2. Artículo Periodístico.

MULTINACIONALES MINERAS: LA SANGRE DE NUESTRA TIERRA Y

PUEBLO

Colombia es uno de los países de común preferencia por las multinacionales

mineras. Les han vendido a los ciudadanos la idea del desarrollo y oportunidad,
representándolo a través de la operación de esas multinacionales que traerán
empleo a las regiones y aportarán al crecimiento económico, cuando lo cierto es
que la megaminería es la peor elección si se habla de desarrollo de un país.

Los impactos a raíz de la práctica minera a nivel mundial han sido negativos: En
Filipinas el río Mogpog era una principal fuente de alimentación para los habitantes
a su alrededor y se convirtió en un transporte de aguas tóxicas. En Camerún, en la
región de Doha, perforaron 300 pozos y un oleoducto atravesó los bosques
tropicales, invadiendo territorio de los indígenas pigmeos y áreas que producían
alimentos y algodón. En Nigeria algunos habitantes tienen que convivir de la
forma más atroz con llamaradas de humo y gases que les contaminan el agua y el
aire, sumiéndolos aún más en la pobreza. En Perú, la mina de oro Yanacocha es a
cielo abierto, los habitantes de alrededor de la mina se quejan de tener ardor en
sus ojos y dolores de cabeza.

En Colombia, además de los daños ambientales han ocasionado problemáticas

sociales, con graves violaciones a los derechos de la población indígena, líderes
desaparecidos y comunidades desplazadas de sus territorios. Alfredo Molano, en
su publicación sobre uno de los municipios de Antioquia, Caramanta, da un
panorama de cómo los campesinos han sido despojados de su modo tradicional
de vida, han visto el drástico cambio en sus paisajes en sus montañas, en su
nevado, el cambio en la temperatura, y aunque se han organizado para analizar la
toma de la minería en sus regiones, esto les ha mostrado el estrecho lazo entre
esta y la concentración de la tierra para dichos fines. Es una problemática social
que desencadenará en un conflicto entre los hacendados, los títulos mineros de
las multinacionales, los jefes paramilitares y las organizaciones campesinas.

En el Tolima, el proyecto megaminero “La Colosa” fue rechazado por los

habitantes mediante el uso de la consulta popular, mostrando con esto el papel tan
importante del ser humano cuando elige tener primero los recursos naturales por
encima de los recursos económicos. Los campesinos prefieren un territorio en
donde cultivar y vivir en paz, en lugar de un dinero con el que no podrán pagar
agua y tierra.

Las consecuencias de estar en un territorio que permite hacer posible la

megaminería varían dependiendo del mineral explotado y las soluciones químicas
que utilizan, sin embargo son generalmente las mismas en todas las regiones
donde se explotan los recursos. Las minas han depredado al máximo los bosques,
acabado con el hábitat de cientos de especies, han secado y contaminado
afluentes de aguas que antes eran usadas para el consumo humano.

A nivel nacional, a medida que pasa el tiempo, las problemáticas que existen en
torno a la explotación de los recursos minerales son: Municipios pobres donde no
queda dinero por lo extraído, el miedo y tensión de las comunidades que se ven
enfrentadas a trabajar en esas actividades que llegan a sus territorios para poder
subsistir, el daño ambiental, la falta de conocimiento de la verdad sobre la
actividad minera, el desplazamiento forzado de indígenas y campesinos, la
corrupción que concede títulos de las tierras, la ilegalidad.

Cuesta creer que pese al panorama que se muestra de la práctica minera, se

piense que el estímulo y desarrollo de un país depende de seguir permitiendo la
entrada a las multinacionales. Solo problemáticas surgen en las zonas tomadas
por la megaminería, pese a esto a la gobernación poco o nada les interesan los
impactos negativos y el mitigarlos. Les ha correspondido a las comunidades tomar
con carácter la vocería del asunto, organizarse en movimientos, formar una
revolución y hacer uso de los mecanismos de participación, preferir amar la vida y
la preservación del medio ambiente por encima de un supuesto desarrollo, con la
emoción de remover el sentimiento de lucha y los corazones de otras personas
por nuestros recursos naturales.

Leidy Jhoana Matabajoy Moreno