Por qué el progreso que logras durante el estudio

parece desaparecer de la noche a la mañana

por Christine Carter

¿Alguna vez te has sentido frustrado por el hecho de que puedes coger un
pasaje difícil, trabajar en él un poco, lograr que suene bastante bien, pero regresar
al día siguiente y descubrir vuelves al punto 1? ¿Que nada ha cambiado realmente?
Y a pesar de lo bien que sonaba ayer, ¿ahora suena tan mal como antes de que
trabajaras en él?
La mayoría de nosotros podemos vivir con “2 pasos hacia adelante, 1 paso
hacia atrás”. Son los “2 pasos adelante, 1.99999999 pasos atrás” lo que nos da
ganas de tirarnos de los pelos.
Entonces, ¿qué hacemos? ¿Se supone que debemos seguir así y aprender a
ser más pacientes? ¿O existe una forma diferente de practicar que pueda hacer que
estas mejoras sean más permanentes?

Aprovechando al máximo tus horas: Un simple cambio que

podría aumentar drásticamente tu productividad
Cuando se trata de practicar, muchas veces pensamos en términos de
tiempo: ¿Cuántas horas son necesarias para lograr un progreso óptimo? Pero, una
pregunta más importante es cómo podemos hacer que cada hora cuente. ¿Cuál es
la manera más eficiente de trabajar para que lo que se practica hoy realmente se
mantenga mañana?

Repetición, bebés y escáneres cerebrales

Desde el principio de nuestra formación musical, se nos enseña la

importancia de la repetición. ¿Cuántas veces nos han dicho que “reproduzcamos
cada pasaje diez veces perfectamente antes de continuar”? Sin embargo, este
consejo no se ajusta a la forma en que funciona nuestro cerebro. Estamos
programados para prestar atención al cambio, no a la repetición. Este mecanismo
ya se puede observar en bebés preverbales. Si le muestras a un bebé el mismo

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objeto una y otra vez, gradualmente dejará de prestar atención a través del proceso
llamado habituación. Cambia el objeto y la atención volverá con toda su fuerza. Lo
mismo ocurre con los adultos. La resonancia magnética funcional ha demostrado
que hay menos activación cerebral cuando se repiten estímulos. La repetición
constante es aburrida y esto nos indica que nuestro cerebro no está ocupado. Pero
en lugar de escuchar esta voz instintiva de la razón, nos culpamos por nuestra falta
de atención y nos gritamos "¡concéntrate!". Por suerte, existe una alternativa.

Práctica en bloques

En el campo de la psicología del deporte, la repetición continua comentada

anteriormente se denomina práctica en bloques. En ella todas las repeticiones de
una actividad se completan antes de pasar a una segunda actividad. Por ejemplo,
un jugador de béisbol que deba batear quince bolas rápidas, quince bolas curvas y
quince de cambio, con la práctica en bloques completaría todas las bolas rápidas
antes de pasar a las bolas curvas y así sucesivamente. Esto se parece mucho a la
forma en que practican la mayoría de los músicos. Trabajamos en un pasaje durante
un período de tiempo determinado y luego pasamos al siguiente hasta completar
todas las tareas del día. Este enfoque parece lógico. La memoria muscular requiere
repetición y ¿por qué no haríamos todas las repeticiones seguidas? Después de
todo, si estamos trabajando en un pasaje difícil, nos sentimos mucho más cómodos
a los 10 minutos de práctica que al principio. Es precisamente esta sensación de
comodidad y mejora la que refuerza nuestra dependencia de la práctica en bloques.
El problema es que los resultados positivos que sentimos hoy no conducen al mejor
aprendizaje a largo plazo.

Práctica intercalada

¿Qué pasaría si tomáramos los bloques y los dividiéramos en segmentos

más pequeños? En el ejemplo de béisbol anterior, los jugadores podrían realizar los
tres tipos diferentes de lanzamientos de forma alterna, en lugar de hacerlo todos los
del mismo tipo seguidos. Hay dos opciones de desglose: en serie (abc, abc, abc…)
o en orden aleatorio (acb, cba, bca…). En cualquiera de los dos, el resultado neto
seguirá siendo 15 de cada uno de los tres tipos de lanzamientos, exactamente el

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mismo resultado neto que con la práctica en bloques. La única variable que cambia
es el orden en que se practican los lanzamientos.

