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LA FÍSICA CUÁNTICA

I. INTRODUCCIÓN:

La física cuántica es la disciplina que establece la base para la construcción de los

ordenadores cuánticos, máquinas de alto procesamiento de datos.

Tal y como dijo el físico Richard Feynman, parafraseando a Niels Bohr: “Si crees

que entiendes la mecánica cuántica, en verdad no la entiendes”. Y es que la física

cuántica representa una disciplina de alta complejidad que, en muchas

ocasiones, ha despertado múltiples incógnitas y generado grandes

confusiones a aquellos que se han adentrado en su estudio.

A su vez, no cabe duda de que se trata de una rama de la ciencia de lo más

fascinante, que revela un mundo subatómico no visible ante nuestros ojos, lleno

de misterios y maravillas que desafían la compresión de lo más cotidiano. Por esa

razón, a pesar de las leyendas de dificultad y embrollo que la envuelven, vale la

pena comprender cuáles son las bases del estudio de la física cuántica, pues es un

punto clave para entender cuál es el comportamiento y la apariencia real del

mundo que nos rodea.


Así, desde la famosa dualidad onda-partícula, hasta el principio de incertidumbre

dictaminado por el físico alemán Werner Heisenberg, te presentamos estos cinco

puntos clave de la física cuántica que te permitirán entender un poco mejor en

que se basa la famosa disciplina.

La física cuántica es la rama de la ciencia que estudia las características,

comportamientos e interacciones de partículas a nivel atómico y subatómico.

El cuanto (quantum, en latín) es la mínima cantidad de cualquier entidad física.

Este término fue tomado directamente del latín por el físico alemán Max Planck

(1858-1947), y se refiere a la menor cantidad de energía concentrada en una

partícula, como lo es, por ejemplo, el fotón. Un fotón es un cuanto de luz. El

plural de cuanto se conoce como cuanta.

El concepto cuántico fue creado en el año 1900, en la propuesta de la teoría

cuántica postulada por Planck, donde este explicaba la radiación del cuerpo negro

o cuerpo oscuro.
La teoría cuántica fue reforzada en el año 1905 por el físico Albert Einstein al

explicar el efecto fotoeléctrico (por lo cual, además, ganó un premio Nobel). Pero

no fue hasta el año 1920 que se determinó que la ciencia que estudiaría estas

partículas pasaría a llamarse mecánica cuántica como una rama de la física.

II. PREGUNTA DE INDAGACIÓN:

Una vez que hemos visto el comportamiento dual de la luz, que antes

considerábamos únicamente como onda, cabe plantearnos si ese comportamiento

dual es exclusivo de la luz. ¿Podría darse lo contrario? ¿Puede que algo que

consideramos una partícula (en electrón, p.ej.) se comporte como una onda en

algunos experimentos?

Variable independiente: longitud de onda asociada.

Variable Dependiente: La partícula o electrón.

III. HIPÓTESIS:

El científico francés Louis de Broglie, basándose en los resultados de Planck,

Einstein y otros (Compton), supuso en 1924 que cualquier partícula puede

comportarse como una onda en determinados experimentos. A cada partícula

corresponde una onda asociada. Es decir, supuso que toda la materia tiene un

comportamiento dual. Dicho comportamiento ondulatorio vendrá caracterizado

por una , llamada longitud de onda asociada a la partícula que estemos

considerando. Esta  viene dada por la expresión p h   , donde h es la constante


de Planck y p  m v es la cantidad de movimiento de la partícula. Así m v h   

La onda asociada a una partícula recibe el nombre de onda de materia. Ahora bien,

si toda partícula puede comportarse como una onda, tal como supuso de Broglie,

dicho comportamiento debe ser observable. Es decir, un haz de electrones debería

de producir difracción al encontrarse con un obstáculo del tamaño adecuado.

Empleando valores característicos (me = 9,1 · 10-31 kg , v = 5 · 106 m/s)

obtenemos  = 1,45 · 10-10 m, es decir, aproximadamente la distancia entre

átomos en algunos metales. En 1927, Davidson y Germer, usando una lámina de

Níquel como red de difracción, comprobaron que las suposiciones de De Broglie

eran ciertas.

