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REPÚBLICA BOLIVARIANA DE VENEZUELA

UNIVERSIDAD NACIONAL EXPERIMENTAL


SIMÓN RODRÍGUEZ
NÚCLEO CANOABO - DR. FÉLIX ADAM
LICENCIATURA EN EDUCACIÓN MENCION AGROPECUARIA
PROYECTO I

PROGRAMA DE CAPACITACION PARA EL ESTABLECIMIENTO DE


HUERTOS FAMILIARES EN LA COMUNIDAD DE CANOABITO,
PARROQUIA CANOABO, MUNICIPIO BEJUMA, ESTADO CARABOBO

Facilitadora: Participante:
Lic. Sheila Galíndez TM. Valeria Mora

Canoabo, noviembre 2022


CAPITULO I

EL PROBLEMA

Planteamiento del Problema

El hambre en el mundo es un asunto que, desafortunadamente, en tiempos del


siglo XXI permanece sin resolver. La pobreza sigue siendo la causa principal del
hambre y la desnutrición debido a que impide a la gente pobre producir o comprar los
alimentos, independientemente de cuánto haya disponible. Este fenómeno ocurre
debido a que las zonas de producción agrícola en cualquiera de sus niveles se
encuentran experimentando una dramática disminución (González, 2014).
Según el informe Estado de la Seguridad Alimentaria y Nutricional Mundial para
el año 2000, superar el hambre y la malnutrición implica conseguir alimentos
suficientes para sobrevivir, y además que sean nutritivos. Para muchas familias la
dieta saludable constituida por alimentos con alto contenido de nutrientes, como los
productos lácteos, las frutas, las hortalizas y los alimentos proteínicos sean de origen
vegetal o animal, es costosa y de escasa asequibilidad (FAO, 2020).
La reducción de la pobreza y la erradicación del hambre dependen del progreso en
las zonas rurales, donde viven la mayoría de las personas pobres y que sufren la
inseguridad alimentaria. Por ello, los sistemas alimentarios no pueden excluir a la
pequeña agricultura, deben fortalecerse para ser más sostenibles, más resilientes,
inclusivos y justos, enfocándose en lograr los objetivos de desarrollo sostenible
(ODS) 1 y 2, poner fin a la pobreza y al hambre, respectivamente (Vos, 2020).
En este sentido, la agricultura destaca por su papel fundamental para transformar
la economía, garantizar la seguridad alimentaria, la nutrición y poner fin a la pobreza
extrema, ya que el hecho de que muchas de las familias rurales cuenten con un
espacio de terreno de pequeña y mediana superficie, es posible convertirla en un
generador de parte de sus necesidades alimentarias y porque no, de ingresos
económicos (FAO, 2020).
La seguridad alimentaria se ve perjudicada por la pobreza, lo cual se evidencia
cuando una familia tiene reducida su capacidad de adquirir alimentos en variedad y
calidad, en contra de su salud, al aumentar el riesgo de adquirir enfermedades. Una
estrategia que contribuye a mejorar la seguridad alimentaria es el huerto familiar que
constituye una alternativa de autosuficiencia para proveerse de alimentos sanos y
frescos en forma permanente (Aulestia, 2018).
Los huertos sin distinción de su tamaño y desde la prehistoria se ubican junto o en
la cercanía de la vivienda rural, teniendo diversidad de cultivos con el propósito de
subvencionar las necesidades familiares referidas a productos alimenticios básicos,
frutas, legumbres, materiales diversos, condimentos y especias, estimulantes y
medicamentos. En América Latina surgieron por influencias étnicas de la época
precolombina, proporcionando los principales alimentos durante la esclavitud
teniendo aún hoy, una gran importancia en la subsistencia y generación de ingresos
de la familia campesina (London – Lane, 2005).
En cuanto al uso como fuentes de alimento, se sabe que los huertos familiares son
importantes centros de producción para las comunidades rurales y urbanas (Engels,
2002). A su vez, los huertos familiares preservan una gran parte de la historia cultural
a nivel local y de la comunidad, estableciendo una relación directa entre la diversidad
cultural y la diversidad genetica (Jacome, 2006).
A pesar de su importancia, actualmente se observa que la introducción de nuevos
modelos sociales y económicos que responden a la globalización, han creado un
proceso de retroceso cultural en el cual se han ido eliminando los modelos locales de
producción agrícola. Con esta tendencia actual, se ha puesto en riesgo la existencia de
los huertos familiares y el conocimiento tradicional campesino arraigado a las
mismas; de igual forma, se pone en riesgo la seguridad alimentaria en sitios que
históricamente no han dependido de la producción foránea para garantizar los
alimentos que consumen a diario (Ochoa, 2006)..
En América Latina y especialmente en Venezuela, la magnitud, complejidad y
urgencia de los problemas rurales sobrepasaron, desde hace mucho tiempo, las
posibilidades de los gobiernos para solucionarlos, particularmente porque intentan
hacerlo a través del modo convencional de dependencia estatal. La ineficiencia del
modelo y la escasez de recursos para apoyarlo, financiarlo y realizar el debido
seguimiento son cada día más evidentes. Esta realidad está exigiendo que las familias
rurales se vuelvan más autodependientes en la solución de los problemas que les
afectan. Desafortunadamente en la actualidad muchas de ellas no están en
condiciones de hacerlo. Entre otras razones, porque no poseen los conocimientos,
habilidades y actitudes necesarias para poder asumir este protagonismo; no por culpa
suya evidentemente, sino porque no se les han proporcionado las oportunidades para
adquirir estas competencias, ni para ejercer el referido protagonismo (Lacki, 2000).
Según Ochoa (2006), al no poseer suficientes conocimientos, muchas familias
rurales, sencillamente no pueden desarrollarse, entre otros motivos porque no logran
corregir sus propias ineficiencias, mejorar su desempeño laboral e incrementar su
productividad. Pero esto apenas es la primera parte del gran problema.
Adicionalmente, la inadecuada formación y capacitación de los agricultores incide
negativamente en la productividad o rendimiento de los demás factores de
producción, que de por sí ya suelen ser escasos: la tierra, los animales las obras de
infraestructura, la maquinaria y los insumos materiales. Existe desconocimiento sobre
el cultivo orgánico de hortalizas, el aprovechamiento de residuos animales y su
posterior utilización, también existe falta de conocimientos sobre el control de ciertas
enfermedades usando extractos botánicos, plantas repelentes, control manual entre
otros métodos (Lacki, 2000).
FAO (2020) indica que el reciente aumento de los precios de los alimentos básicos
ha dado lugar a manifestaciones y disturbios en varios países. Según las estimaciones
de este mismo organismo, hay en el mundo unos 1050 millones de personas
subnutridas. La alimentación y la agricultura mundial afrontan retos trascendentales.
En 2008, el aumento brusco de los precios de los alimentos ha desatado disturbios en
muchos países y más recientemente lo ocurrido en el año 2018 en Venezuela con la
crisis de escases de alimentos tanto frescos como procesados, demostrando la gran
debilidad y la falta de previsiones para afrontar estas situaciones, ha llevado a que al
menos 40 gobiernos impusieran medidas de emergencia, tales como controles para
los precios de los alimentos o restricciones a las exportaciones.
Esta situación que se presenta diariamente en muchos hogares rurales y
periurbanos obliga a las instituciones públicas y privadas, empresas, organizaciones,
universidades y diferentes actores a promover entornos y espacios de cambio social
que logren mejorar las condiciones de vida de la población. Por tal motivo, la
propuesta de diseñar un programa de capacitación para el establecimiento de huertos
familiares es una forma de contribuir en los procesos de aprendizaje y de trabajo
comunitario, a la mejora significativa de las condiciones de vida de la población. De
esta manera los huertos familiares se incluyen para formar parte de programas en
donde se lleva a cabo la promoción de prácticas sustentable como el reciclaje de
residuos orgánicos, conservación de áreas verdes y capacitación para el auto –
abastecimiento alimentario (Mercon, 2012).
En este sentido, teniendo en cuenta las necesidades agroalimentarias, nutricionales
y socioeconómicas de los habitantes de la comunidad de Canoabito, sector de la
parroquia rural Canoabo, se plantea el aprovechamiento de ciertos espacios que
forman parte de los terrenos de muchas familias del sector, así como de una adecuada
estrategia de capacitación, específicamente en lo que se refiere al establecimiento de
huertos familiares, con el propósito de contribuir a mejorar la situación económica y
alimentaria de aquella familias involucradas, repercutiendo también de manera
directa en la comunidad y en toda la Parroquia Canoabo.
En la actualidad la comunidad de Canoabito es considerada por muchos como un
sector de la Parroquia Canoabo rico en biodiversidad, en recursos naturales, con una
capacidad productiva de sus suelos envidiable por muchos sectores del occidente del
Estado Carabobo, una comunidad donde muchos de sus pobladores padecen un cierto
nivel de pobreza así como el consumo de alimentos variados y frescos de alto nivel
nutricional para el desarrollo físico e intelectual en especial de los niños y
adolescentes.
La mayoría de la población del sector en el pasado reciente se dedicaban a la
agricultura comercial y de subsistencia, pero con el devenir de los tiempos fue
desapareciendo y en la actualidad los descendientes de estos agricultores muy pocos
se encuentran realizando estás actividades por no mencionar que muchos de ellos se
dedicaron a otras cosas tanto adentro como afuera de nuestras fronteras nacionales,
desaprovechando sus potencialidades en el beneficio y exponiendo estos terrenos a
que sean vendidos, ya que muchos de ellos los consideran innecesarios, costosos de
mantener e improductivos.
De igual forma las familias aumentan en cuanto a la cantidad de personas y los
terrenos donde habitan muchos de ellos comienzan a dividirlos haciendo cada vez
más pequeñas las proporciones y superficies disponibles para la siembra. Si
agregamos a esta variable los cambios climáticos adversos que se están presentando
en la actualidad, el desempleo, el encarecimiento y dificultad de obtener los insumos
agrícolas, el aumento de plagas y enfermedades, nos terminan mostrando un
panorama desalentador para las pocas familias que todavía realizan actividades
agrícolas en el sector, sin mencionar que muchos de ellos desconocen métodos y
tecnologías actuales para la diversificación agrícola que no les permitan adentrarse en
la producción de cultivos distintos con características nutricionales prometedoras y de
calidad superior a un costo relativamente bajo y económicamente rentable.
Por todo lo anteriormente expuesto, este proyecto pretende contribuir a la
seguridad alimentaria a través del diseño de un programa de capacitación para el
establecimiento de huertos familiares que permitan variar la dieta alimenticia
incorporando proteínas de origen vegetal a la dieta tradicionalista de los pobladores
consistente en carbohidratos, así como también permitirá la diversificación agrícola
mediante la realización de técnicas didácticas y educativas con la capacidad de poder
ser comprendidas por todas las personas de la comunidad de Canoabito, sin distingo
de su condición social e intelectual con el fin de contribuir con el desarrollo de los
núcleos familiares interesados en realizar la propuesta.
Objetivos de la Investigación

Objetivo General

Diseñar un programa de capacitación para el establecimiento de huertos familiares


en la comunidad de Canoabito, Parroquia Canoabo, Municipio Bejuma, Estado
Carabobo.

