Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
…A Lety
2
INDICE
Introducción 8
Historia de la hipnosis 14
Hipnotismo moderno 16
Escuela de la Salpêtrière 22
Escuela de Nancy 23
Definición de hipnosis 34
La mente inconsciente 37
Sobre la sugestibilidad 40
Fenómenos de la hipnosis 45
Control de la sensibilidad 51
Disociación de la conciencia y
despersonalización 60
Ordenes posthipnóticas 62
Modificaciones corporales 68
Sobre el despertar 70
Reconocimiento y clasificación de
los sujetos 72
Peligros de la hipnosis 75
Ética de la hipnosis 85
Sugestión y propaganda 92
Autohipnosis 106
4
Pruebas preliminares de sugestibilidad 108
6
Métodos instantáneos y profundización de
la hipnosis 238
Autohipnosis 261
7
Introducción
Inicié la enseñanza de la hipnosis en 1980 con grupos
intermedios de estudiantes de psicología, con el correr
de los años ese mismo curso inicial se fue
transformando en un curso más amplio y compacto
que se fue nutriendo de las más variadas experiencias
académicas y la práctica clínica de la consulta privada y
pública. Mis conocimientos de la hipnosis se remontan
a los años en que era bachiller y me apasionaban los
muy variados temas de la psicología, recuerdo cuando
un hipnotizador que montó su espectáculo en la
localidad, anunció la venta de un curso que nos
capacitaría para ser “expertos hipnotizadores” en tan
solo 3 horas; junte el dinero como pude y estuve listo y
ávido para aprender los secretos de la hipnosis que
parecían, desde la perspectiva del espectáculo,
verdaderos poderes mágicos. No resultó tan
decepcionante, porque algo habría de aprenderse, lo
cierto es que fue el impulso inicial de lo que habría de
convertirse con el correr de los años, estudios y
experiencias, en este material sobre la hipnosis que se
presenta en esta obra. Este curso se ha ido
modificando y adaptando a lo largo del tiempo a las
necesidades de los diferentes interlocutores, tanto
profesionales de la hipnosis como de legos en este
conocimiento.
8
Este curso se ha enriquecido por las aportaciones
importantes de diferentes autores en la materia, y por
supuesto, de los grandes clásicos de la hipnosis.
Contiene prácticamente el material del curso que he
estado impartiendo en la Facultad de Psicología y otros
lugares en los últimos 30 años.
9
hipnótico y se presenta también en una amplísima
variedad de circunstancias de la vida cotidiana, tales
como: su impacto en los medios sociales, laborales, de
salud y dentro de la misma vida familiar. De tal manera,
que por virtud de la sugestión, la misma hipnosis se
encuentra intrincada en la mayoría de los procesos
humanos. La “obediencia hipnótica” se manifiesta en
una serie de experiencias harto extrañas, que reflejan
una profunda visión del funcionamiento psíquico,
ofreciendo al observador la convicción del poder de lo
mental sobre lo corporal.
12
terapéuticamente solo por profesionales de la salud,
tales como médicos y psicólogos, que están entrenados
en estas disciplinas que aplican más allá del ámbito de
la hipnosis. Más aún, nunca estará de más decir, que la
hipnosis no debe ser utilizada para degradar a las
personas, burlarse de ellas, como sucede en los
espectáculos de farándula, o para manipular y
fomentar la dependencia de cualquier ser humano.
13
Historia de la hipnosis
14
En muchos rituales de la antigüedad, encontramos
signos que nos sugieren el uso de la hipnosis a través
de piedras brillantes, como es el caso de las piedras
sagradas en pectoral de los pontífices hebreos y a la
cintura de los sacerdotes de Cibeles; desde las piedras
en forma de escarabajo o de mano, colgadas al cuello
de los orientales, griegos y romanos. Tenemos también,
la manera en que las mujeres bretonas dormían a sus
hijos suspendiendo de lo alto de la cuna cuentas de
vidrio mágicas, que brillaban delante de ellos.
Recordamos la piedra imán que fue utilizada por
egipcios para la elaboración de amuletos profilácticos y
tratamientos contra la gota y dolores de cabeza,
piedras que se utilizan hasta nuestros días.
Hipnotismo moderno
20
Si bien, la doctrina de la imaginación y más en concreto
la de la sugestión tuvo precursores, no quedó bien
establecida y demostrada. Fue solo en 1841, en que un
médico de Manchester, el doctor James Braid, creo la
palabra “hipnosis” para tan interesante fenómeno que
comúnmente era denominado sonambulismo artificial;
la palabra hipnosis se deriva del griego “hypnos”, que
significa “sueño”; a él se le deben también, las palabras
de braidismo o sugestión braídica que se utilizaron en
la última parte del siglo XIX y principios del XX. Se
podría decir, que verdaderamente con J. Braid
comienza la etapa científica de la hipnosis, que sin
atribuirle valor alguno a la teoría de magnetismo, se
basó en la teoría de la “fascinación” y “sugestión
verbal”. La nueva doctrina se levantó frente al
mesmerismo y Braid probó que no existe ningún fluido
magnético, ninguna fuerza misteriosa desprendida por
el operador ¡El estado hipnótico y los fenómenos
que se observan tienen un origen puramente subjetivo!
Escuela de la Salpêtrière
22
Los estudiosos de la Salpêtrière, aunque suponían una
base fisiológica para el “grande hypnotisme”, no
descartaban la sugestión como la base en algunos
tipos de hipnotismo menor, que se podía inducir en
personas normales. Reprochaban constantemente a la
Escuela de Nancy por haber sometido al dominio de lo
psicológico el trance hipnótico, en lugar de estudiar
primeramente las características somáticas o
fisiológicas de las personas hipnotizadas; los criticaban
de haber confundido los fenómenos orgánicos con
psicológicos, sin distinguirlos.
Escuela de Nancy
27
Entre otros personajes sobresalientes de esta segunda
escuela, se encuentran: Pierre Janet, Paul Dubois,
Moebius, Myers, Gurney, Stanley Hall, Forel, etc.
Aunque los hipnotizadores americanos no suelen
incluirse en alguna de estas escuelas, sustentaron en su
mayoría los principios de la Escuela de Nancy.
28
pudiera lograr por la pura sugestión. De cualquier
manera, las ideas de Reich fueron bien recibidas en los
Estados Unidos y en el verano de 1947 rentaba cerca
de 200 “cajas de orgón”, a razón de 10 dólares
mensuales. En 1954, la Dirección de Alimentos y
Medicinas obtuvo una orden judicial para impedir que
las cajas de orgón cruzaran las fronteras estatales: las
calificaron de artilugios fraudulentos. Reich no acató la
orden, y fue enviado a prisión en donde murió en 1957.
Este triste final, sirvió de pretexto para ridiculizar tanto
a médicos como a psicoanalistas, y más en particular,
aquellos que se relacionaban con la hipnosis. Para la
gente en general, ha sido difícil separar la hipnosis de
las teorías magnéticas o energéticas, dada la gran
cantidad de hipnotizadores de circo que defienden esta
hipótesis.
31
último método no está directamente influenciado por
Erikson pero se podría decir que tiene elementos
bastante comunes y por eso lo incluimos entre los
métodos que utilizan la hipnosis lúcida), etc.
33
Definición de hipnosis
¿Qué es realmente la hipnosis? ¿Cuáles son sus
características? Según la define Boris Sidis, discípulo de
William James: “La hipnosis es un estado anormal o
subnormal, inducido por medios artificiales y
caracterizado fundamentalmente por la presencia de la
sugestibilidad”.
34
¿Qué es la sugestión? Sidis contesta: “Al hablar de
sugestión nos referimos a la intrusión de una idea
dominante en la mente; enfrentada con mayor o menor
resistencia por la persona (sujeto); aceptada finalmente
sin examen crítico y realizada irreflexiva y casi
automáticamente”. En el lenguaje común de los
hipnotizadores, la palabra sugestión es utilizada,
haciendo referencia a las verbalizaciones, que el
operador hace al sujeto o persona que va ser
hipnotizada.
36
“relación” también fue estudiado en profundidad en la
Escuela de Nancy.
La mente Inconsciente
39
Sobre la sugestibilidad
41
Diferencias entre el sueño fisiológico y el
sueño hipnótico
La hipnosis fue considerada desde la antigüedad como
una forma de sueño y el nombre “hipnosis” impuesto
por Braid terminó por dejar bien sentada esta idea, que
persiste hasta nuestros días en la mayoría de las
personas. La Escuela de Nancy fue defensora de la
opinión sobre la gran semejanza que había respecto al
sueño fisiológico y la hipnosis: “Entre el sueño
espontaneo y el provocado no hay en el fondo ninguna
diferencia; Mr. Liébeault ha establecido este hecho con
gran rectitud de juicio. Solamente que el durmiente
espontaneo, no está en relación más que consigo
mismo” (H. Bernheim. 1887. De la sugestión y sus
aplicaciones a la terapéutica).
44
Fenómenos de la hipnosis
Muchos son los fenómenos que se presentan en el
trance hipnótico, son en extremo fascinantes y cautivan
de inmediato la imaginación; son producidos
exclusivamente por la sugestión. Suelen con facilidad
engañar a las personas en manos de gente sin
escrúpulos, que se presentan ante sus clientes en
espectáculos o sesiones de curanderos como
verdaderos magos dotados de gran poder, tal como
sucedía en la prehistoria del hipnotismo. El ilustre
padre del Psicoanálisis, S. Freud, comentaba al
respecto: “La obediencia hipnótica puede asimismo ser
aprovechada para una serie de experiencias harto
extrañas, que ofrecen una profunda convicción del
insospechado poderío de lo psíquico sobre lo corporal.
Tal es posible inducir al hipnotizado a ver lo que no
existe, también se le puede prohibir que vea algo que
existe y que se impone a sus sentidos, como, por
ejemplo, determinada persona (la denominada:
alucinación negativa); en tal caso, a dicha persona le
resultará imposible hacerse notar por el hipnotizado,
cualquiera que sea la estimulación que aplique; aquél la
tratará «como si fuera aire». Se puede impartir al
hipnotizado la sugestión de que realice determinado
acto, pero solamente cierto tiempo después de
despertar de la hipnosis (‘sugestión posthipnótica’), y el
sujeto no sólo se ajusta al plazo, sino que ejecuta la
acción en medio de su estado de vigilia, sin atinar a
explicarla con motivo alguno. Si se le pregunta entonces
por qué acaba de hacer tal cosa, invocará un oscuro
impulso que no logra comprender, o bien inventará un
45
pretexto medianamente adecuado, pero sin recordar
nunca el verdadero motivo, o sea la sugestión que le ha
sido impartida. El despertar se la hipnosis se produce
sin esfuerzo alguno, mediante la simple orden en tal
sentido impartida por el hipnotizador. En las hipnosis
más profundas falta luego el recuerdo de cuanto fue
experimentado durante el sueño hipnótico bajo la
influencia del hipnotizador. Este sector de la vida
psíquica queda, en cierto modo, aislado de todo lo
demás. Otros sujetos hipnotizados conservan un
recuerdo nebuloso, y otros aun, si bien lo recuerdan
todo, manifiestan haberse encontrado bajo el dominio
de un imperio psíquico contra el que no había
resistencia posible” (S. Freud. 1905. Psicoterapia:
Tratamiento por el espíritu).
Control de la sensibilidad
55
La expresión “alucinación negativa” fue desarrollada en
la Escuela de Nancy para el fenómeno de la anulación
de percepciones por medio de la sugestión; fue
criticado en esa misma época por los Señores Binet y
Feré: “este nombre está mal escogido”, dicen estos
autores, “porque no se trata de verdaderas
alucinaciones. No se puede comprender bien la
naturaleza de esta alteración sensitiva, sino
comparándola a las parálisis sistemáticas del
movimiento…Lo mismo para el ojo que para el brazo no
hay más que un fenómeno de inhibición, que produce
una parálisis sistemática” (Revue philosophique, 1885).
Sin embargo, conceptos como este y otros muchos,
aunque erróneos en su construcción, resultan bastante
familiares y “clásicos” a los estudiosos de la psicología,
y de allí, la permanencia de su uso.
60
El sujeto podrá adoptar personalidades de la historia y
se le puede sugerir que relate sus anécdotas de
batallas, hechos heroicos y eventos vividos; por
supuesto, estas narraciones se harán de acuerdo a las
estructuras cognitivas y desarrollo intelectual del
sujeto; si el sujeto no tiene capacidades de oratoria,
por más que se le personalice como un gran orador no
podrá por ello tener un discurso más allá de sus
capacidades reales, pero adoptará el personaje de
acuerdo a su nivel de comprensión y entendimiento del
mismo. Se puede cambiar, incluso, el sexo de la
personalidad y sugerírsele que es una persona del sexo
opuesto y actuará en conformidad; por otro lado, es
factible hacerle creer que es algún tipo de animal y
actuara de acuerdo a la conocimiento y comprensión
que tiene de ese animal.
