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En el presente ensayo, para evitar la sobrecarga gráfica, opté por utilizar el clásico masculino
genérico, en el entendido que todas las referencias, salvo que de su contexto se desprenda la
intención contraria, refieren por igual a cualquier género, sin distinción alguna.
Asimismo, las cursivas y corchetes en citas textuales son míos, salvo que se especifique lo
contrario.
Profesor-investigador, Jefe del Departamento de Derecho Social y Jefe de la Cátedra de
Derecho Colectivo del Trabajo en la Universidad Católica Andrés Bello (Caracas). Profesor en la
Maestría en Derecho del Trabajo y Seguridad Social de la Universidad Libre (Bogotá). Profesor en
el Curso de Derecho Constitucional Laboral en la Pontificia Universidad Católica del Perú (Lima).
Individuo de Número de la Academia de Ciencias Políticas y Sociales (Venezuela).
carballomena@gmail.com.
1
Comisión Mundial sobre el Futuro del Trabajo, “Trabajar para un futuro más prometedor”,
Ginebra, Oficina Internacional del Trabajo, 2019, p. 39.
En sentido análogo, se sostiene que la relación de trabajo constituye “el principal medio de que
pueden servirse los trabajadores para acceder a los derechos y prestaciones asociadas con el
empleo en el ámbito del derecho del trabajo y la seguridad social”. Oficina Internacional del
Trabajo, La relación de trabajo, Ginebra, 2006, párr. 5. Recuperado de:
http://www.ilo.org/public/spanish/ standards/relm/ ilc/ilc95/pdf/rep-v-1.pdf.
Por su parte, la Recomendación 204 OIT sobre la transición de la economía informal a la economía
formal, 2015, párr. 26: “Los Miembros deberían establecer mecanismos apropiados, o revisar los
mecanismos existentes, que permitan asegurar el cumplimiento de la legislación nacional,
inclusive, entre otros aspectos, asegurando el reconocimiento y el cumplimiento de las relaciones
de trabajo, con objeto de facilitar la transición a la economía formal”.
Finalmente, en el ámbito del trabajo mediante plataformas tecnológicas: “La mayoría de los
trabajadores de plataformas están obligados a “aceptar” que son trabajadores independientes o
“contratistas independientes” y no empleados. Pero algunas plataformas controlan cuándo y dónde
Sin embargo, la Organización Internacional del Trabajo (OIT) solo ha adoptado –a
lo largo de su centenario trajinar- un instrumento normativo sobre los mecanismos
idóneos para determinar la existencia de una relación de trabajo. Para mayor
perplejidad, dicho –único- instrumento reviste la forma de recomendación, no
sujeta –por ende- a ratificación por parte de los Estados miembros.
trabajan, los castigan cuando rechazan trabajos, y fijan precios y normas de calidad no
negociables. Los trabajadores de estas plataformas, en la práctica, pueden ser empleados de ellas
[…] Este primer criterio puede, en muchos aspectos, ser el más importante y urgente.” Oficina
Internacional del Trabajo, Las plataformas digitales y el futuro del trabajo. Cómo fomentar el trabajo
decente en el mundo digital, Ginebra, OIT, p. 115.
2
En lo sucesivo, Recomendación 198 OIT.
3
Los estudios adelantados por la OIT durante el período1997-2006, en relación con el trabajo en
régimen de subcontratación (1997-1998), los trabajadores en situaciones en las cuales necesitan
protección (2000), el ámbito de la relación de trabajo (2003), y la relación de trabajo (2006),
contemplan las ideas precursoras que habrían de ensamblarse, en términos generales, en la
Recomendación 198 OIT, y más concretamente en su párr. 13, en cuyo ámbito se contemplan
indicios para la determinación de la relación de trabajo, particularmente relevantes en la esfera de
aquellas interacciones ubicadas en las denominadas zonas grises, fronterizas o penumbrosas.