Objetivos Específicos

 Identificar las necesidades socioeconómicas de la comunidad de Canoabito en


base a los rubros agrícolas que son requeridos y aquellos que pueden ser
producidos mediante los huertos familiares.
 Evaluar la factibilidad en base a los parámetros técnicos y sociales presentes en la
comunidad de Canoabito, requeridos para el diseño de un programa de
capacitación dirigido al establecimiento de huertos familiares.
 Diseñar un programa de capacitación comunitario desde un enfoque técnico y
socioproductivo con el propósito de atender los requerimientos nutricionales y de
consumo mediante la producción de rubros agrícolas a través de huertos
familiares en la comunidad de Canoabito.

Justificación de la Investigación

Esta investigación es importante ya que pretende aportar al desarrollo


socioeconómico de las familias y la comunidad de un componente educativo
primordial que se encargará de convertir el conocimiento técnico en la creación y
establecimiento de los huertos familiares, en una herramienta didáctica donde según
la metodología a ser aplicada, involucrar a los niños, niñas, padres de familia,
docentes de instituciones educativas cercanas y personas con conocimientos
empíricos sobre agricultura, en el desarrollo formal a través de las diferentes técnicas
y experiencias en el entendimiento de los fenómenos que forman parte del medio
natural.
La estrategia metodológica que se pretende implementar en este proyecto tendrá la
finalidad que generar una cultura que con el pasar del tiempo se a vendido el cuál
representa desde hace mucho tiempo una alternativa de producción de alimentos, así
como de una fuente de ahorro, pero también de generación de ingresos y bienestar
socioeconómico para las familias y la comunidad que simultáneamente contribuye
con el crecimiento y desarrollo técnico de las personas involucradas en su
establecimiento. Es así que debemos de ver esta propuesta como un sistema de
producción integral donde las familias si así lo permiten, podrán generar un bienestar
que podrá ser de muchísima utilidad en el presente y el futuro, dónde todos sin
excepción se podrán beneficiar no solo con la producción sino con el conocimiento.
Estás actividades debidamente organizadas podrán implementarse con el fin de
suministrar el conocimiento que requieren las familias a través de la educación
sistémica para la obtención de beneficios dirigidos al mejoramiento de la calidad
educativa y agroproductiva familiar, fomentando simultáneamente la recuperación de
los valores ambientales, el fomento y recuperación del trabajo en equipo, la
responsabilidad individual y colectiva, recuperando la cualidad que deben de poseer
las familias de ser seres sociables a lo interno y externo, además de la recuperación
del comportamiento solidario hacia la comunidad, creando conciencia en cuanto a sus
derechos y deberes, complementando así el proceso de enseñanza – aprendizaje con
elementos sociales especialmente en aquellos miembros de la familia que se
encuentran realizando las diferentes etapas dentro del sistema educativo formal.
Desde el punto de vista nutricional, la implementación de los huertos familiares no
debe ser considerada como la solución a la problemática de ingesta de alimentos en el
sector, pero si una gran , ya que les permitirá tanto a los niños, adolescentes y adultos
la presencia de alimentos frescos ricos en nutrientes a un costo relativamente bajo
utilizando para su obtención de productos o sub – productos de la provenientes de la
comunidad, contrarrestando de cierto modo los efectos devastadores de la
desnutrición.
De igual manera los huertos familiares contribuirán con lograr la utilización de las
áreas de siembra no aprovechadas de la comunidad disminuyendo si están presentes,
los impactos ambientales y el monocultivo, gracias a que una de las cualidades de
este tipo de huertos es que en un pequeño espacio de terreno se podrán sembrar
diferentes rubros agrícolas mediante técnicas y métodos novedosos para la
producción de alimentos ricos en nutrientes, ya que todos los cultivos serán
seleccionados por sus características de lo que pueden aportar a la dieta, demanda
según la cultura de ingesta en el seno de las familias de la comunidad y lo perecedero
durante su transporte y almacenamiento.
CAPITULO II

