Crónica Laboral
→ CONSULTAS FRECUENTES
SOBRE GANANCIAS CUARTA
Práctica y
CATEGORÍA. RELACIÓN
DE DEPENDENCIA
MARCELA A. GÓMEZ
Actualidad
→ REGLAMENTACIÓN DE LA LEY
DE TELETRABAJO MEDIANTE
EL DECRETO 27/2021.
Laboral y
Previsional
GENERALIDADES
RICARDO I. ORLANDO
❙ Comentarios de Nº 709
Jurisprudencia
→ EXCESO DE RIGOR FORMAL EN
LA ADMISIÓN DEL RECURSO
TRINIDAD BERGAMASCO
Comentarios oportunos
sobre temas de actualidad
Casos Prácticos
Comentario de Jurisprudencia
Programas Aplicativos
Orientación Profesional
Herramientas de Trabajo
Febrero 2021
Tomo XIX
Edita y Distribuye:
© ERREPAR SA
“ERREPAR ON LINE”:
www.errepar.com
ISBN 978-987-01-2683-6
E N E S TA E D I C I Ó N
CRÓNICA LABORAL
MARCELA A. GÓMEZ
“Consultas frecuentes sobre ganancias cuarta categoría. Relación de dependencia”
➔ En esta entrega, la autora responde a las dudas e inquietudes sobre el impuesto
a las ganancias de cuarta categoría tanto del cierre del período fiscal 2020 como
del período fiscal vigente. ………………………………………………………………… 3
RICARDO I. ORLANDO
“Reglamentación de la ley de teletrabajo mediante el decreto 27/2021. Generalidades”
➔ En esta oportunidad, el autor lleva adelante un análisis de los puntos más salientes
de la reglamentación de la ley dispuesta por el decreto 27/2021.………………………… 15
COMENTARIOS DE JURISPRUDENCIA
TRINIDAD BERGAMASCO
“Exceso de rigor formal en la admisión del recurso”
➔ “Di Federico, Darío c/Banco Santander Río SA y otros s/despido” - CSJN -
19/11/2020………………………………………………………………………………… 27
MARÍA E. ARRIAZU
“Improcedencia de defecto legal en el modo de proponer la demanda. Descripción
de las tareas”
➔ “Manetti, Eduardo Pedro c/La Segunda ART s/ordinario - incapacidad” -
TSJ Cba. - Sala Laboral - 15/12/2020……………………………………… ERREPAR ONLINE
MARCELA A. GÓMEZ
El 6 de enero del corriente año, en un seminario organizado por ERREPAR que dicté junto con la
doctora Romina Franco, surgieron distintas dudas, de las cuales fueron seleccionadas las siguientes:
La ANSeS, lo mismo que cualquier otro empleador, relevará la información declarada por el/la
jubilado/a a través del “SIRADIG Empleador”, y computará lo que corresponda en las liquidaciones
mensuales y anual.
Es importante recordar que en el caso de jubilaciones, pensiones, retiros o subsidios existe una
deducción específica que reemplaza a la sumatoria del mínimo no imponible y la deducción especial.
Dicha deducción específica resulta igual a 6 veces los haberes mínimos garantizados (los cuales se
actualizan trimestralmente).
Ahora bien, esta deducción específica no será aplicada por quienes tengan ingresos de otra
naturaleza, o que tributen el impuesto sobre los bienes personales, excepto que se trate de la vivienda
única.
Esta deducción fue establecida por el artículo 24 de la ley 27430.
2. ¿Es obligatorio que todos los empleados carguen todos los años aunque no tengan
deducciones? En el caso de que tengan cargas de familia, ¿deben rectificar o ratificar
la información todos los años?
Si el empleado en cuestión no tiene cargas de familia, ni deducciones generales ni pagos a cuenta
que declarar, no es necesario que presente el formulario 572 web. De todas maneras, corresponderá
que se le computen las deducciones “automáticas” del artículo 30 de la ley de impuesto a las ganancias
(LIG), que son el mínimo no imponible y la deducción especial.
En cuanto a las cargas de familia, si bien el artículo 11 de la resolución general (AFIP) 4003-E
establece que dicha información debe ser ingresada al “SIRADIG Trabajador” al inicio de la relación
laboral, dicho sistema no permite la presentación de un nuevo período fiscal con el resto de las
deducciones si no se ratifica el detalle de vínculos familiares que muestra y trae del período anterior:
Por eso, más allá de lo dispuesto en la normativa, los datos de cada carga de familia deben ser
validados en el inicio de cada año.