4
Como antecedentes normativos de la Recomendación 198 OIT pueden señalarse: Convenio y
Recomendación sobre el trabajo a domicilio, 1996 (núms. 177 y 184, respectivamente), Convenio y
Recomendación sobre las agencias de empleo privadas, 1997 (núms. 181 y 188, respectivamente),
y Recomendación sobre la promoción de las cooperativas, 2002 (núm. 193). MARÍN, Enrique, “La
relación de trabajo. Origen y sentido de una recomendación internacional del trabajo”, Revista de la
Facultad de Ciencias Jurídicas y Políticas, N° 133, Caracas, Universidad Central de Venezuela,
2009, pp. 65 y 66.
5
Parece aludir a las denominadas relaciones triangulares, de subcontratación o tercerización, es
decir, aquellas caracterizadas por la prestación de servicios dependientes, subordinados o
asalariados en beneficio de un tercero, persona jurídica o natural, que ejerce sobre el trabajador –
con intensidad variable- poderes de organización, dirección y/o disciplina, hasta el grado de
provocar incertidumbre acerca del estatus patronal y las condiciones de trabajo que deben regir
2
procedimientos y mecanismos -expeditos, poco onerosos, justos y eficaces- para
la solución de controversias relativas a la existencia y condiciones de una relación
de trabajo (párrs. 4.e y 14), y asegurar el cumplimiento de la legislación sobre la
relación de trabajo (párrs. 4.f, 15 y 16).
(ver Art. 1 del Proyecto de Convenio OIT sobre el trabajo en régimen de subcontratación, en
concordancia con el párrafo 2 del respectivo Proyecto de Recomendación, 1997).
6
Con el ánimo de superar dicho sistema binario, algunas legislaciones han incorporado normas
tuitivas a favor de la persona natural que presta servicios en condiciones –básicamente- de
dependencia económica y autonomía jurídica, como es el caso de los cuasi-asalariados en
Alemania (Ley sobre Contrato Colectivo, entre otros instrumentos normativos), los para-
subordinados en Italia (Código de Procedimiento Civil), los trabajadores autónomos
económicamente dependientes en España (Ley 20/2007 del Estatuto del Trabajador Autónomo,
artículo 11.1), y los trabajadores en situaciones equiparadas en Portugal (Código de Trabajo,
artículo 10).
Quizá la crítica más relevante que pueda dirigirse al comentado Proyecto de ley –en el brevísimo
espacio que ofrece el presente estudio- sea que, por momentos, pareciera –contra su propósito
expreso- amparar el encubrimiento de relaciones de trabajo mediante contratos de prestación de
servicios (práctica utilizada “de forma abierta y amplía” por los “poderes públicos”, según Corte
Constitucional, sentencia SU040/18 de 10 de mayo de 2018), toda vez que admite, como premisa
de tutela, que éstos sean celebrados para ejecutar funciones o actividades similares a las
desempeñadas por trabajadores subordinados en el mismo ámbito (Arts. 4.7 y 6).
3
contraposición, el trabajador autónomo o independiente queda librado al ejercicio
de la autonomía de su voluntad7.
7
Conviene destacar que los trabajadores autónomos o independientes son también titulares del
derecho a organizarse en sindicatos para la defensa y promoción de sus intereses colectivos,
grupales o de clase: “En base a los principios de la libertad sindical, todos los trabajadores –con la
sola excepción de los miembros de las fuerzas armadas y la policía– deberían tener el derecho de
constituir las organizaciones que estimen convenientes, así como el de afiliarse a las mismas. El
criterio para determinar las personas cubiertas por este derecho no se funda por tanto en la
existencia de un vínculo laboral con un empleador, que a menudo no existe, por ejemplo en el caso
de los trabajadores de la agricultura, los trabajadores autónomos en general o los que
desempeñan profesiones liberales, y que, sin embargo, deben disfrutar del derecho de
organizarse” (cursivas mías). Oficina Internacional del Trabajo, La libertad sindical. Recopilación de
decisiones del Comité de Libertad Sindical, 6ª edición, Ginebra, OIT, 2018, párr. 387, p. 71.
Sin embargo, las restricciones normativas, la heterogeneidad de intereses entre los trabajadores
autónomos o independientes, y la inestabilidad de sus vínculos contractuales, entre otros factores,
tienden a inhibir o restringir el ejercicio de la libertad sindical.
