Las Formas Sobrenaturales de La Realeza - Kris Vallotton

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¡El mensaje de este libro es tan potente que podría incitar una revolución de
pensamiento, corazón y acción en el Cuerpo de Cristo! Hemos experimentado una
Reforma en la Iglesia, pero ahora es tiempo de que surja una Invasión Real. El objetivo
de Kris Vallotton es demoler la "mentalidad de esclavo" y empujar a los verdaderos
creyentes hacia la fe, el poder y el impacto auténticos. ¡ Las formas sobrenaturales de
la realeza cambiarán tu vida!
—James W. Goll Cofundador de Encounters Network Autor de The
Vidente, el arte perdido de la intercesión y la revolución profética que se avecina
Kris Vallotton es una de las personas más notables que he conocido.
Esperaba que su libro fuera notable y de hecho lo es. Es imposible detectar las fronteras
de su vida, mensaje y misión. En Kris, los tres comprenden una asombrosa y hermosa
aventura. El lector tiene la seguridad aquí de una experiencia que le cambiará la vida.
¡Disfrutar!
—Jack Taylor
Presidente de Dimensions Ministries Melbourne, Florida The
Supernatural Ways of Royalty está destinado a convertirse en un clásico y es muy
oportuno en un mundo donde hay poco que esperar. Este libro está lleno de esperanza
que lo transporta a uno de la oscuridad de la angustia al destino... es una lectura obligada.
-Dr. Myles Munroe CEO, Bahamas Faith Ministry Autor de Redescovering the
Kingdom Kris Vallotton es un pastor con un don profético inusualmente poderoso.
Él también es un amigo, un amigo de Dios, un amigo de Heidi y mío, y un amigo íntimo

e intensamente valioso para los estudiantes de la escuela del ministerio y los buscadores
hambrientos de Dios en todas partes que han experimentado el gozo de ser tocados por
Dios a través del corazón de Kris.
Los lectores de este libro serán conmovidos en lo más profundo de su ser por
la revelación de Kris del amor de Dios como nunca lo han entendido. Revela el
verdadero evangelio que eleva a los redimidos a la filiación y la realeza, y en el proceso
da vida a los corazones que han estado agobiados por el rechazo y la opresión.
—Rolland y Heidi Baker Ministerios Iris ¡Guau!

¡El enemigo realmente va a odiar este libro! ¡Eso me hace amar aún más Los
caminos sobrenaturales de la realeza! Una vez más, el maestro narrador, Kris Vallotton,
junto con Bill Johnson, tienen un verdadero éxito en
mostrándote bíblicamente que desde el momento en que recibes a Cristo, no

solo has comprado un terreno, sino que Dios simplemente te entregó el título
de propiedad de toda la granja, y ni siquiera se lo pediste. ¡Eres dueño de todo!
Sin que lo sepas, eres el rey, el director general, el jefe, en la herencia de tu
Reino con todos los beneficios que satanás espera que no descubras. Este
libro le enseñará a vivir la vida abundante que Dios ha preordenado para
usted, si tan solo la acepta.
—Steve Shultz La lista de Elías www.elijahlist.com
Dedicación
Dedico este libro a todos los santos del mundo que, como José, están
tratando de encontrar la salida de la prisión y entrar al palacio.
Entonces Samuel explicó al pueblo el comportamiento de la realeza, y
lo escribió en un libro y lo guardó delante del Señor. (1 Samuel 10).
Tabla de contenido
Prólogo
Agradecimientos
Introducción PARTE
I: NUESTRO
LLAMADO REAL
Capítulo 1: La difícil
situación de la miseria
Capítulo 2: Vagabundos del
castillo o príncipes de palacio
Capítulo 3: Dragones y mazmorras
Capítulo 4: Una escalera real Capítulo
5: Lagartos en el palacio Capítulo 6:
Entrenamiento para Reigning Capítulo
7: ¿Adivina quién viene a cenar?
PARTE
II PRESENTACIÓN DE LOS ATRIBUTOS DE LA REALEZA
Capítulo 8: Superhéroes en el santuario Capítulo 9: Todo el
camino hasta la cima Capítulo 10: Honor: el camino de ladrillos
amarillos Capítulo 11: La realeza se muere por estar juntos
Capítulo 12: Defendiendo los decretos de la King Capítulo 13:
Los perros de la perdición se paran a las puertas del destino
PARTE III:
PRESENTACIÓN DE LA AUTORIDAD Y RESPONSABILIDAD DE
REALEZA
Capítulo 14:
Servicio Secreto de Su Majestad
Capítulo 15:
Pasando el bastón
Capítulo 16:
Construyendo alianzas estratégicas con aliados celestiales
Capítulo 17:
Preservando el Planeta
Prueba del príncipe y el mendigo

Prefacio
A LO LARGO de la historia, grandes movimientos de Dios han sacudido

naciones del mundo. Cada derramamiento del Espíritu agregó conocimientos y experiencias
necesarios que han ayudado a restaurar la Iglesia a su propósito eterno. Pero coincidiendo
con la nueva pasión y las conversiones masivas Dios siempre añadía otro factor: otro elemento
de ofensa. Parece ser el camino de Dios. Es Su manera de separar lo casual de lo apasionado,
lo hambriento de lo satisfecho. Para los desesperados, "todo lo amargo es dulce".
Dios está edificando a Su pueblo a Su semejanza a través de los fuegos del avivamiento.
El derramamiento del Espíritu siempre trae una mayor conciencia de nuestra
pecaminosidad. Algunos de los más grandes himnos de confesión y contrición se han
escrito durante tales temporadas. Pero la revelación de nuestro pecado e indignidad
es solo la mitad de la ecuación necesaria. La mayoría de los avivamientos no pasan
de este punto y, por lo tanto, no pueden sostener un mover de Dios hasta que se
convierta en un estilo de vida. Es difícil construir algo sustancial sobre algo negativo.
La otra mitad de la ecuación es cuán santo es Él a nuestro favor.
Cuando esto se realiza, nuestra identidad cambia y nuestra fe abraza el propósito de nuestra
salvación. En algún momento debemos ir más allá de ser simplemente "pecadores salvados
por la gracia". A medida que aprendamos a vivir desde nuestra posición en Cristo, realizaremos
las mayores hazañas de todos los tiempos. Lo que una generación podría lograr a partir de
esta única revelación está mucho más allá de la comprensión.
Los caminos sobrenaturales de la realeza es una respuesta a ese clamor del corazón,
un clamor levantado por la iglesia, por Dios mismo e incluso por la naturaleza (ver Rom.
8). Kris Vallotton nos lleva a un viaje terriblemente emocionante a través de su testimonio y
las nuevas revelaciones de las Escrituras que lo hicieron posible.
Pocos han viajado de esta manera antes. Algunos lo rechazan por miedo a enorgullecerse y,
como resultado, han optado por la inmadurez perpetua. Mucho de lo que deseamos en la vida
se encuentra en la tensión de las realidades en conflicto. Por lo tanto, a los débiles en la fe, la
confianza les parece arrogancia. La fe debe elevarse más allá de la norma reconocida hacia
un estilo de vida que represente con precisión al victorioso Hijo de Dios. Debemos confiar en
la capacidad de Dios para guardarnos más de lo que confiamos en la capacidad del diablo
para engañarnos.
Kris y yo hemos caminado juntos en convenio durante casi 28 años. He visto

esta revelación transformar a un hombre y he visto la gracia sanadora de Dios
derramada sobre una vida quebrantada. Hoy Kris sirve al Cuerpo de Cristo como un
hombre inusualmente dotado, un testimonio vivo de la fuerza de Dios siendo
"perfeccionada en la debilidad".
Este libro es una lectura necesaria para todos los que deseen ir más allá del
statu quo, más allá del estilo de vida cómodo que muchos buscan. Este libro nos
equipa para la eternidad, ahora.
—Bill Johnson Autor de Cuando el cielo invade la tierra
Agradecimientos
Mamá: Gracias por amarme en los momentos difíciles y creer siempre en mí.
Bill Derryberry—Tu vida es una inspiración para mí. Tu amor me ha traído

plenitud.
Nancy—Has ayudado a hacer realidad mis sueños.
Danny, Dann, Charlie, Steve y Paul: me han ayudado a dar forma a mi vida,
mis ideas y mi destino. Gracias.
Vanessa y Allison—Gracias por los cientos de horas que dedicaron a este
trabajo. Este libro nunca hubiera existido sin su talento y apoyo.
Equipo de Betel: ¡guau! ¡Eres fabuloso! Es un privilegio servir con todos

ustedes.
Bill y Beni—Todos necesitan amigos como ustedes que les extiendan gracia
en tiempos difíciles y vean bondad en ellos en los años oscuros. Estoy en deuda
contigo por el resto de mi vida. Ustedes dos han alterado el curso de la historia
de mi familia. Bill, gracias por escribir este primer libro conmigo.
Earl: Aunque te has ido a casa, tu vida vive a través de mí.
Gracias por adoptarme. Siempre estaré agradecido por la herencia.
Kathy—¡Eres la mujer de mis sueños!
Introducción
La pauperidad queda relegada a los hijos de un dios menor. Es el

condición de esclavos que aún no han descubierto su libertad al otro lado del río del
bautismo y se encuentran aún capturados por el príncipe oscuro de la tortura y el
tormento. Él es quien los destina a una vida de pobreza, dolor y depresión a través
de un diabólico juego de ilusión. Espera ocultar su verdadera identidad para siempre.
Este malvado príncipe alimenta a sus cautivos con las raciones venenosas de la
religión, convenciéndolos de que llenarán el hambre de justicia de sus almas. Estos
esclavos, con los ojos vendados por su pecado, piensan que están trabajando por su
propia libertad y trabajan para pavimentar su salida de la prisión con ladrillos
construidos con el lodo cenagoso de la justicia propia. Sin embargo, sin saberlo,
ladrillo a ladrillo, están erigiendo sus propias cámaras de muerte.
Peor aún, dan a luz niños en la misma oscuridad, creando finalmente legados de
esclavitud con mentalidades de desesperanza.
Pero en una colina lejana, un Cordero convertido en León descendió a este
campo de exterminio a través del portal del Gólgota. Atravesando las puertas del
infierno, se encontró con el príncipe oscuro en la madre de todas las batallas. Con
tres púas y una corona de espinas, el Capitán de la Hueste venció al diablo,
desarmando eternamente sus armas destructivas del pecado, la muerte, el infierno
y la tumba. El pecado no pudo tentarlo, la muerte no pudo vencerlo, el infierno no
pudo retenerlo y la tumba no pudo detenerlo. Con testigos que observaban y
guerreros que esperaban, ascendió a través de la superficie de la tierra. El planeta
tembló para liberar a sus cautivos mientras el Cielo tronaba para recibir su tesoro.
No sólo esperaban la redención de las almas rescatadas, sino la coronación de
los hijos que iban a ser revelados. Porque con Su sangre, el Santo del Resplandor
compró a los pecadores podridos y harapientos y nos recreó en Sus santos justos
y reinantes.
No somos solo soldados de la cruz; somos herederos al trono. La naturaleza
divina impregna nuestras almas, transforma nuestras mentes, trasplanta nuestros
corazones y transfigura nuestros espíritus. Fuimos hechos para ser vasos de Su
gloria y vehículos de Su luz.
Quizás estemos mejor ejemplificados como la hermosa hija que ascenderá al
trono a través del matrimonio, porque ella está comprometida con el Príncipe de
Paz. La Cámara Nupcial se está construyendo, la fiesta se está preparando y la Novia

se está preparando. Alternativamente, podemos ser llamados los Hijos de Dios, la
Novia Comprometida, un Sacerdocio Real, la Niña de Su Ojo y una Nueva Creación,
pero sobre todo, una cosa es segura: Hemos cautivado el corazón de nuestro Amado.
¡Ardiendo en deseo, ha montado Su caballo blanco, ha reunido un séquito majestuoso
y se dirige hacia el planeta!
Mientras tanto, allá en la tierra, el pueblo de Dios se levanta y comienza a brillar

en esta oscuridad presente. Su Ejército Real está extendiendo la gloria del Rey por
toda la tierra a medida que recuperamos el dominio de este planeta del derrotado.
Equipados con la luz del Padre, Sus hijos están encontrando tesoros enterrados en
los corazones de los hombres que alguna vez estuvieron cubiertos por las rocas de la
ofensa, las espinas de la traición y las reliquias de la religión. Armados con el poder
del Espíritu Santo y comisionados para representar al Hijo del Rey, estamos sanando
a los enfermos, resucitando a los muertos y desplazando a los demonios. Como
resultado, los pobres se están convirtiendo en príncipes, ¡y el reino de este mundo se
está convirtiendo en el Reino de nuestro Dios!
Parte I: Nuestra Llamada Real

Capítulo 1
La difícil situación de la pobreza La tierra

no puede soportar a un pobre cuando se convierte en rey.
Todo comenzó un brillante día de verano en el primer año del nuevo

milenio cuando Nancy, mi asistente personal, entró en mi oficina luciendo bastante
preocupada. Después de una pequeña charla, decidí arriesgarme a preguntarle qué le
molestaba. Nancy tiene fama de decir la verdad. Su mirada penetró mi alma y dijo: "A
veces dices cosas que hieren los sentimientos de las personas. Eres importante para las
personas que te rodean y pareces completamente inconsciente de cuánto valoran las
personas lo que piensas de ellas.
Estás devastando a la gente con tus palabras". Luego me recordó un comentario que
había hecho antes. Pensé que estaba siendo gracioso, pero aparentemente la había
convertido en mi última víctima. Me disculpé con ella, "No pensé mucho en eso. Después
de todo, pensé, Nancy es muy sensible y he estado acostumbrado a ser
"incomprendido" la mayor parte de mi vida. Seguí con mi día y casi me olvidé de
nuestra conversación.
Esa noche me acosté, me dormí y tuve un sueño. En el sueño, una voz repetía esta
Escritura: "Por tres cosas tiembla la tierra, y por cuatro no puede sostenerse: por el
mendigo cuando llega a ser rey".
(Proverbios 30:21-22a). A las tres de la mañana me desperté, sintiéndome aturdido pero
experimentando una profunda sensación de dolor. Me senté contra mi cabecera y traté de
ordenar mis pensamientos.
Entonces oí al Señor, que también parecía afligido, que me preguntaba: "¿Sabes
¿Por qué la tierra no puede sostenerse bajo un pobre cuando se convierte en rey?
"No", le dije, "pero tengo el presentimiento de que me lo vas a decir".
El Señor continuó: "Un pobre nace en la insignificancia. A medida que crece, aprende
a través de la vida que no tiene valor y que sus opiniones realmente no importan. Por lo
tanto, cuando se convierte en rey, es importante para el mundo que lo rodea". pero todavía
se siente insignificante en el reino que yace dentro de él. Posteriormente, no cuida sus
palabras o la forma en que se comporta. En última instancia, destruye a las mismas
personas a las que está llamado a liderar. Tú, hijo mío, eres un pobre que se ha convertido
en rey".
A través de las primeras horas de la mañana, el Señor comenzó a enseñarme

acerca de mi identidad como príncipe. Me llevó a varias Escrituras y me mostró cuán
importante es que Sus líderes se porten como príncipes y princesas porque somos hijos
e hijas del Rey. El primer ejemplo que me mostró fue Moisés. Me preguntó: "¿Sabes
por qué Moisés tuvo que ser criado en la casa de Faraón?"
"No yo dije.
"Moisés nació para sacar a los israelitas de la esclavitud. Moisés tuvo que criarse
en la casa de Faraón para que aprendiera a ser un príncipe y no tener una mentalidad
de esclavo. Un líder que está en esclavitud interna no puede liberar a los que están en
esclavitud externamente. Los primeros 40 años de la vida de Moisés fueron tan
importantes como los 40 años que pasó en el desierto".
Cuando el Señor dijo esto, me abrió una puerta a la experiencia de Moisés. Empecé
a imaginar cómo debe haber sido para él ser criado como hijo del rey. Él siempre habría
sabido que era importante. Habría estado acostumbrado a que la gente prestara
atención a lo que decía y hacía. Habría estado acostumbrado a ser aceptado y amado.
¡Estoy seguro de que todos se reirían de sus chistes, incluso cuando no fueran divertidos!
Como Moisés sabía que era importante, tenía confianza. Vi que sin esa confianza
probablemente nunca se habría sentido capacitado para hacer algo para ayudar a sus
hermanos hebreos. De hecho, si hubiera sido criado como esclavo, es posible que
nunca se le hubiera ocurrido hacer nada con respecto a la injusticia que percibía. Como
príncipe y hebreo, el contraste entre su situación y la de ellos creó un conflicto en su
alma por el que tenía que hacer algo. Era injusto que él fuera bien tratado y ellos no.
fueron significativos
también.
Desafortunadamente, cuando trató de intervenir por primera vez para ayudarlos, su

mentalidad de esclavos les impidió entender de dónde venía. Pensó que merecían ser
tratados como él, pero pensaron que solo estaba tratando de ser importante cuando en
realidad no lo era: "¿Quién te hizo príncipe?"
Sus mentalidades estaban en completo conflicto.
Cuanto más pensaba en el tipo de persona que debió haber sido Moisés, más veía
qué tipo de personas podemos ser cuando se nos ha enseñado que somos significativos
y que no estamos inseguros acerca de quiénes somos. También vi que yo no era como
Moisés. Como describiré en el próximo capítulo, no me criaron con la idea de que yo
era significativo. Esto hizo que desarrollara toda una serie de comportamientos que
alguien como Moses probablemente nunca hubiera tenido.
desplegado. Incluso después de que fui salvo, muchos de estos comportamientos se

mantuvieron. Vi que la confrontación de Nancy se trataba de algo más que su simple
sensibilidad y mi incomprensión, que era la forma en que quería interpretarlo. Se trataba
de hacer cosas que siempre he hecho, pero que ya no son consistentes con lo que Dios
dice que soy.
Más importante aún, vi que si continuaba haciendo esas cosas, como el Señor
había dicho, finalmente destruiría a las personas que estaba tratando de guiar. Sabía
que esta confrontación era probablemente una de las muchas que surgieron en el
camino para salir de la pobreza y llegar a mi identidad como príncipe. También sabía
que si no comenzaba a recorrer ese camino, no solo me costaría tremendamente a mí,
sino también a los que me rodean.
Este libro comparte las experiencias y revelaciones que el Señor ha usado para
enseñarme cómo dejar atrás la pobreza y pensar, actuar y caminar en la autoridad y el
poder de mi llamado real y sacerdotal. Debido a que esta capacitación comenzó mientras
estaba en una posición de liderazgo en mi iglesia local, el Señor dejó en claro que lo
que estaba aprendiendo no era solo para transformarme, sino para equiparme para
ayudar a promover una cultura de realeza a mi alrededor. Esto ha resultado en que
tenga el privilegio de supervisar una escuela de ministerio donde el objetivo principal es
enseñar a los creyentes cómo caminar como príncipes y princesas. Antes de que
comenzáramos la escuela, el Señor me dijo: "Quiero que enseñes a los estudiantes
cómo comportarse en presencia de la realeza. Ellos están llamados a la realeza, a
influir, a gobernar y reinar. Como precursores, voy a hacer de vosotros un pueblo de
influencia".
El objetivo de este libro es compartir la revelación que el Señor me ha dado y que
ahora doy a mis alumnos ya las iglesias que superviso. ¡Rezo para que, al acompañarme
en este viaje, descubra su propia identidad como príncipe o princesa y comience a
experimentar todos los beneficios de vivir en el palacio del Rey!
Capítulo 2
Castle Tramps o Palace Princes Siempre reproducirás

el ambiente a tu alrededor que cultivas dentro de ti.
— Pérdida de sufrimiento —
En los meses que siguieron a mi encuentro con Nancy, descubrí que las raíces de
la mentalidad de pobreza se remontan a mi concepción. Las circunstancias de mi
nacimiento y mi crianza me hicieron creer mentiras sobre mí mismo que me alejaban
de la realidad de mi identidad en Cristo.
Mi madre era la animadora principal de la escuela secundaria y mi padre era el

jugador estrella de fútbol cuando se enamoraron el uno del otro. Fue una historia de
amor de libro de cuentos hasta que mi madre quedó embarazada de mí fuera del
matrimonio. Era la década de 1950, una época en la que la sociedad atribuía mucha
más vergüenza a la inmoralidad que en la actualidad. Cuando mi abuelo (el padre de
mi mamá) se enteró de que ella estaba embarazada, repudió a mi mamá ya mi papá a
pesar de que se habían escapado y se habían casado antes de que yo naciera.
Un año después, mi padre sorprendió a mi abuelo al llegar a la puerta trasera de
su casa. Antes de que mi abuelo tuviera la oportunidad de despedirlo, mi padre se
arrodilló y suplicó perdón. Mi abuelo lo perdonó esa mañana, pero ninguno de los dos
sabía el desastre que vendría pronto.
Dos años más tarde, justo un año después del nacimiento de mi hermana, mi
padre estaba pescando cuando de repente se levantó una gran tormenta y volcó el
barco. Mi padre rescató a mi tío, lo llevó a la orilla y luego volvió a recuperar el bote.
Nunca regresó. Mi padre se ahogó en esa noche tormentosa de 1958. Esa misma
noche se organizó un equipo de búsqueda y rescate para encontrar a mi padre.
Alrededor de la medianoche, mi abuelo lo sacó del fondo de la presa Anderson. Mi vida
y la vida de mi familia cambiaron para siempre.
La muerte de mi padre creó un profundo sentimiento de pérdida y miedo al
abandono en mi alma. Por supuesto, los niños de tres años no entienden cuál es el
significado de la muerte. Todo lo que sabía era que él se había ido y temía que mi
madre fuera la próxima. Durante muchos años después de eso, me levantaba varias veces al día.
noche y entré en el dormitorio de mi madre, comprobando si todavía estaba allí. Años más
tarde me dijo que a menudo se despertaba y me encontraba de pie junto a su cama mirándola.
— De la tragedia a la basura
— Mi madre se volvió a casar dos veces. Nuestro primer padrastro llegó a nuestras
vidas cuando yo tenía cinco años. Nos dejó claro a mi hermana ya mí que se casó con mi
madre y que solo éramos el equipaje que venía con el premio. Para empeorar las cosas, era
un alcohólico violento. La brutalidad se convirtió en una forma de vida para nosotros. Las
reglas de la casa para sobrevivir eran "Cállate y mantente fuera del camino". Mi padrastro
solía decir: "Los niños deben ser vistos y no escuchados". Su punto era claro: "No eres
importante, a nadie le importas y a nadie le importa lo que pienses".
Incluso cuando no nos metíamos en problemas, nunca sabíamos en qué estado de

ánimo estaría. Una vez, mientras estaba borracho, me sostuvo con una mano, me bajó los
pantalones y comenzó a golpearme con la hebilla del cinturón. .
La sangre comenzó a correr por mis dos piernas. Mi madre, gritando y llorando, finalmente
logró sacarme de él.
Más allá de ser físicamente abusivo, mi padrastro parecía tener una agenda para
librarnos de todos los recuerdos de mi verdadero padre. Era muy celoso del amor de mi
madre y nos atormentaba cuando ella nos mostraba algún afecto. Destruyó todas las
pertenencias de nuestro padre y nos prohibió ver a cualquiera de los parientes de nuestro
padre. Mirando hacia atrás, puedo ver que el diablo lo estaba usando para destruir nuestras
identidades. Mi madre finalmente se divorció de él cuando yo tenía 13 años.
Cuando tenía 15 años, mi madre se volvió a casar. Lamentablemente, las reglas de la

casa seguían siendo las mismas. La violencia continuaba y la supervivencia dependía de
que todos los niños nos volviéramos invisibles y pasáramos desapercibidos.
Desafortunadamente, sé que lo que experimenté al crecer es demasiado común. Las
circunstancias pueden diferir, pero aquellos de nosotros que experimentamos abandono y
abuso en nuestra juventud, incluso si simplemente nació de manera "intempestiva" como yo,
internalizamos el mensaje de que somos vergonzosos, no deseados e insignificantes. El
resultado de estas mentiras es que desarrollamos patrones de conducta diseñados para
protegernos en un mundo hostil.
Debido a que hemos experimentado ataques en los niveles más fundamentales de nuestra
identidad, creemos que tenemos que hacer lo que sea necesario para matar el dolor y
simplemente sobrevivir.
Una de mis tácticas de supervivencia fue desarrollar un sentido del humor sarcástico.
Mi humor giraba en torno a denigrar a las personas y hacerlas sentir estúpidas e insignificantes.
Por supuesto, normalmente no me daba cuenta de que los estaba haciendo sentir mal, pero
inconscientemente, pensaba que destruir la autoestima de otras personas me ayudaba a
sentirme mejor conmigo mismo. Bromeaba con la gente sobre sus defectos, pensando que
solo estaba siendo gracioso, pero cada risa le costaba a alguien una parte de su corazón.
Aunque encontré a Cristo a los 18 años, pasaron muchos años antes de que lidiara con
mi baja autoestima. Como resultado, mi comportamiento continuó y todavía no tenía ni idea
de lo mal que estaba devastando a la gente con mi humor. Debí haberlo entendido, porque fui
la principal víctima de mi propio humor.
A menudo convertía mis faltas en la peor parte de mis propios chistes. Había estado
acostumbrado a sentirme mal conmigo mismo durante mucho tiempo. La cultura del dolor
aprisionó mi alma dentro de mí, pero el Señor estaba decidido a ayudarme a hacer una fuga de la cárcel.
— Aprendiendo a amarte a ti mismo —
Cuando Nancy me confrontó sobre el daño que estaba causando mi humor, me di cuenta
de que no era solo una llamada de atención sobre el hecho de que estaba lastimando a las
personas. La mayor revelación, para mí, fue que la gente valoraba lo que tenía que decir.
Siempre había creído lo que mis padrastros me habían inculcado: a la gente realmente no le
importaba lo que pensaba o decía. Darme cuenta de que tenía valor inició el proceso de
desarraigar las mentiras que creía sobre mí mismo y me ayudó a descubrir quién era en
realidad. Dios me había llamado príncipe y me di cuenta de que el encuentro con Nancy y la
interacción que tuve con el Señor serían solo los primeros de muchos pasos que Dios usaría
para sacarme de mi prisión y llevarme a Su palacio.
Tuve otro encuentro aproximadamente un año después que se convirtió en el siguiente

paso en mi viaje para salir de la pobreza. Comenzó una fría noche de domingo de invierno en
diciembre. Llegué tarde a la iglesia, y cuando abrí la puerta principal del edificio, el viento casi
voló la puerta de sus goznes. La reunión de oración ya estaba en marcha cuando entré en la
habitación. Unas cien personas rezaban apasionadamente, así que traté de entrar en silencio
para no perturbar la reunión. Cuando despejé la puerta, Bill, nuestro líder principal, me saludó.
Tenía la sonrisa más extraña en su rostro. Me entregó algo que estaba doblado por la mitad.
Estaba confundido por su expresión mientras miraba la hoja de papel. Finalmente me di cuenta
de que era un cheque, pero mis ojos incrédulos lucharon por comunicarle la cantidad a mi
cerebro. Como amaneció
conmigo, comencé a gritar: "¡Alguien me acaba de dar tres mil dólares! ¡Hola a todos,
alguien me acaba de dar TRES MIL DÓLARES!"
Bill, riéndose histéricamente, dijo: "¡Será mejor que vuelvas a mirar ese cheque!"
Volví a mirar el cheque y me di cuenta de que, de hecho, ¡estaba escrito por TREINTA
MIL DÓLARES! Casi me desmayo.
Empecé a saltar arriba y abajo gritando: "¡Treinta mil dólares!
¡Alguien me acaba de dar TREINTA MIL DÓLARES!" Estaba tan atónita que
durante varios minutos casi no podía hablar. Miré la firma y me di cuenta de que ni
siquiera conocía a la persona que me había dado el dinero. Este misterio
definitivamente espesó la trama y sumado a la emoción.
Pasaron muchos días antes de que finalmente descubriera la identidad del

hombre benévolo. Era nuevo en nuestra confraternidad y había asistido a una clase
que yo había enseñado a principios de año. Una noche mientras oraba, sintió que el
Señor le decía que me diera una parte de su herencia.
Le escribí una tarjeta expresándole mi gratitud, pero lo más extraño sucedió a
continuación. Lo evité por completo durante varios meses después de que me diera
ese regalo increíble.
Al principio, lo que estaba haciendo no era tan obvio, pero con el paso del tiempo
se hizo más evidente. Lo veía en cierta habitación de la iglesia y me daba la vuelta y
caminaba en la otra dirección.
En una ocasión, corrí al baño de hombres, preguntándome si llegaría a tiempo, y
justo cuando entré al baño noté que él estaba allí. Estaba de espaldas a mí y no me
había visto, así que salí corriendo. Tuve que correr hasta el otro lado del edificio para
encontrar otro baño. Mientras corría alrededor del edificio, se me ocurrió la idea:
"¡Algo anda mal conmigo!" Realmente no tenía idea de por qué me estaba comportando
de manera tan extraña, y esto me preocupaba.
Cuando me metí en la cama esa noche no pude dormir. Hacía frío y estaba
oscuro y el viento aullaba. Parecía que yacía allí para siempre. Seguí mirando el reloj,
esperando que amaneciera, dando vueltas y vueltas y pensando por qué me estaba
comportando de manera tan peculiar. No podía quitarme de la cabeza mi mal
comportamiento. Mi mente volvió a otros momentos a lo largo de los años cuando
tuve los mismos sentimientos hacia otras personas que me habían demostrado mucho
valor. Pensé en cuántas de esas relaciones había saboteado al no permitir que la
gente me amara. Me di cuenta de que me encantaba dar a la gente, pero nunca me
gustó recibir de ellos. Aún así, mi comportamiento no tenía sentido.
Finalmente, en desesperación busqué al Señor en oración, "Señor, ¿sabes

¿Qué está mal conmigo?"
"Sí" , respondió de inmediato.
"¿Qué es?" Pregunté con cautela.
"¿Realmente quieres saber?" Preguntó.
Esta fue una pregunta reveladora. De hecho, estaba bastante nervioso por descubrir
qué me pasaba porque había vivido en la negación durante mucho tiempo. John Maxwell
dijo una vez: "Las personas cambian cuando sufren lo suficiente como para cambiar,
aprenden lo suficiente como para querer cambiar o reciben lo suficiente como para poder
cambiar". ¡Reconocí que me dolía tanto que necesitaba cambiar!
"Sí, lo hago, Señor", respondí.

Jesús dijo: "El problema contigo es que no te amas lo suficiente como para
sentirte digno de treinta mil dólares. Tienes miedo de que si ese tipo generoso llega
a conocerte, se arrepentirá de haberte dado el dinero. Por eso no quieres que se
acerque a ti".
Mi ansiedad se estaba volviendo más profunda. Ya no podía negar que necesitaba
ayuda. Le pregunté: "¿Qué debo hacer?"
"Aprende a amarte tanto como yo te amo. Cuando lo hagas, esperarás que la
gente te ame más a medida que te conozcan mejor". Respondió.
Estaba aturdido. No podía creer cuál era la raíz de mi problema.
Hasta este punto, el amor que me faltaba a mí mismo nunca había sido expuesto de esa
manera. Sabía que otros me amaban (particularmente mi esposa e hijos), y sabía que el
Señor me amaba. No me di cuenta de que no me amaba.
A través de esa experiencia aprendí que cada vez que alguien nos valora más de lo
que nos valoramos a nosotros mismos, tendemos a sabotear nuestra relación con esa
persona. En secreto, no queremos que se acerquen lo suficiente como para descubrir que
no somos tan buenos como creen que somos.
Desde mi observación como pastor, uno de los mejores ejemplos de esto son los
solteros adultos que están buscando pareja y parece que no pueden encontrar a la
"persona adecuada" oa alguien "lo suficientemente bueno". Muchas de estas personas
tienen problemas para crecer más allá de la amistad con el sexo opuesto y cuando la
amistad comienza a romper los límites exteriores de sus corazones, entrando en la corte
interior de sus almas, comienzan a hacer cosas para destruir su relación. Tienen miedo de
que su amante mire en su interior y vea las imperfecciones que están convencidos de ver.
Ya es hora de que aprendamos a amarnos como Dios nos ama y nos veamos con los ojos
de nuestro Padre.
— Nunca Suficiente — Hay

otra mentira que impide que los pobres experimenten la verdad de su identidad en Cristo.
Mencioné anteriormente que cuando estás entrenado para sentirte insignificante, desarrollas
habilidades de supervivencia para tratar de evitar el dolor de esa realidad. Un pobre usa habilidades
de supervivencia porque cree que la vida es un gran mundo de "perro come perro". Esta mentalidad
de pobreza es el atributo principal de un pobre. Ya sea que un pobre haya experimentado la pobreza
en sus finanzas o en el amor y la afirmación, todos los pobres tienen la creencia común de que nunca
habrá suficiente para ellos. Viven con miedo, luchando con la sensación de que el pozo está a punto
de secarse.
Dios nunca tuvo la intención de que viviéramos en la pobreza en ninguna área de nuestras vidas.
La Biblia está llena de promesas de la provisión de Dios para su pueblo. Salomón dijo: "He sido joven
y he envejecido, pero no he visto al justo desamparado ni a su descendencia que mendigue pan" (Prov
37:25). Jesús lo hizo aún más claro cuando dijo:
No os preocupéis por vuestra vida, por lo que comeréis o por lo que beberéis; ni por
vuestro cuerpo, en cuanto a qué vestiréis. ¿No es la vida más que el alimento y el cuerpo más
que el vestido? Mirad las aves del cielo, que no siembran, ni siegan, ni recogen en graneros, y
sin embargo vuestro Padre celestial las alimenta. ¿No vales mucho más que ellos? ¿Y quién
de vosotros, por estar preocupado, puede añadir una sola hora a su vida? ¿Y por qué te
preocupa la ropa? Observa cómo crecen los lirios del campo; no trabajan ni hilan, pero os digo
que ni Salomón con toda su gloria se vistió como uno de ellos. Pero si Dios viste así la hierba
del campo, que hoy es y mañana se echa en el horno, ¿no hará mucho más a vosotros? ¡Hombre
de poca fe! No os preocupéis, pues, diciendo: "¿Qué comeremos?" o "¿Qué beberemos?" o
"¿Qué nos pondremos de ropa?" Porque los gentiles buscan ansiosamente todas estas cosas;
porque vuestro Padre celestial sabe que tenéis necesidad de todas estas cosas. Mas buscad
primero Su reino y Su justicia, y todas estas cosas os serán añadidas.
Así que no te preocupes por el mañana; porque mañana cuidará de sí mismo. Cada día
tiene suficientes problemas propios (Mateo 6:25-34).
— Las aventuras de Eddie — Cuando mi
esposa, Kathy, y yo adoptamos a nuestro hijo Eddie, vi de primera mano cómo la mentalidad de
pobreza puede llevar a las personas a vivir en una realidad que trágicamente les impide ver la
prosperidad que Dios tiene la intención de darles. Eddie creció en la pobreza física, pero sus actitudes
y comportamiento tipifican la supervivencia.
mentalidad que se puede ver en personas que crecen en hogares financieramente estables
pero experimentan carencias en otras áreas de sus vidas.
En 1990, comenzamos a trabajar con el Departamento de Libertad Condicional del
Condado de Trinity en Lewiston, California. El Departamento ordenó a todos los niños que
estaban en libertad condicional en Lewiston que vinieran a nuestro grupo de jóvenes. Dos
veces a la semana jugábamos baloncesto y voleibol y luego, en el medio tiempo, les
predicaba. Eddie era un joven de 14 años que venía todas las semanas.
La mamá y el papá de Eddie eran adictos a las drogas, por lo que Eddie se quedó solo para
criarse a sí mismo. Era un chico alto, de piel aceitunada y cabello castaño. Aunque no estaba
en libertad condicional, le encantaba jugar baloncesto con nosotros. Pasaba el rato en los
proyectos con los niños rudos, pero por lo general era bastante callado.
Poco a poco lo fuimos conociendo.
Aproximadamente un año después de conocer a Eddie, decidimos tratar de adoptarlo.
Investigamos un poco y descubrimos que había dos formas de obtener su custodia.
Podríamos convencer a sus padres divorciados de que nos transfirieran la custodia o
podríamos ir a la corte y luchar por él. Decidimos tratar de convencer a sus padres.
Llevé a Eddie al departamento de su madre como lo había hecho muchas veces antes
(solía quedarse con nosotros los fines de semana), pero esta vez lo acompañé hasta la
puerta. Mi corazón estaba acelerado y noté que no había luces en el interior. Pensé que no
había nadie en casa, pero cuando Eddie abrió la puerta a la fuerza, pude ver una figura
sentada en el suelo, acurrucada cerca de la esquina de la habitación oscura. Era su mamá.
No había muebles, y estaba sucio más allá de toda descripción. La habitación estaba helada.
Más tarde supe que no habían tenido electricidad en meses.
Su madre obviamente estaba experimentando un "choque" después de drogarse.

Estaba temblando, sus ojos formaban profundos círculos negros y su cabello estaba
enmarañado y fibroso. Me miró y me preguntó: "¿Qué haces aquí?".
"Quiero la custodia de tu hijo", le dije nerviosa.

Miró a Eddie, que estaba conteniendo las lágrimas, "¡Está bien, puedes quedártelo!",
dijo, dejando caer la cabeza avergonzada mientras firmaba los papeles de custodia.
Salimos de ahí y manejamos hasta Lewiston para hablar con el papá de Eddie. Estaba
tranquilo en el auto, mientras mi mente estaba inundada con imágenes de lo que acababa
de ver. Mi corazón estaba pesado y roto. Me preguntaba cuántos "Eddies" más hay
estaban en el mundo. Solo podía esperar lo mejor cuando imaginaba cómo sería su
padre.
Unos 30 minutos después llegamos a la casa de su papá. Parecía una típica casa
de drogas. El patio delantero estaba repleto de autos viejos y chatarra.
Cuando nos acercamos a la puerta principal, mi corazón se aceleró y vi que la puerta
ya había sido abierta. Eddie entró delante de mí y yo lo seguí. Cuando entramos en la
casa noté que había varios hombres y mujeres sentados en el suelo. Algunos otros
estaban acostados en sofás. La habitación se llenó de humo. Un hombre bajo y fornido
cubierto de tatuajes nos miraba fijamente.
Dijo con voz enojada: "¿Qué quieres?" Apenas podía encontrar palabras ya que mi
corazón se sentía como si estuviera saliendo de mi pecho.
"Quiero la custodia de tu hijo", solté.
Miró a Eddie, que estaba agachando la cabeza y dijo: "¿Tienes
¿Quieres vivir con él?", preguntó.
"Sí", respondió Eddie.
"¡Bien, dame los papeles y los firmaré!" Garabateó su firma en letras grandes y me
tiró los papeles.
Nos fuimos inmediatamente. Me alegré de irme de allí sin una pelea a puñetazos, y
Eddie estaba emocionado de comenzar su nueva vida.
El año siguiente estuvo lleno de muchas risas y muchas lágrimas mientras Eddie
se adaptaba a su nuevo estilo de vida. Poco a poco, empezamos a reconocer las
características de una mentalidad de pobreza en Eddie. Obviamente se había formado
en su corazón por su infancia agotadora.
Cenamos juntos como familia la mayor parte del tiempo. Mientras comíamos, Eddie
vigilaba la comida que quedaba. Siempre había mucho, pero Eddie parecía preocupado
de que se nos acabara. Cuando los tazones estaban medio llenos, volvía a llenar su
plato y luego escondía la comida alrededor de su plato y en su servilleta. El resto de
nosotros fingíamos que no nos habíamos dado cuenta, pero nos entristecía.
La primera Navidad de Eddie con nosotros fue emocionante. Nos enteramos de

que en realidad nunca había tenido una Navidad porque su madre vendía los regalos
que recibía por drogas. Decidimos ir al extremo y bañar a los niños con regalos.
Gastamos cientos de dólares y distribuimos el dinero equitativamente entre todos ellos.
Había tantos regalos que apenas podíamos ver el árbol.
Finalmente llegó el día de Navidad y nos sentamos juntos a abrir los regalos.
Toda la familia se estaba divirtiendo mucho viendo a Eddie abrir sus regalos. Él era
como un niño pequeño El único problema era que no dejaba que nadie sostuviera sus
regalos una vez abiertos. Más tarde esa noche, después de la cena, Eddie le susurró
algo al oído a Kathy. Kathy tenía medias para cada uno de los niños y las llenó con
pequeños regalos. Jason y Eddie tenían libros de historietas en sus medias. El único
problema era que accidentalmente había puesto cuatro cómics en el de Jason y solo dos
en el de Eddie. Eddie quería saber por qué Jason recibió más de lo que recibió.
Eddie siempre tuvo miedo de no tener suficiente. Un espíritu de pobreza suele llevar
a los pobres a desarrollar una mentalidad de supervivencia. El miedo a la carencia se
basa en mentiras, y hasta que esas mentiras se rompan, las personas no pueden
reconocer la provisión de Dios para sus vidas. Cuando Eddie se convirtió en parte de
nuestra familia, tenía todo lo que necesitaba y deseaba. Su antigua vida se había ido.
Pero hasta que dejó de creer esas mentiras no pudo relajarse y disfrutar de la vida con nosotros.
Afortunadamente, Eddie está libre de su antigua forma de pensar. Ha crecido hasta
convertirse en un joven increíble y se ha graduado de la universidad. (Estamos muy
orgullosos de él.)
Los pobres tienen una mentalidad de pobreza. Siempre sienten que sus recursos
son limitados. Creen que cuando alguien más recibe algo, le quita parte de la provisión
que podría ser suya. Suponen que la bendición de otra persona les cuesta.
La historia del hijo pródigo de Lucas 15 ilustra este punto claramente.

Habiendo dilapidado su herencia, el hijo menor volvió a casa buscando refugio. Su padre
estaba tan emocionado de verlo que le hizo una fiesta. Había estado guardando el ternero
engordado para tal ocasión, y finalmente llegó el momento de celebrar. Todos vinieron a
la fiesta menos el hermano mayor; se quedó en el campo. Cuando su padre no vio al
hermano mayor en la fiesta, fue a buscarlo. Lo encontró afuera solo.
"¿Por qué no vienes a celebrar?" preguntó el padre.

El hermano mayor gritó: "¡Le diste el ternero engordado, pero a mí ni siquiera me
diste una cabra!"
Su padre estaba atónito. Miró a su hijo, mirando fijamente su alma con los ojos de un
padre amoroso y dijo: "Yo le di el ternero cebado, pero tú eres el dueño de la
granja" (resumido de Lucas 15:11-31).
¿Por qué demonios el hermano mayor se quedó esperando que su padre le diera
una cabra cuando era dueño de toda la granja? No reconoció que era un hijo y no un
siervo.
La revelación de nuestra verdadera identidad destruirá el espíritu de pobreza en nuestras vidas.

Hasta que eso suceda, seguiremos pensando que hay límites en lo que podemos tener. Como resultado,
estamos celosos de cualquiera que reciba algo que no tenemos. Esto se filtra en todos los aspectos de
nuestras vidas, incluido el trabajo, los amigos y los puestos dentro de la iglesia.
— Un reino de finanzas —
Desafortunadamente, la mayoría de nosotros en la iglesia todavía pensamos como el hermano
mayor. Hemos perdido de vista el hecho de que no solo trabajamos en la finca.
¡Somos hijos e hijas del Dueño, y nuestro Papá tiene mucho! Creo que esta revelación cambiará por
completo la forma en que pensamos y planificamos nuestro futuro.
La mayoría de nosotros todavía estamos mirando nuestra provisión (lo que dice nuestro extracto
bancario) para ayudarnos a determinar nuestra visión y, por lo tanto, estamos viviendo dentro de
nuestros medios en lugar de Sus bendiciones.
Por ejemplo, si estamos construyendo un nuevo edificio, argumentamos que debemos renunciar a
algún otro proyecto para cubrir el costo. Sin embargo, hemos sido llamados a vivir más allá de la razón
y mucho más allá de los límites de nuestras propias capacidades. Si no podemos hacer nada más que
meros hombres, entonces no le digamos a otros que somos parte de la iglesia de un Dios viviente.
Tenemos que lograr más que el Elk's Club si vamos a llamar a Dios nuestro Padre. Esto requiere que
vivamos por fe en la provisión de Dios. Cuando confiamos diariamente en Dios para nuestro sustento ,
aprovecharemos los recursos del Cielo. (Sé que existe una necesidad real de una verdadera mayordomía
en el Cuerpo de Cristo, pero mucho de lo que se llama mayordomía en la Iglesia es simplemente temor
disfrazado de sabiduría).
Pablo lo dijo mejor: "Mi Dios suplirá todo lo que os falta conforme a sus riquezas en gloria en Cristo
Jesús" (Filipenses 4:19). ¿Lo entendiste? Él dijo: "¡Dios suplirá todas nuestras necesidades conforme a
sus riquezas en gloria!" Él no está supliendo de acuerdo a mi necesidad sino de acuerdo a Sus riquezas.
Muchas veces le he preguntado a la gente a qué se dedican. Algunos de ellos dicen: "Vivo por la
fe". A lo largo de los años he aprendido que esta declaración generalmente significa: "No tengo trabajo.
Dependo de la gente para donar a mi ministerio". La creencia tácita es que las personas que reciben un
cheque de pago no necesitan creerle a Dios por sus ingresos. Esta ideología es problemática. Si
dejamos de vivir por fe cuando comenzamos a recibir un ingreso regular, entonces reducimos nuestra
provisión a nuestra capacidad de actuar en lugar de a la capacidad del Señor para proveer.
La mentalidad de pobreza se puede encontrar en todos los niveles de la sociedad y en todos los
ámbitos de la vida. La cuenta bancaria de una persona no indica si está
experimentando la provisión de Dios o no. Alguien puede tener muchas cosas pero aún
así sentirse inseguro por temor a que algo le pase y lo pierda todo. Cuando los pobres
adquieren dinero o cosas, tienden a obtener su identidad de ellos. La verdad es que un
hombre no se mide por lo que tiene sino por lo que lo tiene. Algunas personas son
dueñas de casas, pero a veces parece que las casas son dueñas de las personas.
Cuando vivimos solo para conseguir cosas o trabajamos tanto que no tenemos
tiempo para las relaciones importantes que tenemos en nuestras vidas, me pregunto si
somos dueños de las cosas o si ellos nos poseen. La forma en que lo veo es que hay
una diferencia entre ser rico y ser rico. Los ricos se niegan a ser reducidos a su balance
y su riqueza nunca los tiene . No se preocupan por el dinero porque saben que siempre
habrá suficiente. La autoestima de la gente rica se adjunta directamente a su "estado
de pérdidas y ganancias". Ejercen mucha energía, ya sea persiguiendo dinero o tratando
de mantenerlo. No quiero decir que no debamos tener buenos hábitos de trabajo. Yo
solo
quiere decir que los príncipes no trabajan por dinero, sino que trabajan para Dios.
Cuando un indigente obtiene mucho dinero, la pregunta que debe responderse es:
"¿Dios ganó una fortuna o perdió a un hombre?" Los indigentes a menudo pierden de
vista sus prioridades cuando reciben dinero, pero los príncipes no obtienen su identidad.
de lo que tienen porque saben que su identidad no depende de su desempeño o de sus
posesiones. Los príncipes son dueños de sus cosas, pero nunca dejan que las cosas
se apropien de ellos. El resultado es que pueden experimentar la vida libre de
preocupaciones que Jesús prometió y son libres a buscar primeramente el reino,
sabiendo que todo lo que necesitan les será dado por añadidura.
La tierra prometida del principado está colmada de las bendiciones del Padre.
Él quiere derramar Su amor sobre nosotros, derramar Sus bendiciones en nosotros y
darnos más de lo que podemos contener. Los Salmos lo expresan mejor: "Cuán
bienaventurado es el varón que teme a Jehová, Y se deleita en sus mandamientos. Su
descendencia será poderosa en la tierra; la generación de los rectos será bendita.
Bienes y riquezas hay en su casa, y su justicia permanece para siempre” (Sal. 112:1-3).
Capítulo 3
Calabozos y Dragones Muchas personas

pasan toda su vida reaccionando a lo que no quieren ser en lugar de responder al llamado de
Dios en sus vidas.
— prisioneros de guerra —
NUESTRO pasado puede convertirse en una prisión que perpetúe la esclavitud de aquellos que
nos criaron. De alguna manera reproducimos sin querer esa misma cultura destructiva en nosotros
mismos y en quienes nos rodean. Hay algunas formas comunes en que esto sucede en nosotros. Una
de las formas en que nos atamos al pasado es reaccionar ante quienes abusaron de nosotros y
pasarnos la vida tratando de no ser como ellos.
He aconsejado a muchas personas a lo largo de los años y he observado un patrón común entre
muchas de ellas: las personas normalmente se vuelven como la persona que más desprecian. Los
alcohólicos, por ejemplo, suelen ser criados por padres alcohólicos. Personalmente, nunca he conocido
a un abusador de niños que no haya sido víctima de abuso sexual. En algún momento de la sesión de
consejería, casi siempre hay una declaración como: "Juré que nunca sería como la persona que abusó
de mí, pero me he vuelto como ellos". Yo mismo conozco bien esta lucha. Para ser como mis padrastros
durante la mayor parte de mis primeros años, comencé a convertirme en un hombre enojado como
ellos.
Cuando tenía poco más de veinte años, dirigí un taller de reparación de automóviles. Mi
temperamento ya estaba creciendo fuera de control. Recuerdo claramente uno de esos momentos. Un
cliente vino a recoger su coche, pero llegábamos tarde y no estaba terminado. Tenía un lugar donde
necesitaba estar, así que estaba un poco molesto. Siguió entrando en la tienda y preguntando si
habíamos terminado. La tercera vez que entró, me enojé tanto que agarré una llave inglesa de dos pies
de largo y se la lancé por toda la tienda. Menos mal que se agachó porque apenas le dio en la cabeza.
En otra ocasión, estuve trabajando en un camión durante varios días. Era un vehículo con
tracción en las cuatro ruedas y tenía que sentarme dentro del compartimiento del motor para hacer el trabajo.
Cuando finalmente volví a poner las cabezas en el motor y lo puse en marcha, el problema que pensé
que había solucionado seguía ahí. ¡Estaba furioso! Cogí un mazo grande y fui tras el camión, con la
intención de destruirlo. Mi
El jefe me vio dirigiéndome hacia el vehículo, gritando con el martillo en la mano, así que se
apresuró y me tiró al suelo. Me sostuvo allí hasta que me calmé.
— Nos convertimos en lo que imaginamos —

Me estaba convirtiendo en la misma persona que despreciaba. Un día estaba leyendo el
Antiguo Testamento y comencé a recibir información sobre mi lucha a través de la historia de
Jacob y su suegro. Jacob era un tramposo por naturaleza. Su nombre en realidad significa
"engañador". Incluso engañó a su propio padre con la primogenitura de su hermano. Unos
capítulos más adelante, Jacob se casó con una familia que le dio algo de su propia medicina.
Trabajó para su suegro, Labán, durante siete años para poder casarse con Raquel, la hija de
Labán.
Cuando se despertó en la mañana de la luna de miel, Leah estaba en su cama. Labán se
había olvidado de decirle que su tradición familiar dictaba que la hija mayor se casara primero.
Logró otros siete años de trabajo de Jacob con este truco porque Jacob todavía quería a
Rachel. ¡Afortunadamente la consiguió a crédito! La recibió una semana después y luego la
pagó en pequeñas cuotas mensuales durante los siguientes siete años.
Después de 14 años de desconfianza y deshonestidad, Jacob estaba listo para irse.

