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ÉTICA BÍBLICA FAMILIAR

Mtro. Carlos Ernesto Ucán

Un Curso del:

Seminario Internacional de Miami


Miami International Seminary
14401 Old Cutler Road
Miami, FL 33158
305-238-8121 ext. 315
email, MINTS@ocpc.org
web site, wwwMINTS.ws
Para el Instituto de Educación Cristiana Teológica
IECT

1
MIAMI INTERNATIONAL SEMINARY

GENERALIDADES DEL CURSO

 DESCRIPCIÓN DEL CURSO:

Un estudio de la estructura y el contenido de la moralidad cristiana: la meta, el motivo, y la norma


de la vida cristiana; con un análisis de asuntos éticos de autoridad, la vida, la sexualidad.

 OBJETIVOS:

La meta de la clase deberá entender el contenido general de la estructura y esencia de la


moralidad cristiana; crecer en la gracia y en el conocimiento de lo que Dios nos llama a ser y hacer; y
desarrollar habilidades en la resolución de asuntos morales.
Cuándo los estudiantes hayan completado éste curso ellos serán capaces de:
* Articular la meta, el motivo, y el estándar de la práctica cristiana y entender cómo se relaciona a la
moralidad en general.
* Dominar los principios esenciales de los pasajes bíblicos claves que tratan con el carácter y la
práctica cristianos.
* Tener una apreciación para la tradición Reformada en la moralidad expresa como en los estándares
marcados en la confesión de fe de Westminster.
* Desarrollar un método para resolver los conflictos morales y compararlos con otros enfoques.
* Desarrollar un mapa relacionando los asuntos éticos contemporáneos que siguen los principios de
los Diez Mandamientos.

 TEMAS:

Sesión 1 “Introducción
Sesión 2 “Normas Universales”
Sesión 3 “Homosexualidad
Sesión 4 “Cohabitación”
Sesión 5 “Aborto”
Sesión 6 “Eutanasia”
Sesión 7 “Conclusiones”
Sesión 8 “Evaluación”

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* RESPONSABILIDADES DEL ESTUDIANTE

1. Leer cada una de las 7 sesiones de Ética Bíblica Familiar y contestar las preguntas
correspondientes en su cuaderno personal. Ten en cuenta que muchas de las preguntas son de
respuesta personal. (20%)

2. Deberás realizar una encuesta para aplicar a personas de diferentes status sociales y religiosos
para conocer su pensamiento en cuanto a los temas éticos (20%)

3. Elaborar un ensayo de máximo 5 páginas sobre un tema de los capítulos del curso. (Se asignará
en el curso correspondiente) (Las páginas no incluyen presentación ni bibliografía, estos son
adicionales) (25%)

4. Presentar el examen final, mismo que será entregado en línea al finalizar el curso. (35%)

* ESTRUCTURA DEL CURSO

1. Normalmente hay 8 sesiones de una semana cada una, en las que el alumno debe leer las
asignaciones y realizar las tareas puestas al final de cada lección. Es requisito indispensable
que cada estudiante entregue en las fechas agendadas sus requerimientos para seguir
avanzando en el curso.

2. No se aceptarán tareas atrasadas.

3. Cada estudiante deberá entregar un reporte de lectura por cada artículo o libro a leer. (el
modelo del reporte se encuentra al final de esta hoja.

4. Los alumnos tendrán que conectarse en el Messenger en las fechas dispuestas para poder
interactuar con el maestro sobre el curso. (pueden exponer sus dudas, comentarios, y de esa
manera el maestro puede evaluar si el estudiante está cumpliendo con sus asignaciones)

3
FORMA DE RESUMEN DE LECTURA
INFORME/RESUMEN DE LECTURA

Nombre _____________________________________
Dirección____________________________________
___________________________________
Ciudad______________________________________
Estado_________________ ZIP________________
Nación______________________________________

MAXIMO: UNA PÁGINA

1. Escribe los nombres del AUTOR o de los EDITORES, junto con el título del libro, el publicador,
la ciudad donde se publicó, y el año de publicación. (2 líneas) (En caso de contar con ellos)

2. Escribe un breve RESUMEN del énfasis general del libro/Artículo. Este resumen debe abarcar un
párrafo de más o menos 8 a 10 líneas.

3. Explica la IMPORTANCIA DEL LIBRO/ARTÍCULO para el curso y para tu área de interés en tu


contexto y de tu ministerio (un párrafo de aproximadamente 8 líneas).

4. Reacciona al libro entero, o escoge reaccionar a una idea, una oración, o a una parte del libro,
reaccionando en forma positiva o negativa, dando tu propia opinión y perspectiva al respecto (un
párrafo de aproximadamente 10 líneas).

NO SE PASE DE UNA PAGINA DE LARGO PARA ESTE RESUMEN

4
IV. CÓMO ESCRIBIR UN ENSAYO ACADÉMICO
I. INTRODUCCÓN
La comunicación por escrito es sumamente importante para nuestro desarrollo académico. El estilo que MINTS
usará es:
II. PÁGINA TÍTULAR
TÍTULO del ensayo
NOMBRE del autor (usted)
Nombre y número del curso
Nombre del profesor
Nombre de la institución académica
Fecha
III. ÍNDICE
Hay dos estilos básicos: Numeración clásica y numeración antropológica.

ENSAYO ACADÉMICO Modelo I


I. INTRODUCCIÓN
II. PRIMERA PARTE
A. SECCIÓN UNO
1. Subsección
2. Subsección
a.
b.
1)
III. CONCLUSIÓN
NOTAS DE REFERENCIA
BIBLIOGRAFÍA

ENSAYO ACADÉMICO Modelo II


1. INTRODUCCIÓN
2. PRIMERA PARTE
2.1. SECCIÓN UNO
2.2. SECCIÓN DOS
2.2.1. Subsección
2.2.2. Subsección
3. CONCLUSIÓN

NOTAS DE REFERENCIA
BIBLIOGRAFÍA
NOTA DE REFERENCIA
Libro: (fuera del cuerpo) 1. Autor, Título, página.
(Autor, Título, página)
Artículo: Autor, “Título,” Periódico, página.
BIBLIOGRAFÍA
Libro: Autor. Título. Ciudad: Editorial, fecha.
Artículo: Autor. “Título,” Periódico. Volumen, fecha, página.

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Sesión 1

Introducción
Hoy iniciamos un curso sumamente interesante, Ética bíblica Familiar. Interesante porque
hablaremos acerca del actuar moral del ser humano desde la perspectiva de Dios.
Debemos entender primeramente que la palabra ética se deriva del griego eto () y significa
acciones aprobadas dentro de una cultura. La ética es considerada como una ciencia normativa.
En el mundo incrédulo se habla acerca de la ética, he aquí algunas definiciones:
 El término «ética» sirve para designar al tratado de la moralidad.

 Ética, es la rama de las ciencias filosóficas que investiga las leyes de la conducta humana,
para formular las reglas que convienen al máximo grado de la evolución psicológica y social
del hombre.2

 Ética es la Disciplina que trata de la valoración moral de los actos humanos, además de
conjunto de principios y de normas morales que regulan las actividades humanas.3

Tomando en cuenta las definiciones anteriores podemos apreciar claramente que todas convergen
en un mismo punto: CONDUCTA HUMANA, donde implícitamente están incluidas las normas,
principios y valores. La gran pregunta de la ética es ¿Cuáles son esas normas, principios y valores
que deben regir la conducta humana?

En tanto buscamos respuesta alguna miremos éstas definiciones de teólogos cristianos: “La ética
es el estudio científico de la vida moral humana determinada por su ideal y su forma verdaderos”. 4 De
la misma manera Brunner dice que la ética cristiana es la ciencia de la conducta humana que es
determinada por la conducta divina.5 Aún con éstas seguimos sin contestar la pregunta anterior.

En esta lección trataré de dar ciertas pautas para poder ir adentrándonos poco a poco en lo
concerniente a este tema que a pesar de ser interesante es bastante amplio y por ende poco difícil de
tratar.

Diccionario Filosófico. Wikipedia.com
2
Trincado, monografías.com, pp. 635
3
Monografías.com/etica
4
Nyenhuis, Gerald. Ética cristiana, pp.13
5
J.E. Giles, “Bases bíblicas de la ética”, p.15.

6
A. La ética en general

El tema de la ética o mejor dicho de la moralidad (el estudio de cómo los seres humanos deben vivir)
se desarrolla o gira en torno a tres preguntas básicas:

¿Qué reglas debemos practicar?


¿Qué tipo de personas debemos ser?
¿Qué metas debemos perseguir en la vida?

Las preguntas anteriores implican que la conducta humana está sujeta a una triple evaluación de
acuerdo al punto de vista moral que cada ser humano tenga. Para tener una conducta moralmente
admirable, debemos ser buenos en 3 aspectos, esto de acuerdo a lo relevante en cada caso:

Las metas buenas / malas el valor


Las personas buenas / malas la virtud
Las prácticas buenas / malas la obligación (a qué obedeces)

La pregunta que continúa ahora es ¿Cuáles son los criterios que debemos seguir y cómo los
conocemos? Esta pregunta es en la mayoría de los casos lo que hace un poco complicado por no
decir difícil el tema de la Ética o Moralidad, ya que es la que más presión ejerce a la ética. La
respuesta de la pregunta anterior depende de alguna perspectiva filosófica, perspectivas del ser
humano y el lugar que ocupa en el universo. En otras palabras, las personas normalmente seguimos
criterios que han sido establecidos por la misma sociedad en el lugar donde radicamos. Si no nos
ajustamos a dichos entonces nos miran de diferente manera o simplemente osan en decirnos – No
encajas entre nosotros -
Razón por la cual es importante responder correctamente a la pregunta que se nos presenta.
B. La ética moral teísta bíblica

Desde el punto de vista bíblico, las preguntas de la ética o moralidad se reducen a una sola, la cual
debe ser para responder a lo siguiente:

¿Qué nos está llamando Dios a ser y hacer?

7
La respuesta puede ser tan sencilla pero a la vez compleja ya que en la aplicación de la redención
estamos unidos a Cristo y consecuentemente llamados a un estilo distintivo de vida en El. Veamos lo
que el apóstol Pablo dice en su carta a los Filipenses:
Fil. 1:9-11 Y esto pido en oración, que vuestro amor abunde aún más y más en ciencia y en todo
conocimiento, para que aprobéis lo mejor, a fin de que seáis sinceros e irreprensibles para el día de
Cristo, llenos de frutos de justicia que son por medio de Jesucristo, para gloria y alabanza de Dios.

Note la dirección del pensamiento de Pablo:

Amor ciencia y conocimiento aprobéis lo mejor frutos de justicia


Gloria de Dios

Agente........................................... la medida.................................................................Meta

De la misma manera Pablo usa su carta a los Romanos diciendo:


Rom. 12:2 Así que, hermanos, os ruego por las misericordias de Dios, que presentéis vuestros
cuerpos en sacrificio vivo, santo, agradable a Dios, que es vuestro culto racional. No os conforméis
(denota inestabilidad, mutabilidad y transitoriedad) a este siglo, sino transformaos por
medio de la renovación de vuestro entendimiento, para que comprobéis cual sea la buena voluntad
de Dios, agradable y perfecta.

Note las suposiciones fundamentales respecto a la naturaleza humana:


 Afectiva ( afecto, sentimiento)
 Volitiva (Voluntad, decisión) Es la integridad del ser humano.
 Racional (Conocimiento, intelecto)

Por otro lado, note la triple caracterización de la voluntad de Dios plasmada en al pasaje de Romanos
12:2
 Buena
 Agradable Es como debe reflejarse la integridad del ser humano
 Perfecta

Lo que hasta este momento Pablo nos muestra es que la ética envuelve a todo ser humano de forma
integral desde cualquier ángulo como queramos verlo.

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Hablemos un poco sobre lo mencionado en el A.T., y la relación que tiene con el escrito del
apóstol Pablo en 2 Tim. 3:15-17 dice: .... las Sagradas Escrituras, las cuales te pueden hacer sabio
para la salvación por la fe que es en Cristo Jesús. Toda la Escritura es inspirada por Dios y útil para
enseñar, para redargüir, para instruir en justicia, a fin de que el hombre de Dios sea perfecto,
enteramente preparado para toda buena obra.

La palabra hebrea Toráh (torah) en su sentido más amplio significa “Enseñanza Divina”, esta
incluye (pero no limitada) la instrucción en la forma de “mandamientos que regulan la conducta
humana”. Por lo tanto podemos decir que toda la Escritura es Toráh, en el sentido de que es la
dirección autoritativa de Dios en el camino de la vida. (En otras palabras, Dios da la pauta de nuestro
estilo de vida )
Un ejemplo para clarificar de todo lo que hemos mencionado: En un partido de fútbol soccer hay
dos equipos que tienen el propósito de anotar goles para ganar, dentro del juego existen faltas que se
comenten, penalties, fueras de lugar y para marcar esos detalles así como las reglas del juego y las
normas que los jugadores deben tener para alinearse, se debe contar con una persona conocida
como el “árbitro”.
Finalmente, en asuntos de la ética siempre necesitamos un árbitro; alguien quien de las pautas y
las normas de cómo debemos conducirnos durante nuestra vida y ese solamente es Dios.
C. Resumiendo

Después de haber dialogado un poco en esta introducción resumimos que la ética cristiana es el
estudio de la forma de vida que se conforma a la voluntad de Dios tal como es revelada en Cristo y en
las Sagradas Escrituras, iluminadas a través del Espíritu Santo.

Entonces sí tenemos respuestas a las tres preguntas básicas dadas sobre la ética cristiana (las
metas a ser alcanzadas, las virtudes a ser adquiridas, las reglas a ser obedecidas) las cuales
podemos sintetizarlas de la siguiente manera:

* La meta: La Gloria de Dios


* El motivo: El amor de Dios
* La regla: La Ley de Dios (lo que el ser humano debe obedecer)

Como dice Gerald Nyenhuis: La vida moral del cristiano es la flor y el fruto de su experiencia
redentora por Cristo.6

6
Nyenhuis, Gerald. Ética Bíblica, pp.127

9
Ética
www.catholic.net/familia

Al volverse los hombres epistemológicamente auto-conscientes, tienen que enfrentarse a la realidad - la realidad
de Dios. El nuestro es un universo moral. Está gobernado por una ley-orden que refleja el ser mismo de Dios.
Cuando los hombres finalmente se dan cuenta de quiénes son los tacaños y quiénes son los liberales, habrán
hecho un significativo descubrimiento. Reconocen la relación entre los patrones de Dios y las decisiones éticas
de los hombres. Resumiendo, se enfrentan a la ley de Dios. La ley está escrita en los corazones de los cristianos.
Las obras de la ley están escritas en los corazones de todos los hombres. Por lo tanto, los cristianos están más y
más en contacto con la fuente de poder terrenal: la ley bíblica. Para equiparar el poder de los cristianos, los
irregenerados tienen que ajustar sus acciones externamente a la ley de Dios como la predican los cristianos, una
ley cuyas obras ya tienen en sus corazones. Por lo tanto, los irregenerados son hechos mucho más responsables
delante de Dios, simplemente porque tienen mayor conocimiento. Desean poder. Algún día, los cristianos
poseerán poder cultural por medio de su adhesión a la ley bíblica. Por lo tanto, los irregenerados tendrán que
imitar la fidelidad especial de pacto adhiriéndose a las demandas de los pactos externos de Dios. En
consecuencia, los irregenerados atraerán la ira final de Dios sobre sus cabezas, hasta cuando obtienen
bendiciones externas debido a su mayor adaptación a los requisitos externos de la ley bíblica. Al final de los
tiempos, se rebelan.

Los irregenerados tienen dos opciones: Adaptarse a la ley bíblica, o por lo menos a las obras de la ley escrita en
sus corazones, o, segundo, abandonar la ley y, por lo tanto, abandonar el poder. Pueden obtener poder sólo bajo
las condiciones de Dios: reconocimiento de y conformidad con la ley de Dios. No hay otro camino. Cualquier
alejamiento de la ley produce impotencia, fragmentación, y tristeza. Además, deja en control a los que se han
entregado a la ley. Por lo tanto, para los cristianos, una mayor diferenciación en el curso del tiempo no conduce a
la impotencia. Conduce a su victoria culturalmente. Ven las implicaciones de la ley más claramente. Sus
enemigos también. Los injustos pueden obtener acceso a las bencidiones sólo aceptando el universo moral de
Dios tal como está.

A los hebreos se les dijo que se separaran del pueblo y los dioses de la tierra. Esos dioses eran los dioses de
Satanás, los dioses del caos, la disolución, y la historia cíclica. El mundo pagano era fiel a la doctrina de los
ciclos: no puede haber progreso en línea recta. Pero a los hebreos se les dijo otra cosa. Si eran fieles, dijo Dios,
no sufrirían las cargas de la enfermedad, y ninguna persona y ningún animal sufriría aborto (Éx. 23:24-26). La
gracia especial conduce a una entrega a la ley; la entrega a la ley de Dios permite que Dios reduzca el elemento
de la maldición común de la ley natural, dejando proporcionalmente más gracia común - el reino de la ley común
benéfica. La maldición de la naturaleza puede reducirse más y más, pero sólo si los hombres se conforman a la
ley revelada o a las obras de la ley en sus corazones. La bendición llega en forma de una naturaleza más
productiva, menos dominada por la escasez. Puede haber retroalimentación positiva en la relación entre la ley y
la bendición: las bendiciones confirmarán la fidelidad de Dios a su ley, lo cual a su vez conducirá a una mayor
fidelidad al pacto (Deut. 8:18). Esta es la respuesta a la paradoja de Deuteronomio 8: no es necesario que se
convierta en una espiral cíclica. Por supuesto, a la larga, se requiere gracia especial para mantener fiel a un
pueblo. Sin gracia especial, la tentación de olvidar la fuente de la riqueza toma el control, y el resultado final es
la destrucción. Es por eso por lo que, al fin de la era milenaria, los irregenerados tratan nuevamente de afirmar su
independencia de Dios. Atacan a la iglesia de los fieles. Ejercen poder. Y suena el estallido del destino - para los
irregenerados.

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ÉTICA FILOSÓFICA; O ¿SON RELATIVOS EL BIEN Y EL MAL?

Capítulo I de: “Ética: cuestiones fundamentales”, de Robert SPAEMANN

La pregunta por la significación de los términos “bien” y “mal”, bueno y malo, pertenece a las
cuestiones más antiguas de la filosofía. Pero, ¿no pertenece también a otras disciplinas? ¿No se va
al médico para preguntarle si se puede fumar? ¿No hay psicólogos que aconsejan en la elección de
profesión? ¿Y no le dice a uno el experto en finanzas: es bueno que cierre Ud. un contrato de
ahorro para la construcción; el próximo año estará peor el asunto de las primas, y será más largo
el período de espera? ¿Dónde surge exactamente lo ético, lo filosófico?

Prestemos atención al modo como se emplea la palabra “bueno” en el contexto citado. El médico
dice es bueno que Ud. se quede un día más en la cama”. Estrictamente, al usar la palabra “bueno”
debería añadir dos cosas; debería decir: “es bueno para Ud., en el caso de que lo que quiera ante
todo sea ponerse bueno”. Estas añadiduras son importantes, pues en el caso de que alguien
planee, por ejemplo, un robo con homicidio para un determinado día, entonces, consideradas
todas las cosas, resulta sin duda mejor, si “pesca” una pulmonía que le impide cometer la
empresa: Pero puede ocurrir que, por tener que llevar a cabo un día algo importante e
inaplazable, no hagamos caso al médico que nos manda hacer reposo en cama, y aceptemos el
riesgo de una recaída en la gripe. A la pregunta de si es bueno actuar así, el médico, como tal, no
puede pronunciarse en absoluto. “Bueno” significa para él, según su modo de hablar, que es
bueno si de lo que se trata ante todo es de su salud. Decir eso es de su competencia. Como
persona, pero ya no en su calidad de médico, puede decir que, en mi caso, debo tener en cuenta
ante todo la salud.

