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CONTRATO DE ALBERGUE

María Fernanda Belmonte


Leonardo Burgos
Santiago Badani
Maria Jose Silva
Marcelo Tiñini
Nathalia Vera
Paulina Zamora

El contrato de albergue se encuentra regulado en nuestra legislación en 5 artículos del


Código Civil, comenzando con el Art. 874, esto de principio nos deja ver que es un tema
poco desarrollado en nuestra legislacion y las de la región. Un contrato de albergue es
un documento legal de efectos personales en virtud del cual el propietario del albergue
ofrece a otra persona; huésped, el hospedaje circunstancial y momentáneo a cambio de
una retribución llamada precio, este puede comprender los alimentos según lo
convenido. Además, establece los derechos y responsabilidades tanto del propietario del
albergue como de los huéspedes que se hospedan en él.
Este tipo de contrato procura proteger los intereses de ambas partes y garantizar el
funcionamiento optimo y seguro del albergue. Es un contrato civil, pues el propietario
del bien puede ser el dueño o el dministrador, es una persona cuyos actos no se
encuadran dentro de lo que denominamos actos de comercio, a no ser que su actividad
fundamental sea esa, en cuyo caso deberá regir su establecimiento y actividad como se
indica en el Código de Comercio y no así en el Código Civil.
Es importante mencionar que este tipo de contratos no solo se aplica a los albergues
tradicionales sino también a otro tipo de alojamientos temporales; como el Airbnb, tema
que será desarrollado a continuación.
El AIRBNB y el Contrato de Albergue

Para entender mejor el contrato de albergue usaremos el Código Civil Concordado y


Anotado de Carlos Morales Guillen. En el artículo 874 dice que las disposiciones del
artículo se aplican a las relaciones derivadas del alojamiento en pensiones,
residenciales, que no cumplen con las condiciones reglamentarias requeridas para los
hoteles (art 6 inciso 13 Código de Comercio) ya que suele usarse como subsistencia.
Con base en esto podemos entender que las características de los AIRBNB se asemejan
bastante a las del albergue y por las definiciones que nos da Guillermo Cabanellas de
Torres en su Diccionario Enciclopédico de Derecho Usual define al albergue como
“edificio o lugar donde una persona encuentra otro hospedaje o resguardo” y define la
acción de albergar como “dar albergue” estas dos describen perfectamente a los
AIRBNB que cumplen con estas características. Y se diferencian de los contratos de
hospedaje porque estos están compuestos, por una parte, de un comerciante mientras
que el contrato de albergue es entre civiles, además que el artículo 1205 del Código de
Comercio establece que el contrato de hospedaje solo se considera mercantil si el
servicio lo presta una empresa que esta habituada esta actividad.
En el caso de los AIRBNB el servicio de hospedaje no lo presta una empresa ya que la
empresa de AIBNB es solo un intermediario entre las partes que cumple con la función
de facilitar el acuerdo y puedan llegar a un acuerdo.

A pesar de que parece claro que el AIRBNB es un contrato de albergue podemos


encontrar unos cuantos problemas ya que el albergue aplica a las pensiones,
residenciales, entre otros, según entendemos a Guillen, pero la clave no se encuentra en
el inmueble que se usa para la prestación del servicio, sino que, en su objetivo, que en el
caso de albergue es un medio de subsistencia para los administradores. Este no es el
caso de los AIRBNB ya que no son un medio de subsistencia, esto nos pone en un
problema ya que no cumple con el requisito más importante para el contrato de albergue
se pueda aplicar. Entonces este tipo de prestación de servicios no aplica como contrato
de hospedaje ni como contrato de albergue lo que nos muestra el problema más grande
sobre la normativa nacional en este ámbito y es su antigüedad al no actualizar los
códigos que se crearon en el siglo anterior nos está cobrando factura, y hace que las
novedades que se crean posteriormente salen del alcance de los códigos y no tiene la
capacidad de reglamentar algo que es tan utilizado como los AIRBNB dejando un vació
que puede ser utilizado de forma perversa.
Objeto
El objeto del contrato de albergue comprende los elementos particulares y específicos
del hospedaje que el administrador del establecimiento de alojamiento brinda al cliente
o huésped.
Algunos elementos principales que deben incluirse:
1. Descripción del inmueble y ubicación: se debe detallar minuciosamente la
ubicación del inmueble donde el hospedaje está ubicado y especificar bien la
dirección exacta. Esto es importante para que quede claro qué propiedad es la
que se está rentando
2. Número de habitaciones y características: se debe especificar la disponibilidad
de las habitaciones para el cliente, y describir detalladamente las características
de éstas. Se pueden incluir detalles como el tamaño de la habitación, si cuenta
con baño privado o compartido, y cualquier otro dato que pueda importarle al
huésped
3. Duración del contrato y fechas de estadía: es fundamental aclarar por cuanto
tiempo durará el albergue del cliente en el contrato. Por cuantos días o meses el
huésped puede alojarse en la habitación y se debe poner la fecha exacta de
entrada y la fecha en la que debe dejar el inmueble.
Partes
En un contrato de albergue intervienen dos partes principales. El administrador que es
la parte que representa a la entidad o persona a cargo del establecimiento de
alojamiento. Es quien posee y gestiona el albergue, siendo responsable de brindar los
servicios y el hospedaje ofrecidos, este tiene el control y manejo general del lugar
encargándose de su funcionamiento y operación. Su rol principal es recibir y garantizar
que los huéspedes tengan un espacio adecuado para su estadía y cualquier otro servicio
pactado a cambio de una compensación económica por parte de los clientes.
El huésped es quien contrata los servicios del albergue para hospedarse en él
alojamiento. Al celebrar el contrato esta pare adquiere el derecho de usar y disfrutar de
las instalaciones del alojamiento por tiempo determinado, su obligación principal es
pagar al propietario a cambio de las áreas comunes y demás servicios ofrecidos durante
su estadía y debe cumplir con las normas y políticas del albergue.
Obligaciones
Obligaciones del administrador del albergue:

- Proporcionar un alojamiento limpio y seguro


- Mantener en buen estado las instalaciones del albergue
- Garantizar la privacidad y comodidad de los huéspedes
- Informar y cumplir con todas las normativas y regulaciones aplicables
- Brindar cualquier tipo de asistencia necesaria durante la estadía del huésped
- Responder por los daños causados por su personal

Obligaciones del huésped:

- Pagar la tarifa acordada por el uso del alojamiento


- Mantener en buen estado las habitaciones y las instalaciones del albergue
- Cumplir con las normas y regulaciones del albergue
- Informar al propietario y/o administrador del albergue sobre cualquier incidente
o daño ocurrido durante su estadía
- Respetar la privacidad y tranquilidad de los demás huéspedes
- Responder por los daños causados por su actuación negligente

Características:
1. Identificación de las partes: El contrato debe identificar claramente a las partes
involucradas, es decir, el propietario o administrador del albergue y el huésped.
2. Descripción del alojamiento: Debe incluir una descripción detallada del tipo de
alojamiento ofrecido, ya sea en dormitorios compartidos o habitaciones privadas, así
como cualquier servicio adicional disponible, como acceso a la cocina, áreas comunes,
etc.
3. Duración de la estadía: Debe establecerse la fecha de inicio y finalización de la
estadía del huésped en el albergue.
4. Tarifas y pagos: Deben especificarse las tarifas de alojamiento y cualquier cargo
adicional, así como los términos de pago, incluidas las políticas de depósito y
cancelación.
5. Responsabilidades del albergue: El contrato debe establecer las responsabilidades del
albergue en términos de proporcionar un alojamiento seguro y limpio, así como
cualquier otro servicio prometido.
6. Responsabilidades del huésped: Debe detallarse las responsabilidades del huésped
durante la estadía, como el cuidado de la propiedad, el respeto por las reglas del
albergue y el comportamiento adecuado hacia otros huéspedes.
7. Políticas y normas del albergue: Se deben incluir las políticas y normas del albergue,
como las horas de silencio, las restricciones de uso de instalaciones comunes y cualquier
otra regla que los huéspedes deban seguir.
8. Procedimientos de resolución de disputas: Puede especificarse cómo se resolverán las
disputas entre el albergue y el huésped, como la mediación o el arbitraje.
9. Legislación aplicable: Debe indicarse la legislación aplicable que regirá el contrato y
cualquier disposición legal específica que deba cumplirse.
Estas características son importantes para garantizar que el contrato de albergue
establezca claramente los términos y condiciones de la estadía, protegiendo tanto al
albergue como al huésped.
Resolución:
Cualquiera de las dos partes puede solicitar la resolución anticipada si la otra parte
incumple sus obligaciones contractuales. Esto significa que, si las partes no cumplen
con lo estipulado en el contrato, la parte afectada tiene derecho a pedir la resolución del
contrato y dar por terminado el vínculo contractual. Por otra parte, también se puede
resolver el contrato de manera anticipada por cualquier otra causa justificada, esto
implica otras circunstancias como fuerza mayor, caso fortuito, entre otras distintas al
incumplimiento, que amerita la terminación del contrato.
El contrato se resolverá de manera automática una vez que finalice el periodo de
vigencia acordado entre las partes, es decir, una vez que se haya cumplido el plazo
establecido para el hospedaje, sin necesidad de un trámite adicional.

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