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El concepto de fotón y la naturaleza corpuscular de la luz

El fotón es la partícula elemental responsable de las manifestaciones cuánticas del


fenómeno electromagnético. Es la partícula portadora de todas las formas de radiación
electromagnética, incluidos los rayos gamma, los rayos X, la luz ultravioleta, la luz visible,
la luz infrarroja, las microondas y las ondas de radio.
El fotón tiene una masa invariante cero, y viaja en el vacío con una velocidad constante c.
Como todos los cuantos, el fotón presenta tanto propiedades corpusculares como
ondulatorias ("dualidad onda-corpúsculo"). Se comporta como una onda en fenómenos
como la refracción que tiene lugar en una lente, o en la cancelación por interferencia
destructiva de ondas reflejadas; sin embargo, se comporta como una partícula cuando
interactúa con la materia para transferir una cantidad fija de energía, que viene dada por la
hc
expresión: E= = hv donde h es la constante de Planck, c es la velocidad de la luz,  λ  
λ
es la longitud de onda y v la frecuencia de la onda. Esto difiere de lo que ocurre con las
ondas clásicas, que pueden ganar o perder cantidades arbitrarias de energía. Para la luz
visible, la energía portada por un fotón es de alrededor de 3.44×10–19 julios; esta energía
es suficiente para excitar las células oculares fotosensibles y dar lugar a la visión.
Además de energía, los fotones llevan también asociado un momento lineal y tienen
una polarización. Siguen las leyes de la mecánica cuántica, lo que significa que a menudo
estas propiedades no tienen un valor bien definido para un fotón dado. En su lugar se
habla de las probabilidades de que tenga una cierta polarización, posición o momento
lineal. Por ejemplo, aunque un fotón puede excitar una molécula, a menudo es imposible
predecir cuál será la molécula excitada.
La idea de la luz como partícula retornó con el concepto moderno de fotón, que fue
desarrollado gradualmente entre 1905 y 1917 por Albert Einstein apoyándose en trabajos
anteriores de Planck, en los cuales se introdujo el concepto de cuanto. Con el modelo de
fotón podían explicarse observaciones experimentales que no encajaban con el modelo
ondulatorio clásico de la luz. En particular, explicaba cómo la energía de la luz dependía
de la frecuencia (dependencia observada en el efecto fotoeléctrico) y la capacidad de la
materia y la radiación electromagnética para permanecer en equilibrio térmico.
Otros físicos trataron de explicar las observaciones anómalas mediante modelos
"semiclásicos", en los que la luz era descrita todavía mediante las ecuaciones de Maxwell,
aunque los objetos materiales que emitían y absorbían luz estaban cuantizados. Aunque
estos modelos semiclásicos contribuyeron al desarrollo de la mecánica cuántica,
experimentos posteriores han probado las hipótesis de Einstein sobre la cuantización de la
luz (los cuantos de luz son los fotones).
El concepto de fotón ha llevado a avances muy importantes en física teórica y
experimental, tales como la teoría cuántica de campos, el condensado de Bose-Einstein y
la interpretación probabilística de la mecánica cuántica, y a inventos como el láser.
De acuerdo con el modelo estándar de física de partículas los fotones son los
responsables de producir todos los campos eléctricos y magnéticos, y a su vez son el
resultado de que las leyes físicas tengan cierta simetría en todos los puntos del espacio-
tiempo. Las propiedades intrínsecas de los fotones (masa invariante y espín) están
determinadas por las propiedades de la simetría de Gauge.
Los fotones se aplican a muchas áreas, como la fotoquímica, el microscopio fotónico y
la medición de distancias moleculares. Incluso se los ha estudiado como componentes
de computadoras cuánticas y en aplicaciones sofisticadas de comunicación óptica como
por ejemplo en criptografía cuántica.

Comportamiento como partícula de fotones, electrones y átomos

Louis de Broglie (entre los años 1923-1925) propuso extender la dualidad onda-partícula a
toda la materia, desarrollando la teoría matemática que describe las llamada ondas de
materia: Toda partícula en movimiento lleva asociada una onda, tal que su longitud de
onda viene dada por: La materia tiene, por tanto, naturaleza dual. Puede comportarse
como onda o como partícula. El aspecto ondulatorio queda prácticamente anulado cuando
consideramos objetos macroscópicos, grandes, a escala humana, pero cuando
consideramos partículas de tamaño subatómico, como electrones, por ejemplo, la dualidad
entre onda y partícula es patente.

