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Explotación infantil: qué es y qué

consecuencias tiene en los niños y niñas.


Imagina que tus hijos e hijas en lugar de levantarse cada mañana para ir al colegio y jugar,
tuvieran que ir a trabajar para ayudar a sostener a la familia. La explotación infantil es una
realidad en muchos países del mundo y las cifras de la Organización Internacional del
Trabajo (OIT) ilustran muy bien la situación:

 En el mundo 218 millones de niños entre 5 y 17 años están ocupados en la producción


económica, y, entre ellos, 152 millones son víctimas de trabajo infantil.

 1 de cada 5 niños en África está en situación de trabajo infantil.

 La mayor concentración del trabajo infantil se produce en el sector de la agricultura


(cultivo de algodón, de café o de caña de azúcar), seguida de los servicios y la industria,
especialmente la minería (extracción de oro).

Las cifras nos muestran que la explotación infantil es un problema grave, pero no podemos
olvidar que detrás de cada número hay un niño o una niña que ha perdido su inocencia y que
vive en una situación de pobreza.

Qué es la explotación infantil?


La explotación infantil se puede definir como el trabajo que realizan los niños en el marco de
un sistema de producción. En algunos casos se utiliza el término explotación infantil como
sinónimo de trabajo infantil pero no es lo mismo, porque la explotación supone la violación de
algún derecho del niño. La explotación infantil, sin embargo, tiene muchas formas:

 Niños y niñas son obligados a trabajar y les quitan los ingresos.


 Niños y niñas realizan trabajos peligrosos o que ponen en riesgo su salud.
 Los menores son víctimas de las mafias, sufren esclavitud, son obligados a prostituirse
o reclutados de manera forzosa para combatir en la guerra.

Para identificar el trabajo infantil como explotación se deben dar una serie de criterios como los
siguientes:

 Requerir dedicación exclusiva y no estar adecuadamente remunerado.


 Impedir la escolarización y el pleno desarrollo del niño o niña.
 Menoscabar la dignidad del niño o niña (esclavitud o explotación sexual).
 Provocar estrés físico y psíquico.
 Realizarse por niños y niñas a edades muy tempranas.
¿Qué tipos de explotación infantil existen?
La explotación infantil no solo tiene la forma de trabajo infantil, sino que también se puede
hablar de otros tipos de explotación como el matrimonio forzoso. La mayor parte de las
víctimas de matrimonios forzosos son niñas y este tipo de matrimonio ha sido calificado por la
OIT como un tipo de esclavitud moderna.

En algunos países aunque se han regulado sanciones para evitar el matrimonio forzoso, es difícil
controlar una costumbre arraigada durante siglos, por lo que la labor de sensibilización e
información en escuelas es fundamental.

Causas de la explotación infantil


La explotación infantil, tal y como hemos visto, es una realidad para millones de niños y niñas
en el mundo y se debe a diversas causas como:

 La pobreza en los hogares. Muchos de los niños y niñas que son víctimas de
la explotación infantil provienen de familias muy pobres que necesitan más sueldos
para subsistir.
 La cultura. En algunas zonas rurales de África se considera que, a partir de los 10 años,
los niños deben tener comportamientos de adulto y, por lo tanto, casarse y trabajar.
 El género. En algunos países del mundo las niñas son consideradas inferiores y se las
obliga a realizar tareas domésticas o a trabajar fuera de casa, y, a la vez, se impide que
acudan a la escuela.

Consecuencias de la explotación infantil


La explotación infantil tiene, además, importantes consecuencias en muchos ámbitos como los
siguientes:

 La perpetuación de la pobreza. La pobreza no solo es una causa de la explotación


infantil, sino que también es una consecuencia, porque los niños y niñas al tener que
trabajar, abandonan la escuela y no se forman para acceder a trabajos mejores.
 La salud de niños y niñas. Los menores que son explotados no se han desarrollado del
todo desde un punto de vista físico y psicológico y el trabajo que realizan puede afectar
de forma negativa a su salud, por ejemplo, los niños y niñas que trabajan en minas en
condiciones insalubres, pueden sufrir problemas respiratorios.
 Los efectos psicológicos. Un niño o niña que trabajan desde los 10 años o antes, se ve
obligados a madurar de forma prematura, sin poder jugar y desarrollar las habilidades
características de la infancia. Esto supone que los niños y niñas afectados, en el largo
plazo, puedan tener una autoestima baja, problemas para adaptarse a la sociedad, etc.

