PROCESO DE NEGOCIACIÓN DE LOS ACUERDOS DE PAZ EN GUATEMALA.

En Guatemala se vivió un conflicto armado interno, manifestándose actos de

crueldad, desprecio a la vida y a la dignidad de la población guatemalteca, causaron
pánico, por lo que el país fue buscando formas de no repetición y una justicia de
transición.

El Proceso de Paz en Centroamérica se inició con las reuniones de Esquipulas I

(1986) y II (1987), que buscaban la “pacificación de la región” y la consolidación de
Estados realmente democráticos.

El saldo de dicho conflicto fue una gran cantidad de presos políticos, líderes
comunitarios asesinados o desaparecidos; aumentó la pobreza y la extrema pobreza; los
bajos niveles de educación y salud; los despojo de tierras y territorios. Los pueblos Ixil,
Kaqchikel, Q’eqchi, Tzutujil, Chorti, Xinka, Poqomam y Poqomchi lograron recuperar parte
de sus territorios usurpados durante la colonización española, la reforma liberal y el
extractivismo. Por lo que se vino desarrollando la idea de construir un Estado
Plurinacional.

Conforme el tiempo el Gobierno de Guatemala y la Unidad Revolucionaria

Nacional Guatemalteca -URNG-, negociaron para alcanzar soluciones pacíficas a los
principales problemas que generaron el conflicto armado interno que duro 36 años. Dicha
negociación se llevó a cabo en países como México, España, Noruega y Suecia, durante
14 años, para dar las condiciones de imparcialidad a las parte.

Entre las declaraciones se encuentran la de voluntad política. La adhesión a los

principios orientados a garantizar y proteger la plena observancia y el respeto de los
derechos humanos, el compromiso de investigar las violaciones de los derechos humanos
ocurridos en el marco del enfrentamiento interno para contribuir a fortalecer el proceso de
conciliación nacional y la democratización en el país, el reconocimiento de la identidad y
derechos de los pueblos indígenas como base para la construcción de una nación
multiétnica, pluricultural y multilingüe. Además la necesidad de un desarrollo
socioeconómicos participativo orientado al bien común. Lograr una situación social más
justa se relaciona con la necesidad de un sistema fiscal más equitativo y eficiente,
erradicar la pobreza y el desempleo, mejorar la salud, la educación y capacitación y la
seguridad social son consideradas tareas prioritarias del desarrollo, así como la reforma
del Estado y del Ejército.

La negociación culminó con la firma del Acuerdo de Paz Firme y Duradera, el 29

de diciembre de 1996 en el Palacio Nacional de la Cultura de la ciudad de Guatemala.

Sin embargo, construir la paz significaría transformar las causas estructurales que
dieron origen al conflicto, pero eso no se ha logrado hasta la fecha, la consulta popular
sobre reformas constitucionales convocada en el año de 1999 fue rechazada, lo cual puso
de manifiesto la fuerza de los sectores más conservadores del país: tales como militares,
empresarios e iglesias evangélicas embanderaron el voto por el no, ya que la consulta
incluía el reconocimiento de los derechos indígenas.