En una sesión de práctica intercalada, el intérprete debe reiniciar las

diferentes tareas. Debido a que los comienzos son siempre la parte más difícil, no te
sentirás tan cómodo como practicar lo mismo una y otra vez. Pero este desafío es la
razón por la que la práctica intercalada es más efectiva. Cuando volvemos a una
tarea después de otra, nuestro cerebro debe reconstruir el plan de acción de lo que
estamos a punto de hacer. Y es en este momento de reconstrucción cuando nuestro
cerebro está más activo. Una mayor actividad mental conduce a un mayor
aprendizaje a largo plazo. En la práctica en bloques, los jugadores de béisbol solo
deben construir el plan de acción para cada tipo de lanzamiento una vez, al inicio de
cada bloque. En la práctica intercalada, deberán construir y luego reconstruir un
plan de acción quince veces para cada lanzamiento. Aunque la práctica en bloques
puede producir un rendimiento superior durante la práctica, estudio tras estudio ha
demostrado que la práctica intercalada produce una retención superior tras la
práctica un día o más después. Este fenómeno se llama efecto de interferencia
contextual.

¿En qué medida es mejor la práctica intercalada?

Resulta que el ejemplo hipotético del béisbol no es hipotético. En un estudio
de 1994 realizado por Hall, Domingues y Cavazos, jugadores de béisbol de élite
fueron divididos en dos grupos, uno de práctica en bloques y otro intercalada.
Después de doce sesiones de práctica, los jugadores de béisbol del grupo de
práctica intercalada golpearon un 57% más de lanzamientos que cuando
comenzaron. El grupo de práctica en bloques sólo acertó un 25% más de los
lanzamientos, lo que significa que la práctica intercalada fue más de dos veces más
efectiva, a pesar de que los dos grupos hicieron el mismo número de lanzamientos
durante los entrenamientos. Se han encontrado resultados similares en una amplia
variedad de campos, incluyendo la música. Esta investigación no solo sugiere que la
práctica intercalada es más efectiva, sino que las entrevistas a los participantes
también revelan que tiene efectos positivos en factores como el establecimiento de
objetivos y la concentración.

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 Cómo utilizar la práctica intercalada

En lugar de pasar largos períodos de tiempo ininterrumpidos analizando cada

sección de una pieza, elige algunos pasajes en los que te gustaría trabajar y
altérnalos. Si deseas dedicar un total de 30 minutos a un pasaje en particular,
practica en segmentos más cortos y regresa continuamente a ese pasaje hasta que
hayas logrado tu objetivo de 30 minutos. Experimenta con periodos de tiempo. Si
estás practicando pasajes que son muy cortos, es posible que puedas alternar entre
ellos a un ritmo más rápido de lo que sería necesario para secciones más largas.
Puede utilizar una alarma para cronometrar intervalos específicos. Un ejemplo de
práctica intercalada a un nivel básico:

Duración Material a practicar

3 minutos Extracto A

3 minutos Extracto B

3 minutos Extracto C

3 minutos Extracto A

3 minutos Extracto B

3 minutos Extracto C

Etc.

Practicar pasajes con diferentes variaciones rítmicas es una excelente

manera de introducir interferencias contextuales a menor escala. Pero en lugar de
hacer todas las variaciones rítmicas en un solo pasaje antes de pasar al siguiente,
haz una variación en el pasaje A, otra en el B y luego regresa al pasaje A para una

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segunda variación, etc. Un ejemplo de una sesión de práctica intercalada más
compleja:

Duración Material a practicar

2 minutos Notas largas, escala, notas largas, escala…

3 minutos Pasaje A (primera variación rítmica)

2 minutos Dobles cuerdas, arpegio, dobles cuerdas, arpegio…

3 minutos Pasaje B (primera variación rítmica)

2 minutos Notas largas, escala, notas largas, escala…

3 minutos Pasaje A (segunda variación rítmica)

2 minutos Dobles cuerdas, arpegio, dobles cuerdas, arpegio…

3 minutos Pasaje B (segunda variación rítmica)

Etc.

Las variaciones son infinitas y la división exacta del tiempo no es importante.

Lo que es crucial es que mantengas tu cerebro ocupado variando el material. Una
mayor implicación significa que estará menos aburrido, más orientado a sus
objetivos (tiene que estarlo si solo tiene 3 minutos para lograr algo) y
sustancialmente más productivo. Lo más importante es que cuando vuelvas a
estudiar al día siguiente, podrás comenzar desde donde lo dejaste. Este tipo de
práctica perdura en el tiempo.

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