Ordenes Posthipnóticas
63
si un rayo magnético y poderoso hubiera salido del
dedo del hipnotizador!
Modificaciones corporales
69
Consideraciones generales acerca de la
hipnosis
Sobre el despertar
71
Reconocimiento y clasificación de los sujetos
Peligros de la hipnosis
82
Las personas no debieran prestarse al sueño hipnótico,
independientemente de lo sugestionables que sean, si
no es para su beneficio personal. Algunas personas, y
principalmente las sugestionables, suelen ser presa
fácil de hipnotizadores de espectáculo o personas no
preparadas para realizar regresiones que “destapan” la
vida anímica de los sujetos, sin ninguna comprensión
de ello. Desde los tiempos de Liebeault, Berheim y S.
Freud ya se utilizaba la regla: “¡Nadie deberá dormirles
más que su médico para curarles!”. En esa época se
acostumbraba a sugestionar a los pacientes con la idea
de que solo su médico podría llevarlos al sueño
hipnótico para su beneficio personal. Queda claro que
solo los terapeutas deben utilizarla con fines
terapéuticos
Ética de la hipnosis
91
Algunos usos de la hipnosis
Sugestión y propaganda
94
como slogans, clichés, etc., suelen tener los mismos
efectos de autosugestión.
95
El efecto de los cantos fue descrito por Tácito quien
habla en su obra Germania del efecto hipnótico del
discurso rítmico:
97
La sugestión es el primordial principio de la propaganda
en un esfuerzo por controlar y manipular
deliberadamente sobre el pensamiento y emociones de
los grupos sociales; en una forma determinada y con un
propósito definido. La propaganda demagógica crea
ilusiones y hasta alucinaciones que se solapan con los
estados mentales que aumentan la capacidad del
hombre para responder al efecto emocional de los
símbolos, discursos y bandas sonoras. Los nazis dieron
el ejemplo más pragmático del terrible y horrendo uso
de la sugestión en la propaganda, de tal manera que
manipularon la mente de uno de los pueblos más
desarrollados del planeta, que prefirió suprimir su
libertar en aras de entregarse a la locura de su líder. E.
Krieck, filósofo nazi, dijo:
98
El hombre es proclive a aceptar los fenómenos
irracionales; esto nace, por un lado, de su curiosidad
por los misterios de la vida y de la muerte y del
significado de la existencia; por otro lado, de los
resentimientos sociales y familiares que ha
experimentado desde la vida temprana que no le
permiten aceptar argumentación alguna y si cualquier
contagio emocional que se sintonice a su
resentimiento. Se puede observar un tercer motivo,
que es el hastío y fastidio de la rutina cotidiana, la
soledad que lleva a la búsqueda de escapes de toda
índole, de acuerdo a sus procesos de identificación. Así
se hace la persona, vulnerable a las ideologías y
contagios emocionales de grupo, que de manera fugaz
satisfacen su narcisismo y anhelos más mediatos,
dejándose moldear por las manos de partidos, iglesias y
grupos de conformidad gregaria. ¡La verdadera libertad
inicia en el interior de sí mismo!
Hipnosis y el deporte
102
Múltiples son las posibilidades de la utilización de la
hipnosis en las diversas actividades y disciplinas del ser
humano para obtener una mayor ventaja y eficiencia
en su desempeño. Se podrían hacer volúmenes enteros
sobre el inmenso potencial de la sugestión mental
aplicada estratégicamente a las diferentes disciplinas,
siguiendo, por supuesto, una conducta profesional y
ética de los hipnotizadores, ya se trate de psicólogos,
médicos u otros profesionales. Es enorme la cantidad
de métodos y técnicas para acceder a los beneficios de
hipnosis. En esta obra se presentan en la segunda parte
los métodos y técnicas más comunes de la hipnosis,
desde la tradicional técnica de Berheim, hasta los
métodos modernos de hipnosis, para que puedan ser
adaptados y manejados de acuerdo a las necesidades
propias del profesional a su propia disciplina humana.
Hipnosis en animales
105
conociendo estas técnicas, aprovechando siempre la
fascinación y buena disposición de los espectadores.
Autohipnosis
107
Pruebas preliminares de sugestibilidad
¿Qué es lo primero que se debe hacer para iniciar la
intervención hipnótica? Siempre que se pretenda
utilizar la hipnosis, es necesario previamente, y antes
que nada, tener una conversación formal con el sujeto
en donde se le deben informar los motivos por los que
pretende utilizar la hipnosis y la manera de hacerlo;
aun también, en los casos en lo que solo se menciona
que se va utilizar alguna técnica de relajación,
asociación, etc., y no se haya utilizado la palabra
hipnosis. Esta plática es de suma importancia por las
siguientes razones: porque no es ético realizar ninguna
intervención sin la aprobación del paciente, y más aun
en el caso de la hipnosis, que tiene tantas implicaciones
morales; porque, la persona debe estar bien informada
sobre la totalidad del procedimiento y como se trabaja
en este tipo de intervenciones, sus beneficios y la
inocuidad de los mismos; asimismo, se le debe
informar la relación que guardan esta intervención con
su situación y como este procedimiento puede
ofrecerle ayuda, sus límites y alcance, sin generar falsas
expectativas. Esto es aplicable para cualquier técnica
de intervención terapéutica, ya sea que estemos
mencionado el tema de la hipnosis directamente,
asociación libre, ensueño dirigido, relajación, ejercicios
de control mental, etc. Otro motivo importante para
esta charla previa es, porque estamos buscamos el
108
rapport adecuado en la relación médico-paciente, es
decir, un estado de confianza, acercamiento y
tranquilidad con la persona, en relación al trabajo
profesional que estamos ofreciendo, y en lo concreto,
por la técnica que estamos sugiriendo realizar; tratando
de lograr así, la suficiente confianza en la persona para
que formule cualquier pregunta que considere
pertinente y evitar cualquier concepción confusa sobre
la intervención. En algunas ocasiones, es conveniente
ofrecer algún ejemplo de cómo se realizan este tipo de
intervenciones. Tratamos de lograr con la persona su
total confianza y el acuerdo y anuencia sobre la
intervención que ofrecemos, en base a la premisa de
los beneficios a alcanzar. Ya logrado el consentimiento
de la persona, es decir, un adecuado “contrato de
intervención”, podemos iniciar el procedimiento.
110
La utilización de escalas de susceptibilidad hipnótica,
como todos los instrumentos de medición psicológica,
requieren de preparación profesional para su
aplicación y el apego estricto a los estándares y valores
normativos para cada población; resultan bastante
útiles tanto en aplicaciones individuales como grupales
y se caracterizan por su importancia en la investigación
experimental actual sobre la hipnosis y otros aspectos
de la psicología como las habilidades cognitivas,
personalidad, variables fisiológicas, etc. De acuerdo al
tipo de ítems que manejan estas pruebas, asociados a
los distintos fenómenos hipnóticos dentro de las áreas:
motoras, sensoriales y cognitivas, es posible
determinar los diferentes grados de susceptibilidad y
respuesta del sujeto a la sugestión, así como el nivel
posible de profundidad hipnótica. A modo de ejemplo,
la Escala se Susceptibilidad Hipnótica Stanford, forma C,
utiliza 12 ítems. Seis de ellos están constituidos por
cuatro motores y dos cognitivos; y son similares a la
Escala Harvard, forma A. Los otros seis se refieren a
alteraciones perceptivas. Utiliza un procedimiento de
inducción común para el cierre ocular y utiliza también
textos alternativos de acuerdo a la respuesta de los
sujetos; los ítems se puntúan con valores de 1 ó 0, y la
puntuación total puede variar entre 0 y 12. Los 12
ítems son los siguientes: caída del brazo (se representa
imaginativamente peso en las manos); separación de
las manos (representación de pegamento que adhiere y
pega las manos); alucinación del mosquito (el sujeto
debe oír y separar un mosquito que molesta);
alucinación de sabores (imaginación de dulce-amargo);
rigidez del brazo (incapaz de doblar el brazo); sueño (el
111
sujeto debe mostrar sueño por lo menos durante dos
minutos); regresión (el sujeto debe situarse en etapas
anteriores de la vida); inmovilización de la mano
(catalepsia); anosmia (incapacidad de reconocer
olfativamente); alucinación auditiva (el sujeto debe ser
capaz de oír voces sugeridas); alucinaciones negativas
(la persona no debe poder ver el estímulo que se le
presenta); amnesia ( el sujeto no debe recordar por lo
menos tres ítems que se le presentan).
112
Clasificación de los sujetos. A través de los test
el operador está en condiciones de clasificar a
los sujetos entre: “aptos”, “regulares” e
“indiferentes” para la tentativa de la hipnosis.
113
A continuación se muestras las principales pruebas de
susceptibilidad hipnótica, que se han vendió
practicando desde la época de la Escuela de Nancy:
El Péndulo de Chevreul
115
el punto A de la línea A-B, pero sin mover la cabeza,
sólo la mirada; de allí seguirá la vista hacia B, luego
hacia A y así sucesivamente, de ida y de vuelta; siempre
con el mismo ritmo, pausado y sin mover la cabeza; la
concentración en la tarea es lo más importante y hay
que llevarla a un nivel intenso. Se le sugiere a la
persona, que experimentará al poco tiempo que sus
pensamientos se desplazan a lo largo de esa línea y que
el péndulo comenzará a oscilar en la misma dirección.
Cuanto más se concentre el pensamiento en la línea,
más oscilará el péndulo regularmente a lo largo de la
línea. Una vez logrado esto durante varios minutos, se
repetirá el procedimiento, sugiriéndosele sin
intermedio de descanso, para que ahora desplace la
mirada entre los puntos C-D; repitiendo la técnica de
pasear la vista a lo largo de la línea, acompañada del
flujo de pensamientos. Se espera que al cabo de
algunos minutos el movimiento del péndulo siga la
nueva dirección, es importante insistir que el sujeto no
debe mover las manos, dedos y cabeza. El movimiento
del péndulo es de vaivén de arriba hacia abajo, de un
lado hacia el otro según sea la referencia de los puntos
A-B ó C-A; Podemos, a continuación, sugerirle que
desplace la vista a lo largo de todo el círculo,
efectuando con los ojos el movimiento de pasearlos
una y otra vez a lo largo de toda la circunferencia sin
mover la cabeza, el péndulo deberá cambiar su
movimiento y seguirá las indicaciones de la mente del
116
sujeto, girando en un círculo o una elipse. Si el sujeto,
por indicación del operador detiene repentinamente el
fluir de los pensamientos en esa dirección y se
concentra de nuevo en el punto X, el péndulo llegará
eventualmente a detenerse por completo en el centro
del diseño.
118
aquiescencia de parte del sujeto para participar y llegar
exitosamente al éxito del ejercicio.
119
Las técnicas paternalistas son de dominio, con
verbalizaciones más autoritarias y algo más impulsivas
en su discurso; lo contrario para las de tipo maternal,
caracterizadas por verbalizaciones suaves, persuasivas,
sin rigor ni exigencia, minimizando en todo momento el
carácter autoritario. De cualquier manera, tanto en la
inducción hipnótica como en los test es recomendable
mantener cierto grado de control y autoridad propio de
cada circunstancia, independientemente del cual
método se está utilizando. Es muy importante desde
los primeros intercambios con el sujeto descubrir su
capacidad de reacción a cualquiera de estas técnicas,
pues será fundamental para su utilización y el éxito de
la inducción misma. Las personas de carácter suave,
dócil y dulce responden mejor a las sugestiones
autoritarias y la técnica que se debe elegir corresponde
al tipo autoritario. Por el contrario, aquellas personas
que están acostumbradas a mandar y dar órdenes a
cuantos los rodean, rechazarán un enfoque autoritario
en las verbalizaciones, comprometiendo el éxito de la
inducción; este rechazo es el producto de resistencias
internas que se enfrentan o chocan con las órdenes
autoritarias. Resultan sumamente útiles todo tipo de
conocimientos psicológicos a este respecto, pues
permitirá evaluar mejor a los sujetos y la técnica que
mejor se aviene a su personalidad. Como ya se
120
mencionó al principio de este tema, los test son
bastante útiles para descubrir a cuál de estas dos
técnicas responde mejor la persona de acuerdo a su
temperamento.
