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Alfabetización cultural en Matemática en la Educación Inicial

Adriana González y Edith Weinstein

Materiales para incluir en el aula

Previo al 1º encuentro

Queridas y queridos docentes:


¡Les damos la bienvenida a este tramo formativo denominado “Alfabetización
cultural en Matemática en la Educación Inicial”!
En nuestro primer encuentro reflexionaremos acerca del actual enfoque de
enseñanza de la Matemática, centrado en la Resolución de problemas.
Los invitamos a leer la crónica de clase que a continuación presentamos, que nos
permitirá contextualizar las ideas principales del enfoque en una situación de aula.

Crónica “La casita robada”


Adriana González y Edith Weinstein

En una sala de 4 años Virginia, la maestra, les propone a los niños jugar a “La casita
robada” con cartas españolas del 1 al 6. Reúne al grupo en ronda y les muestra las cartas
a utilizar (material ya explorado por los niños en actividades previas).
Solicita a Matías y a Vanesa que se acerquen a jugar frente al grupo total. Explica el juego
mientras los niños realizan las acciones. Virginia dice: “Se reparten 2 cartas a cada jugador
y se ponen 4 cartas boca arriba en el centro de la mesa”.
Una vez que los niños distribuyeron las cartas, la docente continúa diciendo: “Cada
jugador por turno tiene que levantar una carta de la mesa con una de las de su mano que
tenga la misma cantidad”
Los niños comienzan a jugar. Sobre la mesa hay un 4 de bastos, un 3 de oros, un 1 de copas
y un 3 de bastos. Matías levanta con un 4 de oros el 4 de bastos. Luego Vanesa levanta
el 1 de copas con el 3 de copas.
Virginia, la docente, pregunta al grupo: “¿Está bien lo que hizo Vanesa? ”Algunos dicen
“Sí” y otros “No”. Esteban dice: “Está mal porque es un 1 y un 3 y tienen que ser iguales”.
Vanesa le responde: “Son iguales, los dos son copita”.
Virginia interviene y explica: “Hay que levantar cartas que tengan la misma cantidad, el
palo no interesa”.

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El juego continúa unos minutos. Cuando Virginia considera que el grupo comprendió la
actividad les propone armar parejas. Le entrega a cada una un mazo de cartas, se dirigen
a las mesas y antes de comenzar a jugar les recuerda que cuando se acaban las cartas se
vuelven a repartir y así hasta que se terminan. Gana el que más cartas juntó.
Los niños comienzan a jugar, Virginia recorre y observa los grupos.
En una de las mesas, en el centro hay un 2 de oros, un 3 de bastos y un 4 de copas.
Maxi cuenta una de sus cartas diciendo: “Uno, dos, tres, cuatro. Tengo un 4 de espadas”
Luego cuenta las cantidades de las cartas de la mesa y levanta el 4 de copas.
Pato dice: “Tengo un 3 de copas. Me llevo el 3 de bastos”
Así continúa el juego hasta que se acaban las cartas.
Maxi cuenta sus cartas y dice: “Yo tengo diez”
Pato, cuenta: “ … diez, diez y uno, diez y dos, diez y tres, diez y cuatro. Yo junté diecicuatro”
Virginia, la maestra, les pregunta: “¿Quién ganó?”
Los niños se miran y no responden…
Virginia les plantea: “¿Cómo podemos hacer para saber quién tiene más cartas?”
Los niños acercan sus mazos y comparan su altura. Pato dice: “Gané yo”. Maxi le contesta:
“¡No! Empatamos, están igualitos”
Virginia les propone usar la banda numérica para decidir quién ganó.
Una vez que todos los grupos terminaron el juego, Virginia los reúne en ronda frente a la
banda numérica y les plantea la situación observada en el grupo de Maxi y Pato,
preguntando cómo se puede saber quién ganó.

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