Le dijo a su suegro que le diera lo que era suyo para que pudiera seguir su propio camino.
Labán no era tonto. Sabía que Jacob le estaba haciendo una fortuna. Labán le dijo a Jacob
que nombrara su salario y se quedara con él. Jacob sabía que sin importar cuál fuera su
salario, su suegro encontraría alguna forma de engañarlo. Él dijo: "¡Has cambiado mi salario
diez veces!"
Jacob le dijo a Labán que trabajaría para todas las ovejas y cabras manchadas y moteadas.
Estos animales se convertirían en su salario. Hicieron un trato.
Estoy seguro de que Labán pensó que había llegado a Jacob nuevamente ya que
probablemente había muy pocos manchados y moteados entre los rebaños. Pero la historia
toma el giro más inusual. Jacob talló ramas, dejando al descubierto el blanco debajo de la
corteza. Luego puso las ramas frente a los abrevaderos cuando las mejores ovejas bebían y
se apareaban allí. Esto resultó en que las ovejas y cabras más fuertes dieran a luz crías
manchadas y moteadas. En poco tiempo, Jacob se hizo rico porque sus rebaños prosperaron
mientras que los rebaños de Labán eran débiles.
Mientras reflexionaba sobre este pasaje inusual, ¡me di cuenta de que no era una lección
de agricultura! Dios estaba demostrando cómo nosotros, Sus ovejas, nos reproducimos. El
abrevadero es un lugar de reflexión, lo que significa tanto mirar algo como meditar sobre ello.
La meditación implica nuestra
imaginación. Si alimentamos nuestra imaginación con pensamientos de lo que no queremos

llegar a ser y bebemos del pozo del arrepentimiento, reproducimos eso mismo en nosotros
mismos. No importa lo que queramos reproducir. Solo importa lo que imaginamos
mientras pensamos y bebemos en el abrevadero de nuestra imaginación.
Este principio también se ilustra en la creación del hombre. La Biblia dice que fuimos
creados a la imagen de Dios. En otras palabras, lo que Dios imaginó, nos convertimos.
Proverbios dice: "Porque cual es el pensamiento de un hombre en su corazón, tal es él" (Prov.
23:7). Nuestra imaginación es una parte muy poderosa de nuestro ser. Todo lo que alguna
vez se ha construido, hecho, pintado o desarrollado comenzó en la imaginación de alguien.
Tendemos a reproducir aquello en lo que nos deleitamos con nuestros pensamientos.
Me estoy dando cuenta de que muchos de nosotros pasamos gran parte de nuestras
vidas reaccionando a lo que no queremos ser en lugar de responder al llamado de Dios en
nuestras vidas. Desperdiciamos mucha energía tratando de no ser algo. Para no ser algo,
tengo que mantenerlo frente a mí para poder evitarlo. Lo loco es que reproduzco lo que
imagino. Si veo lo que no quiero ser, el sólo imaginarlo me hace reproducirlo. Esto explica
por qué tantas personas crecen maltratando a sus hijos de la misma manera que sus padres
abusaron de ellos. Se prometieron a sí mismos que nunca serían como sus padres, pero se
volvieron como ellos.
— Reaccionar al pasado o responder a la visión — Salimos de

esta prisión respondiendo al llamado de Dios en nuestras vidas y meditando en Su
visión para nosotros. La palabra meditación está relacionada con la palabra medicina. En
un sentido positivo, la meditación significa pensar de tal manera que uno se vuelva saludable.
Nos convertimos en la persona que Él nos ha llamado a ser cuando meditamos en las cosas
de Dios y soñamos Sus sueños. El salmista escribió: "Deléitate en el Señor, y él te concederá
los deseos de tu corazón" (Sal. 37:4). Bill Johnson tiene una definición creativa de deseo. Lo
divide en dos partes: "de" que significa "de" y "padre" que significa "padre".
María ilustra este principio en su vida. La Biblia dice: "Pero María atesoraba todas estas
cosas, meditándolas en su corazón" (Lucas 2:19). Meditó la palabra de Dios en su corazón
y dio a luz al Salvador del mundo. Lo que ella imaginó se hizo carne y habitó entre nosotros
a través de la inmaculada concepción. Cuando soñamos con Dios, nos convertimos en las
obras maestras de Su imaginación.
— Atados por la falta de perdón — Otra

cosa que nos ata al pasado es la falta de perdón. La falta de perdón hace que desperdiciemos
nuestras vidas tratando de desquitarnos en lugar de cumplir nuestro propio destino al caminar
en nuestro llamado. Es importante que perdonemos a todos aquellos que pecaron contra
nosotros para que podamos ser libres para continuar con nuestras vidas. También es crucial que
aprendamos a perdonarnos a nosotros mismos por nuestros propios pecados.
Muchas personas se pasan la vida odiando a los demás y planeando la venganza.
La amargura no tiene amigos. No hay ningún recipiente conocido por el hombre que lo contenga.
Siempre se filtra hacia aquellos que más amamos.
Es el privilegio y la responsabilidad de la realeza perdonar. Salomón, quien fue criado para
ser príncipe desde su nacimiento, dijo: "La discreción del hombre lo hace tardo para la ira, y es
su gloria pasar por alto la transgresión" (Prov.
19:11). Después de que Jesús resucitó de entre los muertos, sopló sobre sus discípulos,
liberando su Espíritu en ellos. Luego les dio su primera misión como creyentes llenos del Espíritu:
"A quienes perdonéis los pecados, les serán perdonados los pecados; a quienes se los retengáis,
les serán retenidos" (Juan 20:23).
Recibí al Señor en 1973 durante el "Movimiento de Jesús". Tenía 18 años y vivía con mucho
dolor en el corazón. Solía acostarme en la cama por la noche imaginando formas creativas de
destruir a las personas que habían abusado de mí. No solo los quería muertos; Quería que
sufrieran como me habían hecho sufrir a mí. Poco después de ser salvo, el Señor comenzó a
confrontar mi falta de perdón. Me dijo que necesitaba perdonar a las personas que abusaron de
mí o abriría la puerta a los torturadores en mi vida. No fue fácil al principio, pero me di cuenta de
que Él me había dado el poder de perdonar cuando me perdonó.
— La falta de perdón invita a los atormentadores

— La advertencia del Señor sobre "los atormentadores" se hizo clara cuando leí una historia
interesante que Jesús contó sobre nuestro Rey y nuestro Reino.
Estaba respondiendo a la pregunta de Pedro sobre cuántas veces tenía que perdonar. (Todavía
me parece gracioso que Pedro sea el que le pregunte a Jesús cuántas veces tiene que perdonar
cuando es el tipo más ofensivo del equipo.) Jesús dijo: Por eso el reino de los cielos se puede
comparar a un rey que deseaba ajustar cuentas con sus esclavos. Cuando comenzó a
ajustarlas, le fue presentado uno que le debía diez mil talentos. Pero desde que el
no tenía medios para pagar, mandó su señor que lo vendieran, junto con su
mujer e hijos y todo lo que tenía, y que se hiciera el pago.
Entonces el esclavo cayó al suelo y se postró ante él, diciendo: "Ten
paciencia conmigo y te lo pagaré todo". Y el señor de aquel esclavo tuvo
compasión y lo soltó y le perdonó la deuda.
Pero aquel esclavo salió y encontró a uno de sus consiervos que le debía
cien denarios; y lo agarró y comenzó a ahogarlo, diciendo: "Paga lo que debes".
Entonces su consiervo cayó al suelo y comenzó a rogarle, diciendo: "Ten

paciencia conmigo y te lo pagaré". Pero él no quiso y fue y lo echó en la cárcel
hasta que pagara lo que debía.
Entonces, cuando sus consiervos vieron lo que había sucedido, se entristecieron
mucho y fueron y dieron cuenta a su señor de todo lo que había sucedido.
Entonces, llamándolo, su señor le dijo: "Siervo malvado, toda esa deuda te
perdoné porque me rogaste. ¿No deberías haber tenido misericordia también de
tu consiervo, de la misma manera que yo tuve misericordia de ti? " Y su señor,
movido de ira, lo entregó a los verdugos hasta que le pagara todo lo que le
debía. Mi Padre celestial también hará con vosotros, si cada uno de vosotros no
perdona de corazón a su hermano (Mateo 18:21-35).
Esta historia me impacta. La falta de perdón nos pone en prisión. Si no entendemos

cuán grande era nuestra deuda de pecado con Dios y lo que significó para Él
perdonarlo, podemos caer en la trampa de juzgar los errores mucho más pequeños
de quienes nos rodean. Como podemos ver en la historia, solo nos hacemos daño a
nosotros mismos cuando hacemos eso. Dios insiste en que Su pueblo se perdone
unos a otros, y Él no está por encima de usar al diablo como un peón para ayudarnos
a hacerlo. Esta parábola describe Su "comité de caminos y medios" llamado "los
atormentadores" que nos ayudan a conducirnos al perdón.
— Cautivos y prisioneros —
Isaías dijo que fuimos ungidos para proclamar "libertad a los cautivos" y "libertad
a los prisioneros" (Isaías 61:1). Creo que está describiendo dos tipos de personas tras
las rejas: "cautivos" y "prisioneros". Los presos son personas a las que el juez envía a
prisión. Se necesita una orden judicial del Juez del Cielo para liberarlos. Estas personas
han abierto la puerta de su vida a los atormentadores a través del pecado y la falta de
perdón. Deben perdonar a los que
los han lastimado y abusado para que Dios, quien es el juez supremo, sea justificado al
llamar a los torturadores y liberarlos de la prisión.
A lo largo de los años, se me ha vuelto a enfatizar esta verdad mientras trabajo con
personas atormentadas por demonios. Recuerdo una de esas veces tan claramente.
Randy Clark vino a Redding para una conferencia. Estaba predicando sobre la libertad
una noche y en medio de su mensaje ordenó a los espíritus demoníacos que se fueran
de las personas que estaban presentes. Varias personas empezaron a gritar y a caer al
suelo.
Una señora de cuarenta y tantos años estaba al frente de la iglesia. Empezó a
comportarse como un loco. El equipo del ministerio estaba tratando de llevarla a una
habitación para orar por ella, pero cuando la llevaron al pasillo que conducía a la sala
de oración, comenzó a actuar como un animal. Empezó a morder, arañar y golpearse
la cabeza contra la pared mientras gruñía a la gente. El equipo se reunió a su alrededor
y comenzó a gritarles a los espíritus que la dejaran en paz, pero no lograron ningún
progreso. Cuando llegué para ayudar, ella estaba gritando y arañando mientras le
gritaban. Si la inutilidad de sus intentos de ayudar no fuera tan triste, podría haber
parecido cómico.
Pregunté: "¿Qué están haciendo?"
"¡Vamos a liberar a esta dama! ¿Qué parece que estamos haciendo?" uno de ellos
dijo en un tono sarcástico.
"¡Parece que el diablo está ganando!" Disparé de vuelta. (Hay una gran cantidad de
personas que necesitan ser libradas de su última liberación).
"Si crees que puedes hacerlo mejor, puedes hacerlo tú mismo", otro
respondió con frustración.
Entré en el círculo y puse mis brazos alrededor de ella para evitar que se golpeara
la cabeza contra la pared. Le susurré al oído preguntándole si había alguien a quien
necesitaba perdonar.
Ella gritó: "¡No!" Entonces el Señor me mostró una foto de su padre violándola, así
que le pregunté si necesitaba perdonar a su padre. Empezó a gritar: “¡Lo odio! ¡Odio
sus entrañas! ¡Se puede pudrir en el infierno!"
Le dije: "Si no quieres perdonarlo, entonces no puedo ayudarte. Los demonios
tienen permiso para atormentarte". Me levanté y comencé a alejarme.
Cuando llegué a la puerta, ella (todavía volviéndose loca) gritó por el pasillo: "¡Bien,
lo perdonaré! ¡Haré cualquier cosa! ¡Solo ayúdame!" Unos minutos más tarde la guié
en una oración de perdón por su papá y algunas otras personas que me vinieron a la
mente. Entonces les ordenamos a los demonios que se fueran. ¡Se fueron y ella se
levantó riéndose!
Perdonar no significa que alguna vez tenga que confiar en la persona que abusó
de mí. Simplemente significa que los libero de ser castigados por lo que me hicieron.
Si un hombre viola a una mujer, es posible que ella nunca vuelva a confiar en él, pero
tiene que perdonarlo o los atormentadores la atormentarán.
— El perdón restaura el estándar — El perdón
también restaura el estándar en nuestras vidas. Recuerdo una vez cuando
nuestros hijos eran todos adolescentes. Me enojé con Kathy frente a ellos y luego la
traté sin respeto. Al día siguiente reuní a los niños en la sala de estar y le pedí a Kathy
ya cada uno de los niños que me perdonaran. Todos lo hicieron, y continuamos con
nuestro día. Aproximadamente una semana después, uno de nuestros muchachos
entró en la cocina y comenzó a ser sarcástico con Kathy. Entré y le dije que no tenía
permiso para hablarle así a mi esposa.
Él dijo: "¡Fuiste grosero con mamá el otro día!"

Dije: "Sí, pero me perdonaste. El perdón restaura el estándar.
Cuando me perdonaste, renunciaste a tu derecho a actuar de la misma manera porque
tu perdón me devolvió al lugar de honor. me arrepentí
Arrepentimiento significa, "ser restaurado al pináculo, el lugar alto".
Le dijo a su madre que lo sentía y ella lo perdonó. Si no entendemos este principio,
entonces el punto más bajo, el peor error o la cosa más estúpida que hemos hecho
en la vida se convierte en nuestra marca de agua más alta. Por ejemplo, si fuimos
inmorales cuando éramos adolescentes y más adelante en la vida tenemos
adolescentes, no tendremos confianza para corregirlos por sus malas decisiones
sexuales porque nos fallamos a nosotros mismos. Los fracasos de los que nos hemos
arrepentido ya no son el estándar ante el que debemos inclinarnos. Cuando le pedimos
a Dios ya aquellos a quienes hemos lastimado que nos perdonen, fuimos colocados
nuevamente en el lugar alto que Dios nos asignó. De lo contrario, el peor día de
nuestra vida se convierte en el lugar más alto al que tenemos derecho de llevar a
otros. La verdad es que el perdón restaura el estándar de santidad en nosotros ya través de nosotros
— Otra puerta de prisión —
Los celos, la envidia y el miedo también pueden sacarnos de nuestro destino y
llevarnos al calabozo. La historia de Saúl y David que regresan a casa después de su
gran victoria sobre Goliat y su ejército es un ejemplo perfecto de esto. Se lee:
Las mujeres cantaban mientras tocaban y decían: "Saúl ha matado a sus
miles, y David a sus diez miles".
Entonces Saúl se enojó mucho, porque le desagradó esta palabra; y dijo: A
David le han atribuido diez mil, pero a mí me han
atribuyó miles. Ahora bien, ¿qué más puede tener sino el reino? Saúl miró a David
con desconfianza a partir de ese día. Y sucedió que al día siguiente vino un espíritu
maligno de parte de Dios con gran poder sobre Saúl, y éste se enfureció en medio
de la casa. , mientras David tocaba el arpa con su mano, como de costumbre; y
una lanza estaba en la mano de Saúl (1 Samuel 18:7-10).
Note que el Señor envió el espíritu maligno sobre Saúl. Esto es muy parecido a la
historia que Jesús contó en Mateo 18 acerca de los atormentadores que nos llevan al
perdón. También pueden sacarnos de la tierra de los celos. La vida de Saúl es un
ejemplo de cómo los celos nos ciegan a la realidad y nos llevan a conclusiones
irracionales. Saúl pensó que David lo derrocaría como rey simplemente porque era más
capaz. No entendió que el Reino de Dios no es un reino basado en el desempeño. No
lideramos porque seamos necesariamente los más calificados; lideramos porque
estamos "llamados" a ser el líder.
Los príncipes y las princesas tienen el encargo de ver a las personas que lideran
alcanzar su máximo potencial en Dios. Eso significa que el mayor cumplido que podemos
tener es cuando las personas a las que dirigimos se vuelven más grandes que nosotros.
Si creemos que estamos liderando porque somos los más calificados, trabajaremos
inconscientemente para socavar los avances de otras personas.
La vida del rey Saúl también nos muestra cómo la sospecha puede disfrazarse de
discernimiento y finalmente llevarnos a la esclavitud. La sospecha es el don del
discernimiento que está siendo utilizado por el espíritu del miedo. Conduce a la amargura,
la falta de perdón y el tormento, y da como resultado que entremos en una prisión
espiritual donde todos los guardias trabajan para el lado oscuro. Los espíritus que
custodian los muros de esta prisión tienen nombres como enfermedad, depresión, odio y asesinato.
— Libertad para los cautivos
— Isaías también dijo que había personas que estaban "cautivas". Los cautivos son
personas que han sido capturadas en batalla y mantenidas como prisioneros de guerra.
Estas personas no tienen falta de perdón en sus corazones, sino que están atadas por
las mentiras en las que han creído. Jesús dijo: "Conoceréis la verdad, y la verdad os
hará libres" (Juan 8:32). La palabra verdad aquí significa "realidad". Muchos de nosotros
vivimos en una "realidad virtual"; se siente real y parece real, pero no es real. Es solo
una ilusión. Le damos permiso al diablo para que nos castigue porque pensamos que
sus mentiras son ciertas. Cuando estamos atormentados por la mentira necesitamos
una revelación de la verdad de Dios para que podamos escapar a la libertad.
Este testimonio aclarará mi punto. Un día estaba enseñando arriba en la

Escuela de Ministerio y a la mitad de mi sermón alguien vino corriendo hacia mí
con un mensaje urgente. Corrimos escaleras abajo juntos, finalmente llegamos a
la oficina de nuestro consejero. Unas ocho personas oraban fervientemente fuera
de la sala. Abrí la puerta de la oficina a una escena salvaje. Una mujer muy
grande estaba en el piso boca abajo con uno de nuestros trabajadores de
mantenimiento más fuertes encima de ella, tratando de sujetarla. Dos de nuestros
consejeros estaban de pie contra la pared con los brazos de la dama alrededor
de sus piernas. Ella les mordía los zapatos y les gruñía.
La primera pregunta en mi mente fue: "¿Por qué los demonios tienen permiso
para atormentar a esta mujer? ¿Era una prisionera que tenía problemas de
pecado y/o perdón en su vida, o era una cautiva que creía una mentira?" Me tiré
al piso y comencé a pedirle al Espíritu Santo que me diera una idea de su esclavitud.
De repente lo escuché decir: "Cuando era una niña, le dijeron que blasfemó
contra el Espíritu Santo y, por lo tanto, fue desterrada al infierno". El Espíritu
continuó: "Es mentira. La he perdonado".
Me incliné y le susurré al oído: "El diablo te dijo cuando eras niña que
blasfemaste contra el Espíritu Santo, ¡pero es mentira! Tú nunca hiciste eso.
Renuncia a esa mentira". Inmediatamente se calmó y comenzó a reír. En cuestión
de segundos ella fue entregada por completo. ¡Conocer la verdad te hará libre!
Debemos dejar atrás la prisión para entrar en el palacio. Las personas de la

realeza se enfocan en quiénes están llamados a ser. Han perdonado a quienes
les han hecho daño, han rechazado las mentiras del enemigo y han abrazado la
verdad. No viven en la esclavitud de la prisión sino en la totalidad del palacio.
¡Que comience nuestro viaje como realeza!
Capítulo 4
Una escalera real (por

Bill Johnson)
¡El perdón reescribe nuestra historia!
— Cuando la realeza de Dios toca nuestro pasado —
SIEMPRE que revisamos los eventos de nuestras vidas aparte de la sangre de

Jesús, nos sujetamos a la influencia del espíritu de engaño. En realidad, mi pasado
pecaminoso ya no existe. El Cordero de Dios lo compró con un pago en sangre, quitando
para siempre mis pecados de los registros del Cielo.
La sangre expiatoria de Jesús cubre mi pecado, para nunca más ser descubierto.
El poder del pecado para destruirnos es destruido por una realidad superior: el perdón.
El diablo guarda registros de nuestro pasado. Sin embargo, esos registros son
impotentes sin nuestro acuerdo. Él es el acusador de los hermanos, pero Jesús es
nuestro defensor. Hacemos un acuerdo con el acusador cada vez que miramos
nuestro pasado aparte de la sangre. Cuando estamos de acuerdo con el diablo, le damos poder.
Cuando está facultado, devora.
Por otro lado, estar de acuerdo con Dios nos empodera. Nos libera del poder de
la mentira y nos capacita para vivir según la voluntad de Dios. Este empoderamiento
no es independiente de Dios; es empoderamiento debido a Dios. Cuando estamos de
acuerdo con Dios, entramos en el poder de la verdad, el impulso de la cruz. La verdad
ya está a nuestro favor porque el Rey Jesús murió en nuestro lugar. Él no solo murió
por nosotros, Él murió como nosotros. Nuestro acuerdo con Dios, que es siempre el
centro y la actividad de la fe, nos permite cosechar el fruto de la verdad. ¡Y ese fruto
es la libertad! La fe crece al estar de acuerdo con Dios desde el corazón.
— El Camino a la Humildad — La
religión frota nuestras narices en el pasado para mantenernos humildes. Revisar la
pecaminosidad de nuestro pasado para volvernos humildes es una perversión. En realidad
crea vergüenza; y la vergüenza es una pobre falsificación de la humildad. La vergüenza
es fruto de la humillación que obra contra la verdad. Mantener la conciencia de nuestro
pasado pecaminoso para ayudarnos a ser más humildes es la crueldad de un espíritu
religioso; requiere que mantengamos algo en nuestras mentes que no está en
Dioses. En realidad, es mucho más humillante vivir en la libertad del perdón

inmerecido. Cuando somos perdonados, el Rey nos da permiso para vivir como si
nunca hubiéramos pecado.
Vivir en el perdón no significa que debemos olvidar nuestro pasado. Más bien,
ver mi pasado a través de la sangre de Jesús trae alabanza a mis labios y me
libera de la carga de un corazón culpable. Jesús será conocido por toda la
eternidad como el Cordero de Dios; por eso siempre recordaremos que fue la
provisión del Cordero sin mancha la que obtuvo la eterna redención para nosotros.
— Mi historia personal —
Luché durante tantos años con esta verdad. La vergüenza y el desánimo eran
buenos amigos míos. Yo contrarrestaría tales sentimientos con más oración,
estudio y lectura sobre las vidas de grandes hombres y mujeres de Dios del
pasado. Sin embargo, mi problema no se resolvió, a pesar de que estaba haciendo
lo que la mayoría me aconsejaba que hiciera. Descubrí que cuando nuestra
perspectiva es incorrecta, más estudio y oración pueden aumentar nuestro
desaliento y vergüenza, como sucedió conmigo. Cada biografía me impresionó,
pero también me hizo sentir desesperado. Todos eran demasiado perfectos. No
podía identificarme con ninguno de sus encuentros con Dios. Parecía que eran
los favoritos de Dios, y yo simplemente existía. Un día escuché una cinta de David
Wilkerson llamada "Enfrentando tus fallas". En él habló sobre cómo los "grandes"
también tenían fallas y debilidades. Compartió algunas de sus luchas y fracasos.
Fue el mensaje más refrescante que había escuchado en mi vida. Fue el comienzo
de un cambio de perspectiva para mí. Pero el espíritu religioso no iba a rendirse
conmigo tan fácilmente.
Me había rodeado de personas de la misma pasión: ¡avivamiento a toda
costa! Fui destetado en este tema. Dormí, comí y recé constantemente. Pero era
de conocimiento común para todos los que habíamos estudiado los avivamientos
del pasado: no éramos lo suficientemente santos. Así que constantemente
reexaminé mis motivos y santidad personal, y siempre me quedé corto. Mi pasión
por Dios estaba viva y bien, pero mis esfuerzos por la santidad personal me
estaban matando. Me avergüenza admitirlo, pero fui pastor durante algunos años
antes de que realmente comenzara a mejorar. Cada semana me enterraba en mis
cosas: mi sentido de inutilidad y desesperanza. Afortunadamente, pude "salir de
esto con fe" el domingo para poder darles a las personas a las que pastoreaba
algo saludable para comer.
Un querido amigo y mentor mío, Darol Blunt, vivió una vida de gracia.
La vida parecía tan fácil para él. Me acompañó tanto y modeló
una vida sin la intensa introspección en la que estaba atrapado. Se reía mucho y
sabía cómo divertirse sin ser grosero. Eso era nuevo para mi. Era demasiado serio
para mi propio bien. Había sido un payaso de clase mientras crecía y había aprendido
a ser tosco para lograr un efecto. Me alejé de esto y de todo lo demás que conocía
para seguir a Dios por completo. Desafortunadamente, dejé una parte valiosa de lo
que era en el tajo de la santidad personal y tomé una imagen falsa de espiritualidad
que nunca funcionó.
¿Cómo empezó Dios a cambiarme? No hubo un encuentro de un momento que
lo cambió todo. Pero hubo una serie de cosas que Dios me trajo para establecerme
en Él y romper el espíritu religioso que me tenía atado. Era necesario el arrepentimiento.
Suena extraño decirlo, porque el arrepentimiento fue uno de mis principales temas.
Sin embargo, el verdadero arrepentimiento es "cambiar la forma en que pensamos".
Necesitaba un arrepentimiento que afectara mi mente y redirigir mi corazón hacia un
Dios que perdona. La fe es evidencia del verdadero arrepentimiento. Yo no estaba
viviendo en pecado secreto. No hubo malos hábitos en mi vida que atormentaran mi
conciencia con vergüenza. Mi vergüenza fue por mi humanidad, y mi desánimo fue
por lo que no era. En algún momento tuve que creer que lo que hizo el Rey Jesús fue
suficiente. Suena tan simple ahora. Mi vergüenza negó silenciosamente Su obra
expiatoria. Mi desánimo deshonró la suficiencia de las promesas del Rey.
— No hago introspección — Me
tomó un tiempo, pero finalmente me di cuenta de que mis mejores momentos
(mentales, emocionales y espirituales) fueron cuando hice lo mejor que pude y me
mantuve alejado de la introspección. Esto fue algo aterrador para mí, porque en mi
mente la introspección era casi un rito de iniciación a mi sueño más grande: ser un
evangelista. Después de años de luchar con el conflicto de la santidad personal, oré
algo así: Padre, sabes que no me va tan bien cuando miro hacia adentro, así que
voy a parar. Confío en ti para que me indiques las cosas que necesito ver.
Prometo permanecer en Tu Palabra. Dijiste que Tu Palabra era una espada ,
así que por favor úsala para cortarme profundamente. Expone aquellas cosas
en mí que no te agradan.
Pero al hacerlo, por favor dame la gracia de abandonarlos. También prometo

venir ante Ti todos los días. Tu presencia es como un fuego. Por favor, quema
de mí esas cosas que no te agradan. Derrite mi corazón hasta que se vuelva
como el corazón de Jesús. Ten misericordia de mí en estas cosas. Yo también
promete permanecer en comunión con tu pueblo. Dijiste que el hierro se afila

planchar.
Espero que unjas las "heridas de un amigo" para traerme a mis sentidos
cuando me resisto a ti. Utilice estas herramientas para dar forma a mi vida hasta
que solo Jesús se vea en mí. Creo que me has dado tu corazón y tu mente. Por
tu gracia soy una nueva creación. Quiero que se vea esa realidad de que el
nombre de Jesús será tenido en el más alto honor.
— Revisando la Historia
— El perdón, en efecto, cambia el pasado. El diario de Dios registra nuestra vida
desde la perspectiva de Su perdón y nuestra fe. Su Libro del Recuerdo no contiene
nuestra historia de pecado y estupidez. Considere a Sara, la esposa de Abraham. En
Génesis 18 ella, “se rió dentro de sí misma diciendo: '¿Después que haya envejecido,
tendré placer en mi Señor, siendo también vieja?'"
Y el Señor le dijo a Abraham: "¿Por qué se rió Sara? Diciendo: '¿Tendré un hijo
ya que soy vieja?' ¿Hay algo demasiado difícil para el Señor? En el tiempo señalado,
volveré a ti, según el tiempo de la vida y Sara tendrá un hijo".
Pero Sarah lo negó, diciendo: "No me reí". Porque ella tenía miedo.
Y Él dijo: “No, te reíste”.
La palabra hebrea para risa en este versículo nos dice que ella no soltó una risita
tímida. De hecho, se burló de Dios y de lo que Él había dicho, y luego empeoró las
cosas al mentirle al Señor acerca de hacerlo. Pero Hebreos 11:11 dice: “Por la fe,
Sara misma también recibió fuerza para concebir y dio a luz cuando ya era mayor de
edad, porque juzgó fiel al que había prometido”.
¡Esta es la misma mujer! ¿Qué sucedió? Aparentemente se arrepintió, volviendo

su corazón a lo que Dios había declarado que era su destino. Al hacerlo, Dios
reescribió su historia, excluyendo el pecado que está registrado en las Escrituras.
Lo que está escrito en Hebreos 11 nos muestra cómo Dios registra los eventos de
nuestra vida en Su Libro de Memoria. Dios escribió su historia de tal manera que
enfatiza lo que más le agrada a Él: su fe. Parece como si Él estuviera alardeando en
todo el Cielo acerca de Sara: "¿Viste ese coraje y esa gran fe? ¡Aquí hay una dama
que no puede tener un hijo, pero sabe que soy fiel!" Puedes verlo hablando con el
ángel Escriba: "Asegúrate de decirlo así... '¡Esa es mi chica! Ella me creyó; otros no
lo habrían hecho, ¡pero ella sí!'".
Cuando Dios ve la historia de un creyente de esa manera, ¿quiénes somos nosotros para
hacer lo contrario? La sangre en realidad cambia nuestra historia en Su historia. Hace algunos
años escuché una palabra profética que realmente tocó mi corazón. En él, Dios habló diciendo:
"No quitaré las cicatrices de tu vida. En cambio, las arreglaré de tal manera que parezcan talladas
en una fina pieza de cristal". Así es el amor de Dios. Lo que fue despreciado se convierte en un
testimonio de la gracia de Dios, ¡una cosa hermosa!
— Cómo pensamos — La
mente puesta en la carne es muerte y está en guerra con Dios. Esa es la mente "no renovada".
En esencia, la mente renovada es la mente de Cristo. Es capaz de demostrar la voluntad de Dios,
que se describe mejor en la oración: "Hágase tu voluntad, así en la tierra como en el cielo". (Mat.
6:10) La exhortación de la Escritura es clara: "Que haya en vosotros este sentir que hubo también
en Cristo Jesús". (Filipenses 2:5) La renovación de la mente comienza con nuestra nueva identidad
obtenida en la cruz. Una vez fuimos esclavos del pecado, pero ahora somos esclavos de la justicia.
Nuestra vida mental debe apoyar esa realidad. El apóstol Pablo enfatizó esto en su carta a la
iglesia en Roma, diciendo: "Aun así, considérate muerto al pecado". (Romanos 6:11) Es una
actitud... una manera de pensar... una evidencia de arrepentimiento.
La mente tiene el poder de afectar nuestro comportamiento ya sea positiva o negativamente.

Pero no posee el poder de cambiar nuestra naturaleza. Sólo eso se logra cuando nacemos de
nuevo. Cuando las personas nacen de nuevo, se transforman de adentro hacia afuera. No son las
cosas externas las que probablemente cambien primero. Dios se instala en nuestro corazón
transformándonos, ya que realmente es un trabajo interior. Por otro lado, la religión trabaja en el
exterior. Si bien puede traer conformidad, es impotente para traer transformación.
“Porque cual es su pensamiento dentro de sí mismo, tal es él” (Prov. 23:7). Cuando se nos
pide que nos consideremos muertos al pecado, es más que una sugerencia para pensar
positivamente en nuestra conversión. Es una invitación a entrar en el impulso de una realidad
disponible solo a través de la cruz. El poder sobrenatural liberado en esta forma de pensar es lo
que crea un estilo de vida de libertad. Es capaz de hacer esto porque es VERDAD. Decir que he
pecado es verdad. Decir que estoy libre de pecado es aún más cierto. La mente renovada es
necesaria para saborear más consistentemente la vida sobrenatural, que Dios pretendía que fuera
la vida cristiana normal.
— Cómo piensa Dios acerca de nosotros —

Así como los reyes del Antiguo Testamento necesitaban a los profetas, el
sacerdocio real de esta hora necesita siervos del Señor para ayudar a completar el
cuadro de los propósitos de Dios en nuestras vidas. Aprecio las muchas veces que los
miembros del Cuerpo de Cristo me han dado una palabra de aliento que Dios ha
puesto en sus corazones. Esta es la esencia del ministerio profético. El Espíritu Santo
se apresura a confirmar cuando algo es en realidad de Él.
Cuando lo es, lo atesoro mucho. Los escribo para poder revisarlos cuando sea
necesario. La mayoría de ellos están en fichas que están en mi maletín todo el tiempo.
Algunas de esas palabras se remontan a 20 años o más, y todavía me dan vida. No
puedo darme el lujo de pensar en mi vida de manera diferente a como lo hace Dios.
Ya sea una promesa de las Escrituras que Dios ha resaltado para mi vida, o una
palabra profética de un profeta reconocido, las reviso hasta que lo que se dice es lo
que pienso.
Las promesas son como el timón de un barco. Los timones determinan la dirección
de ese barco. Y lo que hago con las promesas de Dios determina la dirección de mi
vida mental, y eventualmente afecta mi realidad. Es esencial entender lo que Dios
piensa de mí (y de los demás) para poder entrar en mi destino. Independientemente
de las circunstancias, la palabra de Dios es verdad. "Sea Dios veraz, aunque todo
hombre sea hallado mentiroso" (Rom. 3:4). Una vez más, no podemos darnos el lujo
de pensar sobre nosotros mismos de manera diferente a como lo hace Dios.
Me encanta meditar en las Escrituras que hablan de lo que Jesús logró por mí a
través de la salvación. A continuación hay varios versos que he encontrado para
traerme alimento:
Porque como la altura de los cielos sobre la tierra, engrandeció su
misericordia para con los que le temen. Como está de lejos el oriente del
occidente, así ha alejado de nosotros nuestras rebeliones (Salmo 103:11-12).
"No volverán a enseñar, cada uno a su prójimo y cada uno a su hermano,
diciendo: 'Conoce al Señor', porque todos me conocerán, desde el más pequeño
de ellos hasta el más grande --declara el Señor-- porque Perdonaré su iniquidad,
y no me acordaré más de su pecado” (Jeremías 31:34).
Porque derramaré aguas sobre la tierra sedienta y arroyos sobre la tierra
seca; Derramaré Mi Espíritu sobre tu descendencia y Mi bendición sobre tu
descendencia; y brotarán entre la hierba como álamos junto a corrientes de
agua. Este dirá: "Yo soy del Señor"; y aquél invocará el nombre de Jacob; y otro
escribirá en su mano: De Jehová, y pronunciará con honra el nombre de Israel
(Isaías 44:3-5).
estando persuadido de esto mismo, de que el que ha comenzado la buena obra

en vosotros la perfeccionaréis hasta el día de Jesucristo (Filipenses 1:6).
Mi Padre, que me las ha dado, es mayor que todos; y nadie las puede arrebatar
de la mano del Padre (Juan 10:29).
De modo que si alguno está en Cristo, nueva criatura es; las cosas viejas
falleció; he aquí cosas nuevas son hechas (2 Corintios 5:17).
Estos son solo algunos de los pensamientos que Dios tiene hacia nosotros que deben
convertirse en parte de lo que pensamos y cómo lo pensamos. Haz tu propia lista y cambia
de opinión.
— El secreto mejor guardado —
"Dios no compartirá su gloria con otro" (Isaías 42:8). El entendimiento más común de
este versículo es que Dios es glorioso y nosotros no.
En realidad no somos "otro". ¿Por qué crees que Él nos hizo miembros individuales de Su
cuerpo? El más bajo (el menor) miembro de Su cuerpo es superior al más alto principado
y potestad de las tinieblas. El objetivo original en la creación del hombre fue que viviéramos
y moráramos en Su gloria. "Todos pecaron y están destituidos de la gloria de Dios" (Rom.
3:23). La cruz quita el obstáculo a Sus propósitos y nos restaura a Su intención original.
El corazón religioso no está dispuesto a reconocer que realmente hemos sido creados a
Su imagen, y que nacer de nuevo nos restaura a un lugar de absoluta pureza.
Jesús añadió a esto en su oración sacerdotal: "La gloria que me diste, yo les he dado,
para que sean uno, así como nosotros somos uno".
(Juan 17:22). Está registrado en Proverbios que la sabiduría nos traerá una corona de
gloria. Incluso nuestros cuerpos fueron diseñados para vivir en Su gloria. A medida que
nos acostumbramos más y más a la presencia de Su gloria, incluso nuestros cuerpos
tienen hambre de la gloriosa presencia de Dios. Los hijos de Coré, que habían pasado
un tiempo considerable en la verdadera gloria de Dios y habían visto el efecto en su ser
físico, cantaron: "Mi corazón y mi carne claman por el Dios vivo" (Sal 84:2).
Cuando la realeza de Dios toca nuestras vidas, descubrimos que estamos diseñados
para vivir en la gloria de Dios. Ya no vivimos en las ataduras de nuestro pasado: el
desempeño y la comparación en nuestra vida diaria, sino que conocemos nuestro valor
simplemente amándolo. ¡Porque de ahí brota agua viva y revelación para aquellos que no
han encontrado la verdad en las naciones de la tierra!
— Bibliografía —
Hebreos 6:1b, "arrepentimiento de obras muertas y fe en Dios".
NAS—El arrepentimiento y la fe son dos caras de la misma moneda. Para mover

de algo automáticamente significa que tienes que moverte hacia algo.
Capítulo 5
Lagartijas en el palacio Cualquier
cosa que diagnostiques mal, la maltratarás. ¿Cuál es tu

nombre? —
KATHY y yo llevamos a dos de nuestros nietos a Marine World hace unos

hace tiempo. Elijah, que en ese momento tenía tres años, y su prima Mesha, que tenía cinco,
estaban en la habitación del hotel con nosotros, sentados en la cama.
Estaban viendo un documental de National Geographic sobre reptiles en la televisión.
Cuando terminó, Mesha miró a Elijah y dijo: "¡Juguemos a cocodrilos y lagartijas!".
Elías, aunque es más joven, es mucho más fuerte que Mesa. Él dijo: "¡Sí!"
Mesha dijo: "Yo soy el cocodrilo y tú eres el lagarto".

"Está bien", dijo Elijah emocionado.
De repente, ambos se pararon en la cama y comenzaron a luchar. En un minuto, Elijah
tenía a Mesha inmovilizada en el colchón.
"¡No puedes hacer eso Elías!" se quejó Mesa. “Tú eres el lagarto. ¡Soy el cocodrilo!"
Ante su protesta, inmediatamente la dejó levantarse. "¿Qué hacen los lagartos?" preguntó.
"Lamen cosas con la lengua así". Ella lo demostró lamiendo su mejilla.
"Está bien", dijo Elijah sumisamente.

Unos segundos después, ella lo convenció de que se acostara para poder ponerse encima
de él. "¡Raaaaw! ¡Raaaaw!" Mesha rugió mientras luchaba por sujetarlo.
Cada vez que Elijah comenzaba a empujarla, ella decía: "Elijah, eres un lagarto. ¡Yo soy
un cocodrilo! No puedes hacer eso. Solo puedes usar tu lengua".
Finalmente, después de unos diez minutos, salió una vocecita debajo de Mesha: "Papá,
ya no quiero jugar".
Esta historia me recuerda mucho al juego de la vida. El diablo nos pone nombres que nos
quitan poder. Nos convertimos en los lagartos que solo pueden usar nuestro
lenguas Se convierte en el poderoso cocodrilo. Entonces nos pasamos la vida jugando con sus reglas
porque creemos en el nombre equivocado.
El diablo es el acusador, y a menudo usa a otras personas para propagar sus identidades de alias
sobre nosotros. Mi primer padrastro solía llamarme "estúpido" todo el tiempo. Esto resultó en que
siempre me sintiera tonto, lo que realmente obstaculizó mi capacidad de aprender. El nombre se
convirtió en un bloqueo mental, que se manifestó como una dificultad para leer. Cuando terminé la
escuela secundaria solo leía a un nivel de tercer grado.
He conocido a muchas mujeres que fueron llamadas "putas" por sus padres, y luego lucharon
contra la inmoralidad durante toda su vida. Los nombres pueden ser declaraciones proféticas que
definen la identidad de una persona. Debido a que las personas actúan de acuerdo con quienes creen
que son, estas mentiras finalmente se manifiestan en su comportamiento.
Respondemos a nuestro entorno de acuerdo con la forma en que nos vemos a nosotros mismos.
Las palabras que nos hablan se convierten en nombres que llevamos en el corazón. Estos nombres
pintan un retrato de nosotros en nuestra imaginación y se convierten en los lentes a través de los cuales
vemos nuestro mundo. ¡Palos y piedras nos están rompiendo los huesos, pero los nombres nos
están quitando el futuro!
— Los nombres son declaraciones proféticas — Así
como los malos nombres pueden mantener a las personas en cautiverio y conducirlas a la
destrucción, los grandes nombres pueden liberar poder en nuestras vidas y llevarnos a los destinos que
Dios nos ha dado. Muchas personas en la Biblia eran insignificantes hasta que se les cambió el nombre.
Simón no fue apóstol hasta que se llamó Pedro. Saulo no fue apóstol hasta que su nombre fue cambiado
a Pablo.
Es muy importante que vivamos por nuestros nombres dados por Dios y no por nombres que nos
atan a la esclavitud. Debemos liberarnos de todos los alias que nos ha dado el mundo. Jacob entendió
bien este principio. En Génesis 32, encontramos a Jacob en un río llamado "Jaboc", que significa "vacío
y solo". Su hermano lo persigue, sus esposas siempre están discutiendo entre ellas y su suegro está
enojado con él. Como muchos de nosotros, estoy seguro de que Jacob se dio cuenta de que él era una
gran parte del problema, pero probablemente se sintió impotente para cambiarse a sí mismo. Jacob se
vio obligado a engañar porque, como mencioné en el último capítulo, su nombre significaba "tramposo".
Recordaba sus defectos cada vez que la gente lo llamaba por su nombre. Actuaremos siempre según
lo que creemos que somos: Jacob engañó porque su nombre era engañador. Su comportamiento
finalmente creó una cultura de engaño a su alrededor y, en consecuencia, sus esposas también se
convirtieron en mentirosas y engañadoras.
De repente, en la parte más baja de la vida de Jacob, se encuentra con un ángel.

(¡Sabes que estás teniendo una vida difícil cuando ni siquiera le gustas al ángel
enviado para bendecirte!) Lucha con él toda la noche. El ángel lo destroza, pero
Jacob se niega a dejar ir al ángel hasta que lo bendiga. El ángel argumenta que su
turno ha terminado porque es de mañana y tiene que irse. Pero Jacob persiste.
Finalmente el ángel le pregunta: "¿Cuál es tu nombre?"

Él responde: "Mi nombre es Jacob".
El ángel continúa, “Tu nombre no será más Jacob, sino Israel; porque has
luchado con Dios y con los hombres, y has vencido” (Gén. 3:24-29).
¿Te imaginas pelear con un ángel toda la noche, ser golpeado y dejarlo ir solo
porque te llamó por un apodo? Si lucharas con un ángel por un deseo, ¿no le pedirías
una nueva casa, un auto o algo de importancia monetaria? ¿Lo dejarías ir solo por
un cambio de nombre? Lo harías si entendieras la revelación que tuvo Jacob. Su
nuevo nombre, "Israel", significaba "príncipe de Dios". El nombre lo liberó a su destino
profético. No es casualidad que después de cambiar su nombre, se convirtió en el
padre de una de las naciones más grandes del mundo.
Una declaración profética es más que meras palabras, porque libera la gracia
para cumplir lo que dice. Los nombres en la Biblia fueron dados a las personas como
una declaración profética de su identidad y en realidad revelaron las características
mismas de su llamado. Tanto la gracia como la desgracia se liberan con insultos. La
gracia es el "poder operativo de Dios". La gracia es la habilidad dada por Dios para
convertirte en lo que no podías llegar a ser antes de recibir la declaración. Disgrace
también tiene el poder de liberar maldiciones del lado oscuro.
En el Libro del Génesis, Dios invitó a Adán a crear con Él nombrando a los
animales. Cuando Adán nombró a los animales, estaba profetizando su ADN y lo que
se convertirían en el mundo, no solo llamándolos con un nombre de animal normal
como "Fifí" o "Spot".
El poder de un nombre declarado también se ilustra en el tercer capítulo de
Génesis. Aquí Adán nombró a su esposa "Eva". Eva significa "madre de los vivos".
Era estéril hasta que su nombre fue cambiado de "Mujer" a "Eva". Después de la
declaración profética de Adán, Eva dio a luz a Caín y Abel.
Una vez que nos damos cuenta de quiénes somos, nuestro comportamiento cambia porque siempre
actuar a partir de nuestra identidad "autocomprendida". Abram tuvo que cambiar de nombre
para cumplir con su llamado. Dios profetizó a Abram que iba a ser padre de muchas naciones. Antes
de que pudiera llegar a su destino, su nombre tuvo que ser cambiado de Abram, que significa "padre
exaltado", a Abraham, "el padre de una multitud". ¡Su nombre había estado limitando su destino!
Cuando el Señor me encontró y me dijo que yo era un pobre que se había convertido en
príncipe, me estaba dando un cambio de nombre. Una vez que supe mi nuevo nombre, tuve acceso
a la gracia que necesitaba para comenzar a caminar en una nueva identidad. Es vital que todos
escuchemos el nombre que el Señor nos ha dado y permitamos que ese nombre defina nuestra
identidad. Cuando lleguemos al Cielo, se nos dará un nuevo nombre escrito en una piedra blanca
que solo nosotros conoceremos. Este nombre nacerá de una base de pureza (piedra blanca) e
intimidad (nadie lo sabrá excepto tú y Jesús). Necesitaremos una nueva identidad que sea congruente
con nuestro nuevo llamado (ver Apocalipsis 2:17).
— Actuar a partir de nuestra identidad —

Me parece que toda nuestra sociedad está teniendo una gran crisis de identidad.
La mayoría de las personas no tienen idea de quiénes son o qué se supone que deben hacer con
sus vidas. La forma en que criamos a nuestros hijos en Estados Unidos perpetúa la crisis.
Cuando los niños aprenden a hablar por primera vez, preguntan: "¿Qué es eso?" mil veces al
día.
Luego viene el famoso "¿Por qué?"
Kathy y yo tenemos siete nietos menores de siete años.
Mis conversaciones con mis nietos son algo así:
"Papá, ¿qué es eso?"
"Es una pelota", respondo.
"¿Por qué papá?"
"Para que podamos divertirnos", respondo.
"¿Por qué papá?"
"Para que no nos aburramos", les digo.
"¿Por qué papá?"
Finalmente se los envío a la abuela para que le vuelvan a hacer las mismas preguntas. Cuando
nuestros hijos llegan a la pubertad, comienzan a hacer otra pregunta: "¿Quién soy yo?" La lucha
en nuestra sociedad es que no tenemos una respuesta para esa pregunta, así que los enviamos a la
universidad para que aprendan a hacer algo, pensando que si aprenden lo suficiente satisfarán su
anhelo de identidad. La identidad no viene de la educación sino de la impartición. Nosotros
no podemos educarnos en nuestras identidades. La identidad apropiada proviene de

la impartición de nuestro Padre celestial hablándonos a través de las personas que Él
ha asignado para que nos supervisen.
Tienes que ser un ser humano antes de ser un hacer humano. Cuando
tratamos de "hacer" algo sin primero "ser" alguien, generalmente nos encontramos
ganándonos la vida en un trabajo que odiamos. Otra ramificación de este fracaso
para descubrir la verdadera identidad es que muchas personas aprenden a derivar su
autoestima de lo que hacen. Esto puede parecer bien por un tiempo si pueden
funcionar bien. Cuando ya no pueden rendir más, por la razón que sea, su autoestima
se va al pozo.
Este punto me quedó claro hace un tiempo cuando hice un largo viaje en avión al
Pacífico Sur. Me senté al lado de un joven estudiante universitario. Tuvimos un vuelo
de 11 horas juntos y parecía que no teníamos nada en común. Después de un par de
horas, decidí intentar dormir un poco. Cuando cerré los ojos, pensé en el joven
sentado a mi lado.
Me volví hacia él y le pregunté: "¿Qué quieres hacer con tu vida?".
"Quiero ser abogado", respondió.
Me encontré diciendo: "¡Serás un pésimo abogado!"
Se animó y con voz enojada respondió: "¿Qué quieres decir con eso?"
Dije: “Los abogados tienen un valor extremadamente alto para la justicia.

Necesitan tanta justicia que violarán sus relaciones para obtenerla. Tienes un gran
valor para las relaciones. Necesitas ser validado, amado y nutrido. Su necesidad de
justicia es baja en su lista de prioridades. La primera vez que llegas a la corte y tienes
que atacar el carácter de alguien para presentar tu caso, no vas a dormir por la noche".
"¡Eso es exactamente correcto!" él dijo.

"¿Sabes lo que necesitas hacer?"
"¿No que?" Respondió.
"Tienes una increíble combinación de dones. Tienes un lado muy creativo que se
expresa en algo como la actuación. También tienes un lado extremadamente
izquierdista que le gusta organizar las cosas y administrarlas. Veo que tu dormitorio
está realmente organizado y la ropa en tu armario colgando en el orden del color.
Serías un gran director de cine si te dedicaras a eso".
Casi saltó de su asiento. Dijo emocionado: "Yo organizo mi habitación y mi ropa

tal como lo describiste. Siempre he querido ser un
director y yo era el jefe de mi clase de teatro en la escuela secundaria!"