Y si yo quiero despilfarrar el dinero, o dárselo a un amigo que lo necesita de modo apremiante, en


lugar de colocarlo en un contrato de ahorro para la construcción, el experto financiero no puede
decir nada al respecto. Si él dijera “bueno”, entonces estaría pensando: bueno para Ud. si es que
se trata de agrandar su peculio a un plazo más largo.

En todos estos buenos consejos, la palabra “bueno” significa tanto como: “bueno para alguien en
un determinado sentido”; y entonces puede ocurrir que la misma cosa resulte, bajo diversos
aspectos, buena o mala, para la misma persona. Hacer muchas horas extraordinarias es bueno,
por ejemplo, para subir el nivel de vida, pero es malo para la salud. Puede ser también que la
misma cosa sea buena para uno y mala para otro; así la construcción de una carretera puede ser
buena para los automovilistas y mala para los vecinos, etc.

Pero también usamos la palabra “bueno” en un sentido, por así decirlo, absoluto, o sea, sin añadir
un “para”, o “en determinado sentido”. Este significado cobra actualidad siempre que se da
conflicto de intereses o de puntos de vista; también cuando se trata del interés o de los puntos de
vista de una misma persona, por ejemplo, los del nivel de vida, la salud o la amistad. Surgen
entonces dos cuestiones: “¿Qué cosa es realmente y de verdad buena para mí?”. “¿Cuál es la
jerarquía exacta de los puntos de vista?”. La otra cuestión es: en caso de conflicto: ”¿qué bien o
qué interés debe prevalecer?”. Para decirlo ya de antemano: una verdad pertenece a las ideas
fundamentales de la filosofía de todos los tiempos, a saber, que a la hora de su solución ambas
cuestiones no son independientes. Pero de ello hablaremos más tarde. En cualquier caso, decimos
que la reflexión sobre estas cuestiones es de carácter filosófico.

Pero lo primero que debemos dejar bien claro es la justificación de ambas preguntas,
precisamente por ser ambas impugnadas una y otra vez. Siempre nos encontramos con la misma

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afirmación de que los problemas éticos no tienen sentido porque no se les puede dar respuesta.
Las proposiciones de la Ética no serían susceptibles de verdad. En el campo de lo “bueno para
Juan desde el punto de vista de la salud”, o de lo “bueno para Pablo desde el prisma del ahorro de
impuestos” se pueden hacer razonamientos de validez general; pero cuando la palabra “bueno” se
toma en un sentido absoluto, entonces, por el contrario, las afirmaciones se hacen relativas,
dependientes del ámbito cultural, de la época, del estrato social y del carácter de los que usan
esas palabras. Y, presuntamente, esta opinión puede apoyarse en un rico material de experiencia:
¿No existen culturas que tienen por buenos los sacrificios humanos? ¿No hay sociedades que
mantienen la esclavitud? ¿No concedieron los romanos al padre el derecho de exponer al hijo
recién nacido? Los mahometanos permiten la poligamia, mientras que en el ámbito de la cultura
cristiana sólo se da como institución el matrimonio monógamo, etc.

Que los sistemas normativos son en gran medida dependientes de la cultura, es una eterna
objeción frente a la posible exigencia de una ética filosófica, es decir, una objeción a la discusión
racional sobre el significado absoluto, no relativo, de la palabra “bueno”.

Pero esta objeción desconoce que la Ética filosófica no descansa en la ignorancia de esos hechos.
Todo lo contrario. La reflexión racional sobre la cuestión de lo bueno con validez general,
comenzó, precisamente, con el descubrimiento de esos hechos: en el siglo V antes de Cristo eran
ya ampliamente conocidos. Procedentes de viajes, corrían entonces en Grecia noticias que
contaban cosas fantásticas de las costumbres de los pueblos vecinos. Pero los griegos no se
contentaron con encontrar esas costumbres sencillamente absurdas, despreciables o primitivas,
sino que algunos de ellos, los filósofos, comenzaron a buscar una medida o regla con la que medir
las distintas maneras de vivir y los diversos comportamientos. Quizá con el resultado de encontrar
unas mejores que otras. A esa norma o regla la llamaron “fisis”, naturaleza. De acuerdo con esa
medida, la norma, por ejemplo, de las jóvenes escitas que se cortaban un pecho resultaba peor
que su contraria. He aquí un ejemplo particularmente sencillo y sugestivo. El concepto no era, en
absoluto, adecuado para resolver, sin dar lugar a dudas, cualquier cuestión en torno a la vida
corriente. Por el momento nos basta constatar que la búsqueda de una medida, universalmente
válida, de una vida buena o mala, del buen o mal comportamiento, brota de la diversidad de los
sistemas morales, y que, por lo tanto, hace ver esa diversidad no constituye un argumento contra
dicha búsqueda.

Ahora bien, ¿qué abona esa búsqueda? ¿Qué es lo que mueve a aceptar que las palabras “bueno”
y “malo”, bien y mal, tienen no sólo un sentido absoluto, sino un significado universalmente
válido? Esta pregunta está mal planteada. No se trata, en efecto, de una suposición o de tener
que aceptar algo; se trata de un conocimiento que todos poseemos, mientras no reflexionamos
expresamente sobre ello. Si oímos que unos padres tratan cruelmente a un niño porque se ha
hecho por descuido en la cama, no juzgamos que esa manera de proceder sea satisfactoria y por
tanto “buena” para los padres, y “mala” por el contrario para el niño; sino que desaprobamos sin
más el proceder de los padres, ya que nos parece malo en un sentido absoluto que los padres
hagan algo que es malo para el niño. Y si oímos que una cultura acostumbra a hacer esto,
juzgamos entonces que una sociedad tiene una mala costumbre. Y cuando un hombre se
comporta como el polaco P. Maximiliano Kolbe que se ofrece libremente al bunker de hambre de
Auschwitz para, a cambio, salvar a un padre de familia, no pensamos que lo que fue bueno para
el padre de familia y malo para el Padre Kolbe sea, considerado en abstracto, una acción
indiferente, sino que en ella vemos a un hombre que ha salvado el honor del género humano que
sus asesinos habían deshonrado. La admiración surge allí donde se cuente la historia de este
hombre, sea entre nosotros, o sea entre los pigmeos de Australia. Ahora bien, no necesitamos
buscar casos tan dramáticos y excepcionales. Las coincidencias en las ideas morales de las
distintas épocas son mayores de lo que comúnmente se cree.

Sencillamente, estamos sometidos de modo habitual a un error de óptica. Las diferencias nos
llaman más la atención porque las coincidencias son evidentes. En todas las culturas existen
deberes de los padres hacia los hijos y de los hijos hacia los padres. Por doquier se ve la gratitud

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como un valor, se aprecia la magnanimidad y se desprecia al avaro; casi universalmente rige la
imparcialidad como una virtud del juez, y el valor como una virtud del guerrero. La objeción que
se hace de que se trata de normas triviales, que además se deducen fácilmente por su utilidad
biológica y social, no es ninguna objeción. Para quien tiene una idea de lo que es el hombre, las
leyes morales generales que pertenecen al hombre serán naturalmente algo trivial; y lo mismo
decir que sus consecuencias son útiles para el género humano ¿Cómo podría resultar razonable
para el hombre una norma cuyas consecuencias produjeran daños generales? Lo decisivo es que
el fundamento para nuestra valoración no es la utilidad social o biológica; lo decisivo es que la
moralidad, es decir, lo bueno moralmente, no se define así. Daríamos también valor al proceder
del P. Kolbe aunque el padre de familia hubiera perdido la vida al día siguiente; y un gesto de
amistad, de agradecimiento, sería algo bueno aunque mañana el mundo se fuera a pique. La
experiencia de estas coincidencias morales dominantes en las diversas culturas, de una parte, y el
carácter inmediato con que se produce nuestra valoración absoluta de algunos comportamientos
de otra, justifican el esfuerzo teórico de dar razón de la norma común, absoluta, de una vida
recta.

Pero son precisamente las diferencias culturales las que nos obligan a preguntarnos por la
existencia de un criterio o medida para juzgar. ¿Existe esa medida? Hasta ahora hemos
considerado sólo argumentos provisionales, indicios iniciales. Ahora queremos acercarnos a una
respuesta más definitiva a la cuestión, examinando los dos puntos de vista extremos, que sólo en
una cosa se muestran de acuerdo: en negar validez universal a cualquier contenido moral. Se
trata, pues, de dos variantes del Relativismo moral. La primera tesis dice: “Todo hombre debe
seguir la moral dominante en la sociedad en que vive”. La segunda: “Cada uno debe seguir su
propio capricho y hacer lo que le venga en gana”. Ninguna de las dos resiste un examen racional.
Consideremos en primer lugar la tesis: “Cada uno debe vivir de acuerdo con la moral dominante
en la sociedad en que vive”. Esta máxima incurre en tres contradicciones.

Se incurre en la primera contradicción cuando quien plantea la máxima quiere fijar al menos una
norma universalmente válida, justamente aquella que dice que se debe seguir siempre la moral
dominante. Se podrá objetar que no se trata de una norma de contenidos, sino, por así decir de
una metanorma que no puede entrar en colisión con las normas de la moral. Pero las cosas no son
tan sencillas. Puede ocurrir, por ejemplo, que una parte de la moral dominante lo constituya el
pensar mal de otras sociedades, condenando a los hombres que siguen las morales dominantes en
ellas. Si yo sigo esa moral –dominante en mi ámbito cultural– debo entonces participar de ese
juicio condenatorio de las otras morales. Puede incluso pertenecer a la moral dominante en una
cultura determinada un impulso misionero que le lleva a penetrar en las demás culturas y a
cambiar sus normas. Este caso es imposible seguir tal regla, es decir, no es posible afirmar que
todo hombre debe seguir la norma dominante en su entorno: si yo sigo esa norma, debo entonces
intentar precisamente disuadir a otros hombres de que vivan de acuerdo con su moral. En una tal
cultura no se puede vivir de acuerdo con la máxima propuesta.

En segundo lugar hay que decir que no existe en absoluto esa moral dominante. Precisamente en
nuestra sociedad pluralista concurren distintas concepciones morales. Una parte de la sociedad,
por ejemplo, condena el aborto como un crimen; otra lo acepta e incluso lucha contra el
sentimiento de culpa que con él se relaciona. El principio de atenerse a la moral dominante no nos
enseña a favor de qué valores dominantes debemos optar.

Tercero. Hay sociedades en las que el proceder de un fundador, profeta, reformador o


revolucionario –de un hombre que no se acomoda a la moral de su tiempo, sino que la ha
cambiado– tiene carácter de modelo. Ahora bien, puede ocurrir que tengamos por válidas sus
normas y no nos parezca necesario un cambio fundamental. Eso sucede precisamente porque
estamos convencidos de la rectitud de sus prescripciones desde el punto de vista de los
contenidos, y no porque tengamos como cosa recta la simple acomodación al modo común de
proceder, ya que, en el caso en cuestión, tiene valor de modelo para nosotros una persona que,
por su parte, no se acomoda. En ese caso ¿a qué se debería adaptar quien tiene por principio el

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acomodarse? Esto por lo que respeta a la primera tesis. En ella se otorga un carácter absoluto a la
respectiva moral dominante y se definen las palabras “bueno” y “malo” de acuerdo con dicha
moral, cayendo así en las contradicciones apuntadas.

La segunda tesis condena cualquier moral vigente como represión, sojuzgamiento, y exige que
cada uno actúe como quiera y sea feliz a su manera. Según esto, pertenece al código penal y a la
policía hacer que las acciones contra el bien común sean tan perjudiciales para quien las realiza
que las omita por su propio interés. Podríamos dominar la primera tesis como autoritaria: ésta
como anarquista o individualista. Examinémosla también. A primera vista nos parece más falta de
sentido que la primera, y se encuentra en inmediata oposición a nuestro sentir moral.
Teóricamente sin embargo es más difícil de refutar, precisamente porque con frecuencia reviste el
carácter de un amoralismo consecuente, para el que no existe otro sentido de bueno o malo que
el de “bueno para mí en un determinado sentido”. A quien no reconoce una diferencia de valor
entre la fidelidad de una madre a su hijo, la acción de Kolbe y la de su verdugo, la falta de
escrúpulos de un traidor o la habilidad de un especulador en bolsa, le faltan algunas experiencias
fundamentales o posibilidades de experiencia, que no son reemplazables por argumentos.
Aristóteles escribe: la gente que dice que se puede matar a su propia madre no merece
argumentos, sino azotes. Se podría decir quizás que necesitaría un amigo. La cuestión es si sería
capaz de amistad. Pero el hecho de que quizá no sea capaz de prestar oídos a los argumentos, no
quiere decir que no haya argumentos contra él.

Estrictamente, la tesis según la cual cada uno debe actuar como quiera, resulta algo trivial. Cada
uno actúa como le gusta. El que obra según su conciencia tiene a bien actuar así, y quien obedece
a una norma moral tiene a bien proceder de ese modo. ¿Qué es lo que entonces se quiere decir
exactamente cuando se plantea, con intención crítico-moral, la tesis de que cada uno deba hacer
lo que quiera? Evidentemente parte de que en el hombre existen distintos impulsos; aboga por
unos y está contra otros. Detrás está de algún modo la idea de que unos son más interiores y
naturales al hombre que otros: precisamente los llamados impulsos morales. Estos impulsos
morales, por el contrario, son considerados como una especie de heterodominación, como un
dominio interiorizado del que es preciso librarse. Pero al abogar por la autodeterminación, por lo
natural frente a lo extraño, resulta que la protesta antimoralista desemboca directamente en la
tradición de la filosofía moral. Ésta, ante la variedad de los usos sociales, había comenzado por
preguntarse por lo que propiamente es natural al hombre, y pensaba que sólo se podía llamar
libre a quien hiciera lo que le es natural. Ahora bien, ¿qué es “lo natural” al hombre? Quien diga
que cada uno debe hacer lo que quiera se mueve en un círculo vicioso. Ignora el hecho que el
hombre no es un ser acuñado de antemano por los instintos, sino alguien que debe buscar
primero y encontrar después la norma de su comportamiento. Ni siquiera poseemos por
naturaleza el lenguaje, debemos aprenderlo. Ser hombre no es tan sencillo como ser animal; ni se
vive espontáneamente la vida humana. Como afirma el dicho, debemos “dirigir nuestra vida”.
Tenemos deseos e impulsos contrapuestos. Y la afirmación: haz lo que quieras, presupone que
uno sabe lo que quiere.

Pero no podemos formar una voluntad en armonía consigo misma sin considerar lo que significa la
palabra “bueno”. Palabra que designa el punto de vista bajo el que se ordenan los demás puntos
de vista, que son la causa de que queramos esto o aquello. Sin mostrar aquí en qué consiste,
podemos decir en qué no consiste: no en la salud, ya que en ocasiones puede ser bueno estar
enfermo; ni en el éxito profesional, ya que puede ser bueno en ocasiones tener un poco menos de
éxito; ni en el altruismo, pues circunstancialmente puede ser bueno pensar en uno mismo. El
filósofo inglés Moore denomina “falacia naturalista” al hecho de reemplazar por otra la palabra
“bueno”; dicho de otro modo, al hecho de reemplazarla por algún punto de vista particular. Si se
substituyese “bueno” por “sano”; entonces no se podría decir ya que la salud es, por lo general,
algo bueno, ya que con ello sólo se afirmaría que la salud es sana.

Vivir rectamente, vivir bien, significa ante todo establecer una jerarquía en las preferencias. Los
antiguos filósofos pensaron que podían ofrecer un criterio para una adecuada jerarquía; es

14
correcta aquella ordenación de acuerdo con la cual el hombre vive feliz y en paz consigo mismo.
Esto es precisamente lo que no puede ocurrir con cualquier ordenación de moda, de manera que
el consejo “haz lo que te guste ”no basta para responder a la cuestión “¿qué es lo que debe
gustarme?”. Pero tampoco es suficiente partir de otra base. No existen sólo mis gustos, existen
también los de los demás. Es por eso una norma ambigua el decir que cada uno debe hacer lo que
le gusta. Puede significar que cada uno tiene que habérselas con los gustos de los demás, como le
apetezca, amigable y tolerantemente, o de manera violenta e intolerante. Pero puede también
significar que cada uno debe respetar los gustos de los demás. Una tal exigencia general de
tolerancia limita justamente los propios gustos. Se debe dejar claro que la tolerancia no es de
ningún modo, como se dice a veces, una consecuencia evidente del relativismo moral. La
tolerancia se funda, más bien, en una determinada convicción moral que pretende tener validez
universal. El relativismo moral, por el contrario, puede decir: ¿por qué debo ser yo tolerante?
Cada cual debe vivir según su moral y la mía me permite ser violento e intolerante.

Así pues, para que resulte obvia la idea de la tolerancia se debe tener ya una idea determinada de
la dignidad del hombre. Por lo demás, el exigir tolerancia no basta en absoluto para resolver los
conflictos entre los deseos propios y los ajenos: muchos de esos deseos son sencillamente
irreconciliables. Lo mismo que se dan en mí deseos encontrados de distinto rango, así también los
deseos de las personas pueden ser de diverso rango; y no siempre es bueno el preferir los propios
deseos o hacerlo siempre con los de los demás. También aquí es preciso saber cuáles son los
deseos de uno que colisionan con los de otros. Una solución exigible a ambos tan sólo es posible si
existe algo común, es decir, si existe una verdadera medida para juzgar los deseos. El relativismo
ético parte de la observación de que esas medidas son conflictivas; pero ese argumento
demuestra lo contrario de lo que pretende, ya que en toda disputa teórica subyace la idea de la
existencia de una verdad común; si cada cual tuviera su propia verdad no habría disputas. Sólo la
recíproca seguridad hace que se produzca el conflicto. Pero ocurre que el conflicto no se resuelve
gracias a una reflexión racional, o disputando sobre la norma correcta, sino merced al derecho
físico del más fuerte que impone su voluntad. La zorra y la liebre no discuten entre sí sobre el
recto modo de vivir: o sigue cada una su camino, o la una devora a la otra.

La disputa sobre el mal y el bien demuestra que la Ética es campo de litigios. Pero eso es también
lo que demuestra justamente que no es algo puramente relativo, que el bien puede estar siempre
en lo singular y que es difícil decidir en los casos límite. Esa disputa demuestra que determinados
comportamientos son mejores que otros, mejores en absoluto, no mejores para alguien o en
relación con determinadas normas culturales. Todos lo sabemos. El sentido de la Ética filosófica es
arrojar más luz sobre este conocimiento y defenderlo frente a las objeciones de los sofistas.

Robert SPAEMANN: Ética: cuestiones fundamentales.


Editorial Eunsa; Navarra, 1987, pp. 19-31. (edición original, 1982)

15
Preguntas para la lección 1

1. ¿Cuál consideras es la mejor definición para “ética”?

2. ¿Cómo definimos “ética bíblica”?

3. ¿Cuál es el punto de convergencia de todas las definiciones?

4. ¿Cuáles son las 3 preguntas básicas que giran alrededor de la ética?

5. ¿Cuál es la dirección del pensamiento de Pablo en Filipenses y como podemos aplicarla a


nuestra vida diaria?

6. ¿Cual es la respuesta que darías a la pregunta sobre que nos manda Dios a SER y HACER?

7. ¿Porque decimos que toda la Escritura es TORAH?

8. ¿Quien es el árbitro inicial y final de toda conducta humana? Y ¿qué implicaciones tiene para
tu vida?

