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Hume sostiene que nuestras ideas son copias de nuestras impresiones, y solo
tienen validez aquellas que pueden rastrearse hasta una impresión sensorial. Si
una idea carece de asociación con una impresión, es considerada falsa o
inventada. Por lo tanto, la validación de una idea depende de su conexión con la
experiencia sensorial.
Por otro lado, el video procede a deconstruir las tres sustancias propuestas por
Descartes: el yo, Dios y el mundo externo. En primer lugar, argumenta que la idea
de Dios, al ser inaccesible a la experiencia sensorial, carece de fundamento
empírico y, por lo tanto, es una ficción. Lo mismo ocurre con la noción del yo, ya
que no hay impresión del yo como entidad separada de las impresiones
individuales. Respecto al mundo externo, aunque percibimos sus cualidades
sensibles, como el color o la forma, no hay percepción directa de la sustancia
misma.
Además, señala que, aunque estas ideas carezcan de validez teórica, tienen
utilidad práctica en la organización de la sociedad. Por ejemplo, la idea del yo es
crucial para conceptos como la libertad y la responsabilidad, fundamentales en
sistemas de justicia y moralidad.