"Eso es lo que tienes que hacer con tu vida", le dije. "Tú ere el
¡El próximo Steven Spielberg!".
Muchos de nosotros pasamos la vida haciendo algo diferente de lo que somos. Cuando
nuestras actividades son una expresión de nuestra persona, es increíble lo mucho que disfrutamos
lo que hacemos.
— Transformados de pecadores a santos — Ahora que
entendemos que los nombres no son solo una cuestión de semántica, echemos un vistazo
más de cerca a cómo nos afectan los nombres. Antes de recibir a Cristo éramos llamados
"pecadores". Éramos profesionales; nuestro nombre era una descripción de trabajo. Éramos
propensos al pecado. Cuando recibimos a Cristo nos convertimos en "santos". Pablo aclara esto
en sus cartas a los creyentes porque los llama santos. Aquí hay algunos ejemplos: "A todos los que
son amados de Dios en Roma, llamados como santos" (Rom. 1:7a); "a la iglesia de Dios, que está
en Corinto, a los que han sido santificados en Cristo Jesús, llamados santos " (1 Cor. 1:2a); "Pablo,
apóstol de Cristo Jesús por la voluntad de Dios, a los santos que están en Éfeso y que son fieles en
Cristo Jesús" (Efesios 1:1). La palabra santo significa "creyente santo". No se puede ser pecador y
santo al mismo tiempo. ¿Cómo es posible ser propenso al pecado y seguir siendo un creyente
santo?
La palabra "pecador" implica que somos propensos a hacer el mal. Si creemos que somos
pecadores, ¡pecaremos por fe! Recuerde lo que aprendimos anteriormente: "Porque cual es su
pensamiento dentro de sí mismo, tal es él" (Prov. 23:7). Como Jacob, atrapado en el engaño de su
nombre, si aún creemos que somos pecadores, no podremos acceder a la gracia de vivir como
santos y aún intentaremos realizar buenas obras para merecer el perdón. Ya no es nuestra
naturaleza pecar. 1 Juan 3:7-9 dice: Hijitos, mirad que nadie os engañe; el que practica la
justicia es justo, así como él es justo; el que practica el pecado es del diablo; porque el
diablo ha pecado desde el principio. El Hijo de Dios apareció con este propósito, para
deshacer las obras del diablo. Ninguno que es nacido de Dios practica el pecado, porque su
simiente permanece en él; y no puede pecar, porque es nacido de Dios.
Somos cristianos; no está en nuestra naturaleza hacer el mal. Nuestra misma naturaleza ha
sido cambiada. Ahora somos en realidad santos; la justicia es parte de nuestra nueva naturaleza y
es natural que glorifiquemos a Dios. Nuestro viejo está enterrado. Necesitamos dejar de visitar
nuestras tumbas y hablar con nuestro viejo muerto. (En el Antiguo
Testamento, las personas fueron juzgadas y asesinadas por hablar con los muertos, una práctica
llamada nigromancia). Somos una nueva creación. Está por debajo de nuestra naturaleza actuar
así ahora, ¡ahora somos príncipes y princesas del Rey!
El poder de la cruz no solo se ocupó del perdón de nuestros pecados, sino que también
cambió nuestra naturaleza misma. Algunas personas han aislado los efectos de la experiencia
de nacer de nuevo al espíritu. Eso no es exacto. ¡La salvación cambió todo nuestro ser! Pedro
dice que somos "participantes de la naturaleza divina" (2 Pedro 1:4). ¡Piénsalo, tu propia
naturaleza ahora es divina! Pablo dijo que somos nuestras "nuevas criaturas" en Cristo (2 Cor.
5:17). Él no dijo que somos espíritus nuevos, dijo "¡nuevas criaturas!" Si creemos que todavía
somos pecadores, diluimos el poder de la sangre y luego, como Jacob, pasamos nuestros días
tratando de ser buenos.
— Un corazón nuevo y una mente nueva —

La verdad del asunto es que somos buenos porque hemos recibido un corazón nuevo y
una mente nueva (ver Ezequiel 36:26; 1 Corintios 2:16). Así es, ¡recibimos un trasplante de
cerebro! ¡En realidad pensamos como Dios! He escuchado estos versos mal citados muchas
veces:
"Cosas que ojo no vio, ni oído oyó, ni han subido en corazón de hombre, son todas
las que Dios ha preparado para los que le aman". Porque a nosotros Dios nos las reveló
por medio del Espíritu; porque el Espíritu todo lo escudriña, hasta lo más profundo de
Dios. Porque ¿quién entre los hombres conoce los pensamientos de un hombre sino el
espíritu del hombre que está en él? Así también nadie conoce los pensamientos de Dios
sino el Espíritu de Dios. Ahora bien, hemos recibido, no el espíritu del mundo, sino el
Espíritu que proviene de Dios, para que sepamos las cosas que Dios nos ha dado
gratuitamente, las cuales también hablamos, no con palabras enseñadas por sabiduría
humana, sino con los enseñados por el Espíritu, combinando pensamientos espirituales
con palabras espirituales. Pero el hombre natural no acepta las cosas que son del Espíritu
de Dios, porque para él son locura; y no puede entenderlas, porque son apreciadas
espiritualmente. Pero el que es espiritual aprecia todas las cosas, pero él mismo no es
apreciado por nadie.
Porque "QUIEN HA CONOCIDO LA MENTE DEL SEÑOR, QUE ÉL

¿LE ENSEÑARÉ?" Pero nosotros tenemos la mente de Cristo (1 Corintios 2:9-16).
¿Notaste que parte del texto citado arriba es un versículo del Antiguo Testamento? Pablo
no está diciendo que no sabemos lo que Dios ha preparado para nosotros; él está diciendo que
ellos (los creyentes del Antiguo Testamento) no sabían lo que Dios
había preparado para ellos porque no eran "criaturas nuevas". Pero tenemos la mente
de Cristo porque somos nacidos de Su Espíritu. Pensamos como Dios.
Todavía tenemos libre albedrío, y aún podemos elegir pecar. Sin embargo, como
santos, ya no es fácil. Hay un río de Dios que corre por nuestras almas y nos lleva
hacia el trono. Si no remamos terminaremos en la casa de Dios. Somos propensos a
la justicia. Por eso Pablo dijo: "Ya no vivo yo, sino que Cristo vive en mí" (Gálatas
2:20).
— Tratando de hacer lo correcto, pero —
Mucha gente ha malinterpretado el capítulo siete de Romanos. En este capítulo,
Pablo habla de su lucha por tratar de hacer el bien y aún así hacer lo incorrecto. Si
leemos estos versículos a la luz de las Escrituras anteriores y anteriores, encontramos
que es imposible que Pablo haya estado hablando de su vida redimida. Todo el Libro
de Romanos es una carta de contraste entre la vida vivida bajo la Ley y la vida que es
en Cristo.
En el sexto capítulo de Romanos Pablo nos enseña que cuando fuimos
bautizados, morimos con Cristo y cuando salimos del agua fuimos resucitados con Él
a semejanza de Su resurrección. El bautismo no es un acto simbólico sino un acto
profético . Los actos proféticos, como las declaraciones proféticas, liberan el poder
de Dios para producir cambios en nuestras vidas. En el caso del bautismo, sumergirse
bajo el agua es el acto de morir con Cristo, ¡pero ser sacado del agua es igualmente
importante ya que trae poder para vivir en Cristo! Así se lee:
Por tanto, somos sepultados con El por el bautismo para muerte, a fin de
que como Cristo resucitó de los muertos por la gloria del Padre, así también
nosotros andemos en vida nueva. Porque si hemos llegado a estar unidos con
Él en la semejanza de Su muerte, ciertamente lo seremos también en la
semejanza de Su resurrección, sabiendo esto, que nuestro viejo hombre fue
crucificado con Él, para que nuestro cuerpo de pecado pudiera ser quitado. con,
para que ya no seamos esclavos del pecado; porque el que ha muerto está libre
del pecado. Y si morimos con Cristo, creemos que también viviremos con él,
sabiendo que Cristo, habiendo resucitado de los muertos, no volverá a morir; la
muerte ya no es dueña de Él. Porque la muerte que Él murió, Él murió al pecado
una vez por todas; pero la vida que Él vive, Él vive para Dios. Así también
vosotros consideraos muertos al pecado, pero vivos para Dios en Cristo Jesús
(Romanos 6:411).
Nos exhorta, por tanto, a considerarnos (es decir, pensarlo de esta manera)
muertos al pecado y vivos para Cristo. Entramos al tanque bautismal con un
cruz y salimos con una corona! Pecar es incongruente con nuestra nueva
naturaleza.
El séptimo capítulo comienza con una analogía de una mujer casada con un
hombre. Esto es lo que dice Pablo: ¿No sabéis, hermanos (porque hablo con los
que conocen la ley), que la ley tiene jurisdicción sobre una persona mientras
vive? Porque la mujer casada está ligada por ley a su marido mientras éste vive;
pero si su marido muere, queda libre de la ley del marido. Así que, si viviendo
su marido, ella se uniere a otro hombre, será llamada adúltera; pero si su marido
muere, queda libre de la ley, de modo que no es adúltera aunque se une a otro
hombre. Por tanto, hermanos míos, también a vosotros se os hizo morir a la ley
mediante el cuerpo de Cristo, para que os unáis a otro, a aquel que resucitó de
los muertos, a fin de que llevemos fruto para Dios (Romanos 7). :1-4).
Pablo nos está dando una descripción de nuestras vidas antes y después de
Jesús. Estábamos casados con la ley. La Ley nos habló de todas las cosas que
estábamos haciendo mal, pero la Ley no tenía poder para cambiarnos. Cuando Cristo
murió se cumplió la Ley, liberándonos para casarnos con otro marido. Si nos hemos
identificado con Él en Su muerte, hemos entrado en un nuevo pacto y estamos
comprometidos con Jesús mismo. Pablo continúa haciendo una fuerte conexión con
aquellos que luchan bajo la ley al describir la batalla que enfrentó cuando estaba
casado con la ley en tiempo presente. Pero Pablo declara la victoria en la guerra de
su alma y la nuestra en el octavo capítulo de Romanos con este golpe final. Él dice:
"Ahora, pues, ninguna condenación hay para los que están unidos a Cristo Jesús.
Porque la ley del Espíritu de vida en Cristo Jesús os ha librado de la ley del pecado y
de la muerte" (Romanos 8:1-2). ).
— La fe es el catalizador del reino de los espíritus
— La justicia de Dios entra en nuestras vidas por medio de la fe. Para que
podamos creer en algo, tenemos que saber que hay algo en lo que creer. Todo el
mundo espiritual opera por fe, no solo el mundo de Dios. Por ejemplo, el miedo es la
manifestación de que tenemos fe en el reino equivocado.
Cuando creemos que algo va a salir mal, le hemos dado nuestra fe al enemigo. Al
hacer esto acabamos de empoderar al que Jesús desarmó en la cruz. Cuando
creemos en Dios, le damos poder al Espíritu Santo ya los ángeles para que hagan Su
voluntad.
Si nos han enseñado que después de recibir a Cristo todavía somos pecadores,
lucharemos por tratar de hacer lo correcto porque hemos puesto nuestra fe
en nuestra capacidad de fallar en lugar de Su obra en la cruz! Podemos pasar el

resto de nuestras vidas viviendo bajo la maldición de nuestro antiguo nombre
"pecador" o, como Israel, podemos recibir nuestro nuevo nombre que tiene el poder
de alterar nuestro propio ADN. ¡Somos santos, santos creyentes y cristianos, lo que
significa que somos "pequeños Cristos"! Cuando el Padre nos mira, ve la imagen
del Hijo que ama.
Capítulo 6
Entrenamiento para reinar Cuando

tus recuerdos son más grandes que tus sueños, ya estás comenzando a morir.
— Criado como realeza —
POCO después de que comencé a conocer mi identidad como príncipe, el Señor

me mostró que Él me estaba comisionando a usar lo que estaba aprendiendo para
criar a toda una generación de príncipes y princesas. He pasado los últimos años
descubriendo los tipos de valores fundamentales que desarrollan a las personas en
sus identidades reales y promueven una cultura de realeza. Exploraré algunos de
esos valores en los próximos capítulos, pero en este capítulo quiero ver la importancia
de tener personas que hablan en nuestras vidas y anuncian nuestros destinos. Ya he
descrito la influencia negativa que muchos de nosotros tuvimos en nuestras vidas por
parte de nuestros padres y otras personas que fueron modelos de conducta
destructivos. El amor es siempre más poderoso que el odio. La influencia más
poderosa que podemos tener proviene de modelos positivos que nos han alentado y
mostrado la forma correcta de vivir.
Una noche, todavía al comienzo de mi viaje al palacio, el Señor comenzó a mostrarme
las Escrituras en el Libro de los Proverbios, que fue escrito por Salomón, el hombre más
sabio del Antiguo Testamento. Fue el segundo hijo de David y Betsabé. Cuando murió el
primer hijo de Betsabé, David recibió una palabra del Señor de que Salomón sería rey en
lugar de David en el momento adecuado. Debido a esto, Salomón fue uno de los raros
líderes en la Biblia que fue criado para ser rey desde su nacimiento (ver 1 Crónicas
22:8-9). Escrito más tarde en su vida, el Libro de Proverbios registra la influencia de las
enseñanzas de sus padres. David tuvo muchos hijos, pero Salomón dijo en el Libro de los
Proverbios: "Yo era un hijo para mi padre, tierno y único a los ojos de mi madre, entonces
él me enseñó y me dijo: 'Que tu corazón se mantenga firme. mis palabras'” (Prov. 4:3). Se
destacaba del resto de sus hermanos y se le daba un trato y cariño especial.
Dentro de la sabiduría del Libro de los Proverbios se encuentran las claves de

Salomón para vivir como realeza. Por ejemplo, Proverbios 23:1-3 dice: "Cuando te sientes
a cenar con un gobernante, considera cuidadosamente lo que tienes delante, y pon un cuchillo a
tu garganta si eres hombre de gran apetito. No codicéis sus manjares, porque es comida
engañosa".
Fíjate que no dijo: "Si cenas con un gobernante", sino, "Cuando cenas con un
gobernante". No SI los reyes te invitan, sino CUANDO los reyes te invitan.
Nunca hubo duda de que Salomón sería influyente e interactuaría con otros líderes y personas
poderosas. No podía imaginar una realidad en la que no fuera valorado y buscado y, por lo
tanto, no tuviera un concepto de la vida como un pobre. Aunque pudo haber tenido dificultades
que no enfrentaremos en esta época, fue atesorado por personas importantes a su alrededor
y, muy probablemente, nunca luchó con sentimientos de rechazo, negligencia o abuso. Como
resultado de su educación, el Libro de Proverbios está lleno de dichos que reflejan la sabiduría
real de Dios. Salomón vivió su vida de acuerdo con los principios de sabiduría que se
encuentran en Proverbios, ya estos principios se atribuye la fama de su reino.
Imagínese si hubiera sido criado en un palacio donde todas las personas a su alrededor
le dijeran que estaba destinado a ser rey o reina desde su nacimiento. ¿Quién serías hoy y
cómo sería diferente tu vida ahora? Tal vez sería más fácil imaginarse siendo criado como
presidente de los Estados Unidos. Piensa en las ramificaciones de tu infancia y cómo podría
afectar tu destino. ¿No desearías dar lo mejor de ti en la vida y vivir de acuerdo con el
estándar de conducta real que se te ha dado? Si sabemos que estamos destinados a la
grandeza, ¿por qué consideraríamos abandonar ese curso o no vivir a la altura de ese
potencial?
El Señor me mostró que no es demasiado tarde para comenzar a pensar como lo hizo
Salomón, para usar la sabiduría dada por Dios y creer en la grandeza que hay dentro de
nosotros. Incluso si las principales personas que nos influyeron fueron modelos negativos,
como cristianos, ahora seguimos a Cristo como nuestro ejemplo y escuchamos al Espíritu
Santo llamándonos a nuestra verdadera identidad. Cuando comencemos a actuar como la
realeza, los problemas que se sentían como montañas en nuestras vidas se convertirán en
meros peldaños para demostrar nuestro carácter.
— Poner nuestras vidas por los demás — Ester,
una mujer que generalmente recordamos como reina de un imperio pagano en el Antiguo
Testamento, no nació en una vida privilegiada. Su vida fue diferente porque tenía a alguien
que la llamó a su destino real.
Mardoqueo, su tío, la adoptó después de la muerte de sus padres, y es evidente en las
Escrituras que la amaba y la crió para que creyera que era hermosa y significativa. Su
influencia la hizo sobresalir.
Fue seleccionada como candidata a reina junto con muchas otras vírgenes e
impresionó a los líderes de la guardia del rey. La Biblia dice: "Ester ganó el favor de
todos los que la vieron" (Ester 2:15).
Aunque Ester aún no estaba lista para conocer al rey, la influencia de Mardoqueo la
preparó para sobresalir durante su año de preparación en el harén del rey.
Allí aprendió los caminos de la realeza.
Su tiempo de preparación se dividió en dos sesiones de seis meses: la primera para
purificarla con aceite y mirra, la segunda para realzar su belleza con perfumes y
cosméticos. El entrenamiento de su tío y el año de intensa preparación la llevaron al
triunfo. La Biblia lo registra de esta manera: "Ahora bien, el rey se sintió atraído por Ester
más que por cualquier otra mujer, y ella ganó su favor y su aprobación más que
cualquiera de las otras vírgenes. Así que él puso una corona real sobre su cabeza y la
hizo su reina en lugar de Vasti" (Ester 2:15-17).
Más adelante en este libro hablaremos sobre la importancia del ascenso de Ester a la
realeza y la forma en que se puso de pie en tiempos difíciles para salvar el día.
— Criada como princesa —
Bonnie, una dama que se graduó de nuestra Escuela de Ministerio Sobrenatural, es
un ejemplo moderno de una mujer de la realeza. Un año después de graduarse, se
convirtió en líder de la escuela. Cuando conocí a Bonnie, me di cuenta de que había
algo especial en ella. La estaba entrevistando como una potencial estudiante de la
escuela del ministerio. A lo largo de los años, he entrevistado a cientos de personas
para trabajos y escuelas, pero ella era diferente. Entró en mi oficina vestida muy bien y
tenía su lápiz y papel listos para hacerme preguntas sobre la escuela.
Ella dijo que estaba considerando venir a la Escuela de Ministerio y que ella y su
esposo querían saber cuáles eran mis credenciales ya que yo era el supervisor de la
escuela. No era como todos los demás que llegaban tratando de impresionar o
suplicando ser aceptados. Ella tenía una mentalidad completamente diferente. Bonnie y
su esposo estaban tratando de decidir si la íbamos a tener. ¡Pensé que la estaba
entrevistando a ella, pero resulta que me estaba entrevistando a mí! Quería saber dónde
fui a la escuela y dónde obtuve mi título en teología. Me preguntó a través de quién
había obtenido mi licencia y dónde recibí capacitación ministerial.
Finalmente, sintiéndome un poco intimidado, admití: "No tengo ningún entrenamiento

oficial, nunca he ido a la universidad y no tengo título". Luego le conté sobre un encuentro
que tuve con Dios y cómo Él me había llamado para levantar un ejército de guerreros
que restauraría las ciudades en ruinas (ver Isa. 61:4).
Dejó su pluma y me miró fijamente, como si mirara dentro de mi alma. "Este

es Dios, y quiero ser parte de eso", afirmó.
Un par de años más tarde se graduó de la escuela y le pedimos que formara parte
de nuestro personal. Un día estaba compartiendo mi nueva revelación de "pobre a
príncipe" con el personal de mi escuela. Bonnie estaba sentada con nosotros y escuchaba
mientras discutía mis ideas con el equipo. Estaba exhortando apasionadamente al
personal que necesitábamos entender que somos realeza; no somos pobres sino
príncipes. Después de aproximadamente una hora de mi predicación, Bonnie parecía
preocupada y no se conectaba con la idea.
Finalmente tomó la palabra y dijo: "No estoy de acuerdo con lo que dices. No creo
que el tema sea descubrir que somos príncipes y princesas, sino que los demás se den
cuenta de quiénes son ".
Le dije: "¿Sabes por qué crees que ese es el problema? Fuiste criada para ser una
princesa. Entonces, la lección para ti es cómo asegurarte de que las personas que
vienen a tu presencia se sientan valoradas. Me criaron como pobre, y, por lo tanto,
primero tengo que aprender que soy importante. No puedo ayudar a otras personas a
sentirse valoradas hasta que yo sepa que lo soy".
Bonnie había sido criada como una princesa y, obviamente, todavía es tratada como
tal por quienes la rodean. Ella se porta como realeza y otras personas pueden verlo. Ella
no tiene ningún problema en saber quién es ella, por lo que se enfoca en asegurarse de
que otras personas capten la revelación de quiénes son. Esta es la verdadera mentalidad
de un príncipe y una princesa. Pasan más tiempo criando a las personas que los rodean
en lugar de preocuparse por su propia importancia.
Ya saben quiénes son por dentro, lo que les permite volverse desinteresados y dar más
de lo que reciben.
— Destacando la grandeza en los demás —
Se nos ha encargado desarrollar una cultura que eduque a personas como Solomon,
Esther y Bonnie, llamando a las personas a sus destinos reales. La Biblia dice: "El plan
en el corazón del hombre es como agua profunda, pero el hombre entendido lo
saca" (Prov. 20:5). Necesitamos cultivar un ambiente que atraiga los planes que Dios ha
escondido en los corazones de las personas. A Salomón se le enseñó a: “Instruye al
niño en su camino, y aun cuando fuere viejo no se apartará de él” (Prov. 22:6). Es
importante que entendamos el “camino en que debe andar la gente”. " para que podamos
ayudarlos a convertirse en lo que Dios los ha llamado a ser.
El ministerio profético puede jugar un papel muy importante en el desarrollo de una cultura real.
Cuando se dan palabras proféticas, son una revelación del verdadero
identidades Esta información ayuda a los líderes a conocerlos según el Espíritu y, por lo tanto,
a convertirlos en las personas para las que fueron creados. Allison, estudiante de la Escuela
de Ministerio, me dijo el otro día: "Me encanta escuchar las profecías de otras personas".
"¿Tú haces?" Yo respondí. "¿Por qué?"

“Porque entonces aprendo a tratarlos no como son sino como Dios los creó
que sean", respondió ella.
Nuestra pastora de guardería, Carla, ha desarrollado una cultura profética entre los más
jóvenes de nuestro rebaño. Sobre la puerta de la guardería, un cartel proclama: "Entrenamiento
para reinar". Mantiene un archivo de cada niño en la guardería. Ella ha capacitado a su
personal para profetizar sobre cada niño como lo aman, y luego registrar las profecías y
ponerlas en su archivo. A medida que un niño crece y se gradúa cada año de una clase a otra,
el archivo del niño los sigue para que nuestros maestros entiendan el plan único que Dios tiene
para cada niño individualmente. Nuestra escuela primaria recibe sus archivos y continúa su
desarrollo con la ayuda de esta visión profética.
La historia de Saúl en el Libro de Primero de Samuel ilustra aún más el papel del ministerio
profético en la revelación del destino real de una persona. Su padre había perdido sus burros,
así que envió a Saúl y a su sirviente a buscarlos. Cuando habían estado buscando durante
días y no los encontraban, decidieron ir a un profeta en una ciudad cercana y ver si podía
decirles dónde estaban los burros.
Aquí está el relato bíblico: Ahora
bien, un día antes de la venida de Saúl, el Señor le había revelado esto a Samuel
(que Saúl venía a pedir ayuda para encontrar sus burros) diciendo: "Mañana a esta hora
os enviaré un hombre de la tierra de Benjamín y lo ungirás por príncipe sobre mi pueblo
Israel, y él librará a mi pueblo de mano de los filisteos. Porque he mirado a mi pueblo,
porque su clamor ha llegado a mí".

Cuando Samuel vio a Saúl, el Señor le dijo: "He aquí, el hombre de quien te hablé,
éste se enseñoreará de mi pueblo".
Entonces Saúl se acercó a Samuel en la puerta y le dijo: "Por favor, dime
donde está la casa del vidente".
Respondió Samuel a Saúl y dijo: Yo soy el vidente. Sube delante de mí al lugar alto,
porque hoy comerás conmigo, y por la mañana te dejaré ir y te contaré todo lo que tienes
en mente. En cuanto a tus asnas que se perdieron hace tres días, no te preocupes por
ellas, porque han
sido encontrado ¿Y para quién es todo lo deseable en Israel? ¿No es para

ti y para toda la casa de tu padre?"
Saúl respondió: "¿No soy yo benjamita, de la más pequeña de las tribus
de Israel, y mi familia la más pequeña de todas las familias de la tribu de Benjamín?
¿Por qué, pues, me hablas así?” (1 Samuel 9:15-21)
Lo más significativo de este pasaje es que cuando Samuel le dice a Saúl
que le va a revelar todo lo que ha estado en su mente (literalmente, su corazón),
Saúl no tiene idea de lo que está hablando. No entendió que a Samuel se le dijo
que gritara la grandeza de Saúl, la grandeza que ya estaba dentro de él.
Mira lo que sucede

después: Entonces Samuel tomó la redoma de aceite, la derramó sobre
su cabeza, lo besó y dijo: "¿No te ha ungido el Señor por gobernante sobre
Su heredad? Cuando te apartes de mí hoy, entonces encontrarás a dos
hombres cerca de la tumba de Raquel en el territorio de Benjamín en
Zelzah; y te dirán: "Las asnas que fuiste a buscar han sido encontradas.
Ahora he aquí, tu padre ha dejado de preocuparse por las asnas y está
ansioso por ti". , diciendo: "¿Qué haré con mi hijo?"
Luego pasarás de allí más lejos, y llegarás hasta la encina de Tabor, y
allí te encontrarán tres hombres que suben a Dios en Betel, uno llevando
tres cabritos, otro llevando tres panes, y otro llevando una jarra de vino; y
ellos os saludarán y os darán dos panes, que aceptaréis de su mano.
Después llegarás al monte de Dios donde está la guarnición de los filisteos;
y acontecerá que tan pronto como hayáis llegado allí a la ciudad, os
encontraréis con un grupo de profetas que descienden del lugar alto con
arpa, pandero, flauta y lira delante de ellos, y estarán profetizando. Entonces
el Espíritu del Señor vendrá sobre ti con poder, y profetizarás con ellos y
serás cambiado en otro hombre” (1 Samuel 10:1-6).
¡Samuel unge a Saúl como rey de Israel! ¡Guau! El llamado de Saúl se

había ocultado bajo una baja autoestima y una percepción equivocada de las
circunstancias de su vida. Su respuesta a Samuel muestra que no había sido
criado como realeza, ni enseñado su verdadero valor: "¿No soy yo benjamita,
de la más pequeña de las tribus de Israel, y mi familia la más pequeña de todas
las familias de la tribu de Benjamín? ?" Note cómo la cultura profética que
encontró Saúl lo transformó en otro hombre. No se transformó en un hombre
diferente , sino que se transformó de nuevo en el hombre para el que fue creado en primer lu
el verdadero Saúl se perdió en el fango de la baja autoestima, el pecado y la insignificancia.

Al igual que Saúl, todos tenemos dones, talentos y habilidades; sin embargo, algunos de
nosotros no creemos en nuestro potencial hasta que alguien se nos acerca y nos dice:
"Mira cuánto hay dentro de ti".
Muchos de nosotros hemos perdido nuestro verdadero yo en la basura de nuestras
vidas. Nosotros, la iglesia, estamos encargados de desarrollar una cultura profética
principesca que haga que se revelen los destinos de las personas. Entonces, las personas
volverán a ser las personas que fueron diseñadas para ser cuando Dios las concibió.
Paul Manwaring es un pastor de Inglaterra que se unió a nuestro personal hace unos
años. Él le ha dado a nuestra iglesia un ejemplo realista de cómo fomentar una atmósfera
de grandeza. Fue gobernador de una prisión durante muchos años en Inglaterra, y como
tal fue invitado varias veces al palacio real. A menudo relata estas experiencias con
nuestro equipo. Habla de cómo el propio palacio extrae la grandeza de sus súbditos
reales. A lo largo de las paredes del castillo hay retratos de personas nobles que han
precedido a la familia real, generaciones de la realeza que han dado forma a la historia.
Cada retrato establece un estándar a alcanzar, una meta a alcanzar y una herencia a
recibir. Así como el palacio real establece un estándar para la nobleza, también debemos
hacerlo nosotros para aquellos que tienen una relación con nosotros. Estamos llamados
a ser de Samuel para los Saúl de nuestra generación. A veces, todo lo que se necesita
son palabras proféticas que cambian la vida para otorgarnos la gracia de entrar en todo
lo que Dios tiene para nosotros.
— Llamando a la grandeza en nuestras familias — De
alguna manera, desarrollar una cultura real en la iglesia depende de que esa cultura
se inculque primero en nuestras familias. Dios desea que nuestros hogares sean como
palacios donde nuestros hijos son llamados, entrenados y equipados para caminar en
sus destinos proféticos. No quiero decir que nuestras casas tengan que ser caras,
hermosas o incluso nuestras, pero deben ser lugares que nos recuerden nuestro destino
profético y cultiven ese destino en ya través de nosotros.
Nuestra identidad nos viene del Señor pero nos la comunican primero nuestros
padres. Si tenemos generaciones de vida familiar saludable, es más probable que
sepamos quiénes somos. Aunque Kathy y yo no teníamos una revelación completa de
quiénes éramos cuando comenzamos a criar a nuestros hijos, sabíamos que nuestro
hogar tenía que ser diferente de nuestras propias experiencias como niños. Kathy y yo
criamos a nuestros cuatro hijos para que fueran príncipes y princesas.
Se les dijo a través de nuestras acciones, palabras y nuestro amor, que los valoramos y
que eran importantes para nosotros. No queríamos que nuestros hijos vivieran las mismas
dificultades que nosotros.
Criamos a nuestra familia para ser empoderados en lugar de controlados. Les

enseñamos que sus opiniones eran valiosas. Logramos esto escuchándolos. Cuando
tomamos decisiones importantes, permitimos que nuestros hijos participaran en
nuestras discusiones porque queríamos enseñarles cómo pensar, orar y tomar
decisiones por sí mismos. Se les permitía cuestionar nuestras decisiones,
especialmente las que les afectaban, siempre que tuvieran la actitud adecuada. A
veces, incluso presentaban hechos de los que no habíamos sido conscientes,
aportando una nueva visión de las situaciones. No estábamos en modo "no" mientras
nos hablaban, y siempre estábamos dispuestos a escuchar.
Uno de mis recuerdos favoritos de empoderar a nuestros hijos fue cuando Jaime
tenía 14 años y Shannon 12. Los habían invitado a ir a China para introducir Biblias
de contrabando en el país. Kathy y yo inmediatamente dijimos: "¡De ninguna manera!
Ustedes, niñas, son demasiado jóvenes y China no es lugar para niños". Durante las
siguientes dos semanas, las niñas expusieron su caso. Nos recordaron que les
habíamos enseñado que Dios nos protege, que debemos confiar en Él con nuestras
vidas y que incluso podíamos honrarlo con nuestra muerte. Repetían cosas que les
habíamos estado enseñando durante años: "Papá, nos dijiste que nacimos para
cambiar el mundo, para marcar la diferencia. Esta es una oportunidad para que Dios
nos use y demuestre su fidelidad". Sabíamos que tenían razón, pero era difícil
practicar lo que habíamos estado predicando. Oramos fervientemente y finalmente
los dejamos ir.
Estuvieron fuera durante tres semanas. Lo primero que sucedió fue que atraparon
a Jamie y otra niña cruzando biblias de contrabando a través de la frontera.
Cuando los llevaron a la sala de interrogatorios, una mujer china conocida por su
reputación como la "Dama Dragón" los registró. Cuando Dragon Lady metió la mano
por el vestido de Jaime, la otra chica la abofeteó y se pelearon. No estábamos en
casa cuando uno de su equipo llamó y dejó un mensaje diciendo que las niñas habían
sido arrestadas pero que estaban bien. No se proporcionó ninguna otra información y
no recibimos respuesta hasta unos días después.
Fueron los días más largos de nuestras vidas. Resultó que después de varias horas
de interrogatorio, el gobierno chino les quitó las Biblias y milagrosamente los dejó
entrar a su país.
Una semana después, Shannon llamó desde una cabina telefónica en China. Fue
separada del equipo y se perdió en China. No hablaba nada de chino, por lo que no
sabía cómo volver a su hotel. Ella estaba llorando y yo estaba tratando de consolarla
mientras luchaba contra mi propio pánico. Oramos por teléfono pidiendo la ayuda de
Dios. Justo cuando terminábamos nuestra oración, un
Un oficial de policía chino llegó a la cabina telefónica y, en un inglés perfecto, ¡le

preguntó si podía ayudarla! La llevó de regreso al hotel y todo estuvo bien.
Cuando las chicas finalmente llegaron a Hong Kong de camino a casa, volvieron
a llamar. Ambos estaban llorando. Pensamos que extrañaban su hogar, pero en
realidad no querían irse de China. Se habían enamorado del pueblo chino y querían
dar la vida por ellos. Debo admitir que esta vez no escuché su argumento y
regresaron sanos y salvos a casa. Fueron cambiados para siempre por esta
experiencia, y nosotros también. Continuaron yendo por todo el mundo cuando
eran adolescentes. De hecho, ambas conocieron a sus esposos en el campo
misionero, ¡y ahora son co-pastores con ellos en dos iglesias diferentes en la costa
de California!
Dar a nuestras familias nuestro tiempo también es un factor importante en la crianza de los hijos.
Lo que hacían nuestros hijos era importante para nosotros. Demostramos esto de
varias maneras, desde simplemente estar presentes en los eventos hasta validar
su valor si alguna vez se sintieron rechazados por sus compañeros. Fuimos a sus
eventos deportivos y apoyamos sus actividades extracurriculares. Estaban
involucrados en tantas cosas (en un momento, teníamos cuatro hijos en la escuela
secundaria al mismo tiempo) que Kathy y yo a menudo intercambiábamos ir a los
juegos y luego, a veces, cambiábamos en el medio tiempo. ¡A menudo, salíamos
cuatro noches a la semana solo para ir a sus actividades! Shannon y Jaime eran
porristas y jugaban softbol y voleibol. Eddie jugaba baloncesto, béisbol, fútbol y fútbol americano.
Jason jugó baloncesto en dos equipos al mismo tiempo, fútbol, fútbol americano y
béisbol. ¡Guau! Sobrevivimos y disfrutamos cada minuto del caos.
Al igual que Moisés, nuestros hijos no tenían idea de lo que era no ser aceptado
por los demás. Por el contrario, cuando estaba en la escuela secundaria, pasaba
el tiempo sentado en casa esperando que alguien me llamara. Era muy sociable,
pero me criaron sintiéndome insignificante, así que pensé que si llamaba a alguien,
probablemente no querrían hablar conmigo. Mi hijo Jason también era muy sociable.
A veces, por la noche, llamaba de ocho a diez personas. Tenía una sana
autoestima y confianza en sí mismo. Tomó la iniciativa, se hizo un lugar en la vida
de los demás y asumió que querrían saber de él. Nunca se le ocurrió que alguien
no querría hablar con él; no tenía miedo al rechazo.
Cada niño tenía necesidades diferentes, y en un caso tuve que intervenir para
que el rechazo no hiera el corazón de mi hija Jaime. Jamie y Shannon son
hermosos, pero tienen personalidades opuestas. Mientras Shannon
estaba socializando, siendo divertido y haciendo amigos, Jaime estaría leyendo,

levantando pesas u otras actividades que eran más individualizadas.
En la escuela secundaria, su grupo de jóvenes tendría cenas especiales y
noches de citas para que tuvieran un ambiente divertido y seguro para aprender a
cultivar una relación con el sexo opuesto. A veces, Shannon recibía cinco ofertas
diferentes de jóvenes que querían salir con ella.
Jaime no sería invitado a salir en absoluto. Parecía como si los jóvenes se sintieran
intimidados por su naturaleza fuerte y tranquila. Sonaría el timbre y, una vez más,
Shannon tendría otra cita. Jaime subía las escaleras hasta su habitación, las
lágrimas corrían por sus mejillas y se acostaba en su cama llorando. La encontraría
allí arriba, con la cara en la almohada. "Papá, ¿por qué nunca me invitan a salir?
¿Me pasa algo? ¿Soy feo?". ella preguntaría.
Por dentro, mi corazón se rompería por ella. Yo respondía: "Simplemente aún

no saben cómo sacar a una princesa. Vístete porque te llevaré a una cita". La
llevaría a los mejores lugares de la ciudad y nos divertiríamos juntas. ¡Creo que en
realidad la saqué más a menudo que a Kathy! Quería que supiera lo que era que la
sacaran y se divirtiera mientras la trataban con respeto. A través de estos momentos
especiales que pasamos juntos, la confianza en sí misma de Jaime fue protegida y
afirmada en una etapa muy difícil de su vida. Hoy, ella es una mujer segura y feliz,
esposa, ministra y madre que no lidia con la inseguridad que podría haber
desarrollado en la escuela secundaria.
— Nuestra Comisión —
Como Real Sacerdocio de Dios, estamos llamados a desarrollar una cultura en
nuestros hogares, iglesias, negocios y, en última instancia, en las naciones que
saque lo mejor de las personas, facilitando sus destinos principescos. Hacemos esto
al ver y tratar a los demás ya nosotros mismos no como somos, sino como Dios nos
creó para ser. Este conocimiento y este amor sólo pueden surgir de la intimidad con Dios.
Ya no somos Sus esclavos, sino Sus amigos, caminando a Su lado como reyes y
reinas de Su corte.
Mi propia lucha con la inseguridad es una prueba del efecto negativo que las
personas tienen en nuestras vidas cuando degradan nuestro valor en lugar de
afirmarlo. Pero la fuerza, el coraje y la autoestima que veo en mis hijos y en los
ejemplos de Salomón y Ester son un testimonio de la gran diferencia que marca en
la vida de las personas que alguien les llame la atención sobre su grandeza oculta.
Que Dios nos conceda la perspicacia para ver más allá de las luchas externas de
la vida de las personas y hablar del tesoro que yace dentro de ellas. ¡Que Él nos dé
sabiduría para desarrollar reyes y sacerdotes, y que Él nos dote con el poder para
destruir las obras del diablo!
Capítulo 7
¿Adivina quién viene a cenar?

Dios quiere renovar nuestras mentes de tal manera que pueda hacer nuestra voluntad.
— Esclavos contra amigos —
Espero que finalmente estés empezando a comprender que naciste en

la familia real. Como hijos e hijas del Rey, somos una de las razones por las que Jesús
es llamado "Rey de reyes y Señor de señores" (Ap. 19:16).
Jesús no solo es Rey sobre los reyes mundanos de la tierra sino que también es Rey
sobre los reyes que co-reinan con Él en el Reino de Dios. El Libro del Apocalipsis habla
de nosotros así: "Ya no habrá más noche, y no tendrán necesidad de luz de lámpara, ni
de luz del sol, porque el Señor Dios los iluminará, y reinarán por los siglos de los
siglos" (Apoc. 22:5).
Es importante que no perdamos de vista el hecho de que Dios ama más la obediencia
que el sacrificio. Él nunca nos ha dado permiso para destronarlo, faltarle el respeto o
devaluarlo. Lo que muchos de nosotros no hemos entendido es que la grandeza de Dios
en realidad se magnifica cuando cada uno de Sus hijos e hijas recibe la revelación de su
nobleza y comienza a operar en Su autoridad. Aquellos de nosotros que tenemos hijos
entendemos que cuando nuestros hijos sobresalen y tienen éxito, sus logros honran a
toda la familia.
Hacernos amigos del Dios de las galaxias aumentará dramáticamente nuestro sentido
de autoestima. Jesús dijo: Vosotros sois mis amigos si hacéis lo que yo os mando.
Ya no os llamaré esclavos, porque el esclavo no sabe lo que hace su amo; pero
os he llamado amigos, porque todas las cosas que he oído de mi Padre os las he
dado a conocer (Juan 15:14-15).
Note el contraste entre "amo y esclavo" y "padre y amigo".

Jesús logra un gran equilibrio aquí cuando nos recuerda que aunque los esclavos
obedecen por temor, los amigos obedecen al Padre por amor. Un corazón dispuesto es
un requisito previo para pasar de la esclavitud a la amistad. También destaca el hecho de
que los esclavos no saben lo que hace su amo, pero los amigos saben todo acerca de los
negocios del Padre. Jesús nos dio el ejemplo al hacer lo que Él
vio al Padre hacer. Si vamos a hacer lo mismo, debemos darnos cuenta de que hemos
sido invitados a tener el mismo tipo de amistad con el Padre que Jesús mismo tuvo.
— Aquellos que caminaron con Dios —

Dios tuvo relaciones extraordinarias con varias personas a lo largo de la Biblia. El
Libro del Éxodo dice: "El Señor hablaba con Moisés cara a cara, como un hombre habla
con su amigo" (Éxodo 33:11). Santiago dice que Abraham era amigo de Dios (ver Santiago
2:23). Los amigos influyen en los amigos.
Estos dos hombres son un ejemplo de personas que experimentaron un vínculo especial
con Dios en el que el Señor los invitó a influenciarlo.
Génesis da una idea de la relación de Abraham con Dios. El Señor le dijo a Abraham:
"¿Ocultaré a Abraham lo que voy a hacer, ya que Abraham ciertamente llegará a ser una
nación grande y poderosa, y en él serán benditas todas las naciones de la tierra?" (Gén.
18:17-18). Dios le estaba diciendo a Abraham que debido a la importancia de su lugar en
la tierra, él estaba al tanto de información privilegiada. Entonces el Señor le dice a Abraham
que está a punto de destruir a Sodoma. La respuesta de Abraham es sorprendente. Siente
la libertad de interactuar con Dios, sabiendo que el Señor valora su opinión. Mira la
protesta de Abraham: ¿De verdad barrerás al justo con el impío? Supongamos que
hay cincuenta justos dentro de la ciudad; ¿Acaso la barrerás y no perdonarás el
lugar por causa de los cincuenta justos que están en él?
Lejos esté de Ti hacer tal cosa, matar al justo con el impío, de modo que el justo
y el impío sean tratados por igual. ¡Lejos sea de ti! ¿No tratará con justicia el Juez
de toda la tierra? (Génesis 18:23-25)
Las preguntas que hizo son importantes, pero de mayor significado es el hecho de
que cuestionó. ¿De dónde sacó Abraham la idea de que un ser humano tenía algún
derecho a cuestionar a su Creador? ¿Qué podría poseer a un hombre para pensar que
podría tener una visión diferente de una situación en la que Dios no había pensado?
¿Quién podría decirle a Dios: "¡Hay algunos agujeros en tu pensamiento, Señor!" Sin
embargo, está en las Escrituras. Un hombre debate con su Dios sobre la base de su
amistad.
Encontramos la misma relación operando entre Dios y Moisés. Mirar
en la conversación registrada en el Libro del Éxodo. Se lee,
Entonces el Señor le dijo a Moisés: "Desciende de inmediato, porque tu pueblo,
que sacaste de la tierra de Egipto, se ha corrompido.
Rápidamente se han desviado del camino que yo les mandé.

Se han hecho un becerro de fundición, y lo han adorado y le han ofrecido
sacrificios y han dicho: '¡Este es tu dios, oh Israel, que te sacó de la tierra de
Egipto!'"
El Señor dijo a Moisés: He visto a este pueblo, y he aquí, es un pueblo
obstinado. Ahora, pues, déjame, para que mi ira se encienda en ellos y los
destruya, y te haré un gran nación" (Éxodo 32:710).
¡La respuesta de Moisés me deja boquiabierto!

Moisés dijo a Dios: Señor, ¿por qué se enciende tu ira contra tu pueblo, que
tú sacaste de la tierra de Egipto con gran poder y con mano fuerte?
¿Por qué han de hablar los egipcios, diciendo: Con malas intenciones los
sacó para matarlos en los montes y para destruirlos de la faz de la tierra?
Aléjate de Tu ira ardiente y cambia de opinión acerca de hacer daño a Tu

pueblo. Acuérdate de Abraham, de Isaac y de Israel, tus siervos a quienes
juraste por ti mismo y les dijiste: "Multiplicaré tu descendencia como las
estrellas del cielo, y toda esta tierra de la que he hablado la daré a tu
descendencia. , y la heredarán para siempre"
(Éxodo 32:11-13).
Luego, aquí viene el versículo que nos dejará boquiabiertos, arruinará nuestra
teología y nos llevará al borde de una pesadilla omnisciente: "Entonces el Señor
cambió de opinión sobre el daño que dijo que haría a Su pueblo".
(Éxodo 32:14).
Esta asombrosa historia destaca una relación íntima entre un hombre y su Dios.
Aquí un ser humano no redimido, que vive bajo el antiguo pacto, encuentra un lugar
con el Dios de toda la creación, el Ser más sabio de todo el universo, y le dice que
destruir a Su propio pueblo es simplemente una mala idea.
Su conversación revela un profundo sentido de respeto mutuo.
Dios, enojado con Israel, trata de poner la responsabilidad del pueblo sobre
Moisés diciéndole a Moisés: "Este es tu pueblo, el que sacaste de Egipto". "Por el
contrario", le dice Moisés a Dios, "éste es tu pueblo, que tú sacaste de Egipto".
Esta conversación me recuerda los momentos en que solía volver a casa del
trabajo y mi esposa, Kathy, intentaba repudiar a uno de nuestros hijos porque habían
causado problemas durante el día. Ella decía: "Su hijo Jason escribió
en las paredes con crayones de colores hoy." Siempre fue mi hijo cuando se portaba
mal y su hijo cuando actuaba como un ángel.
Debajo del diálogo entre Dios y Moisés yace una pregunta más profunda. ¿Le
estaba diciendo Dios a Moisés: "Muchacho, Moisés, nunca pensé en que esos
israelitas fueran mi pueblo o en mi reputación con esos egipcios. Estoy muy contento
de tenerte cerca para no olvidar estas cosas"? ¡No me parece! Esto puede
sorprenderte, ¡pero no creo que Dios siempre quiera tener la razón cuando nos habla!
¡Dios a menudo restringe Su fuerza para poder tener una relación con Su pueblo!
— Su Restricción por Nuestra Amistad —

Recientemente, experimenté lo que se debe sentir cuando Dios restringe Su
fuerza por el bien de tener una relación con Sus hijos. Mi nieto Elijah vino a nuestra
casa. Corrió a mi habitación gritando: “¡Papá, luchemos! “Luego saltó sobre mi cama
y aterrizó sobre mí tan fuerte como pudo, golpeándome y pateándome con todo lo
que tenía.
No lo agarré y lo tiré por la ventana gritando: "¡Toma ese Spiderman!" En cambio,
contuve mi fuerza para que pudiéramos divertirnos. Pasé la mayor parte del tiempo
tratando de asegurarme de que no se cayera de la cama y se lastimara. De la misma
manera, Dios, que está más allá de nuestro entendimiento, nos invita a interactuar
con Él atando la mayor parte de Su cerebro a Su espalda y dejando espacio para el
consejo de Sus amigos.
Desafortunadamente, la iglesia ha tenido una visión unidimensional de lo que
significa tener una relación con Dios. Hemos sobre enfatizado la obediencia y
subestimado la amistad. Esto ha resultado en que nuestras interacciones con el
Todopoderoso se vuelvan robóticas y de tipo soldado. Los hombres y mujeres de
antaño entendieron algo que, siglos después, todavía estamos tratando de descifrar:
¡Dios quiere amigos, no esclavos!
¿Cuál es el secreto de la relación que Abraham y Moisés tenían con Dios? ¿Cómo
fueron recibidos en el Servicio Secreto de Su Majestad? El siguiente capítulo de
Éxodo ofrece más información sobre estas preguntas. Se lee:
Entonces Dios dijo a Moisés: "Vete, sube de aquí, tú y el pueblo que sacaste
de la tierra de Egipto, a la tierra de la cual juré a Abraham, a Isaac y a Jacob,
diciendo: 'A tu descendencia Lo daré.' Enviaré un ángel delante de ti y expulsaré
al cananeo, al amorreo, al heteo, al ferezeo, al heveo y al jebuseo.
Sube a una tierra que mana leche y miel; porque no subiré en medio de
vosotros, porque sois un pueblo obstinado, y podría destruiros en
el camino" (Éxodo 33:1-3).

Pero Moisés dijo al Señor:
"Mira, tú me dices: '¡Haz subir a este pueblo!' pero tú mismo no me has hecho
saber a quién enviarás conmigo. Además, has dicho: "Te he conocido por tu
nombre, y también has hallado gracia ante mis ojos". Ahora, pues, te ruego que si
he hallado gracia ante tus ojos, déjame saber tus caminos para que pueda
conocerte, para que pueda hallar gracia ante tus ojos. Considera también que esta
nación es tu pueblo”.
Y Él dijo: "Mi presencia irá contigo y te daré descanso".
Entonces le dijo: Si tu presencia no va con nosotros, no nos hagas subir de
aquí. Porque, pues, ¿cómo se sabrá que he hallado gracia ante tus ojos, yo y tu
pueblo? ¿No es por tu va con nosotros, para que nosotros, yo y tu pueblo, seamos
distinguidos de todos los demás pueblos que están sobre la faz de la tierra?
Entonces el Señor le dijo a Moisés: "Yo también haré esto de lo que has
hablado, porque has hallado gracia ante Mis ojos y te he conocido por tu
nombre" (Éxodo 33:12-17).
Mira lo que sucedió en estos versículos.
Dios dijo: "Cumpliré mis promesas a vuestros antepasados enviando a mi ángel
para que os acompañe, pero no iré con vosotros". Muchos de nosotros nos hubiéramos
sentido felices si nuestras oraciones fueran contestadas por el Señor enviando un ángel
para que nos acompañara. A menudo me pregunto si hubiéramos reconocido si teníamos
al ángel del Señor con nosotros y no al Señor.
Moisés demuestra su amistad con Dios cuando dijo: "¡Si tú no vas a la Tierra
Prometida, yo tampoco voy!" Moisés le estaba diciendo a Dios: "Tú eres más importante
para mí que cualquier visión que tenga para mi vida". Esta es una clave para construir
una relación más profunda con el Padre. Debemos quererlo a Él más de lo que queremos
lo que Él hace. Dondequiera que encuentres personas que aman a Jesús más de lo que
aman al mundo, descubrirás un lugar que está lleno del gozo de la amistad.
— Probando nuestros
corazones — Necesitamos darnos cuenta de que a veces, cuando el Señor nos
profetiza, Él está probando nuestros corazones más que determinando nuestro destino.
Pablo se dio cuenta de esto. En el Libro de los Hechos, un profeta llamado Agabo
descendió de Judea, tomó el cinturón de Pablo, se ató los pies y las manos y dijo:
"Así dice el Espíritu Santo: 'Así atarán los judíos en Jerusalén al hombre de
quien es este cinto y lo entregarán en manos de los
gentiles. Pero Pablo respondió: '¿Qué haces llorando y quebrantándome el

corazón? Porque dispuesto no sólo estoy a ser atado, sino aun a morir en
Jerusalén por el nombre del Señor Jesús” (Hechos 21:10-13).
Muchos de nosotros habríamos tomado esto como una palabra direccional del
Señor para no ir a Jerusalén ya que podríamos estar encarcelados. Probablemente
nunca se nos ocurriría que Dios todavía quería que Pablo fuera a Jerusalén y
finalmente a Roma para poder hablar con César. Nuestro concepto de Dios no
permite que el Señor nos hable sin creer que nos está dando un mandato directo que
debemos obedecer sin pensar. Parece una herejía que alguien sugiera que a veces,
cuando Dios nos profetiza, busca más interacción que obediencia ciega.
¿Qué tipo de relación tendríamos con nuestros amigos si exigiésemos nuestro

propio camino cada vez que nos reunimos? ¿Cómo sería si tuvieras que comer en el
restaurante que me gusta, ir al cine que disfruto y hablar sobre las cosas de las que
quiero hablar? Con esa actitud, no pasaría mucho tiempo antes de que me encontrara
sola. El famoso capítulo sobre el amor en el Libro de 1 Corintios dice que algunos de
los atributos del amor son que "no busca lo suyo propio" y que "no se preocupa
por sí mismo" (1 Cor.
13:5). A veces olvidamos que el amor del que habla la Biblia aquí describe la
naturaleza de Dios antes de que se aplique a nosotros. Dios no es egoísta.
Él no está simplemente dando vueltas con nosotros para poder salirse con la suya.
¡Él practica lo que predica!
David es otro creyente del Antiguo Testamento que, "siendo un hombre conforme
al corazón de Dios", trascendió las reglas de su época y estableció una amistad con
Dios. En aquellos días había leyes estrictas acerca de cómo podía adorar el pueblo
de Dios. Sólo el sumo sacerdote podía pasar delante del arca de Dios un día al año.
David erigió un tabernáculo e hizo que los sacerdotes ministraran ante el Arca de la
Alianza las 24 horas del día, los siete días de la semana, durante más de 30 años.
No solo David se salió con la suya haciendo algo que estaba en contra de la ley de
Dios, sino que también en el Libro de los Hechos, dice que a Dios le gustó tanto que
lo reconstruirá en los últimos días (ver Hechos 15:16- 18)!
La amistad de David con Dios era tan extraordinaria que quiso construir un
templo para Dios. Dios le dijo a David que aunque no vivía en una casa hecha por
manos de hombres, permitiría que el hijo de David, Salomón, le construyera una de
todos modos. Luego, en la dedicación del templo, Salomón repitió las palabras de
Dios:
“Desde el día que saqué a mi pueblo Israel de Egipto, no elegí una ciudad de entre
todas las tribus de Israel para edificar una casa en la que mi nombre estuviera allí,
sino que escogí a David para que estuviera sobre mi pueblo Israel. " Ahora bien, estaba
en el corazón de mi padre David edificar una casa al nombre del Señor, el Dios de
Israel (1 Reyes 8:16-17).
¿No es esto emocionante? No fue idea de Dios construir una casa para sí mismo. Fue
idea de Dios elegir a David. Estaba en el corazón de David hacer algo para Dios. Debemos
notar que David no estaba haciendo la voluntad del Padre sino que estaba haciendo su
propia voluntad. Al Señor le encantó porque venía del corazón de un amigo. ¡La amistad
trasciende la obediencia!
Los cristianos tienen un lugar especial en el corazón del Padre. Dios incluso nos ha
dado permiso para perdonar los pecados de otras personas. Hizo esta declaración radical
para recalcar su punto: "A quien perdonéis los pecados, les serán perdonados los pecados;
a quienes se los retuviereis, les serán retenidos" (Juan 20:23). Considere las ramificaciones
de retener el perdón de alguien. Sin embargo, el Señor nos confía estas importantes
decisiones.
El Apóstol Juan, quien recostó su cabeza sobre el pecho de Cristo, tuvo una visión
increíble del corazón de Dios. Aquí encuentra el valor para registrar las siguientes palabras
que salieron de la boca del mismo Jesús: "Si permanecéis en mí, y mis palabras permanecen
en vosotros, pedid todo lo que queráis, y os será hecho" (Juan 15: 7). Note cómo estar en
una relación correcta con Dios nos da permiso para pedir lo que deseemos. La Biblia está
llena de versículos como este. Estamos tan acostumbrados a ver las Escrituras con la
mentalidad de un esclavo que rara vez nos damos cuenta de que a Dios realmente le gusta
el hecho de que tengamos voluntad. Fue Su idea darnos un cerebro.
— Intimidad Verdadera
— Son tantos los cristianos que, sin darse cuenta, no han escuchado el llamado supremo
de la intimidad en su caminar con Dios. Esta verdad atravesó el corazón de uno de mis
amigos. Kevin y yo conducíamos por la carretera conversando y le ofrecí una barra de
chocolate.
Él dijo: "No, gracias, hace siete años, Dios me dijo que ayunara el azúcar. Yo
No he comido dulces desde entonces".
Le pregunté por qué Dios le dijo que no comiera azúcar. De repente se puso muy
silencioso en el coche. Condujimos durante varios minutos sin hablar y finalmente le pregunté
de nuevo, pensando que no me había escuchado. "Kevin, ¿por qué Dios te dijo que no
comieras azúcar?"
"¡Te escuché! ¡Te escuché!" él dijo. Kevin continuó: “Se me acaba de ocurrir que
nunca le pregunté a Dios por qué. Acabo de darme cuenta de que mi relación con
Dios se ha basado en la obediencia y no en la amistad”.
Dios quiere generar confianza y honrar a su pueblo. Esto se subraya en 2
Crónicas 20:20: "Oh Judá y habitantes de Jerusalén, confiad en el Señor vuestro
Dios, y estaréis seguros. Confiad en sus profetas y saldréis adelante". Este mismo
concepto resuena en el Libro del Éxodo.
Dios le dijo a Moisés: "He aquí, vendré a ti en una espesa nube, para que el pueblo
oiga cuando yo hable contigo, y también crean en ti para siempre" (Éxodo 19:9). ¡Dios
realizó señales y prodigios no solo para que la gente creyera en Él, sino también para
que creyeran en Moisés, para siempre!
La lucha con gran parte de la enseñanza de este libro es que cuando algunas
personas leen acerca de la amistad con Dios, tienden a agarrarse del "-barco", el
vehículo, sin hacerse amigos de Dios. Estas mismas personas aman la estructura,
las fórmulas y los principios, pero sin relación (otro "barco").
Sin el corazón de la amistad, se vuelven peligrosos y destructivos mientras que la
enseñanza se tilda de herejía. Cuando alguien que no es amigo usa los privilegios de
la amistad, hay una violación de la relación. Animo a mis amigos a que se sientan
como en casa en mi casa. Si alguien que no conozco entra a mi casa, abre mi
refrigerador y comienza a comer mi comida, no estoy de acuerdo con eso. Llamamos
a esta gente ladrones, no amigos.
Hemos sido invitados a la cena de las bodas del Cordero, no solo como invitados,
sino también como la Novia. Esta no es una boda a la fuerza, ni el novio quiere
casarse con una esclava tonta con dos dedos de frente. ¡No! Está buscando a una
mujer de Proverbios 31. Alguien de quien pueda jactarse en las puertas, que es
hermoso, noble y fiel. Él está buscando un amigo íntimo que no solo se asocie con Él,
sino que también camine a Su lado, conversando y discutiendo Sus planes para el
mundo. Así como deseamos relaciones sanas y profundas con quienes nos rodean,
Él desea esto con nosotros. ¡Qué privilegio!
Parte II
Introducción a los atributos de la realeza
ESTE manuscrito no pretende ser la última palabra sobre la herencia real

o la última palabra sobre el comportamiento de los príncipes. En cambio, está escrito para ser
un catalizador hacia el pensamiento real.
Se han escrito muchos libros excepcionales sobre el carácter de los cristianos y el fruto del
Espíritu. Si estuviera tratando de pintar un cuadro completo del asombroso pueblo de Dios,
tendría que incluir información de muchos de esos libros. De hecho, varias de las mayores
virtudes de la realeza como el amor, la lealtad, la honestidad, la pureza, la diligencia, la alegría,
la fidelidad, la responsabilidad, la paciencia, la sabiduría, la generosidad y la integridad (la lista
sigue y sigue), no han sido incluido aquí.
En cambio, he enfatizado cualidades que están en el centro del pensamiento bíblico, pero
que casi se olvidan. Viajemos al palacio para ver más de cerca el corazón del Rey de todos los
reyes y el camino de Su pueblo real.
Capítulo 8
Superhéroes en el Santuario Los niños nunca se

pelean por quién será el basurero. ¡Aprendemos eso en la iglesia y nos está matando!
— La Batalla de los Superhéroes —
Entré en la sala de estar justo cuando estalló una feroz discusión entre
tres de mis nietos, que luchaban en el suelo.
Elijah, de cinco años, gritó: "Soy Spiderman" y lanzó una red imaginaria a Isaac, que
tenía cuatro años.
Isaac protestó: "¡Soy Spiderman!".
"No, no puedes ser Spiderman", insistió Elijah, estableciendo su rango con
su prima más joven. "¡Ya soy Spiderman! Tú puedes ser Superman".
En ese momento, Riley, la hermana de tres años de Elijah, gritó: "¡Quiero ser Spiderman!
¡Quiero ser Spiderman!".
Con voz severa, Elijah dijo: "¡Riley, tienes que ser otra persona! ¡No puedes ser
Spiderman! ¡Yo ya soy Spiderman!".
"¡Papá!" ella lloró. "Elijah no está compartiendo. ¡No está jugando limpio! ¡No me dejará
ser Spiderman!"
"Riley", le dije, tomándola en mis brazos, "¿Por qué no eres la Mujer Maravilla? Wonder
Woman puede azotar a Spiderman y es hermosa como tú".
"Está bien", respondió ella, mientras le limpiaba las lágrimas.