En caso de que no actúe como agente de retención, se seleccionará “No”; entonces, al presentar se
generarán dos formularios 572, que se pueden visualizar ingresando a la solapa de “Enviados”, como
Sección A para el agente de retención y como Sección B para otros empleadores:
Para profundizar más sobre este tema, se recomienda la lectura del artículo “SIRADIG. Tratamiento
diferencial en casos de pluriempleo, zona patagónica y jubilados”.(1)
(1) Ver Gómez, Marcela A.: “SIRADIG. Tratamiento diferencial en casos de pluriempleo, zona patagónica y jubilados” -
ERREPAR - Liquidación de Sueldos - N° 138 - noviembre/2017 - T. IX - Cita digital EOLDC096730A
Cuando no permite la carga del familiar, el mensaje se visualiza al intentar guardarlo y en este caso
se rechaza; no es posible continuar con la presentación:
12. Si las vacaciones que se suman con el mes da “retención” y al mes siguiente “saldo
a favor”, ¿se devuelve o se ajusta en la liquidación anual?
En este caso, corresponde la devolución en el mes en el que arroje el saldo a favor del contribuyente.
El caso que prevé un ajuste en la liquidación anual es el del aguinaldo, no otro.
Es importante poner de resalto que el plus vacacional es prorrateable desde el mes de pago hasta
el fin del año fiscal, y el tratamiento es idéntico al que se apuntó en la consulta anterior.
El tratamiento de las retribuciones no habituales está previsto en el Anexo II, punto B), de la
resolución general (AFIP) 4003-E:
“El importe bruto de los conceptos abonados que no conforman la remuneración habitual
mensual de los beneficiarios, tales como plus vacacional, ajustes de haberes de años
anteriores respecto de los cuales el beneficiario opte por hacer la imputación al período de
la percepción, gratificaciones extraordinarias, etc. -excepto sueldo anual complementario-,
deberá ser imputado por los agentes de retención en forma proporcional al mes de pago y
los meses que resten, hasta concluir el año fiscal en curso.
Lo dispuesto en el párrafo anterior podrá ser aplicado opcionalmente por el agente de
retención, cuando el importe de los conceptos no habituales sea inferior al veinte por ciento
(20%) de la remuneración bruta habitual del beneficiario, correspondiente al mes de pago”.
RICARDO I. ORLANDO
Pero si se perdiera el rumbo de esta ecuación y se apuntara a dar mayores ventajas a quien trabaje
desde su casa, se alteraría la esencia de la figura, desalentando su uso. Se hizo eco de este concepto
el sector empresarial, que criticó fuertemente diversos puntos de la ley tanto antes como luego de su
sanción, pero sin resultado alguno.
La realidad es entonces que la ley 27555 (y su reglamentación parcial -o definitiva-) habrá que
cumplirla cuando esté operativa.
A continuación, describimos los detalles más relevantes de la reglamentación, destacando que el
tema de la fecha de entrada en vigor aún está pendiente de solución, ya que el Ministerio de Trabajo,
Empleo y Seguridad Social (MTESS) dictará una resolución fijando la fecha de inicio del cómputo de
los 90 días para que la ley comience a estar en vigencia (art. 19 de la ley y del decreto).
Detallamos a continuación los artículos del decreto y su posterior comentario:
Análisis
Ya habíamos apuntado cierta confusión en el manejo de los artículos 1 y 2 de la ley, y su introducción
en la ley de contrato de trabajo (LCT) vía el artículo 102 bis. Concretamente:
a) La ley no será aplicable cuando la tarea de los trabajadores se lleve a cabo en la sede o en los
establecimientos de los clientes a quienes la empleadora preste servicios en forma habitual.
b) Tampoco cuando las tareas se realicen en el domicilio del dependiente en forma esporádica y
ocasional, ya sea a pedido del mismo trabajador o por alguna circunstancia excepcional.
De esta forma, el nuevo artículo 103 bis de la LCT queda redactado así:
Análisis
La ley trata el tema en su artículo 5, al decir que “…los trabajadores que presten servicios bajo esta
modalidad de teletrabajo tendrán derecho a no ser contactados y a desconectarse de los dispositivos
digitales y/o tecnologías de la información y comunicación fuera de su jornada laboral y durante los
períodos de licencias. No podrán ser sancionados por hacer uso de este derecho. Por su parte, el empleador
no podrá exigir a la persona que trabaja la realización de tareas, ni remitirle comunicaciones, por ningún
medio, fuera de la jornada laboral…”.
