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UNIVERSIDAD MEXIQUENSE DEL

BICENTENARIO
UES, EL ORO

ASIGNATURA: ENFERMERÍA GERIÁTRICA

DOCENTE: ESTHEPANY ALVA ALVA

TRANSTORNOS DE ELIMINACIÓN

ESTUDIANTES:

MARIA GUADALUPE RAMIREZ SOTO 27200006


ARLET JACOBO PEREZ 27200034
ALEXANDER GONZALEZ VALERIO 27200058
ANGEL DE JESUS MERCADO JULIAN 27200108

GRUPO: 27LE-161

LICENCIATURA EN ENFERMERIA
Tabla de contenido
1. INTRODUCCIÓN ...................................................................................................................... 3
2. ANTECEDENTES .................................................................................................................... 4
3. MARCO TEÓRICO .................................................................................................................. 5
a. INCONTINENCIA URINARIA ............................................................................................ 5
i. Causas............................................................................................................................... 6
ii. Diagnostico ...................................................................................................................... 8
iii. Factores de riesgo ..................................................................................................... 8
i. Prevención ....................................................................................................................... 9
ii. Tratamiento ...................................................................................................................... 9
b. INCONTINENCIA FECAL ................................................................................................... 9
i. Causas............................................................................................................................... 9
ii. Factores de riesgo ....................................................................................................... 10
iii. Diagnostico ................................................................................................................ 11
iv. Prevención ................................................................................................................. 12
v. Tratamiento .................................................................................................................... 13
4. CONCLUSIONES................................................................................................................... 14
5. FUENTES BIBLIOGRÁFICAS ............................................................................................. 15
1. INTRODUCCIÓN
Todos los seres vivos producen sustancias de desecho que deben ser eliminadas para
conservar su salud. Gran parte de esa eliminación es realizada a través de los Sistemas
Urinario y Digestivo. Estos sistemas sufren modificaciones en el transcurso del
envejecimiento, necesitando adaptaciones y medidas especiales que permitan al
envejeciente, conservar una vida sana.

Se considera que con el paso de tiempo y el deterioro de actividades se originan dos


trastornos de eliminación los cuales constan de la incontinencia urinaria describiéndose
como una pérdida del control urinario, que se caracteriza por el escape involuntario de orina,
causando una situación inaceptable en el aspecto higiénico y desde el punto de vista social,
ya que amenaza la autoimagen, la independencia y contribuye al retraimiento.

Por otro lado, existe lo que es la incontinencia fecal que consta que el anciano tiene
dificultades para controlar la salida de la materia fecal pudiendo generar cambios en el estilo
de vida. Es importante conocer estos efectos en el cuerpo pues aun a pesar que la causa
principal puede ser su forma de vivir, tambien podemos prologar que sucedan y afecten si
esta físico y tu salud biopsicosocial. Durante la explicación de este proyecto se hará
conciencia y entendimiento de este tema para una mejor comprensión.
2. ANTECEDENTES
Incontinencia urinaria

Nivel mundial

La prevalencia de incontinencia urinaria a nivel mundial se reporta en un 55 %; En México,


no existen datos sólidos sobre la prevalencia de esta entidad, sin embargo, en diversos
estudios realizados en poblaciones específicas se reporta que tiene una prevalencia que
varía entre el 13.6% y 48%. La IU afecta más a las mujeres y, que, a pesar de ser una
entidad infra diagnosticada e infra reportada, su prevalencia suele incrementarse con la
edad en detrimento de la calidad de vida.

Nivel nacional

Cerca de la mitad de la población de mujeres en México padecerá alguna vez en su vida


uno de los tres tipos de incontinencia urinaria – Esfuerzo, Urgencia o combinada

Es relevante reconocer que del 50 al 70% de las personas incontinentes no busca


consejería médica y los médicos en atención primaria no dirigen el interrogatorio hacia esta
patología que como ya se mencionó, conlleva a una significativa restricción de la
autonomía, alteraciones del sueño, limitaciones para realizar cierto tipo de actividades y
aislamiento social en el paciente.

Incontinencia fecal

La incontinencia fecal (IF) es una condición que afecta la calidad de vida del enfermo. La
prevalencia está relacionada con la edad y el género. Afecta de 2 a 7% de los adultos y es
tres veces más frecuente en mujeres que hombres.

