Está en la página 1de 3

EL HOMBRO está formado por tres huesos: el omóplato (escápula), el

húmero (hueso de la parte superior del brazo) y la clavícula. Se mantiene


unido gracias a músculos, tendones y ligamentos. El extremo externo de
la clavícula está conectado al extremo (acromion) del omóplato. La bursa
(bolsa) es un saco lleno de líquido que ofrece amortiguación y lubrica la
zona del hombro. El manguito de los rotadores es el grupo de tendones y
sus músculos relacionados que ayudan a mantener el hueso de la parte
superior del brazo colocado en la cavidad de la escápula.

INSPECCIÓN

La inspección del paciente inicia desde el momento de la anamnesis: el


observador estará atento a la actitud de la cintura escapular adoptada
mientras el paciente se comunica, así como a las adaptaciones que se
hayan realizado debido a algún eventual problema subyacente. Antes de
realizar un examen físico completo del hombro, se impone una adecuada
observación del mismo, siempre con los hombros totalmente
descubiertos (sin camisa y con el pecho cubierto en el caso de pacientes
mujeres).

Se debe visualizar ambos simultáneamente, evaluando posibles


deformidades óseas, estado de la piel, cicatrices, asimetrías, edema,
equimosis, hematomas o atrofias musculares. Viendo desde posterior, el
hombro dominante se evidencia usualmente más bajo que el no
dominante. Se debe comparar siempre las fosas supra e infraespinosa en
busca de atrofias en los músculos supraespinoso e infraespinoso.

Es necesario estar atento a alteraciones en la columna, ya que una actitud


cifótica puede condicionar la movilidad de las escápulas. Además, un
acromion prominente puede ser signo de luxación de hombro. La
observación de atrofias y movimientos de la mano nos guiará en la
diagnósis de posibles alteraciones neurológicas de la extremidad .

PALPACIÓN
Después de una adecuada observación de la cintura escapular, se debe
palpar el hombro y cuello posterior. Deberá palparse el trapecio (en busca
de posibles contracturas musculares), la espina de la escápula, acromion y
articulación acromio-clavicular, cabeza del húmero, sitio de inserción del
manguito rotador, corredera bicipital, inserción del pectoral mayor.

Las contracturas musculares son comunes en la cintura escapular, no sólo


del trapecio sino también de los romboides y elevador de la escápula.

Dichas contracturas sólo serán diagnosticadas si se realiza una adecuada


palpación de estos músculos.

Las alteraciones de sensibilidad en la cintura escapular podrían


corresponder a lesiones neurológicas. Es importante buscar atrofias en las
tres porciones del deltoides, si se sospecha lesión del nervio axilar.
Cambios en la temperatura o sudoración de la mano son signos de lesión
neurológica de la extremidad superior.

Pruebas especiales

prueba de rascado de Apley evalúa la amplitud de movimiento del


hombro haciendo que el paciente intente tocar la escápula opuesta con la
punta de los dedos, estudia la abducción y la rotación externa.

Prueba del test: evidenciar la presencia de un conflicto anteromedial en el


hombro (valoración del espacio subacromial y de los tendones del
supraespinoso, infraespinoso y porción larga del bíceps).

Test de Hawkins: la flexión del brazo de 90º junto con la rotación interna
forzada, produce dolor al comprimir el tendón supraespinoso contra el
ligamento coracoacromial (Figura 1D). en abducción de 90º se realiza
rotación externa completa. Provocará dolor en caso de patología
Signo de Napoleón: se puede realizar con el paciente en bipedestación o
sedestación. Se coloca el codo en un plano anterior a la escápula y se
evalúa la capacidad de mantener la mano sobre el abdomen. Si existe
diferencia con el brazo no afectado, puede indicar rotura o debilidad del
subescapular. Prueba del brazo caído (Drop arm test) (Codman test):

Se considera una prueba positiva cuando el paciente es incapaz de


mantener el brazo en esta posición y lo deja caer al costado del
cuerpo. Sugiere lesion del supra e infra-espinoso o lesiones neurológicas.

También podría gustarte