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Análisis Del Caso Del Oso Chucho

Natalia Cardozo Montaño


Samara Bermudez Salazar
Isabella Rodríguez Hernandez
Valeria Rojas Garcia

Trabajo Final

Doc. Maria Karolina Urbano

Universidad Cooperativa De Colombia


Facultad De Derecho
Curso: Hermenéutica y Logica Juridica
Semestre 2°

Santiago De Cali
2023
Responder El Siguiente Cuestionario

1. Describir en qué consiste el caso del oso Chucho


2. Explicar el argumento que justifica el fallo de la Corte Suprema de Justicia.
3. Explicar el argumento que justifica el fallo de la Corte Constitucional.
4. Elaborar un argumento propio defendiendo una de las dos posturas en cuestión.

Descripción del caso


“Chucho” un oso de anteojos oriundo de la reserva natural la planada en el
departamento de Nariño, que ha sacudido al país y puesto sus reflectores en él, por ser el
último de los osos de su especie en medio de una disputa jurídica sobre lo que va a pasar con
su paradero, y cual es el lugar más adecuado para su posicionamiento.
A pesar de que chucho nació y siempre vivió en semi-cautiverio durante 18 años en
"una área de media cuadra, encerrada por una malla alambre de púas y cerca eléctrica" como
la describió la Corporación Autónoma Regional de Caldas, fue hasta la muerte de su
compañera Clama, (la hembra de esta misma especie) quien gozaba de su compañía con la
esperanza de que se lograse salvar el legado de los de su clase, que en aras de alcanzarse no
se pudo, ya que a la final se halló que esta era su pariente. Dada la situación condenó al oso
de anteojos a estar completamente solo durante el resto de su vida después de que su
compañera finiquitara. Para ese entonces habían pasado alrededor de 9 años de ausencia y
soledad en donde el osezno entró en una absoluta depresión, abandono y miseria, hasta el
punto de comenzar a escaparse por la ciudad de Manizales.

Según medios locales, “chucho” empezó a evidenciarse en un alto deterioro físico,


producto de una mala alimentación y poca relación con otros animales de su especie.

Dado esto, las autoridades ambientales se posicionaron en alerta, abogando que un


mejor lugar para el oso, era el zoológico de Barranquilla, declarando su traslado. En tal caso
que el resto de la comunidad y específicamente al abogado Luis Domingo Gomez Maldonado
no se noto del todo satisfecho, puesto que estaba dispuesto a defender su postura, justificado
que el oso y los animales en sí, pueden ser considerados sujetos de Derecho y de protección y
que el confinamiento, para un oso considerando su tamaño, forma y necesidades, y
costumbres confinarlo en un zoológico no era lo más viable para su salud física y mental.

Es ahí donde se dice que si el fallecimiento de Clama (su compañera) lo había vuelto
“Pasivo, depresivo y sedentario” su traslado a Barranquilla ese 14 de Junio agravó su
condición, es ahí donde la sociedad caldense se conmociona y específicamente el abogado
para mejorar su estado anímico, interpuso un Habeas Corpus a nombre de Chucho el cual fue
negado en primera instancia por la sala civil del Tribunal Superior de Manizales.

El argumento ejercido por el órgano jurisdiccional fue que tanto la tutela como el
habeas corpus eran mecanismos inherentes de los seres humanos, por lo tanto no podían ser
usados para proteger un animal.
Por consiguiente la respuesta de Maldonado fue “que no existía un mecanismo
legítimo e idóneo en Colombia para proteger los derechos de los seres sintientes” y exclamó
que países como Argentina ya habían sentado precedentes con el fallo a favor de un
chimpancé que tuvo que ser trasladado a "la reserva de grandes monos en Brasil".

En últimas, el caso siguió en curso hasta llegar a las manos del magistrado Luis
Armando Toloso Villabona. Quién Después de estudiar la propuesta, este concluyó que no
habían llegado los estudios científicos que justificaran el traslado del oso a la Corte Suprema
de Justicia, ni se había remitido la hoja de ruta para su liberación en la fauna silvestre nativa
decomisada, lo cual no permitía establecer a ciencia exacta la estrategia de conservación de
Chucho. Toda vez que el cambio de altitud y de temperaturas podrían vulnerar su desarrollo,
puesto que se dice que su hábitat natural o territorio competente es la cordillera de los Andes,
o lugares donde se encontrasen paramos a alturas de 250 hasta los 4.750 metros.