4
legal –a partir de uno o varios indicios- de su existencia presunta; y 5) garantía –
en sede judicial y administrativa- de la aplicación del referido régimen jurídico.
Visto así, cabría asignarle nula trascendencia –por lo menos, en América Latina14-
al puntal que reseña el párr. 12 de la Recomendación 198 OIT. Sin embargo, este
deviene relevante a partir de su conexión lógica con el principio de primacía de la
realidad sobre las formas y los indicios de existencia de la relación de trabajo: la
subordinación o dependencia -como “condiciones que determinan la existencia de
una relación de trabajo” (párr. 12)- deben ser aprehendidas “principalmente de
10
Subordinación: Arts. 9.a del Código de Trabajo (Cuba), 19 del Código del Trabajo (Nicaragua),
20 de la Ley Federal del Trabajo (México), y 4 de la Ley de Productividad y Competitividad Laboral
(Perú).
11
Dependencia: Arts. 22 de la Ley de Contrato de Trabajo (Argentina), 3 de la Consolidación de las
Leyes del Trabajo (Brasil), 7 del Código del Trabajo (Chile), 18 del Código de Trabajo (Costa Rica),
8 del Código del Trabajo (Ecuador), 17 del Código de Trabajo (El Salvador), 18 del Código de
Trabajo (Guatemala), 1 del Código de Trabajo (República Dominicana), y 55 del Decreto con
Rango, Valor y Fuerza de Ley Orgánica del Trabajo, los Trabajadores y las Trabajadoras
(Venezuela).
12
Subordinación y/o dependencia: Arts. 1.a del Decreto Supremo Nº 23570 (Bolivia), 23 del Código
Sustantivo de Trabajo (Colombia), 62 del Código del Trabajo (Panamá), 1° y 17° Código del
Trabajo (Paraguay).
13
En la clásica formulación de Ludovico Barassi, la dependencia o subordinación se traduce en la
“sujeción plena y exclusiva del trabajador al poder directivo y de control del empleador”. Dicho
estatus, precisó catorce años después el referido autor, se origina por el hecho de que el acreedor
del trabajo concentra la gestión de la actividad productiva, contextualizando así la dependencia o
subordinación en el ámbito de una actividad organizada por otro, por cuenta de quien se presta el
servicio. Ver, Rivas, Daniel, La subordinación. Criterio distintivo del contrato de trabajo,
Montevideo, Facultad de Derecho de la Universidad de la República - Fundación de Cultura
Universitaria, 1999, pp. 24 y 25.
14
Otras expresiones análogas, más allá del perímetro latinoamericano: bajo la dirección y
autoridad del empleador (Portugal, Benín, Burkina Faso, Congo, Gabón, Níger y Ruanda); bajo la
dirección y supervisión del empleador (Finlandia); bajo la dirección o supervisión del empleador
(Bahréin y Qatar); bajo la dirección y control del empleador (Túnez); bajo la dirección del
empleador (Marruecos); bajo órdenes del empleador (Angola y Botsuana); de acuerdo con las
instrucciones y bajo el control del empleador (Eslovenia); y “por cuenta ajena y dentro del ámbito
de organización y dirección […del] empleador o empresario” (España). Ver, Oficina internacional
del Trabajo, La relación de trabajo, Ginebra, OIT, 2006, p. 20.
5
acuerdo con los hechos relativos a la ejecución del trabajo y la remuneración del
trabajador, sin perjuicio de la manera en que se caracterice la relación en
cualquier arreglo contrario, ya sea de carácter contractual o de otra naturaleza,
convenido por las partes” (párr. 9). Entre los hechos que –indiciariamente- denotan
la existencia de la relación de trabajo destacan, más allá de las clásicas formas de
expresión del poder de mando patronal, “la integración del trabajador en la
organización de la empresa”, “que el trabajo es de cierta duración y tiene cierta
continuidad”, “que implica el suministro de herramientas, materiales y maquinarias
por parte de la persona que requiere el trabajo”, “que […la] remuneración
[percibida] constituye la única o la principal fuente de ingresos del trabajador” 15, y
“que no existen riesgos financieros para el trabajador” (párr. 13).
