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La asamblea general de accionistas es la máxima autoridad en una empresa con gobierno corporativo. Los accionistas ejercen su autoridad en asambleas convocadas y constituidas de acuerdo con la ley, como las asambleas ordinarias y extraordinarias. Sin embargo, fuera de estas asambleas, los accionistas individuales no tienen autoridad administrativa o legal para emitir órdenes a la administración o empleados.
La asamblea general de accionistas es la máxima autoridad en una empresa con gobierno corporativo. Los accionistas ejercen su autoridad en asambleas convocadas y constituidas de acuerdo con la ley, como las asambleas ordinarias y extraordinarias. Sin embargo, fuera de estas asambleas, los accionistas individuales no tienen autoridad administrativa o legal para emitir órdenes a la administración o empleados.
La asamblea general de accionistas es la máxima autoridad en una empresa con gobierno corporativo. Los accionistas ejercen su autoridad en asambleas convocadas y constituidas de acuerdo con la ley, como las asambleas ordinarias y extraordinarias. Sin embargo, fuera de estas asambleas, los accionistas individuales no tienen autoridad administrativa o legal para emitir órdenes a la administración o empleados.
En una empresa con gobierno corporativo, la máxima autoridad es
la asamblea general de accionistas que reúne a quienes aportaron
su dinero para constituir el capital de la misma o aquellos que compraron acciones de la sociedad a alguno de los socios iniciales.
Cuando se habla de que la asamblea es la autoridad, es
importante saber que la forman los socios o accionistas en una sesión especialmente convocada para tal efecto y siguiendo una orden del día.
Esto significa que uno o varios accionistas en una reunión de
trabajo con la administración sólo recibirán el respeto que corresponde, pero si emiten una orden, ésta no es válida, la aceptación por parte de cualquier funcionario o empleado es según el puesto que ocupe si además trabaja en la administración, pero en forma individual no hay obligatoriedad administrativa ni legal para que emita órdenes, esto lo saben bien y, por tanto, deben abstenerse brincar las líneas de autoridad de la organización.
Los accionistas tienen la oportunidad de ejercer su autoridad
como mencioné al principio en asambleas convocadas y constituidas que pueden ser ordinarias, llamadas así no por su término semántico o título sino porque la ley general de sociedades mercantiles les otorga el nombre porque pueden reunirse las veces que sea necesario, pero sin modificar cláusulas de la escritura social, por lo general son dos mínimas anuales, una primera para expresar su mandato al consejo de administración respecto a montos de utilidades, indicadores y filosofía que se deben realizar en un determinado ejercicio anual.
La otra es para recibir y aprobar o no los resultados de la
administración y cumplimiento del mandato, en ésta se pueden decretar dividendos o hacer una tercera para tal objeto. La ley general de sociedades mercantiles marca una obligatoria que debe celebrarse dentro del cuarto mes de terminado el ejercicio respectivo, como ahora todos los ejercicios legales y fiscales son de enero a diciembre, quiere decir que la asamblea de informe de resultados se debe realizar entre el 1 al 30 de abril del año siguiente ha terminado el ejercicio.
Aquellas empresas que no tienen formado su gobierno
corporativo por lo general levantan el acta de la asamblea, aun cuando ésta no se realice físicamente y se recoge la firma del total de los accionistas.
Ante la formación de un gobierno corporativo, el código de
mejores prácticas establece que debe realizarse formal y con presencia física de cuando menos la mayoría del porcentaje del capital de los accionistas.
Esta asamblea tiene su importancia porque los accionistas deben
recibir la información financiera u operativa de la actuación de la administración del ejercicio correspondiente, haciendo y recibiendo la respuesta a sus dudas y juzgar la actuación del Consejo de administración y de la dirección general, así como aprobar con su conformidad la información recibida.
Si en algún momento cualquiera del ejercicio en curso los
accionistas desean hacer cambios en las cláusulas de las escrituras, es cuando se convoca a una asamblea extraordinaria de accionistas que se considera legal cuando un mínimo del porcentaje del capital establecido en los estatutos, está representado por los accionistas asistentes. Su nombre de extraordinaria no es tomando la semántica en forma literal como una asamblea extra, sino que la ley general de sociedades mercantiles le pone este título porque es la que se realiza para hacer cambios en cláusulas de la escritura que no pueden legalmente hacerse cuando se trata de la denominada asamblea ordinaria. En las empresas familiares en que padres hijos y hermanos son accionistas y además laboran como funcionarios en la empresa, debe formularse un reglamento que impida que uno o más accionistas emitan órdenes al personal o hasta al director, esto no debe suceder, pero en muchas de este tipo sucede y se rompe la buena marcha del negocio y puede impedir a la dirección cumplir con el mandato emitido por la asamblea general de accionistas.
Es indudable que muchos accionistas, además de ser
inversionistas, desean operar en sus empresas, pero para que haya éxito en la marcha de la misma deben respetar las líneas de autoridad y usar la personalidad que le corresponda, si pertenece al consejo de administración, comportarse como consejero respetando la decisión de la mayoría; si es funcionario o empleado, respetar sus funciones y cumplir con las normas y procedimientos establecidos; en resumen, su papel de accionista solamente la ejerce en una asamblea general de accionistas y su voto va en proporción a su capital invertido.— Mérida, Yucatán.
ferojeda@prodigy.net.mx
Doctor en investigación científica. Consultor de empresas