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6.

La lírica y el teatro posteriores a 1936


1. Contexto histórico
1. Final de la Guerra Civil
1. Represión y mal reparto de la riqueza
2. Aislamiento de España 1939  1950
2. Final de la Edad de Plata
1. Mueren Lorca y Machado
2. Fragmentación (exiliados, vencedores y vencidos)
3. Muerte de Franco
1. Fin de la apertura
2. Constitución del 78 (democracia, monarquía constitucional)
2. La lírica de posguerra
1. La poesía de los años cuarenta
1. La generación del 36 o Generación Escindida
1. España tras la Guerra Civil (división, penurias y censura)
2. Al menos, 2 características
2. Miguel Hernández
1. Epígono de la generación del 27. Puente gº27 y gº36.
2. Perito en lunas, El rayo que no cesa (el amor, la vida y la muerte) y
Cancionero y romancero de ausencias
3. La Generación Escindida
1. Poesía arraigada  régimen
1. Sentimiento religioso + olvidar la guerra.
2. Panero, Rosales y Ridruejo (Al menos, 1)
2. 1944. Poesía desarraigada  no conformes
1. Hijos de la ira y Sombra del paraíso
2. Poesía comprometida y directa.
3. Hidalgo y Crémer. (Al menos, 1)
2. La poesía social de los años cincuenta
1. Poesía desarraigada  poesía social
2. Testificar y denunciar injusticias, desigualdades y falta de libertad
3. Lucha política y social; solidaridad
4. Prosaísmo y lenguaje directo y conversacional  para la inmensa mayoría
5. Cantos íberos, Pido la paz y la palabra (Mientras los hombres mueren)
3. La poesía de los años sesenta. Los niños de la guerra.
1. Experiencia personal. Investigar la moral individual y conocer el mundo/humanos
2. Influencia de los poetas sociales y de Antonio Machado
3. Poesía de la experiencia. Estilo individual, humor e ironía.
4. Áspero mundo, Tratado de urbanismo, Moralidades y Poemas póstumos.
4. La poesía de los años setenta. Los novísimos
1. Nueve novísimos poetas españoles  nueva y original tendencia poética
2. Al menos, 3 características de estos autores
3. Tendencias: Poesía culturalista, poesía clasicista y poesía experimental.
4. Pere Gimferrer.

*En amarillo tenéis elementos clave que podríais obviar


3. El teatro de posguerra
1. Introducción
1. Guerra Civil: instrumento de agitación y de propaganda.
2. Censura hasta 1977  sobre todo al teatro
3. Teatro en el exilio: La dama del alba (Alejandro Casona)
2. El teatro de los años cuarenta. La realidad falsificada
1. Las cuatro corrientes principales. Breve explicación
1. El teatro cómicos.
2. El teatro histórico-político.
3. Los autores extranjeros.
4. El teatro clásico español.
2. Dos líneas de teatro:
1. Drama burgués o alta comedia.
1. Valores conservadores
2. Entretener y educar. Conflictos de la clase media.
3. La honradez de la cerradura y La cárcel infinita
2. El teatro del humor.
1. Jardiel Poncela
1. acontecimientos inverosímiles y sorprendentes
2. Eloísa está debajo de un almendro y Los ladrones
somos gente honrada.
2. Miguel Mihura
1. Humor cercano a lo absurdo. Burla hábitos burgueses
2. Tres sombreros de copa (y Ninette y un señor de Murcia )
3. El teatro social o realista de los años cincuenta
1. Crítica social. Protesta y denuncia
2. Personajes con angustias existenciales; mezcla de realismo y simbolismo
3. Historia de una escalera y Escuadra hacia la muerte
4. El teatro experimental o de vanguardia de los años sesenta
1. Teatro épico y teatro de lo absurdo  teatro renovador
2. Esencia humana desde la transgresión
3. Antonio Buero Vallejo
1. Visión crítica  compromiso con los temas humanos más universales
2. Tragedia  catarsis del espectador
3. Problemas de la sociedad, nunca sus soluciones
4. Diálogo con lenguaje denso y preciso; efectos de inmersión
5. El tragaluz y La Fundación
4. Nuevas formas y técnicas alejadas del teatro comercial
1. Teatro muy crítico con la realidad, pero con novedades estéticas
2. Francisco Nieva
1. Teatro furioso: simbolismo y carácter onírico
2. La carroza de plomo candente
3. Fernando Arrabal
1. Teatro pánico: provocador y rebelde
2. El cementerio de automóviles
4. Teatro independiente
1. Estética peculiar y autofinanciación
2. Síntesis de lo experimental y lo popular
3. Els joglars y Els comediants