IV. JUSTIFICACIÓN:

La energía alimenta el movimiento y el cambio. Es un desfasador de la forma que

adopta muchos aspectos, desde el calor que se libera al quemar madera hasta la

velocidad que adquiere el agua al fluir cuesta abajo. Puede pasar de un tipo a otro.

Pero la energía no se crea ni se destruye. En conjunto, siempre se conserva.

La energía se presenta en muchas formas: desde balas disparadas hasta

relámpagos. Pero su origen siempre se puede hacer remontar a otra clase. La

pólvora creó el disparo del arma. Movimientos moleculares estimularon la

electricidad estática en una nube, que se liberó en la enorme chispa. Cuando la

energía cambia de un tipo a otro, hace que la materia se mueva o cambie.

La energía está íntimamente ligada a la naturaleza de la materia misma. En 1905,

Albert Einstein reveló que masa y energía son equivalentes. Su famosa ecuación E

= mc2 dice que la energía (E) liberada por la destrucción de una masa (m) es m

veces la velocidad de la luz (c) al cuadrado. Puesto que la luz viaja a 300 millones
de metros por segundo (en el espacio vacío), aplastar aunque sea unos pocos

átomos libera una enorme cantidad de energía. Nuestro Sol y las centrales de

energía nuclear liberan energía de esta manera.

V. MARCO TEÓRICO:

LA DUALIDAD ONDA-PARTÍCULA

¿Te imaginas poder ser dos cosas al mismo tiempo? Parece algo imposible,

¿verdad? Pues bien, uno de los principios de la física cuántica indica que, para

ciertas partículas, eso no es algo fantasioso y, de hecho, ocurre en realidad. Es el

caso de la luz o de los electrones, los cuales, mientras viajan por el espacio

podrán comportarse de dos maneras diferentes al mismo tiempo.

Así, por un lado, podrán actuar como pequeñas partículas, tal y como si fuesen

pequeñas bolitas o corpúsculos, con una posición y propiedades muy definidas.

Pero, al mismo tiempo, podrían comportarse como ondas, tal y como si fuesen

ondulaciones en el agua, extendiéndose y difundiéndose por el espacio sin una

ubicación precisa.

Se trata de una característica de la materia que se ha hecho visible en ciertos

experimentos como, por el ejemplo, los de la doble rendija. El artífice de ellos

fue el físico británico Thomas Young, quien, en 1801, lo utilizó para explicar

ciertas propiedades de la luz. Sin embargo, en 1961, con mayores conocimientos y

un planteamiento más moderno, se utilizó para demostrar la naturaleza dual de la

propia luz y de otras partículas de la naturaleza. En él, se dirigieron haces de

electrones hacia dos rendijas, observando que, a pesar de ser partículas

corpusculares, estos se comportaban como ondas cuando pasaban por las


rendijas, produciendo un patrón de interferencia parecido al de las ondas en el

agua.

LA SUPERPOSICIÓN CUÁNTICA

Seguramente te suene haber oído hablar de la paradoja del gato de Schrodinger,

un experimento mental en el que el científico presenta a un gato atrapado en una

caja junto a un tarro de veneno que solo se abrirá si un átomo se descompone. Así,

antes de abrir la caja, el gato se encontraría a la vez vivo y muerto, en una especie

de estado de superposición, y solamente al abrir la caja y observar el estado del

felino, encontraríamos que el sistema de caja-veneno-gato habría colapsado hacia

una única solución final: vivo o muerto.

Pues bien, esa idea representa otro de los pilares fundamentales de la física

cuántica: un estado en el que un sistema cuántico puede existir de muchas

maneras al mismo tiempo. El ejemplo más fácil para entender cómo funcionan

estos estados de superposición con los que trabaja la cuántica es el

comportamiento de un electrón en un átomo. Así, antes de observarlo, el electrón

podría encontrarse en múltiples posiciones alrededor del núcleo, lo que

podríamos definir como un estado donde se superposicionan todas las posibles

ubicaciones, es decir, una nube de probabilidades en vez de un lugar definido en

la órbita. Únicamente al observarlo descubriríamos la posición final, hacia la que

habría convergido nuestro electrón.


Las 4 grandes paradojas que han marcado la ciencia

La superposición es un concepto básico en la computación cuántica, pues se basa

en que los qubits, es decir, las unidades básicas de información cuántica, pueden

representar muchos estados al mismo tiempo. Este hecho es el que brinda la

capacidad de realizar cálculos complejos de forma mucho más rápida y eficiente

que los ordenadores más clásicos.