En cuanto a la referencia a las licencias, entendemos que abarca tanto la licencia ordinaria
(vacaciones) como las especiales que están tanto en la LCT como en los convenios colectivos de
trabajo.
Si bien la reglamentación no ha tenido en cuenta el artículo 84 de la LCT sobre deberes de
diligencia y colaboración, y especialmente al artículo 89 sobre auxilios o ayudas extraordinarias, se
incorpora el artículo 203 de la LCT, y en el caso de que se den sus supuestos, el trabajador debe estar
conectado (peligro o accidente ocurrido o inminente de fuerza mayor, o por exigencias excepcionales
de la economía nacional o de la empresa). Creemos que las características propias de esta modalidad
de teletrabajo no pueden ignorar situaciones de emergencia, ya que el contrato de trabajo siempre
es el mismo.
Este punto de la ley fue motivo de numerosas críticas de la parte empresaria que devinieron
en cuantiosos pedidos de sus cámaras empresariales. La solución que aporta reglamentación sería
“tibia” al sostenerse que “…cuando la actividad de la empleadora se realice en diferentes husos horarios
o en aquellos casos en que resulte indispensable por alguna razón objetiva, se admitirá la remisión de
comunicaciones fuera de la jornada laboral. En todos los supuestos, la persona que trabaja no estará
obligada a responder hasta el inicio de su jornada. Las partes podrán acordar excepciones cuando la
naturaleza de la actividad desarrollada lo justifique”. No obstante, como se ha visto, se prohíbe a los
empleadores la posibilidad de establecer incentivos condicionados al no ejercicio del derecho a la
desconexión, y los incrementos vinculados a las horas extraordinarias tampoco serán considerados
como tales.
Análisis
El artículo 6 de la ley introduce este instituto ajeno a la LCT como ser el cuidado de personas
que el trabajador acredite tener a cargo de manera única o compartida. Comprende el cuidado de
personas menores de 13 años, personas con discapacidad o adultas mayores que convivan con la
persona trabajadora y que requieran asistencia específica. En estos casos, tendrán derecho a horarios
compatibles con las tareas de cuidado a su cargo y/o a interrumpir la jornada.
Realmente vemos en esta figura una desvirtuación de los términos del contrato de trabajo, en los
que estas “excepciones” demeritan y/o limitan las obligaciones propias de la prestación laboral del
trabajador. Se rompe de alguna forma la ecuación “trabajo versus remuneración”, al agregar este tipo
de beneficios a quien trabaja por esta modalidad a distancia. Además, se introduce la aplicación de la
ley 23592 sobre actos discriminatorios, identidad y diversidad. Parecería por lo menos discutible todo
esto, ya que quienes laboren en forma presencial quedan en inferioridad de condiciones, pues no
tienen este derecho de cuidar personas que convivan con él.
La reglamentación da respuesta tenue a esta situación, imponiendo solo que “la persona que
ejerza el derecho a interrumpir la tarea por razones de cuidado en los términos de la ley deberá comunicar
a la empleadora en forma virtual y con precisión el momento en que comienza la inactividad y
cuándo esta finaliza”. También, y como según la ley la negociación colectiva será una actora esencial
en la adaptación del teletrabajo, en los convenios colectivos se podrá regular el ejercicio de este
derecho, al manifestar el decreto que “en los casos en que las tareas de cuidado no permitan cumplir con
la jornada legal o convencional vigente, se podrá acordar su reducción de acuerdo a las condiciones que se
establezcan en la convención colectiva o en el contrato individual de trabajo para el personal no alcanzado
por ella…”. Sin embargo, el empleador no solo deberá abstenerse de realizar cualquier acto, conducta,
decisión, represalia u obstaculización que lesione estos derechos, sino que la reglamentación le
prohíbe, además, establecer incentivos condicionados al no ejercicio del derecho de estas tareas de
cuidado.
Para cerrar el punto, también se hace referencia al tema de género, promoviéndose la equidad y la
participación de los varones en las tareas de cuidado.
