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Introducción
Les damos la bienvenida a la última clase de este recorrido, que busca avanzar en el desarrollo
de las intervenciones necesarias para la enseñanza del estilo del lenguaje escrito. En esta
oportunidad nos preguntamos: ¿Qué intervenciones serán necesarias prever para el abordaje de
este conocimiento? ¿Cuáles serán las más adecuadas en las situaciones de lectura de textos? ¿Y
en las de escritura?
Esperamos que estos aportes retroalimenten las propuestas de enseñanza y continúen
fortaleciendo las intervenciones en torno a los conocimientos implicados en la alfabetización
inicial.
En este apartado abordaremos algunas intervenciones para la enseñanza del estilo del lenguaje
escrito en situaciones de lectura de textos, especialmente, literarios1. Ahora bien, ¿qué
entendemos por leer? Según Silvestri (2008), la lectura, además de una práctica social, es un
proceso cognitivo en el que interactúan tres componentes: el lector, la situación comunicativa
y el texto. Para favorecer este proceso, resulta necesario que las y los docentes planifiquen su
enseñanza, previendo estrategias que contemplen los distintos momentos: antes, durante y
después de la lectura.
1
En torno a la importancia de la lectura del discurso literario, los Diseños Curriculares afirman que la lectura de
textos literarios en la infancia es uno de los caminos más fecundos para leer otros discursos, sean literarios o no;
además de constituirse en un camino para la adquisición del pensamiento formal (Diseño Curricular. Nivel Inicial,
2012; Nivel Primario, 2015). En el mismo sentido, la especialista Ofelia Seppia (2012) en su libro Entre textos y
lectores. El texto literario señala que “un lector asiduo de ficciones tiene grandes probabilidades de ser hábil ante
cualquier tipo de texto” (p. 12).
En la planificación de este proceso, la o el docente lee el texto varias veces para:
● encontrar tonos y voces (ensayar la lectura para transmitir el efecto que el texto
produce);
● ampliar el conocimiento acerca del contenido temático del texto;
● conocer el género al que pertenece;
● descubrir las “claves” de lectura que se proponen y así identificar cuáles son los
conocimientos que las niñas y los niños tendrán que activar;
● detectar implícitos, es decir, qué es necesario inferir para comprender. Cuando nos
“preparamos” para la lectura interactiva, debemos seleccionar, dentro de los textos, las
inferencias más importantes para comprenderlos. A su vez, planificar cómo vamos a
ayudar a realizarlas;
● prever qué dificultades puede tener el texto para construir intervenciones apropiadas,
tales como comentarios, explicaciones, preguntas.
Imaginemos que a partir de la llegada de los libros incluidos en la Colección Historias por leer,
la o el docente planifica una situación de lectura con el libro La vuelta al mundo de Javier
Villafañe.
Esta colección cuenta con las versiones multimedia y en Lengua de señas, lo que le confiere
mayor accesibilidad a la propuesta. Se encuentran disponibles en:
● Versión Multimedia
● Versión en Lengua de señas
¿Qué intervenciones son necesarias antes de la lectura del texto?
● Interesar y motivar a las y los estudiantes en la lectura que se seleccionó, para que
quieran participar de la situación de leer y comprender el texto:
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Es importante que la o el docente repare en que, ya desde el título, se plantean posibles relaciones
intertextuales con el clásico de Julio Verne, La vuelta al mundo en ochenta días. Además, es posible
Este niño que aparece en la tapa se llama Santiago. ¿Qué está haciendo?
¿Qué hay a su alrededor?
En algunos casos, cuando las niñas y los niños responden, es necesario habilitar
diferentes tipos de comunicación: pueden expresar lo que saben a partir del lenguaje
oral, gestual, señalando con el dedo o con la mirada, entre otras opciones. En estas
situaciones se pueden construir las siguientes configuraciones de apoyo:
establecer vinculaciones con otros textos literarios infantiles, tales como La vuelta del hormigón
Armando de Ricardo Mariño o Cuentos para darle la vuelta al mundo de Pol Grau. A su vez, es
necesario recuperar algunos rasgos del género de aventuras.
FICHA INTERACTIVA
● Brindar información que puedan desconocer. Por ejemplo, podemos referenciar o
mostrar los libros de la colección a la que pertenece para promover su vinculación.
En relación con el título, ¿escucharon alguna vez una historia con ese
nombre o alguno parecido? ¿De qué trataba?