EL ENTRELAZAMIENTO CUÁNTICO
El entrelazamiento es otro de los fundamentos en los que se basa la física

cuántica. Se trata de una propiedad que poseerían ciertas partículas y que las

vincularía entre ellas, haciendo posible que, al medir una, se conociera de forma

automática el estado de la otra, sin importar la distancia que las separe. Por

ejemplo, si dos electrones presentan entrelazamiento cuántico y medimos el spin

de uno de ellos (una propiedad relacionada con el movimiento rotatorio de los

electrones) obteniendo que va hacia arriba, sabremos de contado que el spin de su

electrón entrelazado irá hacia abajo.

Una forma de ver mejor esto es planteando el ejemplo con dos cajas: en una

introduces un guante amarillo, y en la otra un guante rojo. Así, si alguien coge una

caja y al abrirla se encuentra el guante de color amarillo, sabrás inmediatamente

que en la otra está el rojo, sin necesidad de abrirla o estudiarla. Tal y como lo

entendería la física cuántica, debemos imaginar que, dentro de ambas cajas, cada

guante se encuentra en una superposición de ambos colores, es decir, que es rojo

y amarillo a la vez. Si al abrir una de las cajas aparece uno de los colores al azar,

se podrá afirmar que, al abrir la segunda, siempre aparecerá el color opuesto,

debido a esa fascinante conexión.


CNIO ARTE: Fotografiando la cuántica

EL PRINCIPIO DE INCERTIDUMBRE DE HEISENBERG

En el año 1927, el físico alemán Werner Heisenberg estableció uno de los pilares

que marcarían el estudio de la física cuántica: el principio de incertidumbre. Se

trata de una especie de “regla” que dictamina límites en la capacidad para

medir ciertos pares de propiedades de una partícula subatómica, como la posición

y el momento o la energía y el tiempo.

En términos sencillos, el principio de incertidumbre afirma que cuanta más

precisión emplees en el estudio de la posición de una partícula, más

inexactitud hallarás en el cálculo de su momento, y viceversa. Esta norma

también es aplicable a la energía y el tiempo: cuanta más precisa es la medición


del tiempo en un sistema cuántico, menos precisa es la medición de la energía en

ese instante, y viceversa.

Se trata de un hecho de lo más revolucionario, pues no poder medir ciertas

propiedades de las partículas con precisión se convierte en algo que no depende

de los aparatos de medida usados, como es el caso de la física clásica, sino que

se asocia a características inherentes de la propia materia. Sugiere, por lo tanto,

que el mundo cuántico es algo completamente probabilístico y la precisión a la

hora de conocerlo y estudiarlo será siempre algo imposible de lograr.

LA CUANTIZACIÓN DE LA ENERGÍA

Si hasta ahora te ha parecido que estas “reglas” que rigen el estudio del mundo de

forma cuántica eran disparatadas, este último punto clave no se aleja para nada, y

es que, en la física cuántica, la energía de los sistemas no puede tener cualquier

valor, sino que unos específicos.

Pero, ¿cuáles son los valores que puede tomar entonces? Para comprenderlo

debemos entender cuál es el modelo cuántico del átomo. Fue propuesto por Niels

Bohr en 1913, y con él se plantea que los electrones que se mueven alrededor del

núcleo solo pueden ocupar ciertos niveles permitidos, llamados “órbitas” o

“niveles cuánticos”. Cuando un electrón absorbe energía, como la que proviene de

la luz, puede saltar de un nivel a otro superior, y lo mismo cuando la pierde y

desciende a una órbita inferior.

Sin embargo, los electrones jamás podrán ocupar niveles de energía intermedios,

de ahí que la energía que posean ellos, y por lo tanto los sistemas a los que

pertenezcan, cuenten siempre con energías proporcionales a la necesaria para

pasar de unos niveles a otros. En física cuántica, a esa cierta cantidad de energía
necesaria se le conoce como cuanto, de ahí que se pueda afirmar que los sistemas

cuánticos solo pueden poseer ciertos valores de energía: los cuantificados.

Conservación En la antigua Grecia, Aristóteles fue el primero en darse cuenta de

que la energía parecía conservarse, aunque no tenía medios de comprobarlo.