Por ello, el magistrado revocó la decisión de primera instancia y ordenó su traslado


desde el zoológico de Barranquilla a una zona más adecuada con "con plenas y dignas
condiciones de semicautiverio". Presuntamente en la reserva La Planada del Departamento de
Nariño, dónde podría reencontrarse con otros osos y quizá con algún familiar lejano, de los
que dejó cuando se fue a Manizales.

En la ponencia, el magistrado hizo un recorrido sobre el avance que han tenido los
derechos de los animales y asimismo el habeas data, con el fin de justificar y argumentar su
postura de porque los animales debieran ser considerados como sujetos de derecho y
protección.

Hizo alusión a la reforma 2016, en la que los animales eran considerados como bienes
muebles por el Código Civil Patrio, pero a partir de la ley 1774 de 2016, su estatuto cambió
cuando se establecieron sus derechos mínimos de protección en el artículo 3.

De los cuales tales Derechos se tiene:

1. No sufrir injustificadamente malestar físico ni dolor.


2. No sufrir de hambre ni sed.
3. Que puedan manifestar su comportamiento natural.
4. Que no les sean provocadas enfermedades por negligencia o descuido
5. Se sancionará con penas los actos de crueldad hacia los animales.
6. Que no sean sometidos a condiciones de miedo ni estrés.

Por otra parte, para Luis Domingo, Colombia debería avanzar en este campo, ya que
no existen Derechos que protejan y respalden a los seres vivientes, es ahí donde se plantean
ejemplos como Chile, Argentina y por supuesto Ecuador que en su constitución protege al
derecho de la naturaleza.

En el caso de Cucho, cuya especie es conocida como Tremarctos ornatus (oso de


anteojos) considerándose en vía de extinción, Maldonado estima que se deberán considerar
condiciones particulares para garantizar la sobrevivencia de un mamífero importante para la
naturaleza en su condición de "dispersor de semillas y transformador del bosque".

Argumento Que Justifica El Fallo De La Corte Suprema De Justicia.


Se debe dar a conocer que, en un primer lugar, el fallo de la Corte Suprema de la
Justica, tienes unos antecedentes bases donde ilustran de manera explícita el contexto por el
cual nace esa impugnación de parte de estos, siendo así los antecedentes a grandes rasgos los
siguientes:

● El oso “Chucho” tras vivir 18 años en la reserva de Río Blanco de la ciudad de


Manizales es trasladado al zoológico de Barranquilla, alegando que este cambio trae
el cautiverio de este animal cosa que se busca modificar.
● Por otro lado, se alega también que el sistema jurídico no tiene esos supuestos que
logren que el oso “Chucho” sea protegido como ser sintiente y sea respetada la idea
de que este animal ha vivido gran parte de su vida en una reserva natural, lo cual
cambiaría su razón al ser trasladado a el zoológico de Barranquilla.
● Se trae a colación un caso parecido en Argentina como muestra de lo visto en este
caso.
● Finalmente, se toma partida de que el oso “Chucho” tenga un traslado a otra reserva
en el departamento de Nariño.

Pues bien, la decisión en primera instancia por parte del tribunal falló a favor de la
Corte Constitucional, que dio a conocer que el mecanismo o acción del habeas corpus no era
una medida para acudir a la hora de hablar de los derechos de los animales y la protección de
estos y que el oso “Chucho” iría a el zoológico de Barranquilla.

Una vez dejado claro este pequeño contexto, podemos entrar a analizar la
impugnación que hace la Corte Suprema de Justicia sobre el tema del oso chucho.

En el punto número 2.3 de esta impugnación la Corte Suprema de Justicia dio a


conocer que, aunque el habeas corpus y la acción de tutela no sean mecanismos o
herramientas jurídicos para proteger los derechos de los animales hay otras herramientas o
mecanismos como la acción popular de sede administrativa, los cuales se pueden tomar a la
hora de hablar de la protección de los animales. A lo cual, la Corte Constitucional dijo que, al
no existir un “mandato constitucional de protección al bienestar animal, no se desencadena
la existencia de un derecho fundamental en cabeza de estos”, y resaltan que se pueden
salvaguardar a los animales por medio de mecanismos que hagan que la administración actúe
ante un hecho de maltrato animal u otro caso.