Para este texto en particular, como para otros, se sugiere la lectura sin interrupciones. En
cambio, en algunos será necesario planificar las “pausas” e intervenciones que se propondrán
en pos de favorecer la realización de inferencias.
● Modelar la lectura: si la inferencia a realizar es muy compleja, las y los docentes pueden
“pensar en voz alta”, es decir, explicitar la inferencia que hicieron, como quien comenta
algo interesante que está leyendo.
● Realizar pausas y preguntas para monitorear la comprensión: las preguntas de las y los
docentes deben ser, fundamentalmente, abiertas. No se formulan preguntas de control
ni de evaluación, sino preguntas que inviten a pensar, a conectar las ideas del texto entre
sí o con su conocimiento previo.
● Promover la reacción de las niñas y los niños para que realicen comentarios sobre el
texto.
● Solicitar, en determinados momentos, que se prediga lo que va a ocurrir.
● Releer cuando se advierta que no se comprenden las ideas.
● Promover la lectura de imágenes y su relación con las palabras.
● Abrir un espacio de intercambio para que las niñas y los niños compartan sus primeras
apreciaciones y hallazgos acerca del texto. O bien, recuperar algunas expresiones que
observó durante la lectura.
¿Qué les pareció esta historia? ¿La conocían? Parece que Santiago va
cómodo en su triciclo, ¿verdad? Los noté muy entretenidos mientras
nombraba los animales que acompañaban a Santiago en el viaje. ¿Qué
les llamó la atención?
¿Contamos entre todos lo que sucedió en el cuento? ¿Qué sucede al inicio? ¿Con
quiénes se encuentra Santiago en su camino? ¿Cómo termina?
En esta instancia es posible recurrir a las imágenes del texto como apoyatura para la renarración.
● Estimular la participación de todas y todos y el intercambio para buscar pistas cuando
surgen dudas o interpretaciones diferentes.
● Promover la relectura con distintos propósitos, para reparar en algún aspecto importante.
Al final, ¿Santiago dio la vuelta al mundo? ¿A partir de qué momento
ustedes se dieron cuenta? Sin embargo, hay partes del cuento que nos
invitan a pensar que los personajes sí están dando la vuelta al mundo…
¿Cuáles son? ¿Por qué pensamos eso?
Santiago hizo algunas paradas en su recorrido. ¿Cuál fue la primera parada? ¿Qué
vio? ¿Qué piensan ustedes de la explicación que les dio Santiago a los animales? ¿Qué
sucedió en la segunda parada que hizo Santiago? ¿Qué animal no podía ver el molino?
¿Por qué? ¿Cómo se resolvió el problema?
Santiago es un chico que sale de su casa para dar una vuelta en su triciclo.
¿Qué más sabemos de Santiago? ¿Hay pistas en el cuento que nos hacen
pensar eso? ¿Cuáles? Busquemos esas páginas para releerlas y observar
las imágenes más detenidamente.
En su recorrido, Santiago se fue encontrando con varios animales. ¿Cuáles fueron los
primeros? Y después, ¿con qué animales se encontró? Les vuelvo a leer para ver cómo
van apareciendo en la historia. ¿Son animales que podemos ver en las veredas? Hay
chicas y chicos que piensan que a medida que Santiago avanza en la vuelta, se
encuentra con animales que no se ven en las veredas. ¿Qué opinan ustedes? ¿Por qué
será?
Como en los casos anteriores, se sugiere recurrir a las imágenes como apoyatura para
renarrar y focalizar en algunos aspectos de la historia.
● Promover la revisión de la estructura de este tipo de relatos con repeticiones. La
reiteración de diálogos y la acumulación de personajes en distintos momentos del relato
dan un tono divertido a la historia y puede ser un eje para reparar en el intercambio.
¿Hay pistas en el texto que nos van avisando que Santiago está dando la
vuelta a la manzana? ¿En qué parte?… ¿Y en las imágenes? Marti dice
que Santiago va por la vereda y Benja vio que pasa por una verdulería.
Recorramos juntos algunas páginas del cuento y describamos esos lugares…
Marti dice “acá” señalando una imagen del texto. La docente reformula
el enunciado expandiendo la información: Entonces nos damos cuenta
de que Santiago está dando la vuelta a la manzana porque recorre
distintos lugares de la cuadra…
● Intentar que las y los estudiantes establezcan relaciones entre partes alejadas del texto;
por ejemplo, al observar las imágenes.
