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i. En el año 1971, las partes contratantes del GATT aprobaron una excepción a la
cláusula de la nación más favorecida por diez años.
ii. En el año 1979 se aprobó la denominada cláusula de habilitación la que
establecía una exención permanente al art. 1 del GATT, a fin de que los países
pudieren conceder un trato arancelario preferente en el marco de sus
respectivos esquemas nacionales del Sistema General de Preferencias.
Segundo periodo (1975 – 1990)
Una vez producido el quiebre político institucional en Chile el año 1973, el Gobierno Militar
introdujo una serie de cambios radicales al modelo económico imperante. En lo principal,
se restringió el acceso de muchos bienes productivos, estimulándose inadecuadamente la
importación de bienes de primera necesidad, desincentivando la producción local, y
provocando que la industria local se avocase a los bienes santuarios.
Lo anterior tuvo como consecuencia el retiro de Chile del Pacto Andino de Naciones el año
1976, ya que las autoridades económicas estimaban que a través de la inversión extranjera
se podrían percibir recursos para obtener bienes capitales necesarios para el proceso de
industrialización selectivo exportador. De este modo, se vio la génesis del Estatuto de la
Inversión Extranjera aprobado el año 1974, en donde se buscó potenciar la inversión desde
el exterior. A partir de este momento, Chile adoptó una vía propia y jugó un rol de pionero,
adoptando principios del libre mercado, y dejando al Estado bajo un rol subsidiario de
mero regulador. En términos de un académico argentino Chile se ajustó a la economía
crecientemente globalizada, dejando atrás décadas de fuerte proteccionismo. Con todo, si
bien se implementó la reducción de los aranceles, también se promovieron las
exportaciones, estableciéndose créditos especiales dirigidos a financiar proyectos
destinados a la exportación, y a subsidios para asesoría y comercialización en el extranjero.
Ahora, habrá que atender a las consecuencias económicas de la crisis del año 1982 en el
país. Aquí, las autoridades decidieron dar marcha atrás a algunas de las medidas
liberalizadoras, con el fin de paliar los grandes niveles de desempleo. Para esto, se aumentó
la tasa de arancel uniforme. Una vez recuperada la economía, se volvieron a reducir las
tasas arancelarias, aunque las autoridades mantuvieron un sistema de bandas de precios en
el sector agrícola, rubro que hasta entonces había sido abandonado.
Ya con el paso de los años, algunos autores del signo político contrario al de la autoridad
militar afirmaron que las medidas políticas comerciales contribuyeron a un acelerado
crecimiento de las exportaciones. Además en este trabajo, se habían tomado en cuenta las
particularidades del país, superándose de este modo un modelo de industrialización
sustitutiva de importaciones.
A fines de los ochenta, se recomendó al país propender a un proceso de liberalización del
comercio, por vía de convenios multilaterales y bilaterales que importen beneficios
jurídicos efectivos. Así, se destacó que Chile no debía ser meramente un país beneficiario
del Sistema Generalizado de Preferencias.
Una vez los gobiernos de centro izquierda sucedieron al Gobierno Militar, se profundizaron
las políticas económicas anteriormente desarrolladas. De este modo, se continuó con la
reducción de aranceles, y se destacó la ejecución de una estrategia bilateral, en donde se
celebraron acuerdos de complementación económica y tratados de libre comercio con varios
países de la región y, luego, con las principales potencias económicas (regionalismo abierto)
En concreto, esto permitió aumentar considerablemente la cantidad y calidad de las
exportaciones de bienes y servicios.
