Está en la página 1de 15

Clase: Métodos Y Técnicas De Investigación

Sandra Yadira Gonzales Maradiaga

TEMA: EL DESEMPLEO

MARCO TEÓRICO

El término desempleo, tal como se la define hoy en día no ha existido desde

siempre, esta tiene Su historia y origen desde cada idioma en donde habitualmente

se tenía un significado con una connotación despreciativa o irónica, Es decir que al

usar el término desempleo este era asignado a algo inútil que no tenía uso o a las

personas que se encontraban en ocio específicamente.

En la actualidad el desempleo se lo define como “un fenómeno social que no solo

concierne a la persona que carece de un trabajo que le proporcione una fuente

formal y permanente de ingresos, sino que incide directamente sobre distintos

ámbitos de la vida privada, familiar y social.

partiendo de este concepto el desempleo es entendido como un factor negativo

para la sociedad que no solo impide un ingreso económico que permita

desenvolverse socialmente, sino que también orienta hacia la escasez de recursos

que son óptimos para la vida diaria, evitando así una mejora en la calidad de vida

de la población.
En el marco de la situación de la crisis sanitaria y económica por la Covid-19, el

mercado laboral de Honduras ha registrado transformaciones que han evocado en

un incremento del desempleo, pobreza y exclusión social. El panorama laboral se

ha vuelto incierto, ya que, no se están creando ni generando las condiciones

suficientes y necesarias para que exista un equilibrio entre la oferta y la demanda

laboral que asegure un mejor bienestar de vida para los trabajadores a nivel

nacional.

El desempleo es un problema social que no solo sucede en nuestro país, sino

también alrededor del mundo y especialmente en países subdesarrollados en

donde las economías suelen ser pequeñas, dependientes, con un alto subempleo

y con importantes desigualdades económicas y sociales, lo cual genera

inestabilidad en los ingresos económicos del país dando paso al desempleo y

pobreza como tal. El desempleo en países latinoamericanos constituye un

problema estructural que afecta de manera permanente tanto en el ámbito

económico como social.

la situación laboral que se vivió en 2020 a raíz de la afectación de la crisis sanitaria

por el Covid-19, desencadenó diversas consecuencias en el entorno económico y

social, impactando negativamente en las condiciones de empleo, empleabilidad y

acceso al trabajo a nivel nacional.

En los últimos años en Honduras, la promoción de las políticas públicas orientadas

al mercado laboral ha denotado una debilidad estructural que ha condicionado

y deteriorado la calidad del empleo y las condiciones laborales de miles de

trabajadores en el país, ya que estos han tenido que pasar de una estructura de
mercado a otra, en donde predominan principalmente empleos precarios con bajos

salarios y reducida productividad.

En el año 2020, esta situación se acrecentó debido al cierre de la actividad

económica que ocasionó la disminución de puestos de trabajo por la insuficiencia

de la economía para mantener a flote muchas micro y pequeñas empresas, las que

se vieron limitadas por los obstáculos de acceso a financiamiento y a la exposición

a un clima de negocios desfavorable que flageló sus posibilidades de supervivencia

y generación de empleo.

El diagnóstico realizado en el país se reconoce en primer lugar, que el 76.3% de la

población en edades aptas para trabajar se encuentran dentro de la fuerza laboral,

sin embargo, se observa una disminución del 2.8% con relación a 2019. La tasa de

ocupación fue del 89.1%, mientras que la desocupación afectó a uno de cada diez

trabajadores en el país (10.9%). No obstante, la mayor problemática del mercado

laboral sigue siendo el subempleo, dado que menoscabó las condiciones laborales

del 70.6% de los ocupados. Además, se refleja un predominio del empleo

independiente no formal en las categorías de cuentapropistas, trabajadores

familiares no remunerados y aprendices del 51.6% de los ocupados.

En cambio, sólo el 46.7% fueron empleados asalariados, de los que el 82.3% eran

privados, un 12.6% públicos y un 5.1% domésticos.