MARCO TEÓRICO

Antecedentes de la Investigación

En esta sección se presentan recientes investigaciones enfocadas en la


implementación de los huertos familiares como estrategia productiva de autoconsumo
para promover la seguridad alimentaria. Al respecto, se reseñan estudios nacionales e
internacionales que aportan fundamentos elementales acerca de la importancia de la
agricultura familiar y los procesos de capacitación en este ámbito, así como en el
diseño de estrategias para el establecimiento de huertos familiares.
Castillo (2019) presenta un estudio realizado en la Universidad Técnica Estatal de
Quevedo, en la Parroquia 24 de Mayo, Cantón (Municipio) Quevedo, Provincia
(Estado) de los Ríos, Ecuador, titulado “Estudio Socioeconómico de los Procesos de
Producción de Huertos Familiares en la zona urbana de la Parroquia 24 de Mayo del
Cantón Quevedo”. Es estudio se elaboró con la finalidad de dar a conocer el estado
socioeconómico de los procesos de producción de huertos familiares, considerando
que los cultivos en huertos familiares desde la antigüedad son tradicionalmente
considerados como parte de una cultura, generando impacto en la regeneración de la
tierra y el mantenimiento de un sistema de producción orgánico, tal es el caso que en
Ecuador se evidencia este tipo de cultivos en las comunidades indígenas y quienes a
su vez comercializan toda esta diversidad de productos promoviendo el consumo
nacional y beneficiando a la economía de las familias productoras y a la del país.
Sin embargo, en la Parroquia 24 de Mayo del cantón Quevedo dichas prácticas
agrícolas están siendo olvidadas. En consecuencia, se planteó como objetivos en el
proyecto efectuar un estudio socioeconómico de los beneficios que genera los huertos
familiares; identificar las plantas que producen en los huertos familiares; determinar
los procesos de producción que tienen mayor utilización en los huertos familiares de
la parroquia 24 de Mayo del cantón Quevedo. Los métodos investigativos aplicados
fueron inductivo y analítico, en donde se logró recopilar información bibliográfica y
mediante encuesta realizada a 30 personas, con preguntas relacionadas de acuerdo a
los objetivos de la investigación planteados, se obtuvo datos directos y veraces para
luego proceder analizarlos y llegar a obtener los resultados.
En los resultados obtenidos a través de los datos recopilados se logró identificar
cuáles son las superficies y terrenos mayoritariamente utilizados para el
establecimiento de los huertos familiares, especies que cultivan, que sistemas de
cultivos utilizan, cantidad de personas involucradas, distribución de las
responsabilidades, requerimientos de insumos, gastos que incurren en la producción y
cuáles son sus ingresos económicos.
En cuanto al aporte de esta investigación al estudio, permite conocer las diferentes
técnicas de reconocimiento e interpretación de las variables sociales, educativas,
técnicas, territoriales, productivas, económicas y de consumo que pueden ser tomadas
en cuenta en el proyecto de investigación para la obtención de los datos que se van a
necesitar para elaborar el programa de capacitación, ya que será la comunidad quien
nos indique sus alcances y necesidades, evitando el tener que presentar un programa
descontextualizado y apartado de la comunidad donde se realizara la capacitación
para el desarrollo de huertos familiares.
Por su parte, Díaz (2018) presenta un estudio realizado en la Universidad Nacional
Experimental de los Llanos Occidentales Ezequiel Zamora (UNELLEZ), en el Estado
Portuguesa, Venezuela, titulado “Gestión de Políticas Públicas en Agricultura
Familiar, como Aporte a la Soberanía Alimentaria en Venezuela”. Este estudio fue
enmarcado en el paradigma cualitativo y el método fenomenológico, apoyado en la
hermenéutica, y se planteó como propósito generar los principios teóricos
consensuados acerca de la gestión pública en la agricultura familiar como aporte a la
soberanía alimentaria en Venezuela.
En el mismo se implementó la triangulación con los resultados de las entrevistas
semi-estructuradas realizadas a los 6 participantes claves, en contrastación con
referentes teóricos, en dialogo de saberes. Se generaron 5 categorías de análisis y 56
subcategorías emergentes que dieron significado acerca de las políticas públicas en la
agricultura familiar como aporte a la soberanía alimentaria en Venezuela. Cabe
destacar que, como macro-concepto, la agricultura familiar es definida como una
actividad orientada al autoconsumo de la familia y la producción de excedentes que
generan ingresos para contribuir con la economía familiar, enmarcándose en el
desarrollo rural sustentable.
En las reflexiones finales, la autora señala que es importante ubicarnos en el
contexto de la realidad venezolana para comprender la agricultura familiar, ya que
existe una amplitud en la interpretación del término y cierta confusión con el
planteamiento de conucos, producción comunal y agricultura urbana; estos
planteamientos no permiten amplios debates sobre este tema en las políticas públicas
a pesar que se ha manejado como un estandarte político. En cuanto al aporte de esta
investigación al estudio, la misma ofrece elementos teóricos acerca de la importancia
de la agricultura familiar en el marco de la soberanía alimentaria, así como aspectos
jurídicos sobre la agricultura familiar en Venezuela.
Otro estudio fue el presentado por López (2018) en la Universidad Autónoma
Chapingo en la población de Chapingo, en el Estado de México, México, titulado
“Contribución de los Huertos Familiares Biointensivos al Desarrollo Sostenible de
Familias Rurales y Periurbanas”. En esta investigación se establece según los estudios
de campo realizados en la comunidad que los huertos familiares biointensivos (HFB)
son una opción para minimizar el problema de la Inseguridad Alimentaria, se
consideran como una interesante alternativa de bienestar local, regional y nacional.
Los HFB son modelos de producción socioeconómicos difundidos en diversas
regiones por varios programas, entre los más destacados encontramos al Centro de
Investigaciones Interdisciplinarias para el Desarrollo Rural Integral perteneciente a la
Universidad Autónoma Chapingo y a la Organización de las Naciones Unidas para la
Alimentación y la Agricultura (FAO), la Secretaria de Agricultura, Ganadería, Pesca
y Alimentación (SAGARPA) con el Proyecto Estratégico para la Seguridad
Alimentaria (PESA) y el Componente de Agricultura Familiar Periurbana y de
Traspatio (CAFPT).
La presente investigación tiene como propósito evaluar la sostenibilidad
económica, social, cultural y ambiental de los HFB, así como su permanencia en una
región de trabajo del establecido como comunidad de investigación social, económica
y productiva de la Universidad Autónoma de Chapingo (Santiago La Galera,
Oaxaca), el PESA (San Antonio Molinos, Michoacán) y el CAFPT (Cuautepec Barrio
Alto, Ciudad de México). Los instrumentos empleados para la obtención de la
información fueron cuantitativos y cualitativos, que permitió la observación directa
en campo y la aplicación de encuestas semiestructuradas.
La información obtenida en campo se evaluó a través de indicadores de gestión
social, educativo y de formación técnica y socioproductivo. Los huertos familiares
analizados indicaron ser de gran ayuda para las familias al proveer de hortalizas
frescas y saludables, así como generar el autoempleo a las familias que la practican.
Sin embargo, en algunos casos han abandonado esta actividad por falta de
herramientas, asistencia técnica o por el paternalismo que han generado algunas
instituciones sociales, por lo que se concluye que se debe generar un adecuado
seguimiento a la población objetivo para garantizar la generación de las de
capacidades humanas necesarias para el desarrollo, pero sin la generación de una
dependencia compartida la con las instituciones que brindan apoyos.
En cuanto al aporte enmarcado en el presente estudio, este trabajo contribuye en
establecer los parámetros de investigación sociales, económicos y socioproductivos
necesarios para estudiar las variables que se requieren para el diseño integral del
programa de capacitación para el establecimiento de huertos familiares, ya que las
características que en la comunidad de estudio se presentan, tienen mucha similitud
con los resultados previos realizados para la realización de la propuesta en la
comunidad de Canoabito en cuanto a necesidades, estructura social y capacidades
productivas, además que incluye una interesante forma de captar aquellos productores
agrícolas familiares que de cierta forma han manifestado su decisión de abandonar
totalmente sus unidades de producción.
Por otro lado, Cano, De la Tejera y colaboradores (2018) presentaron un estudio
realizado en la Universidad Nacional Autónoma de México, en las comunidades
indígenas tlahuicas de San Juan Atzingo y Lomas de Teocaltzingo, ambas
pertenecientes al Municipio Ocuilan, Estado de México, cercanas a las ciudades de
Cuernavaca y el Distrito Federal, México, titulado “Conocimientos Tradicionales y
Prácticas de Manejo del Huerto Familiar en dos Comunidades Tiahuicas del Estado
de México, México”. Las comunidades indígenas de México tienen una larga historia
de uso de los ecosistemas locales a través de la cual han logrado desarrollar una gran
cantidad de conocimiento y técnicas de manejo sobre su medio. Estudios previos han
documentado que la emigración puede incidir en la pérdida del conocimiento
tradicional, así como en la incorporación de nuevos conocimientos.
Proponen que estos cambios pueden ser diversos (a veces imperceptibles) y en
otras ocasiones pueden erosionar o enriquecer el conocimiento tradicional si los
emigrantes mantienen un contacto permanente con su comunidad y los hogares se
mantienen vinculados con las actividades primarias. Por medio de metodologías
cuantitativas y cualitativas se estudiaron las prácticas de manejo y los conocimientos
tradicionales sobre las plantas medicinales del huerto en unidades familiares con
integrantes emigrantes y unidades familiares sin emigrantes.
Las diferencias encontradas en cuanto al conocimiento tradicional estuvieron
asociadas al género, edad, ocupación económica y estatus migratorio del individuo.
Se establece que la migración no es necesariamente un factor que conduce a la
perdida del conocimiento tradicional en las comunidades; por lo que es importante
tomar en cuenta para el análisis que se realice en otros posibles trabajos similares,
ciertas características particulares de la migración como la edad y género de los
mismos, así como los mecanismos y capacidades de las instituciones comunitarias
para lograr la migración como una estrategia más de vida.
A nivel del hogar, los datos indican que no hay diferencias significativas en las
prácticas de manejo asociadas al estatus migratorio. Sin embargo, a nivel individual
los migrantes, los hombres recién llegados de Estados Unidos, expresaron ideas
diferentes de cómo hacer los huertos e incluso mostraron su desacuerdo con las
formas tradicionales de realización. Se consideró que estás ideas no han permeado
aún dentro de sus unidades domésticas por varios aspectos, entre ellos lo reciente de
su llegada, el papel preponderante de la mujer en el cuidado del huerto y la presencia
de unidades domésticas extendidas en donde los integrantes mayores aún tienen el
poder de decisión sobre las actividades del hogar. Sin embargo, es posible que con el
transcurso de los años se observe una hibridación o transformación de las prácticas
tradicionales del huerto, como se observa actualmente por el uso extendido del
fertilizante químico.
En cuanto al conocimiento tradicional sobre las plantas medicinales del huerto, se
presentaron algunas diferencias especialmente a nivel individual. También se
comprobó que las mujeres son las principales cuidadoras del huerto y las encargadas
de atender las necesidades primarias de salud del hogar y son las que mayor
conocimiento tienen sobre las plantas medicinales del huerto.
La diferencia entre el conocimiento entre hombres y mujeres más jóvenes es
menos notoria. Por su edad, muchas de las mujeres aún no han formado una familia
independiente y no han adquirido la responsabilidad de atender el huerto y la familia.
Sin embargo, esta situación podría cambiar en el futuro ya que el 90% de las jóvenes
estudiadas estuvieron interesadas en salir de su comunidad para buscar oportunidades
de desarrollo que no necesariamente se relacionan con el establecimiento de una
familia en la comunidad de origen.
En el caso de la edad hay una diferencia importante en el conocimiento que tienen
los menores de 25 años con respecto a los adultos y adultos mayores de la
comunidad. En promedio, los jóvenes y adultos jóvenes conocen la mitad de plantas
que los adultos. Esta situación es interpretada por las mujeres adultas como
preocupante, dado por la falta de interés de los jóvenes por aprender y conservar los
conocimientos.
Entre las consideraciones finales del estudio esta que en la comunidad existe un
percepción dividida sobre los efectos de la migración sobre el huerto, el cual esta
dado por la coexistencia de casos de pérdida de conocimiento y casos en lo que la
migración no incide de manera directa sobre el conocimiento ecológico tradicional ya
que lo que considerado como tradicional se ha convertido en los adultos mayores de
la comunidad como una práctica habitual, por supuesto con la incorporación de
elementos ancestrales de la cultura indígena local.
En cuanto al aporte de esta investigación al presente estudio, su línea de
investigación esta basado en una variable de mucha importancia en los actuales
momentos que no es más que la influencia de las migraciones de los habitantes desde
y hacia la comunidad donde se desean implementar los huertos familiares, así como
la percepción de los jóvenes sobre si desean formar parte o no de estás propuestas,
indicándonos también que son mayoritariamente las mujeres adultas las que se
interesan y asumen la responsabilidad de atender y desarrollar en el tiempo estás
iniciativas.
Del mismo modo, García – Flores, Gutiérrez – Cedillo y colaboradores (2018)
presentaron un estudio realizado en la Universidad Autónoma del Estado de México,
Toluca de Lerdo, México, en los Municipios Malinalco, Tanancingo y Villa Guerrero
del Estado de México, México, que lleva por título “Estrategia de Vida en el Medio
Rural del Altiplano Mexicano: El Huerto Familiar”. En tres Municipios ubicados en
la zona de transición ecológica del Estado de México, se investigó la práctica
tradicional campesina del huerto familiar como estrategia que contribuye a la
seguridad alimentaria. La agricultura campesina forma parte de la estrategia de vida
familiar del medio rural y coadyuva a enfrentar eventos climáticos extremos a nivel
regional.
Mediante observación en campo y entrevistas semi – estructuradas con 180
poseedores de huertos, se indagaron los beneficios ambientales, sociales y
económicos que ellos perciben, así como la utilización que hacen de los productos de
origen vegetal y animal, su aprovechamiento en la alimentación y generación de
ingresos. Se identificaron 134 especies arbóreas o arbustivas; 54 de herbáceas y
hortalizas y 13 de animales. Las especies son usadas por las familias para su
alimentación y como condimento o en usos medicinales o rituales. Los principales
productos que se obtienen del huerto son frutos, hojas, flores, carne, leche y huevos;
su principal destino es el auto – consumo; los excedentes se destinan a la venta o el
intercambio, como una alternativa para completar la dieta y los ingresos familiares.
Estos bioecosistemas contribuyen a conservar la biodiversidad regional, favorecer la
seguridad alimentaria familiar y proporcionan servicios ambientales y beneficios
sociales.
A través de su manejo, los agroecosistemas con huerto familiar han creado
sistemas adaptados a las condiciones locales de suelo, clima y ambiente; esta
complejidad favorece a la resiliencia social y ambiental. Los resultados obtenidos
mostraron la importancia que representan los huertos familiares a los núcleos
familiares; de estos obtienen alimentos para autoconsumo, tanto de origen vegetal
como animal. El intercambio de los productos que no cultivan en el huerto contribuye
a completar la dieta. Las ventas de los productos les permiten generar ingresos
adicionales.
La crianza de animales es percibida como ahorro, con el cual sufragan gastos en
momentos de escaso empleo, eventos familiares o situaciones no previstas como
reparaciones en la casa, así como enfermedades y accidentes. Algunos problemas que
se detectaron fueron el limitado espacio destinado para los diferentes componentes de
los agroecosistemas con huerto familiar, escases de agua para riego, desinterés de los
jóvenes por la tradición agroecológica y falta de transmisión del conocimiento de
adultos a jóvenes.
Los agroecosistemas con huerto familiar en Malinalco, Tanancingo y Villa
Guerrero, Estado de México cumplen funciones importantes; desde el punto de vista
ambiental, son reservorios de biodiversidad; el aprovechamiento de los recursos
asegura su disponibilidad, son ecológicamente estables, los bienes y servicios que
generan proveen confort a las familias. Socialmente propician la integración familiar,
ya que el hecho de que toda la familia participe en las labores de mantenimiento
refuerza los nexos familiares, favorece la cohesión social por medio del intercambio
de productos con otros vecinos, al compartir conocimientos fortalecen la relación
armoniosa entre los habitantes y las localidades. Económicamente, al cultivar sus
alimentos, la familia economiza al no comprarlos.
La venta es un apoyo al que pueden recurrir y el bajo costo de los agroecosistemas
con huerto familiar lo hace viable. Los huertos familiares constituyen una estrategia
de vida para las familias campesinas de las localidades, una práctica tradicional de
conservación in situ, aporta a la alimentación familiar y fortalece la resiliencia
socioambiental y la sustentabilidad.
En cuanto al aporte de esta investigación al estudio, la misma ayuda a establecer
los parámetros de investigación metodológicos cuantitativos y cualitativos antes,
durante y después en lo que se refiere a la obtención de todos los datos necesarios
desde el punto de vista social, educativo, familiar, demográfico, productivo y
económico necesario para el diseño eficiente del programa de capacitación para el
establecimiento de huertos familiares. Asimismo, establece al igual que muchos
trabajos de investigación sobre este mismo tema, la importancia de involucrar de
forma activa y con visión de futuro a la población joven de las comunidades, al
mismo tiempo que de motivar a los adultos mayores (abuelos, padres, tíos y
hermanos) a que deben de tomar en cuenta las nuevas generaciones en el proceso de
enseñanza – aprendizaje para así evitar que los más jóvenes simplemente abandonen
la actividad agrícola y su legado patrimonial en las comunidades de donde son
originarios.

