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Análisis II - 2do Año


Cátedra Gallego
Cuadernillo II

Temario:
Personaje sustancialista y no sustancialista.
Teatro de Presentación y Representación
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Personaje Sustancialista

El personaje sustancialista es una representación clásica en la literatura y el teatro que se caracteriza


por su estabilidad y previsibilidad a lo largo de una narrativa. Estos personajes suelen poseer rasgos y
características sólidos, bien definidos y consistentes, lo que facilita la identificación de su
personalidad y motivaciones. En esencia, los personajes sustancialistas siguen una serie de
estereotipos y arquetipos predefinidos que encajan en ciertas categorías morales o de comportamiento.

Un ejemplo paradigmático de un personaje sustancialista es el "héroe". En el teatro clásico, personajes


como el Rey Arturo en las leyendas artúricas personifican este arquetipo. Los héroes son valientes,
nobles y justos, y luchan por causas nobles sin desviarse de su moral y principios a lo largo de la
historia. Su carácter está diseñado para representar virtudes ideales y servir como modelo de
comportamiento para el público.

Otro ejemplo clásico es el "villano". El villano es el antagonista típico en muchas obras teatrales y
literarias. Un ejemplo icónico sería el Drácula de Bram Stoker. Estos personajes son malvados,
despiadados y a menudo carecen de matices morales o de desarrollo psicológico. Su función principal
es personificar la maldad y crear conflictos en la trama.

Personaje No Sustancialista

El personaje no sustancialista es un enfoque más dinámico y menos predecible en la caracterización


de personajes. A diferencia de los personajes sustancialistas, los personajes no sustancialistas pueden
experimentar cambios significativos en su personalidad, motivaciones y desarrollo a lo largo de la
narrativa. Suelen ser ambiguos en sus acciones y presentan matices morales, lo que los hace más
realistas y complejos.
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En el teatro clásico, un ejemplo de personaje no sustancialista se encuentra en "Hamlet" de William


Shakespeare. Hamlet es un personaje cuya psicología y emociones cambian radicalmente a lo largo de
la obra. Inicialmente, se encuentra confundido y devastado por la muerte de su padre, pero a medida
que avanza la trama, su deseo de venganza y su lucha interna lo llevan a un estado de aparente locura.
Su complejidad psicológica y su evolución a lo largo de la obra lo convierten en un personaje no
sustancialista.

En el teatro contemporáneo, un ejemplo destacado de un personaje no sustancialista se encuentra en la


obra "La Muerte de un Viajante" de Arthur Miller. El personaje de Willy Loman experimenta un
profundo deterioro emocional y psicológico a lo largo de la obra. Su percepción de la realidad se
desvanece, y su desarrollo es complejo y conmovedor. A medida que la obra avanza, los espectadores
presencian la lucha interna de Willy, su autoengaño y sus momentos de claridad, lo que lo convierte
en un personaje altamente matizado y no sustancialista.

Estos ejemplos de personajes no sustancialistas en el teatro clásico y contemporáneo demuestran


cómo la caracterización de personajes puede ser más rica y compleja, permitiendo a los espectadores
explorar la condición humana en todas sus facetas. Los personajes no sustancialistas desafían las
expectativas y ofrecen una visión más realista y a menudo más identificable de la complejidad de la
psicología y el comportamiento humanos.

La distinción entre personajes sustancialistas y no sustancialistas radica en su estabilidad y evolución


a lo largo de la narrativa. Los personajes sustancialistas tienden a mantener una consistencia en sus
rasgos y comportamiento, lo que a menudo simplifica la trama y proporciona claridad moral. Por otro
lado, los personajes no sustancialistas son más dinámicos y experimentan cambios emocionales y
psicológicos significativos, lo que añade profundidad y complejidad a la narrativa. Los personajes
sustancialistas suelen ser más adecuados para representar arquetipos y proporcionar claridad moral en
la trama, mientras que los personajes no sustancialistas ofrecen una exploración más profunda y
matizada de la condición humana, con complejidad psicológica y desarrollo a lo largo de la historia.
La elección entre estos dos enfoques depende de los objetivos del autor y la naturaleza de la historia
que se está contando, y ambos enfoques tienen su lugar en el teatro clásico y contemporáneo.

