege al llamamiento del Rey, llegado ya á Sala estonces el Rey habia dexado por Capitán á Rodri
manca, le vino onde nneva como loa caballeros go de Marchen a, hombre nuevo y de muy bajo li-
principales de Galicia se hablan levantado contra nagp, y de vida y costumbres asaz deshonostas. Esto
él y se habían apoderado de la Iglesia de Sanctiago Rodrigo de Marchen a es de quien la Corónica arri
y de toda la cibdad y fuerzas dolía, y hablan en ba hizo mención en la entrada primera quel Roy
trado el Palacio Arzobispal y robado todo lo que en Don Enrique fizo en Sevilla, después que tomó tí
él fallaron, y babian ocupado las villas de Muros y tulo do Rey, forzó á una doncella, é ni dél ni de otro
Noya y Pontevodra y del Padrón y otros lugares moro llamado Mofarras , que asi niesmo á la sazón
del Arzobispado; y como desto se querellasen al habia forzado otra y llevándola á tierra do moros,
Rey, y como ya fuese informado de su deshonesto ninguna justicia fizo el Rey. El qnal Rodrigo de
vivir, no se dió á ello ningún remedio ; de que se Marchena, vista la venida del Rey do Granada con
siguieron grandes daños, muertes y robos en aquel gran muchodumbre de gente , ovo tan gran turba
Reyno de Galicia; y los caballeros que contra él se ción , que ni él ni los de la Ciudad no ovieron con
levantaron fueron Fernán Pérez do Andrada, y sideración de cerrar los puertas ni poner gente so
Suero Gómez de Sotomayor , y López Sánchez de bro la cerca ; de tal manera fueron todos turbados
Ulloa, y Bcrnal Diaficz y muchos otros sus parien que bí los moros qnisieran, pudieran tomar la Ciudad,
tes y amigos ; y estando las cosas en esto estado, pero esta turbación quo en la Ciudad ovo, le apro
Don Poralvaroz Osorio, Condo deTrastamarn, se fué vechó mucho, porquo los moros pensaron que aque
& Santiago, y los Caballeros qno lo tenían se lo en llo fuero algún engaño que los chrístianos les tuvie
tregaron, y bbí mcsino todas las villas y lugares sen aparejado], y por eso no se osaron de acercar á
que del Arzobispado tenían ; el qual quisiera haber la Ciudad , y auBÍ curaron de correr el campo ma
aquel Arzobispado para un hijo suyo llamado Don tando los hombres que en él hallaron , y las ovejas y
Luis Osorio, sobre que ovo muy grandes contiendas otros muchas bestias, y talaron árboles y viñas y
y debates ; y como solamente ovicsc quedado por el cuanto pudieron haber, no hallando resistencia al
Arzobispo una fortaleza llamada la Focha , un Al- guna, y sacaron gran cabalgada do yeguas y vacas
cayde suyo que en olla tonia con quarenta hom y acémilas, con lo qnal todos fueron en salvo. En
bres castellanos naturales de Avila facían tan gran este tiempo, habiendo el Rey consideración que des
guerra, que destruían la ciudad de Sanctiago y toda pués de la muerte del Rey Don Alfonso de Aragón
la comaroa, y por eso el Conde determinó de po- sucedió en su lugar ol Rey Don Juan de Navarra,
nor coreo sobrelhi y túvola cercada scíb meses, com su hermano , del qual temió quo viéndose poderoso
batiéndola con tres ingenios y otros pertrechos; en querría demandar los heredamientos que en Castilla
ol qual tiempo so halla que fueron entradas dentro le eran tomados y porque Juan do Luna era habido
en la fortaleza mil é quinientos piedras de inge por mucho suyo y estaba apoderado en todas las vi
nio ; y con todo eso el Alcoydo y los que con él es llas y forlalczas do la Condesa, mujer dol Maestro
taban se dieron tan gran recaudo, que no solamen- Don Alvaro do Luna, parosciólo que si esto quisiese
to defendieron la fortaleza, mas algunas veces sa favorecer al Roy de Navarra, que ya ora de Aragón,
lieron de boche y ficicron grandes daños en la gen que podría mucho daño facer, é por consejo dol Mar
te del real, de los quales murieron mas do ochenta qués do Villena Don Juan Pacheco y dol Arzobispo
hombres y de los de la fortaleza solamente tres ; y de Sevilla Don Alfonso de Fonsoca, fué determina
la historia no pono el nombro dcsto Alcaydo, quo do que Juan de Luna fuese preso ; lo . qual asi so
no era por ciorto do olvidar, y esto Arzobispo ovo puso en obra; el qual fué puesto en una torro á muy
siempre de contender por recobrar lo que lo era to buen recaudo, donde jamas salió fasta quo entregó
mado, y jamas lo pudo acabar ; y asi murió desama todas las villas y fortalezas que tenia ; y asi la Con
do y pobre por sus grandes culpas y deméritos, de desa, mujer del Maestre de Santiago, perdió la po
que todos los hombres, por de grandes estados que sesión de todas sus villas y fortalezas, y ella se fuó
sean, debon tomar oxomplo, y guardarse de facer al Castillo do Montalvan después quo supo la prisión
lo quo no deban, confiando en su gran poder, acor do Juan de Luna.
dándose ser nuestro Señor tan justo , que ni dexa En este tiempo el Papa Fio segundo deste nom
mal sin pena, ni bien sin galardón. bre concedió Bulla para que Don Alvaro do Estúfii-
gn, Conde de Plasencia, pudiese casar con Doña
CAPÍTULO XVI. Leonor Pimentel , sobrina suya, hija de bu herma
na, su comadre, y bu abijada do pilo.
Oclas dados qao los moros ficicron cu el Andalaeia después quel
Rey della se partid, y de la prisión de Juan de Luna.
CAPÍTULO XVII.
La forma do la guerra fecha por el Rey á los mo De cierta conjunción quo los Grandes del Repto de Ñipóles lil-
ros en el comienzo de su reynar , los fizo perder el cicron contra el Re; Don Fernando, hijo bastardo del Re; Ron
miedo que antes quo rcynase dél tenían ;y como el Alonso de Aragón, y de como un moro llamado Zayde quiso ma
Rey fué partido del Andalucía, el Rey de Granada, lar a Garda de Herrera, Señor de Pcdraia; y de algunas mara
como era caballero bien esforzado y conocía bien villosas señales acaescidas en este tiempo.
las costumbres del Rey y sus fuerzas , ayuntó muy El Rey Don Femando, fijo bastardo del ¡Ilustro
gran gente, y vino sobre la Ciudad de Jaén ; y por Señor Rey Don Alonso de Arogon, oyudó mucho en
20 CRÓNICAS DE LOS REYES DE CASTILLA.
esto caso un casamiento que había fecho do una fija de Ñapóles, y allí párese i 5 la traycion de muchos
saya con un sobrino del Papa Pió, dondo asi fué de quien el Rey entendía ser servido, entre los qua
que, muerto el Serenísimo Roy Don Alonso de Ara les principalmente se mostró enemigo Ercoles, her
gón , todos los Grandes del Royno de Ñapóles lucie mano do León, ol Marqués quo fué de Forrara, cria
ron ontro si conjuración do tornar la corona del Uoy- do desdo niño con el Roy Don Fernando como si
no á Don Juan , hijo de Reynel, y á espulsar de fuera hermano suyo, el qual quisiera matar á tray
aquella señoría, para lo qual acordaron do matarle, cion al estrenuo caballero Don Alfonso de Arauso,
al Rey Don Fernando ; la qual empresa tomó el si por su brazo viguroso no so defendiera. Y tanto
Duque do ScBa , y para lo poner en obra , acordóse iba abaxo el partido del Rey Don Fernando, que si
quel Rey y esto dicho Duquo oviesen de haber fabla el Papa Pió no lo socorriera , sin duda perdiera la
en un campo á cierto dia con cada docicutos do ca Corona. Envió asi mismo gran ayuda al Rey Don
ballo, y que solamente á la habla con el Duque lle Fernando, Francisco Esforcia, Duque do Milán, con
gasen dos caballeros llamados el uno Diafebus, hijo cuya hija era oasado Don Alonso , Duque de Cala
del Conde de Averso, y el otro llamado Tártago ; do bria , primogénito del Rey Don Fernando, y envió
los quales el uno disimulando obediencia, con gran asi menino el muy fuerte y estrenuo varón Estandar-
de acatamiento llegase al Rey d le besar la mano , y be, quo de muy lesos traia quatrocientos do caba
en tomándola, se la tuviese tan recio quanto pudie llo en ayuda del Roy Don Fernando , al qual en al
se y el otro le firiese con un cochillo empozofiado gún tiempo el Rey Don Alfonso habia mucho ayu
que traia ; los quales llegando al Rey, Diafebus que dado en Albania, faciendo guerra contra el Turco;
riendo tomar la mano al Rey por so la besar , mudó ol qual , no quoriondo ser ingrato al beneficio resce-
tanto ol color y so turbó do tal manera , quel Roy bido del Serenísimo Rey Don Alonso, quiso pagallo
conoció la voluntad con quo venia, y Diafebus no en tiempo do tan gran necesidad de su fijo , y pasó
pudo tomar la mano, y el Rey puso las espuelas al en Italia desando sus propíos negocios ú se juntar
caballo y dio un gran salto, de manera que se deli con el Rey Don Fernando, para ser su compañero
bró dellos. Tártago, teniendo sacado el cuchillo on en la adversa y próspora fortuna que Dios darlo
la mano, fuó por ferir al Rey, y el Rey se ovo tan quisiese , y por esto quiso que por batalla en un dia
valientemente con ellos , quo los desbarató, y luego so determinase, y así so fizo; en la qual tanta fué la
las gentes de la una parto y de la otra comenzaron virtud y valentía del Rey Don Fernando y de Es-
á pelear, y los del Duque fuyeron y los del Rey los candarbe , y así esforzaron sus gentes, que los ene
fueron siguiendo ; y desde ullí en adelante se co migos fueron vencidos y muchos dellos muertos. Y
menzó abiertamente la guerra de los napolitanos tan grande fué el gozo que Don Iñigo do Guevara
contra el Rey Don Fernando. En este tiompo vino desta vitoria ovo que súpitamente murió, sin haber
Don Juan, hijo del Rey de Ñapóles, a quien todos rescebido ninguna herida en aquella batalla ; en la
los napolitanos querian haber por Rey eceuto el qual fueron presos muchos do los principales de los
Conde de Fanda y los españoles, los quales en el enemigos, y el Duquo Don Juan quo los napolita
Reyno habían poco poder, do los quales eran los nos quisieran haber por Roy, salió fuyendo de la
principales Don íñigo do Guevara, gran Senescal, y tierra. El Roy Don Enriquo quo dcste caso quedó
sus hermanos, y todas las ciudades y villas le fueron como atónito, porque le paresció que la vitoria por
rebeldes , salvo Ñapóles y Qaeta ¡ é ya lo fallecían el Rey Don Fernando habida, resultaría en favor
dineros , que habia fecho muy grandes despensas del Rey Don Juan do Navarra, á quién él quería des
en las gentes que habia ajuntado contra el dicho truir, y teniendo ya habla con los valencianos y
Don Juan , al qual con todos sus parciales fizo re barceloneses y aragoneses , pensaba conseguir su
traer á la Ciudad de Esenia, ques maravillosamente deseo á tanto , queriendo el Rey ocupar la Villa do
fuerte, y no contento de la Vitoria habida, con ar- Pcdroza , ques cinco leguas de Segovia , pensó de
. dor juvenil pensó por fuerza entrar aquella Ciudad enviar un inoro suyo , el qual era mucho conocido
contra el consejo de Simoneto, Duque viejo, que era de García de Herrera, cuya es Pcdraza, para que ha
en extremo prudento caballero, el qual requirió al blando con él lo matase ; el qual se fué para Podra -
Roy que no aquexase tanto á la nobleza que allí es za, simulando venir muy descontento del Rey , di
taba inclusa; ol qual consejo, teniendo el Rey en ciendo que lo habia echado de su corte, no acordán
poco, rescibió daño muy grande que súbitamonto sa dose do muchos servicios quolo habia fecho; y como
lió toda aquella gente con grande ímpetu y dio en el él fuese moro y ostrangero , natural do Granada , y
real del Rey Don Fernando , donde ovieron de fuir en esto Reyno no tuviese parientes ni amigos, era
los suyos , y fué muerto Simoneto, y muchos otros allí venido conociendo su gran liberalidad y virtud,
de los mas principales do la li ueste , y ol Rey con solos ii suplicarle lo quisiese recebir en su servicio como
tres caballeros délos suyos se fué huyendo á la ciu él ninguna esperanza tuviese de volver en su tier
dad de Ñapólos; en el qual dia el gran Senescal Don ra, lo qual todo dixo con grandes sospiros y gemi
Iñigo de Guevara y su hermano Don Alfonso de dos; al qual García de Herrera respondió maravi
Avalos, valientes caballeros, con fasta setecientos llándose mucho de la humanidad que en el Rey to
de caballo llegaron. Llegó así mismo en el tiempo dos hallaban , como con él do tanta dureza hubiese
do esta adversidad el ayuda de Madama Lucrecia) usado, diciéndole quo después de comer quería con
madrastra del Rey , quo estaba en un castillo cerca él más largamente hablar para dar orden en lo quo
MEMORIAL DE DIVERSAS HAZAÑAS. 21 ,
habia dicho ; y asi García de Herrera se subió a la nación y desolucion mas y mas cada dia los daños
fortaleza y el moro fué por su mandado bien apo so acrecentaban ; comenzaron á buscar alguna via
sentado, y fuélo inviado todo lo necesario á su po para reparar loa grandes males é daños deBtOB Roy-
sada, y asentado en la mesa, puesta delante dél la nos, lo qual conocieron que si con tiompo no se fl
vianda , jamas la quiso gustar, y estovo siempre gi otóse , no solamente serian destruidos , mas serian
miendo y sospirando; y en levantándose de la mesa para siempre tenidos por desleales y malos caba
sin comer , como hombre enojado decia : « conviene lleros, acordaron el Marqués de Santillana, Don Die
que bb haga lo que se ha do hacer » ; y ántes de las go Hurtado , y los Condes de Haro y de Alba y de
vísperas, el moro se fué á buscar á García de Her Paredes juntarse con el Arzobispo de Toledo, Don
rera, al qual falló saliendo de la fortaleza; y co Alonso Carrillo, y con el Adelantado Don Fadrique
menzando á hablar de gran priesa, sacó un cuchi cerca de la villa de YepeB, donde determinaron de
llo, y dió una tan gran herida a un mozo que cerca resumir suplicaciones fechas al Roy por el Arzo
de García de Herrera venia , quo le fendió la cabeza bispo y por ol Marqués Don Iñigo López, como di
hasta los dientes. Entóneos Luis do Herrora, herma cho es, y dióse el cargo que en nombre de todos el
no do García de Herrera, quo cerca estaba, dió un Almirante y el Conde de Haro enviasen al Rey bu
tan gran golpe con un palo quo en la mano traia al petición, só la forma siguiente: suplicándole se
moro encima de la ^cabeza que dió con él en el sue acordase que al tiempo que fué por Rey rescebido,
lo ; y por cierto sea que en un monte muy cercano fizo ol juramento acostumbrado por los Reyes ante
do aquolla villa estuvieron aquel dia cinquonta de pasados dél , es á saber , que guardaría inviolable
caballo esperando al moro para lo salvar si á García mente la fé cathólica y el derecho de la Iglosia, y
de Herrera matase ; la cual cosa dió muy gran te do todos los eclesiásticos, y de los caballeros y due
mor á los Grandes deste Reyno, los qualcs no sola ñas y doncollas , y generalmente de todos los puo-
mente dendo adolante se guardaban do los moros, blospor Dios d él encomendados, y gobornaría so-
mas do oualcsquier mensageros quo el Roy los en gun las loycs y estatutos fechas por los Ínclitos
viase. Eu el qual año muchas señales parocieron, Royes sus antepasados, y quo on casa mandase
quo se mostró en un dia muy sereno una muy gran guardar toda honestidad, y fuora de olla toda igual
llama en el cielo, la qual se partió en dos partes, la dad y justicia, y tornia integridad en el regimionto
una paresció quedar, y la otra corrió al oriente en y gran prudencia en facer diferencia entro las per
tierra de Burgos y do Valladolid ; en el Estío mu sonas, y en ol castigo de los malos toda sovoridad,
chas aves y bestias do gran piedra é agua perecie y en honrar y mirar por los Grandes, dando á cada
ron ; los panes y árboles fueron gastados ; un niño uno según mereciese, y cerca do sí tuvieso hombres
de tres años cerca de Peñalver habló amonestando notables, ancianos, prudentes, de quien rescibíeso
hiciesen penitencia ; en el mesmo año so mostró consejos, y quisiese en sus rentas poner recaudado
otra muy gran llama en el cielo , y lo quo mayor res honestos, tales que fielmente cogiesen sus tribu
turbación dió en todos los desto Reyno , fué que te tos, sin dañar ni destruir sus subditos, como fasta
niendo el Rey en Segovia en su Palacio muchos leo allí so habia fecho, y quisiese reformar la discipli
nes y leonas, é habiendo ende uno muy grande á na militar en la forma acostumbrada por los Reyes
quion todos los otros obedecían , se comenzó entro antopasados dél , y ficiese la guerra á los infieles
ellos tan gran pelea, que todos so juntaron contra como la ficieron los altos Reyes do donde venía, y
ol mayor león, y lo mataron y comieron parto del : nparlaso do sí los moros quo en su compañía trniit,
do ondo todos pronosticaron ser cercana la muerto é mandase castigar los corregidores do las ciudades
del Rey ó gran caída. é villas y los regidores dolías, poniendo on los tales
oficios personas idóneas y suficientes para los admi
CAPÍTULO XVIII. nistrar. Las quales coBas humilmente le suplica
ban pusiese en obra, según las leyes do sus Reynos
De l> gran turbación y escándalos acacseldos en estos Rcynos en lo disponían ; y quo en tanto que fijos no habia, que
el ano de HGO anos; y del ayuntamiento y conjuración qne
fleicron muchos de los Grandes dellos. á nuestro Señor plugttiuso darlo como él dosoaba,
quisiese mandar á todos los Grandes y ciudades é
Visto por los Grandes desto Royno como las co villas y lugaros, y generalmente á todos sus subdi
sas del iban do mal en peor , y acordándose que en tos y naturales , ovioson por primogénito heredero
el aHo LVII ol Rey había sido requerido por supli al ínclito Infante Don Alfonso, su normano ; y qui
cación muy justa é muy honesta , fecha por el Ar siese retornar en poder do la Serenísima Reyna do
zobispo de Toledo Don Alonso Carrillo y por Don ña Isabel viuda, los Ilustrisimos Infantes Don Al
Iñigo López do Mendoza , Marqués de San t i ! 1 ana, fonso y doña Isabel, sus hijos, quo inhumanamente
en nombre.de los tres Estados d estos Roynos, su habian sido sacados de su poder, dando lugar quo
pilcándole con gran reverencia quisiese enmendar con ella estuviesen en alguna ciudad ó villa qual á
su vida y castigar las cosas mal fechas y facer la él pluguiese, poniéndoles ayos y servidores así pru
guerra de los enemigos do la fe, como cathólico dentes y buenos como á tales Soñoros convenia, y
Rey, y no en la forma que hasta allí la habia fe no consentieso quo los dorochos do la eclesiástica
cho , la qual suplicación por el Rey vista, no con inmunidad fuesen violados, y on el dar de las dig
propósito de emendar cosa alguna , mas con porti nidades quisiese acatar la calidad de las personas,
22 CRÓNICAS DE LOS REYES DE CASTILLA.
que fuesen tales quales el derecho canónico deter- Lérida estaba, lo qual como el Rey sintiese , se fué
■mina, y destruyese las públicas usuras, según las d Fraga donde la Reyna su mujer y el Infante Don
leyes do sus iteynos lo disponen y mandan, y las Fernaudo su fijo estaban , y desdo allí se fué para
querellas do los quorollautes quisiese oir benina- Zaragoza, y puso á la Reyna y al Infante en seguro
inente, y á los injuriados proveyese con justicia, no lugar. Y los barceloneses y catalanes combatieron
dando lugar que los dañadores quedasen sin pona á Fraga, y tomáronla; y después de muchas cosas
y los dañados rescibieseu injurias , como muchas pasadas entre el Rey y los de Barcelona, dió lugar
veces hasta aquí ha acaoscido. La qual suplicación á quel Principe Don Cárlos volviese á Burcolona, de
por mandado de los dichos caballeros llevó al Rey donde muy mayores daños se siguieron, según ade
el noblo y prudente caballero Diego de Quiñones; lante so dirá; los quales dieron mayor esperanza al
la qual lo dió en pública forma ; y le dixo de pala Rey Don Enrique y álos que lo seguían para poder
bra todo lo que lo fué mandado. El Rey respondió conseguir lo por ellos deseado ; y no curaron do
breve y oscuramente que convenia ver lo que de guardar las palabras y convenoncias fechas y re
cía con los que en su córte y Consejo tenia, y faria cobradas por juramonto entro el Roy Don Enrique y
lo que lo pareciese que dobia, y con g raudo enojo y el Rey Don Juan do Aragón á cau6a de los quales el
como amenazando se lanzó en su cámara con esos Roy de Aragón habia renunciado todo el derecho
que cerca de sf tenia, y con la malenconia que lle que tenía á 1a£ villas y castillos y rentas que en es
vaba, como ya claramente lo había mostrado, luégo tos Reynos poseía por cierta suma de dinero que de
acordó de enviar en Cecilia á llamar al Principe Don juro so le habia do pagar , como dicho es ; lo qual
Carlos, é requirió por sus embaxadores a los do todo quebrantó y con gran gonto fué facer guerra
Barcelona que allí lo rescibiesen. ¿Quién podría en Navarra, y mandó facer moneda mucho más ba
decir la gran folioidad que los barceloneses tovicron sa que la quel Rey Don Juan su padre labró , y la
en el tiempo quelllustrfsimo Rey Don Alfonso un el quel Ruy Don Enrique su abuelo habia mandado la
Reyno de Ñapóles estuvo ? Y con todo eso tentaron brar, quo era mucho mejor ; y mandó fundir á causa
de haber libertad, y regíanse por comunidad, sin do haber alguna ganancia con gran daño de sus
obedecer yugo real ; a lo qual pensar, los dió osadía subditos.
la gran riqueza, de donde tan gran soberbia consi A causa do lo qual en estos Roynos so ficieron
guieron, la qual suelo muchas veces derribar aque muy grandes ayuntamientos do gentes, as! por la
llos que la tienen ¡ con el qual deseo se afirma que parto del Rey, como por parte do los caballeros, do
los de Barcelona mataron con yerbas al Serenísimo quo muy grandes daños y niales so siguieron; lo
Rey Don Fernaudo cu el lugar do Igualada, y conti qual dió osadía á los moros para entrar en ellos po
nuando su propósito , como no pudiesen conseguir derosamente como entraron, y entro otros males y
lo que deseaban cu tiempo del Rey Don Alonso por daños quo on estos Reynos ficieron , entraron por
lo ver tan poderoso, atentaron de ponerlo en obra fuerza en la villa do Quesada y pusiéronla a fuego
en tiempo del Roy Don Juan, sucesor suyo, acatado y á sangro.
como estaba y ocupado cu grandes cosas, y no tan
poderoso ni tan rico cuanto convenia , y con gran CAPÍTULO XIX.
pertinacia perdieron el soso , pensando entro todos De la embalada de los aragoneses y valencianos , y tic la guerra
los hombres ser ellos los mas sabios, publicando de Navarra y de la muerte del Principe D. Carlos, y de la muer
osadamente que si Dios oviese menester consejo, te del Key Don Carlos de Francia.
no en otra parte que en Barcelona lo fallaría ; y La guerra comenzada en Navarra por dañar al
luego acordaron do enviar á llamar al Príncipe Don Roy de Aragón, como dicho es, vinieron al Roy Don
Carlos, el qual , olvidando los mandamientos de bu Enrique embaladores do Aragón y Valencia y Bar
padroel Roy do Nuvarra, con liviano consejo luogo celona do voluntad verdadera ó falsa del Principe
so vino a Barcelona, con el qual so esforzaron ; el Don Cárlos, el qual cotonees simulaba concordia con
qual siguiendo la voluntad do los ciudadanos en su su padro, los quales suplicaron al Rey los pluguie
comienzo, le paresció que debía poner cizaña entro se dexar on paz á los Reynos do Aragón y Valencia
la Reyna su madrastra y todos los ciudadanos , no y Barcelona, pues nunca á ellos habia placido la
Bolamente do Barcelona mas de toda Cataluña, di guorra, ni cu olla habian consentido contra el Rey
ciendo ella ser inventora de las contribuciones ó á los quo por sus cosas particulares querían tentar
tributos quel Rey les demanda y ser amiga do los la, la qual voluntad cu lodo tiempo habían conoci
malos , y causa del odio quel Rey les habia. Asi el do do su Rey ; el qual siempre habia determinado
Roy, estimulado do las cosas pasadas y visto lo que de tentar todas las cosas ante quo venir á la guor
de nuevo ol Principe Don Cárlos su hijo trataba, de ra á la qual si necesidad lo atraxiese, constreñido y
terminó do lo prender, y como lo pensó lo puso por contra su voluntad , tomaría las armas por tirar los
obru ; lo qual sabido por los barceloneses enviaron daños de Navarra ; y como quiera quo honesto lo
al Rey su embaxador, no como rogando, mas ame fuese resistir á aquellos, nunca para ello constriñó
nazando , el qual , como dilatase en deliberar al á los aragoneses ni valencianos, porque á ellos no
' Principe, la conjuración y rebelión declaradamente viniese desta guorra daño. Al Rey D. Knrique plu
se fizo entre los de Barcelona y Cataluña, y luégo go la sentencia desta embaxada, estimando más fá
acordaron do prender al Rey quo on la ciudad do cilmente poder apremiar los navarros, no teniendo
MEMORIAL DE DIVERSAS HAZAÑAS. 23
favor ni ayuda de los aragoneses ni valencianos y otras maldades atentaron una no fecha semejante
barceloneses, como Icb quedase flaco favor en el fasta entonces en el mundo, la qual fué que sepul
Rey de Aragón sin ayuda de sus Reynos, al qual taron al Principe Don Cárlos en forma de santo , y
Don Carlos su liijo secretamente dañaba. En esto tiem ficiéronle altar, y pusiéronle diadema, y buscaron
po el Rey do Aragón vino a Sangüesa, y forneció hombres pobres á quiou dieron gran suma de dine
las fuerzas, y puso ende á Don Alonso su bijo bas ros tomando dellos estrecho juramento que jamas
tardo, que era muy valiente y esforzado caballero. este secreto revelasen, de los qual es unos se ficie-
El Rey Don Enrique comenzó á facor la guerra en ron ciegos, otros tullidos, 6 endemoniados, y otros
Navarra, y tuvo cercada la villa de Viana por espa de muy diversas enfermedades, quo viniesen velar
cio de quatro meses la qual defendía nn estrenuo delante del Principe Don Cárlos, y salidos de allí pu
caballero llamado Mosen Piores do Peralta, el qnal blicasen que salían sanos cada uno de la enferme
ya no podiendo sufrir la bambro y trabajo , la en dad quo tenía ; esto para enemistar al Rey y á la
tregó al Rey Don Enrique, la tenencia de la qual el Reyna con todos los catalanes ; y como á nuestro
Rey dió á Juan Hurtado de Mendoza, prestamero Señor placo que las maldades algún tiempo preval
de Vizcaya ; el qual cerco so puso en principio del gan y no puedan para siempre permanecer ni que
mes do Jnlio dol año do nuestro Redentor do mil é den sin pénalos perpetrados do aquellas, quiso que
quatrocicntos y sesenta y un años por mandado del un capitau de los que principalmente en esta mal
Rey, y fueron en él los principales, el Conde de Me- dad fueron llamados viniese por los campos de Ur-
dcllin y Payo do Rivera ; y después el Rey dió la gel á la ciudad do Lérida con cierta gente , porque
posesión do aquella villa al Marqués de Villena, el la ciudad más Begura estuviese por los barcelone
qual en esta guerra con el Rey do Aragón parocia ses, al qual el Illustrísimo Roy de Aragón do aven
disimular, porque en aquellos días la fortuna pares- tura encontró y peleó con él y lo prendió á él y á
da favorocer al Rey Don Fernando do Ñapóles y el muchos de los suyos, y los quo escaparon subiéron
Duque Juan, hijo dol Rey Reynel , y los franceses se á una alta montaña, y pusiéronse en un castillo
que en Génova precedían habían sido vencidos de derribado que se llamaba el castillo de los Asnos;
los ginoveBcs y de los caballeros dol Duquo de Mi á los quales todos el Rey mandó tomar las armas y
lán, Francisco Esforza. Eu este tiempo murió el Rey dexolos ir libres, y solamente detuvo al malvado
Cárlos de Francia, cuyo poder y fama entonces mu capitán, el qual afirmaba en la ciudad de Tarrago
cho florescia en el mundo, y sin duda Luis, sucesor na el Principe Don Cárlos haber fecho muy grandes
suyo, no sucodicra en el Rcyno, sino por ol favor milagros, sanando á coxos y dando vista á los cie
del ínclito Duque Felipo de Borgofia, el qual ft sus gos, y salud á todos los enfermos que venían ú vi
despensas lo tuvo en su tierra quatro anos contra sitar su sepultura ; lo qual juraba todo ser verdad.
voluntad de su padro, como dicho es, y lo fizo co Y como después do eu vencimiento el Rey vinieso
ronar por Roy do Francia en l'arfs, el qual ora mu á Tarragona y allífuoso traído el dicho capitán liga
cho amigo del Roy do Aragón, y crciaso por todos do en grandes prisiones, en público confesó por sen-
según los grandes beneficios rescebidos del Duque tenoia de Dios ser venido en el punto en que estaba
do BorgoOa , que jamas debia de salir de su querer por la falsedad que había afirmado por juramento
y voluntad, al qual ni espantó la ira del Rey Cárlos dolos milagros ya dichos , falsamente fabricados,
tan poderoso, ni las grandes despensas quo con él con gran suma de dinero por la maldad de los bar
fizo lo enojaron; asi la voluntad de todos estaba sim- celoneses, en la qual él había sido compañero v uno
pensa ante quel secreto del querer del Rey Luis so do los principales fabricadores de aquella ; por la
conocíeso , creyendo favorecer al Rey Don Juan de qual comisión espontánea el Rey lo mandó enfor-
Aragón, á quien ol Duquo do Dorgoña mucho ama car, y sin duda los barceloneses no quedaron sin
ba. En esto año murió asimesmo Don Cárlos, Prínci pona do la maldad asi por ellos falsamente fabrica
pe do Navarra, cerca do la ciudad de Barcelona, da, á los quales el Roy fizo contino cruel guerra por
dondo entóneos los ciudadanos de aquella ciudad espacio de trece afioB, en ol qual tiompo el Rey ovo
ovicron do declarar la maldad concebida contra el dellos muy grandes Vitorias, y fueron infinitos
Rey do Aragón ; y luego comenzaron á decir é afir muertos do los catalanes, y finalmente la ciudad do
mar el Príncipe Don Carlos scriuucrto por yerbas por Barcelona fué tomada por el Rey, y toda la provin
su madrasta, la malicia do Iob quales no les dexó cia de Cataluña fué puesta so la obediencia de su
acordarse cuantos años había quel Principo Don cetro Real , y después la ciudad de Barcelona se lo
Cárlos hibia quo padescia la enfermedad do perlo- dió, como ndclauto so dirá, con perpetua infamia y
sía, do la qual muchas veces había llegado en pun daños irreparables do los barceloneses; los quales,
to do la muerte ; y así lodos unánimes y conformes do muy ricos y poderosos que antes eran , por bu
tomaron las armas para revolar á su Rey y Scfior; maldad fueron tornados pobres, flacos y mengua
cu el qual tiempo muy grandes maldades intenta dos, y en vano demandaron ayuda del Roy Don
ron. Y luego el Cundo do rallares con mucha gen Euriquo, al qual desdo ol comienzo dosta robclion
te do Barcolona puso sitio á la ciudad do Oirona, habían enviado por ombaxador á Moscn CoponcR,
queriendo no solatncnto prender á la Reyna y al hombro muy astuto, malicioso, y sin vergüenza y
Principo Don Fernando, su fijo, quo ende estaba, gran elocuente.
mas matarloB si haberlos pudiesen. Y entro las
24 CRÓNICAS DE LOS RETES DE CASTILLA.
tos el Rey de Granada traía ; y asi parescia mas se
CAPÍTULO XX. gura cosa retraerse y esperar gente, que haber de pe
lear; que todas las gentes que estos dos caballeros po
Del nacimiento de Dona Juina, lija do la Iteyna Dona Juana , se
gunda muger del Rey D. Enrique, y de la venida del Conde de dían tener podían ser fasta trecientos de caballo y
Armeiiaquo a Madrid, y de la venida de los Embaladores de seiscientos peones, y eran ciertos el Rey de Granada
Barcelona y de Aragón, y de la batalla que «vieron los del An traer mil é quinientos de caballo y ocho mil peones,
dalucía con el Itcy de Granada. allende de quatrocientos de caballo muy escogidos
Estando el Rey Don Enrique en Madrid , nació á que Audalla Ambian había llevado por correr á Eci
la Reyna Doña Juana una hija que llamaron Doña ja; y con todo eso Luis de Pernia , como fuese ca
Juana, acyendo Iob mas destos Reynos certificados ballero muy esforzado , parescióle ser mejor tentar
de la impotencia del Rey é do la duda de la Ruyna, la fortuna quo haber de volver atrás, el qual dixo su
en el nacimiento de la qual el Rey mostró tan gran parecer á Don Rodrigo Ponco de León , el qual co
de alegría , quanto si por cierto tuviera sor su hija; mo fuese de muy poca edad , quo apenas le oran las
y mandó hacer muy grandes alegrías y tiestas. En barbas salidos , y nunca fasta entonces o viese pelea
el qual tiempo vino allí el Conde de Armenaque, do ni en peligro so o viese visto, respondió como ca
seyendo mucho ahorrescido del Rey Carlos do Fran ballero muy esforzado , queriendo seguir las pisa
cia, y no menos lo fué del sucesor Luis, fijo suyo, das de su padre y de aquellos de donde venia , di
por la maldad por él cometida con una hermana su ciendo quo A él placía mucho do seguir el consejo de
ya, en la qual oyó dos hijos, y fué la causa do su Luis do Pernia ; y luego fueron á tomar un paso quo
vellida por haber favor del Roy Don Enriquo on sus so llamaba el Madroño , dondo ya los moros llegabau
fechos , y fué padrino desta Doña Juana. Y enton y algunos habían comenzado ¡l ocupar el paso. En
ces el Rey mandó ¡i los Grandes deste Royno que esto tiempo llegó endo el Comendador de Cazallu,
jurasen á esta Doña Juana por Princesa, lo qual al Diogo do Castilla , que después fué Comendador
gunos hicieron mas por temor que por voluntad, co mayor de Calatrava , con diez de caballo , y juntóse
mo fuesen ciertos aquella no ser fija del Rey, y otros con los dichos caballeros, y ovoso on la batalla va
no lo quisieron facer, y algunos iicioron reclama lientemente peleando y esforzando la gente como
ción del juramento ; entre los qualos como quiera muy buen caballero ; y con tan grande ímpetu lle
que a Don Luis do la Corda, Condo do Medina Celi, garon á pelear con los moros con esa poca gento
fueron prometidos mil vasallos porque la jurase por que tenían , esforzando los suyos y peleando tan ani
Princesa , nunca lo quiso facor. Un este tiempo vi mosamente , quo la primera batalla de los moros fué
nieron al Roy embaladores do Aragón y do Barce rompida, y on aquella entrada Don Rodrigo Ponco
lona, muy diferentes en lo que demandaban , como fué mal herido en el brazo derecho, pero no como
los aragoneses demandaban al Rey le pluguiese mozo, mas como veterano caballero mucho mas so
guaT/dar las confederaciones fechas entre estos Roy- esforzó á pelear y esforzar los suyos, on tal manera
nos y quisiese concordia é paz, la qual d todos era quo los moros fueron vencidos por ol esfuerzo y vir
muy provechosa, y los do Barcelona , con artificiosa tud dcstos caballeros, y asi el Rey do Granada con
maldad , ofreciesen al Roy ol señorío do Barcelona. muy pocos fué huyendo, y lo» moros por di vera. .8
Y estando los cosas asi suspensas, el Roy moro do partes recibieron gran daño ; y mucho mayor lo re
Granada conociendo la pereza y mala gobernación cibieran , si la noche no les ayudara. Y en tanto quo
del Rey Don Enrique, y la poca guarda que en el estas cosas se facían , Audalla Ambian corría el
Andalucía se hacia , ayuntó muy grandes gentes, campo de Ecija , dondo por fierro mas de trecientos
asi do caballo como do pié, y fueron tantas, que hombres mató y muchos mas matara, si la gente do
pensó con aquellas poder sobrar á toda la gente del caballo do Ecija no saliera ; y allendo desto otro
Andalucía ; con ol qual exército entró por la parto mayor daño entonces rescibieron : que sobrevino el
de Osuna ; do lo qual como el Condo do Cabra , Don Condo do Cabra y Martin Fernandez de Córdoba,
Diego do Córdoba, fuese certificado, luego lo envió Alcaydo de los Donceles, y Martin Alonso doMon-
facor saber á Luis de Pernio, Alcaydo do Osuna, ca tomayor con mucha gente de pié y do caballo, y
ballero muy esforzado y do los moros mucho temi fueron en siguimicnto del Rey do Granada por las
do; el qual luego lo onvió á decir á los do Arcos y faldas del monto dondo mataron y proudíeron mu
Marchcna, y a todos los vecinos, y a los do Córdoba chos moros, y así por la gracia do Dios é por ol es
y á Iob de Ecija y de Xorez, faciéndoles saber el fuerzo do los caballeros ya dichos, el Rey do Granu
camino quol Rey do Granada traía. Y Don Rodrigo da fué vencido , y la liorra del Andalucía quedó sin
Ponco do León , fijo heredero do Don Juan , Coude recibir el daño quo esperaba.
de Arcos , con esa gente que pudo cabalgó muy pres En esto tiempo yo el dicho Mosen Diego estaba
tamente oainino de Osuna y falló á Luis do Puruia en la ciudad do Patencia donde tenia la goberna
con alguna gente de caballo que andaba recogiendo ción de la justicia por el Rey ; y conociondo el
toda la mas gento quo podía ; á los quales vino lue desagrado que los tres Estados destos Reynos te
go nueva quol Rey de Granada con todo su oxércíto nían de su gobernación, temiendo lo quo después
estaba muy cerca , y quo parescia locura con tan po acacsció, cscrobí á Su Alteza la siguiente epístola:
ca gonte quanta tenían Don Rodrigo ó Luis do Fur • « Muy alto ó muy occlonto Príncipe , poderoso Rey
nia esperar tan gran muchedumbre de moros quan- y Señor :
MEMORIAL DE £ 'ERSAS HAZAÑAS. ' 25
«Como todos los derechos , así positivos como na lo qual es contra las leyes de vuestros Reynos. Pues
turales , á todo vasallo apremien y obliguen á decir con ánimo atonto oya agora vuestra Alteza mi pa
verdad á su Rey y Sefíor natural , mayormente en recer, aunque en poder, discreción y sabor sea el
las cosas que de tal calidad Bon que podrían traer menor de los menores de vuestros subditos ; en
daño mengua ó peligro á la persona Real ó al bien lealtad, amor y deseo del servicio de Dios y vues
común de sus Reynos ; yo aunque el menor de vues tro y bien común de la natural tierra, sin duda,
tros subditos , teniendo mi lealtad en el preoio quo Señor, igual dol mayor de Iob mayores; y, Señor,
debo , por la presente determiné de declarar á vues todo hombre es de oir, porque el espíritu de Dios
tra Alteza algunas coBas á su servicio cumplideras, donde quiere espira, y muchas coBas Be callaron
aunque no es duda muchas veces haya traído daño por algunos grandes varones que se dixoron por
álos qne las dicen. Pues, Illustrisimo Principe, á otros menores , y como el filósofo diga que las co
vuestra Real Majestad suplico no quiera haber tur sas contrarias por sus contrarios se deban curar,
bación en lo que diré, mascón ánimo libre lo quie conviene curarse la vieja onfermodad destos Reynos
ra mirar, y con gran discreción remediar, como á con todo lo contrario quo hasta aquí so ha hecho;
tan alto Principo, como vos, Señor, sois, conviene y si queréis, Señor, saber qunnto vos cumple aques
acordándoos del Cesar á quien acaesció que como to remedio poner, quered, Señor, on los tiempos de
nn su caballero le dixese palabras do que grande la ociosidad las antiguas y modernas historias leer,
enojo recibiese, él respondió con gran paciencia: y fallareis que por muy menores causas de las ya
«á tus palabras debemos risa; á nuestros yerros dichas se perdieron grandes Reynos y Principes,
emienda.» En lo quo diré sea menos preciado por la que dexando agora de mencionar troco Reyes go
poqueza de mi estado ó mongua do autoridad, ha dos que en España murieron por manos de sus va
biendo memoria de Séneca , quo dice : «¡no to mueva sallos por su mala gobernación , do quien el Arzo
la autoridad dol qno fnbla ni quien os, mas lo que bispo Don Rodrigo faco mención en su corónica,
dice entiendo»; ni haga á vuestra Alteza tan ciega 6 paroce por la corónica de los Reyes de Francia quo
loca osadia yo fablar en cosas tan altas , quo mo ol Papa Zacarías privó de la corona dol Reyno á
acuerdo ser hombre y vuestro vasallo y no tengo ol Grifón, hermano de Carlos M artel, y puso en su
vidado á Teroncio que dice: «hombre so; de las lugar á Pepino , padre de Cario Magno , y asolvió á
cosas humanas ninguna pienso ser agena de mi.» los franceses del juramento y homenage quo áél te
Puos, Principo muy osclaroscido, os asi quo muchos nían fecho , como so nota en el capítulo
do los grandes do vuestros Reynos , y porque mas (1); y no monos acaesció á Fodori-
verdad diga, la mayor parte de los tres Estados co, Emperador, al qual quitó la corona el Papa Ur
dellos son de vos mal contentos por las cosos si bano por indino de tanta dignidad como parece por
guientes : la primera , porquo para la gobernación el treceno libro do la IliBtoria Toutónica, y si que
de tan grandes cosas como son los fechos tocantes remos agora las naciones estrañas poner en olvido,
ála guerra y gobernación destos Reynos, de todos hayamos memoria del Roy Don Fernando de Por
so ficiese poca mención y si alguna parece facerse, tugal , á quien fué dado coadjutor para la goberna
no se rescibe consejo de quien so debia ; la segunda, ción del Reyno al Condo Dabelona, su hijo, como
la forma que tenéis en el dar de las dinidades, así parece por el capitulo (2) para
eclesiásticas como seglares, que dicen, Señor, que lo tomar; y si todos los yo dichos en olvido pone
las dais á hombres indinos, no mirando servicios, mos, no dobemos, Sofior, olvidar al Roy Don Po
virtudes, HnajoB, ciencias ni otra cosa alguna, dro, quo fué quarto ahuelo vuestro, ol qual por su
salvo por sola voluntad, y lo quo peor es, quo so dura y mala gobernación perdió la vida y el Reyno
afirma que las dais por dinero, lo qual , quanta in con ella. Pues no plega á Dios semejante caso de
famia sea á vuestra persona Real, á vuestro claro los ya dichos á vos, Señor, pueda acontescer, para
juicio asaz ha de ser manifiesta; tercora, por el lo qual , Señor, evitar conviene tomar los caminos
grande apartamiento vuestro, no queriendo oir á oontrarios quo fasta aqui Devastes , lo qual , Señor,
los que con grande necesidad anto vuostra Alteza será tan ligero á vos do facer , quanto á ellos os
vienen; quarta, por ser todos comunmente mal pa queráis desponer. Si mas osadamente que debo, Se
gados de lo que en vuestros libros han ; quinta , y renísimo Principo, he hablado, vuestra Majestad
no menos principal , que todos los pueblos á vos su mo perdone , quo me compelió á decir lo ya dicho
jetos reclaman á Dios , demandando justicia como tomor de ver lo quo nunca acaesca. De Patencia
no la hallan en la tierra , y dicen como los corre á xx do Junio del año dol nacimiento do nuestro
gidores sean ordenados para facer justicia y dar á Redentor de mil quatrocicntos sesenta e dos años;
cada uno lo ques suyo; quo los mas de Iob que hoy suplicando á nuestro Señor que asi alumbre vues
tales oñeios exercen son hombres imprudentes , es tro ontondimiento porque á su servicio en paz y
candalosos , robadores y cohechadores , y talos quo concordia gobernéis ostos Reynos quo por él vos fue
vuestra justicia públicamente venden por dinero, ron encomendados.
sin temor de Dios ni vuestro, y áun los que mas
blasfeman es quo en algunas ciudades c villas do posible(t) Esta cita esta un mal Indicada en el original, que no es
adivinar lo que se lu querido decir.
vuestros Reynos vos los mandáis poner, no los ha (i) Aquí ocurre la misma dificultad ; se ven unas abreviaturas
biendo menester ni seyendo por olios demandados, ininteligibles.
CRONICAS DE LOS REYES DE CASTILLA.
bían llamado, y quél era cierto que torunndo á com
CAPÍTULO XXI. batir la ciudad , B¡n ninguna duda se tomaría ; y
estando en este debate, uu moro salió de la ciudad
lie li I nna en que la ciudad do Cibraltar se tomó a los moros, y y so vino á los chrislianos, y le» dixo como los mo
do los debates que sobre esto son cnlrc el Duque üou Juan do ros oslaban muy temerosos de haber otro combate,
Guzman j el Conde de Arcos Don Juan Ponce de León. porque en la ciudad habia muy puca gente y desa
En uu dia del mes de Agosto del dicho año acaes- que era en el combate del dia pasado, eran algunos
ció que un moro vecino do Gibraltar llamado Alf el muertos, y otros asaz heridos, con la qual nuera los
Curro, se vino á la villa do Tarifa y se tornó Cliris- christianos fueron mucho alegres; y como en la ciu
tiano; el qual fabló con el Alcayde de aquella villa, dad fué sabido este moro ser salido creyendo que
que se llamaba Alfonso de Arcos, y le mostró como diría la necesidad en que estaban , acordaron de de
pudiese facer una entrada á los moros do aquella mandar habla con los Alcaydcs, y sacaron ciertos
oibdad, y de tal manera se lo dixo, que conocieron capítulos ordenados ; en los quales so contenia que
ser cosa facedera , y luégo fabló con algunos de los dándoles libertad do sus personas y do sus mujeres
do la villa y les dixo lo que aquol tornadizo quo ya y fijos, y quo pudiesen ir libremente con todos sus
se llamaba Diego el Curro lo había dicho, y concor bienes al Reyno de Granada y que lo pagasen por
dó con ellos de lo ir poner en obra ; ó ayuntó ochen su valor todo lo quo no pudiesen llevar, así de man
ta de caballo y ciento y cinquenta peones, y fuese tenimientos como de otras cosas , que ellos darían
para Uibraltar; y repartiólos por la forma que Dío- la ciudad y fortaleza, y les diesen de plazo quatro
go el Curro lo habia dado y mostrado; y salieron do días para facer sus lios y ataviar sus faeiendas. Y
la ciudad tres moros atajadores y fueron luégo pro- los Alcaydcs respondieron que algunos dellos eran
sos y puestos al tormento, y confesaron quo todos del Rey, y los otros eran de los dichos Señorea Du
los principales de la ciudad eran idos á Málaga por quo y Conde, y que no podían facer ningún asiento
rocebir un Rey que se llamaba Muley Muhomad, y por esta respuesta, de que loa moros fueron no
quo do Castilla habia entrado con docientos do ca bien contentos, so volvieron á la ciudad. Y estando
ballo con favor dol Roy Don Euriquo ¡ ó quo en la las cosas en este estado, Don Rodrigo I'onco de
ciudad quedaba muy poca gonte, y ol principal era León llegó cerca de la ciudad oou trecientas lanzas,
U ahornad Caba ; y Diego el Curro dixo al Alcaydo: que venía á más andar, dexando al Conde su padre
uSefior, ya vedes lo que estos moros dicen : la ciu en la ciudad de Areos , porque venia flaco y no pudo
dad es muy grande, y está ansí despoblada, y creo tanto andar; y el Alcuyde y gento de la ciudad de
quo ti buen recaudo se pone, será muy ligera du to Areos, como supieron la venida de Don RodrigOi
mar; y es cierto que si en ella gente oviora, alguno salieron del Real á se juntar con él , en manera quo
oviera salido ; y pues nuestro Señor vos ha fecho llevaba en su batalla quatrocientos y cinquenta do
tanta gracia de ser vencido en tal tiempo , debes caballo ; y ante que Don Rodrigo llegase á la ciu
ordenar que los chistianos de la comarca vengan dad, salieron á lo rescebir sin gente los Alcaydes y
á la tomar. Al Alcaido le paresció bien lo que Die Caballeros que allí estaban: al qual ficieron relación
go el Curro decia, y luégo escrebió á la ciudad de do todo lo pasado, y Don Rodrigo determinó de lle
Xorez y á todas las villas de la frontera y al Conde gar á la puerta de la ciudad por ver la dispusicion
Don Juan Ponce de León que estaba en Marchena dolía ; y como los moros de la ciudad vieron aque
y á Don Juan de Guzman , Duquo de Medina Sido- lla gcute, dieron voces por sabor quien eran; y como
nia, que estaba en Sevilla ; y los que primero vinie les fué dicho que era Don Rodrigo Ponce de León,
ron fuoron las gentes do las villas do Aróos y Me hijo mayor dol Conde do Arcos, plúgoles mucho, y
dina y Bejol y Alcalá do los Ganzulca y Castellar; y enviáronle á demandar seguro para fablar con él, y
otro dia siguionto llegó allí ol pondon do Xorez con ól se lo envió por la venida y estada y vuelta á la
quatro cientos de caballo y inuohos peones , é Gon ciudad ; y luégo salieron Mahomcd Caba y otros
zalo do Avila con él , que era buen caballero y tenia cuatro do los más principales y le dixeron: u Señor
ol corregimiento de aquella ciudad ; y quando la á nuestro Señor ha placido que esta ciudad soa ve
gente de Xcrez llegó, ya habían combatido la ciu nida en tan gran necesidad, que vos la hayamos do
dad la gente de los dichos lugares por muchas par dar, lo qual haremos otorgándonos los capítulos quo
tas ; y por la parto de la mar combatieron goutes á los caballeros que anto do vos vinieron demanda
de algunos navios que entóneos allí se hallaron , do mos * ; y Don Rodrigo respondió : a Yo he visto es
los quales algunos fueron muertos, y otros fétidos, tos capítulos, los quales no puedo otorgar, porque
y dos barcos tomados por los moros ; y acabado este el Conde mi Señor y mi Padro será aquí esta noche
combate, estuvieron en gran división los christia- ó mañana á comer; y asi mismo Don Juan de Guz
iios, porque unos decían quo se debian partir de allí man, Duque de Medina Sidonia quo son parientes y
pues los moros también se defendían y ellos habían amigos y confederados , y os razón quo ambos á dos
resecbido asaz daño ; otros decían ser vergonzosa rescibau la honra de la tomada desta ciudad. E yo
cosa pues tanta gento allí estaba y esperaban muy pediré por merced á los dichos Señores quo Iob quie
gran socorro; é Diego el Curro dixo que traian muy ran otorgar oslo que demandáis: por eso volveos á
mal consejo haberse de levantar do allí teniendo la la ciudad, y si acordáremos de coinhalilla y tomalla
gente quo allí estaba y esperando el socorro quo ha por fuerza no estéis con fianza do mi seguro , quo
MEMORIAL DB DIVERSAS ÜAZAÍÍAS. 27
no fué para mis de para hablar conmigo» ; y con le recontó todas las cosas posados desde que allí ha
esta respuesta los moros se volvieron muy tristes á bia venido, y como el Conde su padre le habia man
la ciudad ; y como Don Rodrigo se volvió por el ca dado quo asi ficiese el querer y mandado suyo como
mino del Real , los caballeros do Xerez no fueron de su propia persona ; y por esto como quiera que
con él, Antón se volvieron á la ciudad ; y Gonzalo la ciudad se le daba , luégo como á ella llegó, él no
de Avila habló con Mnliomad Caba dictándolo que la quiso rescebir, esperando la venida suya y del
bien había entendido aquellas palabras que Don Ro Conde su padre ; y hablase ofrescido caso en quo
drigo le habia dicho ; el qual era caballero que so ovieso de tomarla, como la tomó, y que le pedia por
andaba á ganar honra, y que viniendo el Conde merced quo le pluguiese sobreseer en la tomada del
fuese cierto que combatirían la ciudad y la toma castillo fasta la venida del Conde su padre , lo qual
rían por fuerza, y sorian cativos ellos y sus mujeres, lo ternia en merced porque todos oviesen parto do
y quel remedio desto era quo lodieson aquella puer la honra, lo qual entre olios asi quedó concortado; y
ta y las otras do allá, y quel y los caballeros que alli como en ol punto que Don Rodrigo ontró en la ciu
estaban la defenderían y meterían dos mil hombres dad escrobió al Condo su padre la forma en que la
qne alli tenia de Xerez, y él compliria con ellos todo habia tomado, el Conde envió la mesma carta al Roy
lo quo habian demandado. Y con esta fabla los mo por la qual fué sabido do lo tomada do Gibraltar
ros fueron tan atemorizados, que no les quedó es ante que de otra persona , de que el Rey ovo gran
fuerzo ni razón, é abrieron luégo las puci'as. Y los placer y todos los qne lo supieron , y quedando fe
caballeros de Xerez descabalgaron para entrar, y cho el asiento ya dicho, el Duque secretamente en
como Don Rodrigo iba cerca y sintió lo que los ca vió aquella noche á hablar con los moros á Martin
balleros de Xerez hacian , volvió las riendas á su ca do Sepúlveda, haciéndoles saber quo si más espera
ballo, y vino á espuela hita con toda la gento que sen, quo todos serian cativos y bus bienes tomados,
traio, y llegó tan presto quo pudo entrar en la ciu y que si lo diesen la fortaleza, quo él los furia libros
dad antes que los caballeros do Xcroz so pudieron con todos sus fociendas; y á los moros plugo dosto,
dolía apoderar ; y en muy poco cBp:icio tomó lns y lo respondieron quo se lo tcnion en mucha mer
torres, y mandó poner su bandera sobro la puerta y ced ; y concertó con olios quo otro (lia de mañana
los moros fueron fuyendo hacia la fortaleza ; y la enviasen á docir de la fortaleza al Duquo y á Don
gente do Don Rodrigo firió y mató algunos dellos, Rodrigo que les diesen seguro para quatro moros
y prendieron algunos, y tomaron muchos lios y jo quo querían foblar con ellos , ol qual seguro so les
yas y apoderáronse de toda la ciudad ; y Don Ro dió, y venidos Mahomod Cuba y con él otros cinco
drigo fizo poner estancia:; contra la fortaleza, por moros, dieron una corto que so croia ol Duquo haber
que los moros no pudiesen salir á hacer daño en los mandado ordenar la nocho do antes, por la qual lo
chriBtianos ; y esto ansi fecho los caballeros doXorez facían saber quo ellos y los moros que ou la fortale
con toda la gente del real so vinieron para la puer za estaban la tenían tan bien proveída, que la po
ta de la ciudad y pedieron por merced á Don Rodri dían bien defondor por algún tiempo; pero quo por
go quo les diese lugar de entrar, pues habian mu reveroncio del Duquo y por haber sido muerto ol
cho trabajado y habia habido malas noches en el Conde de Niebla, su podre, en aquella ciudad, les
campo ; y á Don Rodrigo plugo dello, y mandóles placia do entregar á él aquella fortaleza, y no á
abrir las puertos, y entraron todos, é aposentáronse; otra persona alguna; á lo qual Don Rodrigo con
y luégo enviaron á demandar albricias al Rey, y mucho onojo respondió: quo lo quo los moros (lecian
otros A Sevilla y á Córdoba, y á todos los lugares co no había lugar porque ora ciorto quo desquo la (lin
marcanos. Y como esta nueva llegó al Duque, con dad se tomó, la fortaleza estaba tomado, y por ellos
el qual venia Don Enriquo , su hijo, y Don Pedro do meamos se la daban si la él quisiera roecbir; y quo
Estúñiga, su hierno , por el camino donde venia, le pedia por merced no quisiese ir contra lo asenta
anduvo quanto pudo , y envió dos caballeros de su do, quel Condo su padre vendría ó más tardar esa
casa , llamado el uno Rodrigo de Ribera, y él otro nocho y que pues en esperar no habió incon viniente
Poro Suaroz á Don Rodrigo, faciéndolo sabor ol pla alguno, lo pluguieso quo la toma do la fortaleza so
cer quo habia habido de la vitoria que Dios le habia detuviese por la venido dol Conde. El Duquo res
dado, rogándolo afectuosamente quo lo pluguieso pondió quo él había do dar quenta al Roy do aquel
sobreseer en la tomada do la fortaleza fasta que lle caso, y quo si algún inconviníonto ovieso on no to
gase; y los dichos caballeros quando llegaron con mar la fortaleza, so lo podrió de ello seguir gran in-
esta omboxada, hallaron á Don Rodrigo á la puerta conviniouto y daño ; y con esto dioso órdon entro
de la fortaleza ; el qual la demandaba á los moros ; ellos que los banderas de ambos á dos viniesen con
y como los moros estuviesen muy temerosos, res cada cien escudoros á pié, y juntas los pusiesen en
pondieron qtio les placia de se la dar. Y oida la em- lo fortaleza y con la del Duquo que iba Martin do
baxada del Duque Don Rodrigo, respondió A sui Sepúlveda y con lo do Don Rodrigo Don Diego, su
embaladores que como quiera que la fortaleza so lo hormano; y el Duquo y Don Rodrigo fueron á caba
daba, oomo ellos veían, quo ú el placia do sobreseer llo , y como las banderas entraron en la fortalezo,
fasta que el Duquo viniese; y luégo mandó cabal un moro demandó la bandera dol Duque y dexaban
gar fasta ri liquen tn lanzas, con las qunlcs salió A lo la do Don Rodrigo, de lo qual Don Rodrigo ovo tan
recebir, y desque se ovieron fadiado, Don Rodrigo grande enojo quo puso mano á lo espada y dió un
ORÓNICAS DE LOS REYES DE CASTILLA.
golpe al Alférez del Duque cu ol brazo , quo le fizo doBO poner en obra el propósito de Don Rodrigo;
derribar la bandera en el suelo, do lo qual el Duque y estas cosas ansi pasadas, el Duque envió á rogar
ovo grande enojo, y dixo á Don Rodrigo que lo ro al Condo que cabalgase con quatro ó cinco y se sa
gaba que en aquello no oviese mas. Y mandó su liese á una plaza que era cerca de las posadas do
bir las banderas juntas ambas á dos, y luego entró ambos ¿i dos, y el Conde lo fizo asi y el Duque co
la gonte do los dichos Señores y so apoderaron do menzó ase disculpar do las cosas pasadas, rogándolo
la fortaleza y torres do ella ; y el Duque mandó que que se diese medio el que convenia para la honra do
pocos á pocos viniesen ú la fortaleza muchos do los ambos á dos, pues que los moros habían quorido dar
suyos, diciondo que venian por la mirar, y desquo so á él aquella fortaleza, habiendo respeto á ser muer
fallaron dentro bien ducientos del Duquo, allende to en aquella ciudad el Condo Don Enrique su pa
de los ciento quo primero entraron , comenzaron ú dre, é que á él le pluguiese dolió; y que para dar el
so apoderar do la torre del homenaje y do las otras medio que convenía, se diesen quatro caballeros,
principales torres do la fortaleza , lo qual Don Die dos de cada parto, y quel estaría por lo quellos sen
go envió á facer saber á Don Rodrigo, pidiéndole tenciasen. A lo qual el Conde respondió que en esto
por merced lo enviase á mandar lo quo ficiuse , y no habia lugar, porque según las cosas pasadas si
Don Rodrigo cabalgó y fuese para la fortaleza y Don Rodrigo quisiera no obedecer el mandado su
fabló con Don Diego ; y sabido todo el caso, mandó yo, en facer todo lo que él quisiese , quo él pudiera
le que tomase la bandera y con toda la gente que haber bien tomado la fortaleza, como el Duquo sa
allí tenia, dexoso la fortaleza y so viuieso ¡i su apo bía, y que per esto no lo parescia quo pudiese
sentamiento ; lo qual Don Diego puso asi cu obra babor buen medio en esto caso ; y sobro esto pasa
de lo que todos los que lo vieron ovieron gran des ron cntrellos algunas palabras de enojo, pero hones
placer, porque temieron los inconvinientes quo do tamente, y asi so partieron, y cada uno del los so
aquellos podrían nancer , como duspuos por la obra fué ú bu posada ; y otro día el Conde y Don Rodri
paresció. Do lo qual el Duque mostró desplacor, y go so partieron do la ciudad con toda bu gento, y
envió á decir á Don Rodrigo quo so maravillaba dól asentaron su real cu Guudiaro, ques cerca de la ciu
y que no sabia la causa ni porque había mandado dad ; y ol Conde envió á decir al Duquo quo lo es
sacar su bandera do la fortaleza, y venirse su gente peraba en aquel campo do le faria conocer el error
que en ella estaban ; á lo qual Don Rodrigo respon que habia fecho en haber quebrantado su amistad y
dió que no ora necesario dar la causa, pues él muy alianza en la forma que á todos era notoria. Y el
bien la conocía; lo qual él no pudiera pensar ni creer Condo estubo allí tres días; en el qual tiempo el
bí por obra no lo viera, y que no quería que desquel Duque no vino ni respondió cosa alguna, y el Conde
Condo su pudro viniese , hallase su bandera y su se partió para Sevilla, y desdo allí siempre queda
gente dobaxo de la mauo do la gente del Duque. Y ron resabiados y se siguieron entrollos muy grandes
esto ansi pasado , Don Rodrigo supo como el Condo contiendas y muertes y daños. Y sabido por el Roy
venia y saliólo á rescobir ; y como quier que el Du todo el caso, envió a mandar al Duquo so grandes
quo supo bien do su venida y oyó sus trompetas, no penas quo luego entregase la ciudad do Q ibraltar y
salió á él ¡ y Don Rodrigo fizo rolaciou al Conde do su fortaleza á Pedro do Porras, natural de Córdoba,
todo lo pasudo , y después do ser el Conde aposen criado suyo , al qual ol dio el alcaydia. Y visto el
tado y haber cenado, el Conde quiso haber consejo mandamiento del Rey y sabido como habia man
con Don Rodrigo y con los otros caballeros princi dado provisiones para el Conde y para todas las ciu
pales suyos, que allí estaban, de lo que debia facer; dades é villas del Andalucía, quo le diesen favor y
y el parecer de Don Rodrigo fué quo puos el Conde ayuda para tomar aquella ciudad si el Duque no la
veia las formas que el Duque en aquel caso había quisiese entregar, ol Duquo entregó la ciudad y for
tenido, y como no había guardado ol amistad y con taleza á Pedro de Porras, el qual la tovo algún
federación que con él tenia, y habia mostrado claro tiempo por el Roy , el qual juró de nunca enagenar
el enemistad en no quererlo salir á recebir, le pare de la Corona Real aquella ciudad y fortaleza el con
cía que toda cosa debia de facer contra él sin re trarío de lo qual no muchos días después puso en
procho alguno ; y la venganza do esto se podia muy obra. t
ligeramente tomar si á él lo placía, porque la posa
da del Duquo era muy cerca de allí y «vos, Señor, CAPÍTULO XXII.
dixo , tenois aquí mil hombros muy buenos y bien De como los Hoyes Luis de Francia y Don Enrique de Castilla ss
aporcobidos, con los quinientos de los quales yo iré vieron en San Juan do Luí, y de la embaxada del itey de In
glaterra un esle iieinno venida al Hoy Don Uuriuuo.
á su posada y lo prondoré ó mataré, y los otros qui
nientos quedarán con vuestra Señoría. A lo qual el En el mes de Enero del año do nuestro Redentor
Conde respondió alegremente que le placía do lo de mil y quatrociontos y sesenta y tres años se
quo decía ; pero que le parocia que no se debia fa concertó vista de los Reyes, estando ol Roy Don
cer; porque de rompimiento en aquel lugar se podría Enrique en Navarra ; y denudo allí al Arzobispo
seguir gran deservicio á Dios y al Roy; y pues eran de Toledo so partió para Segovia , porque las cosas
vecinos, tiempos vendrían en que pudiesen emen so dilatasen por dos meses ; y Don Alonso de Silva,
dar, y con este consejo concordaron Suero Vázquez que dospuos fué Condo do Cifuentos, haciendo
de Mostoso y Juan Alonso de Mesa; y con esto cesó guerra ú Valencia y los catalanes y barceloneses,
MEMORIAL DE DIVERSAS HAZAÑAS. 29
ofrecían al Arzobispo grandes dádivas do oro y Altamira, y el Conde de Ledesma Don Baltasar do
plata porque los favorescieso , la qual no pudieron la Cueva, entre los quales esto sobraba á todos en
con él acabar y comenzaron luego mover otras co riqueza ; y en el viage esto hizo mayor ■ despensa
sas nuevas. En este tiempo embajadores de Duar- con ol Arzobispo de Toledo. Vonian muchos nobles
to, hijo dol Duquo de Yorca, quo ya so llamaba Hoy hombres ontre los qualos fuoron ol Conde de Riba-
do Inglaterra, menospreciando á Enrique, que an deo, Gomoz Manrique y Juan do Albornoz, Señor de
tes dél fué Rey, vinioron al Roy Don Enrique en la Torralba y Betota ¡ y los Reyes so vieron alegremen
ciudad de Burgos demandando perpetua amistad te, y hablaron algún poco público, y todos los quo
suya, como en ol tiempo dol Rey Don Pedro so te oran presentes pensaron quo desde allí la paz queda
nia, la qual amistad parescia ser muy provechosa ba perpetua para siempre entrellos ; pero allí el Rey
á las dos partes. Y como el Roy Don Enriquo tu do Francia pareció menospreciar ol amistad del Du
viese gran odio al Rey Don Juou de Aragón, á que do Borgoña, por respeto de la qual parescia de-
quien el Rey Luis de Francia parescia entonces fo- bieso ayudar al Rey de Aragón, y con tiránica vo
vorescer, oida la einbaxada de los Ingleses tovo luntad menospreciando la convenencia ]que estaba
suspensa la respuesta, hasta ver como sucedía la entre él y el Roy de Aragón, no solamente quiso
fabla con el Roy do Francia ; y mostró placerlo mu ocupar á Pcrpiñan, mas la ciudad do Uñan, y todos
cho do la amistad dol Roy do Inglaterra; pero puso los lugares dol Condado do Ruisellon, lo qual ol
algunas limitaciones y condiciones tales á quo con Roy do Aragón no pudo sufrir ; y como la Reyna
venta respuesta del Rey de Inglaterra , porquo on quedase detenida on poder dol Arzobispo , la villa
este medio tiempo so conociese lo quo mas le con de Estclla no so entregó al Rey Don Enrique, y las
venia facer. Y en el mes do Marzo dol mesmo año gentes quo estaban en Cataluña y cu Aragón y en
el Arzobispo do Toledo y el Marqués de Villena so el Royno de Valoncia se vinieron en Castilla, y
fuoron á Bayona, dondo vinieron ol Maostro do Mon quedó la guerra contra los do Barcelona, y no so
tosa Don Luis dol Pucho, y Mosen Pierrcs do Peral perdió la esperanza do la reconciliación venidera
to, ya Condestablo de Navarra, para que en uno 011- por los casamientos que ya eran hablados, que Do-
tondiesen en las cosas do Cataluña y de Navarra y fia Juana, hija dol Rey de Aragón, casaso con Don
en todas las otras contiendas en quel Roy de Fran Alonso, Prínoipe de Castilla, y Doña Isabel, Infan
cia habia de intervenir ; y la Reyna Doña Juana, ta de Castilla, con Don Fornando, Principe do Ara
mugor del Rey de Aragón, A quien ora dado poder gón. En este tiempo ovo gran contienda entro los,
dol Rey su marido para on todo determinar, traba dos Arzobispos do Santiago y do Sovilla, tio y so
jaba con todas sus fuerzas por guardar la honra de brino do un mismo nombre, porque con la gran pri
su marido, y asi la porfiaban y acrecentaban ; pero vanza que este Arzobispo viejo de Sevilla Don Alon
al fin parecióle quo dobia todo dexarlo só la fe del so de Fonseca ovo con el Rey Don Enrique, pu
Rey do Francia , mayormente como vieso al Arzo do haber el arzobispado do Sovilla para bu sobrino,
bispo y al Almirante estar en voluntad de se partir y quedó él con el otro do Santiago, lo qual él fizo
de Bayona y las cosas dañarse ; poro todavia de con intención de llevar las rentas de ambos á dos
terminóse só la forma siguiente, es á saber: quel estos arzobispados. Y como ya estuviese fuera de
Rey Don Enrique se doxaso de favoroscer ni ayu la privanza quo solía, y lo fuese dicho por algunos
dar á los barcclonoscs, y quo llamaso toda la gente adevinos á quien él daba mucha fe , quo jamas él
que en Cataluña y en Aragón y on Valencia facia no tornarla on la privanza sino tomaba el Arzobis
guerra por su mandado , y que en Navarra el Rey pado de Sovilla, para esto procuró quel sobrino
Don Enrique tuviese la villa d'Estella con su tier oviese el Arzobispado de Santiago, y él retornase
ra, y que la Reyna Doña Juana cstubieso en la villa en Sevilla, lo qual como fuese al sobrino muy mo
de Larago, y quel Arzobispo de Toledo la guarda lesto, trabajó quanto pudo por quedar en Sevilla, y
se, y quel Rey do Aragón nunca demandaso los ovo entrellos tan gran desconcordia, que della se si
treinta mil florines de oro quol Rey Don Enrique guieron grandes daños y males on la ciudad de Sevi
era obligado do lo pagar perpetuamente por ol pa lla y en otras partes destos Reynos, porquo el Arzo
trimonio y rentas que en el Reynode Castilla habia bispo vjejo era mucho desamado del pueblo, y el
dexado. El Roy de Francia llegó á San Juan de Luz nuevo mucho amado, porque en el tiempo de la ca
en fin del mes de Abril, y con él el Duque de Berri, restía habia dado mucho pan á la ciudad, y habíase
su hijo, y el Arzobispo do Toledo, y el Conde de con todos muy humana y graciosamente ; y el viejo
Fox, y un fijo suyo, Príncipe de Navarra, nieto del mandaba cargar su pan , algunos afirman quo para
Rey de Aragón, y el Duque de Borbon , y el Almi tierra de moros, otros para otras diversas partes ; y
rante de Francia , y el gran Mariscal, y otros mu con todo eso el sobrino, como fuese hombre de gran
chos nobles caballeros y dos Obispos ; los qualcs to conciencia y viese grandes daños aparejados, como
dos venían no ricamente guarnidos. El Roy Don quiera que pudiera quedar en Sevilla según la par
Enrique llegó con gente muy maravillosa y muy to que on ella tenia y las fuerzas do la ciudad, qui
ricamente ornada; ó iban con él el Marqués de Vi- so dar lugar al tio para retornar en Sevilla, y él
llena y el Maestro do Alcántara y los Condes do quedó en Santiago, dondo rescibió grandes trabajos
Santa Marta y Osorno, y el Mariscal García do Aya- y peligros , y úun hoy no está fuera dellos. En el
la, é Juan de Vivero, que después fué Vizconde de dicho afio Don Pedro Girón, Maestre de Calatrava,
30 CRÓNICAS DE LOS REYES DE CASTILLA.
ganó de los moros la villa de Archidona por indus desamparada y sin defensa, ocupóla y puso en ella
tria y trabajo del buen caballero Luis do Pernia, á la gento y pertrechos y vituallas que le paresció
lo qual ayudó muclio Don Diego do Córdoba, Con- bastar para su dofensa, y rescibió só tributo los lu
do do Cabra, el qual ou persona vino allí, y con toda gares cercanos do aquellas ciudades. En esta ciu
su casa estuvo ende á sus propias espensas fasta dad de Tánjar, en el año do mil ó quatrocientos y
que se ganó. treinta y siete años , los Infantes Don Enrique y
Don Fernando, tios deste Rey Don Alonso , ovie-
CAPÍTULO XXIII. ron muy adversa fortuna, queriendo tomar aquella
ciudad por el poco saber y gran soberbia de los
De como el Rey non Alonso de Portugal lomó por fuerza de ar portugueses ; é allí fueron desbaratados, y fué pre
mas la ciudad de Arcila de los moros, y la ciudad de Tanjar por so y cativo el Infante Don Fernando , y fué dexa-
ellos desamparada.
da en salvo toda la otra gente é asi vitorioso este
Ovo próspero viento Don Alonso do Portugal, y Rey Don Alonso, con gran triunfo, se tornó en su
mandó á los marinoros que tomasen la via de Arcila, tierra, dexando todos los castellanos que en aquel
con esperanza do la haber, como el Hoy Don Juan caso lo habían bien servido.
su abuelo tomó la ciudad de Ceuta, y él oviese to
mado de los moros la villa do Alcázar Saguor. Y CAPÍTULO XXIV.
llegado á la ribera, fué certificado do la ciudad ser
salida alguna gento do caballo quo Mubixequo, Roy De como el Rey acordó de dar el Maestrazgo de Santiago al Conde
do l.cdcsma Don Deliran.
do Túnez, babia mandado llamar , el qual por trai
ción había muerto al Rey su Señor , y habíase apo En osto tiempo, las Bullas del Maestrazgo de San
derado del Rcyno , y con el Rey Don Alonso iban tiago para Don Beltran de la Cueva llegaron á Se-
muchos caballeros castellanos ; y como los portu govia, estando ondo el Rey Don Enrique, donde el
gueses sean do natura muy soberbios, pensando do Marqués do Villena Don Juan Pacheco trabajó por-
ganar el mayor honor dol mundo , no sabiendo el quo no so lo diesen y, quanto no pudo, trabajó por
puerto, entraron sin orden, dondo algunos navioB ajuntar á si todos los grandes por traer cu ofoto la
sé perdieron, en que murieron mas do trecientos punición y castigo dol Rey y do sus sequaces como
portugueses ¡y sin duda si los do la ciudad gente muchas veces se había pensado, los quales consin
de caballo tuvieran, el Rey do Portugal pudicro tieron en ello, salvo el Marqués de Santillana y toda
recibir gran daño ; maB como todos estuvieson a pió, la casa de Mendoza ; el qual con su casa seguró al
y oviesen gran temor do los tiros do pólvora , no Roy Don Enriquo; y luego el dicho Marqués do
pudieron defender quo la gente de la flota no toma- Villena se salió de Segovia, y de aquí comenzaron
so puerto en tierra, y así el Rey, y no con muchos las revueltas do Castilla que se dice la desampa
decendió en tierra y dio muy gran priesa en man raron.
dar asentar los lombardas, y en mandar armar los
trabucos é ingenios, y mandó combatir la cibdad, CAPÍTULO XXV.
como ya toda la gento suya estuviese junta y los
moros. muy temerosos, y en al no pensasen, salvo De como el coronista Alonso de Palcncia fue enviado en Roma por
en defender los muros, de los quales en ol primero facer saber al Santo Padre la dura y áspera gobernación que
el Rey Don Enrique en estos Rejnos tenia, y de la deliberación
combate, quo fué el segundo dia quo allí llegó, una del Principe Don Alonso, hermano del Rey Don Enrique, y do
parto fué derribada, y por allí la gente del Rey, los Jueces quo fueron puestos para entender en las divisiones
puestas escalas, tomó el muro, y los moros, no del Reyno, y de la revocación del Maestrazgo fecha a Ron Bel
tran de la Cueva.
esperando remedio, so juntaron todos en la plaza
con pocas anuas que tenían. Los christianos , así En tanto que estas cosas se facían, Alonso de
castellanos, de que muy gran parte allí había, como Palencia, coronista, fué enviado á Roma por facer
portugueses, fueron ferir en los moros, do los qua sabor al Santo Padre la forma que el Rey Don En
les muy gran parte allí murió ; y como uno dcllos rique en la gobernación destos Reynos tenia, el qual
viese al Condo de Marialba ricamente armado, pen falló ende á Pedro de Solis , protonotario del Papa,
sando quo fuese el Rey , tan de súpito se vino para que después fué obispo de Cáliz, procurador del
¿1, quo ante que fuese socorrido el Condo fué muer Roy Don Enrique y del Marqués de Villena , cuyo
to, lo qual fué causa que ninguno do los moros que criado él ora, y Antón de Paz, procurador del Conde
dase á vida, salvo los mozos y mozas y niños. Y de Placencia, y ol Dean do Salamanca, procurador
luego la ciudad fué tomada á sacomano , lo qual del Arzobispo de Toledo, y Juan Fernandez de Si-
acaesció en veinte y quatro dias de Agosto del año guenza, procurador dol Arzobispo de Santiago ; los
de nuestro Redentor do mil y quatrocicntos y so- quales todos oran grandes letrados y de grande
tenta y un años, lo qual sabido por los moros do autoridad, los quales cometieron la narración de los
Tanjar teniendo ciudad muy fuerte y bien murada negocios de Castilla al dicho Alonso de Falencia,
y torreada, concebieron tan gran temor del caso por ser hombre muy elocuente y haber muy ente
acaescido en Arcila , quo desampararon su ciudad ¡ ramente noticia de las cosas de Castilla, y junta
y el Rey do Portugal dexando el recaudo que dobia mente ganaron del Santo Padre que un griego,
en Arcila, so partió para Tánjar, y como la hallase Obispo, Cardenal Tusnalano, y Guillermo, fian
MEMORIAL DE DIVERSAS HAZAÍÍA&
cea, Obispo Cardenal do Ostia, por autoridad dol trumento fué inviado á los procuradores quo en Ro- v
Santo Padre oyesen ciorta acusación quo el Boy Don mo estaban, la qual renunciación reacebida por el
Enrique del Arzobispo viejo de Sevilla facía, y á Padre Sancto, paro la espedicion de las letras al
ellos oyesen, no solamente para oscusar al Arzobis Papa demandó sor pagado de la media nata, lo qual
po, mas para acusar al Rey do los crimines y ece- Alonso de Patencia contradixo, dando muchas ro
sos por él cometidos, la qual narración Alonso do zones porque no so debia pagar, mostrando como
■Patencia fizo á Iob dichos jueces eleganto y pruden los que oviesen el Maestradgo no eran obligados á
temente ; y vista por ellos , como quiera que antes pagar media nata, porque en los tiempos antepasa
do entonces los Cardenales usando de la condición dos el Santo Padro no tenia que ver en ol Maes
curial, favoreciesen la parte del Roy Don Enrique, tradgo de Santiago, ni otra persona alguna, salvo
creyendo sor mas poderosa que la de los caballeros solamento troce comendadores do aquella Orden
querellantes, pero después que fueron certificados para ello deputados, á quienes portcnecia la elecion ;
do los muchos Orandcs que al Rey contrallaban, y ni la Sedo Apostólica on ninguna cosa Be requería,
do las cosas por él cometidas, vinieron a considera salvo en ciertos casos, de los quales ninguno por
ción de la gran pacioncia quo en tan grandes cri entonces se requería ; y en tiompo de Don Alvaro
mines se habia habido y la calidad vergonzoso do de Luna esto so comenzó; y allende dcBto los hijos do
aquellos, comenzaron á aprobar la lealtad y bondad los Royes no oran tonudos á pagar modia nata, ma
do los grandes querellantes, deseando on lo comen yormente el Illustrissimo Rey Don Alfonso que ero
zado porsoverosen porqne fuese corregida la tirá vordadero heredoro dol Rey Don Enrique, é hijo del
nica gobernación dol Rey Don Enrique : lo qual Rey Don Juan el segundo do Castilla y do León ;
visto por el Roy, comenzó á temer; ó como sea lo qual ol Padro Santo no negó ser ansí , pero con
cierto quo ninguna cosa, según sentencia do Séneca, todo eso dixo que, en tan gran necesidad como él
haga temeroso el corazón solvo la vida reprehensi estaba por la guerra de los moros on defonsion de
ble, luego deliberó al Infante Don Alonso, su her la religión christiana, le parecía ninguno debia sor
mano, el qual tenia preso en ol Alcázar do Scgovia esemido do pagar modia nata á lo Sedo Apostólica
on gran peligro do su persona, el qual , según fama, para pagar el eneldo a la gento ; á lo qual Alonso
algunos veces tentó do matar con ycrvaB la Royno de Paloncia respondió , qno aunque todos los otros
Dolía Juana su mugor , lo qual so creo fué puesto Principes esto dobieson pagar, ol Principo Don
en obra, salvo por la diligencia y bondad de Peru AlonBO dobia ser esemido, porquo no reformándose
cho Vizcaíno, Alcaydo del Alcázar do Sogovia ; i la los costumbres del Rey Don Enrique, asaz turcos
qual deliboracion mucho amonestó al Roy Alvar tenían en las entrarlas do España, los qualcs seyen-
Gómez, bu secretario, cuyo sentencia mucho por en do vencidos enfiaqaocoria la cabeza dellos, que era
tóneos ol Rey aprobaba; después do lo qual un el turco y todos los miembros de los infieles; y obí,
ayuntamiento de los Grandes so fizo en la villa do vistas las cosas dichas por Alonso do Falencia, el
Dueñas, que en aquellos dias fué tomada por Don Sancto Padro mandó despedirlas Bullas dol Prínci» .
Alonso, prefnogénito del Almirante Don Fadrique, pe Don Alonso para la Administración del Maes
por Juan de Vivero ; y allf so acordó fabla dostoo tradgo. En tanto Don Beltran de la Cueva fué apar
Grandes con el Rey Don Enrique oerea do la villa tado de cerca del Rey, el qual se fué á la villa de
do Cabezón, en la qual fabla, después do grandes Cuellar, la qual pertenecía á la Illustrissima Infan
alteraciones, se hizo compromiso en el qual fueron ta Dofia Isabel, hormona del Rey Don Enrique, á
puestos por jueces do todos los debates quo eran quien fué dada por ol Rey Don Juan bu padre, y orí
entro el Roy y el Príncipe Don Alfonso y los Gran dezodo en bu testamento los jueces ya dichos en
des desto Reyno, en monos de Don Pedrode Velasco, tendían on difinir y acabar las disinsiones comen
primogénito del Conde de Raro, y de Don Gonza zadas, y el Rey ya no podía comportar lo absencia
lo de Sayavcdro, Comendador mayor de Monte Al- de Don Beltran de la Cueva ni el destierro de los
ban, en el Royno de Aragón, de la Orden do San moros y, seguiendo el consejo de los que cerco dél .
tiago , y por parte del Príncipe Don Alonso y los estaban, pensó do prender á los jueces, lo qual les
Grandes que lo seguían, el Marqués de Villcna Don fué revelado por Alvar Gómez, Secretario, el qual,
Juan Pacheco, y Don Alvaro d'Estuñiga, y junto porque el Príncipe Don Alonso fuese libre, no quiso
con ellos Fray Alonso de Oropesa, General de la mas estar cerca del Bey, y juntamente con Don Gon
Orden de San Gerónimo , que era varón do gran zalo de Sayavedra se fué al Maestre de Alcántara,
ciencia y do honesta vida ; los qualcs pudiesen di con el qual gran familiaridad tonia, y luego el Bey
finir todos los debaten que eran entro el Rey y el mandó llamar á Don Beltran do la Cueva, en el
Príncipe su hermano y los grandes do sus Reynos, qual llamamiento se ficieron las cosas que adelanto
y que antes de toda cosa Don Beltron do la Cueva so dirán, y la culpa do dar el Bey al Infante Don
. renunciase el Maestrazgo do Santiago en manos del Alonso á Gonzalo de Sayavedra por cuyo consejo
Sancto Padre, al qual dió ol Rey en equivalencia el 61 entonces so regia, y lo deshonró muy mal Juan
Condado de Lodesma y las villas do Alburquerque Fernandez Galindo on Xorez sobro este caso.
y Cuellor y Roa ó el Colmenar de Arenas y el Andra-
da, y lo fizo Duque ; y la renunciación fizo en favor
del Illnstrisimo Príncipe Don Alonso, el qual ins
32 CRÓNICAS DE LOS REYES DE CASTILLA.
Duquesa de Borgoña , como lo fallasen en punto
CAPÍTULO XXVI. para ir á socorrer ¡i los de Barcelona que estaban
cercados y en gran trabajo y peligro, acordaron de
De cómo se concertó entre los Grandes que el Rey Don Enrique le ir servir en aquella jornada , creyendo en ello fa
fuese preso. cer servicio á su Señor, y ansí Don Pedro de Por
Visto por los Grandes desto Reyno como ningu tugal salió de Barcelona con muy grau número de
na amonestación bastaba para corregir la mala go gente, así de caballo como de pié, borgofiones,
bernación del Roy Don Enrique, y visto como las portugueses y catalanes, por ir socorrer á los do
cosas siempre iban de mal en peor , y todo esto vi Cervera ; y como el Rey Don Juan de Aragón estu
niese en punto de so porder , en un ayuntamiento viese on Tarragona muy trabajado, de manera que
,quo se fizo en el Monasterio do San Pedro de las casi ningnna cosa voia por el crecimiento do las ca
Duefios, fué determinado quel Rey fuese preso; y taratas que entonces mucho se le habían acrecen
en la mesraa hora de la habla, ó le fué revelado tado, y teniendo muy poca gente en comparación
por alguno, ó porque el Rey so le antojó, con muy de la mucha quel adversario traía , determinó en
pocos se fué huyendo 4 Sogovia y deudo on ade lugar suyo do enviar al Príncipe Don Fernando,
lante se fué mas encendiendo la guerra. seyendo de edad do trece años , á resistir el paso al
Después desto ovo guerra eu diversas partes des- dicho Don Pedro , é dio el cargo de la gobernación
tos Reynos y el Principo Don Alonso se vino a la á Don Juan de Cardona, Conde de Paredes, varón
villa de Arévalo por ver á la Rey na su madro, y de estrenuo , é caballero mucho esforzado ; é ansi el
allí se partió para Plosencia, dondo se entendió en Príncipe partió con asaz poca gente eu comparación
la privación de la corona al Rey Don Enrique, y de la quel adversario traía , poro gente muy leal y
fueron ocupadas diversas villas y ciudades, algu esforzada é usada en los belicios utos, si en núme
nas por la parte dol Rey Don Enrique, y otras por ro fuera igual á los adversarios ; pero sin duda
la parte del Príncipe Don Alonso ; y como Alvar eran mas de dos tantos que la gente del Rey Don
Qomoz, Secretario, oviese comprado la villa de Juan. É partido el Principo con esa gente que pudo
Torrejou do Ve lusco, fué acordado quo so dioso ol por defender el paso, considerada la muchedumbre
cargo dol cerco do aquella villa á Pedro Arias , hijo do los enemigos ó las ayudas quo tenían de los ca
de Diego Arias, Contador mayor, ol qual la tovo balleros espertos en la guorra , ninguna cosa tanto
asaz tiempo cercada , y después de grandes traba les facía temer como la persona del Príncipe en
jos y peligros ó muertes do gente , asi do la parte tan tierna edad, é acordaron de escrebir al Rey to
suya como de los que en la fortaleza estaban , se le das las cosas on ol punto en quo estaban , dondo no
dio por el Alcaydo llamado Pedro do Arroyo, varón se sabían dar remedio ; el qual respondió que la ce
esforzado que la tenia , no pudiendo comportar la guedad le había costrefiido no ser en la batalla, co
gran hambre y necesidad y todas las otros cosas mo deseaba, é haber de enviar al Principe su hijo
que le fallecían. que tuviese su lugar, porque aquel todos mirasen y
él á ellos pudiese mirar, lo qual todo á solo Dios
encomendaba. E viendo esta respuesta, el Conde
CAPÍTULO XXVII. ordenó sus batallas como sabio y esforzado capitán
De la Vitoria que bobo el Principe de Aragón Don Fernando, hi é puso al Príncipe acompañado de muy escogidos
jo del Re; Don Juan , de Don Pedro Condestable de Portugal, caballeros en lugar donde pudiesen ayudarle, es
que se llamaba Rey de Aragón , y de los borgofiones y portu tando fuera de la orden de las batallas é asi la ba
gueses y barceloneses que le ayudaban.
talla se dio de tal manera , que con el ayuda de
Don Pedro , Condestable de Portugal , venido en Dios é la buena ordenanza quel Conde de Paredes
Barcelona llamado por la ciudad después de haber dio en esta batalla, Don Pedro de Portugal fué
dexado el Rey Don Enrique de ayudar y favorecer vencido é desbaratado , é mucha de su gente é de
á los de Barcelona; á este Don Pedro secretamente sus ayudadores muertos é presos, ó á él le fué muer
favorescia con intención de destruir al Rey de Ara to el caballo é oviera de ser preso , salvo porquofué
gón, su tio ; y como entonces oviese muchos por socorrido, é le fué dado un caballo en que se pudo
tugueses en casa de la Reyna Doñ.i Juana, su niu- salvar; é de los peones catalanes pudiéronse muy
gor , á todos les dio con larga mano lo que ovieron pocos salvar, porque venían tan armados que no
menester para ir a servir á este Don Pedro en apa ovieron lugar de fuir. El alcance no se siguió mu
rato do guerra. V on este tiempo acaosció que el cho por la gente ser muy poca , ó tenia mucho quo
Duque de Borgoña envió ciertos navios al Santo facer en guardar los prisioneros. Fué esta batalla
Padre Pió para facor la guorra al turco , y como los cerca de la villa do Cohimbro , ó poco tiempo des
capitanes dellos fueron certificados el Papa Pió ser pués este Don Pedro de Portugal murió, afírmase
failescido, y su armada ser desbaratada , aoordaron que por yerbas quo le fueron dadas por los barce
de se volvor, y venidos en Barcelona, asi por se loneses , donde do en delante las fuerzas de los re
fornecer como por reposar de los trabajos pasados beldes se fueron abaxando , y el favor del Rey Don
en la mar , fallaron allí al incluso Don Pedro do Juan fué siempre creciendo , do lo qual no menos
Portugal, que Rey de Aragón so llamaba, los qua- desplacer mostró el Roy Don Enrique quo si. el cuso
les conociendo el gran deudo que este tenia con la propio suyo fuera.
MEMORIAL DE DIVERSAS HAZAÑAS. 33
que todo el Reyno estaba para facer la dicha de
CAPÍTULO XXVIII. pusicion, aunque con gran pesar é mucho contra
su voluntad. Las quales cosas ansi leídas, el Arzo
De como fué quilado H cetro real 6 U corona del Rejmo al Rey bispo de Toledo, Don Alonso Carrillo, subió on el
Don Enrique en la cibdad de Avila.
cadahalso , y quitóle la corona de la cabeza, como
Los Grandes dol Reyno que on Avila oslaban con primado do Castilla, y el Marqués de Villena, Don
el Principe Don Alonso dotorminnron do doponor Juan Pacheco, lo quitó el cetro real de la mano,
ni Roy don Enrique do la corona 6 cotro real , é pa habiéndolo fecho Marques do Villena, quo su padre
ra lo poner en obra eran divorsas opiniones, por Diego Tollea no tenia uias do á Belmonte, en la
que algunos decían que debia ser llamado é se de mancha de Aragón; y el Conde do Placencia, Don
bía hacer proceso contra él; otros d ocian que debia Alvaro de Estuñiíra, le quite') ol espada como Jus
ser acusado antel Santo Padre de herejía é de otros ticia mayor de CaBtilla ; y el Maestre de Alcántara
graves crimines é delitos, que se podrían ligera Don Gómez de Solis, al qual el Roy fizo maestro
mente contra él probar. La segunda opinión fué de un escudero fijodalgo, natural de Cácores ; y el
reprobada por los que conocían las costumbres de Condo de Benavcnto, Don Rodrigo Pimontel, y el
los Romanos Pontffleos, corea do los quales valen Conde de Paredes, Don Rodrigo Manrique , lo qui
rancho el gran poder é las dádivas do quien quiera taron todos los otros ornamentos reales, y con los
que darlas pndiese , é tenian que si el caso so defi pies le derribaron del cadahalso en tierra y dixeron
niese, el poder del Roy Don Enrique so acrecenta á tierra , pillo ; y á todo esto gimian y lloraban la
ría por el gran tesoro que tenian , é las fuerzas del gente que lo veian ; é luego incontinente el Prín
Príncipe Don Alonso é de los que lo seguían no so cipe Don Alonso subió en el mismo lugar donde
lamente se adelgazaban é apocarían, mas total por todos los Grandes que ende estaban le fué be
mente se perderían por la mengua del dinoro ; por sada la mano por Rey y Señor natural destos Rey
lo qual ninguna cosa les parecía mas couvonionto, uos; y luogo sonaron las trompetas, y sn fizo muy
ni que mas sabiamente so pudieso facer , que la pri grinide alegría, lo qual acausció jueves , á cinco
vación del tirano , al qual fallecía vigor de corazón días del mes de Julio del año ds nuestro Redentor
é prudencia , é esfuerzo é todas las otras habilida de mil y quatrocientos y sesenta y cinco afios , so-
des que á buen Príncipe convienen ; ninguna otra yendo el Príncipe Don Alonso de once anos y cinco
cosa le quedaba, salvo nombre de Rey , el qual qui meses é cinco dias. Ansí duró el Reyno del Roy
tado , él ora todo perdido , lo cual no ora cosa nue Don Enrique desdo] dia quo comenzó ií rcynar
va on los Reyuos de Castilla é de León, los nobles fasta esta depusicion do su corona , dioz anos é on
é pueblos del los elegir rey é deponello, lo cual por ce meses ó quatro dias. Oídas por todos las partes
canónicas autoridades se podría bien probar , é por do Espafia la privación del Reyno fecha al Rey Don
muy menores causas do las que contra ol Rey Don Enrique, maravillándose mucho, daban gracias á
Enrique probarse pueden. Qnol Rey Don Alonso, Dios como les pareciese cosa que por manos de
deceno dcste nombre , que por su gran virtud é bon hombres no pudiese ser fecha. Al Papa Pablo pa-
dad fué elegido por Emperador, por solamente ser resció grave cosa esta depusicion , é pesóle mucho
habido por pródigo, fué privado de la corona, é de la caída de tan gran Principe, como por letras y
muy mas reciente enxemplo tenemos del Rey Don mensajeros del Rey Don Enrique el Santo Padro
Pedro , ol qual por su mala é dura gobernación per era certificado quo del todo quería ansí é á esto Rey
dió ol Royno é la vida con él, é óvolo Don Enriquo no sojuzgaso á él.
su hermano, no le perteneciendo dorocho por sor bas
tardo , é por favor do los nobles é puoblos del Rey- CAPÍTULO XXIX.
no ; é finalmente ansí por consejo de los Grandes Del tnmnlto é administración qne loa Rejnos de Castilla é de
qne allí estaban , como de algunos famosos letra l.con ovicron por el anclo en Avila pasado, é de las letras que
dos, fué determinado que al Rey Don Enrique fue al Santo Padre fueron enviadas por las principales cibdades
se tirada la corona dal Rey no ; para lo qual , en un destos Itcynos.
llano questá cerca del muro de la cibdad de Avila, Los maé de los pueblos de Castilla é de León es-
se fizo un grande cadahalso, abierto, como de to tovioron como atónitos maravillados dol caso en la
das partes que allí oran por ver este acto, podieson cibdad de Avila acaecido, la forma del qual á al
ver todo lo que encima se ficiese , é allí se puso una gunos fizo, temerosos é á otros mas osados. La cib
silla real con todo el aparato acostumbrado de de dad de Toledo, cinco dias después do la depusicion
poner á los Reyes , y en la silla una estatua , a la del Rey Don Enrique é de la sublimación del Rey
forma del Rey Don Enrique , con corona en la ca Don Alonso , no solamente aprobó lo fecho en Avi ■
beza é cetro real en la mano ; y en su presencia se la por bueno , mas óvolo por muy necesario , é sú
leyeron muchas querellas que antel fueron dadas de pitamente el pueblo tomó las puertas de la cibdad
muy grandes ecesos , crimines ó dilitos antol mu é el alcázar é la puente de Alcántara, 6 combatie
chas voces presentadas, sin las querellas haber ha ron fuertemente la puerta do San Martin, la qual
bido cumplimiento de justicia ; é allí so loyoron to por fuerza de armas tomaron. É pasados diez dias
dos los agravios por él fechos en el Reyno, v las del aucto fecho on Avila, en la cibdad de Sevilla
causas de su depusicion, é la estreñía necesidad en Don Pedro de Estúfiiga ó oon él Fernando de Cue-
Cr.-IH. 3
34 CRONICAS DE LOS BEYES DE CASTILLA.
vas Rubias, Maestre Sala del Rey Don Alonso, que Santiago, que después fuá Maestre de Santiago ; en
tlias avia secretamente estaban en Sevilla, persua la provincia do Murcia el Adelantado Pero Fajar
dieron al Duque Don Juan de Gnzman é al pueblo do ; el Obispo de Burgos , Don Luis do Acuña ; Don
á las cosas que so debinn en obra poner. El pueblo Iñigo Manrique, Obispo do Coria, Don Pero do
alogremento recibió la sublimación del Rey Don Montoja, Obispo do Osma; Dnn Diego Bancgas,
Alonso, é luego los caballeros ó regidores de la Obispo de Cádiz , el electo de Sigüenza Don Diego
cibdad se juntaron en su colegio acostumbrado, de Madrid, después de la muerte de Don Pero de
donde las lotras del Rey Don Alonso se leyeron, Luxan. Don Pero de Silva, Obispo de Badajoz, fizo
las quales leídas el Duque Don Juan de Guzman, estar dudoso al Conde Cifuentes su sobrino, el qual
que tenia el primero lugar en el ayuntamiento, con y el Conde de Feria estuvieron algún tiempo como
grande alegría recibió por Rey é Señor natural al neutrales. E ansí la mayor parte destos Reynos de
Rey Don Alonso > y otro tanto fizo el Conde de Ar Castilla é de León contradecían al Rey Don Enri
cos, Don Juan Ponce de León, Don Pedro d'Es- que, ó Don Pero Fernandez de Velasco Conde do
tufiiga que en este caso días había que trabajaba Haro, que por cierto era muy contrario á las condi
con muy mas alegre cara , recibieron por Rey á Don ciones del Rey Don Enrique, quiso ser como media
Alonso, é ansí mismo lo fizo Don Enrique deGuz- nero entre los dos Royes ; pero con todo eso dió lu
mau , heredero del Duque Don Juan de Guzman. gar á su hijo primogénito , llamado Don Pero do
Don Rodrigo, fijo del Conde do Arcos, no fué pre Velasco, quo siguiese al Rey Don Alonso, el qual .
sento al caso ¡ ó todos los otros caballeros é oficia tenia gran sentimiento del Arzobispo do Toledo ó
les qne8taban en aquel ayuntamiento con grande de los otros que ficieron la depusicion del Rey Don
alegría siguieron lo que los mayores comenzaron, Enrique, anal aceleradamente sin lo consultar con
é todos juntos fueron al Sagrario de la Iglesia , é él ; Don Boltran de la Cueva, Duque de Albürquer-
sacaron dende el pendón del bien aventurado é San que, que no solamente por voluntad, mas por nece
to Rey Don Hernando que ganó á Sevilla é a Cór sidad al Rey Don Enrique seguía; Don Diego Fur-
doba ó á la mayor parto del Andalucía, por facer tado do Mendoza, Marqués do Santillana, é Don Po
honor en la fiesta del aecntacion del nuevo Roy ro González de Mendoza, Obispo de Calahorra, é
Don Alonso, llevándolo en la mano Luís de Medi Don Alonso de Figueroa, Conde do Colunas, é Don
na, caballero novel, natural de aquella cibdad. An- Iñigo de Mendoza, Conde de Tendilla, é Don Gil de
dovieron por toda ella con grande alegría faciendo Mendoza & Don Furtado, hermanos. Al Rey Don En
ol anclo acostumbrado de so facer á los Reyes que rique seguían Don Alvaro Pérez de Osorio, Marques
nuevamente encomionzan á roynar. do Astorga ; Don García de Toledo, Duquo do Alba,
y el Condestable Don Miguel Lucas, é Don Juan de
CAPÍTULO XXX. Valenzucla, Prior de San Juan, ó Alvaro de Mendo
za é su hermano Rodrigo de Mendoza, hijos do Ruy
fíe los Grandes que aprobaron la sublimación del Roy D. Alonso, Diaz de Mendoza Mayordomo mayor que fue del
6 de los que siguieron al Key I). Enrique.
Rey Don Juan, é Don Pedro de Mendoza, Señor de
Los Grandes que siguieron al Rey Don Alonso, Almazan, é Juan Ramírez de Arellano, Señor de los
allende de los que en Avila con él estaban c de los CameroB, é otros muchos, aunque no de tanto es
sevillanos é cordobeses, en la provincia do León si tado, seguían al Rey Don Enrique ; é los obispos do
guieron al Rey Don Alonso el Almirante Don Fa- Galicia constreñidos por nocesidad seguían al Mar
drique y el Conde de Alba de Listo , Don. Enrique, su qués do Astorga ; é el Obispo de Zamora, Don Juan
hermano, ó Don Diego Fernandez de Quiñones Con- de Mella , estaba on Roma ; el Obispo do Salamanca
do do Luna, Morino mayor de Asturias, ó Don Pe de necesidad seguía lo que aquella cibdad, aunque
dro de Bazan Vizconde do Palacios; en la provincia contra su voluntad ; Don Martín de Vilches Obispo
do Burgos , é Patencia Iob Condes de Castañeda é de Avila seguía al Rey Don Enrique ; Don Juan
Oso rio, Don Juan Manrique, ó Don Gabriel Manri Arias, Obispo de Segóvía, por necesidad seguia lo
que, hermanos, ó Don Juan Sarmiento, Condo do quo aquella cibdad seguia; Don Alonso Pelacz,
Santa Marta é Don Pedro de Acuña, Conde de Buen- Obispo de Jaén, seguia al Rey Don Enrique, y Don
día é Señor do Dueñas, é Don Juan de Vivero, Viz- Lope de Barrientos, Obispo de Cuenca, eiguía asi
condo de Cabezón, y el Mariscal Gómez de Beuavi- mismo al Rey Don Enrique, aunque contra toda su
dos, Señor do Fremesta, Don Diego de Estúfiiga, voluntad ; Don Pero de Solier, Obispo de Córdoba,
Conde do Miranda, é Don Fernando de Rojas, Con en el comienzo dcstas cosas estovo como neutral , y
do do Castro ; en la provincia de Toledo Don Po al fin siguió al Rey Don Alonso ; Don Alonso do Pa-
dro Girón , Maestre de Calatrava ; Don Alonso de lenzuela, fraylc, Obispo de Cibdad Rodrigo, fué neu
Silva, Conde do Cifuentes ; Pero López de Ayala, tral, y Don Juan de Carabajal, Cardenal de Santán
quo después fué Conde do Fuen Salida; Don Alvaro gelo, Administrador do Placoncia, estaba en Roma.
Pérez de Guzman, Señor do Santa Olalla; Lope d'Es- Ansí los Roynos do Castilla 6 de León estaban di-
túñiga, Señor do Cuerva; Payo de Ribera, Mariscal; visos en la forma ya dicha.
Fernando do Ribadeneira, Mariscal; Don Pero Puer-
tonarrero, Condo doMedellin; Don AIoiibo de Cárde
nas, Comendador mayor do León, de la Ordon de
MEMORIAL DE DIVERSAS HAZAÑAS. 35
de valdo, qno so fuese á Medina dol Campo , donde
CAPÍTULO XXXI. teniendo aquella villa é llevando las rentas della,
« so daria cnxemplo áolras cibdades é villas, ó so es
Déla forma que los jra ilielios tuvieron en seguir i estos dos forzaría más el partido del Rey Don Alonso. E to
Reyes c para los tener en pendencia. mada la villa do Medina, el Rey Don Alonso se par
Cosa serla muy diflcile do escrobir por urden to tió para Valladolid, ó alli so determinó que se pu-
das las cosas panadas entro los Grandes ya diclios, sieso cerco sobro la villa-de Simancas, ques á dos
de los quales los menos forzaban su partido por bien leguas de Valladolid , ques lugar muy fuerte, é te
de la cosa pública destos Reynos, ni por servirá níala por ol Rey Don Enrique el Comendador Juan
estos Reyes, mas por acrecentar sus estados , entro Fornandez Galindo, quo era caballero esforzado y
los qnalcs, como quiera que el Marqués Don Juan usado de sufrir trabajos ó peligros ; é tenia consigo
Pacheco pareciese seguir al Rey Don Alonso, con ciento é cinquenta lanzas do hombres escogidos ;.é
todo oso sostenía al Rey Don Enrique, no dando como quiera que los caballeros que al Rey Don
lugar totalmente á su caída, ni quería tanto favore Alonso seguían bien conocieron que aquella forta
cer el partido que parecía seguir, é porque mucho leza no so podia tomar, salvo cu largo tiempo, ovo
sobrase al Roy Don Enrique ; é así en la pendencia so de facer loqucl Marqués Don Juan Pacheco que
destos dos Reyes se perdian ó destruían estos Rey- ría ; y en la tardanza el partido del Roy Don Enri-
nos é no ménos los Grandes detlos, especialmente quo crecía y el del Rey Don Alonso se amenguaba,
los que seguían al Rey Don Alonso , de lo qual el especialmente porque el Rey Don Enrique daba
Arzobispo- de Toledo, Don Alonso Carrillo, tenía muy grandes previlegíos y esencionee á los luga
gran sentimiento, é ovo sobrello palabras de gran res que por él se tuviesen, k) qual mncho le ayudó;
de enojo con el Marqués do ViMena, su sobrino. E é puesto ansi el cerco sobre Simancas, ol Arzobispo
como en esto tiempo el Rey Don Enrique conocieso de Toledo con la gente de su casa fué á poner cerco
el gran desamor que todos los pueblos destos Rey ^ohro la villa de Pefinflor, la qual tenia un caballe
nos le avian , determinó de so pasar en Portugal, ro de la casa del Rey Don Euriqito, llamado Lope
temiendo que si se ponia en Segovio allí seria cer do Cornadillo, Itombro mucho esforzado é bueno, el
cado é se perdería. Entre los caballeros que al Rey qual la defendía valientemente ; lo qualcomo el Ar
Don Alonso seguían había diversas opiniones, y el zobispo mandó poner escalas por diversas partes
Arzobispo do Toledo y el Almirante Don Fadrique, como los do la villa conociesen que no les mu venia
y el Conde de Paredes , que verdaderamente perse pelear por defender las almenas, por sn vida ó bie
guían el negocio, porfiaban que el Rey Don Alonso nes determinaron de ser contrarios al Alcaydo á
debía ir con la mas gento qno pndiese donde quiera quien primero ayudaban , dando lugar á los corea-
que su hermano cstuviosc, é dar fin ol negocio, para dores que libremente tomasen la villa, ú fin de guar
qii estos Reynos quedasen en paz ; ó qno si esto do- dar sus personas e bienes, ó ansi Lope do Cornadi-
xaba de facer, poco le aprovechaba aver tomado 11a, tomado no solamente de los enemigos, mas de
nombre de Rey, é ya el derecho en las armas esta los que solamente le debían ayudar á defender la
ba, é debia trabajar por haber la vitoria, porque villa , ovo do darse al Arzobispo, con partido qno
siempre los vencedores ovieron corona ; lo qual sin dexase los armas , é cabullcros ó se fuesen donde
dilación so debia luego poner en obra porque el fa quisiesen con la gente quo alli tenía. El cerco de
vor de los pueblos es mudable; é la gente castellana Simancas se tovo dos meses donde murieron algu
es codiciosa, ó como conozcan el gran tesoro que el nos , asi de los cercados como do los cercadores , en
Rey Don Enrique tiene abriendo la mano asi los el qual cerco ningún provecho ni honor se recibió;
pueblos lo seguirán como las moscas siguen la miol; y estando alli Don Enrique, fijo del Almirante Don
é como quiera que todos conociesen al Rey Don Fadrique , salió do Torre de Lobaton con poca gen
Alonso tener la justicia , por aventura se desviaran te, é cayó en colada de gento muy demasiada do la
del derecho camino ; é pues para la gente quel Rey qm'l traía , é fué desbaratado, é alli murió un buen
Don Alonso pudiera llevar habia dinero para dos caballero do la casa del Almirante llamado Juan
meses do sueldo, en el qual tiempo con el ayuda de Carrillo, hermano de Gonzalo Carrillo el de Córdo
Dios se podía este fecho acabar , por eso convenia ba. Y en tanto questos cosas pasaban el Rey Don
ponerse luego en obra, porque la dilación sería muy Enrique tuvo lugar de ayuntar muchas mas gentes
dañosa. El Marqués do Villena é otros algunos que de las que tenía, y el cerco de Simancas se alzó , y
lo seguían contradecían este consejo , lo qual sabi el Roy Don Alonso so volvió á Valladolid, y el Rey
do por el Roy Don Enrique , determinó de so ir á la Don Enrique se volvió á Simancas con gran núme
cibdad de Zamora , ansi por ser muy fuerte , como ro de gentes; é alli se vino para él Don Alvaro
por ser cerca de Portugal para que , si necesario lo Pérez de Osorio, Conde de Trastornara con quatro-
fnese, pudiese near del consejo que pensado tenia; cicntas lanzas é gran número do peones , al qual el
donde ayuntó gran número de gento, ansi de caba Roy Don Enrique dió la cibdad de Astorga é lo fizo
llo como de pié ; é como esto fuese sabido por el Marqués della ; con ol qual venía Gutiérrez Quoxa-
Rey Don Alonso é por los que lo seguían, como á da, Señor de Villa García, varón muy noble y es
la fin todo se gobernase por Don Juan Pacheco , el trenuo caballero. Don García de Toledo , Duque de
Marqués determinó que porque parecieso no estar Albo, .como oviose recobido gran suma do dineros
CRÓNICAS DE LOS REYES DE CASTILLA.
del Rey Don Enrique, vino allí á servir con ocho la cibdad de Córdoba á su querer é mando, é no me
cientos de caballo ; Don Luis de la Cerda, Conde nos toviese en la cibdad do Ecija y en Sevilla y en
de Medina Celi, traxo allí en servicio del Rey Don Xorez é Carmqna ; é tuviese gran parte en Ubeda y
Enriquo quatrociontas lanzas ; Don Diego Furtado, Iiaeza lo favoreciese, porque los principales do aque
Marqués de Santillana é sus hermanos traxcron llas dos cibdades vivían con él, ansí que en aquella
ochocientas lanzas ; Juan Ramirez de Arellano, Se provincia los mas estaban á su querer, salvo Don
ñor de los Cameros é Pero de Mendoza, Señor de Al - Diego Fernandez, Conde de Cabra que era muy no-
mazan, é muchos otros caballeros, aunque no de blo y esforzado caballero , el qual tenia dentro de
tanto catado, traxcron asaz gente ; ¿ansí el Rey Don su villa de Ilaena quatrocientos de caballo, é de las
Enrique allegó alli ocho mil lanzas ó veinte mil otras villas suyas dociontos de caballo, é Alonso de
peones. Sabida la venida del Rey Don Enrique por Montemayor, Señor do Alcaudete , que en aquella
el Rey Don Alonso con tan gran muchedumbre de villa tenía dociontos de caballo , los quales estaban
gente, el Marqués de Vil lena, que antes solía mos quedoB sin favorecer ninguna de las partes, é sola
trar tener en poco el poder del Rey Don Enrique, mente el Condestable Miguel Lucas con la grande
comenzó a temor la batalla, é iloeia que en la dila za do Jaén ó Andujar faoia guorra al Maestro Don
ción siempre se acrecentaría el poder del Rey Don Poro Oiron , el qual con tres mil de caballo é gran
Alonso por su edad é fuerza é habilidad é por tener número de peones puso cerco sobre la cibdad do
la mayor parte del lluyno por sí, é todo lo contra Jacn , donde vanamente gastó la mayor parte del
rio so debia juzgar del adversario, el qnal á Dios é verano, é alli so ficieron muchas escaramuzas en
ú los hombres era aborrecible ó á ninguno tuviese quo mas pordicron los cercadores ; ó como el Maes
lid á si salvo por respeto de las dádivas que con ne tro conociese avergran gente en aquella cibdad pa
cesidad facia é sus tesoros mal ganados por gran ra su defensa ó no les faltar cosa do lo quo menes
des que fuesen ligeramente avrian fin. Asi la do ter avian, é tenor lugar por la parte do la sierra pa
blada seña del Marques tenía suspensos los corazo ra traer la gento que quisiesen , determinó de levan
nes de los que lo oian ; pero eon todo eso por todos tar el cerco ó irlo á poner sobro la fortaleza que lo
se determinó quol Rey Don Alonso estovieso en Va era contraria cu la villa do Carmona, la qual tovo
lladolid, é toviesc consigo la mitad de la gente que cercada asaz dias, é la puso en tanto estrecho , que
allí tenía, é la otra dexase ir á sus casas ; é tales do necesidad so le ovo do dar , é ansí se apoderó de
formas se truxeron, que se dio tregua por cinco me aquella villa, de lo qual grandes daños se siguieron
ses do la una parte ¡i la otra. En este tiempo Don en aquella provincia.
Poro Fernandez do Velasco , Conde de Hnro , que En tanto questas cosas pasaban, el Roy Don
decian queataba encerrado con cierto número de ca Alonso se partió do Valladolid, é se fué á Portillo ; é
balleros de su casa só cierta regla en un hospital de allí se acordó de ir á Coca por saber el propósito
que él había edificado en la villa de Medina de Pu- del Arzobispo de Sevilla que en aquella villa resi-
mar, seyendo certificado do las grandes turbaciones dia ; é de allí el Rey se partió para Arévalo é con él
que en estos Reynos había , trayendo hábito do re el Arzobispo de Toledo, y el Marqués de Villena, y
ligioso, vino d la villa de Óigalos por dar algún me el Maestro do Alcántara, Don Gómez de Solís, é los
dio entre estos dos Royos lo cual como no pudieso Condes de Placencia ó Benavente ó Miranda é Pa
acabar se volvió en su hospital como de primero es redes , y el Obispo de Coria , Don Iñigo Manrique,
taba. el qual como partiese de Valladolid, topó en el ca
mino con gente del Obispo de Patencia Don Gu
CAPÍTULO XXXII. tierre de la Cueva, hermano del Duque de Albur-
querque, é peleó con él de manera que lo desbarató,
Del cerco de Jaén, é de las cosas que en la provincia del Andalu é fueron alli algunos muertos y otros presos.
cía en este tiempo se Ucicron.
En tanto questas cosas se facían, el Maestre Don
CAPÍTUL9 XXXIII.
Poro Girón pensó ocupar el Andalucía ; é como la
cibdad do Jaén se acercaba á las fortalezas del tic lo que el Re; Don Enrique en este tiempo Dio , e de las Ins
Maestrazgo, parecióle que podia ligeramente tomar trucciones quel Rey Don Alonso al l'apa l'ablo envió, 6 déla
la, como los mas de los fidalgos de aquella cibdad muerte de la Infanta de Portugal, abncla de la Royna Dolía Isa
bel, ú de la ida del Conde de Placencia ¿ del Maestre de Al
fuesen suyos é desamasen mucho al Condestable cántara en el Andalucía , é del Re; Don Alonso en Avila , ¿ de
Don Miguel Lucas, el qual siempre á los populares la ida del Arzobispo de Toledo en Iluete por socorrer a su
favorecía ; y en tanto sojuzgó aquella cibdad, que hermano Lope Vázquez, que lo tenia cercado García Méndez de
sus mandamientos mejor en ella eran obedecidos Badajoz.
que de ningún Rey ; ó como en ella ante de entonce En tanto que las treguas duraban , el Rey Don
no o viese nías de quinientos de caballo , los llegó á Enrique puso gran gente cerca de la villa de Medi
número de mil peones é diez mil lanceros é balles na del Campo que Pedro Arias luengamente había
teros los quales todos le eran asi obedientes como tenido cercada, é la había tomado, é asimismo en la
si domésticos suyos fuesen, de lo qual al Maestre de villa do Olmedo. Y en tanto quel Rey Don Enriquo
Calatrava pesaba mucho ; el qual como tuviese muy estaba en Simancas, escribió al Santo Padre cartas
gran parto con Don Alonso de Aguilar y él tuviese muy ansiosas , quexándose de sus vasallos, especial
MEMORIAL DE DIVERSAS HAZAÑAS. 84
(dente do aquellos qao habia fcclio grandes, é como del Almirante Don Fodríque, se partió poro allá con
hijos los había criado é peor que a enemigo le te ciento é ochenta de caballo ó quatrocientos peones,
taban ; demandándole favor en las cosas venideras é puso el cerco sobre aquella fortaloza, é combatióla
porque sus Reynos libremente le quedasen ; lo qual de tal manera , que la tomó por fuerza de armas é
sabido por el Rey Don Alonso, envió al Santo Pa mató algunos de los que on ella estaban é á otros to
dre haciéndole saber el fundamento é comienzo de mó las armas é caballos, é volvióse á Valladolid
los debates destos Roynos é causas de la deposición donde al Rey Don Alonso vinieron embaxadores
del Rey Don Enrique su hermano, suplicándole no del Conde de Fox, que en aquel tiempo avia toma
quisiese dar féo á las cosaB no verdaderas que por do la cibdad do Calahorra é gran parte del Reyno
parte do su hermano Don Enrique le eran escritas, do Navarra, el qual afirmaba haber tomado aquello
sobre lo qual todas las cibdades é villas al Rey Don cibdad por questabo á obediencio del Rey Don En
Alonso sujetas escribieron ira Santidad, siguiendo rique, é por su embozado se ofreció servir al Rey
la forma en que la cibdad do Sevilla escribió. En Don Alonso, el qual Rey Don Alonso respondió por
este tiempo la Infanta de Portugal agüela del Rey Don Pero Duque, varón noble, juntamente con los
Don Alonso, falleció é fuó enterrada muy honrada embaxadores del Conde de Fox, al qual mandó quo
mente en el Monesterio de San Francisco , fuera de le requiriesen quo no detuviese mas en los Reynos
los muros de la villa de Arévalo, la muerte de la de Castilla, pues ero cierto haber pasado las leyes
qual fué muy dañosa, anal por ser muy notable de lo verdodero amistad, como él oviese venido en
muger é de gran consejo, como porque su vida fa estos Reynos con color de le ayudar, é habia fecho
cía grande ayuda é consolación á la Reyua viuda en ellos muy grandes daños é males. Oído esta em-
su hija. E do allf el Rey Don Alonso se fué á Avi baxada por el Conde de Fox , él se partió de Cala
la, y el Conde de Placencia y el Maestro de Alcán horra con intincion de tomar la villa de Alfaro por
tara se fueron para sus tierras que en el Andalucía trato ó por fuerza, lo qual en vono trabajó, como en
tenían, ó desdo allf para Sevilla por dar sosiego en olla estuviese Gomoz do Rojas , noble y estrenuo
las oosas de aquolla cibdad. Y estando ol Roy Don caballero, el qual con ayuda de los moradores della
Alonso en Avila, vino nueva cierta al Arzobispo de la defendió tan valientemente , que los franceses y
Toledo de como Coreé Méndez de Badajoz teniaccr- gascones recibieron muy gran dafio, é muchos do-
cado á Lope Vázquez su hermano en Iluete , con llos murieron allf, é otros fueron destrozados ; é an
seiscientas lanzas del Roy Don Enrique é grau nú sí el Conde de Fox se volvió en su tierra con poca
mero de peones, é combatía la fortaleza, ó os cierto honra, é mandó á los quo habia dexadoon Calahor
que sogun la gente que Garci Méndez allí tenia y ra que la desmamparasen é lo siguiesen. E al tiem
el desamor que los de la cibdad le avian, fuera for po quel Condo de Fox tomó la cibdad de Calahorra,
zado de se dar, é le fuera tomada la fortaleza por acacsció allí una cosa asaz dina de memoria, la
fuerza; lo qual sabido por el Arzobispo de Toledo, cual fué que como los franceses anduviesen roban
partió de Avila con fasta docientas lanzas, y cuan do lo cibdad, cinco se metieron en uno casa de un
do llegó á Tarancon llevaba bien ochocientos ; é judío, é cerraron la puerta por de dentro ; é como el
desde allí envió alguna gente para que comenzasen judio no estuviese en la cibdad, en la cosa estaba
la pelea por espaldas del castillo ; el qual como tu solnmoute la muger, moza hermosa, de edad de vein
viese por su parto toda la cibdad , salió della con te é quatro ó veinte ó cinco años; la qual como sin
seiscientas lanzas é con cinco mil peonos que allí tió los franceses on casa, se escondió é con ella una
tenía ; ó como en ol camino paro Tarancon por don- mozuelo quo tenia do ocho ó diez años; ó como los
dol Arzobispo venía por las espaldas de la forta franceses anduvieron por la casa entraron en la bo
leza, como Garci Méndez lo supo, volvió por socor dega donde habia muy buenos vinos é bebieron
rer á los suyos é así vuelta la pelea, el Arzobispo tanto que todos cinco se durmieron, é dexaron tira
do Toledo é los suyos vinieron peleando con Garci do el tapón de una cuba , é derramóse muy gran
Méndez fasta lo meter por las puertas do lo cibdad, parte del vino ; é como la judia estuviese muy grau
en lo entrado de lo qual fué proso Garci Méndez, é pieza ó no oyese bollicio en la casa, envió á la mo-
con él alguno de los suyos, é de los seiscientos de ú zuola á ver que facian los franceses , la qual los fa
caballo no escaparon quarenta quo no perdiesen los lló tendidos con el vino durmiendo , é la judía de-
armas ó caballos; é así Lope Vázquez no solamento condió con un cochillo que tenía muy agudo , y en
fué libre é la fortalezá quedó por él , mas los mise tró en la bodega mny poso é degollólos á todos cin
rables cibdadanos quedaron debaxo del poder suyo co, é salióse para la puerta que era en anochecien
que ante do entonco muy dura é ásperamente los do, é fuese á la villa do Alfaro. Y en este tiempo el
trotaba é mucho peor esporaban ser trotados dende Rey Don Enrique, que envió tratar con el Condo de
adelante. En tanto el Almironto é los Condes do Fox que lo ayudase contra su hermano ó ficiese
Paredes é Buendio é Santa Marta é Monto Rey, y el guerra al Rey de Aragón, como fuese certificado
Vizconde do Palacios do Valdueina estaban en Vo- quo Dofia Blanca, su muger quo habia sido, era
Uadolid, dondo vino nueva quo Alvaro de Chinchi muerta, el Roy Don Enrique, sabida lo muerte su
lla con dociontos lanzas del Rey Don Euríquo ha ya, fizo nuovas velaciones con corimonio oclcaiáslí-
bió tomado ano fortaleza cerca do una cibdad do ca con lo Reyno DoBa Juana, do quo todos los dis
León ;é luego Don Alonso Knriquez, hijo mayor cretos facian burla conociendo ser tan vano lo boda
38 CRÓNICAS DE LOS REYES DE CASTILLA.
tercera como la primera y segunda. En este tiem vió las instrucciones délas leyes de España con au
po se comenzó la hermandad en la mayor parte dea- toridad teológica ú canónica ; á las cuales todos loa
tos Reynos, de que gran provecho se siguió, como Grandes que al Roy Don Alfonso seguían, unáni
quiera que desque la hermandad so vido poderosa, mes é conformes dieron su consentimiento ; lo qual
pasó los términos del fin á que fué ordenada, ó reci como el Rey Don Enrique supiese, buscó alguna de
bieron algunos por ello asaz daños é muertes. fensión para su causa , ó fué requerido por él Don
Francisco do Toledo, Maestro en Teología, varón
CAPÍTULO XXXIV. muy famoso en ciencia é de honesta vida ; al qual
De la perliuancia que loé barceloneses tuvieron, y del injusto favor rogó quisiese , ansí en sus predicaciones como en
que el l'apa Pablo did al lley Don Enrique, é de tomo el Dean escrito, favorecer bu parte ; el qual en muchos ser
duTuledo quisu soslcuer no ser bien fecha la deposceion del mones que fizo siempre concluyó que por malo quo
Itey Don Enrique, sin consultar al sumo l'ontiflce, 6 de como fuese el Rey, sus súditos no debian ni podían pro
por valientes letrados le fué probado el contrario. ceder contra él ni privarlo del Reyno , salvo seyen-
Después do la muerto do Don Pedro de Portugal, do ante juez competente, probando el crimen do he
quo se llama Rey do Aragón , como quiera que á los rejía ; al qual fué respondido é probado lo contra
do Barcelona se hiciese muy áspera guerra, no de rio por Don Antonio de Alcalá, Obispo de Asturias,
jaron de añadir error á sus errores pasados, ca des frayle de la Orden de San Francisco , varón muy
pués de comienzo de su rebelión demandando para notable é de gran ciencia, é por Fray Juan López,
ello favor al Roy Don Enrique é aquol ya cesase, famoso maestro en Teología de la Orden de los Pre
después do haber llamado d Don Pedro do Portugal dicadores, é por otros Doctores, famosos legistas é
é haberle dado título de Roy ó aquel ser muerto de canonistas, los quales todos por muy diversas auto
sus capitales enemigos, que quisieron facer amigos, ridades, así del Testamento viejo como del nuevo,
como entrcllos ó los de Marcela ovioso antigua teológicas é canónicas é jurídicas, corroboraron c
amistad, é ante que el Roy de entonce Be ovieso lla aprobaron la deposocion fecha del Rey Don Enri
mado Rey do Cecilia ó fueso en decrépita edad , pe que; é por eso los Grandes deutos Reynos á las ar
ro curaron que el Duque Juan, primogénito suyo, mas ocurrieron, según la costumbre vulgar quo en
viniese en Barcelona, prometiendo ni dominio con semejantes casos se suele tenor entro los Reyes , en
nombre do Rey, del qual so quisieron ayudar con tre los quales un las anuas está el derecho ó por
tra su verdadero Rey tan humano, tan noble, tanto proverbio común so tiene que en la corte romana
amador do sus vasallos ; é ansí el Duque Juan ya á los vencedores dan la corona é á los vencidos des
una voz vencido en la guerra napolitana y echado comulgan.
vituperiosamente de la posesión do Genova á roques-
ta do loa barceloneses, fué ondo venido, con cuyo CAPÍTULO XXXV.
favor olios pensaron podor conseguir el fin desea
do, é dondo gloriosa Vitoria esperaban, siempre caí lie como fue lomada la cibdad de Gibrallar i Esteban de Villa-
da peligrosa é infamia perpetua les vino; el qual ya creces por Don Enrique de Guzman, Gjo del Duque de Medina
Sidunia, Don Juan de Üuzman, ede la tomada de Coria.
llamado Roy de Aragón , con el favor do Luis Rey
de Francia, cuyo primo él era, pensó salir con la Grande esperanza tovo el Duque Don Beltran de
empresa quo por gran daño suyo comenzó é la guer la Cueva do poder tener la cibdad do Gibraltar, la
ra se fizo ásperamente. Los navarros después de la qual tenia por él un buen caballero natural do Xo-
muerte de la Princesa Doña Blanca, que fué muger rez, llamado Esteban do Villacreces, cufiado suyo,
del Rey Don Enrique , comenzaron á contender , ó casado con bu hermana , hombre mucho esforzado é
la división entrolloB siempre se fué acrecentando, muy discreto en las cosas de la guerra , é usado á
do que gran trabajo al Rey de Aragón so siguia , é sofrir peligros é trabajos. E como ol Duque de Me
la ceguedad allende do los otros trabajos le comen dina Sidonia siguiese al Ruy Don Alonso, ó lo pa
zaba, é á bu afición so añadieron las turbaciones que reciese á su primo mucho convenir aquella cibdad
en Castilla tenían todos los que deudo é amor le estar á su obediencia, envió mucha gente á la cer
avian, á los quales el Papa Paulo injustamente per car en comienzo del mes de Mayo del año do mil y
seguía queriendo favorecer al Rey Don Enrique, é quatrocientos ó sesenta é sois ; la qual venida Este
á los intrusos por sus letras favorecía, llamando por ban do Villacreces consideró quo según la grande
ellas al Duque Juan, Roy de Aragón, en gran per za do aquella cibdad, él no l.«. podría defender con
juicio del verdadero Rey Don Juan é á suplicación la gento que tenia é por eso él se retrazo á la for
do aquol ó de las Iglesias catedrales ; ó on Cataluña taleza , lo qual luego fizo saber al Rey Don Enrique
proveía, é otro tanto hizo en el término de Castilla, é al Duque Don Beltran ; lo qual sabido por el Roy
mandando á los procuradores del Rey Don Alonso escribió letras á gran priesa á los moros de Grana
que en su corto no lo llamasen Rey, por lo qual el da , rogándoles afectuosamente quo quisiesen so
Arzobispo escribió al Santo Padre sus cartas llenas correr á Esteban do Villa creces, los quales mirando
de querellas por las quales esplicó las verdaderas como no podian socorrer la fortaleza sin tomar la
causas por qué las principales cibdades de los Rey cibdad , é esto á olios los fueso difícil, según la mu
nos de Castilla á su Santidad avian escrito so la chedumbre de gento que en ella estaba, como quie
forma que la cibdad de Sevilla ¡ é con aquellos en ra quo algunas veces llegaron muy cerca dolía, no
MEMORIAL DE DIVERSAS HAZAÑAS 39
lo osaron atentar; é con esto siempre el Duque de
Medina acrecentó el cerco, é mandó poner estancias CAPÍTULO XXXVI.
contra la fortaleza, combatiéndola fuertemente cada
dia con grandes tiros depólvora é con todos los otros De la muerte de Don Pedro (".¡ron, Maestro de Calatrava, é del
gran milagro qne nuestro Señor en ella demostró por la llnstrf-
aparejos acostumbrados á combatir; lo qaal duró sima Infanta Dofia Isabel, 6 de la caída de non Juan de Valen-
fasta quince dias de Febrero del abo de mil é qua- zuela. Prior do San Juan , 6 do la muerte de Francisco festona,
trocientos é sesenta é siete afios, en el qual tiempo Duque de Hilan, c de la victoria que en este tiempo ovo el gran
Don Enrique de Quzman, hijo del Duque Don Juan Tnrco. .
de Guzman , sobrevino con mucha mas gente é con Don Pedro Girón , Maestre de Calatrava, no con
mas artillería, é fizo combatir la fortaleza de tal tento de la gran dignidad é rentas qne la fortuna
manera, que fué derribada muy gran parte de los le avia administrado , pensó mucho más sublimar
muros, é derribadas algunas torres dolía y entrada su estado, para lo qual ovo dispensación del Santo
la fortaleza ; y Esteban de Villacreces se retraxó á Padre para casarse , seyendo frayle profoso do la
la torre principal con su mujer é fijas que allí tenia Ordon de San Benito, é ovo pensamiento de aver
é con algunos peones que le quedaron, donde se de por muger la Serenísima Infanta Doña Isabel, quo
fendió varonilmente por qnatro meses, pasando in hoy es Royna é Señora nuestra , lo qual creyó lige
finitos trabajos de noche é de dia, teniendo ya muy ramente pudiese acabar según la parto que en el
gran mengua de las cosas necesarias ; é como quie Rey Don Enrique tenia ; para lo qual determinó do
ra que muy grandes partidos le fueron movidos, venir en la villa do Ocaña con tres mil lanzas, don-
jamas quiso entregar la torre, como quiera que vido del Rey Don Alonso é la Infanta Doña Isabel esta
los que con él estaban descolgarse con|sogas é darse ban , con propósito de inclinarla voluntad de la In
á misericordia de los cercadores; é como ya no le fanta á que quisiese casar con él, é quando do gra
quedase gente con que pudiese la torre defender , é do no lo pluguioso, tomarla por fuerza; la qual
todas las vituallas lo falleciesen , dio la torre sin como fueso certificada del propósito con quol Maes
ningún partido , é ansi el Duque de Medina poseyó tre venia é con graudo aparato, no solamonto do
libremente la cibdad de Gibraltar é su fortaleza , ó guerra mas de Corte é con grandes aparejos para fa
ovo previlegio, del dominio de aquella cibdad , no cer justas y torneos é todas las fiestas que se acos
embargante ser título del cetro Real. En este tiem tumbraban facer en las bodas do los grandes prín
po como el Maestro de Alcántara Don Gómez do So- cipes, la señora Infanta como desto fué muy turba
lis tovieso cercado mucho tiempo avia la cibdad de da é triste, estuvo un dia y una uocho las rodillas
Coria, en la qual estaba Alfonso de Monroy Clavero por el suelo, muy devotamente rogando á nuestro
do Alcántara, la defendía ansí porque soguia al Roy Señor que le pluguiese matar á él ó á olla, porquosto
Don Enrique, como porque tenia grande odio al casamiento no oviese efeto, é viniendo ansí ol Maes
Maestre Don Gómez. La causa principal habia sey- tre muy sano é alegro, dando forma en los fiestas
do porquol Maestre tiránicamente tenia ocupada la que en sus bodas so avian de hacer, llegando á un
villa de Cáceres, donde el Clavero tenia muchos pa lugar quo se llamaba Villa Rubia , cerca do Villa
rientes é amigos, los quales del Maestre eran mal Real, de súpito de la mano de Dios fué ferido do
tratados, seyendo caballeros dinos de honor; ó no esquinencia de tal manera, quo dentro de tres dias
Bolamente aquella villa mas la mayor parte de aque fué muerto, quedando todos los suyos sanos, é no
lla provincia tenia así somotida é sojuzgada, é al menos los vecinos de aquel lugar; é ansi uucstro Se
gunas veces con soberbia decia que el Rey por po ñor quebrantó la elación ó soberbia do aquesto ca
deroso que era no lo temia, como quiora quol Cla ballero, en quauto los hombres deben tomar cnxem-
vero envió á demandar socorro al Rey Don Enrique plo para no querer subir en mas alto de quanto les
que nunca ge lo envió é pasó muy grandes trabajos conviene por la sobervia é vana presunción, que los
6 fatigas, estando mucho apretado y de contino com mas veces derribaron á quier quo las toma , como
batido con munchos pertrechos é artillerías, é cos- sea por Dios desamado, por lo cual el ángel del cie
trefiido por mucha necesidad después de haber sei- lo cayó, é el hombre del paraíso fué echado, la torre
do luengamente cercado, entregó la cibdad al Maes do Babilonia derribada, é QoliaB muerto. E allí ol
tre, é fuese á la fortaleza de Fertejo que habia to Maestro repartió entro algunos de sus criados muy
mado por escala. La toma desta cibdad ensoberbe gran parto do tesoros que consigo traia, é dexó el
ció mucho al Maestro do Alcántara ; é desde alli fué cargo de sus hijos é la administración de sus bienes
á tomar la cibdad do Badajoz, quos cerca del rio lla á su hermano ol Marqués Don Juan Pacheco. Aquí
mado Guadiana, con las quales cibdadea quiso su paroco dina cosa oscrobirso un caso maravilloso
blimar y engrandecer sus hermanos , el uno llama acaecido sieto dias antes de la muerto del Maestro,
do Gutierre , al qual entregó á Coria con titulo de el qual fué que, como partiese de la villa do Porcu
Conde, y al otro llamado Fernán Gómez puso en la na para continar su viajo , fué á dormir ¡i un casti
cibdad de Badajoz, cibdadea obispados muy nobles llo llamado el Barrueco, qno es do la cibdad do Jaon,
é antiguas c anejas á la Corona Roal. donde casi á hora do vísperas vido venir por ol ca
mino quel avia traido una muy gran muchedumbre
de cigüeñas, que era maravilla de las ver, viniendo
delanto de todas una que las guiaba ; y llegando en
40 CRÓNICAS DE LOS REYES DE CASTILLA.
cima del castillo , allí estuvieron un gran rato fa vasallos. En el qual tiempo Don Juan Ponce de
ciendo tan grau ruido con los picos, que ora extraña León , Conde do Arco, cercó la cibdad de Cádiz , la
cosa de ver; é juntándose todas ficieron una redon- cual tomó hallándola muy vacía de gente por cau
deza tan grande, que aunque facia sol muy claro, sa de la pestilencia que en ella habia. En este tiem
el castillo oscureció, poco menos que si fuera de no po fué muerto Francisco Esforza, Duqne de Milán,
che ;'de lo qual el Maestre fué mucho turbado é pre estando seguro oyendo vísperas en la iglesia mayor
guntó á todos que qué les parecía de aquello, los de aquella cibdad por un mal hombre, sin sabérsela
qualeB respondieron quo no sabían qué decir, salvo verdadera causa porque lo fizo, llegándose á él di-
que nunca vieron semejante cosa, y ol Maestre man ciendoque le quería fablar é le pasó una daga por el
dó que mirasen que camino seguían las cigüeñas, é cuerpo, deque súpitamente murió; y algunos decían
fallaron que llevaron el derecho camino quo otro questo se fizo por quel Duque avia forzado uno her
día el Maestre había de llevar. E sabida por el Mar mana de aquel caballero; otros decían que porque
qués la muerto do su hermano, ol Arzobispo de To quitó á un hermano suyo una abadía quo rentaba
ledo y el Marqués- é con ellos D. Juan Tellez, fijo dos mil ducados cada año. Como quiera quel Duque
mayor del Maestre , se partieron de gran priesa de se murió, como dicho es, é para lo poner en obra,
la villa de Arévalo, y el Arzobispo se fué á Ycpcs, como dicho es , tuvo esta forma : que Be conjuró
y ol Marqués á Úbeda ; é desdo allí dio forma como con otros dos, ó todos tres llegaron mostrando que
las villas é fortalezas del Maestro do Calatrava se querían facer reverenoia al Duque, y el uno lo pasó
entregasen ¡i Don Rodrigo Girón, su sobrino; y él tres ó quatro voces la daga por ol cuerpo , é no so
so partió para la villa de Almagro , donde fizo jun pudo conocor qual dellos fuese , é los dos fueron
tar los Comendadores con los quales tovo tales for- luogo allí muertos , y el uno fuyó, é después se supo
mas, que eligieron por Maestre al dicho Don Ro queste que fuyó lo habia matado. E esto ansí pa
drigo, como quiera queata elución fuese contra las sado, la Duquesa , como quiera que oviese gran do
Ordenanzas de la Santa Orden de Calatrava, así por lor de la muerte del marido , luego de súpito prove
la inhabilidad de su nacimiento como por la poque yó en lo quo más lo cumplía é se metió en la forta
za de su edad. En este tiempo fué tomada la villa leza con el primogénito heredero é con los otros sus
de Sepúlveda que por el Ruy Don Alonso estaba por fijos; é luego mandó pregonar por mandado del
gente del Roy Don Enrique, en la entrada de la unigénito que ninguno fuese osado á traer armas so
qual murieron algunos del Marqués do Viilena quo pena la vida, é que todos honrasen é acatasen á su
en olla estaban ; é ansí misino pusieron cerco sobro primogénito heredero on ol lugar do su padre, el
la cihdad de Uboda ol Condestable Don Miguel Lu qual desde aquella hora quitó todas las cesaciones
cas é Don Juan de Valen miela, Prior de San Juan que su padre en aquella cibdad avia puesto , sola-
al socorro do la qual ol Marqués do Viilena ovo de mento desando para sí las rentas ordinarias que so-
ir con trecientas launas; los quales como fueron cer lian levar los Duques de Milán , faciéndoles saber
tificados de la venida del Marqués, doxarou el arra quo cualosquier costas quel Duque debia ó injusta
bal que de Ubeda tenían tomado, é partiéronse para mente avia llevado , los mandaba luego en dinero
Jaon ; é levantado el coreo, en seguimiento dellos contado pagar, é quería que su hijo ol nuevo Duque
' fueron Dia Sánchez do Bciia-vides é Gonzalo do Sa- so rigiese é fuese gobornado cu tanto que fueso
yavedra é Carabajal, los quales, como quisiesen pa mozo por consejo do nobles cibdadauos escogidos
sar el rio indiscretamente, el Prior de San Marcos por el pueblo ; é luego escribió á los ginoveses ro
se afogó y el Prior do San Juan con seiscientos de gándoles afectuosamente que quisiesen estar en la
caballo é ochocientos peones se fué á la villa de An- fce que habian estado del Duque Francisco Esforza,
duxar, é en el camino ovo recuento con Don Fadri- é después do su hijo Galcuso ; ó tanta fué la virtud
quo Manrique, Hermano del Conde do Parodes, el do la Duquesa, que todas las cosas sosegó en tiempo
qual lo quiso defender ol paso de Guadalquovir, do tan dura é grave adversidad. En el qual tiempo
donde ovo entrollos cruel batalla on que murieron ol gran Turco ovo una gran vitoria contra los Alba-
muchos do ambas partes , pero al fin como fueso lesos por la pereza ó lloxcdad é discordia du los
mucha mas la gente del Prior de San Juan quo los Principes ; ó para más sin temor natural, dizque los
do Don Fadríque , que do súpito acacscíó que Don que le dieron tenínn en su casa fecha una estatua
Alonso de Aguilar que llegó allí, que quería pasar del Duque, al qual llegaban á dalle de manera que
á Ubeda con gran gente, como sintió la pelea do la cuando vinieron al efoto lo tenían ya perdido ol
gente, socorrió muy prestamente á la parto de Don miodo, ol qual fué día de San t Esteban.
Fadriquo su tío, ó no solamente lo dolibró, mas dos-
barató los enemigos , é mató é prendió dellos mas de CAPÍTULO XXXVII.
doscientos , é recobró la presa que de los arrabales
de Uboda habían traído éde allí el Prior de San Juan De la Embalada quel Santo Padre en estos Iteynos envió por el
Doctor Jliser Leonardo.
fué fuyendo con muy poca gente, andando do dia ó
de noche , ó oon gran peligro pudo llegar al castillo Grande ocasión dioron los Santos Padres de nues
de Consuegra donde sostuvo grandes trabajos y tro tiempo á las discordias ó daños do los príncipes
intolerables necesidades, fasta que ovo de dar la calhólicos, los cuales, como supiesen los escándalos
fortaleza, quedando menospreciado do sus propios ó desviaciones quo ontrollos pasaban, no con aquel
MEMORIAL DE DIVERSAS HAZAÑAS. 41
foivor 6 ardicnlo doñeo do bien uuivorsal ponían loa so do Fonsoca, nuevamente al Hoy Don Alonso
remedios que los antiguos Padres Santossolian bus reconciliados, y el Condo do Luna, Don Diogo For-'
car é con gran diligencia poner, mas buscando sus nandez de Quiñones, que poca gente tenia, y el
propios provechos, con desordinada codicia de los Conde de Miranda, Don Diogo de EstuDiga , que
Roy nos extraños, buscan nuevas ocosiones, y el Papa traxo fasta ochenta lanzas ; ó desdo aquesta guerra
Pablo do aquestos, mostrando que por dar libortad se conxuró el Arzobispo deTolodo nunca menos gen
al Arzobispo de Santiago, questaba oprimido por los te haber tenido que entonces, no creyendo podor ve
Grandes de Galicia, enviaba su embaxador Mister nir los cosas en el punto en questaban ; pero como
Iieonardo, varón grave y muy docto, el qual mas quiera que la gente quel Rey Don Alonso tenia ora
para buscar provechos para el Santo Padre, quo muy poca en comparación do la mucha quol Rey
por otra cosa, paresció venir en estos Rcynos, é á Don Enrique traia , pero habia en ellos hombres
ñn de conseguir su propósito mostraba por blandas muy nobles y estrenuos caballeros c muncho espe-
palabras, ansí A la parte del Rey Don Enrique como rimentados en las cosas do la guerra , que serian
á la del Rey Don Alonso, querer la concordia ; do todos en número ochocientos de caballo, en quo
la venida del qual otro ningún provecho se siguió ; podia haber docieutos hombres de armas, é la gen
é por trato del Arzobispo Don Alonso de Fonseca te dol Roy Don Enriquo serian mil é setecientos
en este tiempo se dió alguna suspensión en los ne de caballo é mil peones, en los quales habia ocho
gocios; é si agora por estenso se oviese descrebir cientos hombres de armas, é do la gente quel Rey
las formas é tratos, é juntamientos de gentes, é cer tenia falleciéronle el dia de la batalla bien docíen-
cos de cibdades é villas 6 fortalezas que so ficieron tas lanzas de guisa é luego que le no quedaron seis
desde la sublimación del Rey Don Alonso fasta su cientas. Al qual tiempo se llegó Don Enrique En
fallecimiento, mucho pasarían los términos de lo pro riques, hijo del Almirante Don Fadrique , con do-
metido en el exercicio desta obra, é por esto todas las cientos lanzas, é ansí menino Fernando de Fonseca,
otras cosas dexadas, solamente se fará esencion do hermano del Arzobispo de Sevilla, con ciento ó cin-
la batalla acaecida entre estos dos Reyes cerca de la quenta de la Condesa de Benalcazar, hija dol Con
villa de Olmedo, é de las cosas más principales acae de de Placencia, é de algunos comarcanos que lo vi
cidas fasta la muerte deste Roy Don Enrique. nieron so complió número do mil é trecientas lanzas,
en las quales todas podia haber quatrocientos hom
CAPÍTULO XXXVIII. bros do armas ; y el Roy Don Enrique con la gente
yo dicha partió do Tudclo con ol propósito ya di
¡>c li balalli 1ae 50 0,0 cerca (1c 'J l'c O'mcdo entre los Re cho, continuando su camino pora Olmedo enten
yes Don Enrique j Don Alonso. diendo quo según la poca gente quel Roy Don Alon
En este tiempo Don Pedro do Velasco , primogé so tenia, le convenia estar dentro do los muros de
nito de Don Pedro Hernández de Velasco, Conde Olmedo, ó locamente pelear, ó facer deshonesto
de Haro, que hoy os Condestablo , que algún tiem partido , ca entrellos no se facia mención de la ba
po habia seguido la parte del Rey Don Alonso, con talla, oroyendo que los del Roy Don Alonso no la
gran diligencia ayuntó todas las gentes quo pudo osarion dar , ó que si el Arzobispo locamente darla
en Castilla la Vieja para venir on ayuda del Rey quisiese, muy por cierta temian la vitoria ; ó vinien
Don Enrique, é ansi lo ficieron Don Diego Hurtado do ansí por el camino, cometieron de tomar la for
de Mendoza, Marqués de Santillanaé sus hermanos taleza do Yocar, qnes dol Conde do Miranda, ó no la
on la provincia de Toledo, é Don Beltran de la pudieron a ver; ó como ya Uegason quatro ó dos le
Cueva, Duque do Alburquerque, ó no monos el Roy guas de Olmedo. Como Don Qarciade Padilla, cla
Don Enrique , dexada la pereza que Bolia tenor , ni vero de Calatravo, que hoy es Maestre, fueso muy
pordonaba las despensas ni el trabajo; é queriendo noble y esforzado caballero y estuviese en ol cam
aver venganza do las cosas pasadas, con toda soli po con fasta cinquenta de caballo por mandado
citud so esforzaba de venir á poner el cerco sobre del Rey Don Alonso para ver la ordenanza quel
el Roy Don Alonso su hermano , que en la villa de Rey Don Enrique traia, visto por él la gente, lo fizo
Olmedo estaba ; do lo qual como el Roy Don Alon luogo saber al Arzobispo do Toledo é como el Du
so faoso certificado , como quiera que lo fallasen que Don Beltran de la Cuova un escudero dé la com
principales ayudadores, determinó con consejo del pañía dol clavero quel mucho conocia, dándolo se
Arzobispo de Toledo, Don Alonso Carrillo, ó de Don guro, le rogó que quisieso fablar con él, el qual to
Diego Hernández do Quiñones, Condo de Luna, do mando letras del clavero se llegó á la foblo , y el
dar la batalla con osa gente que tenia, si el Rey Duque le preguntó si crcia quo la gente do Olmedo
Don Enrique á la villa de Olmedo se acerrase ; é osase pelear con la que allí venia , y él le respondió
para la venir ayudar estaba muy poco tiempo ; é que no solamente lo crcia , mas era cierto quo si á
como el Marqués de Villena estoviese en la provin la villa de Olmedo so acercaban la batalla no so po
cia de Toledo empachado en diversas cosas , y ol dría oscusar ; do lo qual ol Duque riéndose tornó á
Conde de Placencia y ol Maestre de Alcántara es- decir si aquello que decia lo avia por cierto ; ol cual
toviosen mucho lexos para podor al tiompo venir, lo tornó afirmar, y ol Duque lo dixo quo si ansi fue
é solamente el recurso quedaba en el Almirante se él se ofrecia do le dar cinquenta mil maravedís do
Don Fadrique y ol Arzobispo de Sevilla, Don Alon juro, el qual toniéndogelo on merced lo aceutó , é á
42 CRÓNICAS DE LOS REYES DE CASTILLA,
ruego dol Duque estovo alli fasta que todas las ba en el contrario do lo qual los enemigos traían ; é ya
tidlas del Rey Don Enrique parecieron, lo qual el las batallas de los enemigos, cercándose muncho,
Duquo quiso facer, porque vista la muchedumbre las del Rey Don Alonso se pusieron á oncontrallo
de la gente que venia, lo dixese a los de Olmedo do las quales la primera llevaba Don Enrique En
parales facer temor; el qual incnsagcro so vino riques, hijo del Almirante Don Fadriquo, con do-
para Olmedo é dixo al Rey Don Alonso é al Arzo cientos é cinquenta do caballos suyos é del Conde
bispo todo lo pasado, é ávido su consejo , se deter de Luna, para palear con la primera batalla ; ó co
minó quel Rey Don Alfonso otro dia muy de ma
mo quiera quel Condo de Luna estaba muy mal do
ñana salioso con sus gontes á dar batalla a los que
una vioja ferida que en la pierna tonia, no doxó do
acercarlos querían. E dondo á poco el Rey Don ontrar on la batalla contra el querer del Rey, en la
Alonso fué certificado que los enemigos estaban qual fizo su deber como muy buen caballero, é lue
cerca; ó luego el Arzobispo do Toledo salió al
go Don García de Padilla , clavero do Calatrava
campo é ordenó su batalla ; ó aunque el Rey Don
con docicntos do a caballo, ó cerca del Fernando do
Alouso ora mozo , armóse de todo arnés ó salió al Fonsooa, hermano del Arzobispo de Sevilla con
campo, encima de bu caballo encubertado, ó con ciento ó cinquenta de caballo para pelear con el
ól el Conde do Miranda, hormano del Conde do Marqués de Santillana ó con el Obispo de Calahorra
Placencia, y el Obispo de Coria y otros algunos é con los otros sus hermanos, los quales tenian ol á
do los continos, los quales todos so pusieron de la siniestra del Rey Don Enrique. Contra la batalla
lante del Monesterio de Santo Domingo , que es
do Don Pedro do Velasco que mas fuerza traia, so
cerca de la villa de Olmedo, y el Rey Don En puso la batallo del Arzobispo de Tolodo con ciento
rique se apartó do sus batallas é con fasta troin- ó veinte hombres de armase docientos é quarenta
ta de los que mas quería seguirle ; é llamó á Mo- ginetes, los quales iban debaxo del pendón real é
sen Piores do Peralta , caballero navarro que do
cerca dellos iban ciento é cinquenta hombres de
aventura era allí venido por negociar con él, que
armas ó docientos é quarenta ginetes dol Conde de
era ávido por muy estrenuo é mucho eBperimentado
Placencia y de su hija la Condesa de Benalcazar,
on cosos do guerra, al qual rogó quisiese ordenar viuda, los quales gobernaba Pero de Outivoros. É
sus batallas, las quales ól ordenó en cinco ; on la
como súpitamente Don Podro do Volasco con gran
primera puso ul Coronel Juan Fernandos Galindo, ímpetu inudaso la orden do su batalla porquol sol
con trecientos do caballo ; é después del al Marqués dañase ú losenomígos, el Arzobispo do súpito pro
do Santillaua con dos osquadras do gonto , la una
veyó do manera que aquello no hobioso lugar , ó
do cien hombres de armas, ó la otra do ciento
Don Enrique, hijo del Almirante é Fernando 'de
de ginetes; é cerca dól venia Don Beltran de
Fonsoca, con tan grande animo finó en los enemigos
la Cueva con cient hombres de armas ó ciento cin-
que fué cosa maravillosa, los quales polcaron con
queuta ginetes; ó cerca dcsto venían hasta mil ol Duque de Alburquerque, el qual se ovo muy va
peones ó con ellos cinquenta de oaballo ; é luego lientemente en la batalla, ó con él algunos nobles
venia Don Pero de Velasco con docicntos ginetes é que en su compañía venían, é con todo eso se vido
quatrocientos hombres de armas ; ó como ol Roy en tan gran peligro , que oviera de ser muerto ó
Don Enrique viese las batallas dol Rey Don Alon proso , é salvóse por la bondad de su caballo , que
so con tan poca gento, maravillóse mucho del Ar como llovase las riendas cortadas é llevase cubier
zobispo de Toledo osar pelear con tanta muche tos el cuello é testera, salvó á su Señor metiéndolo
dumbre de gente quanta él traia, lo qual ninguno entre su gente ; ó Don Enrique é Fernando de Fon-
de los que alli veniau podían hacer. El Rey Don seca, hermano dol Arzobispo , peleaban como muy
Enrique determinó que antes que la batalla so die valientes caballeros; on la qual batalla Fernando
se, fuese enviado inensagero al Arzobispo de Tolo- de Fonsooa fué ferido de dos feridas muy grandes
do, ol qual fué un religioso de la Orden de la ó dende á siete dios que fué la batalla murió, é con
Trenidad, acompañado do un trompeta, el qual lle todo eso nunca dexó do pelear ; el qual siempre en
gó al Arzobispo é le dixo que ol Rey Don Enrique la batalla fué acompañado de dos oscuderos suyos
le enviaba decir quisiese no empachar su camino, que al fin fueron allí muertos. El Arzobispo do To
quél quería seguir para la villa de Medina del Cam ledo con animoso corazón esforzaba sus gentes ó pe
po sin intención de haber batalla ; al qual el Arzo leaba como caballero muncho esforzado; é como
bispo respondió quo dixeso á Don Enrique que otros quiera quol brazo izquierdo le fuese pasado de un
munchos caminos pudiera tomar si quisiera para ir encuentro de lanza, nunca por eso dexó de pelear de
á Medina, sin acercarse tanto á Olmedo, sin perjuicio tal manera, que munchos de los que poco ante pen
ni ofensa dol Rey Don Alfonso ; pero como parecía saban ser vencedores iban fuyendopor esos campos;
questo á sabiendas so facia por ir á vista de los dos otros fallaban resistencia é desamparaban las ban
exércitos dondo vergüenza ó batalla se siguiese, é deras , é Don Enrique Enriquez é Pero de Fontivo-
como escusarla lo fuese mejor, debia desde alli tomar ros siguieron munoho el aloance de los que ansí
otro camino porquo por alli no podia pasar sin la ba fuian ; é como ya se volviesen cansados , recon
talla, la qual en las manos tenia. E luego ol Arzo taron oon alguna gente de Iob enemigos quo ha
bispo, ordenadas sus batallas, puso sobre si su cota bían fuido y estaban muncho apartados de donde
de armas é un estola colorada con cruces blancas, se fuian, é alli fueron presos. En tanto el Arzobia
MEMORIAL DE DIVERSAS HAZAÑAS. 43
po de Toledo peloaba con grau vigor en medio de quo docientos ó quoronto, eutro loa qualqs fué preso
las batallas de los enemigos, contra el qual polcaba Arnap do Solier, hermano de Juan do Velasco, va-
Don Pedro do Velasco como caballero muy esfor ron noble y muy esforzado quo en esta hatallamuy
zado , é los que primero rompieron en el lado iz valientemente so ovo. El Arzobispo do Toledo nun
quierdo de la batalla de Don Pedro de Velasco fue ca dexó de pelear aunque estaba munoho ferido, fas
ron Girónimo de Baldevieso é Bartholomó Malaver ta que en el campo no fallaron con quien, é ansi
6 Alonso Cano, que iban hombres de armas, é por estovo fasta la noche ser tenebrosa. E los que mas
enxemplo do aquellos munchos otros entraron sin valientemente so ovioron en esta batalla do la par
temor é desbarataron aquella ala de Don Pedro de te dol Rey Don Enrique, fueron Don Podro do Ve-
Velasco ó los mas de aquellos so socorrieron á las lasco é munchos de los suyoB, y el Duque Don Bel
batallas del Marqués de Sautillana ó del Duquo Don tran y gran parte de los suyos, y el Marqués de
Beltran. E paresciendo d los del Rey Don Alonso Santillano, y el Obispo do Calahorra c algunos de
que oviesen la vitoria no mirando qnauta gonte en los suyos, é Juan Fernandoz Galindo, é Martin Ga-
tera quedaba debaxo do la bandera de Don Pedro lindo, su hijo, ó Barrosa, hijo do Barrasa el viejo, é
de Velasco, que ero la mayor fuerza quol Rey Don munchos otroB cuyos nombres no so saben. E los
Enrique tenia, comenzaron á robar, y en diversas que de la parte dol Rey Don Alonso mas valiente
partes diversa fortuna seguía á los unos é a los mente se ovieron fueron el Arzobispo de Toledo, é
otros, porque algunas partes parecieron vencedores Don Enrique Enriquez, hijo del Almirante Don Fa-
los del Rey Don Enrique y en otras los del Roy Don drique, Mayordomo mayor quo fué después dol Roy
Alonso; ansí fueron tomadas diversas banderas asi Don Fernando de Castilla y de Aragón, en cuya he-
de los unos como de los otros ; que por la parte del renoia sucedió el Conde de Alba do Listo, su nieto
Rey Don Enrique fué tomada la bandera del Arzo y Don Enrique , hermano del Conde quo vivo en
bispo de Sevilla, en tanto que su hermano Fernan Bacza, y el Condo de Luna, ó García de Padilla.
do do FoiiBcca siguió el alcance do los adversarios Clavero do Calatrava, ó Fernando de Fonseca, her
que iban huyendo, ó fué tomada la bandera del mano dol Arzobispo do Sevilla, y Troyllos Carrillo,
Clavero de Calatrava ó las banderas dol Condo de ol Condo de Rivodco, Juan do Vivero ó Poro do
Placencia é su hija la Condesa do Benalcazar. Por Fontiveros, Qironimo do Valdovicso é Bartholomó
la parte del Rey Don Alfonso fueron tomadas siete do Malaver , é Marehena ó Corriaso. E ya pasa
banderas, en las quales fué la de Don Pedro de Ve- da alguna parto do la nocho, el Arzobispo de To-
lasco, ó dos bandoras dol Marqués do Santillano, o lodo so fué para ol Rey Don Alonso, al qual halló
otras dos del Duque Don Beltran, ó un pendón roal dondo lo habió doxado; é recogida toda lo gente
del Rey Don Enrique , que venia metido en una autos quel Roy entrase en la villa , guardando la
arca. Abí fné tan dudosa esta vitoria, que no es órden quo en las batallas se suele tener, ol Rey Don
quien pudieso verdaderamente juzgar qual do las Alonso mandó facer muy grandes fuegos en el cam
partes enteramente la oviese ávido ; é duró esta ba po é Be pregonó la vitoria ávida por él , é las batido
talla por espacio de treB horas, é por maravilla se ras que por bu parto fueron tomadas fueron colga
halla aver acaescido batalla do la manera que aques das en la plaza de Olmedo, en scGal do la vitoria
ta ; la suma do la verdad es quo como el Roy Don ávida por él do su adversario, y el Roy Don Enri
Enrique en el comienzo do la batalla vioso los su quo escribió á manchas cibdades é villas dcstos
yos huir con fasta quarenta de a caballo, se fué á Reynoe faciéndoles saber como habia peleado en
mas andar á una aldea quo se llama Pozaldos, quus campo con su adversario ó avia ávido la vitoria del.
á legua y media do Olmedo , ó alH esperó donde La fama desla batalla voló por divorsas partes, do
ovo diversos mensajeros que divorsas nuevas le lo qual cada uno hablaba según ol partido que 80-
traian de lo que en la batallase fació, ó muy gran guia; é como el Roy Don Enrique oviese visto ir las
parto de la gente del Rey Don Enriquo fuyó, de lo cosas en otra manera quél pensaba, envió á gran
qual unos fueron á la villa de Cuellar, é otros á Va- priesa á llamar á todos aquellos de quien creia ser
lladolid é á Simancas ; é de los que mas firmes do sorvido é ayudado, y ontro aquellos so vinieron pa
su parto cstovieron fueron los do Don Pedro do ra él todos los quo do la batallo de su porte habían
Velasco ó del Duque Don Beltran , é de los de la huido , é luego bo comenzó por diversas partes dcs
parto del Roy Don Alonso fuyó casi la tercera tos Reynos la guarro do que grandes daños en él so
parte, é otro tanto se ocupó on el robo, en que poca giguieron, é la cibdad de Sogovia so tomó por el Rey
honra ganaron, é la otra tercia porte peleó valien Don Alonso, do que gran caimiento bo siguió al
temente como en ella quedasen munchos hombres Rey Don Enriquo ; la qual tomada , croció tanto el
hijosdalgo é buenos. De los do la parto del Rey partido del Rey Don Alonso, que se juntaron con
Don Enrique quedaron muertos on el campo qua él cerca de seis mil lanzas, é á grau pono quedaron
renta, é de los dol Roy Don Alonso ciento, é de amas con el Rey Don Enrique dos mil, el quol, mengua
partes murieron docientos é ochenta caballos, ó mun do de consejo, determinó de bo ir pora Coca, don-
chos otros murieron después, ansi de la una parte del Arzobispo de Sovilla estaba, al qual encomendó
como de la otra, do !os que fueron feridos en esta todos bus hechos, dexóndolos o bu arbitrio é volun
batalla, en la quol de la parte del Rey Don Alonso tad, é para certidumbre desto le dió en prendas la
fueron presos sesenta, é de los del Rey Don Enri hija do la Royna quel suya llamaba ; é los Grandes
44 CRÓNICAS DE LOS REYES UE CASTILLA.
que al Rey. Don Enrique siguian determinaron de causa suya no quedaría do venir á toda honesta
no ir ú bus tierras. El Marqués de Santillana<é bus compusicion , rogándoles en esto ningún engaño ni
hermanos se fueron á Guadalnxara, y el Conde de tardanza oviese. Estas cosos dichas por el Rey Don
'Previno ú Najara, é ansí lo ficieron todos los otros Enrique , todos los de la parte del Rey Don Alonso
movidos ; é se determinó que para dar alguna con se apartaron é ovieron consejo con sí su lo que de
cordia entre estos Reyes, el Rey Don Enrique vi bían responder, como quien seria el quo por todos
niese al Alcázar do Segovia quo por él estaba , con respondiese ; é fué dado el cargo de la respuesta al
seguro é voluntad del Roy Don Alonso que en Se Condestable de Castilla Don Rodrigo Manrique, no
govia estaba , ol qual vino allí y entró en el Alcá solamente por ser un caballero anciano é muy gra
zar solamonto con cinco de ínulas, dexondo de. fue cioso y esforzado , mas por ser muy discreto y elo
ra toda la gente do caballo que traia , de la qual ve cuente ; el qual en ol exordio de su fabla loó mu
nida, como fué certificado el Rey Don Alonso, ca cho las cobos dichas por ol Rey Don Enriquo, que
balgó é andovo por toda la cibdad faciendo u todos riendo después de tantas sospechas dar via ó lugar
saber como la venida de su hermano en el Alcázar alo paz; é descurríendo por su fabla, comenzó á
era por su consentimiento, y en el dia siguiente se increpar á cualesquiera quo habían comenzado la
acordó que se diese el hábito é los pendones del guerra , é diciendo que si el Don Alonso era su
Maestre de Santiago á Don Juan Pacheco, Marqués blimado, é ávido por Rey, avia sido por justas é
de Villena, lo qual so puso anuí on obra en la Igle verdaderas causas , las qualcs por todos oran clara
sia mayor do aquella cibdad, donde los meamos au mente conocidas, á lo qual facer la debida lealtad
tos ó corimoniau avian sóido fechas tres afios avia á do ánditos les obligaba, ó aquella mesma les costro-
Don Deliran do la Cueva por Maestro de Santiago, ñia siempre á sostener su honor é guardar bu servi
é allí los electores del Maestrazgo é los otros co cio , como las leyes destos Reynos le disponían é
mendadores besaron la mano á Don Juan Pacheco mandaban. Estas cosos así dichos por el Condesta
por Maestre do Santiago , é le fué tomado el jura ble, comenzóse á entender en lo que se debia dis
mento é pleito homenage acostumbrado ; en el qual poner del Alcázar do Segovia, é concluyóse quol
tiempo se acordó que la Rey na saliese del Alcázar ó Rey Don Enrique alzase el pleito homenaje á Pe
viniese á la Iglesia mayor, donde le esperaban los rucho, Alcayde de aquel Alcázar, é lo diese al Maes
Maestres de Santiago ó Alcántara, é los Condes de tre de Santiago, é diese á Perucho, Alcayde , el Al
Placcncia, é de Alba de Tormes, é Don Enrique En- cázar de Madrid ; é Perucho como temiese loe cosas
riquez, Condo de Alba de Liste , é Don Alonso Enri- de la concordia é no llevar fundamento de verdad,
quez , primogénito del Almirante Don Fadriquo, y requirió al Rey que no entregase aquel Alcázar á
el Condestablo Don Rodrigo Manrique, y ol Conde ningún caballero. El Rey , teniendo en poco el re
de Cifuentos , é Gomoz Manrique , é García Manri querimiento do Perucho, entrególo á Don Juan Pa
que, hermanos del Condestable, é juntos todos estos, checo, Maestre do Santiago, y ol Rey Don Enriquo
ol Rey Don Enrique les dixo que notorio era á to se fué á Madrid. Como todos los negocios estaban
dos ellos quantas turbaciones é daños é males oran en gran peso é avian de verse en ellos munchas co
venidos en los Roynos de Castilla é de León des sas , acordaron de dexar por entonces la determina
pués quo los Grandes dellos , ansi prelados como ción dellos, é por todos so acordó quo desasen en
caballeros, é todos los otros eran divisos é por ar depósito, en poder del Conde de Placencia é del Ar
mas contendían si el cetro Real destos Reynos per zobispo de So villa, todas las joyas de gran precio en
tenecía á él ó á Don Alonso su hermano quo por el Alcázar de Madrid , donde quedase Pero de Fou-
alguno dellos habia sido sublimado en estado real, tiveros, é un hermano de Perucho, y el Rey dióá
como á ellos fuese notorio estos Reynos él oviese Poro de Fontiveros , en nombre del Conde de Pla
ávido por dorecho hereditario, después de falleci cencia muchas joyas que se avian prometido. En
miento del Sofior Rey Don Juan su padre, é los este tiempo el común de la cibdad de Toledo envió
oviese poseido pacificamente algún tiempo por vo á suplicar ol Rey Don Alonso por sus mensajeros
luntad de todos, ninguno discrepante, é la dispo- que le pluguiese aprobar todas las cosas que en
rencia mostraba cuanto mas cada dia los daños se aquella cibdad eran fechas contra los conversos, ó
acrecentaban , si por el camino comenzado oviesen hiciese merced á los que poseían sus bienes é oficios
de proseguir , lo qual él todo deseaba mucho escu- que libremente los poseyesen ; á los quales el Rey
aar, é con todas sus fuerzas le placía buscar la paz respondió que no pluguiese á Dios quél aprobase
ó fuir toda discordia é rigor, é por eso, dexado todo petición tan injusta é tan inicua, que su intincion
bu exército con poca gente , avia ido á la villa de no era agraviar á ninguno ni tomar á persono lo su
Coca, ó do allí era vuelto on el Alcázar de Segovia, yo sin justas causas , siendo los tales oídos ; é dixo
donde las partes estaban , é á él placía no refusar al Alcayde Fernán Sánchez Calderón, que era el
ninguna condición por venir á la paz aviendo con principal mensajero: «Bachiller, mucho soy ma
fianza en los homenajes é juramentos pasados on- ravillado de vos, por ser hombre de letras do buena
trellos, é su honor é libertad é fortuna é todo lo en fama é acetar tan inl'.uno é deshonesto embaxoda,
comendaba al arbitrio dellos , ó si en otra manera, suplicándome que yo diese autoridad á los malos,
según lu calidad de los negocios, ti la sospecha se no suluinento aprobando bu maldad , mas :mo se les
diose lugar, mucho dañosa sería la tardanza, é por diesen las fociendas de los robados, i El qual res
MEMORIAL DE DIVERSAS HAZAÑAS. 45
pondió al Rey : que no pluguiese á Dios quél oviese la vista por grandes cataratas que so le habían fe
tomado aquel cargo, salvo por haber lugar de ma cho ;é como el Rey tuviese muy gran corazón, tra
nifestar á su eselencia las maldades fechas por bajaba con maestros que del curaban que se quita
aquellos malvados robadores, los quales afirmaban sen laB cataratas con fierro, lo qual la Reyno como
que si lo por ellos demandado no les otorgaban, soberanamente lo amase, diferia de dio en dio, te
que darían la obidencia al ltoy Don Enriquo, al qual miendo quo dol dolor en las quitar, lo podría ocurrir
el Rey respondió : «fagan lo que quisieren, según otro mayor dafio ó peligro , do lo qual tan gran cui
sn maldad, tanto que no sea á cargo mió ; é yo co dado lo Reyna tenia. Ansi con ol enojo del trabajo
mo á malos los entiendo de castigar que no es mi del Rey, como de no poder remediar en lo quo tonto
voluntad de facer mercedes i los malfechorcs; asaz deseaba, le vino callenturo , de tal manera , que en
les debe bastar que las cobos tan mal fechas por trece dias del mes do Febrero, del dicho afio la Illus
olios posen so disimulación por la tribulación del trisima Reyna partió dcsta vida en edad floreciente,
tiempo ; mas que las cosas nefandas 6 aborrecidas despueB de aver recebido todos los sacramentos con
yo haya de confirmar, deshonesta é torpe cosa se muy gran reverencia é contrición ,.fablando muy
ria, n Estas cosos ansí pasadas, el Rey bo partió pa cathólioamente, en consolación del aílexido señor é
ra Arévalo y llevó consigo la Illustrisima Princesa marido, sin aver memoria de cosa alguna do las
su hermana, lo qual deudo pocos dias llevó a la vi temporales, do donde so cree sogun sus virtudos ó la
lla do Medina del Campo, d la qual dió la posesión forma quo en su vivir tovo é la niuorto gloriosa
dolía con todas las reñías qno lo pertenecían ; y en quo ovo , sor cibdadmia en aquella soborana cibdad
comienzo del afio de mil é quatrocientos ó sesenta á que todos sospiramos; para lo qual creer, allondo
y ocho afios se comenzaron á romper las cosas en de lo dicho, se afirma por hombres muy dinos de
Segovia asentadas é ordenadas; ó la Reyna DoBa fée que en el punto quo la Reyna espiró tan suave
Juana se fué á Alahejos con el Arzobispo de Sevi olor procedió do su cuerpo, quo sobraba á todos los
lla, y ol Rey Don Enrique so partió pora Placeucia, olores naturales, de que todos los presentes se ma
é los Maestres de Santiago 6 Alcántara, ó los Condes ravillaron ó ovieron por muy bien aventurado su
de Placencia, ó do Alba de Tormes, ó de Alba de Lis fallecimiento. Dificile cosa seria do contar, é mun-
te se juntaron en Peñaranda ; é como en el ayunta cho mas de creer, con la paciencia quel Serenísimo
miento se apuntasen munchas cosas en perjuicio del Rey comportó tan gran pérdida cu edad ton decré
Rey Don Alonso, el Obispo do Coria Don Iñigo Man pita como la suya; é luego quiso esperimentarsi se
rique , varón muy noblo ó muy ontero defensor del ria cierta la espirencia do poder recobrar la vista
bien destos Reynos, sabiamente é sin temor fizo quo por los físicos bo afirmaba; ó lo qual, ayudauto
protostocion en nombre del Arzobispo do Toledo ó nuestro Scfior, los cataratas 1c fueron quitadas é la
del Almirante Don Fadrique, su tio, ó del Condes vista le fué retornada en tal manera , que conocia á
tablo Don Rodrigo Manrique ¡ su hermano, é do los quien quiera, é afirmaba su nombro tan bien como
tres Estados de los Reynos de Castilla é de Lcon en el tiempo quo cataratas no tenia.
que no consintió ni consintió en cosa alguna de lo
que allí era acordado, lo qual, si ansí oviere de pa CAPÍTULO XL.
sar, seria en gran dafio é perdimiento destos Rey-
nos é del verdadero poseedor del cetro , de los que De la dolornsa muerte del inocente Rey Don Monto el onceno de
era el Rey Don Alonso ; y ansí discordes so partio- este nombre en Castilla y en Lcon.
ron, y el Roy Don Enriquo se fué para Guadalupe, Como on osto tiempo ou la villa do Arévalo, do ol
el Arzobispo de Sevillo poro Alahejos, y el Maestre Roy Don Alonso estaba muriesen do pestilencia,
de Santiago y oí Obispo de Coria se volvieron á acordóse que donde se partiese, é partió de Arévalo
Arévalo para el Rey Don Alonso , donde acaso un postrimero dia de Junio , y llegó ó Cardefiosa, qua-
dio ántes del alba, yendo el Rey Don Enriquo de Bt & dos leguas de Avila, é con él la Serenísima
Santijusti para Olmedo, topó con el Obispo de Co Princeso Dofia Isabel, bu hermana ; é como se asen
ria Don Ifiigo Manrique, donde pensaron Iob que tase á comer, entre Iob otroB manjares fuéle traído
con el Rey iban que lo mandara matar ó prender, nno trucha en pan, quél de buena voluntad comía;
antes le trotó bien é Iedixo: «Tio, ¿dónde is? — A é comió della aunque poco, y luego en punto lo to
tal porte.— Ando con Dios.»— Y á los del Rey pesó mó un euefio pesado contra su costumbre, é fuese á
por no prenderlo. acostar en su cama sin fablar palabra á persona, é
durmió allí fasto otro dia á hora de tercia , lo qual
CAPÍTULO XXXIX. no solio acostumbrar ; é llegaron á él los de su cá
mara, é tentaron sus manos é cuerpo, é no le falla
De la muerte de la llnstrlsima Reina üofla Juana, muger del ron callentura, é como no despertaba, comenzaron á
Re; Don Juan de Aragón.
dar voces, y él no respondió, é al clamor é grandes
En esto tiempo falleció on la cibdad do Tarrago voces quo daban, ol Arzobispo de Toledo y el Maes
na la Illustrisima Reyna Doña Juana, hija del Al tre de Santiago y ol Obispo de Coria con la Sofiora
mirante Don Fadriquo, muger del preclarísimo Rey Princesa vinieron, a los quales ninguna cosa habló,
Don Juan de Aragón, siendo presente el Rey su ó tocaron todos sus miembros, é no le follaron lan
marido, el qual habió tres afios que ora privado de dre ; ó venido el físico á gran priesa, lo mondó san-
46 CRÓNICAS DE LOS REYES DE CASTILLA.
ginr, ó ninguna sangre le Balió ; é linchóse la len
gua, é la boca ko le paró negra , ó ninguna señal de CAPÍTULO XLI.
pestilencia en él pareció ; é asi desesperados de la
vida del Rey los que munclio lo amaban , mengua De la variable turbación en que fueron puestos los tres estados
tiestos Uejnos después de la muerte del Itcy Don Alonso.
dos de consejo daban muy grandes voces, suplican
do á nuestro Señor por la vida del Rey : nnos fa La dolorosa é acelerada muerte del Rey Don
cían voto do entrar en religión ; otros de ir á muy Alonso debe ser asaz cierta prueba a todos los mor
largas romerías ; otros facian diversas promesas, é tales de la vana é poca firmeza de las cosas tiesto
sin ningún remedio el inocente Rey dio ol espíritu mundo y do las cosas del nuestro Rey Don Alonso.
á aquel que lo crió, en el quinto dia del mes de Ju Como dicho es, los tres' estados destos Reynos fue
lio del nfio de nuestro Redentor de mil ó quatrocien- ron puestos en tan variable turbación, quo los unos
tos é sesenta ó ocho años ; lo qual más se cree ser quedaron como atónitos, y los otros como triunfan
yerbas que otra cosa, porque, aunque era de poca tes ó vencedores, é los neutrales no menos ansiosos
edad, parecíales tilos principales que con él esta é tristes que los primeros , creyendo quedar so la
ban que seria más recio en la gobernación que su única é dura gobernación del Roy Don Enrique, á
hermano, y como personas questaban mostrados A los quales sola una esperanza quedaba ; esta era,
sujuzgar A su hermano, quisieron despachar A esto que como conociesen á la Ilustrisima Princesa Do
tro por tornarse al otro , el qual dicen que inunchas ña Isabel, su verdadera heredera destos Reynos, en
veces se oviera ido A su hermano si no le ovieran quien ya iban conociendo muy grandes virtudes en
puesto guardas. Vivió esto Rey Don Alonso catorco tan liorna edad, creían quo iría a tomar la corona é
años ó sois meses é seis dias ; rey nó dcsdol dia do gobernación dellos, pues do derecho lo pertenecían,
la sublimación suya tres años ó un mes. Tan gran- la qual como después do la muerte del Rey Don
dofuó el dolor que todos de su muerte ovieron, que Alonso se faeso á la cibdad de Avila, desdo allí es
sobró A todos los dolores que por muertes do Prín cribió A todas las cibdades y villas tiestos Reynos,
cipes se Huelen facer, y esa noche de la muerte su faciendo saber el fallecimiento del Roy Don Alon
ya el Obispo de Coria cou los criados del Roy é con so su hermano, l rayéndolos A la memoria la lealtad
los suyos se fué ¡l Arévalo con el cuerpo suyo , ol que les obligaba A que la o viesen por legítima su-
qual fué sepultado en el Monasterio do San Fran cesora en estos Reynos y señoríos ; la qual fué allí
cisco fuera de los muros de aquella villa. Afírmaso requerida, no solamente por muchos de los Gran
por munchos que en la mesma hora quel Illustrísi- des dellos, mas por las mas cibdades é villas quo al
mo Rey Don Alonso dcsta vida partió, murieron Rey Don Alonso obedecían, quo tomase la gober
munchos de diversas enfermedades por algunos lu nación y titulo de Reyna pues le pertenecía como
gares de las cilidadcs de Avila é Scgovia, los quales á verdadera heredera del Rey Don Alonso su her
revelaron ú la hora de su muerto su fallecimiento é mano ; ¡i lo qual la Serenísima Princesa respondió
su eterna folicidad, mayormento los niños, los qua quo nunca pluguiese A Dios que viviendo su herma
les dixeron aver do ir á la gloria en compañía del no el Rey Don Enriquo, ella tomase la gobernación
Rey Don Alonso, el qual aquella hora daba el espí ni titulo de Reyna de Castilla ; y lo quo entendía de
ritu A Dios. El Arzobispo de Toledo y el Maestre do facer seria que trabajaría con su hermano quanto A
Santiago partieron luego con la Serenísima Prince ella posible ftieso porque tuviese otra forma en la
sa Doña Isabel , legitima heredera destos Reynos gobernación destos Reynos que fasta allí había te
para la cibdad de Avila, donde fué requerida por nido, y como quiera que desto fué muchas veces
munchos do los Grandes que luego se llamase Rey- requerida, nunca le pudieron de su propósito mu
na de Castilla é de León ó tomase la gobernación dar.
dellos, pues do derecho le pertenecía; el qual re.
quirimieuto le fué ansí mismo fecho por todas las
CAPÍTULO XLII.
cibdades é villas que al Rey Don Alonso obedecían
pues Don Enrique su hermano por sus deméritos De la variedad de consejos que entre los Grandes oto para dar
avia perdido el cetro Real ; A los quales la Illustrísi- orden en la gobernación destos Iteynos, é do como se de
terminó que l;i Princesa lioñ i Isabel se viese con el Itey [Ion
m.i Princesa respondió que, pues A nuestro Señor Enrique, 6 de las cosas que se asentaron cerca de los toros de
avia placido llovar tiesta vida al Rey Don Alonso Guisando; í do como la Princesa Doña Isabel fué allí jurada
su hermano, que tanto viviese el Rey Don Enrique, por el Itcy Don Enrique y por todos los Grandes y Procurado
ella no tomaría la gobernación, ni se llamaría Rey- res de Cortes por le¡¡itima bcredera y suecscra en estos
Reynos.
na, mas procuraría con todas bus fuerzas como el
Rey Don Enriquo viviese ó gobernase mejor estos Como el Rey Don Enrique fuese gobernado é no
Reynos quo lo habia fecho en ol tiempo que pacífi gobernador, avia gran turbación en las cosas ties
camente los poseía. De dondo so pudo bien conocer tos Reynos é óvose do dar forma que la Princesa,
quanto fué grande la virtud dcsta preclarísima juntos los Grandes dellos, se oviese de ver con el
Princesa ; en lo qual ú todos dio cierta esperanza de Rey Don Enrique, A la qual vista el Arzobispo de
ser tal que después en todo se ha mostrado. Toledo no daba consentimiento, conociendo la
poca firmeza quu en el Rey Don Enrique avia ; é ú
la fin el Maestro de Santiago Don Juan Pacheco,
MEMORIAL DE DIVERSAS HAZAÑAS. 47
tanto ovo de trabajar, que la vista so concluyó, pa gó á él, y muy quedo le dijo que besase la mano al
ra la qnal so acordó que la Princesa partioso del Rey ó lo ficieso ol acatamiento qno debia ; ú lo (pial
monesterio de monjas ques fuera do la cibdad de el Arzobispo de Toledo respondió que ninguna cosa
Avila y se fuese á la villa de Zebreros, lugar llano él faria fasta quel Roy la declarase por legitima
de la dicha cibdad , donde la Princesa se detuvo al heredora é sucesora destos Reynos ; ó luego el Rey
gunos dias, y con ella el Arzobispo de Toledo con on presencia do todos los Grandes susodichos, on
docientas lanzas en su guarda, é los Obispos de las manos del Legado juró la legitima sncosion des-
Burgos 6 Coria, en tanto quel Maestro do Santiago tos Reynos pertenecer á su hormana la Princesa
era ido á se ver con los Condes de Plasencia é Be- Dofia Isabel, verdadera heredera dellos, ó do todos
navente é con el Arzobispo de Sevilla, los quales los otros sefiorlos quo so el cetro dellos se cuontan,
todos acordaron que la Princesa se viese con el Bey no embarganto las cosas por él fechas antes de en
Don Enrique su liermnno en la villa de Cadahalso. tonces, en favor de Dofia Juana, hija de la Reyna
E las cosas estando en este estado y el Arzobispo Dofia Juana, con juramento é solenidad do los Gran
teniendo gran sospecha desta vista, de súpito llegó des deatoB Reynos é de los pueblos, según la costum
tanta gente del Bey Don Enrique en torno de la bre de España, lo qual todo avia por vano é por nin
villa, que la cercaron toda en torno , de lo qual el guno, como ya él fuese amigo de la verdad é do to
Arzobispo ovo muy gran turbación, é pensó que to da malicia enemigo ; lo qual afirmó por espontáneo
dos los que estaban en aquella villa serian presos ó juramento, é dijo que ante Dios y ante los homhres
mnertos ; é no sabiendo darse remedio , recurrió al confesaba aquella DoQa Juana no fuese por él en-
consejo de la Princesa ; la qual , como quiera que jendrada,la qual la adúltera Reyna Dofia Juana
mucho se maravillase de aquella novedad é dello habia concebido de otro varón , ó no dél ; ó por eso
toviese gran desplacer, rogó afectuosamente al Ar no queriendo engañar la lojltima sucesión destos
zobispo que en aquel caso no atentase fuída ni otra Reynos, esto avia querido confesar para confirma
cosa siguieso, salvo lo quel Maestre ordenaso, ol ción del derecho hereditario de la Princesa Dofia
qual creia que todas las cosas traerían al fin qne de Isabel, su hermana. E las cosas dichas ó puestas en
seaban, paralo qual convenia disimular el miedo, 6 forma jurídica é corroboradas por instrumento con
ir donde quiero que el Maestre quisieso , y en esto gran ruido de trompetas ó gran solemnidad do to-
no dudase ni temiese, que donde su persona estaba, doB los Grandes quo ende estaban por si é por los
no solamente de la muerte seria seguro , mas no se misentes, é por los tres estados destos Reynos, bo-
trataría cosa que no fuese en el acatamiento do su saron la mano á la Princesa Dofia Isabel , á la qual
honor y estado. Y estando las cosas eu este punto, todos juraron por Princesa é verdadera heredera
acordóse por ciertos mensajeros quo allí vinieron destos Reynos. E luego la Princesa mandó escrehir
qno asi los que estaban en Zebreros como los qne ciertas letras dirigidas al Arzobispo do Toledo do
estaban en Cadahalso con osporanza viniesen a la las quales el tonor es el quo signe : «Dona Isabel por
mitad del camino , á una casa que es cerca de los nía gracia do Dios, Princesa legitima heredera des.
Toros do Quisando, donde la viBta del Bey é de la utos Reynos de Castilla ó de León, mirando como
Princesa se había do facer, é alli la Princesa Dofia «vos el reverendísimo in Christo padre Don Alonso
Isabel , vino con ella ol Arzobispo de Toledo y el «Carrillo, Arzobispo de Toledo, primado de las Es-
Obispo de Burgos c do Coria é con ellos docientos npafias, Chanciller mayor do Castilla, tio mió, se-
de caballo ; é de la otra parte vino el Rey, ó con él nguistes en el tiempo pasado muy fiehncnto on scr-
el Maestre de Santiago y el Arzobispo de Sevilla, y » vicio de mi señor normano el Rey Don Alonso,
el Obispo de Calahorra, é los Condes de Placencia «cuya ánima Dios haya, y en la tutela do la suce-
é Benavente, ó Miranda, é Osorno, é Pedro López de usion destos Reynos con grandes trabajos ó solici-
Padilla, Adelantado de Castilla, ó otros muchos ca » tnd do vuestra persona é gentes fecistes grandes
balleros con fasta mil y trescientos de á caballo , y Despensas, como muy leal é verdadero servidor ó
allendo destos vinieron con el Rey Don Antonio do n pariente, é aquollo mesmo aveis siempre procura
Veneris, Obispo de León, Nuncio Apostólico Lega ndo después de la muerto del sofior Rey Don Alonso
do del Santo Padre Pablo II ; el qual vino alH por » mi hermano , lo qual todo os muy gran cargo é
que todas las cosas quo en aquel ayuntamiento pa atengo en voluntad de siempre vos lo conocer cu
saban se hiciesen con su autoridad y mandado, por nregra de ser satisfaciéndovos en todo lo quo á m(
que para siempre quedasen válidas é firmes, porque nposiblo será; é como quiera quo después de la
todos los rigores é dafios en estos Reynos cesasen y «muerto del señor Roy Don Alonso mi hermano, yo
do los autos on esto ayuntamiento fochos resultase «pudiera tomar el titulo é corona destos Reynos si
pacifica holganza é conocimiento do la verdadera «quisiera, dejólo do facer acatando los inconvinicn-
subecsion destos Reynos. E como so acercasen los » tes de guerras que se pudieran seguir en estos Rey-
unos de los otros, el Arzobispo que traia á la Prin «nos entre el señor Don Enrique, mi hermano é m(;
cesa, dejó la rienda , é la Princesa se llegó al Rey iió por quitar de fatiga á vos é á todos los otros
por le besar la mano , el qual no se la quiso dar por «Grandes quo aveis seguido é seguís, é por eso con
mucho quella lo porfió ; y en todo esto ol Arzobis «buena igualdad yo soy acordada con el señor Rey
po ningún acatamiento ni reverencia fizo al Rey ni «Don Enrique, mi hermano, asf sobro la sucesión
habló á ninguna otra persona, ó la Princesa so lle «destos Reynos, que después do su vida á míperte-
48 CRÓNICAS DE LOS REYES DE CASTILLA.
» uceen , como sobre el título de los otras cosas á «de Dios é por lo que cumple al bien é tranquilidad
«ello concernientes. Por ende, yo vos ruego é man- »é sosiego destos Reynos. E Yo en virtud del po-
» do que si complacerme deseáis éá mi mandamien- «der, por la autoridad por nuestro muy Santo Pa
»lo queréis seguir, con igual corazón queráis acetar ñi! re á mi dado, como legado en estos Reynos, re-
»la concordia ó queráis concertar vuestros fechos «quiero ó amonesto, ó de parte del Serenísimo Pon-
neón el Rey mi hermano, lo mas honesto á mi , ó á » tífico, mando á vos el Arzobispo do Toledo que al
«vos mas provechoso que pudiéredes; lo qual á mi «sefior Rey Don Enrique dedos la obediencia é fa-
«mucho aprovechará, por respeto do la paz ó fol- » gados el juramonto como á Rey se conviene, é por
» gaucia de todos , que á mi place quol Rey mi her- «virtud de la dicha facultad de que uso vos asuelvo
«tnano haya este titulo quanto viviere, é yo por «de qualquier vínculo ó vínculos de sacramentos
» agora me contento con titulo de Princesa, é vos «que ayais prometido de qualquier calidad quesean
» ruego queráis prestará él la obediencia y fidelidad «quo en los tiempos pasados por vigor do los dichos
«que á los Reyes de gloriosa memoria mis progeni- «sacramentos seáis obligado á la dicha sefiora Prin-
» torea se acostumbra dar. E yo por el vigor é fuer- «cesa, de los quales quiero seáis relevado ó asuelto,
»za de las presentes vos rcliovo, si necesario es, de «en testimonio do lo qual, mandé dar estas mis le-
«qualquiera juramento á que fuéredes obligado á » tras subscritas de mi mano é selladas con mi Bello,
«mi señor hermano el Rey Don Alonso, asi como á «diuiaa en Cadahalso á diez y ocho dias del mes de
«Rey é sefior, é á mi como á Princesa heredera suya n Setiembre dol dicho año, é por vigor de las presen-
«como la sucesión destos Reynos & mi pertenezca, «tcs letras por la apostólica autoridad asuelvo á vos
non tal manera que solamente ¡i mi seáis obligados «el Reverendo Padre Don Ifiigo Manrique, Obispo
«como á Princesa heredera dcstos Reynos ó al señor «de Coria, é á los otros Grandes, así eclesiásticos co-
«Roy mi hermano como á Rey é sefior, el qual do mi « ino seglares , de qualquier juramento é promesas
«consentimiento quiero que sea dcllos llamado Rey; « de fidelidad fechos á qualesquier personas ó por
«por endo yo vos ruego, é mando é quiero é me pla- «qualesquier causas por ellos ó por qualquiera de-
« ce que vos le fagáis la reverencia que á Rey se ullos fasta el dia de hoy, á los quales mando que al
«conviene 6 le fagáis el juramento de fidelidad que «dicho sefior Rey Don Enrique fielmente sirvan.»
w por el vos será demandado ; la qual libertad é man- Las quales letras fueron puestas en la Corónica por
«dan tiento do al reverendo in Christo padre Don que queden para perpetua memoria. E como quiera
«Iñigo Manrique, Obispo de Coria, mi primo, é á quo al Arzobispo de Toledo fué muy grave la re
«qualquier otras personas eclesiásticas é seglares conciliación con el Rey Don Enrique , por facer lo
«familiares vuestros, é por vigor de los presentes que de parto del Santo Padre, é de la señora Prince
«rcliovo á todos los susodichos de qualquier jura- sa le era mandado é por la pacificación destos Roy-
» monto de fidelidad quo teuian fecho al sefior Roy nos, fué contento de besar la mano al Rey Don En
» Don Alonso mi hermano é á mi obediencia fueren rique, y él se volvió á Zcbreros, é con él los Obispos
«obligados á lo facer; el qual juramento quiero é de Burgos é Coria. E habiéndose por bienaventura
«les mando que lo fagan al señor Roy mi herma- do por la Princesa Doña Isabel ser declarada por
uno.» Las quales letras la señora Princesa firmó de heredera destos Reynos con consentimiento del
su mano é mandó sellar do su sello. Roy Don Enrique. E porque algunos decían quel
E leidas las lotras dichas en presencia de los su Arzobispo tenia ocupada la fortaleza de Avila que
sodichos se leyeron las letras que se siguen : u Don comunmente se llamaba el Cimoro, entrególo por
«Antonio de Vencris, Obispo de León, Nuncio Ora- mandado do la señora Princesa á Gonzalo Chacón,
«dor é legado á latero embiado en estos Reynos , por comendador de Montiel, é desde allí al Rey Don
«nuestro muy Santo Padre Pablo II, con plenario Enrique. E la Princesa su hermana é todos loa
«poder de su Santidad, como vos Don Alonso Carri- O rancies que con él estaban se fueron á Casarrubios,
nllii, Arzobispo de Toledo , primado de las Espartas, y el Arzobispo de Toledo é los Obispos que con ¿1
«Chancillor mayor de Castilla, ayais seguido é ser- calaban se partieron de Zobrcros á Yepes.
«vido al Ilustrisimo Roy Don Alonso, cuya ánima
«Dios haya, é después de su fallecimiento ayais
CAPÍTULO XLIII.
» servido ó seguido á la II ustrisiina señora Doña Isa-
» bel Princesa destos Reynos, hija legitima heredera De las formas que el Re; Don Enrique lavo para ir contra toftvln
«del Serenísimo Rey Don Juan, de gloriosa iiiemo- asentado cerca de los Toros de Guisando.
«ria y en defensión del derecho de la dicha sefiora Como la condición del Rey Don Enrique fuese
«Princesa ayais con grandes trabajos é despensas mudable, é cerca do su persona oviese hombres quo
«diligentemente trabajado , ó agora por la divina sus costumbres siguiesen , acordó de se ir á la villa
«gracia la sefiora Princesa por una buena igualdad; de Ocafia, por ser del Maestre de Santiago, creyen
«es acordado por el sefior Rey Don Enrique su her- do que todas las cosas allí so podían hacer sngun
» mano, nsl sobre la suoesion destos Reynos, como su querer é voluntad ; é mandó allí venir al Maestro
«sobre el titulo dellos, quieren que vos le fagáis de Santiago é dios Condes de Placencia é Benaven-
«obediencia é juramento de fidelidad, relevando á to, é al Arzobispo do Sevilla, é al Obispo de Ca
«vos de qualquier presente é juramonto á ella fecho, lahorra quo ya era de Sigüenza, los quales quiso
lio qual vos ruego é mando que fagáis por servicio juntar allí para dar suspeusion en los negocios, es-
MEMORIAL DE DIVERSAS HAZAÑAS. 49
pecialmente en el casamiento de la señora Prince
sa, su hermana, con el Principe Don Fernando de CAPÍTULO XLIV.
Aragón, el qual casamiento el Arzobispo de Tole
do con todas sus fuerzas procuraba, y el Maestre de De la embajada qqel Re; Don Alonso de Portugal embid en Cas
Santiago lo estorbaba é aborrecía; é para anular é tilla, pensando concluir el casamiento sayo con la señora Prin
destruir todo lo asentado con Apostólica autoridad cesa Dona Isabel.
cerca de los Toros de Guisaddo, mandó que en nom Los grandes destos Reynos por diversos respetos
bre de Doña Juana, hija de la Reyna, se ficiese re deseaban que la sonora Princesa Doña Isabel fuese
clamación é protestación é apelación de todo lo allí casada. E los que seguían la voluntad del Rey, aun
fecho y espontáneamente por él jurado, de que se que bien conocian el casamiento del Rey de Por
siguieron grandes inconvenientes, daños é murmu tugal ser muy dañoso á estos Reynos , daban á ello
raciones generalmente por todos estos Roynos ; y consentimiento, y el Arzobispo do Tolodo é los quo
ol Rey con todas sus fuerzas procaraba que la se verdaderamente deseaban el bien general contra-
ñora Princesa su hermana casase con el Rey Don deciendo, trabajaban quanto podian porquel casa
Alonso do Portugal, en daño universal destos Rey- miento con el Principo don Femando do Aragón se
nos. E como Don Juan de Quzman, Duque de Me- concluyese ; entre los quales principalmente el Ar
dinasidonia, fuese requerido por el Arzobispo do zobispo de Toledo no cesaba por secretos mensaje
Toledo que diese consentimiento al casamiento do ros á suplicar y requerir é amonestar A la Princesa
la señora Princesa doña Isabel con el señor Princi no consintiese en el casamiento del Rey de Portu
pe Don Fernando de Aragón , estaba en ello dudo gal ni otro alguno acotase , salvo el Príncipe Don
so, porque recelaba, si este casamiento se cumplie Fernando de Aragón, el qual era el mas honorable
se, seria dar gran favor á Don Enrique , Conde do é mas provechoso é mas convenible para su verda
Alba de Liste , con quien so esperaba contender so dera bienaventuranza. Y estando las cosas así sus
bre la sucesión suya ; é como sobro aquesto tomase pensas, el Rey Don Alonso de Portugal embió su
consejo con algunos, entre los quales había diversas embajada solene al Roy Don Enrique, la conclusión
opiniones, Alonso de Patencia, Conmista, que era de la qual era rogándolo afetuosamente quisiese
uno de aquellos, dijo tantas é tales razones al Du darle en casamiento á la señora Princesa Doña Isa
que, que fizo dexar todas las dudas, é concertólo á bel su hermana, el qual como estuviese en propósi
lo voluntad del Arzobispo de Tolodo. E como en to de concluir esto casamiento con el Roy do Por
esto tiompo el Duquo Don Juan fallesciesc, sucedió tugal, ó conociese ser muy contraria la voluntad de
en su lugar Don Enrique de Quzman, su hijo, el la Princesa su hermana , acordó quo Don Pedro de
qual siguió el camino comenzado por su padre. En Velasco, hijo del Conde de Haro, fuese á hablar con
este tiempo, poco antes de la muerte deste Duque, la Princesa, é como aconsejándole lo dixese que to
paresció en Sevilla una cometa muy grande é ar- davía cumplía seguir la voluntad del Rey, é dexar
dieuto quo duró poco menos do dos meses, de la á su arbitrio lo que corea do su casamiento quisiere
qual fueron proverticados los males é dafioB que facer; en otra manera fuese cierta quo seria puesta
después en aquella ciudad se siguieron ; de la muer en prisión, la qual con muchas lágrimas respondió
te del qual los ciudadanos de aquella ciudad ovie- quella esperaba en Dios se daría forma porque se
ron mny entrañable dolor , como fuese de todos escusase de recebír tan grande injuria. Y en tanto
mucho amado ; en el qual tiempo acaeció una cosa que estas cosas se pasaban , los embaxadores del
muy ostrafia en la provincia de Tolodo, en un lu Roy do Portugal esperaban su respuosta, é como
gar que se llama Poro Moro , ques del Conde de ningún modo so fallase el casamiento de la Prince
Fuensalida, la qual fué, que como fuese ya el tiem sa , atentaron do ponerla en el Alcázar do Madrid, lo
po de segar las cebadas y un hombre, el principal qual sabido por el Arzobispo de Toledo , envió se
de aquel lugar , fué con sus hijos para segar una cretamente á fablar con los principales caballeros
pieza suya, del primero manojo que segó corrió tan de la villa de Ocafia, para que diesen lugar á la en
ta sangre dél, quo fué cosa maravillosa; é como los trada de sus gentes en aquella villa para dende
hijos viesen la mano del padre llena de sangre, vi llevar á la Princesa ; lo qual sentido por ol Rey Don
nieron á gran priesa á lo ver, pensando que se ovie- Enrique é por los que le seguían, por la gracia de
se cortado con lafoz, y catando la mano, falláronla nuestro Señor concibieron tan gran temor, que acor
sin ferida alguna é tomaron el manojo segado, é daron de enviar á decir á los embaladores, que con
vieron como por cada caña salía viva sangro, don venia sentar otros modos para aplacar la voluntad
de todos los del pueblo se llegaron é segaron algu de la Princesa, la qual naturalmente era enemiga de
nos otros manojos do los quales salia tanta sangre violencia. Con la qual respuesta los embaxadores se
como del primero, lo qual tomaron por testimonio, partieron, no mucho alegres, pero con todo eso no
é lo enviaron al Conde de Fuensalida á la ciudad desesperados del casamiento; délo qual todo á bu
do Toledo. Roy ficioron relación. E como ol Maestro do San
tiago fuese mucho amigo de la suspensión, aunque
parecía este casamiento desear , é él trabajaba por
lo deferir, como supiese la venida del Cardenal Tra
pacen^, el qual solicitaba el casamiento de la so-
Cr.—III. 4
fiO CRÓNICAS DE LOS REYES DE CASTILLA.
ñora Princesa Doña Isabel con el Puquo de Berri, do ánimo fueron forir en los moros que tenian la
que después fué de Guiana , hermano del Rey Luis presa, é de tal manera pelearon con ellos que ovie-
do Francia, de la qual embajada venir en estos Rey- ron de dejar la presa é ir fuyendo. Y el adelantado
nos al Conde de Placencia desplacía como estuviose y el Alcayde ganaron dellos trecientos caballos, é
mucho aficionado al casamiento del Rey de Portugal, gran despojo de jaeces é armas ; é mataron ó pren
con el qual dio su voto que la Princesa casase quier le dieron ochocientos ; en la qual batalla Don Fernan
pluguieso ó le posase. En el qual tiempo Don Rodrigo do de Acuña , hermano del Adelantado, y mozo de
Manrique, Conde de Paredes, como fuese verdadero diez y seis años, quo contra su mandamiento é vo
celador del bien común destos Reynos, vino ú Yepes, luntad entró en aquella batalla, hizo cosas tan se
donde el Arzobispo de Toledo estaba, é trujo el con ñaladas , que paresció mas ser caballero anciano
sentimiento de los Condes de Medinaceli é Trevíño que mozo ni mancebo ; el qual fasta aquel dia no
6 Benavente é Buendia á de muchos otros grandes avia tomado armas ni lanza en la mano para pe
que en ello avia traido Don Iñigo Manrique Obispo lear. Deste se afirma haber conservado su virgini
de Coria, para que la Princesa casase con Don Fer dad fasta el dia que casó, que seria de edad do
nando, Principe de Aragón, en lo qual el Almiran treinta años, que fué una cosa muy maravillosa, que
te Don Fadrique, abuelo del Príncipe, aprovechó quando la primera pelea se comenzó , las mugares
mucho, atrayendo a muchos grandes á esto consen de la villa tomaron armas é siguieron á sus maridos
timiento. peleando virilmente, é fállase que entre estas fué
una que vido estar siete moros en la concavidad
CAPÍTULO XLV. de una peña, é con una lanza en la mano fué sola á
pelear con ellos é los prendió é trajo á todos á su
De una eran viloria que de los moros ovo Don Lope Vaiqucí de casa. E en esta batalla el Adelantado ganó catorce
Acufln, Adelantado de Cazorla , que hoyes Conde de Buendia, banderas, las cuales hoy trae en torno de sus armas.
y el Comendador Alonso de la PeBucla, alcayde de Quesada.
Algunos de los que fueron cativos en esta batalla
En tanto queatas diferencias en nuestros Reynos afirmaron que la gente que el Adelantado traía, con
estaban, el Rey de Granada, creyendo no aver re la do la villa que traía el Alcaide , les pareció mu
sistencia , ponsó de facer en olios gran daño, para cha mas que la suya, é que avian visto encima del
lo qual juntó novecientas lanzas é tres mil peones armadura de la cabeza de Don Fernando de Acuña
do la gente mas escogida que en su Reyno avia; y tan gran claridad, quo les tiraba la vista; de qno
envió sus capitanes, mandándoles que viniesen á creyan verdaderamente nuestro Señor aver embia-
correr las ciudades de Ubeda é Baeza, é quemasen do á los Ohristianos ayuda en esta batalla, en la qual
ó destruyesen la villa de Quesada , ques lugar des ganó y ovo un quento en moros é despojo el dicho
cercado, los qualcs lo pusieron así en obra, ó lleva Alcayde, la qual dicha alcaydia Ubeda le dio la qual
ron de aquellas ciudades gran presa de vacas é bue provee do alcayde cada año.
yes é yeguas é ganados menudos ó hombres del
campo : desde allí continuaron su camino para
Quesada. De lo qual como fuese certificado por el CAPÍTULO XLVI.
dicho alcayde el dicho Don Lopes Vázquez de Acu De la gran diligencia que Don Rodrigo Manrique, Conde de Pa
ña, caballero noble, mancebo mucho esforzado, de redes, ovo para que no solamente |los grandes destos Reynos
seoso de servir á Dios é al Rey , cabalgó eon fasta diesen consentimiento al casamiento de la aefiora Princesa lio-
ciento de caballo é quatrocientos peones que pudo ña Isabel con el Principe Don Fernando de Aragón, mas las
aver, é á mas andar se fué i meter en la villa de ciudades é villas dellos.
Quesada, donde todos los suyos tuvo ton encubier En este tiempo Don Rodrigo Manrique, Conde
tos que aunque los moros vinieron, no sintieron de Paredes, se vino á la ciudad de Toledo, el qual se
aver mas gente en la villa de los moradores della ; concertó con Pero López de Ayala su suegro, el
é como los moros anduvieron la mayor parte de la qual Conde avia sido casado la primera vez con hija
noche, estando ya qnanto media legua de la villa, de Gómez Suarez de Figueroa, Señor de Zafra é do
los capitanes embiaron trecientos de caballo é mil Feria, de quien avia ávido muy nobles hijos y es
peones poco antes del alba para que entrasen en la trenuos en caballería , é segunda vez con hija de
villa, é toda la otra gente se quedó oon la presa que Diego Furtado do Mendoza, montero mayor del Rey
de Ubeda é Baeza avia traydo, y el Adelantado con Don Juan, de quien ningunos hijos ovo, é ya eu la
su gente é con la de la villa tomó las entradas é vejez tercera vez casó con hija do Pero López de
pasos por donde los moros avian de venir, ó veni Ayala, pero con todo eso tan robusto ó tan hábil so
dos, con tan gran vigor é fuerza el Adelantado y halla para todo lo que facer quería, como seyendo
Alcayde é sus gentes pelearon, que todos los moros mancebo ; el qual discurrió por muchas partes, pro
qno so apearon para entrar en la villa fueron muer curando el consentimiento ya dicho. En el qual
tos é presos é los que pudieron fueron fuyendo para tiempo el Maestre de Sautiago procuró de llevar al
so juntar con sus gentes, y el Adelantado como Rey al Andalucía, el qual determinó que antes de
quiera que conociese la ventaja sin comparación la partida fuese tomado juramento á la Princesa
que los moros del tenian , esfuerzo su gente, como Doña Isabel que ninguna novedad fiziese en su ca
YÍrtuoso caballero, la qual fizo un cuño ; ó con gran- samiento, creyendo el Rey que quebrantando la
MEMORIAL DÉ DIVERSAS HAZAÑAS. 51
Princesa oste juramento bastaría para destruir su
derecho, y si esto no atentase , parecería aver co CAPÍTULO XLVIII.
metido todo su querer é autoridad al mandado 6
querer al Rey; é como deseasen que la Princesa que De las cosas que afirmaron el casamiento de la Serenísima Prin
brantase aquel juramento, diéronle mayor libertad cesa DoRa juana ron el iluslrlsimo Principe Dos Fernando,
quando la fortuna mas contraria se mostraba.
é mandaron partir cerca dolí» todos los que podian
empachar su voluntad para escrebir é oír, "estando Trabajaba mucho el Arzobispo de Toledo la difi
tan cercano del Arzobispo de Toledo , que on Yepes cultad del negocio comenzado, como cada dia le
estaba de donde cada dia podia embiar los mensa- viniesen mensajeros de las turbaciones en bis cosas
geros que quisiese é proseguir el negocio comenza de Aragón, así por la graveza de la guerra de Bar
do en favor del Principe de Aragón ; el qual casa celona , como por la tardanza del collar é suma de
miento la Princesa ya tenia acotado antes del jura oro quo se había do traer para la Señora Princesa,
mento que por el Rey le fué tomado. Y en tanto que quel Arzobispo de Toledo avia prometido de le dar
estas cosos pasaban, el Arzobispo de Toledo acordó al tiempo que se concertó su casamiento con el
de embiar en Aragón al Coronista Alonso do Falen Príncipe do Aragón, h allende desto le fatigaba
cia, por aver veinto mil florines quo eran prometi mucho sabor que entro los grandes de Aragón é aun
dos de se dar al tiempo quel casamiento se acetó, é comunmente entre los plebeyos, avio gran diversi
un collar muy rico de gran valor de piedras é per dad de opiniones, porque á los unos parecia bien es
las para la Princesa. te casamiento é á los otros desplacía, parociéndoles
que Bcyondo el Principo de Aragón Rey de Castilla
CAPÍTULO XLVH. con tan gran podor podia oprimir al Reyno , lo qual
no podia seyendo solamente Rey de Aragón ; é
De la embijad» quel Rey I.nls de Francia cmbld al Rey Don En creyón que dándose aquella suma de oro y el collar
rique sobre el casamiento de la Princesa Dolía Isabel con el quera prometido, el casamiento se concluiría. É co
Duque de Bcrri t de Colana , su hermano.
mo Alonso de Patencia, coronista, allí se fallase,
En oste tiempo los embajadores del Rey de Fran como por mandado del Arzobispo fuese venido en
cia vinieron al Rey Don Enrique, el principal de los Tarragona dondo el Rey D. Juan do Aragón estaba,
qualcs era Guillelmo, presbítero Cardenal llamado ante su Alteza esplicó la embaxada que traya, y el
Trapaceóse , é después Albacense , hombre al pare Rey la oyó graciosamente, aunque estaba mucho
cer mucho letrado é soberbio. La conclusión de su empachado en dar orden á la armada que facia de
embaxada era demostrar al Rey quanto el Rey de muchas naos é galeas para hacer cruda guerra á los
Francia desoaba el matrimonio de la llustrfsima do Marcelo c Barcelona, como el Roy de Francia
Princesa doña Isabel , su hermana, con Carlos Du mucho apretase la guerra por tierra, aviendo loma
que de Guiana é de Berri, su hermano, mostrando do el Condado de Rosellon é alguna parte de Am-
quanto este casamiento era provechoso é honroso, purias ; las quales cosas mucho trabajaban al Rey,
asi á los españoles como á los franceses. La res aunque las comportaba con gran corazón ; é lo que
puesta desta embaxada se detuvo , é á la fin fué mas pena le daba era conocer la voluntad de los
respondido á los embaxadores , que si les placia po Grandes do su Reyno ser lejos de su querer en el ca
der ir á ver la ciudad de Sevilla en tanto que el samiento del Principe su hijo, en lo qual Alonf-o do
Rey consultaba este negocio con los grandes de su Palencia dijo al Rey su parecer, el qual el Rey
Reyno, los quales lo pusieron asi en obra, como aprobó ; é para esto mandó que los Grandes que allí
quiera que desta respuesta fueron mal contentos, estaban fuesen presentes, é que ante todos Alonso
pero con todo eso el Cardenal tovo esperanza que de Patencia esplicase su embajada, los quales eran
si él pudiera fablar á la Princesa , el casamiento don Pedro de Urreo, Patriarca de Antioca, Arzo
avria conclusión ; la qual en este tiempo era parti bispo de Tarragona, é Don Juan de Cardona, Con
da de Ocaña para Arévalo, é desde allí se fué á Ma de de ParedeB, é Beltran de Ugon de Rojabeltrin,
drigal, por ver á la señora Reyna su madre que allí Castellao de Amposta, Prior do la Orden Militar de
estaba. Y el cardenal Albacense, sabido como la San Juan , é Don Juan Pajeso , Vice Canciller ; los
Princesa estaba en Madrigal, se partió para allá quales todos re usaban el matrimonio del Príncipe
donde fué vÍBÍtar la Princesa ante la qual propuso Don Fernando con la Princesa de Castilla doña Isa
su embaxada, mostrándolo por quantas razones do- bel. E después do Alonso do Palencia aver csplica-
bia facer el casamiento del Duque de Quiana. La do su embaxada que al Rey so dirigía, fabló á los
Princesa con gran discreción respondió no aproban Grandes que allí estaban largamente reprobando su
do ni negando lo quel cardenal decia, mas con gran errada opinión, mostrándoles inuchaB evidentes ra
modestia en breves palabras dijo que ella había de zones por que ninguna cosa en el mundo tan bien
Beguir lo que las leyes destos Reynos disponían é les podia venir como el casamiento de la Princesa
mandaban en honor é gloria é acrecentamiento del de Castilla, de que los controditores do aquesto que
cetro real dellos. Con la qual respuesta el Cardenal daron vencidos de tal mañero, que acordaron do
mal contento so partió para Francia. dar é dieron el casamiento por el Rey deseado. É
luego el Rey determinó que el Príncipe se viniese
de Corvera, dondo avia ido por socorrer á los de
52 CRÓNICAS DE LOS BEYES DE CASTILLA.
aquella provincia, después que la foi talcza de Mon- veinte y quatro llamado Sancho Mexia, dijo quellos
tefalcon avia sóido ocupada por un ladrón quo tenían mas razón de quejarse por aver dado el al-
grandes daños en ella Labia fecho. Con la venida del caydia mayor al Duquo de Medina, que antes que
Principo el Roy ovo gran placer , é con acuerdo de la tuviese , lo echaba la ciudad cada vez que que
amos el Rey quodó eu Cervera, y el Priucipe se vi ría, y con ella entraba en cabildo y tenia parte pa
no en Valencia, por quitar el collar questaba en ra ser lo que su Alteza veía , así por el voto como
prendas por gran suma de dineros- É desque tres por la vara ; y aunque el Rey entró en Sevilla, es
«lias en uno estuvieron entendiendo en sus nego tuvo poco por causa del Maestre ; y como no pudo
cios, estando presentes todos los Grandes, al Prin hacer lo que quería, determinó de ir en Extrema
cipe amonestó que á toda virtud se diere é siempre dura, con voluntad do dar la plaza de Truxillo al
ficiese bienes é mercedes á los que bien y lealmen- conde Plasencia. Y venido en Truxillo , vista por
to sirvieren , amonestándole quo al Arzobispo de los moradores de aquella ciudad la intención del
Toledo en lugar de padre tuviese , é ansi lo acata Rey, hicieron conjuración con el Alcaydo , llamado
se é honrase ó gratificase, á quien mas debía quo á Gracian do Scsé, y resistieron al querer del Roy, do
persona del mundo , quo le parescia con todos sus tal manera que gastó allí algún tiempo siu acabar
Ruynos no poder enteramente pagarle lo que la de cosa de lo quo quería ; la qual tardanza aprovechó
bía faciendo mención de la libertad fecha por él á mucho á la libertad de la Princesa, porque si el Rey
la Reyna su mujer é de las ¡numerables ayudas, que pasara los montes á la parte de Toledo, no pudiera
lo avia fecho en tiempo de muy grandes necesidades la Princesa ser libre como lo fué , porquol Maestro
¿ la vigilancia c dolencia maravillosa que cerca do de Santiago continuamente solicitaba al Arzobispo
aquel casamiento avia tenido, é por eso lo manda de Sevilla, que en Coca estaba, que juutoso gente ó
ba que lo mas presto que pudiese ominase al Arzo viniese á Madrigal é so apoderase do aquella Villa
bispo el collar, é la suma do oro que á la Princesa é prendiese ú la Princesa porque no se concluyere
le era prometido, con grande humildad de cumplir el casamiento con Don Fernando Príncipe de Ara
todo lo a él por el Roy mandado. É luego el Princi gón , para lo qual el Rey escribió á los moradores
po desdo allí se partió para Valaguer, é dende so- de aquella villa rigurosamente mandándoles so gra
f uó en Valencia , donde ligeramente ovo el collar é ves penas que ningún favor diesen á la Princesa
los veinte mil florines ; lo qual todo mandó dar á porque la opresión suya era muy conveniente á la
Alonso de Palencia é ú Pedro de la Caballería, hon- pacificación é bien común destos Reynos. Lo qual
rudo ciudadano do Zaragoza, los quales lo traxeron sabido por la Princesa escribió á gran priesa al Ar
todo ó lo entregaron al Arzobispo do Toledo quo zobispo de Toledo demandándole Ryuda; el qual,
estaba en la Villa de Alcalá de Henares ; el qual vista su letra, se partió con trescientos de caballo
con su venida fué mucho alegre, dando gracias á mucho escogidos , é continuó su camino todavía es
nuestro Señor porque tan grandes dificultades tan perando mas gente , la qual le vino, é ansí llegó á un
ligeramente avia determinado. Restaba con todo lugar que se llama Pozaldes con asaz gente , donde
eso socorrer á la Princesa que estaba en Madrigal, fué certificado que cerca de allí en una aldea esta
con la sonora Roy na su madre, la qual el Maestre ba Don Alonso Euriquez, primogénito del Almi-
do Santiago solicitaba do avor on su poder. En esto ranto Don Fadriquo , con docicntas lauzas para el
tiempo Don Alonso do Monroy , Clavero de Alcán mismo remedio por llamamiento de la Princesa,
tara, con muy poca gente desbarató quatrocientos donde supo que, si tres dias tardaran, el Arzobispo
do caballo quel Maestre de Santiago tenia sobre la de Sevilla viniera en Madrigal con gran compaña
fortaleza do Montanchez. de gente, é se apoderara de la villa é prendiera á la
princesa. É desde aquella aldea el arzobispo embió
á la Princesa el collar muy rico que el Príncipe lo
CAPÍTULO XLIX. embiaba, que fué estimado por grandes lapidarios
De cama el Rey Don Enrique se partió para la Ciudad de Sevilla en quarenta mil florines, é le embió ocho mil flori
con intención de premier al lluquc de Mcdlnasidonla é apode nes , de los veinte mil que Alonso de Palencia é
rarse de aquella ciudad, e de como el Arzobispo de Toledo fué Pedro de la Caballería avian traído, que avian sói
llamado por la Princesa Dolía Isabel, y de la deliberación suya do prometidos á la señora Princesa al tiempo quo
fecha por él. se concluyó el desposorio suyo ; 6 de allí el Arzo
En este tiempo el Rey Don Enrique se partió bispo de Toledo, ó con él Don Alonso Enriquoz, fi
para el Andalucía con propósito de prender al Du jo del Almirante don Fadrique,é don Iñigo Man
que de Medínasidonia y apoderarse de la ciudad de rique con gran copia de gente, la Princesa salió do
Sevilla ; y sabido por ol Duque Don Enrique la ve Madrigal, é se vino al Monesterio de monjas ques
nida del Rey, embió á Cantillana á suplicalle que fuera do los muros de aquella villa ; é allí so dio
no metiese consigo al Maestre de Santiago que ora forma quo viniesen algunos perlados é caballeros ;
su enemigo, lo qual el Rey mucho porfió asi allí los quales vinieron dende tres dias con seiscientos
como después en Alcalá de Quadayra, desde donde de caballo ; é ansi la Princesa se partió de allí, é no
embió á llamar ciertos veinte y quatros de la ciu tornó á entrar en la villa, temiendo que en ella ovieso
dad para quejarse delloa diciendo que , siendo su traycion, quedando el Obispo do Burgos ó otro» que
señor no consentille meter á quien él qnisieso ¡ y un con ella estaban muy tristes é afligidos é no quitos
MEMORIAL DE E VER8AS HAZAÑAS. 53
de temor, como no oviesen podido concluir lo á snltado, é le fuesen dichos todos los bienes é utili
ellos mandado. E la Princesa dizo al Obispo de dades que de su ida so esperaban , é quanto la tar
Búrgos que se podia ir donde le pluguiese, é ansi danza de su ida en Castilla le podría dañar, si por
el Obispo do Búrgos se partió muy triste, é la Prin ventura el Rey diese lugar á la tardanza, é la par
cesa con grande alegría é sonido de mucbas trom tida del Principo todavía se ficiese ; é ante de venir
petas é atabales se fué para la villa de Fontiveros. la respuesta del Rey el Príncipe secretamente se
partió con cinco ó seis servidores, por engañar á los
CAPÍTULO L. que bien no le querían ; é ansi el Principe continó
su camino fasta que llegó al Burgo de Osma , donde
De como Gutierre de Cárdenas , maestre sala de la sellara Prin Don Pedro Manrique, Conde de Trevifio, primero
cesa dofta Isabel, é Alonso de Paleneia, eoronlsta, fueron em Duque de Nájara, estaba con docientas lanzas : é
budos en Aragón por concordar la reñida del l'rlnclpe Don como el Príncipe llegase á media noche , el Conde
Fernando en estos Itejnos.
á gran priesa se levantó, é mandó encender antor
Oran cuidado tenia el Arzobispo de Toledo por chas é lo recibió é besó las manos con la reverencia
concluir este casamiento, ya tanto deseado por el que debia ; el qual con gesto muy alegre le dió paz,
Principe Don Fernando o por la Princesa, lo qual é las trompetas con grande alegría por mandado
se acordó que Gutierre de Cárdenas , que después del Conde sonaron , de que los vecinos del lugar re
fué Comendador mayor de León é Contador Mayor cibieron grade espanto é no menos los que velaban
do Castilla, primero fundador de la casa del Ade la fortaleza, y el Príncipe y el Conde y los que con
lantado de Granada, su hijo, al qual la dicha se ellos estaban pasaron el rio é so fueron á Osma,
ñora Princesa ñzo muchas mercedes después de donde estaba aposentada la gente del Conde, y el
Beyna, que oto á Torrijos é á Maqueda y á otros Principe desde allí escribió al Arzobispo de Zarago
lugares en el Reyno de Toledo , y en el de Granada za su hermano, faciéndole saber todo lo posado ; y
á Marchenilla y su tierra , y en Aragón a Elche y el dia siguiente el Príncipe se fné á Gumiel de Mer
Crevillont y Aspe; el qual estuvo mucho tiempo cado , donde estaba Doña Juana Manrique , mujer
con el Arzobispo de Toledo Don Alonso Carrillo de Don Fernando de Rojas, Conde do Castro, don
muy proveniente con no mas de una muía. Era so de fué elegremente recebido é servido según con
brino de Gonzalo Chacón , que lo puso con la seño venia ; é alli le vino nueva de la liberación de Juan
ra Princesa. Alonso de Patencia fuese en Aragón de Vivero , questaba preso en el Castillo de Curiel,
por concertar la venida del Principe D. Fenando, el qual fué deliberado por la gran diligencia del
porque cesase el pensamiento del Cardenal Trapa- Arzobispo de Toledo que dió muy grandes dádivas
cense, de quien se creía ovi ese de volver en estos á quien lo delibró. E alli fué el Principe certificado
Rey nos continuando su propósito comenzado , loa de un gran desbarato que ovo la gente del Papa
quales continuaron su camino para Zaragoza donde Pablo, cerca de la villa de Armiño, en Italia, fecho
fueron certificados quel Principe Don Fernando es por caballeros del Rey Don Fernando do Nápoles,
taba; al qual fecha la reverencia, le suplicaron les de la qual nueva fueron todos alegres, no solamen
quisiese oir; lo qual con muy alegre voluntad él te por la victoria habida por el Rey de Nápoles, su
hizo, é se metió con ellos solos en una capilla en primo , más porque el Papa Pablo favoreciese quan
el monesterio de San Francisco, y ezplioada su em to podia la parte del Rey D. Enrique.
bajada, acordóse que se fablase con el Arzobispo su
hermano , é oon Mosen Remon de Espes, é con Mu
sen Pedro Baca ; los quales visto lo dicho por Gu CAPÍTULO LI.
tierre de Cárdenas é Alonso de Paleneia, ovo di Déla tenida de Gutierre de Cárdenas 6 de Alonso de Paleneia ■
versas opiniones, é al Arzobispo parescia quel Prin la villa de Valladolid con la nneva de la bienaventurada venida
cipe se devia partir sin tardanza alguna, del qual del Príncipe Don Fernando y de la llegada suja a la villa de
so sospechaba querer mas infortunio ó dafio del Dietas.
Principe que su felicidad, como parecia queBte don Gutierre de Cárdenas é Alonso de Falencia con-'
Juan, hijo bastardo del Rey de Aragón, tenia pre titularon su camino desde el Burgo de Osma fasta
sunción de aver el Reyno ; é allende de otras cosas Valladolid , andando de noche é de dia por los ca-
por donde esto se sospechaba , parecia que nunca miuoB mas encubiertos que pudieron, fasta que lle
quiso recebir órden sacra , como quiera que muchas garon á la villa de Valladolid, donde fallaron á la
veces le oviere seido mandado é rogado por el Roy illustrÍBÍma Princesa é al Arzobispo de Toledo, á los*
de Aragón su padre é Mosen Pero Baca, deoia que quales dijeron el prÓBporo suceso que ol señor Prín
tan gran negocio antes se debia consultar con el cipe en su viaje avia ávido , é cómo era pasado á la
Rey de Aragón que ponerse en obra, el qual enton villa de Dueños. Con las quales nuevas la Princesa
ce estaba en la provincia de Balaguer ; é de otra y el Arzobispo fueron sin comparación alegres, é
parte miraba como en este casamiento eBtaba todo no menos todos los que lo snpieron, é luego se fizo
el bion do aquellos señores, é se acababan todos un gran juego de cañas do muchos caballeros con
los trabajos é angustias de los Aragoneses; é visto grande alegría ; en el qual Troylos Carrillos ovo un
por el Principe las opiniones en esto tenidas, deter gran infortunio, quo su caballo cayó con él é fué
minó quel señor Rey su padre fuese en esto con- ferido de tal manera, que oviera de morir, la qual
54 CEÓNI0A8 DE LOS REYES DE CASTILLA.
caidá turbó mucho el alegría do todos , porque eo lo del Príncipe , é de todos los otros grandes é no
verificase aquella sentencia dol sapientísimo Salo bles que allí estaban , el Arzobispo de Toledo fizo
món que dice que en los grandes gozos siempre se presentación do la Dula Apostólica, por la qual el
mezcla alguna tristeza. En tanto questas cosas se Papa Pío segundo , sucesor inmediato de Pablo so-
facían , el Príncipe Don Fernando entró en la villa gundo, daba la dispensación para el casamiento dol
do Duefías, á nueve de Octubro del año de nuestro Principe Don Fernando con la Princesa Doña Isa
Redentor de mil é quatrocientos é sesenta é nneve bel, legítima heredera de los Reynos de Castilla é
años con gran compañía de noble gente, donde mu do León , mostrando á todos como el deudo que avia
chos mas le vinieron á facer reverencia como cono- entrellos , ningún empacho les dava para su casa
oieron aver de ser de todos señor. E después de miento, é ansi el Arzobispo fizo su desposorio por
aver estado el Príncipe en la villa de Dueñas cinco consentimiento del Principe ó de la Princesa. Este
dios, recibiendo grandes servicios é fiestas, secre auto ansi fecho, el Príncipe se fué á la posada dol
tamente de noche, por concierto del Arzobispo de Arzobispo, é otro dia, que fueron diez y nueve de
Toledo se vino á Valladolid con solos tres servido- Otubre, el Príncipe se volvió á la casa de Juan de
ros, para en presencia suya ver la señora Princesa; Vivero , donde la Princesa posaba , é ante que cele
y entre los que con la señora Princesa estaban , ovo brasen los desposorios, segunda voz el Arzobispo
gran debate de la forma que se avia de tener por la mandó facer la protestación ya fecha ; ol Arzobis
Princesa en la vista del Principe, la qual no curan po los desposó y veló, é aquel dia todo se consumió
do de las vanas opiniones tenidas por algunos , que en fiestas y danzas é mucha alegría ; é la nocho ve
corea dülla estaban , determinó con consejo del Ar nida, el Principo é la Princesa consumieron el ma
zobispo do Toledo , do facer al Príncipe todo el aca trimonio. Y estaban á la puorta de la cámara cier
tamiento que debia como á su esposo; y el Príncipe tos testigos puestos delante, los quales sacaron la
á catorce de Otubre entró secretamente por la puer sábana que en tales casos suelen mostrar, domas do
ta del campo, é con él solamente Mosen Reinon haber visto la cámara do se encerraron, la qual cu
Despes é Mosen Gaspar su hermano, donde el Arzo sacándola, tocaron todas las trompetas y atabales
bispo llegó al postigo á lo recebir, é trabajó por le y menistrilus altos , y la mostraron á todos los que
besar la mano, y el Principo no se la quiso dar, é en la sala estaban esperándola, questaba llena do
abrazólo con muy alegre cara , é honrólo mucho ; é gente. E por siete dias duraron las tiestas, ó guar
ansi el Principe se fué á ver á la Princesa, ó con él dándose la católica costumbre, pasados estos dias,
el Arzobispo, la qual lo rooibió muy alegremente el Principo é la Princesa fueron á oir misa soleno
con aquel acatamiento que á su esposo dobia ; ó pa en la Iglesia Colegial do aquella villa, por rouobir
sadas dos oras después do la media nocho, el Prín las bendiciones; la qual misa dixo el Arzobispo.
cipe Be volvió á la villa de Dueñas, habiendo recé Estas nuevas sabidas por el Roy Don Enriquo é por
balo de la Señora Princesa las dádivas que se sue el Maestre de Santiago , ovieron dellas gran triste
len dar á los esposos , tales quales convenia de se za, é pesóles mucho de aver gastado vanamente el
dar por quien so daban é quien las recubia. tiempo en la estada do Truxillo , sin facer caso al
guno de lo que deseaban ; en lo qual se dio lugar
CAPÍTULO LII. al Príncipe Don Fernando para quo libremente pu
diese tomar su mujer. E con grande enojo él so fué
De la solenldad que so flio 1 las bodas destos serenísimos Prin para Segovia, y el Maestre de Santiago , muy fati
cipes Don Fernando y Dofia Isabel. gado de quartana, se partió para Ocafia. Y luego el
Fecha la fabla entre el Principe é la Princosa, Príncipe y la Princesa, por consejo del Arzobispo
presente el Arzobispo do Toledo, como delatar- é del Almirante, embiaron al Rey sus embaxadores;
danza so esperaso algún inconviniente, determinóse los quales fueron Mosen Pero Baca é Diego do Ri
el matrimonio do aquestos Principes se acelerase, é bera, el Ayo del Rey Don Alonso, é Luis de Ante
acordase que los desposorios públicamente se hicie zana. La conclusión do la embaxada era suplicando
sen con la debida solemnidad , ni estuviese escon humildemente al Rey quisiese aprobar el matrimo
dida la utilidad que á todos estos Reynos desto se nio fecho , no dando en esto cargo alguno al Arzo
soguia, é ansi el Principe estovo pocos diasen Due bispo , oomo él lo o viese trabajado, conosciendo la
ñas, é al sexto dia en honor de San Lúeas Evange verdadera medicina de los males destos Reynos,
lista con gran número de gentes aceleradamente se ser el ayuntamiento destos dos Principes, é que
"volvió en la villa de Valladolid, al recibimiento del sin duda si él conociera otra cosa para esto mas con
qual el Arzobispo de Toledo salió con muy noble veniente , él la procurara con toda diligencia ; lo
gente , asi de su casa como de vecinos de la villa ; qual el Rey debía aprobar, si le placía el remedio
el qual fué de todos reoebido con grande alegría , é común de los males destos Reynos ; á lo qual el Rey,
con muoha tristeza y enojo de los que allí eran ve por consejo del Arzobispo de Sevilla, ninguna otra
nidos por mandado del Maestre de Santiago é del cosa respondió salvo que convenía esperar la veni
Conde de Placencia, á quien mucho desplacía este da del Maestro de Santiago , con consejo del qual
casamiento ; é ya venida la noche y el Príncipe en aprobaría lo que fuese de aprobar, é siguiendo esta
trando en la posada de la Princesa, en presencia de seña mandó dar sus letras á los embaxadores , los
todo el pueblo é del Almirante Don Fadrique, agüe quales carecían de título del Principe. Los quales
MEMORIAL DE DIVERSAS HAZAÑAS. 55
vueltos á Valladolid , fué determinado quel Arzo der como lo procuraba cada dia , no demandándole
bispo embiase familiarmente al Maestre de Santia otra cosa, salvo que á él é á la Princesa quisiese oír
go su sobrino, afetuosatnente lo rogando quisiese á justioia. En el qual tiempo el Rey de Aragón es
tener manera con el Rey como aprobase lo fecho, taba en la villa de Monzón, donde avia llamado los
é quisiese tratar el Príncipe é Princesa como á obe tres Estados por ir á resistir á los franceses , que ya
dientes menores hermanos, lo qual asi puesto en tenían ocupada alguna parte del Condado do Nam-
obra ninguna cosa aprovechó. purdan, mostrando el Rey Luis de Francia esto fa
cer por ayudar al Duquo Juan , fijo del Rey Renel,
que se llamaba Rey de Aragón, que poseía á Bar
CAPÍTULO LUI. celona é á Qerona para lo qual avia metido en Ca
De las divisiones y dolos acaecidos en las ciudades de Salaman taluña veinte mil hombres de armas, creyendo que
ca * Córdoba , c de la Tenida de los franceses en el condado de si por la vejez del Rey de Aragón, é por estar pobre
Nanpurdan, é rio la guerra del gran Turco.
é por el Rey Don Enrique de Castilla serle contra
En esto tiempo ol Rey Don Enrique , continuan rio, podía ligeramente tomarle la tierra ; y en aque
do su dallado propósito por aver á Don García, Con llos dial se comenzó guerra por el Duque Cario de
de de Alva, fizóle merced de la ciudad de Salaman Borgofia en favor de su cufiado Duarte, Rey de In
ca, en la qual como de grandes tiempos acá oviese glaterra, y en Italia se ovo gran turbación por el
bandos de la mayor parto de los caballeros della, armada del gran Turco á que los prlnoipes christia-
algunos por dineros, otros por ser dél ayudados en nos poco curaron socorrer, como el Rey Luis de
sus bandos le servían y acataban. E como en este Francia curase mas entender en la injusta guerra
tiempo oviese debato entre ellos , el Conde de Alva, que al Rey de Aragón facia , é los otros principes
como fuese tan vecino , vino allí con color de los cada uno curase mas de entender en su bien parti
poner on paz acompaflado de muchas gentes, asido cular, que en el universal provecho de todos.
caballo como de pié , con intención do se apoderar
de aquella ciudad. E como con algunos fablase, di-
ciéndolea la merced que el Rey della le había fecho, CAPÍTULO LIV.
creyendo atraerlos á su querer , ellos seyendo ami De la pcrlinacia j engañosa división quel Rey ovo por esperar la
gos de su libertad , fablaron con los principales de venida de los franceses, 6 déla suplicación de los viicalnos o
aquella ciudad, faciéndoles saber el propósito con lispuscanos, é déla venida j embatada de Francia é de su
quel Conde allí era venido, lo qual sabido por ellos partida para Bretafia.
recorrieron a las armas, é feoho grande ayunta Muy poco aprovechó cerca del Rey Don Enrique
miento de gentes, pelearon con el Conde de tal ma la justa suplicación é protestación fecha por loa
nera, que ovo de salir de la ciudad con grande pér Príncipes Don Fernando y Dofia Isabel , estando el
dida é daño suyo é de sus gentes. Lo qual sabido Rey muy atento esperando la venida del Cardenal
por el Rey , salió de Segovia con seiscientos de ca Trapacense por concluir el casamiento de la hija de
ballo con propósito de prender al Principe é á la la Reyna Dofia Juana, que suya llamaba, con el Du
Princesa, lo qual no pudo acabar porquellos esta que de Galana , hermano del Rey Luis de Francia,
ban en tan buen recaudo que los no osó prender. el qual venia acompafiado de muchas gentes ó con
En este tiempo se fizo en Córdoba otra mayor él venía el Conde de Bolonia ; la qual embazada
guerra, de la cual fué causa la ida del Rey en aque el Rey embió á mandar quo viniese á la villade Me
lla ciudad , so color de allanar los debates della é dina del Campo. En el qual tiempo los vizoainos ó
restituirse las fortalezas quel Conde de Cabra é Don lipuscanos, sabiendo que este casamiento se trata
Alonso de Aguilar contra su voluntad lo tenían to ba , é seyendo certificados quel Rey Don Enríquo
madas ; y entónces dió el Alcázar de Córdoba y la avia fecho merced á Don Pedro do Velasco, Condo
Torre de la pnento al Conde de Cabra, de que mu de Haro, de la villa de Bilbao, del gran sentimien
cho desplugo á Don Alonso de Aguilar, é pensó to que tenian, acordaron de suplicar al Bey que no
como podría recobrar aquellas fuerzas, y esperó al quisiese facer este casamiento tan dañoso para sus
gunos dias , fasta que allí vino el mariscal Don Die Roynos , ni quisiese metor en ellos franceses , quo
go de Córdoba, al qual Don Alfonso prendió á cau seria encender fuego que muy tarde se acabase E
sa de la qual prisión ovo entrellos grandes debates, los primeros queste dafio avian de sentir serian ellos
é Don Alonso combatió con gran gente la fortale por la coreana vecindad que tenian. E los embarca
za , ó ansí mismo la torro de la Puente, lo qual todo dores de Francia llegaron á la ciudad de Burgos en
obró en gran daño ó muerto do bus gentes. E como fin del moa do Julio de mil quatrocientos solonta
quiera que de todo osto el Rey fueso avisado , nin afios para desde allí so venir on, la villa do Medina
gún remedio á ello dió. del Campo ; y en el camino ovieron nuevas por
En este tiempo ol Príncipe Don Fernando einbió mensogeros del Rey de Francia, por los qunles fllo
en Aragón ni coronistn Alonso de Falencia, por su rón certificados quo la Royna su muger avia parido
plicar al Rey su podro lo mandase embinr dinero hijo , la qual auto do entonce avia siempre parido
para pagar el sueldo á rail lanzas quo tonía ó le hijas ; do lo qual ol Cardenal fué muy triste, porque
convenía tenor en Valladolid é sus términos, por- en el trato del casamiento del Duque de Guiaría,
quel Rey Don Enrique no ovieso lugar de lo ofen- siempre decia él ser verdadero heredero do los Rey
59 CRÓNIOAS DE LOS REYES DE CASTILLA.
nos de Francia ; ó sai después del parto de la Rey- ban turbados, no sabiondo donde la armada suya
na de Francia , muchas novedades se comenza dispararía.
ron , é por mandado del Rey de Francia mudaron el
consejo, dejando de proseguir la comenzado, é par
tiéronse para Bretaña, porquel Bey Duarte do In CAPÍTULO LVI.
glaterra é Carlos Duquo de Borgoña comenzaban
facer guerra al Rey Luis de Francia. En el qual Del perdimiento de la isla de Ncgroponle.
tiempo el Conde de Barruy é muchos do los nobles E por la poca resistencia quel gran Turco en
de Inglaterra sacaron do prisión al Rey Enrique, los príncipes ehristianos falló , acrecentó mucho la
que días avia estaba preso, y el Rey Duarte ovo do gloria é la grandeza de su imperio, titulándose de
ir fúyendo en Borgoña por demandar ayuda al Du títulos muy injuriosos á la christiana religión ; é ya
que su cunado. hallándose tan poderoso sin fallar ninguna repunan-
cia parecióle grave de comportar que Iob venecianos
CAPÍTULO LV. libremente posoyeren la isla antiguamente llamada
De las novedades quel lley Luis de Francia en las parles de Italia Boocia,quo agora Negroponte se llama, que es en ol
mo»ió. mar greciano, donde fué la muy excelente ciudad de
Tebas, que malaventuradamente cayó, cérea de la
El Rey Luis de Fruncía como fuese codicioso é qual es el monte Parnaso é no muy alongado de allí
promovedor de guerras, siempre procaraba noveda la ciudad de Lacedemonia ; é los venecianos sospe
des ; é como ya oviese puesto discordia entre los charon quel gran Turco quería señorear aquella pro
Grandes de Inglutorra, después del nacimiento do vincia, ó algunos docian quo avia do ir sobre Cecilia,
su hijo comenzó de hazer alianzas ó nuevas amis é otros en la isla de Creta, é otros en otras diversas
tades en Italia , é poner diferencia entre los Prínci partes. Pero como los venecianos conociesen el gran
pes é los pueblos della, para lo qual ovo mayor lu desamor quel gran 'Turco los avia siempre, cre
gar seyendo Padre Santo Pablo Segundo , á quien yeron que iría sobre Boecia , para lo qual proveye
siempre novedades placían ; ó como se fallase muy ron enviando un capitán suyo llamado Nicolao de
rico é poderoso, pensaba todas las cosas poder traer Canal, con quarenta y cinco galeas é quince carracas
á su voluntad por difíciles que fuesen ; ó como ol mandándole que estuviese en las islas Caladas para
Rey Luis de Francia oviese poco cuidado de repa socorrer é guardar sus tierras , é para prestamonte
rar los males quel gran Turco á los ehristianos facia, resistir á la flota del Turco donde quiera que supie
curó solamente de atraer a sí la voluntad del Duque sen quo estava. En este tiempo el gran Turco em-
de Milán, Gabazo María Esforza, hijo del Duquo bió con su flota un capitán llamado Mahomad, viz
Francisco Esforza ; el qual aunque en muchas cosas caíno, con quatrocientas é treinta y cinco velas de
siguiese las pisadas del padre, engañado por el diversos navios ; é mandóle que fuese en la isla de
deudo que ya tenía con ol Rey de Francia, como Boecia, sin quo persona del mundo supieso dondo
fuese casado con hermaua de la Reyna , acordóse iba; é asi la flota del Turco so vino en ol mar Egco
con él, é ovo ontrellos consejo que se fíciese amistad y llegó á la isla de Toncdos ol día primero de Junio
é alianza entrellos y algunos príncipes é pueblos do del año de nuestro Redentor de mil é quatrooiontos
Italia, lo qual el Papa Pablo trabajaba, atrayendo é setenta años. E de allí se partió en once de Julio
á esto el Rey Fernando de Nápol , requiriendo en en la isla de Embros , donde tomó por combate una
esto los florentinos, los qualea avian por grave du villa que tenia un capitán veneoiano llamado Juan
so partir de su vieja amistad , é demandaban algún Marcos, caballero muy esforzado, el qual fué allí
tiempo para que mas honestamente aquello pudie muerto, é con él trecientos hombres escogidos. E do
sen facer. La concordia se fizo del Papa con el Rey allí la flota so fué en la isla de Lemnos, la qual te
de Nápol, la qual trajo al Rey mas provecho que nia Antonio Jacobo, ciudadano de Venocia ; en la
honor al Santo Padre, como el Rey ovo del Papa las qual cinco dias continuos combatió un castillo lia-
' ciudades de Benavente é San Germán que á la Sede modo Policastro, é no lo pudo ganar por ninguna
Apostólica pertenecían, porque la ciudad de Armiño fuerza ni arte. E do allí so fué á la isla llamada Ca-
poco antes ocupada, fuese restituida al Papa, é el teron, donde quemó una pequeña villa, el castillo de
hijo de Sigismundo , á quien la había querido res la qual no pudo ganar, é desdo allí se fué á la isla de
tituir, la tuviese consigo en la provincia de Nápol, Boecia, agora llamada Negroponte ¡ y en el mesmo
ó le proveyese dándole equivalencia por la ciudad de dia que la flota allí surgió, llegó el gran Turco con
Armiño quel Santo Padre avia dado como aquella infinitas gentes de caballo é de pie , que avia pasa
ciudad á el hijo de Sigismundo perteneciese por ser do por Tesalia é por Acaya, é luego mandó facer
patrimonio de su Padre ; á como esta amistad no to- artificiosamente sobre naves una maravillosa puen
viose verdadero fundamento do virtud , dolía so si te en que avia en luengo trecientos pasos ó quaren
guió gran daño al negocio principal de la guerra de ta en ancho , por donde toda su gente pasase en la
los turcos, como los venecianos al comienzo destas isla sin trabajo. E de la flota descendieron allí con
cosas estoviesen como atónitos , é no pudiesen pro su capitán cinquenta é cinco mil combatientes-
veer á los negocios de Italia como convenia en los el qual puso su real cerca del monasterio de San
cosas de la guerra de los turcos, en que todos esta- Francisco , y el gran Turco pnso el suyo junto con
MEMORIAL DE E 'EBSAS HAZAÑAS. * 57
el moneBterio de Santa Clara , é todas bus tiendas se le dieron sin pelear. De lo qual gran variedad
eran coloradas. Y ol primogénito del Turco puso bu avia de pensamientos en el Senado do Vonooia, por
real también do tiendas coloradas do la otra parte que esto caballero en muchas cosas pasadas se avia
de la Tilla. E traia el gran Torco, entre muchas oteas mostrado forzado é valiente, é siempre avia dado
artillerías, diez tan gruesas lombardas, quo un hom do si buena cuenta; ó los unos creían questo fuese
bro puesto do rodillas podia entrar en qualquiora por trato quo con los turcos tovieso , otros creían
del las sin llegar cabeza arriba , é treinta coi togas esto sor fecho por parte del Santo Padre , porque
de grandeza increíble, é muchos engefios é trabu como quiera que pareciese ayudar é defender é fa
cos é cabritos , con que combatía la villa de tal ma vorecer á los venecianos, muchos dias avia que
nera , que do diani de noche un momento no habían tenia con ellos secreta enemistad , porque siendo el
de descansar. Con todo eso la virtud é valentía de padre Barbo ante quo fuese Santo Padre, el Senado
los chrÍBtianos era tan grande , que aunque ningu de Venecia avia desterrado de allí á algunos parien
na esperanza tenian en los muros ni fosados, que tes suyos. Como quiora que sea , este mal caballero
estaban llenos de agua, según los pertrechos é puen pudiera mucho ayudar su partido si quisiera, según
tes é bastidas y escalas que los enemigos tenian, no el gran poder quo tenia, por cuya culpa los venecia
dejaban de ferir muchos turóos , creyendo por las nos recibioren gran doño, quo toda la christiandad
manos poderse defender, como quatro dias sin ce no bastaría á remediarlo.
sar oviesen maravillosamente peleado sin les poder
entrar por ninguna parte con bastidas ni escalas ; é CAPÍTULO LVII.
so oreia que no les entraran , si no fuera por la trai
ción de Tomas Ilirico, que dio lugar á los turcos; De la nocTi embajada de los franceses Tenida por el casamiento
los quales avian muerto todos los moradores de las de Carlos, Duque de Guiana , con DoBa Juana, hija déla
islas ya dichas , solamento dejando para su servicio Ittjna.
los mozos y mozas; y el gran Turco mandó cegar En esto tiempo ol Koy Luis de Francia , quo no
el fosado, questaba lleno de agua, con gran muche solamento dejaba de ayudar é favorocor á la religión
dumbre de gabillas de sarmientos, donde queriendo christiana mas aun á los príncipes é provincias á
entrar los turcos, fué puesto fuego por algunos ca quien debiera traer á dar ayuda, injustamente fati
balleros italianos que allí estaban , donde por fierro gaba é contra ellos facia guerra, é fasta las postri
ó por fuego fueron muertos catorce mil turcos é meras partes d'Espafia motia discordias y disensio
muy pocos christianoa. Y ol siguiente dia, como los nes. E del colegio de Roma sacó al Cardenal Trapa-
chrÍBtianos toviesen su bandera sobre la cerca, los cense, porque con la soberbia é audicia ó maliciosa
turcos ovieron tan grande enojo , que súpitamente astucia de aquel buscase cosas nuevas, al qual quiso
todos vinieron á combatir la villa por diversas par fuese corredor del dañoso é aborrecible casamiento
tes ; é como los christianoa oviesen muchos tiros de de Carlos, Duque de Guiana, su hermano, con Doña
pólvora é gran ballestería, tan duramente pelearon Juana, fija de la reina Dona Juana. El qual por su
que mataron dellos diez y seis mil. E otro dia vol mandado vino en la villa de Medina del Campo con
vieron á combatir la villa no con menor ardidez é docientasé cinquenta cabalgaduras, dondel Bey Don
osadía que los dias pasados, en el qual combate mu Enrique los esperaba é los Grandes que se siguen :
rieron tres mil turcos ; y en este día se mostró cla Don Juan Pacheco, Maestre de Santiago, Don Alva
ramente la traición de Tomas Ilirico, por ayuda é ro d'Estufiiga, Duque de Arévalo ó Conde de Placen-
favor del qual los christianoa vinieron en perdimien cia, é Iob Condes de Benavente é Miranda, é Don Pero
to, é los turcos se esforzaron tanto, que subieron por González de Mendoza, Obispo de Sigüenza; los qua
la parto de los muros questaban derribados, é allí les todos con gran pompa lo Batieron árocebir, é des
fué la pelea muy agrámente peleada por ambas que fueron juntos en ol palacio, ol Cardenal esplicó
partes ; é tan grande ora la mortandad de los hom su embazada por palabras muy deshonestas, ca era
bres é caballos, que se fizo con ellos llana la entrada hombro sin vergüonza é osado , ó parecíale que la
del fosado. Duró tanto esta polea quo era cerca del sabiduría en aquello consistía ; y entre los otras co
dia quando los turcos ganaron el muro de la villa, sas dizo algunas injuriosas al Príncipe Don Fer
é la crueldad del Turco fué tan grande, que ningu nando é á la Princesa DoBa Isabel y al Arzobispo
na persona perdonó ; é muertos todos los christianos Toledo, é atacaba de malicia é de infidelidad á la
por mandado del gran Turco', fueron contados to gente d'Espafia, y con su soberbio fablar pensaba la
dos los muertos ansí turcos como christianos , é fa voluntad de los oyentes, á quien claramente inju
llóse de los turcos ser treinta y nueve mil , é de los riaba, atraer & lo que quería , deseando quel casa
christianos treinta mil. Y el mal aventurado caba miento del Duque do Guiana se concordase con
llero Nicolao de Canal, capitán de los venecianos, DoBa Juana, hija que so llamaba del Bey Don En
que muy cerca dende estaba con quarenta y cinco rique, ó allende destas cosos otras muy mas locas
poleas é quinco caracas , no quiso socorrer ó los de la palabras. En presencia del Bey é de todo su Conse
villa, ni tampoco á los caballeros italianos que su jo habló, no habiendo vergüonza de injuriar al Bey
ayuda esperaban; el qual les pudiera mucho valer Don Alonso, é á todos los Grandes que con él esto-
si quisiera. Esta vitoría ávida por el gran Turco, de vieron, ni menos á los ausentes principes Don Fer
allí se oartió para islas coreanas , las quales todas nando é DoBa Isabel , al Bey tan conjuntos. En
58 CRÓNICAS DE LOS REYES DE CASTILLA.
deudo de lo qual, el Rey cuino fuese usado de so- que so obligase el Duquo do Guiana á este casa
frir injurias, ningún sentimiento mostró, ni tampo miento á ellos encomendado , porque de aqui no se
co los Grandes que presentes estaban, antes el Rey siguiese guerras ó daños entre los franceses é espa
determinó de facer este casamiento, é machos ovo ñoles, entre los quales avia buena paz. A los quales
do los nobles deste Reyno , asi de la casa del Ar el Rey é la Reyna respondieron que eran prestos á
zobispo de Toledo , como de otros Grandes , que nioBtrar la obedencia fecha por legitima heredera
determinaron poner las manos en el Cardenal al sucesora destos Reynos á Doña Juana su hija, con
tiempo que destos Reynos saliese , y sin duda so juramento y omenaje de los Grandes de los Reynos
pusiera en obra si el Arzobispo y el Almirante Don do Castilla y de León, por todos los puoblos dcllos;
Fadriquo á ello dioran lugar ; y ol Rey continuan ol qual juramento é omenaje fozia asaz firme ol de
do su propósito, dio forma de ir á la ciudad de Se- recho hereditario de Doña Juana , su hija ; pero si
govia para á facer el desposorio de Doña Juana, allende desto otra mayor seguridad querían, porque
que su fija llamaban, con Carlos, Duque de Guiana, no fuesen acusados de negligenoia por el Rey do
hermano dul Rey Luis de Francia ; para lo qual Francia é por el Duque de Guiana que avia de ser
tomó consigo á Don Juan Pacheco, Maestre de San principe de Castilla é de León , le placia en público
tiago, é al Conde de Placencia, Don Alvaro d'Estu- delanto de todos, la Reyna, en la Iglesia mayor de
fiiga , llamado Duque de Arévalo , é al Arzobispo Segovia, solemnemente recibir el Cuerpo do nues
viejo de Sevilla, Don Alonso de Fonsoca, é á Don tro Señor, y diciendo la misa el Cardenal, é antes
Diego d'Estuñiga, Conde de Miranda, é á otros mu que acabase de consagrar, tomó el Corput en las
chos que favorecian este tan gran error. Y en veinte manos, y subió la Reyna Doña Juana al altar ma
días de Otubro del año do nuestro Redentor de mil yor, y en presencia de todos juró ser hija D.m Juana
é quatrocicntos é setenta años se partió de Segovia, del Rey Don Enrique y della, do que los embaxa-
é so fué al monesterio de Cartujos que se llamaba dores fueron contentos ; é dixo que por tal la daba
Sotos Albos, donde el Marqués de Santularia é sus de muy buena voluntad por esposa á Carlos, Duque
hermanos avian de venir con Doña Juana, hija de de Guiana, con consentimiento , asi de los Grandes
la Royna ; la qual como el Rey supo qne venia, por destos Reynos , como de los pueblos ; lo qual los
la mas honrar, la salió á recebir ; ó desque todos embajadores acetaron , y el desposorio se fizo con
fueron juntos en un valle ques entre Buytrago ó grandes alegrías y juegos. Y luego el Rey Don En
una pequeña aldea que endo está, se oomonzó á en rique reprobó á su hermana por ciertas cláusulas
tender eu el negocio, é el Roy en presencia do to escritas en letras que por estos Reynos envió, por-'
dos declaró su voluntad en gran daño do la prince que todos fuesen certificados de la reprobaciou fe
sa Doña Isabel su hermana. Faciendo dia muy cla cha por él de Doña Isabel , su hermana. No ovo te
ro, un viento súpito se levantó con una tan grande mor de Dios ni vergüenza del mundo el Rey Don
oscuridad de nublados é de agua é granizo tan Enrique de facer este aborresoible desposorio;
grande, que no se pudiendo remediar, se partieron aviendo pasado los autos ya escritos cerca de los
los unos do los otros, buscando cada uno donde Toros de Guisando, en presencia de los Grandes des-
pudieso guarecerse, dejando á Doña Juana sola. Ni tos Reynos y del Obispo de León, legado á latero é
el Rey que era usado de sofrir muchas voces nieves Nuncio Apostólico , é infinitas gentes , donde con
é vientos, no se pndo sofrir, que no desamparase la fesó espontáneamente é juró en las manos del dicho
hija tan amada , la qual sola quedó con un mozo legado públicamente, Doña Juana ser hija adulte
dcspuelas, el qual la puso debajo de algunos robles, rina de la adultera Reyna Doña Juana, é no suya;
y estuvo allí una gran pieza fasta que pasó aquella é allí juró é fizo jurar á todos los Grandes que allí
turbación ; é los caballeros con gran vergüenza vol estaban por princesa é logitima heredera destos
vieron á la buscar , de los quales algunos ovo que Reynos é señoríos á la señora Doña Isabel, su her
pronosticaron de aquel caso los males que después mana.
vinieron, á causa desta Doña Juana , nacida por
daño universal d'Eapaña ; lo qual conocían por la
CAPITULO LVIII.
voluntad divina aver seido fecho, porque fuese por
todos conocido el aborrecible ayuntamiento ser allí Del bienaventurado parto de la Serenísima Princesa Dolía Isabel,
fecho en ofensa de Dios y en daño oomun destos édc como le fué lomada por el Rey Don Enriqueta villa de
Medina del Campo.
Reynos. Después desto, el Rey con todos los caba
lleros ya dichos se volvió en Segovia por dar conclu Como en este tiempo no solamente muchos de los
sión en lo por él desoado. E queriendo el Roy que Grandes destos Reynos, mas genoralmonte todos
los autos del desposorio se celebrasen , los embala los pueblos estoviesen deseosos de ver el parto de
dores del Rey de Francia dixeron que antes questo la Princesa, mayormente los que en la villa de Due
se ficieso, querían ver el derecho qne Doña Juana ñas estaban con ella con muy mayor ansia lo espe
tenia á la sucesión de los Reynos de Castilla é de raban ; ó como ya se acercase el dia é las señales
León ; que como á todos fuese notorio ol debate pareciesen, estaban en gran cuidado recelando su
que avia si esta sucesión pertenecía á Doña Isabel, peligro. E plugo á nuestro Señor que á quotro ho
su hermana del Rey, ó a Doña Juana su hijo,^uo a ras del día del ineB do Otubro dol año do nuestro
ellos convenia ver la cortitumbre de aquesto, ante Redentor de mil qualrocientos Botonta años, la se
MEMORIAL DE V)l\ ERSAS HAZAÑAS. 69
flora Princesa parió una hija, á quien llamaron Jorge Manrique comendador do Montizon maravi
Doña Isabel como á au madre. E cerca del Rey Don llosamente favoresció & Don Alvaro d'Estuñiga su
Enrique estaban dudosos si era hijo ó hija. Como primo ; el qual como fuese caballero mucho esfor
de la verdad fueron certificados por mandado del zado é con entera voluntad quisiere ayudarle, mu
Rey, Rodrigo de Ulloa y Alvaro de Bracamonte, se' chos de los que al Rey Don Enrique seguían y es-
fueron á Medina del Campo que era de la Princesa, tovieron juntos en Ajofrin , lugar de la ciudad de
ó luego quitaron su justicia é pusieron otra nueva Toledo, Don Jorge con la gente quo pudo avor,
en nombre del Rey ; é de las rentas de las ferias aunque no era igual número de la que ayudaban á
que en aquella villa dos voces on el afio se facen, el Don Juan do Valenzuela , determinó de ir á pelear
Rey dió la mayor parte á Don García de Toledo, con ella, é salió de la villa de Alcázar, en un dia del
Duque de Alva, é la otra parte dió al Arzobispo vie mes de Diciembre del año setenta ; é porque la gen
jo de Sevilla en gran mengua y dallo de su herma te de caballo que llevaban era poca, acordó de lle
na la Princesa en galardón do no haber querido to var peones bien armados , é porque no se cansasen,
mar el titulo de Reyna quando el Rey Don Alonso mandólos sobir en carretas ; é como ol camino era
su hermano murió. E trabajaba porque- la ciudad de llano, andubo á gran priesa ; é visto los enemigos
Avila, que á la Princesa obedecía, lo fuese tomada, que ya estovan en el campo, mandó que todos pres
á la qual empachó el presto remedio del Principe, tamente viniesen é puso la gente de caballo en un
que luego á ello envió é Gonzalo Chacón con cien tropel, é mandó poner los peones á su mano dere
to é cinquenta do caballo, é envió á mandar á Pe cha é con grande osadía paso á paso fué ferir en los
dro de Avila, señor de Villafranea é de las Navas, contrarios, donde la batalla fué ásperamente pelea
que ge juntasen ambos á dos é tovieson la guarda da por ambas parles ; é los peones siguiendo el
de aquella ciudad. En ol qual tiempo de dos forta mandado de Don Jorge , firieron tan sin temor en
lezas queran del Arzobispo de Toledo é se las auian los enemigos, que mataron muchos caballeros é los
furtado, se facían grandes robos, la una llamada quo allí cayeron fueron luego por los peones dego
Canales, que tenia Cristóbal Bermudez, é la otra llados, de tal manera que los del Roy Don Enrique
Perales, que tenia Vasco de Contreras; & losquales á rienda suelta ovieron do foir ; é los enemigos asi
el Rey Don Enriqne mucho favorecia. En este tiem vencidos, Don Jorgo so volvió á la villa de Alca-
po vino en estos Reynos un caballero de la Orden zar donde avia salido. ■
de San Juan, Guido de Monto Alvaldo enviado por
embozado! del maestro do Rodas con facultad suya CAPÍTULO LX.
é con letras del Papa Pablo para proveer del Prio-
razgo de San Juan á Don Alvaro d'Estuñiga, hijo De la muerte del Duque Juan hijo de Renel, que fué lley de Oti
del Duquo de Aróvalo, al qual ol padro en ninguna lia , t del malaventurado caso aeaceido al primogénito Conde
cosa ayudaba, porque! Maestre do Santiago ayuda de Fox.
ba á Don Juan de Valenzuela , quo por Prior de San Mucho ayudó la fortuna á los serenísimos Prín
Juan se avia ; al qual ol Principo é la Princesa y el cipes Don Fernando é Doña Isabel en un gran da
Arzobispo de Tolodo favorecieron. A Don Alvaro ño que se les aparejaba , si los franceses mucho
d'Estuñiga desbarató la gente quel Maestre avia tiempo poseyeran á Barcelona. Como el Rey Luis
embiado en favor de Don Juan de Valenzuela, é to de Francia desde alli ganara la mayor parto de las
mó la fortaleza de Consuegra é labróla é fortificóla; fortalezas del Principe Don Fernando , ansi en Ca
y en este mesmo tiempo Don Alonso de Monroy, taluña é Aragón como en los Reynos de Castilla é
Clavero de Alcántara, como sopiese que doscientas de León , como sea cierto que tanto quel Duque
lanzas del Maestre Don Gómez de Solis estoviesen Juan tuvo á Barcelona con ayuda del Rey do Fran
cerca de Guadalupe, se fué á pelear con ellos, é me cia, cada dia se aumentaba el señorío del Rey Don
tiéronse en la villa, é allí los cercó ; é los principa Juan de Aragón ; el qual ya no podía resistir los_
les se le dieron , é á los otros dospojó de caballos é enemigos, asi por la decrépita edad suya, como
armas é ansí los embió ; do quo gran daño se siguió por la demengua del dinero, lo qual todo quiso
á los moradores de aquella villa. nuestro Señor remediar maravillosamente ; donde
quiso que se cumpliese aquella sentencia de Grigo-
CAPÍTULO LIX. rio que dice que entonce nuestro Señor embia los
remedioB, quando los hombres no esperan de aver
De la «illa que ovo Don Jorge Manrique , que avadaba i Don íos, cayendo eBtos daños sobre aquellos que busca
Joan de Valenzuela , prior de San Joan de quel ovo la Vi ron sin causa destruir al verdadero Rey y su legi
toria.
timo heredero ; como ya no tuviesen ninguna ayu
En mucho fué culpado de todos el Duque de Aré- da á tan grandes fatigas , donde por la mano de
valo por dexar de ayudar á Don Alvaro d'Estuñiga Dios vino en el intruso Duque Juan que Rey de
su hijo por complacer al maestre de Santiago, que á Aragón se llamaba tan gravo enfermedad, que fué
Don Juan de Valenzuela] favorecía ; el qual Don verdadera medicina á los trabajos é infortunios do
Alvaro ovo do buscar el favor del Arzobispo de To Don Juan, verdadero Rey de Aragón, en tanto que
ledo é de sus primos los hijos del Conde de Pare como el Duque Juan so viese en peligro de muerte
des, Don Rodrigo Manrique , entre los quales Don é conociese aquella enfermedad serlo venida por la
60 CRÓNICAS DE LOS REYES DE CASTILLA.
mano de Dios, mandó llamar á todos loa principa guerra los franceses pudiesen facer á Don Fer
les de Barcelona á los qualcs amonestó é requirió é nando, Príncipe de Aragón, Rey de Cisilia, á
rogó que no quisiesen estar más en la rebelión que quien la sucesión pertenecía de los Reynos de Cas
contra su verdadero Roy avian estado y estavan, tilla ó de León , y por cierto en otra m añora lo dis
mas á la clemencia suya con grande humildad per- puso la soberana Providencia , que todos los casos
don demandasen , á quien sin duda la potencia di dichos quiso é ordenó que fuesen en favor é ayuda
vina ayudaba como pareciese que en tanta edad, del Príncipe Don Fernando por destruir la maldad
aviendo perdido la vista, se la avia tornado. É co é porfiosa obstinación de los barceloneses, loa qua
mo los barceloneses estoviesen endurecidos, en su les con toda el ayuda de los franceses nunca pudie
malvada pertinacia, trayeron de lo postrimero de ron cobrar el puerto de Colibre, quos cerca de Qi-
España á Don Pedro, Condestable de Portugal, hi rona, por la industria é buena guarda de un capi
jo del Infante Don Pedro , al qual por Rey recibie tán natural de Mayorga á quien el Rey de Aragón
ron, y en breve tiempo malaventuradamente murió; la avia dado , donde murieron muchos de los fran
ó como en su enfermedad conociese que nuestro Se ceses con tiros do pólvora é ballestas por la virtud
ñor quisiese dar fin á los trabajos del Rey Don de los buenos que en aquella fortaleza estaban, que
Juan de Aragón , á los barceloneses exhortó que en con mano vigorosa ficieron fuir los franceses.
otra manera mirasen las cosos que fasta allí las
avian mirado, é inclinasen los corazones 4 la ver CAPÍTULO LXI.
dad, ni quisiesen tener la malvada rebelión que
fasta allí contra su Rey avian tenido , en tal perdi De la causa que ovo pan los debates é guerras de Don Pedro de
Vclasco, Conde de Haro, con Don Pero Manriqucz Conde Trc-
miento é desolación do aquella miserable ciudad, vito, primo suyo.
certificándoles que si do aquella enfermedad se le
vantaba él , buscaría modo como con bHena conve- La vecindad do la tierra de estos señores dio cau
.nencia é sin peligro do los ciudadanos el Rey de sa que entrellos oviese algún desamor ; é como los
Aragón fuese señor de lo suyo , é si la muerte lo vasallos del Conde de Trevifio recibiesen algunos
llevase, que otra vez y otra les rogaba y amones agravios de los vasallos del Conde de Haro, y él no
taba que no buscasen otras nuevas redes en que se lo remediase, el Conde de Trevifio tenia desto gran
embolver , é conociesen á su Rey , é fuesen ciertos sentimiento, como quier que lo disimulaba por no
que la desordenada codicia y ambición del Rey Luis aver tiempo para se vengar : donde ansí fué que co
do Francia avia fecho venir en aquella ciudad al mo el Rey Don Enrique todavía estoviese en pro
Duque Juan su primo, por no solamente apode pósito de casar á Doña Juana, hija de la Reyna,
rarse del Condado do Rosellon é Concentayna , más con el Duque de Guiana é conociese esto desplacer
de la provincia de Ampurdan , con sed inestingui- á loa vizcaynoB é lipuscanos, parecióle ser necesa
ble de ocupar todo lo que pudiese. Estas cosas é rio ponerles freno, para lo qual acordó de embiar
otras se afirman ser dichas á los barceloneses, los en aquellas provincias á Don Pedro de Velasco,
qualcs como ya estoviesen obstinados en su per Conde de Haro, con sus poderes muy bastantes pa
tinacia, ninguna cosa de su propósito les pudo ra los costrefiir é apremiar á facer su querer é vo
tirar ; con todo oso, después do la muerte del Prín luntad ; é como el Condo do Haro era hombre sa
cipe, aunque mostraron defenderse con ayuda de gaz é desease acrecentar su eBtado, parecióle esto
los franceses, ya los populares olaramente osaban le venir muy bion , é con muchas gentes se apoderó
decir mal de los mayores, é loaban la virtud del de la ciudad de Vitoria ques cabeza de la provincia
Rey & quien contra toda justicia tan luengamente de Álava, é desde allí trató con los de Malbaseda
avian aflejido ; é turbó mucho los corazones de con quien tenia antigua amistad , á los quales atra
todos el mal aventurado caso acaecido al primo jo á su querer é desde Vitoria se fué para la villa
génito del Conde de Fox, á quien esperaban ser de Bilbao , ques la más noble de Viscaya , donde
Rey de Navarra, al qual el Rey Luis de Francia quiso mostrar su grandeza ; é como los vizcaínos
avia desposado con su hermana, con quien enten tengan antiguas leyes é costumbres que puedan
día meter viva sentella en los Reynos de Aragón. desnaturarse del Rey si atentase quebrantarlas, y
É como en este tiempo viniese la nueva al Rey do el Condestable ay quisiese algunas cosas facer con
Francia do ser fecho el desposorio de su hermano tra sus leyes é costumbres, los vizcainos fueron
el Duque de Guiana con Dofia Juana, llamada hija dello muy mal contentos, é pensaron buscar su re
del Rey Don Enrique , ficíeron en su corto grandes medio, aunque la antigua discordia entrellos, en
fiestas por este desposorio, entre las quales se or que ¡numerables gentes por fierro é por fuego avian
denó una justa de guerra, en la qual el mal aven sido muertos, ansí de linaje deOfieü como de Gam
turado mancebo primogénito del Condo Fox justó, boa que aquella provincia señoreaba, les dava gran
é por liviano ó feble arnés fuéle dado un encuentro de eBtorbo, y el odio que entrellos avia repunaba
que todo el cuerpo le pasó, ó ansí súpitamente mu al deseo de la libertad, é la enemistad que ninguno
rió ; por quien muchos dixeron esto aver seido di fasta entonces pudo quitar de entre estos dos lina
vino misterio, como el Rey de Francia con este jes á la ambición y deseo do señorear aquella pio-
pensase muy mayores danos ministrar al ilustrísi- vinoia. El Condestable buscó nuevas vías de recon
mo Rey de Aragón porque desde Navarra nueva ciliar los enemigos de tan largos tiempos ; ni pu
MEMORIAL DE DIVERSAS HAZAÑAS. 8i "
dieran ningunos religiosos ni otras personas miti tad.» Lo qual teniéndole en mucha merced , los ca
gar la ira de los corazones quel amor de la libertad balleros ya dichos ficieron compromiso , é dejaron
pudo templar en el Conde de Haro , olvidando la todas las cosas á querer é voluntad del Conde de
persuasión del muy virtuoso é muy noble padre sa Trevifio, el qual luego fizo amistad de los dos ca
yo, el qual al tiempo de su fallecimiento le rogó é balleros con juramento é homenaje de siempre se
requirió que á los grandes do Vizcaya é Lipuzcoa guardar é honrar, é fizóse casamiento de fija é fijo
quisiese tratar amigablemente como á parientes é de los dos porqne mas la paz en t rollos so corrobora
mucho amigos, certificándole que si en otra manera se. E luego se dió forma á todas las cosas necesa
lo ficiese se le seguiría dolió gran dafio ; é como ya rias para echar de la dicha tierra al Conde de Haro,
los vizcaínos oviesen enteramente conocido ol pro en ansí las gentes del un bando é del otro fueron
pósito con quel Conde de Haro en aquellas provin conformes para ello.
cias entrava, é fuesen ciertos que buscar remedio
en el Rey sería demasiado, determinaron do reque CAPÍTULO LXII.
rir por ayuda d Don Pedro Manrique, Conde de De li batalla qne ovieron el Conde de Haro y el
Trevifio , el qual como quiera que fuese primo del Conde de Trevifio.