9. Con tus palabras escribe el ¿para qué crees que Dios dio los 10 mandamientos?

10. Explica como podemos resumir la vida cristiana:

II. Elabora un reporte de lectura de cada artículo presentado en esta sesión.

16
Sesión 2

Normas Universales
Luego de introducir el tema de la ética, es necesario conocer las bases sobre las cuales la
aplicaremos a cada situación o problemática que se nos presente. Estudiaremos entonces cuales son
las Normas universales, aplicadas siempre con Amor expreso por Jesucristo.
Iniciamos con la pregunta 41 del Catecismo Menor de Westminster:
P. 41 ¿Dónde se encuentra resumida la Ley Moral?
R. La ley moral se encuentra resumida en los 10 mandamientos.
Cuando hablamos de los 10 mandamientos la primera interpretación que viene a nuestra mente es
que debemos cumplir a la perfección cada mandato para no ser castigado o condenado por Dios.
Cuando realmente lo que hacen los 10 mandamientos es mostrarnos primeramente nuestra condición
como personas y darnos cuenta que no podemos cumplir cada uno de ellos por nosotros mismos.
Los Mandamientos nos ayudan a ser dependientes de Dios y no vivir de manera independiente.
Debemos entender que necesitamos de Dios el cual nos está ayudando para poder vivir de la manera
como Él quiere y no como nosotros queremos, por medio del Espíritu Santo.
Con esto en mente prosigamos a ver algunos aspectos que involucran los mandatos de Dios.

A. Las formas primarias del amor

El amor por o hacia Dios incluye la disposición para caminar en sus caminos, seguirlo llenos de
reverencia por quien Él es y con gratitud por lo que ha hecho, y ser obediente a lo que Él nos está
llamando a ser y hacer. La vida cristiana se puede resumir como Amor Obediente.

En la carta a los Efesios 2:8-10 nos dicen “Porque por gracia ustedes han sido salvados mediante
la fe; esto no procede de ustedes, sino que es el regalo de Dios, no por obras para que nadie se
jacte. Porque somos hechura de Dios, creados en Cristo Jesús para buenas obras, las cuales Dios
dispuso de antemano a fin de que las pongamos en práctica” (NVI)

El amor cristiano está sumergido (envuelto) en ciertas practicas características para la Gloria de Dios.
Las formas primarias de amor son aquellas que Jesús llamó asuntos más fuertes (en importancia) de
la Ley: Justicia, Misericordia y Fidelidad. En la Biblia hebrea se conocen como: Mishpad (mishpad),
Heded (heded) y Amunah (amunah). La enseñanza de Jesús sigue muy de cerca las palabras del
SEÑOR declaradas en Miqueas 6:8

17
Miqueas 6:8 “Ya se te ha declarado lo que es bueno, ya se te ha dicho lo que espera de ti el Señor:
practicar la justicia, amar la misericordia y humillarte ante tu Dios” (NVI)
Nos corresponde ver ahora cada uno de estos asuntos más fuertes porque el correcto entendimiento
de estos nos dará la pauta o la postura que tomaremos cuando tratemos los diferentes asuntos donde
deberá intervenir la ética cristiana.
B. Justicia

¿Qué es la Justicia?
 La Justicia se la puede definir como el arte de hacer lo justo, y de "dar a cada uno lo suyo"
(latín: Ars Iuris), básicamente esto nos dice que la justicia es la virtud de cumplir y respetar el
derecho, es el exigir sus derechos, es otorgar los derechos a un individuo. ¿Qué implica el
aceptar esta definición de Justicia? (Lectura de Justicia de Aristóteles)
 Virtud moral según la cual se da a cada uno lo que le corresponde o lo que le pertenece, es
decir, en su fórmula clásica “Dar a cada uno lo suyo”. Si lo suyo de alguien es su derecho, se
tiene que éste es el objeto de la justicia, por lo que se requiere la existencia previa del derecho
para realizar la acción de justicia. Es así como se afirma que la justicia sigue al derecho. 5 (Si
analizamos bien estas definiciones podemos encontrar varias implicaciones que van contra los
principios morales que Dios ha determinado). Comenta alguno de ellos.

Siguiendo con el tema que nos concierne podemos dar una respuesta corta: “dar a cada quien lo
que se le debe” siempre desde una perspectiva bíblica. ¿Podemos castigar o recompensar a alguien
por lo que haya hecho como personas, bajo una perspectiva bíblica?
Cuando Pablo dice: no debáis a nadie nada, sino el amaros unos a otros (Rom. 13:8) el llama a
Justicia como una de las formas de amor.
Gary Haugen, fundador de Misión Internacional de Justicia da una definición más profunda:
“fundamentalmente, Justicia tiene que ver con el ejercicio de poder… injusticia ocurre cuando
el poder es mal utilizado para tomar de otros lo que Dios ya les ha dado, ya sea su vida, su
dignidad, su libertad o el fruto de su amor y trabajo”

“Decir que Dios es un Dios de Justicia es decir que Él es un Dios que le importa el correcto ejercicio
del poder o autoridad. Dios es el último Poder y Autoridad en el Universo, así que la Justicia ocurre
cuando el poder y la autoridad es ejercitada en conformidad con sus estándares”

5
sabanet.unisabana.edu.co/derecho/fundamentacion/derechon/derecho%20natural/Glosario.htm

Gary A. Haugen, Good News about injustice, pps. 71,72.

18
Justicia significa que cada ser humano debe ser tratado de acuerdo a lo que significa ser un “Ser
Humano” –alguien que lleva la imagen de Dios y quien tiene un llamamiento divino para cumplir- en
pocas palabras es tratar al ser humano con la dignidad que Dios mismo le ha dado.
C. Misericordia

La Iglesia Católica la define como: la bondad, compasión o tolerancia mostrada a la persona que
nos ofende (como la misericordia de Dios hacia nosotros, pecadores).

El amor está lleno de la práctica de la justicia, pero el amor hace esto y más.
En dos ocasiones en la narrativa de los evangelios, Jesús reclama a los legalistas de sus días por
no incorporar dentro de su hermenéutica el principio de Oseas 6:6
“Porque misericordia quise y no sacrificio; y conocimiento de Dios más que holocaustos”. (RV 60)

“Porque misericordia (chesed) quiero y no sacrificio”, en contraste con mishpat que puede ser
demandado como sujeto de derecho, chesed en todas sus formas (misericordia, bondad, amabilidad)
es libre y frecuentemente sorprendente. En el N.T. eleos y charis traslapan en la representación del
significado de heded. Comparemos con Éxodo 34:6,7; Efesios 2:4-7

La completa revelación de la Misericordia de Dios trae consigo la completa responsabilidad de


practicar misericordia, para glorificar a Dios a través de vidas que reflejen dicha palabra.
El ejemplo clásico y claro sobre la misericordia es la parábola del Buen Samaritano pues en ella
nos muestra el meollo del asunto:
Lucas 10:36,37: ¿Quién, pues, de estos tres te parece que fue el prójimo del que cayó en manos de
los ladrones? El dijo: El que uso misericordia de él. Entonces Jesús le dijo: Vé y haz tu lo mismo.
Las mismas palabras de Jesús son aplicables hoy a nosotros, hay muchos sacerdotes y levitas pero
existen pocos samaritanos. Claro, hay que aplicar misericordia en base a los lineamientos que son
marcados en las Escrituras.

D. Fidelidad

En Éxodo el Señor se reveló a Moisés como el compasivo y Dios de gracia. Moisés conoció
también a Dios como el Dios fiel, el Dios que guarda su pacto (Deut. 7:6-10), Moisés lo hace el tema
de su canción de despedida a toda la asamblea (congregación) de Israel.

19
Deuteronomio 32:3-4: Porque el nombre de Jehová proclamaré. Engrandeced a nuestro Dios. Él es la
Roca cuya obra es perfecta, porque todos sus caminos son rectitud; Dios de verdad y sin ninguna
iniquidad en Él; es justo y recto.

Habacuc 2:4 dice: “El justo vive por confiar en el Dios fiel”. De la misma manera Martín Lutero
encontró palabras similares en Romanos 1:17 “más el justo por la fe vivirá”, con esto queda
demostrado que nuestro Dios es un Dios fiel que nunca falta a sus promesas, que cumplirá cada una
de las cosas prometidas a sus hijos. Y él demanda de nosotros la misma fidelidad, si somos
creyentes en Jesucristo debemos entonces mostrar fidelidad en todo, incluyendo nuestras acciones,
conducta moral y pensamientos.
En resumen podemos decir que las normas universales del amor tienen mucha relación con los 10
mandamientos. Recordemos lo que el Señor dice en Oseas 4:1,2: “Oíd palabra de Jehová, hijos de
Israel, porque Jehová contiende con los moradores de la tierra; porque no hay verdad / fidelidad
(amunah), ni misericordia (Chesed), ni conocimiento de Dios en la tierra”.
Es evidente que Oseas muestra la violación (falta de ética moral) de 5 de los 10 mandamientos:
1. Perjurar. Dar falso testimonio, calumnias.
2. Mentir
3. Asesinar
4. Robar
5. Adulterar
Todos estos mandamientos violados deben ser tratados con justicia, misericordia y fidelidad
mostrando Amor en todo. Recordando que todo debe ser bajo la perspectiva de Dios.

20
Capítulo I
(Según Aristóteles)
De la justicia y sin justicia

En el primer capítulo, guardando su acostumbrada orden, Aristóteles distingue los vocablos de


justicia y sinjusticia, y después pone sus definiciones y declara en qué género de obras se emplean y
ejercitan.

Habemos, pues, de tratar de la justicia y sinjusticia en qué hechos consisten, y qué medianía es la
justicia, y de qué cosas es lo justo el medio, y habémoslo de tratar por la misma orden que habemos
tratado lo pasado. Vemos, pues, que todos pretenden llamar justicia aquel hábito y costumbre, que hace
prontos a los hombres en el hacer las cosas justas, y por la cual los hombres obran justamente y aman
las cosas justas. Y de la misma manera la sinjusticia aquella costumbre que induce a los hombres a
hacer agravios y a querer lo que no es justo. Por esto, habemos de presuponer agora esto como en
suma, porque no es todo de una misma manera en las facultades y en las sciencias y en los hábitos.
Porque la facultad y la sciencia parece que una misma trata cosas contrarias, pero en los hábitos cada
contrario tiene su proprio hábito, ni puede un mismo hábito inclinar a dos contrarios, como la salud no
hace las cosas que le son contrarias, sino sólo lo que a ella pertenece. Porque decimos que uno anda
sanamente, cuando anda como andaría un sano. Muchas veces, pues, un hábito se conoce por el hábito
contrario, y muchas también por el subjeto donde está. Porque si está entendido cuál es el buen hábito
de cuerpo, también lo estará cuál es el mal hábito, y también el buen hábito de cuerpo se entenderá por
lo que lo engendra, y lo que lo engendra por el buen hábito mismo se sabrá. Porque si el buen hábito de
cuerpo consiste en ser de carne dura y musculosa, de necesidad el mal hábito de cuerpo consistirá en
tener las carnes raras y flojas, y aquello hará buen hábito de cuerpo, que las carnes tiesas hiciere y
musculosas. Acontece, casi de ordinario que si el nombre del contrario se entiende de muchas maneras,
también se entienda el otro. Como si lo justo se entiende de diversas maneras, también lo injusto.
Parece, pues, que así la justicia como la sinjusticia se entiende de diversas maneras, aunque por ser
muy cercana la una significación de la otra, no se entiende la ambigüidad, como está clara cuando las
significaciones son muy diferentes. Porque entre estas dos maneras de ambigüidad hay mucha
diferencia. Como agora, que se llama llave aquel hueso que está debajo de la cerviz de los animales, y
también aquella con que cierran las puertas, y esto sólo por la comunicación del nombre. Entendamos,
pues, de cuántas maneras se dice uno injusto. Parece, pues, que así el que traspasa las leyes, como el
que codicia demasiado, y también el que no guarda igualdad, se dice injusto, y así también claramente
aquél se dirá ser justo, que vive conforme a ley y guarda igualdad en el trato de las cosas, y lo justo será
lo que es conforme a ley y a igualdad, y lo injusto lo que es contra ley y desigual. Y pues el injusto es
codicioso, cosa cierta es que se ejercitará en los bienes, pero no en todos, sino en aquellos en que hay
fortuna prospera y adversa, los cuales, así sencillamente hablando, siempre son buenos, pero
particularmente para algunos no son siempre buenos, y los hombres por éstos ruegan y éstos procuran,
lo cual no había de ser así, sino que habrían de rogar que las cosas que en sí son propriamente buenas,
fuesen también buenas para ellos, y escoger aquello que para ellos es mejor. Pero el injusto no elige
siempre lo que es más, porque en lo que son de suyo proprio cosas malas, siempre escoge lo que es
menos. Mas porque lo que es menos malo parece en alguna manera bueno, y la codicia siempre es de
cosas buenas, por esto parece siempre amigo de lo más. Éste, pues, es desigual, porque este nombre es
común y lo comprende todo en sí, pues lo desigual tiene en sí lo más, y lo menos. Es asimismo
quebrantador de leyes. Porque el traspasar las leyes, o si así lo queremos, decir, la desigualdad,
comprende en sí toda sinjusticia y es común de toda sinjusticia. Y, pues, el que traspasa las leyes es
injusto y justo el que las guarda, cosa cierta es que todas las cosas legítimas serán en alguna manera

21
justas. Porque todas las cosas determinadas por la facultad de poner leyes son legítimas, y cada una
dellas decimos ser cosa justa. Las leyes, pues, mandan todas las cosas, dirigiéndolas, o al bien común
de todos, o de los mejores, o de los más principales en virtud, o en cualquier otra manera. De una
manera, pues, decimos ser justas las cosas que causan y conservan la felicidad y los miembros della en
la civil comunidad. Porque también manda la ley que se hagan las obras proprias del hombre valeroso,
como no desamparar la orden, no huir, no arrojar las armas. Y también las que son del varón templado,
como no cometer adulterio, no hacer afrenta a nadie: asimismo las del varón manso, como no herir a
nadie, no decirle injurias, y de la misma manera en los demás géneros de virtudes y de vicios,
mandando unas cosas y prohibiendo otras, lo cual, la ley que bien hecha está, lo hace bien, y ni al la
que sin maduro consejo y repentinamente. Esta manera, pues, de justicia es virtud perfeta, aunque no
así sencillamente, sino para con otro, y por esto nos parece muchas veces la mejor de las virtudes, y
más digna de admiración que el poniente ni el levante, como solemos decir en proverbio comúnmente.
La justicia, pues, encierra en sí y comprende todas las virtudes, y es la más perfeta de todas la virtudes,
porque es el uso de la virtud que es más perfeta. Y es perfeta, porque el que la posee puede usar para
con otro de virtud y no para consigo mismo solamente. Porque muchos en sus cosas proprias pueden
usar de virtud, lo que no pueden hacer en las ajenas. Por esto dice muy bien aquel dicho de Biante, que
el mando y señorío demostrará quién es el varón. Porque el señorío para el bien de otrie se encamina, y
consiste ya en el bien común. Y por esta misma razón sola, la justicia entre todas las virtudes parece
bien ajeno, porque para el bien de otrie se dirige, pues hace las cosas que son útiles a otro, o al que
gobierna, o a la comunidad de la república. Aquél, pues, es el peor de todos, que contra sí mismo y
contra sus amigos usa de maldad, y el mejor de todos será, no el que usa de virtud para consigo mismo,
sino el que para con otro, porque ésta es la obra de mayor dificultad. De manera que justicia no es una
sola especie de virtud, sino una suma de todas las virtudes. Ni su contraria la sinjusticia es una especie
de vicio, sino una suma de todo género de vicios. En qué difiera, pues, esta justicia y la virtud, de lo
que está dicho se entiende claramente. Porque en realidad de verdad todo es una misma cosa, aunque
no lo es en cuanto al uso y ejercicio, sino que en cuanto se dirige al bien de otro es justicia, y en cuanto
es tal manera de hábito, dícese así sencillamente virtud.

22
Preguntas para la lección 2

1. De acuerdo a lo estudiado ¿qué es la justicia?

2. ¿Qué es la injusticia?

3. ¿Qué afirmamos al decir que Dios es un Dios de justicia?

4. ¿Cómo explicas el concepto de Misericordia en la ética?

5. ¿Cómo explicas el concepto de Fidelidad?

6. ¿Cuales son los 5 mandatos violados por el ser humano mostrados por Oseas?

7. ¿En que cosas debemos mostrar fidelidad como creyentes?

II. Elabora un reporte de lectura de cada artículo presentado en esta sesión.

Sesión 3
23
La Homosexualidad
A. CONCEPTOS GENERALES

Uno de los grandes problemas morales que afectan a muchas familias en nuestro país (México),
es la homosexualidad y el lesbianismo. Muchos padres de familia se resignan ante el doloroso hecho
de tener un hijo (a) con conductas que violan la moralidad. Sin embargo, se auto-consuelan al saber
que la sociedad los acepta tal como son pues al fin de cuentas ellos son libres de tener la orientación
sexual que quieran y mientras sean felices viviendo así no hay problema (Humanismo).
Es importante conocer las definiciones que la misma sociedad le ha dado a este término
“Homosexual”
 La homosexualidad es el hecho de tener una orientación sexual, (excitación erógena y/o
atracción afectiva) hacia individuos del mismo sexo. La palabra puede designar tanto la
orientación entre hombres como entre mujeres.6
 Corresponde a personas que se relacionan eróticamente como afectivamente con personas
de su mismo sexo, es decir, mujeres que sienten atracción, tienen relaciones sexuales y se
enamoran de mujeres, así como hombres que sienten atracción, tienen relaciones sexuales y
se enamoran de hombres. Comúnmente se llaman relaciones homosexuales a las relaciones
sexuales entre hombres, y lesbianas, a las relaciones entre mujeres.7

Una de las grandes preguntas que se hace referente al tema es ¿qué causa la homosexualidad?,
muchos estudiosos tratan de dar sus mejores respuestas. Por un lado se dice que la homosexualidad
tiene que ver con el factor genético, pero por otro, se dice que las situaciones vividas en la infancia
pueden ser la causa que una persona se vuelva homosexual. Por ejemplo, si un niño sufre una
violación a su corta edad por alguno de sus familiares. He aquí una respuesta a la pregunta inicial:
“Nadie sabe por qué algunas personas son homosexuales. Algunas personas que estudian la
sexualidad humana creen que la sexualidad es el resultado de los genes, de factores sociales o
individuales solamente, o de una combinación de estos. Una percepción equivocada muy común es
que las relaciones familiares donde ha habido problemas hacen que la gente se vuelva homosexual;
sin embargo, no existe ninguna investigación científica de peso que apoye este mito.”
Con toda razón, no existe ninguna investigación científica que especifique la verdadera causa para
la conducta homosexual.

6
www.es.wikipedia.org/wiki/homosexual
7
www.gentejoven.org.mx

24
Esto se debe a que la conducta homosexual no radica en la mente, tampoco es condicionada por
las problemáticas familiares, mucho menos por factores genéticos. La homosexualidad es un
problema espiritual y debe ser tratado como tal.
Pese a que muchos se aferran a la idea que el homosexual es una enfermedad. Si esto fuere así
entonces habría medicamentos para sanar la homosexualidad.
Ahora ¿cómo están los homosexuales delante de Dios? La Biblia dice claramente que los
homosexuales no heredarán el Reino de los Cielos, esto si no hay arrepentimiento de parte de ellos.
Pero quiero transcribir unas preguntas que encontré en una página religiosa en Internet:

- Algunas personas dicen que Dios odia a los homosexuales. ¿Qué piensan ustedes?

Creemos que Dios ama a todos, no importa si son gays o heterosexuales, varones o mujeres,
negros, morenos, blancos, Dios creó a todos y a todo, y Él ama a toda la gente que ha hecho.

Es verdad que muchas culturas y religiones, incluyendo el Judaísmo, el cristianismo y el Islam,


dicen que la conducta sexual fuera del matrimonio entre un hombre y mujer es incorrecta. Ellos dicen
esto por la manera como ven la vida y cómo entienden que Dios nos creó. El decir que ciertas
conductas son erróneas, no significa que Dios odia a la gente que hace esa conducta.

Si sientes atracción a otros de tu mismo sexo o del sexo opuesto, queremos asegurarte que Dios
te ama mucho.

- ¿Ama Dios a la gente que trata de cambiar pero no tiene éxito?

Absolutamente sí. Dios ama a todos. Su amor no depende de si una persona puede cambiar sus
atracciones sexuales o no. Dios nos ama porque Él nos hizo y somos especiales para Él.

