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DESARROLLO CURRICULAR: MODELOS INDUCTIVOS

Hilda Taba, en su obra de 1962, propone un giro radical en el desarrollo curricular


al plantear que este debería partir de la planificación de unidades de enseñanza-aprendizaje,
en lugar de un plan general predefinido. Este enfoque, contrario a la tradición deductiva
dominante, coloca el énfasis en las estrategias de instrucción como base del currículo.

La propuesta de Taba se centra en la experiencia del estudiante como eje del


proceso educativo. Las unidades de enseñanza-aprendizaje se diseñan a partir de las
necesidades e intereses del alumnado, considerando su contexto social y cultural.

Al partir de unidades específicas, el currículo se vuelve más flexible y adaptable a


las diferentes realidades y necesidades de cada grupo de estudiantes.

La propuesta de Taba otorga un rol protagónico al docente en la construcción del


currículo. Los profesores son quienes, en base a su conocimiento y experiencia, seleccionan
y organizan los contenidos, las estrategias y las actividades de aprendizaje.

La evaluación formativa cobra especial relevancia en este enfoque, ya que permite


realizar un seguimiento continuo del proceso de aprendizaje y ajustar las unidades de
enseñanza-aprendizaje en función de los resultados obtenidos.

 El currículo se vuelve más pertinente y relevante para los estudiantes, ya que se


ajusta a sus necesidades e intereses.
 El currículo se adapta mejor a las diferentes realidades y necesidades de cada
contexto educativo.
 Los profesores se convierten en agentes activos del proceso curricular, lo que les
permite mejorar su práctica docente.

La planificación de unidades de enseñanza-aprendizaje requiere mayor inversión de


tiempo y esfuerzo por parte de los docentes quienes necesitan formación específica para
poder desarrollar unidades de enseñanza-aprendizaje de calidad.
La evaluación del currículo basado en unidades de enseñanza-aprendizaje puede ser
más compleja que la de un currículo tradicional.

El modelo curricular de Weinstein y Fantini, también conocido como "currículo del


afecto", se caracteriza por su enfoque centrado en el estudiante y en sus necesidades socio-
psicológicas. Este modelo se diferencia de los enfoques tradicionales en varios aspectos:

El modelo se basa en la idea de que el aprendizaje es más efectivo cuando se


relaciona con las necesidades e intereses de los alumnos. El primer paso del modelo
consiste en identificar las preocupaciones de los alumnos, que incluyen sus necesidades,
intereses, autoimagen y contexto social.

Los temas y contenidos se seleccionan en torno a las preocupaciones de los


alumnos, en lugar de basarse únicamente en las exigencias de la materia. Esto permite que
el aprendizaje sea más significativo y relevante para los alumnos.

El modelo no solo se centra en la transmisión de conocimientos, sino también en el


desarrollo de habilidades que los alumnos puedan utilizar para afrontar sus problemas y
mejorar su calidad de vida. Estas habilidades incluyen el aprendizaje a aprender, la
autoconciencia, las habilidades personales y la resolución de problemas.

 Enfoque inductivo: El modelo curricular de Weinstein y Fantini parte de una


perspectiva inductiva, lo que significa que el contenido se organiza a partir de las
experiencias y preocupaciones de los alumnos, en lugar de seguir una secuencia
lógica predeterminada.
 Evaluación integral: La evaluación no solo se centra en los objetivos cognitivos,
sino también en los afectivos, como la autoestima, la motivación y las actitudes
hacia el aprendizaje.

Elliott Eisner (1991) propone un modelo de planificación curricular que combina


principios conductuales con componentes estéticos para crear una visión sistémica y
dimensional del currículo. Para Eisner, si Estados Unidos quiere tener el tipo de escuelas
que necesita, debe enfocarse en cinco dimensiones:
1. La dimensión intencional:

 Implica un análisis profundo y reflexivo sobre lo que realmente importa en la


escuela.
 Para lograr las intenciones, se debe considerar el plan de estudios, las prácticas
evaluativas y la naturaleza del lugar de trabajo.

2. La dimensión estructural:

 Se refiere a la organización de las escuelas, la definición de roles y la distribución


del tiempo.
 Estos elementos son importantes para facilitar y limitar las oportunidades
educativas.
 Según Eisner, la estructura de las escuelas no ha cambiado mucho en los últimos
cien años.
 Esta estructura rígida puede ser restrictiva para el aprendizaje.

3. La dimensión curricular:

Enfatiza la importancia de las ideas en el plan de estudios.

 Se debe reflexionar sobre las ideas que se enseñan, las habilidades que se
desarrollan y las formas en que los estudiantes interactúan con el contenido.
 El diseño curricular debe prestar atención a las ideas relevantes, las habilidades
importantes y las experiencias de aprendizaje.

4. La dimensión pedagógica:

 Reconoce que la calidad de la enseñanza es fundamental para la mejora escolar.


 La enseñanza debe ser vista como un arte que requiere atención, apoyo y desarrollo
profesional.
 Las escuelas deben ser espacios que brinden apoyo a los profesores para que puedan
brindar un mejor servicio a los estudiantes.

5. La dimensión evaluativa:

 Las prácticas de evaluación definen lo que realmente importa para estudiantes y


docentes.
 La evaluación no debe ser solo una forma de calificar a los estudiantes, sino una
herramienta para mejorar el aprendizaje.
 Se debe evaluar el desempeño de los estudiantes y de la escuela para identificar
áreas de mejora.

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