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AGRADECIMIENTO
DEDICATORIA
PRÓLOGO
INTRODUCCIÓN
AMIGO LECTOR:
LA LOCURA DE LA CRUZ
EL PODER DE LA CRUZ
LA CRUZ DE CRISTO: LA SOLUCIÓN A LOS PROBLEMAS DEL MUNDO MODERNO
SIN INTIMIDAD NO HAY PODER, NO HAY VICTORIA, NI HAY PROSPERIDAD
TODOS SEREMOS PROBADOS
EL PODER DE LAS CONEXIONES SOBRENATURALES
EL IDEAL DE TODO CRISTIANO: EL CARÁCTER DE CRISTO
LA VISIÓN SE EXTENDIO DE FORMA SOBRENATURAL
HOY ALGUIEN ESTÁ ESPERANDO POR TI
EL PODER DE UN SUEÑO
AGRADECIMIENTO
Cuán grande y Poderoso eres amado Jesús.
Me rescataste, me perdonaste, me limpiaste, me adoptaste como tu hijo y que
gran honra, me convertiste en tu siervo.
Gracias por usar mi vida para escribir una historia más de tu gran amor y tu
poder, para levantar una familia de las cenizas.
Por siempre tuyo.
Apóstol Marcelo Salas.
DEDICATORIA
Todo lo que soy y lo que seré es por tu gracia, tu favor y tu poder, pues Tú
eres el que cambia el corazón del hombre, lo transforma, lo levanta, lo
empodera y engrandece a fin de que el hombre pueda poner en alto tu
nombre.
1 Crónicas 29:11-12 “Tuya es, oh Jehová, la magnificencia y el poder, la
gloria, la victoria y el honor; porque todas las cosas que están en los cielos y
en la tierra son tuyas. Tuyo, oh Jehová, es el reino, y tú eres excelso sobre
todos. Las riquezas y la gloria proceden de ti, y tú dominas sobre todo; en tu
mano está la fuerza y el poder, y en tu mano el hacer grande y el dar poder
a todos”.
PRÓLOGO
Todo lo que necesitamos en esta vida y en la venidera; sea espiritual,
material o emocional; sea poder, liberación, amor, sanidad, finanzas o
cualquier otra cosa, ya fue provisto por Jesús en la cruz. No hay otra fuente
genuina de poder sobrenatural fuera de Él.
Declara el Apóstol Pablo en la Biblia, “Y si Cristo no resucitó, vana es
entonces nuestra predicación, vana es también vuestra fe”. 1 Corintios 15:14
El mensaje de la cruz y la Resurrección de Jesús tiene que ser nuestra
prioridad, porque de lo contrario nada tiene validez ni eficacia. Por bueno que
sea cualquier otro mensaje que se predique en la iglesia o se escriba en un
libro, nada funcionará si no nos apropiamos del poder de la Cruz. Aunque le
parezca locura a algunos, en la cruz hubo un intercambio divino: Jesucristo
llevó todo lo malo que nos pertenecía a nosotros y desató todo lo bueno que
le pertenece a Él.
Este libro, “La Locura de la Cruz”, escrito por mi hijo espiritual, Apóstol
Marcelo Salas de Bolivia, es importante porque trata precisamente esta
verdad. Lo considero un privilegio siempre que uno de mis hijos espirituales
me pide escribir un prólogo, no lo tomo livianamente. Me da alegría ver que
mis hijos espirituales toman de la unción que también está sobre mi vida para
escribir libros, y más aún cuando abordan un tema tan fundamental e
importante.
En “La Locura de la Cruz”, el lector recibirá revelación de Dios y la
impartición de Su Espíritu para apropiarse de la verdad y ver la manifestación
de la realidad: que Jesús nos liberó de la carne, del mundo y del poder y la
autoridad de Satanás, así trayendo salvación, sanidad, liberación, restauración
familiar, prosperidad y mucho más.
Recomiendo este libro a todo lector y le animo a que comparta el mensaje
con otros, ya que es lo único que desata la gracia sobrenatural de Dios sobre
nuestras vidas.
Sólo por medio de la fe en el sacrificio que Jesús ofreció en favor de toda la
humanidad, es que podremos apropiarnos de todos los beneficios de la Cruz y
de la resurrección de Jesús.
Apóstol Guillermo Maldonado
Ministerio Internacional El Rey Jesús
Miami, FL, EEUU.
INTRODUCCIÓN
Los avivamientos tienen cosas en común, por un lado, traen un impacto en
la vida de un hombre, de la iglesia y la sociedad en su conjunto. El mensaje
de la Cruz de Cristo cobra relevancia, la vida consagrada y el hambre por
Dios son evidentes, la gran comisión de ir por los que no conocen a Jesucristo
se convierte en una prioridad máxima después de amar a Dios con todo
nuestro corazón. El poder, los milagros, las sanidades, los prodigios, las
maravillas, se convierten en una señal continua de que hemos dejado que el
Espíritu Santo tome Su lugar en nuestras vidas, familias, iglesias y nuestra
nación.
Mi vida –con un pasado lleno de fracasos, desgracias y vicios– no fue un
impedimento para que Dios me levante de ese estado. Descubrí el poder que
tiene la fe en Jesucristo; una fe que me hizo caminar en contra de toda
probabilidad, venciendo cada obstáculo, oposición, crítica y pronóstico
negativo que se presentaron en el camino. Hoy puedo dar fe que vivo día a
día viendo los propósitos, los anhelos y los sueños de Dios cumplirse en mi
vida.
Él usó mis fracasos y éxitos para levantar e inspirar a hombres y mujeres
que cayeron en desgracia y que fracasaron en la vida .Los desafío a
desarrollar una cultura de responsabilidad, total dependencia hacia Jesucristo
y una actitud de victoria como estilo de vida.
Tengo plena certeza que si tú todavía respiras, es porque Dios te quiere dar
la oportunidad de levantarte por medio de la fe en su hijo Jesucristo. Es
momento para esforzarte y luchar por alcanzar los propósitos y los planes que
Dios siempre tuvo para ti.
AMIGO LECTOR
LA LOCURA DE LA CRUZ se presenta como una experiencia de vida.
Más allá de un libro autobiográfico que narra la historia de mi vida, pretende
ser un espacio de encuentro e intimidad con Dios.
LA LOCURA DE LA CRUZ se ha escrito para narrar la obra que Dios ha
hecho en mi vida y cómo ahora puedo ser un instrumento en Sus manos para
ayudar a tantas personas. Por ello, se convierte en una invitación para que
descubras la misión que tú tienes en esta vida.
Más que un libro, LA LOCURA DE LA CRUZ, tiene como propósito ser
una lectura de inspiración y adoración que te ayude a encontrar el propósito
de Dios para tu vida y te convierta en un hombre, una mujer de fe, en un
soñador y en una persona que trabaja día a día para que esos sueños se hagan
realidad. Acércate al libro con la intención de revisar tu propia vida y ponerla
delante del Señor. Deja que Él te hable y obre en ti a través de estas páginas.
Cada capítulo se compone de tres partes que guiarán tu oración. Al inicio,
conocerás una etapa de mi vida y cómo la mano de Dios ha obrado a través
de todo lo que viví, a continuación, se disponen unos puntos de reflexión. La
Palabra de Dios acompañará cada uno de estos puntos de reflexión para
iluminar tu oración y ayudarte en las circunstancias difíciles de la vida.
Finalmente, una frase de cierre que apela al compromiso personal con Dios,
contigo mismo, tu familia y tu nación.
Tengo certeza que LA LOCURA DE LA CRUZ será una herramienta que te
acercará más a Dios, hará que tus sueños resuciten y se materialicen. Mi
historia de fe te desafiará a creer que todo es posible, a pelear por lo que crees
y a no rendirte jamás.
Ap. Marcelo Salas M.
LA LOCURA DE LA CRUZ
1 Corintios 1:18 “Porque la palabra de la cruz es locura a los que se
pierden; pero a los que se salvan, esto es, a nosotros, es poder de Dios”.
1 Corintios 2:14 “Pero el hombre natural no percibe las cosas que son del
Espíritu de Dios, porque para él son locura, y no las puede entender,
porque se han de discernir espiritualmente”.
La crucifixión como método de ejecución fue la forma más deshonrosa y
humillante para que el Mesías, el Hijo de Dios, pueda terminar su vida de esa
forma. Contradecía la expectativa que judíos, griegos y gentiles tenían del
Mesías; ya que para los judíos el Mesías era una especie de poderoso
caudillo militar que los libraría de la opresión Romana. En lugar de ello, el
evangelio les ofrecía un Salvador, clavado en una cruz de vergüenza, que no
reflejaba fuerza, poder político ni autoridad. Por otro lado, para los griegos,
Cristo crucificado era una locura. No podían comprender cómo alguien que
había muerto en tales condiciones podría resolver sus problemas, ya que ellos
buscaban en la filosofía o en la sabiduría humana la respuesta a todos los
problemas del ser humano. Era imposible para ellos reconocer que el ser
humano era limitado y que necesitaba de un redentor. Por último, para los
gentiles no había forma de entender cómo la muerte de un hombre podía
salvar a la humanidad. Era una locura.
