CENTRO UNIVERSITARIO TECNOLOGICO

DE UNITEC

Resumen Cap.3

Nombre del alumno: William Alejandro López Ardón

Número de cuenta: 61911328

Clase: Psicometría III – Sección 517

Catedrático: Lic. Luis Adolfo López

San Pedro Sula Cortés, febrero de 2024

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 Contenido
Objetivos......................................................................................................................................1
Fiabilidad......................................................................................................................................2
Validez..........................................................................................................................................5
Conclusiones................................................................................................................................8
Bibliografía...................................................................................................................................9

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 Objetivos
 Comprender qué son los conceptos de validez y fiabilidad, y destacar su
importancia en los instrumentos utilizados en el campo de psicometría.
 Explicar las técnicas de estimación y los aspectos que componen la
fiabilidad en una prueba.
 Resumir las formas de evidencia de validez presentadas en el capítulo, y
los resultados de su aplicación.

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 Fiabilidad
En psicometría, la fiabilidad es aquella propiedad que valora la
consistencia y precisión de la medida. En consecuencia, si la medida toma
valores consistentes y precisos, es posible poder confiar en los resultados
obtenidos cuando se aplica un test. Según la teoría clásica de los tests, la
fiabilidad de un test está relacionada con los errores de medida aleatorios
presentes en las puntuaciones obtenidas a partir de su aplicación. De esta
manera, un test será más fiable cuantos menos errores de medida contengan
las puntuaciones obtenidas por los sujetos a quienes se les aplica.

Por lo tanto, cualquier proceso de medida de una característica de los

objetos o de los sujetos lleva inherente un cierto error en su medición. Se
pueden encontrar instrumentos de medida con más o menos capacidad para
minimizar estos errores, pero no resulta fácil poder encontrar uno que los
elimine del todo.

Aparte de los casos extremos, la determinación del valor mínimo

aceptable del coeficiente de fiabilidad depende de factores que pueden influir
en este valor, como la longitud del test o el procedimiento empírico o la
estrategia utilizada para su cálculo. En cualquier caso, se han intentado
establecer ciertos criterios generales que nos pueden servir de referencia.

Hay que mencionar que el error de medida no es el único error descrito

en el ámbito de la psicometría, sino que también podemos hacer referencia al
error de estimación, al error de sustitución y al error de predicción. Estos
errores están relacionados con las puntuaciones de los sujetos individualmente
consideradas.

Se define al error de medida como la diferencia entre la puntuación

empírica de un sujeto y su puntuación verdadera. El error típico de medida es
la desviación típica de los errores de medida.

El error de estimación de la puntuación verdadera se define como la

diferencia entre la puntuación verdadera de un sujeto y su puntuación

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verdadera pronosticada mediante el modelo de la regresión. La desviación
típica de estos errores de estimación se denomina error típico de estimación.

El error de sustitución es la diferencia que hay entre las puntuaciones

de un sujeto en dos formas paralelas de un test, o el error que se comete al
sustituir la puntuación de un sujeto en un test por la puntuación obtenida en
una forma paralela de este mismo test. Se denomina error típico de sustitución
a la desviación típica de los errores de sustitución.

El error de predicción podemos definirlo como la diferencia entre la

puntuación de un sujeto en un test y la puntuación pronosticada en este test a
partir de una forma paralela. Sería el error que cometeríamos si sustituyéramos
la puntuación de un sujeto en un test por la puntuación pronosticada a partir de
una forma paralela de este test. Definimos el error típico de predicción como la
desviación típica de los errores de predicción.

De la definición y las fórmulas del coeficiente de fiabilidad no se puede

extraer directamente ningún procedimiento que nos permita calcular su valor
para una determinada muestra de sujetos. Así, la estimación empírica del valor
del coeficiente de fiabilidad hay que obtenerla mediante alguna estrategia que
nos permita o bien comparar las puntuaciones de los mismos sujetos en dos
administraciones del mismo test o en dos formas paralelas del test, o bien
analizar las puntuaciones de un grupo de sujetos en los diferentes ítems del
test.