Bases Teóricas

Desarrollo Sustentable

Antecedentes que llevaron al Surgimiento de la Teoría de Desarrollo Sustentable

El modelo de crecimiento elaborado por Smith y desarrollado por Malthus tenía un


sustrato esencialmente agrarista. Consideraban, en esencia, todo proceso de
crecimiento económico posible con el solo hecho de explotar la tierra, y aseguraban
que mientras hubo tierras libres la humanidad pudo crecer sin ningún límite. Los
individuos podían así obtener con su trabajo el producto suficiente para su
subsistencia y para el mantenimiento de su familia. Cuando todas las tierras
productivas fueron ocupadas, el desarrollo evidenció sus primeras limitaciones. La
naturaleza comenzó a poner límites a la actividad humana, la ley de los rendimientos
decrecientes empezó a actuar y la productividad del trabajo a disminuir (Ocampo,
2011).
La acumulación del capital hace que aumente la cantidad de capital existente por
trabajador. La escasez creciente de trabajadores propicia que aumente el salario real
que perciben y que disminuya la productividad del capital. La tasa de beneficios
disminuye de forma continua hasta que se hace nula y se detiene la acumulación. Se
llega así, de nuevo, a un estado estacionario. Ello condujo entonces a la elaboración
de nuevas teorías que justificaran estos procesos y aparecen varias tendencias, como
las teorías ortodoxas o teorías de la modernización, las cuales tienen como sustrato
ideológico que, bajo las diversas formas y conceptos dirigidas hacia el desarrollo
existe un camino unilineal de desarrollo en el cual el capitalismo industrializado, al
que denominan sociedad moderna, es el destino de todas las sociedades, y el análisis
del proceso de desarrollo se da a partir del contraste entre la sociedad moderna y las
sociedades no modernas, a las que denominan tradicionales (Bell, 2000).
En el afán de dar explicación a las complejas relaciones que se daban en el
contexto de América Latina, surgen las teorías heterodoxas del desarrollo o teorías de
la dependencia. Estas surgieron en los años sesenta, impulsadas por el economista
argentino Raúl Prebish y la Comisión Económica para América Latina y el Caribe
(CEPAL) En dónde inicialmente se dirigieron al entorno latinoamericano,
asociándolo al concepto de desarrollo desigual y combinado. Para la CEPAL, el
centro y la periferia forman parte de un único sistema con funciones específicas a
partir de las estructuras productivas de cada uno de ellos. Estas estructuras tienen sus
particularidades, que determinan las funciones de cada parte del sistema dentro de la
división internacional del trabajo. El centro exporta una gama muy amplia de bienes,
especialmente productos manufacturados, que intercambia por alimentos y materias
primas de la periferia (Bell, 2000).

Surgimiento de la Teoría de Desarrollo Sustentable

En el año 1987 la Comisión Bruntland (comisión independiente creada a solicitud


del Secretario General de la ONU en 1983) redactaron y presentaron un informe
titulado “Nuestro Futuro Común”, el cual tenía como temática central la idea del
desarrollo sostenible y la necesidad de integrar al medio ambiente con el desarrollo de
los pueblos, sin distingo de su tamaño y nivel de influencia en la humanidad. Hasta
entonces estos estudios sobre el problema del crecimiento económico corroboraron
que la naturaleza es limitada en su elasticidad y en su extensión, y que tiene una
capacidad de carga que no se puede rebasar. Por lo que la construcción de un nuevo
paradigma exige ver al desarrollo como algo intrínseco a la propia esencia del medio
ambiente. Esa visión conduce a actuar sobre cualquier esfera económica y social,
desde un enfoque en el que la naturaleza y el medio ambiente se consideran como
factores estratégicos del desarrollo (Anon, 2005).
De hecho, la propuesta del desarrollo sostenible, como su mismo nombre sugiere,
es un intento de afrontar, de manera integrada, un doble desafío que se le presenta a la
humanidad; por un lado, está la situación de pobreza en que vive una gran mayoría de
la población de nuestro planeta; por otro, los retos planteados por los problemas
medio ambientales. El concepto de desarrollo sostenible concibe el desarrollo como
un proceso armónico, donde la explotación de los recursos, la dirección de las
inversiones, la orientación del cambio tecnológico y las transformaciones
institucionales deben corresponderse con las necesidades de las generaciones
presentes y futuras. Así, se presenta el desarrollo como un proceso que requiere un
progreso global, tanto en materia económica y social como en los órdenes ambiental
y humano (Pichs, 2002).
Según Dourojeanni (2000), el desarrollo sustentable tiene tres objetivos
fundamentales; el crecimiento económico, la equidad (social, económica y ambiental)
y la sostenibilidad ambiental. Este concepto emerge como un nuevo paradigma que
parte de una visión holística del mundo y que propone un modelo de desarrollo desde
otra mirada. La novedad, la complejidad y la importancia del tema promovieron
muchas dudas y preocupaciones; por ello, desde su génesis hasta la actualidad mucho
se ha hablado y estudiado sobre el tema (Cruz, 2003).
Según Souza (2001), la sustentabilidad implica ir más allá de la racionalidad
instrumental y económica para subordinarla a la racionalidad comunicativa. Bajo la
racionalidad instrumental, los problemas complejos se reducen a una dimensión
técnica, de manera que las soluciones técnicas eficientes los puedan resolver; por su
parte, la racionalidad económica reduce los problemas complejos a requerimientos de
abastecimiento - demanda, de manera que las soluciones relacionadas con el mercado
competitivo se puedan resolver. Se asume que el mundo esta conformada por una red
de relaciones entre todas las formas de vidala, dónde la racionalidad comunicativa
convierte los problemas complejos en problemas antropogénicos que emergen de la
interacción humana con su entorno natural, del cual es imposible ser indiferente.
De ello se infiere que, si la sustentabilidad es una propiedad emergente de la
interacción humana, las soluciones sostenibles surgirán únicamente a través del
aprendizaje social, en un proceso interactivo por medio del cual los actores claves de
dicho proceso de desarrollo se comprometen a llevar adelante acciones concertadas.
Casares y Arca (2002) realizaron una investigación sobre este tema donde
plantearon que la sostenibilidad se configura como el marco necesario para el
desarrollo humano y constituye un paso adelante en el enfoque del medio ambiente y
su problemática, incorporando a la visión tradicional del medio natural, las variables
del medio humano y haciendo especial hincapié en su organización institucional,
económica y social.
Souza, Cheaz y Calderón. (2000) también afirman que no habrá desarrollo
sostenible sin instituciones sostenibles, lo cual sustentan a partir de que el desarrollo
sostenible no será posible sin la existencia de una matriz institucional, con las
condiciones necesarias y suficientes para implementar (de forma consistente) los
planes, programas y proyectos de desarrollo sostenibles propuestos en el contexto del
modelo de desarrollo.
Muchas y variadas son las perspectivas de análisis en torno a este suceso denominado
desarrollo sostenible, que a lo largo de los años ha ganado muchos detractores que
buscan incansablemente destruirlo; otros, los aliados, luchan por un desarrollo
integral y de mayor justicia social en un mundo mejor, optando por investigar y
profundizar desde una perspectiva holística, el entramado de dimensiones e
interrelaciones que encierran el desarrollo sostenible (Cruz, 2003).

Diferentes Dimensiones del Desarrollo Sustentable. Su Visión Integradora.

