Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
Procedimiento
Seguinos en Derecho Colectivo de Trabajo
Jurisprudencia relevante
DLE tapa 2021.pdf 2 12/5/22 08:58
JOSÉ D. ERRECABORDE
EDITA Y DISTRIBUYE: Dirección Nacional del Derecho de Autor. Hecho el depósito que marca la ley 11723.
“ERREPAR ON LINE” Esta edición se terminó de imprimir en los talleres gráficos de Printing Books SA,
www.errepar.com Buenos Aires, República Argentina en mayo de 2022
D octrina L aboral
y P revisiona l
EN ESTA EDICIÓN
EDUARDO O. SCHIEL
Salas maternales y guarderías. Comentario acerca del artículo 179 de la LCT y su
reglamentación por el decreto 144/2022………………………………………… || 461
MARIANA PUCCIARELLO
Control administrativo del trabajo insalubre……………………………………… || 481
HORACIO ACUÑA
El trabajador agrario y el régimen indemnizatorio laboral……………………… || 487
AMANDA B. CAUBET
Evaluación de la incapacidad. Validez de los baremos. Factores de ponderación. El daño
moral (“Guevara, Eduardo Adolfo c/Swiss Medical ART SA y otro s/accidente - acción
civil” - CNTrab. - Sala VI - 23/02/2021)…………………………………………… || 519
“Responsabilidad por daños y su evaluación”. Nota al fallo por Amanda B. Caubet
………………………………………………………………………………………… || 520
❙ JURISPRUDENCIA SUMARIADA
Los fallos judiciales o dictámenes administrativos, comentados o sumariados, en su versión completa,
se encuentran en ERREPAR ONLINE.
Jurisprudencia judicial
❙ PRÁCTICA LABORAL
DIEGO FERNÁNDEZ MADRID
Certificado de trabajo. Licencia por enfermedad. Reclamo por diferencias salariales.
Multa del artículo 45 de la ley 25345……………………………………………… || 539
❙ PRÁCTICA PREVISIONAL
MARÍA D. LODI-FÉ
Régimen previsional especial para trabajadores y contratistas de viñas. Reglamentación
de la ley 27643. Decreto 99/2022………………………………………………… || 541
SEGUNDA PARTE
Daniel G. Pérez
I - INTRODUCCIÓN
Como antes ya dejáramos sentado, las partes pueden llevar su acuerdo al SECLO
para que la autoridad competente analice y evalúe si cumple con todos los requisitos
legales. Una vez analizada la presentación, el Servicio dicta un acto resolutivo de
homologación.
Uno de los temas trascendentes es el referido a los efectos que producen los
acuerdos tramitados ante el SECLO, en el marco de la “cosa juzgada” a que hace alusión
el artículo 15 de la LCT. Este es un tema muy singular y discutido hoy en día en la
jurisprudencia de la Cámara del Fuero, con situaciones altamente controvertidas.
Ha dicho la jurisprudencia que de conformidad con lo dispuesto en el artículo
15 de la LCT, el acuerdo celebrado entre las partes tiene efecto de cosa juzgada, por
cuanto reúne los requisitos previstos por dicha norma para su validez. En efecto, fue
realizado en sede administrativa, mediando resolución homologatoria de la misma en la
que se determinó que se alcanzó una justa composición de los derechos e intereses de
las partes, máxime cuando la homologación no fue cuestionada por el actor, sino que
solo se cuestiona el carácter administrativo de la homologación a la luz de la doctrina del
fallo plenario “Lafalce”. Asimismo, aun cuando no se incluyeron diferencias salariales
en el objeto del reclamo ante el SECLO, lo cierto es que de conformidad con la doctrina
plenaria señalada, la manifestación del reclamante en el sentido de que una vez percibida
la suma acordada nada más tendría que reclamar “de la empleadora por ningún concepto
emergente de la relación laboral invocada, ni proveniente de su extinción”, obsta al
progreso del reclamo, por cuanto ninguna duda cabe de que el concepto reclamado es
eminentemente laboral, sin perjuicio de que la doctrina y la jurisprudencia consideran
que no deben extenderse los efectos de la cláusula a los reclamos por accidentes o
enfermedades relacionadas con el trabajo (en este sentido, S.D. 98.106 del 7/6/2010)
(“Arando, Carlos Alberto c/Transportes del Tejar SA s/indemnización, art. 132”).
Eduardo O. Schiel
I - INTRODUCCIÓN
(1) Schiel, Eduardo O.: “Curso de Derecho Laboral” - ERREIUS - Buenos Aires - 2017 - pág. 198
(2) Corte Suprema de Justicia de la Nación, en autos “Etcheverry, Juan Bautista y otros c/EN s/amparo
ley 16986”, confirmó la sentencia de la Sala I de la Cámara Nacional de Apelaciones en lo Contencioso
Más allá de lo que se pueda opinar acerca de la facultad del Poder Judicial
para ordenar al Poder Ejecutivo la reglamentación de una norma, lo cierto es que la
reglamentación se efectuó y será obligatoria a partir del plazo de su vigencia.
En el presente comentario nos proponemos brindar al lector las primeras
impresiones acerca de esta novedosa reglamentación que seguramente será fuente
de crítica y debate, y que además requerirá de su seguimiento en el ámbito de la
interpretación jurisprudencial.
En suma, un tema nuevo que se nos aparece en el derecho laboral, que empieza
su recorrido con el dictado de este decreto y que tendrá toda una evolución a futuro.
II - PRINCIPALES DISPOSICIONES
Administrativo Federal, por la que se condenó al Poder Ejecutivo Nacional a reglamentar, en el plazo
de NOVENTA (90) días hábiles, el artículo 179 de la ley de contrato de trabajo, 21/10/2021
(3) Dice en sus considerandos: “Que si bien la literalidad de la norma que se reglamenta alude a
situaciones donde se trata de trabajadoras mujeres, una interpretación ajustada a derecho, conforme
las cláusulas de la CONSTITUCIÓN NACIONAL, especialmente en los artículos 14 bis y 75, incisos 22
y 23 obliga a contemplar en la reglamentación a todas las personas que trabajan, con independencia
de su género”
- El teletrabajador (L. 27555) se puede aplicar el pago no remunerativo sin que ser
requiera la habilitación por CCT, contra presentación de comprobantes por un monto
no inferior al 40% (art. 5).
- Su incumplimiento será considerado como una infracción “muy grave”, conforme el
art. 4 del Anexo II de la ley 25212 (art. 6).
- Rige a partir del día 22/3/2023 (art. 8).
V - OTROS ASPECTOS
(4) Constitución Nacional, artículo 14 bis: “El Estado otorgará los beneficios de la seguridad social,
que tendrá carácter de integral e irrenunciable”
justifica aún más que este beneficio sea una prestación de la seguridad social con
alcance general (por ejemplo, para menores de 45 días a tres años que la prestación
fuera de 3, 4 o 5 veces el valor de la asignación por hijo). Con la actual redacción un
gerente de un sueldo muy elevado tiene la prestación (si trabaja para un establecimiento
alcanzado por la norma), mientras que un trabajador de un establecimiento Pyme de
treinta trabajadores con salario básico de convenio no lo tendrá.
Otra cuestión de la normativa que nos resulta observable es la edad piso
de cuarenta y cinco días. El segundo párrafo del artículo 179 pretende tutelar la
compatibilidad de la prestación de servicios con los cuidados del menor en el inicio de
su vida. Bien sabemos que en la mayoría de los casos las mujeres optan por gozar la
licencia por maternidad treinta días antes del parto y sesenta días después. En muchos
casos optan, además, por la excedencia prevista en el artículo 183, inciso 3) de la LCT
(de tres a seis meses). Si bien es cierto que el decreto lo extiende al personal masculino,
entendemos que en el caso de las mujeres debió orientarse a que la aplicación de la
obligatoriedad del empleador surja desde el momento que la mujer comienza a prestar
servicios efectivamente, ya que es lo que la ley, reiteramos, pretende tutelar. Con lo cual
la norma debiera haber ido en el sentido de que su aplicación resulte obligatoria desde
el reingreso a la prestación efectiva de servicios, la que puede ser a los 45 días, a los 60
días (si optó por el esquema 30/60 días), o luego de la excedencia. No nos resulta justo
que mientras no preste servicios ya sea por licencia por maternidad o por excedencia,
le corresponda la prestación. Vale decir que opinamos que la norma debió considerar
incompatible su aplicación con la licencia por maternidad y por excedencia en el caso
de la mujer.
En el caso de los hombres, si la mujer trabaja (supongamos que no le correspondiere
por dotación, o por hacerlo en actividades donde no se aplicara la LCT, o realizara
trabajos en forma no dependiente, o fuera estudiante, etcétera), o si la mujer hubiera
fallecido, se encontrara enferma, abandonado el hogar, o cualquier otra situación en la
que el hombre deba en forma personal y exclusiva (o semi) cumplir con sus obligaciones
de cuidado, podría aplicarse desde los cuarenta y cinco días (o incluso antes de esa edad)
pero en caso que acredite o denuncie la situación personal que genera la necesidad(5).
En definitiva, entendemos que la prestación debiera resultar exigible para satisfacer una
necesidad, y solo cuando el servicio se brinde en atención a ella.
Al ser una reglamentación de la ley de contrato de trabajo no quedan alcanzados
los establecimientos rurales alcanzados por la ley 26727 de trabajadores rurales.