Conde de Haro é como del estoviese quejoso, pen
só serle venido tiempo para vengar sus injurias, No fué negligente ni perezoso el Conde de Tre
lo qual podia bien facer con aquella gente que en vifio en llamar sus gentes , asi do á pié como de á
tan gran fatiga se veia, é ovieron consejo de re caballo ; é luego en el comienzo se trabajó por de
conciliar á los dos principales caballeros , los qua- liberar la villa de Bilbao do la servidumbre en quo
les eran Juan Alonso de Moxica é Podro de Aven- esperaba quedar, é comenzó de apremiar y castigar
daño, hombres muy dispiertos en la guerra, los algunos moradores della quo eran conformes al que
quales vinieron á la villa de Carrion, donde falla rer é voluntad del Conde de Haro, en gran daño é
ron al Conde de Trevifio ; los quales como el,Condo perdimiento de la cosa pública do aquella villa ; lo
conociese días avia Bcr enemigos, maravillóse de su qual ligeramento se acabó, como para ello los dos
venida, é fabló con cada uno dellos aparte, é meti bandos fueron conformes; é do allí se acordó de
dos en una celda en el Monet torio de San Francis embiar gente asi dó caballo como de pié á la villa
co fabló con amos á dos juntamente, é cada uno llamada Villarreal, que es de Podro de Avendafio,
dellos mirando el uno al otro estuvieron turbados é muy cercana á la ciudad de Vitoria , porquel Conde
ninguna cosa fablaron. É como el Condo vieso la do Haro no pudiese sin gran dafio pasar por la es
turbación suya, comenzó la fabla, rogándoles mu trechura de los montes que alli hay. Y en tanto
cho que su vieja enemistad no turbase el bien co questo se facía, la Condesa de Haro en persona vi
mún é libertad de todos. Entónces Juan Alonso de no con asaz gentes por pasar á la villa de Bilbao
Moxica dijo á Pedro de Avendafio : « Pedro de por el camino de Balmascda, en el qual como quie
Avendado, ¿dónde está mi padro que vos cruel ra que hay muchas labranzas, no es el lugar cerca
mente con fuego matasteis?» Al qual Pedro de do, pero hay muchas torres las quales por sus ban
Avendafio respondió : «¿Qué voluntad pensáis que dosidades, todos tenían muy aparejadas de balles
os tenga aviendo por vuestra mano muerto a mi tas é tiros de pólvora. E como ya la gente de Vizca
hijo é á mis hermanos é á muchos otros de mis pa ya toda fuose conforme para facer todo el dafio que
rientes?» Oídas estas palabras por el Condo, dijo : pudiesen al Condo do Hato ó á sus gentes, de tal
«Pariontes, sefiores y amigos, dojad do fablar en manera tomaron los pasos , quo la Condesa no pudo
las viejas querellas ; encomendaldas á olvidanza, pasar, é ovo de se volver con gran peligro de los
pues otro remedio no tienen, é fáblese en las cosas suyos, y el Conde do Trevifio estando cerca de Vi-
presentes de que mayor caida para todos se espera ; llareal con gran gente, cada dia peleaba con los
¿qué dolor puede aver en loe que ya perecieron del Conde de Haro , é por los llanos de Alava ve
ansí de una parte como de la otra? más es de doler nían é facian en ellos grandes daños, de que mu
de los que viven en miserable catividad que la cho se acrecentó el homecillo entro aquellos sefio
muerte de aquellos que en libertad la recibieron que res, en que muy gran daño recibieron los del Conde
ninguna infamia podia ser ignal á la de vosotros do Haro , é por eso acordó de dezar algunos días de
gente noble Vizcaya, á quien nnnea la mano real facer guerra , porque idos los vizcaínos á sus luga
pudo domar voluntariosamente, si quisiéredes el res, él quedaba muy mucho mas poderoso así de
yugo infame consentir. El justo imperio de los re gente como de dineros quel Conde de Trevifio , ma
yes nunca quisístes sofrir, ¿é Bofrireis agora el tira yormente que cada dia esperaba ayuda del Rey Don
no señorío del Conde de Haro? Pues tornad en vo Enrique é del Maestre de Santiago ; y como todo
sotros las fuerzas que aver soliades que vanamente esto el Conde de Trevifio conociese, no tardó de
ejercitasteis , con detrimento é daño vuestro é de buscar ayuda quo lo convenía para lo qual requirió
vuestros parientes 6 amigos, para conservar vues á Pero López de Padilla , adelantado mayor do Cas
tra libertad con mayor gloria é fama , é si ayuda tilla, caballero muy noble que ya en algunos peli
habéis menester, aquí estoy yo, que no como prin gros avian sido compañeros, del qual algunos sos.
cipal , mas como igual de vosotros ponió la vida y pechaban que ayudaría á la parte contraría como
estado por conservación de vuestra antigua liber- fueso yerno del Maestre de Santiago ¡ á los quales
02 CRÓNICAS DE LOS REYES DE CASTILLA.
Conde de Ilaro é de Trevifio el Maestre de Santiago vivieron fuera de necesidad. Cosa fué por cierto
envió afectuosamente á rogar que dejasen la guer esta de muy cathólico é prudente varón é muy dina
ra, 6 para quo esto ovieso lugar, tovo mafia como de memoria.
el Rey so fuese á Burgos , creyendo questo sabido,
los Condes ambos á dos dejarían la guerra y el Rey
CAPITULO LXIII.
en persona, si menester fuese, los iria á pacificar ;
é como el Rey creyese la parte del Conde de Haro De la muerte malaventurada del Papa Pablo segundo.
estoviese mas poderosa é desease aquella oviese Vi
toria, dotóvoso mas de quanto debiera, y entre tan Convenionto cosa parece escrobir aquí la nueva
to la batalla de los Condos so dio cerca de Monguia, manera de muerte del Papa Pablo segundo , no vis
ques muy cerenna a la muy noble villa de Bermeo, ta semejante en el mundo fasta entonces , el quul
donde la gente del Conde de Tro vino á quien mucho mucho favorecía al Rey Don Enrique y encobria
ayudóles la aspereza de la tierra , sobró á la muche bus errores, la maravillosa muerte del qual dio tes
dumbre do la gente del Conde do Haro, donde muy timonio de bu torpe vida, el qual (mando vivió
léperamente por ambas partes la batalla se peleó ; siempre se ejercitó en oosas vanas , y en juogos , y
pero á la fin como quiera quel Conde de Haro pe en buscar las figuras de las monedas de los tiempos
lease animosamente como muy valiente caballero mas antiguos, y en mirar sus tesoros é piedras pre
y esforzase mucho su gente , todavía ovo de ser des ciosas en lo qual siempre contemplaba , é procura
baratado, é mucha della muerta, de la qual se afir ba tener oerca de sí nigrománticos é fechiceros ; el
ma ser perdidos más de mil hombres, do los quales qual, como fuese muy hermoso de gesto, é de cuer
fueron bien trecientos de caballo , entre los quales po muy grande é muy sano, sin enfermedad algu
fué muerto Alvaro de Cartagena, caballero mucho na, la noche que murió fué fallado en bu cama tan
esforzado , hijo de Pedro de Cartagena ; y el Conde pequeño é tan flaco, como de un mozo pequeño de
de Salinas, Don Diego, é Don Luis de Velasco pri diez ó doce años , todo consumido é fcrido el rostro
mo del Conde de Haro con gran trabajo se pudieron é la cabeza en muchos lugares ó los huesos de tal
salvar; y el Conde de Haro fuera allí muerto ó pre manera como si fuesen quemados en fuego ; el qual
so , salvo porque fué bien guiado por algunos que se afirma tener en un anillo un espíritu familiar,
la tierra sabian , é por muy ásperos ó montuosos por el qual muchas cosas sabia. É muerto así el
caminos con gran trabajo Be pudo salvar. El Rey Padre Santo , los suyos diorou muy gran priosa á su
' Don Enrique, que ante de la batalla otra voluntad enterramiento, porque no fuese á todos manifiesta
tenia, después de pasada comenzó avene más blan la nueva forma de su muerte , la qual bien confor
damente en las cosas que solía. ¡ Oh quanto daño me fué á bu vida, como siempre so diese á deleites
trae á los mancebos menospreciar el consejo de los é pompos é obras vanas dejando entender en las co
padres ancianos! Que por cierto bí esto Conde de sas á que su divinidad le obligaba. Solo esto fizo bue
Haro creyera el consejo de su excelente padre, no no en bu pontificado, que recobró algunos bienes del
viniera aquel rompimiento que vino con su primo, patrimonio de la Iglesia, que tiránicamente eran te
ni tomara por enemiga la nación de Vizcaya que nidos por algunos ; é murió este Padre Santo en el
por amor siempre sirvió á bu padro, el qual con mes de Agosto del año del naseimiento de nuestro
prudencia muchas veces supo hacer de los enemigos Redentor do mil é quatrocientos é sesenta y un años,
amigos, ó tanto fué caritativo é chriatiano é amador el qual no contento del excelente palacio edificado
de bus vasallos , que como en algunas villas suyas por Nicolao quinto cerca de San Pedro , mandó fa
oviese muchos judíos é con los logros le pareciese cer otro mucho mayor cerca de San Marco en Ro
aquello emprobecer, mandó so graves penas ningu ma. Fué enterrado miserablemente en una pobre
no fuese osado de dar á logro ; é como algún tiem sepultura, é sucedió en su lugar Sixto quarto, fray-
po esto duraso los vasallos se quejaron á él dicien le de San Francisco, antes llamado Francisco de
do que muy mayor daño recibían en no fallar di Ona, innoves, maestro de Santa teología, el qual
neros á logro ni en otra manera como ya, no los fa muchos cardenales crió de bub parientes ; que en
llando, les convenia vender sus ganados é lanas é este tiempo nuestro los Padres Santos parece que
pan é otras coBas adelantado, é por onde le suplica para sublimar sus deudos son puestos en la silla de
ban que diese libertad á quel logro se diese. El San Pedro, siendo en todo contra el orden de la
Conde queriendo en esto remediar, mandó poner Santa Iglesia,
tres arcas en Medina de Pumar y en Herrera y en
Villadiego, poniendo en cada una dellas docientos
mil maravedís, en los alfolíes de cada una destas CAPÍTULO LXIV.
villas dos mil fanegas do trigo , mandando dar las Da loa eseandaloa aeaeeidos en la dudad de Sevilla , entre Don
llaves de lo ya dicho á quatro regidoreB de cada Enrique de Cuiman, Duque de Hedlnasldonia , é Don llodrigo
una de las dichas quatro villas, mandándoles que Punce de I.con , Marques de Ciilii , i de la salida del Marques
de la ciudad de Sevilla.
qualquier vasallo quo menester oviese dineros ó
pan fasta en cierto número, dando prendas ó fian Como en este tiempo las voluntades del Duque y
za, le fuese prestado por un ano, con lo qual con Marqués estuviesen dañadas por las cosas entre
servó todos los vecinos do aqnollas villas que todos ellos pasadas, é como ya muchos de los ciudadanos
MEMORIAL DE D ER8A8 RAZA&A& é3
estoviesen en desgracio ó mal querencia del Mar te de allí, tomó por remedio dezar la ciudad é par
qués , la parte del Duque so hacia cada dia mucho tirse para Alcalá de Guadayra [lo qual fué causa
mayor ; é como de contino entre los gentes destos por lo mucho que quiso alargar sus estancias ; é co
señores ovieBe debates é contiendas é muertes é fe- mo tenia poca gente , ó como tenia mucho que guar
ridas de hombres, acaesció que en veinte y cinco dar, no pudo sofrir, de que de necesidad ovo de ir
dios del mes de Julio del afio del nacimiento de nues se. Ido, le robaron la casa, y estándola robando,
tro Redentor de mil é quatrocientos é setenta y un llegó el Duque, y el Adelantado dixo al Duque que,
años, oto un tan gran roido entre los gentes destos seria bien que no se la robasen , y dizóle el Duque
señores, que duró quatro días, en que murieron que entrase él allá, y entró, toda la qual halló que
é fueron feridos muchos de la una parte é de la no se habia robado, é dióla á Doña iBabel de León,
otra, é puesto fuego en diversas partes de la ciu mujer de Don Pedro el Bayo, hermana del Mar
dad, en que se quemaron muchas casas; é como qués ; é demás de todo esto fué la causa principal
quiera que alli estoviesen el Adelantado Don Pedro el fuego que pusieron los suyos á la iglesia de San
Enriqaez é Don Pedro Estuñiga que según quien Márcos, la que se quemó, y viéndola arder el Mar
eran debieran poner paz entre aquellos señores, qués dizo que no habia medio de apagalle ; al qual
ayudaron enteramente á la parte del Duque, por pesó mucho del fuego que so puso ; y la Marquesa
que el Adelantado y él eran casados con dos her su mujer, después de él muerto, dió para ayuda á la
manas, é Don Pedro era casado con su hermana, é labor de la iglesia] (1); é como la fortaleza de Alca
como los suyos fuesen muchos más que los del lá de Guadayra, tuviese Hernán Dorias de Saave^
Marqués , oviéronse de retraer en dos coiliciones de dra, cuñado del Marqués, casado con Doña Constan
Santa Catalina é San Román, donde se ampararon za, su hermana, mandó llamar todos los caballeros
é defendieron dé la muchedumbre de la gente del y escuderos que ende tenia, de los quales algunos
Duque é de los otros caballeros que le ayudaban ; vinieron, é otros no quisieron dexar sus estancias,
é algunos religiosos queriendo el servicio de Dios no sabiendo lo quel Marqués queria hacer, é asi el
y el bien común de aquella ciudad , se interpusie Marqués salió de la ciudad por la puerta del llosa-
ron y dieron medio como el Duque y el Marqués rio , con fasta dooientos do caballo é se fué á Alca
fuesen amigos é se juntasen en la laguna, é de alli lá de Guadayra. É allende lo fecho, la comunidad
anduviesen juntos por toda la ciudad porque fuese é gente del Duque robaron más de mil é quinien
por todos conocida la amistad suya. É para mayor tas casas de los parientes é aficionados al Marqués ;
corroboración do aquello, los religiosos tuvieron é asi el Duque quedó en Sevilla, do lo que so si
manera como el Duque y el Marqués hiciesen ju guieron infinitos daños é males, no solamente en
ramento é pleito omenage de se guardar verdadera aquella ciudad, más en toda su comarca ; y el Mar
amistad ; é para mayor firmeza de lo ansí complir é qués de Alcalá embió llamar toda la gente do ñus
guardar, partieron ambos i dos el cuerpo de nues villas é lugares, é á los Alcaides de Osuna ó Morón,
tro Señor, de todos los caballeros ciudadanos é co llamados el uno Luis de Pcrnia y el otro Luis do
munidad de aquella ciudad fueron mucho alégres, Godoy, los quales vinieron á gran priesa con la mas
creyendo que la paz entre ellos para siempre se gente que pudieron é ay Be juntaron con el Marqués
guardaría. La qual duró fasta un miércoles veinte y fasta mil é quinientas lanzas é dos mil peones, con
siete de Julio del dicho año, en el qual dia algunos la qual gente el Marques salió de Alcalá de Gua
dicen que estando el Marqués durmiendo la siesta dayra á tres dias de Agosto de dicho año é dió á en
muy seguro, según las cosas entrellos pasadas, que tender á todos los que alli iban que querían entrar
dos hombres de pié el uno del uno, y el otro del en la ciudad, é tomó su camino derecho para ella,
otro, murieron, é comenzaron á llamar apellidos. é como alli estoviesen espías del Duque, fuéronselo
Juntóse mucha gente de una parte y de otra, de á decir ; el qual mandó luego armar toda la gente
manera que comenzaron á pelear, tanto que entra de la ciudad para se poner en defensa ; é como el
ron por el barrio del Marqués, firiendo é matando Marqués llegó quanto media legua de la ciudad,
é robando á los suyos , é otros afirman que la gente tomó el camino del Olivar que va para el Alcanta
del Marqués comenzó aquesta pelea, é que sobre rilla é anduvo tanto , que antes de que anocheciese
aquello ovieron de venir la gente del Duque y él en llegó á las Cabezas con toda su gente ordenada en
persona ; lo qual dice se hizo tan de súpito, que los batallas; é otro dia, que fué sábado, á quatro de
del Marqués no se pudieron tanto ayudar de las ar Agosto, amanesció sobre la ciudad de Xeroz [como
mas como les cumplia ; con todo eso pelearon de tal quiera que los de Xorez tenían fecho concierto en
manera, que machos dellos fueron heridos é muer tre si que si el Duque de Medina viniese, dizesen
tos, asi de la parte del Duque como del Marqués; que no lo podían rescibir de miedo do la parciali
el que viéndose asi apretado , puso estancias en Ibb dad del Marqués, é si el Marqués viniese los del
calles donde fué combatido tres dias ; en el qual Duque de Medina dizeson lo mismo do manera quo
tiempo fueron muchos muertos é feridos ,*ansi de al uno ni al otro lo rescibiesen. Al tiempo que llegó
una parte como de la otra, é i la fin, como el Mar eran salidas mil y cinquenta lanzas á partir los tér-
qués viese la gran ventaja de gente que el Duque
tenia, á quien ayudaba la mayor parte de la ciu (I) Este (rozo consta solamente en el Códice de que nos hemos
dad, y él se viese arrinconado en una pequeña par- servido ]>ara esta edición.
64 CRÓNICAS DE LOS REYES DE CASTILLA,
minos con los moros ,-é salió á él Pedro de Vera con '
un capote vestido , que le mostró por donde avia de
CAPÍTULO LXV.
entrar porque aun los mas do los caballeros estaban
dosto concierto, ó algunos tenía él ciertos á su vo De la adversa fortuna aeacscida al Rey Duarle de Inglaterra , é de
luntad ] (1) ; y entró en ella por el postigo del la batalla que ovo después de vuelto en Inglaterra con el Rey
Enrique en que murieron el Rey Enrique y el Conde de Barry
Alcázar , que por él tenía Manuel Riquel , ó otros é muchos otros.
entraron por la puerta de Santiago, de tal manera
que el Marqués de súpito tomó todas las fuerzas de Como estas cosas en los Reynos de Castilla é de
la ciudad, ó bin apearse, hizo prender de casa en León pasasen, é buscasen contrariedades á la biena
casa á todos los aficionados al Duque, sin ponerse venturanza de los Príncipes Don Fernando é Dona
ninguno en defensa, salvo Iñigo López, Veinte y Isabel , gran dallo se siguió al Rey Luis do Francia
quat rfl , el qual so defendió por gran espacio é fué por la tornada del Rey Duarte en Inglaterra, el qual
forillo en la cabeza, ó á la fin óvose de dar á prisión; como después de salido del Rcyno en él tornase cou
los quales luego embió á su tierra y les robaron to favor del Duque Carlos de Borgofia su cuñado , é
do lo que en sus casas tenian. Luego el Marqués con muchos otros que le ayudaban , prósperamente
mandó pregonar cartas del Rey por las quales le peleó, ó ovo vitoria; en el destierro del qual el Rey
embiaba á mandar que toviese aquella ciudad con Luis de Francia por estrados modos avia trabajado,
la administración de la justicia ; las quales prego y on aquel tiempo atentó do pelear con Carlos, Du
nadas é obedescidas, toda la gente se sosegó; el que de Borgoña, en la qual batalla ovo la fortuna
qual fortificó la fortaleza é hizo en ella aquel fo contraria; así quo costreñido ol Rey de Francia por
sado que agora tione , para lo que derribó todas las gran necesidad, ovo de buscar algunas formas con
casas que eran mas vecinas á la fortaleza ; é los ca el Duque vencedor, como ya no pudiese ayudar en
balleros que mandó prender, dellos embió é Marche- aquellos dias al Conde de Barrunque ; el qual como
na é otros á Arcos, ó algunos mandó que quedasen fuese certificado del gran poder quel Roy Duarte
allí , ó de allí en adelante se hizo tan cruel guerra tenia en muy grande armada aparojada, é oviese te
entro el Duque y el Marqués como entre moros é nido muchos navios asi de ginovesos como de espa
christianos. Como el Duque tuviese en San Lucar al ñoles por sueldo el Duque Carlos para este pasage ;
gunas naos armadas , decian ser para venir sobre el Conde de Barrunque con gran diligencia ayuntó
•Cáliz ; entre las quales avia una llamada la Bena- quantas gentes pudo de las que deseaban la restitución
dtva que era muy grande. Sabido por el Marqués, del Rey Enrique con el que todos juntos vinieron
mandó armar en Cáliz ciortas naos ó carabollas , é en batalla contra ol Roy Duarte, en la qual tan pros
envió en ellas ciertos capitaues que fuesen á San pera fortuna ovo Duarte, que el Rey Enrique y el Con
Lucar é peleasen con la flota del Duque, certificán de de Barrunque é todos los grandes que lo seguían
fueron muertos , é los que ende fueron presos dentro
dole que como ellos llegasen en San Lucar, él por la
de tres dias los mandó degollar en la ciudad de
tierra iria con toda la gente de Xerez , lo qual así se
puso on obra ; ó la flota del Marqués polcó de tal ma- Londres, en ol dia de la pasión de nuestro Señor del
nora que fué desbaratada ó tomada por el armada dol año de mil y quatrocientos y setenta y un años.
Muerto así el Rey Enrique é todos los que lo seguían,
Duque. É como los capitanes della quedasen orgu
llosos por la vitoria ávida, movieron su flota el rio fallesció la esperanza al Rey Luis de Francia, pro
movedor de todas estas cosas, que pensaba aver ma
arriba hasta cerca de las Horcadas, tomando é ro
yor poder para destruir al Rey Don Juan de Ara
bando todos los navios que fallaron. En el qual
gón é á su hijo el Príncipe Don Fernando é á todos
tiempo un corregidor qnel Duque en San Lucar te
los que lo seguian , y estudiaba no menos hacer en
nía, llamado Diego de Villalan, como fuese caba
Italia como pensase destruir al Rey Fernando de
llero esforzado , á muy gran priesa metió gente en
Napol, aviendo ya por amigo á loe venecianos ; é
algunas gruesas naos que en Barrameda estaban, é á
pensaba de aver para esto la voluntad del Duque de
la vuelta de la flota del Marqués peleó con ella , de
Milán, Oaliazo María Esforza, é los ginoveses é los
manera que el armada del Marqués fué desbaratada,
florentinos ; y el papa Paulo en esto estovo dudoso;
é le fueron tomados algunos navios de los que lle
y el Rey Don Alonso de Portugal buscaba nove
vaba, ó los otros navios con gran trabajo salieron dades entre el Rey Don Enrique y él ; é comenzó de
del puerto después de haber recibido gran daflo.
tratarse casamiento de Doña Juana hija de la Roy na,
su sobrina, con él, aunque en público estaba despo
(1) Todo este párrafo consta asi en el códice quo hemos segui sada con el Duque Carlos do Quiana, hermano del
do para nuestra impresión. En otros que liemos consultado dice Rey Luis de Francia ; el qual conosciendo el error
como sigue : -y como quiera que el Duque tuviese gran parte en quo avia hecho , buscaba como el desposorio so di
aquella ciudad y lodos los aOclonados a el rondasen aquella no solviese ; lo qual como el Roy Don Enrique conos-
che, a la mañana se fueron á dormir, al qual tiempo el Marqués
llegó i la ciudad y entró en ella por el postigo del A'caiar, que cióse, buscó de tratar casamiento de Doña Juana
por ¿1 tenia Manuel Kcquel , etc. • con Don Fadrique, hijo del Rey Fernando de Na
pol; lo qual si el Rey Fernando aceptara, quedara
enemigo del Rey de Aragón, su tío, é dol Príncipe
Don Fernando, su primo, E desando esto, el Maca
MEMORIAL DE D iVÉKSAS HAZAÑAS.
tro do Santiago Don Juan Pacheco, procuró casa fecho y el pasage porquo se volviesen en su Reyno,
miento desta Doña Juana con Don Enrique llamado sin le facer mas daño, dándole por cierto tiempo
Fortuna, hijo del Infante Don Enrique, Maestre de cinquenta mil coronas cada año , las quales algún
Santiago. E porque mas notorio sea la forma quel tiempo el Rey Luis de Francia le pagó é sin empa
Bey Luis de Francia en su vivir tenia, paresció ser cho é vergüenza públicamente decia que el Rey de
coBa razonable aqui en escribir un trato muy desho Inglaterra vivia con él é le daba cinquenta mil co
nesto por él comenzado, en gran daño é mengua ronas cada ano de acostamiento. En este tiempo el
del Rey Don Enrique de Castilla, teniendo con él Rey Don Enrique de Castilla embió su embazada al
muy estrecha confederación ó alianza, el que fué Rey Don Alonso de Portugal para afirmar el casa
que envió en Inglaterra soteno embazada al Rey miento de Doña Juana hija de la Reyna Doña Jua
Duarte, enviándole á rogar é requerir que quisiese na. E al tiempo que los embazadores llegaron, fa
con él amistad, é hiciese guerra en los Roynos de llaron al Rey de Portugal embarazado, que se par
Castilla é de León, pues de derecho le pertenescian, tía para Africa ; y como supo la venida de los em
éle daba su fe que en el tiompo que pusiese plan baxadores, salió de la nao donde estaba por los oir,
ta en tierra con su flota en los Reynos de Castilla, de que los Grandes que con él iban ovieron gran
él poderosamente entraria por la tierra, por manera enojo, sospechando la causa de la embaxada, é su
que ligeramente amos á dos podrían ganar estos plicándolo que ne quisiese venir en el casamiento
Reynos, de los quales pura si no quería, salvo los de Doña Juana sobre quellos creian aquella emba
muebleB que pudiesen aver para sus despensas, é los zada venia después de ser .tantas veces ofrescida é
Reynos enteramente quedasen para él, pues justa dada á Carlos, Duque de Gniana, é con ella quisiese
mente le pertenescian, y ellos quedasen para siempre tantos yernos buscar é con este bueno buscase todo
amigos é confederados. E al tiempo que el Rey de el mundo enficionar, é no oviese parte donde con él
Francia esta embazada en Inglaterra embió, estaba no o viesen tentado ; é le suplicaban no quisiese á
ende por su embajador del Rey Don Enrique do tan gran gloria quanta avia ganado, tan gran torpo-
Castilla, Don Alonso de Palenzuela, fraylo del Or dad se juntase. Con todo eso, el Roy de Portugal
den de San Francisco, hombro muy noble en vida y determinó de aceptar el casamiento ; é después de
en cionoia, Obispo de Ciudad Rodrigo, que después haber hablado secretamente con los embajadores, en
fué de Oviedo ; á la qual embazada el Rey de In público dixo aver salido de la nao por resoibir mas
glaterra no quiso en secreto responder, ante einbió honradamente aquellos embaxadores por respeto de
á decir á los embaxadores de Francia que viniesen quien los embiaba ; y en presencia de todos dixo á
al Palacio á ezplicar su embaxada , presentes todos los embaxadores que podian certificar al Rey Don
los de su Consejo, y embió decir al Embaxndor de Enrique, quedándole Dios próspero suceso, con muy
Castilla que fuese presente á oir la embaxada quel buena voluntad se vería con él, é daria forma como
Rey Luis le embiaba ; é juntos asi todos en presen el amor para siempre entre ellos quedase con gracia
cia del Rey, los embaxadores del Rey de Francia de ambos á dos. Las quales cosas en público dichas,
explicaron su embazada en la forma dicha, á los el Rey se tornó á la nao é mandó dar las velas al
quales el Rey Duarte dizo : « Vosotros diréis al Rey viento.
«Luis que oi las cosas que de su parte me dizistes,
»de que no poco soy maravillado, sabiendo la estre- CAPÍTULO LXVI.
»cha amistad, confederación é alianza que él tiene
«con el ilustrtsimo Principe Don Enrique, Rey de De li Tenida do D. Rodrigo Pouee de León, Marqués de Cáliz, i
^Costilla é de León ; la qual estando muy firme en- ll ciudad de Sevilla.
ntrellos, mover trato tan feo é tan detestable entre En esto tiempo Don Rodrigo Ponco de León, de
nqualesquier personas , quanto mas entre Reyes, seando hacer algún ultraje al Duque, determinó de
ncosa paresció muy estrafia de oír ¡ é é> lo que dice se venir á Sevilla, para lo que oon muy gran priesa
«que yo tengo derecho á los Reynos de Castilla é embió á rogar á todos sus ayudadores , parientes y
»Leon, diréis que no lo tiene bien aprendido, porque amigos que á cierto dia fuesen con él en Xerez ; los
stanto que durare el linaje del Rey Don Juan mi .quales muy prestamente vinieron, é asi mismo to
»tio, do gloriosa memoria, ellos son herederos de das las gentes de sus villas é lugares. E como el
«aquellos Reynos, y ellos vivientes , yo no tengo á Duque supiese el llamamiento que el Marqués ha
sellos derecho alguno ; é al Rey Don Enrique yo lo cia, embió llamar todos sus amigos, de los quales
»amo mucho, y lo ayudaría é favoresceria quanto ninguno quiso venir, salvo Don Alonso de Cárde
. «pudiese en todo lo que mo menester ovieso ; ó de- nas, Comendador Mayor de León , quo después fué
scirleeis quo yo no tengo en el mundo otro enemi- Maestre de Santiago, del que una sola hija que te
ngo sino á él, como él posea el Reyno que á mi me nia era esposa de Don Pedro de Guzman, hermano
npertenesce, é que por eso tenga por cierto que, del Duquo, el que vino en Sevilla con trecientas y
nquando no pensare, yo iré á tomar lo que mo per- treinta lanzas. El Marqués á gran priesa se partió de
ntenesce. » E poco tiempo después desto el Rey Duar Xerez, contra la voluntad de muchos que con él ve
te de Inglaterra pasó poderosamente á Francia, é nían, por mostrar á los sevillanos del infortunio pa
comenzando facer la guerra , el Roy Luis tovo con sado averie resultado mayor poder, lo que tan
él tales formas, que él pagó las despensas que avia to mas provecho se lo pareada, quanto mas presto
Cr.-III. 5
G6 CRÓNICAS DE LOS BEYES DE CASTILLA.
lo hiciese, como de la tardanza muy grandes des cierto aquella gente era allí venida contra su volun
pensas se le siguiesen, é al enemigo se le acrecen tad; el Comendador Mayor dio tantas razones porque
tarían las fuerzas ; lo que hizo por consejo de Don la batalla no se debiese dar, que turbó las voluntades
Gonzalo de Sayavedra, Comendador Mayor de Mon- do los unos y de los otros, é la batalla so escusa por
talvan, el que so color do entender contra estos ca causa do los priores de la Cartuja ó do San Jeróni
balleros, se vino á la ciudad de Xerez , é quedó en mo é de otros monestorios que en ello anduvieron
ella por guardar la fortaleza é ciudad con algunos de una parte á otra muchas veces. Ovo gran tardan
do quien el Marqués se conñaba, y el Marqués con za en debatir quien primero partiese mano del cam
mil ó quinientos do caballo é tres mil peones se po; é después de muchas alteraciones, determinóse
vino ala villa de Alcalá de Quadayra, ques muy que quien primero avia presentado la batalla, pri
coreana ala ciudad do Sevilla, lo que sabido por los mero se partiese del campo. E asi el Marqués ovo
sevillanos, todos recurrieron á las armas, especial de volverse primero ; lo que se hizo contra el dere
mente el pueblo que mucho deseaba la batalla ; ni cho de armas, el qual quiere quel demandado salga
era persona que pensase que escusarso pudiese. T primero del campo ; é así el Marqués que presentó
el dia siguiente que el Marqués á Alcalá llegó, sacó ]a batalla debiera quedar en el campo fasta quel
sus gentes é ordenó bus batallas para ir á Sevilla, y Duque se metiera en la ciudad. Y el Duque después
el Duque salió de la ciudad con fasta mil é trecien se fué á la villa de Alcalá, é fué conoscida cosa con
tos de caballo, é con tan gran número de personas quanto temor los ayudadores del Marqués miraron
que pasaban do diez mil muy bien armados ; los la muchedumbre de los sevillanos, entre los quales
quales todos iban con muy gran voluntad de pe uno de los principales llamado Luis do Pernia, ca
lear. E las cosas estando asi , dinero é consejos se ballero muy esforzado y criado desde su niñez so la
ovieron de cada parte, é ya pesaba ¡i la gente del disciplina militar, trabajaba quanto podía por es-
Marqués ser vouida tan cerca de Sevilla, como so co- cuaar la escaramuza ; el que tanto se metió á apartar
nosciese ser muy pocos para pelear con tan gran los unos de los otros, que no se pudo escusar que no
muchedumbre de gente como delante de si veían. recibiesen un encuentro de uno de los de Sevilla, de
El Marqués esforzaba mucho los suyos. Conoscien- quo fué asaz llorido ; el qual dixo ni Marqués quo
do su temor los sevillanos, esperaban comenzar la avia sido mucho engañado en pensar con la genio
batalla por ordenanza del Comendador mayor do que allí traía podría contra los de Sevilla prospera-
León, á quien ol Duque habia dado el cargo , é con mente pelear ; los quales si el Duquo fuera acostum
palabras trabajaba quanto podía por quitar el temor brado á las armas é supiera hacer lo quo cumplía,
á los suyos. El Duque incierto del consejo que debía seguu la gente que allí tenia , el Marqués y todos
tomar, oyó diversos oonsejos de los principales que los que allí venían sin duda fueran perdidos. La
con él estavan. Eran algunos que decían quo los peo gente de Sevilla so quejaban mucho del Comenda
nes armados apartasen de la ciudad porque la oerca- dor Mayor de León, al qual decían muchas injurias
nia de la guarida no les diese ocasión de fuir. Fué el y palabras por no aver dado lugar á que la batalla
consejo del Adelantado, el qual respondió quél no se diese donde tan conocida ventaja el Duque tenia.
quería dar consejo en aquello, ó antes se desvió, é dixo El Comendador Mayor, mostrando tener grande eno
que lo quel Duque determinase facer quo eso haría, jo de las cosas á él dichas, se volvió en su tierra,
que eran christianos, é que él uo queriadar su parecer quedando las cosas en pendencia entre el Duque y
en ninguna cosa, sino hacer lo que el Duque hiciese. el Marqués. E después el Duque con mucha gente
E Don Pedro d'Estuñiga, hijo mayor del Duque de fué á dar vista á Xerez , á dó le fueron cerradas las
Plasencia, dizo que era bien de mirar qué cara los puertas , é algunos de los del Duque echaron lanzas
enemigos facían, antes que mas ú ellos se acercasen. por encima del adarvo , á do mostró mucha cobar
El Comendador Mayor de León, á quien era dado día el Marqués do no salir, como hizo el Duque á él
el cargo de ordenar las batallas , confirmó lo dicho quando fué á Sevilla.
por Don Pedro, é ordenó que quedasen con el Duque
ciento y quarenta hombres d'armas de caballos en
CAPÍTULO LXVII.
cubertados é quo toda la otra gente de la gineta se
partiese por escuadras, de las quales una fué con De ana batalla que Don Alonso de Aragón, hijo bastardo del Has-
Don Pedro d'Estuñiga para se acercar á los enemi trlslmo lley Don Juan de Aragón , ovo corea de IlarciHoua con
franceses 6 Italianos 6 catalanes, de que ovo la victoria.
gos é los tentar é poner temor, lo qual asi se fizó, á
fasta entonces siempre fué sospechoso el consejo del En este tiempo vinieron al príncipe Don Fernan
Comendador Mayor. E como Don Pedro d'Estuñiga do alegres nuevas de una gran vitoria que Don
livianamente comenzase su escaramuza con los del Alonso do Aragón , hermano suyo , ovo cerca do
Marqués, luego en ellos se conoació ol temor. Esto Barcelona , teniendo muy poca gente , con gran mu
conoscido por los sevillanos, todos dioron muy gran chedumbre do catalanes é italianos , do los quales
clamor, diciendo al Duque que si era deseoso de ovo muy gran despojo é muchos prisioneros, estan
honra, que á tiempo estaba de la aver , y en aque] do el señor Bey su padre en la provincia de Ampur-
dia podía ganar paz perpetua para si é para todos dan , después de aver recobrado á Oirona é aver fe
los do aquella ciudad, dostruyondo el enemigo, lo cho cosas muy famosas contra los franceses. E como
que muy ligero los parescia do hacer, como fueso ávida esta victoria Don Alonso se viniese para el
MEMORIAL DE DIVERSAS HAZAÑAS. 67
Rey su padre, é oviese algunos de aquella provin les ovieron por mol quel Duque no quisiese tentar
cia quo mostrando ser amigos del Boy metieron los los arrabales, quo creian se podian tomar ligera
franceses muy cerca do Peralada, por tal manera mente según la muchedumbre de gente quel Duque
que muy poco fallesció de so perder el Rey é toda alli ti ni a, é con la voluntad que todos le tenian de
su hueste, como los franceses llegasen antes que combatir ; y esto asi fecho comenzóse á tratar tregua
amanescicse , é la hueste del Rey ostuvieso segura entro estos señores é firmóse por quatro meses que
durmiendo, é como Don Alonso de Aragón se fa fueron fasta el postrimero dia de Marzo del dicho
llase mas presto con algunos pocos de caballo, de ano.
tal manera dió en los franceses , que mató 6 hirió
muchos do ellos é salvó la vida de su padre ; con to
do eso el Roy perdió allí mas de doscientos de ca CAPÍTULO LXIX.
ballo é algunas tiendas. E después doste infortunio, De como estando el Rey Don Enrique en la ciudad de Córdoba ,
el Rey recogió sus gentes é siguió los enemigos , é determinó de se ir a la villa de Andujar por desapoderar dell*
los desbarató é venció , é contra la opinión del so al Condestable Don Miguel Lucas.
berbio enemigo se ofresció & dalle batalla ; é asi los Como al Maestre de Santiago despluguiose del
frBnceses despojados é huidos de la ocupación d'Am- gran poder quel Condestablo Don Miguel Lucas te
purdan, mayor gloria se siguió al excolento Rey ; é nia, procuró como el Bey quo con poca gente fuese
con tan gran voluntad todos los do la provincia se a la villa do Andujar é dolía se apoderase, lo qual
juntaron con él quo pudo luego poner el cerco sobre el Bey puso en obra ; é llegando en Andujar , fuese
Barcelona. para la fortaleza la qual tenia un virtuoso varón Ha-
mado Pedro Descaídas , de quien el Condestable Don
CAPÍTULO LXVIII. Miguel Lucas mucho confiaba. Al qual como el Bey
demandase la fortaleza, y él donegoso do se la dar,
De como Dan Enrique , Duque de Medina , partid de la ciudad de el Bey mucho le amonestó que mirase en que obli
Sevilla con intención de tomar la ciudad de Xerez. gación los hijosdalgo estaban de dar qualesquier for
En fin dol año de setenta y uno el Duquo de Me taleza que t o viesen ú su Bey é Señor natural , que
dina Sidonia Don Enrique do Guzman , detorniinó quan feo nombre les quedaba para siempre á los que
de ir á Xerez, donde el Marqués de Cáliz estaba, des 10 contrario hacian , é bien debia saber quan gran
que supo que los ayudadores del Marqués eran par dafio se avia seguido á todos los do aquella provin
tidos de Xeroz. E como el Marqués fué certificado cia por el Condestable aver ocupado la oiudad de
que el Duque se aparejaba para venir contra él, etn- Jaén é las villas á ella comarcanas ; al qual Pedro
bió á gran priesa á llamar sus vasallos de Arcos é Descaída» respondió: «Señor Bey, todo ló que vues-
Marchena é de todos los otros sus lugares, é algunos i) tra alteza dice es a mi notorio , si licito sea llamar
de sus amigos, conque juntó fasta ochocientos de n Bey á quien por su voluntad se facó siervo ; é
caballo é ocho mil peones , con la qual gente se fué » cierto es las leyes d cutos Rey nos disponen á los
A Librixa é de allí á San Lucar de Barrameda. Lo ■) Reyes no se nieguen las fortalezas por Jos Alcay-
qual como el Marqués supiese, todos los sospecho t des , ni creo yo ser notado por desleal aviendo
sos echó de la ciudad de Xerez , é mandóles estar en n fielmente guardado esta fortaleza por el Condesta-
los arrabales, é metió toda la gente que le era veni » ble, quo tanto que los desleales á vos con muy
da en la ciudad é las mujeres ó hijos pequeños do 11 grandes injurias vos trataban, yo siempre guar
los que mandó estar eu los arrabales, los quales hi ní lando vuestro servicio y el bien de la tierra , tlran-
zo estar sobre buena guarda , é los haciendas dellos »do muchos daños dell a, resistiendo aquellos de
mandó meter en la ciudad so color que no rescibie- « quien era deservido é duramente injuriado ; y aque-
sen daño, é solamente los varones quedasen para » líos queréis que sean de vos señores é asi confir-
pelear con los enemigos. E como el Marqués supie n mais é facéis verdad todas las cosas que de vos se
se el Duque venir cerca, dejada en orden la guarda » dicen, porque verdaderamente mas mostruo ó bru-
do la ciudad é arrabales, dando a entender á todos » to animal dobe ser llamado que Rey, é a los tales
que quería ir á dar la batalla al Duque, cabalgó con n Reyes gran servicio so les hace en denegarles las
solamente docientos de caballo, é fué mirar las n fortalezas porque dellas no pueda usar en dafio su-
batallas del Duque en la ordenanza questaban ; é » yo y en destruimiento de los bienes de la Corona,
vistas, se volvió á la ciudad. Y el Duque llegó á la o ni estos avran vergüenza según su fidelidad 11a-
villa que es cerco dol nrrobal de San Miguel , y allí » mar lo que ellos hicieron maldad , los quales olvi -
esperó por ver si el Marqués le daría la batalla, ó si » dados los grandes beneficios do vos recibidos , no
los de Xerez que por secretos mensajeros le habian «solamente vos son ingratos, mas siempre acres-
fecho alli venir, habrían osadía de pelear contra el ncientan en vuestras injurias, ó consentís ser nota-
Marqués como los toviese oprosos contra su volun n dos de infidelidad aquollos que grandes angustias
tad. E como ninguna destas cosas sucediese , pare » é trabajos han sufrido por vuestro servicio, á quien
cióle ser demasiado bu venida; é como oviese diver ii el gran poder de los infieles á vos no pudo jamas
sos consejos do lo que se debia facer, determinó n atraer á seguir sus errores. En la memoria debiades
de se venir a San Lucar, é donde á Sevilla, de qne ii tener el áspero y duro cerco que la ciudad de Xáen
mucho desplacía ó los mas de los sevillanos, los qua- n por vuestro servicio sufrió del Maestre de Calad uva
68 CRÓNICAS DE LOS REYES DE. CASTILLA.
» Don Pedro Xiron, el qnal asi inesmo quisiera esta nescesarias por el Arzobispo de Toledo, como la Prin
B villa ooupar con toda la provincia de Andalucía. cesa estoviese en Alcalá de HenareB, los quales des
t En ninguna parte deeta comarca erados ávido por de allí se fueron en Cataluña por visitar al Rey Don
«Rey, salvo en la ciudad do Xaen y en esta villa; ó Juan de Aragón é al Principo Don Fernando su hi
» si nosotros de infidelidad somos notados por aver jo, ó por concluir el efeto de su embaxada, en la
«pasado los trabajos é fatigas que pasamos, tenien- qual oir el Rey y el Principe fueron mucho alegres,
»do siempre vuestra firme obidiencia, ¿por qué como la vieja amistad do los Duques de Borgoña
t causa podéis aver por leal al Maestre, á quien te- con los Reyes de Aragón á las partes amas á dos
» neis por Señor é obedescois por diversos respetos fuese muy provechosa, é mucho mas agora lo era, el
i contrarios, é aveis por fiel á quien por estonce de Rey siendo en edad tan decrépita, é al Príncipe su
«necesidad conviene tener por verdadero ó agora hijo como después de aquella afirmada mas y mas,
«por desleal? El qual ó los otros de su parcialidad, el Duque seria obligado resistir la cruel tiranía del
» ingratos á tan grandes beneficios ciertos que de Rey Luis de Francia, el qual con tiránica voluntad
«vos rescibieron, mas sin vergüenza y temor inju- todo el mundo entendía ocupar, con todo eso tres
n riaron de gran fealdad de obras é palabras vuestra veces avia seido desbaratado por la fuerza é vigor
«persona real, lo oual todo tenéis olvidado por las del Duque Carlos de Borgoña , la grandeza del co
s leyes por elloB quebrantadas é por nosotros guar- razón del cual siempre quiso socorrer á los amigos
» dadas, ¿ó á ellos queréis aver por leales é á nos- que menester le oviesen ; ó por esta causa embió
« otros por traidores?» Estas conos oídas por el Rey embaxadores de los principales de bu casa, no sola
con gran turbación, ninguna cosa respondió, ó mente nobles, mas prudentes y osforeados, por dar
vueltas las riendas salió de la villa, é fuese para él enojo á los adversarios del de Aragón é de su hijo,
Maestre que lo estaba esperando , é desde allí Be par é á ellos consolación é alegría.
tió para la ciudad de Baeza, é de allí se fué á la pro
vincia de Toledo , oon intención de no dar al Maes CAPÍTULO LXXI.
tre la noble villa de Madrid. E dende el Rey se vol De la batalla que se ovo en la Tilla de Carmona, 6 de la muerte
vió á Segovia con propósito de darlo la villa de Se- desastrada de Luis de Pernia.
púlveda, porque asi de la una parte de los montes
como de la otra el Maestre toviese libre sefiorio. En estos dias , pasada la tregua que era puesta
Lo qual como sintiesen los vecinos de aquella villa entro el Duque de Medinasidonia y el Marqués de
temiendo la dura servitud quo muchos dias avían Cáliz, el Marqués dio forma como loa quo seguían
'trabajado por oscuBar, á muy gran priesa embiaron la parto del Duque fuesen ochados de aquolla villa,
al Príncipe suplicándole quisiese ocuparla. El qual é Luis de Qodoy, que era alcayde de las dos forta
luego embió á Don Beltran de Guevara é á Pedro da lezas, no cesaba de molestar é dañar aquanto podía
Avila , señor de Villafranca , nobles y estrenuos ca á Gómez Méndez de Sotomayor, alcayde de la ter
balleros con ciento y setenta de caballo del Arzo cera fortaleza de aquella villa, el qual la defendía
bispo de Toledo ; los quales se apoderaron de la vi virilmente, ¿ gran pesar del Maestre de Santiago,
lla. E luego lanzaron delta algunos de quien avian que mucho averia deseaba ; para lo qual , no con
sospecha que la querían dar al Maestre de Santia tento Luis de Godoy de tener las dos fortalezas, las
go, en daño universal de toda aquella provincia, lo iglesias ocupó é puso en ellas mucha gente é tiros
que ovo por muy grave el Rey , y «crecentó mucho de pólvora é ballestería, é en aquellos lugares sa
el desamor suyo quo á los principes avian ; ni se pu grados algunos hombres mataron ; é ya estaba en
do abstener el Maestre que no hioiese grandes ame propósito de combatir la fortaleza que Gómez Mén
nazas á los moradores de aquella villa, dez tenia, so la qual los vecinos de aquella villa
rescibieron muy grandes daños, é ya no les queda
ba ningún remedio , si la fuerza con la fuerza no re
CAPÍTULO LXX.
sistían , como los de Sevilla conosciesen si aquella
De la embijada que Carlos , naque de llorgofia , embld a los Prin tercera fortaleza se tomase, fuese la mayor parte
cipes Don Fernando é Dona Isabel. del daño suyo , acordaron embiar á Gómez Méndez
Partido el Príncipe Don Fernando para Cataluña, socorro para la dofensa de su fortaleza , donde has
donde se esperaba con su ida fuese quebrantada la ta allí estaban encerrados , de lo qual Luis de Go
provincia de los barceloneses, en este tiempo los doy con gran rabia embió á requerir á Marchen» y
embaladores de Carlos, Duque de Borgoña, vinie Arcos , de donde le vinieron asaz gentes , é con ellos
ron á los Príncipes Don Fernando é Doña Isabel por Don Manuel Ponce de León , hermano del Marqués,
confirmar la consideración é alianza y estrecha y después vinieron ende Luis de Pernia , alcalde de
amistad que de largos tiempos acá avian seido en Osuna, é Perea, alcayde de Morón, de donde fué
tre los Reyes de Aragón é los Duques de Borgoña, de forzado á los sevillanos de luego enviar socorro á
la venida de los quales la Princesa Doña Isabel res- Gómez Méndez de gente de caballo é de pié, lo qual
cibió gran placer, aunque le desplugo el señor Prín Luis de Godoy menospreciaba , diciendo los sevi
cipe ser ausente. É en el resoibimiento de estos em llanos aver ávido mal consejo en embiar aquella
baladores ó la manera de su aposentamiento, con gente perdida á pelear con setecientos de caballo é
larga mano lea fueron ministradas todas las cosas otros tantos peones usados de guerra, é así pensó
MEMORIAL DE DIVERSAS HAZAÑAS.
Luis do Godoy poder señorear toda la villa, é de tal Barcelona ovieron muy grande temor y los del pue
manera la guardar que los sevillanos no pudiesen blo improbaban á los principales , notándolos de in
ayudarles ; é como de amas partes so aparejase la fidelidad por la rebelión tenida contra su Rey tan
pelea, llegó con la gente de Sevilla Don Gastón de humano y tan benino , y maravillóse de su hijo ser
Castro , caballero mancebo muy noble y esforzado, é venido a le visitar, y no detenerse por le quitar de
mandó de súpito derribar una albarrada de piedra los trabajos de la guerra ; mas el Prinoipe, como le
quelos de la parte de Godoy tenian para su defensa, cumpliese mucho la venida en Castilla, partióse
é no solaraento entró con grande osadia, mas luego para Tarazona é desde allí se partió para Castilla , é
descendió á lo llano por dar la batalla, y luego los con todo loor y gloria quiso guardar nuestro Señor
Xerecianos caballeros , que primero de Sevilla ha para el serenísimo Rey su padre , el qual benina é
bían venido, do quien Godoy avia burlado , comen mansamente tiró el temor que del tenian los barce
zaron á pelear con tan grande osadia, que los de la loneses, é todos aunibles y conformes, determina
parte de Godoy se turbaron. E luego Luis de Per- ron do dar la obidencia á su Rey , poniéndose todos
nia , como fuese caballero muy esforzado , é quisie á la voluntad suya, á quien tan gravemente habian
se á gran priesa socorrer á su valia, é como él fue errado. En este cerco fueron muertos de un tiro de
se el primero que iba ordenado con su gente, fué pólvora el noble y esforzado caballero Diego de
herido de un espingarda de tal manera , que de sú Guzman, hermano del Conde Don Jerónimo deGuz-
pito murió, el qual en muchas batallas contra los man, é fué dada al bienaventurado Rey Don Juan
moros, con poca gente, muchas veces de gran mu • la ciudad de Barcelona, en un dia del mes de no
chedumbre se bailó vencedor, con cuyo nombre los viembre del año del nascimiento de nuestro Reden
enemigos algunas veces se espantaban ; el qual tor de mil é quatro cientos y setenta y dos afios.
siempre aborresció las batallas dentro de lugares , é
mucho contra su voluntad fué esta venida suya en CAPÍTÜLO LXXIII.
Cannona. Asi fué muerto esto virtuoso y esforzado
caballero por la mano de nn barboro mancebo , en De como Don Rodrigo Ponec de León, Marques de Cslli, lomo
el mes do abril del año del nascimiento de nuestro de los moros la villa de Cárdela é so rotulan , é da la reñida
del Principe Don Fernando en los Rernos de Castilla.
Redentor de mil é quatrocientos é setenta y dos afios.
Fué este caso do gran temor á Godoy é los suyos, é Entanto que la tregua duraba entre el Duque de
dió grande audacia á los sevillanos, los quales por Medinasidonia y el Marqués de Cáliz, el Marqués
diversas partes iban venciendo los enemigos, en no dejaba de pensar como pudiese hacer guerra á
que muchos de ambas partes fueron muertos. E ve los moros , paralo qual embió secretamente sns ada
nida la noche, la cual cubrió la fuida de muchos, lides para tentar la villa de Cárdela, ques muy fuer
algunos no curando de los caballos que en las posa te , é como por ellos fuese certificado poder aquella
das dexaban , se fueron huyendo á meter en sus villa escalar y estuviese por estonce menguada de
iglesias que por su parte estaban tomadas. Asi fue gente , como la mayor parte de los moradores della
ron tomodos por los sevillanos bien ciento y noven fuesen idos & la guerra dé Málaga , el Marqués de
ta caballos de los de los de Arcos é Marchena é Mo terminó de la tomar. Para ello ayuntó toda la gente
rón é Osuna, é otro dia las iglesias tomadas por los que pudo demostrando que la juntaba para hacer
de Godoy fueron libres ; é ninguno otra cosa en la guerra al Duque; el qual se fué de su ciudad do
villa les quedó , salvo las dos fortalezas que Godoy Arcos , é allí juntó cerca de tres mil de oaballo é
tenia , y en todo lo otro quedaron apoderados los se tres mil peones é partió á media-noche sin persona
villanos vencedores. E después de la vitoria ávida é saber donde iba , sino sus adalides ; é tomó el cami
tomado el despojo, con mucha alegría Be volvieron á no para Cárdela ques quatro leguas de alli, sobre la
Sevilla ; los quales partidos, los de Carmona rescibie- qual amanesoió. E antes que á la villa llegase , fue
ron muy grandes daños , é fueron muchos muertos é ron muertos tres moros que en el campo se fallaron.
heridos, é puesto fuego por muchas casas, y las igle E como los moros desde la villa vieron la muche
sias ocupadas por Godoy y por los suyos, robando y dumbre de gente que venia , subieron todos los mu
matando y forzando mujeres sin ningún temor de ros pensando poderse defender, según la fuerza
Dios. E asi los sevillanos no sabiendo usar de su Vito que tenian , como otras veces oviese sido cercada de
ria , dieron lugar á que los vecinos de aquella villa christianos é nunca oviese seido tomada. E burla
rescibiesen grandes daños , y los cometedores do ton ban de los christianos peleando todavía valiente
grandes excesos quedasen impunidos, y no mucho mente. T el Marqués mandó á los christianos poner
tiempo pasó que hubieron la paga de su negligencia. fuego á las puertas é á la villa, é se entró por fuer
za de armas ; é los moros se retrageron á la fortale
CAPÍTULO LXXII. za con todo lo que pudieron llevar, los quales pen
saban estar alli seguros según la altura de aquella
De como el Rey Don Juan de Aragón paso el cerco sobre la ciu fortaleza. E tanto la fortuna favorespió al Marqués,
dad de Barcelona , é se le dló.
que como con él so hallase un hombre que avia sei
Acabada de sojuzgar la provincia de Ampurdan , el do algún tiempo pastor en aquella tierra é sabia un
ilustrfsimo Rey Don Juan luego puso el cerco sobre postigo que avia á las espaldas de la fortaleza ques-
Barcelona, aunque con poca gente, del qual los do taba cerrado, é aunque la subida para él era muy
70 CRÓNICAS DE LOS REYES DE CASTILLA.
alta é muy agrá , dixo al Marqués : « Yo aó por don- tro en ella ; é los chrístianos que eran solamente se
»de esta fortaleza se pudiese ligeramente tomar sin tenta con su Alcayde llamado Bernal Diafiez , pe
n peligro; por ende, Sefior, mandad fuertemente learon tan valientemente, que echaron los moros
» combatir por la parte de la villa , porque los mo fuera y mataron y hirieron muchos dellos , é como
lí ros socorran allá, que de las espaldas bien piensan quiera que algunos de los chrístianos fueron allí
«estar seguros, ó mandad que conmigo vaya algu- muertos y los mas dellos feridos, diéronse tal re
>> na gente , é yo lea daré luego la torre del omenage caudo , quo los unos ñrieron en los moros con ba
non las manos.! En lo qual el oir el Marqués fué llestas é tiros de pólvora, é los otros cerraron las
mucho alegre, é luego bu hermano Don Manuel puertas do piedra seca de tal manera que los moros
dixo quel quería tomar el cargo, é tomó consigo al se partieron del combate ; y visto por el Rey moro
guna gente, é siguió aquel hombre queste aviso avia el gran dafio que los suyos rescibian , é croyendo
dado ; é visto el lugar ó subida tan agrá ovo por di- que prestamente serian socorridos , según quien el
lidio poder subir por ponas tan altas. Con todo eso Al arques era, levantó el cerco do allí con poca hon
el hombre les dio cierta esperanza de aver presto la ra é gran perdida de sus gentes.
fortaleza, subiendo él primero que otro ; é como Don En tanto que estas cosas se hacían, en muchas
Manuel fuese caballero muy esforzado , é viese aquel partes de Castilla se comenzaron grandes escánda
labrador tan osadamente subir , siguiólo , é todos los los entro algunos do los Grandes. Como Don Rodri
otros siguieron á él , aunque con gran trabajo , de go Piínentel, Conde deBonavente, ocupase la noble
tal manera que como los moros estobiesen ocupados villa de Carrion quel Conde de Trevifio, Don Pedro
en defendor bu fortaleza no recolando do las espal Manrique, decía portonócorle , la qual tomó con in
das, antes que fuesen sentidos, Don Manuel ó los dustria de algunos v ¿cinos dolía, y del solar donde
que con él iban tenían tomada la torre del omenaje, la casa de los Manriques antiguamente avia seido, el
é como parescieso á todos imposible hombre poder Conde de Benavento hizo fortaleza, en mengua ó
subir desarmado por doudo Don Manuel con todas oprobio do la corona Real do Castilla é de la antigua
sus armas subió, óvose por cosa maravillosa, é Don nobleza do los moradores de aquella villa ; é Don
Manuel comenzó á pelear con los moros , é olios fue Diego Sarmiento, Conde de Salinas, por escalas ocu
ron espantados do lo ver , y uno dellos muy deno pó la villa do Santa Ghidoa, quos de Pero López do
dadamente so vino para él, al qual luego mató, é los Padilla, Adelantado Mayor do Castilla, é Don Alon
otros le demandaron misericordia é se le dieron. E so de Fonscca, el viejo Arzobispo de Sevilla, inten
porque no rescibiese daño dixo á los que con él iban tó do tomar las villas de Olmedo é Madrigal. Todos
que les habia dado seguro , y no consintió que daño estos nuevos crímenes ó excesos reproveyó é sosegó
rcscibiesen. E asi esta fortaleza so lomó por el aviso la venida del Ilustrisimo Príncipe Don Fernando.
de aquel buen hombre , é por el grande esfuerzo ó
osadía de Don Manuel , é los moros fueron todos to CAPÍTULO LXXIV.
mados á vida, salvo alguuos que avian sido muer
tos peleando. Este noble caballero Don Manuel fué De la vana é llorosa eulrada del Castillo que se llama de la Itet-
tanto deseoso de honra , que hizo voto de pasar en na cd la villa de Carmona, ó de la guerra t dalo que el Mar
qués de Calii hizo a los moros en la villa de Graciago.
Berbería é no volver en Castilla hasta aver muerto
en pelea tres moros por su mano , é asi lo puso en En este tiempo, en el Andalucía, el Duque de Me-
obra ; é cumplido su voto vino en Cárdela con el se dinasidonia, por consejo de Gómez de León, criado
fior Marqués su hermano, é óvose allí en la forma suyo , cobró la fortaleza de Calanis é de Arache,
ya dicha. El Marqués escribió este caso al Rey Don quel Marqués de Cáliz avia tenido algún tiempo , y
Enrique é á los grandes del Reyno , de que todos en el comienzo de su guerra la fortaleza de Cons
ovieron gran placer porquo la toma dcsta villa era á tantino avia tenido duramente cercada. E después
los moros gran quebranto , como fuese guarda y el Adelautado Don Pedro Enriqucz, que la parte del
amparo de los lugares á ella mas cercanos, é la di Duque favorescia , tomó la fortaleza de Tenpul, ques
visión é guerra quel Duque y el Marqués tenían no de la ciudad de Xerez , do que gran dafio al Mar
pudo tanto que en Sevilla no oviesen por ello gran qués é á aquella ciudad se siguió ; é como estas co
de alegría, como supiesen que después que los mo sas bienaventuradamente al Duquo paresciese ha
ros á España ganaron, que ha mas de setecientos ber sucedido, determinó de tomar la fortaleza que
años, en este tiempo aver sido esta villa muchas se llamaba de la Reyna en la villa de Carmona , el
veces cercada de chrístianos é ser sobre ella macha cargo de la qual dio á Gómez de León , hombre do
sangre derramada, é no aver sido tomada, la qual quien él mucho fiaba, de que grandes daños se si
el Marqués reparó é basteció de gente y armas ó de guieron ; ó como Gómez de León tuviese este cargo
las vituallas necesarias, é hizo consagrar la mezqui en aquella fortaleza, estaba por Godoy un hombre
ta , ó puto en ella clérigos , é los ornamentos nece muy malicioso llamado (1) deseoso de ha
sarios al culto divino. Después de ser así tomada la cer venganza de la gente del Duque, por las cosas
villa de Cárdela por el Marqués , el Rey de Grana allí pasadas, listo dixo á Godoy que si quisiese, li
da con muy gran gente puso sitio sobre ella, é geramente podrían ser los del Duque engañados, lo
mandóla combatir de tal manera, que fueron que
madas las puertas , y entraron algunos moros den (1) Hay aquí un troto en blanco en el eódice original.
MEMORIAL DE DIVERSAS HAZAÑAS. 71
qual se podria facer habiendo él habla secreta con tos en torno, salvo una pequeña parto quo no se po
Qomcz de León, de quien el Duque mucho sefiabn, dia cercar por unas grandes peños quostaban; é co
la qual fabla ésto procuró, é fingió tener muy gran mo los suyos entraron la villa é dieron gran grita,
de enemistad con Godoy é con sus hermanos, dán los moros con temor sacaron las mujeres é mozos
doles causas ó fingiendo dcllos haber rescibido por aquella parte que no avia gonto , é comenzaron
grandes injurias, habiéndoles servido loalmonto; ol á defenderse quanto pudieron , é á la fin todos los
qual ya cansado de sufrir injurias y daños intolera que onde quedaron fueron muertos é presos; é sacó
bles de aquellos hombres que más les parescia ser se do alli muy gran despojo ; é los moros que huye
esclavo que libre en sofrir la compañía de tan ma ron apellidaron la gente de la tierra, é luego vinie
los hombres, se avria por muy bien aventurado, é ron fasta trescientos, tan sin ruido que no se sintió
anteponiendo la fuerza á la virtud , quería buscar su venida, fasta que estuvieron dentro de la villa;
modo de se vengar si pudiese juntamente con su é como alguno de los christianos peones quedaban
propia libertad; lo qual todo Gómez do León creyó, robando las casas, fueron algunos dellos muertoB;
y alegremente oyó lo dicho por aquel enemigo, al é como el Marqués quisiera tornar á la villa é la
qual en nombre del Duque grandes dadivas prome estada fuese muy estrecha, mandóle poner fuego
tió, si él daba lugar á la toma do aquella fortaleza, por muchas partes, é alli fué inuorto Poro Nuñez de
é concordaba la traición do aquel que avia de dar Villavicencio , Veinte y cuatro de Xerez, quo era
la fortaleza. Gómez de León lo fabló con ol Duque, muy buen caballero , do quel Marqués ovo muy
é dióse orden como Gómez de León tomase dooien- grande enojo ; ó así se volvió vitorioso é con su pre
tos de caballo, é fingiese ir á Almodovar del Rio á sa á la ciudad de Xerez.
Gonzalo de Córdoba, hermano del Conde de Cabra,
que aquella fortaleza tenia, é á media noohe, por el CAPÍTULO LXXV.
camino más escondido que pudo so fué para Car-
mona, é llegó por aquella parte é con aquel enemigo De la malaventurada muerte de Carlos, Duque de Galana, fe
quedó concertado ; el qual como sintió la gente, co cha con yerbas , según se alrma , dadas por mandado del Bey
menzó á cantar , que era la señal que avia quedado Luis sn hermano.
concertada con Gómez do León. E luégo descendie Ayudó mucho á la perversidad del Rey Don En
ron de los caballos é fueron por sus escalas é subie rique la maldad del Rey Luis de Francia, el qual,
ron cinco, los quales por la mano del traidor fueron en tanto que las cosas dichas en España pasaban,
puestos en un apartado lleno de hombros de armas; el Rey de Francia, como desamase mucho al Duque
é después do aquellos subieron otros quatro, los qua de Guiana su hermano, porque parescia favorecer
les todos fueron muertos; é quando el deceno subió al Duque Cárlos de Borgofia, é porque de los Gran
é sintió el ruido de la gente de armas, no quiso más des, é áun de los pueblos, era mas amado quel Rey,
adelante pasar; lo qual visto por la gente que abajo é como fuese notorio quel Rey Cárlos seteno , pa
quedaba se hubieron de rotraer é volvor á Sevilla dre destos , mucho mas amaso á este Duque que á
con el daño ya dicho. Y es cierto que si gento aper Luis primogénito é lo desease dejar Rey, si la for
cibida oviera en la fortaleza para salir, sogun el lu tuna le ayudára, tanto quanto mas esto el Rey Ba
gar donde la gente del Duque era metida, uno sólo bia, tanto mas esperaba el destierro suyo, y disi
no pudiera escapar. Fué por cierto este caso al Du mulaba el ódio que lo avia ; concordóse á vista
que muy dañoso, é peligroso á los que en Carmorí a destos dos hermanos con consentimiento destas dos
taparte suya seguian, y el mesino dia que esto partes que outónces parecía el Reyno estar partido
acaesció, se ovo en Sevilla una terrible y espantosa é la fabla entre ellos duró poco espacio; é lo que so
señal, la qual fué dos lobos que saliendo el sol, cor pudo conoBcer á los de la una parte é de la otra fué
riendo entraron por medio de la ciudad, los quales que se partieron con gesto alegre, y el Rey mandó
dando muy grandes ahullidos se fueron á la iglesia dar al Duque cierta suma de oro y socorro de sus
de Santa Catalina y llegaron fasta el altar, estando necesidades y algunas piezas de seda y de paño, de
el sacerdote diciendo misa, y el uno dellos le trabó que todos los que lo vieron fueron alegres. E den-
déla vestimenta, é do alli se fueron á la iglesia de de á pocos días el malaventurado Duque súpita
San Pedro , el uno de los quales iba herido de dos mente ovo tal enfermedad , que se le cayeron las
dardos, al qual cortaron la cabeza é la llevaron al barbas é cabellos é cejas, é las uñas se le apartaban
Duque, y el otro foyó é se fué á Santa Lucia, é sin de la carne, con gran dolor, é muchas otras señales
rescibir ninguna herida salió de la ciudad. De la parescieron en él , de dondo se conosció avor yer
qual señal diversas Bcñas se dieron ; mas lo común bas rescobido , do que el Roy ningún sentimiento
fué que al Duque venia algún gran caimiento, oomo mostró, ánteB con cara serena dió forma de ocupar
por obra despueB paresció. la señoría de su hermano é todas las otras cosas
En este tiempo el Marqués do Cáliz fué certifica que poBeia; lo qual dió suelta licencia al Maestre
do por sus adalides qoo la villa do Cadiago estaba do Santiago do traer on Costilla ¿ Don Enrique
do til manera, quo la podia bion robar ó quomar si Fortuna, al qual hizo estar ott Rcquona, é do allí lo
quisiese, para lo qual él juntó toda la gento que pu hizo venir al castillo do Garci Muñoz, dondo estu
do, ó anduvo tanto una noche quanto quo ante que vo dos meses, mandándole servir con tan gran pom
araanesciese, él tenia la villa cercada de todas par pa como si fuese Rey, enviando con él á fablar la
72 CRÓNICAS Dfi LÜS REYES DE CASTILLA.
forma que se avia de tener do su desposorio con gunos que do sus infortunios mucho so dolían, so
Dofia Juana, hija rio la Reyna Doña Juana, la qual vino en la ciudad de Leytora ques muy fuerte , asi
falsamente le ofrecia por mandado del Rey ; é asi por ol sitio y altura quo tiene, como por algunos
Don Euriquo era de todo engañado ; las quales co notables edificios , donde determinó esperar quol-
sas, aunque sean secretas, no se escondieron al Rey quier fortuna que le viniese. E luego el Rey Luis
de Aragón en la provincia de Ampurdan, donde le comenzó á facer cruda guerra , é ninguna cosa
estaba ; á causa de lo cual algunas veces pensó dexó de buscar de quautas pudo para lo destruir ; é
prender al sobrino ; é asi esoribia al Principe Don como el Rey conosciese aquella ciudad ser inpuna-
Fernando su hijo todo lo ya dicho , amonestándolo blo ó perder ol tiempo quo sobre ella estovieso,
lo que avia de hacer; el qual siguiendo el mandado gastando on baldo dineros é gentes, determinó que
del padre, no quiso acebtar el consejo de algunos ninguna cósale podría aprovechar más que la trai
que se ofrcscian á lo prender; el qual vanamente ción para conseguir su deseo, é con muerte de un
pensaba señorear eatos Reynos, si su casamiento hombre excusar los daños é muertes de muchos y
oviera efeto. Eu este tiempo el Serenísimo Rey ensanchar su señorío, a quien después de la muerte
Don Juan de Aragón tomó toda la provincia do del Conde pertenescia, como el Conde hijos no tu
Ampurdan, é todos los puertos della, alguna parte viese que fuesen dinos de heredar su señorío. Estas
por fuerza de los moradores, en tanto que los fran cosas en la voluntad del Rey asi concebidas, deter
ceses estaban en Viana, con intención de hacer la minó de buscar personas que pudiesen poner en
guerra al Conde de Arinefia, que ya era vuelto de obra la traycion por él pensada , é ninguna halló
España en su tierra. mas á propósito para aquella maldad que el Carde
nal Trapacense,el qual fué intérprete del malaven
CAPÍTULO LXXVI. turado casamiento del Duque Carlos de Quiana con
Dona Juana, llamada hija del Rey de Castilla Don
De lt muerte del malaventurado Conde de Armeñi, fecha a Enrique, el qual algunos pensaban aver seido parte
traición.
en la muerte del Duque de Quiana; poro como quie
Este Conde de Armeña que en tiempo del Rey ra que sea, después de su muerto, siempre fué muy
Carlos de Francia, padre de Luis, muchos trabajos probado ó único principal consejero del Rey Luis,
avia pasado por las culpas y excesos por él come no haciendo ningún sentimiento de la muerte dol
tidos, como oviese ávido en su propia hermana dos que tanto en su vida loaba , roaB con alegro cara,
hijos é la oviese tenido públicamente por manceba sin vergüenza alguna, iba por las calles con las ma
en oprobio de nuestra Santa fe Cathólica , temien las mujeres hablando ; é como el Cardenal mas al
do las censuras del Santo Padre y las amenazas del Rey que á Dios obedeciese, é le mandase que en
Cathólico Rey , no aviendo venganza de las quere trase en la ciudad de Leytora con siguió dol Con
llas que del se daban por todos los comarcanos, ovo de é con fe que le diese de trabajar con el Rey que
de ser desterrado de su propia tierra , andando por lo perdonase é perdiese del todo enojo, el malvado
el mundo vagando, siendo privado de su heredita Cardenal con grande instancia procuró la habla con
rio dominio , é después fué tornado en posesión de el Conde do tal manera é con tanta familiaridad,
lo Buyo, que contenia muchas fortalezas é villas é quel Conde ya enteramente se confiaba del creyen
grandes tierras , on las quales afirman aver mil y do todas sus palabras; el qual dixo al Conde que si
seiscientas plazas de puentes levadizas, en que hay quería bien librar, entregase al Rey la ciudad é sus
tres notables ciudades, la una llamada París, que bienes é su vida. El Conde conosciendo la crueldad
es Arzobispado, é la otra Leytora é la tercera Ro del Rey, dudaba mucho en esto, y decía que quan-
das ; é como ya este Conde fuese restituido, é ovie to viviese serviría al Rey con toda la lealtad, y pa
se por mujer una hija del Conde de Fox, el qual ra esto daría toda la síguridad que el Rey deman
casamiento hizo por quitar antiguas enemistades dase, tanto que le dexase vivir en sola aquella ciu
que entre dos casas había , é por mas confirmar el dad sin injuria de ninguno ni opresión de los pue
amistad, algunas veces estos señores se juntaban blos, é como ya fuese viejo é pobre, la edad que lo
en sus gasajadas é deportes. Esta amistad turbó la quedaba pasar haciendo penitencia de los grandes
malicia del Rey Luis de Francia , de toda concor errores en quo avia caido , suplicando al Cardenal
dia enemigo, mayormente deseando destruir al Con que le pluguiese procurar con el Rey como su justa
de de Armeña , para lo qual cada dia buscaba oca suplicación oviese efeto ; é oonio la fe por ambas
siones mostrando del tener grande enojo , diciendo partes fuese dada, el Cardenal entraba fiablemente
que habia feoho guerra á los de Ampurdan en fa on la fortaleza todas las voces que quería, é trata
vor del Rey de Aragón. E porque algún tiempo ba secretamente como el Conde fuese muerto ; el
avia tenido amistad & los ingleses é avia tenido qual ninguna cosa de aquello sospechaba. E como
ocupado el Ducado de Guiana, por lo qual una vez un dia el Conde estuviese muy atento en la fabla
con su mujer era venido en Fuenterrabfa, en tanto que el Cardenal le hacía, por uno de los que oon ol
quel Rey Don Enrique de Castilla allí estaba, ol Cardenal venían lo fué puesta una daga por los pe
qual en los Reynos de Castilla poseía el Condado chos, do que súpitamente murió; é luego el castillo
de Cangas é Tineo, por ouyo ruego ovo perdón dol fué tomado, é la ciudad ocupada, é asimismo todas
Rey Luis; tornado en su tierra requerido por al las otras ciudades é villas é fortalezas que al Con
MEMORIAL DE DIVERSAS HAZAÑAS. 73
de pertenecían , diciendo pertonecer al Rey , como go facer un gran fosado sobro la villa, entrella y la
el Conde hijos no tovieee que heredarlo deviesen; fortaleza, por la parte por donde los franceses po
lo qual todo se cree pertenecer á Carlos de Arme dian datir á hacer daño á los de la villa, donde man
lla, ques hijo legitimo suyo. Desto caso el Cardenal dó poner los ingenios é lombardas para combatir la
Trnpacense quedó muy ufano, como triunfante é fortaleza por dar temor á los franceses é seguridad
vencedor de maldad tan conoscida, é muy cercano á los suyos. E como la provincia de Rosellon sea
á la voluntad del Rey, como fuesen muy conformes cercana á Narbona, i la parte del Oriente, é al Occi
en sus condiciones. dente tonga amas provincias, ol Rey tovo forma de
tomar la ciudad de Holna, situada en los valles no
muy alongados de Perpiñan , que parescen del al
CAPÍTULO LXXVII. tura de los montes Pirineos, que derechamente van
De como el Rej Don Joan de Aragón recobró la muy noble Tilla del Occidente al Oriente, é se estiende al medio dia
de Perpiñan, 6 la marhedumbre de franceses quel Rey de fasta el mar Mediterráneo y llega fasta ol puerto
Francia embiopor defender la fortaleza que por él estaba, * por do Colibre. Los de Helna quando vieron la magna
recobrar la lilla. nimidad del Rey que á todo poligro so ponia por
En tanto quel Rey Luis do Francia se ocupó en la salud de sus subditos, valientemente pelearon
acabar esta obra tan dina de memoria, de hacor ma contra los franceses que la ciudad tenían, y resci-
tar al conde de Armofio, que por la forma dicha, bieron el ayuda que el Roy su señor les embió, dan
los de Ferpifian, mirando la prosperidad que Dios do libre entrada á los catalanes y aragoneses de la
avia dado al serenísimo Rey natural señor suyo, provinoia de Ampurias en Ruisellon. El Rey que
que no solamente oviese recobrado la muy noble riendo proveer en los cosas venideras, mandó ha
ciudad de Barcelona, mas toda la provincia de An- cer nn gruoso muro entre la villa de Perpiñan y el
purdan, dello por fuerza é dello voluntariamente, castillo por muoho mas fortificar el fosado que ha-
determinaron de lo embiar llamar como lo viesen bin mandado hacer, é desde allí de dia é de noche
en su vejez aver fecho eosas notables , dignas de el Rey mandaba combatir la fortaleza con ingenios
eterna memoria, ,é paresció claramente la divina é lombardas é con todas las otras artillerías que
gracia ayudarle como en tan grande y decrépita aver pudo, de tal manera que gran parte de las tor
edad le oviese retornado la vista que algunos anos res é muralla le derribaron, do forma que los france
avia tenido perdida, é aver muerto todos los intru ses fueron puestos en tanta estrechez é necesidad,
sos en ol cetro real á él perteneciente, é oviese quo- que ningún remedio esperaban, salvo el socorro del
rido alongar de allí tan grande enemigo como ora Rey de Francia, el qual Be tardaba, como estuviese
Luis Rey de Francia, dándoles nuevas ocupacio ocupado en la guerra del Duque de Borgoña; la
nes ; asi los do Perpiñan secretamente embiaron á qual quiso dexar con cierta convenencia que con él
suplicar al Rey srjaseñor quisiese venir tomar su vi ovo, é complia entonces mucho al Rey de Francia
lla, ni tuviese en mucho el poder del Roy Luis en aver el puerto de Colibre ; é como la provincia de
que tuviese la fortaleza que los franceses tenían Narbona ningunos puertos tenga, é desde Marsella
muy armada. El Rey recibió alegremente la emba fasta Colibre no haya lugar para poder estar naves,
zada de sus fíeles vasallos, poniendo luego en obra salvo allí donde Aguas Muertas so llaman , é allí
lo por ellos suplicado, no temiendo ningún poligro suelen muchas veces las galeras estar, asi era gran
que venir le pudiese, ni á los de Perpiñan les es cuidado á los franceses por recobrar otra vez á Per-
pantó el gran poder del Roy Luis de Francia, te- pifian i á Helna, é i los catalanes en recobrar é Co
niendo en poco qualquiera mol que venirles pudie libre é otras muchas villas oerca del lomar en los
se por recobrar su libertad, la qual por ninguna llanos del Ruisellon. Colibre, como estuvieso ocu
otra v(a podian aver, salvo seyendosocorridos de su pada por valiente gente de Francia, no se podo re
Rey. E como la gente de los franceses á ellos ma cobrar ; cobráronse con todo eso algunas villas,
cho desamase, é siempre fuesen enemigos los Cata unas por fuerza y otras por su voluntad. La villa
lanes é Aragoneses, é fuese cruel é agena de toda de Salsas cercana á Narbona oonvenia tomar, la
virtud é incomportable su condición , la qual siem qual estaba guardada por muchas gentes de fran
pre fué tener oprimidos á los que á ellos se sojuzga ceses : así duró por muchos dias la contienda de los
ban, el magnánimo Rey, ganada la voluntad de sus unos por rocobrar aquellas villas, é de los otros por
fióles vasallos, quiso igualmente con olios esperi- defenderlas.
mentar la fortuna. Avida esta embaxnda, ol Roy se
ñaló dia en que los de Perpiñan con los franceses CAPÍTULO LXXVIII.
de súpito peleason, certificándoles en aquel dia mos-
mo serla con ellos, el qual lo puso asi en obra, é los De cono el Marques de Cáliz Don Rodrigo Poica de León tomó
do Perpiñan pelearon tan duramente con los fran por escala el castillo de Alanis j después le toma el Duque.
ceses , que les echaron de la villa, matando ó hi- Como el Duqne de Medina-Sidonia, después de los
riondo muchos dellos ; é sin duda si la fortaleza no debates comenzados entre él y el Marqués de Cáliz,
tuvieran, donde se retrajeron , maravilla fuera ene oviese tenido la villa é fortaleza de Alanis , dió
migo poder escapar de ser muerto ó preso. El Rey la tenencia de ella á un escudero llamado Pedro de
sobrevino al tiempo por él asignado, é mandó lue- Nadal, al qual dió muy pobre tenencia , é como él
74 CRÓNICAS DE LOS REYES DE CASTILLA.
viese la poca gente que podía sostoner, escribió ma tomó el camino de Alcalá del Rio, el qual en otro
chas veces al Duque suplicándole le quisiese pro tiempo fué muy bien murado, é agora está dorriba-
veer de gente é de vituallas, con que pudiese aque da la cerca, en la qual villa el Marqués entró é hizo
lla fortaleza defender ; 6 como el Duque no lo pro en ella muy gran dafio ; é alli se detovo dos dias, é
veyese, determinó de Írselo á requerir en persona; ó volvió por cerca de Sevilla ; é llegando á la puerta
venido el Duque, fué avisado que el Marqués se que so llama Oraduda, ques una legua de la ciudad,
aparejaba para vonir a tomar aquella fortaleza ; en la qual avia una torre muy buena questaba por
dióle muy poca provisión, é mandóle que muy pres el Duque, é la tenia un esforzado escudero llamado
tamente so volvieso á poner recaudos en su fortalo- Pedro de Monteadoca , mandóla combatir. E como
za, é por macho que ól anduvo, quando llegó ya la los de Sevilla esto supieron, determinaron do salir
fortaleza era tomada por el Marqués ; á la qual toma á defenderla, como les pareciese grave cosa de com
el Marqués avia enviado un caballero de su casa portar quel Marqués con tan poca gente tan grande
llamado Christobal Mosquera , hombre no perezoso injuria pudiera hacer á la ciudad de Sevilla ; é como
ni cobardo, el qual la tomó con muy gran gente Rodrigo de Rivera, hombre de noble linage, pero
que dol Marqués llevó, como la fallase acompaña doblado é maneroso, oviere quedado alli como prin
da de solos dos hombres ; é luego se apoderó de la cipal, no lo consintia, diciendo que guardase su
villa é fortaleza. El qual era en ella mucho amado, ciudad, é de otra cosa no curasen fasta que el Du
é tenia alli grande heredamiento. El mensajero de que viniese ; y la torre se combatió , y el Marqués
la tomada de la fortaleza fué el miserable alcayde, mandó poner bancos pinjados y de manera que se
de lo qual en Sevilla por todos se ovo gran tristeza, pudo cavar por el pie, é puesta sobre puntales le
como esperasen las cobos del Duque siempre ir de pusieron fuego, é la mitad de la torre de súpito cayó,
mal en peor, como desdo Alanis é desde Alcalá de é mató quatro de los que en ella estaban que avian
Guadayra podia defender el paso para Ecija y Car- valientemente peleado , é otros quatro quedaron on
mona , é desde Constantina eran tomados quales- la mitad de la torre, á los quales el Marques dejó ir
qaiera que de Córdoba viniesen con pan ; é como el á Sevilla, é llevó consigo al alcayde. Y en tanto quo
afio fuese menguado, ninguna buena esperanza á los estas cosas el Marqués hacia, el Duque tenia el cerco
deSevilla quedaba, y ála provincia de León era ocu sobre la fortaleza de Alanis, el qual determinó de
pado ol camino , lo qual era sigurosi Alanis estovio- la combatir por tres partes. El un combate tomó
ra guardada, é asi tomada de los enemigos, gran para si ; el otro dió á Don Pedro d'Estúfiiga, su cria
clamor en la ciudad se hacia, dando gran culpa é do ; el tercero, que era el mas fuerte é mas peligroso,
cargo al Duque de la tonjada desta fortaleza. E óvo- dió á Hernando do Rivadeneyra, quo ora capitán
Be gran consejo en la ciudad por buscar remedio de la gente del Adelantado don Pero Henrique ; y
para la rocobrar, é fueron muy diversas opiniones, en quebrando el alba, el combate se aconteció dura
é á la fin visto el dafio universal que en la ciudad se mente por todas purtes. Christobal Mosquera esfor
Beguia, aunque al Duque convenia remediar este zaba la gente que en la fortaleza tenia, é peleaba
caso, como por culpa suya fuese aquella fortaleza valientemente como buen caballero, dando espe
perdida, la ciudad acordó de sacar el pendón , é con ranza á los suyos que el Marqués muy presto los
él mil é quinientos de caballo é seis mil peones, ó socorrería. Hernando de Rivadeneyra, como fuese
partieron asi, é con ellos el Duque, por dar libertad caballero esforzado é deseoso de ganar honra , con
a la ciudad en lo qual consistía la vida y honra tan gran fuerza apretó el combate por su parte, quo
de todos los ciudadanos de aquella ciudad, y en derribando mucho del muro, puestas las escalas, la
la tardanza perdimiento con grande instancia é fortaleza también por él se entró, y el alcayde toda
infamia; é asi fueron todos con grande animo é vo vía valientemente polcando con los suyos, de ma
luntad por recobrar aquella fortaleza. E salió esta nera quo alli fueron muchos muertos é heridos, así
gente de la ciudad de Sevilla á diez do hobrero del de la una parte como de la otra, ó á la fin fueron
año de nuestro Redentor de mil é quatrocientos y todos los de la fortaleza presos , é algunos ballesto
setenta y tres años. Lo qual como el Marqués supie nes que estaban en la fortaleza, que eran del comen
se, llamó a gran priesa sus ayudadores, é como en dador Mayor de Calatrava, el Duque los mandó ir
Xerez alguna sospecha toviesen, llevó consigo so libremente , é á todos los que do la villa en la for
lamente setecientos de á caballo é fuese á Alcalá de taleza halló mandólos enforcar. El alcayde man
Guadayra, con esperanza que ovo de aver entrada dó honorablemente tratar. E sabido por el Marqués
en la ciudad por algún trato que en ella tenia, el como la fortaleza de Alanis era tomada con grande
qual como fuese sentido, los que en el trato eran enojo fué á Alcalá de Guadayra. El Duque tardó
fueron enforcados en vista del Marqués, é sin duda, en la toma desta fortaleza trece dias é ovo consejo
bí en Sevilla capitán hubiera , pudiera en la pasada si desde alli iria con la gente que tenia sobre Alcalá,
rescibir muy gran dafio, ó Christobal de Mosquora donde croia el Marqués estoviese, por ver si lo que
como era caballero discreto y esforzado , reparó su ría dar batalla, ó por ventara si los de la villa, visto
fortaleza y esforzó la gente que tenia , esperando sobre sf tan gran poder, avrian corazón de pelear
todavía el socorro dol Marqués ; el qual pasó sus contra el Marqués, que tiránicamente los tenia opri
batallas ordenadas juntas con la cerca de Sevilla, y midos, soyendo ellos vasallos de la ciudad ; lo qual
fué pasar por el vado que se llama de las Estacas ; é como el Marqués sopiese, dejó á Alcalá la mejor
MEMORIAL DE DIVERSAS HAZAÑAS. 76
guarda qne pudo, y partióse para Xerez. El Duque garon á gran priesa y enviaron un mensagero á mas
con todas las gentes que traía é con la qae de Se andar á Pero Mosquera, rogándole que luego vol
villa mandó venir, que fueron todos veinte mil viese, é los capitanes de Alcalá, é Godoy con la
peones é mil é ochocientos de caballo, se fué para gente que traia fueron paso á paso al camino quo
Alcalá de Ouadayra, donde estovo osporando gran los caballoros do Sevilla traian, é fechos todos un
pieza si faria algo de lo que avia pensado ; é como tropel, tomaron un cerro, é como los caballeros do
su pensamiento fallesció, él se volvió á Sevilla con Sevilla traian todos camisas blancas sobre las ar
toda su gente. mas, como los vieron los contrarios tomaron los ar
maduras de cabeza é las lanzas en las manos é man
CAPÍTULO LXXIX. daron salir todos los pages de la batalla , é asi vi
nieron los unos contra los otros , é asi en la mitad
lie la dnlorosa 6 mal avenlnrada murrio de Don Pedro do Cai de la ladera del recuesto se dieron de las lanzas , é
mán, é de Don Alonso, hermanos del Duqoe rio Mcdlnasirionla; cayeron muchas asi de los unos como de los otros, c
é.del desbarato de Don Pedro d'Estúñiga, é de la prisión de al11 fué la batalla muy duramente ferida por amas
Don Juan, hermano del Uuqne.
partes, é los caballeros del Marqués estaban ya po
Como entre ol Duque y ol Marqués se hiciesen co monos vencidos ; y estando la batalla en este es
cruel guerra é cada dia oviese recuentos del uno y tado llegó Pero Mosquera con la gente de Marchena
del otro , é que á las veces llevaban los nnos á los é dió tan de súpito en los caballeros de Sevilla, que
otros ventaja, é á veces los otros, no so podia des- los desbarató ; é allí fueron muertos Don Pedro é
to cierta cosa escrebir, pero entre las otras fué una Don Alonso, hermanos del Duque, é viéndolos, to
que se puede bien decir batalla, la qual acaesoió mándolos uno del Marqués á vida é después de co-
en esta guisa : que como el Marqués tuviese cien noscidos matólos , de lo qual al Marqués pesó mu
lanzas en Alcalá de Quadnyra, de las qualcs eran cho ; é Don Juan su hermano preso é á Don Podro
capitanes Hernán Darias de Saavedra, cunado del d'Estúñiga mataron el caballo é dióle otro un carni
Marqués, é Martin Galindo, hijo del Comendador cero de Sevilla, el qual Be salvó á uña de caballo ;
Juan Fernandez Galindo, é de allí hiciesen conti en la qual batalla murieron otros quince escuderos,
nua guerra á los de Sevilla, acaesció que un dia, é fueron muertos muchos caballeros asi de la una
miércoles de las tinieblas del afio de nnestro Reden parto como de la otra ; é fueron presos Monsalre,
tor de mil y quatrocientos y setenta y tres anos, sa oriado del Rey Don Juan , é Arellano , hijo dol Ma
lieron do Sevilla Don Podro d'Estúñiga, primogéni riscal Cárlos de Arellano , y el Comendador Pedro
to del Conde de Plasencia, é Don Pedro é Don Alon de Cabrera , hermano del mayordomo Andrés de Ca
so é Don Juan, hermanos bastardos del Duque Don brera , qae después fué Marqués de Moya, é los dos
Enrique de Guzman, é con ellos fasta ciento ó ciu- hermanos Morales é otros muchos ; é los caballeros
quenta de caballo Se hombree muy principales d« del Marqués ojearon el campo é ovieron gran des
aquella ciudad, con intención de acuchillar á los de pojo de caballos, é jaeoes, é sillas, é armas, rica
Alcalá, si en el campo los fallasen. É como Fernán mente guarnidas ; é asi vitorioaos con todo el des
Darias de Sayavodra é Martin Galindo fuesen certi pojo , se volvieron á la villa de Aloalá , aunque tris
ficados de la salida destos caballeros de Sevilla, em- tes por la muerte de aquollos caballeros é de algu
biaron luego decir á Godoy, Alcayde de Carmona, é nos otros con quien deudo tenian. É allí mandaron
á Pedro Mosquera, Alcayde de Maroh en a, rogán enterrar todos los muertos, salvo los dos hermanos
doles quo á mas andar viniesen con la mas gente del Duque, los qualcs embiaron á Sevilla, puestos
qae pudiesen, porque ellos avian enviado alguna en sendos ataúdes, en dos acémilas acompasados de
gente de la que allí tenian por algunas cosas cum alguna gente ; lo qual sabido por el Marqués mos
plideras al servicio del Marqués ; los qual es , vistas tró sentimiento de la muerte de los dos hermanos
las letras, partieron á mas andar, de manera que del Duque, é puso luto por ellos ; é mandó llevar á
el Jueves de la Cena en amanesciendo llegaron á Don Juan é á los otros presos á la villa de Marche
Alcalá con fasta docientos de caballo ; é luego pu na, donde los mandó bien servir y honorablemente
sieron gran recaudo en la villa é fortaleza, temien tratar. El Duque fué tan remiso é tan poco cuida
do que por aventura oviese allí algún trato ; ésalie- doso , que tomó la salida de tan nobles caballeros de
■ ron los capitanes con docientos é cinquonta de ca Sevilla ¡ como ellos saliesen é llegase al Duque un
ballo é siguieron la via por donde creyeron que los pastor é le dixese: «Señor, yo sé cierto que en Al
caballeros de Sevilla avian de venir, é hicieron dos calá son venidos asaz güespedos, é por eso seria nes-
batallas no muy lejos la una de la otra, y estuvie cosario que mandasedes enviar mas gente á los se
ron asi esperando gran pieza del dia, é desque vie ñores vuestros hermanos»; é como allí se hallase
ron que ninguna gente páresela acordaron do se Rodrigo de Rivera, dixo al Duque : «Señor, no cu
volver cada uno para su lugar ; é como Podro Mos réis do enviar mas gente, que para el ayuda quo
quera ovioso mas larga la jornada, acordó do se ir puede venir á los do Alcalá asaz basta la gente
luogo , é Godoy se detuvo á dar cebada á sus caba quostoa caballeros llevan»; ó como fuoso presento
llos, é los capitanes de Alcalá quisiéronle tener com Alonso de Patencia, coronista, dixo al Duque: «Si
pañía fasta que fuese á caballo para se partir. Y es bien seria que V. S." mandase enviar alguna mas
tando así, vieron venir la gente de Sevilla, é cabal gente, quo de las cosas dudosas siempre debe tomar
76 CRÓNICAS DE LOS BEYES DE CASTILLA.
lo mas seguro.» El Duque como hombre adormido del mes de Agosto dol año susodicho, el Rey de
é impróvido , rescibió tan gran daño de que otros Granada sacó muy gran gente , é vino á poner sitio
muy grandes daños ó males se siguieron , por dejar sobre la villa de Cárdela; lo qual como supiese el
do creer a quien bueu consojo le daba. Marqués de Cáliz, determinó de la ir socorrer. É co
mo el Duque de Medina supiese la gente quel Mar
CAPÍTULO LXXX. qués allegaba, sacó muy gran gente de Sevilla, é
vinoso por la villa de Utrera, de lo qual como el
De la venilla de D. Enrique Foriun» en Castilla , é de la forma
que el ltej Don Enrique con él tuvo. Marqués fuese certificado , como quiera que ya te
nia mucha gente ayuntada, asi desús vasallos como
El Rey Don Enrique determinó de embiar por de sus valederos, vióso forzado de dejar de ir á so
Don Enrique Fortuna , para lo qual ordenó de le correr á Cárdela, temiendo que el Duque viniese
embiar embaladores de autoridad que de parte suya por le tomar á Xerez. El Rey de Granada, temiendo
lo llamasen é le ofresciesen el casamiento do Doña que Cárdela seria socorrida, dio tan gran priesa en
Juana, hija suya, con esperanza do haber estos Rey- el combato, que aunque los christianos que en ella
nos después de su fallcsciinien to , para lo que avia estaban se ovieron valientemente, é la defendieron
consentimiento , no solamente de los Grandes , mas valientemente quanto pudieron, al fin ovieron de
aun de los procuradores de las ciudades é villas de retraerse á la fortaleza ; é como los mas de los chris
ltas ; en tanto que algunas cosas Be emparejaban é tianos estoviesen heridos , ovieron de darla con con
Don Fernando é Doña Isabel eran desterrados, lo dición que libres les dejasen ir, y asi el Rey de
que ligeramente serla de acabar que Don Enrique Granada recobró la villa de Cárdela , é asi fueron
Fortuna so viniese á la villa de Requena , ques cer llevadas las cruces é cálices é campanas é todas otras
cana á Valencia, donde el Rey embiaria gran copia cosas sagradas que el Marqués alli avia dado, é la
de dinero en plata é caballos é muías é todas las iglesia fué tornada mezquita , de quel Marqués ovo
cosas á su estado conv inientes. Oida esta embazada muy entrañable sentimiento, é propuso de perder la
por Don Enrique creyó todo lo que era dicho, é su vida y estado ó aver venganza del Duque, á causa
madre para la venida le dio muy gran priesa olvi del qual aquella villa se avia perdido. El qual com
dando los beneficios rescibidos del Rey de Aragón bate los moros hacían peligrosamente, y el Rey con
su tio, é no aviendo memoria del juramento é oine- un terciado y una adarga les dijo : « Arriba , per
nage que tenia hecho de no hacer cosa de si, sin sa ros, que hoy será Cárdela de Moros.» Avia Rey nue
biduría é consentimiento suyo, conosciendo las mu vo en Granada.
danzas que en el Rey Don Enrique avian , el qual
sin mas pensar se vino á Requena. Este Don Enri CAPÍTULO LXXXII.
que Fortuna fué hijo del Infante Don Enrique her
mano do los Royes de Aragón Don Alonso á Don De como el Marqués de Cáliz tomó por escala la «Illa y loríale»
de Medinasidonia.
Juan, el qual fué Maestre de Santiago , caballero de
gran virtud, por cuyo meresoimiento el Rey Don Estando el Marqués muy lastimado por la pérdi
Juan de Aragón no solamente dezó de punir é cas da de Cárdela, cada dia andaba buscando como pu
tigar los excesos de Don Enrique Fortuna, mas tra diese dañar al Duquo en cosa que mucho lo dolie
tándolo como á hijo le hizo siempre merced é bene se, para lo qual mandó á Berual Diañez, el qual
ficios, é como por su mala gobernación o viese per avia sido Alcalde algunos días en Cárdela, que se
dido la ciudad de Segorve, que por derecho heredi fuese á estar en la torre de Lopera quel Marqués
tario era suya , é no la pudiese recobrar, le dio re avia tomado á Payo de Ribera , que desde allí ha
compensación do aquella en la provincia de Am- cia grandes daños é males á todos los caminantes
purdan, una muy noble villa llamada Castillon, lo asi naturales como estrangeros. El qual estando en
qual todo olvidado, Don Enrique ensoberbecido con aquella torre, como fuese cerca de Medina é fuese
vana esperanza so vkio á Requena , é desde alli el en invierno, iba muchas noches por tentar aquella
Marqués le hizo venir en el castillo de Qarcimuñoz, fortaleza é hallábala á mal recaudo, donde no pa
en el comienzo del mes de hebrero de mil y quatro- reada velar mas de un viejo , é la mayor guarda que
cientos y setenta y tres años como pensase muy li en ella avia era muchedumbre de perros que de dia
geramente los principes sus primos podían ser des tenían atados , é de noche soltaban por la fortale
truidos, y el Rey de Aragón preso en poder del Rey za. E Bernal Diañez, que muchas veces veuia sin
Luis de Francia, é que él podia poseer á Valencia é tiendo aquellos perros, conosció no se poder escalar,
al Reyno de Aragón con ayuda del Rey Don Enri pero con todo no dejaba de venir muchas noches á
que , que ya croia ser su yerno, lo qual todo después tentar aquella fortaleza, en la qual era Alcayde uu
sucedió muy lejos de su pensamiento. caballero llamado Pedro de Basurto , el qual como
quiera que era casado, dábase tanto á mugeres , que
CAPÍTULO LXXXI. pocas veces durmia en la fortaleza , ó á fin de no
De como el Rey de Granada por Tuerta de armas recobró la «Illa gastar no tenia gente, é todo su gasto ora en caba
de Cárdela. llo y en jaeces, de que mucho se preciaba, é no te
Haciéndose la guerra duramente entro el Duque nia mas en la fortaleza de dos viejos. E oomo la ma
de Medinasidonia y el Marqués de Cáliz, en un dia dre de este Alcayde oviese grande enojo de su mal
MEMOBIAL DE DIVERSAS HAZAÑAS. n
vivir, é viese la fortaleza tan mal acompañada , é do con fasta cinquonta ó sesenta hombres, é llegan
machas veces lo oviose reñido al hijo é que ningu do cerca de la fortaleza salieron algunos de los que
na cosa le aprovechase, á fin de que tomaso gente, en ella estaban é comenzaron á pelear, y el Alcayde
mandó matar todos los perros. É como Bernal Uia- Diego de Basurto, hombre desesperado, metióse tan
fiez á menudo viniese á requerir aquella fortaleza, é to en los enemigos , queriendo quebrar una cadena
una noche llegare alli é ningún perro ladrase, ni de la puente levadiza, que fué ferido de una lanza
oyese mas de una vela, la noche siguiente trajo sus da por la boca que le pasó al colodrillo, de que lue
escalas é subió á la fortaleza, é vido el mal recaudo go súpito murió ; é asi juntamente perdió la vida é
que en ella avia , é continuó esto algunas veces ; é honra é bienes y el ánima é fué en tan gran peligro
como conosció sin peligro poderse aquella fortaleza quanto paresce que debe ir, según se dice de su vi
tomar, venida la Fasqua de Navidad , Bernal Diañez da. É muerto, dijo Pedro de Vera á su madre y her
se fué para el Marqués é le hizo relación de todo lo manas que estaban en un palacio encerradas, que lo
pasado ; é luego el Marqués mandó llamar á Don tomasen allá, que estaba muerto. Respondió la ma
Diego, su hermano, é á Pedro de Vera, Alcaide do dre que el que lo mató que lo pusiese en cobro, sin
Arcos, á los qnales dio gente escogida de sus cria tomar voz ninguna ni hacer ningún sentimiento. E
dos, é mandóles que siguiesen á Bernal Diañez, ha afirmase que los muebles que le robaron valian mas
ciendo fama que iban á tierra de moros por hacer de un quento. E sin duda, si este malaventurado Al
algún hecho señalado. É asi Don Diego partió de cayde o viese leido la segunda partida, no pusiera
Xerez la primer noche de Navidad, é tomó el cami en tan mal recaudo su honra é su vida; la muerte
no de la ciudad de Arcos, é anduvo dos dias por los del qual a todos los Alcaydes debe ser enjemplo,
montes por desatinar la gente , é la tercera noche de para que sepan poner cobro eu las fortalezas que les
Navidad , que fué á veinte y siete dias del mes de Bon encomendadas. Sabida esta nueva por el Mar
Diciembre del año susodicho, llegó á la fortaleza qués, ovo grande alegria, é mandó repicar las cam
de Medina, é como la noche fuese muy escura é hi panas é salió de la ciudad de Xerez con quatrocien-
ciese gran niebla, no fueron sentidos. É Don Diego tos de caballo , é fuese á Medinasidonia. Llegando
mandó al Alcayde Pedro de Vera que siguiese á á la ciudad, los vecinos dolía le salieron á rescibir
Bernal Diañez, y embió con ellos cien escuderos, é le besaron la mano como si fuera su señor natu
hombres principales, para que fuesen á poner las ral, de lo qual fué causa la enemistad que los mas
escalas ; é Don Diego quedó con toda la otra gente de los vecinos tenian con el Alcayde, é les injuria
de caballo é de pié para socorrer, desque la fortale ban é lea quitaban las mujeres por fuerza, aunque
za fuese escalada, media legua 6 algo mas; la qual algunas veces se quejaban al Duque del , y ningún
se escaló sin ser sentidos, é como ya estuviesen en castigo en ello puso. El Marqués dejó por Alcayde
cima é la vela que andaba rondando llegase á ellos en la fortaleza de aquella ciudad á un hermano de
sin sentir ni ver cosa alguna, con la grande escuri- Pedro de Vera, llamado Martin Gómez, y encomen
dad, fué luego preso é pusiéronle los puñales á los dó la justicia á Francisco de Vera, jurado de la ciu
pechos, diciendo que lo matarían si voces diese. E dad de Xerez, é basteció la fortaleza de gente é ar
luego subió toda la gente, é dos ó tres fueron con mas é de todos los vituallas nescesarias , é hizo re
aquella vela a la torre del omenage, é mandáronlo parar la fortaleza, é mandó hacer en ella una bar
que llamase, diciendo que el Alcayde venia, el qual rera á la parte donde fué escalada, y una cava asaz
dormia fuera de la fortaleza ; é dos pages que en la honda ; y estas cosas asi hedías, el Marqués se vol
torre estaban abrieron la puerta creyendo que el Al vió á Xerez, é mandó que Pedro do Vera tomase
cayde venia ; los quales fueron luego presos é ame todos los bienes del Alcaydo Pedro de Basurto por
nazados que callasen ; é dieron luego las llaves de le satisfacer de quanto el Duque tomó á Ximena,
la fortaleza á Pedro de Vera, el qual fué luego á teniéndola este Pedro de Vera, donde entonces Pe
abrir el postigo por el qual Don Diego entró con dro de Basurto ovo todos sus bienes. É volviendo
toda la gente que de fuera avia quedado ; é todo lo el Marqués á Xerez, fué certificado cómo el Duque
dicho ninguna cosa se sintió por la madre del Al era salido de Sevilla con muy gran gente, pensan
cayde, ni por su mujer, ni por los esclavos y escla do poder socorrer á Medina, é como por mensage-
vas que en la fortaleza estaban. E luego Pedro de ro cierto fuese certificado la fortaleza é ciudad eran
Vera fué al palacio donde estaba la madre del Al pacificamente por el Marqués, volvióse á Sevilla
cayde é su muger é sus hijos, é cercóles el palacio con gran tristeza y enojo , al qual tomó la nueva
por defuera, é tomadas ya todas las torres é apo llegado á Librixa.
sentamiento é todas las cosas que en la fortaleza se
hallaron , Don Diego envió un hombre do á caballo CAPÍTULO LXXXIH.
á mas andar, á decir al Marqués lo que era hecho, el
qual anduvo tanto , que partió de alli á media noche De loi grandes dados aeaescidos en la ciudad de Córdoba.
é llegó á Xerez en quebrando el alba. É la tercera De las diferencias é guerras pasadas entre el Du
noche de Navidad la fortaleza se escaló ; é como que de Medina Sidonia y el Marqués de Cáliz, resul
Don Diego mandase á toda la gente del Marqués taron grandes males , no solamente en la ciudad de
que en la fortaleza estaban que diesen una gran gri Sevilla, mas en Córdoba y en Sanlúcar é la mayor
ta, y el Alcayde lo oyóse, vino como hombre turba parte del Andalucía. E como on aquellas ciudades
78 CRÓNICAS DE LOS REYES DE CASTILLA.
los principes Don Fernando é Doña Isabel fuesen se levantó por matar é robar los conversos. E como
mucho amados , algunos que su servicio no desea Don Alonso de Aguilar ay estuviese, salió armado
ban, procuraron do meter gran cizaña entre lo» é con gente de caballo pensando escusar el gran
Cliristiaiios viojosé nuevos, especialmente en la ciu daño que estaba aparojado ; ó vino á la casa del her
dad do Córdoba, donde ontre ellos avia grandes ene rero creyendo con su presencia poder pacificar aque
mistades é grande envidia, como los christianos lla gente ; é como en aquella ciudad estuviese un
nuevos de aquella ciudad estuviesen muy ricos y les caballero llamado Pedro de Aguayo, hombre codi
viesen de contino comprar oñcios de los quales usa cioso , trajo consigo muchos de sus vecinos , oon
ban soberbiosamamente, de tal manera que los voluntad é propósito de robar sin vergüenza é aca
christianos viejos no lo podían comportar. B oomo tamiento de Don Alonso. Comenzó el robo, y allí se
Don Alonso de Aguilar toviese aquella ciudad por hizo muy gran pelea , é fueron tirados por los del
estonce enteramente á su mandar é querer, favores- pueblo muchas piedras á Don Alonso, de tal mane
cianlos quauto podían por grandes servicios que le ra que se ovo de retraer á la fortaleza ; é asi por to
facían, é tanto eran de Don Alonso favorecidos, con das las calles do la ciudad se comenzó gran pelea
la amistad y onvidia quo dellos tenían y aviendo entre los christianos viejos é nuevos ; en el qual
quien BÍempro añadiese discordia entre estas gentes, tiempo se fallaron allí muchos labradores que ve
de tal forma que esta causa se ovo de hacer una con nían al mercado , los quales publicaron por toda la
juración en la ciudad so color de donación, en que comarca el estado en que aquella ciudad estaba , á
entró la mayor parte della , á la qual llamaron her causa de lo qual muchos vinieron á robar ; é como
mandad de la ciudad , hicieron en ciertos dias pro quiera que algunos de los hidalgos de la ciudad
cisiones , mostrando hacerse con grande devoción ; ayudasen á los conversos, conosciendo la maldad
é acaesció que un dia yendo asi la procision, una con que eran muertos é robados, muchos dellos, vis
moza de edad de ocho ó diez años derramó una poca to la muchedumbre de los robadores , diéronlos lu
do agua por la ventana de una casa de un conver gar, é asi todas las cosas de los conversos é algunas
so, la qual cayó encima de la imagen de nuestro de los christianos viejos fueron quemadas é puestas
Señora; é como allí fueBe un cetrero, que en aque á robo, ó matronas desonrradas, é algunos muertos;
lla cofradía ó hermandad era ávido por muy prin é ningún linage de crueldad quedó que aquel dia
cipal, dio muy grandes voces diciendo aquellos ser no Be ejecutase por los robadores ; lo qual acaesció
meados echados á sabiendas, en injuria é menospre en diez y siete dias del mes de Abril del dicho año
cio de nuestra santa fé católica , é á grandes voces de setenta y quatro. E la pelea duró dos dias conti-
diciendo : «Vamos todos á vengar esta gran injuria, nos, en que mucha gente murió, asi de la una parta
é mueran todos estos traidores é herejes.» E como como de la otra , é al tercero dia se hizo el robo ge
los chistíanos viejos tuviesen el odio concebido con neral ; en el qual dia muchas mas casas fueron que
' los conversos, iban todos juntos por quemar las ca madas, é los que por los campos fueron vistos por
sas de los conversos ; é como por allí pasase un es los labradores luego los mataban é robaban ; é fué
cudero del Alcayde de los Donceles , llamado Pedro hecho pregón por la ciudad que todos los conversos
de Torre blanca, hombre de sana é buena intención, fuesen para siempre privados de los oficios públicos
comenzó á decir que no hiciesen tan gran movi della , é de los que escaparon muy gran parte se fué
miento y escándalo , de que se podía seguir muy á la villa de Palma, donde por ezemplo de lo de
gran daño é deservicio á Dios é al Bey ; é como es Córdoba, asi allí como en Ecija y en Xerez, hicie
tos cosas dixese, el cetrero le dio una grande heri ran otro tanto si lo consintieran los señorea que las
da , é luego vinieron muchos en ayuda de Torre- gobernaban ; y en Andami y en Montoro y en la
blanca, y allí se comenzó muy gran pelea y el her Rambla fueron robados , y lo mesmo hicieron en Ca
rero con los de su compañía se fué huyendo á San bra, si el conde do Cabra Don Diego Hernaudez,
Francisco, é de súpito se llegó allí mucha geute, é señor della, lo consintiera; el qual en algunos que
Don Alonso do Aguilar vino allí & muy gran priesa comenzaron á robar hizo muy crudo castigo ; y en
no solamente por el daño que Torreblanca avia roa- la villa de Almodovar del Campo algunos conver
cibido, mas por escusar el daño que esperaba que de sos fueron muertos é robados por mano de los la
aquello se avia de seguir. E como Don Alonso allí bradores, los principales do los quales fueron en-
llegase, el herrero salió primero, é habló a Don forcados por mandado de Don Rodrigo Jirón, Maos-
Alonso con gran soberbia , lo qual Don Alonso no tre de Calatrava , é donde quiera que no habia quien
pudiendo comportar, le tiró una lanza de que le pasó Iob pueblos castigase, semejantes robos se facían.
de parte á parte, que luego murió; y llevado á su
casa el herrero muerto, afirmaron que milagrosa CAPITULO LXXXIV.
é
mente era vivo, de quo ovo muy gran turbación en
tro los conversos, ó so fuoron rotrayendo á sus bar De la muerte del Condestable Don Miguel Lacas, é del robo de
muchos conversos moradores en la ciudad de Xerci.
rios é casas , donde se aparejaron para su defensa ;
é muchos christianos viejos fueron á casa del herre En este tiempo entró el Rey de Granada podero
ro dando muy grandes voces, diciendo que era vivo samente á correr las ciudades de Ubeda y Baeza
é sano , é asi lo fueron publicando por toda la ciu quemando é talando gran parte do la tierra con dos
dad, á causa de lo qual la mayor parte de la ciudad mil de caballo é quince mil peones; por lo qual el
MEMORIAL DE DIVERSAS HAZAÑAS.
Condestable Don Miguel acordó de tomar un puerto escuderos que el Condestable avia desterrado por se
con quiuientos de caballo é tres rail peones por ha ayudar dellos para la defensa de aquella ciudad, é
cer daño en los moros. E vista la muchedumbre de- costreñidos por necesidad , acordaron de mitigar el
llos, el Condestable receló de continuar lo comenza rigor, embiando por Fernán Lucas comendador de
do , lo qnal dió OBodía á los moros de pasar con su Oreja, ó por Martin Lucas, comendador de Monti-
presa de que los de Xaen daban muy gran culpa é zon , é por consentimiento do la Condesa viuda Doña
cargo á la flaqueza del corazón del Condestable bu Teresa los dieron la administración de la ciudad.
capitán, como es cierto que, según el lugar dondo
estaban, si él quisiera lo que caballero debia, los CAPÍTDLO LXXXV.
moros podían recibir muy gran daño , é luego co
menzaron todos entre si de murmurar é decir mal De cómo le declaró el tapio qne el Rey Don Barloas lio i
del Condestable , é buscar algunas novedades, ó no Dan Enrique Fortuna eon una esperanza de casamiento suyo con
Uofla Juana hijo de la ncjna.
tratarlo con el acatamiento ni reverencia que solían,
é hizóse entre algunos del pueblo conjuraoion en Estas cosas asi pasadas , el Maestro Don Juan Pa
que se cree cupiese Gonzalo Mexia, caballero de no checo paresció ser tiompo de declarar el engaño quo
ble linajo, el qual tomó algunas torres de aquella el Rey había fecho á Don Enrique Fortuna, dicién-
ciudad , é puso en ellas gente de armar para su de dole cierto del casamiento suyo con Doña Juana
fensa , de que el Condestable ovo grande enojo ; é llamada su hija, pasando tiempo con él, haciéndole
luego mandó llamar gente é comenzóse la pelea mu- venir á Requena é al castillo de Garcimufioz, é des-
. clio mas grande de quanto el Condestable pensaba, pues á la villa de Madrid , donde estaba muy pobre
en la qual murió un caballero llamado Diego de Que- é amenguado, en tanto que costreñido por estrema
sada, pariente muy cercano de Doña Teresa de Tor necesidad , se ovo de ir al conde de Bonavente su
res, muger del Condestable. A todos los do la parto primo , con el qual estuvo algún tiempo asaz men
contraria paresció que ya no podia bien venir des guado con bu madre donde ostovieron é sintieron la
pués de la muerte de aquel caballero , si algún re pena de su ligero creer. Y en este tiempo el Rey
medio no se buscase, por quien pensasen ser esomi- Don ^Enrique y el Maestro de Santiago no olvida
dos de la dura servidumbre en que estaban, seño ban de revivar el casamiento del Roy de Portugal
reados por el Condestable , contra la condición de la quo días avia tenian asegurado con Doña Juana,
gente de aquella ciudad, la qual siempre sufrió de hija de la Reyna Doña Juana, con esperanza do ha
mala voluntad sujeción. E como fuesen asi muchos ber estos Roynos después del fallescimientodel Rey
armados, discurriendo por la ciudad , diciendo que Don Enrique ; é óvoBe consejo muy secreto que el
querían saber qué mandaba hacer el Condestable, Rey de Portugal ayuntase todo el tesoro que pudie
como entrasen todos en una iglesia dondo él acos se y aparejase las gentes do su Reyno de caballos é
tumbraba á oir misa é hacer sus ayuntamientos, armas é de navios é de todas las otras cosas necesa
como el Condostablo pusiese las rodillas para hacer rias pura facer guerra, socolor quo so aparejaba para
oración, uno del pueblo que mas corea dél se halló, pasar allende para hacer guerra á los moros, en
le dió un tan gran golpe con una ballesta de acero tanto que se trabajaba para delgazar el poder de los
en la cabeza, que dió con él en el suelo , é todos los Principes Don Fernando é Doña Isabel. E como ya
que cerca dél estaban le firieron con lanzas y espa oviese opremido los pueblos del Andalucía, que mas
das de tal manera que, no quedó en él señal de opremir deseaba, á los unos por robos é muertes, é á
persona humana. E luego todos juntos fueron robar los otros por temor, al Duque de Medínasidonia
é mJtar los conversos ; y en tanto que la multitud que seguía la parte do los principes avia fatigado
del pueblo en aquello so ocuparon , Doña Teresa de é fatigaba por cruel guerra quo el Marqués yerno
Torres, muger del Condestablo, como fuese muy del Maestre le avia fecho é facía continuamente; las
noble é de gran corazón , temiendo la crueldad é qualos cosas procedieron de la pereza é flojedad del
maldad do aquella gente, con sus hijos é con los Rey Don Enrique, é por la malicia de los que cerca
hermanos del Condestable, se moticron en la fortale dél estaban , á quien placía de todos los daños y cb-
za , é la basteció de gentes c de armas é de todas las escándalos en estoB Reynos acacscidos, creyendo
otras cosas nescesarias , de tal manera que hacian por aquellos poder mas sublimar sus estados é acre
cruel guerra á los de la ciudad, donde muchos de- centar sus rentas, con ayuda general de lo fé pú
llos fueron muertos. E tal fué la maldad de los del blica dellos.'
pueblo de Xaen , que no contentos de la muerte del
Condestable é de los conversos , que sin causa al CAPÍTULO LXXXVI.
guna avian muerto , fueron en un lugar llamado
Torre del Campo, cercano á la ciudad de Jaén, é Del cerco de Perpifian t del Consejo que te ovo para qne el Prin
combatiéronlo é mataron al Alcayde llamado Juan cipe Don Femando fuese i socorrer al serenísimo Rey su
do Marruecos , é & su muger é hijos y esolavos é sor- padre.
vidores, é robaron la torre : tan gravo fué la rabia En tanto qne los Reynos do Castilla é de León tan
desta crueldad ; é como ya conosciesen los grandes grandes trabajos sostenían , é los catalanes pensa
males que habian fecho é dolió so arrepintiesen, sen en algo do sus trabajos ser aliviados, después de
acordaron de retornar en la ciudad los caballeros y avor recobrado á Perpifian , ninguna otra cosa les
80 CRÓNICAS DB LOS REYES DE CASTILLA.
paresia de adversidad les quedar, salvo los casti como les pareciese que el atajo que el Rey avia
llos de aquella villa é de Colibre , que los franceses mandado facer entre la villa é la fortaleza no podia
tenían. El Rey Luis de Francia enfria de mala vo ser bastante para se poder amparar é defender ; ó
luntad que el Rey Don Juan de Aragón oviese reco tenian los franceses allende desto esperanza de ha
brado las villas de PerpiBan é de Helna é por eso ber la villa por traición de algunos moradores de
trabajó de se concertar con el Duque Carlos de Bor- lla , é creian el Rey tan viejo no podría sostener tan
gofia porque pudiese todas sus fuerzas poner para re grandes trabajos é fatigas , é convenille ya enco
cobrar á Perpifian , para lo qual ayunto gran copia mendar el oargo algunos de quien los moradores de
do gentes, con los quales embió estrenuos é valien la villa no aoatason con reverencia, lo qual por
tes capitanes, ó con ellos al Cardenal Trapaconse, y cierto mucho lejos acaesció del pensamiento de los
al llamado Albacense, como superior é amonestador franceses como el valientisimo Rey desde la hora de
de las cosas quo facer se debian. Esto sabido por los la nona armado , encima de un caballo andaba de
catalanes é aragoneses, que con su Rey agravado en estancia en estancia , requiriéndolas ó poniendo en
tanta vejez estaban, suplicaban al Rey que le plu cada una un estrenuo caballero por capitán, é gen
guiese de dojallos el cargo de la defensa de aquella tes escogidas para las guardar é con maravillosa so
villa, é pusiese su persona real en mas seguro lu licitud ninguna cosa le quedaba de proveer en todo
gar ; ni quisiese ponerse en peligro tan conocido, lo necesario ; pero con todo eso los franceses tenian
como sola su libertad podia mucho mas aprovechar en poco la virtud del Rey confiando en la traición
á los trabajos de sus subditos que si igualmente á que algunos días estaba puesta en obra, como tu
ellos fuese cercano , porque les parescia ser necesa viesen una mina fecha desde el campo, que entra
rio de embiar sus mensageros al Principe Don Fer ba en la casa do un traidor hombre muy principal do
nando su hijo, los quales le amonestasen que todas aquella villa ; é como la gente de los franceses de
las cosas dejadas en Castilla, viniese socorrer á su súpito saliesen por aquella casa, el Rey que en to
padre , como él fuese en ost rumo caballero é mancebo das las calles avia fecho contraminas, temiendo
é pudiese prestamente discurrir por las proviucias aquella traición poderlo ser fecha, socorrió con
cercanas á los Rey nos de Aragón, el qual podia muy gran presteza con quarenta caballeros , ó en la
traer gran copia de gentes para resistir á los enemi mitad de la noche valientemente combatió aquella
gos ; lo qual si dejaba de hacer con gran corazón é casa de tal manera que todos los franceses quo por
dureza , ponia en peligro su persona roal con gran la mina ontraron ninguno quedó quo no fuese muer
infelicidad suya é miserable servitud de los suyos. to ó preso , y en los otros que de fuera estaban so
A lo qual el fortisimo Rey respondió: «Caballeros, hizo tal daño , que pocos dellos volvieron sanos á la
mucho estoy maravillado de la prudencia y virtud fortaleza, é todo aquel di a los franceses gastaron
de vosotros como ayais ávido el honor que resce- en proveer los caminos oomo no tuviesen mucha es
bistes con la guerra, pensúsedes agora la verdadera peranza de aver la villa por combate , é los france
salud de Perpi&an é de todo el Condado de Ruyse- ses hicieron en torno de la fortaleza tres fosados,
\lon no estar en mi presencia, que yo estando nin porque los catalanes é aragonoses aunque oran po
gún espanto nos puede hacer el exército de los cos en comparaoion de la muchedumbre de los fran
franceses por grande que sea; é si yo me par ceses, no pudiesen entrar en la fortaleza é por la
tiese, por la opinión concebida ser do miedo, los que tardanza del tiempo con la hambre oviesen de dar
cerca de mi estando, serian valientes, con mi ausen la villa; é como en este tiempo los que en ella esta
cia enflaquecerían , é por aventura darían la villa á ban con Don Juan, Arzobispo de Zaragoza, ,hijo
miserable sujeoion é podia ser que algunos de los bastardo del Roy de Aragón, corrían el campo é
moradores della se inclinar á la dar por traición.» traian provisiones á Perpifian, é hacían grandes da
E visto el propósito del Rey , los aragoneses é va ños en los franceses , pero con todo eso los de Per-
lencianos é catalanes que allí estaban acordaron de pifian, temiendo el largo cerco, enviaron sus mensa,
embiar sus embaí adores suplicando al Principe Don geros al Principe Don Fernando , suplicándole se
Fernando quisiese venir ayudar á su padre puesto gunda vez no tardase de venir socorrer á su padre,
en tan decrépita edad , entre tan grandes trabajos é como el cerco cada día mas amenazase la toma de
peligros. Estas cosas oídas por el Rey mandó lla aquella villa, según la muchedumbre de los enemi
mar generalmente á todos que viniesen á la iglesia gos que cada dia mas se acrecentaban , como la vo
mayor , donde algunas veces mandaba hacer sus luntad del Rey Luis de Francia mas atenta en esto
ayuntamientos, é allí en presencia de todo el pueblo fuese que en otra cosa, é si por batallas á banderas
hizo un juramento en forma de nunca se partir de desplegadas no eran socorridos, difícil seria, ó mas
Perpifian fasta tanto que aquella villa fuese librada verdaderamente hablando, imposible no ser muer
del temor que tenia del cerco venidero de los fran tos por hambre. Visto este mensaje por el Príncipe,
ceses, quitando mucho la venida dellos con gran aunque continamente pensaba venir socorrer á su
muchedumbre de gontes , las quales pensaron opre- padre, determinó de aver el consejo de la Princesa
mir al Rey é á todos los de la villa por contino com Dofia Isabel, bu muger, é del Arzobispo de Toledo,
bate de tiros de pólvora é trabucos é ingenios é por los quales como quiera que conosciesen quanto dafio
hambre, apretándolos de tal manera, que do nin venían en las cosas de Costilla por la partida del
guna parte le pudiese venir socorro, mayormente Principo , paroscioles ser cosa razonable do dejar to
MEMORIAL DE DIVERSAS HAZAÑAS. 8Í
dos los otros negocios por socorrer en tan estrema libre de los franceses á la parte de Colibre é á la
nescesidad donde pendia la vida del padre é la liber provincia de Narbona ; ó á los catalanes ninguna
tad de los fieles oaballeros é vasallos suyos , é que salida les era sigura sigun la dispusicion é ordenan
convenia sin tardanza alguna la partida suya poner zas do las estancias que en los caminos los france
se en obra , como quiera quo al Arzobispo quedaba ses tenian, á los quales pudo engañar el estrenuo é
gran cargo después de la partida del Principe con valiente caballero Mosen Pierres de Peralta, Con
muy delgada sustancia, después de aver hecho muy destable de Navarra, el qual como supiese la lengua
grandes despensas ; é como entonces Troyllos Car francesa , visticndoBO hábito de fraile menor, dis
rillo tuviese siete mil florines por aver el derecho currió por todas las estancias de los franceses é por
del Condado de Aguata en la isla de la ulterior Ce todo el Condado de Ruysellon , y entró en el Real
cilia , mandó el Arzobispo que los diese para pagar de los franceses, é con ellos muy largamente fabló
sueldo de docientas lanzas quo con el Príncipe fue haciéndose á ellos muy principal ; é como entre los
sen por dos meses , sin que el Rey de Aragón ni el franceses é catalanes peleasen , é algunos cayesen
Principo les oviese do dar cosa alguna. El Príncipe de los franceses mostrándose misericordioso é asi
loó mucho la mananimidad é liberalidad del Arzo con los que se volvían á Perpifian se metió, de quel
bispo , é todos los otros grandes que á los Príncipes Rey oro gran alegría , el qual en inuchaB cosas les
seguían se ofrecieron de le hacer mas largo servi avisó, de que gran provecho se le siguió ; y de con
cio, los quales todos con palabras satisficieron, sal tino este caballero, aunque viejo, con dos hermanos
vo solamente Don Alonso Manrique , hijo mayor del llamados el uno Beltran de Almendarez y el otro
Almirante Don Fadriquo, el qual trajo setenta lan Juan de Almendarez que mucho habían servido si
zas muy escogidas é algunos otros peones hijos-dal- Rey de Aragón en el tiempo de la rebelión de Bar
gos que quisieron ir á servir al Príncipe , con la celona, cabalgaban todos tres con poca gente é tan
qual so acrecentó el número do la gente que el Prin sabiamente lo hacia, que siompre mataban é pren
cipe llevó en Aragón fasta quatrocientas lanzas, lo dían algunos de los franceses, de tal manera que ni
qual incitó á los de Zaragoza á hacer ayuda al Prín osaban ir al campo, ni solamente á dar agua á sus
cipe con docientas lanzas é á los de Valencia no rae- caballos, ni á traer lefia , que saliendo de su real
nos movió la ida del Principe é la calidad de tan es- no fuesen presos ó muertos. E acaesció que como
trema nescesidad en que su padre estaba. E con es cada dia bienaventuradamente los navarros peleasen
tas gentes el Príncipe continuó su camino fasta lle con los franceses, tanto cresció en ellos la osadía,
gar en Perpifian. que como los franceses desasen las puertas del
real abiertas, Juan de Almendarez con tres de ca
CAPÍTULO LXXXVII. ballo en la entrada del real fué preso, é contra la
ley de la guerra, por la furia de los franceses fue
Del blenirentorado meto que oto el Principe Don Fernando en ron muertos. El Rey con el gran enojo de la muerte
la Ida de Perpifian, é de la muerte del Cardenal Albaccnse * de aquel caballero é de Iob que con él iban , mandó
de la concordia fecha entre los Reyes de Francia I de Angón.
degollar todos los prisioneros franceses que tenia>
En otra manera sucedió el viaje del Principe Don lo qual como en el real se sintiese, embiaron luego
Fernando de como lo pensaba el Rey Don Enrique, humilmente suplicar al Rey le pluguiese usar de
el qual, como continuase su camino, muchos de los clemencia é misericordia por la muchedumbre de
aragoneses, valencianos é catalanes lo quisieron prisioneros que tenia, perdonando el error hecho
seguir, aviándose por bien aventurados on poderse por algunos sin consentimiento ni voluntad del ca
fallar en servicio de tan gran Principe contra sus pitán ni de los otros principales que con él esta
enemigos; ni menos los que estaban en PerpiBan ban, é quisiese creer que dende en adelante las le
con su Rey trabajaban por conservar su salud é la yes de la guerra se guardasen. Al clementísimo Rey
libertad de sus subditos, en tanto quel Principe plugo de acetar el ruego do los franceses, los quales
Don Fernando recogia sus gentes para venir en so como ya sintiesen la venida del Principe Don Fer
corro del Rey su padre. Ni los que en PerpiBan es nando, pensaron hacer alguna cosa hazañosa ante
taban dejaron de pelear continuamente con los de su venida, para lo qual hicieron una mina secre
franceses, de los quales, aunque en número eran ta por debajo del atajo que el Rey de Aragón habia
mucho menos, en virtud eran mayores, é de tal ma mandado hacer, é un dia antes que amanesciese,
nera se avian con ellos, que siempre los sobraban é Batieron por la mina la gente de armas de los fran
llevaban delios ventaja oonoscida. E como los fran ceses, é pusieron las escalas al muro, é subieron al
ceses á los caminos saliesen, los que estaban en gunos por ellas; é como uno quisiese tomar una tor
Ilelna con el Arzobispo de Zaragoza, hijo del Rey re en la qual estaba un velador , de quien ante de
de Aragón, aguardábanlos, é mataban é prendían entóneos muy poca cuenta se hacia , tan valiente
muchos delios; é increíble y maravillosa cosa es mente peleó, que mató á aquel que primero subió,
con quales artes y engafios los aragoneses conser é defendió de tal manera el muro, que ántes quo los
vaban la vida do su Rey é la libertad general de franceses pudiesen tomar ninguna torro el velador
todos, como fuese tan poca gente dentro eu Perpi fué socorrido por los espaBoles, é la virtud de solo
fian en comparación de la muchedumbre de los un hombro pudo tanto, que por su esfuerzo la villa
frauceses, teniendo tan grandes fuerzas, é fuese no se tomó é muchos de los franceses fueron muer-
Cr.—III. 0
82 CRÓNICAS DE LOS REYES DE CASTILLA.
tos. E dejadas de escribir otras muchas cosas con «como mas segura les sea con los pocos escogidos
viril osadía hechas por la gente del Rey de Aragón, «terribles cosos cometer, que con muchedumbre de
es do escribir todo lo acaescido al Principe Don «gente medrosa, doade la turbación de los tales
Fernando anto que pasoso de la provincia do Am- » suele traer perdimiento de todos. í Las quales co
purios é la villa de Holna do donde los que en la sas como todos oyesen, á muy grandes voces dizo-
guarda della estaban socorrían la mengua de vian ron: «Señor, vamos í ellos, que aquí no hoy uiugu-
das que los de PerpiCan tenian; é como á los fran » no que tenga temor, mas todos queremos ya pe-
ceses paresciese que aunque so juntasen los de Per- ulear é no perder tiempo. Vamos, vamos con la gro-
piñan é los de Helna no bastarían para pelear con ncia de Dios.» Entóneos sonaron les trompetas , é
ellos y el contrario tenian creído los españoles co las compañías de Helna é las batallas del Príncipe
mo siempre en las peleas pasadas ovíesen llevado 4 banderas desplegadas se movieron. El Rey en
conoscida ventaja á los franceses , é los de Helna este tiempo requirió todas las estancias de torres ó
señalaron un día á los de Perpifian por sus mensa puertas, en las quales proveyó de la gente necesa
jeros para que fuesen prestOB para su socorro, por ria, 6 salió contra los enemigos con los peones na
que entendían en aquel dia al tiempo del alba pe varros acostumbrados de guerra ; é mondóles que,
lear con los franceses, donde pelearon de tal ma quondo menester fuese , siguiesen las banderas é
nera que los franceses fueron desbaratados, é allí hiciesen lo que les fuese mandado. El tortísimo Roy
fueron presos los capitanes llamado el uno Mosen armado de todas armas é fortfsimo arnés, encima
Dolao é el otro el Senescal de Balcayre con muchos de un gran caballo discurrió por sus batallas, or
nobles é otra mucha gente común ; é los que esca denándolas; con el qual estaba Don Alonso, su hi
par pudieron se fueron huyendo á su real ; lo qual jo bastardo; y el Conde do Paredes, é Beltran Ugon
acaesció en veyute y doB dias de Junio del dicho do Rodelmin, Prior de la órden de San Juan, el Cas-
año. El Principe Don Fernando llegó á un paso lla tellan de Amposto é Mosen Pierres de Peralta, Con
mado el puerto de Mozana, la subida del qual era destable de Navarra y Fernando de Rebolledo y
muy alta é difícil de subir. En aquel dia hizo un Beltran de Almendares; con los quales acordó de es
viento tan grande que á todos parescia ser imposi perar la venida del Príncipe, para ver si sería mejor
ble poder pasar á causa de lo qual los grandes que juntarse todas las gentes paro la batalla, ó darse ca
con el Príncipe estaban le suplicaron no quisiese da una por su parte , como la muchedumbre de los
contender con la adversidad del tiempo, ni quisie franceses fuese tonta que serian bien quarenta mil
se poner á sí ni a los suyos en tan gran peligro , el hombres d'armas , de los quales en loa peleas pasa
qual querer por el gran esfuerzo suyo é porque el das dosde el principio del cerco fueron perdidos por
espíritu divino lo llevaba , porfió contra la volun diversos casos bien quince mil hombres, algunos
tad de todos continuar su camino , é subió en la por hierro é otros de fiebres é grandes enfermeda
cumbre de inoreible altara, é por exemplo suyo to des; y el Cardenal Albacense fatigado de grande en
da su gente subió, ante que fuese quatro horas del fermedad se avia partido del real, el qual dado á to
dia, é pasó de manera, que sin perder cosa alguna da corrupción é malas costumbres, ovo muerte muy
casi á cinco horas del dia el Príncipe Don Fernan penosa, en testimonio de su torpe vida; el que fué el
do en vista de los enemigos ordenó sus batallas; el primero que en esta guerra mandó poner fuego en
qual como viese grandes lumbres en el real, que las iglesias, y amonestó á los franceses usar de cruel
de lejos paresciesen las batallas de los enemigos dad áun allende de su natural costumbre. E los otros
aparejadas para pelear, el Principe amonestó á to - capitanes franceses, mirando como eran presos loa
dos rogándoles tuviesen buen corazón y esperasen principales dellos , é sabiendo como el Principe Don
bien aventurada vitoria , como á todos ellos fuese Fernando venía con gran gente contra ellos de Cas
notorio la maldad de los franceses ; que quisiesen tilla en otra manera , pensaron de hacer de lo que el
aver memoria de los maravillosos acaescimientos Rey de Aragón ni su hijo creían, los quales monda
en que siempre la divina Providencia ayudó á la ron poner fuego 4 su real con intención de dar la
verdad, ni les pareciese cosa grave de recobrar de batalla, con mas voluntad de se ir 4 la villa de Sal
los franceses lo que en Cataluña tenian ocupado, sas ques cercana 4 la provincia de Norbona; los que-
como la muchedumbre dellos no pudiese sufrir la les cometieron 4 poner fuego 4 su real, 4 tiempo qua
ferocidad é valentía de los españoles y como fuese vieron 4 lezos por la ladera de un monte al Prínoips
peligrosa cosa á la muchedumbre de gente medro Don Fernando con sus batallas ordenadas; y el Bey
sa pelear en campo con banderas desplegadas con de Aragón eso mesmo esperaba al ver lo que los
gente escogida aunque en número sea mucho mé- franceses querían hacer y querían dar batalla anta
nos como muchas veces la muchedumbre de los quel Príncipe llegase. Entre tanto loa franceses pa
franceses haya sido desbaratada de los pocos que en so 4 paso so fueron sus batallas ordenadas como al
Helna y en Perpiñan estaban con gran daño de ovieran de pelear; é visto por el Rey lo que los frac-
sus capitanes : tt é si por ventura , dizo el Príncipe, ceses hacÍAn, embió á gran priesa 4 quien conosola-
«aquí hay algunos que teman pelear por la muche- se por qué causa el real do los franceses ae quema
sdumbre de los franceses, díganlo ante que la ba ba ; é Iob que fueron hallaron algunos que con I*
tí talla comencemos, porque el temor do aquellos no fuerza del fuego no pudieron salir; lo qual como el
q traiga daño á la virtud de los esforzados varones, Rey conosciese, movió con toda au gente de caba
Memorial de t /ERSAS HAZAÑAS. 83
lio por ir rescibir al Principe que no muy lexoa pa- zar con la gente del Principe , con los quales de tal
nscia por la parte de Helna é como llegase muy manera los del Principe pelearon , que muohos de
cerca las batallas del Bey é del Principe, los Gran- llos fueron muertos , é los otros con su capitán á
dos que con el Principe venían llegaron besar las gran trabajo pudieron llegar á su real ; el qual te
manos al Rey , é los que con él estaban con muy nían mucho fortalezido de cavas y palizas de guer
gran gozo fueron besar las manos al Príncipe , el ra, según costumbre francesa, sin voluntad de dar
qual, como vido al Rey, con gran reverencia le vi la batalla; lo qual como el Principe conosciose, des
no besar las manos, y el Rey le dió paz é le dixo: pués de haber gran pieza esperado, sus batallas or
«Agora me tengo por bienaventurado, pues engen denadas , se volvió en Perpifian ; lo qual todo como
dré á quien dió libertad en mi tierra. Yo quiero que fuese escrito por los franceses, el Rey de Francia
seáis mi huésped é mi convidado en la ciudad de ovo tan grande enojo , quo mandó llamar toda la
Helna que está muy cerca, donde comeremos, é gente que avia embiado contra los ingleses é breto
después de comer iremos á Perpifian.» E asi lo pu nes é borgofiones, que oon capitanes muy escogidos
sieron en obra ; é intes de las vísperas llegaron á viniesen contra el Rey de Aragón ; el qual estaba
Perpifian, donde los salieron los hombres é mujeres como atónito y espantado que en tan grande edad é
con gran gozo á rescibir , y con muchos cantos é con tan poca gente, é menguado de dinero pudiese
danzas é juegos , dando grandes gracias a nuestro aver recobrado á Ruisellon é á Barcelona é á Perpi
Señor é loando mucho la virtud del Rey é no me fian é á todas las villas cercanas á ella , é oviesen
nos del Principe, que en tan gran nesoosidad les vi combatido é combatiesen cada dia la fortaleza de
no socorrer é i dar libertad á los de aquella villa é Perpifian que él pensaba Ber inospunable , é oviese
toda la comarca, dándoles hartura que mucho de muerto é vencido tanta gente suya ; é allende desto
seaban después de tan gran hanbre pasado. dolíale mucho perder las rentas de Ruisellon que
eran muy grandes , asi por mar como por tierra, poi
que en esta guerra estaba mas atento que en nin
CAPÍTULO LXXXVIII. gún otro negocio el Bey de Aragón , creyendo que
De como el Principe Don Fernanda el día siguiente salió I dar la después de aver los franceses tan grandes daños res-
batalla i loa franceses , é de machas cosas que acacsclcron ante cebido no podían tan presto le hacer guerra, é
qne el frinclne vtlttese; é de algunas cosas qne nn caballero dió licencia á la mayor parte de la gente que tenía
llamado Don Donls , nlato del Itej Don Donis de Portugal , Mío dejando solamente quinientos de caballo ; é luego
estando en serrielo del llsstrlsitno Rej Don Jaan de Aragón. llegó al Bey de Aragón la fama de la venida de loe
El siguiente dia el Principe Don Fernando salió franceses con mucho mayor ejército que antes ha
de la villa de Perpifian con sus batallas ordenadas, bían venido , é los grandes que con el Principio es
é fuese á la proviacia de Narbona, donde supo que taban mostraron gran temor, é solo el Bey sin otro
los franceses se habían retraído, parcociéndole ser consejo determinó de irles dar la batalla y oon él so
poco aver feoho levantar el cerco de Perpifian á lamente quinientos de caballo y dos mil peones que
gran muchedumbre de franceses , si con ellos no pe tenia. E como el Principe fuese al Bey muy obi-
lease, á los quales envió presentar la batalla á ban diente é conosciese su pertinacia, obedesció su man
deras desplegadas ; y en tanto que el Principe esto dado, é ninguno fué de los grandes que ende esta
hacia, el Rey Don Juan su padre mandaba oomba- ban que osase contradecir el querer del Bey, espe
tir oon gran vigor la fortaleza que los franceses te rando con todo eso que á la vista de los enemigos
nían , de los quales muohos dellos estaban derra se tomase consejo , de que el Bey viese la muche
mados por la provincia de Rose) Ion , é como supie dumbre grande de ellos , é quan poca gente era la
ron la venida , se vinieron á juntar con la muche suya para poder con ellos polear. E asi el Bey con
dumbre de los franceses que con suh capitanes esta sus batallas andando , embió algunos pocos de ca
ban ; é luego todos los lugares quostaban oeroa de bollo que supiesen qué tanta gente era la francesa
Perpifian se dieron al Rey, é muchos otros queda los quales miraron discretamente el real y dizeron
ban en la ribera de la mar, en tal manera, que to que podían ser treinta mil combatientes é mas; lo
dos los franceses estaban ya juntos en un lugar. El qual dizeron al Principe Don Fernando é á los Gran
Principe Don Fernando llevaba sus batallas ordena des que con él estaban , los quillas pensaban aquel
das , é como sus corredores disourriesan por diver dia España perderse si peleasen tan poca gente con
sas partes , todos los franceses que topaban é iban tan gran muchedumbre de enemigos. La mayor
por se juntar con sus capitanes, los mataban ó parte do los susodichos eran de caballo, é con quan-
prendían ; é tantos, caballos les fueron tomados, to temor los españoles tenían, ninguno ovo que osa
que por un florín de Aragón se fallaba un caballo. se decir al Bey su parescer como ya al Bey Oviesen
E ya el Prinoipe cerca de los franceses , perdida la visto en grandes peligros ; é fué acordado que un
soberbia que solían tener , como quiera que fuesen escudero que allí estaba llamado Lope Alonso de
muohos mas que los españoles, no osaron dalles ba Laguna , aposentador del Principe , criado del Ar.
talla , aunque ningún recelo pudiesen aver de cela zobispo do Toledo , á quien el Bey mucho quería, le
da , como las batallas del Principe en campo llano fuese decir la verdad de la gente que los franceses
todas paresciesen. En aquel dia, con doscientos gi- tenían , mostrándolo quan gran peligro sería con
netes salió un capitán do los franceses á escaramu- poca gente aver do dar la batalla á tan s;ran mu.1
&4 CRÓNICAS DE LOS REYES DE CASTILLA.
chedumbrc ; á lo qual el valieutísimo Rey respon Poco tiempo antes desto avia estado en servicio
dió: a Vosotros loa que nunca esperimientastes la del serenísimo Rey Don Juan de Aragón un caballe
» fuerza de los franceses, ligeramente vos espantáis ro llamado Don Donis , nieto del Rey Don Donis de
» viendo la muchedumbre dellos ; mas nosotros que Portugal, el qual en servicio del Rey avia ganado
a muchos años ha que los conocemos , é mucho de algunas villas é fortalezas de los rebeldes á él , é
I sangre avernos derramado por dar libertad á esta avia venido al socorro de Cervero, pasando veinte y
i) tierra , podemos mejor conoscer qué peligro , qué quatro leguas por tierra de enemigos, con ciento y
I infortunio nos pudiese venir si pocos españo- cinquenta castellanos que le seguian ; é aviéndole el
t les contra muchos franceses peleasen , é ya de los Rey grande amor, é deseando facerle merced, en
» mios ninguno avria quedado , si temor de los mu- gasado por el Rey Luis de Francia con vanos espe
» chos franceses oviesen concebido ; por eso , Lope ranzas, dexó el servicio del Rey de Aragón é pasóse
» Alonso, yo vos ruego queráis aver buen corazón, á los franceses con la gente castellana que le se
i) que yo vos certifico que ante que sea hora de vís- guía, de que el Rey de Aragón ovo mucho enojo. E
b peras, sereÍB muy alegres con nuova victoria.» E como el Rey de Francia ninguna cosa cumpliese con
Lope Alonso dixo al Rey que no sabia como espera él de lo que le fué piometido, dejó su compaña, é
se victoria quien veia cien franceses para un espa fué servir al Duque Carlos de Borgofia, é después de
ñol. Al qual ol Rey dixo : a Andad, ios, que otra vez su muerte ha servido y sirve al Rey de los Roma
i certifico avremos victoria por la gracia de Dios.» nos , hijo del Emperador Federico de Alemania.
El qual espantado é maravillado con esta respuesta,
se volvió al Principe y á los Grandes que con él es CAPÍTULO LXXXIX.
taban , los qualcs como quiera que viesen tan cerca
no el peligro , no pudieron estar que no riyeaen de De la Tenida del Principe Don Fernando en Castilla, é del enga
llo que el Rej Luis de Francia hito al Rey Don Juan de Aragón.
la respuesta del Rey ; é como todos estoviasen des
esperados , vista la voluntad del Rey dende á poco Estas cosas así pasadas , el Príncipe Don Fernan
espacio en grande alegría se convirtió la tristeza de do se vino en Castilla, é ante que de Cataluña vi
los españoles , como por la mano de Dios á los fran niese el Rey Luis de Francia, mas con propósito de
ceses llegó un mensagero , el qual les dizo que fue seguir & se vengar que de aver buena paz , fingió
sen ciertos que infinita gente de españoles venían ; de tener los caballeros quel Rey de Aragón avia en
ó como este mensagero les llegó de súpito , levanta viado por embaxadores, en el comienzo de las con
ron el real, dejando en él todas las artillerías de diciones de la mistad que entre ellos se avia de ha
mayor peso, las quales el Rey de Aragón mandó lle cer, con esperanza del casamiento del Delfin su hi
var i Perpifian , y los franceses espantados iban di jo con Doña Isabel , hija del Príncipe Don Fernan
ciendo que por demás era el Rey de Francia con do é de la Princesa Doña Isabel, diciendo que esto
quistar aquella provincia en tanto que el Rey Don hecho , daria qualesquiera fuerzas que él toviese to
Juan de Aragón viviese , no se ganaría por mucha madas en el Condado de Ruisellon , con tanto quel
gente que contra él viniese. Las nuevas de todo esto Rey Don Juan de Aragón dentro de un año le pa
fueron en Horgofta y en Bretaña, de que el Rey de gase trescientas mil coronas que él avia prestado
Francia ovo gran turbación , é pensó de tomar otra para hacer la guerra á Ios-rebeldes catalanes, la con
forma, y envió al Rey de Aragón personas que en firmación de lo qual se cometiese al Conde de Pare
tre ellos moviesen tratos de concordia, lo qual mu des é al Castellao de Amposta, en galardón de la
cho ayudó al Rey do Aragón cansado de tan gran embazada ¡ á los quales el Rey de Francia desto cer
des trabajos é larga guerra ; y en tanto que el Prín tificó , ó como estos caballeros oviesen entrado en
cipe Don Fernando en los Reynos de Castilla se vol Francia con muy noble compañía é grande aparato
vió, determinó de ombiar al Rey de Francia solen- é mucha costa, defirió la fabla mostrando tener al
no embazada , en que fueron principales Don Juan guna duda, porque en la tardanza estos caballeros
de Córdoba , Conde de Paredes, é Bernaldo Ugon de creyeron no tener franca libertad ni se les daba lu
Rocabertin, Castellón de Amposta, é con ellos cin- gar de rescibir cartas , ni las embiar, ni menos ya
quenta caballeros é gentiles-hombres, con grande ir donde querían , lo qual al Parlamento de París
aparato, allende de la gente de servicio, por mos parescia muy mal. El Rey de Francia de nada desto
trar el poder de los aragoneses , porque no pensase curó, é mandó que los cinquenta caballeros que allí
el soberbio Luis de Francia la nobleza de España eran venidos con el Conde de Paredes é con el Cae-
fuese del todo consumida. Ni por eso el Rey de tellan de Amposta , se volviesen al Rey de Aragón,
Aragón dexó de fortificar el atajo quo avia fecho é los dos principales con poca compañía de los ser
entre la villa de Perpifian é la fortaleza, el qual vidores quedasen allí , simulando esto facer no por
acrecentó mucho, asi en hondura como en largura, los privar de su libertad, mas que fasta tomar con
é puso en él muy gruesas lombardas para combatir clusión de los ingleses é borgoñones ó bretones, no
la fortaleza, así de las que de los franceses tomó podía entender en las cosas de España ; lo qual el
como de las suyas. El Principe Don Fernando con Rey de Francia hizo por aver lugar de poder enviar
mucha alegría é triunfo tomó licencia del Rey su gente poderosa para no solamente ocupar el Conda
padre , é fuese visitar é proveer algunas ciudades de do de Ruysellon , mas Cataluña é Aragón é las pos
Cataluña é Aragón que su presencia deseaban. trimeras partes de España,
MEMORIAL DE DI 'ERSAS HAZAÑAS. 85
dar la batalla, y el Conde de Tendilla, Don Iñigo
CAPÍTULO XC. do Mendoza, é Alonso de Velasco , hermano del Con-
do de Haro , dizeron que su parescer era que por al
Del cerco de Alcalá de Guadayra fecho por el Duque de Medinasi gunos medios el Marqués fuese tentado para dar
donia, é de la Tenida del Marqués do Calla por socorrer S la di entera paz entre el Duque y él; ó como el Duque
cha Tilla , e del tralo que entre ellos ovo. fuese mas deseoso del roposo que de la guerra , ovo
En tanto que estas cosas pasaban, otros movi por bueno oste consejo como bu final intención fuo-
mientos de Andalucía se movieron , como aún dura se recobrar la ciudad de Medina que tenia perdida,
se la guerra entre el Duque de Medinasidonia , Don de que no solamente se le seguía aquel daño , mas
Enrique de Guzman, y entre el Marqués de Cáliz, desde allí so esperaba perder la mayor parte de la
Don Rodrigo Ponce do León. E como la villa de tierra que le quedaba. El Marqués estaba en grande
Alcalá de Guadayra tuviese Fornan Darías de Sa- agonfa , porque si la batalla se daba pareada muy
yavedra, cuñado del Marqués, é desde allí siempre gran sobra de gente la quel Duque tenia , é , si tar
rescibiosen daño los de Sevilla , el Duque acordó de daba de la dar , érale gran trabajo haber de pagar
allegar gran campaña do gente, diciendo que quería sueldo á tan gran gente ; é los caballeros que al
ir á Xeroz; é como Alcali sea dos leguas do Sovilla, Marqués ayudaban avian por gravo cosa aver do
mandó sacar sus pertrechos muy grandes do lombar pelear con gente tan demasiada, é con quien tan
das é quartagos é trabucos, é varios pinjados, é to gran dinoro tenía para la pagar , é decían ser ma
das las otras cosas nescesarias para combatir, é vi nifiesta locura del Marqués si presumía pelear con
no poner el cerco sobre Alcalá de Ouadaira con fas la gente que ol Duque allí tenia. Y el Marqués es
ta tres mil de caballo , é ocho mil peones. E como tando en esta agonía , llegaron á él el Conde de Ten
el Marqués fuese certiñeado el Duque combatir la dilla é Alonso de Velasco, los quales quisieron aver
villa de Alcalá, escribió á todos sus amigos é ayu por compañero á Don Fadriquo Manrique , que ha
dadores, é juntó poco monos gente de la quel Du bía traído la gente de Ecija á favor del Marqués, el
que tenia, donde es cierto quede la una parte é de qual mucho deseaba poner la paz entre estos caba
la otra fué puesta la mayor parte de la noble gente lleros, especialmente porque Don Podro d'Estufti-
del Andalucía ; é como el Duque oviose comenzado* ga, sobrino suyo, que mucho amaba, estaba allí
á combatir la villa, en la qual estaban Don Alonso con el Duque é al Duque asi mesmo amaba ; é dán
Ponce do León , hermano del Marqués , é Fernán Da dose la batalla ninguna alegro nueva lo podía venir.
rías de Snyavedra, é Martin Q alindo é algunoB otros E todas estas cobos vistas , el Marqués fué ligero de
buenos caballeros criados dol Marqués, trabajaban hacer atraer á facer el compromiso, el qual so hizo
quanto podían por la defender ; é con el Duque ve por parte del Duque en el Conde de Tendilla é en
nían algunos á quienes placía que la villa se toma- Alonso de Velasco, ó por parte del Marqués en el
Be, los quales tubieron forma que los dichos caballe Obispo de Cáliz Don Pedro de Solía y en Don Fadri-
ros fuesen avisados do todo lo quel Duque hacer que Manrique, de que mucho desplacía á los sevi
queria, entre los quales se afirma averseido el prin llanos, mayormente á los peones, los qualea desea
cipal Alonso Pimental , do quien el Duque mucho ban mucho pelear. Y el comienzo de lo asentado por
confiaba; é allende desto un Comendador de la ór- los dichos jueces fué que el Duque y el Marqués se
den de Santiago, llamado Mosquera, oriado del fuesen al castillo de Marchenilla, lugar de Alonso de
Maestro Don Juan Pacheco , que hizo grande empa Velasco , quos muy corea de Alcalá do Guadayra , ó
cho porque la villa no so tomase, el qual fingió aver con olios entrasen cada tres servidores sin armas al
scido herido por la mano de Maestre Alonso , lom- gunos llevar, é que de allí no soliesen hasta quo los
bardero del Duque, el qual como fuese á poner fue jueces susodichos determinasen en todos los deba
go á una gruesa lombarda, dióle una gran cuchilla tes que entrellos estaban. La sentencia en sumo fué
da en el pescuezo de que luego cayó en el suelo co lo siguiente : que la una parte á la otra hiciesen per-
mo muerto; lo qual como el Duque supiese, como don de qualesquier muertes que ovieson pasado de
quier que él naturalmente no fuese inclinado á los unos á los otros , é que todo lo tomado do los
crueza , gran ira ovo que puesta mano á la espada, unos á los otros se tornase ásus dueños, é la ciudad
la puso por el cuerpo á Mosquero, de tal manera de Medinasidonia , que por el Marques estaba ocu
que de parte á parte lo pasó, é de la muerte dél tan pada , la restituyesen al Duque , cuya era, en cierto
grandes dificultades ovo é nascieron , que se dió tiempo , ó que el Marqués ovieso perpetua libertad
grande estorbo en la tomada de aquella villa. Con para pescar los «tunos cerca de la ciudad de Cáliz,
todo eso el arrabal de San Miguel se combatió por después de ávidos los privillejos por el Duque en
los del Duque, é como llegase la nueva de la veni- que alien desto todas las cosas quo restituir se pu
del Marqués, ovo turbación de consejos de lo que diesen do la una parte á la otra fuesen restituidas á
se debía hacer, é algunos dizeron que como el Du bub dueños ; lo qual todo so concluyó en tres dioB,
que alli tuviese gran muchedumbre de gentes , que como quiero que muy grove fué al Marqués la res
debia escoger los que mas le pluguiese para tener titución de la ciudad de Medina.
el cerco, é con la otra gente el debia ir á darle ba
talla al Marqués. Otros fueron de acuerdo que el
Duque debia levantar el cerco, é con toda la gente
CRÓNICAS DE LOS BEYES DE CASTILLA.
mucho deseaba, como lo avia comenzado luego que
CAPÍTULO XOI. de Carrion vino; pero fué puesta tal guarda por la
ciudad por algunos hombres quo la parto dol Mayor
Po la venida en Vizcaya de los Embaladores del noque Cirios domo Andrés do Cabrera siguian , y muchos desea
do uorgoña, ct qual con singular amor emolo al Principe Don
Fernando su devisa del Tusos de oro. ban el servicio do los Principes, quo no se dio lugar
á lo pensado por el Maestre ni por los que lo se
En este tiempo el Principe Don Fernando fué guían, los quales trabajaban por destruir la repú
certificado qne en Vizcaya eran venidos para él blica d estos Reynos, queriendo someter en misera
embaxadores del Duque Carlos de BorgoBa , á los ble servitud , trabajando quanto podían por concluir
quales luego escribió rogándoles que se quisiesen ol casamiento del Rey Don Alonso de Portugal con
venir á la ciudad de Burgos , donde mejor pudian Doña Juana, hija de la Reyna. E como no sucedió
estar que en otra parte , fasta qne oviese despacho la ocupación de Segovia como el Maestre de San
de los debates do Carrion ; é aunque ovo diversidad tiago pensaba, el Rey se partió por correr monte
do consejos donde el Principe los debiese recebir, como solía. Allí dio las villas de Landrades del
al fin acordóse que fuese en la villa de Dueñas, lo Colmenar al Duque Don Beltran de la Cueva , con
qual asi se puso en obra; donde vinieron quatro em previllegio quel Colmenar dende adelante se llama
bajadores del Duque de Borgofia con asaz gente é se Monbeltran. E con aquella montería, el Maestre
grande aparato. La causa de su embazada fué el encubrió algunos dias la ida de Portugal. E ya el
Duque desear confirmarse con el Principe Don Fer Rey enojado de los cosas do Segovia no haber su
nando el amistad quo antiguamente avia sido en cedido como quisiera, so partió para los oonfinos do
tre los Reyes de Aragón Don Alonso ó Don Juan, Portugal, pensando en el viaje ó concordia concor
y el Duque Felipo su padre, la qual deseando te dar los Grandes del Andalucía para que consintie
ner el Duque Carlos , con verdadero amor embiaba sen en el matrimonio del Rey Don Alonso de Por
al Príncipe Don Fernando su devisa del Tusón , la tugal con Doña Juana, hija de la Reyna, lo qual no
qual avian tenido los Reyes de Aragón ya dichos. pudo acabar, como todos conosciesen este casa
Y el principal de estos embaxadores era uno de los miento ser total destruimiento destos Reynos.
de la divisa, el qual dijo al Principe las condicio
nes que debian guardar los que esta devisa tuvie
CAPÍTULO XCIII.
sen, la qual el Duque le enviaba por firmeza in
violable quo para siempre entrellos se guardase por De como el Principe Don Fernando se partid para Aragón, 6 de
juramento militar para se ayudar é socorrer en qua- la mnerto de Ximcno Gordo, fecha por justicia, por mandado
del Principe Uon Fernando en Zaragoza.
lesquier necesidades que se viesen ; la qual divisa
tanto aprovechó al Rey Duarte de Inglaterra, que En el mes do Agosto del dicho afio de nuestro
como fuese echado de su Reyno con el ayuda de Redentor de mil y quatrocientos y setenta y qua
Carlos, Duque de Borgofia, le hizo fuese su Reyno tro afios, el Principe Don Fernando ávido su con
restituido ; la qual embazada fué explicada ante el sejo, se partió para Aragón , dejando en Segovia á
Príncipe Don Fernando en la Iglesia de Santa Ma la Princesa Doña Isabel , en tanto que el Rey Don
ría de la dicha villa; á la qual por mandado dol Enrique y el Maestre de Santiago estaban en los
Principo fué respondido por Maestro Hernando do confines de Portugal, á los quales era esperanza de
Moya. E de allí los borgofioneB se partieron para acabar ligeramente lo que deseaban por las nuevas
Portugal. E ante quel Príncipe de Dueñas partiese, angustias é perplejidades en quo conosoian al Prín
fué certificado de la concordia fecha entre el Du cipe Don Fernando estar, como fuesen ciertos el
que Don Enrique de Guzman y el Marqués de Cáliz Rey Luis de Francia tuviese ayuntado muy gran
Don Rodrigo Ponce de León. ejército para venir sobre la ciudad de Helna é pro
vincia é sobro los otros lugares quo por el Rey do
CAPÍTULO XCII. Aragón estaban en el Condado de Rosellon. E ávi
do por el Principe cierto mensajero destas nuevas,
De la vuelta del Principe Don Fernando en Scgovla ¿ de la nue determinóse quel Príncipe se partiese para Aragón,
va que le vino de la enfermedad del Rey sn padre.
donde los quo su servicio deseaban estaban con
Fué forzado el Principe Don Fernando de so gran temor por ver su Rey en tanta vejez, mengua
partir de Segovia é ir en Aragón á causa de la en do de gentes é de dinero para contender con ene
fermedad dol Rey su padre , en tan grande edad migo tan rico é tan poderoso. El Principe con gran
ocupado en grandes trabajos, é añadió á esto quo de ánimo se partió, é quiso en el camino ver al Ar
parescia ser conveniente el apartamiento del Prín zobispo do Toledo que en Alcalá de Henares esta
cipe é la Princesa por ol peligro que se aparejaba ba , é desdo allí determinó ir por Guadalajara, por
de amos á dos , si juntos estuviesen, é de la estada que si pasara por el camino que llaman la senda
de la Princesa en Segovia se esperaba suceder pro- Galiana, é no fuera por Guadalaxara, paresciera
vocho común, como ella allí estando , siempre que poner el Marqués deSantillana alguna sospecha. E
daría á los del Reyno alguna esperanza de conve allí el Principe estovo dos dias resoibiendo del Mar
nencia con el Rey Don Enrique , ni el Maestre de qués grandes servicióse fiestas ó desde allí el Prínci
Santiago habría lugar de ocupar aquella ciudad que pe se partió para Zaragoza, é allí comenzó á enten
MEMORIAL DE DIVERSAS HAZAÑAS. 87
der en las cosas necesarias pan la guerra quo do sa, mandó llamar un pregonero, é mandó que subie
los franceses esperaban; donde fné certíñeado quan se arriba, é tomase al hombre que allí estaría muer
disolutamente Ximono Gordo on aquella ciudad vi to é lo llevase á la plaza, el qual como oonosciese
vía, é le fueron nunciados grandes crímenes é deli ser Ximeno Gordo, quedó atónito pensando de la
tos por él cometidos é perpetrados; el qual con gran muerte de aquel se siguióse grando escándalo en la
avaricia y deseo de haber mando en aquella ciu ciudad. E aunque con gran temor, hizo el mandado
dad, como quiera que él fuese de noble linage, re del Prinoipe , é llevó el cuerpo de Ximeno Gordo 4
nunció el estado de la nobleza é tornóse ciudadano, poner en la plaza , é por mandado del Prinoipe en
porque en aquella ciudad los hidalgos no pueden alta voz pregonó que ninguno fuese osado á llevar
haber oficios ; el qual era hombre astuto é malicio aquel cuerpo sin mandado del Príncipe, so pena de
so é tenia la lengua muy despierta é dulce, con que la vida. La muerte de aquesto dió gran temor á to
atraía á si el pueblo. E como quiera que el Rey de dos los ciudadanos de Zaragoza, mayormente á Mo
Aragón oviese sido algunas veoes avisado de las sen Fernando de Lanuza, como pareada este haber
maldades deste hombre, como quiora que estoviese sido consentidor en los crímenes y excesos cometi
ocupado en grandes negocios ó por ser naturalmen dos por Ximeno Gordo, que como tuviese poder del
te misericordioso é benino, dejólo sin punición. El Roy para punir y castigar los malfechores , oviese
Príncipe muy secretamente quiso saber la verdad dejado este sin pena. Esto fecho , el Principe deter
do las cosas cometidas por este Ximeno Gordo, é minó de se partir para Barcelona para el Rey su pa
sabidas, desimuló con él mostrándole muy buena dre, é mandó al Gobernador Mossn Juan de Torre-
cara é mandaba que hiciese algunas cosas , llamán Has que luego como él se partiese, fioiese degollar i
dole muchas veces; é como de aquello Ximeno Gor Estéfano de Urrea, porque se probaba ser falsario é
do estuviese muy contento, el primero que en el oompañero en los orímenes cometidos por Ximeno
palacio venia era él, no sospechando que siniestra Gordo. El Gobernador hizo el mandado del Princi
cosa lo pudiese venir. E acaesció que on un día ante pe con grande admiración del pueblo , é no menos
que el sol saliese, el Principe lo envió llamar, el de los Regidores é nobles de aquella ciudad, de que
qual muy prestamente vino, y el Príncipe le pre todos concibieron temor, como nunca oviesen visto
guntó si avia puesto en escrito algunas cosas quo le en sus tiempos semejantes justicias facerse.
había mandado. Él respondió que si. Y luego el
Príncipe le mandó que se subiese arriba á lo mas
alto de la casa, é con él Mosen Ramón de Espés é con CAPÍTULO XCIV.
ellos un secretario, para hablar algunas cosas que le Del gran néltlto quo el Rey Luis de Francia ayuntó en la ciudad
cumplían, en tanto que él oia misa. E como el Prín de Narboua para ¿tablar en la ciudad de llelna é PcrpiDan, o
cipe vido ser ya Ximeno arriba , él se subió ¿ gran de loa consejos que el Re; Don Joan ovo sobre la guerra que fa
priesa é dixole la conclusión del negocio, el qual al cer le convenía é sobre el casamiento déla Infanta Dona Juana
so bija.
Príncipe respondió maravillándose mucho del caso;
y el Príncipe respondió é replicó diciendo que haría Por maravilla fué ávido en tan grandes necesida
mejor de se arropentir de sus pecados é dar consejo des y en edad tan tierna el vigor y esfuerzo que el
ásu ánima, pues le convenia luego desta vida par principe Don Fernando mostraba, como fuese cier
tir. Al qual Ximeno Gordo respondiendo que don to del grande ayuntamiento de gentes, asi de caba
de estaba el clérigo que lo habia de confesar , co llo como de á pié que el Rey Luis de Francia tenia
menzó luego á dar grandes voces porque oyesen en en la ciudad de Narbona , con tantas é tan grandes
la ciudad lo que hacía, porque según las leyes della artillerías para combatir, como nunca fasta entón
el Rey no podía matar á ninguno después que ape eos en las partes de España fueron vistas para ve
lase ante el pueblo, fasta que fuese visto por dere nir sobre la ciudad de Helna , quo es situada al pié
cho; la qual esperanza el Príncipe lo quitó mandán de los montes Perineos, á la una parte Ruysollon, é
dole luego ahogar, después de leida ante él la sen- á la otra parte la provincia de Ampurias, para facer
toncia en que se contenia todos los excesos é male guerra no solamente en los lugarob que por el Rey
ficios por él cometidos. Al Principe fué suplicado de Aragón avian seido recobrados , mas en todo lo
por los presentes que oviese misericordia de Xime otro que le quedaba. El Rey de Aragón en tan decré
no Gordo ó se le acordase de muchos servicios que pita edad, fatigado de tan grandes cuidados, desea
lo habia fecho , los qualcs fuosen en compensación bamucho la vonida dol Príncipe Don Fornando su hi-
de los malos por él comotidos ; á lo qual ol Principo jo,asi poroonmiltarconól las cosas quo loconvonian
respondió que á él pluguiera por los servicios facer para resistir á tan duro adversario, como por enten
le merced, mucho mas que aver de punir sus deli der en el casamiento de la infanta Doña Juana, su
tos, si la calidad de aquellos fuera tal; pero á él con hija; que ya era en edad de casar, los qualcs nogo-
venia facer justicia, é los servicios quo Ximeno Gor cios así difíciles le parecían. El Prinoipe siguiendo
do le tenia fochoB, á sus hijos los entendía galardo la voluntad del padre, se partió de Zaragoza, é se
nar, porque sus graves excesos no quedasen sin pe vino en Barcelona, donde el Rey largamente comu
na, ni los servicios sin galardón ; lo qual ninguno nicó con él todas las cosas que le parescian, así en
supo, salvo aquellos que por mandado del Príncipe lo uno como en lo otro ; y el Príncipe no menos es-
hicieron la ejecución. E luego el Principe, oida mi- plicó al Roy los gratufaq daños , agravios y males
88 •••
CRÓNICAS DE LOS REYES DE CASTILLA.
qne reacibia del Roy Don Enrique é dol Maestre de samientos lo parescia so debiese facer, como en el
Santiago Don Juan Pacheco , quejándose do la pal- deudo pequeña diferencia oviese entro el padre y el
dad del Rey Don Alonso do Portugal , á quien el hijo ; é como el padre después do haber perdido la
Rey de Aragón oviese mucho amado, como fueso primera muger muchos años , recusó nuevos casa
sobrino suyo, hijo de su hermana , y el Roy se ma mientos por no dar madrastra á los hijos, y el ma
ravilló de la ingratitud á él mostrada por el Rey Don yor hijo suyo, Don Alonso , príncipe de Capuana é
Alonso de Portugal, intruso en sus Reynos, olvidan Duque de Calabria, tuviese hijos do su mujer y her
do el deudo tan cercano que con él tenia, ó no sola mano del Duque Qalcazo de Milán , al primogénito
mente con esto el Roy do Portugal habia mostrado del qual portonescia la corona del Rey no; asi bu pa-
bu malicia, como él fuese cierto que mostraba ale rescer era el ya dicho al Rey , con todo eso pares
gría en sabor las aflicciones é trabajos que en tanta cia seguirse algunos agravios é inconvinientes, é
vejez estaba , é maravillábase como seyondo el Rey dejándose de facer alguno destos dos casamientos
de Portugal en fama do hombre prudente, quererse como menospreciándolos, no Bolamonte ingratitud
motor en las cosas perdidas del Roy Don Enrique, ao mostraría al sobrino Rey do Nápol , de quien mu
regido por el Maestre de Santiago é do los grandes chas veces avia seido socorrido con gente é dinero,
de Portugal, á los quales siempre fué aborrecible la mas parescia tener con él enemistad , é no solamen
infelicidad do los Castellanos. E como en el comien te á esta causa dejaría do dar ayuda, mas podría ser
zo de las cosas en Castilla acaecidas al principe Don de ocupar la isla de Cecilia que por él mucho
Fernando , él ostuhiese incrédulo do las formas que era descada , como lo fuese muy cercana ; por los
contra él é contra la Princesa su mugorse tenían, la quales causas lo parescia so debía acetar ol casa
espiricncia lo mostró ser verdad ; todo lo qual Alon miento dol Roy Don Fernando con su muy ilustri-
so do Patencia conmista lo habia dicho corea dolos sima hija, lo qual ora mas conveniente que darla al
casamientos de Doña Juana, hija do la Hoy na, en hijo segundo, como ya su hija quedaría Rey na. E
Francia y on Italia y en Cataluña , los quales todos como al Rey parescieso esto se debiese consultar
avian seido dejados, porque oviese efeto el casa con la hija , porque grandes inconvinientes se si-
miento de Don Alonso , Rey de Portugal , qne avia guian do los casamientos que so hacen sin consenti
seido desechado por la princesa Doña Isabel ; don miento do las mugores , el Roy mandó llamar á la
de ol Roy do Aragón conosció enteramente la ono- Infanta su hija , é díxolo todo lo quo en osto caso
miga amistad del Maestre do Santiago, el qual siem avia pasado ó visto con el Principo su hermano, en
pre le habia seido capital enemigo, ó ni por ruego las causas quo lo movian ú osto casamiento; porquel
ni por promesas nunca su propósito quiso mudar. Rey ninguna cosa dosto quoria concluir sin volun
Por lo que el consejo para proveer on estas cosus tad é consentimiento suyo ; é asi lo mandaba quo
fué el siguiente : quo ol Rey de Aragón so fuese á la claramente lo dixose su determinada voluntad. Lo
provincia de Ampnrias, é se pusiese en la villa de qual oido por la Infanta, roscibió vergüenza en esto
Castellón quos cerca de los montos Pirineos , ó aque caso aver de hablar ; pero como fuese toda de mu
lla villa é fortaleza hiciese mucho fortificar é apa cha virtud é discreción , respondió que como ella
rejar de todo lo necesario, é pusieso la gente de ca fuese nascida para casar é la razón esto demandase
ballo de Valencia en la villa de Figueras, é con é la bienaventuranza suya fuese en el casamiento,
ellos algunos de los peones de Navarra ó Vizcaya, esto era de remitir á nuestro Señor, en cuyabenini-
é los caballeros mas acostumbrados de la guerra de dad esperaba querría mirar con ojos do misericor
jase en la ciudad de Helna con los caballeros ita dia los grandes trabaxos del Rey su señor é bu pa
lianos quel Rey Don Fernando de Nápol le avia dre on los quales algún remedio so daria si ella bien
ominado, con un su capitán llamado Julio , é quo de aventuradamente casase , é ya ella fuese en edad
los caballeros questaban on Perpifian ninguno fuese conveniente demandada por aquellos principes al
llamado , é que el Principe Don Fernando se fuese Rey muy parientes é caros ; é pues á su parescer el
en Aragón é hiciese Cortes generales, donde apro Rey esto dexaba, teniéndoselo en merced, é besan
base las leyes aprobadas, é las que fuesen de apro do las manos por ello , respondía parescerle ser mas
bar confirmase, ó demandase el sueldo para tres oonveniente el casamiento del Rey Don Fernando
cientos de caballo , los quales á muy gran priesa su primo ; á lo qnal dio muchas y evidentes razones,
lnego lo embiaso á la provincia de Ampurias, é con las quales el Rey aprobó y el Príncipe loó mucho ol
gran diligencia buscasen dinero para el armada que ingenio y virtud de su muy amada hermana. E á los
mucho le convenía hacer, como el Rey de Francia embaxadores del Rey de Nápol, oída esta respuesta,
fuese cierto que tenia grandes galeas contra la cos con grande alegría fué luego denunciando ; é pres
tumbre antigua de los franceses para traer en ellas tamente subcedió otro nuevo embalador del ya di
gran muchedumbre de gentes. E dado consejo en cho Rey de Nápol, el qual siempre siguió las pisa
las cobos dichas, el Rey quiso saber el parecer del das del Principe. E como ol Rey de Nápol toviese
Principe cerca del casamiento de su hija Doña Jua gran vigilancia, on cada parte del mundo procura
na, el qual era demandado por notables embalado ba tener hombres discretos que on todas las partes
res por parte del Rey Don Fernando de Nápol, para supiesen las cosas, é por sus letras se las hiciesen sa
él ó para su hijo segundo , llamado Don Fadrique ; ber. Estas cosas asi fechas en Barcelona, el Princi
á lo qual el Principe respondió, ninguno destos ca pe Don Fernando se volvió á Zaragoza por proveer
MEMORIAL DE DI\ ERSAS HAZAÑAS. 89
en las cosas según el mandamiento del Bey so sentencia del santo Job que dice : Dio» disipa lo»
padre. petuamienlo» de lo» malo», porque sus mano» no pue
dan acabar lo que desean. E su voluntad fué quo de
CAPÍTULO XCV. la misma enfermedad de que murió el Maestre do
Calatrava, su hermano , muriesoél ; ó así el Maes
De lai cus» en este (lempo en Portugal acacscldas « do la muer tre de Santiago Don Juan Pacheco murió en la villa
te de Donjuán Pacheco, Maestre de Santiago.
de Santa Cruz , á quatro de Octubre del año de mil
En este tiempo el Maestro de Santiago Don Juan é quatrocientos é setenta y quatro años , estando en
Pacheco á reqüesta del Bey de Portugal se vido con los tratos con el Alcayde Oracian , y quando esta
él. Entonce, entre todos los Príncipes Christianos, ba al cabo, ovo de venir el Alcayde á hablarle , y
tenia fama de ser el mas prudente é mas casto, te hicieron sentar al Maestre en una silla, y que se es
niendo el cetro, por Dios A él encomendado, en aque forzase lo mas que pudiese, haciendo que la cáma
llos dias pacificamente; ni aviacausa de tener guer ra estovioso escura , porque el Alcayde no le vieeo
ra con ninguno, salvo con Iob moros quo á él ora la flaquoza quo tenia, á do concortó que le entrega
mny honrrosa, el qual habia rescibido aquel Reyno se la fortaleza. Y luego otro din, en yéndose el Al
asaz menguado de riquezas, ó por industria dol In- cayde , murió el Maestre , y fué tanta la astucia de
• fanto Don Enriquo su tio, hombre muy notablo do Podro de Cueza que lo contrataba, que aunquo el
grande edad , lo habia enriquecido, mostrando 4 los Alcayde ostaba receloso dello, lo dió tanta priesa
portugueses navegar. E ya el Bey Don Alonso, ávi que lo entregó y dió el Maestre al Alcayde Gracian
do por muy claro entre los príncipes Christianos, no á Sahelices de los Gallegos. El Maestre dejó por he
pudo guardarse de los engaños de la fortuna, como redero á Don Diego López Pacheco, Marqués de Vi-
tuviese esperanza de aver el casamiento do Doña Uona, primogénito suyo, al qual entre las cosas
Juana , llamada hija del Boy Don Enrique ; é cro- grandos que le dojaba , encomendólo fueso dada la
yondo haber estos Boynos do Castilla ó de Lcon doB- guarda do Doña Juana , que según él crcia avia do
pues de la muerto do aquel , tovo forma con oí Maes ser esposa del Bey Don Alonso do Portugal ; é á Don
tre Don Juan Pacheco como el dicho casamiento Pedro Puertocarrero, su hijo segundo, dejó el AI-
oviese ofeto, sabiendo ser aqaella la voluntad del caydia Mayor do Sevilla en la casa que avia sido do
Bey Don Enrique , é para ello oviese público con la Marquesa de Vil Ion a, su madre, con todas las
sentimiento, no solamente de los Grandes, mas de otras rentas quo tenia en Sevilla y en sus términos,
las ciudades é villas é puoblos dollos; y como en osto y las villas do Villanueva y Mogull , con otros pe
ya so sonase muy poderoso, desde allí comenzó paso queños lugares que en el Andalucía tenia; é A Don
á paso de entender en el negocio, tentando el pares- * Alonso Tellez , su hijo tercero , dejó el castillo do
cer de los grandos do su Beyno , porque los otros Montalvan é la Puebla de Montalvan é otras rentas
casamientos de que ya es focha mención , se avian de dinero ; ó á Don Alonso Pacheco , hijo suyo bas
estorbado, é todas estas cosos asi pasadas, do con tardo , Comendador de Guadalhorza , do la Orden
sentimiento deetos dos Boyes bo ofresció oportuni de Calatrava , dejó algunas rentas de dinero. E fa-
dad para hacer este casamiento, en tanto que ol Bey llescido asi el Maestre Don Juan Pacheco, tóvose su
Don Enrique estaba en los confínes de Portugal, el muerte oncubiorta algunos dias fasta que lo lleva
qual habia de dar al Maestre Don Juan Pacheco la ron á depositar al Monostcrio de Guadalupe, para
ciudad de Truxillo , la qual dias avia que avia sido desdo allí trasladar sus huesos A la sepultura por
dada al Duque do Arévalo ; la pososion do la qual él ordenada on oí Moncstorio dol Parral de Scgovia,
dada al Maestre de Santiago, so avia de facer el do la Orden de San Jerónimo.
desposorio del Bey Don Alonso de Portugal con
Doña Juana, hija de la Beyna Doña Juana; la qual
ciudad de Truxillo, el Duque de Arévalo no avia CAPÍTULO XCVI.
ávido porque le fué dado el Maestrazgo de Alcán De los Grandes destos Rentos que pensaron arer el Maestraigo
tara para su hijo Don Juan Pimentel , en recompen de Santiago e de la forma no pensada que el Arzobispo de To
sación della; é el Bey Don Enrique vino á Madrid en ledo en esto tuvo.
tanto quel Maestre de Santiago con autoridad suya Grande fué ol alegría que los mas pueblos destos
ablandaba los corazones de los de Truxillo, é podia Beynos ovieron de la mnorte del Maestre do Santia
atraer á Gracian de Sesé , Alcayde de la fortaleza go, é mucho mayor do algunos de los Grandes, cada
do Truxillo, A que la entregase. En tanto questas nno dellos croyondo aver aquella dignidad , no con
cosas se trataban, el Maestre estaba en la villa de Dios ni con órden , mas por modos caquis! tos ; de
Santa Cruz, ques cercana A Truxillo, y desde allí los quales el principal fué Don Enrique de Guzman,
por sus mensageros solicitaba los grandes de Anda Duque de Medina Sidonia , que no avia sóido en la
lucía, que diesen consentimiento al desposorio del Orden, ni avia rozón alguna para lo demandar, sal
Bey Don Alonso de Portugal con la dicha Doña vo por bu grandeza ; y el Conde de Benavonte , que
Juana. En el qual tiempo nuestro señor quiso que el ya en vida de su suogro pensó aver esta dignidad
Maestre de Santiago no viese el casamiento por el sin tener para ello razón alguna, con grande ansia
Bey de Portugal tanto deseado en dafio universal la procuraba, tomando enjemplo en los Maestres
destOB Beynos , porque en él se verificase aquella Don Alvaro de Luna é Don Juan Pacheco, los qua
90 CRÓNICAS DE LOS I 1Y15S DE CASTILLA.
los mu verdaderamente intrusos que maestrea se de León, el qual procuró de ser elegido, para lo
podieron decir, ó como de osta dignidad, mas forzo qual atrajo á si á Gómez do Miranda, intruso en el
samente que por debida elección, reacibioron. El Priorozgo de San Marcos, é otros tres ó quatro do
Marqués de Sautillana con gran solicitud demandó los trece á quien pertenesco la elecoion ¡ de los qua
esta dignidad, diciendo no quererla á causa de las les Don Rodrigo Manrique tenia ocho con autori
rentas, mas por reformarla ' por ser nieto del Maes dad del prior de Ucléa queB á do se ha de hacer la
tre Don Alonso Suarez de Figueroa, que fué muy elección , é no en otra parte ; el qual prior los ha de
buen caballero é reformó mucho esta Orden. Entre convocar y estar presente , y anuí Don Alonso do
todos estos competidores, el Marqués de Villena, Cárdenas afirmaba pertenecer la elección según las
Don Diego Tellez , con mayor razón pensaba aver constituciones de la Orden al prior do San Marcos,
el Maestrazgo, como después de la muerte de su por ser muerto el Maestre Don Juan Pacheco en la
padro luego se fuese para el Rey Don Enrique; el provincia de León, por lo qual él decia, la elección
qual mucho lo consolaba é le decia que el mesmo de Don Rodrigo Manrique ser ninguna. La quarta
amoi que avia tenido á su padre quería tener á él. elección decia tener el Duque de Medina, con color
É como entonces el Marqués adolesciese cada dia, el de la renunciación que le avia do hacer Juan de Al-
Rey le visitaba, é mandaba alli venir menistríles é varado, Comendador de Lobon, el qual por ruego
cantores por darle placer. É dióle forma para poder del Duque avia dejado el nombre de Maestre. Allen
aver el Maestrazgo de Santiago, la qual fué que se de destos, Don Beltran de la Cueva, Duque de Al-
Ungiese el Maestre bu padre averie renunciado el burquerque, que ya otra vez avia seido elegido á
maestradgo, é sobre ello haber suplicado al Santo esta dignidad , pretendía aver derecho é con gran
Padre é tener su consentimiento. É sobre este fun instancia la demandaba, mas el Roy, con gran per
damento el Rey envió suplicar al Santo Padre en tinacia, procurábala sublimación del Marqués do
favor del Marqués, para lo qual le parescia tener Villena menospreciando todos los otros.
grande ayuda en el Arzobispo de Toledo, el qual, no
mucho ante de la muerte del Maestre, le avia recon
capítulo xcvn.
ciliado a si, é lo mostraba grande amor, el qual te
nia muy gran parte en Alarcon que enteramente De li prisión del Marqués de Villena t del poco saber que el Con
gobernaba el Arzobispo, á causa de lo que, el Roy de de Oüorno lavo en lo guardar, 4 de las formas que el Arzo
Don Enrique ya mostraba grande amor al Arzobis bispo de Toledo Ionio con la voluntad del Hey Don Enrique en
eaio oto.
po de Toledo ; é como quiera que ya todos los dichos
trabajaban cada uno para si, no menos lo hacian los En tanto qu estas cosos pasaban, estaban los Gran-
caballeros de la Orden , á quien con mayor razón el * des como atónitos mirando el entrañable amor que
Maestrazgo pertenescia ; entre los quales demanda el Rey Don Enrique mostraba al Marqués de Ville
ba esta dignidad Don Rodrigo Manrique, Conde de na, el qual les parescia asi en la dignidad como en
Paredes, que muy mayores razones tenia para lo todas las otras cosas aver de tener el lugar de su
aver, como ya ovieso seido llamado Maestro de San padre oerca del Rey, que poco miraba el bien de
tiago por voluntad Apostólica del Santo Padre Eu sus Reynos. Lo qual visto por algunos que á su pa
genio quarto, aviendo respeto á la grandeza de su dre desamaban , á él mostraban favorescer, entre los
linage é antigüedad en la Orden, é merescimiento quales el principal el Arzobispo de Toledo que ya
do su persona, como fuese cierto aver peleado ca parescia á causa del Marqués tener gran parte en
torce veces á banderas desplegadas con los moros el Rey y procuraba con todos bus fuerzas la subli
enemigos de nuestro Santa Fé , é haber dellos siem mación del Marqués ; entre los quales Don Gabriel
pre ávido vitoria, aviendo dellos ganado la villa de Manrique, como pensase aver el Maestradgo de
Huesca por fuerza de armas con derramamiento de Santiago , asi por algunas voces que de los Electo
bu propia sangro é muerte de muchos criadoa su res tenia, como por la nobleza de su linage é por
yos, el qual Maestrazgo Don Alvaro de Luna for ser Comendador mayor de Castillo, como viese al
zosamente lo avia tomado después de la muerte del Rey tanto inclinado á dar el Maestradgo contra to
Infante Don Enrique, hermano de los Reyes de do derecho al Marqués de Villena, determinó do
Aragón Don Alonso é Don Juan. É pensaba Don buscar forma para lo prender, al qual como el Rey
Rodrigo Msuriquo tener ayuda en el Arzobispo de pensase atraer á que diese bu voto en el Maestrazgo
Toledo, no acordándose do los cosas pasadas, mas al Marqués de Villena, envióle muchas embazadas,
siguiendo el querer de Alarcon, fué degollado en To lo qual asimismo con gran solicitud el Arzobispo
ledo año do oohonta ; hombre perverso é malo , fa- procuraba, el que en ol comienzo se mostró muy
voresoió quanto pudo el Marqués de Villena su so grave, dando muchas razones para mostrar como
brino. Esta mesma dignidad pretendió haber Don el Marqués no podia ni debia haber el Maestradgo,
Gabriel Manrique, Comendador Mayor de Castilla, como en esto reBcibirion muy grande agravio los
Conde do Osorno , muy magnífico caballero en aque ancianos Caballeros de la Orden , habiendo de dar
lla Orden, el qual trabajó por ser elegido é ovo al esta dignidad á hombre tan mancebo fuera de lo
gunas voces, asi por la antigüedad que en la Orden Orden, contra los estatutos é decretos della, donde
tenia, como por la nobleza de su linage. Fué el ter paresceria que ya por herencia esta dignidad se ha-
cero Don Alonso de Cárdenas, Comendador Mayor bia de aver, asi como avia acaescido en el Maes
MEMORIAL DE DIVERSAS HAZAÑAS. 91
trodgo de Calatrava que, muerto Don Podro Xiron, Juan de Vivero , hermano de la Condesa de Osorno,
mi hijo espúreo nascido, contra todo derecho, oto el los quales se pusieron por medianeros para tratar
Mno8tradgo. E todas estas cosas é otras mas respon con el Conde si quería dar alguua forma on la deli
didas por el Conde de Osorno , como otra n nova ern- beración del Marqués ; é detorminóso qnostos dos ca
baxada lo viniese con grandes ofrescimiontos, res balleros hablasen on ello con la Condesa de Osorno,
pondió mas blandamente diciendo que deseaba mu la qual como sal ¡eso á la fabla con ellos , fué con
cho ver aquella Orden reducida á su primor estado, cortado que Lopo Vázquez la prendiese, mostrando
como estuviese muy abaxada, é si él fuese cierto que al hermano de Juan de Vivero pesaba dolió , ó
que con el poder del Marqués, á quien el Rey tanto ficiese muestra quo la quisiese defender, é que no
amaba, la Orden fuese sublimada comodebia, por podia resistir a la fuerza de Lopo Vázquez; é si an
aventura daría lugar que las Constituciones dolía tes el corazón del Conde estaba flaco , mucho mas
en este caso fuesen derogadas; la qual respuesta enflaqueció después de la prisión de su muger; é
fué muy agradable al Rey, é no menos al Arzobispo luego el Conde descendió B muy mas baxo partido
de Toledo ; é hablándose mucho de una parte á otra de lo que primero demandaba, el qual deliberó al
é faciéndose al Conde engañosos ofrescimientos, Marqués en esta forma : que le diese la villa de Ma
acordóse fabla, á cierto dia en lugar señalado, con deruelo. Lo qual como fuese sabido por los que al
igual compañía del Marqués é del Conde ; é de como Marqués mal querían, ovieron dolió gran desplacer,
el Marqués ovieso visto á su padre tener en poco las ó ni por eso el grande ánimo de Don Rodrigo Man
asechanzas, no resceló de venir al lugar acordado, rique , que Maestre de Santiago se llamaba, dexó do
el qnal traxo consigo hombres de poco valer, pen porseguir lo comenzado, contra voluntad del Rey é
sando venir al lagar seguro. El Conde de Osorno del Arzobispo de Toledo , que ya en este negocio
fizo el contrarío trayendo consigo hombres sefiala- enemigo se le mostraba ; é con toda esta contrarie
lados, é puso en celada gente escogida para ser so dad Don Rodrigo Manrique no dexó de poseer la
corrido si no bastase acabar lo pensado con los que provincia de Costilla que al Maestrazgo do Santiago
consigo tenia. É como á la fabla se juntase, é algo pertenescia , é lo mismo hacia en la provinoia de
la fabla durase, los suyos sin facer repugnancia se León Don Alonso de Cárdenas , Comondador Ma
fueron huyendo dejando preso al Marqués, el qual yor, sojuzgando á sí y á todo lo que podia , como
maravillado de su prisión dixo al Conde que por quiera que mucho les estorbaba la vecindad dol Con
qué razón le avia prendido asi á mala verdad. El de de Feria, con favor del Duque de Medinasido-
Conde respondió que porque el Maestre su padre nia, é de algunos otros caballeros de la Orden quo
siempre avia sido quebrantador de la fé é de los ju se juntaron con la parte del Comondador Juan de
ramentos que hacia ; el qual en tiempo del Rey Don Alvarado.
Alonso le avia jurado de le dar la villa del Made-
roelo, porque él renunciase el derecho del Macstrad CAPÍTULO XCVIII.
go de Santiago, é después de tomada la posesión,
sin ninguna vergüenza lo avia mentido diciendo que Del cerco quo los franceses pusieron sobre la ciudad do llclna
mas le placia ser ávido por quebrantador de la fé é de la toma della, é del mandamiento del Consejo del Rey Don
Juan de Aragón.
que aver de dar la villa de Maderuelo, el qual per
juro en él quería vengar, lo qual no era sin razón. En tanto quostas cosas pasaban , el Rey Luis do
É sabida por el Rey la prisión del Marqués, pensó Francia no dejó de perseguir lo concertado é tovo
salir fuera de si como hombre sin sentido, é como consigo al Conde de Paredes Don Juan de Cardona é
naturalmente fuese de flaco oorazon , comenzó de al Castellan de Amposta , embaxadores que el Rey
llorar agrámente, é por mucho que lo consolaban do Aragón le avia embiado ; el qual los prendió, é
los que cerca dél estaban, ninguna consolación que agiéndoles dado seguro porque con ellos iba la flor
ría oir ni rescibir. Todas las cosas tenia on poco en de los caballeros de Aragón , mandando ayuntar
comparación de la liberación del Marqués. E luego gran muchedumbre de gente , asi de caballo como
recorrió al Arzobispo de Toledo, al qual no menos de pió en la provinoia de Narbona , oon muy gran
desplacía la prisión del Marqués ; é Alarcon aqueja- des artillorias é pertrechos ¡para combatir; é vinie
jaba mucho en que se diese en ello remedio, como sen en el Condado de Ruisellon para el mes de No
fuese mucho suyo é le oviese dado la villa de Zafra viembre porque la ciudad de Helna no pudiese de
en el Marquesado é ovieso dél de acostamiento qua- fenderse. Lo qual sabido por el Rey de Aragón,
tro mil florines on cada un año ; y el Conde de Bo- ajuntó caballeros para la defensa della, aunque pen
navente fué requerido por ayuda para la delibera saban que los franceses no venían tan presto por la
ción del Marqués, como fuese casado con su herma braveza del invierno, Iob quales acostumbran tam
na; é prestamente fué recogida gran gente para ir bién facer guerra en invierno como en verano, é para
combatir la fortaleza de Fuente Dueña, dondo el estar en el campo hacen cosas soterrarías paro ellos
Marqués estaba preso, para lo qual el Arzobispo fué é poro sus caballos; pora lo qual tenian muy poco
. en persona, é, oon toda la fuerza quel llevaba, la ma gente y fon-amientas con que prestamente las ha
yor esperanza que ovieron de la liberación del Mar cen, é luego so cerca de fosados do tai manera, que
qués fué el engaño, por lo qual facer, so juntaron no hacen tan fuertes como si dentro del lugar mo-
Lope Vázquez de Acuña, hermano del Arzobispo, é ( rondo estuviesen. El Roy de Aragón estando eu
92 CRÓNICAS DE LOS I KYES DE CASTILLA
Castellón estrafiaba Ion franceses no poder tomar á miondo la toma do Holua, el qual con atento ánimo
Acuna, así por la fortaleza della é gonto que en olla oyó todo lo quo por estos embaladores le fuese di
tenia, como por las grandes nievos ó yel os quo en cho, é como mucho amaso á Alonso de Patencia, la
tonce avia é algunas veces el Rey dixo quo avia mayor parte do dos dias é dos noches gastó en lo
piedad do los franceses, aunque fuesen sus enemi preguntar el estado do las cosas do los Reynos de
gos, por emprender cerco en tal tiempo, y los caba Castilla, y entre las otras cosas tuvo gran cuidado
lleros quo en Helna estaban coda dia ominaban á de Iob negocios del Duque do Medinasidonia, al qual
decir al Rey quo ningún temor tenian do los ene decía que el Príncipe no solamente avia de ayudar
migos, aunque ol tiempo fuese bueno, como creye ó favoresccr en el negocio del Maestrazgo do San
sen que aun el muro primero, sogun la gran fuorza tiago, mas en todas las cosas, quo do lo propio suyo
que tenia, no podia ser derribado por ningunos ar le debia largamente dar, pues á él no podio falles-
tillerías, ó mucho menos lo alto de la ciudad quo cer, pues con ol ayuda de Dios tan grandes Reynos é
naturalmente estaba cercado , donde si tal necesi señoríos esperaba ; ó quo asi le amonestaba é rogaba
dad viniese podrían socorrerse y ampararse ; la qual é mandaba, si como padre facerlo podia, que no so
confianza trajo gran daño, como donde en ocho lamente en el Maestrazgo, mas por todas las vías quo
dias que el cerco se pusiese, la cerca primera so pudiese al Duque de Medinasidonia ayudase é favo-
derribó, ¿ los caballeros quo en la villa estaban no resciese ; ó luego él quería escrebir á sus procurado
podían resistir los enemigos como fuesen quarenta res quo on Roma tenia, que ayudasen é favorecie
mil combatientes é los defensores & quatro mil no sen on los negocios dol Duque de Medinasidonia;
llegaban, ó los ciudadanos no les ayudasen ó ansí no quo ol Principo así lo debía poner luego on obra, si
tardó veinte dias do so tomar la ciudad, como no deseaba facerlo placer, é quo dejadas todas las co
solamente los muros é torres con los lombardos der sas so fuese al Andalucía , según por el Duque de
ribasen, mas ficioron minos para entrar en lo mas Medinasidonia le avia sido suplicado , de lo que al
alto de la ciudad, do lo qual tan grande espanto los Príncipe se seguiría gran provecho é á los adversa
ciudadanos tomaron, que yo quisieran aver dado rios daño conoscido , como lo posesión do aquella
á sí é á sus hijos á los enemigos, en tanto que la ciudad do Sevilla siompro aprovechó mucho ¿ los
vida pudieran salvar do la briosa crueldad de los quo la tuvieron, é que él como hijo quisiese sor en
franceses , donde la ostrema nescesidad fizo que la todo certificado de su voluntad lo calidad de las
ciudad se diese á partido, quo quatro de los princi cosas lo excusasen si el inconsulto prestamente on
pales quo on la ciudad estaban seguros do la vida, el Andalucía so oviera ido , por ondo sin tardanza
fuesen lovados al Rey do Francia, é todos los otros alguna so partiese para el Andalucía, acordándose
dejasen las armas ó caballos ó se fuesen donde qui de aquel común viejo proverbio que dicen : quando
siesen, ó los ciudadanos quedasen en bu ciudad sin te diere la cabrilla , etc. Y el Rey aprobó mucho la
daño roseibir, so el señorío del Roy Luis de Francia. solicitud de Alonso de Patencia. E con esta respues
Fué pública fama quo fué causa de darse esta ta, Alonso de Falencia que con ello había venido y
ciudad Julio caballero italiano, capitán quo allí es ol Secretario se volvieron alogros á Zaragoza ; ó
taba con docicntas lanzas, quo el Roy Don Human vista por ol Principo la respuesta dol Roy, comen
do do Nápol al Roy do Aragón había ombiado, ol zó á aparejar su partida para el Andalucía , la qual
qual aunque estaba on fama do buon caballero auto estorbó la triste nuevo de su mensajero que luego
do entóneos, on la defensa do aquella ciudad teme faciéndolo sabor la toma de Helna, con revocación
roso é flaco se mostró, é desde el comienzo do aquol del mandamiento primero, mandando al Príncipe
cerco siompro amonestó á los españoles que no con quo todas cosas dejadas se fuese para él, é si mas
fiasen mucho on la fuerza do aquella ciudad según no pudiese, si quería, con tres ó quatro ; lo qual pa-
el gran podor de los franceses , é .buscasen olgun reseia muy grave á todos Iob que al Principe debían
partido para su salvación ; lo qual mucho enflaque consejar, los quales decian que en él no debia par
ció los corazones de algunos. La toma de esta ciu tir fasta llevar los trecientos do caballo quel Rey-
dad fué muy dañosa á los do Perpifian , los qualea no debia pagar para servicio del Rey ó fasta aver
luengamente sostuvieron el cerco con fambre tan despachado todas las cosas necesarias para la guer
eatrafia, que comían los ratones é gatos é porros, ra, si so deseaba quo la cosas do la provincia de
después do aver comido los caballos ó muías ; ó so Ainpurias bien se hiciesen.
afirma algunos aver comido carne humana de los
cuerpos muertos do los enemigos, ó lo que mas gra
vo paresce, algunas madres aver comido á sus hi CAPÍTULO XCIX.
jos. Coso es muy difícile de creer los trabajos é an De la tristeza que el Principe Don Feniindo reseibló de li loma
gustias que los de Porpiñon tan luengamente tu de la ciudad de lielna e de la varia determinación de consejos
vieron sin esperanza de socorro como los franceses en la ida del Principe a Ampurias, como antes tuviese determi
toviesen tomados todos los pasos por donde pudie nado de proveer las cosas del Andalucía.
sen ser socorridos. Después do tomada Helna y Alon Aunque el Príncipe Don Fernando naturalmente
so de Patencia coronista é Luiz Gutiérrez, secreta fuese magnánimo, tan grande fué el enojo do la
rio del Príncipe Don Fernando, llegaron á Castellón toma de Helna ó tanta turbación roscibió oon ol se
donde el Rey de Aragón estaba , asaz seguro no te- gundo mandamiento del Padre, que fué forzado de
MEMORIAL DE DIVERSAS HABANAS. 93
lo descubrir por machas señales , como conosciese pechosos, dando esfuerzo á los temerosos con espe- .
para la ida de Ampuri&s ser nescesario mucha mas ranza de toda fielidad, é rogando á Gómez Suarez
gente de la que él por entonces podía aver, é le pa é al de Palencia quo prestamente se partiesen; é
reciese que yendo él con poca gente, mayor desma como á causa de Gómez Suarez de dia en día se de
yo seria álos de Ampuriaa, como les parecería que tuviesen, cada dia venian nuevas mas tristes de la
dar desesperados de mayor favor, quando viesen al provincia de Arapurias, como los franceses cada
Principe con poca gente contra enemigos tan pode dia mas afligesen á aquella provincia que ningún
rosos, porque les parecía muy mal consejo el que socorro esperaban , é afirmábase el Rey Luis con
el Rey su padre avia tomado en aver revocado bu dádivas é promesas aver atraído á si los embalado
primero mandamiento, el qual avia pensado con solo res del Rey de Aragón que consigo tenia, dándoles
su hijo podria defender aquella provincia con pe esperanza do les dar muy mayor poder de lo quo
queño ejército, é parecía ser mas sabio consejo en tenían, é álos de Barcelona esto mestno movian, co
comendar la gente que tenia de Valencia en Figue- mo ya oviesen seido rebeldes é ya fuesen avisados
ras y en Castellón al ilustre Don Alonso , Maestre por fieles. Y en este tiempo algunos mensageros do
de Calatrava al qual mandase discurrir á unas par Navarra vinieron faciendo al Principo saber quo
tes y á otras , proveyendo en tanto que él podria de aquella parte algún peligro se esperaba aver,
juntar la gente necesaria para resistir á los france como Doña Leonor, hija del Rey de Aragón , des
ses, los qualcs, después de ávida aquella victoria, si pués de la muerte de su hija el Prfnoipe muy mol
viesen al Principe venir con tan poca gente , como rigiese , é al Rey su padre , verdadero Rey do Na
antes de su venida, no es duda que requerían la ba varra, nuevos daños buscase, favoreciendo á los do
talla, la qual convenia acebtar con peligro inrepa- Biamonte contra los Agramonteses que al Rey ser
rable, 6 vergonzosamente denegarla quedando cer vían, por lo qual aquel estrenuo caballero Mosen
cados, el qual cerco seria mucho peor que perder la Pierres de Peralta , principal entre los Agramon
tierra; é pareada á los prudentes consejeros ser pro teses, tan duramente se avia, que ya por los ene
vechosa la sentencia del Principe, el qual estaba du migos era buscado por subsidio, como parecía aquel
doso qual mejor seria, si obedescer al mandamiento Reyno en vivas llamas arder por diversas partes,
del padre, que á todos dañoso parescia, 6 facer por la crueldad do algunos caballeros que á los po
aquello que por mas subtil era de todos ávido ; en bres labradores destruían, de tal manera que so
lo qual la voluntad del magnánimo Principe estaba lamente las mugeres ya tenían cargo de la labor y
suspensa por escoger qual mejor consejo le seria, é la fama ya cada dia crescia que con tantos tra
fué acordado en lasiguíente sentencia que luego par bajos los navarros muy ligeramente á los franceses
tiesen de allí trescientos de caballo pagados por el so darían.
Reyno dobaxo de la capitanía de Don Juan do
Aragón, Arzobispo de Zaragoza, é Don Alonso
CAPÍTULO C.
Maestre de Calatrava, sus hermanos bastardos , en
tanto quo el Rey por su parte allegaba mas gente, De las cosas que en este tiempo en Castilla se hleicron y de la
él por la suya encomendando las cosas del Andalu muerte del Rey Don Enrique.
cía al Duque Don Enrique de Guzman, para lo qual
mandó á Alonso do Patencia que juntamente fuese Cada dia venian mensageros al ilastrisimo prin
con el noble caballero Gómez Suarez de Figueroa cipo Don Fernando do como en Castilla habia gran
para quo á los de Sevilla diesen esperanza do la competencia entre algunos do los grandes por ha
ida suya en aquella ciudad, que tanto por ellos era ber el Maestrndgo de Santiago, los quales todos
deseado. En Zaragoza los consejos eran muy con acusaban la negligencia do Don Gabriel Manrique
trarios, é algunos de los Grandes se mostraban es é la nueva solicitud que el Arzobispo de Toledo te
tar deseosos de ir prestamente en este socorro é nia en procurar esta dignidad para el Marqués do
buscaban otras formas para se detener, é alegrá Villena, olvidando la vieja amistad que avia tenido'
banse por las angustias que en las cosas veinn, como con Don Rodrigo Manrique, Conde do Paredes, ca*
durando la guerra pensaban poder abiertamente bullero tan noble é de tanto merescimiento é tan an
robar ; y en el comienzo muchos de los nobles estor ciano en aquella Orden , » no menos recusaban el
baron el casamiento del Principo con la ilustrfsíma poco cuidado que el Arzobispo tenía de su mesmo
Princesa Dona Isabel , paresciéndoles que con esto honor, gobernándose enteramente por A larcon, hom
se aumentaban el poder del Rey viejo, al qual ya bro conoscido por todos por muy malo é disoluto,
cansado por vejez y pobreza en poco estimaban; el el qual publicamente decía poder traer al Arzobis
qual teniendo poder quería dar pena á los disolutos po do Toledo á todo lo quo quisiese, en tanto quo
hombres, los quales como no pudiesen estorbar este si él le quisiese mandar dexar el hábito pontifical, ó
casamiento, de qualquier trabajo que al Rey vinie vestir ropas de rufián 6 poner espada é broquel é cas
se les placía; asi que en aquel ayuntamiento de quete en la cabeza, quo él lo podia hacer ; é de aqui
Zaragoza muchas maldades so buscaron para estor afirmaba Alarcon quo pues él avia de servir al Mar
bar la verdadera provisión, sobre lo qual el Princi qués , que con el favor del Arzobispo no solamente
pe de día é de noche no cesaba de hablar con los avria ol Maestrazgo de Santiago , mas qualquiera
que el conoscia sor mas fieles é apartar de si los sos otra cosn que quisiese , mayormente que el Arzobisi
94 CRÓNICAS DE LOS REYES DE CASTILLA.
po ya aeguia al Rey Don Enrique, al qual ante de biamente le suplicó recorriese á curar de bu ánima,
entonce habia mucho aborrescido , é asi parescia como este fuese el mayor remedio que tenia y lo que
agora aprobar lo que muchas veces avia reprobado mas le cumplía ; lo qual oído por el Rey enmudeció
por las quales cosas no solamente muchos de los estando en la cama mal vestido , no á la forma que
grandes , mas los pueblos que solían amar é loar al á los enfermos suelen estar, mas teniendo calzados
Arzobispo porque veian que siguia á los Principes, borceguíes ; é ya mostraba el resuello apresurado,
murmuraban del é desamábanlo. Todas estas cosas comenzándosele á turbar la lengua ; é como alguno
vistas por el Cardenal de España que al Arzobispo de Iob que allí estaban le preguntase á quién deza-
era contrario, determinó de se ir á Segovia é allí ba por heredero destos Reynos , á su hermana ó á
continuar, porque él y el Conde de Benavente pu su hija sospechosa, respondió que Alonso González
diesen tener lugar ceroa del Rey Don Enrique, que de Turuégano su capellán sabia en esto su inun
ya seguía en todo el querer del Marqués de Ville- ción ; é como aquel religioso, presciando al Carde
na, á quien ya el Arzobispo siguia con esperanza nal, le requiriese que abiertamente dizese á qual de
que él avia do estar por principal cerca del Rey, é las dos Princesas dezaba por heredera destos Rey-
después el Cardenal ; ó como esto al oontrario subce- nos , ninguna cosa respondió. Entonces el devoto re
diese, aviendo de tener segundo lugar después del ligioso le dizo : « Señor, gravemente erráis á Dios é
Cardenal, enojado de aquesto se fué á la villa de Al «mucho ofendedes á vuestros sildictos en no decla-
calá de Henares, lo qual hizo contra voluntad del »rar la verdad, que ya, Señor, vos sabéis é á todos
Marqués, el qual quisiera que continuara con el »es notorio que cerca de los Toros- de Guisando, en
Rey, como quiera que mucho amaba al Cardenal é «presencia de muchos de Iob Grandes destos Rey-
al Conde de Benavente, los quales al Arzobispo eran anos, en público declarastes el adulterio de la Rey-
contrarios, salvo en la espedicion contra el Conde sna Doña Juana é confesastos Doña Juana su hija,
de Osorno que por consentimiento de todos se hizo » que antes de entonces mandastes princesa llamar,
después de la partida del Arzobispo de Toledo. El i>no ser hija vuestra, mas engendrada de otro va-
Marqués de Villena pensó para siempre tener la vo » ron , lo qual bien se verifica por dos razones , allen-
luntad del Rey Don Enrique á su querer y ordenan » de de vuestra confesión primera, por vuestra noto-
za , á la qual presunción mucho aQadia el toner á » ría impotencia en ol ayuntamiento de las mugo-
Doña Juana, hija de la Rey na. Todo este pensa »res, segunda por la disolución é conosoida infa-
miento turbó la muerto arrebatada del Roy Don En » mía de la Reyna Doña Juana vuestra muger, si
rique, el qual ante de entonces tenia muchas pasio stal se pudiese decir ¡ é allf, en aquel general ayun
nes, como fuese muy mal regido y en ninguna cosa tamiento, jurasteB é mandastes á todos jurar por
Biguiese razón, ni quoria obedescer en sus enferme t> legitima sucesora heredera destos Reynos é sefio-
dades á los ííbícos que del curaban ¡ é al fin un sú s ríos á la Señora Princesa Doña Isabel , vuestra
pito flugio de sangro le vino, que ninguna cosa le «hermana, y por tal en vuestra presencia por todos
pudo aprovechar, como en dos dios toda la fuorza »le fué besada la mano ; é por eso, Señor, con Dios
perdiese, de manera que se tornó tan disforme, que » vos requiero no queráis callar la verdad, como en-
era cosa maravillosa de lo ver, é con todo eso pen ítre todos vuestros pecados este seria el mas detes-
só esforzarse contra la enfermedad si viese los fie b table é mas enorme , como de todos los otros po-
ros animales que en el bosque del Pardo tenia, é con » dríades ser asuelto por Dios todopoderoso, si fiel-
este deseo cabalgó en un caballo pensando poder » mente lo confesáis , aviendo dellos verdadero ar
Hogar allá; á muy cerca de la villa enflaqueció de repentimiento, é deste nunca, pues por vuestro ca
tal manera, que ovo de volver, lo qual á muy gran si llar dexais llama encendida en que vuestros Rey-
pena pudo facer; é asi, vuelto en su palacio con » nos se quemen , é daréis lugar á los malos para
pocos de los á él mas allegados estuvo echado en su • perseverar en su acostumbrada tiranía.» Cosa res
cama, falleacido de todas sus fuerzas ; é como quie pondió, mas comenzó á revolverse en la cama tor
ra que conosciese ser cercano al bu fin, ninguna ciendo la boca é los ojos , é moviendo los brazos á
mención hizo de confesar ni rescibir los cathólicos una parte y á otra , comenzó de temer como ya su
sacramentos , ni tampoco hacer testamento ó codi- muerte fuese cercana , é luego fué mandado poner
cilio, que es general costumbre de todos los hom el altar pensando provocarlo á devoción, é ni por
bres en tal tiempo hacer ; é los que ende estaban eso mostró señal de cathólico , ni menoa arrepenti
apartábanse diciendo unos á otros qué remedio se miento de sus culpas é pecados , é ansi dende á po
podria dar á tan gran presura, é como el físico fue- co espacio espiró, poco ante que amanesciese , en
Be preguntado con grande instancia dizese qué le doce días de Diciembre del año de nuestro Reden
parescia de aquella enfermedad , respondió que muy tor de mil é quatrocientos y sotenta y quatro años.
pocas horas quedaban al Rey de vida, é luego los Fué levado su cuerpo á Santa Maria del Paso sin
unoB fueron llamar al Cardenal , otros al Marqués, pompa alguna de las que se acostumbraban facer
otros al Conde de Benavente, otros á un devoto re en el fallescimiento de los grandes Príncipes, é allí
ligioso llamado Fray Juan de Mazada, que habia estovo depositado fasta que fué llevado á Santa
sido prior en el Monasterio de Santa Maria del Pa Maria de Guadalupe, donde está sepultado cerca de
so, el qual á muy gran priesa vino ; é como conos la Serenísima Reyna Doña María bu madre. Vivió
ciese ostar este Roy en fin do bus dios , dulce é sa este Roy poco mas de cinquenta años ; toro el cetro
Memorial de diversas hazañar tt
real veinte años é cinco meses (1) sin cosa ejercer oro é plata. É hizo en este Álcízar un fosado muy
al oficio roal convinionto. Fué verdaderamente pró fondo, picado en la misma peña ; é cerca de la Igle
digo , en ninguna cosa liberal , salvo en algunos no sia de San Martin dosta ciudad hizo una casa asaz
bles edificios que hizo, como en la ciudad de Sogo- notable para su aposentamiento. É en Balsain, ques
via constituyese el monestorio de Santo Antonio, & dos leguas do allí, hizo otra casa asaz buena para
fuera de los muros, el qual dio á los frayros de ob su recreación, con un bosquo muy grande cercado
servancia de San Francisco , el qual ornó de muy do cal y canto, en que tenía muy gran muchedum
ricos ornamentos é de todas las cosas nescesarias bre de bestias salvageB ; y en la villa de Madrid,
al caito divino ; y en esta mesma ciudad reydifl- fuera de los muros , hizo un monesterio de la Orden
oó muy suntuosamente ol monesterio de Santa Ma de San Jerónimo, llamado do Santa Marta del Paso,
ría del Parral, de la Orden de San Jerónimo, é á quien dio grandes rentas y ornamentos muy sun
dotólo de grandos rentas; ó fortificó maravillosa tuosos ; y en el Pardo , ques á dos leguas desta vi
mente ol Alcázar, é hizo encima do la puerta del lla, hizo otra casa asaz notable , con uu bosque poco
una muy alta torre labrada de masonería , y en el menos bueno que el del Balsain, y en otras partes
corredor que se llama en aquel Alcázar de los Cor hizo otros edificios asaz suntuosos. Fué este Rey de
dones , mandó poner todos los Reyes que en Cas gran cuerpo, bien proporcionado, blanco y colorado
tilla y en Lcon han acido después de la destruioion mesuradamente, los cabellos rubios. Era romo, do
d' España, comenzando de Don Pelayo fasta él, é una caida que dio seyendo niño. Fué gran caballero
mandó poner con ellos al Cid, é al Conde Fernán do la gineta, buen bracero. Dioso domasiadamento
González, por ser caballeros tan nobles ó que tan & la música ; cantaba y tañia muy bien. Era grando
grandes cosas hicieron, todos en grandes estatuas, escribano de toda letra ; leia maravillosamente. Fué
labradas muy sutilmente de maderas cubiertas de docto en la lengua latina. Oia de mala voluntad &
quien quiera que á él venia. Era a.ucho apartado.
Vestíase mal. Tovo muchos privados á quien con
(I) Hasta aqal llegan otros códices que hemos consultado. El larga mano dio muy grandes dádivas. Fué siempre
qoe seguimos i la letra Hade todo lo que resta hasta el final de
la Crónica, que insertamos mis como curiosidad que por poder regido por su voluntad, fuyendo do todo sano con
«firmar que sea obra del eronlsta Valen. sejo.
CRONICA
DEL
DE ESTE NOMBRE,
Tanto los principes señalados y antiguos varones aquellos olvidada la dexara. No menos el resplandor
de las edades pasadas quedaron famosos, 6 sus vir de nuestros invictísimos Godos , la pujanza de su
tuosos trabajos cubiertos de renombre, quanto la grandeza é la excelencia de sus obras merecen al
dulce pluma de los sabios oradores, haciendo vivos canzar memoria , como sea cierta cosa é muy sabi
sus nombres los quiso prestar memoria ; á los quales da verdad que aquellos la porfía de los unos con ma
con sus inmortales letras, con bu perpetua scriptnrn no armada venciendo, é la sobervin de los otros con
tan nombrados quiso dexar é tal gloria mundana sangrienta espada derrocando, abatieron su presun
permitir, que ni el pasado tieuipo los tiene morti ción, é destruyeron su osadia ; é así quedaron, no
guados , ni la nueva edad adormidos , ni la vida lar solamente renombrados é temidos , mas famosos y '
ga los olvida, ni el corto vivir los amengua. E asi, estimados. De cuyos varoniles hechos, caballerosas
aunque de siglos tan luengos Layan discurrido, y do cosas, reales ejercicios y empresas tan altas grande
tiempos tan antiguos pasados, Biempre ante los ojos testimonio nos representa aquel señalado Rey Theo-
tenemos sus hazañas, no solamente figuradas, mas dorico, que asi como fuerte guerrero, esforzado va-
en nuestras fantasías imprimidas é señaladas; por ron y caudillo animoso, con su gente gótica no so-
que tanto alguna cosa estimamos ser mejor é la te lamento sojuzgó toda Italia, mas con sus belicosas
nemos por mas buena , quanto mas lexos se mues armas puesta en servidumbre , al Emperador Zenon
tra , quanto mas es apartada é quanto menos es ve despojó del Befiorío , y echó fuera del Imperio. E no"
cina de nuestra conversación. Puesjji aquellos fue solamente aquesto de que inmortal gloria é famo
ron dignos de tanto don señalado , é de tal excelen sa nombrad i a les debe ser otorgada, porque asi co
cia merecedores , que la sola scriptura ansi nos re mo magnánimos supieron señorear , y como pruden
presenta sus bienes , é en tal manera los doxa loados, tes capitanes facerse vencedores, mas de tanta no
alcancen nuestros dias con vivas razones, merezcan bleza fueron acompañados, y de tanta clemencia
nuestros tiempos con dulces historias, gane nuestra fueron revestidos, que alcanzada la victoria, con
edad con mano estudiosa las insignes obras, los muy gracioso amor, con dulce benignidad, con gran
rangrientos sudores é trabajos fatigosos de nuestros de piedad humana trataron sus enemigos. De q«0"
presentes ; porque ellos renombrados, á toda inmor azaz claro testimonio ó prueba manifiesta nos es
talidad sobrepujon en tal manera, que ni la anti aquella insigne bondad j y piadosa virtud del Rey
güedad los olvide, ni transcurso de tiempo los con Alarico, que combatida la cibdad de Roma, tomada
suma ; ca injusta cosa sería si el pregón do sus loores por fuerza de armas , apoderado y fecho señor de
riel todo quedase mudo, é sus hazañas calladas. E si ella, con pregones de amenazas, so graves penas
los altos ingenios de los scriptores, la viva luz de mandó que las muertes, estragos, é daños, é cruel
sus renglones, é la dulzura de su estilo hicieron loa dades fuesen del todo cesadas, é que ningunos des
bles á los Griegos, é notables á los Romanos; cuya de allí adelante osasen entrar en los templos, ni ho
perdurable fama, ni el pincel de los pintores, ni el llar los santuarios ; mas que los venoidos fuesen li
martillo de los plateros , ni el hierro de los sculpido- bres é seguros , los chrístianos é sus eglesias no fue
res pudieían hacer inmortal, si lo heroica pluma de sen damnificados ; donde publicando bu manse-
100 CRONICAS DE LOS BEYES DE CASTILLA.
(lumbre, y manifestando su noble humanidad, de presunción de rudo marinero , que puesto en la fu
cía : con los Bomanos lo avernos , contra ellos pe ria del mar, lanza su batel en las hondas, é da sus
leamos, é a guerrearlos venimos; los siervos de velas ol viento , sin saberse gobernar, pero supli
Christo queremos sean libres. En tal manera que su cando á la infinita bondad del soberano Redentor
bondad fué muy loada , é su grandeza en mayor re que de sus inmensas gracias me preste alguna par
verencia tenida ; porque templando su furia, puso te , poro que obadeciondo al mondado, é la licencia
freno á su poder, é amansando su rigor, se abrazó del poderio Real , que paro esto me fué dado, po
con la clemencia. E no solamente aquesto , do que niéndolo por obro , puedo dar fin i mi promesa.
tan largos títulos de honra, é tan cumplidas ala Pero si aquesta Corónica no fuere tan copiosa é
banzas les deben sor otorgadas , mas si , discurrien complida como debe , de las cosas que sucedieron
do lo posado , é viniendo li nuestros tiempos , que en la prosperidad del Rey , primero que le viniesen
remos escudrinar sus historias , y saber de sus haza- las duras adversidades, merezco ser perdonado con
fias , aunque somnolientas é ciegas , aunque dexadas justo escusacion ; porque fui preso sobre seguro en
olvidar por poco cuidado, tantos é señalados he la cibdad de Segovia, quaudo fué dada por trayeion
chos, tan altas é tan grandes cosas terniamos para a los caballeros desleales ; donde me robaron , no so
decir, que sus comienzos serian muchos, sus loores lamente lo mió , mas los Registros con lo procesado
infinitos , y su fin nunca hallado. No solamente que tenia scripto de ella, visto que la memoria, se
aquesto ; mas como entre aquellos haya sido mas gún la flaqueza humana , tiene mayor parte de la
cierto el afecto belicoso é la costumbre do la guer olvidanza, que sobra de la rocordacion.
ra, que el estilo del hablar, mas do contino fatiga
ron sus manos en ol uso do los armas, mayor deley- CAPÍTULO I.
te sintieron en ol menear de las oBpadas , que en el
De la fisonomía , vida ¿ condición del Rey.
rodear de la pluma. E asi , menospreciando lo uno,
que famoso nombre les diera, é anteponiendo lo Quanto mas alta cosa es aquella de que se debe
otro, que sangrienta muerte traia, dieron exercicio tratar, tanto su grandeza pone temor en el decir; é
á sus fuerzas, é adurmieron sus memorias ; donde quanto de mayor excelencia, tanto es el defecto de
con sobra de sueño posadas, y en silencio dormi las palabras mas graves ; porque autes el estilo de
dos, dexaron entonces los unos muy sepultada su screvir, que materia do hablar ful 1oseo. Siempre
forna , é los otros agora cegada su nombradla , de nuestras lenguas son mas aparexadas á disparar sus
tol guisa , que ni los pasadoB lo leyeron , ni los pro- dichos que Iob plumaB á componerlos ; y aun aques
sentes lo saben. A los quolcs como su negligencia to la misma oxporicucia natural nos lo muestra,
haya sido madrastra , é su menos cuidado enemigo, como sea cosa cierta que el uso común de la habla
quise, condolido do tan grave pérdida , é sentido del os á todos general , y á muy pocos la perfección del
error en que asi cayeron los pasados , despertar las decir ; ó no sin cabsa los humanos ingenios mayo
hazañas, decir los famosos hechos de los que agora res cosas entienden quo sabon proponer, é mejor
viven é son, para que revivan sus nombres, é sue las couciben que aciertan á pronunciarlas, ni decir
no su fama , asi de los buenos para su mayor ala lo que do dentro sienten. E porque tratando do tan
banza, como de los malos para su vituperio. Oyan alto Rey , altas é grandes cosas se deben notar pri
por ende los presentes, atiendan los que vernan, mero que al proceso de la historia vengamos, para
sepan los ignorantes é noten los que leyeren , que que de todo prestemos razón, é la reprehensión de
del muy esclarecido quarto Bey Don Enrique de la ignorancia se escuse, algo de su gesto y facciones,
Castilla é de León, sus hechos é vida tratando , su de sus condiciones é vida convemá que digamou;
puxanza é grandeza diciendo, sus infortunios é tra en tal manera, que relatada su figura ó la órdeu de
bajos recontando, con testimonio de verdad prosi su vivir, emprima señal é noticia en los que su his
guiendo , yo ol Licenciado Diego Enriquez del Cas toria leyeren. E pues conviene al coronista y eo ne
tillo, Capellán é de su Consejo, como fiel coronista cesario que sea zeloso de la verdad, ageno de la
suyo protesto relatando scribir su Corónica. E pues afición , quito de amor y enemistad , en tal manera,
que & los historiadores señaladmente se otorgo, é á que reprehendiendo los culpados, é alabando los
ellos solos , como jueces de la fama é pregoneros de buenos, escriba sin pasión, é proceda como juez en
la honra es dado de la gran prosperidad recontar las cosas de la fama ; yo desde aqui protesto que
enteramente, é de las adversidades hacer larga re todo lo que dixere y mi pluma recontare, sea para
lación , diré sin dubda ninguna lo que vieron mis cumplir con Dios en descargo de mi conciencia é
ojos, las cosas que sucedieron, la causa de donde del cargo que me fué dado ; é osi agora, procediendo
emanaron, é también del fin que ovieron ; porque el con la revoronoio que debo, fablaré primero del
sobrado señorío á los mas bien afortunados jamas Rey. Era persona de largo estatura y espeso en el
les ponga soberbia , ni los trabajosos males hagan cuerpo, y de fuertes miembros ; tenia las manos
á los hombres cobardes ; ca sabida cosa es , que tan grandes y los dedos largos y recios ; el aspecto fo-
to a los OBados ayuda mas lo fortuna, quanto puede roz, casi á semejanza de león, ouyo acatamiento
á los mayores derribar de lo mas alto. E quanto ponia temor á los que miraba ; las narices romas é
quiero que hablar de tan alto Principe , de los Gran muy llanas, no que asi nociese, mas porque en su
des de sus reynos ó de los otros mas baxos porezoo niñoz rescibió lision en ellas ; los ojos garzos é algo
írr—-
DON ENRIQUE CUARTO. 101
esparcidos , encarnizados los parpados : donde po fué desorden que glotonía , por donde ra complexión
nía la vista, macho le duraba el mirar; la caboza en alguna manera se corrompió , é asi padeció mal
grande y redonda ; la frente ancha; las cejas altas; de la ijada, y á tiempo dolor de muelas ; nunca ja
las sienes sumidas, las quizadas luengas y tendi mas bebió vino. Tubo flaquezas humanas de hom
das á la parte de ayuso ; los dientes espesos y tras bre, y como Rey magnaminidados de mucha gran
pellados ; los oabellos rubios ; la barba luenga é po deza. Era gran cabalgador de la gineta , y usábala
cas veces afeytada ; el tez de la cara entre rojo y de contino, tanto que los del Reyno á su exemplo
moreno ; las carnes muy blancas ; las piernas muy conformados dexaron la polecia de ser hombres de
luengasy bien entalladas ; los pies delicados. Era de armas. Tubo muchos servidores y criados, y de
singular ingenio y de gran aparencia , pero bien ra aquellos hizo grandes señores ; pero los mas de ellos
zonado , honesto y mesurado en su habla ; placente le fueron ingratos, de tal guisa que sus dádivas y
ro con aquellos á quien se daba; holgábase mucho mercedes no se vieron agradecidas , ni respondidas
con sus servidores y criados ; avia placer por darles con lealtad. E así fueron sus placeres pocos , los
estado y ponerles en honra : jamas deshizo á ningu enojos muohos, los cuidados grandes, y el descan
no que pusiese en prosperidad. Compañía de muy so ninguno. Mas decime agora , reyes de lo tierra,
pocos le placia ; toda conversación de gentes le da compañeros de la cobdicia, é amigos de la sober
ba pena. A sus pueblos pocos veces se mostraba ; bia y padrastros de la humildad , cuya libertad es
huia de los negocios; despachábalos muy tarde. Era captiverio, cuyo señorío es servidumbre, cuya gran
muy enemigo de los escándalos ; acelerado é aman deza congoja, cuyo poder persecución, ¿de quál
sado muy presto. De quien una vez se fiaba , sin bienandanza vos podéis alabar, de quál prosperidad
sospecha ninguna le daba mando é favor. El tono presumir , que ni el retrete vos descansa , ni la ca
de su voz dulce é muy proporcionado ; todo canto ma reposa, ni el tesoro consuela,^ el dar basta? O
triste le dabadeleyte : preciábase de tener cantores, ¿ de quál perfección mas digna queréis alcanzar re
y con ellos cantaba muchas veces. En los divinos of- nombre, quando ni siendo señores tenéis libertad,
ficios mucho se deleytaba. Estaba siempre retraydo; ni como poderosos la dais á ninguno? Baste pues
tafiia dulcemente laúd ; sentia bien la perfección de saber de vosotros que quanto mas grandes, mas
la música: los instrumentos de ella le placían. Era congojados, é quanto mas altos, mas sin descanso.
gran cazador de todo Iinnge de animales y bestias
fieras ; su mayor deporte ero andar por los mon CAPÍTULO II.
tes, y en aquellos hacer edificios é sitios coreados
de diversas maneras de animales, é tenia con ellos Como me jurado por Rey, y li Tabla qoe bizof los Grandes de las
grandes gastos. Qrande edificador de iglesias é mo Cirlcs, para soltar i los Condes qnc tenia presos.
nasterios, y dotador é sustentador de ellos: dábase Lo muerte natural , que á todos hace iguales,
á los Religiosos é á su conversación. Labraba ricas aquello que á ninguno jamos perdona, é á los mas
moradas y fortalozas ; era sofior de grandes tesoros, poderosos priva del mando, y los quita el señorío,
amigo é allegador de aquellos, mas por fama que trasportó dol mundo, y agenó del estado al segun
cobdicia. Fue grande su franqueza, tan alto su co do Roy Don Juan en la villa de Vallodolid, por
razón , tan alegre para dar, tan liberal para lo cum cayo fin los Grandes del Reyno, que olli se hallaron
plir, que de las mercedes hechas nunca se recorda á la sazón, alzaron por rey al Príncipe Don Enri
ba , ni dexó de los hacer mientras estubo prospera que, su hijo primogénito. Donde hechas los obse
do. En la guarda de su persona traia gran muche quias funerarias de su padre en el monasterio de
dumbre de gente, de guisa que su corte siempre Be Sant Pablo con aquella solemnidad que para tal acto
mostró de mucha grandeza , y el estado real muy se requería , según la excelencia de tan alto Rey ;
poderoso. Los hijos de los Grandes, los generosos y dada la órden en las pías cabaos del almo, el nuevo
nobles , y los de menor estado , con las pagas de su Rey queriendo manifestar su clemencia é la gran
sueldo se sustubieron en honra. Era lleno de mu deza de su corazón , para dar buen exemplo de bu
cha clemencia , de la crueldad ageno , piadoso, á los realeza, mandó llamar los Perlados, é Caballeros é
enfermos caritativo, y limosnero de secreto; rey sin personas de estado que en la Corte estaban. Los
ninguna ufanía , amigo de los humildes, desdefia- qualea venidos delante su real presencia, con ale
dor de los altivos. Fué tan cortés , tan mensurado é gre cara é gracioso semblante les dixo : «Suele al-
gracioso , quo á ninguno hablando jamas decía de • gnnas veces ol gran poderío mover áloB quereynan
tú, ni consintió que le besasen la mano. Hacia poco tantos á mal hacer que á bion obrar ; y el absoluto
estima de si mesmo. Con los príncipes y reyes, y o señorío de reynar á los altos Príncipes, á usar mas
con los muy poderosos era muy presuntuoso. Pres- » del furor que de la graciosa mansedumbre. Por
ciábase tanto de la sangre Real suya é de sus ante » esto es necesario á los que en tal cumbre y tan alta
pasados, que aquella sola decia ser la mas excelente b suceden, si quieren mirar á la nobleza, y ser tenit
. quo ninguna do los otros Reyes do Chrístianos. Vito n dos por talos , quo hayan do sor revestidos de olo-
su vivir é vestir—muy liojuato, ropas do patíos de » mencio é ceñidos do piedad. Ca ol mando é la po-
de lana dol trago de aquellos sayos luengos, y ca n tencia en la persona Real , el regir y gobernar en
puces é capas. Las insignias é cerimonias Reales ■ el virtuoso el Roy, solamente ha de ser para ba-
muy agenas fueron de su condición. Su comer maB » corlo magnánimo, gracioso y benigno , olvidador
102 CRÓNICAS DE LOS REYES DE CASTILLA.
»de las injurias é galardonado! do los servicios. Do » voluntad, quo todos quedéis en vuestros oficios,se-
i) donde se sigue, que á los reyes es dado , ó á ellos ngun los teniades con el Rey mi Señor (que Dios
«propriatnente conviene ser agenados de la ira y « haya) sin novedad alguna que en ellos se haga. Y
«apartados del rencor é muy despojados de toda «aquesto por dos razones, la primera, porque sin-
» enemistad. E por esto, considerando quanto mas « tais que b¡ en él perdisteis señor, en mi tenéis se-
«segura es la piedad , que el rigor de la justicia, yo «flor ó defensor; la segunda, para que con aquel
« agora porque veáis que tan humano Rey quiero nmesmo amor é lealtad me sirváis queserviades ásu
«ser á los culpados , amoroso á los leales y amigo «Señoría quandoora vivo, é por ello merezcáis otras
»de los buenos, vencido de mi propia voluntad, y » mayores gracias y mercedes. Por tanto , yo vos
n usando de aquella liberalidad que á los reyes de «mando que desde agora cada uno de vosotros me
» tan alta sangro como la inia pertenece , perdono á «sii-va en el oficio que tenéis; ó viváis alegres é con-
»D. Fernán Dalvarez de Toledo.Condede Alva.óá » tcntos.n Los cuales oyda su habla, ó la merced que
«Don Diego Manrique, Conde de Trevirio, que ton- les hacia tan realraonto , hecha su reverencia, salie
»go presos, y he tenido do algunos tiempos acá: á ron dando gracias á Dios, porque en pos de tan no
«los quales desde agora suelto é pongo en su liber- ble padre les sucedía tan excelente hijo, que ansí
n tad ; é mando que les sean tornadas sus tierras sin los amparaba é recebia con amor.
«dilación alguna.» Oyda su habla, é vista la reale-
< za de que asi usaba con aquellos Condes presos, que
mandaba soltar, todos los que presentes estaban, CAPÍTULO IV.
con grando reverencia las rodillas en tierra, dixeron Como el Rey did medio entre los capellanes del Rey su padre é
que so lo tonian on mucha merced, besando sus rea los suyos, para que en conformidad todos lo sirviesen, y la
les manos ; que bien parescia que esta era la reale gratilieacion que los hizo.
za de su sangre , pues que el primero dia que rey- Entre los capellanes del Roy Don Juan su padre
naba, ansi les daba tan cumplidas señales de bien, é los suyos hubo grando división é diferencia, ansi
por las quales no solamente los obligaba para lo en el servicio, como en los asentamientos déla Ca
amar y obodescor, mas que los robábalos corazones pilla , queriéndose preferir los unos á los otros ; so
para le servir y acatar do alli adelanto con mayor bre lo qual estaban on gran debato , diciendo que
reveroncia. ¡O singular excelencia, la virtud del per- pues algunos do ellos eran primeros en tiempo por
don , que dondo quiera que mora, siompre robalos ser del Rey pasado, quo deberían ser mejores en la
corazones y gana las voluntados para mayor afición! proominoncia , é procodorlos on ol asontar. Lob otros
(Dionaventurados los roynos que do talos Royes son respondían quo ellos avian servido al Roy siendo
sufragáneos! que si el rigor do su poderío no so tem Principo, para quando sucediese en ol Reyno ; ó que
plase con la mansedumbre de perdón, ni los subdi asi como primero sucedieron en los trabajos, era
tos osarían sor vasallos, ni los que sojuzgan la tier justa cosa que venido á sor Rey , gozasen en el asen
ra hallarían quien los sirviese Asi quo la clemencia tamiento do la mesilla prerogativa quo ellos avian
puebla los reynos, y los hace vivir contentos, y la gozado con su Roy de que vino á reynar ; é por esta
crueldad los disipa, y hace ser querellosos. razón debían conseguir de hecho lo que por muchos
servicios tenian merescido. E como aquesto fuese
capítulo ra. notificado al Rey, mandó que todos viniesen á su
Como el Rey mandil llamar a los teñidores é criados do su pa Real cámara é presencia : donde todos venidos , los
dre, é consolados graciosamente, les confirmó los oficios que dixo : «Si á vuestras porfías se diese lugar, seria
lenian. «cabsa de mayor enconveniente , é cabsa de mas
■mal cxemplo doxaros perseverar. Mas por quitaros
E por la muerte dol Roy sus servidores quedaron
»de contienda y dar medio entre vosotros, quiero
muy afligidos, en tanto grado que hacían muy do «que sepáis que yo no solamente sucedí en el ests-
lorosos llantos, sin que ninguno los pudiese conso »do, lugar é señorío dol Rey mi Señor, quo ponga
lar. E como fuese notificado al Roy, mandó quo fue «Dios en su gloria, mas en todas las otros cosas
sen llamados ; é venidos á su Cámara, con graciosa »de quo su Real persona se servia, y entre aquellas
begninidad les dixo : « No dudo que la muerte del »en esta Capilla suya : por donde paresce quo tam-
«Rey, mi Señor, quo haya sancta gloría, os haya »bien los unos como los otros sois míos para servir-
«puesto grave dolor ó tristeza , asi por la pérdida de »me. Por tanto cumple que todos de hoy mas seáis
«su Real persona, con que estábades amparados é aconformee sin contradicción alguna; ca de otra gui-
«con favor defendidos, como porque podría ssr que »sa yo no seria bien servido, ni vosotros haréis lo
» vos toméis é receláis de perder los oficios con que «que debéis como buenoB servidores. Pero por qui
steniades cabida en su Casa Real , y segura susten- ntar el escándalo en que agora estáis , y escusar la
» tocion de la vida. Mas porque de aquesta sospecha «enemistad que de aqui adelante se puede recrescer,
«seáis seguros, é conozcáis quo las tales novedades «quiero é mando quo el Capellán mayor del Rey mi
«han de ser muy agenas de los reyes, mayormente «Señor, y el mió, que por agora no sirvan, hasta que
«de mi condición , y que si aquello se hiciese, paro- »á alguno do ellos se dé algún obispado en equiva
«cería mas crueldad que magnificencia , é mas po- lencia de su oficio , y entretanto, que en lugar de
«quedad que realeza, quiero, é es nri determinada sellos sirva Don Justo Alonso Chirino, Abad de Al
DON ENRIQUE CUARTO. 103
Bcalá. E asi mcsino mando qno los oficiales jiinta- guiese perdonarlos , é mandar restituir lo suyo, quo
i) monte sirvan sub oficios en mucha conformidad , é el Rey su padre lo avia tomado. A lo qual respon
ii que los Capellanes sea sienten los mas antiguos so dió el Rey quo le plascia do lo asi hacor, asi por
lí bre los que después entraron é vinieron; ca seria contemplación suya quegolo rogaba, como porquo
b cosa vergonzosa que siendo del estado eclesiático, sub naturales conoscieeen quanto era contento de
ii donde ha de resplandecer el bien de la paz é soste los tratar, mas oon beninidad , que con rigor, é sor
ngo, ovioso de nacor discordia y rancor en las vo- para ellos mas amigablo roy , que duro señor. E así.
nliintados.il Dada esta ordon o modio entro olios, quo- concortada la cantidad quo so avia do dar por las
daron todos pacíficos y contontos, é servían con villas, é pagada, las villas fueron entregadas, é
mucho amor. E dende á pocos dial , como vacase el puestos on ollas alcaydes por el Roy. E luego veni
ObÍBpodo de Cartagena , fue dado al Capollan ma dos dolante su Real presencia el Almirante Don Fa-
yor del Rey Don Juan su padre , y el suyo tornó á drique é los otros caballeros , que andaban dester
servir hasta tanto que le hicieron Obispo de Sego- rados, el Rey con alegre cara los recibió, é dixo al
via. Visto aquesto , todos los otros capellanes é can almirante: «Tio, ó vosotros Caballeros, ya sabéis
tores fueron muy alegres , y desdo aquella hora en » que los reyes reynan en lugar de Dios sobre la tier-
adelante con sporonza do recebir mercedes trabaja »ra ; é porquo asi se representa bu señorío divinal,
ron do servir sin enojo ; por donde fueron sublima n todos los subditos débenles fidelidad , lealtad, to-
dos con granes dignidades , é no sin cabsa; porque » mor, reverencia y obediencia. De donde se sigue
el Rey so doleytaba mucho en los Oficios divinales, nquo los naturales han de ser obedientes, é no re-
y asi daba grandes rentas & los que lo servían. nbeldes, servidores, é no onemigos , é leales, é no
ntraydores; porque el resistir al poderío terrenal de
■ loa reyes, es resistir á Dios, que los pone en su
CAPÍTULO V. n lugar, para que manden é señoreen. E pues ve
Como hito pai con el Rey de Navarra, su tio, t le compró los lu ndes agora la humanidad con que liberalmente vos
jares que lenli en Castilla, o perdonó al Almirante é ¡i otros «perdono , y el amor con que vos rescibo , é como
caballeros, qno estaban desterrados del Reyno, 6 les mandó nvos mando tornar todo lo vuestro , sin acordarme
tornar lo suyo. ndo vuestros hierros, catad quo vos amonesto, quo
Después quo asi liberalmente, é con tanta gracio «vos emendéis , ó miréis por mi servicio mejor que
sidad ovo tratado sus subditos, acordóse como entre «lo hicistos contra el Rey mi Señor, que Dios hayaf
ol Rey Don Juan do gloriosa memoria su padro, y n porque tenga yo cargo de haceros mercedes, ó por
el Rey de Navarra su tio avia sus grandes diferen »lo contrario no tornéis á ser perogrinoB , é andar
cias, de que se siguieron batallas campales, guer i) por tierras ogenas.» Entonces el Almirante en nom
ras, muertes, robos é prisiones tales, é tan crudas bro suyo é de los otros caballeros que con él venian,
ó do tal forma, quo muchos caballeros principales é respondió que besaban las manos a bu Alteza, pro
otras personas de menos condición so salieron hu testaban de lo hacor así como su Real Señoría lo
yendo del Reyno , é quedaron despojados do sus es mandaba. E tomada licencia , so fueron para sus
tados, no solamonto por ser parciales do los onorni- tierras, que les fueron entregadas.
gos, pero porque á banderas desplegadas , pelearon
contra su Rey : de que asaz enemistad quedó arrai CAPÍTULO VI.
gada por grande tiempo do la una parte á la otra.
Pero 61 como rey humano, queriendo quo la discor Como el Rey envió embaladores al Rey Don Alonso de Aragón,
dia pasada fuese convertida en sus dias en amor, é que estaba en Ñipóles, é se confirmaron las paces entre Cas
la guerra eo mucha paz , é porque antes fuese ama tilla é Aragón.
do que tomido, determinó aunque poderoso é sin E luego que así ovo perdonado á estos caballeros,
necesidad de avor menester a ninguno, por onxen- é recobrado las villas que el Rey de Navarra tenía
plo de virtud de hacer amistad con su tio ; para lo en Castilla, para mayor cumplimiento de reposo,
qual envió sus embaladores , que fneron muy bien acordó de enviar sus embajadores al Roy Don Alon
recebidos por él. Y su embaxada contenia dos co so do Aragón, su tio, que estaba en el Reyno de Ná-
sas : la primera, que para quitar todos los debates é poloB, donde con gran triunfo , é vitoria de bus ene
controversias posadas, le vendiese las villas de migos reynaba pacificamente, asi para le notificar
Atienza ó do la Peña ó do Alcázar quo tenia on Cas el suceso de su próspero Real estado, porque le ama
tilla ; la segunda, que visto el deudo quo entro ellos ba mas que A ninguno de sus hermanos é parientes
estaba tan cercano, quería hacer con ól perpetua do su linage, é le tenía en grando acatamiento, co
paz é confederación de firme amistad. Oyda su mo para confirmar las alianzas é paces, que estaban
habla, el Rey de Navarra respondió que do aquello entre Costilla é Aragón. Llegados aquestos embaja
era muy contonto, ó le plascia do lo hacor; poro con dores cerca do la cibdad de Ñapólos , notificada su
tal condición, que pues el Almirante Dou Fadri- ida al Roy, mandó quo les fueso bocho honrado re
que, ó los hijos del Condo Castillo, é Juan dcTovar, cibimiento, é que fuesen no solamente bion aposen
Señor do Merlango , con otros caballeros se avian tados, mas proveídos copiosamente de todos las co
perdido por él , é estaban no solamonto destorrados sos que hubiesen menester. E osí recebidos con mu
de Castilla , mas despojados de sus tierras , le plu cha honra é tratados con mucho amor, después que
104 OBÚNICAS DE LOS DE CASTILLA,
la negociación é capítulos de la paz fueron conclui grande amor con él , en tanto que por su solo saber
dos entre los embajadores é los deputados por el se gobernaba; por dó subió á ser Marqués de Ville
Bey de Aragón , estuvieron en gran diferencia de na, é alcanzar rico casamiento. E quando el Bey vi
batiendo sobre que en la soriptura qual de los Be no á roynar , como aquel se avia criado en su casa,
yes se pornia primero. E como de ello de amas par é le tenia por hombre de singular ingenio , quedóse
tes altercasen alegando- sus razones, quales á cada en aquella mesma cabida que primero tenia, de tal
uno pertenecía en favor de su Bey, los embaxadores guisa, que era el mas principal hombre de su Con
de Castilla dixeron , que aquella contienda querían sejo. Tenia asi megmo á Don Alonso de Fonseca, que
que su Bey la determinase. Ante quien relatada la fué Capellán Mayor del Bey Don Juan su padre, é
controversia en que asi estaban, respondió, que pues desde allí subió á ser Obispo do Avila , é después
él venia de la casa de Castilla , y el Bey Don Enri Arzobispo de Sevilla; é porque aqueste siempre fuó
que su sobrino era el tronco de quien él y el linaje mas aficionado á él que á su padre, quiso que fuese
Beal de los Godos de España decondian, que le pla segando con el Marqués de Villena para su servi
cía, é mandó que el Bey su sobrino le precediese, é cio. Pero aqueste , puesto que tenia viveza de in
fuese primero puesto en las scripturas é capítulos genio, faltábale gravedad é perfecta discreción pa
que se hiciesen. E dada la conclusión de todo ello, ra gobernar; mas no por eso dexó de ser muy leal
el Bey de Aragón queriendo mostrar el mucho al Bey. E ansi el Marqués con prudencia , y él con
amor que oon el Bey su sobrino tenia, é quanto lealtad é viveza de ingenio , rigieron é gobernaron
deseaba honrar á él ó á sus cosas, ansi por ser el ma sabiamente, de tal guisa, que el Bey por mucho
yor é principal del linaje, como porque era hijo de tiempo vivió descansado á su plascer sin que ad
la Beyna Doña Maria su hermana , á quien él mas versidad le perturbase.
que á todos sus hermanos avia querido, convidados
estos embaladores á comer, hizoles grande fiesta é CAPÍTULO VIII.
mandóles hacer muchas meroedes, con que despedi
dos, so tornaron al Bey. E recontadas las noblezas Como el Rey hizo Corles generales, 6 determinó hacer guerra
conlra los moros.
que el Bey Don Alonso su tio con ellos avia focho,
é la forma oon que los avia tratado, quedó mas afi Traídas todas las obediencias de las cibdades é
cionado con él , é asi puestos sus BeynoB en tanta villas de su Beyno, é prestada la fidelidad de to
paz é sosiego, quanto nunca se vieron en tiempo de dos los grandes, asi perlados, como caballeros ; des
su padre. El quedó tan próspero, y obedecido, y aca que ya conoció quanto prósperamente sucedían las
tado y tan estimado por el mundo , que á todos sus oosas en sublimación de su estado Beal , queriendo
comarcanos haoia ser embidiosos, en tanto grado manifestar su gran poder é grandeza, determinó do
que ninguno de los reyes sus antepasados se pudo hacer Cortes generales. E asi llamados los tres Esta
decir mas glorioso, ni con tal triunpho mundano, si dos, é convenidos en la villa de Cuéllar ante bu Beal
todavia quisiera la fortuna serle favorable. Pero con presencia , les dixo : « Entre los varones romanos
todo, mientras que le fué parcial, muy mas próspe s siempro fué la paz mas peligrosa que la guerra,
ramente Bubcedioron sus cosas, quel supiera deman- » porque con ella puestos en ociosidad, se dieron
dallas. > mas á los deleites que al exercicin do las armas,
»y procurando sus particulares intereses, monos-
CAPÍTULO vn. » preciaron la fama , pospusieron el bien de la pa-
s tria común, é perdieron el señorío universal del
Qué personas -sefialadas lavo el Rey en i • mundo, que como industriosos guerreros alcanza
gobernar.
ron é poseyeron. Mientrr.8 les tuvo la guerra fue-
E porque siempre suele é debe aver cabe los Be » ron siempre virtuosos, señorearon la monarquía,
yes personas señaladas, asi para su secreto consejo, » vencieron sus enemigos, sostuvieron la república,
como para la gobernasoion de sus Beynos , conve í multiplicaron el bien de ella, é quedaron renora-
nible cosa es que se digan quién fueron las princi sbradoa. Pues si tales y tantos bienes suelen nascer
pales personas que con aqueste Bey ovieron cabida, » de la guerra, justa cosa é muy necesaria es que
ó de quien confiaba las cosas de su consejo é de la » nosotros los católicos como verdaderos chriBtia-
gobernasoion. Tenia á Don Juan Pacheco, Marqués »nos la queramos emprender, porque oon ella des
de Villena, que quando mozo pequeño, fué paje de mechando los vicios ó tomando las virtudes, destru-
Don Alvaro de Luna, Maestre de Santiago, Condes s yamos los enemigos que persiguen nuestra fe; pe-
table de Castilla, ó después que algún tiempo le sir » loemos contratos moros quo usurpan nuestra tier-
vió, diólo al Bey quando era Principo. Salió tan dis »ra, tomada por gran traición á aquellos que ge la
creto é de tan buen seso ó reposado , que para qual- » dieron. Para lo qual tres cosas señaladas son que
quiera debate , ó contradicción solía hallar muchos irnos ayudan : la primera, que nos mueve justa cau
medios. Daba en todas las cosas sanos expedientes, sea ; la segunda, que tonemos clara justioia ; la ter-
en tal manera que su prudencia era mas provechosa ucera, que nuestro propósito essancto, y el celo de
que de otro ninguno do quantos por entonces le ser »Dios nos guia, cuya causa es la que se hace. Asi
vias. E asi allegó á tener grande cabida con el » que guerreando contra ellos, nosotros pelearemos
Principe antes que fuase Bey; por donde quedó oon » por la verdad y ellos por la mentira ; nosotros por
DON ENRIQU 3 CUARTO. . 105
«glorificar á Dios, los otros por ofenderle. Pordon- n buono. » E asi fué allí determinado que la guerra
»de espero en la infinita bondad de nuestro Reden- se comenzase en el afio venidero , que so contaron
» tor que nos dará vencimiento de olios tal, é de tal mil é quatrocientos é cinquenta é cinco años del
«manera, que tornaremos con honra, é recobrare- nascimiento de nuestro Salvador Jesu-Christo : de
amos lo que nuestros antepasados perdieron. Para quo todos fueron muy contentos. E asi tomada li
alo qual quise mandaros 11 Amar, porque con vues- cencia del Rey, se tornaron á sus tierras para se pro
»tro acuerdo se haga, é dándome vuestro consejo, veer de las cosas á la guerra necesarias.
n digáis vuestro parecer de lo que hacerse debe, pues
» aveisoydo mi determinada voluntad.» Acabada la CAPÍTULO rx.
habla del Rey, aquellos seBoresé gentesque allí esta
ban de los tres Estados quedaron tan contentos, que Como el Re; dexo por Virreyes en Valladolid á Don Alonso Car
loando su propósito, é aprobando su deseo por cosa rillo, Ariobispo de Toledo , é a Don I'edi o Fernandez de Ve-
lasco, Conde de Uaro.
muy sancta , rogaron á Don Ifiigo López de Men
doza, Marqués de Santillana, Conde del Real de Entre tanto que las cosas de la guerra Be adere
Manzanares, qne en nombre de todos ellos é suyo zaban^ se acercaba el tiempo de irá los moros, el
quisiese responder á su Alteza. El qual aceptando su Rey por sus cartas envió á llamar á Don Alonso
ruego, con mucha gravedad propuso, diciendo: o Bien Carrillo, Arzobispo de Toledo , é á Don Pedro Fer
» parece sin duda, serenísimo Rey, quantosea exoe- nandez de Velasco, Conde de Haro. E venidos á su
n lente la grandeza de vuestro real corazón, quando Corto les dixo: «Bien sabéis como yo determinó do
»afli ha querido el día de hoy convidarnos para tan «guerrear contra los moros, é porque ya se acorca el
» altos é señalados exercicios de bondad. Pero por- «tiempo de ir á la tal guerra, quiero y es mi volun-
«que délas cosas deliberadas é con discreción pro- n tad que vosotros entramos quedéis en mi lagar por
«veidas ningún arrepentimiento se atiende, con tan- «virreyes en Valladolid , para que en las cosas do
» ta reverencia oomo puedo , le suplico que quiera nía justicia dedes aquella órden y expediente que
« saber, y sepa, que para tan arduo negocio y sefia- «según Dios, é vuestras conciencias viéredes que
slada empresa, primero que se comience, antes que a noon viene. Por manera, que los litigantes no ayan
«las manos vengamos , es necesario que con madu- «de ir en pos do mi, ca seria cosa gravo para ellos,
»ro seso se piense, é que con deliberado acuerdo se né á mi darían pona en avellos de oir. Por tanto yo
ihaga; porque adonde asi se aventura la vida, don- «vos encargo, quo como varones prudentes y de
nde as( se pone la honra, é dondo peligro cuelga, no n conciencia adininistroia á todos igual justicia, ó
«quiere razón , ni consiento que con liviandad sea. «gobernéis sogun do vosotros confio ; y espero que
» Pues asi, Sefior, se comience la guerra, é asf la 11o- «liareis por manera que ningunas apelaciones ni
i) vemos delante sin pereza, que por ella alcancemos «querellas ayan de ir ante mi entre tanto que allá
nía vitoria, destruyamos los enemigos, é merozca- nestubiero. E mando al Presidente ó Oidores de la
Dmos ser conocidos. Para lo qual tres cosas son no ii Chanciller ¡a que se junten con vosotros, é vos obe-
li cesarías, sin las quales seria imposible vencer. Pri- ii desean é acaten como á mi mesma persona.» Los
«mera, franca liberalidad, como que se gana lahon- quales obedesciendo lo que su Rey les mandaba, to
nra, é se trasdobla la fama, con que las gentes obe- madas sus provisiones, é ávida su licencia, se par
ndecen y so animan á servir. Segunda, que vuestra tieron para Valladolid , adonde estubioron residen
«Real Magostad tenga continuo on su huosto pru- tes hasta que el Rey volvió del Andalucía.
» dentos capitanes é diligentes cabdillos, quo sopan
«gobernar las batallas sin hacer jamas errada ; ca CAPÍTULO X.
•la guerra é sus astucias son de tal oalidad é de tal
«proporción compuestas, que luego dan la pena del Como el ítey se partid para el Andalucía , y los Grandes del Itcyno
«error que se hiciere; que sean tan animosos, tan qne fueron con él.
«sufridos de miedo, con tal presunción de esforza- Venido el mes de Abril del afio siguiente de su
«dos, que se arreen de vencer, é jamas nunca huir; reynado, que se contaron mil é quatrocientos ó cin
«que se prescien,é so atrevan, mas en la fuerza de quenta é cinco aOos del nascimiento de nuestro Sal
«sus manos, q:ie en la ligereza de sus pies. Terce- vador, en que la guerra se habia de comenzar en •
»ra, que con mucha dulzura, con gran beninidad tra Andalucia contra los moros, el Rey se partió pa
ite á las gentes que le fueren ú sorvir , para que le Córdoba, donde los grandes del Reyno , é las otrt
«tengan amor, é obedezcan su mandado; ca la hu- gentes , asi do á caballo como peones , so avian d.
» inanidad de los principes hace que los subditos su- juntar. Los se tí ores que allí vinieron , fueron los que
«fran muchos trabajos, é Ies plega comportallos ; lo aqui serán nombrados. Del estado eclesiástico , Don
«qual, muy esclarecido Roy, con la humildad que Alonso de Fonseca, Arzobispo Ho Sevilla, con otros
«debo, protesto quo sea dicho.» Estonces el Roy con algunos perlados. Del estado militar, Don Fadriquo
alegre gesto ilixo : « Marqués, bion parosce quo tales Enrlqnoz, Almirante do Castilla, tio dol Roy, Don
«palabras sustanciosas é discretas propiamente con- Juan de Quzman , Duque de Medina Sidonia y Con-
« vienen para la lengua de tan buon caballero, gra- do de Niebla, Don Ifiigo López de Mendoza, Mar
«cioso en el hablar y esforzado en las armas : yo qués de Santillana, Conde del Real de Manzanares,
«agradezco vuestro consejo, é lo apruebo por muy con sus hijos ; Don Diego Hurtado, Don Pero Laso
106 CRONICAS DE LOS REYES DE CASTILLA.
Don litigo López , Don Lorenzo Suarez , Don Juan que seria muy bion partirse luego, é pasarso á dor
Pacheco, Marqués de Villana , Don Pero Girón, su mir á Córdoba, doudo podría ostar de mayor repo
hermano, Maestro do Calatrava, Don Alvaro doEs- so. Vista la mucha gonto que alli cargaba, siendo
tufiiga, Conde de Plazoncia, Don Juan Pimentol, ol lagar poquouo, é porquo Dios os guardador do
Conde do Benavente , Don Fornand Alvarez de To los royes é el defensor de sus ungidos, púsole en
ledo , Conde de Alva, Don Pedro Ponce de León, voluntad que lo pusiese por obra é se partiese sin
Conde de Arcos, Don Juan de Luna, Conde de San- ningún detenimiento , en tal manera, quo quando
tisteban , Don Enrique Euriquez, Conde do Alva do los condes fueron á executar su dañado propósito,
Liste, Don Juan de Acuña , Conde de Valencia , Don hallaron partido al Rey, é como se iba camino do
Pedro de Córdoba, Conde do Cabra, con su hijo el Córdoba; é asi quiso Dios librarlo, porquo aquella
Mariscal Don Diego de Córdoba, Don Garci Fer traición no se cumpliese. | O falsa deslcaltad do va
nandez Manrique, Conde de Castañeda, Don Ga sallos, feo pensamiento de subditos naturales, des
briel Manrique, su hermano, Conde de Osorno é honesta empresa de caballeros súbditos, cruel atre
Comendador Mayor do Castilla, Don Rodrigo Man vimiento do caballeros, que tal osadía atreviades, ó
rique, Conde de Paredes, Don Pedro, Señor do preuumiades emprender, para desdorar la nobleza
Aguilar, Pedro do Mendoza, Señor de A! mazan , y de vuestra sangre I Decidme pues agora , indiscre
otros caballeros de estado. Llevaba el Roy de las tos varones, ¿quién defendiera vuestra limpieza,
gentes de sus guardas tros mil de á caballo , hom quando vosotros la destruíais sin temor do haber in
bres d'armas ó giuctes : Alvaro de Mendoza , hijo de famia? ¿ quién sostuviera vuestra honra, quando
Rui Diaz do Mendoza, Soñor do Castro Xoriz, capi vosotros la donostabades, sin recolar vituperio V
tán de mil ó quinientos hombres d'armas ; Rui Diaz, Basto, pues, saber do vosotros que vos plascia per
su hermano, capitán do quinientos ginotes; Gonza der lo que ninguno vos podia dar, ó quedados aba
lo Carrillo, capitán de quinientos ginotes; Rodrigo tir lo quo jamaa reoobrariades. Llegado el Rey á
de Marchona, capitán de quiniontos ginotcB; Garcia Córdoba, porquo la gento do la hueste venia fati
de Jaén, capitán do trescientos ginetos moriscos. gada, mandó que les pagasen todo el sueldo que les
Demás, é allende do aquestos tres mil rocines ya era debido, é se fuesen ú sus tierras con tanto qua
recontados, iban ducientos ginotes onjaozados, de estuviesen aporcebidos para ol año venidero. E asi
los hijos de los grandes é nobles, quo solamento to- derramada la gente, después que el Rey reposó alli
nian al Rey por capitán , que de continuo aguarda algunos dias , fuélo descubierta la trayeion que con
ban su persona Real quando oabalgaba. Asi que tra él so avia ordenado. Y entonces él como católico
ontro la gonto del Hoy ó do los caballeros , serian Roy dió muchas gracias á Dios, quo lo avia librado
por todos eutorco mil do a caballo y ochenta mil do tan grand maldad. Pero ni por oso doxó el pro
peones. Juntados aquestos, y hocho el alarde, el Rey pósito de la guorra contra los Moros, antes deter
partió con todo esto exército poderosamente , é por minó do la hacer todavía con tanto que ninguno de
sus jornadas caminó fasta quo llegó á la Vega do los grandes no fueso, salvo que cada uno enviase
Granada , adondo fué asentado su real. Y quando cierta gente. Avida cata consideración entre si mes
quiera que los moros salían á trabar escaramuzas, el mo, partió para Madrid.
Rey no daba lugar que ninguno de su hueste salie
se á ellos, antes mandaba á sus capitanes quo ja CAPÍTULO XI.
mas consintiesen, ni diesen lugar á que se mezcla re
Como el ttey tomó i entrar en la Vega, 6 hizo la tala.
sen con los moros ninguno de los suyOB , recelan -
do, como era la verdad, que los moros eran mas in Llegado ol Roy á Madrid, tuvo alli el invierno é
dustriosos en aquello, é que saliendo á se ínesclur las fiestas do Navidad con mucho placer : donde los
con ellos, avria más muortes do el ni «ti anos quo de montes é la caza era su mayor doporto, porque cu
moros. Ca bu voluntad era solamente hacer la talu aquollo ora bu contino pasatiempo. E venido el mes
por tres afios, para ponellos en mucha hambre é do Abril, quo ora el tercero año do su reynado, man
mengua de vetuallas, é luego poner su cerco y estar dó llamar sus gentes , é de cada uno de los grandes,
obre ellos hasta tomarlos. E asi focha la tala muy sogun su estado, ciertos hombres d'armas é gino
ando, mandó levantar su real , é salióse á la villa tes. El Roy so partió para la Voga do Granada, ó
Alcaudcto ; é por aqueBto quedaron los caballo- llegado á la cibdad de Ecija, so partió dendo víspe
i muy descontentos, en tanto grado, quo algunos ra de saut Marcos, que fué á veinte é cinco dias del
los mas do ellos confederados do secreto con el mes do Abril de dicho año , y el Marques de Villcua
íaestro de Calatrava Don Pero Girón, acordaron con él , con trecientos do caballo. Y entró muy po
e prender al Roy. E asi dieron el cargo de lo oxe- derosamente en tierra de moros con propósito de es
jutar á Pon Fornand Alvarez de Toledo, Conde de calar la villa do Archidona con algund ardid quo
Alva, é á Don Rodrigo Manrique, Conde do Pare- para olio tenia ; é anduvo todo el dia é la noche ; é
Ies. E como do aquesto fuese sabidor Don Iñigo quando llegó, ora cerca del sol Balido; de manera
*jOpoz de Mendoza, hijo tercero del Marques de que no ovo lugar de faoer lo quo pensaba , é mandó
Santillana, sin descubrir el coso de la traición al correr la tiorrn, y fizo el daño quo pudo, é volvióse
Rey, lo dixo el mesmo dia que le avian de venir ti á Ecija. E donde alli envió sus cartas á todos los
prender, que le párese i a que si bu Alteza quisiese, grandes del Reyno, mandándolos quo cada uno le
DON ENRIQUE CUARTO. 107
enviase los dichos hombres d'armos y ginetos & la
cibdad de Córdoba para cierto dia, ó que el que pu CAPÍTULO XII.
diese enviar quinientas lanzas enviase ciento , é por
este respecto todos los otros ; é que fuesen de hom Como el Rey lomó i entrar ñor li Vega , é lo que allí sucedió.
bres muy oscogidos , ó polidamente armados ó bien Venido el mes de Abril, que era ol quarto año do
cabalgados. Y en tanto quo esta gente so juntaba, su reynodo, convocadas las gentes de sus Roynos,
acordó con consejo del Marques, é dol Maestro, su asi de á caballo, como peones, salvo los grandes,
hermano, de tornar á entrar on tierra de moros, é que no quiso llevarlos, el Rey so fué para Córdoba,
partió postrimero do Abril con hasta ochocientos é de alli entró poderosamente en la Vega do Grana
hombres d'armas, é docientos ginetes. E vinieron á da. Donde llegado, luego otro dia siguiente, como
él los pendones de las cibdades de Sevilla y Carrao- los moros, sogund su costumbre, saliesen á dar sus
na y Xerez y Ecija y Jaén, que podían ser hasta escaramuzas , ciertos caballeros mancebos del real
seis mi) de caballo, y veinte mil peones; y puso el con deseo de ganar honra, sin ser sentidos do los
primer real cerca de Lora ; y otro dia siguiente so capitanes, se desmandaron, é salieron á los moros.
asentó en la Vega do Antequera, c de ni 1 i fué á ta Donde vuelta la escaramuza muy brava , fué muer
lar los campos de Archidona, é los moros salieron to un caballero do la Orden de Santiago, quo se lla
por defender la tala, é fueron resistidos, é por fuer maba Garcilaso de la Vega, varón do mucho esfuer
za d'armas retiñidos á la Villa. E otro dia , que fué zo é de grand merescimiento. El Rey fué muy pe
segundo de Mayo, continuó su camino para Mála sante, é se indignó de tal guisa, que luego mandó
ga , é asentó sn real cerca de la villa de Alora, en hacer la tala muy crudamente, en tanto grado, que
un valle que es entre dos ríos, é alli fueron presos no solamente los panes, pero muchas viñas é huer
algunos moros é tomado el ganado que onde so ha tas é olivares fueron destruydos. E desde alli fue
lló, é talados los panes. Dendo á dos dias fué á po ron sobre una villa que dicen Gimena, lugar muy
ner su real n una legua de Málaga ; é otro dia man fuerte , el qual mandó combatir ; donde muchos no
dó pasar el real media legua de la cibdad, donde bles hijos-dalgo aprobaron tan bion, que la Villa
estuvo seis dias , en los cuales se fizo asaz daño en con la fortaleza tomaron por pura fuerza de armas.
panes é viñas. E se huvieron algunas escaramuzas Entonces el Rey do Granada, visto aquesto, temien
en que murieron mas moros que christianos, aunque do la furia del Rey, envióle sus embajadores, su
no fuoron muchos ; é se quemaron é robaron dos lu plicándolo quisiese tomar dél algunas párias y tri
gares, que so llamaba el uno Pupiana, y el otro butos en señal de vasallage, con tanto que luego
Loubin, con una fortaleza asaz buena, y otro lu saliese con toda su hueste ; y como el R«y estaba
gar llamado Churriana con otra fortaleza bion fuer indignado por la muerte de Garcilaso, respondió
te. En los qnalos lugares vinieron algunos moros, ó muy ásperamente. E al fin vencido do las suplica
alli vino el Roy Ciriza do Granada a facer reveren ciones quo los moros tnensogeros lo hicieron do par
cia al Rey. E puesto que los caballeros mancobos to de su Rey, aceptó los treguas condicionalmontc,
asi generosos, como hijos-dalgo é otras personas se que cada año le diesen doce mil doblas foroces , 6
ñaladas, iban ganosos de hacer algunas cosas haza seiscientos captivos christionoB; é si faltasen chris
ñosas, famosas do varones, por ganar honra é al tianos, que fuesen moros, puestos en Córdoba i cier
canzar nombradla, sogund la costumbre de la no to dia señalado. E asi concertados con estos condi
bleza do España , quando los moros salían á dar los ciones , y que la guerra contra ellos so quedase abier
escaramuzas, jamos el Rey daba lugar á ello, por ta por la parte del Royno do Jaén , fueron alli luego
que como era piadoso , é no cruel , mas amigo de la traídas las párias de aquel año primero, y el Rey so
vida do los suyos, quo derramador de su sangre, do volvió á Córdoba, donde mandó despedir toda su
ria quo pues la vida do los hombres no tenia pres- gonte, y el so quedó alli por algún tiempo.
cio, ni avia equivalencia, que era muy grand yer
ro consentir aventuralla, é que por eso no le pías CAPÍTULO XIII.
ela que los suyoB saliesen á las escaramuzas, ni se
diosen batalla, ni combates. E quanto quiera que en Como el ncy determinó de casarse , | se caso con la Infanta Doff
los tales entradas se gastaban grandes sumas do di Jaana , hermana del llej Don Alonso de Portugal.
neros, quería mas expender sus tesoros, dañando Pasados algunos dias que reposó el Rey en la
los enemigos poco á poco, quo ver muertes y es dad de Córdoba, mandó llamar los perlados é r
tragos do sus gontes. E asi hoclm la tala , mandó Ueros de su Royno quo alli estaban ; é convom
alzar el real , é salióse á la Cibdad do Córdoba, adon en su palacio, los díxo: «Quanto sea cosa justa
de venido, mandó pagar su sueldo A toda su gente, «debida que los reyes hayan de ser casados, las le-
para quo se fuesen á sus tierras, y que para el año ii yes divinas é humanas lo disponen é lo mandan.
siguiente estuviesen apercebidos. E despedida toda «Pues si aqueBto es convenible entre todos los estn-
la gente, el Roy tornó á Madrid, é de Madrid a Se n dos, porque la generación del linage humanal vaya
góvía, donde reposó hasta que fué tiempo de hacer nde gentes en gontes, é los nombres de los padres
la tala. «revivan en los hijos, mucho mayor é mas necesa-
irio ó convonible coBa es en los estados Reales;
«porque quando en ellos falta la sucesión, crescen
108 CRÓNICAS DE LOS REYES DE CASTILLA.
D muchas divisiones, y hay grandes escándalos y tra- la truxo, haciendo muchas fiestas en todos los la
» bajos; é los royaos donde tal acaesce son damnifi- gares en que se aposentaban, hasta que llegó á Cór
ncados con sobra de gran detrimento. E por esto, co- doba. Sabida su venida, mandó el Roy que la fuese
imo yo esté sin muger, según vedes, soria gran ra fecho muy alto recibimiento, asi por los sefioros é
nzón de casarme, ansí por el bien do la generación grandes de su Corte, como por parte de la oibdad, é
nquesubceda en estos Rey nos, quando Dios me qui- con muchos entremeses é alegrías grandes entró en
nsiere llevar, como porque mi Real estado con ma- la cibdad. E luogo llegada, los desposorios fueron
nyor abtoridad se represente. E pues ya vos he dc- celebrados por Don Alonso de Fonseca, Arzobispo
«clarado mi voluntad, queria sabor vuestra detor- de Sevilla, ó pasados tres días, se celebraron las
nmiuacion, y el consejo que para esto me dais.» bodas. Ansí celebradas, el Rey se fué á Sevilla con
Oyda su habla por los grandes que presentes esta la Reyna, donde le fueron hechas muchas fiestas de
ban, respondieron cada uno por su orden, que el justas, é juegos de cañas, correr toros, é señalada
proposito é voluntad de su Alteza era justo é nece mente un torneo do cien caballeros, oinquenta de
sario, é que les paroscia que se debía luego poner cada parte, de que fueron capitanes el Duque de
por obra; pero que le suplicaban les quisiese decir Medina Sidonia é Don Juan Pacheco, Marques de
con quion le agradaba, é seria cosa convenible que Villoría ; que fué cosa muy señalada de ver. Pasa
su casamiento se contratase, é que entonces le sa dos algunos días después de aver reposado allí con
brían decir mejor su parescer. Y el Rey les respon la Reyna, acordó de andar por su Reyno ; pero por
dió, que su deseo é gana era de se casar con la In que la frontera de los moros de la parte del Regno
fanta Doña Juana de Portugal , hermana del Rey no quedase á mal recabdo, mandó que Don García
Don Alonso de Portugal , porque de aquella sabia é Manrique, Conde de Castañeda, quedase en la cib
avia oydo ser muy señalada muger en gracias é en dad de J alien por capitán frontalero con dos mil lan
hormosura. Los Graneles respondieron que aquello zas. E asi puesto, el Rey se partió con la Reyna é
Aprobaban & avian por muy bueno, é que su voto toda su Corte para Madrid.
ora que luogo se enviasen sus embaxadores á lo con
tratar. CAPÍTULO XV.