Una de las cosas que he observado al ver jugar a mis siete nietos es que nunca se
pelean por quién va a ser el basurero. Han discutido sobre quién será la hermosa princesa,
Batman, Spiderman, Superman u otros superhéroes, de algunos de los cuales nunca había
oído hablar. Sin embargo, nunca se pelean por ser un "perdedor".
Cada uno de nosotros, en nuestras propias áreas de la vida, ha deseado la

grandeza y quiere ser conocido como un héroe. No somos diferentes a los discípulos
de Jesús. Cada vez que Él se alejaba de ellos, peleaban por cuál de ellos era el más
grande. ¡Estos concursos se intensificaron hasta el punto de que Santiago y Juan
convencieron a su madre para que le preguntara a Jesús si sus hijos podían sentarse a
su izquierda y derecha en el cielo! A menudo me he imaginado cómo deben haber sido sus peleas.
Mateo: "¿Viste a ese ciego que sané ayer? Había sido ciego desde su nacimiento".
Peter: "Eso no fue nada. ¡Yo ministré a un hombre que estaba ciego y cojo debido
a un accidente con un burro que tuvo cuando era un niño pequeño!"
Judas: "¿Oh, sí? Bueno, ¿alguna vez han recibido una ofrenda como esta?" (sacando
una bolsa de monedas de su bolsillo).
Thomas: "Realmente lo dudo".
James y John, que se llaman los Hijos del Trueno, dicen al unísono: "¡Eso
me enoja!"
Parece que Jesús pasó mucho tiempo tratando de que los niños dejaran de competir
entre sí. Puso a un niño en medio del grupo y les dio una lección práctica sobre cómo
entrar al Reino como niños. Se desvistió, les lavó los pies y les enseñó acerca de la
humildad. Aclaró que todos eran importantes en Su reino, sin importar cuán insignificante
pueda parecer una persona. Pablo se hace eco de Jesús cuando dice:
Porque digo, por la gracia que me ha sido dada, a todos los que están entre
vosotros, que no se tengan por más alto de lo que deben pensar, sino que piensen
sobriamente, como Dios ha repartido a cada uno una medida de fe. Porque así
como en un cuerpo tenemos muchos miembros, pero no todos los miembros
tienen la misma función, así también nosotros, siendo muchos, somos un cuerpo
en Cristo, e individualmente miembros los unos de los otros (Romanos 12:3-5).
Les contó historias sobre ser invitados a una fiesta y elegir un asiento que no
reflejaba su importancia. Pero nada de lo que hizo pareció quitarles su deseo de
grandeza. La grandeza ha sido inculcada en nosotros desde el nacimiento.
Alguien tuvo que enseñarnos a querer ser perdedores. Cuando éramos niños queríamos
ser alguien especial, pero desafortunadamente la iglesia tiene una manera de sacarnos
eso a golpes por medio del legalismo y el desempeño. No podemos hacer nada para
ganar el amor de nuestro Padre. Simplemente "siendo" nosotros mismos, somos
preciosos y ya gloriosos a Su vista.
Necesitamos volver a la semejanza de niños para comprender cuán excepcionales
somos para Él. Los niños que se crían en un hogar saludable saben que sus padres los
adoran y harían cualquier cosa para protegerlos. No pueden hacer nada para ganarse
el amor de sus padres porque sus padres los amaron antes de que fueran concebidos,
así como nuestro Padre nos amó antes de que pudiéramos saber cómo amarlo:
"Nosotros lo amamos porque Él nos amó primero" (1 Juan 4: 19). Estábamos
maravillosamente hechos desde el principio; ¡es parte de nuestra naturaleza divina!
— Dios vive fuera del tiempo —

Fuimos creados para la gloria desde el principio de los tiempos. Veamos cómo la
zona eterna de Dios afecta el glorioso llamado de Dios en nuestras vidas. Según la
perspectiva de la tierra, Jesús fue crucificado hace casi 2000 años. Sin embargo, la
Biblia dice que Jesús fue inmolado desde la fundación del mundo: “Le adorarán todos
los moradores de la tierra cuyos nombres no están escritos en el Libro de la Vida del
Cordero inmolado desde la fundación del mundo” ( Apocalipsis 13:8).
Dios vive fuera del tiempo. Cuando Dios dijo: "Hágase la luz", no solo creó la
noche y el día, sino que también creó el tiempo. El mundo de los espíritus vive en la
zona atemporal. Imagínese el tiempo como un tren moviéndose a través del Reino del Señor.
El motor representa el comienzo de los tiempos y el vagón de cola simboliza el final
de los tiempos. Dios puede llegar a cualquier parte en ese tren. Él sabe lo que va a
pasar en el futuro porque ya ha estado allí. Dios no está sujeto al tiempo. Pedro
conocía esta verdad cuando dijo: "Amados, no dejéis que se os escape este hecho:
que para el Señor un día es como mil años, y mil años como un día" (2 Pedro 3:8).
Cuando Jesús murió en la cruz, descendió al Seol y rescató a todos los que
estaban encarcelados por el diablo (Efesios 4:8-10). Estuvo fuera de la tierra durante
tres días, pero pasó de una zona horaria a una zona atemporal .
Entendemos por la historia de Lázaro en Lucas 16 que el Seol fue el lugar de detención
de todos aquellos que murieron antes de que Jesús pagara el precio de sus pecados
con Su sangre. Tenía dos áreas con un abismo separando cada una. Por un lado
estaba el Hades, que era para las personas que esperaban ir al infierno. Del otro lado
estaba el seno de Abraham, que era el refugio de los justos. Debido a que el Seol era
un lugar eterno, existiendo fuera del tiempo, ¡también estábamos cautivos allí!
Cuando Jesús descendió al Seol, tomó la multitud de cautivos y ascendió al Cielo,

¡nosotros estábamos con Él! Pablo describe esto en el Libro de Efesios. Dice: Cuando
ascendió a lo alto, llevó cautiva una multitud de cautivos y dio dones a los
hombres. Ahora bien, esta expresión, "Él ascendió", ¿qué significa sino que
Él también había descendido a las partes más bajas de la tierra? El que descendió
es también el mismo que ascendió por encima de todos los cielos, para llenarlo
todo (Efesios 4:8-10).
Pablo continúa diciendo que estamos sentados con Cristo en los lugares
celestiales, es decir, ¡ahora! Aunque estamos aquí en la tierra, Dios nos está hablando
de la zona atemporal . ¡Él siempre nos habla como si ya hubiera sucedido porque en Su
mundo ya sucedió!
Hace mucho tiempo, el Señor le habló a Jeremías desde la eternidad y le dijo: "Antes que
te formase en el vientre te conocí, y antes que nacieras te santifiqué; te di por profeta a las
naciones" (Jeremías 1:5). ).
La gente enseña todo tipo de doctrinas extrañas de este versículo, pero simplemente confirma
que Él no vive en la misma zona horaria que nosotros.
Podría ayudarnos a entender cómo Dios se relaciona con el tiempo si pensamos en la
forma en que vemos las estrellas. La luz viaja a 186,000 millas por segundo. Las estrellas
están a miles de años luz de distancia. Por lo tanto, algunas de las estrellas brillantes que
vemos en el cielo se quemaron hace mucho tiempo. La luz que percibimos ahora es un viejo
mensaje de una estrella muerta. En otras palabras, hoy estamos viendo algo que realmente
sucedió hace miles de años. ¡Es como si retrocediéramos en el tiempo cuando vemos las
estrellas!
¿Por qué es tan importante el tiempo? ¡Al comprender cómo Dios está fuera del tiempo,
comprenderemos cómo nos eligió hace mucho tiempo para hacernos gloriosos como Él!
— Predestinados para la gloria —

Es popular citar Romanos 8:28 cuando estamos en problemas o teniendo un mal día. Dice:
"Sabemos que a los que aman a Dios, todas las cosas les ayudan a bien, esto es, a los que
conforme a su propósito son llamados".
Lo que la mayoría de nosotros no hemos entendido es por qué todas las cosas funcionan
juntas para bien. Mira los siguientes dos versos:
Porque a los que de antemano conoció, también los predestinó a ser hechos
conformes a la imagen de su Hijo, para que él sea el primogénito entre muchos
hermanos; ya los que predestinó, a éstos también llamó; ya éstos, a los que llamó,
también los justificó; ya los que justificó, a éstos también glorificó (Romanos 8:29-30).
A los que "antes conoció" también los predestinó para gloria. ¡Dios ya entró en nuestro
futuro y preparó todas las circunstancias para que podamos ser más gloriosos! Es por eso que
todas las cosas ayudan a bien, porque Dios nos creó con un fin en mente. Dios comienza
desde el final y trabaja hacia atrás. Ha mirado el producto final de Su mejor creación y ha
dicho: "¡Eres asombroso!" Romanos 9:22-24 lo dice así:
¿Y qué, si Dios, queriendo mostrar su ira y hacer notorio su poder, soportó con
mucha paciencia los vasos de ira preparados para destrucción, y para hacer notorias las
riquezas de su gloria sobre el
vasos de misericordia, que Él preparó de antemano para gloria, a nosotros, a quienes Él

llamó, no solamente de los judíos, sino también de los gentiles?
Él nos preparó de antemano para la gloria. Dios escondió la sabiduría para NUESTRA gloria.
1 Corintios 2:7 dice: "Hablamos sabiduría de Dios en misterio, la sabiduría oculta, la cual Dios
predestinó antes de los siglos para nuestra gloria". Pablo dijo que somos transformados al ir de
gloria en gloria mayor: "Por tanto, nosotros todos, mirando a cara descubierta como en un espejo
la gloria del Señor, somos transformados de gloria en gloria en la misma imagen, así como del
Señor, el Espíritu" (2 Cor. 3:18).
Efesios 1:4 dice: "Él nos escogió en Él antes de la fundación del mundo, para que fuésemos
santos y sin mancha delante de Él en amor". Por eso Romanos dice: "A los que antes conoció".
Dios sabía lo que seríamos y haríamos antes de que fuéramos concebidos. Él no tomó nuestras
decisiones por nosotros, pero sabía cuáles serían porque en Su mundo ya sucedieron. Él sabía
que lo elegiríamos a Él, así que nos eligió a nosotros primero. ¡Es poderoso pensar que Él nos
conoce tan bien que sabía elegirnos antes de que supiéramos si lo elegiríamos a Él o no!
¡El escritor de Hebreos dice que Jesús murió para traer muchos hijos a la gloria!
"Porque convenía a Aquel por cuya causa son todas las cosas, y por medio de quien subsisten
todas las cosas, que, llevando muchos hijos a la gloria, perfeccionase por medio de los
padecimientos al autor de la salvación de ellos" (Heb. 2:10). Sabemos que tenemos una herencia
increíble en Dios, pero ¿nos damos cuenta de que somos su herencia gloriosa? Pablo declara en
Efesios: "Ruego que los ojos de vuestro corazón sean iluminados, para que sepáis cuál es la
esperanza a que os ha llamado, cuáles las riquezas de la gloria de su herencia en los
santos" (Efesios 1: 18).
En esencia, debemos darnos cuenta de que las promesas en estas Escrituras son para
nosotros. ¡Él nos ama tanto que debemos convertirnos en su herencia gloriosa! Fuimos creados
para la gloria. Antes de la fundación de la tierra, fuimos hechos y predestinados para la grandeza
porque Él ya sabía que lo elegiríamos. Dispuso nuestras vidas de tal manera que no pudiéramos
evitar ser asombrosos. ¡Ahora tienes derecho a creer que eres indescriptiblemente irresistible tal
como fuiste creado! Al elegirnos primero, Él nos dio la herencia de la grandeza, porque estamos
comisionados para ser como Él, ¡y Él es glorioso! ¡Qué pensamiento tan extraordinario! Alabado
sea Dios porque Su amor es simple: Él simplemente NOS AMA, ni más ni menos.
Capítulo 9
Todo el camino hasta la cima

La verdad de la gracia de Dios humilla al hombre sin degradarlo y
exalta a un hombre sin inflarlo.
¿Quién es tu papi?
RECIENTEMENTE estaba dirigiendo una sesión de capacitación profética en una

escuela ministerial. Comenzamos la clase hablando sobre el propósito principal del
ministerio profético y comenzamos a compartir que nuestra primera prioridad como
persona profética es encontrar el tesoro que Dios ha escondido en la vida de todas y
cada una de las personas que Él ha creado. En medio de decirles que debemos
"descubrir y llamar la grandeza que el Señor ha escondido en la vida de las personas",
uno de los pastores se unió a nosotros desde otra habitación. Nunca lo había conocido
antes y no sabía en ese momento que él era parte del equipo de liderazgo.
Antes de que pudiera continuar, dijo: "Tengo una pregunta para ti".
"Está bien", respondí. "¿Qué es?"
"Creo que Dios es grande", dijo.
"Sí, y... ¿Dije algo que te hizo pensar que no
¿Crees que Dios es grande?", pregunté.
“Dijiste que la gente es 'genial'. Creo que estás enseñando una doctrina que
promueve el orgullo en las personas al tratar de descubrir la grandeza que hay en ellos”,
continuó.
Me estaba volviendo un poco frito, así que respondí: "¡Creo que la religión emascula
y castra a la gente en nombre de la humildad!"
Estábamos sentados en una habitación que tenía un hermoso cuadro en la pared
junto a nosotros. Señalé el cuadro y le dije: "Supongamos que tú eres el artista que
pintó ese cuadro".
"Está bien", dijo, luciendo un poco tenso.
Hice un gesto hacia la imagen y grité: "¡Qué pintura tan estúpida!
¡Esos colores son terribles! ¡Esa cosa es tan fea!" Hice una pausa por un minuto.
"Ahora", le dije, "¿degradar la pintura de alguna manera glorifica al artista?"
"¡No!" él respondió.
Ahora lo tenía acorralado, así que continué: "No solo es Dios mismo quien nos
pintó, por así decirlo, ¡sino que Jesús fue quien se sentó en la silla y modeló para la
obra maestra! Recuerde, fuimos hechos a la imagen de Dios". y a su semejanza. No
nos creamos a nosotros mismos. Dios nos creó. Somos obra de sus manos. Cuando
nos derribamos no estamos siendo humildes, ¡estamos siendo estúpidos!
Parecía atónito. Él dijo: "Tengo tres títulos en teología, pero nunca me han
enseñado esto".
— Orgullo Versus Exaltación de Dios —
Este encuentro me confirmó una vez más que hay una mentira aún viva en la
mente de muchos cristianos, una mentira que estratégicamente nos impide caminar
en la plenitud de nuestra identidad en Cristo. Esta mentira nos dice que cualquier
reconocimiento de nuestra fuerza o bondad es orgullo, y que la única forma de lidiar
con el orgullo es degradarnos a nosotros mismos, lo cual es humildad. La verdad es
que no es orgullo reconocer nuestras fortalezas ni humildad menospreciarlas. Este
tipo de falsa humildad mantiene a los santos en tinieblas y hace que nunca entremos
en nuestro destino.
¿Recuerdas lo que acabamos de ver en el capítulo anterior? Romanos 3:23 dice
que nosotros "estamos destituidos de la gloria de Dios". Aunque nos lo perdimos,
fuimos hechos para la gloria. Afortunadamente, cuando Jesús murió en la cruz, no
solo murió para poder perdonar nuestros pecados. Él murió para que pudiéramos ser
restaurados a nuestro propósito original. El precio que Jesús pagó en la cruz determinó
el valor de las personas que compró. Fuimos creados para compartir la gloria de Dios
y traerle gloria. Después de todo, ¿quién es más grande, un rey sobre un montón de
tontos, o un rey sobre un gran ejército de soldados confiados que se enorgullecen de
servir a su rey? ¿No es cierto que la grandeza de los súbditos del Rey en realidad
glorifican al Rey mismo?
El relato del sueño del rey Nabucodonosor en el cuarto capítulo de Daniel nos
muestra que aprender la humildad no significa que tengamos que pensar negativamente
en nosotros mismos. En el sueño, Nabucodonosor ve a un ángel cortar un árbol
enorme, dejando solo el tocón. Daniel, su intérprete de sueños de mayor confianza, le
dice que el sueño es sobre él. Él es el árbol, y está a punto de ser cortado por su
orgullo. Daniel insta al rey a humillarse antes de que Dios lo humille.
Doce meses después, Nabucodonosor está en el techo de su castillo hablando

consigo mismo sobre lo increíble que es haber logrado tanto por sí mismo. De repente
pierde la cabeza. Es conducido a los campos y vive
como un animal durante siete años. Finalmente, después de siete largos años de completa locura,
Dios restaura su mente. La primera declaración que sale de su boca cuando finalmente puede hablar
de nuevo es impresionante:
En ese momento mi razón volvió a mí. Y mi majestad y esplendor me fueron restaurados
para la gloria de mi reino, y mis consejeros y mis nobles comenzaron a buscarme; así fuí
restablecido en mi soberanía, y sobremanera grandeza me fue añadida (Daniel 4:36).
Si no lo supiéramos mejor, ¿no pensaríamos que este fue el tipo de declaración que provocó que
Dios lo humillara en primer lugar? Una vez más, está diciendo: "¡Soy increíble!". ¡Pero mira el siguiente
versículo! Él dice: "Ahora yo, Nabucodonosor, alabo, exalto y honro al Rey de los cielos, porque todas
sus obras son verdaderas y sus caminos justos, y Él puede humillar a los que andan con
soberbia" (Daniel 4:37).
¿Lo entendiste? El rey Nabucodonosor está diciendo que él es asombroso, pero Dios es más
asombroso. El problema de Dios con Nabucodonosor no era su grandeza, sino que se atribuyó todo el
mérito sin reconocer que Dios le había dado su reino en primer lugar. Dios le devolvió todo lo que
había perdido porque aprendió su lección, que "el cielo gobierna" (Daniel 4:26). El punto es que
mientras reconozcamos de dónde viene nuestra grandeza, no estamos en peligro de orgullo. No
glorificamos a Dios diciendo que no somos grandes, lo glorificamos al reconocer que Él es la fuente de
esa grandeza.
La humildad no es degradarnos a nosotros mismos sino exaltar a nuestro Dios.

Al decirnos que "humildad" significa convencernos de que somos "don nadie", muchos líderes
cristianos han vendido al pueblo de Dios a la esclavitud teológica. Este sistema de creencias no ha
curado el orgullo sino que ha trabajado para destruir la confianza del pueblo de Dios. La verdadera
humildad no es la ausencia de confianza sino la fuerza contenida. La única forma en que podemos
ser verdaderamente humildes es tener una evaluación honesta de nosotros mismos ante Dios. Si
sabemos que merecemos el asiento más alto de la casa y tomamos un asiento más bajo del que
merecemos, nos hemos humillado. Si merecemos un asiento bajo y tomamos el asiento bajo, no se
llama humildad. Si no sabemos a qué asiento pertenecemos y nos sentamos en un asiento más bajo
de lo que merecemos, tenemos suerte porque el cabeza de familia no nos va a humillar pidiéndonos
que bajemos.
La humildad es un asunto del corazón. No podemos ser humildes por accidente; debemos proponernos
en nuestro corazón conocer nuestra grandeza, pero nunca exaltarnos más de lo que deberíamos. Las
Escrituras dicen que Moisés "era muy humilde, más que todos los hombres que había sobre la faz de
la tierra" (Núm. 11:34 NVI). Curiosamente,
fue Moisés mismo quien escribió los primeros cinco libros de la Biblia, incluido este
versículo. Tenía una evaluación inspirada y honesta de sí mismo ante Dios, por lo
que no se contradijo diciendo que era el hombre más humilde de la tierra.
Podemos ser personas de humildad y aun así tener confianza en quienes somos.
Desafortunadamente, la confianza siempre parece arrogancia para los inseguros.
Aquí es donde radica el verdadero problema. Creo que detrás de la falsa humildad
que promueven algunos líderes cristianos está la convicción de que ellos y todos los
demás en realidad no valen mucho. En su "evaluación honesta de sus habilidades"
todavía se ven a sí mismos como personas caídas. Es otro ejemplo de la mentalidad
de pobreza en el trabajo. ¡Hemos espiritualizado nuestra baja autoestima y está mal!
Dios le ha dado a la iglesia un gran llamado y, por lo tanto, se necesitan grandes
personas para cumplirlo. Si fallamos en ver nuestra grandeza, no cumpliremos con
nuestro llamado. Nuestra mentalidad pobre y nuestra falsa humildad han hecho que
gran parte de la Iglesia sea ineficaz al disminuir nuestra visión de la influencia que
debemos tener en el mundo. Podemos ver esto en la forma en que percibimos y
perseguimos la Gran Comisión. En Mateo 28, Jesús nos da instrucciones sobre cómo
debe llevarse a cabo un avivamiento mundial: debe comenzar con los creyentes
haciendo discípulos de las naciones. Hemos reducido la Gran Comisión de nuestro
Señor a algo con lo que nos sentimos más cómodos, que es ministrar a individuos en
lugar de naciones. Hablaremos más sobre esto más adelante. Por lo general, nos
enfocamos en personas económicamente pobres y quebrantadas sobre personas
con influencia y estatus. Nuestra inseguridad hace que nos sintamos descalificados
para llegar a los ricos, educados y poderosos.
— Héroes de las Generaciones —
Las Escrituras describen a hombres y mujeres de Dios que se apoderaron de las
posiciones de influencia que se les habían ofrecido y reconocieron que Dios los
estaba ubicando estratégicamente allí. Su grandeza no fue para su propio beneficio,
sino para dar al mundo una probada del Reino de Dios. Hoy, ¿dónde están las
personas como José que se convertirá en un "padre" para los faraones del mundo y
verá caer naciones enteras en las manos de Dios?
(Véase Génesis 45.) ¿Qué les sucedió a los Elías que confrontaron a los reyes y
cambiaron la historia con sus proclamaciones proféticas? ¿Qué ha sido de personas
como Daniel, que estuvo en las cortes de cuatro reyes mundanos y ganó las naciones
más poderosas de la época para Dios? ¿Por qué no están los Nehemías de nuestros
días para reconstruir nuestras ciudades en ruinas? ¿Por qué gigantes como el aborto,
la homosexualidad, el racismo, el crimen y la corrupción son
continuamente vagar por la tierra y causar estragos en nuestros hijos mientras el pueblo
de Dios se esconde detrás de los bancos, esperando que nuestro gobierno apruebe una
ley para detener a los grandes?
¡Hemos sido llamados a enseñar a las naciones cómo detener a los gigantes,
prosperar en las hambrunas, reconstruir ciudades y restaurar los padres a los hijos
perdidos! Cada vez que alguien como David o José tiene la confianza suficiente para
salir de la oscuridad y cambiar el curso de la historia, algún líder de la iglesia, como los
hermanos de José o David, les pone una etiqueta de "orgullo" y les da una lección sobre
cómo sentirse mal consigo mismos.
Por lo general, la lección parece terminar con una clase sobre el arte de "cargar la
cruz". Hemos hecho del transporte cruzado una oportunidad de carrera en lugar de un
evento de un día. Esto se deriva de un grave malentendido de lo que nos sucedió
cuando fuimos salvos. Cuando Jesús nos dijo que tomáramos nuestra cruz y lo
siguiéramos, no estaba hablando de pasar toda nuestra vida con una cruz en la espalda,
más de lo que lo hizo. Estamos destinados a tomar nuestra cruz y seguir a Jesús al
tanque bautismal, donde nos identificamos con Él en Su muerte. Pablo dice que:
Por el bautismo fuimos sepultados con El para muerte, a fin de que como
Cristo resucitó de los muertos por la gloria del Padre, así también nosotros
andemos en vida nueva. Porque si hemos sido unidos en la semejanza de su
muerte, ciertamente lo seremos también en la semejanza de su
resurrección.. .
Porque la muerte que Él murió, Él murió al pecado una vez por todas; pero la
vida que Él vive, Él vive para Dios (Romanos 6:6-10).
Se supone que debemos entrar en la cámara mortuoria del bautismo con una cruz y
salir con una corona. La corona es: “¡La semejanza de Su resurrección!
"El apóstol Juan dijo: "Como él es (hablando de Jesús), así somos nosotros en este
mundo" (1 Juan 4:17). Note que no dijo: "Como él era", sino que dijo: " Como el es."
Jesús ya no es el siervo sufriente que lleva su cruz. Él es el Rey que viene. Debemos
ser la revelación de Su realeza en la tierra. Pablo enfatizó esto a la iglesia de Corinto:
"Ya estáis llenos, ya os habéis enriquecido, sois reyes sin nosotros; y ciertamente
quisiera que vosotros hubierais llegado a ser reyes, para que también nosotros
reináramos con vosotros" (1 Cor. 4:8).
La revelación completa de lo que significa ser salvo aún necesita penetrar nuestro
pensamiento hasta que entendamos que quienes éramos está totalmente muerto y
quienes somos es la revelación de Cristo en la tierra. Cuando venimos a Cristo, es
fue humildad para evaluarnos honestamente como pecadores. Volver atrás y decir que
todavía somos lo que somos es negar lo que Cristo hizo por nosotros. Hacer eso ya no es
humillarnos a nosotros mismos, es socavar el poder de resurrección que Dios nos ha dado
para vivir como Él.
— Falsa humildad —
Hace varios años, se dio una profecía que continúa circulando a través de nuestras
iglesias hoy. La profecía dice que el avivamiento de este último día será introducido por una
"generación sin nombre y sin rostro". Entiendo que la mayoría de la gente piensa que esta es
una profecía precisa que comunica que Dios quiere usar a todos y no solo a las personas
famosas.
Estoy de acuerdo en que Dios quiere obrar a través de todos nosotros para sacudir el mundo.
Sin embargo, creo que la iglesia a menudo profetiza con una mentalidad de pobreza y opera
con falsa humildad. El punto que estoy tratando de hacer aquí es que no hay gente pequeña
en el reino de Dios. ¡Solo hay hijos e hijas que son más que vencedores!
En lugar de decir que Dios quiere usar a "gente pequeña como nosotros" para señalar
que todos son útiles para Dios, debemos recordarle a la gente (es decir, RECORDARLES o
darles una nueva mente) su identidad real. Después de todo, Dios se pasa muchos capítulos
de la Biblia “aburriéndonos” con generación tras generación de los nombres de Su pueblo
que estuvo involucrado en algún evento histórico. Dios incluso reconoce que Jesucristo
estaba arraigado en la humanidad al nombrarlo en toda la genealogía de José. (José ni
siquiera era su verdadero padre). Pero esta profecía dice que el avivamiento será "sin nombre
ni rostro". La falsa humildad roba nuestros nombres y desfigura nuestras identidades hasta
que seamos inofensivos contra los poderes de las tinieblas.
Dios nunca nos recuerda nuestra pequeñez cuando nos llama a hacer algo maravilloso.
En lugar de eso, Él nos llama a tener coraje al proclamar algo asombroso sobre nosotros
como: "Tú eres un guerrero valiente", "Padre de muchas naciones" o "¡Tú eres a quien espera
todo Israel!". A diferencia de Dios, la cultura cristiana típica abraza la pequeñez para incluir a
las personas que se sienten insignificantes. La consecuencia es que hemos encogido a los
hombres por debajo del tamaño de su demonio y por eso se les deja enfrentarlo sin el pleno
beneficio de su verdadera identidad y autoridad. Debemos ser elevados para captar el
supremo llamamiento de Dios, como dice Pablo en Filipenses 3:14 (RV), "prosigo a la meta,
al premio del supremo llamamiento de Dios en Cristo Jesús".
Es esencial que el Cuerpo de Cristo se libere de una baja autoestima impía. Vemos a lo
largo de las Escrituras que cuando las personas adquieren una identidad
cambio de Dios, son catapultados al destino que una vez los eludió. Gedeón era un
joven que estaba destinado a cambiar el curso de la historia. Como la mayoría de
nosotros, su baja autoestima había promovido en él una falsa humildad que reducía
su vida a simplemente ganarse la vida. Su historia dice: El ángel del Señor se le
apareció y le dijo: "El Señor está contigo, oh valiente guerrero". Entonces
Gedeón le dijo: "Señor mío, si el Señor está con nosotros, ¿por qué nos ha
sucedido todo esto? ¿Y dónde están todos sus milagros que nos contaron
nuestros padres, diciendo: '¿No nos hizo subir el Señor de Egipto?' Pero ahora
el Señor nos ha abandonado y nos ha entregado en manos de Madián." El Señor
lo miró y dijo:
"Ve con esta tu fuerza y libra a Israel de la mano de Madián.
¿No te he enviado yo?" Él le dijo: "Oh Señor, ¿cómo libraré a Israel?
He aquí, mi familia es la menor en
Manasés, y yo soy el menor en la casa de mi padre” (Jueces 6:12-15).
El ángel sabe que la liberación de Israel se basa en su capacidad para impactar

la autoestima de Gedeón. Como Gedeón, muchos de nosotros estamos hartos de los
males que nos rodean, pero no se nos ha ocurrido que el milagro por el que hemos
estado orando ya está dentro de nosotros. Cuando Dios lo llamó un "guerrero valiente",
Gideon pudo entrar en una identidad que le permitió traer la justicia que anhelaba su
corazón. Es importante que nos demos cuenta aquí de que aunque parecía que los
madianitas eran los opresores de Israel, la verdadera esclavitud estaba dentro de
Gedeón.
Su respuesta al ángel nos da una idea de la fuente real del miedo de Gedeón. Él
dijo: "¿No es mi familia la más pequeña en Manasés y yo no soy el más joven?" Su
problema no es tanto que el enemigo sea tan grande sino que él se siente tan
pequeño. Siempre se puede saber el tamaño de la identidad de un hombre por el
tamaño del problema que se necesita para desanimarlo. También es interesante notar
que cuando el pueblo de Dios luchó contra los madianitas, gritaron: "¡Una espada
para el Señor y para Gedeón!" (Jueces 7:20). Debido a que Gedeón se levantó para
convertirse en el líder que Dios le había destinado a ser, el pueblo fue leal tanto a Dios
como a Gedeón.
¡La falsa humildad corre rampante en el Cuerpo de Cristo! Lo escuchamos
después de que una persona canta una gran canción en la iglesia. Cuando les
decimos el gran trabajo que hicieron, es común que digan algo como: "No fui yo, fue
Jesús". Muchas veces quiero decirles: "¡No estuvo tan bien!". Esta mentalidad nos
está matando porque no queremos que la gente piense que hay
algo bueno en nosotros. Esto lleva a la misma esclavitud que experimentó Gedeón.
La vida parece tan peligrosa y nos sentimos tan vulnerables.
— La guerra que nos rodea —
Cuando finalmente ganamos la guerra dentro de nosotros mismos, comienza a
desarrollarse otro campo de batalla a nuestro alrededor a medida que el enemigo trata de
debilitarnos a través del miedo. La vida de Nehemías ilustra esto bellamente. Nehemías,
a diferencia de Gedeón, sabía quién era él en Dios y entendió que el llamado de su vida
era alterar el curso de la historia reconstruyendo los muros de Jerusalén y estableciendo
un gobierno en Israel después de muchos años en el exilio. Los israelitas habían estado
tratando de reconstruir los muros durante años, pero el enemigo había logrado asustarlos
para que regresaran a sus "bancos". Veamos el diálogo entre Nehemías y sus detractores.
Ono significa "fuerza" y representa el lugar de la fuerza del enemigo. Es importante

para nosotros no caer en las tácticas del enemigo y descender al valle de su fuerza. Si te
aventuras allí, descubrirás por qué el lugar se llama "¡Oh, no!" Nehemías demuestra
cómo mantenerse fuera de este valle de problemas. Él proclama a su adversario: "Estoy
haciendo una gran obra y no puedo bajar a ti?" ¡Guau! Esto no es orgullo, sino la
confianza de un hombre que conoce a su Dios, se conoce a sí mismo y conoce su misión.
Más tarde el enemigo trata de hacer que Nehemías se esconda en la iglesia diciendo:
"Reunámonos en la casa de Dios, dentro del templo, y cerremos las puertas del templo,
porque vienen para matarte y vienen a matarte por la noche".
Nehemías dijo:
"¿Debe huir un hombre como yo? ¿Y uno como yo podría entrar en el templo
para salvar su vida? No entraré". Entonces percibí que ciertamente Dios no lo había
enviado, sino que pronunció su profecía contra mí porque Tobías y Sanbalat lo
habían contratado. Para esto fue contratado, para que yo me asustara y actuara en
consecuencia y pecara, para que ellos tuvieran un mala fama para que me vituperen,
acuérdate, oh Dios mío, de Tobías y de Sanbalat según estas obras de ellos, y
también de la profetisa Noadías, y de los demás profetas que trataban de
atemorizarme (Nehemías 6:10-14) ).
Cuando nos revolcamos en la baja autoestima y la falsa humildad somos impotentes

para detener los ataques del diablo. Satanás usa la "doctrina de la humildad" para castrar
nuestra confianza y paralizar al pueblo de Dios. Este
La falsa doctrina nos enseña que confiar en que estamos haciendo una "gran obra para
Dios" es arrogancia. Este sistema de creencias se expresa en afirmaciones como "No
soy yo. Es solo Jesús". ¡Esto no es verdad! Jesús nos ha comisionado a colaborar con
Él. Él nos llamó a reinar con Él.
El enemigo también ha contaminado gran parte del movimiento profético con sus
profecías de "Noadías" que están diseñadas para "asustarnos". Estos "profetas" corren
por todo el mundo profetizando su mensaje de perdición, reduciendo el Cuerpo de Cristo
a niños asustados.
Satanás teme que la Iglesia recupere su confianza y comience a restaurar nuestras
ciudades arruinadas. Trabaja horas extras para decirnos cuán débil es la iglesia, cuán
oscuro está el día y cuán enojado está nuestro Padre con nosotros. ¡Todo esto es un
montón de mentiras!
— Humildad descrita — No
estoy tratando de promover el orgullo, la arrogancia o el descaro. Simplemente
quiero definir lo que es la verdadera humildad. Nadie puede soportar estar cerca de
personas que están atrapadas en sí mismas. Es repugnante estar en presencia de una
persona egocéntrica o que cree que se hizo a sí misma. Cuando nos sentimos mal con
nosotros mismos, también nos hemos convertido en el centro de atención.
Esto es tan arrogante como la persona que anda diciéndole a la gente cuánto mejor es
que los demás. La humildad no es pensar menos en nosotros mismos sino pensar menos
en nosotros mismos.
La verdadera humildad nace de la conciencia de la grandeza de Dios, crece en un
corazón lleno de gratitud y madura en el asombro de su amor apasionado por nosotros.
La oración es un acto de humildad porque la persona que ora reconoce la necesidad de
la ayuda del Cielo y de la comunión con el Creador. La falta de oración es el máximo
orgullo. La verdadera humildad comprende su necesidad del Padre.
La humildad también tiene ojos para ver la obra asombrosa que nuestro Dios ha realizado
en la vida de los demás. Nos humillamos ayudando a otros a "tener su día en el Hijo"
mientras los amamos con el mismo amor que tenemos por nosotros mismos. Alguien
dijo una vez: "¡La gracia de Dios humilla al hombre sin degradarlo y exalta al hombre sin
inflarlo!" Veremos cómo se ve la humildad práctica en el próximo capítulo mientras
estudiamos su atributo real corolario: el honor.
Capítulo 10
Honor—El camino de ladrillos amarillos La nobleza
crece en la tierra del honor.
— Es un asunto de familia —
La familia de MI madre es de ascendencia española y pasé mucho tiempo

con ellos mientras crecía. El honor era una parte integral de nuestra cultura. Mi abuelo y
mi abuela eran los miembros mayores de nuestra familia. Eran las personas más
respetadas en cualquier reunión que los incluyera y los mejores asientos de la casa
siempre estaban reservados para ellos. Si uno de los niños se sentaba en uno de sus
asientos, el resto de la familia lo miraba como si dijera: "¡No puedes ser tan grosero!"
Permitimos que los ancianos fueran atendidos primero y les hablamos con respeto en
todo momento, ya sea que estuviéramos de acuerdo con ellas o no. También siempre
abrimos puertas para las mujeres y les dimos nuestros asientos. No recuerdo que nadie
me haya dicho que honre a las personas, pero nací en una cultura que lo modeló. .
El honor es una virtud perdida en nuestra nación. Este hecho me fue revelado en un
retiro de la Escuela Bethel del Ministerio Sobrenatural. Había alrededor de 120
estudiantes presentes ese fin de semana. Algunos de los estudiantes se acercaron a mi
mesa tarde en la noche y comenzaron a hacer preguntas. En unos minutos, unos 30
estudiantes estaban acurrucados alrededor de la mesa mientras les contaba "historias
de guerra". Todos estaban tratando de participar en una conversación muy ruidosa. Un
joven estaba sentado en el banco a mi lado. Más adelante en la conversación, llegó una
mujer de mediana edad. Al no encontrar asiento, se paró detrás de mí para poder
escuchar la conversación.
Le dije al joven que estaba sentado a mi lado: "Por favor, levántate y deja que Julie
se siente".
Él espetó: "¡Yo estaba aquí primero!"
Le dije: "Ella es una mujer; quiero que le cedas tu asiento".
La tensión aumentó por un momento, pero finalmente se levantó y le cedió su asiento.
Este joven fue uno de nuestros mejores estudiantes y tiene un gran corazón, pero
le enseñaron: "¡Si quieres un buen asiento, debes llegar temprano!" Fue criado con un
paradigma que valoraba "cuidarse a sí mismo" en lugar de
honrando a los demás. Pensar en honrar a alguien por encima de él no había entrado
en su ecuación. No tenía una cuadrícula para lo que estaba compartiendo con él.
Ese joven no está solo. El honor ha sido eliminado casi por completo de nuestra
cultura. Muchos de los que leen este libro pueden tener dificultades con este capítulo
por la misma razón por la que el joven no quería ceder su asiento. La idea de que
algunas personas merecen más honor que otras parece injusta. Sin embargo, la
mentalidad del reino es completamente diferente a eso. Es difícil leer la Biblia sin
estar expuesto a una cultura de sumisión con niveles de honor y autoridad.
— El honor une a las generaciones —

El honor ha estado ausente de la mentalidad de la Iglesia durante tanto tiempo
que a menudo deshonramos a las personas cuando ministramos sin siquiera darnos
cuenta. Esto me quedó bastante claro hace unos años. Durante un período de 12
meses, tuvimos cinco oradores invitados diferentes que vinieron a la Iglesia Bethel y
predicaron el mensaje de que "el avivamiento viene de la juventud". Las primeras
veces que escuché ese mensaje, mi mente estaba preocupada y mi espíritu estaba
afligido, pero no podía percibir lo que estaba mal. A medida que se acercaba el final
del año, y un quinto orador predicó el mismo mensaje básico nuevamente, me molesté
y salí corriendo de la iglesia llorando. (Esto no es algo que recomiendo que hagan los
pastores). Fui a casa y me acosté en el piso llorando. Todavía no entendía qué estaba
mal, así que comencé a cuestionar a Dios sobre lo que estaba pasando dentro de mí.
yo.
Él me dijo: "El avivamiento no viene de la juventud, sino de UNA generación, de

viejo a joven" . Me recordó el pasaje en el Libro de los Hechos que dice: "Será en los
últimos días, dice Dios, que yo Derramaré de Mi Espíritu sobre toda la humanidad. y
vuestros hijos y vuestras hijas profetizarán, y vuestros jóvenes verán visiones, y
vuestros ancianos soñarán sueños” (Hechos 2:17). Tenga en cuenta que el avivamiento
no tiene género, generación o clase social. Dios continuó mostrándome que cada vez
que se predicaba el "mensaje de la juventud", a los de mediana edad y a los ancianos
se les decía, por omisión, que ya no eran importantes ni valorados. Me dijo que el
diablo sabía que podía No detiene el avivamiento mundial al resistirlo, por lo que ha
tratado de maldecir el planeta separando las generaciones.
El profeta Malaquías vio venir esto hace mucho tiempo y profetizó al respecto.
He aquí lo que dijo acerca de los últimos
días: He aquí, yo os envío el profeta Elías antes que venga el día del Señor,
grande y terrible. Él restaurará los corazones de los
los padres a sus hijos y el corazón de los hijos a sus padres, para que no venga y hiera
la tierra con maldición (Malaquías 4:5-6).
Este pasaje deja en claro que a medida que las generaciones se unan, las maldiciones
sobre nuestra tierra se romperán. Dios pasó a explicarme que el príncipe de la potestad del
aire ha influido en el pensamiento moderno para valorar a los jóvenes por encima de los
ancianos de una manera que deshonra a las personas mayores. El Señor me mostró que la
Biblia intencionalmente da más honor y respeto a los ancianos, pero que nuestra cultura les
quita poder. Empecé a comprender que el espíritu equivocado estaba influenciando a muchos
predicadores y estaban haciéndole el juego al maligno.
Este punto fue magnificado a través de una visión que tuve. En la visión vi a dos jóvenes
de pie en presencia de su padre en varias ocasiones diferentes. Cada vez que su padre veía
a las niñas juntas, le decía a una de ellas que era hermosa, pero nunca le decía nada a la otra
niña.
La otra hija estaba siendo destruida por la falta de afecto de su padre. Empecé a entender por
qué estaba cargando con tanto dolor por el joven que fue honrado cinco veces en nuestra
casa mientras estaba en presencia de otras generaciones. También me di cuenta de lo
destructivo que puede ser el honor si se abusa de él.
— El honor expresa valor en los demás — El
honor es uno de los mayores atributos de la nobleza en toda la Biblia.
Cuando el reino está presente dentro de nosotros, el comportamiento honorable es algo
natural para nosotros. Damos honor a todos los hombres no solo porque lo merecen, sino
también porque somos ciudadanos honorables del Rey. Cuando caminamos en nuestro
llamado real, nuestro comportamiento no está determinado por nuestro ambiente temporal
sino por el ambiente eterno que yace dentro de nosotros.
Cada vez que tratamos a las personas con honor, incluso si se niegan a honrarnos,
demostramos que tenemos un estándar dentro de nosotros que no está determinado por las
personas que nos rodean. No solo honramos a las personas porque son honorables, sino que
honramos a las personas porque somos honorables. Para un cristiano, el honor es una
condición del corazón, no solo el producto de un buen ambiente. Honrar no significa que
estemos de acuerdo con las personas a las que honramos; simplemente significa que los
valoramos como personas que han sido creadas a imagen y semejanza de Dios.
¡Incluso deberíamos luchar con nuestro enemigo de una manera honorable! Podemos ver
este principio en el Libro de Judas:
El arcángel Miguel, cuando disputaba con el diablo y discutía sobre el cuerpo de
Moisés, no se atrevía a pronunciar contra él un reproche
juicio, sino que dijo: "¡El Señor te reprenda!" Pero estos hombres maldicen las cosas
que no entienden, y las cosas que saben por instinto, como animales irracionales,
por estas cosas son destruidos (Judas 1:9-10).
Si alguien merece deshonra, es el diablo. Pero Michael no trató a su archienemigo
con falta de respeto cuando peleó con él. Este principio modela cómo debemos tratar a
nuestros enemigos, ya sean físicos o espirituales.
La guerra en Irak presenta un gran ejemplo de esto. Cuando descubrimos que varios
prisioneros iraquíes estaban siendo maltratados en Irak mientras estaban detenidos como
prisioneros de guerra, nuestro país se sorprendió. Como estadounidenses, no podíamos
tolerar este comportamiento escandaloso. Si esos mismos terroristas iraquíes hubieran
muerto en combate, los ciudadanos de los Estados Unidos se habrían indignado mucho
menos. También sabemos que cuando capturan a nuestros soldados, los torturan y los
decapitan. Entonces, ¿por qué está mal que los torturemos? La respuesta es simple:
queremos tratar con honor a nuestros enemigos no porque se lo merezcan, sino porque
nosotros lo merecemos. Esto es lo que significa ser gente honorable.
— Fracaso del honor en el liderazgo —
Éxodo 20:12 dice: "Honra a tu padre ya tu madre para que tu vida sea prolongada".
Es importante notar la relación entre la vida y el honor. El honor crea una carretera por la
que viaja la vida y es una virtud clave para crear y mantener una cultura real. Cuando
honramos a otros, reconocemos su autoridad y cedemos a su posición. El honor es la
humildad en acción. Tiene ojos para ver en lo invisible a fin de discernir y apreciar la
naturaleza de una persona de acuerdo con los valores del reino.
El honor es la piedra angular de una cultura de empoderamiento que elimina la

necesidad de control. La presencia del honor crea orden a través de la dignidad en lugar
del miedo al castigo. El orden, cuando es fomentado por el honor, resulta en
empoderamiento; el orden impuesto a través del miedo da como resultado el control. Si
tuviéramos que tomar las consecuencias negativas de un ambiente donde las personas
no tienen honor en sus corazones unos por otros, seguramente se desarrollaría el
desorden y el caos. Las personas obedecen a sus líderes porque tienen miedo de lo que
pueda pasar si no lo hacen, o hacen lo que se les pide porque tienen honor en sus
corazones y respetan a quienes tienen autoridad sobre ellos.
Cuando el honor se erosiona, la muerte tiene una puerta abierta. La lenta destrucción
del honor en nuestra cultura no solo ha provocado que se falte el respeto al liderazgo de
nuestro país, sino que también ha cambiado la forma en que se gobierna la Iglesia.
En los últimos 50 años, Estados Unidos ha estado experimentando un terremoto

fundacional que ha alterado radicalmente el liderazgo de nuestro país. Este cambio de
paradigma cultural tiene implicaciones de gran alcance que se extienden desde la familia
estadounidense hasta la Casa Blanca y desde el mundo empresarial hasta el Cuerpo de
Cristo. A lo largo de las últimas cinco décadas, hemos descubierto que aquellos en quienes
más confiamos nos han mentido, engañado y robado, a menudo viviendo vidas de una
inmoralidad inconcebible. Al mismo tiempo, la moralidad de nuestras familias también se ha
ido erosionando. Esto ha resultado en que la generación actual sea la generación más
huérfana de padres en la historia del mundo.
Estas cosas se han sumado a una mentalidad cultural de falta de respeto hacia la autoridad.
— Cambiando la Estructura — En
respuesta a la confianza rota causada por aquellos que han abusado de su autoridad,
muchas iglesias han cambiado la estructura de su administración en lugar de tratar con los
corazones de sus líderes. La mayoría de las iglesias en las últimas décadas han cambiado
de una "mesa rectangular" de gobierno a una "mesa redonda" de gobierno. La mesa
rectangular es una metáfora de una estructura de liderazgo que tiene niveles de honor,
mientras que una mesa redonda describe una estructura donde cada persona tiene la misma
voz en el gobierno de la iglesia. En una formación de mesa redonda de liderazgo, el gobierno
de Dios ha sido reemplazado por juntas de iglesia. Estas juntas consideran que todos son
iguales y hay poca o ninguna capacidad para reconocer los llamados y unciones que
descansan sobre sus líderes.
Debo dejar en claro que no me opongo a las juntas de la iglesia. Sin embargo, estoy en
contra de las estructuras gubernamentales que reaccionan por miedo a los abusos del
liderazgo y deshonran a sus líderes principales quitándoles los puestos de honor.
Personalmente, creo que en Cristo todos tienen la misma voz, pero no todos tienen el mismo
voto.
Con una estructura de liderazgo de mesa redonda, el énfasis general es la igualdad.
Busca lidiar con los problemas del corazón quitándoles la oportunidad de manifestarse.
Cambiar la estructura nunca toca los problemas de raíz, es solo otra forma de control. Por
lo tanto, no importa cuál sea la estructura de liderazgo, ocurrirá el abuso. Cuando recreamos
una estructura para curar un problema cardíaco, el antídoto suele ser peor que la enfermedad.
En el Libro de 1 Samuel 8, los ancianos de Israel cambiaron su estructura de gobierno

en lugar de ocuparse de los problemas del corazón. Los ancianos de Israel tenían una
historia previa de trato con los hijos de Elí, quienes eran inicuos. Eli fue el juez que gobernó
sobre Israel antes de Samuel. En este
En el punto de la historia, Eli y sus hijos se habían ido hace mucho tiempo y Samuel,
quien tomó el lugar de Eli como juez, está a punto de morir, por lo que designa a sus dos
hijos para que gobiernen sobre Israel. El problema es que los hijos de Samuel también
eran malvados. Los ancianos de Israel tienen una actitud de "estar allí, hacer eso y ver el
resultado". No quieren que los malvados vuelvan a gobernarlos, por lo que piden que
gobierne un rey en lugar de un juez.
En la superficie, considerando sus opciones, parece que le están haciendo una
petición noble a Samuel. La respuesta de Dios es casi asombrosa. Le dice a Samuel: "No
te han desechado a ti, sino a mí me han desechado para que no sea rey sobre ellos" (1
Sam. 8:7). ¿Estaba Dios diciendo que a Él no le importaba que los hijos de Samuel
fueran malvados y que de todos modos todavía tenían permiso para gobernar sobre
Israel? No me parece. Dios estaba enojado porque cambiaron la estructura de liderazgo
en lugar de tratar los problemas de sus corazones. Los hijos de Eli necesitaban ser
confrontados por su maldad. Samuel y los Ancianos deberían haberlos quitado del
liderazgo en lugar de cambiar todo su sistema de gobierno para evitar el conflicto que
causa la confrontación.
El Movimiento Pastoreo fue probablemente uno de los ejemplos más dramáticos y
recientes de abuso de autoridad en la Iglesia. La causa del abuso fue que se dieron
principios paternales a los hermanos mayores. ¿Recuerda la actitud del hermano mayor
en la historia del hijo pródigo de la que hablamos anteriormente en este libro? El hermano
mayor le dijo a su padre: "Tú mataste el ternero engordado para él, pero ni siquiera me
has dado una cabra".
Su padre respondió: "Yo maté el ternero cebado para él, pero tú eres el dueño del
granja!" (Lucas 15:11-32).
Muchos líderes en la iglesia de hoy se parecen más al hermano mayor que al padre
en la historia del hijo pródigo. Creen mentiras sobre sí mismos, el Padre y sus hermanos,
por lo que compiten con las mismas personas que se supone que deben liderar. Aún
siendo pobres, su inseguridad crea una necesidad desesperada de reforzar su poder
sobre sus hijos en lugar de empoderarlos.
Los verdaderos padres honran a sus hijos y desean verlos prosperar y superarlos.
Esta actitud de hermano mayor es lo que destruyó el Movimiento de Pastoreo. Los líderes
del movimiento enseñaron principios paternales, pero los destinatarios de la enseñanza
eran celosos e inseguros. Muchos se han negado a ver que el problema no era tanto la
enseñanza sino la mala aplicación de ella como resultado de problemas cardíacos no
resueltos en los líderes. (Había otros problemas en el Movimiento de Pastoreo también,
pero la mayoría de los problemas
estaban arraigados en el control.) Una vez más, al igual que los ancianos de Israel en los
días de Samuel, muchos han cambiado la estructura en lugar de tratar con los problemas
del corazón.
— Cambiando el corazón —
En lugar de cambiar el sistema, Jesús nos enseñó a cambiar nuestros corazones.
En una cena donde la gente se peleaba por los asientos de honor, Él dibujó un marcado
contraste entre sus corazones y un corazón de honor y humildad que refleja a Dios.
Comenzó a recitar una parábola a los convidados cuando notó que habían
estado eligiendo los lugares de honor en la mesa, y les dijo: "Cuando alguien los
invite a un banquete de bodas, no tomen el lugar de honor, porque alguien más
distinguido que tú puede haber sido invitado por él, y el que te invitó a ambos
vendrá y te dirá: 'Dale tu lugar a este hombre', y luego en deshonra procederás a
ocupar el último lugar. invitados, ve y siéntate en el último lugar, para que cuando
venga el que te ha invitado, te diga: 'Amigo, sube más arriba'; entonces serás
honrado a la vista de todos los que están en el mesa con vosotros, porque todo el
que se enaltece será humillado, y el que se humilla será enaltecido” (Lc 14, 7-11).
Cuando la madre de los hijos de Zebedeo se acercó a Jesús y le preguntó si sus

hijos podían sentarse junto a Él en Su reino, Él dijo que una posición de honor en el Cielo
no era Suya para dársela, "sino que es para aquellos a quienes ha sido concedido".
preparado por mi Padre" (Lucas 20:23). A lo largo de las Escrituras, Dios nos dice que Él
es "opuesto a los soberbios, pero da gracia a los humildes" (Santiago 4:6).
El honor es la humildad en acción. Es un asunto del corazón y requiere una

evaluación honesta del valor de otras personas y la elección de enfocarnos en eso por
encima de nosotros mismos. Como dijo un amigo mío: "La arrogancia no es pensar
demasiado en nosotros mismos, sino pensar demasiado poco en los demás". Si
queremos la gracia que Dios da a los humildes, debemos poner en práctica la sabiduría
de Dios. “Si alguno quiere ser el primero, que sea el último de todos y el servidor de
todos” (Marcos 9:35).
Este principio es fundamental en el Reino de Dios. Dios es un Dios de honor, y la
única forma en que el honor funciona es si hay niveles de honor. Nos permite honrar a
los demás por encima de nosotros mismos y, al hacerlo, permitimos que Dios nos honre.
Es porque Jesús desea que tengamos honor que Él nos enseña cómo humillarnos y
mostrar honor a los demás. Por esta razón, cuando
la madre de Santiago y Juan pidió que se honrara a sus hijos, Jesús no dijo: "Oh, todos
se sientan a la misma distancia de mí en el cielo". En la cena Él no trató de cambiar el
hecho de que había niveles de honor en la mesa.
Dios a menudo describe a las personas con las palabras "menor" y "mayor". El
gobierno del Cielo es como una mesa rectangular. Con esta estructura reconocemos
que hay personas que se han elevado por encima de otras y que tienen algo que
necesitamos. Así como Eliseo reconoció que necesitaba el manto de Elías, nosotros
tenemos mucho que recibir de aquellos que han ido más allá de nosotros. Para recibir
una herencia e impartición de parte de ellos, debemos tener fe y la expectativa de que
realmente tienen mucho para dar. Mostramos esto honrándolos. La vida fluye de
honrarlos en nuestros corazones.
Dios ha ordenado su estructura de liderazgo con niveles de honor porque, como he
dicho, el honor facilita el fluir de la vida en el Reino.
Cuando cambiamos la estructura, no solo fallamos en solucionar los problemas del
corazón, sino que también evitamos recibir los beneficios de la vida del liderazgo
piadoso. Culpar y luego abandonar los principios del Reino de Dios solo nos destruye y
nos aleja de Sus bendiciones.
Más adelante discutiremos más acerca de la estructura de liderazgo que Dios
diseñó para Su cuerpo, pero el punto es que está construido sobre niveles de honor que
permiten que la vida fluya hacia cada miembro a medida que cada persona da y recibe
el honor que le corresponde.
— Mantener una cultura real — Dado
que el honor es un catalizador tan importante para la vida, necesitamos cultivar una
actitud dentro de nosotros y una cultura a nuestro alrededor que lo promueva. La
nobleza crece en el suelo del honor. Aprender a honrarnos unos a otros es vital para
nuestro crecimiento en Dios.
Una pobre mujer nos enseñó acerca de la extravagante manifestación de honor
cuando rompió el frasco de alabastro y derramó perfume caro sobre la cabeza de Jesús.
Los discípulos estaban indignados. Dijeron: "Este perfume podría haber sido vendido a
un alto precio y el dinero dado a los pobres" (Mat. 26:9).
Jesús les recordó que siempre tenían a los pobres con ellos pero que pronto los dejaría.
Entonces Jesús hizo una declaración profunda acerca de esta mujer. Él dijo: "De cierto
os digo que dondequiera que se predique este evangelio en todo el mundo, también se
contará lo que esta mujer ha hecho en memoria de ella".
Los pobres saben cómo dar cuando hay necesidad, pero dar a los que no tienen
necesidad les parece un desperdicio. Jesús dejó en claro que la realeza tiene un
sistema de valores completamente diferente. Los príncipes dan para honrar tanto a la
gente como a los necesitados.
Este principio de honor se demuestra cada vez que adoramos. No adoramos a
Dios porque Él necesita nuestro aliento o cualquier otra cosa de nosotros. Aunque Él
merece alabanza y adoración, lo adoramos por honra y ofrecemos alabanza que Él no
necesita.
De la misma manera, cuando los reyes, presidentes y primeros ministros se dan
regalos unos a otros, intencionalmente se abstendrán de dar un regalo que se necesita.
Dar para satisfacer una necesidad en otro líder sería exponer un lugar de vulnerabilidad
en él, lo que en realidad lo deshonraría. En otras palabras, cuando le damos a un líder
algo que necesita, estamos diciendo que hemos descubierto un lugar de carencia en
su vida. Cuando estamos satisfaciendo la necesidad, en realidad estamos diciendo:
"Tenemos algo que tú no tienes". Por lo tanto, los grandes líderes a menudo
intercambian regalos que son lujos para honrarse específicamente unos a otros.
Los discípulos no tenían una perspectiva de honor en sus corazones y eso

distorsionó su comprensión de la mayordomía. Vieron lo que la mujer hizo por Jesús
como un desperdicio. Jesús dijo que su extravagante honor la haría famosa. El honor
cambiará la forma en que vemos al Rey y la manera en que nos relacionamos con Sus
hijos e hijas.
— Evangelismo a través del honor —
El honor también es una herramienta poderosa para el evangelismo. Solo tenemos
tanta influencia en la vida de los demás como ellos tienen valor para nosotros. Cuando
llevamos el honor en nuestros corazones por los demás, nuestro valor crece a sus ojos
y ganamos un lugar de influencia con ellos. Por supuesto, cuando honramos para
ganar influencia, deja de ser honor. El honor debe estar primero en nuestros corazones,
y debe darse libremente. Cuando elogiamos a las personas sin honor en nuestro
corazón, nuestros elogios se sienten como halagos para ellos. Los estadounidenses
están acostumbrados a ser engañados por vendedores que intentan manipularlos para
que compren algo. Pueden ver a través de su falta de sinceridad. Pero cuando llevamos
honor en nuestros corazones, la gente puede sentirlo y su respeto crece.
Juzgar y etiquetar a grupos de personas por lo general promueve la deshonra.