15
La dependencia económica aparece como rasgo denotativo de la relación de trabajo en el Art. 62
del Código del Trabajo de Panamá: “Se entiende por relación de trabajo, cualquiera sea el acto que
le dé origen, la prestación de un trabajo personal en condiciones de subordinación jurídica o de
dependencia económica”.
16
Sentencia dictada en RR-119400-55.2007.5.03.0001, proferida por el Tribunal Superior del
Trabajo (Brasil), 23 de abril de 2013, apud sentencia de 13 de febrero de 2017 dictada por el
ro
Juzgado 33 del Trabajo de Belo Horizonte (Brasil), en juicio incoado por Rodrigo Leonardo Silva
v. Uber do Brasil Tecnología Ltda.
6
Latina17- de primacía de la realidad sobre las formas o apariencias18-19, conforme
al cual la determinación de la naturaleza jurídica de una determinada modalidad
de servicios personales debe atender –al margen de formalidades o apariencias- a
las circunstancias fácticas en que fue ejecutado y retribuido.
7
“a) El hecho de que el trabajo: se realiza según las instrucciones y bajo
el control de otra persona; que el mismo implica la integración del
trabajador en la organización de la empresa; que es efectuado única o
principalmente en beneficio de otra persona; que debe ser ejecutado
personalmente por el trabajador, dentro de un horario determinado, o en
el lugar indicado o aceptado por quien solicita el trabajo; que el trabajo
es de cierta duración y tiene cierta continuidad, o requiere la
disponibilidad del trabajador, que implica el suministro de herramientas,
materiales y maquinarias por parte de la persona que requiere el
trabajo; y
b) El hecho de que se paga una remuneración periódica al trabajador;
de que dicha remuneración constituye la única o la principal fuente de
ingresos del trabajador; de que incluye pagos en especie tales como
alimentación, vivienda, transporte, u otros; de que se reconocen
derechos como el descanso semanal y las vacaciones anuales; de que
la parte que solicita el trabajo paga los viajes que ha de emprender el
trabajador para ejecutar su trabajo; el hecho de que no existen riesgos
financieros para el trabajador”.
22
Así, por ejemplo, la sujeción a horario o puesto de trabajo carece de sentido si se trata de
trabajadores domiciliarios o vendedores ambulantes. Lo mismo podría decirse del servicio de
transporte de personas o bienes organizado mediante plataformas tecnológicas.
23
Romagnoli, Humberto, “La desregulación y las fuentes del derecho del trabajo”, Cuadernos de
relaciones laborales, N° 1. Madrid, Ed. Complutense, 1992, p. 17. Recuperado de:
https://revistas.ucm.es/index.php/CRLA/ article /viewFile/CRLA9292110015A/32692.
8
primacía de la realidad y, donde rija, de la presunción de laboralidad, la existencia
de una relación de trabajo. Por el contrario, desde una perspectiva binaria, se trata
de contrastar –-según su gravedad, concordancia y convergencia- el cúmulo de
indicios favorable a la subordinación con aquel de signo contrario, es decir,
significante de autonomía o independencia24.
24
Ver sección 4, Ambigüedades objetivas.
25
Arts. 23 de la Ley del Contrato de Trabajo (Argentina), 8 del Código del Trabajo (Chile), 24 del
Código Sustantivo del Trabajo (Colombia), 18 del Código de Trabajo (Costa Rica), 23 del Código
de Trabajo (Cuba), 20 del Código de Trabajo (El Salvador), 8.1 de la Ley del Estatuto de los
Trabajadores (España), 21 del Código de Trabajo (Guatemala), 21 de la Ley Federal del Trabajo
(México), 66 del Código de Trabajo (Panamá), 19 del Código del Trabajo (Paraguay), 12.1 del
Código de Trabajo (Portugal), 15 del Código de Trabajo (República Dominicana), y 53 del Decreto
con Rango, Valor y Fuerza de Ley Orgánica del Trabajo, los Trabajadores y las Trabajadoras
(Venezuela).