Por otro lado, se puede observar que en una gruesa parte de esta impugnación de la
Corte Suprema se llama a la jurisprudencia, como fuente que sustenta la noción de que los
animales son seres sujetos de derecho y seres sintientes, hablando desde perspectivas
sociológicas, normativas, antropológicas, etc., que dan evidencia de lo que estos quieren
defender en su argumento, aparte de traer a colación autores influyentes y expertos en el tema
como en el derecho en sí.
Del apartado 2.4 al 2.4.5.1 la Corte Suprema de Justicia sostiene y expone a como se
tomara la existencia de los animales (hablando no solo del oso “Chucho”), desde preguntas
que desarrollan en si por ejemplo, si los animales se pueden catalogar como cosas o se puede
ver por igual, que la Corte Suprema plasma en esa impugnación que los animales son seres
sujetos de derechos pero estos no van a recibir deberes u obligaciones y que al ser
catalogados sujetos de derecho pues se deben ver esos derechos (valga la redundancia) de los
cuales son titulares.

En el apartado 2.4.5.2 se vera evidenciado toda aquella normativa que busca precisar
lo expuestos anteriormente, es decir, que la Corte Suprema de Justicia dará a conocer todos lo
que norma expresa sobre el tema del si los animales serán llamados sujetos de derechos o si
estos no serán reconocidos por la normatividad como tal. También se dará a conocer en este
punto las características por las cuales se dará el llamado a la protección de un animal y que
derecho este tiene y cuáles de estos son vulnerados.

Algo de resaltar en este punto, es que no solo se abarcara en la impugnación o fallo, el


tema del sujeto principal del que se habla que es el animal sino que también se tomará partida
del entorno en que habita el animal y que si se habla de la protección de un animal, también
se habla de la protección del medio ambiente en que convive este ser, pues ambos se
relacionan entre sí, siendo uno necesario del otro para su desarrollo. Por otro lado, la Corte
Suprema toma partida sobre el tema de la libertad de los animales que bien o mal se muestra
ahí como uno de los derechos primarios del cual gozan estos seres vivientes.

Es entonces una vez dicho esto, la Corte Suprema aclara en el apartado 2.4.5.4 que el
oso “Chucho” es un ser viviente y sujeto de derechos, por consiguiente, es titular del derecho
a la libertad y la acción del habeas corpus puede ser evocada para proteger esa garantía
supralegal que tanto como las personas tienen como los animales (seres sintientes) también
gozan de tal prerrogativa.

Lo que se concluye entonces, que el oso “Chucho” debe de ser trasladado finalmente
del zoológico de Barranquilla hacia una reserva que se adecue, habiendo razón de la acción
de habeas corpus para la defensa de la Corte Suprema de Justicia que mostró que este oso al
ser una especie en extinción es necesario para el ecosistema en que habita y se desarrolla.
Argumento Que Justifica El Fallo De La Corte Constitucional

La decisión de la Corte Constitucional en el caso del oso Chucho representa un hito


crucial que ha provocado un extenso análisis sobre la relación jurídica entre los animales y
los derechos que pueden ser atribuidos a ellos. En un contexto legal en el que la
consideración de los derechos de los animales está en constante evolución, la Corte abordó la
cuestión fundamental de si los animales, personificados en este caso por Chucho, poseen la
condición de sujetos de derecho. La determinación establecida por la Corte implica que,
según la legislación actual, los animales no gozan de derechos legales comparables a los de
los seres humanos, siendo más bien considerados objetos de protección constitucional. Este
cambio de perspectiva tiene profundas implicaciones, ya que la responsabilidad de garantizar
el bienestar y la protección de los animales recae directamente en el Estado, marcando una
distinción esencial en la consideración legal de los animales en relación con los derechos
humanos.

La revocación del habeas corpus previamente otorgado al oso Chucho es otro aspecto
crucial de la decisión de la Corte. Se argumentó por parte de la Corte que el habeas corpus,
diseñado para abordar detenciones ilegales e injustas de personas, no es aplicable a los
animales. Se subraya que el magistrado que inicialmente concedió el habeas corpus incurrió
en defectos jurídicos al hacerlo, estableciendo así la invalidez de la medida en el contexto de
los derechos de los animales. Además, la Corte afirmó categóricamente que no existe un
derecho a la libertad para animales, ya sean silvestres o domésticos. La fundamentación de
esta posición se basa en la premisa de que el hábeas corpus, como garantía fundamental de la
libertad humana, no puede extrapolarse para resolver la situación de un animal, como en el
caso de Chucho. Este pronunciamiento de la Corte sienta un precedente claro sobre la
inaplicabilidad de ciertos conceptos legales tradicionales en el ámbito de los derechos de los
animales.