Aproximadamente 10% de los individuos mayores de 65 años tienen IF. La IF en pacientes


geriátricos residentes de asilos es aún mayor, estimándose en 40 a 50% y frecuentemente
está asociada con diarrea, alimentación enteral, incontinencia urinaria, inmovilidad y
deterioro cognitivo grave.

La frecuencia de IF en adultos mayores de 60 años es elevada (33%), y afecta a más de la


mitad de los residentes de un asilo (53%). La IF es más grave en mujeres, en pacientes
asilados y con edad mayor a 80 años. La incontinencia urinaria se asocia con IF en más de
la mitad de los pacientes.

Estreñimiento

El estreñimiento es uno de los problemas más frecuentes, que afecta al 20-25% de la


población, especialmente mujeres y ancianos.

La incidencia del estreñimiento es superior conforme avanza la edad, aumentando de forma


exponencial su prevalencia tras los 65 años de edad. Este trastorno es tres veces más
frecuente en mujeres que en hombres, si bien al llegar a la tercera edad sus prevalencias
son similares en la raza blanca, países desarrollados y nivel socioeconómico bajo.
El estreñimiento es muy frecuente entre los sujetos de la población general; en nuestro
medio se ha estimado que la frecuencia de autopercepción del estreñimiento se aproxima
al 25% de los sujetos de ámbito urbano. La prevalencia anual de consulta por este problema
es de alrededor de 1,2% de todas las consultas médicas anuales (hombres 0,8%; mujeres
1,16%), dirigiéndose el mayor porcentaje de pacientes a las consultas no especializadas
(médicos de familia, 31%; internistas, 20%; gastroenterólogos, 4%).

Nivel nacional

En México, aproximadamente 20 millones de personas padecen de estreñimiento, de estos,


50% usa tratamientos laxantes, ya sean químicos o naturales, sin receta médica

Cabe mencionar que el sexo femenino, el envejecimiento, el bajo consumo de líquidos, fibra
y la baja actividad física que ahora se ha acentuado más por las medias restrictivas que
tenemos que seguir por la pandemia son factores de riesgo para sufrir estreñimiento
funcional.

Diarrea

Diarrea crónica es aquella que ocurre por un período mayor de 4 semanas, y es un


problema común que afecta hasta el 5% de la población adulta. Tiene una prevalencia de
3-5% en la población adulta, y es una de las entidades con el diagnóstico diferencial más
amplio, ya que puede ser secundaria a causas tan heterogéneas como efecto secundario
de medicamentos, enfermedades construidas del intestino delgado y/o colon , resultado de
cirugías gastrointestinales previas, trastornos pancreatobiliares inflamatorios o neoplásicos,
o bien como parte de un trastorno funcional intestinal como diarrea funcional o síndrome de
intestino irritable con predominio de diarrea (SII-D) o pos infeccioso.

3. MARCO TEÓRICO

a. INCONTINENCIA URINARIA

La IU, es la pérdida involuntaria de orina a través de la uretra, que es objetivamente


demostrable y cuya cantidad o frecuencia constituye un problema higiénico, social y de
salud. Puede variar desde una fuga ocasional hasta la incapacidad total para retener
cualquier cantidad de orina.

La incontinencia urinaria es uno de los síndromes geriátricos cardinales. Su prevalencia en


la población mayor es alta y aumenta con la edad, a pesar de ello no debe considerarse
una consecuencia normal de la vejez.

Sin embargo, con el paso del tiempo se producen cambios en la vejiga y las estructuras
pélvicas que pueden contribuir, junto con otras alteraciones, a alterar el funcionamiento de
las vías urinarias bajas. El proceso de envejecimiento se asocia con cambios significativos
de la función vesical y la sintomatología clínica, así como con disfunciones en el
vaciamiento, considerados los problemas gerontológicos más comunes.
Definición de los distintos subtipos de incontinencia urinaria:

• De esfuerzo: Fuga de orina leve a moderada secundaria a un aumento en la presión


intraabdominal por toser, reír o hacer ejercicio. El esfínter uretral falla en proteger
contra la pérdida de orina, ya sea por debilidad intrínseca o por falla en la
contracción.
• De urgencia: Disfunción en el vaciamiento asociada con una pérdida involuntaria
de orina y deseos frecuentes de orinar o urgencia. Hay contracciones vesicales
espontáneas o provocadas durante la fase de llenado, objetivamente
documentadas, a pesar de los intentos del paciente por inhibir la micción. Esta es la
incontinencia urinaria más frecuente en los ancianos.
• Mixta: Se refiere a la pérdida involuntaria de orina asociada con urgencia y con
esfuerzo, tos o estornudo.
• Por rebosamiento: La vejiga es incapaz de vaciarse, y el llenado ocurre al límite
del estiramiento. Aumenta la presión dentro de la vejiga hasta que la resistencia de
la uretra es excedida y hay fuga. Es común en hombres con obstrucción por
hiperplasia prostática benigna (HPB). Los pacientes presentan síntomas como
frecuencia, urgencia e incontinencia urinaria de urgencia.
• Neurogénica o refleja: Pérdida de la función normal de la vejiga causada por daño
al sistema nervioso. El daño puede causar que la vejiga sea hipoactiva o hiperactiva.
• Funcional: El paciente tiene una incapacidad física o mental que le altera el proceso
de orinar o no le permite llegar al inodoro a tiempo, a pesar de que el sistema urinario
se encuentra intacto.
• Iatrogénica: Generalmente secundaria a la indicación médica de un fármaco, por
ejemplo: el diurético indicado en hipertensión.
• Idiopática: Se clasifica como tal cuando se han descartado todas las otras causas
de incontinencia urinaria.
• Síndrome de vejiga hiperactiva: Frecuencia mayor de ocho micciones al día,
nocturia, de vejiga hiperactiva urgencia e incontinencia urinaria de urgencia. Con
síndrome de vejiga hiperactiva la sensación de urgencia ocurre con volúmenes
menores que en la vejiga normal; puede asociarse a contracciones de la pared de
la vejiga (detrusor) involuntarias causando incontinencia urinaria de urgencia.
• Hiperactividad del detrusor: Observación urodinámica de del detrusor
contracciones involuntarias del detrusor durante la fase de llenado. Si la causa es
neurológica se define como hiperactividad neurogénica del detrusor.

i. Causas

La incontinencia urinaria es un síndrome geriátrico con una etiología habitualmente


multifactorial. Factores físicos, cognitivos, funcionales y psicosociales contribuyen a un
perfil de riesgo para el grado de fragilidad y la posibilidad de presentar esta entidad. Los
individuos frágiles comúnmente son afectados por múltiples enfermedades que dificultan la
continencia. La incontinencia urinaria puede ser causada por determinados hábitos diarios,
enfermedades subyacentes o problemas físicos.
Incontinencia urinaria transitoria:

Ciertas bebidas, alimentos y medicamentos pueden actuar como diuréticos, es decir,


estimulan la vejiga e incrementan el volumen de orina. Estas opciones incluyen:

• Alcohol
• Cafeína
• Bebidas carbonatadas o agua gasificada
• Edulcorantes
• Chocolate
• Ajíes picantes
• Alimentos con alto contenido de especias, azúcar o ácido, especialmente los
cítricos
• Medicamentos para la presión arterial y el corazón, sedantes y relajantes
musculares
• Altas dosis de vitamina C

Incontinencia urinaria persistente:

La incontinencia urinaria también puede ser una afección persistente causada por
problemas físicos o cambios subyacentes, que incluyen:

• Embarazo. Los cambios hormonales y el peso elevado del feto pueden dar lugar
a la incontinencia de esfuerzo.
• Parto. El parto vaginal puede debilitar los músculos necesarios para controlar la
vejiga y dañar sus nervios y el tejido de sostén, lo que lleva a que el suelo pélvico
descienda (prolapso). El prolapso puede empujar hacia abajo la vejiga, el útero,
el recto o el intestino delgado de su posición habitual y hacer que asomen en la
vagina. Dichas protuberancias pueden asociarse a la incontinencia.
• Cambios a causa de la edad. El envejecimiento del músculo de la vejiga puede
disminuir la capacidad de almacenar orina. Además, las contracciones
involuntarias de la vejiga se vuelven más frecuentes a medida que envejeces.
• Menopausia. Después de la menopausia, las mujeres producen menos
estrógeno, una hormona que ayuda a conservar sana la membrana que recubre
la vejiga y la uretra. El deterioro de estos tejidos puede agravar la incontinencia.
• Agrandamiento de la próstata. Especialmente en los hombres mayores, la
incontinencia a menudo proviene del agrandamiento de la glándula prostática,
una afección conocida como "hiperplasia prostática benigna".
• Cáncer de próstata. En los hombres, la incontinencia de esfuerzo o la
incontinencia urinaria por urgencia pueden asociarse a un cáncer de próstata sin
tratar. Pero, más a menudo, la incontinencia es un efecto secundario de los
tratamientos para el cáncer de próstata.
• Obstrucción. Un tumor en cualquier parte de las vías urinarias puede obstruir
el flujo normal de orina y ocasionar incontinencia por rebosamiento. Los cálculos
urinarios (bultos duros similares a piedras que se forman en la vejiga) a veces
pueden causar pérdida de orina.
• Trastornos neurológicos. La esclerosis múltiple, la enfermedad de Parkinson,
los accidentes cerebrovasculares, un tumor cerebral o una lesión medular
pueden interferir en las señales nerviosas involucradas en el control de la vejiga
y causar incontinencia urinaria.

ii. Diagnostico

El diagnóstico y evaluación del tipo y grado de incontinencia urinaria se realiza mediante:

• Historia clínica y exploración física.


• Diario miccional y evaluación mediante cuestionarios (ICIQ-SF).
• Pad test o prueba de la compresa de 24 horas, permite cuantificar las pérdidas en
leves (< 200 cc), moderadas (200-500 cc) y severas (> 500 cc), mediante el peso
de los absorbentes.
• Análisis de orina y urocultivo.
• Flujometría y medición del residuo postmiccional.
• Uretrocistoscopia: permite descartar la ausencia de estenosis uretral o de esclerosis
en la anastomosis vesico-uretral y evaluar la integridad y funcionamiento del esfínter
uretral externo.
• Estudio urodinámico (presión-flujo).

iii. Factores de riesgo

Los factores que aumentan el riesgo de padecer incontinencia urinaria son:

• Sexo. Las mujeres tienen más probabilidades de sufrir incontinencia de


esfuerzo. El embarazo, el parto, la menopausia y la anatomía femenina
normal dan cuentas de esta diferencia. No obstante, los hombres con
problemas en la glándula prostática tienen un riesgo mayor de sufrir
incontinencia urinaria por urgencia y por rebosamiento.
• Edad. A medida que envejeces, los músculos de la vejiga y la uretra pierden
fuerza. Los cambios que sobrevienen con la edad reducen la cantidad que la
vejiga puede retener y aumentan la posibilidad de liberar orina
involuntariamente.
• Sobrepeso. El exceso de peso aumenta la presión sobre la vejiga y los
músculos circundantes, lo que los debilita y permite que pierdas orina cuando
toses o estornudas.
• Tabaquismo. El tabaco puede aumentar el riesgo de padecer incontinencia
urinaria.
• Antecedentes familiares. Si un familiar cercano tiene incontinencia urinaria,
especialmente incontinencia urinaria por urgencia, tu riesgo de desarrollar la
afección es mayor.
• Algunas enfermedades. Las enfermedades neurológicas o la diabetes pueden
aumentar el riesgo de incontinencia.
i. Prevención

La incontinencia urinaria no siempre puede prevenirse. No obstante, para disminuir el


riesgo, puede resultar útil:

• Mantener un peso saludable


• Practicar ejercicios del suelo pélvico
• Evitar alimentos que irriten la vejiga, como la cafeína, el alcohol y los
alimentos ácidos
• Ingerir más fibra, que puede prevenir el estreñimiento, una causa de
incontinencia urinaria
• Dejar de fumar o buscar ayuda para hacerlo en caso de que fumes

ii. Tratamiento

a) Tratamiento conservador
El primer escalón terapéutico lo constituyen las medidas higiénico-dietéticas, las técnicas
de modificación de la conducta y la rehabilitación muscular del suelo pelviano.

b) Tratamiento farmacológico
Medicación indicada sobre todo en la incontinencia de urgencia y de esfuerzo.

c) Tratamiento quirúrgico
Cirugía mínimamente invasiva para pacientes en las que los tratamientos conservador y
farmacológico no han surtido efecto.