26
El Código de Trabajo de Portugal prevé como dato presuntivo de la existencia de una relación de
trabajo el hecho de que el servicio prestado en beneficio de otro: a) se ejecute en local
perteneciente o determinado por este, b) con equipos o instrumentos de trabajo provisto por el
beneficiario, c) dentro del horario impuesto por el beneficiario, d) a cambio del pago periódico de
una cantidad cierta, o e) en ejercicio de funcionesde dirección o jefatura en el ámbito de la
empresa (Art. 12.1.b).
27
Por ejemplo, trabajo comunitario, familiar, o altruista. En este sentido, el Art. 29 del Código de
Trabajo (Paraguay) excluye del ámbito del contrato de trabajo a “[l]os trabajos de carácter familiar”
y a aquellos “que, sin tener carácter familiar, se ejecutan ocasionalmente mediante los llamados
servicios amistosos y de buena vecindad”. El Art. 53 del Decreto con Rango, Valor y Fuerza de Ley
Orgánica del Trabajo, los Trabajadores y las Trabajadoras (Venezuela) exceptúa de la presunción
de laboralidad “aquellos casos en los cuales, por razones de orden ético o de interés social, se
presten servicios a la sociedad o a instituciones sin fines de lucro, con propósitos distintos a los
planteados en la relación laboral.”
9
La materialización del principio de protección del trabajador, piedra angular del
Derecho del Trabajo, impone al Estado la sanción de normas jurídicas revestidas
de orden público y la adopción de medidas idóneas destinadas a garantizar su
eficaz aplicación; además de tolerar –o incluso más, impulsar- la libertad sindical
como derecho de organización de los trabajadores para la defensa y promoción de
sus intereses grupales o de categoría28.
En este contexto se inserta el sistema de inspección del trabajo que tiene por
objeto –entre otras funciones- velar por el cumplimiento de las disposiciones
legales relativas a las condiciones de trabajo y a la protección de los trabajadores
en el ejercicio de su profesión, facilitar información técnica y asesorar a los
empleadores y a los trabajadores sobre la manera más efectiva de cumplir las
disposiciones legales, y poner en conocimiento de la autoridad competente las
deficiencias o los abusos que no estén específicamente cubiertos por las
disposiciones legales existentes29.
A los fines indicados, “[l]a autoridad competente debería adoptar medidas para
garantizar el cumplimiento y la aplicación de la legislación relativa a la relación de
trabajo a los distintos aspectos tratados en la […] Recomendación [198 OIT], por
ejemplo, a través de los servicios de inspección del trabajo, en colaboración con la
administración de la seguridad social31 y las autoridades fiscales32” (párr. 15)33.
28
En términos de la tautología virtuosa del Art. 10 del Convenio 87 de la Organización
Internacional del Trabajo sobre la libertad sindical y la protección del derecho de sindicación
(1948), “organización [sindical] significa toda organización […] que tenga por objeto fomentar y
defender los intereses de los trabajadores…”.
29
Art. 3.1 del Convenio 81 de la Organización Internacional del Trabajo sobre la inspección del
trabajo, 1947.
30
En sentido análogo, la Recomendación 204 OIT sobre la transición de la economía informal a la
economía formal (2015) dispone que a los fines de “facilitar la transición a la economía formal, los
Miembros deberían tener en cuenta […] la necesidad de prevenir y sancionar la conducta de evitar
o abandonar deliberadamente la economía formal con el fin de evadir el pago de impuestos y el
cumplimiento de la legislación social y laboral” (párr. 7.l).
31
La determinación de la existencia de una relación de trabajo resulta relevante por virtud de las
obligaciones patronales de contribuir al financiamiento del sistema de seguridad social y de retener
del salario de sus trabajadores las contribuciones que –a idéntico fin- a estos correspondan.
32
“El trabajador produce renta a través de la comercialización de su esfuerzo personal, y el patrono
consume riqueza al adquirir la mano de obra necesaria para la realización de su emprendimiento.