El análisis por sector económico muestra una disminución del empleo en las ramas

de actividad del sector primario de aproximadamente un 28.8%, seguido por el

sector terciario con una caída del 3.2%, en cambio, el sector secundario se
incrementó en un 10.3%. La mayor parte del empleo se concentró en ocupaciones

elementales (28.8%), mientras que, solo el 15.9% laboraron como directores y

gerentes, profesionales científicos e intelectuales, técnicos y profesionales de nivel

medio y personal de apoyo administrativo.

El problema de la desocupación se tornó preocupante, dado que presentó un

incremento histórico no antes visto en el mercado laboral, situación que agravó las

deterioradas condiciones de la población hondureña en términos de empleabilidad

e ingresos. En este sentido, las mujeres fueron las más afectadas, dado que

presentaron una tasa de desocupación del 13.7% superior en 5.0pp a la de los

hombres. Las ciudades de Distrito Central y San Pedro Sula tuvieron las mayores

proporciones de mujeres desocupadas, con tasas del 14.7% y del 16.5%,

respectivamente. Adicionalmente, se observó un incremento de los desalentados al

pasar de 124,977 personas en 2019 a 708,608 en 2020. Las cifras muestran un

fenómeno de desocupación que no se ve explícitamente en el mercado laboral

y que denota la capacidad de destrucción del empleo.

Por otra parte, la pandemia reveló una situación mayor de precariedad y deficiencia

de las relaciones laborales, ya que el 70.6% de los ocupados se encontraban en

subempleo. La tasa de subempleo invisible fue del 43.4% afectando en su mayoría

a los hombres y la visible del 27.3% afectando más a las mujeres.

Entre los sectores económicos con mayores tasas de subempleo se encuentran: el

secundario con el 76.0%, el terciario con 71.2% y el primario con 68.0%.

Asimismo, el subempleo se ensañó más en los jóvenes, dado que afectó al 72.7%

de estos. Por último, las estimaciones para 2021 reflejan que la situación del empleo

no ha mejorado en el país, ya que se estima que, el desempleo se sitúo en


aproximadamente un 10.8% de la fuerza laboral, de los que, el 57.3% de las

personas desocupadas tienen más de seis meses buscando empleo. Por otro lado,

el 77.6% de los ocupados trabajan a tiempo completo, pero sólo el 58.4% tienen un

empleo permanente. En el caso de los trabajadores con una jornada laboral a

tiempo parcial, predominan aquellos con contrato permanente (35.5%) y le siguen

de cerca los que poseen un contrato temporal (31.3%).

El desempleo sigue siendo un desafío apremiante en Honduras. Es esencial

comprender los factores que contribuyen a este problema para abordarlo de

manera efectiva y luchar por la estabilidad económica. Es importante profundizar

en las razones clave detrás del desempleo y exploremos las estadísticas que

reflejan la magnitud del problema.

Las oportunidades laborales limitadas son un obstáculo importante para muchos

hondureños. Nuestra economía depende en gran medida de la agricultura, que

tradicionalmente ha sido una importante fuente de empleo. Sin embargo,

enfrentamos desafíos como avances tecnológicos limitados, baja productividad y

vulnerabilidad al cambio climático, todo lo cual ha obstaculizado el crecimiento del

sector agrícola y, en consecuencia, ha reducido las perspectivas laborales.

La desigualdad económica también juega un papel crucial en la crisis del

desempleo. Debemos reconocer la marcada brecha de riqueza presente en nuestra

sociedad, donde una pequeña porción de la población posee una parte

desproporcionada de los recursos. Esta desigualdad restringe el acceso a la


educación, la atención médica y las oportunidades de empleo para una parte

importante de nuestra población, lo que perpetúa un ciclo de desempleo y pobreza.

Nuestro sistema educativo se enfrenta a insuficiencias que dificultan nuestra lucha

contra el desempleo. El acceso limitado a una educación de calidad,

particularmente en las zonas rurales, se traduce en una falta de trabajadores

calificados. Este desajuste entre las demandas del mercado laboral y la mano de

obra disponible deja a muchos jóvenes graduados mal preparados para satisfacer

las necesidades de las industrias que requieren habilidades y conocimientos

especializados.

