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Concepto y generalidades

El coma es un estado de disminución del grado de conciencia que condiciona una incapacidad de
respuesta a estímulos externos y necesidades internas. El coma debe considerarse como un
síntoma que acompaña a muchas situaciones clínicas, y no como una enfermedad.

puede ser causada por diferentes problemas: lesión traumática en la cabeza, accidente cerebrovascular,
tumor cerebral, intoxicación por droga o alcohol, o incluso una enfermedad subyacente, como diabetes
o una infección. El coma rara vez dura más de varias semanas. Las personas que están inconscientes
durante más tiempo pueden quedar en estado vegetativo persistente o con muerte cerebral.

Las personas en dicho estado han perdido su capacidad de pensar y percibir su entorno, pero conservan
la función no cognoscitiva y los patrones normales de sueño. Aunque quienes están en estado
vegetativo persistente pierden sus funciones cerebrales superiores, otras funciones clave como la
respiración y la circulación siguen relativamente intactas. Pueden ocurrir movimientos espontáneos y los
ojos pueden abrirse en respuesta a los estímulos externos. Las personas pueden incluso arrugar el ceño,
llorar o reír ocasionalmente. Aunque las personas en un estado vegetativo persistente pueden parecer
relativamente normales, no hablan y son incapaces de responder a órdenes.

Causas
Muchos tipos de problemas pueden provocar un coma. Algunos ejemplos son:

 Lesiones cerebrales traumáticas. Estas a menudo son causadas por accidentes de


tránsito o actos de violencia.
 Accidente cerebrovascular. La irrigación disminuida o interrumpida de sangre al
cerebro (accidente cerebrovascular) puede ser el resultado de arterias bloqueadas o el
estallido de un vaso sanguíneo.
 Tumores. Los tumores en el cerebro o en el tronco encefálico pueden producir un coma.
 Diabetes. El aumento muy marcado (hiperglucemia) o la disminución muy pronunciada
(hipoglucemia) de los niveles de glucosa sanguínea pueden provocar un coma.
 Falta de oxígeno. Las personas rescatadas de un ahogamiento o aquellas a las que se las
resucitó después de un ataque cardíaco pueden no despertar debido a la falta de oxígeno
en el cerebro.
 Infecciones. Las infecciones como la encefalitis o la meningitis causan hinchazón del
cerebro, la médula espinal o los tejidos que rodean el cerebro. Los casos graves de estas
infecciones pueden provocar daño cerebral o un coma.
 Convulsiones. Las convulsiones continuas pueden provocar un coma.
 Toxinas. La exposición a toxinas, como monóxido de carbono o plomo, pueden causar
daño cerebral y un coma.
 Drogas ilícitas y alcohol. Las sobredosis de drogas ilícitas o alcohol pueden provocar un
coma.

Tratamiento
Un coma es una emergencia médica. Los médicos primero controlarán las vías respiratorias de la
persona afectada y ayudarán a mantener la respiración y la circulación. Los médicos pueden
ofrecer asistencia respiratoria, medicamentos intravenosos y otra atención médica de apoyo.

El tratamiento varía según la causa del coma. Es posible que sea necesario un procedimiento o
medicamentos para aliviar la presión en el cerebro debido a la hinchazón cerebral. El personal de
emergencia puede administrar glucosa y antibióticos por vía intravenosa, incluso antes de
obtener los resultados del análisis de sangre, en caso de choque diabético o una infección que
afecta el cerebro.

Si el coma es producido por una sobredosis de drogas, los médicos administrarán medicamentos
para tratar la afección. Si el coma se debe a convulsiones, los médicos administrarán
medicamentos para controlarlas. Otros tratamientos pueden centrarse en los medicamentos o las
terapias para tratar una enfermedad subyacente, como diabetes o enfermedad hepática.

En ocasiones, la causa del coma puede revertirse por completo, y la persona afectada recupera la
función normal. En general, la recuperación ocurre progresivamente. Es posible que las personas
con daño cerebral grave tengan discapacidades permanentes o nunca recuperen la conciencia.

https://www.mayoclinic.org/es-es/diseases-conditions/coma/diagnosis-treatment/drc-20371103

https://espanol.ninds.nih.gov/es/trastornos/coma

El tema que nos ocupa constituye un pilar fundamental en el debate bioético


a nivel mundial y está en relación con las decisiones medicas al final de la vida en
pacientes en Estado Vegetativo Persistente, precisamente por su vulnerabilidad,
fragilidad y falta de autonomía, lo que los pone totalmente en manos del
personal que se encuentra a su cuidado.
El Estado Vegetativo Persistente constituye un tema polémico, en el capítulo de alteraciones de
conciencia de las Neurociencias contemporáneas, así como en el campo de la Bioética, por
todo lo que entraña desde el punto de vista humano. Estos pacientes tienen posibilidades
limitadas de supervivencia, así como una disminución potencial de autodeterminación y
autonomía prácticamente abolida para llevar a cabo las actividades habituales de la vida diaria,
por lo que las decisiones a tomar en lo que se refiere a su cuidado ha sido un tema de debate
continuo en el campo de las ciencias biomédicas.
Con toda probabilidad, el desarrollo tecnológico fue un factor que provoco la redefinición de la
muerte llevada a cabo por el comité de muerte cerebral de Harvard. Mientras estar vivo
necesariamente equivalía a tener una vida consciente, intencional y proyectiva, no había
problema en mantener el criterio tradicional de la muerte. El problema surgió cuando empezó a
ser posible vivir durante periodos indefinidos sin que al mismo tiempo la persona fuera
consciente de su existencia.
Lo que está claro es que se empezó a sospechar que los límites de la vida tal vez estaban
siendo empujados más allá de lo deseable.
En el Estado Vegetativo Persistente, el problema de su identificación biológica es un mayor del
que existe en la muerte cerebral desde que no hay ninguna prueba, test o número biológico
que permita, fuera de las consideraciones evolutivas neurológicas, establecer un diagnóstico de
certeza. Los pacientes en Estado Vegetativo Persistente han sido el paradigma de las
situaciones clínicas que han llevado a desarrollar con mucho énfasis el criterio de muer-te
neocortical (high brain criterion) en los que la lesión neurológica irreversible se asienta en los
centros superiores existentes en la corteza cerebral, aunque con indemnidad del tronco
cerebral, lo que preserva las funciones respiratoria y circulatoria. Los argumentos que
defienden este criterio ponen todo el énfasis en que la perdida absoluta de las funciones
cognoscitivas superiores (conciencia, comunicación, afectividad, etc.) definiría mas
absolutamente la naturaleza y condición humanas que la falla neurológica que regula la
homeostasis de las funciones vegeta ti-vas. Este criterio cerebral superior (high brain criterion)
abandona completamente el sentido puramente biológico de la vida y prioriza en cambio los
aspectos vinculados a la existencia de la conciencia, afectividad y comunicación como
expresión de la identidad de la persona.9 Siguiendo esta línea de pensamiento la teoría de la
identidad personal apunta a defender el high brain criterion considerando así mismo como
razones espurias a la justificación biológica pretendidamente inobjetable, de la Muerte
Cerebral. Esta teoría argumenta que cuando queda abolida totalmente la conciencia como en el
Estado Vegetativo Persistente la persona desaparece, quedando en cambio vivo el cuerpo
biológico que la albergó

http://www.cbioetica.org/revista/172/1824.pdf

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