Las características de esta nueva época de presencia del desarrollo sustentable no


están totalmente claras y sus implicaciones no están aún consolidadas. Sin embargo,
algunos de sus elementos están moldeando la realidad actual de muchas comunidades
del mundo. Ocampo (2001) y Souza (2002), por ejemplo, plantean que existen
diferentes dimensiones que, desde esta perspectiva de la sustentabilidad, no pueden
ser obviadas en el análisis de un modelo de desarrollo, las cuales se muestran a
continuación:

1. Satisfacer las necesidades humanas básicas. Esto se enfoca directamente hacia lo


alimentario, para evitar el hambre y la desnutrición. De esta forma, se garantizará
la durabilidad de la especie humana, que de no ser así se estará poniendo como un
resultado no deseado al desarrollo.
2. Lograr un crecimiento económico constante. Esto se considera una condición
necesaria, pero no suficiente. Se persigue que la economía brinde una cantidad de
bienes y servicios para atender a una creciente población. Lo deseable siempre es
que el crecimiento económico sea igual o superior al demográfico, con lo cual se
puede mejorar su capacidad productiva, así como el potencial de recursos
humanos y tecnológicos.
3. Mejorar la calidad del crecimiento económico. En especial, las posibilidades de
tener un acceso equitativo a los recursos naturales y al beneficio del crecimiento,
en términos de mejor distribución de la renta, beneficios sociales y protección del
ambiente o su incremento.
4. Atender a los aspectos demográficos. En especial, reducir las altas tasas de
crecimiento poblacional hacia uno más mesurado que permita aumentar la
disponibilidad de recursos y su aprovechamiento por todo, evitando la
concentración poblacional.
5. Seleccionar opciones que sean tecnológicamente adecuadas. Esto se debe a los
problemas que crea la transferencia tecnológica básica para la sustentabilidad de
los países en desarrollo, pero que al realizar esta acción tiene un fuerte impacto en
el ambiente. Para lograrlo se debe estimular la investigación y la capacidad
técnica para lograr tecnologías sustitutivas, mejorar los procesos tradicionales y
culturales, adaptando y reduciendo las importadas solo en el caso que sea
inevitable su uso.
6. Aprovechar, conservar y restaurar los recursos naturales. Se debe evitar la
degradación de los recursos, proteger la capacidad límite de la naturaleza,
favorecer la restauración y evitar los efectos adversos sobre la calidad del aire, el
agua y la tierra, con el fin de perpetuar la oferta ambiental de los ecosistemas.

A todo lo anterior se adiciona la dimensión humana del desarrollo como una


perspectiva completamente nueva, una manera revolucionaria de redefinir nuestro
acercamiento convencional al desarrollo. Más que residuos del desarrollo, los seres
humanos finalmente podrán convertirse en su principal objeto y sujeto, no una
olvidada abstracción económica sino una viviente realidad operativa, no víctimas
indefensas o esclavas de los mismos procesos de desarrollo, sino en sus amos.

Formas de Abordar el Desarrollo Sustentable en la Sociedad Actual


En base a lo anteriormente expuesto, es estrictamente necesario exigir el uso de
nuevas fórmulas y enfoques para el análisis de los problemas que limitan el
desarrollo, así como para la planificación de estrategias, considerando como variable
fija e independiente los límites de los recursos naturales. De ahí que la elaboración de
cualquier estrategia de desarrollo, incluso de orden nacional, requiere conocer a nivel
comunitario las características del contexto, sus necesidades, preferencias,
potencialidades, los recursos materiales disponibles y la situación de sus recursos
naturales. Evidentemente ello implicaría el uso del espacio físico, la gestión
económica y la valorización de la iniciativa comunitaria como elementos sustantivos
del desarrollo a nivel local (Suset, 2004).

Teoría del Aprendizaje Constructivista de Lev Vygotsky

El Constructivismo

Para poder entender a cabalidad está teoría, primero se deben identificar algunos
aspectos generales sobre constructivismo, con la intención de recuperar las
características de la modalidad socio - cultural lingüística, reúne varias características
que la hacen idónea para acompañar el proceso educativo de los Estudios Generales.
Según Serrano y Pons (2011), cualquier tipo de clasificación de los diversos tipos
de constructivismos recoge, explícita o implícitamente, la existencia de tres visiones:
a) Un constructivismo cognitivo que incorpora sus raíces en la psicología y la
epistemología genética de Piaget.
b) Un constructivismo de orientación socio - cultural (constructivismo social, socio -
constructivismo o co - constructivismo) inspirado en las ideas y planteamientos
Vygotskyanos.
c) Un constructivismo vinculado al construccionismo social de Berger y Luckmann
(2001) y a los enfoques post - modernos en psicología que sitúan el conocimiento
en las prácticas discursivas.
El constructivismo constituye una perspectiva que en cualquiera de sus
modalidades intenta explicar la naturaleza humana y los fenómenos relacionados con
la construcción del conocimiento y la interpretación de la “realidad”, desde una
posición epistemológica, psicológica y educativa. En una de sus variantes más
avanzadas, sostiene que el conocimiento se forma a través de la relación con las
experiencias, acciones o procesos de construcción en un contexto social. De este
modo, lo que se conoce ocurre por la interacción del individuo con otras personas y
con el medio a través de la mediación del lenguaje. Esta afirmación se corrobora
cuando el constructivismo hace referencia al continuum cuerpo – cerebro – mente que
aparece estrechamente relacionado en cualquier proceso educativo, sin disminuir uno
con respecto al otro y cuyas conexiones no serían posibles sin la mediación del
lenguaje Damasio (2010).
Por su parte, el planteamiento de Vygotsky establece que es la sociedad y la
cultura los que motivan los razonamientos y las decisiones. En esta forma, el
principal propósito de la educación es cultivar en los estudiantes un repertorio de
estrategias de comportamiento y de conocimiento, flexibles y creativas, que les
permitan reconocer la complejidad de las situaciones y contar con alternativas de
solución. La idea original del constructivismo es que el conocimiento y el aprendizaje
ocurren como resultado de una dinámica en la que el sujeto juega un papel activo, y el
objeto es conocido según los marcos interpretativos de este sujeto, de tal forma que el
conocimiento y el aprendizaje son parte de la actividad mental constructiva, de
acuerdo con la cual las personas interpretan la experiencia (Valencia 2016).
Serrano y Pons (2011) en su trabajo de investigación plantean que las
representaciones individuales y las actividades sociales culturalmente organizadas
mantienen una interconexión en la cual se influyen mutuamente y generan una
relación fluida y transaccional, de modo que para entender el proceso de construcción
de conocimiento estudiantil es necesario que ambas sean tomadas en cuenta. Para
estos autores, el aprendizaje se trata de un proceso externo e interno que tiene lugar
en el contexto donde ambos aspectos se relacionan y se afectan mutuamente.
Asimismo, en su estudio indican que si incorporamos las perspectivas socio - cultural
y lingüística al modelo cognitivo de los procesos mentales, es posible vislumbrar
cómo el lenguaje y los procesos sociales del aula constituyen las vías a través de las
cuales los estudiantes adquieren y retienen el conocimiento, fundamentalmente
porque resulta muy útil considerar los procesos mentales como una propiedad de los
individuos que actúan en entornos organizados culturalmente.

Constructivismo Cognitivo

El constructivismo cognitivo de Piaget (1964) considera que el conocimiento


surge de la actividad adaptativa que se da en la mente de las personas. Piaget
planteaba que el aprendizaje ocurre cuando se relacionan representaciones nuevas con
las que la persona ya traía previamente y que en la mente es donde están almacenadas
las representaciones mentales, esquemas y modelos que resultan la base en la que se
ensamblan las representaciones nuevas (Cubero, 2005).
Partiendo de esta posición, se entiende que el proceso cognitivo se desarrolla a
través de la acción de mecanismos como la asimilación y acomodación. La
asimilación se refiere a la incorporación de información a los esquemas existentes en
el sujeto; la acomodación a la transformación de esos esquemas a nuevas situaciones
y experiencias. La puesta en marcha de estos mecanismos constituye un proceso
continuo de equilibración. Piaget concibió un proceso de desarrollo a través de la
construcción personal apoyada en conocimientos previos que comprende la
reorganización cognitiva de los esquemas y estructuras internas autorreguladoras del
sujeto. En cierto sentido, su postura da predominancia a los procesos internos del
individuo para lograr aprendizajes (Serrano y Pons. 2011).

Construccionismo Social

El construccionismo social es una variante del constructivismo que surge a partir


de enfoques lingüísticos y socio - lingüísticos de la cognición y el aprendizaje. En
esta perspectiva, el conocimiento se construye de manera social dentro de un
contexto, se sitúa en la interacción entre la mente y el exterior del individuo, a través
del lenguaje y en acciones ubicadas, organizadas y co - construidas en la interacción
social (Cubero, 2005).
La complementación del construccionismo social se logra experimentalmente
mediante el entendimiento social de que la convicción de las personas, los objetos y
los hechos existen todos juntos en un mundo lingüístico, en el que el lenguaje sirve
para representar, describir la realidad y comunicar estados mentales. Desde esta
concepción, el lenguaje no es una “vía” o un canal por el que se transmiten mensajes,
sino una actividad en la que se produce el significado. En esta forma, el discurso no
consiste en una representación del pensamiento en el lenguaje, sino un modo social
de pensar. (Valencia, 2016).

Constructivismo Socio - Cultural y Lingüístico

El constructivismo socio - cultural surge de la mano de Vygotsky y plantea que los


procesos psicológicos superiores ocurren a partir de relaciones dialécticas de las
personas con el medio, como una aproximación socio - cultural de lo humano. Lo que
sugiere que el individuo construye significados actuando en un entorno estructurado e
interactuando con otras personas de forma intencional (Serrano y Pons, 2011).
Según Wertsch (1991), quien analiza la obra de Vygotsky, observa que en los
planteamientos de este último se encuentran dos tesis que hacen aportes decisivos a la
perspectiva constructivista socio - cultural y lingüística las cuales son las siguientes:
1. Método genético o evolutivo: Plantea que el estudio del desarrollo de los procesos
psicológicos debe hacerse a través del análisis de su evolución con el fin de
entender lo que significa. Es necesario partir de la acción humana que implica
cambio, a su vez comprender que la acción humana implica analizar su propio
desarrollo, sus orígenes y sus transformaciones genéticas.
2. Doble origen social del funcionamiento mental: Considera la vida social, las
interacciones entre las personas y las actividades culturales como los factores que
dan origen a los procesos psicológicos superiores. “Los procesos psicológicos
superiores adoptan tanto la dimensión individual como social, pasando de lo inter
- psicológico a lo intra - psicológico, en lo cual la dimensión social es anterior en
el tiempo, y la dimensión individual se deriva de ella”.

De esta manera el proceso de construcción del conocimiento surge de la


interdependencia entre lo individual y lo social. Para explicar esta relación de
interdependencia, Vygotsky utilizó los conceptos de interiorización, zona de
desarrollo próximo y apropiación. La interiorización es el proceso en el que ciertos
elementos de la actividad realizada por el individuo en el plano externo pasan a
ejecutarse en el plano interno. La interiorización fue concebida por Vygotsky como
un proceso en el que ciertos aspectos de la estructura de la actividad que se han
realizado en el plano externo pasan a ejecutarse en un plano interno, en un proceso
intraindividual. El proceso de interiorización de contenidos y herramientas
psicológicas de la cultura permiten el tránsito de lo interpersonal a lo intrapersonal, y
desde allí surge el concepto de zona de desarrollo próximo (Valencia, 2016).