1 Corintios 1:23-24 “Pero nosotros predicamos a Cristo crucificado, para
los judíos ciertamente tropezadero, y para los gentiles locura; más para
los llamados, así judíos como griegos, Cristo poder de Dios, y sabiduría
de Dios”.
Dios se deleita en cumplir sus propósitos en formas que parecen insensatas a
los ojos de los hombres, utilizando métodos que los sabios de este mundo
ridiculizan, porque es una salvación que ellos no la pueden proporcionar por
sus propios medios o sabiduría. Sin embargo Dios había establecido que
nadie pueda llegar a conocerle por medio de la sabiduría humana. El camino
para conocer a Dios se sustenta por la revelación divina y por el Espíritu
Santo de Dios.
La revelación de la justicia de Dios para el hombre, como su juicio, victoria,
gloria, resurrección, promesas, recompensas, glorificación y gracia no es algo
que se pueda entender solo con la mente. La fuente de la revelación es Dios,
Cristo y el Espíritu Santo.
Deuteronomio 29:29 “Las cosas secretas pertenecen a Jehová nuestro
Dios; más las reveladas son para nosotros y para nuestros hijos para
siempre, para que cumplamos todas las palabras de esta ley”.
Lucas 10:22 “Todas las cosas me fueron entregadas por mi Padre; y
nadie conoce quién es el Hijo sino el Padre; ni quién es el Padre, sino el
Hijo, y aquel a quien el Hijo lo quiera revelar”.
TESTIMONIOS DE EXPERIENCIAS
SOBRENATURALES
1 Corintios 1:28 “y lo vil del mundo y lo menospreciado escogió Dios, y
lo que no es, para deshacer lo que es”.
Su llegada al centro de rehabilitación Operación Rescate fue una de las más
recordadas tanto por mí, como por aquellos que sirven de obreros en el
centro. Llegó con tacones, mini falda, pestañas postizas, peluca y uñas largas,
pero su nombre era Francisco. No había visto un caso tan extremo como el de
él. No solo llevaba una vida homosexual de más de 10 años, sino que también
se prostituía en las calles y tenía fuertes problemas de adicción a las drogas.
Pero Dios cambió su corazón. Su primera experiencia con Jesús le marcó la
vida para siempre convirtiéndolo no solo en un gran siervo y pastor, sino en
un gran guerrero e intercesor, con el don de liberar a otros. Ahora Francisco
está casado con la Pra. Emily, una gran mujer de Dios e hija espiritual. Son
directores del centro de rehabilitación “Operación Rescate Niños” y juntos
sirven a mi lado en la obra del Señor.
Marco Suarez era un niño, como quien dice, fracasado. En su
desconocimiento del Señor no tenía sueños, ni las más mínimas aspiraciones
de ser alguien en la vida. Era burlado y rechazado por sus compañeros de
curso ya que en su etapa escolar era el peor alumno. Provenía de una familia
con pocos recursos económicos y sentía que su vida en esta tierra carecía de
sentido. Hasta que conoció a Jesús quien le dio un giro a la historia. Un mes
antes de salir profesional de su carrera universitaria, Marco estaba firmado un
contrato de trabajo en Brasil con una de las empresas multinacionales más
grandes del mundo. A medida que Dios se fue revelando a él en todas las
áreas de su vida, todo fue cambiando. En su primer año de trabajo lo
ascendieron cinco veces, aumentándole cinco veces el sueldo inicial y
convirtiéndose en el profesional mejor pagado de su curso. Dios le ha dado
las mejores posiciones en las mejores empresas petroleras a nivel mundial y
él las ha utilizado como plataforma para predicar el evangelio en más de
cinco países y en tres diferentes lenguas: español, inglés y portugués. Marco
no solo se convirtió en un gran ingeniero petrolero, sino también en un
pastor, en un ministro del evangelio. ¡Gloria a Dios! ¡Él es un Dios de cosas
grandes!
Daniel y Dánica son un matrimonio que ha experimentado de forma
sobrenatural la restauración. El sentía que su vida carecía de sentido y
propósito. Estaba divorciado, era un padre ausente, no tenía trabajo y encima
era de mala influencia para quien se le acercaba. Ella, por su parte, sufría de
una fuerte depresión. Quedó huérfana a los tres años y estaba atravesando por
el fallecimiento de quien la acompañó durante muchos años. Cuando Daniel
conoció a Jesús y el proceso de sanidad interior se hizo una realidad en él,
comenzó a influenciar en la vida de su ex esposa, Dánica. Ella creció en una
familia bastante religiosa y tradicional, lo cual le impedía creer que Jesús
podía hacer algo con ella. Ante la presión de Daniel de no pasarle pensión
para sus hijas si no iba a la iglesia, Dánica comenzó a asistir. Fue cuando
Jesús la tocó y quebrantó su corazón. Daniel le pidió perdón y comenzó el
proceso de restauración. Luego de haber estado cuatro años divorciados, se
volvieron a casar. Hoy son una familia de siervos, cada uno ejerciendo el
ministerio que Dios le dio, son grandes profesionales en el campo de la
ingeniería comercial y en la psicopedagogía y aprendieron que de no haber
entendido el principio de obediencia y haberlo puesto a Él en primer lugar,
los planes de Dios para ellos no se hubieran cumplido. Gloria a Dios. ¡Él es
maravilloso!
Una mujer no creyente vino a dejar a sus familiares a la iglesia. Ella estaba
en su auto, ya que no quiso entrar al servicio. Cuando de repente el Espíritu
Santo empezó a liberar su vida, los demonios empezaron a manifestarse a tal
punto que los guardias de la iglesia la metieron alzada para que los pastores e
intercesores la asistan. La Gloria de Dios liberando. ¡Fue sobrenatural!
Otra de las experiencias sobrenaturales del poder sanador de Dios es el de
una mujer que estaba oprimida por un espíritu de depresión y ansiedad; a tal
punto que tenía la mitad de su cara paralizada. Los médicos no encontraban la
causa de la parálisis. Una noche ella encendió la radio y estaba saliendo al
aire nuestro programa “Palabras de Vida”. Ella escuchó el mensaje y al final,
en el momento de la oración por sanidad y liberación, el Espíritu Santo la
liberó. La parálisis se fue, los ataques de ansiedad desaparecieron. En ese
mismo momento empezó a sentir paz en su corazón. Ese fin de semana llegó
a la iglesia y testificó todo lo que Dios había hecho a través de la radio.
¡Gloria a Dios!
Tú no te imaginas la cantidad de personas que están siendo oprimidas por el
diablo, que están desesperados y están esperando por ti, están esperando
escuchar el mensaje de la cruz y el poderoso testimonio que tienes.
• Amigo lector, no te resignes a vivir una vida de derrota, vergüenza,
sentimientos de culpa por tus malas decisiones, fracasos y miserias. Dios
tiene algo mejor para ti. Búscalo.
Salmo 121:1-2 “Alzaré mis ojos a los montes; ¿De dónde vendrá mi
socorro? Mi socorro viene de Jehová, que hizo los cielos y la tierra”.
• Tú puedes aprender de tus errores, fracasos, pecados y ser más fuerte; o
vivir lamentándote por lo sufrido. Si decides aprender, esas experiencias se
convertirán en grandes enseñanzas de vida y te enfocarás en todas las cosas
nuevas que Dios empezará a hacer en ti.
• Tu perspectiva cambiará, empezarás a esperar cosas mejores de Dios y en
vez de poner la mirada en los problemas –que por cierto siempre los tendrás–,
estarás enfocado en las promesas y en Sus propósitos.
Isaías 55:9 “Como son más altos los cielos que la tierra, así son mis
caminos más altos que vuestros caminos, y mis pensamientos más que
vuestros pensamientos”.
1 Pedro 1:3 “Bendito el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo, que
según su grande misericordia nos hizo renacer para una esperanza viva,
por la resurrección de Jesucristo de los muertos”.
• Con el tiempo te darás cuenta que todo tenía un propósito. Dios usará todo
aquello que no tenía sentido en tu vida y verás como Dios estaba
preparándote para algo grande.
Romanos 8:28 “Y sabemos que a los que aman a Dios, todas las cosas les
ayudan a bien, esto es, a los que conforme a su propósito son llamados”.
SIN INTIMIDAD NO HAY PODER,
NO HAY VICTORIA, NI HAY
PROSPERIDAD
1 Crónicas 16:11-12 “Buscad a Jehová y su poder; Buscad su rostro
continuamente. Haced memoria de las maravillas que ha hecho, de sus
prodigios, y de los juicios de su boca”.
1 Crónicas 29:11-12 “Tuya es, oh Jehová, la magnificencia y el poder, la
gloria, la victoria y el honor; porque todas las cosas que están en los
cielos y en la tierra son tuyas. Tuyo, oh Jehová, es el reino, y tú eres
excelso sobre todos. Las riquezas y la gloria proceden de ti, y tú dominas
sobre todo; en tu mano está la fuerza y el poder, y en tu mano el hacer
grande y el dar poder a todos”.