El decreto omitió pronunciarse acerca de aquellas empresas que vienen dando
prestaciones de este tipo. Por ejemplo, tenemos empresas que a su personal le reconocen
un porcentaje o el total de la prestación en el marco del art. 103 bis de la LCT, lo que
puede resultar muy beneficioso para el trabajador, pero mientras no haya cláusula
convencional, esta prestación que reciben resulta ser incompatible con lo previsto
con el decreto que nos ocupa. Tal vez, a esos trabajadores les resulte disfuncional el
servicio brindado por el empleador y les resulte mucho más útil la actual prestación no
remunerativa que perciben. Estimamos que esta situación que no fue considerada será
objeto de debates y/o reforma del decreto.
(5) Aclaramos que estas hipótesis las planteamos en los casos de parejas heterosexuales, donde también
pueden haber casos de parejas del mismo sexo que deben considerarse
El autor analiza las ausencias al trabajo y las faltas de puntualidad que constituyen
uno de los motivos más frecuentes de injurias y que pueden configurar justa
causa de cesantía.
I - CARACTERES DE LA INJURIA
II - DISTINTOS SUPUESTOS
1. Ausencias no sancionadas
La inasistencia injustificada del trabajador si no es sancionada pierde su carácter
injurioso.
2. Ausencias reiteradas
Las inasistencias del trabajador que configuran justa causa de despido son
aquellas sucedidas en forma reiterada pese a las continuas advertencias del empleador,
circunstancia que autoriza la extinción del contrato de trabajo, de conformidad con lo
dispuesto por el artículo 242 de la ley de contrato de trabajo (LCT).
El empleador no debe dar lugar a dudas de que no consiente la inasistencia, por
lo cual se le exige que le llame la atención, aperciba o suspenda al dependiente según
los casos.
Las faltas reiteradas injustificadas durante la relación laboral demuestran falta de
contracción a las tareas y son causal de despido, pues constituyen actos de inconducta
y traen como consecuencia el relajamiento de la disciplina, si, inmediatamente de
cometidas, han sido objeto de prevenciones, amonestaciones o sanciones disciplinarias
que el dependiente no ha tenido en cuenta y, por consiguiente, configuran injuria grave
(CNTrab., Sala VI, 30/8/1977, en la causa “Gómez, Pasión c/Industrias Balboa, SRL”,
SD 7996).
Las inasistencias reiteradas no justificadas constituyen justa causa de despido.
Si se aplicó una sanción por una falta determinada, el empleador no podrá aplicar
otra sanción por la misma falta. Y en el caso, la accionada para justificar la sanción
disciplinaria (suspensión por 7 días) tuvo en consideración las inasistencias en que
incurrió la reclamante, las que reitera en su comunicación rescisoria. La inexistencia
de un hecho grave y actual como desencadenante del despido, determinó que los
antecedentes disciplinarios del trabajador resulten irrelevantes en el contexto de la
causa para fundamentar la decisión rupturista, ya que la invocación de los antecedentes
no puede dar lugar a la violación de la regla “non bis in ídem”, derivación del principio
constitucional garantizado por el artículo 18, por cuya aplicación no puede juzgarse dos
veces a una misma persona por el mismo hecho. En consecuencia, no corresponde otorgar
legitimidad al despido dispuesto por la demandada, sustentada fundamentalmente
en la existencia de incumplimientos anteriores por los cuales la trabajadora ya había
merecido sanciones. (CNTrab., Sala V, Expte. Nro. 40.614/2017/CAI, “Cepeda, Mariana
Gabriela c/Centro de Educación Médica e Investigaciones Clínicas Norberto Quirno
CEMIC Asociación Civil s/despido, SD 83840 del 11/12/19).
13. Despido injustificado. Art. 242 de la LCT. Reiteradas llegadas tarde debidamente
justificadas
En el caso, las sesenta y tres llegadas tarde acaecidas en el transcurso de los últimos
veinticuatro meses, no configuran circunstancias que autoricen la extinción del contrato
en los términos del artículo 242 de la LCT. Debe tenerse en cuenta que, para constituir
injuria en el sentido técnico del instituto debieron tratarse de faltas de puntualidad “no
avisadas”, “no justificadas” o ambas a la vez, lo que no ocurrió en el caso.
Las llegadas tarde fueron suficientemente justificadas mediante los respectivos
certificados emitidos por Trenes de Buenos Aires, los que informaron el atraso de la
formación, y mediante la consignación del horario en el que el tren debió arribar cada
día demostraron que, de no haber ocurrido la demora, el accionante llegaba a horario
a su labor. (CNTrab., Sala VI, SD 68341 del 15/3/2016, “Legal, Norberto Abel c/Action
Travel SA s/Despido, Expte. Nº 40.600/2012).
14. Amparo. Ausencia del trabajador por día festivo de la Iglesia Católica
Corresponde desestimar la acción de amparo instaurada por el trabajador
despedido por no haberse presentado a trabajar un día 15 de agosto, con motivo de la
fiesta de la Asunción de la Santísima Virgen María, pues no concurren en el caso los
requisitos exigidos por el artículo 43 de la CN y la ley 16986.
Se trata de una decisión patronal que no se revela, en principio, como
manifiestamente arbitrario ilegítima -presupuesto inexcusable para la procedencia
formal del amparo-. Aun cuando lo que pudiera encontrarse en juego, hipotéticamente,
sea la libertad de ejercer su culto con implicancias en la conciencia y en las condiciones
religiosas de un ciudadano, en definitiva se traduce en un problema del contrato de
trabajo, esto es: si una inasistencia a sus tareas por parte del subordinado resulta
22. Despido por ausencia sin aviso. Antecedente sancionado con suspensión. Criterio en la
aplicación de sanciones
Si se tiene en cuenta que la última medida disciplinaria aplicada a la actora había
sido un día de suspensión por dos inasistencias sin aviso, luce desproporcionado el
despido que luego el empleador aplica por una sola falta posterior. La misma conducta
(ausencia sin aviso) que poco antes había merecido una sanción leve luego iba a provocar
la pena máxima (la extinción del contrato). Es de destacar que la aplicación de sanciones
debe adecuarse a criterios racionales, evitando pasar bruscamente de la indulgencia
al rigor, de la benignidad a la existencia estricta lo que hace necesaria, a veces, una
progresión en las sanciones. En esta inteligencia, en el caso, medió falta de justificación
suficiente del despido. (CNTrab., Sala IV, SD 90894 del 28/10/2005, “Mariani, Fabiana
Isabel c/Hoteles Sheraton de Argentina SAC s/Despido”, Expte. Nº 21.564/2003).
23. Trabajadora que no se somete al control médico patronal. Artículos 210, 213 y 232
de la LCT
Nada impide que un trabajador sea despedido con causa mientras cursa una
enfermedad. La transitoria imposibilidad o inconveniencia de prestar servicios que se
deriva del padecimiento de una enfermedad no le otorga al dependiente una garantía de
estabilidad y tampoco lo exime de dar cumplimiento con las obligaciones a su cargo, por
lo que, si se verifican inconductas o incumplimientos que, por su entidad, no consientan
la prosecución del vínculo, el empleador se encuentra habilitado a darlo por disuelto con
justa causa de conformidad con lo dispuesto por el artículo 232 de la LCT. En el caso, si
bien se consideró probado que, efectivamente, la actora presentó cierta sintomatología
a nivel intestinal, esta no presentó ninguna de las constancias médicas a las que hizo
referencia y si bien estaba anoticiado del día y hora en que concurrirían los médicos
enviados por el empleador, de conformidad con el artículo 210 de la LCT, frustró la
realización de los controles. (CNTrab., Sala II, SD 94941 del 20/4/2007, “Uzal, Clarisa
María c/Ragalli, Claudio César y otro s/Despido”, Expte. Nº 17.938/2004).
intimación fehaciente por parte del empleador, mientras que el subjetivo está vinculado
con el “animus” o intención de no reintegrarse a sus tareas. (CNTrab., Sala VI, SD
69687 del 22/5/2017, “Turquie, Isaac Carlos c/Ferrum SA de Cerámica y Metalurgia
s/Despido”, Expte. Nº 30.729/2015).
27. Trabajadora en uso de licencia médica. Despido operado antes de la notificación para
el reintegro a su puesto de trabajo
El abandono de trabajo requiere una clara intención del dependiente de no
continuar la relación, y solo se configura cuando se demuestra cabalmente que el ánimo
de aquel ha sido el de no reintegrarse a sus tareas, ya que no toda ausencia permite
inferir tal determinación. Así, en el caso, la trabajadora gozaba de licencia médica paga,
y la empleadora procedió a despedirla con anterioridad a la recepción de la intimación
que le cursara a los fines de su reincorporación. En ese contexto, no puede imputarse
de forma válida la figura de abandono de trabajo. Se debe entender que la empleadora
decidió apresuradamente la denuncia del contrato y, por lo tanto, tal proceder no resulta
hábil para impedir la prosecución del vínculo laboral y desplazar del primer plano la
regla de conservación del contrato de trabajo, consagrada por el artículo 10 de la LCT
(CNTrab., Sala IX, SD 22103 del 15/2/2017, “Barragán, Regina Alicia c/Microcentro de
Contacto SA s/Despido”, Expte. Nº 61.715/2013/CA1).
