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Elbio Néstor Suárez Ojeda

Rutter, M. (1993): "Resilience: son1e conceptual consideracions" 1 CAPÍTUL04


_7ou1711J/ oj-.A.doiescent Health, vo!. 14, n <l 8. Algunos fundamentos psicológicos
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Publicación científica nº552, Wasbingrnn D.C., OPS/OMS.
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1
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bled jfnnilies rise above adversity, Villard Books, VVashington D.C. Introducción

L,as esperanzas de qne la sociedad n1oderna, en su progre- '


so incesante y a través de la organización del Estsdo de Bie- 'J
,i

nestar, cumpliera lo que establece el concepto sociológico de !l


la inclusión, esto esi la incorporación de la totalidad de la po- &
blación a las prestaciones de los distintos sisten1;;is funcionales il'
;~:
de la sociedad (políticor educacional, de salud, etcétera), con ü,
¡1;,
la garanúa de condíciones mínünas de bienestar para cada ~ti·

ciudadano, han dado paso, en el curso de unas pocas décadas 1 ,,


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a una preocupación creciente. Preocupación por las conse-
cuencias índeseadas del desarrollo [ecnológico y econón1ico
acelerados, que siguen produciendo riqueza al tie1npo que ge-
neran una gran cantidad de desocupados y subocupaclos) rn<J-
yor pobreza, delincuencia 1 etcétera, y en lugar de la anhelada
inclusión de todos producen una creciente población que pa-
dece su exclusión de los bienes sociales.
La transformación de un futuro de bienestar aseg-urado en
~
uno de incer-cidu1nbre subyace tras la aceptación de que vivi- ¡¡¡
1 ¡¡
l mos en lo que algunos llaman expresivamente la sociedad del )'¡:

riesgo. Ésta, si bien aba.rea a todos: se cobra sus primeras víc- !··
tin1as entre aquellos excluidos del sisterna social por la preca-
riedad de sus condiciones de existencia.

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Aldo Melillo, lvfirta Estamatti y Alicia Cuestas Algunos fundanientos psicológicos del concepto de resilienci'a

Por otra parte, el desdibujamiento de las clases sociales al pa- ser humano para hacer frente a las adversidades de la vlda 1 Sll-
sar del sistema de ocupación plena al sistema de subocupación perarlas y ser transfonnado positivan1ente por ellas" (Munist y
flexible y cambiante, produce una redefinición de las desigual- otros, 1998). No siempre se puede asociar carencia a incompe-
dades en el sentido de ur1a individualización de los riesgos so- tencia, ya que el individuo puede hacer y ser, indepeI1diente-
ciales, que se convierten in.medíat.1Jnente en disposiciones psí- rnente de la situación adversa en hi que nazca y viva. A partir de
quicas: insuficiencia personal, senriniientos de culpa, 1niedos, ello se trató de buscar los factores que logran proteger a los se-
conflictos con la autoridad, adicciones 1 neurosis, psicosis, etc. res hurnanos tnás allá de los efectos negativos de la adversidad)
En tal contexto y desde h2ce 1nucho tien1po, la respuesta con el fin de estiinulnrlos una vez que fueran detectados.
científica estuvo centrada en lograr una buena definición de los Kotliaienko (1997) hace un exhaustivo resurnen de los con-
cuadros patológicos que aparecían como consecuencia de las tenidos que diferentes autores dan al concepto de resiliencia:
deficiencias sociales n1encionad::i.s, precisar sus causas específi-
cas y el desarrollo de cada patología para proceder a su trata- }labilidad para surgir de la :'1dversidad, nd<1ptarse, recu-
n1iento. Corno resu.ltado ele la investigación de las causas 1 ta1n- perarse y acceder a una vida significativa y productiva
j.
i:
1 ,1
bién se esperaba poder formular predicciones, en función del (ICCB, 1994, citado en Kotliarenco, 1997), j


conocírniento de los factores de riesgo, acerca del 1nomento en Historia de adaptaciones exitosas en el individuo que se J,,
gue aparecerían las patologías para abordarlas en sus con1ien- ha visto expuesto a factores biológicos de riesgo o 1

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zos. La psicopatología señalaba las condiciones adversas que
provocaban los factores de riesgo y sus consecuencias sobre el
desarrollo de los niños y adolescentes. Los progra1nas de corte
eventos de vida estresantes; aden1ás in1plica la expecta-
tiva de continuar con una baja susceptibilidad a futuros
estresores (Luthar y Zingler, 1991; Masten y Garrnezy,
¡
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1
1, ),

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psicosocial anteriores a la década del nove11ta estuvieron n1ar- 1985; YVerner y S1nit.h 1994, citado en Kodiarenco,
1

1111 cados por la idea de negatividad y de carencia que la adversidad 1997).