¿Qué se puede hacer para erradicar la explotación infantil?


Las medidas que se pueden tomar contra la explotación infantil dependen de un esfuerzo común
tanto de gobiernos como de ciudadanos para lograr terminar con el problema. Algunas de las
acciones que se pueden realizar son:

 La firma de acuerdos internacionales que regulen la prohibición del trabajo infantil y


otras formas de explotación como el matrimonio forzoso de niños y niñas.
 Establecimiento por la normativa de una edad mínima para trabajar.
 Favorecer el acceso a la educación gratuita y de calidad para todos los niños y niñas.
 Realizar acciones de sensibilización tanto en escuelas para niños y niñas, como en
talleres para adultos y profesorado.

Uno de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), en concreto el número 8 habla del trabajo
decente como meta. Para alcanzar esa meta es necesario que se luche contra el trabajo infantil
para lograr erradicarlo y que los niños y niñas puedan continuar acudiendo a la escuela y
formándose para salir de la pobreza en la que viven y tener un futuro mejor.

7 FORMAS DE EXPLOTACIÓN INFANTIL

1. La trata infantil: Este negocio mueve 23 millones y medio de euros al año. La


pobreza, la globalización y la consiguiente demanda de mercancías y mano de
obra baratas han provocado una demanda sin precedentes de menores
trabajadores.
2. La explotación sexual: Cerca de 1,8 millones de niños en todo el mundo son
explotados sexualmente con fines comerciales. La mayoría de ellas, son niñas,
obligadas por adultos a ejercer la prostitución o utilizadas en la industria
pornográfica y en el turismo sexual.
3. Niños soldados: Desde guerras como Angola, Afganistán, Sierra Leona o
Sudán del Sur han utilizado a los más pequeños para la primera línea de
batalla. Hoy día, 300.000 niños y niñas menores de 15 años están relacionados
de algún modo con las fuerzas armadas. Algunos tienen solo 7 años.
4. Matrimonio infantil: Se prevé que durante la próxima década 100 millones de
niñas serán forzadas a casarse antes de cumplir los 18 años.
5. Trabajo infantil forzoso por endeudamiento: Es un tipo de explotación en la
que el menor contrae una deuda con su patrón y es obligado a trabajar hasta
que pague lo que debe. Se da a menudo en países como India, Nepal,
Pakistán y Bangladesh.

6. Trabajo forzoso en la mina y en la agricultura: A pesar de que la mina es


uno de los trabajos más peligrosos del mundo, 200.000 niños y niñas trabajan
en la mina en África occidental y un millón de menores están en minas y
canteras de Asia y Sudamérica. Además, dl trabajo agrícola es una realidad
para 132 millones de niños y niñas menores de 15 años en todo el mundo.
Algunos en condiciones de esclavitud inexorablemente peligrosas.

7. Esclavitud doméstica: Esta es la realidad de más de 40 millones de niños y


niñas: trabajan como empleados domésticos y 10 millones permanecen ocultos
tras las puertas. Este tipo de explotación infantil sucede en su mayoría a niñas
que sufren castigos extremos como golpes con planchas ardiendo,
flagelaciones y quemaduras con agua hirviendo.
Explotación sexual de niños, niñas y adolescentes
“La Comisión de Derechos Humanos de la ONU, estima que globalmente
existen 10 millones de niños-as explotados sexualmente, adicionalmente
UNICEF afirma que cada año un millón en su mayoría niñas lo son con fines
comerciales. En Colombia no hay cifra cierta debido a la clandestinidad con que
se realiza dicha conducta, sin embargo cifras de la Fiscalía General de la nación
afirman que el fenómeno puede superar 25.000 niños y niñas en el territorio
nacional. El panorama de pobreza y exclusión de nuestros niños, niñas y jóvenes
( 41.5 de la población total), se agudiza con fenómenos graves de vulneración
de sus derechos fundamentales como la violencia intrafamiliar, los efectos del
conflicto armado interno, la deserción escolar ( 35% en los primeros 3 años),
aumento del trabajo infantil y el desplazamiento forzado entre otros.