Además, las altas tasas de criminalidad y las preocupaciones por la seguridad

afectan aún más nuestras tasas de desempleo. La violencia y las actividades

relacionadas con pandillas disuaden la inversión y obstaculizan el crecimiento de

las empresas, lo que en última instancia conduce a una creación limitada de

empleo. Esta falta de oportunidades económicas impulsa a muchas personas

talentosas a buscar mejores perspectivas fuera de nuestras fronteras, lo que

contribuye al fenómeno de la fuga de cerebros.

Las estadísticas dicen mucho sobre la situación del desempleo en nuestro país. Al

año 2022, según cifras del Banco Mundial, la tasa de desempleo se ubica en

aproximadamente 7.1%, con un alto nivel de subempleo que alcanza el 2.4 millones

de hondureños. También debemos abordar el tema de la desigualdad de ingresos,

con un coeficiente de 0.47 al 2021, lo que indica un alto nivel de disparidad.


Además, alrededor del 59% de nuestros conciudadanos viven por debajo del

umbral de la pobreza, lo que intensifica los desafíos del desempleo.

Para abordar este tema complejo, debemos adoptar un enfoque integral y

colaborativo. Diversificar nuestra economía más allá de la agricultura, implementar

reformas para reducir la desigualdad económica, mejorar nuestro sistema educativo

para cerrar la brecha de habilidades y abordar los problemas de delincuencia y

seguridad son pasos vitales para fomentar el crecimiento del empleo y mejorar el

bienestar de nuestra gente.

Esto requiere los esfuerzos conjuntos del gobierno, el sector privado y las

organizaciones internacionales. Al priorizar iniciativas que promuevan la creación

de empleo, inviertan en capital humano y fomenten un entorno comercial favorable,

podemos allanar el camino para un futuro mejor. Disminuir las tasas de desempleo

y lograr la estabilidad económica nos beneficiará a todos, creando una sociedad

más próspera e inclusiva para el pueblo hondureño.

HISTORIA DEL DESEMPLEO

La historia del desempleo es larga y compleja, marcada por cambios económicos,

sociales y políticos a lo largo del tiempo entre ellos tenemos:

Antigüedad: A lo largo de la historia humana, el desempleo ha sido una

preocupación, aunque en formas muy diferentes a las que conocemos hoy en día.

En las sociedades agrícolas antiguas, el desempleo podía ocurrir durante las


estaciones de baja actividad agrícola, pero generalmente había una red de

seguridad en forma de redes familiares y comunitarias.

Revolución industrial: El surgimiento de la industrialización en el siglo XVIII trajo

consigo una nueva dinámica en el desempleo. A medida que la producción se

trasladaba de la agricultura al sector industrial, muchas personas migraron del

campo a las ciudades en busca de trabajo en fábricas. Sin embargo, la demanda

de trabajo era irregular y el desempleo estructural se convirtió en un problema

importante en las zonas urbanas.

Gran Depresión: La década de 1930 presenció una de las crisis económicas más

graves de la historia, conocida como la Gran Depresión. El desempleo alcanzó

niveles alarmantes en todo el mundo, con tasas superiores al 20% en algunos

países. Esto llevó a un mayor reconocimiento del desempleo como un problema

social y económico que requería intervención gubernamental.

Desarrollo del Estado de Bienestar: Después de la Segunda Guerra Mundial,

muchos países adoptaron políticas de bienestar social para abordar el desempleo

y otros problemas sociales. Los programas de seguro de desempleo, seguridad

social y formación profesional se convirtieron en características comunes en

muchas economías desarrolladas.

Décadas posteriores a la Segunda Guerra Mundial: Durante las décadas de

1950 y 1960, muchas economías experimentaron un crecimiento económico

sostenido y tasas de desempleo relativamente bajas. Sin embargo, en las décadas


siguientes, la globalización, la automatización y otros cambios estructurales en la

economía comenzaron a aumentar la inseguridad laboral y el desempleo estructural

en muchas industrias.

Desempleo contemporáneo: En las últimas décadas, el desempleo ha sido un

problema persistente en muchas partes del mundo, con fluctuaciones relacionadas

con ciclos económicos, crisis financieras y cambios tecnológicos. Además, la

pandemia de COVID-19 ha tenido un impacto significativo en el mercado laboral

global, con millones de personas perdiendo sus empleos o enfrentando reducciones

en sus horas de trabajo.

