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CONTENIDO

AGRADECIMIENTO
DEDICATORIA
PRÓLOGO
INTRODUCCIÓN
AMIGO LECTOR:
LA LOCURA DE LA CRUZ
EL PODER DE LA CRUZ
LA CRUZ DE CRISTO: LA SOLUCIÓN A LOS PROBLEMAS DEL MUNDO MODERNO
SIN INTIMIDAD NO HAY PODER, NO HAY VICTORIA, NI HAY PROSPERIDAD
TODOS SEREMOS PROBADOS
EL PODER DE LAS CONEXIONES SOBRENATURALES
EL IDEAL DE TODO CRISTIANO: EL CARÁCTER DE CRISTO
LA VISIÓN SE EXTENDIO DE FORMA SOBRENATURAL
HOY ALGUIEN ESTÁ ESPERANDO POR TI
EL PODER DE UN SUEÑO
AGRADECIMIENTO
Cuán grande y Poderoso eres amado Jesús.
Me rescataste, me perdonaste, me limpiaste, me adoptaste como tu hijo y que
gran honra, me convertiste en tu siervo.
Gracias por usar mi vida para escribir una historia más de tu gran amor y tu
poder, para levantar una familia de las cenizas.
Por siempre tuyo.
Apóstol Marcelo Salas.
DEDICATORIA
Todo lo que soy y lo que seré es por tu gracia, tu favor y tu poder, pues Tú
eres el que cambia el corazón del hombre, lo transforma, lo levanta, lo
empodera y engrandece a fin de que el hombre pueda poner en alto tu
nombre.
1 Crónicas 29:11-12 “Tuya es, oh Jehová, la magnificencia y el poder, la
gloria, la victoria y el honor; porque todas las cosas que están en los cielos y
en la tierra son tuyas. Tuyo, oh Jehová, es el reino, y tú eres excelso sobre
todos. Las riquezas y la gloria proceden de ti, y tú dominas sobre todo; en tu
mano está la fuerza y el poder, y en tu mano el hacer grande y el dar poder
a todos”.
PRÓLOGO
Todo lo que necesitamos en esta vida y en la venidera; sea espiritual,
material o emocional; sea poder, liberación, amor, sanidad, finanzas o
cualquier otra cosa, ya fue provisto por Jesús en la cruz. No hay otra fuente
genuina de poder sobrenatural fuera de Él.
Declara el Apóstol Pablo en la Biblia, “Y si Cristo no resucitó, vana es
entonces nuestra predicación, vana es también vuestra fe”. 1 Corintios 15:14
El mensaje de la cruz y la Resurrección de Jesús tiene que ser nuestra
prioridad, porque de lo contrario nada tiene validez ni eficacia. Por bueno que
sea cualquier otro mensaje que se predique en la iglesia o se escriba en un
libro, nada funcionará si no nos apropiamos del poder de la Cruz. Aunque le
parezca locura a algunos, en la cruz hubo un intercambio divino: Jesucristo
llevó todo lo malo que nos pertenecía a nosotros y desató todo lo bueno que
le pertenece a Él.
Este libro, “La Locura de la Cruz”, escrito por mi hijo espiritual, Apóstol
Marcelo Salas de Bolivia, es importante porque trata precisamente esta
verdad. Lo considero un privilegio siempre que uno de mis hijos espirituales
me pide escribir un prólogo, no lo tomo livianamente. Me da alegría ver que
mis hijos espirituales toman de la unción que también está sobre mi vida para
escribir libros, y más aún cuando abordan un tema tan fundamental e
importante.
En “La Locura de la Cruz”, el lector recibirá revelación de Dios y la
impartición de Su Espíritu para apropiarse de la verdad y ver la manifestación
de la realidad: que Jesús nos liberó de la carne, del mundo y del poder y la
autoridad de Satanás, así trayendo salvación, sanidad, liberación, restauración
familiar, prosperidad y mucho más.
Recomiendo este libro a todo lector y le animo a que comparta el mensaje
con otros, ya que es lo único que desata la gracia sobrenatural de Dios sobre
nuestras vidas.
Sólo por medio de la fe en el sacrificio que Jesús ofreció en favor de toda la
humanidad, es que podremos apropiarnos de todos los beneficios de la Cruz y
de la resurrección de Jesús.
Apóstol Guillermo Maldonado
Ministerio Internacional El Rey Jesús
Miami, FL, EEUU.
INTRODUCCIÓN
Los avivamientos tienen cosas en común, por un lado, traen un impacto en
la vida de un hombre, de la iglesia y la sociedad en su conjunto. El mensaje
de la Cruz de Cristo cobra relevancia, la vida consagrada y el hambre por
Dios son evidentes, la gran comisión de ir por los que no conocen a Jesucristo
se convierte en una prioridad máxima después de amar a Dios con todo
nuestro corazón. El poder, los milagros, las sanidades, los prodigios, las
maravillas, se convierten en una señal continua de que hemos dejado que el
Espíritu Santo tome Su lugar en nuestras vidas, familias, iglesias y nuestra
nación.
Mi vida –con un pasado lleno de fracasos, desgracias y vicios– no fue un
impedimento para que Dios me levante de ese estado. Descubrí el poder que
tiene la fe en Jesucristo; una fe que me hizo caminar en contra de toda
probabilidad, venciendo cada obstáculo, oposición, crítica y pronóstico
negativo que se presentaron en el camino. Hoy puedo dar fe que vivo día a
día viendo los propósitos, los anhelos y los sueños de Dios cumplirse en mi
vida.
Él usó mis fracasos y éxitos para levantar e inspirar a hombres y mujeres
que cayeron en desgracia y que fracasaron en la vida .Los desafío a
desarrollar una cultura de responsabilidad, total dependencia hacia Jesucristo
y una actitud de victoria como estilo de vida.
Tengo plena certeza que si tú todavía respiras, es porque Dios te quiere dar
la oportunidad de levantarte por medio de la fe en su hijo Jesucristo. Es
momento para esforzarte y luchar por alcanzar los propósitos y los planes que
Dios siempre tuvo para ti.
AMIGO LECTOR
LA LOCURA DE LA CRUZ se presenta como una experiencia de vida.
Más allá de un libro autobiográfico que narra la historia de mi vida, pretende
ser un espacio de encuentro e intimidad con Dios.
LA LOCURA DE LA CRUZ se ha escrito para narrar la obra que Dios ha
hecho en mi vida y cómo ahora puedo ser un instrumento en Sus manos para
ayudar a tantas personas. Por ello, se convierte en una invitación para que
descubras la misión que tú tienes en esta vida.
Más que un libro, LA LOCURA DE LA CRUZ, tiene como propósito ser
una lectura de inspiración y adoración que te ayude a encontrar el propósito
de Dios para tu vida y te convierta en un hombre, una mujer de fe, en un
soñador y en una persona que trabaja día a día para que esos sueños se hagan
realidad. Acércate al libro con la intención de revisar tu propia vida y ponerla
delante del Señor. Deja que Él te hable y obre en ti a través de estas páginas.
Cada capítulo se compone de tres partes que guiarán tu oración. Al inicio,
conocerás una etapa de mi vida y cómo la mano de Dios ha obrado a través
de todo lo que viví, a continuación, se disponen unos puntos de reflexión. La
Palabra de Dios acompañará cada uno de estos puntos de reflexión para
iluminar tu oración y ayudarte en las circunstancias difíciles de la vida.
Finalmente, una frase de cierre que apela al compromiso personal con Dios,
contigo mismo, tu familia y tu nación.
Tengo certeza que LA LOCURA DE LA CRUZ será una herramienta que te
acercará más a Dios, hará que tus sueños resuciten y se materialicen. Mi
historia de fe te desafiará a creer que todo es posible, a pelear por lo que crees
y a no rendirte jamás.
Ap. Marcelo Salas M.
LA LOCURA DE LA CRUZ
1 Corintios 1:18 “Porque la palabra de la cruz es locura a los que se
pierden; pero a los que se salvan, esto es, a nosotros, es poder de Dios”.
1 Corintios 2:14 “Pero el hombre natural no percibe las cosas que son del
Espíritu de Dios, porque para él son locura, y no las puede entender,
porque se han de discernir espiritualmente”.
La crucifixión como método de ejecución fue la forma más deshonrosa y
humillante para que el Mesías, el Hijo de Dios, pueda terminar su vida de esa
forma. Contradecía la expectativa que judíos, griegos y gentiles tenían del
Mesías; ya que para los judíos el Mesías era una especie de poderoso
caudillo militar que los libraría de la opresión Romana. En lugar de ello, el
evangelio les ofrecía un Salvador, clavado en una cruz de vergüenza, que no
reflejaba fuerza, poder político ni autoridad. Por otro lado, para los griegos,
Cristo crucificado era una locura. No podían comprender cómo alguien que
había muerto en tales condiciones podría resolver sus problemas, ya que ellos
buscaban en la filosofía o en la sabiduría humana la respuesta a todos los
problemas del ser humano. Era imposible para ellos reconocer que el ser
humano era limitado y que necesitaba de un redentor. Por último, para los
gentiles no había forma de entender cómo la muerte de un hombre podía
salvar a la humanidad. Era una locura.
1 Corintios 1:23-24 “Pero nosotros predicamos a Cristo crucificado, para
los judíos ciertamente tropezadero, y para los gentiles locura; más para
los llamados, así judíos como griegos, Cristo poder de Dios, y sabiduría
de Dios”.
Dios se deleita en cumplir sus propósitos en formas que parecen insensatas a
los ojos de los hombres, utilizando métodos que los sabios de este mundo
ridiculizan, porque es una salvación que ellos no la pueden proporcionar por
sus propios medios o sabiduría. Sin embargo Dios había establecido que
nadie pueda llegar a conocerle por medio de la sabiduría humana. El camino
para conocer a Dios se sustenta por la revelación divina y por el Espíritu
Santo de Dios.
La revelación de la justicia de Dios para el hombre, como su juicio, victoria,
gloria, resurrección, promesas, recompensas, glorificación y gracia no es algo
que se pueda entender solo con la mente. La fuente de la revelación es Dios,
Cristo y el Espíritu Santo.
Deuteronomio 29:29 “Las cosas secretas pertenecen a Jehová nuestro
Dios; más las reveladas son para nosotros y para nuestros hijos para
siempre, para que cumplamos todas las palabras de esta ley”.
Lucas 10:22 “Todas las cosas me fueron entregadas por mi Padre; y
nadie conoce quién es el Hijo sino el Padre; ni quién es el Padre, sino el
Hijo, y aquel a quien el Hijo lo quiera revelar”.

TESTIMONIO DE UNA EXPERIENCIA


SOBRENATURAL
Estudiar medicina y tener conocimiento científico muchas veces te hace un
hombre solitario. No importa el reconocimiento, sientes que te falta algo. Al
Dr. Marco Aguirre le habían hablado de Dios pero le era muy difícil entender
el sacrificio de la cruz y lo que a través de él se había logrado a favor de su
vida. No entendía Su obra redentora y mucho menos Su paternidad. Cuando
se atrevió a vencer la barrera del razonamiento y se dispuso a creer en Jesús
como lo hace un niño, su vida cambió. Como Ginecólogo-Oncólogo ha sido
testigo de lo que la ciencia no puede curar y ha visto innumerables veces la
mano de Dios sanando aquello que parecía imposible. Dios no solo lo salvó
de la muerte espiritual, sino que lo sacó de la depresión, lo liberó del alcohol,
del vacío existencial, de su lógica y sabiduría humana que lo tenían atrapado
en el oscuro mundo de la incredulidad. Hoy en día, el Dr. Marco Aguirre es
pastor en la iglesia Tiempo de Cambio y está a cargo de una obra misionera
en la localidad de Yacuiba. Ha sabido poner en primer lugar su llamado y se
ha convertido en un hombre de influencia dentro del campo de la medicina.
Mateo 16:13-17 “Viniendo Jesús a la región de Cesárea de Filipo,
preguntó a sus discípulos, diciendo: ¿Quién dicen los hombres que es el
Hijo del Hombre? Ellos dijeron: Unos, Juan el Bautista; otros, Elías; y
otros, Jeremías, o alguno de los profetas. Él les dijo: Y vosotros, ¿quién
decís que soy yo? Respondiendo Simón Pedro, dijo: Tú eres el Cristo, el
Hijo del Dios viviente. Entonces le respondió Jesús: Bienaventurado eres,
Simón, hijo de Jonás, porque no te lo reveló carne ni sangre, sino mi
Padre que está en los cielos”.
Pedro no era hombre letrado ni tenía la sabiduría de los griegos, pero
conocía al Hijo de Dios por revelación y por esa revelación a mí y a ti se nos
ha dado perdón por nuestros pecados, una naturaleza nueva, el Espíritu Santo,
vida eterna y vida en abundancia. Ahora somos la luz del mundo, hombres y
mujeres regenerados que por medio de la predicación del evangelio llevamos
cada día multitudes a los pies de Cristo. Predicamos y los oprimidos y
deprimidos son liberados, los enfermos son sanados, las familias son
restauradas solo por anunciar la obra de salvación de Cristo en la cruz.
Amigo lector, la humanidad se encuentra en una situación realmente crítica
separada de Dios, ya que el hombre fue desobediente y rebelde con Dios y
por ende merecedor del castigo eterno.
Romanos 6:23 “Porque la paga del pecado es muerte, más la dádiva de
Dios es vida eterna en Cristo Jesús Señor nuestro”.
Mateo 18:11 “Porque el Hijo del Hombre ha venido para salvar lo que
se había perdido”.
El sacrificio de la cruz es el único medio de salvación para el hombre; por
cierto, ya profetizado.
Mateo 1:21 “Y dará a luz un hijo, y llamarás su nombre JESÚS, porque
él salvará a su pueblo de sus pecados”.
Todas las personas que han decidido creer, han encontrado salvación y vida
nueva, una solución a tantos problemas que vienen como consecuencia del
pecado. ¡Qué extraordinario! Es espectacular como Dios paga en una cruz por
los pecados, transgresiones y rebeldía del hombre. ¡Lo hace tan simple! le
regala salvación. Es el hombre quien tiene problemas con su sabiduría
humana, su sentido común o lógica cuando lo quiere hacer a su modo; más
complejo y difícil.
Es por eso que Dios pasa por alto a quienes los hombres llaman grandes en
este mundo. Al contrario, usa personas que no son estimadas, ni grandes, ni
sabias ante los ojos del hombre. Para glorificarse, escoge lo vil y
menospreciado por el mundo para que toda la gloria sea para Él.
1 Corintios 1:27-31 “Sino que lo necio del mundo escogió Dios, para
avergonzar a los sabios; y lo débil del mundo escogió Dios, para
avergonzar a lo fuerte; y lo vil del mundo y lo menospreciado escogió
Dios, y lo que no es, para deshacer lo que es, a fin de que nadie se jacte
en su presencia. Más por él estáis vosotros en Cristo Jesús, el cual nos ha
sido hecho por Dios sabiduría, justificación, santificación y redención;
para que, como está escrito: El que se gloría, gloríese en el Señor”.
Colosenses 2:13-15 “Y a vosotros, estando muertos en pecados y en la
incircuncisión de vuestra carne, os dio vida juntamente con él,
perdonándoos todos los pecados, anulando el acta de los decretos que
había contra nosotros, que nos era contraria, quitándola de en medio y
clavándola en la cruz, y despojando a los principados y a las potestades,
los exhibió públicamente, triunfando sobre ellos en la cruz”.
La injusticia que se hizo al Hijo de Dios se convirtió en nuestra justicia.
Ahora podemos tener comunión con Dios por medio de Cristo El Señor.
Satanás ya no tiene legalidad sobre los hombres y mujeres que confiesan al
Señor Jesús como Salvador, ni tiene derecho sobre toda bendición y favor
que Dios ha derramado sobre Sus hijos. Más para los que no conocen el
poder de la cruz, no se han arrepentido, no han recibido una nueva naturaleza,
ni viven conforme a Su palabra, ellos todavía están en tinieblas y son
esclavos de su naturaleza caída. Es allí donde la iglesia juega un papel
preponderante a la hora de predicar el evangelio y de dar a conocer al mundo
la victoria de la cruz.
El trabajo de todo cristiano –que en hebreo significa pequeños ungidos–
consiste en exponer las mentiras del diablo y destruir sus obras. Cumple la
asignación que tienes como hijo de Dios y lleva la victoria de Cristo a esta
humanidad que agoniza. Esta actitud te convierte en un testigo del poder de
Dios, lo demás es religiosidad (ausencia de poder, libertad, sanidad, gozo y
paz).
Juan 1:12-13 “Más a todos los que le recibieron, a los que creen en su
nombre, les dio potestad de ser hechos hijos de Dios; los cuales no son
engendrados de sangre, ni de voluntad de carne, ni de voluntad de varón,
sino de Dios”.
Es por eso que en voz alta debemos proclamar el Evangelio, como diría el
Apóstol Pablo:
Romanos 1:16-17 “Porque no me avergüenzo del evangelio, porque es
poder de Dios para salvación a todo aquel que cree; al judío
primeramente, y también al griego. Porque en el Evangelio la justicia de
Dios se revela por fe y para fe, como está escrito: Mas el justo por la fe
vivirá”.
La revelación de quién es tu amado Salvador y lo que hizo en la cruz es lo
que te hace soportar tribulación, rechazo, persecución, hambre, desprecio y
lo que sea necesario por predicar el evangelio.
•No importa si eres azotado.
Hechos 16:23-24 “Después de haberles azotado mucho, los echaron en la
cárcel, mandando al carcelero que los guardase con seguridad. El cual,
recibido este mandato, los metió en el calabozo de más adentro, y les
aseguró los pies en el cepo”.
•No importa si se burlan.
Hechos 17:32-33 “Pero cuando oyeron lo de la resurrección de los
muertos, unos se burlaban, y otros decían: Ya te oiremos acerca de esto
otra vez. Y así Pablo salió de en medio de ellos”.
•No importa si dicen que estás loco.
1 Corintios 1:21 “Pues ya que en la sabiduría de Dios, el mundo no
conoció a Dios mediante la sabiduría, agradó a Dios salvar a los creyentes
por la locura de la predicación”.
•No importa si te apedrean y rechazan.
Hechos 14:19-22 “Entonces vinieron unos judíos de Antioquía
y de Iconio, que persuadieron a la multitud, y habiendo apedreado a
Pablo, le arrastraron fuera de la ciudad, pensando que estaba muerto. Pero
rodeándole los discípulos, se levantó y entró en la ciudad; y al día
siguiente salió con Bernabé para Derbe. Y después de anunciar el
Evangelio a aquella ciudad y de hacer muchos discípulos, volvieron a
Listra, a Iconio y a Antioquía, confirmando los ánimos de los discípulos,
exhortándoles a que permaneciesen en la fe, y diciéndoles: Es necesario
que a través de muchas tribulaciones entremos en el reino de Dios”.
Nunca te avergüences del poderoso y extraordinario Salvador que tienes,
¡Jesucristo! Nunca dejes de predicar este bendito Evangelio de salvación para
el hombre.
No importa dónde te encuentres: en el colegio, la universidad, el trabajo, un
cumpleaños, un encuentro con tu familia, en los negocios; no dejes de hablar
de Jesús. En medio de todos estos escenarios, encontrarás burlones, críticos,
escépticos, pero también encontrarás hombres y mujeres que están esperando
escuchar el mensaje de la cruz. Para unos, locura; pero para ti y para aquellos
que esperan la manifestación de un verdadero cristiano, salvación y vida
eterna.

AUNQUE PAREZCA LOCURA, SOLO A TRAVÉS


DE JESUCRISTO, EL HOMBRE PUEDE SER
SALVO Y LIBRE; POR ENDE, LA FAMILIA, LA
SOCIEDAD Y LOS GOBIERNOS.
Recordemos que Jesús dijo: “Y conoceréis la verdad y la verdad os hará
libres” y es en la medida que los individuos son libres, que la familia y todos
los estratos sociales son libres. El evangelio abarca todos los aspectos de la
vida en sociedad. Cabalmente, el no apuntar como objetivo todos los
componentes de un estado para transformarlo con el poder del evangelio, es
lo que no permite que podamos ver una transformación social.
La Palabra de Dios nos declara que cuando el hombre es vencido por
alguno, es hecho esclavo de aquel que lo venció.
Este sometimiento al pecado nos lleva a una triste realidad; nos volvemos
esclavos del pecado, del mundo con sus grandes placeres, vanidades,
vanagloria, corrupción y del diablo con toda clase de opresión, miedos,
angustias, desgracias, enfermedades, vicios y un patrón de comportamientos
que a quienes no tienen al Señor, les distingue. No olvidemos que el mejor
parámetro para medir el impacto que está teniendo el evangelio en una
sociedad, es la transformación de las personas. No es suficiente la educación
científica, las ciencias humanas. Si no se regenera y reforma el corazón del
hombre, seguirá siendo esclavo de sus vicios y naturaleza corrompida y el
mundo seguirá como está, porque las soluciones que se buscan a los
problemas de los seres humanos son de forma y no de fondo.
Romanos 6:16 “¿No sabéis que si os sometéis a alguien como esclavos
para obedecerle, sois esclavos de aquel a quien obedecéis, sea del pecado
para muerte, o sea de la obediencia para justicia?”
Eso nos muestra claramente que el ser humano necesita cambiar de Señor
(dueño, amo, propietario).
2 Timoteo 2:26 “Y escapen del lazo del diablo, en que están cautivos a
voluntad de él”.
La voluntad del diablo es que nos mantengamos ciegos. Él sabe que si te
mantiene con el entendimiento entenebrecido, no serás una amenaza para él
ni para el reino de las tinieblas.
2 Corintios 4:4 “En los cuales el dios de este siglo cegó el entendimiento
de los incrédulos, para que no les resplandezca la luz del evangelio de la
gloria de Cristo, el cual es la imagen de Dios”.

¿DÓNDE SE ENCONTRABA EL HOMBRE ANTES


DE PERDERSE?
Qué extraordinarias las palabras que encontramos en el capítulo uno del
libro de Génesis. Dios como creador y responsable de todo (absolutamente
todo) después de crear toda su obra –eso es, la tierra, las estrellas, el sol, la
luna, las aguas, seres marinos, los animales, etc.–crea al hombre a imagen y
semejanza de Él, soplando Su Espíritu y el hombre se convierte en
representante de Dios como un ser espiritual, almático y físico.
Posteriormente le revela de dónde viene y el origen de todo lo creado.
Dios le dio al hombre toda autoridad, poder de sojuzgar y procrear tan solo
con una restricción: no comer del árbol de la ciencia del bien y del mal. Dios
quería obediencia, nada más; pero el hombre se reveló y empezó su
decadencia y como consecuencia trajo consigo avaricia, prejuicio, egoísmo,
lujuria, orgullo, odio, violencia, asesinato, guerras, mentiras, engaños,
envidias, robos, etc. El hombre y la creación cayeron bajo maldición por el
engaño del diablo a Eva y por la complicidad de Adán, eligiendo seguir a su
mujer antes que a Dios.
A través de nuestros primeros padres (Adán y Eva) hemos heredado el
germen del pecado.
Romanos 5:12 “Por tanto, como el pecado entró en el mundo por un
hombre, y por el pecado la muerte, así la muerte pasó a todos los
hombres, por cuanto todos pecaron”.
Pero gloria a Dios porque en el libro de Génesis, Dios promete la venida de
un Salvador y Redentor: Su Hijo que le pisaría la cabeza al diablo y pagaría
con su vida nuestras transgresiones y la deuda moral que teníamos con Dios.
Esto significa que siempre habría enemistad entre los redimidos de Dios y el
diablo con sus seguidores.
Génesis 3:15 “Y pondré enemistad entre ti y la mujer, y entre tu simiente
y la simiente suya; ésta te herirá en la cabeza, y tú le herirás en el
calcañar”.
El hombre debe y necesita reconocer a Cristo como el Hijo de Dios, como
su único Salvador y entregarle su vida. De lo contrario, no hay forma de
cambiar su historia.