Estos factores facilitan que las familias se conviertan en expulsoras de los niños
y niñas y en su explotación en variadas formas ya que ven en ellos y ellas la
posibilidad de ingreso económico sin importar en algunas ocasiones el tipo de
actividad que realicen para obtenerlo. Así la explotación sexual comercial infantil
y juvenil se constituye en una falsa opción de generación de ingresos de manera
rápida y momentánea. La explotación sexual comercial infantil se expresa bajo
diversas modalidades como el turismo sexual, el tráfico de menores de edad,
pero principalmente en la mal llamada “prostitución infantil”, la cual en opinión
de la Defensoría del pueblo solo puede ser llamada desde los tipos penales de :
Inducción, constreñimiento y estímulo a la prostitución de menores de edad
(Arts. 213, 214 y 217 ley 599 de 2000, código penal), es decir que alude al
beneficio de un tercero/a quien erotiza, compra y explota el cuerpo de los
niños/as en beneficio propio. Aquí el sujeto activo de la conducta siempre es el
adulto explotador y las víctimas siempre son los niños/as o jóvenes.

Desde la perspectiva de los derechos humanos es imprescindible comprender el


turismo sexual como una forma de explotación sexual infantil y esta a su vez se
constituye en una de las peores formas de vulneración de los derechos de la
infancia pues en ella se ven comprometidos múltiples aspectos del desarrollo de
los niños/as: La salud física y mental, el bienestar emocional, la calidad de vida.
En estas circunstancias se aprovecha de los niveles de desarrollo, de la situación
socioeconómica y de los precarios niveles de autonomía que por ciclo vital
tienen estos niños/as.

Para la Defensoría del Pueblo de Colombia, a la explotación sexual de niños/as


no se le puede dar el sentido ni siquiera de una forma expresa de “Trabajo
infantil”, ya que esta constituye un delito definido como toda práctica por la
cual se abusa sexualmente a la persona, vulnerando sus derechos humanos a la
dignidad, a la igualdad, a la autonomía y al bienestar física y mental para
obtener gratificación sexual, ganancias financieras o logros personales.
Adicionalmente tampoco se puede hablar de niños/as prostitutas/os puesto que
muchos de ellos/as no están en condición ni de comprender, ni de consentir su
propia explotación sexual, por ello aquel niño/a a quien se le paga de cualquier
manera y por cualquier actividad sexual debe asumirse en todos los casos como
víctima. En los anteriores casos se debe siempre hablar de explotación sexual
cuando alguien haciendo uso de su poder, violenta la vida de los niños/as y
adolescentes convirtiéndolos en objetos sexuales y mercantilizando su cuerpo
para beneficios propios.

Adicionalmente la Defensoría del Pueblo considera que la política criminal debe


hacer énfasis en la acusación, judicialización y penalización de los agresores
(proxenetas, clientes, explotadores), y particularmente en el delito de turismo
sexual donde los principales agresores son extranjeros que visitan el país y que
so pretexto de conocer las playas caribeñas, compran, erotizan y explotan el
cuerpo de nuestras niños. Y niñas Consideramos que el concepto de desarrollo
de los pueblos debe pasar primero por un examen del “desarrollo ético” y no
solo económico. El incremento de la denuncia resulta de la promoción de un
cambio cultural y una transformación institucional que posicione las conductas
asociadas al turismo sexual como intolerables sociales y éticos. De ahí se deriva
la importancia de adelantar campañas de prevención y erradicación que
fomenten entre las comunidades el respeto por los derechos de la infancia y el
control social frente a los promotores de la explotación social, conducta que
muchas veces es contestada y legitimada a través de imaginarios y prácticas
culturales que deben ser transformados y desactivados desde la cultura.