Chile, como miembro de la OMC, ha optado por celebrar acuerdos comerciales con
diferentes Estados, con el objetivo de facilitar el ingreso de mercaderías y servicios en
aquellos países. Lo anterior, siempre dentro del marco establecido por el GATT, que
contempla ciertos requerimientos que deben satisfacer este tipo de acuerdos (v.gr; los
derechos de aduanas y las reglamentaciones no pueden ser más rigurosos que en la etapa previa a la
suscripción del acuerdo)
Estos acuerdos, han ido evolucionando en su forma y contenido a lo largo de los años, en
donde podemos encontrar:
Regionalismo Abierto
En lo principal, se destaca que Chile ha negociado varios tratados de libre comercio con
diferentes países del mundo. Entre los más importantes encontramos el Tratado de Libre
Comercio con Estados Unidos que entró en vigor el año 2004, el cual se constituyó como un
acuerdo integral que incluyó todos los aspectos de la relación económica bilateral (comercio
de mercaderías, promoción y protección de inversiones, protección de los derechos de propiedad
intelectual) Aquí, se facilitó el acceso de productos chilenos al mercado estadounidense, lo
que implicó la asunción de una serie de compromisos internacionales y de la modificación
de distintas leyes internas (propiedad intelectual e industrial)
Ya trabajado el ámbito regional (América), Chile dio un gran pasó en el ambito comercial al
entrar en vigor el Tratado de Libre Comercio con Chila el año 2006. Lo anterior significó que
este país se transformase en el principal destinatario de las exportaciones chilenas.
Esta estrategia adoptada por Chile, permitió desarrollar una amplia red de acuerdos a nivel
bilateral, junto a una decidida participación multilateral y al mismo tiempo, la adopción
progresiva de medidas unilaterales. Esto ha tenido como resultado que Chile, sin formar
parte de ningún esquema de integración subregional (como el MERCOSUR), haya ejecutado
una política comercial coherente y libre sin ataduras (en caso del MERCOSUR, el esquema de
integración impide que los Estados miembros ejerzan autónomamente la política comercial)
Los resultados concretos que se han podido exhibir son el aumento de empresas que se
dedican a exportar productos, el mejoramiento de las tasas de productividad en Chile,
reduciéndose los precios relativos a los bienes de inversión, y permitiendo en
consecuencia el acceso a un numero mayor de insumos y el aprovechamiento de las
economías a escala. Con todo, se ha logrado ser un destino atractivo importante para las
inversiones, lo que podría permitir que el país se transforme en una plataforma regional.
Por último, se menciona que el mecanismo empleado por nuestro país ha llevado a una
diversificación de mercados en donde exportar productos, por lo que ante eventuales
disminuciones de demanda de mercaderías, se podría optar por un nuevo destino.
La nueva etapa en la estrategia de acuerdos comerciales de Chile parece iniciarse con las
tratativas para firmar el denominado Acuerdo de Asociación Transpacífico (TPP), el que
incluyó inicialmente en sus conversaciones a Chile, Nueva Zelanda y Singapur.
Posteriormente, tras la inclusión de Brunei y Darussalam, en el año 2006 entró en vigencia
el Acuerdo Estratégico Transpacífico de Cooperación Económica, en donde los países que
lo suscribieron manifestaron su intención de crear un acuerdo de comercio exhaustivo,
orientado hacía el futuro, que fijara puntos de referencia de alta calidad en las reglas de
comercio, y que ayudara a promover la liberalización y facilitar el comercio dentro de la
región de la APEC. A esto se sumó posteriormente Estados Unidos el año 2018,
manifestando su intención de iniciar una negociación con los miembros del P-4. Con todo,
se tenía por objetivo el desarrollo de normas relativas a la inversión y servicios financieros,
por lo que EEUU el año 2009 asumió el compromiso de dar forma a un acuerdo regional
que tendría una amplia membresía y altos estándares.
El TPP figura como uno de los hitos más interesantes en materias de comercio internacional,
en cuanto se gesta en el seno de países que ya tienen economías profundamente
liberalizadas, y en muchos casos con tratados de libre comercio ya existentes entre sus
miembros. Desde el contenido del TPP, se busca elevar los estándares de regulación e
incorporar tópicos no abordados por la mayoría de tratados de libre comercio. Sobre todo,
se intenta evitar la aparición de medidas complejas que puedan entrabar los intercambios
comerciales, disminuir los niveles de competencia y mermar la seguridad jurídica.