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Pueblo Camsá, kamsá o Kamëntšá

Camsá, kamsá o Kamëntšá (también sibundoy y kaminčá) es una etnia


indígena americana que habita en el valle de Sibundoy, en el noroeste del
departamento de Putumayo, y en el este del departamento de Nariño,
Colombia.

Historia
La memoria oral se refiere al Kača, tiempo de sucesos extraordinarios del
origen del mundo y la cultura; seguido de Kabëngbe, tiempo de florecimiento
de la cultura, con sus propias formas de autoridad, trabajo, festejo y
parentesco; y posteriormente Squenëngbe, época de la llegada y dominio de
los colonizadores, que ha estado marcado por la violencia física, emocional y
espiritual.2​
Parte del territorio camsá fue conquistado por el inca Huayna Cápac en 1492 y
estableció allí la población quichua que hoy se conoce como Ingas. Tras la
derrota de los incas en 1533, la región fue invadida por los españoles desde
1535 y sometida desde 1547 a sucesivas misiones católicas: franciscanos,
dominicos, mercedarios, agustinos, jesuitas y finalmente los capuchinos que
gobernaron hegemónicamente el Sibundoy entre 1893 y 1969. A partir de la
salida de los capuchinos los Camsá han logrado establecer en su Resguardo,
la autoridad autónoma del Cabildo indígena, reconocida por la Constitución
de Colombia de 1991. La época contemporánea es referida por los kamëntšá
como Shentsam el tiempo de la escasez, donde todas las culturas deben
habitar, meditar y concertar para pervivir.​

UBICACIÓN

El pueblo Kamsa está asentado en el Valle del Sibundoy, Putumayo


(Colombia) El Valle de Sibundoy, está localizado al sur occidente de Colombia,
en el Nudo de los Pastos, al noroccidente del Departamento del Putumayo.
Las coordenadas geográficas son 10° 14’N y 76° W del Meridiano de
Greenwich, es un pequeño altiplano aluvial en la cordillera centro – oriental
conocida como cordillera Portachuelo.
POBLACIÓN

Tiene una población estimada de 4.773 personas.

LENGUA

La lengua del Camëntsá, como la cultura es milenaria se imparte


principalmente en la familia, pero que debido a la relación con los colonos el
idioma Camëntsá se esta perdiendo, dado que tiempo atrás ha existido
discriminación, especialmente hacia los jóvenes que estudiaban en las
escuelas del sector urbano, sometidos a maltratos físicos y verbales por los
maestros colonos y religiosos que generaban temor y negaban su libre
expresión en lengua propia, opacada por la enseñanza impuesta del
castellano.

CULTURA

La cultura en el pueblo Camëntsá va más allá de bailar en el día grande, vestir


un sayo o decir que es indígena, la cultura abarca todas las manifestaciones
propias del Camëntsá, entre ellas hablar en lengua materna, fomentar el
pensamiento, creencias, tradiciones, como el día de los difuntos, bailes y la
música propia. La cultura en el Camëntsá es algo sagrado y de respeto que
aglomera el sentimiento de los mayores y desde la existencia del pueblo
indígena. Quien posee la cultura viva lo expresa en su forma de vivir,
relacionarse con la naturaleza, hablar con los taitas, compartir en la tulpa con
la familia y hacer uso de la autoridad tradicional.
La cultura Camëntsá está al interior de cada uno, ese sentimiento nace, se
construye y se transmite a través de la lengua de generación en generación.
La cultura del indígena se aprecia desde su forma de reír, hablar, preparar
bocoy, cuidar la tierra y otros aspectos que hacen particular al indígena
Camëntsá.
La cultura Camëntsá ha dejado de expresar y sentir sus manifestaciones
propias, estas solo se las utiliza para fechas especiales, no son permanentes,
y más se comparten festividades diferentes, razón por la cual, la cultura
Camëntsá va en decadencia, una de las razones, es el contacto obligado por
necesidad con otras costumbres.