Como el Papa envío al Rey un sombrero y ana espada , y dfeetfto
CAPÍTULO XIV. desbarataron los moros al Conde de Castañeda.
Como el Itey envIA sus embaidores al Rey Don Alonso .le Porta- Venido el Rey á Madrid, estuvo allí grand tiempo
gal, para, que le diese a la luíanla Doña Juana su hermana por mucho á su plaoer, asi porque so holgaba oon la
muger, y se concluyó el casamiento.
Reyna , como porque bus cosas sucedían próspera
Ávido el consejo é acuerdo de los Grandes de la mente. E como la fama de su grandeza se publica
Corto, el Rey envió por embaxador á Don Fernan se por todo el mundo con muy claro renombre , di
do, su Capellán Mayor, al Rey de Portugal , que le ciendo que guerreaba contra los moros enemigos de
diese & la Infanta Doña Juana su hermana. E asi la sancta Fé católica, conquistando el reyno de Gra
roscibidas sus letras con la instrucción de la nego nada , era tenido en grande estima entre los princi
ciación é cabsa sobre que lo mandaban ir, el Cape pes christianos, mayormente por el Papa Calixto,
llán Mayor se partió para el Rey de Portugal, don que entonces era Sumo Pontifico en la Iglesia Ro
de fué muy bien rescobido é festejado , asi por el mana. El qual teniendo del muy alto concepto, é
Rey, como por los principales de su reyuo. Donde viéndole por el mejor de todos los reyes que enton
oyda bu embazada con que asi venia, inuy alegre- ces reynaban en la christiandad, y porque el dolor de
monte respondió que le placia , pero con tal condi la perdición de Costantinopla , que el Turco avia
ción, que ol Roy hubiese de dar á la Infanta su her tomado, estaba muy reciente en los corazones do
mana á Cibdad Real , ó la villa de Olmedo , é ciertos todos, parecióle que él mas dignamente merescia
quentos de renta situados en dote y arras ; é que ser honrado por la Sede Apostólica, que ninguno
diese su palabra Real , que daría casamiento d cier- de los otros. E ansí bendixo el sombrero y el espa
uh damas que la Infanta su normana llevaría oon- da, que la noche de Navidad á los maytinos el Papa
7o quando se fuese á casar con el Rey. E consul- pono en el altar quando celebra la Mita del gallo. B
ik con ¿1 , y ordenados los capítulos de ello , é acordósele de enviar con un mensagero , exortándo-
'mió ¿ juró, segund que en tales casos se acos- le por su Breve, que pues tan varonilmente se avia
ibra á hacer. E asi cumplido, é acordado por am- en defensión de la Fé católica é aumento de ella,
„a los partes, asignado asi mosmo el tiempo que quisiese continuar su santo propósito comenzado;
avian de venir por ella, ol Rey mandó á Don Juan notificándole asi mesmo, que él , siguiendo su cami
de Guzman , Duque do Medina Sidonia, que fuese no, onviaba una grande armada contra ol Turco
por ella á Badajoz, donde lo seria entregada; y la por el mar con ol Cardonal Patriarca de Aquiloya,
truxese ci n aquella solemnidad é honra, que para su Legado á lalere, para que le hiciese cruda guer
muger de tan alto Roy pertcnescia. E asi el Duquo ra. El Rey con mucho amor rescibió ol Breve y ->1
se partió muy acompañado de singulares caballeros presento del Papa, ó mandó hacer grandes incrco-
é nobles personas, é se fué á Badajoz, donde la des al mensagero. Pero como ningún gozo en esta
Reyna le fué entregada. E asi rescebida, el Duque vida sea cumplido , ni tan lleno ni eutero , que con
DON ENRIQUE CUARTO. 109
algun pesar no se mésele, acontesció que el Conde Diego Hurtado, su hijo mayor, él qual vino allí á
de Castañeda, que avia dexado el Rey por capitán Madrid luego con sus hermanos el Obispo de Ca
frontalero contra los moros on Jahen , siendo mas lahorra, Don Iñigo López, Don Lorenzo Suarez,
remiso que diligente, mas descuidado que astuto on Don Juan y Don Hurtado á hacer reverencia al
las cosas de la guerra, é mas escaso que franco para Rey, para dar la obediencia é fidelidad acostumbra
la gente de su hueste, en tanto grado, que á todos da. El Rey le confirmó su señorío con los títulos de
daba mal recabdo del cargo que asi tenia, lo fué en Marqués y Conde, que su padre tenia, é mandó quo
tal manera, que los moros, vista su desorden y mal Don Juan é Don Hurtado andubiesen continos en
procedimiento, armaron contra él una grande cela su corte como otros hijos de Grandes estaban.
da secretamente de muchos caballeros é grande
peonaje, y echaron sus corredores que robasen el CAPÍTULO XVII.
campo. T como esto fuese notificado al Conde, sa
Como vino nueva qne era mnerlo el Rey Don Alonso de Aragón.
lió á resistir la cabalgada con poco tiento é monos
orden de su gonte, de tal guisa, que sin se saber go La cibdad de Segovia é la villa de Madrid fue
bernar, ni mirar los engaños de la guerra que los ron dos señalados lngaros, donde el liey mas se hol
enemigos suelen armar, siguiendo contra los corre gaba, é mayor descanso para su roposo rescebia. E
dores, dio en la celada, donde él fué preso, é su no sin cabsa : porque como él en alguna manera
gente destrozada, muchos feridos, muertos é capti era retraído, avia allí bosques en quo estaban gran
vos, de tal son, que rescibió grandísimo daño ; asi des montes espesos, amigables á su inclinación y
que podríamos decir aquí aquello del refrán viejo, calidad, en tal manera, que naturalmente se deley-
uno vale por mil, y mil no valen por uno. Do este taba en andar por ello, y entremeterse en la caza de
destrozo el Rey fué muy pesante, no tanto por la los animales salvagcs , que alli nasciesen y anda
pérdida de sn gente, quanto por la fama quo do ello ban , é aun porque asi mesmo los negocios de la
sonaría por el mundo. Entonces el Rey envió luego gobernación lo daban pena, é eran muy ágenos de
otro capitán , y mandó que del todo se concertase su condición. Verdad es que ni por esto se dexaba
paz con el Roy de Granada, con tanto que las parias el regimiento del Reyno, ni el despacho de los li
acostumbradas al tiempo limitado se pagasen, y fué brantes ; ca dada la orden, y expidiente do las cosas
rescatado el Conde por grand suma de doblas. En por Iob de sn alto Consejo, el Rey firmaba las provi
este medio tiempo fallesció Don Alonso de Carta siones que aquellos le enviaban. Tampoco se per
gena, Obispo de Burgos, y fué dado el Obispado é día la administración de la Justicia; que siempre
Don Luis de Acufia, Obispo de Segovia; y el Obis se daba en ella tal orden , que la Corte estaba on
pado de Segovia á Don Hernando, su Capellán ma muchapaz é sosiego ; los insultos castigados de tal
yor del Rey, é la Capellanía mayor á Don Luis Da guisa, que ninguna violencia ni opresión se hacia.
za , pariente del Marqués de Villena. E quando quiera que al Rey era necesario andar
por su Reyno á remediar é proveor en las cosas del,
CAPÍTULO XVI. no le parescia tener reposado asiento, salvo quando
estaba en algunos do estos lugares, señaladamente
Codo prmeyó el Rey ciertas dignidades , que estaban vacas, i sns lo mas del tiempo en Madrid, porque la comarca
criados. suya era mas abundosa de vituallas ó mantenimien
Acordábase al Rey que algunos Grandes de sus tos para los cortesanos. Estando el Rey alli en Ma
Rey nos se avian confederado, para lo prender; lo drid con grand contentamiento, no solamente por
qual queriéndose remediar contra lo semejante, la pujanza de su próspero estado , mas por las mu
para tener seguridad en su estado y estar con me chas y diversas fiestas que los caballeros é nobles
nos recelo de lo tal, acordó de sublimar algunos de de su Corte le hacían, asi por le servir , como por
sus criados y hacerlos grandes hombres ; porque asi cabsa de la Reyna bu muger , que nuevamente era'
fechos é puestos en estado , toviese servidores lea venida, á cuyo respeto parescia que todos avian
les, que mirasen por su servicio y osasen poner las gana de festejar, y de expender el tiempo en cosas
manos en quien lo desirviese. E como por entonces de placeres, según el estilo y costumbre de la Cor
estaban vacantes la Condestablia de Castilla, y el te; llegó la nueva como el Rey Don Alonso su tio
Maestrazgo de Alcántara, y el Priorazgo de Sant era fallescido en la cibdad do Ñapóles , de que ovo
Juan, proveyó é dio el Maestrazgo de Alcántara á grand sentimiento ; ca lo amaba mucho, é tenia en
Don Gómez de Ciceros, su Mayordomo mayor, é la lugar de padre ; porque á la verdad era persona que
Mayordomia á Don Beltran de la Cueva, otro cria meresció ser querido de todos los grandes , y todas
do suyo, que avia sido paje de lanza ; é la Condes las gentes, asi por sus muchas é señaladas virtudes,
tablia dio á Don Miguel Lucas Diranzo ; y el Prio como por las grandes excelencias que hizo mientras
razgo de Sant Juan á Don Juan de Valenzuela. E murió. E asi tomado luto por él, mandó que le fue
asi fechos é puestos estos tres criados en grandeza sen fechas solemnes é ricas obsequias, segund que
de señorío, paroscióle que su estado Real estaba á tan señalado Rey pertonescia. Subcedió en su lu
mas crescido 6 con mayor seguridad. En osto medio gar, porque no tuvo hijo legitimo, en los roynos do
tiempo fallesció Don Iñigo López de Mendoza, Aragón el Rey Don Juan de Navarra, su hermano,
Marqués de Santillana. Subcedió en el señorío Don y en el reyno de Ñapóles Don Hernando , su hijo
110 CRÓNICAS DE LOS BEYES DE CASTILLA.
bastardo. A este contradixo el Papa Calisto, que caydes en todas los fortalezas. Pero dende á poco
riéndole privar de la subcesion del reyno, diciendo tiempo fue entregado al Marqués todo lo que era
que pues aquel Señorío era feudatario á la Iglesia, del Condado, con el Infantazgo y la Condesa ; don
á él como Sumo Pontiñce pertenescia poner Boy é de apoderado, hizo lo que adelante será contado por
confirmarlo; por donde padenció asaz trabajos, é la historia.
grandes persecuciones. Pero en aqueste medio tiem
po fallesció el Papa Calisto, é subcedió el Papa Pió CAPÍTULO XIX.
Segundo, que favoreció á este Rey Don Hernando
por amor de las grandezas del Bey de gloriosa me Como Alonso Faxardo fué destruido por los males que hacia en el
moria su padre, é lo tornó á pacificar en el Beyno. reyno de Murcia contra los chrisllanos en favor de los moros.
Alonso Fazardo fue un caballero de los mas prin
CAPÍTULO XVIII. cipales en el reyno de Murcia ; el qual por las tur
baciones del Reyno, que fueron en tiempo del Rey
Como el Rey mandó prender i Juan de Lona, é le quitó el Seño Don Juan, se avia apoderado de la cibdad de Car
río que tenia.
tagena, é de Lorca con otras fortalezas é lugares,
Algunos caballeros é grandes del Beyno por afi asi del Macstradgo de Santiago, como del Marque
ciones siniestras de la paz que unos con otros te sado de Villena y de la Corona Real. Y como esta
nían, estaban aliados para poner al Bey en necesi ba poderoso, hacia muchos males, unas veces me
dad é acrescentar sus estados. Entre los quales era tiendo moros, que robaban la tierra , é captivaban
uno Juan do Luna, sobrino de Don Alvaro de Luna, los ohristianos , é otras guerreando, é desipando
Maestre de Santiago, é Condestable de Castilla, que muchos lugares, que no se querían someter á su
estaba poderoso en el Beyno , no tanto por anti mandado, porque eran sus vecinos é comarcanos.
güedad de su estado, quanto porque el Maestre su Sabido que fué aquesto por el Bey, é visto como se
tio le avia apoderado en algunas tenencias, asi de hacia grande ofensa a Dios, é deservicio suyo, asi
la oibdad de Soria, como de otras Villas que le avia mesmo el Marqués de Villena, porque perseguía á
dado con singulares fortalezas, asi menino el Conda sus vasallos, le suplicó mandase castigar tan feos
do de Sant Esteban, que ostaba todo de su mano insultos como aqueste caballero hacia. E luego el
después de la muerte del Conde Don Juan de Luna, Rey mandó á Gonzalo deSaavedra, un caballero do
hijo del Maestre Don Alvaro de Luna ; é la hija he su Consejo, prudente varón, para capitán, que fuese
redera como tutor de ella y gobernador del Conda luego sobre él, é le oercase con seiscientos caballos.
do. Y como ol Marqués de Villona avia grand gana El qual fué, y dio tal orden en cercarlo, é púsolo on
de aver aquel sefiorio con las tres Villas del Infan tanto estrecho, que muy presto le tomó quanto te
tazgo para Don Diego Pacheco su hijo mayor, y ca nia usurpado, é solamente se quedó escudero de
ballo con aquella hija succesora y heredera do aquel una lanza; empero teniéndolo en merced señalada,
condado y señorío , ovo manera de indinar al Bey porque el Rey no le mandaba degollar. Donde pa-
contra esto Juan de Luna, para que le prendiese, resció que la mano podorosa de Dios le quiso cas
diciendo, que pues aquel era parcial de los caballe tigar, asi por su vana soberbia , como por la par
ros deservidores de su alteza, é tenia usurpada la cialidad que tenia con los moros en ofensa do la
fortaleza y cibdad de Soria, y el Condado con las Fé, é daño de la religión christiana. | O quinto se
Villas del Infantado, que desdo allí, si se rebelase, 'deben guardar Iob que tienen estado, de hacer mal,
podria hacer mucho daño. En tal manera, que el Bey y los que son poderosos, de tener presunción , y ser
determinó de ponello en obra, diciéndole que le iba desdeñosos 1 Porque ninguna cosa hay que tanto
á deportar por las tierras del Condado, y fuese para desagrade á la divina voluntad, quanto el menos
Ayllon , donde Juan de Luna estaba ; el qual con precio de los ultrajosos , y la soberbia de los alti
mucho amor y ganosa voluntad le rescibió é fes vos : ca ni los unos quedan sin abatimiento , ni los
tejó lo mejor que pudo. E después á la partida, otros sin ser avergonzados.
quando Juan de Luna salió con el Bey, el Marqués
de Villena tenia dado cargo á ciertos criados suyos, CAPÍTULO XX.
que vista su señal, que les avia de hacer, que le cer
casen é prendiesen en el campo , junto con la per De las cosas excelentes que el Rey hizo e diio como Principe
magnánimo.
sona del Bey. E ansi salido Juan de Luna al campo,
y fecha la señal por el Marqués, aquellos que tenian AJtas cosas de mucha grandeza , é señalados di
el cargo, le prendieron muy rigurosamente, é pre chos de magnánimo Príncipe tuvo el Rey en los
so, mandó el Bey que le llevasen á buen recabdo, tiempos que prósperamente subcedieron sus cosas ;
diciendo que le mandaría degollar, si luego no en porque mientras la fortuna lo fué favorable y no
tregase todas las fortalezas quo tonia, asi do Soria, contraria, muy famosos hechos y señaladas obras
como del Infantazgo , é del Condado é las suyas, de grandeza fueron las suyas : por donde meresció
con la Condesa de Sant- Estovan, que estaba en su claro renombre entre los reyes de su tiempo. Y no
poder. Entonces Juan de Luna, temiendo de morir, sin cabsa: ca traía de oontino en la guarda de su
mandó luego entregar todo quanto le fue pedido persona tres mil é seiscientas lanzas, hombres d'ar-
por el Boy ; é ansi entregado, el Rey puso sus al- nias y ginetes, con muy singulares capitanes. An
DON ENRIQUE CUARTO. 111
daban de con tino en su Corte machos nobles hijos
de grandes, é otras notables é generosas personas, CAPÍTULO XXI.
á qnien no solamente mandaba pagar sueldo ó acos
tamiento, mas ayuda para su costa con otros mu Como el ltey fuó a la cibdad de l.con y do lo que allí hiio.
chas mercedes : de tal forma que siompro andaban Partió el Rey de la villa de Arévalo, y fué a la
lucidos, é tan caballerosamente ataviados, quo bien cibdad de Loon, dondo fué roscibido con gran so
representaban quién ellos .eran, é a quién servían. lemnidad; pero porque el Roy era poco amigo de
E como sus realezas é magnificencias fuesen mu las cirimonias Reales, y jamas quería que fuesen
chas é señaladas de contino, acaesció un dia quo hechas en grande aparato, mandaba que á la Reyna
Diego Arias su Contador mayor é Tesorero, que so hiciesen; y ansí era ella rescibida con palio y
riendo pagar sueldo á todas estas gentes, le dixo : con las otras insignias que á los Reyes pertenes-
«Ciertamente Vuestra Alteza tiene mil escesivos cen, porque con aquello se abtorizaba lo que él avia
» gastos é sin provecho ; porque sin dubda manda menospreciado. Luego que allí fué llegado á León,
«dar de comer á muchas gentes, que no le sirven, fuéle dado querella de ciertos híjos-dolgo que por
» ni lo merecen, é seria bien quo se diese otra forma, trayeion avian tomado una fortaleza de nn caba
» y es que solamente sean pagados los que sirven , é llero en el reyno de Galicia, y se la tenían por fuer
«no los que son sin provecho. » A lo qual el Rey za con favor de algunos enemigos suyos; y como
como magnánimo Príncipe y liberal, respondió: aquello fuese caso aleve, mandó á cierta gente do
«Vos habláis como Diego Arias, é yo tengo de obrar sus guardas con un copitan, que fuesen sobro ellos
ti como Rey, en quien como en ospojo todos so han y se los trugosen presos. Asi tomada la fortaleza,
«de mirar é tomar doctrina ; porquo sabida cosa es fueron traídos á la cárcel ; de los quales mandó el
n que con los enxemplos del Rey se conforman los Rey hacer justicia, diciendo que pues todos los for
» del rey no. Asi quo si bien consideramos la dignidad talezas de su Reyno estaban so la guarda y amparo
«Real, y como Dios la hizo para se florar en el mundo de su Real persona, y á él primero so juraban los
«por el bien universal de todos, no son nascidos los omenajes que los alcaydes hacían por ellas, que
« Reyes para procurar sus propios intereses, ni para aquellos escuderos en hurtar tales fortalezas avian
«hacer lo que solo á ellos cumple , mas que aprovo- cometido trayeion y en quebrantar su seguro; y
schen 4 todos, é quieran la utilidad de los muchos; mandaba quo fuesen degollados. Asi fueron públi
«ca de otra guisa mas se podría llamar tiranía quo camente justiciados, y el cabollero querelloso resti
«realeza, é mas codicia desordenada, quo señal de tuido en su fortaleza; lo qual paresció cosa muy
«bondad. Porque Iob buenos Reyes ansi han de ser bien hecha, y digna de gran loor; porque mientras
n amigos de sus subditos, é parciales do la franqueza, el Rey hacia tales justicias como aquestas, reynó
« quo no á si meemos, mas quo á todos ay uden y so alo pacíficamente con mucho amor do sus pueblos. Ca
naren quando dieren. Y pues no es magnanimidad sabida cosa es que mientras los Reyes se trabajan
» dar y perder, salvo perder y dar, quiero 6 mando quo por onsalzar la justicia, y con sana voluntad la ad
«dedes de comor, a unos porquo me sirvan, ó á otros ministran sin usar de crueldad, Dios polea por ellos,
«porque no hurten y mueran desonrados. Tampoco y los hace vivir prósperos sin contradicción algu
«me place que para esto mis pueblos sean despecha- na; ca escrito es : pelea por la justicia, y Dios pe
«dos, ni tampoco les pongan nuevos tributos, pitos leará por ti contra todos tus enemigos. Pasados al
i quo por lo gracia*de Dios que me lo dió, tengo rentos gunos días después quo el Roy estuvo en León, so
«y tesoros para ello grandes.» Do allí adelanto fué partió de allí para la villa do Escalona.
muy amado do los buenos, y temido de los malos y
servido de los suyoB, pero en lo secreto mal querido
de los Orondee; porque todos los hijosdalgo y gento CAPÍTULO XXII.
común dexaba de vivir con ellos , por ir a servir ul Como el ltey fue i la villa de Escalona, y de lo que allí uizo.
Rey, que les hacia muchas mercedes. Andaba por La villa de Escalona fué del Maestro Don Alva
su Royno muy poderoso ; todos los suyos ricos , con ro de Luna, dondo labró una singular fortaleza con
tentos y ganosos de su servicio; la justicia bien ad muchos é ricos aposentamientos, grandes é visto
ministrada en su Consejo, donde se oion los cabsas sos. Y por ser tal ó señalada cosa, é asi mesmo la
de la Corte ; y la Cbancilleria , donde pendían los tierra suya fértil y deloytosa, acordó el Rey de irse
ploytos, tenia Perlados Presidentes, Letrados famo allí á tener las fiestas de Navidad con lo Reyna é
sos' do conciencia, donde se descubrió la verdad , y con toda su Corte; dondo estuvo mucho á su con
por ninguna cosa so torció la justicia. Para la puni tento, así por vorse no solamente próeporo, mas
ción do los malhechores avia prudentes alcaldes, que acompañado de muy notables personas, asi perla
ejecutaban sus delitos ; y ansi andando por sus ciu dos, como caballeros é otras gentes de abtoridad é
dades y villas, vino á la villa do Arévalo, donde se merescimiento. Estuvo allí mucho á su reposo, é
descubrió una grond falsedad do un secrotorio suyo como se deleytaba en los oficios divinales, troya
qnb so llamaba Poro do Tícdro, quo él y otras per- señalados varones en su Capilla, asi capellanes do
sonos falseaban lo firma del Roy é do los otros Ofi grande abtoridad, como cantores do dulces voces,
cióles, y vendían las cartas en grandes sumas do di quo do contino le desoían bus Oras cantadas. EstoB
neros, los qualos fueron justiciados públicamente. oran en tanta cantidad, que ningún emporador por
112 ORÓNICAS DE LOS REYES DE CASTILLA.
monarcha que fuese, podría traer mas abtorizada navios, para entrar por mar, é pasar contra al Tur
Capilla : con que sin duda resplondescia la grande co á Costantinopla, donde estaba muy poderoso. E
za de su Real estado. Verdad es, que por la mayor asi adereszadas todas las cosas que para su viajo
parte, unos eran generosos é otros letrados de gran oran nescesarias, é juntas las gentes, el Papa se
de inerescimiento; é como fuesen tales, de contino partió de Roma con todo el Colegio de bub Carde
los sul>l imaba, á unos para obispos, y á otros en nales muy poderosamente, y con todos los otros
grandes dignidades é rentas; por manera que se Perlados do la Corte, y so fué camino de Ancona,
animaban á le hacer agradables servicios sin enojo. para embarcar allí. Donde llegado, le tomó el mal
K no solamente aquesto, mas siempre les mandaba de la muerte de quo fallesció; por donde fallcsció
hacer mercedes é socorros para sus gastos; de gui la justa guerra comenzada y las gentes se fueron
sa, que con aquestos vivjan tan ricos como con la para sus tierras; é Iob Cardenales se tornaron á Ro
renta que la Iglesia les daba. En esto mesmo tiem ma, y entrados en su conclave eligieron el Papa
po subcedió que como el Papa Pió segundo fuese Paulo Segundo. Pasado algunos dias que el Rey
asumpto en ol Papazgo, llamó todos los principes reposó en Escalona acordó de ir á Madrid.
christianos para la dieta que hizo en Mantua. Donde
convenido con sus cardenales quiso primero resce- CAPÍTULO XXIII.
bir las obediencias de todos los Reyes, para notifi
Cómo el Re; se fué i Madrid, y lis cosas que allí snbeedieron.
carles después la cabsa do su llamamiento. E como
ansí fuesen embajadores de cada reyno, el Rey en El Rey con toda su Corte se fué á la villa de Ma
vió por su embaxador á Don Iñigo López, hijo ter drid, donde vido concurrían siempre muchas gentes
cero do Don Iñigo López do Mondoza, Marqués do de todos partes, asi de mayores estados, como de
Santillana, caballero prudente y gracioso, segund menor condición, tanto por ver la grandeza de su
que para tal embaxada convenia. Y concedidas las potencia, quanto por negociar lo que avian menes
peticiones que cada uno de los embaladores avia ter. E como las cosas de sus estados subcediau
menester para su Rey, el Papa declaró como quería prósperamente, la mayor parte del tiempo se distri
ir en persona contra el Turco, enemigo guerreador buía en justas, convites, galas, juegos de cañas y
de la Christiandad, rogando á todos los Reyes, que correr toros, de tal guisa, que á los cortesanos esto
para esto le quisiesen dar favor é ayuda. E asi des les era su mayor deporte. Entonces ol Arzobispo de
pedidos los ombaxadores, para que aquesta cabsa Sevilla Don Alonso do Fonseca una noche hizo sala
de tanta importancia consultasen con sus Reyes, al Rey é á la Reyna con todas sus damos; é después
Don Iñigo López de Mendoza suplicó á su Santidrd que muy espléndidamente uvieron cenado, en lugar
le quisiese conceder un Jubileo para una hermita de la colación mandó sacar dos platos con muchos
de la advocación de Santa Ana, que él tenia en una anillos de oro, en cada uno diversas piedras pre
villa suya que Be decía Tendilla; porque la quería ciosas engastadas, para que la Reyna é sus damas
hacer Monasterio de devotos Religiosos. Entonces tomasen ol anillo con la piedra, que mas les agra
el Papa considerando la calidad de tan generoso dase. E quanto quiera que la Reyna era la mas
caballero, y la grandeza del Roy que le avia envia hermosa dol Reyno, é tenia singulares mugeres
do, liberalmonte so lo quiso conceder, con tanto desenvueltas é palancianas quo lo portenescian para
que los que visitasen aquella Iglesia, desde las pri estado de Reyna, entre aquellas avia una que se
meras vísperas de la vigilia, fasta las segundas del llamaba Doña Guiomar, que era de singular presen
dia de Santa Ana, y diesen cada dos reales, que ga cia, y hermoso parecer, y agraciada; con la qual el
nasen todos los perdones y plenarias indulgencias, Rey tomó pendencia de amores, de que se le siguió
que ganan los que van á Jerusalen, y á Roma é á asaz honra y provecho. Verdad es que ella con el
Santiago. Publicada esta indulgencia por todas las favor tomó alguna presunción , mas que la rozón
España», vinieron asaz gentíos; y de lo que ansí se queria, en tal guisa que hacio muy poco acatamien
ofresció, Don Iñigo López hizo allí un singular to á lo Reyna, de donde subcedió, quo vista su poca
Monasterio de la Observancia del señor San Geró mesura, la Reyno puso las manos en ella ayrada-
nimo, que agora se llama Santa Ana de Tendilla. mente, de que el Rey uvo grande enojo. E así mon
Dotólo en alguna manera muy bien, y hizo allí su dóla apartar de la compañía de lo Reyno, é que se
enterramiento; pero después Don Iñigo López, y el aposentase dos leguas de la Corte. Pero dióla esta
Arzobispo de Sevilla su hijo, le ennobleció mucho do de gran señora, y gente de abtoridad que la sir
mejor. Publicado el propósito del Papa, é notificado viese é acompañase; é iba el Rey muchas veces ú
á los reyes christianos, dio indulgencias plenarias la ver, é holgar con olla. De aquesta Doña Guiomar
con infinitos é grandes perdones para todos aque era el Arzobispo de Sevilla muy parcial, y el Mar
llos, que á su costa por un año le fuesen á servir é qués de Villena de lo Reyno, de tal guisa que codu
ayudar en la Santa Cruzada contra el Turco enemi uno honraba su parcialidad.
go de Jesu-Christo, perseguidor de la religión ohris-
linna; para lo qual se movieron infinitas gentes de
diversas naciones, do muchas partes. Entretanto
que ostos gentios se iban allegando, el Papa mandó
hacer una armada grande de muchos é diversos
DON ENRÍQüE CUARTO. lis
andanza que le vino. Era grande servidor é sin
CAPÍTULO XXIV. enojo para el Rey, y magnífico en sus cosas, cortés
é gracioso con todos; hacia liberalmente por los qne
De til embaudor que vino del Duque de Bretaña , y de las gran á él se encomendaban. Era grande gastador, feste-
des leslas é mercedes que el Rejr le mandó hacer.
jeador é gran honrador de los buenos; gran cabal
Estando el Rey asi muy acompafiado de los gador de la gineta, gran montero é cazador, costo
Grandes de bu Reyno é de los otros nobles, que con so en los atavios de su persona, franco é dadivoso.
tal triunfo honraban su Corte, el Duque de Bretaña E como ya ovioso alcanzado estado de grand señor
le envió una embaxada con un principal caballero é corazón para ello, acordó que para la toma del
de su casa, en que le pedia su confederación é Rey y de la Reyna é Embaxador con los otros seño
alianza; de que el Rey fué muy contento, y le re res á Madrid, se hiciese un Paso en el medio del
cibió graciosamente. Entretanto que se daba con camino cerca de la villa en aquesta guisa. Estaba
clusión en la demanda que traía, mandó que fuese puesta una tela barreada en derredor, de madera
hecha gran fiesta; ó porque mejor se mostrase la con sus puertas, por donde avian de entrar los que
pujanza de su grande estado, quiso que se hiciese venian del Pardo; en cuya guarda estaban ciertos
en una casa suya de bosque, que se dice el Pardo, salvajes que no consentían entrar á los caballeros é
lugar muy deleytoso y dispuesto, asi por la espe gentiles hombres qne llevasen damas de la rienda,
sura de los montes que al rededor avía, como por sin que prometiesen de hacer con él seis carreras, é
los muchos animales que dentro del sitio estaban, si no quisiesen justar, que dexasen el guante dere
que es á dos leguas de Madrid. Allí fué aderezada cho. Estaba junto, cabo la tela, un arco de madera
la fiesta muy ricamente, asi de atavíos de casa, bien entallado, donde avia muchas letras de oro
como de grandes aparadores, en que habia mas de muy bien obradas, é avia tal postura, que cada ca
veinte rail marcos dorados. Aqui mostró el Rey una ballero que quebrase tres lanzas, iba al arco é to
gran nobleza de real magnanimidad; que como maba una letra en que comenzase el nombre de su
viese que dos escuderos en ávito é demostración de amiga. Avía así mesmo fechos tres cadahalsos al
abtoridad llegaron disimuladamente á los aparado tos, uno para que comiesen é mirasen el Rey, y la
res y hartaron ciertas piezas de plata, fingiendo Reyna con sus damas, y el Embaxador; otro para
que no los veia, les dexó abarcar su hurto y llevar los grandes señores; é otro para los jueces de la
lo; é qnando los reposteros hallaron menos la pla Justicia. La comida que se dió á todos fué muy
ta, y so lo notificaron, respondió: «los ladrones eran suntuosa, en grandísima abundancia é con macha
apersonas que lo avian menester, y pues que lo hi- órden, sin desconcierto ningnno. Duró esta fiesta
icieron con necesidad, mas vale que se atreviesen desde la mañana hasta la noche, que se retruxo el
íá lo mío que de otro ninguno; yo les hago merced Rey con la Reyna á sus Palacios. T como aquel
ndello: por ello no curéis de buBcalIo.» La fiesta duró Paso fué cosa señalada, queriendo el Rey honrar su
quatro días: el primero se hizo una fiesta de justa de Mayordomo é favorecer su fiesta, mandó allí hacer
veinte caballeros, diez de cada parte, todos con muy un Monasterio de la Orden de Sant Oerónymo,
ricos paramentos y atavíos; iba precio de una pieza que se llama agora Sant Oerónymo del Paso. Aca
de brocado, y otras dos de terciopelo carmes! para badas las fiestas, y el Embaxador tratado con tanta
los que mejor lo hioiesen. El segundo dia corrieron honra, dada conclusión en su embaxada, el Rey le
todos á caballo, é después un juego de cañas, en mandó hacer grandes mercedes de caballos, muías,
que avia cient caballeros, cincuenta por cincuenta, plata, dineros y piezas de brocado y de seda; con
los mas principales nobles y hijos de grandes que qne se partió muy contento loando la grandeza de
avia en la Corte, todos con jaeces dorados y gran su estado.
des atavios de sus personas. El tercero dia fué una
señalada montería donde se mataron muchos é di CAPÍTULO XXV.
versos animales bravos é peligrosos, asi á caballo
como A pié. Para estas fiestas hizo el Rey muchas Como el Rey lomó la cibdad de Giadalaiara, j eehí raerá de olla
mercedes de dineros, brocados, sedas, pafioB é sin al Marqués de Sanlillana é * sus hermanos.
gulares enforros de martas, armiños, grises y veros, Don Diego Hurtado de Mendoza, Marqués de
no solamente á la Reyna, é á sus damas é ¡i los Santillana , tenia la cibdad de Guadalaxara, donde
principales de su Corte, mas á sus criados é servi estaba muy apoderado, asi de la fortaleza é puer-~
dores é á los otros nobles caballeros que la seguían. tas, como de los oficios de ella , que toda estaba en
El q 11 arto dia fué como el Rey tenia entonce por su su poder segund que sus antepasados le avian te
mayordomo un caballero que se llamaba Beltran nido , en tal manera , que pareacia estar mas cierto
de la Cueva, antiguo hidalgo de los mas generosos é seguro que los otros Grandes del Reyno, asi por
de Úbeda, persona muy acepta á él, tanto que nin el asentamiento é morada qne en lugar tan señalado
guno de los privados pasados hasta all( tuvo tan tenia, como por la pujanza é grandeza de su esta
grande privanza, ni tanta parto en la voluntad del do. Hallábase asi mesmo próspero con cinco her
Rey como él solo; é no sin cabsa: que ciertamente manos , un Obispo , é quatro Caballeros, todos prós
avía en él tantas partes de bondad, que le hacían peros é bien afortunados. Mas como las bienandan
merecedor de toda bondad y prosperidad é bien zas del mando tarde ó nunca se hallan sin aver ad-
Cr.—III. 8
114 OBÓNICAS DE LOS REYES DE CASTILLA.
vcrsidad que las combata , ni sin envidia que las era casada. Estando alli gobernando su Reyno con
malsigne, ni sin maldicientes que las revuelvan por mucha justicia, fuélo notificado como el Rey Don
que el poderío temporal jamás está en bu ser, ni Juan do Aragón se había confederado con ol Almi
vive sin adversarios ; acaesció que teniendo él por rante Don Fadriquo su suogro, é con Don Alonso
Alcayde de la fortaleza un hidalgo , criado antiguo Carrillo , Arzobispo de Toledo , é con el Maestre
de su casa, que se llamaba Alonso de Qaona, mo Don Pedro Girón , é con todos los Manriques y con
vido con propósito más do dañar á su Sefior, que no otros caballeros algunos, para lo deservir y dañar.
hacer lo que debia, é mas con gana de intereses que E asi mesmo porque su dañado propósito se pudie
do servir á su Roy, trató muy socrotamonto quo lo se íuojor oxocutar, el Boy do Aragón tonia fecha
daría entrada ou la oibdad por la fortaleza que él cierta alianza con ol Rey Don Alonso do Portugal,
tenia, y que asi podrían prendor al Marqués é á sus y quería que una hermana suya casaso con ol Prín
hermanos , é apoderarse de su cibdad ; lo qual el cipe Don Carlos, su hijo. E como aqueste trato fue
Bey aceptó de buen grado, porque estaba descon se descubierto á Don Alonso de Fonseca , Arzobispo
tento del á cabsa de la confederación que tenia con de Sevilla , primero que á ninguno, usando de ma
Don Alonso Carrillo, Arzobispo de Toledo , y otros cha lealtad como fiel Consejero, lo hizo saber al
Grandes del Reyno en deservicio suyo. E fecho el Bey secretamente, para que lo remediase. Entonces
concierto, é asignado el dia en que él lea daría la el Bey envió al Obispo de Cibdad Rodrigo, é á Die
entrada, el Rey envió al Comendador Juan Fernan go de Rivera con cierta emboxada al Rey de Ara
dez Gal indo, un caballero de los mas leales de su gón , para que disimuladamente tratasen con el
Consejo, con seiscientos rocines; el qual disimula Prinoipe Don Carlos, como no casase con la Infan
damente partió sin que fuese sentido á donde iba, ta de Portugal, é que le daría la Infanta Dona Isa
ó llegó á media noche por la parte de la fortaleza ¡ bel su hermana para su muger. Y como aquello era
y allí llegado , el Alcaydo le dio entrada por la for lo que el Principe Don Carlos deseaba , é le cum
taleza, por la puerta de Bramante. Entonces Juan plía á cabsa de la enemistad que el Rey Don Juan
Fernandez con toda la gente que llevaba ceroó la su padre lo tenia por respecto del Almirante, apor
casa del Marqués; el qual como se vido cercado, te que con el favor de la casa de Castilla estaría mas
mió sor preso ; asi mesmo ol Obispo de Calahorra, seguro ó con mayor favor, aceptó lo que el Rey que
su hermano , quo allí estaba con él. Y estando asi el ría, é denegó el casamiento de Portugal. E asi de
Comendador Juan Fernandez Galindo, llamó al negado, la Infanta de Portugal se metió luego mon
Marqués que se parase á una ventana, y parado le ja ; por donde el concierto fecho contra ol Rey pá
dixo: «Señor Marqués, el Bey nuestro Sefior vos reselo quedar vano. Durante aquestos tratos que
i) manda que le dezeis su cibdad , é vos vais á vues- ansi pendían , el Rey en alguna manera tomó sos
i) tra tierra.» El Marqués le respondió : «Comenda- pecha contra el Marqués de Villena , diciendo que,
i! dor, ¿seremos seguros yo, y mis hermanos de pri- pues su hermano el Maestre de Calatrava era en la
»sion? Él le dixo; a sefior, sí; pero cumple que lue liga é confederación de sus enemigos , no podía ser
ngo vos y ellos partáis é salgados de la cibdad. n Y sin su acuerdo é consentimiento , é por aquesto
asi el Marqués y el Obispo con los otros sus herma deliberó de prenderlo. E como aquestos cosas po
nos que allí estaban con él é sus hijos, so salieron é cas veces se pueden tener secretas , señaladamente
se fueron a mas andar á la villa de Hita ; y dende donde hay diversas aficiones, el Marqués de Vi-
á pocos dias el Rey y la Reyna con toda su Corte se llena fué avisado , é por algunos dias dexó de ir
vinieron á Guadalaxara , donde estuvo de reposo á Palacio, disciendo, que se sentía mal dispues
algún tiempo. E luego como alli fue venido, man to, é poniendo su persona á buen recabdo. Y en
ió i Alonso de Gaona , que le dexase la fortaleza, tre tanto dio forma de reconciliarse con el Rey,
donde puso por Alcayde á Diego de Sepúlveda. E do manera, que tornó á su privanza, tanto, y
mandó luego hacer una barrera en derredoi con mas que do primero , é no solamente aquesto, pero
una caba ; é dexó allí por Asistente al mariscal Her muy cautclosamonto rodeó con ol Maestro de Cala
nando do Ribadoneyra con gente para guarda de la trava se apartase de la confederación del Bey do
oibdad ; é partióse para Segovia. Aragón é de los otros caballeros que eran oon él , é
se tornase ú servicio del Bey. Lo que asi fecho, el
CAPÍTULO XXVI. Rey por gratificarle hízole merced de la villa de
Morón, que era una principal encomienda del Maes-
Como el Hey llegó i Segovia, y se partió loogo para Valladol id, tradgo de Alcántara. E porque de alli era Comen
6 lo que allí sucedió. dador Diego do Belmonte , criado suyo , enviólo á
E después quo el Rey uvo reposado algunos dias descir que )a dexase para el Maestre do Calatrava ;
en Segovia, yendo al plaacer de sus montes ó de sus el qual rehusó de la dar. Entonces el Rey le mandó
bosquos , partióse para Valladol ¡d muy poderosa prender, hasta quo la dexó ó le fué dada equivalen
mente , asi porque llevaba consigo a la Reyna y al cia por ella. E dio asi mesmo el Rey al Maestre de
gunos grandes del Reyno, como por la gente de Calatrava, á Fuente Ovejuna, que era el lugar mas
sus guardas que era mucha é de señalados hombres. grande que avia en tierra de Córdoba , é de alli
Allí fué roscebida la Royna con grande solemnidad, quedó mucho á su servicio. Pero como el Marqués
porque entonces entraba nuevamente después que de Villena sospechó que á cabsa del Arzobispo do
DON ENRIQUE CUARTO. né
Sevilla el Rey le habla querido prender, quedó en un dia se descomedió á le descir feas y descomedi
la voluntad muy enemigo suyo, é no menos el Maes das palabras, de donde se quedó la enemistad ar
tre de Calatravn, su hermano , con propósito de lo raigada entro ellos. Como asi estuviesen las volun
echar fuera de la gobernación é del Consejo, segund tades dañadas el uno contra el otro, después que el
que adelante será relatado. E como por entonces el Almirante vió que era descubierto lo que ansi esta
Arzobispo de Sevilla estaba muy conjunto con el ba concertado entre él y los otros caballeros confe
amor del Rey, y vacase el Arzobispado do Santia derados, é como no podia sortir efecto, envió se
go, el Rey se le dió para Alonso do Fonseca su so cretamente un caballero de su casa, quo se llamaba
brino, que era Dean de Sevilla. El reyno de Galicia Juan Carrillo, al Roy de Aragón é á la Reyna su
estaba á la sazón alterado, á cabsa de Don Luis Oso- hija, notificándoles como el Príncipe Don Cárlos
rio, hijo del Conde de Trastaraara, que estaba en- se avia confederado con el Rey para ser contra
truso en el Arzobispado ; y grande parte de aquella ellos, é daba órden como fuesen danificados é des
provincia era con él. Por manera que paresció cosa truidos, en tal manera, que indignada la voluntad
dificultosa al sobrino poderlo aver , y por esto el del padre contra el hijo, rodeó como el Príncipe fue
tio quiso que proveyesen al sobrino del Arzobispa se preso en la ciudad de Lérida ; de que todos los
do de Sevilla, y á él el de Santiago, por donde muy tres estados del Principadgo de Cataluña sentidos,
mejor se pudiese aver la posesión del Arzobispado, é aviéndolo por muy grande mal, se levantaron
y echar fuera el intruso ; poro con tal condioion, contra el Rey de Aragón, disciendo que por su man
entre tío y sobrino , que pacificado lo de Santiago, dado , é sobre su real fe ellos avian dado seguridad,
tornasen á destrocar los Arzobispados : en la qual é sido fiadores del Principe Don Cárlos su hijo, para
provisión subcedió lo que adelante se dirá. Después que seguramente pudiese venir á él sin temor é sin
que el Rey uvo estado asaz de tiempo en Vallado- rescelo de prisión é muerte , é que sobre aquesta se
lid , acordó su partida para Segovia. Estando allí, guridad , que ansi ellos avian dado al Principe , so
adolesció el Arzobispo Don Alonso de Fonseca, y en avia venido á él como hijo de obediencia, ganoso
andas le llevaron á su villa de Coca , donde estuvo de servir é acatar á bu padro ; y pues él , no guar
hasta que fué sano é tornó á la Córte. dando lo que como Rey habia jurado é prometido,
tan rotamente les avia quebrantado su palabra real,
CAPÍTULO XXVII. y mandado prender á su hijo injustamente , le su
plicaban é requerían una é muchas veces le manda
Como el Rey de Ancón prendió al Principe Don Cirios su hijo se soltar, é se lo diese libremente sano y escrito ;
por inducimiento del Almirante Don Fadriquc, é de lo que sub donde no, que á ellos era necesario, é les convenia
cedió de aquella prisión.
forzadamente buscar corno, libertasen su Prinoipe,
El Almirante Don Fadrique Enriquez fué nieto seyendo como era legitimo subcesor, para reynar
del Maestre Don Fadrique, hermano de un vientre después de sus dias en aquellos reynos é señoríos. E
del Rey Don Enrique el segundo, hijoB del Rey Don quanto quiera que todos ellos insistieron con él que
Alonso, el que gnnó 4 Algezira. E quanto quiera ge lo diesen , siempre el Rey traia dilaciones, dán
que fué de sangre real , aunque de bastardía , ora dolos palabras sin efecto. Entonces ellos , ávido su
presuntuoso, é queria ser de todos muy acatado é acuerdo, determinaron de se poner en armas ; pero
tenido en grande reverencia. Presciábase de ha entretanto que aquesto se ponia por obra, acorda
cer por sus parientes, tanto porque le siguiesen, ron de enviar sus mensageros al Rey, notificándole
como por les hacer mercedes. Era caballero bulli la prisión del Principe, suplicándole les quisiese so
cioso, y si como venia de sangre real, se presciára correr con favor é con gente.
de ser pacifico, y .viviera en sosiego sin escándalos,
no se viera en los trabajos que se vió , é menguas CAPÍTULO XXVIH.
que padesció, ni anduviera peregrino ni avergon
De como llegado el Rey t Madrid, supo la prisión del Principe por
zado por tierras agenas en algunos tiempos como es los embaladores de Cataluña, y envió gente para ayudarlos has
tuvo. Fué padre de la noble Reyna Dofia Juana, ta que fuese suelto; y lo que subcedió en el Andalucía contra
intiger del Rey Don Juan de Aragón , en quien sin los moros.
duda moraba gran perfección é muchas virtudes. El afio que se contaron mil é quatrocientos é se
Era muy amiga de castidad y limpieza, abrigo de senta y dos afios del Nascimiento de nuestro Salva-
la bondad , reparo de la nobleza , en tanto grado, don Jesu Christo, se partió el Rey de Valladolid, y
que mas se pudo llamar madre de las excelencias se fué para Segovia , donde estuvo muy poco , y
mundanas , que hija de hombre humano. Aquesto luego se pasó á Madrid. T estando allí, le llegó la
Almirante siempre tuvo secreta enemiga contra el mensageria de los Catalanes, notificándole la pri
Principe Don Cárlos, hijo del Rey Don Juan de Ara sión del Principo Don Cárlos , como el Rey Don
gón , después que su hija casó con el padre ; en tan Juan de Aragón le avia prendido á cabsa de la con
to que por toda via trabajó en poner discordia é mal federación é amistad que con su Alteza habia focho,
querencia entre padre é hijo. Qual fué la cabsa de porque tenia acebtado el casamiento de la Infanta
ello, ligeramente se podrá juzgar en el seso de los Dofia Isabel su hermana, y dexado el de la Infanta
prudentes. Ansi el Príncipe Don Cárlos sintiendo de Portugal. Sabido aquesto, el Rey envió al Co
su propósito é siniestra voluntad con quo le trataba, mendador Gonzalo de Saavedxa con nil í qtiinion
116 CRÓNICAS DE LOS BEYES DE CASTILLA.
tos rocines en favor ó ayuda de los Catalanes, é taron algunos de ellos. Pero ni por eso los christia
mandóle que si el Rey de Aragón no soltase luego nos se desordenaron , antes con mucho tiento iban
al Príncipe , que le hiciese guerra por el royno de siguiendo el rastro de los moros ; y llegando al rio
Aragón muy crudamente. El Comendador, allegada de las Yeguas, vieron subir los Moros por la ladera
la gente que con él avia de ir, se partió é entró por de la atalaya, que se dice de Madroñal. Luego que
el reyno de Aragón fasta la frontera de Cataluña; los moros vieron á los christianos , apartaron hasta
por cuya llegada los Catalanes se esforzaron mucho dos mil é trecientos de á caballo, los mejores arma
contra el Rey Don Juan, diciéndolo como le con dos é de mayor esfuerzo que entre ellos avia, y en
venia soltar al Prineipe su hijo luego, é dárselo sano viaron toda la otra gente, asi de á caballo como de
é vivo. Entonces el Rey de Aragón , visto el favor peones, con la cavalgada ; y enviados, se hicieron
y ayuda que el Rey les hacia, y el atrevimiento de tres batallas. Y quanto quiera que los christianos,
los Catalanes, que con tanta osadía le hablaban, vista la muchedumbre de los moros, desmayaban,
fuéle necesario soltar al hijo contra todo su grado ; Don Rodrigo é Luis de Pernia los pusieron tanto
de tal guisa , que por no se encunar á los rogarías esfuerzo, que los hicieron cobrar nuevo corazón é
é suplicaciones de sus subditos , lo que primero pu osadía para pelear; á asi desplegada la bandera de
diera hacer á su honra, uvolo de hacer por fuerza, Don Rodrigo Ponce, mandó tocar sus trompetas , é
sin que le fuese agradescido. ¡O quanto es excelen con mucho denuedo se fueron dusoientOB é sesenta
te virtud en los Príncipes ser convencidos de rue do á caballo, é seiscientos peones á dar en los mo
go, é jamos vcndicativosl Nunca expcrimoular su ros, dondo la batalla fué tan reñida de ambas par
poder , ni probar su gran pujanza ; porque la resis tes por una gran pieza, que ninguna ventaja ni me
tencia no los ofonda, ni la contradicción los traiga joría se mostraba de los unos á los otros; pero al
á mengua ; ca solo el poderio de Dios es aquel que fin los christianos volvieron sobre la mano derecha,
sin resistencia alguna puede quanto quiere , y quie hiriendo tan de recio ú los moros , que los desbara
re quanto puede. Ansi que fuera mejor á este Rey taron , é hicieron fuir del campo á rienda suelta sin
de Aragón oir el clamor de sus vasallos, é amansar rosistencia ninguna. Y non solamente aqueste des
su saña ; que usar de voluntad, para verse en tal trozo, mas un capitán moro con trecientos rocines
afrenta. Parescia mas honroso aver piedad de su se avia arredrado, para dar en las espaldas, é los
propia carne, que ser carcelero de lo que engendra christianos dieron en él tan de recio, que lo desba
ron sus lomos ; fuera mas justa cosa escuchar á sus rataron é hicieron ir huyendo en pos de las otras ba
vasallos, que creer los adversarios y enemigos de su tallas. Entonces Don Rodrigo Ponce é Luis de Per
hijo. Entregado el Príncipe ó los Catalanes, muy nia mandaron tocar las trompetas para recoger su
triunfantemente, con grande honra é grande alegría, gente , y recogida , hallaron que do los suyos que
le llevaron á Barcelona; é ansi libertado, el Comen daban muertos treinta de á caballo, é ciento é cin
dador Gonzalo de Saavedra con su gente se volvió, cuenta peones , é de los moros infieles mil é quatro-
al Rey. E como todas sus cosas subcedian próspe ciontos, sin los que llevaron presos. Ávida la victo
ramente , y Be hacian mucho mejor que él quería, ria de los moros, infieles enemigos , aquella noche
acaesció que el Infante Muley Bulhacem con dos se fueron á reposar á la Fuente de piedra, de la que
mil é quinientos rocines, é diez mil peones salió de otro dia vinieron por la matanza, para acabar de
la cosa de Granada para hacer cavalgada en tierra recoger el despojo de los vencidos ; é allí vieron como
de christianos , ó vino á correr la villa de Estepa, el ganado que los moros llevaban se volvía, á cab-
donde robó mucho ganado, é mató é cautivó muchas sa de lo aver desamparado por huir. Fueron toma
ánimas de los que andaban por el campo. E como das en aquella batalla las banderas é atabales é aña-
la nueva de este rebato vino de Marchena á Don files del Infante Albuhacem con otros instrumentos
Rodrigo Ponce de León , hijo mayor del Conde de suyos ; é asi mesmo grand despojo , que fué allí re
Arcos , salió de presto con ciento de caballo, é fue partido entre todos. Sabida esta nueva de tan gran
se camino de Estepa. E como llegó cerca de Osuna de ó señalada victoria , el Rey mandó hacer gran
donde era Alcayde Don Luis de Pernia , salióle á des procesiones é alogrias en su Corte. Estuvo allí
rescebir ; é como allí so certificaron de la entrada de on Madrid asaz tiempo, é fué acordado que pasase
los moros , tomó otrOB ciento do á caballo, ó juntos los puertos.
se fueron para socorrer á Estopa. E como así cami
nasen de grande priesa, supieron el gran daño é ro CAPÍTULO XXIX.
bo que los moros avian fecho allí en Estepa, y como
llevaban gruesa cavalgada ó algunos captivos. En Como el Rey se partid de Madrid, é pasados los puertos, fué a la
tonces Don Rodrigo é Luis de Pernia como caballo- villa de Sepúlvcda; é vinieron a su servicio el Marqués de San-
tillana y el Obispo su hermano.
ros animosos, animaron su gente , que seria hasta
duciontos é sesenta de á caballo , é seiscientos peo DespueB que el Principe Don Carlos fué liberta
nes , que se vinieron juntando con ellos de los Inga- do de la prisión, el Rey acordó de se partir de Ma
res por do pasaban , de tal guisa que les pusieron drid y pasar los puertos ; el qual se fué á Segovia, 6
gana de pelear. Yendo asi ordenadamente recogidos luego de allí se fué á la villa de Sepúlveda, donde
por tan señalados capitanes , llegaron á Peña- rubia, reposó algunos dias. Entonces el Marqués de San-
é allí alcanzaron la rezaga do los moros, donde ma tillana y el Obispo do Calahorra su hermano por sus
DON ENRIQUE CUARTO. 117
mcnsagerOB notificaron al Rey como ellos querían parcial de este Arzobispo de Sevilla, queriendo lo
ser sayos é venir á bu servicio. Oida su embazada, que él quería, y que era lo mejor, especialmente
el Rey aceptó sn ofrecimiento y obediencia; y para contra el Rey de Aragón, dixo : que el Rey en todo
dar medio y conclusión en lo que asi proferían, caso debia de ir á guerrear al reyno de Navarra, asi
mandó al Marqués de Villena é al Arzobispo de So- para damnificar al Rey Don Juan do Aragón, como
villa que saliesen á verso con ellos, para que se die para ayudar é favorecer al Principo Don Carlos, que
se asiento en lo que convenia para su servicio. Las tanto era suyo, é por seguir su partido le avia pren
vistas fueron entre Buitrago ó Sopúlveda ; donde, dido el padre. E que para esta guerra Don Pedro
convenidos , fué concertado que el Rey le mandase Girón su hermano, Maestre de Calatrava, vernia con
volver al Marqués á Guadalaxara con todo el man gruesa gente á lo servir. E asi mesmo, porque el
do é preeminencia que en ella tenia ; pero que el Arzobispo do Toledo y el Almirante Don Fadrique
Obispo de Calahorra uvieso contino de estar en la Enriquez estaban juntos en Yepes, y se creia que
Corte; y que el Marqués de Santulona enviase á su querían ayudar al Rey de Aragón, y mostrarse por
hijo Don Juan en rehenes á la Corto condicional- él, que le parescia debia enviar algún caballero que
mente, que no saliese de ella fin licencia y expreso tratase con ellos, para los traer á bu servicio. E vis
mandado del Roy. E asi desde en adelante el Mar to que en tierra de Campos avia muchos caballeros
qués y el Obispo y los otros sus hermanos fueron poderosos, de quien podria nascer algún escándalo
siempre firmes é muy constantes é leales servidores por su ausencia de la entrada en Navarra, que serla
del Rey. Dada conclusión, ó firmada esta concor bien enviar á Valladolid persona principal por vir
dia, el Rey se partió de Sepúlveda para Aranda. rey, para tenellos en paz é sosiego. Ávido este con
sejo por muy bueno , según que entre el Rey y el
CAPÍTULO XXX. Marqués estaba de secreto acordado , el Bey deter
minó que venido el Maestre de Calatrava con la
Como el Rey se fut i la villa de Anuda, y de las cosas que allí gente, el Marques fuese á negociar con el Arzobis
se hicieron, é subeedteron en el Reyno.
po de Toledo y con el Almirante que viniesen á su
Partióse el Rey do Sepúlveda, y fuese á aposentar servicio, y el Arzobispo de Sevilla quedase por vir
á la villa de Aranda, dondo reposó gran tiempo con rey en Valladolid ; y tomada esta deliberación , el
mucha tranquilidad é sosiogo de sus Rey nos, é sin Rey envió luego á llamar al Maestre de Calatrava.
adversidad alguna, que á la pujanza de su estado En aqueste medio tiempo anbeodió que el Obispo de
pusiese perturbación, teniéndose por muy servido Patencia Don Pedro de Castilla, subiondo á ver una
de los dos principales sonoros que traiaen su conso- labor que en su casa se hacia, cayó de las escaleras
jo, el Arzobispo de Sevilla y el Marqués de Ville abaxo, é murió ; é fué dado el Obispado á Don Gu
na, los quales por mucho tiempo parescieron estar tierre do la Cueva, hermano de Boltran de la Cueva,
conformes, si todavía les durara. Mas como los co Mayordomo del Rey. Estando allí la Reyna se hizo
sas mundanas nunca están en un ser, antes do con preñada, de que el Rey fué muy alegre. El Maestre
tino se mudan é traetuecan , unas veces levantando, de Calatrava obedesció el mandado del Rey, é vino
otras veces trastornando, señaladamente aquellos con dos mil ó quinientos rocines de gente muy lu
que mas cercanos se hallan de la sombra é favor de cida é ataviada ; de que el Rey se tuvo por muy
Iob reyes, los quales suelen ser combatidos de las bien servido por bu venida. E asi acordada su parti
furiosas adversidades é subversión tempestuosa de da, mandó quo ol Marqués do Villena fuose A Oca-
la fortuna ; asi fué, qne este Arzobispo de Sevilla, fia, para tratar con el Arzobispo y con el Almiran
siendo muy enteramente del Rey fiel consejero é te, porque de Ocafia á Yepes avia dos leguas; y el
vasallo, celador de la honra é real estado de su se Arzobispo de Sevilla fuese á Valladolid; y la Rey
ñor, haciendo lo que debia, no respondió el tiempo na por bu preñez se quedase en Arando. Y luego el
con lo que la razón demandaba, antes al contrario, Rey se partió muy poderosamente aái con la gente
que el Marqués de Villena, Don Juan Pacheco, so de sus guardas, como con la que Don Pedro Girón '
especie de buen servidor, teniendo pendencias en traia ; llamando asi mesmo á los perlados é caballe
diversas partes mas siniestras que convenibles al ros de aquellas comarcas, que con sus gentes lo vi
servicio del Rey, con sus modos astutos, antes fun niesen á servir: é asi se fué pora la cibdad de Lo
dados sobre intereses que llenos de leal consejo, groño.
siempre rodeó como los leales fuesen arredrados del
costado del Rey , y los que tales no eran acogidos, CAPÍTULO XXXI.
según quo sus obras lo mostraron é fueron testigos
de ello. E asi acordándose como el Rey lo quiso Oo como el Rey fui i Logroño, y de lo qne allí se hito contra el
Rey de Navarra , e los lagares qne se ganaron.
prender en Vallado! id, creyendo que á cabsa del
Arzobispo de Sevilla fuese , ansí mesino veyendo Luego que el Rey fué llegado á la cibdad de Lo
que en alguna manera le contradecía algunas cosas groño, los que estaban en la guordia temieron ser
de las que él proponía en el Consejo delante del cercados, é que rescibirian mucho daño, é acordaron
Rey, señaladamente en las de la gobernación, pensó darse al Rey. E asi hecho su trato, qual entendían
de lo expelor y echar fuera del Consejo y apartar que les cumplía, obedecieron su mandado, é le en
de cabe el Rey, en tal manera, que mostrándose muy tregaron la fortaleza é los puertas de la villa; é pu
118 CRÓNICAS DE LOS REYES DE CASTILLA.
so el Rey alli por alcaydo á Rodrigo de Mendoza. amaba mucho como porque estaba preñada de tres
Diéronse asi mesmo los Arcos, Sant Vicente é otros meses. E por gratificar su preñez , que tanto avia
lugares pequeños de enderredor. E luego que estos sido deseada, hizole merced de aquella villa de Aran
lugares fueron tomados, é puestos alcaides en ellos, da é su tierra, donde luego fué jurada é obedecida
acordó de poner oerco sobre Viana ; é asi dió el car por Señora. Fecho aquesto , estando alli el Rey con
go á Gonzalo de Saavedra, Comendador, capitán grande contentamiento, el Marqués de Villena le
muy prudente, é astuto en las cosas do la guerra, escribió desdo Ocafia , notificándole como el Arzo
sabio é discreto para gobernar grandes exéroitos de bispo de Toledo y el Almirante querían estar muy
gentes , persona de grande confianza en lo que el á su servicio , con tanto que el Arzobispo hubiese
Rey se fiaba dél para la guerra. E si tal fuera des de estar en su Consejo, asi para entender en la go
pués en el fin quales fueron sus comienzos en ser- bernación del Reyno, como en la administración de
vioio del Rey, quedára sin dubda su fama mas lim la justicia; por tanto que cumplía á su servicio quo
pia que non la dexó. Dentro de Viana estaba por ca luego fuese para Madrid. E como el Rey muy ente
pitán Musen Pierres de Peralta, Condestable de Na ramente se guiaba por el querer de entrambos her
varra; el qual se defendió muy bien por algunos manos, determinó su partida, é mandó que la Reyna
dias; pero los daños que le liacian con las lombar «e quedase alli en su villa , hasta que él enviase por
das, quartadgos y tiros de ingenio fueron tantos, é ella.
de tal manera, que por sobra do los males que asi
rescibia, sin se poder defender ni amparar, vino á CAPÍTULO XXXIII.
demandar por partido que le diese seguridad de Cono el Rey se fue a Madrid , 6 vino alli el Arzobispo de Sevilla,
muerte é prisión para él é los suyos , é que le dexa- para avisarle de las cabidas que contra ¿1 traían, 6 no le quiso
ría la villa. Dado el seguro por el Rey , é firmado é oir ni escuchar.
sellado, se salió por una puerta cubierto de luto con Después que el Rey vino á Madrid , el Arzobispo
todos los suyos ; é luego entró la gente del Maestre de Sevilla veyendo el camino tan errado que lleva
de Calatrava, é se apoderó de la villa. E así apode ba el Rey, é cómo aquella confederación del Arzo
rado, alzaron luego pendones por el Roy, é fuá allí bispo do Toledo con el Marques de Villena avia do
puesto por alcayde Mendoza ol Prestamero. Entre redundar en grande deservicio suyo, puesto que por
tanto que la guerra so hacía contra Navarra, ol Prin entonces paroscia quo echando á él fuera de la go
cipe Don Carlos envió al Rey por embajador un ca bernación dol Reyno, ser cosa quo le cumplía, acor
ballero catalán, que so descia Mosen Juan Trayllaa, dó de le venir á hacer reverencia , é avisalle de lo
asi para concluir ó capitular su casamiento con la que lo con venia hacer. E como ya el Rey estaba in
Infanta Doña Isabel, su hermana dol Rey, como por clinado á ol querer del Marqués de Villena é de su
verla ó llevar nuevas do ella al Principo. De aques hermano el Maestre, é determinado entro ellos lo que
to fué el Rey muy contento, é fecha la capitulación so debia de hacer, no le mostró buena cara, ni mu
é concluida , mandó al Obispo de Astorga , que lo cho menos lo quiso oir, antes le mandó que luego
Mevase á la villa de Arévalo donde la Infanta esta se tornase ¡i Valladolid ; el qual obedesoiendo lo que
ba, é se la hiciese ver y hablar ; de ouya vista é pre su Rey le mandaba, se partió. ¡O quánto se deben
sencia el embaxador fué muy contento, é se fué pa guardar los Reyes de tener consejeros parciales de
ra el Príncipe. Tomada Viana, el Rey acordó de ir sus enemigos, é aficionados á sus propósitos é inte
en persona á poner cerco sobre la villa de Lerín, reses, é nunca dexar á los que con amor é fidelidad
donde estuvo por espacio de diez dias. E como era sirven é guardan su servicio I Ca las tales mudan
lugar enrocado é muy fuerte, no se pudo poner allí zas mas peligrosas son que seguras, mas vergonzo
cerco sin gran peligro, mayormonte que no se podia sas que honestas , á mas dignas de reprehensión que
batir ni bombardear; é por eso mandó el Rey levan de alabanza ; porque jamas pudo ser ni se vido que
tar el cerco , é tomóse á Logroño, donde llegado, los interesales fuesen sanos consejeros, ni pudo nas-
mandó derramar su gente. En este comedio vino alli cer lealtad de la arraigada mal querencia : asi que
Don Pedro Oonzalez de Mendoza, Obispo de Calahor ni del árbol inficionado salió buen fruto, ai de co
ra, hermano del Marqués de Santillana, para andar razón dañado buen servicio.
de contino en la Corte según se avia capitulado
quando él é sus hermanos se tornaron al servicio del CAPÍTULO XXXIV.
Rey ; é traxo consigo á su sobrino Don Juan, hijo del
Marqués su hermano, para que anduviese alli en re Como el Rey fué a la villa de Ocafia, é le vino i baeer reverencia
llenes donde quiera que el Rey fuese. Derramada la el Arzobispo de Toledo é el Almirante.
gonte de guerra, el Rey se partió para Aranda. Luego que el Arzobispo de Sevilla se partió, el
Marqués de Villena envió á suplicar al Rey que se
CAPÍTULO XXXII. fuese á Ocafia, lo que el Rey puso por la obra. Don
de llegado , le fué fecha relación de lo que se avia
Como el hej se vino i la «illa de Aranda é la dió i la Rejna su concertado: de que el Rey mostró algún contenta
muger. miento, creyendo que tales estaban las entrañas de
E venido el Rey á la villa de Aranda, estuvo alli dentro, quel demostraban sus lenguas por palabras.
algunos dias holgando con la Reyna, así porque la E asi fué acordado que le viniesen á hacer reveren
DON ENRIQUE' CUARTO. 119
cia cada uno por si. Luego dcnde á dos días vino plascia, é que si Garci Méndez merescia pena cor
el Arzobispo de Toledo desde Yepes, quo está dos poral por averias tomado injustamente, que fuese
leguas do Ocaña ; el qual vino muy acompañado de castigado. E llamado aquel mercader, mandóle el
señaladas porsonas, asi do los Manriques como 3o Rey no solamente dar las joyas é pagar las costas,
otros generosos varones. El Rey le rescibió muy mas hizole merced. De aquesta guisa por algún
graciosamente con alegre cara, mostrando ser con tiempo estuvieron las cosas de la justicia muy prós
tento de su servicio para estar en su consejo, y en peras, é la gobernación del Reyno en mucha orden
tender en la gobernación del Reyno. E asi aparta é grande sosiego.
dos hablaron un rato, donde paresció el Rey estar
alegre de su venida, todavía el Arzobispo mostran CAPÍTULO XXXVI.
do grand deseo ó gana do servirlo , é el Rey prome Como el Rey envió por la Reyna, c vino i parir a Madrid;
tiéndole honras ó mercedes. Acabada la habla, el
Arzobispo se tornó á Yepes , é otro dia siguien Vista la gobernación del Reyno é administración
te vino el Almirante; é llegado delante del Rey de la justicia que andaba en tanta orden, con mu
con grande reverencia dizo que protestaba de allí cho sosiego, sin turbación de cosa ninguna, el Rey
adelante le seria leal servidor : el Rey le respondió so hallaba descuidado é contento. Asi para su ma
que asi le haria muchas mercedes. Fecha su habla yor placer, acordó de enviar por la Reyna, que vi
on breve, el Almirante se despidió del Rey, é se niese á parir alli á Madrid, donde él estaba. E ávi
volvió á Yepes, é desde allí para su tierra. Eston do su acuerdo con los del su muy alto Consejo, rogó
ces el Rey se partió para Madrid, y envió á mandar á Rodrigo de Marchena que con la gente de su
al Arzobispo quo luego se fuese para la Corte, por guarda fuese por olla, é la truxese on andas, porque
que bu ida era necesaria. viniese reposada, é sin peligro de la preñez. Obe-
desciendo el mandado del Rey, fué por ella, é la
CAPÍTULO XXXV. trazo muy acompañada, según quo á tan alta Rey
na pertenescia, E como Juan Guillen tenia la guar
Como el Rey se fué a Madrid , 6 de la manera que se tenia en la da de ella, traia siempre cien rocinos en su capita
administración de la justicia. nía. Llegada la Reyna cerca de Madrid, el Rey con
Tornado el Rey á Madrid, vino allí luego el Ar todos los Grandes de su Corte la salieron á rescebir;
zobispo de Toledo, quo fué muy bien rescibido por é visto como venia en las andas, mandó que la pu-
todos los Grandes de la Corte, é tratado con mucho sieson á las ancas do su muía, porque oon mas hon
amor del Rey ; por cuya vonida fué acordado quo ra é reposo entrase en la villa hasta el Alcázar
do allí adelanto todos los viernes se avieso de tener donde se avia de aposentar, en quo se mostró el mu
Consojo público de la justicia on la posada del Ar cho amor quo ol Roy la tenia , por donde ora muy
zobispo, é que todos los letrados del Consejo de la acatada é tenida en gran reveroncia. Y si ella asi so
justicia fuesen allí convenidos , para que relatadas quisiera conservar con templada honestidad, é re
las cabaos de los pleytos que ante ellos ocurrían, girse discretamente según que estaba estimada en
determinasen lo que por justicia se avia de hacer, é tre todos, sin duda muy renombrada fuera su gran
fuese luego executado ; porque los pleyteantes no deza, é mayor la gloria de su fama ; mas como po
se gastasen : donde continuamente de aquesta guisa cas veces suelen los señores terrenales pasar sin
iban todos despachados sin dilación do tiempo é adversidad, ella como las otras también pasó sus in
pordicion de sus haciendas. Entre las otras cosas fortunios.
que alli venian á pedir justicia, acaesció quo uno
llamado Garci Méndez de Badajoz, entremetido de CAPÍTULO XXXVII.
servir al Rey de cosas interesales de qaalquier Como i grande instancia del Arzobispo de Toledo, 6 1 suplica
Buerte que fuesen , ovo tomado ciertas joyas á un ción del Marqués de Villena el Rey mandó traer a los Infantes
mercader estrangero, diciendo que porque no las a la Corte.
avia manifestado en los puertos por donde entró, las El Rey Don Juan de gloriosa memoria ovo en la
avia perdido ; é asi tomadas , presentólas al Rey. E Reyna Doña Isabel, su segunda muger, dos fijos : á
como el mercader se vido injustamente despojado la Infanta Doña Isabel, que nasció primero, y al
de lo suyo, reclamó muy ásperamente del agravio Infante D. Alonso. Aquestos dos Señores, después
é violencia que lo ora fecha, dolante del Arzobispo que el padre fálleselo, siempre el Rey los trató con
é del Marqués, presentes todos los dol Consejo ; é mucho amor é grande honra, é no menos á la Reyna
asi mostrada la verdad é su inocencia , é llamado su madre ; ca los tuvo todavía en lugares señalados,
Garci Méndez para que mostrase las cabsas por una vez en la villa de Escalono, y otra vez en la
donde avia tomado lo de aquel mercader, conoscie- villa de Cuellar. Traia con ellos en su guarda un ca
ron por su respuesta la grande sinrazón que á aquel pitán con ducientos rocines; estaban"de contino
mercader se le hacia, é condenaron á Garci Méndez proveídas sus personas do todas las cosas que les
en el principal é costas ; é mandaron que aquella oran necesarias, é convenían al estado de hijos do
- sentencia fuese notificada al Rey, para que su Al tan altos reyes. El como el Arzobispo do Tolodo y
teza mandase dar las joyas que asi avia llevado á el Marqués de Villena tenían algunos siniestros
su Cámara. El Rey respondió alegremente que le motivos, ágenos do lo que al estado del Rey con
120 CRÓNICAS DE LOS BEYES DE CASTILLA.
venia, insistieron con el Roy que mandase traer su Mayordomo Beltran de la Cueva, é conosoiondo
á los Infantes sub hermanos , para que de contino los servicios que le hacia sin enojo, parescióle cosa
anduviesen por la Corte, porque allí serian mejor convenible sublimar su persona con título de mayor
criados, y aprenderían mas virtuosas coBtumbros honra; ó así, ávido su acuerdo oon los de su alto
quq estando apartados del Rey. El Rey aviendo por Consejo, determinó de le hacer merced de la villa
bueno su consejo, mandó quo los truxesen ; é traí do Ledesma, é darle titulo de Conde. E asi determi
dos, dio cargo del Infante á Diego de Ribera, caba nado, un domingo después que el Rey ovo oído la
llero de limpia sangre , é crianza de mucha virtud, Misa oantada solemnemente, salióse á su sala real
para que fuese su Ayo, é le dotrinase como á hijo de acompañado de los Señores del su alto Consejo,
Rey pertenescia ; ¿ mandó que la Infanta Doña Isa como de los caballeros de su Corte, estando allí pre
bel de con tino estuvieso con la Reyna, de la qual sente el Conde de Armefiaque, que junto con el Rey
con mucho amor é hermandad fué siempre tratada. estaba. E estando asi, el Mayordomo Beltran de la
Cueva entró por la sala adelante con muchas nobles
CAPÍTULO XXXVIII. é generosas personas que lo acompañaban. Donde
Como la Reyna pirió una hija que se llamo1 Dolía Juana , e de llegado en presencia del Rey con humilde reveren
eonio vino el Conde de Armenauue por embalador del Iley Lola cia, hechas las cerimonias é solenidades que en tal
de Francia a confirmar las allantas enlre entrambos Reres. caso se requerían , le fué dado titulo de Conde con
Estando las cosas del Reyno en próspero estado, todas las insignias que á la dignidad pertenescen.
fallosció el Rey Carlos de Francia, é subcedió en E como aqueste Conde era magnánimo, asi de bu
el reyno el Rey Luis bu hijo ; ol qual, qnoriendo con- propia inclinación, como por la mucha parte que
. servar la antigua confederación é hermandad quo en la voluntad del Rey tenia, quiso aquel dia hacur
sus antepasados tuvieron con la casa de Castilla, en sala y fiesta al Conde de Armeñaque que presente
vió por su einbaxador al Conde Armenaquo, para estaba, é á los otros Grandes é principales de la
que se confírmase. Sabida su venida, el Rey mandó Corte ; donde mucho fué loada su liberalidad y
que le fuose fecho honrado rescibimionto, como la magnificencia ¡ porque á la verdad era tal, é tan
razón quoria, ó asi fué tratado con mucho amor, cumplido en todas las cosas, que después del nin
rescibiendo grandes fiestas, y entre ellas el Arzo guno meresció ser privado del Rey. E después que
bispo le presentó mil fanegas de trigo, é mil de asi fuó criado Conde, quiso el Rey, por dalle mayor
cebada, é mil cántaras de vino, é mil pares de ga honra, que dende allí adelante entendiese en la go
llinas, c quarenta pavos : lo qual fuó luego llevado bernación del Reyno, é anduviese en todos los ne
á su despensa. En aqueste medio la Reyna se sintió gocios en que los otros Señores do su alto Consojo
de parto, donde fuoron convenidos, teniendo & la entendían, como uno de ellos. E porque por el titulo
Reyna en medio, puestos por orden : de la una par de Conde, que asi lo avia dado , vacaba la mayordo-
te el Rey, y el Marqués de Vi liona, y el Comenda mía, hizo merced de ella á otro criado suyo, que se
dor Gonzalo de Saavedra é Alvar Gómez, secretario; llamaba Andrés de Cabrera ; el qual aunque de
de la otra parte el Arzobispo de Toledo, y ol Co poca edad en los días, era viejo on el seso é reposo;
mendador Joan Fernandez Galindo y el Licenciado de quien el Rey so confiaba, é le daba parto de sus
de la Cadena, estando la Reyna en los brazos de secretos. Este era casi medianero entre el Rey y el
Don Enrique, Conde de Alva de Liste. Tuvo en al Marqués de Villena ; porque entrambos hallaban en
guna manera trabajoso parto, é parió una hija, por él habilidad, é suficiencia para ello. Capitulada é
cuyo nosoimiento se hicieron alegrías en la Corte do concluida la capitulación do las alianzas do Francia,
muchas justas ó juego de cañas é de correr toros. ol Rey mandó hacer muchas mercedes al Conde de
Pasados los ocho dios después del parto, fué acor Armenaquo, é se partió muy contento, parcial é afi
dado que el baptismo se hiciese en la capilla dentro cionado al servicio del Rey.
de su palacio real. Baptizóla el Arzobispo do Tole
do : tenia por asistentes al Obispo de Calahorra, y CAPÍTULO XL.
al de Cartagena y al de Osma ; y fueron padrinos
De como el Rey hizo Cortes generales, é mandd jurar a la Prince
el Conde de ArmoQaque y el Marqués de Vil lena, é
sa Doña Juana su hija.
madrinas la Infanta Dona Isabel, hermana del Rey,
é la Marquesa de Villena. Sacó en brazos á la Prin Después que la Princesa Doña Juana ovo dos ^
cesa el Conde de Alva de Liste, y túvola en la pila; meses, el Rey determinó de hacer Cortes generales,
pusiéronla por nombre Doña Juana, oomo á su ma donde fueron convenidos Perlados, é grandes Se
dre. Por todo el Reyno se hicieron grandes alegrías, ñores, caballeros é Procuradores de sus Reynos. Los
asimeemo los rey nos comarcanos, haciendo merce quales ayuntados é venidos delante su Real presen -
des á los qne llevaban las nuevas. cía, é de los Infantes sus hermanos que estaban á
par de él, les dixo: «Quonto sea grande la premi
CAPÍTULO XXXIX. nencia de los primogénitos Reales, las leyes divi-
Como el Re; hito conde de Ledesma 1 Don Deliran de la Cueva, n nales ó humanas lo disponen; porque asi como es
y dio la Mayordomla a Andrés de Cabrera otro criado suyo. » cosa de mucho peligro morir los Reyes sin dexar
Pasados algunos días después del baptismo de la «subcesion, por los males é escándalos que de ello
Princesa, ol Rey veyendo los merescimientos del use signen en los reynos donde tal acaesce, asi es
DON ENRIQUE CUARTO. 121
i gran bien señalado quando place á Dios é tiene por res preñadas] quando caminan ; é fuese á la villa de
tbien dalles generación en qnien suboeda el seno- Alfaro, donde llegado, supo como ya el Rey de Ara
trio. E pues su bendita bondad quiso darme fruto gón , su tio, estaba en Tudela. E porque el Marqués
> de bendición en quien aubceda la memoria de los do Villena era prudente negociador, é sabia dar
«Reyes mis antepasados é mia, é aquella vaya é medios en qualesquier debates é contrataciones,
«pase adelante, yo le rindo infinitas gracias, é hu- mandóle el Rey que fuese de su parte á hablar con
smildemente suplico á su piadosa clemencia, quiera el Rey de Aragón. Y puesto que él obedesció el
idarme gracia, que asi se lo sepa servir é agrades- mandado del Rey, fué necesario que para seguridad
o cor, que siempre le reconozca, y nunca le ofenda. de su vida demandase que el Rey de Aragón envia
«Per tanto yo asi, como vuestro Rey é Sefíor natu- se á la villa de Alfaro al Arzobispo de Zaragoza, su
«ral, ruego á los Perlados, é mando á los Caballeros, hijo, á poder del Rey, para tener rohones, entre
si Procuradores que aqui estáis, é á los otros que tanto que él iba á Tudela á hablar con él. El Rey de
«son absentes, que luego juréis aqui á la Princesa Aragón fué muy placentero dello , é mandó á su fijo
«Dofta Juana, mi hija primogénita, é la prestéis que fuese ; el qual vino á hablar al Rey é hacerle
«aquella obediencia é fidelidad, que á los primogé- reverencia , donde fué muy bien rescibido é festo
«nitos de los Reyes se suele é se acostumbra á dar, jado. Estuvo allí un dia é una noche, hasta que el
«para que quando Dios nuestro Señor dispusiere de Marqués fué tornado , y él se fué á Tudela. Entre
«mi haya después de mis dias quien herede é reyne tanto que aquestos tratos pendían , é de cada parte
«en aquestos mis Reynos.» Acabada su habla, mandó se buscaban los medios que le cumplían , subcedió
al Arzobispo de Toledo que tomase á la Princesa que allí en Alfaro un dia vino muy súbitamente un
en loa brazos, é tomada, llegaron primero los In muy fiero y espantable nublado , tenebroso y oscu
fantesa la jurar é dar obediencia besándole las ma ro, el qual traxo consigo tan terrible pedrisco , con
nos ; á luego en pos de ellos los PerladoB é Caballe muy grande é furioso viento, que tal nunca fué vis
ros que allí se hallaron. E porque entre los Procu to entre los vivientes de aquel tiempo. Duró la tem
radores de las cibdades é villas avia algunas dife pestad por espacio de una hora; las piedras que asi
rencias, señaladamente entre los Burgalesos y To cayeron fueron gruesas é muy muchas, tanto , que
ledanos, queriéndose preferir los unos á los otros, parescia aver nevado. Fallóse que algunas piedras
alegando sus justas razones , estonces el Rey, vista de aquellas pesaban mas de una libra. Fué tanta la
su controversia, mandó que ninguno de ellos llega destrucion é daño que hizo en aquella tierra el pe
se á dar la obediencia primero, sino quien él quisie drisco, que casi por dos años no se pudo coger fru
se é nombrase. E asi llamando primero á los de to ninguno que aprovechase. Entonces visto el nial
Segovia, juraron, é después como él los nombraba, é pérdida quo á los moradores do aquella tierra les
é asi quitó la porfía. Pero cuando todos llegaron era venido , él Roy movido á compasión de su tra
delante del Rey, dixo : yo hablo por la cibdad de bajo hízoles merced de sus alcabalas é tercias por
Toledo ; hablen los de Burgos é los de León. Dada tres años , con que se pudiesen remediar de su pér
la obediencia , é pasada por autos públicos según dida. En pos de aquesto llegó nueva como la Reyna
que las leyes en tal caso disponen , el Rey por al estando un dia al rayo del sol, quo entraba por una
gunos dias reposó allí en Madrid , andando en sus ventana de su cámara, le encendió fuego en la ca
montes é holgando con la Reyna. beza , que le quemó un poco de los cabellos ; é si no
fuera presto socorrida , que le mataron el fuego las
CAPÍTULO XLI. mugeres que con ella estaban , fuera peligro de su
vida. Asi mesmo de aquel espanto avia movido un
Como el Rey se partió de Madrid , é se fué 5 li villa de Alfaro, pa hijo de seis meses , de que el Rey no solamente fué
ra quitar ciertas diferencias que estaban entre 61 y el Rey Don
Juan de Aragón , su tio , y de lo que snbeedió por entonces. pesante , mas turbado é muy triste. Sobre aquesto
ovo diversos juicios entre las personas notables del
Estando el Rey mucho á su plascer con descan Royno, pronosticando los trabajos que después vi
so, se reorescieron algunas diforenoias entre él y el nieron sobre el Rey é sobre la Reyna , según será
Rey Don Juan de Aragón, su tio, do parescia an recontado , por el proceso de la Coránica. E porque
tes esperar discordia que paz, é mayor escándalo la conclusión de los debates que entre entrambos
que sosiego. Pero porque entre ellos se tomase al los Reyes pendian , llevaba dilación, é á cada uno
gún medio conveniblo, é la rotura cesase, fué acor de ellos convenia ir á entender mas en las cosas de
dado que el Rey se fuese á la villa de Alfaro , y el sus Roynos , tomaron por expediente que para el
Rey de Aragón para la cibdad de Tudela, del rey- despacho de todo ello el Marqués de Villena oviese
no de Navarra, que ay quatro leguas de un lugar á de ir á Zaragoza, donde el Rey de Aragón, é la no
otro. Tomado aqueste concierto el Rey se partió de ble Reyna su muger se iban á reposar, é que allí
Madrid para Segovia, é llevó consigo á la Reyna. se tomaria medio , é conclusión é concordia. E ansi
Estuvo allí algunos dias, por irse ti su bosque á de el Rey se partió para Aranda á mas andar, y el
portar, é do Segovia so partió para Aran da. Donde Marqués se quedó en Alfaro, para ir á Zaragoza. E
llegado, porque la Reyna estaba preñada de tres llegado el Rey á la villa de Aranda , halló á la Rey
meses, el Rey mandó que se quedase allí, conside na flaca y descayda, asi por el espanto del caso en
rando el peligro que suele acontescer á las muge- ella acontescido , como por el mal parto del hijo va
122 CRÓNICAS DE LOS REYES DE CASTILLA.
ron que avia movido , de que sin dubda estaba muy sementera de los males que después subcedieron.
triste ; pero con la venida del Roy ella se alegró é Acabadas las fiestas, é pasados pocos dias, el Rey
convaleaoió de tal guisa, que pudo luego caminar; determinó su partida , é mandó que la Reyna con la
é partióse con el Rey , é fuéronse derechos á Sego- Princesa é los Infantes sus hermanos, ó los del Con
via , é de allí á Madrid. E en aqueste medio tiempo sejo , é toda la corte se fuese para Segovia. Y él
el Marqués de Villena se partió de Alfaro para Za con muy pocos do los suyos se fué á la villa de
ragoza, donde llegado , halló que el Rey de Aragón Atienza por verla , é holgarse alli un dia ó dos ; en
era ido al Principado do Cataluña para tornar muy la qual avia mandado labrar tanto, que casi de nue
presto. E como asi fué llegado , la Reyna lo mandó ' vo pareada ser tornada. Llegado allí , parescióle tan
aposentar, é le rescibió con muy alegre cara. Otro bien, que quiso reposar en ella mas de ocho dias, y
dia siguiente quiso que comiese con ella, é le man estuvo alli mucho á su plascer.
dó asentar á su mesa ; ó entre las otras fiestas que
alli rescibió fué una señalada , que solas las damas CAPÍTULO XLÜI.
sirvieron sin varón ninguno á la mesa de todos los
oficios quo todos los Reyes suelen sor servidos. Es Como- fallesció el Principe Don Carlos en Barcelona, y por su
muerte se rebelaron los Catalanes de todo el l'rincipadgo con
tuvo alli el Marqués algunos dias esperando la ve tra el Rey de Aragón, t embiaron su embajador al Re; con la
nida del Rey, é luego que vino, fué concluida la obidiencia de vasallos suyos , para que los rescibíese e enviase
negociación , é firmada la paz é concordia entre am socorro ; é llegó su embalador alli a la villa de Atienia ; y lo
bos Reyes. E asi el Marqués, tomada licencia del que el Bey respondió.
Rey de Aragón , é de la Reyna su mugor , se vino á Después que el Rey don Juan do Aragón sacó de
Madrid , donde estaba el Rey y la Reyna con los la prisión al Principe Don Cárlos , su hijo , é lo lle
Grandes de su corte. varon los Catalanes 4 Barcelona, nunca so sintió
bueno, ni tuvo disposición de salud en su persona,
CAPÍTULO XLH. antes la enfermedad anació tanto en él, que sin
rescobir mejoria fallesció. Por cuya muerte todos los
Como Dota Deliran de la Caen se casó con U bija menor del Mar del Principadgo de Cataluña ovieron grand senti
qués de Santillana. miento, ó se rebelaron, é pusieron en armas contra
Por la venida del Marqués de Villoría el Rey fué su Rey, disciendo quo él avia sido cabsa que mata
muy alegro, asi por avor puesto concordia entre él sen al Príncipe su hijo con hierbas, teniéndole pro-
y el Rey de Aragón, su tio , oomo por los negocios so en poder de los que le avian mas gana de matar
de la gobernación del Reyno que les daba buen ex quo darle la vida ; por donde parescia que mas lo
pediente, y el Rey so confiaba mucho dél. E como avia sido enemigo que padre , é mas desipador de
el nuevo Conde de Ledesma se vió puesto en esta su salud, que ganoso de conservarla, vistas las
do con el grande é continuo favor del Rey , deter grandes crueldades que contra él por su mandado é
minó de buscar parentela con quien se pudiese abra consentimiento se avian cometido ; de lo qual daban
zar é tenor mayor parte de valedores quando fuese cierto testimonio las claras é públioas prisiones
menester. E asi , ávido su acuerdo con el Rey, su donde lo avia tenido los tiompos pasados. E así
plicóle tratase casamiento con una hija del Marqués puestos en rebelión , haciendo públicos actos en for
de Santillana , la menor , que estaba doncella ; de ma jurídica con grandes protestaciones, enviaron
que el Roy fué muy contento , asi por lo que cum sus querellas delante la See Apostólica, publicando
plía al Conde do Ledesma, como porque ya tenia la crueldad con que duramente los trataba , no como
por mucho suyos al Marqués y al Obispo de Cala bu propio Rey, ni como Señor natural, mas como
horra su hermano. Para lo qual envió sus embala adversario é perseguidor porfioao ; por donde justa é
dores al Marqués , y él en persona habló al Obispo legítimamente , como damnificados en la vida y en
que andaba en la corte, en tal manera que luego fué la libertad contra sus fueros é privillejos, que to
concluido. E asignado el dia de los desposorios, el dos los Royes sus antepasados les juraron é guarda
Rey por honrallos , determinó de ir á Guadalaxara ron sin violencia ni quebrantamiento algnno , onde
con la Reyna é con toda su corte; donde ido, le fue visto que él anaí se los usurpaba é corrompía contra
fecho solemne rescibimiento por el Marqués é todos toda razón , que lo podían desobedecer ; por tanto,
sus hermanos. Los desposorios se hicieron con mu que ellos lo denegaban de Rey é Señor, é le quita
chas fiestas de diversas maneras , torneos, correr ban toda la obidiencia é fidelidad que hasta alli co
toros y sortija ; de noche con muchos faroles. De mo subditos é vasallos lo avian tenido , é la pasa
aqueste casamiento desplugo mucho al Marqués de ban á la casa do Castilla, é al Rey Don Enrique, su
Villena , anal por la grand parentela que el Conde verdadero Rey é Señor, á quien según derecho divi
de Ledesma tomaba con la casa de Mendoza , á cu no é humano pertcnescia el Reyno de Aragón é se
ya cabsa ternia mayor parte en el Reyno, como por ñorío do Cataluña ; al qual desde alli elogian é to
la voluntad del Rey tan inclinada para lo quorer maban por su Rey é Señor natural, é que así, como
prosperar y poner en grande estado. E siompro fué vordaderos súbditos é vasallos suyos , se ponían de-
que la envidia paro discordia, acarrea enemistad, baxo de su protección ó amparo é defendimiento
busca novedades é formas cautelosas para dañar; real. Fecho aquesto , todos en una conformidad en
asi que podemos descir que aqueste casamiento fué viaron por su embaxador al Rey un caballero letra
DON ENRIQUE CUARTO. 123
do , que se deacia Moson Copones ; el qual por temor «obidiencia asi qnitada, todos los de aquel Princi-
del Rey de Aragón é de sus gentes vino en ávito di » padgo é sus cibdades é villas muy conformes , é
simulado, hasta que llegó á la villa de Atienza, don » sin discrepacion alguna do los tres estados, ave-
de el Rey estaba. El qual llegado delante de su real » mos elegido á vuestra Real celsitud por nuestro
presencia, oon grande sentimiento, con lágrimas « Rey é legitimo é verdadero Sefior natural , á quien
en sus ojos , propuso diciendo : « Muy alto é sereni- s segund derecho divino é humano por reta descen-
«Bimo Rey : si el Rey Don Juan, nuestro Rey que i) doncia la casa de Aragón é Principadgo de Catalu-
» solía ser, se acordara de la clemoncia Real y de » fia pertenesce. Por tanto , yo en voz y en nombre
«la noble cepa gótica de Castilla, donde él descen- » de todo aquel Principadgo é sus cibdades é villas
t día, tratara á su propia carne con mayor clemencia «é lugares, por virtud de los poderes que de ellos
» é piedad que la trató. Mas como todo aquello es- « traygo , aqui vos rescibo por Rey ; é yo en su nom-
* taba desterrado de sus entrañas , y era muy age- » bre vos doy la obidiencia é fidelidad , quo como
»no de su condición, sabrá vuestra Real Magostad « subditos debemos y avernos de dar ; suplicando
» que el Principo Don Carlos de gloriosa memoria, » con quanta reverencia y humildad puedo , nos
*su hijo, estando en la isla de Sicilia mas temeroso «quiera tomar por vasallos, é amparar con su
» que contento de su padre , por las prisiones en que «sombra real. n Oida su embajada, el Rey con mu
i le avia tenido tan largos tiempos , é sospechando cha graciosidad le respondió : « Yo agradezco á los
i mayores enconvenientes é males de los pasados, » del principadgo el amor é buena voluntad que han
* tenia detorminado de estar alli apartado , asi por » mostrado en quererme por su Roy. Placerá á Dios
t no provocar la ira de su padre , como por esousar «que ellos resciban do mi no solamente muchas
t los peligros que sospechaba y después le sobrevi- n mercedes, mas tales obras , que siempre sean con-
» nieron. E quanto quier que los Sicilianos , segnnd » tontos do tenerme por Sefior. Pero porque este no-
» los privillejos do la casa de Aragón, que los primo- « gocio ob do gran importancia , é para lo aceptar so
» genitos de ella so han de llamar Royes de Sicilia, » requiere seso é maduro oonsojo, sorá necesario avor
i) lo querían alzar Rey , él deseando ser obediente é » deliberación é consultallo con los del mi Consejo,
* no salir del qnerer de su padre, jamas consintió ni » para que en ello se dé la orden que conviene. Por
■ quiso aceptallo ; antes como hijo de obidiencia «tanto, converná quo ayais paciencia hasta que yo
* dixo que quería esperar, y ver lo que el Rey su pa- «vayaá Segovia, que alli seréis respondido, é se
* dre mandaba é disponía. E como asi estuviese es- » hará lo que cumplo. » Dicho aquesto , mandó que
» porando lo que lo fuese mandado , ol Roy á ins- lo aposentasen muy bion , y se fuese en pos del
«tancia é suplicación do los tros estados de susrey- quando se partieBe. Pasados ocho días que el Rey so
n nos determinó de lo llamar é traer. Pero porque el holgó en Atienza , se partió para Segovia.
» Príncipe sin rescelo osase venir , mandó á los per-
Ti lados del estado elesiástico , é á los otros nobles va- CAPÍTULO XLIV.
> roñes é caballeros del Princípadgo de Cataluña,
> que sobre su fe y palabra real , que publicamente Como Tenido el Rey i Segovia, é llamados los de su lito Conse
jo, ovo acuerdo, é envió gente en socorro de los Catalanes.
t é con juramento nos dio, le diésemos todas las se-
» guridades que él nos demandase é á nosotros pa- Venido el Rey á Segovia, llamados los del su alto
* resoiese ser necesarias para en tal caso , que él las Consejo, les dixo : «Muchas veces avernos visto á
«guardaría inviolablemente, é lo trataría de alli » asi mesmo leido que á los altos Principes altas é
t adelante con todo amor paternal , segund que todo «grandes empresas se les suelen ofrecer, á unos con
« padre piadoso suele tratar d su hijo. E asi el Prín- «grande trabajo, é á otros con poca fatiga; é de aqui
» cipe confiándose de nosotros , é creyendo el seguro «es que aquellos se juzgan ser famosos, que con
> que asi le dábamos, vino muy alogre á la obidien- «mayor corazón las osan emprendor. E por esto los
» cia de su padre. E puesto que el Rey le resoibió «antiguos poetas dixeron que la fortuna es de tal
■ oon gracioso semblante, é mostró aver plascer con «condición compasada, que á cada uno de los varo-
s su venida , antes que mucha dilación de tiempo «nes se le presenta delante, cogidos los brazos é
«pasase, no solamente le mandó prender feamente, «descabellada la cabeza, para que quien mejor la
» é tratar oon gran crueldad , mas disimuladamente «supiere asir de los cabellos é tener que no se le
« consintió é dio lugar que su propia carne é lo que «vaya, aquella señoree é triunfe con vitoria sin te-
i engendraron sus lomos fuese á manos de alevosos ninor sus adversidades. E pues agora se me ofrece
* muerto con hierbas venenosas. E asi muerto el hi- «señalada prosperidad sin fatiga, sefiorio sin tra-
» jo , encendido con mayor saña , puso por obra de nbajo, vasallos que se me dan sin illos á conquistar,
« disipar los bienes é consumir la vida de sus vasa- nyorro manifiesto sería é cobardía de corazón doxa-
« líos, en tal manera, que ni podemos sufrir sus ho- dIIob de reBOobir. Aveis do saber quo el Prinoipad-
«mioidios, ni comportar su desenfrenada ira. Por *go de Cataluña se ha rebelado contra el Rey de
« donde justa é debidamente le podimos denegar de «Aragón á crvbsa de la prisión é muerte del Princi-
« Rey , é quitar la fidelidad é obidiencia que como «pe Don Carlos, que Dios aya; é todos los tres Es-
« subditos le debiamos ; porque si como vasallos le «tados nnidoB é conformes me han elegido por Rey
* debíamos servidumbre é temor, él como Rey nos «y por Sefior, é me han venido á suplicar con un
i avia de responder con piedad é con amor. La qual «caballero suyo, que á mi es venido por embaxader,
121 CRÓNICAS DE LOS REYES DE CASTILLA.
«los quiera rescebir por mis subditos é vasallos. E que está junto con entrambos reynos, para hacer
«porque aquesto parece disposición de la divinal espalda á los suyos é tener en sosiego aquella tier
«Providencia, ó los tiempos lo acarrean, parésceme ra, que no se osase hacer rebato ninguno. Estando
«que se debe aceptar. Por eso quiero oir vuestro pa- alli, con grande poder é triunfo de señorío, le llega
«rescer, y esperar vuestro consejo; porque de las ron alegres nuevas é prósperas mensagerias de di
«cosas deliberadas nunca viene arrepentimiento.» versas partes. Sus capitanes le hicieron saber como
Oido lo que el Bey avia propuesto, todos los del todo el Principadgo áe Cataluña era suyo muy pa
Consejo fueron maravillados de aquella tan grande cificamente. Llególe nueva como Don Juan de Guz-
novedad; é como las voluntades de los mas princi man, Duque de Medina-Sidonia, Conde de Niebla,
pales estaban divisas y en diversas aficiones pues con su gente é la de Xerez é de aquellas comarcas
tas, unos votaban que aquello no se debia aceptar al derredor avian tomado la cibdad de Gibraltar
porque era contra su tio; otros afirmaban que era de poder de los Moros ; y sabido , mandó que
cosa justa toinallo, porque su tio mas le avia sido aquella de alli adelante se pusiese en el titulo
contrario que buen pariente, quando hizo sus alian de sus ditados. Vinole otra nueva, como Don Pe
zas con los caballeros de Castilla y con el Bey de dro Girón, Maestre de Calatrava, avia tomado de
Portugal contra él. Al fin, dexadas las altercacio Iob Moros la villa de Archidona, lugar muy fuer-
nes, acordaron que Mosen Copones fuese allí llama te. Vínole otra nueva del Bey Don Fernando de
do; é venido fué preguntado qué era lo que al Bey Nápol su primo, suplicándole que lo tomase por
demandaba, ó queria que el Bey hiciese en favor suyo de acostamiento, para que con nombre de
de los Catalanes. El qual respondió é dixo que dos suyo é con su favor fueso defendido en su Beyno,
cosas eran las que principalmente pedia é deman por quanto lo guerreaban sus enemigos para lo
daba en nombre do aquellos que le enviaban : la echar del Beyno. E llególe otro mensagero por par
.primera é mas principal que el Bey los tomase por te del Papa Pío é del Colegio de los Cardenales, ro
sus vasallos, pues que ya le tenían elegido por su gándolo que quisiese hacer perpetua confederación
Bey, y el Befiorio de Aragón é Cataluña le pertenes- con la Sede Apostólica. E llególe asi mesmo otro
cia por legitima subcesion; la segunda que les en mensagero por parte de los Ginoveses ó Venecia
viase gente, para que con su favor alzasen pendones nos, diciendo que Genova se le queria dar en per
por él, é labrasen luego su moneda, é para que loa petuo vasallage de su Corona Beal, é Venecia en
defendiese de quienquiera que los quisiese guor- perpetua amistad, para ser por siempre amiga de
rear. E que pues tan sin trabajo de conquistar é de amigos y enemiga do enemigos con la Casa de Cas
gasto lo ponian en el señorío, que su Alteza no le tilla. E puesto que todas estas cosas do tan alta
debia rehusar, ni mostrar flaqueza de corazón en prosperidad é honra temporal le vinieron, era tan
dexar de aceptar lo que Dios é las gentes lo daban magnánimo, que nunca mostró mas alteración por
é ponian on las manos sin contraste ninguno. En ello, como si ninguna cosa ni oferta le ovieran fe
tonces los del Consejo, visto que el Bey se inclina cho ó ofrescido. Lo qual jnuy pocas veces suele
ba, é estaba ganoso de lo hacer é aceptar, dixeron acaescer entre los poderosos; ca bien tarde se vido
que convenia enviar para oaso tan grande señala que los altos Príncipes, á quien semejantes prospe
dos capitanes y copia de buena gente, é fué acor ridades suele acarrear la fortuna, se pudiesen abs
dado que fueson dos mil é quinientos de á caballo. tener de presuntuosa vanagloria, ó sin ramo de
E asi el Bey mandó á Don Juan de Biamonte, Prior fantasía ó de soberbiosa altivez. Pero aqueste Bey, á
de la Orden de San Juan en el reyno de Navarra, é quien propia coBa era reynar é hacer mercedes, en
á Juan de Torres, un caballero principal de la cib- salzar los hombres é ponerlos en grandes estados,
dad de Soria, que fuesen por capitanes de aquella si la deslealtad no le fuera contraria é pudiera en
gente, ó diesen orden como alzasen pendones en clavar la rueda do la fortuna, que nunca se tastor-
todo el Principadgo, señaladamente en Barcelona; tornara, ansí era singularmente magnánimo, que
por manera que en todo se diese buen recabdo qual todos las honras, prósperos sucesos, pujanza de se
cumplía á su servioio. Los quales tomada su gente ñoríos é grandeza de estado en qué viniese, estima
se partieron é pasaron sin contraste ninguno hasta ba de ser merecedor é digno de roBcebirlas. Mas
que llegaron á Barcelona, donde fueron muy bien como la deslealtad de sus falsos consejeros iba cres-
rescebidos. Llegados allí, todos los do la cibdad ciendo, su poco amor se desdoraba, é sus dañados
muy conformes alzaron pendones por el Bey, é la deseos, tratos é pensamientos se descubrían, todas
braron luego su moneda; asi mesmo por las otras las cosas de prosperidad quo asi le venian, impug
cibdades del Principadgo. nándolo ellos, las contradecían disciendo que aque
llas cosas mas eran vanas, do poca certidumbre, é
CAPÍTULO XLV. grandes gastos, quo de honra ni provecho alguno,
é mas peligrosas que seguras, en tal manera que le
orno el Rey te fué á la villa de Agreda, y de lo qoe allí hacian atibiar el corazón, no sólo para aceptallas
subcedid. como la razón queria, mas para proseguillas como
Enviada la gente al Principadgo de Cataluña, fué á los animosos varones conviene. Y asi de contino
acordado que el Bey se allegase á la frontera de buscaban exquisitas formas de dilución, con que las
Aragón é Navarra; é asi fué á la villa de Agreda, cosas aparejadas é ligeras de aver efeoto se perdían,
DON ENRIQUE CUARTO. 125
con grand infamia, mengua é vituperio del Rey, ee- «Perenísimo Señor, é muy poderoso Rey: si el Rey
gnnd que bub obras fueron claros testigos que dieron «Don Juan de Aragón, que eolia ser nuestro Rey, se
testimonio, como adelante será relatado por el pro » recordara de la grandeza Real de España, de don -
ceso. Ca por esta cabsa apartaron de cabo ol Roy mío su padre y él descendían, fuera por cierto mas
al que con entrañas leales daba sano consejo, é con » piadoso é humano para sus subditos que lo han
afición verdadera procuraba su bien é aumento de «mostrado sus obras, después que sobre nosotros
la Corona Real. Estando asi el Rey en calma, que 11 rey nó. Mas como su reynar era contra derecho, y en
no bo sabia elegir qual camino le seria mejor é mas n grande perjuicio de la Corona Real de Castilla é
provechoso para su estado, vino secretamente un «de á quien de derecho divino é humano pertenes-
escudero navarro á hablar con el Conde de Ledes- «cia, no quiso Dios que tanta sin razón padesciése-
ma, proferiéndose de le dar una puerta principal de nmos, ni que fuésemos agenados de quien eramos
Tudela de Navarra con una torre, para que el Rey «con justicia. E por eso él olvidando la clemencia
so apoderase de ella é oviese la cibdad do su mano »é benignidad que como Rey avia de tener con sus
con tanto que le hiciese alguna merced. Entonces i) subditos, no solamente fué cruel para nosotros,
el Conde habló con el Rey, é por su mandado con «mas en nombre de padre fué capital enemigo con-
certó con el escudero, dándole grandes seguridades ntra su hijo, desipador contra nuestra república, é
é promesas muy firmes, que entregada la cibdad é iidesbaratador del bien común de aquella, matándo-
apoderado el Rey de ella, le daria cierta renta de la nnos é privándonos del verdadero y li^itimo subce-
misma cibdad, é dineros de juros situados en la vi »8or que sobre nosotros avia de reynar, dando lugar
lla de Agreda. Fecho el concierto, el Conde envió » que fuese muerto con hierbas, aviéndole nosotros
con el escudero un caballero de su casa llamado Pe » asegurado de muerte é de prisión, sobre su fé é
dro de Quzman con otros veinte hombres, para que «palabra Real que nos dio é juró. Por donde los
aquel tratante les entregase la puerta con la torre n tres Estados de Principadgo do Cataluña justa é
como estaba concertado, y entregada, so alzasen «debidamente lo podimos é debimos denegar por
con ella, é serian luego socorridos; porque el Conde ii Rey, é darnos a quien de derecho pertenesciamos,
iba en pos de ellos con gruesa gente para socorre- «que sois vos, muy alto é muy poderoso Roy. E
líos. E yondo una noche, como el trato era falso, en «pues asi tan piadosamente nos aveis Señor abri-
llegando á la puerta de la cibdad fueron luego pre ngado, enviándonoB socorro de gentes é capitanes
sos, de que el Rey ovo grande enojo, é mandó al «que nos socorriesen é ayudasen é defendiesen,
Conde de Ledesma que tomase rail rocines de los «viéndonos ya libres de la cruel servidumbre en
de las guardas, é fuese sobre Tudela, é si no le en «que vivíamos con tanto temor de perder las vidas,
tregasen luego los presos, sin detenimiento que hi «venimos á vuestra Real celsitud, para que asi como
ciese luego talar las vinas é las huertas, é pusiese «allá vos elegimos en concordia, y quedamos por
fuego á toda la tierra. Pero como el Conde llegó, é «vuestros vasallos, asi acá en nombre de todos ellos
vieron todos los de la cibdad que comenzaba á talar «besamos vuestras reales manos, é damos la obi-
sacaron luego los presos é se los entregaron, é asi «diencia como á Rey é Señor natural. A cuya Real
librados, el Conde mandó cesar la tala, é se tornó «excelencia notificamos quo el Rey Don Juan ha
para el Rey. Pasados algunos dios que el Rey ovo «empeñado la villa de Ferpiñan con ciertas fortale-
estado en Agreda, fué determinado que se fuese á nzas al Rey de Francia, é se la ha entregado condi-
tener la Navidad á la villa de Almazan. » cionalmente, que le prestase ciertas mil coronas, é
«lo ayudase con gente de guerra para nos destruir;
CAPÍTULO XLVI. «por manera que ha enviado gente de armas contra
«nosotros, é destruye la tierra. Porque humilmente
Como el Rey vino a la villa de Almazan, é de lo qne allí snbeedló «con quanta humildad podemos, lo suplicamos quie-
con los Catalanes. n ra defender lo suyo, é enviar luego tal socorro de
Luego que el Rey fué venido á la villa de Alma «gente, que nuestros enemigos no nos puedan da-
zan con la Reyna é la Princesa é con los Infantes nñar, é quedemos libres é exemptos, como vuestros
sus hermanos, é aposentados los de su Corte, tuvo «vasallos, para vuestro servicio; porque sepan los
allí la fiesta de Navidad con mucho placer. En «Franceses que la casa de Castilla mató sus Pares
aqueste medio tiempo llegaron otros dos embaxado- «de Francia, é destruirá su soberbia quando fuere
res del Principadgo de Cataluña, uno Eclesiástico, «menester. Pero porque todo aquesto lleve cimiento
que era Arcediano de Girona, ó otro Caballero, que «de salud, é del buen principio se atienda próspero
se llamaba Mosen Cardona; los quales le traian la «fin, con quanta instancia podemos le suplicamos
obidiencia del todo el Principadgo con grand con «se quiera luego entitular é tomar nombre de Rey
formidad, en que le juraban por Rey, é le prestaban «de Aragón é Conde de Barcelona; porque con sólo
la fidelidad qne los vasallos acostumbran dar á su «aqueste nombre seremos amparados é abrigados é
Rey quando le resciben por su Sofior. Donde veni «defendidos; y entre todas las naciones con solo
dos, é juntados con el otro Embajador que vino pri «este apellido avremos lugar é cabida** Acabada su
mero, fueron al palacio Real; é presentado delante habla el Rey les respondió, que les agradescia mu
del Rey é los de su Consejo, con grande reve cho la voluntad é buen amor con que se avian mo
rencia el Arcediano de Girona propuso, diciendo : vido á ser suyos, é que estaba ganoso, no solamente
126 CRÓNICAS DE LOS BEYES DE CASTILLA.
de los amparar é defender, mas de hacelles muchas »rean; porque su Alteza ya vos envió dos mil, é
mercedes, como á buenos servidores; pero que para la » quinientos rocines con señalados capitanes, por
conclusión de aquello que pedían era necesario con- «cuyo socorro no vos han dañado vuestros enemi-
buI tallo con los de su Consejo, é ávido su acuerdo Dgos, é pedir agora mas gente de nuevo, es que
é deliberación, les mandaría responder con efecto. n haya de gastar de sus tesoros para vuestra libertad.
Entonces todos tres embaxadores, fecha su reveren «Mas pues tanta necesidad tenéis de gente, y con
cia, salieron muy contentos, é salidos, el Rey habló » tanta instancia la pedís, fuera razón que truxera-
con los de su Consejo, é les dixo que seria bien lúe. ítdes dinero para pagalla, porque fuérades mas pres-
go hacer é poner por obra lo que aquellos embaja »to socorridos.» Por la habla del Marqués sintieron
dores de Cataluña pedían é suplicaban, ansi de lo bien los Catalanes que el Marqués y el Arzobispo
uno como de lo otro, porque él tenia mensageros de mas eran parciales del Rey de Aragón, que verda
los principales de Aragón en que se proferían que deros servidores del Rey. E por eso Mosen Cardona
si tomase titulo de Rey de Aragón, que se levanta tomó la habla, é dixo. a Por cierto, señor Marqués,
rían por él la cibdad de Zaragoza; é ansi mestno de tesa libertad que vos decís ser nuestra es acrecen-
otros Valencianos, que le prometían de le dar á Va utamiento de la corona y estado del señor Rey mas
lencia cada é quando se llamase Rey de Aragón. E »que provecho nuestro; é si algo aquí su Alteza
que bien considerado lo que Dios asi le traia á las » gastaba de bus tesoros, era trasdoblallos de renta.
manos é le ofrescia con tan poco trabajo, que seria «Mas queríamos, Señor, saber de vuestra merced é
manifiesto error no rescebillo: por tanto, que su voto »ser certificados de una sola cosa: si dando nos-
era de avello de aceptar é poner por obra lo que » otros el sueldo que decis para dar á su Real Señoría
con tanta instancia le suplicaban, porque tarde é »la tierra del Principadgo que le ofrecemos y da
muy pocas veces se avia ofrecido semejante caso. ñinos, si seremos seguros, é tememos certidumbre
Algunos de su Consejo, los. mas principales, que mas «que su Alteza quiera intitularse de Rey de Ara-
gana avian de le ver abatido que prosperado, res iigon.» A esto respondió el Marqués titubeando, é
pondieron que las tales empresas, quando asi venían dixo que sin duda quando ellos truxesen dinero para
tan de rebato, mas era tentación humana que pro pagar sueldo á la gente que demandaban, que él
visión divina; é que aquellos que tan ligeramente soria contento de llamarse Rey de Aragón. Luego
se proferían á tan grandes cosas, mas lo hacían por que aquesto oyó el Arcediano de Girona, dixo: «Se-
voluntad de algund interese, que por gana de le ser Dfior Marqués, si aquesto que vuestra merced dice es
vir; é que su parescer era que en ninguna manera «ansi, y somos seguros de ello, muy mas cuinplida-
aquel titulo de Rey de Aragón se debía tomar hasta » mente lo quiero hacer el Principadgo de Cataluña
que todo fuese ganado é sometido á su Señoría. El » é nosotros en su nombre, porque ansi nos es man-
Rey, replicando, desoía que dezar de lo hacer, era i) dado, é traemos señalados poderes para ello de to
mostrar mas cobardía que esfuerzo, é que no era ndas las cibdades é villas, y de los perlados, condes
cosa justa que los Aragoneses é Valencianos se le «barones é caballeros señalados que en él viven y
vantasen contra el Rey de Aragón, sin que viesen » están é tienen sus tierras é señoríos, que desde
que él se intitulaba Rey de ellos, é que todavía era «el dia que su Alteza se intitulase é llamase Rey
su voto que se debía poner por obra lo que pedían » de Aragón é Conde de Barcelona, en sesenta días
los Catalanes, pues que de justo titulo le pertenescia «primeros prometemos y aseguramos que le da-
el llamarse Rey é socorrerlos. Mas como los que im «remos setecientos mil florines de oro puestos en
pugnaban é contradescian con grand instancia lo «Castilla, con que podrá guerrear nuestros enemigos
qne al Rey convenia, y fuera mejor aceptar, eran los sé quedar pacifico Rey de Aragón é nosotros libres
principales del Consejo, conviene á saber, el Arzo »é perpetuos vasallos de su Corona Real. Mas ave-
bispo de Toledo y el Marqués de Villena, los otros timos, señor, oído, é aun somos certificados, que al-
que allí estaban, puesto que veían ser sub dichos «gunos de los que estaÍB en su alto Consejo estorbáis
ágenos de la verdad é les pesaba, no tenían osadía »que su Magostad no acepte aquesta impresa tan
de votar lo contrario, ni menos contradecirlo. En naltaé gloriosa de emprender, ligera de acabar, y
fin fué acordado, porque aquellos dos lo quisieron, asegura de señorear. Pues ciertamente osamos afir-
qne les fuese respondido ¿ los Catalanes que si que Diñar, é somos ciertos, que si lo semejante fuera
rían gente, que traiesen dinero para pagalla, y se «ofrescido al Rey Don Juan que nos persigue, con-
la darían; é quanto al tomar del titulo, que el Rey «tra los reynos de Castilla, que sin tantos rodeos é
lo tomaría quando fuese tiempo. E ávido aqueste «acuerdos é dilaciones lo hubiera emprendido é
acuerdo, el Arzobispo y el Marqués con los otros «puesto los manos con mejor esfuerzo é denuedo
del Consejo salieron á la habla con los embaxadores «que acá se ha rescebido. Por ende, señores, por
é apartados con ellos, el Marqués les dixo: «El Rey «parte de aquella provincia que acá nos envia, vos
«nuestro Señor oyó vuestra embajada, y entendidos «suplicamos é requerimos, pedimos por merced é
tías cosas particulares de ella, puesto que sea bue- «amonestamos, si de fieles consejeros, verdaderos
»no lo que asi traéis á su Alteza en querer daros » servidores, é leales vasallos vos presciais, le que-
«por vasallos suyos, paresce que desdora con lo que «rais consejar que luego se llame Rey de Aragón é
«á la postre pedia, si es que vos dó gente para vues- «Conde de Barcelona, é lo acepte sin dilatar, pues
«tra defensión contra los Franceses que vos guer- «que Dios é su justicia se lo da; é los setecientos
DON ENRIQUE CUARTO. 12?
«mil florines que asi le proferimos, crea su Real al Rey quisiese verse con el Rey de Francia su Se
• celsitud que 8¡n dubda se los daremos, so pena que ñor, para dar algún modio en los dobatea del Prin
«todos tres, como aqui estamos, perdamos la vida.» cipadgo de Cataluña con el Rey Don Juan de Ara
Oído su razonamiento, é lo que tan liberalmente pro gón , fueron acordadas las vistas entre Fuenterrabia
ferían, todos del Consejo quodaron maravillados. 6 Sant Juan do Luz, pasada la fiesta do la Resurrec
Pero como el Marqués y el Arzobispo lojiian daña ción. Tomada asi la conclusión de las vistas, el Rey
das las voluntades, é muy agenas de lo que al Rey mandó hacer fiesta á este embajador, y fué que la
é á la sublimidad de su Estado convenia, respondie Reyna con todas sus damas saliera ala sala del Roy,
ron que aquello era necesario comunicarse con el donde los caballeros de la Corto danzaron con ellas,'
Rey, é que sabida su deliberada voluntad, los tor é porque el embaxador rescibiese mayor honra, qui
narían á hablar. Mas la comunicación que con el so que danzase con la Reyna. E como el embaxador
Rey hicieron fué burlar é juzgar por cosa vana lo vio q nanta honra señalada le fué danzar con tan al
que avian proferido disciendole, que mucho mejor ta Reyna, acabado de danzar con la Reyna la baxa
é mas segura cosa era tractar con el Rey de Fran é la alta , hizo voto solepne en presencia del Rey é
cia, para que tuviese forma como le diesen alguna de la Reyna que jamas danzaría con dama ningu
parte del reino de Navarra, que le cayese mas jun na, pues que con tan alta señora había danzado. El
to do sus Reynos, que no el Principadgo de Catalu Rey mandó hacer mercedes á esto embaxador , con
ña. Y puesto que el Rey fue avisado é amonestado que se partió muy contento. Luego fué acordado
é requerido por algunos del Consejo é leales servi que el Rey se partiese para Segovia con toda su
dores é criados del grande daño y engaSo que le Corte.
hacian en hacer dexar lo cierto por lo dudoso, é que
se guardase que por cosa del mundo no desampa CAPÍTULO XLVIII.
rase á los Catalanes, porque en aquello consistía la
seguridad de su Estado, la paz é sosiego de sus Como et para Rey estovo en Segovia algunos dias , y de allí se partió
Burgos , para verse con el Rey de Francia.
Reynos, no «e curó de ello, antes se inclinó á lo que
el Marqués y el arzobispo descian é le aconsejaban. Después que el Rey ovo reposado en Segovia al
E como ya ellos de secreto tenian inteligencia con gunos dias, como ya se acercase el tiempo asignado
los Reyes de Francia é de Aragón, enviaron á de para las vistas del Rey de Francia , el Rey mandó
cirles que viniese á hablar con el Rey uno de aque que la Reyna y la Princesa con los Infantes sus
llos capitanes Franceses que estaban contra Catalu hermanos se quedasen, y el Comendador Juan Qui
ña, é que el Rey se iría á la villa de Monteagudo llón en su guarda con cionto de caballo, é él con to
con muy pocos de los suyos en son de ir á caza, é da su Corte so fuese á la cibdad de Burgos, donde
que alli se tomaría algún medio. E asi el Rey se estuvo hasta que la Quaresma fué entrada , é desde
fué á Monteagudo el dia de Año Nuovo, donde ve allí se fué á Sant Sebastian. Llegado alli, como el
nido el Capitán, habló con el Roy en el campo disi Arzobispo do Tolodo y el Marqués do Villona eran
muladamente, é fué concertado con él que el Rey los mas principales por quien las cosas del Consejo
de Francia enviase un caballero principal de su se gobernaban, é tenian voluntad de sostener al Rey
Corte á concertar vistas entre ellos. T tomado aques de Aragón, rodearon por sus exquisitas formas co
te acuerdo, el Rey se tornó á la villa de Almazan, mo el Roy oviese de poner los debates de Cataluña
donde estuvo la fiesta de los Reyes con mucho en las manos del Rey de Francia, para que él sen
plascer y reposo, festejándole Mendoza, Señor de tenciase entre él y el Roy de Aragón su tío; por ma
la villa. nera que se tomase medio convenible, é se quitasen
las diferencias. El Roy, creyendo quo tales tenian
CAPÍTULO XLVII. dentro los corazones qual fuera lo manifestaban
sus lenguas, dio su consentimiento, é otorgólo co
Como estando el Rey en Almazan, vino un embaxador del Re; de mo ellos quisieron. Para conclusión de lo qual, con
Francia, é se acordaron las vistas de Faenlerrabla, é de lo que formándose con su querer y voluntad , mandó, quo
allí subeedió de aquella embaxada.
ellos entrambos y Alvar Qomez do Cibdad Real , su
Tornando el Rey á la villa do Almazan, tuvo allí Secretario, fuesen embaladores al Rey de Francia,
la fiesta de los Reyes con la Reyna é con la Prince asi para entender en la forma de la sentencia, que
sa é con los Infantes sus hermanos, pasando el tiem fuese á bu honra é provecho , como para concertar
po en mucho plascer. E no sin cabsa, que era razón las vistas quando é donde avian de ser. De aquesta
do sentirse alegre, ca se vía puesto en la mas alta embaxada se siguieron los infortunios é infamias é
cumbre de sublime estado que nunca estuvo ningún dolorosos trabajos del Rey , no solamente por la di
Rey de sus antepasados de grandes tiempos, ni tan soluta maldad que aquestos sus mensageros hicie
poderoso ni temido ni tan enjoyado , viéndose no ron é cabsaron en la sentencia que contra la honra
Bolamente poseedor de grandes tesoros, mas Señor y estado y fama de bu Rey ordenaron é consintie
do los ricos, porque todos en sus Reynos estaban ron, haciéndoso parciales do los enemigos de su Rey,
enriquecidos é nunca despechados. Pasadas asi las mas porque siendo él amonestado é requerido por
fiestas de los Reyes, vino alli un embaxador del Rey muchos de sus leales servidores quo se guardase de
de Francia, donde oida su embaxada, en que rogaba ellos é supiese cómo avia do sor engañado é des
128 CRÓNICAS DE LOS REYES DE CASTILLA.
honrado por su cabsa, no los quiso creer, é hizo con
fianza de los que le vendieron. Después que asi fue
ron entrados en Francia, se juntaron con el Rey en CAPÍTULO XLIX.
Ja cibdad de Bayona. Luego el Marqués tomó acos Como te vieron los Reyes, é de la forma que se luto en sus vis
tamiento de él, é llevaba cada un año por suyo do tas, é fué leyda A pronunciada la sentencia sobre el debate d*
ce mil coronas. El Arzobispo se alió é confederó Catalana.
con él, y Alvar Gómez quedó por su servidor, en El dia que ovieron de ser las vistas , el Rey de
tal manera, que teniéndolos por suyos, fué ordena Francia se vino á Sant Juan de Luz , que está jun
da é capitulada la sentencia á mengua é abatimien to con el rio de Fuenterrabia, é con él el Arzobispo
to del Rey é á honra é provecho del Rey de Ara de Toledo, que aquel dia comió con él ; y el Rey con
gón ; porque el fin é conclusión de todo ello fué mucha caballería é principales Señores de su Corto
mentira, é con intención de mentir é engañar al Rey, pasaron en barcas hasta la otra parte del río , donde
según que la obra dio testimonio de ello, é por el el Rey de Francia con muchos señores y perlados le
proceso de la Corónica será recontado. Luego que estaba esperando á pié. El Rey iba en una barca , y
la sentencia fué concluida, firmada é consentida por con él el Marqués de Villena y el Obispo de Cala
el Rey de Francia é por estos embaxadores, el Arzo horra , y en torno de la barca del Rey iban otras
bispo y el Marqués escribieron al Rey que se pasase muchas barcas y en ellas los Señores que aqui serán
á Fuentorrabia , donde el Rey con la caballería de nombrados. En una baroa iba Don Gómez de Cáce-
su Corte, vino luego. Llegado el Rey á la villa de res , Maestre de Alcántara, é con él muchos caballe
Fuenterrabfa, fué acordado que el Marqués viniese ros principales de su Orden ; en otra iba Don Juan
á hablar con él, é por parte del Rey do Francia el de Valenzuela, Prior de Sant Juan , con otros mu
Conde de Comenge á le notificar mas falsía» que chos caballeros de su Orden ; en otra iba Don Luis
verdades. Aunque hablando aquí sin pasión, pues de Acuña, Obispo de Burgos , con mucha notable
to que sin mucho dolor é sentimiento no Se podria gente de los suyos; en otra barca iba Don Beltran
escribir, la venida dol Conde de Comenge al Rey, de la Cueva, Conde de Ledesma, acompañado de
mas fué por colorar la falsedad é disimular la ma muy notables caballeros. En otras barcas iban otros
licia de sus embaxadores , que por ser necesaria. muy señalados caballeros de Estado, cuyos nombres
Mas como los tales insultos siempre van cubiertos seria grand proligidad contar por extenso. Todos
de alguna dorada razón , mientra que no se descu fueron tan ricamente ataviados é vestidos, quanto
bren parece que todo es oro , é después son como en ningún tiempo se pudo ver en Castilla ; tanto é
falsa moneda, que en nombre de ser buena va llena de tal guisa que los Franceses quedaron muy ma
de falso metal : asi fué lo de estos tratos que , ci ravillados. Y como los Reyes se vieron, el uno des
mentados sobre poca verdad con dañadas entrañas, de el agua , y el otro en tierra , con mucha mesura
fueron descubiertos al tiempo que no llevaban re quitaron los sombreros, é salió el Rey en tierra. El
medio. E porque todo lo que al Rey convenia fuese de Francia se vino para él, é quitados los bonetes á
de mal en peor, quisieron que en aquellas vistas, ó la par , se abrazaron ; é abrazados con acatamiento,
mas propiamente ciegas, quedase antes ofendido su el uno del otro se tomaron de las manos ; é juntos á
Roy que honrado, mas desabtorizado que tenido en la par se fueron hasta una peña baxa que está á la
estima. Ca lo que debiera ser en medio de los tér orilla del rio , donde el Rey se arrimó las espaldas,
minos de Castilla é ds Francia, hiciéronle que pa y el Rey de Francia se quedó delante de él sin arri
sase todo el rio y entrase en el reyno ageno, no mi marse, y en medio de ellos se puso un valiente le
rando á lo que la lealtad les obligaba, é á la decen brel é hermoso, sobre el qual tenian ambos Reyes
cia de su Rey convenia. Pues decidme agora, grand puestas las manos. El Rey comenzó la habla con el
Perlado é grand Caballero, ¿ qué tan buenas obras, Rey de Francia, que estaba muy atento á ella , por
qué señaladas mercedes pudisteis rescibir del Rey espacio de un quarto de hora. Acabada la habla, el
extranjero é ageno, que no fuesen muy mayores las Rey de Francia le respondió ; é luego llamó al Ar
que de vuestro Rey natural teniades rescebidas? zobispo de Toledo, y al Marqués de Villena, y al
¿ Qué interese tan grande vos pudo venir de honrar Conde de Comenge y junto con ellos á Alvar Gó
al Rey ageno, que no fuese mayor pérdida la men mez, que trida la sentencia ¡ al qual mandaron que
gua de vuestro Rey, que vos puso en su lugar, para la leyese, en que el Rey de Francia dio por su sen
negociar lo que á su estado é honra tocaba ? ¿ Qué tencia que el Rey desistiese de la impresa de Ca
pudisteis ganar en ser parciales á los enemigos de taluña , y que en equivalencia de aquella y de los
vuestro Rey, que no perdieseis mucho mas en ser gastos que habia hecho , el Rey de Aragón le diese
ávidos por traydores , no mirando al servicio de la cibdad de Estella con toda su merindad, que es en
vuestro Rey, ni perdonando á vuestras propias el reyno de Navarra, é asi mesmo chiquen ta mil
famas ? doblas ; é que todo aquesto le oviese de dar é cum
pliese dentro de seis meses. E que para certinidad y
seguridad del cumplimiento de todo ello, la Reyna
Doña Juana de Aragón se pusiese en rehenes en po
der del Arzobispo de Toledo en una villa de Navar
ra, que se dice Lárraga, la qual le fué luego entre
DON ENRIQUE CUARTO. 129
gada y puesta en ella la Reyna. E que el Rey man »á vuestra Real Magestad faltará de aqui adelante
dase á sus capitanes con la gento que tonta on Cata «sobrade muchas guerras y persecuciones, ni á los
luña saliesen de toda ella dentro de veinte dias pri «Catalanes quien los defienda en gran menosprecio
meros siguientes, é mandase á los Catalanes que se » de vuestra real Alteza, é vituperio de su Consejo.»
volviesen luego á la obidiencia de su Rey , con que E dicho aquesto, él y Mosen Cardona sin mas dila
el Rey de Aragón los perdonase. Leyda la senten- ción se salieron del Palacio, y se pasaron en Fran
dia, é consentida por ambas partes, el Rey so despi cia, disciendo á grandes voces: Descubierta es ya
dió del Rey de Francia, é con toda la caballería se la traycion de Castilla ; llegada es ya la hora de su
tornó á las barcas en que avia venido, é se fué á grand desventura é deshonra de su Rey. Pero el Ar
dormir á Fuenterrabfa. cediano de Girona y el otro su compañero se que
daron allí con el Rey hasta que se partió para Se-
govia y fué con él. Y el Arzobispo de Toledo se fué
CAPÍTULO L. á Lárraga, é le fué luego entregada. Donde vino
Como el Rey manda llamar los embaladores de Calaluna , y les luego la Reyna de Aragón , é se puso en su poder
dixo, como era necesario se tornasen i la obidiencia do so segund la forma de la sentencia. El Marqués de Vi-
Re;, el qnal les darla todas las seguridades que ellos quisie llena quedó olli por algunos dios, disciendo que con
sen, é lo qne ellos respondieron, e allí subcedid.
venia para bien de lo capitulado.
Venido el Rey á Fuenterrabfa , y con él el Mar
qués y el Arzobispo, mandó llamar a los embaxado- CAPÍTULO LI.
res de Cataluña; é venidos delante de su real presen
cia, les dixo: «El Rey de Francia, como hermano Como «nido el Rey 4 Scgovia, conosció el engaño qne avia res-
cebido, 6 lo que hizo.
a mió de armas y amigo del Rey de Aragón, con
n mucha instancia procuró que aquestos debatos de Venido el Rey á Segovia, é salida su gente de Ca
«Cataluña, por el bien de la paz é por esousar las taluña, sintió el engaño que habió rescebido en con
«muertes é daños que tan .aparexados estaban, se sentir la sentencia del Rey de Francia, é como todo
i) pusiesen en sus manos , para que determinase en aquello se ovio hecho por socar al Rey de Aragón de
» ello lo que mejor ó mas convenible le parescieso la necesidad en que estaba, é que el Arzobispo de
«para entrambas las partes ; lo que so huvo de com- Toledo é el Marqués á este fin lo avian rodeado. E
i) prometer. E segund lo que él ha pronunciado por ansi muy sentido del Arzobispo y del Marqués, con
«su sentencia, vosotros aveis de tornar á la obidien- cibió alguna enemistad contra ellos , y pensó en sí
»cia de vuestro Rey ; poro con tal condición que vos de no cumplir cobo de lo sentenciado. Y pensándo
«dé seguridad, y vos perdone lo pasado, é de aquí se remediar de tan grande pérdida, asi de la honra,
» adelante vos haya de tratar muy beniua é gracia» como del Beñorío, mandó llamar al Arcediano de
nsamente', sin mirar á cosa ninguna de lo pasado. Girona, que se ovia quedado en Fuenterrabia, é ve
«Por tanto yo vos ruego que asi lo queráis hacer, nido, habló con él largamente, rogándole que se fue
» porque paro ello vos serán dadas las seguridades se á mas andar á Barcelona, é trabajase como no se
«é firmezas que vosotros demandáredes ; y esto es hiciese mudanza ninguna, é que luego tornaría á
«necesario que hagáis, porque á mi me conviene enviarlos muy gruesa gente con que se defendiesen;
«sacar toda mi gente que allá está.» A esto respon y el embaxodor como estaba ganoso de servirlo, res
dió Hosen Copones con mucho denuedo: «Pensaba- pondió que le plascio de ir á trabajarlo con todos
»mos, serenísimo Rey, que por avernos encomenda bus fuerzas. Entonces mandó el Rey hacerle merced
ndo A la casa de Castilla y á vuestra real Excolen- é socorro, con que se partió luego. Pero puesto que
ocia, como á nuestro Rey natural, que aviamos de este embaxador iba con buen deseo , su ido aprove
«ser amparados, é somos destruidos; é que aviamos chó muy poco ; porque ya los Catalanes, viéndose
«de ser defendidos, é somos maltratados. Querría, desamparados, avian elegido por su Rey á Don
» Señor, que mirase vuestra Alteza , y estos Señores Pedro, Condestable de Portugal, y enviádole á
■ de su muy Real Consejo, é nos dixese á qué razón llamar.
«quiere que nos podamos confiar y esperar piedad
» alguna, de quien nunca la ovo de bu propia car-
i) ne, y asi tan crudamente consintió matar á su pro- CAPÍTULO LII.
»pio hijo. Nosotros nos dimos á vuestra Real Coro- Como el Arzobispo de Toledo y el Marqués de Vlllena enviaron 1
una, sabiendo muy bien que el reyno de Aragón con llamar al Rey, que se fuese i Logroño; donde llegado, le hicie
«el Principadgo de Cataluña é su señorío según de- ron entrar en la «illa de Lcrin.é lo que alli subeedió.
nrecho divino y humano le pertenencia, esperando El Rey estaba descontento del Arzobispo y del
«como suyos ser libres de las manos de nuestros Marqués, sintiéndose mucho en lo secreto de su
n perseguidores, é de nuestro capital enemigo; é poca fidelidad é menos amor que avian mostrado á
«agora somos puestos al cuchillo por quien nos de- bu honra é servicio, en lo que de ellos avia confia
«bíera amparar y defender. Poro pues así lo plasce, do. Mas como á la deconcia do los Reyes portenesce
»é quiso antes creer á sus desleales servidores é con- moBtrar en los enojos serena cara , é disimular las-
nsojeros, que tomar lo que Dios le daba, de tanto le cosas con alegre semblante , é fingir con apariencia
«certifico, y téngalo bien en su memoria, que nunca lo que en la voluntad no tienen , puesto que ansi
Cr-ÍII. 9
CRÓNICAS DE LOS REYES DE CASTILLA.
estaba sentido , nunca bu boca diaparaba palabra llos que lo avian fecho , porque él quería entender
deshonesta ni rabiosa contra ellos. Los qualea , pa en ello. Fray Fernando le respondió, que gelo avian
sados algunos diaa que el Rey avia reposado en Se depuesto personas de autoridad ; el Rey mandó gue
góVÍA, le escribieron que se fuese á Logroño con dixeae quién eran las personas ; denegó desoillo ;
su gente ¡ porque allí estaría mas oerca por cabsa de por manera que se halló ser mentira. Entonces vino
los tratos. Avida bu carta, el Rey Be fué á Logroño, alli Fray Alonso de Oropesa, Prior Qeneral de la ór-
donde llegando, le tornaron á escribir que seria den de Sant Gerónymo , con algunos Priores de su
mejor que se entrase dentro en Navarra á la villa de Orden , é se opuso oontra ellos , predicando delante
Lerín , que estaba asi por él. Entonces el Rey se fué del Rey, por donde quedaron en alguna forma los
á aposentar en ella, y estuvo allí por espacio do Observantes confusos. Pasados pocos días después
tres meses sin que conclusión alguna se diese, antes de aquesto, vino el Marqués de Villena con un nue
las mentiras se multiplicaban é las cabtelas iban vo trato que le avian movido para equivalencia do
trasdobladas sin vergüenza ninguna, tanto , que ya la merindad de Estella. Pero como el Rey estaba
el Rey cansado de sus falsías , no daba crédito al sentido y enojado de las mentiras pasadas, no le
Marqués que iba é venia con los tratos, antes quan- dió el crédito que solia, antes se apartaba de él sin
do iba al Consejo , no se le haoia la cabida que de mostrarle el amor que primero le mostraba, en tal
antes se le solia hacer y tener. E quanto quiera que manera, que al Rey crescia la enemistad, y al Mar
todo el tiempo que allí estuvo se pasó en vanidad, qués el temor y la sospecha; por donde los hierros
subcedió luego otro mas disoluto caso, y fué que del uno contra el otro se comenzaron á multiplicar.
Mosen Pierres de Peralta entró en Estela, y se apo Y puesto que aques tas cosas pasaban , el Marqués
deró de la fortaleza é del lugar, fingiendo rebelarse era astuto, á de grande sufrimiento, y con mucha
en ella contra el Rey de Aragón, para no ge la dar pasciencia disimulaba los ultrages y desdenes; pero
ni consentir que se enagenase de la Corona de Na de secreto comenzó su trato con los Grandes del
varra. E no solamente aquesto, mas para temorizar Reyno; mas para deshonrar y destruir al Rey que lo
al Rey de la 'estada en aquella villa , se echaban hizo, que para servirlo. Y esto es lo que dizeron los
algunos escritos, de ellos en las escaleras, y de ellos antiguos, que los que yerran nunca perdonan, antes
en las salas, diciendo que se guardase é pusiese sospechando la pena de sus culpas, multiplican en
grande guarda en su persona, que estaba en grande el mal. E desde alli en adelante el Obispo de Cala
peligro su vida. De manera que vista la poca ver horra y el Conde de Ledesma comenzaron á enten
dad é grand falsía de los que avian do ser leales é der en las cosas de la gobernación del Reyno, y ser
veladores de su honra, determinóse de partir, é fue casi los principales del Consejo, y mayormente el
se á la cibdad de Logroño ; el Marqués de Villena Conde, como que tanto estaba en su voluntad del
so quedó alli todavía tratando é fingiendo negociar Rey, de tal guisa, que la enemistad entre el Mar
sin provecho. Llegado el Rey á Logroño, se partió qués y el Conde quedó del todo arraigada señala
luego de alli para Segovia. damente, porque las cosas del Consejo se goberna
ban por las manos del Obispo y del Conde. Pero el
CAPITULO LUI. Rey por convencer las malicias del Marqués y no
varlas fasta al cabo, mandó que él y el Obispo de
Csm el Rey se pulió pan Safarte, y de alli i Madrid , é de lo Calahorra juntamente fuesen á Navarra para enten
que allí subcedió.
der en aquel nuevo trato que el Marqués dizo que
Mas enojado que contento llegó el Rey i Segovia, traía ; los guales fueron, é llegados allá, como las
donde reposó algunos días ; é luego se partió para cosas iban cimentadas sobre falsedad, fué tan vana
Madrid desde Segovia con la Reyna é la Princesa é su ida é de tan poco fruto, que ninguna conclusión
los Infantes. Estando alli el Rey de reposo, y con él se pudo tomar sobre ello. E acordaron de escribir al
el Obispo de Calahorra, y el Conde de Ledesina con Rey y embiarle un mensagero á le notificar como
otros algunos del Consejo, vino alli el Maestro del el Rey de Aragón é la Reyna su muger decían que
Espina, y Fray Fernando de la Plaza con otros Re en ninguna forma podian cumplir lo sentenciado,
ligiosos de la Observancia de Sant Francisco á no asi por la mucha necesidad en que estaban, como
tificar al Rey, como en sus Reynos avia grande he- porque Estella la tenia Mosen Pierres de Peralta, é
regia de algunos que judaizaban, guardando los ri no la quería dar. Entonces el Rey, oidas las vanas
tos judaicos , y con nombre de christianos retaza escusaciones, y vista la dañada voluntad del Arzo
ban sus hijos ; suplicándole que mandase hacer in bispo y del Marqués, les envió á mandar que hicie
quisición sobre ello , para que fuesen castigados. So sen lo que mejor les paresciese y se viniesen á Ma
bre lo qual se hicieron algunos sermonee ; y en es drid. Vista la respuesta, el Arzobispo soltó á la Rey
pecial Fray Fernando de la Plaza , que predicando na que tenia en rehenes, y entregó Larraga áel Rey
dizo que él tenia prepucios de hijos Christianos con de Aragón. E ansi entregada, el Arzobispo, y el Mar
versos, que avian retazado sus hijos. Sabido aques qués y el Obispo de Calahorra se vinieron juntos
to el Rey les mandó llamar, é les dizo , que aquello hasta Madrid , y estuvieron alli esperando al Rey,
de los retazados era grave insulto contra la Fé Ca- que era ido al Andalucía, y á Gibraltar, donde se
thólica , y que á él pertenescia castigarlo, é que tra- vido con el Rey de Portugal, que estaba en Cepta,
trazese luego los prepucios, y los nombres de aque según d será contado
DON ENRIQUE CUARTO. 131
ron ahorcados seis hombres de los que estaban pre
CAPÍTULO LIV. sos , de las ventanas de sus casas, como perpetrado
res del insulto; é á los otros mandó que los llevasen
Como dieron nueva al Rey que la eibdad de Sevilla estaba muy presos á Madrid. E asi sosegada la eibdad , partióse
alborotada, para se perder, j el Ker se fué alia a grande priesa,
é lo qne allí se biso. para Gibraltar.
DE CASTILLA Y DE ARAGON,
ESCRITA
COTEJADA
Y AUMENTADA
Ofrezco al público la Crónica de los Reyes Católicos Don Femando y Doña Isabel , escri
ta por Hernando del Pulgar , una de las mas importantes por su objeto y por su estilo de
las mas bien escritas que tenemos. Como desdo el principio anduvo en diversas manos, donde
se desfiguró , mudó y aun llegó á perder el nombre de su verdadero autor , no será estraño
que tomemos el asunto en su origen para hacer ver los defectos que contrajo , y la diferencia
que hay de esta edición á las otras dos anteriores.
Hernando del Pulgar , sugeto versado en letras divinas y humanas , empezó á oscribir la
Crónica de los Royes Católicos por autoridad pública el año 1482 , como parece por su Le
tra XL escrita 4 la Reyna Doña Isabel. Bien es verdad que en ella menciona lo escrito has
ta allí , pero se puede comprender que solo lo escribió por diversión , y falto de las noticias
originales ; y asi lo manifiesta la misma Crónica llena de errores en lo substancial de los he
chos , y aun en lo cronológico, pues coloca muchos de ellos fuera del tiempo en que acaecie
ron. Después prosigue con bastante exactitud, como quien vio las mas de las cosas que escri
be , y las que no vio pudo saber de sugetos que las presenciaron , y aun de los mismos que
las hicieron; y concluye en el año de noventa. El motivo porque la dejó en este estado no
sabemos , ni si le cogió la muorte , pues se ignora enteramente el año en que murió : hasta
aquí llegan las noticias que tenemos del Pulgar. Después paró esta Crónica original en ma
nos del Doctor Loreuzo Galindez do Carvajal, del Consejo de los Reyes, y éste se la entregó
á Antonio de Nebrixa para quo la tradujera (1). Tenia también Nebrixa título de Cronista
Real, y ó que quisiera aumentar esta obra, y continuarla hasta su tiempo , ó por otro motivo
que no sabemos, lo cierto es que la traduxo, y le puso aquel Prólogo ó Dedicatoria que él lla
mó Divinatio, en que mas se explica como autor que como traductor, y lo mismo repite en
la exhortación al lector. También podría conjeturarse que el encargo del Rey á Nebrixa fué
que escribiera en latin, y que este, cansado y viejo , ó no quiso fatigarse en inquirir noticias,
ó creyó que en ningún otro las hallaría mas originales que en el mismo que las había escrito
de orden del Rey ; y á esto induce el modo con que se explica al principio de su Dedicato
ria (2). Con esto queda á mi ver desvanecida la acusación que so hace á Nebrixa de que se
quiso apropiar esta obra ; y yo no creo que un hombre por tantos títulos famoso, restaurador
de la Literatura Romana en su patria, y de los estranjeros tan justamente venerado, quisie
ra arrogarse trabajos agonos que no le hacían falta para su gloria. Poco después murió Ne
brixa, con cuya muerte se perdió la memoria de su obra, y de la de Pulgar, que permanecie
ron olvidadas mucho tiempo hasta que Sancho de Nebrixa, hijo de Antonio, habiendo encon
trado la obra latina entre los papeles de su padre, la imprimió en Granada, en folio, en 1545,
junto con el Cronicón Latino del Arzobispo Don Rodrigo, y otras obras de Historia Nacio
nal, y poco después en octavo en la misma Qranada en 1550, dedicada al Príncipe Don Fe
lipe, que después fué segundo de este nombre. Como esta obra estaba en latin, corrió en sus
dos ediciones muchos años sin hacerse mención de la de Pulgar , hasta que se publicó en Va-
lladolid en 1565, también atribuida á Antonio de Nebrixa. Yo sospecho que habiéndose en
contrado entre sus papeles, se creyó desde luego sin mas examen que era suya , y con esta
(1) Galind. Prefac. al Registro de la» Joma- (2) Cui inmortalia gesta ttia latino sermone des-
da* MS. cribenda mandares. Init. Divinal.
Cr.-lII. 15
226 CRÓNICAS DE LOS REYES DE CASTILLA.
buena fe se dio al público en su nombre ; pero como había machas copias en las cuales lleva
ba el de su verdadero autor, salió dos años después con el nombre de Pulgar en Zaragoza
1567 , que son las dos ediciones que tenemos.
Mucho se ha dicho sobre esta obra , y muy varios son los juicios que de ella se han hecho;
pero también es cierto que los innumerables errores que tenia en los impresos apenas dejaban
lugar para formar juicio seguro. El Doctor Lorenzo Galindez de Carvajal, que la tuvo origi
nal en su poder, no deja de culpar al autor de poco exacto, y de que omite circunstancias, y
aun hechos muy notables, en perjuicio de personas particulares; pero no sabemos sobre qué
recaiga esta particular acusación: la falta de exactitud en los primeros años creo está bastan
te disculpada con que no tuvo originales; en los tiempos que los tuvo, no sé si otro ha sido
mas puntual en describir hasta las mas menudas circunstancias. Otros le acusan do lenguaje
grosero, algunos de que sus oraciones son prolijas, y el Arzobispo Don Antonio Agustín lle
gó á decir que le tenia por escritor bárbaro (1). A la verdad esta Crónica no está tan exacta
como lo requería el ser historia de tan grandes Principes, llena de tantos y tan varios suce
sos, y de tantos y tan ilustres varones como ennoblecieron esta monarquía en la guerra y en
la paz. Muchos de los sucesos están contados con nimiedad , otros con escasez , y en toda la
obra se echa de ver que su autor, ó no quiso, ó no tuvo tiempo para corregirla. En lo que to
ca al estilo no veo que se le pueda achacar que no fuera común á todos los de su tiempo , y
aun á todos ellos lleva muy conocida ventaja : su lenguaje es puro , cortado , sin mezcla de
latinismos ni do palabras compuestas, agradable, claro, y para aquel tiempo me atrevo á de
cir que elocuente: este dictado le dan casi todos los que de él han escrito. En las oraciones
si que es algo prolijo, pero se le debe agradecer el haber sido el primero que las introdujo en
la lengua castellana, á ejemplo de Livio y Salustio: en algunas de ellas se ven pedazos disi
mulados de uno y otro. Por fin, yo no alcanzo cómo ó por qué Don Antonio Agustín lo pu
diera llamar escritor bárbaro, y me he entretenido en esto do propósito porque no preocupe á
otros la autoridad de un tan insigne varón. Los escritores que hablan de Pulgar le dan mu
chos y crecidos elogios , que por ser tantos , y no hacer principalmente á mi propósito , me
contentaré con remitir al lector á que los vea en sus originales (2). De la vida civil de Pul
gar son muy escasas las noticias que nos quedan, pues no so sabe ni el año de su nacimiento,
ni el de su muerte, ni los empleos que ejerció, bien que do sus cartas se colige q«e era perso
na de autoridad , y que desempeñó algunas importantes comisiones. Solo advertiremos que
algunos llevados de la semejanza del npmbre, le confundieron con Hernán Pérez del Pulgar,
Señor del Salar, Capitán señalado, cuyo valor se distinguió do tal modo en la Querrá de Gra
nada, que le mereció ser denominado el de las hazañas, por las muchas y singulares que hizo
en esta conquista. Entre otras, fué muy notable cuando siendo Granada aun de Moros entró
nna noche solo con quince hombres en la Mezquita mayor, y tomó posesión de ella para Igle
sia Catedral, como después lo fué , en cuyo reconocimiento el Emperador Don Carlos le dio
privilegio de sepultura para si y sus descendientes , y de poderse sentar durante los Oficios
Divinos en el Coro do dicha Iglesia. Por la fecha del privilegio que es de 1526 , y la muerte
de este Pulgar en 1531, como dice su epitafio, se ve claramente que no es nuestro Cronista
como creyó Gonzalo Argote de Molina , y aun Don Nicolás Antonio lo puso en duda (3).
(1) Carta á Jerónimo Zurita en Tarragona a 5 de también pone el árbol de su descendencia , L.XIV,
Diciembre 1678. cap. 3, de ¡a cata de Lara, y en las Pruebat, Tom. IV,
(2) Marin. Sicnl. init. L.XX, De reb. Ilisp. Jo. pág. 577. Don Nicolás Antonio comete aquí dos er-
Vosaeus, Chron. Ilisp., cap. IV. Schott. Biblioth. rorca : ol uno en dudar si el Pulgar que compuso la
Bitp.,p. 449. Salazar, Orón, del Card. Mendoza, L. I, Crónica de los Reyes Católicos es el mismo que es-
cap. 43. Mariana, De reb. Ilisp., L.XXIV, cap. 17. críbió la del Gran Capitán, y el otro en atribuir 4
Nicol. Antón. , Bib. Nov., T. I, p. 29a. Pulgar, sea ol quo inore, esta última Crónica impro-
(3) Trae este Privilegio Podraza en la Historia sa en Alcalá en 1584, pues no es sino otra impresa
de Granada, Part. IV, cap. 49, p. 214 ; y el epitafio en Sevilla en 1527, y pertenece á Pulgar del Salar,
de su sepulcro Don Luis de Solazar y Castro, que Nicol. Antou., Bib. Nov., T. I, p. 295.
PRÓLOGO DE LA EDICION DE 1780. 2ís.
Para dar esta obra lo ma3 conforme que ser pudiese al original de su autor , se ha coteja
do con varios manuscritos, unos de su tiempo, y otros muy cercanos , por donde se ha cor
regido de los innumerables errores que tenia en las otras dos ediciones. El que principal
mente ha servido, y por donde se han corregido muchos lugares , es uno que en lo correcto
se aventaja á todos los demás, propio del Ilustrisimo Señor Don Miguel María do Nava, del
Supremo Consejo y Cámara de Su Magostad, que se conserva en su preciosa y selecta libre
ría. Otro manuscrito se ha tenido presente, que es del Señor Marqués do Alcántara, también
bastante antiguo, aunque incompleto; otro algo mas moderno de la Biblioteca del Escorial,
y uno del mismo impresor Monfort , que es el de mayor antigüedad. Este cotejo se debe al
cuidado y diligencia del Señor Don Vicente Blasco, Maestro de los Serenísimos Señores In
fantes , y Canónigo electo de Valencia , que se ha tomado el penoso trabajo de cotejar los
ejemplares impresos con los manuscritos ya citados, y con prolija puntualidad, apuntar las
varias lecciones, corrigiendo por los unos lo que faltaba á los otros, hasta dejar la obra en el
estado que se imprime, sin perdonar trabajo ni fatiga para contribuir á la perfección della y
á los deseos y esperanzas del público. También se han puesto algunas notas, pero pocas y
breves, y á mi entender necesarias, ó para corregir, ó para ilustrar, ó para añadir algún
suceso muy notable. Los autores do donde las he sacado son todos contemporáneos á los Re
yes Católicos, ó bien otros que por su oficio ó proporción tuvieron á mano las noticias origi
nales. Lo que me ha servido mucho para dicha ilustración es el Memorial ó Registro de las
Jornadas de los Reyes Católicos, del Doctor Lorenzo Galindez de Carvajal , de quien ya se
habló en el Prólogo á la Crónica do Don Juan Segundo: obra manuscrita, pero muy puntual
y exacta , poi que su autor se halló presente á los mas de los sucesos que escribe y los anterio
res sacó de un Sumario que estaba en el cuarto de la Reyua Católica. También se ha tenido
presente la Historia manuscrita de estos Reyes que escribió el Cura de los Palacios Andrés
Bernaldez, de la cual he disfrutado un ejemplar que fué de Rodrigo Caro, anotado en algunas
partes , y rubricado al principio de su mano; autor de mucho crédito, aunque algo sospechoso
en las cosas del Marqués de Cádiz que trata con sobrada afición. Las Epístolas del Protono-
tario Pedro Mártyr de Angleria , que contienen en breve casi toda la historia de aquel tiempo,
me han sido de muy particular uso, y asimismo los Anales de Jerónimo Zurita, á quien por
su puntualidad se debe un lugar muy distinguido entre los Historiadores de España.
Ya se hallaba muy adelante la impresión de esta obra , cuando me ocurrió el pensamien
to de continuarla escribiendo con brevedad , y á modo de Comentarios los veinte y cuatro
años que faltan hasta la muerte del Rey : aquellos años felices en que la Monarquía Española
con tantas y tan ilustres conquistas, dentro y fuera, fué arraigando su poder y echando los
fundamentos de la grandeza que ahora tiene. La sobrada prolijidad con quo trata estas cosas
el cronista Zurita , me hicieron pensar en la necesidad de esta obra , que creí pudiera servir
de continuación á la Crónica ; pero el deseo de publicarla luego porque el público la espera
ría con ansia, y otros incidentes no previstos , me han obligado á dilatarla ejecución de este
pensamiento , aunque no lo he abandonado.
La ortografía de la Crónica es la misma de sus originales en cuanto es inseparable del len
guaje antiguo en que escribía su autor : en lo demás se ha seguido exactamente la de la Real
Academia Española. Las correcciones se han puesto en el cuerpo de la obra por no abultarla
con varias lecciones , poniendo los textos conforme al original mas correcto , y donde habia
diversidad notable se ha notado al pié para mayor ilustración; el órden, y número de loa
capítulos, que también iba errado en los impresos, se ha corregido conforme al que llevaban
uniformemente los manuscritos. En fin , no se ha omitido diligencia ni cuidado que pudiera
contribuir á la perfección de esta obra : si este leve trabajo no fuere absolutamente despre
ciado de los doctos, habré logrado bastante, y esto me alentará á dedicar de hoy en adelan
to mis tareas en obsequio del Público y de la Nación.
CRONICA
Con el ayuda do Dios é de la Royna celestial, en su marido, que cayó en enfermedad tan grave 6
tendemos escrobír la Crónica do la muy alta ó muy larga do quo no pudo convalecer. Esto Rey Don
excelente Princesa Doña Isabel, hija del muy alto Enrique Quarto, hijo del Rey Don Juan , luego que
é muy poderoso Bey Don Juan el Sogundo de Cas muerto el Rey su padre reynó, casó dos veces : una
tilla é de León. En la qual so verá como por la con la Princesa Dofia Blanca , hija del Rey Don
gracia do Dios subcedió por Boyna en los Roynos Juan de Navarra su tio, que fué después Rey de
del Rey su padre, é casó con el Principe Don Fer Aragón : con la qual seyendo Principe estovo casa
nando bijo heredero del Rey Don Juan de Aragón é do por espacio de troco afios, durante los quales no
de Sicilia : el qual ansimesrao subcedió por Rey en ovo á ella allegamiento de varón. E por esta causa
aquellos Reynos, ó juntOB en matrimonio reynaron ovieron tan gran desacuerdo, que fué hecho por el
en toda la mayor parte de las Espartas. E porque la Papa divorcio entre ellos ; porque fué alegado por
Historia es luz de la verdad, tostigo del tiempo, ella, quo 61 era inhábil para ongondrar, é por parto
maestra y exomplo do la vida , mostradora do la del so alegaba que el defeto do la generación era on
antigüedad ; recontaremos , modiante la voluntad olla, é no en él. Hecho esto divorcio , tomó por mu
de Dios, la verdad de las cosas, en las quales verán ger á la Reyna Dofia Juana hija del Rey de Porto-
los que esta historia leyeren, la utilidad que trae á gal. E porque en las esperiencias que deste Rey Don
los presentes saber los hechos pasados, que nos Enrique se ovieron, fué hallado impotente para en
muestran en el discurso desta vida lo que debemos gendrar, los Perlados é grandes sefiores del Reyno,
Baber para lo Beguir, é lo que debemos huir para lo é comunmente todos los tres estados dél, conocien
aborrecer. Otrosi harémos memoria do aquellos que do esto su dofecto, tenian á su hermano el Infante
por sus virtuosos trabajos morocioron babor loable Don Alonso hermano desta Princesa por heredero
fama, do la qual es razón que gocen sus descen legitimo de los Reynos de Castilla. Pasados oinco
dientes. afios de su casamiento, la Royna Dofia Juana con
cibió : del qual concepto todos los del Reyno ovie
CAPÍTULO PRIMERO. ron grand escándalo, porque según la impotencia
del Rey conocida por muchas esperiencias, creian
De li generación del Re; Don Juan, ¿ como fué jando por Prin que lo concebido por la Royna, era de otro varón é
cipe é alzado por Rey el Infante Don Alonso.
no del Rey, é afirmaban que era de uno de sus pri
E para mejor información do los quo esto Cróni vados, que se llamaba Don Beltran de la Cueva,
ca leyeren, es de sabor que el Rey de Castilla Don Duque de Alburquerque, á quien el Bey amaba mu
Juan ol Beguudo, padro desta Princesa, casó dos ve cho. E por consejo do algunos que eran cerca dol
ces : una con la Reyna Doña María, hija del Rey Bey, estos dos Infantes Don Alonso é Doña Isabel
Don Fernando do Aragón bu tio, do la qual ovo un sus hermanos fueron tomados do poder de la Bcy-
hijo, quo subcodió por Rey en estos Reynos, é se nasu madre, é puestos en gran guarda ; porque do-
llamó el Rey Don Enrique Quarto. Muerta aquella IIob no se siguiesen al Bey los inconvinientes que
Reyna Dofia María, casó con la Reyna Doña Isabel, la conscioncia errada temo que le pueden venir por
hija del Infante Don Juan, que fué hijo del Rey su yerro, que siempre le acusa. Lo qual sabido por
Don Juan de Portogal, de quien ovo primero esta algunos Perlados , é caballeros, é por algunos reli
Princesa, é después ovo un hijo que llamaron el giosos do buena intención, á quien la impotencia
Infante Don Alonso. Muerto el Roy Don Juan , la del Bey para engendrar era notoria ; dellos en per
Reyna Dofia Isabel su muger, madre desta Prince sona , dellos por cartas ó mensageros, le suplicaron
sa, sintió tan grande dolor por la muerte del Rey ó aun amonestaron , que diese órden como aquel
230 CRÓNICAS DE LOS RKTB8 DE CASTILLA.
preñado se encubriese ; porque 'según la notoriedad año del Señor de mil y quatrocientos y sesenta y
é certidumbre de su impotencia, de lo que pariese cinco años. Para hacer esta división fueron reque
la Reyna, se siguiria á él disfamia, é al Reyno gran ridos Don Diego Hurtado de Mendoza, Marques de
de esoándalo. El Rey veyéndose por estonces muy Santillana, Conde del Real de Manzanares, que fué
poderoso de gentes é rico de tesoros, queriendo en después Duque del Infantadgo , y Don Pero Fer
cubrir el defecto natural que tenia para engendrar, nandez de Velasco, Conde de Haro, y Don Garoí
no quiso dar orejas á las amonestaciones é suplica Alvarez de Toledo, Conde de Alva, que fué después
ciones que sobre esto le fueron, é publicó el preña Duque de Alva, y Don Pero Alvarez de Osorio, Mar
do de la Reyna ser suyo (1). Esta Reyna parió una ques de Astorga, y Don Pero Manrique, Conde de
hija que llamaron Doña Juana : á la qual el Rey Treviño, que fué después Duque de Najara, y Don
hizo que los Grandes del Reyno é laB cibdades é vi Iñigo López de Mendoza, Conde de Tendilla, y Don
llas del, traídos por diversas maneras, unos por mie Lorenzo Suarez de Mendoza, Conde de Corufia, su
do, é otroB por interese , jurasen por Princesa here hermano, y Don Pero González de Mendoza, Obispo
dera destos Reynos para después de sus días. Del de Calahorra, que fué después Cardenal de España
qual juramento algunos Podados ó grandes seño- y Arzobispo de Toledo y Obispo deSigiienza, y otros
roa ó caballoros dol Reyno reclamaron secretamen Caballeros. Los quales, considerando los comunos
te, diciendo haberlo hecho por temor del poder daños que en los Reynos di visos se siguen, dudaban
grande que el Rey por estonces tenia. Los quales é sor en ella, especialmente creyendo que aquellos
otros algunos dende á pocos días rebelaron contra caballeros lo hacian por su interese particular, y no
el Rey, é lo embiaron á decir que no consintirian por la buena gobernación general que publicaban.
que aquella Doña Juana ovieso la subcoaion del Y sobre esto hubieron algunos consejos para se de
Reyno, pues oran ciertos que no era su hija. E de terminar mejor en lo que según Dios y razón de
mandáronle , que jurase por legitimo subcesor del bían seguir : y porque conocían de aquel Obispo do
Reyno para después de sus dias al Infante Don Calahorra ser hombre letrado , generoso, y do buen
Alonso su hermano , no embargante el juramento entendimiento , quisieron oir su voto , el qual les
que constreñidos por fuerza , habían fecho á aque dixo : «Notorio es, Señores, que todo el Royno es
lla Dona Juana, que decían ser su hija. El Rey con habido por un ouerpo, del qual tenemos el Roy ser
siderando que todos los del Reyno querían que el la cabeza ; la qual si por alguna inhabilidad es en
Infante su hermano, por ser hijo cierto del Rey Don ferma, parecería mejor consejo poner las melecínas
Juan, oviese la subcesion del Reyno, otorgólo ó in que la razón quiere, que quitar la cabeza que la na
titulóle Principe heredero de Castilla é de León. tura defiende. Especialmente debomos considerar,
Después de pocos dias pasados se juntaron Don que por razón ni por justicia podemos quitar el ti
Alonso Carrillo, Arzobispo de Toledo, é Don Fadri- tulo que nos dimos, ni privar de su dignidad al que
que, Almirante mayor de Castilla, é Don Juan Pa reyna por derecha subcesion ; porque si los Reyes
checo, Marques de Villena, que fué después Maes son ungidos por Dios en las tierras , no se debe
tre de Santiago, é Don Pedro Girón, su hermano, creer que sean subjetos al juicio humano los que
Maestre de Calatrava, é Don Gómez de Gácerea, son puestos por la voluntad divina. La Sacra Es-
Maestro de Alcántara, é Don Alvaro de Estúfiiga, criptura espresamente defiende rebotar, y manda
Conde de Plasencia, que fué después Duque de Aré- obedocer á los reyes, aunque sean indotos ; porque
valo , é Don Rodrigo Alonso Pimentel , Conde de sin comparación son mayores las destruiciones que
Benavente, é Don Rodrigo Manrique, Conde de Pa padecen los reynos divisos , que las quo se sufren
redes, é Don Gabriol Manrique, Conde de Osorno, dol rey inhábil. Y por eso los varones notables, con
Comendador mayor de Castilla, é otros Caballeros ó formándose con los mandamientos divinos, deben
Perlados del Reyno. E por algunos descontenta huir de toda división, y soyendo leales á su Rey,
mientos que ovieron del Rey Don Enrique, publi pugnar por el sosiego de su propria tierra, donde
caron del muchos defetos , por los quales dixeron hubieron el nutrimento ; porque si rehusan de lo
que era inhábile para reynar. E tomaron aquel Prín haber, allende de ser ingratos á la tierra que los
cipe Don Alonso, que era de edad de once arios, y crió, necesario les será si ella padece, padecer jun-
haoiendo división en Castilla le alzaron por Rey del
Reyno en la oibdad de Avila, en el mes de Junio (2) tobispo de Toleilo le quito la corona de la eaheia ; por la segun
da merecía perderla administración de justicia, yol Conde de
(1) Nació la Infanta Dalia Juana llamada comunmente la Bel- Plasencia le quitó el estoque; por la tercera merecía perder el
Iranejo, porque las gentes decían que era hija de Don Bellran de gobierno del Reyno, y el Conde de Benavente le quitó el bastón
la Cueva, que después fué Duque de Alburquerque, a principios que tenia en la mano ; y por la última merecía perder el trono y
del ano 1 164. reverencia real, y Diego Lopeí de Zufijga le derribó con ignomi
\*l Este memorable ineeso, que vuelve después a apuntaren nia del trono. Hecho esto, los Grandes, que ya hablan conducido a
el eap. 4, sucedió en Miércoles cinco de Junio, y es uno de loa aquel parage al Infame Don Alonso, la colocaron en el trono real,
mas singulares que se leerán en las historias. Los Caballeros que y en altas voces aclamaron : Castilla , i'.aslilla per el Reí De»
aqui nombra y otros que acaso calla por respetos particulares for Alonso, ceremonia usada en las proclamaciones de los Reyes, y
maron un teatro en una llanura cerca de Avila , donde colocaron que fue seguida de las demás acostumbradas en iguales casos. A
la estatua del Rey coronada y cubierta de luto, sentada en una esta espantosa escena se siguieron todos ios horrores de las guer
silla con todas las Insignias reales. Luego leyeron un manifiesto ras civiles que hicieron funestos estragos en Castilla. RcOere este
en que señaladamente le acusaban de cuatro cosas : por la pri hecho puntualmente Enriq. del Castillo, Crin. US. de Don Enri
mera (decían ) merecía perder la dignidad Real, y entonces el Ar que IV, cap. 74. Mariana, lio. 43, cap. 9.
DON FERNANDO É DOÑA ISABEL. 231
tamente con ella ; y por tanto es mejor trabajar por
la paz de los muchos, que caer con el mal de todos.
Otrosí debemos considerar, que si los Caballeros y CAPÍTULO II.
Perlados que se mueven á hacer tan gran novedad, Como la Princesa fué jurada por subcosora del Reyno eu los To
hubiesen intención recta para la hacer, seria buen ros de Guisando, y la concordia que hizo con el Rey Don En
oonsejo que nos juntásemos con ellos, no á hacer la rique.
división que hacen , mas á la buena gobernación Veyéndose desamparados estos Perlados y caba
que se debe hacer. Pero pues vemos que para pro lleros por la muerte del Rey Don Alonso que ha
veer á la mala gobernación del Rey Don Enrique, bían tomado , y enemistados con el Rey Don Euri
que publican, quieren hacer buena la del Príncipe que su hermano, que habían dexado, estaban en
Don Alonso, seyendo mozo de once afios, manifiesto gran temor, recelando la indinacion del Rey, á
parece, no seyendo aquella edad capaz para gober quien por cartas y por palabras, durante la divi
nar, que no por el bien [general que publican, mas sión, habían torpemente injuriado ; y no hallaban
por su interese particular que desean, quieren apro otro remedio para eu defensa, sino continuar la
piar á sí esta gobernación, no mirando que do quier scisma quo habían comenzado en el Reyno, alzan
que muchos quieren mandar, difícil es guardar ver do en él por Reyua á esta Princesa Dofia Ieabol en
dadera conformidad. Así que, Señores, ei aquellos lugar de su hermano ; porque con ella, por ser per
Caballeros y Perlados se quieren partir de la divi sona real1, y legitima subcesora del Reyno, pudie
sión que han hecho, cosa justa es que os juntéis con sen mejor dofondor sus personas y estado de los
ellos : y por vía jurídica, como hombres temerosos males que rescelaban reacobir del Roy Don Enrique,
de Dios, leales á su Rey, y saladores del bien de por lo que contra él habian cometido, y quisieran
su tierra, proveáis á la buena gobernación del Rey- luego ponerlo en obra. Y suplicaron á la Princesa
no, como aquellos que viven vida á placer del que que estaba con ellos en la cibdad do Avila, que to
da la vida, sin el qual ningún consejo , ningún uso, mase titulo do Reyna de Castilla y de León, según
ninguna dotrina vale, instruye, ni aprovecha. Y si lo tenia ol Rey Don Alonso su normano , pues le
todavía quisieren insistir en la división quo han pertenecía do derecho ; y quo todos los Caballeros
principiado , mi pareceres, que nos apartemos de y Perlados, y las cibdades y villas que estaban por
hombres scismáticos, que mas parece que se oponen él, ost avian á la obediencia della, y el Rey Don En
á impedir la razón que á evitar el escándalo.» Oídas rique no habría lugar de dar la subcesion dol Rey-
estas razones que el Obispo dixo, todos aquellos ca- no a aquella Doña Juana que decia ser su hija. La
balloros y otros parientes y parciales so determina Princesa, a quien no habia placido la división pa
ron á sostener la parte del Rey Don Eurique, y no sada, por las dcstruictoneB y tiranías que de oontino
ser en la división del Reyno, que aquellos otros ca veía crecer en el Reyno, doliberó de no tomar títu
balleros hicieron ; y pelearon unos contra otros en lo de Reyna en vida del Rey su hermano, y de se
la batalla real que se ovo cerca de la villa de Ol conformar con él, si quitos los escándalos, le jurase
medo (1) , donde fueron vencidos los del Rey Don para después de sus días la subcesion del Reyno que
Alonso. El qnal vivió en aquella división tres afios le pertenecía, según habia hecho al Principe Don
con titulo de Rey, en poder de aquellos Perlados y Alonso su hermano. Con esta voluutad do la Prin
caballeros ; y luego murió de pestilencia en Carde- cesa se conformó Don Juan Pacheco, Maestre de
fiosa , aldea de la cibdad de Avila (2), estando con Santiago, el qual mostraba ser arrepentido de la di
él el Arzobispo de Toledo , y Don Juan Pacheco,, visión pasada, y aun se cree que el pecado do la in
que era ya Maestro do Santiago, y ol Condo do Pla- gratitud lo acusaba gravemente ; porque habiendo
sencia, y ol Conde de Benavento, y otros algunos seydo criado del Roy Don Enrique , y de quien re
do los caballeros y Perlados que le habían alzado cibió los biones y el estado grande que tenia, le ha
por Rey, según que en la Crónica del Rey Don En bia errado, seyendo principal causa de aquella di
rique mas por extenso se recuenta. visión pasada ; durante la qual habia visto muchas
veces su persona y estado y de sus parientes on
(I) Ella batalla fué Jueves veinte de Agosto, dia de San Ber grandes aventuras y destruioion : y asi por esto, co
nardo de 1467. Fueron desbaratados los del Rey Don Alonso, el mo porque sabia bien que el Rey le perdonaría; y
Arzobispo de Toledo herido en nn brazo, tomado el pendón real allende de le perdonar, estaría á su gobernación en
y presos el Conde de Lana , el Conde de Alva , Pedro de Fonlive- todas las cosas, tuvo manera que so moviese habla
ros y algunas otros Sefiores principales. El RcyfDon Enrique, ere-
yendo ser perdida la batalla , se retird a una aldea vecina, de don- de concordia entre él y la Princesa su hermana; y
, de no salid hasta que le halló allí triste j confuso el mismo Cro embiáronle á decir que si su voluntad, quitos todos
nista que lo redero y le did la nueva del vencimiento. Enrique, rigores, le quisiese otorgar la subcesion destos Rey-
Crin, de Enrij. IV, cap. 9í¡. nos para después do sus dias, pues le pertenecía de
(1| Mirtos en la noche a cinco de Jallo de 1463. El Cronista de
Enrique IV nota que tres días antes se habla esparcido la nueva derecho, ella y los Caballeros y Perlados que con
de su muerte por todas las ciudades del Iteyno. Tal vet en eso ella estaban , vernian luego á su obediencia, y le
debld fundarse la opinión de los que dijeron que habla muerto de servirían ; y estando él y ella concordes en la sub-
veneno, y aun Alonso de Patencia asegura que se lo hizo dar el oesion del Reyno, cesaría la división, y los robos, y
Marques de Villena. Otros con Pulgar atribuyen su muerte i la
pestilencia que reynaba en aquellos lugares. Enriq. del Castillo, tiranías, é otras desobediencias que en él habia , y
Crón. ie Enriq. IV, cap. 113. Mariana, lit. 23, cap. 11. él en su vida seria único Rey sin contención. En es
232 CRÓNICAS DE LOS REYES DE CASTILLA.
te trato de concordia entendieron Don Alonso de algunos de sus privados conociendo que su costum
Fonseca, Arzobispo de Sevilla, y Andrés de Cabre bre y natural inclinación era dispuesta a doleytcs
ra, Mayordomo del Rey , que después fuá Marques y aborrecer negocios, conformaron su consejo con
de Moya ¡ y estos dos le dieron á entender que lo lo que conocían de la condición dol Rey ; y decían
debia hacer, pues la esperioncia de las cosas posa le, quo pusiese on obra aquello que el Arzobispo do
das lo amonestaba guardarse de las futuras, y lo Sevilla y su Mayordomo Andrea de Cabrera lo
mostró el peligro de su estado y el daño acaecido aconsejaban, y el Maestro de Santiago le embiaba
en sus Reynos, por tener aquél propósito ; y que en á decir ; porque visto por los del Reyno la confor
esto principalmente serviría á Dios, porque cesante midad del y de la Princesa su hermana , cesarían
la división, cesarían los males que della se espera los deseos molos de los hombres criminosos, que
ban, y él gozaría del fruto de la paz, y seria libre tenían puesto el Reyno en guerras y tiranías. De
de todos trabajos y gastos , y dol poco reposo y cíanle asimesmo que el Maostre do Santiago ver-
quietud que su persona padecía. Algunos do los que nia ásu corte, y continuaría con él on su servicio, y
cerca del Rey estaban, y deseaban que fuesen puni y quo según las habilidades del Maestro , y ol po
dos los caballeros y Perlados que babian puesto der grande quo tenia en el Reyno , con bu mano y
división en el Reyno, trabajaban do indinar al Rey oonsojo seria Roy temido y obedecido. Y de secre
contra ellos ; y decíanle que bien sabia quantos ca to le decían, que como quier que por agora otorga-
sos Dios lo habia ofrecido en los tiempos pasados so la subcesion á bu hermano la Princesa, pero des
para castigar á aquellos sus deservidores , que pu pués bo podia tener en tal manera quo so la quitaso,
blicando voz de justicia y do buen regimiento del casándola fuera dol Reyno , ó on otra forma que
Reyno, lo habian puesto en escándalos, robos, y ti para ello se daría , estando on su poder ; lo qual no
ranías ; y que nunca se dispuso á exccutar en ellos asi bien so podia hacer estando fuera del. Y que
las penas en que babian incurrido por el grave cri podia casar la que decía ser bu hija con tal perso
men que cometieron. Decíanle asimesmo, que con na á quien apoderase del Reyno, on tal manera quo
siderase agora que la muerte del Príncipe su her su hermana la Princesa no pudiese en él tener par
mano en tal edad y tiempo venida, era un caso ma to. El Rey oidas aquellas razones, con esperanza de
ravilloso que Dios ofrecia , para que hubiese lugar poner en obra lo que on secreto sus privados lo de
la ezecucion de su justicia, contra aquellos que pos cían, acostóse al partido que el Arzobispo do Sevi
puesta la obediencia debida á su Rey, tan rotamen lla, y su Mayordomo Andrés de Cabrera lo movie
te habian maculado su persona real, diciendo que ron, y díxo quo le plació otorgar la subcesion del
no era hábile para reynar, y que era hombre efomi Reyno á su hermana la Princesa, y que ella y oí
nado, y que habia dado de su voluntad la Reyna Maestro de Santiago viniesen á su corte, porque
su muger á su privado Beltran de la Cueva, á quien pareciese en todo el Reyno la concordia que ha
hizo Duque de Alburquerque, cuya hija afirmaban bió entre ellos. La qual fué asentada con condi
que era aquella Doña Juana, y que era odioso á la ción, que el Rey dentro en quatro meses embiaso
justicia, y distribuía el patrimonio real á sus pri á la Reyna DoBa Juana su muger, y aquello Do
vados, y á quien ellos querían con gran prodigali ña Juana que habia parido , á Portogal , y pro
dad y disolución , y quo era envuelto en luxurias y curase con el Popo divorcio del casamiento he
vicios desordenados, y otras cosas feas ; y quo no cho entre él y ella, porque aquel no bo había po
solo las habian dicho , mas aun las escribieron por dido celebrar entre ellos legítimamente en dero
sub letras al Papa, y las publicaron por toda la gación del primero matrimonio que habia celebra
Christiandad ; cuyos trefilados estaban hoy en todas do con la Princesa Doña Blanca su primer muger.
las cibdades é villas destos Reynos. Decíanlo asi Iten, que diese á la Princesa su hermana las cibda
mesmo, que todas estas cosas habiendo lugar de Be des de Avila, y Buete, y Molina, y Medina del Cam
castigar y no se castigando, parecía otorgar las in po, y Olmedo, y Escalona , y Ubcda, para sostener
habilidades que aquellos Perlados y caballeros tan su estado. Lo Princesa otorgó, quo guardando el
rotamente del habian publicado. Las qualea eran de Rey esto que le habia prometido, no cosaria sin su
tal calidad, que ni eran perdonables, ni los que las licencia ; y desta manera fué asentada concordia
dixeron eran dignos de perdón ; porque no lo ve entre ellos. Don Diego Hurtado de Mendoza, Mar
nían á pedir con aquella humildad y arrepentimien ques de Santillana, y Don Poro González de Men
to que deben venir aquellos que conociendo sus doza, Obispo de SigUenza su hermano, que fué des
yerros merecen ser perdonados, antes perseverando pués Cardenal de España y Arzobispo do Toledo, y
en ellos, le requerían que quitase la subcesion á la Don Pero Fernandez de Velasco, Conde de Ilaro,
que decía ser su hija , para quo so diese á su her que fué después Condestable do Castilla, y otros al
mana. Otrosí le decían, que ninguna cosa podia ser gunos Perlados y caballeros , que según habernos
mejor que la paz ; pero que asi como la vida sin dioho no quisieron ser en la división pasada, y tu
paz no es vida, menos la vida sin honra so puedo vieron siuiupro la porte del Uoy Don Enrique,
á los reyes decir vida ni paz, la qual se debia pro quando supieron la concordia que el Rey sin gela
curar por guerra , cuando sin guerra no habia lu hacer saber habia concluido con lo Princesa su her
gar la razón ; y decíanle otros cosas para le provo mana, fueron muy descontentos ; porque habiéndo
car á indignación contra aquellos caballeros. Otros le bien servido , y peleado por él en la batalla que
DON FERNANDO É DONA ISABEL. 233
hubieron cerca de Olmedo con el Roy Don Alonso venir servirle de tal manera, que perdiese todo eno
su hermano, en remuneración del premio que por jo dolíos. T que en esta concordia quo se haoia entre
la virtud de su constancia dobian haber, los dexa- él y la Princesa su hermana, se daba tal sosiego en
ba fuera de aquella concordia ; y recelando quedar {ua Reynos, quo Dios seria servido, y él obedecido de
en alguna inclinación con la Princosn, y en des- sus subditos. El Rey recibió bien á la Princesa su
aouordo con el Arzobispo do Tolodo, y con el Maes hermana, y á aquollos Perlados é caballoros que con
tre de Santiago, y con los otros caballoros y Perla ella vinieron. E luego el legado del Papa Antonio
dos que con ella estaban, embiaron á decir al Rey, de Vénoris Obispo de León, que fué después Obispo
quo ellos habian sabido como determinaba pordo- de Cuonoa é Cardenal , por la autoridad que tenia
nar aquellos caballeros y Perlados que con ol Rey dol Sumo Pontifico, á pedimiento del Rey, absolvió
Don Alonso su hermano habian hecho división en á aquellos Perlados é caballeros é á todos los otros
estos Roynos, y le placia declarar á la Princesa su del Reyno, del primero juramento que habian he
hermana por subcesora dellos, do lo qual les placia cho, quando en las Cortes de Madrid juraron por
mucho, porquo creian cosar por osta causa todos Princesa á la otra Doña Juana, que se decia hija del
los oscátidalos y guorras on el Royno ; pero que lo Rey. E ansi absueltos , luego el Rey dixo que do-
suplicaban, si acordaba perdonar á aquellos caballe olaraba la subcesion de los Reynos de Castilla é de
ros y Perlados quo habian soydo sus desorvidores, León para la Princesa Dona Isabel su hermana que
no condonase 4 olios quo oran sus sorvidores, pues estaba prosento, 6 la constituía por logltima boro-
con tanta constancia ó loaltad lo habian servido. T dora é señora dollos dospucs do sus días ; por quan-
si entendía que era bien quitar la división entre él to confesaba, quo por ser fallecido ol Principe Don
y la Princesa su hermana, no la dexase entre los Alonso su hermano , no quedaba otro verdadero
Perlados y caballeros do su Reyno, quo por causa Bubcesor ni legítimo herodoro del Royno, salvo ellu.
suya habian seydo divisos : porque aquellos que B juró & Dios é á Santa María é á la señal de la cruz
por le servir so enemistaron con ellos, no quedasen en manos de aquel Legado del Papa, de nunca gola
fuera de aquella concordia, y padeciesen los daños perturbar ni contradecir en ningún tiempo ; é man
que con su mano real les podrían hacer, estando Iob dó á aquellos Perlados é caballeros que eran pre
otros con él on su corte, y ellos absentas. Oídas es sentes, é á todos los otros de sus Reynos , é á las
tas razones, bien quisiera el Roy, quo luogo se hi- oibdades é villas é tres Estados dollos, que le jura
ciora reconciliación de los caballeros do la una par sen en la subcesion según que él lo habia jurado.
to y de la otra ; pero su espíritu inclinado á quio- Hecho por el Rey este juramento, los otros Caballe
tud, y ageno do todo negocio, le sometía á la go ros é Perlados que allí estaban, juraron solennemon-
bernación del Maestro de Santiago, de tal manera to en manos de aquel Logado del Papa á esta Prin
que ninguna cosa hacia salvo lo que él ordenaba. T cesa Dona Isabel por subcesora do los Roynos de
por su consejo determinó que se hiciese luego la Castilla é de León, y heredera legítima dellos, para
concordia suya y de la Princesa su hermana, y des después de los días del Rey. E desto mandó dar
pués so entendería en la reconciliación de los ca sub cartas para todos los Grandes é caballeros, é
balleros de la una parte y de la otra ; y para esto para las cibdades é villas dol Reyno, haciéndoles
acordaron, que el Rey que estaba en Madrid vinie saber esta concordia, é las condiciones delta. Y em-
se para Cadahalso aldea de la villa de Escalona ; y bióles mandar que jurasen por heredera destos Roy-
la Princesa, y el Arzobispo de Toledo, y el Maestre nos á la Princesa su hermana para después do sus
do Santiago, y el Conde de Plasoncia, y los caballe días, según quo él ó los otros Perlados ó caballoros
ros quo estaban con ella en la cibdad de Avila, vi que con él á ello fueron presentes , lo habian jura
niesen para Zebreros. Vonidos á aquellos lugares, do (1). Hecho el acto deste juramento, luego el
acordaron un dia que Be juntasen en los Toros de Rey é la Princesa, é con ellos el Maestre do Santia
Guisando , quo era en comedio de un lugar y de go, y el Arzobispo de Sevilla, y el Conde de Plaseu-
otro ; é alli se juntaron el dia asignado el Rey y la oia, y el Conde de Benavente, y el Conde de Osor
Princesa su hermana, y el Arzobispo de Tolodo, y no, é los otros Perlados é caballeros que vinieron
el Maestro do Santiago , y Don Alvaro de EstúDiga con la Princesa, fueron con el Rey para la villa de
Conde de Plasencia, y Don Rodrigo Alonso Pimen-
tel Conde do Benavente, y Don Gabriel Manrique (1) Hitase esU concordia en los Toros de Guisando, Lunes 19
Conde do Osorno, y el Arzobispo de Sevilla, y Don de Setiembre de 1468. Es estrado no «punte el Cronista los es-
Iñigo Manriqno Obispo de Coria, y Gómez Manri- Plenos que con esta novedad hlio la Hcjna Dolía Juana. La qual
sabido en Pojlrago el omenaac que se habia prestado i su cufia
quo su hermano, y los otros caballoros y Ricos- da, j que quedaba por snecesora del ftejno despacs de la muerte
Ornes que venian en la Princesa. Venidos á aquol de su hermano, erobló a Luis Hurtado do Mendoza (el mismo que
lugar, el Maestre do Santiago llegó al Rey, y le la habla sacado de la lorlaleza de Alahejos ) con plenos poderes
dixo, que si algunos deservicios el Arzobispo de •1 Legado del Tapa, anle quien interpuso su apelación una, dos y
tres veces, en forma dedereeho, para el Tapa Paulo II, protestan
Toledo y él y aquellos caballeros y Perlados que do que todo lo hecho fuera nulo y de ningún valor por el perjui
siguieron la via del Rey Don Alonso su hermano, cio que seguía a su hija Hola Juana. Hecho lo qual y pedido de
habian hecho á Su Señoría en los tiempos pasados, ello testimonio se toldo a la Reina. Pero el mismo Cronista que
le suplioaban que los perdonase y olvidase todas lo refiere dice que la tierna Dolía Isabel, aunque lo supo, lo tuvo
por cosa vana. Galind., Memor. de lot Reyes Cató/te. MS. año 1401.
las oosas pasadas : porquo ellos entendían en las por ' Enriq. del Castillo, Mnie. de Enriq. IV, etp. 116 y 118.
234 CRÓNICAS DE LOS BEYES DE CASTILLA.
Madrid ; y ol Arzobispo de Toledo fué á su tierra, é taba con ella por guarda : la qual tovo manera con
desde Madrid acordaron de ¡r para la villa de Oca- él, que una noche la descendiese por la cerca de la
fia, do se juntaron los Procuradores del Reyno, se- fortaleza ; é teniendo bestias aparejadas andovo
(jun estaba ordenado. aquella noche, y esto Don Pedro con ella, fasta que
otro día llegaron á la villa de Buytrago donde es
CAPÍTULO III. taba su hija Dofia Juana, á la qual tenia en guarda
Don Ifiigo López de Mendoza, Conde de Tendilla,
Como salid li Reyna Doña Juana, muger del Rey Don Enrique, hermano del Marqués de Santillana.
de Alahejos , 6 fue a lluytrago.
É paramas clarainformacion de aquellos que es CAPÍTULO IV.
ta historia leyeren, es de saber, que la Reyna Dofia
Juana inu'ger deste Roy Don Enrique, por cierto En que se sigue la platica habida sobre la snbeesion del Hejni
cutre la Princesa ¿ la Reyna Dona Juana.
pacto que hizo se obligó de estar algunos dias en la
fortaleza do Alahejos en poder del Arzobispo de Quando la Reyna Dofia Juana sopo que el Lega
Sevilla, cuya era aquella villa. Esta Reyna, corno do del Papa habia relazado á los Perlados é Gran
en la Crónica del Rey Don Enrique su marido debe des del Reyno el juramento que á su hija Dofia Jua
ser relatado, deleytándose mas en la hermosura de na hicieron al tiempo de bu nasci miento, é que el
su gesto que en la gloria de su fama, ni guardó la Rey y ellos por su mandado y en presencia suya
honra de su persona como debía, ni menos la del habían jurado & la Princesa Dofia Isabel por Prin
Rey su marido. É la causa deste hierro , algunos cesa y heredera do los Reynos, pesóle mucho, é de
querían afirmar que procedía della , por ser muy cía que aquel juramento no se debiera hacer, por
moza y hermosa, é muger á quien placían hablas de ser contra el que á su hija Be habia hecho; ó á fin do
amores é do las otras cosas que la mocedad suele ja hacer subcesora de los Reynos, quería dar á en
demandar é la honestidad debe negar. Otros algu tender que era hija del Rey, diciendo que por tal
nos certificaban, que la principal causa de sus yer Be debia tener , pues habia nasudo en su casa du
ro habia seydo el Rey , á quien placía que aquellos rante el matrimonio del Rey é suyo. Pero esto é
sus privados, en especial aquel Duque de Albur- quanto la Reyna podía decir en favor de su hija,
querque oviese negamiento á ella : é aun se decía carecía de fundamento , porque se tenia por muy
que él mandaba é rogaba á ella que lo consintiese. cierta la impotencia del Rey ; la qual por muchas
Este yerro, quier procediese della, quier del ó de experiencias era conocida , é señaladamente porque
ambos á dos, fué tan notorio en todo el Reyno , que á todo el Reyno era notorio que estovo casado con
los caballeros é Perlados que alzaron por Ruy al la Princesa Dofia Blanca , hija del Rey Don Juun
Principe Don Alonso, la principal causa que ovie- de Navarra, por espacio de trece afios é mas, en los
ron para la división que hicieron, era haber dado quales nunca ovo á ella acceso como marido lo de
el Rey esta Reyna su muger á aquel su privado be á la muger , ni menos se halló que lo oviese en
Don Beltran de la Cueva, A quien habia hecho Du todas sus edades pasadas á ninguna otra muger,
que de Alburquerquo, ó que aquella Dofia Juana ora puesto que amó estrechamente á muchas, ansi due
hija de aquel, é no del Rey. Esto bo afirmaba por ñas como doncellas de diversas edades y estados,
que había en su palacio y en sus retraimientos con quien habia secretos yuntamicntos, é las tovo
grandes é casi manifiestos indicios que lo afirma de oontinoon su casa, y estovo con ellas solo en
ban ; é allende desto por la vulgar opinión era creí lugares apartados, é muchas veces las hacia dormir
da la impotencia del Rey, porque siempre tovo co con él en su cama, las quales confesaron que jamas
municación con otras mugeres, é procuraba de con pudo haber con ellas cópula carnal. É do esta im
tino estar cerca dolías, é nunca se halló antes ni potencia del Rey, no solamente daban testimonio
después haber llegamionto de varón á ninguna (1). la Princesa Dofia Blanca, su muger, que por tanto
Esta Reyna estando en aquella fortaleza do Alahe tiompo estovo con él casada, é todas las otras mu
jos fué prefiada de un mancebo sobrino del Arzo geres con quien, como habernos dicho, tovo estre
bispo de Sevilla que se llamaba Don Pedro , que es- cha comunicación, mas aun los fínicos é las muge-
res é otras personas que desdo nifio tovieron cargo
(1) Enriquez del Casulla atribuye este becho de la soltura de la de su crianza. É como era pública la impotencia
Reina a un Luis Hurlado hijo de Ruy Dial de Mendoza, quien di del Rey, é que la Reyna Dofia Juana no guardaba
ce que la descolgó en un cesto, y que habiéndose roto la soga se la honestidad de su persona, adulterando con al
lastimó la cara y la pierna derecha, pero que poniéndola a las an
cas de su muís U llevó con seguridad a Uujtrago. Nada menciona gunos privados del Rey é con otros , nunca aquella
del otro suceso que apunta Pulgar, ni podía estando en servicio Dofia Juana fué tenida ni reputada por hija del Rey,
del Rey so marido, pero en algunas partes de su Crónica no deja antes se creyó é afirmó generalmente por todos des
de iustnuar el mal porte y poco recalo de esta Reyna, i quien, de el dia que se publicó ser concebida , aquel con
con lodo, no lia faltado quien defendiera, diciendo quo se puede
sospechar que gran parte de estas fábulas se forjaron en gracia cepto ser de Don Beltran do la Cueva, Duque de
de los Reyes Don Fernando y Doía Isabel, quando el tiempo ade Alburquerque, é no del Rey. É si por ser nascida
lante reynaron , y que les dld probabilidad la flojedad grande y durante el matrimonio del Rey é do la Reyna oomo
descuido del Rey Don Enrique , junto con el poco recato de la la Reyna decía, habia do sur reputada é tenida por
Reyna y su soltura. Mariana, lib.it, *f. itlt. Enriq. del Castillo,
Crome., C«j>. 115» hija del Rey , é por consiguiente haber de heredar
DON FERNANDO É DONA ISABEL. ' 235
al Rey, é subceder en los sus Reynos , por la misma cir por la honestidad, y por excusar escriptura que
razón hablan de ser tenidos é reputados por hijos sea en injuriado persona Real ; y aun las reconta
del Rey , é con mayor razón heredar estos Reynos das se dexarian, salvo porque la fidelidad nos obli
por ser varones, Don Fernando y Don Apóstol , hi ga á recontar algunas cosas de las que en verdad
jos de la Roy na é de Don Pedro de Castilla , que al pasaron sobre eBta materia , especialmente algunas
presento so criaban en Santo Domingo ol Real do de aquellas quo muestran claramcuto el derecho quo
Toledo, en poder de la Priora de aquel Monasterio, esto Princesa Dona Isabel tovo á la subcesion des-
tia de aquel Don Pedro, pues habían nascido de la tos Reynos. Y con toda verdad podemos testificar
Rey na también como aquella Doña Juana, durante que el Rey mandó prender por causa dcste adulte
el mismo matrimonio del Rey y suyo. Y por estos rio á aquel Don Pedro, lo qual sabido por la Reyna,
causas é por otras , todos los mas Perlados é Gran atribulóse con tantos lloros, que el Rey no podien
des del Reyno, á quien el Rey á instancia y por do sufrir la pena contina que veia recebir a la Rey
instigación de la Royna, hizo jurar á esta Doña Jua na, le mandó soltar. Ninguno tenga por cosa grave
na al tiempo que nasció, hicieron reclamaciones en de creer esto que leyere doste Rey ni de otro algu
secreto y protestaciones que hacian aquel juramen no, que siguiendo sus apetitos y dándose á vicios,
to contra su voluntad, y cost reñidos por temor que pierda el verdadero conocimiento de los cosas , y so
habian del absoluto poder de que por entonces el convierta en naturaleza flaca. Porque este es el fru
Rey usaba, y do la gran parte que la Reyna tenia to que dan los deleytes carnales al que dellos se de-
en su voluntad. Pero quo cada y quando viesen xa vencer, y no sabe quando mozo resistir las ten
tiempo, en que sin manifiesto peligro do sus perso taciones y combates que recibe la mocedad flaca do
nas y estados pudiesen hacer lo que debían , reco- consejo, por la poca experiencia de las cosas. Este
nocorian por herederos tiestos Reynos para después Rey quando fué Principe, como ora uno solo al Rey
de la vida del Rey, al Infante Don Alonso, y en fa Don Juan su padre, fué criado con gran terneza, y
llecimiento suyo sin generación, á esta Princesa Do en grandes vicios y deloytes, y fuéle puesta casa en
ña Isabel su hermana, hijos legítimos del Rey Don edad de catorce anos, y apartado del Rey su padre
Juan. T ansí en un gran ayuntamiento que los Per en la cibdad de Segovia ; y en tiempo do su moce
lados y Grandes del Reyno hicieron con el Rey, en dad no resistió á su apetito cosa de loque le deman
tro Cabezón y Oigales (1), el año de mil é quatro- dase, ni otro gelo osó refrenar , aunque le veia so-
cicntos 6 sesenta é quatro afios, vey endose ya en guir tras deleytes no debidos. Y en esta manera so
alguna libertad, queriendo guardar sus conscien- hizo libre de todo doctrina, y subjoto á todo vioio,
cins y la fidelidad que á estos Reynos debian , y porque no sufrió viejo que le doctrinase, y tenia
usando do las reclamaciones y protestaciones quo mozos quo lo ayudasen é sus apetitos y deleytes. Y
en secreto habian hecho, todos juntamente con el desta manera siguiendo sus deleytes hizo hábito de
Roy, y en su presencia y por su mandado, excluyen llos, y vino en tanta flaqueza do su ánimo y dimi
do i o talmente aquella Dona Juana de la eubcesion nución de su persono, que después quando reynó
dcstos Reynos , juraron públicamente por príncipe por fin del Rey Don Juan su padre ya estaba sub
heredero dellos al Infante Don Alonso. Con el qnal joto á mozos que tomaba por privados. Verdad es
juramento, ensimismo por cartas y mandamientos que en los primeros anos que reynó, por los muchos
del Roy quo sobre ello ombió por todo el Reyno, se tesoros que llegó fué temido ; pero después quando
conformaron todos los Perlados y Grandes que allí Iob del Reyno conocieron que todo su pensamiento
se acertaron , y las cibdades ó villas principales do era cumplir bus deleytes, y que hacia dádivas sin
todos los Reynos. Por virtud de los quales juramen medida á los mozos que oran sus privados, y los su
tos hechos al Príncipe Don Alonso y á esto Prince blimaba dándoles grandes dignidades y reutas , y
sa Dona Isabel , y de la relaxacion que el Legado que posponia las cosas que á su oficio real cumplían
del Santo Pudro hizo del juramento hecho á la hija por se dar al deleyte carnal ; luego á pocos años
do la Reyna, fué habido por ninguno y de ningún lo perdieron el miedo. Y según en bu Crónica debe
vigor y efecto el juramento hecho ú aquella Dona ser recontado, se juntaron Don Alonso Carrillo, Ar
Juana. Y todos perseveraron on el juramento hecho zobispo de Toledo, y el Almirante Don Fadrique, y
ó esta Princcso Do fia Isabel, y en aquel permane el Oonde de Plasencia Don Alvaro de Estúniga, y
ciendo lo tomaron á ronovar, quando por fin del Don Juan Pacheco, Maestre de Santiago, y Don Pe
llcy Don Enrique la obedecieron y juraron porRcy- ro Girón, bu hermano, Maestre de Calatrava, y Don
n i y Sefiora de oqnestos Reynos. Muchas otras ra- Gómez deCáceres, Maestre de Alcántara, y Don
i'.unoa tocantes á esta materia se dexan aquí de do- Rodrigo Manrique, Conde de Paredes, y Don Ga
briel Manrique, Condo do Osorno, con otros algu
II' En osle ayuntamiento juraron los ('.ramios que 1 él se ha nos Grandes y Caballeros del Reyno , y le quitaron
llaron de procurar a lodo su leal poder que el Infante Don Alonso el titulo real , y alzaron por Rey al Príncipe Don
r.vnsr ron aquella liona Juana qnc se deeia hija del lie;. Asi Alonso su hermano en la cibdad de Ávila, y dije
mismo hito el He; renunciar a Don Miran de la Curva el Macs- ron dél , y escribieron por todas Iob partes de la
Irargo de Santiago , y le dio en enmienda la villa de Alburqucr- Christiandod , las cosas deshonestas que habernos
que ron Ululo de Ducado, ; las «illas do i nellar , Roa, Molina,
Ahcnza, ; la Prña de Atracar, con otras mercedes. Enrlq. del recontado. Y tonta era lo habituación que él tenia
Casi., Crin, de Pon Lmiq.íY, cap. 67. en los deleytes, que con dificultad era traído por el
236 ,• CRÓNICAS DE LOS R fES DE CASTILLA.
Marqués de Santillana, y por el Obispo de Sigüenza, Ocafia vino el Arzobispo do Lísbona á demandarla
y por los otros Caballeros que cerca dél oran á en por mugor para el Roy do Portogal. El Arzobispo de
tender en las oosos que cumplían á la conservación Tolodo trataba anstmeamo casamiento á la Prince
de su preeminencia, y guarda de su patrimonio. Y sa con Don Fernando Principo de Aragón , que ora
por esta oausa vino su estado real á tanta diminu Rey de Sicilia, hijo del Rey Don Juan de Aragón.
ción, que si alguno le desobedecía y movia guerra, Y para hablar en cate casamiento, vino á la su villa
antes le haoia morcedes porque lo dexase on sus do- de Yepos, y secretamente por medio do un Maestro-
loytes, que le castigase por los yorros que cometía. sala do la Princesa, que se llamaba Gutierre de Cár
De manera que dando á los tiranos porque no le denas, le ombiaba á decir las causas porque no le
enojasen, y á los privados porque le agradasen, to cumplía el casamiento del Rey de Portogal , y las
do casi ol patrimonio real se distribuyó en poco utilidades que habia en el casamiento con el Prin
tiempo, y su persona vino en necesidad tan extre cipe de Aragón. Esto Maestresala trabajaba con la
ma, que los del Reyno le tenian por rey para rece- Princesa que lo concluyeso, y despidiese el OUsa-
bir dél mercedes, y no para le servir y obodocer co miento del Rey de Portogal , diciéndole quo ol Roy
mo á su rey. Y do aquí so siguió quo los ministros su hermano le trataba aquol casamiento por la ochar
de la justicia que eran en aquellos tiempos , pensa del Reyno, á fin de quedar della libre, para casar la
ban mas en sus provechos particulares, que en ol quo decia ser su hija con el Principe de Aragón , 6
bien general. Forvian asimesmo los deleytos ilícitos con otro Principe alguno que traxoso al Reyno para
en todo género do voluntad , y aquel ora enemigo lo apoderar dél ; y quo ella y sus descendientes es
quo esto reprehondia, aquel era aborrecido á quien tando absentes dol Royno perderían la subccBÍon de
desplacía. Cosa fué por cierto do grandísimo exem- Castilla ; y porquo el Roy do Portogal tenia hijo he-
pío y dotrína para todos los Reyes y aun para to redero, no so esperaba que su generación ovicsc he
dos los hombres, los quales no croan que la grande rencia ninguna on Portogal. Dol Principo de Ara
za de los estados ni de los reynoB, no los tesoros ni gón, le decia, que era mozo y hombre de buena dis
las rentas, no el miedo ni ol poderlo do las huestes creción, y ansimesmo eran sus deudos de sangro to
hacen sostener los grandes estados, si no siguen el dos los Grandes que había en el Reyno, los quales
camino de la virtud, y ponen freno á los vicios , en deseaban que fuese Rey do Castilla ; y que casando
que la humanidad de contino nos guerrea, y lo hace con él, tenia toda la mayor parto del Reyno para
todo caor. contraía otra Doña Juana que se decia Princesa, si
en algún tiempo tentase de haber la subecsion. Otro
CAPÍTULO V. sí lo decia, que era Principo do Aragón, y esperaba
la subcosion de aquol Reyno, y otras grandes utili
De las cosas que pasaran en la villa de OcaSa. dades porque lo debia concluir. Y mostrábale tales
Hoclio el acto del juramento , que so hizo on los inconvenientes dol casamiento dol Roy de Portogal,
Toros do Guisando, luego en este año el Rey y la porque lo debia negar. La Princesa consideradas es
Princesa fueron á la villa de OcaQa , y con ellos ol tas cosas , y como el Roy su hermano dilataba de
Maestre de Santiago, y ol Arzobispo de Sevilla, y el cumplir lo que con olla habia asentado, y qno pro
Conde do Plasencia, y el Condo do Benavento, y el curaba con todas fuerzas de la casar con ol Rey de
Conde de Osorno ; y alli vinieron los Procuradores Portogal, estaba puesta en gran cuidado, especial
del Reyno, y juraron á la Princosa por legitima mente porque ora aquexada do todas partes por la
subcesora destos Reynos ; y tratóse asimesmo amis conclusión de su casamiento ; en el qual ella deli
tad entre el Maestre do Santiago , y el Marqués de beró de privarse do toda voluntad, y mirar sola
Santillana, y el Conde de Haro, y ol Obispo do Si mente aquello que á honra suya, y paz destos Rey-
güenza. Y vinieron á la Corte el Obispo do Sigüen nos cumpliese. Y después do muchas pláticas habi
za y el Condo de Haro ; los quales juraron á la Prin das on esta materia, considerada la afición quo co
cesa por heredera y subcesora destos Reynos para noció á todos comunmente tener á este su casamien
después de los dias del Roy. Este juramento hicie to con ol Principo do Aragón , dió en secreto pala
ron estos dos juntamente, porquo decían ser infor bra do casar con él, habiendo los votos de los Gran
mados de personas fidedignas del adulterio do la des dol Royno quo para ello entendía consultar ; y
Reyna y de la impotencia del Rey ; y ansimismo despidió el casamiento que le traían con ol Rey do
porque el Rey gelo mandó en persona, según habe Portogal. Aquel Arzobispo de Lísbona, vista la di
rnos contado, que lo mandó á los otros caballeros y lación que la Princesa daba despidióse del Rey Don
Perlados que la juraron. Estando el Rey y la Prin Enrique y della, sin haber conclusión alguna de su
cesa su hermana en aquella villa, el Rey dilató de embaxada. Por esta causa fué el Rey muy descon
embiar á la Royna Dona Juana y á su hija á Porto- tento de la Princesa su hermana; y recolando que
gal, y de proourar el divoroio della dentro on el so casaría contra su voluntad con persona quo á £1
tiempo de los quatro meses que era obligado de ha no pluguiese, habló secretamente con alguno de
cer ; y no dió á la Princesa bu hermana los villas que aquellos sus privados que la quería pronder ¡ y pu-
otorgó de le dar ; y tuvo manera que el Rey do Por BÍéralo en obra , salvo porque ovo recelo do hallar
togal que ostaba viudo, la embiase á pedir por mu contrarias las voluntados de Iob Grandes y de los
gir, a fin de la embiar fuera del Reyno ; y alli á otros caballeros ó gentes del Reyno. Y porque supo
DON FERNANDO B DONA ISABEL. 2ÍÍ
que el Arzobispo de Toledo trataba el casamiento que se hacia á la Reyna madre desta Princesa, cuya
del Principe de Aragón con ella, fné indinado con era. É otrosí porque veian una de las principales
tra él, porque no contento de las cosas pasadas co villas del Reyno apartada de la corona real ; y asi-
metidas en su deservicio y en escándalo de sus Bey- mesmo fué causa de embídia á los Grandes del Rey-
nos, agora de nuevo le tornaba á errar, contrallán no , porque el Conde de Plasencia se hacia con
dole su voluntad acerca del casamiento do la Prin ella mayor que todos. Quando la Princesa supo
cesa su hermana, y quisiérale prender y destruir ; y que el Conde de Plasencia habia tomado titulo de
para lo poner en obra trabajó do ganar la voluntad Duque de Arévalo , é habia mandado á Alvaro de
dol Maestre de Santiago y del Arzobispo de Sevilla, Bracamonte, un Caballero de su casa, que se apode
y del Obispo de Sigüenza que oslaban con él ; los rase con gente de las torres y fuerzas della, dezó de
qnales secretamente se conformaron con el Bey en ir á aquella villa, é vino para la cibdad de Ávila,
la destruicion del Arzobispo de Toledo. Pero creía donde hizo las honras del Principe Don Alonso su
se que el Maestre de Santiago avisó al Arzobispo hermano.
para que so pusiese guarda en su persona , porque
no le placia su destitución , asi porque era su tío, CAPÍTULO VIL
como porque este Maestre era hombre de gran seso,
y platico en las cosas mundanas, y conocía bien la De los tratos de casamiento que se movieron a la Prlneesi.
condición dol Rey ; y por le tener siempre en nece Estando la Princesa en Ávila el afio siguiente del
sidad, decíase que favorecía de secreto á sus deser- Sefior de mil y quatrocientos y sesenta y nuevo
vidores, ó á lo menos tenia tales maneras porque no afios, tornáronle á hablar en su casamiento de parte
se procediese contra ellos. Y con esto tenia las co dol Rey de Sicilia Principe de Aragón. É como ella
sas en suspenso, y álos hombres en necesidad, los conocía que este era negocio de grand importan
quales recorrían á él con sus negocios ; y en esta cia, asi por tocar á su persona, como porque aquel
manera gobernaba las cosas grandes del Reyno , en que ella tomase por marido habia do ser Rey con
la qual gobernación siempre procuraba acrecenta olla destos Reynos, quiso babor el voto de algunos
miento de su estado. Grandes del Reyno con quien lo comunicó. Y todos
aquellos que consultó acordaron que debia tomar
CAPÍTULO VI. por marido al Rey de Sicilia , Principe de Aragón,
Como el Rey Don Enrique partió de Oe.iila para el Andalucía, antes que al Rey de Portogal, porque era mozo y de
1 la Princesa fué a la villa de Arévalo. buena discreción, y esperaba heredar los Reynos de
Aragón y de Sicilia ; é porque si ella no concluía
Visto por el Rey Don Enrique como no podía con el su casamiento , el Rey Don Enriquo estaba
concluir el ensarmentó do la Princesa su hermana en propósito de casar con él á aquella que dooia sor
con el Rey de Portogal , deliberó de partir de Ocafia, hija, y le apoderaría quanto pudiese en el Reyno
é ir al Andalucía para asentar las cosas do aquella do tal manera que ella fincarla desheredada, ó á lo
provincia ; porque las principales cibdades y villas menos habría gran división entre ellos. De parte del
dolía habían estado por el Rey Don Alonso su her Rey de Portogal era ansimesmo aquexada que con
mano, y fueron con él el Maestre de Santiago, y el cluyese con él bu casamiento ; é los que en ello de
Obispo de Sigüenza. T porque hallase mas prestas su parte hablaban le daban á entender, que no ha
á su obediencia las cibdades y caballeros de aquella bia persona real que mas le conviniese tomar por
tierra, llevó cartas de la Princesa su hermana, noti marido que áél : porque como quier que era viudo,
ficándoles la concordia que tenia con él ; y la Prin pero era un Principe asaz mancebo, é tenia Reyno
cesa por hacer las honras del Príncipe Don Alonso vecino de Castilla, y asaz riquezas é poder para de
su hermano, fué á la villa do Arévalo, que era de la fender la subccBÍon que le pertenecía del Reyno de
Reyna su madre, é la tenia el Conde de Plasencia. Castilla, si alguno ge la quisiese ocupar ; y que por
El qual recelando que la Princesa se apoderase de- no tener mas hijos de solo el Príncipe, podría ser
11a, como quier que se decía haberle hecho seguri que este su casamiento dispusiese Dios de tal ma
dad de la tener por la Rcynasu madre, y para ella; nera, que la generación que oviese heredase á Cas
pero procuró con el Roy Don Enrique que le hiciese tilla ó á Portogal , y allende desto se conformaría
merced, y le diese título de Duque della. Y porque con la voluntad dol Roy su hermano quo lo desea-'
el Maestre de Santiago conocía bien que la posesión bu, y escusaria grandes escándalos en Castilla que
de las cosas ageñas da pena á quien las tiene , y le de hacer lo contrario se siguirian.
pono en continos trabajos por las defender, procuró
con el Roy que ge la diese , á fin do tener al Conde
de Plasencia en necesidad, de la qual creía que no CAPÍTULO VIII.
podia salir toniendo aquella villa , é tomó título de Como el Rey Don Luis de Francia embló i pedir por mujer a la
Duque della. Lo qual hizo luego el Rey por enojar Princesa Doña Isabel para Don Carlos Duque de Guiana j de
á la Princesa, y porque, según es dicho , ligera Berrjr su hermano.
mente distribuía lo de la corona real. Desta dádiva Sabido por el Rey Don Luis de Francia como la
que ol Rey hizo de la villa de Arévalo, pesó mucho Princesa era por el Rey ó por todos los del Reyno
á todos los del Rey no generalmente por ol agravio jurada por heredera de Castilla, é que se trataba su
m CRÓNICAS DE LOS REYES DE CASTILLA.
matrimonio con el Rey de Portogal, y oon el Prin trase su voluutad, y le enderezase para aquello que
cipe de Aragón, recelando el inconveniente que se fuese á su servicio y bien destos Reynos. Después
podría seguir á él y á sus Reynos si oon qualquier desto les mandó responder, que ella había delibera
deatoa dos Príncipes so casase , porque ellos y sus do no disponer en esta materia de su matrimonio,
Reynos son de la liga de Ingalaterra, embió luego salvo siguiendo ol consejo de los Grandes y caba
al Cardenal de Albi , que era un gran Perlado en lleros destos Reynos, con los quales ella haría con
sus reynos, y de gran sciencia, y con él otros caba sultar lo que el Cardenal le había propuesto ; y ha
lleros, por Embaladores á la Princesa que estaba bido su voto haría aquello que de Dios fuese orde
en la villa de Madrigal, á la demandar en casa nado, y ellos le consejasen. El Cardenal é los otros
miento para su hermano Don CárloB que era Duque caballeros que con él venían, como quier que cono
de Berry y de Guiana ; el qual casamiento se liabia cieron la respuesta de la Princesa ser conviniente,
tratado en vida del Rey do Francia Don Carlos su pero no fueron della contentos , porque les pareció
padre que lo deseaba. Este Rey Don Luis que sub- que habria alguna dilación en la consulta que que
cedió en el Reyno de Francia , porque creia que el ría hacer, y tornaron á insistir en lo que habían
Duque su hermano habría los Reynos do Castilla si propuesto, é decir otras razones por llevar conclu
casase con la Princesa , é por excusar que no los sión de su embaxada. Al fin no pudiendo llevar otra
oviese ni el Principe de Aragón , ni el Rey de Por respuesta, con esta fueron despedidos.
togal, por el inconveniente grande que de qualquie-
ra de aquellos dos Principes ge le podría seguir, CAPÍTULO IX.
mandó á sus Embaladores que trabajasen por lo
concluir. Como el Cardenal y los Caballeros de Fran Codo se concluyó el casamiento de la Princesa coi et ítej
cia vinieron á la villa de Madrigal, propusieron su de Sicilia, Principo de Aragón.
embazada ante la Princesa; á la qual dieron á en La Princesa aquexada do todas partes porque
tender que debia aceptar aquel casamiento, porquo concluyese bu casamiento, embiólo hacer saber otra
renovaría las antiguas é loables paces é amistades segunda vez á los Grandes del Reyno, encargándo
que son entre los Reynos de Francia y de Castilla, los la consciencia, para que le dixesen lo que les
las quales el Rey Don Juan su padre é los otros Ro pareada que debia hacer, pospuesta toda afición, y
yes predecesores prometieron que guardarían todos propuesta toda utilidad del Reyno. Algunos dellos
sus subcesores, y ella como Princesa heredera de públicamente le embiaron decir que debía concluir
Castilla, y suboesora legítima de sus Reynos era su casamiento con el Principe de Aragón, por las
obligada de guardar; la qual obligación de amistad razónos que habernos dicho, é porque era natural
seria á ella dífícilo do guardar si casase en Portogal del Reyno. Otros algunos Grandos de los que esta
ó en Aragón, por ser aquellas dos cosas de la liga ban de la parte del Rey Don Enrique, secretamente
de Ingalaterra, que es enemiga de Francia. Otrosí le embiaron consejar esto mesmo ; é hubo bien po
le decian grandes loores de la persona de aquel Du cos que discrepasen deste consejo, quier diciéndo-
que, porque lo debia hacer ; é suplicáronle con gran gelo en público, quier en secreto. Los Caballeros y
de instancia que considerase bion que el Rey Don Dueñas, sus criados y servidores que estaban en el
Juan su padre si fuera vivo, no la consintiera casar servicio contino de su casa, vistas las embazadas
con el Príncipe de Aragón, ni menos con el Rey de que eran venidas sobro esta materia á la Princesa,
Portogal seyendo viudo y teniendo hijo heredero, é como á ninguna dellas se determinaba ni respon
aunque no fuera Princesa heredera de Castilla, día con efecto ; visto ansimesmo quanto le cumplía
quauto mas seyéndolo, y esperando tan gran subco- quo su casamiento con el Príncipe Don Fernando
sion como es la destos Reynos ; y que allá en la otra do Aragón, mas que con ninguno do los otros que
vida daria alegría al ánima del Rey su padre si su le eran movidos, so concluyese; conooiendo que
casamiento concluyese con este Duque, por el grand parte do la dilación que la Princesa daba, era por
amor que era entre los Reyes padre del uno y del algún empacho que la honestidad suele á las don
otro. Allende desto decian que el Ducado de Guia cellas impedir la determinación de sus casamientos
na era en los confínes de Castilla, y que casando con proprios, porque la deseaban servir con afición , es
el Duque , seria todo un señorío ; con el qual y con pecialmente aquel su Maestresala Gutierre de Cár
el otro Ducado de Berry que tenia habria asaz sub- denas le decia, quantas veces en bu consejo era de
cesion para la generación que á Dios pluguiese de terminado, que según su edad lo ora necesario ca
les dar. Decian ansimesmo otras cosas, é mostraban sar, porque estos Roynos que de derecho le perte
grandes utilidades que concurrían en este casamien necían, no fincasen sin derecha subecsion. E como
to porque lo debia aceptar. Ofrecíanle ansimesmo quier que mostraba placerle del voto de sus criados
de tener tal manera con el Rey Don Enrique su her y servidores, y de todos los otros de su consejo,
mano, que diese consentimiento para ello. La Prin pero según la dilación que daba en cosa quo tan
cesa oida la embaxada, hizo mucha honra al Carde presto efecto requería, creían que la honestidad do
nal é á los Caballeros que venían oon él ; y después su persona real le ponía empacho para hablar y se
de habida su deliberación , respondió, que ante to determinar en su matrimonio. Decíale ansiinesmo
das cosas olla remitía á Dios , que en sus negocios, aquel su Maestresala, que verdad era que la plática
y especialmente en este que tanto le tocaba , mos de semejante materia no á la parte principal mas á
DON FERNANDO É DONA ISABEL. ¿39
los padres pertenecía, é á los hermanos é parientes tad, dixo, que Dios testigo de los corazones sabia
mas propinqnos quando los hay; pero que debia que pospuesta toda afición miraba solamente lo que
sonsiderar como era huérfana del Bey su padre, é al bion destos Reynos cumplía. Y pues los votos de
carecía del beneficio de la Keyna su madre por su los Grandes del Reyno eran en esto conformes , do
larga é grave enfermedad , y que el Rey su herma parecía placerá Dios, ella, conformándose con su
no no solamente tenia poco cuidado del casamiento voluntad, se remitía al parecer de todos ; é dio lue
que le oumplia, mas tenia voluntad de la casar don go comisión á este Gutierro de Cárdenas, su criado
de á él placía y á ella no venia bien; y que donde y Maestresala, para lo concluir. Este Caballero fué
tantos cíiaos ocurrían, todo empacho quitado debía luego á las personas que para esto eran deputadu
aclararse, y entender en la conclusión de su casa por el Bey de Aragón , que le estaban esperando
miento. Y que debia considerar, que los Principes para entender en esta materia ; y en fin plogo á la
que la demandaban eran el Rey de Portogal , y el voluntad de Dios, que lo concluyese con el Principe
Duque de Guiana hijo del Rey de Francia, y el do Aragón, según le fué consejado por los Grandes
Principe Don Fernando de Aragón; y que no veian del Reyno. E luego partió de Madrigal , é fué para
por agora otro Rey ni Principe en la christiandad Honti veros, aldea de la cibdad de Avila, donde vino
que debioso contraer con ella matrimonio ; y que los el Arzobispo de Toledo que lo trataba, y de allí fué
calidades que en estos Principes y en sus señoríos para Valladolid, donde estaba el Almirante Don
ocurren, ella las sabia bien, porque en su presencia Fadriquo, abuelo del Principe, y Don Pedro do
diversas veces se había platicado, en lasquales plá Acuña Conde de Buendía, é Don Iñigo Manrique,
ticas siempre habían concluido, que como quier que Obispo de Coria, é otros algunos Caballeros quo
el Rey de Portogal y el Duque de Guiana eran no para la conclusión deste casamiento fueron juntos
tables Principes, pero que se hallaba el casamiento en aquella villa. Donde vino luego el Príncipe de
con el Principo de Aragón ser mas conveniente que Aragón, é con él Don Pedro Manrique, Conde de
otro ninguno, porque era Príncipe de edad igual Trevifio, Adelantado moyor del Reyno de León, é
con la suya, é porque esperaba la subcesion de Ara otros Caballeros de Aragón , y celebraron sus bo
gón y de los otros señoríos del Rey su padre , que das (1), de los quales plogo mucho á toda la mayor
confinan con los Reynos de Castilla, en que espera parte de los Grandes y Caballeros del Beyno ; prin
ba con el ayuda de Dios subceder ; é porque estos cipalmente plogo á todas las comunidades y pue
Reynos é señoríos juntos con ellos puestos en un blos del.
señorío, era la mayor parte de España. Allende des-
to decía, quo todos los Grandes dol Reyno á quien
(1) Es muy notable en esta Crónica el defecto de fechas. El ca
sobre esta materia habia consultado, quier en pú samiento de los Reyes se celebró en Valladolid Miércoles 18 de
blico, quier en secreto, por descargo de sus cons- Celebre, día de San Lúeas, de 14G9, en las casas de Jnan de Vi
ciencias le habían embiado á decir, que por el bien vero. El Principe dio en arras 1 Borja j Magallon en el Reyno de
destos Reynos, dexadas todas las otras cosas, lo Aragón, en Valencia i Elche y Clevlllenle, y en Sicilia a Zarago
za y Caíanla. Los capítulos de la concordia celebrada al tiempo
concluyese con él. T no solamente los Grandes, mas de estas bodas trac i la letra Enrió., del Castillo, Cránle. de En
los Perlados, los clérigos , los caballeros , los fidal- rique IV, cap. ir..". Bernalil., Cróaic. de los Reyet Calillan , cap. 9.
gos, los cibdadanos, y generalmente todos los tres Galind., Uemor., año i lr;9. Ann es mas notable que el Cronista, po
niéndose i escribir de propósito la historia de los Reyes Católicos
estados y comunes del Reyno mostraban placerles no apunte el nacimiento j descendencia de uno y otro. La Iteyna
del matrimonio con el Principo de Aragón, por las Dolía Isabel nació en Avila (otros dicen en Madrigal) en 19 de
utilidades y conveniencias que en él mas que en Noviembre día de Sania Isabel de 1150. Fué hija del Rey Don
otros parocian, y les pesaría si eu otra parte lo con Juan II de Castilla, y de su segunda muger Doila Isabel, hija del
Inf inte Don Juan de Pnrlag.il y nieta de Don Enrique el Enfermo
cluyese. Por ende quo mirando quanto oumplia á su y de Don Juan II de Portugal. El Rey Don Fernando nació en Sos,
servicio y bien destos Reynos luego aclarase su vo villa del Reyno de Aragón en los confines de Navarra, i 10 dias
luntad, pues tenia presentes servidores tan leales, á de Marzo de 1152. Fué hijo de Don Juan II de Aragón y 1 de
quien con entera confianza lo podia decir. Y que no Navarra y de su segunda mugrr Doña Juana, hija de Don Fadri
quo Enriquez, Almirante de Castilla y nieto por su padre del Rey
lo tuviese mas suspenso, porquo dello ge le podia Don Fernando de Aragón el elegido en Caspe, hermano de Don
recrecer del servicio, y en estos Reynos de Castilla Enrique III, abuelo déla Reyna. Por consiguiente, eran estos
grandes é irreparables daños, de que Dios Nuestro Principes primos segundos. No me ha parecido deber omitir esta
genealogía, aunque común , por la luz que da 1 la Historia j porqne
Señor seria deservido. La Princesa, oídas estas razo
sin ella apenas se podrían entender muchos sucesos, como se
nes, conociendo que gelas decían con zelo de leal- veri adelante. Ilcrnald., Cranic. de lot Reyes Catilicoi, cap. 8 y 9.
COMIENZA LA CRONICA
PRÍNCIPES HEREDEROS
DE LA CKÓNICA
PRÍNCIPES DE ARAGON.
CAPÍTULO PRIMERO. gón, sabida la muerte del Roy Don Enrique, vino
luego para Segovia, do estaba la Royna , su muger.
Como la Princesa Dofia Isabel fe intituló Rcyna después de la E luego los Grandes ó Perlados ó Caballeros que
muerte del Rey Don Enrique. habernos dicho le besaron las manos , é le ficieron
Como la Princesa que estaba en la cibdad de 8e- el mismo juramento que habian fecho á la Reyna,
govia sopo la muerto del Rey Don Enrique su her é le recibieron por su Roy ó señor, como á marido
mano, luego se intituló Reynn de Castilla é do Loon, de la Royna, su inugor, legitima subcesora é pro-
é lizo las obsequias muy solennes por el ánima del prietaria destos Reynos. Don Alvaro de Estúñiga,
Roy. Otros! alH on Segovia so fizo por los do la cib Duque de Arévalo, ni Don Diego López Pacheco,
dad un cadahalso, do vinieron todos los Caballeros Marqués de Villena, que tenia en su poder á Doña
é Regidores é la Clerecía de la cibdad, é alzaron en Juana que se llamaba Princesa de Castilla, ni el
íl los pendones Reales, diciendo : Castilla, Castilla Maestre de Calatrava , ni el Conde do Urueña, sus
por el Rey Don Fernando 6 por la Rcyna Doña Isa primos, no vinieron, ni embiaron sus Procuradores
bel, su muger,proprietaria tiestos Reynos; é besáronle á facer el juramento que todos los otros del Reyno
todos las manos, conosciéndola por Reyna é Señora habian fecho, porque cada uno destos demandaba
dellos, é ficieron la solennidad é juramento de fide al Rey é á la Reyna que les ficiesen nuevos partidos.
lidad, que por las leyes destos Reynos es instituido El Duque de Arévalo demandaba confirmación de
que se debe facer on tal caso á sus verdaderos Re Arévalo, é otras mercedes. El Marqués de Villena
yes. El Cardenal y el Condo de Bonavente que vi demandaba el Macstradgo de Santiago, é confirma
nieron luogo allí , ficieron en público este mismo ción de todas las cibdades é villas é lugares, é ren
juramento ¡ é luego en todas las mas cibdades é vi tas do la corona real que tenia su padre, conviene
llas del Reyno alzaron los pendones reales diciendo a saber: Alcaraz, Trugillo, Requena, Escalona, é la
esto mesmo. Otrosí vino el Arzobispo de Toledo, é tenencia de los alcázares do Madrid, é mas de dos
públicamente on una sala del palacio do estaba la cuentos de juro de heredad, y el Marquesado de Vi-
Reyna, le besó la mano, é la recibió por Reyna é liona, ol qual portenecia do derecho al Rey do Ara
Sefiora, é fizo en un libro misal ante todos este jura gón, padre del Rey. Otrosí demandaba confirmación
mento. Vinieron ansimesmo Don Diego Hurtado de de todas las otras villas é lugares é tierras que tenia
Mendoza, Marqués de Santillana, hermano del Car el Maestre su padre. Demandaba ansimesmo confir
denal, é Don Qarci Álvarez de Toledo, Duque de mación de lo que tenia Don Podro Puertocarrcro é
Al va, é Don Alonso Enriquez, Almirante mayor de Don Alonso Tellcz Girón, sus hermanos, é de los
la mar, tio del Rey, y el Condestable Don Pero Fer maravedís de juro de heredad que tonian ellos é los •
nandez de Velasco, Conde de Haro, é Don Beltran • suyos, lo qual era otra gran suma. E cada uno de
de la Cueva, Duque de Alburquorque , é Don Pero los otros querían confirmación de lo que tenían , é
Manrique, Conde de Trevifio, é todos los mas de los demandaban otras mercedes de nuevo. El Rey é la
Grandes é Condes é Caballeros del Reyno, los quales Reyna confirmaron al Cardenal de España el oficio
ficieron este mesmo juramento ; é los que no vinie de su Chanciller mayor del sello de la poridad, de
ron, embiaron sus Procuradores con sus poderes que que el Rey Don Enrique le había fecho merced, é á
lo ficiesen en su nombre. El Rey que estaba en Ara Don Juan Manrique, Conde do Castañeda, el oficio
t
DE LA CKÓNICA
0* las cosas que pasaron en el año de mil é qnatroc lentos é ochen CAPÍTULO XIII.
ta é lies años. Primeramente de la provisión que ficieron al hcj
i la Reyna en las hermandades. De las cotas que en este tiempo pasaron en la tierra de Italia.
Como el Rey é la Reyna vinieron á la villa de Recontado habernos en esta crónica las alteracio
Madrid, luego entendieron en las cosas de las her nes y escándalos acaescídos en la cibdad de Floren
mandades de sus Reynos, para dar en ellas buena cia, quando aforcaron al Arzobispo de Pisa, é á
orden; porque les fué notificado que algunos oficia otros muchos de los que eran del bando que se lla
les que administraban los oficios de la hermandad, maba de Pácis, donde procedió que toda la tierra
no usaban como debian del cargo que tenían; é que de Italia se puso en armas é se partió en partes.
llevaban salarios demasiados é cosas extraordina Algunas comunidades é caballeros se juntaron con
rias. É para poner esto en exeoucion, mandaron el Papa, é otros se juntaron con el Rey Don Fer
juntar los Diputados de las provincias, é los Procu nando de Ñapóles; el qual en favor de la comuni
radores de las cibdades é villas que eran principa dad de Florencia fizo guerra al Papa ó á la comu
les, é todos los Tesoreros é Letrados é oficiales que nidad de Venecia, que eran de una liga. Esta guer
ra fué tan cruel en Italia, que el Rey Don Fernando
(i) k veinte y nneve de Ionio un día antes que el Rey partiera embió á su fijo el Duque de Calabria contra Roma,
al sillo de Loxa. Zurita, /i*. JO, cap. 43. é puso su real cerca de la cibdad, é tóvola en grand
DON FERNANDO É DOÑA ISABEL. ' 877
aprieto, porque defendía la entrada de los mante •en efeto, que ninguna cosa dexaron de facer de lo
nimientos, é de las otras cosas que venian á ella. •que vuestras personas reales les mandaron, por-
La comunidad de Venecia que ayudaba al Papa pque todos gozásemos comunmente de entera tran-
embió un su capitán con cierta gente de armas, los •quilidad. É Nos fuimos inclinados á la paz, porque
quales entraron en Roma en veces por tan secreto •ninguna cosa deseamos mas, ni procuramos con
lugar, que el Duque de Calabria que la tenia sitiada •mayor estudio. É si por ventura alguna injuria
no lo sopo. Can eBte capitán veneciano se juntó el •recebimos, declinando á la parte mas piadosa, la
Conde Hierónymo, que era capitán de la gente de •olvidamos, é quitamos de nuestro ánimo, é la re-
armas del Papa. É estos dos capitanes salieron jun •mitimos por respeto á vuestra Magostad real, por-
tos una mañana con sus gentes á dar en el real de •que entendiésedes en quanta estimación é autori-
los Napolitanos; é antes que fuesen sentidos pelea •dad son habidos cerca de Nos vuestros ruegos; i
ron con ellos. É como el Duque de Calabria é sus •los quales con honesto ánimo concedimos é los
gentes no estaban apercebidos, fueron vencidos é •otorgamos de buena voluntad. Ansí que, muy arua-
desbaratados, é se pusieron en fuida; y el Conde »dos fijos, podéis gozar de vuestro loable trabajo,
Hierónymo, y el otro capitán veneciano fueron »pues que es la paz de Italia concluida. Esperamos
vencedores, y entraron en el real que tenia puesto «que entraran en ella los Venecianos, á los quales
ol Duque, ó ovieron todo el despojo que en él falla •vuestros embaxadores son idos por vuestro man-
ron. Por este vencimiento el Rey de Nápoles acor •dado, é continamente solicitan é tratan que sean
dó do juntar mas genteB, ansí suyos, como de los »en esta paz comprehendidos ¡ porque no quede
otros señores é comunidades de Italia, que eran de •centella ninguna por donde la tierra de Italia haya
su liga; é tornaron á facer la guerra al Papa, é á los •ocasión de arder con daño de la república, é detri-
Venecianos, mas cruel que de primero la facían. El nmento déla christiandad. Ansí que pues una obra
Rey é la Reyna, conocido el inoonviniente que de •tan piadosa é tan santa, con tantas fuerzas é gas-
aquesta guerra de Italia se seguía en la Christian- utos habéis procurado, é con tanta gloria habéis
dad, especialmente por ser contra el Sumo Pontífi •alcanzado; (inca agora que como Reyes Cathólícos
ce, embiaron bus embaxadores por diversas veces >é religiosos, procuréis con grand estudio é diligen-
al Papa, é al Rey de Nápoles, é ansimesmo á todos •cia de la facer guardar, según y en la manera que
los señores é comunidades de Italia , faciéndoles •vuestros embaxadores de vuestra parte lo han pro-
saber el pesar que tenían de la guerra nascida en •metído. É somos ciertos que vosotros lo tenéis en
tre ellos, conosciendo los inconvinientes que della •voluntad, pues que todas las cosas están puestas
se podrían seguir en toda la christiandad si mas •en vuestra mano, é de ello se vos sigue gloria in-
durase, é que ellos por servicio de Dios, é por el •mortal. Dada en Roma á dos diaa de Enero de mil
bien de la paz querían entender en bu concordia. É •ó quatrociontos é ochenta é trcB años.» El Colegio
suplicaron al Papa, é rogaron al Rey don Fernando de los Cardenales Ies embió una carta que decía
é á todos los otros Duques, é Condes, é Marqueses, ansí:
é Comunidades de Italia, que les ploguiese dexar «Muy altos é muy poderosos Príncipes Reyes é
las armas, é tomar la via de la concordia; ó para la •muy amados Señores. Vuestros embaxadores , que
tratar entre ellos ficieron grandes gastos en las em •por tratar la paz de Italia embiastes, han trabája
bazadas que diversas veces embiaron. É postrime telo con todas sus fuerzas por la traer en efeto; por
ramente embiaron al Obispo de Girona, que se lla •la qual esto Colegio siempre trabajó porque se
maba Don Juan, é á un Dotor que se llamaba Bar •alcanzase. É pues vuestra real Magestad como
tolomé de Berrio. Estos embaxadores fueron al Papa «instrumentos é causa de esta paz habéis habido
é al Rey de Nápoles diversas veces, y escribieron á •gloria inmortal, afectuosamente vos rogamos ten-
los otros señores é comunidades de Italia; é fecha •gais manera como aquella se conserve, pues todas
una congregación en Roma de los embaxadores que »las cosas á la paz concernientes están puestas en
embiaron sobre aquella materia de la paz, por la •vuestras manos. Dada en Roma á dos días de
gran diligencia que el Rey é la Reyna mandaron •Enero de mil é quatrocientos é ochenta é tres
poner, fué concluida por estonces la paz en Italia, é •años. • El pueblo Romano escribió otra carta que
cesaron las muertes, é destruiciones que en ella se decía ansí:
facían. Y el Papa escribió al Rey é á la Reyna un «Muy altos é muy poderosos Principes Reyes é
su Breve plomado; el qual tornado en romance •Señores. Los Cónsules del pueblo Romano nos en-
decía ansí : •contendamos á vuestra real Magestad, la qual ha-
«Muy amados fijos: vuestros embaxadores Don •brá sabido las guerras duras, é trabajos muy pcli-
•Juan Obispo de Girona, y el Dotor Bartolomé de •grosos acaecidos en Italia. De las quales procedió
«Berrio, embiados á Nos á tratar la paz de Italia, •que nuestro muy santo Padre, é bu Romana Curia
«fueron por Nos rescebidos, é oídos con ánimo gra •estante en la santa cibdad de Roma donde la silla
cioso, ansí por la benevolencia que siempre ovi- •de Christo está asentada, fuesen cercados é apre-
irnos á vuestras personas reales, como porque estos •miados, é quanto por ellas este pueblo Romano
•vuestros embaxadores son sabios varones, é de •fuese fatigado, de manera que ninguno era osado
•autoridad, é dignos de tan gran cargo ; los quales •de salir de la cibdad, por miedo de los grandes
•pusieron Unta/diligencia por traer la paz de Italia •peligros que se recreoian, también de dentro como
578 OBÓNICAS DE LOS \ 5YE8 DE CASTILLA.
«de fuera della. De manera que todos estábamos de Que las cibdadea é villas é lugares é fortalezas que
«propósito con nuestras mugeres é fijos de dexar la eran tomadas de las unas partes á las otras fuesen
ucibdad; empero plogo á Dios, aquel que no dexa entregadas al Rey é á la Reyna, 6 á su cierto man
«perecer la navecilla de Sant Pedro, que vosotros dado dentro de ciertos dias , porque ellos las entre
«como cathólicos principes, movidos á piedad de gasen á aquellos que de derecho las habian de ha
«tantos estragos é daños sin reparo como se espera- ber, fin esta concordia no quiso entrar la Sefioría
iban en Italia, vos quesistes interponer á dar paz de Venecia que tenia tomada á Ferrara; por lo qual
»en la Silla Apostólica, y en toda la provincia de el Papa y el Rey Don Fernando é los otros señorea
sltalia. La qual concluyeron vuestros embaladores que fueron comprehendidos en aquella paz embia-
«con la autoridad de vuestra Real Magestad, é con ron sus gentes de armas á la cercar en favor del
p>el trabajo que ellos pusieron; en lo qual se mostró Marqués de Ferrara, para se la restituir.
«vuestra santa intención, é la diligencia de vues Fecho este asiento, los venecianos veyéndoso
tros embaxadores. El fruto de la qual paz , que solos, é recelando que todos los señores é comuni
«gozamos, según parece por obra, dexamos de decir dades de Italia se juntarían contra ellos, acordaron
»en prolixidad de palabras. Por ende , muy altos é de tratar amistad con los turcos que eran sus veci
«muy poderosos Príncípos é Reyes, dámosvos mu- nos, para se defender, é ofender á los christianos, é
»chas gracias, de las quales sois merecedores en les dar pasada segura por sus tierras para facer
«esta y en la otra vida; pues que con vuestros loa- guerra en Italia. É como esto fué Babido por el Rey
«bles trabajos é gastos habéis quitado á esta cibdad Don Fernando de Nápoles, embió tratar amistad
»é á toda la provincia de Italia, de los estragos é con los turcos, é prometióles su ayuda oontra los
«muertes é destruiciones en que ardia ; é nosotros Venecianos; porque se habian apartado é no quisie
«quedamos por vuestros perpetuos servidores, ra ron ser comprehendidos en la paz común que se
sgando á Dios por los dias é prosperidad de vues- habia fecho. Y einbió al Rey é á la Reyna que es
»tra Real Magestad. Dada en Roma á quatro dias taban en Madrid por su embaxador al Conde de
ude Enero de mil é quatrocientos é ochenta é tres Trevento; con el qual les embió á dar muchas gra
«atios.» cias por el trabajo y expensas grandes que habian
Esta paz de la Italia se concluyó por la gran di fecho en la contratación de la paz de todas las Ita
ligencia del Rey é de la Reyna á doce dias del mes lias. En la qual como quiera que el Sumo Pontífice,
de Diciembre afio do la Encarnación do nuestro Se- y él ansimesmo, é todos los otros principes é comu
fior de mil é quatrocientos é ochenta é dos años. Y nidades de Italia quisieron ser comprehendidos;
el Papa vino al consistorio aquel dia, é fizo llamar pero los venecianos soberbiosamente se quisieron
á los embaladores de los principes é potestades de apartar, é no ser inclusos en ella, con propósito de
Italia é del Rey de Nápoles; é todos vinieron al tiranizar, é tomar lo ageno, según siempre lo acos
consistorio, donde anumesmo estaban todos los tumbraron facer. É que habian tratado amistad con
cardenales. Y el Papa embió á llamar al embaxa- los turcos, para les dar pasada por sus tierras á fin
dor do Venecia, el qual no quiso venir. É visto por de facer guerra en las Italias, especialmente en
el Papa que aquel embaxador no quiso ser presente el Reyno de Sicilia; é por escusar aquel inconvi-
á la publicación de la paz, en su ausencia la mandó niente, él ansimesmo habia tratado paz con los
publicar en su consistorio. Leidos los capítulos de turcos, para contra los veneoianos ; en la qual eran
la paz, el Papa dixo : que por quanto el Rey é la comprehendidos todos los príncipes é comunidades
Reyna de Castilla, é de Loon, é de Aragón, é de de Italia, vista la gran rebelión é soberbia que los
Sicilia como cathólicos principes, condoliéndose de venecianos tenían. Por ende que rogaba é requería
las guerras de Italia, é de las molestias en que al Rey ó á la Reyna, que considerada la gran perti
aquella silla Apostólica estaba, se habían inter nacia de aquella gente veneciana , les ploguiese ser
puesto, y embiado sus embajadores por diversas comprehendidos en aquella liga que él é toda Italia
veces á tratar aquella paz , en la qual habian fecho facían con los turcos ; porque todos juntoa en amis
grandes expensas, é por la gracia de Dios la habian tad pudiesen guerrear á los venecianos, é abaxar
concluido, á la qual él queriendo usar de benigni aquella su cruda tiranía é antigua soberbia ; é les
dad había concedido con ánimo sincero de la guar ficiesen restituir todas las cibdades é villas é forta
dar é conservar: por ende que lo notificaba á todos lezas que tiránicamente poseían tomándolas por
porque sopiesen su voluntad, é ansimesmo el fruto fuerza á los señores cuyas habian soydo, ó tenían
loable que se habia consegido por el trabajo del á ellas justo titulo. Porque sí esto no se pusiese por
Rey é de la Reyna de España, é por la diligencia obra, su señorío se estenderia cada dia mas en gran
que aquellos sus embaxadores por su mandado en detrimento é perjuicio de todas las Italias, de ma
ello pusieron. El Papa en aquel auto fizo mas honra nera que ninguno fuese señor de lo suyo. Y en es
á los embaxadores del Rey é de la Reyna, que á pecial su Reyno de Sicilia estaba en punto de per
ninguno de los otros principes ó potestades; porque dición, si se diese lugar que ellos ficiesen amistad
les fizo asentar é cobrir las cabezas, é todos los em con los turcos; porque les darían pasad* por su
baxadores de los otros reyes é principes, é comuni tierra para venir á él seguramente, é favor por la
dades estovieron las rodillas fincadas é descubiertas mar para lo guerrear. Esta embaxada oida por el
las cabezas. Aquella paz se asentó en esta manera : Rey é por la Reyna, respondieron que por qnanto
' DON FERNANDO B DOÑA ISABEL. S79
•1 Duque é Señoría de Venecia habían embiado á Real de Madrid, con una solemne procesión, en la
ellos eus embaxadores por ganar su paz é Seguridad qual iban el Cardenal de España, é Don Alonso de
la qual lee habían otorgado, é loa tenían por ami Fonseca, Arzobispo de Santiago, é Don Diego Hur
gos, que no seria cosa razonable quebrantar la tado de Mendoza, Obispo de Palencia, é Don Gon
paz que les habían prometido sin haber causa por zalo de Heredia, Obispo de Barcelona, é Don Juan
do se debiese romper. Pero que ellos embiarían sus de Maluonda, Obispo de Coria, ó otroB muchos Per
embaxadores á la cibdad de Venecia á les facer lados; é la mandaron predioar en todos sus Reynos
saber todas estas cosas que les eran propuestas; é é señoríos, donde se ovo gran suma de dineros. Los
si no quisiesen conceder lo que de razón eran obli quales se consumían en los sueldos, y en las otras
gados, estonces podrían con justa causa entrar en cosas que se requerían para la guerra de los moros.
aquella liga que todas las Italias y el Rey Don Fer
nando facían contra los venecianos, é mandar á CAPITULO XV.
sus cibdades é villas é gentes del Beyno de Sicilia
é de las otras islas de su señorío, que se juntasen De las cosas que pasaron sobre el casamiento qne se morid del
Principe de Castilla con la Iteyna de Navarra.
con ellos, é ficiesen aquello que de justicia debiesen
facer. É oon esta respuesta despidieron al Conde Estando el Bey 6 la Boyna on la villa do Madrid,
de Trevento. ovieron cartas ó mensagoros del Conde de Lerin, un
caballero del Beyno de Navarra, que estaba casado
' CAPÍTULO XIV. con hermana bastarda del Bey, como el Bey de Na
varra era muerto. Este Bey de Navarra, que se lla
De los empreilldos que te pidieron por el Rejno, é del subsidio maba Febus, era fijo del Principe de Navarra, sobri
que dio la clerecía para la guerra de los moros.
no del Bey fijo de su hermana , el qual murió ante
Ni el ánimo de la Beyna cesaba de pensar, ni la que oviese titulo de Bey. Era ansimesmo este Bey
persona de trabajar en haber dineros, ansí para la Febus sobrino del Bey de Francia, fijo de su herma
guerra contra los moros, como para las otras cosas na. Y el Bey de Francia trataba casamiento secre
que de contino ocurrian, necesarias á la goberna tamente á este Bey Febus de Navarra, su sobrino,
ción de sus reynoB. Para la qual tenian gente de con doña Juana de Portogal ; la qual , según habe
armas continamente repartida en el Reyno do Gali rnos dicho, estaba monja profesa en el monesterio
cia, é con los otros capitanes que tenían puestos en de Santa Clara de Coimbra. Porque pensaba, fecho
la frontera de los moros, é la que el Rey é la Reyna aquel casamiento, que el rey de Navarra su sobrino
traían en su guarda; porque con esta gente estaban tomaría titulo de Bey de Castilla, á causa de aque
poderosos é temidos, y en sus cartas 6 mandamien lla Doña Juana, é le daría todo el favor que ovio-
tos obedescidos, é su justicia executada ; é ningún se menester para poner división en el Beyno de
grande ni otro caballero osaba facer fuerza ni in Castilla, é mover guerra al Boy é á la Beyna; la
juria á otro, é todos sus Reynos gozaban de paz é qual podia facer donde el Reyno de Navarra, por
seguridad. E porque con el sueldo que pagaban á que confina con Castilla. E no embargante las pa
esta gente de armas, allende de la gente que paga ces é amistad que con el Rey ó con la Beyna tenia
ban las hermandades del Reyno, é con los otros juradas é firmadas, pero por no se desapoderar d.o
gastos continos que se facían, ansí para las emba la posesión del Condado de Ruisollon, pensando sa
lados, como para las otras cosas que se requerían al near la guerra que tenia dentro de si en tener lo
sostenimiento del estado real é del Principe é de ageno , buscaba guerra dofuera para lo mejor po
las Infantas, estaban en coutinas necesidades; fue seer, poniendo en necesidad al Rey ó á la Beyna;
ron constreñidos á demandar dineros prestados en durante la qual creía, que no habría lugar de le de
todos sus Reynos á personas singulares, de quien mandar aquel Condado, ni por vía de armas, ni en
fueron informados que los podrían prestar sin dafio otra manera. E ansimesmo porque este Bey de Fran
de sus faciendas; especialmente porque la cantidad cia ninguna cosa facia habiendo respecto á las co
que se demandó á cada uno, era pequeña. É aque sas pasadas, ni á las por venir, salvo lo que ala ho
llos á quien fué demandada, lo prestaron de buena ra le ocurría, é venia bien. Estas cosas considera
voluntad, consideradas las necesidades, é otrosi das, el Bey é la Beyna, sabida la muerte del Bey
porque los Tesoreros é Recabdadores les asegura FebuB de Navarra, platicaron con el Cardenal de
ban que les seria pagado dentro de cierto término. España, é con los otros Duques é Condes é Dotores
Ansimesmo el Papa por socorrer las necesidades de que estaban en su Consejo sobre la subcesion de
la guerra de los moros, dio su bula, para que todos aquel Beyno. A los quales abiertamente declararon
los Perlados é Maestres y el estado Eclesiástico de los su voluntad , é dixeron que bien sabían como Dios
Reynos de Castilla é de Aragón diesen una suma por su infinita bondad los había asentado en las si
de florines en subsidio. É allendo desto embió su llas reales de los Beyes sus padres, é los grandes
Nuncio apostólico al Rey é á la Reyna con su bula reynos é provincias que tenian en su señorío ; é Dios
de cruzada, la qual contenia grandes indulgencias era sabidor, que mas era su intención de lo dar gra
para todos los que la tomasen. El Rey é la Reyna cias por la paz que on ellos les había dado , que no
recibieron este Nuncio del Papa, é aquella bula de mover guerra donde fuese deservido; ni menos
Ir cruzada en el monesterio de Santo Domingo el querían adquirir otros Beynos é señoríos, pues á
380 . . 0RÓNI0AS DE LOS REYES DE CASTILLA.
Dios gracias, los que tenían eran grandes y esten pondió qne le placía mucho de lo aceptar, é dar
didos. Pero quo bien sabían la condición del Bey forma como con la gracia de Dios se concluyese con
Don Luis de Francia, y el trato de amistad que te la Reyna su fija ; porque en toda la christiandad no
nia con el Rey de Portogal ; ó como no contento de podía haber tan alto , ni tan grande casamiento co
la guerra que on su favor fizo en la provincia de mo el del Príncipe de Castilla , é por otras manifies
Guipúzcoa, agora de nuevo, después de haber fecho tas utilidades que dél se siguian en aquel Reyno de
paz ó amistad con ellos, había tratado casamiento Navarra. Pero que era cosa razonable de lo consul
de aquel Koy Febus su sobrino con Dona Juana de tar oon el Rey de Francia, sn hermano, é haber su
Portogal que estaba monja, á fin de mover guerra parescer cerca dello ; é ansí quedó de facer por es
é poner escándalo en Castilla. E agora que era tonces el efuto aquel casamiento. El Rey é la Reyna
muerto el Rey Febus , creían que sn madre apode mandaron á sus capitanes que esto viesen siempre
raría al rey de Francia en las fortalezas del Reyno con sus gentes de armas en aquel Reyno, para resis
do Navarra ; desdo las quales habría lugar de facer tir á qualquier gente franoesa que viniese á apode
guerra á los Reynos de Castilla é de Aragón con rarse dél. E acordaron que el Rey fuese á facer la
quien confinan. Por ende querían saber si seria bien tala que este año se debia facer en el Reyno de
que se tratase casamiento del Príncipe Don Juan bu Granada, éla Reyna fuese á Logroño, ó á alguna
lijo con una hermana de aquel Rey Febus, a quien cibdad ceroana al Reyno de Navarra, para enten
pertenescia el Reyno do Navarra, por escusarlosin- der en aquel casamiento del Príncipe su fijo, y en
convinientes é guerras que se podrían seguir del las otras cosas que eran necesarias de proveer en
mal conceto que el Rey de Francia tenia contra todas aquellas partidas de Burgos é Castilla la
ellos ; el qual no dubdaban que lo pornia por obra, Vieja.
si oviese entrada en aquel Reyno de Navarra. Esta
materia platicada en su Consejo, el Cardenal de CAPÍTULO XVI.
España, é todos los otros que allí estaban oon el Rey
é con la Reyna, acordaron que se debia tratar aquel Como partió el ney de Madrid para Ir i Calida.
casamiento ; é ansimesmo debían cmbiar luego al Contado habernos como el Beyno de Galicia, que
gunos capitanes é gentes de armas, para se apode muchos tiempos habia estado en guerras y escán
rar de todas las villas é lugares del Reyno de Na dalos, fué puesto en paz é seguridad ; é como Don
varra, que pudiesen haber, si el Rey de Francia Fernando do Acuña y el Licenciado Garcilopez de
tentase de se apoderar dél. Este consejo habido, Chinchilla , que el Rey é la Reyna embiaron por
luego el Rey é la Reyna embiaron al Doctor Rodri gobernadores é corregidores , tomaron algunas for
go Maldonado, que era de su Consejo, á la Prince talezas de aquel Reyno , é las pusieron en poder de
sa hermana del Roy de Francia é madre de aquella personas, á quien el Rey é la Reyna mandaron ; en
Señora que habia subcedido por Reyna de Navar tre las quales fué tomada la fortaleza de Lugo, que
ra. Con el qual le embiaron á decir primeramente es del Obispo de aquella cibdad, el qual Obispo
el pesar que habian habido de la muerte del Rey era hermano de Don Pero Alvarez de Osorio, Conde
Febus su fijo, é á le consolar sobre ello. E después de Lémos é Señor de Ponferrada. Este Conde de
de le haber dicho las palabras que se requerían á la Lémoa era el mayor señor de aquel Reyno de Gali
consolación de su trabajo, mandaron que lo ficiese cia, é sintiendo á injuria que la fortaleza de su her
fabla de casamiento del Principe Don Juan bu fijo mano le fuese tomada, visto que Don Fernando de
con bu fija, que subcedió por Reyna de Navarra. Es Acuña y el Licenciado Garcilopez eran absenté» de
te Dotor Rodrigo Maldonado fizo la embazada en aquel Reyno, creyendo que antes podría tomar la
la muñera que el Rey é la Reyna le mandaron , é fortaleza que fuese socorrida, acordó de la cercar, y
dió á entender á la Princesa la grand utilidad que embió gente de armas de su casa é de otros caba
gele seguía de aquel casamiento ; porque su fija so lleros sus amigos á poner sitio sobre ella. Lo qual
lamente era Reyna de aquel pequeño Reyno de Na sabido por el Rey ó por la Reyna, embiáronle á de
varra, é casando con el Príncipe Don Juan de Cas cir que se maravillaban de haber osadía para cer
tilla, esperaba ser Reyna de los Reynos de Castilla, car fortaleza en sus Reynos, especialmente aquella
é de Aragón, é de Navarra, é de Sicilia , é de todos que tenia alcayde puesto por su mano ¡ é que le
los reynos é provincias é islas que son en el señorío mandaban que luego alzase el sitio que tenía pues
del Rey é de la Reyna. Otrosí porque aquel Conde de to, é la doxase tener libremente al alcayde que por
Lerín , que habernos dicho , era un caballero que su mandado la tenia. El Conde, visto el manda
tenia la cibdad de Pamplona , é gran parte en el miento del Rey é de la Reyna, respondió que Don
Reyno de Navarra, y estaba en servicio del Rey é Fernando y el Licenciado habian tomado aquella
de la Reyna ; embiáronle á Don Juan de Ribera con fortaleza no debidamente. Porque como quiera que
gente de armas, para le ayudar á tener aquella cib tovieron razón de tomar otras fortalezas en aquel
dad, é resistir á qualquier gente de armas, que el reyno, por se haber fecho deltas algunos robos é
Rey de Francia embiase á se apoderar del Reyno de crimines , pero aquella fortaleza de Lugo siempre
Navarra. habia estado en paz, é no se habian fecho della los
La Princesa de Navarra, oida la embazada do ca daños que de las otras que se tomaron fueron come
samiento que el Doctor Maldonado le propuso , ros- tidos. Ansimesmo embió deoir que él ó su casa
DO» FERNANDO Ú DOÑA ISABEL tól
siempre habita servido al Rey é á la Reyna, é no I dos Condes, é 4 la gente de armas que oon ellos es
habían ootnetido cosa contra en servicio ; é que si taban, que luego se derramasen é dexasen aquel es
él se movió á cercar aquella fortaleza de Lugo , era cándalo, é veniesen el uno y el otro 4 la cibdad de
porque el Alcayde habla impedido las rentas del Aetorga, é mostrasen sus derechos que tenian 4 los
Obispo su hermano , é las tomaba , é habia fecho bienes del Conde de Lémos, y él les mandaría guar
otros excesos contra él é contra sus vasallos, por do dar su justicia. Estos dos Condes derramaron luego
merescia no solamente ser privado de aquella te la gente que tenian junta , según por el Rey les fué
nencia, mas punido por los males que habia co mandado, é vinieron 4 la cibdad de Astorga. El Rey
metido. Por ende que suplicaba á Su Alteza, que no puso tregua entre ellos, fasta que su debate fuese
pensase que habia en él presumpoion de inobedien determinado por justicia. Otrosí tomó la villa de
cia , salvo de eecusar los daños que aquel alcayde Ponferrada de que estaba apoderado aquel Conde
facia de cada dia 4 él é al Obispo su hermano , é á Don Rodrigo, é dió la tenencia della 4 Don Enrique
sus vasallos é rentas. El Bey é la Reyna, vista la res Enriquez, su tio é su Mayordomo mayor, para que la
puesta del Conde, como quier que fué asaz humil tovieee ciertos dias ; y el Rey é la Reyna mandaron
de ; pero porque no alzó luego el sitio según gelo entregar una de dos fortalezas que hay en aquella
embiaran á mandar, ovieron grand enojo. E luego villa 4 un caballero contino de su casa, que se lla
el Rey partió para el Reyno de Galicia 4 punir al maba Jorge de Mendafio, que la tovieee cierto tiem
Conde por aquella osad'a que cometió; y en el ca po, en el qual se habia de ver el derecho de las par
mino le vino la nueva como el Conde habia alzado tes. E luego partió el Rey de la cibdad de Astorga,
el sitio, porque le dieron á entender el enojo que el é vino para la villa de Madrid, donde la Reyna es
Bey é la Beyna habian mostrado por lo haber pues taba.
to. E no embargante que el Bey sopo como el sitio
era alzado, todavia continó su camino para ir con CAPÍTULO XVII.
tra el Conde. E quando llegó & la cibdad de Altor- Síganse lis eosis da la (narra del año de mil 4 quatroelentos é
ga, sopo que el Conde era muerto , é no pasó mas ochenta é tres anos. De nn engallo qne un escudero dio a los
adelante, porque habia de ser á dia cierto en la cib moros, e de lo qne el Bey é la Reyna sobre ello leieron.
dad de Córdoba, donde el Bey é la Beyna manda La guerra de los moros todos los dias se contina-
ron que se juntasen ciertos caballeros é gentes de ba. El Maestre de Santiago , y el Duque de Náxera,
armas é peones, para entrar á facer la tala en la ve 4 quien el Rey é la Reyna dieron cargo de la fron
ga de Granada. Este Conde de Lémos dexó fijas le tera por la parte de Jaén, y el Duque de Medinasi-
gitimas, é no dexó fijo varón ninguno que heredase donia,y el Marqués de Cáliz, y el Adelantado del
su casa ; é un fijo que la heredaba, murió en vida de Andalucía, é Juan de Benavides , é Don Juan Cha
su padre, sin dexar fijo legitimo, salvo un bastardo cón, Adelantado de Murcia, cada uno por su parte
que bb llamaba Don Rodrigo, mozo de veinte años, facian entradas é talas, é destruian la tierra de los
á quien el Conde su abuelo en su vida apoderó de moros. Los moros ansimesmo entraban en la tierra
las villas é fortalezas que tenia ; porque su volun de los ehristianos, é llevaban ganados é prisione
tad era que aquel heredase su casa aunque era bas ros ; pero los moros recebian tanto dallo en su tier
tardo. Este Conde Don Rodrigo luego como murió ra é por tantas partes, que estaban oprimidos, é pa
el Conde bu abuelo, tomó titulo de Conde de Lémos, decían mengua de pan por las talas que les facian.