De ese modo, el trabajo deviene en hecho relevante para el Derecho Tributario como índice de
10
En definitiva, los servicios de inspección del trabajo deberán determinar la
existencia de una relación de trabajo –como premisa para la aplicación de la
legislación protectora- a partir –principalmente- de los hechos relativos al modo de
ejecución del trabajo y la remuneración percibida (párrs. 9 y 13 de la
Recomendación 198 OIT)34.
3. Encubrimiento y simulación
11
primacía de la realidad39 (párrafo 9) y la presunción ex lege de existencia de la
relación de trabajo40 a partir de uno o varios indicios (párrafo 11.b):
4. Ambigüedades objetivas.
39
Reconocido jurisprudencialmente, por ejemplo, en Argentina, Chile, Costa Rica, El Salvador,
Guatemala, México, Panamá, y Uruguay; y previsto expresamente, entre otros, en Decreto
Supremo N° 28699 de Bolivia (artículo 4.I.d), la Constitución (artículo 53) y el Código Sustantivo del
Trabajo de Colombia (artículo 23), el Código del Trabajo de Nicaragua (Principio Fundamental VI),
la Ley General de Inspección del Trabajo de Perú (artículo 2.2), el Código de Trabajo de República
Dominicana (Principio IX), la Constitución (artículo 89.1) y el Decreto con Rango, Valor y Fuerza de
Ley Orgánica del Trabajo, los Trabajadores y las Trabajadoras de Venezuela (artículos 18.3 y 22).
40
Dicho mecanismo aparece previsto, por ejemplo, en los artículos 23 de la Ley del Contrato de
Trabajo (Argentina), 8 del Código del Trabajo (Chile), 24 del Código Sustantivo del Trabajo
(Colombia), 18 del Código de Trabajo (Costa Rica), 20 del Código de Trabajo (El Salvador), 8.1 del
Estatuto de los Trabajadores (España), 21 del Código de Trabajo (Guatemala), 21 de la Ley
Federal del Trabajo (México), 66 del Código de Trabajo (Panamá), 19 del Código del Trabajo
(Paraguay), 12.1 del Código de Trabajo (Portugal), 15 del Código de Trabajo (República
Dominicana), y 53 del Decreto con Rango, Valor y Fuerza de Ley Orgánica del Trabajo, los
Trabajadores y las Trabajadoras (Venezuela).
41
Recomendación 198 OIT, párr. 8.
42
Ver nota 27.
12
De otra parte, se verifican, cada vez con mayor frecuencia, modalidades de
prestación de servicios que exhiben ambigüedades objetivas, esto es,
combinación de rasgos arquetípicos de dependencia y autonomía, como
consecuencia, básicamente, de las nuevas tecnologías y los modos flexibles de
organización del proceso productivo43. En este caso se impone la ponderación de
los datos –de signo contrario- recabados, a los fines de desentrañar la naturaleza
jurídica del vínculo analizado.
Por tanto, el trabajo subordinado en una clásica empresa industrial –ámbito en que
se forjó aquella categoría- conjugará –muy probablemente- la totalidad de los
referidos indicios, esto es, ejecutado “según las instrucciones y bajo el control de
otra persona”; dentro del perímetro de una empresa ajena; “efectuado única o
principalmente en beneficio” del empleador; “ejecutado personalmente […], dentro
de un horario determinado, o en el lugar indicado o aceptado” por el empleador;
con cierto grado de “duración” y “continuidad”, requiriéndose –por tanto- “la
disponibilidad del trabajador”; con “suministro de herramientas, materiales y
maquinarias por parte de la persona que requiere el trabajo”; a cambio de una
“remuneración periódica” que “constituye la única o la principal fuente de ingresos
del trabajador”; la cual “incluye pagos en especie tales como alimentación,
vivienda, transporte, u otros”; garantizándose “derechos como el descanso
semanal y las vacaciones anuales”, así como el pago de los gastos que entrañen
“los viajes que ha de emprender el trabajador para ejecutar su trabajo”; y sin que
este asuma “riesgos financieros”.