¿Ahora lo entiendes? La ayuda, el socorro, la provisión, el milagro y la
mano poderosa de Dios interviniendo en tu vida o circunstancia se harán
realidad cuando tengas un genuino anhelo y deseo de comunión con Dios.
Bien lo describe el rey David en el Salmos 42:1 usando la metáfora del ciervo
que camina en tierra seca buscando con ansias y desesperación las corrientes
de las aguas que tanto necesita para no morir de sed. Nuestra sed por Dios es
lo único que puede desatar Su presencia.
Uno de los grandes errores que a menudo se comete es tratar de sustituir la
intimidad con Dios por otras actividades. Nada puede sustituir tu tiempo de
comunión, ya que es allí donde Dios perfecciona la obra en tu vida y añade
sabiduría y discernimiento para adorarlo. Es ahí donde fluye la unción, el
poder y los dones (que es lo que te convierte en un cristiano competente) para
manifestar la gloria de Dios en tu vida; y si eres un ministro de Dios, en tu
ministerio.
Necesitamos buscar a Dios con todas nuestras fuerzas y todo nuestro
corazón, eso hará que nos mantengamos enfocados en la agenda de Dios.
Nadie tendrá que decirnos qué hacer ni recordar nuestras prioridades, nadie
tendrá que decirnos que estamos en una guerra sin tregua, que las batallas se
ganan de rodillas. Nadie tendrá que decirnos que sin intimidad no hay poder,
ni exhortarnos para decirnos que no debemos tener alianzas con el mundo, la
carne y el diablo. Nadie tendrá que decirnos que si no tenemos comunión y
dirección del Espíritu Santo, no habrá dominio propio, obediencia a la
Palabra, fe, seguridad, amor por el prójimo. Nadie tendrá que decirnos que la
primera iglesia, colegio, universidad y gobierno están en casa. Nadie tendrá
que decirnos que somos la luz del mundo y que recordemos que debemos
tomar aquellas causas sociales de sectores donde viven las personas más
empobrecidas y muchos que han caído en desgracia.
Mientras haya más dependencia hacia Dios, habrá más interdependencia
entre los miembros de la familia, iglesia, sociedad, estado y gobierno y una
total dependencia hacia Dios para asumir la responsabilidad de mis
decisiones y actos.
Cuando Jesús es el centro de nuestras vidas y hemos llegado a amarlo con
toda nuestra mente, fuerzas y corazón, todos nuestros pensamientos, deseos y
motivaciones están influenciadas por Él. No ha habido, no lo hay, ni habrá
hombre, líder, gobierno que pueda cambiar la realidad de una nación.
Mientras Jesús no sea entronado en los corazones de los individuos, se tenga
conciencia de la nueva naturaleza que hemos recibido al nacer de nuevo, la
decisión intencional de vivir conforme a Su Palabra, la responsabilidad que
tenemos todos en la reconstrucción de una nueva nación, asumiendo cada uno
el rol y el grado de responsabilidad que le corresponde; no podremos trabajar
en unidad como un solo hombre por el bien de nuestra nación.
El no tener como prioridad una relación íntima con Dios te expone al
letargo, entorpece tu percepción hacia el anhelo y la pasión que debes tener
por Dios, comienzas a darle prioridad a cosas que no son relevantes y el
enemigo termina logrando su objetivo. El no tener como prioridad una
relación íntima con Dios te convierte en un cristiano inoperante y es a partir
de ese momento que empiezas a perder todas tus batallas. No solo dejas de
percibir la necesidad de Dios, sino que pierdes de vista el estado en que se
encuentra tu corazón, tu matrimonio, tus hijos, tu ministerio y mucho peor tu
sociedad. Dejas de estar enfocado en Dios, en la visión, en la misión, en Sus
propósitos y en Sus promesas.
Jeremías 29:13 “Y me buscaréis y me hallaréis, porque me buscaréis de
todo vuestro corazón”.
2 Corintios 10:3-5 “Pues aunque andamos en la carne, no militamos
según la carne; porque las armas de nuestra milicia no son carnales, sino
poderosas en Dios para la destrucción de fortalezas, derribando
argumentos y toda altivez que se levanta contra el conocimiento de Dios,
y llevando cautivo todo pensamiento a la obediencia a Cristo”.
TESTIMONIOS DE EXPERIENCIAS
SOBRENATURALES
Iván Ibarbe era un joven adicto a las drogas. Un día, su madre recibió un
folleto de uno de los evangelistas que predicaban la Palabra de Dios en un
mercado de la ciudad. Ese folleto cambió su vida para siempre. La hermana
Beatriz convenció a su hijo de ir y hacer un programa de rehabilitación en el
centro Operación Rescate. Hoy Iván no solo es un rehabilitado de las drogas,
sino que ha obtenido grandes logros en el deporte. Pasó de ser un joven sin
sueños, aspiraciones, sin metas y sin un propósito en su vida, a ser campeón
sudamericano de Kick-Boxing y un gran siervo de Dios.
Una joven que vivía en la ciudad de Beni tenía úlceras en el cuello uterino.
Una noche vio el programa de sanidad y milagros en la televisión; eso activó
su fe y le pidió a Dios que la sanara. Al otro día compró un pasaje para venir
hasta la iglesia que queda en la ciudad de Santa Cruz. El día que llegó, al
finalizar el servicio del domingo, subió para que ore por sanidad y el lunes
cuando fue a sacarse los análisis, el médico quedó sorprendido porque la
úlcera que tenía había desaparecido por completo. ¡Dios la sanó!
Cuando tú siembras para que el evangelio se extienda, estás siendo parte de
la transformación de muchas vidas y familias que necesitan escuchar el
mensaje poderoso de la cruz.
Cuán práctica hizo la fe el Señor Jesús cuando dijo:
Mateo 25:34-46 “Entonces el Rey dirá a los de su derecha: Venid,
benditos de mi Padre, heredad el reino preparado para vosotros desde la
fundación del mundo. Porque tuve hambre, y me disteis de comer; tuve
sed, y me disteis de beber; fui forastero, y me recogisteis; estuve desnudo,
y me cubristeis; enfermo, y me visitasteis; en la cárcel, y vinisteis a mí.
Entonces los justos le responderán diciendo: Señor, ¿cuándo te vimos
hambriento, y te sustentamos, o sediento, y te dimos de beber? ¿Y cuándo
te vimos forastero, y te recogimos, o desnudo, y te cubrimos? ¿O cuándo
te vimos enfermo, o en la cárcel, y vinimos a ti? Y respondiendo el Rey,
les dirá: De cierto os digo que en cuanto lo hicisteis a uno de estos mis
hermanos más pequeños, a mí lo hicisteis. Entonces dirá también a los de
la izquierda: Apartaos de mí, malditos, al fuego eterno preparado para el
diablo y sus ángeles. Porque tuve hambre, y no me disteis de comer; tuve
sed, y no me disteis de beber; fui forastero, y no me recogisteis; estuve
desnudo, y no me cubristeis; enfermo, y en la cárcel, y no me visitasteis.
Entonces también ellos le responderán diciendo: Señor, ¿cuándo te vimos
hambriento, sediento, forastero, desnudo, enfermo, o en la cárcel, y no te
servimos? Entonces les responderá diciendo: De cierto os digo que en
cuanto no lo hicisteis a uno de estos más pequeños, tampoco a mí lo
hicisteis. E irán éstos al castigo eterno, y los justos a la vida eterna”.
Dios te da recursos para que los disfrutes, pero también para establecer el
Reino de Dios. Todo lo que tú haces con esos recursos (ayudar a los
necesitados, darle de comer al hambriento, dar tus ofrendas y diezmos) es
necesario y es un acto de obediencia y de adoración, y eso mantendrá la
puerta abierta para que esa bendición no deje de fluir tanto para ti como para
los demás.
Malaquías 3:8-12 “¿Robará el hombre a Dios? Pues vosotros me habéis
robado. Y dijisteis: ¿En qué te hemos robado? En vuestros diezmos y
ofrendas. Malditos sois con maldición, porque vosotros, la nación toda,
me habéis robado. Traed todos los diezmos al alfolí y haya alimento en
mi casa; y probadme ahora en esto, dice Jehová de los ejércitos, si no os
abriré las ventanas de los cielos, y derramaré sobre vosotros bendición
hasta que sobreabunde. Reprenderé también por vosotros al devorador, y
no os destruirá el fruto de la tierra, ni vuestra vid en el campo será estéril,
dice Jehová de los ejércitos. Y todas las naciones os dirán
bienaventurados; porque seréis tierra deseable, dice Jehová de los
ejércitos”.
Muchas iglesias están llenas de creyentes ingratos. No practican este
principio de obediencia, por lo tanto, no ven la respuesta de Dios en el área
financiera y quedan vulnerables a cualquier ataque del enemigo. Esto lo
podemos ver reflejado en la Palabra, cuando el pueblo de Dios, en el tiempo
de Hageo, tenía muchas dificultades en el área de las finanzas.
