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República Bolivariana de Venezuela

Ministerio del Poder Popular para la Educación Universitaria


Universidad Bolivariana de Venezuela
PFG: Estudios Jurídicos
Unidad Curricular: Regulación Jurídicas de las Relaciones Privadas
Profesor: Abg. Ángel Laya
Sección: 2-101T

ENSAYO CRITÍCO -
REFLEXIVO

Estudiante: José del Valle Goitia Martínez

CI: 10.932.909

Caracas, 21 de noviembre de 2023.


TEMA:

Perspectivas de la Regulación Jurídica de las Relaciones Privadas en el


Ordenamiento Civil Venezolano: Enfoque desde el Estado Social y la
Constitución de la República Bolivariana de Venezuela.

ANÁLISIS:
En este análisis reflexivo, se examinarán las perspectivas actuales de la regulación
jurídica de las relaciones privadas en el ordenamiento civil venezolano, tomando
como punto de partida la noción del Estado Social y los principios imperantes en la
Constitución de la República Bolivariana de Venezuela. Se buscará comprender
cómo estos fundamentos influyen en el derecho civil venezolano, y cómo se reflejan
en las normas y regulaciones que rigen las relaciones privadas.

ANTECEDENTES HISTÓRICOS:
Para comprender las perspectivas actuales de la regulación jurídica en Venezuela,
es importante considerar algunos antecedentes históricos. El ordenamiento jurídico
venezolano ha experimentado varias transformaciones a lo largo de los años. En la
Constitución de 1961, se estableció un marco legal que garantizaba los derechos y
libertades individuales, pero no se enfocaba de manera específica en el papel del
Estado en la protección de los derechos sociales. Sin embargo, con la promulgación
de la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela en 1999, se introdujo el
concepto de Estado Social, que busca garantizar la justicia social y la igualdad,
especialmente a través de la protección de los derechos económicos, sociales y
culturales de los ciudadanos.

La regulación jurídica de las relaciones privadas en el ordenamiento civil venezolano


presenta diversas perspectivas en la actualidad, partiendo de la noción del Estado
social y los principios imperantes en la Constitución de la República Bolivariana de
Venezuela.
El tema de la regulación jurídica de las relaciones privadas en el ordenamiento civil
venezolano es sumamente extenso y complejo. Sin embargo, es un tema de vital
importancia para garantizar el respeto de los derechos de las personas y su
dignidad humana.
En el marco del Estado Social de Derecho, es fundamental que las normas que
regulan estas relaciones privadas estén basadas en principios como la justicia, la
igualdad, la libertad, la autonomía y la solidaridad. Estos principios enmarcan el
desarrollo de la sociedad y son los que guían la aplicación del derecho en general.
Estos derechos y obligaciones son específicos de cada contrato y acuerdo, y se
establecen en función a los términos acordados entre las partes. Así, cada relación
jurídica se encuentra regulada por un conjunto de normas específicas, que tienen el
objetivo de garantizar el cumplimiento de los compromisos adquiridos por cada
parte. Es relevante destacar que la relación jurídica se fundamenta en el principio de
autonomía de la voluntad, que establece que las partes tienen la libertad de
establecer los términos de su acuerdo, siempre que estén dentro del marco legal.
De esta forma, los contratos y acuerdos pueden ser modificados o anulados en
cualquier momento, siempre que se cumplan los procedimientos establecidos por la
norma jurídica.

En el derecho civil venezolano, estos principios han sido plasmados en diversos


cuerpos normativos, como el Código Civil, el Código de Comercio, y leyes
específicas que regulan materias como el derecho de familia, el derecho laboral y el
derecho del consumidor. La relación jurídica se ha convertido en una parte integral
de nuestras vidas. Esta relación se basa en la ley y el derecho y es el resultado de
una larga historia de desarrollo jurídico. La naturaleza de la relación jurídica ha ido
evolucionando con el transcurso de los anos.

Los primeros orígenes de la relación jurídica se encuentran en el derecho romano,


La ley romana fue desarrollada por una serie de leyes escritas y no escritas que se
remontan a los primeros tiempos de la República romana. Estas leyes eran
principalmente de índole religiosa y moral, lo que significa que se basaban en
principios éticos y morales.