DIOS SOLUCIONA EL ESTADO CAÍDO DEL


HOMBRE
Como ya lo mencionamos, Dios soluciona el estado caído del hombre
enviando a Su Hijo. La misión del Mesías era recuperar para los hombres:
La condición de Hijo:
Juan 1:12 “Más a todos los que le recibieron, a los que creen en su
nombre, les dio potestad de ser hechos hijos de Dios”.
La comunión con Su Padre:
Juan 14:6 “Jesús le dijo: Yo soy el camino, y la verdad y la vida; nadie
viene al Padre, sino por mí”.
2 Corintios 5:18-19 “Y todo esto proviene de Dios, quien nos
reconcilió consigo mismo por Cristo, y nos dio el ministerio de la
reconciliación; que Dios estaba en Cristo reconciliando consigo al
mundo, no tomándoles en cuenta a los hombres sus pecados, y nos
encargó a nosotros la palabra de la reconciliación”.
El poder que el hombre había perdido antes de revelarse contra Dios y
ceder a la tentación del diablo:
Mateo 28:18 “Y Jesús se acercó y les habló diciendo: Toda potestad me
es dada en el cielo y en la tierra”.
Aquí el Señor se está refiriendo al poder del cual Él se despojó en su
condición de Dios haciéndose hombre, y estando en la condición de hombre,
Se hizo Siervo, para luego ir a la cruz. Pero también está hablando del poder
que el hombre había perdido cuando se reveló contra Dios y decidió violar
los límites que Dios le había establecido.
Filipenses 2:6-11 “El cual, siendo en forma de Dios, no estimó el ser
igual a Dios como cosa a que aferrarse, sino que se despojó a sí mismo,
tomando forma de siervo, hecho semejante a los hombres; y estando en la
condición de hombre, se humilló a sí mismo, haciéndose obediente hasta
la muerte, y muerte de cruz. Por lo cual Dios también le exaltó hasta lo
sumo, y le dio un nombre que es sobre todo nombre, para que en el
nombre de Jesús se doble toda rodilla de los que están en los cielos, y en
la tierra, y debajo de la tierra; y toda lengua confiese que Jesucristo es el
Señor, para gloria de Dios Padre”.
Romanos 14:9 “Porque Cristo para esto murió y resucitó, y volvió a
vivir, para ser Señor así de los muertos como de los que viven”.
La Gloria que los hombres habían perdido y que Dios les había dado:
Romanos 3:23-24 “Por cuanto todos pecaron, y están destituidos de la
gloria de Dios, siendo justificados gratuitamente por su gracia, mediante
la redención que es en Cristo Jesús”.
Juan 17:22 “La gloria que me diste, yo les he dado, para que sean uno,
así como nosotros somos uno”.
Apocalipsis 1:6 “Y nos hizo reyes y sacerdotes para Dios, su Padre; a él
sea gloria e imperio por los siglos de los siglos. Amén”.
La libertad que el hombre había perdido:
Juan 8:36 “Así que, si el Hijo os libertare, seréis verdaderamente libres”.
Hacerle justicia al hombre por medio del sacrificio de Su Hijo:
A Jesús se lo acusó, enjuició, condenó, ejecutó y fue llevado al infierno.
Romanos 3:21-24 “Pero ahora, aparte de la ley, se ha manifestado la
justicia de Dios, testificada por la ley y por los profetas; la justicia de
Dios por medio de la fe en Jesucristo, para todos los que creen en él.
Porque no hay diferencia, por cuanto todos pecaron, y están destituidos de
la gloria de Dios, siendo justificados gratuitamente por su gracia,
mediante la redención que es en Cristo Jesús”.
Romanos 8:3-4 “Porque lo que era imposible para la ley, por cuanto era
débil por la carne, Dios, enviando a su Hijo en semejanza de carne de
pecado y a causa del pecado, condenó al pecado en la carne; para que la
justicia de la ley se cumpliese en nosotros, que no andamos conforme a la
carne, sino conforme al Espíritu”.
Una vida de victoria en este mundo y cuerpos
incorruptibles a través de Su resurrección:
1 Corintios 15:54-57 “Y cuando esto corruptible se haya vestido de
incorrupción, y esto mortal se haya vestido de inmortalidad, entonces se
cumplirá la palabra que está escrita: Sorbida es la muerte en victoria.
¿Dónde está, oh muerte, tu aguijón? ¿Dónde, oh sepulcro, tu victoria? ya
que el aguijón de la muerte es el pecado, y el poder del pecado, la ley.
Más gracias sean dadas a Dios, que nos da la victoria por medio de
nuestro Señor Jesucristo”.
Recuperó el poder y la autoridad que Satanás obtuvo cuando el hombre
desobedeció a Dios.
Romanos 6:16 “¿No sabéis que si os sometéis a alguien como esclavos
para obedecerle, sois esclavos de aquel a quien obedecéis, sea del pecado
para muerte, o sea de la obediencia para justicia?”
Juan 13:27-32 “Y después del bocado, Satanás entró en él. Entonces
Jesús le dijo: Lo que vas a hacer, hazlo más pronto. Pero ninguno de los
que estaban a la mesa entendió por qué le dijo esto. Porque algunos
pensaban, puesto que Judas tenía la bolsa, que Jesús le decía: Compra lo
que necesitamos para la fiesta; o que diese algo a los pobres. Cuando él,
pues, hubo tomado el bocado, luego salió; y era ya de noche. Entonces,
cuando hubo salido, dijo Jesús: Ahora es glorificado el Hijo del Hombre,
y Dios es glorificado en él. Si Dios es glorificado en él, Dios también le
glorificará en sí mismo, y en seguida le glorificará”.
El capítulo trece de Juan nos dice que Satanás entró en Judas y el Señor, al
percibir la presencia del enemigo, le ordena que haga lo que tenía que hacer
(instar a la gente, a los judíos y a los romanos para que crucifiquen al Señor).
Lo que no percibió el diablo es que al obedecerle, estaría volviendo a su
condición de criatura caída sin ningún poder y autoridad sobre los que
confiesen al Señor Jesucristo como Su Señor y Salvador. Gloria a Dios por
nuestro amado Jesucristo porque en Mateo 28:18-20 literalmente el Señor
Resucitado se presenta a sus discípulos y les dice: “Toda potestad me es dada
en el cielo y en la tierra. Por tanto, id, y haced discípulos a todas las
naciones, bautizándolos en el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu
Santo; enseñándoles que guarden todas las cosas que os he mandado; y he
aquí yo estoy con vosotros todos los días, hasta el fin del mundo. Amén”.
La potestad de la cual habla el Señor es el poder y la gloria de la cual Él se
despojó voluntariamente para hacerse hombre, y estando en la condición de
hombre, se humilló, y se hizo siervo para ir a la cruz en rescate por toda la
humanidad.
Por otro lado cuando el Señor menciona que se le había dado toda potestad,
todo poder y autoridad en la tierra, estaba haciendo referencia a la autoridad y
poder que el hombre perdió cuando desobedeció a Dios.
Génesis 3:1-24 “Pero la serpiente era astuta, más que todos los animales
del campo que Jehová Dios había hecho; la cual dijo a la mujer: ¿Conque
Dios os ha dicho: No comáis de todo árbol del huerto? Y la mujer
respondió a la serpiente: Del fruto de los árboles del huerto podemos
comer; pero del fruto del árbol que está en medio del huerto dijo Dios: No
comeréis de él, ni le tocaréis, para que no muráis. Entonces la serpiente
dijo a la mujer: No moriréis; sino que sabe Dios que el día que comáis de
él, serán abiertos vuestros ojos, y seréis como Dios, sabiendo el bien y el
mal. Y vio la mujer que el árbol era bueno para comer, y que era
agradable a los ojos, y árbol codiciable para alcanzar la sabiduría; y tomó
de su fruto, y comió; y dio también a su marido, el cual comió así como
ella. Entonces fueron abiertos los ojos de ambos, y conocieron que
estaban desnudos; entonces cosieron hojas de higuera, y se hicieron
delantales. Y oyeron la voz de Jehová Dios que se paseaba en el huerto, al
aire del día; y el hombre y su mujer se escondieron de la presencia de
Jehová Dios entre los árboles del huerto. Más Jehová Dios llamó al
hombre, y le dijo: ¿Dónde estás tú? Y él respondió: Oí tu voz en el
huerto, y tuve miedo, porque estaba desnudo; y me escondí. Y Dios le
dijo: ¿Quién te enseñó que estabas desnudo? ¿Has comido del árbol de
que yo te mandé no comieses? Y el hombre respondió: La mujer que me
diste por compañera me dio del árbol, y yo comí. Entonces Jehová Dios
dijo a la mujer: ¿Qué es lo que has hecho? Y dijo la mujer: La serpiente
me engañó, y comí. Y Jehová Dios dijo a la serpiente: Por cuanto esto
hiciste, maldita serás entre todas las bestias y entre todos los animales del
campo; sobre tu pecho andarás, y polvo comerás todos los días de tu vida.
Y pondré enemistad entre ti y la mujer, y entre tu simiente y la simiente
suya; ésta te herirá en la cabeza, y tú le herirás en el calcañar. A la mujer
dijo: Multiplicaré en gran manera los dolores en tus preñeces; con dolor
darás a luz los hijos; y tu deseo será para tu marido, y él se enseñoreará de
ti. Y al hombre dijo: Por cuanto obedeciste a la voz de tu mujer, y comiste
del árbol de que te mandé diciendo: No comerás de él; maldita será la
tierra por tu causa; con dolor comerás de ella todos los días de tu vida.
Espinos y cardos te producirá, y comerás plantas del campo. Con el sudor
de tu rostro comerás el pan hasta que vuelvas a la tierra, porque de ella
fuiste tomado; pues polvo eres, y al polvo volverás. Y llamó Adán el
nombre de su mujer, Eva, por cuanto ella era madre de todos los
vivientes. Y Jehová Dios hizo al hombre y a su mujer túnicas de pieles, y
los vistió. Y dijo Jehová Dios: He aquí el hombre es como uno de
nosotros, sabiendo el bien y el mal; ahora, pues, que no alargue su mano,
y tome también del árbol de la vida, y coma, y viva para siempre. Y lo
sacó Jehová del huerto del Edén, para que labrase la tierra de que fue
tomado. Echó, pues, fuera al hombre, y puso al oriente del huerto de Edén
querubines, y una espada encendida que se revolvía por todos lados, para
guardar el camino del árbol de la vida”.
El ser humano que no se acerca a Dios por medio de la cruz de Cristo
está totalmente perdido y condenado.
Juan 3:16-19 “Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a
su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, más
tenga vida eterna. Porque no envió Dios a su Hijo al mundo para
condenar al mundo, sino para que el mundo sea salvo por él. El que en él
cree, no es condenado; pero el que no cree, ya ha sido condenado, porque
no ha creído en el nombre del unigénito Hijo de Dios. Y esta es la
condenación: que la luz vino al mundo, y los hombres amaron más las
tinieblas que la luz, porque sus obras eran malas”.
A los que no creen no les agrada el mensaje de que el hombre es salvo
por medio de un Redentor crucificado y que no haya salvación por otro
medio. Para ellos, esto es una locura.
Hechos 4:12 “Y en ningún otro hay salvación; porque no hay otro
nombre bajo el cielo, dado a los hombres, en que podamos ser salvos”.
1 Corintios 1:18-19 “Porque la palabra de la cruz es locura a los que se
pierden; pero a los que se salvan, esto es, a nosotros, es poder de Dios.
Pues está escrito: Destruiré la sabiduría de los sabios, Y desecharé el
entendimiento de los entendidos”.
A los que no creen no les agrada que solo por medio de Jesucristo, el
Redentor del mundo, el ser humano tenga vida eterna, el cuidado y el
amor de Dios.
Juan 17:3 “Y esta es la vida eterna: que te conozcan a ti, el único Dios
verdadero, y a Jesucristo, a quien has enviado”.
1 Timoteo 4:18 “Y el Señor me librará de toda obra mala, y me
preservará para su reino celestial. A él sea gloria por los siglos de los
siglos. Amén”.
1 Juan 4:16-17 “Y nosotros hemos conocido y creído el amor que Dios
tiene para con nosotros. Dios es amor; y el que permanece en amor,
permanece en Dios, y Dios en él. En esto se ha perfeccionado el amor en
nosotros, para que tengamos confianza en el día del juicio; pues como él
es, así somos nosotros en este mundo”.
A los que no creen no les agrada que la familia tenga que tener a
Jesucristo en el centro de su vida para ser familias felices y estables.
Salmos 127:1 “Si Jehová no edificare la casa, en vano trabajan los que la
edifican; si Jehová no guardare la ciudad, en vano vela la guardia”.
Efesios 5:21-28 “Someteos unos a otros en el temor de Dios. Las casadas
estén sujetas a sus propios maridos, como al Señor; porque el marido es
cabeza de la mujer, así como Cristo es cabeza de la iglesia, la cual es su
cuerpo, y Él es su Salvador. Así que, como la iglesia está sujeta a Cristo,
así también las casadas lo estén a sus maridos en todo. Maridos, amad a
vuestras mujeres, así como Cristo amó a la iglesia, y se entregó a sí
mismo por ella, para santificarla, habiéndola purificado en el lavamiento
del agua por la palabra, a fin de presentársela a sí mismo, una iglesia
gloriosa, que no tuviese mancha ni arruga ni cosa semejante, sino que
fuese santa y sin mancha. Así también los maridos deben amar a sus
mujeres como a sus mismos cuerpos. El que ama a su mujer, a sí mismo
se ama”.
Efesios 6:1-3 “Hijos, obedeced en el Señor a vuestros padres, porque esto
es justo. Honra a tu padre y a tu madre, que es el primer mandamiento
con promesa; para que te vaya bien, y seas de larga vida sobre la tierra”.
Los que no creen son reacios a ver en Jesucristo la única fuente de paz.
Filipenses 4:6-7 “Por nada estéis afanosos, sino sean conocidas vuestras
peticiones delante de Dios en toda oración y ruego, con acción de gracias.
Y la paz de Dios, que sobrepasa todo entendimiento, guardará vuestros
corazones y vuestros pensamientos en Cristo Jesús”.
Romanos 14:17-19 “Porque el reino de Dios no es comida ni bebida, sino
justicia, paz y gozo en el Espíritu Santo. Porque el que en esto sirve a
Cristo, agrada a Dios, y es aprobado por los hombres. Así que, sigamos lo
que contribuye a la paz y a la mutua edificación”.
Los que no creen no aceptan que en Jesucristo, el ser humano pueda
encontrar propósito y sentido de valor para su vida.
2 Timoteo 1:9-10 “Quien nos salvó y llamó con llamamiento santo, no
conforme a nuestras obras, sino según el propósito suyo y la gracia que
nos fue dada en Cristo Jesús antes de los tiempos de los siglos, pero que
ahora ha sido manifestada por la aparición de nuestro Salvador Jesucristo,
el cual quitó la muerte y sacó a luz la vida y la inmortalidad por el
evangelio”.
2 Corintios 3:5-6 “No que seamos competentes por nosotros mismos
para pensar algo como de nosotros mismos, sino que nuestra competencia
proviene de Dios, el cual asimismo– nos hizo ministros competentes de
un nuevo pacto, no de la letra, sino del espíritu; porque la letra mata, más
el espíritu vivifica”.
2 Corintios 2:15-16 “Porque para Dios somos grato olor de Cristo en los
que se salvan, y en los que se pierden; éstos ciertamente olor de muerte
para muerte, y a aquéllos olor de vida para vida”.
EL PODER DE LA CRUZ
Soy el quinto de seis hijos que tuvieron mis padres Mamerto Salas
Zambrana y Zorah Marchetti Álvarez. Éramos una familia como cualquier
otra, con sueños y esperanzas. Mi padre era un gran luchador por su pueblo,
idealista, emprendedor; mi madre una extraordinaria mujer, ayuda idónea,
una madre ejemplar y un pilar fundamental en la vida de mi padre. En el año
1980 mi padre muere de cáncer. Dejó seis hijos y una esposa desesperada,
impotente, sin saber qué hacer para enfrentar la vida con todos sus dilemas, el
sustento para sus hijos y todo lo que conlleva la crianza de ellos. Un
panorama muy desafiante, algo que ella tenía que enfrentar sola.
Mi familia se empezó a desintegrar. Cada uno tomó su camino, como era de
esperar.
La situación familiar asemejaba una película de terror. En lo personal, –
después de la muerte de mi padre–, quedé sin control y empecé a consumir
alcohol, drogas, y como consecuencia de esta vida viciada, me encontraba
envuelto en actos de violencia y peleas. Cada vez, el desenfreno se agudizaba
en mi vida y por ende, las consecuencias. En 1991, ante la resistencia a ser
detenido por la policía, recibí un impacto de bala. Terminé en una clínica
esperando que me den de alta para luego ser trasladado a una cárcel.
En esta situación recibí la visita del Pr. Wali Arce, un amigo que se había
rehabilitado, fruto de una experiencia que tuvo con el Señor Jesús. Por
primera vez me presentaron a Jesús como mi Señor y Salvador. Gracias a la
gestión que hizo mi familia ante las autoridades, me derivaron a un Centro de
Rehabilitación por la adicción que tenía a las drogas.
Fruto de un incidente, durante mi periodo de rehabilitación, abandoné el
programa para volver nuevamente atrás. No pude desarrollar mi fe, crecer y
madurar espiritualmente, y como era de esperar, todo empezó a empeorar.
Después de meses me encontré acabado, con tuberculosis, adicto a las
drogas, fármacos, ropa sucia, un cuarto lleno de basura, colillas de cigarro y
botellas de alcohol. Cada vez que tosía salía de mi boca coágulos de sangre.
El color de mi piel se volvió verdosa y lo peor de todo, un vacío existencial
terrible, una mirada perdida y un permanente lamento por la muerte de mi
padre. Ese era el argumento que usaba hasta antes de conocer a Jesús para
justificar mis adicciones, fracasos e incapacidad para ser libre de esa
maldición.
Mi corazón estaba lleno de odio, endurecido por todo lo que había vivido.
Desde los 14 hasta los 26 años, mi vida había sido un desenfreno total, un
transitar por el camino equivocado y un sufrir las consecuencias de mis malas
decisiones.
Recuerdo que en reiteradas ocasiones Dios había usado a varias personas
para hablarme de su amor y yo lo había rechazado. En mi ignorancia creía
conocer, o mejor dicho, tener a Dios; ya que siempre cargaba un crucifijo. Mi
desconocimiento de su significado me hacía aferrarme a él como si fuera algo
mágico o una especie de amuleto que protegía mi vida de toda clase de males.
Estaba equivocado. Con el tiempo descubrí que la cruz es un símbolo de
ejecución, donde el Señor Jesús pagó por los pecados del mundo, resucitó al
tercer día y quiere vivir en el corazón del ser humano por medio del Espíritu
Santo. Es un símbolo de victoria sobre el pecado, la naturaleza corrupta y el
diablo. El Señor quiere que nosotros también disfrutemos de esa victoria por
medio de un genuino arrepentimiento.
¡Qué gran diferencia tener una cruz como amuleto y tener al Señor
resucitado en tu corazón! el Todopoderoso viviendo en ti, para transformar y
bendecir tu vida y que tú seas de bendición para otros.
Hay tanta gente que tiene un crucifijo colgado pero no tiene una relación
con Él. Viven llenos de orgullo, falta de perdón, enfermos, con temores,
adulterios, adicciones y la lista podría continuar. ¡Qué contradicción!
A los 17 años me casé con Carmen. Hoy es mi compañera, mi esposa, mi
amiga, la madre de mis tres hijos, mi corona. En ese tiempo era una joven
herida, maltratada, una mujer que tuvo que sufrir las consecuencias de
haberse dejado persuadir por un joven irresponsable que cada día se hundía
más en las drogas.
La adicción a las drogas, la adrenalina de la violencia y un sinnúmero de
problemas trajeron mucho dolor y vergüenza a mi familia. Me convertí en
una persona incontrolable e incorregible. En varias oportunidades habían
tratado de matarme. Tengo varios disparos en mi cuerpo; pero la misericordia
de Dios me había preservado la vida. Todo lo que vivía era consecuencia de
mi vida desordenada, mis vicios, de tanta necedad y rechazo a la gracia y al
amor de Dios.
Después de dos años de matrimonio cargados de violencia, malos tratos,
separaciones continuas y todas esas experiencias dramáticas y dolorosas que
vienen como consecuencia de la adicción a las drogas, mi esposa quedó
embarazada y fue así que nació Pierre. Para ese entonces ya mi matrimonio
estaba destruido. El día que Pierre nació mi esposa tomó la firme
determinación de terminar con nuestra relación por el bienestar de nuestro
hijo.
Con el pasar del tiempo mi vida se hizo insostenible. Un día, le pedí a mi
madre que me ayudara. Yo estaba con un espíritu de muerte, enfermo y
destruido. Inmediatamente, mi madre y mi hermano
–que por cierto ya conocían al Señor–, me llevaron a un Centro de
Rehabilitación y aquí comienza lo mejor de la historia. Gloria a Dios por mi
hermano Joaquín, ahora entiendo que ese deseo de cambiar fue producto de
sus oraciones. Doy gracias a mi hermano por haberse dejado usar como un
instrumento para que Dios me encause en sus caminos.
De pronto me encontré entrando a un Centro de Rehabilitación.
Mi deterioro físico era notorio. La tuberculosis me tenía piel y huesos. El
sentir de un momento a otro la necesidad de cambiar, encontrarme en camino
a un centro, me hizo pensar que algo inusual estaba pasando en mi vida. Fue
algo sobrenatural. Digo sobrenatural porque el primer día que estuve en el
Centro me mandaron a lavar los baños y a hacer limpieza, cosa que jamás
había hecho ni en mi casa; mucho peor había limpiado baños ajenos. Pero
tuve que obedecer. Esa fue una experiencia sobrenatural y una señal de Dios
que jamás olvidaré. Estaba empezando a liberarme y a ejercer Su gobierno
sobre mi vida ya que la obediencia –y mucho peor en esas circunstancias–
humanamente era algo imposible para mí. Hoy puedo comprender que Dios
estaba usando a mi querido hermano Luis Flores (ahora pastor) para
enseñarme el ABC del cristianismo.
Mientras me rehabilitaba, escuchaba los testimonios de los internos que ya
llevaban más tiempo que yo. Ellos contaban cómo Dios los había hecho libres
de la terrible vida que llevaban. Yo veía como se levantaban cada mañana
llenos de gozo, de amor por Jesús y con un profundo deseo de seguir
conociéndolo. Me sentía raro al verlos llorar y buscar a Dios con toda pasión,
pero no puedo negar que tenía una gran curiosidad y deseo de saber si eso era
algo que yo también podría experimentar.
El deporte siempre fue para mí un medio para encontrar un estado de
satisfacción, desintoxicación y relajamiento. Un día, trotando dentro de las
instalaciones del Centro, le pedí al Señor Jesús que si era real todo lo que
veía y escuchaba, que cambiara mi corazón. Y así lo hizo. Le prometí que si
respondía a mi oración, le serviría toda mi vida. Por primera vez estaba
enfrentando mi verdadera realidad de que me había convertido en un adicto
compulsivo a toda clase de drogas y estaba humillándome hasta lo sumo para
que el Señor obrara en mi vida.
Creo que mientras el ser humano no afronta lo que niega, jamás podrá ser
libre. Estaba decidido a buscar mi propia experiencia, pero era diferente a la
primera vez. Había tocado fondo y estaba dispuesto a todo. En ese momento
dejé de correr, sentí una fuerza que me detuvo y me quebrantó hasta lo más
profundo de mí ser. Tenía una convicción de pecado que nunca antes la había
tenido. Sentí, hasta mis huesos, el amor de Dios, perdonándome, sanándome,
liberándome. Jesús, en ese momento, empezó a escribir una nueva historia.
Mi perspectiva de vida cambió, de una perspectiva de debilidad y derrota a
una perspectiva de fortaleza y victoria; de esclavitud a libertad; de miseria y
pobreza a prosperidad, en todo el sentido de la palabra.
Con el tiempo entendí que no era necesario llegar a vivir en esas
condiciones y mucho peor, tocar fondo. Creo que fue un periodo en mi vida
de mucha necedad.
Luego de mi experiencia desarrollé con Jesús una relación, un
compañerismo e intimidad que me transformó la vida. Vivía con un deseo
ardiente de conocerlo y de estar cada día en Su presencia. ¡Había nacido de
nuevo!
Asumí conscientemente que mi futuro estaba empezando a desarrollarse de
una manera diferente. Cumplí con el programa de Rehabilitación de seis
meses. Al salir del Centro busqué a mi esposa y a mi hijo con quienes hasta
ese entonces, llevaba seis años separados.
Dios me llenó de valor para dar la cara y pedir perdón y a partir de ese
momento Dios empezó a restaurar mi hogar, lo que humanamente era
imposible.
Una de las cosas por la que más agradezco a Dios es el haber restaurado el
corazón de mi hijo Pierre.
Cuando salí del Centro de Rehabilitación y fui a pedir perdón a mi esposa,
trataba de que la relación con mi hijo fuera restaurada
también. Pierre tenía seis años y durante ese tiempo yo no estuve presente
como padre en su vida. Algunas veces lo visitaba en estado de ebriedad para
llevarle un regalo, pero yo era un desconocido como padre para mi hijo.
Cuando iba a recogerlo del colegio, yo veía cómo los niños salían corriendo
y abrazaban a sus padres con una sonrisa en su rostro y al mismo tiempo,
miraba a mi hijo salir del colegio indiferente conmigo, con una mirada triste y
me saludaba simplemente con un “Hola papá”. En mi corazón había un
deseo profundo de que mi hijo me vea como su amigo, pero todos los intentos
eran fallidos. Un día fui a recogerlo y Dios me mostró que lo que tenía mi
hijo era falta de perdón hacia mí por haberlo abandonado durante seis años.
Recuerdo que Pierre subió al auto, me saludó y lo miré a los ojos diciendo:
“hijo, perdóname por haberte abandonado durante todo este tiempo,
perdóname por no haber sido un buen padre. Te amo y prometo nunca más
irme de casa”. ¡Ese momento fue maravilloso!
Bastaron esas palabras para que él se ponga a llorar y me diera el abrazo que
yo tanto anhelaba. Supe que Dios estaba restaurando y sanando el corazón de
Pierre.
Malaquías 4:6 “Él hará volver el corazón de los padres hacia los hijos, y
el corazón de los hijos hacia los padres, no sea que yo venga y hiera la
tierra con maldición”.
Hoy en día existen muchos cristianos que tienen falta de perdón en su
corazón hacia algún miembro de su familia o hacia ellos mismos por los
errores cometidos. La falta de perdón es un cáncer que envenena el alma y es
raíz de muchas enfermedades. Qué bueno sería que te pongas a analizar tu
corazón y perdones a quién te ha herido o te perdones a ti mismo. Tal vez la
relación con tus hijos es cortante, distante o indiferente. Analízate como
padre o madre y comienza a asumir tu grado de responsabilidad.
Mi relación fue totalmente restaurada con mi familia y la familia de mi
esposa. Con la fe como la de un niño, empecé a desarrollar una relación con
Dios tan fuerte, que tuvo repercusión en la relación con mi amada esposa, a
quien empecé a honrar y amar de forma sincera.
Dios me estaba convirtiendo en un verdadero hombre, porque por primera
vez asumía el grado de responsabilidad que me correspondía. Estaba dejando
de justificarme, dejando las excusas y estaba dispuesto, de la mano de Dios, a
rectificar lo que había destruido en manos del diablo.
Cuando digo que me estaba convirtiendo en un verdadero hombre me
refiero a la capacidad que Dios te da para asumir tu rol como cabeza de
hogar, a ser un ejemplo en palabra, conducta y hechos, a ser un proveedor y
protector de tu familia.
Creo que solo de la mano de Jesús los hombres podemos desarrollar un
sentido de responsabilidad, pelear por nuestras familias en lugar de
abandonarlas, enfrentar los problemas del cotidiano vivir con sabiduría y
amor en lugar de ser el típico hombre cobarde que sabe lo que hará el fin de
semana, pero que no sabe la dirección que ha tomado su familia ni percibe el
estado en el que se encuentra.
Hoy tenemos tres ejemplares hijos a los que amamos con todo el corazón:
Pierre, Vanessa y Bruna. Somos una familia con firmes cimientos morales y
espirituales. Cada día crecemos espiritualmente al adorar a Dios y escudriñar
las Escrituras, pero también al interceder y ayudar a muchas familias que
viven en crisis y que han pasado por experiencias como las nuestras.
A través de la Palabra, Dios me ha enseñado que debo amar a mi esposa
como Cristo amó a la iglesia. He aprendido que yo soy el líder que necesita
mi familia y he comprendido que mientras más busco la presencia de Dios y
más obedezco las Escrituras, más maduro soy y puedo asumir mi
responsabilidad con mi esposa e hijos.
Tras haber sido una mala influencia, –y después de haberle dado un mal
testimonio a mi familia–, hoy soy un nuevo hombre que se ha convertido en
un ejemplo de vida. Por la fe en Jesucristo y un genuino arrepentimiento, se
quebrantó esa cadena de maldición que había enredado a mi familia y Dios
nos ha trasformado en una familia de sacerdotes.
¿Dónde haya estado mi familia, mi hijo? ¿Qué clase de hombre hubiera sido
si no hubiese sido por esa decisión que tomé de rehabilitarme y de entregar
mi vida a Jesús? Sin duda que mi hijo
Pierre se hubiera convertido en una copia fiel de ese padre irresponsable y
perdido. Gloria a Dios, porque ahora mi hijo es un profeta, compañero de
ministerio, es abogado, teólogo y está casado con una extraordinaria mujer, la
profeta Andrea Vaca, una hija espiritual que le robo el corazón a mi
primogénito. Es uno de los hombres de mayor confianza que tengo en el
círculo íntimo de la iglesia, algo que él se ha ganado por la gracia de Dios.
Ahora, él edifica su familia sobre la Palabra de Dios, pero también sobre el
legado que su padre y su madre le estamos dejando. Las dos hijas que tengo
también están creciendo en esa dirección. Son nobles y obedientes. Ellas
también han sido impactadas por mi testimonio y mi historia de fe. Han
crecido en un ambiente de milagros, prodigios, señales, poder y cruzadas
evangelísticas. Han crecido viendo a su padre y su madre vivir de rodillas
para asumir todos los retos y desafíos que el Señor nos ha presentado y
tenemos una gran expectativa que se convertirán en grandes mujeres de Dios,
ya que fueron consagradas desde el vientre.
Una prueba de fe
Después de la restauración de mi hogar y de doce años de servir fielmente al
lado del Apóstol Melitón Rosales, fuimos enviados a pastorear una obra.
En el año 2007, estábamos delante de una iglesia empezando de cero. Era un
lugar que no tenía la condición para convertirse en iglesia. Nosotros
habíamos aceptado dar un paso de fe y creer que era el momento de que Dios
escribiera una historia con nuestras vidas.
Las almas empezaron a llegar, las familias se restauraban. Estábamos
teniendo una experiencia propia con el Espíritu Santo. El avivamiento, la
pasión por Dios y por las almas eran más fuerte de lo que ya habíamos
experimentado. Orábamos, ayunábamos, clamábamos y evangelizábamos. La
obra empezaba a ser levantada por Dios.
De un momento a otro, me vino un dolor en el cerebro que sobrepasaba mi
capacidad humana de resistir. Llamamos a una ambulancia porque yo no
podía levantarme de la cama. Me inyectaron un calmante fuerte, pero eso no
solucionó el problema. Todavía seguía con dolor. Al día siguiente me
internaron, pero el dolor se fue intensificando acompañado de fiebre, dolor de
cuerpo y un terrible malestar. Todo mi cuerpo temblaba. En ese momento
entré en un estado de semiinconsciencia. Luego de varias pruebas, el médico
me diagnosticó meningitis. Después de una semana de tratamiento me sentía
tan mal que llamé a mi hijo Pierre para encargarle a su madre, la familia y la
obra.
El cuadro era crítico, las posibilidades de que queden secuelas, como
parálisis o ceguera, eran grandes.
Yo necesitaba un milagro, una oportunidad de vida. Percibía que todavía no
era el momento de partir a la presencia de Dios. Recién empezaba el
ministerio, teníamos un llamado y un sueño de llevar el Evangelio a toda
nuestra nación.
En la medida en que pasaban los días, empecé a aferrarme a la promesa de
sanidad para mi vida con una declaración de fe sobre mi cuerpo. Era el
momento de pelear mi propia batalla de la fe. Dependíamos totalmente de
Dios y el Señor intervino dándome la victoria. Después de casi dos meses
hospitalizado, me dieron de alta. Pude ver que la mano de Dios estaba sobre
mí restaurando
totalmente mi salud.
Recuperado totalmente y sin ninguna secuela del cuadro de meningitis,
retomé las actividades en el ministerio. Era un nuevo tiempo para mí, una
oportunidad de vida. Valoraba tanto cada minuto de mi vida, tenía tanto
anhelo y deseo por estar en la presencia de Dios y de cumplir con la visión y
misión que me había encomendado, que me entregué con todo mi ser al
llamado de Dios.
A partir de ahí, la verdad de la cruz se reveló a mi vida como nunca antes y
comencé a entender que todo lo que me pasó, no fue sino para traer consigo
un mayor nivel de fe, dependencia y amor hacia Él.
• Nunca permitas que te digan que es demasiado tarde para volver a
empezar. Humíllate delante de Dios, reconoce que has vivido fuera de Su
voluntad, cambia de actitud y pide que el Señor Jesús sea tu Salvador. Verás
cómo te levanta aún de las cenizas. Y tú, que por cosas de la vida te echaste
para atrás, vuelve a tu primer amor. Podrás retomar el rumbo de la vida que
Dios, en algún momento, te estaba dando.
Jeremías 31:3 “Jehová se manifestó a mí hace ya mucho tiempo,
diciendo: Con amor eterno te he amado; por tanto, te prolongué mi
misericordia”.
• Es probable que tú no hayas vivido la vida tan desenfrenada que yo llevé,
pero quizás las malas decisiones que has tomado han puesto tu vida y la de
tu familia en el camino incorrecto. Lo mejor que puedes hacer es decidir creer
que no es demasiado tarde y correr hacia el Señor Jesús en busca de perdón y
sabiduría para encauzar tu vida y la de tu familia.
Proverbios 3:5-6 “Fíate de Jehová de todo tu corazón, Y no te apoyes en
tu propia prudencia. Reconócelo en todos tus caminos, Y él enderezará
tus veredas”.
• Estoy seguro que en algún momento, –al igual que me sucedió a mí–, tú
estabas lleno de sueños, capacidades y habilidades. Pero con el tiempo te
cansaste de lidiar con problemas y circunstancias difíciles, a tal punto que
perdiste la pasión y el deseo de luchar por algo que tú querías. Quiero
desafiarte a que pongas tu fe en el Señor Jesucristo, que te levantes y pelees
por esos sueños.
La historia que acabas de leer en estas páginas no es mi historia; es la
historia de Dios, y la está usando para desafiarte a que tomes la decisión de
creerle, de no renunciar a tus sueños y pelear por ellos.
Jeremías 32:27 “He aquí que yo soy Jehová, Dios de toda carne; ¿habrá
algo que sea difícil para mí?”
• Si has pensado en rendirte y tirar la toalla –como decimos en la jerga del
pugilato– no lo hagas. Confía en Dios. Si todavía estás con vida, no es
demasiado tarde para que Dios haga sus mejores hazañas contigo y a través
de ti. Atrévete a soñar y a creer que no es demasiado tarde. Dios cambió mi
vida cargada de desaciertos, desgracias y fracasos; también lo quiere hacer
contigo. Si yo pude recuperarme después de más de una década sumida en la
perdición, tú también puedes hacerlo.
Salmos 34:18 “Cercano está Jehová a los quebrantados de corazón; y
salva a los contritos de espíritu”.
• Mi familia y yo tuvimos que responder al llamado de Dios. Conocimos el
plan que Dios tenía para nosotros, nos dejamos guiar por su Santo Espíritu,
fuimos obedientes y Dios empezó a manifestar su vida en nosotros y a través
de nosotros, usándonos de una forma que jamás imaginamos.
Deuteronomio 11:26-28 “He aquí yo pongo hoy delante de vosotros la
bendición y la maldición: la bendición, si oyereis los mandamientos de
Jehová vuestro Dios, que yo os prescribo hoy, y la maldición, si no
oyereis los mandamientos de Jehová vuestro Dios, y os apartareis del
camino que yo os ordeno hoy, para ir en pos de dioses ajenos que no
habéis conocido”.
LA CRUZ DE CRISTO: LA
SOLUCIÓN A LOS PROBLEMAS
DEL MUNDO MODERNO
La cruz de Cristo es la solución a tantos problemas que vive el mundo del
siglo XXI. La sociedad moderna está marcada por la corrupción, el egoísmo,
violencia, injusticia, enfermedad, desintegración familiar, individualismo,
divisiones, etc.
Frente al caos que nos envuelve como sociedad, sólo los principios bíblicos
y el amor de Dios pueden darnos un norte, un destino digno y un propósito de
vida. Cuando le abres el corazón a Jesús, cuando arrepentido reconoces tu
pecado, cuando eres capaz de agradecer por el amor que te tuvo muriendo en
una cruz y pagar así tu transgresión; ahí es donde se inicia la reconciliación
con Dios y una nueva vida en Cristo Jesús.
Toda culpa y condena ha sido pagada. Ya se acusó, enjuició, condenó,
ejecutó y sacrificó al Hijo de Dios por todos tus pecados. Ya has sido
liberado de esa culpa. Que nadie te impida vivir una vida libre y plena en
Cristo Jesús, si ya le entregaste tu corazón.
Hay un nuevo comienzo de la mano de Cristo resucitado. Lamentablemente,
muchos han tratado de lograr este beneficio por sus fuerzas, obras y méritos.
¡Eso sí es una necedad y locura! Todo se logra por gracia. Solo tienes que
creerlo y recibirlo.
Ahora entiendo por qué solo puedo pensar y hablar del sacrificio de la cruz.
Allí fue donde se pagó mi pecado y se canceló mi deuda. La cruz canceló mi
pasado cargado de frustración, dolor, decepción y amargura. En la cruz se dio
inicio a una temporada de libertad, de disfrutar el amor de Dios, de Su favor y
Su paternidad. Cuando esta verdad se reveló a mi vida, comencé a ver con
mis propios ojos el cumplimiento de cada propósito y promesa que Dios tenía
para mi vida.
Todo lo que tú haces tiene un propósito, una razón de ser, un destino. Es
extraordinario cómo lo que has vivido se convierte en una experiencia que te
hace más fuerte y, al mismo tiempo, más sensible al dolor de los demás. Esta
experiencia te da también esa autoridad espiritual y moral para predicar el
Evangelio de la cruz.
Todo buen soldado de Jesús tiene como punto de partida en su vida el
mensaje de la cruz. Allí está el poder, la transformación no solo personal,
sino familiar, social, como también las sanidades, milagros y prodigios.
Debemos reconocer que es un mensaje liberador, sanador, transformador y
es lo que permite que un individuo viva en comunión con Dios y Su Palabra;
es esa relación y conocimiento lo que lo mantiene libre. Es entonces que el
hombre no puede ser sojuzgado por el diablo, por un sistema, ni por un
gobierno. Cabalmente, la mejor arma que puede tener un ser humano contra
la esclavitud es la verdad (La realidad de Dios sobre el hombre). Todo
esclavo en su condición corrupta y caída, ante Dios pierde todos sus
derechos, como decir:
• Su condición de hijo y heredero.
• El poder y la autoridad que tienen solamente los hijos de Dios para ejercer
dominio propio ante toda debilidad del ser humano y para vencer toda
tentación.
• La libertad que solo viene por el arrepentimiento y por confesar a Cristo
como Señor y Salvador. Así también civilmente, ante la sociedad, porque
vive violentando principios y leyes y sufriendo las consecuencias; engañando
y siendo engañado, infundiendo miedo y siendo esclavo de sus temores.
Gálatas 6:7 “No os engañéis; Dios no puede ser burlado: pues todo lo
que el hombre sembrare, eso también segará”.
Que extraordinaria mi experiencia con el Señor, me dio un nuevo corazón y
también me hizo un hombre virtuoso y de principios. Hace 24 años vivía sin
Dios y sin Ley, sufriendo las consecuencias de mi extravío. Muchas veces
despertaba en una carceleta privado de mi libertad, uno de los bienes más
preciados que Dios le dio al ser humano.
Romanos 13:3-4 “Porque los magistrados no están para infundir temor al
que hace el bien, sino al malo. ¿Quieres, pues, no temer la autoridad? Haz
lo bueno, y tendrás alabanza de ella; porque es servidor de Dios para tu
bien. Pero si haces lo malo, teme; porque no en vano lleva la espada, pues
es servidor de Dios, vengador para castigar al que hace lo malo”.
¿Se da cuenta? si no venimos al Señor Jesús arrepentidos, no tendremos un
nuevo corazón, no habrá libertad y seguiremos siendo transgresores crónicos
de las leyes, y lo peor de todo, de los principios que Dios estableció en Su
Palabra. Las naciones que desconocen a Dios y sus principios son las
naciones más corruptas e inmorales, divididas, violentas, inseguras, hostiles.
El ciudadano es indiferente ante su prójimo, egoísta, incorregible, incapaz de
hacer algo por el prójimo, no hay ética de trabajo y tiene un distintivo: es
bueno para reclamar derechos pero nunca para asumir obligaciones ni
responsabilidades.
He visto cómo el mensaje de la cruz ha cambiado vidas y ha restaurado
familias. Ningún otro mensaje ha podido revolucionar pueblos, ciudades y
naciones; ningún otro mensaje ha logrado transformar tantas personas.
Soy testigo del poder sanador de Dios. A través del ministerio que Dios me
ha dado, el Espíritu Santo ha manifestado Su poder restaurando familias,
individuos de todos los estratos sociales, eruditos, gente sin ninguna
preparación en los estudios, ricos, pobres, sanando enfermos, levantando
paralíticos, resucitando muertos, curando sordos y ciegos. He visto a personas
desahuciadas que han escapado de los hospitales porque han visto la
predicación del mensaje de la cruz en televisión y han ido al servicio de
sanidad en la iglesia, algunos solos y otros –que no podían moverse– llevados
por familiares; han esperado que terminara el servicio para que oremos al
Señor Jesús por un milagro y se han ido sanos. He visto drogadictos,
prostitutas, homosexuales, lesbianas, pandilleros, todos ellos siendo
transformados y hoy ejerciendo un llamado como pastores, evangelistas,
misioneros, intercesores, etc. ¡Gloria a Dios!