Cuando las cosas no van como nos gustaría que fueran en la vida, podemos sentir que Dios no
nos ama. Las decisiones que tomamos sobre nuestra conducta pueden también afectar la manera en
que concebimos que Él nos ama. Dios se lamenta cuando hacemos cosas que nos lastiman, pero Él
nunca deja de amarnos.

Es el momento para analizar y escribir las implicaciones que tienen las respuestas anteriores.

B. LA HOMOSEXUALIDAD QUEBRANTA EL FUNDAMENTO DEL MATRIMONIO

25
Mirando Génesis 1:26 dice claramente: “Dios creó al hombre y a la mujer a su imagen. Lo que
entendemos es que ambos eran responsables delante de Dios en todo lo que hacían. Dios dijo que
no era buena idea que el hombre este solo, y toma la iniciativa para proveerle de una ayuda idónea.
Si recordamos el mandato cultural en Génesis 1:28 nos daremos cuenta que éste radica en dos
aspectos fundamentales: Reproducirse (multiplicarse) y Dominar. Esto significa que la voluntad de
Dios para el hombre es poblar la tierra que había creado, y para ello era necesario establecer el
matrimonio.

Razón por la cual Dios crea hombre y mujer, en ninguna parte de la Escritura se enseña que
adicionalmente a estos dos, se creo también a alguien con características de ambos. Debemos
clarificar que el matrimonio fue establecido de manera heterosexual (Génesis 2:24; Deut. 17:17; I Tim.
3:2).

La razón principal que existan personas con conductas homosexuales se debe al PECADO. El
pecado ha distorsionado la naturaleza tanto masculina como femenina. Entonces, entendemos que la
homosexualidad no es una condición creada sino más bien es un reflejo de una desorientación
creada por el pecado en el interior de las personas la cual se hace visible por medio de su
comportamiento.

Bíblicamente hablando, la homosexualidad se expresa en términos de pecado y degeneración tal


como apreciamos en Romanos 1:18-32. De esta manera todos aquellos que viven una vida
homosexual son enemigos de Dios, están muertos espiritualmente y alejados de Él. Sin embargo,
Dios es tan amoroso y bondadoso que brinda esperanza también para ellos pues sabe que necesitan
de su Salvador.

Hoy día se están levantando protestas y peticiones en las embajadas, en secretarías de gobierno
de los países, en las oficinas de los derechos humanos clamando la legislación a favor de los
matrimonios homosexuales. Exigen sus derechos y desean forman familias tomando a hijos en
adopción y vivir como el resto de las familias comunes.

El acto sexual es considerado por las Escrituras dentro del contexto heterosexual del matrimonio
por lo cual las presiones de los grupos homosexuales se convierten en actos rebeldes a su Creador.
Algunas consideraciones de lo que estamos diciendo:

 La relación sexual fuera del matrimonio es anormal (Gén. 2:24; Deut. 17:17; Mat. 19:4-6)

26
 Toda aberración sexual es considerada extraña en la presencia de Dios (I Cor. 6:9)

 Los actos lujuriosos en homosexuales así como en heterosexuales es considerada como la


fuente de toda anormalidad sexual. (Mat. 5:27-30)

 Los cristianos no debemos tolerar ninguna manera o manifestación lujuriosa dentro de la


comunidad cristiana (pues somos el Cuerpo de Cristo)

Las Escrituras establecen que el matrimonio fue establecido para personas del sexo opuesto, toda
persona cristiana o no, deben vivir de acuerdo a la voluntad en relación a la sexualidad de Dios y no a
la de los hombres. Sabemos que todos somos responsables de nuestras acciones por lo tanto SÍ
puede un homosexual arrepentirse de llevar una conducta incorrecta y reflejar una restaurada, esto
es posible solamente si se arrepiente y acepta a Jesús como su Señor y Salvador.

Es importante señalar lo anterior debido a que la Escritura habla en términos negativos sobre la
homosexualidad. Los ejemplos claros que tenemos de ello son:

- La destrucción de Sodoma y Gomorra (Gén. 18 y 19), mostrando el grado de degeneración


sexual al cual habían llegado los habitantes de ese lugar y como Dios tiene que intervenir para
acabar con eso (Castigo = Juicio por destrucción)
- En Romanos 1:18-32 se nos muestra claramente la situación y aberración sexual en que
estaban incurriendo los hombres, y destaca el apóstol Pablo como se iban degenerando:

a) No aceptación a las normas establecidas por Dios.

b) Se volvieron Idólatras = aceptaron los criterios humanos más que los de Dios. En este punto
debemos entender el concepto de idolatría; éste tiene 3 lineamientos: 1) Temer a los hombres
más que a Dios es idolatría; 2) Creer en otras cosas o personas más que en Dios es idolatría;
3) Hacer o conducirse de acuerdo a otros criterios más que en los de Dios es idolatría. Por lo
tanto, los eventos narrados en Romanos nos muestran que los hombres cambiaron los
criterios de Dios, se rebelaron contra él y se envolvieron en sus propias pasiones y deseos
carnales.

c) Deshonraron entre sí sus propios cuerpos, haciendo mal uso del templo del Espíritu Santo.

d) Ante todo esto: Dios los abandona a su lujuria/pasión natural.

27
e) Lo más triste de todo es que ellos mismos condenaban enérgicamente a otros por practicar el
pecado mientras ellos lo hacían en secreto.

f) Lo que están diciendo con esas acciones en que no desean saber nada de las buenas nuevas
como una solución misericordiosa por parte de Dios.

Con todo lo que hemos mencionado, entendemos que la homosexualidad es un problema


espiritual por lo tanto, los pensamientos y acciones homosexuales SÍ son perdonables si hay un
arrepentimiento como respuesta de conocer el Evangelio de Jesucristo.

C. LA HOMOSEXUALIDAD: CONDICIÓN QUE PUEDE CAMBIAR

El único pecado imperdonable expresado en las Escrituras es la blasfemia contra el Espíritu


Santo, todos los demás sí son perdonables. Las Escrituras nos enseñan claramente que somos
concebidos en pecado y que nacemos siendo pecadores, las palabras del rey David dicen. “En
pecado me concibió mi madre”. Lo interesante de esto es que si una persona puede ser perdonada,
igualmente puede ser restaurada, (moldeada por Dios a través del Espíritu Santo).

Un homosexual arrepentido es restaurado por el Señor y llamado a vivir de acuerdo a su nueva


naturaleza, permitiendo que el Espíritu Santo lo dirija en todo sus caminos. Esto conlleva a no ceder a
las tentaciones de su vieja naturaleza, hacer morir cada día los malos deseos de su viejo hombre. Es
importante señalar, que aún siendo cristiano seguirá luchando con su viejo pasado, ya que la
naturaleza pecaminosa trata de inclinarnos a ella nuevamente. Pero al ser creyentes, la regeneración
que proviene del Señor hace la obra transformadora día con día.

Existen buenas noticias para el homosexual, primeramente es hacerles entender que su condición
no fue determinada por asuntos biológicos o hereditarios familiares. Es confrontarlo con la realidad y
mostrarle que él está dando muestras de una condición espiritual muerta. Hacerles sentir que pueden
dejar la homosexualidad si están dispuestos a enfrentar su pecaminosidad ya que todo pecado puede
ser vencido solo por el evangelio de Jesucristo.

Hacerles entender que son creados a la imagen y semejanza de Dios por lo cual Dios mismo no
permite ni aprueba las defensas homosexuales. La Iglesia está llamada a cumplir con fidelidad la
misión de Dios promulgada en Mateo 28: “Id y haced discípulos a todas las naciones”, no excluye a
ninguna persona, todos son pecadores pero pueden cambiar esa condición a ser fieles discípulos de
Jesús.

28
Por otro lado, es indispensable saber que la tolerancia social muy aclamada por muchos no es una
aceptación o compromiso que tengamos si ésta quebranta los principios divinos. La labor de la Iglesia
debe ser evangelizar, servir a la comunidad, adorar a Dios, todo que tenga como propósito principal
darle “Gloria a Él”.

Pueden cambiar los homosexuales?


Sue Bohlin

¿Es posible que los homosexuales cambien? Mike{1} estaba marchando en un desfile de Orgullo Gay
cuando Dios lo tomó. Había estado "de viaje" durante cuatro días, y de pronto su "excitación"
desapareció y escuchó una voz en su cabeza que le decía: "No tienes que vivir así". Sabía, sin la menor
duda, que era Dios, que le ofrecía un camino de salida. Dejó su cartel de Orgullo Gay, salió del desfile,
se sentó en el hueco de una escalera cercana y se arrepintió de su rebelión. Entregó su corazón a
Jesucristo y comenzó a salir de la homosexualidad ese mismo día. Hoy, varios años después, está
casado y tiene un hijo, y vive una vida muy diferente. No sólo por afuera; su corazón fue cambiado de
dentro hacia fuera.

Randy estaba en un camino de autodestrucción de abuso de drogas y alcohol, y de actividad


homosexual. Cuando le dijo a su madre que era gay, ella lo echó de la casa, y el único lugar donde
pudo encontrar un sentido de pertenencia, seguridad e identidad fue la comunidad gay. Al pasar más y
más tiempo "huyendo" del dolor en su vida a través del sexo y el alcohol, comenzó a darse cuenta de lo
mal que estaba su vida. Quería morirse, pero Dios tenía otros planes.

Lo invitaron a un estudio bíblico, donde se encontró con un hombre que había dejado el estilo de vida
gay y vivía una vida cambiada. Por primera vez, clamó sinceramente: "Dios, por favor, ayúdame".

Una de sus amigas se hizo cristiana. Él le preguntó acerca de la homosexualidad y se enojó por su
respuesta inicial. Ella dijo: "Yo ahora creo que es un pecado, pero Dios no lo llamaría pecado si no
hubiera algo mejor". Randy terminó por darse cuenta de que él era un pecador que necesitaba el amor y
la gracia de Dios, y en 1992 confió en Cristo como su Salvador. Dos meses más tarde, fue guiado hacia
Living Hope, una organización que ayuda a las personas a salir de la homosexualidad a través de una
relación íntima con Jesucristo. Dejó atrás su identidad homosexual y abrazó su verdadera identidad
como hijo de Dios, dedicado a la santidad y a la pureza. Randy es ahora el director de ese ministerio y
está ayudando a otras personas a salir de la homosexualidad. No es perfecto; sigue creciendo . . . al
igual que yo y todo otro cristiano que conozco. Pero aquello "algo mejor" que Dios tenía en mente para
él es una intimidad con Cristo que es impresionante.

Randy glorifica a Dios cada día de su vida al vivir la verdad perdurable de que el cambio es posible.

Historias de mujeres
Carol se crió en un hogar religioso, con padres cuyas normas eran demasiado estrictas como para
permitirle agradarlos. Pero era inteligente, una buena estudiante, y sus maestras le dieron la afirmación

29
y el aliento que anhelaba su corazón. Desarrolló vínculos muy fuertes con ellas, algunos de los cuales
se convirtieron en profundas dependencias emocionales.

En la universidad la sacudió el dolor inesperado de la soledad y el vacío. Carol se involucró en una


relación intensa con una mujer casada, y enfrentó tentaciones completamente nuevas. No estaba para
nada preparada para resistir la fuerza de la atracción por el mismo género, y pronto se encontró
involucrada emocionalmente y físicamente en una relación que no podía creer que estuviera
sucediendo. Ahora no sólo estaba necesitada emocionalmente sino que estaba agobiada por una
profunda vergüenza, herida y con culpa.

Una amiga le contó acerca de un ministerio dirigido a quienes tenían atracción por el mismo sexo, y fue
como encontrar una puerta a otro mundo. A través del apoyo que encontró allí, Carol se vio desafiada a
identificar las mentiras de Satanás que había creído toda su vida y a reemplazarlas por la verdad de la
Biblia. Dios está renovando su mente, supliendo las profundas necesidades de su corazón y llevándola
a un lugar de libertad y esperanza.

La historia de Diane es diferente. Ella pasó dieciocho años en una relación lesbiana comprometida con
otra persona que consideraba su alma gemela. Tuvieron una ceremonia de dedicación en una iglesia
gay y criaron una hija juntas. Tenía una posición de liderazgo como una vocera brillante y locuaz de
una iglesia gay.

A lo largo de todos esos años, la madre de Diane se mantuvo firme en tres cosas. Ella amaba a Diane
incondicionalmente. Nunca dejó de creer que el estilo de vida de su vida era pecaminoso, porque Dios
dice que está mal. Y, tercero, oró fielmente por su hija.

Diane y su pareja buscaban al Señor en todo salvo su sexualidad. En un punto, estaban orando juntas
pidiendo sabiduría y verdad acerca de una situación que no tenía nada que ver con su relación. Dios
contestó su oración de una forma inesperada: les mostró la verdad acerca de la naturaleza pecaminosa
de su relación. Fue un descubrimiento terriblemente doloroso y no buscado saber que habían sido
engañadas. Juntas, decidieron, por obediencia a Dios, separarse y romper su relación. Sigue siendo
doloroso, aun mientras Diane experimenta el toque sanador de Dios en las partes más profundas de su
alma herida. Él está cambiando a Diane y Carol de adentro hacia fuera.

Tres afirmaciones de cambio


Algunas personas enfrentan la atracción por el mismo sexo haciendo de cuenta que no existe. La
negación, lamentablemente, es una vieja respuesta "cristiana". Pero esta no es la forma en que Dios
quiere que encaremos los problemas; Salmos 51:6 dice: "Tú amas la verdad en lo íntimo". Reconocer
que uno tiene una orientación homosexual es como ver una luz roja en el tablero del coche; significa
que hay algo que está mal en alguna parte. Una orientación homosexual no es el verdadero problema;
es el síntoma de algo más profundo: necesidades legítimas de relación e intimidad, originadas en Dios,
que han sido canalizadas en direcciones malsanas y pecaminosas.

Pero este no es un tema sencillo, y sería irrespetuoso dar a entender que hay una solución fácil para el
complejo tema de la homosexualidad. Entre quienes dicen que el cambio es posible, hay tres
principales escuelas de pensamiento sobre cómo llegar allí.

La primera son los ministerios de liberación. Dicen que la homosexualidad es producida por un
demonio y, si sólo pudiésemos echar el demonio, el problema desaparecerá. Parece una solución fácil,

30
pero termina causando aún más problemas, porque la homosexualidad no es causada por un demonio.
La persona que fue "liberada" podrá experimentar un pico emocional temporal, pero las mismas
tentaciones y esquemas mentales que la acosaron antes van a volver, porque las raíces del tema no han
sido tratadas. Sólo que ahora está agobiada por la falsa culpa de pensar que hizo algo malo, o que no es
suficientemente buena como para que Dios la "arregle".

Un segundo y más eficaz tratamiento para la homosexualidad es la terapia reparadora. Hay mucha
sabiduría aquí, porque muchos terapeutas creen que la homosexualidad tiene sus raíces en patrones de
relaciones nocivos, especialmente con familiares, y muchos hombres y mujeres homosexuales
informan justamente esto. Pero la terapia reparadora suele ser sólo modificación del comportamiento, y
sólo trata con la carne, la parte de nosotros que es independiente de Dios. La terapia reparadora puede
hacer que la gente se sienta mejor, pero no puede proveer verdadera sanidad interior.

La tercera forma, y la que yo considero como la mejor, para lograr un cambio verdadero y duradero es
un enfoque redentor. Los ministerios que discipulan a hombres y mujeres en una relación íntima con
Jesucristo pueden guiarlos a la sanidad interior porque Dios transforma a los suyos. Hay muchas
organizaciones bajo el paraguas de Exodus International que brindan apoyo, educación y discipulado.
Usted puede encontrar ayuda llamando a su oficina, al +1-407-599-6872 o al 1-888-264-0877, o
visitando su sitio Web, en exodus.to. Es atrozmente difícil dejar la homosexualidad sin ayuda.
Afortunadamente, aun para personas que no viven en una zona donde hay un ministerio de referencia
de Exodus, hay foros de apoyo en línea que son casi tan poderosos como los grupos cara a cara.
Recomiendo especialmente el que está en www.livehope.org. Hay, también, maravillosos libros
disponibles, especialmente Coming Out of Homosexuality, de Bob Davies, y Someone I Love is Gay, de
Anita Worthen y Bob Davies. Otro libro excelente es You Don't Have to Be Gay, de Jeff Konrad. Pero
el discipulado es una tarea ardua, y no hay soluciones sencillas ni rápidas.

La senda hacia el verdadero cambio


La senda más eficaz para un cambio verdadero y duradero, para quienes están atrapados en la atracción
por el mismo género, es un enfoque redentor. Esto significa discipulado, ser enseñado y alentado, y
tener que rendir cuentas, para desarrollar intimidad con Cristo. Es interesante que, independientemente
de la fortaleza específica que tiene una persona en su vida -sea homosexualidad, gula, drogadicción,
juego o compras compulsivas, alcoholismo, adicción sexual, o cualquier otra fortaleza-, la solución más
eficaz es la misma: intimidad con Cristo.

El verdadero discipulado es un trabajo duro. ¡Y Dios mismo nos da la energía para el discipulado! Pero
requiere una tremenda autodisciplina escoger operar en el Espíritu en vez de hacerlo en nuestra propia
carne, depender de la fortaleza de Dios en vez de la nuestra. La verdadera batalla está en la mente.

Los pasos para vencer la homosexualidad también son aplicables para vencer cualquier fortaleza.

Primero, la persona tiene que dejar el comportamiento pecaminoso. Conviene pedir la ayuda de Dios.
Esto no difiere en nada del requisito para todo tratamiento para el abuso de droga o alcohol. Uno no
puede trabajar en un problema cuando sigue estando completamente dominado por él.

El segundo paso es trabajar para aprender lo que dice la Biblia acerca de quiénes somos en Cristo. Así
como las personas que aprenden a identificar billetes falsos estudian la moneda real para poder detectar
las falsificaciones, el que está luchando necesita llenar su mente de la Palabra de Dios para poder
conocer su verdadera identidad como un hijo amado y valioso de Dios.

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El tercer paso es trabajar en el mundo de los pensamientos, ya que es aquí donde se encuentra la
batalla. Es importante identificar las mentiras que Satanás está reproduciendo, como si fueran cintas de
audio, en la cabeza de uno, ¡y detener el reproductor! Luego, propóngase reemplazar las mentiras por la
verdad. En vez de decir "Nunca voy a cambiar", repita la promesa veraz de que "Todo lo puedo en
Cristo que me fortalece" (Filipenses 4:13). En vez de estar obsesionado por el ansia y el anhelo de un
comportamiento malsano y pecaminoso, llene su mente de alabanza y adoración, y con la Biblia.

Luego, ¡enfrente la realidad de que uno se siente pésimamente! Cuando dejamos de tratar de satisfacer
nuestras necesidades según nuestras propias formas, comenzamos a experimentar el dolor emocional
que nuestras fortalezas habían estado tapando. Cuando nos sentimos muy, muy mal, nos encontramos
en el punto mismo en el cual Dios puede hacer la mayor diferencia. Pregunte: ¿cuál es mi verdadera
necesidad? ¿Qué anhela realmente mi corazón? Vaya a Jesús y deje que Él supla sus necesidades más
profundas. Deje que Él lo dirija para que pueda obtener las necesidades de relación con otras personas,
que han sido diseñadas por Él, de formas que le agradan.

Es aquí donde ocurre la sanidad poderosa.

Ex-Ex-gays
En los últimos años, las personas que han dejado la homosexualidad han logrado hacerse escuchar, de
forma lenta pero segura, con sus historias. ¡Se está corriendo la voz de que el cambio es posible!

Y están también las voces de las almas frustradas y desilusionadas que han tratado de dejar la
homosexualidad, que intentaron cambiar, y se dieron por vencidas. Hasta hay un nombre para estas
personas: "Ex ex-gays". ¿Qué pasó?