43
BRONSTEIN, Arturo, Derecho Internacional y Comparado del Trabajo. Desafíos Actuales,
Madrid, Oficina Internacional del Trabajo - Plaza y Valdés Editores, 2010, pp. 78-82; y
SANGUINETI, Wilfredo, “La empresa red y el Derecho del trabajo”, Revista Derecho del Trabajo,
N° 4, Barquisimeto, Fundación Universitas, 2007, p. 77.
44
“[C]oncebida la empresa como el ámbito de desenvolvimiento de la relación de trabajo, cabría
sostener que tal noción demarca imperativamente el perímetro de responsabilidad del patrono, la
13
productivas organizadas y dirigidas por otro, en los términos y condiciones que
éste determine, sin clientela propia, extraño a las medidas o estrategias de
mercado que influyen sobre el precio de los bienes o servicios, y sometido –en
definitiva- a una nítida subordinación estructural45.
esfera de lícito ejercicio de sus poderes de dirección, vigilancia y disciplina, y los límites del estado
de dependencia o sujeción del trabajador. En este contexto, el trabajo dependiente, subordinado o
por cuenta ajena revestiría la condición de factor de la producción que el patrono combina para
satisfacer ciertos objetivos –generalmente lucrativos- estimados valiosos. Consecuentemente, la
persona natural integrada en dicho ámbito y sometida al poder de organización del titular, habría
considerarse trabajador bajo dependencia de éste.” CARBALLO MENA, César Augusto,
“Indicadores de la relación de trabajo (Notas sobre el régimen jurídico colombiano)”,
Recomendación 198 OIT sobre la relación de trabajo, Humberto Villasmil Prieto y César Augusto
Carballo Mena (autores), Bogotá, Universidad Libre, 2019, pp. 125 y 126.
45
“La eventualidad del trabajo en plataformas digitales junto con la desagregación de tareas
grandes en piezas más pequeñas no parece tan diferente de las modalidades laborales temporales
que aún existen en la industria textil y de ropa, ya sea en talleres clandestinos o en el hogar del
trabajador…” OIT (2019): Las plataformas digitales...Ob.cit., p. 7.
46
Resulta inconveniente revestir de significancia el hecho de que el trabajador aporte los “útiles de
su propio oficio” (Code of Practice for determining employment or self-employment status of
individuals, Irlanda, julio de 2001, actualizado en 2007). En sentido análogo, el Art. 1 de la Ley de
Contratos de Trabajo (N° 55 de 2001) de Finlandia advierte que ningún servicio personal habría de
excluirse de su ámbito por el solo hecho de que sean utilizados “los implementos o la maquinaria
del trabajador” (OFICINA INTERNACIONAL DEL TRABAJO, La relación de trabajo: una guía
anotada a la Recomendación N° 198, Dialogue, Documento N° 18, Ginebra, OIT, 2008, p. 44). Se
trata, por el contrario, de ponderar inversiones profesionales significativas por parte del prestador
de servicios, en los términos empleados por el test UNIZO de Bélgica (BRONSTEIN, Arturo,
Derecho Internacional y Comparado del Trabajo. Desafíos Actuales, Madrid, OIT - Plaza y Valdés
Editores, 2010, pp. 59 y 60), o herramientas y maquinarias de alto valor, según ha sostenido la
jurisprudencia del Japón (OFICINA INTERNACIONAL DEL TRABAJO, ob.cit., p. 45).
47
Ver, CARBALLO MENA, César Augusto, “Indicios de la relación de trabajo y empresa digital”,
consultado del original, 2019, pp. 8-10.
48
Los indicios no son –como resulta obvio- cualitativamente uniformes: por ejemplo, la sujeción a
instrucciones o control ajenos, la observancia de horario y puesto de trabajo, el suministro de
herramientas, materiales y maquinarias, o la asunción de riesgo financieros, resultan mucho más
trascendentes –en la concepción de la relación de trabajo- que, del otro lado, la “duración” y
14
5. Inconclusión
En este sentido, la Recomendación 198 OIT –además de haber sido referida por
altos tribunales de Costa Rica49, Perú50 y Venezuela51- resultó protagónica para
“continuidad” del vínculo, la exclusividad en favor del beneficiario de los servicios, la periodicidad
de la remuneración, la dependencia económica, o el pago de alimentación, vivienda, transporte, u
otros. De otra parte, ciertos indicios complejos, como es el caso emblemático de la integración del
trabajador en la organización de la empresa, ofrecen al juzgador la opción de interpretarles con tal
latitud que pueden alcanzar a conjugar los presupuestos de la relación de trabajo y, por tanto, se
estimen suficientes para declarar la existencia -o inexistencia- de dicha interacción. Ver,
CARBALLO MENA, César Augusto, “Indicadores de la relación de trabajo (Notas sobre el régimen
jurídico colombiano)”, Ob.cit., pp. 123-126.