Análisis
En el artículo 8 de la ley se trata el punto: “El consentimiento prestado por un trabajador para pasar
de posición presencial a la modalidad de teletrabajo podrá ser revocado por el mismo en cualquier
momento de la relación”. Si a este artículo lo confrontamos con el séptimo de la ley (el traslado
de quien trabaja en una posición presencial a la modalidad de teletrabajo, salvo casos de fuerza
mayor debidamente acreditada, debe ser voluntario y prestado por escrito), nos damos cuenta de
que el trabajador puede regular a su voluntad la modalidad de su prestación laboral, y el empleador
deberá ir adaptándose a dichas secuencias. Además, la ley agrega: “…En tal caso, el empleador le
deberá otorgar tareas en el establecimiento en el cual las hubiera prestado anteriormente, o en su
defecto, en el más cercano al domicilio del dependiente en el cual puedan ser prestadas, salvo que
por motivos fundados resulte imposible la satisfacción de tal deber…”.
La crítica aquí también pasaba por el tema del deber de ocupación previsto en el artículo 78 de la
LCT haciendo otra modificación a este cuerpo legal, ya que la ley 27555 dice “…que el incumplimiento
de esta obligación será considerado violatorio del deber previsto en el artículo 78 de la LCT…”. Y se va más
a fondo al dar la posibilidad de que el trabajador se considere en situación de despido o que accione
para el restablecimiento de las condiciones oportunamente modificadas. Para cerrar, se agrega que
“en los contratos que se pacte la modalidad de teletrabajo al inicio de la relación, el eventual cambio a
la modalidad presencial operará conforme las pautas que se establezcan en la negociación colectiva…”.
Resumiendo, no se ve una “estabilidad” en el uso de la figura, ya que el trabajador puede ir
cambiando, según su preferencia o necesidad personal, el uso o no de la modalidad de teletrabajo, y
el hecho de que disponga en cualquier momento el regreso a las tareas presenciales -caso contrario,
puede considerarse despedido- obliga al empleador a contar con instalaciones ociosas, lo que
encarece sensiblemente los costos del teletrabajo, además de afectarse las facultades de dirección y
organización propias de aquel.
Al respecto, la reglamentación del decreto establece simplemente que este derecho debe ser
ejercido en el marco de la buena fe y las obligaciones genéricas de las partes (arts. 62 y 63, LCT)
e invoca los artículos 9 y 10 del Código Procesal Civil y Comercial de la Nación -CCyCo.- (“Principio
de buena fe y abuso del derecho” -L. 26944-, nuevo CCyCo.), apuntando que cuando el empleador
reciba la solicitud de cambio de su empleado -con la sola invocación de una motivación razonable
y sobreviniente- deberá cumplir con su obligación en el menor plazo que permita la situación del o
de los establecimientos al momento del pedido, pero en ningún caso podrá exceder los 30 días para
resolver el pedido. En caso de negativa, se evaluará el tiempo transcurrido desde el momento en que
se dispuso el cambio de la modalidad presencial hacia la modalidad de teletrabajo. Por el contrario,
las personas que hubiesen pactado la modalidad de teletrabajo desde el inicio de la relación laboral
no pueden revocar su consentimiento, ni ejercer el derecho a que se les otorguen tareas
presenciales, salvo lo dispuesto en los convenios colectivos del trabajo o en los contratos individuales.
Análisis
El artículo 9 de la ley se ocupa de los elementos de trabajo. El empleador será quien le proporcione
al trabajador tanto el hardware como el software, las herramientas de trabajo y el soporte necesario
para el desempeño de las tareas, y asumir los costos de instalación, mantenimiento y reparación de
las mismas. Si el trabajador ya tuviera las herramientas (era el caso habitual), el empleador deberá
compensar la utilización de aquellas. También en este caso la compensación operará conforme las
pautas que se establezcan en la negociación colectiva. El trabajador que opera con las herramientas
provistas por el empleador será responsable por el correcto uso y mantenimiento de los elementos y
herramientas, y deberá procurar que estos no sean utilizados por personas ajenas a la relación o
al contrato de trabajo. El trabajador en ningún caso responderá por el desgaste normal producto del
uso o el paso del tiempo. También se indica en la ley que en caso de desperfectos, roturas o desgaste
en los elementos, instrumentos y/o medios tecnológicos que impidan la prestación de tareas, el
empleador deberá proveer su reemplazo o reparación a fin de posibilitar la prestación de tareas.