Hageo 1:6-9 “Sembráis mucho, y recogéis poco; coméis, y no os saciáis;
bebéis, y no quedáis satisfechos; os vestís, y no os calentáis; y el que
trabaja a jornal recibe su jornal en saco roto. Buscáis mucho, y halláis
poco; y encerráis en casa, y yo lo disiparé en un soplo. ¿Por qué? dice
Jehová de los ejércitos. Por cuanto mi casa está desierta, y cada uno de
vosotros corre a su propia casa”.
La generosidad incrementa la bendición y el favor de Dios. Esto no es otra
cosa que la ley de la siembra y la cosecha. Si usted es compasivo, generoso y
misericordioso, eso cosechará. El hacer lo contrario y esperar que Dios lo
bendiga es una necedad.
2 corintios 9:8-9 “Y poderoso es Dios para hacer que abunde en
vosotros toda gracia, a fin de que, teniendo siempre en todas las cosas
todo lo suficiente, abundéis para toda buena obra; como está escrito:
Repartió, dio a los pobres; Su justicia permanece para siempre”.
Al comienzo del ministerio Tiempo de Cambio, Dios nos desafió a ser
misericordiosos y tomar una de las muchas causas sociales que hay en
nuestra nación y en el mundo entero, ser parte de la solución a las adicciones
a las drogas que viven miles de bolivianos. No teníamos recursos, estábamos
todavía llevando adelante los servicios en un lugar pequeño con capacidad
para 25o personas. Había mucha carencia y necesidad, pero cuando Dios
puso en nuestro corazón poner un Centro de Rehabilitación para usuarios de
drogas y nos pusimos en campaña, nunca faltó un centavo para terminar de
construirlo. Hoy tenemos cinco centros de rehabilitación: para niños y niñas,
jóvenes, hombres, mujeres y una casa de reinserción social; Además nos
encontramos en campaña para levantar un comedor para indigentes. El
ministerio de misiones todas las semanas lleva ropa y víveres que trae la
iglesia para asistir a los más pobres que viven en nuestra amada Bolivia.
Construimos viviendas para las familias que viven en casas de cartón, madera
y calamina. Quizás ustedes se preguntarán ¿Cómo lo hacen? Es el poder de
la generosidad y el amor por los más necesitados. Muchos cristianos no han
experimentado ese nivel de favor porque no son fieles con Dios ni generosos
con los más necesitados.
Esta es la única forma de entrar en la dimensión de la multiplicación. Al
contrario, la avaricia e indiferencia detendrá siempre el fluir de la bendición.
Lucas 6:38 “Dad, y se os dará; medida buena, apretada, remecida y
rebosando darán en vuestro regazo; porque con la misma medida con que
medís, os volverán a medir”.
• El amor y la pasión por Dios, la fe, la obediencia, la fidelidad y el estar
disponible es la clave del éxito para llevar a cabo la visión que Dios te ha
encomendado.
• Cuando eres consciente que tienes al Todopoderoso como un tesoro en
vasos de barro, te sientes capaz de hacer lo que Dios te ha encomendado.
Como bien dijo el apóstol Pablo:
Corintios 4:7 “Pero tenemos este tesoro en vasos de barro, para que la
excelencia del poder sea de Dios, y no de nosotros”.
• El conocimiento y revelación que tienes de Dios determina la forma como
respondes al llamado, a un desafío, la forma como percibes la realidad, como
enfrentas los problemas y la forma como vives. Cuando tienes mayor
conciencia de Dios y menos conciencia de tus limitaciones, las órdenes que
Dios te da se vuelven más fáciles, posibles y probables para realizar. De lo
contrario, será imposible obedecer a Dios y tener éxito en todo lo que
emprendas. Bien lo decía en sus propias palabras el rey David:
Salmos 16:8 “A Jehová he puesto siempre delante de mí; Porque está a
mi diestra, no seré conmovido”.
• La fuerza y valentía para hacer lo que Dios te ha dicho que hagas fluye
directamente de tu relación y del amor que le tienes, de saber que Él está
contigo.
• El éxito es un tema de fe y obediencia radical. Mientras más fe y más
obediencia, más vida sobrenatural y más victoria.
Mateo 28:20 “Enseñándoles que guarden todas las cosas que os he
mandado; y he aquí yo estoy con vosotros todos los días, hasta el fin del
mundo. Amén”.
Josué 1:5-9 “Nadie te podrá hacer frente en todos los días de tu vida;
como estuve con Moisés, estaré contigo; no te dejaré, ni te desampararé.
Esfuérzate y sé valiente; porque tú repartirás a este pueblo por heredad la
tierra de la cual juré a sus padres que la daría a ellos. Solamente
esfuérzate y sé muy valiente, para cuidar de hacer conforme a toda la ley
que mi siervo Moisés te mandó; no te apartes de ella ni a diestra ni a
siniestra, para que seas prosperado en todas las cosas que emprendas.
Nunca se apartará de tu boca este libro de la ley, sino que de día y de
noche meditarás en él, para que guardes y hagas conforme a todo lo que
en él está escrito; porque entonces harás prosperar tu camino, y todo te
saldrá bien. Mira que te mando que te esfuerces y seas valiente; no temas
ni desmayes, porque Jehová tu Dios estará contigo en dondequiera que
vayas”.
• Una estrategia que Dios te da es meditar de día y de noche en Su palabra y
Él te dará la victoria. Tu corazón tiene que estar lleno de la Palabra, de Sus
hechos y testimonios y no de las mentiras, especulaciones y argumentos
altivos que se levantan contra el conocimiento de Dios para mantenerte
bloqueado, amedrentado, confundido y debilitado.
• Desde la perspectiva de Dios, la amenaza externa para el éxito no existe.
La verdadera amenaza es la realidad interna de tu corazón. Dios dijo:
Salmos 95:10 “Cuarenta años estuve disgustado con la nación, y dije:
Pueblo es que divaga de corazón, y no han conocido mis caminos”.
• Ese deambular de Su pueblo era un reflejo de lo que había en su corazón y
la realidad interior se convirtió en su realidad externa. ¡Qué tragedia! No
solo sufrieron las consecuencias de su tibieza, cobardía y su pasividad sino
que en vez de dejar un legado, transfirieron a las generaciones que le
siguieron la misma maldición.
Jueces 2: 11-13 “Después los hijos de Israel hicieron lo malo ante los
ojos de Jehová, y sirvieron a los baales. Dejaron a Jehová el Dios de sus
padres, que los había sacado de la tierra de Egipto, y se fueron tras otros
dioses, los dioses de los pueblos que estaban en sus alrededores, a los
cuales adoraron; y provocaron la ira a Jehová. Y dejaron a Jehová, y
adoraron a Baal y a Astarot”.
TODOS SEREMOS PROBADOS
DE LA FE A LA UNCION, DE LA UNCION A LA
GLORIA
Un domingo antes de salir a predicar, le dije a Dios en oración: “Señor
quiero ver tu Gloria en este servicio, que cuando las personas entren a la
iglesia reciban su milagro”. Ese día salí a predicar con grandes expectativas
en Dios, estaba convencido que Él me iba a sorprender. Recuerdo que subí al
pulpito y Dios me mostró que una persona, al entrar a la iglesia, había
recibido sanidad. Así que antes de empezar a predicar dije: “Aquí hay una
persona que recibió sanidad cuando entró a la iglesia”. Un hombre se levantó
y dijo: “Yo pastor”. Subió al púlpito y dio testimonio que cuando ingresó a la
iglesia recibió sanidad en su brazo. El hombre no podía mover su brazo a
causa de un accidente que había tenido. Hacía meses que estaba con el brazo
inmovilizado. Él contó sorprendido, que cuando llegó a la iglesia sintió un
fuego que estremeció su cuerpo por completo y en ese mismo instante
empezó a mover su brazo. ¡Gloria a Dios!
Esa es la Gloria, cuando Dios empieza a moverse sin que tú intervengas.
¡Qué Maravilloso!
Después de que ese hombre contó su testimonio, empezaron a subir
personas a testificar que en medio de la alabanza, mientras adoraban, habían
recibido sanidad.
Lo sobrenatural se convirtió en una realidad, tanto en mi vida como en el
ministerio. La iglesia empezó a extenderse, y cada vez llegaban más personas
por los testimonios de sanidad y milagros.
TESTIMONIOS DE EXPERIENCIAS
SOBRENATURALES
Una mujer testificó que había llegado a la iglesia con un fuerte dolor en el
nervio ciático. No podía agacharse ya que el dolor era muy fuerte. Cuando
ella estaba con las manos levantadas, sintió que alguien había tocado su
columna y en ese momento se fue el dolor por completo. Ese alguien era el
Espíritu Santo que estaba sanando y moviéndose como Él quería.
Una mañana una joven llegó a la iglesia desesperada en busca de oración.
Ella estaba embarazada, los médicos le habían dicho que el bebé había
muerto en su vientre y que necesitaban operarla. Ella creyó que Dios podía
resucitar a su bebé. Oré por ella declarando un espíritu de resurrección y al
cabo de nueve meses esta mujer volvió a la iglesia con la bebé viva en
brazos. El poder de Dios resucitando muertos. Los médicos no se podían
explicar lo que había sucedido y le decían: “realmente es un milagro de
Dios”.