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4. La lírica y el teatro en la democracia
1. Democracia  cambios vertiginosos
2. Poesía
1. En la transición distintos movimientos
2. Propuestas rompedoras  poesía personal e intimista
3. Poesía realista  comunicación con el lector
4. Poesía de la experiencia  Luis García Montero
3. Teatro
1. Época de crisis
2. Comedia burguesa; teatro experimental e independiente se atenúa
3. Antonio Gala
1. Dramas realistas y recreaciones históricas
2. Los verdes campos del Edén y Anillos para una dama
4. Teatro convencional y teatro innovador
1. Las bicicletas son para el verano
2. Bajarse al moro
4. Tendencias del siglo XXI
1. Manifestaciones variadas y dispares
2. Poesía de la experiencia
3. Poesía simbolista o de neovanguardia  instapoetas
4. Teatro comercial e institucional
5. Teatro musical
5. Conclusión

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1. Contexto histórico
En 1939 terminó la Guerra Civil, pero la represión asoló España con tres pilares básicos: las
fuerzas armadas, la Falange como partido único y la Iglesia. La situación económica era de
penuria, los productos básicos se encontraban racionados y florecía el mercado negro,
conocido como estraperlo. Había un acusado empeoramiento en el reparto de la riqueza: los
salarios eran muy bajos, los precios subían, la legislación laboral y fiscal favorecía a los
empresarios y los sindicatos obreros estaban prohibidos. Además, al finalizar la II Guerra
Mundial, los países vencedores decidieron aislar a España para acabar con el régimen
franquista. Finalmente, la lucha contra la Unión Soviética llevó a levantar poco a poco las
restricciones a partir de los años cincuenta.

El panorama cultural era desolador. El año 1939 supuso un año cero en la literatura española:
con Lorca y Machado muertos, y gran parte de la generación del 27 exiliada, la Edad de Plata
de la literatura española había llegado a su trágico final. La guerra supuso la fragmentación de
la cultura española: la España peregrina que partió al exilio y los que se quedaron, que podían
dividirse en vencedores y vencidos.

La muerte de Franco, el 20 de noviembre de 1975, aceleró un proceso de apertura iniciado


años antes debido a las crecientes demandas sociales. Con la nueva Constitución del 6 de
diciembre de 1978 España se definía como un país democrático basado en una monarquía
constitucional con una estructura territorial basada en un sistema de comunidades
autónomas.

2. La lírica de posguerra
La literatura de la época se caracteriza por la diversidad. En esta época publican

 Poetas de la generación del 98 (Juan Ramón Jiménez y Manuel Machado) y poetas de


la generación del 27 (Dámaso Alonso o Vicente Aleixandre).
 Poetas de la generación de 1936 o Generación Escindida, muy marcada por la Guerra
Civil.
 Otros autores, algunos de ellos asolados por la muerte de literatos como Federico
García Lorca y Miguel Hernández o Miguel de Unamuno y Ramón-María del Valle-
Inclán.

2.1 La poesía de los años cuarenta


La generación del 36 o Generación Escindida es un movimiento literario formado por los
escritores, poetas y dramaturgos de la época de la Guerra Civil. Refleja en sus obras lo que
sucedía en la España de la época haciendo hincapié en la división de la sociedad, las penurias
y la censura. Las principales características son su lirismo tierno, su afán de búsqueda y
experimentación, la rehumanización, el estilo sencillo y pulcro de sus obras y el prosaísmo.
Los autores más relevantes fueron Miguel Hernández y Juan Gil Albert.