Ejemplos:

Personaje Sustancialista:

- Héroe Clásico: Rey Arturo en las leyendas artúricas. Es un personaje valiente, noble y justo
que lucha por causas nobles y se adhiere a principios morales sólidos a lo largo de su historia.

- Villano Clásico: Drácula en la novela de Bram Stoker. Drácula es un antagonista malvado y


despiadado sin matices morales.

Personaje No Sustancialista:

- Hamlet en la obra "Hamlet" de William Shakespeare. Hamlet experimenta una evolución


psicológica significativa a lo largo de la obra, pasando de la confusión y el duelo a la
venganza y la aparente locura.
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- Willy Loman en la obra "La Muerte de un Viajante" de Arthur Miller. Willy Loman
experimenta un profundo deterioro emocional y psicológico a lo largo de la obra, mostrando
una complejidad psicológica y una lucha interna.
La comparación entre personajes sustancialistas y no sustancialistas resalta la diferencia en la
estabilidad, la moralidad, los estereotipos y la función narrativa de los personajes en la
literatura y el teatro. Mientras que los personajes sustancialistas siguen patrones predefinidos
y aportan claridad a la narrativa, los personajes no sustancialistas son más dinámicos y
matizados, lo que les permite explorar la complejidad de la condición humana de una manera
más profunda. Ambos enfoques tienen su lugar en la creación literaria y teatral y pueden
utilizarse según los objetivos de la historia y la profundidad que se desee alcanzar en la
caracterización de los personajes.

Teatro de Presentación y Representación

Las diferencias entre el teatro de presentación y el teatro de representación son fundamentales


en la forma en que se concibe y se presenta una obra teatral. Estos dos enfoques son
considerados esenciales para los directores, actores y diseñadores escénicos al crear y
ejecutar una producción teatral.

Teatro de Presentación

1. Conciencia de la audiencia: En el teatro de presentación, los actores y personajes a menudo


son conscientes de la presencia de la audiencia. Pueden interactuar directamente con el
público, rompiendo la llamada "cuarta pared". Esto crea un sentido de conexión inmediata
entre los actores y el público.

2. Estilo Exagerado: El teatro de presentación a menudo involucra estilos de actuación más


exagerados y estilizados. Los gestos, las expresiones faciales y las voces de los actores
pueden ser más amplios para enfatizar las emociones y las situaciones de la obra.

3. Énfasis en el Simbolismo: En este enfoque, el simbolismo y la alegoría pueden ser más


prominentes. Los elementos de la puesta en escena y el lenguaje pueden ser estilizados para
transmitir ideas abstractas de manera más marcada.

4. Espacios Escénicos No Realistas: Los escenarios en el teatro de presentación a menudo no


buscan representar espacios realistas. En lugar de recrear lugares con precisión, se utilizan
escenografías abstractas o estilizadas que se centran en transmitir conceptos o emociones.

5. Efectos Visuales y Sonoros Llamativos: Las producciones de teatro de presentación pueden


incluir efectos visuales y sonoros llamativos para enfatizar momentos clave de la obra. Estos
elementos pueden ser más espectaculares y expresivos.
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Teatro de Representación

1. Ilusión de Realismo: En el teatro de representación, se busca crear una ilusión de realismo.


Los actores interpretan a sus personajes como si estuvieran viviendo la vida real, y se espera
que el público se sumerja en la historia sin necesidad de interacción directa con los actores.

2. Actuación Naturalista: En este enfoque, la actuación tiende a ser más naturalista. Los
actores se esfuerzan por representar a los personajes de manera auténtica, como si fueran
personas reales en situaciones reales.