Por su eficacia en cerca del 90% de los casos, destaca el procedimiento de colocación de
malla transobturatriz transvaginal libre de tensión (TOT), que se inserta a través de una
pequeña incisión vaginal. Es una cinta, habitualmente de polipropileno. Al ser porosa, se
fija e integra en el organismo.

b. INCONTINENCIA FECAL
Se define como incontinencia fecal (IF) la pérdida de deposiciones en forma involuntaria en
un momento o lugar socialmente inapropiado. Esta patología junto a la incontinencia de
orina (IU), pueden ser una de las condiciones sicológica y socialmente más debilitantes de
un individuo. Pueden predisponer a aislamiento social, pérdida de la autoestima, depresión,
además de condicionar elevados costos directos e indirectos, así como también, presentar
mayor cantidad de enfermedades asociadas a estas condiciones. La IF es la segunda causa
de internación en hogares con cuidados de enfermería.

i. Causas
1. Anormalidades estructurales:
a. Esfínter anal: Daño obstétrico, cirugía proctológica, dilatación anal,
radiación, enfermedad inflamatoria intestinal.
b. Recto: Prolapso, hipersensibilidad/hiposensibilidad, neoplasia,
anormalidades congénitas, descenso perineal excesivo.
c. Músculo Puborectal: Trauma, daño obstétrico.
d. Nervio Pudendo: Daño quirúrgico, descenso perineal excesivo.
e. Sistema nervioso: SNC, médula espinal, SNA: daño médula espinal, AVC,
cirugía columna, diabetes, esclerosis múltiple, sífilis, cauda equina,
neoplasia.

2. Anormalidades de funcionamiento:
a. Sensación anaorectal
b. Daño obstétrico, daño SNC/SNA, diabetes
c. Impactación fecal Alteración del tracto de salida

3. Caracteristicas de las deposiciones:


a. Volumen y consistencia
b. Enfermedad inflamatoria intestinal, síndrome intestino irritable, fármacos,
infecciones
c. Irritantes
d. Malabsorción de sales biliares, laxantes

4. Otros:
a. Movilidad física y función cognitiva
b. Edad, discapacidad, demencia, sedación
c. Psicosis
d. Fármacos: laxantes, anticolinérgicos, antidepresivos, cafeína, relajantes
musculares
e. Intolerancia alimentaria: Lactosa, sorbitol, fructosa

ii. Factores de riesgo


Hay una serie de factores que pueden aumentar el riesgo de presentar incontinencia fecal,
entre ellos:

• Edad. Aunque la incontinencia fecal puede presentarse a cualquier edad, es


más frecuente en los adultos mayores de 65 años.
• Sexo femenino. La incontinencia fecal puede ser una complicación del trabajo
de parto. En investigaciones recientes, también se ha descubierto que las
mujeres que reciben terapia de reemplazo hormonal menopáusica tienen un
riesgo ligeramente mayor de tener incontinencia fecal.
• Daño en los nervios. Las personas que padecen diabetes desde hace
tiempo, que tienen esclerosis múltiple o que sufrieron traumatismos en la
espalda por lesiones o cirugías pueden correr el riesgo de incontinencia fecal,
ya que estas afecciones pueden dañar los nervios que ayudan a controlar la
defecación.
• Demencia. La incontinencia fecal suele presentarse con casos avanzados de
enfermedad de Alzheimer y demencia.
• Discapacidad física. El hecho de tener una discapacidad física puede hacer
que sea difícil llegar al baño a tiempo. Una lesión que cause una discapacidad
física también puede provocar daño al nervio rectal e incontinencia fecal.

iii. Diagnostico

Los médicos usan la historia clínica del paciente, el examen físico y algunas pruebas para
detectar la incontinencia fecal y sus causas. El médico hará preguntas específicas acerca
de los síntomas. El paciente puede desempeñar un papel activo en su diagnóstico hablando
abierta y honestamente con el médico. Los médicos usan la historia clínica, el examen físico
y algunas pruebas para detectar la incontinencia fecal y sus causas.

Historia Clinica

Además de revisar la historia clínica general, el médico puede preguntar:

• ¿Cuándo comenzó la incontinencia fecal?