2.1.1 Miguel Hernández


Miguel Hernández fue calificado por Dámaso Alonso como el genial epígono de la generación
del 27. Su obra es un puente entre la generación del 27 y la generación del 36. Luchó en el
bando republicano y murió en la cárcel. En sus primeras obras, como Perito en lunas, vemos la
influencia de Góngora; alcanzó la madurez con los sonetos de El rayo que no cesa, donde ya
vemos su temática predilecta: el amor, la vida y la muerte. También es muy importante su

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obra póstuma, Cancionero y romancero de ausencias, compuesto en la cárcel y donde
muestra su dolor por la falta de libertad y la añoranza de su mujer y de su hijo.

2.1.2 La Generación Escindida


La conocida como Generación del 36 nació escindida en dos grupos opuestos: los poetas
arraigados y los poetas desarraigados. La publicación en 1944 de Hijos de la ira de Dámaso
Alonso y Sombra del paraíso de Vicente Aleixandre marcó el inicio de la poesía desarraigada y
los posteriores poetas sociales.

1. Poesía arraigada: vinculados al régimen de Franco. Hondo sentimiento religioso y


deseo de olvidar la guerra. Temas: Dios, la naturaleza, el amor o la familia. Publicaron
en las revistas Escorial y Garcilaso. Destacan Leopoldo Panero, Luis Rosales y Dionisio
Ridruejo.
2. Poesía desarraigada: no estaban conformes con el régimen de posguerra. Sus versos
reflejan la angustia existencial, la desesperanza y la duda. Su poesía era
comprometida y directa, en la que lo importante es el contenido y no la forma.
Publicaron en la revista Espadaña. Destacan: José Luis Hidalgo y Victoriano Crémer.

2.2 La poesía social de los años cincuenta


En torno a 1950 la poesía desarraigada evolucionó hacia la poesía social, que pretendía
mostrar la verdadera realidad del ser humano y del país, muy distinta de la versión oficial.
Según Gabriel Celaya, la poesía debía testificar y denunciar las injusticias, las desigualdades
sociales y la falta de libertad. La literatura fue así un instrumento de lucha política y social para
despertar las conciencias y promover la solidaridad con los demás.

Se refleja un gran prosaísmo, donde el contenido ―el mensaje político y social― se impone a
la forma, destacando como temáticas los problemas de España, las injusticias y la superación
del odio provocado por la Guerra Civil. Con un lenguaje directo y conversacional, es una
poesía que se dirige a la inmensa mayoría. Entre estos autores destacan Gabriel Celaya con
Cantos íberos, Pido la paz y la palabra de Blas de Otero y Mientras los hombres mueren de
Carmen Conde.

2.3 La poesía de los años sesenta. Los niños de la guerra


En torno a 1960 los autores que vivieron la guerra durante su infancia vuelven a la expresión
de la experiencia personal. Dejan de ver la poesía como herramienta política para considerarla
una forma de investigar la moral individual y una forma de conocer el mundo.

En sus primeros poemarios se aprecia la influencia de los poetas sociales y de la ética y la


estética de Antonio Machado, pero pronto su trayectoria se abre hacia nuevos caminos.
Cambia su concepto de poesía, al entenderla como una forma de conocer de forma más
profunda la realidad y el ser humano. En cuanto a la temática, es la poesía de la experiencia,
al inclinarse paulatinamente hacia el intimismo y la recreación de la experiencia individual. Por
último, respecto al estilo, se busca un estilo individual en el que el humor y la ironía produzcan
la sensación de una conversación íntima y acogedora con el lector. Entre estos autores
destacan Ángel González con Áspero mundo y Tratado de urbanismo, Jaime Gil de Biedma
con Moralidades y Poemas póstumos.