28. Despido por maternidad Ausencia de obligación por parte del empleador de intimar a
la trabajadora a retomar tareas una vez finalizada la licencia por maternidad. Artículo 186
de la LCT
La “opción tácita” establecida en el artículo 186 de la LCT resulta operativa
a través del silencio o de la actitud omisiva de la dependiente, y no requiere de un
comportamiento positivo del empleador destinado a que sea la trabajadora la que aclare
si se acogerá a la excedencia o, en su caso, si optará por no volver a trabajar. Si la
trabajadora no se reincorpora al empleo luego de vencido el plazo de la licencia, y no
comunica a su empleador, dentro de las 48 horas anteriores a su finalización, que
se acoge al período de excedencia, la ruptura del contrato de trabajo y el derecho al
resarcimiento opera, “ope legis”, es decir automáticamente. (En el caso, la actora formuló
su primera intimación dos meses después de la fecha en que debió reintegrarse a sus
tareas). (CNTrab., Sala II, SD 108084 del 7/5/2016, “Vera y Baus, María Ercilia Lorena
c/Goya Corrientes SRL s/Despido”, Expte. Nº 22.815/2014).
29. Ausencias del trabajador en el lugar de trabajo. Requisitos. Artículo 244 de la LCT.
Supuesto en que no se configura
Para que se configure la situación prevista en el artículo 244 de la LCT es
necesario comprobar que las ausencias del trabajador en el lugar de trabajo sean
imputables a este, como también que exista ánimo de no reintegrarse a sus tareas,
dado de que no toda ausencia permite inferir la existencia del elemento subjetivo de
abandono de trabajo. El “abandono-incumplimiento”, se verifica cuando el trabajador,
previamente intimado a retomar tareas, evidencia su propósito expreso o presunto de
no cumplir, en lo sucesivo, con su prestación laboral, sin que medie justificación alguna
de su parte para proceder de ese modo. Y en el caso, la recepción de una comunicación
del trabajador ausente que había intimado previamente por deficiencias registrales e
33. Trabajador que es despedido por la misma conducta por la que tiempo antes
se lo había suspendido
Cabe descalificar la legitimidad del despido cuando aparece como una decisión
tardía por la que el empleador se arrepiente de una sanción disciplinaria menor
adoptada por el mismo hecho. El actor -en el caso- había sido sancionado con dos días
de suspensión por inasistencias injustificadas durante dos días, y luego se lo despide
por la misma causa. En la pieza telegráfica rescisoria se indica una conducta por la que
ya habría sido sancionado, de modo que el despido resultó violatorio del principio “non
bis in idem”. (CNTrab., Sala VII, SD 50966 del 14/6/2017, “Candermo, Nicolás Omar
c/Ecoave SA s/Despido”, Expte. Nº 13.956/2012).
Mariana Pucciarello
Por ley nacional se fijarán las jornadas reducidas que correspondan para tareas
penosas, mortificantes o riesgosas, con indicación precisa e individualizada de las
mismas.
Es decir que las jornadas reducidas son de 6 horas para los menores de menos de
18 años (art. 190) y por tareas insalubres (art. 200) y de 7 horas en labores nocturnas
(art. 200).
La jornada insalubre se limita a 6 horas diarias o 36 semanales y no pueden
exigirse horas extras por razones de higiene. Cada hora insalubre, para el caso de
trabajos mixtos, se computa como 1 hora y 20 minutos y no como 1 hora y 33 minutos,
como dice la reglamentación de la ley 11544. Si se alternan trabajos insalubres con
trabajos salubres no abarcará la jornada insalubre más de 3 horas, pudiendo extenderse
la jornada normal así computada hasta completar el límite máximo de 8 horas. La
jornada insalubre puede distribuirse a razón de 7 horas diarias sin superar el tope
semanal de 36 horas. El trabajo por 6 horas equivale al de 8 en materia salarial. El
trabajo extraordinario por encima de la jornada de 6 horas debe considerarse prohibido,
pero como la prohibición está dirigida al empleador (art. 40, LCT), igualmente debe
pagarse la hora extraordinaria con recargo y sancionarse al empleador infractor. La
declaración de insalubridad requiere de una declaración administrativa (del Ministerio
de Trabajo, Empleo y Seguridad Social - MTESS). En los casos en que se requiere
declaración administrativa de insalubridad se sigue el procedimiento indicado en el
artículo 200, tercer párrafo. En caso de trabajo insalubre se puede retener la prestación.
Ver: artículos 75 de la ley de contrato de trabajo (LCT) y 1031 y 1032 del Código Civil y
Comercial (CCyCo.).
Por otra parte, el artículo 4 de la ley prevé que mediante reglamento del Poder
Ejecutivo pueden fijarse las siguientes excepciones por industria, comercio y oficio y
por región: a) las excepciones permanentes admisibles para los trabajos preparatorios o
complementarios que deban necesariamente ser ejecutados fuera del límite asignado al
trabajo general del establecimiento o para ciertas categorías de personas cuyo trabajo sea
especialmente intermitente y b) las excepciones temporarias admisibles para permitir a
las empresas hacer frente a las demandas extraordinarias de trabajo.
(3) Páramo Montero, Pablo: “Jubilación anticipada por trabajos de naturaleza penosa, tóxica, peligrosa
o insalubre” - Santiago - Chile - OIT - 2014 - pág. 3. Disponible en: http://www.ilo.org/wcmsp5/
groups/public/---americas/---rolima/--- sro-santiago/documents/publication/wcms_244747.pdf
(4) Pirolo, Miguel Á. y Murray, Cecilia: “Jornada de trabajo. Pausas y descanso”, en Ackerman, Mario
(dir.) y AA.VV. - T. III - pág. 727, citan los siguientes ejemplos: curtiembre y teñido de cueros y pieles
(D. 4414/1943); cardado de hilos y tejidos de algodón (D. 85006/1936); pulverización de pinturas y
colorantes y tóxicos (D. 141409/1943); limpieza y peinado de alfombras (D. 16671/1944); tallado
y pulimento de cristales ópticos (D. 17585/1945); industria azucarera (905/1947, D. 6969/1946);
cámaras frías (D. 6969/1946); cámaras subterráneas de cables telefónicos (D. 23664/1946); trituración
y molienda de minerales (D. 5755/1967); industria textil -exclusión del régimen de insalubridad-
requisitos (D. 5757/1967); pulimento de metales con esmeril (R. 322/1967); fabricación de ácido
sulfúrico (D. 1895/1978); fabricación de elementos derivados del cloro (D. 267/1979); fabricación
de sulfuro de carbono (D. 340/1979); fabricación de materia colorante tóxica (D. 1002/1980);
composición y fabricación del vidrio (D. 1835/1980). Publicados en Legislación Laboral 2000 - LL -
Bs. As. - T. I - pág. 468 y ss.
(5) Sureda Graells, Víctor A.: “Jornada de trabajo y descansos”, en Deveali, Mario (dir.): “Tratado
de Derecho del Trabajo” - T. II - pág. 95, recuerda que este decreto “declaró expresamente que la
Secretaría de Trabajo y Previsión (hoy Ministerio de Trabajo y Seguridad Social) era quien única y
exclusivamente estaba facultada para determinar en todos los casos, cualesquiera fueran las tareas
desempeñadas y el lugar donde se realizaran, si revestían o no el carácter de insalubres, a cuyo
efecto las respectivas actuaciones debían centralizarse en la Dirección General de Contralor y Policía
del Trabajo, organismo encargado de informar en cada caso, elevando luego sus conclusiones al
Secretario de Trabajo y Previsión, para su resolución y aplicación definitiva. Con este decreto quedó
bien aclarado que la insalubridad no queda librada al arbitrio de quien la alegue, sino de la autoridad
investida de esa facultad”
(6) Pirolo, Miguel Á. y Murray, Cecilia: “Jornada de trabajo. Pausas y descanso” - Ackerman, Mario
(dir.)
(7) Su texto es el siguiente: “Los reglamentos especiales a los que se refiere el artículo 5 de este
decreto determinarán los lugares y clase de trabajo comprendidos en la denominación de insalubres,
así como las condiciones necesarias para que determinados locales o trabajos puedan ser declarados
salubres por perfeccionamiento técnico o de método”
(8) Fernández Madrid, Juan C.: “Tratado Práctico de Derecho del Trabajo” - T. II - 1990 - pág. 1429.
