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1

Editorial Aurora
Caracas, 2024

Revisión y edición
Carlos Aquino G.

Diagramación
Alejandro Díaz M.

Diseño
Tomás Peraza A.

Portada
Diseño original, con una de las brigadas para la venta
de ejemplares de Tribuna Popular durante la marcha del
1 de mayo de 2014, en Caracas, y la efigie de V.I. Lenin.

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2
Nota preliminar

E l cuerpo central de esta publicación está confor-


mado por los textos de doce periódicos de partidos
comunistas de Latinoamérica, el Caribe y Europa, ela-
borados especialmente para la edición aniversaria de
Tribuna Popular en 2013i, cuando el periódico del Par-
tido Comunista de Venezuela (PCV) cumplió 65 años.
Profundizando más allá de las superficiales simili-
tudes retóricas, en el desarrollo de los diversos enfo-
ques acerca del rol del periódico comunista –en parti-
cular de sus características leninistas– y de la prensa
revolucionaria en general, ya podían apreciarse pun-
tos de vista conceptualmente enfrentados, y que trans-
currida más de una década siguen estando en la pales-
tra para el debate y las definiciones.
Finalmente, llamamos la atención del lector sobre
algunos detalles formales. En primer lugar, las negri-
llas, las cursivas, los paréntesis y las acotaciones entre
rayas (–) pertenecen a la edición original, y los corche-
tes denotan puntuales agregados nuestros. En segun-
do lugar, las notas de los autores a pie de página no lle-
van identificación, mientras que marcamos como no-
tas de Tribuna Popular (N. de TP) las agregadas por el
equipo editorial en la publicación de 2013, indicando
en todas éstas con un asterisco (*) a las que agregamos
un comentario (entre corchetes) o que les actualiza-
mos la fuente y la cita respectiva; y las que incorpora-
mos especialmente para esta edición se señalaron
como notas de la Editorial (N. de la Edit.).

Editorial Aurora
Febrero de 2024

i
Tribuna Popular, Nº 216 (Nº 2.906), XI Época, Edición especial aniversaria, 1 al 28
de febrero de 2013, pp. 8-27. Véase en el apéndice (pp. 108-113).
3
CONTENIDO

4
5
Prefacio

L a ligereza en el empleo de términos –que incluye


usar como sinónimos algunos que estrictamente
no lo son, es decir, no significan o no reflejan lo
mismo–, comúnmente denota una falta de rigurosi-
dad en su uso y/o un desconocimiento de los signifi-
cados e implicaciones que tienen; aunque, a veces, lo
que hay es la intencionalidad de camuflar lo que
realmente se hace o al menos se piensa.
Esta es una lamentable cotidianidad, desde hace
décadas, tanto en Venezuela como en cada vez más
«partidos comunistas» de Latinoamérica y el mundo.
Por eso, desde la Dirección de Tribuna Popular1
procurábamos inducir a la reflexión, al debate y a la
toma de conciencia acerca de la necesidad de anali-
zar críticamente todo lo que se escribe, se lee, se dice,
se escucha y se hace, fortaleciendo al mismo tiempo
la identificación de la militancia y de los trabajado-
res con un periódico que después de veinte años
(desde diciembre de 1990) volvía a imprimirse con
una frecuencia fija (21 días) y fecha de publicación
(cada tres jueves), además de una creciente calidad
en el contenido y en la presentación. Todo lo cual ger-
minó en que durante cerca de ocho años lográsemos
un promedio de 9% de incremento interanual en la
cantidad de ejemplares por edición, un promedio de
93% en distribución de ejemplares para la venta, y el
autofinanciamiento de todos los gastos del perió-
dico2.

1
Responsabilidad que ejercí durante casi once años, desde el 25 de enero de 2009
hasta el 13 de octubre de 2019.
2
Los egresos regulares que teníamos en Tribuna Popular –y que se cubrían con la
6
Naturalmente, constituíamos una mala referen-
cia ante los sectores oscurantistas y burocratizados
que aún hoy continúan enquistados en la Dirección
del PCV, los cuales, a través de medidas espurias y
bastardos ataques3, no cejaron en sus esfuerzos por
obstaculizar y torpedear el único proyecto que de-
mostró ser sostenible y exitoso en el partido.
Hasta mediados de 2018, con extraordinarios es-
fuerzos4, habíamos logrado sortear tres años que se
caracterizaron por una velocidad y magnitud inusi-
tadas en el alza de los costos de producción –a raíz del
agravamiento de la crisis económica sin precedentes
en nuestro país y su repercusión en la aguda escasez
de papel prensa y demás insumos de imprenta (tin-
tas, planchas y repuestos) que son importados en su
totalidad–. Pero la espiral hiperinflacionaria en mo-
neda nacional y la dolarización de facto de la econo-
mía llegó al punto en que sólo podríamos imprimir
importando directamente los insumos o pagando en
el país los servicios en divisas, lo cual obligaba a
desarrollar iniciativas internacionales cuya imple-
mentación nos prohibieron en el Buró Político por-
que ellos se encargarían.

venta de ejemplares y publicidad– correspondían a imprenta, embalaje, y distri-


bución nacional e internacional, que constituían cerca del 80% de los egresos, y
el resto a gastos administrativos (papelería, insumos varios, teléfonos, internet,
adquisición y reparación de equipos, remodelación de oficina, y fondos de re-
serva y de asignaciones). Adicionalmente teníamos los costos de elaboración
anual de la Agenda para la Planificación Popular (que tuvo ocho ediciones, de
2010 a 2017).
3
Como muestra de estas medidas y ataques –y sobre todo de las respuestas que dio
la Dirección de Tribuna Popular–, véase dos documentos en el apéndice (pp. 114,
116) (N. de la Edit.)
4
Que incluyeron reducir sensiblemente los egresos del periódico, primero suspen-
diendo los planes que teníamos para el incremento gradual de la cantidad de edi-
ciones por año con miras a ser semanario y retrocediendo en el aumento de pá-
ginas, hasta disminuir progresivamente el tiraje y suspender la publicación de
la Agenda para la Planificación Popular; además de empezar (desde agosto de
2017) a cubrir nuestro déficit con fuentes de financiamiento distintas a las usua-
les del periódico –priorizando por encima de todo la importancia de continuar
publicando TP–, pero logrando al menos mantener los lapsos de salida del perió-
dico.
7
En la edición Nº 2.998 de la historia de Tribuna Po-
pular, del 19 de julio de 2018, resaltamos «el peligro
de que –en el año de nuestro 70º Aniversario y cerca-
nos a la edición 3.000– no podamos publicar el pró-
ximo número o el siguiente», y advertimos:
No hacer nada y asumir cómodamente la propuesta
en boga de «migrar» a los medios digitales sería un
error político garrafal, porque con internet –a pesar de
que pueda tener más inmediatez y aparente mayor al-
cance– no se pueden cumplir integralmente las tareas
que le corresponden al periódico leninista y a su Par-
tido.5
Efectivamente, la siguiente edición (que corres-
pondía para el 9 de agosto) ya no salió, y recién el 14
de agosto el Buró Político decidió tratar la problemá-
tica de TP.
En dicha reunión hice una pormenorizada expo-
sición de la situación y manifesté que «el “órgano del
Comité Central” puede tener el formato que se quiera,
pero el periódico leninista es impreso», por lo que si se
decidía sacar una «publicación digital» ésta no debe-
ría llamarse Tribuna Popular –que es el nombre del
periódico impreso del partido– y que, en cualquier
caso, no debería llevar la continuación numérica de
las ediciones impresas porque ya no sería el órgano
leninista de prensa. El editor del periódico6, que fue
invitado a esta reunión, puntualizó correctamente:
«Si sale con el nombre “Tribuna Popular”, y además
con continuación numérica, no se percibe la urgencia
de que el periódico no está saliendo, no tendríamos un
recordatorio diario de que debe hacerse el esfuerzo

5
«Dando la batalla», nota de la Dirección de TP, en: Tribuna Popular, Nº 2.998, 19
de julio al 8 de agosto de 2018, p. 2.
6
Fernando Arribas García, un camarada con excepcionales características políti-
cas, éticas y de análisis, que escribía regularmente para TP –sobre temas mediá-
ticos, legislativos, económicos e internacionales– y que captamos para la planti-
lla del periódico. Asumió la responsabilidad de editor desde la edición Nº 2.981
(27 de julio al 9 de agosto de 2017), y la ejerció hasta octubre de 2023.
8
para que salga.»
Sin embargo, la reacción no se hizo esperar. Pedro
Eusse dijo: «TP es el órgano del Comité Central, sea im-
preso o digital, tiene la misma fuerza»; reforzado
por Oscar Figuera: «Comparto con Eusse que TP es el
órgano del CC sea impresa o digital, la característica
es que se mantenga la publicación regular», comple-
mentando: «lo puedes llevar en digital, en pendrive,
para que cumpla su papel»; Carlos Ojeda Falcón
apoyó: «Estamos en un período transicional de lo im-
preso a lo digital […] esa edición digital cumpliría el
mismo papel que cumple la edición impresa», y que
«es un problema de forma [no de fondo] si lleva la con-
tinuidad de número y si lleva el mismo nombre»; y la
guinda de Yul Jabour: «que se saque TP digital, con
continuidad en la numeración […] si eso cumple el pa-
pel leninista lo tendremos que discutir, porque, como
dice Eusse, hay nuevos medios».
Naturalmente, a pesar de la solitaria –pero co-
rrecta– posición que expresamos en la discusión y en
la votación, acatamos las decisiones y sacamos el
«periódico digital», pero, aunque los cabecillas del fi-
guerismo no querían «hacer ruido» que salpicara al
gobierno de Nicolás Maduro –cuyos intereses e ima-
gen seguirían resguardando hasta mediados de
2020–, no podía dejar de decir algo sobre la interrup-
ción de la publicación impresa, por lo que elaboré un
par de cartas públicas7 que al menos lograron que un
hecho tan grave no pasara por debajo de la mesa8 y
dejaron sentada la posición del equipo de TP. Ade-