La Defensoría del Pueblo considera que a pesar de los grandes avances


legislativos en la materia (Ley 679 de 2001) y el diseño y elaboración de
desarrollos técnicos, planes y programas de prevención y erradicación de esta
problemática se hace necesario atender a las siguientes recomendaciones en el
marco del proyecto de ley que reforma el actual código del menor y en el
marco de la implementación del sistema penal acusatorio, dichas
recomendaciones son:

EN EL MARCO DE LA REFORMA AL CODIGO DEL MENOR: PROYECTO DE LEY


ESTATUTARIA 085 DE 2005,”CODIGO DE INFANCIA Y ADOLESCENCIA”

Adecuar de manera urgente la normatividad relacionada con los derechos


humanos de los menores de edad, particularmente el código del menor actual,
a efectos de que se cuente con verdaderas herramientas de política pública
tendientes a contrarrestar todas las situaciones vulneratorias de los derechos
humanos de los niño/as, incluida la explotación sexual comercial infantil. Como
respuesta a lo anterior la Defensoría del Pueblo y la Procuraduría General de la
Nación por iniciativa legislativa y en asocio con el ICBF y la Alianza por la niñez
colombiana radico ante el congreso de la república el proyecto de código de
infancia y adolescencia que reforma el actual código del menor vigente.
(Proyecto de ley estatutaria No 085 de 2005).

En este sentido es importante anotar que en el marco de esta propuesta se creó


el delito autónomo de maltrato infantil, (Art. 200), el cual plantea: “El que cause
lesiones físicas o sicológicas no culposas que produzcan daño sobre la
integridad de un niño, niña o adolescente, incurrirá en prisión de 5 a 10 años.

Adicionalmente plantea que en el marco del nuevo sistema penal acusatorio,


cuando se trate de delitos de modalidad dolosa cometidos sobre niños, niñas y
adolescentes, delitos contra la libertad, integridad y formación sexual ,(Incluido
la explotación sexual comercial infantil), o secuestro se deberán aplicar las
siguientes reglas: (Art. 208: beneficios y subrogados penales).

-La medida de aseguramiento siempre consistirá en detención en


establecimiento de reclusión y no serán aplicables las medidas no privativas de
libertad.

-No se otorgara el beneficio de sustitución de la detención preventiva en


establecimiento carcelario por la de detención en el lugar de residencia (Art. 314
CPP).

-No procederá la extinción de la acción penal en aplicación del principio de


oportunidad. ( Art. 324 CPP).

-No procederá el subrogado penal de suspensión condicional de la ejecución de


la pena (Art. 63 CP).

-No procederá el subrogado penal de libertad condicional (Art. 64 C:P)

-En ningún caso juez de ejecución de penas concederá el beneficio de


sustitución de la ejecución de la pena (Art. 461 CPP).

-No procederán las rebajas de pena con base en los “preacuerdos y


negociaciones entre la fiscalía y el imputado o acusado. (Art. 348 a 351 CPP).

-No procederá ningún otro beneficio o subrogado judicial o administrativo


salvo los beneficios por colaboración consagrados en el CPP.

Para la Defensoría del pueblo, lograr que este articulado sea aprobado en el
marco del proyecto de ley de código de infancia y adolescencia, permitiría
enviar un mensaje contundente a la sociedad a la familia y al estado de que la
vida, la dignidad y la integridad de los niños, niñas y adolescentes son bienes de
superior y mayor jerarquía que deben ser tutelados con especial consideración y
superioridad, y que la violencia intrafamiliar ,y los delitos sexuales contra niños y
niñas , no son “delitos de bajo impacto”, sino delitos de altísimo impacto ya que
atentan contra la posibilidad de construir un proyecto democrático de
convivencia, y de inclusión y ejercicio real de los derechos de nuestra infancia y
adolescencia. Adicionalmente nos daría la oportunidad de cumplir con uno de
los objetivos primordiales del derecho penal, el cual pretende enviar un mensaje
pedagógico a nuestra sociedad donde los derechos de la niñez, particularmente
el bien jurídico de la integridad, dignidad y formación sexual, no sea menos
valioso que el de la propiedad o la seguridad nacional entre otros.