La mayor dificultad para la aplicación del método de las formas paralelas

recae en la elaboración de estas dos versiones de un test. A menudo resulta
realmente muy difícil construir dos tests que estén formados por ítems que
puedan ser emparejados en función de su total equivalencia, como requiere el
concepto y la definición de formas paralelas.

Un instrumento de medida fiable debe proporcionar valores estables en

diferentes medidas de los mismos sujetos secuencialmente obtenidas. Por lo
tanto, si se mide un rasgo de personalidad supuestamente estable de unos
mismos sujetos en dos diferentes ocasiones con el mismo test, el coeficiente
de correlación entre sus puntuaciones será un buen indicador de esta
estabilidad del test, y por lo tanto, de su fiabilidad.

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 Este método de obtención del coeficiente de fiabilidad de un test se
denomina método test-retest y consiste en la aplicación del test a una misma
muestra de sujetos en dos ocasiones diferentes. Se calcula a partir del valor del
coeficiente de correlación de Pearson entre las puntuaciones de los sujetos en
estas dos ocasiones.

La ventaja de este método es que no requiere dos formas diferentes del

test y su principal inconveniente se deriva en que hay que administrar dos
veces el mismo test a los mismos sujetos. Este hecho puede suponer factores
que distorsionen las puntuaciones de los sujetos en la segunda administración.
Así, si los sujetos todavía recuerdan el contenido del test, seguramente su
rendimiento se verá mejorado respecto a la primera administración.

Un instrumento de medida fiable se caracteriza por una elevada

estabilidad temporal y por una adecuada consistencia interna. La consistencia
interna hace referencia al grado en que cada una de las partes de las que se
compone el instrumento es equivalente al resto. Este principio aplicado al caso
de los tests vendrá determinado por el grado en el que cada ítem, como parte
básica constitutiva de este, muestra una equivalencia adecuada con el resto de
los ítems, es decir, que mide con el mismo grado el constructo medido.

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 Validez
El uso de cuestionarios se vio impulsado por la primera y segunda
guerras mundiales. Durante esos momentos se tuvo la necesidad de incorporar
al ejército a la población civil, destinándola al puesto más adecuado. Al rellenar
los cuestionarios, se comprobaba en el campo de entrenamiento si los sujetos
rendían satisfactoriamente o no en el puesto al que se les había destinado.
Considerando que en primer lugar se hacía la medición y posteriormente se
evaluaba el éxito, se hablaba de validez predictiva. Por lo tanto, un test posee
validez predictiva si sirve para predecir el comportamiento en un constructo que
será evaluado posteriormente a la aplicación del cuestionario. Un test posee
validez concurrente si sirve para predecir el comportamiento en un constructo
que es evaluado simultáneamente a la aplicación del cuestionario. De esta
forma, Por lo tanto, se conceptualiza la validez como correlación entre el
cuestionario y el criterio de interés (ya sea evaluado con posterioridad o
simultáneamente a la aplicación del cuestionario). Así pues, se considera que
un test es válido para evaluar cualquier aspecto con el que correlacione.

A lo largo de los años 30s, se produce un auge de las teorías

que tratan de conocer la estructura factorial de la inteligencia. Con estas teorías
comienza a conceptualizarse un test como válido cuando representa de
manera fidedigna el constructo psicológico que pretende medir, así como las
relaciones esperadas entre los diferentes constructos. De este modo nace la
validez de constructo. Las técnicas estadísticas empleadas para poder
comprobar dicha validez son, tradicionalmente, el análisis factorial exploratorio
y las matrices multirrasgo-multimétodo, y más recientemente el análisis factorial
confirmatorio. Por ejemplo, si se emplea un test que evalúa la triada cognitiva
desde el modelo cognitivo de depresión de Beck (pensamientos sobre mí
mismo, pensamientos sobre el mundo y pensamientos sobre el futuro), el
cuestionario tendrá validez de constructo si evalúa las tres dimensiones y estas
tienen las relaciones que se esperan con, por ejemplo, ansiedad.

