Está en la página 1de 2

El acompañamiento entre pares vs. El monitoreo.

¿Cuál resulta más


beneficioso dentro de la evaluación del desempeño docente?

Para responder a esta pregunta hace falta hacer una introspección dentro de la
experiencia docente puesto que la docencia es un quehacer complejo. Su
ejercicio exige una actuación reflexiva y una evaluación constante de las
funciones inherentes a la labor del propio docente. Además, es una profesión
que se realiza necesariamente a través y dentro de una dinámica relacional,
con los estudiantes y con sus pares. En esta visión, el docente se ve a sí
mismo como un agente de cambio, pues reconoce el poder de sus palabras y
acciones para formar a los estudiantes. También exige una actuación colectiva
con sus pares para el planeamiento, evaluación y reflexión pedagógica.

¿Pero qué sucede cuando se le dice al docente que va a ser monitoreado? Por
lo general, este monitoreo es realizado por un especialista del Ministerio de
Educación o por algún docente de la institución de mayor jerarquía, llámese
coordinador o subdirector. Y pues, obviamente, al saber que será evaluado le
genera preocupación y hace su mejor esfuerzo y se prepara de la mejor
manera para salir aprobado en su evaluación del desempeño docente,
olvidando que esta evaluación debería, primeramente, ser una autoevaluación
constante de su práctica pedagógica.

Según la definición del MINEDU (2013, p. 13), el monitoreo es “el proceso y


análisis de información de los procesos pedagógicos desencadenadas en el
aula y la institución educativa”. Es decir que, el monitoreo conlleva a una
observación profunda, que permite percibir y recoger información del docente
sobre el proceso de enseñanza y aprendizaje. Sin embargo, últimamente estos
monitoreos han pasado a ser monótonos y no han cumplido con su función de
mejorar la calidad educativa, ya que se realizan más que nada para dar
cumplimiento a una exigencia del Ministerio de Educación, perdiendo así su
intencionalidad de detectar carencias en el desempeño docente y poder
mejorarlas en futuro.
Por su parte, el acompañamiento entre pares es una estrategia de formación
entre docentes que promueve la reflexión crítica de su práctica pedagógica en
el aula. Podemos verla también como la coevaluación entre colegas a modo de
trabajo colaborativo.

Desde la experiencia y el punto de vista de quien escribe, se considera que el


acompañamiento entre pares suele ser más beneficioso que el monitoreo, pues
entre sus ventajas está el poder compartir experiencias de aprendizaje,
estrategias, herramientas y recursos para realizar una mejor planificación y
ejecución de una clase y lograr un aprendizaje intrínseco y significativo para el
estudiante.

Ante esto, se puede decir que un docente coevaluado también es capaz de


reflexionar sobre su práctica y experiencia institucional y desarrollar procesos
de aprendizaje continuo para construir y afirmar su identidad y responsabilidad
profesional.

Finalmente, surgen las preguntas: ¿Es la autoevaluación la mejor manera de


valorar el desempeño docente? ¿Cómo hacer que el docente realice una
autoevaluación periódica y activa de sus funciones?

También podría gustarte