125
concentrarse en ambas situaciones: la del diccionario
en su palma izquierda y la del globo de gas atado a su
pulgar derecho. Concéntrese bien en estas imágenes,
un pesado diccionario que empuja su brazo izquierdo
hacia abajo y un globo de gas que tira del brazo
derecho hacia arriba…visualice bien las imágenes y
sienta el efecto de cada una de ellas…continúe con este
tren de pensamientos…pesa el brazo izquierdo y sube el
brazo derecho…su brazo derecho se hace más y más
liviano mientras que el izquierdo se vuelve más y más
pesado…baja el brazo izquierdo y sube el derecho…”
puede agregarse algo énfasis en las afirmaciones
(cierto grado de autoridad) pero sin ordenar,
sugiriendo solamente, de acuerdo al método
permisivo: “¡Sube el brazo derecho por la ligereza
del globo! ¡Baja el brazo izquierdo por el pesado
diccionario!...el derecho más liviano y el izquierdo más
pesado”. Se continúa con estas verbalizaciones durante
3-5 minutos, variando ocasionalmente el volumen de la
voz, con una inflexión de ligereza cuando hacemos
referencia al brazo derecho y con una inflexión de
pesadez cuando nos referimos al brazo izquierdo; estas
inflexiones cobran un fuerte estímulo emocional en la
imaginación de sujeto, incuso, más poderoso que el
simple significado del concepto verbal y ejercen gran
valor en el proceso de la sugestión. Se pueden utilizar
las siguientes expresiones o sus similares: “continúe
imaginando el ascenso de brazo derecho y el descenso
126
del brazo izquierdo; el brazo derecho sube…sube más
alto mientras que el izquierdo baja…baja más
todavía…cae su brazo izquierdo…sube el derecho…
¡Cada vez más arriba! … ¡Cada vez más
abajo!...Perfectamente… ¡Muy bien!... el derecho más y
más arriba…el izquierdo más y más abajo”.
127
En otras ocasiones, el desplazamiento de los brazos se
realiza con asombrosa rapidez. Esta demostración no es
muy convincente del todo, porque puede denotar a
una persona condescendiente, que puede estar
fingiendo voluntaria o involuntariamente. Por lo
general, las reacciones hipnóticas tienen un ritmo más
lento; no obstante encontremos personas más
sensibles que las reflejan rápidamente. Si fue
asombrosa la rapidez con lo que se realizó el ejercicio
es necesario hacer otras verificaciones con otros test
preliminares. Otras veces, la respuesta del sujeto
puede resultar invertida; esto es, que eleve el brazo
izquierdo y baje el derecho, de modo contrario a lo
sugerido. Estas respuestas suelen indicar una
resistencia espontanea a la sugestión, hay una
tendencia a seguir pero de manera negativa,
frecuentemente no notan esta resistencia y la
comprueban cuando abren los ojos. Esta respuesta
puede ser considerada como una muestra de
susceptibilidad a la sugestión, pero existe una
resistencia interna que contraría las sugerencias
recibidas. A menudo una pequeña conversación con él
bastará para disipar esta resistencia o resistencias,
originadas en temores o malas interpretaciones, y
servirá para ubicarlo en una posición real de individuo
apto para la sugestión.
128
Este test es permisivo o maternal, no se pide ni se
ordena a los sujetos cosa alguna, únicamente se les
sugiere que utilicen su propia imaginación y refleja,
principalmente, a los sujetos aptos para las técnicas
que recurren a la imaginación más que a las órdenes
directas; las técnicas imaginativas son muy utilizadas en
la psicología clínica, foros educativos, convenciones,
etc. Es importante aclarar que las sugerencias se hacen
de acuerdo a un ritmo predeterminado, un trabajo
preparado con anterioridad y en el cual se han cuidado
los detalles para no confundir las sugerencias durante
el ejercicio; por ejemplo, las mismas palabras que
indican ascenso deben ser equivalentes en número a
las que indican descenso. El ritmo y la trama que
conforman las sugestiones son bastante útiles para
lograr ese clima de adormecimiento en el sujeto y
ponerlo en una situación de sumisión y dependencia.
130
masa, un solo puño; como si un poderoso pegamento
las mantuviera unidas…no puede separar sus manos”.
131
consideran un reto y pierden el rapport necesario,
tomándolo más como algo personal, sobre todo,
cuando estas personas no aceptan bien las órdenes y
dejan de lado la cooperación que se le está solicitando.
Por supuesto, no se trata de que finja y sea
condescendiente con el operador, pero siempre será
necesaria la cooperación de la persona y su apertura
mental para el éxito de la hipnosis que se le irá
inculcando paso a paso; sin esta cooperación es
imposible la hipnosis, por lo menos, en la mayoría de
los casos. Cuando se determine que el sujeto no
responde bien a los métodos autoritarios se podrá
optar por una variante permisiva del apretón de manos
de E. Coué.
135
convencerá más en la certeza de las palabras, pues las
observa por sí mismo como un refuerzo de lo que está
diciendo el operador. No se le han dado órdenes de
ningún tipo. Por supuesto, al momento del desafío para
separar las manos se agrega algo énfasis en el tono de
la voz para incrementar la seguridad de lo que se está
diciendo: “¡Tres! ¡No puede abrirlas aunque lo intente,
no puede separarlas...trate de separarlas pero no podrá
hacerlo!”.
Relajación progresiva
138
permitirse cruzar las rodillas, pies o brazos, para no
generar tensión en ninguna articulación. Una vez que
está listo se le sugiere que puede cerrar los ojos y se
continua con la siguiente verbalización: “este ejercicio
es simple como usted mismo lo verá a continuación al
experimentarlo personalmente. Respire tres veces
profundamente por la nariz y exhale cada vez
totalmente el aire por la boca y continúe respirando
pausadamente. Sienta en una mirada global todo su
cuerpo y déjelo caer inerte en la posición en la que se
encuentra”
144
sujeto, y esto es contraproducente para todos los
propósitos. Si estamos utilizando la relajación como un
camino a una futura inducción hipnótica o como una
prueba preliminar, procuramos no utilizar la palabra
hipnosis, en todo caso, utilizaremos la palabra
relajación. Esto lo hacemos para no despertar
resistencias por el momento e ir ganando paso a paso
la confianza del sujeto, aunque sabemos, que he hecho,
ya habrá alcanzado por lo menos los primeros niveles
de hipnosis por sugestión verbal directa y relajación
progresiva.
145
Ambientación favorable y desfavorable
para la hipnosis
El ambiente es muy importante para la inducción de la
hipnosis, algunas cualidades ambientales facilitan la
hipnosis mientras que otras resultan inconvenientes.
Cuanto mayor es la experiencia del operador y su
pericia, más fácil resulta controlar las cualidades
adversas del ambiente, incluso, a través de las mismas
sugestiones. Un ambiente ruidoso puede inadecuado
para sugerir el trance hipnótico pero también puede
ser anulado mediante órdenes sugestivas directas,
sobre todo en sujetos que logran niveles profundos de
trance o que ya han sido condicionados al mismo.
Independientemente de esto, lo mejor es mantener lo
más posible un ambiente adecuado y conveniente para
la hipnosis.
Influencia de la luz
Influencia de la temperatura
Confort y comodidad
151
cualquier modo, los divanes cuentan con la forma y
diseño para mantener la cabeza elevada sobre el plano
medio. Es importante recordar que la posición del
sujeto es una importante premisa para una adecuada
relajación completa y una exitosa inducción hipnótica.
Debemos cerciorarnos, asimismo, de la completa
comodidad y soltura de la vestimenta de la persona:
cinturón sin apretar, corbata floja, cuello de la camisa
abierto. Se pueden quitar los zapatos cuando sea
posible o por lo menos evitar que estén muy ajustados.
En el caso del sexo femenino es importante asegurarse
que no cuente con corsés apretados y lo mismo con los
zapatos.
155
Influencia de las emociones
156
Generalmente la influencia y prestigio del operador son
el suficiente acicate para generar expectativas positivas
sobre los resultados de la inducción, de hecho, este
mismo fenómeno está ofreciendo su dote de
autosugestión. Como ya se mencionó en la primera
parte de esta obra, nos lo hacía notar S. Freud en sus
trabajos, en donde refería que bastaba solamente que
paciente supiera que el médico lo iba a visitar para
comenzar a sentirse mejor. Muchas veces con la sola
presencia del médico se desencadena el bienestar en la
persona, esto es bien conocido por los profesionales de
la salud.
157
Como hipnotizar
Técnicas de inducción
158
Bernheim comenzaba por convencer al enfermo que le
sería muy útil someterse a este tipo de tratamiento;
que era posible curarle por medio del sueño, que no se
trataba de ninguna técnica perjudicial o extraordinaria,
mágica etc. Asimismo les informaba que se podía
aplicar en todo el mundo para restablecer el equilibrio
nervioso. Recomendaba, que en ocasiones, dentro de
lo posible es bueno hipnotizar a una persona frente a la
persona que se está intentando convencer. En sus
verbalizaciones, que aun no tenían el diseño definido
de hoy en día, y que se encuentran detalladas en su
famosa obra, solía decir:
159
abiertos y que en lugar de concebir así la idea del sueño, no
tienen más que fijar los ojos con rigidez; entonces da mejor
resultado la oclusión de los párpados. Al cabo de dos o tres
minutos de fijación de la mirada, le bajo los párpados y los
sostengo cerrados, o bien, los extiendo lenta y suavemente
sobre los globos oculares, cerrándolos más y más,
progresivamente, imitando lo que sucede cuando aparece el
sueño natural; concluyendo por sostenerlos cerrados al
mismo tiempo que continuo la sugestión de este modo: <<Los
párpados de usted están pegados, no puede usted abrirlos; la
necesidad de dormir se hace cada vez más irresistible; no
puede usted dominarla>> Bajo gradualmente la voz y repito
el mandato <<Dormid>> y es raro que transcurran más de
cuatro a cinco minutos sin que se obtenga el sueño. Este es el
sueño por sugestión, es la imagen del sueño que he sugerido,
que introduzco en su cerebro”. (H. Bernheim. 1887. De la
sugestión y sus aplicaciones a la terapéutica).
160
“Siente usted pesadez en brazos y piernas; ya tiene usted
calor en los párpados; los brazos y las piernas están
inmóviles; su ojos quedan cerrados; el sueño viene…etc.” (H.
Bernheim. 1887)
161
totalmente refractarios y muy difíciles de dormir, en
ellos, algunos de los métodos indirectos que veremos
más adelante son los indicados para lograr algún nivel
de sueño.
162
llevarlo a él mismo a caer en un profundo sueño
hipnótico. Todo ello configurado en tiempo futuro con
expresiones tales como: “esto sucederá así”. Esta
primera etapa tiene una duración aproximada de cinco
minutos, en forma general, pero es posible que en
algunos sujetos se requiera más tiempo; el operador
debe estar bien pendiente observando si comienzan a
aparecer los signos que se han mencionado a futuro.
Estas sugestiones son mantenidas y reforzadas hasta
que el sujeto comience a dar señales de su
cumplimiento. Por ejemplo, un signo claro de que todo
está funcionando bien es el hecho que se pueda
observar en el sujeto el acercamiento entre los
párpados superior e inferior, lo que indica que se están
cerrando los ojos y está iniciando el trance. Otro signo
revelador para el operador es que el cuerpo comience
a verse flácido y comience a soltarse, por ejemplo, la
cabeza tiende a irse inclinando hacia un lado. Cuando
estos signos que se han estado mencionando
comienzan hacer su aparición el sujeto está listo para
pasar a la siguiente etapa. Es importante aclarar aquí,
que el sujeto no debe tener conocimiento de estas
etapas que son propias del conocimiento del operador
y que resultan muy útiles para ir examinando el curso
de la inducción. Cuando el operador hace la transición
de una etapa a la otra debe ser hecha en forma
imperceptible, de tal manera, que el sujeto no note
163
diferencia alguna en las verbalizaciones, no obstante,
estas hayan cambiado.
164
como ojos abiertos, aprensivos y ávidos, esperando que
se cumplan las ideas que se sugieren sobre la persona.
Cuanto más susceptible es la persona más fuerte será
su carácter expectante, y cuanto más se refuerce la
expectativa más será su realización.