Observemos estas imágenes (p. 2, 3,
34 y 35) del libro en que se incluyen
distintas “estampillas”. ¿Qué vemos
en estas páginas? ¿Qué relación pueden tener con el
mapamundi del comienzo?
En las instancias donde se repare en los aspectos sonoros de la obra será oportuno
incluir imágenes, a modo de configuraciones de apoyo, que favorezcan el acceso y
la comunicación de la información. Como por ejemplo:
La realización de inferencias es uno de los componentes centrales de la comprensión.
Cuando la información está implícita, el lector debe realizar una inferencia para completarla.
Por tal motivo, las y los mediadores tienen que intervenir para que las niñas y los niños
comprendan los implícitos que el texto posee.3
Existen inferencias de distinto tipo, entre las que se destacan aquellas que permiten:
3
Se explicitan ejemplos, para ambos niveles, a partir de diversas colecciones literarias recibidas
recientemente en los jardines y escuelas primarias de la provincia. Abremundos - Catálogo de Nivel
Inicial
“aquello” que hicieron en la cabeza del topito? ¿Conocen alguna característica de los
topos? ¿Por qué usará anteojos?
2) Conectar distintas partes “cercanas” dentro de un texto. Por ejemplo, en el texto
La casa del árbol, de Iris Rivera la o el docente procurará que las y los estudiantes
puedan reponer aquello que no está dicho. Hacia el final, el protagonista dice: “Pero
¿qué quiere mi mamá? El pinito recién me llega hasta la rodilla a mí. ¿No se da
cuenta?...” (p. 26). Según Fernando, ¿de qué no se da cuenta su mamá?
Ha llegado
el gran día
-dijo la mosca-.
Hoy me toca
“bañarme”.
En el fragmento anterior las niñas y niños tienen que vincular que bañarse constituye
algo “excepcional” para una mosca, ya que se asocia a estos insectos con la suciedad.
3) Vincular partes más alejadas del texto. Por ejemplo, relacionar las imágenes de las
“estampillas” con el título del cuento La vuelta al mundo.
O en el cuento El lobo feroz sólo quiere ser amado, podría relacionarse el siguiente
fragmento:
¿Cómo se puede leer la idea “del triunfo” que plantea la escritora luego de conocer el final
de esta historia? ¿Triunfó el lobo? ¿Por qué? ¿Y para la escritora?
4) Conectar palabras dentro del texto. Generalmente este tipo de inferencias requiere
encontrar el referente a un pronombre. Para las niñas y niños encontrar el antecedente
a un pronombre u otras palabras puede resultar una gran dificultad.
Le vamos a hacer una puerta que se abra y con cortina y todo. La cortina es fácil
porque la hacemos con un trapo de la bolsa de mi mamá. Si tenés calor la atás con
un hilo en el medio y listo. Así entra aire.
5) Completar los vacíos de las elipsis u omisión de elementos. Este recurso se emplea
para evitar la repetición innecesaria en los textos.
Nos podemos hacer camas con unas colchas viejas. Mi abuela tiene. Capaz me
preste. Y después estamos ahí, tramamos planes, trucos... ¡va a estar buenísimo!
Entre otras…
El material que se adjunta a continuación es un instrumento posible para planificar situaciones
de lectura a partir de textos literarios narrativos. Podrá ser enriquecido por cada docente por
medio de otras estrategias e intervenciones.
Leer es interactuar con el texto y con otros. En este sentido, para formar lectores en el jardín
y en la escuela primaria es preciso que en las salas y las aulas se promuevan ricas
conversaciones a partir de los textos que se abordan. Y para ello, es necesario planificar las
clases de lectura (seleccionar los textos, prever los conocimientos que el texto requiere para
ofrecer a los chicos los puentes necesarios para acceder a su comprensión, pensar las
intervenciones que se pondrán en juego antes, durante y después de la lectura) y crear las
condiciones para que se puedan oír -y aceptar- las voces de todos. Como plantea Mila
Cañón (2017):
● Guiar para que las niñas y los niños puedan preguntarse: qué tipo de texto van a escribir,
a quién está dirigido, para qué se escribe, entre otras.
● Ayudar a organizar el contenido pensando en aspectos tales como: por dónde comenzar,
qué información incluir, en qué orden, cómo terminarlo, es decir, a generar información
y ordenarla.
● Sistematizar la información necesaria, no sólo acerca del contenido, sino también, de las
características del género y los recursos que utilizan los escritores expertos.