'~~ in1pone al crecin1iento y al desarrollo, que se trataban de co1n- Enfrentatniento efectivo ante eventos y circur1stancias "'¡'··
:i-
pe11sar 1nediante esos progra1nas. Sin embargo, y rnás allá de de la vida severan1ente estre.'iantes y acn1nulatlvos (Ló-
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los rnodelos teóricos en1pleados, con frecuencia las prediccio- sel, Blíeneser y Koferl, 1989, en Kotliarenco, 1997),
~ Capacidad hu1nana universal para hacer frente a las adver-
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'1 '
nes no se cumplían y la enfermedad no aparecía.
sidades de la vida, superarlas o, incluso, ser transformado
por ellas, La resiliencia es parte del proceso evolutivo y
El nuevo concepto debe ser promovida desde la niñez (Grotberg, 1995, en
Kotliarenco, 1997),
En esta dirección, ante la evidencia de que no todas las per- La resiliencia distingue dos co1nponentes: la resistencia
sonas son1etidas a situaciones de riesgo sufren enfern1edades o frente a la destrucción -es decir, la capacidad de prote-
padeci1nientos de diverso tipo, sino que, por el conrrario, hay ger la propia integridad baío presión- y, ade1nás de la
quienes superan 1a situación y hasta surgen fortalecidos de ella 1
se con1enzó a investigar este fenórneno. Se lo denomina en la
actualidad 1-esiLiencia,: uy se la entiende corno la capacidad del
''
!
Resulta interesante esta últiina acepción p3r:i. no o!vidar el horizonte de exclu-
J. Re:;ilirc, en bnen larfn, signifíca "v0\ver a entrar s;i.ltando" o "salt;1r ha- sión social que condiciona el tenia (etiniología que rne aporta el fíló.~ofo c~r­
11 !os Cu!Jen).
cia arr\b3". Curiosarnente, tarnbién tiene la acepción de "apartarse, desvinrse".
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A/do Melillo, lvlirta Ertamatti y Alicia Cuestas Algunos fundamentos psicol-Ogicos del concepto de resiliencia

resístencia 1 la capacidad para construir un conductismo frente a las situaciones virales adversas, estresantes, etcétera;
vital positivo pese a círcunstancias difíciles (Vanisren- que le permiten atravesarlas y superarlas.
dael, J 994). Según este autor, el concepto incluye ade- 'Tarnbién se destacan dos elernentos crucíales: la resilien.cia se
rnás la capacidad de una persona o sister11a social de en- produce en función de procesos sociales e intrapsíquicos. "f.lo se nace 1·e-
frentar adecuadamente las dificultades, de una forrna siliente ni se adquiere "naturahnente ') en el desa11~olW: depende de
socialrnente aceptable. ciertas cua!id.Lzdes del proceso interactivo del sujeto con los otros seres
La resi]iencia se ha caracterizado corr10 un conjunto de hunztnzos, responsable de la construcción del sistnna psz(¡uico hunzano.
procesos sociales e intrapsíquicos que posibilitan tener
una vida sana, víviendo en un medio insano. E.stos pro-
cesos tendrían lugar a lo largo del tiempo, dando afor- Estudios confinnatorios de la resiliencia
tunadas combinaciones entre los atributos del niño y su
ambiente familiar, social y cultural. De este modo, la Un estudio pionero sobre el tema fue el realizado en l 94í
resiliencia no puede ser pensada con10 u_n atributo con por Grinker y Spiegel sobre los sujetos que padecieron grave
que los níños nacen, o que los niños adquieren duran- estrés en situaciones de guerra y evolucionaron favorable-
te su desarrollo, sino que se rrataría de un proceso in- mente, pero más recienteinente 1 y sobre todo en la últin1a dé-
teracrivo entre ellos y su 111edio (Rutter, 1992, en Ko- cada, se multiplicaron las observaciones sobre la repercusión
t.liarenco, 1997). de sucesos traun1áticos catastróficos y pérdidas significativas 1
L,J. resíliencia renüte a una con1binacíón de facrores que eran superadas: los seres humanos deinostraban poseer 1
que pern1iren a un niño, a un ser humar10, afrontar y la capacidad potencial de salir heridos pero fortalecidos de
superar los problemas y adversidades de la vida (Suá- una experiencia aniquiladora. 1
;

1
rez, 199 5). Fue decisivo el estudio epidemiológico que realizó E. E. :1
1

Concepto genérico gue se refiere a una arnplia gama de Werner (Kociiarenco, 1997), quien observó a lo largo de cuo-
factores de riesgo y a los resultados de competencia (do renta aií.os, hast::.i su vida adulta, a casi setecientos niños nacidos
wel/). Puede ser producto de una conjunción entre los 1 en medio de la pobreza en la isla de Kauai. Tcidos habían pasa-
factores ambientales, el temperamento y un tipo de ha-
bílid<id cognitiva que tienen los niños cuando son muy 1
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do penurias) pero una tercera parte sufrió además e:\'Periencias
de estrés y/o fue criado por familias disfuncionales debido a re-


pequeños (Osborn, J 993 i en I{otliarenco, 1997).
iV!ilgran y Palti (1993) definen a los niños resílientes co-
mo aquellos que se enfrentan bien (cope we/l) a la adver-
1 currentes peleas, divorcio con ausencia del padre, alcoholisn10
o enfermedades ment:Jles. A pesar de ello, rüuchos llegaron a 1
lograr un desarrollo sano y positivo.

1
sidad a pesar de los esrresores an1bientales a los que se Se observó adernás que todos los sujetos que resultaron re- :1
ven son1ecidos en los años más formativos de su vida. silientes tenían, por lo menos, una persona (farniliur o no) que
los había aceptado en forma incondicional, indepe11diente-
En síntesis, Jas diferentes definiciones del concepto de re- 1nente de su temperamento, su aspecto físico o su inteligen- :]
siliencia enfatizan características Jel sujeto resíliente: habíii- cia. Necesitaban contar con alguien y, al rrlisrno tiempo 1 sen- 1
dadi adaptabiiida,d, baja susceptibilidad, enfrenttnniento efectivo, tir que sus esfuerzos, su con1petencia y su autovaloración eran 1
capacidad, resiszencia a la destrucción, conductas vitales positivas, reconocidos y forr1entados. Sostiene VVemer que todos los es-
teniperaniento especial y habilidades cognitivas, todas desplegadas tudios realizados en el mundo acerca de los níños desgracia-