TESTIMONIOS DE EXPERIENCIAS
SOBRENATURALES
1 Corintios 1:28 “y lo vil del mundo y lo menospreciado escogió Dios, y
lo que no es, para deshacer lo que es”.
Su llegada al centro de rehabilitación Operación Rescate fue una de las más
recordadas tanto por mí, como por aquellos que sirven de obreros en el
centro. Llegó con tacones, mini falda, pestañas postizas, peluca y uñas largas,
pero su nombre era Francisco. No había visto un caso tan extremo como el de
él. No solo llevaba una vida homosexual de más de 10 años, sino que también
se prostituía en las calles y tenía fuertes problemas de adicción a las drogas.
Pero Dios cambió su corazón. Su primera experiencia con Jesús le marcó la
vida para siempre convirtiéndolo no solo en un gran siervo y pastor, sino en
un gran guerrero e intercesor, con el don de liberar a otros. Ahora Francisco
está casado con la Pra. Emily, una gran mujer de Dios e hija espiritual. Son
directores del centro de rehabilitación “Operación Rescate Niños” y juntos
sirven a mi lado en la obra del Señor.
Marco Suarez era un niño, como quien dice, fracasado. En su
desconocimiento del Señor no tenía sueños, ni las más mínimas aspiraciones
de ser alguien en la vida. Era burlado y rechazado por sus compañeros de
curso ya que en su etapa escolar era el peor alumno. Provenía de una familia
con pocos recursos económicos y sentía que su vida en esta tierra carecía de
sentido. Hasta que conoció a Jesús quien le dio un giro a la historia. Un mes
antes de salir profesional de su carrera universitaria, Marco estaba firmado un
contrato de trabajo en Brasil con una de las empresas multinacionales más
grandes del mundo. A medida que Dios se fue revelando a él en todas las
áreas de su vida, todo fue cambiando. En su primer año de trabajo lo
ascendieron cinco veces, aumentándole cinco veces el sueldo inicial y
convirtiéndose en el profesional mejor pagado de su curso. Dios le ha dado
las mejores posiciones en las mejores empresas petroleras a nivel mundial y
él las ha utilizado como plataforma para predicar el evangelio en más de
cinco países y en tres diferentes lenguas: español, inglés y portugués. Marco
no solo se convirtió en un gran ingeniero petrolero, sino también en un
pastor, en un ministro del evangelio. ¡Gloria a Dios! ¡Él es un Dios de cosas
grandes!
Daniel y Dánica son un matrimonio que ha experimentado de forma
sobrenatural la restauración. El sentía que su vida carecía de sentido y
propósito. Estaba divorciado, era un padre ausente, no tenía trabajo y encima
era de mala influencia para quien se le acercaba. Ella, por su parte, sufría de
una fuerte depresión. Quedó huérfana a los tres años y estaba atravesando por
el fallecimiento de quien la acompañó durante muchos años. Cuando Daniel
conoció a Jesús y el proceso de sanidad interior se hizo una realidad en él,
comenzó a influenciar en la vida de su ex esposa, Dánica. Ella creció en una
familia bastante religiosa y tradicional, lo cual le impedía creer que Jesús
podía hacer algo con ella. Ante la presión de Daniel de no pasarle pensión
para sus hijas si no iba a la iglesia, Dánica comenzó a asistir. Fue cuando
Jesús la tocó y quebrantó su corazón. Daniel le pidió perdón y comenzó el
proceso de restauración. Luego de haber estado cuatro años divorciados, se
volvieron a casar. Hoy son una familia de siervos, cada uno ejerciendo el
ministerio que Dios le dio, son grandes profesionales en el campo de la
ingeniería comercial y en la psicopedagogía y aprendieron que de no haber
entendido el principio de obediencia y haberlo puesto a Él en primer lugar,
los planes de Dios para ellos no se hubieran cumplido. Gloria a Dios. ¡Él es
maravilloso!
Una mujer no creyente vino a dejar a sus familiares a la iglesia. Ella estaba
en su auto, ya que no quiso entrar al servicio. Cuando de repente el Espíritu
Santo empezó a liberar su vida, los demonios empezaron a manifestarse a tal
punto que los guardias de la iglesia la metieron alzada para que los pastores e
intercesores la asistan. La Gloria de Dios liberando. ¡Fue sobrenatural!
Otra de las experiencias sobrenaturales del poder sanador de Dios es el de
una mujer que estaba oprimida por un espíritu de depresión y ansiedad; a tal
punto que tenía la mitad de su cara paralizada. Los médicos no encontraban la
causa de la parálisis. Una noche ella encendió la radio y estaba saliendo al
aire nuestro programa “Palabras de Vida”. Ella escuchó el mensaje y al final,
en el momento de la oración por sanidad y liberación, el Espíritu Santo la
liberó. La parálisis se fue, los ataques de ansiedad desaparecieron. En ese
mismo momento empezó a sentir paz en su corazón. Ese fin de semana llegó
a la iglesia y testificó todo lo que Dios había hecho a través de la radio.
¡Gloria a Dios!
Tú no te imaginas la cantidad de personas que están siendo oprimidas por el
diablo, que están desesperados y están esperando por ti, están esperando
escuchar el mensaje de la cruz y el poderoso testimonio que tienes.
• Amigo lector, no te resignes a vivir una vida de derrota, vergüenza,
sentimientos de culpa por tus malas decisiones, fracasos y miserias. Dios
tiene algo mejor para ti. Búscalo.
Salmo 121:1-2 “Alzaré mis ojos a los montes; ¿De dónde vendrá mi
socorro? Mi socorro viene de Jehová, que hizo los cielos y la tierra”.
• Tú puedes aprender de tus errores, fracasos, pecados y ser más fuerte; o
vivir lamentándote por lo sufrido. Si decides aprender, esas experiencias se
convertirán en grandes enseñanzas de vida y te enfocarás en todas las cosas
nuevas que Dios empezará a hacer en ti.
• Tu perspectiva cambiará, empezarás a esperar cosas mejores de Dios y en
vez de poner la mirada en los problemas –que por cierto siempre los tendrás–,
estarás enfocado en las promesas y en Sus propósitos.
Isaías 55:9 “Como son más altos los cielos que la tierra, así son mis
caminos más altos que vuestros caminos, y mis pensamientos más que
vuestros pensamientos”.
1 Pedro 1:3 “Bendito el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo, que
según su grande misericordia nos hizo renacer para una esperanza viva,
por la resurrección de Jesucristo de los muertos”.
• Con el tiempo te darás cuenta que todo tenía un propósito. Dios usará todo
aquello que no tenía sentido en tu vida y verás como Dios estaba
preparándote para algo grande.
Romanos 8:28 “Y sabemos que a los que aman a Dios, todas las cosas les
ayudan a bien, esto es, a los que conforme a su propósito son llamados”.
SIN INTIMIDAD NO HAY PODER,
NO HAY VICTORIA, NI HAY
PROSPERIDAD
1 Crónicas 16:11-12 “Buscad a Jehová y su poder; Buscad su rostro
continuamente. Haced memoria de las maravillas que ha hecho, de sus
prodigios, y de los juicios de su boca”.
1 Crónicas 29:11-12 “Tuya es, oh Jehová, la magnificencia y el poder, la
gloria, la victoria y el honor; porque todas las cosas que están en los
cielos y en la tierra son tuyas. Tuyo, oh Jehová, es el reino, y tú eres
excelso sobre todos. Las riquezas y la gloria proceden de ti, y tú dominas
sobre todo; en tu mano está la fuerza y el poder, y en tu mano el hacer
grande y el dar poder a todos”.
¿Ahora lo entiendes? La ayuda, el socorro, la provisión, el milagro y la
mano poderosa de Dios interviniendo en tu vida o circunstancia se harán
realidad cuando tengas un genuino anhelo y deseo de comunión con Dios.
Bien lo describe el rey David en el Salmos 42:1 usando la metáfora del ciervo
que camina en tierra seca buscando con ansias y desesperación las corrientes
de las aguas que tanto necesita para no morir de sed. Nuestra sed por Dios es
lo único que puede desatar Su presencia.
Uno de los grandes errores que a menudo se comete es tratar de sustituir la
intimidad con Dios por otras actividades. Nada puede sustituir tu tiempo de
comunión, ya que es allí donde Dios perfecciona la obra en tu vida y añade
sabiduría y discernimiento para adorarlo. Es ahí donde fluye la unción, el
poder y los dones (que es lo que te convierte en un cristiano competente) para
manifestar la gloria de Dios en tu vida; y si eres un ministro de Dios, en tu
ministerio.
Necesitamos buscar a Dios con todas nuestras fuerzas y todo nuestro
corazón, eso hará que nos mantengamos enfocados en la agenda de Dios.
Nadie tendrá que decirnos qué hacer ni recordar nuestras prioridades, nadie
tendrá que decirnos que estamos en una guerra sin tregua, que las batallas se
ganan de rodillas. Nadie tendrá que decirnos que sin intimidad no hay poder,
ni exhortarnos para decirnos que no debemos tener alianzas con el mundo, la
carne y el diablo. Nadie tendrá que decirnos que si no tenemos comunión y
dirección del Espíritu Santo, no habrá dominio propio, obediencia a la
Palabra, fe, seguridad, amor por el prójimo. Nadie tendrá que decirnos que la
primera iglesia, colegio, universidad y gobierno están en casa. Nadie tendrá
que decirnos que somos la luz del mundo y que recordemos que debemos
tomar aquellas causas sociales de sectores donde viven las personas más
empobrecidas y muchos que han caído en desgracia.
Mientras haya más dependencia hacia Dios, habrá más interdependencia
entre los miembros de la familia, iglesia, sociedad, estado y gobierno y una
total dependencia hacia Dios para asumir la responsabilidad de mis
decisiones y actos.
Cuando Jesús es el centro de nuestras vidas y hemos llegado a amarlo con
toda nuestra mente, fuerzas y corazón, todos nuestros pensamientos, deseos y
motivaciones están influenciadas por Él. No ha habido, no lo hay, ni habrá
hombre, líder, gobierno que pueda cambiar la realidad de una nación.
Mientras Jesús no sea entronado en los corazones de los individuos, se tenga
conciencia de la nueva naturaleza que hemos recibido al nacer de nuevo, la
decisión intencional de vivir conforme a Su Palabra, la responsabilidad que
tenemos todos en la reconstrucción de una nueva nación, asumiendo cada uno
el rol y el grado de responsabilidad que le corresponde; no podremos trabajar
en unidad como un solo hombre por el bien de nuestra nación.
El no tener como prioridad una relación íntima con Dios te expone al
letargo, entorpece tu percepción hacia el anhelo y la pasión que debes tener
por Dios, comienzas a darle prioridad a cosas que no son relevantes y el
enemigo termina logrando su objetivo. El no tener como prioridad una
relación íntima con Dios te convierte en un cristiano inoperante y es a partir
de ese momento que empiezas a perder todas tus batallas. No solo dejas de
percibir la necesidad de Dios, sino que pierdes de vista el estado en que se
encuentra tu corazón, tu matrimonio, tus hijos, tu ministerio y mucho peor tu
sociedad. Dejas de estar enfocado en Dios, en la visión, en la misión, en Sus
propósitos y en Sus promesas.
Jeremías 29:13 “Y me buscaréis y me hallaréis, porque me buscaréis de
todo vuestro corazón”.
2 Corintios 10:3-5 “Pues aunque andamos en la carne, no militamos
según la carne; porque las armas de nuestra milicia no son carnales, sino
poderosas en Dios para la destrucción de fortalezas, derribando
argumentos y toda altivez que se levanta contra el conocimiento de Dios,
y llevando cautivo todo pensamiento a la obediencia a Cristo”.

LA INTIMIDAD TE MANTIENE EMPODERADO


Lucas 9:1-2 “Habiendo reunido a sus doce discípulos, les dio poder y
autoridad sobre todos los demonios, y para sanar enfermedades. Y los
envió a predicar el reino de Dios, y a sanar a los enfermos”.
Lucas 10:19 “Mirad, os he dado autoridad para hollar sobre serpientes y
escorpiones, y sobre todo el poder del enemigo, y nada os hará daño”.
(BLA)
Marcos 16:17-18 “Y estas señales seguirán a los que creen: En mi
nombre echarán fuera demonios; hablarán nuevas lenguas; tomarán en
las manos serpientes, y si bebieren cosa mortífera, no les hará daño; sobre
los enfermos pondrán sus manos, y sanarán”.
Hechos 4:29-31 “Y ahora, Señor, mira sus amenazas, y concede a tus
siervos que con todo denuedo hablen tu palabra, mientras extiendes tu
mano para que se hagan sanidades y señales y prodigios mediante el
nombre de tu santo Hijo Jesús. Cuando hubieron orado (intimidad
continua con Dios), el lugar en que estaban congregados tembló; y todos
fueron llenos del Espíritu Santo, y hablaban con denuedo la palabra de
Dios”.
La Biblia dice que el Señor Jesús nos dio poder y autoridad en Su nombre
para predicar las buenas noticias del Reino de Dios, sanar a los enfermos y
echar fuera a los demonios.
Tanto el poder para sanar, como el echar fuera demonios, predicar el
evangelio y el poder para prosperar, provienen de Dios. Esto quiere decir que
si no acudimos a la fuente a buscar ese poder y esa autoridad, nunca los
tendremos. Es por medio de la intimidad con Dios que puedes obtener todo
aquello que necesitas para ejercer tu ministerio, llevar una vida en victoria y
convertirte en un reformador.
Se trata del poder sobrenatural que acompaña a una persona que está
fungiendo como un instrumento de Dios para cumplir con una misión
encomendada. El poder que recibes por medio del Espíritu Santo es para
lograr los resultados que por la vía natural no podrían ser alcanzados, de lo
contrario, estarías intentando hacer en tus fuerzas lo que solo Él puede hacer.

EL EXTRAORDINARIO PODER DE DIOS PARA


PROSPERAR
1 Crónica 29:11-12 “Tuya es, oh Jehová, la magnificencia y el poder, la
gloria, la victoria y el honor; porque todas las cosas que están en los
cielos y en la tierra son tuyas. Tuyo, oh Jehová, es el reino, y tú eres
excelso sobre todos. Las riquezas y la gloria proceden de ti, y tú dominas
sobre todo; en tu mano está la fuerza y el poder, y en tu mano el hacer
grande y el dar poder a todos”.
Muchas personas, e incluso algunos creyentes, cuando ven prosperar a otros
se preguntan qué fue lo que hicieron; qué carrera estudiaron, qué negocio
emprendieron; y algunos con motivaciones erradas de prosperar, entran al
ministerio sin ser llamados. Como están buscando obtener los mismos
resultados, piensan que deben hacer lo mismo. Se inscriben en la misma
carrera, forman una empresa semejante en otro lugar, forman su propia
iglesia (como si se tratara de un negocio) y pronto se dan cuenta que en ellos
no funcionó de la misma forma. Ignoran lo que dice en las escrituras.
La prosperidad es una consecuencia de aplicar los principios que Dios
estableció para bendecir a Sus hijos, como también es una consecuencia de
tu motivación para prosperar y alimentarte con la visión de Dios.
Deuteronomio 8:18 “Sino acuérdate de Jehová tú Dios, porque él te da el
poder para hacer las riquezas, a fin de confirmar su pacto que juró a tus
padres, como en este día”.

EL PROPÓSITO DE LAS RIQUEZAS


Cuando desarrollas una comunión íntima con Dios, las motivaciones de tu
corazón son purificadas y te conviertes en una persona con un corazón
generoso, libre del orgullo, de avaricia y de vanidad.
Veamos cuáles son los propósitos de las riquezas según la Palabra de Dios:
• Disfrutar de la vida.
Eclesiastés 5:18-19 “He aquí, pues, el bien que yo he visto: que lo bueno
es comer y beber, y gozar uno del bien de todo su trabajo con que se
fatiga debajo del sol, todos los días de su vida que Dios le ha dado;
porque esta es su parte. Asimismo, a todo hombre a quien Dios da
riquezas y bienes, y le da también facultad para que coma de ellas, y tome
su parte, y goce de su trabajo, esto es don de Dios”.
Quisiera que pongas atención a lo que la Palabra de Dios dice: Tu parte en la
vida aquí en la tierra no es sufrir, ni angustiarte, sino gozar de tu trabajo y
disfrutar de las riquezas que Él te quiere dar.
Es por eso que Dios nos entrega el poder para hacer riquezas, porque quiere
que disfrutemos la vida. El don de Dios son las riquezas, bienes y la facultad
para comer de ellas y gozarnos. Sin embargo, la idiosincrasia con la que
fuimos criados nos hace sentir culpables de disfrutar de lo que Dios nos ha
dado. Nos hace tener una mentalidad de miseria, una mentalidad de mártires.
Dios se alegrará contigo cuando te vea disfrutando de lo que Él te ha dado.
• Llevar el Evangelio a todas partes.
Marcos 10:29-30 “Respondió Jesús y dijo: De cierto os digo que no hay
ninguno que haya dejado casa, o hermanos, o hermanas, o padre, o madre,
o mujer, o hijos, o tierras, por causa de mí y del evangelio, que no reciba
cien veces más ahora en este tiempo; casas, hermanos, hermanas, madres,
hijos, y tierras, con persecuciones; y en el siglo venidero la vida eterna”.
Qué poderoso cuando un hombre o una mujer tienen intimidad con Dios. Él
te vuelve sensible ante las necesidades de las personas, transforma tu corazón
y te enfoca en lo que realmente es importante; la salvación de las almas.
Nadie que no haya desarrollado una comunión íntima con Dios estará
dispuesto a vivir por la causa de Jesús.
¿Cuál es el mayor peligro de una vida de prosperidad y abundancia?
Deuteronomio 8:10-14 “Cuídate de no olvidarte de Jehová tu Dios, para
cumplir sus mandamientos, sus decretos y sus estatutos que yo te ordeno
hoy; no suceda que comas y te sacies, y edifiques buenas casas en que
habites, y tus vacas y tus ovejas se aumenten, y la plata y el oro se te
multipliquen, y todo lo que tuvieres se aumente; y se enorgullezca tu
corazón, y te olvides de Jehová tu Dios, que te sacó de tierra de Egipto, de
casa de servidumbre”.

¿QUÉ QUIERE DIOS QUE HAGAMOS EN


PROPORCIÓN A LAS COSAS TEMPORALES QUE
RECIBIMOS?
Salmos 96:7-9 “Tributad a Jehová, oh familias de los pueblos, dad a
Jehová la gloria y el poder. Dad a Jehová la honra debida a su nombre;
traed ofrendas, y venid a sus atrios. Adorad a Jehová en la hermosura de
la santidad; temed delante de él, toda la tierra”.
Salmos 116:12-14 “¿Qué pagaré a Jehová por todos sus beneficios para
conmigo? Tomaré la copa de la salvación, e invocaré el nombre de
Jehová. Ahora pagaré mis votos a Jehová delante de todo su pueblo”.
Dios nos da, de manera que podamos devolverle a Él; para así mantener
abierta en nosotros la fuente de la dadivosidad, de la gratitud y la fidelidad
hacia Él.
Si guardamos todas las cosas para nuestro uso, el egoísmo, la avaricia y la
amargura toman posesión de nosotros con todas sus trágicas consecuencias;
una de ellas es que tu fe se ahoga y pierdes de vista la visión del Reino.
1 Timoteo 6:9-11 “Porque los que quieren enriquecerse caen en tentación
y lazo, y en muchas codicias necias y dañosas, que hunden a los hombres
en destrucción y perdición; porque raíz de todos los males es el amor al
dinero, el cual codiciando algunos, se extraviaron de la fe, y fueron
traspasados de muchos dolores. Más tú, oh hombre de Dios, huye de estas
cosas, y sigue la justicia, la piedad, la fe, el amor, la paciencia, la
mansedumbre”.
Te pregunto: ¿Dónde estarías si no hubieras conocido el poderoso Evangelio
que trajo libertad a tu vida?
Ahora pregúntate: ¿No es justo llevar el evangelio a las personas que no
conocen al Señor, que quizás están en peores circunstancias en las que tú
estabas cuando alguien te habló del amor de Jesús? Recordemos que El Señor
Jesús murió por todos; por el drogadicto, por el alcohólico, por la prostituta,
por el enfermo, por el que está preso, por los niños de la calle, por los ricos
que son tan pobres que lo único que tienen es dinero, por los políticos, los
artistas, los deportistas, los científicos, etc.
Muchas veces estas personas son ganadas para El Señor por un folleto, la
televisión, la radio o una cruzada evangelística. Todo eso se sostiene con tu
generosidad, gratitud y fidelidad a Dios.

TESTIMONIOS DE EXPERIENCIAS
SOBRENATURALES
Iván Ibarbe era un joven adicto a las drogas. Un día, su madre recibió un
folleto de uno de los evangelistas que predicaban la Palabra de Dios en un
mercado de la ciudad. Ese folleto cambió su vida para siempre. La hermana
Beatriz convenció a su hijo de ir y hacer un programa de rehabilitación en el
centro Operación Rescate. Hoy Iván no solo es un rehabilitado de las drogas,
sino que ha obtenido grandes logros en el deporte. Pasó de ser un joven sin
sueños, aspiraciones, sin metas y sin un propósito en su vida, a ser campeón
sudamericano de Kick-Boxing y un gran siervo de Dios.
Una joven que vivía en la ciudad de Beni tenía úlceras en el cuello uterino.
Una noche vio el programa de sanidad y milagros en la televisión; eso activó
su fe y le pidió a Dios que la sanara. Al otro día compró un pasaje para venir
hasta la iglesia que queda en la ciudad de Santa Cruz. El día que llegó, al
finalizar el servicio del domingo, subió para que ore por sanidad y el lunes
cuando fue a sacarse los análisis, el médico quedó sorprendido porque la
úlcera que tenía había desaparecido por completo. ¡Dios la sanó!
Cuando tú siembras para que el evangelio se extienda, estás siendo parte de
la transformación de muchas vidas y familias que necesitan escuchar el
mensaje poderoso de la cruz.
Cuán práctica hizo la fe el Señor Jesús cuando dijo:
Mateo 25:34-46 “Entonces el Rey dirá a los de su derecha: Venid,
benditos de mi Padre, heredad el reino preparado para vosotros desde la
fundación del mundo. Porque tuve hambre, y me disteis de comer; tuve
sed, y me disteis de beber; fui forastero, y me recogisteis; estuve desnudo,
y me cubristeis; enfermo, y me visitasteis; en la cárcel, y vinisteis a mí.
Entonces los justos le responderán diciendo: Señor, ¿cuándo te vimos
hambriento, y te sustentamos, o sediento, y te dimos de beber? ¿Y cuándo
te vimos forastero, y te recogimos, o desnudo, y te cubrimos? ¿O cuándo
te vimos enfermo, o en la cárcel, y vinimos a ti? Y respondiendo el Rey,
les dirá: De cierto os digo que en cuanto lo hicisteis a uno de estos mis
hermanos más pequeños, a mí lo hicisteis. Entonces dirá también a los de
la izquierda: Apartaos de mí, malditos, al fuego eterno preparado para el
diablo y sus ángeles. Porque tuve hambre, y no me disteis de comer; tuve
sed, y no me disteis de beber; fui forastero, y no me recogisteis; estuve
desnudo, y no me cubristeis; enfermo, y en la cárcel, y no me visitasteis.
Entonces también ellos le responderán diciendo: Señor, ¿cuándo te vimos
hambriento, sediento, forastero, desnudo, enfermo, o en la cárcel, y no te
servimos? Entonces les responderá diciendo: De cierto os digo que en
cuanto no lo hicisteis a uno de estos más pequeños, tampoco a mí lo
hicisteis. E irán éstos al castigo eterno, y los justos a la vida eterna”.
Dios te da recursos para que los disfrutes, pero también para establecer el
Reino de Dios. Todo lo que tú haces con esos recursos (ayudar a los
necesitados, darle de comer al hambriento, dar tus ofrendas y diezmos) es
necesario y es un acto de obediencia y de adoración, y eso mantendrá la
puerta abierta para que esa bendición no deje de fluir tanto para ti como para
los demás.
Malaquías 3:8-12 “¿Robará el hombre a Dios? Pues vosotros me habéis
robado. Y dijisteis: ¿En qué te hemos robado? En vuestros diezmos y
ofrendas. Malditos sois con maldición, porque vosotros, la nación toda,
me habéis robado. Traed todos los diezmos al alfolí y haya alimento en
mi casa; y probadme ahora en esto, dice Jehová de los ejércitos, si no os
abriré las ventanas de los cielos, y derramaré sobre vosotros bendición
hasta que sobreabunde. Reprenderé también por vosotros al devorador, y
no os destruirá el fruto de la tierra, ni vuestra vid en el campo será estéril,
dice Jehová de los ejércitos. Y todas las naciones os dirán
bienaventurados; porque seréis tierra deseable, dice Jehová de los
ejércitos”.
Muchas iglesias están llenas de creyentes ingratos. No practican este
principio de obediencia, por lo tanto, no ven la respuesta de Dios en el área
financiera y quedan vulnerables a cualquier ataque del enemigo. Esto lo
podemos ver reflejado en la Palabra, cuando el pueblo de Dios, en el tiempo
de Hageo, tenía muchas dificultades en el área de las finanzas.
Hageo 1:6-9 “Sembráis mucho, y recogéis poco; coméis, y no os saciáis;
bebéis, y no quedáis satisfechos; os vestís, y no os calentáis; y el que
trabaja a jornal recibe su jornal en saco roto. Buscáis mucho, y halláis
poco; y encerráis en casa, y yo lo disiparé en un soplo. ¿Por qué? dice
Jehová de los ejércitos. Por cuanto mi casa está desierta, y cada uno de
vosotros corre a su propia casa”.
La generosidad incrementa la bendición y el favor de Dios. Esto no es otra
cosa que la ley de la siembra y la cosecha. Si usted es compasivo, generoso y
misericordioso, eso cosechará. El hacer lo contrario y esperar que Dios lo
bendiga es una necedad.
2 corintios 9:8-9 “Y poderoso es Dios para hacer que abunde en
vosotros toda gracia, a fin de que, teniendo siempre en todas las cosas
todo lo suficiente, abundéis para toda buena obra; como está escrito:
Repartió, dio a los pobres; Su justicia permanece para siempre”.
Al comienzo del ministerio Tiempo de Cambio, Dios nos desafió a ser
misericordiosos y tomar una de las muchas causas sociales que hay en
nuestra nación y en el mundo entero, ser parte de la solución a las adicciones
a las drogas que viven miles de bolivianos. No teníamos recursos, estábamos
todavía llevando adelante los servicios en un lugar pequeño con capacidad
para 25o personas. Había mucha carencia y necesidad, pero cuando Dios
puso en nuestro corazón poner un Centro de Rehabilitación para usuarios de
drogas y nos pusimos en campaña, nunca faltó un centavo para terminar de
construirlo. Hoy tenemos cinco centros de rehabilitación: para niños y niñas,
jóvenes, hombres, mujeres y una casa de reinserción social; Además nos
encontramos en campaña para levantar un comedor para indigentes. El
ministerio de misiones todas las semanas lleva ropa y víveres que trae la
iglesia para asistir a los más pobres que viven en nuestra amada Bolivia.
Construimos viviendas para las familias que viven en casas de cartón, madera
y calamina. Quizás ustedes se preguntarán ¿Cómo lo hacen? Es el poder de
la generosidad y el amor por los más necesitados. Muchos cristianos no han
experimentado ese nivel de favor porque no son fieles con Dios ni generosos
con los más necesitados.
Esta es la única forma de entrar en la dimensión de la multiplicación. Al
contrario, la avaricia e indiferencia detendrá siempre el fluir de la bendición.
Lucas 6:38 “Dad, y se os dará; medida buena, apretada, remecida y
rebosando darán en vuestro regazo; porque con la misma medida con que
medís, os volverán a medir”.
• El amor y la pasión por Dios, la fe, la obediencia, la fidelidad y el estar
disponible es la clave del éxito para llevar a cabo la visión que Dios te ha
encomendado.
• Cuando eres consciente que tienes al Todopoderoso como un tesoro en
vasos de barro, te sientes capaz de hacer lo que Dios te ha encomendado.
Como bien dijo el apóstol Pablo:
Corintios 4:7 “Pero tenemos este tesoro en vasos de barro, para que la
excelencia del poder sea de Dios, y no de nosotros”.
• El conocimiento y revelación que tienes de Dios determina la forma como
respondes al llamado, a un desafío, la forma como percibes la realidad, como
enfrentas los problemas y la forma como vives. Cuando tienes mayor
conciencia de Dios y menos conciencia de tus limitaciones, las órdenes que
Dios te da se vuelven más fáciles, posibles y probables para realizar. De lo
contrario, será imposible obedecer a Dios y tener éxito en todo lo que
emprendas. Bien lo decía en sus propias palabras el rey David:
Salmos 16:8 “A Jehová he puesto siempre delante de mí; Porque está a
mi diestra, no seré conmovido”.
• La fuerza y valentía para hacer lo que Dios te ha dicho que hagas fluye
directamente de tu relación y del amor que le tienes, de saber que Él está
contigo.
• El éxito es un tema de fe y obediencia radical. Mientras más fe y más
obediencia, más vida sobrenatural y más victoria.
Mateo 28:20 “Enseñándoles que guarden todas las cosas que os he
mandado; y he aquí yo estoy con vosotros todos los días, hasta el fin del
mundo. Amén”.
Josué 1:5-9 “Nadie te podrá hacer frente en todos los días de tu vida;
como estuve con Moisés, estaré contigo; no te dejaré, ni te desampararé.
Esfuérzate y sé valiente; porque tú repartirás a este pueblo por heredad la
tierra de la cual juré a sus padres que la daría a ellos. Solamente
esfuérzate y sé muy valiente, para cuidar de hacer conforme a toda la ley
que mi siervo Moisés te mandó; no te apartes de ella ni a diestra ni a
siniestra, para que seas prosperado en todas las cosas que emprendas.
Nunca se apartará de tu boca este libro de la ley, sino que de día y de
noche meditarás en él, para que guardes y hagas conforme a todo lo que
en él está escrito; porque entonces harás prosperar tu camino, y todo te
saldrá bien. Mira que te mando que te esfuerces y seas valiente; no temas
ni desmayes, porque Jehová tu Dios estará contigo en dondequiera que
vayas”.
• Una estrategia que Dios te da es meditar de día y de noche en Su palabra y
Él te dará la victoria. Tu corazón tiene que estar lleno de la Palabra, de Sus
hechos y testimonios y no de las mentiras, especulaciones y argumentos
altivos que se levantan contra el conocimiento de Dios para mantenerte
bloqueado, amedrentado, confundido y debilitado.
• Desde la perspectiva de Dios, la amenaza externa para el éxito no existe.
La verdadera amenaza es la realidad interna de tu corazón. Dios dijo:
Salmos 95:10 “Cuarenta años estuve disgustado con la nación, y dije:
Pueblo es que divaga de corazón, y no han conocido mis caminos”.
• Ese deambular de Su pueblo era un reflejo de lo que había en su corazón y
la realidad interior se convirtió en su realidad externa. ¡Qué tragedia! No
solo sufrieron las consecuencias de su tibieza, cobardía y su pasividad sino
que en vez de dejar un legado, transfirieron a las generaciones que le
siguieron la misma maldición.
Jueces 2: 11-13 “Después los hijos de Israel hicieron lo malo ante los
ojos de Jehová, y sirvieron a los baales. Dejaron a Jehová el Dios de sus
padres, que los había sacado de la tierra de Egipto, y se fueron tras otros
dioses, los dioses de los pueblos que estaban en sus alrededores, a los
cuales adoraron; y provocaron la ira a Jehová. Y dejaron a Jehová, y
adoraron a Baal y a Astarot”.
TODOS SEREMOS PROBADOS