166
Estas son, para la mayoría de los métodos hipnóticos,
las tres etapas del proceso de inducción. En los
métodos instantáneos y abreviados, que se verán más
adelante, las dos primeras etapas son eliminadas,
recurriéndose de forma directa a la tercera etapa, es
decir, en forma directa y firme desde el primer
momento. Este proceso de tres etapas, se podría decir
que está asociado a tres fases mentales del sujeto. En
el método de Bernheim, desde un principio se
ordenaba al sujeto que se concentrara en la voz del
operador, en su mirada o en un objeto particular de
fijación y eran de inicio más autoritarios, aunque de
trato amable. La concentración implica por lo general
un esfuerzo de parte del sujeto, y si él mismo siente
que no ha logrado hacerlo, este mismo sentimiento se
vuelve contra él y evita que obtenga el éxito deseado,
se fatiga más y la misma fatiga refuerza el fracaso. Si
bien la concentración es necesaria, en ocasiones se
vuelve un obstáculo. Harry Arons, ofreció el concepto
de “contención” en sus obras y charlas sobre la
hipnosis. Se trata de un enfoque más productivo, cuyo
concepto está formado por un neologismo que expresa
una combinación de ideas que pueden compendiarse
en un solo vocablo. Se solicita al sujeto que fije su
mirada en un punto, por ejemplo en la pared o
cualquier objeto de fijación, que fije su audición en un
sonido etc., pero no se le exige que se concentre en
ello, simplemente que no deje de verlo o de
167
escucharlo. En otras palabras, se le pide que mantenga
su atención pero sin esfuerzo, con comodidad, sin
preocuparse en concentrarse o perder la idea;
solamente: “no retires tu mirada o tu atención al
sonido”, no es una tarea difícil lo que se le pide al
sujeto que siga. Esto puede ser definido como:
“concentración sin esfuerzo”, es decir: contención.
168
científica como “fijación” y a veces “monoideismo”. Es
una condición en la cual una idea o sucesión de
pensamientos prevalece en la mente del sujeto, y es
fundamentalmente: caer en el trance hipnótico.
169
Es muy importante conocer estas tres etapas del
proceso de inducción como de las tres fases mentales
por las que atraviesa el sujeto durante todo el proceso
de la hipnosis. Y lo es por la siguiente razón: si usted
dice al sujeto que los ojos de él están cansados, que se
halla amodorrado y somnoliento, pero lo hace
prematuramente y no corresponde a la situación
mental del sujeto, este en su fuero interno pensará:
“Bien, eso no es cierto…porque no me siento en ese
estado, ni mucho menos”. Rechazará entonces toda
sugestión a partir de ese momento. Por lo mismo, no
debe decírsele nada que no esté el operador
observando. Puede argumentarse una serie de
probabilidades de lo que sucederá, pero nunca
debemos insistir en que está sucediendo algo ante lo
cual no tenemos evidencia, la cual se obtiene por los
signos ya mencionados arriba: cerramiento de los
párpados, respiración más profunda, flacidez del
cuerpo, caída de la cabeza etc., cuando señalamos un
acontecimiento que el sujeto ya está experimentando,
deposita consciente o inconscientemente su confianza
en el operador: “es así como realmente me
siento…sabe lo que está diciendo” etc., Esta impresión
ofrece la certeza de que algo está sucediendo, que se
está cumpliendo la realización de la expectativa, esto
viene a reforzar anímicamente el proceso de inducción
hipnótica. Este último comentario trae a colación aquel
desanimado relato de S. Freud en donde comentaba:
170
“me fatigaba ya oír, en los casos de hipnosis poco profunda,
que a mi mandato «Va usted a dormir. Duerma usted»,
contestaba el sujeto: «No me duermo, doctor», y tener
entonces que entrar en un distingo demasiado sutil,
replicando: «No me refiero al sueño corriente, sino a la
hipnosis. Fíjese bien. Está usted hipnotizado” (S. Freud.
1895. Estudios sobre la Histeria: historiales clínicos).
172
relajación…sus brazos y sus piernas se irán relajando
cada vez más y más…gradualmente…una pesadez y
cansancio se irá apoderando de sus brazos y
piernas…su párpados se pondrán más pesados a
medida que pasa el tiempo y sentirá como se van a ir
cerrando…poco a poco…pesarán sus párpados más y
más…se irán poco a poco cerrando más y más…sus
brazos y piernas experimentarán cada vez más modorra
y languidez. Llegarán a ponerse flácidos y pesados. A
medida que hablo y escucha mi voz…sus párpados irán
cayendo más y más…se irán cerrando a medida que
pasa el tiempo y escucha mi voz…todo usted se irá
sintiendo pesado y amodorrados” Comienza a notar los
primeros signos e imperceptiblemente comienza a
ingresar a la siguiente etapa: “usted se sentirá cada vez
más tranquilo y relajado…sentirá como cada vez se le
cierran más los párpados…ve como pesan sus párpados
y se cierran más y más. Sus ojos parece que quieren
cerrarse…pesan más y más…su cabeza se siente
igualmente pesada. Su cabeza parece que quiere caer
hacia adelante, cada vez más hacia adelante. En algún
momento sus ojos llegarán a cerrarse…porque siente
como pesan los párpados y como están cerrándose más
y más…su cabeza caerá hacia adelante…cae cada vez
más y más” El intercalado de frase a futuro y otras
presente permite la transición suave entre la primera y
segunda etapa, pero como se dijo antes, no se puede
hablar en presente si no se observa evidencia de que
173
los signos se están sucediendo. Sugestiones como esta
o similares se pueden ir creando o inventando a
medida que se gana experiencia y habilidad; se repiten
una y otra vez hasta conseguir el efecto deseado. En la
medida en que hemos logrado la transición suave de la
primera a la segunda etapa, continuamos: “ se
encuentra usted completamente relajado, tanto de
mente como de cuerpo, solo es necesario que se
abandone completamente a esta sensación
satisfactoria de sueño…se cierran sus párpados más y
más…están ahora muy pesados…pesan los
párpados…pesan sus ojos y estos se cierran más y
más…pesan profundamente…caen por si solos…caen
cada vez más y más…sus brazos y piernas han
alcanzado una relajación tal que pesan y caen sobre su
reposo…pesan cada vez más…siente como el sueño lo
invade…como se acerca y lo recibe como un amigo con
los brazos abiertos…siente como pesan sus párpados
más y más…pesan sus párpados…su respiración es cada
vez más profunda…cada vez que respira
profundamente el sueño lo invade…usted se siente
totalmente amodorrado y cada vez más cansado a
medida que continúo hablando. Sus brazos y piernas
están pesados…su cabeza se siente pesada como el
plomo…escucha mi voz…solo escucha mi voz…y sus
párpados se cierran totalmente…pesan sus parpados.
Ya no puede fijar la vista en el objeto…siente la
necesidad imperiosa de cerrar los párpados…sus ojos
174
sienten necesidad de cerrarse…más y más…más
pesados” Durante un momento nos hemos
concentrado en los ojos del sujeto, se verifica que se
están cerrando por el acortamiento entre los párpados
y se profundiza la sugestión sobre ellos. “…es tan
agradable cerrar los ojos y dejar de ver el objeto…caer
en un sueño reparador y tranquilo…está usted cada vez
más somnoliento…muy…muy somnoliento…pesan los
párpados…se cierran los ojos totalmente. Su cabeza
pesa más y más…todo su cuerpo se halla pesado por el
sueño…sus párpados están pesados como el plomo, sus
ojos se están cerrando. Sería tan agradable cerrar los
ojos y caer plácidamente en este sueño tan acogedor
que te recibe con los brazos abiertos… ¡Así está muy
bien!...se cierran los ojos… ¡cierre los ojos y caiga desde
ahora en sueño profundo…reparador sueño!...
¡profundo y reparador sueño!”.
175
tiempo y profundizar el estado de trance en el que se
ha sumergido el sujeto. El operador elevará
sensiblemente la voz, sin llegar a gritar, y se formulan
las siguientes sugestiones con énfasis y energía, pero
sin perder el tono de amabilidad que ha caracterizado
toda la sesión: “Está usted completamente dormido,
pero lo pondré aún en un trance más profundo. Contaré
de uno en uno hasta llegar a la cifra de diez. Con cada
número que cuente usted dormirá más
profundamente…más profundamente hasta que
finalmente a la cuenta de diez, usted estará sumido en
un profundo trance hipnótico…profundo y reparador
sueño. Usted obedecerá en el acto y sin cuestionar mis
órdenes. A la cuenta de diez estará profundamente
dormido… ¡Uno! Usted está cayendo en un sueño más y
más profundo… ¡Dos! Duerme más y más
profundamente…el sueño lo invade… ¡Tres! ¡Cuatro!
¡Cinco! Cayendo más y más profundamente todavía…
¡Seis! ¡Siete! Abandónese por completo, cayendo
profundamente dormido… ¡Ocho! Muy profundamente
dormido… ¡Nueve! Más y más profundamente dormido
en sueño hipnótico… ¡Diez! ¡Duerma profundamente!
(una frase serena pero con firmeza)… ¡Usted se halla en
un profundo y reparador sueño hipnótico!”
176
ha llegado la persona. Estos test pueden incluir desafíos
utilizando la catalepsia de párpados, manos, movilidad
del cuerpo en general, órdenes directas y preguntas
que están relacionadas con los fenómenos de la
hipnosis y el nivel al que corresponden.
178
Cuando el operador considera que el sujeto se halla en
estado de trance hipnótico, lo puede someter al primer
test o desafío de ese trance. El más sencillo de todos
ellos es el de la “catalepsia de los párpados”. Se
procede se la siguiente manera: “Sus ojos están
totalmente cerrados y totalmente flácidos en la cuenca
ocular; laxos y relajados. Sus ojos están tan firmemente
cerrados que usted no podrá abrirlos aunque se lo
proponga; no intente hacerlo hasta que yo se lo indique
a la cuenta de tres. Cuando yo mencione en un conteo
el número tres, usted intentará abrir los ojos, pero no
podrá hacerlo”. Siempre que indicamos un desafío,
como intentar abrir los ojos, se sigue una frase que
indica que fracasará en su intento. “…Sus ojos están
totalmente cerrados como si estuvieran pegados por un
pegamento muy poderoso, y usted no podrá separarlos.
A la cuenta de tres usted intentará abrirlos, pero no lo
va poder lograr. Si hace un gran esfuerzo puede que
apenas logre mover las cejas, pero no podrá abrir los
párpados. Es como si se le hubiese olvidado cómo
hacerlo, simplemente no podrá hacerlo. Bien, ¡Uno!
¡Sus ojos están cerrados y no podrá abrirlos aunque lo
intente!... ¡Dos! ¡No puede abrirlos, están totalmente
pegados!... ¡Tres! ¡No puede abrirlos!...inténtelo pero
no podrá hacerlo…” Pasado un lapso breve “… ¡Deje de
intentarlo!...Ahora caiga en un estado más profundo de
hipnosis”
179
No se debe permitir que el primer desafío se prolongue
demasiado, unos segundos son suficientes para
percatarnos de que ya el sujeto se encuentra con la
aceptación de la hipnosis, si lo prolongamos, lo único
que vamos a demostrar es que la voluntad del sujeto
siempre prevalecerá ante un desafío, por lo menos, en
muchos de los casos. No debe olvidarse que la hipnosis
requiere de la total aceptación del sujeto para esta
forma de “relación personal” que se está intentando
establecer entre sujeto y operador. Tampoco se debe
olvidar que la misma hipnosis, la misma idea del trance
se ha inculcado en un sujeto que acepta disociar su
conciencia en la relación que establece con el
operador. Unos segundos o fracciones de segundo
serán suficientes para demostrarle al mismo sujeto que
está bajo control por su propio consentimiento. El
prolongar el desafío solo acicala al sujeto a vencerlo.
Este primer test en sí mismo es insuficiente, pues no
sabemos qué tan profundo es el trance hipnótico, es
decir, que tan profunda y convencida esta la voluntad
del sujeto a someterse a otra persona. El segundo
desafío recomendado es el de la “catalepsia del brazo”;
se hace que el sujeto levante su brazo y lo extienda
hacia el frente y se le da un ligero tirón como indicando
como se desea que se quede, incluso hay operadores
que ejecutan los pases mesmerizantes. Al mismo
tiempo se le dan las sugestiones de que el brazo está
totalmente rígido y de que no lo va poder mover: “Su
180
brazo se ha puesto rígido como el de una estatua, los
músculos de su brazo están totalmente tensos y rígidos
como un tronco…como una barra de acero…por más
que intente moverlo, no lo va lograr…su brazo está
rígido…está en estado cataléptico…no lo puede mover.
¡Usted no puede mover su brazo!” Se hace la misma
propuesta del conteo y se realiza con sugestiones
intercaladas con ideas e imágenes que denoten su total
rigidez. Si el resultado de la prueba es satisfactorio,
seguramente el sujeto está en el nivel dos o
posiblemente más allá.