El autor menciona tres tipos de declaración de insalubridad: a) la establecida en alguna norma, la
que puede revertirse en un caso concreto mediante la obtención de declaración de salubridad, b) la
determinada en alguna norma pero sujeta a que se den ciertas condiciones en la ejecución de las
tareas comprendidas en aquella, supuesto en que la autoridad administrativa deberá constatar si en el
ambiente de trabajo se respetan las pautas legales o reglamentarias que determinan su salubridad y c)
tareas o lugares insalubres no mencionados en ninguna norma legal o reglamentaria y que, por lo tanto,
deben ser calificados por la autoridad de aplicación
(9) Causa “Formica, Antonio y otros c/Empresa Líneas Marítimas Argentinas SA” - CNTrab. - Sala
III - Sent. del 28/12/1990 - en “Trabajo y Seguridad Social” - 2000 - pág. 729; aunque en contra de
este criterio puede citarse la decisión de la CFSS, causa “Insaurralde, Roque c/Caja Nacional de la
Industria, Comercio y Actividades Civiles” - sent. del 29/10/1993 - en “Trabajo y Seguridad Social”
- 2000 - pág. 729
(10) Sureda Graells, Víctor A.: “Jornada de trabajo y descansos”, en Deveali, Mario (dir.) y AA.VV.:
“Tratado de Derecho del Trabajo…” - T. II - pág. 97 recuerda que en virtud del carácter tutelar de la
declaración de insalubridad, y no del propósito de otorgar un incremento al salario percibido por el
trabajador, su efecto debe ser para el futuro aun cuando existan supuestos en los que debe ponderarse
la conducta de las partes
(11) (BO: 25/2/2002)
(12) A fin de que la actividad o la tarea sea encuadrada en el D. 4257/1968 que prevé anticipación de
las jubilaciones por causa de insalubridad
los legitimados para impugnar un acto de esta naturaleza son el empleador o el grupo de
empleadores afectados y el trabajador afectado o la asociación sindical de trabajadores
con personería gremial representativa de los trabajadores del establecimiento, quienes
deberán recurrirla ante el Consejo Federal del Trabajo dentro del plazo de veinte días
hábiles desde su notificación con efecto suspensivo. Este Consejo, a pedido de parte y
de resultar procedente, requerirá dictamen médico a la Superintendencia de Riesgos del
Trabajo. Con carácter general no se admite la apertura a prueba, aunque por excepción
puede producirse la denegada en sede local, o insuficientemente producida o relacionada
con hechos nuevos acaecidos con posterioridad al dictado del acto recurrido. Las
Administraciones locales deben remitir las actuaciones al Consejo Federal del Trabajo,
quien dentro del plazo de treinta días las remitirá a la Superintendencia de Riesgos
del Trabajo. De la opinión de esta se da vista a las partes por veinte días. El Consejo
tiene treinta días para resolver la cuestión. Esa decisión agota la vía administrativa,
quedando expedita la vía recursiva ante la Cámara Nacional de Apelaciones del Trabajo
de la Capital Federal(13). No obstante la aparente simplicidad de los procedimientos, hay
que advertir que la solución de algunos temas puede ser paradójica, tal como la que
surge del fallo plenario de la Cámara Nacional de Apelaciones del Trabajo en la causa
“Escalera, Orlando y otros c/Aceros Zapla s/diferencia de salarios”(14). Allí se debatió si
una disposición provincial que no seguía el procedimiento del artículo 200 de la LCT
para declarar la insalubridad de la tarea llevada a cabo en hornos de fundición de acero
-y cuyo expreso propósito era producir efectos en el ámbito previsional- también tenía
validez como declaración de insalubridad en el ámbito del contrato de trabajo. En el
primer caso, la declaración de insalubridad tiene por efecto que el trabajador pueda
jubilarse con anticipación a la edad prevista en el régimen general, mientras que en el
segundo, el procedimiento tiene por propósito en primer lugar eliminar las condiciones
insalubres de la tarea (para lo que se le da intervención al empleador) y solo luego de ese
paso, sin efectos positivos, proceder a reducir la jornada de trabajo. La solución a la que
arribó el Tribunal -que no fue unánime y que prácticamente dividió a los jueces en dos
posiciones casi igualmente numerosas- fue la de no reconocer aptitud a la resolución
provincial como declaración de insalubridad conforme el procedimiento de la LCT.
(13) Fernández Madrid, Juan C.: “Tratado Práctico de Derecho del Trabajo” - pág. 1434, sostiene que
por aplicación analógica de la L.18695 sobre procedimiento para aplicar sanciones por infracciones
laborales, la controversia que se suscite en estos casos corresponde a la CNTrab. de la Capital Federal
y a los jueces federales con asiento en el lugar de la infracción
(14) CNTrab., Fallo plenario Nº 318 del 28/12/2007, reunido para dilucidar el siguiente interrogante:
La declaración de la Dirección Provincial de Trabajo de la Provincia de Jujuy mediante R. 161/2001
en el sentido de que una tarea es penosa, riesgosa y/o determinante de vejez o agotamiento prematuro,
dirigida a regir el ámbito previsional en los términos del D. 4257/1968, ¿se aplica también como
declaración de insalubridad en el marco del artículo 200 LCT?
Horacio Acuña
I - ANTECEDENTES HISTÓRICOS
Haciendo un breve racconto histórico del estatuto del “peón rural”, la regulación
normativa nacional del trabajador agrario nació en el año 1944 con el decreto/ley
28169/1944 dictado por el Poder Ejecutivo Nacional a cargo fácticamente del general
Edelmiro Farrell. Dicho decreto establecía para los asalariados rurales no transitorios
de todo el país condiciones de trabajo tales como descanso dominical, vacaciones pagas,
salarios mínimos, condiciones de higiene, alojamiento y estabilidad. La norma de marras
fue luego ratificada por la ley 12921 y reglamentada en el año 1949 por el decreto 34147.
En el ínterin, y tras el dictado de varios decretos que regularon el trabajo
transitorio de cosechas, con la ley 13020 del año 1947 se creó la Comisión Nacional de
Trabajo Agrario, que sería la encargada de fijar las condiciones de trabajo y jornadas,
alimento, vivienda y asistencia sanitaria, entre otras.
Así las cosas, el gobierno de facto vigente en el poder al 24/3/1976 derogó las
leyes que regían la materia en aquel entonces. Además, eliminó expresamente a los
trabajadores agrarios de las previsiones de la ley de contrato de trabajo (en adelante LCT)
al redactar en 1980 la ley 22248 (cfr. art. 3) que vino a instaurar el régimen nacional del
trabajo agrario (en adelante RNTA), hasta que el 21/12/2011 se sancionó la ley 26727,
que modificó dicho régimen y que se mantiene hasta nuestros días.
La ley 26727 dejó en claro que el derecho laboral y el derecho agrario no podían
estar disociados entre sí, como si fueran dos ramas jurídicas distintas. Este concepto
fue reflejado en su artículo 2, inciso b) cuando determinó que el contrato de trabajo
agrario y la relación emergente del mismo se regirán “Por la Ley de Contrato de Trabajo
20744 (t.o. 1976), sus modificatorias y/o complementarias, la que será de aplicación en
todo lo que resulte compatible y no se oponga al régimen jurídico específico establecido en
la presente ley”.
En consecuencia, esta ley que, como dijera el jurista Jorge D. Díaz “resulta
omnicomprensiva de toda la tarea del trabajador agrario a nivel individual y sindical”(1),
volvió a habilitar, con carácter general, la posibilidad de aplicar supletoriamente a la
LCT -previo juicio de compatibilidad- para aquellos aspectos de la relación laboral rural
que no tenga una regulación expresa en el estatuto profesional.
Preliminarmente, es necesario sostener que, para la aplicación del presente
estatuto, corresponde hallar las notas tipificantes que posee todo contrato de trabajo
agrario, las cuales están constituidas en el artículo 11 de la ley 26727, en concordancia
con los artículos 5, 6 y 7. Aquella disposición precisó que existirá un contrato de trabajo
agrario “…cualquiera sea su forma o denominación, siempre que una persona física se
obligue a realizar actos, ejecutar obras o prestar servicios en el ámbito rural (art. 6 de la
L. 26727), mediante el pago de una remuneración en favor de otra y bajo su dependencia,
persiguiera esta o no fines de lucro, para la realización de tareas propias de la actividad
agraria (arts. 5 y 7 de la L. 26727) en cualquiera de sus especializaciones, tales como la
agrícola, pecuaria, forestal, avícola, apícola, hortícola u otras semejantes”.
Teniendo presente lo hasta aquí expuesto, cabe señalar que anteriormente
al nuevo marco jurídico, la ley 22248 conocía solo a dos clases de trabajadores: los
“permanentes” y los “no permanentes”, el primero era el clásico peón de campo y era el
que poseía mayores derechos, mientras que el segundo era el trabajador de las cosechas.
Sin embargo, con la llegada del nuevo régimen de trabajo agrario, el legislador mantuvo
a los trabajadores “no permanentes”, denominándolos como “temporarios”, y también
mantuvo al “trabajador permanente” como sujeto preferente de tutela, pero innovó en
dos tipos de contrato agrario: el permanente de “prestación continua” y el permanente
de “prestación discontinua”.
Siguiendo un orden pedagógico, el contrato de trabajo agrario que se celebre entre
partes, sin especificación alguna, se entenderá que es con carácter permanente y como
de prestación continua, pues así lo quiso definir en el artículo 16, salvo que se prevea
la excepción a la continuidad. En otras palabras, este contrato es el que se conoce por
la LCT como el contrato a tiempo indeterminado, por carecer de plazo alguno: estará
vigente hasta que el trabajador reúna las condiciones para jubilarse o se encuentre en
otras causales de extinción.
(1) Díaz, Jorge D.: “Trabajo agrario. Historia y legislación. Evolución de la labor rural hasta el dictado
de la ley 26727” - Cita Online: AP/DOC/2208/2012. ERREPAR
(3) Requena, Cristián: “Régimen de Trabajo Agrario. Ley 26727 Comentada” - Ediciones Alveroni -
págs. 101/102
(4) Moneto, Cristián M.: “El régimen de extinción del contrato de trabajo agrario permanente.
Particularidades de la indemnización por despido” - Consultor Agropecuario - Mayo 2016 - ERREPAR
On line
(5) Aronna, Carlos C.: “Las modalidades contractuales en el nuevo Régimen de Trabajo Agrario” - en
Revista de Derecho Laboral, Actualidad 2.012-1 - cita en línea de Rubinzal-Culzoni Editores - RC D
4054/2012
costumbre según el tipo de explotación la convocatoria sea realizada con anticipación prudente, en
un alcance razonable e idóneo para que el trabajador pueda tomar conocimiento de tal convocatoria
y acomodar su situación para presentarse a la reanudación”. (Prola, Juan I. - 22/4/2019 - http://
ar.microjuris.com/ Id SAIJ: DACF190173
(9) Centeno, Norberto: “Declaraciones a propósito de Cuarenta observaciones a la Ley de Contrato
de Trabajo” - Crónica Forense (Mensuario de Legislación, Doctrina y Jurisprudencia de Derecho del
Trabajo y de la Seguridad Social) - Córdoba N° 3 - marzo de 1976 - pág. 75
(10) Peretti, Mariano: “Los efectos de la extinción del contrato de trabajo agrario” - Consultor
Agropecuario. ERREPAR - Febrero 2015
trabajador agrario tiene las herramientas necesarias para combatir el empleo en negro,
pudiendo beneficiarse en caso de que esté incorrectamente registrado al ver que su
empleador evade sus obligaciones laborales y previsionales.