7
Véase: «Carta del director», en: Tribuna Popular, «Nº 2.999» (1ª edición sólo digi-
tal), 27 de septiembre al 10 de octubre de 2018, p. 2; y «No tenemos nada que ce-
lebrar», en: Tribuna Popular, «Nº 3.000» (2ª edición sólo digital), 11 al 24 de octu-
bre de 2018, p. 2.
8
«Interrupción de la impresión de Tribuna Popular se hizo noticia», 5 de octubre
de 2018.
9
más, cuando a finales de ese año 2018 me pregunta-
ron sobre «las dificultades que se le han presentado en
el ejercicio de las tareas», dije sin tapujos:
La firme y reiterada incapacidad del BP para enten-
der el carácter y los objetivos trazados por Lenin para el
órgano de prensa del CC, y, por ende, el funciona-
miento, papel y potencialidades del periódico impreso
del Partido.9
No está de más destacar que, en referencia a la
prensa partidaria, el «órgano» se define como: «Pu-
blicación periódica que expresa la posición y directri-
ces ideológicas de un partido u organización.»10; pero,
como ya ha sido expresado:
Ser «órgano del Comité Central» no es sinónimo au-
tomático de ser un «órgano leninista», es decir, el que
Lenin concibió y describió claramente. Por ejemplo,
hasta una cuenta de Twitter puede ser designada como
órgano del Comité Central, al igual que un periódico
«digital», y en ninguno de los dos casos se cumplen –ni
pueden cumplirse– los preceptos legados por Lenin,
porque no basta con publicar y difundir textos, noticias
e informaciones.
Aunque se crea «pasado de moda», una de las condi-
ciones sine qua non para que un periódico pueda aspirar
a denominarse leninista es que sea impreso, porque […]
«el Partido conquista su papel dirigente al calor del con-
tacto directo en las luchas de la clase obrera y el pueblo
trabajador», y [el periódico impreso del partido] «[…] es
el único instrumento que nos brinda una dinámica de dis-
tribución, agitación, organización, educación y venta que
permite aceitar y fortalecer una estructura partidaria dis-
ciplinada» […]11
Sin embargo, tras tres años de inercia con una

9
«Cuestionario del Buró Político para el diagnóstico de Tribuna Popular», consig-
nado por el director de TP el 16 de diciembre de 2018.
10
Real Academia Española, Diccionario de la lengua española, 23ª ed., [versión 23.7
en línea], <https://dle.rae.es> [02/2024].
11
Prefacio de La prensa leninista y primeros pasos Tribuna Popular, Editorial Au-
rora, Caracas, 2023, p. 5.
10
gestión inepta12, cualquier atisbo de posibilidad de
volver a tener el periódico impreso del PCV –aunque
fuese, con la Dirección del figuerismo, uno refor-
mista– quedó descartado al leer el panegírico de la
directora designada en noviembre de 2022, de quien,
como carta de presentación, se resalta que «contri-
buyó al proceso de adecuación de la comunicación del
partido al uso de plataformas y redes digitales», y que
«espera dirigir en el futuro inmediato el proceso de
ajuste de Tribuna Popular a los significativos cambios
que ha traído consigo esta época»13.
No es de extrañar que la postmoderna directora
organizara enseguida un «Seminario virtual», para
conmemorar los 75 años de Tribuna Popular, denomi-
nado «Los desafíos de la prensa obrera en la era de la
convergencia mediática digital»14, en el que, muy a
su pesar, uno de los ponentes latinoamericanos en-
fatizó el deseo de que TP «pronto pueda nuevamente
imprimirse, para circular de mano en mano entre la
clase obrera y los campesinos»15, y otro participante
internacional sentenció que «la forma impresa de la
prensa del partido es un elemento insustituible de
nuestra acción […]. Explotamos las posibilidades de las
nuevas tecnologías, pero […] tenemos claro que la lec-
tura, el estudio y la difusión de la edición impresa del
periódico, son insustituibles»16.
Para quienes se asumen como millennials y cen-
tennials –incluso en un país tan atrasado tecnológi-
camente como Venezuela–, y endiosan los llamados

12
Encabezada por Oswaldo Ramos, quien fue director de TP desde octubre de 2019
a noviembre de 2022, período en el que cayó a 7,5 el promedio anual de ediciones.
13
Tribuna Popular, «Nº 3.034» (edición sólo digital), enero de 2023, p. 2.
14
Transmitido el 24 de febrero de 2023, y que un año más tarde sólo acumula 340
vistas.
15
Ángel Chávez, director de El Machete, del Partido Comunista de México (PCM).
16
Dimitris Karagiannis, sección internacional de Rizospastis, del Partido Comu-
nista de Grecia (KKE).
11
«espacios virtuales» y la pretendida «aldea global»,
uno de los discursos preferidos se refiere al supuesto
gran alcance y capacidad de información y moviliza-
ción de «plataformas y redes digitales»; a pesar de
que, por ejemplo, al día de hoy la cuenta X (Twitter)
de TP17 tiene 11.150 «seguidores», su cuenta en Face-
book18 3,8 mil «seguidores», y su «Canal» de Tele-
gram19 159 «suscriptores»; es decir que, en suma,
apenas rozan la cantidad de ejemplares de Tribuna
Popular que llegamos a imprimir. Pero incluso, aun-
que la superaran en miles, por muchos «Me Gusta»
que obtengan, una verdadera organización revolu-
cionaria sólo puede aspirar a ganarse el liderazgo de
las masas trabajadoras compartiendo con ellas las
trincheras de lucha, demostrando diariamente con-
secuencia y ejemplaridad en los combates de clase.
La epopeya que tenemos por delante, como seña-
lara Fidel hace 62 años, es una «lucha de masas y de
ideas»20, para la cual es prioritario el rescate de la ge-
nuina prensa comunista. Por eso, permítaseme enal-
tecer el compromiso, entrega y abnegación de los
cuadros que garantizaron la edición, impresión, dis-
tribución y venta de TP por más de una década: Gui-
llermo, Peña, Joseíto, Fernando, Zenaida, Antonio,
María Jesús, Anita, Rojas, Enrique, Wladimir, Villa-
diego, Paúl, Juan Diego, «Guaky», Andrés, «MaJo»,
Mariano, Meléndez, Argelio, José Antonio, Manuel,
«Guako», Daza, Fany, Melo, «Calarcá», Claudia, Víc-
tor, Diego, Juvenal, Marcos y Osman.

Carlos Aquino G.
17 de febrero de 2024
17
@_TribunaPopular
18
@TribunaPopularWEB
19
tribuna_popular
20
«Segunda Declaración de La Habana» (1962), en: F. Castro, José Martí, el autor
intelectual, Editora Política, La Habana, 1983, p. 142.
12
T ribuna Popular es resultado y símbolo de los his-
tóricos esfuerzos del Partido Comunista de Vene-
zuela (PCV) –desde su fundación orgánica en 1931–
por dotar a la clase obrera y al pueblo trabajador ve-
nezolano de una herramienta ideologizadora, propa-
gandista, agitativa y organizativa, para los diversos
retos que presente la lucha de clases, por la supera-
ción revolucionaria del sistema capitalista y la edifi-
cación del socialismo, en la perspectiva de la forma-
ción económico-social comunista.
Con la presente edición especial aniversaria, Tri-
buna Popular conmemora los 65 años transcurridos
desde aquel 17 de febrero de 1948, cuando se inició
–producto de la unificación de los esfuerzos revolu-
cionarios de casi tres décadas por tener un periódico
marxista– la publicación del que desde entonces es el
órgano del Comité Central del PCV.

13
Una historia ininterrumpida1 e irreductible, en
las más difíciles condiciones de lucha, que se ha es-
crito en clandestinidad y frente al crimen, la perse-
cución, la cárcel y la tortura2; en periodos de flujo y
de reflujo, siempre en la defensa de los derechos del
pueblo trabajador, por la liberación de la patria, el
destierro de toda forma de explotación y la toma re-
volucionaria del Poder político.
A lo largo de estos 65 años de Tribuna Popular, de-
cenas de hechos y cientos de camaradas son ejemplo
de compromiso, disciplina, abnegación, desprendi-
miento y heroísmo del PCV y de lo que significa ser
militante comunista. Este aniversario también les
honra y exalta.
Sin embargo, bien sabemos –y los comunistas lo
hemos experimentado en carne propia– que estos
méritos colectivos y acervo histórico no garantizan
un rumbo sostenido de avance revolucionario –ni en
el periódico ni en los procesos políticos–, sino que la
consecuencia y la vigilancia diaria en la lucha y sus
objetivos son la mejor arma frente a retrocesos y des-
viaciones.

1
En realidad, hasta la fecha de este texto (enero de 2013), Tribuna Popular había
tenido dos interrupciones significativas: la primera, de noviembre de 1960 a
enero de 1962 (por lo que en todo el año 1961 no apareció ninguna edición de TP,
que venía siendo diario), debido a una inconstitucional prohibición del periódico
por parte del gobierno de Rómulo Betancourt, ya que el PCV era un partido legal
y con representación parlamentaria; sin embargo, en ese período se publicó el
semanario La Verdad, sin identificar responsables ni afiliación política. La se-
gunda, de mayo de 1968 a febrero de 1969, cuando fue sustituido por el semana-
rio Nueva Voz Popular, siendo el órgano de prensa de «Unidad para Avanzar»
(UPA) que fue un aparato político-electoral creado porque el PCV y TP se mante-
nían ilegalizados desde mayo de 1962. Véase: «Arqueo hemerográfico preliminar
de las colecciones de Tribuna Popular», informe de Fernando Arribas y Diego Pe-
ñalver, 8 de septiembre de 2014, pp. 4-5, 7. Luego de esto, la tercera interrupción
significativa de las ediciones impresas fue de agosto de 2018 a abril de 2019, y la
cuarta desde marzo de 2020 hasta nuestros días (N. de la Edit.)
2
Es de destacar que durante los dos períodos de clandestinidad que (al mismo
tiempo que el PCV) sufrió Tribuna Popular se continuó imprimiendo el periódico
–con las restricciones y medidas de seguridad propias de la ilegalidad y de la per-
secución policial–, publicando 43 ediciones de mayo de 1950 a noviembre de 1957
(II Época de TP), durante la dictadura perezjimenista; y 226 ediciones (120 de la
serie principal y 106 ediciones extraordinarias) de mayo de 1962 a mayo de 1968
(VI Época de TP), durante la lucha armada (N. de la Edit.)
14
Esta edición aniversaria busca profundizar en
«Experiencias y retos actuales de la prensa revolu-
cionaria», para lo cual contamos con el aporte de ar-
tículos elaborados de manera especial por periódicos
de distintos Partidos Comunistas de América Latina
y Europa, con miras a generar un debate concienti-
zador, desde variadas trayectorias, prácticas y pun-
tos de vista, resaltando que una prensa para ser re-
volucionaria –y mucho más la comunista– no puede
ser un mero difusor de noticias e informaciones,
sino que su razón de ser está indisolublemente vin-
culada al objetivo de hacer la Revolución.
Los fundadores del socialismo científico lo expre-
san con medular claridad cuando nos señalaron «El
objetivo inmediato de los comunistas (…): constitución
de los proletarios en clase, derrocamiento de la domi-
nación burguesa, conquista del poder político por el
proletariado», dejando definido sin medias tintas
que «El poder político, hablando propiamente, es la
violencia organizada de una clase para la opresión de
otra»3; a lo cual Lenin añadió que «Únicamente es
marxista quien hace extensivo el reconocimiento de la
lucha de clases al reconocimiento de la dictadura del
proletariado. En ello estriba la más profunda diferen-
cia entre un marxista y un pequeño (o un gran) bur-
gués adocenado.»4.
Por ello, el periódico comunista debe basar todo
su accionar en tres elementos imprescindibles e in-
sustituibles para la Revolución Socialista: el mar-
xismo-leninismo, como la guía político-ideológica;