49
Corte Suprema de Justicia, Sala Segunda, Resoluciones Nos. 00657-2008 de 8 de agosto del
2008, 01247-2010 de 9 de septiembre de 2010, 00194-2011 de 25 de febrero del 2011, 01076-
2011 de 23 de diciembre de 2011, 00208-2016 de 26 de febrero del 2016, y 00850–2018 de 23 de
mayo del 2018, entre otras. Recuperado de: https://nexuspj.poder-
judicial.go.cr/search?nq=&q=recomendaci%C3%B3n%20198%20.
50
El Tribunal Constitucional del Perú -Exp. 03146-2012-PA/TC de 22 de octubre de 2012- adoptó
un catálogo de indicios sobre la existencia de la relación de trabajo análogo al contenido en el párr.
13 de la Recomendación 198 OIT: “para determinar si existió una relación de trabajo entre las
partes encubierta mediante un contrato civil, este Tribunal debe evaluar si en los hechos se
presentó, en forma alternativa y no concurrente, alguno de los siguientes rasgos
de laboralidad: a) control sobre la prestación o la forma en que ésta se ejecuta; b) integración del
demandante en la estructura organizacional de la emplazada; c) prestación ejecutada dentro de un
horario determinado; d) prestación de cierta duración y continuidad; e) suministro de herramientas
y materiales a la demandante para la prestación del servicio; f) pago de remuneración al
demandante; y, g) reconocimiento de derechos laborales, tales como las vacaciones anuales, las
gratificaciones y los descuentos para los sistemas de pensiones y de salud”. Recuperado de:
https://www.tc.gob.pe/jurisprudencia/2013/03146-2012-AA.html.
51
Sala de Casación Social del Tribunal Supremo de Justicia, sentencia 428 de 9 de diciembre de
2019: “A propósito de la simulación, el punto [sic] I.4.b) de la Recomendación N° 198 emanada de
15
reconocer carácter laboral al vínculo trabado entre Uber Technologies Uruguay
S.A. y uno de sus conductores (sentencia 77 de 11 de noviembre de 2019,
proferida por el Juzgado Letrado de Trabajo de 6º Turno de Montevideo, Uruguay):
Para el Derecho del Trabajo corren tiempos en los que conviene aferrarse a sus
valores y principios fundamentales, generalmente silenciados por el estruendo
tumultuario de abundantísimas reglas. Valores y principios que hace suyos e
hilvana la Recomendación 198 OIT: el trabajador subordinado merece especial
tutela para garantir su integridad física, psíquica y moral; dicha subordinación debe
aprehenderse a partir de circunstancias fácticas asociadas –principalmente- al
modo de ejecución del trabajo y su retribución; resulta esencial aliviar las cargas
probatorias del sujeto tutelado; y debe asegurarse la efectiva aplicación de la
referida normativa protectoria a través de un eficaz sistema de justicia.
la Organización Internacional del Trabajo OIT, sobre la relación de trabajo (2006), señala lo
siguiente: […] existe una relación de trabajo encubierta cuando un empleador considera a un
empleado como si no lo fuese, de una manera que oculta su verdadera condición jurídica, y que
pueden producirse situaciones en las cuales los acuerdos contractuales dan lugar a que los
trabajadores se vean privados de la protección a la que tienen derecho”.
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sofisticada y eficaz sumisión del trabajador a los poderes de dirección del titular -o
titulares- de la organización productiva, independientemente de las formas y
exóticas nomenclaturas en boga.
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