C uando empezó la iglesia Tiempo de Cambio era solo una carpintería en


un terreno de 300 metros, ubicada en una zona alejada de la ciudad, sin piso,
las paredes llenas de moho, ratas por doquier, un techo de calamina oxidada y
un calor que en la sombra daba 40 ºC. Mi esposa, mis tres hijos y yo –junto a
tres personas más–, dimos inicio al primer servicio de la iglesia.
En los inicios de la Iglesia, yo predicaba, cantaba, era diácono y daba la
bienvenida junto a mi esposa. En otras palabras, lo hacíamos todo, porque
había la necesidad de ser multifacético.
Estábamos en contra de todo pronóstico. El lugar no tenía las condiciones
requeridas. Estaba ubicado en una zona roja y no teníamos los recursos para
acondicionar ese lugar. Pero ante todo, yo tenía una fe inquebrantable y una
poderosa visión que Dios me había dado: Bolivia para Cristo. Aunque no
todos lo creían, la fuerza de esta visión encaminó mis pasos con firmeza.
Yo estaba convencido que el Señor era el mismo de ayer, de hoy y siempre.
Sentía que lo haría una vez más y esta vez conmigo y mi familia.
Los méritos personales se habían acumulado de manera exitosa y al fin
había logrado profesionalizarme al obtener un título en Abogacía. En poco
tiempo, complementé la formación con la titulación en Teología. A eso se
sumó una reputación ganada en el mundo del deporte ya que hasta ahora soy
el único boliviano que ha logrado ir a un mundial de Kick-Boxing. Sin
embargo, había renunciado a todo para seguir al Señor en esta nueva etapa de
mi vida.
No entendí al apóstol Melitón Rosales, mi primer padre espiritual, cuando
me pidió que vaya a levantar una obra en dicha carpintería. Además de ser un
lugar de difícil acceso, había bares y cantinas alrededor; en otras palabras en
ese lugar no cabía una iglesia, pero era el inicio de lo que Dios ya tenía
preparado para mí.
Yo había servido al lado de este gran hombre de Dios por doce años.
Predicaba en los servicios donde me invitaba y era enviado a servir en
diferentes obras misioneras de la iglesia dentro de la predicación y la
alabanza. Tenía el privilegio de estar en su entorno más cercano y formar
parte de sus pastores y ancianos de confianza.
El apóstol Melitón Rosales ha sido un padre para mí. Tanto él como su
familia me hicieron sentir como un hijo después de mi rehabilitación.
Recuerdo que después de unos meses de estar pastoreando la nueva obra
misionera, me llamó a su oficina para decirme que era tiempo de volar solo.
Lo abracé, lloré y le di gracias por todo lo que Dios había hecho en mí y mi
familia a través de su vida y ministerio.
En nuestro primer año pastoreando la nueva obra, Dios nos sorprendió
trayendo un crecimiento acelerado. Dios levantó líderes y se conformaron los
diferentes ministerios que toda iglesia debe tener: pastores, maestros,
ministerio de alabanza, diáconos, intercesores, evangelistas, ministerio de
niños, preadolescentes, jóvenes y familia; todos ellos apasionados por Dios.
En ese entonces no había apóstoles ni profetas.
Durante todo ese tiempo, los líderes, mi familia y yo salimos puerta a puerta
a evangelizar. Nos presentábamos para decirles que estábamos pastoreando
una iglesia en la zona y que queríamos compartir con ellos el plan de
salvación de nuestro Señor Jesucristo.
Nos llamaba la atención que no era esa la gente que acudía a los servicios,
sino que venía gente de otra zona, gente que no conocíamos. Al cabo de un
año, teníamos todos los ministerios conformados y más de 150 personas que
asistían de manera continua. En el segundo año, el pueblo se duplicó y el
tercer año el lugar colapsó. En el servicio principal teníamos que colocar
sillas en la calle para que las personas puedan escuchar la Palabra de Dios.
Ante tal avivamiento que Dios estaba trayendo a la iglesia, empecé a vivir
una oposición y guerra espiritual por el trabajo que estábamos realizando.
La forma como crecía la iglesia, la rehabilitación de drogadictos, prostitutas,
homosexuales, la restauración de familias, las cruzadas evangelísticas
ganando un gran número de almas, rescatando jóvenes del mismo infierno,
liberando individuos de la depresión, suicidio, etc., era una lucha espiritual de
alto vuelo. Tenía una mezcla de temor, depresión, angustia, sentimientos de
culpa y una mente confusa. Camino a la oficina, sentía todos esos síntomas.
Todo el tiempo que podía usaba gafas porque lloraba a cada instante. Visité a
varios amigos pastores para preguntarles si habían tenido alguna experiencia
parecida y me manifestaban que no. Algunos, en sus buenas intenciones,
terminaban haciéndome liberación. Encontré entonces a un gran amigo que
me contó que había pasado por lo mismo y que era una mezcla de estrés y
lucha espiritual por el trabajo que yo estaba realizando; pero que Dios estaba
conmigo y que esos síntomas iban a pasar. El solo hecho de saber que alguien
había pasado por eso y que de la mano de Dios lo había superado, me alivió
en gran manera.
Por primera vez estaba experimentando el rigor de los ataques espirituales, y
si bien es cierto el Señor Jesús ya venció a nuestro enemigo, y que peleamos
desde una posición de victoria, eso no niega que estamos en guerra contra
toda clase de:
• Influencias demoníacas.
• Ataques espirituales.
• Dardos (pensamientos que vienen a mi mente).
• Argumentos altivos que se quieren levantar contra el conocimiento de
Dios.
Me atrevo a decir que es una batalla que el ser humano nunca ha librado,
porque es una pelea que va más allá de nuestra capacidad humana y en
condiciones que desconocemos. Es una guerra que ni tú ni yo podemos ver,
pero sí vemos las consecuencias en los efectos que provoca:
• En la mente (confusiones, bloqueo mental, fantasías e impureza sexual).
• En las emociones (miedo, pánico, odio, resentimiento, deseo de venganza).
• En la voluntad (queda debilitada a tal punto que hacemos lo que no
queremos).
• En el cuerpo (enfermedades).
Todo esto tiene una raíz espiritual en la vida del cristiano, ni hablar del que
no ha entregado su vida a Jesús. Esa persona es un esclavo, un prisionero, y
lo peor de todo, no tiene autoridad, poder, no conoce la verdad ni tiene acceso
al arsenal de armas que tenemos los creyentes. Aun así, a algunos les cuesta
demasiado. Esto puede deberse a:
1. La falta de intimidad, la oración y el compromiso con Jesús.
Es en el lugar de intimidad donde recibirás revelación de la victoria que
Cristo logró por ti en la cruz del calvario.
2. El afán y las destrucciones que ahogan tu fe.
¿Por qué? porque no sabes mantener un orden de prioridades y terminas
haciendo cosas que no son relevantes ni importantes, y como no estas
enfocado en Jesús, ya no mueres a tu ego, vanidades, comodidades y terminas
siendo un creyente hedonista (aquellos que buscan una vida cristiana llena de
placeres, gustos, diversiones, carnalidades) y es en esas condiciones que
muchos intentan vivir en victoria. ¡Es imposible!
En lo personal, creo que esta crisis que experimenté tenía de todo; un sobre
estrés por el exceso de trabajo en la obra, un descuido de mis prioridades
(deje de buscar de forma intensa a Dios), descuidé mi alimentación, la
actividad física y era mi agenda la que prevalecía, no la agenda de Dios. Eso
me convirtió en un individuo vulnerable; y si que el enemigo sabe aprovechar
estos momentos. Gracias a Dios salí victorioso, reestablecí el orden de
prioridades en mi vida, empecé a enfocarme en las cosas más importantes y
dejé aquellas cosas que no son tan relevantes.
He querido definir el concepto de ciertas palabras que te ayudarán a ser más
diestro en la batalla espiritual y a discernir cuál es tu grado de
responsabilidad en los conflictos espirituales que vives a diario.
¿Qué es una tentación?
La palabra tentación viene del hebrero “Massah” que significa prueba de
dificultad, tentación. En palabras sencillas seria cualquier situación que
enfrenta una persona y que implica una prueba de carácter. El que te
fortalezca o debilite tu relación con Dios, depende de cómo quieras responder
a la tentación.
El diablo tentó a Cristo Jesús con la intensión de quebrantar su firme
decisión de obedecer a Dios. Esto lo encontrarás en Lucas 4:13 “Y cuando el
diablo hubo acabado toda tentación, se apartó de él por un tiempo”.
Lo mismo intentará hacer contigo y no debes improvisar ni intentar otro
medio o método de resistencia que no sea la Palabra de Dios, al fin y al cabo
lo que te hace fuerte y libre es la verdad cuando la declaras con autoridad, fe
y oración.
¿Qué es una atadura?
La palabra atadura etimológicamente se compone del verbo activo “atar” y
del sufijo “dura” que indica “el efecto de” y su definición es: la acción de
amarrar a algo, sujetar. Es todo aquello que se amarra y se sujeta.
Espiritualmente es todo aquello que impide o retrasa el desarrollo de una
persona. Es una traba, una influencia demoníaca que nos impide empezar a
vivir y actuar conforme a la verdad de Dios.
¿Qué es una fortaleza mental?
La fortaleza mental es la fuerza, el vigor, la resistencia para vencer toda
clase de problemas con determinación y valentía en base a la verdad (la
Palabra de Dios). Es un lugar fortificado para protegerse de un enemigo.
Salmos 18:1 “Te amo, oh Jehová, fortaleza mía”.
La fortaleza puede ser derivada de la fe, de la Palabra de Dios y tu
comunión con Él o pueden ser argumentos mentirosos que buscan debilitarte,
que quieren convertirse en una verdad para luego controlarte, anular tu
personalidad y terminan haciendo que el poder de la cruz, el nombre de Jesús
y Su Palabra (que es la realidad de Dios para tu vida) pierda poder, salvación;
todo esto porque el ser humano termina consintiéndole.
Todo empieza con un argumento basado en la razón y funciona tanto para
bien como para mal, te libera o te esclaviza. ¡Tú lo decides!
2 Corintios 10:3-6 “Pues aunque andamos en la carne, no militamos
según la carne; porque las armas de nuestra milicia no son carnales, sino
poderosas en Dios para la destrucción de fortalezas, derribando
argumentos y toda altivez que se levanta contra el conocimiento de Dios,
y llevando cautivo todo pensamiento a la obediencia a Cristo, y estando
prontos para castigar toda desobediencia, cuando vuestra obediencia sea
perfecta”.
La palabra fortaleza viene del latín “fortalaetia” que significa fuerte y su
significado es: fuerza, resistencia, aguante, vigor, persona que posee una
inquebrantable creencia. Esto es aplicable tanto para bien como para mal.
En la esfera espiritual, una fortaleza espiritual es el poder que viene del
Espíritu Santo y la Palabra de Dios en la vida del cristiano, para destruir
fortalezas espirituales y todo argumento y toda altivez que se levante contra
el conocimiento de Dios.
Los argumentos son los razonamientos orgullosos que coronan el ego del
hombre. Pensamientos mentirosos que resisten la verdad, intentan impedir el
crecimiento espiritual del hombre y la mujer de Dios, como también
boicotear el liderazgo o los ministerios que Dios le ha dado a la iglesia,
además de frustrar los planes de redención que Dios tiene para el mundo.
El cristiano victorioso lleva cautivo toda teoría falsa y mentirosa que quiere
posesionarse en su mente a la obediencia a Cristo, impidiendo de esta manera
que su mente se independice de Dios y termine siendo una mente cautiva.
¿Qué es seducción de la carne?
La seducción carnal es: cautivar, persuadir con engaño para hacerte pecar,
caer y apartarte de las verdades de Dios.
Es atraer físicamente a alguien con el propósito de obtener de esa persona
una relación sexual, es persuadir sutilmente para algo malo.
Nuestra naturaleza caída es la que nos seduce, pero está en nosotros dejar
que esa seducción (pensamiento lujurioso) se anide en nuestra mente y se
conciba la intencionalidad para dar a luz el pecado.
Santiago 1:13-15 “Cuando alguno es tentado, no diga que es tentado de
parte de Dios; porque Dios no puede ser tentado por el mal, ni él tienta a
nadie; sino que cada uno es tentado, cuando de su propia concupiscencia
es atraído y seducido. Entonces la concupiscencia, después que ha
concebido, da a luz el pecado; y el pecado, siendo consumado, da a luz la
muerte”.
Es un círculo vicioso. Luego de que caes en la seducción del engaño del
pecado, empiezas a experimentar sentimientos de culpa, condenación,
confusión y, por último, terminas creyendo que de nada sirve intentar vencer
el pecado.
Deberías tener la actitud de David, quien después que adulteró y mató a
Urías –uno de sus fieles soldados, marido de Betsabé–, inmediatamente
confesó su pecado y Dios le redimió, ya que eso es lo que necesita hacer todo
pecador; arrepentirse y recibir perdón, y luego aprender la lección y no volver
a caer en la seducción carnal.Eso se llama madurez en la vida cristiana.
1 juan 1:9 “Si confesamos nuestros pecados, él es fiel y justo para
perdonar nuestros pecados, y limpiarnos de toda maldad”.
Efesios 5:16-17 “Aprovechando bien el tiempo, porque los días son
malos. Por tanto, no seáis insensatos, sino entendidos de cuál sea la
voluntad del Señor”.
Creo que no deberíamos olvidar que hay un grado de responsabilidad que tú
y yo tenemos en cuanto a decidir si ceder a la seducción carnal o no. Tú
tienes que decidir si el pecado se enseñoreará de ti o no. La Biblia dice en
Romanos 6:12 “No reine, pues, el pecado en vuestro cuerpo mortal, de modo
que lo obedezcáis en sus concupiscencias”.
Tú tienes al Espíritu Santo, el conocimiento de la verdad y libertad para
decidir; por lo tanto, tienes más ventaja que la tentación, seducción del diablo
y la carne.
Gánale a tu mente. No seas pasivo, repréndelo en el nombre de Jesús. Dios
quiere que tu resistas, venzas, que tengas victoria. ¡Haz tu parte y actúa!
¿Qué es un dardo?
La palabra dardo viene del griego “belos”, que quiere decir misil, jabalina,
flecha. En la antigüedad, esta arma se usaba para dañar al contrincante
desorientado y distraído, a fin de poder destruir sus posesiones y propiedades.
Cuando uno de estos dardos caía sobre un soldado, lo hería y lo sacaba de la
línea de batalla produciendo temor en el soldado. Esto es lo mismo que ahora
quiere hacer el diablo, sacarte de los propósitos de Dios, boicotear tu
liderazgo, familia, negocio, sueño. Siempre que Satanás vea una amenaza en
ti te atacará, te mandará pensamientos impuros, dudas, culpabilidad,
desánimo, temor, enfermedad, pobreza y luego te acusará de pensar tales
pensamientos. No debes sentirte responsable por los dardos que te manda el
enemigo, si no de lo que haces con ellos. No los retengas, no los alimentes,
no los conviertas en tus pensamientos (como si fueran tuyos), si lo permites
debilitarán tu vida espiritual.
La biblia nos habla del escudo de la fe. A través de la fe Dios te empodera
para resistir y luego poder enfocarte en los planes y propósitos de Dios. Esa
fe debe ser edificada en Su palabra; eso te ayudará a reafirmar tu posición en
Cristo Jesús.
¿Qué debo hacer cuando estoy siendo probado?
1 Corintios 15:57 “Más gracias sean dadas a Dios, que nos da la victoria
por medio de nuestro Señor Jesucristo”.
Romanos 8:38-39 “Por lo cual estoy seguro de que ni la muerte, ni la
vida, ni ángeles, ni principados, ni potestades, ni lo presente, ni lo por
venir ni lo alto, ni lo profundo, ni ninguna otra cosa creada nos podrá
separar del amor de Dios, que es en Cristo Jesús Señor nuestro”.
1 Juan 4:4 “Hijitos, vosotros sois de Dios, y los habéis vencido; porque
mayor es el que está en vosotros, que el que está en el mundo”.
Romanos 8:31 “¿Qué, pues, diremos a esto? Si Dios es por nosotros,
¿quién contra nosotros?”
1 Corintios 15:58 “Así que, hermanos míos amados, estad firmes y
constantes, creciendo en la obra del Señor siempre, sabiendo que vuestro
trabajo en el Señor no es en vano”.
Sustituye las mentiras del diablo por las verdades de Dios y serás libre.
Decide ser libre y permite que la verdad te libere de los sentimientos de
culpa, temor, condenación, confusión y engaño. Todo eso es una mentira que
tratará de convertirse en una verdad dentro de tu mente. ¡No lo permitas! Este
procedimiento lo he practicado una y otra vez –y lo sigo haciendo– y es así
que he podido mantenerme libre. No te rindas, no desmayes, pelea por tu
libertad.
¿Qué es asechanza?
La palabra asechanza significa engaño o artificio con el fin de perjudicar,
dañar, y destruir a alguien. Ataque violento y sorpresivo sobre un elemento
enemigo, que se encuentra ocupando una posición. También es una táctica
prevista para engañar, capturar.
Ninguno de los dos (asechanza y dardo) puede controlar tu mente si tú no le
das lugar o abres una puerta.
¿Qué es dar lugar?
Efesios 4:26-27 “Airaos, pero no pequéis; no se ponga el sol sobre
vuestro enojo, ni deis lugar al diablo”.
Viene del latín “dar” y significa ceder algo, entregar, conceder a alguien
algo. Dar lugar es dar oportunidad, permitir, establecer las condiciones
adecuadas para que el enemigo nos confunda, engañe, nos ponga un yugo en
la mente. Dar lugar significa ausencia de auto control, disciplina ante los
pensamientos, deseos, sentimientos. Implica permisividad.
Dar lugar es permitir cosas, que no debemos hacer, ya que al hacerlo el
enemigo tendrá legalidad sobre nuestras vidas, intentará engañarnos y
atraparnos con todas sus mentiras estableciéndolas en nuestra mente.
Sea cuidadoso con los pensamientos que tiene, en lo que habla y en sus
actitudes.
1 corintios 5:9 “Os he escrito por carta, que no os juntéis con los
fornicarios”.
Gálatas 5:9 “Un poco de levadura leuda toda la masa”. Efesios 5:7-16
“No seáis, pues, partícipes con ellos. Porque en otro tiempo erais
tinieblas, más ahora sois luz en el Señor; andad como hijos de luz (porque
el fruto del Espíritu es en toda bondad, justicia y verdad), comprobando lo
que es agradable al Señor. Y no participéis en las obras infructuosas de
las tinieblas, sino más bien reprendedlas; porque vergonzoso es aun
hablar de lo que ellos hacen en secreto. Más todas las cosas, cuando son
puestas en evidencia por la luz, son hechas manifiestas; porque la luz es
lo que manifiesta todo. Por lo cual dice: Despiértate, tú que duermes, Y
levántate de los muertos, Y te alumbrará Cristo. Mirad, pues, con
diligencia cómo andéis, no como necios sino como sabios, aprovechando
bien el tiempo, porque los días son malos”.
Necesitas velar, estar atento, dispuesto. No te relajes ni dejes que tu mente
divague. No des lugar, establece límites. Esos límites en tu corazón y en tu
espíritu son la Palabra, la adoración, la alabanza, la oración, el ayuno y tu
relación con el Espíritu Santo.
La biblia dice en Romanos 12:2 que no dejemos de transformarnos por
medio de la renovación de nuestro entendimiento y entonces ¿Por qué cedes?
Es la pregunta. ¿Por qué permites que se aniden en tu mente el engaño, la
mentira, la culpa, la condenación, los temores, vicios, iras, pleitos, odio,
depresión y venganza?
La biblia dice en Isaías 26:3-4 “Tú guardarás en completa paz a aquel cuyo
pensamiento en ti persevera; porque en ti ha confiado. Confiad en Jehová
perpetuamente, porque en Jehová el Señor está la fortaleza de los siglos”.
El apóstol Pablo nos habla de cuidar nuestra mente, entonces hazlo. El
enemigo no podrá hacer nada con tu vida si no logra engañarte y eso solo tú y
yo lo podemos permitir.
Efesios 6:10 “Por lo demás, hermanos míos, fortaleceos en el Señor, y en
el poder de su fuerza”.
1 Juan 4:4 “Hijitos, vosotros sois de Dios, y los habéis vencido; porque
mayor es el que está en vosotros, que el que está en el mundo”.
El trabajo del diablo será siempre condenarte. El trabajo del Espíritu es
convencerte de tu pecado, llevarte a la cruz, darte perdón, llenarte de
consuelo y fortalecerte para que sigas adelante, pues aún no eres obra
terminada.
Dios sabe que somos débiles, que vamos a fallar. Para eso puso Su Espíritu,
para ayudarnos en nuestra debilidad. Para ello fue a la cruz, para pagar por tu
pecado y para ello nos dejó la Palabra y la oración, para mantener una
comunión continua con Él y recibir gracia, misericordia, fortaleza, poder y
darte la victoria.
A menudo olvidamos la posición desde la que debemos pelear esta batalla.
La biblia dice que estamos sentados en lugares celestiales, refiriéndose a la
posición del Señor Jesús resucitado. No sé si lo estás entendiendo. Ya el
Señor te dio la victoria en esta batalla y tienes que pedirle al Espíritu Santo
que te adiestre a tener una forma de pensar victoriosa y a resistir toda
tentación, a reprender y dejar sin fuerzas esos dardos del enemigo. A no
consentir (dar lugar) ni abrir puertas.
Intentar vencer esta batalla por fuerza propia, justicia propia o por algún
mérito personal, es lo que te desenfoca de lo que Jesús hizo por ti en la cruz;
y es allí donde tu debilidad, el pensamiento, el dardo o la influencia
demoníaca crece y se hace tan poderosa que llegas a creer que jamás serás
libre. Te pregunto: ¿Dónde queda la victoria del Señor Jesús sobre el diablo,
sobre la carne, sobre el mundo?
¿Te das cuenta de la responsabilidad que tienes de vivir bajo esta verdad y
declararla una y otra vez hasta que se convierta en una fortaleza tan poderosa
en tu mente que aquella fortaleza mental y espiritual cargada de mentira,
condenación y culpa que había en tu mente se haga pedazos?
1 corintios 10:13 “No os ha sobrevenido ninguna tentación que no sea
humana; pero fiel es Dios, que no os dejará ser tentados más de lo que
podéis resistir, sino que dará también juntamente con la tentación la
salida, para que podáis soportar”.
Santiago 1:12 “Bienaventurado el varón que soporta la tentación; porque
cuando haya resistido la prueba, recibirá la corona de vida, que Dios ha
prometido a los que le aman”.
Muchos cristianos saben que Dios ya les dio la victoria, que están sentados
en lugares celestiales, que son más que vencedores por medio de Jesús, que
fueron rescatados del reino de las tinieblas al reino de la luz, que hay ángeles
alrededor de ellos para pelear sus batallas y que tienen al Espíritu Santo para
ayudarlos en su debilidad; pero no se apoderan de esta verdad ni tampoco
dependen del Espíritu Santo para mantener su libertad, y aún si fallaren, o
pecaren, dejan de correr a la cruz, a la sangre que está vigente para
limpiarlos, para justificarlos, y para permitirles seguir viviendo en un estado
de gracia, de misericordia, de perdón y de amor incondicional. Recordemos
que mientras Dios vea en nosotros una actitud de humildad, de dependencia y
determinación para querer vivir en libertad, siempre hará misericordia. Él
sabe que somos imperfectos, que fallamos, que pecamos, y ahí es donde Su
gracia y Su amor se lucen con nosotros.
No te puedes olvidar que no es con fuerza, es con el Espíritu Santo de Dios
y que todo lo que eres y serás, es por gracia.
• Por gracia y por fe fuiste salvo.
• Por gracia y por la fe tu estas completo en Cristo Jesús.
• Por gracia y por fe el pecado no se puede enseñorear de ti.
Romanos 11:6 “Y si por gracia, ya no es por obras; de otra manera la
gracia ya no es gracia. Y si por obras, ya no es gracia; de otra manera la obra
ya no es obra”.
Por gracia y por fe hemos sido constituidos herederos de Dios. La clave es
descubrir todas las bendiciones, beneficios y derechos que el Señor recuperó
para nosotros; pero para ello, debemos pedirle al Espíritu Santo que nos
revele estos beneficios de la cruz.
Yo estaba haciendo la obra de Dios pero estaba sobre estresado, vulnerable
y el enemigo me atacó, más muchas de las cosas que aquí mencioné, me
ayudaron a posicionarme otra vez en Cristo. Cerré puertas, me enfoqué otra
vez en Jesús y decidí vivir desde una posición de victoria. Declaré que todo
es por gracia y eso me permitió descansar físicamente, espiritualmente y
retomar fuerzas. Declaré que Dios es Jehová, varón de guerra, que tiene para
mí ángeles a mi servicio para pelear la batalla de la fe.
Vuelve a tu posición de victoria, estás bajo autoridad, facultado para vencer,
más tú decides. Pídele al Espíritu Santo que a través de Su Palabra te
recuerde quién eres en Cristo Jesús. Serás libre, tendrás revelación de esos
ataques y acechanzas, sabrás usar tu autoridad y, como dice el apóstol Pablo
en Efesios 6:10-18, te pondrás las armaduras de Dios para pelear una batalla
que es espiritual, no humana. Más el diablo te acechará y te tentará, te llevará
al terreno de la condenación, hará todo lo posible para que pierdas tu
identidad como hombre y mujer de reino para terminar en un círculo vicioso
de confusión, duda, condenación y miedos.
Por eso es necesario que establezcas límites. Cierra puertas, y si has pecado,
arrepiéntete. La Palabra de Dios dice que si confesamos nuestros pecados, Él
es Fiel y Justo para perdonarnos, y eso es lo que te vuelve a dar legalidad
sobre el enemigo. Tú eres hijo de un Rey y no un prisionero de guerra.
Isaías 54:17 “Ninguna arma forjada contra ti prosperará, y condenarás
toda lengua que se levante contra ti en juicio. Esta es la herencia de los
siervos de Jehová, y su salvación de mí vendrá, dijo Jehová”.
Yo había logrado grandes victorias en mi vida. Había derribado fortalezas
mentales y espirituales que me mantuvieron atado a las drogas, alcohol,
violencia, impureza sexual, etc. En esta oportunidad el enemigo estaba
atacando con su arsenal, más como dice la Palabra de Dios: “todo ayuda para
bien, a los que aman a Dios”. Intensifiqué mi búsqueda hacia Jesús y la
Palabra, me volví más diestro en esta batalla, tomé la decisión de creerle a
Dios sabiendo que esta experiencia me haría un guerrero más fuerte y más
poderoso.
Salmos 20:7 “Estos confían en carros, y aquéllos en caballos; Mas
nosotros del nombre de Jehová nuestro Dios tendremos memoria”.
Finalmente Dios me dio la victoria y me empoderó de una forma
sobrenatural. El ministerio que me dio creció en la guerra espiritual. En vez
de alejarme de Dios y quejarme o dudar, esas experiencias me hicieron más
fuerte, dependiente y apasionado por Él. Conocí otra dimensión de oposición
espiritual, pero también conocí a mi Señor resucitado y glorificado, quien una
vez más, me dio la victoria.
La forma de establecer el Reino de Dios en Bolivia ha sido más
contundente, eficaz y gloriosa; y me mantengo en la brecha orando,
predicando, liberando y dejando que Dios me use para liberar y ayudar a
otros que están pasando por experiencias similares.
He definido ciertos términos y conceptos en esta parte, para ayudarte a
discernir lo que es una tentación, atadura, fortaleza mental, seducción carnal,
dardo, dar lugar y una acechanza, y con la ayuda del Espíritu Santo te
vuelvas más diestro en esta batalla de la fe.
Efesios 3:20 “Y a Aquel que es poderoso para hacer todas las cosas
mucho más abundantemente de lo que pedimos o entendemos, según el
poder que actúa en nosotros”.