Estado social de derecho se refiere a un modelo de Estado que busca promover la


justicia social y garantizar el bienestar de la sociedad. Esto implica que la regulación
jurídica de las relaciones privadas debe estar orientada hacia la protección de los
derechos humanos, la igualdad de oportunidades y la equidad en las relaciones
sociales y económicas.
En el contexto venezolano, la Constitución de la República Bolivariana de
Venezuela establece los principios y valores fundamentales que guían la regulación
jurídica de las relaciones privadas. Estos principios incluyen la protección de la
dignidad humana, la justicia social, la solidaridad, la participación ciudadana, la
igualdad de género, entre otros.
Desde esta perspectiva, la regulación jurídica de las relaciones privadas en
Venezuela busca garantizar el pleno ejercicio de los derechos fundamentales de las
personas, asegurar la igualdad de oportunidades y promover la inclusión social.
Para ello, se han establecido diversas normativas que regulan aspectos como el
matrimonio, la filiación, la capacidad de las personas, las obligaciones y contratos,
entre otros.
Sin embargo, es importante mencionar que la regulación jurídica de las relaciones
privadas en Venezuela también enfrenta desafíos y controversias. La situación
actual del país, marcada por problemas económicos, políticos y sociales, ha
generado tensiones en el sistema legal y dificultades para la aplicación efectiva de
las leyes.
También decir que la regulación de las relaciones privadas no puede limitarse
únicamente a la aplicación estricta de las normas. El derecho tiene un impacto
directo en la vida de las personas y, por tanto, se deben tomar en cuenta las
circunstancias sociales y económicas de la población en la aplicación de las
mismas. Si bien la autonomía de la voluntad es un principio fundamental en el
derecho civil, no puede ser utilizada para justificar abusos o situaciones de
desigualdad.

El ordenamiento civil venezolano es un instrumento de regulación que permita el


desarrollo económico y social del país de la mano de la protección de los derechos
de las personas. Un ejemplo de esto es la protección que se brinda a los
trabajadores a través de leyes laborales, las cuales garantizan un salario justo, la
seguridad social y condiciones dignas de trabajo.

El derecho de personas es una rama del derecho civil que reconoce y protege la
dignidad y los derechos de toda persona, fortaleciendo la protección de los derechos
individuales. El derecho de familia también es importante para el Estado de
bienestar, ya que busca proteger el bienestar de los miembros de la familia,
especialmente los niños y los jóvenes. Estos derechos promueven el bienestar de
los niños y jóvenes y establecen los principios de responsabilidad parental
compartida, el derecho del niño a mantener relaciones personales y contacto directo
con ambos padres, la protección del matrimonio y la igualdad de derechos y
responsabilidades de los niños.

Los derechos de propiedad determinan su función social en el marco del Estado de


bienestar. Esto significa que la propiedad no sólo debe servir a los intereses
personales del propietario, sino que también debe contribuir al bienestar de la
sociedad. En ciertos casos, esto puede significar restricciones al uso de los
derechos de propiedad, como la expropiación para fines públicos o la imposición de
restricciones para garantizar el acceso a la vivienda, proteger el medio ambiente o el
desarrollo equitativo de la sociedad. El derecho coercitivo regula las relaciones
jurídicas entre las partes involucradas y toma medidas para proteger los derechos
de los grupos más vulnerables en el marco del estado de bienestar.

Estos derechos podrían, por ejemplo, regular la responsabilidad civil e imponer


obligaciones para prevenir daños causados a otros y así promover la
responsabilidad social de individuos y empresas.

La regulación jurídica de las relaciones privadas en el ordenamiento civil venezolano