ECONOMÍA
Son agricultores por excelencia, principalmente con cultivos de clima frío
como el maíz, la papa, calabaza, arracacha, batata, ñame, fríjol, hortalizas y
frutales. Sin embargo, también explotan la ganadería de doble propósito
-leche y carne-. Complementan con artesanías como la cestería, tallas en
madera, fabricación de textiles, entre otros productos. El cultivo de plantas
sagradas ocupa un lugar importante dentro de su economía.

Según su cultura, existe una profunda relación entre el hombre Kamentsa y la


naturaleza, la cual les ha permitido la práctica de los principios naturales
sobre los cuales se basa su convivencia como pueblo. Este vínculo es la
fuente fundamental de su creatividad. A esto se debe que la primera
actividad creativa a la que se dedicó el pueblo Kamentsa fue a inventar
palabras para asignar nombre a cada uno de los seres y fenómenos naturales.
La palabra de los abuelos, de las abuelas ha sido sembrada en el corazón:
“…aprenda a hacer algo con sus manos, mantenga ocupadas sus manos para
que no tenga la tentación de hacer daño con ellas…” De allí que sus abuelos
dedicaron gran parte de su tiempo a crear diferentes actividades con el fin de
mantener la unidad e identidad del ser Kamentsa.
En el arte Kamentsa se encuentra un amplio legado de la creatividad
ancestral, por ejemplo, los maestros de la talla en madera desde tiempos
antiguos, crearon rostros en los que el espíritu de la vida se manifiesta. Ellos
se encargaron de contemplar con mucha atención las expresiones de cada
ser humano e imaginaron la cara de seres sobrenaturales; así, la alegría, la
tristeza, la soledad, la rabia, el llanto del hombre, del arco iris, del flautero, del
san juan, del mëtët¨sén (personaje mítico, símbolo de la fuerza espiritual),
entre otros, se manifiestan en una máscara cuyas facciones son talladas
cuidadosamente.
Para ellos el tejido también es una manera de dejar plasmados los
sentimientos, es escribir sobre los objetos símbolos de la vida. Todos los
tejidos que se elaboran en el pueblo tienen un sentido y un uso, y en las
épocas especiales cobran mayor importancia.
La inspiración para los Kamentsa siempre ha estado en los seres de la
naturaleza, por eso existen símbolos dedicados al agua, al sol, a la luna, a la
rana, a los árboles, a la Madre Tierra, a la mujer, al canasto, entre muchos
otros, que son representados en los tejidos que visten y usan cotidianamente.
A partir de figuras geométricas se dibujan montañas, cultivos, ranas, frutos;
partes del cuerpo como las costillas, el vientre materno, la cabeza, las
extremidades; seres fenómenos naturales y sobrenaturales como la lluvia, el
agua, el arco iris.
La mujer Kamentsa es la guardadora del arte del tejido y la simbología de los
dibujos que en él se plasman. Las generaciones actuales de tejedoras y
tejedores, aprendieron de sus abuelas y sus madres. Ellas fueron las
encargadas de enseñarles los secretos del hilado, de la urdimbre, del
tramado, de la combinación de colores y las historias que se cuentan a través
de los dibujos.
Con el paso del tiempo el tejido ha ido evolucionando y junto con la
creatividad de las maestras y maestros tejedores se han inventado nuevas
formas, algunas veces por necesidad y otras simplemente por gusto propio.
A través de la cultura de los Kamentsa, lo invitamos a dejar fluir la creatividad,
a apegarnos a los valores de nuestros pueblos y a revivir las tradiciones que
aún se transmiten de generación en generación. Acerquémonos con orgullo a
nuestras raíces y movamos el mundo en torno a cada una de ellas, de manera
tal, que no exista alguien que no sienta lo que realmente significa ser
colombiano.
La cultura del pueblo Kamëntsá engloba una gran cantidad de tradiciones,
entre ellas hablar en la lengua materna, promover el pensamiento, creencias
y tradiciones, como la día de muertos, bailes y música propia. La cultura en
los Camsá es sagrada y conjuga el sentir de los mayores y la existencia de los
indígenas.

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