Bueno, yo pienso lo mismo con relación a lo que les pasó a las personas que probaron con Alcohólicos
Anónimos y no pudieron dejar de beber, o los que intentaron hacer un programa de ejercicios, pero no
lograron bajar de peso. Tengo una amiga que siguió uno de estos programas pero no le hizo nada. El
problema es que no nunca asumió el compromiso de "morir al yo", usando una vieja expresión
espiritual {2}. Nunca llegó al punto de decir: "Jesús, te escojo a ti por sobre la comida. Escojo una
relación santa contigo por sobre una relación malsana con mi apetito. Y haré lo que haga falta para
permitir que tú me cambies el corazón".

Muchas personas que intentaron cambiar su homosexualidad podrían ganar concursos de oración y
lectura de la Biblia. Realmente hicieron un tremendo esfuerzo. Pero las oraciones a menudo están mal
dirigidas: "Dios, cámbiame. Quita mis deseos. Haz que me empiecen a gustar personas del otro sexo".
Lamentablemente, por bienintencionada que sea esta oración, se parece mucho a tratar de deshacerse de
flores silvestres en el jardín cortándolas con la segadora de césped. Siguen apareciendo, porque no está
tratando con sus raíces. La causa básica de una orientación homosexual no es la genética ni la elección;
es una respuesta incorrecta a ser herido. Tiene que ver con protegerse y tratar de suplir necesidades
legítimas de formas que Dios nunca quiso. El verdadero cambio sólo puede ocurrir con el duro trabajo
de someterse a Dios, permitiéndole exponer las profundas heridas y necesidades del propio corazón, lo
cual significa enfrentar un tremendo dolor e invitarlo a traer sanidad a esos lugares lastimados. Por esta
razón, la intimidad con Cristo es la respuesta. Un amigo sabio señaló que la homosexualidad es fruto de
formas pecaminosas de tratar con el dolor -pecaminosas porque nos separan de Aquel que puede sanar
y suplir nuestras necesidades, pecaminosas porque nos ponen en el centro del universo y ese no es
nuestro lugar. Es el lugar de Jesús.

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Espero que usted pueda ver que el verdadero cambio es duro, y cuesta muchísimo, porque requiere una
fuerte motivación, trabajo duro y perseverancia. Pero cientos de ex homosexuales han encontrado un
cambio importante, logrando la abstinencia de comportamientos homosexuales, la disminución de
tentaciones homosexuales, el fortalecimiento de su sentido de identidad masculina o femenina, y la
corrección de estilos distorsionados de relación con miembros del mismo sexo y del sexo opuesto.
Algunos ex homosexuales se casan, y otros no, pero el matrimonio no es la medida, sino el crecimiento
espiritual y la obediencia.{3}

En definitiva, el cambio es posible.

Notas

1. Todos los nombres de este artículo han sido cambiado, salvo el de Randy.
2. Este término no es bíblico, en realidad, pero el concepto sí. Ver Romanos 6.
3. Del sitio Web de Exodus International: http://exodus.to

© 2001 Probe Ministries. Todos los derechos reservados.

Traducción: Alejandro Field

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ASIGNACIÓN PARA LA LECCIÓN 3

I. Elaborar un ensayo de no más de 5 páginas (cuartillas), escrito a espacio y medio, con


tipo de fuente Times New Roman 12 o Arial 11, no se permiten títulos o subtítulos en Word
Art. Debe ser un ensayo inédito donde esté plasmado el pensamiento, soluciones y
argumentos a favor o en contra de la Homosexualidad. (Se deja libertad al alumno para
usar la bibliografía que considere). Lo importante de este ensayo es la capacidad de
análisis, reflexión y escrito, incluyendo el manejo adecuado de la Confesión de Fe de
Westminster.

(Puedes usar cualquiera de los dos modelos presentados en la sección de generalidades del curso)

II. Elabora un reporte de lectura de cada uno de los artículos presentados en esta sesión.

34
Sesión 4

La Cohabitación

A. La institución familiar

“El matrimonio es la comunión de dos personas en una, que es consumado y hecho realidad por
actos que son reproductivos en su tipo”

Las funciones tradicionales de la Familia son:


1. Sexual
2. Económica
3. Reproductiva
4. Educacional

La Confesión de Fe de Westminster en su capítulo 24.1 dice: “El matrimonio ha de ser entre un


hombre y una mujer….”
Con esta declaratoria podemos decir que el pacto matrimonial es un compromiso declarado
públicamente entre un hombre y una mujer para vivir juntos como esposo y esposa en una
permanente y exclusiva unión sexual.
En Génesis 2:18 encontramos: “Y dijo Jehová Dios, no es bueno que el hombre esté solo, le haré
ayuda idónea para él”
Nuevamente la CFW en mismo capítulo 24.2 nos dice: “El matrimonio fue instituido para la mutua
ayuda entre el esposo y la esposa, la multiplicación de la raza humana por generación legítima y de la
iglesia como una simiente santa para la prevención de la impureza”

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Por lo tanto podemos decir que el matrimonio es una institución social que se caracteriza por la unión
sexual de una pareja (hombre y mujer), la procreación y la correcta crianza de los hijos.

Si tomamos con seriedad estos principios de nueva cuenta afirmamos que no existe razón alguna
para poder siquiera pensar en la aceptación hacia los grupos que luchan por legislar la unión de
hombres con hombres y mujeres con mujeres. Mucho menos aceptar que uniones de ese tipo quieran
adoptar niños para mantenerlos viviendo dentro de un “hogar” que sabemos está fuera de los
parámetros establecidos por Dios.

Por lo tanto decimos que el matrimonio es el establecimiento divino del más grande pacto
indisoluble humano. Reafirmamos esto con lo que dice la Biblia en Mateo 19:6b “… por tanto lo que
Dios juntó, no lo separe el hombre” (RV 60)

Asimismo, la Biblia dice en Génesis 2:24 “por lo tanto dejará el hombre a su padre y a su madre y
se unirá a su mujer y serán una sola carne”

¿Cómo explicamos este pasaje bíblico? En el huerto del Edén, Adán y Eva se encontraban en un
estado de santidad, tenían la capacidad de mantenerse en completa obediencia al mandato de Dios.
Durante el tiempo que vivieron en el huerto (antes de la caída) ellos vivían como todo matrimonio,
¿tenían relaciones sexuales como pareja? Por supuesto, si esto no fuere así, entonces sería vana la
orden de multiplicarse que Dios les había dado. Ellos eran una sola carne no solamente en el aspecto
físico sino también en la labor que debían desarrollar, eran dos pensamientos en uno. Ahora bien,
cuando viene la caída (desobediencia) podemos apreciar bíblicamente que Eva es tentada y
posteriormente da del fruto a Adán, piense un momento ¿Cuál era la situación en este momento? Eva
al comer primero el fruto quedó en estado pecaminoso mientras que Adán permanecía en estado de
Santidad, era obvio que Dios no podría permitir que una persona santa y otra pecadora convivieran
juntos en su huerto, razón por la cual Adán tomo del fruto y comió, estando entonces en la misma
situación: Los dos son pecadores. Lo que esto nos enseña es pensar seriamente antes del
casamiento: Seré una sola carne con otro (a) cristiano (a) o mi decisión es ser una sola carne con un
pecador (a).

Este reflejo lo apreciamos en las palabras del apóstol Pablo cuando dice en II Corintios 6:14 “No
os unáis en yugo desigual con los incrédulos; porque ¿qué compañerismo tiene la justicia con la
injusticia? ¿y que comunión tiene la luz con las tinieblas?

El yugo desigual significa que no puede haber una relación íntima (una sola carne) entre dos
personas que son diferentes en estado: un creyente con una inconversa o viceversa. ¿Cómo puede

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haber una unión entre una persona justa delante de Dios con otra que vive en un mundo lleno de
oscuridad por el pecado?

El aceite no se puede juntar con el agua así como la luz no se puede juntar con las tinieblas. La
Iglesia está llamada a orientar a cada pareja y hacerlos entender que es de suma importancia que
ambos tengan a Cristo como su Señor y Salvador. Lo dicho anteriormente nos sirve de base para
poder tocar el tema que nos concierne a continuación.

Una de las prácticas que quebrantan el propósito del matrimonio y la familia es la conocida
“Cohabitación” o “Unión Libre”, el pensamiento de los que viven en esta situación dicen: debemos
vivir juntos antes de casarnos para saber si somos compatibles.

Miremos lo que dice la ICR acerca de la cohabitación:

Por cohabitación, nos referimos a las parejas que viven juntas sin formalizar su unión ante la ley
civil ni ante la Iglesia. Es un fenómeno que siempre ha existido, obedeciendo a variadas causas, las
que pueden ir desde modas en ciertos grupos juveniles de posiciones acomodadas, presiones
causadas por un embarazo imprevisto, hasta lo más frecuente: el temor al fracaso de contraer un
compromiso mayor como lo es el matrimonial. También, puede ser causado por un sentimiento
originado en malas experiencias vividas en el hogar paterno, o en un fenómeno habitual que afecta a
las personas de bajos recursos, quienes padecen desprotección social y familiar. El sentimiento de
gran inseguridad ocasionado por la falta de recursos económicos para asegurar la capacidad de
sostener un hogar (no creer ser capaces de poder mantener el deseado hogar estable). Al respecto el
asesor de organizaciones como ONU, OIT y OEA, B. Kiliksberg nos dice: “Independientemente de su
voluntad, numerosas parejas jóvenes no tienen las oportunidades reales para conformar o mantener
una familia. Muchas familias son destruidas ante el embate de la pobreza y la desigualdad, otras se
degradan y otras ni siquiera llegan a ser constituidas”.8

¿Puedes entender que está diciendo la ICR con esta definición de lo que es la Cohabitación?

La Biblia nos muestra un ejemplo claro de esto lo encontramos en una situación que enfrenta el
apóstol Pablo en I Corintios 5:1-3. Es un caso de cohabitación, faltando no solo a la moral individual
sino también a la matrimonial.

El contexto de la discusión surgió de un problema dentro de la iglesia. Un hombre de la iglesia tenía


relaciones sexuales con la esposa de su padre (1 Corintios 5:1-3.). Pablo dice que esta relación es
inmoral. Ante todo, era incestuosa, lo cual estaba condenado por el Antiguo Testamento (Levítico
8
www.es.catholic.net/familia

37
18:8, Deuteronomio 22:30). En segundo lugar, no había ninguna unión matrimonial, sino un ejemplo
de cohabitación. Pablo nos aconseja huir de la inmoralidad sexual (1 Corintios 6:18).

La inmoralidad sexual se condena en más de 25 versículos del Nuevo Testamento. El término en


griego es porneia (, una palabra que abarca todas las formas de relaciones sexuales ilícitas.
Jesús enseñó que “de adentro, del corazón humano, salen los malos pensamientos, la inmoralidad
sexual, los robos, los homicidios, los adulterios, la avaricia, la maldad, el engaño, el libertinaje, la
envidia, la calumnia, la arrogancia y la necedad. Todos estos males vienen de adentro y contaminan
a la persona” (Marcos 7:21-23).

No existe razón que justifique el vivir en unión libre. Las estadísticas muestran que las parejas que
viven en esas condiciones fracasan, llevan malas experiencias y lo peor aún ponen en riesgo un
posible matrimonio. Los que desean vivir en cohabitación, son parejas que no desean
responsabilidades profundas que son parte de la vida matrimonial.

Dando una clase uno de los estudiantes me pregunto, ¿al vivir la pareja por muchos años en unión
libre y dentro de esa vida tienen la bendición de tener hijos, se consideran matrimonio? O ¿a partir de
cuando entendemos el concepto Matrimonio?

Antes de responder directamente, debemos clarificar el concepto de matrimonio:

* El matrimonio es una forma de relación humana aprobada social y culturalmente, por lo general
asociada a la definición y formación de una familia.9

* La unión de una pareja concertada bajo ciertos ritos o formalidades legales.10

* Forma legal de constituir una familia, a través del vínculo que se establece entre un hombre y una
mujer, para crear una comunidad de vida permanente, con derechos y obligaciones que la ley
determina.11

Es importante definir también el concepto de “Fornicación”:

* Relación sexual entre un hombre no casado y una mujer no casada. La fornicación es una seria
violación del sexto mandamiento de Dios.12

9
www.es.wikipedia.com
10
www.elliottistas.com
11
www.prodigyweb.net.mx
12
www.familyministries.org

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Con estas definiciones podemos resumir que el matrimonio se considera como tal cuando ambos
de manera voluntaria deciden contraer los privilegios y responsabilidades que se adquieren cuando
unen sus vidas, pactando delante de Dios la aceptación mutua así como el cumplimiento de las
normas establecidas civilmente.

En otro caso, las parejas que viven en unión libre lo que están buscando es satisfacer sus deseos
y placeres sin responsabilidad alguna y eso es lo que las Escrituras llaman: Vivir en fornicación.
Razón por la cual no podemos considerar a tales como matrimonio, pues no han seguido la
normatividad escritural.

La Biblia enseña que las relaciones sexuales pueden tener un efecto de vinculación muy fuerte en
dos personas. Cuando ocurre dentro del matrimonio, el hombre y la mujer se convierten en una sola
carne (Efesios 5:31). Pero las relaciones sexuales fuera del matrimonio también tienen
consecuencias. Al escribir a la iglesia de Corinto, el apóstol Pablo dijo que el hombre que se une a
una prostituta se hace un solo cuerpo con ella (1 Corintios 6:16).

Con lo anterior podemos resumir que El matrimonio es el plan de Dios. Ofrece una compañía
íntima de por vida (Génesis 2:18). Provee un contexto para la procreación y el crianza de los hijos
(Efesios 6:1, 2). Y por último, el matrimonio brinda una expresión dada por Dios del deseo sexual (1
Corintios 7:2).

En el Nuevo Testamento, se advierte a los creyentes contra el pecado habitual, que incluye el pecado
sexual (1 Corintios 5:1-5). La iglesia tiene que hacer que los creyentes se hagan responsables de su
conducta. Los creyentes deben juzgarse ellos mismos para no caer en las manos de Dios (1 Corintios
11:31, 32). El pecado sexual no debería mencionarse siquiera entre creyentes (Efesios 5:3).

Convivir fuera del matrimonio no solamente viola preceptos bíblicos, sino que expone a la pareja y su
futuro matrimonio al fracaso.

Debemos reflexionar entonces sobre la manera de ayudar a nuestros jóvenes en las Iglesias que
ya están siendo alcanzados por esta ideología de NO al Matrimonio y SÍ a la Unión Libre.

39
LA UNIÓN LIBRE

La unión libre es cuando una pareja vive como si estuviera casada, pero en realidad no lo está. No están
casados ni por la Iglesia, ni por lo civil, pero viven en la misma casa y tienen relaciones sexuales.

Los casos más frecuentes de unión libre son:

a) Matrimonio a prueba o experimental.

Cuando una pareja vive como si estuviera casada probando si su relación funciona o no.
Pero realmente no hay una unión cuando la pareja no se compromete, por miedo o comodidad. Los que viven
así no se tienen la confianza entre los dos de vivir bien un matrimonio comprometido; el hombre y la mujer no
confían tampoco en sí mismos, pues creen que posiblemente no funcionará su matrimonio; no confían en el
futuro. No puede alguien realmente vivir tranquilo consigo mismo y con la pareja sin esta seguridad.
La mayoría de estas uniones limita también una de las finalidades del matrimonio, que es la procreación.
Como es un matrimonio a prueba, no se quieren comprometer con hijos.

b) Unión libre de hecho.

Es cuando viven como matrimonio estable, sin haberse casado. Se trata de uniones sin ningún vínculo
institucional públicamente reconocido, ni civil ni religioso, donde hay intención de permanecer viviendo así,
ni por la ley civil. Son diferentes de las uniones libres llamadas a prueba, porque en las primeras se está
experimentando, en las segundas se buscan como una forma de vida para siempre.

Las consecuencias de la unión libre son:

1. El matrimonio no importa como un sacramento donde Dios esté presente, únicamente importa el vivir
unidos sin más ni más.
2. Se está confiando más en uno mismo y la pareja, que en Dios, pues se excluye a Dios de la vida conyugal.
Por lo tanto, la ayuda de Dios por medio de la gracia no existe en este tipo de uniones. Recordemos que
Jesucristo se compromete a otorgar su gracia, su ayuda, a los esposos que se casan por la Iglesia, para
mantener unido su matrimonio. La gracia también ayuda en la educación de los hijos y a alcanzar la salvación
eterna. El matrimonio tiene sus dificultades y, sin esta gracia de Dios, es muy difícil que salga adelante.
3. Se vive en pecado, pues las relaciones sexuales únicamente se pueden tener cuando se está casado por la
Iglesia. Vivir así es una grave ofensa a Dios.
4. Se vive en un escándalo, pues se acepta vivir en pecado.

La unión libre afecta a la sociedad:

1. Destruye directamente lo que debe ser una verdadera familia, pues la pareja no quiere establecerla
legalmente.
2. La fidelidad peligra, porque al no estar casados, una dificultad puede hacer que la pareja se separe,
dañando mucho a los hijos.
3. Los hijos sufren mucho, pues saben que sus papás no están casados.
4. Esta vida así hace que la pareja se vuelva cada día más egoísta, pues no quieren comprometerse valiente y

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generosamente.

En la mayoría de los casos, los que optan por la unión libre, no han sido educados para vivir responsablemente
su sexualidad. Únicamente buscan el placer, sin comprometerse.

Los que buscan la unión libre no saben amar de verdad. No quieren ser generosos, pues lo más cómodo es
gozar sin compromiso. Cada uno busca su propio provecho, sin pensar en el bien de sus hijos y del otro.

En otros casos, nos encontramos con personas que no tienen la capacidad para contraer compromisos. Viven
como si fueran niños. Les da miedo casarse, porque es una gran responsabilidad.
Hoy podemos ver que el mundo nos ofrece el gozar sin comprometernos. Muchas parejas son engañadas por
esto. Piensan que lo más importante es gozar la vida sin responsabilidad.

La unión libre afecta la dignidad del matrimonio

1. Ofende la fidelidad, puesto que no hay un compromiso estable, total, generoso, y expone a que dicha unión
se rompa con facilidad.
2. Ofende a la unión, porque la unión matrimonial no puede dejarse desprotegida y, mucho menos, ponerse a
prueba.
3. Ofende la totalidad, ya que la donación de los esposos debe ser total. La relación sexual es el símbolo real
de la donación total de toda la persona.
4. Ofende la indisolubilidad, pues, en el caso de la unión libre a prueba se abre, de entrada, la posibilidad de
la separación. En el caso de la unión libre de hecho, al no dar los elementos que garanticen la estabilidad y
permanencia de dicha unión, la exponen a que se rompa.
5. Ofende a la fecundidad, puesto que en la unión libre a prueba se trata de evitar tener hijos y si se trata de
unión libre de hecho, no existe la seguridad de tener lo que los hijos requieren en su formación, no se pueden
transmitir a los hijos los valores que la misma pareja no vive. Por otro lado, no se cuenta con la gracia de Dios
para educar a los hijos.
6. Ofende directamente al amor, pues la unión libre se origina por el egoísmo, por ese deseo del placer sin
responsabilidad. Si realmente hay amor, ¿por qué no se casan?

www.catholic.net/familiayvida

41
La cohabitación
Kerby Anderson

Introducción
“La cohabitación está reemplazando al matrimonio como la primera experiencia de convivencia para
hombres y mujeres jóvenes. Y las personas que viven juntas antes de casarse ponen en peligro su
casamiento futuro”. Estas son algunas de las conclusiones de los sociólogos David Popenoe y Barbara
Dafoe Whitehead en su estudio para el Proyecto Nacional de Matrimonio.{1}

En este artículo vamos a tratar este fenómeno social de la cohabitación. Solía denominarse “vivir en
pecado” o “juntarse”. Hoy se ha reemplazado por los términos más neutrales “convivir” o “cohabitar”.
Voy a emplear, para este artículo, el término “cohabitación”, puesto que es la palabra generalmente
aceptada en la sociedad y la ley. La cohabitación ha sido descrita como ‘dos personas no relacionadas,
de sexos opuestos, que comparten una vivienda en una relación sexualmente íntima sin aprobación
legal o religiosa’.{2}

La cohabitación, como estilo de vida, está en aumento. Considere el significante crecimiento de las
tasas de cohabitación en las últimas décadas. En 1960 y 1970, alrededor de medio millón de personas
convivían. Pero para 1980 el número ya era de 1,5 millones. Para 1990, la cifra era de casi 3 millones.
Y, para 2000, la cifra era de casi 5 millones de personas.{3}

Unos investigadores calculan que hoy en día hasta el 50% de estadounidenses cohabitan en alguno que
otro momento antes de casarse.{4} El estereotipo de dos jóvenes sin hijos que viven juntos no es del
todo correcto; actualmente, alrededor del 40% de las parejas que cohabitan incluyen niños.{5}

Estados Unidos parece estar cambiando su actitud acerca de la cohabitación. George Barna ha
informado que 60% de los estadounidenses creían que la mejor manera de establecer un matrimonio
exitoso era cohabitando antes de casarse.{6} Otra encuesta halló que dos tercios (66%) de muchachos
del cuarto año de la secundaria estaba de acuerdo o casi de acuerdo con la siguiente afirmación: “por lo
general, es bueno que una pareja conviva antes de casarse para averiguar si realmente se lleva bien”.
{7}

La cohabitación no es lo mismo que el matrimonio. No es reconocida como matrimonio por el estado.