182
una crisis de cualquier tipo. Como se dijo, lo mejor es
aprovechar el trance hipnótico para ayudarle a superar
el episodio. Cuando los sujetos son despertados
repentina y bruscamente suelen estar aquejados de
sensaciones desagradables, presentar malestar
emocional, dolor de cabeza y una profunda necesidad
de volver a dormir. En el caso de despertarlo en medio
de una crisis caracterizada por la angustia, dejará al
sujeto en un estado de “angustia flotante” que tardará
varios días en disiparse.
183
trata de influir en su ánimo para despertar. En el caso
de querer seguir durmiendo, por lo plácido del trance,
cosa que se verificará al preguntarle los motivos por los
que no quiere despertar, se le puede sugerir que en un
conteo de uno a diez, por cada número que se
mencione será como si hubiera dormido una hora y
tendrá los beneficios reparadores del sueño normal,
asimismo, se le conmina que al final del conteo se
sentirá muy contento por el hecho de tener que
despertar y se encontrará tranquilo, relajado y con esa
apreciable sensación beneficiosa que tuvo durante el
sueño hipnótico. Se agregan verbalizaciones firmes y se
le conmina a despertar.
185
alguna actividad del sujeto que se incluye en el
procedimiento para incrementar la eficacia del mismo.
186
intervalo que hay entre cada número. Así como el
ejemplo que le voy a dar…” En ese momento el
operador se desplaza ligeramente al frente del sujeto,
mientras ofrece el ejemplo para que no quepa la menor
duda en él; cuanta: “uno” y cierra los ojos durante un
segundo aproximadamente y los abre de nuevo.
Continúa con el “dos”, cierra nuevamente los ojos y los
reabre pasado el segundo. Luego sigue con el “tres” y
repite todo el procedimiento; al llegar al tercer número
el operador finge que tiene algo de dificultad para abrir
los ojos, pero sin exagerar; como si ello requiriese más
esfuerzo, agregándole así mayor efecto sugestivo al
conteo de cierre y apertura de los ojos. El operador
retoma su posición inicial y continúa con las
verbalizaciones: “…Usted hará lo mismo, como lo ha
visto en el ejemplo que le mostrado, cerrará los ojos al
escuchar el número correspondiente y los abrirá antes
del siguiente número, hasta que sienta que sus
párpados están cansados…muy cansados y no deseará
más abrirlos. A cada repetición resultará más difícil
abrir los ojos y a medida que progrese la cuenta se irá
sintiendo más y más cansado y somnoliento. Cada vez
que vuelva a cerrar los ojos le parecerá más y más difícil
abrirlos…”. Como se puede notar, se está, en esta
primera etapa, ofreciendo las verbalizaciones en
tiempo futuro y aún no se ha iniciado el conteo; pero se
están generando las expectativas necesarias para
favorecer el sueño hipnótico. “… En la medida que vaya
187
contando los números y usted cierre y abra los ojos sus
brazos y piernas se le harán más pesados…más y más
pesados…todo su cuerpo comenzará a relajarse más y
más profundamente…Por fin llegará a una sensación de
cansancio y sueño que le será prácticamente imposible
abrir y cerrar los ojos… por cada conteo será más y más
difícil abrir los ojos deseando quedarse con los ojos
cerrados …cuando llegue el momento de ya no querer
abrirlos, simplemente los cerrará…los mantendrá
cerrados para caer en un profundo y reparador sueño
hipnótico”.
188
cierra los ojos en el primer conteo directo, más o
menos al llegar a quince.
189
el conteo, dándole un giro especial de mayor sugestión;
como el sujeto ya cerró los ojos no habrá oportunidad
de confundirlo.
190
importante que el operador no refleje inseguridad ante
estos tropiezos y se disponga hacer el cambio de
procedimiento inadvertidamente. Esto es
especialmente cierto, en sujetos que están siendo
inducidos por primera ocasión.
192
ojos…pesan sus brazos. Cuando llegue al número veinte
le será imposible mantener los ojos abiertos y los
cerrará en forma automática, y usted caerá en un
sueño profundo…muy profundo y reparador sueño
hipnótico. Dieciséis…se encuentra muy cansado…muy
pero muy cansado…se cierran sus ojos…pesan sus
párpados…pesan mucho…Diecisiete…sus ojos se están
cerrando, no puede dejarlos abiertos. Se están
cerrando…Dieciocho… se cierran sus ojos…más y
más…pesa su cuerpo, cada vez más…Diecinueve… ¡así
está muy bien!...deje que sus ojos se cierren.
¡Veinte!...caen sus párpados… se cierran sus ojos…
¡Duerma profundamente!... ¡Muy y muy
profundamente!...en un reparador y profundo sueño”
194
Los métodos anteriormente estudiados no son
exclusivamente individuales, pueden manejarse a nivel
grupal, pero requieren de un mayor esfuerzo y
concentración por parte del operador. Lo práctico,
desde el punto de vista clínico, es el trabajo individual
en los procedimientos de inducción hipnótica.
195
Métodos tradicionales y antiguos de
inducción hipnótica
Métodos Mesméricos
196
pases deben repetirse permanentemente, siempre
hacia abajo, y acompañados de una descarga de
sugestiones verbales de sueño. En la mayor parte de los
casos los pases se hacen estando el sujeto con los ojos
cerrados; esto es, después de que los haya cerrado tras
una primera serie de verbalizaciones (etapa uno).
Logrando esta primera etapa de éxito acompañada
incluso de sueño ligero y cerrando los ojos, proceden a
los pases, sugiriendo además la sensación del fluido
magnético corriendo por el cuerpo. Es frecuente que
los sujetos ya bajo el influjo de la sugestión, refieran
sentir el magnetismo fluir por su cuerpo.
197
Método del Dr. Liébault
198
El método de la bujía de Cook
199
sido manipulado desde la antigüedad para canalizar la
sugestión y lograr el trance y arrobamiento religioso.
201
dragón, la bruja, el fermento (el queso y los gusanos),
el árbol caído en el bosque, el árbol gigante y frondoso,
la cabaña, el océano, el río, la nube, la isla, el oasis, el
amigo, escaleras, pizarras, etcétera. Estas imágenes
ligadas a pequeñas historias altamente creativas y a las
sugestiones verbales del operador y a las experiencias
corporales del sujeto, apenas perceptibles, se
amalgaman como técnicas inductivas bastante eficaces,
sobre todo, por el alto rapport y confort que ofrecen a
la persona. Por lo general en estos métodos, no se
buscan o pretenden los niveles altos de hipnosis.
Suficiente resulta el sueño lúcido para las diversas
técnicas terapéuticas.
202
Técnicas modernas de inducción hipnótica
Hemos presentado las diversas técnicas de inducción
hipnótica clásicas y que han perdurado hasta nuestros
días, utilizadas en gran escala y para todo tipo de
individuos. Por lo general, todos estos métodos utilizan
un objeto de fijación de la atención a través de alguno
de los sentidos. Puede ser desde la voz del operador,
sus dedos o algún objeto que sostengan; que esté fijo
en la pared, etc., o que emita un sonido intermitente.
Lo importante, como ya se ha indicado, es que los
sujetos fijen su atención en ese objeto y mediante la
lluvia de sugestiones verbales penetren en el sueño
hipnótico. En la actualidad han variado las técnicas de
inducción hipnótica considerablemente y casi todos
ellos han seguido caminos altamente permisivos y
maternales; la mayoría de los métodos modernos
excluyen de su vocabulario las palabras que indican una
orden o apremio al sujeto para cualquier
comportamiento.
203
sugiera el trance hipnótico, no obstante pueda existir.
Se practican estos ejercicios dirigiendo la fijación de la
atención del sujeto hacia su propio cuerpo o hacia
alguna función corporal específica, como por ejemplo,
la respiración, el movimiento del pecho durante la
respiración, o cualquier otra reacción orgánica que
pueda ser observada. A estas reacciones orgánicas se
les conoce como: reacciones sensomotoras; Se utilizan
como punto de fijación, pero en este caso en lugar de
dirigir la atención a un objeto externo. De cualquier
manera, el procedimiento de inducción hipnótica viene
siendo el mismo, no obstante, se cambien los objetos
de fijación y el ropaje de toda la técnica. Tienen la
ventaja que permiten liberar al sujeto del temor a
fracasar en la hipnosis, sobre todo, cuando esta es
considerada como algo extraordinario ya que ha sido
matizada considerablemente por el cine y la televisión.
Somos de la opinión de que el sujeto debe conocer que
está siendo llevado al trance hipnótico, en la medida de
lo posible e independientemente del nivel de hipnosis
buscada, o de que el ejercicio, por su lucidez y
simpleza, eluda sus implicaciones con la hipnosis. Es
cierto, que en algunos casos, puede resultar
conveniente liberar al sujeto de la idea de la hipnosis,
por alguna razón práctica y beneficiosa para él mismo;
pero en la medida de lo posible, es importante aclarar
el sentido y significado de los procedimientos que se
están utilizando. Para muchas personas el vocablo
204
hipnosis por sí mismo genera resistencia y desconfianza
por múltiples motivos, de tal manera que tienden a
fracasar los procedimientos. Estas resistencias, como se
dijo antes, deben tratarse en charlas previas con el
sujeto para intentar disiparlas. Ahora bien, también es
cierto, que algunos ejercicios trabajan con tan clara
conciencia de parte del sujeto, que puede resultar útil
eludir de inicio toda idea sobre la hipnosis y eliminar de
tajo las resistencias que puedan estar impidiendo el
éxito de la misma. Estos ejercicios pueden utilizarse en
sujetos que previamente han fracasado en otros
intentos de ser hipnotizados y que se consideran a sí
mismos como totalmente refractarios a la hipnosis; el
puro hecho de sugerirles que se va intentar con ellos la
hipnosis llevaría el ejercicio al fracaso.
205
procedimiento, un lenguaje que evite el “tuteo”;
asimismo, permitirá más deferencia por el sujeto. El
operador utilizando un lenguaje suave y calmado se
expresa, más o menos como sigue: “¿está usted
confortablemente sentado?... ¡bien! vamos a
proceder…contemple sus manos que están
descansando sobre su regazo. Si lo desea puede
observar su mano derecha o la izquierda
indistintamente…como usted lo desee…o quizá prefiera
ver entre sus manos al fondo sus muslos…o
directamente el suelo” Esto debe decirse en base a la
condición real del sujeto. “…No es necesario que fije la
mirada en ningún lugar específico, sino simple y
vagamente en sus manos si así lo desea…cualquiera
puede creer que al estar sentado sin moverse, no hay
actividad motora en el organismo…pero en realidad
esto nos es así…como le demostraré en seguida, jamás
ninguna persona deja de tener movimientos y
expresiones motoras que podemos detectar si nos
fijamos atentamente…” De alguna manera se está
intentando captar su atención. “… ¡Siempre hay algo
que se mueve en alguna parte del cuerpo!...” A esta
frase, se le puede agregar mínimamente algún grado de
énfasis propio del conocimiento y preparación del
operador, pero que no implique por ningún motivo
autoridad ejercida sobre el sujeto. “…El corazón late
todo el tiempo y es un movimiento que por lo general
no percibimos…pero si pensamos en ello solemos en
206
ocasiones sentirlo latir o hasta quizás oírlo…si usted se
fija bien puede percibir como se expande su pecho al
llenarse de aire sus pulmones, no obstante son
movimientos que por lo general pasan
inadvertidos…pero si piensa en ello eventualmente
llegará a percibir la expansión y contracción de su
pecho. De manera menos notable pero también
perceptible está la circulación de la sangre…si se fija
bien es algo que también puede llegar a sentir…puede
llegar a tener conciencia de cómo su sangre corre por
todo su cuerpo a través de sus venas y arterias…” El
espacio entre las verbalizaciones que ofrece el
operador puede ser mayor al que se utiliza en los
procedimientos tradicionales, se permite que sujeto
observe sin presión alguna las cosas que se le están
diciendo. “…en forma algo menos sensible se pueden
descubrir algunos micros movimientos en las
extremidades, el cuello, rostro…etc., usted, si se fija
podrá experimentar este tipo de pequeñas reacciones
que le pasarían inadvertidas si no se hubiese fijado en
ello su atención…por ejemplo, usted está mirando en la
dirección de las manos, notará, probablemente, alguna
pequeña reacción en ellas. Una de sus manos, la
derecha…o quizá la izquierda comenzará a reaccionar
con algún pequeñísimo movimiento, pero que usted
podrá percibir claramente…quizás usted sienta algún
cosquilleo o contracción involuntaria en algún lugar de
sus manos…por ejemplo, uno de sus dedos de la mano
207
derecha, puede moverse ligeramente, puede
contraerse…en lugar de una contracción puede ser
cualquier otra cosa o reacción…quizá sienta algún
escozor en alguna parte de la mano o en sus dedos. Tan
pronto usted experimente una sensación cualquiera, un
movimiento, un cosquilleo, comezón etc., en alguna de
sus dos manos fije su atención en esa mano y sobre
todo en el área en donde sintió esa reacción para que
pueda comprobar lo que se está diciendo…olvídese, de
preferencia, de su otra mano. ¡Ahí está! Acabo de
observar un pequeñísimo movimiento en el dedo
meñique de su mano derecha…fijé su atención en esa
mano y olvídese de la otra”.