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Algunos fundanientos psicol.ógi"cos del concepto de resiliencia
A/do Melillo, Mina Estamatti y Alicia Cuestas
J.,,as fuentes interactivas de la resilie11cia
dos co1nprobaron que la influencia n1ás positiva para ellos era
una relación cariñosa y estrecha con un adulto significativo.
De acuerdo con Edith Grotberg (l 99i) -véase la introduc-
O sea que La aparicíón o no de resifiencia en los szdetos depende de
ción de este libro--, para hacer frente a las adversidades, supe-
La interaccr.ón de La persona y su entorno hurnano.
rarlas y salir de ellas fortalecido o incluso transformado, los ní-
ños toman factores de resiliencia de cuatro fuentes: "yo tengo"
(el apoyo), "yo soy" y "yo estoy" (el desarrollo de lo fortaleza
Los pilares de la resiliencia
intrapsíquica), y '1 yo puedo)' (la ::idquisición de habilidades in-
terpersonales y de resolución de conflictos.)
,·~
Los atributos que aparecen con frecuencia en los niños y
Lo que aporta el cor.tcepto de resilie.ncia es, entonces, una
adolescentes considerados resilientes han sido designados co-
mayor con1prensión y conociiniento tnipírico de los factores
mo pilares de la resiliencia (Suárez Ojeda, 1997). Entre ellos ca-
que protegen al sujeto de los efectos deletéreos de las malas
be rnencíonar:
condiciones del ambiente burnano y social que lo rodean, y
permite el diseño de métodos prácticos de promoción de di-
a) Introspección: arte de preguntarse a sí niisn10 y darse lUla
chos factores, para asegurar un desarrollo f:lVOrable que pre-
respuesta honesta.
venga la aparición de enfer1nedades físicas o n1entales.
b) Independencia: saber fijar iímites entTe uno rnismo y el
n1edio con pr6blen1as; capacidad de rnantener distancia
en1ocional y físíca sin c:Jer en el aislarr.iiento.
El aporte de la psicología
e) Capacidad de relacionarse: habilidad para establecer lazos e
intimidad con otra gente, para equilibrar la propia nece-
Corno se seüaló n1ás a1Tiba, la resiliencía se caracteriza por
sidad de afecto con la actitud de brindarse a otros.
provenjr básica1nente de una relación significativa del sujeto
d) Iniciativa: gusto de exigirse y ponerse a prueba en ta-
con una, dos o más figuras de su ento1110, y no constituye un es-
reas progresivamente 1nás e:Ugentes.
tado definitivo, es decir, se puede estar n1ás o n1enos resiliente
e) Humor: encontrar lo cómico en la propia tragedia.
de acuerdo con la si tu ación que se vive y las condiciones del en-
¡) Creatividad: capacidad de crear orden, belleza y finali-
torno, aw1que la presencia de factores protectores bien estable-
dad a partir del caos y el desorden.
cidos en la ínÍancia y en la adolescencia pueden facilitar al suje-
g) lv1.oralidad: consecuencia para extender el deseo perso-
to un buen desenvolvin1iento 1 aun en las peores circunstancias.
nal de bienestar a toda la humanidad y capacidad de
I)e esto surgen algunas pregw1tas: ¿Qué nos puede aportar la
comprometerse con valores; este elemento ya es Í!n-
psicología para co1nprender rnejor la ü1dole de los factores resi-
portante desde la infanciai pero sobre todo a partir de
lientes y el modo corno se desarrollan e inst.alan en el sujeto?
los l O años.
¿Se puede conocer la dinámica que subyace tras los elementos
h) Autoestiin.a consistente (agregamos nosotros): base de los
que empíricamente se sefialan corno resilientes para poder 1ne-
demás pilares y froto del cuidado afectivo consecuente del
jorar su reproducción en los .sujetos mientras se desarrollan?
niño o adolescente por parte de un adulto significativo.
Considerando que el fin último de este campo de estudio
es la aplicación práctica de estos conocimientos para imple-
mentar programas de desarrollo sano, lo primero que vale la

¿5 89
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A Ido Melillo, Mina Estamatti y ,4/icia Cuestas Alp;unos fundanientos psicológicos del concepto de resiliencia

pena aclarar es que no estanios ya focalizados en la psicopatología tanto -dice Clark- la razón avanzada es 1 más que nada, el rei-
sino en los conceptos psícológicos que constituyen los fu,ndanientos de no del cerebro andamiada: el cerebro en su contexto corporal,
un desa17·ollo sano del ser hu1nano; claramente, la promoción de interaccionando con un mundo co1np!ejo de estructuras físi-
la resiliencia se asocia a la prevención. Investigaremos los cas y sociales." Las estructuras externas limitan pero también
;1¡ fondamentos psicológicos de la resiliencia con el fin de lo- potencian las activid;ides de resolución de problemas del ce-
grar, desde un n1ejor conocímiento de ellos, la construcción rebro básico. En la rnayoría de los casos, estos mismos anda-
de estrategias para su pron·i.oción. miajes externos son producto del pensamiento y la actividad
de otros seres humanos.