La Gloria de Dios también empezó a manifestarse en las cruzadas
evangelísticas que realizamos. Esta vez el escenario no era la iglesia.
Estábamos en una cancha en la localidad de Yacuiba y había centenares de
almas reunidas para escuchar la Palabra de Dios y recibir su milagro. Lo
impresionante fue que el Espíritu Santo empezó a moverse cuando las
personas estaban llegando al lugar y aún no había comenzado el tiempo de
alabanzas. Cuando una mujer entró a la cancha, los demonios empezaron a
manifestarse y la mujer quedó liberada. ¡Esa noche fue sobrenatural!
Recuerdo que en uno de los primeros viajes misioneros que realizamos,
fuimos con un equipo de pastores, evangelistas e intercesores a San Ignacio
de Velasco, una localidad que queda a cinco horas de la ciudad de Santa
Cruz. Es un lugar donde predomina la religiosidad y la idolatría. Cuando
estaba en la tarima sentí una fuerte oposición. En medio de la predicación, un
grupo de religiosos pasaron en una procesión con una estatua en el hombro.
En ese momento me llené de denuedo y continué predicando la Palabra. Sin
necesidad de orar la gloria de Dios se empezó a manifestar de una forma
sobrenatural. Se desató una ola de milagros, fue algo espectacular. Una
mujer que hacía años estaba en una silla de ruedas sin poder caminar, se
levantó, y en ese momento la atmósfera cambió por completo. La gente
estaba quebrantada recibiendo a Jesús en sus corazones. Al otro día en toda la
localidad se escuchaba el rumor que la paralítica del pueblo había sido sanada
por Jesús. ¡Gloria a Dios!
• Cuán importantes y valiosas son las relaciones con hombres temerosos de
Dios, hombres de la Palabra y ungidos. Este vínculo nos hace más fuertes,
nos inspira y desafía de forma permanente a no perder de vista la visión que
el Señor nos ha encomendado. Recordemos que el Señor levanta a estos
hombres y les da ministerios y dones con un propósito: edificar vidas,
familias y su iglesia.
• Ningún hombre puede ser de tanta bendición, transmitir vida, hacer
milagros, sanidades, liberación, ser un instrumento para restaurar tantas vidas
y familias, a menos que Dios camine con él y Él se lo permita y lo confirme.
• Necesitas unirte a hombres visionarios, soñadores, competentes, capaces,
idóneos, equipados y empoderados con el Espíritu Santo. Entonces, te
sentirás desafiado a vivir en esa atmósfera sobrenatural, tu vida y ministerio
explosionarán.
• La iglesia, mediante los ministerios que da el Señor Jesucristo, está
comisionada para establecer el Reino de Dios por medio de la predicación del
Evangelio. Cuán importante es la unidad y el trabajo que todos debemos
realizar unidos como un solo cuerpo. Todos interactuando unos con otros,
fortaleciéndonos y edificándonos con los diferentes dones y ministerios que
Dios ha dado a la iglesia.
• Debemos enfocarnos en cumplir la agenda de Dios y no la nuestra. La
visión de una iglesia alejada de Dios promueve el individualismo, la
rivalidad, la competencia y la división.
1 Corintios 12:12 “Porque así como el cuerpo es uno, y tiene muchos
miembros, pero todos los miembros del cuerpo, siendo muchos, son un
solo cuerpo, así también Cristo (...) Además, el cuerpo no es un solo
miembro, sino muchos (...) Mas ahora Dios ha colocado los miembros
cada uno de ellos en el cuerpo, como él quiso (...) para que no haya
desavenencia en el cuerpo, sino que los miembros todos se preocupen los
unos por los otros”.
• El Señor estableció el ministerio quíntuple para cumplir propósitos
específicos:
1. Perfeccionar a los santos para la obra del ministerio:
Efesios 4:11-13 “Y él mismo constituyó a unos, apóstoles; a otros,
profetas; a otros, evangelistas; a otros, pastores y maestros, a fin de
perfeccionar a los santos para la obra del ministerio, para la edificación
del cuerpo de Cristo, hasta que todos lleguemos a la unidad de la fe y del
conocimiento del Hijo de Dios, a un varón perfecto, a la medida de la
estatura de la plenitud de Cristo”.
2. Edificar a la iglesia:
1 Corintios 14:12-26 “Así también vosotros; pues que anheláis dones
espirituales, procurad abundar en ellos para edificación de la iglesia. ¿Qué
hay, pues, hermanos? Cuando os reunís, cada uno de vosotros tiene
salmo, tiene doctrina, tiene lengua, tiene revelación, tiene interpretación.
Hágase todo para edificación”.
1 Corintios 12:4-11 “Ahora bien, hay diversidad de dones, pero el
Espíritu es el mismo. Y hay diversidad de ministerios, pero el Señor es
el mismo. Y hay diversidad de operaciones, pero Dios, que hace todas
las cosas en todos, es el mismo. Pero a cada uno le es dada la
manifestación del Espíritu para provecho. Porque a éste es dada por el
Espíritu palabra de sabiduría; a otro, palabra de ciencia según el mismo
Espíritu; a otro, fe por el mismo Espíritu; y a otro, dones de sanidades
por el mismo Espíritu. A otro, el hacer milagros; a otro, profecía; a
otro, discernimiento de espíritus; a otro, diversos géneros de lenguas; y
a otro, interpretación de lenguas. Pero todas estas cosas las hace uno y
el mismo Espíritu, repartiendo a cada uno en particular como él
quiere”.
3. Predicar el Evangelio del Reino en todo el mundo:
Mateo 24:14 “Y será predicado este Evangelio del Reino en todo el
mundo, para testimonio a todas las naciones; y entonces vendrá el fin”.
Marcos 16:15-20 “Y les dijo: Id por todo el mundo y predicad el
Evangelio a toda criatura. El que creyere y fuere bautizado, será salvo;
más el que no creyere, será condenado. Y estas señales seguirán a los que
creen: En mi nombre echarán fuera demonios; hablarán nuevas lenguas;
tomarán en las manos serpientes, y si bebieren cosa mortífera, no les hará
daño; sobre los enfermos pondrán sus manos, y sanarán. Y el Señor,
después que les habló, fue recibido arriba en el cielo, y se sentó a la
diestra de Dios. Y ellos, saliendo, predicaron en todas partes, ayudándoles
el Señor y confirmando la palabra con las señales que la seguían. Amén”.
Daniel 12:3 “Los entendidos resplandecerán como el resplandor del
firmamento; y los que enseñan la justicia a la multitud, como las estrellas
a perpetua eternidad”.
EL IDEAL DE TODO CRISTIANO:
EL CARÁCTER DE CRISTO
Al apóstol Alex Baldomar lo considero el segundo padre espiritual que tuve,
un hombre fiel a sus convicciones y determinado a la hora de cumplir los
propósitos que Dios le mandó. El Apóstol Alex era una persona que me
impulsaba a cada paso, me desafiaba a superarme, a aceptar los desafíos que
Dios me presentaba en el camino. Nada lo detenía. En los últimos días de su
vida, con una salud deteriorada y pese a las recomendaciones médicas para
que reposara (debido a una operación en el corazón) acudía a las misiones
con un respirador portátil que él mismo fabricó. Este hombre murió sirviendo
al Señor.
De él conocí el ministerio quíntuple, pero ahora gracias a los libros del
apóstol Guillermo Maldonado, “Cómo Caminar en el Poder Sobrenatural de
Dios” y “La Gloria de Dios”, lo veía en su máxima expresión; con poder,
milagros, prodigios y maravillas. Mediante la lectura de estos libros, el
apóstol Guillermo me desafió a moverme en otra dimensión y despertó una
mayor pasión por la presencia de Dios. Transformó el ministerio que Dios me
había dado, llevándolo a una dimensión de poder que yo desconocía.
Dios confirmó la activación del ministerio quíntuple en mi vida a través del
Apóstol Alex Baldomar y el Apóstol Francisco Ucedo, de la plataforma
apostólica del Paraguay, quienes me visitaron en un aniversario de la Iglesia
Tiempo de Cambio. Al ver las manifestaciones del poder de Dios, el
avivamiento que había en la ciudad, la forma como se estaba estableciendo el
Reino de Dios en provincias, departamentos y las señales que me
respaldaban, recibieron confirmación para ungirme como apóstol.
• La obra misionera.
• La integridad de mi carácter.
• Las cosas que Dios había logrado hacer en 6 años.
• El departamento de justicia social.
• Centros de Rehabilitación.
• Evangelismo las 24 hrs.
• Difusión del Evangelio en radio y televisión, fruto de la fidelidad y la
santidad que caracterizan el ministerio que Dios me ha dado.
• Los milagros, sanidades, maravillas y señales fueron razones para que
Dios me diera este ministerio.
Efesios 4:11-15 “Y él mismo constituyó a unos, apóstoles; a otros,
profetas; a otros, evangelistas; a otros, pastores y maestros, a fin de
perfeccionar a los santos para la obra del ministerio, para la edificación
del cuerpo de Cristo, hasta que todos lleguemos a la unidad de la fe y del
conocimiento del Hijo de Dios, a un varón perfecto, a la medida de la
estatura de la plenitud de Cristo; para que ya no seamos niños fluctuantes,
llevados por doquiera de todo viento de doctrina, por estratagema de
hombres que para engañar emplean con astucia las artimañas del error,
sino que siguiendo la verdad en amor, crezcamos en todo en aquel que es
la cabeza, esto es, Cristo”.
