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DERRAMAMIENTO DEL ESPÍRITU DE DIOS

Formado Como Discípulo Para Hacer Discípulos


ESTUDIO LECCION 2

RECIBIENDO Y TRANSMITIENDO.

Dios puede llevarnos a su voluntad mediante revelación directa, como en el caso de Saulo en
el camino de Damasco (HECHOS 9-3), o también nos puede llevar por medio del mensaje
de la Palabra, como Felipe al Etíope (HECHOS 8-30). En ambos casos, el "nacer de nuevo"
es una obra absoluta de Dios por medio del Espíritu, el cual opera directamente en los
corazones, aunque la Palabra puede ser revelada de diferentes formas. Por ejemplo, hay
casos de personas que se convirtieron por medio de tratados, radio, o aún testimonios
bíblicos. Recordemos que la Palabra de Dios entra a nosotros por el oír, y es está
la que produce el arrepentimiento.
Ambas formas de encuentro personal, "NOS HACE HIJOS DE DIOS", "NACIÓN
SANTA", "MIEMBROS DEL CUERPO", sin distinción o preferencia ante Dios. Todos
creemos y entramos en la misma relación con éste. Sin embargo, inmediatamente después se
inicia la primera etapa de la vida cristiana, que es ser formado como discípulo para hacer
discípulos.

La primera etapa de la vida cristiana es Aprender, despertar al mundo espiritual y


tomar la leche espiritual. Este aprendizaje, forzosamente, será por medio de otro, que
anteriormente haya aprendido y haya sido discípulo y estén ubicado en el cuerpo. Algunos
creen que pueden crecer por sí solos, como una semilla sin sujetarse al suelo. Otros dicen:
"¿Por qué Dios no me capacita a mí sólo leyendo la Biblia, orando y ayunando?... Dios
mismo, al fundar la Iglesia, estableció el orden, que se define como CCUUEERRPPOO,
símbolo que expone la necesidad imperiosa de una unidad para vida y ayuda mutua en
crecimiento. Cristo sabía que una mano fuera del cuerpo no sirve, que un pie aquí y un riñón
allá no valen de nada, así que, él ordenó el cuerpo para que todos estuvieran sujetos, unos a
otros, en particular (1 Corintios 12:27). El modelo de iglesia que el diablo quiere es el estiló
carnicería, porque así puede producir la corrupción, o hacer de la iglesia un orfanatorio, con
un director llamado pastor.

Hay muchos ejemplos que demuestran que no puede haber crecimiento sin unidad. Dios usa
a hombres para formar discípulos. Ni aún los mismos ángeles pueden hacer discípulos o
predicar el mensaje de salvación, más bien, los ángeles, en la era de la iglesia, son auxiliares
de los discípulos y guardianes de los hijos de Dios. Vamos a ver un ejemplo claro:
(Hechos10-1), vemos la historia del gentil llamado Cornelio, un hombre temeroso de Dios
pero desconocedor de la gloria de Jesús. Un ángel le visitado y le ordena que mande a buscar
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a Pedro a tal lugar. ¿Por qué el ángel no le dio el mensaje directamente? Sin embargo éste se
limitó a ordenarle que buscase a Pedro.

Cuando Pablo recibió su llamado fue enviado a una casa en Damasco. Allí tendría que
esperar cierta ayuda que vendría y le diría lo que tenía que hacer. Después, Dios ordena a un
discípulo que fuese a buscarle, éste era Ananías. Al llegar Ananías le impartió el Espíritu
Santo con la imposición de manos, lo bautizó y lo llevó a su casa, enseñándole el ABC de
Cristo. (Hechos 9:15-19). Después Pablo deja Damasco para ir a Jerusalén, y estando allí
necesitó la ayuda de Bernabé para poder entrar al culto de los "discípulos", pues no creían
que fuese discípulo. Pero ¿por qué razón no le querían recibir?. Porque por un lado le temían,
creyendo que podía ser un espía, por el otro veían que andaba suelto, sin maestro ni
cobertura, cosa que quedó resuelta cuando dice la palabra que "Bernabé, tomándole, lo
trajo a los apóstoles" (Hechos 9:26-27)

Estos hechos y otros muchos, junto con el mandato de Jesús "ID Y HACED
DISCÍPULOS, doctrinándoles y ordenándoles a que guardasen todo lo que les había
mandado", indican que el primer paso en todo aprendizaje está en aprender y vivir el
ABC de Cristo.

La segunda etapa del crecimiento es transmitir lo que primero tú aprendiste y viviste.


Somos, pues, transmisores de todo aquello que recibimos de otro. Se cumple de está forma el
mandato de Pablo a su hijo Timoteo: "Lo que has oído de mí ante muchos testigos, esto
encarga a hombres fieles que sean idóneos para enseñar también a otros" (2ª Timoteo. 2:2.).
En está transmisión de palabra y vida cristiana hay que ser fiel a lo aprendido y no añadir
ideas propias para exaltar el EGO. Esto se logra cuando alcanzamos madures, y pasamos de
la leche a ingerir el alimento sólido.

RECIBO DE ARRIBA, FILTRANDO Y PASANDO.

Una vez alcanzada cierta estatura espiritual, y después de estar bien unido y concertado en el
cuerpo, encontraremos que lo que nos transmitieron mientras era sólo discípulo, adquiere
más brillo cuando soy maestro de otros. Dios amplía y usa mi capacidad y entendimiento
para que una verdad recibida ayer, hoy sea más brillante y clara, sin cambiar el fondo aunque
sí la forma.

