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1. Principios de doma.
En equitación, es necesario entender las expresiones utilizadas en este deporte. He aquí las
principales:
En la doma clásica el trote más habitual que se realiza es el trote sentado, el cual nos permite
poder ejecutar los ejercicios de esta disciplina con mayor precisión, dado que podemos usar la
ayuda del asiento del jinete en todo momento.
a) Doblar la pista.
Este ejercicio consiste en realizar una línea recta a lo ancho de la pista, deberemos
abandonar la pista con 1/4 de giro, pudiendo o no realizar un cambio de mano.
Deberemos de tener en cuenta que al realizar giros cerrados, el caballo tiende a ir más
despacio por lo cual tendremos que prestar especial interés en la acción que ejerce
nuestras piernas para evitar que el caballo aminore el ritmo.
b) La serpentina.
Este ejercicio consiste en la ejecución de una sucesión de líneas rectas y semicírculos a
través de la pista.
Las serpentinas más básicas se realizan de tres bucles. (se determina bucle al giro).
En la disciplina de salto es importante trabajar mucho en la impulsión del caballo, dado que
necesitaremos que el tercio posterior del caballo este muy trabajado y musculado. El ritmo y la
rectitud van a desempeñar un papel importante sobre una buena proyección hacia el salto.
Con respecto a la posición del jinete, ha de ser una posición de equilibrio para ello tendremos
que trabajar mucho la posición de suspensión, qué es el movimiento que el jinete tiene que
realizar encima de un salto.
El trote más común que se realiza en esta disciplina es el trote a la inglesa o trote levantado.
- los cavaletti son pequeños obstáculos utilizados para enseñar al jinete a saltar. Su
altura es generalmente inferior a 50 cm.
- los obstáculos móviles, constituidos generalmente por barras que caen en caso de
toque.
- los obstáculos fijos, son obstáculos que al tocarlos el caballo no caen: tronco,
empalizada... En la disciplina de Cross pueden estar dispuestos en cuestas.
- Los obstáculos naturales no implican otras dificultades que las ya dispuestas por la
naturaleza.
1. Fase de aproximación: Una vez nos enfocamos al obstáculo, el caballo ve el salto, valora el
esfuerzo que necesitará para afrontarlo y ajusta la dirección, el ritmo o la velocidad, el
equilibrio, el impulso y la longitud del tranco para llegar a la batida en el punto exacto. Con un
galope equilibrado y rítmico, ajustará cada tranco para colocar sus posteriores debajo de su
cuerpo y poder saltar. Debido a la forma en que se enfocan los ojos del caballo y a las
características de su visión, necesitará levantar o bajar la cabeza para ajustar el enfoque al
salto.
2. Fase de batida. Aquí, el caballo se sienta en sus cuartos traseros con los corvejones
doblados, mientras que las manos empujan contra el suelo usando también los hombros
(especialmente los tríceps). Son las patas traseras las que empujan contra el suelo, enviando el
peso del animal hacia arriba y hacia adelante. En el momento en que el caballo deja el suelo,
su cuello se extiende hacia adelante (por ello deberemos ceder la acción de las riendas y sus
hombros giran, levantando las patas delanteras, las cuales se doblan fuertemente para evitar
golpear el obstáculo. Finalmente, los pies se extienden hacia atrás cuando deja el suelo.
En este punto, el equilibrio y la impulsión son básicos, ya que determinarán la altura y anchura
del salto, ya que una vez en el aire, no podrá elevarse más. Si es demasiado lento levantando
una de sus manos o doblándolas, o si los hombros no giran o las manos no se doblan lo
suficiente, puede colgar las rodillas y golpear el obstáculo con ellas, lo cual podría causar una
caída de la barra.
3. Basculación. Es en este punto cuando el caballo sube hacia arriba y hacia adelante y forma
sobre el obstáculo una parábola o arco. Su cuello se extiende hacia adelante y hacia abajo,
mientras que sus hombros giran, levantando y doblando sus patas delanteras al máximo a
medida que pasan por el punto más alto del obstáculo. Este movimiento de la cabeza y el
cuello obliga a extender la nuca y el dorso, ayudando a formar la báscula del cuerpo. A medida
que avanza, los cuartos traseros se elevan y las patas traseras comienzan a doblarse.
Cuando los cuartos traseros pasan sobre el punto más alto del salto, los pies empiezan a
flexionarse. Los corvejones están bien flexionados, levantados detrás de los cuartos traseros. A
medida que las manos descienden hacia el suelo, la espalda del caballo se aplana, la
articulación lumbosacra se cierra y el cuello se eleva, mientras que las manos se despliegan y
se estiran hacia el punto de recepción.
Saltar con la espalda rígida, hueca o con el cuello retraído impide una buena basculación y
causa un salto rígido e inhibido. Sin una buena báscula, las patas delanteras no se pueden ni
levantar ni doblar tanto, y las patas traseras que darán demasiado bajas y golpearán el
obstáculo.
