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Haemophilus influenzae

Laboratorio de Microbiología
Clínica

Integrantes
Díaz García Dael Asis
Fuentes Contreras Karla Alejandra
López Gallegos Alondra
Souza Plascencia Danna Stephanny
Haemophilus influenzae

Características generales
Haemophilus influenzae es un cocobacilo Gram negativo pleomórfico que mide alrededor de
0.2-0.3 por 0.5-0.8 μm. No suele presentar movilidad, y no forma esporas.
Puede crecer aeróbica o anaeróbicamente.

Se tiñe de color rosado-rojo en una tinción de Gram, debido a la delgada capa de


peptidoglicano en su pared celular, que no retiene el colorante cristal violeta.
Presenta una cápsula antifagocítica, la cual es importante para su virulencia y capacidad de
evadir al sistema inmunológico.

Las colonias tienen una forma convexa, circular, granular o transparente, levemente opaca;
de 0.5-0.8 mm a las 24 h y 1-1.5 mm a las 48 h. Las colonias de las cepas capsuladas son
de mayor tamaño y de aspecto más mucoide, alcanzado los 3 mm. Presenta un olor
característico. Crece a 35-37ºC en un pH óptimo de 7,6 en condiciones aeróbicas o con 5%
CO2.

Puede poseer o no un polisacárido específico, que permite clasificarlos en 6 serotipos


antigénicos encapsulados designados con letras (a,b,c,d,e,f). Las cepas encapsuladas y no
encapsuladas son potencialmente patógenas para el humano, pero difieren en su virulencia
y mecanismos patogénicos.
Fisiopatología
Haemophilus influenzae es un habitante normal de la vía respiratoria superior y
ocasionalmente se encuentra colonizando el tracto gastrointestinal y genital. A partir de su
nicho en la nasofaringe invade estructuras anatómicas vecinas, el torrente vascular y la vía
respiratoria inferior, produciendo las formas invasivas de infección representadas por los
cuadros clínicos de otitis media, meningitis, nasofaringitis, epiglotitís, conjuntivitis,
septicemia, pericarditis, endocarditis, peritonitis, artritis, neumonía y otras.
Muchas especies de Haemophilus residen habitualmente en las vías respiratorias altas de
niños y adultos, y rara vez causan enfermedades. Una de las especies provoca el
chancroide, una enfermedad de transmisión sexual. Otras especies causan infecciones de
las válvulas del corazón (endocarditis) y, rara vez, acúmulos de pus (abscesos) en el
cerebro, los pulmones y el hígado. La especie responsable de la mayoría de las infecciones
es el Haemophilus influenzae.

Haemophilus influenzae causa infecciones en los niños y a veces en los adultos.

El riesgo de contraer una infección por Haemophilus influenzae aumenta en los casos
siguientes:

● Niños (especialmente varones)


● Personas de ascendencia africana
● Nativos americanos
● Personas que asisten o trabajan en un centro de día
● Personas que viven en condiciones de hacinamiento
● Personas con un trastorno de inmunodeficiencia, ausencia de bazo o
enfermedad de células falciformes

La infección se transmite al estornudar, al toser o al tocar a una persona infectada.

Identificación
La identificación de aislamientos de H. influenzae en el laboratorio incluye la prueba de los
requerimientos de factores X y V y serotipificación
Medio de cultivo:
El medio de elección es el agar chocolate, que libera los factores X y V; requiere medios de
cultivo que contengan hemina (factor X) y dinucleótido de adeninnicotidamida (NAD y factor
V para crecer. El medio estándar es el agar chocolate que se prepara a menudo con sangre
de caballo, que es una buena fuente de factores X y V. Es necesario calentar la sangre para
hacer que ambos factores sean disponibles para el microorganismo.

Tinción de gram:
En la tinción de Gram pueden verse pleomórficos y gram variables. Se describe satelitismo,
ya que crece alrededor de colonias de S. aureus hemolítico (fuente de factor V).

Pruebas bioquímicas:
Se puede realizar biotipificación por la producción de indol, ureasa y actividad de la ornitina
descarboxilasa. Fermenta glucosa y deoxiribosa, con producción de ácido, pero no gas,
también lo hace con xilosa, pero no sucrosa, lactosa o manitol. Son catalasa y oxidasa
positiva. Posee fosfatasa alcalina y son H2 S y esterasa negativa. Todas las cepas son α
(PNPG) y β glucosidasa positiva, así como β galactosidasa (ONPG) positivas.

Catalasa.
La enzima catalasa convierte el peróxido de hidrógeno (H2O2) en oxígeno y agua. La
liberación del oxígeno se puede observar a simple vista por la formación de burbujas.

Ureasa.
La alcalinidad que se produce origina un cambio de color en el
indicador que lleva incorporado el medio, esta prueba se puede ser
en tubo con medio sólido.

Indol.
Cataliza la reacción de desanimación, atacando la molécula triptófano
solamente en su cadena lateral, se utiliza el reactivo de Kovac.

Aglutinación en lámina y coagulación bacteriana:


Para la identificación y serotipificación simultanea de Hib procedentes de medios de
aislamientos primarios. Para aumentar la visibilidad de la aglutinación se utiliza la capacidad
de la proteína A de la superficie de Staphilococos aureus para unirse al Fc de las moléculas
de anticuerpo.