LA FE NO EVADE LOS DESAFÍOS SINO QUE SE


ALIMENTA DE ELLOS.
1 Corintios 16:13 “Velad, estad firmes en la fe; portaos varonilmente, y
esforzaos”.
2 Timoteo 1:7 “Porque no nos ha dado Dios espíritu de cobardía, sino de
poder, de amor y de dominio propio”.
Creo que las luchas, las pruebas y crisis no son otra cosa que un
entrenamiento para llevarte a otro nivel, un nivel de mayor crecimiento,
poder y gloria.
En un arranque de fe, nos mudamos a un lugar que antes funcionaba como
un cine. La fuerza de la fe era tal, que alquilamos el local sin contar con los
recursos para poder pagarlo. Teníamos que dar un paso de fe, creer que era
nuestro momento y que Dios nos iba a promover.
Deuteronomio 31:8 “Y Jehová va delante de ti; él estará contigo, no te
dejará, ni te desamparará; no temas ni te intimides”.
2 Corintios 9:8 “Y poderoso es Dios para hacer que abunde en vosotros
toda gracia, a fin de que, teniendo siempre en todas las cosas todo lo
suficiente, abundéis para toda buena obra”.
Tanto los líderes de la Iglesia, como los miembros de mi familia estábamos
muy gozosos. Les manifesté que ese lugar, con capacidad para 800 personas,
en unos años, se llenaría. Grande fue nuestra sorpresa, ya que en el día de la
inauguración, el lugar estaba lleno. Dios nos mostró una vez más Su amor,
fidelidad y que era Él quien sostenía la obra.
Hoy en día, ocho años después de haber respondido al llamado de pastorear
una obra, contamos con un templo propio y una iglesia de aproximadamente
5000 miembros.
Mateo 9:29 “Entonces les tocó los ojos, diciendo: Conforme a vuestra fe
os sea hecho”.
Éxodo 34:10 “Y él contestó: He aquí, yo hago pacto delante de todo tu
pueblo; haré maravillas que no han sido hechas en toda la tierra, ni en
nación alguna, y verá todo el pueblo en medio del cual estás tú, la obra de
Jehová; porque será cosa tremenda la que yo haré contigo”.
• Ningún ser humano puede vivir separado de Dios y pensar que poniendo
su fe en personas o cosas (bienes, recursos económicos, relaciones, sistemas
de gobierno, políticos o científicos) estará en control de todo. Por otro lado,
todos los días tienes que tomar decisiones, aceptar retos y asumir
responsabilidades, sufrir la pérdida de un ser querido, una enfermedad, un
mal hábito que no puedes cambiar, un divorcio, una adicción a las drogas,
etc. Todos –absolutamente todos–, tendremos que pasar por estas
experiencias que escapan a nosotros. Que tú tengas la sabiduría para
responder a estas circunstancias, dependerá de tener tu fe en el Señor
Jesucristo.
• Hay un espíritu de depresión, de escepticismo y de incredulidad en el
mundo entero porque pusieron su fe en la persona incorrecta. Ante una crisis,
imprevisto o pérdida, han terminado dudando y hasta culpando a Dios. En
esas circunstancias, lo que necesitas es restaurar tu relación con Dios por
medio de Jesucristo para que sea Dios quien guíe tu vida las 24 horas. Esta
guía de Dios permitirá que tus decisiones sean más sabias. Es más, aún las
cosas que no entiendes en tu vida te ayudarán para bien, siempre y cuando te
encuentres alineado a Dios y reconozcas que todas estas circunstancias y
pruebas de la vida son necesarias para forjar tu carácter.
• Es la fe en el Señor Jesucristo la que te ayuda a sobreponerte, a empezar de
nuevo, a intentar una vez más. La fe te hace creer que aún en lo que no
entiendes, Dios sigue teniendo el control y cumpliendo Su propósito.
• Nuestra fe solo es válida en la medida que esté puesta en el Señor Jesús y
se esté desarrollando, creciendo, siendo puesta a prueba, esté superando todo
tipo de crisis, momentos de dudas, retos y desafíos.
• Mi experiencia en la vida me ha enseñado que puedes perderlo todo; pero
si tienes fe, podrás volver a levantarte y empezar de nuevo las veces que sea
necesario. Pero el día que pierdas la fe, ese día lo habrás perdido todo.
• Son los hombres de fe los que no se rinden, los idealistas y los soñadores
los que estamos cambiando el mundo.
1 Juan 5:4-5 “Porque todo lo que es nacido de Dios vence al mundo; y
esta es la victoria que ha vencido al mundo, nuestra fe. ¿Quién es el que
vence al mundo, sino el que cree que Jesús es el Hijo de Dios?”
2 Corintios 4:7-10 “Pero tenemos este tesoro en vasos de barro, para que
la excelencia del poder sea de Dios, y no de nosotros, que estamos
atribulados en todo, mas no angustiados; en apuros, mas no desesperados;
perseguidos, mas no desamparados; derribados, pero no destruidos;
llevando en el cuerpo siempre por todas partes la muerte de Jesús, para
que también la vida de Jesús se manifieste en nuestros cuerpos”.
2 Corintios 1:3-5 “Bendito sea el Dios y Padre de nuestro Señor
Jesucristo, Padre de misericordias y Dios de toda consolación, el cual nos
consuela en todas nuestras tribulaciones, para que podamos también
nosotros consolar a los que están en cualquier tribulación, por medio de la
consolación con que nosotros somos consolados por Dios. Porque de la
manera que abundan en nosotros las aflicciones de Cristo, así abunda
también por el mismo Cristo nuestra consolación”.
Hebreos 10:35-36; 38-39 “No perdáis, pues, vuestra confianza, que tiene
grande galardón; porque os es necesaria la paciencia, para que habiendo
hecho la voluntad de Dios, obtengáis la promesa. Más el justo vivirá por
fe; y si retrocediere, no agradará a mi alma. Pero nosotros no somos de
los que retroceden para perdición, sino de los que tienen fe para
preservación del alma”.
EL PODER DE LAS CONEXIONES
SOBRENATURALES
Conocí por televisión al apóstol Guillermo Maldonado. Cada vez que
escuchaba a este hombre de Dios sentía algo en mi espíritu que se activaba, la
unción se ampliaba y nuevas estrategias fluían. Era el evangelio, la sana
doctrina y la formación teológica que yo conocía, pero con maravillosas
demostraciones de poder, milagros, señales y prodigios. No tengo duda que
uno de los hombres que Dios está usando en estos tiempos para restablecer
este movimiento sobrenatural en la iglesia de Jesucristo es el apóstol
Guillermo Maldonado.
En el año 2010, mi hijo Pierre fue a los EEUU con su amigo (ahora el
Profeta José María Castedo). En ese viaje fueron a conocer la iglesia El Rey
Jesús, del apóstol Guillermo Maldonado. Luego de escucharlo predicar, mi
hijo tuvo una gran impresión de este hombre. Me contó sobre su humildad y
receptividad, las atenciones que tuvo con él y la forma como este siervo de
Dios lo recibió. Me entregó un libro que el apóstol me había enviado como
obsequio después de que mi hijo le contara mi testimonio y los comienzos de
la iglesia. En el encuentro, el apóstol Guillermo Maldonado profetizó sobre la
vida de mi hijo y su amigo José María. Ambas profecías, a la fecha, se
cumplieron.
El libro que llegó a mis manos titula: “Jesús Sana tu Enfermedad Hoy”.
Desde que inicié su lectura, no pude dejar de leerlo. Y ¿qué crees que pasó a
los días siguientes? Dios empezó a revelarse a mi vida como nunca antes,
sobre todo en el área de la sanidad divina, milagros y maravillas. Entendí que
era necesario ejercer el ministerio que Dios me había dado desde esa nueva
perspectiva sobrenatural.
Un domingo después que prediqué una enseñanza sobre sanidad divina, al
finalizar el servicio, enfrenté una lucha terrible. Dios puso en mi corazón que
preguntara quién se había sanado. Yo dudaba internamente: ¿y si nadie
levanta la mano? La vergüenza que pasaría ante el pueblo me retenía. Pero
me llené de valor y pregunté quién había recibido sanidad. Una mujer levantó
la mano y manifestó que tenía un tumor en la cara. Era un tumor bastante
notorio. “¿Tienes las radiografías?” pregunté. Me comentó que las pruebas
médicas estaban en su casa y que las traería para el servicio de la noche. Esa
noche, con las pruebas médicas en mano, la señora pudo dar testimonio de su
milagro.
Quedé impactado después de ver las radiografías. Oré al Señor diciéndole
que esto era algo maravilloso. Dios puso en mi corazón la misión de orar por
sanidad en todos los servicios, puso en mí la necesidad de intensificar el
ayuno y la oración y ser agresivo en contra de la enfermedad. Fue una lucha
en mi corazón. Por momentos pensaba que eran cosas mías así que pedí a
Dios una confirmación.
Previo a lo sucedido yo había invitado al Pastor Ramón Mena para una
cruzada de salvación y milagros en nuestra iglesia. Recibí una llamada de él
para preguntar si la agenda se mantenía según lo planificado. En ese
momento no supe cómo salieron de mis labios estas palabras: “hermano, ya
no vendrás a Bolivia”. El Pastor Ramón me preguntó preocupado qué había
pasado. Más sorprendente fue la respuesta que se escapó de mi corazón: “el
Señor empezó a manifestar sanidad, prodigios y milagros a través de mi
vida”.
Este gran amigo me manifestó que él sabía que en cualquier momento eso
sucedería, pues él conocía mi corazón, humildad y el amor que sentía por
Jesús.
Concluimos la conversación con un consejo de su parte: “Intensifica el
ayuno, ora en todo los servicios por sanidad y sé agresivo con la
enfermedad”. Esas palabras confirmaban lo que Dios me había hablado. Lo
que no sabía este gran amigo, era que Dios había usado al apóstol Guillermo
Maldonado para activar lo sobrenatural en el ministerio que Dios me había
dado y el libro “Jesús Sana tu Enfermedad Hoy” hizo que la vida de Jesús
cobre vida en mí y en el ministerio. Este es un libro inspirado y revelado por
el Espíritu Santo que incluye pasos prácticos para recibir sanidad y milagros.
Es una herramienta de Dios eficaz para alcanzar lo que tanto buscamos los
predicadores: la predicación del evangelio con poder.
Doy gracias a Dios por mi amado padre espiritual el apóstol Guillermo
Maldonado, su vida es de bendición para mí y para muchos pastores en el
mundo entero. Dios lo ha usado estratégicamente para perfeccionar la obra en
mi vida y activar aquello que estaba dormido en mí y en mi ministerio.

DE LA FE A LA UNCION, DE LA UNCION A LA
GLORIA
Un domingo antes de salir a predicar, le dije a Dios en oración: “Señor
quiero ver tu Gloria en este servicio, que cuando las personas entren a la
iglesia reciban su milagro”. Ese día salí a predicar con grandes expectativas
en Dios, estaba convencido que Él me iba a sorprender. Recuerdo que subí al
pulpito y Dios me mostró que una persona, al entrar a la iglesia, había
recibido sanidad. Así que antes de empezar a predicar dije: “Aquí hay una
persona que recibió sanidad cuando entró a la iglesia”. Un hombre se levantó
y dijo: “Yo pastor”. Subió al púlpito y dio testimonio que cuando ingresó a la
iglesia recibió sanidad en su brazo. El hombre no podía mover su brazo a
causa de un accidente que había tenido. Hacía meses que estaba con el brazo
inmovilizado. Él contó sorprendido, que cuando llegó a la iglesia sintió un
fuego que estremeció su cuerpo por completo y en ese mismo instante
empezó a mover su brazo. ¡Gloria a Dios!
Esa es la Gloria, cuando Dios empieza a moverse sin que tú intervengas.
¡Qué Maravilloso!
Después de que ese hombre contó su testimonio, empezaron a subir
personas a testificar que en medio de la alabanza, mientras adoraban, habían
recibido sanidad.
Lo sobrenatural se convirtió en una realidad, tanto en mi vida como en el
ministerio. La iglesia empezó a extenderse, y cada vez llegaban más personas
por los testimonios de sanidad y milagros.

TESTIMONIOS DE EXPERIENCIAS
SOBRENATURALES
Una mujer testificó que había llegado a la iglesia con un fuerte dolor en el
nervio ciático. No podía agacharse ya que el dolor era muy fuerte. Cuando
ella estaba con las manos levantadas, sintió que alguien había tocado su
columna y en ese momento se fue el dolor por completo. Ese alguien era el
Espíritu Santo que estaba sanando y moviéndose como Él quería.
Una mañana una joven llegó a la iglesia desesperada en busca de oración.
Ella estaba embarazada, los médicos le habían dicho que el bebé había
muerto en su vientre y que necesitaban operarla. Ella creyó que Dios podía
resucitar a su bebé. Oré por ella declarando un espíritu de resurrección y al
cabo de nueve meses esta mujer volvió a la iglesia con la bebé viva en
brazos. El poder de Dios resucitando muertos. Los médicos no se podían
explicar lo que había sucedido y le decían: “realmente es un milagro de
Dios”.
La Gloria de Dios también empezó a manifestarse en las cruzadas
evangelísticas que realizamos. Esta vez el escenario no era la iglesia.
Estábamos en una cancha en la localidad de Yacuiba y había centenares de
almas reunidas para escuchar la Palabra de Dios y recibir su milagro. Lo
impresionante fue que el Espíritu Santo empezó a moverse cuando las
personas estaban llegando al lugar y aún no había comenzado el tiempo de
alabanzas. Cuando una mujer entró a la cancha, los demonios empezaron a
manifestarse y la mujer quedó liberada. ¡Esa noche fue sobrenatural!
Recuerdo que en uno de los primeros viajes misioneros que realizamos,
fuimos con un equipo de pastores, evangelistas e intercesores a San Ignacio
de Velasco, una localidad que queda a cinco horas de la ciudad de Santa
Cruz. Es un lugar donde predomina la religiosidad y la idolatría. Cuando
estaba en la tarima sentí una fuerte oposición. En medio de la predicación, un
grupo de religiosos pasaron en una procesión con una estatua en el hombro.
En ese momento me llené de denuedo y continué predicando la Palabra. Sin
necesidad de orar la gloria de Dios se empezó a manifestar de una forma
sobrenatural. Se desató una ola de milagros, fue algo espectacular. Una
mujer que hacía años estaba en una silla de ruedas sin poder caminar, se
levantó, y en ese momento la atmósfera cambió por completo. La gente
estaba quebrantada recibiendo a Jesús en sus corazones. Al otro día en toda la
localidad se escuchaba el rumor que la paralítica del pueblo había sido sanada
por Jesús. ¡Gloria a Dios!
• Cuán importantes y valiosas son las relaciones con hombres temerosos de
Dios, hombres de la Palabra y ungidos. Este vínculo nos hace más fuertes,
nos inspira y desafía de forma permanente a no perder de vista la visión que
el Señor nos ha encomendado. Recordemos que el Señor levanta a estos
hombres y les da ministerios y dones con un propósito: edificar vidas,
familias y su iglesia.
• Ningún hombre puede ser de tanta bendición, transmitir vida, hacer
milagros, sanidades, liberación, ser un instrumento para restaurar tantas vidas
y familias, a menos que Dios camine con él y Él se lo permita y lo confirme.
• Necesitas unirte a hombres visionarios, soñadores, competentes, capaces,
idóneos, equipados y empoderados con el Espíritu Santo. Entonces, te
sentirás desafiado a vivir en esa atmósfera sobrenatural, tu vida y ministerio
explosionarán.
• La iglesia, mediante los ministerios que da el Señor Jesucristo, está
comisionada para establecer el Reino de Dios por medio de la predicación del
Evangelio. Cuán importante es la unidad y el trabajo que todos debemos
realizar unidos como un solo cuerpo. Todos interactuando unos con otros,
fortaleciéndonos y edificándonos con los diferentes dones y ministerios que
Dios ha dado a la iglesia.
• Debemos enfocarnos en cumplir la agenda de Dios y no la nuestra. La
visión de una iglesia alejada de Dios promueve el individualismo, la
rivalidad, la competencia y la división.
1 Corintios 12:12 “Porque así como el cuerpo es uno, y tiene muchos
miembros, pero todos los miembros del cuerpo, siendo muchos, son un
solo cuerpo, así también Cristo (...) Además, el cuerpo no es un solo
miembro, sino muchos (...) Mas ahora Dios ha colocado los miembros
cada uno de ellos en el cuerpo, como él quiso (...) para que no haya
desavenencia en el cuerpo, sino que los miembros todos se preocupen los
unos por los otros”.
• El Señor estableció el ministerio quíntuple para cumplir propósitos
específicos:
1. Perfeccionar a los santos para la obra del ministerio:
Efesios 4:11-13 “Y él mismo constituyó a unos, apóstoles; a otros,
profetas; a otros, evangelistas; a otros, pastores y maestros, a fin de
perfeccionar a los santos para la obra del ministerio, para la edificación
del cuerpo de Cristo, hasta que todos lleguemos a la unidad de la fe y del
conocimiento del Hijo de Dios, a un varón perfecto, a la medida de la
estatura de la plenitud de Cristo”.
2. Edificar a la iglesia:
1 Corintios 14:12-26 “Así también vosotros; pues que anheláis dones
espirituales, procurad abundar en ellos para edificación de la iglesia. ¿Qué
hay, pues, hermanos? Cuando os reunís, cada uno de vosotros tiene
salmo, tiene doctrina, tiene lengua, tiene revelación, tiene interpretación.
Hágase todo para edificación”.
1 Corintios 12:4-11 “Ahora bien, hay diversidad de dones, pero el
Espíritu es el mismo. Y hay diversidad de ministerios, pero el Señor es
el mismo. Y hay diversidad de operaciones, pero Dios, que hace todas
las cosas en todos, es el mismo. Pero a cada uno le es dada la
manifestación del Espíritu para provecho. Porque a éste es dada por el
Espíritu palabra de sabiduría; a otro, palabra de ciencia según el mismo
Espíritu; a otro, fe por el mismo Espíritu; y a otro, dones de sanidades
por el mismo Espíritu. A otro, el hacer milagros; a otro, profecía; a
otro, discernimiento de espíritus; a otro, diversos géneros de lenguas; y
a otro, interpretación de lenguas. Pero todas estas cosas las hace uno y
el mismo Espíritu, repartiendo a cada uno en particular como él
quiere”.
3. Predicar el Evangelio del Reino en todo el mundo:
Mateo 24:14 “Y será predicado este Evangelio del Reino en todo el
mundo, para testimonio a todas las naciones; y entonces vendrá el fin”.
Marcos 16:15-20 “Y les dijo: Id por todo el mundo y predicad el
Evangelio a toda criatura. El que creyere y fuere bautizado, será salvo;
más el que no creyere, será condenado. Y estas señales seguirán a los que
creen: En mi nombre echarán fuera demonios; hablarán nuevas lenguas;
tomarán en las manos serpientes, y si bebieren cosa mortífera, no les hará
daño; sobre los enfermos pondrán sus manos, y sanarán. Y el Señor,
después que les habló, fue recibido arriba en el cielo, y se sentó a la
diestra de Dios. Y ellos, saliendo, predicaron en todas partes, ayudándoles
el Señor y confirmando la palabra con las señales que la seguían. Amén”.
Daniel 12:3 “Los entendidos resplandecerán como el resplandor del
firmamento; y los que enseñan la justicia a la multitud, como las estrellas
a perpetua eternidad”.
EL IDEAL DE TODO CRISTIANO:
EL CARÁCTER DE CRISTO
Al apóstol Alex Baldomar lo considero el segundo padre espiritual que tuve,
un hombre fiel a sus convicciones y determinado a la hora de cumplir los
propósitos que Dios le mandó. El Apóstol Alex era una persona que me
impulsaba a cada paso, me desafiaba a superarme, a aceptar los desafíos que
Dios me presentaba en el camino. Nada lo detenía. En los últimos días de su
vida, con una salud deteriorada y pese a las recomendaciones médicas para
que reposara (debido a una operación en el corazón) acudía a las misiones
con un respirador portátil que él mismo fabricó. Este hombre murió sirviendo
al Señor.
De él conocí el ministerio quíntuple, pero ahora gracias a los libros del
apóstol Guillermo Maldonado, “Cómo Caminar en el Poder Sobrenatural de
Dios” y “La Gloria de Dios”, lo veía en su máxima expresión; con poder,
milagros, prodigios y maravillas. Mediante la lectura de estos libros, el
apóstol Guillermo me desafió a moverme en otra dimensión y despertó una
mayor pasión por la presencia de Dios. Transformó el ministerio que Dios me
había dado, llevándolo a una dimensión de poder que yo desconocía.
Dios confirmó la activación del ministerio quíntuple en mi vida a través del
Apóstol Alex Baldomar y el Apóstol Francisco Ucedo, de la plataforma
apostólica del Paraguay, quienes me visitaron en un aniversario de la Iglesia
Tiempo de Cambio. Al ver las manifestaciones del poder de Dios, el
avivamiento que había en la ciudad, la forma como se estaba estableciendo el
Reino de Dios en provincias, departamentos y las señales que me
respaldaban, recibieron confirmación para ungirme como apóstol.
• La obra misionera.
• La integridad de mi carácter.
• Las cosas que Dios había logrado hacer en 6 años.
• El departamento de justicia social.
• Centros de Rehabilitación.
• Evangelismo las 24 hrs.
• Difusión del Evangelio en radio y televisión, fruto de la fidelidad y la
santidad que caracterizan el ministerio que Dios me ha dado.
• Los milagros, sanidades, maravillas y señales fueron razones para que
Dios me diera este ministerio.
Efesios 4:11-15 “Y él mismo constituyó a unos, apóstoles; a otros,
profetas; a otros, evangelistas; a otros, pastores y maestros, a fin de
perfeccionar a los santos para la obra del ministerio, para la edificación
del cuerpo de Cristo, hasta que todos lleguemos a la unidad de la fe y del
conocimiento del Hijo de Dios, a un varón perfecto, a la medida de la
estatura de la plenitud de Cristo; para que ya no seamos niños fluctuantes,
llevados por doquiera de todo viento de doctrina, por estratagema de
hombres que para engañar emplean con astucia las artimañas del error,
sino que siguiendo la verdad en amor, crezcamos en todo en aquel que es
la cabeza, esto es, Cristo”.

ALCANZANDO LA ESTATURA DE CRISTO


Cuando hablo de estatura me refiero al carácter. El carácter se desarrolla
cada día en base al ideal que nos presenta la Palabra de Dios. Para ello, usted
necesita el conocimiento de la Palabra, pertenecer a una iglesia y reconocer
que Dios ha establecido los cinco ministerios para la edificación de su vida y
esos cinco ministerios están –o deberían estar– en la iglesia a su disposición.
Romanos 8:29 “Porque a los que antes conoció, también los predestinó
para que fuesen hechos conformes a la imagen de su Hijo, para que él sea
el primogénito entre muchos hermanos”.
Efesios 4:22-24 “En cuanto a la pasada manera de vivir, despojaos del
viejo hombre, que está viciado conforme a los deseos engañosos, y
renovaos en el espíritu de vuestra mente, y vestíos del nuevo hombre,
creado según Dios en la justicia y santidad de la verdad”.
Dios quiere edificar en nosotros el carácter de Su hijo por medio de la
Palabra y el Espíritu Santo que está en nosotros, pero necesitamos hacer
nuestra parte: despojarnos del viejo hombre carnal, –lleno de malas
costumbres y malos hábitos– y revestirnos de la Palabra de Dios ya que el día
que usted no lo hace, está deteniendo el proceso de edificación.