TESTIMONIOS DE EXPERIENCIAS
SOBRENATURALES
Pr. Jorge Castedo:
Conocí a Jorge en una sala de terapia intensiva hace casi siete años. Estaba
gravemente herido a causa de un accidente automovilístico por haber
consumido alcohol. Tenía cuatro costillas rotas, fracturas en la cabeza con
más de 100 puntos, golpes por todo el cuerpo y una fractura expuesta en uno
de sus brazos. Su estado era crítico. Me aproximé a él en un estado
semiinconsciente e hicimos juntos la oración de fe. A partir de ahí creo que se
escribió una nueva historia en su vida. Recuerdo que empezó a congregar en
la iglesia, bautizándose para pronto servir en el ministerio de alabanza. Dios
lo rescató de la muerte, del alcohol, de una vida desordenada y le dio un
nuevo propósito de vida. Hoy en día es pastor y un gran ministro de alabanza,
abogado de profesión y líder de casa de paz. En la iglesia conoció a su
esposa, la pastora Andrea Suarez con quien tiene un hijo y juntos sirven al
Señor en la obra. ¡Dios es poderoso!
Pr. José María Castedo:
José María era un gran amigo de mi hijo Pierre durante la etapa
universitaria. Parecía que lo tenía todo; buena casa, buen auto, buena
educación, buen estatus social y nunca le faltaba dinero en el bolsillo. Sin
embargo, era movido fuertemente por la influencia social. Con un carácter
bastante difícil, aparentaba ser fuerte, ser valiente, ser osado; pero por dentro
era todo lo contrario. Era un joven temeroso, inseguro, quien trataba de cubrir
esas debilidades de carácter con violencia, alcohol, rebeldía con sus padres, al
extremo de enfrentarlos con actitudes irrespetuosas. Conoció al Señor a
través de Pierre, mi hijo, luego de caer en una fuerte depresión a causa de la
ruptura con su novia, Gabriela, con quien estuvo siete meses separado. Fue
un tiempo de pruebas pero más aún de victorias, ya que a través de su
encuentro con el Señor, toda su familia llegó a los pies de Cristo. Dios
restauró todo, incluyendo su relación con quien ahora es su esposa, la pastora
Gabriela. Hoy en día José María es profeta, maestro, abogado de profesión y
teólogo. Es
uno de mis pastores de mayor confianza con muchos logros a
nivel ministerial como también en el deporte. ¡Dios es maravilloso!
Pr. Luis Carlos García:
La primera vez que vi a Luis Carlos fue entrando por la puerta de mi oficina
en busca de ayuda. Sumergido en una terrible adicción a las drogas por más
de cinco años (en ese tiempo el solo tenía 17 años), que lo llevo a cometer no
solo actos delictivos, sino también a terminar en un hospital por sobredosis.
Lo persuadí, luego de contarle mi testimonio, de irse a un centro para cumplir
un programa de rehabilitación y recuperar a través de Jesús la libertad que
había perdido. Hoy después de once años, Luis Carlos es pastor, líder de una
casa de paz, es maestro, licenciado en teología y licenciado en administración
de empresas. Trabaja en la obra a tiempo completo y junto a su esposa la
pastora María José lidera el ministerio de jóvenes de la iglesia. ¡Gloria a
Dios!
Muchos de ellos ahora forman parte del gobierno de la iglesia. Son
profetas, maestros, pastores, evangelistas, misioneros, intercesores,
adoradores, músicos, y yo, soy el apóstol de ellos. Quién lo diría. ¿No te
parece sobrenatural? Alguien tuvo que responder al llamado de encarnar la
visión, convertirla en una causa, amar y vivir para Dios. Eso hizo que estas
personas entreguen sus corazones a nuestro Señor Jesús, reciban el ADN del
padre y hagan suya la causa de predicar el evangelio a todas las naciones,
porque lo que Dios te da lo quiere transferir a los demás. Eso te desafía de
forma permanente a entrenar y equipar a estos nuevos creyentes y de forma
continua los desafíes a dar lo mejor de ellos para Dios, les levantes la moral y
la estima y los retes a bajar de la barca para que vivan una vida sobrenatural.
Verás cómo Dios los transforma y los convierte en hombres y mujeres
visionarios, leales y fieles que caminan a tu lado. Verás como a cada paso –y
a través de tu ejemplo– siguen asimilando, creciendo, madurando y logrando
los mismos resultados del ministerio que Dios te dio.
Nacimos para este tiempo, somos los hombres y mujeres que Dios quiere
usar para cambiar el mundo.
No hay nada más emocionante que vivir para servir a la potencia más grande
del universo, a tu Creador, a tu Redentor, a aquél que le da sentido y
propósito a tu vida, con quien estarás toda una eternidad viviendo y
disfrutando, como dice la Biblia “de cosas que ojo no vio, ni oído oyó”.
RESPONDIENDO AL LLAMADO
Mateo 4:18-20 “Andando Jesús junto al mar de Galilea, vio a dos
hermanos, Simón, llamado Pedro, y Andrés su hermano, que echaban la
red en el mar; porque eran pescadores. Y les dijo: Venid en pos de mí, y
os haré pescadores de hombres. Ellos entonces, dejando al instante las
redes, le siguieron”.
La visión del Reino cambió la vida de Pedro y lo hizo dejar todo cuando
Jesús le dijo: “Pedro, sígueme. Vamos a cambiar el mundo”. Esas palabras
dieron inicio al ministerio del apóstol Pedro.
El Señor Jesús transfirió Su ADN a Pedro. Aunque él todavía no entendía lo
que estaba sucediendo ni la magnitud de lo que significaba “Vamos a
cambiar el mundo”, él sabía con quién caminaba. Eso es lo que debe
interesarte. No pretender entenderlo todo, sino saber que quien te llama, en el
camino (en la medida que sigas siendo humilde, dependiente, disponible, con
la fe como la de un niño y encarnando la visión) te dará mayor medida de
sabiduría, revelación, gracia, dones, poder y todo lo que necesites para
cumplir Sus propósitos.
¿Responderás al llamado de Dios o pondrás excusas?
Lucas 9:59-62 “Y dijo a otro: Sígueme. Él le dijo: Señor, déjame que
primero vaya y entierre a mi padre. Jesús le dijo: Deja que los muertos
entierren a sus muertos; y tú ve, y anuncia el reino de Dios. Entonces
también dijo otro: Te seguiré, Señor; pero déjame que me despida
primero de los que están en mi casa. Y Jesús le dijo: Ninguno que
poniendo su mano en el arado mira hacia atrás, es apto para el reino de
Dios”.
Basta de poner excusas, el mundo está esperando la manifestación de los
hijos de Dios. En el Reino de Dios no existen cristianos de primera ni de
segunda. No importa si eres rico o pobre, no importa de dónde vengas ni el
apellido que tengas, no importa tu formación académica. Todo aquel que
responde al llamado de Dios será entrenado, equipado y empoderado para
cumplir su asignación.
¿FE O EXPECTATIVA?
Muchas veces el problema que uno puede ver en los ministros de Dios y en
la vida de muchos creyentes es que confunden la fe con la expectativa.
Tienen una expectativa de que Dios los pueda usar en el escenario que ellos
quieren, cuando lo que Dios quiere es que a través de la fe ellos abran camino
aún donde no lo hay.
Muchos ministros y creyentes del evangelio se enfocan en todo lo malo, feo,
lo difícil y lo complejo en vez de enfocarse en el Señor Jesucristo y por
medio de la fe, transformar su ciudad y luego su nación. Se olvidan que Dios
los puso en ese lugar para que hagan lo que solo ellos pueden hacer.
No elijas el lugar donde quisieras que Dios te use, pide a Dios que te use
donde te tocó vivir y ten una gran expectativa en el Señor Jesucristo porque si
eres fiel te llevará a las naciones, ya que la visión del reino es abarcar, llevar
el evangelio a todas las naciones.
Como te mencioné antes, en los inicios del ministerio que Dios me dio, –en
medio de tantas carencias y condiciones extremadamente precarias–, solo
teníamos un terreno de 300 metros con techo de calamina, sin piso, sin
ministerios, sin un equipo de pastores; solo un corazón dispuesto, una
guitarra de palo y una fe sin límites. En esas condiciones recibí una llamada
de una persona que me extendió la invitación para irme a los Estados Unidos,
con todo pagado; incluyendo el lugar donde viviría yo y mi familia, e iniciar
el ministerio en condiciones mejores. No debo negar que fue una propuesta
muy tentadora, pero después de un tiempo de oración y de consultarle al
Señor, Él me reconfirmó que mi lugar era Santa Cruz - Bolivia y que ese
lugar donde yo me encontraba, eran los inicios de lo que Dios
haría en mí y a través de mí.