3
*C. Marx y F. Engels, Manifiesto del partido comunista (1848), Editorial Aurora, Ca-
racas, 2023, pp. 24, 34.
4
*«El Estado y la revolución» (obra de 1917, aunque la cita es del apartado 3 del
capítulo II, añadido en 1918 para la segunda edición), en: V.I. Lenin, Obras esco-
gidas en tres tomos, t. 2, Editorial Progreso, Moscú, 1981, p. 316.
15
la clase obrera, como sujeto histórico; y, el Partido
Comunista, como su instrumento dirigente.
La misión del verdadero periódico comunista –en
justicia también llamado leninista, que es el escalón
superior del revolucionario–, «no se limita (…) a di-
fundir ideas, a educar políticamente y a conquistar
aliados políticos. El periódico no es sólo un propagan-
dista colectivo y un agitador colectivo, sino también un
organizador colectivo. (…)»5.
Este periódico sería una partícula de un enorme
fuelle de fragua que avivase cada chispa de la lucha de
clases y de la indignación del pueblo, convirtiéndola en
un gran incendio. (…)
La organización que se forme (…) en torno a este pe-
riódico, (…) estará precisamente dispuesta a todo, desde
salvar el honor, el prestigio y la continuidad del partido
en los momentos de mayor «depresión» revolucionaria,
hasta preparar la insurrección armada de todo el pueblo,
fijar fecha para su comienzo y llevarla a la práctica.6

Queda claro que todo el potencial, las responsabi-


lidades y las tareas descritas, para poder ser cumpli-
das integralmente, deben impulsarse a través de un
periódico impreso, con «estilo» propio y caracterís-
tico en diseño, diagramación, secciones, tipografía y
contenidos, con un lenguaje claro y sencillo que per-
mita masificar la comprensión de problemas com-
plejos y elevar el nivel político-ideológico de la mili-
tancia y de las masas.
Los otros diversos medios –sean los electrónicos,
como sitios web, blogs, correos y «redes sociales», o
la radio y la televisión–, deben ser asumidos como

5
*«¿Por dónde empezar?» (1901), en V.I. Lenin, Obras completas, t. 5, Editorial Pro-
greso, Moscú, 1981, p. 11.
6
*«¿Qué hacer?» (1902), en V.I. Lenin, Obras escogidas en tres tomos, t. 1, Editorial
Progreso, Moscú, 1981, pp. 253, 258-259.
16
herramientas complementarias, no sustitutivas del
impreso que ofrece a los destinatarios conservar,
compartir y distribuir el contenido, discutirlo colec-
tivamente, consultarlo a entera voluntad sin inter-
vención del poderío tecnológico del imperialismo;
además de que la dinámica de su distribución y
venta permite aceitar una estructura partidaria dis-
ciplinada que mañana deberá organizar y podrá dis-
tribuir a las masas rebeladas algo más que el perió-
dico.
El Partido no conquista su papel dirigente sen-
tado en una computadora, sino al calor del contacto
directo con las masas en sus diferentes experiencias
de lucha, para lo cual el periódico impreso –con una
sola línea coherente de unidad política, ideológica y
de acción– es el instrumento idóneo para este vital
vínculo, para explicar, discutir, clarificar y conven-
cer.

La existencia del periódico comunista es para


apuntalar los objetivos del Partido7, que reflejan las
necesidades del pueblo trabajador y de la Revolu-
ción, por lo que el periódico precisa de la militancia
–como primer destinatario y principal impulsor–
para cumplir su papel, así como el militante está in-
completo sin su periódico.
Para cada militante y cada organismo del Partido,
es un profundo e ineludible deber estudiar, difundir,

7
Los objetivos del Partido refieren la razón de ser de éste, es decir, el porqué y el
para qué de su existencia, que en el caso de un Partido Comunista es concientizar,
organizar y movilizar a la clase obrera y el pueblo trabajador por el triunfo y con-
solidación de la revolución proletaria y popular, hacia la construcción de la so-
ciedad comunista. Si los máximos dirigentes –como ha sido el caso del PCV– trai-
cionan los objetivos del Partido e imponen una línea socialreformista, castrando
el contenido revolucionario y desprestigiando ante las masas a la que debería ser
su organización de vanguardia, el deber de los genuinos comunistas es combatir
a esa camarilla desde todas las trincheras a su disposición (N. de la Edit.)
17
vender y pagar Tribuna Popular. La medida del cum-
plimiento con estos deberes es un reflejo del nivel
real del funcionamiento, conciencia, compromiso,
fortaleza y disciplina de los organismos de base y de
dirección.
Las y los revolucionarios, y en particular la mili-
tancia comunista, tienen claro que «Las condiciones
subjetivas de cada país, es decir, el factor conciencia,
organización, dirección, puede acelerar o retrasar la
revolución según su mayor o menor grado de desarro-
llo, pero tarde o temprano en cada época histórica,
cuando las condiciones objetivas maduran, la concien-
cia se adquiere, la organización se logra, la dirección
surge y la revolución se produce.»8.
En Venezuela, enmarcada por una intensifica-
ción de la lucha de clases, el PCV continúa avanzando
y abriéndose camino entre el diversionismo ideoló-
gico9 como la necesaria organización clasista revolu-
cionaria, autónoma, crítica y propositiva, en el obje-
tivo trazado por nuestro 14º Congreso, en agosto de
2011, cuando resaltó «la necesidad de fortalecer ideo-
lógica y políticamente al Partido Comunista de Vene-
zuela y de desarrollarlo orgánicamente entre la clase
obrera y el pueblo trabajador; no conformarnos con lo-
grar el reconocimiento de las y los trabajadores de la
ciudad y el campo por las posiciones que asumimos en
la defensa de sus intereses, sino hacer realmente del
PCV la vanguardia política organizada de la clase
obrera y del pueblo trabajador en general.»10.

8
*«Segunda Declaración de La Habana» (1962), en: F. Castro, José Martí, el autor
intelectual, Editora Política, La Habana, 1983, p. 124.
9
Esa era la visión que para el momento teníamos las corrientes críticas a lo interno
del PCV, tras los posicionamientos logrados menos de un año y medio antes en
la «Línea Política» del 14º Congreso, pero luego –sobre todo desde 2014– vendría
la contraofensiva reaccionaria de la corriente chavista del figuerismo, impo-
niéndose con su estilo de dirección personalista y autoritario (N. de la Edit.)
10
*«Línea Política» (14º Congreso del PCV, 2011), en: Tribuna Popular, Nº 2.966, 25
de agosto al 14 de septiembre de 2016, Encartado Especial, p. 12.
18
Este es el rumbo que, a sus 65 años, Tribuna Popu-
lar seguirá impulsando.

« …Necesitamos, ante todo, un periódico. Sin él


será imposible desplegar de modo sistemático
una propaganda y una agitación que se atengan con
firmeza a los principios y abarquen todos los aspectos.
Esta tarea, constante y fundamental, en general, de la
socialdemocracia12, es singularmente vital en estos
momentos (…) La misión del periódico no se limita, sin
embargo, a difundir ideas, a educar políticamente y a
conquistar aliados políticos. El periódico no es sólo un
propagandista colectivo y un agitador colectivo, sino

11
*El KKE se fundó el 17 de noviembre de 1918 [asumiendo ese nombre en 1924, ya
que inicialmente se denominó Partido Socialista Obrero de Grecia (SEKE)]. El pri-
mer número del diario Rizospatis («El Radical», en griego) aparece en 1908 como
«periódico democrático» y desde el 1 de agosto de 1921 se publica como órgano
oficial del Partido (N. de TP)
Al día de hoy, Rizospastis no sólo sigue siendo un periódico impreso, sino que
además continúa siendo diario. En su sitio web (www.rizospastis.gr) publican el
contenido íntegro de cada edición (N. de la Edit.)
12
Corriente política del movimiento obrero internacional, surgida en la segunda
mitad del siglo XIX propugnando el socialismo. La II Internacional, fundada en
1889 por los partidos socialdemócratas, asume el marxismo como doctrina ofi-
cial, pero durante los primeros tres lustros del siglo XX terminan imponiéndose
las corrientes oportunistas, por lo que, durante la Primera Guerra Mundial y so-
bre todo después del triunfo de la Revolución Bolchevique, el ala izquierda rompe
con la II Internacional y se asume nítidamente como comunista. Desde entonces,
la socialdemocracia y los socialdemócratas representan una corriente refor-
mista, que colabora con la burguesía (N. de la Edit.)
19
también un organizador colectivo. En este último sen-
tido se le puede comparar con los andamios que se le-
vantan alrededor de un edificio en construcción, que
señalan sus contornos, facilitan las relaciones entre los
distintos constructores, les ayudan a distribuirse la ta-
rea y a observar los resultados generales alcanzados
por el trabajo organizado.» (V.I. Lenin, «¿Por dónde
empezar?»)13
Estas características que atribuyó Lenin al perió-
dico del Partido en 1901, el papel que desempeña en
la acción del Partido, siguen estando en vigor hoy día
con más énfasis aún.
La tarea del Partido Comunista de preparar el fac-
tor subjetivo, es decir, tomar acción para la concen-
tración de las fuerzas de la revolución en condicio-
nes de situación no revolucionaria, es extremada-
mente más compleja hoy. La contrarrevolución no
ha cambiado el carácter de la época como época del
imperialismo y de la revolución socialista, pero ha
multiplicado las dificultades de la lucha contra un
enemigo que parece invencible, pero no lo es.
La necesidad de que el Partido Comunista tenga
un periódico como órgano del Comité Central, surge
ante todo de la necesidad de la acción unificada dia-
ria del Partido con su estrategia en la lucha para ha-
cer frente a los problemas populares, por la cons-
trucción del Partido, conociendo a gente, constru-
yendo organizaciones fuertes.
Desde este punto de vista, difundir el periódico en
las fábricas es un deber muy importante. Es un esla-
bón para el desarrollo de la actividad del Partido. Su
conexión directa con la clase obrera, los términos y
las condiciones de explotación que experimenta en

