Está en la página 1de 2

1 HISTORIA DE ESPAÑA 2ºBACHILLERATO IES BAJO ARAGÓN 2023/2024

TEMA 3: EL SEXENIO DEMOCRÁTICO (1868-1874)

Se denomina Sexenio democrático o revolucionario al período comprendido entre 1868 y


1874, desde la Revolución que pone fin al reinado de Isabel II hasta la restauración de la
monarquía con su hijo Alfonso XII.
Estos seis años son, sin duda, el período más inestable desde el punto de vista político de
nuestra historia del siglo XIX, este período también supone el primer intento de la historia
de España de crear un sistema político puramente democrático (sufragio universal
masculino, la soberanía nacional y un amplio sistema de libertades).
Este período histórico significó varias cosas muy importantes en la política española:
 La caída de la monarquía isabelina. Es la primera vez, pero no será la única que los
borbones son expulsados de España.
 El acceso al poder de las clases medias .
En este corto espacio de tiempo se sucedieron cambios políticos, con innumerables
gobiernos y con varias modificaciones de régimen, incluidos una regencia, un cambio de
dinastía y la instauración de una república, que a su vez tuvo diversas variantes.

El Sexenio Democrático se inicia con la revolución de septiembre de 1868. Las causas de


la revolución son diversas. Los años finales del reinado de Isabel II están marcados por
una triple crisis económica:
 Crisis financiera provocada por la falta de rentabilidad de las inversiones en el
ferrocarril.
 Crisis industrial que afectó a la industria textil catalana por la falta de materia prima
(algodón caro y escaso debido a la guerra civil norteamericana) y la falta de
demanda por la crisis económica)
 Crisis agrícola y de subsistencia, por las malas cosechas, que produjo la escasez
de productos básicos como el trigo. Esto provocó un alza de precios muy fuerte y
aparecieron las hambrunas.
A lo anterior se suma una crisis política por el descrédito de la reina y el gobierno de los
moderados. Por todo ello en 1866 progresistas y demócratas firman el Pacto de Ostende
para promover el cambio de régimen y convocar Cortes Constituyentes.
La revolución de septiembre de 1868 (conocida como “La Gloriosa”) se inicia el 17 de
septiembre con la sublevación del almirante Topete en la bahía de Cádiz, apoyado por los
generales Prim (progresista) y Serrano (Unión Liberal). Tras el lanzamiento del Manifiesto
“España con honra”, la sublevación se extendió por toda España. Inmediatamente
surgieron Juntas Revolucionarias, que organizaron el levantamiento y llamaron al pueblo
a la insurrección. Mientras, las tropas leales a la reina fueron derrotadas en la batalla del
Puente de Alcolea (Córdoba), lo que obligó a Isabel II a exiliarse en Francia.

Inmediatamente se forma un gobierno provisional, presidido por el general Serrano e


integrado por progresistas y unionistas, que reprimió el movimiento popular y disolvió las
juntas revolucionarias. El gobierno provisional convocó enseguida elecciones por sufragio
universal para formar Cortes Constituyentes que elaboraron una nueva constitución. En
las elecciones venció la coalición gubernamental formada por los partidos firmantes del
Pacto de Ostende (progresistas, Unión Liberal y demócratas).
Las Cortes redactan la Constitución de 1869, monárquica, liberal y democrática:
establecía la soberanía nacional, división de poderes: legislativo en las cámaras, ejecutivo
en el rey a través de los ministros, y judicial en los jueces; consagraba derechos básicos
(reunión, asociación y expresión), y por primera vez libertad religiosa, sufragio universal
masculino y la monarquía democrática como sistema de gobierno.
2 HISTORIA DE ESPAÑA 2ºBACHILLERATO IES BAJO ARAGÓN 2023/2024

Aprobada la Constitución el Gobierno Provisional se disuelve y se forma una regencia


presidida por el general Serrano y con Prim como presidente de gobierno. El nuevo
gobierno llevó a cabo una intensa actividad legislativa: nuevo Código Penal,
establecimiento del juicio por jurados o el matrimonio civil. Pero también se enfrentó
desde sus comienzos con graves problemas: comienza la guerra con Cuba, los carlistas se
reorganizan en torno a Carlos VII, y se suceden levantamientos republicanos por todo el
país.
El objetivo principal del gobierno fue encontrar un nuevo rey. En noviembre de 1870,
Amadeo de Saboya se convierte en rey de España. Su breve reinado (1870-1873) estuvo
marcado por la inestabilidad (en dos años hubo tres elecciones y seis gobiernos) y los
problemas: asesinato de Prim, el conflicto militar con Cuba, la oposición de las fuerzas
monárquicas (el carlismo, con la tercera guerra carlista, y el Partido Alfonsino); a ello se
unió la oposición de la nobleza y burguesía; y las movilizaciones obreras y populares que
reclamaban un régimen republicano.
En tan difícil situación, el 11 de febrero de 1873, Amadeo I, presentó su renuncia al trono.
Esa misma noche el Congreso y el Senado, reunidos ambos en Asamblea Nacional
proclaman la I República. El nuevo régimen nacía con dos gravísimos problemas: la falta
de apoyos reales y la falta de legitimidad.. En realidad, la República llegaba en una
situación caótica: nulo apoyo internacional, guerras carlista y cubana, profunda crisis
económica, escasos apoyos, división existente en el seno de los republicanos entre
federalistas y unitarios.
En estas condiciones la evolución política de la I República (febrero 1873-enero 1874) fue
enormemente conflictiva. La República solo duró 11 meses y tuvo hasta cuatro presidentes:
Don Estanilao Figueras, Don José María Pi y Margall, Don Nicolás Salmerón y Don Emilio
Castelar.
Primero gobernaron los republicanos unitarios (Estanislao Figueras) que llevaron a cabo
ciertas medidas democratizadoras como una amplia amnistía, la abolición de la esclavitud
en las colonias y la supresión de las quintas.
Posteriormente se hicieron cargo del gobierno los republicanos federalistas (Pi y Margall),
que trataron de poner en marcha la nueva Constitución de 1873 que establecía una
República confederal compuesta de 17 Estados federados más Cuba y Puerto Rico. La
Constitución apenas llegó a entrar en vigor porque, a partir de los primeros días de julio,
el país entró en un proceso revolucionario que acabó por hundir definitivamente a la
República. Surgió el problema cantonalista que tuvo especial importancia en el sur y este
peninsular y se trató de una revolución política que provocó la formación de gobiernos
territoriales teóricamente independientes llamados cantones que no se sometieron al
poder central y cuestionaron la propia existencia del Estado. Algunos de esos cantones
tuvieron especial duración, como fue el caso del cantón de Málaga y el de Cartagena.

Posteriormente y ante la crítica situación, los republicanos más conservadores y unitaristas


recuperaron el poder (Salmerón y Castelar) y dieron un giro hacia la moderación. A
comienzos de 1874 y ante el peligro de una vuelta al poder de los federalistas, el ejército
intervino y el general Pavía dio un golpe de Estado, disolviendo las Cortes. De forma
provisional el líder de la Unión Liberal, Serrano, se convirtió en presidente de la
República, con el objetivo de preparar su disolución y abrir el camino a la Restauración de
la monarquía. En diciembre de 1874 el pronunciamiento del general Martínez Campos
ponía fin definitivamente a la República y proclamaba rey a Alfonso XII.
La primera experiencia democrática en la historia de España había fracasado, abriendo un
nuevo y extenso período denominado Restauración (1874-1923).

También podría gustarte