Y los participantes viven juntos porque su propósito es no casarse, al menos por el momento.

42
Aunque algunos dirán que una pareja que cohabita “está casada a los ojos de Dios”, eso no es cierto.
No están casados a los ojos de Dios porque está viviendo en contra de los preceptos bíblicos referentes
al matrimonio. Y no están casados a sus propios ojos porque han decidido específicamente no casarse.

La cohabitación está cambiando, sin duda, el paisaje cultural de nuestra sociedad. La proporción de
primeros matrimonios precedidos por cohabitación se ha multiplicado por diez en las últimas décadas.
Y el creciente número de parejas que cohabitan transmite un mensaje contradictorio a nuestros niños.
Por una parte, escuchan a los padres y a los pastores proclamar el valor del matrimonio. Y, por otra
parte, ven una sociedad que tolera la cohabitación.

La cohabitación y las relaciones de prueba


“Pienso que deberíamos vivir juntos antes de casarnos para ver si somos compatibles”.

¿Cuántas veces hemos escuchado esa frase? Sin embargo, muchas de las suposiciones actuales sobre la
convivencia son incorrectas.

Linda Waite y Maggie Gallagher escribieron conjuntamente The Case for Marriage: Why Married
People Are Happier, Healthier and Better Off Financially [El caso a favor del matrimonio: Por qué las
personas casadas son más felices, más saludables y están mejor económicamente]{8} El libro no sólo
defiende la causa del matrimonio sino cuestiona también suposiciones actuales acerca de la
cohabitación.

La tesis del libro es simple. Allá por los ‘50, las reglas eran claras: primero el amor, luego el
matrimonio, y sólo entonces el cochecito de bebé. Pero el “tsunami” social que arrasó los ’60 cambió
todo. La píldora, la revolución sexual, el orgullo gay, el feminismo, las madres en el trabajo, el divorcio
sin culpa y el aumento de nacimientos ilegítimos cambiaron nuestras opiniones acerca del matrimonio
y la familia. Los autores presentan las evidencias para demostrar que el matrimonio es algo bueno.
Como dice el subtítulo del libro, las personas casadas son más felices, tienen mejor salud y están mejor
económicamente.

No obstante, la sabiduría convencional sugiere que uno debe “probar antes de comprar”. De hecho, una
de las preguntas que se suelen repetir para justificar la convivencia es: “Usted no compraría un coche
sin probarlo antes, ¿no?”. El problema de este tipo de preguntas y frases hechas es que deshumanizan a
la otra persona. Si decido no comprar un coche (o un par de zapatos, o cualquier otro objeto
inanimado), el coche no se siente rechazado. Cuando uno prueba un coche, no pone su equipaje
personal en el baúl. Y, cuando uno rechaza un modelo de coche no crea un equipaje emocional que
arrastra a la siguiente prueba de coche. El coche no necesita asesoramiento psicológico para que pueda
confiar en el siguiente comprador de coches. Francamente, probar una relación como se prueba un
coche sólo es positivo si usted es el conductor.

La investigación ha mostrado que la gente que cohabita tiende a ver el matrimonio de forma negativa
porque involucra asumir nuevas responsabilidades que contrastan con sus antiguas libertades. Por otra
parte, las personas que se casan después del camino convencional del noviazgo no se sienten
constreñidos por el matrimonio, sino liberados por él.{9}

Considere el contraste. Una pareja que cohabita tiene casi todo lo que ofrece el matrimonio (incluyendo
el sexo), pero pocas obligaciones y responsabilidades. Por eso, las personas que cohabitan se sienten

43
atrapadas cuando entran al matrimonio. Deben asumir grandes responsabilidades nuevas pero no
reciben nada que no tenían antes.

Las parejas que se casan después del noviazgo experimentan justo lo contrario, especialmente si
mantienen su pureza sexual. El matrimonio es la culminación de su relación y ofrece la plena
profundidad de una relación que han anhelado por mucho tiempo.

Esto no quiere decir que la cohabitación garantice un fracaso matrimonial, ni tampoco que el
matrimonio a través de la ruta convencional garantice el éxito matrimonial. Existen excepciones a esta
regla, pero una pareja que cohabita antes del matrimonio está apostando contra ellos y su futuro
matrimonio.

La cohabitación y las percepciones


Si usted cohabita antes de casarse, está poniendo en peligro su futuro matrimonio. Esta es la conclusión
de un informe reciente sobre la cohabitación. Las 5 millones de parejas que cohabitan en Estados
Unidos viven juntas para ahorrar dinero, para probar la vida casada o para evitar la soledad. Pero la
práctica puede causar un daño significativo al matrimonio.

Los sociólogos David Popenoe y Barbara Dafne Whitehead publicaron su estudio a través del Proyecto
Nacional de Matrimonio de la Universidad de Rutgers. Su estudio confirma unos estudios previos
acerca del peligro de la cohabitación y agrega detalles adicionales.

Hallaron que la cohabitación parece ser tan contraproducente para un matrimonio duradero que las
parejas no casadas deben evitar vivir juntas, especialmente si hay hijos. Sostienen que la cohabitación
es “una estructura familiar frágil'” que plantea un mayor riesgo para mujeres y niños.

Parte de la razón para el peligro es la diferencia de percepción. Por lo general, los hombres entran a la
relación con menos intención de casarse que las mujeres. La consideran más como una oportunidad
sexual sin los lazos de un compromiso de larga duración. Sin embargo, las mujeres suelen ver el
arreglo de vivienda como un paso hacia un matrimonio final. Así que, mientras las mujeres podrán
creer que van hacia el matrimonio, los hombres tienen otras ideas. Algunos hombres, en realidad,
desprecian a las mujeres con quienes viven y las consideran como fáciles. Una mujer así no es su idea
de un cónyuge fiel.

Las personas que viven juntas en relaciones sin compromiso probablemente no estén dispuestas a
resolver problemas. Como no hay compromiso a largo plazo, es fácil dejar el acuerdo de vivienda en
vigor y buscar relaciones menos díscolas con una nueva pareja.

La multiplicación por diez de la cohabitación en las últimas décadas es pasmosa. Y las razones de este
crecimiento son muchas: menos tabúes contra el sexo prematrimonial, madurez sexual más avanzada,
casamientos más tardíos, ingresos adecuados para vivir aparte de sus familias.

Independientemente de las razones para la cohabitación, este estudio documenta los peligros. Las
parejas que conviven tienen mayores probabilidades de divorciarse que las que no lo hacen. Son menos
felices y tienen un menor puntaje en los índices de bienestar, incluyendo la satisfacción sexual. Y las
parejas que cohabitan a menudo son más pobres que las parejas casadas.

44
Aunque millones de personas lo hagan, cohabitar es una mala idea. Como veremos más adelante, hay
claras prohibiciones bíblicas en contra del sexo prematrimonial. Pero, aparte de estas declaraciones
bíblicas, hay predicciones sociológicas ominosas de fracaso cuando una pareja piensa cohabitar en
lugar de casarse. Las investigaciones más recientes apoyan lo que la Biblia ha dicho por milenios. Si
usted quiere un buen matrimonio, no haga lo que dice la sociedad. Haga lo que la Biblia enseña que
hagamos.

Las consecuencias de la cohabitación


Al contrario de la sabiduría convencional, la cohabitación puede resultar dañina para el matrimonio así
como para las parejas y sus hijos. Un estudio basado en la Encuesta Nacional de Familias y Hogares
halló que matrimonios que tuvieron una cohabitación previa tenían una probabilidad de hasta 46%
mayor de divorciarse que los que no habían cohabitado. En base de esta encuesta y un estudio de
estudios anteriores, los autores concluyeron que el riesgo de que se rompa el matrimonio luego de una
cohabitación “está comenzando a asumir la condición de una generalización empírica”.{10}

Algunos han intentado sostener que la correlación entre la cohabitación y el divorcio es artificial,
porque las personas dispuestas a cohabitar son poco convencionales y están menos dedicadas al
matrimonio. En otras palabras, la cohabitación no produce el divorcio sino que está asociada con él
simplemente porque la misma clase de gente está involucrada en ambos fenómenos. Sin embargo, aun
cuando se controla cuidadosamente en la estadística este “efecto de selección”, sigue habiendo un
“efecto de cohabitación”.

Los matrimonios se mantienen unidos por un compromiso mutuo que no se encuentra en la mayoría (o
en ninguna) de las relaciones de cohabitación. Los integrantes de las parejas que conviven valoran la
autonomía por sobre el compromiso y tienden a estar menos comprometidas que las parejas casadas
con la continuación de su relación.{11}

Un estudio halló que “convivir con una pareja romántica antes de casarse está asociado con un apoyo y
un comportamiento más negativos y menos positivos en la solución de problemas durante el
matrimonio”. La razón es simple. Como hay menos seguridad de un compromiso de larga duración,
“puede haber menos motivación para parejas que cohabitan para desarrollar sus habilidades para
resolver conflictos y de apoyo”.{12}

Las parejas que conviven, sin embargo, pierden más que sólo los beneficios del matrimonio. Las tasas
anuales de depresión entre parejas que conviven son más de 3 veces las de las parejas casadas.{13} Las
personas que cohabitan tienen una mayor probabilidad de ser infelices en el matrimonio y una mucha
mayor probabilidad de considerar el divorcio.{14}

Las mujeres que están en relaciones de cohabitación tienen el doble de probabilidad de sufrir abuso
físico o sexual que las mujeres casadas.{15} Otro estudio encontró que las mujeres en relaciones de
cohabitación tienen una probabilidad nueve veces mayor de ser muertas por su compañero que las
mujeres de relaciones matrimoniales.{16}

La cohabitación es especialmente dañina para los hijos. En primer lugar, algunos estudios han hallado
que los niños que viven con una madre y su pareja no casada tienen significativamente más problemas
de comportamiento y un desempeño académico menor que los niños de familias intactas.{17} En
segundo lugar, existe el riesgo de que la pareja se separe, creando todavía más dificultades sociales y

45
personales. En tercer lugar, muchos de estos niños no nacieron de la relación actual, sino de una unión
previa de uno de los adultos de la pareja, generalmente la madre. Vivir en una casa con una madre y un
novio es una situación endeble, en el mejor de los casos. Las demandas legales de sostén para los hijos
y otras fuentes de ingresos familiares están ausentes.

La cohabitación y la Biblia

Hasta ahora, hemos hablado de las consecuencias sociales y psicológicas de la cohabitación.


Busquemos ahora una perspectiva bíblica.

La Biblia enseña que las relaciones sexuales pueden tener un efecto de vinculación muy fuerte en dos
personas. Cuando ocurre dentro del matrimonio, el hombre y la mujer se convierten en una sola carne
(Efesios 5:31). Pero las relaciones sexuales fuera del matrimonio también tienen consecuencias. Al
escribir a la iglesia de Corinto, el apóstol Pablo dijo que el hombre que se une a una prostituta se hace
un solo cuerpo con ella (1 Corintios 6:16).

El contexto de la discusión surgió de un problema dentro de la iglesia. Un hombre de la iglesia tenía


relaciones sexuales con la esposa de su padre (1 Corintios 5:1-3.). Pablo dice que esta relación es
inmoral. Ante todo, era incestuosa, lo cual estaba condenado por el Antiguo Testamento (Levítico 18:8,
Deuteronomio 22:30). En segundo lugar, no había ninguna unión matrimonial, sino un ejemplo de
cohabitación. Pablo nos aconseja huir de la inmoralidad sexual (1 Corintios 6:18).

La inmoralidad sexual se condena en más de 25 versículos del Nuevo Testamento. El término en griego
es porneia, una palabra que abarca todas las formas de relaciones sexuales ilícitas. Jesús enseñó que
“de adentro, del corazón humano, salen los malos pensamientos, la inmoralidad sexual, los robos, los
homicidios, los adulterios, la avaricia, la maldad, el engaño, el libertinaje, la envidia, la calumnia, la
arrogancia y la necedad. Todos estos males vienen de adentro y contaminan a la persona” (Marcos
7:21-23).

Pablo dijo que “la voluntad de Dios es que sean santificados; que se aparten de la inmoralidad sexual;
que cada uno aprenda a controlar su propio cuerpo de una manera santa y honrosa, sin dejarse llevar
por los malos deseos como hacen los paganos, que no conocen a Dios” (1 Tesalonicenses 4:3-5).

El matrimonio es el plan de Dios. Ofrece una compañía íntima de por vida (Génesis 2:18). Provee un
contexto para la procreación y el crianza de los hijos (Efesios 6:1, 2). Y por último, el matrimonio
brinda una expresión dada por Dios del deseo sexual (1 Corintios 7:2).

En el Nuevo Testamento, se advierte a los creyentes contra el pecado habitual, que incluye el pecado
sexual (1 Corintios 5:1-5). La iglesia tiene que hacer que los creyentes se hagan responsables de su
conducta. Los creyentes deben juzgarse ellos mismos para no caer en las manos de Dios (1 Corintios
11:31, 32). El pecado sexual no debería mencionarse siquiera entre creyentes (Efesios 5:3).

Convivir fuera del matrimonio no solamente viola preceptos bíblicos, sino que expone a la pareja y su
futuro matrimonio al riesgo. En este artículo, he reunido varias estadísticas que hacen reflexionar
acerca del impacto que puede tener la cohabitación en usted y en su relación. Si quiere tener un buen
matrimonio, no haga lo que dice la sociedad; haga lo que nos enseña que hagamos la Biblia.

Notas

46
1. David Popenoe and Barbara Dafoe Whitehead, "Should We Live Together? What Young
Adults Need to Know about Cohabitation before Marriage," The National Marriage Project, the
Next Generation Series, Rutgers, the State University of New Jersey, January 1999.
2. P.G. Jackson, "On Living Together Unmarried," Journal of Family Issues 4(1983), 39.
3. U. S. Bureau of the Census, Current Population Reports, Series P20-537; America's Families
and Living Arrangements: March 2000 and earlier reports.
4. Larry L. Bumpass, James A. Sweet, and Andrew Cherlin, "The Role of Cohabitation in the
Declining Rates of Marriage," Journal of Marriage and Family 53(1991), 914.
5. Ibid., 926.
6. George Barna, The Future of the American Family (Chicago: Moody Press, 1993), 131.
7. Jerald G. Bachman, Lloyd D. Johnston, and Patrick M. O'Malley, Monitoring the Future:
Questionnaire Responses from the Nation's High School Seniors, 2000 (Ann Arbor: MI:
Institute for Social Research, University of Michigan, 2001).
8. Linda Waite and Maggie Gallagher, The Case for Marriage: Why Married People Are Happier,
Healthier and Better Off Financially (New York: Random House, 2000).
9. R.E.L. Watson, "Premarital Cohabitation vs. Traditional Courtship: The Effects of Subsequent
Marital Adjustment," Family Relations 32(1981), 139-147.
10. Alfred DeMaris and K. Vaninadha Rao, "Premarital Cohabitation and Subsequent Marital
Stability in the United States: A Reassessment," Journal of Marriage and Family 54(1992),
178-190.
11. Stephen Nock, "A Comparison of Marriages and Cohabiting Relationships," Journal of Family
Issues 16(1995), 53-76. 12.
12. Premarital Cohabitation and Marital Communication," Journal of Marriage and Family
64(2002), 180-192.
13. Lee Robins and Darrel Reiger, Psychiatric Disorders in America (New York: Free Press, 1990),
72.
14. Andrew Greeley, Faithful Attraction (New York: Tom Doherty, 1991), 206.
15. Jan E. Stets, "Cohabiting and Marital Aggression: The Role of Social Isolation," Journal of
Marriage and Family 53(1991): 669-680.
16. Todd K. Shackelford, "Cohabitation, Marriage and Murder," Aggressive Behavior 27(2001),
284-191.
17. Elizabeth Thompson, T. L. Hanson, and S.S. McLanahan, "Family Structure and Child Well-
Being: Economic Resources versus Parental Behaviors," Social Forces 71(1994), 221-242;
Rachel Dunifon and Lori Kowaleski-Jones, "Who's in the House? Effects of Family Structure
on Children's Home Environments and Cognitive Outcomes," Child Development, forthcoming.

© 2004 Probe Ministries. Todos los derechos reservados.

Traducción: Shawn Wright

47
ASIGNACIÓN PARA LA LECCIÓN 4

I. Elabora un reporte de lectura de cada artículo presentado en esta sesión. (usa el modelo puesto en
la sección de generalidades del curso)

48
Sesión 5

El Aborto
En el mes de noviembre del 2006, escuché una entrevista a un diputado federal (México) sobre el
tema del aborto. En dicha entrevista el mencionó que ya han sometido a discusión para aprobación
ante el Senado de la República, una Ley que autorice el aborto justificado. ¿En que radica esta ley?
Se basa en que una mujer puede tomar la determinación de abortar siempre y cuando las causas de
su embarazo sean por violación o por no estar gozando de buena salud (por padecer alguna
enfermedad que ponga en riesgo al bebé). La pregunta que surge entonces ¿podemos nosotros
tomar decisiones sobre la vida que Dios está formando en el vientre de la mujer?
Para tratar este tema debemos tomar algunas consideraciones:

A. La vida humana es sagrada y debe respetarse por encima de todo

Debemos volver a Génesis 1:26,27 retomar de nueva cuenta que el hombre fue creado a imagen
de Dios. La creación del ser humano fue especial a diferencia del resto de la creación, lo que da vida
al hombre es el soplo divino, y es especial por el estatus que Dios mismo le dio dentro del universo.
Cuando apreciamos la narrativa de la creación del hombre podemos darnos cuenta que cada ser
humano es el representante de Dios sobre la tierra, que tienen una misión que cumplir, que tienen la
responsabilidad de irradiar la gloria de Dios en sus vidas y que cada uno es el templo de Dios.
Podemos ver bíblicamente al primer asesino, Caín, quien derramó la sangre de su hermano y Dios
lo exhortó por ello. En Génesis 9:6 vemos “Si alguien derramara la sangre de un ser humano, otro ser
humano derramará la suya, porque el ser humano ha sido creado a imagen de Dios mismo”
Tomando en cuenta lo anterior es necesario entender que no importa si el ser humano se porta o
no como Dios quiere, basta con saber que lleva la imagen de Dios para respetar su vida.
Nadie puede tomar la vida de otra persona en sus manos. Es Dios el único que puede hacerlo.
Al tomar la vida de nuestro prójimo trae consigo terribles consecuencias, David lo experimento
cuando cometió su triple pecado: Deseo Pecaminoso al mirar y desear a Betsabé, Adulterio al tener
relaciones sexuales con la mujer casada y Homicidio Intelectual, al mandar matar a Urías siendo el
mismo Rey ungido por Dios el actor intelectual de tal crimen. Ante todo esto David pensó que tenía en
sus manos la vida de sus subordinados pero al final Dios le demostró que aún estando en una
posición superior a las demás personas no podía hacer con ellas lo que quisiera.