1~1 esrudio de la mente Por tanto, la presente discusión apenas roza la superficie de un
proyecto enorrne y difícil: con1prender la manera en que nues-
En los últirnos tiempos) disciplinas relativamente recien- tro cerebro estructura y habita un mundo poblado de culturas,
tes, como el cognitivismo y la neurociencia, han arribado a un países, lenguas, organiz:J.ciones, instiruciones, partidos políticos, :¡:~
concepto de la Inente que) en más de un sentido, es conver- redes de correo electrónico y toda la irnnensa parafernalia de es~
gente con el que el psicoanálisis produjo hace ur1 siglo, en as- tn1cturas externas y andarniajes que orientan y dan contenido a
nuestras acciones coüdianas. Si nuestros logros superan los de
pectos sustanciales con10 son la relación con el cuerpo y con
nuestros anrepasados, no es porgue nuestros cerebros sean rnás
el mundo en que actúa: se habla de una n1ente esencialmente
inteligentes que los suyos. Nuestros cerebros son las piezas de
corporeizad3 (enzbodied) que adernris se encuentra encajada o unos engranajes sociales y culturales más grandes que muestr;:i,n í',
insertada (e1nbedded') en el entorno. El niño inicia su vida antes
de nacer en el espacio psíquico de la madre, cuando ésta lo acepta)'
la huella de los ingentes esfuerzos realizados anteriormente por
individuos y colectividades. En un senüdo bastante literal, este
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lo nonibra; por eso podemos decir que la protección y la adver- engranaje es la corporeización persisrente de la riqueza de co-
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sidad son previas al nacirniento, según haya sido su recepción nocin1íentos alcanzados. Esta gigantesca razón exi:endida es la
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por parte de la madre y el padre. Ycrece en el espacio psíqui- que más se beneficia de nuestros sin1ples esfuerzos índividuales ,\i;'
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co de la cultura a que pertenece. Somos seres que vivimos en y por ello constin1ye el vehículo del éxito cognitivo humano
el acto de conversar, nuestro espacio relacional consiste en re- (Clark, 1999). 'i'
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des de conversaciones que constituyen la cultura en que nos 11
,..fodo ello no in1plica haber logrado ninguna perfecciónn
desarrollamos: como somos animales que vivimos en el lengua-
ni progreso especial -eso es harina de otro costal-, pero sí nos
je, lo psíquico o mental se manifiesta en el acto de conversar, ilustra acerca de cóuz_o se desa1~ralla la nzente de los seres hurnanos
que incluye palabras y emoóones (Maturana y Varela, 1984). y la i7nporiancia fundanzental de lo que el sujeto recibe )1/0 encuen-
Como plantea Andy Clark (1999), desde una perspectiva tra en su entorno, en especr·al de los otros hurnanos que lo rodean.
cognitivista actual, los seres huinanos construimos "entornos Vygotsky (1962), ya en los años rreinta, propuso la idea de
de diseño)) en los que la razón humana es capaz de sobrepa-
gue el empleo del lenguaje público tiene profundos efecws en
sar a1npliamente el ámbito cornputacional del cerebro bioló-
el desarrollo cognitivo. Postuló un fuerte vínculo entre el dis-
gico básico (lo gue YUelve ridículo buscar la explicación del
curso, la experiencia social y el aprendizaje, y propuso la noción
.;#~~~~º. rr1brés como Einstein en alguna cualidad especial de ¡¡zona de desarrollo proximal" para designar la necesidad
"~~~~-~.o
.
y también obliga a pensar en el entorno para que tiene el niño de la orientación y la ay·uda proporcionada
:,, i corr¡J1"end~ ,,as virtudes y los defectos de cada sujeto). "Por
~: ( ~-- : "~ por otro ser humano para tener éxito en las tareas que su de-
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Aldo Melillo, Mii-ta Ertanwtti y Alicia Cuertas Algunos fundanientos psicológicos del concepto de resiliencia

sarrollo vita! le impone. Sólo si ha tenido suficiente apoyo en lugar, ser reconfortado, 'icontenido" por los brazos de su n1a-
la etapa de desarrollo puede, en ausencia del adulto, cumplir dre, contactado por un cuerpo cálido y suave, n1ecido y en-
la tarea de que se rrate: el diálogo instructivo que antes tenía vuelto por olores y ruidos fa1niliares. J)esde un punto de vis-
con el adulto ahora lo tiene consigo misrr10 y logra orientar ta psicoanalítico, estos registros corporales son la base de la
su conducta, enfocar su atención y evitar errores. Por supues- constirución del yo del sujeto: las en1ocíones de placer y dis-
ro que no siempre ia proximidad de un adulto puede ser be- placer vnn generando irnpresiones que n1odularán la relación
neficiosa (un progenitor golpeador o abusador es tan deleté- del níi1o con su ambiente. Luego ernpieza a buscar la 1nirada
reo como uno que abandona); aludimos al adulto que ayuda y del otro y espera ser mirado. La mirada de la madre y el pa-
't r·
1
estin1ula 1nás allá de las características del niño. l~l rnás con1- dre son el prin1er espejo en el cual el niil.o se ve: esas rniradas
petente ayuda al joven o niño a alcanzar una posición desde la introducen al niño a su existencia hun1ana. De la positividad
1 cual podrá reflexionar sobre la índole de las cosas con rnayor de esta especularización depende el desarrollo de la autoesti-
f1:1:. solvencia, al tie1npo que poseer::í n1ayor conciencia y control n1a del nifio en nn proceso norrnal de narcisiz.ación. Estas
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.~L1;I '
¡1¡¡ operacíones psíquicas particulares n1ediante las cuales el psi-
¡1,'
de sus actos. 1¡,;:

En esta línea del trabajo, J. Bruner (1996) llega a la con- quisn10 queda in1pregnado del otro hun1anoi producen verda-
l11 ¡·
1

clusión de que C\Jalquier mecanisrno de adquisicíón del len- deras precipitaciones en éli de rasgos i1nrigenes y forn1as to-
1