13
V.I. Lenin, Obras completas, t. 5, Editorial Progreso, Moscú, 1981, pp. 9, 11 (N. de
la Edit.)
20
la fábrica, la proyección de los problemas de la rela-
ción entre los obreros y los capitalistas, es una con-
dición previa para que se desarrolle la acción parti-
dista, las luchas de clases, para que se revele el ver-
dadero enemigo que es la burguesía. Además, contri-
buye a revelar la política burguesa a través de la pro-
yección de los desarrollos económicos y políticos en
todos los asuntos cotidianos, a la educación y la agi-
tación de la política del Partido con el fin de ganar
masas de obreros, así como de campesinos pobres y
trabajadores autónomos de la influencia de los de-
más partidos, contribuir a su organización para que
el movimiento obrero y popular adquieran caracte-
rísticas antimonopolistas, anticapitalistas, organi-
zando la alianza popular.
En las condiciones actuales, ante el Partido Co-
munista surgen nuevas y aún mayores exigencias en
la lucha ideológica, en la batalla de ideas en las filas
del movimiento, la necesidad de que junto al objetivo
básico se debiliten las percepciones y las construc-
ciones ideológicas burguesas, se dé un golpe ideoló-
gico y político a las fuerzas reformistas y oportunis-
tas que son un obstáculo principal en la unidad de la
clase obrera con bases de clase, en la alianza social,
en la radicalización de la conciencia y la acción po-
pular.
Nuestra actividad diaria para la organización de
la lucha de clases se dirige a fuerzas populares diver-
sas en términos de experiencia y conciencia política
clasista. Por lo tanto, la batalla de ideas es una condi-
ción previa para la organización de las fuerzas obre-
ras y populares14. El contraataque ideológico desem-
peña hoy, más que nunca, el papel del factor organi-

14
Seguramente por un yerro en la traducción, esta frase sola, tomada de manera
aislada, con aquello de «condición previa», puede interpretarse erróneamente →
21
zador en el despertar de las masas populares, ante
todo de los obreros, de los empleados, de los asalaria-
dos, de la nueva generación de la clase obrera, de la
juventud así como de los campesinos pobres y los tra-
bajadores autónomos, como aliados de los obreros.
Por lo tanto, asegurar la acción unificada en las
condiciones actuales con base a lo anterior es impo-
sible sin el estudio diario y la difusión del periódico,
del órgano del Comité Central del Partido Comu-
nista. La proyección y promoción de las luchas, la ge-
neralización de la experiencia, contribuyen a la par-
ticipación de nuevas fuerzas en las luchas, en la con-
frontación de las dificultades de movilización.

El elemento más importante de los acontecimien-


tos actuales es la crisis económica del capitalismo
que se está manifestando en el mundo capitalista.
La crisis económica capitalista es una crisis de so-
breacumulación de capital. La revelación de su ca-
rácter es una tarea básica para el desarrollo de la lu-
cha de clases tanto para confrontar sus efectos sobre
la clase obrera y los demás sectores populares po-
bres, como para ligar esta lucha con la lucha por una
salida a favor del pueblo. El carácter de la crisis y la
salida están en el marco del debate ideológico y polí-
tico diario. Desde el primer momento de su estallido
los partidos burgueses, así como fuerzas reformistas
y oportunistas, empezaron un esfuerzo sistemático
de desinformar con el fin de ocultar las verdaderas
causas de la crisis. Su objetivo es impedir incluso el
menor paso hacia la emancipación del movimiento

como que primero debe darse la «batalla de ideas» para después poder organizar
a las fuerzas obrero-populares, cuando en realidad es un proceso simultáneo,
como bien se explica en la frase inmediata anterior y en el resto del párrafo (N.
de la Edit.)
22
obrero y popular. Se promovieron teorías sobre el
«capitalismo casino», de que la crisis se debe sola-
mente al sistema financiero, sobre el «supercon-
sumo» o su contrario el «subconsumo».
La actividad diaria de los comunistas para revelar
estas teorías así como la esencia clasista de la política
burguesa de gestión de la crisis, de la política de los
oportunistas en los centros de trabajo, en los barrios
populares, en las ciudades y en los pueblos, no puede
ser eficiente sin el estudio y la difusión del periódico
del Partido Comunista.
Un asunto principal de importancia estratégica,
para el cual el periódico del Partido Comunista es un
arma de trabajo diario, y está en el terreno del con-
flicto ideológico y político como contenido básico del
anticomunismo contemporáneo, es la defensa del
Socialismo que hemos conocido. Es necesario el estu-
dio continuo de la experiencia positiva y negativa de
la revolución-construcción-desarrollo del Socia-
lismo, para que los comunistas puedan actuar hoy
día con la mayor eficacia posible, dar respuestas a los
grandes problemas actuales. Esta tarea hoy es más
imperativa en un período durante el cual crece la
confusión acerca de las causas que llevaron a la res-
tauración capitalista, en un período cargado de de-
silusión, esperanzas reducidas y grandes preguntas
sobre si existe realmente una salida. El Socialismo es
el objetivo estratégico del KKE por conquistar. De
este punto de vista, nuestro Partido determina sus
posiciones sobre los problemas diarios de los traba-
jadores, su táctica en la lucha política, en la acción en
el movimiento obrero y sindical, en el movimiento
popular en general.
Por último, el periódico del Partido Comunista
contribuye decisivamente a la acción internaciona-
23
lista. La intensificación de la internacionalización
capitalista en las condiciones del imperialismo, el
entrelazamiento de las economías en el mercado in-
ternacional y en las relaciones de interdependencia
de los Estados, así como el impacto del desarrollo de
la lucha de clases y de la lucha revolucionaria del
pueblo de cada país hacia los demás pueblos, es un
elemento inherente de la actividad de cada Partido
Comunista. Además, es un elemento de conflicto con
la ideología y política burguesas y con la acción del
oportunismo en las condiciones actuales. Las inter-
venciones imperialistas en las condiciones actuales,
la revelación de sus verdaderas causas, la proyección
de la lucha de los pueblos de otros países, son facto-
res de fortalecimiento de la lucha de clases en cada
país por separado así como en la organización de la
lucha en cada país por el apoyo y la defensa de la lu-
cha de los pueblos de otros países en el marco del in-
ternacionalismo proletario.

15
*El PCC se fundó el 17 de julio de 1930. El primer número de Voz apareció el 20 de
julio de 1957 [inicialmente se llamó Voz de la Democracia, cambiado a Voz Prole-
taria en 1963, y en 1983 asumió su nombre actual] (N. de TP)
El semanario Voz sigue siendo un periódico impreso, que cada miércoles está en
los quioscos. En su sitio web (https://semanariovoz.com) publican gran parte
del contenido de cada edición y otras informaciones en la semana (N. de la Edit.)
24
E ntendiendo los profundos cambios científicos y
tecnológicos a estas alturas de la segunda dé-
cada del siglo XXI, cuando asistimos a nuevas reali-
dades de la revolución en los medios de comunica-
ción de masas, propias de un mundo en permanente
cambio dialéctico, la prensa comunista y revolucio-
naria conserva la misión histórica que le atribuyó
Vladimir Ilich Lenin, en la etapa revolucionaria de
formación de la vanguardia bolchevique, de ser un
organizador, un agitador, un propagandista y un edu-
cador de las masas populares.
Dicha tarea revolucionaria se extiende hoy al uso
de las redes sociales y del internet, dominio univer-
sal que no es de nadie y es de todos, a pesar de que
está expuesto en el capitalismo al poder de los mono-
polios y al control de los poderosos grupos económi-
cos transnacionales y nacionales.
Los medios de comunicación de masas no están al
margen del torrente dinámico de la lucha de clases.
En el capitalismo, en la formulación general, son
parte de poderosos e influyentes aparatos ideológi-
cos del Estado, que juegan un papel de alienación de
los sectores populares. Crean y alienan a la opinión
pública que es una criatura mediática. Es la manera
de mediatizar al sujeto político y a las subjetividades
en los procesos revolucionarios en todos los tiempos.
«Los medios masivos de comunicación (en el capi-
talismo, convertidos en mercancía como explicaba
Carlos Marx) son aplanadoras de la desculturización,
pero aún más, portadores de la alienación, para que el
ser humano pierda la identidad y la perspectiva histó-
rica y no juegue su papel protagónico en el mar picado
de los conflictos económicos, sociales, políticos y cultu-
rales, propios de una sociedad que avanza de manera
dialéctica en medio de ‘estallidos’ y ‘tormentas’ socia-
25
les, como también de contradicciones, entre éstas la
fundamental de la época: la de la forma social de la
producción y la forma privada de la apropiación, en las
condiciones de la cada vez mayor concentración de la
riqueza y el poder de la supremacía de los monopolios,
incluido el capital financiero»16, el más inhumano e
injusto de nuestros días.

Sin embargo, en la formulación particular, los


medios de comunicación de masas de carácter revo-
lucionario y alternativo, incluidos los que circulan
en las redes sociales de forma masiva y en diversas
manifestaciones cibernéticas, tienen la misión his-
tórica leninista, que les permite coexistir con los me-
dios dominantes y burgueses, aunque con diferencia
en la práctica real. Lo dijo Carlos Marx en las «Tesis
sobre Feuerbach», texto escrito en 1845, que tiene
palpitante actualidad: «El problema de si al pensa-
miento humano se le puede atribuir una verdad obje-
tiva, no es un problema teórico, sino un problema
práctico. Es en la práctica donde el hombre tiene que
demostrar la verdad, es decir, la realidad y el poderío,
la terrenalidad de su pensamiento»17.
He ahí la tarea de los medios de comunicación al-
ternativos que deben, en la práctica, contrarrestar el
papel de la política hegemónica, apoyada en los me-
dios de comunicación del sistema, parte de la super-
estructura en tanto que aparatos ideológicos de la
clase dominante. Le corresponde a VOZ confrontar la
ideología burguesa, denunciar las lacras del sistema

16
Carlos A. Lozano Guillén, «Periodismo, opinión pública y Plan Colombia», en: Fa-
lacias y Verdades sobre el Plan Colombia, varios autores, Ediciones Ceis-Inedo, Bo-
gotá, 2001, p. 109.
17
Véase: C. Marx, Tesis sobre Feuerbach (1845), Editorial Aurora, Caracas, 2023, p. 6
(N. de la Edit.)
26
capitalista y la denuncia de la violencia contra el
pueblo y de la violación de los derechos humanos, la
persecución a la izquierda y a las organizaciones sin-
dicales y populares, así como formar a las masas en
su propia experiencia al estimular la movilización, la
resistencia de masas, las luchas reivindicativas y lo
más importante: su organización para la toma del
poder.
Lo anterior quiere decir que la prensa revolucio-
naria se diferencia de la prensa burguesa es en la
práctica, en el contenido de clase que le permite
cumplir una misión histórica apropiando los princi-
pios leninistas ya mencionados.
…debemos proponernos, como objetivo inmediato,
la organización de un órgano del Partido, que aparezca
regularmente (…) toda la actividad de los socialdemócra-
tas18 en el futuro próximo debe orientarse a cumplir
esta tarea. (…) Una lucha económica que no es unificada
por un órgano central de prensa, no puede convertirse
en lucha de clase de todo el proletariado19