El tiempo que demande el cumplimiento de esta obligación patronal no afectará el derecho de la
persona que trabaja a continuar percibiendo la remuneración habitual.
La reglamentación en este punto apunta a ratificar el carácter no remunerativo de la provisión
de elementos de trabajo, destacando que aquella no integra la base retributiva para el cómputo de
ningún rubro emergente del contrato de trabajo, ni contribuciones sindicales o de la seguridad social.
Las partes además podrán acordar las pautas para su determinación en los casos en los cuales la
relación no se encuentre abarcada en el ámbito de aplicación de una convención colectiva.
Análisis
Ídem punto anterior. No se considera remuneratoria la compensación de gastos.
Análisis
La anexión de trabajadores virtuales a la masa laboral presencial a efectos sindicales (por ejemplo,
para elecciones) se deberá direccionar al sector laboral en el que el trabajador prestaba servicios antes
de pasar a la modalidad de teletrabajo. Cuando el trabajador ingrese a dicha modalidad, la anexión
deberá concretarse previa consulta al sindicato. No dejemos de advertir que dicha consulta de alguna
forma se convertirá en una aprobación sindical.
Análisis
El artículo 14 de la ley 27555 trata este tema con “el objeto de dar una protección adecuada a quienes
trabajen bajo esta modalidad”. Se introduce al sindicato de la actividad en el control del cumplimiento
de la normativa que se dicte.
Respeto de la ley 24557 de riesgos del trabajo, hay dos aspectos que merecen destacarse:
a) La inclusión de las enfermedades profesionales que genere esta modalidad de trabajo en el listado
de enfermedades profesionales [art. 6, inc. 2), L. 24557].
b) Los accidentes acaecidos en el lugar, jornada y en ocasión del teletrabajo se presumen accidentes
en los términos del artículo 6, inciso 1), de la ley 24557 (definición de accidente de trabajo).
La reglamentación en este punto agrega que será el MTESS la Autoridad de Aplicación de la
ley 27555 a través de la Superintendencia de Riesgos del Trabajo (SRT) que, como organismo
descentralizado actuante en el ámbito del citado Ministerio, deberá elaborar un estudio sobre las
condiciones de higiene y seguridad aplicables, y además analizar las enfermedades profesionales
que la modalidad de teletrabajo podría ocasionar y su eventual necesidad de incorporarlas al listado
previsto por el artículo 6, inciso 2), de la ley 24557 (ley de riesgos del trabajo).
Análisis
Se apunta en el artículo 15 de la ley que los sistemas de control destinados a la protección de
los bienes e informaciones de propiedad del empleador deberán contar con participación sindical
a fin de salvaguardar la intimidad de la persona que trabaja bajo la modalidad de teletrabajo y la
privacidad de su domicilio. A esta altura, la intervención sindical se hace más que ostensible, pues
estamos hablando de temas muy sensibles y habrá que ver cuál es el alcance de la participación
gremial en la confección de los sistemas de control del empleador.
Análisis
Aquí el tema esencial a tratar es la registración de empleadores: la ley, en su artículo 18, incluye
un registro de empleadores que desarrollen la modalidad de teletrabajo, acreditando el software
o plataforma a utilizar y la nómina del personal que desarrolle dichas tareas. Además, se deberá
informar mensualmente las altas y bajas de este personal. Toda esta información también deberá ser
remitida a la organización sindical de la actividad, en similitud con el llamado balance social.
La verdad, no vemos la necesidad de crear un registro de estas características, lo que implica
complejidad, regulación y costos, sin que se pueda apreciar cuál es la ventaja del mismo, incluso qué
beneficio le da al trabajador.
Yendo a la reglamentación, poco se agrega, ya que se indica que el MTESS delegará las tareas de
registración a distintas autoridades administrativas locales para mantener una unidad de registro
a pesar de las distintas jurisdicciones. Sí es de importancia resaltar que se apunta a que los
requerimientos de información no alcanzarán a datos propios del giro comercial de la empresa y
las entidades sindicales, dentro de sus ámbitos de representación, recibirán únicamente información
correspondiente a la nómina de las personas que desarrollan las tareas, las altas y las bajas, lo cual no
rige para las obligaciones contenidas en el Titulo II, Capítulo IV, de la ley 25877 y sus modificatorias
(balance social a presentar anualmente por parte de las empresas).
Análisis
Como ya se apuntó al comienzo del trabajo, el MTESS fijará la fecha para el cómputo de los 90 días.