'l,I guaje que ayüde a los humanos a incorporar el lenguaje no n1adas del otro. }~l yo del sujeto se constituye corno ur1
)li 1

tendría posibilidad de lograrlo si no existiera un sistema de precipitado del rnundo interhurnano; en otras palabras, es una
t
" .¡11
:Jpoyo proporcionado por el mundo sociali que se combine for1nación interna que tiene su origen en privilegiadas percep- ~I·
1
'1,¡·1·
;:''';, con la capacidad de adquisición. Nuevarnente se enfatiza ia ciones provenientes del n1undo hurnano. Estos procesos (cono- 11·
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::l;,1::
!~Tuli: necesaria presencia del otro para adquirir el lenguaje, lo cidos con10 identificación, introyección, fase del espejo, in1ita- ¡,
\~1 que equivale a decir, el pasaporte para ingresar en la culn1- ción) han sido an1plian1ente confirrnados por la observación de "i"'
l,~¡11 ~I•

¡¡!111 ra hu1nana. las conductas norn1ales y/o psicopatológicas de los sujetos.


·11'"
11:, Cuando ese proceso no transcurre nom1ahnente, aparece- I"

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1
1

rá un déficit prin1ario de narcisización, que puede agravarse si f


I. . a interacción con el otro en el desarrollo hurnano los padres no aportan una irnagen valorizada de sí con la cual
el niño pueda identificarse y si no aparecen sustitutos que
Un dato crucial con relación a la resiliencia es su en1er-
gencia con10 resultado de una interacción 1 es decir, es algo que
ocurre a partír de la relación de un sujeto con su entorno hu- fue.ra de todo cont;1cto huinano. L;i. n1;1yor tenía unos ocho años y b inenor.
cinco; ésta falleció al poco tieir.po y la n'!;Jyor sobrevivió diez años junto a
Inano. Por lo tanto es irnportante revisar, desde el punto de ouos huérfanos. No ca1nÍn;1ban en dos pies, y en cuatro se movían con rapi-
vista psicológico, cuál es el rol que desen1peña la relación con dez__ Eran de hábitos nocturnos, rechaznban el contacto h111nano y preferían a
el otro en el desarrollo del sistema psíquico humano. Y la res- los perros o a \os lobos. No habbban y tenían rostros inexpresivos. A.! ser res-
catadas estaban sanas y su sep;iración de los lobos les produjo una profunda
puesta es taxatjva: sin esa relación el nili.o no ingresa a su con- depresión, y la nn1erre a la n1•Ís pequer'ia. A Li que sobreYivió, la fomi!ia que la
dición de ser hiqnano. 1 El bebé hu1nano necesita, en prin1er cuidó nuncJ la sintió corno verdadernrnente huinana, aunque aprendió a can1i-
nar en dos píes y a usar unas pocas palabr·Js. ·vivió sólo diez ai1os inás, Ln con-
clusión es que carecieron del contacto hurnano ii1ícial para ser verdaderarnen-
2. M2cLein (1977) reportó e.! caso de dos nifias q\1e en 1922, en una al- te huni;¡nas en sus conductas, que por Otr;J parte eran normales en el marco de
dea bengalí, fueron rescatad.u.; de una familia de lobos que hs había criado su crianza lobuna.

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2-7 /~ l-
92 93
Algunos fundamentos psicológicos del concepto de resiliencia
A/do Melillo, Mirta Estamatti y Alicia Cuestas
\.
:·! El desarrollo de los pilares de la resiliencia
cumplan esa función. O sea que la autoestima del sujeto, la
autovaloración del yo del sujeto así constituido 1 se sigue cons- I-Iay, entonces, una secuencia identificatoria y de cons-
'I'
1:1 n·uyendo sien1pre en el vínculo con un otro privilegiado. rrucción de la autoestinta que ernpieza con la madre y sigue
I' Como una y otra vez hablaremos de la relación del niño y con el padre, los hermanos, la familia extensa, los amigos, los
!
,¡·: el adolescente con un otro significativo oprivilegiado, vale la pe- docentes, otros cuidadores, agentes de salud, etc. Debe tener-
11:1 na señalar cuáles son las cualidades de tal persona. A.nte todo, se en cuenta que cuando el balance narcisístico viene deterio-
,·1'
! vale por su presencúi junto al sujeto en las buenas y en las ma- rado, casi siempre es posible restablecerlo.
i'li las, expresando siempre su a11tor incondicional,i aun cuando su H. Kohm (1968) llama transformaciones del narcisismo al
intervención deba ser la represión o prohibición de alguna cun1plimiento relativamente exitoso del proceso de narcisiza-
¡¡.
conducta. Este arnor atraviesa cualquier "barrera"; no se diri- ción del sujeto, o sea, del desarrollo consistente de su autoes-
\,, ge al más lindo, intelig·ente, poseedor de tal o cual caracterís- tima, su a1nor a sí niismo, lo cual lo habilita para determina-
·''P
11,,1,,, cica física. Es la persona que estimula y gratifica afectivamen- dos logros que; al ser enunciados, no son otros que algunos ,;.r:
,;,
1

h'1~~11
11 te los logros del niño o adolescente, su creatividad, hun1or, de los caracterizados como p.ilares de la resiliencia. Asíi men- ;:¡