En este contexto, y a esta altura de las circunstancias dadas, surge claramente
que el artículo 108 al provenir de una ley como la 26737 es posterior al decreto 2715
del año 1991, por ello debe entenderse que aquella ley deroga a este decreto por los
principios de que, por un lado, una norma de superior jerarquía elimina a la de inferior
jerarquía sobre idéntica materia y, por el otro, una norma de igual jerarquía dictada con
posterioridad deroga a otra también de igual jerarquía, por ser anterior en el tiempo.
IV - CONCLUSIÓN
La autora analiza cuestiones relativas a las Obras Sociales partiendo del análisis
de la jurisprudencia de la Cámara Federal de la Seguridad Social.
I - INTRODUCCIÓN
II - MARCO LEGAL
La ley 23660 regula, en general, la materia atinente a las Obras Sociales y la ley
23661, lo concerniente al Sistema Nacional de Seguro de Salud, ambas con sus normas
reglamentarias y complementarias.
A través de la ley 19032 se creó el Instituto Nacional de Servicios Sociales para
Jubilados y Pensionados (INSSJyP).
La ley 24655, de creación de la Justicia Federal de Primera Instancia de la
Seguridad Social, en su artículo 2, inciso f), establece la competencia de dicho fuero
para entender en las causas que fueran asignadas a la Justicia Nacional de Primera
Instancia del Trabajo, por el artículo 24 de la ley 23660.
III - COMPETENCIA
B) Competencia territorial
La Sala I de la CFSS, en los obrados “Obra Social Unión Obrera Metalúrgica de la
República Argentina c/Metalpleg SRL s/ejecución ley 23660”, del 17/9/2021, evaluó un
supuesto en el cual la parte actora había apelado la sentencia dictada por un Juzgado
Federal de la Seguridad Social.
El presentante hizo referencia al acuerdo suscripto entre las partes -en donde
habían pactado la jurisdicción de los juzgados federales correspondiente al domicilio de
la obra social-, así como a lo dispuesto por los artículos 5, inciso 7) y artículo 4, párrafo
tercero del CPCC.
El Tribunal revocó lo decidido, devolviendo los actuados a la anterior instancia,
a efectos de que el magistrado reasumiera la competencia y continuase la causa según
su estado.
Así, expresó lo siguiente:
El artículo 5, inciso 7) del CPCCN señala que será juez competente “en las
acciones fiscales por cobro de impuestos, tasas o multas y salvo disposición
en contrario, el del lugar del bien o actividad gravados o sometidos a
inspección, inscripción o fiscalización, el del lugar donde deban pagarse o
el del domicilio del deudor, a elección del actor...”. El artículo 23 de la ley
23660 dice: “Los fondos previstos por la presente ley como también los que
por cualquier motivo correspondan a las obras sociales deberán depositarse
en instituciones bancarias oficiales nacionales, provinciales o municipales y
serán destinados exclusivamente a la atención de las prestaciones y demás
obligaciones de las mismas y de los gastos administrativos que demande
su funcionamiento”. En consecuencia, surgiendo del certificado de deuda
el dato objetivo del establecimiento del deudor, y dada la naturaleza de la
deuda (aportes y contribuciones), propongo rechazar el recurso de apelación
presentado y confirmar la sentencia de grado.
La Sala II de la CFSS, in re, “Obra Social Personal Industria del Plástico c/Celestal
SAIC s/ejecución ley 23660”, del 3/9/2021, evaluó una causa en la cual la demandada
apeló la sentencia que rechazó la excepción de inhabilidad de título opuesta por la
ejecutada e hizo lugar a la ejecución.
La causa ha sido mal elevada por ante este Tribunal en atención a lo resuelto
por la Corte Suprema de Justicia de la Nación en autos “Obra Social de
Docentes Particulares c/Fundación Santa María s/Ejecutivo” (O. 261 XLVI del
6/5/2014). En la referida causa, se sostuvo que las atribuciones conferidas
a las obras sociales para la emisión del título ejecutivo, así como para el
cobro judicial de los aportes y contribuciones adeudados, deben enmarcarse
en las normas del juicio de ejecución fiscal establecidas en la ley 11683 y,
en cuanto al caso interesa, lo establecido en el artículo 92 de dicho cuerpo
legal, por el que se fija la regla de la inapelabilidad de la sentencia que se
dicta respecto de la suma que se reclama.
V - INTERESES
La causa ha sido mal elevada por ante este Tribunal en atención a lo resuelto
por la Corte Suprema de Justicia de la Nación en autos “Obra Social de
Docentes Particulares c/Fundación Santa María s/Ejecutivo” (O. 261 XLVI del
6/5/2014). En la referida causa, se sostuvo que las atribuciones conferidas
a las obras sociales para la emisión del título ejecutivo, así como para el
cobro judicial de los aportes y contribuciones adeudados, deben enmarcarse
dentro de las normas del juicio de ejecución fiscal establecidas en la ley
11683 y, en cuanto al caso interesa, lo establecido en el artículo 92 de dicho
cuerpo legal, por el que se fija la regla de la inapelabilidad de la sentencia
que se dicta respecto de la suma que se reclama.
la suma que resultara, y el deudor fuese moroso en hacerlo (art. 623 “in
fine”, Código Civil). (Fallos: 326:4567, considerando 3º y sus citas, en igual
sentido 324:155, entre otros). A mayor abundamiento, se ha sostenido que
“…la prohibición de capitalización de intereses supone premiar la conducta
del deudor negligente; este debe devolver al acreedor el interés que pago o
podría haber pagado a terceros para obtener el capital del que se vio privado
a causa de la mora en que incurrió el deudor. Se castiga al acreedor si se
convierte en no fructífera la cantidad acumulada por los intereses impagos,
pues el acreedor no ha podido disponer de ellos para obtener nuevas rentas.
El acreedor no solo se ve privado del uso de los réditos de su capital (y
de las posibles ganancias que esos réditos le habrían proporcionado) sino
que, en caso de necesitar dinero, deberá acudir a una entidad prestamista,
abonando a un tercero intereses sobre el monto total (capital e intereses)
que se le adeuda. (“Motor SAC y F c/Platon, Ricardo s/Ejecutivo”, del
19/4/1990 de la Sala E de la Cámara Nacional de Apelaciones en lo
Comercial). Ello así, por cuanto estos intereses no tienen en mira resarcir
al acreedor por la no utilización del capital, sino que revisten el carácter
de una pena por el incumplimiento de una obligación legal, incorporándose
luego al capital adeudado, y en tanto las normas a plicadas al objeto de las
actuaciones, tienen por finalidad sancionar el ingreso tardío de los aportes y
contribuciones al sistema, asegurando el cumplimiento eficaz de los mismos.
En el caso de autos, el sentenciante mandó a llevar adelante la ejecución.
Ante el incumplimiento decreta el embargo sobre los fondos que la ejecutada
tuviere y finalmente la accionante presenta una nueva liquidación con la
capitalización de los intereses, la cual es rechazada por el juez a quo por
supuesto anatocismo. Por lo expuesto, teniendo en cuenta que el caso de
autos encuadra en la excepción del inciso c) del artículo 770, corresponde
revocar lo dispuesto en la resolución recurrida.
suscripto en el marco del traspaso del sistema jubilatorio realizado por el Poder Ejecutivo
Nacional, mediante el decreto 82/1994, así como su Convenio Aclaratorio.
En relación al tópico, la sentencia decidió lo que sigue:
El artículo 8 de la ley 19032 prevé los recursos con que cuenta el Instituto y
entre ellos, en el inciso d) El aporte del personal en actividad comprendido
en el régimen nacional de jubilaciones y pensiones consistente en el tres por
ciento (3%) de su remuneración conforme a las disposiciones de la ley 24241.