MEDIOS PARA ALCANZAR LA ESTATURA


(CARÁCTER) DEL SEÑOR JESÚS.
Estos son algunos medios que Dios ha provisto para llegar a alcanzar la
estatura de Su hijo Jesucristo.
1. La implantación de la nueva naturaleza divina que es por medio del
Espíritu Santo.
Esta experiencia la tenemos cuando nos hemos arrepentido, hemos
confesado a Jesús como nuestro Salvador y Señor.
Juan 1:12 “Más a todos los que le recibieron, a los que creen en su
nombre, les dio potestad de ser hechos hijos de Dios.”
Juan 3:3-6 “Respondió Jesús y le dijo: De cierto, de cierto te digo, que el
que no naciere de nuevo, no puede ver el reino de Dios. Nicodemo le dijo:
¿Cómo puede un hombre nacer siendo viejo? ¿Puede acaso entrar por
segunda vez en el vientre de su madre, y nacer? Respondió Jesús: De
cierto, de cierto te digo, que el que no naciere de agua y del Espíritu, no
puede entrar en el reino de Dios. Lo que es nacido de la carne, carne es; y
lo que es nacido del Espíritu, espíritu es”.
2 Pedro 1:4 “Por medio de las cuales nos ha dado preciosas y
grandísimas promesas, para que por ellas llegaseis a ser participantes de
la naturaleza divina, habiendo huido de la corrupción que hay en el
mundo a causa de la concupiscencia”.
Es imposible conocer al Señor Jesucristo personalmente como Señor y
Salvador, y peor aún alcanzar su estatura separado del ministerio regenerador
del Espíritu Santo.
• El nuevo creyente es sellado con el Espíritu Santo.
Efesios 1:13-14 “En él también vosotros, habiendo oído la palabra de
verdad, el evangelio de vuestra salvación, y habiendo creído en él, fuisteis
sellados con el Espíritu Santo de la promesa, que es las arras de nuestra
herencia hasta la redención de la posesión adquirida, para alabanza de su
gloria”.
¡Somos de Su propiedad!
• Empiezas a honrar la presencia de Dios que está en ti.
Efesios 4:25-32 “Por lo cual, desechando la mentira, hablad verdad cada
uno con su prójimo; porque somos miembros los unos de los otros.
Airaos, pero no pequéis; no se ponga el sol sobre vuestro enojo, ni deis
lugar al diablo. El que hurtaba, no hurte más, sino trabaje, haciendo con
sus manos lo que es bueno, para que tenga qué compartir con el que
padece necesidad. Ninguna palabra corrompida salga de vuestra boca,
sino la que sea buena para la necesaria edificación, a fin de dar gracia a
los oyentes. Y no contristéis al Espíritu Santo de Dios, con el cual fuisteis
sellados para el día de la redención. Quítense de vosotros toda amargura,
enojo, ira, gritería y maledicencia, y toda malicia. Antes sed benignos
unos con otros, misericordiosos, perdonándoos unos a otros, como Dios
también os perdonó a vosotros en Cristo”.
• Se requiere de una obediencia continua para ser santificado.
Hechos 5:32 “Y nosotros somos testigos suyos de estas cosas, y también
el Espíritu Santo, el cual ha dado Dios a los que le obedecen”.
2 Tesalonicenses 2:13 “Pero nosotros debemos dar siempre gracias a
Dios respecto a vosotros, hermanos amados por el Señor, de que Dios os
haya escogido desde el principio para salvación, mediante la santificación
por el Espíritu y la fe en la verdad”.
• Somos empoderados para vencer la carne.
Romanos 8:5-13 “Porque los que son de la carne piensan en las cosas de
la carne; pero los que son del Espíritu, en las cosas del Espíritu. Porque el
ocuparse de la carne es muerte, pero el ocuparse del Espíritu es vida y
paz. Por cuanto los designios de la carne son enemistad contra Dios;
porque no se sujetan a la ley de Dios, ni tampoco pueden; y los que viven
según la carne no pueden agradar a Dios. Más vosotros no vivís según la
carne, sino según el Espíritu, si es que el Espíritu de Dios mora en
vosotros. Y si alguno no tiene el Espíritu de Cristo, no es de él. Pero si
Cristo está en vosotros, el cuerpo en verdad está muerto a causa del
pecado, más el espíritu vive a causa de la justicia. Y si el Espíritu de
aquel que levantó de los muertos a Jesús mora en vosotros, el que levantó
de los muertos a Cristo Jesús vivificará también vuestros cuerpos
mortales por su Espíritu que mora en vosotros. Así que, hermanos,
deudores somos, no a la carne, para que vivamos conforme a la carne;
porque si vivís conforme a la carne, moriréis; más si por el Espíritu hacéis
morir las obras de la carne, viviréis”.
• El Espíritu Santo transforma al nuevo creyente a la imagen de Cristo.
2 Corintios 3:16-18 “Pero cuando se conviertan al Señor, el velo se
quitará. Porque el Señor es el Espíritu; y donde está el Espíritu del Señor,
allí hay libertad. Por tanto, nosotros todos, mirando a cara descubierta
como en un espejo la gloria del Señor, somos transformados de gloria en
gloria en la misma imagen, como por el Espíritu del Señor”.
Efesios 3:16-19 “Para que os dé, conforme a las riquezas de su gloria, el
ser fortalecidos con poder en el hombre interior por su Espíritu; para que
habite Cristo por la fe en vuestros corazones, a fin de que, arraigados y
cimentados en amor, seáis plenamente capaces de comprender con todos
los santos cuál sea la anchura, la longitud, la profundidad y la altura, y de
conocer el amor de Cristo, que excede a todo conocimiento, para que
seáis llenos de toda la plenitud de Dios”.
• El carácter del nuevo creyente abunda en frutos.
Efesios 5:8-20 “Porque en otro tiempo erais tinieblas, más ahora sois luz
en el Señor; andad como hijos de luz (porque el fruto del Espíritu es en
toda bondad, justicia y verdad), comprobando lo que es agradable al
Señor. Y no participéis en las obras infructuosas de las tinieblas, sino más
bien reprendedlas; porque vergonzoso es aun hablar de lo que ellos hacen
en secreto. Más todas las cosas, cuando son puestas en evidencia por la
luz, son hechas manifiestas; porque la luz es lo que manifiesta todo. Por
lo cual dice: Despiértate, tú que duermes, y levántate de los muertos, y te
alumbrará Cristo. Mirad, pues, con diligencia cómo andéis, no como
necios sino como sabios, aprovechando bien el tiempo, porque los días
son malos. Por tanto, no seáis insensatos, sino entendidos de cuál sea la
voluntad del Señor. No os embriaguéis con vino, en lo cual hay
disolución; antes bien sed llenos del Espíritu, hablando entre vosotros con
salmos, con himnos y cánticos espirituales, cantando y alabando al Señor
en vuestros corazones; dando siempre gracias por todo al Dios y Padre, en
el nombre de nuestro Señor Jesucristo”.
2 Pedro 1:5-10 “Vosotros también, poniendo toda diligencia por esto
mismo, añadid a vuestra fe virtud; a la virtud, conocimiento; al
conocimiento, dominio propio; al dominio propio, paciencia; a la
paciencia, piedad; a la piedad, afecto fraternal; y al afecto fraternal,
amor. Porque si estas cosas están en vosotros, y abundan, no os dejarán
estar ociosos ni sin fruto en cuanto al conocimiento de nuestro Señor
Jesucristo. Pero el que no tiene estas cosas tiene la vista muy corta; es
ciego, habiendo olvidado la purificación de sus antiguos pecados. Por
lo cual, hermanos, tanto más procurad hacer firme vuestra vocación y
elección; porque haciendo estas cosas, no caeréis jamás”.
2. El nombre y la sangre de Cristo para desarrollar Su carácter, vivir
en lo sobrenatural, establecer el Reino de Dios y deshacer las obras del
diablo.
Necesitamos pedirle a Dios que nos revele el poder y la autoridad que
implícitamente tiene el nombre de Jesús.
Efesios 1:19-23 “Y cuál la supereminente grandeza de su poder para con
nosotros los que creemos, según la operación del poder de su fuerza, la
cual operó en Cristo, resucitándole de los muertos y sentándole a su
diestra en los lugares celestiales, sobre todo principado y autoridad y
poder y señorío, y sobre todo nombre que se nombra, no sólo en este
siglo, sino también en el venidero; y sometió todas las cosas bajo sus pies,
y lo dio por cabeza sobre todas las cosas a la iglesia, la cuál es su cuerpo,
la plenitud de Aquel que todo lo llena en todo”.
Filipenses 2:10 “Para que en el nombre de Jesús se doble toda rodilla de
los que están en los cielos, y en la tierra, y debajo de la tierra”.
• Se requiere fe en el poder del nombre de Jesús.
Hechos 3:1-6 “Pedro y Juan subían juntos al templo a la hora novena, la
de la oración. Y era traído un hombre cojo de nacimiento, a quien ponían
cada día a la puerta del templo que se llama la Hermosa, para que pidiese
limosna de los que entraban en el templo. Este, cuando vio a Pedro y a
Juan que iban a entrar en el templo, les rogaba que le diesen limosna.
Pedro, con Juan, fijando en él los ojos, le dijo: míranos. Entonces él les
estuvo atento, esperando recibir de ellos algo. Más Pedro dijo: No tengo
plata ni oro, pero lo que tengo te doy; en el nombre de Jesucristo de
Nazaret, levántate y anda”.
• La Biblia dice que hay poder en el nombre de Jesús.
Marcos 16:17-18 “Y estas señales seguirán a los que creen: En mi
nombre echarán fuera demonios; hablarán nuevas lenguas; tomarán en
las manos serpientes, y si bebieren cosa mortífera, no les hará daño; sobre
los enfermos pondrán sus manos, y sanarán”.
• El nombre de Jesús desata bendición.
Juan 16:24 “Hasta ahora nada habéis pedido en mi nombre; pedid, y
recibiréis, para que vuestro gozo sea cumplido”.
• El nombre de Jesús trae salvación, frutos y madurez
Hechos 4:12 “Y en ningún otro hay salvación; porque no hay otro
nombre bajo el cielo, dado a los hombres, en que podamos ser salvos”.
Juan 15:5,7-8 “Yo soy la vid, vosotros los pámpanos; el que permanece
en mí, y yo en él, éste lleva mucho fruto; porque separados de mí nada
podéis hacer. Si permanecéis en mí, y mis palabras permanecen en
vosotros, pedid todo lo que queréis, y os será hecho. En esto es
glorificado mi Padre, en que llevéis mucho fruto, y seáis así mis
discípulos”.
Mateo 7:19-21 “Todo árbol que no da buen fruto, es cortado y echado en
el fuego. Así que, por sus frutos los conoceréis”.
• Invoque el nombre de Jesús en tiempos de crisis.
Salmos 91:14-16 “Yo lo libraré, porque él se acoge a mí; lo protegeré,
porque reconoce mi nombre. Él me invocará, y yo le responderé; estaré
con él en momentos de angustia; lo libraré y lo llenaré de honores. Lo
colmaré con muchos años de vida y le haré gozar de mi salvación”. (NVI)
Filipenses 3:12-15 “No es que ya lo haya conseguido todo, o que ya sea
perfecto. Sin embargo, sigo adelante esperando alcanzar aquello para lo
cual Cristo Jesús me alcanzó a mí. Hermanos, no pienso que yo mismo lo
haya logrado ya. Más bien, una cosa hago: olvidando lo que queda atrás y
esforzándome por alcanzar lo que está delante, sigo avanzando hacia la
meta para ganar el premio que Dios ofrece mediante su llamamiento
celestial en Cristo Jesús. Así que, ¡escuchen los perfectos! Todos
debemos tener este modo de pensar. Y si en algo piensan de forma
diferente, Dios les hará ver esto también”. (NVI)
• La sangre nos redime y nos otorga el perdón.
Efesios 1:7 “En quien tenemos redención por su sangre, el perdón de
pecados según las riquezas de su gracia”.
1 Juan 1:7 “Pero si vivimos en la luz, así como él está en la luz, tenemos
comunión unos con otros, y la sangre de su Hijo Jesucristo nos limpia de
todo pecado”. (NVI)
Hebreos 9:13-14 “La sangre de machos cabríos y de toros, y las cenizas
de una novilla rociadas sobre personas impuras, las santifican de modo
que quedan limpias por fuera. Si esto es así, ¡cuánto más la sangre de
Cristo, quien por medio del Espíritu eterno se ofreció sin mancha a Dios,
purificará nuestra conciencia de las obras que conducen a la muerte, a fin
de que sirvamos al Dios viviente”. (NVI)
1 Corintios 6:20 “Fueron comprados por un precio. Por tanto, honren con
su cuerpo a Dios”. (NVI)
• Nuestro grito de guerra es la victoria que Jesús logró para nosotros
por medio de Su sangre.
Apocalipsis 12:11 “Y ellos le han vencido por medio de la sangre del
Cordero y de la palabra del testimonio de ellos”.
• Somos lavados por Su sangre.
• Somos comprados por Su sangre.
• Somos justificados y salvos por Su sangre.
• Somos libres de condenación por Su sangre.
• Somos aceptos por Su sangre y podemos entrar en Su presencia.
Hebreos 10:19-27 “Así que, hermanos, teniendo libertad para entrar en el
Lugar Santísimo por la sangre de Jesucristo, por el camino nuevo y vivo
que él nos abrió a través del velo, esto es, de su carne, y teniendo un gran
sacerdote sobre la casa de Dios, acerquémonos con corazón sincero, en
plena certidumbre de fe, purificados los corazones de mala conciencia, y
lavados los cuerpos con agua pura. Mantengamos firme, sin fluctuar, la
profesión de nuestra esperanza, porque fiel es el que prometió. Y
considerémonos unos a otros para estimularnos al amor y a las buenas
obras; no dejando de congregarnos, como algunos tienen por costumbre,
sino exhortándonos; y tanto más, cuanto veis que aquel día se acerca.
Porque si pecáremos voluntariamente después de haber recibido el
conocimiento de la verdad, ya no queda más sacrificio por los pecados,
sino una horrenda expectación de juicio, y de hervor de fuego que ha de
devorar a los adversarios”.
3. La Palabra de Dios.
• Sin la Palabra de Dios en tu mente El Espíritu Santo no podrá hacer la
obra en tu vida, mucho peor ayudarte a alcanzar la estatura de
Jesucristo.
Santiago 1:21 “Por lo cual, desechando toda inmundicia y abundancia de
malicia, recibid con mansedumbre la palabra implantada, la cual puede
salvar vuestras almas”.
• La Palabra es lo único que trae transformación en tu forma de pensar
y por ende una vida sobrenatural.
Romanos 12:2 “No os conforméis a este siglo, sino transformaos por
medio de la renovación de vuestro entendimiento, para que comprobéis
cuál sea la buena voluntad de Dios, agradable y perfecta”.
Tito 3:5 “Él nos salvó, no por nuestras propias obras de justicia sino por
su misericordia. Nos salvó mediante el lavamiento de la regeneración y de
la renovación por el Espíritu Santo”. (NVI)
Efesios 4:22-23 “Con respecto a la vida que antes llevaban, se les enseñó
que debían quitarse el ropaje de la vieja naturaleza, la cual está
corrompida por los deseos engañosos; ser renovados en la actitud de su
mente”. (NVI)
• El creyente que conoce la Palabra será un vencedor.
Efesios 6:10-13 “Por lo demás, hermanos míos, fortaleceos en el Señor, y
en el poder de su fuerza. Vestíos de toda la armadura de Dios, para que
podáis estar firmes contra las asechanzas del diablo. Porque no tenemos
lucha contra sangre y carne, sino contra principados, contra potestades,
contra los gobernadores de las tinieblas de este siglo, contra huestes
espirituales de maldad en las regiones celestes. Por tanto, tomad toda la
armadura de Dios, para que podáis resistir en el día malo, y habiendo
acabado todo, estar firmes”.
Romanos 8:37-39 “Sin embargo, en todo esto somos más que vencedores
por medio de aquel que nos amó. Pues estoy convencido de que ni la
muerte ni la vida, ni los ángeles ni los demonios, ni lo presente ni lo por
venir, ni los poderes, ni lo alto ni lo profundo, ni cosa alguna en toda la
creación, podrá apartarnos del amor que Dios nos ha manifestado en
Cristo Jesús nuestro Señor”. (NVI)
Romanos 8:31-34 “¿Qué, pues, diremos a esto? Si Dios es por nosotros,
¿quién contra nosotros? El que no escatimó ni a su propio Hijo, sino que
lo entregó por todos nosotros, ¿cómo no nos dará también con él todas las
cosas? ¿Quién acusará a los escogidos de Dios? Dios es el que justifica.
¿Quién es el que condenará? Cristo es el que murió; más aún, el que
también resucitó, el que además está a la diestra de Dios, el que también
intercede por nosotros”. (NVI)
• Satanás odia y teme a un cristiano de la Palabra.
Marcos 4:14-15 “El sembrador es el que siembra la palabra. Y éstos son
los de junto al camino: en quienes se siembra la palabra, pero después que
la oyen, en seguida viene Satanás, y quita la palabra que se sembró en sus
corazones”.
Mateo 7:24 “Por tanto, todo el que me oye estas palabras y las pone en
práctica es como un hombre prudente que construyó su casa sobre la
roca”. (NVI)
Mateo 8:16 “Al atardecer, le llevaron muchos endemoniados, y con una
sola palabra expulsó a los espíritus, y sanó a todos los enfermos”.
Mateo 12:37 “Porque por tus palabras se te absolverá, y por tus palabras
se te condenará”. (NVI)
• La obediencia a la Palabra nos mantiene empoderados por Dios.
Santiago 4:7 “Someteos, pues, a Dios; resistid al diablo, y huirá de
vosotros”.
Deuteronomio 28:1-7 “Si realmente escuchas al Señor tu Dios, y
cumples fielmente todos estos mandamientos que hoy te ordeno, el Señor
tu Dios te pondrá por encima de todas las naciones de la tierra. Si
obedeces al Señor tu Dios, todas estas bendiciones vendrán sobre ti y te
acompañarán siempre: Bendito serás en la ciudad, y bendito en el campo
Benditos serán el fruto de tu vientre, tus cosechas, las crías de tu ganado,
los terneritos de tus manadas y los corderitos de tus rebaños. Benditas
serán tu canasta y tu mesa de amasar. Bendito serás en el hogar, y bendito
en el camino. El Señor te concederá la victoria sobre tus enemigos.
Avanzarán contra ti en perfecta formación, pero huirán en desbandada”.
(NVI)
Salmos 81:11-16 “Pero mi pueblo no me escuchó; Israel no quiso
hacerme caso. Por eso los abandoné a su obstinada voluntad, para que
actuaran como mejor les pareciera. Si mi pueblo tan sólo me escuchara, si
Israel quisiera andar por mis caminos ¡cuán pronto sometería yo a sus
enemigos, y volvería mi mano contra sus adversarios! Los que aborrecen
al Señor se rendirían ante él, pero serían eternamente castigados. Y a ti te
alimentaría con lo mejor del trigo; con miel de la peña te saciaría”. (NVI)
• Ama la Palabra, estúdiala, permanece en ella y te dará fuertes
convicciones para ser un testigo del poder de Dios.
Juan 8:31-32 “Dijo entonces Jesús a los judíos que habían creído en él:
Si vosotros permaneciereis en mi palabra, seréis verdaderamente mis
discípulos; y conoceréis la verdad, y la verdad os hará libres”.
4. Creer en sus promesas.
Romanos 4:16-17 “Por eso la promesa viene por la fe, a fin de que por la
gracia quede garantizada para toda la descendencia de Abraham; esta
promesa no es sólo para los que son de la ley sino para los que son
también de la fe de Abraham, quien es el padre que tenemos en común
delante de Dios, tal como está escrito: «Te he confirmado como padre de
muchas naciones.» Así que Abraham creyó en el Dios que da vida a los
muertos y que llama las cosas que no son como si ya existieran”. (NVI)
Romanos 4:20 “Ante la promesa de Dios no vaciló como un incrédulo,
sino que se reafirmó en su fe y dio gloria a Dios”. (NVI)
2 Corintios 7:1 “Como tenemos estas promesas, queridos hermanos,
purifiquémonos de todo lo que contamina el cuerpo y el espíritu, para
completar en el temor de Dios la obra de nuestra santificación”. (NVI)
2 Corintios 1:20 “Todas las promesas que ha hecho Dios son «sí» en
Cristo. Así que por medio de Cristo respondemos «amén» para la gloria
de Dios”. (NVI)
Gálatas 3:16-29 “Ahora bien, las promesas se le hicieron a Abraham y a
su descendencia. La Escritura no dice: «y a los descendientes», como
refiriéndose a muchos, sino: «y a tu descendencia», dando a entender uno
solo, que es Cristo. Lo que quiero decir es esto: La ley, que vino
cuatrocientos treinta años después, no anula el pacto que Dios había
ratificado previamente; de haber sido así, quedaría sin efecto la promesa.
Si la herencia se basa en la ley, ya no se basa en la promesa; pero Dios se
la concedió gratuitamente a Abraham mediante una promesa. Entonces,
¿cuál era el propósito de la ley? Fue añadida por causa de las
transgresiones hasta que viniera la descendencia a la cual se hizo la
promesa. La ley se promulgó por medio de ángeles, por conducto de un
mediador. Ahora bien, no hace falta mediador si hay una sola parte, y sin
embargo Dios es uno solo. Si esto es así, ¿estará la ley en contra de las
promesas de Dios? ¡De ninguna manera! Si se hubiera promulgado una
ley capaz de dar vida, entonces sí que la justicia se basaría en la ley. Pero
la Escritura declara que todo el mundo es prisionero del pecado, para que
mediante la fe en Jesucristo lo prometido se les conceda a los que creen.
Antes de venir esta fe, la ley nos tenía presos, encerrados hasta que la fe
se revelara. Así que la ley vino a ser nuestro guía encargado de
conducirnos a Cristo, para que fuéramos justificados por la fe. Pero ahora
que ha llegado la fe, ya no estamos sujetos al guía. Todos ustedes son
hijos de Dios mediante la fe en Cristo Jesús, porque todos los que han
sido bautizados en Cristo se han revestido de Cristo. Ya no hay judío ni
griego, esclavo ni libre, hombre ni mujer, sino que todos ustedes son uno
solo en Cristo Jesús. Y si ustedes pertenecen a Cristo, son la descendencia
de Abraham y herederos según la promesa”. (NVI)
Efesios 1:13-14 “En él también ustedes, cuando oyeron el mensaje de la
verdad, el evangelio que les trajo la salvación, y lo creyeron, fueron
marcados con el sello que es el Espíritu Santo prometido. Éste garantiza
nuestra herencia hasta que llegue la redención final del pueblo adquirido
por Dios, para alabanza de su gloria”. (NVI)
5. La oración y el ayuno.
La oración es un diálogo con Dios, de hijo a Padre, con el propósito de
conocerle, amarle y adorarle y no así un ritual que tienes que hacer cada día.
¿Qué es la oración?
• Oración es comunión con Dios.
Salmos 25:14 “La comunión íntima de Jehová es con los que le temen, y
a ellos hará conocer su pacto”.
Juan 17:3 “Y esta es la vida eterna: que te conozcan a ti, el único Dios
verdadero, y a Jesucristo, a quien has enviado”.
• Oración es Adoración.
Juan 4:24 “Dios es Espíritu; y los que le adoran, en espíritu y en verdad
es necesario que adoren”.
Salmos 100:4 “Entrad por sus puertas con acción de gracias, por sus
atrios con alabanza; Alabadle, bendecid su nombre”.
• Oración es petición.
Juan 16:23-24 “En aquel día no me preguntaréis nada. De cierto, de
cierto os digo, que todo cuanto pidiereis al Padre en mi nombre, os lo
dará. Hasta ahora nada habéis pedido en mi nombre; pedid, y recibiréis,
para que vuestro gozo sea cumplido”.
• Oración es intercesión.
Juan 17:9-20 “Yo ruego por ellos; no ruego por el mundo, sino por los
que me diste; porque tuyos son. Más no ruego solamente por éstos, sino
también por los que han de creer en mí por la palabra de ellos”.
Nuestras actitudes hacia Dios en oración:
• Humildad.
2 Crónicas 7:14 “Si se humillare mi pueblo, sobre el cual mi nombre es
invocado, y oraren, y buscaren mi rostro, y se convirtieren de sus malos
caminos; entonces yo oiré desde los cielos, y perdonaré sus pecados, y
sanaré su tierra”.
• Sinceridad.
Salmos 32:2-5 “Bienaventurado el hombre a quien Jehová no culpa de
iniquidad, y en cuyo espíritu no hay engaño. Mi pecado te declaré, y no
encubrí mi iniquidad. Dije: Confesaré mis transgresiones a Jehová; Y tú
perdonaste la maldad de mi pecado”.
• Obediencia reverente.
Hebreos 5:7 “Y Cristo, en los días de su carne, ofreciendo ruegos y
súplicas con gran clamor y lágrimas al que le podía librar de la muerte,
fue oído a causa de su temor reverente”.
¿Qué podemos esperar cuando oramos?
• Dios se revelará a sí mismo.
Jeremías 29:13 “Y me buscaréis y me hallaréis, porque me buscaréis de
todo vuestro corazón”.
• Dios contestará tus peticiones.
Jeremías 29:12 “Entonces me invocaréis, y vendréis y oraréis a mí, y yo
os oiré”.
• Cambios en nosotros mismos.
2 Corintios 3:18 “Por tanto, nosotros todos, mirando a cara descubierta
como en un espejo la gloria del Señor, somos transformados de gloria en
gloria en la misma imagen, como por el Espíritu del Señor”.
• Cambios en las circunstancias que nosotros no podemos manejar.
Santiago 5:17-18 “Elías era hombre sujeto a pasiones semejantes a las
nuestras, y oró fervientemente para que no lloviese, y no llovió sobre la
tierra por tres años y seis meses. Y otra vez oró, y el cielo dio lluvia, y la
tierra produjo su fruto”.
• Serás eficaz en lograr cambios en tu vida.
Santiago 5:16 “Confesaos vuestras ofensas unos a otros, y orad unos por
otros, para que seáis sanados. La oración eficaz del justo puede mucho”.
1 Juan 5:14-15 “Y esta es la confianza que tenemos en él, que si pedimos
alguna cosa conforme a su voluntad, él nos oye. Y si sabemos que él nos
oye en cualquiera cosa que pidamos, sabemos que tenemos las peticiones
que le hayamos hecho”.
Mateo 21:22 “Y todo lo que pidiereis en oración, creyendo, lo recibiréis”.
• Te dará fortaleza para batallas espirituales.
Efesios 6:12, 18,19 “Porque no tenemos lucha contra sangre y carne,
sino contra principados, contra potestades, contra los gobernadores de las
tinieblas de este siglo, contra huestes espirituales de maldad en las
regiones celestes. Orando en todo tiempo con toda oración y súplica en el
Espíritu, y velando en ello con toda perseverancia y súplica por todos los
santos; y por mí, a fin de que al abrir mi boca me sea dada palabra para
dar a conocer con denuedo el misterio del evangelio”.
¿Qué es el ayuno?
El ayuno es un medio espiritual para meditar en nuestra conducta a la luz de
la Palabra de Dios y ver si estamos haciendo las cosas que agradan a Dios.
De no ser así debemos rectificarnos y empezar a vivir dando testimonio de la
nueva vida que debemos llevar.
El ayuno es también para que vayamos a liberar a los cautivos por el diablo
y que compartamos con los más necesitados, cubramos al desnudo, quitemos
el dedo acusador, etc.
Joel 2:12-21 “Por eso pues, ahora, dice Jehová, convertíos a mí con todo
vuestro corazón, con ayuno y lloro y lamento. Rasgad vuestro corazón, y
no vuestros vestidos, y convertíos a Jehová vuestro Dios; porque
misericordioso es y clemente, tardo para la ira y grande en misericordia,
y que se duele del castigo. ¿Quién sabe si volverá y se arrepentirá y dejará
bendición tras de él, esto es, ofrenda y libación para Jehová vuestro Dios?
Tocad trompeta en Sion, proclamad ayuno, convocad asamblea. Reunid al
pueblo, santificad la reunión, juntad a los ancianos, congregad a los niños
y a los que maman, salga de su cámara el novio, y de su tálamo la novia.
Entre la entrada y el altar lloren los sacerdotes ministros de Jehová, y
digan: Perdona, oh Jehová, a tu pueblo, y no entregues al oprobio tu
heredad, para que las naciones se enseñoreen de ella. ¿Por qué han de
decir entre los pueblos: Dónde está su Dios? Y Jehová, solícito por su
tierra, perdonará a su pueblo. Responderá Jehová, y dirá a su pueblo: He
aquí yo os envío pan, mosto y aceite, y seréis saciados de ellos; y nunca
más os pondré en oprobio entre las naciones. Y haré alejar de vosotros al
del norte, y lo echaré en tierra seca y desierta; su faz será hacia el mar
oriental, y su fin al mar occidental; y exhalará su hedor, y subirá su
pudrición, porque hizo grandes cosas. Tierra, no temas; alégrate y gózate,
porque Jehová hará grandes cosas”.
El verdadero ayuno trae:
• Arrepentimiento.
• Conversión sincera.
• Deseo de santidad en todo el pueblo de Dios.
• Perdón.
• Restauración y restitución, lo que significa un nuevo tiempo de gozo,
abundancia del Espíritu, bendición en todo lo que emprendamos y fortaleza
espiritual.
• Derramamiento del Espíritu Santo.
• Un tiempo donde Dios hará grandes cosas.
Isaías 58:6-8 “¿No es éste el ayuno que yo escogí: desatar las ligaduras
de impiedad, soltar las coyundas del yugo, dejar ir libres a los oprimidos,
y romper todo yugo? ¿No es para que partas tu pan con el hambriento, y
recibas en casa a los pobres sin hogar; para que cuando veas al desnudo lo
cubras, y no te escondas de tu semejante? Entonces tu luz despuntará
como la aurora, y tu recuperación brotará con rapidez; delante de ti irá tu
justicia; y la gloria del Señor será tu retaguardia”. (LBLA)
El Ayuno tiene un significado espiritual más profundo que el solo
abstenerse de alimentos físicos, es una humillación interna, confesando
nuestra dependencia de Dios. Es reconocer que es Su gracia la que nos
sostiene, es reflexionar en nuestra forma de vida. Es enmendar nuestros
errores y empezar a vivir agradando a nuestro Señor en todo, preservando el
derecho y haciendo justicia, alabándole, ayudando a los que están
abandonados, huérfanos, desnudos, sin alimento y sin protección; pero un
obrar por amor y porque no olvidamos de dónde el Señor nos sacó y todas las
misericordias que ha hecho con nosotros.
Al cristiano en la biblia se le llama cuerpo, iglesia y casa, ya que es un
organismo vivo que nace, crece, se alimenta, se reproduce y tiene como ideal
de vida al Señor Jesucristo, que es su cabeza.
1 Corintios 12:12 “Porque así como el cuerpo es uno, y tiene muchos
miembros, pero todos los miembros del cuerpo, siendo muchos, son un
solo cuerpo, así también Cristo”.
Perfeccionar a los nuevos creyentes es un deber de cada ministro, pero
también es responsabilidad del nuevo convertido buscar ese crecimiento y
madurez que, por cierto, no es opcional sino que es el ideal establecido por
Dios para cada uno de nosotros.
• La razón por la que El Señor Jesús murió en una cruz fue para darte
salvación y vida eterna. Pero mientras te encuentres en este mundo debes
dedicarte a desarrollar tu carácter hasta alcanzar la estatura del Señor. Para
ello, debes ser responsable en usar todos los medios que Él ha provisto para
alcanzar ese propósito. De eso dependerá el éxito de tu nueva vida en Cristo,
de lo contrario, terminarás decepcionado e incluso podrás llegar a pensar que
esto es algo imposible y volverás atrás como miles de cristianos que no
hicieron su parte ni asumieron su responsabilidad.
• Tu amor por Jesús crecerá. Tendrás una relación más íntima y personal con
Él y te hará anhelar todo lo que Él ama como también aborrecer todo lo que
Él rechaza.
• Empezarás a caminar por fe y no por lo que piensas o sientes. El
discernimiento espiritual se desarrollará y tanto la autoridad como el poder de
Dios se convertirán en medios para ejercer dominio propio y una vida llena
de frutos que tendrá un impacto sobre los demás.
• Finalmente, todo es para servir al Señor. El sacrificio de la cruz, la nueva
naturaleza que Dios te da (me estoy refiriendo al Espíritu Santo), los dones y
ministerios; todo es para servirle, adorarle y ser testigo de Su poder.
Terminas convirtiéndote en Sus manos, Sus pies, Su boca. Gloria a Dios,
¡que honra!
1 Corintios 12:4-11 “Ahora bien, hay diversidad de dones, pero el
Espíritu es el mismo. Y hay diversidad de ministerios, pero el Señor es el
mismo. Y hay diversidad de operaciones, pero Dios, que hace todas las
cosas en todos, es el mismo. Pero a cada uno le es dada la manifestación
del Espíritu para provecho. Porque a éste es dada por el Espíritu palabra
de sabiduría; a otro, palabra de ciencia según el mismo Espíritu; a otro, fe
por el mismo Espíritu; y a otro, dones de sanidades por el mismo Espíritu.
A otro, el hacer milagros; a otro, profecía; a otro, discernimiento de
espíritus; a otro, diversos géneros de lenguas; y a otro, interpretación de
lenguas. Pero todas estas cosas las hace uno y el mismo Espíritu,
repartiendo a cada uno en particular como él quiere”.
• Tus decisiones serán más sabias. Evitarás tomar decisiones necias que
muchas veces se toman por estar desenfocado, sin compromiso, con una
mente ociosa, vacía y carnal y lo peor de todo es que con las decisiones,
vendrán las consecuencias de las cuales no podrás escapar.
• El Apóstol Pablo en Efesios 4:13 nos enseña que el fin de la vida cristiana
debe ser alcanzar la medida de la estatura de la plenitud de Cristo. Esto
significa que debemos medir nuestro crecimiento y madurez con Cristo y no
con los parámetros morales y espirituales de hombres y mujeres que no
tienen como meta alcanzar el carácter de Cristo, mucho peor, convertirse en
reformadores sociales.
LA VISIÓN SE EXTENDIO DE
FORMA SOBRENATURAL
No me tomó mucho tiempo entender que Dios me había llamado con un
propósito mayor que pastorear una iglesia local. El Espíritu Santo me había
dado la revelación de lo que Dios quería hacer conmigo y con todo aquel que
lo quiera y lo crea.
Empecé a hacer cruzadas de sanidad y milagros en diferentes lugares,
provincias y departamentos, acompañado de un equipo de pastores de la casa
que fueron activados en el poder sobrenatural de Dios. No solo llevábamos el
Evangelio a través de cruzadas, sino que entrenábamos, capacitábamos y
activábamos a los pastores y sus iglesias que, literalmente, estaban muertas.

NO ESPERES EL AVIVAMIENTO, ¡PROVÓCALO!


Dios nos guió a realizar evangelismos masivos en lugares
estratégicos de la ciudad. 500 personas esparcidas por zonas estratégicas en
las calles, mercados, ferias, plazas, centros comerciales llevando pancartas,
poleras y folletos con un mensaje de salvación, perdón, fe, y amor. También
había adoración pública y vehículos de hermanos que voluntariamente ponían
a disposición de la iglesia, para ponerles megáfonos con un predicador y
situarlos en lugares estratégicos que Dios nos mostraba.
Imagínese esa cantidad de hermanos en un solo lugar. El Señor nos
respaldaba con milagros y sanidades por dónde íbamos. Era, –y sigue siendo–
una experiencia extraordinaria. La presencia de Dios se desata públicamente
en la medida que predicamos sin temor, con amor por las almas y confiados
en que Dios nos respaldará, pues estamos haciendo lo que Él ama.
Las vigilias se hacían una vez al mes. Empezamos a realizar ayunos de 21
días. El primero, para empezar el año y orar por la visión de la casa, los
proyectos evangelísticos y misiones; el segundo a mediados de año, para
mantener el fuego por la presencia de Dios y las almas; y el último, a fin de
año, para dar gracias al Todopoderoso por c
confirmarnos en cada paso que damos. Alcanzar aquellos que no conocen a
Jesús con las buenas nuevas de salvación se ha convertido en nuestra causa.
Romanos 10:14-15 “¿Cómo, pues, invocarán a aquel en el cual no han
creído? ¿Y cómo creerán en aquel de quien no han oído? ¿Y cómo oirán
sin haber quien les predique? ¿Y cómo predicarán si no fueren enviados?
Como está escrito: ¡Cuán hermosos son los pies de los que anuncian la
paz, de los que anuncian buenas nuevas!”
1 Corintios 9:16 “Pues si anuncio el evangelio, no tengo por qué
gloriarme; porque me es impuesta necesidad; y !ay de mí si no anunciare
el evangelio!”
Hechos 4:20 “Porque no podemos dejar de decir lo que hemos visto y
oído”.

CRUZADAS EVANGELÍSTICAS EN LOS


BARRIOS CON LOS HIJOS DE LA CASA
En todo este tiempo Dios ha levantando en la iglesia hombres y mujeres
apasionados por su presencia, con un testimonio intachable y portadores del
ADN que Dios me dio. Como ministros del evangelio (siervos) es nuestra
responsabilidad invertir nuestras vidas, tiempo y conocimiento en cada uno
de nuestros hijos biológicos y espirituales. Es nuestra responsabilidad dejar
como herencia nuestro carácter, frutos y las evidencias del poder que vienen
del Espíritu Santo, para que ellos puedan darle continuidad a las obras que
Dios nos encomendó. No debemos olvidar que Dios cumple propósitos en los
hombres en cada generación.
Estoy convencido que lo que Dios no termine de hacer a través de mi vida,
lo hará con mis hijos, nietos y los hijos espirituales que puso a mi alrededor;
para que juntos establezcamos el Reino de Dios y nos aseguremos que no
falte en cada generación un remanente de hombres y mujeres que amen a
Dios, que vivan para Él y que lleven el mensaje poderoso de la cruz a todas
las naciones.
Formar líderes de Reino no es una tarea fácil, pero es una de las más
gratificantes. Ahora cuento con un equipo de profetas, pastores, evangelistas
y maestros que operan en la misma esfera sobrenatural que yo. Este equipo
apostólico es el que me acompaña a todas las cruzadas evangelísticas y son
los que están trabajando codo a codo para llevar a cabo la visión de la casa:
“Traer lo Sobrenatural de Dios a esta Generación”.
La pasión por la visión que Dios nos ha dado, nos lleva a utilizar todos los
medios disponibles y todas las estrategias para llevar salvación a la mayor
cantidad de almas.
Una de las estrategias que Dios nos dio, fue la de hacer cruzadas
evangelísticas de Salvación, Sanidad y Milagros todos los viernes en
diferentes barrios de la ciudad, pero esta vez mis hijos espirituales serían los
instrumentos que Dios utilizaría para sanar, liberar, restaurar y ganar la
mayor cantidad de almas para el Señor Jesús. Ese es el mayor legado que le
podemos dejar a nuestros hijos biológicos y espirituales.
Proverbios 13:22 “El bueno dejará herederos a los hijos de sus hijos;
Pero la riqueza del pecador está guardada para el justo”.
Tu pasión por Dios, tu carácter, testimonio y la influencia debe ser continua
para con la iglesia, tus hijos espirituales y la sociedad en la que vives. ¡Eso te
hace inmortal!
El éxito se mide por la clase de familia que lograste edificar y por la
antorcha encendida que dejaste a tus hijos biológicos y espirituales. Esto es
en vida, no cuando hayas partido a la presencia de Dios porque ese es el
ejemplo que hemos recibido de nuestro amado Salvador, Jesucristo.
Efesios 1:11-12; 18 “En él asimismo tuvimos herencia, habiendo sido
predestinados conforme al propósito del que hace todas las cosas según el
designio de su voluntad, a fin de que seamos para alabanza de su gloria,
nosotros los que primeramente esperábamos en Cristo alumbrando los
ojos de vuestro entendimiento, para que sepáis cuál es la esperanza a que
él os ha llamado, y cuáles las riquezas de la gloria de su herencia en los
santos”.
Romanos 8:17 “Y si hijos, también herederos; herederos de Dios y
coherederos con Cristo, si es que padecemos juntamente con él, para que
juntamente con él seamos glorificados”.
TESTIMONIOS DE EXPERIENCIAS
SOBRENATURALES EN LOS BARRIOS
En noviembre del 2015, el barrio Tropical fue invadido por el Evangelio del
Señor Jesucristo. Manifestaciones del poder sobrenatural de Dios fueron
visibles en la noche de sanidad y milagros. Aproximadamente 400 personas
de los alrededores se dieron cita para tener un encuentro con el Señor
Jesucristo y recibir su milagro. Una joven llegó con desprendimiento de
placenta. Tenía bastante dolor en su vientre. Cuando mi hijo espiritual el Pr.
Fernando Suárez oró por ella, un fuego invadió su cuerpo y el dolor se fue
por completo. ¡Dios la sanó!
La misma gloria de Dios también llegó hasta el barrio La Chacarilla.En esta
cruzada –al igual que en las demás– hubo predicación, sanidades, milagros,
liberación y un mover del Espíritu sorprendente. Luego de la oración por
milagros que hizo mi hijo espiritual, el profeta José María Castedo, una mujer
pasó a testificar al frente. Su hijo, de aproximadamente ocho años, había
nacido sin testículos; pero Dios, en su soberana misericordia y gracia,
creativamente colocó testículos sobre el niño. La multitud quedó sorprendida
y de forma unánime pudieron darle gloria a Dios.
El Plan 3000 también fue uno de los escenarios para predicar el Evangelio
del Reino. Fue una noche gloriosa de sanidad, salvación y milagros. Un
hombre no podía mover su brazo fruto de un accidente que había tenido hace
cinco años. Esa noche, cuando mi hijo espiritual el Pr. Juan José Antelo oró
por sanidad, el poder del Espíritu Santo invadió su ser y la parálisis que tenía
desapareció. Empezó a mover su brazo con normalidad. ¡La Gloria sea para
Jesús por siempre!
El barrio 15 de Julio es uno de los lugares catalogados como zona roja por la
degeneración, el consumo de drogas y la prostitución que se ve a diario, sin
embargo, nada impidió que el evangelio llegue a ese lugar. Se preparó un
evangelismo previo para que el día de la campaña la cancha del barrio esté
completamente llena y que cientos de personas puedan experimentar por
primera vez un encuentro con Jesús. Fue una noche gloriosa. Una mujer tenía
problemas en la vista, no podía ver con normalidad, solo veía bultos. Cuando
mi hijo espiritual el Pr. Luis Carlos García oró por ella, su vista se aclaró
milagrosamente, Dios la sanó, ¡Gloria a Dios!
La zona de Los Lotes fue un escenario para ver la Gloria de Dios
manifestándose. Fue una noche de gloria y poder. Multitud de personas
llegaron a los pies de Cristo para escuchar el mensaje predicado con poder y
respaldado por la Gloria de Dios. Una mujer tenía problemas en las piernas.
Hacía años que estaba sentada en una silla de ruedas sin poder caminar sola.
Cuando mi hijo biológico y espiritual el Profeta Pierre Salas oró por ella, la
mujer sintió un hormigueo en sus piernas y se levantó de la silla de ruedas.
Empezó a caminar sola. Dios la sanó. Otro de los milagros que se vieron esa
noche fue el de una mujer que tenía flujo de sangre hacía un año. Los
médicos le dijeron que era cáncer en el cuello uterino. Esa misma noche
después de la oración, ella sintió un fuego que invadió su vientre y en ese
mismo instante el flujo de sangre se cortó. ¡Gloria a Dios!
La primera semana de diciembre del 2015, el barrio 1ero de Agosto se
convirtió en otro escenario para ver la Gloria de Dios. Más de 700 personas
reunidas siendo testigos del poder de Dios. Esa noche Dios se movió de una
forma sobrenatural con sanidad, milagros y prodigios. Uno de los milagros
más impactantes que se vieron esa noche fue escuchar a un mudo de
nacimiento hablar por primera vez. Dios lo sanó cuando el evangelista Jean
Pierre oró por él. ¡Dios es extraordinario!
Lucas 18:27 “Él les dijo: Lo que es imposible para los hombres, es
posible para Dios”.

