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Tejiendo Encuentros
Tejiendo Encuentros
Madrid: Morata
Tejiendo encuentros
Nieves BLANCO GARCÍA
© Ediciones Morata, S. L.
en que lo plantean… Álvaro y Manolo deciden, con rapidez, trabajar juntos. Veo
que Fátima vuelve su silla con determinación y se coloca de espaldas a Javier
cruzando ostensiblemente los brazos, con cara de enfado, y con voz bastante alta
dice que no quiere trabajar con él. No es la primera vez que veo que reacciona de
este modo: es una niña bastante más alta que las demás, con un carácter fuerte,
y no es infrecuente que muestre sus enfados de manera impetuosa, en sus ges-
tos y su tono de voz, si bien no suelen durar mucho y pueden desaparecer tan
rápidamente como aparecieron. A veces solo necesita un poco de tiempo para
que su malestar desaparezca.
Mercedes se acerca a ella. “¿Por qué no quieres estar con Javier?, ¿has tra-
bajado con él alguna vez en clase o en otras actividades?”, le pregunta. Fátima
responde negando con la cabeza, que mantiene baja, ocultando sus ojos al inter-
cambio con Mercedes y con Javier, que al otro lado de la mesa, la mira sin decir
nada. “Solo quiero que lo pienses”, le pide Mercedes, mientras se aleja para
atender al grupo que está trabajando fuera del aula.
Javier ha sacado sus materiales y se pone a hacer la tarea; al cabo de un
momento Fátima hace lo mismo. Pero lo hacen en silencio, cada uno con inde-
pendencia, sin intercambiar una palabra. Al cabo de un rato, Mercedes vuelve y
puede ver que continúan trabajando por separado. Se acerca de forma cariñosa a
Fátima y le dice bajito: “Con lo bien que lo haces, podrías compartir lo que sabes
con los demás… Tu reacción de antes ha sido un poco sin pensar, ¿verdad?”.
Fátima asiente con la cabeza. Toda esta interacción se produce sosteniendo la
mirada de Mercedes.
Un poco más tarde, mientras está escribiendo en el ordenador, Fátima hace
una pregunta general, sin mirar a nadie en particular:
—¿Cómo se hace para poner mayúsculas?
—Con shift, responde Javier
—Muy bien, Javier, gracias por explicárselo, dice Mercedes.
Con esta sencilla mediación, Mercedes le recuerda a Fátima que tiene una
oportunidad para valorar a su compañero, aceptando ahora su ayuda; y también
ofreciéndosela cuando sea necesario.
Esta situación me hace pensar en la dificultad, que yo vivo también en mi
aula, de cuidar las relaciones entre estudiantes. Relaciones que suelen denomi-
narse “entre iguales”, pero que sabemos que son de disparidad, en las que están
en juego —en una multiplicidad de relaciones duales— una gran diversidad de
historias, intereses, capacidades y deseos. ¿Cómo respetar el deseo de una
criatura —como veo que hace Mercedes con Fátima— y armonizarlo con otros
deseos (el de Javier, en este caso)? ¿Cómo mediar para que ellas y ellos, libre-
mente, establezcan las relaciones que les son gratas, al tiempo que les pone-
mos en situación de tener contacto y conocer a quien, de entrada, no elegirían?
¿Dónde encontrar el punto de equilibrio que respeta sus deseos sin privarles de
la oportunidad de vivir encuentros potencialmente fructíferos?
© Ediciones Morata, S. L.
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discreción, porque se trata de mover algo de sí, de que algo le suceda con ese
paso que le invita a dar, y esto requiere cuidado y tiempo.
A Yasmina le pide que contenga su impaciencia, su deseo de que su ayuda
sea aceptada, acogiendo la dificultad que Jaime tiene. Hay una demanda, pien-
so, de generosidad y de reflexión que, valorando la disponibilidad de la niña, la
puede llevar a hacer un trabajo interior, de conocimiento de sí que también pue-
de acercarla a los demás. Una oportunidad para el aprendizaje de la sutileza de
la relación: el apoyo, la cercanía, a veces pasa por alejarnos para dejar espacio
al otro, retirarnos para darle el tiempo que necesita.
¿Qué necesitamos cultivar, como docentes, para buscar ese delicado equili-
brio que respeta y cuida los deseos de cada criatura, su intimidad, en un espacio
que es público, y donde lo que hacemos, lo que decimos, lo que callamos, lo que
evitamos, está abierto a los demás? ¿Cómo estar atentos para aceptar la com-
plejidad de enseñar en relación y de posibilitar el aprendizaje de sí en relación?
© Ediciones Morata, S. L.