El decreto 82/1994 establece en su artículo 2: Autorízase al Departamento
Ejecutivo de la Municipalidad de la Ciudad de Buenos Aires a convenir con la
Secretaría de Seguridad Social del Ministerio de Trabajo y Seguridad Social,
la transferencia al Sistema Integrado de Jubilaciones y Pensiones de las
obligaciones derivadas del pago a los beneficiarios que actualmente están
a cargo del Instituto Municipal de Previsión Social, a partir del 1/1/1994. El
artículo 3, a su vez, determina que los aportes y contribuciones obligatorios
devengados desde el 1/1/1994, previstos en el financiamiento del Sistema
Integrado de Jubilaciones y Pensiones, serán efectuados por la Municipalidad
de la Ciudad de Buenos Aires, al Sistema Único de Seguridad Social a partir
de dicha fecha. En ese orden, la Municipalidad de la Ciudad de Buenos Aires
celebró el 29/4/1994 el Convenio de Transferencia del Instituto Municipal
de Previsión Social al ANSeS, en cuya cláusula cuarta se compromete a
efectuar los aportes previstos en el artículo 8, inciso d) de la ley 19032, la
cual fue posteriormente modificada por medio del Convenio Aclaratorio del
16/2/2007. Así en la cláusula primera aclara que el personal comprendido
en la cláusula cuarta del Convenio de Transferencia de fecha 29/4/1994
queda exento, a partir del 1/1/1994 del aporte previsto en la ley 19032 y
sus modificatorias, en las leyes 23568, 23660, 25615 o cualquier otra que
la sustituya en el futuro. Asimismo, el Gobierno de la Ciudad Autónoma de
Buenos Aires, los organismos descentralizados, entes autárquicos y demás
organismos que lo integren o que de él dependan, al cual pertenece dicho
personal quedarán exceptuados de realizar las contribuciones establecidas
en las mencionadas leyes. La cuestión queda, pues, zanjada con el Convenio
Aclaratorio al Convenio de Transferencia del Instituto Municipal de Previsión
Social de la Municipalidad de la Ciudad de Buenos Aires a la Administración
Nacional de la Seguridad Social, y por lo tanto los actores se encuentran
eximidos de efectuar los aportes previstos en la ley 19032. La imperatividad
de dicho convenio no puede ser cuestionada por la demandada, ya que
ha sido dictada en la órbita del Poder Ejecutivo a través de una de sus
dependencias, expresamente autorizadas para su concertación, de acuerdo
a las facultades que le acordara el decreto 82/1994 ut supra referido. No
cabe discutir la competencia de los Ministerios, pues no son compartimentos
estancos del Poder Ejecutivo del que forman parte.
Nota al fallo
Amanda B. Caubet
En el excelente voto del Dr. Luis Raffaghelli se tratan todos los aspectos de un
hecho que provocó lesiones en el actor, ocasionados por una golpiza que sufrió debido
a la falta de control de una asamblea convocada por el sindicato correspondiente,
debidamente autorizada por el empleador.
Al respecto recuerdo que el artículo 75 de la ley de contrato de trabajo (LCT)
establece como deber legal la obligación de seguridad del empleador de carácter bifronte,
como subraya el juez, pues también es una obligación del contrato de trabajo a cargo
del dador de trabajo.
En el caso que trata la sentencia se puntualiza que la empleadora no adoptó
ninguna medida para garantizar la seguridad de su dependiente, agredido en el lugar de
trabajo, por personas que no fueron controladas en su ingreso, ni siquiera identificadas.
Y por tal motivo recurrió a la culpa que lo responsabiliza.
La culpa del deudor en el cumplimiento de su obligación consiste en omitir las
acciones que correspondiese realizar según las circunstancias del tiempo y del lugar.
Comprenden la imprudencia, la negligencia y la impericia en el arte o profesión (art.
1724, CCyCo.), y en el caso se configura por el incumplimiento del deber de seguridad.
En materia de incapacidad subrayo que la misma debe ser apreciada íntegramente,
a cuyo efecto es necesario conocer cada una de las afecciones que minan la salud de la
víctima (independientemente de que sean físicas o psíquicas), y debe atenderse, en su
caso, al valor funcional de los miembros y no al de una parte de ellos, como, por ejemplo,
un dedo o una falange, que deben valorarse teniendo en cuenta la integralidad de la
mano y de sus funciones.(1)
(1) El juzgador para apartarse de las conclusiones allegadas por el perito debe tener razones muy
fundadas, pues si bien las normas procesales no acuerdan al dictamen el carácter de prueba legal, para
desvirtuarlo es imprescindible traer elementos de juicio que permitan concluir fehacientemente el error
o el inadecuado
comporta la necesidad de una apreciación específica del campo del saber del perito,
técnicamente ajeno al hombre de derecho (“Yurquina, César Luis c/Centro Médico
SA y otro s/despido” - CNTrab. - Sala IV - 13/7/2011).
II - Baremos
Los baremos son tablas de incapacidades elaboradas por médicos en las que se
evalúa con precisión el grado de incapacidad que origina cada contingencia. Son de
indudable valor científico, pero no dejan de ser apreciaciones efectuadas en abstracto
sobre las consecuencias de un hecho dañoso a las cuales no debe atarse el juez, y son
solo una guía para estimar la disminución que ocasiona un cierto padecimiento en el
caso particular.
Resulta obvio que determinar una minusvalía requiere la valoración de las
circunstancias personales inherentes a cada ser humano, lo que no puede estar sujeto
a tabulación de ninguna especie.
Señala Santiago J. Rubinstein(2) que “…si bien es cierto que no se puede pretender
que el juez alcance los conocimientos científicos del perito, es importante que con los
conocimientos comunes realice una correcta valoración del informe pericial, conforme a
las pautas suministradas por los adelantos científicos y también por la metodología y
razonabilidad del procedimiento utilizado por el experto y los estudios complementarios
que forman parte integrante del informe pericial. … Y destaca tres modos de control,
frente a la labor del perito: 1) la valoración de su autoridad científica; 2) la incorporación
al patrimonio científico comúnmente aceptado de los métodos por él empleados, y 3) a
solidez y razonabilidad de sus fundamentos y su coherencia lógica…”.
Los baremos son útiles al juez y a los peritos que pueden apoyarse en ellos para
llegar a conclusiones científicas, y como lo que resulta de todos los medios de prueba,
deben ser convincentes, pero no obligan a los jueces al extremo de forzar su criterio,
pues una conclusión de tal naturaleza sería contraria al derecho de los damnificados
a un juicio justo (art. 18, Constitución Nacional) y al artículo 8.1 de la Convención
Americana sobre Derechos Humanos, que se refiere al derecho de la víctima a un debido
proceso legal.
(2) Rubinstein, Santiago J.: “Código de incapacidades laborativas” - Ed. AbeledoPerrot - 6a ed. - 2013
3. Factor edad
Los valores del factor de ponderación según la edad del damnificado deberán
estar comprendidos en los períodos que van de menos de 21 años de 0 a 4%; de 21 a 30
años de 0 a 3%; y de 31 años o más de 0-2%. Este factor se incorpora a la incapacidad
funcional sumándose en forma directa.
jurisprudencia judicial
La Sra. González puso fin a la relación de trabajo que la uniera con su empleadora,
atribuyéndole tres principales injurias: 1) el ejercicio abusivo del “ius variandi”; 2) la falta
de reconocimiento de su real categoría y consecuente nivel salarial y 3) el endeudamiento
de sus haberes correspondientes al mes de julio de 2017 … expresamente reconoció su
firma en el mencionado documento a fs. 54, siendo que esto último puede ser irrelevante
en nuestra materia, lo cierto es que la decisión empresarial de asignar a la recurrente a
un nuevo destino respondió a una causal objetiva, y no controvertida entre las partes:
la finalización de la contratación de Linser SA como empresa de limpieza en el Hospital
de Clínicas. Al respecto, asigno trascendencia relevante -insisto, prescindiendo de toda
documentación formal- apreciar la realidad como es, y no a través de la norma, lo que
me conduce a concluir que la actora no podía desconocer dicha posibilidad, pues ese
cambio era inherente a la modalidad de contratación de su empleadora en relación a las
empresas usuarias de sus servicios de limpieza … las empresas de limpieza, así como
todas aquellas que por injerencia del servicio prestado pueden hacer que el dependiente
deba modificar su “objetivo” -v., seguridad-, “pueden gozar de una apreciación más
elástica de las causas que puedan llevarla a decidir la modificación del lugar de trabajo
de uno de sus dependientes, también se debe admitir que aun con esa elasticidad, se
debe demostrar que alguna razón funcional hubo porque de otro modo no cumpliría
el requisito de los artículos 66 y 68 de la LCT, sino que se traduciría en una decisión
discrecional del empleador.
❙ GONZÁLEZ, ELIANA C/LINSER SA S/DESPIDO - CÁM. NAC. TRAB. - SALA I - 01/04/2022
EXTINCIÓN POR MUTUO ACUERDO. ARTÍCULO 241 “IN FINE” DE LA LCT. ORFANDAD
PROBATORIA. INTERCAMBIO TELEGRÁFICO
Acerbo fue procesado por tal delito en los siguientes términos “…en efecto se ha
demostrado que Acerbo desvió en beneficio propio, la suma de $ 6.400 a quedarse para
sí parte de lo realmente entregado por Ratti de Nucifora, en oportunidad de rendir a la
empresa lo consignado en el segundo presupuesto en concepto de adelanto pudiendo
sostener que los elementos mencionados precedentemente -valorados conjuntamente-
forman un cuadro probatorio suficiente, al menos para esta etapa procesal del que se
deriva una imputación de responsabilidad penal hacia él”, lo que a mi ver corrobora los
hechos invocados por la empleadora en la misiva resolutoria citada como generadores
de la causal de pérdida de confianza … a solicitud del accionante con fecha 29/4/2015
se suspendió el juicio a prueba respecto del nombrado por el término de un año y
seis meses y se le impusieron las obligaciones del artículo 27 bis del Código Penal …
el imputado … no cometió delitos durante el término de la suspensión del proceso a
prueba, por lo que se dictó el sobreseimiento respecto del imputado por extinción de la
acción penal … el instituto de la suspensión del juicio a prueba no altera el principio de
inocencia que debe regir en el derecho penal, también lo es que a fin que se configure
la pérdida de confianza invocada no resulta indispensable que el accionante haya sido
condenado en sede penal. Obsérvese que en la comunicación de despido no se invocó
como injuria un delito específico, sino una antijuricidad consistente en haber rendido
menos dinero que el recibido, proceder generador de pérdida de confianza, más allá del
matiz de su posible ilicitud en el marco del derecho penal … la solicitud de aplicación
de la “probation” podría incidir en la configuración del elemento objetivo que deriva en
la pérdida de confianza cuando, como aconteció en la presente causa, el trabajador fue
procesado por un delito en perjuicio de la demandada y omitió brindar una explicación
razonable tendiente a clarificar los sucesos que dieron lugar al inicio de las actuaciones
penales.