EN EL MARCO DE LA IMPLEMENTACION DEL SISTEMA PENAL ACUSATORIO:

La Defensoría del Pueblo recomienda particularmente al aparto de justicia


colombiano( Consejo superior de la Judicatura, Fiscalía general de la Nación,
Medicina Legal, Policía Judicial), adecuar el nuevo sistema penal acusatorio y
llevar acabo las previsiones con el fin de garantizar el acceso efectivo a la
justicia por parte de la población infantil y particularmente de los niño/as y
adolescentes víctimas de delitos sexuales y evitar la revictimización de que
puedan ser sujetos en la implementación de este, así como adecuaciones en
infraestructura y en la formación de operadores/as de justicia.

La Defensoría del Pueblo ha encontrado y se lo ha hecho saber vía


recomendación al Consejo Superior de la judicatura, que en los procesos de
juzgamiento particularmente donde hay niños/as víctimas de delitos sexuales,
estos son sometidos a extensas jornadas en las condiciones menos propicias, no
se disponen de espacios independientes, ni las personas especialistas para que
ellos y ellas sean interrogados/as, adicionalmente los niños/as víctimas se
ubican a pocos metros del agresor y están constantemente expuestos a la
curiosidad del público de la audiencia y particularmente de los medios de
comunicación sin que su identidad sea debidamente protegida. Adicionalmente
no existe cobertura nacional de la técnica de Cámaras de Gessel para evitar la
revictimización de los niño/as víctimas de delitos sexuales en el marco de un
proceso público y oral. Las Cámaras de Gesssel están compuestas por dos
espacios: Uno para la víctima y otro para los investigadores, ambos lugares
están separados por un vidrio espejo. De un lado la victima menor de edad en
vez de ver a los funcionarios, ve su propio reflejo, mientras estos si pueden
observarlo y escucharlo claramente desde el otro recinto.

La implementación de esta técnica es necesaria para evitar convertir a la


persona particularmente el niño/a de nuevo en una víctima del sistema judicial,
principalmente cuando se le exige que se someta a múltiples interrogatorios y
exámenes que afectan su dignidad y su sentido de privacidad. No podemos
pasar por alto que el maltrato institucional puede contribuir a agravar el daño
sicológico de la víctima o cronificar las secuelas psicopatológicas. Si bien se está
haciendo un esfuerzo incipiente en Bogotá donde existen 2 Cámaras de Gessel
en los juzgados de Paloquemado, la Defensoría del pueblo ha encontrado que
dicho recurso no esta siendo usado en la totalidad de los juicios orales y
públicos donde la víctima de delito sexual es un niño o niña, debido en gran
medida a que no es obligatorio y tal como lo ha identificado también la fiscalía
(Doctora Patricia Feria de la Dirección Nacional de fiscalías,”La utilización de
este recurso depende de la voluntad de los jueces/as y muchos/as de ellos/as
no lo están haciendo.

Para la Defensoría del Pueblo la utilización de estas técnicas es absolutamente


necesaria para evitar que la intervención de la justicia se convierta en una nueva
situación de vulneración de los derechos de la infancia. Las cifras de fiscalía y de
Medicina Legal nos indican que las principales víctimas de delitos sexuales son
los niños y las niñas, particularmente las niñas entre los 4 y los 14 años de edad.
A esto se aúna el hecho de que el 80% de los delitos sexuales se cometen al
interior de la familia y los principales agresores son los padres, padrastros u otro
miembro de la familia. Esto agudiza aún mas la situación de estos niños/as pues
en la mayoría de los casos los agresores son conocidos por las víctimas de
quien tienen elevados niveles de dependencia económica y afectiva , de tal
suerte que obligarlas a enfrentar a sus agresores frente a frente en un juicio
público y oral , sino se toman las previsiones del caso puede llevar incluso a que
se altere su testimonio o se induzca a su retractación, además de las
consecuencias para su integridad sicológica que puede convertirse en nueva
situación de maltrato por efecto de la intervención del aparato de justicia.

