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Introducción

Los escáneres de Tomografía computarizada producen imágenes transversales delgadas


del cuerpo humano para una amplia variedad de procedimientos diagnósticos. La Tomografía
computarizada es una técnica radiológica no invasiva que implica la reconstrucción de un
plano tomográfico del cuerpo (una rebanada) de un gran número de medidas recogidas de
absorción de rayos X tomadas durante una exploración alrededor de la periferia del cuerpo.
El resultado de un estudio de Tomografía computarizada es generalmente un conjunto de
rodajas transaxiales, que pueden manipularse matemáticamente para producir cortes de
imagen sagital o coronal. Con imágenes isotrópicas, una imagen puede ser reconstruida en
cualquier plano arbitrario.

La Tomografía computarizada es clínicamente útil en una amplia variedad de exámenes de


imagen, incluyendo la columna vertebral y la cabeza, gastrointestinal y vascular.

El estudio en Tomografía computarizada comienza con la selección del número de cortes


a realizar, el grosor de dichos cortes y la selección del nivel de ventana que habitualmente
suelen estar protocolizados en todas las unidades de Tomografía computarizada.
Evidentemente si en la planificación del estudio una lesión queda fuera de los planos y cortes
realizados, es imposible que aparezca en la imagen radiológica y por tanto se hace imposible
su diagnóstico con esta técnica; por lo que el conocimiento de estas características resulta
imprescindible para valorar las imágenes obtenidas en Tomografía computarizada.

En la tomografía computarizada (TC), que se solía denominar tomografía axial


computarizada (TAC), una fuente de rayos X y un detector de rayos X rotan alrededor de la
persona. En los escáneres modernos, el detector de rayos X suele tener de 4 a 64 (o más) filas
de sensores que registran los rayos X que pasan por el organismo. Los datos de los sensores
representan una serie de mediciones de radiografías tomadas desde múltiples ángulos
alrededor de la persona. Sin embargo, las medidas no se ven directamente, sino que se envían
a una computadora. El equipo las convierte en imágenes que se asemejan a cortes
bidimensionales (sección transversal) del cuerpo. La computadora también puede construir
imágenes en tres dimensiones a partir de las imágenes grabadas.
La necesidad creciente de mayor precisión en los diagnósticos y tratamientos dentales ha
provocado un aumento en la demanda de técnicas de imagen cada vez más precisas. Esta
situación ha puesto de manifiesto las limitaciones que las radiografías dentales y las
tomografías convencionales presentan respecto a su capacidad para proporcionar información
cualitativa y tridimensional precisa, identificándose entre sus defectos la distorsión, la
borrosidad y la falta de referencia a estructuras adyacentes. El desarrollo de programas
informáticos específicos ha propiciado la creciente utilización de la tomografía
computarizada en el campo de la Odontología. Entre las distintas técnicas de diagnóstico
mediante imagen empleadas en odontología, la tomografía computarizada es el único método
que permite valorar adecuadamente el hueso y no provoca distorsiones geométricas.
Partiendo de los datos citados anteriormente haremos énfasis en el presente escrito.

Conclusión
Las imágenes, muy detalladas, ofrecen más información sobre la densidad del tejido y la
localización de las anomalías que la radiografía, de manera que el médico puede localizar de
forma precisa las estructuras y anomalías. La tomografía computarizada (TC) permite
distinguir diferentes tipos de tejido, como músculo, grasa y tejido conjuntivo. De esta
manera, la TC proporciona imágenes detalladas de órganos específicos que no son visibles en
la radiografía, y es más útil para obtener imágenes de la mayoría de las estructuras del
encéfalo, cabeza, cuello, tórax y abdomen.

En la tomografía computarizada, un escáner produce y registra rayos X a medida que gira


alrededor de una persona, que se desplaza a través del escáner sobre una mesa motorizada. En
un lateral del escáner se sitúa el tubo de rayos X, que produce la radiación, y en el otro lado
se sitúa el detector.

Cada vez que la fuente de rayos X completa una rotación completa, la computadora de
tomografía computarizada utiliza técnicas matemáticas sofisticadas para construir un corte de
imagen 2D (bidimensional) del paciente. El grosor del tejido representado en cada corte de
imagen puede variar según la máquina de TC que se utilice, tamaño del paciente, zona de
interés, etc. Cuando se completa un corte completo, la imagen se almacena y la mesa
motorizada se mueve hacia adelante en el gantry. A continuación, se repite el proceso de
escaneo de rayos X para producir otro corte de imagen. El movimiento del paciente en la
mesa y las rotaciones del tubo, producen un efecto combinado helicoidal que permite adquirir
imágenes más rápidamente y con menos exposición a la radiación.

Los cortes de imágenes pueden mostrarse individualmente o apilarse juntos por la


computadora para generar una imagen en 3D del paciente que muestra el esqueleto, los
órganos y los tejidos, así como cualquier anomalía que estemos tratando de identificar.

La tomografía computarizada (TC) puede detectar y proporcionar información acerca de


alteraciones de casi todas las partes del cuerpo. Por ejemplo, el médico puede utilizar la TC
para detectar un tumor, medir su tamaño, precisar su localización y determinar cuánto se ha
diseminado hacia los tejidos cercanos. La TC también puede ayudar al médico a controlar la
efectividad de un tratamiento (como los antibióticos para un absceso cerebral o la
radioterapia para un tumor).

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