209
“… ¿está encorvada su mano, ahuecada como una copa
o se ha extendido la palma?...Ahí está: ¡otro
movimiento de sus dedos!... ¡acaban de moverse por sí
solos! Esta vez es su índice el que se ha movido. Sí, así
es, y también su pulgar acaba de levantarse en su sitio
en su muslo. Ahora parece que toda su mano está
aligerándose, puedo ver a través del espacio que se
está formando entre su mano y su cuerpo, mientras su
otra mano, la izquierda, se ve como descansa
plácidamente sobre su regazo, más pesada. Pero su
mano derecha se hace más ligera y liviana…más y más
ascendente, liviana como una pompa de jabón…Usted
puede verla y sentirla más liviana y elevándose por sí
sola. Usted mismo puede ver como se eleva…con sus
propios ojos…elevándose desde el muslo en donde
reposaba tranquilamente”.
210
analice por qué lo hace así. Concentre su atención en
tratar de adivinar que hará a continuación. ¿Seguirá su
mano moviéndose directamente hacia arriba o se
moverá lateralmente, hacia afuera o hacia adentro,
dirigiéndose hacia su rostro? ¿Se flexionará su codo, o
su mano continuará moviéndose hacia arriba?...En su
caso parece que sigue moviéndose hacia arriba…” Esto
en función de lo que está observando.
211
hipnótico…” Es importante aquí utilizar conceptos
como: relajación o en sueño, si se ha esta eludiendo la
idea de hipnosis.
212
llegando a su rostro. ¡Ya está ahí: acaba de tocar su
nariz; sus ojos se han cerrado y usted está cayendo en
un profundo y reparador sueño hipnótico! Abandónese
por completo, y déjese caer
profunda…profundamente…muy profundamente en un
reparador estado hipnótico”
213
conveniente cambiar la táctica de la manera siguiente:
“Su mano ha subido algunos centímetros, eso es muy
bueno y suficiente; ahora iniciare un conteo inverso
hacia atrás, desde el número diez hasta el uno. A
medida que vaya contando su mano irá regresando por
el camino andado hasta posarse de nuevo sobre su
regazo. Cuando su mano se pode de nuevo sobre su
cuerpo en la cuenta de uno, usted cerrará los ojos por sí
mismo y se dispondrá a caer en un profundo y
reparador sueño hipnótico. ¡Diez!, ahora su mano está
comenzando a bajar lentamente…muy lentamente.
¡Nueve!, está regresando por el camino recorrido…poco
a poco. ¡Ocho!, descendiendo más y más mientras que
usted cae en un sabroso sueño hipnótico… ¡Siete!, a
medida que su mano desciende más y más usted se
está durmiendo…profundamente…más profundamente.
¡Seis!, cuanto más se aproxima su mano a su regazo,
más fuertemente lo invade el sueño…más
profundamente. ¡Cinco!, desciende más y más y usted
está cayendo en un sueño hipnótico que es como un
amigo que lo recibe con los brazos abiertos. ¡Cuatro!,
relájese más y más completamente. ¡Tres!, su mano cae
sobre su regazo. ¡Dos! Casi toca su cuerpo y usted se
duerme totalmente. ¡Uno!, ahora sus ojos se cierran
totalmente y usted cae en un profundo y reparador
sueño hipnótico…descanse totalmente…solo escucha mi
voz”.
214
No es aconsejable en absoluto suspender el ejercicio a
medio camino admitiendo el fracaso, pues destruye,
por lo general, en forma irreparable, la confianza que
se ha ganado el operador con el sujeto. Lo correcto es
cambiar de método lo más inadvertidamente posible
para que el sujeto no se percate, y no sepa jamás, que
se ha sustituido el método original por otro distinto.
Las instrucciones iniciales que se ofrecen a los sujetos
contemplan esta situación, y por lo mismo, nunca se
ofrecen con la totalidad de los detalles; solamente lo
necesario para poder iniciar el ejercicio que se está
realizando en ese momento. Por ejemplo, en el
ejercicio anterior, nunca se les informa que este
ejercicio pretende la elevación de la mano y mucho
menos que esta deberá llegar hasta el rostro.
215
agradable y tranquilizante. A medida que sigue
experimentado siente más y más el peso de la mano…a
medida que siente el peso de sus manos, nota como
también le pesan los párpados y sus ojos comienzan a
cerrarse…le resulta cada vez más difícil mantenerlos
abiertos…sus brazos y sus manos se hacen cada vez
más pesados al igual que sus párpados, pronto se
cerrarán efectivamente. Ahora contaré de uno a diez y
cuando llegue a diez sus ojos se cerrarán totalmente y
usted dormirá profundamente” Lo que realmente se
está haciendo es fijar la atención del sujeto sobre la
natural pesadez de las manos sobre el regazo o sus
muslos, abandonadas a la ley de gravedad. Luego se
crea una asociación entre la pesadez de las manos y
brazos con los párpados. En realidad se está cambiando
inadvertidamente a un método común o tradicional de
inducción hipnótica. Se sigue con un conteo para el
cerramiento de los ojos, pero en ningún momento se
percibe o se nota que se cambió el método de
inducción. También se puede pasar directamente, en
caso de ser necesario, a un método de conteo
numérico o de relajación progresiva para lograr la
inducción hipnótica.
216
consideran bastante críticos de lo que escuchan y
observan. Este método es mucho más avanzado que
aquellos basados en la vieja concepción de mantener al
sujeto fervientemente concentrado en las palabras del
operador y hacer que su mente se vacíe a todo lo que
no sea su voz. Este método, es todo lo contrario, la voz
del operador pasa a un segundo plano, con lo cual se
espera que desde allí penetre a nivel subconsciente.
Suele ser de los más efectivos entre los que utilizan las
técnicas de distracción y confusión, y está basado en el
método anterior de levitación de la mano. Se comienza
de la misma manera que el método que se vio
anteriormente y se mantiene, por lo general, sin
cambios, hasta que el sujeto haya levantado
ligeramente la mano como para perder contacto con su
cuerpo. En ese momento se le solicita que cuente
lentamente en forma regresiva de cien a uno, en voz
alta para que pueda oírse a sí mismo. Se le recuerda
que debe mantener la mirada apaciblemente sobre su
mano; debe mantenerse consciente del conteo o no
podrá seguir la secuencia de los números, además, por
supuesto, deberá seguir escuchando las verbalizaciones
que hace el operador. Esto lo lleva a tres actividades
mentales simultáneamente. Ya que su mano se ha
elevado realmente, esto indica de hecho, que está
iniciando el trance hipnótico y estamos en la segunda
etapa, resultándole más difícil efectuar estas tres
actividades que tenderán a generar un mayor grado de
217
confusión y dificultad para percibir lo que sucede,
sobre todo, en relación con las palabras del operador.
Puede darse el caso que se salte un número o lo repita,
incluso, iniciar un conteo hacia arriba en lugar de
continuar a la inversa. A medida que se observa que la
confusión aumenta, el operador sube el volumen de su
voz y hace el tono más insistente con lo que contribuye
más a la confusión.
218
le notifica al sujeto el cambio del conteo, ahora por
parte del operador, el conteo puede ser hacia arriba, ya
sea desde el número en donde se quedó o suspendió la
cuenta, o, a partir del número uno. Se suele utilizar el
número en donde se suspendió el conteo, porque se
percibe como parte de la misma técnica de conteo y
pasa más inadvertidamente.
219
imaginarse ese cielo con nubes o sin ellas, como usted
lo desee; se pueden o no observar las estrellas…en
realidad no tiene importancia alguna…” Si se observa
es totalmente permisivo y no generar ninguna tensión
sobre las imágenes a visualizar; es frecuente que
algunos sujetos muestren dificultades en las
visualizaciones. “…Lo que acuda a su mente es lo que
hace falta…Ahora, imagínese a sí mismo contemplando
una rueda en el cielo…una rueda sobre su
cabeza…puede estar muy lejos o próxima a usted…atrás
de la rueda está el cielo nocturno. Es posible que sea
una rueda de automóvil o de bicicleta; quizá hasta una
rueda de una ruleta de casino…cualquiera que sea la
rueda que acuda a su mente, contémplela y continúe
mirándola y a medida que lo hace notará como
comienza gradualmente a retroceder, ascendiendo en
el espacio, alejándose de usted…se aleja más y
más…puede ser rápido o lento, como usted lo
considere. Se alejará hasta desaparecer en el
firmamento…esto lo hará paulatinamente…al irse
alejando la rueda puede comenzar a girar mientras
asciende o puede hacerlo sin girar…lenta, o
rápidamente. Cualquiera que sea la forma como usted
imagine el alejamiento de la rueda es correcto…déjela
rodar o que se mantenga quieta…no la fuerce a hacer
movimiento alguno, si no lo desea. Gradualmente usted
observará que al retroceder y ascender en el espacio se
va haciendo más pequeña porque se está
220
alejando…después de transcurridos unos diez, o más
minutos desaparecerá en el firmamento, quizá se
mezcle con las nubes o las estrellas y desaparecerá así
de su vista”
222
Implica un gran consumo de tiempo y por lo mismo
solo se utiliza cuando han fracasado los métodos
anteriores, está basado en una sugerencia de
Bernheim, para representar la idea de la hipnosis en el
sujeto. El sujeto lleva prácticamente la dirección del
método y se le comunica el procedimiento de la
siguiente manera: “Bien, hemos utilizado hasta aquí
varios métodos muy efectivos y no ha logrado
reaccionar a ninguno de ellos. El siguiente método
estoy seguro nos dará los resultados deseados,
particularmente en su caso; por supuesto, siempre que
acepte someterse totalmente a él. Este es un método
bastante largo y requiere por lo menos diez sesiones o
doce; todo lo que deseo es que colabore en forma total
y para ello es necesario que finja caer en el sueño
hipnótico, se trata realmente de una representación,
como si fuera una representación teatral, de lo que
usted supone es el trance hipnótico o como lo
representaría un actor que debe desempeñar el papel
de un sujeto hipnotizado. Usted actuará como si
realmente le estuviera sucediendo todo lo que le estoy
indicando en la sesión de hipnosis; paso a paso y con el
mejor detalle posible. En ningún momento usted
intentará comprobar si realmente está en trace
hipnótico. Solo debe representar el papel”. Si el sujeto
acepta hacer la representación del trance, puede iniciar
con cualquiera de los métodos de inducción ya
conocidos. El sujeto deberá actuar como si realmente
223
estuviera hipnotizado. Es importante aclarar, que esta
técnica de fingimiento funciona mejor en sujetos que
se encuentran en una sesión privada y no ante la
presencia de otras personas, dado que tienden a
cohibirse más.
224
cuidadosamente al sujeto, y por las características de
sus respuestas, aunque estas son fingidas, se recogerán
las indicaciones subjetivas respecto a su estado real. Al
terminar la sesión el sujeto podrá manifestar que
experimentó ciertas sensaciones de entorpecimiento y
pesadez o quizá algún tipo de parestesia, tales como
hormigueos. También es posible que informe haber
experimentado sensaciones de ingravidez o pesadez
general; asimismo, es posible que haya desarrollado
alguna distorsión temporal, es decir, una distorsión en
el cálculo del tiempo en la duración de la sesión, fingida
todavía. Este último dato es un signo de gran valor pues
denota por sí mismo el ingreso real al trance hipnótico.
Es por ello que se recomienda un número tan grande
de sesiones en este ejercicio, para dar lugar a la
aparición de signos y al mismo tiempo favorecer el
sueño hipnótico. En cierto modo, es una forma de
entrenamiento para inculcar la hipnosis.