DANIEL G. PÉREZ
Era de suponer que, apenas terminada la vigencia del Programa ampliamente conocido como ATP,
comenzarían a producirse las primeras señales de peligro.
Estamos hablando de las situaciones relacionadas con uno de los instrumentos (tal vez el
descollante) que tuvo este Programa: el subsidio por el salario complementario.
Tal vez la urgencia, la compleja situación económica y lo incierto del futuro hicieran olvidar (o no
advertir) las complejas situaciones que provenían del incumplimiento de las “condiciones” posteriores
al otorgamiento.
Lo cierto es que tenemos datos concretos de que aproximadamente 2.200 empleadores, desde
el pasado fin de semana, han comenzado a recibir ciertas “notificaciones” con carácter intimatorio,
comunicando la detección de “…posibles incumplimientos que implican las restituciones pertinentes…”.
Muy claro, se han efectuado cruces de datos o se han recolectado informaciones, respecto de
ciertas transacciones o situaciones que implicarían la “caducidad” en el otorgamiento y su consecuente
devolución, con más los intereses pertinentes, calculados desde la fecha de otorgamiento del
subsidio hasta la efectiva devolución y de acuerdo con la evolución del Coeficiente de Estabilización
de Referencia (CER) entre ambas fechas.
Hagamos un breve repaso de las condiciones para el mantenimiento del subsidio.
En lo que se refiere, efectivamente, a las condiciones de mantenimiento del beneficio, el Acta N° 4
del Comité, a partir de la decisión administrativa (JGM) 591/2020 (BO: 22/4/2020), establece ciertos
“requisitos”, los que -en realidad- son las condiciones para el mantenimiento del beneficio, es decir,
para evitar que se produzca su caducidad:
TRINIDAD BERGAMASCO
1. LOS HECHOS
Un trabajador fue registrado por la empresa A, siendo que la real empleadora parecía ser la
empresa B. Prestó servicios para un cliente de las empresas, una entidad bancaria.
Tanto el juez de primera instancia como la Cámara Nacional de Apelaciones del Trabajo
consideraron que hubo interposición de persona de manera fraudulenta (art. 29, L. 20744), y
condenaron solidariamente a las empresas A y B al pago de indemnizaciones y multas laborales.
La empresa A aporta como prueba el pago de la liquidación final en la cuenta en la que
habitualmente se depositaban los haberes del trabajador por $ 82.485 y tanto el juez de primera
instancia como la Cámara omiten darle tratamiento a dicho pago. El valor abonado se encuentra
acreditado en prueba documental. En la prueba informativa al banco no se informa debido a un error
material al momento de solicitar las fechas de los movimientos (fueron solicitados los del año 2011
y no los del año 2013). El perito contador verificó la existencia de la suma como abonada y opinó
deducir dicho importe de la liquidación final. El actor no cuestionó la pericia.
(1) Comentario al fallo “Di Federico, Darío c/Banco Santander Río SA y otros s/despido” - CSJN - 19/11/2020 - Cita digital
EOLJU192857A
2. LA SENTENCIA
Los miembros del Máximo Tribunal Nacional expresaron en su voto mayoritario lo siguiente:
- La Sala V de la Cámara Nacional de Apelaciones del Trabajo rechazó in limine el recurso extraordinario
interpuesto por la codemandada por no haber cumplido con los recaudos establecidos en el
reglamento aprobado por la acordada 4/2007.
- El Tribunal, en uso de su sana discreción, considera que dicho incumplimiento -exceder en algunas
de sus páginas el límite de 26 renglones al que alude el art. 1 del reglamento- no constituye un
obstáculo insalvable para la admisibilidad de la vía recursiva, atento a la índole de la cuestión
planteada (art. 11 del citado reglamento).
- En cuanto al fondo del asunto, las cuestiones traídas a conocimiento de esta Corte encuentran
adecuada respuesta en el dictamen del señor Procurador Fiscal, a cuyos fundamentos y
conclusiones corresponde remitir.
- Se hace lugar a la queja, se declara procedente el recurso extraordinario y se deja sin efecto la
sentencia apelada con el alcance indicado.
Del dictamen del Procurador surge lo siguiente:
- La Sala V de la Cámara Nacional de Apelaciones del Trabajo confirmó la sentencia de primera
instancia que había admitido la demanda por despido y deficiente registro contra EC Sistemas SRL
e Isban Argentina SA, y rechazado la acción contra Banco Santander Río SA.