CONDICIONES QUE ORIGINAN EL DESEMPLEO

El desempleo puede originarse debido a una variedad de condiciones económicas,

sociales y políticas entre ellas encontramos:

Ciclos económicos: Los ciclos económicos, como las recesiones y las

depresiones, pueden generar desempleo debido a la reducción de la actividad

económica. Durante los períodos de contracción, las empresas tienden a reducir la

producción y despedir trabajadores para ajustarse a la disminución de la demanda,

lo que aumenta las tasas de desempleo.

Cambios tecnológicos: La introducción de nuevas tecnologías puede desplazar a

los trabajadores al hacer que ciertas habilidades o trabajos sean obsoletos. La

automatización, la robótica y la digitalización, por ejemplo, pueden reemplazar la


mano de obra humana en muchas industrias, lo que resulta en la pérdida de

empleos y el desempleo tecnológico.

Globalización: La integración de las economías a nivel mundial puede tener

efectos significativos en el mercado laboral. La competencia de trabajadores en

otros países con costos laborales más bajos, la deslocalización de empleos hacia

lugares con regulaciones más laxas y la importación de bienes manufacturados

pueden contribuir al desempleo en determinadas industrias y regiones.

Políticas económicas y fiscales: Las políticas gubernamentales, como la

regulación laboral, los impuestos a la contratación y el gasto público, pueden influir

en las tasas de desempleo. Políticas inadecuadas o ineficientes pueden crear

barreras para la creación de empleo, mientras que políticas como la austeridad

fiscal pueden reducir la demanda agregada y aumentar el desempleo.

Desigualdad y discriminación: La desigualdad económica y la discriminación en

el mercado laboral pueden dificultar que ciertos grupos de la población accedan a

oportunidades de empleo. La falta de acceso a la educación, la discriminación por

género, raza, etnia o discapacidad, y la exclusión social pueden contribuir al

desempleo entre estos grupos.

Inestabilidad política y conflictos: La inestabilidad política, los conflictos armados

y la falta de seguridad pueden socavar el crecimiento económico y crear

condiciones adversas para la creación de empleo. Los conflictos civiles, la

corrupción, la falta de instituciones sólidas y el deterioro del estado de derecho


pueden afectar negativamente el mercado laboral y aumentar las tasas de

desempleo.

Desempleo: Se define como la situación en la que las personas que están en edad

de trabajar y que buscan empleo no logran encontrarlo.

Tasa de desempleo: Es un indicador que mide el porcentaje de la fuerza laboral

activa que no tiene empleo.

Tipos de desempleo: Se distinguen varios tipos de desempleo, como el desempleo

friccional (cuando las personas están en transición entre empleos), estructural

(cuando hay desajustes entre la oferta y la demanda de habilidades laborales),

cíclico (cuando está relacionado con los ciclos económicos) y estacional (cuando

varía según la época del año).

Revisión de literatura:

Se ha documentado que Honduras tiene una alta tasa de desempleo en

comparación con otros países de la región centroamericana.

Estudios indican que la falta de inversión y desarrollo económico, así como la

inestabilidad política, contribuyen al problema del desempleo en Honduras.

La literatura también destaca la importancia de la educación y la capacitación

laboral para reducir el desempleo estructural y mejorar la empleabilidad de la fuerza

laboral.

Teorías del desempleo:


La teoría del desempleo estructural sugiere que las deficiencias en el sistema

educativo y la falta de diversificación económica pueden contribuir al desempleo

estructural en Honduras.

La teoría del ciclo económico: sugiere que la inestabilidad macroeconómica y los

ciclos económicos pueden tener un impacto significativo en las tasas de desempleo

en el país.

Factores determinantes del desempleo:

1. La falta de inversión en sectores clave de la economía, como la agricultura

y la industria, puede limitar las oportunidades de empleo en Honduras.

2. La migración laboral hacia otros países, especialmente hacia Estados

Unidos, puede afectar la disponibilidad de mano de obra en Honduras.