presenta diversas perspectivas que son importantes de destacar. Estas perspectivas
nos permiten comprender cómo se desarrolla y protege el ámbito contractual, los
derechos y obligaciones de las partes, la protección de los consumidores y la
resolución de conflictos. Además, es fundamental analizar estas perspectivas a
partir de la noción del estado social y los principios imperantes en la Constitución de
la República Bolivariana de Venezuela.
En primer lugar, el ámbito contractual en el ordenamiento civil venezolano se
fundamenta en la autonomía de la voluntad y la libertad contractual. Esto implica
que las partes tienen la capacidad de celebrar contratos y establecer sus propias
relaciones jurídicas dentro de los límites legales. Esta perspectiva resalta la
importancia de la autonomía y la libertad de las partes para tomar decisiones y
estipular acuerdos válidos.
En segundo lugar, los derechos y obligaciones de las partes también forman parte
fundamental de la regulación jurídica de las relaciones privadas. El Código Civil
venezolano establece los derechos y deberes de las partes en los contratos,
garantizando la protección de sus intereses y el cumplimiento de las obligaciones
asumidas.
En tercer lugar, la protección de los consumidores juega un papel relevante en la
regulación jurídica de las relaciones privadas. El ordenamiento civil venezolano
establece normas de protección al consumidor, buscando asegurar la equidad en
las relaciones comerciales y evitar abusos por parte de los proveedores de bienes y
servicios.
Por último, la resolución de conflictos es otro aspecto clave en la regulación de las
relaciones privadas. En Venezuela, se promueven métodos alternativos de
resolución de conflictos, como el arbitraje y la mediación, como una forma de
agilizar y facilitar la solución de controversias.
Todas estas perspectivas se fundamentan en la noción del estado social y los
principios imperantes en la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela.
La justicia social, la igualdad, la solidaridad y la libertad son principios
fundamentales que inspiran la regulación jurídica de las relaciones privadas en el
ordenamiento civil venezolano.

Finalmente, el derecho contractual promueve la buena fe y la equidad contractual.


En el contexto del Estado de bienestar, esto incluye garantizar un trato justo y
equitativo a las partes contractuales, evitando el abuso de poder y los desequilibrios
graves en la negociación y ejecución de los contratos. Hay opiniones divergentes
sobre los méritos y deméritos de la intervención estatal en los asuntos privados.
Desde una perspectiva crítica, la intervención estatal puede limitar la autonomía
privada y la libertad de contratación. Además, los funcionarios públicos
responsables de regular y controlar estas condiciones pueden estar expuestos al
riesgo de arbitrariedad, abuso de poder y corrupción. Sin embargo, desde la
perspectiva de la propuesta, la intervención estatal puede garantizar el respeto a los
derechos humanos, la justicia social, la igualdad, la solidaridad y la responsabilidad
social. Esto puede ayudar a equilibrar el poder entre los partidos, especialmente si
uno de ellos es financieramente débil o vulnerable. Además, la intervención estatal
puede brindar seguridad jurídica y crear un marco legal que promueva condiciones
justas para todos los ciudadanos.

En cuanto a medidas o reformas para mejorar el marco legal de las relaciones


privadas, algunas sugerencias podrían ser actualizar el Código Civil para adaptarlo
a los cambios sociales y tecnológicos, armonizar leyes específicas para evitar
conflictos y vacíos legales, y simplificar los procedimientos legales para garantizar
un acceso y uso más fácil. . Impartir justicia más rápidamente e involucrar a los
ciudadanos en el desarrollo de reglas para garantizar una mayor representación y
legitimidad en los procesos de toma de decisiones.

En este sentido, es fundamental que los ciudadanos tengan acceso a una justicia
efectiva y eficiente para hacer valer sus derechos en caso de que estos sean
vulnerados. Además, el Estado debe garantizar que las leyes sean aplicadas de
forma justa, equitativa y sin discriminación.

En el ámbito de la comunidad internacional, la República de Venezuela, como


Estado, goza de personalidad jurídica internacional; en cambio, en el ámbito interno,
el Estado, como tal, no es una persona jurídica. En realidad, se conforma por un
conjunto de personas jurídicas (personas jurídicas estatales) que derivan del
sistema constitucional que se ha establecido para la distribución territorial del Poder
Público. En Venezuela, en efecto, tratándose de un Estado con forma “federación
descentralizada” (art. 4 de la Constitución) conforme a la cual “el Poder Público se
distribuye entre el Poder Municipal, el Poder Estatal y el Poder Nacional” (art. 13 de
la Constitución), el “Estado” está básicamente conformado por un conjunto de
personas jurídicas político territoriales como son la República, los Estados y los
Municipios, y por otras personas jurídicas estatales producto de la descentralización
política y funcional. El Estado, por tanto, se insiste, no es una persona jurídica en el
ámbito interno; lo que existen son muchas personas jurídicas, que actualizan su
voluntad, que son las personas jurídicas estatales, en definitiva, que conforman el
Estado.