Adicionalmente la Defensoría del Pueblo, hace un llamado para que los


operadores/as de justicia tengan en cuenta que para que la justicia restaurativa
opere adecuadamente debe tenerse en cuenta el desequilibrio de poder
presente en muchos delitos donde las víctimas son niños / as y las
características individuales de los delincuentes, por lo que los acuerdos y
negociaciones entre fiscalía y defensa para lograr beneficios con base en la
confesión, no pueden convertirse en un principio generalizado para favorecer la
descongestión de la justicia y su celeridad, sino un mecanismo para buscar su
humanización y la garantía de una justicia reparativa pública, teniendo en
cuenta las características de cada hecho delictivo en los que este proceso se
podría ver viciado por las condiciones de sus actores. Tal es el caso de la
violencia intrafamiliar que tiene como una de sus principales víctimas a los niños
y niñas y mujeres y en donde según cifras de la Fiscalía en el primer año de
implementación del sistema en Bogotá y Eje cafetero se adelantaron 13.000
investigaciones por este delito de las cuales llama la atención fueron conciliadas
7000, fueron precluidas 2000, vinculados 48 casos y solo 4 sentencias fueron
condenatorias. La violencia intrafamiliar y particularmente los delitos sexuales
que atentan contra los derechos humanos fundamentales y cuyas características
de desequilibrio de poder, temor y vulnerabilidad de las víctimas no deben
permitir este tipo de negociaciones. Adicionalmente la indemnización
económica, cuando la hay, no es aquí la garantía de una reparación integral a
daños contra la integridad de los niños. Niñas y adolescentes imposibles de
evaluar.

Flaco favor se hace a la justicia cuando la pretensión de celeridad y agilidad en


el marco del proceso público y oral se convierte en óbice para generar espacios
de desprotección y revictimización de los sujetos víctimas particularmente si son
niños/as. Queda un sentimiento de frustración y a veces de indignación cuando
en delitos tan execrables como el acceso carnal abusivo con menores de 14
años ( el cual contempla actualmente penas privativas de libertad de 4 a 8 años
de prisión), gracias a los acuerdos entre fiscalía y defensa, y particularmente con
base en beneficios de confesión, se producen condenas irrisorias que fácilmente
pueden poder en entre dicho los beneficios de la justicia reparativa y generar
desconfianza respecto del sistema de justicia.

Por último la Defensoría del Pueblo considera que en el plano procesal se debe
reforzar la investigación judicial y la formación de la policía judicial para que
cuente con todos los recursos técnico- científicos para llevar a cabo las
investigaciones de delitos sexuales donde la víctima sea un niño, niña o
adolescente, para que independientemente de la declaración de la víctima se
cuente con pruebas contundentes para acusar a los agresores ( proxenetas,
clientes , explotadores o miembros de la familia).Adicionalmente se deben
reforzar las políticas de prevención y atención y protección de la infancia
(Agendas Nacionales y planes de desarrollo municipal con ofertas reales de
servicios y garantía de mínimos para la infancia) dirigidas a crear oportunidades
reales a las víctimas de explotación sexual y demás delitos sexuales contra la
niñez, para la construcción de un proyecto real de vida libre de violencia sexual
y reforzar el acompañamiento y la defensa de estas en los procesos penales
para que no se sientan los niñas y las niños como acusados/as sino como
víctimas y especiales sujetos de protección”.

Cita bibliográfica

Explotación infantil: qué es y qué consecuencias tiene en los niños y niñas (educo.org)

https://www.savethechildren.es/trabajo-ong/pobreza-infantil/pobreza-y-
explotacion-infantil

Explotación sexual de niños, niñas y adolescentes - Defensoria

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