• ¿Comenzó la incontinencia fecal después de:
o el nacimiento de un hijo?
o un accidente automovilístico?
o una caída?
o la aparición de otra enfermedad?
• ¿Con qué frecuencia se produce la incontinencia fecal?
• ¿Cuánta materia fecal venta?
• ¿Es la evacuación líquida o sólida?
• ¿Tiene una fuerte urgencia de defecar antes de que apareció la incontinencia fecal?
• ¿Sabe cuándo tiene que defecar antes de que suceda?
• ¿Tiene evacuación fecal sin que lo sepa?
• ¿Tiene escape de heces liquidas o moco?
• ¿Presenta incontinencia fecal cuando tiene diarrea o estreñimiento?
• ¿Empeora su incontinencia fecal después de comer?
• ¿Cree que ciertos alimentos empeoran su incontinencia fecal?
• ¿Cómo afecta la incontinencia fecal su vida diaria?

El médico puede pedirle al paciente que lleve un registro diario de las heces para ayudar a
responder a estas preguntas. Un registro diario de las heces es una tabla en la cual se
anotan los detalles de las defecaciones diarias. El médico le puede dar un formato de diario
de heces que haya creado o el paciente puede crear su propio diario o registrar los detalles
de sus movimientos intestinales en una computadora portátil. El paciente puede sentir
vergüenza o timidez a la hora de responder las preguntas del médico. Sin embargo, el
médico no se va a escandalizar ni a sorprender. Mientras más detalles y ejemplos puedan
dar acerca del problema, más lo podrá ayudar. Se puede desempeñar un papel activo en
el diagnóstico hablando abierta y honestamente con el médico.
Examen Físico

El médico le hará un examen físico, que tendrá:

• examen rectal digital


• examen pélvico: un examen para comprobar si los órganos reproductores
internos femeninos están normales mediante la palpación de su forma y tamaño.
Exámenes de laboratorio
El médico puede solicitar uno o más de los siguientes exámenes de laboratorio para
buscar signos de ciertas enfermedades y afecciones que pueden causar la incontinencia
fecal

1. Exámenes de sangre Enlace externo del NIH (en inglés) que pueden mostrar
signos de anemia, inflamación e infección.
2. El examen coprológico puede mostrar la presencia de sangre y signos de
inflamación e infección.
Exámenes de la función intestinal
El médico puede hacer uno o más de los siguientes exámenes para ver qué tan bien
están funcionando los músculos y nervios del ano, piso pélvico y recto:

1. manometría anorrectal: una prueba que verifica qué tan sensible es el recto, cómo
funciona y qué tan bien funcionan los esfínteres del ano
2. defecografía: una radiografía de la zona que rodea el ano y el recto para ver qué
tan bien puede retener y liberar las heces

Endoscopia
El médico puede realizar una endoscopia para ver el interior del ano, recto y colon para
detectar signos de inflamación del tracto digestivo y problemas que pueden estar
causando incontinencia fecal.
Imágenes Diagnósticas
Para buscar problemas en el ano, el piso pélvico o el recto que pueden estar causando la
incontinencia fecal, el médico puede realizar un examen de imágenes diagnósticas como:

1. Tránsito gastrointestinal inferior


2. Imágenes por resonancia magnética

i. Prevención

Según la causa, puede ser posible mejorar o prevenir la incontinencia fecal. Estas medidas
pueden ayudarte a:

• Reducir el estreñimiento. Haz más ejercicio, come más alimentos ricos en


fibra y bebe mucho líquido.

• Controlar la diarrea. Tratar o eliminar la causa de la diarrea, como una


infección intestinal, puede ayudarte a evitar la incontinencia fecal.
• No hagas fuerza. Con el tiempo, hacer fuerza durante la deposición puede
debilitar los músculos del esfínter anal o dañar los nervios.

ii. Tratamiento

El tratamiento médico de la incontinencia fecal depende de la causa. El médico también


puede recomendar al paciente formas de manejar y tratar la incontinencia fecal por sí
mismo. Las personas pueden desempeñar un papel activo en el tratamiento hablando
abierta y honestamente con el médico.

Medicamentos
Según la causa de la incontinencia fecal, algunas de las opciones son las siguientes:

• Medicamentos antidiarreicos como la loperamida (Imodium A-D) y otros


que contienen difenoxilato y atropina (Lomotil).
• Laxantes como la metilcelulosa (Citrucel) y el psilio (Metamucil), si la
incontinencia se debe al estreñimiento crónico.

