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1.- El teatro en los años 40: teatro del humor y drama burgués
Tras la Guerra Civil, en España sólo quedan Jacinto Benavente, Enrique Jardiel Poncela
y José María Pemán, que es el que más se adapta a los gustos del nuevo régimen. La
imposición de la censura, la influencia de la iglesia católica y una crisis económica, social
y cultural, hacen que el teatro en España pierda su sentido crítico y artístico, pasando a
formar parte de la propaganda de la dictadura. Será, por lo tanto, un teatro poco
interesante desde el punto de vista artístico y creativo.
1. El drama burgués: continúa con la tendencia creada por Jacinto Benavente, más
sentimental que crítica; con autores como Edgar Neville, El baile (1952), y
Joaquín Calvo Sotelo, La muralla (1954).
2. El teatro de humor: pretende ser más crítico a través del humor y lo inverosímil.
Destacan dos autores. Enrique Jardiel Pondela, con Eloísa está debajo de un
almendro (1940) y Los ladrones somos gente honrada (1954); en sus obras mezcla
el amor y la locura, con la extravagancia y lo detectivesco. Importantísima es
también la obra de Miguel Miura, que estrenó en 1952 Tres sombreros de copa,
obra que había escrito en 1932, en la que critica y ridiculiza las costumbres
burguesas.
No obstante, ellos siguen en su empeño, y el primero que logró romper esta barrera fue
Antonio Buero Vallejo (1916-2000) con Historia de una escalera (1949), logrando
llegar al público, tener un gran éxito y criticar la situación social de la época, sin que la
censura actuara. A partir de este momento Buero será uno de los autores que más
importancia e influencia tuvieron. Dentro de su producción dramática podemos distinguir
tres grupos:
1. José María Rodríguez Méndez (1925-2009), Flor de otoño (1973)1, que cuenta la
historia del hijo de una familia burguesa que tiene una doble vida, abogado de día
y travestí por la noche.
2. José Martín Recuerda (1926-2007), Las salvajes en Puente San Gil (1963).
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Con la llegada de la democracia, la censura desaparece. Comienza entonces una
producción artística totalmente libre, y unas nuevas propuestas que el público no acaba
de comprender ni de aceptar. Por eso, algunas de las compañías, se van a convertir en
teatros estables y se van a adaptar los gustos del público; por eso representan obras de
autores extranjeros, y obras de autores españoles exiliados y censurados.
A pesar de que las compañías de teatro que nacen en esta época son muy productivas
desde el punto de vista artístico, no podemos olvidar que hay autores cuyo éxito e
importancia son también fundamentales:
1) Antonio Gala (1930). Las protagonistas de sus obras suelen ser mujeres. Aborda
conflictos individuales que permiten su interpretación en clave política. Una de
sus obras más importantes es Anillos para una dama (1973), cuya protagonista es
Jimena Díaz, la mujer de El Cid.
2) Ana Diosdado (1938-2015), dramaturga, actriz y guionista. En esta época su gran
éxito fue Los ochenta son nuestros (1988).
3) José Luis Alonso de Santos (1944), triunfa con obras realistas de inspiración
contemporánea, La estanquera de Vallecas (1981), Bajarse al moro (1985).
4) José Sanchís Sinisterra (1940), que triunfa con drama ambientado en la Guerra
Civil sobre dos cómicos que se ganan la vida actuando de pueblo en pueblo,
titulado ¡Ay, Carmela! (1987).