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Estos ministerios vienen del señor Jesucristo, y sólo él los puede dar según
su voluntad.
Estos tienen un orden establecido por el mismo señor Jesús y con un propósito.
• Apóstoles.
• Profetas.
• Maestros.
• Evangelistas.
• Pastores.
Maestro literalmente significa «mi grande» (de rav, grande, potente). Es, por
tanto, un ministerio de prestigio. Y la palabra maestro aparece también en
otras lenguas: en latín «magister» significa uno que es «magis», o sea más,
superior al otro.
Jesús escogió a sus discípulos y también los llamo apóstoles. Así como el
Espíritu Santo hablo a Bernabé y a Saulo diciéndoles que serían apartados
para la obra
De la misma manera que a ellos, el señor Jesucristo nos aparta para su obra,
siendo él mismo quien nos forma en su carácter, para así ejercer un ministerio
con madurez y templanza. Sabiendo que el llamado requiere un proceso de
equipamiento, y una vez equipados somos enviados a la obra.
A. Hacer discípulos
C. Enseñar a discernir
• Hch.17:11 Y éstos eran más nobles que los que estaban en
Tesalónica, pues recibieron la palabra con toda solicitud,
escudriñando cada día las Escrituras para ver si éstas cosas
eran así.
El término “discernir” se deriva del griego “anakrino” que significa: Examinar,
escudriñar, distinguir o separar. El maestro debe desarrollar en los oyentes la
capacidad de examinar, saber distinguir entre la mala y la sana doctrina.
No como a nosotros nos parezca, sino como Dios quiere que lo hagamos.
Porque nuestro servicio no es para el hombre (no es para los niños, ni para los
papás, ni para la iglesia), nuestro servicio es para Dios; y si es para Dios,
debemos hacerlo con excelencia; dando lo mejor de nosotros.
Primeramente la palabra tiene que estar en nuestro corazón, en nuestras vidas; para
luego, poder transmitirlas a las nuevas generaciones.
No podemos enseñar una lección, sin haberla aprendido y practicado antes. Cada
lección debe ser ministrada a nuestras vidas primero. Debemos buscar la revelación
del Espíritu Santo en cada una.
APRENDIENDO DE JESÚS
Los niños son nuestras ovejas; no por pago, ni por compromiso y obligación; sino con
un corazón de pastor, interesándonos y ocupándonos de cada uno de ellos.
UN BUEN MINISTRO
CAPACITACIÓN
Dios nos prepara para multiplicarnos; desde Génesis vemos como Dios busca
siempre que nos multipliquemos. Debemos enseñar y preparar a otros a éste
ministerio. Somos un ministerio que crece día a día a pasos agigantados.