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Universidad José Antonio Paéz

Facultad de Ciencias de la Salud


Escuela de Odontología
Venezuela Contemporánea

Armando Reverón
Montserrat Pérez
C.I: 32.016.582
Sección: 201º6
Armando Reverón fue un reconocido pintor venezolano conocido por su estilo único y su
contribución al arte en Venezuela. Reverón es famoso por su técnica de pintura al óleo y
por sus esculturas, pero también se le recuerda por su lucha contra la enfermedad mental.
Nació en Caracas el 10 de Mayo de 1889. Murió en su Ciudad natal el 18 de Septiembre de
1954. Su infancia transcurrió en Valencia (Estado Carabobo), de donde era oriundo su
padre. Pintor. Ingresó en la Academia de Bellas Artes en 1908, donde fue alumno de
Emilio Mauri y Herrera Toro. En 1910 se fue a España para inscribirse en la Escuela de
Bellas Artes de Barcelona, y en 1912, regresó a Madrid para estudiar en la Academia de
San Fernando. En 1914 estuvo un breve tiempo en París, invitado por el pintor Fournier.
De regreso a Caracas en 1915, se incorporó a las actividades del Círculo de Bellas Artes y
trabajó en una serie de paisajes de entonación oscura, en los alrededores de Caracas. En
1918 se encuentra trabajando en la llamada época azul, a la cual da el término hacia 1924.
Hacia 1925 inicia, con sus estudios del Playón, la época blanca, caracterizada por la
eliminación gradual de los pigmentos de color y el empleo de pinturas con base de temple
preparadas por él mismo y trabajadas sobre soportes de coleto. La época blanca culmina
hacia 1934, originándose desde ese momento lo que Alfredo Boulton ha llamado época
sepia. Inicia un período expresionista, caracterizado por la insistente reiteración del tema
figurativo y por el aislamiento y la soledad en que vive el pintor, y a consecuencia de la
cual recibe tratamiento psiquiátrico. En esta etapa Reverón utiliza procedimientos gráficos
preferiblemente a la tinta: pastel, carboncillo, lápices de colores, cartón y papeles.
También coincide esta etapa con la serie de los autorretratos.
En 1917 recibe un golpe que puede considerarse fundamental: la muerte de Josefina, su
hermana de juegos, su conexión natural y temporal con el mundo familiar infantil, lo que
lo lleva al extrañamiento. En ese momento ya están claramente definidos el pintor y sus
dotes, la fluidez de su pincelada. Ya la retina está sellada por Goya y también por
Velázquez y sus alucinantes y extrañas Meninas, por la vibración y el cromatismo
impresionista. Ya en Venezuela se suman, a las anteriores, las influencias europeas del
rumano Samys Mützner o del francovenezolano Emilio Boggio, ambos postimpresionistas,
pero sobre todo del ruso Nicolás Ferdinandov, ilustrador simbolista que le enseñó el
aprecio por un azul obsesivo, el de los fondos marinos, ese azul que cercano se batía
contra la arena de Punta de Mulatos, lugar que escogió Ferdinandov para vivir y que
conoció en largas excursiones por el litoral con su amigo Reverón.
En 1953 es internado en el Sanatorio de San Jorge, en Caracas, donde produjo sus últimas
obras. El Museo de Bellas Artes le ha consagrado una Sala especial.
El legado de Armando Reverón es significativo en la historia del arte venezolano. Su obra
se caracteriza por retratar la luz y los colores de la costa venezolana, así como por su
enfoque en la representación de la figura humana y el paisaje. Sus pinturas y esculturas
han inspirado a generaciones de artistas en Venezuela y más allá.
Reverón también tuvo un impacto duradero en la conciencia pública sobre la salud
mental. A lo largo de su vida, luchó con enfermedades mentales, y su experiencia ha
contribuido a una mayor comprensión y empatía hacia aquellos que enfrentan desafíos
similares.
Además, su casa en Macuto, conocida como "El Castillete", se ha convertido en un museo
que preserva su legado artístico y personal, permitiendo a los visitantes conocer más
sobre su vida y obra.
Inició lo que se considera su periodo azul (1915-24), etapa en la que en la mayoría de sus
obras podrá apreciarse diferentes tonalidades de azules que apelan al mar y lo acuático.
Pertenecen a este periodo los retratos de Enrique Planchart y de Juanita (1920-22) y las
obras La Cueva (1920), Un Paseo en el Parque (1922) y Marina (1927).
Cabe mencionarse que, para ese entonces, el joven pintor había conocido a la que sería su
compañera de vida, Juanita Mota, con quien vivió hasta su muerte en El Castillete. Una vez
terminado el periodo azul, inició el periodo blanco (1925-34), el cual estaría lleno de luz y
colores claros, dando una sensación etérea a su obra. De este periodo sobresalen El
Playón (1929), El rancho (1930) y Juanita sentada (1933). Estas dos últimas obras,
anuncian el cambio en su estilo y paleta de colores.
Armando Reverón es conocido por una amplia variedad de obras que reflejan su estilo
distintivo y su enfoque en la representación de la luz y el color. Algunas de sus obras más
destacadas incluyen:

1. "La Playa" - Reverón capturó la belleza del paisaje costero venezolano en esta obra,
utilizando su característica técnica de pinceladas sueltas y colores vibrantes para
representar el mar, la arena y el cielo.

2. "Desnudo recostado" - Esta pintura es un ejemplo de la forma en que Reverón retrataba


la figura humana con un enfoque particular en la luz y las sombras, creando una sensación
de intimidad y calidez.

3. "Retrato de Juanita" - Reverón era conocido por sus retratos, y este en particular
muestra su habilidad para capturar la personalidad y la esencia de sus sujetos a través de
su estilo distintivo.
Estas son solo algunas de las muchas obras significativas creadas por Armando Reverón a
lo largo de su carrera. Cada una refleja su profunda conexión con su entorno y su
habilidad para transmitir emociones a través del color y la forma.
Reverón fue autor de alrededor de 450 pinturas, 150 dibujos y decenas de objetos entre
los que se destacan sus famosas muñecas de trapo.
En sus últimos años de vida, da inicio a su periodo expresionista. En este que regresa al
dibujo y acentúa la gestualidad de sus personajes. A este periodo pertenecen: Cruz de
mayo (1948), Desnudo detrás de la Mantilla (1946) y Patio del Sanatorio San Jorge (1954).
Durante sus últimos años de carrera, Armando sufrió una serie de crisis nerviosas por las
que fue hospitalizado en varias ocasiones. Un año antes de su muerte sufrió una fuerte
crisis por la que fue recluido en el sanatorio de San Jorge. Reverón falleció el 18 de
septiembre de 1954, en el sanatorio de San Jorge (Caracas).

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