é juntáronse oon él todos los criados del Conde 4 le E la mayor fatiga que tenian era estar la cibdad de
servir, é favorescer, para que heredase su casa. La iAlhama en poder de ehristianos; porque estaba en
qual Don Rodrigo Alonso Pimentel , Conde de Be- tal comarca, que los moros no podían andar libre
navente, decia que pertenescia 4 la fija mayor del mente por aquellas partes , sino 4 gran peligro de
Conde de LémoB, que era desposada con su fijo, por ser muertos ó presos por la gente que el Rey é la
que era legitima, é aquel Don Rodrigo era bastar Reyna tenian en guarda de aquella cibdad. Acaesció
do é no debia heredar. E para haber la posesión de que un escudero de los que estaban en la capitanía
aquella casa é rentas para la esposa de bu fijo, jun de Diego López de Ayala, que se llamaba Juan de
tó gentes, ansi de su casa, como de sus parientes é Corral, home de astucias cautelosas, conocida la vo
amigos. AnBimesmo Don Rodrigo que se intitulaba luntad que los moros tenian de recobrar 4 Alhama,
Conde de Lémos, juntó gentes para le resistir ; por con propósito de los burlar procuró seguro del Rey
que deoia que le pertenesoia , ansi por virtud del de Qranada para ir 4 fablar con él. Habido el se
testamento que el Conde de Lémos bu abuelo fizo, guro, la fabla que le fizo fué, que faria que el Rey
en el qual le constituyó heredero en todos sus bie é la Reyna le restituyesen 4 Alhama, si el Rey de
nes, como porque aunque él era bastardo habia Bey- Qranada dieBe cierto número de doblas é captivos.
do legitimado por bula del Papa. E sobre este de. El Rey de Qranada é los cabeceras que oyeron aquel
bate se juntó mucha gente de los parientes é amigos partido fueron muy alegres ; é prometieron de tor
de la una parte ó de la otra , donde se esperaban nar 4 Zahara, é soltar todos los captivos que ovieso
guerras é otros inconvinientes. Lo qual sabido por en el Reino de Granada, é de dar luego treinta mil
el Rey, oomo quiera que le era necesario partir pa doblas en servicio al Rey é 4 la Reyna. E allende
ra el Andalucía, pero detóvose en aquella cibdad do desto, si les quisiese otorgar tregua, darían una gran
Astorga algunos dias ¡ y embió mandar 4 aquellos suma de doblas en parias cada un afio de quantos
382 CRÓNICAS DE LOS REYES DE CASTILLA.
gela otorgasen. Este Juan de Corral vino con eate
partido al Rey é á la Reyna, é no les dixo las cosas CAPÍTULO xvm.
que el Rey de Granada les ofresció ; pero dixoles
que el Rey de Granada les restituiría á Zahara, é De la guerra que se eontind contra las lalai de Canaria.
con ella les daría otros castillos é villas del Reino Dicho habernos como la Reyna mandó facer grand
de Granada, que son frontera de Castilla, é soltaría armada por la mar para ir á conquistar las islas da
todos los christianos que estaban captivos, é darían Canaria , é como embió por capitán á un caballero
una gran suma de doblas si le tornasen la cibdad qne se llamaba Pedro de Vera, natural de la cibdad
de Alhama. deXerez de la Frontera, el qual ganó algunas vi
Al Rey é á la Reyna plogo de aquel partido, é llas de aquellos Canarios. Esta conquista siempre se
acordaron de le restituir á Alhama, é les dar treguas continó por aquel capitán con la gente é provisio
por ciertos años, compliendo ellos aquello que aquel nes que la Reyna le embiaba en la flota, que conti
Juan de Corral de su parte los ofreacia; porque era namente tenia en la mar ; los quales ganaron las is
mucho mas en cantidad y en calidad de lo que Al las que se dicen la gran Canaria, en la qual aquel
hama era- E mandaron dar su carta á este Juan de Pedro de Vera é la gente de su capitanía pasaron
Corral condicionalmente : conviene á saber que en grandes trabajos , ansí de las cosas necesarias al ves
tregando los moros aquellas villas é castillos , é las tir é al comer, porque habían de esperar que les vi
doblas é los captivos que prometían , le daban fa niese por la mar, como en la guerra que habían con
cultad para que de su parte les prometiese que Al aquella gente bárbara. Los quales, como quiera qne
hama les seria restituida. Este Juan do Corral fué no tenian armas, pero peleaban con piedras ópalos
con este poder, firmado de los nombres del Rey é agudos con pedernales, é los tiros que facían eran
de la Reyna, é sellado con su sello real, al Rey mo tan ciertos, que ninguno erraba donde quería dar ;
ro. El qual oidas las palabras blandas , é promesas é tiraban recio, que pasaban una adarga, é con tan
graciosas que le fizo, mirando solamente á la firma grand osadía arremetían á ferir, que posponían el
é al sello del Rey é de la Reyna, é no examinando morir por el matar. Estos Canarios andaban desnu
el poder limitado que dieron , ni la condición que dos de la cintura arriba, é con yervas é pellejos se
en él se contenia, dieron á eate Juan de Corral cier cubrían do la cintura abaxo , y eran muy diestros en
tas doblas é captivos, con lo qual muy contento de el polcar por el oontino exercicio que tenian en las
si inearao, porque había sabido engañar á los moros, guerras que habían unos con otros. Esta isla de la
vino para el Duque de Náxera. El Rey de Granada gran Canaria fuera dificil de so ganar, salvo porque
conoscido el engafio que aquel escudero habia fe habia en ella dos reyes contrarios uno de otro ; y
cho, embió á decir con sus exeas al Duque de Ná el uno por haber venganza del otro su enemigo, se
xera la contratación engañosa que con él habia fe juntó con este Pedro de Vera capitán, é con el ayu
cho aquel escudero, é lo que le habia dado , porque da que le di6, fué vencido el Rey su contrario. E
le mostró poder del Rey é de la Reyna. E que no le aquel capitán se apoderó de toda la isla, é la puso
habia engañado Juan do Corral, sino la firma ó se en obediencia del Rey é de la Reyna ; y embió á
llo que vido de tan altos é tan poderosos reyes ; los este rey que le ayudó é á su muger á la villa de
quales á semejantes mensageros no debian confiar Madrid (1), do el Rey é la Reyna estaban ; los qua
sus cartas limitadas ni en otra manera, porque so les mandaron proveer de todas las cosas necesarias
color dellas las gentes ignorantes no recibieson en á ellos é ¿ todos los Canarios que con ellos vi
gaños. El Duque do Náxera sabida la manera de nieron.
aquel engaño, embió aquel Juan de Corral á la villa
de Madrid donde el Rey é la Reyna estaban ; á loa CAPÍTULO XIX.
quales embió á decir la querella que los moros te
nían, por la manera que había tenido para los enga Como los moros desbarataron al Maestre de Santiago, é ti Mar
ñar. El Rey é la Reyna fueron muy indinados con qués de Calis, i i olroa caballeros é capitanes.
tra aquel escudero, é mandáronlo prender, y embiá- El Maestre de Santiago Don Alonso de Cárdenas,
ronle preso al Duque de Náxera ; al qual embiaron á á quien el Rey é la Reyna dieron cargo de la fron
mandar que le ficiese restituir luego las doblas é tera do los moros por la parte de Ecija, é Don Ro
otros qualesquier dones que habia recebido de los drigo Ponce de León, Marqués de Cáliz, fueron in
moros ; é mandaron pagar el rescate que fué apre formados por algunos adalides que podrían faoer
ciado por los captivos christianos que habían solta guerra á los moros que vivian en unas grandes sier
do. E si luego no lo restituyese, que gelo entregase ras cercanas á la mar, que se decían el Axarquia, é
preso , para que ficiesen dél lo que les ploguiese, que habia un lugar cercano de la cibdad de Málaga
porque ninguno de sus mensageros no oviese causa por donde las batallas de la gente que llevasen po
de engañar con color de sus letras. El Duque de drían entrar é salir seguramente sin recelo de ;
Náxera, visto el mandamiento del Rey é de la Rey
na, embió preso aquel Juan de Corral á la cibdad de
Antequera; en la qual estovo preso en poder del Al- (1) Pné esto por Junio de este aBo. De las Islas Canarias j sai
conquistas j medios como Pedro do Vera traxo uno de los dos re-
cayde , fasta que enteramente restituyó todo lo que jes 1 Castilla , habló raur largamente el Cura de loa Palacios.
habia habido de los moros. ¡Ult. it ln Reya Cttil., cap. 64, 65 y 06,
DON FERNANDO E DONA ISABEL. ¿8á
bir daño de los moros. E porque sabían que en Má todo aquel dia é la noohe siguiente. E como aquella
laga había por estonces pocos hornea á caballo, co tierra adonde habian acordado de ir es metida en
mo estos caballeros fnerón avisados del estado de tierra de los moros, no pudieron llegar allá fasta
la tierra, acordaron de juntar sns gentes. E ficíéron- otro dia Jueves. Aquel dia ya bien tarde llegaron á
lo saber á Don Juan de Silva , Conde de C¡ fuentes, algunas aldeas , que son en aquella tierra de Anar
que estaba por guarda é Asistente de la oibdad de quía; é por ser mucha la gente de los christianos, é
Sovilla, é á Don Alonso, Sefior de la casa de Agui- haber tardado tanto en la entrada, fueron sentidos
lar, é á Don Pero Enriques, Adelantado del Anda antes que entrasen ; é los moros ovieron lugar de
lucía ; los qualea con sus gentes se juntaron oon el alzar sus ganados é bienes, é se retraer á las torres
Maestre é con el Marqués de Cáliz para facer aque é sierras é otros lugares fuertes que estaban en aque
lla entrada. Juntáronse ansimesmo con estos caba lla tierra. E por esta causa los christianos no pudie
lleros Bernardino Manrique, fijo de Garci Fernandez ron tomar salvo pocos ganados é prisioneros; pero
Manrique, que tenia la guarda é la justicia de la quemaron algunas aldeas que fallaron despobladas.
cibdad de Córdoba, 6 Juan de Robres, Alcayde é Aquellos caballeros é capitanes que llevaban la de
Corregidor de la cibdad de Xerez , con las gentes lantera, é algunos otros, se derramaron por todas
de aquellas oibdades ; é los Alcaydes de Antequera partes á buscar robos de ganados é de prisioneros;
é Morón é Archidona é de otras fortalezas cercanas el Maestre iba en la retaguarda, é llevaba su gente
de tierra de moros ; é ansimesmo Juan de Almaraz junta. E pasando por una aldea de las quemadas
é Bernal Francés, capitanes de cierta gente de ar que bo llamaba Molinete, salieron los moros que es
mas de las hermandades , á quien el Rey é la Reyna taban recogidos en el castillo ; é como vieron á la
mandaron que estoviesen en aquella frontera á la gente de caballo que el Maestre llevaba metida en
gobernación del Maestre de Santiago. Estos caba unos grandes ramblas é barrancos, donde los caba
lleros juntaron sus gentes de á caballo é de pié. E lleros no se podían bien rodear con los caballos, sa
porque tantos é tales caballeros , é con tanta gente lieron de la fortaleza é pelearon con ellos. Y en
facían entrada en tierra de moros, otros algunos de aquella facienda recibió el Maestre dafio en los su
las cibdades de Sevilla, é de Córdoba, é de Ecija, é yos, que los veia ferir é matar sin los poder socor
de aquellas comarcas , dellos movidos por servicio rer, ansí porque estaba defendiéndose de los mo
de Dios, otros por ganar honra, é otros por haber ros , como por la mala dispusicion de los lugares ; y
robos, se movieron do su voluntad á ir con ellos. embió llamar la gente que iba delante, que le vi
Porque creian, según la mengua de gentes é de ca niesen á Bocorrer. El Marqués de Cáliz quando sopo
ballos é las otras fatigas qne los moros de cada dia que los moros peleaban con el Maestre , é le facian
habian recebido, que no ternian fuerzas para resis dafio en su batalla, tornó á le socorrer con la gente
tir al poder que estos caballeros llevaban. Todos es de caballo é oon algunos peones que pudo recoger.
tos capitanes con sus gentes se juntaron en la cib E con el Bocorro que el Marqués fizo, los moros se
dad de Antequera, donde ovieron diversos conse retraxeron, y el Maestre é su gente pudieron salir
jos. El voto de algunos era que entrasen unos á unas de aquellos malos pasos en que estaban metidos. Los
partes, é otros á otras. Algunos caballeros que sa otros caballeros é capitanes que iban en la delante
bían aquella tierra, dixeron que la aspereza de ra, habian quemado algunas aldeas é andaban der
aquellas montarlas era defensa de las gentes que las ramados buscando ganados é prisioneros. E porque
moraban ; é que quando los venciesen habrían poco no sabían los malos pasos que en aquella tierra ha
provecho , porque eran pobres de ganados y ellos bía, metíanse en tales valles é angosturas, que re-
se defenderían en las sierras y en los lugares áspe oebian algunos daños de los moros que salían á ellos
ros, é decían qne en las guerras no se debia aven de unas partes é de otras , veyéndolos abarrancados.
turar lo mucho por haber lo poco. Al fin por aviso El Conde é Don Alonso y el Adelantado, como so-
de aquellos adalides acordaron de entrar en aque pieron que los moros peleaban con el Maestre é con
llas partes, é ordenaron sns batallas en esta mane el Marqués, recogiéronse, é vinieron donde el Maes
ta. Don Alonso , Sefior de la casa de Aguilar, y el tre y el Marqués estaban ; los quales juntos, porque
Adelantado del Andalucía tomaron cargo de llevar conocieron que la dispusicion de aquella tierra era
el avangnarda, é con estos iban por guiadores los mas para recebir dafio que para lo facer, especial
adalides. Después de aquella batalla iba el Conde mente porque todos los homes é mugeres eran re
de Cifuentes, do iban algunos homes principales de traídos con sus bienes, acordaron de dexar la presa
la cibdad de Sevilla. El Marqués de Cáliz iba des de algunos ganados que habian tomado, porque les
pués desta batalla con la gente de su casa, é otros impedia la salida, é volver á tierra segura. E man
algunos caballeros del Andalucía. La reguarda lle daron á los adalides qne los guiasen para salir de
vaba el Maestre de Santiago con los caballeros de aquollas ramblas é lugares ásperos. Los adalides á
su Orden, é de la cibdad de Ecija. Estos caballeros quien cometieron la guia, pensando llevar la gente
é gentes llevaban gran recuage de acémilas é bes por lugar mas seguro, tomaron camino de nna sier
tias, en que iban provisiones para los días que en ra tan alta é tan fragosa, por donde el peón podía
tierra de moros estoviesen. Las batallas ordenadas andar á gran pena. Los moros todo aquel dia é la
en esta manera, partieron de la cibdad de Anteque noche pasada, según bu costumbre, ficieron gran
ra un dia Miércoles del mes de Marzo , é andovieron ( des fuegos por muchas partes en las cumbres de las
864 OBÓNIOAS DE LOS fc tes de Castilla.
sierras y en otros lagares altos ; é juntáronse mu cosario descender á otro valle. E los moros ovieron
chos de los que moraban en aquella serranía, é to lugar de se poner entre la batalla del Marqués é del
maron la delantera por donde iban los christianos, é Maestre é de los otros caballeros, de manera que no
dende aquellos lugares facian en ellos grandes da podian socorrer los unos á los otros , ni menos los
ños con piedras é saetas que tiraban por los lados que estaban juntos se podian ayudar; porque cada
en la reguarda que llevaba el Maestre. E los chris uno trabajaba lo que podia por se salvar de los ti
tianos trabajando por salir de loa malos pasos don ros de piedras é saetas que por todas partes tiraban
de estaban metidos, sobrevino la noche. B recelan los moros que sabian bien aquella tierra é los malos
do que en aquel camino por do eran guiados no re lugares donde la fortuna metió los christianos. El
cibiesen mas daño , volvieron á pasar un arroyo fon Marqués de Cáliz , que pasó adelante, metióse con
do debaxo de una sierra fragosa, que los moros ha la gente que le quedó en un valle , pensando en él
blan ya subido. Quando los moros vieron á los chris estar mas seguro, é recoger los otras gentes que ve
tianos metidos en aquel valle angosto, desde las nían en la rezaga. E alguna parte de los moros que
alturas tiraban piedras y esquinas, é mataban mu tenian tomada la delantera, salieron al encuentro, é
chos christianos ; é algunos de los que se aventura pelearon con él é con la otra gente que le pudo acom
ban á subir la sierra por escapar, morían oayendo de pañar. E como quier que fizo rostro á los moros ó
los barrancos altos, porque la oscuridad de la noche poleór con ellos , pero como su gente estaba cansada
los impedia, de manera que ni veían, ni sainan el del trabajo que habian posado en subir aquellas
tino por do habian de subir. E oyendo los alaridos Bierras, é muchos dellos feridos, é los moros salían
de los moros , é turbados con la oscuridad de la no todavía mas de refresco , é sabian loa pasos donde
che é con la aspereza del lugar, enflaquescian , é no podian pelear á su salvo; los que estaban con el
sabían que remedio diesen á la perdición que veian; Marqués no pudiendo sofrir la fuerza de los moros
é sufriendo esta pena estovieron fasta la media que entraban ya por ellos , fueron desbaratados ; ó
noche. los que tovieron fuerzas para fuir se pusieron en
El Maestre é aquellos caballeros é capitanes, ve- fuida, é todos los otros fueron muertos é presos. El
yendo á sus parientes á criados é á las otras gentes Marqués visto el destrozo de los suyos, tomó otro
de sus capitanías, á unos caer muertos, é á otros llo caballo, porque el suyo ya estaba oansado é mal fe-
rar sus feridas, é á otros gemir su flaqueza; ó como rido, é guiándole un adalid por una sierra alta quo
no tenian fuerzas para pelear, ni con el cansancio duraba quatro leguas, se pudo salvar. E los moros
do la noche é de los días pasados podian salir de siguieron el alcance fasta media legua, matando é
aquella fondura do estaban señoreados de los mo captivando muchos de los christianos. Allí en aquel
ros: a Muramos, dixo el Maestre, faciendo camino destrozo mataron los moros á Don Diego, é á Don
»eon el corazón, pues no lo podemos facer con las Lope, é á Don Beltran , hermanos del Marqués , é á
» armas, é no muramos aquí muerto tan torpe. 8u- Don Lorenzo, é á Don Manuel, sus sobrinos, é otros
abamos esta sierra como hornea, é no estemos abar- muchos de sus parientes é criados, é de los otros
)i raneados esperando la muerte, é veyendo morir quo se llegaron á su compañía. El Maestre de San
«nuestras gentes, no las pudiendo valer.» E dicien tiago y el Conde de Cifuentcs y el Adelantado é Don
do estas palabras, del los á caballo, del los á pié, acor Alonso de Aguilar é los otros capitanes con las otras
daron de se poner al peligro que podian recebir en gentes que quedaron en una ladera de aquella sier
la subida de la sierra, é no al que veian estando en ra, como estaban muy cansados y enflaquecidos de
aquel valle. E defendiéndose cerno mejor pudieron, los trabajos de la noche é de los dios pasados, é no
subieron fasta donde los moros estaban. En aquella sabian los pasos de aquella sierra, caian muchos al
subida se perdió el Alférez del Maestre con su se fondo del valle. Otros se metían en poder de los ene
ña, que se llamaba el Comendador Diego Becerra, migos, porque elogian autos perder la libertad quo
cuya era Torre Mozia ; ó murió peleando un caballe la vida, pues no podian pelear. Los moros daban
ro primo del Maestre que se llamaba Juan Osorio, é grandes alaridos con el orgullo del vencimiento ; ó
Juan de Bazan , Señor do la Granja ; ó otros muchos los christianos gemian las muertes que veian de los
de sus parientes ó criados, é do los otros caballeros suyos, é las que ellos esperaban. Los caballeros é ca
que trabajando por subir á lo alto, calan con la pitanes principales puestos en angustia é no veyen
fuerza de las esquinas é piedras grandes que los do reparo, estaban turbados, é fallecíales el conse
moros derribaban. El Marqués que subió por otra jo, porque todas sus gentes estaban derramadas por
parte guiandolo un adalid, pasó adelante do aque aquellas sierras, é tan grande era el temor que te
lla sierra con la gente que le habia quedado de su nian , que ninguno sabia de su compañero ni le po
batalla. El Maestro y el Conde de Ciftientes é Don dia ayudar. A tal estado vinieron los christianos en
Alonso de Aguilar y el Adelantado é los otros espí aquella hora, que ni oían señal de trompeta, ni
tanos, que habian de seguir la vía que el Marqués veian seña que guardasen, ni donde se acaudilla
llevaba, ansí porque quedaron peleando con los mo sen. El Maestre de Santiago, visto el perdimiento
ros, como porquo fueron impedidos con la oscuri de aquella hueste-, dixo: «O Dios bueno, grande es
dad de la noche, é turbados veyéndose rodeados de «por cierto la ira que el día de hoy has querido mos-
los moros por todas partes , no pudieron seguir el utrar contra los tuyos, pues vemos que la gran
camino que el Marqués habia. llevado, é fuéles ne- I desesperación que estos moros tenian, goles hay
DON FERNANDO É DOÑA ISABEL. 885
(convertido en tal osadía, por* que sin armas ha- no lo pudo conocer, sino solo Dios , en cuya mano
»yan victoria de nosotros armados.» Algunos de sus son los vencimientos de las batallas. Pero según el
parientes é criados qne con él estaban, le dizeron: juicio de los hornee, bien se mostró haber aeaescido
«Ya vedes, Señor, este perdimiento; dezad el cs- por el orgullo é soberbia que tovieron los christia
»fucrzo para pelear, é habed consejo para escapar, nos, teniendo en poco las fuerzas del enemigo ; é
npues vedes que no hay otro remedio, sino poneros porque olvidaban la confianza que debían tener en
sen salvo, porque no padezcáis vos, é con vos to Dios , la pusieron en la fuerza de la gente (1).
ados estos vuestros parientes é criados, é las otras
Agentes que ha placido á Dios que queden vivas; CAPÍTULO XX.
i) porque vuestra estada aqui no sea causa de perdi-
ncion de todos.» Eeto mesmo decian sus parientes é De como el Conde de Cabra y el Alcajde de los Poner-lea fencle-
roa en batalla al Rey de Granada, e le preudieron.
criados á cada uno de los otros caballeros. El Maes
tre porque no veia lugar de pelear, é conoció que to Contado habernos la división que habia entre los
dos perescerian si él allí esperase, dizo : «No vuel- moros, é como la mayor parte de Iob principales de
»vo las espaldas por cierto á estos moros, pero fu aquel Reyno de Granada dezaron al Rey que tenían,
tí yo, Señor, la tu ira, que se ha mostrado hoy con- é se juntaron con su fijo mayor, é le alzaron por Rey;
ttra nosotros por nuestros pecados, que te ha placi- é como durante esta división los moros tenían entre
»do castigar con las manos dcstas gentes infieles.» si guerra, allende de la que los christianos les fa
E luego le dieron un caballo , porque estaba á pié ; é cían. El Rey Moro que se llamaba Alitnuley Bahab-
guiándole un adalid por lugares muy ásperos se dolí , veyendo que su poder era mayor que el de su
salvó. Salieron ansimesmo el Adelantado, é Don padre, é conociendo que los moros tenian afición á
Alonso de Aguilar, cada uno por su parte , subien aquel Rey que mayor guerra facía á loa chrietianos,
do aquellas sierras por lugares fragosos , porque los juntó la mas gente de pie é de caballo que pudo ha
moros no los siguiesen. Muchos Lomes que estaban ber en el Reyno de Granada. É considerando que la
á caballo fueron muertos é presos en aquel desbara frontera de Córdoba, é de Écija, é de todas aquellas
to ; porque fuyendo por las cuestas altas, los que partes , por el desbarato que Iob christianos ovieron
estaban á pié se asían á las colas de los caballos, por en el mes de Marzo pasado , estaría menguada de
haber mas fuerza para subir ; é los caballos no pu- gente , é que no fallaría resistencia ; acordó de en
diendo sufrir el trabajo de la subida, caian é que trar en tierra de christianos, é puso real sobre la vi
daban en el camino el caballero y el peón. El Con lla de Lucena, que es del Alcayde de los Donceles,
de de Ciflientos con algunos de los suyos que se fa é taló los panes é vinas de aquella villa, é de la vi
llaron con él en un lugar muy estrecho, voy endoso lla de Aguilar, é de otros lugares de la comarca. La
cercados por todas partes , é que no podían escapar nueva dcBta entrada vino á Don Diego Fernandez
peleando, por la multitud de las piedras é saetas que de Córdoba, Conde de Cabra, que estaba en la su
le tiraban , se dio á prisión , é fué llevado él y otro villa de Baena; é luego juntó la mas gente que pu
su hermano, que se llamaba Don Pedro de Silva, á do, é fué para la villa de Lucena, donde sopo que
la cibdad de Granada, con algunos otros de los su estaba el Rey de Granada con toda su gente, é allí
yos que pelearon con él. Los moros siguieron el al Be juntó con él el Alcayde de los Donceles. Como
cance por todas partes donde iban los christianos los moros sopieron que el Conde venia contra ellos,
fuyendo, é prendieron muchos dellos , é otros algu ovieron bu acuerdo de alzar el real, é volver oon
nos que tiraron por diversas partes se salvaron. Per toda la oavalgada que llevaban para la cibdad de
dieron allí los christianos todas las armas que lle Loza. El Conde de Cabra y el Alcayde de los Don
vaban, é la mayor parte de los caballos, é todo el celes, teniendo menor número de gente á caballo é
fardage , que era en gran cantidad ; é fueron presos á pie que tenia el Rey de Granada , movidos mas
los Alcaydes de Antequera é de Morón , é Juan de por alguna inspiración divina que por ninguna ra
Robres, é Bernardino Manrique, é Juan de Pineda* zón humana, acordaron de seguir á los moros, é
é Juan de Monsalve, é otros muchos caballeros prin pusieron tal diligencia, que los alcanzaron fasta le
cipales, que fueron en aquella entrada. E la victo gua é media de Lucena, en un lugar que se llama el
ria de los moros fué tan grande , y el esfuerzo de Arroyo de Martin González. É como fueron á vista
los christianos tan pequeño, que dos moros desar dellos, pusieron toda su gente en una batalla, y es-
mados prendían cinco ó seis christianos de los que
andaban perdidos por aquellas sierras, é los lleva (1) En el MS. del Señor Nava ae alade lo siguiente: • La qual
ban 4 la oibdad de Málaga , que era cerca de aquel • escasaran, si al salir fueran Jautos con loi adanes de Milaga:
lugar donde fué este desbarato. E algunas mugeres »6 porque no dieron tantas (radas i Dios quantas hablan de dar
moras salían de la cibdad de Málaga, é prendían los ■por la toma de Alhama ; qne muchos dellos llevaban dineros pata
christianos que fallaban derramados é perdidos por •comprar el despojo de los moros, de manera qne Iban mas i
•mercadear qne a servir! Dios: porque pensaban qne habla de
los campos. Falláronse allí mil captivos é mas que •ser el despojo como el de Alhama.» Sucedió esta derrota dia de
fueron llevados á otras partes. San Benito, i il de Mareo, como apunta el samarlo de Gallndei, y
Este desbarato que ovieron los christianos fué mas largamente el Cura de los Palaeios, que cuenta mas por me
grande , lo qual en lo público pareció haber seydo nor este hecho , y dlserepa sigo en el numero de los muertos y
prisioneros, que hace subir bastí mil y quinientos. Berntlá., ca-
por la mala guia de los adalides; lo secreto ningu- finito 60.
Cr—UL M
386 CRÓNICAS DE LOS RETES DE CASTILLA.
peraron los peones que traían, é amonestáronles cultad que el Conde trajese en el escudo de sus ar
que ficiesen lo que buenos christianoB é hornea es mas, y en las orlas que están en circuito del escu
forzados deben facer ; é que esperaban en la mise do. Cogido el despojo , é traído el Rey Moro ante el
ricordia de Dios, y en la Virgen gloriosa su madre, Conde de Cabra , visto como poco antes la fortuna
que les daria victoria de aquella gente infiel. Algu le dio poder de rey, y el infortunio le puso tan pres
nos veyendo que los moros eran en número mucho to en estado de subjeto, por le consolar le dixo
mayor que los christianos , fueron turbados, é de que si como home discreto le considerase el presu
cían que con mayor deliberación debian salir al roso movimiento de las cosas humanas , ni la pros
campo , é con mas gente debieran seguir los enemi peridad que poco antes tovo le debia alterar, ni la
gos, é ponerse en aquel lugar do estaban ; é quisie adversidad que tan presto le vino le debia entriste
ran facer por su voluntad lo que la vergüenza les cer. Porque ansí como el bien pasado no tovo fir
iuipidia. El Conde cuando vido los ánimos de aque meza, ansí el mal presente se puede mudar. E con
llos dubdosos é algo enflaquecidos, esforzábalos di estas, é con semejantes palabras consolándole, ó
ciendo que la vida en poco tiempo se pasaba, ó guardándole la honra que debia como á rey, lo lle
con pequeña dolencia se atajaba, é que la debian vó preso á la su villa de Baena. Sabido por los mo
aventurar por haber fama loable si venciesen, é ros este desbarato, é como su Rey era preso, algunos
gloria si allí muriesen ; é que en tal lugar estaban caballeros de aquel Reyno , que le obedecían por
puestos, donde toda esperanza de la vida estaba rey, se tornaron á la obediencia del Rey su padre.
puesta en el esfuerzo, é no en la fuida. Y esforzan
do toda su gente con semejantes razones, fueron CAPÍTULO XXL
contra los moros.
Los moros venian en tres batallas : en la una ve Como el Rey entró en la vega de Granada, é de la Uta qna
Oto.
nia el Rey de Granada, en la otra venia el Algua
cil mayor, y en la otra venia por capitán el Alatar El propósito del Rey é de la Reyna era continar
de Loxa. El Rey de Granada y estos capitanes mo la guerra que tenian comenzada contra los moros.
ros quando vieron que el Conde de Cabra y el Al- E acordaron que este año se ficiese tala en la vega
cayde de los Donceles con sus gentes venian contra de Granada , é para la facer mandaron apercebir á
ellos en batalla, juntaron las tres batallas que traían todos los caballeros é gentes que moraban en aque
en una. E los peones moros siguieron adelanto su llas partes del Andalucía, é del Reyno de Toledo,
camino con la cavalgada que llevaban; é los moros é de algunas cibdades é villas que son allende los
con gran alarido é muy gran denuedo vinieron con puertos hasta Castilla la vieja ; é mandaron adere
tra el Conde é contra el Alcayde, pensando, según zar todas las cosas necesarias á la guerra. E como
su costumbre de pelear, que los christianos no pu- el Rey vino de la cibdad de Astorga para la villa de
diendo sufrir su arrebatado acometimiento , venci Madrid do estaba la Reyna, luego otro día partió
dos súbitamente de miedo, se pondrían en fuida. E para la cibdad de Córdoba. La Reyna ansimesmo
plogo á Dios é la Virgen su madre de les dar es partió de Madrid, é fué para la cibdad de Sancto
fuerzo para sofrir aquel riguroso acometimiento de Domingo de la Calzada, é fué con ella el Cardenal
los moros. E como los unos estaban ya cerca de los de España , é algunos otros Doctores del su Conse
otros para se encontrar, quan grande fué el arreba jo , para entender en las cosas tocantes á la gober
tamiento que ovieron los moros para acometer, tan nación del Condado de Vizcaya , é de la provincia
grande é mayor fué para volver las espaldas ; é de Guipúzcoa, é de todas aquellas partes de Castilla
luego sin esperar los primeros encuentros, se pu la vieja, é de otras cosas tocantes al casamiento
sieron en fuida. Y el Conde y el Alcayde do los que era movido del Principe Don Juan su fijo con
Donceles fueron contra ellos matando é captivando la Reyna de Navarra, que según habernos dicho,
fasta un lugar que Be llama Xezna, que es cinco subcedió en aquel Reyno por la muerte del Rey Fe-
leguas de Lucena ; é tomaron toda la cavalgada bus su hermano. E como el Rey llegó á Córdoba, no
que Iob moros desampararon. La nueva desto des se detovo en aquella cibdad , porque el tiempo de
barato vino á Don Alonso de Aguilar que estaba facer la tala se pasaba. E luego partió para la villa
en la cíbdad de Antequera, é cavalgó luego con la de Almodovar, é fueron con él el Duque de Náxe-
gente de caballo que pudo haber, é púsose en el ra, y el Duque de Allmrqu erque, y el Maestre de
atajo de los moros que iban fuyendo , é captivo é Santiago, y el Marqués de Villena, y el Marqués
mató muchos dellos. En aquel lugar se fallaron de Cáliz, y el Conde de Cabra, é Don Pedro Puer-
muertos fasta mil moros, allende de los que murie tocarrero , Conde de Medellin , ó Don Garci Lopes de
ron en otras partes; é fué preso el Rey de Granada, Padilla, Maestre de Oalatrava, y el Conde de Mon
é murieron algunos Alcaydes é cabeceras del Rey- te-Rey, é Don Gutierre de Sotomayor, Conde de Be-
no de Granada, en especial murió el Alatar que era lalcázar, é Don Pedro de Acuna, Conde de Buendía
Alcayde é capitán de Loza, é fué tomado el recuaje é Adelantado de Cazorla, é Don Iñigo López de
que traían, é fueron traídos presos á la villa de Lu Mendoza, Conde de Tendilla, é Don Juan de Gua
cena é Aguilar muchos dellos. E fueron tomadas rnan, fijo del Duque de Medinasidonia, é Don Enri
nueve banderas, las quales con la cabeza de un Rey que Enriquez , Mayordomo mayor del Rey, é Luía
puesta en una cadena, el Bey ó la Reyna dieron fa Fernandez Puertocarrero , Señor de Palma, é Bo
DON FERNANDO É DOÑA ISABEL. 887
(trigo de Ülloa, su Contador mayor, é Don Fernan Don Juan de Silva, Conde de CSfuentes, su herma
do de Velasco , capitán de la gente del Duque del no, que estaba preso en Granada. En la esquadra
Infantadgo , y el Alcayde de los Doncelee , é Don de la rezaga mandó ir al Conde de Buendia, é á
Francisco de Estúfiiga , fijo del Duque de Plasencia. Don Juan de Sotomayor, Sefior de Alconcbel, é á
Vinieron ansimesmo á servir al Rey é á la Berna Don Fernando de Velasco, capitán de la gente del
una gente que se llamaba los Suizos , naturales del Duque del Infantadgo , é á la gente del Duque de
Beyno de Suecia (1), que es en la alta Alemana. Medinaceli, é á Martin Alonso , Sefior de Montema-
Estos son hornea belicosos, é pelean á pié, é tienen yor. Los peones mandó repartir en esquadras, cada
propósito de no volver las espaldas á los enemigos; una con su capitán en los lugares convinientes. E
é por esta causa las armas defensivas ponen en la con el artillería é fardage iban otras gentes á caba
delantera, é no en otra parte del cuerpo, é con esto llo é á pié de las cibdades de Sevilla é de Córdoba é
son mas ligeros en las batallas. Son gentes que de Écija é de toda el Andalucía con sus capitanes.
andan á ganar sueldo por las tierras , é ayudan en Ordenadas las batallas en esta manera que habe
las guerras que entienden que son mas justas. Son rnos dicho, el Rey fué fasta un lugar que se llama
devotos é buenos christianos ; tomar cosa por fuer ba la Cabeza de los Ginetes. E otro dia entró mas
za repútanlo & gran pecado. adentro en tierra de moros, é mandó asentar su real
Como todas las gentes que el Rey mandó llamar junto con Illora, que es villa muy fuerte de moros;
fueron juntas, partió de la villa de Almodovar, é de la qual salieron algunos moras á escaramuzar
poniendo sos reales llegó fasta un lugar que dicen con la gente de caballo que iba en la delantera, é
el Carrizal ; é alli esperó el artillería que iba en su con los peones que iban con elloB. Los quales pelea
hueste, ansimesmo todo el recuage de los mante ron é retraxeron á los moros , y entraron juntamente
nimientos é otras cosas. E mandó facer alarde de la peleando con ellos por el arrabal. Los moros visto
gente que llevaba, é falló que estaban juntos en que el arrabal era tomado , retraxéronse á la villa.
aquel real fasta diez mil hornea de caballo á la gi- E como los christianos se apoderaron del arrabal, el
neta é á la guisa, é veinte mil hornea á pié, é otros Rey mandó quemar algunas parvas de panes, que los
treinta mil peoneB diputados solamente para talar. moros tenian pueBtas bien cerca del muro de la vi
E allende deeto iban en aquella hueste otra gran lla, recelando la tala que el Rey entraba á facer en
copia de gentes que tenian cargo de ir con las bes aquella tierra. E los moros por defender los panes
tias que llevaban los mantenimientos para bastecer del fuego , é los christianos por los quemar, pelea
la hueste. Otrosi los que llevaban los bastimentos é ron los unos contra los otros , é fué entre ellos bien
cosas necesarias para proveimiento do la cibdad de ferida aquella escaramuza. En la qual los christianos
Alhama. En esta hueste iban con los bastimentos é recebian dado de los tiros de piedras é saetas é es
artillería fasta ochenta mil bestias de recuage. E pingardas, que los moros timban desde el muro, por
mandó el Rey ordenar las batallas de la gente de defender los panes. El Rey visto el daño que rece
armas é de pié en esta manera. Al Maestre de San bian los suyos, fizólos retraer de la pelea; é mandó
tiago, é al Marqués de Cáliz, é á Don Alonso de á los artilleros que tirasen con los ribadoquines al
Aguilar, é á Luis Fernandez Puertooarrero , 8e- muro, é á los otros lugareB do estaban los moros de
fior de Palma , mandó llevar el avanguarda con las fendiendo, é de aquellos recebian los moros tanto
gentes de sus casas. A Don Garci López de Padilla, daño, que desempararon los lugares donde defen
Maestre de Calatrava, é al Conde do Monte-Rey dían laa parvas , é los christianos ovieron lugar de
mandó ir en otra esquadra. A Don Francisco de ponerles fuego , aunque estaban bien juntos con el
Estúfiiga con la gente del Duque de Plasenoia su muro de la villa. Mandó ansimesmoel Rey quemar
padre, é del Maestre de Alcántara su hermano man todo aquel arrabal, é quedó la villa destruida por
dó ir en otra esquadra. Al Conde de Belalcázar, é á la gran tala que en todo aquel término se fizo. An
Don Fadrique, fijo del Duque de Alba, mandó que simesmo mandó al Conde de Cabra, é á Don Alonso
fuesen en otra esquadra. Al Duque de Náxera con de Aguilar, que fuesen á una villa que se llama
la gente desu casa é con la gente de las cibdades Monte Frió á la talar con dos mil homes á caballo, ó
de Jaén é Ubeda é Baezn mandó ir en otra esquí: diez mil peones taladores. Estos caballeros cumplien
dra. Al Duque de Alburquerque, é á Don Juan de do lo que el Rey les mandó, fueron luego, é pusieron
Quzman, fijo del Duque de Medinasidonia, mandó toda la gente de armas á la puerta de la villa, por
ir en otra esquadra. En la batalla real donde iba su resistir á los moros si saliesen á defender la tala;
persona, iban mil caballeros, los quinientos homes entretanto que los peones taladores talaron todas
de armas á la guisa con caballos encubertados, é las huertas é panes, é otras cosas que en el término
otros quinientos á la gineta ; estos eran todos cria de aquella villa fallaron en circuito de una legua.
dos suyos é do la Reyna, que andaban continos en
su guarda. E mandó á Don Diego López Pacheco, CAPÍTULO XXII.
Marqués de Villena, que fuese por capitán de aque
lla batalla, en la qual iba por Alférez de su estan De como se lomó la villa de Tajara.
darte real Don Alonso de Silva que lo servia por Feoha la tala de aquellas villas , el Rey vino con
toda su hueste á otra villa que se llamaba Tajara, ó
(I) Asi dice el original que no» ilrve de texto. puestas sus batallas en órden venían por el camino
CRÓNICAS DE tOS REYES DE CASTILLA,
los peones á pié que eran señalados para talar, é tillo. Otro dia el Rey mandó tomar al combate, é
derribando molinos, é quemando huertas , é talan tan grande fué la priesa que loa christianos dieron,
do árboles por todos los campos. E allende de lo que los moros no pudiendo defender el muro por la
que los peones taladores facian , la multitud de la multitud de las espingardas é saetas é otros tiros
hueste no dexaba cosa inhiesta dos leguas en der de pólvora que les tiraban , demandaron seguridad
redor de la tierra que pasaban. E como el Rey llegó á los que cambatian. E habido el seguro, embiaron
á aquella villa de Tajara , porque estaba en tal co un alfaquí al Rey , á le ofrescer el castillo , si le plo-
marca, que los que guardaban á Alhama, recebian guiese dar seguridad de la vida, é libertad de las
della gran dafio , é los moros de Loza gran ayuda, personas é bienes á los que en él estaban. El Rey
mandóla combatir. E luego los forreros é carpinte como quier que les dio seguridad de las vidas, pe
ros que traia en su hueste, de la madera de los ár ro no les quiso otorgar libertad de las personas , ni
boles que talaron, ficieron bancos pinjados , é man de los bienes, é mandó continar el combate. Algu
tas , é otras cosas necesarias para el combate. E co nos de los moros veyendo que no se podian defender,
mo quier que los moros que estaban dentro eran acordaron de se dar á prisión ; otros decían que de
hornee cursados en la guerra, é aventuraban la vida bían morir en la defensa del castillo. E porque esta
por defender la entrada á los christianos ; al fin no división que tenian les enflaquecía mas las fuerzas,
pudiendo aofrir los combates que les fueron dados, los christianos ovieron lugar de entrar por fuerza
desampararon la villa, é los que pudieron se retra- el castillo, é pusierot encima del muro la seña real,
xeron á la fortaleza, é los christianos la pusieron á é prendieron todos los moros é moras, é fueron ro
sacomano. Entrada la villa , los votos de algunos bados gran cantidad de bienes , é bastimentos , ó
caballeros é capitanes eran que la fortaleza no se armas, é caballos que en él estaban. E de los caba
combatiese , porque deoian que el muro era muy llos é otras cosas de precio que allí se tomaron , el
fuerte, é no había lombardas gruesas con que se Rey fizo merced á algunos caballeros y escuderos
pudiese derribar. El voto de otros era que debia el que con mayor esfuerzo se ovieron en los comba
Rey mandar llegar los bancos pinjados, é tentar tes. E mandó poner fuego á la villa, é derribar los
con los picos el muro, por ver si se podria cavar muros de la fortaleza para escusar el dafio que de
por baxo , para se poner en cuentos. El Roy visto los que allí moraban se siguia á la tierra de los
el parecer de los unos é de los otros , mandó que se chrietianoB. Talada é derribada la villa de Tajara,
combatiese la fortaleza, conociendo que se habian el Rey acordó de ir con toda su hueste á bastecer la
recogido en ella tantos moros é moras de los viejos cibdad de Alhama. E continando aquel camino, la
é criaturas, que no podian tener mantenimientos hueste recibió tan gran fatiga por mengua de agua,
para se sostener, é que la turbación que tenian en que perecieron algunas bestias. Y el Rey fué cons
ver tomada la villa, les quitaria las fuerzas para treñido de abreviar las jornadas fasta que llegó á la
defender la fortaleza. E mandó al Maestre de San cibdad (1), donde la gente ovo refrigerio, con la
tiago, é al Marqués de Cáliz, é á Don Alonso de abundancia de las aguas que fallaron ; é luego la
Aguilnr, que toviesen cargo de combatir la una fizo bastecer con treinta mil bestias oargadas de
parte del castillo, é al Duque de Náxera, é á Luis provisiones. Y entregó la tenencia della á Don Iñi
Fernandez Puertocarrero , mandó combatir por otra go López de Mendoza, Conde de Tendilla, é dióle
parte. E á Don Fernando de Velasco, capitán de la la capitanía mayor de mil hornea á caballo é á pié,
gente del Duque del Infantadgo , mandó combatir que estuviesen con él para la guardar, é facer guer
una de las torres que estaban á la puerta de la for ra á los moros. Bastecida la cibdad de Alhama, lue
taleza. E á Garci Fernandez Manrique mandó que go el Rey mandó mudar el real en la ribera del rio
con la gente de Córdoba combatiese otro pedazo de Cacin , fasta una legua de Alhama. E otro dia
del lienzo de la cerca. Repartidos estos combates, fué á otro lugar, que se llama Malaha ; é mandólo
aquellos caballeros é capitanes, cada uno por su quemar, é fueron derribadas é quemadas fasta tre
parte comenzó el combate. E los moros se pusieron cientas torres , é cortijos , é alearías que estaban en
en defensa é tiraban piedras, é tiros de pólvora, é aquel camino, y en dos leguas de su circuito. Otro
saetas desde los muros é torres , é facian gran dafio dia mandó asentar su real en un lugar que se llama
en los christianos. Aquel combate duró dende la ba Alhendin , que es una legua de Granada, junto
mañana fasta hora de vísperas ; en el qual fueron con la sierra Nevada, donde hay una legua de oli
muertos é feridos algunos fijos-dalgo, especialmen vares, é huertas, é panes, é viñas. E mandó poner
te fué ferido Don Enrique Enriquez, Mayordomo guardas por todas partes en los lugares convinien-
mayor del Rey, de una espingarda en el pié. Los tes , entre tanto que los que talaban derribaban to
moros visto que Ion christianos habian llegado al dos los árboles, é destruían los panes é otras cosas
muro , echaban de arriba manojos de lino é de cá que fallaron. Los moros veyendo la destruicion que
ñamo, bailados en azeyte é pez ardiendo; con los se faoia en su tierra, cometieron á escaramuzar con
quales quemaron algunos bancos pinjados, aman los que tenian el avanguardia, é trabajaban por de
tas. Los christianos que estaban debaxo, desampa fender á los christianos la entrada en aquel lugar.
raron los bancos , que no los pudieron sostener por
el fuego que los moros de arriba habian lanzado. E (1) Fué esta tala y li toma de Tajara por San Juan de Junio de
por esta causa aquel dia no se pudo tomar el cas este ato. Btntli., te/. 63.
DON FERNANDO É DOÑA ISABEL. 589
Los christianos que estaban á caballo, fueron contra
aquellos moros, é retraxéronlos de tal manera, que CAPÍTULO XXIIi.
los peones ovieron lugar de entrar en aquel lugar
de Alhendin, é pusiéronle fuego, é quemaron todas De lis cosas qne pasaron en Córdoba con el Rey moro qní
eslaba preso.
las parras que estaban en las heras cerca de la cib-
dad de Granada. Otro día el Rey fué con todas sus Estando el Rey en la cibdad do Córdoba, vinie
batallas ordenadas fasta bien cerca de la cibdad de ron á él mensageros de la madre de Muley Bahade-
Granada, donde estovo todo el día, entretanto que li, Rey de Granada , que estaba preso en poder del
los taladores andaban talando por todas partes. E Conde de Cabra, é de parte de otros caballeros é ca
como quiera que los moros salieron á escaramuzar beceras del Reyno de Granada, que estaban á su
algunas veces entre los olivares ; pero no pudiendo obediencia , á le suplicar que le ploguiese ponerle
resistir la tala que veian facer de sus frutos, acor en su libertad , é reducirlo á su Reyno ; porque de
daron de enturbiar el agua que iba por las acequias, 10 tener preso , no recebia servicio , é si lo soltase,
de donde los cbristianos se proveían ; de manera ofreciéronle que seria su vasallo , é le daría cierta
que la hueste no se podia aprovechar delta. E por suma de oro cada ano de los que le diese treguas , é
esta causa el Rey mandó mudar su real de aquel cierto número de christianos , quales el Rey esco
lugar é ponerlo ceroa de una villa que se llama giese de los que estaban captivos en tierra de mo
Huécar, porque la hueste no recibiese daño por ros. El Rey oida aquella suplicación, embió mandar
mengua de agua. E mandó á los taladores, que ta al Conde de Cabra que trazóse al Rey de Granada
lasen la vega de Granada por todas partes, é por la é gelo entregase. El Conde obedesciendo el manda
ribera de Guadaxenil ; en la qual tala el Rey durara miento del Rey, partió luego de la bu villa de Bao-
mas tiempo, é pusiera sitio sobre alguna villa, sal na , é vino para la cibdad de Córdoba , é traxo al
vo porque fallescian los mantenimientos que eran Rey de Granada preso , y entrególo al Rey. El Rey
necesarios para proveimiento de la hueste Fecha recibió al Conde , é fizóle grande honor, é no quiso
eeta tala en la manera que dicho habernos , el Rey ver al Rey Moro fasta que acordase si lo debia sol
vino á Córdoba ; é como llegó á la cibdad , mandó tar. E mandó á un caballero de su casa que se lla
pagar sueldo á la gente de armas , é loa jornales á maba Martin de Alarcon que tenia la fortaleza de
los taladores, é á todas las otras gentes que fueron Porcuna, que toviese cargo de la guardar; y em
con él, é mandólos despedir. biolo decir con aquel caballero, que se esforzase, ó
Desta entrada é de la tala que el Rey fizo en el oviese aquel placer que pono á los presos la espe
Reyno de Granada, los moros quedaron destruidos, ó ranza de la libertad. El Rey Moro oida la consola
su tierra tan oprimida, que ovieron acuerdo de enviar ción que el Rey le embió, respondió : «Decid al Rey
sus embaxadores al Rey á le suplicar que les diese «do Castilla mi señor que yo no puedo ser triste es-
treguas por algún tiempo; é como ofreciéronle gran stando en poder de tan altos é poderosos Reyes co
cantidad de oro cada año de los que le ploguiese limo son el Rey é la Reyna su muger , especialmen-
otorgarlas. El Rey oida la embazada del Rey de Gra n te seyendo tan humanos, é teniendo tanta parte
nada , embiolo á comunicar con la Reyna, que esta «de la gracia que Dios da á los reyes que bien ama.
ba en la oibdad de Victoria ; la qual embió á decir 11 Otrosí le decid que días ha que pensaba ponerme
que su parecer, si á él ploguiese, seria que aquella «debaxo de su poderío para recebir de sus manos el
tregua no se otorgase á los moros, si no entregasen «Reyno de Granada, según que lo recibió el Rey mi
ciertas villas é fortalezas del Reyno de Granada por «abuelo del Rey Don Juan su suegro, padre de la
seguridad de lo que habian de dar en parias ; porque i Reyna. E que el trabajo mayor que tengo en esta
ya otras veces les habian seydo otorgadas, é las ha «prisión es haber fecho por fuerza lo que pensaba
bian rompido quando no tenían tal premia quegelas «facer de grado.» E porque era necesario al Rey ve
ficiese guardar. E porque los moros no las quisieron nir á la cibdad de Victoria do estababa la Reyno , é
■ entregar , é otrosí porque el Rey é la Reyna tenían ansimesmo ir al Reyno de Aragón para proveer en
concebido en su ánimo de guerrear todo aquel Rey- la justicia, y en otras cosas que en aquellas provin
no de Granada, no les fueron dadas las treguas que cias ocurrían ; acordó poner fronteros en los luga
demandaron. Y embiaron á mandar que se pusiesen res do era necesario , para que la tierra estoviese
grandes guardas en los puertos, para que ninguna guardada, é se ficiese guerra á los moros. Ansimes
persona pudiese meter mantenimientos, ni pafio, ni mo quiso entender en las cosas que por parte del
otras cosas de las que solían llevar al Rey de Grana Rey moro le eran ofrescidas para las dexar asenta
da. E como quiera que muchos caballeros é otros de das. E mandó á los que procuraban su deliberación,
los que estaban captivos se rescataban por alguna que las declarasen en su Consejo. Los quales en
cantidad de azeyte é ganados é panos é otras algu presencia del Rey, estando en su Consejo el Maestre
nas provisiones ; pero la Reyna no daba lugar, que de Santiago, é Don Garci López de Padilla, Maestre
grande ni pequeña cantidad de proveimientos se de Calatrava , y el Duque de Alburquerque , y el
llevase á los moros por rescate de ningnn christiano. Duque de Náxera , y el Conde de Cabra , y el Mar
E deliberaba de facerles ayuda de dineros en gran qués de Cáliz, y el Marqués de Villena , y el Conde
cantidad para se rescatar, antes que dar licencia de Belalcazar, y el Conde de Coruña, é Don Alonso,
para que oviesen los moros provisión alguna. Señor de la oasa de Aguilar, é Rodrigo de Ulloa, su
590 CRÓNICAS DE LOS REYES DE CASTILLA.
Contador mayor , é otros caballeros é dotores de su «cansa con los Albanos bus amigos é parientes , no
Consejo, ó algunos capitanes é alcaydes de la fron «por otro respecto, salvo por no dexar en ocio su
tera ; los mensageros moros dizeron que si el Rey «caballería. Pues ¿quanto mejor lo debe facer quien
ponía en libertad al Rey de Granada , él seria su «tiene tan justa, tan santa, é tan necesaria guerra
vasallo, é le serviría, é faria lo que le mandase co «como vos tenéis? en la qual se puede ganar honra
mo su subdito. Otrosí que le daría treoientos chris- «en esta vida é gloría en la otra. Quanto á la segun-
tianos, quales él escogiese de los que estaban capti «da, Vos, Señor, por la gracia de Dios , tenéis bue-
vos en tierra de moros, é doce mil doblas de oro ca «nos capitanes, mucha caballería obediente á vues-
da año de los que le pluguiese otorgar treguas á los «tros mandamientos é de la Reyna nuestra Señora,
lugares del Reyno de Granada, que estaban, ó den «cursada en esta guerra, bien pagada de sus gagos;
tro de ciertos dias estuviesen por él. E para seguri «tenéis villas é castillos cercanos á la tierra de los
dad que lo compliria, prometieron de dar en rehe «moros ; tenéis artillería é todos los aparejos que se
nes un fijo legitimo de aquel Rey, ó otros fijos de «requieren para continarla guerra. Ansí que no sé
Alcaydes é cabeceras del Reyno de Granada de los «yo que consejo seria dexar de seguirla, pues no hay
que estaban á su obediencia. Otrosí demandaron «impedimento para que se deba escusar. La tercera
que el Rey mandase á sus gentes que le diesen fa «es considerar si se pueden forzar las fuerzas del
vor para facer guerra á algunos lugares é fortale «enemigo. E cerca desto no conviene mucho decía-
zas que se habían reducido al Rey su padre duran «rar, pues las vemos tan flacas, que ansí los de la
te su prisión , é á loa otros que le habían estado 6 «una parte, como los de la otra, vienen con tanta
estoviesen rebeldes. E dieron á entender que si el «cuita , que os ofrecen parias , é demandan tregua;
Rey no daba luego Orden en su deliberación , é se «por la qual muchas veces ha Bey do ofrecida á
tardaba algunos dias, todos los caballeros principa «vuestros capitanes alguna cantidad de doblas é
les del Reyno , é las cibdades é villas é castillos é «de captivos christianos, é ni á Vos, ni á la Rey
tierras, que hoy estaban por él , perdida la esperan una ha placido otorgarla. Porque según todos eabe-
za de su libertad, tornarían á la obediencia del Rey «mos, el fin principal vuestro é de la Reyna es fa-
su padre, como algunos ya habían fecho. Oido por «cer guerra, é ganar ol Reyno de Granada, é no ce
el Rey aquello que por parte del Rey floro se ofres- nsar della fasta le dar el fin que deseáis. Eu prose-
cía , quiso saber lo que á los Duques é Muestres é «cucion de lo qual, allende de los peligros, aventu-
Condes é Marqueses, é á los capitanes que con él es «ras é trabajos habidos por vuestra persona real, é
taban en su Consejo parescia. Sobre lo qual ovo di «por vuestros capitanes é gentes ; es cierto que son
versos votos, porque algunos decían que se debía «fechos tantos ó tan inmensos gastos, que sobre-pu
soltar é recebir aquello que so ofrescia ; otros de njan á la cantidad de Iqb parias que estos moros
cían que no lo debía fncor porque no era su servi «ofrescen , ni podrían dar en muchos años. E no sé
cio, antes era mayor la utilidad que se seguía de lo «yo que aprovecharan los llamamientos de vuestras
tener preso, que la que se ofreacia seyendo libre. E «gentes, venidas de los fines de vuestros reynos, ni
porque uno de los principales que sostenían esta «las batallas habidas con los moros , ni las talas é
opinión era Don Alonso de Cárdenas, Maestre de udestruiciones que por vuestra persona real ó por
Santiago , por dar á entender mejor su parescor, di- «vuestros capitanes son fechas en su tierra , ni uie-
xo al Rey : uMuy excelente Rey é Señor, tres cosas «nos sé que aprovecharían los prestidos, los tribu-
»á mi ver deben considerar los Reyes en las con- » toa , las imposiciones puestas en vuestros Reynos,
i) quistas que mueven. La primera, si son justas ; la «si teniendo la guerra para que se pusieron en el es
«segunda, bí tienen aparejo para las seguir;- la ter- atado que la tenéis, la dexásedes agora, para que se
»cera , si pueden forzar las fuerzas dol enemigo. «pierda juntamente con el fruto quo della se espe-
«Quanto á la primera , quien bien mirare las cosas «ra. Ansí menino Vuestra Alteza ve que este Rey
«pasadas en estos vuestros rey nos, después que por «preso, no solamente quiere libertad, mas demanda
»la gracia de Dios, Vos é la Reyna en ellos reynas- «vuestro favor para ganar las tierras del Reyno de
«tes, claro verá que Dios aderezó la paz con quien «Granada, que le están rebeldes. E si vuestras gen-
«la debiades tener, quando la Reyna la concluyó i) tes se han de poner á los peligros que se requieren
«con el Rey de Portogal, é vos despertó a la guerra 'ien ganar la tierra para él, mejor seria que los ovie-
«que sois obligados de seguir, quando los moros «sen ganándola para vos ; porque los provechos de
«rompiendo las treguaB que les distes, tomaron la «las parias que dieren , no son tan grandes que no
«villa de Zahara. Bien creo, Señor, que sabe Vuestra «sean mayores los trabajos que vuestra gente ovie-
«real Magostad, como una de las cosas que los bue- »re, é los gastos quo vos ficiéredes en le poner paci-
»nos Reyes christianos vos han embidia, es tener en «fico en su Reyno. Ni menos se debe tener confian-
«vuestros confines gente pagana con quien no solo »za en la promesa que face de ser vuestro subdito,
«podéis tener guerra justa, mas guerra santa, en «porque sí la necesidad que agora tiene le obliga á
«que entendáis ó fagáis exercitar vuestra caballería; «esta subjecion, la libertad que después toviere le fa
«el qual exercicio no pienso Vuestra Alteza ser po ma salir della. Allende desto , Vuestra real Señoría
seo neoesario para las guerras que nascen en los «prosigue agora guerra contra un rey viejo dolien-
«reynos. Léese en las historias romanas, que Tulio nte, é desamado de los de su reyno ¡ el qual no pue-
«Ostilio el tercero Rey de Roma, movió guerra sin »de bien seguir la guerra por el impedimento de su
DON FEBNANDO É DONA ISABEL. 891
(persona é por la inobediencia de sus subditos. E si szon, que el tiempo y la edad é los caaos nuevos
«este rey preso ponéis en libertad, daisnoB un ene- snotraygan pensamientos nuevos, para que aque-
«migo mozo é sano, en lugar de otro enemigo viejo sllo que una vez nos parece que sabemos, otra vez
íé doliente ; é los moros que agora están sin el ca- ( no lo sepamos ; en lo que en un tiempo nos pare-
» pitan que quieren, oobrarian el rey que desean. De neo provechoso, en otro nos pareoe dañoso é ageno
(donde seguiría, que los enemigos que agora tene «de razón. Esto digo, muy poderoso Bey é Señor,
smos flacos é derramados por falta de buen capitán, s porque la prisión deste rey, é lo que de su parte
(estarían fuertes é juntos con buen caudillo. Ni me- sse ofrece, la división de los moros, la priBion do
(nos debemos tener confianza en la discordia que dos christianos, traen cosas nuevas, que la pruden-
(hay entre ellos ; porque dado que agora estén di aoia nos amonesta discerner para lo mejor é mas
sversos, ¿donde serénaos seguros que permanezoa «provechosamente proseguir. E ante todas cosas es
(esta división, é que no se reconcilien el padre y s de ver si Vuestra real Señoría gana honra alguna
(el fijo, é juntos sean mas fuertes para rebe'lar con- sen tener preso este rey. E cerca desto, verdad es
(tra vos, como han fecho los Beyes de Granada con- spor cierto, que haberlo prendido un Conde vuestro
stra los Beyes vuestros antecesores, todas las veces «subdito, honra es é grande; pero tenerlo preso
( que han habido lugar de lo facer? Á lo qual no Ies (ninguna. Porque los moros tienen poca fe con sus
(impedirán por cierto los rehenes que dan , aunque (reyes, é les han tan poco acatamiento, queligera-
(sean de mucho mas valor de lo que son estos que S mente los facen é destacen estando libres ; ma
i ofrescen ; porque los moros estiman en poco el yormente estando presos , según que en diver-
(captiverio, é no habrán empacho de perder los re s sos tiempos los habernos visto , é agora vemos en
suenes que dieren de algunos , por facer lo que » en la prisión deste. La qual sabida , luego los mas
(cumple á todos. Otrosí sabrá Vuestra real Señoría sque estaban á su obediencia, tornaron á la del Bey
(que el poder de los moros está agora caido por la (su padre, é privaron al fijo del nombre de rey que
(prisión deste rey que amaban ellos, y están men- (le habían dado. Y esto mesmo es de creer que fa-
sguados de gente de guerra é de armas é caballos ( gan los que quedan teniendo su voz, porque tanto
spor el desbarato que ovieron en la batalla do fué (ménos le estimaran, quanto mas le tovieron absen-
npreso. E si agora le mandasedes soltar é diesedes ( te. Ansí que no se puede decir que tenéis rey pre-
(tregua y el favor que piden , habrían lugar de se sbo, mas que tenéis un home particular; de ouya
«reparar de todas las cosas de que están mengua- n prisión, ni los moros facen mención, ni los Chris-
sdos , é criarfades un enemigo para vuestros ami- ( tinos reciben honra. Veamos pues agora el prove-
(gos, é un amigo para los enemigos, contra el qual ( cho que su libertad da á los Christianos , y el daño
sno podríamos ansí bien guerrear , como facemos « que su prisión escusa a los Moros. Notorio es, muy
( agora contra su padre , que no tieno los aparejos «poderoso Bey é Señor, que antes que este rey fue
sque ternia este si se viese libre. Anal que mi pa- tee preBO, la división que habia entre él é su padre,
(rescer es, que la guerra comenzada se debe conti- «los tenia tan ocupados , que la guerra que les £*>
snuar, é que ni debéis soltar este rey, ni recebir las » ciamos era mas provechosa á nuestra parte, é mas
«párias del otro; porque no moviste* tan gran guer- (dañosa & la suya ; porque queriendo cada uno de-
(ra para recebir lo que los moros os quisiesen dar, S Uos seguir su propósito , ni se podían bien defen-
smas para que les quede lo que les quisiéredes de- ( der de la guerra que les facíamos defuera, ni po-
l xar, quando so vuestro imperio quisiéredes que vi- «dian bien remediar ála que ellos tenían de dentro.
(van. E lo que Vos, Señor, podéis tomar, no esperéis (Agora después que este rey fué preso, é algunos
srecebirlo de otro.» «de los principales de Granada, que estaban por el
Acabado este razonamiento , aquellos caballeros «fijo se han juntado con el padre, han habido lu-
é capitanes , cuyo voto era que la guerra contra los «gar para defender mejor su tierra. To, muy pode-
moros se siguiese , por las razones que el Maestre sroso Bey é Señor, no digo que cese la guerra que
de Santiago dixo, se esforzaron mas á aconsejar al «tenéis contra los moros ; pero digo que se suelte
Bey que no soltase al Bey Moro, ni recibiese sus «este que es causa [de bu división, para que tengan
parias, é que siguiese la guerra comenzada. El Bey «dos guerras, una oon ellos, é otrá con nosotros,
quiso ansimesmo oir á los que eran en voto contra «porque les podáis mejor guerrear , y ellos se pue-
rio, é consejaban que el Bey Moro se soltase, é las «dan mejor defender. Lo qual no se puede ansí bien
parias se recibiesen. E porque uno de los principa «facer, teniendo este Bey preso, porque aquellos
les que lo sostenían era Don Rodrigo Ponce de s que le esperan libre , quitos desta esperanza de su
León, Marqués de Cáliz, mandóle que dixese su pa- «libertad, no es dubda que tornen á la obedienoía
rescer, el qual dixo ansí: «de su padre , é Vuestra Alteza pierda la ayuda que
« Para que Vuestra real Señoría prosiga la guer- ( nos facia su división. El inconviniente que se ró
sra comenzada contra el Bey é Moros de Oranada, scela de su libertad es, que seyendo libre se recon-
«asaz abundantes son por cierto las razones diohaa soíliará con su padre, é rebelará contra vos. E sin
spor el Maestre de Santiago ; las quales yo no en- s dubda es oosa que puede acaescer, pero mas debe
» tiendo repunar, porque mi parescer siempre fué, mos creer, que Be continúe entre ellos la división
sque la guerra contra los moros se continúe ; pero s que se espera, que la reconciliación que se recela,
sno hay en esta vida cosa tan gobernada por ra- s Porque este nombre de rey entre los humanos es
393 CRÓNICAS DE LOS REYES DE CASTILLA.
ide tanta excelencia, que aquel que ana vez lo to- el Rey Moro se soltase. E porque había muchos vo
imt por titulo, sino ea pusilánime, no lo deja eino tos contrarios, el Rey lo embió facer saber á la
i juntamente con la vida. T ea cierto, que pues el Reyna por saber su parecer. La Reyna vistas las
«reynarno sufre dos, aunque sean padre é fijo, ni razones de la una parte é de la otra, respondió al
«esto dexará la guerra fasta haber todo el Bey no á Rey, que vistas las voluntades de aquellos caba
» bu obediencia, ni el otro dexará su venganza , faa- lleros sobre la deliberación del Rey Moro, porque
ita quedar rey único como lo era. E para esta su muchos Reyes de aquel Reyno de Granada fueron
i discordia, ninguna cosa se pierde, si Vuestra alta vasallos de los Reyes sus progenitores; si ¿ Su
» Señoría mandare favorecer á este, por manera que Merced plogniese, debia darle la libertad, é recebir-
i dure la división entre ellos ; para lo qual no sola- lo por vasallo, especialmente porque se puedan re-
I mente se debe soltar este, mas debríades criar do demirloschristianoB que ofrecían del captiverio que
i) nuevo otro, si este no toviésedes. E puesto caso tienen. Visto por el Rey el parecer de la Reyna,
«que este rebelase contra Vos, dosto por cierto de- embió á decir á aquellos mensageros que trataban
abe facer Vuestra Alteza poca estima, porque en le la libertad del Rey Moro, que le placía de lo soltar ;
a dar libertad, se muestra magnificencia y en tener y ellos tuviéronlo á Su Señoría en señalada merced,
sen pooo su rebelión, se muestra vuestro poderío. é otorgaron en su nombre que seria vasallo del Rey
oAnsi que, muy alto Rey é Señor, mi parecer es é de la Reyna, para facer su mandado, é venir á su
i) que le debéis mandar soltar, é otorgar tregua de llamamiento cada que gelo mandase. Otrosí que les
«algún breve tiempo á la tierra que está por él, é daría quatrooientos chrístianos de los que estaban
8 recebir las parias é los captivos que ofresce; pues captivos en el Reyno de Granada, los trecientos de-
i) por esto no se impide la continuación de la guer- Uos quales el Rey é la Reyna nombrasen, é mas
t ra que facéis contra el Rey su padre. E fenecido doce mil doblas zaenes cada afio en parias. Otrosí
sel término de la tregua que le dais, el tiempo mi- que las villas é cibdades é tierras que estaban y erto-
snistro é maestro de las cosas vos mostrará como viesen por él, fuesen obligadas á dar pasada segura
sé contra quien debéis seguir la guerra que tenéis ó mantenimientos á las gentes del Rey é de la Rey
s en propósito de facer. Y esto debe facer Vuestra na, para facer guerra á los lugares que estaban ó
s Alteza por dos razones : la primera, por usar de estuviesen por el Rey su padro. Estas cosas acorda
s caridad con vuestros subditos los chrístianos que das, el Roy Moro prometió é juró en su ley de las
s os ofresoen , redimiéndolos del captiverio que ovie- mantener ó complir ; y el Rey otorgó treguas por
s ron en servicio de Dios é vuestro; lo segundo, dos años á él, éy á todos los lugares que estaban á su
s porque uséis de magnificencia é liberalidad con obediencia, ó estoviesen dentro de treinta dias des
ueste Rey que vos la demanda, la qual si él no es pués que estovieso libre en su reyno. E á suplica
s merecedor de la recebir por ser pagano, Vos sois ción del Rey Moro mandó á los capitanes é gentes
» diño de la dar por ser católico ; é porque la virtud del armada que traían por la mar, que dexasen pa
sde vuestra liberalidad resplandezca inraortalmon- sar libremente á un caballero Moro que estaba en
ite entre los vivos, quando so oyere, que teniendo África llamado H ahornad Abencerraje, que era en
spreso un rey enemigo, vuestra humanidad no su- su obediencia. Fechas é asentadas estas cosas, man
sfrió que muriese en fierros, mas que le distes li- dó el Rey que le traxesen al Rey Moro á la cíbdad
sbertad, que es el mayor don que se puede dar. de Córdoba, é que todoB los oaballeros de su corte
s Leemos en las historias antiguas que muchos reyes saliesen á lo recebir. E mandó dar é él é á cinqüen-
s prendieron en batallas á otros reyes , é con ánimo ta caballeros moros que vinieron i procurar su de-
» cruel haberles dado diversas maneras de muertes é libracion, caballos é vestiduras de paños, brocados
«tormentos ; é otros que usando con ellos de piedad ó sedas, é otros ricos arreos, é toda la suma de di
síes dieron libertad. Pero la piedad que oiraos de neros que ovieron menester para se reparar é tor
sloa unos, les da fama loable ; é la crueldad de los nar á su tierra. E porque el Rey Moro habia de pa
s otros, áspera é absurda. E no sin causa, porque recer ante el Rey á le facer reverencia, todos los
s mediante la virtud que usamos, somos participes Duques é Condes é otros caballeros que estaban en
«con Dios eterno; é usando de crueldad, participa- su Consejo, acordaron que el Rey le debia de dar su
sinos con las furias infernales. Los Reyes que usan mano á besar como á su vasallo , por conocimiento
sde manifioencia, no han de pensar en los gastos de señorío é superioridad. E dixeron al Rey : «8e-
«fechos, ni en los trabajos habidos ; todo lo ha de sftor, pues este Rey Moro vos viene á faoer reveren-
«posponer el corazón noble, quando se ofrece tal scia, y es vuestro vasallo, cosa razonable es que
«caso en que puede mostrar su virtud, la qual jun- «como á vuestro subdito le deis la mano á besar.»
stamente con vuestro gran poder mostráis teniendo El Rey les respondió: uDiéragela por oíerto, si es-
sen pooo su rebelión. Porque dado que la faga, «toviero libre en su reyno; é no gelo daré, porque
«queda vuestra voluntad junta con el poder, para » está preso en el mió.» Aquellos oaballeros conoci
sgela reprimir, é con el ayuda de Dios, tornarle da la humanidad del Rey, no le fablaron mas en
«todas horas en el estado que le quisiéredes poner.» aquella materia. Asentadas estas cosas, el Rey Mo
Las razones que el Marqués de Cáliz dixo fue ro entró en la oibdad de Córdoba , acompañado de
ron bien reoebidas por todos', especialmente por todos los Duques é Condes é Marqueses é caballeros
aquellos caballeros é capitanes , cuyo voto era que que estaban en la corte, é fué á palaoio do el Rey
DON FERNANDO É" DOÑA ISABEL. 393
estaba; é como vido al Rey, inclinó las rodillas en aquella comarca ; é fizólo saber á Fernán Carrillo
el suelo, é demandó que le diese la mano á besar, capitán de cierta gente de las hermandades, é al
ansi porque era su señor, y él era su subdito, como capitán de la gente del Maestre de Alcántara. E con
por el gran beneficio de libertad que del recebia. la gente de su casa, é con la que tenia en su capi
El Rey no gela quiso dar , como quiera que le su tanía, informado del camino que los moros traiao,
plicó con grand instancia, y el Rey le levantó del salióles al encuentro. Los moros ficieron tres partes
suelo. E como un intérprete que abí estaba comen de su gente, una dexaron en la sierra, para guardar
zase á fablar de parte del Rey Moro , ofreciéndole el paso, porque no les fuese tomado por los chris
por servidor del Rey, é dándole gracias, é loándole tianos ; y en esta quedaron la mayor parte de los
la magnificencia que con él había usado ; el Rey no peones, é de las otras sus gentes que traían mas
sufriendo loores en presencia, le interrumpió, é dixo flacas. Otra parto embiaron delante por corredores,
al intérprete: «No es necesaria esta gratificación: á robar la tierra por el campo de Utrera. La otra
syo espero en su bondad, que fara todo aquello que mayor parte dexaron en celada, cerca del rio que
nbuen home, 6 buen rey debe facer.ii E despedido se dice de Lopora. Puertocarrero, é los otros alcay
del, mandó á uno de los capitanes de su guarda des é capitanes que con él iban, informados del lu
que lo acompañase con gente de armas, fasta lo po gar donde los corredores robaban , fueron contra
ner seguro en el Reyno de Granada. ellos. Los moros corredores, como vieron á los chris
tianos, luego se retraxeron al lugar do estaba la
CAPÍTULO XXIV. mayor batalla de su gente puesta en celada. Los
christianos ficieron dos partes de su gente : en la
Como Luis Fernandez Portocarrcro é otros capitanes que estaban delantera iba]el Alcayde de Morón, y el Alcayde de
en li frontera, desbarataron los moros.
Osuna, é Fernán Carrillo, y el capitán de la gente
Despedido el Rey Moro, é proveídas las cosas del Maestre de Alcántara, en la otra quedó Puerto-
necesarias en la provincia del Andalucía, ansi las carrero con la otra gente. E la batalla delantera fué
i[ue concernían á la guerra de los moros como á la al lugar donde la celada de los moros estaba, é con
justicia de la tierra, el Rey partió de la cíbdad de grand osadía los moros que estaban en la celada,
Córdoba é vino para Santa María de Guadalupe, todos juntos vinieron contra los christianos, é los
donde tovo novenas, é dende fué á la cibdad de christianoB, aunque no eran tantos como los moros,
Vitoria donde estaba la Reyna. En este tiempo, fueron contra ellos; é las lanzas quebradas, á los
los moros que estaban en obediencia del Roy viejo, primeros encuentros andaban los unos con los otros
sabido que el Rey mozo era libre, é que habia de embueltos peleando.
mandado al Rey gente para facer guerra á los lu Estando en esto, Puertocarrero llegó con su ba
gares que le estaban rebeldes, concibieron grand talla; los moros quaudo vieron entrar en la pelea
odio contra él, porque creian que meterían chris- gente nueva, no podiendo sufrir la fuerza de los
tíanos en su tierra para les facer guerra. E por christianos, luego se pusieron en fuida, é tomaron
esta cansa fuá aborreoido de todos los moros, é no dos caminos pensando de se salvar mejor. Los
fué bien recebido por aquellos que habian seydo christianos fueron en el alcance, matando los moros
en su parcialidad , é de quien esperaba ayuda. E que iban fuyendo por la una parte. El Marqués de
porque los moros sopieron que el Rey era partido Cáliz con la gente de su casa, é oon los caballeros
do aquella provincia del Andalucía , acordaron de de la cibdad de Xerez, que eran avisados de la en
se juntar quince alcaydes é cabeceras de las princi trada de los moros , é habian salido por otra parte
pales cibdades é villas del Reyno de Granada con á los buscar, encontraron á caso con los moros que
gran gente de caballo é de pié , y entraron á facer iban fuyendo, é habian tomado el otro camino ; ó
guerra en la tierra del Andalucía. Acaeció en aque siguiéronlos, é prendieron é mataron muchos dollos.
llos dias, que seis christianos Almogavarea entra De manera, que ansí los que fuyeron por la una
ron en la tierra de los moros, como algunas veces parte, como por la otra, fueron seguidos, é los mas
lo acostumbraban facer ; é pusiéronse en asechanza dollos fueron muertos é presos. Entre los qualea
encima de una sierra para facer sus asaltos é pren fué preso el Alcayde de Málaga, y el de Alora, y el
der algunos moros. Estos seis christianos , estando Alcayde del Burgo, é un Alcayde que se llamaba
en la cumbre de aquella sierra, vieron los caballe Izbencidre, y el Aloayde de Oohin ; é fueron muer
ros moros que estaban juntos, é seguían su camino tos el Alcayde de Velezmálaga, é un caballero que
para facer entrada en tierra de Sevilla, é de Xerez, se llamaba el Gebiz, é otros cabeceras é moros de
ó de aquellas comarcas. E luego aquellos seis chris los principales; é fueron tomadas quince bande
tianos se repartieron , los unos fueron á Luis Fer ras (1).
nandez Puertocarrero, Señor de Palma, otros fueron Habido este vencimiento, luego Puertooarrero lo
al Marqués de Cáliz, é otros á la villa de Utrera, é fizo saber al Rey é ala Reyna, y embióles laa quin-
á los lugares de aquella comarca ágelo facer saber,
é los avisar de la entrada que los moros facían. Co (I) Fot esla batida, dicha comunmente la de Lopera, Miérco
mo lo sopo Luis Fernandez Puertocarrero, luego les 17 de Setiembre de este ido. Murieron en ella y fueron cauti
vos mas de mil moros de los mil y doscientos que habian entra
fizo juntar á Figueredo Alcayde de Morón, é á los do. A loa Alcaides cautivos añade Bernaldet los de Contares j
Alcaydes de Osuna, é de todas las fortalezas de Hirbella. Ilistor. ie loi ¡leyes CUtlko*, etp. 67.
394 CRÓNICAS DE LOS REYES DE CASTILLA,
ce banderas que tomó en aquella batalla. La Reyna
ovo gran plaoer con aquella nueva, é túvose por CAPÍTULO XXVI.
bien servida de aquel caballero, por la gran dili
gencia é buen esfuerzo que ovo en aquella facien- De las coa» que lio el Conde de Tendilla en Albama.
da. E por le facer merced, dio á bu muger la ropa Dicho habernos que la tenencia de la cibdad da
que ella vistiese todos los anos de su vida el di a de Alhama fué encomendada por el Rey é por la Rey
los Reyes, por memoria de aquel vencimiento, é na á Don Iñigo López de Mendoza Conde de Ten
fizo á él otras mercedes. dilla, porque era oaballero esforzado, é de noble
sangre. El qual apoderado de la cibdad, luego tra
CAPÍTULO XXV. bajó de poner la gente de su capitanía en buenas
costumbres , é los doctrinar en cosas concernientes
Como el Marqués de Cáliz é Luis Fernandez Puertocarrero reco al exercicio de la caballería ; é defendió los juegos
braros la villa de Zahara.
que falló, á otras luxurias que acarrean infortunios
El Marqués de Cáliz fué informado por algunas en laa huestes ; dándoles á entender , como muchas
espías, que podría recobrar la villa de Zahara, por veces el justo fundamento de la guerra se pervertía
que en ella y en la comarca habia poca gente. E con el injusto exercicio de los que la siguen , é las
después que sopo de la gente que en ella estaba, é dañadas costumbres pierden el próspero fin que se
de la manera como se guardaba, juntó la gente de espera en las guerras. E por los esforzar é provocar
su casa é de la cibdad de Xerez, é llamó para aque á virtud les dixo: «Caballeros, no digo que somos
lla faciendaá Luis Fernandez Puertocarrero, é al «mejores que los otros que este cargo han tenido,
gunos Alcaydes de su comarca. E fué para aquella ■para que con orgullo cay amos en algún error, ni
villa, é puso de noche un escalador con diez escu imenos somos peores para refusar los peligros de la
deros en un lugar escondido, é otros setenta escu l muerte, por ganar la gloria que ellos ganaron. Con-
deros cerca dellos en otro lugar, para socorrer á lo i viene, pues, que en aquello que virtuosamente fi-
que aquellos diez primeros cometiesen. Y él se puso scieron, les remedemos ; é si algo dexaron de facer,
en celada con toda la otra gente, é fizo que ciertos u lo suplamos de tal manera, que los que en este car
peones en esclareciendo corriesen el campo. Con ago subcedieren, reputen á buena ventura quando
tra los quales salieron fasta setenta moros á caba » pudieren igualar á nuestras fazafias.s E púsolos
llo, é algunos peones de los que la noche pasada ha en tales costumbres, que olvidado todo juego é to
bían guardado el muro, porque no recelaban que da luxuria, que ocupan el tiempo y el entendimien
la villa se podría tomar de di a por escala. E como to para bien facer, entendían continamente en la
los moros salieron, é quedó el muro sin guarda, ar guerra que tenían presente. E habiendo avisos con
remetió el escalador, é puestas las escalas, subió al tinua de los consejos é movimientos de los moros,
muro élé los diez escuderos que con él estaban, que ni dexaba en ocio á los suyos, ni en seguridad á los
no fallaron resistencia ninguna, é comenzaron á pe enemigos. E algunas veces salió de la cibdad, é
lear con algunos moros que fallaron en la villa ; y combatió muchas torres é casas fuertes que eran
entretanto acudieron los otros setenta escuderos que cerca do Granada, é las derribó é tomó prisioneros é
estaban en la celada, é subieron anBimesmo la esca bestias de arado , é otros muchos ganados. E tanta
la, é apoderáronse de las puertas é torres principales. solicitud ponia en la guerra, que los de la cibdad de
Los moros que habian Balido á defender el campo Granada, visto que fasta una legua no osaban salir
contra los peones christianos que lo corrían, sabido á sembrar, ni facer labor en el campo, se levantaron
que la villa era entrada, tornaron, é o vieron lugar de contra el Rey viejo, é le pidieron remedio para po
so meter en ella. E luego el Marqués é Puertocarrero der salir de la cibdad seguros. El qual acordó de po
salieron de la celada do estaban, por las señas que ner gento de caballo, que esto vi uno en el campo de
les fueron fechas dende el muro, é corrieron empos contino, entretanto que las gentes de la cibdad fa
de loa moros, y entraron en la villa. Loa moros cian sus labores. Acaeció en aquel tiempo , que con
como vieron la villa tomada , retraxeronse á la for la gran fortuna de las aguas del invierno, cayó una
taleza ; é luego el Marqués é Puertocarrero la cerca gran parte del muro de Alhama, lo qual puso gran
ron , é como eran muchos los que estaban dentro, é miedo á la gente que estaba en la guarda della; por
no tenían bastimentos en ella para se sostener, saca que recelaban, que sabido por los moros el gran por
ron partido que los dexasen ir libres é dexaron la for tillo fecho en la cerca, verniamultitud dellos á com
taleza al Marqués. En está manera se recobró aque batir y entrar en la cibdad por aquel lugar. Conoci
lla villa de Zahara, é se escusáron los daños que do esto por el Conde, usó de una cautela, é luego pu
todos los mas días facian los moros que estaban en so una gran tela de lienzo almenado que cubría to
ella á las tierras comarcanas de los christianos (1). da aquella parte del muro que se cayó ; é de tal ma
nera era el lienzo, que al parecer de los que se mira
(1) Fué la toma de Zahara Jueyes i 48 de Octubre de este aBoi ban de lexos, ninguna diferencia habia de la colar
día de Sao Simón j Judas. El Cura de los Palacios ;cuenla como del muro á la color del lienzo. E mandó poner gran
el Re» bito merced de Zahara al Marqués do Calla, y del titulo de guarda en la cibdad, porque ninguno saliese para
Duque, pero que él estimaba en tanto el de Marqués, que nunca le
dejó, y firmaba siempre : ¡larquéi Duque (te Cilit. Ulitor. de lee avisar los moros del peligro en que estaban por la
Htuet CtUlicoi, cap. ti». falta de aquel muro caido ¡ é puso tan gran diligen
DON FERNANDO É DONA ISABEL. - ' 895
cía en lo facer, que en pocos dias lo tornó á fortale dó examinar sus leyes é fueros , 6 confirmóles los
cer, tanto é mas que de primero estaba. E como que debían ser guardados para el bien común de la
quier qne los moros vinieron en aquellos dias á cor tierra ; ó puso sus Corregidores é Jueces en todas
rer la cibdad , pero no pudieron ver el defecto del aquellas provincias é valles. E mandó facer pesqui
muro caído. Acaeció ansimeemo que ovo falta de sa contra los Jueces é Corregidores que entes esta
moneda en aquella cibdad para pagar el sueldo que ban puestos , é prender algunos que falló haber per
á la gente de armas se debia, é por esta causa cesa vertido la justicia por dádivas é intereses, é facer
ba entre ellos el trato necesario á la vida. Vista por justicia del los.
el Conde esta falta, mandó facer moneda de papel En este año murió el Rey Duarte de Inglaterra, é
de diversos precios altos é bazoe , de la cantidad dexó dos fijos varones, encomendados á su horma-
que entendió ser necesaria para la contratación en no el Duque de Glocestre ; el qual los prendió , é
tre las gentes. Y en cada pieza de aquel papel escri después los mató, é tomó para si el Reyno.
bió de su mano el precio que valiese , é de aquella En este aQo murió el Roy Luis de Francia, é sub-
moneda ansi Bcfialada, pagó el sueldo que se debia cedió por Rey en el Reyno su fijo que se llamaba el
á toda la gente de armas é peones, é mandó que va Carlos mozo de trece años. El qual por consejo de
liese entre los que estaban en la cibdad , é que nin algunos Duques é señores de la sangre real de Fran
guno la refusaso. E dio seguridad que quando de cia, fizo grandes restituciones de patrimonios é ren
allí saliesen , tornándole cada uno aquella moneda tas, que el Rey su padre habia quitado á algunos
de papel, le daria el valor que cada pieza toviese es- señores particulares de Francia. E los que eran
cripto , en otra moneda de oro ó de plata. E todas muertos, este Rey usando de gran magnificencia
aquellas gentes, conociendo la fidelidad del Conde, con sus fijos, gelo restituyó enteramente; porque
se confiaron en su palabra , é recibieron sus pagas entendieron que el Rey ternia su Reyno mas pacífi
en aquella moneda de papel ; la qual andovo entre co, é sus subditos mas obedientes, quando le viesen
ellos en la contratación de los mantenimientos , é usar de magnificencia é piedad con aquellos caba
otras cosas sin la refusar ninguno, é fué gran reme lleros, á quien el Rey su padre habia desbaratado
dio á la extrema necesidad en que estaban. Después de sus patrimonios. Este Rey Don Luis de Francia,
al tiempo que el Conde dexó el cargo de aquella estando enfermo de la enfermedad que falleció,
cibdad, antes que della saliese , pagó á qualquiera mandó facer dos campanas en la Iglesia de Santia
. que le tomaba la moneda de papel que habia rece- go de Galicia ; y embió maestros é metal é todas las
bido, otro tanto valor en moneda de oro ó de plata cosos necesarias, para que se ficiesen mayores que
como en la de papel estaba escripto de su mano. las mayores que oviese en toda la cristiandad. Para
Este Conde de Tendilla fizo poner á sus espensas lo qual embió diez mil coronas de oro, é mandó que
en una torre de Alcalá la Real un farol que ardiese ficiesen en la Iglesia de Santiago una gran tor
para siempre todas las noches , para que los capti re muy fuerte á sus expensas, que las pudiese sos
vos christianos que estaban en Granada y en los tener.
otros lugares de moros que se soltaban de la prisión, En este afio el Rey Don Juan de Portogal dego
pudiesen venir de noche á se salvar al tino de aque lló por justicia al Duque de Berganza, un gran se
lla lumbre. El qual dicho Condo por estas fazafias ñor de aquel Reyno. No sabemos la causa cierta des-
é otras muchas, quando se ganó la cibdad de Gra ta justicia, pero sabemos que quando le llevaban al
nada, fué escogido para Alcayde é Capitán general cadahalso donde fué degollado , el pregón sonaba,
della, é quedó en el Alhatnbra con quinientos caba porque habia conjurado contra la sangre real. E se
lleros é mil peones, quedando la cibdad é todo su decia que se trataba con otros do matar al Rey, é to
Reyno poblado de moros , como adelante se dirá. mar por su Rey al Duque de Viseo , primo del Rey,
fijo del Infante Don Fernando su tio, mozo de vein
CAPÍTULO XXVII. te años. Fizo ansimeemo matar por justicia otros
De 1)8 cosas que la Rejna Dio ea Vitoria. seis caballeros , porque se decia que eran partícipes
en aquella conjuración. Fócese aquí memoria de la
El tiempo que el Rey estovo en el Andalucía muerte desto Duque, porque era gran señor á bien
ocupado en la guerra de los moros, la Reyna esto cercano do la sangre real. Fueron ansimeemo des
vo en la cibdad de Vitoria, entendiendo en la jus terrados de aquel Reyno el Condestable de Porto-
ticia é buena gobernación de las montarlas. E por gal, y el Conde de Faro, é Don Alvaro, tres her
que la absencia de los reyes da osadía á las gentes manos de aquel Duque, é otros caballeros é servi
de aquellas partes que sigan bandos é parcialidades, dores suyos.
é cometan deliotos é fuerzas con poco temor de la
justicia real ; estas cosas consideradas, la Reyna en CAPÍTULO XXVIII.
tró en el Condado de Vizcaya , é fué á la villa de
En que se signen las eosas qne pasaron en el alo de mil é qna-
Bilbao , é mandó executar la justicia en algunos troeienlos é ochenta e qnatro altos. E primeramente lo que pa
malfechores ; é puso gran temor á los moradores de só sobre la reslitncion de los Condados de Rnisellon é de Cer-
la tierra, de tal manera, que todos estaban someti dania.
dos á la justicia é vivían en paz, é sin pensamiento Contado habernos como el Rey Luis de Francia,
de cometer las fuerzas que antes cometían. E man- que murió en este año pasado, tenia ocupados los
898 CRÓNICAS DE LOS B DE CASTILLA,
Condados de Rnisellón i de Cerdania, que son en el obligaba álo facer, anal porque de justicia é buena
Principado de Cataluña. Por la restitución de los igualdad no los podian retener, como porque cono
qnales, ansi por el Rey Don Juan de Aragón en su cido por el Rey su padre tenerlos no debidamente,
vida, como después por el Rey é por la Reyna quan- los habia en su vida mandado restituir.
do aubcedieron por señores de aquel Prinoipado, fué Este caballero acompañado de muchos escuderos
requerido que gelos restituyese, pues no tenia razón é fijoB-dalgo de su casa, é compuesto de grandes ar
alguna para los retener. £ como quiera que mostra reos, é otrosi aquel Dean que mandaron ir con él,
ba en sus respuestas que le placía de lo facer , pero fjteron á la cibdad de Torres en Torayna , que es en
siempre tenia maneras para lo dilatar. Al fin ve- el Reyno de Francia donde estaba el Rey. E des
yéndose cercano á la muerte, mandó que libremente pués que de parte del Rey é de la Reyna le repre
fuesen restituidos. E mandó al Obispo de Lumbiers sentaron sus graciosas salutaciones é ofrecimientos,
un Perlado de su Reyno , que fuese á facer la resti propusieron su embaxada, estando presentes los se
tución de aquellos Condados al Rey é á la Reyna; ñores de su sangre , é los Duques é Caballeros é Do
con el qual embió á absolver del pleyto omenago tores de su Consejo. En la qual expresamente decla
que le tenia fecho el alcayde que por él tenia los raron que ellos vonian allí á ratificar laa antiguas
castillos de aquellas tierras. Este Obispo yendo 4 alianzas é confederaciones que son entre los Reyes
facer la restitución, sopo en el camino oomo el Rey é Reynos de Castilla é de Franoia , faciéndose pri
de Francia era muerto ; é como lo sopo , acordó de mero la restitución de los Condados de Ruisellon ó
suspender en el cargo que llevaba, fasta lo consul de Cerdania, que el Rey de Francia tenia ocupados,
tar con el Rey Cárlos su fijo, que luego subcediópor según que por el Rey é por la Reyna les fué man
Rey en aquellos Reynos , é con los Duques é otros dado. E después de los haber recebido é tratado ho
señores de su Consejo. Los qnales le embiaron á man norablemente , les fué respondido por esoripto en
dar que desase de facer la restitución de aquellos lengua latina, lo que en esta nuestra lengua se si
Condados , fasta que mas viesen cerca de aquella gue.
materia ; é por esta causa cesó de facerse aquella « El Christianisimo Rey de Francia Cárlos Oota-
restitución. E luego el Roy Cárlos que habia subce- »vo , con bueno, gracioso é alegre ánimo , vido , re
dido por Rey en Francia , embió su embaxador al tí cibió é oyó á los magníficos embaladores de los
Rey ó á la Reyna que estaban en la cibdad de Vi l Serenísimos Reyes de Castilla é de León ; é plógo-
toria, A les notificar la muerte del Rey su padre, é » le mucho de esta visitación, por la qual da grá
como él habia subcedido por Bey en Francia como nelas inmortales á Dios , y entiende dar obra para
su fijo heredero ; porque entro estos Reyes de Casti «facer al tanto con gran fervor de amistanza. Cier
lla é de Francia es costumbre que quando alguno tamente asaz es manifiesto á los Reyes de Francia
dellos muere, el fijo que subcede en el Reyno, noti sé á los moradores de su reyno haber siempre ema
fica al otro Rey la muerte de su padre, é se ofrece á il do á los Reyes de Castilla, é á loa de su Reyno ; é
guardar con él las antiguas alianzas que son entre uno sin causa, porque estos dos reynos antiguamen
estos dos Reyes é sus Reynos. te fueron ligados con sancta é inviolable confede
Esta embaxada oida por el Rey é por la Reyna, ración, la qual el Christianisimo Rey de Francia
fuélea respondido, que les habia pesado de la muer ii moderno ha constituido é deliberado preservar en
te del Rey su padre ; pero que les placía haber él o tal manera, que ninguna cosa pueda acaescer , que
subcedido por Rey en su lugar, como su fijo here «jamas della le pueda revocar. E por tanto ha acor-
dero. Otrosí, que ellos embiarian a él sus embazado- n dado de embiar prestamente sus Legados muy di-
res, anal sobre la entrega que debía facer de los inoa, á visitar é honrar los excelentes Reyes de Cas-
Condados de Ruisellon y de Cerdania, según que el • tilla, ó allende desto á renovar é confirmar la vieja
Rey su padre lo habia mandado, como para refirmar n liga que es entro ellos. E como quiera que no es
con él las loables alianzas é confederaciones que «necesaria nueva confederación, pues quo ya fué
entre ellos é sus Reynos antiguamente eran. E lue nfecha por perpetuamente, no solo por los Reyes é
go el Rey é la Roy na embiaron á Don Juan de Ribera, •por sus subcesores, mas también por el uno é por el
Señor de Montemayor , é oon él mandaron ir á un «otro reyno, de la qual confederación tan sancta los
Dotor que se llamaba Juan Arias (1) Dean de la •reyes no se pueden apartar, en perjuicio de los mo-
Iglesia de Sevilla, do su Consejo , por embaladores • radores del uno é del otro reyno; pero porque los
al Rey de Francia. A los quales dieron sus letras • embaxadores parece haber propuesto ser difieile
de creencia é sus poderes, para facer con el Rey de • guardarse esta confederación, sino se restituyesen
Francia las alianzas é confederaciones que anti • los Condados de Ruisellon é de Cerdania, la Alte-
guamente fueron entre los Reyes sus predecesores • za del Rey ha deliberado , de cometer á los emba-
ó sus Reynos é subditos del uno é del otro. Pero • xadores que ha de embiar, para que cerca deste ar-
mandáronles, que no las otorgasen, fasta que ante • tículo fablen abundosamente, de tal manera que
todas oosas restituyesen realmente aquellos Conda • ninguna cosa pueda intervenir que dañe la muy
dos de Ruisellon é de Cerdania ; pues la razón le • vieja liga é benivolencia que es entre ellos; como
• quiera que la causa de Ruisellon no pende del Rey
(1) En el M8.de Monfort hay uní nota marginal, que dlee: Don
Juan Anas del Yilitr, que iétfuct fui OHif» de Umedo y Sei»- uno de Castilla, é no obstante aquella, las confede
»<a. raciones antiguas deben permanesoer sin violencia.
don Fernando Ú DONA ISABEL. . ' 897
i A las quales el Serenísimo Bey de Francia firme- é que por su parte no faltaba de las renovar é afir
omento é con toda constancia se entiende allegar, é mar luego con ellos. A lo qual no debia impedir la
«no facer cosa que sea agena deltas ; y esto protesta entrega de aquellos Condados, por ser en el señorío
«expresamente declarando qne no quiere con las de Cataluña, que no atañen en cosa ni en parte á
nMngestades de los Reyes de Castilla contender, los Reyes é Reynos de Castilla , según que lo habia
«salvo de benivolencia é amistad singular. Dada en respondido. E que él ontendia con el ayuda de Dios
«Torres á veinte é tres dias de Marzo, año de mil é embiar sus embaxadores á contratar con el Rey é
«quatrocientos é ochenta é quatro afios.» con la Reyna sobre la materia de aquella restitu
Esta respuesta dada por el Rey de Francia é por ción, para que se ficiese lo que de justioia é buena
los de su Consejo , é vista por los embaladores del igualdad se debiese facer, según que primero lo ha
Rey é de la Reyna, porque les pareció forma de di bia respondido. Dada esta réplica, los embaxadores
lación, pues no seponia en obra la restitución de se despidieron del Rey de Francia, sin conseguir
aquellos dos Condados , no ficieron , ni refirmaron efeto de las cosas que llevaban en cargo. E porque
con el Rey de Francia la liga é confederación que la parte del Rey de Francia deseaba mucho la con
llevaban en cargo de facer. E acordaron de facer en firmación de las alianzas que con los Reyes de Cas
nombre del Rey é de la Reyna un requerimiento en tilla antiguamente tenian, este embaxador Don
forma ante Notarios apostólicos al Rey de Francia, Juan de Ribera fué muy rogado que le ploguiese
é á los de su Consejo, é á los tres estados del Reyno, mostrar al Rey é 4 la Reyna la voluntad que el Rey
en presencia de sus procuradores que estaban pre de Francia tenia á la paz con sus reynos, y el amor
sentes , por el qual dizeron , que bien sabían como con sus personas ; é que cerca desto toviese aquella
aquellos dos Condados de Ruisellon é de Cerdania sinceridad que todo caballero amador de concordia
eran del Rey, é lo pertencscian do derecho , por fin debe facer para la traer en efeto. E considerando
del Rey Don Juan de Aragón su padre. El qual de que los gastos que habia fecho, é las dádivas de
recho sabido é conoscido por el Rey Don Luis de caballos é otras cosas que habia dado ¿ algunos de
Francia de esclarescida memoria, en su vida los su corte, correspondían á la nobleza de su sangre,
mandó restituir al Rey é á la Reyna , y embió al le embió á su posada gran suma de plata. Y embió-
Obispo de Lumbiers á facer esta restitución , é ab le á decir con el Obispo de Lumbiers, é con su Maes
solvió del pleyto omenage, que por las fortalezas le tresala, que recibiese del aquel don, porque ansí
tenia fecho un caballero que se llamaba Husillo , á como en sus actos habia dado á conocer que era ca
quien habia dado cargo de la tenencia dellas. La ballero diño do lo recebir , ansí bien era razón que
qual restitución fuera fecha si la muerte del Rey no conociese como el Rey habia gran voluntad de gelo
interviniera ; é pues la paz entre estos dos reynos dar ; é que le rogaba que recibiese aquella cantidad
no puede ser guardada, seyendo agraviados é des de plata que le embiaba, con esperanza que le daba
pojados el Rey é la Reyna de la posesión d estos Con de le facer mayores inorcodos. Esto caballero regra-
dados que de derecho los pertenescen : por ende re- dosció mucho al Rey la liberalidad grande con que
quirian al Rey de Francia que le ploguiese man le quería gratificar , pero embióle á suplicar que no
darlos restituir luego, según que el Rey su padre lo gelo mandase recebir. Y embióle á deoir, que nin
mandó, pues no habia razón porque los debiese re gún don le traería tanto á su servicio , quanto le
tener. La qual cosa seria apacible á Dios é á los ho- movería la grand afición qué tenia á le servir. No
mes, é conforme á la justicia; especialmente á la ser recebido por este caballero aquel don que el Rey
conservación délas ligas é loables confederaciones, de Francia le embió, fué muy molesto, ansí á él co
fechas é celebradas antiguamente entre los Reyes mo á Iob de su Consejo. E reputándolo á muy grave
de Francia é de Castilla. Ansimesmo se compliria la cosa, tornó el Rey á replicar, rogándole que le plo
voluntad que en su vida cerca deste caso mostró el guiese de lo recebir , porque los dones que los Re
ilustrisimo Rey su padre ; la qual él , como su fijo é yes de Francia embiaban fasta las posadas de los
subcesor, era tenido de complir. E que si no le pla embaxadores , no solían ser refusados , ni tornados
cía mandar facer luego esta restitución, protestaban á su cámara por ninguno, quanto quier grande se
que incurriese en las penas de oro é plata, y en las ñor que fuese. Este caballero reprimido de vergüen
otras penas contenidas en las alianzas é confedera za, por la mengua que el Rey mostraba en ser refu-
ciones , como transgresor dellas, é fuese obligado él sado lo que le daba , respondió : a Ni yo por cierto
é sus Reynos é subditos é naturales & todos los da i) me escusaria de servir á la real magostad del Rey
llos é intereses que al Rey é á la Reyna, é á sus rey- n de Francia, ni menos refusar¡a de tomar sus mer-
nos é subditos é naturales dellos por esta causa se » cedes, porque yo reputo á gran prosperidad mía
recreciesen. ii quando su Alteza me falla diño de las recibir ; é
Fecho este requirimiento por los embaladores » sin dubda las recibiera, sí algún efeto oviera con-
del Rey é de la Reyna, luego les fué respondido por s seguido la embaxada que habernos traído. Pero
parte del Rey de Francia, que él estaba presto de * restantes las materias de nuestro cargo on el esta-
oontínar con el Rey é con la Reyna, como con Re »do en que están, deoid vosotros á la Señoría del
yes de Castilla aquella loable amistad é antigua » Rey de Francia , que le suplico humildemente no
confederación, que los Reyes sos antecesores tovie- • haya por gTave no recebir yo agora sus dones,
ton é guardaron con los Reyes pasados de Castilla, «fasta que con ayuda del muy alto Dios, las mate-
398 CRÓNICAS DE LOS RETES DE CASTILLA.
i) ñas presentes que entre el Rey é la Reyna mis so- Don Juan de Ribera, aquel caballero que embiaron
» beranos señores é Su Alteza penden , sean reduci- por embaxador á Francia.
ndaBal fin deseado, estonces habrá mejor lugar Su Agora dexa la historia de relatar lo que toca a
d Señoría para me facer merced, é yo ninguna causa esta materia, é cuenta las cosas que se ficieron en
upara la no recebir.n E al fin de grandes ruegos el Reyno de Granada.
que le fueron fechos, perdida toda cobdicia de
aquella gran suma que le fué ofrescidá , nunca este CAPÍTULO XXX.
caballero lo quiso recebir ; porque según el estado
en que conoció estar las cosas pendientes, pensó De la tala que ciertos caballeros por mandado del Rey e de la
Reyna fleleron en tierra de moros, en el ano de mil e qualro-
que viniendo en alguna rotura de guerra, no era cientos ochenta é qualro anos.
cosa dina de caballero ser contrario en guerra, al
que era en cargo de dones. E ansí despedidos, vol Después que el Rey vino á la cibdad de Vitoria,
vieron este Caballero é aquel Dean que habia ido do estaba la Reyna, porque estaban ocupados en la
con él para Castilla, sin refirmar cosa alguna tocan gobernación de las cosas que ocurrían de los Rey-
te á la renovación de las ligas é confederaciones nos de Aragón, é de Valencia, é Barcelona y en
que con el Rey de Francia se debian facer, según aquellas partes, no pudieron ir por estonces á la
la costumbre antigua que entre estos Reyes é Rey- guerra de los moros, y embiaron á un Tesorero que
nos habia. E porque esta respuesta dada por el Rey se llamaba Ruy López de Toledo, é á un su Secre
de Francia muchas veces, pareció ser mas forma de tario que se llamaba Francisco Ramírez de Madrid,
dilación que conclusión, no quedaron bien sanea á la cibdad de Córdoba con sus cartas para el Maes
das por estonces las voluntades de la una parte é tre do Santiago, é para el Duque de Medinasidonias
de la otra. E considerando que podria venir en al é para el Conde de Cabra, ó para el Marqués de Cá
gún rompimiento con el Rey de Francia por causa liz, é para Don Alonso de Aguilar, é para Luis Fer
de aquella restitución , fallóse en aquella sazón en nandez Puertocarrero, Señor de Palma, é para otro,
el Consejo del Rey é de la Reyna, que se debian om caballeros, é capitanes é alcaydes, é para las oibda-
inar algunos capitanes é gentes de armas é otros des é villas del Andalucía, mandándoles que se jun
aparejos de guerra al Principado de Cataluña para tasen con los capitanes generales, y entrasen en el
recobrar aquellos Condados. Reyno de Granada con sus gentes, é con la otra
gente del Andalucía, é talasen los panes é huertas
CAPÍTULO XXIX. de la cibdad de Málaga, é de los otros lugares de
De la gente de armas que se puso frontera de Navarra. aquellas comarcas. Estos dos Tesorero é Secretario,
dadas las cartas á los caballeros á quien se diri
Habernos ansimesmo recontado como por parte gían, solicitaron con algunas cibdades é villas, que
del Rey é de la Reyna fué movido casamiento de se juntasen con ellos á facer la tala que el Rey é la
Don Juan su fijo Príncipe de Castilla é de Aragón Reyna mandaban facer. E fueron con ellos el Al-
oon la Reyna de Navarra fija de la Princesa, tia des- cayde de los Donceles, é Garcifernandez Manrique,
te Rey Carlos de Francia hermana de su padre. E Corregidor de Córdoba con la gente de aquella cib
como la Princesa no lo quiso aceptar, dioiondo ha dad ; é Juan Guillen, é Pedro de Roxas con la gen
ber gran desigualdad en las edades del Principe é te de Sevilla ; y el Licenciado Juan de la Fuente,
de la Reyna su fija; al fin la casó con el fijo del Se Corregidor de Xerez, con la gente de aquella cib
ñor de Labret, que es en la provincia de Gascuña, dad, é la gente de Ecija, é de Carmona; é la gente
del señorío de Francia. E porque esta Princesa re- del Duque de Medinosidonia , é la gente del Conde
fusó este casamiento , fué oonocido della que en las de Cabra oon los otros capitanes que el Rey é la
cosas tocantes al Rey é á la Reyna , no tenia aque Reyna embiaron ; y el Alcayde de Morón, con la
lla voluntad sana que de razón debia tener. E creía gente del Conde de Uruefia. Todos estos caballeros
se, que movida guerra á los Franceses por aquellas juntos en el rio de las Yeguas, ficieron alarde, é re
partes de Cataluña, se juntaría con el Rey de Fran partieron las batallas en la forma que debian en
cia su sobrino é le ayudaría , é daria lugar por el trar, é fueron adelante á poner real en los prados
Reyno de Navarra a los Franceses , que entrasen á de Antequera. E aeordaron todos de eBtar á la go
facer guerra á Castilla. bernación del Maestre de Santiago, é del Marqués
E conocida la voluntad de aquella Princesa , tó- de Cáliz, é Don Alonso de Aguilar. Los quales pu
vose manera con algunos caballeros é otros homes sieron justicia é oficiales en la hueste, é dieron car
principales, é con ciertas villas é lugares de aquel go al Licenciado Juan de la Fuente, Corregidor de
Reyno de Navarra, en especial con la villa de Tu- Xerez, que era Alcayde del Rey é de la Reyna en
dela, que estuviesen á servicio del Rey é de la Rey su corte, que la administrase; é todos los manda
na, e no diosen lugar que por aquellas partes entra mientos, é pregones, y execuciones de justicia , que
sen Franceses, ni ficiesen guerra en Castilla. E pu se facían en el real, sonaban ser fechos por manda
sieron gente de armas é capitanes en la frontera de do del Rey é de la Reyna. E porque en la hueste
Navarra, para resistir á los Franceses é Navarros, si venían muchas mugeres mundanas , aquellos capi
por aquellas partes quisiesen entrar. E dieron el car tanes acordaron délas echar fuera, é no consintie
go principal de la capitanía de aquella frontera á ron que ellas ni otra persona sin provecho fuese,
DON FERNANDO É DONA ISABEL. 39¿
en aquella hueste. E ordenaron sus batallas en esta gidor, é la gente de Ecija 6 de Carmona pasaron la
manera: en la avanguarda iba Don Alonso de Agui- sierra de Cártama por la otra parte, é talaron todos
lar, y el Alcayde de los Donceles, é Puertocarrero, los panes, é quemaron todos los olivares é almen
é Juan de Almaraz , é Juan de Merlo, é Carlos de drales que en aquella parte fallaron. Otro dia la
Biezma, capitanes del Rey é de la Reyna con las hueste fué adelante, é taló é quemó todo el término
gentes de sus capitanías. En otra batalla iba luego de la torre del Atabal, é los valles de Pupiana é
el Maestre de Santiago y el Marqués de Cáliz con Churriana, é toda la vega de Málaga, que ninguna
las gentes de sus casas, é Don Martin de Córdoba , é cosa dejaron enhiesta. E tanta fué la diligencia que
Antonio de Fonseca , é Fernán Carrillo , capitanes el Rey é la Reyna mandaron poner en las cosas de
con las gentes de sus capitanías, é la gente del Maes la guerra, que aquellos oficiales é ministros á quien
tre de Calatrava, é la gente de Gonzalo Mexía, Se dieron el cargo, tovieron manera que entretanto que
ñor de Sanctofimia. Y en las dos alas desta batalla la gente estovo faciendo la tala en estos lugares,
iba Gonzalo Hernández de Córdoba, é Diego López llegaron á la costa de la mar bien cerca de la tierra
de Ayala, é Pedro Ruiz de Alarcon , y el Comenda navios de las ciudades de Sevilla é de Xerez , que
dor Pedro de Ribera, é Pedro Osorio, é Bernal Fran traían los mantenimientos necesarios para la hues
cés , é Francisco de Bovedilla , capitanes , con las te, donde fué proveída de todo lo que ovo menes
gentes de sus capitanías. En la otra batalla iba la ter ; de tal manera que por falta de mantenimien
gente del Duque de Medina , ó la gente del Conde tos é de las otras cosas necesarias no dexasen la
de Cabra con sus capitanes, y el Alcayde de Morón guerra. Llegados aquestos navios, é proveída la
con la gente del Conde de Urueña , é con la gente gente, el Maestre y el Marqués é los otros caballe
de Martin Alonso, Señor do Montemayor. En la re ros é capitanes, acordaron de ir con sus batallas or
guarda iba el Comendador mayor de Calatrava con denadas á la cibdad de Málaga por talar los panes
la gente de su capitanía, é con la gente é capitanes é huertas que estaban carca de la cibdad. E como
de Xerez y Ecija é Carmona. Toda esta gente , que llegaron con sus batallas, los moros salieron á pe
eran fasta seis mil hornee á caballo, é doce mil peo lear con ellos, é duraron aquel dia todo escaramu
nes, ballesteros é lanceros, con gran copia de espin- zando, donde fueron muertos é feridos algunos de
garderos, repartidos en estas batallas, entraron en la una parte é de la otra. E durante aquella escara
el Reyno de Granada contra las partes de Málaga, muza la gente de los christianos andaba quemando
é talaron luego los panes é vinas é olivares é figue- é talando panes é viñas é huertas é olivares é al
rales, é todas las otras cosas que fallaron en el cir mendrales é palmas é otros árboles, é quebraron to
cuito de la villa de Alora. 7 entretanto que la tala dos los molinos que fallaron en el término de Má
se facia, la batalla de la gente del Duque de Medi laga. Otro dia pusieron real sobre la villa de Cohin,
na, é del Conde de Cabra, y el Alcayde de Morón é talaron todo lo que fallaron en circuito della, fas
con la gente del Conde de Urueña , se pusieron de ta que llegaron al término de Altazayna, é de Cu
lante de la villa para facer resistencia á los moros tero ; é talaron ansimesmo á Alhaurin, é destruye
que estaban en guarda della que no saliesen á facer ron toda aquella tierra é sus comarcas. En todos los
daño en los taladores. lugares que talaron ovieron escaramuzas é peleas
Talada toda aquella tierra, la hueste pasó adelan con los moros, donde fueron muertos é feridos tam
te, ó talaron todos los panes é olivares é vinas é bién de los christianos, como de los moros. Había
huertas é Agüérales, é todos los otros árboles que en aquella hueste cirujanos, que la Reyna embiaba
fallaron en los valles é tierras de Cohin, é del Sabi quando entraba su gente en tierra de moros, á los
nal , é de Cazarabonela , é de Almexia , é de Cárta qualcs mandaba que sin ningún precio curasen los
ma, en lo qual estovieron diez dias. E los moros de feridos, porque ella lo facia todo pagar. Fecha esta
Cártama salieron á defender la tala que se facia en tala, que duró por espacio de quarenta dias, volvie
las huertas que eran cerca de la villa ; é la gente de ron todos aquellos caballeros é capitanes con sus
los christianos que iba en la batalla de la avan gentes para los prados de Antequera. E alli se des
guarda, pelearon con ellos, é los retrajeron á la vi partieron, con apercebimiento que les fué fecho de
lla, é robaron é quemaron todo el arrabal. Otro dia parte del Rey é de la Reyna, que estoviesen prestos
pasó la gente adelante, é talaron todos los panes é para entrar con el Rey á la tala que habia de facer
viñas, é otros árboles de Puplana , é por todo el ca en la vega de Granada, é bastecer la cibdad de Al
mino, fasta que llegaron á la villa de Alhendin. E lí aína.
los moros de aquella villa porque tenian grandes
olivares é huertas é gran copia de panes, cometieron
partido á los capitanes que no les talasen su térmi CAPÍTULO XXXI.
no, é que les darían todos los christianos captivos Como el Rey é la Reyna faeron i la cibdad de Taratona.
que tenian en su villa é comarca. El Maestre de El Rey qne según habernos dicho era venido á
Santiago y el Marqués de Cáliz no lo pudieron facer Vitoria, é la Reyna que habia salido de las monta-
porque los taladores estaban ya tan tendidos por fias de Vizcaya, proveída la frontera de Navarra, é
todas partes talando é quemando, que no ovo lugar las otras cosas quo fueron necesarias de proveer en
de lo resistir; é aquella villa é tierra quedó del lo aquellas provincias, partieron de Vitoria, é fueron
do destruida. E oierta gente de Xerez con el Corre- á la cibdad de Tarazona. á entender en las cortes de
400 CRÓNICAS DE LOS BEYES DE CASTILLA.
Aragón que Be facían en aquella oibdad , sobre al tiempo faria asentar sos ánimos en ser subditos del
gunas cosas concernientes á la administración de Rey de Francia, é perderían la afición qne tenian al
la justicia é otras necesidades que en aquel Reyuo señorío real de los Reyes de Aragón. La qual afición
por estonces ocurrían. E vinieron á aquella cibdad decia él que no era pequeña ayuda para los reco
por su mandado todos los mas caballeros é varones brar prestamente. Otrosí decia que no podía buo-
é procuradores de las cibdades é villas, é todos los namente sofrir los clamores de algunos caballeros é
otros que acostumbraban juntarse en las cortes de oibdadanos de aquellos Condados que , por servicio
aquel Reyno. E como fueron juntos, por parte del del Rey su padre é suyo , han estado tanto tiempo
Rey é de la Reyna les fueron notificadas algunas desterrados de sus casas y heredamientos ; é recla
necesidades que por estonces tenian, ansí para re maban toda hora solicitando que se diese obra á la
cobrar los Condados de Ruisellon é de Cerdania, reducion de aquella tierra, por tornar á sus casas é
como para la guerra de los moros, que se continaba, bienes. Todas estos razones decia el Rey á fin que
é pora los otros gastos, que para sostener su estado la guerra se moviese para recobrar aquella tierra de
real eran necesarios. Ansimesmo por los del Reyno Ruisellon é de Cerdania. La Reyna que estaba muy
fueron propuestas al Rey é á la Reyna algunas co inclinada ácontinar la guerra comenzada contra los
sas que para conservación de sus fueros é leyes com- moros decia , que ai agora estoviesen en tiempo de
plia de se executar ¿ remediar. En las quales enten elegir qual de aquellas guerras se debía comenzar,
dieron con gran diligencia los dios que en aquella habían lugar los causas que el Rey decia para co
cibdad estovieron ; pero eran tantas é de tan diver menzar la de Francia é dexar la de Granado. Pero
sas calidades, que no se pudo dar fin a ellos por es que comenzada yo de dos años antes la guerra con
tonces. E porque era ya el mes de Abril, y el tiem los moros , para la qual con grandes trabajos eran
po para entrar en el Reyno de Granada á facer la fechos aparejos, é se habían fecho inmensos gastos
guerra é la tala que se había de facer se pasaba , la á costas, ansí por mar como por tierra, é teniéndola
Reyna, que tenia mucho en el ánimo aquella guer en el estado que la tenian, parecía mal consejo per-
ra de los moros, acordó que se debían dexar aque dello todo por comenzar otra guerra de nuevo , pu
llas cortes de Aragón, por la dilación grande que se diéndose proseguir la de los moros, proveyendo es
daba on la conclusión dolías, é todas cosas pospues totra que se esperaba con los Franceses. Para la
tos debían ir al Andalucía en prosecución do la qual decia ella que debrian quedar con el Rey en
guerra do los moros. Porque decía olla quo ora tan aquellas partes do Aragón é de Cataluña algunas
justa é tan soneto empresa, que entro todos los prin gentes de armas de Castilla : con los quales é con
cipes christianos no podio ser mas honrado, ni que la gente de la tierra podia facer el Rey lo que que
mas dina fuese; paro que faciéndose debidamente ría. E que ella iria en prosecución de la guerra que
se oviese el ayuda de Dios y el amor de los gentes. tenia comenzada contra los moros, y en esta mane
El voto del Rey era que primero se debían recobrar ra se proveía lo uno é lo otro.
los Condados de Ruisellon é de Cerdania, que los te En este acuerdo asentaron el Rey é la Reyna é
nia injustamente ocupados el Rey de Francia; é que los de su Consejo, é luego dieron orden en la admi
la guerra con los moros se podía por agora suspen nistración de la justicia que habia de quedar en las
der, pues era voluntaria , é para ganar lo ogeno , é tierras de allende el puerto ; de la qual dieron car
la guerra con Francia no se debía escusar, pues era go al Almirante Don Alonso Enriquec é al Condes
necesario, é para recobrar lo suyo. E que si aquella table Conde de Haro, á los quales mondaron que
era guerra santa, estotro guerra ero justa, é muy estoviesen en la villa de Valladolid. Otrosí manda»
conviniente A su honra. Porque si la guerra de los ron á ciertos Dotores de su Consejo, que estoviesen
moros por agora no se prosiguiese, no les seria im con ellos, é librasen las causas que pendían, é de
putada mengua ; é si estotro no se ficiese , allende nuevo naciesen en aquellos partes, é proveyesen en
de recobir daBo é pérdida, incurrían en deshonro, ellas : para lo quol el Rey é la Reyna les dieron sus
por dexar á otro rey poseer por fuerza lo suyo, sin poderes bastantes.
tener á ello titulo ni rozón alguno. Decia ansimesmo Fecha esta provisión , el Rey quedó en aquella
que el Rey de Francia era mozo, é su psrsona é Rey- cibdad de Tarazona , entendiendo en las cortes que
no andaba en tutorías é gobernación ogeno; las qua se facian, é la Reyna partió de aquella oibdad, é
les cosas daban oportunidad paro facer lo defensa con ella el Cardenal de España, é vinieron á la cib
de los Franceses mas flaca, é la demanda de resti dad de Toledo. E como la Reyna llegó cerco de lo
tución mas fuerte. E que si por agora se dexase, era cibdad, porque era costumbre antigua, é muy guar
do pensar que cresciéndole la cobdicia con la edad, dada , que quando los Arzobispos entran la primera
seria mas difícile de recobrar é sacar de su poder vez en ella , los caballeros de li> cibdad salen á le
aquella tierra. Otrosí decia que quanto mas tiempo recebir fuero de la cibdad ; é todos vienen con él á
dexase de mover esta guorra , tanto mayor posesión pié en cirouito de la oavalgadura en que entra, fasta
ganaba el Rey de Francia de aquellos Condados ; é lo poner á las puertas de la Iglesia donde descaval-
los moradores dellos, que cada hora esperaban ser ga é face oración á la cruz , con que la clerecía de
tornados á su señorío, veyendo pasar el tiempo sin la Iglesia le está esperando ; la clerecía de la cib
dar obra á los recobrar, perderían lo esperanzo que dad requirió al Cardenal que pues aquella era la
tenian de ser reducidos al señorío primero ; é que el primera vez que entraba en la oibdad , después que
DON FERNANDO É DOÑA ISABEL. 401
fué proveído del Arzobispado, le ploguieso guardar Duque su padre, é Don Juan de Solomayor, Señor
la oerimonia debida á loa Arzobispos, y entrar en la de Alconchel, é Puertocarrero , Señor de Palma, é
cibdad nn dia antes que la Reyna entrase ; porque Juan de Guzman, Señor de Teba , é todos los otros
entrando solo, los caballeros oviesen lugar de le fa capitanes é gentes de armas que embió á llamar.
cer aquella honra acostumbrada. 13 como la Reyna Otrosí, vinieron fasta mil peones ballesteros é lan
le rogase aquello mesmo , el Cardenal le respondió : ceros y espingardoros, é mandó traer gran número
« Señora, pues vuestra voluntad fué de me procurar de carros ó madera é fierro é piedras é maestros para
i la provisión de este Arzobispado, yo reputo la ma las labrar , é todas las otras cosas que eran necesa
lí yor honra que puedo recebir entrar acompañando rias para las lombardas é otros tiros de pólvora de
ná vuestra persona real , é quo vos me pongáis por su artillería, según la orden quo para ello dábanlos
» vuestra mano en la posesión de la Iglesia que maestros quo fizo venir de Francia é de Alemana,
«me prociirastes ;—quédese, dixo, esta cerimonia que tenian aquel cargo. E allende de las trece mil
d para otro tiempo é lugar» ; é no quiso entrar en la bestias que el Reyno le dio en servicio este año para
cibdad, salvo con la Reyna, acompañándola. Aque meter los bastimentos necesarios á la gente que es
lla respuesta que el Cardenal dio, éla voluntad que taba en Albania , mandó ansimesmo traer alquila
en aquel caso mostró, fué notada á virtud de humil das otro gran número de bestias é de carretas, para
dad é de agradescimiento ; porque eligió antes ir llevar las cosas necesarias á las gentes de armas é
con los otros acompañando á la Reyna, que entrar peones .que habian de entrar en la vega de Grana
solo en la cibdad con aquella gran cerimonia é hon da. Otrosí mandó aderozar grande flota de naos é
ra que le era debida é le ofrescian. E ansi entró en galeras é carracas por el mar, é fornescerlas de ar
la cibdad acompañando á la Reyna, á la qual fuá mas é gentes é mantenimientos, para guardar el es
fecho grande recibimiento, y estovo en la cibdad trecho que no pasasen mantenimientos ni gentes de
los tres dias de Pasqua de Resurrección ; é luego las partes de África para favorecerlos moros. E dio
partió para el Andalucía, é con ella el Cardenal, é cargo de la capitanía do esta flota á Don Alvaro de
fué á las cibdadeB de Ubeda é Baeza é Andúxar é Mendoza, Conde de Castro. Aparejadas todas las co
Jaén. E vistas todas aquellas partes proveyó algu sas que eran necesarias para la guerra, pensando
nas cosas que entendió ser necesarias 4 la adminis que el Rey Be deternia en las cortes de Aragón, dio
tración déla justicia, é buenagobornacion de aque cargo de la capitanía general de toda su hueste al
llas cibdadeB : en especial defendió el juego de los Cardenal de España , para que entrase en tierra de
dados en aquellas tierras y en todos sus Reynos so moros ; y ella acordó de ir á las cibdades de Ante-
grandes penas , é mandó á sus Corregidores que las quera é Alcalá la Real , para proveer en las necesi
executasen en qualesquier persona que los jugasen. dades que ocurriesen ; porque la presencia de la
E los ministros de la justicia habian tan gran te Reyna, é la forma que tenia en la gobernación de .
mor de la Reyna, que executaban con mucha dili las cosas , facía á sus ministros é servidores poner
gencia sus mandamientos ; é algunos por miedo de las en obra con diligencia. Las cosas de la guerra
las penas que se executaban , se refrenaban é dota fechas é aderezadas por la Reyna en la manera que
ban de jugar : de manera que los grandes de ver habernos dicho , el Roy dexó las Cortes de Aragón,
güenza, é Iob otros por miedo de la pena, todos jue é suspendió en la guerra que estaba en propósito de
gos cesaron. Cosa fué por cierto dina de memoria, facer á los Franceses ; porque en aquellas Cortes no
porque esto se guardó tanto, que no se fallaban en falló por estonces el aparejo que era necesario para
todo el Reyno dados para jugar, ni agora ninguno la principiar, é vino para la cibdad de Córdoba don
los osaba tener ni vender. Asentadas todas estas de estaba la Reyna. E juntos aquellos caballeros é
cosas por la Reyna en aquellas cibdades, acordó de capitanes que estaban en su Consejo , fablúse cerca
venir para la cibdad de Córdoba, á esperar la gente de la guerra que se habia de facer aquel año. E por
de armas que habia mandado llamar para facer guer que el voto de algunos era , que se debia facer tala
ra en el Reyno de Granada. en la vega de Granada , según se habia fecho los
años pasados , y el voto de otros era , que so debia
CAPÍTULO XXXII. asentar real sobre alguna Villa; aquellos cuyo voto
era de facer la tala, decían que pues habia tan gran '
De 1» cosas que la Reyna Dio en la cibdad de Córdoba , é como recabdo en la mar, para que no pasasen manteni
el Re; dexd las cortes de Tarazona , é vino i Córdoba do es mientos de África con quo los moros de Granada se
taba la Reyna.
pudiesen proveer, les parecía que debian entrar en
Como la Reyna llegó á la cibdad de Córdoba, lue la vega, é facer la tala de los panes é otras cosas,
go vinieron á bu llamamiento el Maestre de Santia según que otras veces se habia fecho. E que qui
go, y el Conde de Cabra y el Marqués de Cáliz, y tando á los moros por todas partes el mantenimien
el Marqués de Villena , é Don Lorenzo Suarez de Fi- to, geles faria mayor gueira que en otra manera:
gueroa, Conde de Feria, é Don Alonso de Aguilar, porque no pudiendo sofrir la mengua de los mante
y el Conde de Belalcázar, y el Conde de Osorno Co nimientos , seria forzado darse todos de hambre ; y .
mendador mayor de Castilla, y el Conde de Nieva, en esta forma seria fecha guerra general á todo el
y el Conde de Uruefia , é Don Juan de Guzman , fi Reyno , lo que no se faria cercándose una villa sola.
jo del Duque do Medinasidonia con la gente del Los que eran en voto quo se cercase alguna villa,
Cr.-III, 26
402 CRÓNICAS DE LOS BEYES DE CASTILLA.
decían que bien seria facerse la tala, si generalmen carros. T en esta forma fué el Rey poniendo sai
te se pudiese facer en todas las partes del Reyno reales fasta qne llegó sobre la villa de Alora, Vier
de Granada , pero que no se podia facer , salvo so nes once días del mes de Junio deste ano. Los mo
lamente on la vega , é aun en aquella no se podia ros que en ella estaban fioieron grandes aparejos de
talar cumplidamente, salvo algunos lugares ; é ansí defensas en los muros é torres , y el Alcayde que
quedaban todas las otras cibdades é villas é lugares tenia la fortaleza repartió su gente en los lugares
é partes de aquel Reyno por talar, de donde los mo que entendió ser necesarios para la defender. Esta
ros se podían proveer. Anst que facer la tala era villa es tan fuerte é puesta en tal sitio , que los mo
una guerra de grandes costas á los chrietianos, á ros recelaban poco de ninguna fuerza ni combata
poco daño á los moros. Esto bien considerado , de- que les fué fecho. El Rey, puesto su real, mandó asen
oían que el Rey debía poner sitio sobre alguna villa tar el artillería , é que tírase á ciertas partes del mu
de las de aquel reyno , pues tenia gran poder de gen ro é de las torres. Los moros ansimesmo tiraban
tes é artillería para la guerrear é combatir. E ni por oon espingardas , é con otros tir,os do pólvora, é sae
esto cesaría la tala , pues que las gentes de la hues tas con yervas é ferian algunos christianos. E para
te talarían asaz tierra déla que estoviese en circui curar los feridos é los dolientes , la Reyna embiaba
to de la villa que se sitiase. Sobre esta materia ovo siempre á los reales seis tiendas grandes , é las ca
grande plática é diversidad de consejos entre los ca mas de ropa necesarias para los feridos y enfermos;
balleros é capitanes que estaban en el Consejo. Al y embiaba físicos é cirujanos é medicinas é hornea
fin el Rey é la Reyna, vistas las razones que se ale que los sirviesen, é mandaba que no llevasen pre
gaban por los unos é por los otros , determinaron, cio alguno, porque ella lo mandaba pagar. T estas
que se debía poner sitio sobre alguna villa de mo tiendas con todo este aparejo , se llamaban en los
ros é la combatir, porque entendían de la haber con reales el Hospital de la Reyna. Asentadas las lom
la fuerza del artillería. E determinaron que se sitia bardas grandes, é comenzando á tirar, derribaron
se la villa de Alora , porque tomada aquella villa, dos torres é á una gran parte del muro. E como
aseguraba gran parte de las otras tierras de chrís- aquella parte del muro fué caída , los moros traba
tianos que estaban frontera de los moros, de donde jaron por facer otro muro de tapia por de dentro
se podia facer guerra á las otras villas é tierras del para se defender ; pero los ribadoquines é otros ti
Reyno de Granada, que estaban en la comarca. Este ros de pólvora tiraban tantas veces á aquella parte
acuerdo habido, fué tan secreto que ninguno lo so do el muro había caido, que los moros no tenian lu
po , salvo muy pocos de su Consejo. E aprovechó gar de facer ninguna defensa dentro ; é si algunos
tanto el secreto, que los moros no proveyeron aquo- trabajaban de la facer , luego eran muertos ó lisia
11a villa de las coaaa que se requerían para su de dos con la gran muchedumbre de artillería que con
fensa; é recelando que el Rey cercaría otra vez la tinamente tiraban.
cibdad de Loxa, pusieron en ella los moros guarda Visto por el Rey como las torres con aquella par
de mucha gente é mantenimientos, é fortificáronla te del muro eran caidas, mandó aderezar los bancos
' mas que otra ninguna cibdad ni villa de aquellas pinjados é grúas ó mantas, é los otros pertrechos
partes. necesarios para el combate; é repartió los lugares
por do la villa se había de combatir á cada capitán.
CAPÍTULO XXXIII. Los moros, que primero estaban esforzados é con
poco temor de recebir daño , quando vieron las tor
Como el Itey tomó la villa de Alora.
res con grande parte dol muro derribado , ó como
Habido el acuerdo que habernos dicho luego el toda la artillería continamente tiraba é derribaba
Rey partió para la cibdad de Córdoba con todos cada hora mas , é que no podían defender el muro,
los caballeros é gentes de caballo é de pié quo la ni andar seguros por las calles ; sintiéndose guer
Reyna había fecho juntar ; é sus batallas ordena reados por tantas partes, requirieron al Alcayde que
das, vino fasta un lugar que se llama el Rio de las diese al Rey la villa, porque ni veían manera para
Teguas. Estando allí, mandó al Marqués de Cáliz que la defender ni tenian fuerza para pelear. El Al
con la gente de su casa, é con la batalla de la gon- cayde, visto que gran parte de sus moros perdían el
to de armas del Cardenal de España, do iba por ca esfuerzo , con algunos que vido tener mejor ánimo,
pitán Don Antonio de Mendoza su sobrino , fuese se puso en una torrea Hn de la defender; é reprehen
adelante á asentar real en lugar conviniente. Como día á los otros por la flaqueza que mostraban, é de
el Marqués fué partido, el Rey lo siguió, y entró cíales, qne antes debían allí morir que perder su
mas adelante en tierra de moros con toda su hues tierra, é ser puestos so la servidumbre de los chris
te, donde iban de las bestias que dio el Reyno, éde tianos, á quien no conocían sino por enemigos crue
las otras que la Royua mandó traer alquiladas, fas les. E con estas é otras semejantes razones trabaja
ta en número de treinta mil cargas, que llevaban ba de los esforzar , pero los moros, veyendo los
los mantenimientos para la gente. Iba ansimesmo muertos é feridos é como cada hora sus muros
gran número de carros con el artillería, ó una gran caían , puestos en aquella necesidad peligrosa , la
parte de los peones pasaban adelante por las sier turbación les privaba el entendimiento para tomar
ras' y puertos de aquella tierra, allanando los cami acuerdo de lo que debían facer. Estando en esta
nos é lugares ásperos por donde pudiesen pasar los priesa , descolgáronse por la cerca, tres moro* é vi
DON FERNANDO É DOÑA ISABEL. 403
nieron al Rey á le decir el estado de la villa, y el en esta manera aquella villa quedó en el señorío del
desacuerdo que habia entre los moros sobre la de Rey é de la Reyna. El Rey con toda su hueste en
fender 6 entregar. Estonces el Rey les embió á de tró en aquel valle de Cártama, é asentó real sobre
cir con un faraute 6 intérprete, que él les asegura una villa que se llama Cazarabonela, que es fuerte.
ba la vida é los bienes, é que los embiaria sin daño E los moros que estaban en ella salieron á escara
á qualquier parte que quisiesen , si luego le entre muzar por tales lugares, que á su salvo podian fa
gaban la villa. Los moros, oyendo la piedad que el cer harto daño en los christianos, é no recebirlo, se
Rey les ofrecia, esforzáronse mas contra el Alcay- gún la dispusicion de la tierra é de los grandes oli
de é decíanle : «Tú, Alcayde, que nos mandas defen- vares é otras ramblas é barrancos que estaban en el
» der, danos si puedes vida para poder pelear, é plá- circuito. E algunos de los christianos con orgullo é
» ceños morir defendiendo, si podemee defender pe- cobdicia de robar, soltáronso de algunas batallas
n leando ; mas si no podemos guardar la vida para sin orden é sin mandamiento de los capitanes , é
«defender la villa, locura es perder la vida é la v¡- fueron á escaramuzar con los moros por aquellos lu
n lia. Tú quieres que muriendo veamos moriré cap- gares que no sabian. Algunos de los capitanes visto
i) tivar nuestras mugeres é fijos, é al fin que sepier- aquel daño entraron en la escaramuza , por retraer
i) da la villa ; sábete que no lo queremos facer, án- della á los christianos ; é la confusión é desorden de
» tes queremos gozar de la piedad que el Rey nos pelear fué allí tan grande , que de los christianos
I ofrece, que usar del consejo que tú nos das. » El fueron algunos muertos é muchos feridos de los ti
Alcayde, visto que cada hora mas desmayaba su ros de saetas con yervos y espingardas que tiraban
gente con las muertes de unos é feridas de otros, los moros.
acordó de entregar al Rey la villa ; y el Rey seguró Murió en aquella facienda de una saetada Don
les las vidas é los bienes , é mandó al Comendador Gutierre de Sotomayor, Conde de Bolalcázar, que
mayor de León Don Gutierre de Cárdenas, é á Puer- entró á retraer la gente de bu batalla. Este Conde
tocarrero Señor de Palma, que entrasen en ella. A era mozo de veinte é quatro años, home de muy
los quales el Alcayde dio lugar que se apoderasen buenos deseos, é tan bien acondicionado , que pesó
de una torre con fasta veinte hornos de armas , en mucho al Rey é á la Reyna de su muerte. Dio tan
tretanto que los moros de la villa recogían sus bie gran tristeza en las gentes del real, que todos los
nes, é los sacaban fuera. E luego fueron puestas que andaban en la escaramuza, oida la muerte de
sobre las torres de la villa las banderas del Rey é de aquel Conde, se retraxeron. E los moros de algunas
la Reyna , y el pendón de la Cruzada. Fué entrega villas de aquel valle, que por la toma de la villa
da esta villa al Bey, á veinte dias del mes de Junio, de Alora estaban tan caídos que pensaban darse
afio del nascimiento de nuestro Redemptor de mil por subditos del Rey é de la Beyna , quando oyeron
é quatrocientos é ochenta é quatro años. E mandó el daño que ficieron en aquella escaramuza, cobra
poner en seguro todos los moros é moras con sus ron tanto esfuerzo, que mudaron ol propósito é no
fijos é bienes ; otrosí mandó rescatar todos los chris- se quisieron dar. El Rey mandó talar todos los pa
tianos que estaban en ella captivos. Como la villa nes é viñas é olivares de aquel valle, é por acuerdo
fué desembargada, el Boy entró en ella con una de algunos capitanes, deliberaba volver para Cór
solemne procesión , é fué á la mezquita principal , é doba, é vino fasta los prados de Antequera. La
fundó en ella nna iglesia, que por intercesión de la Reyna que todos los dias trabajaba embiando dine
Reyna fué intitulada Santa María de la Encarna ros é gentes é reqnas é mantenimientos é facia con
ción. É mandó reparar las torres y el muro que ha tinos aparejos para aquella guerra , oido como el
bían derribado las lombardas, é dio cargo de la ca Rey deliberaba tan presto dezar la guerra é salir
pitanía mayor de aquella villa á Luis Fernandez con toda bu hueste de tierra de moros, embió decir
Puertocarrero, con docientos homes á caballo é otras al Rey , que si le ploguiese debía facer la tala en la
gentes á pié. E proveyóla de mantenimientos é de vega, ó poner sitio sobre alguna otra villa, pues
las otras cosas necesarias, é partió con toda su hues habia aun asaz tiempo del verano en que se podia
te para ol valle que dicen de Cártama. facer. El Rey sabida la voluntad de la Beyna , co
Tomada la villa de Alora, el Rey mandó mover mo quier que ya la gente comenzada á se volver;
su real é fué al valle que dicen de Cártama por lo pero anRÍ los grandes señores , como los capitanes,
talar; y embió delante al Marqués de Cáliz con la é todos los otros caballeros é gentes de la hueste,
gente de su casa, é con la gente del Cardenal de visto como el consejo de la Beyna era razonable;
España, é otros capitanes , que serían fasta dos mil tornaron á entrar en la vega de Granada con el
de caballo. E como entró en aquel valle, fué para Bey. El qual, ordenadas sub batallas, fué aun lugar
la villa de Alozayna ; é los moros della , veyendo que se llama Alhendin , é quemó las viñas é oliva
que no se podian defender , salieron al Marqués , é res é otros árboles é todos los panes que estaban en
trataron con él de se poner en el Honorio del Rey é las eras; é quemó las casas de la Marbaha, é de
de la Beyna, é ser bus vasallos. El Marqués embió á Gabiar, é Antora é Goxa. E otro dia fué con algu
decir al Bey, como los de aquella villa querían ser nas gentes por cerca de un lugar que se llamaba
sus siervos, si les mandase guardar sus bienes. El Dilar, que es al pié de la Sierra Nevada. E fueron
Rey le embió á mandar que la reoibiese, é no les muertos algunos moros que salían á escaramuzar
ficiese guerra, é que loa asegurase de su parte. Y con la gente del Bey, é otros fueron captivos; ó
404 CRÓNICAS DE LOS R ¡TES DE CASTILLA.
fueron quemados Uxixar é Acibia dos lugares oer- cerca de Jaén, otros decían que se debia poner so
canos de la cibdad de Granada, é quemaron las par bre Montefrio, otros sobre Ulora ; pero al fin acor
vas de los panes , é las viñas é huertas , é otros fru daron que se debia poner cerco sobre Setenil, por
tales que estaban en aquel circuito. Otro dia el Rey muchas razones que mostraban ser esta villa mas
con toda su hueste, sus banderas tendidas, é la gen provechosa que las otras, si se pudiese haber, por
te dispuesta á la batalla, fué camino de la cibdad la seguridad que los christianos habrían, é por el
de Granada, por encima de Armilla, que es por la daño que los moros recibirían si se ganase. E como
parte de la Sierra Nevada, quemando é talando todo quier que la plática de estas cosas era secreta en su
lo que fallaba en circuito de dos leguas, é quema Consejo, poro aquello que determinaban facer esta
ron á Armilla la menor, ¿ las oras de Abra, é que ba mucho mas secreto, porque ninguno sabia la
braron los molinos de Jarambi, que son cerca de la final determinación salvo muy pocos. Habido este
puerta de Qranada que se llama Bibarrambla, é to acuerdo, luego el Rey partió de la cibdad de Cór
dos los otros molinos que estaban cercanos de la cib doba con toda la gente de armas de su hueste , y
dad. El Rey con su batalla real se puso delante las embió delante al Marqués de Cáliz ; el qual con dos
puertas de la cibdad, quanto un quarto de legua mil homes á caballo fuá muy presto 4 la villa de
por la parte de la Sierra Nevada, á pelear con los Setenil , por guardar que los moros no se proveye
moros, si saliesen á defender la tala que los suyos sen , si oviesen aviso del camino que el Rey lleva
facian por todas partes ¡ los quales quemaron las al ba para la cercar. Otrosí mandó llevar el artillería;
deas, alearlas, é casas, é torres, é mezquitas que los é como llegó el Marqués tomó algunos moros que
moros tenian en aquella parte , é todos los olivares andaban en el campo , de los quales sopo como en
y huertas, é parvas que estaban en las heras. E lle la villa no habia otra gente, salvo el Aloayde é los
garon algunos caballeros é peones fasta cerca del vecinos de ella , pero sopo que eran asaz para la de
muro de la cibdad de Qranada. Otrosí la Reyna ha fender, é homes cursados en la guerra para pelear.
bía mandado al Duque de Medinasidonia, é al Con E luego el Rey vino con toda su hueste, é asentó su
de de Cabra que, entre tanto que el Rey estaba en real bien cerca de la villa ; é porque los caminos
la vega faciendo esta tala, entrasen en la tierra de eran fragosos por do habían de pasar los carros en
los moros con las gentes de sus casas : al Duque por que iba el artillería, mandó que viniesen delante al
la parte de Ximena, é al Conde do Cubra mandó guna gonte de peones oon picos é palas de fierro, é
que fueso al término do la cibdad do Loxa. Estos otros aparejos para allanar los lugares altos é fra
dos caballeros, cumpliendo el mandamiento de la gosos por do pudiesen pasar. Los moros, veyendo la
Reyna, entraron en tierra de moros, é talaron é villa cercada de todas partes, salieron algunas ve
quemaron é destruyeron todoB los panes ó viñas é ces á escaramuzar con la gente que estaba en la
árboles que fallaron en aquellas partes, é traxeron guarda ; pero visto los daños que los tiros de pólvo
ganados é prisioneros en gran número. Fizóse en ra facian en ellos, acordaron de no salir mas 4 la es
espacio de quarenta dias que el Rey duró en la ve caramuza , é cerraron todas las puertas de la villa,
ga, y en la entrada que estos dos caballeros cada é tapiáronlas por de dentro , é acordaron de defen
uno por su parte fizo la mayor tala é destruicion der el muro é las torres. E por esta causa la gente
que se fizo en aquella tierra, después que los moros de la hueste estaba segura de los moros , que no te
la poseen. nian por do salir á polcar con la gente del real ; el
Fecha esta tala, el Rey vino con toda su hueste qual estaba muy bastecido de todas las oosas nece
para la cibdad de Alhama, é fizo meter en ella cin. sarias , porque la Reyna embió oficiales é provisio
co mil bestias cargadas de mantenimientos que la nes é las otras cosas que eran menester para la hues
Reyna habia embiado de Córdoba par» bastecimien- te en grand abundancia ; otrosí embió las seis tien
to de aquella cibdad, é sacó della al Conde deTen- das que se decian el Hospital de la Reyna para los
dilla que la habia sostenido , é dió el cargo de la dolientes é feridos , según lo acostumbraba á era-
capitanía mayor á Don Gutierre de Padilla, Clave biar á los otros reales. Asentadas las lombardas
ro de la órden de Calatrava. E dexando el provei gruesas, el Rey mandó que tirasen á dos torres
miento de las cosas necesarias para aquella oibdad, grandes que estaban en la entrada de la villa ; é
volvió con toda su hueste á la cibdad de Córdoba. como tiraron por espacio de tres dias, luego las
derribaron con un gran pedazo del muro. Y entre
tanto los otros tiros de cebratanas é pasabolantes é
CAPITULO XXXIV. ribadoquioes, tiraban á las casas de la villa, é ma
taban los homes é mugeres ó niños é derribaban
Como el Rey tomó It villa de SetenIL las casas. E tan gran temor pusieron los tiros de
Porque el tiempo del verano duraba para poder pólvora , é tanto daño y estrago facian en los mo
estar gente en el campo, acordaron en su Consejo ros , que no lo podían sofrir , ni tenian vigor para
el Rey é la Reyna de no dexar pasar el tiempo sin pelear, ni para se defender. E demandaron partido
facer otra entrada, é poner sitio sobre alguna villa al Rey que les salvase las vidas é las faoiendas, é
de moros. E como quier que ovo diversos votos en les diese libertad para ir en salvo do les ploguiese.
tre los capitanes que en esto entendian, porque unos El Rey otorgóles seguridad de las vidas con todo
4ecian que debían poner sitio sobre Cambil que es lo que pudiesen llevar ; é luego el Alcay de é todo»
DON FERNANDO É DOÑA ISABEL. " 406*
M moros entregaron la villa al Bey (1). E mandó á en los repartimientos 6 o' a que compilan dé
dos capitanes que oon la gente de sos capitanías se facer. Fueron prese' . n ■ssta junta el bastardo
fuesen con el Alcayde , é con todos los moros , á de Aragón, Duque dn .hermosa, Capitán general
los poner en salvo en la cibdad de Ronda. T el Rey de la gente de armas de las hermandades , é Don
entró en la villa, é mandó reparar las torres é ma Alonso do Burgos , Obispo de Cuenca , que era Pre
ros que habien derribado las lombardas, é fizóla sidente. E juntos en aquella oongregaoion , é plati
bastecer de pertrechos ó bastimentos é de las otras cadas algunas cosas necesarias de se proveer, aquo-
cosas necesarias. E dezó por capitán mayor á Don llos ministros relataron los trabajos en la guerra
Francisco Enriquez con docientos hornea de caba con los moros , en la qual se facian tan grandes gas
llo , ó con la gente de pié que fué necesario para la tos, que sobrepujaban á las rentas ordinarias que
gtrardar ; é luego fué con toda su hueste para la el Rey é la Reyna tenian. Por ende les encargaban
cibdad de Ronda , que es á dos leguas de Setenil , é de parte de su Real Magestad, que considerada
fizo talar los panes é viñas é olivares é los otros fru aquella necesidad , é la cosa en que Be habian de
tales que estaban i una legua en circuito de aque destribuir, repartiesen allende del repartimiento or
lla cibdad. Sabido por la Royna como la villa de Se dinario alguna suma , para ayuda de pagar las lle
tenil tan presto fué tomada, ovo gran placer; por vas de los mantenimientos que se habian de llevar
que fué cercada por algunos Reyes pasados en otros al real el verano siguiente, é para basteoer la cib
tiempos , é como quier que habia durado el sitio so dad de Alhama ; otrosí para ayudar á pagar las cos
bre ella mucho tiempo, nunca se pudo tomar; é tas que se requerían facer en el artillería , é para
acordó de ir á la cibdad de Sevilla. El Rey, que ha pagar los caballos que eran muertos en las peleas é
bia salido de la tierra de moros , vino é ella al ca batallas habidas con los moros. AquelloB Procura
mino, é ambos entraron en la cibdad, donde esto- dores é Diputados, oido lo que les fué propuesto, é
vieron el invierno proveyendo en las cosas necesa habida consideración á las cosas par») que se de
rias, ansí á la buena gobernación de sus Reynos, mandaba aquella ayuda, con buena voluntad de to
como i la guerra de los moros, al bastecimiento de dos respondieron, que les placía de servir al Rey é
las villas que eran tomadas , é de las otras gentes á la Reyna con todo lo que de su parte les era do-
que estaban puestas en la frontera. En este tiempo mandado : porque como Reyes executaban la justi
los capitanes que dexaron en Alhama, y en Alora, cia, é como señores defendían sus Reynos, é como
y en Setenil , continamente facian entradas en tier cathólícos celaban la fe , é como animosos guerrea
ra de los moros ; é les facian tanta guerra, que es ban los enomigos , é como prudentes gobernaban en
taban oprimidos , é no tenian aquellas fuerzas que tal manera sus Reynos , que cada uno era señor de
solian para entrar á facer guerra en la tierra de los lo suyo , é no daban lugar que ninguno robase lo
christianos por aquellas partes. E muchas veces ageno; é porque con los tributos que les daban,
ofrecieron gran número de oro en parias al Rey é á ellos eran Reyes mas poderosos, é con su poder sus
la Reyna, é que el Rey moro seria su vasallo para subditos eran mas honrados é defendidos. Ansimes-
los servir, según lo habían seydo algunos moros mo respondieron , que si á los Reyes pasados se fa
del Reyno de Granada de los Reyes de Castilla sus cian servicios é pagaban tributos , visto que algu
antecesores. Pero porque su propósito, según habe nas veces Be distribuían menos debidamente que de
rnos dicho , era de conquistar todo el Reyno de Gra bían, aquellos se otorgaban con cargo, é Be repar
nada , no lo quisieron aceptar. E mandaban á sus tían con dificultad , é se cogían con trabajo. Pero
capitanes é gentes que favoreciesen al Rey mozo considerando que la intención con que se pide este
contra el Rey su padre, según gelo habian prometi servicio es recta , é la guerra en que se gastaba es
do. Los moros, considerando que aquel Rey mozo sanota , é la manera del gastar veían ser reglado; les
recebia ayuda de los christianos, é recelando que parecía que la razón les obligaba á contribuir nue
los metería en su tierra , aborrescianle, é apartában vas contribuciones , pues se facian nuevos é necesa
se dél , y estaba retraído en la cibdad de Almería. rios gastos. E allende del repartimiento que ordina
riamente pagaban para el sueldo de la gente de ar
OAPÍTOLO XXXV. mas quo continaba en la guerra, les placía de ser
vir este año con doce quentoB de maravedís, para
Da las cosas que pasaren en la Junta qne las Hermandades del pagar los alquileres de las bestias que habian de'
Reyno telaron en este alo en la villa de urgís.
llevar los mantenimientos al real , é al proveimien
Los diputados é oficiales de las Hermandades de to de la cibdad de Alhama é de las villas de Alora é
las cibdades, é villas é provincias, é otros! Alonso Setenil ; é mas otro medio quento de maravedís para
de Quintanilla, y el Provisor de Villafranca que te pagar las bestias é acémilas que se murieron el año
nian cargo por el Rey é por la Reyna de los admi pasado llevando los bastimentos, é ansimesmo lo
nistrar, acordaron de se juntar en el mes de No que se gastaba en el artillería. Dada esta respuesta
viembre de este alio en la villa de Orgaz, para en por los Procuradores del Royno , é presentada á la
tender en las cosas de la justicia que el Rey é la Reyna por el Duque de Villahermosa, é por el Obis
Reyna les habian dado facultad que entendiesen, y po de Cuenca, é por los otros comisarios que fue
ron presentes en aquella junta , la Reyna regrades-
(1) Fsé esto por Setiembre de este alo. Bernald., cap. 71. ció la obediencia que los Procuradores de sos Rey
406 CRÓNICAS DE 'LOS REYES DE CASTILLA.
nos mostraron ; é considerando qne por las derramas ción , é murmuraban del, imponiéndole ser avarien
que se cogían en el Reyno , sus subditos sentirían al to, é injusto, é incapaz, é los otros defetos qaolos
guna fatiga, acordó que no se repartiesen mas de quo aborrescen á su mayor le suelen imponer quan-
los doce quentos que eran necesarios para el alqui do del están descontentos. E de dia en dia oresoíó
ler de las bostias que habian do llevar los basti tanto el odio entre ellos, que no cesaban de afear las
mentos al real, é al proveimiento de Albania é Alo esquividades é condiciones ásperas del Roy: las qua-
ra é Setenil, porque estas no se podían escusar. To les comparadas á la humanidad é dulce conversación
dos los otros repartimientos mandó que cesasen, é que tenían con el Rey su padre les parecían muoho
mandó dar sus cartas para los diputados de las pro mas grávese intolerables. Esta plática se estendió en
vincias, que no repartiesen otra suma allende de tre ellos tantas veces que vino á noticia del Rey como
aquellos doce quentos. aquel Duque de Guimaranes é los otros sus hernia-
En este año murió el Papa Sixto Quarto , é fué nos é parciales maculaban sus costumbres, é afea
elegido por Sumo Pontífice Inocencio Octavo. Otro ban con palabras la manera de bu gobernación. De
sí, estando el Rey é la Reyna en aquella cibdad , los lo qual se engendró entre ellos tan grand odio, que
vino nueva como el Rey de Portogal había muerto el Rey no pudiendo sofrir los mordimientos de sus
por bu mano al Duque de Viseo bu primo, hermano subditos pensó como los castigase. Y ellos creyen
de la Reyna su muger, é fijo del Infante Don Fer do no tener vida segura viviendo el Rey , dícese
nando su tio, hermano del Rey bu padre, é de la que imaginaron de lo matar, é facer Rey á este Du
Infanta Dona Beatriz tía de la Reyna. Ebío Duque que de Viseo su primo. Informado el Rey de Porto-
de Viseo era mozo de veinte afios , é como estanue- gal de la conjuración que contra élsefaciapor algu
va vino dubdosa, porque unos decían que era muer nos quo se dice que la sabían, mandó prender al Du
to , otros que era preso ; el Rey é la Reyna, por el que de Guimaranes, ó fecho proceso contra él, fué
debdo de sangre que con ellos tenia , acordaron de degollado, según habernos dicho, por justicia. E
embiar á Don ífiigo López Manrique, Obispo do desterró el Rey ú todos sus hermanos é parciales , é
León é á Mosen Gaspar Fabra un caballero de Ara mandó degollar á otros caballeros que eran partíci
gón por embaladores al Rey de Portogal , á le ro pes en aquella conjuración, é tomóles todos sus bie.
gar con grand afición , que si no era muerto el Du nes. E habiendo consideración que este Duque de
que, no procediese contra él á la muerte, fasta que Viseo era eu primo , é de tan poca edad , que no po
con mayor piedad mirase la causa do su prisión ; é día inventar fazafia tan criminosa, le dixo que le
si era muerto, de bu parte consolasen á la Infanta perdonaba , é que dende en adelante se guardase de
Dona Beatriz su madre. creer á ninguno que en tal yerro con falsa esperan
Estos embaladores partieron lnego á la hora que za le pusiese. Muerto aquel Duque de Guimaranes,
les fué mandado, é como sopieron en el camino que el odio concebido contra el Rey creció mas en aque
el Rey habia muerto al Duquo , fueron á decir & la llos que amaban al Duque , é desamaban al Rey ¡
Infanta la gran turbación quo el Rey é la Reyna mayormente porque continaba siempre en aquellos
ovieron de aquel oaso acaescido al Duque su fijo, é apartamientos y esquividades que habian seydo
á le consolar según les fué mandado. Esta Infanta principio de su odio. E díxose por parte del Rey,
era muger discreto, é como quiera que era tierno el que aquellos perseveraron en la conjuración , que
dolor que sintió por la muerte del Duque bu fijo, es primero habian imaginado, para lo matar é tomar
pecialmente porque se añadió á la muerte del Du por Rey en su lugar a esto Duque de Viseo. El qual
que de Guimaranes su yerno, á quien el Rey de Por por las palabras de exaltación que de contino le de
togal el año pasado habia fecho degollar por justi cían los que eran participes en la conjuración, elevó
cia ; pero mostró tener aquella consolación que per su ánimo á subir en silla real, é con esperanza de
sona discreta debía mostrar en tiempo de tal turba- reynar usaba de algunas pompas é oerimonias que
oion,y embió á rogradescor al Roy é á la Reyna su á ninguno son debidas , salvo á Rey. Allegábase á
buena consolación. E como quier que la muerte de esto el vano conocimiento de algunos que presu
este Duque haya acaecido en reyno extraño ; pero miendo saber las cosas futuras , le decían que ha
porque era de sangre real é houie de grand estado, bia de ser rey é le pronosticaban el reyno , porque
plácenos de recontar aquí la causa , que oímos ha la fortuna de su nascimiento le era favorable para
ber movido al Rey de Portogal de matar á este lo haber. E como los reyes, aunque son humanos,
Duque. pero por experiencia vemos tener alguna especiali
Según que en las cosas acaescidas el año pasado dad divina , que naturalmente face imprimir en los
habernos recontado , un caballero de los principales ánimos de sus subditos un amor reverencial para
de aquel Reyno de Portogal é de mayores parientes los servir é conservar : díxose que algunos de los
era el Duque de Guimaranes, á quien el Rey de Por que sopieron la verdad de la conjuración, por gra-
togal habia feoho degollar por justicia. El qual é tiBoar al Rey, á no caer en yerro tan feo como es
los otros sus hermanos é debdos, sintiendo ágrave matar á su principe , le descubrieron el peligro que
za la poca estimación que el Rey facia dellos, por contra su persona se ordenaba ; é le informaron de
que seyendo cercanos á su sangre no los trataba con los lugares é tiempo é formas como se había de exe-
aquella humanidad que el Rey su padre los habia cutar su muerte. El Rey, informado de la conjura
tratado ; notábanle ser de dura y esquiva conversa ción, recelando que la dilación no le fuese peligro
DON FERNANDO É DOÑA ISABEL. . ' 407
sa , anticipóse & la atajar. T entrando nna noche mozo, porque era amigo de los christianos, é los quo-
este Duque en sn cámara , el Rey movido de ira fué ria meter en el Reyno de Granada. E los alfaquíes
contra él con un puñal ; « ¿E tú , traidor , dixo él , con otros moros de la cibdad aceptaron el trato que
i) piensas matarme , é reynar en mi lugar? Por cier- les fué movido , á fin de destruir al Bey mozo , por
» to si mi brazo me ayuda , tu corazón no verá ni que recebia ayuda de los christianos. T el Infante
i) habrá lo que piensa.» E diciendo esto diólo dos pu moro, con cierta gente de caballo é con oierto nu
ñaladas, é luego cayó muerto. Fizo prender ansi- mero de peones, entró en la cibdad de Almona, por
mesmo al Obispo de Ebora (1), nn Perlado de gran el lugar que le dieron los alfaquíes con los otros
suficencia , que se dixo ser participe en la conjura moros que con ellos eran en el trato. Y el Bey mozo
ción ; é murió luego en la estrecha cárcel en que le salió fuyendo de la cibdad , é fué á la tierra de los
puBO. Fizo ansimesmo justicia de otros algunos ca christianos, donde se pudo salvar. Y el Infante en
balleros , que se dixo que eran partícipes en aquel tró en la casa donde estaba é mató un hermano del
delito ; é otros muchos fuyeron, é vinieron para Cas Rey mozo de pequeña edad é á los otros que pudo
tilla. E ansi feneció aquel Duque , é todos aquellos haber de su parcialidad, é apoderóse de la cibdad,
que se dixo haber entendido en aquella conjuración. é púsola en obediencia del Bey viejo su herma
Verdad es que los Reyes deben fuir de toda execu- no. Después, pasados algunos di as, los moros cono
cion acelerada, é sin oir primero no deben facer jus cidas las enfermedades del Roy viejo é como no te
ticia, especialmente por su mano. Otrosí deben ser nia fuerzas para defenderla tierra, tomáronle, é
humanos é tratables con sus naturales, pero dado con su muger é algunos servidores le pusieron en
que no lo sean , é tengan otros defetos, los subditos una fortaleza ; donde murió dende á pocos dias. Y
no han de ser jueoes de su rey ; porque Dios que en su vida alzaron por Rey de Granada á cate In
los puso por bus vicarios en la tierra , reservó este fante su hermano Muley Bahadeli ; y el Rey mozo
juzgado para si. Leemos en muchas historias haber vino á donde estaba el Rey é la Reyna.
acaecido conjuraciones contra sus príncipes ; las
qnales si ee descubren é no vienen en efecto, re CAPÍTULO XXXVII.
dundan en perdición de los conjurados ; é si se exe-
cutan es mucho peor, porque habernos visto por ex Como entró el Conde de Cabra con otros caballeros i facer
guerra en ciertos lagares del Reyno de Granada.
periencia, 6 leido en historias seguirse muy mucho
mayores muertes é destruiciones en las tierras do so Entretanto que el Rey ó la Reyna estaban en Se
imagina é pone en obra el crimen tan detestable, villa el invierno deste año, los caballeros é capita
como es matar é perseguir los subditos á su Bey. nes que dexaron por fronteros en las cibdades do
Écija é Jaén y en los otros lugares del Andalucía,
CAPÍTULO XXXVL ficieron, según habernos dicho, algunas entradas
en tierra de moros, é sacaron captivos é ganados
Sígnense lis cosas pasadas en el alio de mil é qaatrocientos ¿ aunque pocos : porque los moros con sus bienes es
ochenta é cinco años. Como el Infante Moro hermano del Rey taban retraídos en las sierras y en otros lugares de-
de Granada lomó la cibdad de Almería , e lo qne ende fizo.
fensibles , por miedo de la guerra que contiuamen-
Recontado habomos en las cosas acaescidas en el te les era fecha. De las qnales entradas, por no haber
año pasado, como el Bey de Cranada mozo estaba seydo en tanta cantidad , ni haber pasado recuen
en la cibdad de Almería , esperando que viniesen á su tros ni fechos de armas, no se face aqui memoria.
obediencia los caballeros é cabeceras é las cuidados Pero acaesció que el Conde de Cabra é Martin Alon
é villas de aquel Reyno que no estaban en su par so , SoBor do Montemayor , é Don Diego de Cuatri
tido ; é como el Rey é la Bcyna le proveian de di llo , Comendador mayor de la Orden de Calatrava, é
neros é de las otras cosas que le eran necesarias, é Diego López de Ayala, capitán de cierta gente de
mandaron dar sus cartas para las cibdades é villas las hermandades , é con la gente de las cibdades de
é castillos que eran en comarca de Almería , para Úbeda é Baeza donde era Corregidor, é Pero Buiz
que le favoreciesen faciendo guerra á los lugares de Alarcon, con la gente de su capitanía, é Fran
de moros que no le obedescian. E porque el Rey cisco de Bovadilla, Corregidor do las cibdades de
viejo sn padre era tan impedido de enfermedades Jaén é Andúxar con las gentes de aquellas cibda
que no podia gobernar su Reyno, ni salir fuera de la des , por el aviso que ovieron de algunos adalides,
Alhambra de Granada ; los moros se llegaron á un acordaron de facer una entrada en tierra de moros,
Infante hermano de aquel Rey viejo que se llama é pasar adelante una logua de la cibdad de Granada
ba Muley Bahadeli , porque conoscian que era hábile hacia la Sierra Nevada á facer guerra en dos luga
para defender la tierra de los moros, é guerrear la res que se llaman el uno Nibar, y el otro Guáxar;
de los chrístianos. Este Infante trató con algunos considerando que los moradores desloa dos lugares,
alfaquíes que estaban en Almería, que le diesen en pensando estar en tierra mas segura, no ternian
trada de noche en la cibdad, para prender al Rey tanto cuidado de se guardar. Estos capitanes que
habernos dicho con sus gentes entraron en tierra
(f) Don García de Meneses, el mismo qoe entra de Capitán en de moros contra aquellos dos lugares, llevando por
Castilla , cuando el Rey Alonso V disputaba esta corona a la Rey- guia los adalides que sabian la tierra. El capitán
■i Dolía Isabel. Farla, Epíl. de lai llittor. Portas. , p. 3, cap. U. Pero Buiz de Alarcon, que era caballero esforzado
408 CRÓNICAS DE LOS REYES DE CASTILLA.
y experimentado lo mas de so vida en la guerra de llaron que habian peleado con algunos peones de loa
loe moros, veyendo que entraban muy adentro en moros ; que habian sabido la sierra por tomar la de
la tierra de los enemigos, dixo al Conde de Cabra é lantera ; é visto que los no podían tomar , volvié
á los otros caballeros que estaban juntos , que de ronse ,é dezaron la sierra. E los christianos como
bían con mayor diligenoia dar orden en la seguri vieron volver á aquellos peones moros , fueron con
dad de la salida, que en la manera de la entrada ; tra ellos, é mataron alguifos, porque no pudieron
porque la gente que va á facer semejante guerra; ser socorridos de los otros moros de caballo que ha
está dispuesta á obedecer su capitán quando entra, bian quedado al pié de la sierra. E fuera mayor el
mucho mas que quando sale, y lleva las fuerzas vencimiento que ovieron los christianos , salvo que
mas vivas quando va á facer, que quando vuelve los lugares do aquella fadeuda acaesció , eran peli
de haber fecho. É quier sea por cansacio de lo que grosos , y estaban cercados por tantas partea de los
han trabaxado, quier por orgullo del vencimiento moros, que los christianos no osaban seguirlos, ni
que han habido, con deseo de salir delatierra age- continar la victoria que pareoia ofrecérseles : por
na é volver á la suya , no guardan aquella orden en que acordaron de estar siempre juntos en una bata
la salida que tovieron en la entrada. E por tanto, dixo lla, é no consentían salir á ninguno della , salvo á
él, que se debia poner en los pasos é vados por do aquellos que mandaban ir contra los moros quando
habia de salir tal recabdo de gente, que no recibie era necesario. Y en esta forma pasaron los christia
sen dafio al tiempo de la vuelta. E por las amones nos aquella jornada, sin recebir el dafio grande
taciones deste capitán, el Conde á los otros caballe que recibieran , sino guardaran la orden que guar
ros pusieron mucha guarda en los vados é pasos do daron.
las sierras por donde habian de salir. Estos capita Pénese aqui esto recuentro , no porque fuese en
nes que habernos dicho , entraron á aquellos dos lu gran dafio de los unos ni de los otros , mas porque
gares, y embiaron corredores adelante, é tomaron fueron libres los christianos, de ser todos perdidos,
los ganados é prisioneros que pudieron. E como fue por el buen consejo que ovieron en mirar tanto é
ron sentidos, salieron de la cibdad de Granada mas la seguridad de la salida que la forma de la
gran multitud de moros á pié é á caballo con el In entrada.
fante que habian tomado por Rey. El qual embió
luego de sus gentes á tomar la delantera, é los va CAPÍTULO XXXVIII.
dos é pasos por do entendian que los christianos ha *
bian do volver; pero no los pudieron tomar , por la De las cosas que passron en Sevilla, estando el Rey é la Reyna en
gran guarda que en ellos estaba puesta. T el Rey aquella cibdad.
moro vino empos de los christianos que se volvían Estando el Rey é la Reyna en la cibdad de Sevi
con la presa. El Conde é los otros] caballeros, como lla, vino á ellos un Nuncio del Papa con poderos
vieron venir al Rey, é los moros contra ellos, pu para facer ciertas cosas en los Reynos de Castilla é
siéronse en orden de batalla, é tornaron contra los de León, especialmente para haber la posesión del
moros , que venian fíriendo en la reguarda. E los Arzobispado de Sevilla, que vacó por fin de Don
moros quando vieron que los christianos tornaban íñigo Manrique, Arzobispo quefué de aquella Igle
contra ellos, volvieron las espaldas, ó pusiéronse sia ; de la qual el Papa habia proveído á un Carde
en f niela, é los christianos fueron om pos dellos, pero nal que era su Vicecanceller , natural de la cibdad
no los siguieron mucho, por recelo de caer en algu de Valencia (1). Desta provisión no plogo al Rey
na celada. Los moros visto que los christianos no ni á la Reyna , porque entendian ser en deservicio
osaban ir adelante, volvieron contra ellos, con gran de Dios é suyo, é respondieron á aquel Nuncio , 6
des alaridos, según costumbre de pelear; y en aque por sus letras notificaron al Papa en como aquella
lla vuelta firieron en los cliristianos quo iban en la Iglesia era una de las mas principales de sus Rey-
reguarda, é allí quedaron muertos algunos. Esfor- nos, é tenia tierras cercanas á la tierra de los mo
záranse los moros para los seguir mas adelante, sal ros ¡ é que no era razón que fuese della proveída
vo porque el Conde é los otros capitanes volvieron persona estrangera, é no natural de Castilla, por los
tres veces contra los moros, é los resistieron pelean grandes é claros inconvinientes que de la tal provi
do con ellos ; é acordaron de se juntar todos é po sión Be podrían seguir en deservicio de Dios é dafio
nerse en una cuesta, donde los moros no podían su de aquella Iglesia é de las cosas della. E que para
bir salvo á gran daño suyo. E ansí estuvieron los la provisión de las Iglesias de sus Reynos debia es
unos á vista de los otros, é ninguna de las batallas perar la suplicación que le ficiesen antes que dellas
osaba acometer á la otra , por la indispusicion de los proveyese, según fué asentado con el Pontífice pa
lugares do estaban. Al fin los christianos ansí por sado. Y especialmente de aquella Iglesia de Sevi
que la noche se acercaba, como porque no habia lla, de la qual por ser tan insigne era necesario que
dispusioion en ol lugar do estaban para poloar ; con fueso proveída persona natural dellos que no esto-
siderando que si cometiesen la pelea , recebirian
mayor dafio venciendo, que los moros seyendo ven
cidos, acordaron de se volver con alguna parte de (1) El MS. del Escorial añada aquí ana clausula, tomada al pa
recer de alguna nota marginal, que dice asi : -Este se llamo Don
la presa que pudieron llevar, por los lugares é pa • Rodrigo de Borja, que habla «enldo primero por Legado del
sos por do habian puesto las guardas; las quales fa > Papa, y después fué Papa Alexandro Seslo.»
DON FERNANDO É DOÑA ISABEL. 409
viese absenté de la tierra ; porque de la absenoia ción, ficieron restituir á las cibdades é villas todas
del Perlado se podrían seguir grandes é irrecupera las tierras é términos que los caballeros é otras per
bles danos, ansi en las tierras de Iglesia, como en sonas habían tomado. E los que fallaron plantados
todas aquellas comarcas do está colocada. E certifi de viñas é huertas , é otros qualesquier frutos, los
caron á Su Sanctidad, que guardando lo que complia ficieron talar é arrancar, de manera que todos que
á sus conciencias como cathólicos principes, quan- daron esentos para los pueblos. E también manda
do alguna Iglesia acaescia vacar en sus Reynos, ron que se guardase la prohibición que la Reyna
siempre le suplicaban por personas dinas , é quales fizo del juego de los dados, é de tal manera man
complian a servicio de Dios é suyo , é á la buena daban executar la pena en la persona que los ju
administración de las Iglesias. Por ende le suplica gaba, que ninguno los osaba jugar ; é las penas
ban que lo remediase de tal manera que no oviesen que desto se habian, mandábanlas destribuir en co- '
lugar los manifiestos inconvinientes que de aquella sas pias. E antes que los Corregidores fuesen rece-
provisión se podrian seguir. El Papa habida su in bidos en las cibdades, juraban estas cosas que por.
formación, condescendió á la suplicación del Rey é el Rey é por la Reyna fueron ordenadas. «Primera-
de la Reyna, é tovo manera como aquel Cardenal » mente, que bien é diligentemente é con toda leal-
Vicecanciller resinase en sus manos la provisión que »tad usaría de aquel oficio de justicia que le daban
el fizo ; é tornó á proveer de aquel Arzobispado de «en cargo. Otrosí, que no tomaría alcalde, ni al
Sevilla á Don Diego Hurtado de Mendoza , Obispo lí guacil, ni escribano, por ruego ni intercesión de
de Patencia que fué Patriarca de Alexandría é Car «persona alguna, varón ni muger. E que no serian
denal de España, por quien habían suplicado ; é de » naturales del lugar do to viese el oficio , ni de los
la Iglesia de Palencia á Don Alonso de Burgos «otros lugares subjetosá su jurisdicion ; é que fue-
Obispo que era de Cuenca , Capellán mayor do la iisen los mejores é mas hábiles que para aquel ofi-
Reyna; é de la Iglesia de Cuenca proveyó á Don «cio pudiese haber. Otrosi, que no se juntaria, ni
Alonso de Fonseca, Obispo que era de Avila ; é pro « faria, parcialidad con alguno ni algunos regido-
veyó de la Iglesia de Avila á Don Fernando de tres ni caballeros ni otras personas de los tales
Oropesa , Prior del monesterio de Sancta María de «pueblos, salvo que igualmente ternia á todos en
Prado, de la orden de Sant Hierónimo, Confesor » justicia quanto á él posible fuese. E no recibiría
de la Reyna. Todas estas traslaciones é provisiones «daño, ni aceptaría promesa de ninguna persona,
fizo el Papa, según que por el Rey é por la Reyna » durante el tiempo de bu oficio ; ni consentiría á
le fué suplicado : porque fué informado que mira «sus oficiales ni á su muger ni á sus fijos, ni 4 otra
ban primero si las personas por quien le suplicaban «persona alguna, do cuya mano haya de venir á élr
eran dinas de la dinidad que les procuraban. «que reciba mas de su salario é derechos que jus-
» lamento debiere haber. Otrosí, que lo mas presto
CAPÍTULO XXXIX. tqae podrá, sacará copia do las sontoncias que son
«dadas en tarvor del lugar do os Corregidor, sobre
De la diligencia que «I Re; é la Dejna mandaban poner en exa «los términos ; é se informará qualos deltas están
minar los Corregidores al osaban relamente de la justicia é de » ejecutadas, é las que fallaren que no están execu-
los cargos qne tenian en las cibdades.
ntadas, ó después las tornaron á tomar contra el
Estando en la cibdad de Sevilla, mandaron el «tenor de las tales sentencias, que las fara luego
Rey é la Reyna que se ficiese la visitación que se «executar, é dexar los tales términos libres é de;¡-
solia facer en las cibdades é villas é provincias de » embargados a la cibdad , villa ó lugar de donde
sus Reynos , para saber si los Corregidores é otras «fueren ; é fará execucion en bienes de la persona
personas que tenian en ellas cargo de justicia , la «que ansi tiene ocupados los términos con el tenor
administraban rotamente ; é si por afición do per «de las tales sentencias, por la pena en ellas conte-
sonas condenaban a algunos, ó por interese que te » nidn. Pero si de la tal execucion se temiese escán-
nian relevaban ó otros de la pena que merecían , ó » dalo, ó otra gran dificultad, que fará relación dello
si eran negligentes en ella ; é mandaban executar » al Rey é á la Reyna, ó lo embiará al su Consejo lo
las penas en aquellos que en esto fallaban culpan «mas presto que podrá. Otrosí, que no llevará, ni
tes. Otrosí mandaron que los Corregidores ficiesen «consentirá llevar á sus oficiales mas derechos do
sus residencias en las cibdades é villas, do liabian «los que justamente debieren haber, según la tablu
tenido cargo de justicia, on fin de cada un año , se «queoviere escripta dellos en el lugar donde fue-
gún las leyes de sus Reynos lo disponen. Y en esto «re ; é sino la oviero, que la mande facer oon acuer-
tenian grande solicitud, que ninguno osaba corrom «do de los oficiales del Consejo, é poner en lo pu-
per la justicia, ni ser negligente en ella. E porque «blico de su audiencia; é que por aquella tasa lio- '
fueron informados qne algunos caballeros é cibda- » varán los derechos é no mas, é que exeoutaria las
danos é otras personas por su propria autoridad te «penas de los que lo contrario ficiesen. Otrosí, que
nían entrados algunos términos é dehesas é otras i no llevaría ni consentiría á sus oficiales llevar de-
tierras de las cibdades é villas de sus Reynos, é las «rechos de execuciones por ningún contrato ni
liabian apropiado á si, faciendo particular de uno «obligación, ó de sentencia de que se pidiere exe-
lo que era común de todos ; embiaron pesquisidores « cucion, fasta que el señor de la debda sea pagado
á los cibdades é villas, los quales habida informa «é contento. E que por nn contrato é obligación é
410 CRÓNICAS DE LOS REYES DE CASTILLA.
«sentencia, é por una debda no llevará mas de un tierra é tener gran flota de navios por la mar, por
«derecho, según lo quieren é disponen los derechos que no pasase gente , ni caballos , ni mantenimien
»é las leyes del Reyno. Otrosí, que no dará, ni con- tos de los Reynos de Africa á proveer el Reyno de
asentirá á sus oficiales que den dádivas ni presen Granada. Otrosí, mandaban poner gran diligencia
il tes, ni farán promesas de les dar presentes á per- en fornesoer el artillería, é tener bien pagada la
» soaa alguna de las que continamente residen en gente de armas de los sueldos é tierras que les
«corte, ni á sus mugeres é fijos, ni á oficiales, ni á mandaban dar cada año. E de lo que se cogia
«otras personas, para que vengan á la mano de de la Cruzada é subsidio de la clerecía, é de las pe
«aquellas direcli ni indirecti. Otrosí, que no llevará nas que se ponían á los quo habían judaizado , é se
«ningunas penas de las que disponen las ley en, sin reconciliaban á la Iglesia, é de las otras sus rentas
» que primero las partes sean oidas é vencidas ó ordinarias, é do todas las partes que podían haber
«sentenciadas. Otrosí, que á todo su leal poder de- dineros, mandaban distribuirlo en las cosas de la
«fendorá la jurisdiciou real en los casos que según guerra. E porque su fama era divulgada por todo el
«derecho no deba ser ocupada. Iton, quo ni pública mundo, especialmente por los Reynos de Africa, el
«ni ocultamente , dirteti ni indirecti no procurará Rey de Fez les embió sus embaladores con presen
«que le sean leidas cartas de los jueces eclesiásticos, tes de caballos é jaeces para el Rey, é sedas é per
«para que sea impedida de guardar y executar la fumes para la Reyna, é otras cosas de las que hay
«jurisdioion real : porque como el Rey é la Reyna en aquella tierra. Y embióles á suplicar que le to-
«quieren que la jurisdioion eclesiástica sea guarda- viesen en su buena gracia, é le oviesen por reco
oda, ansí quieren que su jurisdioion real no sea mendado, é mandasen á sus capitanes que andaban
«usurpada. Otrosí, que las penas ordenadas por las en armada por la mar, que no ficiesen guerra á sus
«leyes, que pertenescen á su cámara , él ni sus ofi- gentes , é que él quería ser su servidor en todas las
«ciales no las ocuparán ; mas luego que fueren sen- cosas que le mandasen. El Rey é la Reyna gelo era-
stenciadas por sentencia pasada en cosa juzgada, biaron á regradescer, é respondieron á los moros
sporná diligencia en las cobrar é poner en depósito embaxadores, que mandarían á sus capitanes é gen
«en poder del escribano del Consejo, para que estén tes quo guardaban la mar, que no ficiesen daño á
«allí de manifiesto, y el limosnero pueda poner co- sus moros, tanto que ellos no lo fioiesen á los chris-
sbro en ellas; y embie lo mas presto que podrá ro- tiauos, ni pasasen al Reyno de Granada gentes, ni
slacion dellas al limosnero para que las cobre. armas , ui caballos , ni mantenimientos. Otrosí el
«Otrosí, que no aceptará ruego, ni carta, ni mensa- Rey de Portogal embió su embaxador al Rey ó á la
«geria que le sea feoha en favor de algunas perso- Reyna, notificándoles la muerte del Duque de Viseo,
« ñas del pueblo donde esto viere, por palabra ni por do la qual relatamos en las cosas escripias en el afio
» escripto, aunque sea de qualquier persona de las pasado ; y embió á decir las razones que le habían
«que andan en la corte é contino residen en su ser- movido á lo facer. E mandó á su embaxador que
«vicio. Otrosí, que castigará é fará castigar á sus les mostrase la pesquisa que se fizo contra los que
«oficiales las blasfemias, é juegos prohibidos, é los habían conjurado de lo matar; é las otras cosas que
«otros pecados públicos é no porná penas para si ni habían pasado cerca de aquella muerte. E que lea
«las llevará. Otrosí, que [no llevará, ni consentirá rogaba que considerando el crimen tan detestable
«llevar á sus oficiales las acesorias, ni vistas de pro- como contra su persona se queria facer, le releva
«cesos para las sentencias que diere. Otrosí, que sen de culpa, é apartasen de sus ánimos todo mal
«fará á sus oficiales que juren todo aquello que el concepto, si alguno por este caso tenian.
«Corregidor jurare, ántes que les sea dado el oficio
ié la administración dél. Iten , que guardará é fará CAPÍTULO XLI.
«guardará sus oficiales las leyes del quaderno de
«las alcavalas, fechas por el Rey é por la Reyna, Como el Rey 6 la Reyna mandaron Juntar sus gentes, y el Re;
«de la manera que se ha de tener en el demandar * enlrd en el Reyno de Granada.
«de las alcavalas á los labradores é oficiales, para El Rey é la Reyna el año pasado habiandado sus
«que no sean fatigados indebidamente. » cartas de apercebimiento para algunas gentes de
armas é peones de Castilla; por las quales les am
CAPÍTULO XL. blaron á mandar que estoviesen prestos para venir
á la cibdad de Córdoba en el mes de Marzo siguien
De li embaiada que embió el Re; de t'tz, é de li diligencia que te, para la guerra que entendían continar contra el
se fácil pira la guerra de los moros.
Rey é moros del Reyno de Granada, á donde el Rey
Según en otras partes desta Crónica habernos di en persona habia de ir. E partieron de la cibdad do
cho, el Rey é la Reyna tenian mayor voluntad de Sevilla para la cibdad de Córdoba, é con ellos el
facer guerra á los moros, que la tovieron ninguno Príncipe Don Juan, é las Infantas Doña Isabel é
de los Reyes sus predecesores ; é tan grand afición Doña Juana é Doña María sus fijos ; y el Cardenal
mostraban á las cosas que para la proseguir eran ne de España, é los otros caballeros é oficiales que por
cesarias, que pareció ser movidos á ella por algu su mandado continaban en su corte. E luego como
na divina inspiración ; porque su pensamiento é fueron en la cibdad de Córdoba , embiaron á llamar
trabajo contino ora mandar guardar los puertos por todos los caballeros é gentes de caballo ó de pié que
DON FERNANDO É DONA ISABEL.- 411
habían mandado apercebír. E vinieron á su llama tas, é ferreros con sus fraguas, que andaban de con
miento el Maestre de Santiago , y el Maestro de Al tino en los reales y en todas las otras partes por do
cántara, y el Duque de Medinaceli , y el Duque de se llevaba el artillería , é maestros lombarderos, y.
Náxera, é Don Juan de Guzman, fijo del Duque de engenieros, é pedreros que facían piedras de canto
Medinasidonia con la gente del Duque en padre, y é pelotas de fierro , é todos los maestros que eran .
el Conde de Benavente, y el Marqués de Cáliz, y necesarios, é sabían lo que se requería para facer la
el Conde de Cabra, é Don Bernardino de Mendoza, pólvora, é para todos aquellos oficios , é para todas
Conde de Corulla, é Don Pedro Enriquez, Adelanta las cosas que eran menester. De cada lombarda da
do mayor del Andalucía, é Don Alonso, Señor de la ban cargo á un homo , para que solicitase de tener
Casa de Aguilar, é Don Francisco de Estúfiiga con la pólvora , é todos los aparejos que le fuesen me
la gente del Duque deFlasencia su padre, é Martin nester, de manera que por falta de diligencia no de
Alonso, Señor de Montemayor, é Don Hurtado de sasen de tirar. Otrosí mandaron que dos capitanes
Mendoza, capitán de la gente de armas del Carde con la gente de caballo é de pié de sus capitanías
nal de EspaSa su hermano, é Luis Hernández Puer- andoviesen de contino en la guarda del artillería é
tocarrero, Señor de Palma, é Diego Fernandez de de la pólvora. E como las cosas necesarias al arti
Córdoba, Alcayde de los Donceles, é Pero Carrillo llería é á Iob pertrechos fueron aderezadas , vinie
de Albornoz, capitán de la gente de armas que ein- ron luego gran número do bestias é carros alquila
bió Don Iñigo López do Mendoza, Duque del In- dos, é hornea que los traian, allende las bestias quo
fantadgo, é Juan de Villafuerte, capitán de la gen el Beyno pagaba, para llevar las provisiones de pan
te de armas que embió Don Qarciálvarez de Tole é de vino é de cebada ; é otrosí los ganados é todas
do, Duque de Aira, é Garcilaso de la Vega, capitán las otras cosas que eran necesarias para el mante
de la gente de armas que embió Don Lorenzo Sua- nimiento de las gentes de la hueste. Embió ansi
rez de Figueroa, Conde de Feria. Otrosí vinieron mesmo la Beyna las tiendas grandes que se llama
caballeros y escuderos que tenían tierras é acosta ban el Hospital de la Beyna ; con el qual Hospital
mientos del Bey é de la Reyna, é los peones que embiaba físicos é cirujanos, é ropa de camas ó me
embiaron á mandar que viniesen de las provincias dicinas, é homes quo servían á los feridos y enfer
de Vizcaya é Guipúzcoa, é Castilla la Vieja , é de mos ; é todo lo mandaba pagar, según lo acostum
Álava, é de Bioja, é de las Asturias de Oviedo, é braba en los otros reales. Todas las cosas de la guer
del Beyno de León, é de todas las cibdades é villas ra aparejadas en la forma que hemos dicho, el Bey
é tierras que embiaron á llamar. Otrosí vinieron á é la Beyna mandaron platicar en su Consejo, en qué
servir á esta guerra los hornea fi jos-dalgo, que go parte del Beyno de Granada se debía esto año facer
zaban de franquezas por razón de su fidalguía. Don la guerra. E después de oídos los votos, acordaron
Pedro Fernandez de Velasco , Condestable do Cas secretamente que el Rey entrar debía aponer su real
tilla é Conde de Haro , no fué llamado. E como sobre la cibdad de Málaga, é mandar al Conde de
quier que le embiaron á mandar que residiese allen Castro su capitán mayor de la flota, que pusiese
de los puertos con el cargo de la justicia de aque los navios acerca de la cibdad, porque estoviese
llas partes , pero respondió al Bey é ala Beyna que cercada por la mar e por la tierra. Pero acordaron
por quanto él estaba para servir á Dios é á ellos en que era necesario tomar primero las villas de Ca-
aquella guerra, les suplicaba que no le constriñie- zaraboncla é Cártama ó Coin, é todos los otros cas
sen á qne ficiese lo contrario ; porque no era honra tillos é lugares que están en el vallo que dicen de
suya, seyendo su Condestable ó yendo el Rey & la Sancta María, y en el valle de Cártama, qne están
guerra de los moros, quedar él sin le servir en ella antes de la cibdad de Málaga ; porque si estos cas
por su persona. E luego vino á la cibdad de Cór tillos no se tomasen primero, los moros farian daño
doba, é vinieron con él Don Beltran de la Cueva, en la gente quo fuese á los herbages, y en los que
Duque de Alburquerque, é Don Pedro de Estúfiiga, traxiesen mantenimientos. Los grandes señores que
Conde de Miranda, é Don Alonso Tellez Girón, Con allí vinieron facían gastos demasiados en los ves
de de Ureña sus yernos, é Don Bernardino de Ve- tidos é arreos de sus personas, é otrosí tenian dema
lasco, su fijo , Señor de Pedraza, é Don Sancho de siada familia de pages é servidores, é de otros ho
Velasco, su hermano. E todos estos Duques é Con mes inútiles para la guerra ; é ansimesmo gastaban
des é Maestres é caballeros vinieron cada uno con excesivamente en traer cada uno delante de si mu
la gente de su casa, que les fuá mandado traer ade chas hachas encendidas, é facían grandes gastos en
rezada con grandes arreos de guerra, los quales se los platos de diversos manjares que se ponian á sus
presentaban con lasesquadras de la gente que traian mesas, y en todos los otras cosas que se requieren
delante el palacio real. Vinieron ansimesmo á su para mostrar grandes estados ; de lo qual tomaban
llamamiento las gentes de caballo é de pié del An exemplo Iob otros caballeros que no eran de tanto
dalucía. Otrosí mandaron traer gran número do estado. E porque los gastos fechos en semejantes
bueyes de las tierras de Avila é de Segovia , é de cosas, allende de ser inútiles, crian en los homes
otras partes ; é carros para llevar las lombardas, ó alguna molleza, enemiga del oficio de las armas ; el
otros tiros de pólvora , é las escalas, é mantas é Bey é la Beyna mandaron que se fablase con algu
grúas yengenios, é otros pertrechos para combatir: nos principales de aquellos grandes señores, dándo
con lo qual venían carpinteros con sus ferramien- les á entender , quanto daño é poco fruto había en
412 CRÓNICAS DE LOS REYES DE CASTILLA.
aquellos gastos excesivos ; rogándoles que los tem continos en la casa del Rey é de la Reyna. Luego
plasen, especialmente en tiempo de guerra, porque después desta batalla iba todo el requage, élas otras
los otros tomasen exemplo dellos. Después de habi bestias que llevaban las provisiones é manteni
do consejo de lo que se debia facer en tierra de mientos para la hueste. En la reguarda de todo iban
moros, el Rey partió de la cibdad de Córdoba en las batallas de la gente de armas del Maestre do
el mes de Mayo tiesto ano ; é fueron con él los Du Santiago é del Marqués de Cáliz, é oon ellos iba el
ques é Condes é capitanes que habernos dicho , á capitán Don Juan Manrique con la gente de su ca
llegó á poner real á un lugar que se llama el Pon pitanía. Los peones que fueron llamados, iban con
tón de Don Gonzalo, que es junto con el rio de Gua- sus capitanes, partidos en los lugares que fué acor
daxenil. E mandó el Rey otro dia mover sn real de dado. Mandó ansimesmo el Rey á dos alcaldes é á
aquel lugar , é fué para el Rio que se dice de las dos alguaciles de su corte, que fuesen con la hues
Yeguas, donde estovo dos dias recogiendo las otras te ; los quales con los alguaciles que el Condestable
gentes de caballo é de pié que venían por otros ca tiene facultad de poner en los reales, considerando
minos. Otrosi llegó el artillería é pertrechos que los grandes inconvenientes que de la desorden é poco
traían fasta mil carros, delante los quales venían temor de la justicia se siguen en las huestes, facían
' gran número de peones con picos é azadas, facien tan grandes castigos en loa que erraban, que la gen
do llanos los caminos ó pasos en las sierras y en los te, aunque era en gran número iba tan atemorizada
lugares altos é ásperos por donde pudiesen pasar déla justicia, que no osaba facer daño en los panes
los carros. E como todos los caballeros é gentes que ni en las viñas do la tierra de los christianos , ni me
habernos dicho fueron juntos con el Rey en aquol nos csaba ninguno sacar armas contra otro, ni facer
lugar, movió de alli su real con las batallas ordena fuerza ni exceso, por la grao diligencia que el Rey
das en esta manera. El avanguarda llevaba el Con mandaba poner en la execucion ;de la justicia. Co
destable, é con él el Duque de Alburquerque, y el mo el Rey con toda la hueste entró en la tierra do
Conde de Miranda sus yernos con las gentes de sus los moros , por consejo de algunos escaladores ó
casas é con mil homes á caballo de los fljos-dalgo, adalides que sabían la tierra , acordó de embiar á
é con los peones que vinieron de Castilla la vieja. escalar una villa de los moros que se llamaba Mon-
E delante desta avanguarda, según la antigua cos tefrio ; porque si se pudiera haber, se ganara gran
tumbre de Castilla, iba el Alcayde de los Donceles parte de la tierra, é se habría mayor seguridad para
con algunos caballeros á descubrir la tierra. En otra la gente que iba en la hueste. E moviéronse á ello,
esquadra cerca del avanguarda iba do la una parte porque fueron avisados' que no había tanta gente
Garcibravo Alcayde de Atienza capitán de quatro- en aquella villa ni en su comarca parala defender;
cientos homes á caballo ; y en la otra parte iba otra porque toda la mas gonte do guerra de aquol Rey-
esquadra de quatrocientos ó cinqüenta homes á ca no, se había llegado á las partes de Málaga, é á las
ballo con el capitán Poro Vaca. En otra batalla iba otras villas é castillos de su comarca, por defender
el Duque de Medínaceli con la gente de su caBa. Y aquella cibdad é tierra de la guerra que sopieron
en otra esquadra iba Don Furtado de Mendoza con que les seria fecha por el Rey este año. E como los
la gente de armas del Cardenal de España, y el escaladores con ciertas gentes de armas é peones la
Conde de Coruña, ó Pero Carrillo de Albornoz, ca quisieron escalar, fueron sentidos, porque los moros
pitán de la gente del Duque del Infantadgo. En que estaban en ella tenian tal guarda que no Be pu
otra batalla iba el Conde de Cabra, y el capitán do haber. Acaesció ansimesmo en aquel tiempo que
Sancho de Róxas con la gente do su capitanía. En vino una lluvia con tanta tempestad de truenos é
otra batalla iba Don Juan, fijo del Duque do Medi- de relámpagos, que todos fueron espantados é pen
nasidonia con la gente del Duque su padre. Des- saron perecer. E la gente de la hueste que iba orgu-
puos destas batallas en esta manera ordenadas iba llosa, sabido que la villa no se pudo tomar, é vista
la batalla real, en la qual iba por capitán Don Pero la gran tormenta que vino dol cielo , .como pueblo
Manrique, Duque de Náxera. E otrosi iba en esta movido ligeramente por opinión, imaginaron que
batalla el Adelantado del Andalucía, é Diego Lo- ora señal d» algún infortunio que les habia de
'pezdeAyala, ó Luis Fernandez Puertocarrero, é acaescer, é caídos de la esperanza que tenían, falle
Pedro Ruiz de Alarcon, y el Comendador Pedro cieron do las fuerzas que primero mostraban. Los
de Ribera, é Bernal Francés, é Francisco de Bo- capitanes cada uno á sus gentes esforzábanlos di
vadilla, é Antonio del Águila é Juan de Merlo, ciendo, que en las grandes conquistas no era nue
capitanes de las gentes de las guardas del Rey vo acaescer semejantes alteraciones, ó que aquella
é de la Reyna, é de las Hermandades, é las otras gran tempestad pasada que vieron, y el tiempo se
gentes de armas que tenían tierras é acostamien reno que veían, era señal cierta para conocer que
tos del Rey ó de la Reyna. E cerca de la batalla después do los trabajos que o viesen gozarían de la
real á la mano derecha iba la gente de Sevilla , é victoria que deseaban.
de lus Obispados do Córdoba é de Jaon. E con el
guión donde iba la persona del Rey, iba Don Gu
tierre de Cárdenas, Comendador mayor de. León, é
Don Enrique Enriquez, su Mayordomo mayor, con
todos los criados é caballeros ó fijos-dalgo que eran
DON FERNANDO É DONA ISABEL. ' 413
a para que guarden lealtad por fuerza , quando no la
«guardaren de grado ». E luego mandó combatir
CAPÍTULO XLII.
aquella villa, é tanta fué la ballestería y espingar
Come el Rey mandó ponor doi reales sobre la Tilla de Cola é de das é otros tiros de pólvora que tiraban al muro,
Cártama, é las tomó; éanslmesmo la lilla de Benamaqucx, é que los moros que lo guardaban perdieron la fuer
lo que en ella dio. za, é la gente del Rey que la combatía, pudo llegar
Quando el Rey llegó á aquel lagar que habernos los bancos pinjados é las mantas al muro ; é los mo
dicho, ovo consejo con el Maestre de Santiago, é ros lo desampararon , de manera que los ohristianos
oon el Condestable , é con loa Duques é Condes é entraron en la villa. Y el Rey mandó facer justicia
otros caballeros que con él estaban , sobre lo prime de los moros que en ella estaban , é fueron puestos
ro que debian facer, porque el acuerdo que oviesen á espada é aforcados ciento é ocho moros principa
se pusiese prestamente en obra, antes que los mo les della. E mandó que se tomasen captivos todos
ros se apercibiesen, ni sopiesen ¿ qual parte debían los otros , ó las mugeres ó criaturas que en ella fa
poner mayores defensas. Efué acordado en su Con llaron, é mandó quemar la villa, é derribar el mu
sejo que el Maestre de Santiago , y el su Condesta ro. Tomada é derribada la villa de Benainaquex,
ble, é Don Alonso, Sefior de la Casa do Aguilar, é embió el Rey i uno de los adalides que venían en
Puertocarrero, Señor de Palma, fuesen á poner cer su hueste, que se llamaba Gonzalo Arias, é un in
co sobre la villa do Cártama. Otrosí el Marqués de térprete de arábigo , á facer saber á los de la villa
Cáliz , y el Conde de Coruña é Don Furtado de Men de Coin la justicia que se había fecho en los mo
doza con la gente del Cardenal de España , y el radores de Benamaqucx ; por ende, que les manda
Adelantado del Andalucía fuesen á cercar la villa ba que entregasen luego la villa á sus gentes, por
de Coin. E mandó & estos caballeros que pusiesen que no recibiesen el daño que veían padescer á sus
estos sitios en un dia sobre estas dos villas. Y el Rey vecinos. Los de aquella villa de Coin no quisieron
movió adelante con toda la otra gente de su hues oirlafabla, ni facer partido , é pusiéronse en de
te, é pasó allendo á la villa de Alora, é asentó su fensa, é salieron a escaramuzar con la gente quo
real en medio de aquellas dos villas de Coin é de el Rey habia embiado delante ¿ la sitiar. E luego el
Cártama, en tal lugar, que podiaver á launa é á la Rey mandó poner las es tan zas en tales lugares que
otra, é socorrer, si fuese necesario, á aquellos ca la gente no recibiese daño, pero no so pudieron asen
balleros que embió & las cercar. T el dia siguiente tar por todo el circuito de la villa, por la grand as
fué con algunos caballeros 4 ver las dispusicionee pereza é dispusicion do los lugares do está asenta
de sartas dos villas, por ver donde era mas necesa da. E mandó poner guardas é sobreguardas y escu
rio que asentase su real. E conoscida la dispusicion chas, porque fuese sabido si los moros de las ser
de ambos lugares ; como quiera que la villa do Car- ranías quo estaban cercanas á aquella villa se mo
tama vido ser muy fuerte, é asentada en lugar ás viesen á vonir á ella ; é mandó poner guardas en los
pero, pero porque conosció que la villa de Coin caminos , porque las requas de los mantenimientos
era mayor, é la dispusicion de la tierra era mas que contino venian al real no recibiesen daño. Otro
fuerte, porque toda estaba rodeada de cuestas sí porque entendió ser necesaria mas gente para
grandes ó ramblas é de huertas é lugares é ace fortificar el sitio que mandó poner sobre la villa de
quias é pasos que la fortificaban , acordó de po Cártama , embió al Duque de Alburquerque , é al
ner su real sobre ella. Acaesció que el año pasado Conde de Miranda con la gente de sus casas , é al
estando el Rey con su hueste en aquella tier capitán Alonso Osorío , é á Oaroilaso capitán de la
ra, los de la villa de Benamaqucx, que es una vi gente del Conde do Feria, 6 á Pedro Carrillo, capi
lla bien cerca de Coin , trataron con el Marqués de tán de la gente del Duque del Infantadgo é á Juan
Cáliz que querían ser Mudéxares subditos del Rey, de Ayala, Sefior de Cebolla, é al capitán Pero Vaca, é
é acudirle oon los tributos que acudian al Roy Mo áJuan Arias de Avila, sefior de Torrejon con sus gen
ro , é que el Rey les asegurase sus personas é bie tes, los q nales serian fasta en número de cinco mil
nes, é mandase que les fuesen guardadas las viñas homes á caballo, é diez mil peones ballesteros é lan
é olivares é frutales é panes é las otras cosas que to- ceros y espingardoros , para que ostoviesen con el
nian sembradas. El Rey condescendió á las humil Maestre de Santiago , é con el Condestable , é con
des suplicaciones que le ficieron los de aquella vi los otros caballeros que primero habia embiado á
lla ; é mandóles guardar todos sus bienes , é no les poner sitio sobre aquella villa, porque de todas par
fué fecha guerra ni daño. E los de la villa ficieron tes estoviese cercada, y ellos fuesen mas seguros
pacto con el Rey do ser sus subditos, é de facer guer de la multitud de los moros que estaban en las sier
ra é paz por su mandado, é acoger sus gentes, é le ras cercanas ; y embióles ansimosmo parte del arti
acudir con los tributos que al Rey Moro solían dar. llería para la combatir. Sabido por el Rey Moro co
Después que el Rey é sus gentes partieron de mo el Rey mandó sitiar aquellas dos villas , luego
aquella tierra, luego los de la villa rebelaron, é embió á aquellas partes algunos caballeros é peones
acogieron álos moros, é dieronlesfavorenla guerra para facer guerra á las gentes del real que salían al
que facian á los christianos. Conocido aquel engaño herbage, é a los que traían los mantenimientos, los
que habían fecho, el Rey indinado contra ellos, quales tomaron algunas bestias que venian con bas
jjixo : tYo faré que la pena destos sea temor á otros, timento para, la hueste , 6 los homes que venían coi;
414 CRÓNICAS DE LO!* RETES DE CASTILLA.
ellas las desampararon , é se pudieron salvar. Lo Rey mandaba poner en el real é fuera del . E como
qnal sabido por el Rey, mandó que les fuese paga sopieron que la cerca era derribada, un moro capi
do el valor de todo lo que les fué tomado , porque tán dellos les dixo: uEa, moros, quiero ver quien
ninguno se escusase de llevar mantenimientos al » será aquel que se compadescerá de los niños é mu-
real. E mandó poner guarda de gente de caballo é i) geres de Coin , que esperan la muerte y el captive-
de pié en todas las sierras é pasos , y en otros luga » rio ; á aquel á quien la piedad de Dios moviere sí-
res do podían haber peligro ; porque dende en ade i) game , que yo me dispongo á morir como moro
lante no recibiesen daño los que venian al real con » por socorrer á los moros. » E diciendo estas pala
mantenimientos. Los moros de la serranía de Ron bras tomó una seña blanca , é siguiéronle los moros
da , é de todas las serranías é valles de aquellas co Comeres. E los moros de Coin que sopieron la hora
marcas, como Supieron los cercos que el Rey man que los Comeros habían de venir, ficieron tal reba
dó poner sobre la villa de Cártama é Coin, vinieron to en el real , que no geles pudo resistir la entrada
gran multitud do] los á la villa de Monda, que es que estos moros con gran osadía ficieron en la villa.
una legua de Coin , entre los quales vinieron algu Los quales amonestaban á los vecinos della, dicien-
nos moros que se llamaban Comeres. Esta gente de doles que se esforzasen á defender su vida é su vi
los Comeres son bornes que en los Reynos de África lla, porque con buen esfuerzo se defenderian, é si
usan la guerra continamente, é pasan dellos á estas desmayaban se perderían ; y ellos porque eran cur
partes del Reyno de Cranada á ganar sueldo, é fa sados en las guerras, tanto mas se esforzaban i de
cer guerra á los christiauos. Los moros de aquella fender, quanto mayores combates les daban los
villa de Monda é aquellos Comeres, desde las sier christianos. El Rey entendió que por el portillo que
ras altas é desde los otros lugares ásperos donde se ficieron las lombardas en el muro se podría comba
pusieron , salian á tirar saetas y espingardas , é al tir y entrar en la villa. E mandó al Duque de Náxe-
gunas veces cometían de pelear con las guardas ra é al Conde de Benavente, que se aparejasen con
que por todas partes estaban puestas á las entradas sus gentes para la combatir, é ordenasen el comba
dol real. T estos acometimientos de los moros fa to con los pertrechos que fuesen necesarios para
cían estar toda la hueste en temor tan contino, que mayor seguridad de sus gentes. Otros! embíó á man
no solamente guardaban aquellos á quien cabían dar á Don Luis de la Cerda Duque de Medinaceli,
las guardas, mas todos los caballeros é capitanes que embiase bus gentes á aquellos caballeros para
guardaban é trabajaban é facían trabajar á sus gen les ayudar. El Duque sintiendo grave el manda
tes, por poner en gran guarda la persona del Rey é miento que el Rey le fizo , porque le mandaba em-
toda la hueste. Ecada uno amonestaba á los suyos, biar su gente á otros caballeros, respondió á los
que guardasen los lugares é pasos, y esto viesen mensageros: a Decid al Rey mi señor, que yo vine
prestos á la pelea quando fuese necesario, é tuvie »á le servir oon la gente de mi cosa, é que si mi
sen aquel ánimo que varones esforzados debían te d gente manda que vaya á qualquier parte, tengo
ner para defender la vida é resistir á aquella mul » yo de ir con ella, porque ni yo estaré en la guerra
titud de moros. Los christiauos que veian á los mo » salvo acompañado de los mios , ni los mios es ra
ros , deseaban venir con ellos á batalla campal , si il zon que vayan á ningún fecho de armas, sin que
la dispusicion de la tierra do estaban no gelo impi » vaya yo delante dellos. Por ende que si Su Alteza
diera ; é quisieran mas disponerse á los peligros que >i se quiere servir de mi gente, yo que soy su capi-
pudieran haber batallando , que sofrir aquella pena & tan iré con ella do me mandare ; porque ni la gen-
contina que padescian guardando é resistiendo los » te puode bien servir sin capitán , ni el capitán sin
acometimientos que los moros faoian. Entretanto » gente, s
que estas cosas pasaban, el Rey mandó que con Estando la cosa en este estado, aderezando el
gran diligencia se asentase la artillería repartida en combate que el Rey mandaba ordenar, algunas gen
tres partes. Ansimesmo el Condestable y el Maestre tes del real con el capitán Pero Ruiz de Alaroon, se
de Santiago con el artillería que el Rey les mandó anticiparon al combate, é tomaron mantas é otros
dar , facian tirar al muro de la villa de Cártama : y pertrechos de defensas, y entraron la villa por
el sonido de las lombardas era tan grande que se aquel portillo que las lombardas habían fecho, é
oian en el un cerco los tiros de las lombardas que ti comenzaron á pelear con algunos moros que falla
raban en el otro. Los moros de la villa de Coin, ron luego á la entrada de la villa por las calles. E
confundidos de los grandes sonidos del artillería los christianos peleando retraxieron á los moros fas
que continamente oian , é del daño que vian facer ta una plaza de la villa, á la qual sobrevinieron de
en los muros, no sabian que consejo tomar para se súbito con grand alarido muchos moros de aquellos
remediar, especialmente porque vieron caer una Comeres , é socorrieron á las calles é á otros luga
parte del muro de la villa ; donde se fizo un gran res por donde entraban los christianos, é pelearon
portillo. Los moros Comeres que habían venido á la con ellos. E los christianos no podiendo sofrir la
villa de Monda pora socorrer á Coin, informados fuerza de los moros, ni los tiros de piedras é tezas
como aquella villa é los moradores della estaban en que les tiraban por las ventanas, é veyendose tur
peligro, si la villa se entrase por fuerza de armas, bados, porque no sabian los lugares ni las calles por
cometieron algunas veces de entrar en ella por la do habían de pelear , volvieron las espaldas ; é los
defender, é no pudieron por la gran guarda que el moros firiendo en ellos, los echaron fuera de la vi*
DON FERNANDO É DONA ISABEL. 4ir5
Ha por aquel portillo que habían entrado. E aquel é presta á la batalla. Otrosí facían que tirasen al
capitán Pero Rniz de Alarcon con algunos de los muro de la villa las lombardas é otros tiros de pól
que entraron con él , peleó con los moros en una ca vora , las quales pusieron tan grand espanto i los
lle , do esperaba que sería socorrido de los christia- moros , que no pudiendo sofrir el gran daño que les
nos. E como quier que vído volver las espaldas á facían , otrosí sabido que la villa de Coin era toma
los que al principio con él estaban , pero como era da , fallescieronles las fuerzas que al principio mos
varón esforzado, y en otros fechos de armas tan traban en la defender. Lo qual sentido por el Maes
experimentado, que se aparejaba antes á esperar tre é por el Condestable , embiaron á decir al Rey,
muerte que á recebir mengua , queriendo pagar con que pues la villa de Coin era ya tomada, y estaba
la virtud la muerte que debia á la natura, dixo: ya libre del trabajo de aquel sitio, le ploguiese de
« No entré yo á pelear para salir de la pelea fuyen- venir al cerco que les habia mandado poner sobre
t do. » E peleó con gran esfuerzo faciendo estrago la villa de Cártama, porque creían que sabido por
en los moros, los quales le rodearon por todas par el Alcayde é por los otros moros que la guardaban
tes ; é no podiendo mas sofrir las grandes fcridas como su persona real venia allí , luego se darían : y
que tenia, cayó muerto peleando con fama de buen era razón, quier se tomase la villa por fuerza de
caballero. En esta manera quedó libre á los moros armas, quier usando con los que la defendían de
la villa que habia seydo ya entrada por los christia- piedad , Su real Magestad oviese la gloría de qual-
nos. Murieron é fueron feridos en aquella facienda quier de aquellos vencimientos. E luego el Rey vi
algunos christianos, entre los quales fué muerto no á aquella villa ; é sabida por los moros su veni
otro caballero que se llamaba Tello de Aguilar. Co da, no podiendo sofrir el daño que recebian del ar
mo el Rey sopo la muerte de aquellos dos caballeros tillería, suplicaron que les diese seguridad de la vi
y el desbarato que sus gentes ovieron , ovo grand da é de los bienes que en ella tenian, é que gela en
onojo , porque habían principiado el combate sin su tregarían. El Rey, con acuerdo de aquellos caballe
mandado, é luego mandó apretar mas el cerco, é ros', les dio la seguridad que pidieron , por eacusar
que tirasen las lombardas gruesas é los otros tiros las muertes que los christianos podrían haber en el
de pólvora. Lob quales facían tan grand estrago en combate, é por estar mas libre para ir adelante é
los moros y en las casas de la villa, que no podien á seguir su conquista. E luego los moros naturales
do sofrir el daño que veian , é recelando la muerte de la villa, é los otros Comeres que habian entrado
que esperaban , demandaron fabla para entregar la a la guardar, salieron della con sus mugeres é fijos
villa, é pidieron al Rey que les diese seguridad de é con todos sus bienes seguramente, é dexaron la
las personas é bienes para se poner en salvo. El Rey villa libre con su fortaleza al Rey. Entretanto que
que ostaba indinado por la fuerza que los moros los cercos de Coin é Cártama duraron, los moros
habian fecho en su gente, quisiera tomar la villa vecinos de las villas de Churriana é Pupiana é Cam
por combate , é no segurar á los moros que la defen panillas é de Fadala é de Lahuin, é de Alburio , é
dían ; pero considerando el peligro en que estaban de Guarro, recelando de ser muertos ó captivos,
el Condestable y el Maestre de Santiago é los otros desampararon todas estas villas é se fueron con los
caballeros que con ellos eran en el cerco que tenian bienes que se pudieron llevar á otras partes. E co
sobre la villa de Cártama, por la gran morisma que mo Bopo el Rey que estaban yermas , mandó derri
se habia puesto en las sierras que estaban en el cir bar todas las torres é muros é cortijos que tenian.
cuito de aquellas villas , é por cscusar los peligros Otrosí mandó derribar la torre del Atabal, é otra
que á sus gentes podrían acaescer en el combate, é fuerza que se decía la torre nueva del Quizóte. To
otrosí por quitar los grandes trabajos que la hueste mada la villa de Cártama, el Maestre de Santiago
sofría continamente en guardar las entradas del real embió á suplicar al Rey, quo por quanto aquella Or
de la multitud de los moros que todas horas é por den de la caballería de Santiago donde él era Maes
muchas partes guerreaban ; acordó dar el seguro que tre, fué fundada para facer guerra á los moros ene
pedian, é recebir la villa con el partido que los mo - migos de la santa fe cathólica , y él estaba en propó
ros demandaron. E los naturales dolía con sus mu- sito de seguir aquello que por las constituciones de
geres é fijos, é los otros Comeres que habian veni su orden era mandado, le ploguiese de le dar el car
do á la defender, la dexaron libre al Rey, é se fue go de la tenencia de aquella villa, porque era dos
ron con sus bienes. E luego el Rey la mandó derri leguas de la cibdad de Málaga , ó asentada en lugar
bar, porque era de gran circuito, y en tal sitio pues dispuesto para seguir la guerra comenzada contra
ta, que no se podía defender, sino á gran peligro los moros que estaban en aquellas comarcas. El Roy
de los que la guardasen. Entretanto que estas cosas vista la suplicación del Maestre, é conoscidasu bue
pasaron en el cerco de Coin, el Condestablo y el na intención, mandó que se reparasen las torres é
Maestre de Santiago é los otros caballeros é capita muros que habian derribado ¡las lombardas, é bas
nes que con ellos estaban , ponian diligencia en el tecerla de los bastimentos é pertrechos que fueron
cerco de Cártama, é tenian á los de la villa en aprie menester, mandógela entregar. Y el Maestre la re-
to ; pero esperaban sor socorridos de los moros quo oibíó, é le fizo pleyto omenage por ella, é puso por
estaban en las sierras cercanas á la villa. Epor este Alcayde en la fortaleza á un caballero de su casa
recelo que el Condestable y el Maestre tenian , es- que se llamaba Juan de Céspedes. La Reyna que
• taban é facían estar la gente armada continamente habia quedado en la cibdad de Córdoba, mandaba
4lé CRÓNICAS DE LOS BEYES DE CASTILLA.
poner gran diligencia en repartir ó traer los mante ron feridos en aquella escaramuza algunos de los
nimientos, porque todos los dias andoviesen las re- christianos, especialmente murió Don Fernando de
quas que iban con ellos ; é mandaba ir los oficiales Ayala , el heredero mayor de la casa de Ayala, que
é ministros é todas las otras cosas que eran necesa con osadía de caballero se metió tanto entre los mo
rios para el proveimiento del real. Otrosí tenia cui ros firiendo é recibiendo feridos , fasta que lo ma
dado de embiar el sueldo para la gente de armas , é taron. Estonces el Rey mandó ver el sitio donde se
para los otros gastos que se requerían en la guerra, podría asentar su real ; é porque no se falló lugar
lo qual era en gran cantidad. Y embió á mandar al do pudiese haber tanta abundancia de agua que
Comendador mayor de León, su Contador mayor, bastase para toda la hueste, porque un rio que pasa
a quien dio cargo de la administración de las cosas cerca de la cibdad estaba seco ; otrosí porque habia
que en la hueste fuesen necesarias, que pusiese tanta multitud de moros en la cibdad , que fuera pe
gran diligencia en mandar á los tesoreros que paga ligrosa la guarda del real que allí se pusiese ; acor
sen bien la gente, é la tuviesen contenta, é prove dó que por estonces no se pusiese real sobre la cib
yese en todas las otras cosas que fuesen menester, dad de Málaga , é volvió pora la villa de Cártama,
tan complidamente, que por falta de lo necesario donde ovo consejo de lo que debria luego facer.
no se dexase do facer la guerra como convenia. E Acerca desto ovo diversos votos,, algunos decían
mandó ansimesmo poner paradas en el camino, por que bastaba la guerra fecha en aquella entrada,
las quales en poco espacio era informada de todo lo pues con tales trabajos é peligros se habían ganado
que en el real cada hora se facía. Otrosí escribia las villas de Cártama, é Coin, é Benamaquex, é se
cartas graciosas á los grandes de sus Reynos que habían despoblado las otras villas é torres que se
estaban en la hueste, é algunos otros caballeros é derribaron ; é que en la guerra y estrago grande
capitanes, á quien entendía ser necesario: á unos que en aquellas partes se habia feoho , las gentes de
agradeciéndoles lo que facían , á otros loando su vo la hueste habían trabajado tanto que era razón que
luntad de lo que deseaban facer. E con estos pro reposasen. El voto de otros era , que pues quedaba
veimientos que la Reyna facia, tenia gratos á los asaz tiempo del verano para guerrear en otras par
grandes señores é á los otros caballeros para sofrir tes de aquel Reyno, no lo debían perder ; é que de-'
los trabajos que pasaban. bia ir el Rey á talar los panes é árboles é viñas ó
huertas de muchos lugares que estaban metidos en
CAPÍTULO XLIII. los valles cercanos á aquella comarca, ó debía po
ner real sobre la villa de Cazarabonela. Ansimesmo
Cobo el Rey con algunos caballeros fué i dar vista i la cibdid quando la Reyna sopo que las villas de Coin é Cor-
de Malaga^ tama eran tomadas, embió á decir al Rey, que sí á
El Rey siguiendo el primer consejo que en Cór él pareciese debía proseguir su conquista contra
doba en presencia de la Reyna ovo , de cercar la otros partes, quales entendiese en aquel Reyno;
cibdad de Málaga, dezó su real puesto cerca de la pues habia asoz tiempo del verano en que las gen
villa de Cártama, ó con algunos caballeros ó fijos- tes podían estar en el campo, é que ella embiaria
dalgo que con él fueron, partió con sus batallas or lo que fuese necesario para bastecer la hueste.
denadas para la cibdad de Málaga, por ver el sitio El Rey, oído lo que la Reyna le embió á decir, á
donde se debía poner el real. E como llegó cerca de Iob votos de los caballeros que con él estaban , 'por
la cibdad, salió el Rey Moro con fasta mil bornes ú que fué informado que alguna gente de pelea , que
caballo ; los quales , según se mostró en el arreo de guardaba lo cibdad de Ronda, la habían dexado por
sus personas y en los caballos quo traían , parecían venir á socorrer á Málaga, é á los otros lugares de
homes de guerra los mas escogidos que había en to su comarca, é que los vecinos do aquella cibdad es
do el Reyno de Granada. Otrosí salieron con él gran taban sin sospecha de ser cercados , pensó que seria
número de peones , que se mostraron por las huer mejor acuerdo conquistar luego aquella cibdad que
tas é olivares cercanos á la cibdad. E trabóse entre ninguna otra de los moros. Este pensamiento que
los unos é los otros una escaramuza , la qual cre el Rey ovo, comunicólo en su secreto con algunoa
ciendo de grado en grado, se encendió tanto , que caballeros é capitanes que sabían la tierra y enten
caían muchos de los unos é de los otros ; é quanto dían las cosas de la guerra, los quales le dixeron,
los moros se esforzaban á mostraren aquella faoien- que la cibdad de Ronda era muy fuerte y el lugar
da sus fuerzas, tanto los christianos pugnaban con de su asiento era áspero , ó que seria trabajoso el
mayor ánimo por los vencer. En esta pelea , una vez cerco que sobre ella se pusiese, por la multitud de
los chrÍBÜauos retraían á los moros fasta los poner los moros que en las sierras cercanas á aquella cib-
bien cerca del muro ; otra vez los moros con espin bad estaban. E aunque los principales homes de la
gardas é con la multitud de saetas que tiraban den- guerra eran absentes della, pero por ser cibdad po
de los olivares é huertas ferian muchos homes é ca pulosa, siempre quedarían en ella asaz moros para
ballos de los christianos é los facían retraer del mu la defender. Mas porque vieron al Rey inclinado á
ro dondo llegaban. Y en esta manera duró aquella la oercar, conformáronse con él para lo poner en
escaramuza entre ellos, fasta tanto que el Rey man obra,
dó á los oapitanes que ficiesen retraer su gente ¡ 6
los moros ansimesmo se retraxjeron. Murieron é fue-
DON FEBNANDO É" DOffA ISABEL. ttí
otro baxo. E ansí los moros de la oibdad, como los
CAPÍTULO XLIV. de los arrabales , son fortalecidos de ranchas torrea
é peñas que los defienden. La tierra cercana á la cib
Como el Rey pnio real sobre la cibdad do Ronda, é la combatid dad es montuosa de grandes sierras fértiles por las
é la lomó. muchas é buenas aguas que abundan en ellas ; está
El Bey poniendo por obra la voluntad que tovo poblada de muohos moradores á quien la aspereza de
de cercar la oibdad de Ronda , mandó al Marqués de aquellas montañas face ser homes robustos é ligeros
Cáliz , é á Don Pero Enriquez , Adelantado del An é guerreros , porque en aquellas fronteras siempre
dalucía , é á Don Furtado de Mendoza , capitán de continaron la guerra con loschristianos. Estas Ren
la gente del Cardenal de España, é á Rodrigo de. tes acostumbran mostrar sus fijos de pequeños á ti
Ulloa,8u contador mayor, que luego fuesen para rar la ballesta , y en esta arte, por el granel uso que
aquella cibdad con tres mil homes á caballo é ocho tienen , son tan maestros, que no yerran de dar en
mil peones , é guardasen por todo el circuito que qualquier lugar do tiran.
ninguno entrase ni saliese della. Los caballeros que habernos dicho, con la gente
Estos caballeros partieron luego como el Rey lo que el Rey embió delante , llegaron á la cibdad , é
mandó, é pusiéronse con la gente que llevaban cer cercáronla por todas partes, de manera que ningu
ca de la cibdad á guardar la entrada é la salida de no podía entrar ni salir della. E después que el Rey
los moros. El Rey, como dexó reparado el muro élas llegó con todas los otras gentes , é llegaron los car
torres de la villa de Cártama é bastecida de lo ne ros de la artillería é de los pertrechos , mandó asen
cesario para su defensa, movió su real de allí é to tar en el circuito de la cibdad dos reales. En el uno
mó el camino de los prados de Antequera, que es se asentaron sus tiendas , é las do sus oficiales é
bien desviado del camino de Ronda. E como se vido guardas ; é cerca de las tiendas del Rey, á la parte
por todas las gentes la vuolta que el Rey con toda su de la cibdad que dicen el Mercadillo, mandó apo
huesto facia para aquellas partes, losmoros creyeron sentar al Maestre do Alcántara, é al Conde de Bena
que iba á poner sitio sobre la cibdad de Loxa ; lo vento , é al Maques de Cáliz con sus gentes. Otrosi
qual ansimesmo oreian todoslos que iban ensu hues se aposentaron cerca destos otros capitanes del Rey
te, salvo aquellos pocos á quien en su secreto habia é de la Reyna con las gentes de sus capitanías. En
comunicado la voluntad que tenia do cercar a Ron otro real, á la parte del aloázar, se asentó la artillería
da. É como todoB pensaron que habian do ir por el é puso en guarda della al Condestable, con otros ca
rio de Guadalherce arriba, camino do Loxa, volvió balleros é gente de la hueste. Y en otra parte de la
por aquel rio abaxo camino de Ronda por la via de cibdad estaba el Maestre de Santiago con sus gen
Teba é de los prados de Antequera. E mandó al tes é con otros capitanes que fueron aposentados en
Conde de Benavento que con dos mil homes á ca aquella parte. Lgs otros caballeros é gentes de la
ballo é quatro mil peones, tomase la delantera, é hueste se aposentaron cada uno en el lugar que les
fuese á Ronda á se juntar con '1 Marquen de Cáliz , fué señalado por los Mariscales del Rey, é fueron
é con los otros caballeros que había ombiado prime repartidas las estanzas en tales lugares, que la cib
ro ; é que asentasen el real 011 loa lugares que en dad fué bien oercada por todas partes. Otrosí man
tendiesen, entretanto que el Rey llegaba con toda dó el Rey poner guardas sobresalientes para socor
la otra gente de su hueste. rer á qualquier estauza que oviese menester ayuda.
La razón demanda que fagamos aquí mención É á cada uno de los caballeros é capitanes que te
del asiento desta cibdad de Ronda, é de la natura nían cargo de algunas estanzas , fizo facer cavas é
leza de la tierra é su comarca, é de la condición de albarradas é tapias para la fortificar. Asentado el
la gente que la moraba. Esta cibdad es hacia Upar real é las estanzas en la manera que habernos dicho,
te del poniente, apartada de la mar por espacio de mandó el Rey poner guarda en el campo y en los
ocho leguas, y está asentada sobre una gran peña caminos , é sobreguardas y escuchas , para sentir
alta y esenta de todas partes; y en la parte de lo qualquier movimiento que los moros quisiesen fa
mas llano de la paña está fundado un alcázar, for cer. Este real estaba bastecido con abundancia de
talecido con tres muros, torreados con muchas tor pan é vino é carne, é de todos los oficios é oficiales,
res. De la otra parte está fortalecida con la dispu- é de las otras cosas que eran menester para la hues
sicion del lugar, perqué las dos partes de la oibdad te , porque la Reyna mandaba , que no cesasen las
rodea una hoz, do está un valle muy fondo, é por el requas todos los diss de llevar provisiones. E por
valle corre un rio do están los molinos. Y estas dos que mayor abundancia oviíse, mandaba poner en
partes de la oibdad son inexpugnables, que no hay los reales dos grandes montones, une donde oviese
juioio de home que las ose combatir; é debaxo de nna veinte mil fanegas de cebada, é otro donde oviese
peüa de las que están en aquella hoz, á taparte de la otro tanto de harina; y estos montones estaban
cibdad, sale nna fuente con nn caño de agua muy siempre enteros , que no se tocaba á ellos , salvo al
grueso ; é desta fuente se sirven los de la oibdad, gún dia si cesaban las requas de venir con las pro
por una mina que está fecha antiguamente dentro visiones al real.
del maro. De la otra parte de la cibdad están gran Como el Rey moro que estaba en Málaga , sopo
des peñas é lugares ásperos que la fortifican , é á la que el Rey habia puesto real sobre la cibdad de Ron
parte del alcázar tiene dos arrabales, uno alto, é da, embió algunos caballeros á aquellas partes, é
Cr.-IH. 27
418 CBÓNIOAS DE LOS REYES DE CASTILLA.
los Lomes de guerra naturales de la cibdad, que es ble, que estaban en la guarda de una estanza, visto
taban fuera de ella, con los gentes que moraban en que las lombardas habían desmochado una torre, & 1»
aquellas serranías, se juntaron é vinieron bien cer parte que ellos guardaban, arremetieron á la torre ó
ca de la cibdad. E puestos en las sierras y en las subieron en ella. El Bey que continamente andaba
torres y cuestos , é otros lugares ásperos , salian to requiriendo las estanzas y esforzando la gente, vis
dos los dias á pelear con las guardas que iban al her to como aquellos peones habían ganado la torre, es
baje , é con las otras guardas que estaban en los ca forzólos mas. É mandó á la gente de armas de aque
minos. Otrosí facían grandes fuegos encima de las lla estanza que socorriesen á aquellos peones ; é con
cumbres de las montañas, é descendían de aquellas el esfuerzo que el Bey les puso, arremetieron con
alturas con ímpetu riguroso , según su costumbre osadía al muro, é apoderáronse ¡de aquel torrejon.
de pelear, é acometían con grandes alaridos á las Los de las otras estanzas arremetieron cada uno por
guardas de los cbristianos. E como quier que facían su parte , de manera que los unos por unas partes é
muchos tiros de saetas y espingardas é piedras, pero los otros por otras, entraron los arrabales.
el Bey defendió que ninguno sin licencia suya ó de Acaesció que un caballero, que se llamaba Alón*
sus capitanes saliese de laguarda donde estaba á pe so Faxardo, capitán de ciertos peones, puso una es
lear con los moros, por escusar el daño que se po cala al muro en la parte que combatía, é subió el
día seguir peleando con ellos por aquellos lugares primero por ella, é luego subieron tras él otros es
do no Labia díspusicion para la pelea, salvo á gran cuderos é peones ; los quales pelearon con los moros
ventaja de los moros. E todos los señores é caballe é ganaron aquella parte del adarve. T este capitán
ros é capitanes de la hueste, con gran diligenoia tra Faxardo se adelantó, é tomó la seña que llevaba el
bajaban cada uno en la parte do estaban ; los unos Alférez de aquellos peones, é trabajó por lo poner
en defender las entradas del real , é tener los peo encima de la torre de una mezquita que estaba en
nes que no subiesen la sierra , los otros en defen aquel arrabal. Los moros que guardaban la torre vi
der las estanzas que tenían puestas contra la cibdad. nieron contra él , é tomáronle la bandera. Y él pe
Acaeció algunas veces que los moros naturales de leando con ellos en los tesados de la mezquita , á
la cibdad , con el pesar que tenían de la ver cerca vista de todos la recobró por fuerza de armas con
da , acometían á las guardas , peleando con tanto ayuda que le ficieron los que le seguían ; é pelearon
corage, que indiscretamente se ofrecían á la muer con los moros de aquella torre, fasta que la ganaron
te , á fin de matar ó entrar en la cibdad a la defen ó ficieron retraer á los moros por las puertas del al
der. La cibdad tenia un arrabal muy fuerte repar cázar de la cibdad. Al fin los moros , veyendo los
tido, como habernos dicho , en dos partes, uno alto christianos entrar por tantas partes, é no (es pudien-
é otro baxo ; y el Bey mandó que el artillería se do resistir la entrada ni sofrir el daño que recebian
' asentase en tres lugares para que tjrasen á tres par de los muchos tiros que el artillería facía , desam
tes del muro que cercaba el arrabal. Los moros de pararon los arrabales , é retraxíéronse á la cibdad,
la cibdad quando se vieron cercados, juntáronse é los christianos quedaron apoderados dellos , é ro
con el Algualcil mayor de Bonda, ó dispusiéronse á baron las casas, é todo lo que fallaron (1). Toma
la defender ; é pusieron sus guardas en las torres é dos los arrabales de Bonda , luego otro dia mandó
muroB , y en las puertas de la cibdad é de los arra el Bey meter las lombardas grandes é los otros ti
bales, y en los lugares que entendieron ser necesa ros de pólvora , é los eogenios é cortaos para com
rias. Los maestros del artillería comenzaron á tirar batir la cibdad. Los que tenían cargo de proveer
con las lombardas gruesas, é derribaron en espacio las cosas necesarias en el real, trabajaban por sus
de quatro dias el petril é las almenas, é todo lo alto personas é solicitaban á los ministros que tenían
de tres torres , con un pedazo del muro que cerca puestos, para que pusiesen gran diligencia cada uno
ba los arrabales. É de tal manera fué dorribada la en el cargo que les habían dado , porque no ovieso
defensa por aquella parto, que Iob moros no habían punto de falta en el tiempo que fuese menester.
lugar do se poner á los defender, por los muchos Otrosí daban grand acucia, para que el artillería se
tiros de ribadoquines é otros tiros de pólvora que se asentase en los lugares que los maestros acordaron
tiraban. Otrosí cayó en otro lugar, por do tiraban que se debia poner. E como fué asentada, luego
las lombardas, un pedazo del adarve donde murie comenzaron á tirar juntamente las lombardas grue
ron algunoB moros. sas con los otros tiros de pólvora medianos é meno
Los christianos, visto'que eran derribadas algunas res. Armáronse ansimesmo los engenios é los cor
almenas é defensas del muro , cobraron mayor es taos que tiraban á la cibdad. Otrosí ficieron los maes
fuerzo para combatir. É la gente del Conde de Be- tros del artillería unas pellas grandes de hilo de cá
navente é del Maestre de Alcántara , que guarda ñamo é pez é alorevite é pólvora, confeccionadas con
ban una estanza, á gran peligro subieron una cues otros materiales, de tal manera é compostura, que
ta alta , por ganar aquella parte do combatían ; 6 poniéndoles fuego echaban de si por todas partes
por fuerza do armas cobraron una peña, que para el centellase llamas espantosas, é quemaban todoquan-
combate era gran defensa á los moros é ayuda á loa to alcanzaban, y el fuego que lanzaban de si du-
christianos. Los do las otras estanzas que habernos
dicho, cada uno por su parte trabajaba por llegar al (1) Tomáronse loi arríbales de Ronda ittiu doce de Najo da
muro ; y especialmente unos peones del Condesta este aAo. Btrn»l4., tap. 72.
DON FERNANDO B DOÑA ISABEL. «9
raba por grand espacio y era tan riguroso, que partes. El Alguacil mayor, é los otros viejos é ca
ninguno osaba llegar i lo matar. Ficieron ansimcs- balleros moros, conociendo del Bey que no faria
rno pelotas redondas grandes é pequeñas de fierro, otro partido, prometieron de le entregar la cibdad
édestas facian muchas en molde, porque en tal ma é dezarla libre de los moradores della , dándoles se
nera templaban el fierro , que se derretía como otro guro de las vidas é de las faciendas, para que se
metal ; y estas pelotas facian grand estrago do quie fuesen los que quisiesen á los reynos de moros que
ra que alcanzaban. Las lombardas grandes tiraron son en África, ó á la oibdad de Granada, ó á otras
tantas veces al muro de la cibdad é del alcázar que partes. E si algunos quisiesen morar en qualesquier
derribaron gran parte de las almenas é de las otras cibdades é villas del Beyno de Castilla, que el Rey
defensas que habia en las torres é adarves. Otrosí les mandase recebir en ellas , é les conservare en su
por otras partes tiraban los cortaos é los engenios ; ley , é mandase que fuesen tratados con paz. El Rey
é tantos é tan continos eran los tiros que facia el ar prometió de lo facer según le fué demandado , por
tillería , jue los moros que guardaban la cibdad á escusar las muertes é otros danos que pudieran ha
gran pena se oian los unos á losotros, ni tenían lu ber los suyos en los combates y ea la entrada de la
gar de dormir, ni sabían á que parto socorrer; por cibdad, que era tan áspera, que con poca resisten
que de la una parte las lombardas derribaban el mu cia que los moros ficieran , pudieran facer gran da
ro, é do la otra los engenios é cortaos derribaban las ño en los christianos, é otrosí por los relevar de
casas. E si los moros trabajaban por reparar lo que los trabajos continos que tenían guerreando con
los lombardas derribaban , no habia lugar de lo fa la multitud de los moros que estaban sobre aque
cer, porque los otros tiros de pólvora medianos que llas sierras é lugares ásperos. Otorgado el partido
continamente tiraban no les daban lugar á lo repa á los moros , por parte del Rey les fué demandado
rar, é mataban todos los que estaban sobre la cerco, que por seguridad de lo que habían prometido,
Otrosf con un engenio echaron una pella grande de apoderasen luego en una torre del alcázar á un ca
fuego dentro en la cibdad, la qual venia por el ayre ballero que él mandase , porque no oviese mudanza
echando de si tan grandes llamas, que ponia espan de lo quo con él habían asentado. Los moros res
to á todos los que la veian. Esta pella cayó en la pondieron que les placia. E luego mandó el Rey á
cibdad, é comenzó de arder la casa donde acertó. Don Bernardino do Velasco fijo del Condestable,
' os de la cibdad , á quien su gran fortaleza largos que oon gente de armas se apodoraso de una torre
tiempos habia dado confianza de seguridad , muda del alcázar que los moros le entregaron ; el qual
da súbitamente su confianza en turbación, é su se ostovo apoderado della fasta que todos los moros
guridad perdida con el miedo , ni podían tomar ar é moras con sus bienes fueron salidos de la cibbad,
mas ni administrarlas , porque veyendo á los unos c la dexaron libre al Rey. En la qual entró este Rey
caer feridos , é á los otros muertos, arder las casas, Don Fornando con los señores é caballeros de su
caer las torres , estaban turbados , que no sabían á hiiosto, Domingo día de la Pascua de Sanctispíritus,
quál lugar socorrer , ni qué consejo tomar. Porque á veinte y dos dios de Mayo, contados del nasci-
ninguno podia estar , ni en el muro defendiendo, raiento de nuestro Redemptor mil é quatrocientos
ni por las calles andando, ni faciendo otra alguna é ochenta é cinco años.
manera de defensa. Las mugeres, no acostumbradas Haberse ganado esta cibdad, fué cosa mas digna
de tal infortunio é los niños, enflaquecidos con el de admiración que gobernada por rozón ; porque
espanto del fuego é de los golpes de las lombardas, según su fortaleza é la multitud de aquellas gentes
daban voces, é lloraban unas las muertes de sus ma bárbaras que moraban en ella y en las serranías que
ridos é de sus fijos, otras sus fcridas, otras la des- son en su circuito, no se podiero imaginar por los
truicion de la cibdad. E con los gritos é lloros que homes de la sitiar con esperanzo de la ganar en mu
facian , desmayaban los moros principales, é priva chos tiempos é con grau multitud de gentes. E co
do el sentido , perdían las fuerzas para dar remedio mo la oibdad de Rondo fué tomado, luego aquella
& si ni a la gente de la cibdad. Los christianos cada multitud de moros que estaban en las montónos se
uno por su parte en el cargo que tenia, ponia dili derramaron , é los peones del real subieron aquellas
gencia ; los nnos en guardar los pasos á los moros sierras empos dellos, é los siguieron , pensando pe
quo venian por la sierras con grandes alaridos, fasta lear con ellos é loa matar ó captivar ; é no fué en
cerca de las entradas del real ; otros en que se con- poderío de ninguno de los capitanes resistir á aque
tinasen los tiros del artillería. E quantos mayores llos peones la subida; pero los moros que sabian la
darlos veian recebir á los moros, mayor esfuerzo to tierra , se pusieron en los villas cercadas y en los
maban para los guerrear. T oBta manera do comba muchas torres que hay en aquella serranía de Ron
tir duró diez dias, fasta que los moros perdieron la da, do se pudieron salvar. El Alguacil mayor de
fuerza para pelear y el esfuerzo para defender ; é Ronda con sus fijos é parientes que ero gente noble
recelando la muerte ó el captiverio general de to entre los moros, demandaron que querían ir á mo
dos, demandaron seguro para fablar en partido de rar en la cibdad de Sevilla y en la villo de Alcoli
entregar la cibdad. T el Rey mandógelo dar , é que de Guodoyro ; dé lo qual plogo al Rey é á lo Rey-
cesasen por todas partes los tiros que facia el arti no , é mandáronles dar sus cartas paro que los reci
llería ; pero que les convenia dexar libre la cibdad, biesen en aquellos lugares, é loe trotasen bien é ho
é que los moradores della se fuesen é vivir á otras norablemente, é diéronles franquezas de todos tri
420 CRÓNICAS DE LOS REYES DE CASTILLA.
butos. Otrosí les mandaron dar casas , é les ficieron las villas que eran en la comarca de la «cibdad de
merced de pan, é de algunas otras provisiones para Ronda, á suplicáronle que le ploguiese tomarlos por
su mantenimiento. Otros vecinos de la cibdad se vasallos , pues que de su voluntad venían á se po
fueron á morar á la serranía de Ronda, á ser mu ner en su servidumbre ; é como subditos que son
dejares con los otros que moraban en aquella tier obligados á su Rey, lo querían acudir oon sus tribu
ra. Otros algunos pasaron con seguro del Bey, álos tos en la manera que acudían á los Reyes moros.
reynos de África ; é anal quedó despoblada aquella Otrosí le suplicaron humildemente que le ploguie
cibdad de los moros, que muchos tiempos antes la se dar su seguridad : primeramente para que pudie
habían poseído. sen vivir en su ley de Mahoma, á para que sus per
La Reyna , quando sopo que la cibdad de Ronda sonas é de sus mugeres é fijos fuesen seguras, é po-
era tomada, ovo gran placer, é mandó facer proce diesen poseer sus bienes é casas y heredamientos.
siones é grandes sacrificios, dando gracias á Dios El Rey dio el seguro que las villas aquí nombradas
por aquellas victorias. E mandó dar la tenencia de embiaron á pedir, con condición que luego entre
aquella cibdad ;i un caballero de su casa que se lla gasen las fortalezas de cada una dolías, é todas las
maba Antonio de Fouseca. E fueron fundadas en torres, é qualesquier fuerzas que en ellas oviese, á
ella estas Iglesias : la primera se fundó en una mez los que él mandase. E los moros prometieron de lo
quita, que era la mayor, a la advocación de Sancta facer, é fueron entregadas las fortalezas siguientes
María de la Encarnación. Otra se establesció en otra á las personas que el Rey mandó , en esta manera.
mezquita á la advocación de Sanctispiritus, porque La villa de Tunquera é su fortaleza á Diego de
la cibdad se entregó al Rey en aquel día. Otra Igle Barrosa. La villa é fortaleza del Burgo á Pedro da
sia cerca desta se estableció en otra mezquita á la Barrio Nuevo. E la villa de Monda é su fortaleza á
advocación de Santiago Apóstol. Otra. Iglesia se es- Hurtado de Luna. E la villa de Tolox é su fortale
bleció á la advocación de Sant Juan Evangelista. za á Sancho de Ángulo. E la villa é fortaleza de
Otra Iglesia se estableció en otra mezquita que es Quasin á Pedro del Castillo. E la villa é fortaleza
taba cerca de unas tiendas que eran en el arrabal, á de Casares á Sancho de Saravia. La fortaleza de
la advocación de Saut Sebastian. E para todas estas Montexaque á Alonso de Barrio Nuevo. E las forta
Iglesias embió la Reyna cruces é cálices, y encen- lezas de Hazualmara á Cárdela que son en la serra
sarios de plata, é vestimentas de seda ó de broca nía de Villaluenga, se entregaron al Marques de Cá
dos, é retablos, é imagines, é libros, ó campanas, é liz. Las fortalezas de las villas de Benauxan é de
todos los otros ornamentos que eran necesarios para Montecorto] é de Audita mandólas el Rey derribar.
celebrar en ellas el culto divino. Fueron ansimesmo E todos los moradores destas villas é lugares que
moradores chrístianos de las cibdades de Sevilla é daron por siervos mudéxarea del Rey é de la Rey
de Córdoba, é de otras partes á la poblar. E porque na. E juraron los alfaquies é viejos de cada uno des-
los moradores de aquellos valles é serranías de Ron tos lugares, por la unidad de Dios que sabe lo pú
da despoblaban la tierra é se iban á otras partes, por blico é lo secreto , el que es criador vivo , é dio la
miedo que habían de ser muertos ó captivos, el Rey ley á Mahomad su mensagero, de ser buenos á lea
les dio seguro, é mandó á todas sus gentes que no les subditos é vasallos del Rey ó de la Reyna, 6
les ficiesen guerra ni daño. E porque algunos tenta cumplir sus cartas ó mandamientos, é de facer guer
ron de quebrantar este seguro, ó tomaban algunas ra é paz por su mandado , é de les acudir con todos
mugeres é niños captivos, el Rey, informado de la los tributos ó pechos é derechos que en aquellas vi
verdad , mandó facer justicia de los que se falla llas se acostumbraron dar á los Reyes moros ; é que
ron culpantes, é restituir todo lo que habían to esto farian bien é lealmente sin ningún engaño. El
mado. Rey les prometió en su palabra real de los conser
Visto por los moros que ol Rey les guardaba el var en la ley de Mahomad , é de no facerles ni con
seguro, é facía justicia de los que les facian algún sentir que les fuese fecha opresión alguna ; é con
robo, aseguráronse para estar en aquellas serranías sentir que sean juzgados sus pleytos por juez é al-
donde quedaron mudézares é servidores del Rey é faquí, é á consejo del Alcalde, é por la ley de Ja-
de la Reyna; é dende en adelante contrataban libre* racuna. E que les serán guardadas sus personas é
mente con los chrístianos , é venían seguros al real bienes por qualesquier partes de sus Reynos á seño
del Rey por las cosas que eran necesarias. ríos que ondovieren , con condición que no fuesen á
ninguna de las fortalezas de los christianos que son
CAPÍTULO XLV. en su señorío frontera de moros, para estar en ellas
una hora antes que se pusiese el sol.
Como te entregaron otros tugare» da moroi. Vinieron ansimesmo á obedecer al Rey en la ma
Sabido por aquellas comaroas de los moros como nera que habernos dicho los mensageros á procura
la cibdad de Ronda era tomada , imprimióse en los dores de otras diez é nueve villas que son en la ser
corazones de las gontes de aquella tierra tan gran ranía, que se dice el Arrabal ; é los procuradores é
terror, que recelando los vecinos de cada lagar que mensageros de otras diez é siete villas é aldeas que
si fuesen oercados serían muertos é perdidos, otro son en la serranía de Gausin. E de la serranía de
sí, informados como aquellos á quien el Rey asegu Villaluenga vinieron los procuradores de otras doce
raba eran bien guardados, vinieron mensageros do villas é aldeas. E todos estos procaradores juraron
DON FERNANDO É DONA ISABEL. 421
como los de las otras villas ; y el Rey les dio la mes- el Rey acordó de tomar la oibdad de Marbella, que
mi seguridad condicionada qne dio & los otros. E es en la ribera de la mar ; porque tomada aquella
porque todas las villas é lugares que eran en el va cibdad, los moros de Málaga estarían mas oprimi
lle de Cártama fueron puestas en el señorío del Rey dos, é no podrian haber provisiones por la mar do
é de la Reyna, é los de la villa de Cazarabonela que los reynos de Afrioa, salvo oon gran dificultad. Ha
es en aquel valle, no vinieron, sogun que todos los bido este acuerdo, escribió una carta, mandándoles
otros de las comarcas habian venido, el Rey les es que luego entregasen la cibdad á quien él mandase;
cribió su carta, embiándoles á mandar que entrega é que seguraba sus personas é bienes para que fue
sen aquella villa con su fortaleza á quien él manda sen do quisiesen. Los moros de la oibdad respon
se ; é si lo fioiesen , les aseguraría sus vidas é bieneg diéronle por una carta que decia ansi :
para que no les fuese fecha guerra ni dafio, é si luego a Loado sea Dios. Esta es nuestra carta al señor é
no lo pusiesen por obra, que embiaria sus gentes á la s mayor honrado nuestro señor Don Fernando Rey de
combatir, con dafio é destruicion de sus moradores. «Castilla é de León, que acreciente Dios los días de
Los vecinos de aquella villa , oido el mandamiento «su vida é honra. Besamos vuestros pies é manos
del Rey, escribiéronle una carta que decia ansi (1). «vuestros servidores y esclavos é subjetos los de la
t Alabado sea Dios poderoso en unidad, que no «cibdad de Marbella. E facemos saber á Vuestra Al
i hay otro en faz de la su gracia é salvación que lí teza (é pedimos á Dios que sea ensalzado) nos lie*
* Hahomad nuestro profeta su mensagero. Escribi «gó una carta de Vuestra Alteza, que se entendió en
r/naos la presente carta al gran Rey muy poderoso) «ella de estar á vuestra obediencia é mandamiento;
«señor de muy grandes reynos é señoríos é de mti- «aunque estaban fuera de aqui algunos, é por es-
nchas provincias, poderoso é justo en sentencias, é nperarlos se ha tardado. E después de juntos, acor-
«amador de la justicia, Rey de Castilla: ensálcelo » damos de ser vuestros, y estar so vuestro amparo.
«Dios y esfuércelo. Nos la Comunidad, é Alguacil é »T embiamos á Vuestra Alteza nuestro Alguacil
«Alcaydedel castillo de Cazarabonela (junto con «honrado Mahomad Abenaza con otros de nuestro
«esto acreciente Dios vuestro real estado) recibimos «pueblo, á pedir á Vuestra Alteza que se haya con
nuna carta, é leimosla, y entendimos lo en ella con «nosotros piadosamente. Aquel que os dio el venci-
tenido, y estamos todos en voluntad de obedecer » miento, os de la mansedumbre para nosotros.»
»á Vuestra Alteza, pues que oimos é vemos que Becebida esta carta por el Rey , luego les embió
«vuestra palabra es verdad, é cierta en dicho y en otra carta, regradeciéndoles su buena voluntad, é
í fecho. Por quanto nos dixeron que Vuestra Alteza mandándoles que todavía dezasen libre la cibdad.
« habid dicho que cuando lo» moros de Cazarabonela E prometióles seguridad para ellos épara todas sus
» vinieren á darme la obediencia, estonce» fart yo lo cosas ; é que entregada la cibdad , si los moradores
tique ello» quisieren, ensalce Dios á Vuestra Alteza. della quisiesen vivir en otros lugares cercanos , él
«Nunca obedescimos ni servimos á rey, ni á ningún Iob mandaría guardar en sus usos é costumbres, é
«caballero en toda nuestra vida, é fuimos honrados que no les seria fecho mal ni dafio. Pero porque en
«é acatados de todos los reyes ; pero á Vuestra Alte- su consejo se platicó, que si el Bey so absentase de
iza nos conviene servir é acatar, pues vos fizo Dios la tierra, los moradores de aquella cibdad se move
«tan poderoso é dichoso en todas las cosas, é place rían de lo que al presente mostraban por su letra ;
ará á Dios que siempre sea ansi. Por ende, pues que el Rey deliberó de ir en persona con toda su hueste
«nos ponemos en manos de Vuestra Alteza, seamos á aquella cibdad , que es ocho leguas de la cibdad
«bien tratados é honrados como siempre fuimos de de Ronda ; aunque el camino es tan áspero de sierras
«todos los otros reyes, quanto mas seyendo Vuestra é grandes montañas', que los peones á gran pena lo
«Alteza mas poderoso é mayor é mejor que no ellos.» pueden andar. E mandó ansimesmo que llevasen bu
Recebida por el Rey esta carta con los mensageros artillería para la combatir si los moros luego no la
que aquella villa embid, luego les mandó dar su se entregasen. Este oonsejo habido, luego el Bey partió
guro en la manera que se dio á las otras villas é de la cibdad de Ronda con toda la gente de su hues
tierras. E los de la villa ficieron juramento de ser te; é mandó poner su real cerca de la villa de Zahara,
subditos del Rey é de la Reyna, é de les dar é pagar é dende partió para la cibdad de Aróos. E porque los
los tributos que daban al Rey moro, en la forma caminos eran tan fragosos para pasar los carros del
que las otras villas lo ficieron ; y entregaron luego artillería, é la gente de la hueste rocebia gran fatiga
el castillo é todas las fuerzas de la villa al capitán deteniéndose en los reales, otrosí porque era necesa
Don Sancho de Rozas que embió el Rey á la recebir. rio ir delante gran multitud de peones con picos é
azadones é destrales, derribando pefias é talando
CAPÍTULO XLVI. árboles, é allanando los lugares por do pasasen los
carros ; el Rey acordó de se detener en aquella ciu
Como el Rey tomó la elidid de Marbella. dad de Arcos. E como los moros de Marbella sopio-
Tomada la cibdad de Ronda é su serranía, é las ron que el Rey estaba en Arcos é habia movido su
otras villas é castillos é valles que habernos dioho, real para ir contra ellos, embiaron á él sus mensage
ros , que le dixeron como los moradores de aquella
(1) Trae esti mlint carta con mas extensión el cora de loa Pi cibdad ge la dexarian libre é se irían á vivir á otras
lados, j sédala la entrega de Cazarabonela Jueves, día del Cor
pas, a dos de Jonio de este alio. Bernali., cap, 7*. partes. Y embiaronle otra carta que deoia ansí :
422 CRÓNICAS DE LOS REYES DE CASTILLA.
i Alabado sea Dios. Hay poderoso, grande, alto, «aquel que da vida á las almas que están en pena,
« esforzado, nombrado, gran guerrero, fatigador de sé las relieva della. E lo mas presto qne pedimos,
tíos reyes é de sus tierras, que de su condición es « ante todas cosas embiamos á Vuestra Alteza bien-
s usar de piedad é clemencia con los pobres é con s aventurada obedienoia como Vuestra Alteza nos
»1ob que tienen poca facultad, é usar de rigurosi- «embia mandar. Considerando é conociendo el gran
»dad, é fatigar á los que no quieren obedescor sus «poder é poderoso estado ó muy esforzado de Vues-
«mandamientos é servirle; el excelente, fuente de » real Señoría, é confiando en vuestra mucha bondad
«virtud, nuestro señor Don Fernando Rey de Cas- oé virtud, no se falló homo que contradijese en la
1 tilla, é de Aragón, é de Sicilia, é de la mar con «cibdad, obedienoia bienaventurada, con el ayudado
S todas sus islas, é de otras muchas provincias é se- 11 Dios é de todos los veoinos que viven en la cibdad
s Morios, é de muchas serranías ó campos yermos é sde Marbella, que es de Vuestra real Señoría é toda
» poblados ; el que fatiga á los reyes, é sojuzga sus 11 su tierra ; antes todos en general oon apacible vo-
S señoríos é púnelos so su obediencia; Señor de to nluntad é agradable intención, todos entraron en
ldos los Qarbiades de Málaga, é de todas sus forta s servicio de Vuestra real Señoría , é le obedecieron
lezas, ciudades, villas é lugares, rey grande, temi- «por rey é señor, é se pusieron so su mandado é ju-
I do, nombrado é preciado, rey que la virtud con i) risdicion, en la manera que Vuestra Alteza mandó.
sel mora : ensalce y prospere Dios poderoso vues- «Que los que quisiesen vivir aqui en esta tierra
stro real estado, é acreciente vuestra vida. Besan- sen las aldeas y en otras partes, viviesen segu
ido vuestras reales mauos vuestros servidores los idamente so vuestro amparo é defendiiniento; y
«que esperan vuestra piedad é clemencia, el alcay- «el que quisiese pasar allende, Vuestra Alteza lo
»de, alfaquí, alguacil, viejos, caballeros, cibdadanos, » pasaría seguramente en vuestros navios fasta don-
>é comunidad, vuestros siervos, que viven en el real sde quisiesen, con favor é amparo de Vuestra Alte-
«de Vuestra real Señoría en la cibdad de Marbella; sza ; de manera que podiesen seguramente asentar
«plega á Dios poderoso poner en vuestro corazón sen los lugares donde Dios les pusiese en voluntad
«quiera usar con ellos de piedad á clemencia, y es- sde vivir. Todo lo que conviene facer á los rayas
«peramos en Dios que ansí será. Porque con los quo squo son como Vuestra Alteza. E por el muy pode-
«son rebeldes é no quieren obedecer, muestra su sroso Rey nuestro señor, quo algunos desta cibdad
«poderío gran rigor ; é con los que vienen á ponerse sde los principales que tienen lafabla y el consejo,
seo manos de Vuestra Alteza, usa con ellos de pie- » están absentes en Granada y en Málaga, é de ca
)) Jad é virtud , aunque hayan mucho errado. Quan- nda dia los esperamos. E si parece á Vuestra Alteza
»to mas á los que de pura voluntad é buena inten- s mandarlos esperar un mes, fasta quo fabismos to
» cion deliberadamente obedescen y entran en ser- ados juntos los absentes é los presentes, y estonces
» vicio de Vuestra real Señorfa, que somos oier- sverná Vuestra Alteza á la cibdad ; esto rogamos é
ntoH que habedes de facer con ellos según con- ssuplicamos , y el parecer de Vuestra Alteza es lo
«viene facer á vuestra grande é muy alta é real 8e- «mejor. Aquí están algunas parcialidades de Gomo-
i Coria. Porque según es cierto que Vuestra Alteza Sres, que tienen sub parientes é sus mugeres en Má-
«sigue el camino recto é verdadero (por tanto visi- «laga: suplican á Vuestra Señoría les mande dar
«teos Dios poderoso é grande ), los que siguen el so ñau seguro, para que puedan Balir dende aquí con
lí mejante camino é siguen la verdad, alcanzan lo s los que quisieren pasar. E ausimesmo sepa nuestro
«que quieren ; é desta causa vencéis á los que ven ssefior el Bey, que la gente desta cibdad, mas que
teéis, en mantener la verdad é aborrescer su oon- stodos los de las otras ciudades del reyno de Gra-
«trario, é satisfacer al agraviado de aquel que lo iinada son muy pobres é necesitados ; é los que Dios
«agravia. E con esto vencéis é vencerois, fasta quo sha ordenado que se vayan della á donde Dios qui-
«todo este reyno sea vuestro é so vuestra obedien- i) Hiere, son tan pobres, que si no piden por Dios,
»cia, é la verdad vence é su contrarío es vencido. uno au podrán remediar: de manera, quede su hora
«Porque Dios no apiada al que no apiada al nece- s no podrían aderezar sus cosas. Por ende suplica-
xsitado; ni entra en paraíso primero que nadie, si smos á Vuestra real Señoría, que el que quisiere ven-
mio al quo ha piedad é clemencia de las criaturas, sder algunas cosas, que haya quien las compre por
«que sean de qualquier calidad. Saludes con acro- sjusto precio, por manera que no pierdan ninguna
«centamiento de mucha vida, é grande honra é vic- scosa. E si algunoB quisieren vivir é quedar en sus
s toría sean oon nuestro señor el Bey , é la piedad » casan, que queden según y en la manera que Vues- ,
«de Dios é su bendición; junto con esto ensalce stra Alteza asentó é capituló con todos los otros que
«Dios vuestro real estado. Vuestros humildes servi «quedan en servicio de Vuestra Alteza. Allá embía-
dores facen saber á Vuestra Alteza, como recebi- smos ciertas personas de nosotros, para que fablen
»mos vuestro honrado mandamiento é carta, por el scon Vuestra Alteza, é asienten todas las cosas: los
nqual nos embiábades á requerir ó mandar ciertas » qualos llevan poder de toda la cibdad, para que
» cosas, según que por él se contiene ; é prestamen- «todo lo que ellos ficieren é asentaren en todas las
ste lo leímos é oimos, é luego lo obedecimos ; é di- i cosas susodichas, habrán por bueno é pasarán por
«ximos : lo cumpliremos con buena voluntad todo sello. E suplicamos á Vuestra Alteza les mande dar
« lo que el Bey nuestro sefior, sojuzgador de los re- iibii seguro para el alcayde que está en la fortaleza,
tyes é cervices de las gentes , nos einbia á mandar : spara que vaya do quisiere ; porque él no quiso ser
DON FERNANDO É DONA ISABEL. 423
»con nosotros en ninguna cosa reoelando de su se- habernos dicho, ovo dubda que absenté el Rey de la
nfior, porqne no mandase pasar contra él ; por ende tierra, mudarían los moros el propósito, é no la en
(Vuestra Alteza le mande dar el segnro, para que tregarían á ningún capitán que allá embiase. E
nél é todos los suyos vayan á do quisieren. Ansi- mandó á la gente facer talegas por quince dias, é
tmesmo suplicamos á Vuestra Alteza, que no pue- que el artillería quedase con gran guarda de gente
nda entrar en la cibdad ninguna gente sino la que de caballo é peones en los prados de Antequera ; y
i nosotros dixéremos, é que sea poca, fasta que pa él con toda su hueste fué á la cibdad de Marbella.
usen allende los que ovieren de pasar , é acordaren E como llegó é la cibdad, luego los moros ge la en
>de quedar los que ovieren de quedar. Porque mu tregaron , é salieron fuera della todos los homes é
renas gentes recelan, que entrando mucha gente mugeres que la moraban ; á los qual es el Rey dio
i) recibirán algún dallo, lo qual no esperamos rece- seguro para que pudiesen ir con todos sus bienes é
nbir con el favor é ayuda de Vuestra Alteza. Quan- ganados donde quisieren. E otrosí mandó dar na
» to mas, que todos chicos é grandes, en v oyendo la vios é gentes, que pasasen seguros á los que quisie
ncarta de Vuestra Alteza, todos la obedecieron é sen ir á la tierra de África. E quedó la cibdad libre
«cumplieron el mandamiento de Vuestra Alteza. E al Roy, é mandóla fornecer de gente , é bastecer de
(vuestro servidor el que leyó la carta de Vuestra los pertrechos é mantenimientos que fueron menes
(Alteza á los chicos é á los grandes é la declaró é ter, y entrególa á Don Pedro de Villandrando, Con
(fizo entender, é puso en sus corazones que la obe- de de Ribadeo, el qual fizo pleito omenage por ella
( deciesen é cumpliesen, pide por merced á Vuestra al Rey ; é á la Reyna. Otrosí sacó el Rey todos los
( Alteza á parte de los de la cibdad, algunas cosan : cabtivos christianos que falló en esta cibdad de
(suplicamos á Vuestra Alteza las quiera facer. Lo Marbella y en la cibdad de Ronda é su serranía, y
(primero darle seguro é aparte, pues que lealmente en todas las otras villas, é lugares, é tierras que to
(os sirvió. Lo segundo, una fusta para que pasen ¿1 mó de los moros en este año, é púsolos en libertad.
(é todos los que con él están, ansi los de su casa co- Los de las villas de Montemayor é de Cortes é de
»mo sus parientes é parcialidades; é que puedan Alaricate, con otros diez lugares comarcanos á la
(vender todas las cosas que to vieren de vender cibdad de Marbella , sabido como el Rey la habia
(por precio razonable, é lo que llevaren en la dicha tomado, se vinieron á él , é obligáronse de ser sus
(fusta que sea seguro. Lo tercero, que el salario que subditos, é le ficioron el juramento é obligación que
(él tenia del Rey de Granada eran quince pesantes los de las otras villas habian fecho. Y el Rey les dio
spor alcayde, é quaren ts por alfaqui cada mes, é le seguro de sus vidas ó bienes, según que lo dio á los
( son debidos desto diez meses, á causa do las guer- otros. Concluidas los cosas que fueron necesarias
(ras. Por ende suplica á Vuestra real Sefiorfa ge los para la provisión de Marbella, el Rey partió de
( mande pagar, é todo se fará como Vuestra Señoría aquella cibdad ; é andando con la hueste por la cos
(lo mandare, é se entregará á Vuestra real Señoría ta de la mar poniendo sus reales, llegó á un lugar
(6á quien mandare. V esto suplica d Vuestra real que se llama la Fuente-Giróla. En estos dias lo gen
«Señoría, porque es público é notorio á todos vues- te de la hueste recebia gran fatiga, ansi del cansan
(tra gran virtud, é quanto bien lo face con todos, cio grande por la continaoion de los caminos áspe
(quanto mas con quien tan bien os sirvió. E Dios ros é trabajosos , como porque fallecieron los man
(prospere y ensalzo é acreciente la vida y estado de tenimientos ; é padecieron tan grande hambre , que
(Vuestra muy alta é real Señoría, é cumpla todo lo no comian los homes ni los caballos otra cosa , sal
(que por ella es deseado. Escripta de veinte é dos vo palmitos é yerbas : porque los bastimentos que
(de Jumedi en el primero, que es á dos de Junio. se embiaron por la mar, con los vientos contrarios
(Otros! muy grande, poderoso é preciado, é muy no pudieron llegar á tiempo que pudiesen aprove
(temido Rey nuestro señor, facemos saber á Vues- char. E la gente ansi trabajada pasó adelante por la
(tra Alteza, que son muy muchos los que quieren ribera de la mar, é cerca de dos lugares de moros
(pasar allende ; son menester buenas fustas. E an- que llaman el uno Oznar, y el otro Mizas. Estos dos
(simesmo sepa Vuestra Alteza, que los quo estaban lugares se entregaran luego al Rey , salvo porque
(absentes do la cibdad on O ranada y en Málaga, son algunos moros, ó malos ohristianos que iban en su
(venidos ; é todos juntamente de una voluntad da hueste, los avisaron de la gran hambre é fatiga que
ñinos la obedienoia á Vuestra Alteza, é vos recebi- la gente de los christianos padecía. El Rey asentó
smos por Rey é por Señor. E ante todas cosas su- su real cerca de un lugar que se llama Churriana,
«plioamos á Vuestra Alteza, que nos mande dar un que es una legua de Málaga. Los moros que fueron
«navio para que pasen algunos de nosotros allende, avisados de la flaqueza que llevaban las gentes de
(á ver si nos quieren recebir, é si nos recibieren, la hueste por la gran hambre que padecían, deja
(bien ; é sino, que siempre estemos so amparo é se- ron pasar gran parte de la gente que iba adelante
«guridad de Vuestra Alteza, ó seamos siempre su- entre las sierras é la mar por caminos muy estrechos
syos donde Dios quisiere. » é vinieron á dar en el fardage ; porque según la dis-
Vista por el Rey la carta, é oidos los mensageros, pusicion de aquellos lugares, poca gente podia pe
como^quier que la gente estaba fatigada de los tra lear con mucha. El Maestre de Aloántara , é Don
bajos é caminos pasados ; pero todavía acordó de ir Gutierre de Cardonas, Comendador mayor de León,
•n persona á tomar aquella cibdad. Porque según que venían en la rezaga, como vieron á loa moros
424 CRÓNICAS DE LOS REYES DE CASTILLA.
que venían contra ellos, ovieron recelo que serian ir las requas de los mantenimientos por tierra para
todos perdidos, según la flaqueza é desorden que to bastecimientos del real, bien ansi embió á mandar
dos traian. E considerando quanto grande fuera el á sus oficiales que tenía puestos en los pnertos de la
infortunio, si después de habidas tantas é tan prós mar, que embiasen á la cibdad de Marbella trigo á
peras victorias, en el fin oviesen algún caso sinies vino é mantenimientos, é todas las otras cosas nece
tro, ficieron juntar algunos capitanea que venian sarias para el proveimiento de aquella cibdad.
con ellos en guarda de la rezaga. Y encubriendo la
flaqueza que padecían con el esfuerzo que mostra CAPÍTULO XLVII.
ron, ficieron rostro á los moros, ó pelearon con ellos
por aquellos lugares do ningunas otras gentes de Como el Rey entró en la cibdad de Córdoba.
los ckristianos que iban delante podian tornar á los Pasado el dia de Sant Juan, luego otro dia partió
socorrer, por la indispusicion de los lugares angos el Rey de la villa de la Rambla é todos los caballe
tos dolido iban. Y estos defendieron el fardage de ros é capitanes que con él habian estado en la guer
los moros que lo seguían, é peleando con ellos, los ra, y entró en la cibdad de Córdoba ; é saliéronle á
retraxeron fasta los meter por aquellos dos lugares recebir con grande solemnidad todas las dinidades,
de Oznar é Mizas. El Rey con toda la hueste siguió é canónigos é clerecía de la iglesia mayor, é de laa
adelante su camino, fasta venir á un lugar que es otras iglesias do la cibdad. Ansimesmo salieron
taba encima de la mar á la vista de Málaga, que se fuera de la cibdad á le recebir el Príncipe Don Juan
llamaba Benahnadala ; el qual mandó derribar, por su fijo, y el Cardenal de España, é los embalado
que estaba en tal sitio que no se podía defender, res de Venecia é de Ñapóles é de Portogal, que ha
salvo a gran peligro de los ckristianos. Los de la bian quedado con la Reyna , negociando laa cosas
cibdad de Malaga, veyendo el poderlo del Rey, ansi de sus embazadas ; é salieron los Perlados é Docto
do gentes como de artillería, estaban en gran mie res que estaban en su corte y en su consejo. Otrosí
do de ser cercados, é no dubdaban de ser perdidos, salieron la justicia é regidores é caballeros ancianos
ó de entregar la cibdad al Rey, según habían fe que habian quedado en la gobernación de la cib
cho los de la cibdad de Ronda é de Marbella , é dad ; é los oficiales de todos los oficios fueron al ca
las otros villas é lugares que se entregaron. E sin mino , é por toda la cibdad ficieron grandes juegos
dubda el Rey é los grandes señores é caballeros é alegrías, por la victoria que Dios le habia dado.
principales quo con él iban, bien quisieran poner si El Rey acompañado de todas estas gentes entró en
tio sobre aquella cibdad, salvo porque conocieron la cibdad é llevaba delante todos los christianos
la gran fatiga é cansancio que la gente traiu de ha que redimió del captiverio. E fué primero á la igle
ber andado tantos dias por caminos muy ásperos é sia mayor á facer oración , é dar gracias ¡i Dios por
peligrosos, é por la gran hambre que habian por las victorias que le habia dado. E después fué para
falta de los mantenimientos. Otrosí, porque Iob ca su palacio, donde falló á la Reyna, que le salió á
ballos estaban flacos á tan perdidos, que los traian recibir fasta la puerta del palacio , acompañada de
de diestro, é otros muchos dexaban por los campos muchas dueñas é doncellas que confinaban en su
que no los podian mover. Ansimesmo ovo gran fal servicio. E ansimesmo las Infantas Doña Isabel é
ta en el real de sillas é albardas, é de ferrage, é de Doña Juana, é Doña María sus fijas, é con ella»
otras muchas cosas de las que son necesarias al pro las dueñas sus ayas, é otras muchas dueñas é don
veimiento de las gentes que van en hueste. Estas cellas arreadas de paños brocados , é de sedas , é de
cosas consideradas, el Rey acordó de pasar adelante, otros grandes arreos. E de esta manera fué rece
é poner su real cerca de la villa de Alora. E dende lado con grande alegría de todos, é fueron fechas
partió otro dia ó fué á los prados de Antequera, por la Reyna grandes fiestas en su palacio. Y el Rey
donde falló grandes requas de mantenimientos que ó la Reyna embiaron al monesterio de Sant Juan
la Rey na había embiado, é allí se proveyéronlas de los Reyes que fundaron en la cibdad de Toledo
gentes é satísfacieron á la gran hambre que por todos los fierros de los captivos christianos que re
mengua de mantenimientos fasta aquel dia habian dimieron de tierra de moros , los quales están en
padeoido. aquel monesterio fasta el presente dia. Puédese
Estando el Rey en aquel lugar , ovo consejo con bien creer por todos aquellos que esta Crónica leye
algunos de los principales caballeros que con él ve ren, que los graudes señores é caballeros é los capi
nían, de lo que debía facer, pues tenfa manteni tanes que sirvieron al Rey é á la Reyna en esta jor
mientos de los que la Reyna había embiado. É como nada , ovieron singular afición al servicio de Dios ó
quíer que había asaz tiempo del verano, para pro suyo ; lo qual pareció en la grand obediencia que
seguir la conquista comeuzada ; pero porque cono ovieron á los mandamientos que les eran fechos,
cieron la iudispusioion de la gente, acordaron que porque desta obediencia habida porcada uno en es
el Rey la debia doxar reposar algunos dias, é des pecial, procedió gran concordia de todos en general;
pués podria facer otra entrada en tierra de moros. é déla concordia se siguió buen oonocimiento é rec
El Rey, habido por bueno aquel consejo, partió con to consejo, para administrar laa oosas que ocurrían.
toda su gente, é vino á poner real en el Rio de las E disponiendo sus personas al trabajo, é dando exem-
Yeguas, é de allí vino á la villa de la Rambla, don plo á las otras gentes que se dispusiesen á lo mesmo,
de tuvo el dia de Sant Juan. La Reina, como mandó so siguió el loable fin que habernos contado.
• DON FERNANDO É DONA ISABEL. 425
nes ; é como el corazón noble no puede sofrir mal
dad , la Reyna indinada contra los que esto ficieron
CAPÍTULO XLVIII.
mandó á este Licenciado de la Fuente su alcalde,
De lo qne el Rey é la Reyna (lcleron estando en Córdoba. que fíciese pesquisa quien oviese fecho aquellos fur
Después que el Rey entró en la cibdad de Córdo tos, é los mandase luego restituir, y executase su
ba , se pagó el sueldo á todos los caballeros é peones justicia en aquellos que fallase culpantes.
é otras gentes de la hueste. E porque algunas gen Este alcalde, poniendo diligencia en lo que la Rey
tes, especialmente los que habían venido de Casti na lé mandó, informado quien eran los robadores,
lla, estaban fatigados de los trabajos pasados, é fizo justicia dellos, é tomóleB todo lo que habian
habían de volver á sus tierras que eran lexanas, el robado , ó posó allende la mar. E como llegó al puer
Bey é la Rey na los mandaron despedir. Otrosí acor to , embió á pedir seguro á los moros para descen
daron de escrebir al Papa é al colegio de los Carde der en tierra, porque venia á restituir lo que les
nales las victorias que Dios les había dado contra habian robado. Los moros le respondieron, que
los moros, enemigos de nuestra sancta fe ; é las ciu mensagero de tan altoB é poderosos reyes, no había
dades é villas , é castillos , é tierras que habian ga menester el seguro que demandaba, porque la gran
nado, que eran gran parto del Reyno de Granada. deza de su rey daba seguridad á sus subditos en to
Otros! le embiaron á decir , como mediante el ayu da la tierra. El alcalde, oida aquella respuesta, aun-
da de Dios é do la gloriosa Virgen su madre, ellos quo fuó amonestado que no se confiase en las pala
entendían continar su conquista, insta ganar todo bras do los moros ; pero pospuesto el temor de la
aquel Reyno ; é los trabajos habidos , é los gastos muerte é del oaptiverio que aquélla gente bárbara
fechos en la guerra, é los que se esperaban haber le podiera facer: « Nunca plega Dios, respondió él,
en ella; é como habian redemido muchos christianos que la virtud del Roy é de la Reyna mis señores,
que estaban captivos en poder de los moros. que estos moros facen cierta, mi miedo la faga dub-
El Papa é los Cardenales, oida aquella nueva, dosa. » E diciendo esto con gran confianza, é con
O vieron muy gran placer; y el Papa, considerando tra el voto de los que con él eran , saltó luego en
los muchos gastos que en aquella conquista se re tierra; é puesto en poder de los moros con todo lo
querían facer , otorgó segunda Cruzada con gran que les llevaba, lo repartió á las personas robadas.
des indulgencias , á todos los que la tomasen en to E de tal manera fizo esta execucion de justicia que
dos los Reynos é señoríos del Rey é de la Reyna. los agraviados quedaron satisfechos.