Ejercicios y otras terapias


Si el daño muscular está causando incontinencia fecal, el médico puede recomendar un
programa de ejercicio y otros tratamientos para restaurar la fuerza muscular. Estos
tratamientos pueden mejorar el control del esfínter anal y la conciencia de la necesidad de
defecar.

• Ejercicios de Kegel. Los ejercicios de Kegel fortalecen los músculos del suelo
pélvico. Estos músculos sostienen la vejiga, el intestino y, en las mujeres, el útero.
• Biorretroalimentación. Los fisioterapeutas especialmente capacitados enseñan
ejercicios simples que pueden aumentar la fuerza muscular del ano.

Cirugía
El tratamiento de la incontinencia fecal puede requerir una cirugía para corregir un problema
subyacente, como el prolapso rectal o el daño al esfínter causado por el trabajo de parto.

• Esfinteroplastia. Este procedimiento repara un esfínter anal dañado o debilitado


durante el trabajo de parto. Los médicos identifican una zona de músculo lesionada
y quitan los bordes del tejido circundante.
• Tratamiento del prolapso rectal, un rectocele o hemorroides. La corrección
quirúrgica de estos problemas posiblemente reduzca o elimine la incontinencia fecal.
• Colostomía, también conocida como desviación del intestino. Esta cirugía
desvía las heces a través de una abertura en el abdomen.
3. CONCLUSIONES

La incontinencia urinaria es una condición frecuente, tanto en el hombre como la mujer, que
causa gran impacto sobre la vida de los pacientes, pero que habitualmente se encuentra
oculta, por lo que debe investigarse de manera dirigida. Su patogenia es compleja y
multifactorial, con múltiples causas, las que, con una adecuada historia, examen físico y
apoyo de exámenes complementarios, puede ser en gran parte dilucidada. Las alternativas
terapéuticas disponibles en la actualidad comprenden una gran gama de posibilidades, de
distinto costo, diversa complejidad y cuyos resultados son variables, dependiendo en gran
medida de lo bien entendida que sea la fisiopatología de base de la condición que afecta a
cada enfermo en particular.

La prevalencia de la incontinencia fecal aumenta de forma significativa con la edad,


independientemente de la comorbilidad. Solicitaremos pruebas complementarias en
pacientes con sospecha de patología orgánica o impactación y siempre que los
consideremos candidatos a tratamiento específico. Las modificaciones en hábitos y dieta,
junto al control de la consistencia y frecuencia de las deposiciones son a menudo eficaces
en el manejo de estos pacientes. Otros tratamientos más invasivos no deben descartarse y
han de ser valorados de forma individual, ya que pueden presentar resultados óptimos en
pacientes ancianos. Desafortunadamente, la ausencia de estudios aleatorizados, guías
clínicas y metaanálisis limita las conclusiones obtenidas a cada cuestión planteada. Son
necesarios estudios específicos adicionales para identificar cuál es el manejo más
beneficioso y costo-efectivo en estos pacientes.
4. FUENTES BIBLIOGRÁFICAS

1. Adela-Emilia, G. A. (2018, 1 marzo). Incontinencia urinaria femenina. Diagnóstico,


tratamiento y prevención. Offarm. https://www.elsevier.es/es-revista-offarm-4-
articulo-incontinencia-urinaria-femenina-diagnostico-tratamiento-13116880
2. Cabrera, A., Rodríguez, R., Díaz, M. J. S., Monchul, J. M. V., Fernández, M. L.,
Pavón, J. L. P., González, C. M. P., Vidal, J. R., & De Juan, F. (2018). Incontinencia
fecal en el paciente anciano. Revisión de conjunto. Cirugía Española, 96(3), 131-
137. https://doi.org/10.1016/j.ciresp.2017.12.005
3. Incontinencia fecal - Diagnóstico y tratamiento - Mayo Clinic. (2023, 8 febrero).
https://www.mayoclinic.org/es-es/diseases-conditions/fecal-incontinence/diagnosis-
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5. Incontinencia urinaria - Síntomas y causas - Mayo Clinic. (2023, 9 febrero).
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6. Incontinencia Urinaria: información, tipos y causas. Clínica Universidad de Navarra.
(s. f.). https://www.cun.es. https://www.cun.es/enfermedades-
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%20en%20el%20quir%C3%BArgico.

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