En cuanto a la elección del zoológico como entorno adecuado para Chucho, la Corte
respaldó la idea de que este lugar específico es el más idóneo dadas las condiciones
particulares del oso. Se argumentó que el zoológico proporciona un ambiente más seguro y
controlado para Chucho, quien ha experimentado la mayor parte de su vida en cautiverio. La
Corte destacó que liberarlo sin el cuidado humano adecuado conllevaría riesgos significativos
para su bienestar. Esta parte de la decisión refuerza la idea de que, en ciertos casos, la
cautividad controlada puede ser beneficiosa para la seguridad y el bienestar de animales en
situación similar.

Gloria Ortiz, presidenta de la Corte Constitucional, aportó claves adicionales que


arrojan luz sobre la fundamentación de la decisión. Explicó que la resolución se basó en una
evaluación detallada de las condiciones específicas de Chucho. La presidenta destacó que el
oso nació en cautiverio donde se encuentra en una edad avanzada y carece de la capacidad
para procurar su propio alimento o defenderse en libertad. La conclusión de la Corte fue que
dejarlo en libertad podría exponerlo a mayores riesgos en comparación con mantenerlo bajo
el cuidado humano en el zoológico. Esta evaluación detallada de las circunstancias
individuales del oso refleja un enfoque centrado en el bienestar del animal, reconociendo sus
limitaciones y necesidades específicas.

En resumen, la decisión de la Corte Constitucional sobre el caso del oso Chucho se


basa en una consideración meticulosa de la situación única de este individuo en particular. La
afirmación de que los animales no son sujetos de derecho y la invalidez del habeas corpus en
su contexto establecen precedentes importantes en la intersección entre el derecho y el
bienestar de los animales. Se argumenta que el bienestar y la seguridad de Chucho encuentran
una mayor garantía en un entorno controlado como el zoológico, dado su impedimento para
sobrevivir de manera autónoma en la naturaleza. Este caso no solo aborda la situación
específica de un oso, sino que también plantea preguntas más amplias sobre cómo la sociedad
y la ley deben abordar los derechos y el cuidado de los animales en el futuro. La decisión de
la Corte genera reflexiones profundas sobre el equilibrio necesario entre la protección legal y
la consideración de las necesidades específicas de cada individuo animal, sentando así las
bases para un enfoque más compasivo y ético hacia los derechos de los animales en el ámbito
legal y social.
Argumento Propio

Defiende la postura de la Corte Suprema de Justicia

Premisas:

Conclusión:

Hoy en día se habla de posturas que sostienen que “Los animales son seres
sintientes”, según lo que entabla la ley 1774 de 2016. Asimismo declaró unos
estándares básicos de protección para ellos, de los que principalmente se encuentran
“que no sean sometidos a condiciones de miedo ni estrés, como tampoco sean
restringidos de manifestar su comportamiento natural”.

Además la declaración universal de los Derechos de los animales planteó que


todo animal perteneciente a una especie salvaje tiene derecho a vivir libre en su
propio ambiente natural, terrestre, aéreo, acuático y a reproducirse. De igual forma no
se considera ético o moral confinar un animal en situaciones precarias que de alguna
manera u otra van a perjudicar su salud física y mental, después de que al menos en el
caso del oso chucho este haya vivido 18 años custodiado, protegido y sobre todo de
alguna manera libre en la reserva natural de Manizales.

Se puede llegar a considerar a los animales sujetos de derecho si se viera desde


una perspectiva ecocéntrica en el sentido de buscar un criterio, una moralidad
universal, o un avance en el campo de lo jurídico. Reconocer al ser sintiente como
parte de la naturaleza y la preservación de esta, adhiere a destruir esos criterios
individualistas que ubican al ser humano como el centro y único sujeto que puede
gozar, y destruir su entorno. Aun así el gran paso que se dio en la invalidación de los
animales como objetos muebles e inmuebles, y su última caracterización permite
hallar una vertiente y una posibilidad en la que este ser sintiente pueda ubicarse en
una posición en la que se le permita disfrutar de unos derechos básicos en base de las
funciones igualitarias que realizan en comparación al ser humano, como lo es nacer,
parir, respirar, morir y en últimas contribuir a resguardar la zona selvática del país.

Por lo tanto, hablando en el caso del oso chucho, aprovechando la posición en


la que se encuentra, el hábeas corpus puede llegar a ser un mecanismo competente
para resguardar ese derecho a la libertad, y la tutela como herramienta para velar por
la dignidad del animal, si se le viera como sujeto de derecho; considerando a este ser
sintiente como merecedor de protección, cuidado y preservación, es por eso que de
acuerdo con la Corte Suprema, el lugar adecuado para que chucho resida nuevamente
es la reserva natural de Manizales en donde se encontraba antes, puesto que es
acogedora pero está equipada para ofrecerle la calidad de vida de el osezno de
anteojos merece.

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