2.4 La poesía de los años setenta. Los novísimos


En 1970 José María Castellet publicó Nueve novísimos poetas españoles, una antología que
representa la tendencia más original del momento y que refleja la nueva forma de hacer

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poesía. Estos autores se caracterizan por pertenecer a una aristocracia intelectual, romper
radicalmente con la poesía anterior y desear renovar, el rechazo del realismo social y el aprecio
por la experimentación formal, las referencias a la cultura pop y de los medios de
comunicación.

Esta poesía se ramifica en diversas tendencias, entre las que destacan:

 La poesía culturalista, que acentúa los elementos culturales en el poema.


 La poesía clasicista, inspirada en la poesía de los Siglos de Oro.
 La poesía experimental, vinculada con las vanguardias y la metapoesía.

Entre estos autores destacan Pere Gimferrer con La muerte en Beverly Hills y Extraña fruta,
Félix de Azúa y Manuel Vázquez Montalbán.

3. El teatro de posguerra
Durante la Guerra Civil, el teatro español se limitó a servir como instrumento de agitación y de
propaganda, y el impacto del final de la guerra fue tremendo. Además, la censura, que se
mantuvo hasta 1977, afectó más al teatro que a otros géneros. En estas condiciones, gran
parte de la creación de esta época permaneció inédita y los propios escritores se
autocensuraban con frecuencia. Entre los autores que se exiliaron a Hispanoamérica tras la
Guerra Civil destaca Alejandro Casona con La dama del alba.

3.1 El teatro de los años cuarenta. La realidad falsificada


El teatro de esta época está condicionado por el triunfo del franquismo, y presenta una
realidad falsificada. Encontramos cuatro corrientes principales:

 El teatro cómico, heredero del sainete y de la astracanada. Situaciones tópicas y


chistes lingüísticos.
 El teatro histórico-político representaba los héroes del pasado imperial español.
 Los autores extranjeros, como Tennesee Williams o Arthur Miller, influyen en los
autores de los años cincuenta.
 El teatro clásico español, obras de gran calidad.

En la creación dramática sobresalen dos líneas:

 El drama burgués o alta comedia es la continuación de la comedia benaventina.


Defiende los valores conservadores y pretende entretener y educar desde el análisis
de los conflictos de la clase media. Destacan autores como el propio Jacinto
Benavente (La honradez de la cerradura) o Joaquín Calvo-Sotelo (La cárcel infinita).
 Con el teatro del humor Enrique Jardiel Poncela trata de crear una comicidad nueva
basada en acontecimientos inverosímiles y sorprendentes. Sus obras chocan con la
incomprensión del público y de la crítica. Sus obras más representativas de este
periodo son Eloísa está debajo de un almendro y Los ladrones somos gente honrada.
Se crea en este teatro una corriente de humor cercana a lo absurdo que representa
una burla corrosiva de los hábitos burgueses y provincianos, donde destaca Miguel
Mihura con Tres sombreros de copa, quien después crearía obras más convencionales
como Ninette y un señor de Murcia.

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3.2 El teatro social o realista de los años cincuenta
Se basa en la crítica social del momento histórico que se vivía durante la posguerra española.
Es un teatro de protesta y denuncia donde se presentan personajes con angustias
existenciales y se mezclan realismo y simbolismo. Comienza con Historia de una escalera
(1949) de Antonio Buero Vallejo y Escuadra hacia la muerte (1953) de Alfonso Sastre.

3.3 El teatro experimental o de vanguardia de los años sesenta


En los años sesenta surge un movimiento de renovación heredero del teatro épico y del teatro
de lo absurdo. Este teatro muestra la esencia humana a través de la transgresión.