- Consideró que Isban Argentina SA era la real empleadora del actor y que EC Sistemas SRL, que
había registrado la relación laboral, se interpuso en forma fraudulenta para que la anterior evada
responsabilidades contractuales. Sobre esa base estimó configurado el supuesto previsto en el
artículo 29 de la ley 20744 de contrato de trabajo y, en consecuencia, las condenó solidariamente
al pago de indemnizaciones y multas laborales.
- Al denegar el recurso extraordinario, la Cámara señaló que el recurrente no había observado en
debida forma la exigencia del artículo 1 de la acordada 4/2007 en lo que se refiere al límite de
renglones. Considero que el cumplimiento de aquel requisito formal, así como también el de los
relativos a la presente queja, debe ser examinado, en principio, por esa Corte, en atención a que se
vinculan con el dictado del citado reglamento.
- En caso de que la Corte Suprema estime que los defectos que la Cámara reprocha a la apelación
de la codemandada no son esenciales ni importan un obstáculo insalvable para admitirla, podría
dejar de lado tales reparos y realizar el examen de las cuestiones de fondo que aquella plantea.
- Estimo que los planteos basados en la arbitrariedad de la sentencia son procedentes, ya que se
ha omitido dar un tratamiento adecuado a la contienda de acuerdo a los términos en que fue
planteada, y, por tanto, el pronunciamiento no configura un acto judicial válido.
- La aquí recurrente sostuvo al contestar la demanda que puso a disposición la liquidación final del
actor y que “dichos conceptos ascienden a la suma de $ 82.485 (efectuadas las deducciones legales),
importe que le fue depositado al accionante en su cuenta sueldo ante el Banco Galicia, conforme se
desprende de la constancia de transferencia adjunta a esta presentación”. Esos extremos fueron
rechazados por el juez de grado con base en que el depósito no surge de la prueba informativa
cursada al Banco Galicia y en que la pericia contable se basó en los registros del empleador, que no
pueden ser invocados contra el trabajador por no ser plenamente objetivos.
- Contra esa decisión, la recurrente interpuso recurso de apelación, en el que se agravió, en lo que
aquí interesa, por la falta de reconocimiento del pago de la liquidación final.
- Esos agravios, presentados en el recurso de apelación contra la sentencia de primera instancia, no
fueron tratados por la Cámara, que se limitó a conceptualizar, analizar y encuadrar las relaciones
jurídicas desarrolladas entre el actor y los distintos codemandados. Ante ello, corresponde
descalificar, con respecto a este punto, el pronunciamiento como acto jurisdiccional válido, con
arreglo a la doctrina de arbitrariedad de sentencias, pues la Cámara omitió pronunciarse sobre
una cuestión oportunamente planteada y conducente para la correcta decisión del caso. Ello no
implica adelantar opinión sobre la solución que, en definitiva, se adopte sobre el fondo del asunto.
3. COMENTARIO
En los autos bajo análisis, el tema que llega en queja a la Corte Suprema es la consideración de
un pago que la demandada pretende se considere a cuenta de lo determinado en el expediente.
Además, tenemos un intento de cercenar el derecho de defensa por cuestiones puramente formales,
que numerosos tratados internacionales protegen y ni siquiera debería haber sido motivo de rechazo.
No es un tema para la Corte analizar si un pago existe o no; el juez o la Cámara tienen herramientas
que pueden utilizar para asegurarse de la sucesión o no de un hecho y no demorar el proceso en
desmedro de todas las partes (el trabajador que no cobra su acreencia y la empresa que abona
intereses). La demora en la Justicia perjudica a todas las partes y los juzgadores, que se entiende
que están sobrepasados por la tremenda cantidad de causas en las que deben intervenir; igualmente
deben hacer sus juicios de valor con criterios de sentido común, evitando dilaciones innecesarias.
Las demoras perjudican también a la Justicia y sus miembros. Los próximos Códigos Procesales
(que deberían ser sancionados en cortísimo plazo) deben incorporar mecanismos automáticos para
cuestiones que no son centrales y que pueden ser verificadas de inmediato. El derecho laboral es un
derecho que tiene como objetivo la verdad real, y el juez no es solo un juzgador sino un partícipe
necesario para que el proceso sea no solo justo, sino también veloz. La Justicia que tarda en llegar no
puede ser llamada Justicia.