Aunque la visión es alcanzar las naciones, uno tiene que esperar los tiempos
de Dios, crecer y desarrollarse con la visión, ganar paso a paso su territorio
hasta que llegue el día de ir a las naciones. Es así como se escribe la historia.
El Señor iba donde otros no querían ensuciarse; con prostitutas, borrachos,
gente de mala vida. El Señor ministraba a esta clase de gente, sin olvidar a los
demás, porque Él vino por la salvación del mundo.
El Señor quiere que el Evangelio corra en los lugares más difíciles, oscuros
y cargados de pecados. Estos deben ser los lugares a los que tenemos que ir
todos y debe empezar en tu familia, tu barrio,
tu ciudad, tu nación y luego las naciones. Ese es el orden que Dios ha
establecido.
Busca los lugares más oscuros, empobrecidos, llenos de tinieblas y predica
el evangelio. Luego ve por otros sectores de tu ciudad, hasta alcanzar a todos,
sin importar clase social ni económica. Te sorprenderás de los resultados y de
las maravillas que Dios hará.
Lucas 5:30-32 “Y los escribas y los fariseos murmuraban contra los
discípulos, diciendo: ¿Por qué coméis y bebéis con publicanos y
pecadores? Respondiendo Jesús, les dijo: Los que están sanos no tienen
necesidad de médico, sino los enfermos .No he venido a llamar a justos,
sino a pecadores al arrepentimiento”.
Lucas 7:36-39 “Uno de los fariseos rogó a Jesús que comiese con él. Y
habiendo entrado en casa del fariseo, se sentó a la mesa. Entonces una
mujer de la ciudad, que era pecadora, al saber que Jesús estaba a la mesa
en casa del fariseo, trajo un frasco de alabastro con perfume; y estando
detrás de él a sus pies, llorando, comenzó a regar con lágrimas sus pies, y
los enjugaba con sus cabellos; y besaba sus pies, y los ungía con el
perfume. Cuando vio esto el fariseo que le había convidado, dijo para sí:
Este, si fuera profeta, conocería quién y qué clase de mujer es la que le
toca, que es pecadora”.
Mateo 9:12-13 “Al oír esto Jesús, les dijo: Los sanos no tienen necesidad
de médico, sino los enfermos. Id, pues, y aprended lo que significa:
Misericordia quiero, y no sacrificio. Porque no he venido a llamar a
justos, sino a pecadores, al arrepentimiento”.
Es hora de dejar nuestra comodidad, tibieza, egoísmo y arrepentirnos por no
estar haciendo lo que Dios nos mandó. Podemos justificarnos, decir lo que
queramos e incluso alardear de lo exitoso que somos; pero si no estamos
influenciando, cambiando, transformando nuestro país y el mundo entero a
través del evangelio, estamos engañados. Tú y yo tenemos la responsabilidad
de ganar nuestras ciudades y nación para Jesús. No podemos hacer menos.
Pídele al Espíritu Santo que te de Su corazón. Él traerá un quebranto que te
estremecerá hasta los huesos, traerá una nueva pasión por Jesús y las almas.
Empezarás a tener una carga por tu nación y eso traerá el mismo sentir a los
líderes y miembros de la iglesia. Empezarás a tener dolores de parto por tu
nación, te quebrantarás por los miles de seres humanos que han caído en
desgracias y empezarás a tener una experiencia similar a la que yo tuve un
día.
Una mañana mientras me encontraba en mi tiempo de oración, le pedí al
Señor Jesús que me haga sentir su corazón en el mío, no terminé de decir esas
palabras, cuando de repente, mi cuerpo se estremeció por completo (hasta los
huesos). Empecé a quebrantarme de una forma tan profunda que hasta me
costaba respirar. El Señor me mostraba en una visión los miles de niños que
son abortados cada día, los niños en la calle abandonados por sus padres
víctimas de los pandilleros y delincuentes, los drogadictos, las niñas y
adolescentes que son secuestradas por mafias organizadas para ofrecer
servicios sexuales, la gente que está privada de su libertad injustamente, los
jóvenes que sufren toda clase de opresiones demoníacas, trastornos,
depresión y terminan suicidándose, las mujeres y niños que sufren violencia...
y la lista podría continuar. El Señor quería que a partir de ese momento me
convierta en un verdadero intercesor de mi nación y no porque no lo haya
hecho anteriormente, sino porque Dios quería enseñarme una nueva forma de
oración y clamor que yo desconocía.
Descubrí que en el gemido y en el quebranto por el amor a las almas hay un
poder sobrenatural. Nos volvemos más eficaces, nuestro corazón se vuelve
más sensible y no podemos quitar de nuestra mente las miles de personas que
no conocen a Jesús y que día a día se van al infierno, pero que por medio de
la oración intercesora, Dios puede intervenir y cambiar una sociedad.
Pídele a Dios que te de Su corazón, que te abra los ojos espirituales, que te
enseñe a hacer oraciones de parto. Ese es uno de los sacrificios que más le
agrada a Dios porque estás tomando la causa de una nación hasta que Su
justicia sea manifiesta en toda la tierra y hasta que la profecía se cumpla:
“donde abundó el pecado sobreabundará la gracia”.
Ezequiel 22:30 “Y busqué entre ellos hombre que hiciese vallado y que
se pusiese en la brecha delante de mí, a favor de la tierra, para que yo no
la destruyese; y no lo hallé”.
Éxodo 32:9-14 “Dijo más Jehová a Moisés: Yo he visto a este pueblo,
que por cierto es pueblo de dura cerviz. Ahora, pues, déjame que se
encienda mi ira en ellos, y los consuma; y de ti yo haré una nación
grande. Entonces Moisés oró en presencia de Jehová su Dios, y dijo: Oh
Jehová, ¿por qué se encenderá tu furor contra tu pueblo, que tú sacaste de
la tierra de Egipto con gran poder y con mano fuerte? ¿Por qué han de
hablar los egipcios, diciendo: Para mal los sacó, para matarlos en los
montes, y para raerlos de sobre la faz de la tierra? Vuélvete del ardor de
tu ira, y arrepiéntete de este mal contra tu pueblo. Acuérdate de Abraham,
de Isaac y de Israel tus siervos, a los cuales has jurado por ti mismo, y les
has dicho: Yo multiplicaré vuestra descendencia como las estrellas del
cielo; y daré a vuestra descendencia toda esta tierra de que he hablado, y
la tomarán por heredad para siempre. Entonces Jehová se arrepintió del
mal que dijo que había de hacer a su pueblo”.
Moisés simplemente intercedió de acuerdo a lo que él sabía que había en el
corazón de Dios. ¿Se da cuenta? Dios está buscando intercesores. Dios quiere
traer temporadas de misericordia y de justicia para las naciones, pero siempre
ha buscado hombres y mujeres a los cuales pueda transferir su corazón para
que a través de la oración y la intercesión, Él pueda cumplir Sus promesas.
¡Dios está dispuesto a hacerlo contigo!
¿Estás dispuesto a responder al llamado e ir por las almas? ¿Empezarás a
orar e interceder con gemidos de parto por tu familia, por tu iglesia y por la
realidad social, económica y política que vive tu nación? ¿Te levantarás en fe
para abrir camino donde no lo hay y luego para tener una gran expectativa de
lo que Dios hará?
“Cuando el hombre de Dios se pone en acción Dios también se pone en
acción”.
• ¿Eres un creyente comprometido que predica a tiempo y a destiempo o
eres un cristiano tibio, sin compromiso e indiferente ante la necesidad que
tienen esas miles de almas que se van día a día al infierno?
• ¿Eres alguien lleno de excusas y te consideras víctima de todo lo que
acontece a tu alrededor o eres de los creyentes que promueve el cambio a
través de la predicación del Evangelio?
• ¿Eres de los que se ha resignado a vivir dejando que el mal se imponga
para evitar represalias y burlas o estás asumiendo los riesgos, por tanto, das tu
vida por el Evangelio de Jesucristo y las almas?
• ¿Eres de aquellos que no promueve el evangelio de la paz y la justicia por
temor al rechazo de quienes ya se han resignado a vivir bajo las reglas del
sistema?
• Dios te manda a que seas luz y tienes que dejar que esa luz alumbre. No
debes ocultarla ya sea por interés propio, por temor, o por pereza. La luz de
Dios te invita a denunciar el pecado y a predicar el evangelio de salvación, fe
y libertad.
• Del terreno escabroso surgen los revolucionarios de Jesús, comprometidos
a promover una revolución de amor, de justicia, de paz, de unidad, de fe y
esperanza, de trabajo honesto y de generosidad.
• Esta revolución pacífica es más poderosa que cualquier revolución
violenta, porque sus normas son incorruptibles y la promueven hombres y
mujeres redimidos, íntegros, llenos del Espíritu Santo, indoblegables al
pecado o a los intereses oscuros.
• No más cristianos cobardes, tibios, sin poder, sin ningún impacto en sus
casas, familias, trabajo, universidad. El Señor nos llama a arriesgarlo todo por
seguir Su camino y hacer que el bien se imponga ante el mal sin importar los
riesgos.