La discriminación es un tema importante en nuestra sociedad. En ese sentido somos
una cultura que se preocupa por el honor y el respeto, pero como nos hemos enfocado
más en conseguir respeto que en darlo, el honor no se ha establecido.

Intrínseco al honor es la capacidad de reconocer las características individuales de
las personas y respetar su poder de elección. El empoderamiento significa dar a las
personas lo que necesitan para tomar decisiones saludables.
Desafortunadamente, gran parte de la iglesia ha sido culpable de etiquetar a
todos los que no conocen al Señor. El resultado es que, a menudo, lo único que
vemos en las personas es el hecho de que no conocen a Dios. Saltamos para abordar
esa necesidad con nuestro "paquete" del evangelio, pero rechazamos a las personas
porque sienten que solo los vemos como patéticos y perdemos el resto de su valor
individual. Si creen que no los valoramos realmente como personas, no creerán que
los amamos y considerarán sospechosa nuestra oferta. Muchos evangelistas han
destruido la credibilidad de la Iglesia al no demostrar honor, lo que a su vez les otorga
el derecho de hablar con alguien.
A lo que me refiero es a lo siguiente: hemos llevado nuestros carteles de piquetes
en manifestaciones, predicado el fuego del infierno y el azufre en las esquinas de
todas las ciudades importantes de Estados Unidos y boicoteado a las principales
corporaciones en nombre de Dios. Hemos ignorado la simple verdad del honor que
literalmente transformó reinos enteros en los días de Daniel y José. Debido a que
Daniel y José demostraron honrar a los reyes paganos a los que servían, tanto Faraón
como Nabucodonosor finalmente reconocieron la mano de Dios en sus vidas.
En Bethel Church, hemos trabajado para honrar a todos en nuestra ciudad,

independientemente de su creencia religiosa. Un ejemplo de nuestro esfuerzo por
honrar a las personas es la forma en que le hemos demostrado a la comunidad nativa
americana que los valoramos. Hace unos años tuvimos un servicio en el que invitamos
a los líderes de la tribu nativa americana local a venir a nuestra iglesia para que
pudiéramos arrepentirnos por la forma en que nuestros antepasados pecaron contra
su pueblo. La mayoría de las personas de nuestra tribu local aún no conocen a Dios,
pero se sintieron profundamente conmovidos por nuestro sincero amor por ellos. A
medida que pasaba el tiempo, el Señor comenzó a hablarnos acerca de dar fruto de
nuestro arrepentimiento. Invitamos a los líderes tribales a nuestra iglesia y les dimos
un honorario de $500 al mes para bendecirlos y honrarlos. Hicimos un pacto con ellos
de que seguiríamos dando este dinero mientras sigamos siendo líderes de la Iglesia Bethel.
La tribu local ha regresado a nuestra iglesia en varias ocasiones para honrarnos
con regalos. ¡Hemos desarrollado una gran relación con ellos y DIOS SE MUEVE
ENTRE SU TRIBU! Estamos viendo de primera mano cómo Dios diseñó la vida para
que fluya a través de nuestro honor.
La vida fluye a través del honor. Oro para que podamos comprender cómo
honrar a Dios ya todas las personas de este mundo, independientemente de la
edad, la religión o las creencias.
Capítulo 11
La realeza se muere por estar juntos Judas quería

intimidad sin pacto; por eso dejó la cena durante la comunión y luego traicionó a
Jesús con un beso.
— Nacido en una familia —
PARA algunos,
realeza la palabra
puede inspirar imágenes de los reyes de antaño que usaban su
inagotable riqueza y poder para satisfacer su placer desenfrenado a través de sus
harenes llenos de concubinas. Las concubinas cohabitaban con el rey sin pacto. Por
tanto, sus hijos no llevaron el nombre del rey, ni recibieron herencia alguna.
¡Nuestro Rey no tiene concubinas! Él es un Rey justo y santo que enseña a Sus
hijos e hijas que la pasión solo debe expresarse dentro de los límites de la pureza y
que los hijos deben ser el fruto de las relaciones del pacto.
Las personas que están perdidas en la oscuridad necesitan más que un encuentro
de poder con Dios para que se produzca un cambio verdadero y duradero en sus
vidas. Necesitan una relación con el Señor y Su pueblo. El poder de Dios nos libra de
las garras del diablo, destruye la enfermedad del pecado y nos empuja al reino de Su
Hijo amado como un hijo recién nacido de Dios. La experiencia de nacer de nuevo es
solo el comienzo de la vida como una nueva creación, y esa vida requiere nutrición y
cuidado de la familia de Dios para que crezca.
Obviamente, lo mismo ocurre con el nacimiento natural, razón por la cual, desde el
principio de los tiempos, Dios quiso que los niños fueran el fruto de una relación
amorosa y apasionada entre un esposo y una esposa.
La Biblia dice: “Adán conoció a Eva, su mujer; y ella concibió y dio a luz a
Caín” (Gén. 4:1). La palabra "conoció" aquí en hebreo no significa relación sexual. La
Biblia asume que entiendes que Caín no fue concebido a través de la inmaculada
concepción. Más bien, la palabra "sabía" es la palabra hebrea yada. Significa tener
una relación profunda e íntima con alguien. Dios está diciendo que Adán tenía una
profunda relación personal con Eva, y de ese lugar de intimidad, Caín fue concebido.
Dios formó el pacto de sangre directamente en la naturaleza misma. Durante

años, los científicos han estado desconcertados sobre el propósito que juega el himen en el
cuerpo de una mujer. Parece no tener ninguna razón física para estar allí.
Cuando se rompe, no se cura como cualquier otra parte del cuerpo. Un día me di
cuenta de que Dios solo quiere que los niños nazcan de una relación de pacto entre
un esposo y una esposa, por lo tanto, Él proporcionó la sangre para que el pacto
pudiera ser ratificado antes de que los niños fueran concebidos.
En nuestra sociedad, se ha convertido en un lugar común que los niños sean
concebidos a partir de una aventura de una noche o un roce con la pasión. Peor aún,
algunos niños son producto de una violación. La violación ocurre cuando una persona
fuerza su voluntad sobre otra. Vivimos en una cultura que desea la intimidad sin
responsabilidad y el placer sin pacto. Veremos más el fruto de ese deseo en un
momento, pero quiero señalar que, sin saberlo, gran parte de la Iglesia ha sido
influenciada por esta mentalidad. Semana tras semana vemos personas renacidas en
nuestros altares. Pero, ¿dónde están? La mayoría de ellos, no mucho después de
llorar de arrepentimiento, se ven envueltos en una lucha por la supervivencia.
Nada de esto se acerca a reflejar el plan de Dios, que es que los nuevos creyentes
no solo sean aplaudidos mientras avanzan hacia el altar, sino también que sean
recibidos por una familia que los alimentará y guiará personalmente. La cultura
mundana ha ayudado a crear una mentalidad extraña en algunos miembros de la
Iglesia. No pensamos en las personas que nacen de una noche de "pasión", solo para
ser dejadas en nuestros altares con una oración que no entienden y una Biblia que
no pueden leer.
— Mis propios convenios —
Nunca olvidaré la noche en que Kathy y yo recibimos al Señor. Yo tenía 18 años
y Kathy tenía 15 años en ese momento.
Tuve un encuentro tres años antes que me envió en un viaje para encontrar a
Dios. Mi madre se había enfermado gravemente de psoriasis y su cuerpo estaba
cubierto de un sarpullido. Para empeorar las cosas, durante casi un año tuvimos un
merodeador mirando a través de nuestras ventanas por la noche y aterrorizándonos.
Una noche incluso le disparé después de que me desperté y lo encontré entrando por
la ventana de mi habitación.
La policía estaba en nuestra casa varias veces a la semana. Mi madre estaba
durmiendo en el sofá con una escopeta. Me despertaba en medio de la noche y
escuchaba a mi madre llorar mientras luchaba por mantenerse unida.
Todo esto fue extremadamente inquietante para un niño de 15 años que era el mayor
de tres hermanos. No nos criamos en un hogar religioso y, por lo tanto, realmente no
sabía si había un Dios. Una noche de verano, alrededor de las tres de la mañana, la
presión llegó a ser demasiado para mí. me senté
contra mi cabecera. Estaba completamente oscuro y podía oír a mi madre llorando en

silencio en la sala de estar.
Grité desesperado: "Si hay un Dios, si sanas a mi madre, yo
descubriré quién eres y te serviré el resto de mi vida".
Una voz audible respondió: "¡Mi nombre es Jesucristo y tienes lo que pediste!"
A la mañana siguiente, mi madre se despertó completamente curada. ¡Su

psoriasis se había ido! A los pocos días, la policía atrapó al merodeador y la vida
comenzó a cambiar.
Pasó una semana más o menos y estaba acostado en mi cama alrededor de la medianoche.
contemplando estos asombrosos eventos cuando la voz me habló de nuevo.
Él dijo: "Mi nombre es Jesucristo. Tú dijiste que si sanaba a tu madre,
me serviría y estoy esperando!"
Empecé a buscar a Dios en todas partes. Iba a diferentes iglesias y me paraba
atrás durante el servicio y esperaba para ver si Dios estaba allí. A menudo salía
decepcionado y me decía a mí mismo: "El Dios que me habló no está aquí".
Finalmente, tres años después, Kathy y yo fuimos invitados a la beca de un amigo.
Era un grupo en casa repleto de gente joven. Todos estaban entusiasmados con
Jesús. Entramos y nos sentamos en el suelo con otros cien niños. Comenzó el culto
y todos comenzaron a cantar apasionadamente con las manos en alto. Mientras la
música se apagaba, el líder hizo una invitación para cualquiera que quisiera recibir a
Cristo. Kathy y yo levantamos nuestras manos y oramos pidiendo al Señor que
perdone nuestros pecados y venga a nuestras vidas.
No nos dimos cuenta entonces, pero lo que sucedió a continuación cambiaría

para siempre nuestras vidas. Después de que terminó la reunión, el líder se acercó y
se presentó. Explicó lo que significaba ser salvo, cómo éramos bebés recién nacidos
en el reino y necesitábamos ser padres. Luego nos presentó a tres jóvenes y nos
preguntó cuál de esos hombres queríamos que fuera nuestro "padre". No me di cuenta
de que "paternidad" no era normal en la iglesia en ese momento porque no había
estado mucho en la iglesia. Elegimos a un hombre llamado Art Kipperman que era
unos tres años mayor que nosotros. Él y su esposa, Cathy, se convirtieron en nuestros
padres espirituales. Fue increíble tener a alguien que nos guiara y hablara en nuestras
vidas. Tuvimos una relación con ellos desde ese momento.
en.
Unos años más tarde nos mudamos a Trinity Alps en el norte de California.
Vivimos allí un año sin el beneficio de tener una vida espiritual.
padre y madre viviendo junto a nosotros. Me moría de hambre por ser nutrida y me sentía
perdida. Empecé a clamar a Dios para que me enviara un padre.
Yo estaba trabajando como mecánico en un taller de reparación en ese momento. un dia mientras
Yo estaba acostado en una enredadera debajo de un Jeep Wagoneer verde el
El Señor me habló diciendo: "El dueño de este Jeep será tu padre". Había estado orando
fervientemente ese día por el vacío en mi vida, pero ni siquiera conocía al dueño del Jeep.
Cuando ese cliente en particular vino a recoger su vehículo, recogí su dinero y le expliqué
la orden de trabajo. Estaba tan nervioso. Era unos veinte años mayor que yo y parecía muy
cálido y cariñoso. Lo acompañé a su auto, aún tratando de armarme de valor para decirle lo
que Dios me había dicho. Se subió al Jeep y bajó la ventanilla mientras yo tropezaba con mis
palabras.
Finalmente solté: "¡Dios me dijo que el hombre que le debía este Jeep sería mi padre
espiritual!" (Estaba conteniendo las lágrimas.) Apagó el motor y abrió la puerta de su
camioneta. Se puso de pie, me rodeó con sus brazos y dijo: "¡Sería un honor ser tu padre!".
El nombre de este hombre es Bill Derryberry y ha sido mi mentor durante más de 20 años.
Su amor y disciplina han cambiado mi vida. Estoy eternamente en deuda con él.
El amor que Bill y yo tenemos el uno por el otro ha resultado en que muchas personas
nazcan en el Reino a través del aliento de Bill en mi propia vida y la naturaleza contagiosa
del amor cuando se expresa a través de alguien. De la misma manera, el deseo de Dios es
que la novia y el novio estén tan apasionadamente enamorados el uno del otro que los hijos
sean el resultado natural. La misma presencia de nuestros hijos nos recuerda el pacto de
amor que compartimos. Cuando se concibe con amor en lugar de lujuria, el resultado natural
de los niños y sus padres es un vínculo inquebrantable, inmutable y eterno. Los corazones
de sus hijos se convierten en tablillas en las que maridos y mujeres se escriben cartas de
amor. El resultado de este tipo de relación es que los niños están seguros, bien adaptados y
tienen una autoestima saludable porque sus padres los valoran.
Cuando la Iglesia de Jesús se convierta en una familia en lugar de un harén, la gente no

solo vendrá a la iglesia, sino que se convertirá en la iglesia. Ya no será un lugar al que vayan
sino una tribu en la que vivan, un pueblo del que sean responsables y una familia que se
nutre mutuamente en las buenas y en las malas, en la salud y en la enfermedad, hasta que
la muerte nos separe. No cambiarán de iglesia solo porque el culto no es tan bueno como el
de Joe's Super Church al final de la calle.
Estarán comprometidos con una familia donde escuchen la voz de su Pastor en las
personas que los guían.
Pacto también significa que las personas pertenecen a una confraternidad para ser
contribuyentes en lugar de consumidores. El pacto rompe la espalda de la presión que
sienten los líderes por desempeñarse porque su rebaño no ha venido a ser entretenido
sino que ellos han venido a ser guiados.
— La generación sin padre — Vivimos
en lo que probablemente sea una de las generaciones más sin padre en la historia
del mundo. Esto se debe en parte a que las personas optan por la convivencia y el
divorcio en lugar de las relaciones comprometidas. Incluso las personas que se casan
en los Estados Unidos suelen estar más preocupadas por ganar dinero que por criar
una familia. Sin embargo, queda una promesa de hace mucho tiempo que un antiguo
profeta articula mejor en su visión del futuro. Como dije antes,
He aquí, yo os envío el profeta Elías antes que venga el día del Señor, grande
y terrible. El restaurará el corazón de los padres hacia los hijos, y el corazón de
los hijos hacia los padres, para que yo no venga y hiera la tierra con maldición
(Malaquías 4:5-6).
Hace casi 3000 años, el profeta Malaquías conocía la importancia de reunir a
padres e hijos en los últimos días. Vio la restauración de las relaciones del pacto como
la fuerza que rompería las maldiciones de nuestra tierra.
Este avivamiento de los últimos días se fundará tanto en la familia natural como en la
espiritual.
Las maldiciones son el costo poderoso y doloroso de los pactos ausentes y rotos.
Sé esto de primera mano, como lo compartí contigo en el primer capítulo.
Después de la muerte de mi padre, mi madre dio a luz a mi hermanito Kelly, el hijo de
mi primer padrastro. Su matrimonio se desintegró cuando Kelly tenía cinco años.
Después de su divorcio, el padre de Kelly llamaba borracho una vez al mes para ejercer
sus derechos de visita.
Decía: "Voy a recoger a Kelly esta noche a las cinco en punto". Kelly estaría tan
emocionado de ir a ver a su padre que empacaría temprano en la mañana. Cogía su
pequeña maleta y se sentaba en el porche delantero, normalmente una o dos horas
antes. Se sentaba allí hora tras hora, ya fuera bajo el sol abrasador o en el frío invierno.
Esperaría afuera hasta altas horas de la noche.
Finalmente salía y decía: "Kelly, ¿por qué no entras ahora?

Tu padre no debe venir".
Pero él decía: “Viene mi papá. ¡Sé que viene!"
Por lo general, alrededor de la medianoche se quedaba dormido encima de su

pequeña maleta. Lo recogería y lo llevaría a la cama. Este patrón continuó durante años,
lo que resultó en heridas profundas y un corazón roto. Por necesidad, los niños que
sobreviven en este ambiente se vuelven independientes y rebeldes porque han aprendido
que no pueden confiar en las personas, especialmente en aquellas que tienen autoridad
sobre ellos.
Hay tantos Kellys en el mundo que nacen fuera del pacto o experimentan que sus
padres rompen el pacto a través del divorcio.
Hay muchos otros niños que tienen mamás y papás que crían como pasatiempo o como
un trabajo secundario porque están persiguiendo el "éxito". Cuando las relaciones
amorosas están ausentes en la vida de los niños, en sus corazones se escribe otro
mensaje, que no es el amor, sino el rechazo y el abandono.
Estas cosas se graban en sus tiernos corazoncitos a través de palabras imprudentes y
noches solitarias.
La misma condición es prominente en el Reino. Al igual que mi hermano pequeño
que no tuvo padre, nosotros en la Iglesia hemos dado a luz a niños y luego los hemos
dejado sin padre y tratando de sobrevivir por sí mismos. Jesús nunca tuvo la intención de
que hiciéramos cristianos sino más bien discípulos.
La palabra discípulo significa "aprendiz". La naturaleza misma de un discípulo es que
necesitan a alguien que les enseñe.
¿Qué sucede con los nuevos creyentes que no tienen padres? La mayoría de ellos
regresan al mundo del que vinieron. Más tarde, cuando alguien trata de ganarlos de
nuevo para Cristo, es casi imposible. Piensan: "Ya probé eso y no funcionó". La verdad
del asunto es que lo que experimentaron tiene poco que ver con el evangelio. El evangelio
significa "buenas nuevas".
Una gran parte de lo "bueno" que hay en las "noticias" es que se suponía que todos
debíamos nacer en una familia que se preocupaba por nosotros, no solo ser influenciados
por personas fanáticas que se preocupaban más por ganar almas que por adoptar hijos
e hijas. .
Al igual que una mujer que queda embarazada en una cita, guiamos a las personas
a Cristo sin ninguna relación o plan para criarlos. Esto sucede a menudo en nuestros
servicios. Dejamos que la música cree la atmósfera adecuada para el romance.
El predicador ha practicado sus líneas porque las ha usado muchas veces antes; la
pasión crece y luego se concibe al niño. ¡A veces es más como una violación forzada,
donde asustamos a las personas para que entren al Reino contándoles todas las cosas
malas que les sucederán si no se presentan o levantan la mano en ese momento! (La
forma en que se enseña el evangelismo en
muchos círculos hoy me recuerdan más a una clínica de ventas que a una clase de Lamaze.
Estas personas se preocupan más por hacer que alguien ore una oración que por cómo
prepararse para que nazcan los niños). Cuando los niños son concebidos de esta manera,
son bastardos (ver Heb. 12:8). Ni siquiera saben quién es su padre. En nuestra embriaguez
les dijimos que los amamos. Pero con demasiada frecuencia, nunca lo mostramos. ¡Con
demasiada frecuencia, nadie los recoge! No podemos permitir que continúe esta perversión
del evangelio. Debemos levantarnos y convertirnos en padres y madres que se preocupan.
Las Kellys del mundo están esperando que alguien sea su padre.
En los últimos cien años, a través del nacimiento del Movimiento Pentecostal, hemos
sido testigos de la restauración del ministerio del Espíritu Santo en ya través de la Iglesia. A
fines de la década de 1960 y principios de la de 1970, vimos que el Movimiento de Jesús
alteró por completo la cultura hippie y transformó muchas de nuestras ciudades. Este último
avivamiento será iniciado por los profetas y enfatizará el ministerio del Padre. Será tipificado
por la completa reforma y restauración de la paternidad y la filiación. A medida que
revoluciona la unidad familiar, finalmente transformará nuestra cultura.
— True Covenant — La
paternidad comienza con el matrimonio. El matrimonio se inicia a través del pacto. El
pacto se compone de tres facetas. Primero, significa un acuerdo que solo se romperá con la
muerte. Segundo, la naturaleza de un pacto es que aquellos que lo hacen mueren a sí
mismos por el bien de su socio del pacto, y por último, las personas que están en pacto se
dan el derecho de influir en sus decisiones. En otras palabras, el enfoque de cada miembro
del pacto es: "Estoy en esta relación por lo que puedo darle, no solo por lo que puedo recibir
de ella".
Una relación de cohabitación dice: "Estoy en esta relación por lo que puedo obtener de
ti. Por lo tanto, solo estoy en esta relación mientras me complaces". Las personas que viven
juntas sin estar casadas a menudo se excusan diciendo que el matrimonio es solo un papel.
La verdad del asunto es que la falta intencional de compromiso crea un temor en uno de los
socios de que el otro se vaya, lo que los motiva a hacer todo lo posible para mantener al
otro complacido. En su codependencia, la pareja no quiere hacer un acuerdo que dure para
siempre porque eso les quitará el elemento de inseguridad que utilizan para mantener a su
pareja bajo presión para cumplir.
A quienes cohabitan les resulta muy difícil tomar la decisión de comprometerse con
alguien para siempre porque tienen muy poco control sobre cómo los tratará otra persona en
el futuro. En una relación de pacto, es más fácil hacer un compromiso de por vida porque
"Estoy en esto por lo que puedo dar a la relación y tengo control total sobre mi propio
comportamiento".
Dios es un ser que hace pactos. Hizo un pacto con el hombre que
se basaba en la capacidad del hombre para ser justo mediante el cumplimiento de las reglas (el Antiguo
Testamento y Pacto). Más tarde, Dios quiso cambiar el pacto que había hecho con el
hombre, pero un pacto se termina solo con la muerte.
Por lo tanto, Dios, como Jesucristo, tuvo que morir para poder cambiar el pacto, como describe
Pablo en Romanos y Gálatas.
Aunque muchos cristianos se criaron en una cultura de iglesia de "cohabitación" donde
las personas no se comprometían, los líderes controlaban o agradaban a las personas y faltaba
un verdadero discipulado, la verdad del asunto es que cuando recibimos a Cristo, entramos en
una relación de pacto. con Dios y su pueblo. El bautismo en agua es el acto profético que inicia
este pacto.
Según el capítulo seis de Romanos, cuando nos sumergimos en el bautismo, es una
declaración profética de que estamos siendo sepultados con Cristo en la muerte. Cuando
salimos del agua, estamos demostrando que nuestra vida ahora se encuentra en Cristo, quien
nos resucitó de entre los muertos (ver Rom. 6:3-11). "Ya no soy yo el que vive, sino Cristo
quien vive en mí" (Gál. 2:20).
Guardar el pacto con Dios es la marca de un verdadero discípulo. Jesús tuvo 12 apóstoles.
Seguía diciendo que uno de ellos lo traicionaría. Me asusta un poco que los otros 11
muchachos que vivieron, durmieron, comieron y ministraron juntos en el poder durante tres
años y medio aún no se habían dado cuenta de que Judas era un traidor. Judas debe haber
sido capaz de curar a los enfermos y expulsar demonios tan bien como cualquiera de los otros
discípulos, porque de lo contrario su falta de poder habría sido un claro indicio de que él era el
traidor. Luego, en la noche de la Pascua, Jesús básicamente dijo: "Hagamos un pacto". Tomó
pan y dijo: "Esto es mi cuerpo que por vosotros es partido" (Lucas 22:19).
Tan pronto como Judas se dio cuenta de que se requería un pacto, se descubrió su tapadera.
Judas fue un falso apóstol. Traicionó a Jesús con un beso porque buscaba la intimidad
sin pacto (ver Lucas 22:47). Estaba en una relación con Jesús por lo que podía sacar de ella.
Cuando se dio cuenta de que Jesús estaba a punto de exigirle que se sacrificara por Cristo,
vendió lo que le quedaba de sus acciones en Cristo por 30 piezas de plata. No quería estar en
una relación que le costara.
La naturaleza de los falsos apóstoles y los falsos líderes es que en realidad no

son padres. Cohabitan con el Cuerpo por lo que pueden sacar de ellos.
Los hijos que reproducen son incidentales. Nunca planean cuidar de ellos. Cuando
finalmente quedan atrapados en su propio pecado, tratan de crear su propia redención
(Judas se ahorcó) en lugar de recibir lo que Cristo hizo por ellos.
Como mencioné, este espíritu de Judas es muy prominente en nuestra cultura.

Ha comenzado a dominar la mentalidad de nuestro país y se ejemplifica de muchas
maneras, tanto dentro como fuera de la iglesia. Es muy importante que nosotros,
como príncipes y princesas, nos neguemos a permitir que el espíritu de nuestro día
nos influya, sino que operemos con el espíritu opuesto.
Hace muchos años el Señor me convenció de la actitud de convivencia que tenía
con Bill Johnson. Bill ha sido mi líder principal y pastor durante más de un cuarto de
siglo. Es uno de los hombres más increíbles que he conocido y tengo un profundo
respeto por él. Una noche, el Señor reveló mi corazón hacia Bill. Aunque lo había
servido bien y había hecho todo lo posible por él, nunca tuve la intención de quedarme
con él para siempre. Quería ser el Hombre, el Jefe, el tipo número uno y estaba
usando a Bill para lograrlo.
El Señor me dijo: "¡Siempre estás hablando de un pacto, pero no has hecho uno con
tu padre mayor! Lo estás sirviendo para beneficiarte a ti, no para su beneficio. Quiero
que dediques el resto de tu vida a servir". a él."
¡Guau! Estaba deshecho. Entonces me di cuenta de lo mucho que no quería
someterme a alguien. Todos mis problemas de confianza comenzaron a surgir.
¿Realmente creía que si daba mi vida para servir a Bill, él correspondería a la
relación? Más importante aún, ¿confié en que Jesús podría concederme los deseos
de mi corazón mientras yo era el sirviente de otro hombre? ¿Podría vivir con Bill
recibiendo crédito por las cosas que logré porque la gente vio a Bethel como "la
iglesia de Bill"? ¿Quería pasar toda mi vida viviendo a la sombra de un hombre
famoso? Mi falso corazón fue desenmascarado. ¡Puaj, asco, asco!
La convicción creció día a día hasta que ya no pude soportarlo más. No podía
simplemente tener un mensaje, tenía que ser el mensaje. Necesitaba hacer un
cambio en mi vida pero era una batalla.
Bill y yo estábamos juntos en un retiro para hombres en Orangeville, California,
justo en el punto álgido de mi tensión. Fue difícil y, para empeorar las cosas,
viajábamos juntos en el mismo auto todo el camino. En el camino apenas hablamos,
lo cual no es diferente de Bill (él es muy callado), pero fue un tema menor.
milagro para mi. Tenía miedo de hablar porque no estaba seguro de lo que
podría salir de mi boca. Finalmente no pude soportarlo más. Bill conducía y
lo miré y le dije: "Me comprometo a pasar el resto de mi vida sirviéndole. Uno
de los principales objetivos de mi vida a partir de este día es asegurarme de
que logre todo lo que Dios tiene". te ha dado que hacer con tu vida y me
quedaré contigo hasta que muera".
Pensé que me iba a desmayar, porque tuve una revelación tan profunda
de lo que acababa de hacer y soy un hombre que cumple mi palabra. Bill me
miró y dijo: "Gracias". Creo que Bill pensó que estaba verbalizando algo que
siempre había llevado en mi corazón porque lo había servido durante tanto
tiempo, pero ese no fue el caso. Esas palabras han cambiado mi vida. He
llegado a un nivel completamente nuevo en Dios desde entonces. Mi
ministerio se ha disparado y mis finanzas se han más que duplicado. De
hecho, este libro es el resultado de que Bill me animó y me promovió. Incluso
llamó a Destiny Image y dispuso que leyeran mi manuscrito.
Esta transición de concubinato a alianza debe darse para que la Iglesia
pueda volver a ser "La Familia de Dios". La marca de la verdadera realeza
es la capacidad de dar nuestras vidas en pacto con otros por el bien del reino.
A medida que la Iglesia se convierta verdaderamente en una familia y dé a
luz hijos e hijas, expresando la alianza que tenemos con el novio, los
cimientos de nuestras ciudades serán sacudidos. ¡Esto causará un contraste
dramático entre la lujuria del mundo y el amor de Dios! Por fin el mundo
recibirá lo que anhela... el amor sobrenatural e incondicional del Padre que
nos ama como hijos e hijas. ¡Ya es hora de que les demos lo real!
Capítulo 12
Defendiendo los Decretos del Rey

La gente de la realeza tiene un poderoso sentido de la justicia en lo más profundo de su
almas obligándolos a la acción cuando se encuentran con la injusticia.
— Héroes de la justicia —
HEMOS visto cómo Dios nos ha llamado a la gloria y cómo la verdadera humildad y el
honor son atributos vitales para llevar esa gloria adecuadamente. La humildad y el honor se
sostienen al comprender y mantener un corazón de pacto de amor por Dios y por los demás.
Bill Johnson dice: "Puedes saber lo que una persona ama por lo que odia". Dios ama a Sus
hijos, tiene celo por ellos y odia todo lo que viola el amor. Él lo llama injusticia. A medida
que crecemos en Su corazón unos por otros y por el mundo, comenzamos como miembros
de la realeza a desarrollar un odio por la injusticia y un impulso profundamente arraigado
para deshacerla.
Veamos la necesidad de justicia en algunos de los personajes que hemos estudiado en
este libro. Si recuerdas, Moisés siempre supo que era hebreo, pero creció como príncipe en
la casa de Faraón. Se crió en un ambiente donde el contraste entre su situación y la de su
pueblo estaba en su rostro. Un día ve que un egipcio maltrata a dos de sus hermanos y
actúa (ver Éxodo 2:11-12). ¿Qué hizo que Moisés defendiera a sus hermanos? ¿Por qué no
se quedó en el palacio y vio películas? ¿Por qué las personas que "lo han hecho" arruinan
su zona de confort para defender a una pobre alma que está siendo abusada?
La mayoría de la gente conoce la diferencia entre el bien y el mal. Pero la gente de la

realeza tiene un poderoso sentido de la justicia en lo más profundo de su alma que los
impulsa a actuar cuando ven algo mal. De la misma manera que Moisés no pudo evitar
hacer algo cuando vio que sus hermanos eran maltratados, los hijos e hijas del rey son
impulsados a corregir la injusticia, destruir el mal y ver que la justicia prevalece en el mundo.
Podemos ver cómo este sentido de justicia mueve a la gente real a la acción en Hechos
17 cuando el apóstol Pablo llega a Atenas. Inicialmente, su propósito allí era pasar el rato y
esperar a Silas y Timoteo, pero cuando vio que la ciudad adoraba a dioses falsos, se
inquietó. El versículo 16 dice que su espíritu "se enardecía en él al contemplar los ídolos de
Atenas". Él
comenzó a enseñar en el mercado y obtuvo suficiente atención que la gente lo hizo

predicar en el Areópago, donde hablaron todos los principales maestros y filósofos de la
época. Su búsqueda de la justicia terminó por ganarle una plataforma para contarle a
toda la ciudad acerca de Jesús.
Mientras que Pablo fue provocado por lo que vio que sucedía en Atenas, Gedeón
fue un hombre que se sintió provocado por lo que no sucedía en Israel. Antes de conocer
a Gedeón en Jueces 6, permítanme describir el escenario histórico. Los madianitas,
amalecitas y los ejércitos del este estaban oprimiendo su país. El Señor ya había enviado
un profeta para recordar a los israelitas su historia con el Dios del cielo, y cómo los liberó
de la opresión egipcia usando señales y prodigios poderosos.
Desafortunadamente, tal liberación no había llegado todavía para Israel. Como

resultado, nos encontramos con Gedeón escondido en un lagar, tratando de salvar la
cosecha de trigo del enemigo que llegó en el momento de la cosecha para destruir los
campos. Un ángel del Señor vino a él con esta gran proclamación: "El Señor está
contigo, oh valiente guerrero". La respuesta de Gideon fue impresionante. Dijo: "Señor
mío, si el Señor está con nosotros, ¿por qué nos ha sucedido todo esto? ¿Y dónde están todos sus
milagros que nos contaron nuestros padres, diciendo: ¿No nos hizo subir el Señor
de Egipto? Pero ahora el Señor nos ha abandonado y nos ha entregado en manos de
Madián» (Jue. 6:13).
Gedeón estaba cansado de esconderse en el lagar golpeando el trigo. (¿Alguna vez
has estado enfermo y cansado de estar enfermo y cansado?) Había estado escuchando
el recordatorio del profeta de todo lo que Israel había visto hacer a Dios, y quería saber
por qué había una brecha tan grande entre las obras milagrosas del pasado y las del
pasado. La absoluta impotencia de Israel para cambiar sus circunstancias actuales. Al
igual que nosotros, quería saber por qué había tanta distancia entre lo que la Biblia decía
que debía haber y lo que en realidad estaba experimentando. La realeza no puede vivir
con esta incongruencia en sus corazones. Hay una pasión que yace en nuestras almas
que nos hace levantarnos y confrontar la injusticia de nuestros días.
Esta pasión estaba hirviendo bajo la superficie del alma de Gedeón, esperando una
oportunidad y aliento del Señor para actuar.
Es genial pasar el rato en el palacio y disfrutar de todos los beneficios de ser hijos
del rey, pero cuanto más empecemos a caminar en nuestra identidad real, más vamos
a encontrar que algo crece en nosotros cuando estamos expuestos a la injusticia. Para
muchos de nosotros, la necesidad de justicia se ha visto debilitada por las falsas
creencias que hemos adoptado en medio de las injusticias no resueltas que hemos
experimentado. Pero a medida que encontremos la fidelidad de Dios en nuestras propias

vidas, nos encontraremos motivados a la acción.
Vemos la identidad real del rey Saúl emergiendo a través de la exposición a la injusticia
en el Libro de Primero de Samuel. Saúl fue ungido rey de Israel, pero inmediatamente
después de su ceremonia de unción, en lugar de liderar a Israel, volvió a lo que le era
familiar y trabajó en su granja. Después de todo, creció como un pobre y no como un
príncipe. No sabía cómo era gobernar.
Israel nunca había tenido un rey, por lo que no había modelos a seguir para guiarlo en su
nueva posición. No pasó mucho tiempo antes de que escuchara noticias de los ancianos de
la ciudad de Jabes de Galaad hablando de cómo iban a perder su ojo derecho ante los
amonitas para hacer un tratado de paz con ellos (ver 1 Sam. ll:1- 5). Lo que el profeta
Samuel comenzó en la vida de Saúl al ungirlo rey de repente se hizo realidad cuando se
encontró con la injusticia. Aquí está el relato bíblico de lo que sucedió: Nahas el amonita
subió y sitió a Jabes-galaad; y
Todos los hombres de Jabes dijeron a

Nahas: "Haz un pacto con nosotros y te serviremos".
Pero Nahas el amonita les dijo: "Lo haré con ustedes con la condición de que les
sacaré el ojo derecho a cada uno de ustedes, y lo convertiré en un oprobio para todo
Israel".
Los ancianos de Jabes le dijeron: Déjanos solos por siete días, para que
enviemos mensajeros por todo el territorio de Israel. Entonces, si no hay quien nos
libre, saldremos a ti. Entonces los mensajeros vinieron a Gabaa de Saúl y hablaron
estas palabras a oídos del pueblo, y todo el pueblo alzó su voz y lloró.
Y he aquí, Saúl venía del campo detrás de los bueyes, y dijo: ¿Qué le pasa al
pueblo que llora?
Así que le contaron las palabras de los hombres de Jabes.
Entonces el Espíritu de Dios vino sobre Saúl con poder cuando oyó estas
palabras, y se enojó mucho. Tomó una yunta de bueyes y los partió en pedazos, y los
envió por todo el territorio de Israel por mano de mensajeros, diciendo: Cualquiera
que no saliere en pos de Saúl y en pos de Samuel, así se hará con sus bueyes.
Entonces el temor del Señor cayó sobre el pueblo, y salieron como un solo hombre (1
Samuel 11:17).
Muchos en el Cuerpo de Cristo están en el mismo estado en el que se encontraba
Saulo antes de encontrar la injusticia. Hemos sido ungidos como reyes y sacerdotes, se nos
ha mandado a discipular naciones, y hemos sido equipados con el
sabiduría, poder y autoridad de Dios mismo. Sin embargo, de alguna manera, nos encontramos
siguiendo algunos bueyes tontos por la granja, volviendo a nuestros viejos hábitos y enfocándonos
en la supervivencia cuando hemos sido llamados a liderar e influir en las personas para el Reino.
Sin embargo, la injusticia tiene una forma de hacer surgir el llamado real en nuestras vidas.
Siempre podemos decir cuánto de nuestra identidad principesca estamos realmente caminando
por nuestra respuesta a la injusticia: o nuestros espíritus son provocados dentro de nosotros,
llevándonos a actuar, o corremos para escondernos.
— Una justicia de restauración — Es
lo más natural del mundo que la familia real de Dios (nosotros) se preocupe por la justicia. El
salmista escribió: "Justicia y juicio son el fundamento de su trono" (Sal. 97:2b). Aquellos que
viven con Su trono en sus corazones son movidos a traer rectitud y justicia a cada situación.
Nuestro Hermano Mayor, Jesús, vino a la tierra para tratar con el pecado, la raíz de la
injusticia, de una vez por todas en la cruz. Él modeló para nosotros cómo es hacer justicia.
Curiosamente, no anduvo castigando a la gente por sus pecados. Mucha gente piensa que la
justicia se parece a que las personas reciben el castigo que merecen. Ese es solo un lado de la
justicia, y es importante darse cuenta de que ya se ha tratado. Jesús mismo cumplió la demanda
de justicia al tomar el castigo por nuestro pecado en la cruz. Él tomó lo que merecíamos, ya través
de la fe, tenemos acceso a la vida que Él merecía.
Jesús describió la justicia que vino a traer en Lucas 4:18-19: El Espíritu del
Señor está sobre mí, por cuanto me ha ungido para predicar el evangelio a los pobres;
Me ha enviado a sanar a los quebrantados de corazón, a proclamar libertad a los cautivos
y dar vista a los ciegos, a poner en libertad a los oprimidos; para proclamar el año agradable
del Señor.
La justicia de Jesús es una justicia de restauración. Devuelve a las personas lo que el pecado
les quitó. Cuando la Biblia dice: "La paga del pecado es muerte", no solo se refiere a cuando
nuestros cuerpos dejan de funcionar y son enterrados. La muerte es la condición espiritual de
estar separado de Dios, y la muerte del cuerpo es el resultado de esa separación. La Biblia nos
dice que ya estamos muertos en pecado cuando nacemos en este mundo. Esta muerte está
obrando en nosotros y alrededor de nosotros durante toda nuestra vida en la tierra. No solo afecta
nuestro fin último, sino toda nuestra calidad de vida en el planeta.
El pecado nos causa todo tipo de problemas en cada área de nuestra vida. Afecta
nuestra salud, nuestras relaciones, nuestras finanzas, nuestra mente y nuestras
emociones. Lo sorprendente es que la muerte de Jesús no solo hizo posible que
vayamos al cielo cuando muramos, sino que también vivamos con todos los beneficios
de una relación restaurada con nuestro Padre ahora mismo. Él hizo posible que todo
efecto del pecado en nuestras vidas sea revertido. Debido a que Él tomó el castigo de
nuestro pecado, no tenemos que vivir con enfermedad, pobreza, relaciones rotas, dolor
emocional o tormento mental. Todo eso fue cubierto y dejado sin poder por la sangre
de Jesús.
Nos asociamos con Dios para traer justicia a la tierra. Revierte todo efecto del
pecado y la muerte en la vida de las personas porque es la justicia de la restauración.
Como Pablo, estamos restaurando el conocimiento del único Dios verdadero.
Como Gedeón, estamos restaurando las señales sobrenaturales de Dios. Estamos
restaurando la salud de los cuerpos, las almas y los espíritus de las personas. Estamos
restaurando relaciones y familias. Estamos restaurando la prosperidad financiera.
Estamos restaurando la moralidad en el gobierno. Estamos restaurando la santidad en las artes.
Estamos restaurando la tierra y mucho más.
Todavía no hemos visto todos los efectos del pecado revertidos en el mundo que
nos rodea porque solo se accede al poder de la cruz a través de la fe. La fe ve la obra
consumada de la cruz en la eternidad y lucha por verla liberada en la historia. Tenemos
que luchar por ello porque hay resistencia. Esta resistencia proviene del hecho de que,
como dice Segunda de Corintios 4:3-4 (NKJV): "Nuestro evangelio... está velado para
los que se pierden, cuyo entendimiento el dios de este siglo cegó, para los que no
creen, para que no les resplandezca la luz del evangelio de la gloria de Cristo, el cual
es la imagen de Dios". Tenemos un enemigo que viene a robar, matar y destruir. Él
trabaja a través del engaño, y aquellos que creen en sus mentiras le dan poder a él y a
su reino de oscuridad para mantener el pecado y la muerte en sus vidas.
La verdad es que Cristo derrotó y desarmó al enemigo de una vez por todas en la
cruz (ver Col. 2:15). Dios lo ha condenado como culpable y ha entregado la autoridad
que había usurpado de Adán a Jesucristo, el segundo Adán. Nuestro trabajo como
"pequeños Cristos" es como diputados que hacen cumplir ese juicio en cada situación
que enfrentamos. Dios creó un mundo donde nuestro voto cuenta y donde nuestro
acuerdo con lo que Él está haciendo es necesario para liberar Su poder en el mundo.
Él hizo esto para no violar nuestro libre albedrío y arruinar nuestro potencial para amarlo
de corazón.
Jesús demostró lo que puede suceder cuando una persona está totalmente de
acuerdo con la voluntad del Padre. Su ministerio no hizo que todo el mundo fuera
evangelizado o salvo durante Su vida. En cambio, equipó a un pequeño grupo de
discípulos para hacer justicia en cualquier situación en la que se encontraran. Luego,
a través de Su muerte, hizo que ese poder estuviera disponible para cualquiera que
creyera. Él lo dispuso para que el conocimiento de la gloria de Dios solo pudiera cubrir
la tierra a medida que cada creyente toma la responsabilidad donde está para, "Hacer
justicia, amar la misericordia y caminar humildemente con su Dios" (Miq.
6:8 NVI).
Isaías 59-61 habla de la justicia que Dios trajo a la tierra a través de
Cristo y lo que Él también desea extender a través de Su Cuerpo
—Verdadero Poder Espiritual — Desafortunadamente, cuando
gran parte de la Iglesia mira al mundo, ven el reino del enemigo desde una
posición defensiva. Muchos de nosotros en la Iglesia estamos intimidados por los
Goliat de nuestros días: los gigantes del crimen, la pornografía, la religión falsa y
otros males que se burlan de los ejércitos del Dios viviente. Solo estamos tratando de
aguantar hasta que el rapto nos saque de la zona de guerra. Nuestro deseo de hacer
algo acerca de la injusticia queda sepultado por nuestro miedo.
Una de las razones por las que muchos cristianos se han sentido impotentes ante
la injusticia es que carecen de formación en su identidad y capacidad para librar una
guerra espiritual. Pero también hay que entender la forma en que se establece el
Reino de Dios. Jesús les dijo a los fariseos en Lucas 11:19 (NKJV): "Pero si con el
dedo de Dios echo fuera demonios, ciertamente el reino de Dios ha llegado a
vosotros". Cuando llega el Reino de Dios, siempre desplaza al reino de las tinieblas.
Como nos recuerda Efesios 6:12 (RV60), “Porque no tenemos lucha contra
sangre y carne, sino contra principados, contra potestades, contra los gobernadores
de las tinieblas de este siglo, contra huestes espirituales de maldad en las regiones
celestiales. "Esto significa que mientras nuestro gobierno nacional aborda la injusticia
por medio de juicios judiciales y librando guerras físicas, la Iglesia aborda las raíces
de la injusticia en el ámbito espiritual. Cuando miramos la oscuridad de nuestras
ciudades y naciones, entendemos que encerrar a los criminales detrás Las rejas no
satisfacen a la justicia, la justicia sólo vendrá cuando el Reino de Dios desplace las
huestes espirituales de maldad en los lugares celestiales.
El mundo está esperando ver el verdadero poder espiritual, y hasta que la Iglesia
se levante para demostrar el poder del Reino, ellos (el mundo) serán
retenidos bajo el poder de las tinieblas. La Iglesia debe permitir que Dios nos posicione
para confrontaciones con el reino de las tinieblas, como lo hizo cuando envió a Elías a
Jezabel ya Moisés al Faraón. Ambos hombres demostraron el poder de Dios en Israel
de tal manera que se vieron obligados a reconocer que Yahweh era el Dios verdadero y
que reivindicaría a los fieles a Él.
Elías, seguido por su sirviente Eliseo, viajó por todo el mundo haciendo estragos en
los poderes de las tinieblas y causando estragos en los reinos malignos.
Cuando Dios hizo descender fuego sobre el altar de Elías en una confrontación
dramática en el Monte Carmelo, venció a 850 falsos profetas de Baal y Asera. Ninguno
de estos hombres toleraba el comportamiento destructivo de los reyes inicuos, sino que
más bien convirtió a muchos en justos. Levantaron a los muertos, sanaron a los
enfermos, destruyeron a los falsos profetas y vieron un avivamiento extenderse por su
tierra. Eran temidos por muchos y respetados por todos.
Caminaban en gran pureza y Dios era su amigo.
¡Es hora de que el Cuerpo de Cristo se levante y reciba nuestra herencia!
Debemos deshacernos de la complacencia y restaurar los antiguos límites de santidad
y demostraciones de gran poder. No podemos estar satisfechos con sermones ilustrados,
buena música o servicios amistosos. Hemos sido llamados a ver los poderes de las
tinieblas destruidos y nuestras ciudades en ruinas restauradas.
La maldad continúa creciendo a nuestro alrededor, echando raíces en las vidas de
aquellos a quienes amamos y erosionando los cimientos mismos de nuestro país. El
satanismo se está extendiendo como un reguero de pólvora. Los psíquicos se ríen en la
cara de la iglesia mientras demuestran el poder del lado oscuro. El divorcio está
destruyendo a nuestras familias y la violencia, a nuestros hijos. El cáncer y otras
enfermedades temibles cobran la vida de tantos. Sin embargo, las palabras de nuestro
Señor Jesús todavía resuenan en los pasillos de la historia: "Estas señales seguirán a
los que creen" y "Mayores obras haréis cuando yo vaya al Padre" (Marcos 16:17-18; Juan 14: 12).
Durante los días de Moisés, Dios demostró Su poder a Faraón. Faraón contraatacó
haciendo que sus hechiceros duplicaran los milagros de Dios.
Entonces el Dios del cielo, que tiene todo el poder, realizó milagros extraordinarios de
modo que incluso los hechiceros dijeron: "Esto debe ser Dios. Nosotros no podemos
hacer estos milagros" (Éxodo 8:19, parafraseado). Finalmente Faraón fue vencido por
el poder de Dios y dejó ir a Su pueblo.
Faraón es un ejemplo metafórico de satanás, quien se ve obligado a dejar su
fortaleza demoníaca en nuestras ciudades mientras Dios demuestra su poder puro a
través de su iglesia. Estamos en medio del mayor avivamiento en la historia de la
humanidad. Sin embargo, sigue existiendo una distancia entre lo que debería ser y lo que será.
ser. ¡Esa distancia somos nosotros! ¿Qué seremos ? Somos el puente entre la historia
y Su historia. ¡Somos los hijos de los profetas! Los enfermos, los endemoniados,
los pobres, los ciegos, los cojos y los perdidos están todos esperando ver lo que
hemos aprendido. ¡No podemos darnos el lujo de decepcionarlos!
— Empoderamiento personal —
Una de las formas en que desplazamos las tinieblas y traemos el Reino de Dios es
por medio de cada uno de nosotros, como Sus hijos, usando los dones con los que
hemos sido equipados. No siempre nos damos cuenta de que estos dones no son solo
herramientas para fortalecer el Cuerpo, sino armas para hacer la guerra. En diciembre
de 1999, el Señor me llevó a un encuentro que me reveló cómo el don profético que me
había dado tenía poder para luchar. La absoluta esclavitud en la que vive el mundo
quedó grabada en mi corazón a través de esta experiencia. Me convenció de que solo
se deshará a través del poder puro de Dios que se demuestra como lo hizo a través de
Moisés y Elías.
Me invitaron a hablar en una universidad estatal sobre el tema "El cristianismo y lo
sobrenatural". Un pastor de la zona, que pastorea una iglesia cerca del campus, había
comenzado a dar una clase en la universidad para exponer a los estudiantes al poder
de Dios. Varios estudiantes de nuestra propia escuela del ministerio, así como algunos
miembros de nuestro personal, estaban con nosotros ese día.
El aire estaba cargado de emoción mientras caminábamos hacia el campus.
En el camino, el pastor me describió la clase: "Habrá veintiún estudiantes en la clase.
Diez de ellos son cristianos, tres practican la brujería y el resto pertenece a religiones
que probablemente podrías conocer". no pronunciar". Fue bueno que no supiera en lo
que me estaba metiendo hasta ese momento, porque si lo hubiera sabido, probablemente
no habría accedido a hacerlo. No me había dado cuenta de que estaba a punto de
dirigirme a una clase llena de estudiantes universitarios inteligentes, algunos de los
cuales estaban participando en la brujería. Mi experiencia educativa superior consistió
en asistir a "What's A-Matter U" y graduarme con un título en "Hammerology". Nunca he
ido más allá de la escuela secundaria. El miedo comenzó a llenar mi corazón cuando
llegamos al campus.
Justo cuando pasábamos por la puerta trasera, escuché al Señor decirme: "¡Hoy
me voy a lucir!"
"¿Presumir?" Pensé: "¿Está eso en la Biblia? Señor, ¿eres tú?" Yo pregunté.
Antes de que pudiera recibir una respuesta, me estaban presentando a la clase.
Empecé a contarles a los alumnos sobre mi vida y cómo el Señor me había librado
de una crisis nerviosa de tres años y medio. Incluso
aunque fui cristiano durante esos tres años, temblaba tanto todos los días que no
podía llevarme un vaso de agua a la cara sin usar las dos manos.
Por la noche, sudaba tanto que la cama estaba completamente empapada. Kathy
a menudo se levantaba dos o tres veces por noche solo para cambiar las sábanas.
El último año de mi colapso fue puro infierno. Los demonios comenzaron a visitarme
y me atormentaron hasta que me endemoniaron. El Señor finalmente me liberó.
Mientras contaba mi historia, los estudiantes estaban pendientes de cada palabra.
El líder del campus de Wicca, una forma de brujería, estaba en la clase.
De repente, el Señor me dio una palabra profética para él.
Le pregunté: "¿Podría ponerse de pie, por favor?" De mala gana y casi
desafiante, se puso de pie. Continué: "El Señor me mostró que has sido llamado a
la política. Dios te ha bendecido con la capacidad de comprender los asuntos
políticos. Esto ha estado en tu corazón desde que eras un niño pequeño. Acércate
y déjame orar por ti. "
Sentándose, dijo: "¡De ninguna manera!" Mi nivel de ansiedad volvió a crecer,
pero decidí presionar y continuar.
Hablé un poco más y luego el pastor me indicó que terminara. Mientras salía
de la clase, los estudiantes se juntaron y comenzaron a hacerme todo tipo de
preguntas.
Una joven desde el fondo de la sala dijo: "Se supone que debo hablar contigo".
"¿Eres cristiano?" Yo pregunté.