Otrosi mandó por sus bulas, que la clerecía é las ór
denes contribuyesen para aquella guerra décima de CAPÍTULO XLE.
todos sus frutos; la qual cometió al Cardonal de Es
paña que la moderase é íicioso repartir en la mane Como fueron desbaratados algunos caballeros ehrlitlinos, nae
salieron de Alhama.
ra que él entendiese. El qual la moderó en la suma
de cien mil florines de oro de Aragón. Otrosí acor Algunos caballeros de los que estaban con el Cla
daron el Rey é la Reyna de dar orden en la tierra vero de Calatrava en guarda de la cibdad de Alha
ganada de los moros. E mandaron á Juan de Tor ma, é otros algunos que vinieron á aquella cibdad
res un caballero de los que estaban en el contino por facer guerra á los moros , oavalgaron un dia por
servicio de su palacio, é al licenciado Juan de la el aviso que o vieron de algunos adalides, é fueron
Fuente, Alcalde en su corte, que fuesen á las ciuda fasta bien cerca déla cibdad de Granada, é toma,
des do Ronda é Marbella, é á las villas de Cártama, ron los ganados que fallaron de vacas é ovejas é
éCazarabonela,é Setenil, é alas otras villas, é valles yeguas, é algunos prisioneros. La cibdad de Grana
é serranías é tierras que se ganaron de los moros, é da estaba tan menguada de gente de caballo, que
pusiesen términos á cada una , é repartiesen las ca no salieron los moros del la á lo resistir, porque to
sas y heredades entre los moradores christianos que da la gente de caballo de la cibdad estaba con el
nuevamente las fueron á poblar. Otrosi mandaron Rey Moro en la defeusa de la cibdad de Málaga.
poner las fronteras contra los moros en otras villas Los christianos , veyendo que ninguna resistencia
é castillos, mas adelante de lo que primero estaban. les era fecha, perdido el cuidado quo convenia tener
E por quanto la cibdad de Gibraltar, é las villas de en guardar la orden de la guerra, derramáronse
Ximena é Teba , é todas las otras villas é castillos, unos de otros por el camino que volvía Alhama con
que por ser en frontera de moros llevaban cada año la cavalgada que traían. El Rey Moro, sabido como
pagas é llevas, estaban seguras por ser ya de chris el Rey habia dexado la tierra é se habia vuelto con
tianos la cibdad de Ronda é todas las otras villas toda la hueste á la cibdad de Córdoba, partió de
que so ganaron de los moros , mandaron que no las Málaga con todos los caballeros que allí tenia, é fué
ganasen. E mandaron poner las fronteras veinte le camino de la cibdad de Granada. E acaso sin saber
guas mas adelante , en los lugares que entendieron aviso alguno de los caballeros christianos que ha
ser mas necesarias. Otrosí, porque algunos marine bian feohb aquella cavalgada, encontró con ellos,
ros é otras personas de los que pasaron los moros Los christianos que venían desordenados sin ningu
allende la mar, contra el seguro que el Rey é la na guarda, como vieron los moros venir contra
Reyna les habian dado , furtaron algunos hornea é ellos, luego desampararon la cavalgada , é se pusie
mugeres é criaturas , é les habian tomado sus bie- ron en fuida , é los moros los siguieron, fasta los
426 CBÓNICAS DE LOS BEYES DE CASTILLA
meter por las puertas de Alhama ; y en el alcance partieron á la media noche , é llegaron á la villa de
mataron muchos dellos, é tomaron el despojo de Moclin antes de la hora que debían llegar , según se
campo , é tornaron para la cibdad de Granada con habia acordado con el Maestre de Calatrava , é con
todo ello, é con la presa que los christianos habían los otros caballeros é capitanes que iban cerca del
fecho. en la reguarda. E acaeció que el Bey moro , infor
mado que el Bey quería poner cerco sobre Moclin,
CAPÍTULO L. vino con veinte mil homes de caballo é peones para
aquella villa ; el qual puso parte de su gente en una
Como desbarataron loa moros al Conde de Cabra cerca de albarrada bien cerca de la villa. E como alguna
Moclin.
gente de la que iba con el Conde llegó de noche á
Visto como quedaba aun asaz tiempo del verano aquella albarrada é la abrieron , los moros pensan
para estar gente en el campo , embiaron el Rey é la do que los christianos eran mas gente , fuyeron é
Beyna sus cartas de llamamiento para algunas gen desampararon aquel lugar; é los christianos que en
tes de caballo é do pié de Estremadura é del Mar traron, entendieron mas en robar algunas pocas co
quesado de Villoría, é dé Sevilla, é de Jaén, é Úbe- sas que allí fallaron , que en seguir á los moros que
da, é Baeza, é Andúxar, é sus comarcas; los quales fuian. Los moros visto que los christianos no los se
á cierto dia que les fué mandado se juntaron en la guían, tornaron á pelear con ellos. T el Conde llegó
cibdad de Córdoba , para entrar con el Bey este año con su batalla á socorrer á los suyos, é peleó con
segunda vez en el Beyno de Granada. E como la los moros en una parte ; y embió á decir á los otros
gente fué junta, el Bey é la Beyna acordaron que capitanes que venían en la rezaga , que no entrasen
se debia poner sitio sobre alguna villa de moros, en aquel lugar do él habia entrado á pelear, selvo
pero ovo diversos votos en su consejo. Porque el que se pusiesen en lugar llano cerca del , para le fa
parecer de algunos era , que el Bey debia asentar cer ayuda. E los moros como conocieron que la gen
su real sobre la villa do Illora, otros decian que so te de los christianos era poca, cargaron gran bata
bre Montofrio. El Conde de Cabra que estaba en la lla de caballeros é peones contra el Conde , é pelea
villa de Baena , escribió al Bey é ala Beyna, que te ron con él. Las otras gentes que venian en la reza
nia aviso cierto, que en la villa de Moclin nohabia ga, que no pensaban haber gente alguna en la guar
tanta gente para la defender como con venia, é que da de la villa, como vieron la multitud de los mo
había buena disposición para la cercar. Algunos ros que do súbito salieron contra ellos, fueron pri
otros decian, que pues era necesario bastecer á Al vados del seso con el grande miedo que ovieron , é
hama , el Bey dobia entrar con toda su hueste á la sin ser perseguidos de ninguno se pusieron en torpe
bastecer, é bastecida, poner su real sobre alguna vi fuida. Él Conde é los que con él estaban , pelearon
lla la mas cercana á Alhama ; é que Moclin no se lo que pudieron fasta que el Conde fuá ferido de
debia sitiar, por estar tan cerca de la cibdad de una espingarda en la mano , é su caballo de quatro
Granada , donde tenia presto el socorro de muchas lanzadas ; é no pudiendo mas sostener la fuerza de
gentes. Oidos estos votos , porque el Conde de Ca los moros , volvió las espaldas ; é los moros siguie
bra todavía embiaba á certificar que la villa de Mo ron el alcance fasta una legua contra él, é contra
clin se podia cercar, é tomar presto ; el Bey con las otras gentes que fuyeron. En esta pelea é alcan
propósito de cercar á Moclin , partió de la cibdad de ce mataron á Don Gonzalo, hermano del Conde, ó
Córdoba, é fué & Alcalá la Beal. E mandó al Conde muchos peones é caballeros de su tierra é de otras
de Cabra, é á Martin Alonso de Montemayor, é á partes; é mataran muchos mas, salvo porque el
ciertos capitanes de su guarda, que fuesen adelan Conde fuyendo, algunas veces tornaba contra los
te, para que ningunos moros entrasen ni saliesen de moros por los detener ; é otrosí porque sobrevinie
la villa. E mandó al Maestre de Calatrava é al Con ron las otras batallas de gente donde venian el
de de Buendía, que iba por capitán de la gente del Maestre de Calatrava y el Conde de Buendía y el
Cardenal de EspaSa, é al Obispo de Jaén , é á Gar- Obispo de Jaén , los quales fueron á socorrer á los
ci Fernandez Manrique, oapitan do la gente de Cór christianos que venian fuyendo, é resistieron á los
doba, que con quatro mil de caballo que llevaban é moros que los seguían. Murieron ansiinesmo en
seis mil peones fuesen á las espaldas del Conde de aquella facienda algunas cabeceras ó capitanes de
Cabra é de los otros caballeros que habia embiado los moros en los primeros encuentros que el Conde
delante, para que todas estas gentes coreasen la vi ovo con ellos (1). Como el Bey sopo el desbarato del
lla por todas partes. Y el Bey, que estaba cerca, ha Conde de Cabra é de las gentes que con él habían
bia de venir luego con toda la otra gente para asen ido en la delantera, ovo gran pesar ; é detovosecon
tar su real. Otrosí porque las cosas que se requerían toda la gente de su hueste en el lugar do estaba que
para sostener el real fuesen mejor proveídas , acor se llamaba la Fuente del Bey á tres leguas de Mo
dóse por todos, que la Beyna se acercase.á aquellas clin, fasta haber acuerdo de lo que debia facer. E
partes de Alcalá. La qual partió de la cibdad de algunos caballeroso capitanes le consejaron que de
Córdoba, é fué parala villa de Baena, acompañada bia dezar el cerco de aquella villa, ansí por el grand
del Príncipe Don Joan , ó do la Infanta Dolía Isa
bel, sus fijos, é del Cardenal de EspaSa. El Conde (1) Fué este desbarato i 3 de Setiembre de este afio , como as
de Cabra ó los otros capitanes que fueron primero, ílala el sumario de Galindez y Zurita, li¡>. ÍO, cap. 61
DON FERNANDO É DOSfA ISABEL. 427
orgullo que loa moros tenían con el vencimiento » ron. E por tanto , Señora , pues el Bey é lodos los
que ovieron , oomo porque era mal consejo poner I principales caballeros é capitanes que están con
litio eobre lugar donde tanta gente había para lo • él, por la gracia de Dios son libros é sanos, no do
defender , como el Bey tenia estonces para lo cer lí beis por el desbarato de aquella pooa genio roco-
car. Otros! decian que lo guerreado este «no era asaz » bir tal alteración que ocupe el consejo pora lo que
tierra, é que debia dezar folgar las gentes de guer use debo facor. E si á vos, Soñora, place, yo iré
ra, porque estoviesen mas prestas para el año si s luego con tres mil homes á caballo mios é de mis
guiente. En especial decian que el Rey no debia en II parientes , á bastecer á Alhama, é proveeré ansi-
trar en la tierra de los moros sin ir acompañado de • mesmo á las necesidades de dinero, si algunas hay
la gente de armas de Castilla, según habían fecho i) por el presente. » E diciendo esto, considerado que
los Reyes pasados, quando entraban á cercar qual- la Reyna habría algún empacho de le declarar en
qoier villa de aquel Reyno. Otros decian ; que no presencia la necesidad que á lo hora le ocurría, tor
seria honra de su persona real, antea seria contra nó la fabla á los del consejo que estaban presentes,
la estimación en que era tenido su gran poder , si é dixoles: « Vosotros, pues platicáis con la Reyna
por el desbarato que ovo un solo caballero de su » mi Señora en los necesidades queoenrren, venid á
hueste, se mostrase tan grande flaqueza, é doxase i) mi con lo que Su Señoría al prosonte oviere menos-
de continar el propósito que llevaba de cercar aque uter; ó si fuere menester alguna provisión de dine-
lla villa , é que todavía lo debia proseguir. Otros al • ro, yo la faré»; é fizóla luego de lo que á la hora
gunos afirmaban, que aunque el Rey quisiese ponor fué necesario. E disponíase a ir en persona do el
sitio sobre aquella villa, no habia dispusicion de lo Rey estaba, salvo que la Reyna, oídas las razones ó
poner ; porque toda la tierra que estaba en el cir ofrecimientos con obra del Cardenal, regradescíó-
cuito era peñas é piedras grandes , do no se podian gelo mucho ; é porque su compañía le era gran con
fincar estacas para armar las tiendas, ni atar los solación, é su consejo gran descanso, é remedio á
caballos ; é que seria mejor consejo poner sitio sobro las cosas que ocurrían , no dió lugar que se aportase
alguna villa de la comarca. Y estos decian que por della. E después que ploticó con él é con los del su
quanto la necesidad de Alhama constreñía tanto de Consejo en lo que se debió focer , determinó que se
Be bastecer, que si luego no se basteciese, estaba doxase por estonces la guerra de aquellas partes, é
en peligro de se perder ; que el Rey dexadas todas que se pusiese sitio sobre los fortalezas de Cambil y
las cobos, debia ir á la bastecer con toda su hueste, el Harrabal, que son tres leguas de la cibdad de
é podía cercar alguna villa de las que eran en bu co Jaén ¡porque la Reyna tovo siempre cuidado gran
marca. El Rey, oídos las variedades d estos consejosi de de tomar aquellas fortalezas, considerando los
no se determinaba en ninguno dellos. La Reyna que grandes daños que dellos habian recebído , é de ca
habia quedado en la villa de Baena, sabida la nue da dia recebian la cibdad de Jaén, é las otras cib-
va de aquel desbarato , aunque era de gran corazón, dades de la comarca. Y embió decir al Roy lo que
pero la muerte de los christianos que allí cayeron con el Cardenal habia acordado , é que le parescia
la fatigaba tanto que estaba en alguna turbación, que debia dexar por este año la conquista de aque
especialmente por la variedad de los consejos que llo parte, é debia luego venir á poner su real sobre
sopo haber entre los caballeros que con el Rey esta aquolloa dos fortalezas : porque la negligencia que
ban. Ansimesmo rescebia fatiga por el bastecimien- se imputaba á los Reyes sus antecesores por no las
to de Alhama, que de necesario debía facerse, é no haber ganado en los tiempos paBados, agoró no se
habia lugar para ello. El Cardenal de España, conos- imputase á ellos, si trabajasen en las ganor. Otrosí
cída la congoxa en que la Reyna estaba , le dixo: mandó la Reyna á tres capitanes de su guardo, que
ti Señora , si en la guerra que tenemos con la tento- con mil homes de caballo llevasen 4 la cibdad de
ncion interior, recebimos alteración, no es maravi- Alhama algunos mantenimientos, entretanto que
l lia haberla en la exterior que tememos con los ene- embiaba la gran requa de provisiones que después
i> migos. Habéis , Señora , de creer, que ninguna con- embió.
> quista de tierras ni de reynos se fizo jamas, donde
l los que son vencedores algunas veces no sean ven-
» cidos ; porque si no oviese resistencia en las con- CAPITULO LL
i) quistas, mas se podría deoir toma de posesión que Como te ganaron las fortalezas de CamblI j el Harrabal.
tactos de guerra. Considerad, Señora, que los mo Visto por el Rey el consejo que la Reyna embió á
lí ros son homes belicosos , ó poseen tierra tan mon- decir, parecióle bien, é luego mudó su real con toda
n tuosa é áspera, que no se pudo conquistar en los la hueste, para ir i aquellas dos fortalezas de Cam
ii tiempos pasados por ninguno de los Reyes vues- bil y el Harrabal. Y embió delante ol Marqués de
» tros predecesores ; porque la dispusicion de la tier- Cáliz con dos mil homes á caballo, que guardase la
» ra, es la mayor parte de su defensa. Vos, Señora, entrodo é solido de los moros , entretanto que él lle
» debéis dar gracias á Dios, porque ansí como ovis- gaba con toda su hueste. Otrosí mandó llevar toda
i> tes mas constante propósito que ninguno dellos el artillería é pertrechos para la combatir, é lo Rey
upara guerrear, ansf os ha dado gracia para adque- na vino para la cibdad de Jaén, é con ello el Prin
» rir mas oibdades é villas é tierras en tres años, que cipe Don Juan é la Infanta Doña Isabel sus fijos, y
» los otros Reyes en docientos años que las guerrea- ¡ el Cardenal de España,
428 CRÓNICAS DE LOS REYES DE CASTILLA.
Conviene pues agora que digamos aqai la calidad los carros del artillería pudieron pasar; del qual pa
de estos dos castillos , y el sitio do están asentados, so los moros estaban bien seguros, porque creían
é la forma de su edificio. En lo baxo de un gran ser dificile que muchas gentes y en muchos tiempos
valle, rodeado por todas partes de altas é grandes pudiesen arrancar tantas é tan grandes peñas, ni
cuestas , puso la natura dos penas grandes é altas, facer llanas tan altas sierras, oomo la naturaleza
tanto cerca la una de la otra quanto un tiro de pie habia criado en aquellos lugares, é facer por ellas
dra. Encima de aquellas dos peñas están edificados camino llano. E ciertamente en esto mas que en
dos castillos fortalecidos con un grande muro é mu otra cosa se mostró el gran poder é la gran voluntad
chas torres : al un castillo llaman Cambil , é al otro que el Rey é la Reyna ovieron á esta conquisto;
Harrabal. Por medio de ambos castillos, entre las pe- porque como quiera que otros grandes Reyes é
Cas do están asentados, pasa un rio donde estaban Príncipes hayan juntado muchas gentes , é conquis
loa molinos. E los Reyes de Qranada , considerando tado grandes provincias, pero no se lee cosa ton
que por estar tan cerca de la tierra de los christia- dina de memoria como haber allanado montanas
nos , tenian dispusicion grande para la guerrear, pu altas, igualándolas con los valles baxos, como se
sieron siempre gran diligencia en los guardar, ansí vee fecho allí en el presente dia. Llegada el artille
con gente escogida para la guarda é para la guer ría, porque se decia que el Rey de Qranada quería
ra, como proveyéndolos de muchas armas é mante venir con gran multitud de moros á socorrer aque
nimientos, é de las otras cosas necesarias. En aquel llas fortalezas, el Cardenal de España fué al real
tiempo era Alcayde de aquellos dos castillos un ca donde el Rey estaba, por le acompasar en aquella
ballero de los mas esforzados del Reyno de Granada necesidad. E luego los maestros del artillería dieron
que se llamaba Mahomad Lentin, el qual tenia mu gran priesa en asentar las lombardas en dos partes,
chos homes de los Comeres, que le ayudaban á los é los otros tiros de pólvora repartidos por diversos
defender. E como llegó la gente de armas que em- lugares. E comenzaron á tirar las lombardas gruesas
bió el Rey con el Marqués de Cáliz en la delantera, un dia Miércoles, y en ese dia lanzaron ciento é
no fué necesario á los moros que los guardaban fa quarenta piedras á la fortaleza del Harrabal , é der
cer novedad alguna de defensa : porque siempre ribaron dos torres, é las almenas, é otras defensas
ponian ellos grande guarda, y estaban en contina que estaban sobre la puerta. E de tal manera fué
guerra con los christianos de las comarcas. E des aquella parte del castillo desbaratada, que los mo
pués que ol Marqués llegó á los castillos, el Roy ros que estaban dentro no podían ponerse á defen
vino con grandes trabajos que padecieron las gen der aquellos lugares, porque los tiros que facian de
tes é bestias de la hueste en los pasos de las monta- contino los ribadoquines , é los otros tiros de pólvo
fias fragosas é altas que pasaron para llegar á las ra modianos, derribaban los moros que en aquellos
fortalezas. E púsose el real repartido en tres cues lugares se ponian á reparar 6 defender. Visto por las
tas altas , é apartadas una de otra , porque no habia gentes del real como los moros no osaban ponerse á
dispusicion de lugar donde en otra parte é forma se defender los lugares derribados, llegaban al muro
pusiese. Puesto el real, la gente no podia combatir por unas partes é por otras á lo combatir con pie
las fortalezas, porque eran inexpugnables; y espe dras é con saetas indiscretamente. Aquel Alcayde é
raban que llegase el artillería, la qual estaba tres los moros que con él estaban, como vieron que nin
leguas del real, é deteníase, porque según la aspe gunas fuerzas les bastarían para resistir al artille
reza de las sierras, la gente pensaba ser cosadifici- ría, é que de qualquier defensa que ficiesen no ha
le poder pasar los carros que la traían. E por los bría otro fruto, salvo morir todos é al fin perder las
mandamientos é gran solicitud que la Reyna facia) fortalezas, demandaron luego esa noche fabla para
los que tenian cargo de la llevar, buscaban por di las entregar, y el Rey dio seguro al Alcayde é á to
versas partes de aquellas sierras algún lugar menos dos los moros que con él estaban (1). E otro dia si
fragoso , donde ficiesen camino para pasar los car guiente vino el Alcayde é despidióse del Rey, é con
ros. Al fin rodeando por otras partes , fallaron sier todos sus moros se fué para Granada , é dexaron li
ras menos agras de pasar, por donde se pudiese bres aquellos dos castillos. Los quales la Reyna
allanar algún camino. E porque vimos aquellas mandó entregar á la cibdad de Jaén ; é los regido
grandes montañas , é pensamos ser casi imposible res é caballeros y escuderos é común do la cibdad
con ningún trabajo ni industria de homes pasar car toviéronselo en señalada merced : porque quitados
ros por ellas, plegónos ir á ver los lugares por don los robos ó muertes é captiverios que aquella oibdad
de acometieron facer el camino que se fizo. E falla é sus comarcas padescian continamente de aquellas
mos que seis mil homes, que embiaron el Rey é la fortalezas , dende en adelante podian salir sin peli
Reyna, con picos é otras ferramientas derribaron gro á las labores del campo, y estenderse á labrar é
toda una sierra, é la allanaron fasto la igualar con criar sus ganados. Tomadas las fortalezas de Cam
el valle baxo. Y en otras partes fincbíeron.valles de bil y el Harrabal, el Rey vino para la cibdad de
grandes piedras que derribaron de lo alto, é de Jaén, é aoordó con la Reyna que el Maestre de
grandes alcornoques é otros árboles que cortaron. E
ansí andando estos peones doce dias por los lugares (|i Zurita dice que halla en memorial antiguas , que esto» doa
mas fragosos, cortando é sacando piedras ó derri eaalllloase tomaron día de San Hateo, el mismo día que ae per
bando árboles, pudieron allanar un camino por do dieron en (lempo del Be; Don Pedro, alo 1368. Anal., 1. 30,eap.6i.
bON FERNAND É DOÑA ISABEL. ' 420
Santiago, y el Marqués de Cáliz , é Don Alfonso de minos , por ver si entraba gente nueva en la forta
Aguilar, é Rodrigo de Ulloa su Contador mayor, é leza. Espiadas todas las cosas, é informado que nin
con ellos los oapitanes de sns guardas é otros caba guna gente habia entrado de nuevo en la fortaleza,
lleros del Andalucía con qnatro mil rooines é cinco esforzó la gente de su capitanía, dictándoles que
mil peones , fuesen á poner segura la requa de loa ninguna loable fazafia podía ser dina de memoria
mantenimientos, que estaba presta para bastecer á do no interviniese osadía de varones que aventura
Alhama. sen la vida por ganar honra. E con estos é semejan
tes esfuerzos que les fizo, les quitó la dubda, é les
CAPÍTULO LTX puso muy grand ánimo para acometer qualquier fa
zafia. E venida la noohe que aquel moro asentó con
Como «1 Cljyero que estaba por capitán mayor en Alhama tomó la el otro moro su hermano, fueron con él cierto núme
Tilla de Zalea.
ro de caballeros é peones ; é con las escalas é otros
El Clavero de Calatrava , que como habernos dicho pertrechos necesarios para la subida fué á la villa
era capitán mayor en la cibdad de Alhama, tenia de Zalea, é por el camino llevó suelto al moro que
contina guerra con los moros de las cibdadea de Gra facia el trato. E como llegó cerca de la fortaleza,
nada é de Loxa é de los otros lugares comarcanos mandóle atar las manos, é ansi atado púsolo al pié
que le guerreaban, especialmente con los moros de de la fortaleza , por la parte que su hermano habia
la villa de Zalea, que era á dos leguas de la cibdad de echar la cuerda. E fecha la sefial que estaba entre
de Alhama. Los quales por ser tan cercanos , se po ellos, el moro que estaba en la torre velando y es
nían en los lugares encubiertos, é facían saltos , é perando que viniese la gente, echó la cuerda, é ata
mataban , é captivaban muchas veces á los christia- da la escala, subióla arriba, é subió primero por ella
nos que salian de la cibdad ; é por esta causa los un escudero que se llamaba Gutierre Muñoz , é des
constrefiian á estar encogidos, que no osaban salir pués dél otro que se llamaba Pedro de Alvarado, é
della salvo con grandes guardas. Un dia vino al Cla luego subieron otros escuderos. E como fueron pues
vero un moro de Zalea, é dixole que le faria haber tos en el muro tres ó qnatro dellos, fueron sentidos
aquella villa, porque estaba dentro un su hermano por los moros, é luego de improviso salieron con
con quien él tenia trato de dar entrada en la forta paveses é lanzas, é comenzaron á pelear con aque
leza. El Clavero , oido el ofrescimiento de aquel mo llos primeros que habían subido; y estos, aunque
ro , platicólo con algunos capitanes é caballeros que pocos, tovieron tan buen esfuerzo, que ficieron ros
estaban en su compañía ; los quales conocida la gen tro á los moros , entretanto que los otros á gran prie
te que estaba en la fortaleza, é la gran guarda que sa subian por socorrer á los primeros que estaban
en ella ponían, pensaron que aquel moro venia con ya en el muro peleando. E allí acudieron de los unos
algún trato engañoso para tomar dentro los christia- é de los otros, é los moros por defender, é los ohris-,
nos que la fuesen á tomar ; ó si era verdadero, cre tianos por ganar del todo la torre é un pedazo del
yeron que seria algún pensamiento liviano que muro , duró entre ellos la pelea por espacio de una
acaesce figurarse á hornee de poco saber, que pien hora ; en la qual fueron muertos é feridos muohos
san ser fácile lo que es dificile; é pusieron grandes de los moros é algunos de los ohristianos. Al fin los
inoonvinientes al Clavero, amonestándole que no moros, visto que los ohristianos estaban apoderados
creyese lo que aquel moro decía. Este moro fablaba de las torres , é cada hora subian mas é se apodera
con solo el Clavero, é quanto mayores dificultades é ban de todo lo mas del muro, fueron vencidos é cap
inoonvinientes se ponían en la entrada, tanto la fa tivos todos. E ansí quedaron los christianos apode
cía el moro mas fácile ; é aseguraba é afirmaba que rados de aquella villa ; lo qual sabido por la Bey-
no habia peligro alguno en la entrada, ni en su tra na, mandó que fuese una gran requa de manteni
to habia engaso ni malicia. El Clavero ovo conoci mientos con gente de armas para la bastecer.
miento en las palabras de aquel moro que no traia La toma desta villa por estar en el lugar do está
trato doble. E para lo mejor esperimentar, mandóle asentada, fizo gran daño á los moros que estaban
que tornase á la fortaleza de Zalea, é afirmase bien en la comarca, en especial á los de la oibdad de Ve-
el trato con aquel su hermano que habia de dar lu lez-Málaga ; porque todos los mas días era guerrea
gar para la entrada, é volviese luego con seguridad da de los christianos que allí quedaron en guarni
cierta que la daria. ción. El Bey é la Beyna proveídas las fronteras del
Aquel moro fué á fablar con su hermano, é traxo Andalucía, partieron para el Beyno de Toledo, é
seguridad é palabra que daria la entrada ; é asentó acordaron de tener el invierno en la villa de Alcalá
con él la noche y el lagar do él velaba, por donde de Henáres.
echaría un cordel para subir la escala. El Clavero,
vista la certinidad que aquel moro facia, é ansimes- CAPÍTULO LHI.
mo la utilidad que se siguiria á la cibdad de Alha
ma si aquella villa de Zalea se oviese, é consideran De como el Rej I la Rejn» partieron del Andalsela , é vlnleros
do á quánta flaqueza de ánimo le seria imputado para el Rerno da Toledo.
si dexase perder aquella villa que con tanta confian Porque la tierra del Andalucía estaba fatigada
te se le ofrecía , informóse primero quánta era la ansí por la falta de mantenimientos como por los
gente que la guardaba, é puso escuchas por los ca- Otros trabajos que los moradores della sufrían coa
48Ó CRÓNICAS DE LOS £ YES DE CASTILLA,
las gentes de guerra que en ella habían continado, otros tiempos usar la jurisdicción real en las tierras
el Bey é la Reyna acordaron de la dexar folgar el del Arzobispado quando los Reyes estaban en ellas;
invierno , é venir al Royno de Toledo , para que las los quales fueron contradichos por parte del Carde
gentes de guerra é los otros que venian á su corte nal , é al fin acordaron que se viese el derecho por
no gastasen los mantenimientos que eran necesarios letrados. E la Reyna nombró para lo ver cinco do-
para el verano del año siguiente, que entendían tor tores de su consejo ; é por el Cardenal fueron nom
nar á la oibdad de Córdoba á continar la conquista brados otros cinco letrados Canónigos de la Iglesia
que tenían comenzada. E proveídas las fronteras de de Toledo , para que estos diez sobre juramento que
los moros de las gentes que eran necesarias para ficiosen, determinasen lo que por derecho se fallase
guarda de la tierra, vinieron á la villa de Alcalá de sobre aquella qüestion. En la qual por estónces no
Henáres, é con ellos el Principe Don Juan, é las ovo determinación alguna, por el impedimento de
Infantas Doña Isabel £ Doña Juana é Doña Maria los jueces, é porque el Rey é la Reyna partieron
sus fijos, y el Cardenal de España, é Don Diego luego do aquella villa de Alcalá para allende los
Hurtado de Mendoza, Arzobispo de Sevilla, é todos puertos.
los otros caballeros é perlados ó oficiales que confi Otrosí, porque en la corte se trataban muchos
naban en ra corte, la qual era llena de gente. Por pleytos é causas ante los del consejo , los quales eran
que allende de los oficiales del Rey é de la Reyna, tantos é de tantas calidades , que impedían á los del
el Príncipe tenia donceles é pages fijos de grandes consejo que no pudiesen entender en las cosas que
señores de los Reynos de Castilla é de Aragón é Si ocurrían é habían de librar por expediente ; la Rey
cilia , que le acompañaban ; é ansimesmo todos los na acordó que todos los pleytos que eran entre par
oficiales que se requerían para el servicio de su per tes é pendían en su corte ante los de su consejo por
sona. Otrosí cada una de las Infantas apartadamen demanda é respuesta, se remitiesen á su chanoillerfa
te tenia gran copia de bornes, é dueñas, é donce que estaba en Valladolld. En la qual puso por Pre
llas, é otras personas que tenían cargo de su crianza sidente á Don Alfonso de Fonseca, Arzobispo de
é de las cosas que se requerían á su servicio. Santiago, é con él ocho doctores de su consejo. E
Venidos á Alcalá, la Reyna parió á la Infanta mandó que ansí los pleytos que fuesen de todo el
Doña Catalina (1) Juéves á quince dias de Deciem- Reyno por apelación, como los otros que eran casos
bre deste año de mil é quatrocientos é ochenta é de corte, fuesen á se tratar ó difinir en la chancille-
cinco años; é ficiéronse justas ó fiestas grandes. El ría ; porque los del consejo que con ella estaban que
Cardenal de España cuya era aquella villa de Alca dasen libres para entender en las mas cosas que
lá, fizo un gran combite al Rey é á la Reyna é á to ocurrían en su corte.
dos los caballeros é dueñas é doncellas de su corte,
por honra del nascimiento de aquella Infanta. CAPÍTULO LIV.
Estando en aquella villa, porque los alcaldes de De la embalada que el Rey é la Reyna emblaron á Roma.
la corte se entremetían á usar en ella de la jurisdic
ción real , el Cardenal de España alegó que no lo Estando el Rey é la Reyna en la villa de Alcalá,
debían facer en la tierra de su Arzobispado, según el Papa Inocencio Octavo embió nn mensagero á le
los privilegios de los Reyes de Castilla é la costum recontar las inobediencias é rebeliones, guerras é
bre usada é guardada en eBte caso todos los tiem otros daños que el Rey Don Fernando de Nápoles
pos pasados. La Reyna repugnó mucho aquella ale habia cometido en los tiempos pasados contra la
gación que por el Cardenal se fizo, diciendo que la Silla Apostólica ; en los quales perseveraba de pre
jurisdicción superior do todos sus Reynos era suya, é sente, porque de lo pasado no ovo pena oondina á
por osta superioridad sus oficiales tenían jurisdic sus deméritos, é que favoroscia la una parcialidad
ción en qualquier lugar de sus Reynos do estoviesen, do Italia, é solicitaba á algunos Cardenales é á otros
aunque fuese de Iglesia ó de qualquier de las órde Señores que le fuesen desobedientes ; é que no pa
nes, ó en otra qualquier tierra que toviese privilegio gaba el tributo que era obligado á pagar cada un
de los reyes con qualesquier prerogativas ó faculta, año por razón de aquel reyno que tenia y era tribu
des ; las quales no podían ser tales que derogasen á tario á la Iglesia Romana ; é que la rebelión que te
la superioridad del sceptro real. E sobre esta mate nia habia cerrado la puerta de la clemencia que con
ria ovo grandes pláticas , porque la Reyna no daba él se debia usar. Lo qual les facía saber, porque si
lugar que se impidiese la superioridad de su justi contra él procedía á privación del señorío de aquel
cia , y el Cardenal decia que en sus tiempos no daría reyno, é otras qualesquier penas de que él era me-
lugar que la Iglesia perdiese su preeminencia. E rescodor, conociesen que como el Rey Don Fernan
todo el tiempo que en aquella villa estovieron duró do perseveraba en sus yerros, ansí bien el Papa no
esta qüestion, é algunas veces juzgaban los del Ar se podia escusar de los castigar. Otrosí el Rey Don
zobispo, é otras veces juzgaban Iob de la Reyna. Fernando les embió un su embalador, con el qual
Fueron tomados por parte de la Reyna algunos tes les notificó que el Papa, debiendo ser padre de paz á
tigos, los quales depusieron que habían visto en caresciente de toda afición, habia despertado las vie
jas qüestiones de Italia, é habia fecho otras de nue
(1) Zorita y el Samarlo de Galladei sentías el nacimiento da vo ; é que mostrándose favorable al bando de los do
esta Prineeia a 16, Ut. 20, cap. 61. Colona, habia procedido contra la parte de los Ur
DON FERNANDO E DOÑA ISABEL. 431
sinos, ó había prendido dos Cardenales, é solicitan sufría por los que le eran contrarios defuera ; pero '
do algunos varones é otros caballeros é cibdades é por la grand estimación en que eran tenidos el Rey
villas de su reyno de Nápoles para que rebelasen é la Reyna, conoscido por el Papa como no les pla
contra él, le habla movido guerra injusta, por la cía del daño que el Rey Don Femando recebi a , ni
qual le fué necesario ponerse en armas, no para del que adelante recibiese , é que le habian de ayu
ofender á la Silla Apostólica, mas para defender an dar a sostener su estado , condescendió á la suplica
persona y estado , é para proceder contra aquellos ción que el Conde de su parte le fizo. E asentóse en
sns subditos que, inBtigadoB por el Papa, habían re tre las partes suspensión de guerra por dias limita
belado contra él. Por ende les rogaba, por los deb- dos ; en los quales el Conde fabló secretamente con
dos de sangre é por la amistad que con él tenían, el Papa é con algunos caballeros que el Rey Don
que embiasen á mandar á su reyno de Sicilia, é á la Fernando le embió. E después de algunas pláticas
cibdad de Barcelona, é á las otras islas de su seño habidas con los unos é con los otros, el Conde con
río, que le favoreciesen con gentes é navios é con cluyó la paz con ciertas obligaciones fechas por la
las otras cosas que oviese necesidad, para se defen una parte é por la otra ; de las quales la historia no
der de la guerra que el Papa le facía. El Bey é la face aquí mención, salvo que el Rey Don Fernando
Reyna, oídas las querellas de la una é de la otra par é sus subcesores en aquel reyno pagasen dende en
te, ovieron grande enojo; especialmente porque adelante cada año al Papa quarcnta é ocho mil du
eran informados de los que de aquellas partes ve cados de tributo, por razón del feudo que eran obli
nían como la guerra era grande entre el Papa y el gados á dar á la Iglesia Romana; é que el Papa fl-
Rey Don Fernando ; el qual había perdido la cibdad ciese restituir al Rey Don Fernando las cibdades
del Aguila, é otras algunas cibdades é señoríos de é villas que se habian rebelado contra él , é fioiese
su reyno. E que algunos varones é caballeros bus tornar á su obediencia los caballeros é varones que
BÚbditos habían rebelado contra él, diciendo que no se habian subtraido de su señorío. E por la seguri
podían sufrir el duro señorío que usaba con ellos; é dad que fué menester para cumplir las otras cosas
por otras algunas sinrazones que alegaban haber re- que se asentaron, fueron puestas en poder deste
cebido en los tiempos pasados dél é de sus fijos, é Conde de Tendilla algunas fortalezas de ambas las
que decían ser intolerables. E por estas causas ha partes por corto tiempo. T en esta manera el Rey
bían enviado A llamar al Duque de Lorena, nieto Don Fernando, mediante el favor que el Rey é la
del Rey Reinel , á quien decían que pertenecía aquel Reyna le embiaron, é la industria é trabajos do
reyno , para le tomar por Rey, con gente é favor que aquel Conde, fué libre del infortunio que estaba
el Rey de Francia su primo le daba. E ansí por esta aparejado contra su persona é contra su estado.
causa que era grande é muy árdua , como porque, se Asentada la paz de Italia en la manera que habe
gún habernos recontado en las cosas del año pasa rnos dicho, el Conde y el Dotor Juan de Medina que
do , el colegio de los Cardenales había elegido por después fué Obispo de Astorga, estando el Papa en
Padre Santo á este Inocencio Octavo por fin dol su consistorio con todos los Cardenales , le presen
Papa Sixto , é porque la costumbre era de embiar su taron la obediencia con gran solemnidad de parte
obediencia al nuevo Pontífice : acordaron de embiar del Rey é de la Reyna, é de los Reynos de Castilla
por embaxador á aquellas partes, con el cargo destas é de León é de Aragón é de Sicilia é de Valencia é
cosas, á Don Iñigo López de Mendoza, Conde de de Cataluña, con todas las islas é otros señoríos que
Tendilla ; porque , allende de ser caballero esforza poseían.
do, era bien mostrado en las letras latinas, é home En el mes de Marzo deste año (1) ovo ecllsis en
- discreto é de buena prudencia para semejantes ne el sol, é las gentes estovieron muy temorizadas do
gocios. Y embiaron con él á un dotor de su conse la fortuna que algunos astrólogos dixeron que ha
jo que so llama Juan de Medina. Este Conde acep bía de haber en la tierra. Después en los meses do
té el cargo que el Rey é la Reyna le dieron , é fizo Noviembre é Deciembre siguientes, ovo tantas é tan
grandes gastos en los arreos que llevó de su persona continas lluvias generalmente en todo el Reyno,
é para las gentes que fueron en su compañía. E co que la mayor parte de los ganados de todas mane
mo llegó á la cibdad de Florencia é vido la gran ras perescieron. Otrosí cayeron muchas casas é mu
guerra que sobre estas cosas había en Italia, embió chos edificios, especialmente los que eran nueva
sus mensageros al Papa á le notificar su venida y el mente fechos ; é los ños crescieron tanto , que der
cargo que el Rey é la Reyna le habian dado. E por ribaron los lugares que estaban cercanos á ellos , é
que era servicio de Dios é conservación de la pre destruyeron por gran tiempo todas las dehesas é
eminencia que á Su Santidad era debida, le suplica huertas é viñas que estaban en las riberas ; é lleva
ba mandase cesar la guerra por algunos dias, fasta ron todas las presas é molinos é azefias é muchas
que él oviese propuesto ante Su Santidad el cargo de puentes é todos quantos edificios estaban fundados
la embazada que por mandado del Rey é de la Rey en los rios é sobre los arroyos ; é ahogáronse mu-
na traía. El Papa, oido lo que el Conde le embió á chaB vacas é yeguas que andaban en las riberas.
decir, como quier que estaba poderoso de gente para
proceder contra el Rey Don Fernando , al qual la
fortuna por estonces era contraria, por la guerra que Asii(1) Fué este eelipie i 1 6 de Mirlo , visible en Europa, Africa r
il O., ceñir. 39, 45, y debió empetir I observarse á las Iré* y
le facían los suyos dentro de su reyno, é por la que media de la Urde segnn el meridiano de Madrid.
432 CRÓNICAS DE LOS BEYES DE CASTILLA.
Especialmente el rio de Guadalquivir cresció tan
to oerca de la oibdad de Sevilla , que entró por el
CAPÍTULO Lv\
moncsterio de las Cuevas, é derribó é destruyó toda
la mayor parte del. Otros! murieron muchos vena De lai eos» qae pasaron en el alo de mil é onatroelentos é
oenenta 6 seis anos. E primeramente de las guarniciones qns
dos é ciervos é puercos monteses ; é con las aguas
se mandaron poner contra el Conde de Lémos.
manaron los silos é dafióse mucho pan, é ahogáronse
muchos hornee, é llevaron los ríos todos Iob barcos; Becontado habernos en esta crónica el debate que
é las gentes no osaban andar por las calles por la había entre Don Bodrigo Alonso Pimentel , Conde
gran tormenta de las aguas, ni estar en las casas de de Benavente, é Don Bodrigo Oaorio, Conde de Lo
miedo que no se cayesen. E fueron ¡numerables los mos, é como el Bey fué á la cibdad de Astorgn ó
daños y estragos que las aguas fícieron en este año, puso tregua entre ellos, é tomó la villa de Ponfer-
tales que memoria de homes no se acordaron ver rada , é la entregó á un caballero que se llamaba
ni oir lo semejante. E valiendo una fanega de tri Jorge de Avendafio , para que la toviese fasta que
go tres reales, llegó á valer una fanega de fariña en por justicia se determinase en su Consejo quien do-
algunas cibdades veinte reales por falta de molien bia subceder en el señorío de aquel mayoradgo. Es
das. T esto mesmo acaeció en los reynos de Aragón te Conde Don Bodrigo Osorio, visto que el Bey é la
é Portogal y en algunas partes de Italia. Después Beyna se absentaron de aquella tierra, no esperó la
en el mes de Julio é Agosto é Setiembre é Otubre determinación que por justicia so habia de facer,
siguientes , ovo tantas dolencias de calenturas ge mas tovo atrevimiento de cercar la fortaleza de
neralmente en todo el Beyno , que con verdad se aquella villa de Ponferrada é tomóla por fuerza de
puede decir no haber persona que escapase sin do armas al alcaide que la tenia. De lo qual la Beyna
lencia, la qual imprimió mas en los niños, porque ovo grand indinacion por haber osadía de combatir
muchos fallecieron. Y en algunas cibdades é tierras la fortaleza que estaba por el Bey é por ella. E con
ovo gran pestilencia. propósito de castigar la inobediencia de aquel Con
Este año, continándose la inquisición comenzada de, é dar exemplo á otros que no cometiesen seme
en el Beyno contra los ohristianos que habian seydo jante crimen, como quiera que el tiempo de ir á la
de linage de judíos, ¿ tornaban á judaizar, se falla guerra de los moros se abreviaba, pero acordó de
ron en la cibdad de Toledo algunos homes é muge- pasar los puertos, é ir á aquellas partes fasta la vi
res que escondidamente facían ritos judaicos. Los lla de Medina del Campo. Y embió á mandar á aquel
quales con grand ignorancia é peligro de sus áni Conde Don Bodrigo, que dexase libremente la villa
mas, ni guardaban una ni otra ley; porque no se é viniese ante el Bey ó ante ella, á dar razón en el
circuncidaban como judíos según es amonestado en crimen que habia cometido en la combatir é tomar.
el Testamento viejo. E aunque guardaban el Sábado Aquel Conde, por consejo de algunos caballeros de
é ayunaban algunos ayunos de los judíos, pero no Qalicia, rebeló á los mandamientos del Bey é de la
guardaban todos los Sábados, ni ayunaban todos los Beyna, é púsose en armas, é fizo algunos robos é
ayunos, é si facían un rito no facian otro. De ma fuerzas por la comarca para bastecer aquella villa é
nera que en la una y en la otra ley prevaricaban ; ¿ las otras fortalezas que tenia en el Beyno de Qali
fallóse en algunas casas el marido guardar algunas cia. La Beyna, como quier que estaba en propósito
cerimonias judaicas, á la muger ser buena christia- de ir en persona á proceder contra él, pero dexólo
na, y el nn fijo ser buen christiano, y el otro tener por estonces, á fin de ir á la guerra de los moros;
opinión judaica; é dentro de una casa haber diver para la qual el invierno pasado habia mandado
sidad de creencias, y encubrirse unos de otros. Des- aparejar el artillería é las otros cosas necesarias. E
tos fueron reconciliados á la fe muchos, é fueron por esta causa dio cargo al Conde de Benavente do
recebidos á la Iglesia , é les fueron dadas peniten la capitanía mayor en aquella tierra , con el qual
cias á cada uno, según la confesión que fizo. Algu mandó que estoviesen algunaa gentes de armas, an
nos otros fueron condemnados á cárcel perpetua, é sí de las comarcas como de las Hermandades é de
otros fueron quemados. E porque en este caso de las otras que andaban en su guarda. E pusieron
la heregia se recebian testigos moros é judíos é sier guarnición de gente en Iob lugares cercanos de la
vos é homes infames é raeces, é por los dichos des- villa de Ponferrada, porque aquel Conde Don Ro
tos tales eran presos algunos é condemnados á pena drigo é las gentes que con él estaban no oviesen lu.
de fuego, se fallaron en esta cibdad algunos judíos gar de facer daño en las comarcas. E luego el Bey
homes pobres é raeces que por enemistad ó por ma é la Beyna partieron de Medina , é fueron para la
licia depusieron falso testimonio contra alguno de cibdad de Córdoba.
los conversos , diciendo , que los vieron judaizar. E
sabida la verdad la Beyna mandó que fuesen justi CAPÍTULO LVL
ciados por falsarios, é fueron apedreados é atenaza
dos ocho judíos. Sigúeme las eosas que en la guerra contra los moros acaecieron
en el ano de mil é quitroelentos é oenenta e seis años.
El Bey é la Beyna, como partieron de la villa de
Medina del Campo, vinieron para la cibdad de To
ledo donde estovieron algunos días proveyendo en
DON FESNANDO É DOÑA ISABEL. 433
la administración de la justicia y en otras cosas que este Bey mozo se habia puesto con gente esco
que entendieron ser necesarias en aquellas partes. gida de pié é de caballo en la cibdad de Loxa para
E luego partieron de aquella cibdad , é fueron á la la defender, porque recelaba que el Bey la quería
cibdad de Córdoba, é mandaron aderezar el artille tornar á cercar.
ría, é traer los mantenimientos é las otras cosas que
eran menester para la guerra. B como los caballeros CAPÍTULO LVU.
é capitanes, é la gente de pié é de caballo que ha
bían embiado a llamar fué junta , el Bey con toda Como te poto el real sobre la elbdad de Loxa.
su hueste partió de Córdoba. E vino este afio á le El Rey é la Reyna que estaban sentidos del des
servir Don Iñigo López de Mendoza, Duque dol In- barato pasado que se ovo en el real de Loxa, tenían
fantadgo, el qual traxo de la gente de su casa qui pensamiento secreto de la mandar sitiar. E ansí por
nientos hornee de armas á la gineta é 4 la guisa, é esto , como porque ni la provisión de las villas ga
los peones de su tierra que le mandaron traer; é fizo nadas, ni la conquista de las por ganar se podia bien
grandes costas en los arreos de su persona, é de los facer, si aquella cibdad no se oviese , según la co
fijos-dalgo que vinieron con él. Entre los quales se marca donde estaba, mandaron este afio facer gran
fallaron cinqüenta paramentos de caballo de palio des diligenciase gastos, ansí en adobar el artillería,
brocados de oro, é todos los otros de seda, é loa otros como en juntar mayor número de gentes á caballo ó
arreos de guarniciones muy ricas. Vinieron ansi- á pié, á Iob quales se publicó en como el propósito
mesmopor llamamiento del Rey é de la Rey na peo del Rey é de la Reyna era ceroar la cibdad de Lo
nes de Galicia, é de las Asturias, é de Vizcaya, é xa. Algunos que conocían el asiento é fortaleza de
Guipúzcoa, é de todos los otros valles é tierras que aquella cibdad , informados de la gente de moros
son en aquellas montanas, y en Castilla vieja, é al que en ella estaba para la defender, recelando que
gunos de los homes de armas que vivian en tierra la gente no recibiese mayor dafio en el cerco que
de Burgos, y en todas las otras cibdades é villas del agora se pusiese, que ovo en el que antes se habia
Reyno. Otros! la gente de armas que embió el Car puesto , suplicaron al Rey que mirase mejor como .
denal de España con uno de sus capitanes que se mandaba sitiar cibdad de tan áspero asiento, é don
llamaba Juan de Villanufio, é la de los Maestres de de tanta gente de guerra estaba para la defender.
Calatrava é Alcántara, é del Duque de Alburquer- Porque según habian visto no podia ser bien cerca
que. Otrosí, con propósito de servir á Dios é al Rey da, sin poner sobre ella tres reales , é cada uno for
é á la Reyna, vino este afio del Reyno de Ingala- neado de tanta gente que pudiese pelear con el po
terra un caballero que se llamaba Conde de Esca derlo de Granada, porque la gente del un real no
las, home de grand estado é de la sangre real, é tra podia socorrer al otro, si mucha gente de moros de
zo en su compañía fasta cien Ingleses archeros é los que estaban cerca viniesen á la socorror. E que
homes de armas que peleaban ó pié con lanzas, é ha si la experiencia de las cosas pasadas era doctrina
chas de armas. Vinieron ansimesmo algunos Fran en las por venir, el dafio que allí se recibió amones
ceses con deseo de servir á Dios en aquella guerra, taba lo que se debia facer para no recebir otro ma
é con todas estas gentes que serian fasta doce mil yor. Por ende que les parecia que se debia poner
homes á caballo, é quarenta mil peones ballesteros cerco sobre otra villa , que con menor aventura se
é lanceros y espingarderos , otrosí con número de pudiese sitiar. El Rey, oida aquella razón respondió
setenta mil bestias de requage que llevaban los que el desbarato que se ovo en aquel cerco, ni se de
mantenimientos, el Rey llegó al rio de las Teguas. bia imputar á la flaqueza de sus caballeros , ni á la
E la Reyna mandó luego partir el artillería, que lle fortaleza de los moros, mas á la dispusicion de los
vaban dos mil carros; delante del artillería iban lugares do acaesoió el desbarato pasado; el qual an
otros seis mil peones con hazadas é picos de fierro sí como estonces fizo victoriosos á los contrarios,
allanando los lugares altos, é quebrantando algunas ansí faria agora maestros á los suyos para saber
peñas que impedían el paso á los carros. Y en esto mejor guardarse de los daños que se podrían babér
se ponian grandes fuerzas, con las quales se vencia por la dispusicion del lugar. E porque él era bien
la natura de las peñas, é la aspereza de las cuestas informado en qué lugar se podría asentar su real
altas, é las igualaban con los llanos ; iban ansimes para seguridad de sus gentes, la voluntad suya é
mo maestros que facian puentes de madera para pa de la Reyna era de poner todavía sitio sobre aque
sar las acequias é arroyos. lla cibdad ; porque entendia, según la comarca do
Junta toda la hueste en el rio de las Teguas, el estaba asentada, que ni se podría bien continar la.
Rey ovo nueva en como el Rey de Granada mozo, conquista comenzada contra todo el Reyno de Gra
que se llamaba Muley Bahabdeli, no embargante la nada, ni menos habría seguridad para las tierras de
fidelidad que prometió y el juramento que fizo de los christianos que son en la comarca , si primero
ser vasallo del Bey é de la Beyna , é de complir sus aquella cibdad no se ganase. Los caballeros é todos
mandamientos, olvidadas las mercedes que de la los otros capitanes, conoscida la voluntad del Rey é
Beyna continamente recebia, habia quebrantado la de la Reyna, se dispusieron al trabajo é aventura
fe que dio é la promesa que fizo, é se habia juntado de aquel cerco. E luego el Rey partió del rio de las
con el Bey su tio, é habían partido el Reyno de Gra Teguas con toda la hueste, é sus batallas ordena
nada paja lo defender, 6 foger guerra. A Castilla ; é das, llegó. 6 poner su reftl cerca do una pella queso.
28
434 CRÓNICAS DE LOS RI FES DE CASTILLA.
dice de loa Enamorados (1) ¡ é mandó poner gran cometían á entrar los arrabales. Los moros que pe
de* guardas por todos los caminos é partes donde leaban en aquella parte, por socorrer á estotra parte
los moros pudieran ser avisados de su venida. Es délos arrabales, aflojaron en la pelea que facían, ó
tando en aquel real, acordó con los caballeros é ca retrazéronse á la cibdad, é los christianos empos da
pitanes de su hueste , que fuesen en. la delantera llos, tirándoles lanzas y espingardas ó saetas, fasta
cinco mil hornee i caballo é doce mil peones con el que los metieron por el arrabal. En aquella pelea
Maestre de Santiago, é con el Marqués do Cáliz , é se fallaron muertos muchos hornea é caballos, ansí
con los Condes de Cabra, é de Uruefia, é con Don de los unos como de los otros ; é allí fué ferido el
Alonso de Aguilar, é con el Adelantado del Anda- Rey moro de dos feridas. E al fin se asentaron por
lucia, é con otros capitanes ; ó que estos caballeros fuerza las estanzas de aquellos caballeros é capita
trabajasen de pasar adelante de la cibdad á la par nes con las gentes que llevaban, en aquel lugar que
te de Granada, é asentasen real junto con la cuesta es cerca de la cuesta de Sant Albohacen, porque loa
que decian de Sancto Albohacen. El Rey con toda moros no lo pudieron resistir.
la hueste siguió el camino que aquellos caballeros
llevaban , para asentar su real desta otra parte de la CAPÍTULO LVIII.
cibdad , porque de ambas partes fuese cercada. Co
mo estos caballeros que vinieron en la delantera Cumv se combatieron los arrabalea de Loxa , j se entregó
la cibdad.
fueron cerca de la cibdad, comenzaron algunos da
llos á pasar las acequias é otros pasos ásperos que Asentado el real sobre la cibdad de Loxa en la
están en el valle baxo de la sierra cercano á la cib manera que habernos dicho , loa moros, veyendo á
dad ; pero no pudieron pasar sino muy pocos por los christianos en estanzas tan cercanas é dañosas
la grand estrechura é fondura que habia en los pa á la cibdad, salían todas horas á pelear por unas
sos por do pasaban. Estos caballeros , como viesen partes é por otras ; é las salidas y escaramuzas que
el peligro en que estaban por no poder ser socorri facían eran tan oontinas que no dexaban punto de
dos de los christianos si los moros de la cibdad sa reposo á los christianos. El Rey, como vido aquel
liesen contra ellos, ovieron acuerdo de tornar á se dafio, mandó facer con gran diligencia una cava
juntar con la otra gente, que aun no habia pasado; fonda é tan larga, que rodeaba gran parte del cir
pero no ovieron lugar do lo facer por los lugares cuito de la cibdad ; y en loa lugares do no pudo al
que primero habían pasado , sin gran pona é peli canzar, mandó facer baluartes é palenques i otras
gro, porque los moros de la cibdad comenzaban ya defonsas tantas é tales, que ni los moros que salie
á salir contra ellos. E visto el daño que geles apa sen podiesen facer dafio, ni monos los que viniesen
rejaba, acordaron de se apear de los caballos é lle á socorrer podiesen entrar en la cibdad por ningu
varlos de diestro ; é rodeando por otra parte de la na parte. E mandó facer puentes de madera en el
sierra por lugares muy ásperos, se juntaron con las rio de Guadaxenil, y en las acequias é arroyos fon
otras gentes, las quales, veyendo el gran trabajo que dos, por do pasasen las gentes á se ayudar de las
habían en el pasar de la gente por aquel lugar, fi- unas partes á las otras. Otrosí mandó poner guar
cieron pontones de madera por donde la gente pa da en el campo, en la qual continamente estaban
sase. Entretanto el Rey llegó con toda la hueste ; é dos mil hornea á caballo , é dos mil peones. E un
porque habia peligro en asentar el real , mandó re dia que cupo la guarda del campo á Don Iñigo Ló
partir la gente , unos que estoviesen en la guarda pez de Mendoza, Duque del Infantadgo é al Conde
para pelear con los moros, otros que asentasen las de Cabra, el Duque embió un caballero de su casa
tiendas. Los moros como vieron que el real se asen que se llamaba Pero Carrillo de Albornos, para que
taba en partes donde recebirian dafio, salieron de la fuese con cierta gente camino de Granada, é sintie
cibdad á pelear cou los christianos por aquella par se si alguna gente de los enemigos habia salido de
te de la cuesta de Sancto Albohacen, donde la otra la cibdad. Este caballero estando en la guarda, so
voz ovieron la victoria. E los christianos que esta po de las escuchas que estaban puestas, como ha
ñan apercebidos, descendieron de la cuesta do es bían sentido algunos moros que venían camino de
taban, é comenzóse la escaramuza entre ellos , que Loxa ; é aparejándose á la pelea, fué contra ellos, é
duró por espacio de dos horas; en las quales los mo falló fasta veinte peones moros que venían á buscar
ros pelearon con gran fuerza, porque la disposición lugar por do podiesen entrar en la cibdad ; é peleó
de los lugares do peleaban , era grand ayuda para con ellos, é mató algunos, é prendió á los otros. Es
so defender é ofender. Las gentes que estaban en tos moros presos fueron traídos al Rey ; los quales
las otras partes , aunque no podían venir á socorrer le dixeron, que pocos días antes se había levantado
á los que peleaban por la grand aspereza de los lu un alfaquí en Granada con otros moros, que decian
gares é malos pasos que habia de las unas cuestas á á altas vooes en una plaza : i O Moros, guardaos de
las otras ; pero entretanto que por aquella parte pe a los hornea que quieren señorear é no saben defen-
leaban, comenzaron ellos á talar las vinas é huertas l der. ¿Para qué tenéis afición á quien os trae á
é árboles que estaban en el circuito de la cibdad , é iperdicion?* E que estas palabras andaba dicien
(1) Bs ai monte asi llamado i medio camino entre Arelildona do por las plazas de Granada. E que los viejos é al-
TAnteqnrra. La historia que iii lugar a este nombre, trac Maria faquíes, veyendo que la división era causa de su
na, //*, Vi, coy, til. perdición, requirieron á los dos reyes tío é sobrino,
DON FERNANDO É DOÑA ISABEL. .. ■ ■ • • ¿35
que Be concordasen de manera que por causa de en tianos muchas talas é prisiones é robos é otras cruel
discordia no se perdiesen los moradores de la tierra. dades ; recelando la crueldad de la venganza , pe
Los qnales por las amonestaciones qne les fueron leaban con grand osadía, por defender sus vidas é
fechas, se habian concordado en uno, é aun pasado sus bienes é sus muros ó la libertad de sus perso
dádivas é presentes del uno al otro, é habian par nas. Los christianos por su parte , especialmente los
tido el reyno de Granada, para que cierta parte es- Andaluzes, menbrándose de los robos é muertes é
toviese á la obediencia del uno, é la otra parte á la captiverios crueles que continamente recebian de
del otro. E que el rey viejo de Granada habia pro los de aquella cibdad, con sobrada fuerza y esfuer
metido al rey mozo su sobrino que si Loxa , ó otro zo pugnaban por ser vencedores, tanto que cada
qualquier lugar do los que estaban á su obediencia, uno dellos osadamente aventuraba la vida por dar
fuese cercado de los christianoB , él por bu persona la muerte al enemigo que tenia delante. Otrosí los
é con todo su poder vernia á le socorrer. Dixeron caballeros é fijos-dalgo de la casa del Rey é de la
ansimesmo que todo el pueblo de Granada, sintien Reyna peleaban con grand ánimo por la honra é por
do grave el cerco de Loxa, habian requerido al Rey la vida, é por alcanzar venganza de la injuria rece-
Moro que saliese de la cibdad é pelease con los bida en el sitio pasado de aquella cibdad. E ansí
christianos ; é por las grandes amonestaciones que duró el combate é la pelea por espacio de ooho ho
le fueron fechas , habia juntado gran multitud de ras. En las quales, porque algunos de los christianos
caballeros é peones, é puesto con aquella gente en se cansaban, é otros veyendo el peligro del comba
el campo, algunos alfaquies é capitanes lo requirie te desmayaban, los caballeroso capitanes, cada uno
ron que viniese á socorrer la cibdad de Loxa. El por su parte en los lugares do combatían, esforza
Rey Moro les respondió que bien sabían como an ban sus gentes, é poniéndose ellos primero al peli
tes que los Reyes de Granada fuesen obedecidos por gro, avivaban las fuerzas de los suyos, á facíanles
reyes en aquel reyno, facian juramento en su ley acometer é pelear: especialmente aquel Conde de
de no pelear en batalla campal con los Reyes de Escalas Ingles con los flecheros é hombres de armas
Castilla. E pues el Rey Don Fernando con todo su á pié que traía, se aventuraba en los lugares é ca
poder estaba sobre Loxa, ni según su juramento, ni sos peligrosos, é desta forma cada uno de los otros
según su gente podia pelear con él. E dixeron mas peleaba por las partes que combatía. E porque es
estos moros : que el Rey de Granada habia dicho á taba una torre fuerte é muy cercana al arrabal, en
todos los alfaquies é cabeceras que con él estaban, la qual estaban algunos moros que facian grandes
que era bien cierto si volviese á Granada sin so feridaa á los christianos que peleaban , el Rey man
correr á Loxa, que ellos le matarían ; pero que mas dó á Don Francisco Enriquez1, con la gente de su
quería morir él solo, que poner á la muerto tantos capitanía combatiese aquella torre. Este capitán
moros como poligrarian si pelease con el Roy do por mandado del Rey se apeó con su gente, é con
Castilla. E que en esta plática estaban los moros ciertas mantas é bancos pinjados combatió aquella
con su Rey, é al fin habian acordado de embiar á torre por quatro partes, é á gran peligro llegó é ella
ellos, por tentar si habría lugar de entrar algunos é púsole fuego. Los moros , no podiendo sofrir el
moros en la cibdad para la defender. E desta ma fuego por una parte é los combates por otra, descen
nera concordaron todos aquellos moros , tomando dieron á pelear con los christianos, pensando que
de cada uno su dicho á parte. El Rey, sabido este se podrían salvar y entrar en la cibdad. Los chris
aviso, mandó facer otras mayores defensas en los tianos fueron contra ellos, é aquel capitán fizólos
lugares por donde les moros podian venir ; é man atajar; é allí peleando firieron é mataron algunos
dó doblar las guardas y escuchas en el campo, para christianoB, é todos aquellos moros fueron muertos.
que fuese avisado de qualquier gente de moros que Los moros que peleaban en el arrabal, vista la mul
viniese. Otrosí acordó con los caballeros é capitanes titud de las saetas y espingardas é flechas que los
de su hueste, que se combatiesen luego los arraba christianos tiraban, é las muertes é feridaa que re
les; porque, aquellos tomados, los christianos esta cebian, fueron turbados, é fallecieron en las fuerzas
rían mas seguros, é los moros mas retraídos, é no de tal manera , que los christanos cobraron mayor
habrían lugar de salir tantas veces ni por tantas osadía para la entrada ; é unos por el muro , otros
partes á pelear con los del real. E mandó asentar por los texados, otros por las puertas , entraron los
con gran diligencia el artillería, para que tirase á arrabales por todas partes. Los moros , visto que los
quatro partes de los muros é torres de la cibdad ; é arrabales de la cibdad se entraban , pensaron de los
mandó, que todas las gentes fuesen prestas para el defender peleando por las callos, que eran muy es
combate de los arrabales , é señalóles lugares do trechas, y echar fuera á los christianos. E allí los
combatiesen algunos de los caballeros é capitanes moros por defender, é los christianos pomo perder
de su hueste. Como las mantas é grúas, é bancos lo que habian ganado, pelearon por las calles en
pinjados, é los otros aparejos necesarios para aquel cinco partes, é ferianse con golpes de lanzas é de
fecho fueron prestos, luego se comenzó el combate ballestas é de espingardas. T en esta pelea se en
por todas partes juntamente, é los moros con gran* cendieron los unos é los otros con tanto fervor,
des alaridos mostrando esfuerzo, salieron á lo de que á ninguno turbaba ver caer delante de si á su
fender. E como los do aquella cibdad eran homes compañero, ni lo ponia miedo el vertimiento que
guerreros é habían fecho en la tierra de los ohris- veía de la sangre ; mas olvidado el miedo de la
436 CRÓNICAS DE LOS REYES DE CASTILLA.
muerte é deseando la gloria del vencimiento, arre guarda hacia la parte de Granada. Otrosí mandó que
metían los nnoa contra los otros : especialmente los tirasen las lombardas mayores é los otros tiros da
moros, ofresoiendose indiscretamente á la muerte, pólvora medianos é menores , porque derribasen
llegaban á ferir en los christianos con los puñales ciertas partes del muro , donde mas sin peligro se
é con los terciados, reputando ser salvos en la otra podiese facer el combate. E como el artillería tiró
vida, si muriesen matando christianos en esta. E por espacio de un dia é dos noches, luego cayeron
aquella manera de pelear duró entre ellos por espa algunos pedazos del muro , do se ficieron tan gran
cio de tres horas, en las quales no cesaban de tirar des portillos, quese veíanlas casas de la cibdad é los
al muro é á las torres de la cibdad é de la fortale homes que andaban por las calles. E por aquellos
za veinte lombardas gruesas, é los otros géneros de portillos mandó el Rey que tirasen los ribadoquines
artillería. Al fin el rigor de la pólvora venció la fu é otros tiros de pólvora ; los quales derribaban las
ria de los moros , é púsoles tan grand espanto, que casas é mataban homes é mugeres, é destruían la cib
les privó las fuerzas ; é no podiendo sofrir mas las dad en todo lo que alcanzaban. Tiraban ansimesmo
muertes é feridos que recebian , se retrajeron á la los cortaos que echaban laB piedras en alto, é caian
cibdad. Los christianos los siguieron , peleando é sobre la cibdad á derribaban é destruían las casas.
matando dellos fasta que todos los arrabales fueron E las piedras que se tiraban eran tantas, que los
ganados por los christianos. En estos combates mu moros fueron puestos en grande turbación, é no te
rieron muchos moros que se fallaron caidos por las nían espacio para se remediar, ni sabían que conse
calles y en las casas . Ansimesmo murieron de los jo tomasen para se defender. Y el dolor que sentían
christianos : especialmente fué ferido de dos feri- en ver los muertos é feridos, é pensando en la gran
das aquel Conde de Esoalas ; la una en la boca que caida que los moros habrían si aquella cibdad se
le derribó dos dientes ; é fueron muertos algunos perdiese, por ser una de las mas principales del
de los Ingleses que con él estaban. Otrosí pelearon Reyno, les facia trabajar por reparar los muros á
en aquella entrada Don Enrique de Quzman, é Don Iob otros lugares que el artillería derribaba ; pero
Martin de Córdoba, é Antonio de Fonseca, é Mar los tiros eran tantos, que no les daban lugar á fa
tin de Alarcon, é Juan de Almaraz, é Luis Fernan cer reparo, porque qualquier moro que se ponía en
dez Puertocarrero, y el Comendador Pedro de Ribe el muro, luego era arrebatado con la multitud de
ra, é Gonzalo Fernandez de Córdoba capitanes de los tiros de pólvora que se tiraban.
la guarda del Rey é de la Reyna, con las gentes de Estando los moros en esta turbación, los maestros
sus capitanías é otros fijos-dalgo continos de su del artillería tiraron con los cortaos tres pellas con-
casa ; é algunos fueron muertOB é otros feridos, por fecionadas de fuego, las quales subían en el ayre
que en la estrechura de las calles donde peleaban, echando de si llamas é centellas , é cayeron sobro
pocos tiros habia de espingardas ó de ballestas que tres partes de la cibdad, é quemaron las casas do
no ficiesen sangre en la una parte ó en la otra. acertaron, é todo lo que alcanzaron. Los moros es
Acaeció que un moro texedor con su muger estaba pantados de aquel fuego, é veyéndose por tantas
texiendo en su casa, sin ninguna alteración de lo partes combatidos, no pudiendo ya mas sofrir las
que veia pasar en aquella hora. E como su muger é muertes y estragos que padescian é veían padescer
vecinos le aquexasen que se retraxese presto á la ó los suyos, visto ansimesmo como el Rey Moro
cibdad por escapar con sus bienes, como todos los estaba ferido, é que todos los otros sus capitanes,
otros facían, este moro respondió: «¿Do queréis dellos eran muertos é dellos feridos ; demandaron
que vamos; ó para que nos guardarémos? ¿para seguro para algunos moros que viniesen á fablar en
sla hambre, ó para el fierro, ó para la persecución? entregar la cibdad, y el Rey mandógelo dar. E los
> Dígote , mujer, que pues no hay amigo que ha- moros que vinieron ante el Rey, le suplicaron : pri
ftbiendo piedad de nuestros males me repare, quie- meramente, que perdonase al Bey Moro, por haber
ii ro esperar enemigo que habiendo cobdicia de nues- quebrantado la promesa que habia fecho al Rey é á
ítros bienes , me mate. E por no ver los males de la Reyna. Lo segundo, que dexaris el título de Rey
smi gente, quiero mas morir agora con fierro, que de Granada, é que el Rey le diese título do Duque
* después en fierros; porque ya Loxa, ofensa de ó de Marqués de la cibdad de Guadix, si dentro de
■ christianos é defensa de moros, es fecha sepultura seis meses la pudiese haber. E si quisiese venir á
»de sus moradores é morada desús enemigos.» E Castilla, pudiese estar seguro en ella ; ó si quisiese
con esta opinión quedó este moro en su casa, fasta pasar allende, el Rey é la Reyna le mandasen dar
que los christianos la entraron é lo mataron. Fallá seguridad para la pasada. Otrosí que segurase la
ronse por las calles é por las casas del arrabal fasta vida de todos los moros que saliesen do la cibdad,
quatrocientos é cinqüenta moros muertos, sin los é las faciendas que luego pudiesen llevar ; é que si
otros que se fallaron en la cibdad ; é porque el he algunos dellos quisiesen vivir en los Reynos de Cas
dor de los muertos era grande, fueron echados de tilla, ó de Aragón, ó de Valencia, lo pudiesen facer
la cibdad é quemados en el campo. seguramente. E que, este seguro habido, ellos entre
Tomados los arrabales de Loxa , luego el Rey garían libremente la cibdad é todos los captivos
mandó poner las estanzas contra la cibdad bien christianos que en ella tenían. E que entretanto
cercanas al muro, y embió gran copia de hornea de que las cosas se asentaban , mandase suspender loa
Armas é gentes al campo, para que estovieeen en 1» tiros de artillería é los otros» ctos de guerra, El Rey,
DON FERNANDO É DOÑA ISABEL. 437
habido su acuerdo con el Duque del Infantadgo, é que debia ser alegre, porque la su virtud le derribó
con el Maestre de Santiago, é con el Marqués de Cá los dientes, que su edad ó alguna enfermedad le
liz, é con los otros condes é oapitanes é caballeros pudiera derribar. E que considerando cómo y en
que con él estaban, como quier que conocían bien qué lugar los perdió, mas le facian hermoso que dis
que los moros estaban en tal estrecho que se podia forme ; é que mayor precio le daba aquella mengua,
tomar la cibdad por fuerza de armas ; pero consi qué mengúale facia aquella ferida (1). Aquel Con
derando que en los combates pasados eran muertos de respondió, que daba las gracias á Dios é á la glo
algunos é fondos muchos christianos, é por escusar riosa Virgen sn madre , porque se veia visitado del
las muertes que en los combates podian acaecer, mas poderoso rey de toda la christiandad, é que re-
mandóles dar el seguro que pedían. E mandó al cebia su graciosa consolación por los dientes que
Marqués de Cáliz, é á Don Alfonso Señor de la Casa habia'perdido ; aunque no reputaba mucho perder
de Aguilar, que de su parte fablasen con aquellos dos dientes en servicio de aquel que gelos habia
moros, é les otorgasen las cosas que demandaron. dado todos. E fundáronse luego en la oibdad de
Los quales de parte del Rey les dixeron, que como Loxa en dos mezquitas dos iglesias , la una que es
quier que el Rey Moro habia errado gravemente ceroa do una fuente, á la advooaoion de Sancta Ma
traspasando el juramento fecho al Roy é á la Rey ría de la Encarnación, é la otra á la advocación de
na de ser su vasallo, é les servir con toda fidelidad; Sanctiago. E para estas iglesias embió luego la
pero porque sopiesen los moros que todas las veces Reyna ornamentos muy ricos, é cálices, é cruces de
que errasen, ni fallescería el poder para los guer plata, é libros, é todas las otras cosas necesarias al
rear, ni clemencia real para los perdonar , al Rey culto divino. E mandó ir maestros ó albafiiles é car
placía de usar con ellos de piedad , ó do les otorgar pinteros, para que reparasen lo que las lombardas
el seguro que demandaron, para que, dexada la habían derribado de los muros é de las torres de
cibdad , se fuesen libres con sus bienes. E que si aquella cibdad.
querían que el artillería cesase de tirar, les conve
nia dar rehenes por seguridad que la cibdad se en CAPÍTULO LJX
tregaría luego. Los moros, vista la respuesta que el
Como el Rey con toda la hueste partió de la cibdad de Loxa ,
Rey les mandó dar, como libres del peligro de la é fué i poner real sobre Mora.
muerte é del captiverio quo esperaban , plególes de-
11o ; é luego se pusieron por rehenes el Alcayde de Ganada la cibdad de Loxa, é proveída de gentes
la fortaleza, é los fijos del Alatar de Loxa, é los de guerra que la guardasen , é de mantenimientos é
cabeceras é capitanes que alli estaban, los quales otras cosas necesarias para los que la guardasen, el
el Rey mandó recebir á ciertos caballeros de su Rey acordó de ir mas adelante, é poner real sobre
casa. E luego los moros dexaron la cibdad, é se la villa é castillo de Illora, que es quiltro leguas de
fueron con sus bienes á Granada. la cibdad de Granada. Esta villa está puesta en un
Entregóse esta cibdad de Loxa é su fortaleza al valle donde hay una vega muy estendida, y en
Rey Lunes á veinte ó nueve días del mes de Mayo, aquel valle está una peña alta, que sofiorea todo el
año del nascimiento de Nuestro Redeinptor Jesu circuito ; y en lo alto de aquella peña está fundada
Christo de mil é quatrocientos é ochenta é seis años; la villa, de fuertes torres é muros. Y el Rey ovo avi
la tenencia de la qual el Rey mandó dar á Don Al so que los moros de aquella villa con propósito de
varo de Luna, Señor de Fnentoduefia. Fueron libres la defender, hablan embiado á Granada todos los
ciento é quarenta homes christianos que se falla homes viejos, é las mugeres é niños é otros que eran
ron captivos en aquella cibdad. impedimento para la guardar, é inhábiles para pe
Sabido por la Reyna que estaba en ¡Córdoba la lear; é que habian quedado en ella fasta dos mil
entrega de Loxa, ovo grande placer, é luego mandó homes para la defender. Habido este aviso , el Rey
facer una solemne procesión , en la qual ella é la mandó al Maestre de Santiago, é al Marqués de Cá
Infanta Doña Isabel su fija, é todas las dueñas á liz, que con quatro mil homes á caballo , é doce mil
doncellas de su palacio, fueron á pié dende la Igle peones fuesen delante , é viesen las partes mas se
sia mayor fasta la Iglesia do Santiago ; é fizo algu guras donde se asentase su real. E como aquellos
nos sacrificios ó obras pias , é repartió limosnas 6 caballeros llegaron al valle cerca de la villa , ovie-
iglesias é á monesterioB, é á pobres ; é rogó á algu- ron acuerdo de poner el real en un cerro alto que
unas personas devotas que estoviesen en oración está en la otra parte de la sierra, camino de un
contina rogando á Dios por la victoria del Rey é puerto que dicen el puerto de Lape hacia la parte
de su hueste. Otros! embió grandes é muy rióos do de Granada. Y el Rey que partió luego con toda la
nes á aquel Conde de Escalas Ingles, entre los qua hueste, asentó su real en un lugar que dicen el cer-
les le embió dos camas de ropa guarnecidas, la una
con paramentos brocados de oro , é doce caballos, é (1) Pedro Marlyr cuenta de otro nodo este dicho del Ingles. Dice
ropa blanca, é tiendas en que estoviese, é otras co qne habiendo Ido a cumplimentar i la lleyna luego que hubo ca
sas de gran valor. El Rey ansimesmo le fué á visi rado, y consolándole esta sobre la pérdida de los dientes, respon
tar á su tienda, é á le consolar por las Hagas que en dió atadamente: Que Dios que habia Hecho toi» aquella /ábrica,
quito abrir alli una ventana para ver mejor lo que pasaba dentro.
los combates habia recebido, especialmente de dos Marijr, Epistolar., lio. 1, epltt. 61. Bernaldei séllala la toma 4*
dientes que le habían botado de la boca. E díxole Loza un dia antes, cap. 75.
438 CRÓNICAS DE LOS RE YES DE CASTILLA.
ro de la Encinillu, é mandó repartir por los caballe ba llegar al combate. Visto por ol Duque que los
ros á capitanes de su hueste las estanzas en circui suyos no tenían aquel fervor de ánimo que se re
to de la villa en tales lugares , que estoviese cerca quería para acometer les dizo : ti Ea, caballeros, que
da por todas partes. Otrosí fué traida el artillería , é » en tiempo estamos de mostrar los corazones en la
delante della venían siempre gran multitud de peo i) pelea, como mostramos los arreos en el alarde ; é
nes con ferramientas para allanar los caminos é fa- » si os sefialastes en los rióos jaeces, mejor os debéis
oer carriles. Otrosí traían muchos carros de madera i) señalar en las fuertes fazafias. Porque no es bien
para facer pontones , por do pasasen las acequias é » abundar en arroo, é fallecer en esfuerzo ; é doblada
arroyos fondos. Asentado este real en los lugares » disfamia habríamos habiendo tenido buen corazón
que habernos dicho , el Rey ovo aviso que , por es » para gastar, sino la toviésemos para pelear. Por
tar los moros lastimados por la pérdida de Loxa é Donde, como caballeros esforzados pospuesto el inio-
por las pérdidas que recelaban haber, se habían jun »do, é propuesta la gloria, arremetamos contra los
tado muchos do los principales do aquol Reyno, é «enemigos, y esporo on Dios, que como o vimos la
amonestaron á los otros, que saliesen á se remediar i) honra de homes bien arreados, la habremos de ca
é defender su tierra, é que muriendo ó venciendo se li balleros osforzados. i> Aquellas gentes, oídas las pa
librasen de las fatigas que cada hora recebian , y labras del Duque, comenzaron á mover adelante , é
esperaban recebir. bhíriendo muchos tiros de piedras ó de saetas, en
Esto Babido por el Rey é por los caballeros , 6 traron por el arrabal. Los moros puestos en los pa
otras gentes de su hueste, considerando la enemiga lenques y en las otras defensas que tenían , pelea
que generalmente habia entre ellos por las muertes ban ó ferian muchos de los del Duque. El Conde de
é robos é captiverios crueles que todos los tiempos Cabra que peleaba con su gento por otra parte, otro
pasaban de unos á otros, recelaron de algún ímpetu sí los caballeros é capitanes que combatían por otras
furioso que la multitud de los moros quo estaban partes, con grand esfuerzo acometieron, ó peleando
tan cerca en la cibdad de Granada , farian en las con los moros é sufriendo muchas feridas de saetas
gentes del real. E como muchas veces acaesce que y espingardas, llegaron por fuerza de armas, y en
el miedo da aviso para el remedio en los peligros, traron los arrabales ; é luego fueron puestas las es-
todas aquellas gentes de la hueste se pusieron al tanzas contra la villa bien cerca del muro. E asen
trabajo de fortificar cada uno sus estanzas do cavas táronse diez ó ocho lombardas grandes repartidas
é baluartes é palizadas, é de tales defensas, que po en tres partes ; ó para la guarda deltas ó de la otra
dían estar seguros de qualquier acometimiento quo artillería, mandó el Rey á los caballeros é peones
los moros ficiesen. Otrosí mandó el Rey doblar las de las cibdades de Jaén é Andúxar é Uboda é Bae-
guardas y escuchas en el campo, ó poner gente do ¡sa quo pusiesen sus estanzas en los lugares cercanos
pié é de caballo á la parte de la sierra que es cerca á los asientos do estaban las lombardas. Las quales
na á la villa , donde no se podian poner estanzas; con todos los otros tiros é cortaos é pasabolantes é
porque por aquella parte, ni pudiese entrar gente do cebratanas tiraron á la villa, é derribaron algunas
moros, ni salir á pelear con los del real. Otrosí man torres é gran parte del muro. Otrosí tiraban con los
dó poner homes que guardasen en una torre que se cortaos é ribadoquines á las casas, é pasábanlas, ó
dice de los Tesos, que es camino de Granada, y en mataban é destruían todo lo que alcanzaban. E tan
otra torre que se llama de la Loma, y en la torre ta fué la diligencia que se puso en los tiros de las
del Hachuelo de Tajara, y en la torre del Agua de piedras, é tan grande estrago facían en las casas y
Mérida, y en la torre que dicen del puerto Lope; en las torres y "en los muros, que ni podian dormir
porque de todos partes fuese sabido, si alguna gen ]os moros, ni tenían espacio para comer, ni menos
te de moros se moviese á venir contra el real. E pa so oían los unos á los otros, con el sonido riguroso
ra estrechar la villa, acordó quo se debían combatir quo de contino oian. Al fin los moros, que cada ho
los arrabales, en los quales los moros habían fecho ra esperaban socorro, voyendo que sus fuerzas fa-
grandes defensas ; especialmente habían foradado Uescian, é las de sus muros no los podian defender,
los casas, para que pudiesen andar ayudándose de é que según la priesa que los christianos daban al
unas a otras, é habian fecho en las paredes grandes combate, antes serian perdidos que socorridos, vi
troneras é saeteras , tantas que ninguno podia en nieron á fabla, é demandaron seguro para se ir con
trar en las calles, sino á gran peligro de ser muerto sus bienes, é dexar la villa libremente. El Rey man
ó ferido. Otrosí quemaron é derribaron algunas ca dúcelo dar para sus personas é para sus bienes, sal
sas que pudieran sor defensa á los cercadores, é da vo las armas que les mandó dexar ; é ansimesmo
ño á los cercados. E como el Rey ovo este acuerdo, doxasen libres todos los captivos christianos que en
el Duque del Infantadgo le suplicó que le diese ella fallasen. E luego como el Rey les otorgó el se
cargo de combatir una parte dol arrabal , y el Rey guro, ol Alcayde é los moros entregaron la villa. El
gelo otorgó. E como el real fué asentado , é las co Rey mandó á uno de sus capitanes que los llevase
sas para el combato aderezadas, el Duque con su á poner en lugar seguro camino de la cibdad de
gente acometió aquella parte del arrabal que esco Granada, é puso por Alcayde en aquella villa é su
gió para combatir. Los moros, visto que los del Du fortaleza al capitán Gonzalo Fernandez de Córdo
que se acercaban, tiraron tantas espingardas é sae ba, hermano de Don Alonso, Señor de la Casa de
tas, é tantos truenos ó búzanos, quo la gente recola- Aguüar. E mandó reparar las torres é muros quo
DON FERNANDO É DOÑA ISABEL. 439
derribaron loa lombardas 6 bastecerla do armas é en el camino por las ásperas BÍerras é sendas angos
mantenimientos, é de otras cobos necesarias para su tas por donde fueron , luego que llegaron, asentaron
defensa. su real ; y el Bey mandó poner las estanzas en tor
no de la villa, é guardas en el campo y en las otras
CAPÍTULO LX. partes que fué necesario. Otros! se pusieron on me
dio del real dos montones, el uno de harina y el
Como la Reina vino a la cibdad de Loia. otro de cebada, que se llamaba el alhóndiga real. E
Tomada la cibdad de Loza é la villa de Illora, el cerca de los mantenimientos que eran necesarios
Bey embió á rogar muchas veces á la Beyna que para la hueste que el Bey traia en esta conquista,
viniese do él estaba, porque era necesaria su presen queremos reoontar con toda verdad , que se sofrían
cia para el consejo de lo que se debía facer en la mayores gastos que pudieron facer otros reyes en
guarda é proveimiento de la tierra. La Beyna, mo las conquistas de los reynos é provincias que gana-,
vida por los ruegos del Rey , é por comunicar con ron ¡porque si tierras ó lugares conquistaron, en ellas
él algunas cosas arduas que oourrian tocantes á la mesmas habia provisiones en abundancia para sus
gobernaoion de sus Beynos, vino á la cibdad de Lo- gentes. Pero en la conquista deste Beyno de Gra
xa. E luego embió á visitar los caballeros ó otros nada, ninguna provisión se habia de las villas que
continos de su casa que allí habian quodado feri- so ganaban, porquo las gentes quo las moraban eran
dos, diciéndoles que debían sor alegres, porque co contrarias on ley, é diversas en lengua, y enemigas
mo caballeros se ofrescieron á los peligros por en en conversación, y muy pobres de mantenimientos,
salzar la fé y ensanchar la tierra, é que si ella gelo por las talas é guerras que de contino les eran fo
agradecía para gelo remunerar en esta vida, Dios chas. Otrosí , porque convenia lanzar fuera de las
cuya era la causa, no se olvidaría de gelo remune villas é lugares á los labradores, é otras personas sus
rar en la otra. E junto con esta consolación les em naturales, que usaban el agricultura é trato de las
bió su Tesorero, que les diese dineros para ayuda mercaderías, é quedaban en ellas gentes de armas
de sus gastos , á cada uno según la manera de su que trabajaban en guardar é pelear, é no en labrar,
estado. E porque el Bey, después que tomó la villa é ni en criar, ni en otros oficios mecánicos necesarios
castillo de Illora, habia movido su real para ir sobre á la vida. Lo tercero porque todo aquel Beyno os
la villa de Moclin, la Beyna partió de la cibdad de villas cercanas é muy fuertes, é no habia pueblo sin
Loxa é fué do el Bey estaba ; y el Rey acompañado cerca que se rindiesen , do se pudiese haber alguna
de los caballeros é fíjos-dalgo de su huesto, la salió ayuda de los mantenimientos. Lo quarto porque no
á recebir, ó todas las gentes ovieron gran placer con habia en aquella comarca puertos de mar seguros
su venida (1). donde se pudiesen descargar los mantenimientos
que de otras partes se traxieson, é convenía que to
CAPÍTULO LXI. dos los dias andoviesen las requas de veinte mil
bestias, trayendo de muy lexos los mantenimientos
Como se ganó la villa de Modín. é vestuarios, é todos los oficios ó oficiales é ferra-
La villa de Moclin fué siempre reputada en la mientas é pertrechos , é otras cosas necesarias á la
estimación de los moros é de los christianos por vida é á la guerra. Otrosí era necesaria gran copia
una de las principales guardas que tiene la cibdad de gentes de armas que de contino entrasen é salie
de Granada, ansí por la fortaleza grande de sus tor sen con las requas, porque las asegurasen de los ene
res é muros, como por ser asentada en tal lugar, que migos que moraban en la comarca pof do pasaban,
da seguridad si es amiga , é guerra á las comarcas en lo qual las gentes sofrían trabajos, ó faoián
do es enemiga. Por esta causa , é porque los moros grandes gastos é continos.
sabian que el Bey é la Beyna estaban sentidos del Puestas las estanzas en torno de la villa, los arti
dosbarato que sus gentes el ano pasado allí habian lleros asentaron las lombardas en tres lugares, é re-
recebido, é que su intención era de la mandar otra partieron los cortaos é otros medianos tiros por
voz sitiar, fícieron grandes cavas é baluartes, é bas otras partes on circuito de la villa, é comenzaron á
teciéronla de armas é artillería, é pólvora, é de las disparar las lombardas, é firioron en las torres prin
otras cosas necesarias para su defensa. E pusieron cipales de la fortaloza ¡ é continaron los tiroS aquel
on ella gente de guerra escogida para la defender; dia é la noche siguiente , fasta que derribaron gran
é sacaron todos los viejos é niños é mugeres, é to parte del muro é del petril , é almenas de algunas
dos los que eran inhábiles para la guerra. Como el torres. Los moros reparaban lo que podían, é siem
Bey é la Beyna fueron con toda su hueste á sitiar pre tiraban con los ribadoquines é búzanos ó olios
aquella villa, después de pasados grandes trabajos tiros de pólvora de que estaban proveídos, con los
quales facían daño á las gentes del real. B duró por
espacio de dos noches é un dia el rigor de los tiros
(1) El MS. del Señor Nava aBade estas palabras: A la qital em del artillería que ee tiraban tan continos que espa
bió ó recibir ónice que ¡legóte é Lora, al Harquii de Cidli y al
Adelantado Don Pedro Enriques. El Cora de los Palacios dice es cio de un momento no habia en que no se oyesen
to mismo y describe con prolijidad el recibimiento y festejos que sonidos é se recibiesen dallos de la una parte é de
se hicieron por esta venida de la Itejna al real, que fué Lunes 12
de Junio, quatro dias después de tomada Illora. Bcroald., capi la otra.
tulo 76.
En este comedio los maestroB del artillería tiraron
itó CRÓNIOAB DE LOS REYES DE CASTILLA.
una pella confeccionada de las que lanzaban cente se dice los Ojos de Huáoar. E aquel día el Maestra
llas de fuego é subían en el ayre. E por caso que de Santiago y el Marqués de Cáliz tovieron la guar
paresció traido de la divina providencia, vino á caer da del campo, junto con los olivares de la cibdad. E
en una torre de la fortaleza donde los moros tenían contra esta guarda salieron de Granada caballeros
en gran guarda toda su pólvora, é alcanzó una de moros á escaramuzar, é duró la escaramuza por es
las centellas al lugar donde la pólvora estaba , é pacio de dos horas, do murieron algunos caballeros
quemóla toda, é quemó ciertos moros é provisio de la una parte é de la otra ; especialmente fueron
nes , é todas las cosas cercanas al lugar donde cayó. muertos dos hermanos moros, que habían seydo al-
Los moros visto aquel dafio que súbitamente les oaydes, el uno de Illora y el otro de Moclin. Los
vino, é que por fallescímiento de la pólvora no les moros, visto el dafio que recebian, retrasáronse ala
quedaba ninguna manera de defensa, luego les fa cibdad. Otro día, porque la tala se ficiese mejor, é
llecieron las fuerzas é no fallaron otro remedio á de Iob frutos mas cercanos á la cibdad, mandó el Rey
sus vidas , salvo venir á fabla é demandar seguro mudar el real oeroa de la huerta que dicen del Rey,
de sus personas é bienes. El Bey é la Reyna gelo que está de la otra parte de Granada. Los moros,
dieron, el qual babido, los moros salieron de la villa, visto que los christianos se acercaban á la cibdad,
ó dexaron en ella todas las armas é mantenimien salieron fasta mil é quinientos Lomes á caballo en
tos, y entregaron los christianos que tenían capti una batalla, é otras quatro batallas de gran número
vos. Y el Rey é la Reyna mandaron á un su capitán de peones , é pusiéronse cerca de unas huertas ro
que los pusiese en lugar seguro oamino de la cibdad deadas de acequias é olivares que los defendían. El
do Granada. Rey, vista la gran multitud de moros fuera de la cib
Haberse ganado por la manera que se ganó esta dad, mandó ordenar las esquadrae de la gente, é to
villa en tan pocos días, considerada su gran forta dos dispuestos para la pelea pasaron adelante; ó
leza é la diligencia que los moros habían puesto en mandó que todo el requage fuese cerca de su bata
la guardar , bien pareció ser oosa traída por la ma lla real, porque ninguna cosa de la hueste pudiese
no de Dios ; porque de otra manera no se pudiera recebir dafio. El Duque del Infantadgo con sus dos
tomar en largo tiempo, é con mucho gasto é pérdi batallas, la una de gente de armas ó la otra de gi-
da de gente. Falláronse en los campos que son en notes, quedó en la reguarda para facer rostro á los
circuito de aquolla villa algunos cuorpos de chris moros si movioson alguna pelea. E cerca de las ba
tianos muertos, de los que fueron en el desbarato tallas del Duque iba Don Garcia Osorio, Obispo de
que allí ovo el Conde de Cabra el afio pasado. Por Jaén, é Francisco de Bovadilla, Corregidor de Jaén
que como fueron feridos en la batalla, no podían con dos caquadras de gente de armas do las ciuda
fuir con las feridas, é caían muertos en las matas ó des de Ubeda, é Baeza, é Jaén, é Andúxar. E como
tras las penas y en otros lugares encubiertos ; los el Duque pasó por el rio junto con el camino que
quales la Reyna mandó recoger é sepultar en las dicen de Elvira, los moros que siempre en las pe
iglesias qua se fundaron en aquella villa. leas usaron de astucias engañosas , vista la grand
orden que los christianos llevaban, no cometieron
CAPÍTULO LXII. á las batallas del Duque, pero movieron escaramuza
con la gente de aquellas cibdades que iban con el
Como el Rey fué é talar la vega de Granada, 6 como se lomaron Obispo, é con Francisco de Bovadilla, corregidor.
lu Tillas de Monlefrlo ¿ Colomera.
De las quales salieron algunos caballeros á escara
Después que se ganó la villa de Moclin, el Rey é muzar con los moros, los quales mostraron que fuian
la Reyna, habido su acuerdo con el Maestre do San á fin que los christianoB siguiéndolos se desordena
tiago, ó con el Duque del Infantadgo, é con los Mar sen. Los moros, como vieron que Iob christianos los
queses de Cáliz é de Villena, é con los otros Condes seguían con algún desorden, tornaron contra ellos
6 caballeros de su Consejo, embiaron á los capita é Qrieron é mataron algunos. Las otras batallas del
nes de la gente de Sevilla ó de Xerez, é de la villa Obispo é del Corregidor, visto que los suyos se re
de Oarmona á poner sitio sobre la villa de Monte- traían, movieron sus batallas por los socorrer, é si
frío, que es oeroa de Moclin; é mandáronles que guieron los moros fasta que los metieron por la
llevasen algunos tiros de pólvora para la combatir. huerta del Rey. Los moros , quando vieron que los
La Reyna quedó en la villa de Moclin con las gen christianos se habían metido en aquel lugar , solta
tes de armas de su guarda, donde recibió letras del ron el rio de Guadaxenil para que corriese por una
Conde de Benavente, por las quales le facía saber acequia grande que rodeaba el circuito donde aque
como el Conde de Lémos permanescia en su rebe llos caballeros christianos se habían metido. E co
lión, é que bastecía sus fortalezas, é acogia en ellas mo los vieron atajados con el agua tornaron contra
malfeohores que facian robos é fuerzas en la tierra. ellos con recio acometimiento. Los christianos, quan
El Rey partió con toda la gente de su hueste para do se vieron en aquel peligro , algunos que o vieron
la cibdad de Granada á facer tala de los panes é mayor esfuerzo pelearon con los moros, otros se re
otros frutos que estaban en el campo. E las bata traían y trabajaban por pasar el acequia é salir de
llas ordenadas, é los taladores talando los panes é aquel lugar. El Duque del Infantadgo como vio al
todos los otros frutos que fallaban, fué camino de Obispo é al Corregidor con sus gentes en aquel pe
la cibdad j ó mandó asentar su real en un lugar que ligro, mandó volver sus enseñas, ó á gran priesa
DON FERNANDO É DOffA ISABEL. 441
pasó la batalla de ras ginetos el acequia, é socorrió tilloria, é do todas las otras cosas necesarias para
i los de aquellas escuadras que estaban pelean su defensa, el Bey ó la Beyna dieron el cargo de
do con moros. Los moros que estaban fíriendo capitán mayor de todas aquellas tiorraa á Don Fa-
en los christianos , quando vieron que la gente del drique de Toledo, fijo do Don Garci Alvarez de Tole
Duque volvía á socorrer, tornaron á fuir; é la gen do Duque de Alva, con cierta gente de caballo é de
te del Duqne los siguió por el camino de Elvira pié. E mandaron á todos los alcaydes é gentes de
hacia la oibdad de Granada. T en aquella manera armas que dezaron en aquella tierra, que acudiesen
escaparon aquellos caballeros de ser perdidos. al llamamiento deste capitán mayor, é ficiesen lo
Murieron en aquella pelea dos caballeros princi que él mandase. E luego partieron de aquella tier
pales; el uno se llamaba el Comendador Martin ra, é volvieron para la, cibdad de Córdoba.
Vázquez de Arze, y el otro se llamaba Juan de Bus-
tamante, é otros algunos de los christianos. E por CAPÍTULO LXIII.
pasar el acequia muchos perdieron sus caballos, é
cayeron ó fueron lisiados é desbaratados ; é fuera De como el Re; entró en la cibdad de Córdoba.
mucho mas el daño, salvo por la batalla del Duque Asentadas ó proveidas las cosos en la manera que
del Infantazgo que los socorrió. Otro dia, continán- habernos dicho , la Beyna vino para la cibdad de
dose la tala , el Conde de Cabra é Don Martin do Córdoba, y el Bey quedó con toda la gente de su
Córdoba su hermano con sus gentes, estando en un hueste algunos días en aquella tierra, para segurar
lugar cerca del rio donde les fué encomendada la las requas de los mantenimientos que venían, é se
guarda, comenzaron una escaramuza con los moros repartían por las cibdades de Loza é Alhama, é por
quo estaban guardando entre las huertas ; á la qual todas las otras villas que habian ganado. E mandó
acudieron gran multitud de moros que salieron de al Maestre de Santiago , que fuese con la gente de
la cibdad, y enoendiose tanto la pelea entro ellos, su casa á segurar una grande requa do fariña quo
que fué necesario salir la enseña real, ó venir el se llevaba para provisión de las villas de Cártama
Bey con toda la gente á socorrer al Conde é á aquel é Alora, é de los otros castillos que habian ganado
capitán é á sus gentes, que estaban en grand aprie en aquella comarca. Fecha aquella provisión, el Bey
to rodeados por todas partes de los moros. En aque se fué para la cibdad de Córdoba, é salióle á rece-
lla facienda murieron algunos escuderos de los bir el Principe Don Juan su fijo acompasado dol
christianos é de los moros, que cayeron luego en el Maestre de Calatravaé de toda la caballería de Cór
primer acometimiento. Fecha la tala en circuito de doba ; y entró por la cibdad bazo de un patio do oro,
Granada, el Bey con toda la hueste salió de la vega é fué á la iglesia mayor donde estaba el Obispo de
por el puerto Lope. Otro dia vino á poner real cer aquella cibdad vestido de pontifical, é acompaña
ca de la villa de Moclin, do estaba la Beyna. E vi do de los Obispos de Cuenca é de Coria é de León ó
nieron ante ellos los alcaydes de Montefrio é Colo de Tuy, con toda la clerecía é las cruzes de las Igle
mera, é suplicáronles que diesen su seguro para los sias. E como el Bey llegó á aquel lugar, descabalgó
moradores de aquellas villas é para sus bienes, é del caballo, é fincó los hinojos en tierra ; é fecha
que gelas entregarian. El Bey é la Beyna gelo oración á la cruz, entró en procesión con toda la
mandaron dar , para que fuesen con sus bienes á clereoia fasta el altar mayor, donde el Obispo le dió
Granada, dexando todas las armas é bastimentos la bendición. Focho aquel auto, salió de la iglesia,
que en ellas o viese. é acompañado de todas aquellas gentes, fué á su
Tomadas estas villas é fecha látala en la manera palaoio donde la Beyna ó la Infanta Doña Isabel
que habernos recontado, el Bey é la Beyna dezaron su fija con todas las dueñas é doncellas de su pala
por alcayde en la villa é castillo de Moclin al Comen cio le estaban esperando vestidas de ricos arreos, é
dador Martin do Alarcon, y on la villa de Montefrio allí fué rocebido con alegría común de todos. E
al Comendador Pedro do Rivera. La villa de Colo acordaron de partir do aquella oibdad ; pero antes
mera entregaron á un caballero de Alcalá la Boal, quo que de Córdoba partiesen, dieron órden en los apa
se llamaba Fernán Alvarez de Alcalá. Y en todas es rejos que eran necesarios para proseguir la guerra
tas villas mandaron estar gentes de caballo é do pié contra los moros ol verano siguiente. E los maes
con estos alcaydes, para las guardar ó facer guerra tros que para esto pusieron, fioieron traer gran co
á la cibdad de Granada. E repartieron otras gentes pia de fierro para facer picos, é azadones, é palas, ó
de caballo é de pié en las villas de Cártama é Alo otras ferramientas necesarias para quebrar las pe-
ra, para guerrear en aquellas partes que son fronte fias, é allanar los caminos, é facer cavas é albarra-
ras á la cibdad de Málaga. Otrosí fundaron iglesias das en los reales. Otrosí dieron órden para haber
en las villas de Illora, é Montefrio , é Moclin, é Co los mantenimientos que se habian de llevar al real.
lomera ; las quales proveyó la Beyna de cálices é E porque de las contrataciones que los alhaqueques
cruzes de plata, é de libros, é de todas las otras co facían entre christianos é moros, é de las fablas
sas necesarias al culto divino. Mandaron ansimes- que habian con ellos, se podrian recrescer inconvi-
mo traer ciento é treinta mil fanegas de pan , las nientes , mandaron que ningún alhaquequo chris-
quales se repartieron en todas aquellas fronteras tiano fuese osado do entrar en tierra de moros, ni
para provisión de la gente de caballo é de pié menos consintiesen á ningún alhaquequo ni truza-
que las guardaban. E proveídas de armas é de ar- man moro, que viniese á tierra de christianos, so
Í42 CRÓNICAS DE LOS BEYES DE CASTILLA.
pena de muerte ó de perdición de bus bienes. Otrosí
mandaron facer pan bizcocho para proveimiento de CAPÍTULO LXV.
la flota que andaba por la mar. E mandaron á Mar
De la guerra que los moros se facían unos a otros.
tin Díaz de Mena, é á otro que se llamaba Arriaran,
ó á Antonio Bernal capitanes, que con ciertas naos Entretanto que estas cosas pasaban, el Rey viejo
ó caravolas andoviesen por el estrecho de Gibral- que estaba apoderado de la cibdad de Granada é de
trar ó por la costa de África, guardando que no pa la mayor parte de aquel reyno , faoia guerra contra
sasen de allende hornos ni caballos ni armas ni el Roy mozo su sobrino ; é mandaba matar todos los
mantenimientos a estas partes del reyno do Grana que tenían su voz sin haber dellos piedad-, é tomá
da ; ó que fíciesen guerra á todos los puertos de bales sus bienes, é á otros facían andar desterrados
mar que estaban por los moros. Estos capitanes an ■ de sus casas. Otrosí Bopo el Rey mozo que buscaba
dando en la guarda de la mar con sus navios , to su tio maneras como le traer á la muerte , dándole
maron muchas zabrus ó cárabos ó otras fustas de yerbas, é prometiendo graudes dádivas á algunos,
moros que pasaban de allende á estas partes , é de porque fablando con él lo matasen. E para poner
los que pasaban del reyno de Granada para los rey- esto en obra, le embió algunas embazadas, por las
nos de África. E tonian en tanto estrecho aquella quales le decia : que mirase bien como su división
parte de la mar, que ningún navio de moros de ios era causa que se perdiesen ellos, é ganasen los chris-
que solian traer trigo é otras provisiones, osaban tianos las cibdades é villas é lugares del reyno de
navegar. E algunas veces descendieron en tierra Granada, que los Reyes de Castilla pasados nunca
en los puertos é playos de África, ó tomaron capti pensaron babor. E que pues conocían la causa de
vos, é robaron é quemaron alearlas é lugares que su perdición é la podían remediar, le requería con
fallaron sin cerca; é ficioron tanta guerra, que fué Dios que la remediase, é que él quería dexar el títu
forzado á las gontcs que moraban en aquellas par lo de rey, é seria subdito, é faria lo que mandase,
tes cercauas á la mar dexar sus moradas ó meterse dándole algún lugar do pudiese vivir retraído. El
mas adentro á vivir. Rey mozo sopo el secreto de como el Rey su tio, á
fin de señorear solo, le embiaba aquellos ofresci-
CAPÍTULO LXIV. mientos, ó aun con ellos le embiaba presentes ; 6
De los prestidos que el Re; c la Rejna demandaron. sopo que aquellos quo los llevaban, habían tomado
cargo de lo matar, ansí por las dádivas que el Rey
El Rey é la Reyna facian grandes gastos en pa viejo les había prometido, como porque los moros le
gar los acostamientos á las personas que dellos tenían grand odio porque tomaba ayuda de chris-
tenian tierras, é los sueldos á la gente de armas que tianos. E por esta causa el Rey mozo no quería ver
continamente traían en su guarda , y en la guarda á los que estas embaxadas del Rey su tio le traian.
de las cibdades é villas ó castillos que habían ga E respondíale, que aquel reyno de Granada había
nado en tierra de moros ; é otrosí los gastos que se seydo dol Rey su padre, y él como su legítimo he
requerían facer en el artillería, y en la provisión de redero habia do trabajar de lo haber é de le cortar
la gente de la flota que continamente andaba arma la cabeza, porque sin piedad fizo matar á su her
da por la mar. Otrosí habían necesario gran canti mano é á otros caballeros que seguían su parciali
dad de dinero para pagar sueldo á la gente do ar dad, quando entró on la cibdad de Almería , por la
mas é peones que mandaban llamar quando entra trayciou que algunos de la cibdad lo fiuieron. E por
ban en el reyno de Granalla, é para los otros gastos esta causa crecía mas la enemistad entre ellos y en
quo eran necesarios continamente para provisión de tre los caballeros do la una parte é de la otfa. El
la guerra. E porque sus rentas ordinarias no po Rey mozo estaba en una villa quo se llamaba Vélez
dían bastar para todos estos gastos, embiaron á pe ol Blanco, é algunas veces entraba en Castilla, y era
dir prestidos á algunas personas singulares, los qua- recebido en las cibdades ó castillos de la frontera, é
lcs prestaban de buena voluntad lo que les era pe favorescido de los christiauos por mandado del Rey
dido. E algunos caballeros é otras personas se ofre ó do la Reyna.
cían á prestar de sus dineros sin gelos pedir, porque
veían que los gastaban en aquellas cosas que eran CAPÍTULO LXVI.
Koivicio do Dios é honra de su corona real, é porque
la Reyna tenia gran cuidado de mandar pagar bien Como el Rey t la Reyna partieron do Córdoba 6 fueron para el
reyno de Galicia, 6 lo que ende ucieron.
á qualquier persona que le prestaba dineros para
aquellas necesidades. Otrosí, conociendo el Papa quo El Rey é la Reyna, movidos por las cartas é men-
esta guerra era tan sancta é para ensalzamiento de sagerías que recibieron del Conde do Benavente, por
la fe catholica, é considerados los gastos é trabajos las quales les facía saber la rebelión del Conde do
que en ella se habían, embió su bula para que toda Lomos, partieron de la cibdad de Córdoba para ir
la clerecía pagase otra décima este ano de todas las al reyno de Galicia, & fin de proceder contra aquel
rentas de las iglesias é monasterios é otras perso Conde por via de justicia, porque otro no tomase
nas eclesiásticas, la qual fué tasada por el Carde exemplo de se poner en armas, é mostrar rebelión á
nal de España en cient mil florines de Aragón. sus mandamientos ; é otrosí por reformar las cosas
de aquel reyno, donde los Royes de Castilla Be lee
• DON FERNANDO 1 I DOÑA ISABEL. ". 443
haber ido pocas veces. Y embiaron sus cartas de cuentos de maravedís para el casamiento de las
llamamientos á todos los caballeros é gentes de ar fijas del Conde de Lémos, tias de aquel Conde Don
mas que moraban en aquellas partes , para que á Rodrigo, hermanas de su padre.
cierto término se juntasen en la villa de Benavente, Fechas é concluidas estas cosas con aquel Conde,
do ellos entendían ir. E como fnerón en aquolla vi el Rey 6 la Royna entraron en el Reyno do Galicia,
lla, vinieron á sn llamamiento todas las gentes de en el qual habian puesto por Gobernador á Don
pié é de caballo qne embiaron á llamar. Y embiaron Diego López de Haro, é visitaron la iglesia del
sos cartas é mensageros al Conde de Lémos que es Apóstol Santiago, ó dotáronla de sus dones magní
taba en la villa de Ponferrada, por laB quales le ficamente. E después fueron á la cibdad de la Co
mandaron qne luego saliese della, é la dexase des rana, é á algunas otras cibdades é villas de aquellas
embargada de las gentes de armas que en ella tenia, comarcas ; é como quierque los gobernadores é jus
é viniese personalmente donde ellos estaban, para ticias que en aquel Reyno habian puesto los años
estar á justicia sobre todo lo que le fuese deman pasados, é los que agora en él estaban, habian exe-
dado. cutado algunas injusticias, é lanzado muchos mal-
El Conde, conocida la inclinación que el Rey é la fechores de la tierra; poro el Rey é la Reyna oye
Reyna mostraban contra él, por no incurrir mas en ron é remediaron grandes querellas ó fuerzas fechas
su ira, deliberó de obedescor sus mandamientos. E do mayores á menores. Supieron ansimesmo como
acompasado de algunos caballeros sus parientes, muchos caballeros tomaban las rentas do las igle
pareció ante el Rey é ante la Reyna, é les suplicó sias é de los monestorios é de los clérigos, é que de
que les ploguiese perdonarle ; porque si él no ha largos tiempos las habian apropriado á si, encoco
bía cumplido sus mandamientos luego que le fue rándolas en sus rentas patrimoniales, sin haber para
ron mostrados, no era á fin de rebelar ni desobede ello otro titulo , salvo la fuerza que facian. Falla
cer á lo que le fuá mandado de su parte. Pero que ron ansimesmo quo algunos caballeros se facian
habia suspendido en la execucion dellos, por repu- comendadores de los monesterios , é por fuerza les
nar al Conde de Benavente con quien tenia debate; tomaban cierta renta por aquel cargo de la enco
el qual habia informado á Su real Magestad de si mienda. Otrosí oyeron muchos crimines é delictos
niestras informaciones contra él, por lo poner en su cometidos por los moradores de aquolla tierra, ansí
indinacion é haber los bienes de su mayorazgo que clérigos como legos. E como fueron informados do
le pertenescian, é le habia dexado su abuelo Don todas estas cosas , mandaron luego derribar fasta
Pedro Alvares Osorio, Conde de Lémos. E pues esto veinte fortalezas, do las quales fueron informados
ora debate de parte á parte , en que Su real Mages que so habian fecho algunas fuerzas é robos. Otro
tad por justicia habia de entender como superior, sí pusieron todas las rentas de los clérigos é patri
que dobia cesar todo mal concepto que por la rela monios de las iglesias é monesterios é abadías en
ción del Conde de Benavente ovieso habido contra libertad, y esentaronlaB é ficieronlas libres de aque
él. Otrosí algunos caballeros parientes del Conde su lla tiranía en que de largos tiempos estaban, en po
plicaron al Rey é á la Reyna que les ploguiese ha der de aquellos quo por fuerza los llevaban ; á los
berse con él beninamente, pues la causa do su in quales mandaron , so grandes penas, que dende en
obediencia no habia seydo por otro respeto, salvo adelante las no llevasen, é doxason las personas
por el debate que tenia con el Conde de Benavente. eclesiásticas é sus bienes en toda libertad. E man
El Rey é la Reyna, visto como aquel Conde cum daron facer justicia de algunos malfechores ; é qui
pliendo sus mandamientos, habia parecido ante taron los fuerzas é opresiones é tiranías que falla
ellos, movidos á piedad por las suplicaciones de ron fechas de largos tiempos, fasta en aquella sa
aquellos caballeros, perdonaron la vida al Conde ; zón, por algunos caballeros é personas á algunas
pero mandáronle qne no entrase en el Reyno do Tillas é aldeas, tomándoles sus términos é su ren
Galicia por ciertos afios , é que pagase el sueldo é tas , é apropriándolas á sí. E reformadas é puestas
las costas que habian fecho todas las gentes de ar en órden todas las cosos de aquel Reyno, dexaron
mas que el Rey é la Reyna habian mandado estar en él por Gobernador é justicia á Don Diego López
en guarnición contra él todo el tiempo pasado. de Haro que ántes habian puesto. E otrosi dexaron
Otrosí el de la que ellos cstónces habian mandado con él quatro Dotores del bu Consejo , que contino
llamar que era gran cantidad ; é para lo pagar entre estoviesen en aquel Reyno, é tuviesen audiencia de
gó luego ciertas villas é castillos que tenia. Otrosí justicia, é la executasen, y entendiesen en las otras
le mandaron pagar é restituir á los agraviados é cosas que al bien común do todos los moradores do
robados todos los robos, é satisfacer las fuerzas quo la tiona compliesen ; é no consintiesen las fuerzas
habian fecho él é los que en su compañía estaban; é tiranías que en ella se acostumbraban facer. E
ó que entregase ciertas villas é rentas que perte mandaron salir de aquel Reyno algunos caballeros
nescian á la Marquesa do Villafranca que era tía naturales dél, quo entendieron sor cumplidero á su
deste Conde de Lémos, fija del Conde su abuelo ; la servicio é al estado pacifico de la tierra. E manda
qual era casada con el Marqués de Villafranca fijo ron á otros venir á la guerra de los moros y estar
del Conde de Benavente. Otrosí tomó la Reyna para en las villas é castillos fronteros, porque su estada
si é para la corona real de sus reynos la villa de en aquel Reyno no fuese impedimento á la buena
Ponferrada, é dió en equivalencia della ciertos gobernación ó administración do la justicia. E lúe
444 CRÓNICAS DE LOS B IYES DE CASTILLA.
go partieron de allí, é vinieron para la villa de Be- que le mandó facer, luego embió un en capitán eon
navento, donde el Oondo lee fizo grandes fiestas, é gente de armas á aquella villa ; ol qual prendió á
dende acordaron de venir á la cibdad de Salaman ciertos vecinos della, que fueron en resistir al al
ca, por tener ende el invierno. guacil, é á los que fueron en la muerte del escriba
Estando el Rey é la Reyna en aquel Reyno de no que el Mariscal mandó degollar; é derribóles
Galicia, aoaesció en la cibdad de Trosillo , que un sus casas, é quitóles sus bienes, los quales fueron
horno de la cibdad cometió un crimen, por el qual aplicados para la cámara de la Reyna, é muchos
la justicia del Rey é de la Reyna le mandaron pren fueron sentenciados á pena de muerte , é otros á
der. Este homo alegó ser de corona, é porque la pena de destierro por cierto tiempo. Y en esta ma
justicia real no le quiso luego remitir á la jurisdi- nera fué ezecutada la justicia contra los que fue
cion eclesiástica, algunos clérigos parientes de aquel ron en resistir al alguacil de la Reyna en aquella
preso tomaron una cruz é salieron por la cibdad, villa. El Condestable porque creia que el Rey é la
dando apellido, é diciendo á las gentes, que no ora Reyna estaban doterminados de proceder contra la
fecho á la iglesia ningún acatamiento, según chris- persona de aquel Mariscal, luego en la hora que
tianoB lo debian facer ; é porque la fe de Nuestro sopo su prisión, partió de la corte, y embió á decir
Soñor Jesu Christo so perdía , que se doliesen, ó to al Rey ó ála Reyna, que no quería ser presente á
masen armas en defensión de la fe christiana. la justicia que querian facer de aquel caballero,
El pueblo alborotado por las palabras de los cléri por el debdo tan cercano que con él tenia. La Rey
gos, tomaron armas, é faciendo grand alboroto por na, porque no ovo pensamiento de proceder á muer
la cibdad, fueron á la casa del Corregidor , é com te contra el Mariscal, embió mandar al Condestable
batiéronla, é soltaron de la cárcel aquel malfechor que luego volviese á su corte, porque su intención
que estaba preso, é todos los otros presos que esta era de haberse piadosamente, é no proceder contra
ban en ella. El Corregidor, visto como la gente ovo el Mariscal á pena de muerte, ni á lision de su per
osadía de ofender de tal manera la justicia real, sona. E luego el Condestable volvió á la corte, é
fuélo á denunciar al Rey é á la Reyna. Los quales, fizo relación á la Reyna, que por quanto los incon-
habida información de aquel insulto, embiaron un vinientes que en aquel caso eran pasados é los que
capitán con oierta gente de armas de su guarda á adelante se podían seguir, prooedian de las diferen
la cibdad de Troxillo ; el qual aforcó los que pudo cias quo aquel Mariscal tenía oon su madre , sobre
haber do los principales quo fueron on aquel albo razón del testamento que habia fecho su padre ; le
roto, 6 derribóles las casas, óá otros desterró, éá suplicaba las mandase ver en su Consejo, é deter
otros que fuyeron condenó á pena de muerte, é á minadas por dereoho, cesarían todos los inconvi-
otros condenó en penas pecuniarias para la guerra nientes que sobre aquel caso podrían acaescer en
de los moros. K los clérigos que fueron causadores tre madre é fijo, é los acaescidos se atajarían. El
de aquel escándalo, fueron desnaturados de los Rey é la Reyna mandaron tener preso á aquel Don
Reynos de Castilla; é fuéles mandado que como Pedro, entretanto que las diferencias que él é su
ágenos saliesen luego dellos, é de todos los señoríos madre tenían se vieron por los de sn Consejo ; é
del Rey é de la Reyna. fueron determinadas por justicia, é cesaron los de
bates é pleytos que entre ellos habia.
CAPÍTULO LXVII. Otrosí estando en aquella cibdad el Rey é la
Reyna, mandaron ver por justicia el debate que el
Sígnense las cosas que pasaron en el ano de mil é qnatroelentog Conde de Miranda tenia con el Duque de AIva, so
6 óchenla e siete aúos.
bre razón de la su villa de Miranda que el Duque
Estando ol Rey é la Reyna en la cibdad do Sa le tenia ocupada. E porque se falló que el Duque
lamanca, fuéles querellado que el Mariscal Don Pe no tenia derocho alguno para la tener, embiaronle
dro de Ayala, Señor de Ampudia é Salvatierra, ha á mandar que luego la desase, é la restituyese al
bía fecho degollar un escribano suyo sin haber jus Conde cuya era. El Duque obedesció los manda
ta causa para ello, salvo porque h bia dado á Doña mientos del Rey é de la Reyna, y entregó luego
María su madre , con quien tenia debate , una es- aquella villa al Conde, según gelo mandaron, por
criptura del testamento de su padre, que él no qui que no osó robelar á sus mandamientos ; é cesaron
siera quo fuora dada. Do lo qual el Rey é la Reyna los inconvinientes que entro ambas partes sobre es
quisieron haber información ; ó habida , mandaron te caso se esperaban. Otrosí dieron por jueces cier
á un alcayde ó á nn alguacil de su corte, que pren tos Obispos é Dotores del bu Consejo para que en
diesen luego al Mariscal Don Pedro. Este Mariscal tendiesen en la demanda que Don Alonso Enriques
era casado con una nieta del Condestable fija del Conde de Alvadeliste puso al Duque de Medinasi-
Conde de Miranda su yerno, los quales en aquellos donia, dioiendo que todo el mayorazgo del Duque
dias estaban en la corte. Otrosí embiaron á la villa pertenescía á este Conde de Alvadeliste por parte
de Ampudia un alguacil de su corte a prender al de su madre. E mandaron ver y expedir otros nego
Alcalde de aquella villa, é á otros ciertos vecinos cios árduos que ante ellos pendían, tocantes á algu
Julia, que habían seydo en la muerte de aquel es nos Grandes de sus Reynos. E quísioron ver algu
cribano , por mandado del Mariscal su sefior. E nos pleytos que estaban pendientes ante los Oidores
porque resistieron al alguacil de la Reyna la prisión de su cnancillería, é mandólos determinar, porque
Doto FERNANDO B DOÑA ISABEL. Ü&
las gentes no se gastasen siguiendo pleytos largo Reyna á aquel Condado de Vizcaya, y estovo en él
tiempo. E reformaron la chanciller!», poniendo en algunos dias. E dando á entender á los de aquella
ella Dotores escogidos en sciencia y experimenta tierra los crimines que cometieron , por la desobe
dos en buena consciencia. Otrosí, guardando las le diencia que ficieron á los mandamientos reales, los
yes que ficioron en sus Cortes, embiaron pesquisi quitó de las alteraciones en que estaban, é procedió
dores á las cibdades ó villas, que tomasen residen por justicia contra los principales que alborotaban
cia á los Corregidores, é se informasen de la ma el pueblo, condemnando á unos á pena de muerte,
nera que habian administrado la justicia, y embin- é á otros á destierro, é á otros & penas pecuniarias
sen la relación de todo lo que fallasen ante,ellos. para la guerra de los moros. E les dio leyes en que
Otrosí embiaron sus oficiales á las cibdades de Se viviesen, é revocó algunos malos usos é costumbres
villa é de Córdoba y Ecija é aquellas comarcas, de que usaban, las quales eran causa de sus alboro
para que toviesen prestas las provisiones de man tos, é quitóles de algunas opiniones que contra toda
tenimientos, é otras cosas que eran necesarias á las razón tenían. Especialmente una vana é muy erró
gentes que habian mandado llamar para la guerra nea, que de largos tiempos estaba imprimida en sus
que entendían facer contra los moros el verano si entendimientos, diciendo que si el Perlado de aquel
guiente. Y embiaron mandar á Francisco Ramírez Obispado , ó otro qualquiera Obispo entrase en su
de Madrid, el qual tenia cargo del artillería, que tierra, serian quebrantados sus privilegios. E paci
ficiese aderezar todas las cosas que fuesen menester ficó toda la tierra , é dióles orden para que viviesen
para quando la mandasen mover de la cibdad dé en paz dende adelante.
Ecija ; y embiaron primero gentes de armas é peo
nes para guarda del artillería on aquella guerra. CAPÍTULO LXVHI.
Y embiaron mandar á algunos Grandes de sus Rey-
nos que viniesen , 6 embiasen cada uno cierto nú Sígnense las eosas qne pasaran en la guerra contra los moros es.
mero de gente de armas é peones para los servir en el alio de mil ó quatroclcntos 6 ochenta é siete aSos.
aquella guerra. E ansimesrao embiaron sus cartas En los dias que el Rey é la Reyna estovieron en
de llamamiento á los caballeros y escuderos que el Reyno de Galicia y en la cibdad do Salamanca,
tenían tierras é acostamientos , é á las montañas de los moros que estaban en la obediencia del Rey
Vizcaya, é de Guipúzcoa, é á Galicia, é á las Astu viejo, ficieron algunas entradas en la tierra de los
rias de Oviedo é de Santillana, é á todas las merin- christianos á las partes de Jaén, é Ubeda, é Baeza,
dades de Castilla la vieja, é á otras cibdades é vi é Murcia, é llevaron algunos ganados é prisioneros.
llas de sus Reynos, é á las hermandades, para que Ansimesmo Don Fadrique de Toledo, que según
embiasen cierto número de peones; é que todas es habernos dicho quedó por mandado del Rey é de la
tas gentes fuesen en la cibdad de Córdoba para Reyna por capitán general en la frontera, fizo al
veinte é cinco dias del mes de Marzo siguiente. E gunas entradas en la vega de Granada, y en las
porque en el Reyno de Galicia habia muchos hornos partes de Málaga , é Velezmálaga ; é ovo algunos
homicianos, que por muertes é delitos estaban con- recuentros y escaramuzas con los moros que esta
deranados á pena de muerte é destierro, é otras pe ban en las serranías que dicen de la Algarbía é de
nas corporales, y estos eran en gran número, los la Azarquía. E porque aquella tierra es muy fra
quales por miedo de la pena, habian fuido dellos al gosa, los christianos pudieran recebir grandes da-
Reyno de Portugal, é dellos al Ducado de Bretafia, Dos si este capitán no ficiera tomar los puertos é los
é a Francia, é á otras partes, mandaron dar sus car pasos de aquellas sierras altas, porque los moros
tas de seguro, para que todos estos homicianos vi no los tomasen. Ansimesmo Juan de Benavides, &
niesen á la guerra de los moros, é sirviendo en ella quien el Rey é la Reyna mandaron estar por capi
ogafio á sus costas , fuesen perdonados , para que tán de la cibdad de Lorca, con la gente de su capi
pudiesen tornar, y estar seguramente en sus casas, tanía é con la de aquella cibdad é sus comarcas
seyendo perdonados de los enemigos. Acaeció en fizo algunas entradas en tierra do moros á la parte
estos dias que el Rey é la Reyna embiaron ciertos de Baza, é Guadix, é de Almería. Este capitán pe
corregidores é oficiales de justicia al Condado de leó en campo dos veces con ¡los moros, é los venció,
Vizcaya. E como los de aquella montaña son hornee é sacó captivos é ganados, é guerreó á los moros de
prestos al escándalo, so color que sus privilegios é aquellas partes. E por mandado del Rey é de la
usosé costumbres se quebrantaban, desobedescieron Reyna daba favor al Rey mozo contra el Rey su
á la justicia, é maltrataron á los oficiales, é ficieron - tío, é contra aquellas tierras que no le querían obe-
insultos é alborotos contra ellos. El Rey é la Reyna descer por su rey ; de manera que por las unas
considerando que aquel negocio era de grand im partes é por las otras habia contina guerra, é facian
portancia, ó que lo debían proveer con diligencia , dado los unos á los otros , porque la gonto de los
habido su consejo, determinaron de embiar á aquel moros en el arte de guerrear es mas sabida , qne
Condado al Licenciado Garcilopez de Chinchilla, fuerte para pelear en las batallas campales. Otrosí
que era de su consejo , el qual habia dado leyes é el Rey mozo, veyondo al otro Rey su tio apoderado
puesto en alguna orden de vivir á los Reynos de en el reyno que á él pertenescia, é que no era rece-
Galicia. bido en ninguna de las cibdades é villas del, é vista
$#9Í4eenc¡adQ fré pon, poderes del Rey é 4e Jg qqe lps cabulero» m.or9s que. estyba,n, en SU coppa,.
Ué CRÓNICAS DE LOS REYES DE CASTILLA.
fila, le doxaban cada día, porque no tenia que les los moros puestas en el campo, puso toda su gente
dar ; con aquel sentimiento que padescen los que repartida en los lugares quo entendió que estaria
ven lo suyo en poder ageno, aventuróse á la muer mas á su ventaja para pelear con los moros. Ovo
te ó al vencimiento. E con alguna gente de caba ende algunos caballeros que conocían las artes de
llo quo con él habia quedado, pasando un dia é dos los moros, é la enemiga que tenían con los chris
noches á gran peligro, ansí de sus enemigos, cómo tianos, é sospecharon que todas aquellas diferencias
de grandes montañas que atravesó fuera do cami que los dos Reyes mostraban eran fingidas ; é aun
no, llegó una noche á las puertas del Albaycin de que fuesen verdaderas, recelaban que en aquella
Granada. E dexando los que con él venian on un hora para mal de los christianos , se concertada el
lugar cercano al Albaycin , con quatro ó cinco quo tio con el sobrino, é los unos é los otros los toma
tomó dellos, llamó á las volas é á los que guardaban rían enmedio por los matar ó captivar. Esto comu
la puerta del Albaycin, sin tener con ellos trato ni nicado con Don Fadrique, porque estaba ya puesto
asiento cerca de su venida, ni de la hora que habia con la gente en tal lugar que no se pudiera retraer
de llegar. E según lo quo después subcedió pode sin gran daño, pensó de mostrar esfuerzo á las gen
mos decir, que ansi como las guardas lo abrieron tes para la batalla, é puso á Abencomixa, aquel ca
las puertas del Albaycin, ansi abrió Dios las vo ballero moro que el Rey mozo le habia embiado,
luntades de los moros, para lo recebir como á rey, con su gente en la delantera ; porque si alguna tray-
é no le facer mal como á enemigo. Quando fué den cion tenían pensada, no pudiesen ferir en las espal
tro, andovo llamando ¡i las puertas de los principa das de sus gentes. E fizo mover las esquadras mas
les que moraban en el Albayiin, é luogo tomaron adelante contra el Rey Moro que estaba fuera de la
armas para le defender, é ayudar contra el otro Rey cibdad. Los moros comenzaron el escaramuza con
su tío que estaba en el Alhambra. E como por la tra aquel caballero Abencomixa que estaba en la
mañana la voz fué por la cibdad de Granada, é su delantera, é con algunos de los christianos que le
tio sopo que el Roy su sobrino estaba apoderado en ayudaban. Las otras batallas do estaba Don Fadri
el Albaycin, luego fizo armar la gente de guerra de que ó los otros capitanes, esforzaban á los de la es
la cibdad, é vino contra los del Albaycin, ó los del caramuza, y estaban prestos para entrar á pelear
Albaycin con el Rey mozo fueron contra los do la con los moros, si se apartaran de los olivares é ace
cibdad ; é salieron al campo , é ovieron entro ellos quias donde se pusieron. E la escaramuza duró por
una gran peloa do murieron muchos do los unos ó espacio do quatro horas, en las quales murieron al
de los otros. Habida esta batalla, los do la cibdad gunos do la una parte é do la otra. Los moros de
pusieron estanzas contra los del Albaycin, é pelea Granada, quando vieron que los christianos estaban
ban con ellos continamente ; é las peleas que ha quedos, é que por ninguna cosa que les cometían
bían, eran tan crueles, que qualquior que era toma no desordenaban sus batallas, volvieron á la cibdad
do por la una parto ó por la otra, no tenia esperan ó confinaron la guerra que tenían contra el Rey
za de vida. El Rey mozo, veyéndose aquoxado de mozo, é contra la gento del Albaycin que le ayu
los moros de la cibdad, embió sus monsageros á daban. Don Fadrique, quando vido que los moros
Don Fadrique capitán mayor, puesto por el Rey ó se tornaron á la cibdad , quedó en el campo á vis
por la Reyna, faciéndole saber su venida al Albay ta de Granada por espacio de un dia. E la gente del
cin, éla guerra contina que tenia con los de la cib Albaycin vistas las batallas de los christianos que
dad, á que recelaba de los moros que con él eran, vinieron en su favor, tomaron mayor esfuerzo para
que cansados de ver la» muertes é trabajos continos se defender de los de Granada ; porque Don Fadri
que pasaban, mudarían sus voluntades, é darían en que les embió á decir , que sirviesen al Rey mozo
trada á los moros de la cibdad en el Albaycin, é en aquella necesidad, pues aquel era su Rey verda
que él se veria en peligro de muerte. Por ende lo dero ; é que él de parte del Rey é do la Reyna les
rogaba que le viniese ú socorrer con la mas gento soguraba sus personas é bienes, para que pudiesen
de caballo que pudiese. Don Fadrique, sabido el es salir á qualesquier partes, ó facer sus labores, é tra
tado en que estaba el Rey mozo, é que habia nece tar sus mercadurías libremente sin dafio ninguno.
sario el socorro, juntó la mas gente que luego pudo Los moros, visto el seguro, tomaron mayor esfuerzo
haber de caballo é de pié, é vino camino de Gra pora ayudar al Rey mozo, é defender el Albaycin, é
nada, é llegó bien cerca de la cibdad. El Rey mozo guerreará los do la cibdad. Las peleas de noche é de
quando vido á Don Fadrique que con la gente de dia que habia entre los unos é los otros, se contina-
los christianos le venia a socorrer, embióle un caba ron tanto , que el Rey mozo embió á decir á Don
llero de su parcialidad que se llamaba Abencomixa Fadrique que le embiase alguna gente de pié y
con alguna gente de caballo, y él quedó en el Al espingarderos para que le ayudasen, porque los
baycin. moros de la cibdad habían fecho algunos portillos
El Rey viejo, como sopo que la gento do los chris en la cerca, é trabajaban todas las horas peleando
tianos era venida en ayuda del Rey su sobrino, é por entrar. Don Fadrique, considerando quanto com-
que estaba tan cerca de Granada, salió al campo plia al bien de aquella conquista que el Rey mozo
con toda la gente de guerra, ansi de pié como de fuese favorescido, embió 4 Fernán Alvarez de So-
caballo de la cibdad, para pelear con los christia tomayor, Alcayde de Colomera, con algunos peones
nos. E Don Fadrique, quando vido las batallas de espingarderos ¡ los quales entraron en el Albaycin,
DON FERNANDO É DOÑA ISABEL 44?
é fueron bien rocebidos de los moros , porque les López de Ayala, y el Comendador Pedro de Ribera,
ayudaban a pelear contra loa de la cibdad. E ansí é Don Fernando de Acnfia, con las gentes de sus
duraron en estas peleas por espacio de cinqüenta capitanías. Otrosi vinieron las gentes de caballo' é
diae los unos contra los otros. de pié de todas las cibdades é villas é montañas é
provincias que embiaron á llamar ; é vinieron las de
CAPÍTULO LXIX. ¡ las Hermandades de Castilla diez mil peones, de los
qnales tenían cargo Alonso de Quintanilla un ca
Délas gentes que se Juntjron tonel nejen Córdoba, para en ballero de las Asturias de Oviedo, é Don Juan de
trar en el Rejno de Granada.
Ortega, Provisor de Villafranca, que eran goberna
Como el Bey é la Reyna fueron en la cibdad de dores de las Hermandades. Otrosi vinieron los ho-
Córdoba, luego vinieron á su llamamiento los micianos del Reyno de Galicia, á quien el Rey é la
Maestres de Santiago é de Alcántara , é Don Pedro Reyna otorgaron perdón porque viniesen á servir
Manrique, Duque de Náxera , é los Marqueses de en aquella guerra. E vinieron ansi mesmo los fijos-
Cáliz é de Villana, é Don Rodrigo Alonso Pimen dalgo, que eran tonudos devenir á servir en las
tal, Conde de Benavente, é Don Juan Tellez Girón, guerras cada que fuesen llamados. E de los Reynos
Conde de Uraefia, é Don Garci Alvarez de Toledo, de Aragón, é de Valencia, é de Sicilia, é del Princi
Conde de Oropesa, y el Conde de Oabra, é Don Gó pado de Cataluña, é de las islas, é otros señoríos del
mez Suarez de Figueroa, Conde de Féria, é Don Ga Rey é de la Reyna, vinieron Don Felipe de Navar
briel Fernandez Manrique , Conde de Osorao, y el ra, sobrino del Roy, Maestre de Montosa, é Don
Comendador mayor de León, é Don Pedro Puerto- Luis de Borja, Duque de Gandia, é Don Juan de
carrero, Conde de Medellin, é Don Pedro de Villan- Luna, Sefior de Lierta, é Don Blasco de Alagon, é
drando, Conde de Ribadeo, 6 Don Enrique Enri- Moten Manuel de Sesé, Bayle general de Aragón, é
quez, Mayordomo mayor del Rey, é Don Pero Enri- Mosen Juan de Coloma. Barón del Alfagerin, é Mo-
quez, su hermano, Adelantado mayor del Andalu sen Ferrer de Lanuza, Sefior de Zaylla, é Mosen Pe
cía, é Don Juan Chacón, Adelantado mayor del dro de Perca, é Don Juan de Ventemilla, Barón de
Reyno de Murcia, é Don Alonso, Señor do la Casa Buxena, é Micer Bernardo Gayton, Barón de Sexe,
de Aguilar , é Don Diego Fernandez de Córdoba, é Don Pero Maza de Lízana, Sefior de Mosen, é
Alcayde de los Donceles, é Don Pero López de Pa Mosen Reqnesens de 8oler, Governador de Catalu
dilla, Clavero de Calatrava, é Don Hurtado de Men ña, é Mosen Gabriel Sánchez, Tesorero mayor del
doza, capitán de la gente del Cardenal de España. Rey, é otros caballeros fijos-dalgo de aquellas par
E los caballeros que no vinieron en persona , era- tes. Quando todas aquellas gentes fueron juntas,
biaron las gentes de armas é peones que por el Rey que podisn ser en número de veinte mil hornos á
é por la Reyna les fué mandado quo embiason, é caballo é cinqüenta mil á pié, platicóse en el Con
vinieron al término que les fué mandado. La gente sejo del Rey é de la Reyna , quál cibdad de Moros
del Duque de Alva, é la gente del Duque de Piasen- se debia conquistar primero en este año , sobre lo
cia, é la gente del Duque de Medinasidonia, é la qual ovo diversos consejos. Algunos fueron en vo
gente del Duque de Medinaceli, é la gente del Du to que el Rey debia poner real sobre la cibdad do
que de Alburquerque, é la gente del Maestre de Málaga, porque si se tomase, por ser la principal de
Calatrava, é la gente del Marqués de Aguilar, é la aquellas partes, luego se rendirían la cibdad do
gente del Marqués de Astorga, é la gente del Obis Velezmálaga, é todos los castillos é villas que son
po de Cuenca, é la gente del Conde de Castro, é la en sn comarca, y en las serranías de la Axarqnfa,
gente del Conde de Corulla, é la gente del Conde que quiere decir en lengua Arábiga Oriente, é de la
de Miranda , é la gente del Conde de Nieva, é la Algarbia que quiere decir Ooidente. El oonsejo de
gente del Conde de Pliego, é la gente del Conde de otros era qne el cerco puesto sobre la cibdad de
Fuensalida, é la gente del Conde de Paredes, é la Málaga seria peligroso para la hueste, si primero
gente del Conde de Alvadeliste, é la gente del Con no se tomase la cibdad de Vélez, porque está asen
de de Monteagudo, é la gente de Don Bernardino tada entre Málaga é Granada, y es muy fuerte é
de Velasco, fijo del Condestable de Castilla, é la grande, donde so recogerían muchos moros que po
gente de Don Estéban de Guzman, Señor de Santa drían venir seguros desdo Granada, fasta entrar en
Olalla, é la gente de Sancho de Roxas, Sefior de ella. Los qnales faciendo guerra por la una parte, é
Cavia. Vinieron ansimesmo algunos capitanes de la gente de pelea que estaba dentro en Málaga por
las guardas del Rey é de la Reyna oon Don Fadri- la otra ; los que estoviesen en el real sobre Málaga
que de Toledo, Capitán general de la frontera. no podian ser seguros, é seria forzado de lo alzar.
Otrosí vinieron Don Diego de Castrillo, Comendador Otros decian, que tomada la cibdad de Velezmála
mayor de Calatrava, é Luis Fernandez Puertocarre- ga, no era necesario al Rey poner sitio sobre la cib
ro, Sefior de Palma, é Don Martin de Córdoba, fijo dad de Málaga, pues quedaba por todas partes cer
del Conde de Cabra, é Juan de Almaraz, é Antonio cada, de tal manera que ninguno podría entrar ni
de Fonseca, é Jnan de Merlo , é Fernán Carrillo , é salir en ella : porque de la una parte estaban las vi
Alonso Osorio, é Pedro Osorio, é Juan de Biedma, llas é castillos do Cártama, é Alora é Cazarabonela ;
é Antonio del Aguila, é Hurtado de Mendoza, ó é de la otra parte, ganándose la oibdad de Velezmá
Bernal Francés, é Francisco do Bovadilla, 6 Diego laga, é poniendo navios por la mar que guardasen.
448 CRÓNICAS DE LOS REYES DE CASTILLA.
la entrada da la cibdad á los de Africa, de necesa iban adelante á ver los lugares donde el real se po
rio se rendiría , mn qne el Bey con toda en hueste dría mejor asentar. El avanguarda llevaba Don
fuese sobre ella. El voto de algunos otros capitanes Alonso de Cárdenas, Maestre de Santiago, con mil
é adalides qne sabian aquella tierra, decían, que si é docientos lanzas, é con ciertos peones de las her
cerco se Labia de poner sobre la cibdad de Velez mandades, é con las gentes del Duque de Plasencia,
málaga, era necesario asentarse en un valle rodea é del Duque de Medinaceli, que iban en los alas. En
do por la una parto de la mar, é por la otra de ás otra batalla iba Don Rodrigo Ponce de León, Mar
peras montañas pobladas de muchos moros, gente qués de Cáliz ; en otra iba el Conde de Uruefia , é
belicosa, de los quales se podría recrescer gran pe Don Alonso, Señor do la Casa de Aguilar. En otra
ligro si alguna gente viniese de Granada á les ayu batalla iba el Conde de Féria, é la gente de caballo
dar. Pero al fin de algunas pláticas, porque paresció que embió Don Diego Hurtado de Mendoza, Arzo
ser mas necesario el cerco de Velezmálaga, el Rey bispo de Sevilla. En otra batalla iba la gente del
acordó do ir sobre ella, é partió do la cibdad de Cór Duque de Medinasidonia, donde- iba por capitán
doba Sábado á sieto dias del mes de Abril. Y esa Poro Vaca. En otra batalla iba el Clavero de Cala-
noche ántes que el Rey partiese, casi á las dos horas trava. En otra batalla iba el Conde de Cabra con la
después de media noche, ovo terremoto en la cib gente de caballo é pié de su casa. En otra batalla
dad, especialmente en aquella parte donde son los iba Don Hurtado de Mendoza con la gente de ca
palacios reales. Desta serial fueron algunas gentes ballo é de pié del Cardenal de España bu hermano.
espantadas, pensando que el temblor de la tierra en En otra batalla iba el Duque de Náxera , é con él
aquella hora era señal de alguna fortuna quoacaes- iban Ñuño del Aguila ó Fernán Duque, capitanes
oerta en la hueste ; otros croyeron aquello ser cosa del Roy ó do la Royna con las gentes de sus casas,
que suele acaescer como vomos las otras cosas na é con la gente que embió el Marqués de Astorga.
turales que de contino se veen. Con este aouerdo el En otra batalla iba el Conde de Benavente , y en
Rey partió de la cibdad de Córdoba, y erabió man* esta batalla iba Garci Bravo, Alcayde de Atienzai
dar á Francisco Ramírez de Madrid, el qual tenia é Don Alvaro Bazan con las gentes que tenían da
cargo del artillería, ó á los otros capitanes de la sus capitanías. E después destas batallas iba la ba
gente de caballo é de pié que andaban en guarda talla real, donde iba por Alférez el Conde de Ci-
della, que luego partiesen de Ecija donde estaban. fuentes que llevaba el pendón real ; y en esta ba
E mandó al Maestre de Alcántara, ó á las gentes talla iba Don Gutierre de Cárdenas , Comendador
de caballo é de pié de la cibdad de Ecija, é á Mar mayor de León con la gente de su casa, é Don Fa-
tin Alonso, Señor de Montemayor, é á los alcaydes drique de Toledo, fijo del Duque de Alva, que tenia
de Soria é de Carmona con las gentes de caballo é cargo do la capitanía general de la frontera de loa
de pié de sus capitanías, que fuesen en guarda del moros, y el Adelantado del Andalucía, ó Don Fran
artillería. El Rey, continuando el camino con toda cisco Enriquez, ó Luis Fernandez Puertocarrero,
la hueste , puso su real en el rio de las Yeguas, Señor de Palma, é Don Martin de Córdoba, é Juan
donde ovo tantas é tan continas lluvias que las gen de Almaraz, é Antonio de Fonseca, é Juan de Mer
tes ó las bestias é todo el fardage recibió gran daño. lo, ó Fernán Carrillo, capitanes del Rey é de la
El Rey movió de allí la hueste, é fué mas adelante, Royna con las gentes de caballo de sus capitanías.
ó llegó el Juéves de la Cena (1) á las vegas que di Otrosí iban en esta batalla real todos los caballeros
cen de Archidona. E como quier que facia grandes fijos-dalgo que vivían con el Rey é con la Reyna,
aguas, pero estovo en aquel real por oir los oficios y estaban continamente en su corte ; y en las dos
divinos que se celebraban en aquellos dias ; é allí alas desta batalla iban las gentes de caballo ó da
fizo publicar la determinación que ovo en su con pió de las cibdades de Sevilla ó Córdoba. E luego
sejo delante de la Reyna para cercar á Velezmálaga. cerca de la batalla real iba todo el fardage, y en
Otro dia, yendo mas adelante camino de aquella guarda dél iba la gente de caballo é de pió de la
cibdad, mandó asentar su real en un lugar que se cibdad deXerez de la Frontera. Y en la rezaga iba
llama la fuente de la Lana. E porque las muchas Diego López de Ayala, é Francisco de Bovadilla, 6
aguas habían dafiado los caminos, acordó que la Pedro de Vera, y el Alcayde de Morón con las gen
artillería fuese por el mejor camino, porque los tes de sos capitanías, á con los gentes de caballo ó
bueyes que la llevaban fallasen herbage que co é de pié que vinieron de las cibdades de Jaén, ó
mer, é no lo fallasen comido de las muchas bestias Ubeda é Baeza ó Anduxar. Los peones iban reparti
que iban en la hueste ; y el Rey con toda la hueste dos en veinte ó tres batallas. E porque con las mu
fué por otra parte desviado del camino que llevaba chas aguas los arroyos iban orescidoo, ó habia pasos
el artillería. En aquel lugar mandó el Rey ordenar trabajosos de pasar álas gentes de pié, el Bey man
sus batallas en esta manera. En la delantera iba el dó al Alcayde de los Donceles que iba delante, que
Alcayde de los Donceles con los Mariscales, é con llevase dos mil peones é maestros carpinteros para
las gentes de caballo que embioron el Duque de facer puentes de madera en los arroyos, é que ficie-
Alburquerque, y el Conde de Sant Estévan ; y estos se poner piedras grandes en los charcos de las aguas
por donde los gentes de pié pudiesen pasar. Con
estas batallas ordenadas en la manera que habernos
dicho, ol Roy mandó mover su real paja. irmM
DON FERNANDO É DOÑA ISABEL. 449
adelante; é porqne el camino que habian de llevar dafio. El voto del Bey fué qne se debía asentar en
era angosto, mandó ir adelante qnatro mil peones aquellas cuestas qne eran entre la cibdad é aquella
con picos é palas de fierro para quebrar las penas é villa de Bentomiz, porque la gente del real annque
adobar los malos pasos. E de aquella manera la recibiese algún trabajo en la guarda, pero defen
gente de la hueste con gran pena andovo cinco le dería á qualquier gente que de aquella villa viniese
guas de montanas tan fragosas, que muohas bestias á entrar en la cibdad para la socorrer.
de las que llevaban el fardage peresoieron porque E acaesció, que andando el Bey acompañado de
no se pudo fallar rio, ni dispusioion donde el real se algunos pocos caballeros, mirando en que lugares
asentase, fasta que llegaron á un lugar que se dice menos dañosos á sus gentes estarían las estatizas,
Salmilla. E porque era metido entre las montanas mandó poner cierta gente de pié en un cerro que
que poseían los moros, el Rey mandó al Comenda estaba sobre la cibdad; porque aquel guardado,
dor mayor do Oalatrava que con algunas gentes de eran mas seguros los que estoviesen en el real ; é
caballo é de pié tomase los pasos de aquellas sier para tener el cerco aprovechaba mas que otra están-
ras, porque los moros que las moraban no oviesen za de las que contra la cibdad se pusiesen. Los mo
lugar de los tomar, é facer dallo en los ohristianos. ros, veyendo que tomado aquel cerro geles seguiría
gran daño, salieron una grand esquadra de los que
CAPÍTULO LXX. estaban en la cibdad, é tirando saetas y espingar
Como le paso reil sobre I» cibdid de Vele/.málaga. das, vinieron contra los que lo guardaban. Los peo
nes turbados del acometimiento arrebatado que los
Pasados los trabajos de las lluvias é de los cami moros ficieron , desampararon el cerro , é se pusie
nos ásperos qne habernos dicho, el Rey con toda la ron en fuida ; é los moros los siguieron matando é
hueste llegó cerca de la cibdad de VelezmAlaga. Lle firiendo en ellos. El Bey, que como habernos dicho
garon ansimesmo por la mar Don Juan , Conde de andaba á caballo proveyendo en el asiento del real,
Trovento, con quatro galeras armadas, é Martin visto que los moros venian faciendo daño en los
Diaz de Mena, é Arriaran, é Antonio Bernal, capi christianos, ansi como se falló á la hora , armado
tanes, con las naos ó caravelas de la flota del Rey é Bolamente de unas corazas é una espada en la mano,
de la Reyna que tenian en cargo. Ésta cibdad es sin esperar otra arma ni ayuda de gente arremetió
cercana á la mar por espacio de media legna, y está contra los moros ; y entró tan de recio en ellos, que
cercada de todas partes de grandes montanas, é nna algunos de los ohristianos que venian fuyendo, vis
del lasque es la mas cercana á la cibdad, se continúa to el socorro que el Bey por su persona é por su
fasta la cibdad de Granada. Estaba poblada de mu mano les facia, tomaron tanto esfuerzo, que torna
chos moros cursados en la guerra. La cibdad está ron á entrar en los moros. E ansí juntos oon el Bey,
asentada bazo en la falda de nna sierra , que se pusieron á los moros en fuida , matando é firiendo
aparta nn poco de aquella montana. La fortaleza es en ellos, fasta los meter por las puertas de la cib
en lo mas alto, 6 la cibdad está tendida por la lade dad. E recobrado por el Bey aquel cerro, mandólo
ra, bien cercada de muros é torres fuertes y espesas fornescer de mas é mejor gente para lo guardar. En
con una barrera qne la oerca toda en torno ; é tiene aquella hora los qne se fallaron mas oerca del Rey,
junto con los muros dos grandes arrabales fortales- fueron el Marqués de Cáliz , y el Conde de Cabra, y
cidos de albarradas é de grandes fosados. Otrosí el Adelantado de Murcia, é otros dos caballeros, el
cerca de la cibdad , por espacio de una legua , en uno se llamaba Garoilaso de la Vega, y el otro Diego
nna sierra alta, está fundada una villa muy fuerte, de Atayde. Estos caballeros, visto el peligro en que
qne se llama Bentomiz ; de manera qne de la nna el Rey se metía, pusiéronse delante porque no re
parte esta cibdad tiene la mar, ó de todas las otras cibiese dafio de la multitud de las espingardas é
partes está rodeada de montañas que poseen los
moros. El artillería no pndo llegar quando él llegó saetas que los moros tiraban.
Sabido por la hueste como el Rey peleaba con los
con su hueste, por el impedimento que ovieron de
las aguas é de las sierras é penas, é otros malos pa moros , acorrieron allí muohas gentes ; é los Gran
des é caballeros que con el Rey se fallaron , é los
los qne habia en el puesto que dicen de Alfornare, otros que después vinieron, como quiera que oonos-
por do habia de pasar. B como quier que los minis
cieron bien que aquello qne el Rey fizo fué necesa
tros que la tenian en oargo oada uno por su parte
rio para librar los suyos del dafio que recebian ; pero
ponía gran diligencia en la traer ; pero á gran pena
veyendo de quanto precio era la vida del Rey para
podian andar en todo un dia una legna, porque era la conservación de todos , le dizeron , que pues tan
neoesario ir delante gente de pié con picos é palas tos Grandes é tan buenos capitanes é caballeros ha
de fierro quebrando ponas é allanando los lugares
bia en su hueste, le plogniese en semejantes casos
de aqnel puerto, por do pudiesen pasar los carros.
servirse dellos é guardar su real persona ; porque el
Como el Rey llegó cerca de la cibdad, el voto de príncipe qne ama sus gentes, guarda su vida, que
algunos caballeros era, que'el real se asentase bazo es vida de los suyos. E que considerase quantas
en lo llano, é que no se pusiese en las cuestas que huestes fueron perdidas por la caida de sn rey ; por
estaban entre la cibdad é la villa de Bentomiz ; por
ende le suplicaban que dende en adelante les ayu
qne estando entre dos lugares enemigos, é tanto dase oon la fuerza de sn ánimo gobernando, é no
cercanos el uno del otro, la gente podría recibir
con (a de su cuerpo peleando. El Bey les respondió
Cr—UL
29
450 CRÓNICAS DE LOS BEYES DE CASTILLA.
que les tenía en servicio lo que le deoian , é que no xar, pusiesen real en un cerro alto apartado una le
podría buenamente sofrir ver los suyos padescer , é gua del real , é ceroano á una villa que se llama Co-
no aventurar su persona por los salvar. De esta res mares; porque la gente de moros que estaba en
puesta todas las gentes ovieron gran placer, é to ella y en las otras fortalezas de Bentomiz, é Cani
maron grand esfuerzo , porque veian que oomo Rey llas, é Competa, é Benamarhoja, otros! los moros
los gobernaba , é como buen capitán los socorría. que estaban metidos en las breñas é lugares áspe
Recobrado aquel cerro , luego Be asentó el real en ros de aquellas sierras, no ficiesen daño en las gen
diversas partes, según la disposición del lugar lo tes que venian con las provisiones. E no embar
requería, Y el Rey mandó otro dia por la mañana gante la gran guarda que habia en la seguridad de
que se combatiesen los arrabales , para el qual com los caminos , pero las montañas son tan ásperas , que
bate la gente del real se aparejó, é cada uno traba los moros habían lugar salir dellas, é facer saltos, á
jando por mostrar el esfuerzo de su persona , llega mataré eaptivar algunos christianos que venian
ron por muchas partes á combatir los arrabales. E con poca compañía al real. Otrosí las gentes de laa
los moros se dispusieron con todas sus fuerzas por villas é fortalezas de moros que habernos dicho cer
las calles á los defender , é comenzaron la pelea ; en canas á la cibdad , é los que moraban en aquellas
la qual los de la una parte por ofender, é de la otra montañas , encendian de noche grandes fuegos en
por defender, poniéndose oon osadía al peligro, tra las cumbres de las sierras , é facian acometimientos
bajaban encendidos con mayor cobdicia de matar ó de pelear con las gentes que estaban en la guarda
ferir al enemigo , que defender á si meamos. del real. Y estos rebatos eran tantos , que convenia
Esta cruel pelea duró por espacio de seis horas ,y álos del real estar siempre apercibidos, é con espe
en todo este tiempo la fuerza de los christianos no ranza oontina de pelear.
pudo mover á los moros de los lugares que comen
zaron á defender. Visto por el Duque de Náxera é CAPÍTULO LXXI.
por el Conde de Benavente la gran fuerza que los
De las ordenanzas que el Rey manda guardar en tas reales.
moros tenian en la defensa de sus arrabales , y el
daño que faoian en los christianos que los comba El Rey por quitar los ruidos é otros inconvinien-
tían, llegaron con sus gentes por dos partes al com tes que en las grandes huestes acaescen , constituyó
bate é acometieron la pelea con tal osadía, que fioio- é mandó pregonar ciertas ordenanzas, conviene sa
ron retraer los moros á la oibdad ; é los christianos bor : que ninguno jugase dados ni naypes, ni blas
quedaron apoderados de los arrabales. Murieron en femase , ni sacase armas contra otro , ni revolviese
este combate Ñuño del Águila, é Don Martin de ruido. Otrosí , que no viniesen mugerea inundarías ,
Acuda, é fueron feridos Garcilaso de la Yega , é Don ni rufianes al real ; é que ninguno saliese á escara
Carlos de Guevara, é Fernando de Yega, é Juan de muza que los moros moviesen, sin licencia de su ca
Merlo oapitanes, é otros fasta número de ochocien pitán ; é que todos guardasen el seguro que diese á
tos hornea ; é falláronse muertos por las calles mu qualquícr lugar de moros en general , ó á cualquier
chos moros. Tomados los arrabales , el Rey mandó moro en especial ; é que no se pusiese fuego á los
al Duque de Náxera, á al Conde de Benavente, é á montes que eran cercanos al real ni á los otros rea
Don Fadrique de Toledo oon sus gentes , é á Pero les que dende en adelante se pusiesen. E franqueó
Carrillo de Albornoz, con la gente del Arzobispo de á todos los que traxiesen mantenimientos á sus rea-
Sevilla que tenia en su capitanía, que pusiesen es- Ios por mar ó por tierra, para que los pudiesen ven
tanzas en el arrabal contra la cibdad. fistos caballe der libremente sin pagar derecho de qualquier ca
ros las pusieron luego bien cercanas á los muros , ó lidad que fuese. E todas estas cosas mandó guardar
las fortificaron con cavas á palenques , é las forne- so ciertas penas ; el temor de las quales, visto que
cieron de gente de armas que las defendiesen. Otro se executaban en loa culpados , engendró tal obe
sí mandó el Rey al Comendador mayor de León é á diencia , que entre tantas gentes oomo concurrían
Rodrigo de Ulloa que toviesen cargo de facer cavas en los reales, no se falló sacar arma , ni decir pala
en torno de la oibdad, que la ciñesen desde los ar bra fea uno á otro , do pudiese haber escándalo.
rabales fasta el lugar donde estaban asentados los Pasados quatro dios después que el real se asentó,
reales; de manera que ninguno podiese entrar, ni los moros que moraban en aquellas montañas se
salir en la cibdad. Después que el Rey proveyó en juntaron en gran número, é descendieron á unas
el asiento del real , luego entendió en la seguridad cuestas cercanas al real , con propósito de ferir en la
de los caminos ; porque laa recuas de los manteni gente que guardaba la una parte del real , y entrar
mientos que la Reyna mandaba venir al real vinie en la cibdad ; porque ellos juntos con los que la
sen seguras. E mandó que desde la villa de Archi- guardaban, farian tanta guerra á los christianos, que
dona fasta el real, que son diez leguas, estoviesen les ficiesen alzar el sitio. E si lea viniese el socorro
gentes de caballo é de pié repartidas por laa sierras de la mucha gente de moros que esperaban , ellos
y en los lugares mas necesarios, para segurar á los por una parte , é los que viniesen en su socorro por
que viniesen al real. E mandó á Diego López de la otra, podrían vencer á los christianos. Como
Ayala, é á Francisco de Bovadilla, que con las gen aquellas gentes de moros fueron vistas, el Rey man
tes de sus capitanías, é con los caballeros é peones dó á Don Gutierre de Cárdenas, Comendador mayor
de las oibdades de Jaén , é Ubeda, é Baezaé Andú- de León, é á Don Pero López de Padilla, Clavero
DON FERNANDO É DOÑA ISABEL. 451
de Calatrava, que con cierta gente de caballo é de padres largos tiempos; los qnales derramaron su
pié subiesen luego 4 las cuestas do estaban é pelea sangre por la ganar , y ellos la derramaban por la
sen con ellos. Otros! mandó armar otros capitanes , perder. El Rey viejo, oidas estas cosas é sabido que
para que fuesen á las espaldas desloa á los ayudar. el Rey oon toda bu hueste estaba sobre la oibdad de
El Comendador mayor y el Clavero, cumpliendo el Velezmálaga, ovo gran turbación; porque nunca
mandamiento del Rey, subieron con sus gentes pensó que los christianos to vieran osadía de se me
aquellas cuestas. E los moros, luego que vieron á los ter entre tantas é tan ásperas montadas que los ro
christianos, fícieron rostro; é como les tiraron los deaban por todas partes. E no quisiera salir de la
primeros tiros de las muchas ballestas y espingardas cibdad , porque recelaba que luego el Rey su sobri
que traian , é vieron que los christianos los sufrían no entraría en ella é seria recebido por Rey. T ora-
é arremetian contra ellos, volvieron las espaldas é bióle á decir , que se doliese de la perdición que de
pusiéronse en fuida, y el Clavero con algunos de ca dia en dia veia facer en los moros; é que pues los
ballo é con la gente de pié fué en el alcance. Pero chístianos se habian metido en la huesa , agora te
no pudo seguirlos mucho, porque se metieron en nian tiempo para les echar la tierra encima ; é que
otras sierras mas altas, y en tales lugares donde él quería dezar el titulo de rey que había tomado, é
oran seguros de los christianos que no los podian venir bazo de bu bandera á su gobernación ; é que
seguir. viniesen juntos á socorrer aquella oibdad , é habrían
El Rey mandé poner gran diligencia para que vi la venganza que los moros deseaban é los christia
niese el artillería; pefono pudo venir toda; porque nos temían. El Rey mozo no quiso aceptar lo que su
los caminos eran tan fragosos, que ni se pudo fallar tio le embió á ofrescer, por las grandes enemistades
camino por donde pasase, ni dispusicion donde que entre ellos habian causado las crudas muertes
con grand industria é trabajo se podiese facer. E de los propinquos que habian muerto de la una par
después de diez dias que el real se asentó , llegó fas te é de la otra. T ombiólo decir, que estaba en pro
ta media legua del real una parte della, que traia pósito de se vengar é no concordar con él. E que no
fasta mil é quinientos carros con algunos tiros de so osaba fiar de sus palabras , porque sabia quántas
lombardas medianas , é pasabolantes , é cebratanas, veces é por quántas maneras le habia tratado la
é ribadoquines , é otros géneros de artillería. Todas muerte ; é porque creía , que toda hora que pudiese
las mas gruesas lombardas que no pudieron ser traí gela daria. El Rey viejo, desesperado de lo que pen
das , quedaron en la cibdad de Antequera. saba que el Rey mozo faria , aquezado de las conti
nas amonestaciones que los alfaquies é viejos de la
CAPÍTULO LXXII. cibdad do Granada lo facían, juntó el mayor núme
ro que pudo de gente á caballo é á pié, é vino por
Gomo el Reí moro que estaba en Granada , Tino con gente i so los lugares mas encubiertos de la montaña que vie
correr! Veletmaliga.
ne do Oranada á se juntar con aquella cibdad de
Entre los moros do la oibdad de Granada é los Velezmálaga. E paresció un día en la tarde con toda
que moraban en el Albayzin duraban siempre las su gente en lo alto de la montaña donde estaba la
peleas é las muertes de homes que facian crecer en villa de Bentomiz. Y estovo allí aquella noche fa
tre ellos las enemistades que tenian. Los de la cib ciendo grandes fuegos por muchas partes de la mon
dad que seguian el partido del Rey viejo, estaban taña. Algunos caballeros é capitanes, quando vieron
oprimidos por la guerra que tenian dentro con los las batallas de los moros, consejaban al Rey que
moros del Albayzin , é fuera con los christianos que mandase armar toda la gente de su hueste é subie
estaban en los castillos fronteros ; de manera que sen por aquella sierra á pelear con ellos. E porque
todas horas les convenia pelear, ó con los moros, ó el Rey vido que aquello no se podía facer, salvo al
• con los christianos. Los alfaqufea é viejos de la cib zando el sitio que tenia puesto sobre la cibdad , man
dad, sabido que el Rey tenia gente por la tierra é dó que toda la gente estoviese queda, é guardasen
flota de navios por la mar sobre la cibdad de Veloz; las eBtanzas é los lugares que cada uno tenia en
recelando que si aquella cibdad se perdiese, Málaga cargo do guardar ; é no cometiesen á subir la sier
con todas las montañas que son cerca de ella , se ra ni comenzasen pelea con los moros. Otro dia las
perderían , llegaron al Rey que estaba en el Alham- guardas que estaban puestas , tomaron ciertos mo
bra, é preguntáronle : que si él trabajaba por ser ros , que dizeron que el Rey de Granada venia con
rey, de quál tierra lo pensaba ser , si toda la deza- propósito de embiar algunos moros á caballo, é
ba perder. Otrosí le decían é andaban predicando veinte mil peones á pelear con el Maestre de Alcán
por la cibdad , que estas peleas que habian con sus tara, é con las otras gentes que venian en guarda del
hermanos é parientes é las muertes que se daban artillería, porque los carros tomaban largo trecho
unos á otros , mejor seria que lo ficiesen defendien de tierra é podrían quemar qualquier parte del ar
do la tierra de los enemigos, que matando á sus tillería, pensando que los christianos que la traian
amigos ; é que se debían doler veyendo poseer á los non eran tantos que pudiesen guardar la longura de
christianos las casas que edificaron, é gozar del la tierra que traian los carros. E que si algunos
fruto de los árboles que plantaron sus padres é abue christianos saliesen del real á le defender , el Rey
los ; y en ver sus hermanos é parientes andar dester moro podría darporuna parte en el realé ala misma
rados do la tierra que poseían ellos é poseyeron sus hora saldrían los moros do la cibdad á pelear con
45* CRÓNICAS DE LOS REYES DE CASTILLA.
los que guardaban las estanzaa; de manera que do ; otros algunos, veyéndose cercados por todas
guerreados por todas partes no se pudiesen valer, é partes de la mar é de los enemigos , estaban con re
fuesen vencidos. celo , é dubdaban del fin que Dios é la fortuna te
Sabido esto por el Rey, mandó al Comendador nia ordenado de facer en aquella hora. E los unos é
mayor de León, que partiese con cierta gente de los otros daban diversos votos ; unos decían, que se
oaballo é de pié á se juntar con el Maestre de Al debía buscar lugares por donde subiesen aquella
cántara, é que pelease con los moros que venian á montaña á pelear con los moros; otros decían, que
dar en el artillería. El Comendador mayor partió la subida por cualquier parte era trabajosa , é que
luego con la gente que el Rey le mandó llevar; é la pelea que en aquellos lugares se ficiese , seria á
veia los moros que iban por lo alto de la sierra con gran ventaja de los moros, é á gran peligro de loa
propósito de destruir el artillería. Los moros ansi- chistianos. El Rey, visto los votoB de los unos é de
mesmo veían á este capitán ó á sus gentes que iban los otros, mandó que todas las gentes estoviesen que
por lo baxo á la defender , é pelear con ellos ; é los das en los lugares que les habia mandado guardar
unos é los otros esperando la pelea , temian la muer é no ficiesen mudanza, salvo quando les fuese man
te. El Rey moro que estaba en las cuestas altas, vis dado. Sopóse ansimesmo como el Rey Moro amo
ta la gente que partió del real á defender el artille nestaba sus gentes, diciéndoles, que si fuesen va
ría, fizo volver á los moros que habia embiado á la rones esforzados, en aquel dia cobrarían todo lo
destruir ; porque pensó que su gente no podría for perdido en los pasados , é que les requería que tra
zar á la de los cbrístianos que la guardaban. E acor bajasen por vencer ó morir en una vez , ganando el
dó de baxar de una sierra alta donde estaba á otras paraíso matando christianos, é no en tantas veyen-
cuestas mas baxas , para socorrer la oibdad. E sus do los moros perder la tierra, é andando cuitados
batallas de gente de caballo é de pié ordenadas, cer por moradas agenas. Diciendo estas cosas el Rey
ca ya de la nocbe comenzó á mover por la sierra Moro movió sus gentes'un poco mas abaxo contra
abaxo dando grandes alaridos , é mostrando venir la batalla de Don Hurtado de Mendoza, que estaba
á la batalla con grand esfuerzo. El Rey habia man en la delantera con la gente del Cardenal su her
dado armar toda la gente del real, é mandó al Con mano. Don Hurtado , visto que los moros se acerca
de de Cabra, ó al Conde de Feria, é á Don Hurtado ban contra él, movió su batalla mas adelante contra
de Mendoza, é al Adelantado del Andalucía, que ellos. El Conde de Cabra y el Conde de Feria y el
fuesen luego con sus gentes , é se pusiesen al en Adelantado del Andalucía , que estaban con sus ba
cuentro de los moros en el camino por donde podían tallas un poco mas abaxo de la cuesta , é los mas
descender para venir contra el real. Otrosí mandó á cercanos á la batalla de Don Hurtado embiaronle á
Garci Fernandez Manrique , Capitán de la gente de decir, que habia fecho oomo caballero esforzado en
Córdoba , é á los capitanes de la gente do Écija é haber ido adelante con su batalla contra los moros;
Oarmona que tomasen un cerro que era en la una é que ficiese en aquella jornada como fijo del Mar
ala hacia la parte de la mar. T en la otra ala man ques Don Iñigo López su padre é nieto de sus abue
dó estar al Conde de Uruefia é á Don Alonso de Agui- los, que nunca fuyeron á sus enemigos ; é que le
lar con ciertos capitanes é gentes encima de otra daban su fe como caballeros de le ayudar , quando
cuesta ; de manera que los moros estaban rodeados le viesen ferir en los moros. Todas estas gentes es
de la gente de los christianos , é no podían descen taban á pié, porque según la dispusicion de los lu
der de las cuestas para venir contra el real por la gares no podían estar a caballo ; é á unos esforzaba
una parte ni por la otra, salvo peleando con algu la esperanza del claro renombre que habrían en la
nas ¿estas gentes. Otrosí mandó al Maestre de San victoria, é á otros enflaquescia el temor de la muerte
tiago que con sus gentes é otros capitanes que man que temian si viniesen á la batalla. Los fuegos que
dó estar con él, se pusiesen en la delantera contra los moros habían fecho defuera, é los que parecian
la cibdad, é ayudasen al Duque de Náxera, é al dentro en las torres de la cibdad , eran tan grandes,
Conde de Benavente, é á Don Fadrique de Toledo, que todas aquellas montaOas relumbraban tanto,
é á Pero Carrillo de Albornoz que guardaban las que se veían bien los unos á los otros , ir los chris
estanzas , si por ventura los moros de la oibdad sa tianos contra los moros, é los moros contra los chris
liesen á pelear con ellos. E por todas las entradas tianos. E quando se vieron cerca comenzaron á ti
del real puso gentes de armas que las guardasen. rar por todas partes tiros de espingardas ó de sae
El Rey, acompasado de muchos caballeros é fijos- tas ; é tan grande era el sonido del artillería que pa
dalgo de su hueste, andaba de unas partes á otras recía estremecerse la tierra , porque aquellas sierras
amonestando á los caballeros é capitanes que avi é valles resonaban de tal manera; que ninguno po
vasen las fuerzas para pelear ; porque en tal lugar día oír á su compañero. Aquel capitán Don Hurta
estaban , que ninguna manera de guarescer habia, do trabajaba por subir aquella cuesta, é comenzar
salvo el buen esfuerzo. E como le traxieron un ca la pelea con los moros. Ansimesmo los que estaban
ballo, cavalgó en él , é dexó una muía en que ve en las alas de su batalla los querían acometer , pero
nia ; porque las gentes conociesen , que ansí como la subida era tan áspera, que los homes armados
era rey para mandar , seria compañero en la nece no la podían subir sino con gran pena é peligro,
sidad. Algunos ovo en los quales el gran miedo en por la dispusicion de los lugares do estaban. Los
gendra mayor esfuerzo par» vencer ó morir pelean moros auBimesmo no osaban descender mas abaxo,
DOfl FERNANDO É DOÑA ISABEL. 45Í
ni acometer "á loe christianos. Y en esta manera de do el poco provecho que fizo su Rey t y el mucho
pelear con tiros de pólvora é ballestas duraron gran daño que recibió la gente de los moros que fué con
parte de la noche. él á facer el socorro, luego llamaron al otro Rey
Venida el alba, é vistas por los moros las bata mozo que estaba en el Albayoin , é le apoderaron
llas de los christianos , é la voluntad que mostraban en el Alhambra, y en las otras fuerzas de la oib- .
de subir contra ellos , é la gran guarda de gentes dad. É como se vido apoderado dellas, cortó las
que por todas partes estaba en el real y en todos cabezas 4 quatro caballeros los mas principales de
los pasos v entradas por donde podian acometer la la cibdad que le habian seydo contrarios, y él que
pelea ; reoelando que como viniese el dia subirían dó por Rey en la cibdad. É porque los moros de
á ellos por anas partes é por otras, perdieron las seaban haber seguridad para labrar el campo , é an
fuerzas , é como gente caida de la esperanza que dar libres por todas partes, el Rey mozo que esta
traían , el esfuerzo que al principio mostraron, ge- ba en la cibdad de Granada, envió suplioar al Rey
les convirtió de súbito en gran miedo, é volvieron é á la Reyna , que les ploguiese asegurar á todos
las espaldas, é se pusieron en fuida. É ansi como la los moros vecinos de qualesquier oibdades é villas
muchedumbre que presto se arma de loca presump- é castillos del Reyno de Granada , que se reduxesen
cion , quando se dilata la victoria que espera , go á su obediencia, é se apartasen de la del Rey su
les privan presto las fuerzas ; ansi aquella multitud tio , porque con deseo de seguridad , oreia que to
de gentes bárbaras , perdido el esfuerzo y el sentido dos tornarían a su partido. El Rey é la Reyna por
se derramaron por las montafias , é dexaron las lan le ayudar , mandaron 4 todas las oibdades é villas
zas, é las espadas, é las corazas, é las ballestas, y de la frontera, é 4 sus capitanes é alcaydes que le
espingardas, por estar mas ligeros para escapar fu- favoresciesen contra el Rey viejo su tío ; é mandá
yendo. Algunas gentes de caballo é de pié de los ronle dar sus cartas, para que todos los vecinos de
christianos, que venido el dia fueron en seguimien Granada fuesen seguros, é pudiesen salir de la cib
to dellos, fallaron por la sierra gran multitud de dad 4 facer sus labranzas, é ir á tierra de christia
aquellas armas, é vinieron cargados dolías. La Rey- nos 4 traer della mantenimientos é paños é todas
na que habia quedado en la cibdad de Córdoba, las otras cosas, tanto que no fuesen armas. Otrosí
quando sopo que el Rey moro con tanta multitud mandaron dar sus cartas de seguro para todas las
de gente habia ido contra el Rey, llamó luego las oibdades villas é castillos de tierra de moros que
gentes de todas aquellas partes del Andalucía; é estaban por el Rey viejo , bí dentro de seis meses
mandó por sus cartas que todos los homcs de se se alzasen por el Rey mozo, é le obedeoiesen oomo
senta afios abazo é de veinte affos arriba, tomasen 4 su Rey. E si dentro de este tiempo no lo ficiesen,
armas é fuesen luego donde el Rey estaba á lo ser que el Rey é la Reyna las pudiesen guerrear ó to
vir. Otrosí el Cardenal de España que habia que mar para si.
dado con la Reyna , ofresció sueldo á toda la gente
de caballo que le quisiese seguir, é se dispuso á CAPÍTULO LXXIIL
partir luego de Córdoba, é ir do el Rey estaba, pa Como se entregó la eibdjd de Veleirailaga.
ra se fallar con él é con la gente de los christianos
en aquella necesidad. É porque las gentes que la Los moros de la cibdad de Velezmálaga, visto oo
Reyna mandó llamar fuesen mas prestas , deliberó mo el Rey moro que los vino 4 socorrer era vuelto,
de ir en persona á algún lugar cercano de donde el é sus gentes desbaratadas , é que los carros del ar
Rey estaba ; é cesó de lo facer , porque luego sopo tillería llegaban al real ; perdidas sus fuerzas é re
el desbarato que los moros ovieron. Algunos caba celando laB de los christianos, procuraron de haber
lleros é capitanes cursados en la guerra , que cono seguridad para sus personas é bienes , é de entregar
cían los engaños de que los moros muchas veces se la cibdad ; é movieron fabla al Conde de Cifuentes,
aprovechaban , visto como habian fuido tan súbi para que suplicase al Rey que le ploguiese dársela.
tamente , pensando ser alguna encubierta , dixeron El Rey considerando que habia de ir á tomar la cib
al Rey, que por ventura los moros mostraban ser dad de Málaga é proseguir mas adelante su con
vencidos á fin que la gente de la hueste se ase quista , porque el tiempo del verano no se pasase
gurase , é no poniendo en el real aquella guarda en aquel sitio, plógole dello. E mandó dar su segu
que convenia , podrían salir de las breñas y espesu ro á todos los que estaban en aquella cibdad, para
ras grandes do se habian metido , é darían sobre la que fuesen á las partes de África, ó 4 otras quales
gente del real. El Rey, conociendo que en las guer quier ; é que pudiesen sacar sus bienes, excepto las
ras se debe poner remedio á todo lo que se puede armas é los mantenimientos y el artillería que en
recelar, mandó que otra noche siguiente la gente ella oviese. E si quisiesen ser siervos del Rey é de
del real esto viese apercebida ; y en la guarda de su la Reyna, é vivir en aquellas partes de su señorío,
tienda estovieron mil caballeros é fijos-dalgo ar que lo pudiesen facer, tanto que no fuesen en lu
mados, según que estovieron las noches pasadas. gares cercanos 4 la mar. Los moros de la cibdad
É luego se sopo de las guardas, como el Rey moro otorgaron de lo facer; é luego mandó el Rey al Co
era ido á la villa de Almufiecar, é de alli partió pa mendador mayor de León, que recibiese aquella
ra la cibdad de Almería, é tornó á la cibdad de cibdad é su fortaleza. E los moros apoderaron 4 él
Guadix. Los moros de la cibdad de Granada, sabi- con bus gentes en todo ello , é puso el pendón de la
454 CRÓNICAS DE LOS BEYES DE CASTILLA.
cruz, é los pendones del Apóstol Santiago é de las los tributos é rentas , según que fasta aquí los pa
armas reales en las torres del castillo ; é dio á los gaban á los Reyes moros. El Rey les aseguró sus
moros término de seis dias para que saliesen de la personas é bienes , é les prometió que les dezaria
cibdad , é para que vendiesen sus bienes muebles. vivir en la ley de Mahomad , é guardar sus buenos
E los moros entregaron al Rey fasta ciento é vein usos é costumbres. Otrosí les mandó qne quando
te christianos captivos Lomes é mugeres que tenían fuesen á sus heredades no llevasen armas , ni fue
en aquella cibdad. E los unos fueron i los Reynos sen á ningún lugar de moros que no estoviese á su
de África, é otros fueron á otras partes. obediencia , ni contraten con los que en ellos mora
Entregóse esta cibdad de Velezmálaga al Rey ren, ni los reciban en sus lugares ni en sus casas.
Don Fernando Viernes (1) á veinte é siete dias del Otrosi que no vayan á las villas é castillos que es
mes de Abril , en el año del nascimiento de Nues tán por el Rey, salvo una hora antes que se ponga
tro Redemptor Jesu Christo de mil é quatrooientos el sol. E que si algún moro ó moros de los que es
é ochenta é siete anos. Fundáronse luego en |laa tán captivos en tierra de christianos, ó algunos
mezquitas de aquella oibdad cinco iglesias; una á la christianos de los que están captivos en tierra de
advocaoion de Sancta María de la Encarnación, moros se soltaren, é viniere á los lugares ó casas
otra á la advocación de Santiago , otra á la advoca donde ellos moran que los no encubran, é que
ción de Santa Cruz , otra á la advocaoion de Sant luego que vinieren , los entreguen al alcayde que
Andrés, é otra a Sant Estovan : para las cuales la estuviere puesto por el Rey. E que ningún moro
Reyna embió cruces, é cálices, é ornamentos, é to entre en lugar ni villa de christianos con armas,
das las cosas necesarias al culto divino. Otrosí el salvo por llamamiento del Rey , ó de los alcaydes
Rey embió mandar á las villas é lugares que eran quo por el Rey fueren puestos. Otrosi , que si gen
en comarca de aquella cibdad, que las entregasen te de moros alguna viniere de los lugares contra
á las personas que embió á las recebir. E luego en rios á los lugares donde ellos moraren, que lo noti
tregaron los moros las villas é castillos de Bento- fiquen luego á los Alcaydes, ó gelos entreguen pre
miz, en la qual puso por Alcayde á Pedro Navarro sos, si los pudieren tomar. E que todo esto cumplan
y en la villa de Comarca puso á Pedro de Cuéllar, so pena do muerte , ó captiverio , ó perdimiento de
y en la villa é castillo de Canillas á un caballero bienes.
que se llamaba Apolo , y en Narija á Pedro de Cór
doba, y en la fortaleza de Xedalia á Juan de Hi- CAPITULO LXXIV.
nestrosa, y en la fortaleza de Competa á Luis de
Mena, y en la fortaleza de Almezia á Mosen Pedro Como el Rey partid de la cibdad de Velexmalaga para la cibdad
de Halaga.
de Sant Estovan. Otrosí vinieron á se ofrecer por
subditos del Roy é de la Reyna todos los que mo Proveídas las cosas que en la cibdad de Velez
raban en las villas é lugares de Maynete, é Bena- málaga y en su tierra fueron necesarias, el Rey,
quer, é Aboniayla, é Benadaliz, é Chimbechinlas, continando su conquista, acordó de ir sobre la cib
é Padalip, é Bayros, é Sitanar, é Bou ¡corran, Casis, dad de Málaga ; porque las tierras é provincias de
é Búas, é Casamur, Abistar , Xararaz, Ourbila, Ru- moros que los arlos pasados habia ganado, fuesen
bir, Alchouohe, Canillas de Abayda, Xauraca, Pi- seguras , é no guerreadas de las gentes que en aque
tarxis, Lacus Alharaba, Acuchayla, Albintan, lla cibdad estaban. E mandó cargar luego por la
Daytnas, Alborgi, Morgoza, Machara, flaxar, Co- mar la artillería , ó aparejar todos los navios de la
tetroz, Alhadaque, Alrnedira, Aprina, Alatin, Re- flota ; y él con sus batallas ordenadas por la tierra,
riza, Marro. E mandaron el Rey é la Reina, que é los navios por la mar, partió de la cibdad de Ve-
todas estas villas é lugares é alearlas , é todos los lez , é fué ese dia á poner su real á dos leguas de la
que morasen en aquellas sierras que llaman las Al- cibdad de Málaga ribera de la mar, cerca de un lu
puzarras, fuesen comprendidos so la jurisdicion gar quo se llama Bezmillana. E desde aquel lugar
de Velezmálaga. Vinieron los viejos é alfaqufes en embió á decir con bus mensageros á los de la cibdad
nombre de todos estos lugares , é de todos los otros de Málaga , que el Rey de Granada con gran pode
que son en las Alpuxarras, é parecieron ante ol Rey; rlo de moros vino á socorrer la cibdad de Vélez , ó
é juraron por la unidad de Dios que es un solo en que habia fuido ; é su gente fué desbaratada, é que
unidad , el que es vencedor, é alcanzador de las la cibdad de Velez gele habia entregado. Por ende,
cosas, sabidor de lo público é de lo secreto, é por las que embiasen ante él algunos diputados para dar
palabras del Alcorán que Dios embió por la mano la forma que se requeria en la entrega que le habían
do Mahomad su mensagero, que ellos é sus descen do facer de la cibdad ; é que les seguraría sus bie
dientes para siempre jamas serian siervos é subdi nes é daría libertad á sus personas, según lo habia
tos del Rey é de la Reyna, é después de sus dias fecho á los de las otras cibdades é fortalezas , que
serian leales subditos al Príncipe Don Juan su fijo sin fuerza de armas le habían seydo entregadas.
ó á sus desoencientes, é que obedescerian é compli- En aquella oibdad estaba estonces un capitán
rian sus oartas é mandamientos, é ferian guerra ó prinoipal, que se llamaba Hamete Zeli, á quien el
paz por su mandado. Otrosí que les pagarían todos Rey viejo habia encomendado la guardia dolía. E
con este capitán estaban gentes de los Comeres
(i) El cura de los Palacios dice que a tres de Mayo, cap. 78. que habían pasado de África para la defender. E
DON FEBNANDO É DONA ISABEL. 455
ansimosrao estaban otras gentes en las comarcas, tar , que parte la tierra de España con la tierra de
que se metieron en ella con sus mugeres é fijos é África. Está asentada en lugar llano al pié de una
bienes. Los qualos confiando en su grandeza, y en cuesta grande, é cercada de un muro redondo, for-
los fortalezas que tenia, y en la gente que la guar talescido de muchas torres gruesas, éoeroanas unas
daba, pensaron guardar la cibdad, é ser defendidos de otras. E tiene una barrera alta é fuerte , do an-
con las fuerzas della. simesmo hay muchas torres. E al cabo de la cibdad
Aquel capitán , considerando la fortaleza de los é al comienzo de la subida de la ouesta , está fun
muros é la mucha gente que tenia dispuesta para dado un alcázar , que se dioe el Alcazaba, oercado
los defender , tomó tan grand orgullo, que respon con dos muros altos é muy fuertes, é una barrera.
dió á los mensageros del Bey , que no le habia soy- En estas dos cercas podimos contar fasta treinta
do encomendada aquella cibdad para la entregar é dos torres gruesas, é de maravillosa altura é ar
como el Bey pedia , mas para la defender como ve tificio compuestas. E allende de estas tiene en el
ría. E los mensageros del Bey maltratados de los circuito de los muros fasta otras ochenta torres
moros, volvieron á dar esta respuesta; los quales medianas é menores, cercanas unas de otras. Deste
le informaron del estado de la oibdad , é de la mu alcázar sale una como calle cercada de dos muros,
cha gente que en ella habia ; é que el capitán con y entre muro é muro podrá haber seis pasos en an
los moros que con él eran , estaban en propósito de cho ; y esta calle con los dos muros que la guardan
poner todas sus fuerzas para la defender. Oida es van subiendo la cuesta arriba, fasta llegar á la
ta respuesta é comunicada entre los Grandes é ca cumbre, donde está fundado un castillo que se lla
pitanes que con él estaban , algunos fueron en vo ma Qibralfaro ; el qual por ser en lo mas alto , é te
to , que pues la cibdad de Velezmálaga era toma ner muchas torres, es una fuerza inezpunable. En
da , é la cibdad de Málaga por todas partes estaba esta otra parte de lo llano de la cibdad está una
cercada de villas é fortalezas que estaban por el fortaleza con seis torres gruesas é muy altas, que
Bey é por la Beyna ; poniendo guarda por la mar, se dice Castil de Oinoveses. E después están las ta
no era necesario que el Boy fuese sobre ella á la si rázanos torreadas con ciertas torres donde bate la
tiar ; porque guerreada de todas partes , en poco mar. T en una puerta de la ciudad que va á la mar
tiempo serian constreñidos á la entregar, pues por está una torre albarrana, alta é muy ancha, que
la parte de la mar ni por la tierra no tenían lugar sale de la cerca como un espolón, é junta con la
para Balir, ni entrar en ella. Otros algunos fueron mar. Otrosí tiene dos grandes arrabales puestos en
en voto, que pues el Bey habia movido su real con lo llano junto con la cibdad; el uno que está á la
propósito de ir á la sitiar é había llegado tan ceroa, parte de la tierra , es cercado con fuertes muros é
todavía la debia cercar. Porque si por estar cerca muchas torres ; en el otro que está á la parte de la
da de las fortalezas que estaban por el Boy en cir mar, habia muchas huertas é casas caídas. E las
cuito , los moros serian constreñidos á la entregar, muchas torres, é los grandes edificios que están fe
en mas breve tiempo la entregarían estando cer chos en los adarves y en estas quatro fortalezas,
cados de gente poderosa puesta á las puertas. Otro muestran ser obras de varones magnánimos, en
sí decían, que si el Bey no la sitiase, aunque la cib muchos é antiguos tiempos edificados , para guar
dad estoviese cercada por todas partes , podrían ve da de sus moradores. E allende de la fermosura
nir por tierra gran multitud de moros, é meter en que le dan la mar é los edificios , representa á la
ella mantenimientos , é bastecerla de gente, é de vista una imagen de mayor fermosura con. las mu
las cosas necesarias , cada que lo oviesen menester; chas palmase cidros, é naranjos, é otros árboles é
do lo qual se podría seguir guerra larga con aque huertas que tiene en grand abundancia dentro la
lla oibdad que estorbase la conquista que era co cibdad y en los arrabales, y en todo el campo que
menzada en todo aquel Rey no, é pues estaba tan es en sn circuito. Ceroa de aquel castillo alto que
cerca con tantas gentes, no debia esperar otro tiem habernos dicho que se llama Gibralfaro , está un
po en que mejor lo pudiese facer. El Bey, oídos los cerro igual con él en altura, é apartado por espacio
votos de los unos é de los otros, determinó depo de dos tiros de ballesta ; el qual tiene agrá é difici-
ner real sobre la cibdad. E otro dia por la mañana le la subida, porque es muy enhiesto por todas par
mandó á las gentes de la hueste que moviesen ade tes, salvo de la parte que mira al castillo. Este cer
lante, é los capitanes del armada, que partiesen con ro está puesto entre aquel castillo é una gran sier
todos los navios de la flota. E las batallas de la gen ra en tal lugar que la gente de los ohristianos no
te por la tierra, é los navios de la flota por la mar, podía pasar á poner real á la parte do están los po
llegaron en una hora sobre la cibdad de Málaga. zos del agua , ni donde son los arrabales : porque
los moros que los guardaban impedían el paso á los
CAPÍTULO LXXV. christianos. Quando aquel capitán moro vido venir
contra la cibdad las batallas de la gente por la tier
Del asiento de la cibdad de MSlaga, é como el Rey paso rol ra , é la flota de los navios por la mar , luego fizo
sobre ella.
tomar armas á los moros, é puso guardas en las
La cibdad de Málaga según nos pareció, es pues puertas y en las torres é muros , y en las otras fuer
ta casi en fin de la Mar de levante á la entrada de zas de la cibdad, é puso fuego á las casas de los ar
la Mar de poniente , é cerca del estrechó de Gibral- rabales que eran cercanas á los muros. E fizo salir
456 CRÓNICAS DE LOS I YES DE CASTILLA.
fuera á aquella parte de Qfbralfaro por donde la algunas veces los christianos acometían á los mo
gente de loa christianos venía, tres batallas de mo ros é los retraian fasta los meter por las cuestas al
ros. La una para que guardase aquel cerro, é la otra tas ; é otras veces los moros descendían contra los
estaba mas abaxo en una albarrada cerca del casti christianos, é se metían entre ellos oon tanto esfuer
llo por donde había de pasar la hueste , é la otra á zo, que parescía tener mayor deseo de matar chris
la parte de la mar encima de una cuesta alta. tianos, que de guardar sus vidas ; y en estas peleas,
Visto por las gentes de caballo é de pié que iban que duraron por espacio de seis horas el sonido de
en la delantera que la hueste no podía pasar si las trompetas, las voces, los alaridos, el golpear de
aquel cerro no se tomase, partiéronse en dos partes las armas, el estruendo de las espingardas é de las
algunos peones del reyno de Galicia, é pugnaron por ballestas de la una parte é de la otra eran tan gran
subir la cuesta que estaba á la parte de la mar. des, que todos aquellos valles resonaban. Elos chris
Otros algunos caballeros é fijos-dalgo de casa del tianos sintiendo muy grave no poder vencer á los
Bey é de la Reyna, cometieron á los moros que guar moros, é los moros deseando verter sangre de chris
daban el paso que era baxo del cerro por do había tianos, arremetían unos contra otros fasta que lle
de pasar la hueste ; é los unos é los otros peleaban gaban á se ferir oon las espadas é con los pulíales.
por estas dos partes con los moros. El Maestre de E tan grande era el deseo de la venganza , que pri
Santiago que llevaba la avanguarda, estovo quedo vaba al deseo de la cobdicia ; porque ninguno pug
con su batalla de gente de caballo en el valle que naba por oaptivar al enemigo aunque podia, salvo
es en aquel lugar entre grandes barrancos, facien por lo ferir 6 matar. Todas las otras batallas de los
do espaldas á los que peleaban á la una parte é á la christianos de pié é de caballo que quedaban en la
otra ¡ porque en aquellos lugares había tantas cues rezaga, no podían pasar adelante ; porque de la una
tas, que la gente de caballo no podia pelear sin parte estaba la mar é de la otra una sierra muy
gran dallo. Los peones del reyno de Galicia subie alta. E la senda que estaba en medio por do la gen
ron una vez con gran peligro la cuesta que estaba te pasaba era tanto estrecha é de tan fragosos pa
á la parte de la mar. Los moros quando los vieron sos, que la gente de caballo ni la de pié no podían
subidos en lo alto, fueron contra ellos con tan arre ir sino uno tras otro. Y el gran número de las bes
batado acometimiento, que lo fioieron venir fuyen- tias que llevaban el fardage é también la gente de
do la cuesta ayuso. Al pié desta cuesta estaban á armas é de pié, se empedian en aquellos pasos unos
caballo Don Hurtado de Mendoza , y el Comenda á otroB ; de tal manera, que aunque oían el estruen
dor mayor de León, é Rodrigo de ülloa, é Garcila- do de las armas y el sonido de las trompetas y el
bo de la Vega ; é con ellos habla otros fijos-dalgo alarido de los moros, no podian ir adelante en ayu
de la casa del Rey é de la Reyna. Los qnales reco da de los christianos que peleaban.
gieron la gente de pié que venían fuyendo ; é se Durante el tiempo de estas peleas, ciertas gentes
gunda vez esforzados por el Comendador mayor é de peones de las Hermandades é de otras partes , se
por los que oon él estaban, tornaron los Gallegos é aventuraron á subir lo agro de aquella sierra, é á
subieron la ouesta ; é ansimesmo los moros que vi gran trabajo pasaron adelante con siete banderas.
nieron contra ellos los ficieron fuir otra vez, é de- E puestos en la cumbre, mostráronse á los moros en
xar lo alto que habían ganado. E como el Comen aquella parte de Gibralfaro, donde defendían el
dador vido que era necesario ganar aquella cuesta, paso á los christianos. Los moros, vistas aquellas
embió decir al Maestre de Santiago, que le embiase batallas que venían contra ellos , retraxiéronse á
de su batalla algunos hornea á caballo, para 'que aquel cerro que habernos dicho que estaba entre la
con los caballeros que con él estaban por una par sierra y el oastillo de Gibralfaro. El Comendador
te, é los peones por otra , trabajasen otra voz por mayor é Don Hurtado, por la otra parte de la mar
subir la cuesta. E aunque el Maestre de Santiago donde estaban con los peones de Galicia é de otras
le embió á deoir que la pelea en aquel lugar era partes, cometieron tercera vez á subir aquella otra
peligrosa, é que debia quitar afuera la gente de ca cuesta. E como quier que la subida era muy agrá,
ballo é de pié que por allí peleaba, el Comendador pero Rodrigo de Ulloa é Garoilaso de la Vega é
mayor todavía continó la pelea por aquella parte otros algunos de caballo con ellos, comenzaron á
por ganar la cuesta. Entretanto que esta pelea pa subir por una parte ; y el Comendador mayor esfor
saba en aquel lugar, los otros caballeros que habe zando los peones gallegos para que subiesen por el
rnos dicho peleaban con los moros que guardaban otro cabo, subieron á lo alto de la cuesta. Los moros
el oerro alto, que es cercano al castillo de Gibralfa- tirando saetas y espingardas como las otras dos
ro. E porque los moros conocieron que la dispusi- veces habían fecho, vinieron contra ellos. E los
cion del lugar do los christianos estaban era á su christianos ficiéronles rostro, especialmente un al
gran ventaja, arremetieron contra ellos ; los quales férez de los peones de Mondofiedo que se llamaba
no podiendo sofrir la fuerza do los moros, volvie Luis Mazoda, sufrió el roció acometimiento que los
ron las espaldas fuyendo un recuesto abaxo é los moros luego ficieron, é se metió con la bandera que
moros los siguieron tirándoles saetas y espingardas, traía entre ellos. E algunos gallegos é castellanos
fasta que se retraxieron á la batalla del Maestre de que le siguieron, pelearon con tan gran denuedo con
Santiago que estaba cerca. E luego los unos por tra los moros, que los ficieron fuir é retraer al cas
una parte é los otros por otra, tornaron á pelear ¡ é tillo de Gibralfaro.
DON FERNANDO S DONA ISABEL 457
Visto por los chriítianos que peleaban por esta aloayde de Atienzá ; é fué puesta otra do estaban
otra parte de Gibralfaro, como los moros que pelea Pero Vaca é Carlos de Arellano, capitán de la gen
ban por la parte de la mar se habían retraído, co te del Duque de Medinacili. E cerca desta tenia
mo qoier qne la subida del cerro era tanto áspera otra Hernán Carrillo ; é junto con esta tenia otra
que á gran pena lo podían subir ; pero mucho mas estanza Jorge de Beteta, alcayde de Soria ; -ó cerca
la voluntad que la posibilidad, les fizo acometer á de esta tenia otra estanza Miguel Dansa ; é después
lo subir : porque veian, que si aquel cerro no se to desta estaba otra que tenia Francisco de Bovedi
mase, la gente de la hueste no podía seguramente lla; é luego oerca desta tenia otra estanza Diego Ló
pasar é poner real en los lugares donde estaba acor pez de Ayala. Todos estos capitanes con las gentes
dado. E oomo las cosas aunque difíciles, la fervien de sus capitanías , tenían estas estanzas en toda
te voluntad de las haber las face fáciles, dellos ca aquella parte que desciende desde el oerro alto cer
yendo , dellos levantando , unos por unas partes, cano á Gibralfaro, fasta dar en la mar. E desta otra
otros por otras, tirando é recibiendo tiros de pie parte de la cibdad que viene desde Gibralfaro ro
dras é de espingardas é ballestas, posponiendo la deando por los arrabales, mandó poner otras es-
vida por haber loable fama, subieron el cerro; é tanzas en esta manera. Al alcayde de los Donceles
los moros que lo guardaban , cansados é muchos mandó tener una estanza contra una parte de la
dellos ferídos , se retraxieron foyendo al oastillo. cibdad que dicen la puerta de Granada ; é porque
Oomo los ohristianos que alli peleaban se apodera esta tenia grande espacio de tierra, mandó estar
ron del oerro, luego el Rey con toda la hueste pudo con él cierta gente del Duque de Medinasidonia é
pasar adelante, sin haber el peligro que de aquel lu del Duque de Alburquerque. E después desta tenia
gar se esperaba. B porque en aquellas peleas y es otra estanza el Conde de CHfuentes con la gente de
caramuzas se pasó todo lo mas del dia, é la gente de caballo é de pié de la cibdad de Sevilla ; é ceroa desta
la hueste llegaron tarde é fatigados, dellos de las mandó tener otra al Conde de Feria é al Comenda
peleas, dellos del trabajo que ovieron en los malos dor mayor de Oalatrava ; é oeroa desta tenia otra
pasos del camino , no se pudo esa noohe asentar el el Clavero de Calatrava con la gente de su capita
real en los lugares donde convenia. T el Rey, acom nía é con la gente del Maestre de Calatrava é Alon
pañado de algunos Grandes é caballeros de su hues so Enriques, capitán de la gente de Ecija. E cerca
te, andovo esa noohe poniendo estanzas contra la desta tenia otra estanza el Conde de Benavente, con
cibdad, é guardas é sobreguardas y escuchas para el qual mandó que estoviese Pero Carrillo de Al
sentir qualqnier movimiento que los moros quisie bornoz con la gente de su casa , é con la gente del
sen facer. Otro dia por la mañana se asentaron las Arzobispo de Sevilla que tenia en su capitanía ; en
tiendas del Rey en un lugar ; é allí fueron aposen otra estanza cerca desta estaba el Conde de ürue-
tados los oaballeros que andaban en su guarda ó fia, é Don Alonso Señor de la Casa de Aguilar; otra
todos sus ofioiales. En otro lugar cercano á la mar estanza cerca desta tenia el Duque de Náxera, con
fueron aposentados los Maestres de Santiago 4 de el qual estaba un capitán del Rey, que se llamaba
Alcántara con otros capitanes. En otro lugar esta Hernán Duque, con la gente de su capitanía; é
ban las gentes de caballo é de pié de algunas cib- cerca desta estaba otra estanza que tenia Don Fa-
dades é villas de las montanas. En otro lugar esta drique de Toledo, é con él estaba Juan de Almaraz
ba el artillería é las gentes de pelea que la guarda é Alonso Osorio, capitanes, con las gentes de sus
ban, é los oficiales que labraban de contino el fierro capitanías ; cerca desta tenia otra estanza Don Hur
é las piedras é las maderas é otras cosas que eran tado de Mendoza con la gente del Cardenal de Es
necesarias. paña ; é junto con ella tenia otra estanza el Conde
de Cabra ; é oeroa desta tenia otra estanza el Comen
CAPÍTULO LXXVL dador de León ; é cerca desta estaba otra que tenia
Como se asentaron las estanxas contra la cibdad de Mílaga. Garcifernandez Manrique con la gente de la cib
dad de Córdoba ; é cerca desta estaba otra estanza
Como el real fué asentado, luego acordó el Rey que tenia el Maestre de Alcántara, con el qual man
de poner las estanzas contra la cibdad en los luga dó el Rey que estoviese Antonio de Fonseca, é An
res donde convenia, é fortalescer de tapias é cavas tonio del Aguila , capitanes, con las gentes de sus
aquel cerro que estaba contra el castillo de Gibral- capitanías ; é luego junto con esta estanza estaba
faro ; é mandó estar en él dos mil é quinientos de el Maestre de Santiago , é con él estaba Puertocar-
caballo é catoroe mil homes á pié, é fornecello de rero, Señor de Palma. E porque andando en torno
tiros de pólvora. E dió el cargo principal para lo de la cibdad, desde la una parte de la mar fasta la
guardar al Marques de Cáliz ; é mandó al provisor otra habia grand espacio de tierra, convino ceñirla
de Villafranca, que con algunos peones de las Her con todas estas estanzas, porque estoviese cercada
mandades estoviese con el Marqués en ciertas es- de todas partes. E todas fueron fortificadas de ca
tanzas. E cerca de las estanzas del Marqués mandó vas é baluartes, é repartidos en ellas espingarderos
tener otra estanza á Don Martin de Córdoba con la é ballesteros, é otros homes de pelea que las guar
gente de su capitanía ; é junto con es^a estanza se daban. Otrosí mandó el Rey á Mosen Requeeens
puso otra que tenia Hernando de Vega ; é cerca Conde de Trevento, é á Martin Ruiz de Mena, é á
desta estaba .otra estanza que tenia Garci Bravo, Arriaran, é á Antonio Bernal, capitanes de lá floté
U6 CBÓNIOAS DE LOS BEYES DE CASTILLA.
que estaba en la mar, que en las noches pusiesen
juntas todas las naos é las galeras é las caravelas é CAPÍTULO LXXVII.
todas las otras fustas, por manera que ciñesen la
cibdad por la parte que la cerca la mar. Los moros Como se combatió mi parte del arrabal de Alaga.
estaban, proveídos de muchas lombardas é otros Según habernos recontado, el un arrabal de la
tiros de pólvora, é oficiales artilleros, é de todas las oibdad tenia los muros fuertes, ó poblados de mu
otras cosas necesarias para se defender, é ofender. chas torres. E porque su circuito era grande, los
E quando vieron el real del Bey asentado en aque moros tenían en él sus ganados, é habían lugar de
llas partes, oonoscido el lugar donde la tienda real salir á pié é á caballo á pelear ; é peleaban tantas
estaba, tiraron á ella tantos tiros de truenos é buza- veces oon los que guardaban las estatizas, que fa
nos, que fué necesario de la mudar, é poner tras cían á las gentes del real estar armados para los
una cuesta en lugar mas seguro. combates que continamente les faoian. E por esclu
Asentados los reales é las estancas en torno de la sar aquel daño, é porque ganándose una gran torre,
cibdad, luego el Bey mandó sacar de las naos el ar que está en el esquina de la cerca, se ganaba gran
tillería que babia venido Bobre Velezmálaga, é traer parte del arrabal , el Bey mandó asentar contra ella
las lombardas grandes, que por el impedimento del ciertas lombardas , las qualea derribaron parte del
camino fragoso babian quedado en la cibdad de An muro que había de torre á torre, é las almenas é to
tequera. Llegó ausimesmo por la mar un caballero das las defensas que aquella torre é otras cercanas
que se llamaba Don Ladrón de Guevara con dos naos á ella tenían por la parte defuera. El Conde de Oí-
armadas que venian de Flándes, en las qualea el fuentes é Juan de Almaraz é Hurtado de Luna ca
Bey de los Romanos fijo del Emperador, embió al pitanes, é otros fijos-dalgo de la casa del Bey é de la
Bey ciertas lombardas é tiros de pólvora, con todos Beyna, visto que con menor peligro podían comba
los aparejos que eran necesarios. Otrosf para facer tir el muro, por ser derribadas las defensas que te
los pertreohos é proveimientos del artillería, había nia por defuera, llegaron oon algunos pertrechos á
muchos oficiales terreros, carpinteros, aserradores, aquella torre, é pusieron las escalas. Los moros por
hacheros, fundidores, albafiies, pedreros que busos- que en lo alto no tenían defensas, desoendieron á
ban mineros de piedras, é otros pedreros que las la una bóveda de la torre, é desde aquel lugar echaron
braban , é azadoneros, carboneros que tenían cargo pez é resina oon lino é con cáñamo, é quemaron las
de facer el carbón para las fraguas, y esparteros que escalas, é los otros pertrechos que estaban arrimados
facían sogas y espuertas. Y en cada uno destos ofi á la torre. Los christianos por los muchos tiros que
cios habia un ministro, que tenia cargo de solicitar los moros facían, fueron constreñidos por aquella
los oficiales, ¿ darles todo lo que era necesario para la hora de apartar el combate. E porque luego salieron
labor que faoian. Otrosí andaba gran número de car de la cibdad muchos moros para defender aquella
retas, é con cada cien oarretas era diputado un mi torre, el Bey mandó al Duque de Náxera, é al Co
nistro que tenia maestros, á quien dába los aparejos mendador mayor de Oalatrava, que viniesen al com
necesarios para las reparar. E habia otros maestros bate con bub gentes. Otro dia por la mañana los
de facer pólvora, la qual se guardaba en cuevas que christianos traxieron otros pertrechos é tornaron á
facían debaxo de tierra trecientos homes repartidos poner las escalas, é subieron por ellas á la torre, é
de noche é de día para la guardar. E mandó el Bey pusieron en ella las banderas de los capitanes.
traer de las Alxeciras que estaban despobladas, to Los moros, visto que los christianos la habían se
das las piedras de lombardas que el Bey Don Alon ñoreado, asentaron dentro en el arrabal algunos ti
so el bueno su trasbisabuelo fizo tirar contra aque ros de pólvora con que tiraron á la torre por derri
llas dos cibdados quando las tovo cercadas. bar las defensas que amparaban en ella á los chris
Después que el artillería fué llegada al real, ó tianos que habían subido. É con gran peligro de las
fueron fechos los aparejos que se requerían para piedras y esquinas que tiraban de alto, llegaron los
que tirasen, el Bey mandó á Francisco Bamirez, ca moros al pié de la torre , é cavaron cierta parte de-
pitán del artillería, que ficiese subir á la cuesta Ua , é pusiéronla en cuentos para la derribar. Los
grande que guardaba el Marqués de Cáliz contra el obristianos , por socorrer á Iob que habían subido,
castillo de Qibralfaro, cinco lombardas gruesas é llegaron con pertrechos al muro, que estaba ya
otros tiros medianos é pequeños. Y en la estanza tanto derribado de las lombardas , que podían ver
del Marestre de Santiago, que es cercana á la huer á los moros que peleaban de dentro. É por aquel lu
ta que dicen del Bey, mandó asentar seis lombardas gar, los christianos pugnando por entrar é los moros
con otros tiros do pólvora ; é los otros tiros se re defendiendo la entrada , duró la pelea entre ellos
partieron por otras partes, do fué acordado por los todo aquel dia é la noche siguiente. Otro dia los mo
artilleros. E para facer los lugares do se habían de ros con los tiros que ficieron derribaron algunas al
asentar las lombardas, fué necesario grande guarda, menas que en la torre habían quedado por la parte
porque los moros tiraban tantos tiroB de pólvora é de dentro; é porque aquellas defendían á los christia
de saetas contra los que facían los asientos, que no nos que estaban en lo alto , fueron constreñidos de
podían estar seguros ; ó convino facerlos de noche, baxar á la bóveda de la torre que los moros habían
é con grandes amparos, para escapar del daño que desamparado. Los moros , visto que con todas sus
los moros facían con su artillería. fuerzas no podían lanzar los christianos de la torre,
DON FERNANDO É DOÑA ISABEL. «9
pusieron fuego á los cuentos de madera , é cayó una pos; se pasaban á los moros , é les informaban des-
parte della con algunos de los christianos que la de tas cosas, ó agraviándolas mas en dicho que eran en
fendían. Los otros que quedaron con gran pena del fecho, leB decían que las gentes del real estaban
humo é de los tiros que facian los moros, defendie mal contentos, é que se iban de dia en dia sin lioen-
ron la torre fasta que otros ovieron lugar de subir á cia del Rey é de sus capitanes. E allende desto les
los socorrer. B dospucs que la sonoroaron, tiraron daban á ontondor quo la Reyna, temiendo la pesti
della tantos tiros de piedras y espingardas, que ma lencia, escrebia de oontino al Boy, suplicándole quo
taban é ferian muchos de los moros que la comba ficiese luego alzar el real , é que embiaba á mandar
tían por la parte de dentro. É los christianos que á los Grandes que con él estaban, que gelo conse
combatían por defuera , pudieron subir al muro , é jasen , por el recelo que habia de algún daño que
saltando el fosado que los moros habian fecho por por esta causa acaeciese en sus gentes. Y estos ma
de dentro, pasaron adelante peleando con los moros los christianos amonestaban á los moros, que pues
por espacio de tres horas. E allí fué necesario el es eran tantos é tan escogidos homes que se detuvie
fuerzo del corazón juntamente con la fuerza de las sen, é no ficiesen partido de entregar la cibdad al
manos , porque la pelea en aquellos lugares fué tan Rey , pues que el real no podía allí durar. Los mo
fcrida , que no se ganó paso de aquellos arrabales, ros quo ligoramente creen las cosas que desean, es
que no fuese regado con sangre de los unos é de los forzábanse , ó crescíales mas su pertinacia, pensan
otros. Al fin los moros, quando no pudieron sofrir la do sor verdad lo que aquellos malos christianos les
fuerza de los christianos , se retraxioron á la cibdad, docian. E mostrando sus fuerzas para defender la
é los christianos los siguieron firiendo ó matando cibdad , facian en los lugares menos fuertes grandes
algunos dellos ; é ansí quedaron apoderados de toda fosados é palizadas, é todos los dias salían á pelear
la mayor parte de Iob arrabales. Otro dia Don Hur con los christianos que guardaban las estanzas.
tado de Mendoza combatió un portillo que estaba Como el Rey fué informado que los moros creían
en el maro del arrabal por aquella parte donde te que la Reyna procuraba que so alzase el real , á fin
nia su estanza, é peleando con los moros entró con do los quitar do aquel propósito embió decir á la
su gente , é ganó una torre que estaba cercana de Reyna, que para la brevedad de las cosas de aque
aquel portillo. E algunos de sus escuderos é peones lla conquista convenia que ella viniese en persona,
tendiéronse por las calles é otros lugares del arrabal y esto viese en aquel sitio ; porque los moros por ex
que no sabían. Los moros, que conocían las en periencia viesen la voluntad que él y ella tenían de
tradas é pasos de aquellas calles, salieron por otra permanescer en aquel cerco , é de lo no alzar por
parte , é atajaron á aquellos que andaban desman ninguna cosa que ocurriese fasta ganar la cibdad.
dados , é pelearon con ellos , é á unos firieron, é á Quando la Reyna fué certificada destas cosas por
otroB mataron ; otros se retraxieron al portillo que las cartas é menBageros del Rey , acordó de venir al
habian ganado. Y el acometimiento que los moros real, pensando que si los moros sopiesen de su ve
ficieron contra los christianos fué tan arrebatado, nida , se dexarian de la esperanza que aquella falsa
que aquellos que estaban sobre la torre que habian información les habia dado , é que entregarían lue
ganado, perdido el sentido se dexaron caer della , é go la oibdad. Otrosí se movió á venir, porque ocur
la desampararon con toda aquella parte del arrabal. rían algunas cosas , ansí tocantes al dinero que era
E ficierau los moros mayor daño en los christianos, necesario para sostener la guerra , en que ella prin
salvo que Don Hurtado socorrió con la otra gente, cipalmente proveía, como en otros negocios arduos
é peleando con los moros , los retraxo fasta los me de sus Rey nos que continamente ocurrían ; los qua-
ter por la cibdad ; é tornó á recobrar la torre que los les era necesario comunicar con el Rey, é reoebian
suyos habian desamparado. algún detrimento por no se platicar con él.
Como la Reyna vino al real fué recebida por el
CAPÍTULO LXXVIII. Rey, é por los Grandes é caballeros; é comunmente
por todas los gentes de la hueste con gran placer,
Como la Rejni ilno al real de Malaga, é de lai cosas que ende pa porque su venida les pareció ser alivio de los traba
saron. jos pasados , é se esforzaron mas para los continar.
En algunos lugares de los que son en comarca E algunos caballeros é fijos-dalgo , é otros mance
de la cibdsd de Málaga, habia en aquellos dias pes bos dados á virtud que no habian seydo llamados
tilencia, é las gentes de la hueste por esta causa es este año para la guerra , sabido que la Reyna esta
taban en temor recelando no la ovieso en el real. ba en el real , so movieron A venir por sus personas
Otrosí acaesció algunas veces haber carostía en los á la Borvir. Venida la Reyna al real , luego el Rey
mantenimientos, quando las fustas por la mar é las mandó apretar mas el cerco, é facer cavas é paliza
recuas que los traian por la tierra, tardaban en ve das en los lugares donde era mas necesario. E man
nir con ellos. E como en las grandes huestes suele dó á un intérprete que fablase con los de la oibdad,
acaescer, que algunos murmuran é Be quexan quan faciéndoles sabor como la Reyna era venida al real,
do semejantes cosas ocurren , algunos malos chris é que estaba en propósito con el ayuda de Dios de
tianos de livianos sesos é dañados deseos creían que permanescer en aquol cerco , é de lo no alzar por
el Bey por estas causas no se podría allí sostener ; ningún caso que acaesoiese faBta ganar la cibdad.
é con gran daDo de sus ánimas é peligro de sus cuer- Por ende que se dexasen de qualesquier palabras
CRÓNICAS DENLOS BEYES DE CASTILLA.
160
que contra esto les fuesen dichas, pues veían no ser no aceptar ni oir partido alguno, que por los chris
verdaderas ; é que entregasen luego la oibdad , y el tianos le fuese ofrescido. Los mercaderes é otras
Bey é la Royna se habrían piadosamente con ellos, gentes pacificas de la cibdad , á quien la manera de
é les darían segnro para que pudiesen ir libremen su vivir habia fecho ágenos del uso de las armas,
te con sus bienes á las partes de África ó de España, fueron puestos en turbación tal , que ni pensaban
según lo habia dado á los de Yelezmálaga. E que no tener amparo ni lugar seguro á su vida ni de sus
esperasen tiempo tal que su rebelión dañase á su mugeres é criaturas, ni sabian si era buena aquella
vida é á su libertad , para que no pudiesen librar á defensa que se facia , ó si era mejor consejo entre
sí ni á sus mugeres é fijos de muerte 6 de cautive gar la cibdad al Rey ; porque el miedo de los ohrís-
rio. Oída por los moros esta amonestación, luego tianos que los guerreaban de fuera , é la fuerza de
aquel capitán Hamete Zeli, é otro capitán de la los Gomores que los señoreaban de dentro , les pri
gente de los Oomeres, que se llamaba Aliderbart, vaba el entendimiento para haber consejo.
menospreciando el beneficio de la libertad que por
parte del Rey é de la Royna les fué ofrescido , no CAPÍTULO LXXDL
quisieron responder, ni dieron lugar que moro nin Da la pelea que le oto con los de la fortaleza de Glbralbro.
guno respondiese á la fabla que les fué fecha; é
continuaron en mayor rebelión , teniendo confianza Las lombardas que el Rey mandó asentar contra
en la fortaleza de la cibdad , y en la gente que te el castillo de Qibralfaro , tiraron algunos dias á una
nían para la guardar. Otrosí tenían esperanza que torre la mas alta de aquel castillo , é otra menor
aquel sitio no podía durar muchos días, por las llu que estaba cerca della , é á un muro que habia en
vias que en aquella tierra suelen oaer , las quales tre ambas estas torres ; á derribaron gran parte del
traerían toda la gente de la hueste en perdioion si muro é de las torres , de manera que parescia no
allí esperasen. E también porque aquella cibdad no quedar defensa ninguna á los moros para se ampa
tiene puerto , é su playa es tan peligrosa á los na rar en ellas, si el castillo por aquella parte se com
vios en tiempo de fortuna, que ninguno puede es batiese.
tar en ella ; y esperaban que con la primera tor Los moros , visto aquel daño , luego ficieron por
menta las fustas de la flota peligrarían , 6 les seria de dentro un fosado é lo fortalecieron con palizadas
forzado de ir á otros puertos, y ellos habrían liber é tapias, de manera, que la entrada por allí fuera
tad por la mar de ir á África , é los de África venir peligrosa á los christianos. Algunos capitanes que
i la cibdad á la socorrer con las gentes é provisio dubdaban de la defensa que los moroB ficieron por
nes que oviesen menester. Ansimesmo pensaban de dentro , consejaban que el castillo se debía com
que acaescerían en el real otros algunos inoonvi- batir, pues las lombardas habian derribado todas
nientes de los que suelen acaescer en las huestes las defensas que loa moros podían tener en aquella
que están muchos dias en el campo. Y estas espe parte. El voto de otros era que no se debía cometer
ranzas que los moros tenían , les dieron esfuerzo el combate ; porque sospechaban que los moros ha
para se defender é poner dobladas guardas en to bian fecho las defensas que ficieron. E decían, que
das las fortalezas é muros de la cibdad. Para lo si el muro se ganase, aquello seria á gran peligro
qual se dividieron en quadrillas cada una de cien de los christianos ; é aunque lo entrasen , la entra
hoines con un capitán , los unos para rondar, otros da serla sin provecho, porque no podrían pasar
diputaron para que saliesen á pelear, otros manda adelante por la gran cava é defensas que los moros
ron que estoviesen sobresalientes para socorrer á ios ternian fechas por las partes de dentro. Al fin de al
que peleasen ; é todas estas gentes proveyeron de gunas pláticas fué acordado que cesase el combate;
armas ó de muchas espingardas é ballestas é otros pero que el Marqués de Cáliz aceroase mas su estan-
tiros de pólvora. Armaron ansimesmo por la mar za al castillo por aquella parte de las torres derri
seis albatozas é fornesciéronlas de gente é de mu badas ; é que esto se podia facer seguramente , pues
chos tiros de pólvora. E defendieron que ninguno que los moros no tenían defensa alguna donde lo
de los moros respondiese á los christianos á qual- podiesen resistir. El Marqués, visto el acuerdo que
quier fabla que les dixesen ; é ni ellos entre sí unos sobre esto se ovo , aunque dubdoso de llegar su es-
con otros fablasen en dar la cibdad por qualquier tanza tanto cercana al muro ; pero porque no pares-
partido que les fuese fecho, so pena de muerte. ciese refusar qualquier trabajo aunque fuese peli
Ovo algunos moros que en su fabla mostraron vo groso, fizo llegar su estanza cerca del castillo quan-
luntad de responder á los christianos, ó que no pa to un tiro de piedra de la mano.
recían tanto diligentes en la defensa de la cibdad ; Los moros, visto que los christianos se habian lle
y estos tales luego fueron muertos ó feridos por gado tan cerca , salieron fasta dos mil dellos dando
aquellos Qomeres ó por sus capitanes, sin esperar grandes alaridos é tirando tiros de saetas é piedras
dellos razón alguna. E con estas muertes ó ferídas y espingardas. E con el acometimiento arrebatado
que dieron á algunos, todos estaban tan atemoriza que suelen facer, pasaron las defensas que tenia el
dos, que ninguno osaba fablar con otro á parte , ni estanza que habia acercado el Marqués, é firieron
mostrarse negligente en fecho ni en dicho, que to é mataron algunos de los que la guardaban; é fue
case á la defensa de la cibdad. É cada uno pensaba ron mas adelante peleando con los christianos que
de mostrar el esfuerzo ,6 de lo poner á otros, é de venian á ayudar á los que estaban en el estanza. El
CON FERNANDO E DOÑA ISABEL 4CÍ
Marqués é Don Martin de Córdoba, é Garci Bravo, é otras gentes de la cibdad facían planto é gemíanlas
Alcayde de Atienza , é algunos de los gallegos con muertes é las feridas de bus fijos é de sus maridos é
ans capitanías, é otras gentes de las Hermandades de otros sus propíneos , é la destruioion que todas
que estaban en otras estanzas cercanas á la del horas veían de su cibdad, pero si alguno mostraba
Marqués , salieron luego 4 resistir los moros. E por desear concordia por escusar aquellos males, los
los grandes barrancos é quebradas que Labia en GomcreB , gente inhumana, ó lo mataban , ó lo ator
aquellas cuestas , pelearon á pié unos contra otros mentaban , de manera, que ninguno osaba mover
con tanto denuedo, que llegaban á se ferir con las trato de concordia con el Rey é con la Reyna.
espadas é con los puñales ; é los unos caian muertos Aoaesció un día que algunos homes pacíficos de la
de las feridas , otros rodaban al fondo de las cues cibdad secretamente se concordaron de embiar un
tas. É los moros peleando á su ventaja, é los chris- moro con una cédula de creencia al Rey é 4 la
tianos á su peligro por la dispusieron de los lugares, Reyna, para mover con ellos trato de les entregar
duré la pelea por espacio de una hora, fasta que la cibdad por una parte que ellos entendían haber
acudieron mas gentes que fioieron retraer á los mo para dar la entrada , con seguro que oviesen para
ros. En esta pelea fueron muertos Garci Bravo, Al las vidas é bienes é libertad de sus personas é de
cayde de Atienza, é Iñigo López de Medrano, Be- todos los que estoviesen en la cibdad. Este moro sa
flor de Cabanillas , é Gabriel de Sotomayor, é otros lió secretamente é fué tomado por las guardas é
dos capitanes de los gallegos, que se llamaba el traído al Rey é 4 la Reyna. Los quales oida su em
uno Pedro Pamo y el otro Vasco de Meyda , é otros bazada, le dixeron que les placía dar seguro 4 todos
tres capitanes de las hermandades , é algunos peo los de la cibdad en la forma que lo suplicaban. É
nes gallegos é castellanos ; é fué el Marqués ferido como el moro tornase con la respuesta por aquel lu
de una saeta en el brazo , al qual no falíeselo fuer gar é 4 la hora asentada con aquellos que le embia
za en aquel lugar , pero falleció lugar para usar de ron, las guardas de los moros Comeres que le vieron
bu fuerza, porque la aspereza de los barrancos lo venir, queriéndole prender, lo firieron. Y el moro fe
impedia ; é fueron fétidos otros muchos. rido escapó de sus manos é pudo volver fuyendo al
Gomo los moros fueron retraídos al castillo, lue real , é murió de las feridas que le dieron.
go el Marqués , visto el gran peligro é poco prove
cho que se habia en tener la estanza tan cerca del CAPÍTULO LXXXL
castillo, fizóla retraer al lugar donde primero esta De la eerea qae se lito, 6 de la guarda qne el Rey é la Herna man'
ba. É cesó ansimesmo el consejo que algunos daban daron poner en las estarnas.
para que se combatiese , por el peligro que pareció
en la gran defensa é mucha gente de moros que lo Los moros salían de la cibdad 4 pelear por todas
guardaban. partes con los que guardaban las estanzas puestas
en la tierra, é con sus albatozas con las gentes que
CAPÍTULO LXXX. guardaban la mar : de manera que las peleas no ce
saban por la mar é por la tierra. E por alguna rele
Como fállesela li poitora, é de la provisión que se lio pan la vación de los trabajos que las gentes del real habían
haber.
después que fueron ganados la mayor parte de los
Las lombardas é otros tiros del artillería, no cesa arrabales, el Rey mandó poner las estanzas cercanas
ban de tirar por todas partes tan continamente que 41os muros de la oibdad.E porque eran muchas écon-
fallesció la pólvora. El Rey é la Reyna embiaron venia que estoviesen bien fortalesoidas con cavas é
luego tres galeras , una á la cibdad de Valencia, palenques é otras defensas é fornesoidas de gentes é
otra á la cibdad de Barcelona , é otra al reyno de pertrechos é de otras cosas necesarias; el Rey dio car
Sicilia, para que traxiosen pólvora. Otrosí embia go 4 tres caballeros de su hueste para que todos los
ron ¡al Rey de Portogal , á le rogar que embiase la días anduviesen por el circuito de la cibdad prove
mas pólvora que se pudiese haber en su reyno, é de yendo 4 los de las estanzas de las cosas que les eran
todas partes fué traida gran cantidad de pólvora ; necesarias. El uno destos caballeros era Garcilaso
pero los tiros eran tantos é tan continos, que se gas de la Vega, el otro se llamaba Juan de Zúfiiga , y el
taba toda la que se traía por la mar é por la tierra. otro Diego de Atayde; é cada uno destos andaba
Los moros, confiando en sus fuerzas, salían á pelear por su parte proveyendo las cosas que eran menes
algunos dias contra unas estanzas , otros días contra ter para fortificar las estanzas , de tal manera que
otras, según veían la dispusioion de los lugares los moros no pudiesen salir como muchas veces sa
contra quien mas dafio podían facer ; é ningún día lían 4 pelear con los que las guardaban. É porque
pasaba que no peleasen por dos ó tres partes. E tan en aquellas partes que descienden de las cuestas al
continas eran las peleas , que convenia á los ohris- tas de Gibralfaro fasta la mar , las estanzas no se
tianos estar todas horas en las estanzas armados é podían bien fortificar con cavas é palenques , por la
aperoebidoa, recelando ser acometidos por los mo indispusicion de los lugares, el Rey é la Reyna man
ros. É destas peleas caian algunos muertos é otros daron que se ficiese una gran cerca que guardase
feridos , que se retraían 4 las tiendas que se deeian toda aquella parte que rodea la cibdad desde la for
el Hospital de la Reyna, donde eran curados. taleza de Gibralfaro hasta la mar, é desta otra parte
E como quíer que loa moros viejos 6 las jnugeres fasta llegar 4 los arrabales; é luego fué fecha de
462 CRÓNICAS DE LOS El 3YES DE CASTILLA.
tres tapias en alto ; é ficiéronse en ella algunos por otras, algunos caballeros 6 capitanes, recelando
tillos , é mandaron poner en ellos gentes que los que en la dilación del tiempo podrían venir lluvias
guardasen. É con esta cerca, todos los que guardaban ó recrescerse otras cosas que ficiesen alzar el cerco,
aquellas partes estaban mas seguros; porque los consejaban al Rey, que debia mandar combatir la
moros no habian lugar de salir á dar en los chris- cibdad por aquella parte que guardaba el Maestre
tianos , ni de facer tanto daño como facian con los de Santiago, donde las lombardas habian derriba
tiros que tiraban del muro é torres de la cibdad. do algunas almenas é otras defensas de las torres é
i del muro : porque entendían que después que los
CAPÍTULO LXXXÍI. moros perdieron los arrabales, no tenian aquellas
fuerzas que solian tener para defender ; é que si
De los Consejo» que se ovieron , si se debía combatir la cibdad viesen llegar los pertrechos al muro , por ventura
de Halaga. vernian en alguna fabla para entregar la cibdad.
En el real habia grand abundancia de manteni El voto do otros era, que por agora no se debia
mientos | porque todos los dias venían navios de cometer el combato , porque los muros é barreras
los puertos de la mar que son en el Andalucía, car de la cibdad eran muy fuertes é altos , é tenian tor
gados de provisiones é de las otras cosas necesarias. res grandes é cercanas unas de otras, é habia den
Algunos moros de Africa, sabido el cerco que esta tro mucha gente que las defendía. E oomo quíer
ba puesto sobre aquella cibdad , armaron de sus que el artillería habia derribado las almenas é de
fustas , é puestos en el estrecho de Gibraltar , to fensas del muro é de algunas torres, aquello era
maron algunos barcos de aquellos que continamen en solo una parte de la oibdad , é que las otras par
te iban é venian con bastimentos é provisiones. E tes estaban sanas é con enteras defensas. Decían
por esta causa mandó el Rey á los capitanes de la ansimesmo , que para combatir tan grande cibdad,
flota , que pusiesen en aquella parte navios armados eran necesarios muchos mas tiros de lombardas
que guardasen la mar. gruesas de los que habia, para que ficiesen portillos
Otrosi algunos malos christianos , que según ha en muchos lugares de la cerca, por donde la gente
bernos dicho se aventuraban á entrar en la cibdad, podiese combatir, é los moros de dentro no pedie
informaban á los moros del estado del real, dicién- sen socorrer á todas partes. E que combatiéndose
doles los que eran muertos é feridos , ó loa trabajos solamente por aquella parte , podrían peligrar mu
é dolencias que padesoian ó rocolaban padescor las chos ó do los mejores do la luíoste : porque aquellos
gentes de la hueste. Otrosi les decían , que los mo son los que con mayor esfuerzo osan ponerse 4 los
ros de allende tenian en la mar navios armados en peligros. E por tanto decian que el combate debia
su favor, é que escusaban los mantenimientos que cesar, fasta que mas é mejores partes del muro fue
venian al real. E que las gentes déla hueste no po sen derribadas. Otrosi decian que debían esperar
diendo sofrir estos trabajos , se iban de día en dia, para saber mas cierta información del estado de la
é que el Rey constreñido por estas causas alzaría cibdad, é de la falta de los mantenimientos que los
presto el real. Los moros, informados de estas cosas, moros tenian; porque se debia creer, que oibdad
como quier que los mantenimientos se les iban di tan grande é populosa no podia durar muchos dias
minuyendo, pero todavia duraban en su rebelión é sin ser proveída de mantenimientos que le viniesen
no querían venir en ninguna fabla de partido, es de fuera ; é que estos no habian lugar de entrar por
perando que el cerco en breve se alzaria. E desea mar ni por tierra , por las guardas que en todas
ban notificar a los de Granada é á los de las otras partes habia.
cibdades , el estado de la cibdad é como les eran El Roy, vista aquella diversidad de votos, estaba
necesarios mantenimientos é socorro de gentes. Al en dubda de lo que debia facer, porque comba
gunos moros de la cibdad con zolo de su secta é tiendo era cierto el peligro é no cierta la entrada, y
amor de su gente, se disponían á morir ó á enga esperando , se recelaban los inconvinientes que re-
ñar; é salían de la cibdad, é poníanse en las manos crescen en la dilación de los cercos , considerando
de las guardas , ofresciendose á ser christianos. Y que los moros satisfacen á la natura con poco man
estos informaban al Rey, de como la cibdad estaba tenimiento. E después de algunas pláticas que so
bien proveída de gentes é de mantenimientos ; é bre esto so ovieron , la Reyna acordó que se suspen
conosciendo que el combate seria peligroso á los diese el combate fasta que se pudiese facer con ma
christianos, daban á entender al Rey, que la cibdad yor seguridad de las personas. E allende de los per
se podia tomar si so combatiese por aquellas partes trechos que estaban fechos para combatir, manda
donde las lombardas habian tirado. Otros moros ron luego facer mantas reales , é mantas de carre
que salían de la cibdad, é se pasaban á los christia tones encoradas con cueros de vacas , é mandare-
nos por falta de mantenimientos qqe habia en la tes, é bancos pinjados, encorados de manera que
cibdad , informaban al Rey de lo contrario , é de no pudiese en ellos prender el fuego , para que con
cían que los mantenimientos se diminuían , é no se ellos se pudiese cavar el muro. Ficieron facer ansi
fallaba pan á comprar como solía, é que si de fuera mesmo bastidas de diversas formas é de singular
no fuesen proveídos, presto la hambre les faria en artificio compuestas , en cada nna de las quales po
tregar la cibdad. dían ir seguramente cíen hornee. E ficiéronse grúas
Habidas estas informaciones contrarias unas de é torres de madera; é destas torres salían unas es
don Fernando i DOÑA ISABEL. 463
calas cubiertas de madera por los lados , para echar é villas , é para los alcaydes de las fortalezas , que
sobre los muros ; y en estas escalas estaban emen le diesen el favor que oviese menester contra el
das otras escalas , para descender el muro abaxo. otro Rey su tío ; é que guardasen el seguro que ha
Ansimesmo mandaron facer galápagos de madera bían dado á loa lugares que estaban por él. Los mo
gruesa é cubiertos de cueros, é otras escalas com ros que vivian en la cibdad de Granada y en todos
puestas , é todas las otras cosas que eran necesa los otros lugares , como quier que sentían gran do
rias para que con mayor seguridad el combate se lor por el cerco que estaba puesto sobre la cibdad
pudiese facer. E acordaron que se fíciesen minas se de Málaga ; é por los mantenimientos que le falta
cretas por debaxo de tierra ; dellas para poner al ban quisieran ponerse á todo peligro por los socor
gunas partes de los muros en cuentos , é dellas para rer, á fin que ellos no perdiesen, ni los christía-
que alguna gente entrase en la cibdad entretanto nos ganasen cibdad tan noble ; pero no OBaban
que los combates se daban á los moros. mostrar por obra la voluntad que tenían secreta,
E mandó el Rey al Duque de Názera é al Conde por no perder la seguridad que el Rey é la Reyna
de Benayente , que por la parte de sus estatizas fí les habían dado , con la qual tenían libertad para
ciesen una mina, é al Conde de Féria mandó facer labrar el campo , é andar con sus mercaderías, é fa
otra por la estanza que guardaba. Y en la ostanza cer sus contrataciones seguramente por todas
del Clavero de Calatrava otra mina, é por la estan partes.
za que guardaba Don Fadrique de Toledo se flciese
otra mina. Y en estas minas se puso gran diligen CAPÍTULO LXXXIV.
cia; porque todos los diaa é las noches andaban los De los caballeros del Reyno de Valencia é del Principado de C«.
minadores con muchos peones cavando por aque taluda qne Tlnteron al real.
llas quatro partes que el Rey acordó que se minase.
Como en las cibdades de Valencia é de Barcelona
CAPÍTULO LXXXTII. é de Zaragoza, y en aquellas partes fué la fama que
el Rey acordaba de combatir la oibdad de Málaga,
De las cosas ajas pasaron en Granada. é algunos caballeros é fijoa-dalgo de aquellas par
Entre los dos Reyes de Granada crecía siempre tidas sopieron que la Reyna estaba en el real , é
la enemistad , é como en los pueblos de los moros oyeron los peligros é trabajos grandes que se ha
se sopo que los de la cibdad de Málaga estaban bían en aquel sitio, movidos con zelo de virtud se
en necesidad de mantenimientos , quisieran poner dispusieron á venir por servir al Rey é á la Reyna
se á todo peligro por los socorrer, salvo por la divi en aquel fecho de armas. Los nombres de los qua-
sión de los dos Reyes. les Bon los que Be siguen : Don Juan Ruiz de Co-
El Rey viejo que estaba on Quadix , requerido relln , Conde de Cocentsyna con una nao armada,
por algunos alfaqufes de la tierra, escogió algunos é Don Juan Francés de Prozita , Conde de Almena
moros de caballo é de pié, y embiólos camino de ra é de Avena , con otra nao armada , é Mosen Mi
Málaga con un capitán para que entrasen en la guel de Busquete, con dos galeas armadas, é Don
cibdad. Estos caballeros moros , creyendo que si Diego de Sandoval, Marqués de Denla, con fasta
entrasen farian grande fazafia , é si muriesen pe otros quatrocientos fijos-dalgo naturales de aque
leando ganarían el ánima, iban con voluntad de llas tierras. E todos estos que eran hornea é fijos de
morir , ó entrar en la cibdad. Quando el Rey mozo, hornea principales, vinieron bien fornescidos de ar
que estaba en Granada, sopo que el Rey su tío em- mas é de las otras cosas necesarias á la guerra. E
biaba aquella gente , juntó los mas moros que pudo algunos dellos que vieron los pertrechos que el Rey
á pié é á caballo de la cibdad de Granada , y embió é la Reyna mandaron facer para el combate, é lo
un capitán á pelear con ellos ; é desbaratólos, é ma que las lombardas habían derribado , oonsejaban al
tó algunos dellos , é los otros fuyeron, é tornaron Rey que el combate se cometiese por aquellas par
para la cibdad de Guadiz. Y embió sus embazado- tes de la cibdad donde la artillería habia derribado
res al Rey é á la Reyna, faciéndoles saber el venci parte del muro.
miento que ovo contra aquellos moros que les iban Durante estas cosas fueron tomados dos moros
á deservir. E ansimesmo les embió decir, como era de la cibdad, que certificaron al Rey é á la Reina,
informado que en la cibdad de Málaga se diminuían que fallescia todo el pan de trigo , é que comían
los mantenimientos , é que mandase poner grande pan de cebada. Esta información habida , el Rey é
guarda por mar é por tierra, de manera que no pu la Reyna mandaron , que todavía se suspendiese el
diesen ser socorridos de gente , ni de provisiones, é combate fasta saber mayor información del estado
que con esta guarda sin otro combate habría pres de la cibdad. Otro dia salió otro moro, que certificó
to la cibdad. Otrosí embió al Rey presente de caba al Rey é á la Reyna la mengua de los manteni
llos é jaeces de oro , é á la Reyna embió presentes mientos que los moros sofrían ; pero que todavía
de sedas é de perfumes ; é suplicóles que le oviesen estaban en propósito de defender la cibdad. Porque
por su servidor, é le mandasen las cosas qne fue habían recebido cartas é mensageros de la cibdad
sen en su servicio, porque él las faria con toda leal, de Baza, por las quales los esforzaban para que du
tad. El Rey é la Reyna gelo embiaron á regradescer rasen en aquella defensa que facían ; é que les cer
é mandaron dar sus cartas para todas sus cibdades tificaban , que ganaban tan gran corona de virtud
464 CRÓNICAS DE tOS REYES DE CASTILLA.
que aun los que estaban en la otra vida les habían vieron adelante , é las del Duque de Náxera , é del
embidia , é deseaban estar en Málaga á ser partici Conde de Benavente , é del Clavero de Calatrava,
pes con ellos en los trabajos que tenían en defen llegaron á los muros de la cibdad. Los moros como
der aquella oibdad; é que esperaban en Dios, que si las sintieron cavaron por dentro , é ficieron contra
las gentes de los moros no los socorriesen , él por su minas fasta que llegaron á se descubrir las unas
gran piedad los socorrería milagrosamente. La ham contrarias de las otras; é los christianos por su par
bre crescia en la cibdad, é los moros Comeres anda te, é los moros por la suya , pusieron grandes guar
ban por las casas buscando pan do quier que lo falla das. E los moros acordaron de faoer una gran cava
ban , é tomábanlo , é repartíanlo entre si ; é quan- delante de la barrera en aquella parte donde habían
do alguno negaba el pan que tenia , matábanlo é tirado las lombardas , porque á la hora del comba
tomaban todo el mantenimiento que tenia en su te los pertrechos no pudiesen llegar á sus muros. E
casa. En el real había gran abundancia de mante comenzando á cavar por de fuera, los christianos
nimientos, porque siempre estaban en el campo comenzaron la pelea con aquellos que cavaban , é
grandes montones de fariña é de cebada para qual- lanzábanles tiros de ballestas é de espingardas por
quier que dellos quería comprar. E allende desto empacharles aquella labor. Los moros pusieron
todos los días venían por la mar navios cargados mantas é otras defensas para que pudiesen cavar
de pan é vino , é de paja é cebada , é de todas las sin recebir daño. Y entretanto que cavaban no ce*
provisiones que eran menester de los puertos del aaban las peleas entre los unos é los otros, fasta
Andalucía, é del Reyno de Valencia, é de otras llegar tan juntos que se ferian con las lanzas e? con
partes. E como concurrían gentes de tantas partes las espadas; y entretanto que los unos moros pelea
al real, había en la hueste muchos enfermos , é la ban , los otros cavaban. Esta manera de pelea du
gente estaba fatigada de los trabajos que pasaban ró entre ellos por espacio de seis diaa que no cesó
é peleas que contino habían con los moros. E por el pelear ni el cavar , fasta tanto que los moros aca
que estaban fechas muchas ramadas, las quales baron de facer la cava que comenzaron. E luego re
estaban ya socas, recelaban de algún fuego que quirieron las minas , é fallaron que otra mina que
por caso se encendiese, 6 que fuese ochado por los habia comenzado Don Fadríque de Toledo , llegaba
moros mudéxares que andaban en el real ; é ansi- á los muros de la cibdad ; y ellos ficieron otra con
mesmo se temia de algún veneno que se echase en tramina , é aventurándose á gran .peligro entraron
Iob pozos del agua donde las gentes bebian. E por por ella, é pelearon con los que la guardaban, y
esta oausa el Rey é la Reyna mandaron que todos echáronlos fuera, é pusiéronle fuego , é derribaron-
los moros mudéxares saliesen luego del real , é no la toda. Como vieron los moros derribada aquella
tornasen á él sin su licencia. E dende en adelante mina, cobraron tanto esfuerzo, que pensaron co
mandaron que de día é de noche andoviesen con la meter pelea por todas partes , á fin de quemar é der
justicia hornea que amonestasen á las gentes que ribar las otras minas; é armaron sus albatozas, é
guardasen el incon viniente del fuego , é que mirase fornescieronlas de gentes, é de tiros de pólvora. E
cada uno por los hornee que andaban sin señor , ó ordenaron que dos capitanes de cada cien hornea
sin tener causa de estar en el real, de quien se pu fuesen á dar en la estanza que guardaba la gente
diese sospechar algún mal, é que lo notificasen á la de Córdoba, do era capitán Qarci Fernandez Manri
justicia. E los Aloaldes ponían tanta diligencia en que, é que otros quatro capitanes con quatrooientoa
esto, y en la execucion de la justicia , que el miedo hornea saliesen á dar en la estanza del Alcayde do
de las penas facia refrenar á los malos , é vivir en los Donceles. Ansimesmo que otras gentes saliesen
seguridad á los buenos. Cosa fue por cierto dina de á pelear con las gentes de las estanza» que guarda
exemplo , porque con algunas justicias que en el ban el cerro que estaba contra el castillo de Gibral-
principio se executaron , no se falló entre tantas faro. E mandaron á los que guardaban las minas,
gentes, y en tanto tiempo que uno sacase arma que peleasen con los christianos ; é los unos por la
contra otro, ni andoviesen en el real latrocinios, ni mar é los otros por la tierra é otros por debaxo de
otros excesos de Iob que en las grandes huestes sue tierra, todos á una hora cometieron la pelea con loa
len acaescer. christianos. Los capitanes de la mar embiaron al
gunos navios pequeños que llegasen cerca de la
CAPITULO LXXXV. tierra para resistir á los moros que con su artillería
facían dafio en las fustas mayores. Otrosí los de las
De lti peleas que pasaron en laa minas que ae Acicron contra la otras estanzas, é los que guardaban las minas, de
cibdad de Malaga. fendiendo cada uno por su parte, pelearon con los
La hambre crescia mas todos los días en la cib moros ; é por la dispusioion de los lugares, veces
dad, é no se fallaba pan ninguno de cebada ni de retraían los moros á los christianos, veces pujaban
trigo. Los capitanes moros andaban á lo buscar por los christianos contra los moros. Estas peleas por
las casas, é todo lo que fallaban ficieron juntar , é la mar, é por la tierra, é por debaxo de tierra dura
dieron cargo á algunos que lo toviesen , é repartie ron por espacio de seis horas.
sen á cada un moro de los que peleaban quatro on Al fin los capitanes christianos que peleaban por
zas de pan á la mañana , é dos á la noche. la tierra, á gran peligro arremetieron contra loa
£n estos diaa las minas que so comemaron ando* moros, é recibiendo fcridas de los adarves é finen*
. DON FERNANDO É DONA ISABEL. 466
do en los moros, los ficieron rotraer á la cibdad. E I que con qualquierá de los Reyes se aventuraban á
los moros que peleaban por las minas no ovieron la muerte por librar á los de Málaga de aquel pe
lugar de les echar fuego, por la resistencia que ficie ligro. Un moro que se llamaba Abrahen Algerbf,
ron los christianos que las guardaban. Como los natural de la cibdad de Guerba, que es el Reyno de
moros no to viesen mantenimientos dentro, ni espe Túnez, el qual moraba en estaB partes en una aldea
rasen socorro de fuera , é viesen en las peleas caer de la cibdad de Guadix, concibió en su ánimo de se
cerca de sf unos muortos é otros feridos , cosa fuá disponer á la muerte por matar al Rey é á la Rey
dina de notar la osadia que aquella gente bárbara na ; porque con esta gran fazafla faria alzar el real
tenia en pelear, á la obediencia que tenían á sus ca de Málaga, é muriendo vengaría á los moros de to
pitanee, á su trabajo en reparar sus defensas, é su das las muertes é pérdidas de tierras, que les ha
astucia en los engafíos de la guerra, é la constancia bían fecho los christianos. Este moro publicó entre
que tovieron en el propósito que comenzaron. los moros que era santo , é que Dios le ominaba
con un ángel revelaciones de lo que habia de ser;
CAPÍTULO LXXXVI. por las quales sabia que los moros serian reparados,
é la cibdad de Málaga quedaria victoriosa contra
De la embaiad» é presente que embld el Rey de Tremeeen. los christianos que la tenían cercada. E como los
En estos días vino un embaxador del Rey de Tre moroB por la mayor parte son livianos, especial
meeen, que es en los Reynos de África, al Rey é á mente atribuyen fe á sus alfaquíes, é tienen por
la Reyna, con el qual les embió gran presento ; al santos á los que viven en los yermos á manera de
Rey de caballos moriscos é de jaeces de oro é al- ermitaños, juntáronse con este inoro fasta quatro-
bornozes, á á la Reyna vestiduras de sedas de di- . cientos moros, dellos Gomeros de allende, dellos na
versas maneras, é argollas grandes de oro, á perfu turales destas partes , é acordaron de le seguir , é
mes, é otras cosas de las mas preciosas que se usa aventurarse á todo peligro , faciendo lo que les di-
ban en aquellas partes. xese. Estos moros vinieron camino de Málaga, é por
Aquel embaxador dixo al Roy é á la Reyna, como no sor sentidos de las guardas y escuchas, andovio-
el Rey su señor habia oido la fama de su gran po ron de noche por las montañas é sierras ásperas
derío, é que habia visto los muchos moros que ha fuera de camino, fasta que llegaron cerca de la
bían pasado de estas partes á las partes de África cibdad ; é ahí acordaron de entrar por una estanza
con su seguro, el qual les era guardado comalida la mas cercana á la mar por la parte de abaxo, do
mente, é que por ser reyes tan poderosos é de tanta estaban las estatizas contra Gibralfaro. E una ma
verdad é virtud, doseaba ser su servidor, ó facer su ñana, casi al alba, los docientos dellos vinieron sú
mandado. Por ende , que les suplicaba que le reci pito, é dieron en los christianos que guardaban
biesen en su encomienda, é que le mandasen dar aquella estanza, é los otros cometieron á las otras
su seguro para él é para los de su Royno ; porque mas cercanas. Los christianos aunque salteados,
no recibiesen daño de sus flotas que andaban arma comenzaron la pelea con ellos. Los moros algunos
das por la mar, ni de sus gentes que descendiesen entrando por el agua de la mar, otros saltando por
en tierra. El Rey é la Reyna le respondieron, que los palenques , entraron en la cibdad fasta docien
le agradescian el presente que les habia embiado, é tos ; todos los otros fueron muertos é presos.
mucho mas su buena voluntad é ofrescimiento ; á Aquel moro que tenian por santo venia en pro
dieron su seguro para todos los subditos de aquel pósito de se ofrecer por captivo á los christianos
Reyno de Tremeeen. E mandaron á los capitanes para poder facer lo que en el ánimo habia concebi
de la mar que lo guardasen, é no les ficiesen guerra do. E porque no fuese muerto con la furia del ven
ni daño, guardando ellos de facer guerra á los su cimiento, con grand astucia que en aquella hora
yos, é no ayudando á los moros de Granada con tovo, se apartó del lugar do peleaban, é púsose de
gente, ni con armas, ni con mantenimientos. rodillas, é alzadas las manos al cielo fingió que ha
cia oración. Los christianos habido el vencimiento,
CAPÍTULO LXXXVII. buscando los moros por las cuestas é barrancos que
estaban en aquella parte, fallaron aquel moro en la
De la osadía que cometía un moro de los Comeres.
manera quo habernos dicho. E como vieron que no
La hambre crescia mas en la cibdad, é los moros facia movimiento ninguno , llegaron á él, é llevá
ya no comían pan sino muy pocos, é no tenían car ronlo preso al Marqués de Cáliz. E preguntándole
ne, é los mas dellos comían carne de caballos é de algunas cosas, le respondió , que era moro santo , é
asnos ; é aquella gente de los Gomeros entraban en quo sabia las cosas que habían de acontecer en
los cosas de los judíos, que había en aquella cibdad aquol cerco, porque Dios golas había revelado. Pre
é robaban los mantenimientos que tenian, é vinie guntóle el Marqués si sabia quando é como se ha
ron a tal estado, que algunos de los judíos murie bia de tomar aquella cibdad, é respondió, que bien
ron de hambre. sabia como é fasta quanto tiempo se tomaría,
Sabida entre los moros de otras partes la hambre pero que Dios le mandó, que no lo dixese á otra
que padecían los de Málaga, é los peligros que es persona salvo al Rey é á la Reyna en su seoreto. El
peraban, quisieron ponerse á toda aventura por los Marqués, como qnier que conoció aquello ser livian
socorrer ; é tenian la voluntad pora ello tan presta, dad , pero enviólo ú decir al Roy é á la Reyna,
Cr.-III. 30
«66 CRÓNICAS DE LOS BEYES DE CASTILLA
Los quales mandaron que lo traxiesen ante ellos,
y en la forma qne fué fallado quando lo prendie CAPÍTULO LXXXVIII.
ron, vestido nn albornoz , é ceñido un terciado, fué
traido á la tienda del Rey é de la Reyna, rodeado Como Tino al reil el Duque de Medinasidonia , é otras (entes
que de nuevo fueron llamadas por el Re? e por la Keyna.
de muchas gentes que le deseaban ver, porque ya
la fama sonaba de aquel moro que se decia santo. Don Enrique de Gozman, Duque de Medinasidd-
Acaeció que el Rey había comido, é dormia á la nia, como sopo que el Rey é la Reyna estaban en el
hora que llegaron con él á su tienda. E aqui pare real sobre Málaga, é como aquel sitio se dilataba
ció claro como esta Reyna era movida á las cosas tantos días, como quier que babia embiado la gen
por alguna inspiración divina, porque como quier te de caballo é de pié que al principio le manda
que era humana é también ella como todas las gen ron ; pero acordó de venir al real con todos los ca
tes le deseaban fablar, pero fué cosa maravillosa balleros de su casa. T el día que entró en el real,
que en aquella hora la Reyna , tocada de algún es llegaron por la mar cien navios, algunos de armada,
píritu divino, dixo que no lo queria ver, é mandó é otros cargados de provisiones. E fecha la reveren
que lo guardasen fuera de la tienda fasta que el cia al Rey é ala Reyna, le dixeron que le agrade
Rey despertase, tí los que lo traian metiéronlo en cían mucho su venida , especialmente por venir sin
una tienda cercana á la tienda del Rey, donde po que ellos le embiasen á llamar. El Duque les res
saba Dolía Beatriz de Bovadilla, Marquesa de Mo pondió , que la necesidad del Rey llama al caballe
ya, é otra dueña que se deciá Doña Felipa, muger ro leal aunque el Rey no le llame ; é que él venia
de nn caballero que se llamaba Don Alvaro de Por allí á los servir con Don Juan su fijo, é con toda la
tugal, fijo del Duque de Berganza, con las quales á gente que habia quedado eu su tierra, é con la fide
la hora estaba aquel Don Alvaro. El moro como no lidad que aquellos donde él venia habían servido á
sabia la lengua , creyó según el aparato é vestidu los Reyes sus progenitores. Otrosí, porque conoBcia
ras que vido á Don Alvaro é á la Marquesa, quo quantos gastos se requerían en la guerra que so
aquellos serian el Rey é la Reyna, é poniendo en alarga, é pensaba que por la dilación de aquel sitio
obra su propósito, sacó aquel terciado é dio á aquel Su real Magestad estaría en alguna necesidad, que
caballero Don Alvaro una gran cuchillada en la él traía allí para les prestar veinte mil doblas de oro.
cabeza, de la qual llegó á punto de muerte ; é tiró El Rey é la Reyna recibieron aquel prestido, é se
otra cuchillada á la Marquesa por la matar, é con ovieron por bien servidos del Duque por la gente
la turbación que ovo no le acertó ; é diérales otros que traxo é por el dinero que prestó , é mucho mas
golpes, salvo que un tesorero de la Reyna que se por la voluntad que le movió á lo uno ó á lo otro.
llamaba Ruy López de Toledo, que estaba á la hora Aquella gente que el Duque traxo de su tierra é
fablando con la Marquesa , tovo esfuerzo para so otra mucha mas , era necesaria en el real ; porqne
correr aquel peligro , é se abrazó con el moro, é le como quier que habia en él mas de sesenta mil com
tovo tan fuerte los brazos, que no pudo facer mas batientes, pero los muchos trabajos é peleas habi
tiros ; é luego fué fecho pedazos de la gente que le das en tantos dias, é las guardas que convenían es
rodeaban. tar en los campos y en las estanzas, y en las minas,
Como esto acaesció, los caballeros é capitanes é é por la mar, y en otras partes , tenian la gente tan
gentes del real fueron turbados de aquella fazafiá, cansada, que el Rey é la Reyna acordaron de em-
é vieron como Dios maravillosamente quiso guar biar á llamar gente de nuevo que viniese á los ser
dar las personas del Rey é de la Reyna. E algunas vir. T embiaron á las cibdades de Toledo, é Sego-
gentes del real tomaron los pedazos de aquel moro via, é Madrid, é Alcaraz, é Truxillo, éCáceres, é Ba
y echáronlos en la cibdad con un trabuco. Quando dajoz, é otros lugares mas cercanos, á demandar
los moros lo vieron , juntáronlos é cosiéronlos con gente de caballo é de pié. Otrosí embió el Duque
hilo de seda, é lavaron el cuerpo, é perfumado de del Infantadgo un capitán con la gente de armas
muchos olores, lo enterraron con gran sentimiento de su casa ; é otros algunos caballeros vinieron , é
que mostraron de su muerte. E tomaron luego un otros embiaron bus gentes, según que el Rey é la
ohristiano de los principales que tenían captivos, é Reyna gelo embiaron á mandar. E con algunos que
matáronlo ; é puesto sobre un asno, lo echaron al ovieron tiempo de llegar, fué alguna relevación de
real. Luego fué acordado , que de mas de las guar los trabajos á los que habían estado en el real des
das que continamente de dia é de noche estaban en de el principio.
la tienda del Rey é de la Reyna, anduviesen con la
persona del Rey y estoviesen con la persona de la CAPÍTULO LXXXIX.
Reyna docientos caballeros fijos-dalgo de los Rey.
nos de Castilla é de Aragón con sus gentes, y estos Como el Comendador mayor de León puso una estarna cercana
al muro de la cibdad de Malaga.
guardasen que ninguna persona llegase á ellos con
armas. E mandaron que ningún moro entrase en el Porque ni por la hambre que de dentro padescian
real, sin que primero se sopiese quien ó cuyo era, los moros, ni por la guerra que enfrian de fuera,
é que no llegase por ningún caso á las personas parescia en ellos ninguna flaqueza é de contino sa
reales. lían 4 pelear con los christianos, el Rey é la Reyna
estaban en pensamiento de lo que debían facer;
DON FERNANDO É DOSfA ISABEL. 467
porque cíe ra una parte veían que no se debía alzar Como los moros vieron que les ponían las escalas,
aquel sitio sin tomar la cibdad, de la otra recelaban luego subieron en las torres por las defender, é con
que acaeciese algún caso que los constriñese á lo grandes piedras que tiraron , derribaron las escalas
alzar. E mandaban que se moviese fabla, ofrecien con los que en ellas estaban. Los christianos torna
do seguridad & los moros de la vida é de los bienes ron otra vez á las poner, é tirando por defuera mu
é libertad de sus personas , si luego la entregasen. chos tiros de ballestas y espingardas, ovo lugar de
Los moros no lo quisieren facer, porque , según ha subir primero en una de las torres un caballero que
bernos dicho , algunos malos christianos los avisa se llamaba Pedro de Quexana, el qual peleó dentro
ban délos muertos é feridos é de algunas enferme en la torre con los moros que la guardaban ; é dan
dades que en el real habia, y estas informaciones do é recibiendo feridas, fué muerto porque los
les facían permanecer en la defensa é no venir á christianos no podieron subir á le socorrer. Este
partido. Vista su pertinacia, platicóse en el consejo combato duró por espacio de dos horas, é algunos
del Roy é de la Reyna, que forma se ternia para los de los christianos por fuerza de armas subieron al
' apremiar é tener mas estrechos, 6 combatiéndolos, muro, é peleando lanzaron de las torres á los moros
ó llegando mas las estanzas al muro. E porque la que las defendían. Visto por los moros como habían
Reyna no daba lugar que el combate se cometiese, perdido las torres, acorrieron muchos dellos é pu
recelando las muertes é feridas que pudieran acacs- siéronles fuego, é tan grande fué el fumo é los tiros
cer, acordóse de estrechar los moros, llegando mas que les tiraban por baxo é desde las otras torres
al muro algunas estanzas. El Comendador mayor cercanas, que los christianos las desampararon por
de León Don Gutierre de Cárdenas , visto un sitio que no las podieron sostener. En estos combates
donde se podía poner estatiza cercana á los muros, murieron el Comendador Juan de Vírues, é Alonso
en aquella parte donde los moros comenzaban á de Santillan, é Diego de Mazariegos, é otros seis
facer otros cavas por defuera de la barrera, i fin fijos-dalgo de la casa del Rey é de la Reyna, é otros
de escusar aquella defensa y estrechar mas los mo algunos. E al fin ni los christianos ganaron las tor
ros, fizo un baluarte contra aquel muro. E andando res, ni los moros las podieron tener, é fueron des
mas adelante faciendo baluartes de paso en paso amparadas por los unos é por los otros, según esta
ganando tierra, llegó con su gente á poner la estan- ban primero.
za tan cercana al muro , que con una piedra tirada
con la mano daban dentro en la cibdad. CAPÍTULO XO.
Como los moros vieron aquella estanza tanto cer
De las cosas que pasaron dentro en la «ibdad de Málaga.
cana & sus muros, trabajaban por confundirla desde
los torres do la cerca con muchas piedras y esqui La hambre crescia tanto en la cibdad, que los
nas que tiraban á los que la guardaban. Otros sa mas dias algunos moros salían á se ofrescer por es
lían con gran |peligro á facer la cava que habían clavos de los christianos, eligiendo de su voluntad
comenzado fuera de la barrera. Los christianos sa el captiverio, por sostener la vida. Estos decían
lían algunas veces á pelear con los moros por la que ya en la cibdad eran bien pocos los que podían
escusar, é peleaban con las lanzas é con las espadas, haber pan de cebada, é que comían eneros de va
é sufriendo las piedras y esquinas que tiraban del cas cocidos, é 4 las criaturas daban fojas de parras
muro , arremetían contra los moros, é mataban é picadas é cocidas con aceyte. Decían ansimesmo,
prendian algunos dellos. Y en esta manera de pe que los Comeres entraban en las casas é tomaban
lear continaron algunos dias, fasta que retraxieron por fuerza las cosas que fallaban de oomer, é que
á los moros é les ficieron dexar aquella defensa que braban arcas, é derribaban las paredes é otros luga
comenzaron á facer, y escusaron los daños que por res donde pensaban fallar pan é otros manteni
aquellas partes facían en los christianos. Ansimesmo mientos escondidos. E que andaban ya tan disolu
pensaron algunos capitanes tomar por combate dos tos faciendo tales fuerzas, que los moradores de la
torres del arrabal, que eran cercanas al muro de la cibdad estaban atribulados por la hambre que pa-
cibdad do estaba la puerta que se decía de Granada; descian é por las fuerzas que recebian ; é que llora
é los moros las defendieron de tal manera, que los ban la hambre de dentro, é la muerte ó el captive
christianos dexaron el combate, porque conoscioron rio que esperaban de fuera. E como quier que en
el peligro que en él habia. E desde otras torres bien la cibdad eran muchos los muertos é feridos , no
cercanas que tenían, las guerreaban todas las horas consontian los capitanes que se fablase en ningún
con ballestas y espingardas, de tal manera que los trato de entregar la cibdad ; porque estaba dentro
moros las desampararon , pero desde otras torres nn moro que tenian por santo, el qual les certifica
cercanas defendían que los christianos no las toma, ba, como Dios tenia ordenado que saliesen un dia é
sen. T en esta manera aquellas dos torres quedaron diesen en el real, é que habian de haber victoria
sin amparo, porque ni los christianos , ni los moros cumplida de sus enemigos, é gozarían de los man
osaban estar en ellas. E porque si se pudieran ga tenimientos que estaban en el real. El Rey é la
nar, los moros por aquella parte fueran muy retraí Reyna no creían que la hambre de los moros fuese
dos é se señoreaba aquella puerta principal de la tan grande , pues no movian fabla, ni querían oir
cibdad ; el tesorero Ruy López con algunos criados partido de entregar la cibdad, é continamente sa
del Rey é de la Reyna tornaron á las combatir. lían á pelear por las minas, é con los que guarda-.
468 ORÓNICAS DE LOS REYES DE CASTILLA.
ban las estatizas é las torree del arrabal. Otrosí es «bcr.» Estas cosas osaban ya decir como desespe
caramuzaban por la mar con las naos de la flota ; é rados de la vida, porque veían la perdición de la
un dia movieron nna escaramuza con sus albatozas cibdad. Pero los capitanes moros confiando en lo
armadas, é metiéronse tanto entre los navios de los que les predicaba aquel moro que tenian por santo,
christianos, que anegaron con su artillería una nao no querían dar oreja á ninguna razón con esperan
armada del Duque de Medinasidonia, é flcieron re za de salir fuera á pelear con la gente del real, el
traer los otros navios pequeños que llegaban á la dia que aquel moro gelo dixese.
cibdad. Y en estas peleas marinas, los moros salían
arrebatadamente con sus navios, é facían daño con CAPÍTULO XCI.
los muchos tiros de pólvora que tiraban , é luego
prestamente se volvían ala orilla, donde eran defen Como se ganó nna torre de la cibdad de Miaga que estaba junto
con la puente.
didos de los que guardaban los muros por aquella
parte de la mar. Después de pasados algunos dias Junto con la barrera de la cibdad de Málaga ha
la hambre cresció tanto en la cibdad , que ninguno bía una puente con quatro arcos , y en el muro de
comía pan, salvo carne de bestias é cueros de vacas la barrera donde se principiaba esta puente había
cocidos, é comían lo seco de las palmas molido, de una torre, y en el cabo de parte defuera había otra.
que faoian pan. Los moros oficiales é mercaderes é Estas dos torree eran grandes é muy fuertes. El
otras gentes, eligiendo mas el captíverio que rece Rey, visto que si aquellas dos torres se tomasen, la
laban que la hambre que padescian, pospuesto el cibdad con menor peligro se podría combatir, man
temor de los Gomeres, osaban ya fablar á los capi dó á Francisco Ramírez de Madrid, capitán del ar
tanes é á las otras gentes de guerra , amonestándo tillería, que con la gente é oficíales de su capitanía
les eon Dios que entregasen la cibdad al Bey é á combatiese aquellas dos torres. Aquel Francisco
la Reyna. E juntáronse con un alfaquf que se lla Ramírez, compliendo el mandamiento del Rey, fizo
maba Abrahen Alhariz otros dos moros principales traer mantas é los tiros de pólvora necesarios para
de la cibdad, al uno llamaban Amar-Benamar, é al el combate. E porque la gente no podía llegar sin
otro Alidurdux, con otros algunos mercaderes é gran peligro, fizo una mina que llegaba fasta el ci
oficiales ; é aquel alfaquf dixo al capitán Hamete miento de la torre primera, é fizo cavar fasta que
Zelí : «Requiríinoste con el Dios poderoso, que en- llegó á lo hueco do la torre, é allí puso un cortago
» tregües luego la ciudad al Rey de los christianos, la boca arriba , é armáronlo para que tirase al sue
)i pues no tenemos otro remedio para guardar la lo de la torre, sobre el qual estaban los moros que
l vida, sino perder la tierra. E tú que eres nuestro la defendían. E por la parte de fuera faciendo ba
«capitán, no nos seas mas duro enemigo matándo luartes de paso en paso, para que la gente se defen
los de hambre, que los christianos que nos matan diese, ganó tierra fasta llegar bien cerca de la tor
«con fierro: porque esta nuestra porfia mas pares re, é allí puso algunos tiros de pólvora, é comenzó
is ce buscar la muerte, que celar la libertad. Mira á combatir la torre.
aquántos de nuestros peleadores ha muerto el cu- Los moros que estaban encima defendíanse, é fe
schillo, no quieras tú que la hambre mate á los que rian á algunos christianos, é desta manera' duró
«quedan, é á nuestras mugeres é fijos que gimiendo aquel combate quatro dias, que todas las horas ti
«demandan pan, é nos ponen dolor, porque no los raban de la una parte ú la otra tiros de pólvora ó do
«podemos remediar. ¿ Son por ventura mas fuertes saetas. Un dia los christianos llegaron las escalas ó
«los muros de Málaga que los muros de Ronda ? ó las mantas é otros pertrechos para subir á la torre;
«sois vosotros mas guerreros que los caballeros de y estando la gente en la furia del combate, los ar
«Loxa? La fortaleza do Ronda ya se humilló, é la ca- tilleros pusieron fuego al cortago que estaba arma
«balleríade Loxa no pudo resistir el poderío destoB do debaxo del suelo de la torre, é con el tiro quo
«Principes que con gran poderlo do gentes nos do fizo derribó gran parte del suelo do estaban los mo
lmen tanto tiempo ha cercados: los quales ya no ros que la defendían, é cayeron quatro dellos. Quan
«deben pelear con nosotros, pues nuestra hambre do Iob otroB vieron que no podían andar libremente
«pelea por ellos. Pero si os sentís aun tan valientes sobre el suelo para defender la torre, luego la des
«para os defender, salid fuera, é pelead con los ampararon, é se pasaron á defender la otra torre
«christianos, é comeréis los que peleando quedáre- que estaba fundada al otro cabo de la puente sobra
» des vivos. ¿Qué esperáis? ¿Qué es vuestra con- la barrera de la cibdad. Los christianos subieron á
» fianza? ¿Pensáis que podréis comer sino peleáis aquella torre, é apoderados della tiraban tiros de
«allá fuera ó podréis pelear, sino coméis acá den- piedras é de saetas y espingardas á los moros que
«tro? ¿O oonsejaisnos por ventura que padezcamos guardaban la otra torre, é los moros á ellos. E por
s la hambre con esperanza de algún socorro ? Ya baxo en medio de la puente, ni Iob unos ni los otros
«no hay tiempo de esperanza: ya Granada perdió osaban estar, porque la pelea en aquella puente era
«bu fuerza, ya Granada no tiene caballeros, no tie- peligrosa. Los christianos, viendo que se podía com
«ne rey, perdió sus capitanes, perdió su orgullo. batir la otra torre, comenzaron á facer en la puente
«Por Dios no perezcamos con esperanzas vanas que un baluarte con propósito de ir faciendo defensas
«nos ponen hornee sin seso, é no esperemos de ha- de paso en paso, fasta llegar á la otra torre. Los
>ber consejo para quando no hay tiempo de lo ha- moros, viendo que Iob ohristianos trabajaban por ga
DON FERNANDO é doña isabel; 469
nar la puente, tiraron tantos tiros de búlanos é lom
bardas, que lo resistieron á los ohristianos; e pelea CAPÍTULO X0T1L
ban continamente los unos dol un cabo de la puen
Como salieron ciertos moros de Malaga i demandar partido al lie/
te é los otros del otro. Y en aquellos combates mu * I la Rejna para entregar la cibdad.
rieron algunos moros principales de la cibdad, es
pecialmente murieron dos capitanes que se llama Los más de Iob capitanes moroB Qomeres eran
ban el uno Cidi Mahomad y el otro Abdurrhamen. muertos é feridos ; é aquel capitán principal Ilamo-
E por estos capitanes ficieron los moros gran sen te Zelí, según habernos dicho, se retraxo á la forta
timiento, porque eran de los naturales, é de los mas leza. E los moros de la cibdad constreñidos por la
principales de la cibdad, é fué causa que se ganase. hambre que padoscian , demandaron seguro para
Después que se entregó la cibdad, el Bey, conside ciertos moros que querian embiar á dar forma sobre
rando los trabajos é grandes fechos de armas que la entrega do la cibdad. El Boy é la Beyna gelo
aquel Francisco Bamirez fizo en aquellos combaten, mandaron dar, é vinieron ante ellos el alfaqui é los
fallándole diño del honor de la caballería, le armó otros dos moros que habernos dicho que se llamaba
caballero en aquella torre que ganó por oombate. el uno Alidurdux, y el otro Amar-Benamar, é otros
tres de los principales , los quales demandaron al
CAPÍTULO XCII. Boy é á la Beyna que les diese seguridad para sus
personas é bienes, ó que ellos entregarían la cibdad
Como salieron los moros de la cibdad i pelear con los del rcil. con todas sus fuerzas , quedando ellos en sus casas
La hambre cresció tanto en la cibdad, que ya los por mudéxare8 , siervos del Bey é de la Beyna.
moros que la defendían no la podian sofrir. E aquel Otrosi que les diesen la villa de Coin para algunos
moro que tenian por santo les dixo que saliesen á moros que la querian poblar ; é que ai algunos qui
pelear con los del real, é que Dios les daria victoria, é siesen dexar aquella tierra, ó ir á las partes de Áfri
venganza de sus enemigos ; é amonestóles que guar ca, ó á otros lugares de España, les mandasen dar
dasen de pararse al despojo, salvo que peleasen como seguro para lo facer, según habían techo á los de
varones esforzados, é cada uno fuese adelante ma Velezmálaga é de las otras cibdades que habían
tando christianos, é que no perdonasen la vida á nin conquistado , é que les suplicaban que no menos
guno de quantos topasen. Otrosí amonestóles que se preciasen la subjecion de tantas gentes como geles
perdonasen las injurias unos á otros, é que la cari ofrescian por subditos.
dad que oviese entre ellos los faria vencedores. El Bey é la Beyna, vista esta demanda, cometie
Los moros, por el consejo de aquel moro santo, ron la respuesta al Comendador mayor de León. El
salieron un dia por la mañana fasta ciento de ca qual por su mandado les respondió que si al princi
ballo é quatro batallas de moros á pié, é tirando pio entregaran la cibdad según ficieron los de Ve
muchas saetas y espingardas , vinieron con grand lezmálaga é de las otras cibdades , ellos les dieran
ímpetu á dar en dos estatizas que guardaban el el seguro que á los otros dieron. Pero que después
Maestre de Santiago y el Maestre de Alcántara. E de tantos dias pasados é tantos trabajos habidos,
como los christianos fueron súbitamente salteados, venidos en el estado en que su pertinacia los habia
no pudieron tan presto resistir á los moros , é ovie- puesto, mas estaban en tiempo de dar que de deman
ron lugar de matar é ferir algunos de los que las dar ni de escoger partidos. E que no les darían el
guardaban. E luego acudió á un portillo del Maes seguro que demandaban , porque bien sabian ello»
tre de Santiago Don Pedro Puortocarroro, Señor do quo los vencidos deben ser subjotos 4 las leyes que
Moguer, é Don Alonso Pacheco, su hermano, con los vencedores quisieren. E que pues la hambre 6
sus gentes, é defendieron aquol portillo peleando no la voluntad les facía entregar la cibdad, que se
con Iob moros por espacio de media hora, de ma defendiesen, ó remitiesen á lo que el Bey é la Bey
nera que les resistieron la entrada por aquella par na dispusiesen dellos ; conviene á saber, loa que á
te. Por la estanzadel Maestre de Alcántara acorrió la muerte, á la muerte, é los que al oaptiverio, al
á otro portillo un caballero de su casa , que se lla captiverio. Los moros volvieron á la cibdad, é como
maba Lorenzo Suarez de Mendoza, con algunos su notificaron á los vecinos dclla esta respuesta, sin
yos, é peleó é defendió la entrada á los moros, fasta tiéndola por muy grave, respondieron que ellos da
que acudieron muchas gentes de las unas partes é rían la cibdad al Bey é á la Beyna con todas sus
de las otras, é pelearon con los moros, é matando é fortalezas, é con todos los bienes que en ella habia.
firiendo en ellos, los retraxieron á la cibdad. En es Pero que si no les daban seguro para libertad de
ta pelea fueron feridos é muertos muchos moros, é sus personas, ellos colgarían de las almenas de la
algunos eran los mas principales. Y el dolor que se cibdad fasta quinientos bornes é mugeres christianos
ovo en la cibdad de aquel vencimiento, é los llantos que tenían captivos, é puestos los viejos é mugeres'
de los bornes é de las mugeres que facían por los é niños en el alcazaba, pornian fuego á la cibdad, ó
muertos é por los feridos fué tanto grande, que saldrían todos á morir matando christianos , por
aquel capitán principal no osó estar en la cibdad, ó que al fin el Bey é la Beyna oviesen la victoria san
se retraxo al Alcazaba, é dixo á los moros que ficie- grienta ; de tal manera que el fecho de la cibdad
sen partido de entregar la cibdad con todas sus for de Málaga fuese nombrado á todos los vivientes, y
talezas al Bey é á la Beyna. en todas las edades que el mundo durase.