Manuel Cepeda Vargas, durante más de 20 años


Director de VOZ Proletaria y de VOZ y uno de los pe-
riodistas revolucionarios de mayor estatura intelec-
tual en la historia de nuestro país20, explicó el al-
cance de estos principios comunistas a la luz de las
nuevas realidades de la comunicación de masas, así:
«¿La vertiginosa aceleración de los cambios introduci-
dos en el plano de las comunicaciones, con innumera-
bles recursos electrónicos y con la multiplicación de la

18
Para entonces (1899), «socialdemócrata» era sinónimo de revolucionario mar-
xista o comunista (Véase la nota 12) (N. de la Edit.)
19
*Vladimir Ilich Lenin, «Nuestra tarea inmediata», 1899 [Véase: V.I. Lenin, Obras
completas, t. 4, Editorial Progreso, Moscú, 1981, p. 203].
20
Véase: C. Lozano, «Manuel Cepeda: un comunista convicto y confeso», en: Tri-
buna Popular, Nº 240 (Nº 2.930), XI Época, 24 de julio al 13 de agosto de 2014, p.
16 (N. de la Edit.)
27
radio y la televisión, han hecho desuetos estos plantea-
mientos leninistas? Lo cierto es que ellos continúan te-
niendo plena razón. La apropiación privada de esos
medios de producción, no sólo no disminuye el abismo
entre el espectador de la TV, de la radio o de la ‘gran’
prensa diaria, pese a que esos medios se modernizan,
sino que en realidad lo ahonda»21. Y el abismo es más
profundo, agregaríamos, en los tiempos actuales del
internet y de la revolución del ciberespacio.
Cobran vigencia las palabras de Manuel Cepeda al
explicar estos fenómenos sociales, propios del mate-
rialismo histórico: «Los últimos años en nuestro país
son testigos, precisamente, de la gran contradicción,
inherente a la sociedad capitalista que se expresa ro-
tundamente en la esfera de la información. En la me-
dida que se modernizan y se hacen más y más sofisti-
cados los instrumentos de comunicación, menos co-
municado está el país respecto a las grandes luchas so-
ciales que se libran en su interior»22. No hay informa-
ción veraz, no hay comunicación basada en la reali-
dad. Es parte del desafío de la prensa revolucionaria
y alternativa como VOZ, que debe ir a lo profundo de
la lucha de clases en el terreno ideológico con sus
propias herramientas, aún las más primitivas o las
más modernas.

En este contexto se explica el alcance y la proyec-


ción de un periódico como VOZ, cuya vigencia no
está en duda, porque está inmerso en el fragor de la
batalla de ideas como decía Gramsci y como lo re-
cuerda Fidel Castro en nuestros días. VOZ, en conse-

21
Manuel Cepeda Vargas y Carlos A. Lozano Guillén, Dos textos sobre la historia de
VOZ, Ideas y Soluciones Gráficas, 2004, p. 17.
22
Ibid., p. 18.
28
cuencia, es un periódico de los comunistas para el
pueblo colombiano. Su lenguaje debe ser amplio,
preciso, dialéctico, en la medida que dirige el dis-
curso a los hombres y las mujeres del pueblo, aunque
también a la intelectualidad, al proletariado, a los
campesinos y a las capas medias. La prensa revolu-
cionaria, no importa la forma que tenga –aún la más
moderna– no puede reducir su ámbito o mejor, su
universo, a la militancia del Partido, no debe ser con-
vertida en un boletín de información de la vida par-
tidaria, sino incluir, en lo esencial, la experiencia de
la lucha popular, las tareas de la unidad, la actividad
de la izquierda y de las organizaciones sociales, po-
pulares y sindicales, reflejar la problemática social y
política, las necesidades de los explotados, las formas
que asume el modelo de acumulación del capital y de
la resistencia de las masas.
La presentación debe ser impecable, atractiva, de
diagramación seductora. Combinación del efecto vi-
sual con la excelente calidad de los artículos, con len-
guaje apropiado, directo y de fácil entendimiento del
lector. Nada de ello riñe con los principios, con la lí-
nea editorial definida, clara y sin ambigüedades. La
calidad de VOZ y su mayor difusión en las masas po-
pulares y en los sectores de la intelectualidad, entre
los hombres, las mujeres y los jóvenes, es el mayor
aporte del Partido Comunista Colombiano a la per-
sistente labor de ganar la conciencia del pueblo para
la transformación revolucionaria de la sociedad.
Esta misión histórica justifica, de hecho y con creces,
la existencia de VOZ que este año pasado cumplió 55
años de vida, en medio del fragor de la lucha revolu-
cionaria y de importantes batallas antiimperialistas,
antioligárquicas y por la unidad popular.

29
En el caso de VOZ, prensa revolucionaria y alter-
nativa, es la principal herramienta de la lucha ideo-
lógica, útil para el movimiento sindical y popular
que debe enfrentar a la ideología burguesa e impe-
rialista que pretende difundir los logros de la civili-
zación cristiana y occidental de suyo degradada, el
éxito del capitalismo cada vez más decadente y a la
prédica idealista del fracaso comunista y del fin de la
historia. Aunque también a las corrientes reformis-
tas, economicistas, que entran en conciliación de
clases con posiciones de traición a los intereses de los
trabajadores, a los oportunistas de toda calaña, que
claudican con facilidad y terminan cooptados por la
clase dominante. Aunque también al oportunismo
de izquierda, al ‘izquierdismo’ como enfermedad in-
fantil como decía Lenin, desviación pequeñobur-
guesa que considera fácil tomarse el cielo por asalto
sin la participación de las masas populares. Genera
desespero, radicalismo pequeñoburgués y termina
reducido a pequeñas expresiones anarquistas lesivas
a los procesos revolucionarios.

La prensa escrita, en el marco de la más profunda


revolución científica y tecnológica en los medios de
comunicación, con la más acelerada irrupción de la
comunicación cibernética y explosión de todo tipo
de redes sociales, sigue siendo una realidad. Se niega
a desaparecer. Es la única que puede ser profunda y
analítica, con apoyo en formas tradicionales perio-
dísticas como el reportaje y la crónica que le dan pro-
fundidad, elegancia en la prosa y belleza estética a la
presentación. Siempre acompañadas de la imagen
diciente y agradable. Ahí radica una de las poderosas
razones para la existencia de VOZ. Y por supuesto a
30
la rigurosa exigencia de su mejor calidad.
Este es el debate que queremos abrir al interior
del Partido Comunista Colombiano y de la JUCO:
¿Cómo hacer un periódico que comprometa más a
los camaradas y capture más lectores sobrepasando
la frontera del Partido? ¿Cómo convencer al Partido
en todos sus niveles que VOZ es una herramienta
ideológica útil para el crecimiento, la agitación y la
propaganda, la educación y para la movilización de
las masas? Requiere una actitud autocrítica del co-
lectivo que elabora el periódico, pero también de
quienes tienen la tarea revolucionaria de difundirlo
y no lo hacen, al margen de la necesidad de buscar
otras formas de atraer lectores. Porque la venta del
periódico por los organismos y los militantes no es
una tarea para vender VOZ o para permitir que el se-
manario logre prolongar la existencia, sino de apro-
vechar la herramienta que significa el periódico,
promoverlo entre las masas para crecer y para divul-
gar la política del Partido.
Es el desafío para cumplir un derrotero leninista.
Es una postura ética ante la revolución en el más
concreto concepto gramsciano, al reconocer como
una de las funciones revolucionarias elevar la gran
masa de la población a un determinado nivel de con-
ciencia.
La reconstrucción del Partido Comunista Colom-
biano para hacer de él un poderoso Partido de masas,
está estrechamente relacionada con la más amplia
difusión y promoción del semanario VOZ en el seno
de las masas. Es la simbiosis entre uno y otro. Entre
VOZ y el Partido. Es la manera de entender al inolvi-
dable Manuel Cepeda Vargas cuando repitió una y
otra vez que el Partido Comunista es VOZ y VOZ es el
Partido Comunista.
31
P ara los comunistas argentinos –y en particular
para los que hacemos Nuestra Propuesta– el
aniversario de la fundación de Tribuna Popular, ór-
gano del Comité Central del Partido Comunista de
Venezuela, es la ocasión del abrazo fraterno, de hon-
rar el trabajo que significa la producción de una pu-
blicación revolucionaria, sostenida esforzadamente
en el tiempo, y de valorar el contexto de la celebra-
ción.
El calor del admirable pueblo venezolano apo-
yando a su presidente y a su revolución bolivariana,
la madurez y disposición movilizadora, que crecen
día a día, constituyen una oleada de aliento para to-
dos los latinoamericanos que vemos con preocupa-
ción las dificultades que deben afrontar pueblo y go-
bierno bolivarianos en esta crucial circunstancia.
Aquí cabe destacar una alta valoración del afán
político, intelectual e ideológico de nuestro hermano
Partido Comunista de Venezuela para actuar en el

23
*El PCA se fundó el 6 de enero de 1918 [inicialmente se denominó Partido Socia-
lista Internacional] (N. de TP)
En años recientes, por las desviaciones ideológicas del PCA (expresadas en el
oportunismo político del seguidismo a tendencias de moda –para mostrarse
como una organización «trendy»–, lo cual se evidencia en el texto con la defensa
del progresismo chavista-kirchnerista), el periódico Nuestra Propuesta (que se
imprimía semanalmente) lo redujeron a un «portal de noticias» (www.nuestra-
propuesta.org.ar) (N. de la Edit.)
32
proceso revolucionario venezolano, accionar que
exige audacia, inteligencia y coraje al encarar tan ar-
duos desafíos. No dudamos en destacar, tras muchas
décadas de sólidos vínculos entre nuestros Partidos,
el ejemplo de gran valor político y práctico para no-
sotros.
Y nos resulta claro que es necesaria más que
nunca la solidaridad con Venezuela, acompañando
la energía puesta en la recuperación del comandante
Chávez, tal y como lo hiciera la presidenta Cristina
Fernández recientemente.
Los pasos adelante en el proceso revolucionario y
con el movimiento popular dispuesto a demostrar
que no se dejará avasallar, como sucediera en la mo-
vilización del 23 de enero ante los intentos desesta-
bilizadores de la oposición, son datos cruciales para
nuestro movimiento popular en Argentina.
Una circunstancia luminosa como lo fue el acto
protagonizado por el presidente Chávez en Mar del
Plata, desbaratando la maniobra de George W. Bush
para institucionalizar el ALCA24, fue la contribución
más grande, ya en el siglo nuevo, que en nuestro país
se hiciera a la lucha antiimperialista y por la integra-
ción latinoamericana y caribeña.
El principal elemento de la lucha de clases que
nos inspira en este momento no es otro que el triunfo
del pueblo venezolano y del Presidente Chávez, quien
reinstaló una palabra que se quiso enterrar, Socia-
lismo, su gran contribución a la cultura de rebeldía
popular contra el imperialismo, el capitalismo y las
oligarquías de nuestra América Latina y Caribeña, la
única región del mundo donde la integración autó-