3. Las políticas gubernamentales, como las relacionadas con el salario mínimo

y la regulación laboral, también pueden influir en las tasas de desempleo en

el país.

Contexto histórico y comparativo:

Honduras ha experimentado períodos de inestabilidad política y crisis económicas

que han contribuido al problema del desempleo a lo largo de su historia.

En comparación con otros países de la región, Honduras tiene una de las tasas de

desempleo más altas, lo que sugiere la necesidad de abordar este problema de

manera efectiva.

Marco conceptual:

El desempleo en Honduras es un problema multifacético que está influenciado por

factores económicos, políticos y sociales.


Se necesita un enfoque integral que aborde tanto las causas estructurales del

desempleo como las medidas para mejorar la educación y la capacitación laboral

de la población.

El desempleo es un fenómeno complejo que afecta a las economías de todo el

mundo, con implicaciones sociales, económicas y políticas significativas. Este

marco teórico proporciona una visión general de las teorías, conceptos y factores

clave relacionados con el desempleo.

DEFINICIÓN Y TIPOS DE DESEMPLEO:

El desempleo se refiere a la situación en la que las personas en edad de trabajar

están sin empleo y buscan activamente trabajo. Se distinguen varios tipos de

desempleo:

Desempleo Friccional: Ocurre cuando las personas están entre trabajos o recién

ingresan al mercado laboral.

Desempleo Estructural: Se produce debido a desajustes entre las habilidades de

los trabajadores y las demandas del mercado laboral, así como a cambios

tecnológicos y estructurales en la economía.

Desempleo Cíclico: Relacionado con las fluctuaciones del ciclo económico,

aumentando durante recesiones y disminuyendo en períodos de expansión

económica.
Desempleo Estacional: Ocurre debido a variaciones estacionales en la demanda

de trabajo, como en sectores como la agricultura o el turismo.

TEORÍAS DEL DESEMPLEO:

Teoría Clásica: Los economistas clásicos como Adam Smith y David Ricardo

argumentaron que el desempleo era temporal y autoajustable en una economía de

libre mercado.

Teoría Keynesiana: Keynes propuso que el desempleo podía persistir debido a la

insuficiencia de la demanda agregada en la economía. Abogaba por la intervención

gubernamental para estimular la demanda y reducir el desempleo.

Teoría de la Segmentación del Mercado Laboral: Esta teoría sugiere que el

mercado laboral se divide en diferentes segmentos, como trabajadores temporales

y permanentes, con diferentes niveles de flexibilidad y seguridad laboral.

Teoría de la Búsqueda de Empleo: Esta teoría se enfoca en el proceso mediante

el cual los trabajadores encuentran empleo, considerando factores como la

información disponible, los costos de búsqueda y las características del mercado

laboral.

FACTORES DETERMINANTES DEL DESEMPLEO:

Factores Económicos: Incluyen el crecimiento económico, la inversión

empresarial, la productividad laboral y las políticas macroeconómicas.


Factores Demográficos: La población en edad de trabajar, la tasa de natalidad, la

migración y la participación de la fuerza laboral afectan la oferta de trabajo.

Factores Institucionales: Las regulaciones laborales, el sistema educativo, los

programas de protección social y las políticas de empleo tienen un impacto en la

oferta y la demanda de trabajo.

EFECTOS DEL DESEMPLEO:

Efectos Económicos: Incluyen la pérdida de ingresos, la disminución del consumo

y la inversión, así como el aumento de los costos sociales asociados con el

desempleo.

Efectos Sociales: El desempleo puede provocar tensiones sociales, aumentar la

pobreza, la delincuencia y tener efectos negativos en la salud mental y el bienestar

de las personas.

Efectos Políticos: El desempleo puede tener consecuencias políticas, como la

inestabilidad social, la pérdida de confianza en las instituciones y el surgimiento de

movimientos políticos populistas.

CONCLUSIÓN

el desempleo es un problema multifacético que requiere un enfoque integral y

políticas coordinadas para abordar sus causas subyacentes y mitigar sus efectos

negativos en las personas y en la sociedad en su conjunto.

También podría gustarte