470 CRÓNICAS DE LOS BEYES DE CASTILLA.
Quando el Bey oyó la respuesta de los moros, lí roa. E nosotros vuestros servidores y esclavos bien
embióles ádecir que no habrían del otro seguro, sal » oonoscemos nuestro yerro, é nos ponemos en vues-
vo aquel que fuese en su voluntad de les dar, como «tras manos, y echamos nuestras personas á la
al principio les fué respondido ; é que fuesen cier «vuestra ineroed; é suplicamos de vos nos asegu-
tos, que si solé un captivo christiano matasen, solo «reis, remediéis á honrar nuestras personas, é nos
un moro no quedaría vivo en la cibdad de Málaga, «otorguéis esto, como pertenesce á Vuestras Altezas,
que todos pasarían por el cuchillo. i E todos venimos bien en que la oibdad, con todo
Los moros estaban en gran turbación, porque al « lo que hay en ella , quede para Vuestras Altezas ; é
gunos quisieran facer alguna gran fazafia, en la «con esto pareacerá el seguro é la honra que está
qual elegían morir antes que ver captivos a si ó á «con los señores del poder, é nosotros estamos col-
sus fijos é mugeres á propíneos en poder de chris b gados de vuestro favor, é nos metemos so vuestro
tianos. Otros habia, que oon alguna esperanza de «amparo ; faced como conviene á vuestra grandeza
reparo que hay en la vida, refusaban la muerte, que «con vuestros servidores, é Dios poderoso ponga en
naturalmente se fuye. Al fin , todos acordaron de «vuestra voluntad que fagáis bien á vuestros sier-
embiar al Bey é á la Beyna catorce hornea de ca » vos, pues vos ensalzó Dios, é sois mayores señores
torce quadrillas de gentes que habia en la cibdad, ii é los príncipes ; é no plega á Dios que fagáis con
para saber su final intención. Con los quales les «nosotros sino lo que conviene á vuestra grandeza
embiaron una carta que decía en esta manera : «de toda honra é de toda virtud. Esto es lo que su-
«Alabado Dios poderoso. A nuestros señores, á «plican á piden vuestros siervos, y en manos do
■ nuestros Beyes el Bey é la Beyna, mayores que «Vuestras Altezas nos ponemos, é Dios poderoso é
l todos los reyes é todos los principes, ensálceos «alto acresciente el ensalzamiento y estado de Vues-
a Dios, encomiéndanse en la grandeza de vuestro » tras Altezas. ¡> ,
i estado, é besan la tierra debazo de vuestros pies, Sabido por algunos de la hueste el efecto desta
» vuestros servidores y esclavos los de Málaga gran- carta, quisieran indinar al Bey é á la Beyna, para
ides é pequeños: remedíelos Dios, é después desto que mandasen que todos los moros fuesen puestos
i ensálceos Dios. Vuestros servidores suplican á á cuchillo, por las muertes é feridas que habían
«vuestro estado real, que los remedie como convie- fecho en los christianos. E decían que pues la con
íne facer á vuestra grandeza, habiendo piedad ó quista no era acabada , é quedaban aun por tomar
D misericordia dellos , según á vuestro real estado algunas grandes cibdades é fortalezas de aquel Bey-
«conviene, é según ficíeron vuestros padres é vues- no, que debían facer en los moros de Málaga tal
,»tros abuelos los Beyes grandes é poderosos. Ya castigo, que fuese ezemplo para las otras cibdades,
«habréis sabido, ensálceos Dios, como Córdoba fué que no toviesen osadía do facer los males, ni durar
» cercada gran tiempo, fasta que se tomó la mitad en la rebelión que los de aquella cibdad duraron. E
"o do la cibdad, é quedaron los moros en la otra mi porque la Beyna no daba lugar á ninguna crueldad,
li tad, fasta que acabaron el pan que tenian, ó fue- el Bey respondió á los moros una carta , que decía
»ron mas estrechados que nosotros. Después supli- en esta manera.
ncaron al gran Bey vuestro abuelo, é rogáronle que «El Bky : Al Concejo, é viejos, é vecinos é mora-
ules asogurase, é aseguróles, ó recibió su suplicación, » dores de la cibdad de Málaga. Vi vuestra carta, por
»ó oyó su fabla, perdónelos Dios, é dióles todo lo que «la qual me embiastes á facer saber que queréis
«tenian, ansi facienda como joyas, é ganó la loa de « entregar esta cibdad con todo lo que en ella está,
«gran fama fasta el dia del juicio. E ansimesmo, té que vos dexe ir vuestras personas libres do qui-
i> nuestros Beyes, ensálceos Dios, acaeBció en Alxeci- «siéredes. Si esta suplicación ficiérades al tiempo
» ra algún dia, y en Antequera con vuestro abuelo «que vos embié á requerir (1) desdo Velezmálaga,
«el grando, esforzado é nombrado, el Infante, que «ó luego después que aquí asenté mí real, parescio-
«él la cercó dos meses é medio , y entró la cibdad, «ra que con voluntad de mi servicio vos movíades
sé quedó el alcazaba por tomar obra de siete dias, »á ello, y estonces oviera placer de lo facer. Pero
)) fasta que se les acabó el agua que bebian; y es- » visto que habéis esperado fasta lo postrimero de
«toncesle suplicaron, é se echaron á su favor, é «lo que os podéis detener, á mi servicio no cumple
«demandaron del les asegurase, para que saliesen, «de vos recebir de otra manera, salvo dándoos á
«como se demanda á los principes é reyes que son «mi merced, como determinadamente vos lo embié
«como vos. E sacólos, é fecha su suplicación, dió- » á decir con vuestros mensageros. Y este es menor
»les lo suyo é sus bienes é mercadurías, é quedó su « inconviniente para vosotros, que no haber de cs-
«fama á recontar el bien que fizo fasta el dia del s perar mas, según el estado en que estáis. » Quan-
«juicio ; perdónelo Dios é á vosotros ensálceos Dios. do los moros de la cibdad vieron esta carta; é sus
«Nuestros señores Beyes , mas honrados que todos mensageros les declararon la voluntad del Bey,
«los royes é todos los principo» , os publicada vuoa- fuoron puestos on gran turbación, ó había entro
« tra fama é vuestro favor, ha parecido vuestro se- ellos diversos votos , unos inclinados á crueldad
«guro, é vuestra honra, é vuestra piedad, sobre para matar los captivos christianos, é quemar la cib-
«las gentes que se dieron antes de nosotros ; é ha
» ido vuestra fama á recontar vuestro seguro aquen- (1) Oí emtii i requerir. El HS. de N«»a iBade : con Pul/ar del
D de ó allende entro los christionos y entre los mo Salar. Parece lomado de alguna «ota marginal.
DON FERNANDO É DOÑA ISABEL. 471
' dad é ponerse á la muerte ; otros con esperanza de I baxo de ciertas torres, de las quales estaban apo
vida se querían ofrescer á lo que el Rey dellos qui- ' derados los christianos. E mandaron luego poner
siese facer. Al fin como el entendimiento fatigado en fierros al capitán principal que se llamaba Ha-
con el mal se consuela con esperanza de algún bien, meta Zelí. Preguntado aquel capitán que le movió
recelando que si crueldad cometiesen, aquella seria á tanta rebelión, pues veia traer dallo á él é á todos
causa de otra mayor que contra ellos se ezecutase, los moros de Málaga, respondió, que él habia toma
tornaron á embiar sus mensageros al Rey é á la do aquel cargo con obligación de morir ó ser preso
Reyna, los quales dizeron, que pues aquella era su defendiendo su ley, é la cibdad, é la honra del que
determinada voluntad , embiasen á tomar la cibdad gela entregó ; é que si fallara ayudadores, quisiera
con sus fortalezas , é que todos quantos habia en mas morir peleando que ser preso no defendiendo
ella se ponian en la misericordia de su corazón. la cibdad.
Pero que les suplicaban que su ira no se estendiese Los moros é moras que desampararon sus casas,
también contra el inocente como contra el rebelde; esperando la muerte ó el captiverio en las agenas,
é que oviesen consideración, que ellos é otros de la andando por las calles, toroian sus manos, é alzan
oibdad procuraron que les fuese entregada en los do sus ojos al cielo decían: c|0 Málaga, cibdad
primeros días, é ovieron por ello algunos tormen «nombrada é muy fermosa, como te desamparan
tos é peligros dejmuertc. El Rey ó la Reyna, habida »tus naturales! ¿púdolos tu tierra criar en la vida,
información de los que querían é no pudieron dar • é no los pudo cobijar en la muerte? ¿Do está la
la cibdad, mandaron que fuesen seguros ellos é sus «fortaleza de tus castillos? ¿Do está la fermosura
bienes con todas sus cosas. E mandáronles que tra- >de tus torres? No pudo la grandeza de tus muroB
xiesen veinte homes de los principales de la cibdad, » defender sus moradores, porque tienen ayrado su
é que estoviesen presos por seguridad de los que la » criador. ¿Que farán tus viejos é tas matronas?
fuesen á recebir, fasta que fuesen apoderados de «¿Que farán las doncellas criadas en señorío delioa-
ella. E luego como fueron traídos, mandaron al Co » do, cuando se vieren en dura servidumbre? ¿Po
mendador mayor de León que entrase con gente en ndrán por ventura les christianos tus enemigos ar-
la cibdad, é se apoderasen dolía é de todas bus forta ) ranear los nidos de los brazos de sus madres, apar-
lezas. E luego el Comendador mayor entró primero ■ tar los fijos de sus padres, los maridos de sus mi-
en la cibdad armado encima de un caballo , é des >geres, sin que derramen lágrimas?» Estas pa
pués entraron con él algunos de sus criados é otros labras é otras semejantes decian con el dolor que
caballeros é capitanes del Rey é de la Reyna, é apo sentían en ver como perdian su tierra é su libertad.
deróse de toda ella. E puso en una de las principa Después que la cibdad fué entregada, el Rey man
les torres del alcazaba el pendón do la cruz, é otro dó acañaverear doce christianos que se tomaron
pendón del Apóstol Sanctiago, y el estandarte real dentro en la cibdad, los que se pasaren á los moros,
con las armas del Rey é de la Reyna. Y encomendó é los informaban de las cosas del real, é los esfor
la guarda de las torres é puertas é fortalezas de la zaban para que no entregasen la cibdad. Estas cosas
cibdad á Don Alvaro de Bazan, é á Ruy Diaz de pasadas, el Rey é la Reyna no quisieron entrar la
Mendoza, é á Don Pero Sarmiento, é á Pero Méndez cibdad fasta que fuese limpia de los malos olores
de Sotomayor, é á Don Enrique de Guzman, é á Don da los cuerpos muertos que en ella habia, é fasta
Luis de Acuña, é á Juan Enriquez, é á Juan Cabre que la mezquita mayor fuese consagrada, para que
ro, éá Alonso Oso rio, é á Pero Vaca, é al Mariscal ellos fuesen primeramente á ella á facer oración, é
Juan de Benavides, é al Mariscal Alonso de Valen á dar gracias á Dios , porque procurando el ensal
cia, é á Don Alonso de Silva, é á Don Pedro de Sil zamiento de su sanota fe, les habia dado la victo
va, su hermano, é á Don Bernardino de Quiñones, ria. E mandó asentar cerca de la cibdad una tienda
é al Gohernador Juan de Cárdenas, é á Juan Velaz- é poner en ella un altar. Y ellos presentes salieron
quez de Cuéllar, é á Antonio de Luzon, é á Furtado de la cibdad con una cruz fasta quinientos oaptivos
de Luna, é á Alonso Enriquez, é á Gerónimo de homes é mugeres en procesión, dando gracias á
Valdivieso, ó á Rodrigo de Cárdenas, é á Don Gar Dios, é al Rey é á la Reyna, porque les habían li
cía Enriquez, ó á Antonio do Córdoba, ó á Juan Za brado del duro captiverio en que estaban. E luego
pata, é á Lope Alvarez de Osorio , é á Don Juan les mandaron quitar los fierros, é proveer de vesti
Manrique, é á Juan de Leyva , é al Comendador duras é de las otras cosas que ovieron menester
Ruy Diaz Maldonado, é á Moaen G ralla, é á Juan de para ir á sus tierras.
Hinestrosa, é á Luis de Cárdenas, é á Diego MuDiz, Tomada la oibdad de Málaga , luego el Rey é la
é á Godoy, é á Martin de Ortega, caballeros fijos- Reyna embiaron un capitán que se llamaba Pedro
dalgo de la casa del Rey é de la Reyna. Repartidos do Vera con cierta gente de caballo é de pié, é con
todos estos cada uno con sus gentes en las torres é algunos tiros de lombardas á dos villas cercanas de
fuerzas prinoipales de la cibdad, después que fué la mar ; la una se decia Mijas, é la otra Osuna, que
entregada, é los christianos fueron dolía apodera estaban con la cibdad de Málaga en una conserva,
dos, el Rey é la Reyna mandaron tomar todas las é de contino facían guerra á las gentes que iban é
armas é artillería, é mandaron que todos los moros venían al real , é mandáronlas combatir, é poner i
é moras de la cibdad saliesen de sus casas, y entra- cuchillo á todos los que en ellas fallasen, si luego
Bou en dos grandes corrales que son en el alcazaba, no se rindiesen, segdh habían fecho los de Málaga.
472 CRÓNICAS DE LOS REYES DE CASTILLA.
Los de aquellas villas, vista la amonestación que les aquellas partes, que los ficiesen cscrebir en una copia
fué fecha, é que los de Málaga se habían rendido, para que fuesen rescatados. La otra segunda parte
recelando la muerte, se ofrescieron al captiverio, é mandaron repartir por todos los caballeros, é por
luego fueron tomados é traídos á los corrales donde los de su consejo, é por los capitanes, é otros fijos-
estaban los de la cibdad de Málaga. dalgo, é oficiales, é otras personas Castellanos, é
Aragoneses, é Valencianos, é Portogueses, é por
CAPÍTULO XCIV, todas las naciones que vinieron á aquella guerra,
habiendo respeto á las personas é á los servicios que
Como se repartieron loi moros de Málaga, ¿ como el Rey é la
Reyna entraron en la cibdad. cada uno fizo. La otra tercera parte tomaron para al
guna ayuda de los grandes gastos que se ficieron en
Como la cibdad de Málaga fué limpia, luego en el tiempo quo duró aquel cerco. E primeramente
traron en ella Don Fernando de Talavera, Obispo embiaron al Papa cien moros de aquellos Comeres
de Avila, é Don Pedro de Prexamo, Obispo do Ba y embiaron á la Reyna de Ñapóles cinqüenta mozas
dajoz, é Don García de Valdivieso, Obispo de León, doncellas, y embiaron á la Reyna de Portogal
con todos los capellanes é cantores del Rey é de la otras treinta doncollas. E la Reyna fizo merced, é
Reyna, é fueron en una solemne procesión á la mez repartió otra gran cantidad de moras por algunas
quita mayor ; é fechos en ella los actos que se re dueñas de su Royno, é por otras que confinaban en
querían para la consagrar, intituláronla Sancta Ma su palacio.
ría de la Encarnación. Otrosí ovieron algunos dias plática con el Carde
Fecho aquel santo acto, el Rey é la Reyna, é con nal de España, é con los otros caballeros é dotores
ellos el Cardenal de España , acompañados de los de su consejo, sobre las leyes é fueros que so debían
señores é caballeros que estaban en el real , entra dar á la cibdad de Málaga, é sobre la forma que á
ron en la cibdad, é fueron á aquella Iglesia en pro los principios se habia de tener, para que fuese po
cesión, é oyeron una misa con gran solemnidad. E blada ó conservada en buenos fueros é costumbres.
porque la nobleza de aquella cibdad requería que E acordaron de le facer merced de las villas de Cár
su Iglesia fuese Catedral , el Cardenal de España tama é Cazarabonela, é Coin, é de todas las villas é
con consejo de aquellos perlados dio orden en la serranías quo son en la Axarqula y en la Algarbía,
cantidad é calidad de las dignidades, é calongías, para que fuesen tierra é jurisdicion do la cibdad. E
¿ raciones, é capellanías quo debía haber, para que pusieron en ella por Alcayde á Garci Fernandez
el culto divino fuese en ella celebrado como con Manrique, é diéronle cargo de la guarda, é poder
venia al servicio de Dios. E fué ordenado que las para usar de su justicia en ella y en todas las tier
cibdades de Ronda, é Velezmálaga , é las villas de ras que le adjudicaron. Otrosí criaron en ella cier
Alora, ó Cártama, é Cazarabonela, é Coin, con to to número do alcaldes é regidoros é jurados y escri
das las villas é aldeas que son en la serranía de Ron banos, que toviesen cargo de regir é administrar la
da y eu la Algarbía y en la Axarqnía, fuesen subje- república. Ficieron ensimismo merced de las casas
tos á la diócesi de Málaga. E porque un su limos de la cibdad á muchas personas que luego vinieron
nero llamado Don Pedro de Toledo, Canónigo de á morar en ella ; é pusieron repartidores para que
la Iglesia de Sevilla era home de vida honesta, é señalasen los términos entre las villas é lugares é
buen eclesiástico, instructo en los letras sacras, el aldeas que le dieron por tierra é jurisdicion. E dié
Rey é la Reyna suplicaron al Papa Inocencio', que ronle fueros é leyes en que viviesen, según enten
estonces tenia el Pontificado en Roma , que prove dieron que complia para la buena conservación de
yese de la perlada de aquella Iglesia á este Don la cibdad é sus tierras.
Pedro. Y el Papa á su suplicación le proveyó de Fechas ó constituidas todas estas cosas, partieron
aquel Obispado, é confirmó las dignidades é calon de la cibdad de Málaga é vinieron para la cibdad
gías é raciones ó capellaulas é toda la orden que el do Córdoba, donde fueron recobidos por el Príncipe
Cardenal de España con los otros Obispos institu Don Juan su fijo, é por todos los caballeros que
yeron en aquella Iglesia Catedral , y en todas ¡as quedaron en su guarda, ó por el Obispo de la cib
otras Iglesias que se fundaron en la cibdad. La qual dad, en una solemne procesión, con la qual fueron
se entregó al Rey Don Fernando é á la Reyna Doria fasta la Iglesia mayor, é ficieron oración ante el
Isabel su muger, á diez é ocho días del mes de Agos altar mayor, é recibieron la bendición del Perlado.
to, andados del nasoimiento de nuestro Redemp-
tor mil quatrocientos é ochenta é siete años. Falla
CAPÍTULO XOV.
mos por las historias antiguas que fué poseída por
los moros sietecientos é setenta años , desde el día Sígneme las cosas qne pasaron en el aOo de mil ¿ quatrocientos
que la ganaron fasta este día que la perdieron. é ochenta é oche años. Primeramente de las hermandades é
otros establecimientos que se ucieron en el ltcyno de Aragón.
El Rey é la Reyna mandaron repartir los moros
que allí se tomaron en tres partes , la una la ofres Proveídas de gentes é de mantenimientos las cib
cieron por amor de Dios para redempcion de los dades, é villas é castillos, que el año pasado de mil
captivos que estaban en tierra de moros en las par é quatrocientos é ochenta é siete años el Rey é la
tes de África. E para lo poner en obra mandaron Royna ganaron de tierra de moros, acordaron de
á todos los que tenían sus lijos 6 debdoa captivos en partir de la cibdad de Córdoba é ir á la cibdad de Za.
DON FERNANDO É DOÑA ISABEL. ' 473
ragoza, que es en el Beyno de Aragón. E mandaron lauto fu eso executada, ordenaron que ovieso Her
llamar los Perlados, é Caballeros é Barones é Pro mandades en aquella tierra, según las había en los
caradores de las cibdades é villas de aquel Reyno reycos de Castilla. E constituyeron leyes é orde
para facer Cortes, é proveer en las rentas del gene nanzas, é pusieron jueces que determinasen, y oxo-
ral, é dar orden en la justicia, la qual no se execu- cutores que executasen las penas en que los malfe
taba según debia, por una costumbre antigua quo chores incurriesen en qualquier de los- casos que
tenían que se llamaba firma de derecho , en fuerza instituyeron en aquella hermandad, de lo qual to
de la qual la justicia se dilataba, é los malfechores dos fueron contentos, porque conoscieron ser pro
no habian la punición que debian. Porque en co vechoso á la seguridad común. El qual provecho
metiendo qualquier crimen , recorrían á la justicia se falló luego por experiencia, porque cesaron den
de Aragón, por una provisión que los Jaba, que se de en adelante los robos, é muertes é crimines, que
decia manifestación, la qual impedía la justicia sin miedo de la justicia se cometían con la confian
real, de tal manera que no podía prender ningún za que tenían en aquella firma de derecho fasta en
malfechor. E si caso fuese que lo prendia, tomába aquel tiempo usada. Otrosí proveyeron en las cosas
lo de poder de la justicia qualquier pariente del que concernían al provecho é rentas del general de
criminoso sin pena alguna. E por esta causa nin la cibdad ; de manera que dende en adelante esto-
gún crimen era castigado, é los malfecliores habían viese bien proveído, según estovo en los tiempos
lugar de andar esentos sin miedo de la justicia. pasados. Otrosí fué notificado en aquellas Cortes los
Habida consideración por el lley ó por la Reyna glandes gastos fechos en la guerra contra los mo
del inconviniente grande que deste uso se seguía á ros, é los quo dende en adelante eran necesarios do
la execucion de la justicia, necesaria parn la buena se facer, fasta concluir con el ayuda de Dios la
gobernación de los reynos, acordaron de lo reme conquista comenzada contra el Reyno de Granada.
diar. E para lo mejor facer, comunicaron su volun Sobre lo qual, después que por todos so ovieron al
tad con un dotor natural de la cibdad de Zaragoza, gunas pláticas, los Perlados, é Caballeroso Barones
que se llamaba Micer Alonso de la Caballería, Vi- é Procuradores que en aquellas Cortes se juntaron
cechancíller del Reyno de Aragón, porque era gran en nombre de todo el Reyno, considerando los gran
letrado, é home de buena prudencia, é muy instruc- des gastos que en la guerra de los mores se facían,
to en los fueros é costumbres de aquel reyno. Con para los quales todos los Reynos de Castilla conti
el qual , habido su consejo, mandáronle que plati namente contribuían en gran cantidad; otrosí, con
case con los Perlados , é Caballeros ó Procuradores siderando quanto necesaria era aquella Hermandad
de las cibdades é villaB de aquel Reyno de Aragón quo nuevamente era constituida, é los salarios que
en las materias que en aquellas Cortes so habian do se habian de pagar cada afio á los oficiales é mi
tratar, y espccialmonto les doclarase la voluntad nistros que diputaron para la gobernar, é otrosí
que tonian de proveer aquellos reynos do justicia, para pagar el sueldo á la gente de armas que fué
por manera que castigando los malfechores, otros ordenado que siempre estoviese presta para favo-
so refrenasen de ser homicidas, é facer las inju rescer la justicia; acordaron de repartir cierta su
rias que en fiucia de aquella firma de derecho se ma de libras de la moneda de Aragón, las quales se
facían, é todos viviesen en paz é seguridad. gastasen solamente en las cosas necesarias á la
Fecha la congregación , como quíer que la cos guerra de los moros, y en los otras cosas concer
tumbre antiguo, quanto quíer que sea dañosa en los nientes á la execncion de la justicio de aquel Roy-
pueblos, poro su antigüedad la justifica, 6 face so- no. Otrosi les sirvieron con ciento é quince mil li
frir su defecto á las gentes, las quales con dificul bras que montaron los sisas qué habian seydo co
tad son traídas á mudanza de lo que por grandes gidas en los tres arios pasados ; lo qual todo se dis
tiempos acostumbraron, pero este doctor fizo en tribuyó en la guerra de los moros. Otrosí, porque
aquella congregación sus fablas sobre esto caso, en aquellos Reynos de Aragón é Valencia, y en el
fundadas con tales é tantas razones é autoridades, Principado de Cataluña habia muchas personas del
que mudó las voluntades á las gentes que le oye linage de los judios, cuyos padres é abuelos se ha
ron, é fizo aborrescer aquello que dañaba al bien bian tornado christianos, y el Rey é la Reyna fue
común, aunque lo tenían por ley en tiempos anti ron informados que algunos de aquellos no creyen
guos usada. E tenido delante el zelo del bien co do bien la fe christiana, facían ritos judaicos; om
mún, los fizo unánimes para dexar aquella usurpa inaron los arios pasados á aquellos reynos é provin
ción del derecho, é poner la gobernación de la jus cias jueces que ficiesen inquisición, é procediesen
ticia, que dende en adelante en aquel reyno se de contra los que en aquel pecado fallasen maculados.
bia tener, en el arbitrio é dispusicion dol Rey é de Los deste linage que decimos eran muchos, é
la Reyna, é se remitieron á las leyes y estatutos abundaban en riquezas, é algunos dellos tenían los
qne ellos ordenasen. oficios públicos de la cibdad. E reputándolo á grand
Esto fecho, con oonsejo desto doctor Micer Alon injuria porque afirmaban ser tan buenos christia
so, é de algunos de los otros principales de aquella nos, que no era necesario facer inquisición con
congregación, el Rey é la Reyna mandaron quitar ellos ; algunos que mas grave lo sintieron, pensan
aquel uso, é otro qualquier que impidiese la execu do escapar si matasen un juez quo creían que soli
cion de la justicia. E porque mejor dende en ade- citaba aquella inquisición mas con enemiga que les ■
474 CRÓNICAS DE LOS REYES DE CASTILLA
tenia que con celo de la fe , movidos con proposito ciese la pena que merescia. Otrosí acordaron de re
diabólico, tovieron manera que estando aquel in partir en aquellas Cortes ciento é veinte é cinco mil
quisidor (1) en maytines fincado de rodillas delan libras, las cinqüenta mil dellas para satisfacer lue
te un altar de la Iglesia mayor de la cibdad de Za go los agraviados que reclamaban continamente
ragoza, entrasen dos bornes las caras cubiertas é le ante el Rey é la Reyna, de los daños que habían
matasen. Por este feo crimen fueron indinados to recebido ; ó por las setenta ó cinco mil libras finca-
dos los de la cibdad. Y el Rey é la Reyna, que bles, pusieron imposición sobre ciertas mercadurías
quando esto acaesció estaban en la cibdad de Cor- para pagar cada año al Rey é á la Reyna cinco mil
doba, mandaron proceder contra los que se falla libras para la guerra de los moros. Estando el Rey
ron culpantes en aquel delicto, é fueron quemados ó la Reyna en la cibdad de Valencia fueron infor
ellos, é otros algunos que facían ritos judaicos , ausí mados que el Rey de Francia erabíaba ante ellos un
en aquella cibdad como en las otras cibdades é villas etnbaxador, á les proponer algunas cosas tocantes
de aquel Reyno. E fueron aplicados todos sus bienes á las confederaciones antiguas que son entre los
para la cámara del Rey é de la Reyna, los quales Reyes é Reynos de Francia é de Castilla. E como
fueron en gran cantidad. Otros muchos fueron re sopieron que era entrado en la tierra de Cataluña,
conciliados á la fe, ó les fueron dadas penitencias embiaronle á decir con un caballero de su casa que
á cada ano según la medida de su yerro. se llamaba Moscú Marimon , que sí traia comisión
del Rey de Francia para les restituir luego á Per-
CAPÍTULO XCVI. pifian, é á todas las tierras de los Condados de Rui-
Como el Rey é li Reyna fueron a la cibdad de Valencia, ¿ lo que sellon é Cerdania que injustamente les tenia ocupa
allí ficieron. dos, que viniese en buen hora á proponer ante
ellos el cargo de su embazada. Pero si esta comi
Ordenadas las cosas que para la buena goberna sión no traía, que se volviese, é no entrase mas ade
ción del Reyno de Aragón eran necesarias, el Rey lante en su señorío ; porque ninguna buena paz se
é la Reyna, é con ellos el Príncipe Don Juan, é las podia tratar con el Rey de Francia, ni tratada po
Infantas sus fijas, y el Oardenal de Espafia con otros día permanescer , durante el agravio que les facia
perlados é caballeros que continaban en su corte, en retenelles aquellos dos Condados que les perte-
partieron do la cibdad de Zaragoza, é fueron á la nescian. Oido por el etnbaxador esto mandamiento,
cibdad de Valencia. E porquo en aquel reyno habia oomo quier que respondió que bu embozada seria
algunas disoluciones dañosas á la república, por apacible, é della resultaría toda buena paz é concor
causa de los bandos antiguos que son entre los ca dia entre el Rey de Francia su señor , y el Rey é la
balleros de aquel reyno, de los quales recrescian Reyna, pero porque dixo que no traia la comisión
muertes de hornea é otras injurias, é se facían gas que demandaban para entregar aquellos Condados,
tos é destruiciones de bienes ; otrosí porque se falla cumpliendo la amonestación que le fué fecha, no
ron algunos agravios, é tomas de bienes, é fuerzas pasó mas adelante, é volvióse para el Rey de Fran
fochas por caballeros , é otras personas singulares cia, sin Ber recebido ni oido por el Rey é por la
de algunas villas é pueblos de aquel reyno ; el Rey Reyna.
é la Reyna con gran diligencia entendieron en aque
llas cosas que les fueron querelladas. E para pro CAPITULO XCVII.
veer en lo pasado , é dar orden en lo porvenir, man
daron facer Cortes, é juntar en la cibdad de Orihue- De las cosas que en Valencia se contrataron con el Seflor de
la los Perlados, é Caballeros, é Barones , é los tros Labrlt.
estados, é Procuradores de las cibdades é villas que Recontado habernos en esta Crónica oomo el Rey
acostumbran juntarse á entender en la gobernación Don Luis de Francia padre del Rey Carlos, que
de aquel Reyno de Valencia. E después que fué pla agora en aquel reyno reynaba, tomó el Ducado de
ticado con ellos en aquellas materias , dieron orden Borgofia, diciendo pertenecerle por fin del Duque
para que fuese la justicia temida. E como fasta Charles, que murió sin dexar fijo varón legitimo
estonces qualquiera que se sentia injuriado, menos salvo una fija que casó con el Rey de los Romanos,
preciando la vía del derecho, recorría á los de su fijo del Emperador de Alemana. La qual ansimes-
bando, para que le ayudasen por vía de fecho, rao murió, é dexó una fija que casó con este Rey
mandaron so grandes penas, que todo bando é par Carlos de Francia é un fijo pequeño que estaba en
cialidad cesase, é todos recorriesen á los jueces poder de aquel Rey de los Romanos su padre. El
para que por via de derecho el agraviado alcanzase qual ansí en vida del Rey Luis, como después en
el cumplimiento de justicia y el criminoso pade- tiempo deste Rey Carlos, siempre trabajó por reco
brar el Ducado de Borgoña, que deoia pertenecer á
(1) Este Inquisidor fué el Maestro Pedro Arbues de Eplla, que aquel su fijo. E sobre el recobrar del uno y el re
hoy veneramos en los altares, y el suceso de su herida a 15 de Se tener del otro, ovo entre ellos guerras, do se recre
tiembre de 1485. Murió el dia 17 casi a la misma hora que habia cieron grandes daños, muertes, é robos, é tomas de
sido herido. Las circunstancias de este caso traen por «tenso cibdades é villas de la una parte á la otra en aque
Zurita, lii. XX,eap. 65, y mas «aclámenle Gerónimo Blancas en
sus hermosos Comentarlos de las cosas de Aragón, tom. lll de llas partes. Especialmente el Rey de Francia favo-
la iíispania llliulrala, jig. 709. resció á las cibdades de Gante é de Bruzas, é á las
DON FERNANDO É DOÑA ISABEL. 475
otras cibdades ó villas del Condado de Flándes, que nro, salvo si erré, nomo placiendo bus yerros. É
portonescian al fijo deste Bey de los Romanos, para » como quier que esto es notorio , pero este Bey Cár-
que se alzasen contra él. Los quales , con los esfuer i) los , que heredó también la cobdicia como el Rey-
zos dol Rey de Francia, fioieron un insulto grande, » uo del Rey su padre ; hamo tomado lo mió, porque
y entraron en el palacio do estaba el Rey de los i) le defiendo que no tome lo agono que pertenece al
Romanos, é prendioronlo, é apodoraronso de su fijo, i) Bey do Navarra mi fijo, sogun quo todo es mani-
é mataron los principales de su Consejo. Esto sa i) fiesto á Vuestra real Magostad ; é hame traido &
bido por el Emperador su padre, vino con mucha n tal estado que do quiera estoy mas seguro que
gente de los Alemanes, é constriñó á los de la cibdad i) en mi tierra.» Después que ovo propuesto ante
do Bruxas do estaba preso, que lo soltasen. E por el Reyé la Reyna estas razones, é las injurias é
esta causa creció mas la enemistad que habia entre agravios grandes que el Rey de los Romanos, é
él Rey de Francia é aquel Rey de los Romanos su Iob Duques de Bretaña é de Urliens , y él é otros se
suegro. Ansimesmo el Duque de Bretaña, y el Du ñores de aquel reyno de Francia habian recebido del
que de Urliens, y el Señor de Labrit, ó otros caba Roy Luis posado, é los que agora recebian deste Rey
lleros de Francia estaban en la indinacion del Rey Curios su fijo, dixo que él confiando en la magnani
de Francia, por algunos desacuerdos que entre ellos midad del Rey é de la Reyna, habian acordado de
lmbia. E las querellas orecioron de tal manera, que ponor en sus manos ú él, é al Roy de Navarra su fijo,
ol Roy de los Romanos por su parto , é los Duques é á todo su reyno , para que ficioson dellos todo lo
de Bretaña é Urliens, é aquel Señor de Labrit por la que les pluguiese. Otros! les dixo , como el Rey de
suya , acordaron de meter Ingleses que son enemi los Romanos é Iob Duques de Bretaña éde Urliens,
gos del Rey de Francio, para se ayudar dellos é fa é algunos otros señores de Francia estaban á su ser
cer guerra en el reyno. vicio para los ayudar á recobrar los Condados de
Ansimesmo habernos recontado en esta Crónica, Buisellon é Cerdania , que el Bey de Francia contra
como después que la Princesa de Navarra no acep toda justicia les tenia ocupados.
tó el casamiento que le fué movido dol Principe de El Bey é la Beyna recibieron este caballero gra
Castilla para su fija que era Reyna de aquel reyno, ciosamente, é ficiéronle mucha honra. É depues que
ó la casó con el fijo del Señor de Labrit , el Rey é la deliberaron sobre lo que ante ellos propuso, acorda
Reyna mandaron á Don Juan de Ribera, que con ron de se haber con él liberalmente ; é mandaron á
cierta gente de armas que le dieron, estoviese en al Don Juan de Bibera que luego dexase al Rey su fijo
gunos lugares frontera del Royno de Navarra, é se la villa de Viana, é toda la otra tierra de Navarra
apoderase de las cibdades é villas del , para resistir que le habia tomado. E allende desto embiaron man
á los Franceses, si quisiesen por aquellas partes en dar á todas las villas é lugares que son en los puer
trar á facer guerra en Castilla. El qual tomó la villa tos de Vizcaya é de Guipúzcoa, que ficiesen una
de Viana , é los castillos de Sant Gregorio , é I rule grand armada , é que fuesen con este Señor de La
ta, ó otras algunas tierras del Reyno de Navarra. brit, é ayudasen por mar é por tierra al Duque de
Aquel Señor de Labrit , veyendo que de la una Bretaña é & este Señor de Labrit contra el Bey de
parte estaba en la indinacion del Rey de Francia, é Francia. Y embiaron por capitán de toda la gente de
que le habia tomado toda su tierra , é de la otra par la armada á un caballero Catalán Maestresala del
te el Rey é la Reyna facian guerra al Rey de Na Bey, que se llamaba Mosen Qralla. Los de aquellas
varra su fijo , é le entraban por su reyno ; acordó de provincias, cumpliendo el mandamiento del Bey ó
poner á él é al Rey su fijo , é á todo aquel Reyno de la Beyna, juntaron luego gran flota de navios ;
de Navarra en las manos del Rey é de la Reyna, por y este capitán Mosen Gralla con aquella gente des
se pacificar con ellos , é haber su ayuda contra el cendió en tierra de Bretaña. Ansimesmo vino de In
Rey de Francia. E trató con Don Juan de Ribe glaterra con gente en ayuda del Duque de Bretaña
ra que le acompañase , é ambos vinieron & la oibdad el Conde de Escalas. Lo qual sabido por el Bey de
de Valencia. Y este Señor de Labrit propuso ante el Francia , juntó gente de armas , é tomó las cibdades
Rey é la Reyna, presente el Cardenal de España é de Urliens é Blaya, é las otras tierras pertenecientes
otros caballeros é doctores de su Consejo, en esta al Duque de Urliens, é vino con gran poder de gen
manera. tes al Ducado de Bretaña , á sus capitanes tomaron
« Muy poderosos é muy temidos señores : aunque algunos pueblos , é robaron é quemaron otros , é fi
i la necesidad no me constriñera venir ante vuestra oieron cruda guerra en aquel Ducado,
» real Magostad, todavía me llamara vuestra ínag- Los Duques de Bretaña é de Urliens y este Señor
i) nanimidad, que ni face, ni consiente facer fuerza, de Labrit , veyéndose favorescidos con la gente de
i Quisiera yo, muy excelentes Señores, pues la ven- España que les habia embiado el Bey é la Beyna, ó
l tura me habia de traer á vuestras manos reales, con la gente de Inglaterra que traxo aquel Conde
•haber principiado á servir, antes que comenzase á de Escalas, salieron al campo á pelear con la genfo
> demandar : porque siento pena en ser enojoso an- del Bey de Francia, é ovieron una gran batalla cer
* tes que servidor. Yo , muy poderosos señores , si- ca de la cibdad de Nántes ; en la qual fueron ven
i guiendo la lealtad que mis predecesores guardaron cedores los capitanes del Bey de Francia , é murie
» A la corona real de Francia , siempre serví al Rey ron muchos Bretones, é Ingleses, é Castellanos, que
i Luis, é á este Rey Carlos su fijo sin punto de yer- habian ido á los ayudar. É alli murió peleando aquel
47é CRÓNICAS DE LOS REYES DE CASTILLA.
Conde de Escalas, porque no se quiso dar á prisión. radores de las cíbdades é villas de aquel Reyno de
Otrosí fuá preso el Duque de Urliens , é otros capi Valencia, vista la utilidad común y el bien que á to
tanes é caballeros que estaban en ayuda del Duque dos se seguía, las obedecieron é juraron solemne-
de Bretaña ; entre los quales fué preso aquel capi mente en aquella cibdad de Orihuela de las guardar.
tán Mosen Gralla, que el Rey é la Reyna habían em- Después de fechas é concluidas aquellas Cortes, el '¡
biado con la gente de la flota. Y este Señor de La- Rey é la Reyna, é con ellos el Principo é las Infan
brit, visto el desbarato que ovieron los de su parte, tas sus fijas, y el Cardenal de España , é los otros ca
oto lugar de se salvar, é vino parala cibdad de Nan- balleros é oficiales que andaban en su corte partie
tes. E dende á pocos dias murió el Duque de Brota- ron de la cibdad de Orihuela, é vinieron para la cib
fia, é dfxose que la causa de su muerte fué el pesar dad de Murcia ; porque por las partes de Lorca en
grande que ovo en se ver vencido , é todos sus ami tendían este año facer guerra á las cibdades de Baza
gos é valedores presos é muertos en aquella batalla. é Guadix é Almería. E como fueron en aquella ciu
Después de la muerte del Duque de Bretaña , su dad, el Rey é la Reyna mandaron llamar todas las
cedió en el señorío de aquel Ducado una de sus fijas gentes de armas é peones que el año pasado habían
la mayor, que se llamaba Madema Ana. A la qual el apercebido. E como la gente fué junta, el Rey par
Rey é la Reyna continando su propósito, fayorescie- tió de la cibad de Murcia á cinco dias andados del
ron para poseer el Ducado del Duque su padre, é mes de Junio deste año, é fué á la cibdad de Lorca;
para recobrar las villas é lugares que le tenia en é fueron con él el Duque de Alburquerque, y el Mar
tradas é ocupadas el Rey de Francia. É la Reyna, es qués de Cáliz , y el Conde de Buendía , y el Conde
tando el Rey ocupado en la guerra de los moros, om de Ledesina, y el Conde de Monteagudo, é Don Al
inó segunda vez á Don Diego Pérez Sarmiento, Con varo de Mendoza, Conde de Castro, é Don Diego de
de de Salinas, é con él á Pero Carrillo de Albornoz, Córdoba, Conde de Cabra, y el Conde de San Esto
é otros caballeros é capitanes con mil hornea de ar van , é Don Enrique Enriquez , su Mayordomo ma
mas á caballo, é con gente de peones ballesteros é yor, é Don Juan Chacón, Adelantado de Murcia, é
lanceros y espingarderos á pié para ayudar á la Du Pero López de Padilla , Adelantado de Castilla , é
quesa. Y embió sus cartas para todas las villas é lu otros caballeros é capitanes fijos-dalgo de la casa
gares que son en los puertos del mar de Vizcaya é del Rey é de la Reyna.
Guipúzcoa é Castilla la Vieja, mandándoles que lue E como el Rey llegó á la cibdad de Lorca , man
go diesen al Conde é á todos los que con él iban na dó al Marqués de Cáliz é al Adelantado do Murcia,
vios é marineros para pasar ellos é las cosas que lle que fuesen con cierta gente en la delantera á poner
vaban. roal sobre la cibdad de Vera. E como el Alcayde é
El Conde de Salinas con todos los otros capitanes los cabeceras de aquella cibdad sopieron que el Rey
é gentes que la Reyna embió con él, embarcaron con venia á los cercar , salieron á fabla con el Adelan
ciertas naos é caravelas, é pasaron en Bretaña. Los tado, é dixéronles como estaban en servicio del Rey,
quales se juntaron con los Brotónos , é con algunos é que viniendo él en persona , luego le entregarían
Ingleses, que segunda vez habían venido en ayuda aquella cibdad con sus fortalezas. Visto por aquellos
de la Duquesa, para facer guerra á los Franceses. capitanes el ofresciiniento fecho por los moros, es
cribiéronlo al Rey , el qual fué con toda la hueste á
CAPÍTULO XCVIII. aquella cibdad, y el Alcayde é los moros dolía sa
lieron con las llaves, é se las entregaron. Y el Rey
De lo que el Rey 6 la Reyna Bcicruu en la cibdad de Marola.
seguró sus personas é bienes para que se pudiesen ir
Estando pendientes las cosas que se habían plati á las partes de África, ó á las aldeas comarcanas á
cado en las Cortes de lacibdad de Valencia, porque lacibdad, ó á otro qualquier lugar que quisiesen,
so llegaba el tiempo del verano paracontinar la con según que lo dio á los de las otras villas é castillos
quista comenzada contra el Royno do Granada, el de aquol Royno, que sin premia se le habían entre
Rey é la Royna partieron do aquella ciudad, é vinie gado. E puso por Alcayde é gobernador de aquella
ron a lacibdad de Orihuela, donde concluyeron las cibdad á Qarcilaso de la Vega su Maestresala (1).
cosas que fueron movidas en las cortes del Reyno de Sabido por algunas villas é fortalezas de las co
Valencia. En las quales constituyeron algunas leyes marcas , como la cibdad de Vera so había entregado
é ordenanzas para que pudiesen vivir bien é segu al Rey, luego vinieron ante él los Alfaquies é Pro
ramente los de aquel reyno , é defe: licron so gran curadores de las Cuevas, é de Huesear , é Hueral , é
des penas las malas costumbres quo traían daño á de Sugena, é Alborea , é Moxácar, é Bedar, é Se
la república. De las quales ordenanzas ó prohibicio rena, é Cabrera, é de Lubrer é Ulela, é Sorbas,
nes, todos los de aquel Reyno de Valencia fueron con é Teresa, é Locayna, é Torrillas, ó de Hiyunque,
tentos, porque conocieron que les escusaban los gas é Suebro, é Taraba, é de Belefique , do Nixar, é
tos dol dinero é los peligros de las personas, que te I l u orear, é do Vélcz ol Blanco, ó de Veloz el Ru
nían continos en la prosecución de los bandos ó bio é de Cantoria , é de Cartabona é Oria, é Xer-
parcialidades que seguían. Otrosí les quitaban' la cos, é Albor, é Alxamecid, é Beniandala, é Bo
causa del pecar, pensando en las muertes é vengan
zas que Be deseaban los unos á los otros. E todos los íl) La entrega de Vera fué a 10 de Junio de este alio. Zur., ilb.,
Caballeros é Perlados ó Barones é Síndicos Procu cap. 75.
boN FERNANDO É DOÑA ISABEL 477
nitarafa, é Atfthelid, é Alardia, é Alhabia, é Be- Visto por el Adelantado de Murcia, que tenia
nialguacil, é Benilibel, é Benzano, é Bcnimina, é cargo de la reguarda, como los moros seguían á loa
Almánchez, é Cotobar, é Benicaglat, é Líxar, é Fi christianos, vo'vió con su batalla, ó recogióla gen
nes, é Lula, é de Huesga, é de Orze, é Galera, é te de los christianos que iban fuyendo, ó acometió
Castiilejaé Búllar, éBenamaurel. Los quales entre tan recio contra los moros, que los fizo retraer. Y el
garon luego las fortalezas que habia en estos luga Adelantado con sus gentes do pié é de caballo los
res al Bey , é puso en ellas sus Al cay des ; é dio se siguió, firiendo é matando en ellos fasta que los
guro á los moros que dexaron la tierra , para que metió en las huertas de la cibdad. Eotro dia siguien
fuesen á morar á las partes que quisiesen con todos te el Bey vino para la cibdad de Huesear, la qual
bus bienes; é los que quedaron por mudéxares en es gele entregó luego, é puso en ella por alcayde &
tos lugareB , fícieron juramento de ser buenos é lea Don Bodrigo Manrique. E allí mandó despedir toda
les vasallos, é siervos del Bey é de la Roy na, é de la gente, é fué á facer oración á la Cruz de Carava-
les pagar bus tributos, según lo ficieron los otros vaca; é de allí vino á la cibdad de Muroia donde
moros que quedaron por mudéxares en los otros lu estaba la Beyna.
gares que se ganaron en los años pasados. Becebi-
dos todos estos lugares, é puestos los Alcaydes en CAPÍTULO XCIX.
las fortalezas que se entregaron, el Bey acordó de ir
á la oibdad de Almería, para ver el asiento dolía , é De las cosas que el Rey ¿ la Itcyna ordenaron, después qne el Re;
salla de tierra de moros.
si habria lugar este año para la sitiar. É mandó al
Marqués de Cáliz, é al Duque de Alburquerque , é al Como el Bey llegó á la cibdad de Murcia, luego
Adelantado de Murcia, que fuesen en la delantera, el Bey é la Beyna acordaron de dar el oargo de la
los quales llegaron á vista de la clbdad. É como los capitanía mayor de todas las villas é castillos que
moros vieron aquella gente, recelando ser cercados, este año ganaron de tierra de moros á Luis Fernán,
pensaron de excusar el asiento del roal,é salieron de dez Puertocarrero, Señor de Palma. E mandaron á
aquella cibdad á escaramuzar con las batallas que Iob alcaydes que dexaron en las fortalezas é á loa
iban en la delantera. E después que el Bey llegó otros capitanes de gentes, que mandaron quedar en
con toda la otra gente, porque vido que de aquella la tierra, que estoviesen á su gobernación , para la
escaramuza, por ser entre las huertas de la oibdad , guardar, é facer guerra al Rey viejo que estaba con
los christianos recebian daño , mandó cesar la esca gente en las cibdades de Baza é Quadix. Otrosí pu
ramuza, é retraer toda la gente. E después que por sieron oficiales para que por tierra embiasen requas,
todas partes vido el asiento de aquella cibdad, tor é por mar embiasen navios oon provisiones de pan
nó con toda la hueste á poner real cerca del rio de é otros qualesquier mantenimientos necesarios á los
Almería, que es media legua de aquella cibdad. E alcaydes é gentes de armas que dexaron en los cas
otro dia mudó su real , é fué para la cibdad de Baza tillos é tiorrns que este año se ganaron en aquella
donde estaba el Rey viojo; el qual salió de la cib comarca ; y ellos acordaron de venir para la villa de
dad con gente de caballo é de pié á escaramuzar Valladolid á tener el invierno. E porque la guerra
con las batallas del Marqués do Cáliz é del Adelan que en aquella tierra se esperaba facer , ansí en el
tado de Murcia que iban en la delantera. E los chris defender, como en el ofender, era peligrosa ; algu
tianos fueron tanto adelante peleando con los mo nos mancebos fijos-dalgo que andaban en servicio
ros, que los retraxieron fasta los meter por las huer contino del Rey é de la Reyna, con deseo de ganar
tas , donde los moros tenian puestas sus celadas. Y fama loable en los fechos de las armas, quedaron
en aquella facienda, por la dispusicion de los luga de su grado con este capitán mayor, para le ayudar
res donde peleaban recibieron mayor daño los chris en aquel cargo.
tianos , porque fueron feridos é muertos algunos do- Acaeció en estos días que estando la Reyna en
llos con los tiros de ballestas y espingardas que los Muroia, le fué certificado , qne el Alcalde mayor de
moros tiraban. Especialmente fué muerto de un tiro la tierra del Duque de Alva , y el alcayde de una
de espingarda Don Felipe de Aragón , Maestre de fortaleza, que se decia Salvatierra, habían injuria
Montosa, sobrino dol Bey, fijo bastardo del Principe do é apaleado al recaudador quo cogia los derechos
Don Carlos, su hermano. Sabido por el Bey la muerto reales del servicio é montadgo de los ganados que pa
de bu sobrino, pesóle mucho ; é mandó a las batallas saban por aquella tierra del Duque é aun escribano
que iban en la delantera, que retraxiesen la gente de que andaba con él. E como fué informada de aqueste
la escaramuza , é que se volviesen al real, que man delicto, encubierto el sentimiento que dello ovo. man
dó asentar dos le'guas do la cibdad , cerca de un rio dó secretamente á un Licenciado Diego de Proano,
que se llamaba Guadalquiton. Los moros, como vie Alcalde en su corte , que con diligencia ficiese justi
ron que se tornaban las batallas de los christianos, é cia de los que fallase en aquel exceso culpantes.
que los de la escaramuza se retraian , salieron mas Est9 alcalde partió secretamente de la cibdad de
número de caballeros moros de refresco, con gran Murcia, é fué disimulado fasta que llegó cerca de
des alaridos, é siguieron á los christianos que iban la villa de Alva de Tormes , é tovo tal astucia , que
en la rezaga de las batallas, matando é firiendo en prendió al alcayde dentro en la fortaleza de Salva
ellos, fasta que por fuerza ficieron fuir á algunos é tierra do estaba ; é ansimesino al alcalde del Duque
juntarse con las batallas que iban en la delantera. é aforcó luego al alcayde en aquol uiosmo lugar
*Í8 CRÓNICAS DE LOS REYES DE CASTILLA,
donde fizo la injuria al recaudador ; é tomó preso
al alcalde mayor , é llevólo ante los Oidores de la
Cnancillería, que reside en la villa de Valladolid. CAPÍTULO Cí.
Los quales conocido el delicto , mandáronle cortar De la guerra que facían los moros á los lagares que estaban por
la mano , é desterrar por toda su vida del Reyno. el Rey e por la Reyna.
Destas justicias fechas en personas tan señaladas, Estando el Rey é la Reyna en la villa de Valla
pesó mucho á los malos , porque so refrenaron en dolid, ovieron nueva como por la mala guarda que
sus malos deseos , é plogo á los buenos , porque go habia en la villa é castillo de Nixar donde era al-
zaban de la paz que deseaban tener en sus personas cayde Bernal Francés , los moros ovieron lugar de
é bienes. la combatir é recobrar, é que habían muerto á cu
chillo setenta escuderos, é todos los peones que la
CAPÍTULO O. guardaban. Ansimesmo que tornaron á recobrar
otra fortaleza que se llamaba Competa, é que el Rey
De las cosas que el Rey é la Rcyna ficieron en Valladolid.
viejo que estaba en Guadix facia cruda guerra á
El Rey é la Reyna partieron de la cibdad do toda aquella tierra que se habia dado al Rey é á la
Murcia, é con ellos el Príncipe, é las Infantas sus Reyna, donde habían seydo muertos é desbaratados
fijas y el Cardenal de España ; é vinieron á la villa é feridos é presos en escaramuzas algunos christia-
de Valladolid por dar orden en la inquisición que nos. Especialmente fué muerto un mancebo Comen,
se facia contra los hereges, é proveer de letrados é
dador de la Orden de Santiago, que se llamaba Ruy
prosidente la Cnancillería, y en otras cosas concer
Díaz Maldonado, fijo del Doctor Rodrigo Maldonado
nientes é la gobernación de la justicia. E mandaron
Señor de Bavila Fuente, el qual eligió antes la muer
ir homes letrados que ficiesen inquisición sobre los
te peleando que sofrir la vida con vergüenza fu-
corregidores de las cibdades é villas, á los quales
yendo. Otrosí sopieron como aquel Rey viejo que
embiaban á mandar, que acabado el tiempo de su estaba en Guadix, vino con gente de moros á pié é
corregimiento estuviesen treinta dias sin tener car á caballo, é con muchos pertrechos á combatir la
go de justicia, faciendo su residencia é dando razón villa é fortaleza de Callar, en la qual no estaba á
de lo que habían llevado de penas é de otras cosas la hora Carlos de Biedma á quien el Rey é la Reyna
ó como habían usado de su oficio. E si alguno fa habian puesto en ella por alcayde, é se decia que
llaban culpado, llevando algún cohecho, ó habien
con recelo se salió della. E como quier que por la
do fecho otro exceso en la justicia, luego era traido
dispusicion natural é obra artificial que esta villa
á la corte preso , é penado según la medida de su tiene parece inexpugnable, por las grandes peñas
yerro ; é á este tal no se encargaba dende en ade é cuestas altas é grandes edificios de que por todas
lante oficio ninguno. Visto la gran diligencia que partes está fortificada, pero la multitud de los mo
en esto la Reyna ponía, todos trabajaban por se sal ros y el osado atrevimiento que ofreciéndose á la
var, usando limpiamente de su cargo. Otros! man muerte tovieron para la combatir, fué tan grande ó
daron juntar en aquella villa todos los inquisido por tantas partes, que por fuerza entraron en la vi
res que habían seydo puestos en las cibdades ó vi lla, é la robaron é mataron los christianos que den
llas, é los fiscales é receptores y escribanos, é otros tro pudieron haber. Otros algunos que se dispusie
oficiales que habían entendido en aquella negocia ron á pelear por las calles, no pudiendo resistir al
ción. E después de habidos .largos consejos sobre poderío é fuerza de los moros , se retraxieron á la
esta materia, por quanto era ardua, é tocaba á mu fortaleza con un alcayde que por estonces estaba en
chas personas, dieron cierta forma que se guardase ella, que se llamaba Juan de Avalos.
en los procesos é prisiones, é otras cosas que en esta Este alcayde fué tan constante en la virtud de la
causa dende en adelante ocurriesen. Falláronse verdadera fortaleza, que ni la multitud de los mo
muchos judíos hombres raeces que depusieron fal ros le turbó, ni sus combates enflaquescieron su áni
samente contra algunos conversos por los traer á mo, para morir defendiendo aquellas torres que le
la muerte. Lo qual fallado por verdadera informa fueron encomendadas. Los moros, á quien la victo
ción, fueron en Toledo apedreados por justicia al ria que ovieron en la entrada de la villa habia fe-
gunos dellos. Otrosí nombraron inquisidores que cho crecer su orgullo para combatir la fortaleza,
embiaron á algunos Obispados, para que fecha la pudieron llegar con algunos pertrechos al muro»
inquisición 'en forma jurídica, fuesen castigados é pusieron en cuentos una torre con gran parte del
los que fallasen culpantes , é apurasen del todos los lienzo de la cerca y entraron por fuerza la barrera.
ritos judaicos que guardaban, é alimpiasen la tierra Aquel alcayde Juan de Avalos peleaba oon grand
de aquella mala é iniqua opinión que algunos te esfuerzo, remodiando á los lugares mas flacos, é
nían. Otrosí ordenaron la ley de la plata que dende poniendo esfuerzo á los que con él estaban, los qua
en adelante so labrase en sus Reynos, que fuese les visto el esfuerzo del alcayde, se dispusieron á le
apurada, é de la ley que se labraba en la cibdad de ayudar. E como quier que los moros habian ya ga
París. E pusieron grandes penas á qualquiera que nado la barrera, pero el alcayde con aquellos que
Aquella ordenanza quebrantase. le ayudaron, con muchas piedras y esquinas echa
das de lo alto, lanzaron á los moros fuera de la
barrera que habían ganado. Este combate fuó muy
DON FERNANDO É DOÑA ISABEL. 47!)
riguroso, é duró cinco dios , porque loa moros eran vinieron á la cibdad de Burgos. E como la Reyna
en tanto número, que quando los unos se apartaban sopo que habian llegado á aquella cibdad , é que
del combate , llegaban otros de nuovo á combatir : del trabajo largo de la mar é fatiga que habian pa
de manera que los chrístianos no tovieron una hora decido en los caminos , estaban no bien proveídos
de espacio para se reparar. Pero conosciendo que de cavalgaduras, é de los otros arreos que les eran
según el daño que habían fecho en los moros se necesarios, embió á ellos un tesorero, para que les
rian todos muertos si fuesen tomados, el miedo proveyese de los bestias é ropas é todas las cosas
que concibieron les fizo avivar las fuerzas é conti- que oviesen necesario.
nar los trabajos, fasta que los moros visto que per Estos embaladores llegaron á la villa de Valla-
dían su gente é no ganaban el muro, acordaron de dolid, é por mandado del Bey é de la Beyna les fuá
quemar la villa é se retraer é dexar la fortaleza. fecho honorable recebimiento por Iob Duques é Con
Otrosí dos capitanes moros el uno se llamaba Ali- des é Caballeros é Perlados que estaban en sn cor
Alatar, que estaba apoderado de la villa é fortaleza te. E como reposaron algunos días, propusieron su
de Alhendin, é otro que se llamaba Iza-AIatar, que embazada ante el Rey é la Reyna, presentes el Car
estaba con gente de moros en la villa de Salobreña, denal de España é algunos Duques é Condes é Per
guerreaban desde aquellas á los moros de Granada, lados de su Consejo ; primeramente las recomenda
que estaban por el Bey mozo, é á todos los chrís ciones é graciosos ofrecimientos que con toda be-
tianos é moros que estaban en las villas é lugares nivolencia el Rey de los Romanos les embiaba. E
que se habian ganado los arios pasados ; é traian dixeron de su parte, que porque el amor grande que
cavalgadas é tomaban continamente captivos, é habia á sus personas reales, se consolidase con ma
facian tan cruda guerra , que el capitán mayor é yor debdo de afinidad é consanguinidad, habia
Iob otros capitanes é alcaydes de las cibdadeB é vi acordado de embiar ante Su real Magestad, á lea
llas que estaban por el Rey é por la Reyna, no lo rogar, que les ploguiese de otorgar la Infanta Doña
podían resistir. Otrosí los moros de la cibdad de Al Isabel su fija en matrimonio para él. Otrosí que les
mería é de Tabernas, é los que inoraban en el valle ploguiese prometer en matrimonio á la Infanta
de Purgena, é de todas aquellas partes, entraban en Doña Juana quando saliese de edad , para Filípo
la tierra de los chrístianos que son á las partes de Duque de Borgoña , Conde de Flándes, cuyas eda
Lorca é de Murcia, é tomaban hornos captivos, é des ansí del padre como del fijo, convenían bien con
llevaban ganados, é facían cruda guerra á todos las edades de las Infantas que pedia. E cerca des-
los que moraban en aquellas comarcas. E para pro tos matrimonios, que por la gracia de Dios se mo
veer á estos daños, el Rey é la Reyna embiaron vían, é con su voluntad se esperaba concluir, re
, mandar á Juan de Benavides , é á Garcilaso de la contaron algunas utilidades que á ambas partes se
Vega, que fuesen con gente de caballo para resis seguían de presente, é mediante la agracia divina
tir á los moros por aquellas partes é facerles guor- esperaban que se siguirían de futuro.
ra. Otrosí embiaron a Francisco Ramirez Secreta E acabada de proponer la materia destos dos ca
rio, que tenia cargo del artillería, con sus cartas samientos de las Infantas que pidieron, ficieron sa
para todos los caballeros, ó cibdades é villas del ber al Rey é á la Reyna los agravios é injurias que
Andalucía, que son en aquellas partes , mandándo el Rey de Francia habia fecho á su fijo el Duque de
les que se juntasen é resistiesen aquellos daños que Borgoña en le tener ocupado por fuerza su Duca
los moros facian. Los quales cumpliendo el manda do que le pertenescia, é otras algunas tierras que
do del Rey é de la Reyna se juntaron é resistieron habia heredado é poseído legítimamente por fin de
las guerras é cavalgadas que aquellos moros facian, la Duquesa su madre. Otrosí tenia tomadas algunas
é ovieron con ellos algunas batallas é recuentos villas é lugares é puertos de mar de la Duquesa de
donde murieron algunos chrístianos é moros. Pero Bretaña, que era sobrina del Bey, fija de su herma
porque aquellos capitanes moros estaban en casti na, é que pugnaba por desheredar totalmente tam
llos roqueros, do no habia salvo gente de guerra, bién en aquel Ducado como en el de Borgofia.
nunca cesaban de facer guerra por todas las partes Otrosí que tenia preso al Duque de Urliens, é le ha
que podían á los chrístianos. bia mandado tomar sus tierras ; é ansimesmo al
Señor de Labrit, é á otros caballeros de Francia.
CAPÍTULO Olí. Otrosí recontaron la injusticia que al Rey é á la
Reyna facia en les tener por fuerza los Condados
De la embalada que el Rej de los Romanos emolí} al Rej é i la
Rejnc de Ruisellon é Cerdania que les tenia ocupados ; é
que parescia cosa contraria á la razón seyendo Re
Estando el Rey c la Reyna en la Villa de Valla- yes tan poderosos, consentir en su patrimonio fuer
dolid entendiendo é proveyendo en las cosas que za tan notoria, para la qual ninguna otra osadía
suso habernos recontado , sopieron como venían á tenía el Rey de Francia, salvo la poca diligencia
ellos embaxadores del Rey de los Romanos, fijo del que veia en gela resistir. E que mirasen bien que
Emperador de Alemania, el bastardo de Borgoña, su cobdicia tanto mas crescia para haber lo ageno,
fijo del Duque Charles, é otro capitán que se lla quanto menos resistencia fallaba para conservar la
maba Juan de Salazar. Los quales habian venido proprio. E sobre esta materia dixeron otras razo
por mar, é ,del puerto de la Corana descendieron é nes para iodinar al Rey é á la Reyna contra el Rey
480 CRONICAS DE LOS REYES DE CASTILLA.
de Francia. Y en conclusión, ofmofaran el amistad grande é de tantos discrimines é dificultades que
ó confederación del Rey su señor, para ayudar al requerían grandes fuerzas é trabajos para la pro
Roy é á la Reyna, para recobrar á Ruisellon, fa seguir, é que durante aquella no podían comenzar
ciendo guerra al Rey de Francia por aquellas par otra guerra. Pero que ellos habían embiado una
tes de Flándes é de Brabante, fasta que restituyese flota armada con sus capitanes é gentes á la Du
á ellos, ó á él, é á su fijo, é á la Duquesa de Bretaña quesa de Bretaña. E allende de aquello entendían
todo lo que forzosamente les habia tomado. Para embiar oada que necesario fuese mas gente para le
lo qual afirmaron tener cierta el ayuda del Empe ayudar, é facer guorra al Rey de Francia, á fin que
rador bu padre, é de muchos principes de Alemaña, recobre las villas é tierras que le tienen tomadas de
é la del Rey de Inglaterra, el qual embiaria luego su patrimonio, lo qual anBÍmesmo seria ayuda al
de sus capitanes é gentes para entrar en Francia Rey de los Romanos , para ser restituido el Duque
por la parte de Bretaña é Flándes. E que faciéndole su fijo en lo que le estaba tomado é ocupado. E
guerra dentro de su rey no por todas partes, faria cerca de su amistad é confederación que demanda
por fuerza lo que la cobdicia no le consentía facer ban con el Roy délos Romanos, respondieron que
por justicia. les placia de la facer, é de le tener por su amigo é
Oídas por el Rey é por la Reyna estas é otras ra confederado, para le ayudar contra el Rey de Fran
zones que en este caso propusieron, mandaron res cia, para recobrar lo que tenia ocupado al Duque
ponder á aquellos embaladores, como á ellos placía su fijo.
mucho de su venida, é que eran alegres en saber del Otrosí estos embaladores por virtud del poder
estado é buena dispusicion del Rey de los Romanos que traían del Rey de los Romanos, juraron é pro
su primo, é del Duque de Borgoña su fijo. B cerca metieron de ayudar al Rey é á la Reyna, é á sus
délas materias que habían propuesto, 'porque eran gentes é capitanes contra el Rey de Francia cada
grandes é arduas, les dizeron, que mandarían pla que fuese necesario para recobrar los Condados de
ticar sobre ellas en su consejo, é responderles aque Ruisellon é Cerdania. E como estas cosas fueron
llo que fuese servicio de Dios, é bien é honor suyo asentadas, el Roy é la Reyna los despidieron, dán
é del Rey de los Romanos su primo , é del Duque doles grandes dones de oro, é plata, é brocados, ó
su fijo. Estos embazadores estovioron en la villa de caballos.
Valladolid por espacio de quarenta días, en los
quales el Rey é la Reyna mandaron facer justas é capítulo era.
torneos, ó otras muchos fiestas de grandes ó suuip-
tuosos gastos é arreos. E al fin les mandaron res Como el Rey é la Berna restituyeron la eibdad de
ponder, que ellos eran alegres en saber la buena a su corona real.
voluntad é amor que el Rey de los Romanos bu El Rey Don Juan, padre desta Reyna Doña Isa
primo mostraba á sus cosas, y el deseo que tenia de bel, fué constreñido en tiempo de algunas disen
lo refirmar con mayor debdo de sanguinidad; é que siones acaescídas en el tiempo que reynó, de d ar la
cerca del matrimonio que domandaba de la Infan eibdad de Plasencia al Conde Don Pedro do Stúfti-
ta Doña Isabel su fija les ploguicra mucho de lo ga, que era su justicia mayor, la qual dádiva revo
otorgar, salvo por la pendencia que tenia de su ma có luego por ser excesiva, é contra su voluntad. El
trimonio con otro Principe, por quien primero les efecto desta revocación no ovo lugar, por algunos
fué demandada; é que fasta ver el fin de aquella impedimentos que ausf ¿1 como el Rey Don Enri-
pendencia, no seria honesto platicar cerca de su rique su fijo tovieron en aquellos tiempos que rey-
matrimonio con otro príncipe. E cerca de lo que naron ; é por esta causa ovo lugar de heredar el
tocaba a la Infanta Doña Juana que pedia para el señorío de aquella eibdad el Duque Don Alvaro fijo
Duque Felipe su fijo, les fué respondido, que su de aquel Conde Don Pedro de Stúñiga, é después
edad no era aun perfecta para celebrar aquel acto del Duque Don Alvaro, su nieto, fijo de su fijo ma
de matrimonio ; pero por el deseo que tenían de re yor, que agora la poseía.
firmar por nuevo debdo el amor que con él tenian, La Reyna que fué informada como la merced de
les placia prometer que temían manera con la In aquella eibdad fué fecha por importunidad, é re
fanta su fija quando fuese de edad, que otorgase vocada con justa razón, trató con algunos caballe
aquel matrimonio, é celebrase en faz de la sancta ros é cibdadanos principales de la eibdad, que, de-
madre Iglesia los actos que para ello se requirian. zado el señorío de aquel Duque Don Alvaro, se tor
E cerca de lo que habían recontado tocante á las nasen á su señorío real. Los quales conosciendo que
fuerzas que el Rey de Francia habia fecho é facia, aquella eibdad por ser una de las principales del
les mandaron respouder, que no les venia de nuevo Reyno, é cabeza de Obispado , no debia ser aparta
todo lo por ellos recontado, lo qual sentían como da de la corona real ; é que ellos sentían ser opre-
se debia sentir, é lo tenian en el ánimo para pro sos viviendo fuera del señorío real , poniendo en
veer según que seria proveído, é á su honra com- obra lo que tenian en voluntad, se juntaron , é to
plia ; é que si fasta allí no habían entendido en maron armas, y echaron fuera de la eibdad á la
ello, era porque habían estado y estaban ocupados justicia é oficiales que el Duque Don Alvaro tenia
en la conquista que facían de las cibdades é villas puestos; é cercaron la fortaleza, é pusieron sus es-
ó tierras del Reyno de Granada, la qual era tanto tanzas para que ninguno pudiese salir ni entrar en
DON FERNANDO É DONA ISABEL. . 481
ella. Beto fecho, embiaron á decir al Rey é á la
Reyna el estado en que tenían la oibdad ; por ende CAPÍTULO CD.
que fuese lnego el Rey á la recebir, é ansí menino á
facer la fuerza necesaria al alcayde do la fortaleza, Sfguense las co?as que pasaron en el año de mil é qnatroclentos a
ei ae pusiese en rcsistoncia, para gcla tomar. ochenta ó nueve anos. E primeramente como fué el Rey a con
finar la guerra contra los moros.
Como esta nueva vino al Roy é á la Reyna, es
cribieron luego sus cartas para los caballeros é cib- Porque el tiempo del verano para proseguir la
dadanos de Plasencia, regradesciéndoles lo que ha guerra comenzada contra el Reyno de Granada se
bían fecho. E otrosí el Rey partió para aquella cib- acercaba , aoordaron el Rey é la Reyna de partir da
dad, y escribió á todos los caballeros é gentes de la villa de Valladolid. E fueron á la oibdad de Jaén,
armas de las cibdades de Salamanca 6 Zamora, é é con ellos fueron el Principe Don Juan é las Infan
Toro, é Cibdad- Rodrigo, é Truxillo, é Cáceres, é Ba tas sus fijas, y el Cardenal de España, é los otros
dajoz, é á todas esas comarcas, que con sus caba caballeros é oficiales que acostumbraban andar en
llos é armas viniesen para la cibdad de Plasencia. su corte. T embiaron luego sus cartas de llamamien
E oomo el Rey con todas aquellas gentes llegó a la tos para todos los caballeros y escuderos é gentos
cibdad, el Duque Don Alvaro que sopo el levanta de armas, de caballo é de pié, á quien habían aper-
miento fecho contra él en ella, é como el Rey era cebido para que se juntasen en las cibdades de liba
ido á la tomar, recelando que si se pusiese en alguna da é Baeza ; porque en aquellas fronteras que son
resistencia perdería todo el otro su patrimonio, ovo de Baza é Guadix, acordaron de facer la guerra este
su acuerdo de obedescer los mandamientos del Rey año. Especialmente determinaron de poner sitio so
é de la Reyna, é fué luego, y entrególa con su for bre la cibdad de Baza ; porque fué platicado en su
taleza al Rey. Y él la recibió, é puso en ella por Al consejo , que si aquella cibdad se ganase, sería me
cayde é Justicia á Antonio de Fonseca. nos trabajosa ¡la conquista de las cibdades de Gua
En este año ovo en muchas partes de los Reynos dix é Almería, é de las otras cibdades é castillos que
de Castilla é de Aragón grandes aguas mucho ma en aquellas partea quedaban por conquistar. E como
yores que las que ovo en el ano pasado ; é fícieron las gentes llamadas se juntaron, la Reyna acordó de
grandes destruiciones de molinos y edificios, é mu quedar en la oibdad de Jaén , é con ella el Príncipe
rieron muchos ganados. Especialmente en la cibdad é las Infantas sus fijas , y el Cardenal de España. Y
de Murcia y en su comarca llovió un agua tan recia, el Rey partió de aquella cibdad á veinte é siete dial
que las gentes pensaron ser anegados; é algunos pas del mes de Mayo ; é mandó poner su real en el lu
tores, é otros que andaban en los campos peligraron, gar quo so llama Sotogordo, donde acordó de espe
salvo los que buscaron torres é lugares altos donde rar todas las gentes de caballo é de pié , para los or
escapar. Ansimesmo en Santa María del Puerto en el denar en batallas. Impidióse el juntamiento de aque
mes de Marzo de este arlo llovió tanto que las gentes llas gentes ocho dias , por las grandes aguas que re-
creyeron ser otro diluvio. E los vecinos de aquella crescieron; las quales dañaron los caminos, é fície
villa veyeron una nnbe mucho negra é una multitud ron crescer los ríos ; é trabajaron las gentes de tal
de tordos volando en medio dolía ; é con arrebatado manera, que no pudieron juntarse con el Rey al
viento que vino con aquella nube, todas las texas é tiempo que les fué mandado.
ladrillos de las casas cayeron é se quebraron , de tal Después que con grandes trabajos del tiempo so
manera que parescian molidas. Cayeron ansimesmo juntaron , el Rey mandó^facer alarde ; é falláronse
todas las casas de aquella villa, é murieron algunos en su hueste trece mil hornea de caballo é quaronta
hornea é muchosganados; perdiéronse los mas de los mil hornea de pié , los quales mandó que fuesen or
bienes que tenian en las casas. Ansimesmo quebran denados en esta manera. En la delantera mandó que
tó todas las fustas é barcos que estaban en tierra ri fuesen ciento é cinqüenta bornea á caballo con el
bera de la mar, que ninguna dexó sana. E una cara- Alcayde de los Donceles ; que según la órden anti
vela que estaban adererezando ciertos maestros , el gua de España, debe ir con los mariscales para apo
gran viento la mudó de su lugar veinte pasos, é la sentar las huestes. E mandó que fuesen en el avan-
quebró toda ; é arrebató algunos barcos que estaban guarda el Maestre de Santiago oon mil ochocientas
en la mar, é los sacó á tierra todos fechos piezas en lanzas ; con el qual iba la gente de Écija con ciento
el mismo ayre. Otros! temblaron las torres de la for é cinqüenta lanzas é setecientos peones , é ciento ó
taleza ; é aquel terremoto , por do pasaba aquella cinqüenta espingarderos de la cibdad de Toledo. En
nube, fizo otras cosas tan espantables, que p árese ió la una ala desta batalla mandó ir al Clavero de Ca-
á las gentes ser contra todo curso natural (1). latrava con quatrocientas lanzas é mil peones. Y en
la ala de la otra parte iba Pero López de Padilla con
(1) El eura de los Palacios refiere lo de estas aínas, j añade que
en toda tierra de Andalucía hubo tanta fertilidad, y tal cosecha docientas lanzas de los escuderos que tenian tier
de (ranos, que todo el tiempo de la cosecha Talló la fanega de ras é acostamientos del Rey é de la Reyna, que
trigo a cincuenta maravedís, y en algunas partes a real, qae valla le fueron dadas en capitanía. En la segunda batalla
entóneos treinta y un maravedís. También se aliaron este aho los iba Don Diego López de Ilaro con ciento é cinqüen-
moros de Gaucln y otros de Sierra Bermeja, condados en lo raer to lanzas é quatro mil peones del Reyno de Galicia
le de la estación y sspereia del sitio, hasta qne despuei fueron
sujetados por el Marqués de Cádiz. Bernald., Hitltr. te loi fttyei quo le fueron dados en capitanía. En la tercera ba
Cató/., atp. 81 y 85. talla iban mil hornea de armas é ginetes, é mil ho-
Or.-IU. • 31
482 CRÓNICAS DE LOS REYES DE CASTILLA.
mes á pié del Cardenal de España ; de los quales de Ángulo con trecientas lanzase mil peones de Übe-
iban por capitanes Don Rodrigo de Mendoza, Señor da é Baeza. Iban en la reguarda en una batalla Luis
del Cid, é Don Hartado de Mendoza, Adelantado Fernandez Puertooarrero , Señor de Palma , Capi
de Cazorla. En la quarta batalla iba las gentes de tán de cien lanzas, é Don Rodrigo de León, capi
pié é de caballo de las hermandades, cada quadrilla tán de docientas é cinqüenta lanzas, á Pedro de Oso
con su capitán. En la quinta batalla iban Don Die rio, capitán de cinqüenta lanzas, é Miguel Danza,
go de Córdoba, Conde de Cabra, con docientas é capitán de treinta lanzas , é Garcilaso de la Vega,
cinqüenta lanzas é trecientos peones; é Martin Alon capitán de quarenta lanzas, y el Comendador Mar
so de Montemayor con ciento é setenta lanzas, é do- tin Galindo, capitán de ciento é cinqüenta lanzas, é
cientos peones. La sexta batalla llevaba Don Enri Francisco de Bovadilla, capitán de noventa lanzas,
que de Guzman con trecientas é cinqüenta lanzas, é Hurtado de Luna, capitán de cien lanzas, é Don
que le fueron dadas en capitanía. En la séptima ba Diego de Córdoba, capitán de cien lanzas, é docien
talla iba el Marqués de Aguilar con ciento é cinqüen tas lanzas é mil peones del Adelantado de Murcia,
ta lanzas , é docientos peones ; é Fernán Duque con é Fernán Alvarez , Alcayde de Colomera , capitán
docientas é setenta lanzas , que les fueron dadas en de cinqüenta lanzas. Otrosi iban en guarda de la per-
capitanía. En la octava batalla iba Don Francisco de sonadel Rey quatrociuutos caballeros fíjos-dalgo de
Yclasco, capitán deciento é cinqüenta lanzas dol Du los sus continoB, é de la casa de la Reyna; en los
que del Iufantadgo, é ciento é ochenta peones, ó quales iban Don Enrique Enriquez , su Mayordomo
ciento é cinqüenta lanzas del Conde de Feria. En la mayor, é Don Gutierre de Cárdenas, Comendador
novena batalla iban trecientas lanzas del Duquo do mayor de León , Señor de Maqueda , é Rodrigo de
Medinasidonia , é ciento é cinqüenta lanzas del Du Ulloa , su Contador mayor, é otros caballeros é fijos
que de Medinaceli , con sus capitanes que ellos em- de grandes señores de los Reynos de Castilla é Ara
biaron. En la décima batalla iba Don Alonso , Señor gón , é Valencia é Sicilia.
de la casa de Aguilar, con trecientas lanzas é tre
cientos peones. Delante la batalla real iba el Conde CAPÍTULO OV.
de Tendilla con quatrocientas é sesenta lanzas suyas
é dol Arzobispo do Sevilla , su hermano , é del Con De las guardas que asentí} el Rey en los caminos, C como cerca
é lomó la villa de Ciliar.
de do Benavente ; é Don Martin do Acuña con cien
to é vointo é cinco lanzas que le fueron dadas en ca Como la gento fué ordenada en las batallas quo
pitanía. En la batalla real iba el Marqués de Cáliz habernos dicho , el Rey con toda su hueste fué á si
con quatrocientas lanzas é trecientos peones , á cicu tiar la cibdad de Baza , según que fué acordado en
ta é cinqüenta lanzas del Adelantado del Andalucía, el Consejo, presente la Reyna. Paresció dificile po
é Gonzalo Hernández de Córdoba con setenta lan ner aquel 'sitio, porque los moros de Quadix é do
zas , é Alonso Osorio con oien lanzas , é Martin de las otras villas é castillos que son en la comarca, po
Alarcon con cinqüenta lanzas, é Bernal Francés con drían impedir las requas de los mantenimientos , é
oien lanzas, é Pedro de Ribera con setenta lanzas, otras cosas que habían de venir para el bastecimien-
é Don Sancho de Castilla con ciento é cinqüenta to del real. E para remediar este inconviniente , el
lanzas, é Garci- Alonso de Ulloa con docientas é vein Rey mandó á Alonso Enriquez , Corregidor de las
te lanzas, é Villa-Fuerte con ciento é diez lanzas, é cibdades(l) de Úbeda é Baeza que con las gentes de
Hernando de Ribera con cien lanzas, y el Comenda caballo é de pié de aquellas cibdad es, so pusiese en
dor del Montijo con ciento é ocho lanzas , y el Al- aquel lugar de Sotogordo , que habernos dicho, el
cayde de Morón Luis de Figueredo, con cien lanzas qual os dos leguas de Quesada. E mandó á Diego
é ciento é ochenta peones, é otros rail é ciento é se de Aguayo, Corregidor de la cibdad do Jaén é An
tenta peones do las Asturias do Oviedo, é quatro- dúxar, que con las gentes de aquellas cibdades se
cientos peones de Vizcaya , é docientos é cinqüenta pusiese más adelante otras dos leguas en un campo
peones de Álava é de Victoria, é docientos é treinta que se dice Campo-Cuenca. E mandó á Luis Méndez
peones de la provincia de Guipúzcoa, é quinientos de Figueredo, que con la gente de su capitanía esto -
peones de Castilla la Vieja, éTrasmiera, é de las viese cerca del castillo de Benzalema. E á estos ca
. Asturias de Santillana. Y en las alas de la batalla pitanes con sus gentes mandó que estoviesen conti
real á la mano derecha iba el Conde de Cifuentes namente en aquellos lugares que les señaló, segu
con quinientas lanzas de Sevilla é cinco mil peones; rando las requas de los mantenimientos que vinie
é a la mano izquierda iban seiscientas lanzas é qua- sen al real. E allende destas guardas mandó repar
tro mil peones de la cibdad de Córdoba. E delante tir otras gentes de caballo é de pié , que andoviesen
del fardage, porque no se mezclase con la batalla continamente las noches por las sierras que son á
real , iba Don Pero Sarmiento con setenta lanzas é la parte de Guadix , é defendiesen los saltos é pro
trecientos peones de la villa de Carraona, é cinqüen sas que los moros saliesen á facer. E como quier
ta lanzas é docientos peones de Andúxar. E para en
la reguarda del fardage iba Alonso Enríquez , Cor (i) De Vicia i Bacía. Alonso Enriqnei era Corregidor de Jaén,
regidor de Jaén , con docientas é cinqüenta lanzas é como se dice en el capllulo antecedente. Quitas estarán aqnl iras-
trocados los nombres de las Ciudades, j donde dice Vicia é Bac
mil peones de Jaén, ó Juan de Robres con docien- ía, deberá decir Jaén i Aniuxar; y al conlrario. Pero lodos los
tfla lanzas é ochocientos peones de Xerez é Pedro Códices te conforman con el impreso.
DON FERNANDO E DONA ISABEL. 483
que estas gentes con gran diligencia guardaban los fuera el combate de la villa menos peligroso. E man
caminos é las sierras ásperas que son en aquella par dó facer manderetes é bancos pinjados, para llegar
te ; pero los moros que sabían la tierra, siempre sa al muro. E los gallegos ficieron una mina , que lle
lían por lugares encubiertos á facer saltos, é ma gó fasta la torre mayor, la qual fué puesta en cuen
taban homes é bestias , é tomaban algunos mante tos. Los moros desde lo alto defendían con esquinas,
nimientos que venían al real. Acordó ansimesmo el é por baxo salian á pelear con los chrÍBtianos ; é oon-
Bey de cercar la villa de Cúxar, que es á dosleguas tinóse la pelea é los combates con toda osadía , de
de Baza; porque si primero aquella villa no se tomase los unos acometiendo, é de los otros defendiendo,
fuera trabajo peligroso sostener cerco sobre la cib- fasta que los moros oansados é muy trabajados
dad de Baza. El Bey Moro que estaba en Guadix in guardando de noche las minas, é peleando de día
formado que el Bey queria cercar la cibdad de Ba en los combates , al fin no pudiendo sufrir el daño
za, é conosciendo que desde aquella villa de Cúxar, que recibían , demandaron fabla para ontregar al
según el lugar do es asentada , podría guerreando Bey la villa, con seguridad de sus personas é bie
impedir los mantenimientos é gentes que viniesen nes. El Bey indinado, porque al principio no qui
al real , embióla á fornecer de gente de caballo é de sieron recebir lo que agora al fin demandaban , eno
pié , é por la mejor defender echaron los viejos é jado ansimesmo por las muertes que los moros ha
niños, é todos los que eran inútiles para pelear. bían fecho de algunos christianos , mandó que no
El Bey movió toda su hueste, é mandó que fuesen so rescibiese su fabla, é que se continasen las mi
delante mil peones , quebrantando las peñas, é alla nas é los combates que facian con el artillería. Los
nando los malos pasos , é faciendo puentes en los moros, visto que al Bey no placía otorgarles la se
rios , que con las muchas aguas habían crescido ; guridad que demandaban, deliberaron morir pelean
otrosí abriendo Iob caminos que por causa de la do, sino pudiesen vivir defendiendo. É trabajaron
guerra continada delargos tiempos en aquellas fron mucho mas en la defensa , faciendo contraminas ;
teras estaban cerrados. Después que con grandes é con unas calderas asidas con cadenas una á otra,
trabajos la hueste pudo pasar adelante, el Bey man echaron fuego, é quemaron los bancos pinjados , é
dó poner real sobre aquella villa de Cúxar , é cercó algunos mandaretes que estaban juntos con el muro;
la por todas partes ; é mandó poner guardas y es é con daño que recibieron los christianos , se retra
cuchas é atalayas por las torres é sierras que son xieron del combate. Los moros como homes ofresoi-
desde aquella villa, fasta una legua de las cibdades dos á la muerte, dando é recibiendo feridas, peleaban
de Baza é Guadix , para ser avisado de qualquier con indiscreta osadía. Visto por los caballeros é ca
gente que de aquellas cibdades se moviese á venir pitanes que con el Rey estaban , como la tardanza
en socorro de la villa. E mandó fablar con los mo sobre aquella villa era impedimento para el fin acor
ros, requiriéndoles que entregasen la villa, é que les dado de cercar la cibdad de Baza , é por escusar el
ofresciesen de su parte libertad de sus personas é peligro que en los combates pudieran recebir los
seguridad de sus bienes , é les certificasen , quo si christianos; otros! porque los consejos de piedad ha
luego no la entregaban ; que si escapasen de la bían mayor lugar con el Bey, que aquellos que se en
muerte , no serian libres del capti verio. derezaban á crueldad; le suplicaron que los reoibiese
Los moros, confiando en la fortaleza de la villa, apartido , otorgándoles la vida é libertad, con tanto
que por natura é artificio está fortificada con mu que dexasen la villa con todas las armas quo en ella
chas torres é muros, no quisieron dar oreja á nin habia. El Bey gelo mandó dar, é los moros recebida
gún partido , que de parte del Bey les fué ofrescido; esta seguridad , dexaron la villa libre , é se fueron
é salieron de la villa á pelear con las gentes del para la cibdad de Baza. Y el Bey mandó á sus gen
Bey. El Maestre de Santiago que llevaba el avan- tes que se apoderasen della, é puso por Alcayde á....
guarda, mandó á algunos escuderos que se apeasen Otros! mandó al Conde de Tendilla , que fuese á
é peleasen con los moros por algunos lugares cerca dos fortalezas que son cercanas á la cibdad de Ba
nos á la entrada de la villa , donde la gente de ca za, la uñase llama Froyla, la otra Bacos, é las com
ballo por la rambla é concavidades grandes que allí batiese. El Conde, con la gente de su capitanía, fué á
había no podían pelear. Otrosí Don Diego López de estas fortalezas; é como quier que ni por fuerza, ni
Haro por mandado del Bey con algunos gallegos por partido las pudo haber la primera vez que fué so
peleó con los moros por otras partes, fasta que los bre ollas, poro dexólas de tal manera dispuestas, que
retraxieron á la villa. En esta pelea murieron algu la segunda vez que fué á ellas mas fornecido de
nos moros é christianos ; pero los christianos su gente , costríñó á los alcaydes que las tenian, de tal
friendo tiros de espingardas é de ballestas, fueron manera, que gelas entregaron ; en las quales mandó
tanto adelante peleando, que pudieron ganar el ar el Bey poner gentes que las guardasen. Otrosí em-
rabal. En el qual mandó el Bey aposentar la gente bió el Bey á requerir al Alcayde moro que tenia la
del reyno de Galicia, é poner estanzas de otras gen fortaleza de Benzalema, que la entregase luego; el
tes contra la villa por todas partes. Otros! mandó qual recelando la indinacion del Rey, respondió que
asentar algunos tiros de pólvora, que tiraron á una le placia entregársela , veniendo él á la recebir en
parte del muro , do estaban fundadas una torre persona. E como el Rey fué con su huosle, luego lo
grande é otras tres menores ; porque si aquella par fué entregada , é puso en ella por Alcayde á un ca
te del adarve se pudiera con las lombardas derribar, ballero que se llamaba Juan de Ávalos,
484 CRÓNICAS DE LOS REYES DE CASTILLA.
Visto por los moros que estaban en Canillas, altos, é tanto anchas, que cada nna sale del muro
como la villa de Cúxar é las otras fortalezas que por espacio de quatro pasos. É al cabo de la cibdad
estaban cercanas á Baza se entregaron al Rey, é ú la parte de la sierra está fundado un alcázar arti
que el Conde de Tendilla iba sobre Canillas; como ficiosamente fortalescido oon muchas torres é altos
quier que aquel lugar es fuerte é cercano á la cib- muros. Luego á la salida de la cibdad, por la parte
dad de Baza, por espacio de una legua; pero los de lo llano, está plantada una huerta espesa coa
moros que en él estaban, recelando que no lo po muchos é grandes árboles é frutales que ocupan
drían defender al poderío del Rey, lo desampararon casi una legua de tierra en circuito. Y en esta huerta
luego; y el Rey lo mandó tomar al dicho Conde, é habia mas de mil torres pequeñas, porque cada ve
fornecer de gentes é mantenimientos, é poner Al- cino de aquella cibdad que tenia en ella alguna
cayde en él. parte, facia una torre cercana á sus árboles; é aque
llo que le pertenescia regaba con azequias de las
CAPÍTULO OVI. muchas aguas que descienden de aquella parte de
la sierra. Y en cada pertenencia particular había
Del asiento de la clbdad de Baza, é como fué proveída de gente tantos é tales edificios, que fortificaban toda la
A mantenimientos.
huerta. Ansí que la cibdad está fortalescido de la
Sabido por el Rey moro que estaba en Guodix, una parte con la sierra é grandes ramblas é cuestas,
como el Rey habia tomado la villa de Cúxar, é que de la otra con la huerta grande y espesura de ár
deliberaba cercar la cibdad de Baza, mandó que to boles, é de lo porte de la vega lo fortificaban las
dos los moros de pié é de caballo mas dispuestos muchas azequias é barrancos altos é baxos artificio
para la guerra de las cibdades de Guodix é Almería samente fechos, donde corren las aguas. Y en la
é de Tabernas é Furcbena, é de otros lugares de cibdad estaban por capitanes el Caudillo que se lla
aquella comarca, é de todas las serranías cercanas maba Mahomad-IIacen, é por Alcayde otro moro
de aquellas partes, é algunos moros de Granada, que llamaban líamete Abahali ; y estaban otros
que de su voluntad escondídomente venían á le ocho capitanes que se llamaban Yaya Alnayal, é
ayudar, entrasen en la cibdad de Baza, que serian Alcaymalfot, é Alíabocar, é Adalgan, é Mahoinad
en número de diez mil moros á pié é á caballo, ho Alator, é Homet Alatar, é Beduon Zafai-ja, é Alí
rnea esforzados por el contino exercicio que tenían Zabadon.
en las guerras, é maravillosamente gobernados en
la pelea á sola una voz de su capitán. É como estas CAPÍTULO OVIL
gentes entraron en la cibdad de Baza, metieron to
do el pan que había en las comarcas, é las otras vi Del sitio que el Re; mandó poner sobre la cibdad de Baza, é de
tuallas que pudieron haber para su mantenimiento, la batalla que en la huerta de la cibdad oto.
é todos las armas é pertrechos que fallaron para su El Rey, según habia acordado, movió con toda
defensa. É los de la cibdad, como quier que sus pa gu hueste, pora sitiar aquella cibdad. É como llegó
nes, según el tiempo era, no estaban aun maduros; cerca della con sus batallas ordenadas, mandó po
pero acordaron de los segar é los meter en la cib ner su real desviado de la huerta, que estaba plan
dad, á fin que la hueste del Rey no se aprovechase tada cerca de los arrabales; pero en tal lugar, que
dellos. no impedia la entrado é salida de la cibdad á los
Conviene agora , pues, que escribamos primera moros. Algunos caballeros é otros adalides que sa
mente el sitio de la oibdad de Boza. Esta cibdad, bían las entradas é salidas de aquella cibdad, visto
según nos pareado, es asentada casi al Mediodía, el poco daño que 1m moros recebian de la gente
desviada de la entrada de la mar de Levante por que estaba en ol real, por estar asentado en lugar
espacio de diez leguas. Y en aquella parte do os tan apartado, dixeron al Roy que debió mondar
fundada, podrá haber do tierra llana ocho leguas que se asentase dentro en la huerta cerca de los ar
de largo, é tres de ancho, cercada por todas partes rabales ; porque los moros constreñidos de los del
de una sierra que so llama Xabaleohol, do descien real no toviesen libre la entrada é salida como la
den las aguas & lo llano. É á esta llanura, que se tenían. É porque pareció ser conviniente aquel
dice la Hoya de Baza, riéganla dos ríos: al uno lla consejo, el Rey mandó mudar el real, é asentarlo
man Guadalquiton, é al otro Guadalentin. La oibdad dentro en la huerta bien cerca de los arrabales; é
esta asentada en un llano al cabo desta sierra bien mandó poner algunas de su gentes al rostro de loa
cercano á ella por espacio de quatro tiros de ballesta. moros para les resistir la salida de los arrabales, en
Entre la cibdad é la sierra está una cuesta do salen tretanto que el real se asentaba, é se facían é for
dos grandes fuentes; é los moros llaman Albohacen tificaban las estanzas que se habían de poner contra
á la cumbre de aquella cuesta. Los arrabales desta lo cibdad. Mandó ansimesmo al Maestre de Santia
cibdad son grandes, é puestos en circuito della, go, que entrase con sus batallas ordenadas á pió 6
pero no tienen tal cerca que los pudiese amparar, á caballo por medio de la huerta en derecho del al
porque es fecha de tapia baxa de casamuro. La cib cazaba. E al Marqués de Cáliz, é á Luis Fernandez
dad tiene el muro muy fuerte, é las torres del mu Puertocarrero, Señor de Palma, mandó que entrasen
chas é grandes, cercanas unas de otras; especial con sus gentes por la parte de lo sierra, é que fue
mente á la una parte tiene quatro torres albarranaa sen con ellos la gente de Costilla la viejo ó de las
DON FERNANDO É DONA ISABEL. 4tó
Asturias. É mandó á Don Rodrigo de Mendoza, é á disponer con voluntad á la muerte para darla al
Don Hartado de Mendoza, Adelantado de Cazorla, enemigo. É si los christianos pensaban ser vence
que eran capitanes cada uno de quinientos hornea dores por ser mayor número de gente, los moros
á caballo de la gente del Cardenal de España, é á no pensaban ser vencidos por la dispusioion de los
Don Sancho de Castilla é al Clavero de Calatrava, lugares do peleaban; é ansí los unos é los otros dan
que entrasen por otra parte, é que fuesen con ellos do é sufriendo feridas, duraron en la pelea por es
la gente de caballo é de pié de la cibdad de Écija, pacio de doce horas; en las quales ni los unos ni los
é del Adelantamiento de Cazorla. É por otra parte otros podían haber espacio pora recobrar las fuer
mandó que entrase la gente de caballo, é doce mil zas, porque también por las espaldas como por de
peones á pié de las Hermandades, cada quadrílla lante é por todas partes, ocurrían cada hora enemi
con su capitán. É mandó á Don Juan de Silva, Con gos que salian á ferir é guerrear. En este tiempo el
de de Cifuentes, que con la gente de caballo é de vencimiento entre los nnos é los otros fué variable:
pié de la cibdad de Sevilla entrase por otra pate. É porque muchas veces los christianos como vencedo
mandó á Don Gutierre de Cárdenas, Comendador res retraian á los moros en algunos lugares; é por
mayor de León, é á Don Diego López de lluro, que otras partes cansados é vencidos de estar tanto
con cierta'gente de las guardas é peonage del rey- tiempo peleando, se retraian y eran vencidos de
no de Galicia entrasen por la parte de la sierra que los moros; é no podían guardar bandera, ni estar á
es encima de la cibdad. É mandó á los Condes de gobernación de capitán, porque la díspusicion de
Cabra é de Tendilla é de Urueña, é al Marqués de los lugares les constreñía á pelear derramados é por
Aguilar, é á los otros caballeros é capitanes de su diversos lugares, sin tener orden de batalla. É ansí
hueste, que con sus gentes á pié é á caballo estovie- loa moroB como los christianos, andando sueltos
Ben repartidos por otros lugares contra la cibdad. acá ó allá, turbados de miedo, é algunas veces ocu
Como el Maestre de Santiago é los otros capitanes pados con Iob árboles, fuian de los suyos meamos,
é gentes entraron en la huerta con sus batallas or no conosciendo si eran amigos 6 enemigos. Y el
denadas, certificaban á sus gentes, que Dios median presuroso sonido de los tiros, é ballestas, é ribado-
te alcanzarían la victoria que deseaban, si acome quines y espingardas, y el alarido de los vencedo
tiesen con osadía é durasen en el esfuerzo. Los ca res, y el gemido de los vencidos é feridos, é la con
pitanes moros , recelando que si el real se ponia en fusión de las voces diversas en lengua é mezcladas
la huerta perderían la libertad que tenian para la unas con otras, turbaban é ponian tal espanto á to
entrada é salida en la cibdad, é que los ckristiarJbs dos, que ni sabían, ni podían ver quales eran los
habrían lugar de asentar el artillería bien cerca de vencedores, ni en qué partes, ni quales eran los
sus muros, amonestaban á los suyos que saliesen vencidos para los ayudar, por la turbación de la
fuera, é peleasen por el sostenimiento de su ley, batalla, é la grand espesura de los árboles y edifi
por la defensa de su tierra, por la guarda de sus cios que les impedían. En este espacio de tiompo
parientes, é por la vida é libertad de sus personas; Iob christianos ganaron algunas torree de las que
los quales decian no tener otro remedio, salvo aquel estaban en aquella huerta, otras había que guarda
que Dios les embiase, y el que sus manos les diesen ban los moros; é los christianos por ganar las que
con el esfuerzo de sus corazones. Los moros esfor tenian los moros, é los moros por recobrar las ga
zados con las amonestaciones de bub capitanes, se nados por los christianos, ofresciéndose á gran pe
dispusieron á echar fuera de la huerta i los chris- ligro, les ponian fuego. É oíause Iob clamores mise
tianos. E fecho el signo de las trompetas de la una rables de los que sufrían las llamas, é sonaban las
parte é de la otra, juntáronse por muchas partes de voces crueles de los que ponian el fuego; é ni los
la huerta las armas enemigas unas contra otras, é unos ni los otros podían en aquel peligro socorrer á
firicronso luego con los tiros de las lanzas y espin los suyos, por el impedimento de los árboles é bar
gardas é saetas; é por unas partes se comenzó la pe rancos que por todas partes habió. Algunos caba
lea á caballo, é por otras ¡i pié. Pero las muchas lleros é capitanee christianos, vista la desorden de
torres, los edificios de las casas, la espesura do los aquella batalla, quisieran retraerse de la huerta con
árboles, los azequias, é angostura de los lugares, sus gentes, salvo porque perdido el tino de la sali
daba mayor ventaja en la polea á los moros quo es da, eran constreñidos á durar en la pelea. La qual
taban á pié que á los christíanos quo estaban á ca fué tan cruel, que en todo el tiempo que duró, ni
ballo; especialmente porque conoscian las entradas los moros se retraian mostrando miedo, ni los chris
é salidas de las azequias é do los lugares angostos tianos dexaban la pelea con deseo de vencer. El
do habían de entrar para salir sin dallo. Visto por Rey estovo con todas las otras sus gentes á una
algunos de los caballeros é capitanes christianos parte de la huerta ayudando é proveyendo de gen
este inconviniente, mandaron que se apeasen mu tes de pié é de caballo, y esforzando á los suyos do
chos de Iob escuderos, é Be juntaacn con los peones. era menester. Pero estaba en gran pena, porque con
Estonces la gente del peonage, favorecida con los el impedimento de los árboles é torres no podia ver
escuderos que Be apearon, ovieron mayor esfuerzo ni proveer á todas partes. Al fin plogo á Dios en
para pelear, é los christianos cometiendo con osadía este tan peligroso descrimen de batalla, dar tan
é los moros resistiendo con esfuerzo, encendióse en buen esfuerzo á los christianos, que durando en el
tro ellos la pelea' tan cruel, que cada uno parecía trabajo que sufrieron peleando, cansaron á Iob rao
486 CRÓNICAS DE LOS REYES DE CASTILLA.
roe, 6 los ficieron retraer á un lugar que toman for
talecido de palizadas entre la huerta é los arrabales, CAPÍTULO OVIII.
el qual impedia á los cbristianos que no los pudie
sen mas adelante seguir. Como se levantó el real de la huerta de Baxa, é se atenta donde
primero estaba.
Como Iob moros fueron retraídos, los cbristianos
por mandado del Rey ficieron muy presto estatizas El asiento del real , que según habernos dicho se
fortalecidas con grandes palizadas, bien cercanas á puso en la huerta, fué trabajoso, porque la espesura
las defensas que los moros tenian fechas; en las de los árboles é los barrancos grandes, impedían el
qnales mandó el Rey poner gentes que las guarda asiento de las tiendas de tal manera, que á gran
sen, é mandó luego allí en la huerta asentar su real. pena se fallaba lugar donde buenamente se podie-
Murieron é fueron feridos en aquella batalla al sen armar. É porquo estaban cercanas á las estanzas
gunos de los christianos ó de los moros: especial de los enemigos dondo se podría recrescer peligro
mente fué allí muerto un capitán principal de los á los del real, mandó ol Rey que las guardas de
moros, home esforzado, que se llamaba Reduan Za- aquella noche fuesen fornecidas de mas gentes, ó
farja, por cuya muerte los de la cibdad mostraron quo se repartiesen en tres lugares. É allende de los
gran sentimiento; falláronse muertos muchos ca caballeros é peones que estovieron en las guardas,
balleros. Derribaron los moros con un búzano el fué necesario quo la otra gente de la hueste esto-
brazo al Alférez de una batalla de las del Cardenal, viose armada; porquo los moros no cesaron toda la
que se llamaba Juan de Perea , sobrino del Ade noche de salir é acometer á los cbristianos, veces
lantado Rodrigo de Perea. É Don Rodrigo de Men por unas partes, veces por otros, tirando saetas y
doza, fijo del Cardenal, que después fué Marqués de espingardas, é cometiendo con ellos escaramuzas.
Zenete, capitán de su hueste, vista la bandera en Otro dia por la mañana, visto por el Rey el trabajo
perdición , como quiera que fuese mozo é aun no é peligro quo sus gentes aquella noche en la guarda
experimentado en fecho de las armas tan peligroso; del real ovieron, y el que dende en adelante se es
pero su inclinación, que en aquella hora pareció ser peraba si allí estoviese, ovo consejo con los caba
de home esforzado, le fizo avivar. É sufriendo los lleros é capitanes do su hueste sobre el remedio que
tiros de ballestas y espingardas que por todas par cerca de este inconvinieute se debía poner. É todos
tes le tiraban, recobró su bandera, ó fizo tener que los mas acordaron que el real se debía quitar do la
da su gente, é ir adelanto poleando contra los mo huerta, porque la gente de armas no podría sufrir
ros. El Maestre de Santiago sufrió grandes peligros ei trabajo que se recrecía, ansi en las guardas, como
é trabajos peleando por su persona y esforzando su en las peleas que los moros continamente movían.
gente, especialmente por la guardar que no reci El Rey, visto aquel acuerdo, mandó que se alza
biese el daño grande que él y ellos recibieran de los se, é se asentase en el lugar donde primero estaba.
moros por causa de la grand espesura de los árbo É por escusar la pelea peligrosa que entre los árbo
les. Otrosí el Marqués de Cáliz é todos los otros ca les é barrancos se podia mover por los moros si ve-
balleros é capitanes, trabajaron peleando en aquella yesen alzar el real, mandó que ninguna tienda se
facienda tanto, quo podían alcanzar la victoria que desarmase, fasta que todo el fardago fuese sacado
en aquel dia plogo á Dios do les dar. de la huerta; y entretanto mandó fornecer de gen
Otras particularidades é casos grandes acaescidos tes las estanzas que estaban contra las palizadas é
en esta batalla dexamos de recontar, porque ningu albarradas de los moros. Y el Rey con toda la otra
na razón de palabras podría igualar con la grande gente de su hueste se puso al rostro de la cibdad,
za de los fechos que en ella pasaron. Pero puédese fasta que todo el fardage é las tiendas fué levan
bien creer por los que este fecho de armas leyeren, tado del lugar do estaba, é asentado do habia de
é consideraren el lugar do acaeació, y el ánimo que estar. Como el real fué puesto, luego se retraxo el
los cbristianos tovieron para ofender, y el esfuerzo Rey con todas sus gentes, é ansimesmo desampara
que los moros cobraron para defender, que pocas ó ron las estanzas aquellos que las tenian cercanas á
ningunas batallas se leen haber acaescido do tanta los arrabales.
gente y en semejante lugar concurriese, é que tan Visto por los moros que los cbristianos desampa
cruel é peligrosa fuese é tanto durase, como la que raban las estanzas que tenian, salieron contra ellos
en este dia ovo este Rey Don Fernando; especial por muchas partes á pié é á caballo con tiros de
mente porque, según el lugar do acaeació, ni los saetas y espingardas, é arremetiendo é tirándoles
cbristianos podieron haber entera gloria del venci lanzas. Pero los christíanos, que en semejantes ca
miento, ni los moros gran caida por ser vencidos. sos conoscian la manera de pelear de los moros;
Después que los moros fueron retraídos, dexada recelando el inconviniente por venir, é proveyén
la tristeza que debian tener por sus amigos muer dose antes que viniese, salieron de las estanzas or
tos, y encendidos de ira contra los enemigos vivos, denadamente faciendo algunas vecea rostro á los
tornaban á salir de sus estanzas á pelear con los moros, otras veces siguiéndolos fasta loa meter en
cbristianos]; salvo que la oscuridad é la gente que sus albarradas; é ansí podieron salir de la huerta, é
el Rey mandó estar toda la noche armada é junta dexar las estanzas que tenian sin daño suyo. Des
con bus arrabales, les refrenó la osadía que mostra pués que el real so asuntó fuera de la huerta, el Rey,
ban tener. considerando como estando apartado de la cibdad,
DON FERNANDO tó DOÑA ISABEL. ■ .' 48?
loa moros podían salir y entrar libremente en ella, ver de aquel lugar, fasta lo tomar ; é reprehendían
quiso saber de los caballeros é capitanes que con él á aquellos que consejaban al Rey que alzase el real.
eran lo que se debia facer para que estoviese oer- Algunos otros de su consejo que eran de voto con
cada, de manera que los moros estoviesen oprimi trarío , dizeron al Rey que el cerco no se debia al
dos é no toviesen aquella libertad que tenian. Sobre zar, pues ya era puesto, porque los moros de aque
lo qual ovo diversos votos en su consejo; porquo lla cibdad, é los do las cibdades de Guadiz é Alme
algunos dizeron, que no solamente habia fecho ría, é de todas aquellas comarcas, é también los de
buen acuerdo en mudar el real, mas que lo faria la cibdad de Granada, pensando que por flaqueza
mejor si mndase el consejo que ovo de cercar aque que habia, ó por algún otro peligro que se recelaba,
lla cibdad , considerando el lugar do es asentada, el Rey mandaba alzar el real, cobrarian orgullo
é la huerta, y edificios, é torres, é azequias, é cues oreyendo ser victoriosos ; é que vista la absencia
tas, é barrancos, é albarradas, é otras fortalezas de del Rey, se juntarían según otros veces han feoho,
que por natura é por artificio está fortalecida por é cercarían alguna villa ó castillo de las que son en
todas partes, é la mucha gente de los moros que la aquella comarca, á la qual seria necesario socorrer.
guardaban. É que seria dificile con la gento que E que páralos semejantes socorros no todas veces
bIH estaba, annquo pasaba de cinqüonta mil com se fallan las gentes é los otros aparejos necesarios
batientes, cercarla como debia sor cercada, para que oslando el Roy absonte, como estando sobre aque
ninguno saliese della ni ontraso, salvo con mayor lla cibdad, donde toda la mas ó mejor gente de
copia de gonto. Allende dcsto decían, quo segitn la guerra que habia en todo el reyno de Granada es
información que el Bey tenia do los mantenimien taba junta. Allende dcsto decían, que 4 todos era
tos é gente de guerra que estaba dentro, era me notorio como los moros de la cibdad de Granada
nester mucho tiempo é gran suma de dinero para deseaban victoria á los de Baza, é que les ayuda
durar en aquel cerco, é que en los muchos días po rían con todas sus fuerzas, salvo por el defendi-
drían nascer tales necesidades, que constriñesen á miento quo el Rey mozo que estaba en el Alhambra
alzar el real. É por tanto que era mejor alzarlo les ponia. Pero que su resistencia no ternia en esto
agora sin dallo, que después con algunos inconvi- caso tanta fuerza con ellos, para que si veyesen
nientes; é que les parescia que se debian fornecer victoriosos á los de Boza no les ayudasen publica
de gentes de caballo é de pié las fortalezas de Ca mente con gran multitud de moros, como agora les
nillas, é Benzalema, é Benamaurel, é Cúxar, é Froy- ayudan de secreto con alguna poca gente é con to
la, é Bacos, é Cúllar, que el Rey tenia en circuito dos los avisos que pueden ; é que esforzándose en
de aquella oibdad para que la guerreasen por todas este pensamiento, tomarían armas, é mostrarían
partes; é que en aquella manera se podria decir que clárala amistad que tenian á sus moros, é la ene
estaba cercada la cibdad de Baza, mejor que estan mistad encubierta que tenian á los ohristianos : lo
do allí el Bey con sus gentes, donde consumido el qual seria oausa quo la conquista comenzada se di
tiempo y el dinero é trabajada la gente, habia poca latase por mas tiempo : por ende decían que consi
esperanza de se ganar. B que debia de ir á conquis derados bien estos inconvinientes, el cerco comen
tar las villas de Tabernas é Purchena, é otras algu zado sobre aquella cibdad se debia continar, é que
nas que son en la comarca, las quales se podian ante todas (¡osas se debia talar la huerta que tiene
haber con mayor certinidad é menor trabajo; é ha en circuito ; porque escombrando el campo á los
bidas, se pornian en tal aprieto las oibdades de Al moros, se quitaría la defensa que tenian con la es
mería é Guadix, que soyondo otro afio taladas é pesura do los muohos árboles, é los ohristianos ter-
guerreadas por todas partes, vernian mas con fuer nian libertad do ver las salidas y entradas de la
za de hambre que con fuerza de armas á la subje- cibdad para las resistir. E que talada la huerta é
cion del Rey é de la Reyna, según que otros luga puestas estanzas en los lugares convinientes, se po
res habían fecho. dria quitar la salida y entrada á los moros. E como
Después que el voto destos fué oido é platicado, qnier que para esto se requería mucho trabajo, 6
el Rey, movido a piedad do sus gentes por los tra algún tiempo, é grandes costas, é mas gente de la
bajos é peligros que habían pasado ó creía que 80- que allí estaba, pero que se nolaria á mengua, si un
fririan en aquel cerco si allí durase, é la dificultad Rey tan poderoso, por escusar trabajo é por falta de
grande que habia en los caminos por do se habian dinero, dezasede continar la empresa que habia co
de traer las provisiones á su real, determinó de lo menzado. E decian, que en muy poco se debian esti
mandar alzar, é poner guarniciones en las fortale mar los trabajos habidos por respecto de virtud, ma
zas que estaban en circuito de la cibdad. yormente teniendo esperanza, que mediante aque
Esta humanidad conoscida en el Rey, inflamó la llo se puede haber el fin deseado. E sobre todo esto
afición á las gentes de la hueste, para se disponer decian que debia consultar á la Reyna, que tenia
mas por su servicio á los trabajos é peligros que en cargo de dar órden en el proveimiento de la guer
el cerco se podrian haber. E porque los moros pon- ra, para haber su parescer cerca de las cosas que en
snrian haber alcanzado victoria si el real so alzase, la contínaoion de aquol cerco eran nocosarias.
estaban descontentos , é comenzaron á murmurar El Rey, vista la voluntad que la gente de su
por todo el real diciendo, que tan gran hueste é con hueste tenian, é las razones que decian aquellos de
tanto trabajo llegada, no se debia derramar ni mo su consejo porque el real no se debia alzar, ambló
m CRÓNICAS DE IOS REYES DE CASTILLA.
4 decir i la Reyna lo» votos qne para lo uno é para espacio de media legua, si fuesen pof medio de la
lo otro había en bu consejo ; porque en diez horas cibdad do era el camino derecho. Pero porque con
por las paradas que tenían puestas, era informada venia ir rodeando apartados de la cibdad en cir
de todas las cosas que en el real pasaban. La qual cuito de la huerta podria haber fasta una legua,
embió á deoir al Rey é á los Grandes é Caballeros de manera que con gran dificultad podria socorrer
que estaban en su consejo , que cerca del continar la gente de un real al otro ; é por esta causa mandó
6 alzar el oeroo de sobre la cibdad de Baza, no en el Rey facer grandes cavas, é palizadas, é otras de
tendía dar determinación alguna, é que lo remitía fensas en ambos reales , porque la gente estovieso
á lo que el Rey en su consejo acordase con los ca mas segura. Asentados estos dos reales, el Bey
pitanes é caballeros que estaban en su hueste. Pero mandó talar la huerta ; é como quier que paresció
que si acordaban de continar el real sobre aquella cosa trabajosa por ser grande, é por los muchos ó
cibdad según que al principio todos conformes lo gruesos árboles que en ella habia, pero luego se
habían acordado, ella con el ayuda de Dios daría puso por obra, é dio el cargo principal á Don Gu
orden para que fuesen bien proveídos de gentes , ó tierre de Cárdenas, Comendador mayor de León,
dineros, é provisiones, é de todas las otras cosas que para que ficíese aquella tala.
fuesen necesarias fanta que aquella cibdad se to Sabido por la Reyna como el Rey deliberaba de
mase. continar el real, é que mandaba facer ¡la tala de la
huerta, mandó ir luego las gentes é ferramientas que
CAPITULO OIX. fuá necesario para la facer, é la forma como se fa
cía era ésta. El Rey mandaba estar al rostro de los
Como el Rey mandó talar la huerta de Bata.
moros dos mil bornes de caballo é cinco mil peones,
Vista la respuesta que la Reyna embió, luego el allende de la otra gente que estaba por guarda en
Bey acordó do continar el cerco que tenia puesto lo alto de la sierra que descubría toda la cibdad.
■obre la cibdad de Baza, porque ansí él, como to En las espaldas de la guarda andaban quatro mil
dos los de su consejo, consideraron que aquellas co peones talando con destrales por el pié todos los
sas que la Reyna ofrescia son las principales que árboles. Y entretanto que se facía la tala, los mo
sostienen las guerras. ros salían contra la una guarda de la sierra é contra
Sabido por las gentes de la hueste el aouerdo la otra que estaba puesta al rostro de sus estanzas;
que el Rey ovo do permaneBcor en aquel sitio, cosa é talando é polcando, duró esta tula quarenta dias,
fué por cierto maravillosa de ver oomo la tristeza porque la grosura y espesura de los árboles facían
que todos tenían porque se alzaba el real, se con tan gran impedimento á quatro mil taladores, que
vertió luego en alegría tan grande, que paresciu con gran trabajo podían escombrar diez pasos cada
cada uno tener la victoria delante ; é loaban de lea- día. Eu este tiempo ningún dia falleció que los
Ios y esforzados á los que habían dado el consejo moros no saliesen dos veces á escaramuzar con los
para que el real durase ; é decían haber seydo mal christianos, veces por dos, veces por tres, é veces
consejo sacarlo de la hnerta, porque estando en ella por quatro partes; y en estas escaramuzas oaian
como al principio se puso, los moros estaban cer muertos é feridos también de los unos como de los
cados é tan oprimidos, que no tenían lugar de salir otros. E como quier que los moros recebian los mas
ni entrar en la cibdad. E decían, que se debían dis dias el mayor daño, pero no pareada falleoerles el
poner á todo trabajo , para lo tornar á poner do esfuerzo otro dia para salir á las peleas. Aoabada
primero estaba. en estos dias de talar la mayor parte de la huerta,
El Rey, considerando el gran peligro qne habia paresció mas clara la cibdad ; pero el circuito era
ai el real se tornase á poner en la huerta, dexados tan grande é de tantas concavidades é cuestas de
todos los votos que sobre esto se daban en su con tildan partes, que ni los dos reales, ni menos las
sejo, mandó luego asentar dos reales sobre aquella guardas qno do dia é do noche estaban á pié é á ca
cibdad. En el uno mandó que estovieso el artillería ballo, podían bien impedir la salida y entrada á los
é todos los pertrechos que se traían en la hueste moros en la cibdad. Visto que con el gran trabajo
para combatir , y en esto real mandó que se apo que las gentes sufrían en las guardas, los moros no
sentasen el Marqués de Cáliz, y el Marqués de Aguí- estaban oercados según debían, el Rey acordó de
lar, y el Conde de Urueña, é Don Alonso de Aguí- facer una gran cava é palizada que llegase del un
lar, Señor de Montilla, é Luis Fernandez Puerto- real donde él estaba, fasta el real do mandó estar
carrero, Señor de Palma, é los Comendadores do la artillería ; y en esta cava se fizo una gran pali
Alcántara ó Calatrava, ó Francisco de Bovadilla, é zada con los árboles que fueron talados de la huer
Juan de Almaraz con las gentes de sus capitanías, ta ; é por mas la fortificar, mandó el Rey traer las
é otras gentes de las Montañas ó de las Provincias aguas que descendían do la sierra para que corrie
de Vizcaya, é Guipúzcoa, é del Royno de Galicia. sen por medio dolía. E allende desto, porque toma
En el otro real estaba el Rey con todos los otros ba circuito de una legua , y era necesario copia de
caballeros á gentes de su hueste ; y en medio des- gente para la guardar, mandó edificar en ella
tos dos reales estaba la cibdad, é de la otra parte quince castillos de tapias con sus torres é almenas
estaba la sierra alta, é de la otra parte de lo llano do esto viesen las gentes que la guardasen. Estos
estaba la huerta, é podía haber del un real al otro castillos estaban derramados por la cava, é podía
DON FERNANDO É DOÑA ISABEL. 489
haber de castillo á castillo trecientos pasos. El un | é ansimesmo estar siempre armados, ó prestos para
castillo mandó guardar á Bonifacio , capitán de la la pelea que los moros les movian por estorbar que
gente de Burgos, é otro mandó guardará Juan Car no se ficiese. Esta cava tomaba en circuito de la
rillo con gente de Castilla la Vieja ; otro á Anto sierra andadura de dos leguas ; en la qual convino
nio de Arévalo, capitán de la gente de Guadalaxa- facer dos grandes é muy anchas paredes, fortifica
ra ; otro á Pedro de Ayala, capitán de la gcnle de das con piedras, é tierra, é madera ; y entre estas
la Provincia de Castilla, que es de la Orden de San dos paredes habia una callo de quatro pasos en an
tiago ; otro á Alonso de Barahona con gente del cho, á fin que la gente que estoviese en esta calle
Arzobispado de Toledo ; otro á Alonso Alvarez de toviese la una pared por defensa contra los moros
Avila con gente de la cibdad de Toro ; otro á Juan que quisiesen salir de la cibdad, é la otra pared con
de Villacortes con la gente de la cibdad de León; tra otros qualesquier que quisiesen venir de fuera
otro á Pedro de Gamarra, capitán de la gente de á los socorrer. Y en este edificio, que fué grande,
Murcia ; otro á Antonio de Morales con la gente de aquellos diez mil peones continamente trabajaban,
la cibdad de Zamora ; otro á Francisco de Bovedi unos en traer piedras, otros traían madera, otros
lla con gente de la cibdad de Córdoba ; otro á Juan cavaban, otros tapiaban.
de Calatayud con gente do la cibdad de Cuenca; Este Comendador mayor puso tal diligencia, que
otro á Juan de Robres con gente de la cibdad de como quier que fué gran obra, se acabó en pocos
Xerez ; otro á Antonio de la Pena con gente de la dias ; de manera que la cibdad estaba cercada por
cibdad de Truxillo ; otro á Hernando de Barradas todas partes, que ninguno podia salir ni entrar en
con algunos escuderos de las montañas ; otro man la cibdad. Pero dentro de aquel circuito, los moros
dó guardar á Bornardino de Lcrma con gente de la todos los dias salian á pelear , veces con las guar
cibdad de Soria. E con esta cava é palizada que das, é otras veces salian á combatir é guerrear á
llegaba del un rea) al otro , en la qual estaban fa los que estaban en los castillos. E porque algunos
bricados estos quince cantillos, la cibdad estaba dias poleaban por tres ó quatro partes, convenia
cercada toda por la parte de lo llano, que nin que toda la gente del real estoviese armada para
guno podia entrar en ella ni salir. E por la parte socorrer á las guardas, é á los quo guardaban los
.de la sierra mandó el Rey facer otro castillo, en castillos, é á las gentes que facian las paredes por
el qual mandó estar á Bernal Francés con la gente encima de la sierra.
de caballo é de pié que estaba en su capitanía. Y
en el campo que habia entre la cibdad é la cava CAPÍTULO CX
donde estaban estos castillos, ordenó el Rey que es-
toviese una guarda de gente do caballo é de pié; é Como el Rey acordó en el rcil de Data do tomar la fuente que
estaba debaxo del Albohaeen, 6 lo que loa moros fleicron.
por la parte de la sierra cerca del castillo que guar
daba Bernal Francés, mandó estar una guarda ; é Durante el tiempo que las cavas, é palizadas, é
con estos guardas que se mudaban do dia é de no castillos se facian en todo el circuito de Baza, ansí
che, la cibdad estaba mejor cercada por aquellas por lo alto de la sierra, como por lo llano do es
partes. Pero los moros tenian libertad por la parte taba la huerta, algunos moros salian é se venían
de la sierra de ir á qualquier parte que quisiesen, é al real, los quales avisaban al Roy del estado de la
los mas dias por aquella parte salian de la cibdad, cibdad, é de las otras cosas que entre los moros
é tomaban bueyes é bestiaB, é captivaban bornes de pasaban. E algunos decian que habia división en
los que salian del real por provisiones, porque los tre ellos, porque algunos amonestaban al caudi
guardas no podian guardar tanta distancia de tier llo é á los capitanes , quo ficiesen partido con el
ra, que resistiesen á los moros la guerra que facian. Roy, é que habiendo seguridad para los bienes , é
Visto por el Rey este inconviniente, mandó que libertad para las personas, le entregasen la cibdad.
se ficiese una cava é palizada, ó que se consiguiese Decían ansimesmo, que los mantenimientos se les
con la otra que estaba fecha en lo llano, é subiese disminuían, é que no tenian ya carne, ni sal, ni
la sierra arriba, é cercase la cibdad por aquella par aceyte; é que el pan que tenian no les podia durar
te de lo alto, como estaba por la parte de lo llano ; veinte dias. Otros decian , que tenian bastimento
de manera que ni los moros podiesen salir fuera do para dos meses ; de manera, que cerca de la provi
aquel circuito, ni otros podiesen entrar on la oibdad sión que tenian en la cibdad no so pudo saber por
á los socorrer. E dio el cargo de facer esta oava al el Rey la verdad, por las variedades que los moros
Comendador mayor de León , que habia fecho la que cada dia se pasaban al real decian. Pero todos
cava en lo llano , é mandóle dar diez mil peones concordaban, que si lafuento que estaba debaxo de
para la facer. E ste caballero con esta gente, puso la cuesta de Albohaeen se tomase, la cibdad pade
en obra el mandamiento del Rey, é duró en facer cería gran falta de agua, é allende delamengua, los
aquella cava otros dos meses ; porque los peones moros estarían tan apremiados, que no podrían de
no podian facer su obra todas horas, con el impe fender la cibdad. El Rey, habido consejo sobre los
dimento que los moros les daban con las escaramu avisos que daban los moros, deliberó de tomar por
zas é peleas que movian contra el Comendador ma oombate aquella cuesta de Albohaeen ¡ porque
yor é contra los que con él estaban ; á los quales aquella tomada, se defendería la fuente á los mo
convenia solicitar á los peones que facian la cava, ros que no se podiesen aprovechar dolía. E para dar
49(> CRÓNICAS DE LOS REYES DE CASTILLA,
este combate mandó facer un castillo de madera,
el qual se habia de llevar por piezas, é armarse bien CAPÍTULO CXI.
cerca de aquella cuesta de Albohacen, é poner en
él gente que defendiese á los moros la salida, en Del desbarato que algunos caballeros que salieron a el real de
tretanto que en aquella cuesta se fundaba otro cas Baia UcicroD cti los moros de Guadix; 6 do las cosas que pasa
ron en Granada.
tillo de tapias.
Otrosi fué necesario talar algunos árboles , que Estando el real asentado sobre la cibdad de Ba
impedían el paso de la gente , é de los pertrechos za , los moros que habernos dicho que estaban en las
quo so habian de llevar para el combate. E mandó fortalezas del Padul é Alhedin, é algunos otros de
el Rey al Comendador mayor de León Don Gutierre las cibdades de Guadix é Almeria, salían á facer
de Cárdenas , que con cierta gente de caballo é de guerra en los lugares que estaban en la obediencia
pié estoviese en la guarda de los peones que habian del Rey é de la Reyna, é llevaban cavalgadas de
de talar aquellos árboles. Como la tala se comenzó ganados é prisioneros. Ansimesmo algunos de los
é los moros lo sintieron, luego salieron con sus ba caballeros christianos salían del real, é iban á guer
tallas ordenadas para la defender. E los christianos rear los moros á los lugares do eran avisados que
por amparará los taladores, é los moros por defen podían haber presas.
der que no se fíciese la tala, comenzóse la pelea en Acaesció en aquellos días, que algunos mancebos
tre los árboles é ramblas que habia en aquel lugar. fasta trecieutos de caballo, é docientos peones de
El Comendador .mayor, vista la ventaja grande los que estaban en el real, con ánimo de ganar hon
que el lugar daba á los moros para pelear , acordó ra ó haber provecho, Be juntaron con Don Antonio
de retraer la gente, é dexar de facer la tala. E por de la Cueva , fijo del Duque de Alburquerque, ó con
que retrayéndose los que estaban á caballo podrían otro caballero que se llamaba Francisco de Bazan,
Tecebir mayor daño do los moros , apeóse , é mandó informados de algunos adalides, que podrían facer
á todos que estaban á caballo que se apeasen ; é pe presa en ciertas aldeas cercanas á la cibdad de Gua
leando, é retrayéndose paso á paso, veces firiendo dix, fueron á aquellas partes, é tomaron algunos ga
en los moros, veces sufriendo sus fuerzas é tiros nados é prisioneros. E como venian con la presa,
desvió la gente de aquel lugar con menor daño que salieron contra ellos por mandado del Rey moro que
pudo. E ansi como habia moros que de la cibdad se estaba en Guadix fasta seiscientos moros á caballo
pasaban al real , ansi bien habia algunos malos é á pié para les defender la presa. Algunos de los
christianos, que dexaban el real ó se pasaban á los christianos, quando voyoron los moros ser en mayor
moros, é los avisaban que en el real habia mengua número quo ellos, decían que debían dexar la caval-
do gente , é que no pagaban sueldo ; é les contaban gada ó salvar sus personas, pues lo podían facer
otras faltas del Real , que les daban esfuerzo, é les buenamente ; é que no debían pelear con los moros,
facían estar constantes en la defensa de la cibdad. ansi porque estaban en tal lugar que la pelea sería
Especialmente los avisaron del consejo que el Rey á ventaja de los moros, como porque olios é sus ca
ovo de tomar aquella cuesta de Albohacen , por im ballos estaban cansados de dos noches é dos días
pedir á los moros el agua que cogían de la fuente que habían andado trabajados por haber la presa
que estaba cerca ; é que para lo poner en obra ha 'que llevaban ; é que se pornian en aventura de se
bía mandado armar un castillo de madera. Como perder , si esperasen la pelea con los moros que sa
los moros ovieron este aviso, conociendo que si lían de refresco. Los capitanes esforzaban la gente,
aquella cuesta fuese tomada , ellos estarían oprimi é amonestábanles que volviesen é peleasen con los
dos , ó no podrían Balir do la cibdad ni guardarla moros, porque mayor seguridad habrían mostrando
de dentro como debían ; acordaron de fabricar on esfuerzo é peleando, que retrayéndose para dar lu
ella un castillo do tapia. E luego la primera uocho gar á los enemigos que los síguieson; especialmente
que lo sopieron, pnesta gente de armas en la delan porque on el alcance todos los peones que llevaban
tera , comenzaron á tapiar sin que se podiese ver serian perdidos.
por los del real la obra que facían. E luego por la Estas amonestaciones de los oapitanes no esfor
mañana se vido fecho un circuito de tapias , donde zaban muoho á aquellas gentes, porque eran homes
pusieron un capitán con ciertos moros para las de allegados de unas partes é de otras , é no eran de
fender; las quales estaban en tal lugar, que no so sus casas proprias, ni les daban sueldo que les obli
podía combatir salvo á gran daño de los christia gase a servir. T estos tales usando de su libertad,
nos ; é luego la noche siguiente continaren su edi no pensaban obedescer peleando , sino salvarse fu-
ficio. Ansi edificando en las noches ficieron un cas yendo. Otros algunos habia, que doliéndose de como
tillo de tapias en aquella cuesta de Albohacen , de los peones christianos se perderían si los desampa
donde defendían su fuente , que los christianos no rasen , decían que debían facer rostro á los moros,
eran parte para quitalles el agua. é pelear con ellos. E ansí estos como los oapitanes,
amonestaban al alférez que volviese la bandera , é
fuese con ella adelante contra los moros que venian
ya cerca. E porque habia entre ellos diversas volun
tades , el Alférez dubdaba de ontrar en los moros
con la bandera , según que los mandaban los capi
DON FERNANDO É DONA ISABEL. 491
tañes. Vista esta división por un escudero que eta defensa dolía, oran muertos, doliéndose de sus da
de las guardas del Bey é de la Royna, Alcayde de ños pasados, é deseando remediar los por venir, acu
la fortaleza del Balar, que estaba en aquella compa saban la negligencia de los principales de la cibdad,
cta , que se llamaba Hernán Pérez del Pulgar (1), é decíanles en secreto que veían á sus enemigos ma
homo de buen esfuerzo, tomó una toca de lienzo, é tar á sus amigos de su ley é de su sangre, é que mi
atóla en su lanza por vía de ensena, é dixo á aque raban como eo perdia su tierra, é que tenían pacien
llos caballeros : «Señores ¿para qué tomamos armas cia para lo sufrir. Otrosí les deoian que Dios estaba
i) en nuestras manos , si pensamos escapar con los ayrado contra ellos por sns divisiones , que les ha
i) pies desarmados? Pocas veces se ve vencido el bian fecho perder la tierra é la libertad , é amones
i) esfuerzo. Oy veremos quién es el home esforzado, tábanles que despertasen é no callasen sus males
i) é quién es el cobarde ; el que quisiere pelear con como fasta aquí habian fecho , é con el ayuda del
» los moros , no le fallescerá bandera si quisiere se- poderoso se remediasen , é fuesen á ayudar á su san
sguir esta toca. » E diciendo estas palabras, volvió gre, pues se derramaba por salvar á todos ellos; por
su caballo con aquella seña contra los moros. E to que si los de la oibdad de Baza se perdían, ningu
dos los caballeros como voyeron aquello ; dellos mo na esperanza habia de remedio. Estas, é otras cosas
vidos de su voluntad , dollos vencidos de vergüen semejantes andaban diciendo en la cibdad , por al
za, siguieron aquella toca mirándola por bandera, borotar al pueblo contra ol Rey moro que estaba en
y entraron en los moros ó polearon con ellos. Los el Alharabra, para lo matar, é para ir gran multi
moros, viBto que los christianos mostraban esfuerzo tud do moros á Guadix, 6 donde socorrer á Baza.
para pelear , á los primeros encuentros se pusieron El Rey moro que estaba en Granada , sabido este
en fuida , é los christianos los siguieron, matando é alboroto , fizo pesquisa por saber quien eran los que
firiendo, é captivando dellos, fasta bien cerca de lo movian ; é sabida la verdad, prendió á los princi
la cibdad de Guadix. Fueron muortos aquel día fas pales quo predicaban por el pueblo estas cosas, é fi
ta quatrocientos moros , que fueron despojados en zóles cortar las cabezas ; é con aquella justicia que
el campo por los christianos. Habida esta victoria: fizo , puso sosiego en toda la cibdad que estaba al
vinieron en salvo para el real con ln cavalgada que borotada. A este Rey moro proveía la Reyna cada
tomaron. El Rey, informado como habia pasado mes de dineros para el mantenimiento suyo é de los
aquel fecho, armó caballero á aquol Alcayde de Sa que con él estaban ; é por su respecto el Rey é la
lar , é por memoria de su buen esfuerzo , le dio li Reyna dieron seguridad á todos los de Granada,
cencia para traer por armas una lanza con una toca para que saliesen libremente áfaoer sus labores por
atada en el cabo dolía, que fué la bandera de aquel el campo, é iban con sus mercadurías seguramente
vencimiento, por memoria do ol buen esfuerzo quo por todo el royno do Castilla.
ovo aquel dia. Los moros de Guadix , veyondo quo
su gente por todas partes se disminuía , é que si la OAPÍTDLO OXII.
cibdad de Baza se tomaba , la tierra toda se perde
ría, acordaron de embiar gente de caballo é de pié, De la embaxada qne el Gran Soldán emhid al Papa , sobre esta
conquista de Granada que el Rey 6 la Reyna facían.
é con gran requa de fariña é de otras cosas necesa
rias, pensando que podrían entrar de noche con to Los moros del Reyno do Granada, visto que la
do ello en la cibdad para la bastecer. E como el Rey guerra contra ellos se continaba , é las tierras que
lo sopo por las guardas y escuchas que estaban los años pasados habian perdido ; pensando ser re
puestas por su mandado en los caminos, luego man parados en lo porvenir, embiaron su embaxada al
dó al Conde de Tendilla é al Conde de Uruefia, que Gran Soldán , faciéndole saber de la guerra que el
saliesen al encuentro de los moros, para que les de Rey é la Reyna habian movido contra ellos, é que
fendiesen la entrada en la cibdad. Los moros quan- rellándose á él gravemente de las opresiones é cap-
do sintieron la gente de los christianos que venian tiverios , é guerra cruel que sus gentes por su man
contra ellos, acordaron devolver á la cibdad do dado continamente les faoian , é de las cibdados, é
Quadix con la requa que traian; pero' los christia villas , é castillos , é fortalezas quo les habian to
nos no podieron tanto guardar el campo, que algu mado, é cada dia pugnaban por tomar, écomo los
nos moros no entrasen en la cibdad , andando por habian lanzado fuera de sus casas é tierras , que ellos
los caminos é veredas ásperas que sabian de aque é sus antepasados largos tiempos habian poseido.
lla sierra. Otrosí algunos moros de la cibdad de Por ende que le suplicaban que les diese ayuda para
Granada, visto que el cerco de la cibdad de Baza recobrar lo perdido é para no perder lo que les que
se continaba, é oídas las escaramuzas é batallas daba, é que si aquella ayuda por agora no les po-
que se habian en aquel sitio, donde muchos de los diese dar, les escribiese que los dexasen estar en sus
moros é algunos de los principales que estaban en cibdades , é villas, é tierras libremente, según que
estovieron ellos 6 sus antepasados de largos tiem
(1) Este Hernán Pcret del Pulgar, llamado el de las liazaBaj, pos á esta parto.
Toe el mismo que despurs escribid y dedicó al Emperador Car El Gran Soldán, oida ostaombaxada, mandó á dos
los V nn brere Sumario de los Hechos del Gran Capitán, confun Frayles del Sepulcro Bando de Jorusalem de la Or
dido de muchos escritores con nuestro Cronista, y hasta ahora de
ninguno que jo sepa perfectamente distinguido ; de esto se ha ha den de Sant Francisco , quo viniesen á Roma al
blado mas largamente en el Prólogo. Sancto Padro con sus cartas ; por las quales le em
*M CRÓNICAS DE LOS REYES DE CASTILLA.
bió á decir, como había sabido que el Rey é la Rey simesmo trataban bien á otros muchos moros qne
na de España que es en la parte de Europa, habían estaban derramados en sus reynos, é tierras , é pro
movido guerra contra loe moros del Reyno de Gra vincias que viven so su imperio , é conservan sus
nada que confina con sus señoríos , é que habían re- personas en toda libertad , é poseen sus bienes li
cebido dellos grandes agravióse sinrazones, tomán bremente, é los consienten vivir en su ley con toda
doles sus villas é cibdades , é apremiándoles que sa esencion , sin les facer premia ; é que esta conser
liesen fuera de sus casaB, é captivándolos, é tomán vación ó libertad habían guardado i los moros de
doles sus bienes, é faoiendo contra ellos otras gran algunas cibdades é villas é tierras de aquel Reyno
des crueldades ; é que aquello era contra toda hu de Granada, que habían querido estar debaxo de su
manidad natural , porque bien sabia el Padre Santo imperio , é gozarían de ella con todos los que qui
como en sus tierras ó señoríos había gran copia de siesen estar; pero que á los otros rebeldes, é á aque
christianos que vivían so su imperio, los quales eran llos que tiránicamente presumen de poseer la tier
conservados en su ley, é guardados en sus bienes ra que no es suya, é facer guerra á los christianos
y en su libertad. Por ende que le exortaba que sus subditos, é pugnan por tomar las cibdades é vi
escribiese al Rey é á la Reyna de Castilla que ce llas de su señorío , que su Santidad veia bien quan-
sasen de aquella guerra, é tornasen á los moros to ta razón había de resistir su tiranía, é de facerles
das las cibdades ó villas é castillos é fortalezas que guerra fasta que dexen la tierra, salvo si quisiesen
les habían tomado , ó los reduxesen en toda liber vivir en ella debaxo de su imperio como los otros
tad , según y en la manera que él en sus tierras é se- moros que moran ó viven en otras partes de sus
' Bonos mandaba tratar á los christianos. B que si reynos.
esto ficiese, él faria bien en ¡ge lo mandar , y ellos Esta respuesta dieron el Rey é la Reyna por sus
ferian aquello que notables principes son obligados letras al Santo Padre; é fablaron largamente con
ala piedad natural. E que si no lo ficiesen, á él se aquellos Frayles del Sepulcro santo de Jerusalem ,
ria forzado de tratar á los christianos de su señorío que traxieron esta embaxada del Soldán, informán
en la manera que el Rey é la Reyna de Castilla tra doles de estas cosas, para que las diesen á entender
taban á los moros que eran de su ley y estaban so al Soldán. Dada esta respuesta, é despedidos aque
su amparo. El Papa , vistas estas cartas , é oido lo llos Frayles embaladores, la Reyna les dio mil du
que aquellos dos Frayles embaladores del Soldán cados cada año situados en sus rentas; los quales
le dixeron , acordó de lo remitir al Rey é á la Rey dio orden que se llevasen á Jerusalem por cambios
na , y embióles con ellos un Breve , por el qual les cada un año, para que las cosas necesarias al culto
facia saber lo que el Gran Soldán le había esoripto: divino se ficiesen en el santo sepulcro mas honra
por ende , que diesen la respuesta que cerca dello damente. Otrosí les dio un velo , que ella movida
habían de dar, é ge la embiasen con aquellos dos con devoción había fecho por sus manos , para po
Frayles. ner encima del santo Sepulcro.
El Rey é la Reyna, visto el Breve del Papa , é la
carta y embaxada que el Gran Soldán le había em- CAPÍTULO CXIII.
biado, respondieron al Papa que bien sabia Su San
tidad , y era notorio por todo el mundo, que las Es- De la gente que la Reyna embid i llamar de nuevo para estar en
pañas en los tiempos antiguos fueron poseídas por el cerco de Baia.
los Reyes sus progenitores ; é que si los moros po El cerco de la cibdad de Baza se dilataba porque
seían agora en España aquella tierra del Reyno de los moros, como quier que había quatro meses que
Granada , aquella posesión era tiránica é no jurídi estaban cercados, pero no mostraban tener mengua
ca ; é que por escusar esta tiranía los Reyes sus de lo necesario, é siempre pareada estar vivos en
progenitores de Castilla é de León, con quien confi sus fuerzas, porque todos los días salían á pelear y
na aquel reyno , siempre pugnaron por lo restituir escaramuzar con los christianos. E algunos de los
á su señorío, según que antes había seydo. moros que se salían de la cibdad é venían al real,
Otrosí le escribieron que allende de tener los mo informaban al Rey que el caudillo de Baza los es
ros tiránicamente esta tierra de Granada, habían fe forzaba, diciéndoles que el real no podría durar allí
cho é facían guerra contina á los christianos sus muchos días, porque la primera lluvia que viniese
subditos é naturales , que moraban en las cibdades, los constriñerian que lo alzasen. Otrosí le decían
é villas , é tierras que confinan con aquel Reyno de que algunos christianos de los que se pasaban del
Granada ; é habían pugnado por tomar , é tomaban real á la cibdad avisaban al caudillo de la poca
quando podían las cibdades , ó villas, é castillos , é gente que el Rey tenia, porque mucha de laque ha
fortalezas que son en su señorío ; é robaban gana bía traído era consumida, dellos muertos, é dellos
dos, é tomaban de ellas captivos, é facían guerra feridos, é otros dolientes. Otrosí , que le decían de la
cruel á todas las partea de los christianos que son dificultad que había en el traer de los mantenimien
en sus comarcas. Lo qual veía bien su Santidad qne tos , é de la gran carestía con que se vendían , é de
no era de sofrir, é que les era necesario cobrar lo la falta de dinero, é de otras menguas que oada dia
suyo guerreando, é defender á los suyos resistien recrescian en el real; las quales cosas, é también la
do ; é que si el Soldán trataba bien á los christianos fortuna del invierno que esperaban , constrífieria á
que moraban en las timas de sus señoríos, ellos an- que lo alzasen ; é alzado , ellos se repararían de loa
DON FERNANDO É DONA ISABEL. 493
Aiales pasados , é cobrarían la tierra quo habían per mercaderes de Castilla, é de Aragón, £ del Reyno
dido , é como victoriosos gozarían de aquella honra de Valenoia, é del Principado de Cataluña, y del
qoe es otorgada á los vencedores. E con estas razo Reyno de Sicilia. Lob quales truxieron brocados, é
nes que oían los moros , estaban tan constantes en sedas, é paños, é lienzos, é tapicorias, é algunas
la defensa de la cibdad , que no querían oir partido otras cosas que mollecen la gente de guerra, é da
ninguno de los que les eran ofrescidos. ñan é no aprovechan en las huestes.
Sabido esto por el Bey, é considerando que el
cerco se prolongaría, é que en las peleas y escara CAPÍTULO OXIV.
muzas pasadas la gente de su hueste se había algo De 1» escaramuzas que se hablan con los moros en el cerco de 1»
diminuido, erabiólo á decir á la Reyna, la qual em- cibdad de Baia.
bió luego sus cartas é mensageros á algunos Gran
des é Caballeros de sus Reynos , mandándoles que Todos los días salían los moros á pelear con los
viniesen por sus personas, 6 embiasen sus gentes chrístianos, veces oon aquellos que guardaban las
para continar el cerco que el Rey tenia sobre la cib estanzas que tenian puestas los del real del artille
dad de Baza. ría, é otras veces con las guardas de la sierra, é
Recebidas estas cartas, luego vinieron por el lla muchos dias con aquellos que guardaban los casti
mamiento de la Reyna Don Fadrique de Toledo, llos. T en estas peleas siempre facían daño é lo re-
Duque de Alva, é Don Fadrique Enriquez, Almi cebian ; é algunos dias facían rebatos dos ó tres ve
rante mayor de Castilla, é Don Pedro Manrique, ces, en los quales convenia que todo el real tomase
Duque de Náxera, é Don Pedro Alvarez Osorio, armas para socorrerlas parteado combatían.
Marqués de Astorga, é Don Gabriel Manrique, Con Acaesció un dia en la tarde después de las escara
de de Osorno, é otros caballeros con gente de ca muzas que se ovieron en la mañana por dos ó tres
ballo é de pié ; é algunos Grandes que no pedieron partes, sintiendo los moros mny grávela cava é pa
venir, embiaron sus gentes con sus capitanes, se lizada que habernos dicho que se facia por la sierra
gún les fué mandado. Otrosí algunas cibdades é alta, acordaron de ferir en el Comendador mayor
villas á quien la Reyna mandó que embiasen peo Don Gutierre de Cárdenas, que tenia cargo de la fa
nes espingarderos é lanceros é ballesteros , embia cer. E pusiéronse en celada en una rambla fasta qua-
ron luego el número de la gente que les embió á tro mil peones é docientos homes de caballo; é oomo
mandar. E con estos caballeros é gentes que vinie la noche vino, é los chrístianos que trabajaban é guar
ron, se fornesció el real de mas gente, é la hueste daban en aquella obra Be retraxioron, é los moros
pudo mejor comportar los trabajos de las guardas veyeron que la guarda del dia se iba antes que la
é peleas continas que se habían con los moros. E de la noche llegase, arremetieron una esquadra
porque ambos á dos reales estoviesen mejor fornes- dollos con gran Ímpetu é alarido contra el Comen
cidos de gentes , mandó el Rey al Duque de Náxe dador mayor de León, é contra Don Rodrigo de
ra que se aposentase en el real do estaba el artille Mendoza , capitán de la gente del Cardenal que le
ría, é con él otros homes á caballo , é gentes de pié vino á socorrer. Y estos dos capitanes ficieron ros
de los que vinieron por el llamamiento de la Rey tro á los moros en el primero acometimiento é pe
na. Y en el real donde el Rey estaba , se aposenta learon con ellos ; pero quando ovieron conocimien
ron el Duque de Alva, y el Almirante, y el Marqués to de la celada que tenian armada, retraxieronse
de Astorga, y el Conde de Osorno con toda la otra con su gente á nn cerro , fasta que vinieron Don
gente de armas que traxieron. E como quier que los Sancho de Castilla y el Comendador Pedro de Ri
moros veian las gentes que de nuevo venían á con bera capitanes con sus gentes á los ayudar ; é como
tinar en aquel sitio , pero entendiendo que aquella los veyeron venir, tornaron contra los moros, é pe
cibdad habida por los chrístianos habria poca re learon oon ellos por lo alto é por las faldas de la
sistencia en las cibdades de Guadix é Almería, y en sierra ; é algunas veces retrayendo los moros á los
todas las otras villas é tierras que estaban á la obe chrístianos , é otras veces los chrístianos á los mo
diencia del Rey Moro que estaba en Guadix, acor ros, caían homes é caballos de la una parte é de la
daron de mostrar esfuerzo, é avivar mas sus fuer otra. El Rey, visto que la pelea so oncendia, mandó
zas para se defendor é pelear por la guarda de á algunos capitanes que acometiesen á los moros
aquella cibdad. Considerando ansimesmo la Rey por otras partes ; y él con las gentes de su guarda
na quanta disfama se imputaría á la conquista por fué por la sierra alta por esforzar sus gentes que
el Rey ¡é por ella comenzada contra aquel Reyno peleaban. Los moros, visto que cargaba gente de
de Granada, si se alzase el real é no se ganase la los chrístianos contra ellos por todas partes, se re-
cibdad, trabajaba en bastecer la hueste de dineros traxieron á sus estanzas.
é gentes é de todas las cosas necesarias. Este real, En esta batalla, que duraría por espacio de doa
todo el tiempo que estovo puesto sobre aquella cib horas, recibieron algún daño los chrístianos, porque
dad, cosa es digna de memoria la abundancia que fueron feridos peleando Don Sancho de Castilla,
en él ovo de todas las cosas ; é no solamente de pan capitán, é Don Carlos de Guevara, ó Don Alvaro de
é vino é carne, pero otrosí de armeros , silleros, Mendoza, fijo de Ruy Diaz de Mendoza, Maestresa
£raneros é de todos los otros oficios necesarios en la de la Reyna, é Pedro de Texeda, capitán de la
los reales; mas allende desto concurrieron allí gente del Duqne de Alva; é fué muerto Felipe Or-.
494 CRÓNICAS DE LOS RETES DE CASTILLA.
dofiez, otro capitán , de laa muchas feridaa que re que los christianos acometían á los moros, siempre
cibió ; é fuerou ferídoa é muertos otros muchos de los fallaban prestos, é salían á pelear por qualea-
pié é de caballo. Acaesció en esta escaramuza, quan- quier partes que les era movida la escaramuza. E
do ya los unos é los otros se retraían , que un caba porqne en algunos de los recuentros é peleas habi
llero que se llamaba Martin Galindo, do la capita das en los dios pasados los moros se sentían vence
nía del Marqués de Cáliz, llamó á batalla singular dores, cobraban tan grand orgullo, que algunas ve
de uno por uno á un moro que estaba á caballo. El ces teniendo en poco la fuerza de los enemigos,
moro visto que aquel caballero christiano le llama arremetían á las estanzas de los christianos, é de sal
ba, vino para él, y encontráronse de (las lanzas, y to ferian é mataban homes, é tomaban armas é ro
y en el primero encuentro el christiano derribó al pas, é otras cosas de las que ende fallaban. El Rey,
moro del caballo. E luego como el moro se vido en que desde su menor edad fué criado en las guerras
tierra, aunque ferido en la cara, se levantó presto é que el Rey su padre tovo en la tierra de Cataluña,
cobró su lanza ; ¿ antes que el caballero christiano y era bien mostrado en todos los actos que se reque
le podiese tirar golpe, fué contra él, é peleó con él rían para la disciplina militar, é tenia buena indus
á pié con tanta fuerza' é osadía, que le lirio de dos tria en los cosas del campo, vista la soltura de los
feridas, una en la mano, é otra en el brazo ; é ferié- moros, é que su orgullo les ponía la vida en aventu
rale mas, salvo porque fué socorrido. ra, ordenó de armarles una oelada en esta manera.
Otros algunos mancebos de la hueste, embidiosos Mandó al Comendador mayor de Calatrava, é á
de la destreza que este moro tovo, aunque en luga Antonio del Águila, é á Diego Hernández de Cór
res asaz peligrosos, se ofrescian á facer semejantes doba, que sueltos sin guardar orden de batalla cor
armas con algunos de los moros. Pero el Rey, que riesen con las gentes de sus capitanes contra las
no menos cuidado tenia de la guarda de sus gentes estancias de los moros. E mandó á Francisco de
que de la victoria que esperaba , defendía los osa Bovadilla, capitán, quo estoviese en una celada ; é
dos atrevimientos do se mostraba el peligro mani al Marqués de Aguilar, é á Luis Hernández Puerto-
fiesto ; otrosí defendía, que no se moviesen escara carrero, Señor de Palma, éá Gonzalo Hernández de
muzas, porque allende de ser los moros mas mos Córdoba, capitán é Alcayde de Alora, que con sus
trados quo otras gentes en somejante arte de pe- gentes ostoviesen en otra celada ; y el Rey so puso
loar, los lugares do las movian los oran tan favora en otra parte oncubiorta con sus gentes. E mandó
bles, quo mas veces facian daño ou los christianoa ¿ los do las coladas que á cierto toque do las trom
que lo recibían. Después que esta pelea acaesció, petas saliesen, é que la una celada fuese a atajar á
porque de los moros que habían salido de la cibdad los moros si saliesen por una parte, é la otra celada
é pasado al real , se sospechó que quier avisando á atajase por otra, é la otra gente arremetiese contra
loa de la cibdad, quier imaginando de facer algún los moros que saliesen.
mal en la hueste, se podria seguir algún inconvi- Dada por el Rey esta orden , é puestos los capita
iiionte, el Rey mandó pregonar que dende en ade nes en los lugares de las celadas, como veyeron los
lanto ningún moro de los que habían salido de la moros las gentes de los tres capitanes primeros ir
cibdad estoviese en el real, é que fuese libre á qual- sueltos é desordenados, imaginando que iban per
quier lugar que quisiese de aquellos que estaban didos salieron contra ellos, é siguiéronlos fasta el
por el Rey é por la Reyna ; é que si dende en ade lugar do estaba una de las celadas. E como allí fue
lante algunos otros saliesen de la cibdad para se ron, el Marqués de Aguilar, ó Puertocarrero é los
pasar al real, que fuesen captivos. E no embargan otros capitanes oido el signo que el Rey mandó fa
te este pregón, algunos moros que sentían la men cer á las trompetas, salieron de sus celadas; é no
gua de los mantenimientos que habia en la cibdad, fueron derechos contra los moros, mas fueron por
«alian é se venían al real, ofrescíéndose de voluntad la orden que el Rey habia dado, á los lugares do se
por esclavos de los christianos antes que padoscor podían atajar. E como los capitanes moros veyeron
la hambre que decían padescer. Pero esta mengua ansí sus gentes atajadas de la una parte, é que los
de mantenimientos no se sentía defuera, porque de la otra celada venian contra ellos, conociendo su
veían el Rey é los do la hueste todos los mas dios peligro volvieron las espaldas, fuyendo á se meter
salir caballeroso peones bien dispuestos, é que pe en sus albarradas, é los christianos empos dellos.
leaban como homes esforzados, é no menguados do Pero antes que pudiesen llegar á sus defensas, los
mantenimientos. christianos firieron en ellos , é mataron fasta qua-
I trocientos moros é mas de cien caballos, sin que los
CAPÍTULO CXV. moros volviesen rienda a se defender ni pelear. Los
christianos habido aquel vencimiento, se volvieron
De la celad» que el Rey mandó poner i los moros de Baza. sin rocebir daño. E ni por la caida que los moros
Los moros de la cibdad de Baza, según habernos ovieron este día, so les amansó el ánimo para tor
dicho, todos los dios salían á pelear, é acometían á nar á la pelea, antes el dolor que sintieron les des
los christianos que estaban en las guardas puestas pertó la ira, para luego otro dia ponerse en una ce
por todas partes, y en las estanzas é castillos quo lada, para tomar algunos christianos que andaban
estaban fechos en circuito de la cibdad por la parte desmandados, é otros cogiendo atocha. Y esperan
baza de lo llano, fi allende desto, todas las veces do que la guarda de la nocho se fuese, é antes quo
í)ON FERNANDO É DONA ISABEL. 496
llegase la que habí* de guardar el día en aquella á Francisco de Bovádülá, que entrasen I ferir en
parte, loa moros salieron faata setenta de caballo é los moros por la parte del real donde estaba el ar
quinientos peones del lngar do estaban encubiertos, tillería.
é fueron contra los christianos, é mataron algunos, Los moros ansiraesmo salieron contra esta terce
é prendieron otros, é mataron algunas bestias, an ra esquadra de gente, é pelearon con ellos, é algunas
tes que los caballeros que venían á la guarda los veces los moros retraian á los christianos, é otras
podiesen socorrer. veces los christianos retraian á los moros. Oido por
los que estaban en el real que el Rey peleaba, ar
CAPÍTULO OXVI. máronse todas las gentes de la hueste , é fueron á
donde el Rey estaba ; é juntos con los que primero
Da otro recuentro que OTleron los christianos con los moros en el peleaban, fueron contra los moros. Los quales no
cerco da Baza. podiendo sofrir la fuerza de los christianos que por
El Rey algunos dias iba deBde su real á lo alto de tantas partes les movieron la pelea, fuyeron por las
la sierra, por ver la cava é castillo que habernos cuestas, é los christianos los siguieron fíriendo é
dicho que en aquellas partes se facian. E iban en la matando en ellos, fasta que los metieron por los
guarda de su persona con sus gentes Don Diego arrabales de la cibdad, en los quales entraron mu
López Pacheco, Marqués de Villena, é Don Pedro chos de los peones christianos, é sacaron de las ca
Enriqucz, Adelantado mayor dol Andalucía, é Don sas do los moros ropa é todo lo que fallaban. E po-
Enrique Enriqucz, su Mayordomo mayor. E mandó dieran loa christianos aquel dia ganar los arraba
á Don Rodrigo de Mendoza , é á Don Ilurtado de les, salvo por las grandes cavas é palizadas que los
Mendoza, Adelantado de Oazorla, Capitanes de la moros tenian fechas, las quales defendian la entra
gente del Cardenal de EepaDa, é á Don Sancho de da á los de caballo. También impedia que no po
Castilla, que habian tenido la guarda del campo en diesen entrar muchos peones juntos la estreohura
la sierra la noche Antes, que no dezasen la guarda grande que habia en las entradas.
que tenian fasta que viniese» los Condes de Cabra En la batalla desto dia, que duró por espacio de
é de Uruefla, y el Marques de Astorga, é los otros quatro horas, los unos é los otros eran iguales en el
caballeros que habian de tener la guarda del dia en esfuerzo, pero á los christianos ayudaba el mayor
aquel lugar, porque él podieso bien ver desde lo número, é á los moros el mejor lugar. E al fin los
alto la cibdad, é los lugares á donde mejor se po caballeros é capitanes christianos, fíriendo é sufrien
dían acercar las estancias contra los arrabales. do golpes de muchas partes , tovieron ánimo para
Los moros, que tenian propósito de ponor sus Ber constantes, é haber el vencimiento de aquella
fuerzas para impedir la obra quo sobre la sierra se pelea ; on la qual si por ventura alguno de su natu
facia, salieron fasta quatrocientos de caballo é tres ral era cobarde, la vergüenza dol companero, é la
mil peones, é fueron por la siorra arriba contra la presencia del Rey, le constreñían á encubrir su fla
batalla de Don Rodrigo de Mendoza, é del Adelan queza, é á mostrar en aquella hora fuerzas y es
tado su tio, é de Don Sancho de Castilla, é pelearon fuerzo para pelear. E por cierto la presencia del
con ellos. E porque de la cibdad salian mas moros principe mucho face en las batallas, ansí para po
en ayuda de los que primero acometieron la polea, ner ánimo á los suyos, como para que el esforzado
el Rey mandó al Conde de Tendilla que acometiese no quede sin ser galardonado, y el flaco no quede
á los moros por otro lugar, á fin que dezasen la pe sin ser conocido.
lea comenzada contra los capitanes é gentes del Falláronse muertos do los christianos trecientos
Cardenal é de Don Sancho de Castilla. El Conde homes, caballeros é peones, pero ninguno principal,
de Tendilla acometió según le fué mandado por otra salvo un mancebo que se llamaba Don Juan de Lu
parte i los moros que estaban corea de la cibdad, na, fijo heredero do la casa do Luna en Aragón, é
los quales salieron contra él, é comenzaron á ferir algunos félidos. De los moros se fallaron muertos
en su gente con acometimiento tan arrebatado, que mas de quinientos, é muchos caballos de la una par
algunos de los caballeros é peones que con él iban, te é de la otra.
no podiendo sufrir el Impetu riguroso de los mo
ros, ni los muchos tiros de pólvora é saetas é lanzas CAPÍTULO CXVII.
que tiraban , volvieron las espaldas é dezaron al
Conde; el qual pensando que si se retraia dol lugar De las cosas fie se Meros en el real de Daza, é como la Reina,
mandó adobar los caminos.
do estaba, podría él é los suyos que con él queda
ron recebir mayor peligro , con grand esfuerzo sos Pasados cinco meses del tiempo que el Rey tovo
tuvo aquel lugar peleando ó sufriendo la fuerza de cercada la cibdad de Baza, las gentes de la hueste
los enemigos, fasta que de la gente del real vinie estaban trabajadas, porque era necesario salir dos
ron á le socorrer. guardas cada dia, é otras dos de noche, una por la
Visto por el Rey que los moros duraban en la parte del real do estaba el Rey, é otra del real do
pelea por aquellas partes, embió á mandar al Maes estaba el artillería. E allende destas guardas, por
tre de Santiago que cometiese á los moros por una que no era aun acabada la cava é los muros qne se
parte, é al Marqués de Cáliz, é al Duque de Náxera, facian en circuito do la cibdad por lo alto de la
é á los Comendadores de Calatrava é Alcántara, ó sierra, é porque se recelaba que alguna gente de la
496 CRÓNICAS DE LOS REYES DE CASTILLA.
oibdad da Granada viniesen u Guadix para desde La Reyna, sabido aquel inoonvíniente, luego em-
allí venir á entrar en Baza, el Rey mandaba poner bió muchos oficiales é fasta seis mil peones, para
en aquellas partes gente de caballo, que anduvie reparar los caminos. Y estos maestros é peones fi
sen por sobreguardas en las montañas é lugares al cieron calzadas é puentes tantas, que duraron siete
tos, é otras guardas esousañas, y escuchas en luga leguas de tierra, por donde podieron pasar las re
res ciertos , fasta llegar bien cerca de la cibdad. quas de los mantenimientos. É las gentes de armas
Allende desto, las gentes de armas estaban traba que el Rey mandó estar de contino derramadas por
jadas de las escaramuzas é peleas que continamen los cerros é por otros lugares para guarda de los
te habían con los moros, donde todos los mas días caminos, ficieron dos sendas, una para las requas
babia ferídos é muertos bornes é caballos ; pero la que iban con los mantenimientos, é otra para los
esperanza de la victoria les facia sofrir la pena de que venían; porque yendo é viniendo los unos, no
los trabajos, especialmente porque los mas días sa impidiesen el camino á los otros.
lían moros de la cibdad que se daban á los cliris-
tianos, eligiendo mas el captiverio que la mengua capítulo cxvin.
de los mantenimientos que decian haber en la cib
dad. T estos daban esperanza cierta al Rey que De la forma que la Reyna lovo para bastecer de dineros e mante
nimientos a la hueste que el Re; tenia sobre Bata.
prestamente la habría, especialmente por la men
gua del pan é de la sal, é de otras cosas necesarias Recontado habernos en esta Crónica como ningu
á la vida. Ansimesmo decian, que el Caudillo é los na conquista de tierras ni de reynos se lee, donde
moros de la cibdad habrían demandado partido de se requiriesen tantas cosas, ni oviese tantos peligros
entregar la cibdad, salvo por algunos christianos para llevar los mantenimientos necesarios á las
que se pasaban á ellos, é les daban confianza cierta huestes, como en esta conquista del Reyno de Gra
que el Rey no se podría nos tener por los grandes tra nada, que el Rey Don Fernando é la Reyna Doña
bajos que las gentes padescian en los muchos dias Isabel su muger conquistaron; porque si algunos
que allí habian estado, é por las menguas é cares reyes y emperadores guerrearon reynos é provincias
tías de viandas que había en la hueste , é por el aquellos habían los mantenimientos para su hueste
tiempo del invierno que venia presto : en el qual traídos por mar, ó por riberas, ó en carros, ó ha
seria imposible según la calidad de la tierra, estar bíanlos de las mismas tierras que conquistaban,
gente en el campo. Y estas informaciones que se que abundaban en vituallas; contrario de lo que
habian acá é allá, facian á los unos é á los otros so fué en esta guerra, porque no solamente convenia
frir los trabajos que padescian, los unos pensando traer mantenimientos para la gente de la hueste,
ser descercados, é los otros esperando haber la cib mas allende desto era necesario traerlos para la
dad. La Reyna, que estaba en Jaén, siempre pro gentes que moraban en la tierra que se ganaba, é
veía de dineros para el sueldo, é mandaba ir las ro- para las gentes de armas que quedaban para la
quas de los bastimentos continamente, porque no guardar ; é ni habia mar cercana por do se traxie-
oviese falta de lo necesario en el real. Ansimesmo el sen, ni rios que se podiesen navegar, porque la
Rey mandó facer casas en el real , para defensa del tierra era de tan altas sierras ó tan fragosos cami
frió é de las aguas que con el tiempo del invierno es nos, que ni por los rios, ni con los carros se po
peraban. E luego los Grandes, é caballeros, é capi dían traer. Allende desto, era necesario gente de
tanes que estaban en el real, ficieron casas de tapias, armas, que contino andpviese con las requas que
é cubiertas de madera é texa, de tal manera que era iban á los reales, para los segurar de los enemigos.
defensa para las fortunas del invierno, é del frió é del E porque ningún mercader se movía á llevar man
sol. En facer estas casas ovo tanta diligencia, que tenimientos para los vender por su interese proprio,
en espacio de quatro dias ficieron mas de mil casas por las dificultados é pérdidas que habian en los
puestas en orden por sus calles. E allende de las ca llevar, la Reyna á fin de tener bastecida su hueste,
sas, todas las gentes de pie ficieron ramadas é chozas, mandó alquilar á su costa catorce mil bestias. Otrosí
cubiertas de tal manera, que defendían del frió é las mandó comprar el trigo é cebada que se pudo ha
aguas. Pero después que estas casas se ficieron , so ber en todas las cibdades, é villas, é lugares del
brevino una lluvia tan grande, que derribó muchas Andalucía, y en las tierras de los Maestradgos de
dolías, é la gente del real padesció mucha pena, é Santiago é Calatrava, é del Priorazgo de San Juan
murieron algunos bornes, é muchos caballos é otras fasta Cibdad- Real; é dio cargo á unos que lo reci
bestias. E allende de los trabajos que sofrieron con biesen, é á otros que lo llevasen á los molinos, é á
aquella lluvia , se dañaron los caminos de tal ma otros que estoviesen en ellos estantes, solicitando
nera, que las requas que andaban con los manteni las moliendas, y entregando la fariña á las requas,
mientos no los podían pasar por el crecimiento de que de contino andaban acarreándolo al real ; otros
los ríos , é por la grandes hoyas é barrancos que la tenían cargo de recebir la cebada y embiarla. Con
fortuna de las aguas fizo. E porque solo un día por cada decientas bestias andaba un homo que tenia
esta causa cesaron de andar las requas, ovo tan cargo de solicitar los requeras, é los ministrar por
grande falta en el real de pan ¿ cebada, que las gen los caminos é proveerlos de lo necesario, porque solo
tes , quitada toda esperanza de poder allí durar, se un dia las requas no cesasen de andar. Y en esta
querían ir por miedo de la hambre que recelaban. provisión de loa mautouiíuioutos, é las cosas que
DON FERNANDO É DOÑA ISABEL. 497
para ello se requerían, la Reyna estaba contina
mente entendiendo; é todos los de su consejo é ofi CAPÍTULO CXIX.
ciales por su mandado estaban solícitos, porque era
necesario embiar todos los días cartas é mcnsageros De los baluartes que el Re; mando facer, 6 de las peleas que
á todas partes, porque no cesasen las catorce mil ovieron con los moros en el real de Baia.
bestias que tenia alquiladas para llevar la fariña ó El real do estaba la gente que guardaba el arti
cebada que era menester en el real; lo qual recebian llería, era mas cercano á la cibdad que el otro real
oficiales puestos por la Reyna, é lo ponian en un do estaba el Rey. É como quier que según habernos
lugar que se llamaba el alhóndiga. É aquellos que dicho, del un real al otro habia espacio de una le
lo recebian, tenian cargo de lo vender á los de la gua; pero todos los mas días el Rey iba á visitar
hueste á un precio tasado, que ni bajaba ni subía aquel real, é lo mandaba proveer de gentes é de lo
mas. que era necesario. É porque consideró que los mo
En esta negociación, contado el precio que costa ros de la cibdad estarían mas apremiados estando
ba el trigo é la cebada, y el precio á como se ven las estancias de los suyos mas cercanas, mandó que
día, é las costas que sobre ello se facian; se falló de un baluarte que estaba fecho contra una estancia
pérdida en tiempo de seis meses mas de quaronta do los moros se acercase mas adelante, é dio el car
cuentos de maravedís. Poro allende de los otros go para lo facer al Marqués de Cáliz é al Duque de
gastos que se facian, convenia á la Rcyna facer Náxera, é á los otros caballeros que estaban con
este gasto, á fin que las gentes del real estoviesen ellos en el real del artillería. É una noche que tu
bien proveídos, é no oviesen razón de se quoxar por vieron la guarda por la parte de la sierra el Maes
la carestía de los matonímientos. Otrosí, porque el tre de Santiago, é por la parte de lo llano el Duque
cerco que se puso sobre egta cibdad se dilataba, y de Alva, y el Almirante de Castilla, y el Marqués
el tiempo había consumido gran suma de dineros de Astorga, y el Conde de Osorno, comenzaron los
que la Reyna al principio tenia, ansí de la cruzada, christiaiios con dos mil peones a facer el baluarte
como del subsidio é de sus rentas, para sostener que el Rey mandó; é los caballeros peleando, é los
esta guerra, acordó de echar prestido en todos peones cavando, se acabó de facer tanto cerca de-
sus Reynos. É luego embió sus cartas á todas las estancias do los moros, que se tiraban piedras
las cibdadcB é villas, para que le prestasen cierta de mano los unos á los otros. Los moros qnando
suma de maravedís, según el repartimiento que á otro dia veyeron el baluarte fecho tan cerca de sus
cada uno cupo. Allende desto, escribió á perlados é estancias, tiráronle con sus búzanos, é movían pe
caballeros, é dueñas, é mercaderes, é otras personas leas contra la gente que lo guardaba; y estas eran
singulares, que lo prestasen lo que lo podicBon pres tantas, que convonia á los christiauos mudar cada
tar. É todos conociendo quo la Reyna tenia cuida hora la gente que guardaba aquel baluarte, porque
do do pagar bien estos prestidos, la prestaban cada los unos descansasen en tanto que los otros pelea
uno lo que podia según su facultad. É algunos ca ban. Pasados quatro días después que aquel baluar
balleros é dueñas, é otras personas, conociendo la te se fizo, salieron de la cibdad fasta cient moros
necesidad en que estaba, é veyendo en que lo gas de caballo, por tomar algunos christianos que ve
taba, se movían de su voluntad á le prestar algunas yeron andar desordenados por el circuito do habia
sumas de oro é de plata sin ge lo demandar. E por estado la huerta. Como los vido Don Alvaro de Ba
que estos prestidos, quo podían ser en número de stan que acaso se acertó fallar en aquella parte, fué
cien cuentos, no bastaban á los gastos continos que con su gente contra aquellos moros, é revolvióse la
se recrescian en la guerra, acordó do vender alguna pelea entre ellos, que duró por espacio de una hora.
cantidad de maravedís do sus rentas, para que las En este comodio Bornal Francés ó Sancho del Águi
oviesen por juro do heredad qualcsquier personas la, capitanes, salieron por otra parte á dar en una
que los querían comprar, dando diez mil maravedís estancia de los moros con propósito de la quemar;
por un millar. E destos maravedís que á este precio é como llegaron con sus gentes cerca á le poner
compraron muchas personas do sus Reynos les man fuego, salieron contra estos dos capitanes fasta
daba dar sus privilegios para que les fuesen situa quinientos moros á pié é á caballo. Y estos por una
dos en qualesquier rentas de las cibdades, villas é parte, é Don Alvaro de Razan por la otra, pelearon
lugares de sus Reynos, para quo los oviesen é lle con los moros, donde la victoria fué varia, porque
vasen todos los años, fasta quo los mandasen vol los moros retraían á los christianos, é otras veces
ver las quantías de maravedís que por ellos dieron. los christianos vencían á los moros. El Rey venia
É desto empeñamiento de rentas se ovieron asaz en este tiempo & ver el baluarte, é la cava que man
quantías de maravedís; pero porque todo este dine dó facer en el real del artillería; y en la guarda de
ro se consumía, é no bastaba á los grandes gastos su persona venían con sus gentes Don Diego López
del sueldo contino, é otras cosas concernientes á la Pacheco, Marqués de Villena, é Don Enrique Enri-
guerra; la Reyna embió todas sus joyas do oro é de quez, su Mayordomo mayor, é Don Pedro Enriques
plata, é joyoles, é perlas, é piedras á las cibdades Adelantado mayor del Andalucía; é como vido
de Valencia é Barcelona, ú las empeñar; é se empe aquella pelea, mandó á aquellos caballeros que ve
ñaron por grande suma de maravedís. nían con él, que fuesen á yudar á Don Alvaro. É
como los moros veyeron venir contra ellos mas
ClV-III. 32
498 CRÓNICAS DE LOS REYES DE CASTILLA.
gentes, retraxieronse á la cibdad con daño que re bieron mayor daño, porque retrayéndose los peones
cibieron en los suyos é ficieron en los christianos, que dexaron en el cerro, el Conde de Uruefia é Don
donde murieron é fueron feridos algunos hornea é Alonso de Aguilar los siguieron fasta la cibdad, ó
caballos; especialmente fué ferido aquel capitán mataron gran parte dellos antes que llegasen á las
Don Alvaro de Bazan, después que le mataron el defensas. É como quier que ansi en el recuentro
caballo peleando. habido este dia, como en los que se ovieron en los
otros pasados, la gente de los moros menguaban
CAPÍTULO CXX. pero no les menguaba el esfuerzo para salir todos
los dias á pelear por todas partes, é veces tentaban
De alpinas escaramum, é otras cosas que pasaron en el real. de noche á algunos caballeros de los que estaban
El cerco sobre la cibdad de Baza se dilataba, é en lo llano, otras veces subían por lo alto de la
las gentes recebian grandes trabajos, ansí en las sierra á los lugares donde entendían; é algunas ve
continas escaramuzas é peleas que habían con los ces prendían hornos, é mataban bestias, ó traian á
moros, como en las guardas de noche é de dia que la cibdad ganados de los que fallaban cerca de
convenia tener fornescidas con mucha gente de pié sus albarradas , é facían otros daños que no se
é de caballo en diversas partes. les podian resistir, porque tenían grand espacio de
Considerado esto por el Bey, é recelando no recre tierra do podiesen salir á su salvo, por los grandes
ciesen en el real lluvias ó otras cosas que le cons barrancos é cuestas que habia en el circuito de la
triñesen á lo alzar, é porque ovo verdadera infor cibdad en la parte de la sierra ; é salían todas las
mación que en la cibdad habia mantenimientos veces que les era mandado por sus oapitanes, los
para tres ó quatro meses; bien quisiera facer algún quales tenian sus gentes tan bien acaudilladas, que
partido al caudillo é á los moros, é algunas veces poniéndose á la muerte osaban facer todo lo que les
les embió á ofrecer libertad de las personas é segu mandaban. E porque fallesció dinero para pagar
ridad de los bienes; é allende desto, facia otras mer sueldo á los moros que peleaban, el caudillo é los
cedes al caudillo porque se le entregase. Pero no lo cibdadanos tomaron las manillas é zarcillos de las
quiso aceptar, porque creyó que estos ofrescimien- mugeres é todas las joyas de oro é de plata que te
tos procedían de alguna mengua que habia 6 se es nian en la cibdad; lo qual ofrecían de su voluntad,
peraba haber en el real, é daba mayor esfuerzo á los é ficieron dello moneda para pagar el suoldo que
moros para ser constantes en la guarda do la cibdad; dobian haber la gente de armas que vino á defon
especialmente tenían por ciertas las lluvias é las for dor la cibdad.
tunas del invierno, é que de necesidad farian alzar Como el Bey fué avisado de estas cosas que en
el real. Con esta confianza, otrosí por mostrar que la oibdad pasaban, considerando que ni por las
ni les fállesela esfuerzo en sus personas, ni manteni muertes ni fcridas que todos los dias los moros pa-
mientos en su cibdad, salían todos los días por las descian les menguaba el esfuerzo para pelear, ni
partes que entendían, á dar en los christianoB que por la mengua de las cosas necesarias que se decía
estaban en las guardas de los que facían las cavas. haber en la cibdad mostraban flaqueza para recebir
Acaesció un dia, que salieron de la cibdad fasta ningún partido de los que les ofrescian; acordó de
trecientos homes á caballo é dos mil peones, é su lo notificar á la Beyna. T embióle á rogar que vi
bieron por la sierra á lo alto, á fin de tomar algunos niese al real, que era como una villa donde habia
christianos, y estorbar la cerca que en aquella par mas de mil casas fechas, porque mejor fuese infor
te se continaba; é mataron algunos escuderos del mada de las cosas que allí pasaban. Los grandes é
Conde de Uruefia, que estaban cerca de las escuchas caballeros que cerca del Bey estaban en su consejo,
puestas en aquella parte, é fueron contra otra es- le embiaron á suplicar esto mismo, dándole á enten
quadra de gente de á caballo que estaba en un cer der, que visto por los moros que ella venia á estar
ro por guarda, ó flcieronlos retraer. É siguiendo allí, é creyendo que el Bey con ella estaría de asien
tras ellos, sobrevino el Conde de Tendilla, é Gon to fasta tomar la cibdad, vernian en partido de la
zalo Hernández de Córdoba con sus gentes, é ficie entregar. É sobre esto embiaron á ella diversas vo
ron rostro á los moros. É los moros se vinieron ces, suplicándole é aun requiriéndola que le plu
para ellos, é firiéronse de las lanzas ; é con muchos guiese de lo facer. Pero lo que se decía por verdad
tiros de espingardas que habia de la una parte é de que movía á estos que procuraban la venida de la
la otra, se revolvió entre ellos la pelea, de tal mane Beyna, era porque enojados de los trabajos pasados
ra que los christianos recebian daño de los moros é temerosos de los peligros por venir, é vista la per
por causa del lugar do peleaban, fasta que acudie tinacia de los moros, é sabido que tenian manteni
ron el Conde de Uruefia é Don Alonso de Aguilar mientos para todo el invierno, estaban sin esperan
con sus gentes que guardaban en aquella parte. Es za que la cibdad se podiese tomar. É por la una
tos caballeros, aunque á gran peligro, acometieron parte daban su voto, é consejaban de secreto al Bey
tan de recio á los moros peones que estaban en nn que alzase el real, é mandase poner las guarnicio
cerro, que les ficieron perder el lugar que tenían, é nes en circuito de la cibdad que al principio acor
retraer á sus albarradas é defensas que tenían en daba de poner; é de la otra parte considerando
aquellas partes. En este reouentro murieron é fue los trabajos continos que la Beyna habia pasado en
ron feridos algunos christianos; é los moros reci fornescer de gente, é dineros, é mantenimientos al
ttON FERNANDO É DOÑA ISABEL. 499.
real, é al fin de tanto tiempo no conseguirse el fru yendo que venia para facer asiento fasta tomar la
to que se esperaba, recelaban de consejar en públi cibdad, 6 movidos por alguna otra imaginación,
co lo que al Bey consejaban en secreto. É porque pero de qualquier cosa que ello procediese, fué por
la Reyna viese las peleas continas, é las muertes é cierto caso digno de admiración ver la súbita mu
feridas que todos los dias había en el real, 6 las tación que en su propósito Be vido. E porque fuU
aventuras é grandes peligros 6 trabajos que sofrían mos presentes é lo vimos, testificamos verdad de
y esperaban sofrir las gentes de su hueste, y el lante Dios que lo sabe , é delante los hornea que lo
poco fruto que de todo aquello se consiguia; insis veyeron ; que después que esta Reyna entró en el
tían suplicándole que todavía viniese al real, porque real. pareBció que todos los rigores de las peleas,
veyendo en persona lo que oia por informaciones, todos los espíritus crueles, todas las intenciones
que le placería que el real se alzase, desando guar enemigas é contrarías cansaron é cesaron, é pares-
niciones de gentes en circuito de la cibdad. ció que amansaron : de tal manera, que los tiros de
espingardas é ballestas é de todo genero de artille
CAPÍTULO CXXI. ría, que sola una hora no cesaban de se tirar de la
una parte á la otra, dende en adelante ni se vido, ni
Como la Reyna vino al real de Bata. se oyó, ni se tomaron armas para salir á las peleas
La Reyna, movida por los ruegos del Rey, é por que todos los dias antepasados fasta aquel dio so
las muchas suplicaciones é amonestaciones de loa acostumbraban tomar, salvo la gente del real que
Grandes é Caballeros que con él estaban, platicada continaba ir á las guardas del campo en los lugares
primero su ida con el Cardenal de España é con los que solian estar. E luego el Caudillo comenzó á ra
otros de su consejo ; acordó de ir al real que el Rey biar con los christianos, diciendo que quería oir lo
tenia sobre la cibdad de Baza , é partió de la cib que el Rey é la Reyna demandaban.
dad de Jaén, é con ella el Principe Don Juan é las
Infantas sus fijas, y el Cardenal de Espada, é Don CAPÍTULO CXXII.
Diego Hurtado de Mendoza, Arzobispo de Sevilla,
que después fué Patriarca de Alexandria é Carde Como el Rey i la Reyna dieron cargo al Comendador mayor da
León qne rabiase con el Caudillo de Baia.
nal de España, y el Obispo de Avila y el de Coria,
é los otros Doctores que residian en su consejo , é Como el Rey é la Reyna Bopieron que el Caudillo
fué para la cibdad de Ubeda. E mandó quedar en de Baza quoria venir á fablar cerca de la entrega
aquella cibdad al Principe Don Juan é á las Infan de aquella cibdad , porque la Reyna deseaba que
tas, é oon ellos al Arzobispo de Sevilla, é á los otros quito el rigor de las armas , se oviese por partido;
Obispos é Doctores de su consejo ; y ella siguió su dieron cargo de aquella contratación á Don Gutier
camino para el real de sobre Baza, é con ella la In re de Cárdenas, Comendador mayor de León, é man
fanta Dofia Isabel, su fija, y el Cardenal de Espa dáronle que fuese á fablar con el Caudillo de la
ña ; é fueron ansimesmo con ella Doña Beatriz de cibdad. El qual informado de la voluntad final del
Bovadilla , Marquesa de Moya , é Doña María de Rey é de la Reyna, asentado el lugar é la hora don
Luna, muger de Don Enrique Enriquez, Mayordo de fablase, é dadas las seguridades que convenían
mo mayor del Rey , é Dofia Teresa Enriquez, mu de se dar por la una parte é por la otra, el Comen
ger del Comendador mayor de León Don Gutierre dador mayor, acompañado de gente de armas, y el
de Cárdenas, é otras damas é doncollas fijas-dalgo, Caudillo de Baza, acompañado de ciertos caballeros
que estaban en el contino servicio de su cámara. moros, se juntaron en el lugar acordado á vista del
E salió el Rey al camino á la recebir, é con él el real é de la oibdad. El Comendador mayor dixo al
Maestre de Santiago, y el Duque de Alva, y el Al Caudillo estas razones: a Si vos honrado Caudillo
mirante de Castilla, é los Marqueses de Cáliz é de ípensáis que fecho lo último de vuestro poder, po
Astorga, é los Condes de Urueña é de Osorno, é to ndréis al fin defender la cibdad de Baza al poderlo
dos los otros caballeros que estaban en el real, sal ídel Rey é de la Reyna mis soberanos señores : di-
vo aquellos que quedaron en las guardas de la sier «goos, que aunque sois conoscido por caballero es-
ra é de lo llano , y en las estancias que estaban «forzado, seréis habido por home mal aconsejado,
puestas contra la cibdad. La venida de la Reyna al •porque según vos conocéis, ley común es á todos
real fué con placer común de todos ; especialmente slofl humanoB de obedescer al mas poderoso ; i
porque como las gentes estaban enojadas, deseaban «qualquier que esta ley quiere repugnar, mas se
ver cosas nuevas, é creían que su venida traería tal «puede decir cobdieioso de mala muerte, que arna-
novedad, que el oeroo que habia durado seis meses »dor de verdadera libertad. E porque pienso que lo
con grandes trabajos é peligros, habría algún buen «entiende bien vuestra prudencia, vengo á os de-
fin (1). nclarar, que la voluntad del Rey ó de la Reyna da
Otrosí los moros, sabida la venida de la Reyna é «España es haber en bu señorío esta cibdad que tie-
del Cardenal de España, no podemos pensar, si cro- »nen cercada. E porque conoscen ser mas Beguro el
nreynar voluntario que el imperio forzoso, querrían
(1) Fn6 esta ida de la Reyna al real de Bata a alele de Noviem nque esto se ficiese con voluntad vuestra é de loa
bre Man>r, tfut. 79, Uh.l, nota que el autor se halló en este ai «oibdadanos della, á fin de UBar oon vosotros do
llo de Baia. «piedad, é no del rigor que en la furia del venci
tóo CRÓNICAS DE LOS REYES DE CASTILLA.
amiento no tiene templanza. E por tanto, honrado aagora, buen caballero, quanto os será eargo las
acaballero, que yo sin dubda deseo mas el bien que «muertes, oaptiverios y estragos que dariades 4 la
nía perdición vuestra, vob amonesto, que el ponsa- «cibdad de Baza, que tanta honra é bienes vos ha
nmiento que fasta aquí habéis tenido de guerrear, adado. » Oídas por el Caudillo las razones que el
vio convirtáis en haber paz ; y el propósito quo ha- Comendador mayor le fizo, respondió que le placía
abeis sostenido de defender, lo mudéis en obedes- mucho de su tabla, é mucho mas de su conocimien
acer ; é la crueldad que tiene ocupado vuestro áni- to. Porque como había creído dél ser caballero es
»mo para dar é recebir muertes, la reduzgais en dar forzado, ansí seria verdadero en sus palabras, é
ávida ó seguridad á vob é á vuestros cibdadanos. que tenia en merced al Rey é á la Reyna el ofreci
»E si entendéis que á Dios é á vuestra cibdad habéis miento de seguridad que embiaba á él á á la cibdad
■dado buena cuenta fasta aqui resistiendo, de aquí de Baza. Pero porque convenia oomuniearlo con
«adelante ge la daréis mejor obedesciendo, pues no los cibdadanos é viejos de la cibdad, habida esta
apodéis resistir. Porque notorio es á vos, buen Caudi comunicación , respondona la final conclusión de
llo, quanto es vana é peligrosa la presumpeion del lo que acordasen.
acercado que se detiene, si no espera'Mr socorrido;
«ó si no es oierto, que por las flacas fuerzas del cer- CAPÍTULO CXXIII.
acador será descercado. E si por ventura vos espe-
»rais socorro de vuestros moros, yo os consejo que De la consulta que ovieron el Rey Moro c lo» de Gaadli, para que
«insistáis en vuestro propósito ó defendáis vuestra entregasen la cibdad de Baia.
«cibdad. Poro si esto no esperáis, é pensáis que la El Caudillo de Baza después que oyó las razones
afortuna del tiempo constreñirá que se alce el sitio que el Comendador mayor de León le dixo, tomó,
»que vedes sobre vuestra cibdad ; mirad que la según habernos dicho , término para deliberar con
aReyna mi señora es venida, no á real fornecido de los viejos é cibdadanos, é con los capitanes que con
atiendas, mas á cibdad poblada de casas. E si espe él estaban, lo que debían facer. Los quales acorda
sarais que habrá mengua de combatientes en nues- ron, quo debian embiar al Rey moro que estaba en
atra hueste, mirad nuestras batallas llenas, é que Quadix, á le notificar, que ni en la cibdad había
atodos los dios vienen nuevas gentes de guerra. E mantenimientos para se sostener, ni en el real de
asi esperáis la falta de nuestras provisiones, mirad los christianos habia mengua dellos porque se de
«nuestra albóndiga, que abunda en todas cosas ne- biese alzar , ni menoB se alzaría por ser constreñi
«cosarias á nuestros mantenimientos. Esi por ven- dos do la fortuna del inviorno por las muchas casas
«tura sois informado, que al Rey é á la lteyna mis que los christianos tenían fechas é de nuevo todos
«señores faltarán dineros para sostener la guerra, los días faciaú, para que, defendidos de las fortunas
«no creáis buen caballero, que á los que poseen del tiempo, pudiesen durar en aquel sitio. E para le
agrandeB reynos, é señorean ricos hom es, puedan notificar estas cosas , el Caudillo embió al alcayde
afallecerles riquezas. E porque acá sabemos quo do la cibdad de Baza, el qual dixo al Rey Moro el
a vuestros mantenimientos cada dia menguan, de- estado en que estaban los de la cibdad, é las men
«beis pensar que nuestra esperanza de haber presto guas que tenían de lo necesario, las quales cada dia
«la cibdad todas horas cresce ; mayormente porque crescian, é como en seis meses quo habían sofrido
adebeis creor, que después de seis meses de tiempo el cerco que sobre ellos estaba, faltaba mucha de la
«pasados, é después de tantos gastos fechos, é Ira- gente que habia entrado en la cibdad para la defen-
abajos habidos en el principio é medio do esta con- dor dellos muertos, é dellos feridos, é muchos que
«quista, seria mal consejo no atender el fin do se estaban enfermos. Ansimismo los fallecían las ar
«espera la victoria. E porque esta no so haya con mas é pólvora , é otros pertrechos necesarios á la
«aquel rigor, que á los de Málaga por ser pertina d ofensa, é que para se reparar de todo esto, les ora
ces vistes padecer ; tomando á Dios por testigo os necesario socorro de gente. Porque según Dios sa
«requiero, que hayáis aquella piedad que todo buen bia é á los hornea era manifiesto , el Caudillo é ca
acapitan debe usar con sus cibdadanos porque no pitanes) é otras gentes que en aquella cibdad en
ase pierdan; é agora que tenéis lugar, recibáis traron, habian fecho fasta aquel tiempo todo su
«buen consejo, ántes que venga tiempo en que no lo poder para la defender con las muchas peleas que
apodáis haber. E yo de parte de Su Alteza os ofrez- las noches ó los diaa habian habido con los chris
»co, que si luego, quito todo rigor de armas, entre- tianos, las quales ya no podían continar por la fal
«gais esta cibdad, todos los que estáis en ella seréis ta de los muertos, é flaqueza de los que quedaban
aguardados como sus subditos , é conservados en vivos. Por ende, que si pensaba de los socorrer con
«vuestra ley y en vuestra libertad, y en la posesión tanta copia do moros que podiesen pelear con el
ade vuestros bienes, como lo facen á los que de su poder del Rey Don Fernando, todos los trabajos
«grado se han puesto en sus reales manos. E de habidos fasta aquel tiempo les serian alegres, si de
aesto vos é los de Baza podéis ser seguros, pues la los mayores ó mas peligrosos que cada hora recela
«experiencia vos ha mostrado, que ni ellos men- ban los podiese salvar. E si este socorro no podía
nguan pnnto de su palabra , ni yo por cierto seria facer, le ploguiese dar tal consejo de salvación á la
amedianero de cosas fingidas. E si todavía delibe- gente de los moros, para que en lugar del gualar-
•ráredea continar en vuestra pertiuacia, considerad dou quo por sus loables trabajos habían meroacido,
DON FERNANDO É DOÑA ISABEL. 601
no ovieson la muerte é captiverio que recolaban. decían, que por la defensa de su ley ó de su liber
Allende do esto le dixo, que dobia considerar quan- tad débiau tomar armas é poner en defensa-; pero
tas cibdades é villas do aquol Reyno eran perdidas, otros conoscida su flaqueza é la fuerza del Rey é
. é quantos de sus moradores vencidos é captivos, los de la Reyna, decían que debian ponerse en la sub-
campos destruidos, la caballería destrozada, las ri jecion de su imperio. E con esta diversidad de vo
quezas del Reyno perdidas y enagonadas ; é que en tos, ovo entre olios grandes escándalos; porque
todas las cosas pasadas habían experimentado la privados del entendimiento con la súbita mudanza,
ventura que siempre habiun fallado contraria. no pensaban tener lugar seguro, ni amigo cierto
El Rey Moro, oído lo que el alcayde de Baza le quo los amparase, ni sabian procurar paz, ni seguir
dixo, quiso haber deliberación con los alfaquics é guerra, ni los consejos de sus mayores tenían auto
viejoB de la cibdad de Guadix, sobre lo que debía ridad, ni con la turbación sabian discernir lo que
facer. E algunos ovo cuyo voto era, que debía re Ies seria mas seguro. E todos vagando acá é allá,
querir al pueblo de Granada que era grande ; por llenos de miedo, é privados de toda buena razón,
que vista la extrema necesidad en que estaban los preguntaban si podían haber seguridad de la vida.
do Baza , se dispornian & tomar armas, é se junta Conoscida por los principales de la cibdad aquella
rían con los de aquella cibdad de Quadix, ó los unos confusión, con palabras do seguridad é de paz pro
con los otros serian tan gran número, que los po metieron de les haber toda libertad do sus personas
drían socorrer. E que para facer este socorro se de é pacífica posesión de sus bienes, é que permanes-
bían disponer á todo peligro ; porque si la cibdad cerian en la loy de sus padres. E con estas prome
do Baza se entregase a los christianos, todo el Rey- sas, el pueblo que ligeramente se mueve á todas
no de Granada habrian en su poder, é los moros lo partes, cesó do aquella alteración en que estaba.
perderían juntamente con la esperanza que tenían
de lo recobrar. Otros del pueblo, los mas principa CAPÍTULO OXXIV.
les, decían que muchas veces habían requerido á
los de Granada, para que se juntasen con ellos a De la respuesta que el Caudillo de Bata did al Comendador ma
yor de León sobre la entrega de la cibdad da Baia.
socorrer á los de Baza ; é como quier que algunos
se disponían á lo facer, pero la mayor parte de la Quando el Caudillo é capitanes de Baza fueron
cibdad por gozar de la seguridad que los christia informados por el alcayde de la respuesta que el
nos les guardaban, eran negligentes, é ni se dispo Rey Moro que estaba en Guadix le dió, la qual nin
nían á facer guerra, ni á se juntar con ellos á facer guna esperanza les ponia de socorro, embióá decir
aquel socorro ; é que los de Guadix no eran tantos al Comendador mayor de León, que le plognieso ve
ni tales, para que solos lo podiesou facer. Por ende nir á aquel lugar donde lo habia movido la prime'
dixeron, que debian los de Baza ganar seguridad ra fabla, é que le daria la final respuesta. El Co
del Rey Don Fernando é de la Reyna Doña Isabel mendador mayor, consultando lo primero con el
para sus personas é bienes, é que les jdebian entre Rey é con la Reyna, é habida su licencia, é asenta
gar las fuerzas de la cibdad. das las seguridades de la una parte é de la otra, se
El Rey Moro, oidaB aquellas razones, é conside juntó con el Caudillo , el qual le dixo : a Noble ca-
rando quo quanto era grando su deseo , tan flaco iballoro, ni la mengua do nuestras provisiones, ni
ora bu poder para facer aquel socorro, respondió al sla flaqucza do nuestros muros, ni menos la do los
alcayde de Baza que su voluntad no era que sofrie «moros que los guardamos , nos constriñen á ent re
sen mas trabajos, ni esperasen mas peligros aque ngar al Rey Don Fernando ó á la Royna Dona Isa-
llos quo con fazadas dignas de memoria los habian »l>el la cibdad de Baza ; pero muévenos la gran vir-
sofrido tanto tiempo; por ende, queficiesen aquello »tnd c nobleza de su real condición , que pone vo-
que á la guarda do sus personas ó bienes entendie nluntad é estos capitanes é á mí para gela entregar.
sen que debia ser mas cumplidero. La cibdad de »E no Bolamente la habrá de mis manos, pero mo-
Guadix era grande é populosa, é como á noticia de nvido con ferviente amor que tengo á su servicio,
la comunidad vino el voto que algunos de los prin «prometo á vos noble caballero tener tal manera,
cipales habian dado para que la cibdad do Baza se ucomo sin trabajo ni costas las cibdades de Guadix
entregase, é como al Rey Moro fallescian las fuer »é de Almería sean entregadas en su poder : con
zas del ánimo para sostener el señorío que perte- ítal pacto, que los moradores dellas , viviendo so el
nescia al titulo real que habia tomado, é para reco «imperio de su real señorío, puedan mantener la
brar lo que habia perdido ; considerando quo pues »loy de sus padres, é morar en sus casas , é poseer
ta la cibdad de Baza en poder do los christianos, é isus bienes. Otrosí habiondo de su real poderío la
la cibdad de Guadix quedarían flacas fuerzas para sdefensa é seguridad que todo buen rey es obliga
se defender, ó que les seria forzoso venir en podor ndo á facer á sus leales siervos , según que vos do
del Roy é de la Reyna ; luego la gente común se «parte de bu grandeza lo ofrecistes. »
alteró, é la seguridad que de largos tiempos habian Esta respuesta dada por el Caudillo, ó comunica
gozado se convertió en tristeza, considerando como da por el Comendador mayor con el Rey é con la
habian de mudar la servidumbre que tenían anti Reyna, agradescieron al Caudillo su buena volun
gua, é venir nuevamente á subjecíon de rey ageno tad é ofroscimiento, é prometieron de le facer mer
de au ley é de su lengua. E como quier que algunos cedes, é de recebir á él é á sus parientes en su serví
502 CRÓNICAS DE LOS BEYES DB CASTILLA,
cío. E luogo mandaron pregonar por los reales se oebir las fortalezas, é facer mercedes á los Alcay
guridad de la una parte á la otra. Y el pacto de la des, é dar el seguro que pedían para todos los que
cibdad de Baza se asentó entre ellos en esta mane moraban en aquella sierra, según lo habian dado á
ra. Primeramente, que todos los caballeros é peones los que de su grado se ofrescieron por sus siervos.
que habían reñido de fuera de la cibdad á la de É luego vinieron los Alcaydes de las villas é forta
fender, saliesen luego é la desasen libre, é que po- lezas, é los viejos é alfaqules de todos los lugares
diesen ir seguros con sus armas ó caballos á sus ca que son en aquellas comarcas desde Almería fasta
sas, ó á otros lugares que quisieren. Otrosí: que to Granada, á lea entregar las fuerzas que tenían. El
dos los que moraban dentro de la cibdad de Baza Rey ó la Reyna les fioieron mercedes de dineros á
saliesen á morar en los arrabales ; é que si en ellos cada uno, según la calidad de la villa ó fortaleza
no quisiesen morar , podiesen ir seguramente con que entregaban, é pusieron alcaydes en ellas. Y en
sus bienes ¿otras partes donde les ploguiese. Item, tre los Alcaydes moros que vinieron á facer la en
que los que quedasen moradores en los arrabales, trega de los castillos que tenian, vino un moro que
ficiesen juramento de ser buenos é léales siervos se llamaba Ali Abenfahar, Alcayde de la villa é
del Rey é de la Beyna, é que guardarían su servi fortaleza de Purchena; é dixo al Rey é á la Reyna:
cio en todas cosas, é obedescerian sus cartas é man «Yo, señores, soy moro é de linage de moros; é soy
damientos, é lo que de su parte les mandasen sus «Alcayde de la villa é castillo de Purchena, que me
capitanes é alcaydes , é aquellos que to vieron su «pusieron en ella para la guardar: vengo aquí ante
poder. Item, que acudirían al Bey é á la Beyna, é á «Vuestra real Señoría, no á vender lo que no es mió,
sus rebcadadores é receptores, con todos los pechos urnas á entregaros lo que la fortuna fizo vuestro. E
é tributos que acostumbraron antiguamente dar á screa Vuestra real Magostad, que si no me enfl
los Beyes moros. El Bey é la Beyna prometieron, aqueciese la flaqueza que fallo en los que me de-
que guardando ellos lo que juraban, les conserva ubian esforzar, que la muerte me seria el precio que
rían en la ley de Mahomad que mantovieron sus «recibiese defendiendo la fortaleza de Purchena, é
padres , é los dexarian en el uso de sus leyes é fue »no el oro quo me ofrecéis vendiéndola. Embiad,
ros, por donde según la costumbre de los moros «muy poderosos Reyes, á recibir aquella villa que
suelen ser juzgados é gobernados. Otrosí, de no les «vuestro gran poder fizo ser vuestra. Lo que supli-
facer, ni consentir que les sea focha fuerza, ni ro »co á vuestro gran poderío es, quo hayan en su eu-
bo, ni injuria ; é si alguno tentase de lo facer lo «comiouda ú los moros do aquella villa, é á los qne
mandarían punir por justicia. Otrosí, que la cibdad «muran en su valle, é los manden conservar en su
de Baza con su alcazaba se entregase al Bey ó a la «ley y en lo suyo, é á mi den seguro, para que con
Beyna, ó á quien mandasen, dentro de seis dias; en «mis caballeros é cosas pueda ir á las partes de
los qnales los moros oviesen lugar de la desembar «África.» El Rey é la Reyna oida la razón de aquel
gar do todos sus bienes é cosas que en ella teuian. moro, creyeron que fuese home leal, é notaron
E para seguridad que dentro deste término el Cau aquel su propósito en el grado de virtud que se de
dillo é capitanes complirian este asiento, entrega bía notar. É como quiera que le ofrescieron merce
ron al Comendador mayor quince mozos fijos del des de oro é caballos como á los otros, no lo quiso
Caudillo, ó de los principales ciudadanos de la cib recebir. Y embiaron luego á recebir aquella villa á
dad. Otrosí, el Caudillo y el alcayde, que vinieron Diego López de Ayala, uno de los capitanes que
á entregar los rehenes, fioleron reverencia al Bey é andaban en su guarda, con las seguridades que se
á la Boyna, é se ofrescieron de lo servir en todo lo entregaron todas las otras fortalezas. Otrosí, pasa
que les mandasen. Y el Bey é la Beyna los recibie dos los seis dias del término asentado con el Cau
ron por suyos, é les mandaron facer mercedes de dillo de Baza, lnego entregó el alcazaba é la cibdad
dinoros, ó ropas, é caballos é otras cosas al Roy ó á la Reyna; é pusieron en ella por capitán
Habido por los moros que moraban en las comar á Don Enrique Enriqucz, Mayordomo mayor del
cas de Baza, como el Caudillo y el Aloayde de la Roy, el qual puso por Alcayde a Don Enrique de
cibdad habian fecho partido con el Bey é con la Quzman, su primo, fijo del Conde de Alva de Liste.
Kcyna do ge la entregar, ó habian recehido y espe Entregóse esta cibdad do Baza al Rey Don Fer
raban recebir mercedes por la entrega que facian nando ó á la Reyna Doña Isabel, á quatro dias del
luego los Alcaydes de Almufiecar é Tabernas, é to mes de Deciembre, año del nascimiento de nuestro
dos los que tenían cargo de fortalezas en las mon Salvador Jesu Christo de mil é quatrocientos á
tañas que llamaban Alpuzarras, y en todas aquellas ochenta é nueve años, habiendo estado cercada por
sierras, les embiaron á decir, que ellos ansimesmo este Rey Don Fernando seis meses é veinte dias.
ge la» entregarían con sus fuerzas, faciéndoles sa- Sacaron della el dia que se entregó quinientos é
tisfacion de los gastos é costas que en la guarda diez homes é mu guies é niños christianos que esta
dolías habian fecho, é dándoles el seguro que daban ban oaptivos é puestos en mazmorras. Otrosí el Car
á los moradores que quedaban en los arrabales de denal de España, que era Arzobispo de Toledo,
Baza para que viviesen en su ley y en sus facien- puso en aquella cibdad su Vioario; porque se falló
das, quedando en la tierra por uindéxarea. El Rey por Bula del Papa, quo antiguamento era la cibdad
é la Reyna, habido su consejo, aceptaron aquel de Baza de diócesi de Toledo.
ofrescimiento, é respondieron que les placía de re- Fecha la entrega do la cibdad de Baza é de las
DON FERNANDO É DOÑA ISABEL. 603
villas de Furchena é Tabernas, ¿de las Alpuxarras > »mis consejos. Verdad es, Bey poderoso, que qui-
6 de Almufiecar, é de todas las otras comarcas, el ssiera é no pude defender la tierra de los moros de
Caudillo de Baza, que era ya subdito del Bey é de »tu gran poder. Pero, pues plogo al soberano Bey
la Beyna, é le habían mandado asentar sueldos é »de los Beyes escaparte con prosperidad de los pe-
acofitamicnto cada olio como á su vasallo, fué á la nligros quo te rodearon en el cerco do Baza, bien
cibdad de Quadix, é dixo al Boy moro que puos "paroco quo su voluntad fué on el ciólo quitar esta
babia visto que la fortuna era contraria á los de «tierra á mi ó darla á tí. É por tanto he deliberado
aquel Beyno, é de dia en dia conoscian mas como »que hayas ganado á mi por vasallo, como ganaste
en todas las cosas fallaban á Dios ayrado de tal »la tierra por subdita. E porque tu misericordia
manera, que no les quedaban fuerzas ni esperanza «creo será tan divina para perdonar como tu poder
para recobrar lo perdido, que conformándose con »es grande para señorear, vengo ante tu real serio-
lo que veian ser ordenado de arriba, ficiese entre nria por haber dolía no lo que mis deservicios me-
gar al Bey é á la Beyna las cibdades de Guadix é nrescen, mas lo que tn piedad acostumbra.» El Bey
Almería, pues veia claro que ni tenia, ni esperaba provocado á piedad por las palabras humildes que
tener fuerzas para las defender al poderío grande el Bey Moro dixo, é considerando la confianza con
de sub gentes; é que considerase bien la gente é que se ponía en sus manos, respondió que si esperi-
provisiones quo la cibdad de Baza tenia para se de mentando sus fuerzas se falló vencido, esperimen-
fender, é fecho lo último de su poder, ni ellos, ni tando agora su gracia, se fallaría vencedor, é la
los de la cibdad de Málaga podieron haber otra ganaba del para la conservación de su vida é liber
cosa, salvo trabajos é peligros; é que los' unos que tad; é mandóle tratar bien é honestamente con toda
daron captivos, é los otros muertos é destruidos. seguridad. E luego el Bey moro confiando en la
Dfxole ansimesmo que la destruicion de la tierra bo palabra que el Bey le dio, entregó todas las fuerzas
debria sofrir quando babia alguna esperanza para é puertas de la cibdad de Almerfa al Bey é á la
la recobrar; pero que quando esta no había, á gran Beyna. Y encomendaron la guarda é capitanía do
crueldad le seria imputado, si no los podiendo re lía al Comendador mayor de León, el qual puso en
mediar, los consintiese destruir. É quo no pensase su lugar por Alcade á Don Pedro Sarmiento.
que recibía injuria en perder lo que poseia, pues ge
lo tomaba un Bey tan poderoso, á quien no podía CAPÍTULO CXXV.
resistir.
Oídas por el Bey moro estas razones, é informa Coma el Re? é la Reyna fueron a la cibdad de Guadix, é te reci
bieron, é otros lugares de moros.
do como allende de la cibdad de Baza, todas las
otras fortalezas, é villas é lugares de la comarca se Becebida por el Bey é por la Beyna la cibdad de
entregaron al Bey é á la Beyna, veyéndose puesto Almería, é fornecida de gente de armas é pertre
en aquella pena que sienten loa Beyes, que ni á sf chos é mantenimientos, é de las otras cosas necesa
pueden proveer, ni á los suyos remediar, respondió rias á la gente que en ella dexaron por guarda,
al Caudillo que determinaba poner su persona en dieron luego seguro á todos los moros de la cibdad,
las manos del Bey é de la Beyna é de les entre para quo pudiesen vivir en la ley de Mahomad; á
gar las cibdades de Quadix é de Almería, para que prometieron que no les seria fecha fuerza ni agra
del é dolías dispusiesen lo que su real señoría tovie- vio en sus personas, ni en la posesión de sus bienes;
se por bien. El Caudillo vino al Bey é á la Beyna á é que consentirían que fuesen juzgados por sub al
les notificar como la voluntad del Bey Moro era de caldes, según sus fueros é costumbres antiguas. É
poner á él é á toda la tierra quo por él estaba so el los moros de la oibdad juraron por el Criador
imperio de su real señnría, para que del é delloa alto é por la virtud del Alcorán, que serian leales
dispusiese lo que les ploguiese. siervos é subditos del Bey é de la Beyna, é que
El Bey é la Beyna, oida la determinación del cumplirían bus cartas é mandamientos, é las de
Bey Moro, dixoron que ge lo agradescian, é que aquellos que su poder oviesen, é les acudirían cada
lo mandarían tratar bien é honestamente é con toda año con todos los derechos é tributos que son debi
seguridad, según que á su persona pertenecía. É dos al Bey, según lo acostumbraban pagar á los
luego partió el Bey de la cibdad de Baza, ó fué Beyes de Granada. É que esto complirian cesante
para la cibdad de Almería. E llegando bien cerca todo engaño é pensamiento que lo pudiesen revocar.
de la cibdad, vino el Bey Moro; é vista la persona Dado este seguro, é recebido esle juramento de
del Bey, descavalgó del caballo para le besar la los vecinos de Almería, el Bey é la Beyna, é con
mano. El Bey, guardando la preminencia debida al ellos el Cardenal de' España, partieron de aquella
titulo real que aquel Moro habia tomado, no con cibdad, é fueron para la cibdad de Quadix, é fué coa
sintió la cerimonia que le quería facer, é rogóle que ellos á gela entregar el Bey Moro. É como llegaron
tornase á oavalgar. El Bey Moro, cumpliendo lo á la cibdad con toda su hueste, fueron reoebidos
que el Bey quiso, é puesto en su caballo, se llegó á por los moradores della con buena voluntad. É no
él é le dixo : (¡Oh Bey voncedorl aunque ho cometi- embargante la enemiga que habia entre ellos é los
»do contra tu servicio cosas que no eran de perdo- christianos criada de largos tiempos, por las guer
nnar, pero tu gran benignidad me dio aquella espe ras é muertes é captiveriós pasados de unos á otros,
ranza de salvación que me quitó la ignorancia de pero visto quo el Bey é la Beyna con gran dil ¡gen
504 CRÓNICAS DE LOS B YES DE CASTILLA.
cia mandaban guardar bus personas é casas é cam favores que ovo del Rey c de la Reyna fué recebido
pos, é que los cercos, muertes é destruiciones que por Rey en aquella cibdad, é siempre estovo en ella
otros moros padecían y ellos recelaban, gelea con á su servicio, porque él é los moradores della goza
vertía en paz é seguridad; como gente libre de mie ban del seguro que les habían dado, con el qual te
do, ovieron tan súbito gozo, que loaban al Rey é á nia la libertad de salir fuera é facer sus labores en
la Reyna, y ensalzaban sus personas diciendo tener el campo, é andar libremente con sus negociaciones
entendimiento é fuerzas divinas, é que sus cosas por todas las partes de Castilla, este Rey de Grana
eran por mandamiento de Dios fechas; é mostraban da habia fecho partido con el Rey é con la Reyna,
placer por ser puestos so el yugo de su servidum que tomadas las cibdades de Baza é Guadix é Al-
bre. É luego el Roy Moro entregó al Rey é á la moría les entregaría dentro de cierto tiempo la cib
Reyna el alcazaba é todas las fuerzas, é torres é dad de Granada con su Alhambra é Alcazaba, é con
puertas de la cibdad de Guadix; é dieron la tenen todas sus fuerzas ó torres é puertas, dándole para
cia de la fortaleza é la capitanía de aquella cibdad donde estoviese con sus mugeres é fijos ciertos lu
< á Don Hurtado de Mendoza Adelantado de Cazorla. gares de tierra de moros. Después que fueron toma
Los caballeros é gente de la hueste, visto como se das las cibdades de Baza é Guadix é Almería, é to
tomó la cibdad de Baza, é que se habían entregado das las tierras é castillos de aquel Reyno, el Rey é
al Rey é á la Reyna Almería é Guadix, cibdades tan la Reyna le embiaron á requerir que entregase la
populosas é graudes, é las otras villas é castillos é cibdad de Granada al Conde de Tendilla con otros
tierras llanas, é las montanas que son desde Alme sus capitanes é gentes dentro del tiempo qut> estaba
ría fasta la cibdad de Granada, sin las muertes é obligado, é que ellos le mandarían dar las villas,
trabajos é gastos é dilación de tiempo que se espe tierras é rentas que le habían prometido. Este Rey
raban de sofrir antes que se pudiesen ganar, fueron Moro respondió que aquella cibdad era muy grande
maravillados, é creian proceder por voluntad divi é populosa, é que allende de sus moradores natura
na, pues pensamiento humano no pudiera imaginar les, se habían recogido á ella otras muchas gentes
que tan fuertes oibdades se pudieran en largos del Reyno de Granada, entre los quales habia tal
tiempos haber sin grandes trabajos é industria de división de votos é intenciones diversas, que no po
hornea, dia buenamente complir lo que habia prometido,
Entregadas aquellas cibdades é sus tierras, luego dentro del tiempo que era obligado. É por esta cau
los alcaydes moros que tenian las villas é fortalezas sa, el Rey é la Reyna acordaron de facer nueva con
de Salobreña é Almufiecar, é todas las otras villas veniencia con él, conviene á saber, de le facer mer
é castillos é fortalezas de los moros que quedaban ced de otros lugares donde estoviese con la renta
por ganar en el Royno de Granada, vinieron de su dellos para su mantenimiento; é que dentro de cier
voluntad é las entregaron al Rey é á la Reyna; los to tiempo les entregase la cibdad de Granada con
quales pusieron en ellas sus alcaydes é gentes que sus fuerzas. É porque la gente de aquella cibdad
las guardasen. É porque si echasen de las villas era mucha, é no se podría señorear con gran gente
cercadas á los moros que las moraban, creian que do christianos, aunque fuesen apoderados en las
la tierra se despoblaría, ovieron consejo do dexarlos fuerzas é torres della, el Rey é la Reyna acordaron
en ellas por mndéxares con sus mugeros é fijos é do pedir las armas ofensivas ó defensivas de los
bienes. Los quales ficieron al Rey ó á la Reyna se moros que estaban en la cibdad, ansí de los natura
guridad é juramento según su ley, de ser sus leales les, como de los que de nuevo estaban en ella.
subditos é vasallos, é de no rebelar contra sus man Otrosí, demandaron que dexasen libres ciertas ca
damientos, ni dar favor, ni ayuda ni avisar por nin sas que son en algunos lugares los mas fuertes de
guna vía que fuese al Rey é moros de Granada, n¡ la cibdad, para que las morasen christianos, porque
á otros algunos contra el servicio del Rey é de la los capitanes é gentes puestos por el Rey é por la
Reyna. Otrosí ficieron merced al Rey viejo de cier Reyna en la cibdad la pudiesen mas seguramente
tos lugares de tierra de moros en que pudiese estar señorear. Los moros de la cibdad , vistas aquellas
é de toda lo renta dellos con que se pudiese soste demandas, como quier que algunos homes pacíficos
ner. T esto Rey Moro lo recibió; é dende á pocos á fin de vivir en paz é seguridad, quisieran otorgar
dias, dexada la tierra que le habían dado, se pasó las, pero algunas otras gentes de guerra no consin
allende la mar á los Reynos do los moros que son tieron que se otorgase aquel partido. Y el Rey Moro
en África, con pensamiento que ovo, pues ya no que estaba apoderado en Granada, ansí porque el
podia ser Rey de aquel Reyno, no quería estar en Rey é la Reyna no le quisieron dar la tierra que él
tierra donde lo babia seydo é no tenia esperanza de demandaba, como porque fué inducido é traído á
lo ser. rebelión por algunos' caballeros moros que estaban
con él en la cibdad, mostró desobediencia contra el
CAPÍTULO CXXVI. Rey é contra la Reyna; é comenzó á facer guerra á
De las comí que pitaron con el Rey Moro que estaba en Grana los christianos, é tomó la fortaleza del Padul, é al
da, después que fueron tomadas las cibdades de Maza, é Gua gunas otras torres é fuerzas que estaban en poder
dix, é Almería. de los christianos cercanas á la cibdad de Granada.
Según habernos recontado, el Rey que estaba en Visto por el Rey é por la Reyna como el Rey é los
la cibdad de Granada, después que mediante los moros de Granada habian tomado propósito nuevo
DON FERNANDO É DOÑA ISABEL. 605
rebotando contra ellos, mandaron fornoscer de gen servido, é las partes habrían aquella utilidad que
tes é de las otras cosas necesarias las fortalezas de de tan bueno é loable yuntamiento se suele seguir.
Alhendin é Moclin, é Montefrio, é Colomera, ó Illo- Después que estos embaxadores ovieron propuesto
ra, é Alcalá la Real, é Loxa, é todas las otras que su embaxada, el Rey é la Reyna quisieron haber
habian tomado, y estaban en circuito de la cibdad su consejo con el Cardenal de España, é con los
de Granada; de las quales continamente so facia Duques ó Condes é Porlados é Doctores que residían
guerra por los christianos á los moros de Granada, en su consejo; los quales, después que sobre esta
é por los moros á los christianos. materia platicaron algunos dias, acordaron que, pues
muchas veces los Reyes é Príncipes destos sus Rey-
CAPÍTULO CXXVII. nos se habian juntado en debdo matrimonial con
los de la sangre real do aquel Reyno de Portogal,
Sígnense lis cosas qne pasaron en el ano de mil t quatrocientos por sor tan vecinos de Castilla, esto matrimonio quo
e noventa años. É primeramente como el Rey 6 la Reyna man el Rey de Portogal embiaba á pedir, se debía otor
daron entender en la justicia del Rcyno.
gar, por la paz 6 otras utilidades que dello se po
El Bey é la Roy na, que estaban en la cibdad de drían seguir. Fecha esta deliberación, é habido el
Córdoba, acordaron de ir á tener el invierno desto consentimiento para quo este matrimonio se con
año á la cibdad do Sevilla. É como fuoron en aque cluyóse, aquel caballero Don Hernando de Silveyra,
lla cibdad, luego entendieron en la justicia del Rey- á quien el Príncipe de Portogal embió con su podor
no, según lo faoian los años pasados. Y embiaron para se desposar con la Infanta, se desposó con
á todas las cibdades pesquisidores con sus poderes ella. T en aquellos dias que este desposorio se cele
bastantes, para tomar la residencia á los corregido bró, que fué en el mes de Mayo (1) deste año de
res, é á los alcaldes é alguaciles y escribanos, é á mil é quatrociontos é noventa años, se ficieron en
los otros oficiales que habian tenido cargo de ad aquella cibdad de Sevilla muy grandes fiestas é tor
ministrar la justicia é inquirir si habian errado en neos é grandes alegrías. É porque esta Infanta era
algunas cosas de las que habian jurado de guardar la fija mayor é la primera que el Rey é la Reyna
é administrar, al tiempo que recibieron el cargo del casaban, aquestas fiestas que se ficieron duraron
corregimiento. E si se fallaban haber incurrido en quince dias, é fueron muy ricas ó sumptuosas, don
algunas dolías, oran traidos a la corte; é les era de de el Rey 6 la Reyna ficieron muy grandes gastos.
mandado por el Rey é por la Reyna en su consejo Otrosí los Duques é Condes é Caballeros que fueron
razón de sus negligencias é yerros; é penaban á los á ellas presentes, ficieron grandes arreos é vestida-
que fallaban culpantes, faciéndoles restituir con las ras de brocados de sus personas, é también de los
sotenas lo que indebidamente habian llevado. Á caballeros é pages de sus casas que los acompaña
otros desterraban, é á otros inhabilitaban para que ban. Ansimcsino vinieron á estas fiestas muchos ca- '
dende en adelante no pudiesen usar oficios públi balleros é fijos-dalgo de los Reynos de Aragón, é
cos; é á cada uno daban la pena según la calidad Valencia, é Cataluña, é del Reyno de Sicilia, é de
del yerro que habia cometido. las otras islas é señoríos del Rey é de la Reyna, ar
reados de vestiduras do paños do oro, é cadenas ó
CAPÍTULO CXXVIII. collares de gran precio. E los caballeros castellanos
que eran continos on la casa del Roy é de la Reyna
De los embaladores que vinieron de parte del Rey de Portogal i en número de cien mancebos fijos-dalgo, fueron
demandar por esposa para su Ojo i la Infanta Doña Isabel. arreados de vestiduras brocadas, é chapadas, é bor
Estando el Rey é la Reyna en la cibdad de Sevi dadas de oro é do plata; é ningún caballero ni fijo-
lla, ol Rey Don Juan de Portogal los embió sus era- dalgo ovo en aquellas fiestas que pareciese vesti
baxadores un caballero que se llamaba Don Her do, salvo de paño de oro é seda. Otrosí la Reyna
nando de Silveyra, é un dotor su Chanciller mayor. salió á las justas é otras fiestas que so ficieron en
A los quales el Rey é la Reyna mandaron recebír é aquellos quinoé dias vestida de paño de oro; é
tratar honorablemente; é después de algunos dias salieron con ella é con esta Princesa de Portogal
pasados propusieron en su consejo la embaxada que Infanta de Castilla fasta setenta damas de los ma
traian en cargo. El efecto de la qual era contarles yores señores do España, vestidas de paños broca
los grandes é cercanos debdos de sangre que tenia dos, ó todas con grandes arreos do cadenas é co
el Rey do Portogal con el Rey é con la Reyna; otro llares é joyeles de oro con muchas piedras precio
sí, la amistad que por la gracia de Dios se habia sas, é perlas de gran valor. É para las justas que
celebrado entre ellos, é la paz que se habia guar duraron estos quince dias se fizo un campo grande
dado entre los subditos é naturales de la una parte fuera de la cibdad, la tela do paño de seda; ó fueron
é de la otra. É dixeron que porque ol debdo que fechos cien cadahalsos, cinqüenta de la una parto
entre ellos habia se renovase, y el amor se acrecen de la tela, é cinqüenta de la otra parte, donde
tase, venían por mandado del Rey su señor, & les estoviesen las damas, é todos los otros señores que
rogar que les ploguiese dar la Infanta Doña Isabel,
bu fija mayor, por muger para el Príncipe Don (1) El Cora de los Palacios j Gerdnimo Zurita sédalas el des-
posorlo de esta Princesa en Domingo de Quaslmodo, que fué 1 18
Alonso, su fijo primogénito heredero de su Reyno; de Abril. Bernald., mtlorla de lot Heya Católicos, US., cap. SI
porque en este matrimonio entendían que Dios seria Zurita, Anales, ¿i*. XX, cap. 84.
606' CEÓNICAB DE LOS BEYE8 DE CASTILLA.
vinieron á aquellas fiestas. É todos estos cadahalsos nal, é de los Maestres é Condes é Caballeros que
eran cubiertos de tapicería é de paños de oro é de con ella iban, Don Manuel Duque de Viseo, primo .
seda. En estas fiestas fueron fechos grandes gas del Rey de Portogal, é los Obispos de Ébora é
tos, ansí por el Rey como por los Duques é Condes Coimbra, y el Conde de Monsante, y el Conde de
é grandes señores é caballeros que continaban en Marialva, é otros muchos Caballeros fijos-dalgo del
la corte, é otros muchos que vinieron de otras par Reyno de Portogal, vestidos de vestiduras brocadas
tes, é anBimesmo por la Reyna, é las Duquesas é con grandes arreos. É después de las saludes que
Condesas, é otras señoras é dueñas que allí vinie allí en el campo el Duque presentó á la Princesa
ron; en lo qual todos mostraron grandes riquezas de parte del Rey de Portugal, é de parte del Príu-
é grande ánimo para las gastar. oipe su esposo, la tomó por la rienda, é acompañada
de aquellos Condes é Obispos é otras muchas gentes
CAPÍTULO ÜXXIX. del Reyno de Portogal que vinieron á la recebir,
entró en el Reyno de Portogal, é con ella el Conde
Como se celebraron las bodas entre el Principe de Portogal e la de Feria, y el Obispo de Jaén, é Rodrigo de Ulloa,
Princesa DoSa Isabel , Infanta de Castilla.
é otros muchos Caballeros fijos-dalgo de Castilla
Concluidas estas fiestas, é asentadas las cosas que que la fueron á servir en aquella jornada, é fué
se habian de complir, ansi por parte del Principe para la cibdad de Ébora, donde el Rey de Portogal
de Portugal, como por parte de la Princesa su espo y el Principe su fijo la salieron á recebir con muy
sa, aoordaron que se* celebrasen las bodas entre grande é solemne recibimiento, é todos los Perlados,
ellos para el mes de Noviembre siguiente. El qual é condes é Caballeros é dueñas, é generalmente to
asiento fecho, el Rey é la Reyna mandaron expedir dos los estados de Portugal. É celebraron en aque
aquellos embaxadores Portugueses, é remunerarlos lla cibdad las bodas con gran solemnidad, é ficieron
magníficamente con sus dones de oro é de plata é grandes fiestas, justas é torneos que duraron treinta
brocados é caballos. É para celebrar aquellas bo dias; é para lo que se requería á estas fiestas, ansi
das, el Rey é la Reyna mandaron aderezar las cosas el Rey de Portogal como todos los señores princi
que se requerian, en las quales quisieron mostrar pales, é otras gentes de su reyno, ficieron grandes ó
la grandeza de sus ánimos, é abundancia de sus muy costosos aparejos en los edificios do se ficie
Roynos é señoríos; porquo allende de la suma de oro ron las fiestas, y en los recebimientos grandes ó
que le dieron en dote, según lo que se acostumbraba juegos quo para ello se aderezaron ; é otrosí en loa
dar en casamiento á las Infantas de Castilla, el Rey muchos paños de brocados, é sedas, é guarniciones
é la Reyna le mandaron dar quinientos marcos de que ficieron para arreos de sus personas, y en las
oro é mil marcos de plata, quatro collares de oro dádivas que dieron. Lo qual todo fué tan por ex
con muchas perlas é piedras preciosas é otras cade tremo, que queriendo los Portogueses emparejar
nas é joyeles de gran valor. Otros! le dieron muchos con la grandeza de los Reynos é señoríos del Rey
paños de tapicería de oro é seda, é veinte ropas de é de la Reyna, paresció tener mayor ánimo para
paño brocado de diversas colores, é otras quatro gastar, que bastaba su facultad para lo que gasta
ropas de hilo do oro tirado, é otras seis ropas de ban.
sedas bordadas con perlas é chapadas de oro; lo
qual todo se estimó en cien mil florines de oro. CAPÍTULO GXXX.
É allende desto le dieron ropa blanca de lino ó de
De la tala que el Rey fizo este ano en la vega de Granada.
tanto valor, que ansi en esta ropa blanca do había
cinqflenta camisas labradas de hilo de oro é de seda Concluidas las fiestas que se ficieron en la cibdad
como en todas las otras cosas que se ficieron para de Sevilla á los desposorios de la Infanta Doña Isa
el arreo de su persona, fué estimado en veinte mil bel de Castilla, Princesa de Portogal, é despedidos
florines de oro. É para el tiempo que fué asontado los embaxadores que habian venido sobre esta ma
el casamiento, el Rey é la Reyna rogaron al Carde teria, luego el Rey é la Reyna partieron de aquella
nal de España que acompañase á la Princesa fasta cibdad, é vinieron á la cibdad de Córdoba, donde
la poner dentro en el Rey no de Portogal; é quando informados, como muchas quadrillas de moros sa
la Princesa partió de la cibdad de Córdoba, fué lían de la cibdad do Granada é andaban sueltos, é
acompañada del Cardenal. Otrosí fueron con ella como Almogávares robaban en los caminos é facían
Don Alonso de Cárdenas, Maestre de Sanctiago, é saltos por diversas partes, guerreando á los chris-
Don Juan de Zúfiiga, Maestre de Alcántara, é Don tianos é á las villas é tierras que estaban por ellos,
Rodrigo Alonso Pimental, Conde de Benavente, é acordaron de acrecentar la gente de guerra, para
Don Alonso Suarez de Figueroa, Conde de Feria, é que estoviesen en los lugares cercanos á la cibdad
Don Luis Osorío, Obispo de Jaén, é Rodrigo de de Granada; y encomendaron la capitanía mayor
Ulloa, Contador mayor del Rey, ó otros muchos do toda la frontera á Don ífiigo López de Mendoza,
caballeros é fijos-dalgo continúa de la oasa del Rey Conde de Tendilla, el qual con la gente de todas
é de la Reyna, en número de mil é quinientas ca- las capitanías, fué á la cibdad de Alcalá la Real, é
valgaduras. Los quales la acompañaron fasta el rio repartió los capitanes que estaban en su goberna
de Caya, .que parte término entre Castilla é Portu ción por todas las villas é castillos quo estaban mas
gal, é allí vinieron á la recebir de mano del Carda- cercanos ¿ la cibdad de Granada, para resistir las
DON FERNANDO A DOÑA ISABEL. >«07
guerras quo los motos'de la oibdad salian a faoer. en el circuito de Granada; é mandóles que estovie
Con los quales se ovieron recuentros é peleas, donde sen á la gobernación del Marqués' dé "Villena, á
'algunas veces fueron vencedores los christianos, é quien habia dado cargo de la capitanía mayor de
'otras veces los moros. É como el tiempo vino, en la frontera, é volvió para la cibdad de Córdoba.
«1 qual entendieron que se debia facer la tala de Desta tala los moros quedaron menguados de lo
' líos panes que estaban sembrados en la vega, y en necesario; pero como son genté que se sostienen con
'circuito de la oibdad dé Granada; el Bey é la Rey- poco mantenimiento, ó se proveían de las gentes
tea mandaron llamar los caballeros é gentes de que moraban en las sierras que son de la otra parte
guerra de toda el Andaluofa. Los quales con la de Granada ; permanecían en su rebelión, é no da
gente del Cardenal de España é del Duque de Me- ban fabla, ni oian trato ninguno, que fuese para
dinasidonia é del Marqués de Cáliz é del Conde de entregar la cibdad (1). A esta tala vino la Reyna
TJruefia, é del Conde de Cabra, é dé Don Alonso de Doña Isabel y el Principe Don Juan, é la Princesa
Aguilar, é de los otros caballeros de las cibdades de Portogal sus fijos; é quedaron en Moclin la Rey
é villas é tierras do aquellas comarcas, vinieron na é la Princesa. Y el Principe Don Juan fué al
fasta en número de cinco mil homes de caballo, é real, donde fué armado caballero junto á la acequia
veinte mil peones. El Rey, acompañado destas gen gorda; é fueron sus padrinos el Duque de Medina-
tes, entró en la vega de Granada para talar loa pa sidonia y el Marqués de Cáliz, estando el Principe
nos que estaban en el circuito de la cibdad, ó lle y el Rey su padre, que lo armó caballero, caval-
vando su hueste por jornadas é lugares mas seguros, gando. El Príncipe armado caballero, armó caballe
llegó á la vega de Granada, é mandó facer la tala. ros aquel dia á fijos de Sefiores; el primero fué Don
É los moros , visto que los christianos les talaban Fadrique Enriquez, fijo del Adelantado Don Pedro
los panes é las otras frutas que tenian, salieron de Enriquez, que fué después Marqués de Denia, é á
la cibdad; é repartidos por quadrillas, teniendo ma otros. Duró esta tala doce dias. Vino á servir al
yor confianza en sus engaños, que en la fuerza de Rey aquel Caudillo de Baza con ciento é cinqüenta
su gente, se pusieron en lugares mas seguros para de caballo, y el Alguacil de Baza, vasallos del Rey;
lo resistir. É porque los christianos se llegaban á é tomaron el mas peligroso lugar; é tomaron la
talar los panes é otros frutos mas cercanos á la cib torre de Román que está dos leguas de Granada, é
dad, los moros trabajando por defender, é los chris ciertos moros que en ella estaban, con cierto enga
tianos por ofender, en treinta dias qne duró aquella ño. Ansímismo vino á servir al Rey el Rey que ha
tala ovo grandes escaramuzas, donde murieron mu bia seydo en Guadix con docientos de caballo, que
chos de los unos é de los otros. En estas escaramu ansimesmo eran vasallos del Rey.
zas caian y eran forillos mas de los christianos quo
de los moros, porque les convenia pelear tanto con CAPÍTULO CXXXI.
la dispusicion del lugar como con la fuerza del ene
migo, que sabia é se ponia en los lugares mas se Como los moros tomaron el castillo de Alhendln é lo derribaron;
6 tomaron otras dos fortaleias, é cercaron la villa de SalobreSa.
guros.
Considerado por el Rey que en aquellas peleas Fecha la tala que eBte año fizo el Rey en la vega
los ohrístianos habrian menor provecho seyendo de Granada , é vuelto para la cibdad de Córdoba,
vencedores, que los moros podrían haber dafio se el Rey de Granada con ayuda y esfuerzo que le
yendo vencidos, por la dispusicion de los lugares dieron algunos de la cibdad é los que moraban en
do peleaban, mandó retraer sus gentes. É fu el es las serranías que son á la parte de la sierra Nevada,
amonestado por el Rey é por los capitanes, que fi- salió de la cibdad con mucha gente de moros á pié
ciesen la tala, y estoviesen quedos sin salir á las é á caballo, é cercó el oastillo de Albendin, donde
escaramuzas que los moros todas horas movían por estaba por Alcayde un caballero que se llamaba
el inconviniente que dello se seguia. Murió en una Mendo de Quesada, con docientos é oinqüentá ho
destas esoaramuzas un caballero hermano del Mar mes dispuestos é cursados en la guerra. Este oasti
qués de Villena, que se llamaba Don Alonso Pa llo de Alhendin, por estar muy cercano á la cibdad
checo, é otro capitán , que se llamaba Esteban de de Granada, tenia á los moros tan encogidos, que
Luzon; y ol Marqués peleando fué ferido de una no osaban salir á facer las labores del campo, ni
lanzada que le pasó el brazo derecho. Otros algu tenian libertad de ir á otras partes que no fuesen
nos de su capitanía fueron fétidos é muertos; é presos ó captivos, salvo si no saliesen tantos en nú
oviera mayor dafio en los christianos, salvo por la mero que podiesen resistir á los que estaban en
osadía y esfuerzo de algunos caballeros, que ofres- aquel castillo de Alhendin. Los quales por manda
ciéndose á la muerte por haber fama, entraban á do del Alcayde, é por sus proprios intereses, siem
socorrer á los christianos en lugares peligrosos do pre salian é se ponían en asechanzas, é captivaban
se habían metido. En estos dias que duró la tala, se é mataban bien cerca de la cibdad á los moros que
talaron todos los mas panes que los moros tenian saliari della. Visto por los moros estos trabajos que
sembrados en la vega de Granada, é los que se po- todas horas padoscian de los que estaban en aquella
dieron talar de los que estaban mas cercanos á la
cibdad. Fecha aquella tala, el Rey dexó gente por (i) A ala (din tino la Regiu. Todo esto qne signe hasta el tn
fronteros en todas las villas é castillos que estaban del capitulo, no se lee en el US. del Escorial.
508 CRÓNICAS DE LOS BEYES DE CASTILLA.
fortaleza, é considerando como el Rey con toda bu podiese haber mantenimientos de África, acordó
hueste era vuelto á la cibdad de Córdoba, acordaron do cercar la fortaleza do Salobreña, que es cerca de
de cercar aquella fortaleza, porque creyeron que la la mar. E poniendo en obra este acuerdo, tornó á
tomarían antee que el Rey podiese volver con gente salir de la cibdad de Granada con mucha gente de
á la socorrer. É puesto el real sobre ella, el Alcay- pié é de caballo, é cercó aquella villa é su fortaleza.
de é los christianos que con él estaban, se pusieron (1) En este tiempo el Conde de Tendilla, que te
en defensa, é pelearon con los moros, el dia que pu nia á cargo la frontera de Alcalá la Real, ovo aviso
sieron el sitio; é otros seis dias continos, que no fá que eran entrados ciertos caballeros moros é cient
lleselo dia ni noche que cesasen entre ellos las pe peones, á correr á Quesada ; é saltó al camino coa
leas por dos ó tres partes. Pero los moros, que eran ciento é cinqfienta lanzas, é púsose en Barcina, tres
en gran número, é con los que todas horas salían de leguas de Granada, y esperó allí un día á una noche
la cibdad de Granada, tenían gente para pelear los en una celada. Los caballeros que estaban con él
unos entretanto que los otros descansaban, de ma querían que el Conde se fuese , con el qual nunca
nera que todas horas peleaban. Con estas peleas é lo podieron acabar, fasta que sus guardas vinieron
combates que los moros daban tan continos é pre dos horas antes que amaneciese , é ficieron lumbre
surosos, los christianos cansados con el poco dormir, los moros en Poriate. E vinieron á decir al Conde
é no teniendo espacio para comer, ni lugar alguno como venían los moros, y el Conde fizo cavalgar la
para reposar, fueron constreñidos de se recoger á la gente, é los moros que venían con muchos captivos
barbacana de la fortaleza, la qual les fué dos veces hornos é mugeros, é muchas azémilas é joyas que
entrada por los moros, é fueron echados dolía con habían tomado de personas que iban seguras á
la fuerza y esfuerzo de los christianos. Al fin el Baza, no se cataron fusta que el Conde dio sobre
Alcayde, veyendo los muertos é félidos que tenia en ellos é los desbarató, é mató treinta é seis moros, é
su compañía, é que no podían defender la barrera, captivo cinqüenta é cinco ; é tomaron quarenta ó
acordó de la dexar, é defender una gran torre prin cinco caballos ensillados, é los otros se salvaron
cipal, ó los otroB lugares que le parecieron defensi- por la noche é por la aspereza de la tierra. E ansf
bles en la fortaleza. Los moros, visto que los chris el dicho Conde tornó á Alcalá la Real con los mo
tianos se habían retraído, arrimaron á la torre prin ros captivos, é los christianos é christianaB libres.
cipal las mantas é bancos pinjados, é otros aparejos Donde de toda la cibdad fué recebido con grande
que traían; é cavaron la torre, é pusiéronla toda en alegría, é de su muger que lo había venido ¡i ver
cuentos. Venida la nueva deste cerco al Rey ó á la este día, á cabo do dos años que no le había visto,
Reyna que estaban en Córdoba, luego mandaron la qual era fija delMaestre Don Juan Pacheco ó de
llamar gentes de pié é de caballo del Andalucía, é Doña María Puertocarrero, Marquesa de Villena, su
de las comarcas. É como fueron juntos, partió el muger.
Roy para socorrer los que guardaban aquella forta Los moros que habían quedado por mudéxares
leza, é luego volvió para la cibdad de Córdoba, por en la villa, pospuesto el juramento de fidelidad que
que sopo una jornada antes que llegase, como el ficieron al Rey ó á la Reyna, dieron lugar al Rey
Alcaydo la había entregado á los moros ; porque Moro para que entrase en la villa, é ayudaron á los
viilo que los que le ayudaban, Julios eran muertos, moros con armas é viandas , é las otras cosas que
é dollos feridos, é todos los otros estaban ya cansa ovieron necesario para cercar la fortaleza. El Al
dos de los continos combates, que les fallescian las cayde que en ella estaba, puesto por Francisco Ra
fuerzas; especialmente porque vido que toda la tor mírez de Madrid que tenia el cargo principal de
re que. defendía estaba puesta en cuentos de made aquella fortaleza, con otros algunos christianos que
ra, ó los moros la querían poner fuego para la der entraron á le ayudar, se puso en defensa, é repartió
ribar. Y el Rey Moro tomó por captivos al Alcayde las estanzas en los lugares por dondo los moros
ó á todos los que falló en la fortaleza , ó fizóla derri quorian combatir. Sabido esto por Don Francisco
bar por el ioconviniente que se siguiria á los moros Enriquez, tío del Rey, Capitán de la cibdad de Ve-
si los christianos la tornasen á recobrar. lcz-Málaga, é por otros capitanes é alcaydes que
Después que los moros tomaron aquella fortaleza estaban en la comarca, vinieron para entrar en la
é la derribaron, cobraron mayor ánimo para guer villa para la defender; pero no lo podieron facer
rear ; é salieron de la cibdad de Granada mucha gen por la multitud de los moros que por todas partea
te de pié é do caballo, é fueron contra otras dos for la tenían cercada. Visto por aquellos capitanes
talezas que son entre la cibdad de Guadix é Alme christianos que no podían entrar en la villa, é que
ría, é la una se llama Marchena, é la otra Buluduy. eran pequeño número para pelear con los moros,
E porque los alcaydes que las tenían no estaban pusiéronse en una peña que estaba cercana á la mar,
bien proveídos de gente, ni do las otras cosas ne donde ni los moros á ellos , ni ellos á los moros po
cesarias á la defender, los moros con los combates dían facer daño ; pero esfuerzaban á los de la for
presurosos que les dieron, ovieron lugar de las to taleza díciéndoles que se detuviesen, porque presta-
mar, é llevaron captivos á los alcaydes é á los que
con ellos estaban. E como el Roy Moro so vido
(1) En ale tiempo. En el US. del Escorial falla esle suceso del
victorioso por la toma de aquellas fortalezas, con Conde de Tendilla ; jr aunque se halla en el US. del Scfíur Nava,
siderando que no tenia puerto de mar por donde mas parece ñola marginal, que verdadero lexlo de la Crónica.
í)ON FERNANDO É DOÑA ISABEL. • 6Ód
mentó vernia el Rey á los socorrer. Y en aquella Buluduy, cobraron ánimo para salir é combatir é
manera los moros tovieron coreada aquella forta tomar otras fortalezas, otrosí porque fueron infor
leza, combatiéndola por espacio de quince dias. mados que algunos moros de los que habian dexa-
Sabido por el Rey como los moros tenían cerca do que morasen en las cibdades de Baza, é Guadix
da aquella Tilla, é que el Alcayde é los que con él é Almería, trataban secretamente con el Rey Moro
la guardaban estaban en muy grande aprieto por de Granada que los viniese á socorrer, porque ellos
los continos combates que los moros les daban, entendían tomar armas, é se alzar con aquellas cib
partió de la cibdad de Córdoba con la mas gente dades é villas contra los que tenian las fortalezas,
que pudo haber, é apresurando su camino, llegó cer las quales entendían con su esfuerzo combatir é to
ca de aquella villa por la socorrer. Sabido por el Rey mar ; el Rey partió con toda su hueste, é fué para
Moro como el Rey venia con gente en socorro, lue aquellas partes. E mandó salir de aquellas tres cib
go alzó el real que tenia puesto, é volvió con toda dades é de sus arrabales, é de todas las otras villas
su hueste para la cibdad de Granada, é ansf quedó cercadas todos los moros é moras que en ellas ha
aquella villa libre. T el Rey é la Reyna ficieron bian dexado por mudéxares; é dióles seguro para
mercedes al Alcayde é á los que con él estaban é la que pasasen si quisiesen á las partes de África, ó
defendieron, por los trabajos que ovieron en la de si quisiesen quedar con sus casas é bienes en sus
fender, é porque fueron constantes contra los com reynos é señoríos, pudiesen morar en las aldeas é
batos que sufrieron, é miedos que les eran puestos alearías, é no entrasen en cibdad ni villa cercada.
por los moros que los habían cercado (1). E aquí Los moros, visto el mandamiento del Rey, luego
en esta fortaleza metió por un postigo el Alcayde desampararon sus casas, é dexaron libres todas las
Pulgar en ella setenta homes. E habiendo falta de cibdades é villas cercadas ; é dellos se pasaron á los
agua, por mengua de la qual los moros la espera- Reynos de África, é dollos fincaron en aquella tier
« ban tomar, porque perdiesen aquella esperanza, los ra, é moraron en las aldeas é alearías, que no tenian
fizo dende el adarve colgar un cántaro della ; y en cercas ni fuerza donde pudiesen rebelar, ni facer
albricias del combate con que los amenazaban, les dafio á la tierra de los christianos. Con esto el Rey
dio una taza de plata ; que fué causa, que como los remedió la tierra, é quedó segura ; porque los moros
cercados se esforzaron , los cercadores se alzaron. cesaron de imaginar los insultos que deseaban fa
cer morando en los cibdades é villas cercadas.
CAPÍTULO CXXXII.
CAPÍTULO CXXXIII.
Como el Rejr tornó a la vega de Granada, 6 (Izo tala en loa pani
zos, y echó todos los moros de los lugares cercados. Como el Rey fué a Sevilla, é de allí fué i cercar i Granada quan-
do la tomó (2).
Deseando el Rey é la Reyna dar fin á la conquis
ta que principiaron del Reyno do Granada, man Acabada la tala é de echar el Rey á los moros de
daron poner gran diligencia en las cosas concer los lugares ya dichos, partió de Córdoba para Se
nientes á la guerra ; é acordaron que se flciese en villa ; y en el camino en la [villa de Constantina
el mes de Septiembre deste ano la tala de los pani despidió á su fija la Princesa de Portogal. E desde
zos que los moros tenian sembrados en circuito de Sevilla partieron á once de Abril afio de mil é qua-
la cibdad. Habido este acuerdo, mandaron juntar cientos é noventa é un años , ó con ellos el Príncipe
en la cibdad de Córdoba toda la gente de guerra, é las Infantas sus fijas. E la Reyna y el Principo é
ansí del Andalucía como do las provincias que son sus fijas quedaron en Alcalá la Real, y el Rey fué á
comarcanas á ella. E como los capitanes con las veinte del dicho mes á poner su real á la cabeza de
gentes de sus capitanías fueron juntos, el Rey par los ginetes, y estuvieron allí otro dia Jueves espe
tió de la cibdad de Córdoba con sus batallas orde rando la gente. Otro dia Viernes fué al Val de Ve-
nadas; é porque fué informado que los moros ha lillos, que es junto á la puente de Pinos, y el Sába
blan alzado el cerco que tenian puesto sobro la vi do fueron á loa Ojos de Huécar, que os una legua
lla de Salobreña, volvió camino de Granada, é ñzo de Granada, á do vinieron algunos moros de Grana
talar los panizos que estaban sembrados en circuito da caballeros. E de allí esa noche el Marqués de
. de la cibdad. Los moros, visto que les talaban los Villena con tres mil de caballo é diez mil peones
mantenimientos, salieron de la oibdad a lo resistir; fué al Val de Lendin, que son unas aldeas que están
y en qnince dios que duró aquella tala, ovo algunas á la entrada de las Alpuxarras, á destruirlas, á do
, escaramuzas, donde murieron é fueron feridos al suele haber cosas de mantenimientos para Granada.
gunos de los moros é de los christianoB. Fecha la E por miedo que no se juntase contra el Marqués
tala, porque so sopo que los moros después que to mucha gente de las Alpuxarras, movió el Rey á fa-
maron las fortalezas de Alhendin é Marchena y el celle espaldas. E los do Granada salieron é dieron
(?) En el MS. del Escori.il faltan los dos capítulos siguientes;
(I) E aquí en esta (ortaleía. Desde estas palabras hasta el fin y a la verdad no parecen de Pulgar. Tai vez serón parle de una
del capitulo falta en el MS. del Escorial. Este Alcayde Pulgar es Adición que sigue en varios SISS., y entre ellos en el del Sciior
el del Salar de quien se habló en el cap. III, y cuenta él mismo Nava. Aparte de la notoria diversidad del estilo, el Doctor Galin-
este suceso con alguna mas extensión en el Sumarlo de los lie dez de Carvajal, que tuvo esta Crónica original en su poder, afir
dlos del Gran Capitán, pag. II, aunque con la modestia de ocul ma expresamente que Pulgar solo escribió hasta el afio noventa.
tar su nombre. Vrefac. al Registro de las Jornadas de los Reyes Católicos, US,
610''. CRÓNICAS DE LOS REYES DE CASTILLA.
eu los de la rezaga, los qnales entraron con ellos en de Julio, la Reyna mandó á ana moza de cámara
escaramuzas, é fueron tan apretados los chrigtianos quitar una vela de su tienda de una porte, é posar
que ovieron de fuir, á do oto de los moros algunos la á otra, porque le estorbaba el dormir, é durmien
muertos. El Rey llegó al Padul, á do falló que ya do ella ó todos los de su tienda, prendióse fuego á
* venia el Marqués do Villena con su gente, los qua- la tienda de aquella vela, de cuyo fuego se encendió
les como los moros del Val de Lendin estaban des mucha parte del real ¡ é salió la Reyna con mucho
cuidados, destruyeron nueve aldeas, é mataron mas peligro, y ella por una parte, y el Príncipe é la In
de quinientos moros , é traxieron grande presa, an fanta por otra, se acogieron á otras tiendas. Y el
sí de moros é moras, como de otras muchas cosas, Rey cavalgó con mucha gente, é salió fuera del
los quales llegaron al real Domingo en la noche. real hacia Granada, porque los moros no viniesen á
Otro dia Lunes, el Rey determinó de destruir todos facer daño. En esta mesma noche se quemó la fe
los lugares que el Marqués habia comenzado a des ria de Medina. Y esta tarde antes, corriendo el Prin
truir, é otros que estaban mas adentro en las Alpu- cipe Don Alonso de Portogal un caballo en la ribe
xarras. El Domingo on la noche vinieron do Grana ra do Tejo estando en Santaren, tomó el caballo un
da por la sierra, mucha gente de pié é de caballo hombre entre las manos, que fué causa que el Prin
con tres capitanes á ponerse en un paso, para que cipe cayese ; é nunca fabló ni tornó en su sentido
la gente no pasase á las Alpuxarras. Otro dia Lunes fasta que murió, el qual era yerno del Rey é de lo
partió la hueste, é algunas gentes delante ; é fueron Reyna. E al cerco de Granada antes que se alzase
á donde los moros estaban esperando á los christia- vino la Princesa su muger, é posó en Sonta Fé,
nos, é pelearon con ellos, é los moros fueron fuyen- que ya estaba fecha. Pasado este fuego, ficieron to
do, quedando allí muertos mas de ciento , é á vida dos casas de texa , que parecia una cibdad con sus
tomaron setenta. T el Rey pasó adelante, donde calles ordenadas, é todas la cosas deseadas, en tan
quemaron é destruyeron las nuevo aldeas, é otros ta abundancia de sedas ó paños é brocados , é todo
quince lugares mas, á donde murieron muchos mo lo demás, como si fuera una buena feria. Después
ros é moras, é se captivaron muchos ; é traxieron se fizo Santa Fé, la qual ficieron las cibdades é loa
mucho despojo por ser la tierra rica, é después se Maestrazgos, é cada uno puso su letrero de lo que
taló quanto habia sembrado en aquella ;tierra. El fizo, lo qual fué parte de dexar guarniciones de
dia de Sant Marcos volvió el Rey al Padul, y en to gentes sobre Granada, la qual ficieron á la forma
do esto no murió ninguno, salvo un page de la Rey- do Villa-Real, que es una villa cabe Vallacio , que
na que se llamaba Avellaneda. Y el Roy volvió á la se fizo para lo rnesino con sus calles derechas , á
vega, é asentó su real cerca de donde es oy dia quatro puertas una enfrente do otra muy fuertes.
Santa Fé, que es cabe los ojos de Huécar, que fué á En el moa de Deciembre, no teniendo sino muy po
veinte é seis dias de Abril ; el qual real no se levan cos mantenimientos los de la cibdad de Granada,
tó fasta que se tomó é ganó la cibdad de Granada, demandaron partido, la fabla do lo qual duró trein
é duró el cerco ocho meses. En el qual tiempo se ta dias ; y en los treinta de Deciembre entregaron
taló todo lo sembrado é huertas que pudieron; é las fortalezas quo el Roy Moro tenia, que la princi
tomó todas las aldeas que pudo á la redonda. Des pal os el Alhambra, al Rey Don Hernando é á la
que el real fué fortalescido, la Reyna con sus fijos Reyna Doña Isabel ; con tanto que todos quedasen
vino allí ; á los quales los mas de los Grandes sa en su ley y en sus faciendas é otros muchos capí
lieron á recebir. Sábado á diez é ocho del mes do tulos. E también los moros otorgaron otros ; y en
Junio, fué la Reyna á mirar á Granada, é la cerca rehenes que complirian lo de las fortalezas, é que
que tenia, é con ella el Principe ó la Infanta Doña darian las armas que toviesen, dieron á muchos
Juana, é fueron con ella mucha gente. E allegó á principales de la cibdad.
una aldea que se llamaba la Zubia, que está junto á ün moro loco andaba por las calles de la cibdad
la cibdad, é mandó poner mucha gente á la halda alborotando el pueblo para que el partido no sa
de la sierra que está junto con el aldea, é otra gen ficiese ; con el qual se juntó tanta gente, que el Roy
te hacia la oibdad. La qual la Reyna se paró á mirar Moro no osaba salir. E ansi otro dia Sábado mandó
desde una ventana de una casa de aquella aldea, y llamar á los de su consejo, é á loa que habían fecho
embió á mandar que se escusase escaramuza, porque aquel alboroto ; ó diciéndole ellos lo acontecido, les
no muriese gente, é no lo pudo escusar tanto que dixo tales palabras con que los amansó , diciendo
no la ovieae. E como los cuantíanos que andaban que ya no era tiempo de facer tal movimiento, pues
con ella eran muchos, para defender los otros ovo ya no tenían con que se poder sostener ¡ é lo otro
de soltar la gente, é ficieron retraer los moros fasta por los rehenes que estaban dadas, de donde ge les
la cibdad, é fueron tras dellos, ó mataron mas de siguiria mas cierto el daño que el remedio, pues de
seiscientos moros, é firieron é captivaron otros mu socorro no tenian esperanza. E dicho esto se volvió
chos, que serian por todos dos mil, é tomáronles dos al Alhambra, las quales fortalezas estaban asenta
tiros de pólvora que traian. Los moros quedaron das que se entregarían el dia de los Reyes. Y el Rey
desta vez escarmentados, é no osaron salir tan suel Moro escribió al Rey que él compliria lo asentado,
tamente de allí adelante. La Reyna en aquella al no embargante el alboroto, é que abreviase el tiem
dea fizo un monesterio de Sant Francisco. po. E visto esto, el Rey é la Reyna , á dos dios da
Estando eu el real, Jueves en la noche, á catorce Enero con toda la hueste del real partió la vio da.
DON FERNANDO E DONA' ISABEL. olí
Granada. Lft Reyna y el Príncipe éla Infanta DoDa pales, é se fué al Val de Purchena, qne era lo qne le
Jnana se pusieron en un cerro cerca de Granada, y dieron para que estoviese. E después otro (lia el
el Rey con la gente junto de la cibdad , cabe el río Rey é la Beyna entraron en el Alhambra , á donde
Genil, á donde salió el Rey Moro, é le entregó las los salió á recebir el Arzobispo nuevo, Don Fray
llaves, é se quiso apear á le besar las manos. Y el Hernando de Talavera, con mucha clerecía á la
Rey lo uno ni lo otro no le consintió, é le besó en puerta del Alhambra en procesión. Estovo el Bey
el brazo, é dióle las llaves. Y el Rey diólas al Con en Santa Fé en su real, é á las veces en el Alham
de de Tendilla, á quien habia fecho merced de la bra, fasta el mes de Mayo de mil é quatrooientos
alcaydia de Granada , é al Comendador mayor de é noventa é dos afios por dexar segura la cibdad.
León Don Gutierre de Cárdenas. Los quales entra En aquel tiempo ovo algunos alborotos de moros , é
ron en el Alhambra, y encima de la torre de Comá- fallaron una mina llena de armas, sobre lo qual se
res alzaron la cruz, é luego la bandera real. E dixe- fizo mucha justicia, é de todos los que ficieron los
ron los Reyes de armas en altas voces : Granada, alborotos. E dexaron en ella mucho recabdo, é par
Granada por los Reyes Don Fernando é Doña Isa tiéronse para Castilla.
bel. Vista la cruz por la Reyna, los de bu capilla que
allí estaban cantaron el Te Deum laudaran*. Fué CAPÍTULO CXXXIV
tanto el placer, que todos lloraban. Luego todos los
Grandes que con el Rey estaban , fueron á donde la Del torco que erabió el Grin Maestre de Rodas al Papa.
Reyna estaba, é le besaron la mano por Reyna de Va habernos dicho (1) como el gran Maestre de
Granada. E junto con el pendón real, se levantó el Rodas, á este hermano del Turco, queriéndose so
pendón de Santiago que traia el Maestre. correr del contra el Gran Turco su hermano, lo em
Este di a fizo el Rey Moro dos actos de tristeza, é bió al Rey Luis de Francia. El qual no solamente
fueron, que tienen por costumbre los Beyes moros no lo quiso recibir, mas aun no quiso que estovie
quando pasan algún rio do poca agua, que los ca se en su Reyno ; y el gran Maestre lo embió al
balleros moros le cubren los pies é los estrivos con Papa. E porque su hermano el Gran Turco lo temia,
los suyos, y él no lo quiso consentir ; é quando su fizo su amistad con el Papa, é prometióle de dar
ben alguna escalera, dexan los alpargates, é gelos cierta cantidad de ducados cada año porque lo to-
lleva el mas principal moro que allí está, lo qual él viese á buen recabdo. E ansí estovo fasta que el
no quiso consentir. E como fué á su¡casa, que ora en Papa lo dio al Bey Don Carlos de Francia quando
el alcazaba, entró llorando lo que habia perdido, é fué á Ñapóles, el qual Turco murió allá. E por mas
díxole bu madre, que pues no habia seydo para de contentar al Papa el Gran Turco, le embió al Papa
fenderlo como homo, que no llorase como muger. Inocencio el fierro de la lanza con que fué abierto
Falláronse en esta toma de Granada el Cardenal el costado de nuestro Bedemptor Jeeu Chrísto, que
de España Arzobispo de Toledo, Don Pedro Gonzá se cree habérselo embiado á pedir.
lez de Mendoza, y el Maestre de Santiago Don Alon Sabido por el Papa que venia el fierro, embió dos
so de Cárdenas, é los Duques de Medinasidonia é Obispos al mar de Ancona á recibirlo ; é después el
Cáliz, é Don Alouso de Aguilar, y el Marqués de Papa cen todos los Cardenales é clerecia salió en
Villena, é los Condes de Uruefia é Cabra; y el Ade procesión á recobirlo. Y el Papa lo traxo en sus ma
lantado del Andalucía, é Don Diego Hurtado de nos fasta dentro de la Iglesia de Sant Pedro, á
Mendoza, Arzobispo de Sevilla, é otros muchos Per donde se puso en mucha veneración. Al tiempo que
lados, Condes é Marqueses. E por evitar los incon- se traxo, este Turco fué á fablar al Papa; "y estaba
vinientes que en la cibdad podia haber, no estando el Papa en un cadahalso vestido de pontifical con
ellos en ella, mandaron el Rey é la Reyna pregonar todos los Cardenales é Perlados que habia en Bo
que ninguno entrase en Granada sin su licencia an ma ; é iba con el Turco el Maestre de cerimonias,
tes de su entrada. E porqne Pedro Gasea de Avila, diciéndole do habia de fincar las rodillas y él no qui
fijo de Gil González de Avila, entró sin ella con so facerlo. E subiendo que subió á lo alto del ca
ciertos escuderos suyos é de su hermano Luis de dahalso, fué al Papa é abrazólo é dióle luego una
Guzman, Comendador de Aceca, le mandaron pren palmada en las espaldas. E reprehendióle el Maes
der é mandaban cortar la cabeza. Pero siguiendo la tre de cerimonias porque lo habia fecho, dioiendo
condición que los Principes han de tener para los que era Vicario de Dios. Respondió el Turco, di
que los desean servir, eran estos Reyes tan agrades- ciendo que él habia fecho mucho en lo que fizo por
cidos, que considerando lo que este caballero los que no seyendo él christiano , ni creyendo en su
habia servido en todas las guerras, desde la de Toro, ley, é seyendo él fijo de Bey, y el Papa fijo de un
no solo le perdonaron, pero le ficieron mercedes en mercader, lo habia igualado consigo.
aquella cibdad é reyno. '
Entregada el Alhambra, traxieron luego todas
las armas de la cibdad á ella, salvo las que se escon (I) A primen Tiste se conoce qne este capitulo es un reiste
arbitrariamente anido i los anteriores ; j todo demuestra que la
dieron. El Bey Moro salió de alli con otros princi- Crónica de Pulgar quedó incompleta, (tf. delC.)
FIN DB LA OEÓHIOA.
APÉNDICE i:
Luego que se tomó y entregó Baza , el Rey Muy- los pasos, é por el quebrantamiento y cansando de
ley Bahudili el Zagal, rey que se llamaba de Gua tan largo cerco. En la ciudad de Granada y sus Al-
diz, hizo bus capitulaciones con los Beyes Cathóli- puzares estaba y quedó por Bey el Muley Bahude-
cos, é se pasó allende ; y en el mismo tiempo las li, el Chiquito, que dioen primogénito del Bey Muli
ciudades de Almería é Quadix é Purchena con sus .Bulhacen, padre de los infantes de Granada qae
tierras , é otras muchas villas y fortalezas del dicho hoy viven, Don Juan é Don Fernando ; é porque
reino de Granada , enviaron sus mensajeros al Bey este Bey Muley Bahudeli, siendo mancebo, por in
Cathólico á la ciudad de Baza , donde estaba, á ha ducimiento del Alatar, que era cabecera de Loza y
cer sus capitulaciones é partidos para entregarse, y hombre muy sabio y esforzado en guerra y en toda
allí se hicieron y efectuaron; y el Bey Cathólico otra cosa, y alguno de los Abencerrajes y Audi I loa
embió sus capitanes é gente de armas á tomar las res, que eran caballeros muy principales en el dicho
dichas ciudades , y se le entregaron ; y los Beyes reyno, y de otros caballeros que seguían su partido,
Cathólicos hicieron merced de la tenencia de la for se levantó por Bey contra el dicho Bey Muley Bul-
taleza é guarda de la dicha ciudad de Almería á hacen, su padre, con las ciudades Loza y Alhama y
Don Gutierre de Cárdenas, Comendador mayor do Málaga é Velez Málaga y Bouda é Marvella é con.
León, é de la fortaleza é guarda de la dicha ciudad todas las otras villas é fortalezas que están á la
de Baza á Don Enrique Enriquez, tio é mayordomo parte del poniente, por esto le llamaron el Bey Chi
del Bey, é de la tenencia é guarda de la dicha ciu quito. Este rey Muley Bahudeli el Chiquito salió
dad de Guadiz á Don Hurtado de Mendoza, herma de Loza, é con él el Alatar y otros muchos caballe
no del Duque del Infantadgo , que entóneos era, y ros, é con mas de mili de cnbn.Ho y de siete á ocho
del Cardenal Don Pero González de Mendoza, y de mili hombres do pié, entró por Iznajar por correr
la guarda y fortaleza de la ciudad de Purchena á (2) las villas de Cabra y Lucena y otras muchas villas
; y á todos los mandaron prover é lugares questan cerca dellas ; é salieron contra él
y fueron proveídos de la gente de caballo y de pié el Conde de Cabra que entonces era, y el Alcaide de
que tenian necesidad para la guarda de aquellas los donceles que se halló en su villa de Lucena con
fortalezas y ciudades ; y al mesmo tiempo le hicie la gente que pudieron juntar, que era muy pooa se-
ron merced al Comendador mayor de León de la gund la que el Bey Bahudili tenio. Y pelearon
fortaleza é tacha de Marchena, ques cerca de Alme con él entre Cabra y Eznajar , oerca del rio que di
ría, ques una cosa muy calificada, y A Don Bodrigo cen de Bedera , y lo desbarataron , é fueron presos ó
de Mendoza ó do Bivar, hijo del Cardenal Don Poro muertos muchos, y el Alatar, que era un hombre
González de Mendoza, de las villas de Zenete é tan principal como está dicho, y viejo, no pareció
Guadiz, que son siete, oon titulo de Marqués de muerto ni vivo : tiénese por cierto que se ahogó en
Zenete. el dicho rio de Bedera ; y el rey Chiquito fué preso
Proveidas las cosas dichas, los Beyes Cathólicos allí, que lo halló un vecino de Lucena apeado y es
salieron al Andalucía, é porque la salida fué en lo condido en una mato, y fué llevado preso á la di
mas bravo del invierno y el ano fué muy lluvioso* cha villa de Luoena por el dicho Alcaide de los Don- -
recibieron muy gran trabajo en la salida, y pades- celes ; y porque cada tino pretendió que él lo habia
cieron muchas bestias é gentes en los arroyos é ma prendido, y que se le habían de dar las insinias de
la prisión, que la trnziese en sus armas, hubo gran
des diferencias entre el Conde de Cabra y el Alcal
lí) Tomada de nn MS. de la Biblioteca del Eiemo. Sr. Doqne de de los Donceles ; y entendiendo el Bey é la Bey-
de Osuna. na Cathólicos la razón de cada uno, mandaron que-
ti ■ Este hueco j los ilfalentea están en el original , excepto
alguno qni! retalla de palabra* totalmente Ilegibles. cada uno les trnziese igualmente, y ansi las traen,
Cr.-III. 35
404 . CRÓNICAS DE LOS BEYES DE OASTtttA.
é les hicieron otras mercedes de algunos juros. to, porque los moros no tienen respeto mas & su rey
Preso este Bey Chiquito, fué traído á los Reyes Ca- de quanto le tienen presente, porque teniéndolo
thólicos, pienso que á Toledo, donde estuvo algunos cautivo ó por otra qualquier cosa que sea fácil, al
dias. E después el Rey é la Reyna Oathólicos se con zan luego otro, y porque era poco efecto tenello
certaron con él que quedase por su vasallo, y lo preso y porque se esperaba muy gran cosa soltallo
soltasen, y que le diesen gente é dineros é favor por la discordia y revoluciones que podían poner
porque volviese á entrar en el Reyno de Granada y en el dicho reino de Granada como de hecho loa
se señorease del. puso, fué muy bien acertado lo que se hizo.