Parámetros para el Establecimiento de la Zona de Desarrollo Próximo de Lev


Vygotsky

Está definición esta contemplada en una serie de variables que establecen los
siguientes argumentos:

1. La distancia entre el nivel real de desarrollo, determinado por la capacidad de


resolver independientemente un problema, y el nivel de desarrollo potencial,
determinado a través de la resolución de un problema bajo la guía de un adulto o
en colaboración con otro compañero más capaz. (Vygotsky, 1989).
2. La apropiación se refiere a como el individuo hace suyos los productos de la
cultura, a través de ésta el individuo “busca la reconstrucción de facultades y
modos de comportamiento desarrollados históricamente, actuando a partir de
opciones semióticas que le permiten reflejar su identidad” (Valencia, 2016).
3. Mediación semiótica: Los procesos de mediación semiótica conciben la actividad
humana como un fenómeno mediado por signos y herramientas. El ser humano ha
utilizado materiales y herramientas psicológicas, basadas en sistemas de signos,
para transformar activamente su entorno físico. Este sistema de signos se produce
y comparte de manera social e incide en procesos como el habla, el pensamiento y
la acción. De esta manera, el lenguaje constituye el sistema de signos preferido
para el desarrollo psicológico humano. Éste promueve la mediación de las
relaciones de la persona consigo misma a través de diálogos internos
(pensamientos) y con los demás individuos.

Algunos estudios sugieren que la incorporación del enfoque sociocultural y


lingüístico con la propuesta constructivista cognitiva de los procesos mentales
permite ver cómo estudiantes adquieren y retienen conocimiento a través del lenguaje
y los procesos sociales. Esto sugiere que la educación es un proceso comunicativo
que tiene lugar gracias a las actividades realizadas conjuntamente entre docentes y
estudiantes, mediadas por el lenguaje. Este enfoque incorpora planteamientos
socioculturales y lingüísticos del constructivismo cognitivo, en los que “la
construcción individual del conocimiento que llevan a cabo los estudiantes está
inmersa y es inseparable de la construcción colectiva que llevan a cabo profesores y
estudiantes en este entorno específico y culturalmente organizado que es el aula”.
(Coll, 2001).
Por lo tanto y según los argumentos presentados por muchos investigadores, el
aprendizaje es considerado un estímulo que activa diversos procesos mentales, los
cuales se desenvuelven en el marco de interacción con otras personas en diversos
contextos y siempre a través del lenguaje. Esos procesos mentales, de cierto modo,
reproducen esas formas de interacción social “internalizadas en el proceso de
aprendizaje social hasta convertirse en modos de autorregulación” (Carrera y
Mazzarella, 2001).

Constructivismo en la Enseñanza y el Aprendizaje


La psicología de la educación en la actualidad está influenciada por la visión
constructivista del psiquismo humano. Es común usar como referencia los principios
constructivistas del funcionamiento psicológico para comprender y explicar mejor los
procesos de desarrollo y de aprendizaje, y los procesos educativos. Además,
frecuentemente se parte de estos principios para elaborar y fundamentar propuestas
con el fin de innovar y mejorar la educación (Coll, 1990).
Desde los enfoques constructivistas se busca entrelazar los procesos de enseñanza
y aprendizaje, que han estado separados tradicionalmente desde las concepciones de
la psicología de la educación. El constructivismo considera imposible entender cómo
se aprende, si se desvincula de cómo se desarrolla el proceso de enseñanza y
viceversa; por esta razón, en las últimas décadas se ha revalorizado el proceso de
enseñanza y aprendizaje de forma integrada. Para Vygotsky y la perspectiva socio -
constructivista, “el aprendizaje escolar es un fenómeno social, construido por cada
estudiante durante la actividad que se desarrolla en colectividades de aprendices, y
que está conectada con lo histórico y lo social” (Valencia, 2016).
Según Coll, Mauri y Onrubia (2008) el aprendizaje en contextos educativos es “un
proceso de construcción y reconstrucción de significados y atribución progresiva de
sentido, llevado a cabo por el alumno o aprendiz y referido a contenidos complejos
culturalmente elaborados, establecidos y organizados”.
La concepción constructivista de la enseñanza y el aprendizaje escolar, como
heredera del modelo Vygotskyano, introduce la noción de atribución de sentido para
decir que cuando los estudiantes aprenden, no solo alcanzan una comprensión de lo
que se aprende, sino que hacen suyo ese conocimiento como forma de ver la realidad.
De esta forma, el aprendizaje, además de modificar la comprensión sobre las cosas,
transforma el sentido que estas tienen para el estudiante. Por tanto, la atribución de
sentido al aprendizaje se propicia de acuerdo con un conjunto de experiencias
emocionales que provoca una situación de aprendizaje. Gracias a este proceso es
posible relacionar lo que aprendemos con componentes motivacionales, afectivos y
relacionales de los aportes del estudiante al acto de aprender (Valencia, 2016).
El proceso de enseñanza y aprendizaje sucede dentro del marco de actividad
conjunta entre estudiantes y docentes, alrededor de contenidos y acciones de
enseñanza a través de la estructuración de esa actividad y de los recursos semióticos
presentes en el habla de los sujetos involucrados. La participación dentro del contexto
social propicia oportunidad al individuo de iniciar la interacción verbal que permite el
surgimiento de procesos mentales avanzados, es esta interacción social la que adentra
a la persona en nuevas formas de actividades mentales, las cuales, más adelante,
interioriza y convierte en acciones para solucionar problemas en un contexto
independiente (Gutiérrez, 2004).
Por otro lado, el aprendizaje y la comunicación de conceptos están directamente
ligados al pensamiento verbal; esto significa que los contenidos de una disciplina
están enlazados con las formas verbales que los expresan. Los contenidos están
constituidos por palabras, por lo tanto, el aprendizaje de éstos señala el desarrollo de
operaciones psicológicas de orden superior. En vista de estos argumentos, se plantea
el desarrollo del intelecto y la adquisición de los conceptos científicos están mediados
por la interacción social, el diálogo calificado entre la persona competente y quien
aprende, permite la evolución y maduración de los procesos mentales superiores, en
la medida que las funciones que se comparten lingüísticamente en el plano
interpsicológico (interpersonal) son interiorizadas por el sujeto, usadas para atender a
demandas del medio ambiente y regular la conducta (Gutiérrez 2004).

Bases Conceptuales

Introducción a los Huertos Familiares

Los huertos familiares son importantes sistemas de producción agrícola; de ellas


se extraen alimentos básicos para la alimentación de algunas comunidades rurales y
urbanas, además de contribuir a la conservación in situ de recursos fitogenéticos, pues
presentan una gran variedad de especies tanto nativas como cultivadas, que
interactúan y forman un complejo botánico bastante biodiverso. Adicionalmente
aportan a la economía del grupo familiar y representan los conocimientos
tradicionales de los pequeños grupos locales (Ref Año).
A pesar de la función que cumplen las huertas familiares, su conocimiento es
escaso y fragmentario, ya que son pocos los estudios etnobotánicos que se han
realizado en torno a estos sistemas productivos. En Venezuela existen muchas
investigaciones relacionadas con el papel que cumplen las huertas familiares en la
seguridad alimentaria y en la consecución de ingresos económicos del núcleo
familiar, lamentablemente mucho de estos trabajos no logran llegar hasta la fase de
ejecución debido a motivos económicos y de organización por parte de las
comunidades (Ref Año).

Definición de Huertos Familiares

Los huertos familiares son ecosistemas agrícolas, que han sido definidos como
sistemas modificados por los seres humanos con el fin de producir alimentos, fibras u
otros productos agrícolas. Estos ambientes se ubican cerca del lugar de residencia de
quienes la trabajan y mantienen, las cuales se caracterizan por presentar gran variedad
de plantas cultivadas, predominantemente nativas de la región y con una importante
proporción de especies exóticas, constituyendo ensamblajes botánicos poco comunes
en un espacio reducido (Smith y Cols. 2006).
Las características particulares de los huertos familiares en cuanto a los métodos
de cultivo que en ellos se realizan hacen que sean desde el punto de vista productivo
más eficientes que cualquier otro sistema de siembra conocido y realizado a distintos
niveles o escala, ya que entre sus particularidades se encuentra que presentan una
mayor cantidad de ciclos de cosecha durante año el, haciendo que sean
ecológicamente más representativos que aquellos donde se realiza el monocultivo
(Albuquerque y Cols. 2005).
La estructura y composición de estos ecosistemas agrícolas, depende de las
necesidades e intereses económicos y culturales de sus propietarios por lo que cada
huerto presenta una serie de características propias que la hacen única. Los huertos
son comunes en lugares como Centro y Sur América, Sureste de Asia y en algunas
partes de África y de Europa (Thrupp 2000).
En los huertos familiares son utilizados métodos tradicionales de cultivo que
maximizan la biodiversidad, incorporando en la mayoría de los casos un componente
cultural importante, pues los conocimientos tradicionales que se tienen acerca del uso
de las especies, son transmitidos de generación en generación. Al tener a cargo el
manejo del huerto y la selección de las especies más convenientes para sus
propósitos, el ser humano hace posible el establecimiento de una relación directa
entre la diversidad cultural y genética (Engels 2002).
Los huertos familiares no dependen de altos requerimientos de energía para la
transformación y desarrollo de los procesos agrícolas tales como químicos,
fertilizantes específicos, pesticidas o maquinaria, que son utilizados comúnmente en
las plantaciones donde se realizan los monocultivos conocidos por todos,
preservándose en el tiempo gracias al manejo que reciben de las comunidades que
aplican el conocimiento local (Blanckaert y Cols. 2004).
Esto ha permitido que los agricultores tradicionales maximicen la seguridad de las
cosechas y que al restituirlas sean menos vulnerables a plagas y enfermedades.
Gracias a estos cuidados muy particulares, las especies vegetales presentes en los
huertos, son seleccionadas para aportar a la familia rural un uso específico, esta razón
es el porque son conservados allí y se mantienen a lo largo del tiempo (Trinh y Cols
2003).