Pasaron siglos hasta que los primeros científicos (conocidos entonces como

filósofos naturales) comprendieran las diferentes formas de energía de manera

individual, y después que relacionaran unas con otras. A principios del siglo xvii,

Galileo Galilei experimentó con un péndulo oscilante. Advirtió que había un

equilibrio entre lo rápido que se movía el peso en el centro de su recorrido y lo

alto que se elevaba al final. Cuanto más alto se soltaba el peso, más rápidamente

hacía el recorrido, y al final del mismo se elevaba casi hasta la misma altura. A lo

largo de todo el ciclo, la energía cambiaba desde «potencial gravitatorio»

(asociado con la altura sobre el suelo) hasta energía «cinética» (velocidad).

Gottfried Leibniz, matemático del siglo xvii, se refería a la energía como vis viva,

o fuerza vital. A principios del siglo xix, el físico y erudito Thomas Young

introdujo el término energía en el sentido en el que lo usamos ahora. Pero lo que

es exactamente la energía sigue siendo algo escurridizo. Aunque actúa sobre

cuerpos enormes, desde una estrella hasta incluso todo el universo, en su esencia

la energía es un fenómeno a pequeña escala. La energía química surge cuando

átomos y moléculas redistribuyen su estructura durante las reacciones. La luz y

otras formas de energía electromagnética se transmiten como ondas, que

interactúan con los átomos. El calor refleja vibraciones moleculares. Un muelle de

acero comprimido retiene energía elástica dentro de su estructura.

CONSERVACIÓN DE LA ENERGÍA
La energía alimenta el movimiento y el cambio. Es un desfasador de la forma que

adopta muchos aspectos, desde el calor que se libera al quemar madera hasta la

velocidad que adquiere el agua al fluir cuesta abajo. Puede pasar de un tipo a otro.

Pero la energía no se crea ni se destruye. En conjunto, siempre se conserva.

VI. RESULTADOS:

La Física Cuántica, en principio, sería aplicable en todas las situaciones. Ahora

bien, su empleo es tremendamente complicado, dado el gran número de partículas

(e- , p, n ...) que intervienen en el problema más simple. Sin embargo, podemos

usar la Física Clásica en aquellos casos en los que no sea apreciable el carácter

ondulatorio de la materia. Se considera esto cuando la  asociada es despreciable

frente al tamaño del sistema estudiado. Como consecuencia, la Física Clásica será

perfectamente aplicable a situaciones macroscópicas, mientras que la Física

Cuántica debe ser forzosamente aplicada en el mundo microscópico (moléculas,

átomos ... ).

Problemas del Tema 8 Fotones: 1.- Determinar la energía de un fotón para:

a)Ondas de radio de 1500 kHz b) Luz verde de 550 nm c) Rayos X de 0,06 nm

(para todas, el medio de propagación es el vacío) c = 3 · 108 m s-1 , h = 6,63·10-

34 J·s ( a) 9,95 ·10-28 J ; b) 3,61 ·10-19 J ; c) 3,32 ·10-15 J ) 2.- Una estación de

radio emite con una  = 25 m. Calcular: a) Frecuencia de las OEM emitidas ( 1,2

·107 Hz = 12 MHz) b) Energía de los fotones (7,96 ·10 -27 J) c) Número de

fotones emitidos por hora si la potencia de la emisora es de 6 kW. (2,71 ·1033

fotones/h) c = 3 · 108 m s-1 , h = 6,63·10-34 J·s Efecto fotoeléctrico: 3.- Un haz


de luz de 400 nm incide sobre un fotocátodo de Ce, cuyo trabajo de extracción es

de 1,8 eV. Calcular: a) Energía máxima de los fotoelectrones. (2,09 ·10-19 J) b)

Frecuencia umbral y longitud de onda umbral. ( 4,34·1014 Hz , 6,91 ·10-7 m) c)

Explique cómo varían los resultados anteriores si ahora la radiación es de 800 nm.