● Plantear interrogantes tales como: cuál es la palabra más precisa para expresar una idea,
cuándo comenzar un nuevo párrafo, si se comprenden las ideas, cómo expresarlas más
claramente, qué otra palabra puede usarse para evitar la repetición, si se mantiene a
través del texto la persona que narra, entre otros.
No se trata de ofrecer situaciones de escritura a partir de una consigna que se resuelva de
una vez. Enseñar a escribir textos requiere, por parte del docente, de intervenciones
directas y sistemáticas, en varias instancias, con modelaje y cooperación constante, que
permitan reflexionar sobre lo escrito.
Un ejemplo posible
Escritura colectiva de recomendaciones literarias
Supongamos que las niñas y niños van a recomendar el texto La vuelta al mundo, de Javier
Villafañe y su versión multimedia entregada por el Ministerio de Educación. Este material está
disponible en línea con distintas configuraciones de apoyo, por ejemplo, audio, letra imprenta
mayúscula, imágenes, sonidos, entre otras.
En situaciones de escritura colectiva, se puede recurrir a tarjetas como apoyo visual e incorporar
escrituras intermedias realizadas durante la lectura de los textos. Estos recursos pueden estar a
disposición en las distintas etapas del momento de producción, para facilitar su acceso cuando
los apoyos sean necesarios.
• Antes de comenzar a escribir, la o el docente invita a las niñas y niños a hacer algunas
previsiones sobre el contenido del texto. Recupera con los comentarios realizados y solicita que
anticipen, de manera global, qué comunicarán para que se interesen por el libro:
¿Se acuerdan qué habíamos dicho cuando leímos, escuchamos o vimos el
cuento? De todo esto, ¿cuáles les parece que deberíamos compartir con el
resto de las chicas y los chicos de otros grados o salas para que tengan ganas
de leerlo? ¿Qué deberíamos escribir primero? En esta actividad se pueden ofrecer imágenes,
como configuraciones de apoyo, para que elijan entre dos o más opciones.
Male: -Poné que lean este cuento que tiene un nene que anda en triciclo.
Santi: -Sí, Santiago, se llama como yo.
Docente: -Bueno, díctenme para que lo escriba. Díganlo como tiene que
quedar escrito.
Male: -Poné… "Lean este cuento de Santiago".
Docente: - ¿Quién era Santiago? Podemos agregar eso. ¿Se acuerdan cómo era? ¿Quieren
que consultemos la lista que escribimos acerca de cómo era Santiago?
Santi: -Entonces poné: “Lean este cuento de un nene pequeño llamado Santiago”.
Los enunciados iniciales de Malena y de Santiago son diferentes del último: los primeros son
"dichos" y el último es "dicho para ser escrito"; en este caso, no sólo se suprime el nexo ‘que’
(ya que no se escribe) sino que también se agrega mayor información a partir de las
intervenciones de la docente.
“El nombre del libro lo voy a poner aquí arriba con letras más grandes para
que se destaque".
"Voy a borrar acá porque estas dos palabras me quedaron demasiado juntas y van
separadas".
"Ahora que termino pongo un punto final".
De esta manera, acompaña su escritura con diversas informaciones a través de las cuales las
niñas y los niños comienzan a familiarizarse con las decisiones que todo escritor va tomando al
escribir.
"Voy a escribir esto en el afiche de dos maneras diferentes y vamos a discutir cuál de ellas
queda mejor…".
● Además, durante todo el dictado, relee el texto para ayudar a las niñas y niños a retomar
lo escrito y pensar lo que vendrá.
● En otro momento, el o la docente relee en voz alta el texto para su revisión, focalizando
en algunos aspectos.
● Por último, acuerda con el grupo detalles de edición y de presentación del escrito a sus
destinatarios.
Palabras finales
Cañon, M. (2017). Travesías lectoras en la escuela. Colección sobre lecturas. Ciudad autónoma
de Buenos Aires: Aique Grupo Editor.
https://sitio.lapampa.edu.ar/repositorio/unidades_de_organizacion/inclusiva/Claves-para-
pensar-propuestas-inclusivas.pdf
Ministerio de Educación de La Pampa (2021). Los apoyos: Niveles, tipos, configuraciones y
redes. Educación inclusiva. Disponible en:
https://sitio.lapampa.edu.ar/repositorio/unidades_de_organizacion/inclusiva/Los-apoyos-
Niveles-tipos-configuraciones-y-redes.pdf
Seppia, O. et al. (2012). Entre libros y lectores 1. El texto literario. Buenos Aires: Lugar
Editorial.