❙ ACERBO, CARLOS ALBERTO C/OTFAK SA Y OTROS S/DESPIDO - CÁM. NAC. TRAB. - SALA X -
22/03/2022
ACCIDENTE DE TRABAJO. LEY ESPECIAL. “IN ITINERE”. ROBO. AGRESIÓN FÍSICA. DAÑO
PSICOLÓGICO. PROCEDENCIA
Al tener en cuenta los términos en los que fue esgrimida la pretensión recursiva,
que la relación causal que interesa a la ley de riesgos del trabajo es un concepto
perteneciente a la órbita de la ciencia jurídica y no de la médica y, aun cuando se
requiera el conocimiento científico-técnico de la medicina por el cual se convoca a los
expertos como auxiliares de la justicia, es atribución exclusiva de los jueces, evaluadas
las circunstancias de cada caso concreto, la determinación de la existencia y el alcance
de dicho nexo … cabe tener en cuenta las circunstancias fácticas que rodearon al
origen de las afecciones físicas (las cuales según arriba firme a esta instancia revisora
acontecieron como consecuencia de asalto con uso de violencia y golpiza que padeció el
actor). En razón de ello, es razonable que los sucesos de autos hubiesen impactado en
la esfera psíquica del trabajador de modo de ocasionar algún tipo de secuela psíquica de
carácter irreversible y en nexo de causalidad adecuada y resarcible en el marco de la ley
24557 (art. 386, CPCCN).
❙ VALENZUEL ACOSTA, JONATHAN DANTE C/EXPERTA ART SA S/RECURSO LEY 27348 - CÁM. NAC.
TRAB. - SALA X - 01/04/2022
En esta sección se explican las instituciones del derecho del trabajo en forma
sencilla y concreta, de acuerdo con la doctrina y jurisprudencia prevalecientes.
práctica laboral
Hechos
Se presenta el actor iniciando formal demanda contra su empleadora en procura
del pago de la indemnización por despido que reclama. Afirma que, con motivo de las
tareas realizadas, sufrió un cuadro de estrés y ataques de pánico debiendo consultar
un médico psiquiatra quien, dada la dolencia manifestada, le extendió un certificado
médico prescribiendo 20 días de licencia hasta nueva consulta.
Agrega que, al no recuperarse, su galeno fue extendiendo la licencia, indicando
expresamente que debía mantenerse alejado de las tareas laborales que habitualmente
realizaba.
Su empleadora, desconociendo los informes médicos de la psiquiatra tratante, le
notifica que, del resultado del control médico laboral efectuado, surgía que no presentaba
tal patología, por lo cual lo intimaba a cumplir tareas en forma normal y habitual.
Análisis
A fin de resolver el caso en análisis, corresponde efectuar las siguientes conside-
raciones.
En el presente caso, el juez de grado hizo lugar a la acción entablada y, por
las consideraciones que expuso, condenó a la empresa demandada al pago de la
indemnización por despido reclamada haciendo lugar, asimismo, al reclamo por los
salarios adeudados durante la licencia por enfermedad.
En el caso, la empleadora alegó que despidió al trabajador con justa causa dado
que este no probó con certificados médicos auténticos que se encontraba incapacitado
para retomar sus tareas.
Así, y en cuanto a la extensión del certificado de trabajo previsto en el artículo 80
de la LCT, toda vez que el mismo se ajustó a las remuneraciones efectivamente abonadas
por la empleadora y se corrobora que los aportes fueron efectivamente ingresados a los
organismos correspondientes, sin perjuicio de la imperfección señalada, consideró que
la obligación de hacer prevista en dicha normativa se encuentra cumplida.
Ahora bien, frente a los agravios expuestos por el accionante en tal aspecto,
corresponde hacer lugar al rubro de tal modo reclamado.
práctica previsional
María D. Lodi-Fé
I - Decreto 99/2022
1. Facultades
El decreto faculta a la Secretaría de Seguridad Social, a la Administración Federal
de Ingresos Públicos y a la Administración Nacional de la Seguridad Social, cada una en
el ámbito de sus respectivas competencias, para dictar las normas complementarias y
aclaratorias, así como los procedimientos que sean necesarios para la efectiva aplicación
de lo dispuesto en el decreto.
2. Beneficio jubilatorio
2.2. Requisitos
El artículo 2 de la ley establece que los/las trabajadores/as de establecimientos
viñateros y los/las contratistas de viñas comprendidos/as en la ley 23154 tienen derecho
a acceder a la Jubilación Ordinaria con un mínimo de 57 años de edad, sin distinción
de sexo, siempre que acrediten 25 años de servicios, con aportes.
En el decreto se aclara que la Jubilación Ordinaria a la que refiere el artículo 2
de la ley 27643, comprende las prestaciones establecidas en los incisos a), b) y e) del
artículo 17 de la ley 24241, a las que se tiene derecho una vez alcanzados los requisitos
de edad y servicios establecidos en la norma que se reglamenta.
Las prestaciones citadas son la Prestación Básica Universal, la Prestación
Compensatoria y la Prestación Adicional por Permanencia.
La aclaración es correcta, habida cuenta de que en el Sistema Integrado Previsional
Argentino regulado por la ley 24241 actualmente no existe la Jubilación Ordinaria.
Recordamos, que el artículo 1 de la ley 26425 -modificatoria de la L. 24241-
dispone la unificación del Sistema Integrado de Jubilaciones y Pensiones en un único
Régimen Previsional Público que denomina Sistema Integrado Previsional Argentino,
financiado a través de un sistema solidario de reparto y se elimina el Régimen de
Capitalización, que incluía entre sus prestaciones a la Jubilación Ordinaria.
3. Contribución patronal
El artículo 4 de la ley establece que la contribución patronal respecto de las tareas
referidas es la que rija en el régimen común -Sistema Integrado Previsional Argentino-,
incrementada en dos puntos porcentuales.
En el decreto se aclara que el incremento de los referidos dos puntos porcentuales
en la contribución patronal, a que hace mención el referido artículo 4 de la ley, debe
hacerse efectivo a partir del 1/12/2021.
4. Aplicación supletoria
El artículo 5 de la ley -que no se reglamenta-, dispone que para los supuestos
no contemplados en el Régimen, es de aplicación supletoria la ley 24241, sus
complementarias y modificatorias o las que en el futuro las reemplacen.
5. Vigencia. Reglamentación
El artículo 6 de la ley establece que el Poder Ejecutivo Nacional reglamentará la
ley en el plazo de sesenta días desde su promulgación (11/11/2021).
El decreto reglamentario -dictado con posterioridad al plazo citado-, entró en
vigencia a partir de su publicación en el Boletín Oficial (27/2/2022), pero como lo
comentáramos precedentemente es de aplicación a partir del 1/12/2021.
II - Comentarios
Consideramos de interés detallar los sujetos alcanzados, el tema del cese en
servicios, la forma de acreditación de los servicios y cuáles son las pruebas documentales
requeridas para acceder a las distintas prestaciones.
1. Sujetos alcanzados
Las trabajadoras/es que desarrollan tareas de cultivo y cuidado de la vid,
enmarcadas en el Convenio Colectivo de Trabajo 154/1991 (Actividades incluidas en el
artículo 5 del CCT 154/1991) y los que en su futuro lo remplacen y que se encuentran
en relación de dependencia en establecimientos viñateros, incluso aquellos que también
posean olivares y frutales, siempre y cuando su actividad principal sea la vitícola.
1ra. Categoría: Obrero común.
2da. Categoría. Obrero especializado: a) Podador, b) Desoriliador, c) Sulfatador,
azufrador y curador manual y d) Desbrotador.
2. Cese de servicios
Una vez acreditado el derecho a la prestación solicitada por aplicación del
Régimen, a los fines de su inclusión en curso de pago, se requiere la cesación en la
actividad diferencial.
3. Acreditación de servicios
A fin de la acreditación de los servicios declarados por el/la titular al amparo
de la ley 27643 es de aplicación la probatoria de servicios, carácter y remuneraciones
vigentes.
En el momento de la iniciación del trámite, la persona debe declarar si tiene
prueba documental que acredite la prestación de los servicios denunciados, debiendo
presentar en esa instancia las que correspondan a empleadores que se constate que se
encuentren inactivos. Si manifiesta no tener pruebas documentales, se deja constancia
en el expediente.
Asimismo, en los casos de solicitudes de Retiro Transitorio por Invalidez o
Pensión directa y a fin de determinar la regularidad, no es necesaria la acreditación
de los servicios bajo el Régimen, salvo que la regularidad se pretenda alcanzar a través
de los años necesarios para la obtención de la Prestación Básica Universal (es el caso
que para ser aportante regular uno de las dos formas de serlo es acreditar 30 años de
servicios con aportes).
Es decir, que la regularidad puede obtenerse con los servicios comunes.
El criterio referido precedentemente se aplica si el solicitante reúne los requisitos,
por el Régimen General, para la obtención de una Prestación Básica Universal (edad y
servicios de la L. 24241).
4. Pruebas documentales
Detallamos a continuación -de manera enunciativa- los medios probatorios que
son válidos como prueba documental y principio de prueba por escrito:
- Recibos de sueldo.
- Contrato celebrado entre el contratista de viñas y el empleador.