49
Es buen momento para poder preguntarnos entonces, ¿la vida que se está formando en el vientre
de la madre, a partir de que momento posee la imagen de Dios?
En el concepto médico, a la vida en formación se le define de acuerdo al tiempo que tenga de
gestación:
 Concepción ………. Unión del espermatozoide con el óvulo.
 Cigoto o Huevo ……Cuando las células ya están diferenciadas (Mitosis / Meiosis).
 Producto ………….. Cuando tiene aproxiamadamente 3 – 5 semanas.
 Feto ……………….. A partir de la 6 semana en adelante.
 Bebé ………………. Cuando está en sus últimos 3 meses antes del nacimiento.

Normalmente una persona que desea abortar lo efectúa a partir de la tercera semana de
embarazo (primer mes).
Es importante preguntarnos ¿desde cuando es considerado un ser viviente? En base a lo anterior.
(discusión en grupo)

B. El aborto es una Prohibición Bíblica

Los hijos son un regalo de Dios a los padres. A través de la unión sexual de la pareja, Dios crea
una nueva vida y la confía aquella vida al cuidado de ellos y se los da como una bendición adicional
al matrimonio.

PRINCIPIO: La vida humana es de valor incalculable a pesar de las circunstancias.

FUNDAMENTO: Todo ser humano es creado a la imagen de Dios.

Hay muchos países en que el aborto ya es legal, en nuestro México se están dando los pasos
para lograrlo. Volvemos nuevamente a mirar que el hombre busca siempre su bienestar y se olvida de
los principios bíblicos, claro, actúan de acuerdo a su naturaleza.

La Biblia dice en Salmos 139:13-16 “Tu formaste mis entrañas, tu me hiciste en el vientre de mi
madre…. No fue encubierto de ti mi cuerpo, bien que en oculto fui formado… mi embrión vieron tus
ojos… te alabaré; porque formidables, maravillosas son tus obras, estoy maravillado y mi alma lo
sabe muy bien”.

Con lo anterior preguntamos ¿no ha sido la mano de Dios la que nos ha formado en el vientre de
nuestra madre? Si a lo que llaman feto (ya es un ser viviente), se halla en las manos de Dios ¿no

50
debemos entonces respetarlo, amarlo por el hecho de ser la acción divina y la mano todopoderosa de
Dios quien está haciendo su obra?

Es de suma importancia señalar que el aborto puede clasificarse en dos aspectos:

Aborto natural .- Es aquel que por la misma deficiencia fisiológica y biológica de la madre no permite
su desarrollo en el vientre y resulta en la expulsión del mismo. Esto no es deseado por la misma
pareja sino se da por vía natural, Dios está en control del mismo.

Aborto inducido.- Es aquel que por diferentes razones no justificables, los padres o solo uno de ellos
determina por la vida del ser que está en formación, importándoles solamente su imagen como
personas, o evitando los cuestionamientos que la misma sociedad pueda ejercer. Este no es
aprobado por Dios.

Cómo mencionamos al principio de esta sección, los hijos son un regalo de DIOS,
independientemente de cómo se de la concepción. Muchas mujeres dicen que abortan porque han
sufrido una violación y resultaron embarazadas, otras dicen que no era el momento para tener hijos y
lo más común, novios jóvenes que por influencia de la sociedad tienen relaciones sexuales y por
algún descuido resultan embarazadas. Indistintamente las maneras de la concepción, un hijo es un
ser que Dios está formando en el vientre de una mujer, y que es un regalo que están obteniendo. El
salmista nos vuelve a recordar: “He aquí herencia de Jehová son los hijos, cosa de estima el fruto del
vientre”.

Juan Calvino dice: “… porque el feto, que ya está enclaustrado en el seno de su madre, ya es un
ser humano, (homo), es casi un crimen monstruoso quitarle la vida que todavía no ha comenzado a
disfrutar. Si parece más horrible matar a un ser humano en su propia casa que en el campo, porque
la casa de la persona es su lugar de refugio más seguro, debería sin duda considerarse más atroz
destruir un feto en el vientre antes de que haya visto la luz”13

La vida por nacer merece la protección que se otorga a la vida humana, palabras dadas por el
papa Pablo VI en su encíclica papal Humanae Vital en el año de 1968.

Ahora bien, los médicos que practican el aborto (inducido) se están volviendo cómplices del
asesinato de esa vida, estarán violando su vocación médica, están faltando a su ética profesional y
están cometiendo pecado delante de Dios. Y si analizamos profundamente los que dice el sexto
mandamiento, el también es considerado un Homicida.

13
Juan Calvino, Commentaries on the Four Last Book of Moses arraged in the form and harmony. Grand Rapids.

51
El aborto
Sue Bohlin

Por qué es un tema tan volátil el aborto


El aborto es uno de los temas más divisivos y polémicos de nuestro tiempo. La gente suele tener
posiciones firmes acerca del aborto. No es una cuestión social de simples preferencias, sino un asunto
de vida y muerte.

El aborto pone en evidencia el conflicto entre dos cosmovisiones divergentes. El punto de vista
humanista dice: "El hombre es la norma más alta existente. No tenemos que responder ante nadie, así
que hagamos lo que nos parezca bien." El punto de vista cristiano dice: "Respondemos ante Dios, y Él
nos ha ordenado no matar. Siempre debemos someter nuestros deseos y nuestras preferencias a la
autoridad de su Palabra."

Yo creo que la verdadera razón por la que vemos un compromiso tan emocional y tenaz con la
disponibilidad del aborto es aún más profunda que el tema del aborto: la gente quiere tener la libertad
sexual sin las consecuencias.

Nuestra cultura tiene un programa definido que apoya todas las expresiones sexuales posibles. Cuesta
encontrar una película, un programa de televisión exitoso o una canción popular que no respalde esta
visión del sexo. Cuando la directora del Centro de Crisis de Embarazos (Chrisis Pregnancy Center -
CPC) de Dallas ofreció a un distrito escolar hacer una presentación en apoyo de la abstinencia hasta el
matrimonio, fue rechazada. La presentación de ellos incluía dispositivos anticonceptivos, y no podían
dejar que ella hablara del autocontrol un día si al día siguiente iban a venderles a los chicos el concepto
de los preservativos.

Como sociedad, somos sorprendentemente esquizofrénicos acerca de este tipo de cosas. Mi hijo, que
nació en 1982, es un integrante de facto de lo que están llamando la "Clase sin Humo de 2000." A
nadie se le mueve un pelo ante este objetivo nacional meritorio de lograr que se gradúe toda una clase
de no fumadores, pero la gente se ríe burlonamente ante la idea de que los chicos no tengan relaciones
sexuales. ¿Qué es más fácil de conseguir, una pareja sexual o un cigarrillo?

Los adolescentes están cada vez más abiertos al hecho que están teniendo relaciones sexuales, y esto
refleja las costumbres sexuales que ven en las películas, la televisión y la música. Toda la sociedad se
está relajando al punto que las personas que han escogido mantenerse castas son ridiculizadas
abiertamente en Geraldo; la decisión de Doogie Howser, un héroe de televisión y modelo para los
jóvenes, de perder su virginidad es alabada como "sexo responsable," y una pareja que no convive
antes del matrimonio recibe la pregunta: "¿Por qué no?"

La civilización occidental ha estado recorriendo este camino por mucho tiempo. Con la aparición del
humanismo durante el Renacimiento, las sociedades comenzaron a alejarse de las leyes y de los
caminos de Dios. El Iluminismo trajo la adoración virtual de la naturaleza. Una vez que la naturaleza-y
no Dios-se convirtió en la norma para la moralidad, la gente comenzó a creer que, dado que los
humanos eran simplemente un producto de la naturaleza, todo lo que hicieran sería normal, y aun
bueno. El sexo es natural, es poderoso, así que la consecuencia lógica fue que la expresión sexual fue

52
considerada como una parte natural y normal de toda la existencia humana en todas las circunstancias,
en el mismo nivel que comer y dormir.

No es ninguna coincidencia que los dos temas más candentes de nuestro día sean el aborto y la
homosexualidad, ya que en ambos subyace una insistencia en la libertad sexual mientras se le da la
espalda a Dios y a sus leyes.

Teniendo en cuenta el ambiente sexualmente cargado en el cual vivimos, no es sorprendente que tantas
personas estén teniendo relaciones sexuales fuera del matrimonio y embarazándose. Así que el aborto
es considerado como una goma de borrar, una forma de librarse de las consecuencias de su actividad
sexual. Por supuesto, siempre hay excepciones; hay embarazos como consecuencia del incesto y la
violación. Algunas mujeres quedan embarazadas por el pecado de otra persona. Pero, ¿acaso esto hace
que sea correcto matar al bebé que ha sido concebido?

El punto de vista de la Biblia acerca de los bebés no nacidos


Históricamente, una de las principales razones de los abortos fue ocultar la evidencia de la actividad
sexual. Uno de los padres de la iglesia primitiva, Clemente de Alejandría, sostenía que "quienes usan
remedios abortivos para ocultar su fornicación provocan no sólo el asesinato indiscutible del feto, sino
de toda la raza humana también." [1]

A los defensores de la posición "pro-choice" (a favor de la elección, o pro-elección) no les gusta el uso
de la palabra "asesinato." Sostienen que nadie sabe realmente cuándo comienza la vida humana, y
prefieren creer que la existencia de una persona en la concepción es un dogma religioso y, por lo tanto,
no válido. Es ciertamente una vida humana la que se forma en la concepción. El cigoto contiene 46
cromosomas, aportados por partes iguales por cada padre, en una configuración única que nunca existió
antes ni jamás existirá después. No es una vida vegetal ni una vida animal, ni es tampoco un simple
tejido, como un tumor. Desde el momento de la concepción, la nueva vida es genéticamente diferente
de su madre, y no es parte de su cuerpo, como sus amígdalas o su apéndice. Este nuevo ser humano es
un individuo aparte que vive dentro de la madre.

La Biblia no aborda específicamente el tema del aborto, tal vez porque está cubierto por el
mandamiento: "No matarás" (Ex. 20:13). Pero sí da una perspectiva de cómo ve Dios a los bebés no
nacidos. En el Antiguo Testamento, la palabra hebrea para los no nacidos (yeled) es la misma palabra
usada para niños pequeños. El idioma hebreo no tenía ni necesitaba una palabra aparte para los bebés
antes de nacer. Todos los niños eran niños, independientemente de si vivían adentro o afuera del
vientre. En el Nuevo Testamento, se usa la misma palabra para describir a Juan el Bautista, cuando aún
no había nacido, y al bebé que ya había nacido, Jesús. El proceso del nacimiento no hace ninguna
diferencia en cuanto al valor o la posición del bebé en la Biblia.

Encontramos una perspectiva maravillosa de la participación íntima de Dios en el desarrollo y la vida


de bebé antes de nacer en Salmos 139:13-16:

Porque tú formaste mis entrañas; tú me hiciste en el vientre de mi madre. Te alabaré; porque


formidables, maravillosas son tus obras; estoy maravillado, y mi alma lo sabe muy bien. No fue
encubierto de ti mi cuerpo, bien que en oculto fui formado, y entretejido en lo más profundo de la
tierra. Mi embrión vieron tus ojos, y en tu libro estaban escritas todas aquellas cosas que fueron luego
formadas, sin faltar una de ellas.

53
Todas las personas, independientemente de las circunstancias de su concepción, o si son sanos o están
discapacitados, han sido hechas con los dedos de Dios. Él ha planeado todos los días del niño no nacido
antes que haya transcurrido uno solo de ellos.

A veces, oímos un argumento pro-elección que dice que la Biblia no asigna el mismo valor a la vida de
los bebés no nacidos que a los niños, y citan un pasaje del Antiguo Testamento sobre la ley sobre daños
personales. Éxodo 21:22-25 indica dos castigos en caso de golpear a una mujer embarazada durante
una riña. El primer castigo era una multa, y hay quienes deducen de esto que un niño no nacido no tiene
el mismo valor que un niño que ha nacido. Pero ese castigo era para una situación donde no había
ocurrido nada serio. Si había una herida seria, el ofensor era castigado severamente con la misma
herida que había causado. Si la madre o el niño moría, el ofensor debía ser muerto. Esto muestra en
realidad muy elocuentemente cuán valioso consideraba Dios tanto a la madre como al bebé no nacido.

Síndrome post-aborto
Después de tener un aborto, muchas mujeres tienen una sensación de alivio por haber evitado la tensión
y la responsabilidad de un embarazo y un bebé, pero con el tiempo los abortos causan serios daños
emocionales a millones de mujeres.

La Asociación Psiquiátrica Americana ha identificado al aborto como uno de los factores estresantes
que pueden detonar el trastorno de estrés post-traumático (post-traumatic stress disorder - PTSD).
Muchos de nosotros asociamos el PTSD con los veteranos de Vietnam que sufren los efectos de la
guerra, pero el síndrome post-aborto es una forma de PTSD que afecta a las mujeres que han tenido
abortos.

La muerte de un niño es uno de los mayores puntos de estrés que una persona puede experimentar en la
vida. El síndrome post-aborto es el estrés emocional por no hacer el duelo, no permitirse sentir el dolor
y el sufrimiento que forma parte de esa pérdida. Para ser emocionalmente sanos, todos tenemos que
hacer el duelo por nuestras pérdidas; pero ¿qué hacemos cuando la sociedad nos dice que no hay nada
por lo cual hacer el duelo? Si una persona no reconoce su necesidad de hacer el duelo por su bebé, o si
no permite que ocurra, ese dolor emocional tiene que ir a algún lado. Frecuentemente, luego del aborto
de una mujer, pasa a lo que un consejero de CPC describió como "modo autodestructivo:" se embaraza
nuevamente, tiene un amorío, se autocastiga y en general demuestra todas las variaciones que puede
tener una depresión severa.

Según el nivel de estrés de una persona, el síndrome post-aborto puede aparecer dentro de semanas o
meses después del aborto, o puede tener una reacción demorada ante él, típicamente siete a ocho años
después. Las mujeres que experimentan el síndrome post-aborto suelen tener una sensación de culpa
confusa y abrumadora. Un estudio indicó que el 92 por ciento de las mujeres que han tenido un aborto
sienten culpa. [2] Una mujer, que ahora participa en un grupo de sanidad post-aborto dijo que después
de su aborto estaba obsesionada por el recuerdo. Escuchaba una vocecita en su cabeza: "Aborto, aborto;
eres una persona terrible, espantosa." [3] Para muchas mujeres, la culpa y la vergüenza se expresan a
través de una ira profunda-hacia los médicos y los consejeros sobre aborto por dañarla a ella y a su
bebé, hacia su esposo, su novio, o sus padres por presionarla a hacerse un aborto, y hacia sí misma por
embarazarse y tener el aborto.

Muchas mujeres que tratan con los efectos del aborto dedican mucha energía emocional a negar la
muerte y a negar que lo que hicieron estuviera mal. Una mujer usa la negación para evitar enfrentarse

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con el hecho que su hijo fue muerto y ella permitió que sucediera. Una joven rogó a mi hermana que no
la dejara sola el día que iba tener un aborto. Esta joven dolorida trató de contener sus sentimientos
contando chistes sobre bebés muertos toda la tarde.

El aborto no es una goma de borrar para borrar un error o una molestia. Tiene más de una víctima; las
mujeres, tanto como sus bebés, son las víctimas de los abortos. Es esencial que una mujer haga el duelo
por su bebé y enfrente su papel en la muerte del bebé; de hecho, las mujeres que se permiten hacer el
duelo y entienden su necesidad de hacer el duelo probablemente no experimenten el síndrome post-
aborto. Pero aún más esencial es que las mujeres que hayan tenido abortos acepten que realmente ha
habido una muerte, que el aborto es un pecado, y que la muerte del Señor Jesucristo ha cubierto todos
los males que hayan hecho alguna vez. Ningún pecado-ni siquiera el aborto-es mayor que el poder de
su sangre, y Él ofrece el perdón y la purificación total a todos quienes quieran acudir a Él en fe.

La historia de los Sawyer


A Steve y Tessie Sawyer nunca olvidarán la fiesta de Halloween de 1990. Tessie tenía un embarazo de
cuatro meses, y su médico había sugerido: "Tess, tienes 35 años; hagamos una prueba neurológica al
bebé. Es un simple análisis de sangre." Seguro, Tessie no tenía problemas...hasta el día antes de
Halloween, cuando llegaron los resultados del análisis.

El análisis de alfa-fetoproteína indicaba que su recuento de glóbulos era sumamente bajo. El valor
normal era 450, y ella tenía 120. Este análisis tiene tres partes, y la parte que dio un resultado tan
anormal era para ver si existía un síndrome de Down. Ni Steve ni Tessie estaban preparados de ninguna
forma para la noticia tremenda de que su bebé podría tener algo terriblemente malo.

Este bebé vino de sorpresa para los Sawyer, quienes ya tenían dos niños muy activos, y no estaban
esperando tener más. Pero, siendo creyentes, sabían que tenían que tener en cuenta el sentido de humor
y los tiempos de Dios.

Más tarde, hicieron otro análisis de alfa-fetoproteína. En esperanza contra esperanza, esperaron
ansiosamente que llegaran los resultados a Dallas desde el laboratorio en Santa Fe. Pero el segundo
resultado fue tan anormal como el primero. El médico informó a Steve y Tessie de su opción de abortar
al bebé, ya que había una indicación casi cierta de que sería discapacitado. Pero eso nunca fue una esta
altura, los amigos de los Sawyer tenían dos perspectivas diferentes. Sus amigos de la iglesia eran
tremendamente solidarios, tanto emocionalmente como en oración. Sus amigos fuera de la iglesia les
preguntaban: "¿Por qué no se hacen una amnio?" Steve y Tessie estaban encantados, en medio de su
temor, por poder compartir su fe en que Dios era quien estaba en control: "No importa cuáles pudieran
ser los resultados del análisis. No vamos a abortar a este bebé. Hay un riesgo de perder el bebé o de un
parto prematuro con una amniocentesis, y realmente no queremos tener cinco meses de tranquilidad
mental a cambio de la vida de nuestro bebé."

A los siete meses, el médico hizo un sonograma especial y extensivo para medir el fémur del bebé. Los
bebés con síndrome de Down tienen miembros más largos que los normales, pero el médico no podía
ver nada inusual en los huesos del bebé. Y tampoco podía ver la cara del bebé. La espera, y la intriga,
siguió dos meses más.

Tessie tenía una cesárea programada. Mientras la preparaban para la cirugía, se dio cuenta que en
cuestión de instantes sus vidas cambiarían para siempre. Ese tipo de temor se siente como una pelota de

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hielo fría y dura en el estómago. Pero Steve y Tessie estaban confiando en Dios, sin importar lo que
sucediera, creyendo en su amor por ellos y por su bebé, creyendo que Él aún estaba en control.

El médico realizó el parto de Luke Clay Sawyer y se los entregó. "Parece perfectamente normal," dijo
cautelosamente. Pero a veces el síndrome de Down lleva un tiempo antes de manifestarse, y durante las
siguientes 24 horas se le hicieron varios análisis a Luke. Y me alegro de decir que hoy es
absolutamente y positivamente el niño más sano, robusto y listo que alguien haya visto jamás.

Toda la sabiduría convencional del mundo estaba diciéndoles a Steve y Tessie: "Su bebé
probablemente no sea normal. Deberían considerar seriamente un aborto." ¡Pero están contentos por no
haberlo hecho! Necesitamos saber que los resultados de los análisis pueden ser incorrectos a veces.
Nadie sabe por qué el análisis de alfa-fetoproteína volvió con valores tan funestos con un bebé tan
sano. ¿Cuántos otros bebés sanos están siendo abortados después que los padres reciben resultados de
análisis engañosos o simplemente erróneos?

Niños discapacitados
Los Sawyer tuvieron un final muy feliz para su historia, pero a veces los análisis dicen la verdad y los
bebés realmente están enfermos o discapacitados. Sin duda, criar a un niño discapacitado es doloroso y
duro. ¿Alguna vez está bien abortar a un niño cuya vida será menos que perfecta?