~1~!111 iniciativa 1 y ayuda a resolver los problemas sin susbtuir la ac- ciona la creatividad, que en un sentido amplio incluye la capa-
,,,
11 :~.~-
ción del sujeto. Puede ser uno de sus progenitores, un inte-
grante de la fan1ilia extensa, un educador o cuidador que asu-
cidad de generar condiciones de vida aptas para los deseos y
'[.i:1l:i ambiciones del individuo 1 es decir) constituye la capacidad de
i1lil 1 me el rol de significatividad que el sujeto le otorga. Debe "crear" las condiciones de satisfacción en el mundo. La eni-
'~"
" tener capacidad para asánilar nuevas experiencias y para 111anejar j,,
patía es la segunda transforn1ación que refiere Kohut1 en tan-
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Ili'
ílJ~:- '"
las situaciones y las relaciones de la vida de un viodo genuino .'Y es-
pontáneo. Corresponde a lo que Winnicott (197 8) llama una
n1adre o un 111edio circundante szificienteniente bueno, donde
to medio para acceder, de n1anera privilegiada, a la experien-
cia rnenral del otro. Algo del orden de la empatía subyace en
la confianza que nos facilita las relaciones con los sen1ejantes.
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J::·
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1¡, ¡:'¡,,
¡'···,·1.1.' 'jsuficienten1enten alude a que no es perfecto y no absorbe la I-Iabría una "en1patía prin1arian relacionada con el vínculo ' !:

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potencialidad propia del niño.
Volviendo al concepto de desarrollo de la autoestima, es
con la madre 1 que nos prepara para poder acceder a las expe-
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!llill riencias internas básicas de los den1ás. El sentido del hu1nor es
('.! irnportante señalar que cuando falta una confor1nación ade- un escalón necesario para lograr que el balance narcisista no
,,¡,;
cuada de el1a 1 ocurre que muchos niños y adolescentes buscan adquiera sien1pre un carácter dran1ático o apocalíptico. Se-
!~'> identificaciones en grupos marginales que les otorgan algún gún Kohut1 coloca al sujeto en una suerte de nivel superior,
ii· tipo de idenódad, facilitando de este rnodo el can1ino para ser desde donde se observa a través de una conciencia crítica
cooptados por grupos de adictos, delincuentes) etc. Alguna neutralizada por esa observación de segundo orden que cons-
perrenencia que garantice reconociniiento es meyor que ninguna, tiruye el humor o la ironía. El sentido del humor no ofrece
aun al precio de una grave patología. un cuadro de grandiosidad y euforia sino e1 de un sereno
triunfo interior1 en el que no está ausente cierto matiz de me-
lancolía no negada. Agrega la aceptación de la finitud de la exis-
tencia, y la sabiduría como la capacidad del hombre de aceptar
3. \ 1anisrend>lel (2000) prefiere hablar de un amor en profundidad, funda- las limitaciones de sus poderes físícos, intelectuales y en10-
l. cionales, lo que le pennite mantener una actitud estable fren-
i mental, porque no vale ante cualquier conducta del sujeto sino que ad1nire lí-
mites cuando son i111prescindibles. Aún más, los presupone.

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' 94
Il
Aldo Melillo, Mírta Estarnatti y Alicia Cuestas Algunos fundamentos psicológicos del concepeo. deA;és.fi/~cia

\ te a la vida y los sernejantes 1 integrando conocimientos pero mico o creatívoi c11ya lógica aparecerá en uri.moinentO',pos-
admitiendo sus !.imites y recurriendo ai sentido del humor y terior: las razones verdaderas del salto son eIJ.unprimer mo-
a un sistema de valores atravesado por la experiencia vivida mento inconscientes. ~: 1

de los deseos. Seguimos a Freud (J 92 7) cuando afirma acernade] humor


1
~ que ¡ su esencia consiste en ahorrarse los afectos a qHe habría
li,'

'.!'!
Con relación al sisterna de valores del sujeto, es irnportan- dado ocasión la situación y en saltarse 1nediante una· bro1na la
te enfatizar que una proporció11 importante del proceso iden- posibilidad de tales exteriorizaciones de sentinüento", reve-
tificatorio del niño tiene un destino diverso en la constitución lando su capacidad de transforinar el sufrimiento en placer.
del psiquismo del suíeto y conforma un sector diferenciado l)ice también Freud que no sólo tiene algo de liberador sino
conocido corno ei superyó y el ideal del yo. Son los que cons- también algo de patético y grandioso: "J. . o grandioso reside
tituyen la instancia 1noral del sujeto, los que en su interiori- en el triunfo del narcisismo, en la inatacabilidad del yo triun-
dad, consciente o inconscienten1ente, le 1narcan lo que se fahnente aseverada". Media11te el humor, el _sujeto rehúsa
puede hacer y lo que no. Son a la vez el resultado de las rela- sentir lo doloroso de la realidad, aunque sin desconocerla ni
ciones con los progenitores prin1ero, y luego con los otros desn1entirla, y ser constreüido al sufrin1iento. El hurnor es
adultos que obran como transmisores de pautas culturales. opositor y significa un triunfo del yo a pesar de lo desfavora-
Esta particular confor1nación va a originar la nzoralidad espe- ble de las circunstancias reales; es una defensa inn1ejorable
cífica de cada sujeto. Nuevan1ente 1 de los sedin1entos vincu- contra el sufrimiento que no resigna el terreno de la salud
lares registrados en el desarrollo dependerá la cualidad de es· anímica, sino que, por el contrario, contribuye a su funda-
te pilar de la resiliencia: el ejenzplo de los otros es detenninante. 1nento. Es una operación íntelectua.l y una actitud del yo fren-
Si bíen la obra freudiana ce11tró su estudio del balance nar- te a una realidad penosa. Algo doloroso tiene la posibilidad de
cisístico en el interjuego entre el superyó y el yo, para el psi- convertirse en algo placentero. "Lo esencial -afirma Freud-
coanálisis de hoy en día, la in1portancia del objeto externo es es el propósito que el hu1nor realiza [... ] Quiere decir: 'Véan-
decisiva en térrninos de ta1 balance. Por lo tanto, siernpre es lo: ése es el 1nundo que parece tan peligroso. jUn juego de ni-
posible estimular la autoestima del sujeto y mejorar su dispo- ños, bueno nada rnás que p<i.ra bromear sobre él!'."
sición afeccivan1ente positiva hacia la vida y, en consecuencia, En cierto sentido, la capacidad de humor es tm retoño de
hacia los otros. una autoestin1a bien instalada. En clave psicoanalítica, n1edian-
te el hurnor, el yo se puede burlar de los requerin1ientos o jllÍ-
El hurnor es un rasgo que constituye u11 co1nportamiento cios del superyó, a la vez que logra ajustar su sentimiento y su
muy significativo de la mente humana. La naturaleza del sis- actimd a la situación penosa presente en la realidad, posibili-
tema de información que da origen a la percepción es un sis~ tando la trarnitación o superación de tensiones acumuladas.
te1na autoorg2nizado en la historia del individuo, a través de Cualitativarnente, produce u11a descalificación (desautoriza-
pautas que la especifican. El humor muestra cómo la percep- ción) relativa, y generallnente, transitoria, de ciertos conteni
ción de una situación puede reconfigurarse súbitarnente y dos superyoicos o pertenecientes a los ideales del yo, y también
producir un.can1bio en el afecto y el con1porta1niento del su- de la realidad adversa. El misn10 efecto se produce cuando el
jeto. C:onstituye aden1ás la esencia de la creatividad. Hay un hun1or se despliega en relación con otro: altera la tensión que
salto por un '~ca1nino 1 ' lateral que abandona la secuencia ló- puede existir en el vínculo, que se reubica en un nivel de inter-
gica del pensamiento en curso, con un efecto liberador, có- can1bio positivo.