"¡No!" Ella dijo: "Pero sé que se supone que debo hablar contigo". Se abrió
paso entre la multitud hasta el frente de la sala.
Le dije: "Tu madre era psíquica, ¿no?"
"Sí", respondió ella.
Agregué: "Tú crees que eres psíquica, pero has sido llamada para ser profetisa".
"¡Así es!" Ella exclamo.

"Ha habido un espíritu maligno asignado para matarte desde que naciste,
y, de hecho, casi mueres al nacer", continué.
Parecía sorprendida. "¡Sí!" ella gritó. "¡Sí! ¡Sí! ¡Eso es exactamente correcto!
Casi muero al nacer y ha habido un demonio tratando de matarme desde que nací.
Entró en mi habitación la otra noche y trató de atropellarme" (No puedo. No me
imagino cómo debe haber sido eso), "pero me paré en mi cama y dije: 'La sangre
de Jesús me libera', ¡y se fue!"
Evidentemente, la clase acababa de estudiar el poder en la sangre de Jesús

esa misma semana. Por alguna razón, aunque ella no era cristiana, el demonio la
había dejado.
El pastor vio que otra clase estaba tratando de entrar al salón, así que
dijo: "Vamos, tenemos que salir de aquí".
Le dije a la niña: "¿Te gustaría estar libre de ese espíritu maligno?"
"Sí", respondió ella. Mientras salíamos de la habitación, la llevé
manos, con la intención de orar por ella.
Dije: "En el nombre de", pero antes de que pudiera sacar a "Jesús", ella cayó
al suelo, justo en frente de la puerta con una manifestación demoníaca en toda
regla que parecía un ataque de gran mal. Estaba aturdido. Los estudiantes se
quedaron sin palabras.
De repente escuché la voz del Señor decirme de nuevo: "¡Hoy me voy a lucir!"
El pastor me miró como diciendo: "¡Haz algo!" Había estado involucrado en

muchas liberaciones en el pasado (incluida la mía), pero no estaba seguro de qué
era apropiado en este entorno.
Me incliné y dije: "¡Deja a esta mujer ahora en el nombre de Jesús!"
Al instante ella fue entregada. (Esos demonios universitarios son más inteligentes
que los que había enfrentado anteriormente). Ella comenzó a rodar por el suelo
en un estado de trance, riendo histéricamente. Era el tipo de risa que te hacía reír.
El pastor dijo: "Tenemos que sacarla de aquí". La llevamos al pasillo. La gente

se quedó allí mirándola mientras rodaba y se reía. Había tanto ruido en el pasillo
que decidimos llevarla afuera. puerta de la universidad. Continuó riéndose
incontrolablemente mientras rodaba por el suelo afuera, completamente
inconsciente de su entorno. Más personas comenzaron a reunirse. Todavía no
estaba seguro de qué hacer, pero noté que muchas personas, en lo que en su
mayoría era una multitud no salva, estaban experimentando manifestaciones
como espasmos o electricidad corriendo por sus cuerpos. Había visto esto antes
cuando el Espíritu Santo tocaba a las personas poderosamente en los entornos
de la iglesia, pero la mayoría de estas personas no eran cristianas, ¡y esto no era
una iglesia!
Lo siguiente que supe fue que estaba señalando a un joven entre la multitud y
diciendo: "¿Quieres un poco de esto?"
"Sí... No... ¡No lo sé!" él dijo.
"¡Tómalo!" Yo dije. De repente cayó al suelo, rodando y riendo. Empecé a señalar

a los demás y decir lo mismo. En unos momentos, varias personas estaban en el suelo
riéndose histéricamente, mientras que otras miraban con asombro.
A unos 50 metros de distancia, un hombre y una mujer jóvenes estaban juntos

tomados de la mano, apoyados contra una pared. Le grité al joven: "¿Eres cristiano?"
Parecía sorprendido.
"¡No!" dijo, mientras trataba de desaparecer en la pared.
"Tu novia lo es", le dije. "¡Ella ha estado esperando que te salven para poder
casarse contigo!" Ella cayó al suelo, agarrándolo por una pierna, llorando y gritando.
Mientras caminaba hacia él, le dije: "Tus padres deben ser cristianos, porque vi a
tu papá levantarte y dedicarte al Señor cuando naciste".
"Sí", dijo, "mis padres son cristianos. Soy el único de sus cinco hijos que no es
salvo". Por ahora, yo estaba justo en frente de él.
Su novia nos agarró de las piernas y comenzó a orar en voz alta por su salvación.
Le pregunté: "¿Cuál es tu nombre?"

Él dijo: "Mi nombre es Josué".
"¡Josué!" Yo dije. "¡Joshua significa Salvador! Oren conmigo", continué. Él recibió
a Jesús ese día.
Al día siguiente, el joven al que le había dado la palabra en clase sobre ser político
corrió hacia mí en el pasillo de la universidad. Él dijo: "¿Recuerdas lo que me dijiste
ayer acerca de ser político?"
"Sí, he dicho.
“Bueno, me puse tan nervioso que olvidé que estaba estudiando ciencias políticas.
Siempre he querido ser político".
¡Guau! Uno de los líderes de la brujería me reconoció que el
Dios del cielo tenía un plan para su vida.
— Manifestaciones falsas —
Esta es solo una de las historias que he experimentado mientras usaba mis dones
para corregir la injusticia. He tenido experiencias similares en todo Estados Unidos. No
entiendo a la gente que piensa que los estadounidenses no tienen hambre de Dios.
Dondequiera que voy, veo personas que están hambrientas y anhelando un despertar
espiritual, y tenemos la capacidad de demostrar un evangelio de poder.
Estoy convencido de que muchas personas que están atrapadas en la brujería

son las "facturas impagas" de la iglesia. Muchas de estas personas han
experimentado realidades espirituales y vienen a nuestras iglesias para encontrar
una explicación para esta dimensión de la vida, pero solo encuentran una religión
sin poder. Es triste pero cierto que la mayoría de la gente no sabría si Dios apareció
en la iglesia o no, porque muy poco del cristianismo moderno requiere la intervención del Cielo.
Jesús nunca esperó que la gente creyera en un evangelio sin poder.
Por lo tanto, Jesús dijo: "Si no hago las obras de mi Padre, no me creáis" (Juan
10:37). Las personas que no pueden encontrar poder en la iglesia visitan una
sesión de espiritismo o una reunión de culto y se encuentran con el enemigo. poder
falsificado. Aunque es el lado oscuro, es real y recurren a él. Si no pueden encontrar
poder sobrenatural en la iglesia, tristemente irán a donde puedan. Proverbios 27:7
dice: “Para el hambriento, todo lo amargo es dulce”.
En la Iglesia Bethel, como en muchas otras iglesias que se están levantando
en esta hora, vemos milagros de sanidad, salvación y liberación cada semana en
nuestros servicios. Hace un tiempo, una estudiante de la escuela de ministerio de
20 años llamada Lacey estaba en una de nuestras librerías locales. Observó a un
joven vestido de negro sentado en una mesa cerca de ella. Tenía las uñas largas y
negras y se veía bastante aterrador. Para empeorar las cosas, ¡estaba moviendo
un tenedor sobre la mesa con su mente! Lacey se sentó frente a él y observó
durante un rato. Entonces esta dulce y hermosa jovencita le preguntó: "¿Quieres
ver el poder real?"
"¿Qué quieres decir con eso?" respondió.
"Ven a la iglesia conmigo", dijo, "y te mostraré el poder de Dios". Ella lo puso
en su Mustang y lo llevó a la iglesia. Llegaron un poco tarde y la gente ya estaba
adorando cuando entraron al santuario. Lacey se acercó al frente donde yo estaba
sentado y me dijo en un fuerte susurro: "Oye papá, traje una bruja a la iglesia. Está
en la parte de atrás levitando. ¡Le dije que le mostrarías el verdadero poder de Dios!
¡Ven al Vuelve y ora por él".
"Está bien", respondí, "volveré allí en unos minutos".

Pasaron unos segundos antes de que otro feligrés corriera al frente y gritara:
"¡Hay una bruja allí atrás! ¡Está levitando!"
"Lo sé", dije. Me hablaron del joven un par de veces más antes de que
finalmente volviera a él. Le pregunté si podía orar por él. Aunque parecía reacio,
dijo que podía. Puse mis manos sobre sus hombros y oré una simple oración
pidiendo al Espíritu Santo que viniera y
mostrarle que Dios era real. De repente se deslizó por la pared y aterrizó sobre su
trasero. Me uní a él en el suelo y lo abracé. Estaba tieso como una tabla. En mi mente,
el Señor comenzó a mostrarme su vida a través de imágenes. Vi el abuso de su madre
y su padre. Entonces el Señor me mostró eventos específicos que habían sucedido en
su vida. Se relajó y lloró en silencio.
Se había involucrado en la brujería para protegerse de sus padres abusivos. Estaba
claro que el Señor estaba ministrando algunas de sus heridas más profundas. Lacey lo
volvió a poner en su Mustang y lo llevó a su casa, que resultó estar debajo de un
puente. De camino a casa, él le dijo: "Ustedes tienen un psíquico en su iglesia".
"No", respondió Lacy, "ese fue el poder de Dios del que te hablé".
"¡Eso es extraño!" Él dijo. Ese joven nunca volverá a ser el mismo después de lo
que vivió esa noche.
— Las armas de nuestra guerra — Las
personas en los encuentros que acabo de compartir experimentaron la destrucción
de la esclavitud del diablo en sus vidas, pero se les demostró el poder superior del
Reino de Dios. Así es como se ve la justicia de Dios. El enemigo ya ha sido juzgado,
encontrado culpable y sentenciado a una existencia impotente a través de la victoria de
la cruz. Cuando confrontamos su dominio sobre la vida de un individuo, solo estamos
haciendo cumplir la decisión que ya se ha tomado en el Cielo.
Note que mientras se hacía violencia contra el enemigo y su reino en estos

encuentros, la gente a la que él había estado atormentando experimentó gozo, paz y
sanidad. Y yo simplemente estaba orando y profetizando. Como cristianos, libramos la
mayor parte de nuestra "guerra" haciendo cosas que no parecen peleas. Profetizamos
bendición y destino sobre pueblos y ciudades. Amamos a las personas con sacrificio y
las bendecimos cuando nos maldicen.
Oramos para que el Cielo venga a la tierra.
Dios incluso convierte la alabanza y la adoración en guerra. El salmista describe
esto en el Salmo 149:6-8: Que las alabanzas de Dios estén en su boca, y una
espada de dos filos en su mano, para hacer venganza en las naciones y
castigo en los pueblos; para atar a sus reyes con cadenas, ya sus nobles con
grillos de hierro; para ejecutar en ellos el juicio escrito: esta honra la tienen todos
sus santos.
¡Alabado sea el Señor!

El Salmo 8:2 (NVI) dice: “Has ordenado la alabanza a causa de tus enemigos, para
silenciar al enemigo y al vengador”. Nuestras alabanzas silencian al enemigo, lo atan y
ejecutan el juicio escrito en su contra.
Oro para que todos descubramos el poder que Dios ha puesto en nuestras manos
para hacer justicia dondequiera que vayamos. Como prometió el apóstol Pablo: "Las
armas de nuestra milicia no son carnales, sino poderosas en Dios para la destrucción
de fortalezas" (2 Corintios 10:4). Cuando vemos a los quebrantados y heridos y surge
en nosotros la necesidad de justicia, tenemos todo el poder que necesitamos para
actuar.
Porque llevar la justicia requiere que enfrentemos al enemigo, debemos ser personas
de gran valentía. Mientras observamos los relatos históricos de muchos hombres y
mujeres valientes en el próximo capítulo, debemos darnos cuenta de que su valor
establece el estándar real. ¡Debemos abrazar nuestros dones y dar un paso adelante
en los pasillos de la historia que aún no se ha escrito!
Capítulo 13
Los perros de la perdición se paran a las puertas del destino Un cobarde
muere mil veces, pero un hombre valiente muere solo una vez.
— Morir por hacer historia —
Era una típica

agosto en tarde calurosa
Redding, de Carolyn estaba pasando por una de las
California.
tiendas de ropa locales para comprar algunas cosas antes de irse a casa. Encontró
un espacio para estacionar y maniobró su vehículo hacia él.
Aparcó el coche y apagó el motor. Cuando se acercó para cerrar la ventana del
lado del pasajero, un joven de poco más de veinte años se acercó al lado del
conductor y gritó: "¡Sal del auto!" Fue entonces cuando se dio cuenta de que su
brazo estaba dentro del auto y lo estaba sosteniendo. una pistola en sus costillas.
Carolyn, que es una mujer bastante tranquila y modesta de unos cincuenta
años, dijo: "Mira, no quieres este auto. No funciona bien, casi no tiene gasolina y el
aire acondicionado no funciona". Luego, haciendo un gesto hacia el arma, dijo:
"¿Qué es ESTO?" "¡Mi arma!", dijo. Sintiendo la audacia del Señor surgir dentro de
ella, lo miró directamente a los ojos y le preguntó: "¿Qué vas a hacer con eso?" De
repente, todo su cuerpo se relajó como si hubiera estado conteniendo la respiración,
"Nada", suspiró.
"Tenemos que hablar", dijo Carolyn suavemente, "te han tendido una trampa.
Dios quiere que escuches lo que tengo que decirte". Él asintió, mostrándole que el
arma ni siquiera estaba cargada, y volvió a guardarla en su mochila. El aspirante a
ladrón se arrodilló junto al auto mientras Carolyn comenzaba a hablarle, como una
madre hablaría con su hijo, acerca de cuánto lo amaba el Padre Celestial.
Él se abrió y derramó su corazón, compartiendo los problemas y dificultades de
su vida con ella. Ella le preguntó si había estado pensando en suicidarse. Él le dijo
que había escrito una carta a sus padres esa misma mañana sobre querer quitarle la
vida. Ella lo ministró durante casi una hora. Colocando su mano sobre su cabeza
inclinada, oró por él y sintió un amor indescriptible derramarse a través de su espíritu
hacia él. Por increíble que parezca, fue difícil para ellos despedirse el uno del otro.
Ambos querían permanecer inmersos en "la presencia de Dios en un encuentro que
ninguno de los dos olvidará jamás".
Disfrazada de ama de casa común, Carolyn es una princesa que se negó a dejarse
intimidar por un matón y, en cambio, cambió radicalmente el curso de la vida de un joven.
— Perder el miedo a la muerte — A la

gente le encanta escuchar historias de heroísmo cotidiano, pero la mayoría de nosotros
nos preguntamos si hubiéramos podido responder con tanta audacia. Hay muchas otras
historias en las que las personas ven el mal, pero no hacen nada, preocupándose más por
salvar sus propias vidas que por vivir sacrificadamente.
Esta mentalidad de supervivencia no tiene cabida en los corazones y mentes de los
hijos e hijas del Rey. Jesús dijo: “Porque el que quiera salvar su vida, la perderá; pero el que
pierda su vida por causa de mí, la hallará” (Mat.
16:25). La mentalidad de supervivencia es un valor central finito que restringe el impacto de
nuestras vidas al aquí y ahora y nos roba las hazañas históricas que Dios mismo nos ha
asignado a cada uno de nosotros.
Se supone que nuestra mentalidad de supervivencia debe ser tratada en el bautismo.
Jesús dijo: "Si alguno quiere venir en pos de mí, niéguese a sí mismo, tome su cruz y
sígame" (Mateo 16:24). La vida de resurrección se encuentra al otro lado de la crucifixión.
Para ser discípulos de Cristo debemos enfrentar la muerte de frente. Hacemos esto tomando
nuestra cruz y siguiendo a Jesús a la crucifixión en el tanque bautismal.
¿O no sabéis que todos los que hemos sido bautizados en Cristo Jesús, hemos
sido bautizados en su muerte? Por tanto, somos sepultados con El por el bautismo
para muerte, a fin de que como Cristo resucitó de los muertos por la gloria del Padre,
así también nosotros andemos en vida nueva.
Porque si hemos llegado a estar unidos con Él en la semejanza de Su muerte,

ciertamente lo seremos también en la semejanza de Su resurrección (Romanos 6:3-5).
Cuando bajamos nuestra cruz al tanque bautismal, la muerte, que es el último enemigo
de nuestra alma, es destruida y comenzamos a experimentar la vida de resurrección. El
escritor de Hebreos lo dijo mejor:
Por tanto, puesto que los hijos participan de carne y sangre, él mismo [Jesús]
también participó de lo mismo, para dejar sin poder por medio de la muerte al que tenía
el imperio de la muerte, esto es, al diablo, y librar a los que por medio de temor a la
muerte estaban sujetos a servidumbre toda su vida (Hebreos 2:14-15).
¡Imagínese lo que puede lograr todo un ejército de personas "muertas" vivas cuando
ya no se sienten intimidados por la tumba, sino que están llenos de la audacia de Dios! La
gente real vive desde la eternidad y por lo tanto no ve la muerte física como un final, sino
como una entrada a una nueva dimensión en Dios.
Cuando conocemos a un creyente que ama el don de la vida pero que no teme a la
muerte, hemos conocido a una persona que es libre para vivir de verdad. Vi esto de primera
mano en mi amigo, Bob Perry. En el 2000 me enfermé bastante. Existía la posibilidad de
que tuviera una enfermedad grave que amenazaba mi vida y me paralizaba con el miedo a
la muerte. Un día llamé a Bob, quien había sobrevivido al cáncer de riñón varios años antes
después de que los médicos le dijeron que no se esperaba que viviera.
Le pregunté: "¿Alguna vez tuviste miedo de morir?".
"¡No!" él dijo.
"¿Por que no?" Yo pregunté.
"¡No puedes amenazarme con el Cielo!" proclamó.
— Desafiando a la muerte
— Estoy convencido de que el verdadero coraje solo nace en aquellos que han lidiado
con el miedo a la muerte. Hay muchos imitadores, personas que parecen valientes por
fuera pero que por dentro son niños asustados. Algunas de las personas con el aspecto
más duro del mundo están realmente sacudidas por la muerte. Las personas que han
lidiado con la muerte son peligrosas. No puedes detenerlos porque no hay nada más con
lo que amenazarlos.
Jason McNutt es un estudiante de la Escuela Bethel de Ministerio Sobrenatural que
personifica esto. Jason fue a Perú a ministrar en las calles cuando un hombre se le acercó
y sacó un arma. Apuntó a su cabeza y dijo: "¡Cállate! ¡Deja de predicar o te voy a matar!"
Jason lo miró directamente a los ojos y respondió: "Adelante, dispárame. ¡Vine aquí para
morir!". ¡El hombre se escapó!
— Negarse a ser intimidado por los elementos — Otro

estudiante, Bobby Brown, se negó a dejarse intimidar por los elementos (los poderes
de este mundo) y, en cambio, aprovechó su momento para ser recordado en la historia.
Hizo un viaje de la Escuela de Ministerio a Tijuana, México con otros 60 estudiantes. El jefe
de policía de esa ciudad se había encontrado con el Señor no mucho antes y le dio a
nuestro equipo un permiso para predicar en la plaza del centro en Revolution Street.
Inmediatamente después de que nuestros estudiantes instalaron el equipo de sonido,
comenzó a llover a cántaros. Los estudiantes del ministerio se reunieron en un círculo para
orar sobre qué hacer. De repente, Bobby sintió que Dios le decía que fuera al micrófono y
hiciera un anuncio. Saltó al escenario y
proclamó: "¡Jesús te ama! Él lo va a demostrar ahora mismo deteniendo la lluvia".
Señaló las nubes y gritó: "¡Lluvia, detente ahora! ¡Nubes, retrocede!" En un

segundo dejó de llover y las nubes retrocedieron. ¡La gente estaba atónita! Una
señora en el tercer piso de un edificio de apartamentos al otro lado de la calle gritó en
español: "¡Quiero recibir a este Jesús!" Bobby la llevó a Cristo por el sistema de
megafonía. Ella levantó sus manos al cielo para agradecer a Dios. En ese momento,
el poder del Señor entró por la ventana y la tiró al suelo.
— Courage in the Market Place — Mi

historia favorita hasta la fecha es la de Chad Dedmon. Chad es un recién casado
que acaba de graduarse de BSSM este año. Hace unos meses fue a un supermercado
local a comprar unas donas. Mientras hacía fila para pagar su comida, notó que la
mujer frente a él usaba audífonos. Chad le hizo algunas preguntas y descubrió que
estaba completamente sorda de un oído y un 50 por ciento del otro. Le preguntó si
podía orar por ella y, con su permiso, le puso las manos en los oídos y ordenó que
los curara. Luego la convenció de que se quitara los audífonos. Descubrió que estaba
completamente curada y escuchaba perfectamente. La señora estaba llorando, y
también el cajero que estaba observando todo.
Chad le preguntó al cajero si podía usar el altavoz y preguntarle a otras personas

en la tienda si podía orar por ellos, porque Dios le había mostrado más sanidades que
Él quería hacer por otras personas. La señora asintió y le entregó el micrófono.
"¡Atención a todos los compradores! Dios acaba de sanar a esta señora sorda".
Le entregó el micrófono a la señora que había sido sanada y le pidió que le dijera a la
gente lo que Dios había hecho. Compartió entre lágrimas y luego le devolvió el
micrófono a Chad.
Chad dijo: "Dios me ha mostrado que hay alguien aquí que tiene problemas en la
cadera izquierda y quiere curarte. Ven al pasillo 12 y oraré por ti". Anunció varias otras
palabras de conocimiento para la curación, y en pocos minutos la gente se reunió
alrededor del puesto de control. Una señora llegó en un carrito eléctrico y dijo: "Soy
yo la que tiene el problema de la cadera izquierda. Mañana me harán un reemplazo
de cadera".
Chad oró por ella y luego la convenció de probarlo caminando. Esto tomó un
tiempo ya que la mujer se negaba a levantarse y caminar. Finalmente lo hizo y luego
comenzó a correr, gritando: "¡Estoy sana, estoy sana!".
El encuentro terminó con dos personas más siendo sanadas y varias personas
recibiendo al Señor después de que Chad predicara un mensaje de sanidad y
salvación allí mismo en la tienda.
A la mayoría de nosotros nos encantaría ver a Dios moverse como lo hizo con
estos estudiantes, pero si no nos hemos ocupado de nuestra mentalidad de
supervivencia, no tendremos la fuerza para salir y aprovechar los momentos divinos
de oportunidad. ¡Cuando tenemos miedo, nos quedamos en el porche de nuestra
vida y nunca corremos con los perros grandes! Si adoptamos una postura defensiva,
en realidad cedemos la posición de influencia y autoridad que Dios nos ha llamado a
tener sobre el enemigo. En el vacío que hemos dejado, otros que hayan encontrado
una causa por la que valga la pena morir se levantarán con convicción y poder desde
el lado oscuro. Entonces la gran aventura es reemplazada por una existencia aburrida
y monótona. El miedo nos debilita de pelear la buena batalla a la que Dios nos ha
llamado. Ha sido disfrazado en la Iglesia como "mayordomía", "sabiduría" y un montón
de otras palabras espirituales, reduciendo la experiencia cristiana a simplemente
mantener el fuerte. Las únicas convicciones por las que vale la pena vivir son aquellas
por las que vale la pena morir.
Los musulmanes radicales se están inmolando en el nombre de Alá. El mundo
no puede entender por qué alguien estaría tan loco. Permítanme dejar en claro que
creo que estos musulmanes radicales son asesinos que quitan la vida a los inocentes.
No quiero ser parte de su religión. Pero reconozco el hecho de que tienen algo por lo
que están dispuestos a morir. Los cristianos deben entender lo que significa dar la
vida por una causa, país, pacto o convicciones porque entregamos nuestra vida
cuando recibimos a Cristo. Si no tenemos el mismo tipo de pasión fuerte y coraje
para defender nuestras convicciones, perderemos el impacto que nos corresponde
en la sociedad ante los terroristas suicidas.
— Morir con fe en lugar de vivir con dudas — A veces,

el coraje trae una victoria visible, como las historias de nuestros estudiantes, pero
otras veces no parece que las situaciones terminen en victoria.
Las personas en el Reino saben que ya tienen la victoria, y ya sea que vivan o
mueran, su trabajo es permanecer firmes en la verdad del evangelio.
En la Iglesia Bethel, vemos muchos milagros y cientos de personas sanadas
cada mes. Tenemos un miembro del personal que lidera un equipo de personas
encargadas de llevar un registro de los testimonios para que puedan repetirse. Sin
embargo, a veces las personas no se curan a pesar de que hemos luchado por ellas.
Karen Holt era la asistente personal de Bill Johnson cuando llegó a Betel hace diez
años. Un año después de la llegada de Bill, le diagnosticaron cáncer de mama. Rechazó el
tratamiento porque creía que Dios la iba a sanar. Muchas personas fueron sanadas de la
misma enfermedad durante todo el tiempo que Karen estuvo enferma. Su esposo, quien
también era uno de los pastores de nuestro personal, la animó a buscar tratamiento. Muchos
otros miembros del equipo de Bethel aconsejaron a Karen que buscara ayuda médica. Estaba
convencida de que Jesús cuidaría de ella. Pasó mucho tiempo orando, leyendo los testimonios
de otras personas que se curaron de cáncer y volando por todo el país para que los cristianos
más llenos de fe oraran por ella. Unos tres años después, ella murió. Todos estábamos
atónitos. Algunos dijeron que había desperdiciado su vida, pero no estoy de acuerdo. Karen
eligió morir en la fe en lugar de vivir en la duda.
Karen murió como vivió, confiando en Dios. Su vida no fue un desperdicio para aquellos de
nosotros que fuimos impactados por ella.
— La tierra de los libres y el hogar de los valientes — En los últimos
años, casi 2000 hombres y mujeres estadounidenses han muerto y muchos más han
resultado heridos en la guerra de Irak. Es triste oír hablar de las decenas de vidas que se
quitan todos los días, pero la verdad es que todo el mundo va a morir algún día. La verdadera
pregunta que debemos hacernos es si realmente estamos viviendo o no. Cuando dejemos
este mundo, ¿nuestras vidas realmente habrán contado para algo? La mayor tragedia de
nuestro mundo no es que tantos mueran para proteger nuestras libertades, ¡sino que millones
viven sin ningún propósito!
Estados Unidos es la tierra de los libres y el hogar de los valientes, pero lo que mucha
gente ha olvidado es que si no fuéramos el hogar de los valientes, ¡nunca habríamos sido la
tierra de los libres! Este lema no nos describe tanto como lo hace con nuestros antepasados.
La vida de George Washington describe este coraje del Reino. Estaba convencido de que no
podía morir hasta que cumpliera su llamado en la vida, que creía que estaba predestinado
por su Creador.
Hay muchas historias sobre la valentía de George Washington. Los soldados
estadounidenses que dirigía estaban mal preparados y mal equipados para la guerra. Un
tercio de ellos no tenía zapatos ni camisa. Luchaban con rifles de caza y tenían poco
entrenamiento. George, al igual que William Wallace en la película Braveheart, cabalgaba
de un lado a otro frente a sus tropas en su enorme caballo blanco y exhortaba a sus hombres,
pero sus tropas a menudo se retiraban en la batalla porque tenían miedo.
En una batalla en particular, George les dijo a sus hombres que les dispararía por
la espalda si se retiraban. Se encontraron con los británicos y pronto, fieles a su
naturaleza, los soldados estadounidenses dieron media vuelta y echaron a correr.
George Washington cabalgó directamente hacia la peor parte de la refriega gritando:
"¡Si se retiran, les dispararé por la espalda! ¡Empujen hacia adelante, hombres!
¡Regresen o les dispararé!". Todos salieron corriendo, dejando a George solo en el
campo. Washington estaba tan enojado que cabalgó hasta el borde del acantilado, que
estaba justo en frente de los soldados británicos, y se sentó en su caballo mirándolos.
Todo el ejército británico descargó sus armas contra él, pero milagrosamente no lo
alcanzaron ni una sola vez. Después del tiroteo, se pusieron de pie y lo aplaudieron.
En otra batalla, los británicos dispararon contra dos caballos debajo de Washington.
Cuando regresó al campamento, tenía tres agujeros de bala en el abrigo debajo de
ambos brazos, pero no lo tocaron. De hecho, algunos historiadores creen que la
incapacidad de los británicos para matar a Washington fue el factor principal de su
rendición. Un hombre que no tuvo miedo de morir hizo que muchos otros vivieran en
libertad.
— True Victory — De
alguna manera, la violencia es una forma de vida en este planeta. Jesús dijo: "Los
hombres violentos toman el Reino por la fuerza". (Mateo 11:12) Es evidente que
nosotros como cristianos vivimos en un mundo que está lleno de violencia, tanto en el
mundo visible como en el invisible. Es importante que entendamos que nuestras batallas
deben ser la manifestación de Su victoria. Cuando Jesús murió en la cruz, ganó el
triunfo final. Ya no luchamos por la victoria sino que luchamos desde la victoria.
Ganar está asegurado cuando entramos en la batalla. Por lo tanto, el desafío final no
radica tanto en la batalla en sí, sino en hacer que el pueblo de Dios se una a la refriega.
Cuando el ejército real se niega a luchar y, en cambio, se encoge de miedo del combate,
a menudo reciben un disparo en la espalda donde no tienen armadura. Note que la
"armadura de Dios" en Efesios no tiene protección para su espalda. Estamos mal
equipados para la retirada.
"¡Los perros de la perdición están a las puertas de nuestro destino!" Lo que creemos
que es nuestra piedra de tropiezo más temible es en realidad la puerta a nuestra mayor
victoria. Nuestro mayor destino se encuentra al otro lado del miedo. El valor es la
capacidad de avanzar ante la adversidad para obtener estos tesoros.
— Relatando los Testimonios del Pasado— Uno de
los desafíos para lograr que los cristianos participen en la guerra es su falta de
aprecio por los valores que impulsaron a nuestros antepasados a comprar nuestra
libertad con sus vidas. La historia nos ayuda a conectarnos con virtudes que valen la pena morir
por. Están detrás del velo del tiempo, pero son nuestra herencia. A menudo se visten con
palabras como "Honor", "Libertad", "Valor", "Lealtad" y "Respeto". Nuestras madres y padres
fundadores trataron estos atributos invisibles como países para proteger y cualidades
para transmitir a sus hijos. Este noble pueblo luchó no tanto para proteger la tierra sino para
perpetuar los principios del Reino.
Cuando olvidamos las hazañas históricas de Dios, comenzamos a flaquear ante la falta
de verdaderos cimientos. Esto a menudo nos lleva a retirarnos al placer egoísta como una
meta eufórica de la vida, cuyo resultado es perder las guerras antes de encontrar al enemigo.
El placer rara vez se encuentra en el campo de batalla. El salmista recalcó este punto: Los
hijos de Efraín eran arqueros equipados con arcos, pero se volvieron atrás en el día
de la batalla. Ellos no guardaron el pacto de Dios y rehusaron caminar en Su ley;
se olvidaron de sus obras y de sus milagros que les había mostrado (Salmo 78:9-11).
Al contar testimonios, honramos el pasado y tomamos conciencia de los antiguos límites

y fronteras que han sido confiados a nuestra protección. Es a través de los testimonios que
captamos la visión de nuestros padres fundadores y comprendemos cuán importante es
transmitir estos testimonios.
El apóstol Juan escribió: "Le han vencido a causa de la sangre del Cordero y de la
palabra del testimonio de ellos, y menospreciaron su vida aun cuando estaban frente a la
muerte" (Ap. 12:11). Los elementos de la victoria se nos relatan nuevamente en este pasaje.
Le han vencido por medio de la sangre del Cordero: Esto significa que vivimos de Su
victoria en lugar de tratar de obtener la victoria. Los cristianos deben tener una mentalidad
ofensiva. Tenemos la pelota. La guerra ya ha sido ganada y lo único que resta es librar las
batallas que refuercen la victoria. El diablo ya ha sido derrotado. Jesús se sacó los dientes
de la boca. ¿Qué te va a hacer, pegarte hasta la muerte?
La palabra del testimonio de ellos: Los testimonios nos recuerdan las hazañas
repetibles de Dios que Él ha logrado a favor de Su pueblo. "El testimonio de Jesús es el
espíritu de profecía" (Ap. 19:10). En otras palabras, las obras milagrosas de Dios en el
pasado sientan las bases para Sus actos gloriosos en nuestro futuro.
No amaron sus vidas hasta la muerte: Ahí está de nuevo—el poder de aquellos que
desafían la muerte. Estoy convencido de que una vez que el miedo a la muerte se rompe en
nuestras vidas, nos convertimos en una fuerza imparable que las hordas del infierno no pueden
lidiar con. Cuando el diablo pierde la habilidad de asustarnos en la muerte, se vuelve

impotente en nuestras vidas.
— Tratando con la Dama Dragón — Esta
revelación realmente me llegó a casa hace varios años. Pasamos por una temporada
que yo llamo el "Valle de la Sombra de la Muerte". Todo comenzó cuando una amiga
nuestra llamada Tracy Evans guió a una mujer a la que llamaban "La Dama Dragón" (¡Esta
era una Dama Dragón diferente a la de China!) a Cristo.
Jane (no es su nombre real) era una mujer de veintitantos años, de unos seis pies de
altura, con cabello castaño largo y fibroso y un mechón rubio que lo cruzaba.
Era muy musculosa y de aspecto duro, con ojos marrones profundos y un rostro curtido.
Había estado en la iglesia satanista de Anton LaVey en San Francisco durante los dos
años anteriores a venir a Weaverville. La Dama Dragón, Jane, era conocida por ir a los
bares. Después de tomar unos tragos se volvía como un animal, se comía el chupito y
golpeaba a varios hombres en el bar. Todos en nuestra comunidad la temían.
Tracy estaba trabajando en nuestro pequeño hospital rural cuando la policía trajo a
Jane y la puso en el "cuarto de goma". Se había estado deslizando sobre su vientre como
una serpiente y silbando como un gato en la isla de bombeo de una estación de servicio
local. Tracy la llevó a Cristo en su celda acolchada. Más tarde esa noche, Tracy vino a
nuestra casa y nos convenció de dejar que Jane se mudara a nuestra casa por un tiempo.
¡Entonces comenzó el drama! Le tenía mucho miedo a la oscuridad, así que durmió
en el sofá con las luces encendidas. Varias veces por la noche se despertaba gritando y
gritando a "los demonios" que la perseguían.
No dormí mucho durante semanas. Afortunadamente, nuestros tres niños pequeños
durmieron arriba. Me levantaba y oraba con ella y ella se volvía a dormir inmediatamente,
pero yo me quedaba despierto durante horas con el corazón latiendo con fuerza fuera de
mi pecho.
Para empeorar las cosas, otras cosas extrañas estaban sucediendo al mismo tiempo.
La gente nos llamaba varias veces al día y nos decía que satanás nos iba a matar, destruir
a nuestros hijos y hacer otras cosas repugnantes. Las personas que llamaban nos
conocían por nuestro nombre y siempre sonaba como si hubiera una sesión de espiritismo
en el fondo. A menudo, cuando llamaban, las luces de la casa se apagaban y los cuadros
se caían de las paredes. El teléfono también se apagaba un par de veces a la semana
mientras hablaba con ellos.
Toda mi familia tenía pesadillas la mayoría de las noches y yo seguía teniendo

un gran demonio con ojos rojos brillantes que me visitaba por la noche. Me
despertaba con sueños horribles y la maldita cosa estaba parada al pie de mi cama.
¡Me asustaría muchísimo! Rompía en sudores fríos y estaba completamente
paralizado por el miedo.
¡Esto continuó durante más de seis meses! Habríamos echado a Jane, pero
ella estaba siendo liberada y mi familia y yo estábamos creciendo en el Señor como
locos. En medio de toda esta cosa demoníaca, había milagros diarios. Por ejemplo,
un día mi hija, Shannon, se cortó el dedo y sangraba por todas partes. Jane
sostenía su mano debajo del grifo mientras Kathy recibía una tirita. Kathy oró por
el dedo antes de aplicar la curita y el corte se cerró y sanó frente a sus ojos.
¡Jane se asustó! Esta temporada en nuestra vida fue como vivir en una zona de
guerra donde el cielo y el infierno chocaban violentamente. Debido a que
perseveramos durante este tiempo, Jane se liberó y se convirtió en una mujer
hermosa. Tristemente, algún tiempo después ella eligió volver al mundo.
Como se puede imaginar, esta temporada le enseñó a nuestra familia mucho
sobre la guerra y los caminos tortuosos del diablo. Una de las lecciones más
poderosas que aprendí sucedió a través de la experiencia del "demonio de ojos
rojos que brilla intensamente". Siguió entrometiéndose en mi habitación por la
noche y nada de lo que parecía hacer haría que se fuera. Lo reprendía, oraba y
ungía mi habitación con aceite, le leía la Biblia al demonio y adoraba a Dios
mientras observaba pero se negaba a irse. Parecía ser capaz de sentir que le tenía miedo.
Bill Johnson dice: "Solo tienes poder sobre la tormenta si tienes paz". Esta
declaración hace referencia a la historia de Jesús durmiendo en la barca durante
una tormenta. Se despierta y calma el viento diciendo: "Paz, enmudece". (Lucas
8:23-24). El Señor me habló y me dijo que iba a "aprender el poder de la paz".
Recordé las palabras de Pablo a los filipenses: "De ningún modo os inquietáis por
vuestros adversarios, lo cual es señal de destrucción para ellos, pero de salvación
para vosotros, y esto también de parte de Dios" (Fil.
1:28). Hay algo en el coraje que hace que el enemigo sepa que ya está derrotado,
porque el coraje es inmune a su arma principal, que es el miedo. El valor es la paz
en la tormenta, la incapacidad de ser alarmado por el enemigo. Cuando podemos
dormir en la tormenta, estar tranquilos frente a la batalla y no entrar en pánico en
medio de la oposición, ¡le hemos roto la espalda al diablo!
La noche después de esta palabra del Señor sobre el poder de la paz, el

demonio volvió. Mi corazón se aceleró, mi cabeza daba vueltas y quería correr
o gritar. Jesús ya me había dado una estrategia para la victoria. Levanté la
vista de mis sábanas y ahí estaba. Sus enormes ojos brillaban de color rojo
mientras me miraba. Lo miré y dije: "¡Oh, solo eres tú!" Luego me di la vuelta y
me volví a dormir. Ese fue el final de mis visitas. A partir de entonces dejé de
tener miedo y comencé a esperar con ansias la batalla. Cuando llamaban las
personas endemoniadas, tomaba el teléfono y les contaba el amor y la
misericordia de Dios. No supieron qué hacer conmigo después de eso.
Simplemente colgarían. No pasó mucho tiempo antes de que cesara toda la
rareza. El valor manifestado a través de la paz es un arma poderosa de guerra.
¡Después de todo, el Dios de paz está aplastando a Satanás bajo nuestros pies (ver Rom. 16
— El reino no es lugar para los cobardes —
Juan escribió: “Los cobardes... su parte será en el lago que arde con fuego
y azufre, que es la muerte segunda” (Ap. 21:8). No puedes ¡Sé cristiano y sé
cobarde! La valentía es uno de los atributos de la realeza que no se puede
subestimar. La valentía no se ve sólo en las grandes hazañas aplaudidas por
los hombres. Más a menudo la valentía reside en la quietud de una vida que se
niega a doblegarse. al pozo negro de oscuridad que tira diariamente de nuestras
almas. Este es el tipo de coraje que veo en algunas de las personas que
conozco: El coraje se ve en un niño de 8 años que vive en un barrio
infestado de drogas. nunca ha conocido a su padre. Su madre es prostituta y
drogadicta. Su casa está llena de violencia, droga, sexo y la peor inmundicia
conocida por el hombre, pero él se levanta todos los domingos por la mañana,
se viste con sus mejores galas, que no tienen mucho que ver, y va a la iglesia.
Sus vecinos se burlan de él cuando pasa junto a ellos en su camino a la iglesia
con su biblia de bolsillo deshilachada que alguien le regaló, pero él las ignora
porque ha encontrado una razón para vivir.
El coraje se encuentra en una joven que termina embarazada y sola.
Lo que comenzó como su primera experiencia de ser finalmente amada, o eso
pensó, se ha convertido en incertidumbre y desilusión. No hay nadie que la
apoye. Su novio se ha ido; sus padres están divorciados, persiguiendo a otros
amantes, mientras ella se encuentra sola en las calles una vez más. Su futuro
es un misterio y su pasado es una miseria, pero elige sobreponerse a todo. La
gente le dice que aborte a su hijo, pero ella da la bienvenida al mundo a su
bebé recién nacido y le da el amor que ella nunca recibió. Ella es mi heroína.
El coraje se puede observar en una madre con tres hijos. Su esposo es un alcohólico
maníaco y furioso. La violencia se ha convertido para ellos en una forma de vida.
Ella ha estado tratando de hacer que el matrimonio funcione durante años, pero él no quiere
esposa; quiere un esclavo al que pueda conducir con miedo, y niños a los que pueda
atormentar hasta la sumisión. Él no le da dinero y nunca permite que ella o los niños tengan
una vida. No tiene habilidades laborales porque nunca quiere dejar a los niños solos en la
zona de guerra con su padre fuera de control. Pero un día decide que se acabó. Ella toma a
los niños y se van, sin saber a dónde van pero dándose cuenta de que no pueden quedarse
en este campamento de esclavos un día más. Él ha amenazado su vida muchas veces, pero
ella elige la audacia sobre el miedo y la vida sobre la muerte. Comenzarán de nuevo y
confiarán en Dios para que los guíe.
El valor reside en la joven que va a un colegio donde el número de vírgenes se puede

contar con dos manos. Todos los que la rodean "lo están haciendo", y ella siente que la
presión de los compañeros y el deseo sexual dentro de ella están tratando de vencerla. Pero
ella ha elegido salvarse para su príncipe. Se da cuenta de que el valor de su virginidad radica
en la lucha que se necesita para llevarla del campo de batalla a la suite de luna de miel, y está
decidida a hacerlo.
La historia se escribe con estos actos de valentía. Y ninguno es mejor que el otro. Cuando
nos negamos a transigir, nos convertimos en las personas en las que Dios puede confiar para
llevar Su gloria al mundo.
La historia registrará si nosotros, el pueblo de Dios, nos levantamos con valor en esta
dispensación para perpetuar los atributos reales de nuestro Santo Rey, o si nos desviamos
con miedo hacia el pozo negro de la corrupción moral. Si fallamos, aquellos que registran
nuestra historia también serán atrapados en la profundidad de su desesperación. Si tenemos
éxito y nos elevamos por encima del fango de la complacencia de nuestros compañeros, muy
posiblemente podríamos dejar un legado que dure para la eternidad. ¡No podemos darnos el lujo de fallar!
Debemos vestirnos de vigilia y correr a proteger las virtudes que nos han sido transmitidas.
¡Con tanto en juego, debemos ganar la batalla más épica!
Parte III:
Introducción a la autoridad y responsabilidad de la realeza
EN los capítulos anteriores nos hemos adentrado en las cortes del Rey
y observó a Su pueblo real. Hemos aprendido mucho sobre el llamado, el
comportamiento y los valores que los han hecho sobresalir más allá de todos los
demás en la tierra.
Jesús dijo: "A quien mucho se le da, mucho se le exige". Por lo tanto, debemos
investigar la responsabilidad que Dios le ha dado a Su pueblo, y la autoridad que
coincide con esta responsabilidad para cumplir Su misión.
Algunos pueden sorprenderse del alto llamado de Dios que descansa sobre
nosotros. Durante muchos años, la iglesia ha reducido el llamado de Dios a algo
que puede lograrse mediante la disciplina, la sabiduría y las finanzas del hombre.
Esto se debe a que nos hemos sentido incómodos con el mensaje de "misión
imposible" que la Biblia articula claramente. Por eso, los Goliat de la tierra andan
libres por nuestras ciudades, robando, matando y destruyendo por donde pasan.
Los capítulos que está a punto de leer son como toques de trompeta llamando
al ejército real a tomar su lugar en el campo de batalla. El Hijo del Hombre
apareció con este propósito: para destruir las obras del diablo. Somos Sus manos
asustadas por la batalla extendidas a un pueblo herido y moribundo. ¡Hemos sido
ungidos y equipados para destruir gigantes y extender las fronteras del Reino,
haciendo que el Cielo choque con la tierra!
capitulo 14
Servicio Secreto de Su Majestad
Jesús dijo que hiciéramos discípulos a todas las naciones, pero la Iglesia ha
redujo la gran comisión a solo hacer discípulos en todas las naciones.
— Responsabilidad y autoridad real —
NUESTRO llamado a la realeza viene con autoridad y mucha responsabilidad.

Jesús dijo: "A todo aquel a quien se le haya dado mucho, mucho se le demandará; y
al que mucho se le confió, se le pedirá mucho más" (Lucas 12:48). Autoridad y
responsabilidad siempre van juntas y debemos entender ambos aspectos de nuestro
llamado. Dios ha investido a Su iglesia con Su autoridad sobre todo en la tierra, pero
también tenemos la responsabilidad de usar esa autoridad para cumplir Sus
propósitos. Él nos ha comisionado para discipular a las naciones. Es importante que
entendamos la descripción de nuestro trabajo para que podamos cumplir la voluntad
del Padre.
Aunque Jesús dijo que hiciéramos discípulos en todas las naciones, la mayoría
de la iglesia ha reducido nuestro llamado a hacer discípulos en todas las naciones.
Gran parte de la forma en que leemos e interpretamos la Biblia se ha visto afectada
por una mentalidad de pobreza. Cuando nos sentimos pequeños e impotentes,
tendemos a diluir la palabra de Dios en algo que podamos lograr en nuestro propio
estado de debilidad para no sentirnos culpables por no hacer lo que se requiere de
nosotros. Por lo tanto, a medida que empezamos a ser transformados en un
sacerdocio real, necesitamos echar un nuevo vistazo a las Escrituras. Comencemos
con estos versículos: Toda potestad me es dada en el cielo y en la tierra. Id,
pues, y haced discípulos a todas las naciones, bautizándolos en el nombre del
Padre y del Hijo y del Espíritu Santo, enseñándoles a guardar todo lo que os
he mandado; y he aquí yo estoy con vosotros todos los días, hasta el fin del
mundo (Mateo 28:18-20).
Hay una diferencia obvia entre discipular personas y discipular naciones.
Sabemos que todos los que vienen a Cristo necesitan ser discipulados, como
mencionamos en el capítulo sobre el pacto, pero reducir la Gran Comisión a
simplemente discipular a las personas es un completo malentendido de la palabra
de Dios. Note que Jesús pone el discipulado en el contexto de toda autoridad en
el Cielo y en la tierra siendo transferida de
el diablo a Él. Por tanto (por esto), haced discípulos a las naciones.
Para que podamos comprender realmente la Gran Comisión, tenemos que entender
la historia de la tierra y cómo Dios pretendía gobernar el mundo. Aventurémonos de
regreso al Libro de Génesis y veamos cómo se pretendía gobernar la tierra.
Al comienzo de la creación, a Adán y Eva se les dio autoridad para gobernar la

tierra. Fíjate en este pasaje del Libro del Génesis: Entonces dijo Dios: "Hagamos
al hombre a nuestra imagen, conforme a nuestra semejanza; y señoree en
los peces del mar, en las aves del cielo, en las bestias y sobre toda la tierra, y
sobre todo animal que se arrastra sobre la tierra". Dios creó al hombre a su
imagen, a imagen de Dios lo creó; varón y hembra los creó. Dios los bendijo; y
Dios les dijo: “Fructificad y multiplicaos; llenad la tierra, y sojuzgadla, y
señoread en los peces del mar, en las aves de los cielos, y en todas las bestias
que se mueven sobre la tierra” (Génesis 1 :26-28).
Solo podemos imaginar cómo sería nuestro mundo si Adán y Eva hubieran
cumplido su comisión de gobernar. En algún momento, el diablo se les apareció en
forma de serpiente y los convenció de escucharlo a él en lugar de a Dios. Cuando
obedecieron al diablo, se convirtieron en sus esclavos y se vieron obligados a
entregarle su lugar de autoridad. Desde la caída, satanás, "el dios de este mundo",
ha gobernado la tierra. Sus palabras a Jesús en el desierto nos muestran que él
poseía los reinos de dominio que antes eran del hombre: "El diablo le dijo [a Jesús]:
'Te daré todo este dominio y su gloria; porque ha sido entregado a yo, y se lo doy
a quien yo quiero'"
(Lucas 4:6).
Satanás gobernó al hombre y controló las naciones. Cuando Jesús murió en la
cruz, despojó al diablo de las llaves de la autoridad (ver Colosenses 2:15; Apocalipsis
1:18). Restauró Su gobierno de nuevo a la humanidad y delegó Su autoridad a la
Iglesia. Es por eso que la Gran Comisión comienza con la declaración: "¡Toda
potestad me es dada en el cielo y en la tierra!"
Jesús está destacando el hecho de que Satanás ya no tiene autoridad en el Cielo ni
en la tierra.
En el Libro de Efesios, Pablo orienta su enseñanza para ayudarnos a comprender
esta increíble realidad. El llamado de Dios a los santos es tan impresionante que
Pablo tiene que detenerse en medio de su carta y orar para que seamos iluminados
para que podamos comprenderlo.
Él escribe:
Ruego que los ojos de vuestro corazón sean iluminados, para que sepáis
cuál es la esperanza de su llamado, cuáles las riquezas de la gloria de su
herencia en los santos, y cuál la supereminente grandeza de su poder para con
nosotros los que creemos. Estos están de acuerdo con la operación de la fuerza
de su poder que realizó en Cristo, cuando lo resucitó de entre los muertos y lo
sentó a su diestra en los lugares celestiales, muy por encima de todo principado
y autoridad y poder y dominio, y todo nombre que se nombra, no sólo en este
siglo, sino también en el venidero. Y sometió todas las cosas bajo sus pies, y lo
dio por cabeza sobre todas las cosas a la iglesia, la cual es su cuerpo, la
plenitud de aquel que todo lo llena en todo (Efesios 1:18-23).
Leamos esto de nuevo: "¡Él lo dio por cabeza sobre todas las cosas a la iglesia!"
Qué declaración tan increíble. Con razón Pablo oró por nosotros antes de compartir
esto con nosotros. La iglesia es la plenitud de Cristo en la tierra. Debemos demostrar
Su dominio sobre todos los poderes, empoderados por el mismo Espíritu que resucitó
a Cristo de la muerte. Este pasaje explica cómo se le han dado a la Iglesia los
elementos primarios de autoridad, poder y jurisdicción. Tenemos jurisdicción al estar
en relación con Cristo, quien está sentado "sobre todo principado y autoridad", y
tenemos el poder de "la fuerza de Su poder que realizó en Cristo cuando lo resucitó
de entre los muertos". ¿Cómo podemos evitar tener todo lo que necesitamos para
cumplir la Gran Comisión?
— Nacidos para Gobernar los

Mundos — La restauración de la autoridad a la humanidad a través de Cristo fue
profetizada en el Libro de Daniel. Daniel tuvo una visión poderosa que lo sacudió, y
gran parte de ella ha sido malinterpretada durante años. Aunque la visión tiene varias
partes, quiero tomar la parte de la visión que está claramente fechada. Te mostraré lo
que quiero decir con esto a medida que sigas leyendo. Aquí están los versos:
Seguí mirando en las visiones nocturnas, y he aquí, con las nubes del cielo
venía uno como un Hijo de Hombre, y se acercó al Anciano de Días y se
presentó ante Él. Y le fue dado dominio, gloria y reino, para que todos los
pueblos, naciones y hombres de todas las lenguas le sirvieran. Su dominio es
un dominio eterno que nunca pasará; y Su reino es uno que no será destruido
(Daniel 7:14).
Después de que Daniel recibió esta parte de la visión, un ángel se le acercó y le
dio la interpretación:
En cuanto a mí, Daniel, mi espíritu se angustió dentro de mí, y las visiones

en mi mente seguían aterrandome. Me acerqué a uno de los que estaban
parados y comencé a preguntarle el significado exacto de todo esto. Entonces
él me dijo y me dio a conocer la interpretación de estas cosas... ”Pero los santos
del Altísimo recibirán el reino y poseerán el reino para siempre, por todos los
siglos venideros” (Daniel 7:15-16,18 ).
Sería bueno leer todo el capítulo para tener una idea del contexto de estas
Escrituras, pero quiero llamar la atención sobre un detalle en particular. El "Hijo del
hombre" en la visión de Daniel es interpretado específicamente por el ángel como los
santos. En la visión, el Hijo del hombre recibió "dominio, gloria y reino", y en la
interpretación, los santos recibieron "el reino". Esto es tan dramático: ¡son los santos
quienes reciben el dominio, la gloria y un reino eterno!
La pregunta es: ¿ cuándo se da el dominio, la gloria y un reino a los santos?