4. Fase de recepción. El caballo aterriza primero sobre una pata delantera extendida, seguida
rápidamente por la segunda. El cuerpo gira hacia delante sobre ambas patas delanteras, que
luego se recogen y doblan hacia atrás por debajo del cuerpo, creando un breve momento de
suspensión antes de que la primera pata trasera toque el suelo. Cuando los pies están bien
anclados debajo del cuerpo del caballo, las manos se doblan y se vuelven a extender para
recuperar la secuencia adecuada para el galope.
El caballo absorbe la primera sacudida de la recepción con los músculos y tendones del
hombro, las manos, las cuartillas y las articulaciones de las patas delanteras. Un buen
aterrizaje es equilibrado, coordinado y elástico.
Un aterrizaje duro, desequilibrado o desigual es duro tanto para el caballo como para el jinete
y puede dañar al animal. Un caballo tenso no puede amortiguarse de forma eficiente cuando
aterriza, y es más probable que cometa errores o se dañe a sí mismo. Una impulsión
insuficiente y un balance deficiente pueden hacer que un caballo caiga pesadamente sobre sus
patas delanteras, lo que hace que sea difícil reanudar el galope, y en terrenos ásperos,
profundos o resbaladizos, puede provocar una caída.
Recepcionar con rigidez, con poco equilibrio, o con un impulso insuficiente, hace que la
recuperación sea todo un esfuerzo. Una recuperación retrasada hace que el caballo sea lento
para alejarse del obstáculo y, a su vez, le lleva más tiempo y esfuerzo ajustar su equilibrio y
zancada. El estado de la pista puede influir en la salida, haciendo que los posteriores alcancen
las manos, algo que podría llegar a ser lesivo o peligroso para el caballo.
INTRODUCCION
Los recorridos a caballo son una actividad de ocio y recreo basada en disfrutar de un paseo en
el campo a lomo de un équido, donde los aspectos de las técnicas de equitación quedan
relegados en un segundo plano.
Es una actividad realizable por todas personas desde principiantes, expertos en equitación,
adultos, niños, personas con capacidades reducidas…
Estudios franceses han indicado algunas de las características de los clientes de turismo
ecuestre: la media de edad mayoritaria se encuentra entre los 30 y 40 años, suelen pertenecer
a categorías socio-profesionales relativamente altas. No obstante, aunque aparezcan una serie
de rasgos genéricos, se van a distinguir 5 grandes categorías de clientes (Baumet y Rossier,
1994, 8):
- los jinetes inexpertos que desean básicamente estancias con cursos de perfeccionamiento
Las monturas deberán de ir colocadas sobre los caballetes y las cabezadas colgadas en los
ganchos apropiados para esto.
Habrá que tener en cuenta si vamos a necesitar darles de comer o beber a los caballos y tener
preparados los comederos para ello.
En rutas largas esto resulta complicado, por lo que es de uso frecuente disponer de bolsas de
plástico para poder darles de beber.
Si en nuestra ruta hay que llevar alimentos deberemos de procurar llevarlos en condiciones
sanitarias adecuadas (temperatura adecuada, libre de contacto con otros materiales…)
3 – Características de un caballo para rutas ecuestres
En primer lugar, las empresas de turismo ecuestre deben contar con caballos que hayan sido
domados y entrenados adecuadamente, de manera tal que estos sean dóciles en la boca,
traten de evitar el levantamiento de cuello, sepan mantener la velocidad y ritmo que le indica
el jinete y logren conservar la posición dentro del grupo de caballos de acuerdo con las
indicaciones del guía.
Otro factor para considerar a la hora de elegir en qué caballo montar, es la edad de este.
Consideramos que hay que evitar realizar rutas con caballos demasiado jóvenes (menos de 6
años). Esto podría traer riesgos, ya que el caballo no está formado psíquicamente y tampoco
ha completado su desarrollo físico para soportar viajes de seis u ocho horas de marcha, lo que
puede complicar las relaciones con otros caballos y la propia salud del animal.
En resumen, el caballo apto para rutas ecuestres tiene que estar entrenado para viajar. Su
marcha debe ser suave para el jinete y ganar terreno con facilidad empleando el mínimo
consumo de energía, debido a que en toda ruta a caballo el propósito es conocer la mayor
cantidad de lugares posibles en un determinado periodo de tiempo. Esto constituye la esencia
del Turismo Ecuestre y para ello hay que recorrer muchos kilómetros diarios, por lo tanto,
esto, no debe representar un trauma para el jinete ni para el caballo. El caballo debe ser
enérgico y resistente a la vez.
Los caballos que usaremos para una ruta han de ser nobles, tranquilos y con buena condición
física (resistencia).
a la hora de gestionar una ruta deberemos tener en cuenta cómo desplazamos a los
participantes y como desplazamos a los animales.
Para el transporte de los animales se usarán vehículos adecuados y adaptados para ello desde
camiones hasta vanes.
Cuando se organiza una ruta, se deberá determinar si los componentes acuden por ellos
mismos o a través de la organización. Si lo organizamos nosotros lo más seguro por cuestiones
de responsabilidad es contratar un transporte público.