Todo lo que Dios nos da sobre su verdad lo transmite por medios humanos. Quizá en el
conjunto de cosas que yo recibo de alguien encuentro "perlas", que yo, por medio de la luz
del Espíritu Santo, puedo ampliar y transmitir más nítidamente a otros, exaltando un punto
que quizá mi maestro no profundizó. Ejemplo: Mi maestro me enseñó sobre la grandeza del
amor sobre los carismas espirituales. Yo profundizo ese tema y enfoco el amor sobre los
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defectos. A la idea aprendida, le añado una perspectiva más amplia y uso mis propias
experiencias para darle una originalidad sin alterar la verdad recibida.

Al recibir una enseñanza lo primero que debemos hacer es probarla y vivirla en nosotros
mismos, para después transmitirla, de acuerdo a cómo la aprendí y viví en mi experiencia. Si
escucho un sermón o enseñanza, y trae bendición a mi vida, ¿haría mal si lo transmito tal
como lo sentí en mí?, ¿será esto un plagio?. ¡NO! nunca, porque lo que el hombre transmitió
en el sermón vino de Dios para todos. Si transmitir lo que aprendo de otro es copiar, los
primeros cristianos hicieron muy mal, pues copiaron y transmitieron de boca en boca lo que
recibieron de los apóstoles. No predicamos para tener protagonismo, ni tenemos derechos
exclusivos sobre la revelación de Dios, tan sólo somos canales del Espíritu para edificar su
pueblo. Recuerda que este asunto es de Dios. No es cuestión de crear ni inventar, sino de
recibir y transmitir.

A las transmisiones de arriba (miembros superiores) el Señor puede añadir más luz, darnos
más revelación, que confirme la enseñanza recibida bajo cierta necesidad especial de los de
más abajo. Cuando Él nos ilumina en cierto tiempo, es porque nos quiere guiar a hacer algo
para bien del cuerpo, sea de arriba o abajo. No hay profecía, ni verdad bíblica de
interpretación privada, (2ª Pedro 1:19-21) ni de voluntad humana. No cabe decir que algo es
mío, porque "yo" lo recibí. Nada es de nadie, todo viene de Dios.

Siempre una verdad recibida en alguna parte del cuerpo tiende a edificar y ayudar a la otra.
La comunicación de todos es importante para el buen funcionamiento del culto (1 Cor
14:26). Recordemos que toda revelación, verdad o don viene a la iglesia para edificarla en el
amor. Hemos visto el funcionamiento de los ministerios del cuerpo: el maestro es un
transmisor y educador que primero fue evangelista, y el pastor como el director, guía al
rebaño, pero el apóstol y el profeta se dedican más a profundizar la revelación de la Palabra y
la oración, y ellos eran los que iban trazando las pautas a seguir según las necesidades de
cada lugar, comunicándoselo así a los ancianos, maestros y pastores. Los ministerios tanto de
apóstoles, profetas, pastores y maestros son diferentes; mientras el profeta busca luz de
arriba para dar verdades necesarias en ciertas épocas, los maestros y pastores guían al rebaño
dentro de los cauces de la luz recibida, en todo el consejo de Dios. Pero debemos aclarar que
toda dirección viene por el consejo pluralista del sentir de los ancianos (ministerios) y de
acuerdo a las necesidades específicas de cada localidad como hemos ya afirmado (Hechos
6:3-4).

Pueden haber líderes más distinguidos, porque hablan con más elocuencia o tienen más
madurez, profundidad, o están en lugares aparentemente "más importantes" en el cuerpo,
como la mano y el ojo; sin embargo, pese a su ubicación prominente, no son superiores en
relación a la cabeza que los gobierna a todos. A veces, los miembros más escondidos y
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menos visibles hacen mejor trabajo y son más necesarios, como el corazón y los riñones. Y
los que reciben menos honra son los más honrados (1ª Cor. 12:21-24). Así que en la iglesia
todos desempeñamos una labor importante para Dios, y aunque no estemos en un púlpito,
estamos realizando la función del cuerpo. Esta función básica es hacer discípulos y trasmitir
lo recibido de forma fiel, como dijo San Pablo "...hombres fieles que sean idóneo para
enseñar también a otros" 2 Timoteo 2:2b.

CONCLUCION:
Nadie tiene nada propio, ni espiritual ni material hablando. Todo proviene de Dios En ésta
etapa inicial debe quedar claro que todas las ideas que recibamos desde lo alto es y será de
Dios en enseñanza vengan de quien venga, es para el bien común, si sirve para armar el
cuerpo y entender que todos cumplimos una misión distinta por eso los procesos son
diferentes los unos de los otros pero todo sirve para unirnos a Cristo Jesús, Nuestro Señor y
todo es para conformar la iglesia y cuerpo de Cristo.

Versículos desarrollados en este estudio.

(HECHOS 8,30)

(HECHOS 9-3),

(1 Corintios 12:27).

(Hechos10-1)

(Hechos 9:15-19).

(Hechos 9:26-27)

(2ª Timoteo. 2:2.).

(2ª Pedro 1:19-21)

(1 Corintios 14:26)

(Hechos 6:3-4).

(1ª Corintios. 12:21-24)

(2 Timoteo 2:2b.)

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