24
El «Área de Libre Comercio de las Américas» –acordada en la 1ª Cumbre de las
Américas, en 1994 en Miami– se preveía para 2005, pero en la 4ª Cumbre de las
Américas (4 y 5 de noviembre de 2005, en Mar del Plata, Argentina) hubo fuerte
oposición de diversos gobiernos y finalmente se desechó (N. de la Edit.)
33
noma de naciones, actuando por sí mismas, con voz
propia en el campo internacional, nos permite avizo-
rar el sueño bolivariano y sanmartiniano de la Patria
Grande.
Sobran razones, pero hay un indicador que nos
enorgullece a los comunistas y a otros sectores del
movimiento popular y político argentino: en cada re-
clamo de las derechas desesperadas que salen a pro-
testas en ciudades argentinas con sus cacerolas, nos
increpan «chavistas, váyanse con Chávez a Vene-
zuela». A mucha honra.

La celebración de Tribuna Popular nos remite al


hecho de que la ideología acrecienta su importancia
en la medida que aumenta el enfrentamiento entre
la decadencia del capitalismo, con su ferocidad beli-
gerante y depredadora, y la necesidad de cambios
profundos para la humanidad que ve en riesgo su
propia existencia.
El capitalismo en su etapa imperialista está hoy
más centralizado que nunca en lo económico, lo mi-
litar y lo cultural. Y es tan antihumano que le sobran
gran parte de los trabajadores y de la población del
mundo. Creció y vivió de los crímenes del colonia-
lismo, maduró a través del neocolonialismo y hoy in-
tenta la recolonización a escala mundial: comete ge-
nocidio, ocupa países, controla los recursos natura-
les. No admite la autodeterminación, ni el desarrollo
y ni siquiera su propia idea de progreso.
Reina sobre la información, la opinión pública y
el gusto de las personas, busca prevenir las rebeldías
y lograr el consenso, incluso de los expulsados del
sistema. Busca homogeneizar ideas, sentimientos,
igualar los sueños.
34
El capitalismo agonizante somete a la humani-
dad, pero la complejidad de la situación radica en
que, habiendo una gran crisis capitalista, y aun a pe-
sar de ciertos avances logrados, seguimos en una
gran crisis de las alternativas.
Entran en el juego entonces los grandes relatos,
las concepciones del mundo, del capitalismo y del
Socialismo, que tiñen el contenido espiritual de la
época y sus debates. En nuestro caso, el de Argen-
tina, el gran desafío es que se pueda superar la con-
tradicción que supone capitalismo salvaje o anarco
capitalismo y el capitalismo productivo o bueno
como lo supo llamar la Jefa de Estado, y se pueda in-
troducir la verdadera contradicción, la de una alter-
nativa post capitalista, según nuestra propuesta, So-
cialista.
En esta contienda un aspecto de indiscutible vi-
gencia es la esencia internacionalista de la lucha an-
ticapitalista, y en ese sentido es que valoramos el
proceso en desarrollo en nuestra región, elemento
vital para afirmar nuestra política de defensa del go-
bierno de Cristina Fernández, potenciando tanto
nuestra capacidad de confrontar con las acciones
golpistas y desestabilizadoras que se producen,
como también de debatir y confrontar con las presio-
nes de quienes, desde fuera y dentro del gobierno,
plantean que el progresismo en el gobierno llegó a su
tope y utilizan sus límites para conseguir leyes como
la peligrosa Ley Antiterrorista y otras que perjudican
a los trabajadores. Se enturbia entonces el panorama
político con un rol protagónico de la derecha ecle-
siástica, de la derecha política e incluso de la derecha
militar.
Es preocupante que el crecimiento de este año no
va a ser como está proyectado en el presupuesto na-
35
cional, lo que habla de un momento económico que
continuará siendo de alta inflación, de retroceso del
empleo y de decrecimiento o estancamiento en el
plano económico. El tema de la deuda externa no
está superado y ante la actuación de los llamados
fondos buitres, se demuestra que ha sido un gran
error no investigarla, denunciar su ilegitimidad y
dejar su jurisdicción en manos del CIADI25 y de tribu-
nales extranjeros.
Por estas razones recobran su nitidez y sentido
palabras como lucha de clases y lucha ideológica. En
un mundo globalizado, en que la comunicación atra-
viesa todas las relaciones sociales, sembrar ideas y
sembrar conciencia son cuestiones de primer orden.
El control sobre la dinámica de la información y
la comunicación global por parte de las grandes cor-
poraciones periodísticas, fuertemente apoyadas en
esta orientación por los gobiernos imperialistas, los
muestra más desesperados que nunca.
Ante ese diluvio mediático, la respuesta a la vieja
pregunta leninista ¿qué se ha de hacer?, resulta com-
pleja y bastante esquiva para nosotros los comunis-
tas argentinos. Pero hay elementos que son indiscu-
tibles, un Partido es un contenido que se expresa en
principios organizativos y nuestros medios de comu-
nicación, por modestos que sean, juegan un papel
primordial. Las redes electrónicas como un sitio
donde comunicar y los periódicos, revistas y edito-
riales como base de combate, como medio de eleva-
ción de la conciencia, como síntesis de aprendizaje
en la lucha.

25
«Centro Internacional de Arreglo de Diferencias relativas a Inversiones», fun-
dado en 1966, es una institución del Banco Mundial, con sede en Washington (N.
de la Edit.)
36
La historia de la prensa gráfica del Partido Comu-
nista es más larga que el propio Partido, sus orígenes
se pueden encontrar en periódicos publicados por
anarquistas y por el Partido Socialista. Y a su vez es
imposible pensar en los periódicos partidarios sin in-
troducirse en la extensa vida del Partido Comunista.
Ya en 1912 en el fragor del debate dentro del Par-
tido Socialista, su ala izquierda conformaba el Cen-
tro de Estudios Carlos Marx, que publicó el periódico
Palabra Socialista. Su primer número centraba su lí-
nea editorial en la lucha teórica contra el pensa-
miento reformista del socialista alemán E. Berns-
tein, quien sostenía que en la lucha por la emancipa-
ción obrera «el movimiento es todo y nada lo que se
llama habitualmente la aspiración final del socia-
lismo».
El rumbo que tomaba el Partido Socialista, conci-
liación de clases o defensa de los intereses políticos y
sociales de la clase obrera, generaba una crisis,
que se despliega con el posicionamiento ante la Pri-
mera Guerra Mundial. El apoyo brindado por los par-
tidos socialistas, entre ellos el argentino a la guerra
interimperialista confrontaba con las posiciones del
ala izquierda que postulaba la lucha contra la guerra.
La profundidad del enfrentamiento político e ideoló-
gico dio lugar a la formación del Comité de Propa-
ganda Gremial, que se planteaba ligar las luchas
obreras con la lucha política. El comité ejecutivo del
Partido Socialista lo disolvió en 1917. Las juventudes
socialistas no escaparon a esos debates y en abril de

26
El texto original enviado por la Dirección de Nuestra Propuesta llegaba hasta el
párrafo anterior, con escasos insumos sobre los retos actuales de la prensa par-
tidaria y nada acerca de sus experiencias, por lo que –para la edición aniversaria
de 2013– el director de Tribuna Popular le incorporó esta sección, tomada de los
archivos del PCA (N. de la Edit.)
37
1917 editaron el periódico Adelante. La lucha intes-
tina dentro del socialismo alcanzó su punto máximo
en 1915-16 con gran influencia donde jugó un gran
papel el Partido Obrero Socialdemócrata Ruso enca-
bezado por el camarada Lenin, donde se planteó la
tarea central de los revolucionarios en ese momento,
la lucha contra la guerra y por la paz socialista.
Este enfoque internacionalista agudizó las dis-
crepancias internas en el socialismo argentino y la
decisión de su ala revolucionaria que defendía con-
secuentemente la posición marxista, difundir el so-
cialismo científico y el internacionalismo proletario.
En ese contexto nace La Internacional subtitulado
«periódico socialista quincenal» como vocero de la
corriente de izquierda del Partido Socialista, éste se
publicó por primera vez de agosto de 1917 y su publi-
cación se extendió hasta el 25 de diciembre del
mismo año. Cuando en enero de 1918, al calor de la
Revolución de Octubre se produce la ruptura de la
corriente de izquierda, ésta se transforma en Partido
Socialista Internacional, reaparece (Nº 1, 23 de enero
de 1918) ahora subtitulada «órgano del Partido So-
cialista internacional». Poco después, a instancias de
la recién creada Internacional Comunista, se realiza
el 1er. Congreso extraordinario; La Internacional,
subtitulado ahora como órgano del Partido Comu-
nista (sección argentina de la Internacional); el pe-
riódico se publica con relativa regularidad hasta
1930, cuando se produce el golpe militar, se persigue
a su militancia y la prensa es prohibida.
La Internacional fue editada como una publica-
ción de la «cooperativa de ediciones» constituida en
julio de 1917. En 1919 se resolvió trasformar el sema-
nario en diario, en consecuencia se propuso reunir
fondos para la compra de una imprenta propia, el
38
diario salió a la calle el 5 de agosto de 1921. Los afilia-
dos del Partido realizaron ingentes sacrificios para
levantar la imprenta (…). Se había votado el aporte de
medio jornal mensual por parte de cada afiliado y la
resolución se cumplió puntualmente. Hasta 1925 sa-
lió irregularmente como diario y otras veces como
semanario. Ese año se tomó la resolución de salir
como diario y se solicitó el aporte de un jornal men-
sual a cada afiliado, se realizaron rifas, fiestas, etcé-
tera, para retornar diariamente a la calle.
De 1930 a 1936 La Internacional se publica con
menor regularidad con la dirección de Héctor Agosti.
Durante ese periodo el Partido pujó por tener su
prensa legal y editó Bandera Roja, Mundo Obrero y
Frente Único sin el nombre del director, aunque entre
sus redactores figuraban Rodolfo Ghioldi y Héctor
Agosti, estas publicaciones sufrieron distintos ata-
ques a sus trabajadores en la propia imprenta y dis-
tintas clausuras. Desde 1936 hasta 1949 se publicó el
semanario Orientación, por supuesto que atravesó
los mismos problemas que todos los periódicos del
Partido, persecuciones, clausuras y detenciones de
sus redactores.
En 1940 comienza a editarse La Hora, diario ofi-
cioso del Partido. En 1943 el Partido es declarado ile-
gal y su prensa clausurada, comienza a editar Pré-
dica, que es clausurado, pocas semanas después con-
tinúa apareciendo semiclandestinamente para ser
más tarde clandestino total. Dejó de ser editado en
octubre de 1945 cuando el Partido recuperó su lega-
lidad. Luego publicó El Patriota hasta noviembre de
1946, fecha en que reaparece La Hora, antes había
reaparecido Orientación, llegan nuevas clausuras en
1950 y se editan Pueblo Unido y Nuestra Palabra ile-
galmente.
39
En 1958 reaparece La Hora y antes de un año es
nuevamente clausurado. Continúa saliendo Nuestra
Palabra que se editó hasta marzo de 1976. Durante el
periodo dictatorial, el Partido publicó distintos pe-
riódicos que circularon clandestinamente entre los
afiliados y simpatizantes.
En 1981 comienza a editarse semanalmente Qué
Pasa hasta 1989, año en que aparece Nuestra Pro-
puesta.