- Constancia de Inscripción en el Registro de Viñas y Frutales Nacionales y/o
Provinciales.
- Constancia de afiliación a la Obra Social del sector (OSPAV).
- Certificación de Servicios o certificado de época donde conste la actividad del
trabajador extendida por el empleador.
María D. Lodi-Fé
difundirlas, cualquiera sea el lugar y la forma en que lo realiza y a las personas encargadas
de la dirección, los apuntadores, los asistentes de cualquiera de ellos, coristas y cuerpos
de bailes.
En el artículo 2 de la ley se aclara que son personas encargadas de la dirección
aquellas que tienen como función la puesta en escena de los espectáculos, incluyendo
la dirección de los actores e intérpretes, apuntadores son aquellas personas encargadas
de recordar directa o indirectamente a los actores sus respectivos textos del libreto,
las coristas son las personas que cantan, bailan y actúan conformando un coro y los
cuerpos de baile son aquellas personas que bailan interpretando una coreografía de
manera grupal o solista.
La ley -en su artículo 10-, establece que los actores-intérpretes y demás sujetos
definidos precedentemente se encuentran comprendidos en el Sistema Integrado
Previsional Argentino, de acuerdo con lo normado por el inciso a) del artículo 2 de la ley
24241 y en los regímenes previstos en las leyes 19032 (Instituto Nacional de Servicios
Sociales para Jubilados y Pensionados), 23660 (Obras Sociales), 23661 (Sistema
Nacional de Servicios de Salud), 24013 (Desempleo), 24557 (Riesgos del Trabajo) y
24714 (Asignaciones Familiares).
El primer párrafo del artículo 11 de la ley dispuso que los aportes y contribuciones
obligatorios al Sistema Integrado Previsional Argentino y a los restantes subsistemas de
seguridad social referidos se calculan tomando como base las remuneraciones imponibles
devengadas en cada mes calendario, de acuerdo con lo previsto por el artículo 9 de la
ley 24241.
Por el decreto 616 del 25/4/2016 se aprobó la reglamentación de la citada ley
27203 y se determinó la base imponible para el cálculo de los aportes y contribuciones.
El artículo 8 de la citada reglamentación -que fue modificado por el artículo 3
del D. 830/2021- reglaba que los derechos de Propiedad Intelectual de los actores-
intérpretes se regirían por las disposiciones contenidas en la ley 11723, los decretos
746/1973 y 1914/2006, y que los derechos de imagen no se consideraban parte de la
remuneración convenida por la prestación laboral efectivamente realizada.
El artículo 11 de la mencionada reglamentación -derogado por el artículo 4 del D.
830/2021- establecía que la base imponible para el cálculo de los aportes y contribuciones
estaría constituida por las remuneraciones establecidas en las escalas salariales del
Convenio Colectivo de Trabajo correspondiente a cada rama de la actividad actoral,
según la modalidad de contratación aplicable, con exclusión de aquellos conceptos
que no retribuyeran la prestación laboral efectivamente realizada y que derivaran de
la cesión y/o explotación de los derechos de imagen, de emisión y de intérprete, en los
términos de la ley 11723.
Por el decreto 616/2016 se encomendó a la Administración Federal de Ingresos
Públicos, a la Superintendencia de Servicios de Salud, a la Administración Nacional de
la Seguridad Social, a la Superintendencia de Riesgos del Trabajo, a la Superintendencia
de Seguros de la Nación y a la Superintendencia de Servicios de Salud que procedieran
a dictar la normativa correspondiente en el marco de sus competencias.
En consecuencia, se emitió la Resolución Conjunta General de la Administración
Federal de Ingresos Públicos 3917, Superintendencia de Servicios de Salud 300,
Secretaría de Seguridad Social 7, Superintendencia de Seguros de la Nación 39953 y
Superintendencia de Riesgos del Trabajo 321 del 27/7/2016.
I - Resolución conjunta general (AFIP) 3917, (SS SALUD) 300, (SSS) 7, (SSN) 39953 y (SRT) 321
c) En caso de licencia sin goce de remuneración por razones particulares del trabajador,
este puede optar por mantener durante el lapso de la licencia la calidad de beneficiario
cumpliendo con las obligaciones de aportes a su cargo y contribución a cargo del
empleador.
d) Los trabajadores de temporada pueden optar por mantener el carácter de
beneficiarios durante el período de inactividad y mientras subsista el contrato de
trabajo cumpliendo durante ese período con las obligaciones del aporte a su cargo y
de la contribución a cargo del empleador. Este derecho cesa a partir del momento en
que, en razón de otro contrato de trabajo, pasen a ser beneficiarios titulares.
e) En caso de que el trabajador deba prestar servicio militar obligatorio por llamado
ordinario, movilización o convocatorias especiales, durante el período que aquel no
perciba remuneración por esta causa mantiene la calidad de beneficiario titular, sin
obligación de efectuar aportes.
f) La mujer que queda en situación de excedencia puede optar por mantener su calidad
de beneficiaria durante el período de la misma, cumpliendo con las obligaciones del
aporte a su cargo y de la contribución a cargo del empleador.
g) En caso de muerte del trabajador, los integrantes de su grupo familiar primario
mantienen el carácter de beneficiarios durante un período de tres meses, contados
la muerte del mismo, sin obligación de efectuar aportes. Una vez vencido dicho
plazo pueden optar por continuar en ese carácter, cumpliendo con los aportes y
contribuciones que hubieren correspondido al beneficiario titular. Este derecho cesa
a partir del momento en que por cualquier circunstancia adquieran la calidad de
beneficiarios titulares.
1. Considerandos
En los considerandos del decreto se entiende que es necesario determinar con
claridad cuál es el ordenamiento reglamentario aplicable y dejar sin efecto las normas
impugnadas.
Por otra parte, se considera oportuna la creación de incentivos extraordinarios
para promover la actividad actoral y de este modo propiciar la inversión para el desarrollo
nacional de la industria.
Se destaca que la actividad actoral se despliega en diversas ramas, tales como
el cine, el teatro, la televisión y la publicidad, cada una con particularidades que le
son propias y que dentro de tales ramas la actividad audiovisual representa un sector
estratégico en la generación de empleo innovador y de calidad.
Se resalta que se han llevado adelante instancias de trabajo para atender
a las especificidades de desempeño de las distintas ramas artísticas y en particular
de la actividad teatral en su conjunto, que es un motor fundamental en el desarrollo
creativo y económico, un elemento directo de difusión de la cultura argentina y, por
tanto, acreedora del apoyo económico del Estado tal como lo establece el decreto-ley
1251/1958 y el decreto-ley 6066/1958.
Se entiende que el desarrollo de la tarea actoral se encuentra estrechamente
vinculado al crecimiento de la industria cultural y que el fomento de las industrias
culturales es una obligación relevante de la sociedad en su conjunto.
Cita al segundo párrafo del artículo 188 de la ley 24241 que faculta al Poder
Ejecutivo Nacional a reducir las contribuciones patronales destinadas al financiamiento
de la seguridad social, únicamente en la medida en que fueran efectivamente
compensadas con incrementos en la recaudación del sistema o con aportes del Tesoro
Nacional que equiparen dicha reducción.
Por lo expuesto, el decreto considera oportuna la creación de incentivos
extraordinarios para promover la actividad actoral y, en función de ello, establece una
limitación a la base de cálculo a considerar para la determinación e ingreso de las
contribuciones patronales con destino a la seguridad social, con excepción del Régimen
Nacional de Obras Sociales y de las cuotas destinadas a las Aseguradoras de Riesgos del
Trabajo, con carácter extraordinario y acotado en el tiempo, con el objeto de fomentar la
industria cultural y propiciar la inversión para el desarrollo nacional del sector.
5. Derogación
Se deroga el articulo 11 Anexo del decreto 616/2016, que establecía que la base
imponible para el cálculo de los aportes y contribuciones estaba constituida por las
remuneraciones establecidas en las escalas salariales del Convenio Colectivo de Trabajo
correspondiente a cada rama de la actividad actoral, según la modalidad de contratación
aplicable, con exclusión de aquellos conceptos que no retribuyan la prestación laboral
efectivamente realizada y que deriven de la cesión y/o explotación de los derechos
de imagen, de emisión y de intérprete, en los términos de la ley 11723, sus normas
modificatorias y complementarias.
7. Vigencia
El decreto entró en vigencia el primer día del segundo mes inmediato siguiente
al de su publicación en el Boletín Oficial (6/12/2021), y resulta aplicable para las
contribuciones patronales que se devenguen durante los primeros veinticuatro meses
calendario contados a partir de ese día, es decir desde el 1/2/2022.
El tope de la base imponible de las contribuciones patronales es aplicable hasta
el 31/1/2024.
3. Vigencia
Las disposiciones de la resolución general entraron en vigencia el día 10/3/2022
-siguiente al de su publicación en el Boletín Oficial-, y resultaron aplicables para la
generación de las declaraciones juradas (F.931) correspondientes al período devengado
febrero de 2022 y siguientes.
JOSÉ D. ERRECABORDE
EDITA Y DISTRIBUYE: Dirección Nacional del Derecho de Autor. Hecho el depósito que marca la ley 11723.
“ERREPAR ON LINE” Esta edición se terminó de imprimir en los talleres gráficos de Printing Books SA,
www.errepar.com Buenos Aires, República Argentina en mayo de 2022
DLE tapa 2021.pdf 1 12/5/22 08:58
Procedimiento
Seguinos en Derecho Colectivo de Trabajo
Jurisprudencia relevante