Porque al tiempo que este Rey Chiquito se alzó Estando los negocios en el estado arriba dicho,
contra su padre el Rey Muli Bulhacem , este dicho por medios que este rey Muli Bahduli el Chiquito
rey Muli Bulhacem era ya muy viejo y ciego ; y en tuvo, se rebeló y se levantó ol Albaicin de la ciudad
so tiempo fué el mejor rey sahio y esforzado y de de Granada, que es una parte de la ciudad, fuerte
todas buenas maneras que los moros tuvieron. Apa de sitio y por lo llano está cercada de una cerca
sionado del levantamiento del hijo, hizo llamar á que parte el dicho Albaicin de la Alcazaba de la
un hermano suyo , que so llamaba Muley Bahudili, dicha ciudad, y podría haber entonces en el dicho
que estaba en Velez Málaga ; é veniendo de camino Albaicin hasta tres mil ó tres mil é quinientos veci
pasó por cerca de Alhama con setenta ó ochenta de nos, toda gente belicosa é feroz , aunque la mayor
caballo, y muchos dellos en acémilas, en que venían parte labradores. Visto esta rebelión y levantamien
muchos alfaquis. Y al tiempo habían salido de la to del Albaicin y el Rey Chiquito, con favor que le
ciudad de Alhama, que la tenia en guarda Don Gu dieron, Gonzalo Fernandez de CÓrdova, que des
tierre de Padilla, Clavero de Calatrava que enton pués se llamó el gran capitán, que tenia la tenen
ces era, y después fué Comendador mayor, é Pedro cia de la villa de Allora, que es una villa cinco le
de Ángulo, Comendador que fué de Calatrava, con guas de Granada, y Martin de Alarcon , que tenia
hasta cinqflenta Caballeros, toda gente principal, á en la manera dicha la villa de Moolin , que fueron
correr la vega de Granada, é volviendo su camino, con él con la gente de sus capitanías, que eran do-
dieron súpitamente con el Rey dicho Muley Bahu cientas lanzas, se metió en el dicho Albaicin, donde
dili é su gente ; y como los Christianos venían can estuvo mucho tiempo, y dende allí hacia guerra al
sados y trasnochados y descuidados de tal encuen dicho Zagal (4), questaba en la ciudad por de dentro
tro, desbaratáronse luego, é pusiéronse en huida; é del dicho Albaicin, y en el campo con escaramuzas
fué preso el dicho Comendador Pedro de Ángulo y continuas, y siempre estaba con él el dicho Gonza
otros muchos Caballeros de la orden de Calatrava lo Fernandez de Córdova y Martin de Alarcon con
con él, y muertos pocos y tomados muchos caballos ; sus gentes, y después por tractos que el dicho rey
y con esta victoria Muley Bahudili vino á Grana Chiquito tuvo con algunos caballeros y alfaquie-
da, é fué recibido alegremente é con gran algazara de la ciudad, se levantaron en su favor contra el dis
de todos los moros , y mas del Rey Mulhacem , su cho rey Zagal, y entendido esto por el dicho rey
hermano. Y porque como está dicho este Rey Muli Zagal, questaba á peligro del Alhambra, que sale
Bulhacem (1) era muy viejo y ciego, renunció el al camino de Guadix, se fué á Guadix. Y en tiem
reyno en dicho Muley Bahudili (2), su hermano, y po deste, como arriba está dicho, el Bey é la Rey
todos los moros lo recibieron por Rey é le llamaron na Cathólicos ganaron la ciudad de Baza y las otras
el Rey Muli Bahudili , que quiere decir esforzado, cosas arriba dichas, echado el rey Zagal de la ciu
y este nombre le pusieron los moros por la victoria
dad de Granada, y el Rey Chiquito quedó rey paci
que hubo que arriba está dicho, porque entró con ella
fico en ella. Este Rey Chiquito cuando se concertó
én Granada; y el Rey Muli Bulhacem murió dende
con el Rey é con la Reyna Cathólicos para librar de
á pocos dias Estando las cosas en este es
su cautiverio, para seguridad que compliria los
tado, vino el Rey Muli Bahudili (3) el Chiquito con
apuntamientos hechos , dio por rehenes dos hijos
concierto é favor de los Reyes Cathólicos al Reyno
suyos los quales puso en poder de Martin de Alar
de Granada. Y donde primero fué recibido por Rey
con en la dicha villa de Moclin ; y estos son los que
fué en Loxa, y ahí fué recibido, y en otras ciuda
arriba he dicho que se tornaron christianos.
des, villas é lugares del reino , á cuya causa habia
Después que este rey Chiquito quedó pacifico
guerras é diferencias entre estos dos reyes
Rey en Granada, como arriba he dicho, el Rey y la
sobre sí el rey é la reyna Oathólicos soltarían al di
Reyna Cathólicos por diversos medios tractaron con
cho Rey Chiquito de la prisión en questaba, y para
él y le pidian que compliese los apuntamientos que
ver lo que con él se debia hacer, hubo muy grandes
con ellos tenia puestos quando le dieron la libertad-
consejos y diversos pareceres , porque á la verdad
y aunque sobre esto hubo muchos tractos é nego
el punto delicado es en determinar si un rey cauti
ciaciones, vinieron en efecto, porque el dicho Rey
vo debe ser suelto ó no, pero fué muy grande mag
no se atrevía por miedo del pueblo, y porque en la
nanimidad y prudencia soltar al dicho Rey Chiqui-
(«) Se hi mencionado al principio; pero sobrentiéndase ase
(1) Abol-Haeen Aly. eate Zaial es el Abo-Abdll-l-lah Muhammad , Aermano de Abol-
(S) Abo-Abdil l-l ah Muhammad , hermano, eo efecto, de Abol- Haeen. El otro Abo-Abdil, el Chiquito, era sobrino turo, como
Haeen Alj. hijo de dicho Abol-Haeen. La igualdad de nombres ocasiona con-
(3) Abo-Abdll-l-lah Muhammad, bijo del dicho Abol-IIaceu. fusión en las personas, como ha sucedido ja alguna »«,
DON FERNANDO É DONA ISABEL. 615
Verdad no era él parte para oomplir loa dichos apun muchos ; y porque estas alearías estaban cerca de la
tamientos, que tenian por fin principal que entre sierra los caballeros de Granada y muchos balleste
gase á Granada. ros salieron por la parte que dicen Rubí, y pusié
Como en los capítulos precedentes está dicho , el ronse repartidos en la mejor que pudieron para den-
Bey é la Reyna Cathólicos, ganada Baza y todas las de allí resistir la dicha tala. Revolvióse una escara
otras cindades arriba declaradas, se vinieron á tener muza con muchos caballeros christianos que allí
lo que restaba del invierno en el Andalucía, que andaban, y como estaban presentes el Rey é la Rey
fué el principio del ario de ochenta y nueve, y veni na Cathólicos y lo miraban los caballeros christia
da la primera vera , mandaron juntar sus exércitos, nos y otras gentes, apretaron tanto á los moros, que
y embiaron á talar los panes de la vega de Granada, lea hicieron volver las espaldas y vinieron en el al
y asi se hizo, y lo mismo hicieron el ano de (1) cance hasta el río de Genil, que es poco mas de un
y esta providencia se hizo por que segund la mu tiro de piedra, é de Dar Albaida ques una puerta de
cha gente que en ella estaba y la estrechura y la la ciudad. En este alcance murieron mas de cient
manera de las calles della, era imposible tomallasi moros, porque ninguno se tomó á vida, todos muy
no era por necesidad de hambre ; y para traerlos i buenos escuderos é gentes de guerra; é fué cosa de
esta y porque el cerco después no fuese tan largo, mncho regocijo al Rey é la Beyna y á sus exércitos,
los hicieron talar los panes é panizos los dichos dos y en Granada por los moros se hizo gran sentimien
anos, uno en pos de otro. Luego afio de to. E porque esto se acabó harto temprano, Don Alon
é la primera vera, los Reyes Cathólicos mandaron so Hernández de Córdoba é Don Luis Puerto Carre
juntar los exércitos é gentes en que se tuvo por cier ro, Señor de Palma, Micergilio é Gonzalo Fernandez
to doce mili de caballo é poco menos de cient mili de Córdoba, que después fué gran capitán, con otros
hombres de pié, y con estos exércitos el Bey Cathó- caballeros y gentes de sus casas pensaron un ardid,
lico entró ; y iban con él todos los grandes del An- é fué que luego que el Bey é la Beyna Cathólicos
daluoia con sus casas é gentes, y algunos de Casti con sus exércitos se volvieron al Beal, que algunos
lla, aunque pocos, y con este exército , ordenadas moros saldrían de la ciudad para recoger é llevar
■us batallas, entró por la vega de Granada hasta un los moros muertos, y qne poniéndose ellos en algún
lugar que dicen el Gozco, ques poco mas de legna Tugar encubierto, saldrían á los moros que viniesen
é media de Granada y un quarto de legua del rio 4 recoger los muertos y que harían en ellos alguna
de Genil, y allí hizo asentar su Real muy ordenado, cosa señalada ; é para poner en obra su ardid, se
cercado de cavas hondas, y en ellas sus puentes pusieron en celada muy cerca de la ciudad de Gra
para las entradas é salidas de la gente. Y en este nada, donde les pareció lugar dispuesto para su
tiempo la Beina Cathólica quedó en la ciudad de propósito, é que no podrían ser vistos ; é fueron sen
Xerez, y mandó labrar una casa on la fortaleza de tidos de los moros é salieron 4 ellos é desbaratáron
la villa de Moclin muy buena, é pasóse allí, porque los y hiriéronle el caballo á Gonzalo Fernandez de
estaba quatro leguas del Real, y allí residió mucho Córdoba, el Gran Capitán , y desmayóle y quedó á
tiempo porque se consultaban muchas cosas que pié, é llegó á él un muy buen escudero que se de
convenia para la provisión de los exércitos y para cía Valenzuela, y apeóse de su caballo,
los tractos que continuamente andaban con el rey é dióselo á Gonzalo Fernandez, y asi no habia aca
Chiquito para traelle á que entregase á Granada; é bado de cabalgar, cuando llegan los moros y alan
después la Beina Cathólioa se pasó al Beal , donde cearon el escudero que dio el caballo á Gonzalo Her
residió hasta que se tomó Granada. Duró el cerco, nández, y quedó allí, y Gonzalo Hernández se salvó
hasta que Granada se entregó, ocho meses y algo á muy gran trabajo, y después crió y oasó los hi
mas. Casi cada día habia escaramuzas, donde mu jos é hijas des te escudero. Murieron en esta refrie
chas veces iba bien á los christianos, y otras por el ga hasta veinte é cinco escuderos christianos, é con
contrario, y señaladamente sucedía esto el dia que esto los moros se consolaron algo de su pérdida, é
iban á talar los olivares y huertas y arboledas que los 'christianos templaron algo la alegría de la vio-
estaban cerca de Granada, porque los christianos toria que el mesmo dia habian habido.
por hacer la tala, y los moros por resistirla, cada A este cerco vino el Duque del Infantadgo, agüe
ora se revolvían, donde de una parte é de la otra lo de este Duque que agora es, muy como señor y
habia muertos é heridos. T entre otras cosas que muy bien acompañado de muchos caballeros de su
desta manera sucedieron, fué una notable, y es que linaje é continoB de su casa, é quatrocientos hom
el Bey y la Beyna Cathólicos mandaron un dia mo bres de armas é docientos ginetes , que fué de ver
ver sus exércitos dexando el Real á muy buen recau su entrada y recibimiento en el Beal.
do, y que fuesen á talar las huertas é vinas y oliva El Rey Chiquito tenía consigo á su madre qué se
res y arboledas del Alcubia y otras alearías que es decía Ceti Esta nació christiana ó. fué
taban allí ceroá, lugares muy fresóos y arboledas, y cautiva cuando los moros robaron á Cieza, que es
para esta tala fueron el Rey é la Reyna Cathólicos, una villa en el Reyno de Murcia, y como al tiempo
é con ellos todos los grandes é caballeros é galanes era chiquita, con halagos y otros medios tornóse mo
cortesanos que allí estaban, que al tiempo eran ra, y salió de buen gesto y muger de bien, y el rey
Muli Bulhacem casóse con ella porque entre loa
(I) Flcll es suplir esta j las fechas que siguen. moros era esto tenido en muoho que el rey y otro
516 . CBÓNICAS DE LOS BEYES DE CASTILLA.
cualquier caballero pudiese casar con una. tamientos que los moros pedian y los que se otor
que es christiana tornada mora. Deste casamiento gaban, hubo muchas pláticas é pasó mucho tiempo,
nació el Bey Chiquito. Esta Beyna era de grande é é los moros fueron muchas veces á Granada á pla-
valeroso ánimo, é contradecía con toda posibilidad ticallo con el Bey é con las otras personas que en
que el Bey Chiquito su hijo no entregase el reyno ello entendían,, hasta que plugo á Dios que dia de
de Granada á los Beyes Oathólicos ni se concertase Santa Catalina del año de noventa é uno se asenta
con ellos, y que esperase la postrera fortuna é mu ron é concordaron é firmaron los dichos capítulos.
riese rey, é por esto el Bey Chiquito se guardaba Y durante el tiempo que corrieron los dichos
que su madre no supiese que él trataba con los Be treinta dias, los moros entregaron todas las armas,
yes Cathólicos de entregalles el reino ; y concluida conforme á otro capitulo, á las personas que para
ya la capitulación, como está dicho, lo supo la Rei ello señalaron los Beyes Cathólicos, é pusiéronse en
na su madre, é disimuladamente se dice que lo tomó el Alhambra.
por la mano y so subió á la torro de Comarca, que os El primer domingo del alio de noventa é dos, el
en el lugar donde mas se descubre la grandeza de Bey ó la Beyna Cathólicos movieron el Beal con to
Granada ; é después de haberle traido á la redonda dos sus ezércitos puestos en orden, é fueron la vía
por toda la torre, y echados entrambos entre dos al derecha de Granada, é no entraron por la ciudad
menas, le dixo : « hijo, mira qué entregas, y acuér sino por el Genil arriba, é por la puerta de los Mo
desete que todos tus pasados murieron reyes de linos é por el Realejo hasta la puerta principal del
Granada y que el reino acaba en ti.» Alhambra, y allí salió el Bey Chiquito, y se apeó de
£1 Bey é la Beyna Cathólicos, visto que el cerco su caballo con las llaves en las manos, é les entregó
se dilataba y que los moros estaban firmes, é que las dichos llaves del Alhambra é fortaleza é ciudad
cada dia salían á las escaramuzas y á resistir las de Granada; é con esto sus Altezas entraron en el
talas que se hacian, y que el invierno se acercaba, Alhambra y se aposentaron en la casa real.
tuvieron por dificultoso de poder sostener el Real, La Beyna Cathólioa é sus damas fueron aquel
principalmente por la falta de los bastimentos, por dia esquisitamente ataviadas al modo que entonces
que si entrase el invierno y cargasen las aguas, los se usaba, y estuvieron ay algunos dias, é á suplica
bastimentos se harían con muy grande dificultad, ción del Cardenal Don Pero González hicieron mer
porque habían de ir del Andalucía con el creci ced á Don Iñigo López de Mendoza, Conde de Ten-
miento de los rios y malos posos que hay. Paresció- dilla, de la tenencia de la dicha Alhambra y de las
les cosa muy dificultosa é casi imposible la perma otras fortalezas de la ciudad de Granada, que son
nencia del Beal , é por este respecto, habido su con Vivataubin , de que hicieron una buena fortaleza,
sejo, mandaron hacer una villa de muy buena cerca é la torre de la puerta Elvira, é para la guarda de-
é muy buenas cavas, ó con muy buenos baluartes é zaron quinientas lanzas é mili peones de muy poli-
con sus travesee, é todo lo que era mas necesario da gente, é proveyeron á Fray Fernando de Tala-
para que pudiesen defensar é sostenerse junto al vera, prior que era de Prado, de arzobispo de Gra
mismo Real é casi dentro en él, é mandaron á las nado, é dexáronle allí para la gobernación de la
ciudades y órdenes que allí tenian gente que la hi dicha ciudad é reino, é fuélo asoluto hasta el ano
ciesen, y repartieron á cada una ciudad y orden lo de noventa é nueve, que los Beyes Cathólicos tor
que habian de hacer por sus quarteles , é hízose en naron á la dicha ciudad é pusieron por Corregidor
muy breve tiempo, y poblóse toda de casas, é su en ella al Licenciado Calderón, Alcalde de su casa
determinación era dezar allí muy buena gente de é Corte, que al tiempo ero, y proveídos las cosas
guarnición para que hiciesen guerra á Granada é dichas, y lo que mas les pareció les convenia para
no dezasen salir á los moros á sembrar ni hacer otras la gobernación é para sostener el dicho reyno, se
cosas del campo; é pensaban que con esto otro ano vinieron á Castillo.
la tomarían fácilmente. ítem, entre otros apuntamientos de la dicha capi
Estando los cosas en este estado, los moros con tulación que se hizo, fué uno que el Bey Chiquito
la gran necesidad de hambre que padescian, permi quedase en las Alpujarras por señor dolías en su
tieron que el Bey Chiquito hablase en partido, é para vida con ciertos mili ducados de renta cada ano; é
esto vinieron ciertos caballeros moros y alfaquís porque esto era cosa de muy gran peligro quedar
de Granada al Beal, donde los Beyes Cathólicos esta el dicho Bey Chiquito en aquel reino que estava
ban; y entre ellos fué uno que dentro de treinta casi todo poblado de moros, donde pudia cada que
diaB la oiudad de Granada y su Albambra é fortale le paresciese rebotar el reino é poner en necesidad
zas se -entregase á los reyes Cathólicos 6 á su cierto á los reyes Cathólicos, quando hirieron al rey Ca-
mandado, y les besaron las manos; y entendido á thólico en Barcelona (1), el Chiquito embió ciertos
lo que venían, lo oyeron con alegre ánimo y des caballeros moros criados suyos, y al Pequini, que
pués señalaron personas que entendiesen con ellos era un hombre principal que después se llamó
en hacer los apuntamientos, y los que yo sé que so- Don Fernando Enriques, y el Bey é la Beyna Ca
Calaron fueron Don Gutierre de Cárdenas, Comen thólicos, é por sn mandado, contrataron con esto*
dador mayor de León, y el Secretario Hernando de
Qafra, que en aquel tiempo entendía principalmen (1) Si Mío no es uní Intercalación extemporánea , so *ab«moi
te en todas las cosas de la guerra; é sobre los apun- i qué Tiene aquí.
DON FERNANDO É DOÑA ISABEL. 517
caballeros moros que el Rey Chiquito les vendiese Albaicin á algunos caballeros de la ciudad, y él
todo lo que tenia en el reino de Granada, y asi se quedó aposentado en la dicha Alcazaba, é toda
hizo, é le dieron ciertos mili castellanos con que el esa noche los unos é los otros pasaron en vigilia
rey Chiquito se pasase allende, y lo mismo se con mucha grita é pedradas é algunns saetadas
hizo con otros caballeros moros que tenían algunos como en estos pasos se suele hacer. El arzobÍHpo
bienes, é de esto pesó en el alma al Rey Chiquito, de Granada con su cruz y algunos clérigos que.
é se quezaba é decia que sus caballeros no habian le acompañaban salió por la puerta de Guadiz é
tenido poder para hacer esta contractacion, mas fué á subir al Albaicin; é porque los moros tira
fuele forzado complir lo que se habia capitulado, é ban muchas pedradas, el clérigo que llevaba la
pasó allende; é con esto los Reyes Cathólicos y el cruz no osaba pasar adelante, y el arzobispo le
dicho reino de Granada quedaron muy asegurados. tomó la cruz, é con ella en las manos empezó á su
El año de noventa é nueve los Reyes Cathólicos bir una cuesta arriba hacia el Albaicin, y aunque
fueron por Mayo á Granada. El recibimiento que le tiraban muchas piedras, continuaba su camino
ee les hizo fué muy solemne, é lo que mas fué de hasta que algunas dioidades é canónigos de su
ver que en la Xarca del Albaicin y abaxo en todo Iglesia é caballeros de la ciudad que con él se ha
lo llano hasta Sant Lázaro, habia treinta mili moras llaron le retiraron casi por fuerza.
é mas, todas con sus almarafas blancas, y era cosa Otro dia de mafiana el Conde de Tendilla vino
de admiración verlas, y estuvieron en Granada has á la puerta del Alcazaba que sale al Albaicin, que
ta el mes de Octubre entendiendo en las cosas que se dice Bibalbuout, é mandó llamar algunos hoines
convenian á la buena gobernación, é de allí fueron principales moros que vivian en la cindad, é pla
á Sevilla á tener el invierno; é quedóse en Granada ticó con ellos é con otros caballeros christianos el
el arzobispo de Toledo Don Fray Francisco Xime- medio que se debía é podria tener para pacificar
nez, que después fué Cardenal. El qual con buen el Albaicin; y aunque muchas pláticas hubo, nin
celo quísose informar de todos los moros que en guna se concluyó hasta muy tarde que se tuvo me
qualquior manera venian de linage de christianos, dio que muchos moros del Albaicin principales
y hacíalos traer ante sí, y por buenas palabras y saliesen á la puerta de Bibalbunut á hablar con el
presumpciones procuraba con ellos que se convir Conde é con los moros é alfaquis que con él esta
tiesen á nuestra sancta fé cathólica, porque se de ban, y llegados allí, metíanlos de la puerta adentro
cia que sin grandísimo pecado no se podría premi- é reteníanlos, é desta manera se tomaron hasta casi
tir que estos viviesen en ley de moros, y los que se ochenta, que embiaron á la cárcel, é la mayor parte
convertían en esta manera amercedábalos y gratifi delloB se tornaron christianos luogo, é los otros que
cábalos, y á los que no se querían convertir echába no se quisieron tornar christianos, por la rebelión
los en la cárcel; é trabajaba con ellos por todos los que habian cometido hízose justicia dellos. E luego
medios posibles que se convirtiesen, y pareció que otro dia, viernes de mafiana, diéronse sus pregónos
esto tocaba á muchos moros y se escandalizaron en parte donde los oían todos los del Albaicin, en
dello; y estando asi dia de nuestra Señora de la O que se contenia que á todos los que qno quisiesen
del dicho año de noventa y nueve, un alguacil del tornarse christianos, les perdonaban las rebeliones
dicho arzobispo de Toledo fué á prender á un moro é muertes que habian cometido, é los que no se
al Albaicin, donde se juntaron algunos moros, é los quisiesen tornar christianos, se prooederia contra
moros le mataron; y esto sería á las dos oras des ellos por los dichos delitos. E quando fué viernes á
pués de medio dia; y hecha esta muerte revolvióse medio dia vinieron á hacer sus conciertos é apun
todo el Albaicin. Vino la nueva á la ciudad, é todos tamientos, é se hicieron é entregaron las armas que
los christianos viejos se pusieron en armas y ocur tenían, que eran gorguzes y lanzas y pocas balles
rieron á las puertas y adarves de la dicha ciudad tas, y con esto quedó pacifico, y se tornaron chris
que salen á dicho Albaicin , y todo ese dia que era tianos todos.
miércoles é la noche siguiente del jueves los chris Luego se revoltó Quejar, que es un lugar grueso
tianos y los moros tuvieron muy grande alboroto é junto á la Sierra Nevada, y fueron sobre él el Con
desasosiego, y hubo algunas muertes; especialmen de de Tendilla é' Gonzalo Fernandez de Córdoba,
te los moros mataron á un Barrionuevo, alguacil que después fué Gran Capitán, y por combatirse el
del campo, pariente del dicho Corregidor Calderón lugar desordenadamente y sin tiempo, mataron los
que inadvertidamente veniendo fuera de la dicha moros mas de cient christianos, en que fueron al
ciudad se entró en el Albaicin, no pensando que la gunos principales y mas de quarenta hombres de ar
cosa estaba tan encendida; é llegando á cierta paite mas , y el combate se retiró ya noche, y el Conde y
del dicho Albaicin que se dice la Xarca, le hicie Gonzalo Fernandez se vinieron á dormir al alearía
ron pedazos esa noche de nuestra Sonora de la 0. de Quantar, y luego otro dia de mafiana vino nueva
El Conde de Tendilla, que, como está dicho, era que los moros habian dezado á Guejar y retirádoso
alcayde é capitán general , á ora de las tres oras al Castillo, que está metido en la Sierra Nevada una
é media baxó del Alhambra con alguna gente de legua; y sabido esto por el Conde y Gonzalo Fer
caballo é de pié, porque lo demás dezó para guar nandez, se volvieron á Guejar, y estuvieron allí dos
da de la dicha Alhambra, é vino junto al Albai dias, y después subió el Conde de Tendilla al Casti
cin, y encomendó las puertas que salen al dicho llo donde tuvo una noche harto trabajosa de frío,
618 CRÓNICAS DE LOS REYES DE CASTILLA.
y otro dia de mañana los moros se entregaron, y moros y moras en número de mas de tres mili áni
traídos á Granada, se vendieron. mas, que en sola la mezquita murieron mas de seis
En este mismo tiempo se levantaron las Alpujar- cientos, que estaban allí recogidos, que fué cosa da
raa, que estaban todas pobladas de moros, donde muy grand lástima en todos los demás moros y
por ser tierra fuerte y brava se fueron muchos mo moras que fueron presos, y se soltaron libremente,
ros huyendo, y la razón de este levantamiento fué y se tornaron christianos conforme á lo que se oa
por nb tornarse ohristianos. El Rey Cathólico vino pituló con el Rey Cathólico, y el saco que alli se
á Sevilla y á la dicha ciudad de Granada, y hizo hizo fué muy grande, porque muy grand parte da
juntar mucha gente de caballo y de pié de Andalu las riquezas de las Alpujarras estaban alli recogi
cía, y mandó á Don Luis de Viamoute, Condestable das, y después acá la Alpujarra está pacífica.
de Navarra, que al tiempo era Capitán General de En el uño de quinientos é uno luego seguiente!
cierto número de gentes de pié é de caballo, que en se rebelaron muchos moros nuevamente conver
trase en las dichas Alpujarraa por el puerto de Hue- tidos en la Sierra Bermeja, y el Rey y la Reyna
ueja y Andfraz , y el dioho Condestable juntó su Cathólicos enviaron contra ellos por capitanes ge
gente en la villa de Piaña y oon bibiosa (si'c) jornada nerales al Conde de Uruefia y Don Alonso Fer
y dia de Carnestolendas pasó el puerto de Huenexa nandez de Córdoba, cuya fué la casa de Aguilar,
donde había mucha nieve, y el exército pasó con oon mucha gente de caballo é de pié, y alli fuá
harto trabajo. Y en el tiempo que los moros se re muerto Don Alonso una noche por los moros, é mu
belaron, tomaron la fortaleza de Lanxaron, y la chos caballeros y deudos suyos é criados con él, y
fortalecieron conformo á la brevedad del tiempo, y á esta causa el Rey Cathólico fué desde Sevilla la
esta fortaleza es la entrada de las Alpujarraa ; y el ciudad de Ronda, que ea muy ceroa de la Sierra
Rey Cathólico movió con su exéroito de la ciudad Bermeja, é mucha gente de caballo é de pié, y den-
de Granada la via del dioho Lanxaron, y por ser la de á pocos días que allí llegó, los dichos moros da
tierra muy áspera y la entrada fragosa, el exército la dicha Sierra Bermeja se entregaron con partido
pasó con dificultad, y luego que pasó, los moros hi que los que quisiesen pasar allende se pasasen, y
cieron muy poca resistencia y se desbarataron, y que se les diesen navios en que ellos y sus bienes
Lanxaron se entregó luego, y los chrístianos siguie muebles pudiesen ir, y los que quisiesen quedar sa
ron el alcance tras los moros que huian hasta la tornasen chrístianos; y asi se estuvo.
villa de Orgiba, que son dos leguas, donde fueron Donde á pocos dias se levantó un castillo que sa
muertos é captivos muchos moros, y el Rey Cathó dice Velefequi, que es muy fuerte de su sitio, y allí
lico mandó que no los siguiesen mas. se recogieron algunos moros y oristianos nuevos. Ele
É luego otro dia se comenzó á tractar que las di gieron por su capitán ó rey un negro, que era va
chas Alpuxarras se entregasen, y el concierto se liente hombre, y los Reyes Cathólicos enviaron con
concluyó, y hizo una oapitulacion de muchos capí tra ellos al Alcayde de los Donceles que entonces
tulos, y entre ellos fué uno que todos se convirtie era, que fué después Marqués de Comarca, oon gente
sen ohristianos, y con eso el Rey los perdonó la de caballo é de pié, y habiéndolos tenido cercados
rebelión y muertes que habian cometido. algunos dias, se entregaron á merced, y se hizo
Entretanto que esto se hacia en Lanxaron, el justicia del negro y de los principales del levanta
Condestable de Navarra, como está dioho, entró por miento, y todos los demás quedaron libres, y los
el dicho puerto de Huenexa, y salió á Andarax, y que no eran christianos se bautizaron, y con esto
antes que llegase á Andarax el exército de los se acabó toda la conversión del reino de Granada, é
christianos desbarató ciertos moros que habian sa las rebeliones que por causa de la dicha conver
lido de Andarax á ponerse en algunas albarradaa sión se hicieron.
que tenian hechas] para defender el paso, é incur En este tiempo fué nacida en España otra mal
rieron allí en el alcance hasta doscientos moros, dad, porque muchas gentes de judíos moraban y
en que habia muchos alguaciles é gente principal. estaban mezclados por el reino viviendo entre los
Este dia se tomó una parte principal de la dicha christianos, y algunos de los judíos que Fray Vi
Andarax , y en la otra parte , que es algo mas cente oon su predicación habia convertido, teniendo
fuerte, se recogieron los moros, donde habia mucho en lo público hábito de ohristianos é por tales sa
número, porqne se habian recogido á la dioha An mostrando, usaban cerímonias judaicas, por causa
darax, y como el lugar mas principal y mas fuerte, de lo qual doliéndose estos ohrístianísimos princi
muchos moros y moras de otros lugares de las di pes, y porque Nuestro Señor Jesu Christo no fuesa
chas Alpujarras. Y esa noche se oapituló que otro tan continuamente crucificado, y deseando purgar
dia de mañana se entregasen todos los dichos moros sus reinos de tanta pestilenoia, oon consentimien
y se tornasen ohristianos, y quando fué el dia se to é auotoridad del pontifico que en la Iglesia da
gundo á las nueve oras habiendo los moros entre Dios residía, hicieron inquisidor á Fray Tomas da
gado las armas conforme á lo capitulado, algunos Torquemada, prior del monesterío de Santa Cruz, qua
ohristianos del exército se soltaron por robar y en es extramuros de la ciudad de Segovia, de la Orden
trar en donde estaban los moros, y se comenzaron de predicadores, que era hombre religioso y excelen
á revolver unos con otros, y como se sentió en el te letrado, y ansí mismo fueron dados jueces inqui
exército, fueron muchos allá y mataron muchos sidores que celasen nuestra sancta fé cathólioa por
DON FERNANDO É DONA ISABEL. 510
el Reino de Castilla, y ansí mismo en los Reynos do Christo fuese acrecentando, con ayuda de su mismo
Aragón é Cicilia é Valencia, en los quales Reynos Dios, Redentor nuestro, ganaron aquel reino; el cual
el excelentísimo Rey Don Fernando había sucedi asi de riquezas como de fuerzas inexpunable pare
do por fin é muerte del Rey Don Juan su padre. A cía, y lo que otros reyes predecesores habian guer
estos inquisidores que por el Papa fueron dados, en reado contra aquel reino, comenzando, estos prin
que agora hablamos, el Rey é la Reyna dieron gran cipes de ganarlo acabaron, y del mismo Reyno
des favores, é á los jueoes deputados para conoscer lanzaron la secta mahomética, y hicieron que el
deste crimen con oservancia de regla verdadera en nombre de Jesu Christo nuestro Señor en aquellas
la ciudad de Sevilla y en otras muchas ciudades é partes fuese conoscido y adorado. Hicieron ademas
partes del Reyno hallaron haber incorrido en este en este reino, que con tanto trabajo conquistaron,
pecado diversas é muchas personas, asi hombres un arzobispo metropolitano con cuatro iglesias ca
como mugeres, é algunos de los tales delinqüentes tedrales, é pusieron en ellas perlados que las gober
confesando sus errores y demandando á la madre nasen, é hicieron en este mesmo reino otros mones-
santa Iglesia saludable penitencia, les fué por los teríos é parrochias, asi de religiosos como de cléri
padres de la santa inquisición otorgada. Asi fueron gos, para que el sancto Evangelio predioassn; é
reconciliados é quitados de aquella herética pravi- pusieron sacerdotes en él para que los santos ecle
dad en que antes habian vivido otros muohos que siásticos sacramentos administrasen á los christia
en este crimen oaidos se hallaron; é siendo por tes nos y moradores del Reyno.
tigos vencidos, fueron quemados, é purgada tan Era ganado ya como dicho es el Reyno de Gra
ta pestilencia aunque no del todo, porque algunas nada y vuelto en la observancia de la christiana
reliquias duran hasta el dia de hoy. religión ; y como dentro de los términos de estos
Siendo pues celosos de la fé el Rey é la Reina, reinos no hubiese provincia ni mención que de chris-
no quisieron poner tampoco en olvido las cosas que tiano no fuese, con el mismo hervor y deseo que
de su reino por el Rey Don Enrique enagenadas estos Reyes oeladores de la fé tenían, mandaron
estaban , las quales como A manera de pródigo el hacer una flota grande, aumentándola é bastecién
Rey babia dado, y todas estas cosas que enajenadas dola de todas las cosas que sobre la agua para ella
estaban fueron tornadas por estos Reyes á su mis fuesen necesarios, é pusieron capitanes en las naos
ma corona real, cuyas antes eran, aunque esto hi para que fuesen por la mar, para que qualesquier
cieron con mucha dificultad é gran trabajo por estar Ínsulas que hallasen que de christianos no fuesen
semejantes cosas puestas en manos de hombres ocupadas, las ganasen, y después á nuestra sanctís-
grandes é poderosos; é todos los que en servicio sima fé cathólica convertiesen los moradores que
del Rey é del Reino servido habian, fueron de ma en las tales Ínsulas hallasen. Y asi partieron na
nos destos Reyes gratificados, haciéndoles merce vegando estos que en las naves yvan contra la par
des, asi como á cada uno convenia recibir por lo te oriental, y descubrieron unas grandes ínsulas
que servido habian. muy fértiles y abundosas ; y estas ínsulas estaban
Después destoé limpiado el Reyno de maldades que llenas [de gente bestial que idolatraba, á los qua
antes había, todos los duques, condes y marqueses y les el sancto evangelio no les habia sido predica
otros grandes seSores é varones se pusieron é fueron do, y conquistándolos los que en las naves yvan,
sometidos debazo de la obediencia real, aunque las ganaron é pusieron nombres, é sometiéronlas
antes que estos principes reinasen casi á señor ni á debaxo de la subjecion é mandado de la corona real
reino reoonoscian. Ganaron adornas estos royes las de estos excelentísimos príncipes y reyes. Los mo
Ínsulas de Canaria, en donde la secta de Mahoma radores quo en estas islas hallados fueron estaban
se guardaba; é como en estos principes ninguna otra desnudos, y en modo de bestias fieras vivían, 6
intención fué mas principal que la de la fé, consi carnes humanas por sus manjares comían , y ha
derando que el Reino de Granada estaba en Anda- bian otras necesidades no oídas, antes afirmaban
lucia, siendo como era el quinto reino de los que muchas personas de auctoridad que estas gentes
conquistaron, que pertenecía al Rey de España, aun así adoraban á los demonios , que muchas veces les
que desde el tiempo del Rey Don Rodrigo estaba hablaban y recibían las respuestas de bub pregun
usurpado y en poder de los moros, considerando tas ; y esto les veían hacer muchos de los españoles
quan grandes daños á los christianos hacían los pa que allí estaban.
ganos y enemigos de la fé corrompiendo virgínea, En estas dichas ínsulas fueron hallados muchos
maltractando matronas, é violando los templos, en mineros asi de oro como de plata y de otros meta
cendiendo lugares y quemando los campos, miran les, de lo qual fué gran suma é cantidad de oro em-
do otra* muchas maldades que los moros de Gra biado á sus altezas con lo que constituyeron y doc-
nada contra nuestra sancta fé cometían, movieron taron en estas ínsulas una Iglesia archiepiscopal y
sus reales banderas y exército de guerra Contra ellos, tres iglesias catedrales con sus perlados, los quales
y con bus huestes batallando oon muchos trabajos é convertiesen á nuestra sancta f¿ aquellas barbári
dapnos y capenses que desto recrecían , é muertes cas gentes (y asi fué con ayuda de nuestro Señor
de sus súbdictos y naturales que en el servicio desta Dios fecho), que viven oy en conoscimiento y ala
guerra estaban, con tanto ánimo é fé como habia banza de su verdadera fé. Fué pues ayuntada nueva
en los corazones de estos reyes, porque la fó de Jceu y descubierta tierra á nuestra España, que ae llamo
CRÓNICAS DE LOS RETES DE CASTILLA.
India», todo esto en la felicidad próspera destos Dios engendrado, los tales le confesasen, convena
Cathólioos príncipes. ban y se entremetían entre los ebristianos no ha
Quedaba ademas en esto3 Reinos otra pestilencia: ciendo en perjuicio de la fe ningún escándalo, pero
grande número é cantidad de judíos que estaban seguían la secta de su legislador Mahoma ; y como
derramados y esparcidos por todos los reinos, y es de los ebristianos no fuesen opremidos ni sojuzga
tos judíos tomaban las rentas y aleábalas del rei dos, no habían querido dexar la mala secta y opi
no, en que ganaban é destruían á muchos de los nión que seguían; mas estos christianísímos princi
ebristianos, haciéndose ricos, dando é tomando á pes, deseando que en su reino una santa fé é una
usura todo lo que más podian. Esta gente dapna- cathólica iglesia se honrase, menospreciando las
da inficionando oon sus maldades á estos pueblos rentas que dellos á su corona real se acrecentaban,
de Castilla, y haciendo á muchos de su ley que á mandaron pregonar públicamente que asimismo to
la nuestra se habían convertido, que siguiesen sus dos los moros basta cierto término y dia señalado que
rictos y cirimonias judaicas, movidos por tal mo se les puso, ó que saliesen fuera del Reyno, ó que á
tivo é por quitar tal ocasión , estos excelentísimos la fé de nuestro Señor ae convertiesen, poniéndoles
príncipes mandaron que todoB los judíos saliesen también para esto pena de muerte é de confiscación
del Reyno, señalándoles plazo é dia para que así de bienes. Llegado el término fueron convertidos á
lo hiciesen, salvo aquellos que á nuestra sancta la fé y bautizados todos los que en el reino estaban,
fé é religión christiana se quisiesen convertir, po aunque algunos dellos se pasaron en África ; y asi
niendo pena de muerte á los que dellos esto no quedó España limpia de tanta y tan mala genera
compliendo, en el Reyno se hallasen. Dado pues ción, todos vueltos christianos. Y plega á Dios que
el pregón, algunos dellos fueron vueltos ebristianos, estos nuevamente á la fe cathólica convertidos, asi
y otros se fueron más de cient mili, sin los hijos que sirvan á Nuestro Señor Jesu Christo con el corazón
llevaban; é ansí de género de hombres como de como le confiesan por la boca, y que todos crean,
mugeres saliendo destos reinos, vendiendo las ha confiesen y tengan una fé, un bautismo y una Igle
ciendas que tenían, é llevando consigo los dineros sia, fuera de la qual no hay ni puede haber salud
que más podian haber y alzar, salieron el dia é tér ni salvación.
mino que por sus altezas asignado les habia sido, Falleció el Príncipe Don Juan en la ciudad de
teniendo por cierto é seyendo de verdad, segund Salamanca y en Sanct Francisco, año de mili é qua-
que por sus rabia les habia sido dicho, que la mar so trocientos y noventa é siete. Casó con la Princesa
les habia de abrir en carreras, como habia hecho á Doña Margarita , y quedó preñada del y mal parió.
los hijos de Israel en el tiempo del Rey Faraón. E Fué jurada en Toledo por princesa de Castilla la
ya que á la mar fueron llegados, hicieron sus ora Reina do Portugal, hija primogénita, y el Rey de
ciones, y mirando que la mar no se les abría, muchos Portugal como su marido. El Rey é la Reina Cathó-
dellos se volvieron é bautizaron, otros denla mesma licos los fueron á jurar por principes de Aragón en
generación entrando en sus naves por diversas par Zaragoza, y allí después de jurados, falleció desta
tes del mundo fueron derramados y esparcidos, y vida la Reina Princesa, y allí parió un hijo que fué
otros de los mismos robados de los marineros que jurado por principe de Castilla en las Cortes de
los pasaban. E habiendo andado diversos reinos é Ocafia, y se llamó el Príncipe Don Miguel.
muchas provincias, é padecido diversas injurias, Estando el Rey é la Reina Cathólicos en la ciu
despojados de todos los bienes que llevaron, volvie dad de Granada, llevó Dios para sí al Príncipe Don
ron en España á se tornar en obrístianos ; si verda Miguel. Después desto fueron llamados Príncipes
dera ó fingidamente á nuestra sancta fé se convir de Castilla la Infanta Doña Juana y Don Felipe,
tieron, Dios, escudriñador de los corazones, es el que archiduques de Austria, los quales vinieron á Cas
lo sube, porque muchos de ellos se hallaron tornar tilla é fueron jurados por principes en la ciudad de
á las cirimonias de la vieja ley que tenian , é confe Toledo, donde hubo muchas fiestas y justas, y de
sando sus pecados, por los padres ministros de la allí fueron á Aragón, y el Rey Cathólico con ellos,
inquisición, pues suficientes testigos manifestaban y fueron jurados por principes.
sus ofensas y culpas, fueron quemados. Alumbra
dos por la graoia de Dios é del Espíritu Sancto, la Capitulo de los hijos j generación del Rej Don Fernando y
generación que de los tales deciende bien puede Reina Dota Isabel, y de como los casaron, y lo que después
tener oonoscimiento de nuestra verdadera é sancta sucedió.
fé siendo buenos chrístianos, aunque áspera é dura No me parece que sería bueno dexar de decir la
cosa parece dexar alguno de obrar 6 de hacer lo que generación que hubieron estos excelentísimos Prín
vio á sus padres ó lo que continamente es acostum cipes y Reyes durante el tiempo del matrimonio; es
brado. á saber: que primeramente hubieron una hija lla
Habia allende destos otra barbárica gente que mada por nombre Doña Isabol, de vida y costum
la secta de Mahoma seguía, los quales con oficios bres excelentes y asazmente adornada, la qual fué
serviles que tenian , moraban en el reino, mante casada con el Príncipe Don Juan do Portugal, hijo
niéndose por sus trabajos, negando los tales ser primogénito del Rey Don Alonso, de quien arriba
Christo Nuestro Señor é Salvador Dios verdadero; y la corónica habla; y asi hecho este casamiento, por
aunque profeta, nacido de virgen, por gracia de lo que convenia á la paz y servicio destos reyes y
v DON FERNANDO É DOÑA ISABEL. 621
de sus reino*, este Principe Don Jnan pocos dias grand exercito y orgullosa salida de mucha sober
pasados después de se haber casado, corriendo un bia fué contra el Roy de Nápoles, Don Fadrique, y
caballo fué muerto, quedando la dicha Doña Isabel lo tomó su reino, y después desto este dicho Rey
viuda é virgen; la qual después de muchos afioB in de Francia entró en Roma, y ayuntándose ciertos
ducida más por el mandamiento destos Reyes sus cardenales, tomó por fuerza de armas á Ostia, que
padres, que por determinada gana ni voluntad do está colocada en la ribera del río Tiber ; y haciendo
se casar ni de reynnr, fué matrimonialmente y por asimismo muchas muertes y robos, pasó en el Rey-
legitima muger otorgada á Don Manuel, Rey de no de Nápoles , y con mucha dificultad le ocupó é
Portugal, del qual hubo un hijo llamado Don Mi le tomó, é de allí deliberó de pasar á la ínsula de
guel, de cuyo parto esta Reyna Princesa Doña Isa Sicilia, que era del Serenísimo Rey Don Fernando,
bel su madre murió, y asimismo dentro en dos años queriéndola conquistar y tomar ; por lo qual entre los
este Príncipe de Castilla y de Portugal, Don Miguel, españoles y franceses hubo grande discordia y ene
murió. Hubieron más estoB Reyes otro hijo, que fué mistad, asi por mar como por tierra, y á esta causa
llamado Don Juan, que era Principe de Asturias y fué embiado Gonzalo Hernández de Córdoba, beli
de Qirona. Este Principe Don Juan sucedió en estos coso caballero, hombre muy esperto en las cosas
reinos de Castilla é de Aragón. Era varón de muy y exercicio de la guerra. Este Gonzalo Fernandez
excelentes costumbres, siguiendo y señalando las es hoy Marqués de Terranova intitulado, y este
mismas pisadas de sus padres. Casó con Doña Mar noble varón con algún número de caballeros é gen
garita, hija del Rey de Romanos, y en el primer año tes de pié pasó á resistir al Rey de Francia la en
que fué casado, murió en Salamanca. Llamóle Dios trada de Sicilia, é para que diese ayuda al rey Fe
para su Reino por las maldades y pecados deste derico de Ñapóles, por donde mo paresce que el
pueblo en España. Dió su muerte el mayor dolor, nombre de los numidas, que como escribe Salustio,
pérdida, tribulación y desventura que jamas dió fué en España renovado, con tanta mayor gloria
muerte de Principe, y con gran razón. Dexó preña debe ser ensalzado en Italia y Sicilia y en todo el
da á su legitima muger la Princesa Doña Margarita, mundo, por los memorables fechos deste estremado
la qual movió antes que el convenible tiempo de su y excelente caballero.
parto llegase. Sucesivamente hubieron estos Royes Fué estonces el Rey Don Fernando á la ciudad
otra hija llamada Doña Juana. Esta fué casada con do Qirona, que es en el Principado de Cataluña , y
Don Phelipe, archiduque de Flandes, hijo primogé ordenó su hueste contra el Rey de Francia , movido
nito del sobredicho Roy de Romanos, é murió en con ánimo de le destruir en su reino. Entre estos
este mesmo tiempo el Principe Don Miguel que era turbaciones que á la sazón sobrevinieron , fué de
Principe de Castilla por la Roiua de Portugal Doña nunciado á la Royna Doña Isabel como muchos
Isabel, su madre. Por la muerte deste Principo niño, franceses, parto dollos armados, parto dollos sin ar
la Archiduquesa Doña Juana fué Princesa de Cas mas, entraron en Castilla so color do ir en rcmeria
tilla, como subcesora é hija primogénita destos Rey de Sancliago ; los quales eran tantos, que si de ma
é Reina, y el Archiduque Don Phelipe Príncipe como no de Dios no fuera proveído, como de ladrones do
su marido; á causa de lo qual Don Felipe y Doña casa el reino fuera é padesoiera grand detrimento
Juana vinieron de Flandes, pasando en España en é mucho dapno. Entonces la sorcniBÍma Reina, con
la ciudad de Toledo, que es en el Royno de Castilla, el amor y celo que á su Reino tenia, mandó llamar
y en la ciudad de Zaragoza fueren jurados por prin algunos que en su Consejo residían , diciendo su
cipes dentrambos Reynos. Hubieron más el exce- Majestad dos eetremos : que quitar la entrada á los
lentfssirao Rey Don Fernando é la serenissima Rey franceses, le era grande cargo de conciencia por no
na Doña Isabel otra hija, por nombre llamada Doña quitar la visitación y romería do Sanctiago á los es-
María, que por dispensación del Papa fué casada trangeros, que en tal romería grandes indulgencias y
con el dicho Don Manuel, Rey de Portugal. Hubie muchos perdones con peregrinación ganaban ; por
ron más otra hija llamada Doña Catalina, que fué otra consideración deoia parecerle que si tal entra
casada oon Artús, Principe do Galles, hijo primogé da á los franceses se diese, questo seria en mucho
nito dol Roy do Inglaterra, los qunlos fiioron pues detrimento é dapno do su mismo Reyno, porque no
tos en estado real con mucho gozo que hubieron puode ser mas malvada cosa quo ol familiar enemi
estos reyes sus padres, aunque por verlos do sí au go ; y puesta en esta congoxa y porplexidad la
sentes tristeza alguna tuviesen. Reyna, mandó á algunos de su Consejo que todas
eBtas cosas de su parte dijesen al Arzobispo do To
Capitulo de la guerra y discordia que hubo con el Rey de Fran ledo, su confesor y consiliario , hombre de buena
cia sobre el Helas de Ñapóles, é lo que después sobrevino y vida y loable fama, y lo mismo mandó decir á Don
aconteció. Alvaro de Portugal, varón de grande linage, docta-
En el año del nascimiento de Nuestro Salvador do de mucha prudencia y Presidente del su Conse
Jesu Christo de mili é quatrocientos é noventa é jo Real ; á los quales por el mandamiento real estas
cinco años, reinando en España los serenissimos cosas fueron dichas ; á cuyo parecer y determina
Reyes Don Fernando ó Doña Isabel , el Rey Don ción fué respondido que la entrada de los franceses
Cárlos , Rey de Francia , afirmando é diciendo que se debia estorbar ; la qual respuesta, después que
el reyno de Nápoles á su corona pertenecía , con fué por la Reina y Señora oida, tornó á decir que
522 0RÓNICA8 DE LOS REYES DE CASTILLA.
no era bu parecer ni quería perturbar la entrada á pues el Principe Don Felipe era ido é Flandee ; y el
los franceses, que más quería atreverse á caer en Papa por su bula plomada declaró que en el dicho
manos de los enemigos, que no quitar la visitación Reino de Ñapóles no sucediese sino fijo ó fija que
, del apóstol Sanctiago, patrón de sub reinos Despa- naciese dentrambos cuerpos del Rey Don Fernando
fia ; y siguiendo su alteza las pisadas del Rey á Pro- y la Reina Dolía Isabel, y los decendientes delloa.
plieta David, quiso más caer en las manos de Dios,
que no temer el poderío de los hombres, y asi no Capitulo de lai grandes excelencias de la Reina Dona Isabel.
fué negada la entrada de su romería a los franceses. No pasemos en silencio tantas excelencias como
Tornando nuestra corónica á decir lo que este ca esta Reina tuvo : traotemos de algunas dellas, puea
ballero Gonzalo Fernandez hizo en el camino que que la natura no crió otra semejable que en bu rei
llevó á Ñapóles, es de saber , que hizo al Rey de no asi gobernase ; que si en la antigüedad se alabó
Francia por fuerza de armas volver á su tierra y á Semiramis, ó á las Amazonas, ó á algunas otras
desocupar el reino de Ñapóles que tenia tomado ; hembras por fechos claros que hiciesen ó por gran
y este rey Carlos de Francia, después que de Nápo- deza ó hermosura que tuviesen , todas estas, si algu
1 les fué echado, en los Alpes fué mal recibido de nas gracias tuvieron, con algunas mancillas las en
cierta gente de guerra que en aquella tierra estaba, suciaron ; mas esta excelentísima Reina Doña Isa
é tanto fué perseguido destos, que apenas pudo sal bel desde el día de su nacimiento fasta el dia de su
var la vida de sus manos. Murió después este Rey muerte se halló siempre no menos fuerte que cons
Carlos, é sucedió en ol Reino el Duque de Urliens, tante y magnánima haber sobrepujado i las que
llamado Ludovico, ol qual con favor y ayuda del arriba habernos dioho. Vivió tan sobre bondad com
Rey Don Carlos ú Ñapóles habia pasado, y algún puesta, que nunoa demasiada palabra alguna se ha
tiempo después acaeció que este rey ajuntó gran lla haberle oido que dixese. Fué castísima muger,
gente, y no con menos soberbia que el Rey Carlos llena de toda honestidad, enemicisima do palabras
antepasado , la envió en prosecución del reino de ni muestras deshonestas; nunca se vio en su perso
Ñapóles, diciendo pertenecería, en pooos dias ocu na cosa incompuesta ; nunca se halló en sus obras
pando la mayor parte del Reino ; por la qual otra cosa mal hecha, ni en sus palabras palabra mal di
segunda vez tornó el Duque de Terranova, hoy lla cha. Por cierto dobe creerse en sus pensamientos
mado grand capitán, eu Ñapóles con gran ilota , é muy sanctos é justos ; que aunque muger, y por eso
igualando sus hochos con Julio Cesar y Aníbal, de carne flaca, era alumbrada de dones y de gracia
en poco tiempo recobró por fuerza de armas y ocu espiritual. Fué fiel amiga, subjecta cara y carísi
pó todo el Reino de Ñapóles, que el Rey do Francia ma de sus amigos, favorescedora de las mugeres
tenia usurpado, é lo puso so la subjecion del Rey bien casadas, y de lo contrario muy enemiga, ca-
Don Fernando y la Reina Doña Isabel, después de thólioa y christianisima devota , fedelisima á Dios,
haber muerto en ciertas batallas que hubo más de madre muy piadosa á sus subdictos, reina muy justa
veinte mili franceses, y otros muchos que en Fran á sus vasallos , dada á contemplación y dedicada á
cia despojados volvieron. Doliéudose dello el Rey de Dios: ocupábase en los oficios divinos muy con
Francia, tornó á embiar otro exeroito de guerra no tinuamente ; ni por eso dexaba la gobernación hu
menor que el primero para cercar Salsas, fortaleza mana. Era religiosa y devota á todas las religiones ;
muy singular, que está sitiada en las postreras par tenia grand caridad, suma prudencia, grandísimo
tes é términos Despaña ; y estos franceses pusieron favor de justicia, mucha modestia, grand honesti
eu Real y la cercaron muy fuerte por ganarla. Los dad y estudio de vida apartada : era exemplar de
que estaban en la fortaleza defendiéronse muy fuer buenas é loables costumbres, magnánima, liberalí-
temente matando muchos de los franceses que en siina en mandas y dones repartidos por todo el mun
el Real, estaban. Estonces el Rey Don Fernando, que do. A los embaxadoros que venían de otros princi
en Barcelona se halló con gran gente , que la Sore- pes y á sus servidores é criados muy gracta ; i to
nissima Reina Dolía Isabel su muger de Segovia le dos los suplicantes y negociadores de sus reinos
embió, fué contra los franceses , los quales oyendo muy apacible. Descargó en su vida y en dias de
como el Rey con sus gentes contra ellos iba, alza salud y alegría grandes sumas de quentos de dine
ron el cerco é Real que sobre Salsas tenían puesto, ros de sus descargos, deudas é promesas y obliga
y dieron á huir , siguiéndolos el Rey con su gente ciones que dende su tierna edad era obligada, y
de guerra, y fué en su alcance hasta dentro de Fran también descargó las conciencias de sus progenito
cia, quemando y destruyendo todos los lugares que res. Su mansedumbre fué admirable ; su magostad
en el camino estaban, salvando las vidas de los la mayor que jamas fué vista; so misericordia so
hombres, pues por misericordia su alteza movido, bre todo loor ; mas aunque asi usaba de piedad, no
mandó que i ningún francés bus gentes matasen ; olvidaba el ceptro de la justicia. Todas estas virtu
y desta manera contra la voluntad del rey de Fran des tenia esta Reina, de tal manera asi allegadas,
cia se ganó el Reyno de Ñapóles, el qual por derecho que siguiendo la doctrina de Sant Gregorio, en to
al Rey Don Fernando pertenecía. Esto acabado, el das las cosas que duda tenían, más á misericordia
Rey Don Fernando se vino á la villa de Medina del que á rigurosa justicia Be inclinaba, é por esperien-
Campo, donde estaba la Reina Dona Isabel, que avia cia de sus obras asi lo demostraba dando grandes
allí venido 4 ver á la Princesa Doña Juana, bu hija, limosnas que á todas laa órdenes mendicantes, per
DON FERNANDO É DONA ISABEL. 623
sonas menesterosas é pobres necesitados largulsi- ca de las doce horas ; con la qual muerte todo el go
mamente repartía ; á doncellas huérfanas doctaba, y zo que España tenía pereció. Fué después tomado
á otras con grandes doctos las casaba. Al sepulcro su cuerpo por algunos perlados é grandes del Rei
sancto de Jerusalem con grandes limosnas é devoto no, é puesto en el Real Palacio en el hábito del Se
ánimo de corazón visitaba, pues que por la flaqueza fior Sanot Franoisco ; en el siguiente día fué lleva
mugeril é por la dinidad real con los pies corpora do á enterrar al reino é oiudad de Granada, el qual
les no podía. Fué esta tan excelentísima Reino, que Reyno sus altezas habían ganado con muoho tra
ni después que Boma fué fundada, ni tampoco des bajo. Fué por el camino de mucha gente acompa
que Espafia fué poblada, rey, principe, ni empera ñada: enterráronla humilmente, sin pompa algu
dor, ni otra excelentísima muger que reinos go na, como por su testamento antes que muriese ha
bernase, ninguna hubo á quien con gozo maravi bía mandado hacer. Desta Reina, considerada la fé,
lloso esta Reina no sobrepujase, y todos Iob pasa vida, é religión é fin , no seria temeridad afirmar
dos que por seguimiento de sus virtudes se puedan que está en el cielo : á lo menos que purgadas algu
en ausencia alabar, todas en presencia desta Reina nas oulpas de sus peccados, pues como dice el Após
é Señora con la mucha grandeza de bub obras é sin tol, no hay justo ni quien pueda decir que está sin
comparación se debrian callar ; é segund dice la pecado, en breve será colocada en la celestial glo
Sacra Escriptura, ninguno en su voluntad deba ser ria con los Santos, dexando reino temporal para al
loado. Cosa digna de publicar é manifiesto es que canzar gloria para siempre jamas.
el poderoso Rey Don Fernando asi es doctado é
compuesto de todas aquellas excelentes virtudes Capitulo como después de la muerte de la Reina Dofia Isabel, la
que desta christianisima Reina á hablar comenza Princesa Dofia Juana, su legitima heredera, fué altada por
mos, y faltaría ingenio para haberlas de contar. Reina j Sefiora destos Reinos de Castilla j León.
Fueron Rey é Reina juntos por Dios escogidos, por Siondo huérfana Espafia de su Reina é Señora,
el ayuntados, que juntamente asi ayuntados reina segund que ya arriba habéis oido, comenzaron á
ron é gobernaron treinta anos , y aunque en cuerpos temerse las guerras é males antiguos que en el tiem
dos, en voluntad é unión eran uno solo. Firmaban po de su vida adormidas estaban ; mas nuestro Se
las cartas é provisiones juntamente el uno y el otro. fior Dios aviendo misericordia Despaña, quiso vol
Estos Reyes de templos y casas de Dios constitu ver toda esta tristeza en placer, porque en este día
yeron obras innumerables, y hazañas tantas hioie- que la Reina murió, el Rey Don Fernando con gran
ron, que para mas verdaderamente hablar no se po des lágrimas salió de Palacio con muohedumbre de
dían escribir mas brebemente. grandes destos Reinos , é subió en un cadahalso,
guardando las oirimonias que este tal caso reque
Capitulo de li fin t muerte desta excelentísima Reina Dolía ría , y hizo levantar pendones por la Reina Dofia
Isabel.
Juana, su hija, que era casada, como arriba dixi-
Sobrevino recia enfermedad corporal á la Reina moB, con el Principe Don Phelipe, con trompetas y
Doria Isabel ; é opremidas é agravadas las feme rey de armas ; é teniendo un pendón real el Dnque
ninas fuerzas de la christianisima Reina , estuvo de Alba en sus manos, dixieron Castilla, Castilla,
por espacio de cient días continuos de grand enfer Castilla, por la Reina Doña Juana nuestra Señora.
medad fatigada'; é como en la Iglesia de Dios por La Reina Dofia Isabel de gloriosa memoria en su
su salud muchas oraciones, ayunos é sacrificios fe testamento dexó por gobernador destos Reinos al
chos fuesen, é por su juicio oculto poco aprovecha poderoso y excelente Rey Don Fernando, en ausen
sen, viendo la excelentísima que el tiempo que á cia de la Reina Dofia Juana su hija, no viniendo á
su vida estaba por Dios determinado se acercaba, ostos Reinos porque estaba en Flandes ; é veniendo
mandó que de rogar á Dios por su salud corporal la Reina, é no queriendo ó no pudiendo gobernar,
los eclesiásticos cesasen , é fuesen por la salud es que el Rey Don Fernando gobernase. Esta clausu
piritual, y que los sacramentos eclesiásticos traídos la fué leída é publicada delante gran número de
le fuesen. Era tanta la honestidad é tan grande la gentes, y ansí quedó por gobernador destos Reinos,
observancia de su pudicicia, que al tiempo que la y los mantuvo en tanta justicia, paz é sosiego
estremauncion le fué dada, ningún miembro suyo quanto estaban en el tiempo que la Reina vivia. Du
quiso que fuese visto, sino de solo el sacerdote, y no ró la gobernación del Rey por espacio de afio é me
de'ningun oriado ni criada de su Real casa. Hizo tes dio. En este tiempo hubo ciertas diferencias y con
tamento tan ordenado y maravilloso, que casi di tiendas entre el Rey Don Fernando y el rey Don
vino se puede decir ; la gobernación destos sus Rei Phelipe su hierno ; é fué tal asiento hecho é dada
nos que dexaba, a su marido el Rey Don Fernando esta concordia con los embaxadores que entre estos
encomendó, encargándole y pidiéndole que las ren Reyes entendían : que ambos juntamente reinasen,
tas de su corona real no enagenase ; y acabó sus poniendo á esto ciertas capitulaciones las quales de
dias la excelentísima Reina Dofia Isabel, honra guardar y mantener asi el Rey Don Fernando como
de las EspaOas, espejo de las mugeros, en la villa el embaxador del Rey Don Phelipe, que en Castilla
de Medina del Campo á veinte é seis dias del mes estaba, con sus propias manos juraron. Dende 4
de Noviembre, ano del Sefior de mili é quinientos ó poco tiempo, pasando el Rey Don Phelipe y la Reina
cuatro años, entre las once é doce del día , más oer- Dofia Juana con gran flota que traían , entraron en
524 CRÓNICAS DE LOS BEYES DE CASTILLA.
España en el mes de Abril, año del Señor de mili é cara, y de liberal y gentil dispuaicion. Era blando
quinientos é seis años. Aportaron al Reino de Galicia á todos, y apacible y mucho noble, más que ningu
en Ja ciudad de la Curufia á cnyo recibimiento sa no deseador de justicia, muy aparejado para todas
lieron muchos grandes del Reino, é algunos afirma virtudes. Era asimismo dado á los juegos, y holga
ron que por inducimiento é consejo de algunos de ba de tablas y tractar con mugeres; no le parecía
ltas fueron deshechas y rompidas todas las capitu cosa mejor que los gentiles gestos de mugeres. Co
laciones que entre estos Reyes antes juradas é mía é dormía bien; reinó por espacio de quatro me
puestas estaban ; y el Rey Don Fhelipe con grand ses; llegó á la oiudad de Burgos donde adolesció, y
compañía de gente armada que consigo traía, salió dentro de sois dias, de su enfermedad opreso mu
del Reino de Galicia entrando en Castilla. El Rey rió, á veinte é cinco días del mes de Septiembre, año
Don Fernando le salió á recibir pacificamente á de mili é quinientos é seis años. Muchos decían que
diez é nuere días del mes de Junio del dicho año, esta muerte deste Rey á este Reino habia sobreve
y viéronso estos Reyes ambos juntos cabe la aldea nido por juicio de Dios, por la desobediencia que
de Remesa , estando muy pocos presentes, y mu este Rey tuvo al Rey Don Fernando su padre; otros
chos de lexos mirando la habla que estos Reyes tu afirmaban que con mal regimiento deste siglo al
vieron. Después de haber hablado , paroció comun otro habia pasado. Dexémoslo al juicio de Dios en
mente ser visto á todos que la fina reverencia por cuya mano é determinación está todo.
el Don Fhelipe acerca de su padre como convenia
no serle guardada. En este tiempo el Rey Don Fer Capitulo como después de la muerte deste Rey Don Felipe fui
nando, mas forzado de voluntad que con ella, salió el Reino por los del Real Consejo gobernado, é lo que acaes-
ció; c como el ltey Don Fernando paso en Castilla á gobernar
destOB Reinos de Castilla, y se partió para sus rei el Reino como antes bada.
nos de Aragón , y dende allí con grande armada
pasó al Reino de Ñapóles. Quedando la Reina Doña Juana viuda é preñada,
la qual asi por el dolor que sintió en la muerte de
Capitulo como el Rey Don Plielipe é la Reyna Dolía Juana entra su marido, á quien mucho amaba é quería, como
ron en el Reino de Castilla , y de las condiciones deste Rey por la poca esperiencia que en gobernar reinos
Don Pbelipe, é de su Qn y muerte. tenia, ó como quisiese no entender en la gobernación
Luego que el Rey Don Felipe y la Reyna Doña destos sus reinos, gobernóse el Reino por las perso
Juana entraron en Castilla y pacificamente la pose nas que estonces en el su real Consejo estaban. Dí-
yeron, dicha Doña Juana, como fuese Reina é Señora cese en las historias romanas que Rómulo, el primer
destos Reinos, no la veian sus subditos é naturales, é fundador de liorna, después que creció en el Señorío
por esta causa les parecía que debía por el Rey ser escogió cient varones para su consejo, los quales lla
detenida á manera de encarcelada, porque estando mó Senadores. Este de un rayo ó trueno desapareció;
en poder del Rey Don Phelipe, ni gobernaba, ni los Senadores que antes habia tomado gobernaron
tampoco parecía, é si esto por su voluntad ó constre esperando si volvería. Estos fueron año y medio
ñida por el Rey Don Fhelipe asi se hacía, en este por esta causa tenidos en gran precio é mucha repu
tiempo á saber no lo alcanzaron sino pocos. Después tación ; mas, los Despafia que por diez meses y más
ciedlo fueron ayuntados los procuradores de Cortes solos gobernaron estos Reinos, siendo inaltractados
en la villa de Yalladolid, donde juraron á la Reina de algunos grandes del Reino, no por ser personas
nuestra Señora por Reina é Señora natural destos que en el Consejo Real presidian, mas aun oomo
Reinos, 'y al Rey Don Phelipe como á Rey ó Señor, privadas, eran extremados en el trabajo é sudor que
como a su legitimo marido, y después de los días tenían, y grande su vigilancia, y el cuidado muy
do la Reina Doña Juana al ilustrissimo Principe mayor. Eran estos varones doctados de cienoia, y
Don Carlos, su primogénito heredero hijo, que ago algunos dellos de aprobado linaje, y todos de cos
ra nuestro Principe es. El Rey Don Phelipe, solo tumbres leales como convenían; eran por número
contradiciéndole alguno del Reino, estos reinos go diez ú once, muy pocos en comparación de los que
bernaba; y este Rey Don Phelipe careciendo de la leímos en el capitulo octavo de los Macabeos, que
esperienoia y consejo que para regir ó gobernar hacían consejo trecientos é veinte varones cada día
convenia, de buena gana daba á todos los grandes para gobernar las cosas públicas. Estos del Consejo
todo lo que de la real Corona pedido le era, é por Real no son menos de loar que aquellos que arriba
consejo de algunos sus consejeros dio algunas cosas diximos, por los grandes trabajos que pasaron , en
que el Rey Don Fernando y Reina Doña Isabel sus tendiendo con sudor continuo en aplacar tantas
padres con grande vigilancia habían cobrado. Otros desobediencias é maldades como en estos Reinos
grandes destos Reinos, viendo esto murmuraban, é habían nacido. La Reina Doña Juana envió & su
las comunidades destos Reinos las gentes ostra- plicar al Rey Don Fernando, su padre, que viniese
fias que el Rey Don Felipe consigo habia traido, á entender en la gobernación destos Reinos, y man
aborrecían; y como los tales estrangeros fuesen dó al Doctor Oropesa y al Licenciado Música y
dados á demasiado comer y beber mucho, desórde al Dootor Oarbajal y al Licenciado Polanco, todos
nes y delictos cometían, é comenzó la justicia algo quatro de su Consejo, que le escribiesen ; y asi esta
á enflaquecer y caducar. Era este Rey Don Felipe ninbaxada fué embiada al Reino de Ñapóles donde
mancebo, y de muy buen cuerpo y de muy hermosa estaba, y porque el Roy estaba opupado en los ne
DON FERNANDO É DONA ISABEL. 6&5'
gocios de aquel Reino, no pudo luego embarcarse que á su patria tenia le hizo tan de presto venir,
para pasar á Castilla , mas embió á decir que aque con tanta y tan entera voluntad como tenia quau-
llo acabado, Su Alteza entendía vendría á aceptar do con la Reina Dofia Isabel era casado; y saliendo
la gobernación destos Reinos ; y asi fué que después la Reina Dofia Juana á recebir al Rey su padre,
se embarcó á quatro dias del mes de Junio, afio del vinieron á un lugar llamado Tortoles, donde á vein
Señor de mili é quinientos é siete anos, acompasado te é ocho dias del mes do Agosto del mismo afio
do gran flota, asi de naves como de galeras de aquel que arriba diximos se vieron é hablaron. El Rey
su Reino de Ñapóles. Estuvieron antes desto por tracto á su hija con toda cerimonia y acatamiento,
espacio de diez meses y más los Reinos de Castilla y la Reina fincadas las rodillas en el suelo , de
sin gobernación; en el qual tiempo muchos géneros mandando las manoB al Rey su padre para se las
de males é dapnos é desobediencias se cometían ; besar, no queriendo el Rey dárselas, con aquel
entre los quales en silencio no es de pasar como amor paternal que le tenia, la abrazó é lo dio paz,
el Duque de Medina Sidonia, queriendo por fuerza y entraron en un mismo palacio, é con gran pla
de armas tomar la ciudad de Qibraltar, siendo como cer reposaron. La Reina con el grande amor que
era de la corona y patrimonio real, allegó mucha al Rey Don Phelipe su marido tenia, no avia con
gente de armas para la ganar; loa ciudadanos de la sentido que pusiesen debaxo de tierra bu cuerpo,
qual con fidelísimo esfuerzo y determinado ánimo antes en su sepulcro de plomo le mandó meter é
por la corona Real se tuvieron, y de tal manera se traerle consigo, haciendo decir por su ánima sa
defendieron, que quedando vencedores al Duque y crificios divinos por muchas religiones é diversas
á su gente que en el cerco estaba, huir del campo órdenes que desto cargo tenian.
como leales vasallos le hicieron. Focos dias des A veinte é cinco dias del mes de Setiembre deste
pués que aquesto asi aconteció, por el juicio de Dios afio se cumplió un afio que el Rey Don Phelipe muer
murió el Duque, y acabó sus dias de enfermedad de to habia; éseguiendo la Reina la costumbre Despafia
pestilencia.. Estando la república de España en cerca desto, mandó decir solemnemente vísperas
aquestas turbaciones y cosas que sobrevenían, el cantadas por el ánima de bu marido, y en el se
Conde de Lemos tomó la villa é fortaleza de Fon- guiente dia con gran solemnidad mandó que se
ferrada, que es en el Reino de Galicia , que asi cantase misa y oficios de réquiem, en los quales
mesmo era de la corona real, con mano armada; I estuvieron el Rey é la Reina é muchos grandes é
contra el qual Conde se firmó un proceso por los perlados del Reino, como Be escribe en el segun
del Real Consejo que en este tiempo el Reino go do libro de los Macabeos, capitulo duodécimo, que
bernaban, y asi mismo contra el usurpador de la viendo que Philipo Rey avia muerto, piadosamente
corona real procedieron para le tomar la dicha vi pensando é oreyendo en la resurrección, rogaban á
lla y fortaleza, é tomada, justamente tenian man Dios nuestro Sefior por bu ánima, devota y reli
dado que todas las guardas é gentes de armas que giosamente. Comenzó después desto el Rey Don
en el Reino estaban fuesen contra el Conde de Le Fernando á entender en la gobernación y cosas
mos. Iban por capitanes generales desta gente Don deste Reino, el qual aunque estaba muy alborotado,
Fadrique de Toledo, Duque do Alba, y el Conde de en poco tiempo después queste excelentísimo Rey
Denavente, tomando esta empresa por servicio de comenzó á gobernar, se levantó á estar en la mis
su Reino en tanta estima como caballeros de mucha ma felicidad próspera que antes estaba, porque
fidelidad é de mucho amor á su patria. Y como el escripto es en la sagrada escriptura escogerse para
Conde de Lemos sabidor fuese de la copia de gente la gobernación de la república un varón, y enton
que contra él venia, usando de mejor consejo, dio de ces el pueblo estaba en paz. Declaró el Rey Don
su voluntad libre y desembargadamente la villa é Fernando el ánimo y intención do bu venida, di
fortaleza de Ponferrada á la persona que para reci ciendo como en reparación destos Reinos él había
birla los del Consejo enviaron; é si la venida del Rey dexado los suyos propios, porque Espafia estuviese
Don Fernando no se esperara, cosas muy graves é segura; oa asi dice Sant Gerónimo que la gober
muy terribles por el Reino se cometieran. Asi Espafia nación del pueblo se debe dar á quien Dios es
opreraida de tantos é tan diversos males, estaba es cogiere, en el qual sea claridad de ley é virtud
perando para su salud la venida del Rey, que allegó con todo el pueblo, y esto mismo se escribe en el
por la voluntad de Dios en este tiempo en la playa decreto. De ahí á pocos dias partió la Reina y el
de Valencia, y dexando las ondas de la mar, saltó Rey Don Fernando de Tortoles, ó fueron á la villa
en la tierra á veinte dias del mes de Julio deste de Sancta María del Campo, que es lugar de la
dicho afio, sea dada gloria á nuestro Señor Jesu diócesis de Burgos, y después desto el Rey partió
Christo. La Reina Dofia Juana nuestra Señora, de allí, dexando á la Reina en un lugar llamado por
oyendo la venida del Rey su padre, con gran ale nombre Arcos. El Rey fué á la ciudad de Burgos, en
gría fué personalmente á la Iglesia, dando gracias donde por algunos meaos é muchos dias bu Alteza
,. á Dios, y mandó cantar el cántico de Sant Ambro aposentado estuvo, y la Reyna en el lugar de
sio y Sant Agustín Té Deum laudamos. Estuvo la Arcos oeroa de Burgos. La Reina Dofia Juana
Reina algunos dias en un lugar pequeño llamado estuvo en aquel lugar, y el Rey Don Fernando su
Ornillos, ó partiendo el Rey Don Fernando de sn padre en la oiudad de Burgos, de donde algunas
ciudad de Valencia dendo á poco tiempo, el amor veces visitaba aunque pocas á la Reina su hija.
b26 CRÓNICAS DE LOS REYES DE CASTILLA.
Después que el Rey Ínclito estuvo en la ciudad de mili é quinientos é nueve, entendiendo en muchas
Burgos que le pareció lugar mas conveniente, do cosas que para el pacifico é quieto estado del Reino
tuvo algún reposo para entender en la gobernación convenia comunicar é prover. Con todo esto, luego
y pacifico estado de los Reinos, trabajaba é pensa que llegó dende Andalucía á Valladolid, fué el Rey
ba quanto podia sosegar y traer al buen fin ó tér al lugar de Arcos donde estaba la Reina Dofia Jua
mino que antes solian estar algunos negocios é ca na su fija, é sacándola dende, la traxo consigo á la
sos que siendo él ausente nascieron é comenzaron, villa de Tordesillas, y ende la puso con alguna
muy perjudiciales é dapnosos al bien de la repúbli compaña de servidores en los palacios reales, y de-
ca ; y para punición de algunos crimines y excesos xó de traerla consigo en corte por algunos impedi
que en la ciudad de Córdoba y sus comarcas acae mentos y enfermedades que Su Alteza padescia.
cieron, embió á llamar Su Alteza al Licenciado En este afio Don Fray Francisco Ximenez, de la
Eernand Gómez de Herrera, uno de los Alcaldes de Orden de los freyres menores, Cardenal de la Sanc-
la Casa é Corte real, donde el dicho Licenciado for ta Iglesia romana, oon titulo de Sancta Balbina,
zosamente con gente armada tomó y metió preso a' Arzobispo de Toledo, Primado de las Espafias, oon
Marqués de Pliego en una su fortaleza de Montilla mucho celo y amor de ensalzar la Sancta fé cathó
donde lo tenia guardado y á mucho recaudo encar lica, determinó pasar en África para hacer guerra
celado; y como este caso tan feo vino á oidos del á los moros, enemigos de Dios nuestro Señor, oon
Rey, considerando que si lo desase disimulado, sin grande y crecido exéroito de pie y de caballo, con
punición y castigo, seria causa y opinión de otros sancto propósito de aumentar la fé cathólica; asi
muchos á quel dicho Marqués ó otros se atreverian que allegado mucho grande y copioso exército, é
á hacer, pospuesto el buen Rey todo trabajo, con muy crecida flota de naos, en el puerto de Cartage
los muy grandes calores que como fuego asan, por na entró el Arzobispo y Cardenal Primado de las
el mes de Julio, al tiempo que el Sol entra en el Españas en la mar, y metió y embarcó todo el exér
sino de León, de la dicha ciudad do Burgos do es cito, aunque grande, en las naos que copiosamente
taba partió, y á mucha priesa llegó á Córdoba, don allegó, y con próspero viento de bnen tiempo qu»
de visto y examinado con mucha diligenoia el gran Dios le quiso dar, allegó oon salvedad de todos los
error y no debido atrevimiento del dicho Marqués, que traia en el Puerto de Mazalquivir, que es en la
el muy alto Consejo Real condenóle á privación de costa africana. Sabida su venida, que antes la ha
todos los oficios reales y mercedes que de la Coro bían oido los moros, asi de la muy antigua y noble
na Real tenia, y la muy buena fortaleza de Monti ciudad de Oran, como de las otras ciudades é villas
lla derrocaron y arrojaron por el suelo por manda é lugares é comarcas, se juntaron mucho número
do de la justicia, que no parecía della cosa alguna bien armados á pié y á caballo, y con mucha osadía
ni rastro que ende hubiese habido edificio ; y esto peleando, porfiaron que el buen Arzobispo con su
así fecho, Su Alteza partió dende para Sevilla, por gente no tomase ni entrase en la tierra, pero con el
que el Duque de Medina Sidonia tampoco quiso ayuda de Dios é buena osadía y esfuerzo que los
complir ni efectuar algunas cesas que le habían christianos mostraron en aquel dia, á pesar de toda
sido mandadas por Su Alteza ; y luego que llegó á la morisma que ende llegó, tomó tierra con todo su
Sevilla, de noche, calladamente, por los muros de exército, matando é feriendo muchos moros, destro
la oiudad como mejor pudo, con consejo é compañía zando las compañas é batallas morisoas, y de tal
de Don Pero Girón, primogénito del Conde de Ure- manera é guisa con mucho esfuerzo y proeza pelea
fia, marido de la hermana del dicho Duque, fué á ron los christianos aquel dia, que mezclados los unos
Portugal por estas inobediencias y rebeldías. Deter con los otros, á su pesar entraron en la ciudad de
minó el Rey por más segurar los fechos refrenar Oran, donde comenzaron é trabaron gran combate
sus osadías, y por le traer á bien, tomar al dicho los doB exércitos de christianos y moros, los chris
Duque todas sus villas y tierras y fortalezas; y em- tianos muy esforzados y ardidos por la sancta fé
biando allá su exército de pie é de caballo, tomó la cathólica, Iob moros por necesidad de librar á sí y á
villa de Niebla, que es muy antigua, y de quien bus mugeres y fijos é propia oiudad y tierra, do
hacen gran memoria las corónicas Despana ; y por tantos tiempos é siglos moraron ; é con esto é por
que los vecinos de la dicha villa no se quisieron que con la ira é furor de la batalla crecía su ánimo,
dar ni obedescer el mandamiento rea), mas resistían valientemente combatían y se defendían los moros;
y porfiaban quanto podían por no se dar á la gente mas los christianos pensando en la justa oausa de
de armas, entró en la villa por fuerza haciendo mu la fé, y como les era honesto é justo é glorioso
cho mal y dapno en los moradores con harta cruel morir on las armas de tan sancta expedición, mos
dad; y con el dapno de la hacienda ó bienes con traron tanta virtud é proheza de armas, que á los
tentos los soldados, no cometieron muertes de hom moros arrancaron del lugar donde era la pelea y
bres, é adulterios y otros males que en semejantes ruido, é los ahuyentaron fuera de los muros de la
lugares é tiempos acontecen; mas como no hay ciudad á mal grado suyo, y murieron muchos y en
quien impida á la gente de armas vencedora su tan poco espacio, que estaban montones de cuerpos
curso é querer, complieron todo á su voluntad. Con muertos y tropezaban en ellos, resbalando en la
esto, dado fin á lo del Andalucía, vino luego Su Al sangre humana que se vertía. Asi los christianos
teza á Valladolid, donde estuvo casi todo el afio de no sin mucho misterio aquel dia que descendieron.
DON FERNANDO É DONA ISAReL. 62?
en África tomaron 6 tuvieron la ciudad de Oran por dado mucho ; y aunque ei Cathólico Rey sentiese
anya, é todos los moradores de ella, hornos y muge- mucho deste desbarato é pérdida de gente, no por
res, grandes é pequeños, viejos y mozos, presos, ex eso abatió su corazón é sancto deseo que tenia de
cepto los moros que peleando murieron, tomaron; y servir á nuestro Señor , é consideró que pues tema
asi mismo mucho oro y piáis, joyas é perlas pre quatro ciudades con muy buenos puertos de mar en
ciosas, y otras muchas cosas y riquezas y aver que la costa do África, conviene á saber, Mazarquivir,
no se podria bien numerar. El dia seguiente la mez Oran, Bugia é Tripol, que son puerto y entrada
quita mayor consagró el buen Cardenal Arzobispo muy segura para toda África, á oausa de quitar los
en Iglesia, y donde muchas veces el nombre de hombres de la maldita secta mahomética y allegar
Dios Jesu Christo nuestro Sefior fué blasfemado, los nuestro Señor Dios á su verdadera ley é doctri
allí fué loado gloriosamente con muchos sacrificios na, determinó firmemente el mesmo en persona ir
y solemnes misas, é vísperas, y horas canónicas, no á pasar en África, pues tenia aparejo de las ciuda
con poca alegría é placer de los christianos; é por des ya dichas, y muchos reyes de África tenia en
memoria que por el Arzobispo de Toledo se ganó la treguas por sus vasallos pagándole cada uno delloa
ciudad de Oran, ende se crió y eregió una abadia tributo y censo en cada un año ; é para este pasa
subjeta á la Sancta Iglesia de Toledo. Todo esto je de su Real persona convocó y ayuntó tanto é tan
fecho, el Reverendísimo Cardenal á cuyo loor é noble exército de gente noble , quanto á la grande
alabanza todo nuestro decir es inferior, vino con za de tal Príncipe, Rey é Señor pertenecía. E con
todo su exército á su sancta Iglesia y silla arzobis este proposito de pasar en África personalmente,
pal de Toledo, dexando proveído á Oran de gente partió en fin deste año dende é de Valladolid para
de armas é vituallas abundosamente. Asimismo, la villa de Madrid, é dende fué para mediado el año
como el Cathólico Rey Don Femando tuviese siem de quinientos é diez para Monzón á tener Cortes
pre gana de ensalzar y estender la sancta fé ca- generales, é que los aragoneses, catalanes é valen
thólica y no desamparar la guerra que contra los cianos le ayudasen é serviesen de dinero para esta
moros habia comenzado, encomendó al Conde Pero tan sancta é justa guerra que contra moros africa
Navarro, varón muy diestro y esforzado en el fecho nos determinaba facer; porque asi convenia atenta
de la guerra, que con muy grande flota é gente pa la forma de sus fueros é previlegios , que antes é
sase en África y conquistase las villas é ciudades primero se junten Cortes é satisfagan los agravios,
marítimas; el qual dicho Conde como buen caba que al Rey sirvan ni hagan ayuda de dinero. Asi
llero, seguiendo el consejo de su Rey, con mucho que llamados para hacer é tener las dichas Cortes
trabajo é peligro é con harto discrimen de pelea los grandes, nobles é caballeros, y los tres estados
entró con su exército é tomó por fuerza de armas que oonviene conforme á sus fueros ser llamados,
la ciudad de Tripol de Berbería, é do Bugia, las é juntadas las Cortes, pusieron los querellosos loa
quales en breve saquearon y robaron las gentes de casos en que se metían por agraviados, é como en
armas del exército christiano; y después que así todas las otras cosas era el Rey prudente, con mu
ganaron é robaron las dichas ciudades, las compa cho consejo é deliberación dio fin , satisfaciendo y
sas de los christianos muy ricos é cargados do oro aplacando todos los querellantes, reparándolos en
y de plata, é de joyas, é de hombres é de mugeres é tal manera, que nadie tuvo que hablar ni causa de
niños moros de las ciudades robadas, que nadie es se quexar, é de buena voluntad le concedieron el
capó, volvieron á su propia tierra sin dapno ni le servicio de dinero que le habian de hacer para la
sión alguna con mncha victoria y honra. guerra africana. Asi que concluido el negocio délas
E como en este exército tan poderoso, en uno con Cortes bien, tornó el Rey á Madrid , de donde prin
el Conde Navarro fuese capitán Don García de To cipiado el mes é año de quinientos é once, partió su
ledo, hijo primogénito heredero del Duque de Alba, Alteza para Sevilla con harta tempestad de aguas,
hombre por cierto muy bien notado de toda arte é nieves é frios muy recios , é con la mucha priesa de
ciencia militar y de buenos desseos, determinó de andar que hizo, en pocoa dias llegó con su corte en
entraré tomar la Isla de los Gelves; é dicen algu Sevilla ; y avedes de saber que como antes tenia el
nos que contra la voluntad del Conde Pedro Na Rey mandado á sus oficiales de guerra que tuviesen
varro fué la entrada de loa Gelves ; é como el dicho aparejadas todas las cosas y mantenimientos nece
Don Garcia entró en la Isla de noche, y el dia si sarios para el pasaje do África , sabido por los tales
guiente pública y placeramente entrase con el exér oficiales que el Rey era llegado en Sevilla , muy
cito christiano en la Isla, por el gran calor sin prestólas naos que primero estaban secrestadas é
quento que aquel dia hizo, que asaba y quemaba, é señaladas para este pasaje , é todos los manteni
por la fragosidad de la tierra muy enemiga á los mientos é fardaje necesario á tan gran exército fue
estrangero8, é porque Dios asi lo quiso, valiente ron llegando en la ciudad de Cáliz , donde estaba
mente peleando ende el dicho Don Garcia y con él concertado de ante el ayuntamiento de la flota é
otros caballeros españoles que le seguioron, muchos gente de armas que habia de pasar con su Alteza ; lo
se ahogaron con el calor, é muchos en la mar, y qual todos vimos manifiestamente con nuestros ojos,
otros quedaron presos y esclavos siervos de los mo é nadie puede negar , é todo el mundo confiesa que
ros, y los que escaparon con harta dificultad entra lo sabe é vio. Sabido ya é divulgado por toda Espa
ron y embarcaron en las naos después de haber na- ña que el Rey pasaba en persona, muohos grandes
Crónicas de los reyes de castilla.
señores, duques, marqueses é perlados, puesto que Rey de Francia, lo prometió i estos cardenales, y
su Alteza á nadie mandó ni puso premio alguno, se aunque ohristianisimo, los puso en esta discordia, y
ofrecieron deciendo que querían pasar la mar con embió su exercito en Italia para favorescer los car
tra los moros afrioanos con el Rey , á sus propias denales cismáticos é su conciliábulo, que ya comen
espensas é misión, é muchos delloB vinieron perso taron á hacer. También nuestro Rey Catholioo, y el
nalmente ala ciudad de Sevilla dó el Rey estaba, é Rey de Romanos, y el Rey de Inglaterra estituyeron
otros hombres é caballeros é hijos dalgo é gente y concertaron entre si de defender y amparar al Pa
popular que contra los moros quiso pasar, teniendo dre Sancto como á verdadero pastor y Pontífice le
por cierto que vivos é muertos alcanzaban premio. gítimo , Vicario de Jesu Christo, y por esto el noble
Tanto era el número, que creer no se puede, é las y bienaventurado Cathólico Rey Don Fernando den-
muchas naos é grande flota que en Cáliz se ayuntó de la ciudad de Sevilla, do estaba entendiendo en los
no copiera ni pudiera tener á tanta gente. Digoos fechos de la guerra contra moros, como arriba dixi-
que de Inglaterra vinieron muchos mancebos para mos , dexados todos sus pensamientos y flota y per
servir á su Alteza on esta santa guerra é pasar la trechos, que había aderezado con infinita costa, vi
mar contra los africanos , y ende ir con los españo no para la ciudadde Durgosá muoha priesa, y pensó
les matando los moros ; mas como el enemigo anti el buen Rey que nías justo y honesto era destruir los
guo del humanal linaje, Satanás, considerase é mi fíelos domésticos, que los estraños de África: lo qual
rase quantos comedios y provechos nacían y recre da á entender é muestra que á su Alteza no movian
cían destas guerras sanctasé justas, doliéndose mu las guerras con intención de reinar en muchos pue
cho de qusntas ánimas pecadoras perdia, que cada blos, salvo por acrecentar la fé ó complirla ¡ y luego
día para penar las suele llevar al Infierno , las qua- embió á mandar á Don Ramón de Cardona, su Viso-
les si con estas guerras se tornasen christiauos los rey é Lugar-teniente general en el Reino de Ñapóles,
moros, era posible que se salvasen y aun fuesen que con toda presteza viniese á Italia con todo su
sanctos entre todos los Principes christianos, puso é exercito, y se juntase con la gente del Papa, para
mezcló tantos é tan malos peuBamiontos con que es que ambos exercítos juntados, estorbasen y pusiesen
torbó la conquista de los moros quoso hacia, y tan freno al exercito francés , que era poderoso y co
injustamente, que impidió la entrada en África. pioso , y lo desbaratasen ; é lo que los tres Reyes
Avino asi que en este tiempo on la Iglesia Romana acordaron é concertaron entre si sobre esta guerra,
era Padre Sánelo Julio Segundo, natural de Italia, y fué que el Rey de Romanos y el Rey de Inglaterra
andados del su pontificado ocho años, porque á personalmente viniesen y se hiciese guerra á fuego
ciertos cardenales no concedió todo lo que ellos y á sangre, é nuestro Rey que también entrase por
querían, los dichos cardenales con favor é ayuda de la parte Despana en Francia , é hiciese lo mismo;
Ludovico, Rey do Francia, se rebelaron contra el ó para esto el Rey de Inglaterra embiase cierta gen
Vicario de Jesu Ohristo. Decían estos Cardenales, y te de armas para nuestro Cathólico Rey , para que
tomaban occasiou para colorar su proposito, que ayuntado con el exercito español , ganasen el Du
no fué justa jurídica é rectamente olegido por Papa, cado de Guiana , que dicen que pertenescia al Rey
salvo ende que por simonia tomó y subió al Ponti de Inglaterra , y tomado el dicho Ducado, lo resti
ficado á ser Vicario de Sanct Pedro. Con este pro tuyesen al Rey de Inglaterra. El Rey inglés coin-
pósito platicaron entre si, salieron calladamente pliendo lo prometido, envió diez mil hombres de pe
de la corte Romana, é salidos, sin vergüenza ni aca lea, los quales aportaron en el Puerto de Pasajes,'
tamiento ninguno convocaron Conoilio para conos- ques en Guipúzcoa. Dellos se aposentaron en luga
cer sobre esta simonía y sobre estos crínanos y ex res é villas cercanas á las costas de la mar, y otros
cesos que alegaban tener el Papa, sabiendo ellos por otra tierra cercana, esperando tiempo conveni
muy bien que es defendido por los Sacros Cánones ble para entrar en Francia. Nuestro exercito Despa
que el Papa sea juzgado por alguno en la tierra, ña se hacía para entrar poderosamente en Francia
pues él ba de juzgar á todos, excepto por crimen de con toda priesa y diligencia. Entre tanto que estas
heregia que hubiese en el Papa. El lugar para el cosas y aparejos so concertaban para entrar en
Conoilio asignaron en Rabena, y escribieron todo Francia por parte Despafia , acaescieron los hechos
lo susodicho á todos los Prelados; y lo que fué de la guerra en Italia , de tal manera que no se pu
peor , al mismo Snncto Padre citaron é llamaron do dilatar el ayuntamiento y la batalla que por fuer
para este Concilio. Eran los Cardenales que en esto za habia de haber, después de ayuntados , entre los
entendían hasta cuatro : el principal actor é guia españoles y franceses. Finalmente en dia de Pascua
dor dicen que fué Don Bernardino de Carbajal, na de Resurecion, el año de mili é quinientos é doce,
tural de España, de noble generación, cardenal de se ayuntaron ambos exercítos Despafia y Francia,
la Iglesia Romana con titulo de Sancta Cruz en uno cerca de la ciudad de Rabena, que es en Italia;
Jerusalem ; el qual asimismo ora Arzobispo do Si- y ulli hubieron su batalla, que los españoles, aun
güenza , pensando que con sus revueltas por ventu que su proposito era dilatar y evitar la batalla,
ra alcanzaría el Pontificado. Quien quiera que esto viendo á ojo el enemigo exercito francés, no du
inventase, á él como ¿ mas sabido y poderoso de dando peligro alguno , por la honra do caballería
entre ellos se atribuyó la culpa , como comunmente no pudieron ljacer sino romper ; y asi comenzó la.
pa todos los otros negocios acaeció. Por couiplir el pelea y batalla entre los unos y los otros, en ly,
D01Í FERNANDO É DOÑA ISABEL. 6á9
qual muchos de ambas partes murieron y cayeron al Cardenal de* Santa Cruz, privado del obispado de
y fueron heridos, y á poco de tiempo muchas veces SigUenza y de la Abadía de San Zoil de Carrion, ,
estuvo dudosa la ventura de la victoria , mas al fin que en España poséis, y del Arzobispado de Gosen-
por poca destreza y constancia del capitán de nues cia, que en Nápoles tenia, de lo qual todo se hizo
tro exército , los enemigos sobrepujaron por la mu colación é promisión á otros.
cha matanza que con la artillería en los nuestros Des- Esto que dicho tengo, acaeció en Italia. Tor
pafiafícieron.No es de poner en olvido la fortaleza é nemos entre eetas palabras á lo que acaeció en
grande ánimo que los infantes españoles á pié mos España; no lo dexarémos en olvido. Como dixi-
traron en este dia, porque casi á los primeros en mos arriba, estaba asentado aquel exército Des-
cuentros , por desdicha , ó porque asi fué ordenado paña junto con la gente que el Rey de Inglaterra
de Dios , fueron desbaratados los hombres de ar envió para que entrasen en Francia; mas como
mas é gente de caballo ; lo qual visto por la infan esta entrada en Francia no se podia hacer segu
tería de la gente á pié, todos se juntaron en uno, y ra ni cuerdamente, dexado en medio al Reyno de
hecha una rueda é torno en ordenanza al rededor, Navarra, donde por casamiento con la Reina Doña
sufrieron todoB los encuentros é Ímpetus que los Catalina, reinaba el Rey Don Juan, pariente del
hombres de armas franceses arremetiendo contra Rey de Francia é natural de Francia, hijo del Se
ellos hicieron ; é tanta virtud é fortaleza de ánimo ñor de Labrit , era de recelar mucho é le tenor te
generoso mostraron, que catorce mili é mas perso mor é sospecha , y por esto le fué embiado un em
nas de hombres enemigos del exército francés por barcador al dicho Roy Don Juan , preguutándole si
su mal no mataron; y aunque la muchedumbre de quería entrar on paz é liga nuestra, ó no; álo qual
los enemigos los cerraron por todas partes, é los el Rey Don Juan de Navarra respondió que quería
apartaron y rompieron de entre si y los arrancaron estar en paz sin ayudar á ninguno , sin se mostrar
del campo, matando muchos dellos, aunque esta parcial ; mas para esto que respondió de no ayudar
victoria hubieron los franceses , sangrienta y muy á nadie , le fué pedida seguridad y rehones de algu
cara y á grande precio les costó. Acaeció otra ma nas fortalezas é lugares de su Reino de Navarra, lo
yor grandeza de ánimo, que después de asi desba qual rehusó é no lo quiso haoer. Visto por el Pupa
ratados los infantes españoles, otra vez los que es que el Rey Don Juan rehusaba, é no salia entera
caparon de la muerte se tornaron uno á uno, é dos mente á lo que era razón , con sus bulas apostólicas
á dos, é hicieron comienzo de batalla, levantando amonestó al dicho Rey Don Juan, y á la Reina Do-
su sena é pendón de batalla y polea , y estuvieron fia Catalina, y á sus hijos, que al Rey Luis de Fran
en el campo alzados sus pendones y estandartes cia y á su exército ni parte dél no ayudasen en pú
por la honra del campo y de aquel dia ; é tanto fué blico ni en secreto dircte ni indirete, sopeña de
el miedo que hubieron los franceses que se tenían privación del Reino ; el qual Reino , si contra esto
por vencedores de la batalla pasada, que no osaron que le protestaba y amonestaba hiciese, lo daría y
acometer ni ir contra las reliquias de los vencidos. concedería á los Reyes ó Príncipes fieles servidores
Acaeció esta batalla de tal manera, que puesto que de Dios y de la Iglesia. A la postre, puesto que con
los franceses digan ser ellos vencedores y señores las bulas apostólicas fuoron requeridos el dicho Rey
de aquel dia, á su mal querer forzadamente fueron é la Reina de Navarra y sus hijos, no quisieron
constreñidos ádexar todo lo que en Italia poseían, é obedescer al Papa ni sus mandamientos ; á la qual
fueron huyendo á sus propias villas en Francia, de- causa, como ya se manifestaron ó declararon loa
xando por miodo las ciudades de Milán é Génova, corazones é pensamientos de los Reyes do Navarrá
tan grandes é nobles ciudades é do tanta importancia que se inclinaban á la parte de los franceses cismá
é renta, que mucho tiempo de hecho y de derecho ticos, determinó el Cathólico Bey primero y ante
poseyó el Rey de Francia , las quales vinieron á la todas cosas de tomar el Reino de Navarra; y por
parcialidad nuestra é á nuestro amparo é liga Des- mas asegurarse, mientras que esto se aparejaba,
paña ; y la gran fortaleza que á todo el mundo pa hubo algunas diferencias entre los ingleses, que
recía inexpunable , que el Bey de Francia edificó en son gente incomportable é diferente á nuestra na
Génova y llamaban Lanterna, que estuvo cercada ción en el vivir, y los de la provincia de Guipúzcoa,
mucho tiempo , finalmente por no la poder socorrer y murieron pública y ocultamente muchos do am
la potencia francesa, se tomó y derribó por el suelo. bas naciones ingleses y guipuzcoanos,' en tanto que
Demás desto los cardenales cismáticos , que presu los ingleses sin mas cuenta ni razón, embarcaron
mieron con su Concilio dañar al Papa dexado, des en sus naos y se fueron á Inglaterra, sin dar fin á
mamparado su conciliábulo é todo su aparato é la guerra. Nuestro Cathólico Rey que tenia ya ayun
pensamientos ilícitos, huyeron desde Rabena do tado todo bu exército poderoso, embió con él por
estaban , é fueron á Francia á uña de caballo , no capitán general á Don Fadrique, su primo, Duque
esperando el que antes pudo salir al otro ; á los que de Alba, Marques de Coria, para conquistar el Rei
en tanto, fecho proceso en corte romana, é legíti no de Navarra, el qual en pocos días se ganó por
mamente declarados por herejes cismáticos quitán la parte Despaña, y echó fuera del Reino, sin que
dolos é privándolos de todos sus oficios y benefi hombre muriese, sin que sangre se derramase , á
cios que eran de mucha renta , los dieron y confi Don Juan y á Doña Catalina, que reinaba en el di-
rieron á otras persouas eclesiásticas , especialmente [ cho Reino do Navarra, los quales fueron al Roy do
Cr.-IH. 3*
630, CRÓNICAS DE LOS REYES DE CASTILLA.
Francia á le pedir socorro contra nuestro Rey para en la provincia de Guipúzcoa , porque el Rey tea
tornarlo á tomar, pues á su causa lo perdieron con hizo saber que los franceses iban levantado su real
las honras y armas. No faltó en esto el Rey de Fran la vía de Francia, salieron al encuentro y los halla
cia , antes muy prestamente , como quien se dolia ron en lugar llamado Veíate, é pelearon con los
del perdimiento que hubo , embió gentes á pié é á franceses, é matando muchos, aunque por compasión
caballo hasta diez é siete mili é mas número de gen dieron á muchos la vida , los echaron fuera de la
te lucida, instruta de armas, con los quales entró tierra, é les tomaron la artillería de cañones de co
el mesmo Don Juan de Labrit, Rey que Bolia ser bre que llevaba el Rey Don Juan y el exército
en el dicho Reino, robando y quemando y destru francés, la cual artillería era de mucho precio é va
yendo todo lo que en medio halló ; é llegó ú la ciu lor increíble; é por memoria la llevaron los Quipuz-
dad de Pamplona do estaba el Duque Don Fadrique coanos é pusieron en la ciudad de Pamplona para
de Toledo, acompañado de mucha gente noble é que á los franceses con sus propias armas los mata
gran número de caballeros españoles ; el qual luego sen. Acaeció mas : que los franceses no contentos
que supo la venida de los franceses, embió correos con el cerco que tenían puesto sobre la ciudad de
y cartas al Rey Cathólico pidiéndolo gran ayuda. Pamplona con el exército ya dicho , fecho y con
En esto los franceses puesto á la ciudad el cerco y gregado otro exército grande como el que estaba
real , la combatieron por tres veces reciamente, é en Navarra, entraron en Guipúzcoa, pensando déla
con la su grande artillería rompieron el muro con tomar, y asi tomada, juntar el uno exército que
la gana que traian de entrar en la ciudad y haber entró en Guipúzcoa con ol que estaba en Navarra, y
la á sus manos; y no solo este mal facian, mas aun hacerse fuertes; é como pusiesen cerco á la villa de
lo que no es de decir, robaron las Iglesias que fuera San Sebastian , los de la dicha provincia sin ayuda
de la ciudad estaban , violaron las monjas, come del Rey ni de la otra gente estraña defendieron la
tieron estupros y adulterios : no se hallaba maldad dicha villa, é mataron mucha gente francesa, é los
que no cometiesen, como gente alongada del amor echaron de la tierra mal de su grado , é los despoja
é gracia de Dios. A los nuestros, como en otras ron de todo. Asi fecho, nuestro exército se despi
partes, y lugares ó tiempos, no faltó ánimo de resis dió, é fué cada uno á su casa, con todo dexando en
tir é impedirles la entrada de la ciudad por la parte Pamplona y en Navarra el recaudo que para la
del muro que derrocaron , antes allí mesmo varo guarda y gobernación del Reino nuevamente ad-
nilmente se pusieron peleando con los franceses, y quorido era necesario y convenía ; y dexó su Alteza
no pudiendo tanto los franceses, los arrancaron de con la gente que dexó en Navarra por Visorey al Al
allí , aunque hubo polea muy crecida é trabada en caide do los donceles de la casa real. El Rey reci
tre los unos y los otros. Murieron é fueron feridos bió con mucha alegría á los que vinieron de Na
muchos , porfiando unos por entrar, otros por de- varra, y fué á tener la fiesta de Navidad en Burgos,
fonder la ciudad ; é los franceses, viendo que no de donde, pasada la fiesta, fué para Valladolid,
aprovechaba nada por los grandes é recios combates donde estuvo casi todo el año de mil é quinientos é
é golpes é feridas é impetos que man que hombres trece holgando ; é como por causa de la caza coa
hicieron, doxada la pelea é ruido del portillo é mu que mucho se recreaba estuviese é morase en la Me
ro quebrado, se retruxeron á su real. En esto acae jorada , ques un monasterio de la orden de Sanct
ció que nuestro Rey estaba en la ciudad de Logro- Jerónimo , legua é media de Medina del Campo,
fio, no muy lesos de Pamplona, aparejando las co adoleció gravemente, en tal manera y en tal grado,
sas necesarias para la guerra; y porque supo que fal que de juicio de todos era imposible escapar, por
taba á los de la ciudad de Pamplona questaban cer que los médicos desafuciaron de su salud, diciendo
cados, los mantenimientos y todo lo necesario, em questa enfermedad tan recia é tan súpita le vino
bicara su socorro áDon Pedro Manrique, Duque de porque tomó ó comió, sabiendo ó no sabiendo, al
Nájera, varón muy sesudo y en la arte militar muy gunas cosas de medicina que ayudaban á facer ge
diestro, é probado de tiempo antiguo entre todos neración. Otros piensan que le dieron yerbas, vene
los caballeros Despafia, con gente de armas á pié á no ó tósico. A la postre guareoió de aquella enfer
á caballo. Sabido por los enemigos como contra medad algún poco, pero nunca tornó á su primer
ellos con exército venia el dicho Duque, cuya fama seso , é fuerza , é valor , é subjeto recto de persona
é gloriosa memoria en las armas sabian los capita- que solía tener, que dende apoco, porque no se pn-
. nes franceses y el mismo Rey Don Juan que fueron dia bien tener ni sostener á pié, para poder andar
vecinos, teniendo por cierto que no les había de aun en el Palacio Real se asentaba en una silla de
consentir tener cercada la ciudad, é les había de caderas, y en ella se hacia llevar por sus criados
dar batalla por les echar dende, acordaron la noche para subir y andar en las andas en que iba á la ca
siguiente de se ir, y de hecho dexaron la ciudad y za ; aborreció loa negocios á que era primero tan afi
cerco que tenían, é fueron camino de Francia; á los cionado ; el resplandor y semblante sereno del ros
quales el magnánimo Duque como á vencidos no tro jocundo perdió, é casi en otro hombre del que
quiso seguir ni matarlos, que pudiera, pues muer solía se mudó ; la compañía de los hombres, ¿un de
tos de hambre y de frió fuian, é decía el Duque que los servidores domésticos familiares do su casa, de
puente de plata convenia facer al enemigo que negaba y rehusaba, y como el ciervo llagado con
huía, Pues acaesció que los hijosdalgo moradores saeta 6 arma andaba por los campos y montes co
DON FERNANDO É DOÑA ISABEL 531
liados, pensando que desta manera escusaria la nos que le están aparejados y esperando con toda
muerte propincua é cercana que le estaba acechan bienaventuranza.
do aparejada. Finalmente andando asi , partió den- El Principe Don Carlos siendo certificado de la
de la ciudad de Flaeencia para ir á Sevilla, y en muerte del Rey Catbólico, su aguólo , embió pode
Madrigalejo, un lugar cerca del nombrado y devo res al Cardenal Fray Francisco Ximenez para go
tísimo monasterio de Guadalupe, de la orden de bernar estos reinos el tiempo do su ausencia, o con
Sanct Jerónimo, á veinte é dos de enero de mil é mensajero propio escribió á los del Consejo Real
quinientos é diez seis años, dexó de usar desta vi con titulo y nombre de Rey para que entendiesen
da presente, é dio el alma á Dios, habiendo primero en las cosas que convenían al bien délos Reinos, ó
recibido los Sanctos Sacramentos eclesiásticos muy ordenaron las provisiones por Doña Juana é Don
devotamente , en edad de sesenta é quatro anos de Carlos, Reina é Rey, en Madrid, miércoles después
bu nascimiento, menos dos meses y algunos días, de medio día , diez días del mes de Septiembre de
después que reinó en Castilla y Aragón quarenta mili é quinientos é diez y seis años, en las plazas
afios; cuya ánima tome reposo con Dios, que nadie de San Salvador , el presidente Arzobispo de Grana
de los Reyes antepasados fué mas justo en piedad da ó los Licenciados Zapata y Mnxica, y el Doc
y de mayor gloria en las armas ó batallas. Eligió tor Carbajal, y los Licenciados Sanctiago é Polanco
para su sepultura en la ciudad de Qranada la capi y Aguirre y Coalla; é con un Rey de armas manda
lla que mandó hacer la Reina Doña Isabel su mu- ron pregonar é publicar paz y alianza perpetua entre
ger, no inferior áél en virtud y excelencias; é fué sus Altezas y el Rey de Francia. Vino el Rey Don
llevado allá su cuerpo al lado diestro del cuerpo de Carlos en España dende el Condado do Flandes con
la Reina con muy magnificas obsequias y aniver grande y gruesa flota y armada. Tomó tierra pri
sarios que á tan alto principe pertenecían. En su meramente en Villaviciosa , puerto de mar en el
testamento instituyó é dexó por heredera de todos Principado de las Asturias , en diez ó nueve días
sus Reinos é Señoríos de Aragón á su hija Doña del mes de Septiembre de mili é quinientos é diez y
Juana, que era Reina do Castilla, León y Granada; é siete afios. Juntáronse Cortes en Valladolid.é vinie
por algunos impedimentos de enfermedad que su ron todos los Procuradores del Reino, é recibiéron
Alteza padeoia, dexó por gobernador dellos al le y juraron en el moneBterio de San Pablo por Rey
muy alto y excelente Señor Don Carlos, que está é Señor destos Reinos, estando presentes asi mismo
en Flandes supliendo cualquier defecto de edad, muchos grandes é perlados que también le juraron
que no había sino diez y seis afios ; é entre tanto é besaron la mano como á Rey é Señor dellos.
que á estos Reinos viniese fasta quo otra cosa man En la Corónica deste Roy que fué después elegi
dase el Principe su nieto , mandó que los Reinos de do por Emperador, hallarás algunas cosas verdade
León é Granada recogiese Don Fray Francisco Xi- ras, é bien todas en la palentina Corónica en latín,
menez de Cisneros, Arzobispo de Toledo, Cardenal y mas en la Corónica de romance , y están en roman
Primado de las Espafias, y la gobernación de Ña ce mas largamente en el libro intitulado historia, y
póles y Sicilia y Aragón su hijo Arzobispo de Zara muchos que hablan de todos los Reyes Despafia ; y
goza. Plega á Dios que presto salvo é sano venga á comienza la historia del Rey Don Carlos en la foja
tomar la posesión é gobierno de tales é tantos Rei- de aquel libro, fojas 177. fasta fojas 251. Deo grada».
APÉNDICE 2/
ANALES BREVES
del reinado de los Beyes Católicos D. Fernando y Doña Isabel, de gloriosa memo
ria, que dejó manuscritos el Dr. D. Lorenzo Galindez Carvajal (1).
1.° L08 Reyes Católicos D. Fernando y Dofia Isa reciendo con palabras y obras á los que las poseian.
bel fueron délos mas esclarecidos Príncipes que han Fueron de gran veneración en sus personas, en par
reinado sobre la tierra , cuya fama con gran razón ticular la Reina ; oian ordinariamente con gran be
debe ser inmortal , de la cual pueden tomar ejem nignidad y mansedumbre á sus vasallos: tuvieron
plo todos los Reyes que quisieren con santidad y en su Consejo y oficios y cerca de sus personas
prudencia gobernar & sus vasallos. Fueron grandes hombres insignes y en número oonveníente : tuvie
celadores de la religión y fe, de alto y valeroso co ron gran casa y corte acompañada de Orando» y
razón ; sufrieron con buen semblante las adversi varones principales , á los cuales honraron y subli
dades que les vinieron , y recibieron con gran tem maron conforme la calidad de su grado, ocupándo
planza las prosperidades y vitorias que tuvieron, les en cosas en que les podían servir, y cuando se
ordenándolas á Dios y dándole gracias por ellas. ofrecia ocasión tenian memoria de les hacer mer
Fueron de gran consejo y providenoia, asi en las ced ; oon que todos andaban satisfechos y deseosos
cosas presentes como en las venideras, para que no de servir en el gobierno del reino y de su Consejo :
les bailasen desapercibidos ; amaron mucho la jus tuvieron mas atención de poner personas prudentes
ticia y todo género de virtudes, honrando y favo- y de habilidad para servir, aunquo fuesen media-
ñas, que no personas grandes y de casas principa
(1) Hemos tonudo este escrito del tomo itiii de Is Calécete» les. En su haoienda pusieron gran cuidado , como
de documento» inéditos para la Historia de España, por los selores en la elección de personas para cargos principales
D. Miguel Silva j D. Pedro Saini de Birandt (Madrid, 1851), don- de gobierno, justicia, guerra y hacienda ; y si algu
dé se inserta a la pag. £27.
Publicó y anotó estos Anales, el ano 1787, D. Rafael Floranes, na elección se erraba ( que sucedia pocas veces ) al
Señor de Tafaneros, y para mayor Ilustración antepuso esta ad punto lo emendaban, no dejando crecer el dafio,
vertencia. sino remediándolo oon presteza ; y para estar mas
Ciertas obras de Galindei no conocidas, Zdfllga, pag. 811, col. 2. prevenidos en las elecciones tenian un libro, y en él
No encontramos con este ejemplar las demás Memorias de aquel memoria de los hombres de mas habilidad y méri
tiempo que Argensola cita en el eap. 40, pag. 368, con el nombre tos para los cargos que vacasen ; y lo mismo para
de Manusertlos cariosos que andan con tos Anales del Dr. Lorenzo la provisión de los obispados y dignidades eclesiás
de Carvajal y son sin duda suyos, en los cuales se trataba de la ticas (2). Despachaban los negocios con toda bre-
desgraciada empresa contra Argel por el Cardenal Jiménez, t car
go del General Diego de Vera, destruida por Barbarroja el dia da
San Jerónimo del alo 1516. (í) Véase abajo la petición 66 de las Cortes de Valladolld do
1537, y i ti. Francisco Bermudei de Pedrata en su libro Del Se
(comsu usf.no:) cretario del Rey , impreso en Madrid, ano 1610, Disc. 3.*, folio 18
(Al margen dice:) vuelto, donde dice: «SI en Espala hubiese libro para escribir los
Esto lo aliado Respecto que en esta obra te escribe el me •servicios de los vasallos y memoria de premiarlos, sus Reyes,
aquí Floranes morable reinado de los Católicos Reyes D. Fer •que lo son de coraxones , lo serian también de leones para se
nando y Dolía Isabel, para que conste un digno ñorear lo que resta del mundo, y cesarían las quejas militares
y completo elogio de su buen gobierno, pondre •de que ellos conquistan los reinos, y otros goxan el fruto de
mos aquí el que lea hito con exacta descripción •ellos.»
7 mucha elegancia un doctísimo Consejero suyo CtoTES DE VALLADOLID DE 1537.
en Memorial que dio a manos de su nieto el Se peticioh 66.
ñor Emperador Carlos V, el cual trasladó Julián
del Castillo en su Historia de los ¡leyes Godos, Otros!, los Reyes Católicos de gloriosa memoria, vuestros abue
llb. iv, Díte, xi, pag. 311 y siguientes, edición los, para Informarse de las personas de quien podrían servirte,
de Madrid, ato 1614, y por su copla dice asi: conforme a sns habilidades, para todos los eargos que tenían qne
proveer en estos reinos, mandaban hacer información secreta de
Cn Consejero de su tiempo dejó escrito un Memorial, que remi todas las calidades y habilidades de las personas de sus reinos , é
tió i la indita memoria del Emperador Carlos, que por parecerme tenian libro desto dentro en su Cámara Real : é porque cstu con
muy a propósito para el intento que llevo, be querido copiarle é viene é es mas necesario a V. M. por tener mas reinos é señoríos,
introducirle en mi Historia, y dice Mi: é para tener mucho descanto en su servicio, é los pueblos esta-
684 CRÓNICAS DE LOS REYES DE CASTILLA.
vedad, teniendo dia señalado para esto ; y para los chos de los mas principales del reino y con ellos el
demás negocios hacían andar á los ministros y ofi Rey de Portugal; y juntándose con esta facción y
ciales con gran cuidado para que los vasallos no re favoreciendo á aquella señora , que era su sobrina,
cibiesen detrimento ni gastasen su hacienda y entró en Castilla con gran poder, y ocupó algunas
tiempo con dilaciones. plazas en ella, y al fin se vino á determinar la cosa
2.° Entraron estos Inclitos Reyes i reinar en Cas por una batalla pública y campal, en que se derra
tilla con las armas en la mano , porque estaba el mó mucha sangre de ambas partes , quedando la
reino dividido en dos parcialidades, la una tema el victoria por el Rey Católico. Habida y alcanzada
nombre de la Reina, y la otra sustentaba la opinión esta victoria, hicieron perdón general á los que
de una señora quo se decia ser hija del Roy D. En fueron contrarios , con algunas condiciones ; y des
rique el Cuarto, hermano de la Reina Doña Isabel, pués se hizo paz y alianza con Portugal ; y á los que
siendo falso y Ungido ; y esta parte siguieron uni desirvieron y fueron perdonados siempre se les
guardó justicia ; y á los que bien sirvieron no sola-
rán mis gobernados : suplicamos a V. H. se Informe e tenga libro
deslo, según que los Iteyes Católicos vuestros abuelos lo lu ciudad de Granada, en el Desengaño que escribió para el Rey Don
cieron. Felipe IV en 13 de junio de 1613, el cual se halla impreso entre
A esto vos respondemos: que nos habernos informado i infor sus Ulscwsosy apuntamientos políticos, fol. 16.
maremos siempre delh. • En la República romana, tan vigilante en su gobierno cuan
Impresas en un cuaderno de 30 folios en Valladolid por Sebas •desinteresada en sus elecciones, las leyes que hacían, ántes que
tian .Martínez, Impresor, a 10 de febrero de 1553. íse publicasen, las fijaban en público, porque todos lat pudiesen
Esto registro (dice el autor que va a citarse, en el cap. 37, pá •ver y cada uno que quisiese dijese contra ellas: con lo cual se
gina 587 ) es de mucha Importancia para los Huyes. Del sabio y •velan los defectos y las reformaban á lo mas conveniente. Y el
muy prudente lley D. Felipe II se dijo que en su tiempo tuvo •Católico Sefior Rey D. Fernando fué alabado de que las órdenes,
otro como él, y le hablan de tener todos y en todo tiempo, y mas •premállcas ó leyes Importantes, las mandaba primero echar una
cuando esta menoscabado el poder y se van disminuyendo las •voz á lo público para ver como se recibían, y ántes de publicar
rentas, consumiendo las fuerzas, y la fortaleza de los enemigos las reconocía los inconvenientes y dificultades que el común les
aumentando, etc. •pooia, y si eran considerables las reformaba: y asi fucroo sus
Este mismo libro de razón de los hombres benémeritos para •mandatos tan estimados y bien ejecutados, y los que se publica
emplearlos en beneficio del Estado, dejaba 61 aconsejado en el ban un dia no se revocaban olro por mirarse tan bien su conve-
cap. 13, pág. 161. •nencia. Y si esto se hacía en órdenes ó leyes escritas, j cuánto
El docto P. Pr. Juan de Santa María, franciscano descalzo, en •mas se debe hacer en leyes vivas , que son los consejeros , go
■u libro de Oro titulado República y policía cristiana, impreso en bernadores , corregidores y jueces que las ejecutan?'
Madrid, arto 1515, procurado exterminar después por el privado De aquí creo yo provenga el hallarse muchas fundaciones de
duque de Lerma (aunque eu vano ) por las verdades que le decía, vínculos y mayorazgos, mejoras de tercio y quinto, que he visto
en el cap. 36, pag. 53U, escribe lo siguiente : disputar en esla Cnancillería, arregladas á las leyes de Toro, antes
«Uno de los principales Consejeros certifico i una persona de su promulgación en aquella ciudad en 7 de marzo de 1505, en
agrave que siendo él Alcalde de Corte vaco un oficio de verdugo, los tres afios intermedios desde el de 1501 en que se hicieron en
•y qne fué tan pretendido y con tales intercesiones , que convino las Córtes de Toledo , que deberán tener présenles nuestros ju
• hacer dos para cumplir con las demás obligaciones. Y de la Rei- ristas en los casos que se ofrezcan.
>na Católica Dofia Isabel se dice que cuaudo gobernaba con el • El Rey D. Fernando el Católico encargó al doctor D. Lorenzo
«rey Don Fernando su marido, se le cayó acaso uu papel de la •Calindez do Carvajal, de su Consejo y Cámara, la enmienda y pu
•manga en que tenia escrito de su propia mano : La pregonería de blicación de las Crónicas.» (Sempere, Ensayo de una Mol. espa
tía ciwhd se ha de dar á fulano, porque tiene mayor voz: y si en ñola, tom. 111, pág. 194.) Véase á Zurita al principio del libro Car-
•oficio tan vil tenian aquellos tan Católicos y prudentes Hcycs reccion y enmienda, y el plan para la Impres. de las crónic. de
•tanto cuidado con las calidades, ¿qué se debe hacer en los de Cerdá.
•justicia y gobierno? ¿Qué en las dignidades eclesiásticas, que Zurita en el prólogo al libro do las Corrección, y enmiend. de
•son las columnas de nuestra Santa Religión? Cuando llegare el ¡as Crónic. de Ayala, publicado por los herederos de Dormer en
«dia de la cuenta estrecha y rigurosa que pedirá Dios verán lo Zaragoza, alio de 16S3. • El doctor Lorenzo Galindes de Carvajal
•que esto importaba.» ■postreramente en tiempo del Rey Católico se luso censor y juez
Pero el elogio mas completo do estos Insignes Reyes Católicos •para emendar los escritos de los cronistas que fueron de los Re-
por la gravedad, acierto y juicio de sus elecciones, se contiene en •yes D. Juan el Segnndo y D. Enrique su hijo, que por letras y
la carta qne el Consejo escribió á su nieto Cárlos V, estando aún •autoridad lo podía muy bien ser.»
en Flandes antes de venir á Espada , 1A0 1517, conservada por el El doctor Carvajal, alabado por el doctor Francisco López do
Sr. Galindei en sus Anales, cap. 16, donde podrá verse. Villalobos, médico del Emperador Cárlos V, In glossa lilerari in
Fueron muchos los viajes que hicieron de una parle á otra, l.m ct ».■ ¡Libros hist. nattr. Plinii , edit Complut. apud Michael
no habiendo sido la vida de estos Reyes mas de una continua pe de Eguia an. 1514 ad D. Alphons. de Fonseca Toletan. Arcbiepls-
regrinación. Hacíase esto entóneos con menos aparato y preven cop. ubi in prolog. loquens de bis qui laborera suum vide-
ción, porque no se dejaban aprisionar con los grillos de la gran runl, all.
deza, parcciéndoles que esta se aseguraba mejor en el erédito de •Postremo vero doctor Carvagialis Imperatoris Consiliarius eam
su gobierno que en la ostentación de su casa ; teniendo por fan •íglossam) jussu Caesarls examinavit, qui in utroque jure et in
tasía la fama que no se funda en lo sólido de las virtudes. Asi lo • cundís litteris eminentis esse doctrine creditur.»
ejecutaron con grande utilidad de sus vasallos, que aunque los Vid. Luc. Marin. Sicul. In Vir. ¡Iluslrlb. qui traetatus est.
ministros que tuvieron fueron los mas excelentes que hubo jamás lib. XXV, sote de reb. hispan. Histor., fol. 168, el lib. 11, fol. 116,
en otro reinado, como aquellos que eran de su mayor satisfacción, ubi ínter Consiliarios qui regnum regebant cum Francisco Xirae-
ninguno hay que pueda suplir por el duello, que según razón debe mo.—Item Laurenlíus Carvaiatlus doctor egregius et genere nobili.
estar libre de los inconvenientes á que está sujeto el quo no lo Este memorial siguieron y citaron Zurita y Garibay, y lo mismo
es, aunque sea de mayores prendas y talentos. Alvar Comez in Preefal^on. ad histor de rebus Ximenii.
Asi el discreto D. Francisco Pinel y Uonroy en su Retrato del Escribióle el doctor Carvajal, pasado el abo de 1513, de que
iuen vasallo, lib. 1°, cap. 17, pág. 291, Madrid, 1677. refiere sucesoi eu el cap. 11, al fin.
De la política qne estos gloriosos Reyes seguían en la parte le Cronista le llaman muchos, pero no lo fué en rigor con titulo de
gislativa, que es la mas difícil de las funciones de la soberanía, los Reyes, sino de estudio privado y por propia aplicación, y asi
nos da la especie siguiente el celoso D. Maleo de I.lson y Oled- no le pone el ilustre D. Luis de Salatar en la lista de cronistas
m, Seíor de Alganirejo JUUV.° 7 Procurador de Córtes de U que forma eu sus Adverlenc. hisliric., pág. 156 j 157.
DON FERNANDO É DONA ISABEL. 536
tuvieron ayuda y servicios de sus vasallos para con
mente justioía, sino también mucha gracia y mer
quistar, no solo el reino de Granada y otras plazas
cedes en lo que se ofrecía, siendo presentados y pre
en la costa de África, sino también contra los fran
feridos en las honras y provechos en sus personas
ceses, ganando los reinos de Ñapóles, Navarra y
y casas, que fué causa de ser estos Reyes sumamen
condado de Ruisellon. En su tiempo y buena ven
te amados y temidos. tura se comenzaron á descubrir las Indias del mar
3." Después de compuestas las cosas de la guerra
Océano, y con haber tenido muchas guerras y
y estado, entendieron en extirpar los tiranos, que
grandes gastos.'dejaron sus reinos desempeñados, y
habia muchos por el reino, multiplicados con la fal
á sus vasallos muy prosperados y ricos, y á sus rei
ta de justicia de los años pasados, y tenían opresa
nos en paz y tranquilidad con buen orden, religión
y agraviada la pobre gente ; y en esto tuvieron tal
modo, que en poco tiempo allanaron y plantaron y justicia, que duró mientraB reinaron.»
la justicia, andando por el reino de unas provincias
en otras, para que con su presencia temiesen los in Memorial y registro breve de los lugares donde el Rey
solentes , y osasen pedir justicia los temerosos. y Reina Católicos, nuestros Señores, estuvieron cada
4.° Los cargos de justicia , gobierno , guerra y año desde el de 1468 hasta que Dios los llevó para
hacienda, obispados, dignidades eclesiásticas, no ti, escrito por el doctor Lorenzo Galinde» de Car
las proveían por favor , ruegos ni intervención de vajal de su Consejo y del de Cámara de Carlos V, y
nadie, ni por servicios, sino por virtud, habilidad y por merced suya (heclia año de 1525) (1) Correo
méritos de los proveídos : y cuando alguno pedia mayor del Perú, ó como alli dicen, maestro mayor
algo de lo dicho, alegando sus servicios, se le res de los chasquis.
pondía que en otras cosas Be habían de remunerar PBOBMIO.
los servicios, como se hacia ; porque en aquellas no
se habia de atender sino al bien del negocio y bue La costumbre y uso del escribir historias y coró-
na provisión del cargo ; y asi para ellos se llama nicas, asi en tiempos pasados como en los presen
ban de sus casas á las veces los que mas sin pensa tes, paresce no Bolo haber sido aprobada por gran
miento estaban de ser proveídos ; lo cual fué causa discurso de tiempos, pero celebrada y confirmada
que estos Reyes fuesen bien servidos, y los vasallos por todas las naoiones y gentes capaces de razón,
tuviesen afición á la virtud. Tuvieron gran cuenta como lo manifiesta la continuación que siempre
hasta agora se ha tenido y tiene, y cabe en razón:
con sus criados, que bien los sirvieron , y después
de muertos con sus hijos; y eBto también fué causa porque si en ol escribir se guarda lo que se debe,
de ser servidos con grande amor y fidelidad , te no solo se nos da manera para bien y virtuosamen
niéndose por seguros los que bien servían, que sus te vivir, pero también somos instruidos en el fin
servicios habían de ser remunerados en sus perso que debemoB seguir, de el cual esperamos alcanzar
aquella bienaventuranza para que fuimos criados;
nas 6 en los de sus hijos.
la cual está claro se alcanza siguiendo y obrando
6.° Asentado que fué lo de la justicia , entendie
ron en reformar las religiones de frailes y monjas los actos virtuosos pasados, huyendo y apartándo
que estaban necesitadas de remedio, y aunque les nos de los vicios presentes; porque entonces la co-
puso este negocio en cuidado, al fin se redujo todo rónica tiene autoridad para ser imitada y seguida,
cuando en la ordenación de ella se guarda la for
á mejoría y observancia.
ma debida: pero muchas veces la poca verdad que
6." Después desto deliberaron de conquistar por
algunos con pasión desordenada tienen en escribir
fuerza de armas el roino de Granada, y le ganaron
las coránicas, disminuye la autoridad de ellas y las
valerosamente, y echaron de Castilla todos los mo
ros que no se volvieron cristianos. hace tener en menos ; porque siendo el cronista juez
7.° Después de expelidos los moros, mandaron de la fama, testigo de la verdad, y espejo en que
salir del reino todos los judíos, que habia muchos, se contempla en lo pasado, ni juzgan verdad, ni la
por el aumento de la fé cristiana, no atendiendo á dicen, ni representan las cosas pasadas como pasa
los muchos tributos que perdían. ron, antes ponen confusión on el tiempo, callando
8.° Expelidos del Reino los moros y judíos, pu y escuresciendo á unos, y esclareciendo y subliman
sieron la Inquisición contra los herejes y perturba do á otros como no deben, lo cual hacen pervirtien
dores de la religión católica. do la justicia, que es dar á cada uno lo que es suyo,
9.° Mantuvieron sus reinos en grande autoridad y no pensando los actos de fama según lo que va
y reputación con mucha gente de armas y caballos; len y pesan ; mas siguen el tiempo y estado presen
sus vasallos bien tratados y contentos ; los pueblos te y la calidad que en él tenia la persona que los
bien gobernados y alegres ; tenian personas de mu hizo; como si agora los que tienen grandes estados
cha confianza y secreto que andaban por los reinos
disimuladamente informándose oomo Be gobernaba «1 Li merced de Correo mayor de las Indi.» se la Mío la Reí-
y administraba la justicia , y lo que se decía y ha na Dona Juina por eódula do 14 de majo do 1514, J la sobrecarta
es del Emperador por su Consejo de Indias i Í5 de octubre de
blaba de los ministros; y las tales personas traían á 15ÍS, mandando que ni al dicho 0. Lorenzo Gallndei. ni a sus
los Reyes nota particular de las faltas quo sentían, tenientes se les ponga embarazo en el despacho de los correos.—
y lo remediaban como la necesidad lo pedia. Veytla j Linuc, Noria i» la contratación de India» , trate larga
Con esta buena orden y templanza de su parte mente de esta merced, llb. i.°, eap. Sí, núm. 3.
«36 . . CRÓNICAS DE LOS 1 ¡YE8 DE CASTILLA.
y lagares con privanza , fuesen al eterno , y nunca tamente, que lo que escribe aun no ea ana sumí
hubieran comenzado, 6 como si ge concluyese de muy breve de lo mucho quo deja por decir; y lo
necesario que los grandes estados y privanza in que peor es , que en muchas partee y lugares pro
fundiesen virtudes; siendo todo por el contrario, cede tan desnudo de particularidades, que ni nom
que de la templanza vinieron las riquezas, y de allí bra las personas , ni dioe el heoho entero con sus
los estados justos , y no de las riquezas ni de la circunstancias como pasó, antes trocándolo é abre
acepción de los Principes la templanza , ni el uso viándolo demasiadamente, lo confunde con alguna
do vivir virtuosamente, asi como cada día lo ve retórica vana, de que muchas veces se usa, en tanta
mos, y paresoió claro en tiempo del Bey D. Enri manera, que no se puede del todo bien juzgar si lo
que IV y en tiempo del Rey D. Juan II su padre, hizo por dolo ó por culpa, porque aunque en las co-
que tantos fueron sublimados en dignidades y esta rónicas principalmente se deben contar las vidas y
dos cuantos supieron agradar fuera de razón á los hechos de los Principes ; pero no por eso se deben
Principes y á sus privados ; pero ni por eso á los dejar ni olvidar los hechos notables de las personas
poderosos debe do desmenuir el lugar justamente quo inciden en el tiempo de que la coTÓnica habla
habido, que merecen según lo que mas aventuran ¡ y trata , nombrándolas y expresando los lugares y
pero, pues, como dice el apóstol Omni» poíestas á circunstancias necesarias que se requieren para en
Deo Mi, etc. , y pues se comete falsedad no solo di tera noticia del hecho , y para mayor gloria de los
ciendo lo que no pasó, pero callando, ó disminu Beyes en cuyo tiempo los tales hechos pasaron, y
yendo ó alargando lo que pasó, claro es que el co para memoria de los porvenir, fama y ejemplo de
nmista en todas estas maneras ofende la verdad y sus subcesores, que se esfuercen á los seguir. A in
comete falsedad ; la cual ea mas grave y detestable felicidad grande por cierto de la nobleza de España
cuanto es dicho ó escrito en perjuicio de honra ó sedebe atribuir, siendo los tiempos felices y los actos
fama de alguno, ó en excelencia de otro que no lo notables, que se repartieron por todos los linajes y
merece, y on tiempos que mas la verdad se usó, casas de España , según la magnanimidad de tan
porque si se tiene por malo el hurto de la hacienda, grandes Príncipes, que á todos amaban y de todos
por peor se debe tener y estimar el de la honra y se servían y eran de todos servidos, haberles dado
fama : y anal el tal coronista en muchas cosas ofen coronista tan escaso y estéril de dar á cada uno su
de á Dios, é al Principe, é á la república, é á la par talento. Y por eso no sá cual sea mejor, ser nom
te, cometiendo falsedad junta con hurto de el loor brado con los pocos ó callado con los muchos. Lo
agenocon engaño y daño de muchos, ó por mejor que parece mas grave, que en unos lugares no cuen
hablar, det todos : por lo cual so podria decir lo del ta el coronista los hechos, mas júzgalos ántes do
poeta: Sie vos non vobis, etc. Do esto se quejaba la los contar, siendo por ventura á él incierto el fin ó
Sabiduría. . . . Slabunt Juati in magna constantia, etc. intención que en los hacer tuvieron los que los hi
Muoho se habia do mirar en la elección do la por- cieron ; a la manera de los que testificaron contra
sona que ha do escribir la corónica, que fuese nom Cristo, que imponiéndole que habia dicho possum
brada por el Príncipe con aprobación de muchos, destruere templum, etc. del templo de Salomón, fue
pues se hace do perjuicio de tantos, y no dar lugar ron tenidos por falsos, habiéndolo él dicho y enten
que cada uno fácilmente se ingiriese á escribir lo dido de su precioso cuerpo. Y lo que no tiene excu
que le place en loor de pocos, y en perjuicio de to sa es, que quiso en esta corónica tanto alabar y su
dos: y en tal elección so había también do mirar el blimar á un prelado do eetos reinos, aunque por
bien de la legalidad de la persona, que el elegido cierto muy digno de loor (1) que mas se puede de
fuese de buena parte ; porque ni temor de los po cir la corónica de él que del Bey ni la Beina ; y á
derosos, ni afición de su gente le hiciesen apartar otro suprimió y oscureció tanto , que aunque digno
do la verdad. E ansí vemos que se hizo en los tiem de culpa, no se puede negar en algunos pasos ha
pos pasados en la ley divina y humana, y en nues berle sido este coronista asaz odioso y aun injurio
tros tiempos, que fueron coronista Pero López de so. Ovo otra desdicha esta corónica de Pulgar, que
Ayala y Hernán Pérez de Guzman. Y no embar cayó originalmente en manos de otra persona prin
gante que Hernando del Pulgar, que por mandado cipal, el cual hizo en su cosa propia algunas adicio
de la Reina Católica escribió esta corónica hasta el nes, como le plugo, las cuales, puesto que fuera
año de 1490, era buena persona , elocuente y dis verdad , como es de creer, era especie de falsedad é
creto , y es de creer que escribió verdad , según la grande ambición ponerlas por su autoridad en coró-
relación que tnvo de los hechos, y qne lo que dejó nica de tan altos Principes, aunque algo le excusa
fué porque no lo supo, ni alcanzó ; pero no se pue la escaseza y brevedad del coronista ; pero aquellas
de negar haber pecado en muchos casos , y tanto adiciones no van en la corónica de suso escrita,
mas cuanto la corónica era de Principes mas glo puesto que es de creer que algunos no advertidos
riosos, como lo fuoron el Rey D. Fernando y la de esto las ternán en sus libros, solamente se puso
Boina Dona Isabel Católicos ; en cuyos tiempos en la dicha corónica a la letra lo que el coronista es
bienaventurados pasaron los mayores y mas nota cribió, como á él le plugo, sin mudar, ni desminuir,
bles hechoB de virtud , y religión , y justicia y es- ni acrescentar una sola palabra, por excusar maa
trenuidad de caballería que pasaron muy grandes
tiempos atrás. En todo ello el coronista pasa sucin- (I) El Cardenal Mcndoia.
DON FERNANDO DONA ISABEL. 537
mudanzas de verdad ; excepto cuando en algunos pierna habia sido de recudida, qne primero habia
nombres propios erró, los cuales se redujeron á la dado en una perla é sin riesgo ninguno ni peligro
verdad. Y porque los que pasaren por esta corónica suyo ; do lo cual D. Enrique se escandalizó é tuvo
sepan enteramente los hechos , se presupone que la por no contento, y dende algunos (lias imbió por la
corónica del Rey y Reina Católicos parte de ella fué corónica que estaba en un monasterio, y casi que
copilada por cinco autores (1). El uno fué Hernan por fuerza la sacó y quitó lo que quiso, y lo que de
do do Pulgar, de quien habernos contado, cuya es jó no se puso arriba, porque la corónica no quedó
critura á la letra es puesta de suso. El otro fué Tris- tan cumplida, ni en la sinceridad que Ribera lo es
tan de Silva, vecino de Ciudad-Rodrigo, que escri cribió. El quinto autor fué Alonso de Patencia, dig
bió poco, y de ello ninguna cosa se puso en esta no coronista, que en latin por décadas, á la manera
corónica. El tercero fué un Alonso Fiorez, vecino de Tito Livio, escribió larga y verdaderamente esta
de la ciudad de Salamanca , familiar del duque de corónica del Rey y Reina Católicos hasta la toma
Alba, que escribió lo de Toro y Zamora , y aquello do Baza, con las circunstancias y particularidades
se dejó también de poner por algún respeto (2). El necesarias ; á la cual se debe siempre recurrir como
cuarto fué Hernando de Ribera, vecino de Baza, á fuente de agua limpia, y no sin causa, porque de
que escribió la guerra del reino de Granada en me él se dijo : Ornaliorem historiographum poluit aK-
tro : y en la verdad , según muchas veces yo oí al quando habere Hispania , sed veratorem neminem. Lo
Rey Católico, aquello decia él que era lo cierto ; que Antonio de Lebrija después escribió no fuá
porque en pasando algún hecho ó acto digno de es- como coronista, aunque tenia titulo de ello, sino co
orebir lo ponia en coplas y se leia á la mesa de bu mo traducidor de romance en latin , de lo mismo
Alteza, donde estaban los que en lo hacer se habian que tenia escrito Hernando de Pulgar ; porque yo
hallado, é lo aprobaban ó corregían , según en la fui testigo que le di la corónica original para que
verdad habia pasado. Pero escrito (3) que por rela la tradujese en latin (5) ; pero ni Hernando de Pul
ción de personas dignas de fe so tiene por averiguado gar, ni Alonso de Patencia], como es dioho, acaba
que D. Enrique Enriquez, tio del Rey, quiso saber ron de CFcrebir esta corónica, solamente llegaron el
de este Ribera, que era su familiar , cómo le ponia Patencia hasta la toma de Baza, y el Pulgar al año
en la coránica, y él respondió muy bien según la 1490, y no la acabó. El coronista que le sucedió fué
verdad pasaba: á lo cual D. Enrique le replicó: Ayora (6), el cual , según se supo, comenzó á eecre-
¿ponéis lo de mi espingarda en lo de Tajara? (4). bir del año 1500 en latin y en romance, por mane
Hernando de Ribera le respondió que no, porque no ra que quedaron rezagados diez años : es verdad que
hallaba cosa en aquello que le pudiese honrar ; de el protonotario Pedro Martin, natural de Milán,
lo cual D. Enrique se escandalizó, y lo tornó á pre varón entero y asaz docto , no como coronista, mas
guntar la causa ; y él dijo, quo ya sabia quo no po- por una nueva manera de Epístolas, escribió en latín
dia decir sino verdad, y que la espingarda mas se aquellos años y otros muchos adelante : de cuya es-
podia imputar a caso fortuito, en que no oabia cul criptura se podrá ver alguna lumbre de lo que en
pa ni gloria ; porque aquella pelota que le dio en la ellos pasó (7); porque no saber lo de fuera, no es
(5) Lucio Marineo al principio del llb. 20, fol, 113, dice también
(1) Hiee de lodos memoria Laclo Marineo Slcalo en sis Elo de Nebrija : • Cuius (Pulgarii) mognum volumen i* latinum sermo
gia* y en la Hislor. de reb. hispan., lib. 20, rol. 113, y llb. 15, fo nen» vertll Antonias Nebnsensis; cuita ego traductionis inllium dum-
lio 168, y ann menciona algunos mas. Y 61 mismo se debe Incluir tazat Icol, i» quo satis elaborasse miU vlssus est, et bene castígate.»
en el catalogo. El cual ademas de haber compuesto unos Anales (6) De quien dice Zurita en La vida del Rey Católico , lib. 8, ca
de los Reyes Católicos ( que cita en el llb. 23, rol. 110 vuelto, ha pitulo 30, tomo vi : « Y entre todos se queria señalar Gonzalo do
ciendo el elogio de ü. Antonio Fonseea), escribid de eslos Hoyes, ■Ayora como aquel que presumía ser muy diestro en la disciplina
cuando ninguna historia de ellos estaba publicada, libros 10, 20 ■nMlitar, y que no solo podia poner las manos como cualquier ca-
y 21, en que casi comprende todos sus principales hechos, con los •pltan en los hechos de la guerra, mas Intervenir en los conse
Ilustres varones de su reinado, que va poniendo en los tres si jos, que tenia cargo de ordenar la historia del Rey, pero ejercitó
guientes. Pero el. Sr. Galindez no alcanzó publicada esta historia •mas su elocuencia en el hablar que en escribir las cosas nota-
completa en Álcali, alio de 1530. llagase también memoria de ■ bles de su tiempo como fuera razón. •
D. Gerónimo Gascón de Torqucmada, eludo de Fiorez en las (7) Algunos curiosos hubo a mas de estos cronistas, que bailán
Retinas, y el cura de los Palacios Andrés llernaldcz, extractado al dose en la corte al tiempo de algunos sucesos sobresalientes, for
gunas veces por Zúfliga en sus Anal, sevillan. Argote de Molina maron relaciones de ellos, j los enviaron por noticia i persona
en el índice de manuscritos, previo a su Nobleta de Andalucía, que jes de fuera ó a amigos de su satisfacción, las cuales ha sucedido
tuvo presentes para escribirla , cuenta en ellos la Historia de la no perderse y llegar hasta casi nuestros tiempos: tal es aquella
guerra de Granada de los Reyes Católicos por Fernando de Bacía. relación de Lope Vázquez de Acuda enviada al Rey D. Juan de
(2) Esta Historia de Alonso Fiorez de Salamanca , que quedd Aragón, padre del Católico, al principio del año 1474, de que
manuscrita, es citada específicamente, después de haberla visto, habla Zurita, lib. 18, cap. 63, tomo iv, del cariñoso recibimien
por el curioso y elegante D. Francisco Pinel y Monroy en su Re to que el Rey 1). Enrique IV, contra todo lo que podia esperarse,
trato del buen vasallo , pag. 165. Üe Carolo Verardl italiano de bizo en Segovia i su hermana la Princesa Doña Isabel la Católi
Cesena. Fabrlc, tomo i, pag. 353. ca, y i so marido el Príncipe de Aragón D. Fernando, hijo del
(3) Al margen del manuscrito dlee: es cierto. Rey, i quien la escribe: y de la opípara merienda que les dló el
(4) Alio 1483. En el cerco de Tajara fue herido de una espin mayordomo Andrés de Cabrera (en la que el triste Rey D. Enri
garda D. Enrique Enriquez, tio del Aey, y lleváronlo a curar i que se dijo haber quedado herido de muerte ). Tal el elegante
Alharaa.- Palabras de Zurita, lib. 20. cap. 51, fol.326, col. 1, to poema de Triumpko Granatensi, en que el poeta Marco Poraplllo
mo iv, ano 1183, en el mes de junio. Romano celebró la conquista de Granada, y los personajes , gran
El Simio no fué tan escrupuloso, y refirió el caso en gracia de des, provincias y naciones del reino que concurrieron a ella : j
aquel ambicioso Grande, llb. 24, fol. 151 vuelto, en el Elogio del tales, en fin, otras piezas sueltas de esto género, de que no dejas
Cardenal ¡¡endosa. de hallarse boy algunas.
538 CRÓNICAS DE ¿OS REYES DE CASTILLA
culpa, aunque saberlo sea loable; pero no saber lo
que pasó en la propia patria y naturaleza, como sea
Alto 1469.
no saber lo de dentro de casa, es no solo culpa, mas
torpeza. Y porque después que la Reina Católica fa Este año estuvo su Alteza en óoafia hasta el mes
lleció vino A mis manos un Sumario de su cámara de agosto, que partió para Arévalo (4), y en el ca
de todos los lugares en que sus Altezas estuvieron mino vino nueva que habia tomado á Arévalo la
desde el año 1468 que eran Príncipes, hasta el año Condesa de Plasencia y Alvaro de Bracamonte; y fué
de 1504, que su Alteza falleció ; el cual memorial S. A. á Madrigal (5) , y estuvo alli hasta el mes de
yo, como mejor pude, continué hasta el año de 1516 ootubre que partió para Val lado lid (6), y ende por
que falleció el Rey Católico su marido, mi Sefior, la voluntad y gracia de Dios se casaron el dia de
como testigo de vista, porque nunca de él me partí; San Lúeas el Rey y la Reina nuestros Señores en las
ansi me paresció que lo debía juntar con la dicha casas que agora son la Cnancillería, que entónces
corónica, poniendo en él entrambos testamentos del eran de Juan de Bibero (7).
Rey y la Reina Católicos, á cuyo otorgamiento y á
su ordenación me hallé , con algunas adiciones en año 1470.
los dichos años de algunas cosas niaB notables, se Este año (8) fueron sus Altezas á Dueñas ; é alli
gún que lo vi, y lo que no alcancé, lo supe de per nasció la Señora Princesa Doña Isabel , 1.° dia del
sonas dignas de fe, que lo vieron y se hallaron pre mes de octubre (9) que después fué Reina de Portu
sentes á ello en la manera siguiente. gal y Princesa de Castilla , que casó con el Principe
D. Alonso , hijo del Rey D. Juan de Portugal , y des
Memorial ó registro breve de los lugares donde el Rey pués segunda vez casó con el Rey D. Manuel de
y Reina Católicos, nuestros Señores, que hayan glo Portugal, que era primo hermano del dicho Rey
ria, estuvieron cada año desde el de 1468 en ade Don Juan , y hermano de la Reina Doña Leonor su
lante, hasta que Dios los llevó para sí, que fueron mujer del dicho Rey Don Juan. Y fué la dicha Doña
los de la Reina ansí de Princesa como de Reina, Isabel muy sabia y honesta y Católica Reyna. Fa
treinta y seis, y los del Rey cuarenta y seis, ansí de lleció en Zaragoza de parto del Príncipe D. Mi
Príncipe como de Rey , y de Gobernador de estos guel, á 23 de agosto de 1498. Está sepultada en el
reinos de Castilla, etc., sacando de esto lo que estu monasterio de Santa Isabel de Toledo , que funda
vo en Nápoles, cuando partió de Castilla, y quedó ron el Rey y la Roina en las casas que fueron do
por Rey el Señor D. Phelipe, su yerno, marido de Doña Inés de Ayala, madre de Doña María de Aya-
la Reina Doña Juaná , nuestra Señora , propietaria la, segunda mujer del Almirante D. Fadrique, cu
de los dichos reinos, hija de los dichos Reyes Don ya hija fué Doña Juana Reina de Aragón , madre
Hernando y Doña Isabel Católicos. de este D. Hernando. Fallesció el Príncipe D. Mi
guel en Granada á 20 de julio de 1500 (10), y alli
año 1468. yace sepultado en la capilla Real del Rey y de la
En el año de 68 fué jurada la Reina nuestra Se Reina (11).
ñora Princesa de los reinos de Castilla y León, en
el mes de agosto (1) en los Toros do Guisando, é
vino á ser jurada desde Avila á Cebreros , y desde (4i Que era villa de su madre la Reina Dona Isabel, en enya
allí á Cadahalso, y después dende á Casarrubios (2), bras. compañía quería estar, para sosegar si pudiese de tantas zozo
Zurita, lib. 18, cap. 24, donde lo pone todo circunstanciado.
y desde allí á Ooaña (3). Y esto se hallará mas lar (5) Donde se hallaba la Reina viuda su madre, y donde también
gamente en las corónicusdel Roy D. Enrique IV de recibid entre no pocos sobresaltos la satisfacción del primer pre
este año. sente de su esposo el Principo de Aragón, que fué un collar rico
estimado en 40.000 ducados, suma cicesiva, si cierta , para aquel
tiempo, y un bolsillo con 8.000 florines, que fué mónos dinero 1
(1) No fué sino dia lunes 19dc setiembre según Zorita, que esta proporción. Zurita, ibíd. Oinitc Calindez quo de Madrigal pasó i
en esto puntualísimo y produce documentos con que enmienda Outivcros, y do alli a Avila, de donde por la peste que se sintió,
los cronistas. Lib. 18, cap. 19, tom. tv de los Anales de Aragón. la fué preciso trasladarse á Valladolid , lugar pacifico y sano; por
(2) Con el Rey D. Enrique, donde con Techa del dia 23 del mis que asi se halla en la carta satisfactoria que desde esta ciudad
mo setiembre, de conformidad y bajo de un contexto avisaron á escribióla Princesa al lley su hermano el dia 8 de setiembre, y con
los pueblos esta deseada concordia y acto. Un ejemplar de la cir ella lo refiere Zurita, cap. 25, lib. 18.
cular trie Zurita donde arriba. (6) A donde entró (dice Zurita, clt., cap. 24) el postrero del mes
(3) Donde estuvo Indo el resto del alio , aunque no con mucha de Agosto, y fui rescindo con graniegocijo y testa. Con que se
libertad, lo uno por ser lugar de D.Juan Pacheco, Maestre de dejará para más adelante el mes do octubre en que pone esta en
Santiago, que daba muestras de quererlo mandar todo; y lo otro trada Calindez.
por las varias y encontradas relaciones de los tres matrimonios (7) Esto se halla mas largo en dicha corónica, y siempre mejor
eon que alli la mortificaron, uno con D. Alonso, Rey de Portugal, que en otro en Zurita por su admirable puntualidad. Cap. 26 y 27,
que repelido ahora, después con la entrada en Castilla la dio bien libro 18.
en que merecer; otro con Cirios, duque do Bcrrl, hermano del (8) En principio de mayo, de Valladolid (Zurita cap. 30).
Rey de Francia ; y el tercero que se logró y fu6 efectivo, habién (0) A 2 de octubre dice Zurita , cap. 31 , lib. 18.
dole aceptado y jurado secretamente la Princesa alli mismo an (IOi Véase adelante el ado 98.
tes de salir de Ocafla , con D. Fernando, Principe do Aragón y Rey ;tl) En 7 de noviembre el Principe D. Fernando bailándose en
de Sicilia, que aceptó y juró las condiciones de él en Ccrvera, i 5 Rutilas con la Princesa su mugur, llegó 1 estar tan apurado de
de mano del alio siguiente, como todo se podra ver en Zurita unas liebres malignas que se temió no saliese , pero i poco tiem
con más instrucción y puntualidad que en otro. I.ib. 18, cap. W po convaleció por la buena asistencia de su médico, Lorenzo lia
y ti , tom. tv. dos. Zurita, cap. 31, lib. 28.
DON FERNANDO É DOÑA ISABEL. 639
que hizo el mayorazgo de los de Fonseca (7). En el
ASo 1471. afio de 72 un dia antes de la víspera de Navidad, á
Esto afio estuvieron bus Altezas enMedina de Rio- á las doce horas de la noche, nació el que esta suma
seco , y dende vinieron á Simancas (1), y dende Si recopiló en la ciudad de Plasencia (al margen dictt
mancas á Rioseco y de ahi á Duefias (2), y en ñn de «Nacimiento del doctor Galindez.)»
este afioá Tordolaguna, y do ahi á Sopúlvoda que
Afio 1474.
se ganó , y desde Sepúlveda á Tordolaguna é á Ta-
lamanca é á Alcalá (3). Todo esto é otras cosas que Este afio el dia de los Reyes estuvieron sus Alte
en este afio pasaron, están cumplidamente en las zas y el Sefior Roy Don Enrique en Segovia en las
corónicfts escritas de latín é romance del Rey Don casas del obispo, que son cerca de la iglesia mayor.
Enrique, y del Rey y Reina Católicos. E desde allí fué el Rey por mayo á lo de Carrion, en
que el Conde de Bcnavonte escapó, de que fué echa
Afio 1472 T 1473. do por el Duque del Infantazgo é sus parientes. Y la
Volvieron bus Altezas desde Alcalá á Tordolagu Reina nuestra Señora quedó en Segovia, y estuvo en
na (4), y de aqui á Sepúlveda , desde Sepúlveda á ella hasta que el Rey ü. Enrique fallesció en el Al
Aranda, y dende aqui otra vez á Sepúlveda, y de cázar de Madrid, domingo en la noche, víspera do
aqui á Segovia en el mes de diciembre do 1473 (5). Simia Lucia á once de diciembre de este afio (8). Y
Fallescieron en este afio de 73 el almirante D. Fa- no embargante que el cronista diga que no hizo tes
drique, y el condestable Miguel Lúeas (6), y el tamento, sino un memorial que se halló en poder de
maestro de Alcántara D. GoDiez de Cáceres de So- Juan de Oviedo su secretario, la verdad fué que hizo
lis , y D. Alonso de Fonseca , arzobispo de Sevilla, testamento, y en él dejó por su heredera de los rei
nos de Castilla, ote, á aquella Doña Juana'que se do
(1) Y do Simancas fué el Principe á Tordesill» con gente i cta su hija, y juró que era su hija , y dejó por testa
sorprenderla , llamarlo del bando de los Cepedas contra los Al- mentario al Marqués de Villena y al conde de Be-
deretes; pero se malogré el ardid, y muchos fueron presos, y al navente y al obispo de Sigüenza ; y este testamon-
gunos muertos. (Zurita, cap. 35, lib. 18.) Con lo que sin otra ven
taja se restituye poco glorioso a Rioseco, donde estuvo con li
Princesa su muger ilesde principio de Enero. Ibid., cap. 39.
(2) Zurita, cap. 39, lib. 18. (7) V pues Ziiniga en los Anales de Sevilla, pig. S63, en varie
(3) En Álcali se dividieron, quedando allí la Princesa y pasan dad de opiniones no sabe resolver si la muerte de este prelado se
do el Principe a Aragón a verse con su padre el Rey D. Juan, lo villano fué en este afio ó el siguiente, diré por los papeles de su
que ya toca 4 los sucesos del afio siguiente 1 172 , en que lo es casa , que el Arzobispo D. Alonso de Fonseca murió en su villa y
cribid Zurita, cap. 40, al roed., lib. 18. De Álcali pasó la Princesa a palacio de Coca , lunes a la noehe, 17 de mayo de 1473, y allí está
Tordelaguna donde la hallé la vuelta de su marido. Zurita, cap. 44 enterrado con otros de sn linaje. En la elección de sucesor para
y 49, lib. 18. T habiendo estado allí tndo el mes de febrero se vol Sevilla hubo discordia , porque el Papa Sislo IV se anticipó a ex
vieron i Aléale, donde los visité el legado del Papa, Cardenal de pedir las bulas para su sobrino el cardenal D. Fr. Pedro Rlsrlo,
Valencia, que habla estado en Castilla sin adelantamiento, y se re que cargado mas de dignidades que de aíos, disolvió las dificul
tiraba ya la via de Valencia (cap. 51). tades que nuestros Reyes y la misma iglesia sevillana opusieron
(4) Estaban el Principe y Princesa en Talamanca 1 26 de marzo a sn elección , perniciosa i la Regalía y a las leyes de la Nación,
de 13. Zurita, cap. 52, lib. 18. muriendo en Roma sin venir aci 1 3 de enero del alo siguiente 74,
(5) Los viieainos juntos en Bilbao en el mes de setiembre de sin tener ann cumplidos 29 de edad , ni suplirla la ciencia y ex
1473 quitaron la obediencia i su Rey y Señor natural el Rey don periencia. La iglesia postulaba con empello 1 D. Fadrique de Cuz
Enrique 4 quien la tenían Jurada, y la dieron 4 los Principes don ma n (hijo del conde de Niebla D. Enrique, y hermano del Duque
Fernando y Doria Isabel, reconociéndoles desde luego por Seño de Medlna-SIdonia D. Alonso Peres de Guzman), deán que había
res de Vlieaya. Como por este hecho se les mortificaba de érden sido de ella, y ahora obispo de Hondoficdo. Pero i pesar de los
del Rey con guerras y procesos, para castigarlos y darlos por trai deseos de la iglesia y de sus parientes, que demasiado temprano
dores, según Zurita, lib. 18, cap. 61, tom. iv, ellos necesitados de se adelantaron i ocupar los lugares y rentas do la dignidad, no
socorro, estando la Princesa Dolía Isabel, ya su nueva Señora, en prevaleció sino el voto del Rey y Principes D. Enrique, Dona Isa
Aranda, a 14 de octubre, la Interpelaron para que les confirmase, bel y D. Fernando, que solo esta vez de acuerdo, enviaron la su
como leí confirmó y juré solemnemente, sus fueros y privilegios, plicación por su igualmente amado el Cardenal D. Pedro Gonzá
y les dio de esto la carta que imprimen 4 continuación de .ellos lez de Mendoza, Obispo de Sigüenza, entes de Calahorra, entes
con dicha fecha. abad de Valladolid y de San Zoll, y primero arcediano de Gua-
(6i De Iranio , que era también Canceller mayor del Rey Don dalajara su patria. Ziifliga , pagina 366 i 367.
Enrique de quien hay crónica particular, que no sé quo esté pu (8i Aunque aquí y en otras partes se dice que su muerte fué
blicada. Su muerle|rué el dia de San Benito, II de mano, en Jaén, domingo 4 la noche 11 de diciembre, realmente no fué sino en
donde vivía, inhumana y sacrilegamente por la canalla del pueblo, trado ya el ldnes 12 i las dos de la mañana. En el mismo dia lu
estando oyendo misa en la iglesia mayor, a pretexto de que volvía nes tuvo ya la noticia su hermana la Princesa Dolía Isabel que se
por los conversos dejadlos, 4 quienes el pueblo queria oprimir hallaba en Segovia. Inmediatamente dispuso dos cosas: una des
para arrebatarles los bienes, como por ese tiempo se hizo también pachar propio con ella i su marido el Principe D. Fernando au
Impunemente en Andójar, Córdoba y otros pueblos de Andalu sente en Aragón , otra celebrar las exequias por el difunto; y el
cía. Por sn muerte proveyó el Rey la Condcstabilia en D. Pedro martes siguiente se hizo proclamar en aquella ciudad, y levantar
Fernandez de Velasco, conde de Haro , su Camarero, y el Cancé pendones por ella y su marido como sucesora , y lo anunció. 4 las
lenlo en el Cardenal D. Pedro González de Mendoza , obispo de ciudades y Grandes ausentes para que hiciesen lo mismo. A la
Sigdenza, luego Arzobispo de Toledo, que acababa de recibir por provincia de Guipúzcoa envió 4 solicitarlo á Antonio de Bacna, su
gracia del Papa Sisto IV, firmarla en Roma, viernes 7 de este mes, criado , y Bartolomé de Zuazola, su vasallo , con cartas del 15 que
dos no pequeñas, el Capelo y el arzobispado de Sevilla con reten están en sus fueros, pag. 355 4 357, avisando por la primera do
ción de la mitra de Sigñcnza. Dicg. Enrlq., cronic. de D. II IV, ellas haber sido la muerte del hermano el domingo poitrimero pa
capitulo 157 y 159. Salazar de Mendoza, érenle, del carden., lib. 1, tada en lo noche que fui á 11 de esle presente mee de diciembre: y
cap. 36 y 37. Chac. in Sixt. IV. I'ulg., crénlc. de los RR. CC., par. 4 Sevilla destinó con iguales carias del 20 i Pedro de Silva su
1.' al fin. Xlmena, Analeí de Jaén, pag. 424. Su elogio por la cons maestresala y persona de su confianza , como dice Zdfitga , pagi
tancia y fidelidad i su Rey, Zurita, 4 pirt. lib. 17, cap. 31. na 369 y 370.
MO CRÓNICAS DE LOS REYES DE CASTILLA.
to dejó Juan de Oviedo en poder de un clérigo cura
de Santa Cruz de Madrid , el cual con otraa muchas aKo 1475.
escrituras lo llevó en un cofre y lo enterró cerca de
la villa de Almeida, que es en el reino de Portugal, En este afio (5) estuvieron sus Altezas en Medi
porque no le fuesen tomadas. Y esto vino á noticia na (6) y en Valladolid (7) ; fueron al Abrojo , y da
de la Reina Católica, mediante cierto aviso que de allí partió la Reina nuestra Señora para Alcalá, y
ello dio el bachiller Fernán Gómez do Herrera, ve el Rey nuestro señor se quedó en Valladolid, y des
cino de Madrid, que era amigo del dicho cura, al cual de Toledo (8) volvió 8. A. á Avila, Medina (9),
y al dicho cura imbió su Alteza desde Medina del Tordesillas (10), donde se juntó la gente para el Real
Campo el afio de 1504 estando ya mal dispuesta de de Toro. De Tordesillas fué su Alteza á Vallado-
la enfermedad de que fallesció , á traer el dicho co lid (11), y el Rey nuestro Señor á Burgos á cercar la
fre con las escrituras , y lo trajeron pocos dias antes fortaleza, y la Reina á Palencia, y de allí se volvió
que falleaciese, y no lo pudo con su indisposición á Valladolid (12). Estando allí fué el reencuentro de
ver, y quedó todo en poder del dicho Hernán Gómez; Almería, donde hirió Pedro de Avila á D. Alvaro
y mediante el licenciado Zapata del Consejo, á quien de Portugal por el rostro , lo qual le quisiera mos
el dicho Hernán Gómez avisó, falleacida la Reina, trar D. Alvaro. Después, siendo presidente, se tomó
lo supo el Rey Católico, que quedó por Gobernador la residencia al dicho Pedro de Avila de la gober
de los reinos, y dicen que lo mandó quemar. Otros nación del Principado de Asturias , queriéndole to
dicen y afirman que quedó en poder de aquel licen mar por ejecución una cadena que traia al cuello,
ciado Zapata ; y por este servicio al dicho Hernán la cual el dicho Pedro de Avila puso so el pie y em
Gómez se le hicieron después algunas mercedes, en puñó su espada ; y el Rey y Reina reprendieron al
tre las cuales le fué dada un alcaldía de Corte, á se dicho D. Alvaro lo que pretendió hacer (13). E da
mejanza del siervo que dio al pueblo romano la es
critura de que se hace mención en la ley 2. ff. de
bre, ampliada por otra* dos de 1.° de enero del siguiente 75 y 11
Orig. Jur. Pero como aquel acto de jurar el Rey Don de abril de 76, las dos nuevas prebendas magistral y doctoral , la
Enrique que la dicha Doña Juana era su hija, lo nna para teólogo y la otra para canonista , que se habían de pro
hubiese hecho otras veces (1), como en su Corónica veer por los prelados y cabildos de canónigos te saerhi oposición
se lee, no es de maravillar que por encubrir que daba en los ruis beneméritos, según lo que habia quedado asentado por
su legado el cardenal D. Rodrigo de Borja cuando estuvo acá al
su mugerá sus privados lo continuase aconsejado principio de su pontificado, y capituló cierto subsidio con el esta
de los meemos ; é ansi muerto el Rey D. Enrique, la do eclesiistico. Zúfiiga, pig. 367, núm. 3. D. Nicolás García, Trac-
Reina Doña Isabel , nuestra Señora , como propie tal, de ¡leneflc, part. 5.', cap. 4, ndm. 169, estampa la primera
taria de estos reinos, y el Rey D. Hernando , nues de estas bulas y otra aun mis extensiva del papa León X del aüo
1521. Véase al P. Mariana, lib. 43, cap. 18, al fin en la latinar
tro Señor, como su marido, fueron alzados por la castellana.
gracia de Dios por Royes, aunque el Rey estaba au (5) A 1 de enero entró el Principe D. Femando ya Rey de Cas
sente de estos reinos de Castilla en Aragón, como tilla en Segovia de vuelta de Aragón, como por carta del 5 lo avi
só i Sevilla, y permanecían allí en el 30 del mismo y días 15 y 40
mas largamente se cuenta en las coronices de ro de febrero siguiente. Zdliga, pig. 371, donde la imprenta yerra
mance y latin. Y en este afio á 1." de octubre (2) mu el ano 1471 por 1475.
rió el maestre de Santiago D . Juan Pacheco en una (6| Privilegio de juro allí de 14.000 mrs. i Rodrigo de ülloa, i
aldea de Trujillo, que se llama Santa Cruz de la i de marzo, y cédula para Sevilla do 17 del mismo. Zúiiga, ibid.
núm. 4.
Sierra , el cual está enterrado en el monasterio del (7) A 46 de abril Armaron aquí para Sevilla las credenciales y
Parral de Segovia, en la capilla principal que el poder que refiere Zdfiiga cit., ndm. 4.
Rey D. Enrique habia fundado para si. Y en este (8) Estaba la Reina en Toledo 1 40 de mayo y i 11 también el
afio fué maestre de Alcántara D. Juan de Estúñiga, Rey, según documentos que cita Züfliga en este año , núm. 5,
pig. 374, donde individualiza que estaba el Rey en Tordesillas
hijo del duque de Plasoncia D. Alvaro ó de la Du mientras la Reina en Toledo. Zúfiiga, ibid.
quesa Dona Leonor Pimentel, su segunda muger ; y (9i Estaban en Medina donde tenían Cortes y les otorgó el Rei
de justicia dicen que pertenescia aquel maestrazgo no 174 cuentos de mrs. en 1.° y 3 de agosto. Zdfiiga, núm. 7.
(lo, En Tordesillas i 14 de julio, otorgó el Rey su primer testa
á D. Alonso de Monroy Caballero (3) que fué de mento teniendo su Real cerca del puente que iba sobre Toro. Zu
aquella orden. E ansi lo poseyó algún tiempo ; y esta rita, lib. 49, cap. 43.
dicen que fué la causa por que después lo renunció (ti) Donde estaba i 9 y 15 de agosto. Zúniga con documentos
el dicho D. Juan en manos del Rey y Reina , como núm. 7 y 19. En jueves 5 de octubre en Sahagun. Vid. Escalona,
pig. 693.
adelante se contará (4). (14) Donde estaba i 31 de octubre. Salaiar, Cae. de Lar., tom. iv,
pig. 397, y en 4 de noviembre libraron aqui el privilegio de au
(1) La última y mis solemne antes det leslamenlo , que por mento de armas y merced de ia Escusabaraja, día de Navidad en
circunstanciada y concurrida de Prelados, Grandes y pueblos ad cada afio i D. Andrés Cabrera y Dona Beatrii de Bobadilla, des
mira como después se trastornó , fué en el acto de Valde-Loioya pués primeros marqueses de Moya. I'inel., Relrat. del buen vasallo,
día viernes 46 de noviembre de 1470. Véase 1 Pellicer, Uemoriul pigs. 438 y 449.
del conde de Miranda, fol. 51 , después de las Crónicas y HltlorUdo- (13) Y bien lejos de disgustarse del hecho de D. Pedro Divila,
ra migares. ahora mismo estando en Valladolid i 44 de noviembre de esto
(2) liste mismo día pone Haro, tom. n, pig. 318. Pero en el afio 75, atendiendo i sus grandes y fieles servicios que les babia
martes 4 de octubre dice Zurita, lib. 20, cap. 9. hecho iun desde intes que reinasen, le hicieron merced perpetua
(3i Al margen dice : leo-Clatero. para si y sus sucesores de la fortaleía y término del Risco cerca
(I F.n este ano fué el conceder el Papa Sislo IV i las iglesias de Avila su patria, con titulo de Conde. Véase el privilegio en
catedrales de Espala, por su bula dada en Roma i 1.° de diciem- Haro , tom. ti, pig. 93.
DON FERNANDO É DONA ISABEL. Mi
Valladolid partió la Reina (1) á rescebir el castillo ro (11) é vino la Reina áToro desde Segovia, y el Rey
de Burgos (2), y el Rey partió de Burgos al trato de á 1.* dia de noviembre de este alio cercó á Castro-
Zamora, é la ganó (3), como se contiene en las coro- NuBo (12) estando la Reina en Toro : é desde To
moas de latin ó romanoe de este tiempo. ro (13) partió su Alteza ó Uclés sobre lo del Maes
trazgo de Santiago : de allí volvió á OcaDa y fué á
año 1476. Toledo; é alli vino el Boy habiendo ganado á Oas-
Este alio la Reina estuvo en Valladolid en prin tro-Nufio. Fallesció este ario dia de San Martin en
cipio de él. En el mes de marzo (4) venció el Rey Ocafia á 11 de noviembre, D. Rodrigo ManriquOj
Católico al Rey de Portugal en la batalla de entre
Toro y Zamora. De alli fué á Tordesillas y de allí
dula que ella el P. Henao, tom. ii, pig. 392. Pero no debió pasar
vinieron sos Altezas á Madrigal donde hicieron Cor adelante por entonces y volvió 1 Vitoria, donde aun nos le da Zu
tes y juraron á la Princesa Doña Isabel (5) é hicie rita (lib. 19, cap. 80) en 29 del mismo mes. Y en prueba de su
ron leyes , y se ordenó la hermandad en la villa de puntualidad tengo la carta original firmada de su mano y refren
dada de Felipe Climente sn protonotarlo, secretario y de su Con
Dueíias (6). E de Madrigal fué el Rey á cercar á
sejo, con fecha de ese dia 29 de Junio en Vitoria , requiriendo i
Cantalapiedra, é alli se libró el conde de Benavente los alcaldes de Murria y valle de Ámeseos, en la merindad de Es-
de la prisión de Baltanás, é le dieron sus fortale tella, reino de Navarra, para que hiciesen volver i Juan Sanchet
zas (7). Los Reyes se vinieron á Medina é á Tor de Vicuña, el mozo, vecino de Vicuña, su vasallo , una yegua que
los de allí le hablan llevado, ó su valor, sin darle lugar 1 otro
desillas (8), y de alli partió la Reina para Segovia,
procedimiento mis sensible. Con fecha del mismo dia 29 de Junio
cuando se alzó Maldonado con la Torre de Don en Vitoria libraron Real facultad 1 D. Rodrigo Ponce de León,
Juan (9) ; y el Rey partió á Burgos é á Guipúzcoa Marqués de Cidlz, Conde de Arcos de la Frontera, sn primo, va
al socorro de Fuenterrabía , cuando la cercaron sallo y de su Consejo (que asi le llaman) para sacar de su mayo
razgo las ciudades de «diz y Arcos, y las villas de Marchena, Ro
los franceses (10). Y en este tiempo se tomó á To- ta, Bailen y Malrena, y otros cualesquiera lugares, dignidades,
oficios, bienes (y [rentas, y dejarlos libremente ó en uno ó mía
(1) A8 de noviembre en Dueñas, 6 leguas de Valladolid, en el ca mayorazgos i sus hijas Dofia, etc. Y en 9 y 17 de julio siguiente,
mino 1 Burgos, libraron a Joan de Valladolid , negro , titulo de en cuyo dia partió de aquella ciudad para Bilbao! prevenir las co
Juez y mayoral de los negros y negras , loros y loras , que ya por sas que allí dice, donde ya estaba el dia 20. En el 30 se bailaba en
este tiempo ae hablan traído en grande número de Guinea a Sevi Guernica, donde confirmó y Juró, como Scfior nuevamente venido
lla , y residían de asiento en aquella ciudad. Zdfilga, núm. 10 de i Vizcaya, los fueros de aquel señorío , con la formalidad que se
este alio. vé en el mismo privilegio, impreso i continuación de los del dia,
(2 . Que se le rindió en enero 31. Zurita. T ese día lo avisó de aunque no les toca, porque estos se hicieron posteriormente. Alli
; alli a Sevilla. Zdfilga, año 76, núm. 1. se dice parte del acompañamiento que llevaba, eon olvido de don
(3) Estaba ya el Rey en Zamora 12 de febrero. Zdfilga, alio 76, Antonio Carrillo, obispo de Pamplona, 1 quien los vlzcainos (que
número 1.° Y ganó el aldzar a 19 de mano del alio siguiente, y no permitían entrada de obispo alguno en Vizcaya, no sé por qué
nombró aleaide a D. Sancho de Castilla. Zúfiiga, alio 76, núm. 1. aprehensión antigua retenida en los fueros , que once años des-
iti Viernes día 1.°—Pnlgar, i." part., cap. 4".. Zurita , Anal., pues les prescribió Garei-Lopcz de Chinchilla enviado para ese y
tom. iv , lib. 19, cap. 44, y Zdfilga con eédula del Rey en qne lo otros credos por este Rey 1 Vizcaya) hicieron salir de los térmi
dice, dada en Zamora a 9 del mismo mes, alio 76, ndm. 1.* En 30 nos del sefiorlo; y porque habla pisado tierra de él en contraven
de mano estaban en Medina del Campo y libraron allí el privile ción! sus fueros y costumbres , dieron al Rey en aquella prime
gio y merced a las Condesas de Cabra del brlal que las Reinas de ra vista el raro y enfático espectlculo de recogerla, quemarla y
Castilla vistiesen el día de Pascua de Resurrección de cada alio. arrojar al mar las cenizas, como todo lo cuenta D. Juan Margarit,
Salaz., Advert.,plg. Mi. después Obispo de Gerona y Cardenal, que iba en el viaje y lo
(5) Corrían estas Cortes en J9 de abril, y en ellas se acordó, en presenció, admirindolo no menos que todos. Estuvo el Rey en Vlz.
tre otras eosas, jurasen los pueblos los tratados matrimoniales caya dando las órdenes parala defensa de aquella costa contra los
de esta Princesa con el Principe de Capua. Zdfilga con la orden 1 franceses (según Zurita, cap. 31) hasta el 1S de agosto, y de allí
Sevilla de dicha fecha, alio 76, ndm. t.° volvió 1 Vitoria para donde tenia aplazadas vistas con su padre el
(6) Todo esto fue desde mitad de Julio, dia de Sanligo, de que Rey D. Juan II de Aragón, qne habla llegado 1 aquella ciudad el
es la fecha del cuaderno de la Hermandad, hecho en junta de Due. 13, y se verificaron 1 breves dias con grande lucimiento y aparato.
fias, precedida otra y otro en Clgalcs a 13 de junio, sin el prime (II) Toro so entró Jueves! la noche 19 de setiembre, y la
ro de Madrigal de 8 de mayo, donde las peticiones de Cortes por Reina llegó sábado 28, y la fortaleza se rindió silbado 19 de octu
lo tocante a lo general del Keino salieron firmadas en 27 de abril, bre. Zurlt., lib. 19, cap. 58. Pero es debido hacer aquí mención de
como todo consta por los mismos cuadernos. la noble toresana Antonia Garda y su marido Juan de Monroy, 1
(7) Esta prisión del conde de Benavente fué hecha por el mis quienes los Reyes en el privilegio que concedieron 1 sus hijas y
mo Rey de Portugal en Baltanás del Valle de Cerrato el día 18 de descendientes confiesan deberse aquella fortuna 1 cosía de la vida
setiembre del alio anterior, y le llevaron preso a Pefiaflel , lugar de ella, malamente sacrificada de orden del Rey de Portugal, que
de su contrario el eonde de limeña , junto al Duraton, donde en atribuyó la fidelidad 1 traición. En 6 de octubre, en Medina del
tra en el Duero. Znrlta, lib. 19 , cap. 33. Campo libraron i Rodrigo de Ulloa privilegio de juro de 16,000
(8) En Valladolid i 16 de junio libraron sus contadores privile maravedises cada alio. En 4 de diciembre confirmaron nn privile
gio de confirmación de otros de un juro a Pedro de Herrera, Dofia gio 1 Cuenca. Pincl., plg. 87.
Isabel y Dolía María sus hermanas, la primera abadesa que des (11) Cabillas y Siete Iglesias, que fué un dia después de la lle
pués fué del monasterio de las Huelgas de esta ciudad de Valla gada del Rey i Toro. ZuriL, ibid., cap. 58.
dolid, y hermanos de Fernando, Diego, Francisco, Sancho y Dofia (13) En 4 de diciembre firmaron allí privilegio 1 Pedro de laa
Inés de Herrera, todos ocho hijos de García de Herrera, guarda Coevas de un juro de 5.000 rara. En 5 de Diciembre fué 1 Ocafia,
del Rey D. Juan II, difunto poco entes del dia 28 de octubre de ocupó aquella villa y luego 1 Uclés , cuyo convento también ase
1439, en que por su muerte este Rey empeló i confirmar i los hi guró 1 su poder, y estaba de vuelta en Ocafia el slbado 14 con lo
jos los mrs. de este Juro. demás que escribe Zurit., Ilb. 20, cap. 1." y 2.°, donde dice que el
(9) T alli día 13 de agosto confirmó el cuaderno de Hermandad Rey tuvo la Pascua de Navidad en Medina del Campo, y de allí
hecho en Junta de Dueñas el dia 25 de Julio. pasó 1 Ocafia donde en 9 de enero ya se hallaba pacificado, por la
(10) Iba caminando i ese destino el día 18 de junio, en que en buena diligencia de la Reina, todo lo correspondiente 1 la pacifi
Guevara, lugar fuerte del eonde de Olíate después de Vitoria y en cación del maestrazgo de Santiago en aquella provincia. Y aun
tes del Puerto de San Adrián, por donde entonces era el paso mis se aliadlo la felicidad de reducir enteramente i su servicio 1 don
común de Alara i Guipúzcoa, Ijhró 1 esta última provincia la cé- Juan Telle* Girón, conde de Urueflá.
542 CRÓNICAS DE LOS REYES DÉ CASTILLA.
Conde de Paredes, Maestre de Santiago; está se de San Esteban á 26 de diciembre un escudero mat.6
pultado en el convento de Uclés. Fué luego Maestre al Duque de Milán, que se llamaba Galeazo, y es
en acto D. Alonso de Cárdenas, que también en vida tando á unas oyendo misa, porque le tomó á su mu
deD. Rodrigo se llamó Maestre, y era Comendador jer, el cual fué luego muerto allí por las guardas del
mayor de León. Estas cosas y otras que acaescieron Duque.
este afio se hallarán mas largamente en las coróni-
oas.de latin y romance. Afio 1478.
Este afio estuvieron los Reyes en Sevilla (8)
Afio 1477. hasta que nasció el príncipe D. Juan, que fué á 28
Este afio estuvieron los Reyes parte de él en To de junio (9). En este afio fué lo de Castronufio[(10).
ledo (1), é por abril partió el Rey para el cerco de E á cabo del afio vinieron á Córdoba, é allí estuvie
Cantalapiedra que ya estaba cercada, y la Reina ron hasta enTrn del afio. Miércoles á 29 (11) de julio
para Trujillo (2); é habida la fortaleza, que la tenia de este afio de 78, hubo eclipsi del todo scuro (12).
Pedro de Baeza por ol Marqués de Villona, fué de
Cáceres á Sevilla (3); de allí á Jerez de la Frontera, Afio 1479.
y tornó á Sevilla donde estuvo todo este año (4). Y En principio de este afio estuvieron los Reyes en
en este dicho afio á once de junio, dia de San Berna Córdoba (13), y desde allí fueron á Guadalupe, don
bé, en la noche (5), fallesció en Salamanca en el mo de juraron las paces con Francia (14). E allí vino
nasterio de San Agustín Fr. Juan de Sagun, y co nueva do la muerte del Rey D. Juan de Aragón,
menzó á hacer milagros á 28 de junio de 1488, vís padre del Rey D. Fernando, y fué un martes á 19
pera de San Pedro y San Pablo, y después acá ha de enero en Barcelona. E de allí fué la Reina á Ca
hecho muchos milagros (6). Este afio el obispo de ceras, y desde allí á Alcántara á las vistas con la
León , que se llamaba el Dr. D. Rodrigo de Vergara, Señora Infanta Dofia Beatriz, madre del Rey Don
natural de la ciudad de Logroño, hizo matar al te Manuel y de la Reina Dofia Leonor, mujer del Rey
sorero de la Iglesia que se llamaba Pero Baca, que
era caballero muy emparentado en la ciudad, y los
(8) De donde vino el Rey a Madrid por febrero, y allí tuvo Junta
parientes de dicho tesorero cercaron al obispo en
de los diputados de las hermandades, y logró se prorogasen por
sus casas, y él so salió huyendo, y llegó á las casas tres aflos mas, mandando lo mismo por lo tocanto a las de Vizca
del condo de Luna, dondo lo mataron estando en ya. Permanecía allí a 21 de marzo y se detuvo hasta fin de abril.
las faldas de la condesa (7). Este afio mataron los Zurita, lib. 20, cap. 21. ZúQiga, alio 78, iiúm. 1.'
(9) Zurita, lib. 20, cap. 22, le cita é impugna diciendo que fué 1
de Fuente Ovejuna á D. Hernán Gómez de Guz- postrero a las once del dia, y que se bautizó el día 15 de julio si
man, Comendador de Calatrava, que era hijo de guiente, y dice fué padrino Nicolás Franco, obispo Paternino, le
D. Juan Ramírez de Guzman, que ansimismo fué gado del Papa en Espaila, que era veneciano, asistiendo también
Comendador mayor de Clatrava y de Otos, y le ma al acto los embajadores de aquella República en nuestra Corte, y
los Grandes y ciudad con el grande esplendor que correspondía 4
taron á pedradas en su casa. Este año en el mes de un Principe heredero tan deseado, como por menor se podra ver
mayo mataron en Sahelices de los Gallegos á García en Zúfiiga, afio 78, ndm. 2.", donde caliOca haber sido el día del
de Sequeyra, señor de aquella villa. Y este dicho dia nacimiento el que dice Zurita, con la carta de aviso que en el dia
siguiente I.* de julio escribió el Rey participándolo a los pueblos.
Añade, núm. 3, que salió la Reina i misa de parida 1 la Santa
(1) En Madrid i 9 de mano confirmaron i Valderas su esencion iglesia el domingo 9 de agosto, cuya lucidísima función dejó es
de alcabalas y pechos. Ximena, Anal, de Jaén, pag. 430. crita el cura de los Palacios, testigo de vista que allí copia. Dón
(!) Donde se bailaba 4Í0 de Junio. Zúlliga.aflo 77, núm. 1.": de estuvieron los Reyes después por todo el afio. Véase allí desde
habiendo pasado por Guadalupe en 10 de majo. Ibld. eúm. 4, pa el ndm. 4.
gina 380. (101 En Sevilla i 21 de agosto de este afio 1178 libraron privile
13) Estaba en Ciceros i 4 de Julio. Zdfilga ndm. 5, y en 25 en gio a D. Andrés de Cabrera y Dofia Beatriz de Bobadilla, sumn-
tró con pallo en Sevilla. Ibfd. ger, primeros Marqueses de Moya que fueron luego, haciéndoles
(4) Y el Rey que entró el 13 de setiembre y permanecían en 26. merced del señorío de la casa y lugar de Ormaza, confiscado i
Zurita. Estaban en Xerez de la Frontera i 20 y 28 de octubre, en Gonzalo Muñoz de Castañeda, por haber seguido la voz del Bey de
Utrera á 9 y 1G de noviembre, y ya en Sevilla de vuelta el 20. Zii- Portugal. Pinel, Retrato del buen vasallo, pag. 267, cuyo privilegio
fiiga, núms. 8 y 9. revocaron luego por haberle perdonado. En 18 de setiembre aun
(5) De 1178. Vid. Fr. Juan de Sevilla Ap. Herrera Historia de permanecían en Sevilla, donde libraron la pragmática 198 contra
San Agustín de Salamanca, pag. 67, 68 y 265. los de Córdoba y su jurisdicción, que a pretexto de ser exentos
(6) En este alio á 12 de marzo murió en Roma D. Juan Díaz de de pedidos y monedas, extendían la exención a todos los demás
Covarrubias y Coca, auditor y decano de la Sacra Rota, obispo de tributos y pechos. En 30 de setiembre en Sevilla, titulo de Mar
Calahorra y antes de Oviedo, y primero Dean de Burgos, natural qués de Gibraltar a D. Enrique de Guzman, Duque de Medina Si-
de aquella ciudad, en edad de 77 altos. Sepultáronle en la Miner doma. Ayala. En 15 de noviembre estaban en Sevilla. Concori. de
va, de donde sus huesos fueron trasladados el alio 1180 a la capi la mesl., tom. i, folio 180 vuelto, ndm 920.
lla de la Visitación de la Catedral de su patria, i quien dejó por (11) k 19 dice Zdfilga, citando al cara de los Palacios, testigo
heredera. Gil González, Teat. celes., (om. ii, pag. 364. Salazar, Ad- ocular, afio 78, ndm. 1.
verlene. historie, pag. 217. Sucedióle en la silla de Calahorra Don (12) Vid. el cara de los Palacios en Zdfilga, plg. 381, ndm. 4.
Fr. Juau de Quemada, natural de Toledo y visitador general de su (13) En 30 de enero libraron al Duque y Duquesa de Alba Don
arzobispado, que murió el abo siguiente 1478. Tejada, Historia de Garda Alvarez de Toledo y Dofia María Enrlquex, facultad Real
Santo Domingo de ¡a Callada, píg. 397, núra. 4 y 5. Y le sucedió para fundar mayorazgos de sus estados y bienes. Salaz., Memorias
D. Pedro de Aranda, natural también de Burgos, que luego fué del marqués de Villafranca , pag. 132 y 131.
Presidente del Consejo hasta el afio 1494 de su muerte. (14) No ya en Córdoba, sino en Guadalupe, libraron carta á Sevi
(7) Garibay, lib. 18, cap. 13, lom. ii, pag. 610, col. 2, lomándolo lla i 8 de enero, donde se mantenían e 116; pero en el 22 de él y i
de aquí. Véase hoy al P. M. Risco, lom. 36, donde individualiza 7 y 19 de febrero se hallaban en Trujillo. Zufiiga eu este alio, nú
circunstancias muy particulares que hubo en este raro caso. mero I. Zurita, lib. 10, cap. 27 y 28.
DON FERNANDO É DOÑA ISABEL. ' 643
D. Juan de Portugal. T de esta Doña Beatriz era na del Campo, á donde acaosció la diferencia entre
hermana Doña Isabel, madre de la Reina Católica D. Fadrique Enriquez, hijo mayor del Almirante
Dofia Isabel; la cual de allí se volvió á Cáceres, y D. Alonso Enriquez, y Ramir-Nufiez de Guzman,
de Cáceres (1) á Trujillo, donde estovo en tanto Señor de Toral, en lo cual el coronista de romance
que fué la batalla de la Albuera, martes do carnes queda asaz falto y diminuto en perjuicio de par
tolendas á 28 de hebrero, á donde fué vencido ol tea (7).
Rey de Portugal, mediante la ayuda que el Maestre
de Santiago D. Alonso de Cárdenas hizo. E fueron aUo 1482.
los cercos de Merída é Medellin, y Mont anches, y En principio de este afio se ganó Alhama postre
Castilnovo, y Deleitosa, y Magacela, y Zalamea, y ro dia de hebrero (8) que fué la primera cosa que
Bienquerencia é Armonchon de la orden de Alcán so ganó del reino de Granada, en que se halló Don
tara, y se firmaron las paces de Portugal (2) ; y de Rodrigo Ponce de León, Marqués que se decía de
allí vinieron los Reyes á Guadalupe, y de allí á To Cáliz (9) ; y partieron los Reyes oon la nueva al so
ledo en el mes de octubre de este año (3). Y en el corro de Alhama, que la cercaron los moros. Y en
mes de noviembre nasció la Señora Infanta Dofia este afio estuvieron sus Altezas en la Andalucía , y
Juana, que casó con el Archiduque D. Felipe, conde nació on Córdoba la Infanta Doña María, que fuá
do Fláudcs, hijo del Emperador Maximiliano, y de Reina de Portugal, segunda mugor del Roy Don
Madama Marfa, hija del duque Charles y Madama Manuel, cuyo hijo es el Rey D. Juan do Portugal,
Catalina de Borbon. que después casó (10) con la Infanta Dofia Catalina,
AfJo 1480. hermana del Rey D. Carlos , nuestro Señor. En este
Este afio hicieron los Reyes Cortes en Toledo (4), afio á 13 de julio mataron los moros de una saeta
é hicieron las Leyes y las Declaratorias, todo tan da con yerba en el Real de sobre Loja á D. Rodri
bien mirado y ordenado, que parescia obra divina go Tellez Girón, Maestre de Calatrava. En este afio
para remedio y ordenación de las desórdenes pasa á 1.° de julio murió en Alcalá de llenares D. Alon
das (5). E allí estuvieron hasta en fin del afio, que so Carrillo, Arzobispo de Toledo (11); sucedió en su
partieron para Medina del Campo, donde quedó la
Reina (6), y de allí fué el Rey á Calatayud é á Za (7) ABo 1481, en .alladolid i 28 de febrero, la Reina dio la
ragoza. carta de comisión y creencia al Reverendo Señor D. Juan de Or
tega, provisor de Vjllafranca, sacristán de SS. AA., y Alonso de
Afio 1481. Qnintanilla, su contador mayor, directores de las hermandades, y
Este afio estuvieron los Reyes en Aragón y Bar como tales enviados I según Pulsar, este año, cap. 99; i Vizcaya,
celona y Valencia, y en fin de él volvieron á Medi- Guindzcoa y Montañas i diligenciar naos, gente, vituallas, armas
y artillería para la armada contra el Turco, que Infestaba cruel
(1) Estaban los Reyes en Cáceres i fln de marzo y II de mayo. mente el reino de Sicilia y otros puertos de la cristiandad. Estos
Zurita, lib 20, cap. 31 Zdfiiga, alio 79, niim. 4. Y permanecieron comisarios parece que también llevaban comisión para sacar con
allí hasta ¥1 de mayo (no marzo como se imprimid en Zorita \ en buenas artes el mas dinero que pudiesen, pues aun de esta espe
cuyo dia vinieron juntos i Trojillo, donde el sábado 5 de junio se cie tambicu habia falta. Asi lo hicieron (dice Pulgar) con los lu
separaron, porque quedando allí la Reina, el Hoy se partid para gares de las Behetrías juntos por sus Procuradores en la ciudad
Aragón i jurarse Rey de aquellos reinos por muerte de sn padre, de Burgos, donde redimieron a dinero la antigua obligación (que
donde entró en 2i de dicho mes, habiendo caminado por Guada para esta ocasión no se olvidó) de dar galeotes para las armadas.
lupe y Santa Olalla, donde se halló en 10 de él. Zurita, donde arri Estos comisionados pasando de alli llegaron a Vitoria y presenta
ba. La Reina permanecía en Trujillo i 28 de agosto. ron su credencial a la junta general de la provincia y hermandades
(2) Cuya conclusión avisó la Reina a Sevilla desde la lilla de de Álava, dia 22 de marzo de este afio, hallándose diputado de
Aimaras SSto octubre. Zdfiiga cita núm. i. ellas Lope López de Ayala, aunque Pulgar no habla de esla pro
(5) F.stn esta malo. Los Reyes no vinieron Juntos ni en ese vincia; y tuvieron tal mafia, que por buena composición les sata-
tiempo. Queda visto que el Rey pasó para Aragón solo en el mes ron un servicio de 500.000 mrs. en dinero, aunque fuese con la
de Junio. La Reina quedó en Trujillo, donde se hallaba aun en 28 protesta que su diputado y procuradores hicieron de que esto no
de agosto, como aeredita con documento Zdfliga, ndm. 4, y allí causase perjuicio y ejemplar i sus exenciones, franquezas y pri
mismo que estaba en Almaraz de Extremadura i 5 de octubre. En vilegios. Acta y adjunta la carta, caí. G., tit. 32. Archivo de la pro
21, pues, de este, aeredita él mismo con carta suya se hallaba ya vincia. En dos de abril del mismo afio 1481 libraron en Valladolld
en Toledo, adonde volvió el Rey de Aragón pocos días antes de la pragmática 195, interpretando y declarando el privilegio de las
parir allí la Reina a la Infanta Dofia Juana, después si sucesora, exenciones de Simancas. Este afio, dia 4 de abril, estaba la Reina
el día sobarlo 6 de noviembre entre las 6 y 7 de la mañana. Zurita, en Valladolld. Cédula que imprimió Salazar, Cas. tur. tomo iv., pa
libro 20, eap. 31. gina 93. En 13 de agosto en Tordesillas, Concordia de la Ueste,
(i) En dos de mayo libraron allí la i villa de Salvatierra de rol. 151, ndm. 834.
Álava privilegio con inserción de otros de sus antecesores, en que (8) Del dia en que se ganó, por quiénes y cómo hay una carta
se la confirmaron generalmente los suyos. original en Alderete, Antiiüed. de Esp., pag. 214, la cual se debe
(5) Salazar de Mendoza en la crónica del cardenal Mendoza, li 'poner aquí porque es muy apreciable. Vid. Francisco Guzman.
bro 1, cap. SI, pig. 174, cita y alaba este lugar de Galindcz en n Utilitario veri., Ortega , fol. 71 ruello.
Memorial » Registro, (9) En 20 de marzo estaban en Medina del Campo. Cmcord. de
(6) Estaban ya allí el dia 29 de setiembre, en que libraron la la Mes!., fol. 151, número 837, y pragmática 197.
pragmática Inserta en la 17, y en el dia 9 de noviembre, en que la (10) En Estremoz a 5 de febrero de 1525, dice Mariana en el su
Reina sola libró cédula que he visto original, firmada de sn mano mario. Sandoval lo toca tres veces y nunca séllala el mes y dia,
y refrendada de Diego de Santander, su secretario, para que los mas de que el casamiento se habia contratado en Valladolld en
aposentadores no diesen huéspedes allí en la posada en que habla el verano antecedente, llb. 11 , g 25 y 27 al fin, y lib. 12, § 14.
de estar el doctor Juan Ruis de Medina de su Consejo, ni en casa Sayas, Anules de Aragón, cap. 119, pag. 748.
de Pedro Fernandez de Rincón, que asimismo habla de tener por (11) El mismo dia séllala Zurita, llb. 20, eap. 43, lom, iv, y Zd
posadas, no obstante que dicho doctor no se hallase en la dicha fiiga en los Anal, de Sevilla, pag. 593, advierte con oportunidad y
villa, por cuanto su Alteza le enviaba i algunas cosas cumplideras utilidad haber sido esta la primera vacante á que no concurrió
(i su servicio fuera de esta villa. postulación del Cabildo ecco.,por la erada que ya los llenes tenia»
544 CRÓNICAS DE tOS BEYES DE CASTILLA.
dignidad el Cardenal D. Pedro González de Mendo fin de enero (6). Y en este afio nasció en Alcalá de
za, que era Arzobispo de Sevilla; y sucedió on Se Henares á 16 de enero (7) la Infanta Doña Catalina,
villa D. Iñigo Manrique, obispo que era de Jaon, y Boina que después fué de Inglaterra, que casó pri
Jaén se dio á D. Luis Osorio, hermano de D. Alvar mero con el Príncipe Arcturo, y aquel fallecido, oasó
Pérez Osorio, primer Marqués de Astorga. Y fálles con Henrique su hermano, Bey que hoy es de In
elo este año por mayo D. Gabriel Manrique, pri glaterra. Y en este afio por el mes de mayo fálleselo
mer Conde de Osorno : y murió en este año por he- en Valladolid el Almirante Don Alonso Enriquez,
brero D. Alvar Pérez de Guzman, Sefior de Santa que está sepultado en San Francisco de Palencia (8).
Olalla (1),
Afio 1486.
año 1483.
En prinpipio de este afio estuvieron loa Beyes en
Este afio taló el Bey la vega de Granada y la Alcalá de Henares, y desde allí se fueron á Córdo
corrió, y basteció á Alhama, é tomó é derribó a Ta ba. Y ese verano ganaron á Loja, Illora, Moclin,
zara. En este afio murió el conde de Lemos, D. Pe Montefrio y Colomera. Y este afio fueron los Beyes
dro Alvarez Osorio , en hebrero. Y en este mesmo en romería á Santiago, y de camino cobraron á Pon-
afio fué el desbarate del Maestre de Santiago é ferrada y otras villas y fortalezas (9) y volvieron á
Marqués de Cáliz en el Ajarqnia, que se dijo la de tener el invierno á Salamanca.
las lomas de Málaga, dia de San Benito, 21 de mar
zo (2). La Beina estuvo este afio en Santo Domin Afio 1487.
go de la Calzada y en Vizcaya, y la Navidad en Vi Este afio estuvieron los Beyes en Salamanca (10) y
toria, á donde vino el Boy que venia de Aragón. En á principio del invierno en Córdoba, y fueron á cer
este afio fué preso el Bey Muley Boabdech de Gra car á Velez-Málaga, y fué cercada un dia después
nada, que llamaban el Chiquito, que le prendieron de Pascua de Resurrección, 19 de abril, y fué ga
el Conde de Cabra y el alcaide de los Donceles , y nada Velez. Y ceroaron á Málaga á 17 de mayo del
desbarataron los moros, y mataron' ó prendieron dicho, y fué ganada el mes de septiembre (1 1) y fue
gran muchedumbre de ellos. ron tomados cautivos todos los moros y sus bienes,
y volvieron este invierno los Beyes á Zaragoza (12).
Afio 1484.
Afio 1488.
Este afio partieron los Boyes en principio de él (3)
Estuvieron los Beyes en principio de este afio en
desde Vitoria, y fueron á Tarazona, y do allí vinie
Zaragoza (13),'y de allí fueron á Valencia (14), y de
ron á Guadalajara, é á Toledo, é á Córdoba (4), y en
el mes de julio ganaron á I llora, y en el de septiem (6) Terrible peste y aguaceros de este alio y el siguiente. Pul
bre á Setenel, é invernaron en Sevilla. Este afio fué gar, 3.* parte, cap. 54. Véase otra al alio 1488.
(7) Diciembre, dice /.unta, lib. 20, cap. 64 al Un, y también Flo-
el Bey al ardid de tomar la villa de Loja, y no se rez en las llanas, pag. 848, aunque scDala el dia 15.
hizo (5). (8) Y en 30 de octubre ó poco después, en Linares de Sierra-
AfJo 1485 Morena, D. Alonso de Aragón, Duque de Villahermosa, hermano
bastardo del lley, cuya muerte pone mas adelante en el afio 89.
Este afio ganaron loa Beyes á Bonda é su tierra, Este afio dice Riol, mira. 23, en su Informe del Archivo de Siman
é Coin, é Cártama é otras muchas villas é fortalezas, cas a Felipe V, se hizo concordato entre Roma y Espala sobre
é ganaron a Cambiel. Este afio al septiembre fué des provisión de obispados, la cual descubrió en dicho archivo.
(9) Del eolor con que el Conde de Lemos decía haberse apode
baratado el Conde de Cabra , yendo á cercar á Mo- rado de Ponferrada, verlse al Sefior Palacios Rubios, De donatio-
clin. E fueron los Beyes á invernar á Alcalá de He nib. ad rubric., § 65, núui. 61 et 62.
nares. Y este afio Uuvió desde Todos Santos hasta en (10) Donde libraron en 28 de enero la pragmática 191 sobre las
hidalguías venales del tiempo del Rey D. Enrique, su antecesor.
obtenida para presentar todas lat Iglesias de tus rehtos, perdiendo Y pasó en Salamanca lo demás que rollen; su cronista Pulgar.
asi los cabildos tu mayor preeminencia. Los motivos, fundamen (11) A 18 de agosto de esto alio, según la cróuica, on los dos
tos y antecedentes que hubo para esto, se podran ver con exten Impresos y en mi manuscrito coetáneo, cap. 206, la cróuica, 3.*
sión en el doctor Salazar de Ucndoza, Crónica del cardenal Men parte, cap. 93. Zurita, en el lib. 20, cap. 76, tomo ív, lo pone en
dosa, lib, 1, cap. 52 por todo él. general después de 6 de setiembre y por resulta de la muerte del
(1) En 13 de agosto de 82 en Soria. Quad. de la líesl. allí, nu Duque D. Alvaro, que se pone aquí luego.
mero 843, pero puede ser equivocación. En 30 de agosto en Cór (12) Donde libraron en 24 de diciembre! los lugares del valle
doba crearon en ducado la ciudad de Nájora , y dieron titulo per de Ordufia confirmación condicional de una sentencia y despacho
petuo de Duque de ella a D. Pedro Manrique, Conde de Trevioo. con su inserción que tienen a su favor de la cnancillería del Rey
Salar., Cas. de Lar., toro, ii, pag. 113, y tom. ív, pág. 293. D. Juan I, librado por sus Oidores en Valladolid a 7 de diciembre
(2) En Madrid i IB de abril libraron la pragmática 136, excep de 1383 del pleito sobre entramiento, litigado con D. Fr. Fernán
tuando de la ley de Toledo y de los oficios acrecentados manda Perca de Ayala, su sefior. F.n este afio 1487 fué proveído obispo
dos por ella consumir, los pertenecientes a hijos de los que hu de Oviedo D. Juan Arias del Villar, deán de Sevilla y del Consejo
biesen muerto ó murieren en la guerra de loa moros, siéndoles de los Reyes. Tomó posesión en 25 de agosto y le rigió Juntamente
renunciados, y ellos mayores de 18 anos para servirlos. con la presidencia de Valladolid, que se le dio en 1492 hasta 1498,
(3) No debió ser tan al principio de él, pues á 6 de abril en Ma en que fué promovido a Segovia. Risco, tom. xxxix, pag. 75 y 76.
drid libraron a Rodrigo de Ulloa, su contador mayor, un privile (13) En Zaragoza, donde i 15 de enero confirmaron a la provin
gio de juro de 57.500 mrs. en cada afio. cia y hermandades de Álava el cuaderno de las ordenanzas con
(4) En Córdoba a tres de setiembre libraron la pragmática 179, qne hoy mismo se rigen y gobiernan, dadas por 3 comisarios con
prohibiendo entrar sal fuera del reino. sejeros del llcy D. Enrique IV el año 1463, como se podrá ver por
(3) Gracias al valerosísimo y diestro escalador leonés Ortega el mismo cuaderno en las dos Impresiones de 1607 en Valladolid
de Prado, por cayo desengato se logró que el Rey no aventurara j 1763 en Vitoria.
allí todo su ejército, no bien aconsejado por servidores de menos (14) Donde i 12 de abril libraron la pragmática sobre la ley de
e«íii«ucU, iuiil., lil). 20, MP. 6i. l« plata , ele , me es U ti3 de su colección.
DON FERNANDO É DOÑA ISABEL. ¿46
•111 A Murcia (1), y ganaron este año á Vera, Veloz Sevilla (9), é allí se desposó la Princesa Dofia Isabel
Blanco y Rubio, Hueeca, Muzecar y otras villas y con el Príncipe D. Alonso de Portugal, hijo del Rey
castillos ; y fueron á tener el invierno á Medina del D. Juan, y nieto del Rey D. Alonso, que fué venci
Campo (2). T en fin de este ano á 10 de octubre re do en la de Toro (10), y casáronse por el mes de no
cobraron los Reyes á Flasencia por mano de los viembre del dicho afio. Y este afio taló el Rey la
Carvajales y de otros caballeros (3). Y en este año vega de Granada, y volvieron los Reyes á Sevilla A
por el mes de mayo murió D. Alvaro , duque que donde estuvieron el invierno (11).
era de Plasencia, hijo de D. Pedro, primero Conde
ano 1491.
de este linaje. Y fallesció D. García Alvarez, duque
de Alva por el mismo mes de mayo (4) , y sucedió Estuvieron los Reyes en principio de este afio en
bu hijo D. Fadrique ; y en este mismo mes murió Sevilla, y pasada la Pascua florida partieron á cer
D. García Alvarez de Toledo, obispo de Astorga, y car á Granada por el mes de abril, y entraron por el
le sucedió D. Bernardino de Carabajal, que después mes de mayo, y corrieron la Vega y quemaron cier
fué obispo de Badajoz, Cartagena, Sigüenza, Pla tos lugares, y volvieron á poner Real sobre la ciu
sencia, y Cardenal de Santa Cruz, que murió en Ro dad, y edificaron la ciudad de Santa-Fé, y tuvieron
ma á 16 de septiembre del afio de mil quinientos el invierno en dicho Real. Y este afio tomaron los
veinte y tres. Reyes asiento con Cristóbal Colon, ginovés, natural
de Saona, sobre el descubrimiento de las Indias é
Aflo 1489.
Islas del mar Occéano, de que tanta honra y prove
Esto afio (5) vinieron los Reyes á la Andalucia cho se ha seguido á eetoB reinos (12). Este afio fa
por Guadalupe, y cercaron (6) á Baza, y en fin del llesció el Príncipe Don Alonso de Portugal, á 13 de
afio la ganaron, é á Guadix, Almería y Mufiecar, é á julio de una coz de un caballo en la ciudad de Ebo-
Salobreña (7) con todas las Alpujarras, y tuvieron ra (13). Este afio fueron quitados el Presidente é oi
el invierno en Sevilla. Eate afio por el mes de sep dores de Valladolid (14) juntamente , porque en un
tiembre, á 16 días andados, murió D. García López
(9) Donde en 6 de mayo libraron a la universidad de Salamanca
de Padilla, maestre de Calatrava, y tomaron la ad la cédula impresa en las Ordenamos de la Chancillerla de Valla
ministración los Reyes por autoridad apostólica ; é dolid, lib. 5, tlt. 8, fol. 161.
hoy está incorporado él y los otros maestrazgos por (10) Provisión en Cdrdoba a 8 de noviembre. Salas. , Cata de
bula apostólica que concedió Adriano VI. Y mu lar., tom. u, pag. 110.
(11) Allí. En 6 de diciembre de él libraron privilegio al con
rió (8) D. Alonso de Aragón, duque de Villa-Her vento de San Ildefonso de Toro, confirmándole un juro de 10.500
mosa, hermano bastardo del Rey D. Fernando ; y maravedís que le cedió Rodrigo de Ulloa, Señor de la Mola, con
D. Pedro de Ayala, conde de Fuensalida, el cual earga de ciertas misas.
fallesció en fin de este afio en Salamanca, donde era (11) El primer asiento con Colon no fué en este alio, sino en el
siguiente 1492, conquistada ya Granada, y estando los Reyes en
Corregidor. Santa Fé i 17 de abril. Zrillga, Anal, de Sevilla, pag. 411. En los
AfJo 1490. registros originales de la corona de Aragón, conservados en su
En principio de este afio estuvieron los Reyes en tesorería general de Zaragoza , se notó lo siguiente : « En el mes
•de abril de 1492, estando los Reyes Católicos en la villa de San-
>ta Fé cerca de Granada , capitularon con D. Cristóbal Colon para
(I) Donde en 30 de julio libró li Reina i Polla Marta Zapalt, • el primer viaje de las Indias ; y por los Reyes lo trató sn secre
en nombre de D. Pedro Batan su hijo, Vizconde de Palaeioi, la tario Juan de Coloma; y para el gasto de 1» srmada prestó Luis
cédala insería en la que se imprime, lib. 5, tlL 8, fol. 160 de las >de Santangel, escribano de raciones de Aragón, 17.000 flori
Orden, de la Chantilleria de Valladolid. nes etc.* Extractó esta memoria Argensola en sus Anales,
\% En 8 de octubre estaban en Valladolid. Cédulaien Salatar, continuando ios de Zurita, lib. 1 , cap. 10, pag. 100, donde añade
Caía de Lara, tom. iv, pág. 576, y en las Ordenmiai de la Ckom- lo de haber salido de Aragón el primer oro con qne se equipó el
clllerta, lib. 5, tlt 8, fol. 160. viaje de Colon; con el primero que él trajo de retorno del Nocvo-
(5) Consta de documento del día 10 que estaba el lie; en Pla Mundo que descubrió, mandó alios después el Rey Católico se
sencia, y que en ase día les jaro los raeros y privilegios. P. Fer dorasen los techos y srtesónados de la sala Real del palacio de la
nandez, Anal, de Plasme., lib. 1, eap. 13, pag. 151. Aguaceros ter Aljaferla en aquella ciudad. Habia venido Colon a Eapala y se
ribles de este alio. Pulgar, 3.a part., eap. 103 al Un. hallaba en ella i esta solicitud desde el afio 1484. Nuestros Reyes,
U) Día 10 de Junio, habiendo antes laudado por escritura de 16 ocupados entonces en las conquistas de Andalucía, no pudieron
de octubre del año anterior 87, cinco ilustres mayorazgos para oírle, peta llevaron la política de entretenerle hasta que las con
cinco ilustres hijos, titulándose en ella Duque de Alba, Marqués cluyeron, y él mismo asistió a ellas y les sirvió no poco con sa
de Corla , Conde de Sal* atierra y Señor de Valdecorneja , sin pericia y valor. Hallándose estos Principes en Córdoba 4 11 de '
ejemplar hasta entonces en Castilla de haber concurrido juntos mayo de 1489, escribieron con esta fecha i la clndad de Sevilla
en un personaje los títulos de Duque, Conde, Marqués j Seflor. para que le diese aposentamiento y ayuda de costa, porque venia
Salaz., Memorial del Marqués de Viltofraaca, pag. 111. 4 su Corle a tratar de cosas de importancia. Ahora , pues, con
(5) A 16 de enero en Valladolid libraron un privilegio de jaro cluidas todas las empresas con la última toma de Granada en 1
de 3.000 mrs. i Rodrigo de Ulloa, su contador, Seflor que fué de de enero de 1491, llegó el caso de cumplirle los Reyes sa pala
la Mota. bra y él a ellos lo saya, oyéndose mutuamente , entrando en ca
(6) A 6 de mano de 89 en Medina del Campo. Coneord. Metí., pitulación i 17 de abril, y dando la orden i Sevilla para sa avio
fot. 183 vuelto. A 14 de mano de este afio, en Medina, dieron or en 15 de mayo, y haciéndose i la vela en 3 de agosto. Zdlilga, pá
denanzas a la Cnancillería de Valladolid, lib. 1.' de ellas, tlt. 3, gina 404, col. 1 y 411, ndm. 11.
número 81, fol. 41 vuelto. (13) En 5 de agosto libraron en el Real de la Vega la pragmá
(7) A 16 de mayo estaban en Jaén. Coneord. de la Metí., fo tica 18; y i 20 de diciembre en el mismo Real la 165.
lio 153, mira. 845. (14) Don Felipe IV en tiempos mas modernos depuso en un día i
(8) No murió sino en el afio 1485, como expresamente se lo en. todos los Consejeros de Hacienda de sos plazas porque no cumplían.
Hienda Zurita, lib. M, eap. 61, tom. iv, fol. 339 vuelto. Véase sn Mario, Culell. ai leg. Sicul.,pag. 603, ndm. 4. I). Larrea, Alleg.
criado luán Pérez de Vargas , mi. deLinoget. 105, núra. 11. Bolero de coclorio. Flsci. tlt. 1, q. 15, ndm. 1 el 11.
Cr.-III.
35
546 CRÓNICAS DE LOS REYES DE CASTILLA.
caso que ante ellos vino otorgaron una apelación 6 de diciembre, fué herido en Barcelona el Rey por
para Roma (1), debiendo ellos conoscer de ella. Y el famoso loco Juan de Cañamares, que es tierra
era Presidente D. Alonso de Valdivieso, obispo de que se llama de Remenza, natural do Cataluña, á
León, é oidores el Dr. Martin de Avila, el Licencia hicieron justicia de él (8). E aquel año se ordenó
do Chinchilla, y los Doctores del Caño y de Olmo- la cofradía que hoy hay en la Corte. Fálleselo en
dilla. Sucedió por Presidente el Dr. D. Juan Arias este año, dia de los Reyes, D. Pedro Fernandez de
del Villar, obispo de Oviedo, que después lo fué de Velasco, Condestable do Castilla; y en el mes de
Segovia, é oidores el Licenciado de Villena, el Doo- hebrero (9) murió D. Pedro Enriquez, Adelantado
tor de Palacios , los Licenciados Vil lumuriel y Pa de Andalucía, viniendo de Granada, en una venta
lacios Rubios, y el Dr. de Villobela y el Licenciado en el rio de las Yeguas, cerca de la ciudad de An
Aütudillo (2). tequera. Y en el mes de agosto (10) murieron en una
semana los duques do Medina-Sidonia, D. Enrique
ano 1492.
de Guzman, y D. Rodrigo Ponco de Loon, duque de
A dos dias del mes de enero de este año ganaron Cáliz, y en el mes do septiembre murió D. Pedro de
y entraron los Reyes la honrada y gran ciudad de Stúñiga, conde de Miranda (11) : y víspera de Todos
Granada, y la pusieron á obediencia de nuestro Se los SantoB murió D. Beltran de la Cueva, primero
ñor Jesu-Cristo, y suya en su nombre, á honra y duque de Alburquerque, y Fr. Diego de Muros,
gloria de Dios (3); y estuvieron en la dicha ciudad fraile de la Merced é obispo de Ciudad-Rodrigo (12)
hasta el mes do mayo (4). E hicieron Arzobispo de tio hermano de su padre D. Diego de Muros, obispo
Granada á Fr. Hernando de Talavera, do la orden de Oviedo que hoy es, que hizo el colegio de San
de San Gerónimo, que era obispo de Avila, y pri Salvador, que hoy está edificado en la parroquia de
mero Prior de Prado, de Valladolid , y su obispado San Bartolomé do Salamanca. Y fallesció en este
dieron á D. Francisco de la Fuente, Dean que era año el Papa Inocencio VIII á 23 de julio, y fué
de Toledo y de Granada; y dejaron por alcaide de osumpto D. Rodrigo de Borja, que era Vico-Chan
la Alhambra y por capitán al conde de Tendilla, ciller, y llamóse Alejandro VI, natural de Játiva,
D. ífiigo López de Mendoza, nieto del marqués de en el reino de Valencia. Y este año hicieron los
Santularia; y partieron para Barcelona (5), do tu Reyes merced del Cénete á D. Rodrigo de Mendoza,
vieron el invierno. Este año mandaron los Reyes (6) hijo del cardenal D. Pedro González de Mendoza, de
desterrar de todos sus reinos de Castilla y León á que le dieron titulo de Marqués, y al condestable
los judíos, por término de tres meses, que fueron, ju D. Bemardino, hijo de D. Pedro Hernández de Ve-
nio, julio y agosto (7). En fin do este año, viernes á lasco, lo dieron título de duque de Frías. En esto
año se acabó el colegio de Santa Cruz que dicho
(1) Mal admitida, porque de España en lo civil i Ruma ninguna Cardenal hizo on Valladolid.
apelación podía haber. Cronio. de b. Fernando IV, aiio 1306, ca
pitulo 27, fol. 42 vuelto. Vid. Cronio. de D. Alomo el Sabio, capi ano 1493.
tulo 75, fol. 51 vuelto, donde hay otro caso. En principio de esto año estuvieron los Reyes en
(2) En 14 do noviembre de este ario 1491 residía el Consejo en
Burgos. Consta de la provisión de esla locha que se imprime en
los tuero» de Viteaya, después de la ley 3.a, tft. 32, y consta que (lumbre de 1499, que fué para czpeler nuevamente ulra porción de
á la sazón era Virey y Gobernador de ti, a nombre de sus Alte judíos introducidos después en el reino, que pretendían perma
zas, el Condestable, pues dice al Un: • D. Pedro Fernandez de necer, diciendo que ellos no babian sida de los expulsas y que
• Velase», Condestable de Castilla por virtud de los poderes que no les comprendía la pragmática; de cuya expulsión hizo memoria
•tiene del llcyy de la Reina, nuestros Señores, la mandó dar.» Juan Pico escribiendo á la sazón el libro 5 advere. Aslrolog. Vido
(3) Como con la misma fecha lo avisaron de allí a la ciudad de Salced. ad Lucum pracl. crimin. canonic, cap. (3, ndm. 9. Estos
Sevilla por la caria que copia Zdfíiga, pag. 406. Reyes procedieron en tal expulsión con indiscreto celo y falta de
(4. En cuyo dia 27 libraron en Santa Fé la pragmática 25. En política, queriendo mas reinar i los desiertos que a los poblados,
24 de junio liay cédula dada por sus Altezas en Guadalupe remi de cuyo error se han compadecido los mejores políticos. YideUa-
tiendo i la Cbancillerla de Valladolid, y mandándola observar los ríum Culellum ad Le/. Sicul., pag. 211 donde lo lamenta.
capitnlos de reformación resultantes de la visita que en ella hi (8) En 30 de este dicho mes de setiembre permanecían en Bar
cieron O. Juan de Daza, deán de Joan, y el doctor ü. Alonso Ra celona. Cédula para la Chancillcria de Valladolid, lib. 2, til. 1, fo
mírez de Villaescnsa, corregidor de Valladolid. Ordenan de la lio 100 de sus Ordenamos.
Cnancillería, fol. 206. Otra del dia 23. Salaz., Caí. de Lar., tomo n, (9) Dia 8, como enmienda Zdfiiga el 4 de la inscripción de su
pag. U!>, y tomo iv, pag. 294.— Temo sea falsa la data de la 1.* sepulcro, puesta 27 años después en su capilla del convento de las
pragmática dada en Valladolid a 42 de julio de este abo 1492 y la Cuevas de Sevilla, pag. 409 y 410.
cédula de 19 del mismo que suena dada por ambos Reyes en A ran (10) El primero, dia 25 viernes repentinamente en su villa de San
da y se halla impresa en las Ordenanzas de la Cnancillería de Va l.ücarde Barrameda, y el segundo , lunes 28 en Sevilla, donde
lladolid, lib. 5, til, 8, fol. 190. Serian dadas por el Consejo que a fueron enterrados , el primero en San Isidro del Campo, y el se
la sazón residía en Valladolid, como lo dice allí mismo otra cédu gundo en la capilla mayor de San Agustín. Y como no dejd hijos
la qne sigue impresa y es dada por sus Altezas en Zaragoza a 20 legítimos, sino hijas naturales, los Reyes Católicos se aprovecha
de setiembre de este abo 92. ron de esla ocasión para recobrar la ciudad de Cádiz, dando al
(5) l-'.u 10 de agosto estaban en Barcelona. Concord. de la ties heredero ü. Rodrigo Ponce, hijo, la mayor en recompensa, el ti
ta, fol. 198. tulo de duque de Arcos con el de conde de Casares, y otras mer
(6) Por la pragmática 5.a de su colección impresa, dada en Gra cedes por privilegio en Barcelona a 20 de enero del año siguiente
nada a 31 de marzo de este abo. 93. Zdñiga, pag. 412, ndm. 1. Ramos, Títulos de Castilla, paz 32
(7) No sino mayo, junio y julio, a los últimos do cuyo mes habia a 33, §. 75.
de estar veriOcada la efectiva czpulsion, sin llevar oro, plata, mo (ti) A 5 de octubre. Pellicer, Casa de Miranda, pag. 62.
neda amonedada ni otra cosa de las de saca prohibida. Lo cual se (12) Y antes de Tuy, que murió, no en este alio sino en el ante
tuso asi en olira, dice la pragmática siguiente i esta de 5 de sc- rior, 1 9 de diciembre.—Flora, tom. xxti, pag. 243,
DON FERNANDO É DOÑA ISABEL. 647
Barcelona (1), y en este afio les entregó el Rey en Zaragoza, y de alli vinieron (5) á Valladolid, á
Carlos de Francia la ciudad de Perpifian y su for Medina, y Tordesillas. E alli en Valladolid, á26 de
taleza, con todas las otras villaB y fortalezas del enero . fálleselo Rodrigo de Ulloa, contador, hijo del
condado de Ruisellon (2). En el mes de septiembre Dr. Per-Yafiez, y consumióse su contaduría: queda
y en las cuatro témporas de este mes fué creado ron solas dos, que fueron la do D. Juan Chacón,
adelantado de Murcia, y la de D. Gutierre de Car- •
Cardenal de Santa Cruz en Roma D. Bernardino do
Carbajal á suplicación de la Reina. Este afio al co denas, comendador mayor. Y en Medina (6) vino
mienzo de él tomaron los Reyes la ciudad de Cáliz, nueva de la muerte del Rey D. Fernando de Ñapó
que tenia D. Rodrigo Ponce de León , por merced les, primo hermano del Rey D. Fernando el Cató
que el Principe D. Alonso (3) le había hecho, y lico, y casado con su hermano. Y en Tordesillas hi
como murió sin hijos, tornáronla á incorporar en la cieron los Reyes capitulo general de las Ordenes de
corona Real (4). Y tuvieron las Reyes el invierno Santiago y Calatrava, y estuvieron en Medina hasta
en Zaragoza. Este afio á 1.* de julio murió en Lle- el mes de junio (7), y de alli fueron á Arévalo á
rena D. Alonso de Cárdenas, maestre de Santiago. donde estuvieron el San Juan, y de allí fueron á
Y estando los Reyes en Barcelona fueron todos los Segovia, á donde estuvieron hasta agosto-(8), y de
Grandes del reino á los visitar. alli fueron á Madrid, donde estuvieron el invier
no (9), y fueron á Guadalajara á visitar al cardenal
año 1494. D. Pedro González de Mendoza, que estaba muy
En principio de este afio estuvieron sus Altezas enfermo de la enfermedad quo murió. Y en fin de
este afio se tomó por los Reyes asiento con D. Juan
de Zúfiiga, maestro de Alcántara, que dejase el títu
(1) Se mantenían allí i 21 de marzo >Mfl de julio en que libra
lo de maestre, y tomaron la administración los Re
ron a la Chanciller!» de Valladolid las cédalas impresas en sus or
denanzas, lib. 1, til. 6, fol. 6?, y lib. 2, tft. 10, fol. 100 vuelto, y li yes, y dieron al dicho D. Juan equivalencia. Y en
bro 4, tlt. t, fol. 128. Continuaban en Barcelona en 10 de agosto, fin de este afio inviaron los Reyes desde Madrid á
con ruja fecha libraron allí la pragmática 30; y en 20 de octubre Gonzalo Hernández do Córdoba, que dospuea fué
de que es la cédula impresa en las ordenanzas de la Cnancillería
de Valladolid, Hb. S, tft. 2, fol 148: y i 2 de setiembre. - Salazar, Gran Capitán on papóles. E inviaron nueva Cnan
Cas. de Lar., tom. II, píg. 121. cillería a Ciudad Real para los negocios de Tajo
(2) En este logar bailé en Lucio Marineo Siculo, Hb. 21, fol. 125 allende, y fué Presidente D. Alonso Carrillo, obispo
de la Edición de Alcalá de 1533, la nota siguiente, al margen, pues do Catanea, y después de Avila; y después el afio
ta de mano de aquel tiempo alusiva al pasaje en que dice este
autor la liberalidad con que el Re; Carlos VIH de Francia resti 1505, en fin de él , se mandó pasar esta Choncillería
tuyó a los nuestros los condados de Rosellon y Cerdanla, levan á Granada. Y en fin de este afio se dio el obispado
tando mano al empréstito de los 300.000 ducados ó enronas de do Salamanca al M.° Fr. Diego Desea, quo ero maes
Francia porque los hahia empellado el Rey II. Juan de Aragón,
tro del Principe D. Juan, y después fué obispo de
padre del Católico, al Rey Luis, padre de Carlos: -Ut mihl rela-
»tum fult causa linjus libcralitatis hsec fui!: Carolus de quo bic, Jaén, y arzobispo do Sevilla, é confesor del Rey, é
•amore pulcra; Dueisx et Comitisx Uníanla? caplus, cum ea con- Inquisidor general, y después de electo arzobispo
•traherc voluit et ipsa renuit, ut ferlur, eo quod Carolus roons- de Toledo, murió afio de 1523 por junio.
•trosus erat, habens magnum caput plusquam humano homini
•deceba!, qoamvis órnalas sensu, et omni virtute, et re milllar!
Af»o 1495.
•strenuus fortisque bello: qui cum despectum se vidlsset, bcllum
•Comitisx intulit: qux adjula a Ferdinando numis mllitibusque En principio de este afio estuvieron los Reyes ou
■fuit, et nihilominus bello supérala et a Carolo capia, partlm per Madrid el mes de mayo. Y en principio de este año
»vim, precibusque cum eo conlraxit, Reginaque Francia: efeta et
•a Carolo marlto nlmls dilecta fuit. Que condignum prxmium ob fallesció el Cardenal D. Pedro González de Mendo
•prxdietum adjutorium Ferdinando daré volens, marito sao Cl za á 11 de enero, domingo : está sepultado en la ca-
arólo petivit et preclbus impetravit (prxventa, nt ferlur, ab ipso
•Ferdinando) ul idem Carolus Ferdinando Comltatus Rusinonis et
• Ceritanix pignóralos reslitueret; quod Carolus líbenlcr anuit et marido del mismo nombre; y el privilegio de incorporación el dia
• adimplcvit, ut scriplura referí; licet postea Magnates et conven- 20 de enero de 1405 a la muerte de D. Rodrigo Ponce en 27 de
•tus juridici Francia; certiores de hoc factl, moleste ferentes, fe- agosto del afio anterior.
•cerunl ut Carolus revocare! reslitntionem ; quod intempeslé fui! (5) Por Almazan, donde a 5 de enero dieron licencia para el
•facium nam eo tempere jara Fcrdinandus cepera! possesioncra aparlamicnto y desistencia que liona María Ponce de León, hija
•Cnmilauum, et In eis muniliones possuerat: quod causa fult dife- de D. Luis Ponce de León, hizo al pleito que liabia puesto a los
•rentix, que adhuc durat iuter Rcgem Francia; snper jure Comi- estados de Arcos, y la transacción en su razón otorgada entre los
•taluum el eorum rccupcrationc, el Regem llispanix pro defen- interesados.
• sione.» Sobre todo lo cual no obstante se podra ver a Zurita, (6) Donde en 8 de febrero y 14 de marzo libraron i la Cnanci
lib. 1, cap. 18 de la Historia del ¡ley Católico, donde pone la total llería de Valladolid las cédulas impresas en sus Orden., lib. 4, ti
entrega de aquellos estados a este Rey, legitimo heredero de ellos, tulo 2, fol. 129, y lib. 5, UL 8, fol. 170. v otia á 14 de abril sobre
y presente él mismo a recibirlos en Perpifian i 10 de septiembre carta de la expresada de 14 de marzo elt., fol. 129. Y en el dia I
de este afio 93, acompañándole la Reina , que á este Un hablan sa de abril I» pragmática 195 para no agraviar a los hidalgos en Jos
lido juntos de Barcelona el antecedente viernes 6, a donde, dejando empadronamientos de pecheros nuevamente mandados.
lomada la posesión y las cosas puestas en orden, se restituyeron (7) En cuyo dia 17 libraron alli la pragmática 27, y la cédula
el martes 9 del signlente mes de octubre y permanecían aun allí impresa en las Ordenamos de la Chancilterla de Valladolid, lib. 5,
el día 24. tft. 8, fol. 165.
(3) No , sino del Rey D. Enrique, segnn el privilegio de rein (8) Y aun hasta seliembre, en cuyo dia 1.* confirmaron allí la
corporación. transacción y apartamiento que Dona María Ponce de León, muger
(4) lista incorporación fué capitulada en Barcelona i 7 de enero de D. Antonio Alvares Zapata y Toledo, biso al estado y mayoraz
con Doíi» Rcatriz Pacheco, duquesa viuda de Arcos, gobernadora go de Arcos.
de los estados por el nuevo Joven sucesor D. Rodrigo, nieto de su (9) Y en 18 de noviembre libraron alli las pragmáticas 32 y 33.
54é CRÓNICAS DE LOS I ÍES DE CASTILLA
pilla mayor de Toledo; é se dio el arzobispado á fueron concertados loa desposorios del Principé
D. Fr. Francisco Ximenez de Cisneros, provincial D. Juan con la Princesa Doña Margarita, hija del
de los franciscos, que primero habia sido arcipreste Rey de Romanos, y de la Infanta Doria Juana
de Dceda, y capellán mayor de Sigüenza, y se lla con el Archiduque D. Felipe, duque de Borgofia.
maba el Br. Gonzalo de Cisneros, hijo de Alonso
Ximenez, procarador de causas, vecino de Tord ala aRo 1496.
guna, que fué después Cardenal de Santa Balbina, Este ano estuvieron los Reyes hasta Pascua flori
y gobernador de los reinos de Castilla, que fallesció da en Tortosa (8), y dende partieron después de
en la villa de Roa á 8 de noviembre del año 1517. Pascua para Almazan, y estuvieron ende hasta me
Está sepultado en Alcalá de Henares en el colegio diado julio, é de ahi partió el Rey para Girona, y
de San Ildefonso, que él fundó con el estudio que la Reina se fué á Burgos y á Laredo (9) á imbiar
allí hay; y muerto D. Pedro González, dieron los á la Archiduquesa para Flándes: fué con ella el
Reyes el obispado de Sigüenza á D. Bernardino de Almirante D. Fadrique y DoBa María de Velasco su
Carvajal, que era obispo de Cartagena , y Cartage madre; é imbiada en buen hora, los Reyes se fue
na á D. Juan de Medina, que era obispo de Bada ron á Burgos (10). Y este año de 96 fué lo de Salsas
joz, y fué presidente después de la Chancilleria de con el Rey de Francia. Y fallesció la Reina Dofia
Valladolid y obispo de Segovia ; y Badajoz dieron Isabel, que estaba en Arévalo, á 15 de agosto, se
4 D. Juan de Fonseca, que era arcediano de Sevi gunda muger del Rey D. Juan II y madre de la
lla. Este ano á 16 de septiembre (1) murió D. Luis Reina Católica.
de Aoufia , obispo de Burgos : dióse el obispado á
Fr. Juan Pasoual de la órden de Predicadores (2); año 1497.
y por el mes de junio partieron sus Altezas de Ma En principio de este año estuvieron los Reyes en
drid y fueron á Valladolid, á donde estuvieron Búrgos (11), y vino la Princesa Dofia Margarita en
poco (3), y dende á Burgos, á donde (4) estuvieron el mes de marzo, y casaron al Príncipe D. Juan é á
hasta el mes de agosto, y fueron á Tarazona (5), ella lunes de Quasimodo 3 de abril : velólos el Ar
y de ay fueron á Alfaro (6) , é allí vino á sus Al zobispo de Toledo, y fueron padrinos el Almirante
tezas )& Reina de Navarra. Y en este tiempo falles y su madre. Murió en estas fiestas, que fueron muy
ció el Rey de Portugal D. Juan, dia de San Simón grandes, D. Alonso de Cárdenas, hijo segundo del
y Judas. Y murió el Condo do Corana en un rui Comendador mayor de León D. Gutierre de Cárde
do (7) en Valladolid ; y fueron sus Altezas este in nas. Y por el mes de mayo se partieron y fueron á
vierno á Tortosa á tener Cortes. Este mesmo ano Valladolid (12) é á Medina, y estuvieron en Medina
del Campo hasta el mes de septiembre (13), é partie
(1) No fué tino en el U de este mes, día lunes, como dejó es ron los Reyes dicho mes á Madrigal (14), é dende
crito en un ejemplar del breviario ¡¡urgente de su uso, ti canónigo para Valencia de Alcántara. Y fallesció en Salaman
Sedaño que vivía entonces; el cual dice : Morió el Señor obispo Do» ca el Príncipe D. Juan á 4 de octubre de este año,
Luis io Acuña, obispo de Bürpos, tutee XIV de setiembre de XCY, i y fué llevado á Santo Tomas de Avila donde ya-
las teis del dia a loque de prima. Flores , España , Sagrada, to
mo xxxn, pag. 408, niim. 17.
(1) Cuja muerte se vera adelante al alio 151%. Fué consagrado
en Ddrgos en 7 de febrero de 1497 por el arzobispo de Toledo, los (8) Donde i 9 de enero libraron la célebre pragmática 133 para
obispos de Salamanca y Astorga con grande solemnidad y con la Igualdad (que aun no se ha verificado; de todos los pesos y me
curso, presentes el Rey Católico, su hijo el Pilnelpe I). Juan y toda didas en el reino.
la Corte. Véase a Fr. Francisco de Vargas en el Apéndice. (9) Donde I 3 de agosto libraron titulo de conde de Cedlllo 4
(3) En el medio está Santa liarla del Campo, donde celebraron D. Antonio Alvares de Toledo, para después de los dias de Fer
este año Cortes, según lo que dice en el proemio de la ley 1.* ti nán Alvarcz de Toledo su padre, del Consejo de sus Altezas, su
tulo 6, lib. 6 de la Recopilación. Y debió ser en este tiempo. secretario y notario mayor del reino de Granada, perpetuo para al
(4) En 8 de Julio dirigieron a la Chancilleria de Valladolid la y sus sucesores, i eondiclon de servir con 15 lanzas de hombres
cédula impresa en sus Ordenamos, 11b. 5, til. 8, fol. 176, i favor de armas en todos los llamamientos generales de los obligados i
del hospital Real de Burgos. este servicio. Triele Haro, tom. u, plg. 113 y 114.
(5) Donde en 5 y 46 de octubre dirigieron al estudio de Valla, (10) Donde firmaron en 40, 48 de octubre y 43 de diciembre la
dolid la pragmática 34 sobre provisión de cátedras, y la cédula cédula para la Chancilleria de Valladolid, que se halla impresa en
impresa en las Ordenamos de su Cnancillería, lib. 5, til. 8, folio sus Ordenamos, lib. 4, til. 5, fol. 87 vuelto, y la pragmática 15, que
178 vuelto. es la de 40 de octnbre, y la 49, que es del 48, y la 30 de la misma
(6) En Alfaro i 10 de setiembre libraron la pragmática inserta fecha.
en la 109, fomeutaudo la fabrica de navios de porte mayor, por el (11) Donde i 4i de enero y 1 de mano libraron laa cédulas Im
medio de ofrecer el mayor acostamiento a los del mayor buque. presas en las Ordenamos de la Chancilleria dt Valladolid , lib. 5,
(7) Véase i Rodrigo Snarez, que dice fué procesado por esta tlt. 8, fol. 189 vuelto y 195.
quimera, Repet. leg. Post rem Judieatam, notabil. IX vers. Est (14) En 44 de junio libraron en Medina la pragm. 44.'
alius casos edilion. Salmantle. ann. 1656, pag. 4fi3, col. 4, ubi fillus (13) En Medina 4 30 de julio libraron la cédula Ordenan, da 1»
ita babel: «et qnia sibi accidit de fado in causa propia, calamum Ckancilleria, lib. 1, Ul. 3, n. 61, f. 38. Y en 30 de agoato, Ut. 5,
•extendil; nam fuit crlmlnaliter aecusatus super morte comills de n. 41, fol. 88. En 10 de aetlembre en Valladolid libraron la confir
Camina A quodam ejus fámulo inadvertenter oeeisl In quídam mación y provisión que ella Colmenares, fflaf. de Segovia, cap. 35,
•magna rixa qus in hae villa accidit.» Cantiña está también en la S II, pag. 413, col. 4.—En 14 del mismo hablan vuelto i Medi
edición Duacens. do 1614. Y asi ba de ser; porque de los condes na. Cédula allí con eaa fecha para la Chancilleria de Valladolid
de Corulla, Cruda ó Clunia, ninguno murió en este ano. El 1.', dou en ans Ordenamos, lib. 1, Ut. 6, n. 31, fol. 51.
Lorenzo Suarex de Mendoza y Figueroa murió en 1181, y el (11) Donde 1 11 de él libraron a la Chancilleria de Valladolid In
D. Bernardino Snarex de Mendoza su hijo, en 1334. Haro, tom. i, cédula impresa en sus Ordenamos, lib. í, til. 1.a, n. 1, fol 61
pag. 405 / 406. vuelto.
DON FERNANDO É DONA ISABEL. &ié
ce (1). Y casaron este meemo afio el Rey D. Manuel en Alcalá de Henares (7), y de allí vinieron en fin
de Portugal con la Reina y Princesa Doria Isabel, de abril á Toledo, é abi vinieron el Rey D. Manuel
quo habia sido Princesa y muger del Principe Don de Portugal, y la Reina Princesa, y fueron jura
Alonso de Portugal su sobrino. Y vinieron sus Al dos (8) por Príncipes de Castilla y León, y de allí
tezas á tener el invierno a Álcali de Henares, y partieron á mediado mayo, y fueron á Zaragoza (9),
movió ende la Princesa Dona Margarita una hija. donde la Reina Católica estuvo (10), é murió la Rei
Este afio á 28 de octubre (2) murió en Roma D. Juan na Princesa de sobre parto del Príncipe D. Miguel
Arias de Avila, Obispo de Segovia, y dicen que ha á 23 de agosto, y fué jurado D. Miguel por Prínoi-
bia ido á defender los huesos de su padre ; y suce pe de Aragón y Sicilia : cerca de lo cual se ha de
dió en su obispado D. Juan Arias del Villar, que ver lo que está dicho de suso el afio de 1470(11).
era obispo de Oviedo, y dióse el obispado de Ovie
do á D. García Ramírez de Villaescusa, que era aSo 1499.
prior de San Marcos de León , é de allí adelante los En principio de este afio estuvieron los Reyes en
priores fueron anuales (3), que antes eran perpe Ocafia (12) y ostuvo la Reina muy mala (13), 4 ahí
tuos (4). Este afio por setiembre murió D. Juan de juraron al Príncipe D. Miguel en Cortes por Princi
Gnzman, duque do Medina-Sidonia, hijo de D. En pe de Castilla y León en el mes de enero. Y estu-
rique y do Doña Loonor de Mendoza, que ganó en vioron en Ocafia hasta fin de hebrero. E allí fué
África á Melilla y Cazaza. Fallesció en este afio Don muerto en un ruido trabado D. Alonso Pimentel,
Diego de Castrillo, Comendador mayor de Calatra- hijo de D. Juan Pimentel y de Dofia Juana de Cas
va, y la dieron á D. Gutierre de Padilla , que era cla tro. Ede allí se vinieron á Madrid (14). A 1." de he
vero, y la claveria á D. Alonso de Silva, hermano brero de este afio de 99 fallesció en Salamanca en
del Conde de Cifuentes (5). Y en este afio á 27 de el monasterio de San Francisco Fr. Juan Hortola-
noviembre en Alcalá de Henares cay4 de una ba no, varón de santa y simple vida, el cual en vida y
randa D. Luis Pimentel , marqués de Villafranca, después ha hecho muchos milagros (15). En el mes
hijo mayor de D. Rodrigo Alonso Pimentel, conde de mayo murió el Rey Carlos de Francia, que di
de Benavente, de que murió, y fué enterrado en el jeron el Cabezudo, y Dofia Leonor de la Cerda, hija
monasterio de San Francisco de Villalon, que fun única del duque de Medina-Celi D. Luis de la Cer
dó su padre. da, muger de D. Rodrigo de Mendoza, marqués de
Cénete, hijo del Cardenal D. Pedro González de
Afio 1498. Mendoza ; y casó segunda vez dicho D. Rodrigo con
En principio de este afio (6) estuvieron los Reyes Dofia María de Fonseoa , hija de Alonso de Fonse-
sábado á diez y seis de mayo ala mañana so partió Granada, D. Gómez Suarez do Figueroa, conde de
de la Corte de bus Altezas el Rey de Navarra (1). Feria, é D. Diego Hernández de Córdoba, conde de
Lunes á 22 (2) de junio del dicho afio de 500 partie Cabra, y los doctores de Alcocer y Oropesa, y el
ron los Reyes de Sevilla para Granada por la maña licenciado Malpartida.
na, y fueron á comer ó dormir á Marena; otro dia
aSo 1501.
martes fueron á Marchena : ay estuvieron el dia de.
San Juan. Jueves á 25 do dicho mes fueron á Su En principio de este año estuvieron los ReyeB en
ma (3), y de allí é Estepa, é Antequora é Luxa (4) Granada (8) , y tomáronse los dichos moros de Be-
6 Santa Fée, y entraron en Granada sábado 23 do lefiguien el mesde enero de este afio.y fueron muer
julio. Fallesció D. Iñigo Lopoz de Mendoza, duquo tos ó ajusticiados todos los varones que eran para
del Infantazgo, á 15 de julio de este afio. En esto pelear, é todas las mugeres fueron captivas ; los de
mes á 20 fallesció el Príncipe D. Miguel (5). Miér Nijar y Guecar fueron todos tomados cautivos en
coles á 23 de septiembre se partió de Granada en el mismo mes , é los niños de once años abajo man
buen hora la Reina de Portugal Doña María para daron los Reyes que no fuesen cautivos por ser ino
se casar, y fueron los Reyes con ella (6), y estuvie centes y tornáronlos cristianos. En el mes de enero
ron en Santa Fée hasta miércoles 30, dia de San de este dicho año se alzaron ciertos lugares de mo
Gerónimo, y se despidió de sus Altezas. Fué con ella ros de la serranía de Ronda, Sierra-Bermeja é Vi-
D. Diego Hurtado de Mendoza, Arzobispo de Sevi Ualuenga, y mataron los morosa D. Alonso de Agui-
lla, y Patriarca de Alejandría, quo luego fué Car lar é á Francisco de Madrid é á otras gentes (9);
denal del titulo de Santa Sabina, hermano del con fué á 18 de marzo de dicho lunes (10). A 22 del mis
de deTendilla, cuyas hermanas fueron Dofia Cata mo mes (11) partió para dicha serranía el Rey, y la
lina, madre de D. Bernardino de Rojas, marqués ganó é allanó, é á los moros de ella mandó luego
do Denia. y Dofia Mencía, muger de Pedro Carrillo para allende (12). Volvió el Rey á Granada y entró
de Albornoz. Jueves luego siguiento vinieron Iob en ella sábado 15 de mayo á la tardo (13). Viernes á
Reyes á Granada. En los meses de agosto, septiem 21 de mayo por la mañano partieron los Reyes de
bre y octubre do este año por la gracia de Dios se Granada con la Princesa do Gales , Dofia Catalina,
tornaron cristianos todos los moros de las Alpujar- que partió para Inglaterra en buena hora. Miércoles
ras, y do las ciudades do Almería, Baza ó Guadix, 2 do junio á la tardo partió do Granada la Reina de
é de otras muchas villas y lugares del reino de Gra Ñapóles para Valencia , y Balieron los Reyos con
nada. Miércoles a 21 de octubre partieron los Reyes ella á la tarde hasta Albalate , donde durmieron esa
para Santa Fée (7). En los dichos inoscB de septiem nocho ; otro dia jueves volvieron á Granada. A
bre y octubre se alzaron los moros de BelcBgui y 15 (14) de julio naBció Madama Isabel , hija de los
Nijar. Y quedaron por Gobernadores do estos rei Príncipes D. Felipe y Dofia Juana. En el mes de
dos de Castilla, en tanto que los Reyes estaban en julio de este año se entregó á los ReyeB católicos y
al Rey de Francia el reino de Ñapóles, y le partie
(1) En 1.° de Junio en Sevilla libraron 1 la villa de Madrid la ron ; de que después nascieron grandes discordias y
cédula Impresa en las Ordenan*, de la Cnancillería it YatlailoliJ, guerras (15). A 26 de agosto de este afio se embarcó
Ub. 4, (tt. 10, fol. 138 vuelto y 139. la Princesa de Gales para Inglaterra en la Coruña,y
(i) En ese dia libraron allí la cédula qne cila Plnel en el Jl<-
trat. del iuen vasallo, pág. 300, haciendo merced a D. Mignel Ge fueron con olla el arzobispo de Santiago, D. Alonso
rónimo de Cabrera de la encomienda de Mares j Benazuza en la de Fonseca.jy D. Diego Hernández de Córdoba,
írden de Santiago. Y el dia siguiente 43 libraron allí la pragmáti conde do Cabra , y D. Antonio de Rojas, obispo de
ca inserta en la 19 de su volumen. Mallorca , quo después fué arzobispo de Granada y
(3) Lco-0«ana.
(1) Loxa.
presidente del Consejo, patriarca de las Indias y
(5) Dia 14 de setiembre en Granada libraron i los primeros obispo de Palencia, y D. Pedro Manrique, cuya fué
marqueses de Moya D. Andrés de Cabrera y Doíia Beatriz de Bo-
badllla su muger y sus sucesores perpetuamente el privilegio de
la copa de oro en qne bebiesen los Reyes todos los aBos el dia (8) A 10 de marzo libraron allí la cédnla impresa en las Ordo-
de Santa Lucia 13 de diciembre. .Pinol, Rrlrat. del toen tatallo, nanita de la Cnancillería de Valladolid, lib. 5, tlt. 8, fol. 1S9.
11b. 4, cap. 17, pág. 494. (9) En 19 de febrero estaba el Consejo en Valladolid , y era VI-
(6) Ese dia antes de salir de Granada firmaron para la Cnanci rey y gobernador de él con poderes del Kcy y Beina él conde de
llería de Valladolid la cédula impresa en sus Ordenamos, lib. 3, Cabra D. Diego Fernandez de Córdoba. Cédula impresa en el
Ut. 4 al fin, fol 110 vuelto. Sobrecarta para que el presidente y Fuero de Vixeaja, 1. 1.", til. 35.
oidores que habian visto el pleito de la reversión del valle de l,c- Í10) En el dia 10 del mismo mes de marzo, estando los Beyes ou
nii entre el conde de Ofiate y el llscal, en virtud de la cláusula Granada, libraron la cédula impresa en las Ordenamos de la Oían-
Enriqucfla , pues no se conformaba y tenían duda , pusiese cada eilleria de Valladolid, lib. 5, lit. 8, fol. 171
uno su voto y pareeer separadamente y Armado , y los enviasen (1 1) Este dia antes de salir de Granada libraron á la Chancillarla
todos bajo un plegó cerrado á sus Altezas para que en su vista de Valladolid la cédula impresa en sus Ordenamos, lib. 1, Ut. 5,
providenciasen lo que fuese Justicia, como antes les fué manda niim. 4, fol. 45, y antes otra en 16, til. 6, ejusdem lib., ndm. 49,
do, y no lo hablan eiactamente cumplido. fol. 53 vuelto.
(7) En 31 aun los supone en Granada la fecha do su pragmá (lí) En 49 de abril libraron en Granada la pragmática 36, con
tica 10, que es á favor de los hijos de estos moros, que se habian Inserción de la 35 para el estudio de Salamanca.
vuelto cristianos, para que sus padres moros no les negasen la (13) En el dia 8 ya firmó allí la cédula á la Clianclllerla de Valla
parle de bienes que les Measen por herencia entre los otros her dolid, lib. 1, IIL \ núm. 64, fol. 38 de sus Ordenantat.
manos. Continuaban los Beyes en Granada en 13 de noviembre en (14) A 18, dice Ponto lleutero, y en Bruselas.
que libraron al Consejo qne residía en Valladolid la cédula quo (15) En til, 4(5 y 30 de julio libraron é hicieron publicar en Grn
esta i continuación de la pragmática 37 de sus Altezas. nada las pragmáticas 11 y 17, estando allí sus Altcxas.
662 CRÓNICA8 DE LOS I YES DE CASTILLA.
Valdc-Ezcaray. En el mes de Agosto de dicho año roña Real (5). Otros! en este mes de enero (6) man
volvió por el mal temporal la Princesa de Qales á daron los Reyes salir de sus reinos de Castilla y
Laredo, y desde allí se embarcó segunda vez para León todos los moros que vivían y moraban en ellos,
Inglaterra á 27 de Septiembre (1). En este mes fa- por los meses de marzo, abril y mayo, é aunque los
llesció D. Juan Arias del Villar, obispo de Segovia mandaron salir , después de llegado el plazo no lo
y presidente de la Chancilleria de Valladolid en Mo consintieron sino que se tornasen cristianos (7). Sá
jados , y fné sepultado en la capilla mayor de la bado 25 de hebrero fueron los Reyes al Pedroso, y
de la iglesia, que él edificó la capilla mayor de San estuvieron ende el domingo. Lunes 27 de hebrero
ta Clara en Valladolid , y dió para la fábrica del vinieron á Cazaba , y de allí á Guadalcanal , á la
puente de Bueoillo (2), al onal sucedió el doctor Don Puente del Arzobispo, y entraron en Llerena jueves"
Juan de Medina, obispo de Cartagena, y en Carta 3 de marzo , y sábado 12 partieron de allí, y vinie
gena sucedió D. Juan de Velasco, hermano bastar ron á Valencia de la Torre , y estuvieron allí ees
de del condestable D. Bernardino. Martes á la tarde noche y el domingo ; y el lunes partieron de ay y
20 de octubre del dicho año partieron los Reyes de vinieron á dormir al Campillo, y de allí se partieron
Granada, y fueron á dormir á Santa Fée , y de allí martes siguiente y vinieron á dormir á Zalamea , á
fueron á Alcalá la Real, y de ahí á Baena y Espejo, do estuvieron la Pasoua de Flores. Miércoles á 30
y entraron en Ecija sábado 7 de noviembre, y estu de marzo partieron de Zalamea, y fueron el dia si
vieron (3) allí hasta Santa Lucía , que partieron de guiente de Pascua á dormir á Quintana, viernes á
Ecija para Sevilla, y vinieron á Palma, Alora, Can Ceden , y sábado á la casa de los frailes de Guada
til lana , é vinieron por el rio, y entraron en Sevilla lupe , que está cabe la venta de los Palacios ; estu
4 14 de diciembre ; y estuvieron ay la Navidad. Dia vieron allí el domingo ¡ el lunes siguiente que fue
de Santa Catalina 25 de noviembre de este año fa- ron 4 de abril , estuvieron en Guadalupe, de donde
llesció el Duque de Medina-Culi , D. Luis de la Cer salieron miércoles 13 de abril y vinieron á dormir á
da , hijo de D. Gastón y de Doña Leonor de Men la venta de los Palacios, jueves á otra venta que
doza, condes de Medina-Celi. está pasado el puerto de Arrebatacapas , y viernes á
la puente del Arzobispo ; estuvieron ende sábado y
Uto 1602. domingo, y partieron lunes 18 de abril y fueron á
dormir á Calera, é martes 19 entraron en Talavera,
En principio de este año estuvieron los Reyes en miércoles 30 fueron á Zebolla, jueves vinieron á Bu
Sevilla (4). A 3 de enero llegaron los Principes don rujón, y viernes 22 entraron en Toledo. Sábado 7 do
Felipe y Doña Juana á Fuente-Rabia , y vinieron mayo entraron los Príncipes D. Felipe y Doña Jua
por sus jornadas por Guipúzcoa y Vitoria hasta na en Toledo, habiéndose detenido ocho diaa en
Burgos y Valladolid, Medina, Segovia y Madrid. En Olias, que el Príncipe estuvo malo de sarampión,
la cual venida fueron festejados en Francia por y dicen que el sarampión tenia la Princesa y no él.
aquellos Reyes ; aunque en la verdad dicen qne Domingo 22 de mayo fueron jurados por Príncipes
quisiera el Rey de Francia que lo cataran snbjecion de Castilla y León en la Iglesia mayor de Toledo en
en algunos actos, que procuró que se hiciesen, dán presencia de los Reyes Católicos, estando ende el
doles cierta moneda, que fué en ofrescerla , la cual cardenal D. Diego Hurtado de Mendoza, el arzobis
la Princesa aunque estaba en reino extrafio no qui po D. Fr. Francisco Ximenez, el condestable Don
so rcscebir ; dicen que el Principe ofreció lo qne le Bernardino de Velasco , y los duques del Infanta
dieron. En el dicho mes de enero recobraron los Re do, Alba, Bojar y Alburquerque , el marqués de Vi-
yes la oiudad de G ib raltar y su fortaleza para la co
(5) De poder de D. Juan Alonso de Gniman, tercer doqno de
Medina Sidooia y segundo marqués de Cibrallar, sin oírle ni darla
tí) En 3 y M de este mes se mantenían los noyes en Granada, por ella recompensa alguna que se sepa. Para ello sio contar coa
j libraron allí las pragmáticas 8 y 11. él para nada, estando en Toledo 1 11 de diciembre del alo ante
(1) A la villa de Valladolid, en cuya Jurisdicción se comprendía rior 1501 despacharon con provisión 1 recobrarla para la corona i
Boeelllo cntónces, por una parte G50.000 mrs. porque envió comi Garcllaso de la Vega, caballero de su casa y su conOdente, co
sarlos a darle gracias en acuerdo del lunes 11 de octubre del alo mendador mayor de Castilla, y i la asion de Vera y sns tierras;
anterior 1500, y por otra 6.116 que debía cobrar y remitid de su quien se presentó con este despacho en Gibraltar domingo 1 da
aposentamiento del ano 1501 hasta el dia 1 de agosto en que sa enero inmediato de 1501 y sin dificultad se apoderó de lodo. Aya-
lió de la presidencia, y partió de esta villa para la de Mojados, la, llUtor. de Gibraltar, pag. 108, y Afead. , pag. 10. 1 i 10 de ja
donde murió. Litro de acuerdos de Valladolid del alio 1497 y si llo por otra cédula en Toledo concedieron selloy escudo de armas
guientes hasta 1501, ful. 181, 186 y 510. Por lo demás, en cuanto i a la ciudad. Ibld., pag. 111 y 33. En 6 de Febrero allí libraron a la
su entierro en Santa Clara y obras que biio en este convento, con Chancilleria de Valladolid la cédula impresa en sus Ordenamos,
viene con el Señor Gallndez, Anlolines de Burgos en su Historia lib. 1, tft. 7, ndm. 14, fol. 56 vuelto-
manutenía do Valladolid, lib. 1, cap. 56. (C) Y por pragmática en Sevilla i 11 del mismo, qne es la 13
(3) SI es elerto el órden qne aquí lleva el Sefior Carvajal, no lo de su colección impresa, providenciaron la expulsión, entendién
puede ser el dia .1 de setiembre de la pragmática 9.' dada en la dose para con los varones de 14 y hembras de 11 anos arriba, y
ciudad de Ecija. En Ecija a 4 de diciembre libraron a la Chanci con término solo hasla Un de abril, y por los puertos de Vlteayt
lleria de Valladolid la cédula Impresa en sns Ordenamos .lia . 4, y no otros, ni i tierra de Africa, ni a las del Turco , con quienes
tlt.t, fol. 111 mello. tenían guerrs, sino a las del Soldán i otras indiferentes, y les
(4) A 1 y 10 de enero libraron altt la pragmitlea 1.' de su co prohiben sacar plata, oro, moneda d otra cosa de Ilícita extrac
lección , y la cédula Impresa en las Ordenamos de la Cnancillería ción.
de Valladolid, lib. 5, til. 8, fol. 171. (7) En 11 de febrero libraron en Sevilla la pragmitlea 19.
DON FERNANDO É DOÑA ISABEL. ' 563
llena, y los condes de Miranda, Oropesa, Belaloa- dicho mes. En 21 de enero fálleselo en Alcalá Don
zar, Corona, Siruela, Fuen salida, Ri vadeo, Aya- Gutierre de Cárdenas, Comendador Mayor de León.
monte y otros, y los obispos de Palencia, Osma, Viernes á 10 de marzo parió la Princesa Dofia Jua
Córdoba , Salamanca, Jaén , Ciudad-Rodrigo, Cala na al Infante D. Fernando en Alcalá de Henares;
horra , Mondofiedo , Málaga y otros muchos Perla bautizólo el Cardenal Fr. Francisco Ximenez, Arzo
dos y Caballeros. Aquí vino nneva que el Principe bispo de Toledo (7). En el mes de julio vino nue
de Gales Arturo era fallescido, que fué casado con va, que la gente que pasó con D. Podro Puertocar-
la Infanta Dofia Catalina, la cual casó segunda vez rero, venció en batalla á Monsiur do Oveni en Ná
con el Principe D. Enrique, hermano de Arturo, que poles, adonde fué muerto el Visorey francés de
después fué Rey de Inglaterra (1). Lunes á 18 de que dirémos, y cuatro mil y quinientos franceses, y
julio á la tarde partió el Rey para Zaragoza y fué tomó la ciudad de Nápoles. En Aloalá á 5 de julio
por Aloali de Henares (2). Lunes 29 de agosto par de este año murió el Adelantado de Murcia D. Juan
tieron para Ocaüa y Aranjuez los Principes (3). A 28 Chacón (8). Viernes á 14 de julio partió la Reina
de septiembre partió de Toledo para Madrid la Rei para Madrid, y durmió esa noche en Rejas, y al dia
na Católica y desde Toledo vino por Torrijos , don siguiente llegó á la dicha villa. Al.' de agosto de
de estuvo ocho dias, y desde ay áFuensalida y desde este afio murió el Papa Alejandro VI, y fué asump-
ay á Oasarrubios, y entró en Madrid viernes4do octu- to el Cardenal de S. Pedro ad Vincula, que so llamó
bre (4). Lañes 30 de dicho mes entró el Rey en Madrid Julio II. En 15 de septiembre cercaron los france
de vuelta de Zaragozaé vino en posta, porqueta Rei ses á Salsas, y el Rey juntó gente en Perpifian y los
na estaba mala. A 14 de esto mes de octubre murió en franceses huyeron en el mes de noviembre, y nues
Madrid el cardenal D. Diego Hurtado de Mendoza (5). tra gente los siguió y los franceses se acogieron á
Viernes á 13 de noviembre entró en Madrid el Prin Navarra, y los nuestros entraron en Francia y des
cipe D. Felipe que vino de Zaragoza, y quedó allá la truyeron muchos lugares y fortalezas, especialmen
Princesa. En este mes murió D. Diego de Rojas , te á Leocata, y otros muchos lugares, y pidieron tre
marqués de Denia y le sucedió D. Bernardino de guas al Rey Católico, y él se las otorgó, y despidió
Rojas , su hijo. Lunes á 19 de diciembre partió el la hueste y vinoso para donde la Reina estaba. A
Principe D. Felipe de Madrid para Flándes, y fué por 25 de septiembre fallesció en Segovia D. Alvaro de
Francia (6). En este año se tornaban á revolver en Portugal súpitamente; estando comiendo se cayó
en el reino de Nápoles los castellanos y franceses, y de una silla, y depositáronle en S. Francisco de Se
y fué mucha culpa de los franceses. En este afto por govia, y después lo llevaron á Portugal. Partió la
el mes de diciembre vino á Madrid D. Hernando de Reina de Segovia (9) para Medina del Campo á 26
Aragón, duque de Calabria , que lo envió allí preso de noviembre, y durmió esa noche en Q arcillan, y
el Oran Capitán. fué otro dia á S. Juste, y entró en Medina otro dia,
aSo 1503. qne fueron 28 de noviembre. Entró el Rey en Me
A 15 de enero de este año fueron los Reyes á Al dina del Campo á 20 de diciembre , que venía del
calá y de allí partió el Rey para Zaragoza á 24 de socorro y de descercar á Perpifian.
(!) En 5 de Junio libraron en Toledo la cédula impresa en el Afio 1504.
Fuero te Yiicaya después de la ley 3, til. 32.
(1) AIS de Jallo libraron en Toledo la pragmática 37, y la céda En principio de este afio vino nueva como el Gran
la Impresa en las Ordenanzas délo Cnancillería, lib. 5, tit. 1, folio Capitán D. Gonzalo Hernández de Córdoba venció
164 vuelto. Y en 16 del mismo las ordenanzas impresas desde el la batalla del Garillano , donde hubo gran número
fol. 198 i 100 vuelto. En 4 de agosto libraron los nejes en Tole
do la pragmática 4 de sa Colección Impresa. de franceses muertos, y tomó á Gaeta y el resto del
(8) En 30 permanecía la Reina en Toledo. Cédalas sajas en reino de Nápoles. Viernes á 1.° de marzo partió la
Toledo con esa fecha á la Cbanclllerla de Valladolid, en sns Or Princesa Dofia Juana para Flándes, y estuvo sábado
denamos, lib. 1, tlt. 2, niim. 47, fol. t3 vuelto, j 11 b. 3, tit. 6, folio y domingo en Valladolid, y de allí fué su camino
111 T en 17 de setiembre librd en la misma cindad de Toledo la derecho á Laredo, y de allí se embarcó , y se fué en
pragmática 14.
(4) En sn día 16 libraron noy y Reina la sobrecarta qne se Im buen hora. Domingo de Ramos 31 de marzo se ju
prime en las Ordenamos de la Cnancillería, fol. 198 hasta 201. raron las paces con Francia por tres afios en la Me-
(8) Arzobispo de Sevilla. Pero si se ha de estar a lo que escribe
ZdMga y i la inscripción de sn sepnlcro qne estampa, pag. 411, no
morid sino en 11 de setiembre de este aílo. En sn lugar presen (7) El Sr. Sandoval nos ha conservado ana relación coetánea
taron nuestros Rejes 4 D. Juan de Zdniga, hijo de la casa de Be- de la grandeza y magniOeeneia con qne fué celebrado sn bantlzo
jar, que Inego fné cardenal j antes maestre de Alcántara hasta el dtil para conocer las mayores galas de aquel tiempo. Historia d'a
alio 1 195, en qne lo renunció en manos del Rej ; pero le gozd poco Cirios V, lib. 1, S 13. Continuaba la Reina allí en M y 19 de este
esta Iglesia, mnrlendo a los dos afios despnes en Guadalupe por mes. Cédulas Reales deesas fechas en las Ordenamos de la Cnan
agosto de 1804. Entóneos proveyeron sns Altezas esta sede en cillería de Valladolid, fol. 13 vuelto y 15 vuelto.
D. Fray Diego de üeza sa confesor, qne se hallaba electo de Jaén, (8) T allí la Reina con esa fecha librd al Señorío de Vizcaya la
cajas Memorias son conocidas. Véase Zdniga, pags. 411 i 414. cédula de ese dia Impresa en sns Fueros después de la ley 3",
A 1." de noviembre estando la Corte en Madrid se publicó allí tlt. 31, y i 10 la siguiente a ella.
la pragmallea 37, como al pie de ella consta. (9) Donde en 30 de agosto dirigid a la Cbaneillerfa de Vallado-
(6) A 13 del mismo mes permanecía en Madrid el Rey D. Fer lid los capítulos de reformación de ella , que hablan resultado de
nando, y librd allí con esa fecha la cédala impresa en las Ordenan- la visita que la hizo D. Martin de Córdoba, para que los guardase
sos de la Cnancillería de Valladolid lib. 8, llt. 8, rol. 175, que tam y cumpliese. Cédula con su inserción impresa en ana Ordenamos,
poco explicó cono en al es el Otilora, 4.' parí., cap. 1, pagina 185. fól. 107 vuelto hasta 110 vuelto.
554 CRÓNICAS DE LOS REYES DE CASTILLA.
jorada. El día de viernes Santo de este año fueron
hechos grandes terremotos en Castilla, especialmen AÑO 1605.
te en Sevilla, Carmona, é otros muchos lugares de Este año estuvo el Rey en Toro (5) hasta fin de
Andalucía ; y so abrieron las bóvedas de las iglesias abril, que partió para Segovia, y fué por Arévalo,
y fortalezas , de los muros y torres , y cayeron mu y entró en Segovia por mayo , y allí estuvo hasta
cha parte de ellos en tal manera que los vivos en lunes 6 de octubre que partió para Cerezuela á mon
los tiempos presentes nunca tal vieron. Murió Pedro te. Y en dicho mes de mayo fué trasladada la Reina
de Avila, Sefior de las Navas, en Abril de este año, Doña Isabel, segunda mujer del Rey D. Juan el Se
y heredó la casa D. Esteban Dávila su hijo, y murió gundo , y madre de la Reina Católica Dofia Isabel,
en Medina del Campo á 8 de octubre de dicho año, del convento de San Francisco de Arévalo al con
é sucedió su hijo D. Pedro Dávila. Por mayo en Me vento de Miraflores de Burgos de la orden de los
dina del Campo fallesció Dofia Magdalena, Infanta Cartujos, que fundó el dicho Rey D. Juan , donde
do Navarra, y D. . . . (1) Enriquez, tio del Rey (2). yace sepultado é embalsamado. En agosto de este
En 2G de julio de esto año adolecieron los Reyes en año hizo y imbió el Rey una armada para allende, á
Medina. Este día fallesció D. Juan de Zúñiga , que instancia y suplicación del Arzobispo de Toledo, y
era Cardenal ó Arzobispo de Sevilla, y primero ha desembarcó en el puerto de Mazalquivir jueves á 11
bía sido Maestre de Alcántara, en una granja cerca de septiembre, y sábado siguiente, que fueron 13 de
de Guadalupe, y está sepultado en dicho monaste dicho mes, fué ganada Mazalquivir , y fué el capi
rio, donde también yace D. Juan de Sotomayor, su tán de esta armada D. Diego Hernández de Córdo
antecesor, en la claustra, en la capilla de S. Martin. ba, alcaide de los Donceles , que después fué Mar
Martes á 20 do noviembre do dicho año entro once qués do Contares. Este mismo dia 13 de septiembre
y doce del dia llevó Dios á la Reina Católica, y lle parió la Reina Dofia Juana en Flándes á la Infanta
váronla á enterrar á Granada. Este dia á la tarde Dofia Maria. En Agosto murió D. Pedro Alvarez
fueron alzados los pendones por la Reina Dofia Jua Osorio, Marqués de Astorga , y sucedió su hijo Don
na, como señora propietaria de estos reinos, y por Alvar Pérez Osorio. E ensimismo murió D. Gómez
el Rey D. Felipe, como su legitimo marido, en pre Suarez de Figueroa, Conde de Feria, y le sucedió su
sencia del Rey D. Fernando, que quedaba por Go hijo D. Lorenzo, que después fué Marqués de Plie
bernador de los reinos, y del Consejo y de los Gran go , porque casó con Dofia Catalina de Córdoba, hi
des y Caballeros qne allí se hallaron (3). Alzó los ja mayor de D. Pedro Hernández de Córdoba y de
pendones el Duque do Alba D. Fadrique de Toledo. Dofia Elvira Enriquez, hija de D. Enrique; el cual
En fin de noviembre fué el Rey á la Mejorada á en dicho Marqués D. Pedro fué hijo de D. Alonso do
tender en el testamento de la Reina, é vino ende el Aguilar. Murió asimismo D. Alonso de Fonseca, Se
Arzobispo de Toledo, y se entendió en el dicho tes fior de Coca y Alaejos, hijo de Hernando de Fon-
tamento. Por diciembre partió el Rey para Toro á seca, que fué hijo del doctor Juan Alonso y de Bea
donde estuvo hasta el mes de abril del año siguien triz Rodríguez de Fonseca (6). Lunes 20 de octu
te, entendiendo en cumplir el testamento de la Rei bre partió el Rey del bosque do Segovia para Sala
na con el Arzobispo de Toledo D. Fr. Francisco Xi- manca, durmió esa noche en Abades, y llegó este
menez, y con el de Sevilla D. Fr. Diego Deza, que dicho mes á Salamanca y estuvo en ella hasta fin de
nuevaraento había sucedido en el arzobispado , por este año de 1505 (7). Este afio por el invierno hizo
que de Jaén vino á Palencio, y de aqui á Sevilla. E muy grandes heladas y nieves, é ensimismo hubo
allí en Toro dieron algunos Caballeros ó Grandes mucha seca. Por diciembre de este año murió Don
ciertas tentativas al Rey , y él temió, de modo que Diego Gómez Sarmiento , Conde de Salinas, y Don
algo se enflaqueció la justicia (4). Francisco de Velasco, Conde de Situóla, y D. Pedro
(1) D. Enrique Enriqucí, le llamó en el prólogo. (5) Aqui lo de las Corles de Toro , en que se le Juró propie
(2| En C del mismo mes de majo permanecían los Royes en taria a Dofia Juana y i él Gobernador , y se publicaron las 84
Medina. Cédula impresa en las Ordenanzas de la Chancilleria de leyes.
Valladolid , lib. 1, llt. 2, niim. 67, fJl. 28, como también en 3 y 24 (6) En 17 de setiembre nació a D. Felipe y Dofia Juana en
de Julio, cédula allí, lib. 2, til. 7, nüm. 14 , MI. 98 y 11b. 3, Ü!. 10, Druselas la Infanta liona Maria. Fueron sus padrinos de pila el
W.i»- ... Emperador Maximiliano su abuelo y la Condesa viuda de Engcl-
(3) Y en el mismo dia escribid el Rey la noticia de la muerte verlo de Nassau. Ponto Heulcro Delpbio Rer. belglcar , lib. 6 , pá
de la nciua á su bija y yerno a Klandes, para que cuanto antes gina 275. Horco Annal. BrabaMIr, Ion. i, pig. KM. Esta Infanta
dispusiesen su venida i estos reinos. La carta se bailara copia fué Reina de Hungria y Bohemia por su casamiento en 1521 con
da al Un de esto comentario. Con la propia fecba 10 avisó a la el iley Luis, de quien no tuvo hijos. Viuda de él, gobernadora de
Cbanclllería de Valladolid por cédula particular, y en otra déla Flandes por el Emperador Cirios V su hermano, fundadora de la
misma data, Dofia Juana su bija, ya Reina, los habilitó para que ciudad do Mariemburg de su nombre, y vuelta i Espafia, murió en
a su nombre continúen administrando bien la justicia. Están Im Cigales a 18 de Octubre de 1558. Sepultáronla en S. Benito de Va
presas una y otra en las Ordenanzas de la Chancilleria, lib;5, tilu- lladolid, y de alil fué trasladada al Escorial, alo 1574. Flores, ílei-
nas Católicos, tom. u, pig. 854.
°(4) Esto ropite Sandoval citando a Gallndei, tom. I, pig. i», (7) No en balde, sino negociando con los embajadores de su
lib. 1, § 17 al Oii. yerno el Sefior de Veré y Andrea del Burgo , la deseada concor
dia que después de tantas tentativas y desazones entre ellos,
tuvo efecto el dia 24 de noviembre , siguiente, y la trae Zurita, li
bro 6, cap. 23, y a la entrada del alio inmediato la menciona el
Sefior Carvajal.