Los Huertos Familiares como Sistema de Agro - biodiversidad

Los huertos familiares son considerados como ecosistemas agrícolas, presentando


diferencias importantes en relación con un ecosistema natural el cual cuenta con
biodiversidad, en contraposición con los huertos familiares donde se puede encontrar
agro - biodiversidad, es decir, la interacción entre una serie de organismos vivos
diferentes, que contribuyen a llevar a cabo procesos de agricultura y alimentación
desde un nivel microscópico hasta aquellos organismo superiores, incluyendo, por
supuesto a los seres humanos (Bioversity International, 2006).
A nivel mundial, se reconoce que la agro - biodiversidad cumple un papel
importante en la conservación in situ, es decir, en el mantenimiento de la diversidad
en su contexto natural ya que por si mismos a través de su manejo agronómico basado
en la utilización de elementos orgánicos y naturales además de su ubicación en áreas
rurales poco intervenidas, las plantas y animales que allí se encuentran junto con las
familias comienzan a convivir de manera simbiótica en donde todos obtienen un
beneficio que redunda en la preservación de la naturaleza (Casas y Parra 2007).
El Instituto Internacional de Recursos Fitogenéticos en un estudio realizado en
cinco países, encontró que entre más alta era la agro - biodiversidad de los huertos
familiares, la alimentación de los integrantes del núcleo familiar mejoraba, así como
también la situación de ingresos del hogar. Por su importancia y el papel que
cumplen, los ecosistemas agrícolas han sido protegidos y fomentados, por diferentes
instituciones y convenciones internacionales como la Organización de las Naciones
Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO) y la Organización de
las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) (Woody y Lenne.
2012).

Los Huertos Familiares y la Seguridad Alimentaria

La primera vez que el término seguridad alimentaria fue utilizada a nivel mundial
fue en la Cumbre Mundial sobre la Alimentación presentada por la Organización de
las Naciones Unidas en el año 1996, la cual fue definida como la disponibilidad física
y económica de obtener y poseer los alimentos, en cantidades suficientes y por
tiempo ilimitado para su consumo (FAO 2006).
La FAO (1996) igualmente define que la seguridad alimentaria familiar, se refiere
a la capacidad de las familias para obtener los alimentos suficientes, ya sea por
compra o producción de los mismos, para mantener saludables a sus integrantes. En
la actualidad, la seguridad alimentaria se encuentra en crisis a nivel mundial. La
situación económica coyuntural, causó un aceleramiento en el alza del precio de los
alimentos, afectando el acceso a los mismos en poblaciones vulnerables, como lo son
los países en vía de desarrollo (FAO 2008).
Por lo anterior, es importante contar con sistemas de subsistencia que faciliten la
consecución de los alimentos, como lo son los huertos familiares. Uno de los
principales beneficios generados a partir de los huertos, es la obtención de alimentos
para el núcleo familiar (Agudelo 2007). Esto se ha comprobado en diferentes
estudios; entre ellos el realizado por Guerrero (2008) quién en su trabajo de
investigación reportó que para el Municipio de Cogua (Cundinamarca), los huertos
familiares cuentan con un rango de 18 a 38 especies alimenticias, durante varios
meses del año.
En Ecuador los huertos familiares complementan la alimentación de los indígenas
y campesinos de la comunidad de Cotacachi, Parroquia San Francisco, Municipio
Cotacachi, Estado de Imbaburo, pues allí se encuentran diferentes especies de
frutales, vegetales, condimentos, aromáticas y medicinales (Rhoades 2006). En
Colombia los campesinos destinan del 30% - 100% de sus cosechas para el
autoconsumo (Betancourt 2006). Normalmente las familias campesinas definen los
hábitos alimenticios, teniendo en cuenta factores sociales, económicos y culturales
(Rhoades 2006).
Asímismo, se determina la presencia de una planta en el huerto está determinado
por el uso que la familia le tenga asignado el cual esta en función de los
requerimientos nutricionales o económicos, pudiendo ser ambos según sea el criterio
de la familia y sus parámetros de producción agrícola. Las plantas alimenticias
habitualmente son encontradas en los huertos familiares, lo cual indica que son
frecuentemente consumidas por las familias y forman parte de sus hábitos de
consumo (Trinh y Cols. 2003).

La Economía Familiar y los Huertos Familiares


Sevilla - Facua (2013) establece que las acciones que realizar la economía
doméstica están en función de regular, controlar, proveer y satisfacer a los miembros
de una familia de los recursos suficientes para tener una calidad de vida; Esta gestión
es una responsabilidad de todos los miembros del núcleo familiar deben de conocer
todos los componentes de dicha economía, como son el trabajo, los ingresos, los
gastos y el ahorro. La economía familiar es entendida como una microeconomía que
se debe distribuir adecuadamente, evitando el sobre - endeudamiento y aumentando la
capacidad de ahorro del individuo y de su núcleo familiar. Para ello deben existir una
serie de normas internas que la rijan, abogando por un consumo responsable en el
hogar, atendiendo a las realidades existentes, que deben tener un horizonte a mediano
y largo plazo (García de la Figal y Callejas, 2007).

Importancia de los Huertos Familiares

Según Ospina (1995), en base a las características del huerto familiar, estos
presentan una gran importancia para los países y regiones tropicales en base a los
siguientes criterios:

 Por su origen indígena, afroamericano y mestizo, para el caso del Continente


Americano representa un uso tradicional de la tierra, de amplio conocimiento y
arraigo cultural.
 Integra un complejo sistema de producción que contiene y conserva parte de la
gran diversidad vegetal y animal tropical.
 Además de la conservación de la biodiversidad nativa tropical (cultivada, criada y
silvestre) también contribuye con la conservación del suelo, paisaje, humedad,
microclima, acumulan biomasa y liberan oxígeno a la atmósfera.
 Brinda un alto número de especies alimenticias (vegetales y animales) y otros
bienes materiales útiles (alimentos, forraje, leña, madera, entre otros) para las
familias, comunidades y mercado. Lo cual tiene impacto favorable en la cantidad
y calidad de la alimentación, ingresos económicos familiares y nivel de vida de
todas las personas involucradas.
 Su establecimiento, manejo y aprovechamiento, es realizado por todos o la
mayoría de los miembros de la familia, de manera sencilla y empleado
herramientas de fácil uso y consecución, dándole una ocupación diferencial a los
miembros de la familia, especialmente a las adultas mayores femeninas.
 Por su estructura, composición y dinámica, el huerto familiar tiene gran
estabilidad ecológica y duración, lo cual le permite asimilar y recuperarse de
perturbaciones de distinto tipo y magnitud.
 No requiere en su manejo de insumos de origen o síntesis química, de gran riesgo
para la salud humana y ambiental.
 Es un escenario permanente para la enseñanza para individuos y familias que
pueden formar parte o no de la comunidad donde se encuentran establecidos.
 La presencia y manejo del huerto familiar ayuda ha asegurar la tenencia y derecha
de la tierra a las familias y comunidades.
 Tiene gran significado en la afirmación de la identidad cultural y tradicional de
muchas comunidades.
 Por su moderada y gran complejidad según el diseño y dimensiones establecidas,
posibilita el desarrollo de herramientas metodológicas de investigación educativa,
social, productiva y económica.

Las Hortalizas

Las hortalizas son plantas herbáceas comestibles que suelen cultivarse en huertas y
pueden consumirse tanto crudas como cocidas. Dentro de este grupo están las
legumbres y las verduras, pero no están incluidas ni las frutas de las plantas leñosas ni
los cereales cultivados de manera extensiva. Por ejemplo: la acelga, la calabaza, el
apio y el perejil.
Son alimentos que se usan para preparar platos como ensaladas, tartas, sopas y
jugos y que se caracterizan por tener una gran cantidad de agua (algunas llegan a
tener un 80 % de agua en su composición). Además, son vegetales bajos
en lípidos y proteínas, pero muy ricos en fibras, vitaminas (especialmente en
vitaminas A, E, K, B y C) y en minerales, entre los que se destacan: el hierro, el
potasio, el magnesio, el sodio y el calcio.
Las hortalizas permiten un tipo de absorción lenta de glúcidos (carbohidratos) en
el organismo, es decir, el organismo tarda más tiempo en absorber los nutrientes en
relación a otros alimentos. Aunque no todas las hortalizas tienen la misma cantidad
de calorías, todas suelen tener un escaso valor calórico y energético, razón por la que
se las suele usar en dietas reducidas en calorías.
Debido a los beneficios nutricionales que presentan las hortalizas, se suele
recomendar su consumo periódico. Es importante respetar, en cada caso, las
instrucciones de lavado y guardado (para su mejor conservación) y conocer las
opciones de preparación y cocción para sacar el mejor provecho de las vitaminas y
minerales presentes en estos vegetales, como se muestra en la Figura 1.

Figura 1. Variedad de Hortalizas. Tomado de Evaluación Agronómica de las Plantas


Alimenticias de América. Una nueva alternativa agroproductiva. Por López, 2018. Tesis para
optar al Grado Ingeniero Agrónomo, Universidad Central de Venezuela, Facultad de Ciencias
Agronómicas. Maracay, Venezuela.
Tipos de Hortalizas

Una hortaliza puede clasificarse de acuerdo a varios criterios:

Según la Cantidad de Carbohidratos en su Composición

 Grupo A. Son aquellas que tienen una absorción inferior al 5 % de carbohidratos,


por lo que su consumo se emplea en dietas hipocalóricas. Por ejemplo: la acelga,
la espinaca, la lechuga, el apio, la berenjena, la coliflor y el rábano.
 Grupo B. Son aquellas que tienen entre un 5 y un 10 % de carbohidratos. Por
ejemplo: la cebolla, el nabo, los guisantes, la alcachofa, la zanahoria y la
remolacha.
 Grupo C. Son las hortalizas que tienen más carbohidratos en su composición (más
del 10 %). Por ejemplo: la papa y la yuca.

Según la Familia Botánica a la que Pertenecen

 Amarilidáceas: el ajo, el puerro y la cebolla.


 Solanáceas: el tomate, el morrón, la patata y la berenjena.
 Fabáceas o leguminosas: la arveja, la caraota, el frijol y las habas.
 Brasicáceas o crucíferas: el berro, el brócoli, la coliflor y la rúcula.
 Umbelíferas o apiáceas: el apio, la zanahoria, el perejil y el hinojo.
 Gramíneas o poáceas: el mijo y el maíz.
 Quenopodiáceas: la acelga, la espinaca y la remolacha.
 Cucurbitáceas: el zapallo, el melón, la sandía y el pepino.
 Compuestas o asteráceas: la endivia, el girasol y la lechuga.