Antisueros:
Una reacción de aglutinación fuertemente positiva (3+ ó 4+) con antisuero tipo b y sin
aglutinación con antisuero de otro serotipo y con salina, constituye evidencia rápida de la
presencia de Hib.

Uso de HTM:
(Haemophilus Test Medium) en caldo o agar para testear la susceptibilidad. Se realiza una
suspensión directa de la colonia equivalente a un Mc Farland 5% en CO2 durante 16-18 h
a 37°C en disco y en caso de dilución en caldo a T° ambiental
durante 20-24 h. La detección de β lactamasas se realiza con test
cromogénico, usando discos de nitrocefina. Se vigila sensibilidad
a ampicilina, ampicilina/sulbactam, amoxicilina/ácido clavulánico,
piperacilina/tazobactam, cefalosporinas, carbapenémicos,
macrólidos y quinolonas.
Diagrama de pruebas bioquímicas.
Tratamiento
Los tratamientos para las infecciones por H. influenzae dependen en gran medida de la
zona del cuerpo afectada por la infección. El tratamiento específico será determinado por el
médico del niño basándose en lo siguiente:
● la edad de su hijo, su estado general de salud y sus antecedentes médicos
● la gravedad de la enfermedad
● la tolerancia de su hijo a determinados medicamentos, procedimientos o tratamientos
● cuánto se cree que durará la enfermedad
● su opinión o preferencia

Independientemente de la ubicación de la enfermedad, es posible utilizar antibióticos para


tratar las infecciones causadas por H. influenzae. La duración del tratamiento variará en
función de la ubicación y gravedad de la infección. Es posible utilizar terapias de apoyo
dirigidas a tratar los síntomas presentes.

Las vacunas conjugadas contra el Hib se han venido utilizando desde comienzos de los años
1990, siendo la principal estrategia de prevención y su administración se considera una
intervención sanitaria extremadamente eficaz. En 2017, 191 países (el 98% de los Estados
Miembros de la OMS) habían incluido tales vacunas en sus programas de inmunización. En la
Región de las Américas, todos los países usan esta vacuna. Con la introducción de la vacuna
contra el Hib en los países de la región, hubo un descenso dramático de las enfermedades
invasivas por esta bacteria.

Todas las vacunas autorizadas en la actualidad contra las enfermedades por Hib son
conjugadas, pero difieren en la proteína transportadora, el método de conjugación química, el
tamaño del polisacárido y el adyuvante utilizados, lo cual les confiere propiedades inmunitarias
ligeramente distintas: PRP-OMP: conjugada con el complejo proteico de Neisseria meningitidis;
PRP-T: conjugada con el toxoide tetánico y PRP-CRM197 (HbOC): conjugada con una cepa
mutante proteica de C. diphteriae (1).
La vacuna es presentada aislada, como monovalente, o combinada con otros antígenos como el
meningococo serogrupo C; combinada con difteria, tétanos y pertussis (cuadrivalente);
combinada con difteria, tétanos, pertussis y hepatitis B (pentavalente); vacuna combinada con
difteria, tétanos, pertussis acelular y polio inactivada (pentavalente) y la vacuna combinada con
difteria, tétanos, pertussis acelular, hepatitis B y polio inactivada (hexavalente).

Las vacunas contra la Hib se administran en un esquema de tres o cuatro dosis en la serie
primaria, a partir de las seis semanas de edad; algunos países administran una dosis de
refuerzo a los 12-18 meses de edad. Los calendarios recomendados incluyen tres primarias sin
refuerzo (3p+0), dos dosis primarias dos dosis primarias más un refuerzo (2p+1) o tres dosis
primarias con un refuerzo (3p+1). Los países que tienen una alta cobertura de vacuna contra el
Hib con cualquiera de estos esquemas han observado una disminución de más del 90% de la EI
por Hib. Algunos países han identificado un aumento de la enfermedad por Hib en países sin
una dosis de refuerzo, pero éste ha sido pequeño y no sostenido.

Actualmente, se encuentra en el calendario del Plan Nacional de Inmunizaciones con un


esquema de 3 dosis (2-4-6 meses) más un refuerzo (18 meses) (3). La vacuna constituye una
intervención altamente efectiva, logrando una protección, superior al 90% para infecciones
invasoras. y fue considerada una de las intervenciones más trascendentes en Salud Pública de
los últimos años.
Bibliografía
● Parra, E., Castañeda, E., & Moreno, J. (20017). “Identificación de Haemophilus influenzae,

Streptococcus pneumoniae y Neisseria meningitidis por reacción en cadena de la

polimerasa”., 27(3), 454-460. Biomédica SCIELO.

http://www.scielo.org.co/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S0120-41572007000300015&lng=

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● OMS (2019) “Manual de laboratorio para la identificación y prueba de susceptibilidad a los

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● Bush, L. M. (2023, 5 junio). Infecciones por Haemophilus influenzae. Manual MSD versión

para público general.

https://www.msdmanuals.com/es-mx/hogar/infecciones/infecciones-bacterianas-bacterias-gra

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● McCrea K W, Xie J, LaCross N, Patel M, Mukundan D, Murphy T F, (2018). “Relationships of

nontypeable Haemophilus influenzae strains to hemolytic and nonhemolytic Haemophilus

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