• Toma la decisión de ser luz. Muchas personas dejarán el pecado, el engaño
y serán salvas, y no solo eso, sino que quizás el día de mañana, se conviertan
en grandes hombres y mujeres de Dios que pelean por la causa del Evangelio.
• Debemos ver la vida y la muerte como formas similares de servir a Dios.
Al fin y al cabo, vamos a tener que pasar por ambas.
EL PODER DE UN SUEÑO
Cualquier ser humano que se encuentra atado al pasado, –tanto al fracaso
como a sus logros–, está destinado al estancamiento y al anonimato.
Un sueño te libera de las limitaciones que ves a tu alrededor y te permite
entrar a la libertad de todo aquello que puedes ver en el Espíritu por medio de
la fe en el Señor Jesús. Un sueño hace que el sufrimiento, los obstáculos, las
críticas, las oposiciones, las necesidades o la desilusión se superen y se
logren sobrellevar. Un sueño genera esperanza en medio del desaliento y
provee fortaleza en medio de la tribulación.
Un sueño infunde valor a los derrotados y cobardes, motiva a los
desanimados. Te exhorta a salir de la mediocridad, del estancamiento y de la
conformidad. Te pone en el camino al éxito y hace de tu vida, una vida llena
de resultados. La fe en Dios por medio del Señor Jesús te hace un soñador
determinado. ¡Lo que al comienzo parecía imposible, con el tiempo se vuelve
posible!
Joel 3:9-11 “Proclamad esto entre las naciones, proclamad guerra,
despertad a los valientes, acérquense, vengan todos los hombres de
guerra. Forjad espadas de vuestros azadones, lanzas de vuestras hoces;
diga el débil: Fuerte soy. Juntaos y venid, naciones todas de alrededor, y
congregaos; haz venir allí, oh Jehová, a tus fuertes”.
Josué 10:25 “Y Josué les dijo: No temáis, ni os atemoricéis; sed fuertes y
valientes, porque así hará Jehová a todos vuestros enemigos contra los
cuales peleáis”.
Tan solo basta mirar a tu alrededor para ver las condiciones en las que el
mundo está: preso por el temor, falta de esperanza, confusión, duda, heridas
emocionales, convulsiones sociales, depresión, amargura, adicciones,
enfermedades, miseria y –lo peor de todo–, una ausencia de liderazgo. La
sociedad reclama un liderazgo con la solvencia espiritual y moral, el coraje,
la valentía y el poder de influenciar e inspirarnos a levantarnos de nuestros
fracasos y miserias en todas sus formas. Un liderazgo que nos encamine con
la fe puesta en Jesús –el autor y consumador de la fe– en la construcción de
un destino digno para nuestras familias y las futuras generaciones.
Los sueños de Dios son corporativos, ya que cumplen el propósito que
necesita tu generación. Es aquí donde encuentras tu mayor realización. Dios
potencia tus capacidades, dones y ministerios y saca lo mejor de ti cuando te
estás reproduciendo en los demás. Terminas convirtiéndote en un eslabón de
la próxima generación que está siendo inspirada por tu fe, determinación,
visión, propósitos alcanzados y una vida llena de frutos. Esto es fe en su
máxima expresión y con este testimonio de tu fe, nadie puede justificar el
fracaso ni seguir sosteniendo esa cultura de víctima.
Que yo recuerde desde niño me impresionaron los deportes de contacto
pleno. A los catorce años empecé mis entrenamientos de taekwondo, luego
practiqué boxeo y por último terminé practicando Kick-Boxing. Siempre fui
un deportista frustrado ya que las drogas no me dejaban alcanzar uno de mis
grandes sueños, llegar a un mundial. Cuando le entregué mi vida al Señor
Jesús y me liberé de las adicciones a la drogas, Dios realmente me restauró y
restableció integralmente a tal punto que entrenaba cinco horas diarias. No
tenía un equipo. Era yo, mi fe en Jesús y un sueño que desarrollé en mi
disciplina, perseverancia y una voluntad de acero para no rendirme.
Después de prepararme por un tiempo de casi cinco años, me encontraba
peleando en un campeonato Sudamericano, donde clasifiqué para ir al
mundial. Al año siguiente estaba en Yugoslavia representando a Bolivia en
un mundial de Kick-Boxing, mundial con el que había soñado toda mi vida.
Un hombre que en el pasado era conocido por ser un deportista frustrado y
adicto a las drogas –de la mano del mejor de los
entrenadores, Jesús– ahora no solo se había superado si no que se había
ganado el derecho de estar en un mundial.
La única voz de aliento era la de mi entrenador, Jesús, que me traía a la
mente Filipenses 4:13 ¡y yo lo creía!
El diablo intentó por todos los medios desanimarme; pero no lo escuché.
Usó a varios amigos, pero mi entrenador me decía: ¡hazlo! No tiene que ser
fácil, solo tiene que ser posible y todo es posible para el que cree.
Nos hace falta prestar atención a la voz de Dios y dejar de escuchar esas
voces disonantes, incrédulas y confusas. Tú puedes confiar en Él. La Biblia
dice que en Cristo somos más que vencedores.
Cuán importante es que escuches la voz de tu entrenador a la hora de subirte
al ring de la vida y pelear la batalla de la fe.
Dios me preparó y entrenó no solo para el ring, sino para la vida, porque la
vida es como un ring. Tienes que pelear por lo que Dios ha puesto en tu
corazón. Con el tiempo Él te vuelve un visionario, pues luchas por Sus
sueños (que son más grandes que los sueños personales) y luchas por tu
familia, por tu ciudad, por tu nación y vives para llevar multitudes al Señor.
Haces el trabajo de un entrenador, les enseñas a pelear la batalla de la fe, a
luchar por sus convicciones y a no negociar su conciencia.
Eso es lo que pasa cuando los hombres y las mujeres se rinden por completo
al Señor. Nos volvemos hombres y mujeres visionarios, fuertes,
determinados, valientes, íntegros ante una influencia tan grande y fuerte, y
son miles las personas que se adhieren a las filas de esta nueva generación.
Pon tu fe en Jesús, tus convicciones serán sólidas y tus sueños
indestructibles. Dios ha puesto dentro de ti todo lo que necesitas para
alcanzar tus sueños; pero lo tienes que descubrir en la medida que des pasos
de fe. Cuando tú ves lo que sí se puede hacer y crees que puede convertirse
en una realidad, la fe te hace capaz de hacer lo humanamente imposible.
No importa dónde te encuentres, cuánto tiempo perdiste en la vida. No
permitas que te digan que estás fuera de tiempo, que ya es tarde, que no se
puede. Ni siquiera tú te lo permitas. Exhórtate, cambia de actitud, levántate y
haz que las cosas acontezcan. Trabaja duro, fusiónate con el Todopoderoso,
cierra tus oídos a los críticos, incrédulos, camina y avanza. Dios está contigo,
te sorprenderás de lo que Dios hará en el camino.
¿Qué tal si yo no hubiera creído en los nuevos comienzos que Dios tenía
para mí?
¿Qué tal si no hubiera respondido al llamado de Dios?
¿Qué tal si no hubiera decidido crecer en fe, gracia y sabiduría?
¿Qué tal si no hubiera respondido a las oportunidades que Dios me dio y no
hubiese creído en los sueños de Dios?
No hubiera visto sus propósitos cumpliéndose en mi vida y familia.
No existiría la Iglesia Tiempo de Cambio, las miles de almas que han
recibido a Jesús por la predicación del evangelio y mi testimonio. Las
familias que Dios ha restaurado, jóvenes acabados, depresivos y sin deseos de
vivir, no hubieran encontrado una oportunidad de vida y no hubieran sido
transformados por el poder del evangelio.
No existiría Operación Rescate (Centro de Rehabilitación para hombres,
mujeres y niños) ni los drogadictos, alcohólicos, prostitutas, homosexuales,
lesbianas, trastornados y anoréxicas que han sido rehabilitados y hoy sirven a
Dios. Ahora muchos de ellos son pastores, evangelistas, abogados, pilotos,
administradores de empresas y grandes deportistas. Todos han entendido que
son misioneros en estos diferentes escenarios ya que tienen un testimonio de
vida. Están llenos del Espíritu Santo, capacitados para cambiar vidas,
familias, realidades, etc.
No existiría Knock Out (Escuela de deportes de contacto pleno). Dios no
hubiera podido escribir una nueva historia con mi vida dentro del Kick-
Boxing. Tampoco existirían los nuevos atletas que en la actualidad son
campeones sudamericanos, muchos de ellos rehabilitados de las drogas; los
miles de jóvenes que han sido inspirados por mi testimonio y el testimonio de
estos nuevos héroes de la fe.
Cabalmente esa es la diferencia que hay con los sueños de Dios y los sueños
egoístas y superficiales que normalmente tienen los hombres que no
reconocen a Dios en sus caminos. Los sueños de Dios, en la medida que se
materializan, inspiran a otros y despiertan la misma fe en Jesús; tienen un
efecto liberador y transformador en los que te rodean.
LA LOCURA DE LA CRUZ
“DE UNA VIDA DE FRACASO, A UNA VIDA
SOBRENATURAL”
Apóstol Marcelo Salas M.
Iglesia Tiempo de Cambio
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