3. Espacios Escénicos Realistas: Los escenarios en el teatro de representación suelen ser


realistas y buscan recrear con precisión los lugares donde se desarrolla la acción de la obra.
La escenografía, la utilería y la ambientación se centran en la recreación fiel.

4. Concentración en la Trama y el Diálogo: El énfasis principal en el teatro de representación


recae en la trama y el diálogo. Los elementos visuales y sonoros suelen ser más sobrios y
funcionales, con el propósito de respaldar la narrativa.

5. Cuarta Pared Intacta: En el teatro de representación, se mantiene la "cuarta pared" como


una convención. Los actores no interactúan directamente con la audiencia y actúan como si
esta no estuviera presente.

La diferencia principal entre el teatro de presentación y el teatro de representación radica en


el grado de conexión con la audiencia y el enfoque en el realismo. Mientras que el teatro de
presentación busca involucrar activamente a la audiencia y utiliza estilos estilizados, el teatro
de representación se enfoca en crear una ilusión de realidad y una inmersión profunda en la
historia. Cada enfoque tiene sus propios propósitos y efectos, y la elección entre uno u otro
depende de la visión del director y el tono que se quiere establecer para la producción teatral.
Ambos estilos son apreciados y utilizados en el mundo del teatro y tienen su lugar en la
creación de obras significativas.

Exponentes

Uno de los exponentes más destacados del teatro de presentación es Bertolt Brecht. Brecht,
un influyente dramaturgo y director alemán, es conocido por su teoría del "teatro épico" y sus
técnicas teatrales innovadoras. En su enfoque, los actores rompen la "cuarta pared" y son
conscientes de la audiencia. Brecht buscaba crear conciencia en el público y fomentar la
reflexión sobre cuestiones sociales y políticas. Sus obras, como "La ópera de tres centavos," a
menudo involucran elementos de teatro de presentación.

Otro exponente importante es Eugenio Barba, un director y teórico teatral italiano. Barba ha
trabajado en el ámbito del teatro de presentación y la antropología teatral. Su enfoque se
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centra en la relación entre el actor y el público, explorando las tradiciones teatrales no


occidentales y la conexión directa con la audiencia.

En cuanto al teatro de representación, Konstantin Stanislavski es un autor influyente.


Stanislavski, un director y actor ruso, es conocido por su desarrollo del "método Stanislavski"
o "método de actuación". Este método se centra en la representación realista de personajes y
situaciones, buscando que los actores se sumerjan en sus papeles como si fueran personas
reales. Henrik Ibsen, el dramaturgo noruego, es otro exponente relevante. Sus obras, como
"Casa de muñecas" y "Peer Gynt," abordaron temas sociales y psicológicos de manera
realista, influyendo en el enfoque de representación. Ibsen es considerado un precursor del
realismo en el teatro. Anton Chejov, autor de obras como "El jardín de los cerezos" y "Tío
Vania," también es importante en el teatro de representación. Sus obras se centran en la vida
cotidiana y la psicología de los personajes, lo que contribuye a la representación realista en el
escenario.

Estos autores y teóricos teatrales han influido en los enfoques de teatro de presentación y
teatro de representación, pero es importante destacar que muchos de ellos exploraron una
variedad de técnicas y estilos teatrales a lo largo de sus carreras. Además, en la práctica
teatral contemporánea, es común combinar elementos de ambos enfoques para crear
producciones teatrales diversas y eclécticas.
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BIBLIOGRAFÍA CONSULTADA

● Martin, R. (2018). Theatre/Theory/Theatre: The Major Critical Texts from


Aristotle and Zeami to Soyinka and Havel. Applause Theatre & Cinema Books.
● Pavis, P. (2013). The Intercultural Performance Reader. Routledge.
● Elam, K. (2002). The Semiotics of Theatre and Drama. Routledge.
● Carlson, M. (1996). Performance: A Critical Introduction. Routledge.

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