A vante! ocupa un lugar único en el panorama de


la prensa portuguesa. En primer lugar por su
historia heroica de sacrificio y dedicación, iniciada
el 15 de febrero de 1931, en plena consolidación de la
dictadura fascista en Portugal y cuando todos los
Partidos y agrupaciones políticas, con excepción del
Partido Comunista Portugués, sucumbieron a la vio-
lencia fascista y desaparecieron.
Creado después de la reorganización del PCP en
1929, que lo preparó para resistir en las condiciones
de clandestinidad, Avante! acompaña el rumbo del
Partido en los duros años 30 del siglo pasado, sa-

27
El PCP se fundó el 6 de marzo de 1921 (N. de TP)
Al día de hoy, el semanario Avante! sigue siendo un periódico impreso, que sale
cada jueves. En su sitio web (https://avante.pt) publican el contenido íntegro de
cada edición, pero se accede a éste mediante «suscripción digital» (N. de la Edit.)
40
liendo con regularidad y atravesando periodos en
que su publicación era interrumpida. Sería con la re-
organización de 1940-1941, en la cual Álvaro Cunhal
asumió un papel destacado, que Avante! se converti-
ría definitivamente en el gran periódico de la resis-
tencia antifascista. Su edición ininterrumpida entre
agosto de 1941 y abril de 197428 hacen de él el perió-
dico que, en todo el mundo, más tiempo resistió en la
clandestinidad, siempre escrito, elaborado y distri-
buido en el interior del país; lo que también es un
caso único en el panorama de la prensa comunista.
Detrás de estos logros notables, están una co-
rrecta orientación política y un inmenso esfuerzo or-
ganizativo de vinculación a las masas, que permitie-
ron evadir y resistir la feroz represión policial por
más de tres décadas. El aparato técnico clandestino
del PCP –donde también se imprimían otras publica-
ciones partidarias y unitarias– era de tal orden que,
en las diversas situaciones en que una tipografía fue
localizada y asaltada por la policía fascista, otra en-
traba en funcionamiento garantizando la salida
puntual del periódico.
No es posible cuantificar el número de personas
que fueron detenidas por elaborar, distribuir o sim-
plemente por leer Avante! durante la dictadura de
Salazar y Caetano. Pero es necesario, por elemental
justicia, destacar algunos militantes que consagra-
ron lo mejor de sus capacidades y energías al Avante!
y, por ende, a la lucha contra el fascismo y por la li-
bertad. Y por eso pagaron, algunos, con la prisión y
con la muerte: José Moreira, responsable del aparato
de prensa del Partido, fue detenido en 1950, tortu-

28
La «Revolución de Abril» –conocida también como «Revolución de los claveles»–
triunfó el 25 de abril de 1974, encabezada por el Movimiento de las Fuerzas Ar-
madas (MFA), y derrocó la dictadura corporativista que sufrió el pueblo luso por
casi cinco décadas (N. de la Edit.)
41
rado y asesinado por la PIDE (Policía Internacional y
de Defensa del Estado) por negarse a traicionar a su
Partido; Maria Machado, tipógrafa entre 1942 y 1945,
fue detenida y torturada sin entregar ninguna decla-
ración; José Dias Coelho, escultor y funcionario del
PCP, autor de los más célebres grabados publicados
en la prensa clandestina, fue asesinado por la PIDE
en 1961 en una calle de Lisboa; y Joaquim Rafael, que
estuvo en las tipografías durante más de 25 años,
muriendo poco después del 25 de abril con la salud
completamente devastada por el plomo y otros ma-
teriales usados en la elaboración del periódico. Nom-
bres que, como tantos otros heroicos camaradas, no
dejamos caer en el olvido.

No se puede hacer la historia del Portugal fascista


y del catálogo de violencia, hambre, analfabetismo y
atraso que dejó en el país sin leer las páginas de
Avante! clandestino, una de las únicas y segura-
mente la más constante fuente no censurada de ese
periodo oscuro de casi medio siglo de la historia de
Portugal.
Fue a través de Avante! que miles de portugueses
sabían lo que la censura pretendía impedir que se co-
nociera: la represión y los crímenes practicados con-
tra los comunistas y otros antifascistas; la explota-
ción de los trabajadores en las fábricas, en los cam-
pos, en los servicios, en las escuelas y universidades,
y las luchas libradas allí; la actividad del Partido y de
los movimientos unitarios antifascistas; la natura-
leza de la política del gobierno, al servicio de quién
estaba y qué intereses servía; la acción del imperia-
lismo o la lucha de liberación de los pueblos.

42
El 17 de mayo de 1974, menos de un mes después
del 25 de abril, salía el primer Avante! legal. No era ya
el pequeño periódico clandestino impreso en papel
biblia, escrito, producido, distribuido y leído en se-
creto, sino un periódico de gran formato, plenando
las calles, que vendió medio millón de ejemplares.
En los meses y años que siguieron a la Revolución
de Abril, es en las páginas de Avante! que se encuen-
tra la intensa actividad desarrollada en la construc-
ción del Portugal democrático en camino al Socia-
lismo; la participación de los trabajadores y de las
masas populares en la profundización de la demo-
cracia, en la institucionalización de los derechos y li-
bertades; la Reforma Agraria, las nacionalizaciones,
el control obrero; la consagración de la independen-
cia de los pueblos dominados por el colonialismo
portugués y la solidaridad internacionalista.
Con o sin libertad, en un Portugal amordazado
por la censura o en pleno periodo revolucionario,
Avante! nunca se cohibió de mostrar la perspectiva
de los comunistas sobre la realidad del país y del
mundo. Hizo más que eso. Él mismo tomó parte ac-
tiva en la acción del Partido y en la lucha revolucio-
naria, llamando y dando sentido a la lucha, seña-
lando caminos, contribuyendo a la ampliación y
cohesión del colectivo partidario, apoyando en la
movilización de masas y en la construcción de la uni-
dad.
Cumplía así la función del periódico revoluciona-
rio como Lenin lo concibió, no sólo como agitador y
propagandista sino como organizador colectivo.

En los últimos años se han producido profundos


cambios en la sociedad portuguesa, que surgen de la
43
contrarrevolución y del avance de la política de dere-
cha. Casi 39 años después del 25 de abril, con el país
bajo ocupación de la troika (FMI, Banco Central Euro-
peo, Unión Europea), las libertades democráticas y
las conquistas revolucionarias fueron y continúan
siendo fuertemente golpeadas. La reforma agraria y
las nacionalizaciones, grandes conquistas de Abril,
fueron destruidas hace mucho; los derechos de los
trabajadores retrocedieron varias décadas, impe-
rando en las empresas y en la propia Administración
Pública la precariedad, la arbitrariedad y el irrespeto
por la contratación colectiva; el desempleo y las de-
sigualdades alcanzan niveles sin precedentes; im-
portantes servicios públicos y funciones sociales del
Estado –como la educación, la salud y la Seguridad
Social– son el blanco de un violento ataque con miras
a su privatización y entrega a grandes grupos econó-
micos privados nacionales y/o extranjeros; el poder
local democrático ve amenazados sus componentes
más avanzados y progresistas.
Acompañando toda esta ofensiva económica y so-
cial está la tentativa de limitar derechos y libertades
democráticas, individuales y sobre todo colectivas,
tanto a través de leyes antidemocráticas que procu-
ran coartar la autonomía de los partidos políticos
(léase del PCP), así como a través de prácticas dirigi-
das a colocar obstáculos al ejercicio del derecho a
huelga o de manifestación. Son, en esencia, los efec-
tos del proceso de «reconstitución, restauración y re-
configuración de las estructuras socioeconómicas del
capitalismo monopolista de Estado», del que habla el
Programa del PCP29.
Estos cambios también se hicieron sentir en el

29
Véase: Programa e Estatutos do PCP (19º Congreso del PCP, 2012), Editorial
Avante, Lisboa, 2013, p. 20 (N. de la Edit.)
44
plano mediático, con la casi totalidad de las televiso-
ras, radios y prensa en las manos de cinco grandes
grupos económicos –con fuerte presencia del capital
financiero nacional e internacional–, más allá de la
Iglesia Católica y del Estado (reducido al grupo RTP30,
cuya privatización está en el orden del día, y una par-
ticipación en la Agencia Lusa).
La propiedad capitalista de los medios de comu-
nicación social y el nivel de concentración alcanzado
tienen fuertes repercusiones en la forma y en el con-
tenido de la información producida y difundida, re-
produciendo la ideología dominante y silenciando o
distorsionando los análisis, acciones y propuestas de
las fuerzas sociales y políticas que, como el PCP o el
movimiento sindical unitario, de manera más tenaz
y coherente resisten la intensificación de la explota-
ción, el aumento de las desigualdades y defienden
un profundo cambio de rumbo del país.
El dominio capitalista de los medios de comuni-
cación igualmente se hace sentir –¡y de qué forma!–
en el abordaje de las cuestiones internacionales.
Como en el caso de Venezuela, un ejemplo entre mu-
chos que podríamos citar, que atestigua que no son
más que «correas de transmisión» del imperialismo
norteamericano y sus satélites. En nombre de la «de-
mocracia» y de los «derechos humanos», mienten,
distorsionan, manipulan la opinión pública. Tam-
bién en esta materia Avante! es casi la única voz que
difunde la verdad, defendiendo el legítimo derecho
de los pueblos a escoger su destino y apoyando los
procesos revolucionarios en curso en los países que,
como Venezuela, anhelan la paz y la justicia social, el
progreso, la democracia, el Socialismo. En el 65º

30
«Radio y Televisión de Portugal» (N. de la Edit.)
45
Aniversario de Tribuna Popular, que saludamos fra-
ternalmente, reafirmamos, queridos camaradas,
nuestra solidaridad internacionalista, asegurando
que nunca nos faltará fuerza para apoyar la justa lu-
cha de ustedes.