5- Planificación de los lugares de avituallamiento
Tendremos que conocer de primera mano la ruta por la que vamos a viajar, para tener en
cuenta a los lugares en los cuales debemos parar a hacer descansos, almorzar, …
En las rutas ya preparadas para los caballos existen lugares de parada como zonas de barbacoa
o descampados en los cuales podremos hacer nuestros descansos. Pero debemos de tener en
cuenta coma lo que hacemos con los animales mientras nosotros estamos haciendo nuestra
parada para esto debemos de tener planificado donde dejarlos, o bien en cuadras cercanas, o
tendremos que adecuar un espacio para ellos.
En las paradas deberemos de tener muy en cuenta que los caballos necesitan beber mucha
agua, por lo que los lugares que elijamos deberemos de cerciorarnos previamente que
disponemos de agua para poder suministrarles.
Es importante tener en cuenta el tipo de dieta equilibrada para ajustarlas al esfuerzo tanto del
jinete como del caballo.
Para comenzar una ruta ecuestre debemos verificar el terreno a caballo, tenemos que
comprobar las características aportadas por la cartografía, distancia, accidente paisajístico,
etcétera. Es importantísimo determinar y localizar las condiciones de los espacios para la
realización de actividades lúdicas y de sensibilización sobre los valores naturales, culturales y
recursos de la zona.
Debemos tener en cuenta los espacios para la observación, la parada, la explicación y las
actividades recreativas, con esto verificaremos el tipo de terreno y los puntos de dificultad.
Tendremos que tomar notas de campo (condiciones del firme que afectan a la marcha del
caballo, alternativas para pasos conflictivos de la ruta, arboledas, cuestas pronunciadas,
extensiones de agua, terrenos resbaladizos y escarpados entre otros) tendremos que tener en
cuenta la duración de la ruta para poder seleccionar y distribuir el esfuerzo y las necesidades
de avituallamiento.
Habrá que estudiar los lugares y espacios para poder reagrupar para encontrar puntos de
reagrupamiento y descansos durante todo el recorrido por todo ello tendremos que tener
alternativas del itinerario en función del estado del terreno de la climatología y de los horarios
previstos.
Hay varios tipos de rutas, las más comunes son las paisajísticas o las turísticas.
Antes de comenzar una ruta larga, deberemos de asegurarnos que los que van a participar en
esta, tienen unos conocimientos básicos sobre el caballo, de tal manera que podamos realizar
la ruta evitando riesgos y con una mayor tranquilidad tanto para ellos como para los guías.
Para ello es recomendable quedar previamente con el grupo para realizar una clase práctica en
pista y comprobar que son capaces de dominar la situación o en su defecto enseñarles.
8- Normas básicas.
- Ante cualquier situación de nervios, la primera norma es nunca separa al caballo del
resto de la manada, pues esto provocaría que el resto de los animales se pudieran
nerviosos y tendieran a seguir al que se aleja.
- Aunque vayamos en grupo, deberemos de ir con una distancia prudencia entre los
caballos, evitando así reacciones entre ellos peligrosas.
- Recoger todos objetos que se puedan quedar tirados, respetando así las normas
medioambientales.
- No encender fuegos fuera de las zonas adecuadas para ello para evitar provocar
incendios.
- Llevar todo el equipamiento necesario para nuestra seguridad.
9- Botiquín
Los ascensos y descensos se realizan generalmente al paso e incluso llevándole del diestro si
son demasiado exigentes para el caballo.
En los ascensos o cuestas arriba coma equilíbrate agarrándote momentáneamente a la crin si
la pendiente es muy grande; si te quedas retrasado, estarás molestando al caballo en los
riñones.
En los descensos o cuesta abajo, reduce la marcha, endereza el tronco y pisa bien en los
estribos puedes apoyar tus manos sobre la cruz
Si montas en grupo, mantén el mismo aire que el jinete que va en cabeza, nunca dejes que tu
caballo se precipite. Después de un esfuerzo importante hay que dejar al caballo respirar.
11- Señalización
- Señales de dirección y ubicación: Las señales de dirección informan sobre el camino que
hay que seguir para continuar correctamente la ruta, así como la distancia a los puntos más
significativos. Las señales de ubicación informan sobre un lugar concreto.
- Postes de seguimiento: Los postes de seguimiento sirven para guiar el itinerario ecuestre,
así como para advertir al usuario de cualquier peligro posible.
Pictogramas de turismo ecuestre: Símbolos que informan sobre las infraestructuras y los
servicios que están disponibles en el itinerario ecuestre, y sobre las normas y recomendaciones para
tener en cuenta.
Se pueden encontrar en los postes de seguimiento, en las señales de dirección y en las señales de
ubicación, pueden ir acompañados de la distancia a la que podemos encontrar dicho servicio o
infraestructura.
12- Estudio previo para determinar la ruta.
7. Diseños atractivos:
- Puentes rústicos, pasarelas sobre zonas encharcadas o arenosas.
- Áreas de descanso.
- Peldaños en laderas.
8. Plan del itinerario (documento que lo describe)
- Mapa del recorrido y puntos de interés.
- Etapas para su realización, cada etapa con su mapa.
- Puntos de encuentro y/o de evacuación.
- Puntos de cobertura telefónica o utilización de sistemas alternativos (walky-talky,
radio teléfonos, etc.)