Tenemos que preguntarnos: ¿merece morir el niño sólo por su discapacidad o su enfermedad? La vida
es dura, tanto para la persona discapacitada como para sus padres. Pero es significativo que ninguna
organización de padres de niños retardados mentalmente haya respaldado alguna vez el aborto.

Hay personas que creen honestamente que es mejor abortar a un niño discapacitado antes que dejarlo
experimentar la vida difícil que le espera. El Dr. Everett Koop, ex Cirujano General de Estados Unidos,
ha realizado miles de cirugías pediátricas a niños discapacitados. Él comenta que la discapacidad y la
infelicidad no van de la mano necesariamente. Algunos de los niños más infelices que ha conocido
tenían plenas facultades mentales y físicas, y algunos de los chicos más felices han sobrellevado cargas
muy difíciles. [4] La vida es mucho más dura para las personas discapacitadas, pero puedo decirles
personalmente que tiene su lado precioso también. Yo he vivido la mayor parte de mi vida con una
discapacidad física, pero esto no me ha impedido experimentar un tremendo gozo por vivir la vida con
el máximo de las capacidades que sí tengo. Puedo regocijarme honestamente en mi cuerpo roto porque
es ese mismo carácter roto y débil que hace que sea más fácil que otros vean el poder y la gloria de mi
Señor en mí, porque su poder se perfecciona en la debilidad.

A menudo, los padres abortan a niños con defectos porque no quieren enfrentar el sufrimiento y el
dolor que seguramente acompañan el cuidado de un individuo discapacitado. Al abortar al niño, creen
que están abortando el problema. Pero, como dijimos antes, no hay forma de evitar las consecuencias
del aborto: la necesidad de hacer el duelo, la culpa, la ira, la depresión.

¿Y qué pasa si el bebé va a morir de todas formas? Los bebés anencefálicos, los bebés que nacen sin
cerebro, no tienen ninguna esperanza de vivir por mucho tiempo. Creo que tenemos que ver el cuadro
más grande, un cuadro que incluye a Dios y sus propósitos para nuestras vidas. Cuando ocurre una
tragedia como ésta, podemos saber que sólo está ocurriendo porque Él tiene una razón detrás de ella.
La voluntad de Dios para nosotros no es que vivamos vidas fáciles, sino que seamos transformados en
la imagen de Jesús. Él quiere que seamos santos, no cómodos. El dolor de las circunstancias difíciles a

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menudo es la forma que Él escoge para hacer que crezca la piedad en nosotros y en las vidas de quienes
son tocados por la tragedia de la discapacidad de un niño. Cuando es una cuestión de vida y muerte-
como ocurre con el aborto-nuestro lugar no está en evitar el dolor.

Mi esposo y yo sabemos lo que significa enterrar a un bebé que sólo vivió nueve días. Vimos cómo
Dios usó la situación para atraer a las personas hacia Él y para enseñar y fortalecer a muchas personas
más allá de nuestra familia inmediata. A pesar del tremendo dolor de ese momento, ahora que he visto
cómo Dios lo usó para glorificarse, lo pasaría nuevamente.

No todos los abortos son realizados por conveniencia. Algunos se realizan en casos muy duros, como
niños discapacitados o como resultado de una violación o un incesto. Pero, nuevamente, necesitamos
retroceder y ver las cosas desde una perspectiva eterna. Dios es quien da la vida, y sólo Él tiene el
derecho de quitarla. Toda persona, nacida o aún no nacida, es un alma preciosa hecha por Dios a su
imagen. Cada vida es un encargo de Dios que tenemos que celebrar y proteger.

Notas

1. Paedogus 2:10, 96, 1

2. Ann Speckhard, "The Psycho-Social Aspects of Stress Following Abortion" (Los aspectos psicosociales del estrés
posterior al aborto), tesis doctoral presentada a University of Minnesota.

3. Nancy Michels, Helping Women Recover From Abortion (Cómo ayudar a las mujeres a recuperarse del aborto -
Minneapolis: Bethany, 1988), 76.

4. C. Everett Koop, "The Slide to Auschwitz," in Ronald Reagan, Abortion and the Conscience of the Nation (El aborto y la
conciencia de la nación- Nashville: Thomas Nelson, 1984), 45-46.

Lectura adicional

Alcorn, Randy. Pro-Life Answers to Pro-Choice Arguments, Portland: Multnomah, 1992.

Garton, Jean. Who Broke the Baby? Minneapolis: Bethany, 1988.

Michels, Nancy. Helping Women Recover From Abortion. Minneapolis: Bethany, 1988.

Schaeffer, Francis and C. Everett Koop, Whatever Happened to the Human Race? Westchester, Ill.: Crossway, 1983.

Young, Curt. The Least of These. Chicago: Moody, 1984.

Copyright © 1992 Probe Ministries. Todos los derechos reservados.

Traducción: Alejandro Field

57
Sesión 6

La Eutanasia
¿Qué significa esta palabra? Dar muerte a alguien quien de por sí ya no hay nada que hacer para
devolverle la sanidad.

Podemos apreciar dos maneras de entender la eutanasia:

1. La que se da sin el consentimiento de la persona enferma.


2. La que se da con el consentimiento de la persona enferma.

La primera consiste en una acción intencional de acabar con la vida, con el pensamiento que es lo
mejor para el enfermo. Que es una manera de evitar su sufrimiento alargado. Esto se presenta en
pacientes que padecen una enfermedad Terminal, o se encuentran en su lecho de dolor
manteniéndose con vida artificial, o bien personas que nacen con una deficiencia física la que les
impediría valerse por si mismos.

Las consignas a favor de la eutanasia se basa en considerar la muerte de un cuerpo desgastado


como una liberación (dejar de sufrir) para el que muere y para nosotros. Si tomamos en cuenta esto,
no estaríamos siguiendo los pasos de Jesús, pues Él asignó un lugar en su reino para todo tipo de
personas, no importa que defectos pudieran tener.14

En la segunda manera, consiste en la aprobación del paciente por poner fin a su sufrimiento, la
cual también resulta en una acción intencional. Quizá de esta manera se justifique a los familiares, a
los médicos para no considerarse criminales de tal acción.

La Biblia dice por medio de la vida de Job: “Jehová dio, Jehová quitó, sea el nombre de Él Bendito”

Job muestra claramente que la vida solamente está en manos de Dios y quien ha determinado el
tiempo de vida de cada ser humano, mientras no haya llegado ese momento, nada justifica quitar la
vida de otro a pesar de estar experimentando el sufrimiento de nuestro familiar. Por nada debemos
sentarnos en la silla del juez para determinar ejercer o no la eutanasia.

Dios nos llama a sobrellevar las cargas que para el hombre son incomprensibles sin recurrir a
acabar con la vida de alguien.

14
Douma J. Los Diez Mandamientos, pps. 247-333.

58
Tomemos un tiempo para discutir sobre la diferencia entre:

Dar fin a la vida humana y dar fin a un tratamiento médico

¿El mantener a una persona con respiración y alimentación artificial (vida vegetal), es considerado un
tratamiento médico? si tu respuesta es afirmativa entonces, ¿Podemos dar fin a ese tratamiento, aun
cuando sabemos que al hacerlo, el resultado será la muerte del paciente?

59
Evitar el sufrimiento no deseado
Jacinto Bát¡z,
presidente de la Comisión Deontológica
del Colegio de Médicos de Vizcaya.
Diario Médico, 12 de mayo de 2006
Con Dignidad

Los profesionales de la medicina procuramos el alivio del


sufrimiento de los enfermos en fase terminal limitando el esfuerzo
terapéutico para evitar tratamientos que no van a aportarles ningún
beneficio e impedir así el encarnizamiento terapéutico o sedándolos,
cuando no conseguimos aliviar el padecimiento tanto físico como
psíquico al final de sus vidas. A algunos de nosotros nos incomoda leer
titulares como: la muerte del pentapléjico reabre el debate de la eutanasia
¿Por qué? En primer lugar, porque ni lo de Ramón Sampedro ni lo de
Jorge León se trata de eutanasia, sino de suicidio asistido. Si se quiere
También un hablar de eutanasia, hagámoslo, pero no basados en estos ejemplos.
mensaje de
esperanza Hay quienes aprovechan para reabrir el debate sobre la eutanasia.
Permítanme que yo prefiera hacerlo para dar esperanza a los enfermos y
a sus familias que, padeciendo una enfermedad en fase terminal, no
desean sufrir mientras llega la muerte. Pretendo en este artículo dar el
siguiente mensaje: para aliviar el sufrimiento del enfermo no es
necesario eliminarle. Creo que es un buen momento para hablar de la
sedación en los enfermos en fase terminal. Y lo es porque han pasado ya
varios meses desde el caso Leqanés, y porque cuando se plantea el
debate de la eutanasia, como ahora, se está transmitiendo a los
ciudadanos que la única manera de aliviar el sufrimiento es provocando
la muerte.

La sedación en la agonía se ha de considerar hoy como el


tratamiento adecuado para aquellos enfermos que, en los pocos días u
horas que preceden a su muerte, son presa de sufrimientos intolerables
que no han respondido a las intervenciones paliativas con las que se ha
intentado aliviarlos. Quienes padecen una enfermedad terminal presentan
a veces en sus momentos finales algún síntoma que les provoca un daño
insoportable que puede ser difícil o, en ocasiones, imposible de
controlar. Esto obliga al médico a disminuir la conciencia del enfermo
para garantizar una muerte serena.

Una faceta Ya sé que hay ideas confusas acerca de la sedación en la agonía. La

60
necesidad de disminuir la conciencia de un enfermo en las horas
anteriores a su muerte ha sido y es objeto de controversia en sus aspectos
clínicos, éticos, legales y religiosos. Además, quienes no conocen las
indicaciones y la técnica de la sedación o carecen de experiencia en
medicina paliativa pueden confundirla con una forma lenta de eutanasia.
Respetar la vida y la dignidad de los enfermos implica, cuando ya su
curación no es posible, los deberes cualificados de atender a sus
instrucciones previstas, verbales o escritas, de no causarles nunca daño y
de mitigar su dolor y sus otros síntomas con la prudencia y energía
necesarias. En la situación de enfermedad terminal, la auténtica
profesionalidad médica impone también la obligación de acompañar y
consolar, que no son tareas delegables o de menor importancia, sino
más y de gran actos médicos de mucha categoría, elementos necesarios de la calidad
importancia profesional. No tiene cabida hoy la incompetencia terapéutica ante el
en medicina sufrimiento terminal, ya tome la forma de tratamientos inadecuados, por
insuficientes o excesivos, ya la del abandono.

Tiempo atrás, cuando no existía una cultura sanitaria de cuidado y


acompañamiento al moribundo, la sedación en la agonía podría haber
sido ignorada u objeto de abuso. Hoy, la correcta asistencia a estos
enfermos implica que se recurra a ella sólo cuando es rigurosamente
necesaria. La sedación representa, pues, el recurso último que se aplica
ante la inoperancia demostrada por los otros medios terapéuticos frente a
los síntomas biológicos, emocionales o existenciales del enfermo. La
sedación, en sí misma, no es buena ni mala; lo que puede hacerla
éticamente aceptable o reprobable es el fin que busca y las circunstancias
en que se aplica.

Pensando La sedación implica, para el enfermo, una decisión de profunda


sólo en el significación antropológica: la de renunciar a experimentar
enfermo conscientemente la propia muerte. Tiene también para la familia del
paciente importantes efectos intelectuales y afectivos. Tal decisión no
puede tomarse a la ligera por el equipo médico sino que hade ser el
resultado de una deliberación sopesada y compartida acerca de la
ineludible necesidad de disminuir el nivel de conciencia del paciente
como estrategia terapéutica.

El enfermo adecuadamente sedado no sufre. En contraste con lo que


puede suceder a allegados o cuidadores, no tiene prisa alguna para que su
vida termine pronto. Es, por ello, necesario evitar, en la intención, en la
palabra y en la acción, el más remoto indicio de que la sedación en la
agonía se instaura para aliviar la pena de los familiares o la carga laboral

61
de las personas que le atienden.

Creo que es lícito tratar con energía el sufrimiento de un enfermo en


fase terminal, incluso cuando ese tratamiento pudiera provocar el
entorpecimiento o menor lucidez, o condujera a una hipotética
anticipación no querida ni buscada de la muerte, sino simplemente
tolerada como efecto indeseado del tratamiento.

No he pretendido confrontar posiciones sobre la eutanasia ni


convencer a quien la defiende, sino manifestar que los sanitarios estamos
en disposición de evitar el sufrimiento no deseado. Tal vez las voces que
se alzan para solicitar la despenalización de la eutanasia debieran hacerlo
con la rnisma intensidad para solicitar la formación académica y reglada
de una medicina paliativa que pueda universalizar su cobertura y así
podamos decir que morir bien no es un privilegio de algunos, sino un
derecho que tenemos todos los ciudadanos.

62
Código de Ética Médica Profesional

El médico mantendrá siempre el más alto nivel de conducta profesional. El médico no permitirá que el ejercicio
libre e independiente de su juicio profesional en favor de sus pacientes quede influido por motivos de ganancia.
En todo tipo de práctica médica, el médico procurará prestar su servicio profesional con competencia, con plena
independencia técnica y moral, y con compasión y respeto por la dignidad del hombre. El médico debe tratar
con honradez a sus pacientes y colegas y se obliga a denunciar a los médicos débiles de carácter o deficientes en
competencia y a los que incurran en fraude o engaño. Se consideran faltas de ética las siguientes prácticas:

a) La publicidad hecha por el médico, a menos que esté permitida por las leyes del país y por el Código de Ética
de la asociación médica nacional.

b) Dar o recibir una comisión u otra ventaja por haber enviado un enfermo a un colega, o por dirigir al paciente
a determinada farmacia o establecimiento. El médico deberá respetar los derechos de los pacientes, de los
colegas y de los otros profesionales de la salud, y protegerá las confidencias de sus enfermos. El médico, cuando
administre cuidados profesionales que puedan debilitar la condición física o mental de su paciente, sólo lo hará
para beneficio del enfermo. El médico obrará con suma cautela al divulgar, a través de canales no profesionales,
sus descubrimientos, nuevas técnicas o remedios. El médico certificará sólo lo que haya comprobado
personalmente.

63
1. CONCEPTO DE DIGNIDAD HUMANA

La preocupación por la dignidad de la persona humana es hoy universal: las declaraciones de los Derechos
Humanos la reconocen, y tratan de protegerla e implantar el respeto que merece a lo largo y ancho del mundo.
Los errores que pueda haber en la formulación de esos derechos no invalidan la aspiración fundamental que
contienen: el reconocimiento de una verdad palmaria, la de que todo ser humano es digno por sí mismo, y debe
ser reconocido como tal. El ordenamiento jurídico y la organización económica, política y social deben
garantizar ese reconocimiento.

Cuanto más fijamos la mirada en la singular dignidad de la persona, más descubrimos el carácter irrepetible,
incomunicable y subsistente de ese ser personal, un ser con nombre propio, dueño de una intimidad que sólo él
conoce, capaz de crear, soñar y vivir una vida propia, un ser dotado del bien precioso de la libertad, de
inteligencia, de capacidad de amar, de reír, de perdonar, de soñar y de crear una infinidad sorprendente de
ciencias, artes, técnicas, símbolos y narraciones.

Por eso, dignidad, en general y en el caso del hombre, es una palabra que significa valor intrínseco, no
dependiente de factores externos. Algo es digno cuando es valioso de por sí, y no sólo ni principalmente por su
utilidad para esto o para lo otro. Esa utilidad es algo que se le añade a lo que ya es. Lo digno, porque tiene valor,
debe ser siempre respetado y bien tratado. En el caso del hombre su dignidad reside en el hecho de que es, no
un qué, sino un quién, un ser único, insustituible, dotado de intimidad, de inteligencia, voluntad, libertad,
capacidad de amar y de abrirse a los demás.

La persona es un absoluto, en el sentido de algo único, irreductible a cualquier otra cosa. Mi yo no es


intercambiable con nadie. Este carácter único de cada persona alude a esa profundidad creadora que es el núcleo
de cada intimidad: es un "pequeño" absoluto. La palabra yo apunta a ese núcleo de carácter irrepetible: yo soy
yo, y nadie más es la persona que yo soy. Nadie puede usurpar mi personalidad.

2. EL FUNDAMENTO ÚLIMO DE LA DIGNIDAD HUMNNA

La persona tiene un cierto carácter absoluto respecto de sus iguales e inferiores. Pues bien, para que este carácter
absoluto no se convierta en una mera opinión subjetiva, es preciso afirmar que el hecho de que dos personas se
reconozcan mutuamente como absolutas y respetables en sí mismas sólo puede suceder si hay una instancia
superior que las reconozca a ambas como tales: un Absoluto del cual dependemos ambos de algún modo.

No hay ningún motivo suficientemente serio para respetar a los demás si no se reconoce que, respetando a los
demás, respeto a Aquel que me hace a mí respetable frente a ellos. Si sólo estamos dos iguales, frente a frente, y
nada más, quizá puedo decidir no respetar al otro, si me siento más fuerte que él. Es ésta una tentación
demasiado frecuente para el hombre como para no tenerla en cuenta. Si, en cambio, reconozco en el otro la obra
de Aquel que me hace a mí respetable, entonces ya no tengo derecho a maltratarle y a negarle mi
reconocimiento, porque maltrataría al que me ha hecho también a mí: me estaría portando injustamente con
alguien con quien estoy en profunda deuda. En resumen: la persona es un absoluto relativo, pero el absoluto
relativo sólo lo es en tanto depende de un Absoluto radical, que está por encima y respecto del cual todos

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dependemos. Por aquí podemos plantear una justificación ética y antropológica de una de las tendencias
humanas más importantes: el reconocimiento de Dios, la religión.

Si la dignidad de cada ser humano nace del ser peculiarísimo e irrepetible que somos cada uno, el fundamento
de la dignidad de la persona está dentro de ella misma, y no fuera. Por eso tiene valor intrínseco. Esto nos
plantea una pregunta inquietante: ¿cuál es el origen de la persona? ¿de dónde "sale"? Lo más evidente es esto:
toda persona humana es hija de otra. Ser hijo no es un accidente, sino algo que pertenece a la condición misma
del ser personal. Ser hijo significa ser engendrado, proceder de otro ser personal. Y todo ser humano es hijo de
otro. Pero si nos remontamos hacia arriba en la cadena de las generaciones, surge la pregunta por el origen, no
sólo de cada ser personal en particular, sino de todos en general.

ASIGNACIÓN PARA LECCIONES 5 Y 6

I. Elabora un ensayo donde argumentes la prohibición del aborto.


II. Elabora un ensayo donde plasmes estar a favor de la Eutanasia.

(Ambos ensayos estarán elaborados bajo los requerimientos dados con anterioridad,
enfatizando que cada uno debe constar de no más de 5 páginas)

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BIBLIOGRAFÍA:

 Carlos Ernesto Ucán, Introducción a la ética, MINTS, FL. 2006.

 David Jones, Biblical Christian Ethics, Grand Rapids, MI: Baker, 1994.

 Douma Jr. Los Diez Mandamientos, Phillipsburg, NJ: P&R, 1985.

 Diego Pérez, Introducción a la ética, 4ª. Edición, 1969.

 Paul Lehmann, La ética en el contexto cristiano, Montevideo, Uruguay.

 D. Bonhoeffer, Ética, edit, Estela.

 Gerald Nyheuis, Ética Cristiana, FLET, Logoi.

 Francisco Lacueva, ética cristiana, CLIE, Barcelona, España, 1975.

 Austin Fagothey, ética: teoría y aplicación, Interamericana, México, 1983.

 Confesión de Fe de Westminster, capítulo 16, 19, 24.

 Catecismo Menor de Westminster, preguntas 39 – 87

 Catecismo Mayor de Westminster perguntas 91 – 153

 Lebeurrier Blocher, Aborto ¿solución o problema?, ediciones evangélicas europeas.

66

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