EXTENDIENDO EL REINO A TRAVÉS DE LOS


MEDIOS DE COMUNICACIÓN
Bolivia y la ciudad de Santa Cruz están siendo testigos por medio de la
radio, televisión y los diferentes medios de comunicación del avivamiento
que el Espíritu Santo está trayendo a través de la Iglesia Tiempo de Cambio.
Las cosas que Dios está haciendo son maravillosas. A través de nuestros
programas de radio y televisión, la gente recibe al Señor Jesús. Deprimidos y
oprimidos son liberados, enfermos son sanados, y tantas cosas que Dios está
haciendo, cosas más allá de lo que esperábamos.
TESTIMONIOS DE EXPERIENCIAS
SOBRENATURALES
Yohanes Flores (16 años) era un joven que sufría de baja autoestima,
depresión y tenía una pésima relación con su madre. Él creció sin su papá y
fruto de eso era una persona llena de odio en su corazón, inseguro, lleno de
temores y complejos. “No sirves para nada” eran las palabras con las que él
creció. El odio, la depresión, la soledad y los complejos lo llevaron a tomar
una trágica decisión: Quitarse la vida. Esa noche se encontraba en su
dormitorio y con una tijera en mano, estaba a punto de cortarse las venas. De
pronto, la radio se enciende en la emisora donde son transmitidas mis
predicas y las de mis hijos. Mi hijo Pierre era el que estaba predicando
aquella noche y en su prédica decía “tal vez tú te sientes solo, pero quiero
decirte que Dios no te ha abandonado, tú eres valioso para Dios, Dios te
ama, Él tiene planes contigo, eres un príncipe, especial para Dios”. Esas
palabras bastaron para que Yohanes caiga de rodillas, se ponga a llorar y
reciba liberación y sanidad en su corazón. Ahora este joven forma parte del
ministerio de alabanza y de los nuevos líderes que se están levantando en la
iglesia. La relación con su madre fue restaurada, y tanto él como su madre
sirven en la iglesia.
Marcos 10:27 “Entonces Jesús, mirándolos, dijo: Para los hombres es
imposible, más para Dios, no; porque todas las cosas son posibles para
Dios”.
Luis Fernando Lorenzo nos escribió desde Guatemala para contarnos que él
tenía problemas de depresión y drogadicción. Cuando estaba viendo nuestro
programa Knock Out Tv, que es transmitido por el canal Enlace, dice que fue
impactado por la palabra de Dios. Cayó de rodillas, le pidió perdón a Dios y
en ese instante fue liberado de sus adicciones. A partir de ese día no ha vuelto
a consumir drogas y empezó a poner en práctica la enseñanza que había
escuchado por televisión.
Marcos 9:23 “Jesús le dijo: Si puedes creer, al que cree todo le es
posible”.
Una Mujer que frecuentemente viajaba por cuestiones de trabajo, dejó a su
hija de cuatro años bajo el cuidado de su mamá. Una noche mientras yo
estaba orando en una prédica que salía por televisión, la abuelita puso su
mano sobre la pierna más corta que tenía la niña. Al instante la pierna creció
al mismo tamaño de la otra. Gloria a Dios porque no hay límites ni fronteras
para que Él manifieste Su poder en aquellos que le creen.
Jeremías 32:27 “He aquí que yo soy Jehová, Dios de toda carne; ¿habrá
algo que sea difícil para mí?”
Delicia es un hermana que congrega con nosotros hace un año y medio. Ella
llegó a la iglesia a través de la radio. Antes de conocer al Señor Jesús, Delicia
tenía dolores muy fuertes en la cabeza. Había perdido el sentido del olfato y
su habla fue afectada, todo a consecuencia de un golpe que ella recibió por
unos individuos que la asaltaron para robarle. Durante ocho meses los dolores
fueron intensos y su cuadro clínico cada vez empeoraba. Los médicos le
dijeron que ella necesitaba ser intervenida quirúrgicamente lo antes posible,
pero su familia no contaba con los recursos económicos para cubrir los gastos
de la operación. Una noche estaba en su casa acompañada de su hija, quien
encendió la radio y casualmente puso la emisora donde salen las predicas de
la iglesia. Ella se quedó escuchando la Palabra, su fe fue activada y creyó que
esa noche Dios la sanaría. Fue así que ella recibió al Señor Jesús en su
corazón y en el momento de la oración por sanidad, sintió un alivio en toda
su cabeza, pero su habla continuaba igual y seguía con problemas en el
sentido del olfato. Anotó la dirección de la iglesia y tomo la decisión de
visitarnos. Cuando ella llegó a la iglesia, yo pedí que las personas que
necesitaban un milagro pasaran adelante y ella pasó. Después de la oración
testificó que sintió como corto circuitos en su cabeza y un sonido que se
intensificaba. De repente todos los síntomas que tenía desaparecieron hasta el
día de hoy. El poder sobrenatural de Dios operó en esta mujer. Ahora ella
predica y cuenta su testimonio y a través de ella personas están conociendo a
Jesús y recibiendo sanidad en sus cuerpos. ¡Gloria a Dios!
Juan 11:40 “Jesús le dijo: ¿No te he dicho que si crees, verás la gloria de
Dios?”
Efesios 2:4-5 “Pero Dios, que es rico en misericordia, por
su gran amor con que nos amó, aun estando nosotros muertos en pecados,
nos dio vida juntamente con Cristo (por gracia sois salvos)”.
Esto es lo que sucede cuando la iglesia predica el evangelio del
arrepentimiento, de la salvación por Gracia, de la condenación y el juicio de
Dios.
Cuando la Iglesia deja de ser negligente, pasiva y sale a buscar las almas que
no conocen al Señor; cuando la iglesia vuelve a usar uno de los recursos más
poderosos que existe, es decir, la oración y se pone en la brecha para
interceder por su nación dejando la indiferencia, orando con fe, ayunando y
predicando a tiempo y a destiempo, entonces el avivamiento llega.
La Biblia dice en Hechos de los Apóstoles que recibiremos poder cuando
haya venido el Espíritu Santo sobre nosotros. La unción no es para hacer
exhibiciones del poder de Dios, sino para ir por aquellos que están oprimidos,
angustiados, enfermos, abatidos, etc. Esta unción solo se activa cuando
empiezas a servir al Señor y a hacer lo que Él te mande. No es para gente que
no está disponible, si no para los que están dispuestos a ir en pos de la misión
que Dios les ha dado.
Necesitamos pedir a Dios sabiduría para que se establezca el modelo
quíntuple del Señor Jesús. Debes procurar estos ministerios fungiendo en tu
vida y en la iglesia. Y si los tienes, pero rechazas la manifestación del
Espíritu Santo con señales, prodigios, milagros y liberación, detienes la obra
del Espíritu Santo y la congregación no puede avanzar. Al contrario, creemos
que estos dones deben ser reconocidos, honrados y activados. El ministerio
quíntuple hace referencia de los apóstoles, profetas, maestros, pastores y
evangelistas.
El mundo, las naciones y las familias, tienen la gran necesidad de que se
levanten hombres que estén bajo el gobierno de Dios. Servidores que se
preocupen por el crecimiento sano de la iglesia, que tengan el corazón de
Dios, que vivan bajo la autoridad de Dios y que puedan moverse en lo
sobrenatural para liberar al oprimido, al angustiado, al depresivo, al niño de
la calle, al drogadicto, al alcohólico, a las familias desintegradas y a tantos
seres humanos que viven toda clase de desgracias, miseria, dolor y que están
esperando la manifestación de los hijos de Dios.
Esto pasa cuando no solo crees en Dios; sino cuando Dios es tu Señor y
dueño. Dejas tu agenda, intereses, deseos, prioridades y eres empoderado por
Dios para ejecutar Su agenda. Cuando no se reconoce a Dios como dueño y
Señor, nos encontramos simplemente ante una religión.
Cuando un hombre vive bajo el Gobierno, Señorío y Soberanía de Dios se
convierte en Su boca, Sus manos, Sus pies. Hay en él autoridad y poder para
hacer que las cosas cambien. Hay convicción para ejecutar Sus designios, se
restablece el orden, cesa el caos y todo empieza a cambiar. Creces en
influencia de una forma poderosa. Tu vida, tu familia, la iglesia y la sociedad
en general serán impactadas por tu liderazgo. Verás la Gloria de Dios en
contra de toda probabilidad.

EL AVIVAMIENTO COMO UN ESTILO DE VIDA


Juan 20:21-22 “Entonces Jesús les dijo otra vez: Paz a vosotros. Como
me envió el Padre, así también yo os envío. Y habiendo dicho esto, sopló,
y les dijo: Recibid el Espíritu Santo”.
Cuando el Señor sopló sobre los apóstoles, sopló el Espíritu Santo y es el
Espíritu Santo cargado con todos los dones, ministerios y gracia. Todos los
que reciben al Señor Jesús como su Salvador y reciben al Espíritu Santo,
deben saber que han entrado en un movimiento apostólico. El Espíritu Santo
es apostólico porque es un Espíritu enviado para revelarle al hombre lo que
Jesucristo hizo en la cruz y derramar el amor de Dios sobre los corazones de
aquellos que lo confiesan y le abren su corazón, para convertirlos –a partir de
ese momento– en la luz del mundo. Por eso se les llama apóstoles, porque
son enviados como instrumentos que el Espíritu Santo usa para llevar la
salvación al mundo entero. Cabalmente es la Presencia del Espíritu Santo y la
sensibilidad del hombre lo que provoca el movimiento del Espíritu y, por
ende, lo sobrenatural. De lo contrario nada pasa y tanto usted como la iglesia
se mantienen estancados, o peor aún, muertos y sin frutos.
Por eso somos una iglesia apostólica, porque somos un pueblo enviado a
cumplir los propósitos de Dios, llenos de gracia y de poder.
Hechos 1:8 “Pero recibiréis poder, cuando haya venido sobre vosotros el
Espíritu Santo, y me seréis testigos en Jerusalén, en toda Judea, en
Samaria, y hasta lo último de la tierra”.
Si como cristianos no estamos intensificando la pasión, la entrega, la muerte
al yo; si no estamos intensificando la oración y el ayuno, no habrá tal
movimiento del Espíritu. Recuerde que no es algo mágico. Lo tengo que
provocar y debe ser de forma continua.
Jeremías 20:9 “Y dije: No me acordaré más de él, ni hablaré más en su
nombre; no obstante, había en mi corazón como un fuego ardiente metido
en mis huesos; traté de sufrirlo, y no pude”.
Recuerdo cuando el Señor empezó a manifestar Su gloria en cada servicio.
Yo me preparaba de una forma intensa cada vez que se acercaba el jueves,
sábado y domingo. Ayunaba, oraba, meditaba, me analizaba. Un día lunes,
saliendo de mi casa, escuché la voz de Dios que me remarcaba “debe ser
continuo”. Durante todo el camino a la oficina no entendía a qué se refería.
Al llegar a mi oficina y meditar en oración, comprendí que la consagración
que tenía cuando iba a predicar y la dependencia que tenía para con Dios,
debía ser de lunes a lunes. Ese día aprendí una gran lección: la consagración
y la dependencia hacia Dios debe ser continua, ya que hay un mundo lleno de
carencias y necesidades esperando la manifestación sobrenatural de los hijos
de Dios.
Considero que el liderazgo de la iglesia debe estar encendido de pasión por
Dios. La pasión por Dios contagia y mueve al pueblo hacia el cumplimiento
de la gran comisión.
Si hay algo que Dios puso en mi corazón fue amor y pasión por Él. Es
lógico que todo lo que yo hago en el ministerio tenga ese sello y ese espíritu
(forma de hacer las cosas). Lo mismo les he transferido a los líderes. Hay un
liderazgo y un pueblo apasionado, disponible y militante que cumple con la
misión encomendada.
Lucas 24:32 “Y se decían el uno al otro: ¿No ardía nuestro corazón en
nosotros, mientras nos hablaba en el camino, y cuando nos abría las
Escrituras?”
En la formación del liderazgo siempre destaco que para abortar una misión
debes carecer de pasión, esfuerzo y fe en Jesucristo. Solo la pasividad y la
creencia de que no se puede, llevarán al fracaso una misión.

NADA SE PUEDE LOGRAR SIN PASIÓN


Levítico 6:8-13 “Habló aún Jehová a Moisés, diciendo:
Manda a Aarón y a sus hijos, y diles: Esta es la ley del holocausto: el
holocausto estará sobre el fuego encendido sobre el altar toda la noche,
hasta la mañana; el fuego del altar arderá en él. Y el sacerdote se pondrá
su vestidura de lino, y vestirá calzoncillos de lino sobre su cuerpo; y
cuando el fuego hubiere consumido el holocausto, apartará él las cenizas
de sobre el altar, y las pondrá junto al altar. Después se quitará sus
vestiduras y se pondrá otras ropas, y sacará las cenizas fuera del
campamento a un lugar limpio. Y el fuego encendido sobre el altar no se
apagará, sino que el sacerdote pondrá en él leña cada mañana, y
acomodará el holocausto sobre él, y quemará sobre él las grosuras de los
sacrificios de paz. El
fuego arderá continuamente en el altar; no se apagará”.
Cuando el cristiano pierde su pasión, deja que el fuego del Espíritu Santo se
apague; pierde la fuerza, el denuedo, la valentía y el amor por las almas. Esta
ausencia de pasión y fuego vuelve al cristiano vulnerable ante los ataques y
asechanzas (engaños y mentiras) del diablo. La falta de pasión nos vuelve
pasivos contra las obras de las tinieblas y terminamos en un estado de
supervivencia.
Cuando hablo de pasión, no me refiero a esa pasión natural, un sentimiento
o instinto. Es una pasión que fluye del Espíritu Santo. Es un amor paciente,
fiel, persistente.
Cuando tienes esa pasión, el Señor Jesús se convierte en el centro de tu vida.
La unidad en tu familia y la iglesia ¡se vuelve tan real! La misericordia, el
amor, el perdón y la generosidad son patrones de comportamiento tan
normales que no hay lugar para la murmuración, división, peleas, quejas ni
resentimiento.
¿Se da cuenta? No se trata simplemente de una amistad superficial o una
unidad de nombre. Aquí no hay lugar para lo falso o para la hipocresía. El
amor o la pasión natural son sentimientos egoístas y buscan su propia
satisfacción. Hoy puedes amar y mañana odiar porque encontraste una falla,
un error o una diferencia. El amor o la pasión que viene del Espíritu persigue
el bien de los que amas y es continuo, no cambiante. Solo piensa en los
demás, en bendecir, lo sacrifica todo con tal de ver a la persona amada,
bendecida. Es más, esta clase de amor incluye aquello que humanamente no
se puede amar (lo repugnante, sucio, horrible, inaceptable, asqueroso). No
olvidemos que es un amor sobrenatural.
Romanos 5:8 “Mas Dios muestra su amor para con nosotros, en que
siendo aún pecadores, Cristo murió por nosotros”.
Por eso es que amamos al Señor con todo nuestro ser, porque Él nos amó
primero, y nos esta enseñando a apasionarnos por Él y por lo que Él ama. Es
por ello que somos incluyentes, no excluyentes, pues Él no tiene favoritos,
sino que ama a todos por igual. Sin embargo, tiene un gesto especial por los
que le corresponden, obedecen, son misericordiosos y generosos, por los
hombres y mujeres de fe, apasionados por Su Presencia. Esos son los que
tocan la fibra del corazón de Dios.
Dios nos creó para vencer, deshacer las obras del diablo, liberar a los
oprimidos, sanar a los quebrantados de corazón y establecer Su Reino
llevando las buenas nuevas de perdón, amor, misericordia y vida en
abundancia; pero todo esto como una consecuencia de tu amor y pasión por
Él.
Lucas 4:18 “El Espíritu del Señor está sobre mí, por cuanto me ha ungido
para dar buenas nuevas a los pobres; me ha enviado a sanar a los
quebrantados de corazón; a pregonar libertad a los cautivos, y vista a los
ciegos; a poner en libertad a los oprimidos”.

ES LA PASIÓN LA QUE MANTIENE LA VISIÓN Y


EL PLAN EN ACCIÓN
Romanos 12:11 “En lo que requiere diligencia, no perezosos; fervientes
en espíritu, sirviendo al Señor”.
Esta clase de cristianos apasionados mantienen el impulso espiritual que les
ha dado el Espíritu Santo. No hay barreras, obstáculos, impedimentos para ir
por las almas. Es en ese escenario donde Dios los confirma con señales,
milagros, salvación, etc. Empiezan a ver nuevas estrategias y movimientos.
La predicación de estos hombres libera, restaura, sana, es confirmada con
fuego. El resultado final es la transformación de ciudades y naciones.
Hay muchos cristianos que no decidieron entre el amor natural y el amor de
Dios. Por eso encontramos líderes carentes de sensibilidad por los perdidos,
cristianos que dejan a sus mujeres e hijos, cristianos con el corazón lleno de
odio, falta de perdón, enfermos, atados al pasado. Dejaron de amar a Dios;
por lo tanto, ya no pueden amar
con el mismo amor de Dios, sino con un amor natural, contaminado, carnal.
De allí surgen las divisiones, las mentiras, adulterios, las deslealtades, la
egolatría, la dureza de corazón, la rebeldía.
Vuelve a amar a Dios con todo el corazón. Arrepiéntete de tus pecados y
empieza a apasionarte por Dios y por las cosas que
Dios ama. Tengo seguridad que los propósitos de Dios empezarán a
cumplirse en tu vida.
• Cuando dejas de ser un cristiano pasivo, sin compromiso e incrédulo y te
conviertes en un cristiano fuego y apasionado, un testigo del poder de Dios
por medio de la predicación del evangelio, desatas vida, salvación y poder.
Cosas sobrenaturales suceden en ti y a través de ti.
Juan 17:22-23 “La gloria que me diste, yo les he dado, para que sean
uno, así como nosotros somos uno. Yo en ellos, y tú en mí, para que sean
perfectos en unidad, para que el mundo conozca que tú me enviaste, y que
los has amado a ellos como también a mí me has amado”.
• Cuando los apóstoles predicaban, lo hacían con demostración de poder.
Eso es ser testigo; y es una consecuencia de haberse consagrado, de haber
sido fiel con el llamado, de haber obedecido, de haber tenido fe.
Hechos 4:33 “Y con gran poder los apóstoles daban testimonio de la
resurrección del Señor Jesús, y abundante gracia era sobre todos ellos”.
Romanos 15:19 “Con potencia de señales y prodigios, en el poder del
Espíritu de Dios; de manera que desde Jerusalén, y por los alrededores
hasta Ilírico, todo lo he llenado del evangelio de Cristo”.
Marcos 16:17-20 “Y estas señales seguirán a los que creen: En mi
nombre echarán fuera demonios; hablarán nuevas lenguas; tomarán en las
manos serpientes, y si bebieren cosa mortífera, no les hará daño; sobre los
enfermos pondrán sus manos, y sanarán. Y el Señor, después que les
habló, fue recibido arriba en el cielo, y se sentó a la diestra de Dios. Y
ellos, saliendo, predicaron en todas partes, ayudándoles el Señor y
confirmando la palabra con las señales que la seguían. Amén”.
• Cuando los apóstoles estaban angustiados y perseguidos no se rendían ni
se doblegaban. Realmente hicieron una correcta aplicación de la victoria del
Señor Jesús en la cruz del calvario sobre cada área de sus vidas y sobre cada
circunstancia. Es lo mismo que deberías hacer tú.
2 Corintios 4:8-11 “Que estamos atribulados en todo, mas no
angustiados; en apuros, mas no desesperados; perseguidos, mas no
desamparados; derribados, pero no destruidos; llevando en el cuerpo
siempre por todas partes la muerte de Jesús, para que también la vida de
Jesús se manifieste en nuestros cuerpos. Porque nosotros que vivimos,
siempre estamos entregados a muerte por causa de Jesús, para que
también la vida de Jesús se manifieste en nuestra carne mortal”.
Hechos 16:23-26 “Después de haberles azotado mucho, los echaron en la
cárcel, mandando al carcelero que los guardase con seguridad. El cual,
recibido este mandato, los metió en el calabozo de más adentro, y les
aseguró los pies en el cepo. Pero a medianoche, orando Pablo y Silas,
cantaban himnos a Dios; y los presos los oían. Entonces sobrevino de
repente un gran terremoto, de tal manera que los cimientos de la cárcel se
sacudían; y al instante se abrieron todas las puertas, y las cadenas de
todos se soltaron”.
• Es así como deberían vivir los cristianos del siglo XXI, dando esta clase de
evidencias del poder de Dios para sostenernos. Si aplicas la victoria de la cruz
a tu vida, familia, necesidades, pruebas, tentaciones, no importarán los
problemas por los que estés pasando, Dios te abrirá el camino.
Efesios 3:20 “Y a Aquel que es poderoso para hacer todas las cosas
mucho más abundantemente de lo que pedimos o entendemos, según el
poder que actúa en nosotros”.
• Tú y yo también somos testigos del poder del Espíritu que vive en
nosotros. El mundo tiene que verlo con señales y prodigios, pues hoy más
que nunca necesitamos esa confirmación de parte de Dios para no hacer
irrelevante el evangelio. Se trata de predicar el poder de Dios en medio de un
mundo que muere y agoniza; un mundo que está esperando la manifestación
de esa iglesia gloriosa.
• La única razón para que tú no seas testigo del poder de Dios, es que no
hayas muerto al pecado y no hayas decidido vivir como un instrumento
consagrado para uso exclusivo del Señor Jesucristo.
• No necesitas ser un famoso y gran predicador para moverte en esta esfera
sobrenatural de Dios. Solo necesitas pasión por Dios, santidad, obediencia,
estar disponible y creer que Dios te puede usar. Después de haber leído la
historia que Dios ha escrito con mi vida, no debe quedar duda de que lo
puede hacer contigo también.
HOY ALGUIEN ESTÁ
ESPERANDO POR TI
Hay muchas personas en el mundo sin fe y esperanza, que al no encontrar
respuestas a sus problemas están consumiendo drogas, fármacos, alcohol,
están visitando brujos y hechiceros. Estas personas hasta ahora no han
escuchado el poder de la cruz de Jesucristo.
Romanos 10:14 “¿Cómo, pues, invocarán a aquel en el cual no han
creído? ¿Y cómo creerán en aquel de quien no han oído? ¿Y cómo oirán
sin haber quien les predique?”
Si no predicas el evangelio y si no testificas, cada ser humano seguirá
viviendo en contra ruta y tú sabes cuál será el final de ellos.
1 Corintios 9:16 “Pues si anuncio el evangelio, no tengo por qué
gloriarme; porque me es impuesta necesidad; y ¡ay de mí si no anunciare
el evangelio!”
Ezequiel 33:6 “Pero si el atalaya viere venir la espada y no tocare la
trompeta, y el pueblo no se apercibiere, y viniendo la espada, hiriere de él
a alguno, éste fue tomado por causa de su pecado, pero demandaré su
sangre de mano del atalaya”.
Predicar el evangelio es un tema de vida o muerte. Pídele a Dios que te
permita ver con ojos espirituales y sentirás la necesidad desesperada que hay
en el mundo por escuchar el mensaje de Jesucristo crucificado y resucitado.
Esa persona que está a tu lado (familiar, amigo, compañero de trabajo,
vecinos) está esperando por ti.
Romanos 1:16 “Porque no me avergüenzo del evangelio, porque es poder
de Dios para salvación a todo aquel que cree; al judío primeramente, y
también al griego”.
Romanos 15:19-21 “Con potencia de señales y prodigios, en el poder del
Espíritu de Dios; de manera que desde Jerusalén, y por los alrededores
hasta Ilírico, todo lo he llenado del evangelio de Cristo. Y de esta manera
me esforcé a predicar el evangelio, no donde Cristo ya hubiese sido
nombrado, para no edificar sobre fundamento ajeno, sino, como está
escrito: Aquellos a quienes nunca les fue anunciado acerca de él, verán; Y
los que nunca han oído de él, entenderán”.
Los gobiernos han fracasado; el mundo, con toda la ciencia, ha fracasado.
Tenemos tecnología de punta nunca antes vista, pero la calidad de vida del
ser humano es un desastre.
Vivimos en un mundo esclavo de los miedos, traumas, adicciones, vicios,
adulterio, drogas, lleno de toda clase de ataduras, desgracias, injusticias, etc.

¿QUÉ HARÁS FRENTE A ESTA DRAMÁTICA


REALIDAD?
El responder al llamado que Dios te está haciendo en este momento, es lo
que le dará un sentido y propósito a tu vida.
Muchas veces se confunde el término “propósitos” con “metas”. Las metas
son aspiraciones legítimas que tienen que ver con tu vocación personal, salir
profesional, tener un buen trabajo, una buena economía, casarte, tener hijos,
empezar el año haciendo deportes, etc. Los propósitos tienen que ver con lo
que Dios planificó para tu vida; son trascendentales y van más allá de una
aspiración personal. Tiene que ver con tu destino y el legado que dejarás a tus
futuras generaciones. Estos propósitos son:
1. Amar a Dios por sobre todas las cosas.
Mateo 22:37 “Jesús le dijo: Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón,
y con toda tu alma, y con toda tu mente”.
2. Forjar y desarrollar tu carácter hasta alcanzar la estatura del Señor
Jesús.
Efesios 4:13 “Hasta que todos lleguemos a la unidad de la fe y del
conocimiento del Hijo de Dios, a un varón perfecto, a la medida de la
estatura de la plenitud de Cristo”.
3. Formar parte de una iglesia para descubrir tus dones, talentos y
ministerios, para beneficio de cada miembro del cuerpo y extender el
Reino con el evangelio.
1 Corintios 12:28 “Y a unos puso Dios en la iglesia,
primeramente apóstoles, luego profetas, lo tercero maestros, luego los que
hacen milagros, después los que sanan, los que ayudan, los que
administran, los que tienen don de lenguas”.
4. Servir y descubrir tu asignación dentro del cuerpo de Cristo.
Mateo 20:28 “Como el Hijo del Hombre no vino para ser servido, sino
para servir, y para dar su vida en rescate por muchos”.
5. Por último, predicar el evangelio, para darles a conocer a los
hombres el amor de Dios demostrado en el sacrificio de la cruz.
Marcos 8:35-38 “Porque todo el que quiera salvar su vida, la perderá; y
todo el que pierda su vida por causa de mí y del evangelio, la salvará.
Porque ¿qué aprovechará al hombre si ganare todo el mundo, y perdiere
su alma? ¿O qué recompensa dará el hombre por su alma? Porque el que
se avergonzare de mí y de mis palabras en esta generación adúltera y
pecadora, el Hijo del Hombre se avergonzará también de él, cuando
venga en la gloria de su Padre con los santos ángeles”.
Tus metas deben estar subordinadas a estos propósitos. Entonces se
convertirán en una plataforma para predicar el evangelio, más allá de la
profesión que tú tengas.
No hay experiencia más extraordinaria (después de conocer al Señor Jesús y
vivir para Sus propósitos) que ver como tu vida ahora se ha convertido en un
instrumento para dar buenas nuevas a los pobres, sanar a los quebrantados de
corazón, dar vista a los ciegos, liberar al oprimido y dar libertad a todo
aquel que te escuche. No hay palabras para explicar lo maravilloso que se
siente ver al Señor a través del Espíritu Santo en tu vida, sanando, levantando
al que está caído, edificando y viendo los planes que Él tenía con esas
personas.

TESTIMONIOS DE EXPERIENCIAS
SOBRENATURALES
Pr. Jorge Castedo:
Conocí a Jorge en una sala de terapia intensiva hace casi siete años. Estaba
gravemente herido a causa de un accidente automovilístico por haber
consumido alcohol. Tenía cuatro costillas rotas, fracturas en la cabeza con
más de 100 puntos, golpes por todo el cuerpo y una fractura expuesta en uno
de sus brazos. Su estado era crítico. Me aproximé a él en un estado
semiinconsciente e hicimos juntos la oración de fe. A partir de ahí creo que se
escribió una nueva historia en su vida. Recuerdo que empezó a congregar en
la iglesia, bautizándose para pronto servir en el ministerio de alabanza. Dios
lo rescató de la muerte, del alcohol, de una vida desordenada y le dio un
nuevo propósito de vida. Hoy en día es pastor y un gran ministro de alabanza,
abogado de profesión y líder de casa de paz. En la iglesia conoció a su
esposa, la pastora Andrea Suarez con quien tiene un hijo y juntos sirven al
Señor en la obra. ¡Dios es poderoso!
Pr. José María Castedo:
José María era un gran amigo de mi hijo Pierre durante la etapa
universitaria. Parecía que lo tenía todo; buena casa, buen auto, buena
educación, buen estatus social y nunca le faltaba dinero en el bolsillo. Sin
embargo, era movido fuertemente por la influencia social. Con un carácter
bastante difícil, aparentaba ser fuerte, ser valiente, ser osado; pero por dentro
era todo lo contrario. Era un joven temeroso, inseguro, quien trataba de cubrir
esas debilidades de carácter con violencia, alcohol, rebeldía con sus padres, al
extremo de enfrentarlos con actitudes irrespetuosas. Conoció al Señor a
través de Pierre, mi hijo, luego de caer en una fuerte depresión a causa de la
ruptura con su novia, Gabriela, con quien estuvo siete meses separado. Fue
un tiempo de pruebas pero más aún de victorias, ya que a través de su
encuentro con el Señor, toda su familia llegó a los pies de Cristo. Dios
restauró todo, incluyendo su relación con quien ahora es su esposa, la pastora
Gabriela. Hoy en día José María es profeta, maestro, abogado de profesión y
teólogo. Es
uno de mis pastores de mayor confianza con muchos logros a
nivel ministerial como también en el deporte. ¡Dios es maravilloso!
Pr. Luis Carlos García:
La primera vez que vi a Luis Carlos fue entrando por la puerta de mi oficina
en busca de ayuda. Sumergido en una terrible adicción a las drogas por más
de cinco años (en ese tiempo el solo tenía 17 años), que lo llevo a cometer no
solo actos delictivos, sino también a terminar en un hospital por sobredosis.
Lo persuadí, luego de contarle mi testimonio, de irse a un centro para cumplir
un programa de rehabilitación y recuperar a través de Jesús la libertad que
había perdido. Hoy después de once años, Luis Carlos es pastor, líder de una
casa de paz, es maestro, licenciado en teología y licenciado en administración
de empresas. Trabaja en la obra a tiempo completo y junto a su esposa la
pastora María José lidera el ministerio de jóvenes de la iglesia. ¡Gloria a
Dios!
Muchos de ellos ahora forman parte del gobierno de la iglesia. Son
profetas, maestros, pastores, evangelistas, misioneros, intercesores,
adoradores, músicos, y yo, soy el apóstol de ellos. Quién lo diría. ¿No te
parece sobrenatural? Alguien tuvo que responder al llamado de encarnar la
visión, convertirla en una causa, amar y vivir para Dios. Eso hizo que estas
personas entreguen sus corazones a nuestro Señor Jesús, reciban el ADN del
padre y hagan suya la causa de predicar el evangelio a todas las naciones,
porque lo que Dios te da lo quiere transferir a los demás. Eso te desafía de
forma permanente a entrenar y equipar a estos nuevos creyentes y de forma
continua los desafíes a dar lo mejor de ellos para Dios, les levantes la moral y
la estima y los retes a bajar de la barca para que vivan una vida sobrenatural.
Verás cómo Dios los transforma y los convierte en hombres y mujeres
visionarios, leales y fieles que caminan a tu lado. Verás como a cada paso –y
a través de tu ejemplo– siguen asimilando, creciendo, madurando y logrando
los mismos resultados del ministerio que Dios te dio.
Nacimos para este tiempo, somos los hombres y mujeres que Dios quiere
usar para cambiar el mundo.
No hay nada más emocionante que vivir para servir a la potencia más grande
del universo, a tu Creador, a tu Redentor, a aquél que le da sentido y
propósito a tu vida, con quien estarás toda una eternidad viviendo y
disfrutando, como dice la Biblia “de cosas que ojo no vio, ni oído oyó”.

RESPONDIENDO AL LLAMADO
Mateo 4:18-20 “Andando Jesús junto al mar de Galilea, vio a dos
hermanos, Simón, llamado Pedro, y Andrés su hermano, que echaban la
red en el mar; porque eran pescadores. Y les dijo: Venid en pos de mí, y
os haré pescadores de hombres. Ellos entonces, dejando al instante las
redes, le siguieron”.
La visión del Reino cambió la vida de Pedro y lo hizo dejar todo cuando
Jesús le dijo: “Pedro, sígueme. Vamos a cambiar el mundo”. Esas palabras
dieron inicio al ministerio del apóstol Pedro.
El Señor Jesús transfirió Su ADN a Pedro. Aunque él todavía no entendía lo
que estaba sucediendo ni la magnitud de lo que significaba “Vamos a
cambiar el mundo”, él sabía con quién caminaba. Eso es lo que debe
interesarte. No pretender entenderlo todo, sino saber que quien te llama, en el
camino (en la medida que sigas siendo humilde, dependiente, disponible, con
la fe como la de un niño y encarnando la visión) te dará mayor medida de
sabiduría, revelación, gracia, dones, poder y todo lo que necesites para
cumplir Sus propósitos.
¿Responderás al llamado de Dios o pondrás excusas?
Lucas 9:59-62 “Y dijo a otro: Sígueme. Él le dijo: Señor, déjame que
primero vaya y entierre a mi padre. Jesús le dijo: Deja que los muertos
entierren a sus muertos; y tú ve, y anuncia el reino de Dios. Entonces
también dijo otro: Te seguiré, Señor; pero déjame que me despida
primero de los que están en mi casa. Y Jesús le dijo: Ninguno que
poniendo su mano en el arado mira hacia atrás, es apto para el reino de
Dios”.
Basta de poner excusas, el mundo está esperando la manifestación de los
hijos de Dios. En el Reino de Dios no existen cristianos de primera ni de
segunda. No importa si eres rico o pobre, no importa de dónde vengas ni el
apellido que tengas, no importa tu formación académica. Todo aquel que
responde al llamado de Dios será entrenado, equipado y empoderado para
cumplir su asignación.