(Datos: c = 3 · 108 m s-1 , h = 6,63·10-34 J·s, e = 1,6 ·10-19 C) 4.- Una radiación

de 1,5 m incide sobre e una superficie metálica y produce la emisión de

fotoelectrones con una velocidad máxima v = 105 m s-1 . Calcular: a) Trabajo de

extracción del metal ( 1,28 ·10-19 J ) b) frecuencia umbral de fotoemisión ( 1,93

·1014 Hz ) c) Potencial de frenado de los electrones ( 0,028 V) (datos: c = 3 · 108

m s-1 , h = 6,63·10-34 J·s , me = 9,1 ·10-31 kg) 5. Al iluminar una superficie

metálica con una longitud de onda 1 = 200 nm, el potencial de frenado de los

fotoelectrones es de 2 V, mientras que si la longitud de onda es 2 = 240 nm, el

potencial de frenado se reduce a 1 V. Obtener razonadamente el trabajo de

extracción del metal y el valor que resulta para la cte de Planck, h, en esta

experiencia. ( e = 1,6 · 10-19 C; c = 3 · 108 m/s ) ( Wextr: 6,4 · 10-19 J ; h = 6,4 ·

10-34 J s) Dualidad onda-partícula: 6.- Calcular la  asociada a : a) Un electrón

acelerado por una V = 100 V. (1,23 · 10-10 m) b) Un electrón de Ec = 1 eV (1,23

· 10-9 m ) c) Una bala de 10 g que se mueve a 500 m s-1 . (1,32 · 10-34 m

(insignificante)) d) un automóvil de 1000 kg con v = 100 m/s. (6,62 · 10-39 m

(insignificante)) (datos: c = 3 · 108 m s-1 , h = 6,63·10-34 J·s , me = 9,1 ·10-31

kg) Principio de incertidumbre: 7.- Calcular la incertidumbre en la determinación

de la posición en los siguientes casos: a) Electrón cuya velocidad, de 7000 km/s,

se ha medido con una incertidumbre del 0,003% b) Partícula de 50 g que se

desplaza a una velocidad de 300 m/s, medida con la misma incertidumbre que el
caso anterior. ( a) 2,76 · 10-7 m ; b) 1,17 · 10-31 m (despreciable) ) (datos: h =

6,63·10-34 J·s , me = 9,1 ·10-31 kg

VII. CONCLUSIONES:

 A pesar de sus extrañas propuestas, tan alejadas de lo que vemos a nivel

macroscópico, y de lo contrarios al sentido común que son a veces sus

planteamientos, el desarrollo de la Física Cuántica en lo que se conoce

como Física de Partículas (Electrodinámica Cuántica, Cromodinámica

Cuántica) ha conseguido explicar el mundo microscópico, haciendo

predicciones que se han cumplido con una precisión increíble. Y no sólo el

mundo subatómico, la Cuántica es necesaria para explicar la evolución de

las estrellas, o cómo se formó el Universo.

 En el efecto fotoeléctrico, la luz incidente sobre una superficie metálica

provoca la emisión de electrones de la superficie.

 Un protón y un electrón son acelerados por una misma diferencia de

potencial en una cierta región del espacio.

 Dos partículas de diferente masa tienen asociada una misma longitud de

onda.

 La luz puede tener propiedades de onda o de partícula según el

experimento realizado. Estas "partículas" de luz se llaman fotones. En esta

lección aprenderás sobre el momento y la energía del fotón.

 Algunas veces la gente dibuja átomos como pequeños sistemas solares,

pero son mucho más raros que eso. En esta sección aprenderás cómo los

electrones pueden tener longitudes de onda, saltar orbitales y emitir

fotones mientras están en el átomo.


 La idea de la energía como la causa de las transformaciones era familiar

para los antiguos griegos: energeia significa actividad en griego. Sabemos

que esta magnitud se escala en función de la fuerza que aplicamos y la

distancia a la que cambia un objeto sometido a ella. Pero la energía es

todavía un concepto resbaladizo para los científicos. Las ideas de la física

cuántica se originaron mientras se investigaba la naturaleza de la energía.

VIII. REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS:

La física cuántica y el largo camino para entenderla | OpenMind

(bbvaopenmind.com)

LA REALIDAD SEGÚN LA FÍSICA CUÁNTICA Y LA INVESTIGACIÓN-

ACCIÓN (redalyc.org)

31264_50_cosas_FISICA_CUANTICA.pdf (planetadelibros.com)

TEMA 8: FÍSICA CUÁNTICA (iespm.es)

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