DON FERNANDO É DOÑA ISABEL. 555
Hurtado de Mendoza, Adelantado de Cazorla, her desembarcaron los Reyes en la Cortina , y vino la
mano del Cardenal D. Pedro González de Mendoza. nueva al Rey estando en Torqueinada, y de ay so
Murió también D. Alonso de Fonseca, Obispo do Os- partió la vía de León, y fué á Astorga, Ponferrada,
ma, que primero lo habia sido de Avila y Cuenca, y Villafranea, 6. do ay volvió la vía de la Puebla de
sucedió en Osma D. Alonso Enriquez, hijo bastardo Sanabria, y fueron las vistas dol Rey Católico con
del Almirante D. Fadrique, do quo muchos del rei su yerno D. Folipo , entro la Puebla de Sanabria y
no tuvieron que decir , por ser el dicho D. Alonso Asturianos : ó allí se vieron sábado 20 do junio , do
I las cuales vistas partieron desconcertados, y de alli
hombre profano.
fué el Rey Católico 4 Villafafila y a Tordesillas , y
ARo 1506. sus hijos á Benavente, víspera de San Juan. En este
Estuvo el Rey en Salamanca en principio de este mes murió en Monterey de Galicia D. García Fer-
año, y el dia do Royes 6 do enero, se pregonaron allí nandoz Manrique, Marqués do Aguilar : concertá
las concordias entre el Roy y sus hijos , mediante ronse los Reyes que D. Fernando (2) fuese & sus
Mr. de Veré bU embajador, é ponia en las cartas: reinos de Aragón, y lo quedaron los maestrazgos en
D. Fernando, D. Felipe y Doña Juana, etc. A 9 de Castilla, y los tres cuentos do maravedís que la Rei
enero partieron do Flandcs ü. Folipo y Doña Jua na Católica su mujor lo dejó : y do allí so fué el Roy
na, é corrió mucha tormenta, ó aportaron á Ingla Católico á Tudela do Duero , y bub hijos á Mucien-
terra á Morilas , y aquel Rey les hizo mucha fiesta. tes, y de ahí concertaron vmtas, y se vio con su yer
Partió el Rey de Salamanca el mes de marzo, y en no en Renedo una legua do Valladolid ; é de alli se
tró en Valladolid sábado 14 de dicho mes , y lunes despidieron y partieron el Rey Católico para Ara
16 partió á Dueñas, á donde so veló con Dolía Ger gón y sus hijos para Valladolid, de donde fueron á
mana de Fox á 18 del mismo mes , la cual era hija Segovia por agosto, é volvieron sin llegar á Sego-
de D. Juan Gastón , Señor de Narbona, Conde de viapor Cogeces á Tudela de Duero; porquo los Mar
Fox, hijo de Doña Leonor, hija del Rey D. Juan de queses do Moya entregaron el Alcázar de Segovia á
Aragón y Navarra, y de Doña Blanca su prima mu D.Juan Manuel, sobre que el Rey iba (3). A 20 de
jer, Reina de Navarra. Esta Germana era sobrina agosto fallesció en Segovia D. Gutierro de Toledo,
del Rey D. Fernando su marido, nieta de su herma Obispo de Plasencia, por muerte de D. Rodrigo Dá-
na, y la madre de dicha Doña Germana era herma vila, hijo del doctor Pedro González, del Consejo dol
na del Rey Luis de Francia, que entonces reina Rey D. Juan , que lo habia habido por muerte de
ba (1). Lunes 20 de abril partió el Rey de Vallado- D. Juan de Carbajal, Cardenal de San Ángel, su Se
lid á rescibir á los Reyes D. Felipe y Doña Juana, ñor. Fué este D. Gutierre enterrado en el monaste
pensando que desembarcarían en la montaña, y rio de San Francisco do aquella ciudad, en la capi
quedó la Reina Germana en Valladolid , y las Rei lla mayor. Sucedió en el obispado do Plasencia Don
nas de Ñapóles , madre é hija, que habían venido á Gómez de Toledo, hijo de D. Gutierre de Solls, y do
Salamanca por noviembre. Domingo 26 de abril Doña Francisca de Toledo , Condes que fueron do
Coria ; por muerte de D. Gómez sucedió D. Bornar-
dino de Carbajal, Cardenal de Santa Cruz, Arzobis
(1) La filiación de nuestra Reina Dolía Germana procede de po de Rosano y de Sabina y Patriarca de Jerusa-
este modo: toé hermana de D. Gastón de Fox, Vlzeonde de Nar
bona y Duque de Nemoux , muerto sin hijos en la batalla de Ra- len ; y por muorte del Cardonal sucedió D. Gutierre
Tcna alio 1511: los dos hijos de Juan Gastón de Fox, Señor de de Vargas Carbajal, Obispo que agora es de Plasen
Narbona, Gobernador de Viona y del Delflnado, Caballero del Or cia, hijo del licenciado Francisco de Vargas , y de
den de San Miguel , que se halló en las jornadas de Ñapóles y Doña Inés de Carbajal. Estando los Royes en Tu
Fournove.ymnrióen Estampes, donde esti enterrado; y de ma
dama María, hija de Carlos, Duque de Orleans, y hermana de dela fué visto en el cielo un cometa grande (4), y es-
Luis XII, Rey de Francia, que reinaba i esta sazón, y como el pa
riente más cercano habia sucedido i. Carlos VIII en 1191!, el cual (?) Estando en Tordesillas 4 1.' de Julio escribió 4 Francisco
Don Juan Gastón , Señor de Narbona, padre de la Reina Germana de Rojas su embajador en Roma la carta que va por apéndice, dán
habla tenido hermano mayor 4 D. Gastón , Conde de Viena , Prin dole parte de todo lo sucedido hasta aquí entre «I y sus hijos, y de
cipe muy galán y de excelentes perfecciones, que fue muerto des la concordia que habia tomado con éstos para que entendiese que
graciadamente el alio 1470 4 un golpe de lanza en un torneo en ya los reinos de Castilla no corrían de su cuenta, sino sólo los de
LIbourne, y yace en San Andrés de Rordeaux, casado con Madale- Aragón y Sicilia, por los cuales se debería mantener allí por tal
na de Francia, hija de Cirios VII y hermana de Luis XI, de quien embajador, haciéndolo todo presente 4 su Santidad, y cultivando
tuvo a Francisco Phebo, Rey de Navarra y Conde de Fox, que mu la amistad de los Cardenales afectos.
rió sin hijos, y a la Reina Dolía Catalina que le sucedió en el de (3) En G de mayo de este ano 1506 murió en Valladolid el In
recho de aquella corona, 4 quien y 4 su marido D. Juan de Labrit mortal Cristóbal Colon, descubridor de las Indias, estando en la
la arrancó por las armas el Rey Católico el alio 1511 y la reincor Corte a la solicitud de sus negocios. Su cuerpo fué trasladado ú
poró 4 la de Castilla. Estos dos Gastones hermanos , Juan y Gas Sevilla al Monasterio de la Cartuja de las Cuevas, y de ahí i la
tón V del nombre, fueron hijos do D. Gastón el IV, XVI Conde de Iglesia y Catedral de la Isla y ciudad de Santo Domingo, donde
Fox, difunto en I47Í, dos alios después de su hijo primero, y de yace con la inscripción que podrí borrarse de la piedra, pero no
la Infanta Dota Leonor, hermana de padre del Rey Católico, hija de la memoria de los hombres :
como «I del Rey D. Juan de Aragón y de la Reina Dona Rlanca de
Á CASULLA Y A LEÓN NUEVO W1HD0 DIO COLON.
Navarra, por cuya muerte aquel Rey volvió 4 casar con la Ilustra
Dona Juana F.nrlqncz, madre del Católico; y asi la Dolía Germana (I| Este come!» fué visto en llalla. Agustín Nifo Sucsano, filó
de Fox, segunda mujer do éste, venia 4 ser sobrina suya larga, sofo de aquel tiempo, le observó el dia 3 de agosto do este ano.
Dicta de su medio hermana. Claudc Paradin, Alliances Gincaloal- Vióse también en Valladolid y tuvo atónito al pueblo. Testifícalo
jae» des Roía ti Vrinccs de Gaule. León 1561, pig. 844 yS43, y an Alvar Gutiérrez do Torrcsdc Toledo, que parece lo presenció, pues
tes 146 y 147. en su Smiauo it tosat maravillosas , que escribía el año 1523
656 CRÓNICAS DE LOS REYES DE CASTILLA.
tuvieron ende hasta fin de agosto que partieron á quemada (4) é vino á Hornillos. A 8 de mayo fá
Burgos ; y allí pusieron en el convento do San Pa lleselo en Granada D. Fr. Fernando de Talavera, de
blo, doce cabezas de vírgenes y mártires , y á 14 de la orden de San Gerónimo , primer Arzobispo de
septiembre (1), dia de Santa Cruz, hubo jubileo. En Granada, é antes Obispo de Avila, y se dio el arzo
Burgos adoleció el Rey D. Felipe, é finó viernes á bispado á D. Antonio de Rojas, Obispo de Mallorca,
25 de septiembre a medio dia en las casas del Con y en éste sucedió D. Diego de Ribera , hijo de Don
destable. Todo este año en el verano llovió tan poco, Juan do Ribera de Toledo. Y fallesció en este año (5)
que fué Unido á mucha maravilla. En octubre murió D. Garci-Ramirez de Villaescusa, Obispo de Oviedo,
Pero López de Padilla, Adelantado de Castilla. Do y sucedió en el obispado D. Valeriano Ordofiez de
mingo 20 de diciembre partió la Reina de Burgos Villaquirán, natural de Zamora, Obispo de Ciudad-
donde habia estado después de la muerte del Rey su Rodrigo (6), y en éste sucedió D. Francisco de Bo-
marido, y llegó á Torquemada jueves 23 de dicho badilla, hijo del Marqués de Moya, que agora es
mes. Por este tiempo estando el Rey Católico en la Obispo de Salamanca. Viernes 4 de julio salió el
ciudad do Saona, que iba para Ñapóles, dia de San Roy Católico de Ñapóles para Castilla. Sábado 26
Francisco 4 de Octubre, supo la muerte de su yer de dicho mes entró el Infante D. Fernando en Hor
no, é no dejó su viaje hasta componer las cosas del nillos á ver á su madre. Lunes 23 de agosto entró
reino de Ñapóles (2). el Rey en Almazan de vuelta de Ñapóles, habiendo
desembarcado en Valencia por Nuestra Señora de
Afta 1507. Agosto, y entró en Tortoles sábado 28 de dicho mes.
Parió la Reina Doña Juana, que quedó preñada En septiembre salieron los Reyes de Tortoles y vi
cuando el Rey D. Felipe su marido murió , á la In nieron á Santa María del Campo, á 2 de septiem-
fanta Doña Catalina, jueves 14 de enero entre cin I bre : allí so trajo el capullo á D. Fr. Francisco Xi-
co y seis de la mañana en Torquemada en las casas menez, Arzobispo de Toledo, con el título de Santa
de un clérigo , que salen sobre la cerca y sobre el Balbina, é se hicieron las solemnidades media legua
rio , que era donde era palacio, que es cerca de la de Santa María del Campo, en un lugar que se dice
puerta del puente (3). En 30 de dicho mes murió en Mahamud, y fué Inquisidor general : é allí el Rey
Segovia el doctor D. Juan de Medina , Obispo de Católico hizo hacer el cabo de año al Rey D. Felipe
aquella ciudad, y le sucedió D. Fadrique de Portu su yerno : y en esto año D. Alonso de Fonseca, Ar
gal, Obispo de Calahorra, y aquí sucedió D. Juan de zobispo de Santiago, renunció el arzobispado en
Velasco Obispo de Cartagena , y este se dio al doc D. Alonso de Fonseca su hijo, y él tomó título de
tor D. Martin de Ángulo , Arcediano de Talavera, Patriarca ; lo cual fué tenido en todo el reino por
Presidente que fué después de la Cnancillería de cosa muy dura y áspera y de mal ejemplo. Dieron
Valladolid. Mediado abril se partió la Reina de Tor- causa á que se hiciese este desorden ruegos de per
sonas aceptas al Rey y que cuando salió de estos
é imprimió en Toledo en et siguiente, fot. 88 vuelto, dice de este reinos para Ñapóles fué con él dicho D. Alonso, al
modo : • Estando el muy esclarecido y liberallslmo Rey D. Kelipe cual no faltó en Roma lo que se requería para aca
■en Valladolid, fue vista algunas noches en el cielo hacia la parte
• septentrional una cometa de longura de una lanza de armas; a la
bar tal negociación. Hubo quien oyó decir al Rey
«cual salla el pueblo a ver por la puerta del campo de la misma Católico que de dos cosas le acusaría gravemente la
•villa, que fué portento de la desdichada muerte que tan presto conciencia ; la una consentir esta resignación de pa
•arrebató al dicho poderoso Rey. > ADade el doctor Alonso Per», dre ahijo en dignidad tan principal, siendo el hijo
catedrático de una y otra Filosofía natural y moral en Salamanca,
iu ¡uta», tol. meleorolog. edil. Salmo»!., an. 1576, 2." parí., cap. 2, en quien se renunciaba, mancebo y de pooa edad,
lól. -¿I, lo que se sigue: «luvasit qnippe lllo anuo Hispaníam sin letras ni experiencia. La otra haber nombrado
•nostram dirá lames ex nimia siccltate et sterililatc. Andívl entm Obispo de Osma á D. Alonso Enriquez , hijo bastar
»ab agrleolls, quod trisicum Ierra: mandatum in altioribus locis do de D. Alonso Enriquez, Almirante de Castilla, y
• mansit Ineorrnplum, defecto pluvialis humoris, et seqnenli anno
•nascebalur humore acceplo. Et post paucos menses post appa- de una esclava ; porque era hombre muy profano é
•rilionem corneta;, videlicet anuo 1501, Immlnente vera peste sin ninguna dotrina, tanto que decia Fr. Antón de
•Inquinarla orla est, quaeyer totam Hispanian grassata plurimam la Peña, predicador del Rey Católico , que no tenia
•partem habltatornm inlerfeclt: et vocatur lile annus a nostrisan- este Perlado más espiritualidad que un jarro. Sábe-
•nns pestis per anlonomasiam. Et nt ex dlclls Nyphi nobis cons-
•tat simlilimls malis et aarumis Italia lllo anno laboravit.» Este
autor era natural de Plasencia , como testifica Fr. Alonso Fernan (4) Antes de esto pasó i Patencia donde en 5 de febrero li
dez en los Anales de aquella ciudad. bró i la Cnancillería de Valladolid la cédula impresa en sus Or
(1) Dos días antes en 12 del mismo libró allí el Rey Católico denamos ,\\b. 1, tit. 4, núm. 2, fól. 44, y lib. 5, llt. 8, fól. 178
para la Cnancillería de Valladolid la cédula Impresa en sus Orde vuelto y 179.
nanza, lib. 1. tit. 7, nú ni. 4, fól. 55. (5) A 23 de abril. Historia del coleo, viej. de San Bartolomé,
{i) En este aBo murió en Vcnecla el célebre embajador D. Lo pagina 113 y 111 ; pero se engallan, porque su muerte no fué sino
renzo Suarez de Flgueroa, uno do los prudentes y sabios caballe en Castropol del Principado é 23 de abril del arlo siguiente
ros qne hubo en sa edad, y de tanto influjo y autoridad sobre 1508, como se ve por la Inscripción de sn sepulcro en Oviedo, que
aquella República , como ésta le mostró en el sentimiento y de nuevamente ha pnblicado el diligente continuador de la España
mostración de sn entierro , haciéndosele con tanto aparato que murada, tom. xxxri, plg. 86, donde cou él advierte el engallo de
mayor ni mas ostentoso no se habia visto a un ministro de algún nuestro Galindez, y por consiguiente que el sucesor no podo en
Principo enviado a corle extranjera. Zurita, lib. 6, cap. 27, to trar antes de aquel tiempo.
mo IV. (61 Que murió en Bureos í 12 de Agosto de 1512 como dice allí
5) Que ka pocos años se hundieron y seivian de meto», anide el el Señor Galindez y con él Garibay, lib. 20, cap. 15, tom. u, donde
Señor Sandoval, lib. 1, § 24. ponco su sucesor.
don Fernando e DOÑA ÍSABEL. 657
se que al tiempo que el Arzobispo de Santiago, el por hebrero : pasó á Arcos, y vino con la Reina Dofia
viejo, hizo la renunciación en D. Alonso de Fonse- Juana á Tordesillas por marzo, y dejándola allí, se
ca bu hijo, dijo D. Fr. Francisco Xiraenez, Arzobis vino el Rey á Valladolid (3). Á 18 de marzo parió
po de Toledo, que habia hecho mayorazgo del ar Dofia Juana de Aragón, hija bastarda del Rey Ca
zobispado con cláusula 6 vínculos de restituciones, tólico, segunda muger del doctor Bernardino Her
qne se mirase ei habia excluido las hembras; pero nández de Velasco, condestable de Castilla, á Dofia
como quiera que fué la substitución fideicomisaria, Juliana Angela de Aragón, que casó con su primo
paró en que muerto D. Guillermo de Croy, sobrino D. Pedro de Velasco, conde de Haro, hijo del con
de Xéures, inmediato sucesor en el arzobispado de destable D. Iñigo y de Dofia María de Tobar su
Toledo al Cardenal Giménez , fué Arzobispo de To muger. Á 3 de mayo en las casas del Almirante,
ledo este D. Alonso el mozo, en lo cual hubo muchos parió la Reina Germana al Principe D. Juan de Ara
juicios por las necesidades y guerras que habia con gón, que murió presto, y fué depositado en el con
Francia sobre lo de Fuente-Rabia. Y en Santiago vento de San Pablo de Valladolid, y de ay le lleva
sucedió el licenciado D. Juan Tavera (sobrino de ron á Aragón al monasterio de Poblete. Y este afio
D. Fr. Diego Deza, Arzobispo de Sevilla) Obispo que pasó a África el arzobispo de Toledo, cardenal de
fué de Ciudad-Rodrigo, y después de Osma, y Pre España, titulo de Santa Balbina, con buen ejército
sidente del Consejo Real. A 8 de octubre (1) partie de guerra (4) por servicio de Dios y de su santa Fó
ron los Reyes de Santa María del Campo é vinieron Católica y de sus Altezas, y conquistó é ganó la
á Arcos donde se quedó la Reina, y su padre vino á ciudad de Oran, y echó todos los moros de ella y de
Burgos, y estuvieron la Reina en Arcos y el Rey en su tierra, y la redujo a poder de christianos el vier
Burgos hasta fin de este ano. En 27 de diciembre nes después del dia de la Ascensión, 19 de mayo, y
murió el Comendador Gonzalo Chacón, Señor de la dejó fortalecida y provenida de gente y armas y
Casarrubios del Monte, que la Reina le habia da bastimentos, y se vino y erigió en olla una dignidad
do (2), y sucedió en su casa D. Gonzalo Chacón su que llamó Abadía, y le dio silla en la iglesia de
nieto, hijo de D. Juan, Adelantado de Murcia, y de Toledo; no embargante que el obispo, que era en
Dofia Luisa Faxardo, porque D. Pedro Faxar- tonces, antes que fuese ganada Oran, tuvo gran de
do, su hermano mayor, heredó la casa de su bate sobre ello con el Cardenal. Mayo y junio estuvo
madre. el Rey en Vallodolid, y miércoles 28 de junio (5)
partió él para Medina del Campo y volvió por Tor
Afio 1508. desillas á Valladolid. Jueves 11 de junio, dia de San
Estuvo el Rey Católico en principio de este afio Bernabé, casó segunda vez la princesa de Gales,
en Burgos y la Reina su hija en Arcos, é ansi estu Doña Catalina, con el Roy do Inglaterra D. Enri
vieron hasta julio, yendo y viniendo el Rey á Ar que, que nuevamente habia sucedido en el reino por
cos; é allí le vino nueva como el marqués de Priego la muerte del Rey Don Enrique su padre, qne habia
D. Pedro Hernández de Córdoba habia preso al al fallescido en el mes de mayo pasado ; y el dia de
calde Fernán Gómez de Herrera en Córdoba, é le San Juan se hizo la coronación y la fiesta de la
habia embiado preso á la villa de Montilla, porque boda, y este dia fué muy honradamente festejado
el dicho alcalde había ido por mandado de bu Al por el Rey Católico en Valladolid y jugó él mismo
teza á hacer justicia en cierto caso á Córdoba; y a las cañas (6). Primero dia de octubre partió el Rey
partió el Rey camino de Valladolid por julio, y fué de Valladolid, á Balbuena a la montería de venados,
á Mahamud, é allí estuvo cinco ó seis dias esperando
á la Reina y tornó á Arcos, y tomó el Infante con (3) Donde cataba i 4 de mano. (Zorita, lib. 8, cap. 34, tom. vi),
sigo, y partió á Córdoba, y fué por Olmedo al Espi y continaaba i 3 de abril, y libró la cédula, rol. V,, mim, 50, tit. ?,
nar, Guadarrama y Toledo, donde estuvo cinco ó lib. 1 , Ordenanzas de I» l'.hann Hería.
(4) >De manera que después de fundado y asentado sn colegio,
seis dias ; de alli salió martes 28 de agosto, y fué •en aquel invierno hizo nn grueso ejército en Álcali de catorce 6
por las Ventas, el Molinillo, Ciudad Real, Caracuel, •quince mil hombres, y I la primavera su jornada. T él ae qnedd
el Pedroche, Adamud, y entró en Córdoba á 7 de ■en Maialqolvlr orando las manos puestas y alzadas al ciclo, a
setiembre donde estuvo hasta fin del mes. •imitación de Moysen, por la Vitoria y buen suceso del ejército
•cristiano; y ansí se le dld Dios súbitamente sin resistencia de
•los enemigos, y fué luego ganada la ciudad, ano 1509, a 18 de
Afio 1509. •mayo por la Ascensión. • Tal fué el informe que pasd á Alvar
Partió el Rey de Céceres otro dia despueB de Re Gómez, cuando se preparaba á escribir su célebre historia del
cardenal Ximenei, el doctor Hernando de It.ilvás, sn coetáneo y
yes, y vino camino de la Plata, Alva y Salamanca
familiar, nno de los primeros colegiales teólogos de so colegio
é de ay á Medina del Campo, y entró en Valladolid mayor de Álcali, y por él canónigo, tesorero, maestre-escuela y
abad de la colegial de San Justo, y rector de la universidad, en
carta de 16 de febrero de 1558. I ráela el P. Qulnlanilla en la Vida
(1) Dos illas intea en 6 libró allí la Reina titulo de Alcalde de del Cardenal, Apéndice, pág. 75, después de haber tratado larga
la tartaleta de la villa de Alegría en Álava i Juan Lopeí de La- mente y con eireunaianclas muy particulares de esta prodigiosa
tarraga sn Secretarlo y de an Consejo con 50.000 rars. de aneldo conquista en el cuerpo de la obra y por dus capítulos enteros que
como antes la tenia Fernando Navarro, diurno Alcalde.—Original ion clin y W del lib. i."
en mi poder. (5) En 8 de él libró en Valladolid i la Cnancillería las cédulas
(i) Cnando se confisco i Jnan de Oviedo, Secretarlo que habia impresas en sus Ordenontn, lib. 5, llt. 4, rol. 149 vuelto y 150.
aido del Rey D. Enrique, si hermano, porque siguió la voz de los ■ 6) Se mantenía aquí dia 13 de agosto. Cédula Impresa por Sa-
portugueses en Castilla. ....... lazar, Can. it lar., tom. iv, pag. 180.
658 - CRÓNI0A8 DE LOS REYES DE CASTILLA,
y volvió de ay á 20 dias. Miércoles á 14 de noviem
bre tornó á salir, y volvió á Valladolid á 17 de di año 151-
ciembre. En este dicho mes fallesció Doña María Partió ol Rey de Madrid (5) para Sevilla, á 7 de
de Toledo, muger de Alonso de Fonseca, que está enero, y á 31 estando en Talavera finó D. Pedro de
sepultada en la Mejorada, y Doña Aldouza de Cas Silva, comendador do Otos en Calatrava: sucedió su
tilla, muger de Rodrigo de Ulloa, contador, que se hermano Don Hernando de Silva por provisión del
enterró en el convento de monjas de San Ildefon Rey como Maestre; y llegó á Sevilla en el mes de
so (1) de la ciudad de Toro. hebrero, aderezando su ejército para pasar allende,
lo cual todo el reino le estorbó que no hiciese; aun
aSo 1510. que se dice que la verdad de secreto era aparejar
A 6 de enero se tomó la ciudad de Bngla en Áfri contra el Rey de Franoia; é ansí dicen que el Rey
ca (2). E a 27 de julio se tomó áTripol por el conde de Francia decia que el Sarracín contra quien se
Pedro Navarro con ejército del Rey Católico y de aparejaba el Roy Católico su hermano era contra
su hija la Reina Doña Juana, estando ol Rey Cató él. A 17 de enero murió en Madrid Doña Beatriz
lico en Cortes en la villa de Monzón, quo es el reino Hernández do Bobadilla, marquesa de Moya; é An
de Aragón : y el Consejo Real quedó por goberna drés de Cabrera, su marido, fallesció en este año en
dor, y el Infante D. Fornando y el cardenal de Es Chinchón á 4 de octubre, é están sepultados en Car
paña D. Fr. Francisco Ximenez, arzobispo de Tole boneros, aldea de Moya, en un monasterio de la or
do. A 28 de agosto fué muerto y desbaratado en den de Santo Domingo, que fundó D. Juan de Cabre
los Gelves D. García de Toledo, hijo mayor de Don ra, arcediano de Toledo y hermano del dicho mar
Fadrique, duque do Alba. Partió el Rey para Ara qués. Estuvo el Rey en Sevilla (6) entendiendo que
gón por abril, lunes do Quasimodo, y tuvo Cortes el Rey de Francia no oprimiese al Papa Julio é á la
en Monzón hasta fin de agosto (3), y partió de iglesia, hasta el mes de junio (7) que salió á tener
Monzón á 1.° de septiembre, y el dia 8 estuvo en el San Juan en Cantillana. Este año imbió el Rey á
Zaragoza, y otro dia parto de ay, y fué á Madrid, la mayor parte do bu ejército que tenia para pasar
y dende allí en fin de octubre partió para Tordosi- allende, el cual ombarcó en Málaga. Fué por capi
llas á visitar a la Reina Doña Juana su hija, á don tán general Alonso de Carvajal, hijo de Dia Sánchez
de estuvo veinte dias. E allí como juez arbitro pro señor de Jodar y Tovaruela, y por coronel de in
nunció los sentencias entre D. Enrique de Guzman, fantería Zam udio. Vino el Rey á Burgos por agosto
duque de Medina Sidonia, y el conde de Alba de desde Sevilla, y estuvo allí hasta fin del año (8) en
Aliste sobre el estado é casa de Medina Sidonia, tendiendo do estorbar el conciliábulo que el Rey do
para que quedase con el dicho Duque, y él diese al Francia con ciertos Cardenales hacia en Pisa, aun
dicho Conde ciertos cuentos do maravedís. Asimis que salió algunos veces á caza y i haber placer.
mo pronunció allí sentencia entro el dicho Duque
y D. Francisco Hernández de la Cueva, duque de año 1512.
Alburquerque sobre la villa de Ximena, para que Estuvo el Rey en Burgos este año hasta el mes
quedase por el dicho duque de Medina Sidonia, y de agosto (9), que partió para Logroño, é tuvo el
él diese ciertos cuentos de maravedís al duque de dia de Nuestra Señora en Santo Domingo de la
Alburquerque: y de allí (4) volvió á Madrid, donde Calzada. Estuvo en Logroño (10) entendiendo en la
estuvo hasta fin del año. Otro dia después de Reyes
partió para Sevilla. A 10 de septiembre en Palencia
(B) En Madrid el día anteaior 6 Kbró i la Cnancillería de Valla
murió casi súpito D. Juan de Castilla, obispo de dolid la;cédula impresa en sus Ordenamos, lib. 5, ti*. 8, fol. 166 y
Salamanca, hijo de D. Sancho do Castilla, y sucedió vuelto.
en el obispado D. Francisco de Bobadilla, obispo Aguas grandes y extraordinarias en Valladolid en mayo de este
de Ciudad Rodrigo, hijo del marqués do Moya, y ol ano, que se tomaron por testimonio, saliendo de i caballo por las
calles la Chancillerla.
do Ciudad Rodrigo so dio á Fr. Francisco Ruiz, (6) Donde en 30 de marzo libró la cédula impresa en las Orde
riado del cardenal arzobispo de Toledo. nanzas de la Cnancillería de Valladolid, lib. 8, tlt. 8, fol. 1S8, hoy
lib. 6, til. 1 .*, lib. 2 de la Itccop., declarando que las leyes de Toro
se extienden a los casos anteriores á ellas, cuando en particular
(1) Na es de monjas, sino de frailes dominicos. ellas mismas no se limitan i los posteriores.
(2) El dii i de marzo estaba el Roy en Valladolid, y allí libró (1) En 14 de ese mes se mantenía en Sevilla. Concord. SIcsl., fo
la cédula Impresa en el Fuero de Vizcaya, después de la ley 3, ti lio 251 vuelto.
tulo 52. Y en el dia 23 del mismo mes de marzo estaba su Alteza (8) Es tan cierta esta noticia de la venida del Rey i Burgos,
en Madrid donde libró i la Cbanclltcrla do Granada la cédala in que allí i 8 de setiembre i nombre y en cabeza de la Reina Dada
serta en las Ordenanzas de la Chancilleria de Valladolid, llb. 5, Juana su hija libró al Sefiorlo de Vizcaya la cédula Impresa en su
til. 8, fol. 164 vuelto, hoy lib. T, til. 1, lib. 6, Itccop., donde el co Fuero, lib. 14, tlt. 1.»
lector, siguiendo a Otalora, 1." pan., cap. 2, ndm. 5, la entiende (9i A 31 de enero libró allí al estudio de Álcali el privilegio de
bien al contrario do lo que ella permite. cnnllrmac¡on del que tiene del Rey D. Sancho IV, impresa en las
(3) Según esto esti errada la fecha de la cédula del llcjr en Mú Ordenanzas de la Cnancillería de Valladolid, lib. 5, tlt. 8, fol. 163;
denles (acaso por Monzón) i 8 de julio de 1£¡1U en las Ordenanzas y en 21 de febrero la cédula impresa después, fol. 201 vuelto. En
de la Chancillerla de Valladolid, lib. 1, tlt. 2, ndm. SC, folio 21 3 de abril en cabeza de la Reina Dofla Juana su hija la confirma
vuelto, ción de los Fueros de Vizcaya, impresa i continuación de ellos.
(1) De donde en 28 de noviembre libró i la Chancillerla de Va (10) En 5 y 18 de noviembre libró allí las dos cartas que impri
lladolid las cédulas impresas en sus Ordenanzas, lib. 3, til. 8, nú me Pcllicer en el memorial por el conde de Miranda , fol. CS, lla
mero tí, fol. 118, y lib. 5, lit. 1, ful. 146, mando i este Señor para quo acudiese á servirle con su gente.
DON FERNANDO É DOÑA ISABEL. 65d
toma del reino de Navarra por autoridad apostó Sandoval, hija do D. Juan do Sandoval, hijo de Don
lica; porque el Rey D. Juan y la Reina Doña Ca Diego Gómez de Sandoval, primer conde de Castro.
talina, su muger, siguieron al Rey de Francia en el La batalla de Ravena en Italia fué domingo de
scisma que ovo en tiempo del Papa Julio, 6 siendo Pascua do Resurrección, á las 10 horas del dia 11 de
amonestados los dichos Reyes por el Papa, que de abril de 1512, y fué en ella el ejército de bu Alteza
jasen de seguir los scismáticos ó se juntasen con él y del Papa Julio y otros señores contra el Rey de
é con la Silla Apostólica dentro de ciertos términos, Francia, la cual dicha batalla fué muy cruel y du
los cuales pasados daba facultad para les poder dosa la victoria, porque aunque los franceses eran
hacer guerra, y exponía las personas é bienes y el muchos mas en número, los Infantes españoles que
dicho reino á cualquier Principe cristiano que lo daron en el campo, é allí fué muerto por ellos el
ocupase y ganase, y no lo quisieron hacer, creyen capitán general de Franoia D. Gastón Mr. de Nar-
do mas á Mr. Doval, tio del Rey D. Juan, que era bona, Señor de Fox, hermano de la Reina Germana,
imbiado por el Rey de Francia, que al Papa ; y el muger segunda del Rey Católico. Y en esta batalla
Rey Católico, tio de la Reina, se contestaba que, fueron muertos de ambas partes muchos capitanes
para que el Papa fuese seguro, le diese tres fortale y personas principales en número de mas de 20.000
zas que las tuviesen caballeros navarros, lo cual hombres. Viernes á 7 do mayo de este año partió do
nunca quisieron hacer hasta ser privados ellos y Burgos la Reina do Aragón i toner Cortes en Ara
bus descendientes del derecho de dicho reino, el gón. A 27 de julio murió en Roma D. Fr. Juan Pas-
cual fué consistorialmente aplicado al dicho Rey CHal de la Orden de Santo Domingo, obispo do Bur
Católico é á sus subcesores en las coronas do Casti gos (2). Sucedióle Don Juan de Fonseca, obispo do
lla é León. Y después vino á Burgos, vÍBpera do Palencia, y en Palencia D. Juan de Velasco, obispo
Navidad, y partió luego á Valladolid. En Burgos de Calahorra, y aquí sucedió D. Juan Castellanos
lunes de hebrero de este dicho año á las nueve horas de Villalba, hermano del coronel Villalba. A 12 de
del dia falleeció el condestable D. Bernardino Fer agosto murió en Burgos D. Valeriano Ordoñez de
nandez de Velasco : sucedió su hermano D. Iñigo Villaquirán, obispo de Oviedo, y sucedióle en el
Fernandez (1). En este dicho año, 22 do este dicho obispado D. Diego de Muros, que era obispo da
mes de hebrero, fallesció D. Juan do Silva, conde Mondofiedo (3) y aqui sucedió D. Diego de Villa-
de Cifuentee, Presidente que fué del Consejo. En muriel, presidente de Granada. Miércoles á 17 de
marzo de este año fallesció en Burgos el Infante de noviembre cercaron los franceses á San Sebastian)
Granada, D. Femando, hermano del Roy Chiquito y quemaron & Irnn, Iranzu, y Rentería y Ernani, y
de Granada, que se llamaba Muley Abdalla, y her viernes 19 de dicho mes, alzaron el cerco y se fue-
mano del Infante D. Juan de Granada, hijos de Ali
Abul Hacen, Rey de Granado. Esto Infante Don
(4) No en 27 sino en 19 íní la muerte do este santo prelado,
Fernando tuvo persona valerosa, y casó con Doña como consta de la Inscripción de su sepulcro en el convento de
Mencfa de la Vega, Señora de Tordehumos, é Guar la Minerva de Boma, y del apuntamiento del canónigo Sedaño en
do, é Costrillo, hija de D. Diego de Sandoval é Doña el breviario Burgense de su nsso en estos términos: Murió el Se
ñor obispo D. Pascual en ¡toma a XIX de julio, de calenturas, yen
Leonor de la Vega. Este D. Diego de Sandoval era do al eoneilio: enterráronlo en la Uinena, casa de n arden, lucié
hermano de la madre de D. Pedro Manrique, pri ronle honras en Burgos, domingo XII de octubre de este año UDXll.
mer duque de Nájera, y hermano del conde de Cas — Florez, España Sagrada, tom. ixvi, pag. llí. Su elogio se podrí
tro, D. Hernando de Sandoval, todos hijos de Dia- ver allí en la inscripción romana que copia, como también en el
Slculo, llb. 41, fol. 160, y Fr. Francisco de Vargas en el Apéndice.
Gomez do Sandoval, primer conde de Castro : este —En cnanto a su sucesor, el Scfior Sedaño, prosigue asi : Tomó
D. Diego de Sandoval fué ahogado por mal ó bien, la posesión del obispado de Burgos fí. Juan Bodriguct de Fonseca,
año de 1495, en el Pardo de Madrid ; é asi la hija obispo que flté de Palencia, viernes á las Vil después de medio dia,
Doña Mencia de la Vega, fué muy mala muger y d:a de San Cines XXV de agosto, y lomóla su provisor por él. Vino á
Burgos víspera de San Andrés de este año HDXIIH, que es el mis
fué casada muchas veces; la primera con D. Pe mo en que este canónigo lo escribía, y no puede darse mejor les.
dro de Mendoza, hijo de D. Diego Hurtado, duque ligo. Flores allí pag. 116 donde va poniendo las domas memorias
del Infantado; la segunda' con D. Bernardino do de este prelado con olvido entre otras de las que pudiera haber
Quiñones, conde de Luna, el cual tuvo grandes de tomado de las epístolas de Bembo, llb. 16, cpls. 9; del P. Sigiicn-
za, en la Historia de la Beligion de San Gerónimo, 3." parí., llb. 4,
safios con D. Pedro Alvarez Osorio, marqués de cap. 37, pag. tu, y de Nebrlja, su ayo y maestro, que cuando era
Astorga, diciendo que habia tenido que hacer con obispo de Badajoz le dedicó su rara obra poética De Vafre dictis
la dicha Doña Mencia; ansi dicen que fué la verdad; pkilosopnorum.
la tercera vez con D. Juan de Mendoza, hijo terce (3) De quien habló sobre el alio 119?, llamándole sobrino del
otro U. Fr. Diego de Muros, mercenario, obispo dcTuy y Ciudad-
ro del cardenal D. Pedro González de Mendoza; y Rodrigo, cuja muerte séllala allí en aquel nño, aunque fue en el
la cuarta con este Infante D. Fernando de Granada, anterior 91 a 9 de diciembre como en aquel lugar apunte. Ejtra-
y al cabo se dice que el dicho Infante murió de Bo que el P. M. Bisco no hubiese tenido presente este testimonio
enojos que de ella rescibió. Y el Infante D. Juan del Señor Galindei tan perspicuo y útil para la distinción de los
obispos Muros de un mismo nombre, cuando la trata y aclara fc-
de Granada, su hermano, casó con Doña Beatriz de litmcnle en el tom. um, pag. 89 a 101. También fue mucho se
le hubiese escapado la carta 5.', lib. 1G, iti Bembo (edit.de León
(1) En caja casa se hallaba el Rey hospedado el día 4 de majo 1510) que le escribió el Tapa León X en 46 de diciembre de 1517,
en qne otorgó so primer testamento, dando en ti las disposicio constando por ella que a la sazón retenía aun el arccdianaln do
nes acerca de la sucesión y gobierno de los reinos, que podran Carmena de la santa iglesia de Sevilla, juntamente con la digni
Yerse en Zurita, llb. 10, cap. 99, lom. ti. dad episcopal.
660 CRÓNICAS DE LOS REYES DÉ CASTILLA.
ron; acercáronse allí D. Juan de Aragón, nieto bas Rey Católico al Gran Capitán otra vez á Ñapóles
tardo del Rey Católico, qne iba á Flandes y Don y después estándose aderezado le mandó que no
Juan do Lanuza que llevaba consigo; y aprovecha fuese (2).
ron mucho para que se alzase aquel cerco. Después
desto vinieron el Rey D. Juan de Labrit y el Delfín Aflo 1513.
de Francia con grande ejército á recobrar el reino Este año el Rey Católico fué á visitar á la Reina
de Navarra, que el ejército del Rey Católico habia Doña Juana á Tordesillas por enero. En 28 de este
tomado, yendo por capitán el duque de Alba, Don mes murió D. Enrique de Guzman (3) , duque de
Fadrique de Toledo, y en Roncesvalles viniendo el Medina-Sidonia ; sucedió en su Estado D. Alonso
dicho ejército de Francia y el Rey D. Juan mataron Pérez de Quzman su hermano , que casó en Plaaen-
á Alonso de Carvajal, natural de Zamora, capitán cia con Doña Ana de Aragón, nieta del Rey Católi
quo era de la infantería del Rey Católico y ansi- co, hija de D. Alonso de Aragón, arzobispo de Za
mismo mataron á Yaldés, que era capitán de la ragoza, hijo bastardo de dicho Rey, y se celebró el
guardia del Rey Católico en el Burguete. Martes 30 casamiento en la ciudad de Plasencia en diciembre
de noviembre, huyeron los franceses del Real de de este dicho año (4). Por hebrero volvió el Rey de
Pamplona, y el sábado antes, que fueron 27 de di Tordesillas á Valladolid, y de allí fué á Medina del
cho mes, la combatieron muy recio, estando dentro Campo y á la Mejorada , ya mal dispuesto , y fué á
por capitán general el dicho duque de Alva, á quien Valladolid (6), á donde recibió los embajadores de
so habían dado primero los de Pamplona, é murieron Francia, y ovo fiestas por el mes de agosto (6). En
de los nuestros muy pocos, y de los enemigos mu este año por el mes de marzo adolesció el Rey Ca
chos; é ansí se acogieron á Francia, y los nuestros tólico en Medina del Campo viniendo de Oarrionoi-
les tomaron la artillería, así por seguimiento de al 11o (7), tierra de Medina del Campo, que se habia
gunos de los nuestros, como por la fragosidad de ido á holgar con la Reina Germana su muger, de
la tierra y sierras y asperezas de los caminos é fal un potage frío que le hizo dar la dicha Reina, por
ta de mantenimiento; y se cree qne si el Rey nues que le hicieron entender que se haría preñada lúe-
tro Señor no hubiera piedad de ellos, mandando go (8) ; á lo cual se halló Doña María de Velasco,
proveer que no los siguiesen, gran número de ellos muger de Juan Velazquez de Cuellar, de la cual en
se perdieran y murieran. Partió el Rey de Logroño fermedad al cabo ovo de morir el dicho Rey Cató
y se fué á Burgos é á Valladolid, y allí se estuvo lico. Partió su Alteza de Valladolid para Madrid el
hasta en fin del dicho año. En este mes de moviein- mes de septiembre del dicho año (9), é allí vino
bre en Logroño fué preso D. Fernando de Aragón, Mercurio de G atinara por parte del Emperador Ma-
duque de Calabria, hijo del Rey Federico de Ñapó
les, por cierto trato que dicen traia con Luis Rey
de Francia, y fué descuartizado Felipe Copula, y (8) Pomo sé qué sospechas del caviloso Rey Católico, que po
cos creyeron bien fundadas, contra el héroe que le habla hecho i
el Duque estuvo preso en Játiva hasta el año 1523 él con una corona mas. Zurita, lib. 10, cap. 28.
que S. M. por el mes de mayo lo mandó soltar, y lo (3) En Osuna donde quedó enterrado , y vivia en compañía de
redujo á su gracia. En este año, en fin de él, se dio su cufiado D. Pedro Girón, marido de su hermana Dofia Mencia
el obispado de Sigüenza á D. Fadrique de Portugal, de Guzman, a cuyo titulo pretendió preferirse y ocupar sus esta
dos con violencia y por las armas , como adelante se veri largo,
obispo de Segovia, por privación de D. Bernardino i su hermano y sucesor legitimo D. Alonso Pérez de Guzman,
de Carvajal, cardenal de Santa Cruz, diciendo que qne en efecto aunque en cuestión con él y con cierta incapacidad
habia seguido al Rey de Francia en su scisma, so natural , fué duque de Medina-Sidonia por la buena inteligencia
de sn madre Dolía Leonor de Zdfilga , gobernadora de su persona
bre lo cual pasaron muchas cosas, y en fin el dicho
y casa. Zdfilga, pag. 401, col. 8; Zurita, llb. 10, cap. 54, tom. vi.
cardenal fué reducido y se le dio recompensa por (4) A principios de diciembre estando allí el Rey: pero no de
lo que habia perdido; porque á la verdad él se per este alio 13 sino del 15, según Znrita, lib. 10, cap. 98, tom. vi.
dió por seguir á S. M. del Emperador, siendo Prín El trato si de la boda habla sido en el ato de 13. Zurlt. lib. 10,
cap. 79.
cipe mas de lo que el Católico quisiera (1). Y el (5) Donde en 11 de mayo y 7 de junio libró a la Cnancillería lai
obispado de Segovia se le dio á D. Diego de Rivera cédulas impresas en sus Ordenamos, lib. 1, til. 1, ndm . 81, fo
obispo de Mallorca, y este se dio á D. Rodrigo de lio 48 vuelto, y lib. 5, til. 8, fol. 180.
Mercado, abad de Santa Marta. Este año enviaba el (6| En cuyo mes murió aquí D. Alonso de Aragón, duque de
Villahermosa, que fué llevado i enterrar al monasterio de Poble-
te. Y en 48 del propio mes murió también su hermano D. Alonso
de Aragón, íntes obispo de Tortosa y ahora arzobispo de Tarra
(1) Todas estss cansas las descubre bien Zurita (qne parece gona, de que habla tomado posesión en 15 de Julio antecedente.
escribió en todo con telégrafo) en la historia de este suspicacísi Zurita, llb. 10, cap. 55 al fin, tom. vi.
mo y delicado Rey, líb. 6, cap. 17; pero se lucieron Inego las (7) Donde habla nacido el Rey D. Juan II de Aragón su padre,
amistades y el eardenal volvió a su gracia. Loa oficios qne pasaron y tenia el cazadero el Rey D. Fernando su abuelo, siendo Infante
para esto entre el Papa León X, el Emperador Maximiliano y de Castilla y Señor de Medina.
nuestro Rey D. Fernando el Católico, se pueden ver por las cartas (8) Lo que ella mucho deseaba y no menos el Rey, por Is poca
del primero a los dos en 15 de febrero de 1514 en la Colección del afición que ya mostraba a la sucesión de la casa de Anstria, como
llcmio. EplsU 14, 15 y 16, llb. 7, edie. de Lcon, 1540. El carde afiade Pedro Mártir y con él Zurita, libr. 10, cap. 55, tom. vi.
nal ha sido uno de los mas grandes varones de Espada y de los (9) Dice bien; pues en 13 y 82 de agosto aun permanecía en
espaOoles que mas (si es posible) han Ilustrado la púrpura : sabio, Valladolid, donde libró dicho (lia 88 ai Consejo de la Mesta la
docto y hombre de Estado. Su sagacidad y su elocuencia en las primera sobrecarta Impresa en las Ordenamos de la Cnancillería
oraciones qne han quedado suyas se podra ver en el Slculo, libro de Valladolid, llb. 5, til. 8, fol. 180, y i la Cnancillería de Grana
84, fvi. 154, Y D. Nicolás Antonio, BiHiotk. Ñor., Ion, I, pag. JOS. da la cédula de dicho illa 13, impresa eu el mismo libio, fol, 197,
DON FERNANDO E DOÑA ISABEL. ¿81
similiano, entre el cual y el Rey Católico no hizo tes de Aragón de Monzón (9), é aunque le dieron
cierto juramento sobre la gobernación de España, otro color, verdad fué que lo mandó prender porque
que tenia el Rey Católico , y allí en Madrid estuvo requirió de amores á la Reina Germana (10), y estu
hasta en fin de dicho año (1). vo preso en Simancas mucho tiempo, hasta que con
fianzas le hizo soltar el cardenal D. Fr. Francisco ■
Affo 1514. Ximenez en el tiempo de su gobernación (11). Partió
Partió el Rey Católioo de Madrid y vino á Sego- bu Alteza de Aranda para Segovia y llegó lunes 27
via, y estuvo su Alteza en Scgovia, y de allí partió, de agosto? de este afio: pasó en el monasterio de
y vino á Valladolid, y de ahi á Medina del Campo, Santa Cruz de la orden de los predicadores, á donde
y de ahí fué á caza hacia León, donde Be alegró de estuvo asaz malo , é aunque le fué dicho que no Be
la enfermedad ; y de allí volvió á Valladolid (2), y partiese, no se pudo acabar con él. Partió su Alteza
de Valladolid fué á Medina del Campo , donde se de Segovia á lo de las Cortes de Aragón , que no
sintió malo, y de allí partió á la Mejorada, á donde eran acabadas, sábado 15 de setiembre (12) y estuvo
se acrescentó su indisposición, por la Semana Santa en Calatayud y quedó el Consejo en Segovia. Tor
y Pascua de Resurrección. nó el Rey desde Calatayud, y entró en Madrid pos
trero do octubre, y partió de Madrid para Plaaen-
Affo 1515. cia, estando ya muy mal dispuesto, miércoles 12 de
Partió la Reina Germana (3) de la Mejorada (4) noviembre de este dicho afio : llegó á Plasencia vis-
á tener Cortes en Aragón : fué el Roy Católico con pera de San Andrés , donde fué honradamente res-
ella hasta Aranda, por el mes de abril de este dicho cibido, porque después que redujo aquella ciudad á
afio. De alH partió el Rey para Burgos viernes á 8 la corona Real, nunca en ella habia entrado : posó
de mayo de este dicho afio, donde tuvo Cortes (5): en la fortaleza. E alli vino nueva que era fallesoido
alli se otorgó servicio de 150 cuentos, é se incorpo D. Gutierre de Padilla, Comendador mayor de Cala-
ró el reino de Navarra por Cortes en la corona Real trava en Almagro, y dicese que si venciera de dias
do Castilla y León (6). En una noche á 27 de junio al Rey Católico, que tomarla el maestrazgo de Ca-
estuvo tan malo que pensaron que no llegara á la latrava, porque tenia esperanza de ser elegido. A 2
mañana, y fué sentido por los monteros de la guar de diciembre murió en Granada Gonzalo Hernán
da, que le tornaron. Partió su Alteza do Burgos dez de Córdoba, Gran Capitán, duque de Sesa y de
para Aranda viernes 20 de julio de eBte afio (7) á Terranova (13) , el cual ansimismo afirman que si
donde mandó prender (8) á Micer Antonio Agustín, mas viviera que el Rey Católico , que ocuparía el
bu Vice-Canoiller de Aragón, que venia de las Cór- maestrazgo de Santiago , porque dicen que tenia
bulas apostólicas ; poro S. M. ovo otra bula en el
(1) Y mas, pues en 18 de febrero del siguiente 1514, todavía mismo mes por modio del cardenal Santa Cruz para
Armó en Madrid la cédula para la Cnancillería de Valladolid im poder tener todos bus maestrazgos como los habian
presa en sns Ordenamos, lib. 1, tit. 6, ndm. 29, rol. 51 vuelto. tenido sus abuelos.
(1) Donde en 1 de setiembre librrt al Concejo de la Mesta la
segunda sobrecarta impresa en las Ordenaran de la Cnancillería Afio 1516.
de aquella ciudad, lib. 6, tlt. 8, fol. 180 vuelto.
(3) La Seffora Reina Dolía Juana estaba en Medina del Campo Partió su Alteza á 27 de diciembre del afio pasa
este affo 4 ífi de febrero, con cuya Techa libró alli i la ciudad de do de Plasencia, y fué á Trujillo á donde tuvo los
Soria la cédula Impresa en las Ordenamos de la Chancillerta de Reyes de este afio , y de alli fué al lugar de Albor-
Valladolid, lib. R, tlt. 8, fol. 173 vuelto. Y en 18 de marzo per
maneciendo alli dirigid 1 la misma Cnancillería los capítulos re tura, é á otros lugares, é fué á Madrigalejo, donde
sultantes de la visita que en ella hizo D. Juan de Tavcra, obispo
de Ciudad-Rodrigo y de su Consejo allí, fol. 211 i 114. (9) No, sino de Calatayud. Zurita, ibldem.
(4) En euyo monasterio asistió el Rey i los oficios de Semana (10) « Cosa (dice Zurita, lib. 10, cap. 93) de muy gran liviandad é
Santa, y de allí se faft muy debilitado y doliente a la villa de Ol •indigna de creerse, y aun de escribirse»; puesto que el doctor
medo, de donde salla i Ventosilla su aldea i la eaza de ciervos. Carbajal no la calla en sus Analet, antes lo que es de maravillar
En Olmedo i 11 de abril despachó orden a los aragonesos para de autor tan grave, la afirma por verdadera y con tal seguridad
Juntarse a Cortes en Calatayud 1 11 de maye. Y luego en el mis que no deja razón de dudar que él llegó i saber lo cierto.
mo mes partió la Reina a celebrarlas y el Rey en su compañía (11) Después de la muerte del Rey. Y habiendo pasado i Flan-
basta Aranda. En Aranda se le agravó al Rey Y des en seguimiento de su causa, el Rey D. Carlos, sucesor, le dio
estando muy Indispuesto en las casas de D. Juan de Acullá i 16 por libre en Bruselas i 13 de setiembre del alio 1517. Zurit., ibid.,
de abril otorgó su segundo testamento en la forma que muestra cap. 99 al fin. Y el mismo D. Cirios en Valladolid i 11 de diciem
Zurita, lib. 10, cap. 91 y 99, toro. vi. Del cual si alguna noticia tu bre de dicho afio le hizo merced del oficio de su abogado Fiscal
vo no hace memoria aquí nuestro Carbajal. y patrimonial de Aragón. Dormer, al fin de sus Anales, en las adi
(5) Y en 18 de él libró cédula a la Chancillerla de Valladolid ciones y correcciones, fol. 1 vuelto. Todo es poco para celebrar
aprobando el nombramiento de los 30 procuradores de causas de dignamente al padre de tan gran hijo como D. Antonio Agustín.
satisfacción, que habla mandado proponerle. Ordenamos, lib. i, (11) El dia anterior M libró 4 Vizcaya la cédula que, insertas
tlt 3, ndm. 3, fol. 66. Y por la del dia 31 allí, tlt. 4, nüm. 89, fo otras seis anteriores, se imprime en los Fuero» después de la 1. 3,
lio 78 vuelto, firmó el Reglamento de Receptores. tlt. 31
(6) Vid. Vlzcay. en el libro de la Nalttralcia de loe de San Juan (13) Jamás se habrá visto panteón de héroe mas adornado do
de Pié de Puerto, donde pone el privilegio ó ida. trofeos; una corona que ganó i la de Castilla y Aragón, y dos
(71 Con cuya fecha en el mismo día en Burgos libró l la ciudad cientos estandartes i sus enemigos. Virara enim plurllmt virtutl-
de Valladolid la cédula dada antes i Soria, extendiendo i aquella tus precdUum, Mlicitquc i» retms elariorrm homlnem tetas nottra
ciudad la providencia dada para esta, que sobre pleitos de pala non habel; atque haud scio an etiam parentum atorumaue nostro-
bras, concillándose las partes, no procedan los jueces. rum aletee kahuerbtt, mereció que dijese de él el Papa León X,
(8) En la noche del 13 de agosto. Zurita. 10, 93. aun cuando vivía. Episl. 57, lib. 10 del Bembo.
Cr—IIL 36
562 CRÓNICAS DE LOS REYES DE CASTILLA.
nuestro Señor le llevó de esta presente vida miérco él mostraba ; aunque á la verdad venia á lo que de)
les entre una y dos de la mafiana á 23 de enero yuso se dirá, como páreselo, fallescido el Rey Cató
de 1516 afios. Dejó por su universal heredero de lico, por los poderes que traía el dicho Dean (2) : y
todas sus coronas y estados á la Reina Doña Juana entre otras cosas que se asentaron alli , otorgó que
bu hija , y por universal Gobernador al Principe Monsiur de Xeures , camarero mayor del Principe,
D. Carlos su nieto, y en su ausencia en estos reinos * que hubia sido en le embiar, porque tenía mas parte
de Castilla y de León al cardenal de España; y en en el Principe que no otro, no entendiese en la go
los reinos de Aragón y sus coronas al arzobispo de bernación ; ni otro fuese su camarero, como lo era;
Zaragoza, su hijo bastardo. Porque los que este lo cual aunque á Xeures no plugo , y después por
Memorial leyeren sepan cumplidamente los hechos ellos trató mal al dicho Adriano ; pero á todos pa
como pasaron, se presupone que el Rey Católico es reado que aunque uo se debiese de cumplir, que ha
tando en Burgos poco antes que fallesciese, viéndo bría hecho lo que al Principe convenia, según que
se muy enfermo de la enfermedad de que murió, adelante se dirá. Asimesmo porque en Flándes se
hizo testamento ; en el cual entre otras cosas, dejó sabia de la indisposición del Rey fué embiado el
por Gobernador de estos reinos al Infante D. Fer dicho embajador, para que avisase de todo lo que
nando, su nieto, que él quería mucho , é tenia vo pasase de secreto y tratase , como es dicho, y esto
luntad que tuviese los tres maestrazgos después de era lo publicó, y para en caso que el Rey fallescie
sus (lias, porque nunca creyó que el Principe D. Car se, tomase la posesión de los reinos por el Principe ;
os viniera en estos reinos á los regir y gobernar, para lo cual y para todas las cosas de la goberna
estando auseute de ellos, como á la sazón estaba, ción traia secretamente poderes bastantes. El Rey
porque siendo aquellos por quien se regia, no na partió de Plaseneia y vino á Zarayzejo por la puen
turales de ellos, tenia por cierto que no le aconse te del Cardenal en andas, y de alli, con asaz pasión
jarían que los viniese á regir, ni él siendo criado en y dolor, otro dia sin mas detenerse partió y fué á la
aquellas partes á otras costumbres y manera, lo Bentura, á donde estuvo cinco ó seis días, y de alli
querría hacer, en especial no teniendo noticia de fué á Madrigalejo', aldea de Trujillo, y sabido por
ellos ; porque con dificultad se muda la costumbre el Embajador como la enfermedad del Rey se agra
en que los hombres se crian , y fácilmente se tiene vaba, vino á Madrigalejo desde Guadalupe, á donde
en poco lo que jamás se conosció ni supo. el Rey tenia acordado estar algunos dias para asen
tar los dichos tratos de todo , y para hacer capitulo
CAPÍTULO I. déla orden deCalatrava, y proveer la encomienda
mayor, qne habia vacado por muerte de D. Gutier
De lo que pasó después que el Rey Católico partió de Plaseneia y
fué i Madrigalejo, y de lo que allí sucedió. re de Padilla , la cual se tenia por cierto que habia
de proveer á su nieto D. Fernando de Aragón, hijo
Después que el Rey partió de Burgos fué á Ara de D. Alonso de Aragón, arzobispo de Zaragoza, su
gón por lo de las Cortes que alli tenian, é no pasó hijo ; ó á D. Gonzalo de Guzman , Clavero de dioha
de Calatayud , á donde negociadas algunas cosas orden, hermano de Ramírez Nuñez de Guzman, ayo
dejó alli en su lugar á la Reina Gorman» su muger del Infante D. Fernando , dando la claveria al di
é habilitada. De allí tomó á Castilla, y llegando á cho Don Hernando de Aragón. Fecho saber al Rey
Madrid, á donde estuvo poco, tomó el camino de que el Embajador era venido é le quería ver, sos
Plasoncia (1) por el campo de Arañuelo, y en la pechó mal de aquella venida, y con enojo que ovo,
Serena tuvo la fiesta de Navidad ; y estando alli lle dijo : No viene tino á ver ti muero. Decidle que u
gó el embajador del Principe y de sus gobernado vaya, que no me puede ver. E asi el Embajador con
res, D. Adriano deán do Lobayna, su maestro, que asaz confusión se fué por entonces ; aunque le hizo
después fué Pontífice, á tratar con el Rey Católico tornar á llamar por consejo é intercesión de algunas
algunas cosas concernientes á la gobernación de los personas que alli estaban ; al cual habló dulcemen
reinos é al bien de la aceptación de ellos , según que te, y le encargó que se fuese adelante á Guadalupe,
y que le esperase alli, que presto entendía ser allí
(i) A donde llegó en fin de noviembre Un debilitado y doliente, con él.
qne le entendió no podría vivir muchos días. Sin embargo, le re
cibieron con grandes fiestas los placentinos por ser la primera
vea qne tenian el gasto de ver i su Rev , después que babia saca CAPÍTULO n.
do aquella ciudad del dominio del duque de nejar y la habla re
incorporado i la corona. Al principio del siguiente mea de di Como ae le agravó la enfermedad al Rey Católico en Madrigalejo,
ciembre biso celebrar alli la boda de su nieta Dona Ana de Ara y de la habla que tuvo con loa del Consejo, y de lo que allí
gón con el nuevo dnque de Medina Sidonla D. Alonso Pereí de ordenó, y como, resclbldoa los Sacramentos, fálleselo en habito
Gniman, en medio de sn demencia é Ineptitud; cuyo casamiento de Santo Domingo.
ba puesto mal nuestro Gallndci arriba en el alio 1513. En el dia Estando el Rey en Madrigalejo, antes que fallos-
11 te hallaban en la Abadia , lugar y casa de recreo de su estima
do duque de Alba, que procuró divertirle a la caía de ciervos, de cíese, le fué dado á entender que estaba muy cerca
que abundaba touel bosque. Y alli en ese dia Juró por al y i nom no á la muerte, lo cual con gran dificultad lo pudo
bre de su hija y sucesora la concordia con Inglaterra, presentes creer, porque á la verdad le tentó mucho el enemU
Juan ltufo , obispo de Cosenia, y mlcer Galeno, nuncios del
Papa, D. Bernardo de Hojas, marqués de Denla, y D. Fernando de
Toledo, Comendador mayor de León. Zurita , lib. 10, cap. 98, to (t) Flrmadoa en Bruselas i mediado de octubre antecedente de,
po »i. este mismo alio 1515. Zurita, 11b, 10, cap. 98, (oía, n,
DON FERNANDO É DOÑA ISABEL. 568
go con incredulidad que le ponia de no morir tan D. Carlos, su nieto ; porque no embargante que el
presto, para que ni confesase ni rescibiese los Sa Sofior Infante D. Fernando fuese tan escelente en
cramentos ; á lo cual dio cansa qne estando el Rey virtudes y buenas costumbres, en quien cesaba toda
en Plasenoia, nno del Consejo que venia de ia Beata sospecha ; pero siendo de tan poca edad , como era,
del Barco de Avila , le dijo que la Beata le hacia había de eer regido y gobernado por otros, de los
saber de parte de Dios qne no habia de morir hasta cuales no se podía tener tanta seguridad, que pues
qne ganase á Jerusalen (1) , y por esto no quería tos en la posesión y gobierno no deseasen movi
ver ni llamar á Fr. Martin de Matíenzo, del orden de mientos y revoluciones para se acrescentar, y que no
predicadores , sn confesor , puesto que algunas ve podría haber seguridad bastante que esto excusase,
ces el confesor lo procuró ; pero el Rey lo echaba de sino dejando lo suyo á su dueño, y que esto era con
si diciendo que venia mas con fin de negociar me forme á Dios y á buena conciencia y razón natural é
moriales, que no entender en el descargo de su con á todo divino é humano, y en que habia monos in
ciencia ; pero al fin algunas buenas personas anal conveniente ; que si se acordaba de lo pasado y de
criados corno otros que deseaban la salvación de su la dificultad y trabajo que él y la Reina Calólioa
ánima, le apartaron é revocaron de aquel mal pro habían tonido en principio de su reinado para re
pósito, y el Espíritu Santo inspiró en él, é hizo una ducir estos reinos á su obediencia y devoción , 00-
tarde llamar al dioho su confesor, con ol cual se nosceria claro en cuanta ventura y discrimen que
confesó como oatólico cristiano, y después rescibió daba todo, dejando por gobernador al Infante, es
á su tiempo los Sacramentos, y de la confesión re tando ausente el Príncipe y viviendo la Reina DoSa
sultó que mandó el Rey llamar al Licenciado Zapa Juana su hija, y quedando la posesión del gobierno
ta é al Doctor Carbajal , sus relatores y referenda al Infante D. Fernando qne estaba presente, en es
rios é de su Consejo de la Cámara, é al Licenciado pecial si le dejaba los maestrazgos, como se de
Vargas, su tesorero, todos del Consejo Real, á los cía (2), y que el menor inconveniente que de esta
cuales en gran secreto dijo que ya sabian cuanto de provisión se seguía, era nunca venir el Príncipe en
ellos habia fiado en la vida y de lo que le habian estos reinos, que en la verdad él era el mayor ; por
aconsejado, siempre se habia hallado bien, que ago que viendo á su hermano el Infante apoderado, no
ra en la muerte les rogaba y encargaba muy cara faltaría quien le |pusiese grandes dificultades que le
mente le aconsejasen lo que habia de hacer princi entibiasen mas su venida , y que el mando y gran
palmente cerca de la gobernación de los reinos de poder convidaría al Infante á lo que no era de bu
Castilla ó Aragón, lo cual en el testamento que ha
bia hecho en Burgos habia encomendado al Infan (l) • Pensar (dice Zorita , llb. 10, eap. 99) que deliberaba dejar
te D. Fernando su nieto, que habia criado á la cos •los maestrazgos al Infante, es eosa sin ningon fundamento, y asi
tumbre y manera de acá, porque creía que el Prin •nlngona mención biso de ello en so favor en ninguno de sus prl-
cipe D. Carlos en nieto no vendría ni estaría de •mcroa testamentos, y muéstrase bien que el Señor Carbaj*l nln-
• guna noticia tuvo de lo que se asentó con el Dean de Lnhayna
asiento en ellos 'á los regir y gobernar como era •sobre la Incorporación de los maestrazgos en la corona de Cas
menester, y estando- como estaba fuera de ellos, su tilla ; pues de tal manera estaba aquello dispuesto, que la ad-
gobernación de personas no naturales, que mirarían •minlstraclon le estaba encomendada por la Sede Apostólica, y
•nunea en'su vida le pasó por el pensamiento procurarla para el
antes su propio interés que no el del Príncipe, ni el •Infante; y menos atabla de presumir que después de su muerte se
bien común de los reinos. A lo cual fué respondido •le habia de conceder por el Sumo PontIQce.» Este asiento con
por los del Consejo ya dichos, que su Alteza sabía el Dean de Lobayna, Embajador del Principe, nieto D. Carlos,
bien con cuantos trabajos y afanes habia reducido de que aquí ae acusa i Galindes no haber tenido noticia, luí en
la Serena ó bien en la Abadía poco después de la testa de Navi
estos reinos en buena gobernación, y paz y justicia, dad, en qne el Dean llegado de Fundes se presentó allí al Rey con
en que estaban , y que asimesmo su Alteza sabia sus credenciales la primera vet. Con el litólo De nuera tapiMa-
que los hijos de los Reyes todos nacen con codicia clony concordia, la puso Zurita en el eap. 98 anterior. Y es cierto
de ser Reyes, é que ninguna diferencia cuanto á que en él para quitar al Principe y su gobierno flamenco el rece
lo de que el Rey en perjuicio de sus rentas y de la corona quería
esto habia entre el mayor y los otros hermanos, dejar los mseslraigos al Infante D. Fernando también su nielo,
sino tener el primogénito la posesión, y que ansi- se ofreció s. H. i que procurarla eon el Papa su Incorporarlos
mismo conoscia la condición de los Grandes y Ca perpetua i ella, por considerarse asi conveniente, quedsndo él
balleros de Castilla, qne con movimientos y necesi coa la administración por sus días. Pero yo estrado que nn hom
bre del talento de Zurita critique en este paso al doctor Carba
dades en que ponian á los Reyes, se acrescentaban, jal y le tome la residencia poruña concordia no todavía pura y
y que por esto les parecí» debia dejar por Gober perfecta, y que mas bien que tal pnede decirse apuntamientos para
nador de los reinos de Castilla al que de derecho le ella , ó como un pliego de proposiciones. Era de advenir que en
la misma quedó capitulado que se hubiese de enviar a Flandea
pertenescia la sucesión de ellos, que era al Príncipe para qne alié la aprobase y jurase el Principe y su ministerio y
pueblos, con cierta formalidad muy solemne qae allí se previene.
T qne hecho esto, el Rey Católico, sn abuelo, bnbiese da baeer
(t) De esta Beata se oeaslonó nía fuerte competencia de juris lo mismo sel en Castilla. Nada de lo cual llegó i ejecución, ni la
dicción entre la reala y la eclesiástica el alio de 1509, como cons estreche! del tiempo dló lugar á ello, agravándosele mas de día
ta de los documentos qne Imprimid D. Josef Pelllcer alo 1668 en día la enfermedad mortal con que ya se hallaba , y muriendo
en el Memorial de los ülleai de Cacera, ful. 115 ruello y 116,' de ella en Madrlgalejo i 13 del siguiente enero de 16. Asi que el
donde cita también todos los logares en (]i<e hizo meselon de ella' historiador y el público, de cuya vos te decía es él un mero re
Pedro Martin de Angleria en sus Cartas. Véase la qae jo escribí lator, hicieron bien en no hacer caso de nn capitulado que no lle
al P. Montoya, qae esti en la correspondencia con literatos, don gó i tesar efecto, y ae evaporó con las esperanzas de la vida del
de me pidió j le di lirias noticias do esta muger fatídica. Rey.
CBOÑICAS DE LOS BEYES DE CASTILLA.
condición. Oidas estas razones y otras que le fue Bey tornó á decir : a Pues en lo de los maestratgós
ron dichas, el Bey asi llorando dijo que le pares- i qué me aconsejáis f* Los del Consejo respondieron
oia bien , y que ordenasen las cláusulas del testa que lo mismo que habian aconsejado en lo de la
mento, y pareada que lo que él tenia ordenado pri gobernación de los reinos de Castilla y León, por
mero en Burgos, le debia del todo casar, que nunoa las mismas razones ; y porque si un solo maestraz
parescieso, y escribir de nuevo todo el testamento, go puesto en persona llana bastaba para poner di
porque no paresciesen testigos de él ni se engen sensión é hacer movimientos en los reinos, como
drase algún mal concepto ; pero esto fué muy se habia visto, que muy mas claro era, que tres puestos
creto que no lo supo el Infante que estaba en Gua en una persona Beal causarían división y otras al
dalupe, ni Gonzalo de Guzman, Clavero de Oala- teraciones, y para esto no habia otro mejor testigo
trava, su ayo , ni Pr. Alvaro Osorío, obispo de As- que bu Alteza porque á esta causa el Bey y la
torga, su maestro, que estaba con él. Dijeron asi Beyna Católicos habian proveido mutuamente en
mismo al Bey aquellos del Consejo , que en lo de la poner en sus personas Reales la administración de
gobernación de Aragón que dejaba á D. Alonso de todos los maestrazgos, lo cual parecia haber sido
Aragón su hijo, arzobispo de Zaragoza , les parecia muy provechoso, como la experiencia lo habia mos
muy acordado ; porque en él cesaban todos los in trado. El Bey dijo : « Verdad es lo que decis , pero
convenientes , y era natural y amado é bien quisto mirad que queda muy pobre el Infante.» A lo oual
de aquellos reinos por la mayor parte, é los podia por los del Consejo fué respondido que la mayor ri
gobernar en paz é justicia. Fué dicho al Bey que queza que su Alteza podria dejar al Infante era
pues parescia que debia dejar por Gobernador al dejarle bien con el Príncipe D. Carlos, su hermano
Principe de los reinos de Castilla y León, etc., que mayor, Bey que habia de ser; porque quedando
estaba ausente , que para el entretanto que viniese bien con él, siempre libraría mejor, y que su Alteza
6 proveyese de Flándes donde estaba, era necesario le podia dejar en Nápoles lo que fuese servido , y
poner algún Gobernador que entretuviese las cosas que asi cesaban los inconvenientes de los reinos de
de estos reinos, que le aconsejasen quién seria el Castilla y le aprovecharía la guarda del reino de
que habia de nombrar ; porque persona mediana ni Nápoles. Al Bey paresció bien lo que le aconsejaban
el Consejo con ella no bastaría para este efecto de los del Consejo, y mandó que Be aconsejasen y or
entretener el buen gobierno y la paz y la justicia ; denasen las cláusulas y provisiones necesarias, ansi
y que dejar Grande era inconveniente según la ex para lo de la gobernación y maestrazgos en favor
periencia de las cosas pasadas, especial que habria del Principe D. CárloB , como de oincuenta mil du
discordia entre el que fuese nombrado y los otros, cados de renta cada afio en Nápoles para el Infan
y no le obedesoerian llanamente como era menes te. Los del Consejo se partieron del Bey, y fueron
ter, de que se seguirían mayores daños é inconve á ordenar las dichas cláusulas de su testamento, y
nientes. Fué nombrado por uno de los del Consejo, la Buplicacion para el Papa sobre lo de los maes
que allí estaban, el cardenal D. Fr. Francisco Xime- trazgos, aunque dicen que el cardenal de Santa Cruz
nez, arzobispo de Toledo, y luego paresoió que no tenia ya hecha esta diligencia en Boma, y el Gran
habia estado bien el Bey en su nombramiento , y Capitán para si. E uno do elloB lo escribió todo de su
dijo de presto : « Ya vosotros conoseeis su condición* ; mano, é de aquella minuta se trasladaron á la letra
y estuvo un poco sin que ninguno le replicase, y en el dicho testamento las clásulas, como por él pa-
tornó á decir : a aunque buen hombre, es de buenos de resce, y fué nescesario de tornalle todo á escribir,
seos, y no tiene parientes, y es criado de la Reina y porque no paresciese rastro de lo que primero Be
mió y siempre le habernos visto y conoscido tener el habia otorgado en Burgos, y con mucha difioultad
afición que debe á nuestro servicio » ; y los del Conse se pudo tornar á escribir; porque el mal del Bey se
jo le respondieron que ansi era la verdad todo lo agravaba y la escritura no era pequeña. La Beina
que su Alteza les decia, y que era buena la elección Germana, segunda muger del Bey, que estaba te
y mejor considerados los inconvenientes que de los niendo Córtes en Calatayud del reino de Aragón,
nombramientos de otros se esperaban (1). Luego el llegó á Madrigalejo, andando dias y noches, el lú-
(1) Es de maravillar ( dice Zurita ctt., Ilb. 10, cap. 99, tom. vi)
que escriba tal variación Carbajal, cuando el Rer le tenia ya nom ri al elocuente Alvar Gomes (fundador qne asi podemos llamarle
brado en el tetlamenlo que babla hecbo el alo antes en Aranda, y de la historia de Ximenex), y en verdad que le pasó 7 nada lavo
aquí condena su idoneidad. Ei P. Fr. Pedro de Qulnlanllla y Men que oponerle en este lugar. (Qué I ¿Nada mas hay que esto de la
doza, que no quisiera billar, no digo mancha, pero ni la menor tal cual condición en la eslampa del grande hombre! | Y se deja
mulata el purpúreo sayal de su héroe el Señor Xlmenei, piensa morir de un triste cartazo que le espeta un Motil Galindeisla
coger á nuestro Gallndci en complicación en este paso (pag. 209 lisonja porque no comió pan del Cardenal, ni tomó beca en sa
7 240, j en el Apéndice, pag. 61 ) ; pero en vano se oponen meras colegio de San Ildefonso, su fortuna la hicieron sus méritos, le
conjeturas, por no decir sombras, a un testigo grate y presencial, trató cerca muchas veces a la frente del Senado 7 1 puerta cerra
que escribe lo que pasó, no lo que no debió pasar. Si el Reír fué da, 7 supo mu; bien que, aunque era Grande, era hombre : Sum-
siempre de an genio caviloso, cúlpenle al Rej, no al historiador : mltunt hemaet lamen, como 71 dijo Quintlllano. TalleJactanHam,
deje el P. Qulnlanllla de deteriorar la fé del Señor Gallndet (solo el komtnee quid tnnl niel kaminee, San Agustín. Es menester ha
en este paso, pues en los demás siempre le sigue, y gracias por ber vivido en un encierro 7 no conocerla historia del mundo y
la materia que le dió para sus amplios elogios), llamando i su de los hombres, ni aun por el forro, para excandecerse por Un
obra, solo ahora con desprecio, unos aerrnderct manutcrtlat del pocas cosas. Y eso que tienen por delante el suceso del Cria Ca-
sidar toruna GatMa de Coría/of. A critica no se las »pos|»- piun, 7 le mea entre usaos.
DON FERNANDO i DOfíA ISABEL. 665
nes por la mañana (1) ; y martes siguiente en la muy deshecho, porque le sobrevinieron cámaras,
tardo qno se contaron 22 de enero del año 1516, que no solo le quitaron la hinchazón que tenia de la
otorgó el Bey su testamento y mas tarde rescibió hidropesía, pero le deshicieron y desemejaron en
el Santísimo Sacramento, y mas tardo pidió la un tal manera, que no parescia él : porque á la verdad
ción, la cual le fué dada, y después de media noche, bu enfermedad era hidropesía oon mal de corazón,
entre una y dos, entrante en miércoles, que se con aunque algunos quisieron decir que habían sido
taron 23 de enero, pasó de esta presente vida (2). yerbas, porque se le cayó parte de una quijada;
Nuestro Señor le quiera perdonar, que buen Rey fué. pero de esto ninguna cosa de cierto se puede saber
Fallesoió en hábito de Santo Domingo (3). Estaba mas de cuanto muchos creyeron que de un potaje
que le fué dado en Carrionoillo , cerca de Medina,
(1) Ten el mismo til escribió al Principe D. Cirios, su nielo, para ejercitar su potencia, le habia venido aquel
a Fundes, la tierna earta qne estampó Dormer en sns Anales de
Aragón, llb. 1, cap. 1, pag. I, dándolo noticia de su fatal estado, mal ; porque luego en llegando á Medina en vier
despidiéndose de él, y encargándole el cumplimiento de sn testa nes se sintió mal dispuesto, en lo cual afirman haber
mento y en particular lo tocante a sn mnger la Reina Dolía Ger sido Doña María de Velasco, muger de Juan Velaz-
mana, y el cuidado y respeto de sn persona é intereses, etc. quez, contador mayor, y Doña Isabel Oabra, cama
(i) Por memoria en la sala de la casa donde murió, propia de
los PP. de Guadalupe, se puso nna tabla con esta inscripción, qne rera de la Beina, con sabiduría de la Beina Ger
copia Dormer allí, pig. 3: Falleció el muy alto y poderoso nry Don mana su segunda muger, porque deseaba mucho
Fernando el Quinto, de gloriosa memoria, aquí en esta rimara de parir del Rey por haber la sucesión do los reinos de
Uadrideíos en la casa de Nuestra Señora Sania María de Guada Aragón (4).
lupe, miércoles dia de San Ildefonso entre las tres y las cuatro do
las mañana, que fueron 43 ¡lias del mes de enero de 1516.
|3) En 9 de febrero siguiente se sabia ya en Roma , y con esa (4) Siguen a continuación otros capítulos que narran los suce
fecha lo anunció el Papa León X al Emperador Maximiliano, es sos ocurridos desde la muerte del Rey Católico ; pero nuestro
cribiéndole el pésame en nombre de la Iglesia y de toda la cris Intento no va Un alia, habiéndonos solamente propuesto con la
tiandad, con gran sentimiento por la falta de Un grande Rey, de publicación de estos Anales Bretes da Gallndei completar en lo
cuyos elogios se hace panegirista. posible la Crónica de Pulgar. (N. del C.)
HISTORIA DE LOS REYES CATÓLICOS
ANDRÉS BERNALDEZ,
OTRA QUE FUÍ DE LA VILLA DE LOS PALACIOS Y CAPELLÁN DE DON DIEGO DEZA,
ARZOBISPO DE SEVILLA.
la gente acostada é segura, salió Don Pedro Girón En este medio tiempo que el Rey estaba en Sevi
del Monasterio de las Cuevas, é pasó en un barco, ó lla, vino el Rey de Fez con mas do cuarenta mil
vino al _ Duque donde estaba en la cama, y fizólo le moros sobro la villa de Arcila , y como los christia-
vantar, ó fué antes que so acostase , é en fin lo dijo nos salieron ú pelear y defender la villa, los moros /
que había sabido que el Rey le quería cortar la ca les dieron tanta priesa, que volvieron & huir, é se
beza por lo de Gibraltar, é por otras cosas, que le metieron en la villa, y los moros á las vueltas con
convenia huir con la vida, é como quiera que ello ellos, é los christianos se retrajeron á la fortaleza,
fué él lo sacó huyendo á Portugal , é llevó consigo y ovieron harto que hacer en se defender en ella, ó
su ayo Juan Ortiz de Guzman; é [tal priesa dieron los moros robaron la villa, é la aportillaron toda por
al camino, que nunca los pudieron alcanzar, aunque muchas partee, ó tuvieron cerco á la fortaleza cerca
salieron de la ciudad por todos los caminos con asaz do quince días, desde el día de Todos Santos que
priesa y diligencia por mandado del Rey; y luego entraron en la villa, é tiráronle muchos tiros de
el Rey, visto esto, envió llamar á todos los Alcaydes lombardas grandes é chicos, en que le ficieron asaz
de la tierra del Duque, é vinieron todos, salvo el de daño, é la tomaran si no fuera por el Conde Pedro
Niebla, que no quiso venir, é demandóles las for Navarro que acudió con el Armada Real, que se ha
talezas, é todos fueron obedientes, é se las entrega lló en la mar de hacia Oran, donde el Rey Don Fer
ron, é puso en cada una de ellas el Rey un Alcayde nando le mandaba estonces andar. Eso inesmo so
por la Reyna su hija, é por si ; é envió á Don Iñigo corrió luego Ramiro do Guzman, Corregidor de Xe-
de Velasco, Asistente de Sevilla, á requerir á el Al rez , con gente del dicho lugar do Xerez y de Cádiz
cayde de Niebla , é no quiso dar la fortaleza , di y del Puerto, é el Rey socorrió con la gente de ar
ciendo que no podia darla sin mandado del Duque mas é ginetes desdo Sevilla, empero pararon los
su sefior, é el Rey envió á el Alcayde Mercado, para mas en Xerez, é en el Puerto, é en Lebrija, é algu
quo se la demandase por autos de Justicia', al qual nos posaron hasta allá, y cuando llegaron ya eran
tampoco le quiso dar la fortaloza ni la villa , antes los moros fuera de la villa, é alejados algo de ella
fizo cerrar las puertas de la villa y guardalla , y el que con el artillería de la armado Real de Costilla
Alcayde hizo sus requerimientos y pregones, y les dieron desde la mar y desdo la fortaleza tanta
asignóles tiempo á los Alcaldes y regimiento de la priesa, que ovieron de salir de la villa , y alejarse. '
' villa en que se ovieson de dar so pena de muerte, ó Dejaron la villa muy destruida y derribada ; de loa
al Común , eso inesmo, é el Alcayde á todos aperci christianos no mataron ni llevaron Bino muy pocos,
bió é asignó tiempo, lo qual todos pasaron, y desque porque se acogieron á la fortaleza, é como los rao-
esto vido envió á Utrera por la gente de pié que ros fueron fuera de la villa, luego los christianoa
andaban á la suiza, especialmente por los que ende dieron prisa en adobar é fortalecer la fortaleza, y
habian quedado, que muchos de ellos eran idos al el Conde Navarro ni los otros que allá pasaron al
socorro de A reí la, quo estaba cercada de mojos, ó socorro, so movieron de alli fasta que la dejaron de*
DON FERNANDO É DOÑA ISABEL. tófr
fetiBible, é ia gente dé armas é ginetes, y suizos que terla se comenzó á desembarcar, y & las diez del dia
no pasaron tampoco, no volvieron á Sevilla fusta estaban desembarcados, y se ficieron quatro esqua-
que la fortaleza de Arcila fué adobada , é le vino dronea de gente de mas de dos mil hombres cada -
gente de Portugal de refresco, ó quedó á buen re uno, toda la infantería ; la gente de á caballo no
caudo. E vuelta la gente del socorro, el Rey 6 su pudo tan nina desembarcar, y dábanse priesa é no
Corte se partieron para Castilla, y quedó el Gran con mucho concierto; y entre tanto el Cardenal des
Capitán en Sevilla, é dende á pocos (lias se fué en embarcó y entró en la Iglesia de Mazarquivir y
pos del Rey. El desbarato de Niebla acaeció mien hizo oración, é de allí fué á la ponada é comió nn
tras la gente era ida al socorro de Arcila, é todas es poco bien depriesa con harto cuidado , y desque ovo
tas cosas acaecieron en el dicho mes do Noviembre comido cabalgó on una muía, é un Frayle suyo con
del dicho aBo de 1508. él, en otra, que decian Fray Francisco Ruiz , é fue
ron todos los suyos con él a caballo, é armados, é la
CAPÍTULO CCXIX. Cruz delante, é salió al campo de los christianos é
santiguólos, é dióles á todos la bendición , é mandó
De la loma de Oran. mover las batallas, é mandó quo la gente de á ca
Mandó el Rey Don Fernando en comienzo de] ballo se pusieso en orden, que andaban mal ordena
nfio de 1509 ordenar y facer dos armadas; la una dos á causa del desembarcar, y los moros estaban
envió en favor del Papa, é por sn mandado á Ña puestos en forma para pelear y muy cerca , y en los
póles contra venecianos, porque estaban en algunas christianos habia harta tardanza en aparojarse, unos
cosas rebeldes al Papa, é no le querian dar las tier en ir tras la infantería , otros en desembarcar sus
ras que tenian de la Iglesia, é para esto porque no caballos é armas. E el Cardenal mandó poner guar
podia con ellos, invocó contra ellos al Rey do Fran das en unos llanos de sierra que atraviesan entre
cia, y al Rey Don Fernando ; é el Rey de Francia Mazarquivir é la sierra grande de Oran , que iban á
fué en persona, porque se le seguía interés, que diz combatir ; y esto proveido ya se hacia tarde, y el
que le tenian á él tomadas muchas tierras del Duca Cardenal asi por importunidad de algunos, como por
do de Milán, y el Papa fizo su ejército contra Iob sentirse cansado é flaco, se volvió A Mazarquivir, y
dichos venecianos por la tierra, y el Rey Don Fer dende alli peleaba muy fuertemente, como á su há
nando envió cinco mil hombres en ocho naos é ca bito y orden pertenecía, hincado de rodillas, y las
torce galeras ; é envió la dicha armada á su Reyno manos alzadas, demandando & Dios victoria, como
de Ñapóles, para que do alli estubiesen al manda hacia Moyscs cuando era caudillo de los Ajos de
miento y servicio del Papa, como adelante se dirá Israel', que oraba las manos alzadas, y cada vez
do lo que en este tiempo acaeció en Italia. que esto hacia vencían los fijos de Israel A sus ene
La otra fué bien aventurada armada para allen migos, é el Cardenal tenia sus atalayas amparadas,
de, contra los moros del Royno de Tremeoen, enemi ó cada hora sabia lo que se hacia en la pelea. Los
gos de nuestra santa feé Cathólica, y fué una muy moros tenian tomada la sierra y el paso y el agua;
hermosa y grande armada, y el Cardenal de Espafia, y eran primero hasta doce mil de ¡i pié é de i caba
Arzobispo de Toledo, Don Fray Francisco Ximenez, llo, é cada hora se allegaban mas sin el socorro que
frayle de la orden de San Francisco, hombre de san esperaban de Tremecen, é los christianos sacaron
ta vida y loables ezemplos, por facer servicio á el artillería é no toda ni aun mayor de nada, é con
Dios gastando de bus thesoros, quiso tomar el cargo aquella les tiraban é facían harto daño é otros esca
de la capitanía de esta armada, é el Roy Don Fer ramuceaban con ellos por las aldas de la sierra ; é
nando se la concedió, é fueron con él ciertos con ansi poco á poco los fueron retrayendo y cobraron
des, é nobles capitanes, é el Conde Pedro Navarro tierra fasta un pilar de agua muy fermoso donde
por capitán mayor do la armada Real, debajo de la toda la gente bebió é Be esforzó mucho ; é dende
capitanía del dicho Arzobispo, é recojieron la gen adelante al pié de lo mas agro , cabe unos higuera
te en Cartajena, é alli se embarcaron, y de allí par les y torres en bajo déla sierra, asentaron el arti
tió el Arzobispo con la gracia do Dios , con toda el llería, é do alli hicieron gran dafio en los moros é les
armada de naos é galeras, é fustas é navios en que pusieron gran miedo, é de alli pelearon con ellos é
fueron maB de ocho mil hombres de peles, de hom les tomaron la sierra por fuerza de armas, é mataron
bres de armas é jinetes, é infantería á la suiza, con muchos moros , é también recibiendo algún daño,
mucha y muy buena artillería y muchos manteni empero muy poco. E la sierra tomada, descubrieron
mientos, y todos de muy buena gana dé pelear con sobre Oran, é los moros comenzaron de huir hacia
los moroB, por servir & Dios y acrecentar su feé Ca Oran y pusiéronse todos en huida, é los christianos
thólica, é partieron del puerto do Cartagena en diez siguieron en pos de ellos sin orden y concierto, der
y Beis dias de el mes do Mayo, afio susodicho de ribando y matando cada uno como mas podia cor
1509 afios, Miércoles, con próspero tiempo é viento; rer , y ansí la gente de los christianos estendida,
c otro dia Jaeves dis de la Ascención do Nuestro Re parecía mucho mas de lo que era; y llamando á
dentor, llegaron ó tomaron puerto en Mazarquivir, Dios por valedor, é ó Santiago por capitán, los chris
é el Cardenal é los Condes é capitanes dieron forma tianos con tanta priesa siguieron á los moros, quo
de lo que con la ayuda de Dios otro dia Viernes de no los dejaron entrar en la ciudad, salvo muy po
bían facer; é otro dia antes de amanecer, la iofan- cos. El Alcayde moro acudió á su Alcazaba, y el
Cr.-IIl, 47
73Ó CRÓNICAS DÉ LOS IYES DE CASTILLA.
■ota Alcayde que había dejado, nunca pudo hallar podian hacer, porque á Domino factum asi iltud, ct
las llaves do la puerta para abrir, y ansí se hubo de t$t mirabile in oculta noitri», ect., quia mantu Domini
ir ¡ é los christianos tomaron las puertas de la ciu eral curn Mis.
dad y de ellos entraron por ellas, y de ellos escala Tenían los moros en Oran mas de sesenta piezas
ron los muros, é tomaron la oiudad, y pelearon algo de artillería y dos artilleros christianos, los quales
dentro, especialmente en las mezquitas y casas fuer ellos tenían para quemar, porque no habían hecho
tes. Algunos de los christianos siguieron por las bien unas piezas. Redimiéronse allí, y salieron hasta
huertas el alcance en pos de los moros que iban hu trescientos christianos que estaban cautivos : el al-
yendo con sus mugeres é haciendas, é retornaron los crebite é monición quo tenían de artillería, valían
moros sobre ellos, é mataron veinte y tres hombres. mas de tres mil ducados. La ciudad es grande y
E ya que estaba ganada alguna parte de la ciudad, muy gentil, y de muy singulares casas, todas de
las galeras llegaron por las marinas, y de la ciudad terrados, y muy espesas, y las calles angostas y de-
los moros les tiraban grandes tiros, y de las galeras fensibles; y la ciudad muy adarvada y defensible
tiraban á la ciudad, y de un tiro que las galeras ti está en puerto de mar y playa ; tiene muchas y muy
raron , derribaron la mejor pieza de artillería que buenas aguas, y seis paradas de molinos, é un ar
los moros tenían , con que les tiraban , é salió mucha royo que corría al rededor de la ciudad ; tiene tan
gente de las galeras por la playa, y escalaron y en tas y tales huertas, que parecen un paraíso; tiene
traron por un cabo de la ciudad , é tomaron el Al campiña y sierra la mejor que en España puede te
cazaba é toda la ciudad los christianos, antea que ner ciudad.
anocheciese. Murieron de moros é moras mas de
cuatro ó cinco mil, é fueron cautivos mas de otros CAPÍTULO CCXX.
tantos. Valió el despojo é cabalgada que Be tomó en
Oran , según decian , mas de quatrocientoa mil du De li batalla que ovleron franceses é venecianos.
cados; fué todo sacomano, é escala franca, que cada Sabiendo los venecianos que el Rey de Francia iba
uno fué señor do lo que tomó ¡ é ovo hombre que en persona sobro ellos , y el Papa por la otra parto
tomó mas de diez mil ducados, é los soldados, é los les daba guerra con su ejército é gente de guerra,
tambores traían las manos llenas de doblas de oro é contra la qual gente del Papa ellos no querían pe
las jugaban como si fueran blancas. E habia tantos lear, para su defensa ficieron é allegaron un gran
moros muertos por las calles, é por los huertos do ejército de gente de armas é de guerra, é pusieron
Oran , que no habia quien pudiese andar por ellas, on él por Capitán general al Conde de Petillano, é
hasta que los echaron fuera. después de él á Bartholomó de Albanio, un esforza
Ovo en esta tomada de Oran grandes milagros & do caballero; é estando en el Cremonés en vera da
misterios en este santo pasage, que ansí para la ida un gran rio que Be llama el Poo, estando con su
como para la vuelta , que el Arzobispo volvió, no ejército en campo por dofender la pasada al ejército
parecía sino que él llevaba el viento quo era me francés, ó creían que no pudiera pasar; éen la parte
nester en la manga, que tal cual lo queria, tal so lo por donde mejor se podía vadear tenían puesta el
daba Dios ; é ansí lo decian públicamente los mari artillería é gran guarda, é los franceses hicieron
neros ; y al tiempo de combatir la sierra , estando en tres puentes de madera en otra parte, muy grandes,
lo alto de ella roas de quince mil moros, pareció é echáronlos al rio en presencia del Rey, ó pasó la
sobre ellos una niebla negra que los cubrió, y es gente do armas, é de guerra, é el fardaje estuvo
tando claro el día sobre los christianos, salió un quodo que no pasó; é como lo capitanes venecianos
puerco jabalí muy fiero, y ovo quien dijo : á él , á sintieron quo la gente francesa pasaba, alzaron su
él que Mahoraad es, é corrieron tras de él é matá real , y por presto que se levantaron , ya era la ante
ronlo. guarda y caballeros ligeros de franceses con ellos,
E estando allí los moros sobre la sierra, vinieron de manera quo facían daño en la retaguardia de
multitud de buitres bolando, é anduvieron sobre venecianos donde iba el Señor Bartholomé de Al
ellos á vista de los christianos ; y aquel día al ver banio, el qual , viendo el daño que su gente recibía,
de los christianos é los moros, les pareció ser mayor envió á docir al Conde de Petillano que iba en la
día quo ninguno de los otros dias, é ansí lo confe delantera, que esperase para que juntamente ficie-
saban los moros, y algunos de ellos demandaron sen rostro, porque de otra manera se perderían, é
bautismo, de los que se tomaron cautivos. E al que maB voHa pelear que no ponerse en huida ; y
tiempo que la ciudad se tomó fueron vistos por al ansí se hizo, que volvieron sobre los franceses ó hi
gunos christianos dos arcos muy grandes y altos, cieron daño en ellos, é los retrajeron hasta donde es
como los arcos pluviales, é lo schristianos tuvieron taba la persona misma del Roy, y estonces el Rey
tan grande esfuerzo y osadía, siendo mucho menos esforzó su gente diciéndoles lo que en tal tiempo
que los moros , y tan de ligero escalaron y entraron convenia, y él mesmo entró en la batalla con ellos
la oiudad, y por tales cabos, haciendo de las picas de manera que se volvieron las batallas unos con
escalas, y unos de otros, que después de hecho, es otras, é la pelea fué bien reñida por ambas partes,
taban en si atónitos y maravillados cómo pudieron é los franceses eran muchos, é fueron vencedores, é
anbir, y probaban á subir y á escalar en la primera mataron mas de ooho mil hombres de los venecia
nianera, y era imposible el poderlo hacer, y no lo nos, é prendieron muchos, é fué preso el capitán
DON FERNANDO E DONA ISABEL. Í3d
Bartholomé Albanio con quatro ó cinco heridas, y el «Al Santísimo y beatísimo in Christo Padre Julio
Bey lo quiso ver, á le mostró mucho amor, y lo por la Divina Providencia, de la Sonta Romana
mandó curar con gran diligencia é los franceses Iglesia é Universal Sumo Pontífice ; Leonardo Lau
cogieron el campo donde ovieron muchos caballos, reano, Duque de Venecia, humilmente besando hu
é armas, é artillería, é otras muchas cosos, é comen mildes los pies.
zaron de señorear por allí, é tomar las tiendas que «Beatísimo Padre y Señor é Señor nuestro clemen
los venecianos tenían en campana. El Papa desque tísimo: muchas veces nos habernos esforzado por
supo esto en Roma, mostró mucho placer de ello, é cuantos modos y maneras ha sido posible, en espe
se ficieron en Roma muchas luminarias é otras se cial por nuestras cartas dirijidas á los Reverendí
ñales de alegría. simos Grimano y Cornelio Cardenales, é esas muchas
veces repartidas, de declarar con mucha humildad
CAPÍTULO CCXXI. y reverencio lo devotísima obediencia y voluntad
obseqüentísima que acerca de vuestra Beatitud te
De el ejército del Papa;
nemos, y también de notar la efectuol ejecución
Antes de lo susodicho, quiso nuestro señor el por nos puesta en el restituir todas las ciudades y
Papa Julio Segundo justificarse con venecianos, lugares de Roma, suplicando ser restaurados y
contra los quales puso un monitorio penal, é des recibidos en gracia de vuestra Beatitud : creemos
pués su Santidad, no cumpliendo con él, envió su nuestros humildes ruegos y voces haber llegado á
ejército contra ellos, en que había nueve cientos vuestros santísimos oídos ; y como quier que vuestra
hombres de armas, é mil y quinientos caballos lige benignidad es grandísima con todo el mundo, ha
ros, é sois mil peones, estos pagados, sin la otra bernos habido esperanzas, esperamos nuestro ruego
gente de la tierra do la Iglesia; é principalmente haber sido oído; é porque aun de lo susodicho esta
pusieron cerco á Faonza, aunque primero tomaron mos en alguna incertidumbre , no bien en ello con
ciertos lugares allí cercanos ; y durante el cerco pa firmados , nos ha parecido por la presente á Vtra.
saron muchos reencuentros en que los venecianos Beatitud dirijida, sin buscar otros medios, con debida
ovieron gran daño, y en fin, la ciudad de Faenza y reverencia notíficalle nuestras suplicaciones. Sabe
la fortaleza se dieron al Duque de Velino, que era mos de cierto ser notorio á vuestro Santidad en que es
Capitán de la Iglesia en nombro del Papa, é habida tado é grado se ha reducido y constituido el Estado
esta victoria, luego se dieron todos los lugares co Veneciano. Remuévanso ya los entrañas de vuestra
marcanos; é la Ciudad de Ravena, que era de la misericordia ; miémbrese quo está aquí en la tierra
Iglesia, ovo dos bandos, el uno se levantó diciendo en lugar de aquél que es mucho misericordioso, el
Iglesia, Iglesia, y la parte contraria se retrajo á la qual nunca desecha de sí los que humildemente á su
fortaleza, y lo mismo hicieron en Aríraono, y el clemencia recorren, que si por ventura habernos
Cardenal de Pavía estaba allí por legado con el algún error cometido, la pena traspasó todo nuestro
ejército de la Iglesia, é los venecianos vinieron á él demérito; como quier que la pena ha de ser confor
& le demandar partida, que dejasen ir libres los me é igual al pecado, ya no queremos nuestros
suyos con sus bienes, é que ellos querían dejar ruegos justificallos, ni estar en justificación de ellos,
aquellas tierras á su Santidad y el dicho legado en antes confiándonos en la mucha benignidad de
vió la embaxada á el Papa, y el Papa para responder vuestra Santidad, la qual es inmitsdora de las pi
hizo congregación dos veces con todos los Carde sadas é doctrinas de aquel que sobre todos los otros
nales, é en fin, el Papa se contentó del partido de es dómente é misericordioso, séminos abiertos los
Aquello, é ansí se ovo de facer. Empero con todo eso, mansos oidos de vuestra Santidad , é use con nos
antes de acabado de concertar por parte de los ve presto de su misericordia ; miémbrese nosotros haber
necianos, se interpuso en Roma uní apelación de la sido útiles servidores algunas veces á la Santa Sede
Munitoria que el Papa dio contra ellos ad futurum Apostólica. Considere cuánto oro é sangre contra
Concilium , y también contra venecianos se publicó los infieles de vuestros venecianos ha sido derrama
con letras More enrice la excomnnion y privación é do. En fin, vuelva los piadosos ojos á aquella nues
interdicto, y todo lo demás que se contenia en la tra observancia é filial piedad con la cual en toda
Munitoria porque pasó el tiempo y no obedecieron tiempo habernos proseguido en qualquier estado y
ni cumplieron lo que mandó su Santidad. y causa á vuestro servicio; por todo lo qual no nos
podemos desauciar de recibir benignidad y gracia
CAPÍTULO COXXII. do vuestra Santidad; é así habernos obedecido con
tiempo é primeramente el monitorio de vuestra San
De codo los venecianos se humillaron y escribieron «I Papa.
tidad, como habernos fecho: la mesma mano que
Los venecianos, viéndose vencidos, é viendo que nos fizo la llaga , esa nos cure. Sea notificada esta
Jes era vano dar cozes contra ol aguijón, en tener nuestra obediencia á todoB los Príncipes christianoa
al Papo contra ellos, hicieron cuenta que toda la por letras é brebes de vuestro Santidad. Cesen ya las
christiondad del mundo era sobre ellos, humillá armas de christionos contra christianos devotísimos:
ronse y enviaron al Papa la presente carta deman de vuestra Beatitud, y de la Santa Sede Apostólica.
dando misericordia y piedad á su Santidad, en esta Todo lo qual como es conveniente al Vicario de Je-
manera; suehristo en la tierra asi esperamos, é con mayor;
740 CRÓNICAS DE LOS REYES DE CASTILLA.
esperanza y certidumbre estará en vuestra Santidad, hombres castrados, y salieron con él muchos moros
é tanto mas cuanto de grandeza de ánimo y zelo de é moras chicos é grandes de la ciudad, y fué el Rey
la feé excede á todos los otros. Nosotros no espera con toda aquella gente á parar quatro leguas de
mos ni deseamos otra cosa mas ardientemente de Bujía en una sierra, y allí hincaron sus tiendas, é
tornar en gracia de vuestra Beatitud é serville con les vinieron muchas gentes de moros en socorro, ó
todas las obras á nosotros posibles, lo qual todo lo se juntaron con él mucha gente en la ciudad, que
susodicho deseamos mas copiosa é abundantemente estaban por los campos, que morían de pestilencia.
esplicar en presenoia ó por palabras de nuestro Em El combate de Bujía se comenzó en amaneciendo el
barcador cuándo quier que entendamos' ser grato á propio dia de los Reyes que fué en Viernes, é tres
vuestra santidad. Sin medio á ello enviaremos. Dada horas después de salido el sol toda la ciudad fuó
en nuestro ducal palacio de Venecia á 2 de Junio ganada. Fueron los nobles Capitanes que con la
Indiciarte duodécima , de 1509 años. Gaspar, Secre gente de España la ganaron, el Conde Navarro,
tario.» Capitán general de la Armada, el Conde de Alta-
mira, el Conde de Santi-Esteban del Puerto, Rui-
CAPÍTULO CCXXIII. Diaz Maldonado, Comendador de Eliche, dos hijos
de Alonso Henriquez, Pedro Arias, Caballero de Se-
Déla toma de Bugla. govia, Diego de Ouzman, ó otros que no supe sus
Partió el Conde Pedro Navarro, capitán mayor nombres, los qualca todos por sub personas dieron
de la armada real de España de Oran , del puerto de sí buena cuenta como caballeros de grande es
de Mazarqnivir, el dia de San Andrés del año fuerzo.
de 1509, con 13 navios, é fuó derrotado á la isla Esto ansí hecho, luego el Conde envió un hijo de
Fórmente» que es despoblada , y está cabe Ibiza, y Alonso Henriquez á requerir á la ciudad do Argel
atendió y estubo allf hasta el dia de año nuevo, que está de allí catorce leguas, que se diese al Rey
primero de Enero, comienzo del año de 1510; é allí de España, y que le enviasen luego los cautivos
se llegaron hasta veinte y tres navios y galeras, y christianos que tenían , y los de la ciudad no osaron
de allf partieron con la gracia de Dios, y amane otra cosa hacer, y ansí lo hicieron, y alzaron luego
cieron el Sábado, víspera de los Reyes, sobre Bujía, pendones por el Rey de España, ó eso mismo hicie
y entraron quatro naos en el puerto y no pudieron ron otros dos lugares que estaban cerca de la mar,
entrar las otras hasta después de medio dia dos ho Tebelez y Dijar que también alzaron pendones por
ras. El primero que saltó de la nao en una barca ba el Rey de España. La ciudad de Bujía fué muy
tel para ver la disposición del puerto é de la ciu grande antiguamente, según parece por sus edifi
dad, fué el dicho Conde, y tras de él Diego de Vera, cios, é según de ella se dice, fué poseída é mandada
capitán de artillorfa, y mandó tirar de las naos á la de los Romanos, en el tiempo en que ellos señorea
ciudad, y tiraron, y asi mismo tiraban de la ciudad ban ; é dicen que en tiempo de su prosperidad , que
á las naos los moros con su artillería, y tornóse el había en ella cuarenta mil vecinos, é fué converti
Conde á su nao; y á la media noche fué fecho su da de la gentílica secta en christianos, ouando la
concierto. Salió la gente de la flota en tierra, é Asiría se convirtió, é ahora cuando se tomó dicen
ficiéronse en dos partes bien armados y aderezados, que era ciudad de ocho mil vecinos, y está toda la
y el Conde con otros Capitanes fueron á combatir población auna parte , porque la cerca de lo antiguo
por lo bajo de la ciudad, por la puerta de la mar, y es muy grande y tiene un castillo á la parte despo
la otra gente fueron por la otra parte de la tierra, y blada, que entra en la mar, para guardar el puer
entraron por una ladera de la ciudad vieja, que está to, que es una costa muy fuerte y de las mas inex
despoblada, y los unos por un cabo y los otros por pugnables cosas del mundo. Va desde el adarve por
otro, dieron tan gran priesa, é tan gran combate, é la misma costa bien cinco tiros de ballesta, que
con tan crecido esfuerzo y concierto, que escalando todo lo bate la mar, en que hay muchas torres con
la ciudad entraron y pelearon con los moros, de tal sus troneras y todas con sus lombardas, que tenían
manera que los vencieron é mataron ranchos, é los moros para defender su ciudad. Habia muchas
cautivaron é tomaron todo lo alto é bajo de la mezquitas en la ciudad, y la mayor bien parecía
ciudad milagrosamente, é ovieron allí el Conde y que fué Iglesia, que se hallaron en ella dos cam
todos los que con él fueron muy gran cabalgada de panas antiquísimas, enterradas; y una cámara da
muy infinito valor de moros y moras, y oro y plata armas antiquísimas, diferentes do las de ahora, en
y ropas de seda, y trigo, y cebada y acémilas y bes que habia armas para la cara, como máscaras ó ca
tias caballares y lanares y armas y artillería; y rátulas muy diferentes á las armas defensjvas de
ovieran mucho mas sino que el Rey se les fué é ahora, é habia porras de fierro. Estando el dicho
mucha de la gente de la ciudad por una puerta ó Rey moro Adurra-Amel asi huido con toda aquella
postigo qne estaba en tal lugar donde no se pudo gente, á seis leguas do Bujía, como dicho es, ha
esensar su ida por allí. Salió el Rey de Bujía lla biendo ya venido á Bujía gente de socorro fresca de
mado Adurra-Amel con su mujer legitima, hija del CerdefiaéM allorca, dejando la ciudad á buen re
Rey de Túnez, y con cinqfienta mancebas que tenia, caudo, el Conde Navarro partió para allá una noche
é con toda su casa y con muchos turcos que tenia, con cinco mil hombres no roas, para los saltear si
que servían & la Rey na y á las mancebas, qne son pudiera, y llegaron ú tiempo que todos los moros.
DÓN FRRNANDO é dona isabel: lií
Alfaquies 6 Almutanes llamaban al Zalá á muy El Conde Pedro Navarro en este tiempo, porque
grandes voceo, como quien llamaba á maitines, y Don García estaba en Málaga, dejó en Bujía gente
llegando á media legua de loa moros, y oyendo en lo maa defensible, é no mucha, porque morian
aquellas voces los christianos, pensaron que eran algunos de pestilencia, é fuese por la mar oon su.
sentidos, y descubriéronse y tocaron al arma y las flota y armada mirando donde podia ofender á los
trompetas, y los moros como oyeron y sintieron, moros, é esperando la armada quo iba y llovaba
ovieron lugar de huir, é huyeron, y los christianos Don Garcia de Castilla, é como se tardó él fué sobre
aguijaron é alcanzaron alguna parte de ellos, y Tripol de Berbería, como adelante se dirá,
mataron algunos, y cautivaron los que pudieron, é
entre muertos é cautivos chicos y grandes ovo CAPÍTULO CCXXIV.
seiscientos ó mas hombres é mujeres. Alli mataron
dos mancebas del Rey, una prieta y otra blanca, é De la toma de Tripol.
trajeron á Bujía trescientas vacas é doscientos ca El Conde Navarro con los otros nobles capitanes,
mellos, é otras muchas cosas y joyas é ropas, é o con la Real armada de España, fué sobre Tripol
murió alH el Monjuar, que era el mas privado y prin de Berbería, que era siendo de moros de quatro mil
cipal hombre de casa del Roy, y el que mas manda vecinos pocos mas ó menos, é muy fuerte é rica, y
ba eu el Reyno después del Rey. habiendo su consejo con los Capitanes del ejército
Este Rey Adurra-Amel no era natural Rey do y con la famosa y esforzada gente de España que
Bujía, salvo tenia el reyno por tiranta usurpado á iba en la armada, todos acordaron y fuoron confor
un sobrino en esta manera. Murió un Rey de Bujía, mes que la combatiesen el dia de Santiago con la
hermano do este Adurra-Amel, y dejó un hijo pe gracia de Dios é del Apóstol Santiago, á escala vis
queño llamado Muley de Abdala, y quedó Adurra- ta ; y asomó el armada Real Jueves á veinte y cinco
Amel su tio por tutor é curador, é después que se de Julio año de 1510, dia del Bienaventurado San
vido señor del [reyno, alzóse con él , pospuesto ol tiago Apóstol en esclareciendo á clara vista de 1»
temor de su conciencia, por cobdicia del reynar, ó dicha ciudad de Tripol, viniendo ya el ejército dos
llamóse Muley-Adurra-Amel, y mandó quebrar los dias habia fuera do las naos para mas presto saltar
ojos al Rey Muley- Abdala su sobrino con fuego, en tierra, é ya los moros habian visto la flota, y la
mandándolo alcoholar con un fierro caliente, y el habian descubierto el dia de antes, porque ya algu
que lo alcoholó ovo piedad do él y guardóle lo do nos dias habia que habian sido avisados y estaban
dentro de los ojos y alcoholóle de manera que no so apercibidos, por lo qual ellos tenían la oiudad bien
los quebró, é pegó los párpados de arriba con los de fortalecida y apercibida, allende que de si ella es
abajo y asi le quedaron los ojos pegados y sanos , é muy fuerte, ansí por tener la cerca muy alta é tor
no veia nada, y ansí lo tuvo mucho tiempo preso reada, como por la grande barbacana que tienen
é con guardas hasta que aquel dia que se ganó á con un fosado ó cava de que es cercada cuanto la
Bujía, é después de este desbarato, ovo lugar de mar deja de cercarla; y Iob moros tenían muy for
huir este Abdala y rogó á ciertos criados de su pa talecidas las puertas y las torres con macho tiros y
dre que huyesen con él á Bujía al Conde Navarro, artillería gruesos é menudos, é mucha munición de
é ansí lo trugeron , é traído lo abrieron y curaron los pólvora, y de todo lo necesario á modo de genove-
ojos ó vido é fizóse vasallo del Rey Don Fernando, ses, é deliberaron de combatir á escala vista el Con
6 comenzó do facer guerra muy cruel á los moros de é los Capitanes, no embargante toda su fuerza, sin
con otros sus parientes é criados de su padre, é dio- primero tirar con la artillería, aunque supieron que
ronle posada en el arrabal de Bujía. Esto asi pasa los moros que estaban dentro eran muchos y muy
do, acaeció una grando desdicha al Conde de Alta- armados, é habian de defender cuanto pudiesen su
mira , que mandó á un su criado armar una ballesta ciudad ó morir; é muchos moros de la comarca se
para tirar, é dándosela armada, soltó la ballesta habian metido dentro por salvarse, é por ayudar de
é dió al Condo la saetada por tal lugar que dende á defender la ciudad. El Conde y los Capitanes hicie
pocos dias murió alli en Bujía. Sabida por el Rey ron su gente dos partes, y comeozaron el combate,
Don Fernando la victoria de Bujía, hizo merced de y en tanto que combatía la una mitad á la ciudad,
la tenencia de ella á Don Garcia de Toledo, hijo del la otra mitad peleaba con los moros de á caballo y
Duque de Alva, é fizóle proveer de una armada grue de á pié que andaban por defuera en el campo, que
sa, la qual se juntó en Málaga desdo el mes de Abril acudieron muchos, asi por estorbar el desembarcar
del año do 1510 en adelante, y después de llegada como el combato. Quiso Dios Nuestro Señor poner por
la gente toda, tardóse mucho el dicho Oarcia en su infinita bondad tanto esfuerzo en los christianos,
embarcarse, y ostubo allí el dia de San Juan, y que', asi los que combatían la ciudad como los quo
lidió toros, é muchos de los que habian de ir en la defendían el campo, se dieron á tal recaudo, é pelea
armada, asi frayles como abades y legos, por la tar ron tan esforzadamente, que fueron vencedores, por
danza so volvieron, é no so bí se hizo esta tardanza manera que en dos horaB entraron la ciudad por fuer
porque supo ol dicho Don García que morían de za de armas tan esforzadamente, quo de cierto entre
pestilencia en Bujía ; en fin partió de Málaga con su los christianos que allí se hallaron hubo muchos de
flota y armada con siete mil hombres después de ha tanto esfuerzo, que de ninguno de los pasados es
ber estado en Málaga tres meses ó mas, forzados decir se podría si pudieron con tanto es^
742 CRÓNICAS DE LOS REYES DE CASTILLA.
fuerzo hacer mas : de loa qualea algunos murieron, García, ó pusieron su Alcáyde. E luego Diego da
que eran muy conocidos y amados de el Conde, de Vera, Alcaydo ó Capitán de Bujía se fué en pos del
que no pooa pena é dolor él recibió, por su ausencia dicho Don García, ó convocados llegaron juntos al
é por morir en tan santa demanda y dejar tan ma puerto de Tripol con quince ó diez y seis velas, á
ravillosa memoria. Con los otros que vivos queda donde hallaron al Conde Pedro Navarro embarcada
ron, consortes é semejantes á estoB, se consolaba y en el mismo puerto con toda la infantería , en que
daba infinitas gracias y loores á Dios Nuestro Señor habia diez mil hombres ; é ya el Conde habia tenta
y á la Virgen Santa María y al bienaventurado y do loa Algarves con ocho galeras é una fusta, como
glorioso Santiago. dicho es, y esperaba el tiempo para ir sobre ellos; y
Desque la ciudad fué entrada en otras dos horas, como llegó el dicho Don García lo recibieron muy
fué tomada toda é segurada matando é firiendo de bien, y con muchas alegrías é tiros é músicas en las
los infieles cosa espantable, que murieron sobre naos y flota, é el Conde y Don García entraron en
diez mil moros, á lo que de ello saber se pudo, é una barca muy bien ataviada, é fueron á ver la
fueron muchos cautivos chicos y grandes y muchas ciudad de Tripol. En esta vista se hicieron muy
mugeres, y tomada la ciudad con todas sus riquezas grandes alegrías y fiestas, y de allí tomaron agua
de oro, plata, seda, pasas, bestias y armas é artille las naos de Don García y de Diego de Vera, y de
ría, é trigo é cebada; é fué tanto, que no ovo nú ahí fueron todos á los Algarves, y llegaron Jueves
mero su valor, é fué bien repartido por los que lo noche, dia de San Agustín 28 de Agosto: otro dia
trabajaron y ganaron; salvo las personas de cauti Viernes mandaron los señores Don García é el Conde
vos que tomaron vivos, tomó el Conde para el Rey que todos desembarcasen las galeras é fustas, é
y para el gasto do la flota y armada. Acometióso otros bajeles pequeños, porque las naos gruesas no
el combato con diez mil hombres christianos é mu podían llegar con una legua á la torre que está tres
rieron diez mil moros, é murieron quatrocientos leguas del Castillo, á la parte del Levante, y así fuá
christianos. Fortalecieron la ciudad y ficieron á toda la gente desembarcada, y sin peligro y sin ver '
Diego de Vera , Capitán del Artillería, Visorrey ó moros; é allí fueron fechos siete escuadrones de
Gobernador de ella, é estuvo allí el Conde algunos gente, é duraron en desembarcar é facer los Escua
dias é el armada, fasta que vino Don García allí drones y ordenanzas fasta medio dia; y dieron la
desque fué de acá de España. delantera á Dionelo Coronel que le cupo por suerte,
Partió el Conde Pedro Navarro de Tripol con y adelante de esto escuadrón iba el Señor Don Gar
ocho galeras y una fusta é gente, por ver é mirar cía, con obra de setenta hidalgos gentiles hombres,
la isla é tierra de Algarves, que es aquende de Tri hijos de Señores de vasallos de Castilla que habían
pol en la mar Mediterránea, setenta leguas de Tri venido con él á le acompañar y ganar honra, todos
pol poco menos, en derecho de Tunes, é es vecina ¡i armados y á pié, y él á caballo; y así iban en pos de
la tierra de África, é muy cercana, por ver la dis estos todos los otros escuadrones en su ordenanza,
posición de la tierra, para ir sobre ella; y habia en y el Conde de uno en otro, cabalgando en un caba
la isla un Capitán ó señor de la tierra, Xeque que llo, proveyendo y dando orden en todo, y en los
ellos dicen, y era renegado que habia sido christia- tiros del artillería ; y fué tanto el sol y el calor que
110, al qual el Conde habló dulcemente é á los mas aquel dia fizo, que ardia como fuego, y el arena del
principales de la Isla que se diesen al Rey de Es suelo lo quemaba como ascuas de vivo fuego ; ansí
paña, pues ya veian que con ayuda de Dios toda que de este fuego y de la gran fatiga que los com
aquella tierra habia de ser suya; y en la isla , habia pañeros habían pasado, que habia muchos dias que
dos parcialidades, y respondió el Xeque que les diese estaban en la mar embarcados y muy mal proveí
plazo é que hablada con los de la isla y responde dos del comer y beber, y sobre esto fué tanta la sed
ría; y dióle plazo, y vino á rosponder en fin del pla que ovieron caminando en estas ordenanzas, que
zo, y dijo, yo soy con los que no se quieren dar sal como iban andando so caian muchos muertos de
vo defender, y con esto el Conde se volvió á Tripol sed y calor, que no habia agua donde bebiesen.
á su armada, la qual ciudad de Tripol está en dere Como el Conde vido esto mandó que calasen las
cho de Sicilia, en la tierra firme de África, y hay picas, é se fuesen su paso hasta el agua, ansí que
desde ella á Sicilia setenta ó ochenta leguas de mar fué tanta la sed y la desventura que cuando llega
é está mas adelante de Túnez al levante. ron á los palmares donde estaba el agua, los escua
drones ya por una parte unos y otros por otra, iban
CAPÍTULO COXXV. desbaratados, y ninguno quedó que fuese en orde
nanza, salvo el escuadrón de Don Manrrique, que
Cómo partió Don Garda de «Miaga. estaba en la retaguardia bien media legua dol pal
Partió Don García de Toledo, como dicho es, de mar. Y así que Don García y aquellos caballeros
Málaga, con cinco mil hombres en su armada, ó apor que iban con él delante , y el escuadrón de Dio
tó á Bujía para donde iba; y desque supo que morian nelo llegaron al pozo del agua, habia cerca del
en ella de pestilencia, no quiso él parar allí, mas pozo mas de quatro mil moros de á pié, y obra de
dejó allí cierta parte de la flota con tres mil hom doscientos á caballo, los quales se vinieron hacia
bres, é él fuese la vuelta de Sicilia: y luego aquellos los christianos, é Don García cstubo quedo diciendo
que allí dejó tomaron la posesión de Bujía por Don á los del escuadrón: aquí señores, á ellos: pensando
DON FERNANDO E DofÍA ISABEL 74Í..
qne iban allí tras de él siguiendo; metióse hácia los hombres de sed en loa navios: ansi que fué este un
moros, 6 cnando miró no vido tras de si sino los desventurado viaje, y de gran perdimiento.
caballeros hijos dalgo ya dichos; é los del escua Iban en la ilota del Conde diez mil hombres, y en
drón, como hombrea muertos de sed é de calor) mas la de Don Garcia cinco mil : ansi que acometieron
curaron buscar agua que no de pelear é no le acu la isla con quince mil hombres, salvo que no des
dieron, y los moros arremetieron con él, é él pelean cendieron todos en tierra, que quedaron todos los
do con ellos, lo mataron, y mataron con él á todos que eran menester para guardar la flota: murieron
los otros, 50 ó 70 hidalgos generosos que lo acom en la manera que dicha es, según todos decian, é
pañaban, que mas quisieron allí morir con él pe se pudo saber, mas de cuatro mil hombres ; perdié
leando como buenos, que no escapar hnyendo, per ronse muchas armas y artillería que les quedaron á
diendo el Capitán. Viendo que Don García era muer los moros.
to, el escuadrón so puso en huida y los coroneles
iban á paso huyendo buscando al Conde, y el Condo CAPÍTULO CCXXVI.
desque vido el desconcierto, comenzó de detenellos
diciendo: volved, volved las caras; é no los pudo De como el rej Don Fernando quiso pasar á allende, y de la
clama eonlra el Papa Julio.
detener, é desque esto vido, retrájose también él
hasta la torre: é quiso Dios que los moros siguieron Sabido por el Rey la muerte é desbarato de Don
muy poco el alcanza, escepto obra de setenta lanzas García, propuso pasar allende en persona, puesto
de á caballo, é ciento y cinqfienta peones que ata caso que ya lo tenia él muoho en cuidado y gana
jaron la gente á la salida de los palmares. Aquellos de pasar allende á hacer guerra á los moros, é de
mataron muchos christianos, y mataran muchos la muerte de Don Garcia recibió mucha pena y
mas, si quisieran, porque muchos habia perdidos y pensó con la ayuda de Dios vengarla, y mandó
sin tiento hasta venir al mar, y si no fuera por un aderezar una grande armada real, estando en Bur
¿scuadron de Jaimo Diaz quo estaba aun por salir gos, é so allegaron en Sevilla y en Málaga, y en
de la mar, que se tubo, mataran los moros muchos todos los puertos do la mar de esta Andalucía, y
mas christianos. Pedro do Laxan, viendo quo su es allegáronse infinitos mantenimientos de trigo, é.
cuadrón volvia las espaldas, se apeó de un caballo, cebada, é vinos ó quesos, é tocinos, é armas é todas
é con una espada comenzó do los tener, é nunca las otras cosas que eran menester, y embió por to
pudo; ansi todos huyeron hasta la torre, y muchos dos estos Reynos de Castilla, y por los de Aragón á
en el camino yendo huyendo, se cayeron muertos apercibir gente; é envió' al Rey de Inglaterra su
de sed, é se ahogaron de calor, que no ovieron re yerno, marido de su hija Dona Cathalina, que le en
medio; otros se tornaban locos, desatinados de calor viase gente con flechas y armas del uso de Ingla
é sed , é hacian locuras é se trasponían como muer terra, é le envió mil y quinientos hombres qne
tos, é se quedaban por aquellos arenales, y algunos vinieron en Cádiz, é él vínose á mas andar á la
que los mismos oompañeros los despojaban y deja Vandalucía, é entró en Sevilla en comienzo del mos
ban desnudos por muertos, é después con el frior de de Febrero año de 1611, y estando allí fizo pregonar
la noche tornaban en sí, é iban a las naos. Aquella guerra con los moroB de allende, que son en la
noche se embarcaron todos los que se pudieron em tierra de Africa. Y estando él ansí en Sevilla muy
barcar, y quedaron por embarcar quatro mil hombres, curioso é codicioso de pasar allende cada dia, enten
poco mas ó menos que daban tantas voces é gritos diendo en aderezar las cosas necesarias para el via-
pereciendo do sed, que era maravilla é gran dolor go, publicóse que en persona pasaba su Alteza, y
oir y ver, y muchos perecieron aquella noche. Otro asi era lo cierto, quo pasara si no ocurriera el impe
dia Sábado do mañana embarcáronse todos los quo dimento quo ocurrió, y los pueblos y ciudades reci
habia vivos, quo era cerca de quatro mil hombres y bían mucha pena, porque pasaba en persona por los
acabados de embarcar, fué tanta y tan grande la inconvenientes que podían venir en estos Reynos
fortuna que so revolvió en la mar do viento é ondas con su ausencia; y algunas ciudades le escribieron,
que todos pensaron ser hundidos, é duró desdo el especialmente la ciudad de Tolodo, é la de Segóvi a,
Sábado hasta el Mártee, é en el mismo puerto se é la misma ciudad de Sevilla, oada una su epístola,
perdieron muchas barcaB, ó de allí se partió el Con muy maravillosamente notadas, con muchos reque
de con mal tiempo á la vela, y aquella noche se rimientos, que no pasase en persona, sino que en
perdieron unos navios de otros, é corrieron fortuna, viase sus capitanes , é gente como hacian Iob roma
é unos aportaron á Cerdefia, é otros á Sicilia, é otros nos, y el Rey respondió á todos muy satisfaciendo,
á otras islas ó partes de la Italia, donde la fortuna que en todo caso con el ayuda de Dios él habia do
los echó. £1 Conde habia hecho recoger toda la pasar en persona. Y estando el Rey en este tan santo
gente y embarcar, como dicho es, asf la suya como propósito en Sevilla, le vinieron correos y cartas do
la del desdichado Don Garcia, é todos revueltos en la gran vuelta y guerra de la Italia, y como con el
unos navios é otros, corrieron la fortuna; é el Conde favor del Rey de Francia se habían levantado cier
volvió después de haber corrido fortuna allí al puer tos Cardenales, é el Duque de Ferrara, cismáticos, .
to de los Algarves, y estuvo allí, y de allí se fué á contra el Papa Julio por le amenguar é meter cis
Tripol con lo que quedó con él de su flota é de la ma en la Iglesia de Dios, é por le tomar é señorear
otra, donde aun en estas vueltas perecieron muchos las ciudades de su patrimonioj é eso mesmo se ha^
*44 CRONICAS DE LOS R YES DE CASTILLA.
bian levantado á rebelado algunos caballeros de la gos de la christiandad , y como toniendo para ello
Italia; y el Papa teniendo au ciudad do Bolonia que aparejada una muy gruesa armada, y ejército, con la
habia ya echado de ella loa tiranos Bentibollas, qual, modiante la ayuda de Nuestro Señor, según las
que se la tenian mucho tiempo habia por fuerza, el nuevas que estonces tenia de todas las partes do los
Rey de Francia con poco temor de Dios, ayudando Ínfleles, se esperaba que Be ficieran grandes cosas en
á los Cardenales cismáticos y al Duque de Ferrara servicio de Dios Nuestro Señor y on acrecentamien
y i otros tiranos, le dio favor y mucha gente de to de la religión christiana, nuestro muy Santo Padre
franceses, con que cercaron la dicha ciudad de Bo me fizo saber que le habian tomado la ciudad é
lonia, é la combatieron, é la tomaron, y el Papa se Condado de Bolonia, antiguo patrimonio de la San-
retrajo á Roma, que no estaba muy lejos de la dicha ta Iglesia, y que algunos procuraban de poner cis
ciudad. Y el Papa tenia ordenado de hacer un Con ma en la Iglesia, exortáudome y requiriéndome que
cilio, y los Cardenales cismáticos ordenaron de ha por lo que la Serenísima Reyna mi muy cara y
cer otro con favor del Rey de Francia, en Pisa, di amada hija y yo debemos á Dios Nuestro Señor y á
ciendo que querían deponer al Papa, é hacer otro la Santa Iglesia quisiese tornar por la defensión da
Papa á uno de los dichos Cardenales cismáticos ella ; á causa de lo qual me fué forzado dejar la di
llamado Don Bernardino de Carbajal, español é cas cha empresa contra los infieles, y deseando que las
tellano, quo querfa mal al Papa; en manera que se dichos cosas de la Iglesia se remediasen sin armas,
revolvió en Italia muy gran cisma contra el Papa procuré juntamente con el Serenísimo Rey de In
y contra la Santa Madre Iglesia; y el Papa envió glaterra, nuestro muy caro y muy amado hermano y
al Rey Don Fernando en Sevilla, y á todos los otros hijo, que se BBCUSase la dicha cisma, pues su Santi
Reyes christianos, que le socorriesen y ayudasen á dad tiene convocado Concilio general paro bien
destruir aquella cisma mal aventurada que se habia y reformación de la Iglesia , y sin cisma, y asi mis
levantado, é enviasen favorecer la Santa Iglesia ino procuré que á la Iglesia le fuesen restituidas las
Romana ; y el Rey Don Fernando como cathólico tierras y patrimonios que le han sido ocupadas ; y
chrístiano y hijo obediente de la Santa Madre, lo habiéndolo trabajado cuanto á humano ingenio é
uno por la socorrer y ayudar, y lo otro porque vido fuerza, é por todas las vías y maneras que han sido
mudada la disposición del tiempo para pasar en posibles, é habiéndose justificado la causa por parte
Africa por caso de la dicha cisma é guerras, ovo de su Santidad muy enteramente, é no se pudiendo
de dejar la posada de allende, aunque los navios haber acabado la dicha restitución se ficiese, ni qua
, estaban á punto, y los mantenimientos llegados, é se aporten do procurar lo dicho cismo en lo Iglesia
muchas gentes de los que habian de pasar, ya veni de Dios, oyendo los clamores del Vicario de Jesu-
dos é partidos de sus tierras para pasar, é hizo sa christo y de la Santa Iglesia Romana nuestra Madre,
ber á todos la gran necesidad é impedimento por quo que con mucha instancia nos enviaron á demandar
se dejaba la pasada de allende. La dicha ciudad de ayuda para su defensión : y conociendo la mayor
Bolonia que es Cámara del Papa, tomaron los fran obligación que todos los Príncipes christianos tune
ceses á diez dias del mes de Mayo del dicho año mos, que es la defensión de la Santa Iglesia Roma
de 1511, y en pocos dias lo supo el Rey Don Fernan na nuestra Madre, quo con mucha instancia nos de
do, y tuvo cartas del Papa para impedir la dicha pa mandaron ayuda , nos habernos declarado pública
sada de allende, estando en Sevilla, de lo cual fué mente con Su Santidad para defensión de la Igle
muy mucho enojado, é ovo de mandar despedir las sia y recobramiento de las tierras que le han sido
gentes: y en este tiempo aportaron en Cádiz mil y ocupadas, y para trabajar de esousar lo ocosion de
quinientos hombres flecheros ingleses, y hombres la dicho cisma : por ende yo ¡vos ruego y encargo
de armas, que el Rey Henrrique de Inglaterra, yer que pues veis quo esta es la mayor é mas árdua é
no del Rey Don Fernando, le envió para la dicha justa causa do las quo se pueden emprender on fa
guerra, á los quales envió el Señor Don Juan do vor de la Iglosia é de la christiandad, é á esto mas
Fonseca, obispo de Palencia, á los despedir é pagar especialmente son obligados los eclesiásticos que
el sueldo á Cádiz, á los quales despachó para que se otros, queráis rogar en vuestros sacrificios y ora
oviesen de volver quince dias ó veinte del mes de ciones á Dios Nuestro Señor, que por su clemencia
Junio del dicho año. El Rey se partió de Sevilla en quiera escusar y remediar la cisma que algunos
21 dias de Junio, é no paró hasta Burgos, donde es quieren poner en la Iglesia, y dar victoria á la Igle
taba la Reyna Doña Juana su hija, y de allí trabajó sia é á los que habernos tomado la defensión de ella,
por cuantos modos pudo por esousar la cisma, y de ordenando que de aquí adelante , tanto cuanto du
allí escribió al Dean y Cabildo de la Santa Iglesia rare la dicha santísima empresa, so haga plegaria é
de Sevilla la presente carta. oración particular cada dia, y tañan á ella las cam-
pauas á la una , después do medio dio por lodo ol
EL REY. pueblo generalmente, para quo Dios Nuestro Señor
«Venerables Dean y Cabildo de la Santa iglesia de quiera escusar la dicha cisma y dar victoria á la
Sovilla : ya sabéis como por servicio de Dios nuestro Iglesia. De Burgos á 6 de Noviembre, año de 1511.
Señor y ensalzamiento de nuestra Santa Fée cathó- — Yo el Rey.—Por mandado de Su Alteza, Miguel
lica, estaba determinado este verano pasado de ir Pérez de Almazan,»
en persona á la empresa contra los Ínfleles cnemj-
DON FEBNAND' É DONA ISABEL. ' .745
la christiandad, como porque siempre fuisteis muy
CAfr.TULO CCXXVII. obediente hijo á la Iglesia romana, y asi mesmo
porque de ningún otro Principe mas ha sido ayu
Del Breve que el Tapa Jallo segundo envió al Rey Don Fernando dada la dignidad eclesiástica y la Magostad Ponti
i Burgos. ficia, ni se espera que de otro será mas favorecida:
Estando el Rey Don Fernando en Burgos, vino por tanto, Su Santidad me ha enviado á V. O. M.
A él un venerable Doctor llamado Guillermo Caza para que yo de su parte le notifique que en el mes
dor, é se envió por el Papa Julio II por Embaxador de Abril, primero que vendrá, se comenzará en Bo
é Nuncio á le notificar por un Dreve é copia signa ma en el palacio Lateranense el Concilio general ya
da de la Bula, é sellada de la convocación del Con convocado por su Santidad; y rogase así mismo de su
cilio general que su Santidad tenia convocado en parte á vuestra Cathólica Magostad que ansi mesmo
Boma en San Juan de Letran : al qual Nuncio Su como otras veces, por su benignidad ha defendido
Alteza mandó honradamente recibir, é quando le la dignidad de la Sede Apostólica, y para la defen
fué á besar las manos y á presentar el dicho Breve, sión de ella algunas veces apercibió muy grandes
le suplicó le quisiese mandar dar pública audiencia ejércitos, por consiguiente ahora también, por la su
para decir su embalada, é Su Alteza se lo otorgó, é acostumbrada piedad cerca de la religión , quiera
luego el Domingo adelante, que se contaron 16 dias dar como bueno y esforzado defensor de Chrielo
de Noviembre, año susodioho de 1511 , é la hora de todo el favor oportuno para que esto Concilio gene
las ocho de la mañana fué Su Alteza á la Iglesia ral sin cisma y sin escándalo, mas antes oon temor
mayor, acompañado de muchos Prelados y Grandes y celo de Dios todo poderoso y de la religión chris
é Señores de este Beyno, y de muchos de su alto tiana sea celebrado ; así porque el pueblo chris-
Consejo, é de Caballeros é de otras personas de Cór- tiano claramente sepa la religiosa intención y legí
tes, é allí se llegó gran muchedumbre de pueblo, y timas escusaciones do Su Santidad y de quien haya
luego se comenzó una Misa muy solemne, al medio sido impedida en estos bus santísimos propósitos, co
de la cual al tiempo que suelon predicar, Su Alteza mo porque sea manifiesto cuán provechosa y necesa
so levantó de su silla, y el dicho Nuncio, presentan ria sea á la christiana religión la celebración deste
do su Breve en presencia de todos, al cabo propuso Concilio, y cuán pestífera y peligrosa á la salud do
en latin una muy solemne oración, la qual, en nues las ánimas, la división y riesgo do ella que. á Dios
tro común hablar castellano es esta que se sigue : plegua quitar. Suplico á V. M. que mande leer on
«Entre los otros cargos del Pontificado de nues este venerable templo de Dios en alta é inteligible
tro muy Santo Padre Julio, Papa segundo, después voz el Breve Apostólico de Su Santidad, que pre
do su asunción, de dos cosas principalmente siem senté á V. C. M. con toda su Beal Corte, á la qual la
pre tuvo mucho [cuidado Su Santidad, invictísimo Sede Apostólica envía salud y su bendición, etc.»
y calhólico Principe. Lo uno que V. A. de continuo
ha incitado, conviene á saber, que se hiciese la ex Lo que dijo al Arzobispo de Toledo Cardenal.
pedición contra los malvados turcos , que ha tantos «A vos, Reverendísimo Prelado, Arzobispo de To
años quo tienen ocupados tantos roynos y provin ledo, Cardenal de España, Prelado de la Santa Ma
cias do los christianos ; lo otro quo fuese celebrado dre Iglesia ; asi como estáis colocado cabe el Sumo
concilio general para las ocurrencias de la religión Pontífice Vicario de Christo por vuestros mereci
christiana, y para la reformación de las costumbres mientos, y por acrecentamiento de la Fé Cathólica
y de las otras cosas necesarias de ella; á cuya causa habéis guerreado contra los infieles tan religiosa
Su Santidad ha procurado de continuo con los Prin mente, ahora por consiguiente no dejéis de pelear
cipes de la christiandad. Pero viendo de una guerra por la Iglesia Romana, ni defender la unión de ella
y contienda nacer otra, no solamente en los Prínci y venir personalmente á la celebración del Concilio,
pes temporales por sus entrañables odios y por in según especialmente sois llamado.
ducimiento del diablo, le pareció no se poder jamas tiAsí mismo, vosotros Prelados Arzobispos,'que sois
hacer ningún aparejo de guerra contra los muy in firmísimos pilares de la Santa Madre Iglesia y siem
flóles y crueles si primero no fuesen remediadas las pre fuisteis aparejados siendo necesario derramar
semejantes guerras y contiendas por via del Conci la propia sangre por la feé de Christo, y por la
lio general, para que de esta manera apaciguadas y unión de los fieles ; de parte de Su Santidad sois
del todo quitadas de común consentimiento y con convidados á estas santísimos y necesarias bodas,
sejo de todos los Príncipes déla christiandad, se á la celebración de las quales iréis en su tiempo y
hiciese aquella santísima expedición, por la qual Su lugar personalmente si pudiéredes, y si nó envia
Santidad determinó de convocar y convocó el Con reis personas en vuestro nombre.
cilio general ; y por que entre todos los otros Prín »Y vosotros también Grandes , Señores , Duques,
cipes de la religión christiana, ninguno tieno mayor Marqueses, Condes, y otros Nobles varones y vir
nmor y afición que vuestra Cathólica Magostad , ansí tuosos Caballeros, así mismo varonilmente en favor
porque después que comenzasteis a reynar, ninguna de la fé con vuestro Cathólico y glorioso Bey, ha
otra cosa mas habéis procurado que de ampliar y béis habido triunfo y vencimiento de los infieles, así
acrecentar la religión christiana, según lo demues agora por consiguiente tomad armas como fieles
tran tantos reynos é ciudades por vos restituidas á Caballeros de Christo para defender la unión de la
746 CRÓNICAS DE LOS BEYES DE CASTILLA.
Iglesia Romana nuestra Madre , y reformación de Bomana Iglesia , entraron con Nos en Bononia, ecep -
loa fieles de ella, y defenderla y ayudarla esforzada to cinco Cardenales , los quales teniendo mal pen
mente, y seguid con buen ánimo á vuestro Rey Cu- samiento en sus corazones, fueron por otro camino
thólico, ol qual yo he invocado , é rogado por parte á Florencia ; y como quier que fueron por nuestra
do Su Santidad, quiera tomar á cargo la defensión parte, asi por Nuncios como por Letras requeridos
de la Sede Apostólica como espero que hará: lo para que viniesen á nos y estuviesen presentes, y
qual, si ansi lo hiciéredcs, que yo no desconfio, con juntamente con los otros Cardenales á las delibera
seguiréis por ello entre Iob fieles de Jesuchristo glo ciones de las cosas pertenecientes de la dignidad do
riosa fama y nombre perpetuo, y de la Sede Apos la Santa Sede Apostólica, no vinieron ; mas fueron á
tólica gracia quo en su tiempo no vos podrá faltar, é gran priesa y furtivamente por manera de decir á
de Dios todo poderoso convenible galardón; por Pavia, y de allí á Milán, ó puesto que su mala in
cuya ley guardar, Nuestro muy Santo Padre siempre tención émal ánimo se pudieran conocer por muchos
está vigilante, el qual sea bendito por siempre ja indicios, con todo jamas fueron por nos culpados ni
más amen.» por escrito ni por palabra, porque nunca pensamos
Oyda la dicha oraoion ó habla, Su Alteza mandó que habiau de ser tan menguados do consejo que
al Reverendo Obispo do Oviedo, Don Valeriano Vi- tuviesen pensamiento de se apartar de su cabeza, ni
llaquiran, del su Consejo, que estaba presente, le rasgar la vestidura del Señor, indivisible, sin costu
respondiese en latin brevemente, la respuesta del ra, é traer la cisma, tan dañosa en la Santa Iglesia da
cual tornada en romance es la siguiente : Dios, que por cierto habian sido de nos benigna y
«Con cuanta humanidad y atención su Cathólica honradamente tratados, y por la mayor parte acre
Magestad haya oido vuestra embazada, é con cuan centados, mas á todo se atreve la codicia é la cie
ta obediencia é devoción haya recibido el Breve ga é abominable ambición : atreviéronse con poca
Apostólico por vos presentado, no serla á mi fácil temeridad, no teniendo para olio ninguna facultad,
decir, mas el fin del negocio, placiendo á Dios, cada á convocar Concilio general, ni en lugar ni en tiem
dia lo mostrará. Manda Su Alteza que ansi lo por po conveniente, é citarnos para él; con este llama
vos elegantemente dicho, como lo que en el Breve se miento usaron malamente desvergonzada mentira
contieno, no solo á S. M., á los Prelados y Grandes por cuanto afirmaron tener poder do tres Cardena
que están presentes, mas á toda la Corte y á todo el les, Iob quales ni dieron para ello ni poder ni con
pueblo como lo pedís sea manifiesto, subiré al pulpi sentimiento, incitados según parece por el Rey Luis
to y allí lo que pudiere trabajaré de lo declarar. de Francia, christianissimo, el qual, olvidándose del
i Aguzad los oidos egrojio Doctor, é Nuncio meri- nombre y del oficio de los christianisimos sus pro
tísimo, ó lo que oyeredes, reponedlo en el armario de genitores, nos quitó la victoria del dioho Alfonso con
vuestra buena memoria, porquo después de la prós tra la anos dada por ol dicho Alfonso, y apartó á Bo
pera jornada lo podáis relatar á Su Santidad. Pros nonia, excelente oiudad iumediata, sujeta á la San
pero Dios á los quo desean obedecer la Sede Apos ta Romana Iglesia, alcanzando de si toda piedad ó
tólica y tener y guardar la feo sin mancilla, conser religión, é la tiene ocupada con muoha gento da
var y favorecer la única y Santa Iglesia. Amen.» armas, y la defiende so color y titulo de protección,
según ellos dicen, y amenaza también de cercar é
El dicto Brete vuelto de latín en romance decía aii: destruir otras ciudades de la Iglesia, si no hacemos
JUAN PAPA SEGUNDO. con ella paz que él qusiere, desech ando todos los otros
Royes y Principes de la Iglesia y christiandad. Por
Christianfsimo en Christo filio nuestro, salud y cierto, Nos somos aparejados do abrazar la paz, ó
Apostólica bendición. El ano pasado como Alfonso siempre se la ofrecimos, olvidando todas las inju
Estense, quo ora duquo de Forrara, se ovícbo enso rias y daños rocibidos con toda aquella paz que
berbecido , ó alzado los cuernos contra non é la San convenga á la dignidad de la Sede Apostólica, y
ta Sede Apostólica, cuyo feudatario é vasallo es, é que no nos aparte de la caridad y amistad de log
después menospreciando nuestras monioiones, le hu otros Principes de la christiandad, y que ponga fin
biésemos pribado consistorialmonte dol dicho Du á la destruicion y guerras de Italia é que no tarde y
cado, ni por ello diese ninguna señal de obediencia, dilate la espodicion contra los malvados turcos, y
acordamos de ir á Bononia para que do aquella ciu otros enemigos de la salutífera Cruz, que ha tanto
dad mas cercana, trajésemos al dicho Alfonso á la tiempo que Nos procuramos y deseamos. Si otra paz
verdad y debida obediencia, ó librásemos tan exe- quiere de nos sacar, parece que no busca paz mas
lente ciudad nuestra de su tiranía para lo qual vues antes, so nuestra sombra, quiere ensanchar su Se
tra Cathólica Magestad, habiendo sido pomos reque ñorío en Italia. Dios y todo el mundo saben habe
rido, envió on nuestra ayuda trescientas lanzas grue rnos eniploado todo ol tiempo de nuestro Pontifica
sas : también entonces mandamos á los venerables do en reconciliar entre si los Reyes é Principes ca-
hermanos nuestros Cardenales de la Santa Bomana thólicos que estaban diferentes en recuperar asi
Iglesia, que para recuperación de tan grande ciudad el Patrimonio de San Pedro, y en restaurar las ciu
fuesen con nos y nos acompañasen , é siguiesen , lo dades y otros lugares ocupados, como en el apercibi
qual casi todos obedientes é prontamente hicieron, miento de la armada para tan santa ospedicion, da
porque siguiendo Nos por los ciudades do la Santa lo qual "vuestra (Catuólica Magestad es buen testigo,
DON FERNANDO É DORA ISABEL. 747
el qual por nuestra continua estación con el mismo por ella é por su defensa y amparo su Real Perso
Bey de Francia que estaba diferente, sobre grandes na y estado, con las de sus naturales é subditos,
cosas, hizo paz, prometiéndonos de venir muy pron trabajando cuanto posible sea que la Iglesia no sea
tamente en la tal espedicion con todas la fuerzas de dividida, ni lacerada, ni destruida de su patrimo
sus reynos. Vedes ahora aquel Rey, que usa renom nio, y que le place y es contento, como ya lo ha
bre de christianisimo , y que quiere ser llamado comenzado, de tomar las armas por ella, para esto
principal hijo déla Iglesia, la destruye y ordena y para que el general Concilio agora por Su Santi
de Nos hacer violencia. Los Cardenales cismáticos dad convocado se célebre quieta y santamente sin
urden de envolver toda la chrístiandad de errores, las cisma y sin escándalo, lo cual Nuestro Señor quiera
quales cosas habernos visto por cartas do nuestro encaminar á su santo servicio y al bien común de
Nuncio, y oido á nuestro Embaxador que estaba en la Religión Christiana, porque después de celebrado
nuestra Corte, servos muy graves y muy molestas ; haya efeoto la espedicion y justa guerra contra los
por ende, hijo carísimo , y muy verdadero , levan infieles, que por S. M. es ó ha sido tan deseada, y
taos para defender á nuestra muy Santa Madre Igle fuera en obra por su parte puesta, si estos impedi
sia, destruir los consejos de los cismáticos, de los mentos y presentes calamidades no lo hubiesen im
quales dos, por nacimiento, son subditos de V. M., pedido y estorbado.»
porque por esto conseguiréis no menos alabanza que En acabando de docir el Obispo, el dicho Nuncio
por las otras escolontisimas cosas por vos hechas por so fincó las rodillas en tierra, alzando las manos al
la exaltación de la fé cathólica. Vuostra Magostad cielo y dando á Dios loores y alabanzas por haber
sabrá de nuestro caro hijo Guillermo Cazador, Audi hallado en su Alteza tan cathólica respuesta, tanta
tor de causas del Sacro Palacio nuestro Capellán, Nos afición y devoción á la Santa Iglesia Romana nues
haber convocado Concilio General en San Juan de tra Madre, en nombre de la qual se lo regraciaba y
Lotran con deseo de concluir la espedicion general le suplicaba le quisiese dar las manos por ello para
contra los malvados turcos, é los otros enemigos de se las besar; é su Alteza le mandó levantar, ó no se
la Fée christiana, á la qual rogamos y exortamos en los quiso dar. El dicho Obispo de Oviedo comenzó
el Señor queráis proseguir con aquel zelo que habéis su sermón tomando por fundamento las palabras de
aborrecido la cisma, é amonestéis é induzcáis ¡i San Mateo en el capitulo IX quo dice: Subió Jesu-
nuestro amado hijo Francisco, Cardenal de Toledo, y christo en una navecilla y navegó; el qual Evange
á los otros Prelados de estos Reynos cathólicos, para lio era do la Dominica que la Iglesia rezaba. Echó
que vengan á este Concilio que será tan saludable un Bolemno sermón on favor de la fée é unidad de
á toda la República christiana, y le deis libre licen la Iglesia, loando el propósito do Nuestro muy Santo
cia y seguro posage, sobre lo qual todo hablará mas Padro cu la convocación del Concilio, para tantos
y seguro con V. M. el dicho Guillermo, al qual vos bienes quantos Dios mediante do él bo esperan se
plega dar fée. Dada en Roma, en San Pedro Sub guir, fizo fin dando su bendición, y de allí acabada
annulo Piscatorit. Ultimo de Julio de 1511, y en el la misa, su Alteza se volvió á bu Real Palacio acom
Bfio octavo de nuestro Pontificado.» pañado do los de su Corte.
É luego allí el dicho Obispo se subió en un pul
pito, é antes de comenzar su sermón, en alta voz CAPÍTULO CCXXVIIL
leyó los traslados del dicho Breve y de la dicha
Oración del Nuncio, y consultada primero la res Del monstruo que parid una monja en Rlvenj.
puesta con su Alteza, por su mandado la dio, ende En la ciudad do Ravona, en la Italia, acaeció el
rezando bu habla al dioho Nuncio, diciendo las pa dicho año de 1512, antes un poco do la batalla de
labras siguientes : Ravena, que una monja parió un monstruo espan
«Lo que su Alteza responde al Breve de nuestro table; conviene á saber, una criatura viva, la cabo,
muy Santo Padre y á Vuestra Embaxada, Reverendo za, rostro y orejas y boca y cabellos como de un
Señor Nuncio, es que su Alteza ha comunicado este león, y en la frente tenia un cuerno como hacia
negocio con muchos Prolados y Grandes de estos arriba, y en lugar de brazos tenia alas de cuero
Reynos y que su Alteza por si, y en nombro de la como los murciélagos, y en el pecho derecho tenia
Serenísima Reyna de Castilla, su muger amada, y una señal de un Y griega, ansí Y ; y en medio del
de todos sub vasallos y subditos, y umversalmente pecho tenia letra tal X, y en el pecho izquierdo te
de todos bus reynos é señoríos besan la mano á Su nia una media luna y dentro una V de esta cohura,
Santidad por el cuidado y solicitud que tiene y ha V. De lo que significaban estas letras y media luna
tenido del buen regimiento, gobernaoion y refor diversas opiniones y juicos ovo entre las gentes.
mación de la Santa Iglesia á él encomendada, y Tenia mas debajo de los pechos dos bedijas de pe
por el deseo con qno siempre procura la paz y uni los; tenia mas dos naturas, una de másculo y otra
dad do la chrístiandad, y es muy contento por si y do femina, y la del másculo era como de perro, y la
por olla y por sus Reynos y señoríos do onviar al de femina era como do muger, y la pierna derocha
Conoilio Latcranenso, que Su Santidad convoca, los tonla como do hombro, y la izquierda tenia, tan
Prolados y personas quo lo paroccrá convenir; y os! luenga como la otra, toda cubierta como do esca
mismo es presto y aparejado, como cathólico y obe mas de pescado, y abajo por pié, tenia una echura
diente hijo de la Santa Iglesia Romana, de poner como pié de rana ó de sapo, el qual dicho monstruo .
748 CRÓNICAS DE LOS REYES DE CASTILLA.
nació en el mes de Marzo del dicho año de 1512, sino que desharia y baria Papa on Roma, y el Rey
como dicho es, y vivió tres dias, y fué llevado al Don Fernando, viendo bu contumaz y dañado pro
Papa, el qual lo vido y mandó dibujarle de la ma pósito se declaró contra él, con todos sus Rayaos y
nera y forma que era, y tuviéronlo en gran mara señoríos, y con los de la Reyna Doña Juana su bija,
villa. por defensor de la Iglesia Romana, y estorbador de
la pésima cisma, y enemigo de ella y de todos los
CAPÍTULO CCXXIX. que la procuraban, y mandó apregonar guerras con
Francia y con todos los cismáticos; y envió á hacer
De ■>■ cosas que acaecieron mientras el Rey eslubo en Burgos, 6 paces con los moros de allende, por cinco arlos, y
de la carta que el Itey de Tremeien le envió, é del presente, 6 envió mandar al Conde Pedro Navarro que fechas
do cómo se hlio su vasallo, y de los cismáticos.
las dichas paces, pasase luego en la Italia, é se jun
El Papa en Roma, despuoa de haber enviado mu tase con Don Remon de Cardona, Gobernador da
chas Embazadas al Rey de Francia y requerimien Ñapóles, é con la gente del Papa para defender i
tos de paz, é que fuese obediente hijo de la Santa Roma é recobrar á Boloña, é las tierras de la Igle
Madre Iglesia, como los Reyes christianfsimos bus sia si pudiesen, porque la parcialidad de los france
antecesores, é ansi mismo de los otros Reyes é Ar ses estaba muy pujante en la Italia, ca estaba de
zobispos cismáticos, les perdonara si vinieran cono ellos con el Duque de Ferrara muy grande ejército,
ciendo sus yerros; é de que no pudo de ellos sacar é tenia á Milán y su tierra: é por la parcialidad del
obediencia ni virtud, procedió contra ellos, é contra Papa eran el Emperador Maximiliano, é los otros
, cada uno de olios, con Munitorias, é descomulgólos, venecianos, é otros que con él lucieron liga; empero
é citólos, é puso entredicho en las tierras donde es no se podían juntar sus ejércitos con el del Papa,
taban, en toda Francia, é privólos de Reynos é So tan aina ni como era menester, y el Conde no tardó
ñónos, é dignidades, é oficios, é beneficios, é prove mucho en cumplir el mandamiento del Rey, é pasó
yó á otroB de algunos de ellos, y luego al comienzo con su infantería é gente que tenia, con que hacia
de la vuelta é cisma de los Cardenales, se dijo que guerra á los moros, en Italia, é juntóse con el dicho
diez ó once fueron rebelados contra el Papa, é re Don Remon, é con la gente del Papa, é comenzaron
conciliáronse dellos, é quedaron cinco contumazes de hacer la guerra á los franceses, é eso mesmo el
en la cisma. Y el mas principal é capital endureci Rey Don Fernando mandó llamar al Alcayde de
do, é más rico é de mas dignidades, á quien todos los Donceles que estaba en Oran, para que asentada
los otros acataban , é tenian por su mayor columna la paz con los moros viniese á Burgos, é vino. Es
é cabeza de esta cisma é tema, era Don Bernardino tos dos Capitanes llamó por hombres esforzados y
de Carbajal, Espafiol, Castellano natural de Plaaen- diestros en la guerra, y de aquí comenzó de aperci
oia, el qual con favor del Rey Don Fernando lle bir y allegar gente para dar guerra á Francia por
gó á ser grande hombre en Roma, como lo fué; que la via de Fuenterrabia é Navarra ; é el Rey de In
él era Cardenal de Santa Cruz en Roma, ó Patriarca glaterra, su yerno, lo envió gente de ingleses, gran
de Jerusalem y Arzobispo de Rosano, é Obispo de copia de ellos, en una armada por la mar, para ir
Sigflcnza en Castilla, que es el mas rico Obispado sobre Bayona y estonces estaba aun el Rey de Na
della; é otro fué de los dichos cinco Cardenales, ansí varra no bien declarado por Francia, antes fingía
mismo espafiol, que fué natural del reyno de Valen que estaba al servicio del Rey Don Fernando, por
cia, é era en Roma Cardenal y Arzobispo de Cosenza, que el Rey Don Fernando le había requerido muchas
é ambos eran hechura del Papa Alejandro, é los otros veces como á deudo y pariente, que estubiese da
tres eran franceses é italianos, y á todos los privó la parcialidad de la Iglesia y suya, y no de los cis
el Papa como dicho es, é en muchas partes de Francia máticos, porque quizás no le viniese mal é perdiese
se guardó el entredicho; en otras no, é quitó el Papa el reyno, y él se lo había prometido, y con dulces y
la muy principal feria, é muy rica de la dicha ciu engañosas palabras alongaba la declaración, en que
dad de León, so el Rlion que es en Francia, donde se después, como armaban para ir sobre Bayona, allí
adquiría al Rey infinita guerra, digo renta, é pasó á se declaró por Francia, y dijeron que dio causa de
la Saboya á la ciudad de Derzeles, ó privó al Rey bastecer á Bayona de gente, é armas ó manteni
de Navarra del reyno porque se juntó con el Rey de mientos, de manera que no aprovechar á ir sobre ella;
Francia, é hizo merced de Navarra á el Rey Don estonces propuso el Rey de facer la guerra é él, é
Fernando, é que lo entrase y tomase. El Rey Don tomarle el Reyno, como adelante dirá, y se lo tomó
Fernando, desque se puso en Burgos, no cesó con por lo dicho, é porque no cumplió con él cierta ca
muchas embazadas de requerir al Rey de Francia pitulación que entre ambos estaba fecha.
■ con la paz, é pensó desde allí por bien mitigar el
fuego é guerra de la Italia. El qual aunque viejo y CAPÍTULO CCXXX.
doliente, como tubiese hecho hábito de gran sober
bia á bu corazón, y con cobdicia de señorear el Carla del Rey moro de Tremezen, que envió al Re; Don Fernando,
é se liizo su vasallo.
mundo, é no temiendo el resto de las señorías de
los chriBtianos que contra él eran, en lo que tener « En el nombre de Dios piadoso, apiadador pode
debiera, nunca se quiso humillar, ni tomar el con roso sobre lo visible, al muy alto y muy poderoso
sejo ni las amonestaciones del Rey Don Forunndo, ó esclarecido Rey mayor on el mundo, cuyo estado,
DON FERNANDO É DOÑA ISABEL, ?4á
linaje y grandeza es mas antigua que de ningún Estando el Rey en BúrgoB, ciento y treinta chris
Principe, tan excelente y tan liberal , que bus obras tianos que estaban cautivos en su reyno, é veinte y
manifiestan las obras de su persona, que ya por el dos caballos, encubertados de cubiertas de grana y
mundo son divulgadas, el qual es de mayor estima los botones de abajo de la barriga de oro, é á el .
ción y reputación que ningún Principe pasado de pecho; mas un juego de ajedrez de oro tabla é tre
nuestro tiempo; grave para ser temido, regidor gra bejos, ó oada un trebejo atado con una cadenita de
cioso, benigno para que todos le osen demandar oro, con pollos recien nacidos, é una gallina morisca,
mercedes, Don Fernando Rey de Aragón, de las india, pintada pardilla, que cantaba muy maravi
dos Sicilias, de Jerusalen y de todas partes á do llosamente, é un león manso pequeño, é una donce
envia su poder y la muy alta é muy poderosa y es lla pequeña, blanca como nieve, é muy hermosa, de
clarecida Reyna y Señora Doña Juana, Reyna de sangre Real, é muy vestida de tercipelo, é con una
Castilla, de León, de Granada; la mas verdadera cadena de oro, é muchas manillas de oro, é muchas
Reyna é Señora de todas las que viven, por ser piedras preciosas, é mas sesenta mil doblas, é otras
mejor en sus pasados de mayores estados. muchas cosas, lo qual todo envió con el dicho su
El Siervo de Dios Muley-Baudala- Abdali, Rey Embaxador, de Oran, é vinieron con todo ello en
de Treraezen : Beso las manos de V. A. y me humi salvamento al Puerto de Cartajena, é dende fueron
llo por mi Embaxador, ante vuestro acatamiento, y á Burgos, donde por el Rey fueron bien recibidos.
pongo debajo do vuestro servicio mi persona y mi Á este Muley-Baudala- Abdáli fué tomado Mazar-
tierra, y envíos mi obediencia y mi voluntad pura quivir é la ciudad do Oran, que son en el reyno de
para estar y permanecer en vuestro servicio, en públi Tremezen tiránicamente á Azan su sobrino.
co y en secreto, y téngome por ser vuestro siervo en
mas que ningún Rey de Iob moros, por la esperan CAPÍTULO CCXXXI.
za que tengo de vuestra grandeza, mi obediencia y
la paz y concordia de V. A. comienzan agora, é por De lis eosas, 4 de algunas de ellas, que acaecieron en la llalla
ello doy á Dios y á V. A. muchas gracias : tengo en el año de 1511.
por perdido todo el tiempo que no he estado en Volviendo á decir de las cosas que acaecieron en
vuestro servicio, agora prometo de conservarlo, cuan la Italia, ó de algunas de ellas, en el año de 1511 é
to en mi esté : plegué á Dios de poner su mano para en el de 1512, ya es dicho en el breve del Papa
conservarlo en V. A. de voluntad, para que reciba como aquellos Cardenales se levantaron contra el
mi obediencia y le sea aceptada y agradable. Recibí Papa y se juntaron con el favor y voz del Rey de
ana carta de V. A. que rae alumbró para las cosas Francia é de las Señorías quo tenia en la Italia, é '
justas de toda paz y concordia, y en ella vi el amor con el Duque de Ferrara, é publicaron Concilio Ge-'
que V. A. rae tiene, y la voluntad que tiene á mis neral para cierto tiempo que se habia de hacer en
cosas, en aceptar mi servicio, por lo qual doy á Dios la ciudad de Pisa, diciendo que para reformación
muchas gracias, que conozco ha oido lo que le he ro de la Iglesia, para el qual dieron letras invocatorias
gado, y mas veo el efecto que esperaba, asi como el para cuantas partes pudieron, é citaron al Papa para
dador es infinito es mi placer infinito cuando vide la él, é el Rey de Francia pensó por aquí tener causa
carta de V. A. en que parece acepta mi servicio. de señorear toda la Italia y Roma y Nápoles, é como
«Muy poderoso Señor: envió á V. A. dos cosas que no consintieron el Embaxador y el rey de España
le son debidas, los christianos que estaban cautivos, é los otros Reyes y Grandes Señores christianos, en '
é aquí se hallaron, que es cosa santa é agradecida el dicho Concilio é mal propósito é dañado deseo
do Dios, para este mundo 6 para el otro, que vos del Rey de Francia, é de los otros Obispos á sus se
como su Rey justo sois obligado á pedillo, é otro cuaces, é lo contradijeron é dieron por vano, é nin
presente temporal, quo como á persona Real se debe, guno: luego el Rey de Francia hizo juntar y apare
de todos los otros Reyes menores; no es tan grande jar grande ejército con el Duque de Ferrara, é con
como mi voluntad, mas es señal que todo lo que laB tierras é parcialidades que tenia en la Italia, é
queda es de V. A. comenzaron de hacer guerra é tomar las tierras do
cEl Alcayde Mahomad de Lubdi es persona de la Iglesia y del Papa, é tomaron al Papa por fuerza
linaje é de virtud, sabio y entendido en todas las de armas la ciudad de Bononia, é todo su condado,
cosas de generosidad, é nobleza, antiguo criado lo qual el Papa habia recobrado poco tiempo habia
mió: por fidelísimo y de buen consejo envióle, por de poder de los Bentibollas que mucho tiempo ha
que para enviar ante vuestra grandeza no se podía bia que la tenían tiránicamente á la Santa Iglesia
escoger persona mas fiel. Suplico á V. A. que lo Romana, é tomaron la ciudad de Breja, que era de
mande oir y crea del todo lo que de mi parte le venecianos, é para recobrar esto, é defender lo que
dijere, y si demás de lo que acá sabemos á V. A quedaba, é defender á Roma, reclamó al Rey Don
pertenece otra cosa de que le podamos servir, con Fernando de España é á los otros Reyes Cathólicos;
él me lo envié á mandar.» y el Rey Don Fernando de España le socorrió con
La sobredicha carta vino al Rey Don Fernando en su ejército de Nápoles, é mandó al Virrey Don Ra
el mes de Enero del año del Nacimiento do Nuestro món de Cardona, Gobernador de Nápoles é Capitán
Redemptor Jesuchristo de 1512 anos, y con ellas le General de sus ejércitos, que luego socorriese al
envió en presente las cosas siguientes: | Papa con todas fuerzas, ó con el Conde Navarro, é,
760 CRÓNICAS DE LOS í ÉYES DE CASTILLA.
con todos los Capitanes é gente española qne allá Navarro, é á los otros capitanes de secreto que no
estaba; y el Papa junto con este ejército do España diesen batalla á los franceses, aunque se la deman
el snyo é sus Capitanes, é puso al Duque de Urbino dasen hasta que él Ies proveyese de mas gente, é se
su sobrino por Capitán General de su ejército, de lo enviase á mandar, é que en tanto dilatasen con
bajo del dicho Virrey de Nápoles, é juntos fueron ellos, porque los franceses eran sabidos que eran
á poner cerco sobre Bononia, é puesto el coreo la mas de treinta mil hombres en el ejército, debajo
combatieron con el artillería muy fuertemente, é del mando é regimiento del Conde de Fox Mosiur
le derribaron por una parte los lienzos de la cerca do Narbona, sobrino del Rey de Francia, hijo de
y entraron algunos de los españolea por los muros su hermana, y hermano de la Reyna de Aragón,
é hallaron dentro otro lienzo ó tal amparo que era mugerdel Rey Don Fernando de España, y ellos no
imposible entralle, cuanto mas que los franceses eran quince mil hombres ; é para esto había envia
que estaban dentro eran muchos, é la defendían do do Castilla é de otras partes, gente, especial
muy bien, 6 echaron fuera á los que entraron, é mente al Comendador Solis con dos mil infantes,
murieron algunos de ambas partes; ó 6l ejército es que aun no eran llegados cuando la batalla se dió:
pañol, é del Papa, se fizo afuera del combate, é se y como los franceses se hallaban tan pujantes, de
puso cerca de la ciudad para darse recaudo al so mandaban la batalla muchas veces al dicho Don
corro de franceses que venia. En esto, mientras la Remon , y él disimulando no la quería aceptar, hasta
gente de armas é guerra que estaba en Breja vino tener mas grovisión de gente, é mandado del Rey:
al socorro de Bononia, supieron la gente de vene é de que no la quiso dar, los franceses acordaron
cianos que eran de la liga del Papa, como no que pata sacarle de las barreras, de ir á cercar é tomar
daba en Breja gente de guardia: vinieron una no la ciudad de Ravena, que es de allí cerca, é es de
che y entráronse dentro, é tomáronla, pensándola la Iglesia y de su Patrimoncio, al qual tenia por el
defender; é teniéndola, vino sobro ellos todo el Papa un capitán llamado Marco Antonio, italiano,
ejército y poder de los franceses, é los que estaban y como los franceses llegaron á ella, cercáronla, y
dentro pelearon muy fuertemente por la defender, comenzaron de le dar muy recio combate por todas
é los franceses le dieron tan gran combate, que la partos; é como el ejército del Papa, é del Rey de
entraron por fuerza de armas, é la tomaron é me España lo supo, partieron para ella á le socorrer
tieron á saco, ó mataron cuantos dentro hallaron, todos los capitanes con su ejército y artillería
hombres y mugeres, chicos y grandes, clérigos y puesto en ordenanza, y llevaba la delantera el Conde
frayles, y monjas, que no quedó ninguno. Y era Pedro Navarro, é la rezaga el Capitán General Don
Breja ciudad do mas de dos mil vecinos; y de unos Remon; y en el ejército iban muchos capitanes
Monasterios de monjas que estaban fuera de la ciu muy esforzados y muy honrados y de línage , así
dad, tomaron las monjas y forzáronlas, y traíanlas españoles como italianos; y iba el Duque de Urbino,
por el Real como mugeres del mundo, sin ningún sobrino del Papa, y su Capitán General, y iban
temor de Dios é sin ninguna piedad, como si fueran ordenados en esta manera, en tres grandes esqua-
turcos, y aun peor, y decíase que mas de ocho mil drones y el artillería á los costados. El primer es
personas mataron allí, chicos é grandes, aquellos cuadrón y delantera llevaba el Conde Pedro Na
crueles descomulgados é enrabiados franceses; é varro; é el segundo esquadron en medio llevaba
desde aquí cada ejército curaba do crecer y hacer Fubricio Coluna, capitán, é otros muchos capitanes
mayor; é siempre había encuentros y reencuentros, Caballeros; é el tercer escuadrón atrás, que era la
é robos, é muertos, é no cesaba de arder Italia con retaguardia, y de mas escogida gente, llevaba el
fatigas y cuitas, y sofriciones y desventuras, como dicho Don Remon , Capitán General , en el qual es
en los antiguos tiempos siempre en ella fueron. cuadrón llevaba dos mil infantes escogidos, y quil
tro cien tos hombres de armas, gruesos, muy buenos,
OAPÍTDLO CCXXXII. y trescientos de á caballo, ligeros, el qual oon todo
Otra vci de la batalla de Ravena. su escuadrón, desque las batallas fueron juntas de
ambas partes, se volvió atrás, que ninguno de ellos
Estando cerca de la ciudad de Bononia el ejército peleó, ni aun vido la gente francesa, é volvió los
del Papa é del Rey de España con sus capitanes, é espaldas , é se fué de luengo á do quiso: y eso mismo
por Capitán General sobre todos el Virrey de Ná el Duque de Urbino no peleó, ántes hizo traición,
poles Don Remon de Cardona, aragonés español, que se rebeló por los franceses con su batalla. E
esperando poner cerco á la dicha ciudad ó pelear como los franceses supieron que el ejército español
con el gran ejército de franceses, que no muy lejos y romano iba al socorro de Ravena, que ellos no
de ahi estaba bien apercibido para socorrer é defen deseaban otra cosa, alzaron el cerco, é ordenaron
der la dicha ciudad de Bononia, allende de la mu todo su ejército en son de dar y recibir la batalla;
cha genio que dentro estaba en la guarda y de é fuéronso á encontrar con el primero y segundo
fensa de ella , é sabiendo el Rey Don Fernando en escuadrón de los españoles, los mas furiosos del
España la gran ventaja que los franceses tenian por mundo, é los españoles los recibieron, é dieron la
ser muchos más, y de muy mayor la artillería, y batalla, no con menos ánimo y esfuerzo, y la pelea
demás la tierra y señorías de por allí toda por ellos, se volvió, la qual fué tan reciamente combatida é
fnvió á mandar al dicho Don Remon y al Conde peleada, é tan cruel por ambas partes, de pocos es.
DOH FERNANDO i DOÑA ISABEL. Í51
pañoles á muchos franceses, que nunca tal fué visto, é se ofreció ser de su favor; é como quiera que ello -
en que duró cinco horas ; é en dicho rato los espa fué, él ni su batalla ó gente que le era sujeta é
ñoles hicieron cada uno do ellos como Héctor el mandaba, ó los que él quiso apartar que no podian
Troyano facía en las batallas en su tiempo, seis ó ser pocos, no pelearon, antes su estuvieron quedos,
siete mil hombres que mataron tres mil gascones, y y después, desque el desbarato fué fecho, envió á
treinta lombardas , y veinte lanzabechos tudescos y docir al Papa que allí estaba al servicio do Su San
de otras muchas naciones, y subieron dos veces tidad, como obediente hijo de la Santa Madre Igle
toda la infantería española por cima de la infante sia, é el Papa le perdonó; é él dio cuenta al Papa
ría francesa, en nombre de vencedores, y lo fueran cómo ó por qué lo hizo: en fin, se disimuló, aunque
de cierto, si el Capitán General los siguiera, ó se aquí se puede decir que si miraran el exomplo viejo
estuviera quedo, que no se fuera, ca on su ida dio que dice : muera la vida y viva la fama , hicieran
causa según se cree, que el Duque do Urbino rebe su deber y pusieran sus personas al trabajo del me
lase, y no pelease, é que fuyesen de la batalla los recer. Ansí que el Conde Navarro y los o tros ca
que huyeron. Y viendo el Conde de Fox, Capitán pitanes que eran muchos y muy honrados y esfor
General de los franceses, é los otros varones é ca zados caballeros, y de linage, ansí españoles como
pitanes franceses tan grande estrago hecho en su italianos y hombres de gran sangre, y otros de la
gente, é como los españoles andaban casi vence infanteria, con el primero y segundo escuadrones
dores, juntáronse setecientas lanza| gruesos de pelearon y hicieron su deber, salvo el capitán Car-
hombres de armas escogidos, de hombres de linage bajal, Señor do Jodor, é otros dos ó tres capitanes
é sangre, é tomaron las espaldas de la infanteria cobardes que volvieron las espaldas y huyeron , y
española, y soltaron el artillería, é diéronles por las no pararon hasta Roma, que está do allí cuarenta
espaldas tan gran combate, que se mezclaron é me millas, los que quedaron pelearon, como dicho es,
tieron entro ellos por los vencer y desbaratar; y los con todo el ejército francés, lo mas esforzadamente
españoles traían tan gran concierto, que si no fuera que hombres ficieron, de pocos y con poca artille
por los tiros é cuartería de la artillería, ellos dieran ría, á muchos y con mucha artillería. Duró aquel
buen recaudo de los dichos hombres de armas, aun dia la pelea hasta la noche , é aunque los franceses
que les entraron por las espaldas. E con la grande fueron vencedores y quedó el campo por ellos, no
artillería, é con la fuerza de los dichos hombres de siguieron el alcance ni hicieron otra diligencia
armas, é con mucha gente francesa, los españoles ninguna, salvo quedaron ellos en el campo aquella
fueron aplacando, é con todo eso de todos los sete noche, y esto fué porque sintióse entre olios el gran
cientos hombres de armas que entraron ontre ellos, estrago de muertos de su ejército, é la muerte del
no escapó ninguno, que á todos los mataron, y con Capitán General, é do otros diez y ocho capitanes
ellos al Virrey y Capitán General Condo de Fox, ó do los nobles y mayores del ejército quo eran allí
otros muchos capitanes é hombres de armas y gran muertos. Otro dia Lunes, segundo dia do Pascua,
sangre ; y los franceses , como eran muchos , todavía vinieron los villanos é pageses cercanos de donde
venian de refresco, é como los españoles eran pocos, fué la batalla, ansí de la parte del Papa como de
en comparación de l«s otros, é andaban cansados, los franceses , é cogieron é robaron el campo, é des
los franceses los ovieron do romper, é los rompieron pojaron los muertos, donde habia diez y siete ó diez
é desbarataron, é mataron tres ó quatro mil de ellos, y ocho milhombres muertos, donde ovieron infinito
aunque después se dijo que no eran tantos, y que despojo de armas, do oro, é plata, é vestidos, é bes
en los alardes que se hicieron no se hallaron sino tias, é otras muchas cosas que allí se perdieron do
mil y quinientos, ó pocos mas ó menos; é fueron ambos ejércitos. Aquella noche se salvaron muchos
muertos de los franceses catorco mil hombres. Duró de los españoles vencidos, de la batalla, é se fueron
esta cruel batalla cinco horas, ó fueron los franceses la via de Roma é á otras partes, donde cada uno
vencedores con muy gran pérdida é daño de tanta podia ó entendía guarecer, é después se fueron á
gente muerta de la suya, é fueron los españoles rehacer con el dicho Don Remon y guarecer, pues
vencidos á mucho menos daño, y por mengua de su to caso que fueron muchos presos ; muchos de los
Capitán General. Fué esta batalla Domingo prime españoles y italianos en la batalla después de ven
ro dia de Pascua de Resurrección, después de medio cidos se salvaron como dicho es, é huyeron, de
dia, á 12 de Abril del año del Nacimientro de donde no Be pudo salvar el Capitán General de Es
Nuestro Salvador Jesuchristo de 1512 años. El dicho paña y del Papa de le ser cargada toda la culpa
Capitán Don Remon, como dicho es, con todo su do dejarse vencer, que pudiendo haber la victoria
escuadrón y gente susodicha, sin llegar uno de no la quiso, ca pudiera él haber la victoria, aunque
ellos á la pelea ni verla de vista, porque la gente nunca peleara, si no que se estuviera quedo en el
delantera tomaba mucho trecho de tierra, é con campo: con la gente escogida que tenia en su escua
ella no podian ver la gente francesa, volvió las es drón é retaguardia, sin menearse fuera vencedor.
paldas y se fué de allí, que no paró mas do veinto Eso afirmaron ó dijoron cuantos quedaron vivos do
millas, é allí paró con su gente en un lugar quo arabos ejércitos, ó todos los otros discretos que hu
llaman Rémino. El Duque de Urbino, Capitán Ge bieron noticia de todo lo que aconteció en la pelea,
neral del Papa, ya es dicho como tampoco peleó, que notaron el gran desmán que dio en irse sin
entes todos dijeron que se rebeló con los franceses, causa, é sin saber si tenia razón á se ir, que si con
Ibi ' t . CRÓNtOAS DE LOS I 1YES DtS CASTILLA.
siderara lo honra qne tenía, que era la mayor que infantes, que son hombres de á pié, franceses y
nunca en aquella tierra tuvo hombre de España, en tudescos é gascones é italianos ¡ é loa del Duque de
ser Capitán Qeneral de España é del Papa é Roma, Ferrara.
solo esto le pusiera corazón á antea morir que mo Mas dos mil hombres de armas.
verse atrás, dejando vuelta la batalla. En fin, los Mas quatro mil hombres de caballos ligoros.
franceses que allí murieron dieron muy mal fin á É tenia sesenta piezas de artillería.
sus días, que murieron todos descomulgados, y en El ejército español y de la Iglesia tenia lo si
tredichos y malditos del Papa, por ser adversarios, guiente :
y contra el Papa y contra la Iglesia ¡ é los españolea Tenia nueve mil infantes españoles ó cuatro mil
y todos los de la parte de la Iglesia murieron ab- infantes italianos, que son trece mil hombres de
sueltos y con bendición. á pié.
Loa nombres de los capitanes franceses que allí Mas setecientos hombres de armas españolea ó
murieron, de algunos de ellos, son los que se si quinientos italianos, que son mil doscientos hom
guen : fueron los principales hombres de gran san bres de armas.
gre y estimación diez y nueve, con el Conde de Más tenia mil hombres de caballos ligeros espa
Fox, Capitán Qeneral del ejército francés que allí ñoles, é otros mil italianos.
murió. Más, veinte y quatro piezas de artillería.
El Conde de Fox, sobrino del Rey de Francia. Por aquí se puede ver la ventaja que habia do un
Monsiur de Alegre, é su hijo, Monsiur do la ejército á otro, que los franceses eran treinta mil
Troche. hombres é los Españoles y del Papa oran diez
Monsiur de la Qrota. Estos son grandes seGoros, y seis mil hombres ; é do todos fueron poco más ó
é no quedó de los magníficos de la hueste de estos menos.
sino Monsiur de la Pellita.
Capitanes de hombres de armas. Mellardo, Ja- CAPÍTULO CCXXXIII.
notto, Bonet, Mombrion, el Varón de Coses, é otros
muchos de que no hubiera noticia, sin otros muchos De la batalla qne ovieron los portugueses de Tánger con los
Moros de allende.
de caballos ligeros é de infantería.
Estos son los capitanes españoles que fueron Sid Ali Baraxi Xarax , señor de Xexuar é del Garo-
muertos en la sobredicha batalla de Rávena : bo, de otros muchos lugares do allende en et reyno
Don Gerónimo Loria, hermano del Cardenal de Fez, frontero de Ceuta, é el Mandarín Alcayde
Borja. de Tetuan, vinieron sobre Tánger á le quemar los
Diego de Quiñones Alvarado. panes por mandado del Roy do Fez, é vinieron
El Prior de Mesina. Miércoles noche, á 16 dias del mes de Junio, año
Pedro de Paz. susodicho de 1512, con setecientos do á caballo, é
Joan de Urbina. tres mil peones moros, é pusieron el fuego Jueves
Sancho de Salazar y otros capitanea de infante amaneciente, é quemaron todos los panes ó mucha
ría, de que no supe los nombres. tierra, que no ovo remedio: é Don Duarte de Me-
Romanos capitanes muertos : neses, Alcayde é Capitán de Tánger, salió al campo
El hermano del Duquo de Qranina. con la gente de la villa, que serian obra de ciento
El Señor Juan Conde, Barón Romano. y setenta de á caballo, y trescientos peones, poco
Jnan Capoche y otros Capitanes Romanos y de más ó menos, bien apercibidos y armados, y ade
otras naciones. rezaron á los moros, é los moros, desque los vieron,
Los capitanes españoles y do la parte del Rey do hicicronso dos grandes batallas, é tomó la delantera
España y de la Iglesia y del Papa que fueron presos el Mandarín, é la trasera Ali-Baraxe, é pensaron
son los siguientes: como era poca gente que huyeran ; é los christianos
El Cardenal Monsiur de Médicis. se apretaron mucho, é como vieron la primera ba
El Señor Fabricio Coluna , herido y preso. talla en que venia el Mandarín, é llegó cerca do
El Conde Pedro Navarro, herido y preso. ellos, arremetieron con ella, é rompiéronla luego
Don Juan de Cardona, siciliano, preso. por medio, é derribaron é mataron muchos de los
Héctor Pinacelo, Barón Napolitano, preso. moros , ansí los de á caballo como los peones, que
Marqués de Poscara, Barón Napolitano, preso. todos los ballesteros soltaron é emplearon las saetas,
Marqués de Vitonto, Barón Napolitano, preso. é desbarataron é malpararon aquella primera bata
Marqués de Látela, Napolitano, preso. lla , y los moros que della escaparon luego comen
Otros capitanes de Infantería que no supe cuan zaron de huir, é los christianos aderezaron á la otra
tos, ni sus nombres, fueron presoB, é los quales gran batalla, donde estaba Sid-Ali- Baraxi con todo
presos llevaron luego á Ferrara, é después dende ó el fardaje, y como llegaron dando lanzadas en loa
Milán. primeros que habian ido en la primer batalla, luego
Copia de la gente de pelea que tenia cada uno de todos los de segunda comenzaron de huir, salva
los dos ejércitos susodichos, el dia de la pelea, asi algunos de á caballo que comenzaron de tener y pe
de á pié como de á caballo : lear, é Ali-Baraxi fué derribado del caballo é deja
Tenia el ejército francés veinte y quatro mil do por muerto, y dejó allí ol espada y la toca; y uq
bóÑ Fernando 3 DO&A ISABEL, ib$
moro que llevaba la bandera le ayudó a cabalgar
en nn caballo, é el moro quedó cautivo, é asi escapó CAPÍTULO CCXXXIV.
á uña de caballo huyendo; é el Mandarín también
fué herido en la primer batalla, é escapó huyendo Yolriendo i rabiar de lis cosas de Italia.
á uña de caballo; é como los moros todos volvieron Volviendo á fablar do las cosas de Italia , ya es
las espaldas á huir, los christianos los siguieron en dicho cumplidamente do la batalla de Ravena, des
alcanze, dos ó tres leguas, hasta Lacafa, en que que pasó aquel dia tenebroso de batalla que duró
mataron mas de setecientos moros, é prendieron é hasta la noche. En aquella noche murieron muchos:
cautivaron doscientos veinte y cinco, é ovieron é é todos aquelloB que quedaron vivos, dejando loa
cojieron gran despojo é cabalgada de muchas azé- que fueron presos , se fueron á juntar con la gen
jnilas é caballos, é tiendas, é todo el fardaje; é las te de Don Remon Capitán General, y el Papa le so
azémilas fueron mas de doscientas, é los christianos corrió, é envió seis mil infantes é halló por todo
volviendo del alcance, aun ardia el fuego por el ocho mil infantes y ochocientos hombres de armas
campo, é montes, é matos, é como allegaban á don gruesas, é mil de á caballo ligeros ; en manera que
de estaban escondidos algunos moros, por no se el ejército se hizo en pocos dias, y el Duque de TJr-
quemar se descubrieron, é se venian á ser atados, bino se acercó también con bu gente i el Capitán
é noBÍ prendieron muchos , en manera que la cabal Genoral, é comenzaron de triunfar é buscar á los
gada fuó grande y de muy gran valor y precio en franceses, é señorear la tierra é curar de cobrar laa
tierra de Barax. Desque volvieron los capitanes ciudades é villas do la Iglesia ; y en CBtos tiempos
moros, é contaron los que faltaban de los que ha vinieron de muchas partes gentes en favor de la
bían ido con ellos á quemar los panes, mas de mil Iglesia, y de las gentes de España encaminadas á
moros hallaron menos, que habían quedado muer ello por la gran providencia y saber del Rey Don
tos é cautivos ; esto se supo después do ellos, y de- Fernando, asi alemanes como venecianos é tinga
cian que esto les habia acaecido por el pecado que ros, é las ciudades é villas de la Italia estaban ya
habían cometido en quemar los panes: mas de mil tan hartas de guorras y tan enojadas c tan fatiga
moros hallaron menos que habían quedado muertos, das de la aborrecible sujeción de los franceses, que
é cautivos, como dicho es. toda la tierra se alzó contra ellos, diciendo Iglesia
En esta batalla dieron muy grande esfuerzo un y Imperio ó España, como lo cuenta la presente
Juan de Morón, castellano, natural de Morón, que carta que envió el Ínclito Rey Don Fernando al Ar
estaba estante en Tángor, criado en la frontera de zobispo de Sevilla Don Diego Desa.
Honda, cuando era de moros, y un adalid portu
gués llamado Don Diego Leron Duarte, ca los mas EL REY.
de' los portugueses eran de opinión, é Don Duarte «Muy Reverendo en Christo, Padre Arzobispo de
con ellos , de no pelear, salvo guardar su ciudad; Sevilla de nuestro Consejo: VI vuestra última letra y
y estos dos le dijeron y amonestaron muchas veces agradézcovos mucho lo que en ella decis ; las nuevas
é muy afincadamente que peleasen en todo caso, y de las batallas que ovo en Ravena, entre nuestro
les dijeron que con la ayuda de Dios tenían muy ejército é los franceses, no os las escribí porque
cierta la victoria, y como hombres que sabían mu nuestros capitanes vinieron á aquella batalla con
cho de la guerra, é se habían visto en muchas, co tra mi expreso mandamiento y la cauBa por qué lea
nocieron el tiempo é sazón , é dieron de si tales ra mandaba por entonces no oviesen batalla, era por
zones á Don Duarte, é á toda aquella gente, é tales que yo tenia proveídas y encaminadas tantas cosaa
autoridades, certificándoles que si tal dia perdían, en favor de la causa de la Iglesia, que juntándose
que nunca otro tal verían ni cobrarían, y que aquel todas, sin pelear , con la ayuda de Dios vencieran
día era el mas aparejado que nunca ellos habían Iob nuestros é los contrarios habían de dejar el cam
visto para vencer pocos á muchos , é ganar mucha po é la tierra ; é por los alardes que se hicieron en
honra ; é onsi fecho el amonestamiento por aquellos las partes de la gente que quedó do la dioha bata
dos esforzados hombres , toda la batalla cobró muy lla, es averiguado que la gente de nuestro ejército
gran corazón é ánimo de pelear, é con muy grande que en aquella batalla se perdió entre peones y ca
esfuerzo pelearon pocos á muchos , como dicho es, balleros, no llegan á mil y. quinientos hombres ; y
y Juan de Morón mató muchos moros por su lanza, del ejército del contrario sin duda murieron pasados
é hizo grande estrago en ellos ; é de quatro ó cinco de doce mil hombres é entre ellos sin el Capitán Ge
christanos que murieron en toda la pelea en el al noral, otros muchos capitanes. Después de esta ba
cance fué él uno: | Dios lo quiera perdonar! talla, nuestro ejército se rehizo, é mi Vísorrey se
Las tiendas ambas del Barra», é del Mandarín vi partió de Nápoles en favor de la Iglesia con ocho
nieron en la cabalgada, y en esta batalla se halla mil infantes españoles, y aun ochocientos hombres
ron doscientos hombres é maB, castellanos é vizcaí de armas, y mil de caballos ligeros; é por otra par
nos, que estaban en aquel tiempo labrando la cerca te los suizos, por que enviamos nuestro Santo Padre
de la villa, é fortaleciéndola de cantorfa, á albañile- y yo y los venecianos, vinieron con nuestros Comi
rln ; é diéronleB á tres mil maravedís de parte de la sarios por la parte de Verana, por donde el Empe
cabalgada á los que menos dieron. Murieron siete rador mi hermano, por amor do mi, les dió paso, y
christianos en esta batalla no mas. quedaron ya juntos con la gente de Venecianos en t
Cr.-III. 43
ÍU CRÓNICAS DÉ LOS BEYES DÉ CASTILLA,
el ejército que han comenzado ¡i facer. La movida
destos dos ejércitos ha sido esta, que la ciudad de CAPÍTULO CCXXXV.
Ravena, y todas las otras ciudades de la Romanía
qne estaban ya por franceses se levantaron todas, 6 De la toma de Navarra.
se rindieron en la obediencia do la Iglesia, y so rin No pndiondo veuir on concordia las cosas de en
dieron las fortalezas della al Duque de Urbino, que tre el Rey Don Fernando y del Rey Don Juan de
estaba allí con gente de la Iglesia ; y Bononia co Navarra, hijo de Mosiur do Labrit, porque el Rey-
menzaba á tratar con Su Santidad. Asi mismo el de Navarra era de la parcialidad do Iob cismáticos,
Emperador mi hermano, hizo poner en Verona, que ó no quiso cumplir una capitulación que habia en
se la tenian ocupada los franceses, cierta gente de tre ambos Reyes, en que diz que se contenia que ha
alemanes, los quales echaron de allí á los franceses; bia de dar poso para pasar en Francia é ciertas for
luego tras de toda la gente de los venecianos con talezas , lo qual no faciendo no se podia pasar da
los suyos, cobraron la ciudad de Brexa. El Marqués Castilla á facer guerra á Francia ; é desque el Rey
- de Mantua con mil de caballos ligeros , en nombre Don Fernando vido que en ninguna manera se po
del Imperio entró en la ciudad de Plasencia, que es dia sacar conformidad, fizo gente para conquistar á
en el Duoado de Milán. La ciudad de Milán se le Navarra, asi como á tierra de Rey cismático y con
vantó contra el Rey de Francia. En todo lo susodi trario de la Iglesia, y el Rey de Inglaterra su hior-
cho murieron alguna copia de franceses, y toda la no, le envió por la mar con muchos hombres com
gente que quedaron de los franceses se recogieron batientes, y con ellos por capitán al Marqués de
á la ciudad do Alejandría de la Falla que es hacia la Bristoles, para ayudar á hacer la guerra á Francia,
parte de Aste ; los de Milán dieron libertad al Car ansi como cathólico y valedor de la Iglesia, é por
denal de Medrando, Legado del Papa, que habia que le tiene Francia contra razón y justicia el Con
Bido preso en la batalla do Ravena, ó fícieron abso- dado do Guiana, que es allí frontero do Fuenterra-
, lucion general. Parecióme que era razón que os hi bia y Navarra; donde son las ciudades de Bayona é
ciese saber esto, para que lo hagáis saber á los de Burdeos, é habian de ir sobre Bayona, si hubiera
vuestra Iglesia y al Ayuntamiento de esa Ciudad, tiempo convenible para ello, é los ingleses mandó
para que voan todos claramente cómo Dios Nuestro los el Rey estar por fronteros do Francia en Fuen-
Señor cuando menos lo piensan los hombres torna terrabia, é sus comarcas, é de allí fícioron asaz daños
por su misma causa. Do Burgos á l.°(do Julio ano en Francia, ca qu ornaron é robaron muchos lugares
de 1512 afios.s de la frontera de Bayona, é en Navarra, de los que
En cuanto alo que dice la sobre dicha , Milán se no se querian dar en Castilla, los quales ingleses
levantó, é toda la Comunidad de ella, no pudiendo vinieron en España por Vizcaya en el mes de Junio
sufrir la sujeción de los franceses é los echaron fue del año de 1512, é el Rey envió desde Burgos al Du
ra, diciendo Imperio, España, España. Fueron lue que do Alva con gente , decian que con doce mil
go socorridos é asociados del ejército español, é del hombres, á tomar a Navarra ; é repartidos los capi
Papa, é quedó la fortaleza por los franceses por en tanes por el reyno, algunas villas é fortalezas aa
tonces, hasta el año de 1513 que se dio á partido, y tomaron por combates é otras se dieron de su gra
discurriendo el ejército por la comarca, Qénova se do, temiendo por no ser destruidos, é aun porque
dio, é las fortalezas della, é se levantaron contra los no querian mal al Rey Don Fernando, é el Duque
franceses, é quedóla fortaleza nueva é inespugna- de Alva fué sobre la Ciudad de Pamplona, que es
ble, que el Roy do Francia habia hecho con quo creía la mas principal y cabeza de Navarra, é se le dio ;
tener sojuzgada a Francia á Genova para siempre, é é la tomó, é entró en olla en el mes de Julio á 25 dios
el ejército de la Iglesia é español, vino sobre tierra del mes, el propio dia de Santiago, é se apoderó en
de Florencia é combatieron una ciudad suya que se olla en alto y bajo, é el Rey de Navarra estaba alli
llama Prato, é tomáronla, é metiéronla á sacoma primero, é desque supo que iba, no osó esperar, é se
no, y como esto vido Florencia, dióse al Papa á fué huyendo : ó las fortalezas que mas se estuvie
parüdo, ó dio luego para el ejército doscientos mil ron, que no se querian dar, fué la ciudad deTudela,
ducados, porque no la cercase ; é humillóse y dióse y la fortaleza de Estella, é la fortaleza de Moniar-
con toda su tierra á la obediencia del Papa é do la din, é la fortaleza de Miranda, é otras : é en cabo
Iglesia : y luego so dieron Pisa é su tierra é el Du otras se tomaron, é poseyendo el Rey Don Feman
que de Ferrara vino á la obediencia del Papa é de do toda Navarra, los ingleses, ó por mal sanos ó por
la Iglesi:», diciendo tibi solipeccavi, é el Pápalo otras razones ó causas que se les siguieron, ó porque
recibió y perdonó con ciertas condiciones é peni el Rey no entró en Francia por Bayona, se embar
tencias que le dio, é ansi fué toda la tierra de Italia caron en los puertos de Guipúzcoa , é se fueron en
y Lombardía quitada de la sujeción de franceses , é Inglaterra, sin licencia del Rey ; é idos, el Rey Don
puesta so el yugo de la Iglesia. Nuestro Señor Dios Juan de Navarra hizo gente de gascones é france
sea loado por siempre. Quedaron por ganar, que no ses, y algunos alemanes soldados ; y puesto coso,
se dieron, el Castillo de Milán é el de la Lanterna, que los puertos de entro Navarro y Francia estaban
en Qénova, que es el que hizo el dicho Roy de Fran- ¡i buen recaudo, buscó por donde entró poderosa
eiaen Genova. mente en Navarra, con veinte mil hombres , é entró
épuso oerco sobre Pamplona, ó túvola cercada, é el
don Fernando É DOffA ISABEL Í66 '
Duque de Alva, dentro con quatro mil hombres, ras, é le derribaron gran parte del muro, é la villa
veinte y siete dias ; é todo este tiempo el Rey esta estaba muy menguada de hombres, que muchos ha
ba en Logrofio, haciendo espaldas á la gente suya bían ido en las naos con los ingleses á los llevar á
que estaba en Navarra, é hizo gente, é envió al Du Inglaterra, é otros estaban en las guarniciones é
que de Nájera con muy escogida gente al socorro guerras de Navarra, é no se hallaron en la villa mas
del duque do Alva, é antes que el socorro fueso ha- de quatrocientos hombres de pelea, é estos se dieron
bian derribado un gran lienzo de la cerca de Pam á buen recaudo, é defendieron la villa por armas é
plona; los franceses dieron un gran combate, en artillería, é tiraron de la villa con una gruesa lom
que no les aprovechó, é recibieron muy gran dafío barda que tenian, é dio en la lombarda mas prin
de los do dentro de la ciudad, en que les mataron cipal de los franceses con que hacian el mas daño á
mucha gente, é se tiraron á fuera ; é sabiendo que la villa, é quebróla, é mató treinta hombres, en que
iba el socorro, no osaron de aguardar, é se fueron fueron algunos de los mas principales del campo,
alzado su real ; é los navarros naturales de la tierra que tuvieron los de la villa por gran milagro, é
é otros de las guarniciones los siguieron á la reza luego cesaron el combate, é teniendo el socorro qne
ga, o al pasar de los puertos les ficieron mucho da venia ya por mar é tierra, alzaron el cerco el dia de
ño, é les despojaron muchos ; é el Rey de Navarra, San Andrés de mañana ; se fueron é quemaron la
é todo su ejército fueron á punto de se perder todos Rentería , donde habían asentado el campo ; é Ar-
ó la mayor parte de ellos, si el socorro llegara mas naniel, é Val de Parlo, que son muchas caserías, ó
ahina, é los siguieron, ó con todo eso perdieron ol los de la villa de San Sebastian, cuando salieron fue
artillería mayor, trece tiros gruesos, é quedaron ra, hallaron de los franceses mas do cien hombres
muertos en derredor de Pamplona é otras partes do muertos : de ellos llevadas las cabezas, las piernas ;
Navarra, de ellos mas de dos mil hombres, é ellos otros los brazos, del artillería de dentro, y de los de la
mataron á un capitán de infantería, cuando entra villa no murieron sino muy pocos ; é los franceses
ron, que habia ido á sacar cierto ganado de entre ala vuelta se hubieron de perder, ca los vizcaínos les
unas sierras ó puertos, con todos ó la mayor parte tomaron los puertos é pasos donde les ficieron mu
de la gente que llevó , el qual capitán se llamaba chos daños, é quitaron el ganado, é mataron muchos
Valdés, é mataron con él trescientos hombres, é esto y tomaron muchos prisioneros que destrocaron por
fué antes de asentarse el cerco sobre Pamplona, é los que ellos llevaban , é el Duque de Borbon lo sa
fué en Valle de Ronces ; é estuvo la gento que el caron por ciertos pasos de las montañas por que no
Duque de Alva tenia en Pamplona , é estando cer se perdiese ; é á este tiempo aun no era alzado el
cados, que no comieron pan en mas de veinte dias, cerco de sobre Pamplona, empero dende á seis 6 sie
toda la mas de la gente , salvo habas é garbanzos, te dias se alzó con temor del socorro, como dicho es.
é trigo cocido, carne, é otras cosas, é quemaban las En aquel tiempo del dicho cerco de Pamplona
techumbres de la casas para las cocer. El dicho tenia concertado el Duque Don Fernando de Cala
cerco alzaron los franceses de sobre Pamplona á bria, sobrino del Rey Don Fernando, de se ausen
seis dias del mes de Diciembre , habiéndolo tenido tar de la Corte é ir en Francia, é fué descubierto el
veintisiete dias, é dióseles tanto lugar, que el Rey concierto por un clérigo de misa á quien fué reve
Don Fernando quería é quiso escusar muerte de lado el secreto por los traydores que lo trataban,
gente christiana, asi como siempre lo tuvo por cos que eran un hombre bien rico é napolitano, llamado
tumbre. Miser Copula, é un Comendador ; é el dicho clérigo
Estando el cerco sobre Pamplona, el Delñn de no quiso encubrir el secreto de trayoion contra su
Francia Mosieur de Angolema hizo un ejército de Rey, é dljolo al Cardenal de España, y el Cardenal
catorce mil hombres, en que habia quatro mil sui enviólo al Rey, y el Rey, deBpues de secretamente
zos soldados, y envió con él al Duque de Borbon informado de lo cierto, mandó prender al dicho Mi-
sobre Guipúzcoa, é quedóse él én Bayona, que está ser Copula, el qual confesó la verdad, é de como dos
quatro leguas de Fuenterrabia, y entraron por Oyar- años habia que oí Duque se andaba por ir, y como
zon, y quemaron allí una racina, que es una legua él trabia este trato y aviso é un Comendador, ami
de Fuenterrabia, é muchas otras caserías y her gos ó criados del Duque, é luego el Rey mandó al
rerías, y ficieron mucho mal y daño á la entra Vice-chanciller de Aragón fuese á la posada del
da é salida, matando y robando ; é las gentes de dicho Duque Don Fernando, é lo prendisse é lleva
los lugares é aldeas huian ó los montes y á las se á buen recaudo á Xátiva ; y luego ol dicho Chan
fortalezas ; é fueron sobre San Sebastian, é pusieron ciller tomó consigo hombres armados los que con
su campo en la Rentería, que está una legua ; é de venían, é lo prendió é llevó é puso preso, á buen
allí pusieron el cerco sobre San Sebastian , la víspera recaudo en Xátiva sin que el Rey lo viese, cá no lo
de San Andrés , á 29 de Noviembre, é como aquella quiso ver ni hablar, porque el Rey le hacia mucha
villa está orilla de la mar, é la cerco cuando crece honra, é nunca le faltara un gran casamiento é Se'
las tres partos de aquella la hacen fuerte, é no la noria en estas partidas de España, é si se fuera, nun
podian quitar el socorro del agua, ni menos comba ca faltaran muchas mas guerras é fatigas á su cau
tir por aquella* partes, é por donde mejor la pu sa en Ñapóles y en la Italia, sin él conseguir el ape
dieron combatir la combatieron con las lombardas, tito de su deseo contrario á la voluntad de Dios, -
que habia seis lombardas ¡ é la combatieron tres ho- que quiso dar lo suyo á su dueño, como atrás es es
756 CRÓNICAS DE LOS REYES DE CASTILLA.
crito. Deliberado todo el royno de Navarra dol Rey en paz y obediencia el dicho su Royno, que antea
Don Joan su yerno, que solia ser, y de loa franee- había muy grandes tiempos que siempre estaba eu
ees quedó el Alcayde de loa Donceles por Visorrey guerra : en pago de todo esto, cuando vieron el di
de él é Gobernador, el qual lo ayudó á ganar. cho Rey y Reina de Navarra que ol Rey de Francia
se puso públicamente á ofender la Iglesia en lo es
CAPÍTULO CCXXXVI. . piritual y temporal, ocupándole su patrimonio y
dividiendo con cisma la unidad de ella y viendo quo
' Carla del Rey sobre la toma de Navarra. nos declaramos en favor y defensión de la Iglesia,
«Muy Reverendo en Jesucristo , Padre Arzobispo luego comenzaron á tener estrechas pláticas é inte
de Sevilla, mi confesor y del mi Consejo: ya cree ligencia con el dicho Rey de Francia y hablar asaz
mos que sabéis como, después de Dios Nuestro Se cosas 011 favor de lo quo hacia y en disfavor de la
ñor, Nos hicimos Reyes de Navarra á los muy ilus causa de la Iglesia y de la persona de nuestro muy
tres Rey y Reyna de Navarra nuestros Sobrinos y Santo Padre, ni mas ni menos que se hablaba en la
los pusimos en el Reyno, teniendo la mayor parte Corte del Rey de Francia, y aunque aquello Nos pa
de contrario, porque pretendían que aquel Reyno ó recía muy mal, y los reprendíamos, creíamos que el
Señorío pertenecía á Moser de Fox, padre del que Rey de Navarra por sor francés hablaba aquellas
murió en la batalla de Ravena é no á ellos, y el Rey cosas por favorecer el partido de los franceses, y
de Francia favoreció al dicho Moser de Fox, y tra no por impedir lo que se hacia en favor de la Igle
bajaba por su potencia de ponerle en la posesión sia. Y luego que Moser de Fox fué muerto, viendo
de aquel Reyno é Sefiorfos, y entonces el dicho Rey el Rey de Francia la unión que se hacia en toda la
de Francia nos envió diversas embaxadas con gran chrístiandad con nuestro muy Santo Padre y con la
des ofrecimientos de cosas que por Nos quería ha Iglesia Romana , y viendo que el Serenísimo Rey
cer, porque diésemos lugar á ello, lo qual no sola de Inglaterra, nuestro hijo, y Nos, estábamos deter
mente no quisimos hacer, mas con nuestro favor y minados de enviar á Guiana nuestro ejército en fa
gente hicimos obedecer y coronar en el dicho Rey- vor y ayuda de la causa de la Iglesia, y que la en
no á loa Rey y Reyna de Navarra mis sobrinos, y trada de Guiana por tierra por esta parte de Espa
' declaramos que habíamos de poner nuestra persona fia es muy angosta y quo tiene en la frontera la
y estado por la defensión dellos , y después estando ciudad de Bayona que es fortisima y está arrimada
este Rey de Francia y Nos en amistad, y siendo co á las sierras de Navarra y do Bearne, conociendo
mo somos casado con la Serenísima Royna, nuestra que por la disposición de la tierra juntándose el Rey
cara y muy amada muger , viviendo Moser de Fox, y la Reyna do Navarra y su estado con el dicho
su hermano, el dicho Rey de Francia procuró con Rey de Francia, sería imposible que los dichos
Nos muy ahincadamente que diésemos lugar á quo nuestros ejércitos pudiesen tomar á Bayona, ni te
con su ayuda el dicho Moser de Fox tomase la ner cerco sobre ella sin evidentísimo peligro, y que
posesión del dicho Reyno é Sefiorfos, diciendo que no podrían ser proveídos de mantenimientos; de
todos los letrados de su Reyno habían visto los tí jando las espaldas contrarias procuró de ganar por
tulos de su derecho, y que de justicia claramente le intereses á los dichos Reyes de Navarra contra nos,
pertenecía el dicho Reyno é Sefiorfos , y que Nos no solamente para impedir la dicha empresa, mas
debíamos dar lugar á ello, asi por no le impedir su para hacer por Navarra en Espafia todo el dafio que
justicia, como porque siendo hermano de la dicha pudiese. É luego que lo supimos enviamos á decir
Serenísima Reyna nuestra muger estaría siempre á los dichos Rey é Reyna de Navarra, que pues
junto con Nos, y que en caso que él falleciese sin veian que el Rey de Francia era notorio enemigo
hijos, la dicha Serenísima Reyna nuestra muger era y ofonsor de la Iglesia, y el dicho Serenísimo Roy
su heredera, y subcesora, y sucedería en su Estado: de Inglaterra nuestro hijo, y Nos tomamos esta em
diciendo que en hacer por él hacíamos por Nos: é presa en favor y ayuda de la causa de la Iglesia
no embargante todo esto, Nos por el amor que ha para divertir la potencia que tenia en Italia, y esto
bernos siempre tenido á los dichos Rey y Reyna de era para remedio de la Iglesia y de toda la Chrís
Navarra nuestros sobrinos, no solamente no lo qui tiandad, y particularmente para remedio de los di
simos consentir, mas nunca dimos lugar á quo su chos Rey é Reyna, porque saldrían del peligro en
derecho se pusiese en disputa, antes siempre estu- que de contino estaban con la vecindad del Rey do
bimos determinados de poner nuestra persona y es Francia, que les rogábamos no quisiesen dejar el
tado para defenderlos en el suyo, contra todo el partido de nuestra santísima Liga, y juntarse con
mundo, sin exceptar hermano ni otra persona algu el partido de los cismáticos, y pedírnosles una de
na, y es notorio en Espafia y en Francia que si no tres cosas, ó quo estuviesen neutrales y nos diesen
fuera porque el Rey de Francia Nos vio determina una delgada seguridad paro que de Navarra ó
dos á defender las personas y estados de los dichos Bearne no daría ayuda al Roy de Francia ni liaría
Rey y Reyna nuestros sobrinos, é los oviera des dafio á nuestros ejércitos, ó que si querían ayudar
pojado de el dicho su Estado : y no tan solamente al Rey de Francia con lo de Bearne, que está desoirá
hicimos esto por los dichos Rey y Reyna de Navar- parte de los Montes Pirineos, ayudasen á Nos con lo
ra nuestros sobrinos, mas todas las otras cosas que de Navarra, que está destotra parte do España, é
fueron necesarias para que tuviesen, como tenían que si querían del todo declarase por una de las
DON FERNANDO í DOÑA ISABEL. • ' • 75Í
partes qne se declarasen por la parte de la Iglesia Iglesia y quien después de Dios los hizo y defendió,
y nuestra, y que haciéndolo le daríamos ciertas vi mas haciéndose contrarios y enemigos de ella y
llas de estos Reynos , que CBtán en su frontera, y nuestros, por seguir al ofensor y enemigo de la Igle
ellos las desean mucho, porque por un beneficio tan sia ; é habido sobre ello maduro consejo oon los
universal como placiendo á Dios Nuestro Señor se es Prelados y Grandes, y con los del nuestro Consejo,
pera para la Iglesia y para toda la república ebris- y con otras personas de ciencia y conciencia de es
tiana de lo que se hará en esta empresa, Nos había tos Roynos ; considerando el daño grande que se
mos por bien empleado de les dar las dichas villas, podría seguir á la Iglesia y á toda la Christiandad
y demás de esto todos los coligados nos obligaría si por dejar Nos la dicha empresa el Rey de Fran
mos á defender siempre su estado, y que mirasen cia viéndose libre por la parte de acá, enviase tods
cuánto mas les valia tomar esto sirviendo á Dios y su potencia en Italia contra la Iglesia, y que para el
á la Iglesia, y respondiendo á Nos con el agradeci remedio de ella y de toda la Christiandad es nece
miento que Nos deben por los beneficios que de Nos sario y conviene hacerse la dicha empresa, ofrecién-
han recibido, y quedando juntos oon todos los Prin les toda paz y amistad si la dieren , y que si nega
cipes chrÍ8tianos, que no por ol precio é interés ren el dicho paso , podemos justamente trabajar da
que les da el Rey de Francia posponer y vender lo tomarle y tenerle para seguridad de la dicha em
que deben á Dios y á su Iglesia y la obligaoion presa, y que de esto hay ejemplo en la Sagrada Ee-
que tienen de no estorbar lo que so hace en favor criptura ; y siguiendo el dicho consejo mediante
de ella y para universal remedio de toda la Repúbli Nuestro Señor, habernos acordado que nuestro ejér
ca christiana, y que mirasen que no juntándose ellos cito entre por Navarra, para que trabaje de tomar
con el Rey de Francia contra la Iglesia y contra la dicha seguridad : y porque dicho Serenísimo Rey
los que favorecen su causa, el Rey de Francia, me- do Inglaterra nuestro hijo, no sabiendo esto, ni aun
dianto Nuestro Señor, podrá ser brevemente trahido creyendo quo pudiera suceder asi, no dio comisión
á tales términos, que dejase todas las cosas que tiene á su Capitán Qeneral para quo entrase por Navarra,
agenas, y que para lo domas no tubiese otro remedio quedára el dicho ejército de los ingleses. en campo
sino ir á pedir misericordia á los piés de Su Santi dentro de Guiana, no sobre Bayona, porque el
dad, con lo qual la Iglesia y la Christiandad queda impedimento susodioho no puedo ser hasta tener se
rían remediadas, y cesarían las guerras entre los guridad de Navarra, pero mas acá de Bayona hasta
christianos, y nuestra Santísima Liga podría em que placiendo á Nuestro Señor, nuestro ejército haya
plearse en la guerra contra infieles, enemigos de tomado la dicha seguridad de Navarra ; y tomada
nuestra Fée ; y aunque los embajadores de los di aquella, placiendo á Nuestro Señor ambos los ejér
chos Rey y Reyna de Navarra nos deoian, que te citos juntamente continuarán la empresa de Guia
nían por cierto qus todo esto sucedería así , si los na. El Rey y la Reyna de Navarra hacen ouenta
dichos Rey y Reyna se juntasen con lalglesia y con que pues por la dicha Liga está junta la potencia
Nos, y aunque lo habernos instantisímamente con de Francia con la suya, nuestro ejército no será
los dichos Rey é Reyna de Navarra desde antes que bastante para tomar la dicha seguridad ; pero Nos
viniesen los ingleses , y después hasta hoy esperan esperamos en Dios nuestro Señor que la tomará. De
do esto, habernos detenido la entrada de nuestro Burgos á 20 de Julio de 1612 años.»
ejército al sitio de Bayona, con grandísimo gasto de
los inglcsos y nnostro y eon no poquefio desconten Sumí de la eapitnlaeion y concierto de entre el Rey de Francia
tamiento, porque deudo ocho do Junio que desoin- y el Rey de Navarra, contra la Santa Liga de la Iglesia.
dioran los ingleses, hasta hoy, han estado nuestros Asentaron casamiento do la hija menor del Rey
ejércitos gastando y esperando la conclusión de esta de Frr ncia con el Principe de Navarra. Amistad é
negociación , nunca habernos podido acabar con los Liga perpetua de amigo á amigo, é enemigo del
dichos Rey ó Reyna de Navarra, que sean de nues enemigo.
tra parte ni que quieran ser neutrales , y siempre Item que los dichos Rey y Reyna de Navarra,
Nos han llovado en palabras , dándonos esperanza ayudarán con todas sus fuerzas y estado al Rey de
que harían lo nno ó lo otro, y por otra parte, dando Francia contra los ingleses y españoles, é contra to
de su tierra la gente y otras cosas necesarias para la dos los otros que con ellos se juntaren.
fortificación y defensión do Bayona, y para que los Item, que el dioho Rey de Francia ayudará al Rey
franceses tuviesen tiempo de juntar allí toda la po é Reyna de Navarra para quo conquisten para sí
tencia que ellos pueden , hasta que habernos sabido ciertas tierras é castillos de Castilla é Aragón', que
y nos ha constado que los dichos Rey é Reyna de pretenden que antiguamente eran de Navarra, de
Navarra han asentado Liga con el Rey de Francia las qualcs de yuso se hará mención.
contra los que favorecíamos la causa de la Iglesia, Item, que el Rey é Reyna de Navarra han de en
no solamente para impedir la dicha empresa , mas viar al Príncipe su hijo para quo esté en poder del
para hacer en España todo el daño que pudieren , y Rey de Francia por seguridad , ol tiempo contenido
la suma de la capitulación de la dicha Liga vos en la capitulación.
enviamos con la presento. Vista esta ingratitud que Item, el Rey de Franoia hadado á los dichos Rey
los dichos Reyes de Navarra han cometido para con é Reyna de Navarra el Ducado de Nomors , y ha]ety
Dios y con Ños, y no contentándose d,0 dejar la prometido ol Condado do Armou&c,
Í58 CRÓNICAS DE LOS REYES DE CASTILLA.
Item, hales dado veinte y quatro mil francos de Religión Christiana ; luego que supimos esta nueva,
pensión, y trescientas lanzas francesas ; ciento para que fué estando para pasarnos en persona con nues
el Rey do Navarra, y ciento para el Principe, y oion tro ejéroito ó proseguir la empresa contra los in
para Monsen de Labrit. fieles enemigos de nuestra Santa feéCathólica, sen
Item, hase obligado el Rey de Francia de pagar timos de ella muy grave pesar é dolor, y poner tal
al Rey de Navarra quatro mil peones tanto cuanto fuego 6 guerra en la Christiandad é impiedad en
durare la güera. nuestra Santa feé Cathólica, y como esto no pudi
Item, que les ayudará con mil lanzaB gruesas pa mos, por ninguna via de negociación, requerido por
gadas, y con toda la otra pujanza suya, para que nuestro muy Santo Padre que quisiésemos tornar
Iob dichos Rey y Reyua de Navarra conquisten á por la defensa y remedio de la Iglesia , conociendo
Guipúzcoa, y á I03 Arcos, y á la Guardia, é á otras quo ésta es la mayor obligación que todos los Prín
cosas de Castilla, ó á Balaguor, y á Riva y Pisa, é cipes Christianos tenemos , ficiinoslo ansí , y asenta-
otras cosas de Aragón que pretenden que antigua moa con nuestro muy Santo Padre y con el Serení
mente fueron de los Reyes do Navarra. simo Rey do Inglaterra, nuestro hermano y hijo, y
Item, el Rey de Francia, ademas do lo susodicho, con otros Príncipes Christianos, una Santísima Liga
dé al Rey é á la Reyna de Navarra cien mil escudos para defensión de la Iglesia y para recobrar el pa
de ero por una vez, pagados en ciertas pagas, para trimonio que por el dicho Rey de Francia y sus
que hagan gente, asi para' ayudar al Rey do Fran adherentes lo habia sido ocupado y para destrucción
cia, como para las otras cosas susodichas. de la dicha cisma ; y porque pareció que para aca
Item, que ol Roy do Francia ha tornado á Mon bar lo susodicho con ol ayuda de Dios Nuestro
siur de Labrit las tierras, é oficios ó provisiones que Señor, y para divertir de Italia donde la Iglesia
eolia tener, las quales el Rey de Francia le tenia tiene su principal Silla, las fuerzaB de los enemigos,
quitadas. era necesario que los ejércitos del dicho Serenísimo
Item, de todo lo susodicho llevó Monsiur de Or- Rey de Inglaterra nuestro hijo, rompiesen por
1 val capitulaciones y escrituras firmadas, é juradas Guiana contra el dicho Rey do Francia, y para ello
por los dichos Rey y Reyna de Navarra é por el di fuimos requeridos por nuestro muy Santo Padre, y
cho Monsiur de Orval, como Procurador y Embaja Su Santidad otorgó indulgencia plenaria á todos los
dor del djeho Rey de Francia. que en los dichos nuestros ejércitos fuesen á servir
Item, para ejecución de lo susodicho, el Rey y la en la dicha nuestra emprosa, y queriéndola poner
Reyna de Navarra han mandado á todos sus subdi por obra los ejércitos del dicho Serenísimo Rey de
tos de los Señoríos de Bcarne ó Fox, y á los del Inglaterra, nuestro hijo, é nuestro, por la parte do
Reyno de Navarra , que estén en tierra de labor, Bayona, fueron por via indirecta impedidos por el
que es en San Juan del Pió del Puerto, y en aque Rey y Reyna de Navarra nuestros sobrinos, ansí
llas faldas de Navarra, que fagan y cumplan todo con la liga que han hecho y asentado con el dicho
lo que el Capitán General del Rey de Francia, quo Rey de Francia en porjuicio de la dicha Sontísima
está en Guiana les mandare, en servicio, favor y Liga, como de la dicha Santa empresa, como en las
ayuda de él : y de la misma manera ha mandado el ayudas que de dicho reyno de Navarra y del Señorío
dioho Rey de Francia al dicho su Capitán General de Bearne han permitido y prometido para la de
que, para ejecución de las cosas susodichas tocantes fensión y fortificación de Bayona y do Guiana, por
á los dichos Rey é Reyna de Navarra, faga con to lo qual, siguiendo el efecto de lo sentado en la dicha
das las gentes é poder del Rey de Francia todo lo nuostra Santísima Liga, y para la quo 'dicha santa
quo el Rey y Royna do Navarra les escribieren, y empresa no se qudiese estorbar por los dichos Rey
que entren en España y trabajen de tomar todo lo y Reyna nuestros sobrinos, fué necesario que man
que pudieron. dásemos al Duque de Alva nuestro Capitán General
Item, tiéueso aviso cierto quo el Rey de Francia, que entrase con nuestro ejército por el dicho Reyno
cumpliendo el dicho asiento, ha enviado á los dichos do Navarra, como justamente lo podíamos y debía
Rey é Reyna de Navarra dineros para pagar la mos facer, pues de la manera susodicha los dichos
gente, Rey y Reyna nuestros sobrinos so oponían á la di
cha empresa , y en la capitulación do la dicha San
CAPÍTULO CCXXXVII. tísima Liga, fué firmado por Su Santidad, por ser
asi necesario, por el remedio de la Iglesia y de la
Declaración del Rey Don Fernando sobre las cosas y empresas Christiandad, que lo que por algunos de Nos los
del Reyno de Navarra.
dichos confederados fuese tomado fuera de Italia
«Nos el Rey de Aragón, de las dos Sicilias, de de los que en qualquiera manera se opusieren á la
Jerusalen etc. Hacemos saber á todos los que la empresa de la dicha Santísima Liga, aunque fuesen
presente vieren : como á todo el mundo es notorio, Reyes, lo pudiésemos detener; é visto que el dicho
estos dias pasados viendo Nos la empresa que el Duque de Alva, nuestro Capitán General, prosi
Rey de Francia tomó de ocupar el patrimonio de guiendo la dicha empresa , después de habérsenos
la Santa Iglesia Romana nuestra Madre, y de di rondido la ciudad de Pamplona, cabeza del dicho
vidir la unidad de ella con cisma, en tanta ofensa royno de Navarra y otros lugares de aquel reyno,
de Dios Nuestro Señor y daño universal do toda la y catar todo el dioho royno en disposición de hacer
DON. FERNANDO É DONA ISABEL ' Í59
lo mismo, é asentado con el dicho Bey nuestro so Mariscal de Navarra, y al Conde de Santisteban, y
brino en nombre del y de la dicba Reyna nuestra á Don Julio de Beamonte y á bu*b hijos al dicho
sobrina, capitulación, en la qual, en sustancia se Reyno de Navarra para que vivan en él y tengan
contiene que toda la empresa, causa 6 negocio que sus tierras y bienes, porque estando á la parte de
el dicho nuestro Capitán Qcncral prosigue contra Francia no sean nocesidad de servir é ayudar á los
los dichos Rey y Beyna nuestros sobrinos é su rcyno, franceses cismáticos contra la dicha santa empresa,
los dichos Rey y Reyna la remiten enteramente á y que por la misma causa los dichos Bey y Beyna
nuestra voluntad, y disposición, para que Nos po nuestros sobrinos sean obligados de dejar venir á
damos disponor y ordenar, según nos pareciere, y vivir al dicho rey de Navarra é todos los otros na
que aquello ee cumplirá y terna por los dichos Rey varros que estuvieren do aquella parte de Francia
y Reyna nuestros sobrinos, sin contravenimiento que quisieren venir en el dicho reyno.
alguno: «Otro sí : declarando más la dicha nuestra volun
«Nos, consideradas todas las cosas susodichas, é tad, por virtud de la dicha nuestra capitulación,'
lo que va é importa al bien y remedio de la Iglesia, porque los dichos Bey y Eoyna nuestros sobrinos
y de toda la Religión Christiana, que la o{>ra santa teniendo de la parte de Francia al Principe su hijo,
é impresa que habernos tomado contra los que no eBtán constreñidos , socolor de casamiento, ú
ofenden á la Iglesia, con el ayuda de Dios Nuestro otro cualquier color, por ponerlo en manos del Bey
Sefior pase adelante, hasta que la dicha cisma del de Francia, queremos que los dichos Bey y Reyna
todo sea destruida, y la Iglesia y la Christiandad nuestros sobrinos vos entreguen al dicho Principe su
remediada, y la honrra de Dios Nuestro Sefior y de hijo, para quo esté en nuestra casa real fasta que
su Iglosia satisfecha, y porque conocemos que para todo lo que toca á la dicha empresa en la manera
seguridad de la dicha ompresa es muy necesario y susodicha sea del todo acabado, con el ayuda de
conveniente que el dicho reyno de Navarra y las Dios Nuestro Sefior.
fortalezas del estén en nuestro podor hasta que toda «Otro sí : declarando la dicha nuestra voluntad por
ladicha santa empresa, con el ayuda de DiosNuestro virtud de la dicha capitulación, decimos: que loa
Sefior sea toda acabada, declarando nuestra inten dichos Boy y Beyna nuestros sobrinos sean obliga
ción cerca de lo contenido en la dicha capitulación, dos de no consentir ni dar lugar que por el Sefiorfo
que como dicho es, fué remitido á mi voluntad, por de Denme so haga guerra ni dallo directamente en
la presente decimos: que nuestra voluntad es que los los reynos de Aragón , ni dé paso para que por allí
dichos Rey é Reyna nuestros sobrinos, nos entre- se puoda hacor dafio alguno á los dichos nuestros
gen é fagan entregar luego todas las ciudades, é Beynos, y para que á todos sea notoria nuestra vo
villas, é lugares, é fortalezas del dicho reyno de luntad cerca de las cosas susodichas, mandamos facer
Navarra, y que los reciba por Nos el dicho Duquo la presente firmada de nuestra mano, y sellada con
nuestro Capitán General , ó las personas que él en nuestro sello: dada en la ciudad de Burgos á treinta
viare á recibirlas, para que todas las dichas ciuda y nn dias del mes de Junio, afio del Nacimiento de
des, é villas, é lugares, é fortalezas, é todos los Nuestro Sefior y Salvador Jesuchrisio do mil y qui
subditos é naturales del dicho rcyno, de cualquier nientos y doce.—El Rey.fi
estado 6 condición que sean, estén en nuestro poder,
y á nuestra gobernación y obediencia todo el tiem EL BEY.
po quo Nos viéremoB quo convenga para el bien y «Muy Bdo. en Cliristo, Padre, Arzobispo de Sevi
seguridad de la dicha santa empresa, en la manera lla, mi confesor y del mi Consejo; por la otra mis
susodicha, y que después quede á nuestra voluntad que va con ésta, veréis el impedimento que el Bey
y disposición el cuándo; y la forma, y manera como y la Beyna de Navarra nos han puesto en esta Santa
hayamos de dejar el dicho rcyno, para que del ni empresa, que hacemos en favor do la Iglesia, y
por él no se pueda seguir darlo á lo que fuere fecho para la dostruicion de la Cisma, y por causa de los
en beneficio de la dicha santa empresa, ni á nin dichos Beyes creyendo que los pudiéramos atraer
gunas tierras, ni subditos de las coronas do Castilla á lo quo era razón , he detenido más do cuarenta
é Aragón , ni á los subditos del dicho rcyno de Na dias los ejércitos del Serenísimo Boy do Inglaterra
varra, ni á alguno de ellos, y fasta que Nos de mi hijo, gastando sin facer cosa alguna, que rio ha
nuestra voluntad fagamos dejación del dicho reyno sido pequefio inconveniente, según lo que en esto
de Navarra, en la manera susodicha, todos los sub tiempo con el ayuda de Dios Nuestro Señor pudieran
ditos naturales del sean obligados de Nos obedecer haber hecho en Francia, y al fin visto que no pude .
enteramente, como á depositario de la corona é reyno acabar cosa alguna con los dichos Boyes, y quo nos
do Navarra, y del Sefiorio y mando del, so pena negaron el paso por nuestros dineros, y seguridad
de caer en caso de traición , y de las otras penas para el dicho poso, porque por bu causa no se estor
en que incurren los que vienen contra la corona base la empresa do Guiana, que fuera estorbar el
Real. remedio de la Iglesia y de toda la cristiandad, y es
«Otro si : declarando mas la dicha nuostra volun torbarla los dichos Beyes de Navarra, siendo como
tad por virtud de la dicha capitulación, decimos es guerra inducida por la Iglesia y en favor della,
que nuestra voluntad es, que los dichos Rey y y haberse juntado para olla con el Boy de Francia,
Reyna de Nftvarr» mis sobrinosj envíen luego a.1 se hicieron factores de (os viüuiiUivvBj mnmltj n\
700 CRÓNICAS DE LOS REYES DE CASTILLA.
Duque de Alva, nuestro Capitán General que en to mas áspera, y con mucha escopetería acordó ds
trase con nuestro ejército por Navarra para trabajar combatir aquel paso, y al mismo tiempo mandó que
de asegurarse del dicho reyno, el cual lo puso asi moviesen el artillería con la otra parte del campo,
por obra, á los veintiuno desto moa do Julio, y por mas ubajo, ceroa do una legua, porque la dis
ahora rao ha escrito que hablando quedado ol Roy posición do la tierra no sufría otra cosa, y aun para
de Navarra en la ciudad de Pamplona en propósito que pudiese pasar el artillería fué necesario facer
de defenderla, estando ya cerca dolía nuestro ejér el camino todo nuevo, á pala y azada; y así como
cito, el dicho Rey se fué della, y que en asentando la gente del ejército de los españoles movió muy
el dicho nuestro ejército sitio sobre la dicha ciudad, ordenadamente para querer combatir, la gente del
sin pasar trecho alguno de armas, se nos rindió, y Rey de Navarra desampararon el paso de manera
dia de Santiago so entregó en nuestro nombre al que el ejército de los españoles pasó sin resistencia,
dicho nuestro Capitán General, que como sabéis es é sin daño alguno. Este dia el Capitán General, por
cabeza de aquel rcyno; en haberse hecho asi breve que el peligro estaba en la delantera, y convenia
mente y sin daño, ha parecido bien ser obra de la asentar ol campo en buen lugar, quiso fuese en la de
mano de Nuestro Señor que en toda parte quiere lantera, el Mariscal y él fué á aposentar el cam
mostrar milagro en las cosas de la Santa empresa, po, y dejando proveído en lo que convenia, salió á
que hacemos en favor de la Iglesia, y para la des donde el artillería habia de salir y no se apeó en
trucción de la cisma, é yo envío á mandar al dicho todo el dia, hasta que pasó el artillería y la trujo
nuestro Capitán General que pase adelante á traba consigo al campo, el qual so asentó aquel dia, que
jar de tomar con el ayuda de Dios Nuestro Señor las eran veintitrés de Julio, á dos leguas do la ciudad
fortalezas que están en dicho reyno para la entrada de Pamplona: rindiósele allí un castillo pequeño
de Guiana, porque son recelo y contradicion del que llaman Garazon , y el dicho dia se fué el Rey
dicho reyno. É el ejército del Serenísimo Rey do de Navarra de Pamplona. El dia siguiente, á los
Inglaterra, mi hijo, y el nuestro puedan unidamente veintiquatro de Julio, por la mañana el Capitán Ge
con la guia de Dios Nuestro Señor proseguir la em neral envió á la ciudad de Pamplona un Roy da
presa por la parte que vieren que mas cumple para Armas con una carta de creencia, y la creencia por
el bien della. De Burgos á veintiséis de Julio, año escripto, para que así la mostrase; en suma, decía
de 1512.» las causas quo habían movido á su Cathólica Re
El Duque de Alva, Capitán General del ejército gencia para enviar su ejército á Guiana, en favor
de los españoles entró en el reyno de Navarra con de la causa do la Iglesia, y para la destrucción de
el dicho ejército, Miércoles veintiuno de Julio, y á la la cisma, y las causas por que fué necesario entrar
entrada mandó pregonar que los de aquel reyno que por aquella tierra á la dicha empresa, para ase
no hiciesen la guerra al dicho ejército, ninguno les gurar della y no para les hacer daño alguno, pi
fícieso daño, ni en sus bienes, y que pagasen llana diéndoles y requiriéndoles que le entregasen la dicha
mente los mantenimientos que tomasen, y aquel ciudad, y si así lo hiciesen, serian mirados, guar
dia asentó el campo una legua y media dentro dol dados y bien tratados, y si no que él con el ayu
dicho reyno. da de Dios Nuestro Señor, pues como Capitán que
El dia siguiente, fué á asentar el campo sobre un llevaba tan santísima empresa, le era lícito entrar
lugar cercado que está camino de Pamplona, Huar- por cualcsquier tierra, que para la dicha santa ora-
te, en el qual poco antes so venian á poner ciertos presa convenia entrar, y que él entendía entrar con
capitanes del Rey de Navarra, con algunas bande mano armada en la dicha ciudad, é ir otro dia á
ras de Roncalescs que es la mejor gente de aquel comer á ella, é tomar la soguridad quo para la pro
reyno, los quales no se metieron dentro, antes se secución de la dicha empresa conviuioso, y que pa
fueron, y el dicho lugar se rindió con todo el valle. ra aposentar el dicho ejéreito en la ciudad, envia
Y por estar aquel lugar en poso, el Capitán General ría, á sus aposentadores para que se juntasen con
dejó en él guarnición conveniente para asegurar el un oficial do la dicha ciudad, porque sin escándalo
camino de los mantenimietos ; en este tiempo la se ficiese. Fecho esto, el dicho Capitán General
Reyna de Navarra con bus hijos era ida á Bcarno, mandó mover el ejército, camino de la dicha Cindad
que es á la parte de Francia , y el Rey de Navarra en esta orden.
quedó en la ciudad de Pamplona, con propósito de En la delantera, los Mariscales, con 350 gi-
defenderla, y envió sus capitanes é gente á un netes.
puerto áspero y estrecho donde el ejército de los es Después el Condestable de Navarra, con 400 gi-
pañoles habia de pasar, para que defendiesen aquol netes.
paso, presuponiendo que por la aspereza de la poca El Obispo de Zamora, con 450 hombres de armas.
gente lo podria defender á mucha; avisado de E despuos, Juan Nufiez do Prado con 530 gi-
todo el Capitán General, untos do mover el oampo nctos.
que le tenia asentado doB leguas de allí, fué con Sobre toda la dicha gente iba á la mano derecha
algunos capitanes á ver la disposición de aquel paso, la infantería, fecha dos escuadrones.
y visto, por la aspereza dél y estrechura, fué nece A la mano izquierda, entre la gente de caballo
sario que dividiese el ejército en dos partes, y con y el infantería, iba el artillería y su munición y
Ja mejor della, puesta en órdoq la batalla, á la par detras de todo esto iba ol fardaio.
DON FERNANDO É DOÑA ISABEL. 761
En la retaguardia iba el otro golpe de hombres tomar á Lumbirre con el ayuda de Dios, y por tan
de armas, é gi notes, con Hurtado de Luna, y Kuiz to mandó á él no se ocupase ni dotuviese mas en las
Diaz de Roías. otras cosas de Navarra, pues ternía ya los puertos
Entró la infantería toda por la puente , que era y entradas dolía para Francia, y que ambos ejérci
hacia la mano do venia, y lo gonto todo do caballo tos juntamente entrasen en Guiana , quo las otran
por el vado, y asentóse el campo en la parte de lo cosas de Navarra Su Alteza proveería en ellas, é las
mas alto, á un tiro de piedra de la ciudad. allanaría de manera que en ambos los casos los ejér
Poco antes desto habian salido de la ciudad citos de Inglaterra y España mediante Nuestro Se
<]uatro embajadores á tratar con el Capitán Gene ñor obiesen de entrar luego en Guiana, para la qual
ral) do manera que el dia del Señor Santiago, 25 empresa, Dios mediante, será muy provechosa Na
de Julio, le entregaron la ciudad , en nombre de varra, así como no teniéndola seria muy contraria
Su Cathólica Magostad, y se apoderó do ella como y impeditiva de la dicha empresa.
convenia. Escripto en Burgos á 27 de Jullio año
de 1512. EL REY.
Después de lo susodicho el Rey de Navarra paró «Muy Reverendo en Ohrísto, Padre Arzobispo da
en la dicha villa de Lumbirre, y sabiendo que el Sevilla, mi confesor: al tiempo quo estaba acá el ejér
ejército de los españoles estaba por ir sobre él, por cito do los ingleses, juntamente con el nuestro, y avia
que aquella villa de Lumbirre está en paso por de entrar en Francia como estaba acordado, el Rey
donde pueden entrar los franceses, por la parte de de Francia juntó toda su potencia, asi la que tenía
Bearne, y de Ronces Valles a España, envió el di en Italia, como la que tenia en Francia, y la envió
cho Rey sus embaladores con poder suyo bastante á esta nuestra frontera; é vino con ella el Delfín, é
al dicho Capitán General para que asentase con él otros Grandes de Francia , é todos los buenos capi
lo que quisiere, faciendo cuenta que, pues no podia tanes de guerra que les han quedado, é todos los
retener el reyno, quería mostrar que lo dejaba de Gentiles hombres do su casa , é demás desto dió di
ku voluntad, por dos fines: el uno porque no le to nero al Rey Don Fernando, é á Mosen de la Brit,
masen á Bearne y los otros Señoríos, y el otro por para que do sus tierras ficiesen , como ficieron, toda
que después qne su Cathólica Magestad se hubiese la gente quo pudieron, de manera que el Rey do
aprovechado del otro reyno para la dicha empresa Francia y el Rey Don Fernando de Navarra, junta
do Guiana, tuviese mas voluntad de restituírselo, y ron en la dicha frontera todo el ejército que les fué
ansí Iob dichos Embaxadores asentaron por virtud posible para resistir á ambos nuestros ejércitos, ó
del dicho poder con el dicho Capitán General, una tan bien deliberado si los derechos nuestros é ejér
capitulación, que en sustancia tiene, que toda la citos entrasen, retirarse ellos, é esperando, pero re
empresa, causa y negocio, que el dicho Capitán Ge tirándose. Sin ninguna duda, mediante Nuestro Se
neral proseguía contra ellos y su reyno, el Rey y la ñor, la victoria era nuestra, pero nunca se pudo,
Rcyna de Navarra lo remitían enteramente a la vo acabar con el dicho Capitán General de los ingleses,
luntad y disposición de la Cathólica Magestad del que quisiesen entrar por Bearne, hasta que á la
Rey, para que pudiese ordenar y disponer, según postre me escribió que le placía, é con confianza lo
le pareciese, y que aquello se cumpliría y temía haría así, pasó el Duquo de Alva nuestro General
por los dichos Rey y Royna sin contravenimiento con nuestro ejército, é con nuestra artillería de la
alguno, y para seguridad que cumplirían todo lo otra parte de los Montes Perineos, en favor do la
susodicho de la manera que Su Alteza lo ordenase empresa del dicho Serenísimo Rey mi hijo; é quan-
y mandase, se asentó que entregarían luego á Su do nuestro ejército é artillería fué pasada á San
Alteza las fortalezas do San Juan del Fió de Puerto Juan del Pié del Puerto, que es á la parte do Fran
y do Maya, las quales el dicho Capitán General ha cia, para salir á recibir de aquella parte al ejército
bía ya enviado á recibir, y Su Alteza, por virtud do del Rey de Inglaterra, mi hijo, é envió gente de
la facultad que para ello le fué dada por la dicha caballo que los guiasen fasta donde se habian de
capitulación, fizo una declaración de su voluntad, juntar, el dicho Capitán General de los ingleses
la qual declaración ol dicho. Capitán General fizo tornó á decir que no quería; é tornándole á porfiar
saber á los dichos Rey y Reyna de Navarra para sobre ello, dijo que quería, pero que no estaria en
que la cumpliesen, según por la dicha capitulación España 25 dias, fasta ponerse en las naos, é que
eran obligados, pero Su Alteza envió mandar al di aunque se tomasen tierras en Guiana, no quedarían
cho Capitán General, que en recibiendo sus fortale acá ni las sosternian, sino que las dejarían, é decían
zas de aquel reyno, entrase luego el ejército de los las gentes del dicho ejército de los ingleses que si
ingleses y de los españoles, juntamente en Guiana, no les diesen recaudo para que dentro de los 25
con la gracia de Nuestro Dios, por la parto quo fuere dias se embarcason, que quien lo estorbase so lo
mas favorable para la dicha omprosa, y en oaso pagaría; no sabiondo esto, ó que los dichos 25 dias
quo el Roy y la Royna do Navarra no cumpliesen eran monestor para solo Hogar á dondo la dicha
lo contenido en la dicha declaración, pues ya las empresa habia de comenzar, é volver al dicho em
fortalezas de San Juan del Pié dol Puerto y de Ma barcadero; de manera que no queda tiempo ningu
ya se eran entregadas á Su Alteza, en el dicho caso no para hacer la guerra, como quiera que sentía yo
mandó al dicho su Capitán General fueso luego á mucho por Jo que tocaba & la honrra y estado del
»62 CRÓNICAS DE LOS BEYES DE CASTILLA.
dicho Rey mi hijo, é á la gloria de su nación ingle mo rebelar la ciudad de Estella, que aunque la for
sa, que todos loa tiempos pasados ganó tanta hourra taleza estaba contraria, la ciudad estaba a nuestra
en los fechos do armas, é alcanzó tantas victorias, obodioncia, ó cerca do lo de la dicha ciudad do Es
volverse ansí, sin hacer cosa ninguna; é también tella, yo proveí de tal manera que la gente que en
sentia que á su causa é para ayuda á su empresa, vié de presto á ella ; la tomó por fuerza do armas,
pasó en Francia nuestro ejército ó artillería de la é la saqueó é redujo á nuestra obediencia, los
otra parte de los montes Perineos, que de otra ma franceses, por las causas susodichas, é con confianza
nera no pasara, ó si hubiera de pasar sin confianza de los pueblos del mesmo reyno de Navarra, é ma
que loa ingleses y ellos se habían de juntar, fuera yormente de los Agrimonteses, que son de la parte
juntado primero, mayor ejército, i aviéndolo fecho del Mariscal, é con algunos de la Valde Roncal, é
pasar, dezallo allí al rostro de toda la potencia do Val de Salazar, de la misma parte de Agramontesa,
los enemigos, é irse para hombres de honrra como que se levantaron por ellos, é estando poblados en
ellos son, parecía cosa bien extraña; empero visto lus pasos é entradas de los Montes Perineos.
que no había remedio para detener lo que la gente Pasaron su ejército por las dichas montañas de
inglesa cada dia decian é escondían cada dia mas, Roncal é Salazar, con el Rey Don Joan é con Mo
contra los españoles de la mesma gente que los ser flen de la Paliza, é con otros capitanes franceses,
via, creyendo que eran causa para detenerlos á ins ó dejaron buena parte del dicho su ejército con el
tancia del dicho Capitán General, fué contento de Delfín de Francia , é con los otros grandes capi
les dar licencia, é mandarles dar naos para que se tanes de Francia, de la otra parte de los montea
fuesen*, é como los franceses supieron é tuvieron Perineos, á la frente de nuestro ejército que queda
por cierto los ingleses se iban dejando á nuestros ba allá con el dicho nuestro ejército, y el Duque de
españolea de la otra parte de los montes Perineos, é Alva fué necesario que se detuviese para acabar
sabiendo ellos que por la dicha empresa de Guia- ciertos reparos de ramas é madera é tierra, que se
na, para la qual los españoles habían pagado, el ficieron en la fortaleza de San Juan del Pié del
dicho Serenísimo Rey mi hijo, ponía la mitad del Puerto, que es muy flaca, para quo, pues nuestra
dicho ejército, é Nos la otra mitad, é que yéndose artillería no podía tornar á pasar este invierno aque
los ingleses quedaba solamente el medio ejército, llos montes, quedase allí como ha quedado con al
que era el nuestro, perdieron el miedo quo antes te guna gente nuestra quo la guardaba. En este medio
nían é cobraron gran corazón, ficieron queuta que tiempo llegó Martin de Anpies, con cartas del Sere
antes que nuestro ejército pudiese pasar de esta otra nísimo Rey de Inglaterra mi hijo, por las que lea
parte do los montes Perineos, se podrían tomar el mandava al dicho su Capitán General que no par
medio con demasiada ventaja suya al subir de la tiese de acá con su exército, y que cumpliese todo
montaña, que habia buena disposición para ello, é lo quo yo le mandase, é yo, visto esto, é que el
que desbaratado el dicho nuestro ejército, podrían exército de los franceses era entrado en Navarra,
tomar on un dia el reyno de Navarra, é lo mas que envié á mandar al dicho Don Martin de Anpies que
quisiesen, ó tenían por más fácil esta empresa, desde donde desembarcó fuese al dicho Capitán
desque el artillería nuestra que pasó nuestro ejérci General de los ingleses con las cartas del dicho Se
to de la otra parte de los montes, por la mala dis renísimo Rey mi hijo, é con carta mia de creencia,
posición de las subidas, sabían quo basta el verano para que de mi parte rogase ó requiriese al dicho
no se podían sacar de allí, é que así nuestro ejército Capitán General que volviese pues el dicho Serení
vernia sin artillería, é juntóse con éste el Mariscal simo Rey mi hijo se lo mandaba, é no se partiese
de Navarra que ea la cabeza del uno de los dos con el dicho exército, mas antes se viniese á juntar
bandoB de aquel Reyno, é tonian mucha parte en él; con el nuestro exército, pues los franceses eran en
é sus parientes viendo que los ingleses desampara trados en Navarra, é quo juntos ambos nuestros
ban la empresa de Guiana y se iban dejando mies-' ejércitos llevarían mucha victoria á los franceses
tra gente donde he dicho; é viendo de la otra parte que eran entrados, yéudoles á dar batalla: é con el
junta toda la potencia de Francia, é que estaba en ayuda de Dios sin darla vencerían, é que vencidos
poder suyo é de sus parientes alguna de las forta aquellos sería fecha buena parte de la empresa de
lezas de el dicho Reyno que yo habia confiado de- Guiana, porque los otros no serian para resistir, é
llos, y que asi mesrao estaba en el dicho Reyno por mirasen que era mucha vergüenza suya, al tiempo
el Rey Don Juan la fortaleza de Estella que es la que los comunes enemigos eran entrados, irse ellos,
mas fuerte é mas importante de todo el dicho Rey- que si no estuvieron acá entrados é estuvieran en
no, porque á causa de llevar nuestra artillería de la Inglaterra, de razón habían de venir para cuidar
otra parte de los montes, en ayuda do esta empresa on este caso; é esto mismo les dijeron é requirieron
de Guiaría, no había yo querido que se trújese do mi parte el Obispo de Sigüenza é Diego López
artillería sobro la dicha fortaleza, é por aventura, de Ayala con mis letras, é nunca se pudo acabar
teniendo el dicho Mariscal nuestro hecho por peli con el dicho Capitán General que quisiese quedar,
groso, se reveló contra nuestro servicio é estado, é antea quanto mas procurábamos su quedada, tanto
se pasó secreta é fugitivamente con algunos de sus mas priesa daban en su ida, é ansí se partieron, é
parientes, á la parte de los franceses, é hizo rebelar después dellos partidos, recebí cartas del dicho Se
las fortalezas que del habia yo confiado, é asi mis renísimo Rey mi hijo, de 2<J días de Setiembre, ó
DON FERNANDO É DOÑA ISABEL. 763
otra de mí Embaxador que esta con él, de 7 de Oc quales murieron los dichos Senescal de Bigorra, é
tubre, con correo propio, é luego otro día llegó un Monsiur de Aste, é muchos gentiles hombres.
faraute,del dicho Serenísimo Rey mi bijo, con otra Viendo los franceses que por una parto ni por
carta suya para mi, de 12 de Octubre, por las quales otra fasta agora, no han podido hacer contra Nos
mo escribió que aunque su Capitán Gcnoral ó ojér- ni contra nuestro estado, cosa de sustancia, nin han
cito, so quisiesen partir no les dejásemos partir, cercado ninguna ciudad ni villa del Reyno de Na
antes Ies quitásemos los navios, ó les estorbásemos varra, han asentado campo una legua de Pamplona,
la partida. E eso es cierto quo aunque estas letras á la falda de los mismos montes Perineos, y han 1
vinieran antes que Iob ingleses partieran, no fuera venido tres veces á dar vista á la dicha ciudad de
posible detenerlos, porque el dicho Capitán General Pamplona, é todas tres veces los nuestros les han
los habla tanto puesto en su partida, que ellos esta muerto gente, é les han tomado prisioneros, sin re
ban determinados de venir á las armas con quien se cibir los nuestros daño alguno, á Dios gracias; y
lo estorbara, é porquo esto no habíamos do consen cada dia se mudan por allí, de una parte en otra; é
tir, fuera imposible estorbárselo. publican quo el Delfin que quedó en Bayona junta
E tornando á la entrada de los franceses, viendo mucha mas gente para pasar con ella é con artille
ellos idos á los ingleses, pues estaban ya apodera ría, por Bazan, á juntarse con ellos, é que han de
dos do los montes Perineos, trabajaron de tomar al cercar é combatir la ciudad de Pamplona, é todaa
puerto, por donde babian do venir el Duque de las maneras, que los franceses son para hacer últi
Alva con nuestro ejército, para tomarle en medio, mo de potencia, por poder desta vez hacer alguna
el Delfin por una parte y ellos por otra. El dicho cosa señalada contra España, é como quiera que á
nuestro Capitán General, dejando proveído de gen- causa de la ida de los ingleses nos han tomado con
to el reparo do San Juan, puso gente en el puerto; menor provisión de la que tuviéramos hecha, si los
é subió con nuestro ejército, c pasó desta otra parto ingleses no vinieran acá; empero Nos mandamos
de los montes Perineos, sin que á sus espaldas ni á juntar mucha gente para que vaya con Nos; ó aca
la delantera hallase resistencia, é porque los caba bada de juntar la dicha gente, tengo acordado, me
llos venían fatigados del eBtar en el campo, é de no diante el ayuda de Dios Nuestro Señor, de ir en per
poder haber allá tanta cobada como era menester, é sona á darles la batalla, é yo vos haré saber lo que
también porque & causa del rebelión del Mariscal ó sucediere dello. Do Logroño, á 12 de Noviembre,
de algunos de sus parientes é amigos, fué necesario año de 1512.»
proveer de gente las ciudades é villas del dicho Lo que sucedió después de lo contenido en esta
Reyno de Navarra, el dicho nuestro Capitán Gene carta de Su Alteza, puesto caso que atrás es dicho,
ral se vino i Pamplona, que está cerca de las aldas que los franceses, é el Rey de Navarra prosiguieron
de los montes Perineos, é repartió nuestro ejército su cerco sobre Pamplona con su campo de mas de
por las ciudades y villas del dicho Reyno, y él 20.000 hombres, y estuvieron allí desde el dia que
quedó con la una parte de la gente en la dicha ciu vinieron, hasta que alzaron el campo, veintisiete
dad de Pamplona; y en este mismo tiempo proveí días, y en cabo dieron un combato á la ciudad un
mos que se pusiese sitio en forma sobre la fortale Martes á diez y ocho días de Noviembre, dos horas
za de Estella, é que 6e aprestase para trabajar de después de comer; y duró el combate tres horas, en
tomalla, é estando los dichos franceses con propó que jugó tan reciamente su artillería, que en chico
sito do venir á socorrerla, cada día y cada hora, los rato derribaron un lienzo de la cerca, y no paraban
nuestros lo apretaron de tal manera, que so nos rin los franceses con las señas hasta sobir por cima de
dió; y asi mismo so nos rindieron las fortalezas de de Iob muros, empero los de dentro se dieron á tal
Cabrera, é de Monjardin; é poco antes nuestra recaudo que defendieron bien la ciudad, y ofendie
gento había tomado la fortaleza de Tafalla que so ron de tal manera á los combatientes, que en poco
nos había rebelado. Así que después de que todos espacio mataron y derribaron é rendieron 800 hom
los francoses fueron entrados en Navarra, cobramos bres y mas de los franceses combatientes ; y de los
todas las dichas fortalezas ; é á esto mismo tiempo de la ciudad murieron muy pocos, que algunos di
entraron 2.500 franceses por la Val do Brota, quo jeron que no murieron sino tres hombres , un mozo
es en Aragón, en las montafiaB de Jaca, é venía por de espuelas del Rey y dos peones ; y fueron heridos
Capitán della el Senescal de Bigorra é con él Mosiur algunos, en especial el Comendador Fernando de
de Aste, quo oran ambos de la sangre de Fox, por Vega, Don Pedro Manrique é Don Juan de Castilla
que supieron que de aquella parte no teníamos gen é Villalba el Coronel, ó desde aquel dia no oBaron
te, entraron nna aldea que llaman Torla, que está á mas allegar cerca de la ciudad, estando allí el dicho
la entrada del vallo, quo es do ciento vecinos, sin campo. Cierto es que la dicha ciudad estuvo en muy
ceroa ni cava, é de los do la dicha habian mandado grande aprieto de viandas, pero también los fran
á los lugares de la montaña de su comarca que vi ceses pasaron gran lacería y trabajo y hambre, ca
niesen á socorrerlos; é estando los franceses com ol Arzobispo de Zaragoza estaba en Sangüesa, con
batiéndolos en aquel aldea, ó ellos defendiéndose, siete mil hombres, y les estorbaba de venir las
llegó alguna gente de la montaña, é dieron & los viandas, y les tomó sesenta oabezas de ganado que
franceses tan reciamente, que los desbarataron á les venian por el Val de Roncal. En este tiempo el
todos é hicieron gran matanza en ellos, entre los Alcayde de los Donceles é los otros Capitanes que
764 CRÓNICAS DE LOS REYES DE CASTILLA.
estaban en Navarra, estaban en sus aposentos bien decimiento é tan gran delito del dicho Duque nues
apercibidos. tro sobrino, habiéndonos él dado tan grande causa
El Rey bizo provisión de gentes é mantenimien para ello, le habernos mandado apartar de nuestra
tos, y envió al Duque de Nájera por Capitán Gene Corte, é tratándole bien, ponor tal guarda en sa
ral á descercar á Pamplona con muy lucida gente, persona, que aunque quiera no pueda poner en obra
é como Iob franceses supieron del socorro, luego se lo que con el dicho Rey de Francia tenia concer
quitaron afuera, é se fueron retrayendo hasta dos tado.
leguas de la ciudad, é el Rey mandó que no los si «Una cosa os certificamos, que nos consta que el
guiesen, ni acometiesen, porque eran chrístianos, dicho Duque, conociendo la mucha fidelidad que
como Rey magnánimo, piadoso, que no quiso que los varones é Universidades del nuestro Reyno da
muriesen tantos chrístianos, como siempre lo tuvo Ñapóles tienen á Nos é á nuestro Real estado y ser
por costumbre, é mandó que no siguiesen el alcan vicio, no osó á ninguno dellos la dicha traición co
ce; con todo eso los vizcaínos é algunos naturales municar: pareciónos que era razón de os lo hacer
de la tierra , ó otros ansí de á pié como de á caba saber, para que de mi parte lo digáis á esa ciudad,
llo, los siguieron, é los fícieron asaz dallo, é les to no para otro efecto , sino para que sepan que Nos
maron trece piezas de muy escogida artillería; é honrábamos é tratábamos al dicho Duque como se
ellos se fueron con mucho peligro, é por muy estre debe tratar á fijo, é que él trató contra Nos, é con
chos pasos, é muchas nieves, é fríos, ó hambro é sed tra nuestro estado , con el enemigo de la Iglesia y
que pasaron, sin hacer cosa, ni adquirir de lo que nuestro, lo que habernos dicho. A 12 de Diciembre,
deseaban, y toda Navarra quedó por Castilla, y que año de 1512 afios. — Yo el Rey.— Por mandado ds>
dó el Alcayde de los Donceles por Capitán Genoral Su Alteza, Miguel Pérez de Al mazan.»
dolía é guarda, con otros muchos capitanes.
CAPÍTULO OCXXXVIII.
CARTA De la muerte del Papa Julio II.
que el Cilbólieo Rey Dos Fernando envió al Arzobispo do Sevi Murió el Papa Julio II en Roma á 20 días del
lla Don Diego Deza, quejándose del Duque Don Fernando, su mes de Enero, año del Nacimiento de Nuestro Sal
sobrino. vador Jesuchristo de 1513 afios, aviendo imperado
«Muy Reverendo en Jesuchristo, Padro Arzobispo en la Silla Apostólica de San Pedro nueve afios y
de Sevilla, mi confesor. — Después que el Duque tres meses: murió de su muerte natural, en senetud,
Don Fernando mi sobrino vino del Reyno de Ñapóles de 80 afios, dejando el mundo revuelto, y todos los
á nuestra Corte, todos han visto que Nos le habe Reyes y Príncipos chrístianos en guerras , y ligas y
rnos honrado é tratado siempre en todas las cosas, parcialidades á causa de la cisma ya dicha , de lo
con tanto amor como si fuera nuestro propio hijo; qual no poco sentimiento ovo el Rey Don Fernando,
é teniamos determinado de le dar un estado, é de y todos los Emperadores, y Reyes, y Duques y Ba
entender en que fuera honradamente colocado, cre rones do la Santa Liga de la Iglesia Romana, y aun
yendo que como él lo mostraba de fuera, ansí den disfavor, porque el Papa Julio era intemerato y
tro nos fuera siempre fiel ; é quando desto tenia muy magnifico , é esforzado defensor de la Iglesia,
mos del mas confianza, por la causa que ha parecido amigo de los cathólicos y enemigo de los tiranos é
le daríamos, base descubierto que desde que está cismáticos ; él qual , siendo en extrema necesidad
bamos en Sevilla envió mucho secretamente á tratar de su fin , conociendo que habia de morir , invocó á
con el Rey de Francia, é se concertó con él contra los Cardenales y les dijo las exhortaciones que si
Nos é contra nuestro Real estado , é para poner por guen :
obra lo que asi tenia concertado, determinó aqui en Priineramento dijo : que cierto habia sido muy
esta ciudad de irse de nuestra Corte, secreta é fusi gran pecador en las voluntades mundanas y en lea
blemente á la Corte del Rey de Francia ; ó concertó pecados de la carne, y que ansi como él era ver la
las personas que con él habían de ir, é puso para deramente malcontento y arrepentido, que pedia
ello postas secretas, cerca desta ciudad, é en algu misericordia á Dios Nuestro Señor, que por ello no
nos lugares de Navarra por donde hablan de pasar condonase su ánimo ni su memoria.
á Francia, é al tiempo que estaba para ponerlo por Segundo dijo : que conocia que habia sido causa
obra fueron presos por nuestro mandato Felipe Có de muy grandes guerras y muchos homicidios, y
pula, que fué el que principalmente entendió con grandes disensiones de Príncipes, y que de esto se
el Rey de Francia en concertar la ida del dicho remitía á la infinita misericordia de Dios, porque él
Duque nuestro sobrino, Juan de Pordona, y dos habia sido forzado en hacer tales cosas á causa que
franceses, ansí mismo, ca huían é so iban á Fran quando él fué asuinpto on el Pontificado, que había
cia por postas con el dicho Duque, y halláronse en hallado todo el Patrimonio de la Santa Iglesia ocu
podor del dicho Felipe las cartas é escripturaB que pado y robado del Duque Valentín, y de venecia
sobre ello dio el Rey de Francia ,, por las quales y nos , y de otros tiranos ; y que habia hallado la Cá
por sus confesiones dellos mismos, ha parecido la mara Apostólica adeudaba en 182.000 ducados y el
traición que tenían concertada contra Nos é contra Palacio Apostólico todo robado y sin ninguna pro-
nuestro Real estado ; ó Nos r viendo tanto desagra ñ8»?»» y ísáa.!««¡!áaáajr ítaá&i» Jt&w
DON FERNANDO É* DONA ISABEL. Wí-
llenas dé venecianos, parcialidades, y casi rebeldes mentó de la Eucaristía; y el Cardenal de San Jorge
ú la Santa Sede Apostólica, y con muy poca justi que allí estaba aparejado para comulgarle, se lo
cia, y que él había trabajado mucho con la persona trujo , y le pidió si perdonaba y remitia las injurias
y el entendimiento, por poder pacificar, y recupe y ofensas á todos sus enemigos, y al Duque de Fer
rar, y cobrar, é poner en justicia todo el estado de rara; y él dijo que sí, con condioion que para ade
ta Santa Iglesia, sin hacer matar ninguna persona, lante pagase cntoramente el tributo á la Santa Igle
ni tomar lo suyo á nadie sin justicia, y que desto sia ; y anBÍ mismo le dijo si pordonaba á los Benti-
llamaba á Dios por testigo, y por el paso extremo bolcs y al Rey de Francia: dijo que sí, con tanto
en que estaba. nunca mas fuesen contra la Sede Apostólica; y ansí
Lo tercero, dijo y exortó: que muy esforzadamen mismo le dijo si perdonaba los Cardonales cismáti
te los RoverendoB Sofiores Cardenales que después cos ; y él estuvo un poco pensando, y después dijo :
de su fallecimiento hiciesen la elección muy justa que como persona humana remitía las injurias que
y santa, y criasen un Pontífice digno del Pontifica habian hecho á su persona y los perdonaba , mas
do, santo y bueno, y que en la elección guarda que como vicario do Dios y sucesor de San Pedro,
sen la ordenanza que era ordenada en su Bula, que que los remitia á la Justicia de Dios, porque ellos
1 labia hecho contra las simonías y corrupciones pa avian sido causa y principio de tantas revueltas , y
sadas. males, y guerras, quantas eran pasadas; y esto dicho,
Lo cuarto : exortó á los dichos Excmos. Señores sus camareros y privados le hicieron presentar un
Cardenales, que trabajasen luego y siempre de estar breve, por el qual pedían y querían ser absueltos de
en Roma, é tenerla en paz y abundancia é buena todo lo que habian negociado y administrado por
gobernación y justa, y que trabajasen sobre todo Su Santidad , y por la Apostólica, y dijo que no lo
que los forasteros y cortesanos pudiesen venir á queria hacer, porque si ellos avian gobernado y ad
Boma seguramente, sin ser robados, ni muertos, ni ministrado bien y fielmente, que no tenían necesidad
destruidos en las puertas do Boma, ansi como otras de quitancia, y que diesen sus descargos y le serian
veces solian hacer, y que procurasen que qualquie- tomados en qüenta, y mandó romper el dicho breve;
ra hombre pudiese ir y venir con las manos llenas y pidiendo misericordia á Dios comulgó muy de
de oro, sin peligro alguno, y que los hombres de votamente , y luego mandó venir á todos los Peni
seguida y las cabezas de los bandos fuesen tenidas tenciarios de San Pedro, y su confesor, y presentes
con las riendas de la justicia. todos los Cardenales que allí estaban con candelas
Lo quinto, dijo : que dejaba á la Iglesia Romana blancas encendidas en las manos, se hizo dar la Es-
dotes muy nobles y muy grandes ciudades, que por trema-Uncion, y él mismo respondió átodo, y des
ningún otro tiempo habian estado en la obediencia pués de un poquito , diciendo : tn ie Domine con/ido
de la Santa Iglesia, como estaban al presente, y non confundar in aternum, ted propitius tito Domine
que en todas dejaba Alcaydcs y Gobernadores, que mihi peccatori, pasó de la presente vida y quedó
son las siguientes . como si quedara durmiendo. Esto fué á las diez ho
Bimon Forli, Mola, Faenza,Bávena, Perusa, San- ras de la noche, á 20 dias del mes de Enero, año
cona, Bononia, Bezo, Parma, Plasencia, Pésaro y de 1513 afios.
para las cobrar que le había sido forzado dar los Ansí el Papa Julio ovo santo fin : y todo lo suso
beneficios por oficios, y que no lo habia hecho por dicho es verdad, y ansí fué escripto al Rey Don
codicia ni por dar á sus parientes, mas por defender Femando y al Nuncio de las personas de autoridad
é cobrar el patrimonio de la Iglesia, y que semejan que á ello presentes fueron, y porque me pareció
te causa le habia inducido á crecer las monedas en fallecimiento tan santo no ser razón esquivarlo des-
perjuicio de los pueblos, y que pedia á Dios le to ta mi escriptura, lo asenté para memoria y ejemplo
mase en cuenta á su ánima, según su misericordia y de los que desean buen fin.
la intoncion con que lo habia hecho. Lo que acaeció al Papa Julio II, ántcs que adole
Lo sesto dijo: que dejaba en el castillo del Santo ciese tres dias, es : que él estando á la hora de me
Angelo 600,000 ducados, los 300,000 en dineros, é dio dia solo en su cámara, lo apareció la Muerto
los 200,000 en plata é joyas , los quales 300,000 du muy horrible, de lo qual él mucho se espantó y es-
cados en dineros avia guardado , porque si oviese pavoreció, y vuelto en sí mucho, se encomendó á
sido apremiado á huir de Boma por el Bey de Fran Nuestra Señora la Virgen Santa María , y después
cia, qtic le oviese sido menester andar mendigando, siendo adolecido , muchas veces se encomendaba á
y que los confortaba á tener la muy buena amistad Nuestra Sefiora Santa María de Loreto, á la qual
con el Bey Cathólico, muy bueno y devoto hijo de tenia mucha devoción , y le habia hecho un mny rico
la Santa Madre Iglesia, Bey de Espada, y que por templo, y la misma Imágen le apareció y dijo :
tal caso avia mandado hacer las galeras que estaban nque no temiese, ca ella serta con éln: y él, después
en Ancona; de los quales dineros dijo, que quería dcsto , consolaba mucho á sus servidoros y paríeti- '
que fuesen los 110,000 ducados para su sopoltura y tes, diciendo quo no temiesen, diciendo que por
00,000 ducados para acabar su capilla, que avia co ventura de aquella enfermedad él no moriría ; mas
menzado á hacer, y que fuesen 50,000 ducados para después que vido la enfermedad mas agravada,
la fábrica de la Iglesia de San Pedro porque no dijo que conocía que era la voluntad de Dios qua
pesase la obra. Y esto dicho , pidió el Santo Sacra- acabase sus dias , y que Nuestra Señora ayudaría sq
M6 CRÓNICAS DE LOS REYES DE CASTILLA.
ánima , y no á en cuerpo , que mocho mas le placía caballero armado en blanco, y llevaba al rededor
que en todo se hiciese la voluntad de Dios, que no de si cínqüenta palafreneros , muy bien vestidojs de
otra cosa, que él era muy contento de morir, pues jubones do brocado, y calzas do grana y bonetes
las cosas de la Santa Iglesia estaban ya reme rojos, y camisas con cabezones de oro, y cespedos
diadas. boloñeses dorados en las manos. Luego salió el
Fué el Papa Julio Pontifico muy gran defensor Duque de Ferrara é el Duque de Urbino , muy ri
de la Santa Iglesia, y amador de la justicia ; plega camente ataviados con fusta treinta palafreneros
a Dios Nuestro Señor dar descanso á su ánima. delante, muy ataviados. Luego salieron doce se
ñores de Italia, muy bien en orden y muy bien ar
CAPÍTULO CCXXXIX. mados. Luego salieron veinte acaneas blancas del
todo como la nieve todas del Papa, las diez con cu
De la elección del Papa León. biertas de brocado hasta los pies, é los frenos de
A diez «lina del mes de Marzo, en la noche, en carmesí, con las clavazones todas de arjento. Luego
cónclave en Roma, criaron los Cardenales Papa al salieron doce muías muy singulares de la misma
Reverendísimo Señor Cardenal de Médicis, de la no- suerte de las acaneas, y cada una destas acaneas y
blejestirpe de Médicis de Florencia. Cúpoleen suerte ínulas llevaba un palafrenero de rienda, que ea
por nombre León X ; fué electo pacificamente, y mozo de espuelas : luego salieron los Obispos y Ar
muy bien empleada la santa dignidad y Pontifi zobispos y Patriarcas, todos en caballos cubiertos
cado en Su Santidad según la voz y loor de la vir de tela blanca desde las orejas basta los pies, y
tud, habilidad, potencia y saber de su persona. ellos con roquetes é pluviales, é mitras en la cabe
za, é cada uno de ellos llevaba diez palafreneros
CAPÍTULO CCXL. muy bien vestidos con libreas. Luego salieron los
Embaladores, el do España, el del Emperador muy
De la coronación del Papa León X.
ricamente vestidos con sus palafreneros delante :
La coronación del Papa León, X deste nombre, luego sacaron el Corpus Christi en unas andas muy
que sucedió al Papa Julio II, se hizo ú once días ricas y llevábanlas dos caballos, y llevaban encima
del mes de Abril, año del Nacimiento de Nuestro un dosel de oro con quatro varas, las quales lleva
Redentor Señor Jesuchristo de 1513 años , treinta ban quatro barones romanos principales. Luego sa
dias después de la elección, é fué en esta manera : lieron los Cardenales en caballos cubiertos todos do
Un Lunes por la mañana á una hora del dia, cabal tafetán blanco, dellos como diáconos, y delloscomo
garon todos los Cardenales, quo fueron veintitrés presbíteros, según las órdenes que tenían, con mi
Cardenales, que residían continuos en la Corte del tras de damasco blanco en las cabezas y llevaban
Papa, y todos los Patriarcas, Arzobispos, Obispos, cada uno diez camareros á pié de los mas favoreci
é fueron al palacio del Papa, donde estaba, é llega dos y muy vestidos de sedas y brocados é bastones
dos, comenzaron de tocar é sonar muchas trompe ricos en las manos. Luego salió el Papa encima da
tas, é salieron del palacio trescientos caballeros do un caballo blanco con una vestidura de chamelote
caballos ligeros é muy bien armados, a modo de blanco muy fino é un roquete do cambray tan del
guerra, todos con divisa del Papa, blanco, rojo y gado como el pelo de la cabeza; é una aniseta do
verde, é tomaron la vía de San Juan de Letran, é carmesí pelo , é una estola de brocado ceñida por el
luego en pos destos salieron cien ballesteros á ca cuerpo, é una tiara muy rica en la cabeza, que de
ballo con la misma librea ; é luego , en pos destos cían que las piedras delta no se podían apreciar, ó
salieron otroa cien caballeros de los Capeletas, con iba debajo de un dosel de brocado con quatro varas,
la misma librea, é luego, en pos destos salió el Bar- las quales llevaban otros quatro barones romanos
ridielo, quo es como alguacil mayor, con sesenta principales , y delante del iban ochenta palafreneros
caballeros escopeteros é ballesteros, é otros tantos suyos, con sayones de terciopelo negro, é jubones
á pié, con sus armas enhastadas, con la misma li de carmesí é raso, é cofias de oro, y bonetes roxos
brea , 6 capelos blancos , á la francesa ; luego salió y cintas de hilo de oro, é calzas do grana , y espa
el Condestable de Capitolio, con otra tanta gento, é das, y puñales dorados ceñidos, y tras él iban tres
de la misma suerte, é con la misma librea é capelos cientos suizos de su guarda muy bien armados y
blancos a la francesa. Luego salieron catorce cur con atambores y banderas , y de esta manera y or
sores con sus caballos, con banderas rojas en las den caminando llegaron al castillo de Santo Angelo,
manos, con las armas del Papa, y luego salieron y pasando la puente comenzó á tirar el artillería ; é
diez y nueve estandartes del Pópulo Romano; ó duró media hora que parecía que Roma se hundía,
luego con ellos el Senador y Cónsules é Conserva é unos i otros no se oían.
dores de Roma, é salió el Alférez mayor enmedio, Por las calles había desde San Pedro hasta San
con el mayor Estandarte, armado de obra de armas, Juan, trece arcos triunfales, con tantas comedias é
él y el caballo , y todos muy ricamente vestidos de invenciones que era coBa maravillosa de ver ; iban
sedas y brocados, y cadenas de oro, con muchos tantas maneras de músicas y tales que parecia ser
palafreneros con muy ricas divisas é lanzones en en la gloria celestial.
las manos, é tras estos venia el estandarte de la Tardaron mas de cinco horas en el camino, é llega
Iglesia con las armas del Pnpa ; é este llevaba un dos á S«tn Juan, comenzaron á hacer sus actos para
DON FERNANDO É DOÑA ISABEL. $$ .
la coronación £ entráronse &1H en San Juan de Le- Padre, é al Santo Concilio Lateranense, é porque
tran, é alH fué coronado el Papa por loe Cardenales no parezca que en otra manera é no con limpio co
é por el Pópulo Romano aquel día con muy gran razón, ambos fecho é jurado todas las cosas suso
des fiestas é solenidades que serian muy luengas de dichas y cada una de ellas, somos contentos y aun
escribir, é allí comieron aquel día é estuvieron el deseamos que esta presente carta sea leida pública
Papa y los Cardenales hasta la noche que se vinie mente en el mismo Concilio Lateranense, é en la
ron al palacio de San Pedro con antorchas. Basto sesión publica, de lo cual todo por eBto hacemos á
esto cuanto á la coronación del Papa León X , que mejor gana ; porque nnestro muy Santo Padre León
comenzó de imperar en Roma en la santa Silla entienda que en todo tiempo avernos de ser fieles
Apostólica desde once de Marzo del afio de Nuestro hijos y muy obedientes servidores de Su Santidad,
_ Señor Jesuchristo de 1513 aBos. y do la Santa Silla Apostólica, y del Santo Conci
lio Lateranense. La cual carta firmada de nuestros
CAPÍTULO CCXLT. nombres, como arriba es dicho, para mayor abun
De lo qne hicieron los dos Cardenales cismáticos desque su damiento damos á vos, el presente notario, é vos
pieron la muerte del Papa Jallo, e de la abjuración qae hicie rogamos que sobre ello hagáis uno é muchos ins
ron de la clima ; é de como conocieron sn pecado é fueron per trumentos públicos. Fechado en Florencia á 14 dias
donados. del mes de Junio de mil y quinientos y trece olios.
Los Cardenales Bernardino de Carvajal é Fede —Yo Bernardino de Carvajal de mi propia mano lo
rico do San Seberino, desque supieron en Francia firmé, prometi, juré, confesé, é fice: yo Basto de