Sigamos leyendo:
Seguí mirando, y aquel cuerno estaba haciendo guerra con los santos y
venciéndolos hasta que vino el Anciano de Días y se pronunció juicio a favor de
los santos del Altísimo, y llegó el tiempo en que los santos tomaron posesión
del reino (Daniel 7:21-22).
El tiempo es muy específico aquí. Las dos cosas que marcan la línea de tiempo
para que los santos gobiernen son el juicio que se dicta en los tribunales del Cielo
a favor de los santos y los santos que reciben un reino.
Pablo habla de este caso judicial en el Libro de Colosenses. Aquí nos dice que
cuando Jesús murió en la cruz algo sucedió en los atrios del Cielo. Los decretos que
se habían pronunciado contra nosotros fueron destruidos, los certificados de deuda
fueron cancelados y los gobernantes y autoridades fueron desarmados.
Este es el mismo caso judicial que Daniel vio muchos años antes. Pablo usa
específicamente términos judiciales que confirman que "el tribunal se sentó para
juzgar" y recibimos un arreglo favorable cuando Jesús murió en la cruz por nuestros
pecados.
Aquí está la proclamación de la corte del Cielo:
Habiendo sido sepultados con Él en el bautismo, en el cual también fuisteis
resucitados con Él por la fe en la obra de Dios, que le resucitó de entre los
muertos. Cuando estabais muertos en vuestros pecados y en la incircuncisión
de vuestra carne, os dio vida juntamente con Él, perdonándonos todas nuestras
transgresiones, cancelando el certificado de deuda que consistía en
decretos contra nosotros, que nos era hostil; y Él la ha quitado de en medio,

clavándola en la cruz.
Cuando hubo desarmado a los principados ya las autoridades, los exhibió
públicamente, habiendo triunfado sobre ellos por medio de Él (Colosenses
2:12-15).
La segunda señal de los tiempos fue que los santos recibirían un reino. Por lo
tanto, es importante saber cuándo (o cuándo) los santos reciben un reino. Las
siguientes Escrituras nos dan una idea de este misterio: en Mateo 10:7, Jesús
predicaba el reino dondequiera que iba. Él dijo: "El reino de los cielos se ha acercado".
Él nos enseñó que la experiencia de nacer de nuevo nos hizo "ver el reino" (Juan 3:3);
que para entrar en el reino, debemos volvernos como niños (Marcos 10:15); y nos
exhortó a no preocuparnos por qué comer, dónde vivir o qué vestir, sino que en todas
las cosas, busquemos primero el reino y Él proveerá (ver Mateo 6:27-34).
Jesús también predicó a la gente de su época diciendo: "Hay algunos de los que
están aquí que no gustarán la muerte hasta que vean al Hijo del hombre viniendo en
su reino" (Mat. L6:28). Luego, envió los discípulos a, "Proclamar el reino de Dios y
realizar la curación" (Lucas 9:2).
Lo más importante es que nos dijo directamente que nos ha dado el reino: "No temáis,
manada pequeña, porque vuestro Padre ha querido daros el reino" (Lucas 12:32).
A estas alturas, el punto debería ser muy obvio para nosotros. Cuando recibimos
a Jesús como Señor y Salvador, ¡se nos dio el reino! Esta realidad se describe a lo
largo de las Escrituras. La palabra "reino" se usa más de 150 veces solo en el Nuevo
Testamento. Los Apóstoles también llevaron a cabo la proclamación del reino a lo
largo del Libro de los Hechos y las Epístolas. No podemos alejarnos de eso: los
santos han recibido un reino, en cumplimiento de lo que Daniel vio en una visión hace
mucho tiempo.
¡Guau! Si ya se ha dictado sentencia a favor de los santos y recibimos el reino,
entonces debemos ver el resto de lo que Daniel dijo sobre el día en que vivimos:
El (el siervo del diablo) hablará contra el Altísimo y quebrantará a los santos
del Altísimo, y tratará de hacer cambios en los tiempos y en la ley; y serán
entregados en su mano por un tiempo, tiempos y la mitad de un tiempo. Pero el
tribunal se sentará para juzgar, y su dominio será quitado, aniquilado y destruido
para siempre. Entonces el
la soberanía, el dominio y la grandeza de todos los reinos debajo de todo el cielo

serán dados al pueblo de los santos del Altísimo; Su reino será un reino eterno, y
todos los dominios le servirán y obedecerán (Daniel 7:25-27).
¡Los santos nacieron para gobernar y reinar con Cristo ahora! Pablo declaró que
"los que reciben la abundancia de la gracia y del don de la justicia reinarán en vida por
uno, Jesucristo" (Rom. 5:17 NVI). Por supuesto, también debemos entender que la idea
de Dios de reinar es muy diferente a la del mundo. Jesús dejó en claro que sus líderes
gobiernan de una manera empoderadora que saca lo mejor de las personas.
— Entrenando naciones para la paz

— El profeta Isaías miró hacia el futuro y vio el reinado del Cuerpo de Cristo en los
últimos días. Esto es lo que él imaginó: Ahora sucederá que en los postreros días el
monte de la casa del Señor será establecido como el jefe de los montes, y será
elevado por encima de las colinas; y todas las naciones correrán a él. Y vendrán
muchos pueblos y dirán: Venid, subamos al monte de Jehová, a la casa del Dios
de Jacob, para que nos enseñe acerca de sus caminos, y andemos por sus veredas.
Porque la instrucción saldrá de Sión y la palabra del Señor de Jerusalén.
Y El juzgará entre las naciones, y dictará sentencias por muchos pueblos; y

convertirán sus espadas en rejas de arado y sus lanzas en podaderas.
No alzará espada nación contra nación, y nunca más volverán a

aprende la guerra (Isaías 2:2-4).
Las montañas son la metáfora del profeta para "autoridades", y "la casa del Señor"
es la Iglesia. Isaías está diciendo que en los últimos días la Iglesia será la principal
autoridad sobre cómo vivir la vida y tomar decisiones. Esto dará como resultado que las
naciones vengan a nosotros y aprendan los caminos de Dios, como lo hizo la reina de
Saba en los días de Salomón. Las plantas de armas se convertirán en silos de grano,
plantas de fabricación de automóviles y otros recursos beneficiosos, porque las naciones
ya no lucharán entre sí.
— La tierra fue entregada a los hijos de los hombres
— El hecho de que la Iglesia haya sido restaurada a la posición original de dominio
del hombre sobre la tierra requiere que aprendamos y llevemos a cabo las
responsabilidades que vienen con nuestra autoridad. ¿Cuál es el propósito de nuestro dominio? Estamo
llamados a cumplir la comisión original dada a Adán y Eva, pero la tarea es diferente
porque no solo debemos someter la tierra sino restaurarla de siglos de destrucción que ha
sufrido bajo la tiranía del diablo. La iglesia está llamada a destruir toda obra del diablo,
como lo modeló Jesús, a hacer discípulos a las naciones y a enseñar al mundo a obedecer
los mandamientos de Cristo.
Aquellos en la iglesia que todavía piensan como pobres se sienten impotentes, y por
eso a menudo se distancian de los desafíos y problemas del mundo, a veces sin siquiera
saber que lo están haciendo. Comúnmente desarrollan doctrinas que los liberan de
cualquier responsabilidad por cosas malas o malas. Uno de los mayores problemas que
tengo con las personas que interpretan los desastres como el juicio de Dios o que declaran
que "el reino 'todavía no', así que solo tenemos que sobrellevarlo hasta el milenio", es que
esas perspectivas dejan a las personas en un lugar donde no pueden ni deben hacer nada
con respecto al mundo que los rodea. Como podemos ver en nuestro estudio de la Palabra,
Dios nos ha llamado a ser Su respuesta a los problemas del mundo, no a huir de ellos.
La gente a menudo pregunta: "Si Dios es tan bueno, ¿por qué permite que sucedan
tantas cosas malas en el mundo?" La pregunta no es, por qué Dios permite que sucedan
cosas malas; la pregunta es, ¿por qué los santos del Altísimo permiten que sucedan? El
salmista escribió: "Los cielos son los cielos de Jehová, pero la tierra la ha dado a los hijos
de los hombres" (Sal. 115:16). ¡A los santos se les ha dado la responsabilidad de la tierra!
Necesitamos entender esto.
Jesús reforzó esta idea cuando nos enseñó a orar. Pongámonos nuestras gafas reales
y leamos el Padrenuestro.
Padre nuestro que estás en los cielos, santificado sea tu nombre.
Venga tu reino. Hágase tu voluntad, así en la tierra como en el cielo. Danos hoy
nuestro pan de cada día. Y perdónanos nuestras deudas, como también nosotros
hemos perdonado a nuestros deudores. Y no nos dejes caer en tentación, mas
líbranos del mal. Porque tuyo es el reino y el poder y la gloria por siempre.
Amén (Mateo 6:9-13).
Podemos aprender varias cosas de estos versículos. Lo primero que vemos es que el
Señor desea que se haga Su voluntad en la tierra de la misma manera que se hace en el
Cielo. Esa es una gran revelación. Debemos orar y creerle a Dios que la tierra sea
modelada según el cielo, como explica Bill Johnson en su libro Cuando el cielo invade la
tierra.
También recibimos información sobre cómo la tierra puede ser impactada por el Cielo.
Una de las palabras clave que Jesús usa en Su oración modelo es la palabra "nuestra".
¿Qué significa "nuestro" para nosotros? Permítanme dar un ejemplo de lo que estoy tratando de
decir.
No hace mucho estaba predicando en nuestra iglesia un domingo por la mañana.
Durante mi mensaje, sostuve un artículo de periódico que se escribió esa semana sobre nuestra
ciudad. El artículo estaba lleno de malas noticias. Le dije a nuestra congregación: "¿Se dieron
cuenta en la oración del Señor que Jesús nos hizo orar 'Padre nuestro' y no 'Padre mío'?
¿Recuerdas que Él nos enseñó a orar para que la tierra fuera como el Cielo? ¿Cómo se vuelve
la tierra como el Cielo? Levanté el artículo de nuevo y dije: "¿Qué tan grande es nuestro"? ¿Es
"yo y mis tres" o "nuestro" abarca toda nuestra ciudad?
Continué leyendo un poco más del contenido del artículo, que estaba lleno de estadísticas
alarmantes. Nuestra tasa de divorcios era una de las más altas del país, los delitos violentos
crecían y las enfermedades terminales comenzaban
a volar.
Entonces dije: "¿Es este nuestro problema, o es el hecho de que no es nuestro problema el
verdadero problema? Cualquier cosa que poseo, me haré responsable. ¿Lees este artículo y
te dices a ti mismo, esa pobre gente?" ¿O eres movido a la oración y llamado a la acción cuando
eres informado de nuestros problemas?"
Entonces grité: "¡Esto nos tiene que importar si vamos a ver nuestra ciudad invadida por el Cielo!"
Cuando las personas vienen a mí y quieren decirme algo que necesita cambiar en la iglesia
y comienzan su exhortación diciendo: "La iglesia necesita" o "Tu iglesia necesita", sé que no van
a ser parte de la solución. Ya se han distanciado del problema en sus corazones al usar las
palabras "La iglesia" o "Tu iglesia".
Cuando preguntan: "¿Sabes lo que necesita nuestra iglesia?" Sé que están listos para ser parte
de la solución.
Desafortunadamente, gran parte de la abdicación de responsabilidad por parte de la Iglesia
es el resultado de la influencia cultural. La cultura estadounidense ha promovido un individualismo
egoísta hasta el punto de que la vida comunitaria está bajo ataque en todos los frentes. La
mayoría de las personas tienen muy poca conciencia de cómo sus elecciones afectan a la
comunidad que les rodea. Si vamos a despertar y apropiarnos de nuestras comunidades,
necesariamente confrontaremos el individualismo que nos rodea y dentro de nosotros. Una forma
de vislumbrar nuestra verdadera actitud con respecto a nuestra responsabilidad es preguntarnos
si tratamos a todos
persona que conocemos como familia. Jesús nos enseñó a orar con una oración
corporativa dirigida al "Padre Nuestro", que revela el deseo de Dios de que su
pueblo se identifique con las situaciones de su prójimo y comunidad como si todos
fueran de la familia de Dios.
— Ciudades transformadoras
— Debemos dejar que un sentido de propiedad impregne la forma en que
pensamos sobre la tierra y la comunidad que nos rodea. Cuando comencemos a
identificarnos con el futuro de nuestras ciudades, comenzaremos a rezar oraciones
que cambiarán la atmósfera espiritual y traerán el reino de los cielos.
A principios de los 90, mi familia y yo comenzamos a sentir una fuerte carga por
Lewiston, un pequeño pueblo en las montañas del norte de California, a una media
hora de nuestra casa. Aunque esta era una comunidad de menos de mil personas,
el crimen, las drogas y la inmoralidad proliferaban allí.
Era la peor ciudad del condado de Trinity. El Departamento del Sheriff estaba
perplejo sobre cómo resolver el problema y los residentes mayores estaban en
armas porque las actividades delictivas estaban creciendo.
El Señor comenzó a hablarnos de convertirnos en la respuesta para esta
comunidad. Realmente no sabíamos qué hacer. El problema parecía enorme y,
francamente, teníamos miedo de las personas violentas que estaban en el centro de
los problemas reales.
Empezamos a caminar por el pueblo todas las semanas orando por las casas.
El Señor a menudo nos decía lo que estaba pasando dentro de ciertos hogares y
nos mostraba dónde estaban las fortalezas. Nos parábamos afuera de esos hogares
y orábamos en silencio por ellos. Muchas veces obtendríamos palabras proféticas
que serían la respuesta a los problemas que podíamos ver en el Espíritu.
Profetizaríamos que la vida vendría a esos "huesos muertos" en esos hogares.
Oramos por la ciudad semanalmente durante un año. Oramos después del
anochecer para no llamar la atención y destacar como fanáticos religiosos. No
estábamos haciendo esto para ser notados por el hombre sino para ser reconocidos
por el infierno y ser honrados por el Cielo. Sentimos tal carga por estas personas
que nos llevó a orar muchas veces bajo la lluvia y la nieve. Nunca perdimos una
semana durante un año sólido. Estábamos decididos a ver el reino de Dios destruir
las obras del diablo en Lewiston.
Al final del largo año de guerra, en una noche fría y sin luna de invierno, unas
quince personas se unieron a nosotros para caminar por la comunidad y orar por la
ciudad. Nos dividimos en equipos de dos y caminamos en oración por la subdivisión
de Lewiston durante un par de horas. Más tarde, nos encontramos en la grava.
estacionamiento de un viejo gimnasio abandonado. El gimnasio estaba frente a un gran

campo cubierto de malas hierbas. Nos tomamos de la mano y comenzamos a orar por
la gente de la comunidad. En cuestión de segundos, una voz increíblemente fuerte y
espeluznante comenzó a gritar desde el medio del campo. Sonaba como la voz profunda
de un hombre retorciéndose de dolor. Hizo que nuestra piel se erizara. La voz resonó
por el valle en esa noche oscura y espeluznante. Cuando dejábamos de orar, la voz se
detenía, pero tan pronto como comenzábamos a orar, los gritos comenzaban de nuevo.
Decidimos orar más fervientemente hasta que se desvaneciera para siempre.
Pasó mucho tiempo mientras luchábamos contra ese espíritu maligno sobre el pueblo y
finalmente la voz perdió fuerza, se volvió muy débil y se quedó en silencio. Fue una
experiencia extraña, pero sabíamos que habíamos recibido un gran avance esa noche.
Dentro de una semana, el Departamento de Libertad Condicional del Condado de
Trinity llamó y nos preguntó si nos gustaría trabajar con ellos en Lewiston. Tenían
alrededor de 35 adolescentes en libertad condicional e iban a enseñar a sus padres dos
veces por semana durante un mes. Querían que ministráramos a los niños mientras
ellos hacían capacitación para padres con sus padres.
Estábamos asustados pero emocionados de trabajar con adolescentes en Lewiston.
La comunidad nos dio el gimnasio abandonado para que lo usáramos gratis. Era un
desastre, sin haber sido utilizado durante años. Goteaba cuando llovía y hacía mucho
frío en invierno. Lo limpiamos lo mejor que pudimos. Los primeros meses fueron
salvajes. Interrumpí cuatro peleas a puñetazos la primera noche, tirando a los muchachos
al suelo para que dejaran de matarse entre ellos. Jugábamos baloncesto y voleibol
durante una hora y luego tomábamos un descanso. Durante el medio tiempo les
compartiría un mensaje relevante sobre las cosas por las que estaban pasando. La
mayoría de mis mensajes les dieron herramientas para lidiar con la vida y les hicieron
saber lo valiosos que eran para Dios.
No estaban obligados a permanecer en el gimnasio para recibir el mensaje, aunque
la mayoría lo hizo. Poco a poco nos convertimos en una gran familia. Nos reunimos dos
veces por semana durante los siguientes cinco años y amamos a esos niños. El grupo
creció a más de cien. Varios traficantes de drogas se unieron a nosotros la mayoría de
las noches. Hicimos reglas sobre no vender drogas en o alrededor del gimnasio.
También estaba en contra de las reglas traer armas al gimnasio. Después de un año
más o menos, comenzaron a tener mucho respeto por nosotros y seguían las reglas e
incluso se vigilaban a sí mismos. Si alguien nuevo venía al gimnasio y trataba de vender
drogas, los niños mayores iban allí y les decían que el gimnasio estaba prohibido para
el tráfico de drogas.
Los agentes del alguacil estropearon nuestro grupo de jóvenes por un tiempo porque
entraban al gimnasio y arrestaban a nuestros niños que tenían órdenes de arresto.
Finalmente los convencí de arrestarlos en otro lugar y dejarnos ministrarlos primero.
La comunidad estaba tan conmovida por lo que estábamos haciendo que nos dieron
dos premios. El Club de Leones pagó todos los refrigerios. Todos en el condado sabían
lo que estábamos haciendo y nos apoyaron mucho. Eso es, por supuesto, excepto para
las personas religiosas. Pensaron que deberíamos "golpear la Biblia" con los niños y
hablarles sobre sus maldiciones y otros problemas externos obvios. Estábamos más
preocupados por sus corazones.
Durante los siguientes cinco años, todo el pueblo cambió. Los traficantes de drogas
se salvaron y la mayoría de los niños comenzaron a respetarse a sí mismos y comenzaron
a tener estándares morales. Enseñamos a los adolescentes cómo lidiar con el conflicto
para que cesaran los enfrentamientos y toda la comunidad se limpiara.
Si conduce por Lewiston ahora, verá un hermoso pueblo de montaña enclavado en
los Alpes Trinity. Las casas son agradables, los jardines están bien cuidados, el gimnasio
está remodelado y hay un gran parque de pelota donde una vez estuvo el campo cubierto
de maleza.
Hay mucho más en esta historia que tomaría todo el libro para contarlo, pero lo que
aprendí de primera mano a través de esa experiencia es que nosotros en el Cuerpo de
Cristo tenemos lo que se necesita para ver nuestras ciudades transformadas. Si estamos
dispuestos a seguir la carga en nuestros corazones y apropiarnos de nuestra comunidad
más allá de lo esperado, Dios nos dará las estrategias y la fuerza para que se produzca
un gran avance.
El Cuerpo de Cristo está equipado para traer el reino de justicia, paz y gozo
dondequiera que vayamos. Tenemos poder sobre el príncipe malvado que mantiene a la
gente en cautiverio. Tenemos amor que hace que las personas sepan que se preocupan
por ellas. Tenemos la gracia que les da el poder de cambiar. Tenemos misericordia que
los recoge cuando caen. Tenemos el coraje que se enfrenta a la violencia y trae la paz, y
tenemos la sabiduría que muestra a las personas cómo vivir. Sobre todo, tenemos un
Padre maravilloso que sabe cómo derretir los corazones de su pueblo. Tenemos las
respuestas a los problemas del mundo ya las artimañas del diablo.
Juan dijo: "Para esto apareció el Hijo de Dios, para deshacer las obras del diablo" (1
Juan 3:8), y unos versículos más adelante declaró: "Como él es, así somos nosotros en
este mundo" ( 4:17b). No dejemos de imitar toda obra del mismo Jesús, porque Él tiene
toda autoridad en el cielo y en la tierra y
nos ha comisionado para representarlo en Su plenitud. Él fue quien nos prometió a

nosotros, Su familia real, que haría incluso "obras mayores que estas".
(Juan 14:12).
Capítulo
15 Pasando el bastón (por
Bill Johnson)
El justo deja herencia a los hijos de sus hijos (Proverbios 13:22).
Las familias ROYAL se esfuerzan mucho por preservar y transmitir su

historia familiar. Cada individuo en una generación de la realeza solo entiende
su identidad al ubicarse al final de una línea de antepasados que han logrado
varios logros durante su reinado. Es solo en el contexto de esta historia que los
reyes y reinas podrán planificar y tomar decisiones durante sus propias vidas
que continuarán con el legado real.
Como creyentes, hemos sido injertados en la rica historia del sacerdocio

real de Dios, y comprender que la historia desde la perspectiva de Dios es un
ingrediente esencial para definir cuáles son nuestras responsabilidades reales.
La Biblia es el libro de historia de Dios. Revela no sólo Sus actos e intervenciones
en la historia humana, sino también lo que significan. Cuando es estudiado por
aquellos que verdaderamente han llegado a conocerlo, revela un plan claro de
principio a fin para establecer el reino de Dios. En Génesis, Dios comisionó a
Adán y Eva en el Jardín del Edén, para ser fructíferos, multiplicarse y sojuzgar
la tierra. En otras palabras, debían extender los límites del jardín, que expresaba
la naturaleza del reino de Dios a través de la fecundidad y la multiplicación
generación tras generación.
La naturaleza del Reino de Dios es que siempre está aumentando. Isaías
9:7 dice: "Lo dilatado de su imperio y de la paz no tendrán límite". El Reino
siempre está destinado a avanzar en nosotros individual y colectivamente a
medida que el Señor nos lleva "mandato por mandato, línea por línea" (Isa.
28:13 RV), "de gloria en gloria" (2 Cor. 3:18), y "de fe en fe"
(Romanos 1:17).
Dada la naturaleza del Reino y la comisión original de Dios a Adán y Eva,
es claro que Dios tenía la intención de que Su reino avanzara con cada
generación sucesiva. Debido a que cada generación aumentaría en número a
medida que se "multiplicaran", habría más personas para hacer cumplir la regla.
y reinado de Dios sobre la tierra. El Reino aumenta a medida que crece Su pueblo,
porque "en la multitud de pueblos está la gloria del rey" (Prov. 14:28).
— Herencia — El
ingrediente clave en este proceso de aumento es la herencia. La herencia es el
vínculo entre las generaciones. Es lo que cada generación recibe de la generación
anterior y luego lo que pasa a la siguiente. Cuando una generación ha sido "fructífera y
multiplicada", la próxima generación comienza antes de donde tendría que haber
comenzado en cierta área de la vida. Por ejemplo, una herencia económica permitirá a
una pareja joven comprar una casa o un coche mucho antes de lo que podrían hacerlo
si tuvieran que depender únicamente de sus propios ingresos.
Si, como sacerdocio real de Dios, entendemos que es por herencia que Dios desea
establecer cada generación para hacer avanzar Su Reino, debemos reconocer de qué
nos hace responsables eso. Cuando recibimos una herencia, estamos recibiendo
gratuitamente aquello por lo que otro pagó un precio.
La herencia hace que cada generación sea responsable tanto de recibir como de honrar
lo que ha pasado de la generación anterior, y luego pagar su propio precio para hacerlo
crecer para que la próxima generación comience antes que ellos. El techo de una
generación debe convertirse en el suelo de la siguiente. En nuestra vida, esto requiere
que actuemos con la conciencia de que nuestras acciones afectarán a las generaciones
futuras. Este es precisamente el efecto que tendrá la justicia en nuestra forma de
pensar, porque "el justo deja herencia a los hijos de sus hijos".
— Apocalipsis —
Pero ¿qué constituye la herencia del Reino? ¿Qué recibimos de nuestra historia
real, y qué vamos a dar a los que nos preceden? Después de que Dios estableció su
pacto con el pueblo de Israel en el monte Sinaí, Moisés hizo esta declaración: "Las
cosas secretas pertenecen a Jehová nuestro Dios, pero las cosas que son reveladas
nos pertenecen a nosotros y a nuestros hijos para siempre, para que hagamos todas
las cosas". las palabras de esta ley" (Deut. 29:29)"
Revelación", o "las cosas que son reveladas", es la herencia del Reino.
La importancia de la revelación desde la perspectiva de Dios es tan grande que la

Biblia dice que perecemos sin ella (ver Oseas 4:6). La revelación no viene para
hacernos más inteligentes o darnos mejores declaraciones doctrinales. En primer lugar,
la revelación tiene la intención de lanzarnos a encuentros divinos, donde la naturaleza
de Dios se comprende y se demuestra a través de la experiencia humana. Si la revelación hace
no nos lleva a un encuentro divino, sólo sirve para hacernos más religiosos y
arrogantes, porque la naturaleza del conocimiento es que envanece (ver 1 Cor.
8:1). Si tenemos conocimiento sin un encuentro, nuestro orgullo en realidad puede
prohibirnos encontrarnos con Dios. Aquellos que sabían más acerca de Dios en los
días de Jesús no reconocieron a Su Hijo mientras hablaba y obraba milagros frente a
ellos. Jesús reprendió a los fariseos por esto en Juan 5:39-40: "Escudriñad las
Escrituras, porque en ellas a vosotros os parece que tenéis la vida eterna; y éstas
son las que dan testimonio de mí. Pero no queréis venir a mí para que puede tener
vida".
— Transformación personal — La
revelación que nos lleva al encuentro divino traerá un avance que causa una
transformación personal. La revelación es la clave para el crecimiento espiritual
porque nos lleva a donde nosotros mismos no podemos ir. Experimentamos
"encuentros" porque necesitamos "señales" para llegar a donde no hemos ido antes.
No necesito señales cuando viajo por caminos familiares, pero tengo que tener
señales si voy a viajar donde nunca he estado.
La segunda cosa que hace la revelación es que amplía el campo de juego de
nuestra fe. Hebreos 11:1 dice: "Es, pues, la fe la certeza de lo que se espera, la
convicción de lo que no se ve". En la práctica, la fe es nuestra comprensión de la
naturaleza del reino invisible y cómo esperamos que influya en el reino visible. Si
nuestra comprensión de la naturaleza de Dios incluye la creencia de que una de las
"maneras misteriosas" en las que actúa es enfermar a las personas para humillarlas,
no esperaremos que las sane. Pero cuando tenemos una revelación de la naturaleza
de Dios como el "Sol de justicia", que se levanta "y trae sanidad en sus alas" (Proverbios
13:22) y vemos que Jesús sanó a todas las personas que acudían a Él sin excepción,
nuestra fe operará en un espacio más amplio. Una persona con la primera creencia
probablemente no ora por los enfermos, o si lo hace, ora por perseverancia. Una
persona con revelación toma autoridad sobre la enfermedad y ordena que el cuerpo
de la persona enferma sea sanado "en la tierra como en el cielo".
Si la revelación está destinada a ser la herencia del Reino, está claro que Dios
tiene la intención de que se transmita más que información a la próxima generación.
El fruto de la revelación es la transformación personal y las demostraciones
sobrenaturales de la naturaleza de Dios. Por tanto, la herencia de la revelación es la
herencia de los modelos, los héroes que se convirtieron en revelación de la
naturaleza de Dios, y los testimonios de sus enseñanzas y hazañas.
— El testimonio es el espíritu de profecía —
Entonces, ¿cómo recibe uno este tipo de herencia, la usa y trabaja para multiplicarla para
la próxima generación? Ya hemos mencionado el estudio de la historia, y Dios sintió que esto era
tan importante que incorporó tiempos de recordación al calendario de Israel. Cada una de sus
fiestas o ayunos gira en torno a recordar los actos y leyes de Dios. Debido a la naturaleza del
testimonio, recordar el pasado estaba destinado a encender una pasión en los corazones de
cada generación para conocer al Dios de sus padres en su propio día.
La raíz de la palabra "testimonio" es una palabra que significa "hacer de nuevo".

Cada vez que repetimos las historias de las invasiones de Dios en la historia humana, lo estamos
llamando a revelarse como el mismo Dios hoy. Por esta razón, no podemos recibir verdaderamente
nuestra herencia espiritual si sólo pretendemos aplaudir los logros de nuestros antepasados. No
honramos la memoria de los héroes de Dios simplemente recordándolos. Solo los honramos si
los imitamos llegando a conocer al Dios que ellos conocieron y llamándolo para traer Su Reino
en nuestros días.
— La tragedia del avivamiento — Si

estudiamos el Antiguo Testamento notamos que cada vez que los israelitas fallaron en
mantener el Libro de la Ley en sus bocas y recordar su historia en Dios, se apartaron de Él.
Como resultado, las cosas reveladas que debían pertenecer a los hijos de sus hijos para siempre,
aunque no se perdieron, fueron olvidadas. Cada generación sucesiva desconocía su herencia.
Si tenemos una herencia que no conocemos, no podremos usarla.
Tristemente, la historia del avivamiento cristiano es muy parecida a la historia de Israel. La

historia muestra que los avivamientos suelen durar de dos a cuatro años. Muchos han llegado a
la conclusión de que este patrón indica que los avivamientos solo están destinados a durar lo
suficiente como para darle a la Iglesia un empujón en el brazo. Pero como hemos visto, la
naturaleza del Reino es avance y aumento. Dios nunca tuvo la intención de que Su pueblo viviera
en ninguna época sin el derramamiento de Su Espíritu. Ese derramamiento siempre tuvo la
intención de aumentar desde el Día de
Pentecostés hasta el día del regreso de Jesús.
El aumento del Reino de Dios en avivamiento está tipificado en el Antiguo Testamento por
la conquista de Israel de la Tierra Prometida. Cuando cruzaron el río Jordán, Dios le dijo al
pueblo que la tierra era de ellos. Sin embargo, todavía estaba ocupado por el enemigo, a
propósito. Si Dios hubiera expulsado a los enemigos, las fieras se habrían apoderado de la tierra.
Así que invadieron por grados, tomando una ciudad con una estrategia celestial, ocupando la
tierra y luego avanzando
a la siguiente región hasta que se establecieron las fronteras. En el avivamiento, los

reinos donde el reino de las tinieblas ha estado gobernando son vencidos por el reino de
Dios. La obra del enemigo que mata, roba y destruye se deshace cuando las personas
experimentan la obra de la cruz en sanidad, salvación y liberación. El fruto del avivamiento
es el Reino de Dios siendo expresado en cada área de la sociedad.
El avivamiento siempre viene a través de avivadores, hombres y mujeres de Dios

que se vuelven tan apasionados por el Reino de Dios y tan rendidos al Rey que Él los
comisiona con autoridad y poder para traer el Reino a través de la revelación profética y
señales y prodigios. Son pioneros y pioneros, se abren camino en territorio enemigo y lo
reclaman para el Reino. Se les dan picos en la experiencia humana que pueden
reconocerse claramente como el fruto de una unción sobrenatural.
Por ejemplo, John Wesley irrumpió en un reino de unción al predicar la Palabra que
era tan poderoso que podía ser escuchado por miles de personas. El poder de Dios caería
con tanta fuerza mientras predicaba que comúnmente advertirían a las personas que
evitaran subirse a los árboles para escucharlo hablar. Inevitablemente, la gente ignoraría
la advertencia, y la multitud luego escucharía los golpes de las personas que caían de los
árboles bajo el poder.
Maria Woodworth-Etter llamó la atención de los periódicos a fines del siglo XIX
cuando muchas personas en sus reuniones cayeron en trance y vieron visiones del cielo
y el infierno. También escuchó informes de personas que caerían bajo el poder de Dios
hasta cien millas de distancia de sus reuniones. juan g
Lake tuvo tantas curaciones en su ministerio en Spokane, Washington, que
en un momento, fue declarada la ciudad más saludable de los Estados Unidos.
Pero muchos de los movimientos que comenzaron con estos grandes hombres y
mujeres, lejos de ver un aumento en el poder y la unción, solo han visto decaer.
Probablemente hay un par de razones para esto. Una es que, si bien los hijos del
avivamiento pueden haber reconocido y aplaudido los milagros de Dios que sus padres
demostraron, no estaban dispuestos a soportar el ridículo y la persecución que enfrentaron
sus padres. Otra razón es que no entendieron el principio de la herencia y la naturaleza
del Reino. Como resultado, construyeron monumentos al pasado en lugar de darse cuenta
de que tenían la responsabilidad de llevarlo al siguiente nivel para la próxima generación.
— Reinos Desocupados —
Cuando los israelitas dejaron de ocupar y avanzar hacia la Tierra Prometida, sus
enemigos comenzaron a invadir sus fronteras. Cuando los reinos de Dios que han sido
irrumpidos en el avivamiento dejan de ser ocupados y avanzados por la próxima
generación, suceden las mismas cosas. Lucas 11:2426 describe este principio:
Cuando un espíritu inmundo sale del hombre, va por lugares secos, buscando
descanso; y al no encontrar ninguno, dice: "Volveré a mi casa de donde salí". Y
cuando llega, la encuentra barrida y arreglada. Entonces va, y toma consigo otros
siete espíritus peores que él, y entrados, moran allí; y el último estado de ese
hombre es peor que el primero.
Aunque este principio se enseña aquí con respecto a una persona, también se aplica
a grupos corporativos y regiones. La "casa" a la que regresa el espíritu maligno puede
referirse a una persona, una familia, una iglesia, un movimiento o una nación. La
implicación es que, en el Reino, el único lugar seguro para estar es el lugar de ocupación
y avance. El momento en que trabajamos para mantener en lugar de aumentar lo que se
nos ha dado es el momento en que comenzamos a perder lo que se nos ha dado. Esto
es lo que nos enseña la parábola de los talentos. El que custodiaba lo que se le daba,
terminó perdiendo lo mismo que se le había puesto en posesión. Dios no está complacido
con la postura de mantener la tierra.
Gran parte de la iglesia piensa que lograr que el enemigo se vaya es el objetivo
principal. Pero si hay un vacío en el ámbito espiritual, se llenará. Si no lo llenamos con la
cultura del Reino, se volverá a ocupar, y como nos dice este versículo, el último estado
será peor que el primero. Cuando las victorias de la generación pasada quedan
desocupadas, se convierten en la plataforma desde la cual el enemigo se burla de las
victorias de la generación pasada. Peor aún, ese territorio desocupado se convierte en
el campamento militar desde el cual el enemigo lanza un asalto contra el pueblo de Dios
para borrar de su memoria las victorias heredadas. Por esta razón, actualmente hay
regiones, ciudades, familias y ministerios que alguna vez estuvieron dedicados al Reino
y que ahora se han convertido en fortalezas opuestas.
Por ejemplo, los descendientes espirituales de Juan Wesley y el movimiento de

Santidad ahora están ordenando homosexuales. Una vez que un centro de formación
para avivadores, la Universidad de Yale ahora está promoviendo una cosmovisión en
completa oposición al Reino. Atlantic City, ahora una capital del juego, alguna vez pudo
contar con los dedos de las manos a sus ciudadanos no salvos.
Es el fracaso en ocupar y avanzar el territorio ganado por los avivadores lo que

ha impedido que cada generación de avivamiento reciba el beneficio de recibir una
herencia espiritual que les permitiría comenzar adelante. Cada generación de
avivamiento está espiritualmente huérfana, dejada para enfrentar la oposición
multiplicada del enemigo en los reinos que una vez estuvieron en manos de la Iglesia.
Por lo general, el avivamiento llega a la generación que se ha hartado tanto de la
intimidación del enemigo que, como Israel en los días de los jueces, clama a Dios para que envíe un
Y aunque llega el avivamiento, no están preparados para levantar a la próxima
generación para llevarla al siguiente nivel. Una generación sin padre no sabe cómo
criar padres. La tragedia del avivamiento es que ninguna generación ha visto todavía
el beneficio total de la herencia espiritual.
— Excepciones a la regla — Hay
dos excepciones a esta tendencia de la historia que quiero mencionar para
vislumbrar lo que puede suceder cuando una herencia se recibe y transmite con éxito.
Estos no son de ninguna manera los únicos dos.
El primero es el rey Salomón. Debido a que su padre David ganó tal favor con Dios,
recibió la promesa de que siempre tendría a uno de sus descendientes sentado en su
trono. Esta promesa, junto con la palabra de que Salomón sería su heredero, llevó a
David a entrenar a Salomón desde su nacimiento en los caminos de Dios. Salomón
usó su herencia de sabiduría para construir un reino que superó con creces la
grandeza del de su padre. Sus dos reinados todavía se conocen como la Edad de Oro
de Israel.
El segundo ejemplo es Martín Lutero. Martín Lutero tuvo la revelación de que la
fe personal en Cristo era la puerta a la salvación. Esta enseñanza provocó la división
más grande de la iglesia en la historia, oponiéndose a siglos de ocupación enemiga
en este ámbito de la revelación. En las generaciones que siguieron a Lutero, las
personas a veces oraban durante meses antes de saber verdaderamente que eran
salvos. Pero ahora, debido a que esa revelación ha sido enseñada y demostrada por
generaciones, está tan establecida que la mayoría de los creyentes confían en que
alguien puede estar seguro de su salvación al momento de reconocer a Cristo. Esta
expectativa ha cambiado totalmente la forma en que los evangelistas ministran a los
perdidos.
Cuando un reino de Dios es ocupado y avanzado en las generaciones sucesivas,
parte del Reino se establece como la realidad que la gente heredará y en la que vivirá.
Desafortunadamente, gran parte de la Iglesia tiene que pelear batallas que ya se han
peleado en generaciones anteriores. porque, sin la transmisión y recepción exitosas
de la herencia, la revelación
no fue establecido. Para usar la imagen de Lucas 11, algunas habitaciones de la casa
han sido barridas muchas veces, pero debido a que nunca fueron amuebladas,
todavía no podemos vivir en ellas. Yo creo que hasta que la Iglesia tenga una
revelación del plan de Dios para que Su reino sea establecido a través de la herencia,
este ciclo de la historia se repetirá.
— Recibir y dejar nuestra herencia — Teniendo eso
en mente, no estoy diciendo que la naturaleza de Dios y Su Reino hayan
cambiado. Sigue siendo cierto que Su gobierno está aumentando, como sigue siendo
cierto que las cosas reveladas pertenecen a Su pueblo ya las generaciones venideras
para siempre. Más que afligido por el pasado, estoy profundamente impresionado por
la oportunidad que Dios ha extendido a nuestra generación para recibir nuestra
herencia y cambiar el curso de la historia al trabajar para levantar una generación de
padres avivadores.
Como mencioné, cuando "las cosas que se revelan" no se enseñan a la próxima
generación, no se pierden, sino que se olvidan. Creo que tantos mantos (el símbolo
bíblico del poder y la autoridad de Dios) usados por los avivadores de generaciones
anteriores no se han perdido, sino que están donde los dejaron. Usted puede ver esto
en las Escrituras. Eliseo recibió con éxito el manto de Elías y una doble porción de su
espíritu, pero murió sin sucesor.
Y así tenemos este extraño verso en 2 Reyes 13:21: "Sucedió que mientras enterraban
a un hombre, cuando de repente vieron una banda de salteadores; y pusieron al
hombre en la tumba de Eliseo; y cuando el hombre fue derribado y tocó los huesos
de Eliseo, revivió y se puso de pie". La unción milagrosa de Eliseo yacía donde la
dejaron, todavía activa e intacta.
Otros reinos de unción y revelación han sido enterrados y deben ser desenterrados.
Son como los pozos que Jacob tuvo que cavar cuando regresó a Canaán. Se habían
llenado de suciedad, que es un tipo de humanidad no redimida. Los moveres de Dios
han sido detenidos por los hombres al tratar de tomar el control o atraer la gloria para
sí mismos, contristando al Espíritu Santo. Bloquean el pozo de la unción con la
suciedad de su orgullo.
Las revelaciones y la unción de nuestros antepasados están escondidas,
esperando que las busquemos. Es Dios mismo quien los mantiene en su lugar. Como
vemos en Deuteronomio 29:29, "las cosas secretas pertenecen al Señor". Sin
embargo, el cambio radical de pensamiento que trajo Jesús fue que Dios no nos
esconde las cosas a nosotros, sino para nosotros. Él dijo: "Se nos ha dado a [nosotros]
conocer los misterios del reino". Tenemos los misterios porque tenemos el Espíritu
Santo. Como Jesús prometió,
Pero cuando venga El, el Espíritu de la Verdad, os guiará a toda la verdad;

porque no hablará por su propia cuenta, sino que todo lo que oiga hablará; y Él os
dirá las cosas por venir. El me glorificará, porque tomará de lo mío y os lo hará
saber (Juan 16:13-14).
Por lo tanto, la profecía de Isaías, "Cosas que ojo no vio, ni oído oyó, ni han subido
en corazón de hombre, son las que Dios ha preparado para los que le aman", se modifica
en 1 Corintios 2:10: "Pero Dios las ha revelado". a nosotros por su Espíritu".
Dios esconde cosas para nosotros porque, "La gloria de Dios es encubrir un asunto,
pero la gloria de los reyes es escudriñar un asunto" (Prov. 25:1). Dios se glorifica al no
hablarte en un lenguaje sencillo. De hecho, es glorificado hablando en parábolas y
símbolos y dichos oscuros. Y debido a que la gloria de los reyes es investigar un asunto,
la realeza que existe en la vida del creyente sale a la superficie cuando nos damos cuenta
de que tenemos acceso legal a cosas ocultas y comenzamos a buscar el desciframiento
de esos misterios.
Aquellos que se sientan y dicen: "Bueno, cualquier cosa que Dios quiera que yo tenga,
estoy feliz de recibirla", están viviendo un estilo de vida pobre en una mansión real.
Dios nos ha dado acceso a secretos para los ámbitos de la política, los negocios, la
creatividad en las artes y todos los demás ámbitos de la vida humana. Hay reinos que se
abren ahora mismo para las personas porque se están dando cuenta de que pueden
buscar lo que Dios ha escondido para ellos. Hay soluciones y respuestas para cada
problema que enfrenta este mundo. El hecho de no comprender que tenemos acceso a
los misterios ha llevado a la Iglesia a ceder constantemente su derecho de autoridad para
contender y orar por la transformación.
Al rendirnos a la noción de que todo tiene que terminar en tragedia, cumplimos
nuestras propias profecías al no adentrarnos en lo que Dios nos ha llamado a ser.
Somos personas que se supone que somos la respuesta viva a los gritos y dilemas de la
sociedad. Es la realeza que hay en ti lo que hará que te levantes y le digas a un problema:
"Hay una respuesta para esto".
Ahora, aquellos que obtengan acceso a los reinos de la revelación y la unción, al
aceptar su llamado real y buscar los asuntos que se han apoderado de sus corazones,
experimentarán un pico en la experiencia humana, tal como lo hicieron los héroes de la
historia. Pero lo que ellos y el pueblo de Dios deben darse cuenta es que ese clavo no es
para equipar a una sola persona para operar en ese ámbito, sino para capacitar a esa
persona para equipar al Cuerpo de Cristo para caminar en esa unción, a fin de establecerlo
como la nueva norma para la vida del Reino.
Bobby Connor dice: "Dios no está interesado en alguien; Él está interesado en

Su Cuerpo". Si el Cuerpo de Cristo cambia a esta comprensión del propósito de la
unción de Dios, entonces los líderes ya no pasarán toda su vida construyendo su
ministerio, sino que se enfocarán en levantar a la próxima generación para que crezca
al siguiente nivel. Y el Cuerpo de Cristo aprenderá a honrar y recibir de sus líderes sin
caer en los viejos patrones de criticarlos o idolatrarlos tanto que ya no son un estándar
que se debe tratar de imitar.
— Honrando a Nuestros Padres

— Ya hemos visto que el honor es uno de los atributos esenciales de los hombres
y mujeres en el real sacerdocio de Dios. La vida se libera a través del honor. Pero
honrar es esencialmente el debido reconocimiento de aquellos de quienes recibimos
nuestra herencia. El quinto mandamiento dice: "Honra a tu padre ya tu madre". El
honor es la clave para recibir nuestra herencia.
¿Cómo es realmente el honor? Eliseo demuestra honor cuando pide una doble
porción del espíritu de Elías. Elijah promete que puede tenerlo si Eliseo lo ve cuando
lo lleven. Tan simple como suena, resultó no ser una tarea fácil. Había hijos de los
profetas en cada ciudad diciéndole a Eliseo que se fuera a casa. Elías mismo le dijo
que se fuera a casa. Un carro de fuego del cielo se abalanzó entre Eliseo y Elías
cuando Elías estaba siendo llevado por un torbellino. Pero Eliseo no parpadeó en
todo el día, porque estaba decidido a ver a Elías cuando lo llevaran. Ni siquiera lo
dejaba ir al baño sin él. Luego, después de que cayó el manto, se dio la vuelta y partió
el río que Elías había partido antes. El honor de Eliseo no fue un elogio o una palabra
de agradecimiento, fue una resolución intensa de recibir lo que su padre espiritual
tenía para dar, y luego una audacia para salir y usar lo que había recibido.
En el Nuevo Testamento, Jesús abre la invitación para que cualquiera reciba lo

que recibió Eliseo. Él dijo: "El que recibe a un profeta por cuanto es profeta,
recompensa de profeta recibirá" (Mat. 10:4l). Como vemos con Eliseo, recibir al
profeta en el nombre de profeta significa que reconocemos que tenemos el requisito
de sacar de la herencia que él tiene para darnos y usarla. El Señor lo toma como algo
personal cuando honramos al Cristo en otra persona. Cuando honramos a un profeta
en el nombre de un profeta, tenemos acceso al reino en el que vivió esa persona.
Puede que nunca seamos llamados profetas, pero algo se derrama en nuestras vidas.
Hay mantos, reinos de Dios, revelaciones y niveles de unción en los que operaba el
individuo a los que tenemos acceso, simplemente honrando.
Debemos aceptar nuestra oportunidad y responsabilidad de honrar a aquellos

hombres y mujeres en la historia que han irrumpido en diferentes reinos de Dios y
han hecho avanzar el Reino, así como honrar a quienes nos rodean. Honrar a los
que nos rodean no solo se refiere a las personas con grandes nombres. El verdadero
desafío es aprender a conocernos unos a otros según el Espíritu para que podamos
reconocer los dones y la unción que Dios ha dado a cada uno de los miembros de Su Cuerpo.
El Señor Jesús, por medio del apóstol Pablo, dijo que debemos someternos unos a
otros en el temor de Cristo. Eso significa que debemos honrar a Cristo en cada uno.
De hecho, Cristo y lo que compró para nosotros en la cruz es lo que realmente

constituye nuestra herencia. Apocalipsis simplemente nos dice qué hay allí, lo que
nos permite usarlo. Sin revelación, las riquezas del Calvario son como miles de
millones de dólares en nuestra cuenta bancaria de los que no tenemos idea.
Pero incluso esa es una mala comparación, porque el dinero no puede tocar lo que
nuestra herencia puede comprar. Efesios 2 nos dice que tomará las edades por venir
solo para revelar la riqueza de Su gracia. Hay tanto que Dios tiene para
a nosotros.
En una semana recibimos informes de dos mujeres que estaban embarazadas

de niños con síndrome de Down en el útero. Diferentes personas en nuestra iglesia
oraron por ellos y nos trajeron los informes de que ambos habían sido diagnosticados
de manera diferente después de que fueron nuevamente al médico. No sabían lo que
pasó, pero ya no eran niños con síndrome de Down.
Acabamos de recibir a otra madre en Inglaterra no hace mucho tiempo que
estaba embarazada de un niño. El médico le dijo que el bebé estaba muerto y otros
cinco consultores llegaron con el mismo informe: "El bebé no solo está muerto; no
hay líquido amniótico. Si no nos permites sacar al niño, también morirás". " Ella vino
a una conferencia, recibió oración y ahora tiene un niño vivo y muy feliz. Los diez
millones de dólares en nuestras cuentas bancarias no arreglarán eso, pero la herencia
que tenemos sí lo hará.
El tema de la herencia es una de las cosas más apremiantes en mi mente en
este momento. Ha habido muchas palabras proféticas dadas al Cuerpo de Cristo en
esta temporada que hablan de un crecimiento acelerado. Creo que el crecimiento
ocurrirá a medida que comprendamos la herencia y comencemos a honrar a las
generaciones pasadas y a los demás. A través del honor, nuestra herencia de mantos
y reinos de revelación y unción será liberada para equipar al Cuerpo para traer el
Reino en niveles y áreas sin precedentes. Pero si vamos a comenzar a recibir nuestra
herencia, debemos aprender la lección de
historia y comenzamos ahora a posicionarnos para dejar una herencia a la próxima

generación. También debemos entrenar a la próxima generación para que piense de la
misma manera. No podemos solo levantar hijos de avivamiento; también debemos
levantar padres que vivirán por generaciones más allá de ellos.
— Nuestro último privilegio —
Para mí personalmente, honrar el pasado incluye el estudio de la historia del
avivamiento, así como alimentar el fuego de mi propia pasión por caminar en el ejemplo
de aquellos que me han precedido. También aprovecho cualquier oportunidad que pueda
para que los descendientes de avivadores oren por mí. En una ocasión tuve el privilegio
de pedirle a la joven nieta de John Wimber que orara por mí, y me sentí abrumado por el
poder y la unción que se liberaron. Confirmó que una persona puede recibir una
impartición al honrar a alguien al honrar a su familia.
Tengo la experiencia única de ser un pastor de quinta generación. Mis hijos son la
sexta generación. Estoy tan asombrado y agradecido por mi familia. Pero el nuevo
creyente que no tiene antecedentes en Dios y viene "honrando al profeta en el nombre
del profeta" se pone en línea para la misma herencia que hemos recibido. Nunca tuvo la
intención de restringirse a aquellos en este lugar favorecido altamente inusual. Me alegro
de haberlo recibido, pero lo tengo para regalar, no para atesorar. Tengo que posicionarme
para tomar la norma anterior y elevarla a una nueva norma. Así es la vida en el Reino. Si
tengo acceso a ella, entonces cualquiera que esté bajo la influencia de lo que sea que yo
pueda dar, entrará en esa herencia.
Mi otra responsabilidad es educar a mis hijos, tanto naturales como espirituales, para
que vivan con sacrificio. Les doy gratuitamente lo que he recibido gratuitamente del
Señor, pero les digo: "Si van a tener algo que dejarles a sus hijos, tendrán que pagar un
precio para desarrollar lo que recibieron gratis".
Es hora de que el Cuerpo de Cristo comience a pensar, planificar y sembrar en una
generación que nunca veremos. Es hora de comenzar a construir una visión de cien
años en nuestro pensamiento, planificación y nuestras oraciones. Hay tantas cosas que
tengo hambre de ver en mi día. He visto tantas cosas que nunca soñé que vería, pero
también me he impregnado de nuevos sueños, y no puedo estar satisfecho donde estoy.
Debo estar continuamente posicionado para ocupar y avanzar. Pero si no puedo verlos
en mi día, daré todo lo que tengo para que mis hijos y los hijos de mis hijos los vean, y
así tengan el mismo corazón por generaciones.
¿Sabemos por qué estamos rodeados por una nube de testigos? En una
carrera de relevos, el corredor más rápido del planeta corre el primer tramo de la
carrera. Puede pasar el bastón al segundo corredor más rápido del planeta, quien
luego pasa el bastón al tercer corredor más rápido del planeta. Pero todos obtienen
un premio de acuerdo a cómo se corre el último tramo de la carrera. Todos están
esperando a ver qué haremos con lo que se nos ha dado.
Se nos ha dado una herencia de generaciones. Se nos ha dado una herencia
de cientos de años de místicos, de avivadores, de aquellos que irrumpieron en los
reinos del Espíritu para dejar algo como herencia, y eso tiene que importarle a
alguien. Si aprovechamos la oportunidad que tenemos en esta hora para buscar
los misterios escondidos para nosotros con un corazón para honrar a los que están
delante y junto a nosotros, creo que la Iglesia entrará en un día que nunca ha visto.
El establecimiento del Reino de Dios debe crecer hasta tal punto que la vida
cristiana normal se convierta verdaderamente en vida normal para todos en el
mundo.
capitulo 16
Construcción de alianzas estratégicas con Heavenly
aliados
— Afectando el Reino Invisible —
La cobertura ESPIRITUAL es esencial para que el sacerdocio real de Dios

experimentar la bendición que Él quiere que tengan en Su familia. Aunque muchos
de nosotros luchamos con el tema de la sumisión debido al abuso de autoridad y la
rebelión en nuestros propios corazones, es algo que se nos ordena hacer a lo largo
de las Escrituras. El apóstol Pablo tenía mucho que decir acerca de someterse a los
líderes, a los cónyuges ya los demás en el Cuerpo. Tengo que creer que tuvo
experiencia de primera mano al ver a la gente tratar de vivir y ministrar sin la cobertura
espiritual que proviene de la sumisión. Hechos 19 contrasta deliberadamente el
ministerio de Pablo con los exorcistas que intentaban ministrar sin una cubierta.
Ahora bien, Dios obró milagros extraordinarios por las manos de

