ALERGIA EN EL NIÑO Y EL ADOLESCENTE Estudios de prevalencia
muestran que el 57 % de los menores de 15 años sufren enfermedades
alérgicas, lo cual constituye serio problema epidemiológico de salud, por su alta prevalencia, afectación de la calidad de vida del paciente y su familia, elevado costo para la familia y el Estado, y complejidad operacional de su manejo. Los procesos alérgicos que con mayor frecuencia afectan la población infantil son: el asma, la rinoconjuntivitis, la dermatitis atópica, la dermatitis por contacto y el síndrome urticaria edema. Asma El asma es una enfermedad frecuente en Cuba y al igual que en otros países puede considerarse un problema de salud. En el año 2005 la prevalencia fue de 88,3 por 1 000 habitantes de todas las edades. En este libro el asma se trata en la parte correspondiente a enfermedades respiratorias, pero desde el punto de vista de la alergología pediátrica se deben enfatizar algunos conceptos. Se acepta por muchos que el asma en el niño es subdiagnosticada y subtratada, y por eso se insiste en queel diagnóstico debe ser precoz y sospecharse ya desde el embarazo, cuando la futura madre tiene antecedentes de asma, rinitis alérgica, urticaria o migraña. En todo caso corresponde identificar o tratar el síndrome alérgico en el niño menor de 5 años que consta de los siguientes componentes: • Nasal: rinitis, rinofaringitis, otitis media, catarros frecuentes. • Laríngeo: tos perruna, seudo croup nocturno. • Traqueal: tos seca nocturna pertinaz. En el manejo del paciente es esencial la estrategia preventiva, en la que tiene un papel principal el alergólogo pediatra que orienta y controla. En el tratamiento en su conjunto participan, además, el pediatra, el especialista de Medicina General Integral, enfermeras, psicólogos, psicopedagogos y fisiatras. La estrategia se basa en los siguientes principios: • Educación de la familia y del paciente. • Control de los factores ambientales de riesgo, incluyendo alimentos. • Medicación controlada según criterio médico. • Inmunoterapia mucosal metaespecífica y adyuvantes indicados y controlados por el alergólogo pediatra. • Rehabilitación física y psicológica, según criterio especializado.