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 El concepto de validez es de gran importancia en psicometría. Para
comprobar la validez se deben acumular evidencias que proporcionen una
base científica para interpretar las puntuaciones de un cuestionario de manera
adecuada. Por ello, lo que realmente se valida no es el cuestionario en sí, sino
las interpretaciones que se hacen a partir de él. Por eso, no se puede defender
que un test sea válido o que por el contrario carezca de validez. Un test puede
que sea adecuado para un propósito, pero no para otro.

La evidencia de la validez de contenido es la relación que existe entre

los ítems que componen el test y lo que se pretende evaluar con él, y se presta
especial atención tanto a la relevancia como a la representatividad de los
ítems. Este tipo de evidencia se recoge principalmente en el momento de la
elaboración del test. El uso de expertos para valorar tanto la relevancia como la
representatividad de los ítems tiene como finalidad evitar que el cuestionario
tenga contenidos sesgados. Se concluye que el contenido de un test está
sesgado si los ítems que lo componen evalúan aspectos no relevantes para el
dominio (sesgo por falta de relevancia) o si no representan de manera
adecuada todo el dominio que se pretende evaluar (sesgo por falta de
representatividad).

La evidencia de validez basada en el proceso de respuesta es un

concepto que se introdujo como novedoso en los estándares publicados en
1999, si bien había sido previamente mencionado por algunos especialistas en
la medida de lo psicológico, como Messick. Los estándares describen este tipo
de indicios como el ajuste entre el constructo evaluado y el proceso de
respuesta realizada por las personas que responden al test. En este tipo de
evidencia de validez, proceso de respuesta son todas las conductas que se
necesitan para poder contestar un ítem, como pueden ser leer las preguntas,
comprenderlas decidir la respuesta que se quiere dar y finalmente responder al
ítem.

Existen diferentes factores que pueden afectar a la respuesta:

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 a) Factores relacionados con los ítems: Se deben de tomar en
cuenta estos factores: contenido de los ítems, redacción de los ítems,
validez aparente del item.
b) Factores relacionados con la respuesta a los ítems: El número de
alternativas que se ofrezcan como respuesta, al igual que las
instrucciones a la hora de rellenar el cuestionario.
c) Factores relacionados con las personas: Las características
personas de aquellos que van a responder al cuestionario, como la
capacidad lectora, intelectual, discriminativa y estado emocional.

Para poder determinar si un test tiene indicios de valides pasados en el

proceso de respuesta, se hace uso de técnicas alternativas como la entrevista,
técnicas de pensamiento en voz alta y entrevistas cognitivas.

Para la evidencia de validez basada en la estructura interna, puede que

una situación sea tan sencilla cuando suponemos que no todos los ítems tienen
la misma importancia en la medida del constructo, y por tanto será necesario
ponderar las puntuaciones de los ítems antes de proceder a la suma; hablamos
en este caso de puntuaciones compuestas. En esta situación, la estructura del
test que se tiene que determinar es unidimensional, ya que se supone que
todos los ítems, aunque de distinta manera, contribuyen a la medida de un
único aspecto de la variable criterio.

El término de análisis factorial reúne diferentes procedimientos que

persiguen la reducción inicial de múltiples variables en un menor número de
factores. En procesos exploratorios, la técnica que mas se usa es la técnica del
análisis en componentes principales, pero existen otras formas de extracción
de los factores o componentes.

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 Conclusiones
 Se puede observar que la comprensión de ambos conceptos de
fiabilidad y validez son fundamentales para la aplicación de pruebas
psicométricas, considerando que garantizan la precisión y confiabilidad
de los instrumentos utilizados.
 Las técnicas de estimación y los aspectos y errores que componen e
influyen en la fiabilidad de una prueba son herramientas principales para
obtener un resultado certero en la misma.
 Todas las distintas formas en las que la validez se puede implementar y
presentar ofrecen una visi{on completa sobre como los instrumentos de
psicometría se pueden respaldar en cuanto a que tan precisos son para
medir ciertos aspectos de una persona.

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 Bibliografía
Meneses, J., Barrios, M., Bonillo, A., Cosculluela, A., Lozano, L., Valero, S., & Turbany, J. (2013).
Psicometría. Barcelona: Editorial UOC.