Pablo, de modo que hasta pañuelos o delantales eran llevados de su
cuerpo a los enfermos, y las enfermedades los dejaban y los malos
espíritus salían de ellos. Entonces algunos de los exorcistas judíos
itinerantes se encargaron de invocar el nombre del Señor Jesús sobre
los que tenían malos espíritus, diciendo: "Os exorcizamos por el Jesús
que Pablo predica". También hubo siete hijos de Sceva, un sumo
sacerdote judío, que lo hicieron. Y el espíritu maligno respondió y dijo:
"Conozco a Jesús, y conozco a Pablo; pero, ¿quién eres tú?" Entonces
el hombre en el que estaba el espíritu maligno saltó sobre ellos, los
venció y los venció, de modo que huyeron de la casa desnudos y heridos (Hechos 19:1
Es asombroso que un apóstol con un pañuelo tenga más poder que siete
hijos de Sceva con el nombre correcto. Pablo tenía algo que ellos no tenían:
una comisión apostólica. Hay dos razones por las que esto es significativo: la
primera es que Pablo era apóstol porque fue comisionado para serlo en
Hechos 13 por el Espíritu Santo y por los otros líderes de la iglesia. Estaba
bajo autoridad, y las Escrituras nos muestran que solo tenemos la autoridad a
la que nos hemos sometido. El centurión en Lucas 7 reconoció que Jesús
tenía autoridad porque, como él, era un hombre "bajo autoridad".
La segunda razón por la que Pablo tenía autoridad es porque fue comisionado
como apóstol. Aunque hay otras funciones y niveles de liderazgo en la iglesia, los
apóstoles y profetas son llamados específicamente el fundamento de la iglesia (ver
Efesios 2:20). Pablo fue designado como líder gubernamental del Cuerpo de Cristo, y
como tal fue asignado a una esfera de influencia espiritual mucho más amplia que la
que tenemos la mayoría de nosotros. Debido a cómo funciona la autoridad, cuando
nos sometemos a un líder apostólico y somos comisionados para servir en su misión,
podemos operar con su autoridad. Ese es probablemente el nivel más amplio y
fundamental de nuestra cobertura espiritual.
¿Cómo funciona la autoridad espiritual? Cuando oramos, profetizamos y
ministramos en el nombre del Señor, sabemos que el Espíritu Santo es la fuente
máxima de poder y autoridad. De la misma manera que somos invitados a colaborar
con Él, Dios comisiona a los ángeles para que lleven a cabo Su voluntad. En Hebreos
1:13 dice de los ángeles: "¿No son espíritus ministradores, enviados para servir a
favor de los que han de recibir la salvación?" Los ángeles están allí para asegurarse
de que los hijos e hijas del Rey lleguen a su destino y que la misión del Reino
realmente suceda.
Lo que muchos de nosotros no nos damos cuenta es que tenemos un papel en la puesta en marcha
los Angeles. El Salmo 103:19-20 dice:
El Señor ha establecido Su trono en los cielos, y Su soberanía gobierna
sobre todo. Bendecid al Señor, vosotros sus ángeles, poderosos en fuerza que
ejecutáis su palabra, obedeciendo la voz de su palabra. Benditos sean, el Señor,
todas sus huestes, ustedes que le sirven, haciendo su voluntad. Bendecid al
Señor todas vuestras obras Suyas en todos los lugares de Su dominio. Bendice al Señor, oh a
Los ángeles escuchan la voz de Su palabra, pero la Iglesia es Su voz para
declarar esa palabra en la tierra. Les estoy proponiendo que los ángeles reciban su
comisión de las oraciones y profecías de los santos. No creo que tengamos que
decirles a los ángeles qué hacer; Creo que solo necesitamos orar y profetizar en el
Nombre del Señor, y cuando escuchan la palabra del Señor, salen y la cumplen. Pero
solo podemos declarar una palabra del Señor que comisiona a los ángeles si estamos
bajo autoridad y por lo tanto tenemos autoridad para enviarlos. 1 Corintios 11:1-10
menciona esto en una discusión sobre la cobertura espiritual:
Sed imitadores de mí, así como yo también lo soy en Cristo. Ahora te alabo
porque te acuerdas de mí en todo y te aferras a las tradiciones tal como te las
entregué. Quiero que entiendas que Cristo es la cabeza de todo hombre y el
hombre es la cabeza de la mujer, y Dios es la cabeza de Cristo.
Todo hombre que tiene algo sobre su cabeza mientras ora o profetiza,
deshonra su cabeza. Porque toda mujer que tiene la cabeza descubierta mientras
ora o profetiza, afrenta su cabeza, porque ella es la misma que la que tiene la
cabeza rapada... Si la mujer no se cubre la cabeza, que también se corte el
cabello. pero es vergonzoso que una mujer se corte el pelo y se afeite la cabeza.
Deja que se cubra la cabeza. Porque el hombre no debe cubrirse la cabeza
porque él es imagen y gloria de Dios. Pero la mujer es la gloria del varón....
Por lo tanto, la mujer debe tener un símbolo de autoridad sobre su cabeza

a causa de los ángeles.
Soy consciente de que algunos maestros han llegado a conclusiones extremas y
han utilizado estos versículos para oprimir a las mujeres. Ese no es mi objetivo en
absoluto. Solo quiero resaltar que Pablo dice que cuando una mujer está orando o
profetizando, necesita cubrirse la cabeza por causa de los ángeles. El cubrirse la
cabeza era un signo cultural de honor en la histórica iglesia de Corinto, y sin uno, una
mujer que profetiza estaría más o menos diciendo que se apoyaba en su propia
autoridad. Sus oraciones y profecías no serían reconocidas como provenientes del
Señor, porque los ángeles son comisionados por aquellos bajo la autoridad que Dios
ha ordenado.
Es una imagen para nosotros de que debemos asegurarnos de estar sujetos a
aquellos que el Señor ha puesto en autoridad sobre nosotros, porque cuando la Novia
de Cristo está bajo autoridad, los ángeles reconocen nuestra autoridad y cumplen las
palabras de nuestras oraciones y profecías. (ver Sal. 103:20). Cuando nos sometemos
a la misión del Cielo, comisionamos a los ángeles para que lleven a cabo la palabra
del Señor.
¿Los ángeles siempre salen y responden las oraciones y profecías de todos? No
creo que lo hagan, porque creo que reconocen a las personas que están sometidas
a una misión apostólica. Esto es solo una teoría, pero creo que a veces las personas
rezan las oraciones correctas cuando están en problemas, pero su vida no es de
sumisión y la situación no cambia. Quieren tener los beneficios del Reino, pero no
quieren servir al Rey. No quiero decir que se vayan al infierno, pero no han reconocido
y sometido a las personas que el Señor ha delegado para tener autoridad espiritual
en sus vidas. Entonces, según 1 Corintios 11, no tienen un símbolo de autoridad en
la cabeza y los ángeles escuchan sus oraciones y dicen: "Aún no comisionado".
El Señor reconoce Su propia autoridad. Puedes decir "en el nombre de Jesús"

hasta que estés morado, pero los ángeles no te reconocerán a menos que tengas un
símbolo de autoridad en tu cabeza. Siempre que haya una incongruencia entre la
autoridad que tratamos de tomar en una situación y la autoridad bajo la que realmente
vivimos, el problema quedará sin resolver. Obviamente, esa es una declaración
general y Dios puede hacer lo que quiera. Todos hemos visto a Dios romper cualquier
regla que predicamos. Pero hay un patrón que es claro en la Biblia.
Dios ha diseñado y comisionado un gobierno para Su Real Sacerdocio. Su

propósito es equipar a los santos para la obra del ministerio para que crezcamos a la
"medida de la estatura de la plenitud de Cristo" (Ef.
4:13). Me sorprende que cuando comenzamos a estar bajo la visión de los líderes que
Dios ha puesto sobre nosotros, comenzamos a experimentar bendiciones que nunca
hubiéramos experimentado de otra manera.
No es sólo el ministerio de los dones espirituales. Debido a que suceden cosas
poderosas cuando oramos y profetizamos bajo un manto, Dios tiene cuidado de a
quién le confía ese tipo de autoridad. Él no da autoridad a las personas más dotadas,
sino a aquellas que han pasado las pruebas, las cuales les dieron el carácter para
caminar en autoridad espiritual. Miremos a algunos líderes bíblicos cuyos avances
personales trajeron bendiciones corporativas.
— José —
Antes de ser apedreado en Hechos 7, Esteban relata una versión del Antiguo
Testamento del Reader's Digest a sus acusadores. Nos da una idea clave de la
historia de Israel.
Se levantó un rey sobre Egipto que no sabía nada acerca de José. Fue él
quien astutamente se aprovechó de nuestra raza y maltrató a nuestros padres
para que expusieran a sus niños y no sobrevivieran (Hechos 7:18-19).
Note que Esteban no dijo que se levantó un rey que no conocía a Dios y destruyó
su raza. Más bien dijo que "se levantó un rey que no conocía a José". La implicación
es que la vida de José de alguna manera salvó a los israelitas de una vida de muerte
y desesperación. Cuando José murió, la cobertura de Israel se perdió y el pueblo de
Dios fue esclavizado.
Las victorias personales de José se convirtieron en una cobertura corporativa,
pero no hay victoria sin batalla. Las batallas están diseñadas para liberarnos de las
prisiones de la vida y llevarnos al palacio de nuestro destino. Entre la prisión y el
palacio siempre hay un proceso que esta guerra facilita. el proceso es
a menudo se describe mejor como un juicio. Las pruebas de nuestra vida están diseñadas para
desarrollar nuestro carácter para que podamos permanecer en el palacio.
Echemos un vistazo más de cerca al proceso hacia la prominencia en la vida de José: la
primera prueba que enfrenta José es el rechazo de sus hermanos. Alrededor de los diecisiete
años, tiene un par de sueños proféticos. Los sueños hablan de él llegando a un lugar de grandeza
donde ve a sus hermanos y sus padres sirviéndolo. Él comete el error de anunciar su destino a
sus hermanos, y les molesta la idea de que su hermano arrogante y camarones los gobierne. Ya
molestos porque su padre favoreció a Joseph como si fuera el primogénito, un día deciden que ya
no pueden con él y diseñan un plan para matarlo. El mayor, Reuben, sintiendo que esto puede ser
demasiado extremo, les convence para que lo arrojen a un pozo. En ese momento, pasa un tren
de traficantes de esclavos, y los niños cambian de opinión y venden a Joseph para obtener una
ganancia.
Ahora, después de ese tipo de rechazo, muchos de nosotros enfrentaríamos años de

consejería. Pero Joseph tiene más problemas por delante. Su pureza e integridad sexual van a ser
desafiadas. José se encuentra en Egipto, donde Potifar, un oficial egipcio del faraón, lo compra a
los traficantes de esclavos. Dios está con José y él se eleva a un lugar de prominencia en la casa
de Potifar, y finalmente lo ponen a cargo de todo lo que posee su jefe. Pero la esposa de Potifar
intenta que José se acueste con ella. Día tras día se niega. Finalmente intenta violarlo, pero él
escapa. Luego miente a sus guardias y acusa a Joseph de agredirla sexualmente. Potifar le cree y
envía a Joe a prisión.
Ser acusado injustamente nunca es divertido, especialmente cuando nos encarcelan por ello.
La mayoría de nosotros podríamos amargarnos bastante. Sin embargo, José es fiel incluso en la
prisión, Dios lo bendice y el jefe de los carceleros lo pone a cargo de toda la prisión. A medida que
avanza el tiempo en prisión, tiene la oportunidad de interpretar un par de sueños para dos de los
sirvientes del faraón que también están cumpliendo condena. Su don de la interpretación de los
sueños lo lleva en última instancia a su liberación de la prisión y su ascenso al poder junto con el
propio Faraón.
Cuando Joseph comienza su tarea como segundo al mando, una hambruna de siete años asola el
mundo conocido. A través de una poderosa previsión profética y perspicacia piadosa, José
almacena alimentos para su nación con suficiente sobrante para vender a las naciones vecinas
que también estaban en crisis.
Note que José se sometió a la autoridad de Faraón, a pesar de que Faraón era un líder
pagano. Dios podía confiarle la posición que tenía
soñó años antes porque había aprendido la sumisión a través de sus pruebas.
Mantuvo esa actitud en su posición de autoridad. La sumisión a Faraón no significó
que abandonara su identidad y creencia en Dios. Fueron precisamente los planes y
caminos de Dios los que le dieron la sabiduría a la que Faraón se refirió. Romanos
13:1 dice: "Que toda alma esté sujeta a las autoridades gubernamentales. Porque no
hay autoridad sino de parte de Dios, y las autoridades que existen son establecidas
por Dios". Debido a que José reconoció la autoridad delegada de Dios y Su manera
de probar, demostró ser digno de caminar en autoridad.
La familia extendida de José, que cree que está muerto, viene a Egipto por
comida. Cuando sus hermanos descubren que está vivo, ruegan por sus propias vidas.
Les dice que lo que ellos entendían por mal, Dios lo usó para bien. Él los perdona y
los invita a mudarse a Egipto para que estén a salvo de la hambruna. Setenta
miembros de su familia se trasladan a Egipto, donde Faraón les da la mejor tierra. Se
multiplican y se extienden por toda la nación, prosperan y permanecen libres hasta
que José muere.
Después de la muerte de José, un nuevo rey llega al poder. Se vuelve muy celoso
y temeroso de los israelitas. Esclaviza y mata a miles de ellos.
Ahora, sin Joseph, ese es probablemente el tratamiento que habrían recibido en
primer lugar. Eran pastores, y los egipcios odiaban a los pastores, pero debido a la
cobertura de José, fueron tratados como él merecía ser tratado. Los israelitas vivieron
una vida de increíble bendición durante los años del gobierno de José, no porque lo
merecieran, ¡sino porque José lo merecía!
José estaba en una posición poderosa cuando decidió el destino de su familia en
Egipto. José había pasado por las pruebas de carácter y sus victorias personales
eran muchas: creía que Dios cumpliría los sueños de su vida, aunque las circunstancias
estaban en su contra; se sometió a la autoridad, fue fiel y confió en Dios en todo; se
mantuvo alejado del pecado sexual y estuvo dispuesto a perdonar a sus hermanos.
Sus éxitos le permitieron convertirse en una cobertura corporativa y un general de
confianza en el reino para proteger a todos los que estaban bajo su mando (ver Gén.
37-48).
— David —
Este mismo proceso se puede ver en la vida de David en Primera de Samuel,
capítulo 17. David es enviado por su padre a llevar el almuerzo a sus hermanos, que
luchan contra los filisteos. Un soldado filisteo gigante llamado Goliat se para en el
campo de batalla y comienza a maldecir, burlarse y burlarse de los ejércitos israelitas.
Goliat finalmente llega al punto cuando dice:
Escoged un hombre para vosotros y que descienda a mí. Si es capaz de

pelear conmigo y matarme, entonces seremos tus siervos; pero si prevalezco
contra él y lo mato, vosotros seréis nuestros siervos y nos serviréis (1 Samuel
17:9).
(En una nota al margen, los gigantes en las Escrituras son a menudo un símbolo
de los principados espirituales. El desafío de Goliat es un buen ejemplo de cómo
funciona la autoridad espiritual. Si el principado es derrocado, todos los que estaban
bajo su influencia quedarán bajo la influencia de lo que sea que reemplace. eso.
Aquí, si alguien mata al gigante, todos los filisteos servirán a Israel, pero si esa persona
pierde la batalla, todo Israel será esclavo de los filisteos.)
David está listo para la tarea porque, como José, ha sido fiel en un lugar de
oscuridad. Ha estado haciendo un trabajo notable cuidando un rebaño de ovejas al
borde del desierto. Una vez más, esta es la clave para obtener la autoridad espiritual:
la sumisión hasta la promoción. No sabía que los desafíos que enfrentó mientras
protegía a su rebaño lo prepararían para el día de su destino.
Antes de que pueda luchar contra Goliat, nuevamente como José, primero debe
soportar las burlas de sus hermanos. Los que aspiramos al liderazgo debemos darnos
cuenta que enfrentaremos lo que José y David hicieron de sus hermanos. Como los
hermanos de David y José, las personas que no tienen visión viven sus vidas en la
esclavitud de sus propias debilidades y pecados. Persiguen a cualquiera que tenga una
visión, que haya vencido al miedo o que viva su vida por encima del pecado en lugar
de por debajo de él. Esta persecución tiene lugar porque es fácil sentirse bien con
respecto a su cautiverio siempre que todos los que conocen también estén cautivos: la
miseria ama la compañía. Si alguien empieza a obtener la victoria en las mismas
circunstancias en que otros están fracasando, le quita las excusas y le llama a dar
cuenta de las incongruencias de su carácter.
Las Escrituras dicen que David, antes de luchar contra el gigante, dejó "su equipaje
con el guardaequipajes" (1 Sam. 17:22). Si bien eso no fue necesariamente una prueba
de carácter para él, creo que se menciona como un detalle significativo porque está
modelando cómo debemos enfrentar nuestros desafíos. David no iba a la batalla sin
antes descargar todo lo que pudiera obstaculizarlo. Del mismo modo, no debemos
sumergirnos en una confrontación con el enemigo sin antes dejar que Dios confronte
cualquier pecado o problema no resuelto en nuestro corazón. Encuentro que las cosas
más importantes que hacemos en nuestras vidas a menudo se hacen en privado.
Cuidado con las personas que tienen una victoria pública sin una privada.
David finalmente derriba a Goliat con una piedra y lo mata con la propia espada
de Goliat. La misma arma que estaba destinada a destruir a David se convirtió en el
arma preferida en la mano de este gran guerrero.
Debido a que David venció al campeón de los filisteos, la batalla terminó. La
victoria personal de David se convirtió en una bendición corporativa, trayendo paz a
todo Israel.
— Favor con lo invisible — Uno
de los principios que es importante que entendamos aquí es que la obediencia
física trae liberación espiritual. Pablo dijo que lo natural es primero, luego lo espiritual
(ver 1 Cor. 15:46). Hemos estado investigando las vidas de personas que pasaron sus
pruebas de carácter, completando el proceso de promoción en el ámbito natural
(visible) de la vida, que luego resultó en ganar autoridad en el ámbito espiritual
(invisible). Gran parte de la iglesia apenas reconoce el reino invisible, y mucho menos
se da cuenta de las implicaciones que tiene en nuestra vida diaria. El reino invisible
que se encuentra dentro de nosotros ya nuestro alrededor es más poderoso que el
mundo visible que se percibe con nuestros ojos naturales. El mundo invisible nos
beneficia o nos confunde, dependiendo de cómo nos relacionemos con él.
Un gran ejemplo de cómo el reino invisible afecta poderosamente al reino visible

está en las vidas de Moisés y Josué cuando Moisés le encargó a Josué que tomara a
sus soldados y bajara al valle para luchar contra Amalec. Moisés subió a la montaña
y levantó las manos.
Cada vez que Moisés se cansaba y dejaba caer los brazos, Josué comenzaba a
perder. Cuando Moisés levantara sus manos, Josué ganaría. Les quedó claro que la
victoria de Josué estaba directamente ligada a que Moisés levantara las manos, así
que pusieron un líder a cada lado de Moisés para ayudar a sostener sus brazos.
Josué ganó la batalla y todo estuvo bien en Israel ese día (ver Éxodo 17:8-13).
Si no entendemos cómo ganarnos el favor del mundo invisible, construimos

ejércitos más grandes, desarrollamos mejores estrategias y compramos armas más
poderosas, ¡y aun así perdemos! Nunca se nos ocurre que si apoyamos (honramos)
a nuestros líderes, heredaremos sus victorias.
Dios levanta a hombres y mujeres como Moisés, David y José, no para su propia
gloria, sino para el bien de Su pueblo. A los que han demostrado ser fieles, Él les
confía la autoridad para gobernar a Su pueblo. A medida que el pueblo de Dios llega
a un lugar de sumisión a sus líderes que han ganado sus victorias personales, se
convierten en herederos del botín de su líder. Mediante
herencia, reciben bendición que no han ganado. Debido a que muchos en el Cuerpo de
Cristo hoy no se dan cuenta de esto, han sucedido un par de cosas.
La primera es que hay tantas personas en el Cuerpo de Cristo que han optado por
pelear batallas que ya han sido ganadas por alguien más. Muchas de estas batallas
han resultado en heridas innecesarias y, en casos extremos, incluso en la muerte. Estas
son bajas innecesarias de la guerra. No hay gloria en las cicatrices que se producen en
una batalla por tomar un terreno que Dios ya ocupa.
El segundo problema es que mucha gente se llama a sí misma líder y aún no ha
logrado sus victorias personales. Se han engañado a sí mismos pensando que son una
cubierta para los santos. La verdad del asunto es que estas batallas que se han perdido
en la vida personal de los llamados "pastores" han resultado en la esclavitud de las
personas que se reúnen a ellos. Cuando áreas de sus vidas no están en sumisión a
Dios, están en sumisión a otra cosa, ya sea ellos mismos o algún otro ídolo.
Si la gente los sigue, acaban sometiéndose al mismo ídolo. Así es como funciona la
autoridad espiritual. Muchos creyentes están ciegos a este principio, que como vimos
en la historia de David, Goliat entendió perfectamente. Pablo habla de este tema cuando
le dice a Timoteo: Es necesario, pues, que el capataz sea irreprochable, marido de
una sola mujer, sobrio, prudente, honrado, hospitalario, apto para enseñar,
no adicto al vino ni pendenciero, sino manso, pacífico. , libre del amor al dinero.
Debe ser uno que gobierne bien su propia casa, teniendo a sus hijos bajo control
con toda dignidad (pero si un hombre no sabe cómo administrar su propia casa,
¿cómo cuidará de la iglesia de Dios?), y no un nuevo convertido, para que no se
envanezca y caiga en la condenación del diablo (1 Timoteo 3:2-6).
Por supuesto, esto no significa que un líder no pueda tener un mal día. Sin embargo,
significa que no tienen ningún negocio que liderar si tienen una mala vida. Los pecados
del estilo de vida descalifican a las personas para liderar hasta que haya un
arrepentimiento que se pruebe en el horno de la perseverancia. La perseverancia es la
capacidad de mantener nuestro rumbo a lo largo del tiempo frente a la oposición. El
elemento del tiempo no puede ser ignorado en la prueba de arrepentimiento de un líder.
Nada reemplaza el mal carácter, ni siquiera los títulos educativos, los dones espirituales,
las experiencias o las personas que conocemos. Nada compensará la esclavitud del
pecado. Las victorias del pasado no pueden anular los pecados del presente. Los
líderes caídos que tienen un estilo de vida de pecado deben ponerse bajo una verdadera cubierta mien
reconstruyen sus propias vidas. Esta cubierta proporciona un efecto invernadero que
brinda a las personas la oportunidad de recuperarse en un entorno seguro.
— Cubrirse unos a otros — Lo
último que quiero mencionar sobre el tema de la cobertura espiritual es que Pablo
nos instruye muchas veces en sus cartas a someternos unos a otros como a Cristo. Hay
un elemento de cobertura espiritual que se preserva cuando honramos nuestro convenio
con el Cuerpo de Cristo y entre nosotros como hermanos y hermanas en el Señor. El
Señor nos llama Su Cuerpo porque cada miembro depende del otro y cada elección que
hacemos afecta al todo. Si elegimos honrar y servir al Cuerpo de Cristo, preservamos la
conexión que nos da vida, bendición y protección.
En el Libro de los Hechos, capítulo 27, Pablo está en un barco a punto de naufragar.
Aunque Pablo ya ha profetizado que no habrá pérdida de vidas y sólo se perderá el
barco, algunos de los marineros deciden que van a escapar en botes salvavidas. Cuando
Pablo descubre que algunos hombres planean escapar, dice: "Si abandonan el barco,
TODOS moriremos" (Hechos 27:31). Necesitamos darnos cuenta de que como creyentes
somos socios en el destino. Individualmente, somos miembros unos de otros. Los líderes
necesitan especialmente comprender que sus acciones y actitudes tienen ramificaciones
que se magnifican muchas veces. La buena noticia es que cuanto más nos alineamos
con el plan de Dios, más autoridad y poder se liberan a través de nosotros para
establecer el Reino de Dios. Al igual que David y José, si buscamos un carácter piadoso
y nos sometemos a la autoridad que Dios ha establecido, se nos puede confiar la
autoridad real que comisionará a los ángeles para hacer retroceder el infierno y derribar
el cielo.
capitulo 17
Preservando el Planeta
Es difícil darle a la gente "el cielo por medio acre" mientras se cree que "las cosas
se van al infierno en una canasta de mano" Josh Taylor
— Los profetas del fin del mundo —
Como sacerdocio real y nación santa, es nuestro privilegio y

responsabilidad de interceder en nombre del mundo ante nuestro Rey. Se ha dicho que
Dios no hace nada en los asuntos de los hombres excepto que oren.
La oración es el catalizador para la transformación mundial. Incita a los ángeles, frena
las tinieblas y libera a las naciones en su destino. Es esta clave para el avivamiento la
que construye el puente entre lo que debería ser y lo que será.
Este libro está dedicado al propósito del avivamiento.
El diablo conoce el poder de la oración y no puede impedir que oremos.
Pero él es el maestro del engaño. ¡Él trata de convencernos de que sus esquemas
destructivos son "Actos de Dios" para que el pueblo de Dios no suelte el arsenal del
Cielo contra él! Desafortunadamente, Satanás ha tenido más éxito en engañar a los
santos recientemente que durante décadas.
Una de las formas en que se ha infiltrado sutilmente en nuestra sociedad e incluso en la
Iglesia ha sido a través de líderes mal dirigidos que predican la "ira de Dios".
En la última década, los profetas del "Día del Juicio Final" parecían haber salido de
la hibernación. En 1997, mis propios padres se mudaron del Área de la Bahía de San
Francisco para evitar la ira de un gran terremoto que, según la profecía, azotaría el sur
de California. El terremoto iba a destruir a Hollywood por su contaminación inmoral de
los medios ya San Francisco por su perversión homosexual.
La palabra también predijo que el norte de California se convertiría en "propiedad frente
al mar".
Mi mamá y mi papá se mudaron al lago Tahoe, cerca de Nevada, con la esperanza
de encontrar una zona profética de "no volar". Justo cuando mis padres se establecieron,
varios profetas comenzaron a profetizar sobre una próxima hambruna internacional. Esto
se conoció en todo el mundo como el "bicho Y2K". Este bicho nos iba a juzgar por hacer
de nuestro intelecto un dios. Era el "Esquema de Dios" perfecto.
Todo el plan estaba oculto por nuestra tonta confianza en la brillantez del hombre.
Parecía que el Señor había cegado a todos los nerds informáticos del mundo,
impidiéndoles descubrir a tiempo que todos estaríamos muriendo de hambre.
la falta de un dígito. ¡Qué manera de ir! Habría disturbios en las calles; ¡la gente
estaría luchando contra la tentación de canibalizar a sus vecinos e hijos! Las empresas
y los gobiernos se derrumbarían a continuación. Algunos incluso predijeron que esto
daría comienzo a la "Madre de todas las guerras". La gente acudió en masa para
comprar generadores y armas para proteger su comida en el "Nombre del Señor". No
hace falta decir que estos preparativos resultaron inútiles, y mis padres todavía
conducen durante horas para llegar al océano.
El 11 de septiembre de 2001 quedará grabado para siempre en la mente de los
estadounidenses como un monumento al asesinato. América se despertó con los
gritos de la gente, muchos de ellos en llamas mientras salían del humo negro de un
infierno creado por el hombre. Se podían escuchar explosiones de fondo mientras los
edificios se derrumbaban y miles quedaban atrapados en posibles tumbas. Se
escucharon llantos y lamentos por millas mientras la gente vagaba sin rumbo por las
calles en busca de sus seres queridos. Muchos saltaron a la muerte desde estos
infiernos en llamas. Una profunda tristeza y miedo cubrieron toda la tierra cuando se
difundió la noticia. Por todas partes, la gente clamaba misericordia por los que se
contaban entre los desaparecidos. La gente estaba pegada a sus televisores, rezando,
esperando y creyendo que la vida emergería de los escombros.
Aunque los "Profetas de la Perdición" no habían profetizado este desastre,
comenzaron a surgir declaraciones de oscuridad de lo que se suponía que sería la
"Casa de la Esperanza". Llegaron incluso antes de que pudiéramos preguntarnos por
qué se perpetraría un acto de horror tan descabellado contra las vidas de los muchos
inocentes que murieron ese día. Muchos de los Profetas de Dios comenzaron a
proclamar palabras de juicio por los pecados de la nación. Su tesis era que Dios
había causado esta tragedia debido a su odio por el pecado. ¿Puedes imaginar el
dolor que acosaba a aquellos que habían perdido a sus seres queridos? Se
enfrentaron a un Dios enojado que quería matar a más personas. Tal como dijo
Jesús: "En los postreros días el amor de muchos se enfriará" (Mat. 24:12).
— La verdadera justicia es sal — Es
cierto que la inmoralidad, la idolatría, el aborto y el asesinato son solo algunos de
los cánceres que el avivamiento debe abordar. Pero creo que el pecado más grave
en nuestra nación hoy es el frío de los corazones congelados que residen en los
padres espirituales que ya no aman. Estos creyentes engañados propagan el miedo,
destruyen la esperanza y castran la fe de la gente. De alguna manera han perdido la
comunión con el Consolador, eligiendo más bien abrazar el contradictorio y confuso
"Evangelio de las malas noticias".
Jesús nos dijo: “Vosotros sois la sal de la tierra; pero si la sal se ha vuelto insípida,
¿cómo se puede volver a salar? Ya no sirve para nada, sino para ser echado fuera y
pisoteado por los hombres” (Mat. 5:13). En los días de Jesús, no tenían refrigeradores para
almacenar sus alimentos. La sal era el principal medio por el cual que conservaban sus
carnes y aves de corral. A través de esta analogía, el Señor nos está enseñando que la
Iglesia es el elemento de la sociedad que preserva la cultura de la ira de Dios y la destrucción
de las fuerzas del mal. Un gran ejemplo de esto es José, quien como vimos en el último
capítulo, desató una bendición corporativa a través de su vida justa.Su presencia en Egipto
salvó a los israelitas y egipcios de una hambruna mundial.
Jesús también dijo que cuando la sal se vuelve insípida, no sirve para nada excepto
para ser pisada por los hombres. En otras palabras, la gente de la época probaría la sal y si
ya no estaba salada, sabían que no evitaría que la comida se echara a perder. Es importante
recordar que Jesús en realidad no está hablando de conservar la carne, sino de describir el
Cuerpo de Cristo. ¿Qué significa volverse insípido? Implica que hemos dejado de preservar
el mundo. Nos hemos vuelto insípidos cuando profetizamos en contra de las personas que
se supone debemos preservar. Esto me quedó muy claro en medio de la tormenta de
profecías que predecían eventos desastrosos en América del Norte.
Empecé a buscar al Señor con un nuevo celo por la verdad. Mientras me acuesto en el
orando en el piso, el Espíritu Santo comenzó a hablarme.
Él dijo: "Yo no destruyo ciudades por la abundancia de los impíos.
Sólo los destruyo si faltan los justos".
Luego me llevó a Génesis 18 y 19. Aquí Abraham negocia con Dios para salvar a
Sodoma si solo hubiera diez justos.
El Señor me dijo: "Pregúntame cómo puedo saber si hay suficientes
almas justas en una ciudad para salvarla".
Así que lo hice.
Él respondió: "Profetizo una palabra de juicio. Entonces espero a ver cuántos de mi

pueblo se levantarán y clamarán por misericordia. De esta manera, la misericordia triunfa
sobre el juicio" (Santiago 2:13).
Entonces Dios me hizo otra pregunta: "¿Era la mujer de Lot justa o mala?"
Aunque había predicado durante años que la esposa de Lot era malvada por mirar
hacia atrás a Sin-City, de alguna manera eso no parecía ser lo correcto.
responder en ese momento.

Me encontré diciendo: "No lo sé".
Dios continuó: "¿Cuál era su nombre?"
Respondí: "No lo sé".
"¿Cuál era el nombre de la esposa de Abraham?" Preguntó.
"Sara", respondí. (Estaba seguro de eso).
"Así es", dijo Dios, "Así que ella tenía una identidad aparte de Abraham".
¡Ahora lo estaba consiguiendo! ¡La esposa de Lot no fue nombrada porque su identidad
estaba unida a la justicia de Lot!
"Así es", dijo el Señor, y continuó: "¿Era Lot justo o malvado?"
"Justo", respondí.
"¿En qué se convirtió cuando miró hacia atrás?" preguntó Jesús.
"Sal", dije.
"¿Qué es la sal?" preguntó Dios.
"Un conservante", le dije.
"¡Sí! Vivía con un manto de intercesión. Sabía que estaban preservando esa ciudad".
Finalmente, entendí que su cuerpo convertido en estatua de sal era una metáfora
profética del papel que había jugado en la ciudad. Debido a que Lot y su esposa eran la
"sal" o "preservación" de Sodoma, eran la preservación de la ciudad. Entonces tuvieron la
oportunidad de escapar del juicio cuando el Señor finalmente decidió soltar fuego y azufre.
La esposa de Lot simplemente tomó una mala decisión en un momento de liberación.
"Ella no podía soltarse cuando yo lo hice. Su propio ministerio la mató". Dios explicó.
Este punto se aclara en Lucas 17: “En aquel día, el que esté en la azotea y cuyos
bienes estén en la casa, no baje a sacarlos, y tampoco el que esté en el campo vuelva
atrás. Acordaos de la mujer de Lot. El que pretenda conservar su vida, la perderá, y el que
pierda su vida, la conservará» (31-3).
Entonces Dios me recordó las palabras de Jeremías: Anda

de aquí para allá por las calles de Jerusalén, y mira ahora y toma nota, y busca
en sus plazas; si encuentras a un hombre, si hay uno que haga justicia, que busque
la verdad, entonces yo la perdonaré (Jeremías 5:1).
También recordó las palabras de Ezequiel: "Busqué entre ellos un hombre que edificara el
muro y se pusiera en la brecha delante de mí por la tierra, para que yo no la destruyera; pero no
lo encontré" ( Ezequiel 22:30).
No es casualidad que al mismo tiempo que muchos de los profetas de Dios hablan palabras
de destrucción, el movimiento de intercesión más grande en la historia del mundo se levanta
pidiendo misericordia. Debemos recordar que aunque Dios usa palabras de juicio a veces para
reunir a Sus intercesores, Su corazón es para extender misericordia. Dios no se complace en la
muerte de los impíos (ver Ezequiel 18:23). Debemos clamar a Dios para que sane nuestras
ciudades hasta que los ángeles nos saquen de ellas como lo hicieron en los días de Lot.
— Falta de fe y valores fundamentales distorsionados — A

pesar de que Dios usa palabras de juicio a veces, no creo que la mayoría de las palabras
de juicio recientes sean una advertencia de nuestro Padre, sino que son el fruto de dos grandes
problemas en la iglesia. Primero, existe una falta de fe subyacente en muchos cristianos que les
impide creer que Dios realmente tendrá una "novia sin mancha"; segundo, muchos santos tienen
valores fundamentales equivocados, que distorsionan su visión del mundo e infectan su ministerio.
Los valores fundamentales son los lentes que determinan la forma en que vemos la vida.
Son intérpretes de los acontecimientos de nuestro mundo. Cuando algo nos sucede a nosotros
oa nuestro alrededor, nuestros valores fundamentales dictan lo que pensamos al respecto.
Nuestros valores fundamentales determinan qué eventos de la vida atribuimos a Dios, al diablo
oa la naturaleza misma.
Un gran ejemplo de cómo los valores básicos erróneos pueden afectar nuestras vidas y
ministerios se ve en el área de la intercesión. Muchos intercesores han sido neutralizados porque
creyeron una mentira y, por lo tanto, desarrollaron un valor central erróneo que dice: "El desastre
engendra humildad, y la humildad da nacimiento al arrepentimiento, que a su vez alimenta el
avivamiento". Cuando vemos el mundo a través de este lente, dejamos de orar por liberación y
oramos por perseverancia. Me pregunto cuántas veces hemos dejado que el diablo haga estragos
en nuestras vidas o en las vidas de quienes nos rodean porque pensamos que Dios nos estaba
probando.
Es importante entender que la mayoría de los avivamientos no comenzaron con una
catástrofe. Por ejemplo, el avivamiento de la calle Azusa comenzó con oración. El movimiento
de Jesús no comenzó con un desastre ni tampoco la renovación carismática.
El renacimiento galés no tuvo nada que ver con la tragedia. Los avivamientos de Toronto y
Brownsville no comenzaron debido a una calamidad.
De hecho, a lo largo de la mayor parte de la Biblia, el desastre generó una

respuesta totalmente opuesta. En el Libro de Números, Dios hizo que algunos de los
líderes de Israel fueran tragados por un terremoto. De acuerdo con Su naturaleza,
Moisés suplicó misericordia dos veces en este capítulo a favor de su pueblo. La
amargura de los israelitas, que sobrevivieron, empeoraba con cada desastre.
Culparon a Moisés por la pérdida de sus familiares e hicieron todo menos arrepentirse
(16:23-41). En el Libro de Apocalipsis, tenemos el mismo principio. Las plagas se
derraman sobre el pueblo, pero no se arrepienten y en cambio, “blasfeman contra el
Dios de los cielos” (16:10-11).
Todos hemos conocido a personas que han perdido a un hijo o a un ser querido
de manera prematura. Muchos de ellos van por la vida amargados con Dios por su
pérdida. Otros cuestionan la realidad de un Dios amoroso cuando miran a su alrededor
y ven a la gente hambrienta. Aunque Dios puede, ya menudo lo hace, cambiar una
mala situación y usarla para bien, sigue siendo: “¡La bondad de Dios que lleva al
arrepentimiento!” (Rom. 2:4). Es el diablo el que quiere matar, robar y destruir.
Él es el maestro en torcer las Escrituras para que le permitamos un lugar para entrar
y llevar a cabo su plan tortuoso. Recuerde que este es el mismo tipo que usó la Biblia
para tratar de convencer a Jesús de suicidarse:
Entonces el diablo lo llevó a la ciudad santa y lo puso sobre el pináculo del
templo, y le dijo: Si eres Hijo de Dios, tírate abajo, porque está escrito: A sus
ángeles mandará acerca de ti; en sus manos te sostendrán, para que tu pie no
tropiece en piedra” (Mateo 4:6).
— Representando a Cristo —
La Iglesia no sólo es preservación (sal), sino que también somos luz. En el Libro
de Mateo, Jesús dijo: "Vosotros sois la luz del mundo. Una ciudad asentada sobre un
monte no se puede esconder" (Mateo 5:14). ¿Qué significa ser luz y qué es lo que
estamos iluminando? Estamos arrojando luz sobre la naturaleza de Dios, que es
cómo Él piensa y actúa en los asuntos de los hombres. Somos la revelación (luz) del
Padre y su carta de amor al mundo. Representamos a Cristo ante los perdidos. El
mundo nos mira para entender los acontecimientos mundiales a través de los ojos de
Dios. Cuando tergiversamos a nuestro Padre Celestial, el mundo obtiene una
perspectiva distorsionada de Dios.
Santiago y Juan son un buen ejemplo de cuántos tergiversan a Dios.
Querían hacer descender fuego para consumir una ciudad, pero Jesús les dijo: "No
sabéis de qué espíritu sois" (Lucas 9:54-55). Es interesante para mí que este fue el
mismo Juan que escribió al Amado y nos exhortó,
“No para creer a todo espíritu, sino para probar los espíritus si son de Dios,
porque muchos falsos profetas han salido por el mundo” (1 Juan 4:1). Me imagino
que recibió la revelación de que incluso los propios apóstoles de Jesús podían
ser influenciados por el infierno a través de su propia experiencia de escuchar al
espíritu equivocado.
Nótese cómo continúa su exhortación en el mismo capítulo: “Amados,
amémonos unos a otros... En el amor no hay temor, sino que el amor perfecto
echa fuera el temor, porque el temor envuelve castigo, y el que teme no es
perfecto en el amor. (Juan 4:18). Estos versículos fueron escritos en el contexto
de probar los espíritus. En otras palabras, probamos los espíritus examinándolos
a la luz de las virtudes del amor. Cuando leemos estas virtudes que se detallan
en la carta a los Corintios, y entendemos que el miedo no tiene cabida en el amor,
nos encontramos preguntándonos qué espíritu está animando estas profecías de
juicio. La mayor tragedia es que la revelación que el mundo recibe de estas voces
les hace creer que nuestro Padre es un Dios enojado que está buscando una
oportunidad para castigar a las personas.
Jesús dijo: "Si la luz que hay en ti es tinieblas, ¡cuán grandes son las
tinieblas" (Mateo 6:23)! Si nosotros somos la luz del mundo y estamos hablando
y profetizando contra el pueblo que ya está perdido en las tinieblas ¡cuán grande
es la oscuridad! De la misma manera, cuando representamos a Dios como
alguien que quiere destruir América porque 40 millones de bebés han sido
abortados en nuestro país, perpetuamos el mismo problema que estamos tratando de curar.
La gente está matando a sus bebés porque no conocen ni entienden el amor del
Padre. ¿Tiene sentido decirle a la gente que Dios está tan enojado porque
estamos matando a nuestros jóvenes que nos va a matar a todos? ¿Es nuestro
Padre tan unidimensional en Su ser que solo tiene una respuesta para cualquier
cosa que el hombre haga mal?
La forma en que muchos creyentes reflejan a Dios al mundo me recuerda
más a mi padrastro que a mi Padre celestial. ¿Puedes imaginar el impacto
negativo que tendría en tu hija si ella viniera a decirte que tuvo un aborto, y en
respuesta, enloquecieras y trataras de matarla? Si reaccionas con rabia, sugeriría
que tu falta de amor es una gran parte de su decisión de abortar en primer lugar.
Cuando comunicamos al mundo acerca del Dios que aún no han conocido,
es esencial que comuniquemos luz, vida y amor. El amor no castiga ni contagia
miedo. Nuestro Abba Padre se aflige por los pecados del mundo, pero cada vez
que vemos los actos de destrucción sin corazón que profundamente
herida el corazón de Dios, debemos recordar la profundidad del deseo de Dios de

compartir el amor. La naturaleza del amor es que requiere que seamos capaces de
elegir. Si Dios nos quitara nuestra elección, la gente solo podría comportarse de la
manera en que Dios los programó. Las guerras cesarían, el hambre terminaría y la
pobreza sería sólo un antiguo recuerdo de años pasados. Pero junto con su
desaparición, también se iría el grito desesperado del corazón humano que late con
pasión por una relación amorosa con el Ser más hermoso de todo el universo.
Día tras día, un Creador amoroso contempla un planeta roto anhelando el día en
que el objeto de Su afecto camine de la mano con Él hacia una belleza indescriptible
en los pasillos de la eternidad. Mientras tanto, la destrucción continúa, no porque Dios
esté enojado con el hombre, sino porque los hombres eligen matar, robar y destruir.
Este es el fruto de aquellos que han escogido al amante equivocado (satanás).
En medio de toda esta oscuridad crece una esperanza increíble. El día después
de la destrucción de las Torres Gemelas tuve una visión. En la visión vi lo que todos
nosotros vimos cientos de veces: las torres de fuego cayendo al suelo como castillos
de arena. Pero esta vez, en la visión, algo era diferente.
Había una gran voz que gritaba detrás de las torres: "¡La sangre de los mártires, la
sangre de los mártires!" Lo que sucedió después en la visión fue asombroso. Grietas
comenzaron a formarse sobre toda la tierra casi como si fueran repercusiones de las
explosiones. El agua comenzó a fluir por todo el mundo.
Entonces otra voz comenzó a gritar: "¡Las fuentes del abismo están abiertas, las
fuentes del abismo están abiertas!"
Le pregunté a Dios: "¿Qué significa esto?"
Él dijo: "¡El conocimiento de la gloria del Señor cubrirá la tierra como las aguas
cubren el mar!"
Jesús dijo: "De cierto, de cierto os digo, que si el grano de trigo no cae en tierra y
muere, queda solo; pero si muere, da mucho fruto" (Juan 12:24). Creo que debido a
que Dios es un Dios de redención, Él se asegura de que la ramificación de los
cristianos asesinados por su fe sean conversiones espirituales masivas. Aunque Dios
no causó el 11 de septiembre en el juicio de América del Norte, Él es capaz de usar
esta horrible circunstancia para llevar a cabo sus propósitos.
Pablo dijo: "Donde abunda el pecado, sobreabunda la gracia" (Rom. 5:20 RV).
Si el nivel del pecado determina la profundidad de la gracia, entonces nuestro país
debe estar preparado para un increíble mover de Dios.
Mientras tanto, un odioso enemigo acecha a un pueblo herido y desesperado. Él

está tratando de paralizarnos con miedo y desmoralizarnos con sus arrogantes
jactancias de predicaciones destructivas. Sin embargo, el futuro pertenece a aquellos
que oran. La oración es el puente entre lo que debe ser y lo que será. La oración
diligente de un pueblo justo determinará finalmente el destino de nuestros hijos. Por
lo tanto, es nuestra responsabilidad dejar a los que aún no han nacido un mundo en
avivamiento como su herencia. Colgar en la balanza de la eternidad es el clímax final
de la creación: los reinos de este mundo se convierten en el Reino de nuestro Dios.
Nombre
fecha:____
— Prueba del príncipe y del mendigo

— Somos hijos e hijas de Dios mismo; por lo tanto, no somos "pobres" en el reino, sino
"príncipes" y "princesas". Esta prueba está diseñada para ayudarlo a crecer en los atributos de
la realeza, que se han definido y discutido a lo largo de este libro.
A medida que lea las preguntas, se revelará la realidad de su verdadera identidad y

comenzará a preguntarse cómo actúa y por qué podría creer ciertas mentiras sobre usted. La
prueba está diseñada para hacerte consciente de las áreas de tu vida en las que necesitas
ayuda. El punto no es reflejar lo que haces, sino cómo te percibes a ti mismo. A través de este
conocimiento revelador, podrá comenzar un viaje para renovar su mente y romper su mentalidad
de "pobre".
Para que esta prueba sea útil, es necesario que seas lo más honesto posible contigo
mismo. Responda las preguntas de tal manera que refleje quién y cómo es usted con mayor
frecuencia, no cómo se siente o reacciona en el peor o mejor día de su vida.
Parte
1 — Clave de puntuación
— 0=Nunca 1=Rara vez 2=A veces 3=A menudo 4=Muy a menudo 5=Siempre _1.
Tiendo a tener un sentido del humor sarcástico que corta a la gente.
_2. Me gusta comprar cosas en oferta o en tiendas de descuento.
_3. Lucho con sentimientos de insuficiencia.
— Clave de puntuación
Me encuentro compitiendo en secreto con las personas que me rodean.
_5. A menudo me miro en el espejo.
_6. Me comparo con los demás.
_7. Quiero que gane el "desvalido".
_8. Creo que Dios favorece a los desvalidos.
_9. Me siento incómodo con personas ricas y/o exitosas.
_10. Tiendo a construir casos contra personas que parecen exitosas o que tienen poder
sobre mí.
_11. Les cuento a otros sobre personas importantes con las que soy amigo o proyectos
importantes en los que he trabajado o en los que estoy involucrado.
_12. Trabajo demasiado y me siento muy mal cuando no estoy logrando algo.
_13. Estoy en varios comités y soy voluntario para cualquier cosa que tenga un sentido de
validación, sin respeto por mis propios dones.
_14. Me veo obligado a ser amigo de la persona más importante en cualquier
organización en la que participo.
_15. No me gusta ponerme metas porque cuando no las alcanzo, hace
siento que he fallado.
_dieciséis. Me repito, dramatizo, enfatizo demasiado, exagero y/o miento durante las
conversaciones para expresar mi punto.
Subtotal
— 0=Nunca 1=Rara vez 2=A veces 3=0a menudo 4=Muy a menudo 5=Siempre _17.
Me vuelvo demasiado apegado de una manera poco saludable a cualquiera que me dé
me llama la atención o se interesa por mí.
_18. Me gusta regalar cosas, pero casi me da vergüenza recibir regalos de la gente.
_19. Paso mucho tiempo preguntándome qué piensa la gente de mí.

_20. Mi opinión se cambia fácilmente para complacer a los demás.
_21. Tiendo a tener la opinión opuesta del líder en la mayoría de los ambientes. Si dicen
"negro", casi me siento obligado a argumentar "blanco".
_22. Los amigos con los que me siento más cómodo suelen ser personas rotas.
_23. Cuando elegí un equipo para trabajar conmigo, elegí personas que considero más débiles
que yo.
_24. No me gusta estar cerca, y tiendo a rechazar, a las personas que tienen una opinión
diferente a la mía.
_25. No solo comparto mi opinión, me siento impulsado a discutir o manipular a las personas
para que estén de acuerdo conmigo.
_26. Cuando la gente no está de acuerdo conmigo, lo tomo como algo personal y tiendo a
pensar que me han rechazado.
_27. Necesito ser la persona más importante en la habitación y/o tener el control para ser feliz.
_28. La gente dice que estoy obsesionado con tener razón.

— Clave de puntuación:
Lucho con los miedos, especialmente el miedo al rechazo y al fracaso.
_30. Me preocupo mucho, sobre todo por el futuro.

_31. Siento que algo está a punto de salir mal.
_32. Me cuesta perdonar a la gente.
_33. Me ofendo fácilmente.
_34. Siento que los fracasos y las malas experiencias en mi vida no fueron mi culpa.
_35. Siento ira y/o rabia justo debajo de la superficie de mi ser.

_36. Siento que la gente me está apurando cuando hablo y/o
explicándome a ellos.
_37. Me he sentido incomprendido la mayor parte de mi vida.
_38. Las personas descontentas e insatisfechas tienden a contarme sus problemas.
_39. Mi deseo sexual y/o mis hábitos alimenticios parecen estar fuera de control.
_40. Duermo más de lo normal y aún me encuentro muy cansado.
_Instrucciones
de calificación de subtotales:
agregue los puntos de cada subtotal. Registre su puntuación en la línea de abajo. Continúe
respondiendo las siguientes preguntas.
_Puntos totales para la Parte
1 Parte 2 — Clave de
puntuación — 0=Nunca
1=Rara vez 2=A veces 3=A menudo 4=Muy a menudo 5=Siempre _1. Disfruto invertir
en las personas y verlas superarme.
_2. Permito que la gente tenga la gloria en las conversaciones.
Ejemplo: una persona dice: "He estado muy ocupado". Yo respondo: "¿Qué has estado
haciendo?" en lugar de decir: "Yo también he estado ocupado".
_3. Me gusta estar rodeado de librepensadores y gente creativa.
_4. Me gusta resolver problemas con la gente pero no para ellos.
_5. Me gusta crear un entorno en el que las personas aprendan a pensar por sí mismas.
_6. Me amo a mí mismo y siento el placer de Dios en mí.

_7. Me siento cómodo con casi todo el mundo.
_8. Tiendo a atraer a personas importantes y exitosas.
_9. Puedo comer en buenos restaurantes, quedarme en lugares agradables y disfrutar de cosas
agradables sin sentirme culpable.
_10. No hago las cosas por imagen sino porque personalmente las valoro.
_11. Disfruto empoderando a la gente más de lo que me gusta tener poder sobre la gente.
_12. Me encanta la diversidad en las personas con las que me relaciono.

Subtotal
Tiendo a elegir personas para mi equipo que tienen otras perspectivas y puntos de vista
diferentes a los míos.
_14. Fácilmente me regocijo en las victorias de otras personas.
_15. Doy cosas a las personas no solo porque las necesitan, sino porque
para honrar a las personas que lo merecen.
_dieciséis. Me motiva la visión que tengo de mi vida.
_17. Soy difícil de ofender.
_18. Sueño con tener un impacto dramático en el mundo.
_19. Espero gustarle a la gente.
_20. Empiezo a hacer contacto con las personas primero en lugar de esperar a que vengan a
mí.
_21. Uno de mis principales propósitos en la vida es ayudar a otras personas a descubrir
y conseguir sus sueños.
_22. Soy un emprendedor.
_23. Saco lo mejor de las personas.
_24. Pienso en mejores formas de hacer las cosas.
_25. Soy bueno escuchando. Miro a la gente a los ojos cuando me hablan.
_26. La alegría a menudo me supera y me sorprendo a mí mismo sonriendo sin que sea obvio.
razón.
_27. La gente tiende a seguirme sin importar lo que esté haciendo.

— 0=Nunca 1=Rara vez 2=A veces 3=A menudo 4=Muy a menudo 5=Siempre _28. Me
gusta recibir cosas bonitas de la gente.
_29. La gente deja de usar malas palabras, deja de quejarse y/o limpia
su acto cuando estoy cerca, incluso si no se lo he requerido.
_30. Paso mucho tiempo pensando y agradeciendo las buenas
cosas que han pasado.
_31. Amo a las personas fácilmente y soy paciente con ellas por naturaleza.
_32. Siento que tengo el control de mis pasiones naturales, como comer, dormir y tener sexo.
_33. Me gusta relajarme y me resulta fácil descansar la mayor parte del tiempo.
_34. Soy consciente del Espíritu Santo y de Jesús hablándome durante todo el día.
_35. Establezco metas para las áreas de mi vida en las que tengo responsabilidad.
_36. Tengo una buena idea de cuáles son mis fortalezas y/o dones, así como también mis
debilidades.
_37. Cuando fracaso, asumo la responsabilidad sin culpar a los demás.
_38. Me encanta estar vivo y espero con ansias el futuro.
_39. Me gusta arriesgarme y experimentar cosas nuevas.
_40. Salgo de mi camino para exponerme a las necesidades de los pobres y ministrar a los
que están quebrantados de corazón y espíritu. Tengo compasión por las personas menos
afortunadas que yo.
Instrucciones de calificación:
sume los puntos de cada subtotal solo en la Parte 2. Graba tu
puntuación en la línea de abajo.
_Puntos totales para la Parte

2 Instrucciones de calificación final:
Complete lo siguiente: Reste la
Parte 1 de su puntaje de la Parte 2. Esta se convierte en su calificación final
puntaje.
Su puntuación puede ser un número negativo.

Puntaje de la Parte 2:_
Puntaje negativo de la
Parte 1:_ Puntaje final:_
Mire el siguiente cuadro
y encuentre el lugar en el gráfico que corresponde correctamente a su puntaje final y márquelo
con una X. Este número es una indicación del atributos de realeza que posee actualmente. Realice
esta prueba nuevamente en unos meses para verificar el progreso que está logrando para alcanzar
su identidad real.
Gráfico
Pobre-200 -175 -150 -125 -100 -75 -50 -25 0 +25 +50 +75 +100 +125
+150 +175 +200 Príncipe
John Maxwell, Desarrollando al líder Dentro de Tú
(Nashville, Tennessee:Thomas Nelson Publishers, 1993), 63.
ESCUELA DE MINISTERIO
SOBRENATURAL BETHEL
La Escuela de Ministerio Sobrenatural Bethel está dedicada a la transformación
mundial a través del avivamiento espiritual. Estamos entrenando y equipando al
Cuerpo de Cristo para llevar el amor de Dios y el poder del Espíritu Santo a los
lugares más oscuros del planeta y establecer fortificaciones del Espíritu Santo, dando
como resultado que el reino de este mundo se convierta en el Reino de nuestro Dios.
BSSM es más que una escuela, es un viaje del Espíritu Santo al reino de lo
imposible, una aventura celestial donde nadie se atreve a viajar sin Dios.
En este refugio de amor, aprenderás a ministrar con poder y a caminar en señales y
prodigios.
La misión de BSSM es equipar y desplegar avivadores que persiguen
apasionadamente la transformación mundial dentro de sus esferas de influencia
dadas por Dios.
Pastor Kris Vallotton - Supervisor principal Pastor Bill Johnson - Presidente Para
obtener más información, visite nuestro sitio web en: www.ibethel.org o llame al
530-246-6000

Las Formas Sobrenaturales de La Realeza - Kris Vallotton

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