¿FE O EXPECTATIVA?
Muchas veces el problema que uno puede ver en los ministros de Dios y en
la vida de muchos creyentes es que confunden la fe con la expectativa.
Tienen una expectativa de que Dios los pueda usar en el escenario que ellos
quieren, cuando lo que Dios quiere es que a través de la fe ellos abran camino
aún donde no lo hay.
Muchos ministros y creyentes del evangelio se enfocan en todo lo malo, feo,
lo difícil y lo complejo en vez de enfocarse en el Señor Jesucristo y por
medio de la fe, transformar su ciudad y luego su nación. Se olvidan que Dios
los puso en ese lugar para que hagan lo que solo ellos pueden hacer.
No elijas el lugar donde quisieras que Dios te use, pide a Dios que te use
donde te tocó vivir y ten una gran expectativa en el Señor Jesucristo porque si
eres fiel te llevará a las naciones, ya que la visión del reino es abarcar, llevar
el evangelio a todas las naciones.
Como te mencioné antes, en los inicios del ministerio que Dios me dio, –en
medio de tantas carencias y condiciones extremadamente precarias–, solo
teníamos un terreno de 300 metros con techo de calamina, sin piso, sin
ministerios, sin un equipo de pastores; solo un corazón dispuesto, una
guitarra de palo y una fe sin límites. En esas condiciones recibí una llamada
de una persona que me extendió la invitación para irme a los Estados Unidos,
con todo pagado; incluyendo el lugar donde viviría yo y mi familia, e iniciar
el ministerio en condiciones mejores. No debo negar que fue una propuesta
muy tentadora, pero después de un tiempo de oración y de consultarle al
Señor, Él me reconfirmó que mi lugar era Santa Cruz - Bolivia y que ese
lugar donde yo me encontraba, eran los inicios de lo que Dios
haría en mí y a través de mí.
Aunque la visión es alcanzar las naciones, uno tiene que esperar los tiempos
de Dios, crecer y desarrollarse con la visión, ganar paso a paso su territorio
hasta que llegue el día de ir a las naciones. Es así como se escribe la historia.
El Señor iba donde otros no querían ensuciarse; con prostitutas, borrachos,
gente de mala vida. El Señor ministraba a esta clase de gente, sin olvidar a los
demás, porque Él vino por la salvación del mundo.
El Señor quiere que el Evangelio corra en los lugares más difíciles, oscuros
y cargados de pecados. Estos deben ser los lugares a los que tenemos que ir
todos y debe empezar en tu familia, tu barrio,
tu ciudad, tu nación y luego las naciones. Ese es el orden que Dios ha
establecido.
Busca los lugares más oscuros, empobrecidos, llenos de tinieblas y predica
el evangelio. Luego ve por otros sectores de tu ciudad, hasta alcanzar a todos,
sin importar clase social ni económica. Te sorprenderás de los resultados y de
las maravillas que Dios hará.
Lucas 5:30-32 “Y los escribas y los fariseos murmuraban contra los
discípulos, diciendo: ¿Por qué coméis y bebéis con publicanos y
pecadores? Respondiendo Jesús, les dijo: Los que están sanos no tienen
necesidad de médico, sino los enfermos .No he venido a llamar a justos,
sino a pecadores al arrepentimiento”.
Lucas 7:36-39 “Uno de los fariseos rogó a Jesús que comiese con él. Y
habiendo entrado en casa del fariseo, se sentó a la mesa. Entonces una
mujer de la ciudad, que era pecadora, al saber que Jesús estaba a la mesa
en casa del fariseo, trajo un frasco de alabastro con perfume; y estando
detrás de él a sus pies, llorando, comenzó a regar con lágrimas sus pies, y
los enjugaba con sus cabellos; y besaba sus pies, y los ungía con el
perfume. Cuando vio esto el fariseo que le había convidado, dijo para sí:
Este, si fuera profeta, conocería quién y qué clase de mujer es la que le
toca, que es pecadora”.
Mateo 9:12-13 “Al oír esto Jesús, les dijo: Los sanos no tienen necesidad
de médico, sino los enfermos. Id, pues, y aprended lo que significa:
Misericordia quiero, y no sacrificio. Porque no he venido a llamar a
justos, sino a pecadores, al arrepentimiento”.
Es hora de dejar nuestra comodidad, tibieza, egoísmo y arrepentirnos por no
estar haciendo lo que Dios nos mandó. Podemos justificarnos, decir lo que
queramos e incluso alardear de lo exitoso que somos; pero si no estamos
influenciando, cambiando, transformando nuestro país y el mundo entero a
través del evangelio, estamos engañados. Tú y yo tenemos la responsabilidad
de ganar nuestras ciudades y nación para Jesús. No podemos hacer menos.
Pídele al Espíritu Santo que te de Su corazón. Él traerá un quebranto que te
estremecerá hasta los huesos, traerá una nueva pasión por Jesús y las almas.
Empezarás a tener una carga por tu nación y eso traerá el mismo sentir a los
líderes y miembros de la iglesia. Empezarás a tener dolores de parto por tu
nación, te quebrantarás por los miles de seres humanos que han caído en
desgracias y empezarás a tener una experiencia similar a la que yo tuve un
día.
Una mañana mientras me encontraba en mi tiempo de oración, le pedí al
Señor Jesús que me haga sentir su corazón en el mío, no terminé de decir esas
palabras, cuando de repente, mi cuerpo se estremeció por completo (hasta los
huesos). Empecé a quebrantarme de una forma tan profunda que hasta me
costaba respirar. El Señor me mostraba en una visión los miles de niños que
son abortados cada día, los niños en la calle abandonados por sus padres
víctimas de los pandilleros y delincuentes, los drogadictos, las niñas y
adolescentes que son secuestradas por mafias organizadas para ofrecer
servicios sexuales, la gente que está privada de su libertad injustamente, los
jóvenes que sufren toda clase de opresiones demoníacas, trastornos,
depresión y terminan suicidándose, las mujeres y niños que sufren violencia...
y la lista podría continuar. El Señor quería que a partir de ese momento me
convierta en un verdadero intercesor de mi nación y no porque no lo haya
hecho anteriormente, sino porque Dios quería enseñarme una nueva forma de
oración y clamor que yo desconocía.
Descubrí que en el gemido y en el quebranto por el amor a las almas hay un
poder sobrenatural. Nos volvemos más eficaces, nuestro corazón se vuelve
más sensible y no podemos quitar de nuestra mente las miles de personas que
no conocen a Jesús y que día a día se van al infierno, pero que por medio de
la oración intercesora, Dios puede intervenir y cambiar una sociedad.
Pídele a Dios que te de Su corazón, que te abra los ojos espirituales, que te
enseñe a hacer oraciones de parto. Ese es uno de los sacrificios que más le
agrada a Dios porque estás tomando la causa de una nación hasta que Su
justicia sea manifiesta en toda la tierra y hasta que la profecía se cumpla:
“donde abundó el pecado sobreabundará la gracia”.
Ezequiel 22:30 “Y busqué entre ellos hombre que hiciese vallado y que
se pusiese en la brecha delante de mí, a favor de la tierra, para que yo no
la destruyese; y no lo hallé”.
Éxodo 32:9-14 “Dijo más Jehová a Moisés: Yo he visto a este pueblo,
que por cierto es pueblo de dura cerviz. Ahora, pues, déjame que se
encienda mi ira en ellos, y los consuma; y de ti yo haré una nación
grande. Entonces Moisés oró en presencia de Jehová su Dios, y dijo: Oh
Jehová, ¿por qué se encenderá tu furor contra tu pueblo, que tú sacaste de
la tierra de Egipto con gran poder y con mano fuerte? ¿Por qué han de
hablar los egipcios, diciendo: Para mal los sacó, para matarlos en los
montes, y para raerlos de sobre la faz de la tierra? Vuélvete del ardor de
tu ira, y arrepiéntete de este mal contra tu pueblo. Acuérdate de Abraham,
de Isaac y de Israel tus siervos, a los cuales has jurado por ti mismo, y les
has dicho: Yo multiplicaré vuestra descendencia como las estrellas del
cielo; y daré a vuestra descendencia toda esta tierra de que he hablado, y
la tomarán por heredad para siempre. Entonces Jehová se arrepintió del
mal que dijo que había de hacer a su pueblo”.
Moisés simplemente intercedió de acuerdo a lo que él sabía que había en el
corazón de Dios. ¿Se da cuenta? Dios está buscando intercesores. Dios quiere
traer temporadas de misericordia y de justicia para las naciones, pero siempre
ha buscado hombres y mujeres a los cuales pueda transferir su corazón para
que a través de la oración y la intercesión, Él pueda cumplir Sus promesas.
¡Dios está dispuesto a hacerlo contigo!
¿Estás dispuesto a responder al llamado e ir por las almas? ¿Empezarás a
orar e interceder con gemidos de parto por tu familia, por tu iglesia y por la
realidad social, económica y política que vive tu nación? ¿Te levantarás en fe
para abrir camino donde no lo hay y luego para tener una gran expectativa de
lo que Dios hará?
“Cuando el hombre de Dios se pone en acción Dios también se pone en
acción”.
• ¿Eres un creyente comprometido que predica a tiempo y a destiempo o
eres un cristiano tibio, sin compromiso e indiferente ante la necesidad que
tienen esas miles de almas que se van día a día al infierno?
• ¿Eres alguien lleno de excusas y te consideras víctima de todo lo que
acontece a tu alrededor o eres de los creyentes que promueve el cambio a
través de la predicación del Evangelio?
• ¿Eres de los que se ha resignado a vivir dejando que el mal se imponga
para evitar represalias y burlas o estás asumiendo los riesgos, por tanto, das tu
vida por el Evangelio de Jesucristo y las almas?
• ¿Eres de aquellos que no promueve el evangelio de la paz y la justicia por
temor al rechazo de quienes ya se han resignado a vivir bajo las reglas del
sistema?
• Dios te manda a que seas luz y tienes que dejar que esa luz alumbre. No
debes ocultarla ya sea por interés propio, por temor, o por pereza. La luz de
Dios te invita a denunciar el pecado y a predicar el evangelio de salvación, fe
y libertad.
• Del terreno escabroso surgen los revolucionarios de Jesús, comprometidos
a promover una revolución de amor, de justicia, de paz, de unidad, de fe y
esperanza, de trabajo honesto y de generosidad.
• Esta revolución pacífica es más poderosa que cualquier revolución
violenta, porque sus normas son incorruptibles y la promueven hombres y
mujeres redimidos, íntegros, llenos del Espíritu Santo, indoblegables al
pecado o a los intereses oscuros.
• No más cristianos cobardes, tibios, sin poder, sin ningún impacto en sus
casas, familias, trabajo, universidad. El Señor nos llama a arriesgarlo todo por
seguir Su camino y hacer que el bien se imponga ante el mal sin importar los
riesgos.
• Toma la decisión de ser luz. Muchas personas dejarán el pecado, el engaño
y serán salvas, y no solo eso, sino que quizás el día de mañana, se conviertan
en grandes hombres y mujeres de Dios que pelean por la causa del Evangelio.
• Debemos ver la vida y la muerte como formas similares de servir a Dios.
Al fin y al cabo, vamos a tener que pasar por ambas.
EL PODER DE UN SUEÑO
Cualquier ser humano que se encuentra atado al pasado, –tanto al fracaso
como a sus logros–, está destinado al estancamiento y al anonimato.
Un sueño te libera de las limitaciones que ves a tu alrededor y te permite
entrar a la libertad de todo aquello que puedes ver en el Espíritu por medio de
la fe en el Señor Jesús. Un sueño hace que el sufrimiento, los obstáculos, las
críticas, las oposiciones, las necesidades o la desilusión se superen y se
logren sobrellevar. Un sueño genera esperanza en medio del desaliento y
provee fortaleza en medio de la tribulación.
Un sueño infunde valor a los derrotados y cobardes, motiva a los
desanimados. Te exhorta a salir de la mediocridad, del estancamiento y de la
conformidad. Te pone en el camino al éxito y hace de tu vida, una vida llena
de resultados. La fe en Dios por medio del Señor Jesús te hace un soñador
determinado. ¡Lo que al comienzo parecía imposible, con el tiempo se vuelve
posible!
Joel 3:9-11 “Proclamad esto entre las naciones, proclamad guerra,
despertad a los valientes, acérquense, vengan todos los hombres de
guerra. Forjad espadas de vuestros azadones, lanzas de vuestras hoces;
diga el débil: Fuerte soy. Juntaos y venid, naciones todas de alrededor, y
congregaos; haz venir allí, oh Jehová, a tus fuertes”.
Josué 10:25 “Y Josué les dijo: No temáis, ni os atemoricéis; sed fuertes y
valientes, porque así hará Jehová a todos vuestros enemigos contra los
cuales peleáis”.
Tan solo basta mirar a tu alrededor para ver las condiciones en las que el
mundo está: preso por el temor, falta de esperanza, confusión, duda, heridas
emocionales, convulsiones sociales, depresión, amargura, adicciones,
enfermedades, miseria y –lo peor de todo–, una ausencia de liderazgo. La
sociedad reclama un liderazgo con la solvencia espiritual y moral, el coraje,
la valentía y el poder de influenciar e inspirarnos a levantarnos de nuestros
fracasos y miserias en todas sus formas. Un liderazgo que nos encamine con
la fe puesta en Jesús –el autor y consumador de la fe– en la construcción de
un destino digno para nuestras familias y las futuras generaciones.
Los sueños de Dios son corporativos, ya que cumplen el propósito que
necesita tu generación. Es aquí donde encuentras tu mayor realización. Dios
potencia tus capacidades, dones y ministerios y saca lo mejor de ti cuando te
estás reproduciendo en los demás. Terminas convirtiéndote en un eslabón de
la próxima generación que está siendo inspirada por tu fe, determinación,
visión, propósitos alcanzados y una vida llena de frutos. Esto es fe en su
máxima expresión y con este testimonio de tu fe, nadie puede justificar el
fracaso ni seguir sosteniendo esa cultura de víctima.
Que yo recuerde desde niño me impresionaron los deportes de contacto
pleno. A los catorce años empecé mis entrenamientos de taekwondo, luego
practiqué boxeo y por último terminé practicando Kick-Boxing. Siempre fui
un deportista frustrado ya que las drogas no me dejaban alcanzar uno de mis
grandes sueños, llegar a un mundial. Cuando le entregué mi vida al Señor
Jesús y me liberé de las adicciones a la drogas, Dios realmente me restauró y
restableció integralmente a tal punto que entrenaba cinco horas diarias. No
tenía un equipo. Era yo, mi fe en Jesús y un sueño que desarrollé en mi
disciplina, perseverancia y una voluntad de acero para no rendirme.
Después de prepararme por un tiempo de casi cinco años, me encontraba
peleando en un campeonato Sudamericano, donde clasifiqué para ir al
mundial. Al año siguiente estaba en Yugoslavia representando a Bolivia en
un mundial de Kick-Boxing, mundial con el que había soñado toda mi vida.
Un hombre que en el pasado era conocido por ser un deportista frustrado y
adicto a las drogas –de la mano del mejor de los
entrenadores, Jesús– ahora no solo se había superado si no que se había
ganado el derecho de estar en un mundial.
La única voz de aliento era la de mi entrenador, Jesús, que me traía a la
mente Filipenses 4:13 ¡y yo lo creía!
El diablo intentó por todos los medios desanimarme; pero no lo escuché.
Usó a varios amigos, pero mi entrenador me decía: ¡hazlo! No tiene que ser
fácil, solo tiene que ser posible y todo es posible para el que cree.
Nos hace falta prestar atención a la voz de Dios y dejar de escuchar esas
voces disonantes, incrédulas y confusas. Tú puedes confiar en Él. La Biblia
dice que en Cristo somos más que vencedores.
Cuán importante es que escuches la voz de tu entrenador a la hora de subirte
al ring de la vida y pelear la batalla de la fe.
Dios me preparó y entrenó no solo para el ring, sino para la vida, porque la
vida es como un ring. Tienes que pelear por lo que Dios ha puesto en tu
corazón. Con el tiempo Él te vuelve un visionario, pues luchas por Sus
sueños (que son más grandes que los sueños personales) y luchas por tu
familia, por tu ciudad, por tu nación y vives para llevar multitudes al Señor.
Haces el trabajo de un entrenador, les enseñas a pelear la batalla de la fe, a
luchar por sus convicciones y a no negociar su conciencia.
Eso es lo que pasa cuando los hombres y las mujeres se rinden por completo
al Señor. Nos volvemos hombres y mujeres visionarios, fuertes,
determinados, valientes, íntegros ante una influencia tan grande y fuerte, y
son miles las personas que se adhieren a las filas de esta nueva generación.
Pon tu fe en Jesús, tus convicciones serán sólidas y tus sueños
indestructibles. Dios ha puesto dentro de ti todo lo que necesitas para
alcanzar tus sueños; pero lo tienes que descubrir en la medida que des pasos
de fe. Cuando tú ves lo que sí se puede hacer y crees que puede convertirse
en una realidad, la fe te hace capaz de hacer lo humanamente imposible.
No importa dónde te encuentres, cuánto tiempo perdiste en la vida. No
permitas que te digan que estás fuera de tiempo, que ya es tarde, que no se
puede. Ni siquiera tú te lo permitas. Exhórtate, cambia de actitud, levántate y
haz que las cosas acontezcan. Trabaja duro, fusiónate con el Todopoderoso,
cierra tus oídos a los críticos, incrédulos, camina y avanza. Dios está contigo,
te sorprenderás de lo que Dios hará en el camino.
¿Qué tal si yo no hubiera creído en los nuevos comienzos que Dios tenía
para mí?
¿Qué tal si no hubiera respondido al llamado de Dios?
¿Qué tal si no hubiera decidido crecer en fe, gracia y sabiduría?
¿Qué tal si no hubiera respondido a las oportunidades que Dios me dio y no
hubiese creído en los sueños de Dios?
No hubiera visto sus propósitos cumpliéndose en mi vida y familia.
No existiría la Iglesia Tiempo de Cambio, las miles de almas que han
recibido a Jesús por la predicación del evangelio y mi testimonio. Las
familias que Dios ha restaurado, jóvenes acabados, depresivos y sin deseos de
vivir, no hubieran encontrado una oportunidad de vida y no hubieran sido
transformados por el poder del evangelio.
No existiría Operación Rescate (Centro de Rehabilitación para hombres,
mujeres y niños) ni los drogadictos, alcohólicos, prostitutas, homosexuales,
lesbianas, trastornados y anoréxicas que han sido rehabilitados y hoy sirven a
Dios. Ahora muchos de ellos son pastores, evangelistas, abogados, pilotos,
administradores de empresas y grandes deportistas. Todos han entendido que
son misioneros en estos diferentes escenarios ya que tienen un testimonio de
vida. Están llenos del Espíritu Santo, capacitados para cambiar vidas,
familias, realidades, etc.
No existiría Knock Out (Escuela de deportes de contacto pleno). Dios no
hubiera podido escribir una nueva historia con mi vida dentro del Kick-
Boxing. Tampoco existirían los nuevos atletas que en la actualidad son
campeones sudamericanos, muchos de ellos rehabilitados de las drogas; los
miles de jóvenes que han sido inspirados por mi testimonio y el testimonio de
estos nuevos héroes de la fe.
Cabalmente esa es la diferencia que hay con los sueños de Dios y los sueños
egoístas y superficiales que normalmente tienen los hombres que no
reconocen a Dios en sus caminos. Los sueños de Dios, en la medida que se
materializan, inspiran a otros y despiertan la misma fe en Jesús; tienen un
efecto liberador y transformador en los que te rodean.

Testimonios de Experiencias Sobrenaturales


Iván Ibarbe es un atleta que recientemente salió campeón sudamericano de
Kick-Boxing. Hace cinco años atrás era un joven
adicto a las drogas que vivía en la calle y pertenecía a una de las pandillas
más peligrosas de Santa Cruz. Las drogas estaban acabando con su vida. Un
día recibió un folleto de la iglesia y del Centro de Rehabilitación (Operación
Rescate) en el cual decía: “Jesús te devuelve la esperanza de vivir una vida
libre de drogas”. Acompañado de su madre, Iván llegó a la iglesia y fué
llevado a Operación Rescate. En todo ese tiempo de rehabilitación, Iván fue
transformado por el Espíritu Santo y desde ese entonces su vida nunca más
fue la misma.
“Cuando escuché el testimonio del apóstol que era un ex drogadicto a
quien Dios había restaurado y llegó a un mundial de Kick-Boxing, algo se
encendió dentro de mí. Recuerdo que él me dijo: “si yo lo logré de la mano
de Dios, vos también lo podés hacer”. Nadie me había dicho esas palabras.
Nunca conocí a mi padre biológico de quién pueda recibir inspiración y en el
apóstol Marcelo encontré un padre y un ejemplo a seguir”.
¡Qué maravilloso es ver como Dios puede utilizar tu vida para que otros
crean y vuelvan a soñar!
Tayahis Renjel es una joven que llegó a la iglesia por medio del Kick-
Boxing. El estado en el que ella llegó era muy crítico. Un cuadro de anorexia
y bulimia que estaba terminando con su vida. Ella creció carente de amor, lo
cuál la llevaba a cortarse los dedos y las piernas. Cuando ella llegó a la iglesia
su vida fue transformada, y fue libre de la anorexia. Ahora ella es una atleta
reconocida a nivel nacional. Es campeona nacional de Kick-Boxing y es
también líder de casa de paz.
Solo el poder sobrenatural de Dios para transformar a una persona, solo Él
puede transformar a alguien con esos antecedentes y convertirlos en
campeones.
¿Qué hubiera sucedido si no haya respondido al llamado de mi amado
Jesús?
Tal vez comenzaste a ir en busca de un sueño pero te desviaste, lo
abandonaste, no había suficiente dinero, demandaba mucho tiempo de ti,
había gente en contra tuya, o tu propia familia dijo que esto nunca iba a llegar
a ser posible. Yo pasé por algo parecido, pero no dejé que eso me impidiera
soñar, ni dejé que me desanimara. Nunca dejé que las personas determinen
donde yo debía terminar; y cuando todos decían “no es posible”, yo decía “es
posible”. Cuando Dios me dio la victoria, los mismos que en un momento
dijeron “no es posible” terminaron reconociendo que todo es posible para
Dios y para el que cree.
APÓSTOLES DEL DEPORTE
Mi trayectoria dentro del deporte y los logros que he obtenido, por la gracia
de Dios se han convertido en un referente para que muchos jóvenes lleguen a
los pies de Cristo.
Desde que entregué mi vida a mi amado Jesús me convertí en un hombre
apasionado por todo lo que hago. Apasionado por Dios, por la visión del
Reino, por mi familia, por ver una nación transformada y por el deporte.
Estoy convencido que todo lo que Dios te da (talentos, dones, ministerios)
tienes que explotarlo al máximo y todo lugar donde Dios te ponga, debe
convertirse en una plataforma para glorificar Su nombre, ya que Dios no ha
dejado a nadie fuera de Sus planes. Ni a usted que está leyendo este libro.
Desde muy joven me sentía atraído por los deportes de contacto pleno.
Antes de conocer a Jesús lo utilizaba como un medio de violencia y era un
deportista frustrado que nunca logró materializar el sueño de llegar a un
campeonato mundial. Ahora entiendo que no tenía la capacidad, la solvencia
moral ni la motivación correcta.
Ahora que Dios cambió mi vida, me dio un nuevo corazón y una visión de
Reino, pude descubrir cómo Dios potenció el talento que Él me había dado.
Rompí todas las barreras y limitaciones y llegué a un mundial de Kick-
Boxing. Todo lo que he logrado de la mano de Dios, –no solo en el deporte,
sino en diferentes escenarios– se ha convertido en una oportunidad para
despertar en otros el interés por Jesús. Cuando veo los ojos de los niños,
jóvenes, adolescentes y adultos escuchándome con tanta atención y llenos de
emoción, veo cómo se activa en ellos la adrenalina; y sin decirme nada, veo
sus ojos que me dicen: ¡Yo quiero a Jesús en mi corazón! ¡Yo quiero
convertirme en un campeón! ¡Quiero superar mis límites!
Conocen un evangelio totalmente diferente, poderoso, que los impacta y los
desafía a lograr sueños y anhelos que quizás ya estaban enterrados.
Quizás dirás como muchos que estoy loco, pero aunque no lo creas, por
medio de este deporte se han abierto puertas para predicar el evangelio y
ganar multitud de jóvenes para Cristo y estos jóvenes han llegado con sus
familias a la iglesia.
Knock Out se ha convertido en un centro de entrenamiento de alta
competencia. Yo diría que es uno de los brazos operativos de la iglesia que el
Señor está usando como parte del avivamiento que está trayendo.
Es un centro de entrenamiento que forma campeones dentro del ring y en la
vida, y que a través de una formación integral, se los convierte en atletas para
Cristo.
Además de formar atletas, por medio de este ministerio promovemos
eventos de Kick-Boxing profesional, con diferentes países de Sudamérica,
con el fin de traer a la mayor cantidad de jóvenes a Jesús. Estos eventos son
evangelísticos. La predicación del evangelio dada por mi persona y
complementada con conferencias de prevención contra el uso indebido de
drogas a cargo de profesionales en la medicina y pastores, nos permite llegar
a miles de jóvenes.
Es extraordinario cuando dejas que Dios se mueva como Él quiera, dejas
tus viejas estructuras religiosas y crees en un Dios que se quiere mover en
todas las esferas (no solamente dentro de cuatro paredes).
Es maravilloso salir al escenario y presentar a Jesucristo como el campeón
de campeones en medio de tanta gente que está emocionada por el show y los
combates. Es maravilloso ver las manos de miles de personas levantadas
haciendo la oración de salvación, rindiendo el corazón a Jesús, pidiendo al
Señor que los libere del pecado, de sus debilidades, de esa vida llena de
temores, fracasos, de límites auto impuestos, de toda clase de vicios y
maldiciones y pidiendo a Dios que los empodere para enfrentar la vida como
un cuadrilátero; donde tienen que pelear todo los días con aquellos
adversarios –que antes eran sus verdugos, pero que ahora están vencidos–,
porque el Señor Jesucristo es el que está en la esquina adiestrándolos para la
batalla.
Con el tiempo estos jóvenes cambian radicalmente. Se convierten en líderes,
pastores, evangelistas, maestros e instructores dentro de la escuela.
Creo que eso es lo que todos deberíamos hacer en los escenarios donde Dios
nos ha puesto, con la profesión que tenemos.

NACISTE PARA SER GRANDE


Tú fuiste diseñado por Dios, eso significa que tienes Su ADN (Génesis
1:26). Cuando Dios pensó en ti, pensó en hacerte a imagen y semejanza suya
y es bueno recordarte que en la mente, en el corazón y vocabulario de Dios
no existe el fracaso, límites, debilidades, ni los imposibles. Este es un
problema del hombre caído, que no conoce a su Creador. Por tanto naciste
para ser grande y hacer cosas que el mundo no va a poder ignorar.
Existen dos clases de grandeza:
1. La grandeza mundana y egoísta.
Lucas 9:46 “Entonces entraron en discusión sobre quién de ellos sería el
mayor”.
Los discípulos querían tener grandeza, posiciones de honor, reconocimiento
y poder. Estaban maniobrando para obtener posiciones de liderazgo. Jacobo y
Juan, incluso, manipularon a su propia madre para pedir a Jesús las
posiciones más altas.
Los discípulos estaban pensando en un reino terrenal, un gobierno físico y
material, aunque parezca difícil creerlo. Después de escuchar al Señor decir
que no había venido para ser servido sino para servir, después de que les lavó
los pies, después de haber escuchado que iba a dar Su vida por la humanidad,
ellos estaban teniendo un comportamiento egoísta y carnal. No estaban
pensando en términos de amor, servicio, negación, sacrificio por los demás y
de carácter; sino en posiciones, gobierno, renombre y reconocimiento. ¿No te
parece familiar este comportamiento?
2. La grandeza según Dios: servir y darse por los demás.
Lucas 9:47-48 “Y Jesús, percibiendo los pensamientos de sus corazones,
tomó a un niño y lo puso junto a sí, y les dijo: Cualquiera que reciba a
este niño en mi nombre, a mí me recibe; y cualquiera que me recibe a mí,
recibe al que me envió; porque el que es más pequeño entre todos
vosotros, ése es el más grande”.
Jesús presentó un cuadro de la verdadera grandeza, no como la concibe el
mundo, sino como la concibe Dios. Primero, extendió su mano y tomó a un
niño; segundo, sentó al niño junto a sí ¿Qué estaba haciendo Jesús? Jesús
estaba mostrando, de manera muy sencilla, lo que es la grandeza. La persona
es grande cuando toma a un niño y lo trae a Jesús. Qué gran lección de
compasión, de servicio y de entrega. Cada uno de nosotros debemos llevar a
los seres humanos a los pies de Jesús.
Estamos hablando de pecadores, oprimidos, inmorales, mentirosos, egoístas,
viciosos, fracasados y todo ser humano que necesite ayuda.
Grandeza es llevar a la gente hacia aquél que puede darles el derecho a vivir
una vida libre, sana, llena de gozo y de fe; una vida llena del amor de Dios.
¿Se da cuenta? la verdadera grandeza en el Reino de Dios implica humildad,
servicio, entrega y un amor que te lleva a buscar a los perdidos. Esta
grandeza tiene trascendencia eterna, ya que al final lo único que te llevarás a
la presencia de Dios es tu carácter y las almas que ganaste.
Proverbios 11:30 “El fruto del justo es árbol de vida; y el que gana almas
es sabio”.
Daniel 12:3 “Los entendidos resplandecerán como el resplandor del
firmamento; y los que enseñan la justicia a la multitud, como las estrellas
a perpetua eternidad”.
Amigo lector, no importa los métodos que utilice, lo que importa es el
mensaje de la cruz
• Necesitas encontrar una razón por la cual vivir. Me duele ver la gran
cantidad de adolescentes, jóvenes y adultos sin fe, sin ideales, sin
aspiraciones y sin propósitos. Recuerda, es la fe en el Señor Jesucristo lo que
te convierte en un hombre visionario, soñador y te da la capacidad, la gracia,
el carácter y el poder para hacer todo lo que Dios ponga en tu corazón.
• En el camino te encontrarás con mucha gente que no quiere que las cosas
cambien en tu vida, tu familia, tu iglesia y tu nación. Son voces disonantes
que te hacen dudar, te vuelven incrédulo, desconfiado, pasivo; gente que te
hará creer que lo que Dios puso en tu corazón es imposible de alcanzar. A mí
me lo dijeron muchas veces, me criticaron, dudaron de mí y aún
cuestionaron duramente el deporte como un medio para llevar el evangelio.
Cabalmente eso es lo que hace tanto daño a la iglesia, pensar que Dios se
mueve solo de una forma y que no puede utilizar al deportista, al ingeniero, al
periodista o al policía para convertirlos en un medio y llegar con el evangelio
a esa gente donde tienen una fuerte influencia. En mi caso, nada me hizo
retroceder. Yo estaba amalgamado con Jesús y sus promesas. Gloria a Dios
porque me dio la honra de ser el protagonista de la nueva historia que Él está
escribiendo y que está dándole un rumbo a la juventud.
• Dios está buscando hombres y mujeres que le crean y se conviertan en
soñadores, que vayan en pos del terreno que se tiene que conquistar.
• Hombres y mujeres que dan su vida por un sueño, que consideran el costo
y lo hacen.
• Hombres y mujeres de fe que aprovechan las oportunidades que Dios les
presenta en el camino, los impulsos espirituales que les da cuando escuchan
una historia de fe y se dicen: “Dios lo puede hacer también conmigo”.
• Hombres y mujeres de fe que viven para hacer realidad los sueños de Dios.
La fe en Dios garantiza de por vida lo que Él te ha prometido en Su Palabra,
siempre y cuando te encuentres haciendo Su voluntad.
• Hombres y mujeres que dependen totalmente de Dios y se asocian con
personas que tienen el mismo espíritu y hacen de su vida algo extraordinario.
• Hombres y mujeres que salen de la zona de confort y entran al
cuadrilátero de la vida y pelean por lo que creen y quieren.
• Hombres y mujeres que se levantan cada vez que caen y son fuertes en los
momentos difíciles.
• Hombres y mujeres que hablan diferente, tienen una fe agresiva, una fe
que lo arriesga todo y se atreven a hacer lo que otros no se atrevieron.
• Estos son los hombres y mujeres que van a cambiar todas las cosas.
Hombres y mujeres que jamás, jamás, jamás se rinden.
1 Corintios 2:14 “Pero el hombre natural no percibe las cosas que son del
Espíritu de Dios, porque para él son locura, y no las puede entender,
porque se han de discernir espiritualmente”.
Biblia, versión Reina Valera 1960, Amen-Amen, Inc. ©1997. Diccionario
Bíblico, versión en español: Reina Valera (1960) ©1999/2016. Las citas
bíblicas marcadas (NVI) son tomadas de La Santa Biblia, Nueva Versión
Internacional NVI®, (LBLA) Versión La Biblia de las Américas. El énfasis con
negrita es del autor. Las definiciones del capítulo cinco “Todos Seremos
Probados” fueron tomadas de Concordancia completa, NVI, Editorial Vida
© 2004, Nueva Concordancia STRONG exhaustiva, concordancia exhaustiva
de la biblia, James Strong, LL.D., S.T.D © 2002 Editorial Caribe, Inc.
Todos los derechos reservados.

LA LOCURA DE LA CRUZ
“DE UNA VIDA DE FRACASO, A UNA VIDA
SOBRENATURAL”
Apóstol Marcelo Salas M.
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