225
Se puede intentar el desafío a la cuenta de tres, si el
desafío resulta exitoso se le indica inmediatamente:
“Duerma profundamente…caiga muy profundamente
en hipnosis…etcétera”. Este sistema es frecuentemente
efectivo. La idea central consiste en mantener a una
persona viviendo constantemente una mentira acerca
de un determinado asunto. Al cabo de cierto tiempo es
sujeto generará expectativas que lo pueden llevar, si se
ha sembrado la duda, a la idea de que probablemente
esté cayendo en trance hipnótico y será presa de la
catalepsia cuando se le realice el desafío. Las
expectativas tienden a autocumplirse si son repetidas
insistentemente y sobre todo si el sujeto ha llegado a
experimentar algunas sensaciones que refuerzan la
expectativa, que le indican que algo está cambiando. A
este fenómeno de la realización autocumplida se le
denomina “efecto Pigmalión”; como una profecía de
realización personal.
226
que imagine que lo está haciendo y no se presione si las
imágenes no son claras, simplemente imagine que lo
está haciendo. En el centro del pizarrón hay dibujado un
círculo de gran tamaño, posiblemente entre 30 ó 40
centímetros de diámetro. Esta circunferencia está
dibujada con tiza; dentro del círculo, centrada, está
pintada una cruz cuyos lados alcanzan a tocar la
circunferencia. Ahora le voy a pedir que usted tome el
borrador y borre la cruz sin tocar el círculo. Dado que la
cruz toca la circunferencia en cuatro puntos, no es una
tarea fácil. Para lograrlo sin ningún problema, le
aconsejo que utilice alguna de las esquinas del borrador
y lo haga con mucho cuidado, basta con que borre cada
punto en donde la cruz toca la circunferencia para que
la otra parte de la cruz pueda ser borrada fácilmente.
Proceda parte por parte, el primer punto, el segundo, y
así siguiendo. ¡Borre muy cuidadosamente!...Como le
dije, una vez efectuado esto podrá borrar sin dificultad
el resto de la cruz. Ahora pase el borrador a su otra
mano y tome una tiza y dibuje dentro de la
circunferencia la letra A, mayúscula; hágala del tamaño
del círculo pero sin tocarlo ¡Esto es muy importante!
¡No lo toque! Bien, ahora borre la letra y proceda con la
letra B, en mayúsculas no lo olvide, casi del tamaño de
la circunferencia pero sin tocarla… ¡Bórrela también!, y
proceda con la siguiente letra del alfabeto, que es la
letra C y haga lo mismo. Deténgase por un momento y
escuche bien las instrucciones: dentro de un momento
227
voy a dar una señal y usted continuará con las demás
letras del alfabeto, en orden, por supuesto y las irá
borrando alternadamente hasta llegar a la letra Z
mayúscula. Voy a pedirle que mantenga su atención fija
en lo que está haciendo en el pizarrón y no se esfuerce
en atender mis palabras, déjelas que penetren en su
mente a nivel subconsciente, mientras le producen un
profundo y reparador sueño hipnótico. Cuando termine
de dibujar todo el alfabeto, deje el borrador en su lugar,
deje también la tiza y eleve un poco el dedo índice de su
mano derecha para indicarme que ha cumplido con
toda la tarea. En ese momento, de manera definitiva se
encontrará en un profundo sueño hipnótico… ¡Bien!
Inicie la tarea y proceda con la letra D mayúscula,
bórrela con la otra mano, y así continúe dibujando y
borrando alternativamente, sin prestar mucha atención
a mis palabras. ¡Inicie!...” El operador ofrece unos
segundos al sujeto, y se dispone a verificar que se ha
procedido a la realización de la tarea, y continúa con las
verbalizaciones sugestivas de sueño “…Todo su cuerpo
está relajándose muy y muy profundamente. Con cada
una de las letras que usted escribe y luego borra va ir
cayendo en un profundo y reparador sueño
hipnótico…cada vez más y más profundo…” Se continúa
en este tenor hasta que la persona envía su señal con el
dedo índice, indicando que ha terminado de hacer la
tarea. A continuación se toma el control de manera
enfática, elevando ligeramente la voz. Se puede
228
proceder al test de verificación de la profundidad
hipnótica y/o reforzamiento del trance.
229
Etapas de la hipnosis
Existen multitud de sistemas para dividir los diferentes
niveles del trance hipnótico. El sistema de puntajes de
susceptibilidad de Davis y Husband tenía 30
subdivisiones y el de Lecrón-Bordeaux, cincuenta.
Otros, más conservadores y simples solamente tres:
ligero, medio y profundo. Ya en la primera parte de
esta obra si hizo hincapié de manera descriptiva e
informativa las seis etapas hipnóticas según la Escuela
de Nancy, en particular, las del Dr. Liébeault; y, las tres
fases o etapas que se investigaron en el hospital de la
Salpêtrière. En la presente obra y tomando en cuenta
los fenómenos hipnóticos como referencia, se
considera baste práctico y funcional el sistema del Dr.
Liébeault , de la Escuela de Nancy, agregándole algunas
pequeñas variantes aportadas por H. Arons (1968):
1. Hipnoidal o letárgica
2. Sueño liviano
3. Sueño
4. Sueño profundo
5. Sonambulismo
6. Sonambulismo profundo
230
En las tres primeras hay retención de la memoria,
recuerda el sujeto perfectamente bien lo sucedido
durante el trance hipnótico; mientras que en las
últimas tres no hay recuerdo de lo sucedido. Las tres
primeras etapas representan grados variables de
lucidez en la persona (grado de conciencia). Cuando el
sujeto sale del trance, generalmente recuerda todo lo
sucedido. En las primeras dos etapas lúcidas, pueden
darse, o no, las catalepsias parciales (párpados y
brazos); el sujeto puede responder bien al desafío pero
siempre informa que si lo hubiera deseado habría
superado el reto. En estas primeras dos etapas,
resultan casi imposible las sugestiones posthipnóticas,
incluso, es frecuente que el sujeto dude de que ha
estado en trance hipnótico. Es común que los sujetos
refieran: “podría haber abierto los ojos si hubiera
querido…bajar el brazo” etc., En la tercera etapa, que
también es lúcida, se logra un mayor control de la
musculatura voluntaria y se responde mejor a los
desafíos y catalepsias, incluso la imposibilidad de
levantarse de la silla, caminar, emplear sus órganos de
la palabra si se le ha sugestionado para ello, etc., si se
le ordena en un conteo que no pueda repetir un
número, no podrá hacerlo, pero de cualquier modo no
lo habrá olvidado porque mantiene la conciencia y los
recuerdos. También es posible que en esta tercera
etapa, se pueda producir ligera analgesia parcial,
amnesia fragmentaria durante ciertos momentos y
231
algunos flashes alucinatorios visuales con los ojos
cerrados. Si se le ordena que abra los ojos es muy
posible que despierte.
233
puede trabajarse desde el primer nivel, inclusive, sin
haber pasado por el trance hipnótico, pero es a partir
del cuarto nivel que será más eficaz esta capacidad de
rememoración. De cualquier modo, el libramiento de
las resistencias inconscientes, que están al servicio de
la actividad represora que actúa sobre del material
psíquico doloroso e indeseable, dependerán más de la
técnica terapéutica, de la habilidad de terapeuta y de la
cooperación del sujeto que del mismo trance hipnótico.
234
las analgesias para determinar también el grado en que
se encuentra el sujeto, si hay cierto grado de anestesia
pero percibe algunos pinchazos, aunque sean mínimos,
es seguro que estará en el tercer nivel.
236
que el operador recurra a su experiencia para llegar a
conclusiones sobre los niveles alcanzados por los
sujetos hipnotizados, manteniendo siempre los
sentidos bien atentos y una profunda observación de la
persona. Como habíamos mencionado antes, es
conveniente repasar los fenómenos hipnóticos y su
relación con los diferentes niveles de sueños. Se
pueden utilizar cuadros comparativos para ello.
237
Métodos instantáneos y profundización de
la hipnosis
Métodos instantáneos
238
propósitos específicos; de tal manera, que ha sido
motivo de inspiración para algunas películas en el cine,
en donde la utilización de esta técnica está vinculada al
propósito de cometer el homicidio de algún personaje
relevante; esto, a través de profundos “lavados de
cerebro” en el sujeto hipnotizado, aunado a la
utilización de drogas hipnóticas como el pentotal
sódico, y órdenes posthipnóticas condicionadas a una
señal, por ejemplo, una llamada telefónica.
241
siendo relajado. Es posible verificar en estas
relajaciones los primeros niveles del trance hipnótico,
esto ya se había constatado en la Escuela de Nancy por
los doctores Bernheim y Liébault.
242
sugestionables funcionan de maravilla. El mismo S.
Freud comento:
243
acompañado de la colocación de la mascarilla, sin que
realmente se esté suministrando oxígeno o algún
anestésico.
Profundización de la hipnosis
244
profundo tras consecutivas sesiones. Todos estos
valores son relativos y varían poco entre los diversos
análisis estadísticos.
246
técnicas de profundización hipnótica. Después de una
breve charla, incluso sin haberlo despertado, se puede
realizar un desafío de apretón de manos o de catalepsia
ocular. Si el resultado es positivo, los argumentos de
convencimiento tenderán a reforzarse y a convencer
más al sujeto de su susceptibilidad hipnótica; suelen
impresionarse ante el éxito del desafío y comienzan a
convencerse de que no están tan despiertos como
creían. Cualquiera de los experimentos de control
muscular puede ser utilizado para estos fines. Se puede
intentar la rigidez del brazo y dejarlo totalmente
inmóvil o levantado de la siguiente manera: “su brazo
está extendido ante usted, duro, rígido como una barra
de acero y usted se encuentra incapacitado para
bajarlo o flexionarlo. De hecho, cuanto más intente
bajarlo o flexionarlo, menos lo podrá hacer…le resultará
imposible, porque se halla bajo hipnosis y por la tanto
cumple las órdenes que le estoy dando…es posible que
cuanto más intente bajarlo el brazo tienda a
subir…cuanto mayor sea su esfuerzo más subirá…
¡Usted simplemente no puede bajar su brazo a menos
que yo se lo indique!...” Lo que se está haciendo es
reforzar el convencimiento razonado previamente
mediante la confirmación de la expectativa de no bajar
el brazo, de que se encuentra en algún nivel de trance,
y que en su mente se fijará indeleblemente la idea del
trance hipnótico en forma consciente y subconsciente
para su propio provecho. En algunos sujetos que han
247
alcanzado al menos el tercer nivel, las sugestiones tras
el razonamiento y convencimiento de que se encuentra
en trance hipnótico, se pueden formular como órdenes
posthipnóticas; puede indicársele que algunos minutos
después de despertar sentirá alguna comezón en la
espalda o en algún lugar en donde sea difícil rascarse,
de tal manera que se puedan observar los intentos del
sujeto por rascarse. Se procede de la siguiente manera:
“Esa comezón será extremadamente molesta, en el
centro de su espalda…usted intentará rascarse pero no
conseguirá aliviar la sensación molesta…finalmente
solicitará mi auxilio y yo haré desaparecer la comezón
con una simple orden…esta demostración la convencerá
definitivamente de que ha caído en trance
hipnótico…de modo que cuando yo vuelva a intentar
dormirla, usted dormirá más y más profundamente…
esto será así inevitablemente para su provecho…en un
trance mucho…mucho más profundo” El éxito de esta
sugestión posthipnótica convencerá al sujeto
plenamente de haber caído en el trance hipnótico y de
las posibilidades de profundizarlo. A esta primera
técnica de profundización se le podría denominar de
razonamiento y/o convencimiento.
248
como una segunda técnica aparte: simplemente como
órdenes directas para la profundización. Se le formulan
al sujeto órdenes directas antes de despertarlo del
trance, de que la próxima vez que caiga en hipnosis lo
hará más profundamente en forma sencilla y rápida.
Esta sugestión alcanza mayor eficiencia cuando es
repetida a los largo de varias sesiones. Esta es una de
las técnicas más utilizadas para este fin y se aplica
independientemente de que sea necesario profundizar
la hipnosis.
249
entusiasmo del sujeto ante la observación de la
catalepsia del brazo y su flacidez súbita. Es importante
saber hasta donde es posible llegar para poder
detenerse en el ejercicio de profundización justo antes
del fracaso. Las sugestiones acumuladas siempre son
en el tenor de ¡dormir más profundamente!... ¡más
profundamente! Y así hasta acumular bastantes de ellas
durante algunos minutos. Esto puede ser repetido en
las sesiones ulteriores.
250
permitir el descanso tanto del sujeto como del
operador. Esta es una técnica que requiere trabajo
duro y persistencia, pero suelen, con bastante
frecuencia, ser satisfactorios sus resultados.
251
recita en el conteo. Frecuentemente el operador puede
añadir un toque en la frente del sujeto, o pasar su
mano por el rostro sin tocarlo, como indicación del
número final y reforzando más marcadamente la idea
del sueño profundo. En el pasado, Ormond McGill,
recomendaba despertar al sujeto, hacerlo pararse y
caminar hacia otro asiento y volverlo a dormir
mediante el conteo o una señal post hipnótica. Este
último procedimiento solía utilizar varios asientos para
varias inducciones.
