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Para el año 2008 de acuerdo a los resultados del III Censo Nacional de Talla para la Edad, el
departamento de Quiché sigue caracterizándose como de muy alta vulnerabilidad cuyo parámetro es del
53.9%, en este sentido el departamento se ubicó 63.9%, solamente a bajo de Totonicapán que es uno de los
departamentos con mayor porcentaje.
Seguridad Alimentaria:
Para encontrar la vinculación de la seguridad alimentaria y nutricional (SAN), es importante
analizar los cuatro pilares que la fundamentan: Disponibilidad, Acceso, Consumo y Utilización
biológica de los alimentos27. El departamento de Quiché está catalogado como de “Muy baja calidad
de vida”, entre los criterios utilizados para esta caracterización, está la vulnerabilidad alimentaria, que se
define en términos de situación alimentaria (disponibilidad, consumo, acceso y alimentación), riesgos
ambientales (nivel de afectación que puede sufrir el rendimiento de la producción de alimentos por
fenómenos climatológicos), y la capacidad de respuesta (infraestructura productiva, uso de suelos,
volúmenes de producción, entre otros.) Algunos municipios como Sacapulas (zona sur este), San Pedro
Jocopilas, San Bartolomé Jocotenango, San Andrés Sajcabajá, Canillá y parte del Zacualpa; forman
parte del denominado “corredor seco”, sus territorios están expuestos a proceso de desertificación y
degradación de suelo, con amplias zonas deforestadas, lo que ha repercutido negativamente en la
producción de granos básicos y en problemas de inseguridad alimentaria para la población. Por lo tanto,
la seguridad alimentaria está relacionada con el porcentaje de población en situación de desnutrición
crónica, que para el año 2009 fue de 76.7%, siendo inclusive superior al promedio nacional, que fue
de 49.3% en menores de cinco años. La desnutrición como fenómeno, está motivado por factores
estructurales como la pobreza y extrema pobreza, analfabetismo, acceso a servicios de salud, acceso a
servicio de agua potable, mismos que determinan la salud. En este contexto, se puede mencionar que los
municipios con cuadros de desnutrición aguda y severa, son: San Andrés Sajcabajá, Santa Cruz del
Quiché, Chichicastenango y Chiché; últimamente el área Ixil, Joyabaj, Chajul, Nebaj, Cotzal e Ixcán,
reportan cuadros de afectación.
La población más afectada por la desnutrición global, está conformada por los niños de 6 a 23 meses,
especialmente durante el destete e introducción de alimentación. Por lo mismo, la desnutrición aguda
severa de 1.4%, y aguda modera de 2.3%. Finalmente, la tasa de desnutrición aguda global, fue de
3.34% en menores de 6 a 60 meses, y de 5.4 en el grupo de 6 a 23 meses de edad; de hecho, el rango
máximo aceptado por la Organización mundial de la Salud -OMS- es del 5%; como consecuencia
directa de esto, es que en la población de niños de 6 a 60 meses hay un retraso global de crecimiento de
76.7%, y de 82%, entre la población de 24 a 60 meses. Otro efecto de la desnutrición crónica es el
retardo de crecimiento según edad, bajo desarrollo de las habilidades cognitivas que se traduce en
repitencia, deserción escolar y propensión a sufrir enfermedades infecciosas. Entre las causas más
significativas están: mala alimentación de las mujeres en edad fértil durante el embarazo y período de
lactancia. Toda esta problemática afecta el desarrollo psicobiosocial del niño, especialmente en el retardo
de talla.
¿Cómo se mide la pobreza en Guatemala?
Consideramos que la pobreza en Guatemala es medida mediante un enfoque multidimensional, ya
que la pobreza se origina de diversos factores socioeconómicos, políticos, de salud y educación
siendo estos los pilares que promueven el desarrollo en cualquier ámbito social.