La temperatura corporal es la cantidad de calor del cuerpo y está regulada por el

centro termorregulador en el hipotálamo. Cuando la temperatura aumenta, se

activan mecanismos como vasodilatación, hiperventilación y sudoración para
reducir la temperatura, y si la temperatura desciende, se activan mecanismos
como aumento del metabolismo y contracciones espasmódicas que causan
escalofríos y promueven la generación de calor.
Existen diferentes sitios para medir la temperatura corporal, como la temperatura
sublingual, rectal, axilar y timpánica. La temperatura sublingual se mide con un
termómetro de mercurio durante cuatro minutos después de esperar al menos 15
minutos desde la última ingesta, y es adecuada para la mayoría de los pacientes,
excepto aquellos que estén inconscientes, confundidos, tengan convulsiones o
problemas en la nariz, boca o garganta, así como niños menores de 6 años. La
medición rectal es recomendable para niños menores de 6 años, y la temperatura
rectal puede ser de 0,5 a 0,7°C mayor que la temperatura oral. La temperatura
axilar se recomienda para adultos y niños mayores de 6 años, y el resultado suele
ser 0,5°C menor que la temperatura oral.

Alteración de la temperatura
La pirexia, fiebre o hipertermia es un aumento de la temperatura corporal por
encima de lo normal, siendo considerada fiebre cuando la temperatura es igual o
mayor a 38°C durante al menos una hora o si se registra una única toma de
38.3°C. La febrícula se refiere a una elevación de la temperatura de 37.5 a 37.9°C.
En pediatría, los valores de temperatura se basan en la medición rectal. La
hipertermia se refiere a una temperatura corporal por encima de 41°C. La
hipotermia es una condición en la que la temperatura corporal está por debajo del
límite inferior normal.
La fiebre se puede clasificar según la intensidad de la temperatura y la forma de la
curva térmica. Las categorías de fiebre son: fiebre hasta 38°C, fiebre moderada
entre 38 y 39°C, y fiebre alta por encima de 39°C. Las formas de la curva térmica
son: fiebre continua, fiebre remitente, fiebre intermitente y fiebre recurrente.
La fiebre puede ser causada por diversas razones, incluyendo infecciones,
inflamaciones, cáncer, enfermedades autoinmunitarias y medicamentos. La
hipotermia puede ser causada por exposición prolongada al frío, hipotensión,
diabetes, hipotiroidismo y ciertos medicamentos. La fiebre y la hipotermia son
condiciones que deben ser tratadas adecuadamente, especialmente en niños y
adultos mayores, para prevenir complicaciones graves.