Los electrones se comportan como una partícula cuando consideramos su movimiento en


el seno de un campo magnético, por ejemplo, pero si hacemos incidir un haz de electrones
sobre un cristal los espacios existentes entre los iones hacen las veces de minúsculas
rendijas de tamaño comparable a la longitud de onda de los electrones y obtenemos un
diagrama de difracción análogo al que se obtenía al difractar la luz mediante una rendija
estrecha. Esta experiencia, propuesta por el propio de Broglie como posible comprobación
de su teoría, fue realizada por Davisson y Germer en 1927.

Fenómenos a escala macroscópica

Los fenómenos a los que llamamos fenómenos cuánticos


macroscópicos son macroscópicos por dos razones:
1. Los estados cuánticos están ocupados por un gran número de partículas (normalmente
el número de Avogadro).
2. Los estados cuánticos involucrados son de tamaño macroscópico (hasta de tamaño
kilométrico en hilos superconductores).
Los efectos cuánticos macroscópicos están entre los fenómenos más elegantes de la
física. El capítulo 21 de "Feynman Lectures on Physics" empieza tratando este tema con la
frase "Esta lección es sólo para entretenerse." En el período transcurrido desde 1996 a
2003 se han otorgado cuatro premios Nobel por trabajos relacionados con los fenómenos
cuánticos macroscópicos. Los fenómenos macroscópicos cuánticos pueden observarse
en el helio superfluido, superconductores, gases cuánticos diluidos y en luz láser. Aunque
estos medios son muy diferentes, su comportamiento es muy similar ya que todos
muestran un comportamiento cuántico macroscópico.
El entrelazamiento cuántico de sistemas mecánicos surge cuando dos objetos separados y
diferentes se mueven y comportan con un grado de similitud tan alto que ya no pueden
describirse como distintos o separados entre sí. Anteriormente, las observaciones de esta
fascinante propiedad se limitaban a escalas cuánticas microscópicas, como pequeñas
cantidades de iones, átomos y fotones individuales.
Sin embargo, por lo menos en teoría, la mecánica cuántica y sus reglas pueden aplicarse a
objetos de todos los tamaños. En los dos estudios de ‘Science’, Shlomi Kotler y Laure
Mercier de Lépinay informan de la observación directa de fenómenos cuánticos a escala
macroscópica y demuestran la capacidad de extender las mediciones de estados
cuánticos a sistemas formados por miles de átomos individuales.
En el primero de los dos trabajos, Kotler y sus colegas presentan evidencia de
entrelazamiento cuántico utilizando un par de membranas vibratorias a macroescala.
Aunque aparentemente son diminutas (las membranas medían alrededor de 10 micras de
diámetro y pesaban alrededor de 100 picogramos cada una), son mucho más masivas que
cualquier objeto previamente entrelazado en otros experimentos.
Por su parte, Mercier de Lépinay y su equipo utilizaron osciladores mecánicos
macroscópicos similares para mostrar cómo es posible medir el entrelazamiento sin
perturbar el momento mecánico cuántico. Los impresionantes resultados de ambos
trabajos demuestran sin lugar a dudas que el entrelazamiento cuántico ha conseguido
abandonar el reino subatómico y dar el salto a nuestra realidad macroscópica. El logro no
solo abre las puertas a nuevos tipos de tecnologías cuánticas, sino que también permitirá
nuevos estudios de física fundamental, entre ellos la aún poco comprendida relación entre
la gravedad y la mecánica cuántica.

Fenómenos a escala microscópica

El entrelazamiento es, sin duda, una de las predicciones más extrañas y sorprendentes de
la mecánica cuántica. Se trata de un fenómeno por el cual dos partículas distantes se
‘entrelazan’ de una forma que desafía tanto al sentido común como a las leyes de la física
clásica. No importa la distancia a la que esas dos partículas estén la una de la otra. Si
están entrelazadas, cualquier variación en una de ellas afectará inmediatamente a la otra,
incluso si ambas se encuentran en extremos opuestos del Universo. En 1935, Albert
Einstein expresó su preocupación por este concepto, refiriéndose a él como «espeluznante
acción fantasmal a distancia».
Hoy en día, sin embargo, esta propiedad fundamental de la materia se considera una pieza
clave para desarrollar nuevas tecnologías, tanto en computación como en
telecomunicaciones. Lo cual no significa que el entrelazamiento resulte sencillo de
‘domesticar’. Se trata, en efecto, de un fenómeno extremadamente frágil, observado hasta
ahora en sistemas microscópicos entre fotones o átomos, y más recientemente en circuitos
eléctricos superconductores, pero que se diluye y desaparece cuando se trata de aplicarlo
a objetos mayores.

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