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}\?:;
Alg;unos fundamentos psicológicos del concepto de resíliencia
Aldo Melillo, Mirta Estamatti y Alicia Cuestas
su disposi<.."ión, mutando las situaciones dlsplacenteras y repi-
Víktor Frankl (1979) afirma que el humor era una de las tiendo a voluntad las placenteras (Aberastury, 1998). El niño,
armas con las que el sujeto luchaba por su supervivencia en durante su crecimiento, va dejando de jugar y con mucho em-
los ca111pos de extern1inio. Cuenta q11e con un cornpañero se peli.o va asumiendo las realidades de la v:ida con la debida serie-
hacían la promesa de que cada día inventarían una historia di- dad. Pero al adulto plenamente desarrollado le queda como ad-
vertida sobre algún incidente que pudiera ocurrir al día si- quisición la capacidad de crear y rnanipular situaciones nuevas.
guiente de su llberación; por ejemplo, en una cena se olvida- Por supuesto gue depende de la actitud de los padres y los
rían có1no se sirve la sopa y le pedirían a la anfitriona que les cuidadores el no ponerle trabas a la creatividad del nili.o y es-
echara una cucharada "del fondo". timularla afectivamente para que se desarrolle en forma cabal.
En las comunidades habitantes de los Andes peruanos, que se Es fundamental en este proceso la gratificación afectiva a los
caracterizan por su carácter autoritario, la sátira y el humor son actos o pensamientos del niño que muestran creatividad.
empleados como un mecanismo para expresar descontento con
algo detenninado. Los niü.osyadultosusan este recurso para ha- Con respecto a la z?ztrospección considerada corno el arte
cer sentir su desacuerdo sin llegar a la discusión o el enfrenta- de preguntarse a sí mismo y darse una respuesta honesta, es
miento con los padres (Instituto Región y Desarrollo, 2000). tributaría del desarrollo equilibrado de la relación del yo
con el superyó-ideal del yo del sujeto. Preguntándose a uno
La creatividn.d es una cualidad originaria del funcionanllento n1isrno se pone en juego la autoestima del sujeto, la consis-
de la 1nente hun1ana. La reflexividad sobre sí rriisma, la capaci- tencia afectiva de la relación con uno mismo. Si ésta es ne-
dad de pensar sobre los propios pensaznientos, abre el camino a gativa y el yo es víctin1a de una exacerbada critica interna
la inusual capacidad, en el caso del animal humano, de generar por su propia autoconciencia vinculada al superyó o está
nuevos conceptos, hipótesis, apreciaciones de simacló11, posibi- agobiado por las exigencias de sus ideales, no va a poder
lidades de acción, incluyendo la posibilidad de apoyarse en lo darse una respuesta honesta, en especial si implica una auto-
que el enromo le brinda, con lo gue incrementa sustancialmen- crítica, pues lesionará su autoestima. AJ no alcanzar ésta un
te su capacidad de desenvolverse en el mundo. La condición nivel suficiente, el sujeto se defiende rechazando cualquier
creativa no es un don ni una rara condición, es parte de la natu- interrogante que ponga en peligro su precario equilibrio.
raleza humana y depende de cómo se desarrolle el sujeto. Por ejemplo, un adolescente cooptado por un grupo de
El origen de la creatividad es el juego! la octipación más in- adictos no puede discutir y ser honesto consigo mismo acer-
tensa y preferida del niño. Se podría decir que para el niño el ca de la n1ala elección que ha hecho, porque necesita del re-
juego es una forrna de tratar la realidad, de insertar las cosas del conocimiento de ese grupo para sostener un equilibrio de-
mundo en un orden que le agrada. Lo opuesto al juego no es la terminado, aun al costo de la enfermedad adictiva.
seriedad, coino podría creerse, sino la realidad efectiva. El jue- O sea que el desarrollo de la capacidad de introspección es-
go del niño, no obstante) no es sólo imaginativo; también se tá indisolublen1ente ligado a una sólida autoestima) que a su vez
ocupa de apuntalar sus objetos y sin1aciones imaginadas hacia es fruto de las buenas relaciones con los otros significativos.
cosas palpables y visibles del mundo real. "AJ jug·ar, el niño des-
plaza al exterior sus nliedos, angustias y problemas internos, La capacidad de relacionarse con otros es consecuencia de la
dominándolos n1ediante la acción.)' Opera creativamente repi- necesidad vital que en ese sentido manifiesta todo ser huma-
tiendo en el j"uego las simaciones que resultan excesivas para su no. La provisión con.stante de afecto que requiere la auroesti-
yo débil, dominándolas con el auxilio de los objetos externos a
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Aldo iVIelillo, Mirta Estamatti y Alicia Cuestas Algunos fundanientos psicológicos del concepto de resiliencia

