Definición - ¿Que es la corrosión?

La corrosión es un proceso natural de deterioro de los materiales,

especialmente los metales, debido a reacciones químicas con su entorno.
Este fenómeno ocurre cuando un metal interactúa con sustancias como
oxígeno, agua, sales u otras sustancias químicas presentes en su ambiente,
lo que conduce a la degradación del material a lo largo del tiempo.

La forma más común de corrosión es la corrosión electroquímica, que

implica la transferencia de electrones entre el metal y su entorno. En
presencia de agua y oxígeno, el metal puede formar óxidos o sales que
debilitan su estructura y pueden llevar a la pérdida de propiedades
mecánicas. La corrosión puede manifestarse en diferentes formas, como la
formación de óxido en el caso del hierro (óxido de hierro, comúnmente
conocido como herrumbre).

¿Por qué se da la corrosión?

La corrosión es un término que se utiliza para describir el proceso de

deterioro de materiales metálicos (incluyendo tanto metales puros, como
aleaciones de estos), mediante reacciones químicas y electroquímicas .Para
el caso del deterioro relacionado con otros tipos de materiales, como los
polímeros y cerámicos, se utiliza el término degradación.

Estos materiales metálicos son obtenidos a través del procesamiento

de minerales y menas, que constituyen su estado natural, induciéndolos a
un estado de mayor energía. El fenómeno de la corrosión ocurre debido a
que, con el tiempo, dichos materiales tratan de alcanzar su estado natural,
el cual constituye un estado energético de menor potencial, lo que les
permite estabilizarse termodinámicamente.

La mayoría de procesos de corrosión involucran reacciones de

reducción-oxidación (reacciones electroquímicas), donde para que se
desarrollen estos procesos, es necesaria la existencia de tres
constituyentes: (1) unos electrodos (un ánodo y un cátodo), (2)
un electrolito, como medio conductor, que en la mayoría de casos
corresponde de una solución acuosa, y (3) una conexión eléctrica entre los
electrodos

Tipos de corrosión

Existen muchos tipos de procesos de corrosión diferentes que se

caracterizan dependiendo tanto de la naturaleza del material y de las
condiciones del medioambiente, donde se desarrollen.

Corrosión atmosférica: Ocurre debido a la exposición de los metales a

la atmósfera, especialmente en presencia de oxígeno y humedad. La
formación de óxidos en la superficie del metal es un ejemplo común de este
tipo de corrosión.

Corrosión galvánica: Sucede cuando dos metales diferentes están en

contactos eléctricos y sumergidos en un electrolito, como agua salada. Esto
crea un flujo de corriente entre los dos metales, llevando a la corrosión del
metal menos noble.

Corrosión por picaduras: También conocida como corrosión localizada,

ocurre en áreas específicas de la superficie metálica y puede manifestarse
como pequeños agujeros o cavidades. Esta forma de corrosión es común
en entornos con alta concentración de iones.

Corrosión - erosión: Resulta de la combinación de la acción corrosiva

con la erosión mecánica, como el flujo de líquidos a alta velocidad que lleva
partículas abrasivas.

Corrosión por fisuras: Este tipo de corrosión es similar a la corrosión

galvánica, que se produce en zonas estrechas donde la concentración de
oxígeno es mucho menor que en el resto del sistema, y cuyo efecto induce
a que estas zonas de menor concentración de oxígeno actúen como un
ánodo, propiciando el proceso de corrosión, en las fisuras.

Corrosión por desaleación: La desaleación es un proceso de corrosión

que actúa sobre aleaciones metálicas, en donde uno de los elementos, de
mayor afinidad con el oxígeno, se separa de la aleación y dejan una
estructura porosa de pobres propiedades conformada por el resto de
constituyentes. El proceso se nombra alternativamente respecto al elemento
que se separa de la aleación como, por ejemplo, la descincificación para el
latón, aleación que sufre comúnmente de este tipo de corrosión, en la cual
se separa el zinc de la matriz cobre.

Corrosión Filiforme: La corrosión filiforme se presenta en ambientes de

alta humedad sobre materiales con recubrimientos orgánicos (pinturas), los
cuales al ser rayados, se induce el desarrollo de la corrosión, que se
propaga como filamentos delgados.

Corrosión por oxidación: La oxidación es un tipo de corrosión que se

desarrolla en procesos de alta temperatura, en la presencia de algún gas
oxidante, como el oxígeno, azufre y elementos halógenos. Las reacciones
relacionadas son meramente químicas al no existir un electrolito de por
medio, por lo que también se conoce como corrosión seca. Las moléculas
del gas oxidante reaccionan con el material involucrado, donde, por efecto
de la temperatura, el compuesto formado se difunde al interior del material,
permitiendo que el proceso continúe, fragilizando el material.

Corrosión – tensión: Ocurre cuando en un material, sometido a

esfuerzo de tensión, ya sea de forma interna o externa, se forman pequeñas
fisuras, que dan inicio al proceso de corrosión. El material que permanece
en ambos fenómenos, se deteriora con mayor rapidez, que si estuviese bajo
el efecto individual de cada uno, ya que la corrosión debilita el material, lo
cual permite que la tensión tenga mayor impacto, fracturando en mayor
medida el material, lo cual a su vez incita a que la corrosión se propague en
un área mayor.

Prevención y control de la corrosión

Recubrimientos protectores:

 Aplicar pinturas, esmaltes u otros recubrimientos protectores en la

superficie del metal ayuda a aislarlo del contacto directo con el ambiente
corrosivo.

 Los recubrimientos pueden ser barreras físicas que impiden el

acceso del oxígeno, la humedad u otras sustancias corrosivas al metal.