Por un lado, Antonio Buero Vallejo, el autor más reconocido y de mayor presencia, intenta
reflejar en sus obras una visión crítica de la realidad. Su producción teatral está marcada por el
compromiso con los temas humanos más universales. Su género predilecto es la tragedia, con
la que pretende la catarsis del espectador, y en sus obras muestra los problemas de la
sociedad, pero nunca las soluciones, cerrándolas siempre con un interrogante sin respuesta.
Respecto a su técnica, el diálogo cobra un papel fundamental con el lenguaje denso y preciso
de sus protagonistas y también cabe citar sus efectos de inmersión para que el espectador
experimente las mismas limitaciones de los personajes. Entre sus grandes obras de esta época
destacan El tragaluz y La Fundación.

Por otro lado, los nuevos aires de los sesenta traen un mayor alejamiento del teatro comercial
y la búsqueda de nuevas formas y técnicas. Los autores renovadores siguieron creando un
teatro fuertemente crítico con la realidad social de España, pero sus novedades estéticas no
fueron aceptadas por un público y una crítica muy conservadores. Los principales autores son
Francisco Nieva ―creador del teatro furioso, cuyo simbolismo y carácter onírico se refleja en
obras como La carroza de plomo candente― y Fernando Arrabal ―cuyo teatro pánico,
provocador y rebelde, recoge elementos de las vanguardias y del teatro de lo absurdo en obras
como El cementerio de automóviles.

No podemos olvidar un fenómeno importante que surge a finales de los sesenta: el teatro
independiente, que supone el rechazo del teatro conservador mediante la elaboración de una
estética peculiar y de la autofinanciación. Destacan grupos como Els joglars o Els comediants
que han llevado a cabo una síntesis entre lo experimental y lo popular.

4. La lírica y el teatro en la democracia


La muerte del general Franco en 1975 supuso el inicio de una nueva etapa histórica en nuestro
país con una serie de cambios vertiginosos. Respecto a la poesía, en los años de la transición
convivieron poetas de distintos movimientos. Se da una evolución desde las propuestas más
rompedoras hacia una poesía más personal e intimista. Posteriormente, en los años ochenta y
noventa se propone la recuperación de una poesía realista que busca la comunicación con el
lector, una poesía de la experiencia, con representantes como Luis García Montero. En cuanto
al teatro, en la transición comienza una época de crisis que, con ciertos matices, se mantiene
hasta la actualidad. Algunos géneros teatrales de éxito, como la comedia burguesa, se
mantienen en escena, mientras que las innovaciones experimentales y el teatro
independiente se va atenuando. En los ochenta destaca la figura de Antonio Gala, quien
alterna el simbolismo con dramas realistas o recreaciones históricas, tratando principalmente
los conflictos individuales en obras como Los verdes campos del Edén o Anillos para una
dama. Como tendencia destacada podríamos señalar una síntesis de teatro convencional y de

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teatro innovador, con Las bicicletas son para el verano de Fernando Fernán Gómez o Bajarse
al Moro de José Luis Alonso de Santos.

Por último, es difícil establecer las tendencias del siglo XXI, ya que encontramos
representantes de manifestaciones variadas y dispares. No obstante, podemos resaltar una
poesía de la experiencia con autores como Elvira Sastre o Loreto Sesma y una poesía
simbolista o de neovanguardia con autores instapoetas, autores que publican su obra en redes
sociales como Instagram, como la española Leticia Sastre o el canadiense Rupi Kaur. En el
género dramático resalta el teatro comercial e institucional y la proliferación de un nuevo
género de gran éxito, el teatro musical, con producciones como Hoy no me puedo levantar o
Malinche.

5. Conclusión
La lírica y el teatro de posguerra, al compás del desarrollo de la posguerra española,
evolucionan desde una literatura arraigada ―que busca olvidar la guerra― y una literatura
desarraigada ―con un gran sentimiento de angustia existencial y de duda― hacia una
literatura social de fuerte compromiso y rehumanización y una literatura de experimentación.
En la democracia se produjeron una serie de vertiginosos cambios que hicieron evolucionar la
literatura hacia una gran variedad, donde podemos resaltar como tendencias actuales la
poesía de la experiencia, los instapoetas y el teatro comercial e institucional y el teatro
musical.

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