La “Administración Pública” tampoco es una persona jurídica, ni puede decirse que


hay muchas Administraciones Públicas como personas jurídicas, en realidad, es una
organización que, por supuesto, está conformada por un conjunto de órganos que,
además, lo son de las personas jurídicas estatales, y que como tales órganos,
sirven para manifestar o actualizar la voluntad de éstas y mediante ellas, del Estado.
La personalidad jurídica tiene tanta importancia en el derecho administrativo.

En efecto, de acuerdo al Código Civil, en el mundo del derecho, además de las


personas naturales, son reconocidos como sujetos de derecho, es decir, como entes
capaces de derechos y obligaciones, una serie de “centros de intereses” a los
cuales, para protegerlos jurídicamente, el ordenamiento jurídico le asigna el carácter
de personas jurídicas o morales, como entidades abstractas. En tal sentido, el
artículo 19 del Código Civil dispone:

Son personas jurídicas y por lo tanto, capaces de obligaciones y derechos:

1º. La Nación y las Entidades políticas que la componen.

2º. Las iglesias, de cualquier credo que sean, las universidades y, en general todos
los seres o cuerpos morales de carácter público.

3º. Asociaciones, corporaciones y fundaciones lícitas de carácter privado.

La primera, que distingue entre las personas jurídicas estadales, que forman parte
de la organización general del Estado en sus tres niveles territoriales o, si se quiere
del sector público; y las personas jurídicas no estatales, que no forman parte del
Estado o del sector público; y la segunda, que distingue, según la forma jurídica que
adoptan las personas jurídicas, entre personas jurídicas de derecho público, como
los institutos autónomos, y personas jurídicas de derecho privado, como las
sociedades anónimas del Estado (empresas del Estado.

Estado social de Derecho, entendido como un valor que persigue equilibrar en sus
relaciones a personas o grupos que son, en alguna forma, reconocidos por la propia
ley como débiles jurídicos o que se encuentran en una situación de inferioridad
frente a otros grupos o personas, que por la naturaleza de sus relaciones, están en
una posición dominante con relación a ellas, por lo que si en esas relaciones se les
permitiera contratar en condiciones de igualdad formal, los poderosos obligarían a
los débiles a asumir convenios o cláusulas que los perjudicarían o que obrarían en
demasía en beneficio de los primeros, empobreciendo a los segundos. En este
sentido, corresponde a la Constitución y a las Leyes evitar este desequilibrio
determinando las materias objeto de interés social; se observa entonces como la
precitada Carta Fundamental recoge entre su articulado los llamados derechos
sociales, como medio de protección a los débiles, pues con ellos se puede formar
un mapa de quiénes son los sujetos protegidos por el Estado Social.

CONCLUSIÓN:
La regulación jurídica de las relaciones privadas en el ordenamiento civil
venezolano, en consonancia con la noción del Estado Social y los principios
imperantes en la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, presenta
perspectivas orientadas hacia la protección de los derechos sociales, la igualdad y
la justicia social. El derecho civil debe adaptarse a estas perspectivas, garantizando
la protección de los derechos sociales en las interacciones privadas, evitando
discriminaciones injustificadas y promoviendo un tratamiento equitativo y justo entre
las partes involucradas. En el ordenamiento civil venezolano es esencial para el
desarrollo de la sociedad y la protección de los derechos de las personas. Esta
regulación debe estar basada en principios como la justicia, la igualdad, la libertad,
la autonomía y la solidaridad, y debe ser aplicada de forma justa, equitativa y sin
discriminación.

El derecho debe ser un instrumento que permita el desarrollo económico y social del
país de la mano de la protección de los derechos de las personas, y esto sólo será
posible si existe una justicia eficiente y efectiva que garantice el cumplimiento de las
leyes y la protección de los derechos de la población.
BIBLIOGRAFÍA
- Tamayo, R. (2018). El Estado Social de Derecho en la Constitución de la
República Bolivariana de Venezuela. Revista de Estudios Políticos, (42),181-205.

- Ramírez, M. (2019). Derecho civil y Constitución de la República Bolivariana de


Venezuela. Revista Chilena de Derecho y Tecnología, 8(2), 213-229.

- redjuridica.org.ve

- ojdt.com.ve (construcción de la República Bolivariana de Venezuela).

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