Inhibidores de corrosión:

 Utilizar inhibidores de corrosión químicos que se agregan al entorno

corrosivo para reducir la velocidad de las reacciones de corrosión.

 Estos inhibidores pueden adsorberse en la superficie del metal,

formando una capa protectora.

Recubrimientos metálicos:

Consiste en recubrir el material a proteger con algún metal que tenga

mayor resistencia a la corrosión.

Existen diferentes métodos para efectuar estos recubrimientos, y los

más utilizados son el electroplating y el galvanizado

Aleaciones resistentes a la corrosión:

 Utilizar aleaciones específicas que sean naturalmente más

resistentes a la corrosión en el entorno en el que estarán expuestas.

Control de la humedad:
  Mantener el entorno seco puede reducir la velocidad de corrosión.
Esto puede incluir el uso de deshumidificadores en espacios cerrados o la
aplicación de sistemas de drenaje adecuados al aire libre.

Protección catódica:

 Implementar sistemas de protección catódica, que involucran la

aplicación de corriente eléctrica o el uso de ánodos de sacrificio para
proteger el metal contra la corrosión.

Diseño adecuado:

 Considerar el diseño de las estructuras para minimizar la retención

de agua, evitar la acumulación de sustancias corrosivas y facilitar la
inspección y mantenimiento.

Mantenimiento regular:

 Realizar inspecciones periódicas para identificar y abordar cualquier

signo de corrosión de manera temprana.

 Realizar reparaciones y mantenimiento preventivo según sea

necesario.

Consecuencias de la corrosión

La corrosión puede tener diversas consecuencias, dependiendo del tipo

específico de corrosión y de la magnitud del daño. Aquí se presentan algunas de
las posibles consecuencias de diferentes tipos de corrosión:

Reducción de la resistencia mecánica:

La mayoría de los tipos de corrosión afectan la integridad estructural de los

metales, debilitando su resistencia mecánica. Esto puede llevar a la fractura
prematura de componentes metálicos, lo que es especialmente crítico en
aplicaciones como la construcción y la industria aeroespacial.

Pérdida de masa del metal:

La corrosión a menudo resulta en la pérdida de masa del metal debido a la

conversión del metal en productos de corrosión, como óxidos, sales o hidróxidos.
Esta pérdida de masa puede tener implicaciones significativas en la durabilidad y
la vida útil de los componentes metálicos.

Fallas estructurales:

La corrosión severa puede llevar a la pérdida de secciones críticas de

materiales, lo que aumenta el riesgo de fallos estructurales. Esto es especialmente
peligroso en infraestructuras como puentes, edificios, tuberías y equipos
industriales.

Costos de reparación y reemplazo:

La corrosión requiere reparaciones costosas o incluso el reemplazo completo

de componentes afectados. Esto puede generar gastos significativos en términos
de mano de obra, materiales y tiempo de inactividad.

Pérdida de eficiencia y rendimiento:

En sistemas mecánicos o industriales, la corrosión puede reducir la eficiencia

y el rendimiento de los equipos. Por ejemplo, en intercambiadores de calor, la
acumulación de productos de corrosión puede disminuir la transferencia de calor.

Impacto ambiental:

La corrosión puede generar productos secundarios que contaminan el

entorno. La liberación de óxidos y otros compuestos puede tener impactos
ambientales negativos, especialmente si ocurre en áreas sensibles.

Interrupciones en la producción:
 En entornos industriales, la corrosión puede causar interrupciones en la
producción debido a fallos inesperados de equipos. Esto puede afectar la
productividad y la rentabilidad de las operaciones.

Problemas de seguridad:

La corrosión en componentes críticos, como estructuras de soporte, tuberías

o sistemas de frenos, puede plantear riesgos significativos para la seguridad. La
pérdida de integridad estructural puede resultar en accidentes graves.

¿Dónde está presente la corrosión?

- Ambientes marinos:

El agua salada es un medio corrosivo significativo. Las estructuras marinas,

barcos, plataformas petroleras y cualquier material expuesto a ambientes marinos
están especialmente susceptibles a la corrosión.

-Infraestructuras exteriores:

Puentes, carreteras, ferrocarriles y otras infraestructuras expuestas a las

condiciones atmosféricas están en riesgo de corrosión atmosférica. La exposición
al oxígeno y la humedad del aire contribuye a la corrosión.

-Instalaciones industriales:

Equipos y estructuras en plantas industriales pueden estar expuestos a

ambientes corrosivos debido a la presencia de sustancias químicas, ácida, alcalina
u otros productos químicos corrosivos.

-Instalaciones químicas:

Las plantas químicas y las instalaciones de procesamiento de productos

químicos son propensas a la corrosión debido a la naturaleza corrosiva de muchos
productos químicos y solventes.
 -Sistemas de fontanería:

Tuberías y sistemas de fontanería pueden corroerse debido a la presencia de

agua y sustancias químicas en el agua, como cloruros u otros contaminantes.

Vehículos y estructuras de transporte:

-Automóviles, aviones, trenes y otros vehículos están expuestos a la

corrosión atmosférica y pueden verse afectados por la sal utilizada en las
carreteras en climas fríos para combatir el hielo.

-Sistemas de calefacción y refrigeración:

Equipos como calderas, intercambiadores de calor y sistemas de

climatización pueden corroerse debido a la exposición al agua y a la presencia de
oxígeno.

-Electrónica y dispositivos eléctricos:

La corrosión puede ocurrir en componentes electrónicos debido a la

exposición a la humedad y a la contaminación ambiental.

-Suelos corrosivos:

En algunos lugares, la composición del suelo puede contribuir a la corrosión

de las estructuras enterradas, como tuberías y cimientos.