Universidad de Guadalajara

CENTRO UNIVERSITARIO DE CIENCIAS ECONÓMICO ADMINISTRATIVAS

Expresión Oral y Escrita

Resumen de Lectura 7ª
Tema: El texto Narrativo y Literario

Alumna/o: Romina Isabel Ramírez Villalobos

Aula: C103

Maestro: Raúl Heredia Cerda

Fecha: 08/03/2024
El texto narrativo comprende relatos de eventos que afectan a personajes en un entorno específico,
generalmente ficticio, aunque basado en la realidad. Este tipo de texto se compone de una sucesión de
hechos, siendo el cuento y la novela dos de sus manifestaciones más conocidas. Los cuentos son breves,
con pocos personajes y argumentos simples, mientras que las novelas son extensas, con tramas complejas
y una variedad de personajes.

Además, existen otros tipos como el relato corto, los textos dramáticos, los ensayos literarios y los textos
periodísticos. En cuanto a su estructura, todo texto narrativo cuenta con una introducción, donde se
presenta la situación y los personajes; un nudo, donde se desarrolla el conflicto central; y un desenlace,
donde se resuelve el conflicto. Para redactar un texto narrativo, se recomienda elegir un conflicto adecuado,
seleccionar el narrador apropiado, desarrollar los personajes con detalle y ambientar la historia de manera
vívida.

Los textos literarios representan una forma de expresión que trasciende la mera transmisión de información,
destacando por su enfoque en la estética y la experiencia emocional del lector. En contraste con los textos
informativos, donde la función principal es comunicar hechos de manera clara y objetiva, los textos literarios
buscan involucrar al lector en un proceso de interpretación más subjetivo y profundo. Los escritores de
textos literarios emplean una amplia gama de recursos lingüísticos y estilísticos para crear mundos
imaginarios, evocar emociones y transmitir significados más allá de la superficie del texto.

Uno de los aspectos distintivos de los textos literarios es su capacidad para dejar espacio a la interpretación
del lector. A diferencia de los textos informativos, que tienden a ser más directos y explícitos en su mensaje,
los textos literarios suelen ser más ambiguos y abiertos a múltiples interpretaciones. Esto permite que cada
lector construya su propia comprensión de la obra, basada en sus propias experiencias, conocimientos y
sensibilidades.

Los recursos literarios empleados en los textos incluyen la narración, la descripción y el diálogo, entre otros.
Estos recursos se combinan de manera única en cada obra para crear un efecto estilístico y emocional
específico. Por ejemplo, la narración puede utilizarse para desarrollar la trama y los personajes, mientras
que la descripción se emplea para evocar imágenes vívidas y crear atmósferas sensoriales. El diálogo, por
su parte, permite dar voz a los personajes y explorar temas más profundos a través de sus interacciones.

Además de los recursos lingüísticos, los textos literarios también pueden transgredir las normas
comunicativas convencionales en busca de un efecto estético o emocional particular. Esto puede
manifestarse en la experimentación con la estructura del texto, el uso de lenguaje figurativo o la
incorporación de elementos surrealistas o fantásticos.

En contraposición, los textos no literarios tienen objetivos más específicos y pragmáticos, como informar,
persuadir o instruir. Estos textos, que incluyen desde textos científicos y administrativos hasta textos
periodísticos y publicitarios, se caracterizan por su claridad, precisión y utilidad práctica. A diferencia de los
textos literarios, cuya principal función es estética y emocional, los textos no literarios tienden a enfocarse en
la transmisión eficiente de información y en la consecución de objetivos concretos.
Conclusión. A mí me parece que es crucial entender el texto narrativo y sus tipos para apreciar una amplia
gama de obras literarias, sumergiéndonos en la experiencia de lectura y valorando la creatividad de los
escritores. Este conocimiento nos proporciona habilidades críticas y analíticas al estudiar cómo los autores
transmiten significados más profundos a través de recursos lingüísticos y estilísticos. Además, nos permite
reconocer la diferencia entre textos literarios y no literarios, apreciando la diversidad de formas de expresión
y comunicación. Al explorar la rica tradición literaria, podemos enriquecer nuestras vidas y contribuir al
desarrollo cultural y social. En resumen, conocer todo esto nos hace crecer como individuos más reflexivos y
culturalmente consciente. Todo esto nos invita a reflexionar sobre el impacto que la literatura tiene en
nuestras percepciones, emociones y pensamientos. A través de este conocimiento, podemos enriquecer
nuestra experiencia lectora y contribuir al diálogo cultural y social.