Partes Comestibles de las Hortalizas


Las hortalizas se pueden diferenciar entre sí de acuerdo a la parte del vegetal que es
ingerida:
 Las raíces: la zanahoria, la papa y la remolacha.
 Las hojas: la lechuga y la acelga.
 Los tallos: el apio y el hinojo.
 Los bulbos: la cebolla y el ajo.
 La flor: el brócoli y la coliflor.
 El fruto: el tomate, el pimiento, el pepino y la calabaza.
 Las semillas: el lino, el frijol, la caraota y los guisantes.

Programa de Capacitación

Para el establecimiento del programa de capacitación para el establecimiento de


huertos familiares se utilizará el modelo basado en la Escuela de Campo de
Agricultores (ECA), ya que es el que mejor se adapta a las características sociales de
la comunidad de Canoabito en función del alcance metodológico, educativo y
experimental del presente proyecto de investigación.
Según Ochoa (2006) una Escuela de Campo de Agricultores (ECA) es una
metodología basada en los principios de educación de adultos o aprendizaje por
descubierto, donde se desarrollan de forma sistemática intercambio de experiencias,
aplicación de herramientas de aprendizaje y experimentación como fundamentos de
la generación de conocimientos. La ECA parte de la premisa de que todos los
agricultores sin distinción de género tienen conocimientos relacionados con el manejo
del cultivo y del ecosistema, los cuales son respetados e intercambiados con otros
agricultores.
La ECA tiene como objetivo fortalecer la toma de decisiones por parte de los
agricultores para lo cual se enfoca en la búsqueda de respuestas a los problemas
locales. Para lograr sus fines educativos, la ECA por lo general ocurre en grupos de
20 a 25 agricultores de una misma comunidad, sin distinción de género o edad. Los
agricultores en la ECA son llamados participantes ya que su rol es activo y deciden la
forma en que se desarrolla la capacitación.
La ECA es una metodología de capacitación participativo en Manejo Integrado del
Cultivo (MIC). Se basa en el concepto de aprender por descubierto y su corazón o
parte central es el análisis agroecológico. En la ECA participan activamente entre 20
a 30 agricultores para desarrollar habilidades y destrezas en el MIC. También aparte a
la capacitación, se realizan reuniones para el intercambio de experiencias durante el
ciclo de cultivo para engrandecer los conocimientos que dan a conocer mediante
ensayos prácticos en la ECA (Gutiérrez, 1992).
Ochoa (2006) manifiesta y describe algunos de los principios que caracterizan a
una Escuela de Campo de Agricultores (ECA), entre los que tenemos:

1. Educación no formal de adultos: la ECA asume que los agricultores ya tienen


experiencia y conocimientos del cultivo, por lo tanto, las sesiones se orientan a
proveer conocimientos básicos y habilidades sobre agricultura predictiva y
ecológica, pero de una forma altamente interactiva entre el facilitador y los
participantes, de tal manera que la experiencia de los agricultores guíe el proceso
de aprendizaje (Ochoa, 2006).
2. Basadas en las etapas fenológicas del cultivo y tiempo limitado: la ECA se basa
en la etapa fenológica del cultivo y durante toda la campaña agrícola. Los
aspectos de viveros se estudian durante la etapa de producción de plantas, los
temas de fertilización se discuten durante la etapa donde hay mayor demanda de
nutrientes y así con otros temas. Bajo este método, el desarrollo del cultivo
determina la secuencia del contenido técnico a desarrollarse. Tal modalidad
asegura la relevancia del aprendizaje para los participantes, quienes pueden
utilizar casi inmediatamente lo aprendido en sus propios huertos. Reuniones
semanales significan que los agricultores participan en un curso durante toda la
época de cultivo, dónde hay un claro comienzo y final (Ochoa, 2006).
3. El campo como un lugar de aprendizaje: la ECA se organiza en los lugares donde
viven los agricultores y sus familias. De esta manera, ellos pueden asistir
fácilmente a las sesiones semanales o quincenales y dar seguimiento continuo a
las actividades de aprendizaje. Para tal fin, la ECA tendrá un pequeño espacio de
terreno (1500 a 2500 mts2) que tendrá una función de aula de aprendizaje. No
será denominada como parcela demostrativa, sino un laboratorio en vivo que
brindará la oportunidad a los agricultores de ensayar por ellos mismos nuevos
métodos antes de aplicarlos en sus propios huertos. Es importante recordar que
este campo debe ser financiado, mantenido y manejado por los mismos por el
propio grupo de participantes (Ochoa, 2006).
4. Ciencia básica: la ECA se enfoca en el aprendizaje de los procesos básicos
agroecológicos a través de observaciones del campo, estudios de investigación y
la práctica. Se ha encontrado cuando los agricultores manejan los principios
agroecológicos básicos, ellos encuentran la oportunidad de mejorar la
productividad y sostenibilidad de sus huertos. Finalmente, ellos pueden protegerse
de fuentes dudosas de información, ya que toman sus propias decisiones (Ochoa,
2006).
5. Probar y validar continuamente: se establece como condición que ninguna
tecnología sea necesariamente efectiva en cada situación y por lo tanto, debe ser
probada y adaptada localmente, para de esta forma mantener siempre en estudio y
comparación las prácticas nuevas con las tradiciones y convencionales para
establecer si son eficientes en cada caso particular (Pumisacho y Sherwood.
2005).

Producción Agrícola del Sector Canoabito de la Parroquia Canoabo

El sector Canoabito se ubica al oeste de la Cuenca del Río Canoabo, entre los 300
y 800 metros sobre el nivel del mar. Según González y colaboradores (2011), en este
sector predomina la producción de tipo vegetal y animal tales como: café, naranja,
mandarina, cambur, plátano, cacao, cultivos menores (conucos), ganadería de ceba y
doble propósito, siendo la superficie promedio de las unidades de producción unas
1,4 hectáreas.
Por otra parte, la Fundación Tierra Viva (2019) señala que, después del cacao, las
musáceas son el cultivo con más años de plantación y superficie sembrada en este
sector; señalando además que los cítricos ya no predominan como el principal cultivo
de la zona como lo fue a partir de la segunda mitad del siglo XX. En cuanto a la
presencia de otros cultivos, se destaca el aguacate y otros cultivos de interés
comercial como la caraota, el café, entre otros cultivos con menor presencia. En el
Cuadro 1 se muestran los principales cultivos asentados en el Sector Canoabito.

Cuadro 1
Nombre Común y Denominación Científica de los Principales Rubros Agrícolas
Producidos en el Sector de Canoabito, Parroquia Canoabo, Municipio Bejuma;
Estado Carabobo, Venezuela
Rubro Agrícola Denominación Científica
Cacao Theobroma cacao L.
Plátano Musa paradisiaca
Cítricos Citrus Sp.
Aguacate Persea americana
Caraota Phaseolus vulgaris
Café Coffea arabica
Yuca Carica papaya
Lechosa Carica papaya
Jengibre Zingiber officinale
Ají Capsicum Sp.
Pimentón Capsicum annuum
Nota. Tomado de Situación Actual y Oportunidades de Sistemas Agroforestales en la Cuenca
del Rio Canoabo. Por: Fundación Tierra Viva. 2019.

Bases Legales

Para el correcto funcionamiento de todos las propuestas técnicas, metodológicas,


educativas además de todo lo relacionado con la organización social de los habitantes
interesados en el programa de capacitación para la implementación de huertos
familiares, debe de estar presente el ordenamiento jurídico de la República
Bolivariana de Venezuela en todos sus niveles, con el fin de garantizar y también
evitar cualquier tipo de irregularidad en las actividades que se realicen, manteniendo
el perfil de respeto y cumplimiento de lo que establece la nación, sus leyes y
reglamentos. En el Cuadro 2 se muestran parte de las leyes en que se sustenta el
presente proyecto de investigación para su realización.

Cuadro 2
Bases Legales Aplicables en Venezuela para la Realización de Actividades
Agrícolas y Socio - productivas en las Zonas Rurales
Instrumento Jurídico Articulo(s)
Constitución de la República
107, 299 y 305
Bolivariana de Venezuela
Ley de Tierras y Desarrollo Agrario 1y4
Ley Orgánica de Educación 6 y 15
Ley de Seguridad y Soberanía 4y5
Alimentaria
Valeria puedes dejar el cuadro, pero debes desarrollar y vincular cada instrumento
legal y los artículos especificados, el propósito es vincular cada artículo con la
relevancia del proyecto; fundamentar legalmente la importancia del proyecto.
Cuadro 3
Definición Operacional de las Variables
Objetivo General: Diseñar un programa de capacitación para el establecimiento de huertos familiares en la comunidad de Canoabito, Parroquia
Canoabo, Municipio Bejuma, Estado Carabobo.

Objetivos Específicos Variables Dimensiones Indicadores Ítems


Consumo de Hortalizas
Identificar las necesidades
Necesidades socioeconómicas Consumo de Legumbres
socioeconómicas de la Rubros Agrícolas
en cuanto a los rubros Consumo de Frutas
comunidad de Canoabito en Demandados
agrícolas que son demandados Limitaciones de Adquisición
cuanto a los rubros agrícolas
y los que pueden ser Cultivos de la Zona
que son demandados y los que Huertos Familiares
producidos mediante huertos Conocimiento
pueden ser producidos mediante
familiares Implementación
huertos familiares.
Manejo de Prácticas Culturales

Evaluar la factibilidad técnica y Recursos Humanos


social para el diseño de un Recursos Materiales
Factibilidad técnica y social Factibilidad Técnica
programa de capacitación Recursos Económicos
para el diseño de un programa
dirigido al establecimiento de Interés en la Capacitación
de capacitación Factibilidad Social
huertos familiares en la Tiempo Disponible
comunidad de Canoabito. Beneficios
Diseñar un programa de
capacitación comunitario desde
un enfoque técnico y socio -
Desarrollo Técnico Mayor Producción Agrícola
productivo con el propósito de Programa de capacitación
Consolidación de la Unidad
atender los requerimientos técnico y social para
Crecimiento Productivo Familiar
nutricionales y de consumo suministrar conocimientos
Alimentos con Mayor Valor
mediante la producción de sobre el manejo de los huertos
Huertos Familiares Nutricional
rubros agrícolas a través de familiares
Eficientes
huertos familiares en la
comunidad de Canoabito.
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