MINERIA ANCESTRAL O CRIMINAL

Por: Jimena Mendoza Polo 10°B

Toda la región del bajo cauca tiene como principal fuente de ingresos la minería,
grandes yacimientos de oro surgen a diario en estas hermosas tierras y con ese
auge surge la necesidad de explorarlos para su comercialización.
Es ahí donde entran las grandes multinacionales en su mayoría extranjeras a
profanar las tierras, en ocasiones sin restricciones a extraer el metal y llevarlo al
exterior, dejando al minero ancestral y artesanal sin oportunidad de algún
beneficio.
Durante muchos años en estas tierras ha habido conflictos entre las
multinacionales y los pequeños mineros que alegan que su actividad está siendo
discriminada, atacada y poco favorecida en los planes gubernamentales con
respecto a las licencias para operar, basándose en que detrás de su actividad se
encuentran grupos criminales que los utilizan para ejercer la actividad de manera
ilícita y sin control, causando grandes daños a la fauna y flora de la región. Y no
podemos decir que los grupos al margen de la ley no lo hacen, ya que son ellos
los mayores causantes del desastre ecológico que socava nuestras tierras, que
contamina nuestros ríos y poco a poco esta acabando con los grandes bosques y
ríos. Pero resulta un poco injusto que los pequeños mineros que consiguen un
entable, máquinas para trabajar y los recursos para su extracción sean tratados
como criminales, y perseguidos por la fuerza pública. Estas situaciones animo al
paro minero que esta vigente en nuestra región desde el 02 de marzo, que ha
provocado diversas situaciones de orden público que han alterado el diario vivir de
nuestro municipio, escases de alimentos y paralización del comercio y de las
instituciones educativas.
Considero que es hora de que el actual gobierno realice un censo por medio de
las corporaciones mineras y los busquen legalizar por medio de compromisos
ambientales donde se comprometan a reforestar todo lo que se vaya degradando.
Hay voluntad de parte y parte solo es que concreten los acuerdos y se logre una
estabilidad en la región sin zozobra y las mejores condiciones. Todos en la región
de una u otra forma nos beneficiamos de la actividad minera, pero queremos que
esa actividad tan ancestral sea ejercida de manera responsable con las
comunidades y el medio ambiente.