' ma del sujeto moviliza esta necesidad durante toda la vida. Sin n1edio sobre el equilibrío psicofísíco de niños y adolescentes?
¿Produce salud rnentaí?
embargo 1 un desequillbrio narcisista puede dificultarla, tanto
•.\
por déficit como por exceso. Por déficit ocurre cuando la ba- Algo de esto creemos que ocurre y es particularmente in-
ja antoescima HevJ al sujeto a pensarse como no merecedor de teresante desde la perspectiva de la salud rnental 1 porque en
la atención de los otros, cosa que su propia reticencia al con- este can1po no contábar.nos con un equivalente a las vacw1as
tacto termina por confinnarle 1 cuando los demás optan por que, produciendo inn1unidades específicas, evítan e_nferrneda-
no aproxi1narse a él. Y por exceso se produce cuando una so- des diversas. El concepro ele prevención se ligabc1, preponde-
!,
breestimaclón defensiva que sirve para obturar carencias írn- ranternente) al diagnóstico y LTatarn.iento precoz en las situa-

¡ portantes provoca un alejarniento disfrazado de soberbia, om-


nipotencia, autosuficiencia, etcétera, rasgos que ahuyentan a
ciones de riesgo y tan1bién a un conocirn_íento genérico ele la
in1portancia de que las primeras relaciones de los niños fue-
I');,¡ los otros. _En estos casos, el desequilibrio depende· de una ex- ran afecrivarnente adecuadas para lograr w1 desarrolJo sa110.
!1,'J
cesiva presión del superyó o del ideal del yo. Pero no se había sístemarjz3do de un n1odo práctíco y aplica-
¡};/.
·1'¡'
!Í11::. (~uando la relación con esas instancias es adecuada, no só- ble justamente a las poblociones desfavorecidas, como modo
11'!11 ''i lo se desarrolla la capacidad de relacionarse, sino que tar11b.ién de generar un estado que amortigüe los efectos nocivos de las
11¡"1' 11,
I'[' '"
li1i la posibilidad de tener iniciati1 as se instala con plenitud.
1 siruacíones de riesgo o les per1njra avanzar hacia un desarro-
¡1, ¡ llo saludable.
·~1J:I
1"!1·:
Por su parte, la independenn'a se basa en un adecuado desa- El concepto de resih.enczfi y la pos1"bdidad de su protnoción tienen
¡ I~ : rrollo del principio de realidad, que permite juzgar una situa- la virtud de una transdisciplinariedad frucnfera entre el árnbito
ción externa prescindiendo de los deseos íntimos del sujeto, social y psicológico, y abren perspectivas de trabajo e investiga-
[; 1: .• que lo pueden llevar a distorsionar la verdadera situación. El ción en esta suerte de "prevención priinordial", rnucho antes
'l¡t1:
1: 11' amor de un niño o adolescente por SllS padres u otras perso- de la ernergencia de una patología o problema (Vanistendael,
íl~ - j 1"
nas allegadas, o el ternor a perder el arnor de ellos, lo obliga 1992)
¡¡t ¡,I'
¡ "'' a negar, conscienre o inconsclenten1ente, ia realidad penosa IJesde una perspectiva psicop::nológica cabe la pregunta de
1111:111
!11¡¡" que puede estar viviendo en su relación con ellos, y queda qué ocurre con los conflictos psicológicos que se perfilan des-
'~u1111
"l'l '" arrapado en muaciones de abusos o descuidos deletéreos pa- de la niñez. La respuesta pasa por considerar la promoción de

!~.'. '· '


.. l. ra el desarrollo de su persona. Sólo si el yo del su1eto ha al- la resiliencia con10 un proceso de consolidación o fortaleci-

l!Hil•'·'
1
canzado un juicio de realidad adecuado, sustentado en una
autoestirna sólida 1 podr.:í fijar hmites con el n1edio o las per-
íniento de la instancia yoica dei sujeto, que de ese rnodo se
vuelve n1ás capaz para mediar los conflictos entre los deseos
11 '
i!'1
sonas problern3.ticas, sin caer en el aislarniento. del su¡eto, sus instancias críticas (el superyó y el ideal del yo)
y la realidad ..El yo aurnenta su capacidad para Lnstrurnentar
esos conflictos de un modo "saludable"· Los conflictos pueden ser
A.Jgunas conclusiones nzás nianejables para el yo resilienre.

¿Podría s~r la prornoción de la resiliencia una suerte de


vacuna 4 gene'radora de inn111nidad frente a las agresiones del
toda l:i vid:i sino, más bien, en !:is del cipo de bs antigripa]es, que se deben re-
4. Al hablar de vacuna no pensamos en aquellas que dan inn1unidad para cibir cuda ailo.

100
~/
IOI
)l\
A/do Melillo, !Vfii~a Estamatti y Ahcia Cuestar

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