252
conteo, resulta mucho más efectivo que el sujeto lo
realice en forma mental, mientras el operador se
mantiene inmóvil y mudo. Se le indica que al llegar al
número uno levantará el dedo índice de su mano
derecha para indicar el final del conteo y permitir al
operador reiniciar su labor, que será, indudablemente
con sugestiones de profundización. También puede
darse el caso de que mientras el sujeto hace su conteo
mental el operador lo acompaña con sugestiones
monótonas y persistentes de la profundización del
trance en la medida que se va llegando a número final
253
La técnica de reacción sensomotora, más comúnmente
conocida como la levitación del brazo y la mano, se
utiliza por lo general como técnica de profundización
de la hipnosis tras haber llevado al sujeto por algún
otro método; se procede luego a la profundización
utilizando esta técnica sensomotora, tanto si el sujeto
fue despertado o no. Las sugestiones de profundización
se inician cuando el sujeto ofrece muestras de la
levitación de la mano. Este método tiende a ser algo
más largo y cansado que los tradicionales y por lo
común no se utiliza de manera consecutiva, es decir,
dormir y despertar.
254
cuenta un número, directo o inverso, según el criterio
del operador, hasta llegar al piso de la cámara profunda
en donde habrá profundizado su trance hipnótico.
Durante el paseo por túneles se suele introducir al
sujeto en habitaciones numeradas o no, que se abren a
los costados de él; en estas habitaciones, será sometido
a visiones, asociadas todas ellas a la profundización de
la hipnosis, tales como bolas de cristal en donde se
observa él mismo como es inducido más y más
profundamente en el sueño.
255
Hipnosis en estado de vigilia y
autohipnosis
Hipnosis en estado de vigilia
256
repetido diariamente durante muchas semanas, delante de
alumnos y profesores colegas que han podido cerciorarse de
su verdad” (S. Freud. 1888. Prologo a la edición alemana
de la obra «De la Suggestion et de ses applications à la
thérapeutique» de H. Bernheim).
258
casos, suficiente para trabajar clínicamente. Se
sorprenden bastante a sí mismos cuando responden
positivamente a los test hipnóticos o a los desafíos para
determinar el nivel de trance. Habiéndose hecho esta
recapitulación de la hipnosis en general, y en lo
particular, de la eficacia de la sugestión durante la
vigilia, podemos proceder ahora a revisar algunos
aspectos prácticos.
259
previamente lo ayuda aceptar sugestiones en el estado
de vigilia como si aun se encontrara en trance. De
hecho el trance se podría lograr con mayor facilidad. Si
responde a las sugestiones del operador es porque se
ha colocado de nuevo en relación con él: ¡está en línea!
260
operador en cualquier momento; es por ello, que es de
sumas importancia la integridad ética de este último. El
trance, como tal, no es imprescindible, no obstante,
podemos verificar la existencia del mismo cuando se
cumplen las órdenes posthipnóticas o se prolongan los
fenómenos hipnóticos aún después de despertar. La
mente es uno de los fenómenos más maravillosos en
los seres vivos y en ella somos capaces de encontrar
respuesta a muchas de las incógnitas de la vida. La
correcta comprensión de todos estos hechos nos
permite aprender en la vida diaria la importancia de la
sugestión y de las expectativas creadas, que crecen
nutridas con la energía de la sugestión
permanentemente ofrecida, sobre todo, por las
personas significativas. Esto sucede tanto para bien
como para mal.
Autohipnosis
261
En la parte que sigue, se procede directamente a
examinar algunos métodos de entrenamiento
autohipnótico, independientemente del marco teórico
en el que estén insertas las diversas técnicas de
intervención. Estos métodos son aplicables y
adaptables, de tal manera, que pueden ser modificados
de acuerdo a las necesidades de cada especialista, en
donde la autosugestión y la autohipnosis sean el apoyo
indicado. Las técnicas y caminos que se pueden seguir,
dependerán, en buena medida, del la creatividad e
imaginación de los operadores y entrenadores que
diseñan estas técnicas para ser autoaplicadas por el
sujeto mismo; y por supuesto, por la eficacia
demostrada.
270
hemos desconectado del control mental. Cuando se
hablaba de pensamientos negativos o sentimientos
negativos, se referían a sentimientos tales como la ira,
la envidia, el fracaso etc., y en cuanto a las ideas, a
todas ellas que son imaginaciones derrotistas y de
índole contrario a los anhelos de la persona, que
tienden a nulificar el efecto positivo del control mental.
272
que favorece la aparición de las ondas Alfa y facilita
aún más el acceso a este nivel, pero tome en cuenta
que esta operación no debe interferir en la comodidad
que estamos buscando, si se le dificulta esto:
¡Deséchelo!”
273
para profundizar el trance hipnótico. Lo que se está
haciendo, propiamente dicho, es entrenar al sujeto en
la inducción hipnótica a través del conteo descendente,
asimismo, la introducción de órdenes posthipnóticas.
Posteriormente, en una siguiente sesión, se le
programarán conteos cada vez más cortos y señales
posthipnóticas que lo programaran a entrar en el
trance hipnótico de manera instantánea. Continuando
con las verbalizaciones: “Cuando llegues al cero, has
una indicación con el dedo índice de tu mano derecha y
déjate llevar por el placentero estado del control
mental o nivel alfa” Después de la relajación progresiva
y tan arduo conteo, el sujeto muy probablemente
tendrá un adecuado nivel de trance hipnótico. Se
pueden realizar algunos desafíos para medir el nivel de
profundidad del trance.
274
menos tres días seguidos, haciendo los conteos sin caer
en el sueño natural, es decir, que no se duerma; esto
puede ocurrir y atrasa el entrenamiento. Así la persona
llegando al número “cero” deberá permanecer, por lo
menos 15 minutos en ese estado de tranquila
relajación y luego despertarse. Se puede programar a
despertarse como en el ejercicio anterior, pero en este
caso el tiempo de permanencia en la relajación y
pasividad subjetiva es de mayor duración, por ejemplo:
“…contará mental y lentamente del 1 al 5 y saldrá de
este estado de reposo y bienestar que es el nivel
alfa….abrirá los ojos y me sentirá como siempre…estará
muy a gusto…”
276
descendente de 20 a 0 y se procederá a enseñar el
concepto de “pantalla mental” para prepararse a las
visualizaciones. Es en la pantalla mental en donde él, en
forma independiente y a través de visualizaciones irá
trabajando a lo largo de su vida la transformación o
modificación de aquellos aspectos de su persona que
desea cambiar, mejorar o superar. La pantalla mental
es ese “espacio de representación” imaginativo en
donde se escenificarán sus visualizaciones, en donde la
imagen de sí mismo, es decir, la proyección de su “yo”,
se introduce en el espacio de representación, del modo
similar a como sucede en las ensoñaciones cotidianas;
pero en este caso de manera dirigida y con un
propósito. Algunas veces, con la ayuda del operador y
otras independientemente, conforme va ganando
destreza y habilidad en esta técnica.
277
distancia, visualícela como enfrente de usted, no
adentro de su cabeza; sino en frente de usted y procure
que no ocupe todo el escenario mental, como si fuera
realmente una pantalla de cine, pero si usted desea que
se muestre como una pizarra, está bien. Visualice en
ella un objeto cualquiera, una manzana, un automóvil,
un caballo etc. Lo que usted desee, haga esto por varias
ocasiones para ir logrando cierto grado de
entrenamiento para ver imágenes creadas y dirigidas
por usted. Aumente en lo posible la nitidez y el color de
la imagen, su movimiento si lo tiene, características y
peculiaridades, busque objetos sencillos, nada
complicados y fáciles de manejar, incluso, traté de
lograr la representación a través de todos sus sentidos,
si visualiza una campaña trate de escucharla; aun más,
si logra introducirse usted mismo junto con la campana
imagínese moviendo una cuerda para sonarla. Eso es
todo, al principio. No tenga miedo, y descubra allí
mismo uno de los más importantes poderes de su
mente… ¡El poder de crear! En cierta manera está
dando los primeros pasos para entrar a la etapa activa
del control mental, pero siempre dentro del confort y
relajación que ofrece el nivel alfa”
278
Cuando el sujeto ya ha logrado un mayor dominio en la
representación de imágenes en su pantalla mental, sin
presiones y sin importar del todo la nitidez gráfica, sino
la sensación o la idea de que “eso está ahí”, es decir, lo
que quiere representar, es el momento de asociarlo a
las primeras ideas o sentimientos que se desean
modificar y cambiar en su vida. Esto es importante,
porque no todas las personas pueden imaginar muy
gráficamente lo que se proponen; pero de cualquier
manera, a la mayor parte le resulta claro que lo que
quiere representar en esa pantalla mental, está ahí, y
ocupa su espacio aunque la visualización no sea muy
nítida. Es importante, que esto lo comprenda la
persona para no perder el interés y la efectividad.
279
hasta el momento. Hablas con tu cuerpo, te haces
amigo de ti mismo y empiezan a comunicarse
mutuamente las múltiples alternativas para estar mejor
y vivir mejor. Muchas veces tu mismo, te ves a ti mismo
en la pantalla mental. Puedes darte cuenta que todo lo
que ha creado el hombre, primero lo creo en su mente,
y desde allí, lo nutrió y lo proyecto al mundo físico; no
con la magia de los cuentos sino con esfuerzo
verdadero y real. El esfuerzo que se llama tenacidad y
voluntad para hacerlo, el que ha creado la civilización y
todos sus logros, la conquista de la luna y la curación de
múltiples enfermedades etc. El que te da el poder de
hacer... ¡Porque hacer, es hacer verdadera magia!”
280
como algo que se va definitivamente de tu vida y no
volverá a molestarte. Dejas que la imagen se desplace y
se valla para no volver, puedes repetir mentalmente
una palabra, si lo deseas, por ejemplo, «Nunca más»
«te irás de mi vida» «No acepto eso» etc. Se irá el sobre
peso, o lo que estás en ese momento decidido a
cambiar”
281
observa con la total precisión que hubiera
querido…sabe que está ahí esa imagen, esa
presencia…ese logro…con la práctica del ejercicio será
más nítida…con el tiempo y muy pronto se cristalizará
en su vida real”
283
que el mismo S. Freud en sus inicios, como ya se ha
mencionado anteriormente, no deslindaba
definitivamente a la asociación libre de ese estado
mental relajado y lúcido de la hipnosis ligera.
284
Siempre asociándolo a la unión del dedo pulgar con el
dedo índice. Puede ser el pulgar y el dedo índice,
incluso podemos invitar al dedo medio…no importa, son
claves que inventamos y con las cuales le damos poder
a nuestra mente. Siempre que hagas el ejercicio
remátalo con la clave que mejor se ajuste a ti como una
señal de arranque del estado de control mental, como
una indicación de que debes entrar instantáneamente
en nivel alfa… ¡Así será!”
285
muchos que existen, pueden servir de ejemplo para
hacer andar el motor de la creatividad
286
El porvenir de la hipnosis
El hipnotizador circense seguirá entreteniendo al
público y encendiendo su imaginación con sus
increíbles demostraciones de poderío y destreza
mental. Seguirá sugiriendo que es el controlador del
magnetismo universal y que sus poderes fantásticos no
tienen parangón, tal como los magos o chamanes de la
antigüedad. En cuanto a este tipo de hipnotizadores
todo sigue igual y parece ser que será lo mismo en los
próximos años.
287
que ha vestido la hipnosis desde la época clásica de la
Escuela de Nancy, hasta hoy, han sido innumerables y
variadísimos sus métodos conforme se adentran en el
sutil mundo de la mente y del poder de la sugestión
sobre la persona.
289
Referencias:
291
Freud. S. (1910): Psicoanálisis: Cinco conferencias
pronunciadas en la Clarck University, Estados Unidos.
Traducción de López Ballesteros y de Torres.
Ordenación y revisión de los textos, por el Dr. Jacobo
Numhauser Tognola. Editorial Biblioteca Nueva.
Madrid. 1973.
292
Rescates en la web:
293
Virginia, y Ramírez Guerrero E.M. Maricela. La
Hipnosis, la Motivación y el Género en el Control del
Dolor. Universidad NacionalAutónoma de México
Campus Iztacala: Rescatado Abril 2012:
http://www.iztacala.unam.mx/carreras/psicologia/psicl
in/vol3num1/motivacion_genero_y_dolor.html
http://es.wikipedia.org/wiki/ (2011-2012).
294