El cuadro descrito anteriormente plantea nuevos


y crecientes desafíos a la prensa comunista. A ella le
corresponde informar lo que otros callan; desmontar
mensajes difundidos por los demás medios de comu-
nicación; abordar los diversos asuntos de la actuali-
dad nacional o internacional, pero no en la perspec-
tiva de la clase que domina política, económica, cul-
tural e ideológicamente la sociedad, sino desde el
punto de vista de la clase obrera, de los trabajadores
y de los pueblos.
Pero, no sólo eso. Medio de comunicación por ex-
celencia, el periódico de tradición leninista es en sí
mismo un instrumento de la lucha del Partido del
cual es portavoz. En las páginas de Avante! Surgen,
semana tras semana, los análisis, las posiciones y las
propuestas del PCP y la actividad de sus organizacio-
nes. Y ahí se expone y defiende su Programa de «Una
Democracia Avanzada - los valores de Abril en el fu-
turo de Portugal», parte integrante y constitutiva de
la lucha de los comunistas portugueses por el Socia-
lismo y el Comunismo, objetivos supremos y razón
de existencia del PCP.
Como se lee en el propio Programa del Partido
(modificado en el XIX Congreso, realizado al final de
2012), la construcción de la Democracia Avanzada se
«corresponde plenamente con los intereses de la clase
obrera, de los trabajadores y de las otras clases y capas
antimonopolistas y con las necesidades nacionales»,
46
siendo la «intensificación y convergencia de la lucha
de masas, con todos los desarrollos y expresiones que
ella pueda asumir» un factor «determinante y deci-
sivo» para su consecución31.
Por tanto, tienen presencia constante en las pági-
nas del órgano central del PCP los problemas, las as-
piraciones y las luchas de los trabajadores y de las
otras capas que integran el sistema de alianzas socia-
les para la actual etapa de lucha de los comunistas
portugueses, dando expresión a las reivindicaciones
de esas capas y a la actividad de sus estructuras aso-
ciativas.

En el camino que propone para la transformación


de la sociedad, en todas las fases y etapas de la lucha
por este objetivo, el PCP tiene a su fortalecimiento
como un elemento central. Y también en este campo
Avante! tiene un importante papel que desempeñar.
El periódico es un potencial vehículo de aumento
del prestigio del PCP al impulsar el Programa y el
proyecto del Partido, al dar voz y expresión a las lu-
chas y reclamos de la clase obrera, de los trabajado-
res y de otros importantes segmentos de la población
portuguesa.
Teniendo a los militantes comunistas como pri-
meros y principales destinatarios, Avante! contri-
buye decisivamente a su formación política e ideoló-
gica y, por ende, a una más cualificada militancia re-
volucionaria. No es exagerado afirmar que un mili-
tante que lea regularmente Avante! está más prepa-
rado para cumplir su papel de comunista en la em-
presa o en el sindicato, en la asociación o en la autar-

31
Véase: Programa e Estatutos do PCP (19º Congreso del PCP, 2012), Editorial
Avante, Lisboa, 2013, pp. 71-72 (N. de la Edit.)
47
quía: porque conoce los análisis y las orientaciones
del Partido; porque está informado de las luchas que
se libran en el país, de sus objetivos y resultados; por-
que está más seguro y es capaz de transmitir esa con-
fianza; porque sabe que en el mundo, a veces en con-
diciones dramáticas, los pueblos resisten… y no en
pocas ocasiones vencen y avanzan.
Además del papel que representa en la promo-
ción de la unidad de pensamiento y de acción en el
seno del Partido, Avante! (por la forma en la que es
distribuido, mayoritariamente a través de la organi-
zación partidaria) constituye un vínculo regular en-
tre el Partido y los militantes, y tiene una gran im-
portancia en la dinamización de las organizaciones
de base, a quienes les corresponde el papel central de
su distribución.

La resistencia, en este siglo XXI, de un periódico


con las características de Avante! plantea interesan-
tes cuestiones. Mucho más interesantes cuando
comprobadamente niegan algunas «verdades» do-
minantes.
Con el avance de la contrarrevolución en Portugal
y con las derrotas del Socialismo en Europa del Este,
mucho se habló del fin de las ideologías, del capita-
lismo triunfante, de la inutilidad y desactualización
de la lucha de clases. En muchos países, varios perió-
dicos comunistas (algunos de ellos históricos), si-
guiendo además a sus Partidos, aceptaron estas
«verdades»: unos, abandonando el vínculo orgánico
que los ligaba a sus Partidos; otros, convirtiéndose
sólo en un periódico supuestamente «indepen-
diente» entre tantos más; otros, retrocediendo al
más restringido carácter de mero boletín partidario.
48
Perdiendo, casi todos, la naturaleza de clase y la pers-
pectiva revolucionaria. Para no hablar de los que
pura y simplemente desaparecieron.
Con esto, los comunistas y los trabajadores de
esos países perdieron su voz y quedaron desarmados
ante una lucha ideológica cada vez más violenta y,
del lado del capital, con medios cada vez más pode-
rosos.
Avante! (como otros notables ejemplos del mundo
entero) ha mantenido su visión marxista-leninista
del mundo y de la vida, y su vínculo al Partido Comu-
nista Portugués, siendo un periódico leninista enri-
quecido con su propia experiencia, y resiste.
En el XIX Congreso del PCP se acordaron directri-
ces que, si se aplican con éxito, permitirán su expan-
sión. En la resolución política aprobada destacada la
«atención redoblada» que deben tener las organiza-
ciones del Partido sobre el «tratamiento de la prensa
partidaria, en el cuadro de las medidas de refuerzo or-
gánico», para lo cual: responsabilizar cuadros y crear
comisiones en los diversos organismos; aumentar la
red de distribución y venta de la prensa; y ampliar su
promoción pública con puestos de venta y otras ac-
ciones. Las ventas especiales en espacios públicos,
vinculadas al tratamiento de asuntos de actualidad,
son una «experiencia muy positiva» que deben conti-
nuar realizándose32.
El aumento de la difusión de Avante!, tanto en el
interior del Partido como entre los trabajadores y el
pueblo, es una tarea esencial para dar más fuerza al
PCP y así acercar la construcción de la Democracia
Avanzada y del Socialismo en Portugal, y también de
esta manera contribuir al fortalecimiento de la lucha

32
Véase: Resolução Política (19º Congreso del PCP, 2012), Departamento de Propa-
ganda del PCP, Lisboa, 2012, p. 94 (N. de la Edit.)
49
de los pueblos del mundo por la paz y por el Socia-
lismo.

L a celebración del 65º Aniversario del periódico


Tribuna Popular es motivo de júbilo para los co-
munistas venezolanos y sus aliados, y al mismo
tiempo lo es para los Partidos Comunistas, hermanos
y revolucionarios, de América Latina y el mundo. Es
por ello que, el Partido Comunista de Brasil se suma
a esta celebración, deseando a los camaradas de este
hermano país éxitos en la realización de la grandiosa
tarea que representa la batalla de ideas. El periódico
Tribuna Popular como difusor del lineamiento polí-
tico del Partido Comunista de Venezuela, de las lu-
chas populares, patrióticas, forjador de la conciencia
clasista, antiimperialista e internacionalista, se
torna en Venezuela y en América Latina, en un sím-
bolo de la prensa leninista.

33
*El PCdoB tiene como fecha de fundación el 25 de marzo de 1922 [aunque es una
división –inicialmente maoísta, luego proalbanesa, hasta el reformismo progre-
sista de las últimas tres décadas– del histórico PCB] (N. de TP)
En 2008, el Comité Central del PCdoB decidió convertir A Classe Operária en un
«periódico de masas» (véase: «Resolução sobre o jornal A Classe Operária»), con-
servando nominalmente su carácter de «órgano central», pero quedando como
un pasquín de publicación ocasional. Además, el PCdoB consagró estatutaria-
mente la equiparación del periódico y del sitio web del Partido como «órganos
nacionales de divulgación» (véase: «Estatuto do PCdoB», artículo 63 y aparte «c»
de la sección II del artículo 6) (N. de la Edit.)
50
Celebrar una fecha como ésta y realizar eventos
que conduzcan a la consolidación de los vehículos de
comunicación bajo la dirección e influencia de los
comunistas es algo que adquiere una enorme impor-
tancia en la actualidad, cuando una significativa
parte de la lucha de clases se sitúa en este ámbito, a
través de lo que podríamos denominar guerra me-
diática. Está en curso una poderosa y bien coordi-
nada, sofisticada y nociva –por momentos sutil, por
momentos brutal– ofensiva ideológica hacia los co-
munistas y demás fuerzas progresistas, cuyo princi-
pal instrumento son los medios masivos de comuni-
cación.

La guerra mediática contra las fuerzas progresis-


tas, de izquierda, socialistas y comunistas, se puede
igualar a una especie de terrorismo, el terrorismo
mediático que constituye la «guerra fría» de la ac-
tualidad, la continuidad en el plano de la lucha de
ideas de la ofensiva del imperialismo y de las clases
dominantes retrógradas en todo el mundo contra los
países y fuerzas políticas empeñadas en la batalla
por la emancipación nacional y social.
Es una guerra que lleva a la mentira como norma
y arma. Los medios de comunicación al servicio del
imperialismo estadounidense, de las demás poten-
cias aliadas a él y a las clases dominantes retrógra-
das, se transformaron en una verdadera usina de
mentiras.
Estos vehículos de comunicación resultan ser
grandes conglomerados privados que, además de lu-
crar colosales cifras, se ponen al servicio del sistema
como un todo, defendiendo políticas conservadoras,
neoliberales y antipopulares.
51
En su arsenal de mentiras y carnadas se encuen-
tra un inagotable repertorio propagandístico por
medio del cual exhiben a Estados Unidos y demás
países imperialistas como modelos de la democracia.
Pretenden imponer su modelo político como único y
democrático, su ideología como único pensamiento
a seguir, sus valores como la quintaesencia de la ci-
vilización.
Sin embargo, jamás se atentó de manera tan in-
tensa, flagrante y abarcadora contra las grandes
conquistas de la civilización: la democracia, la liber-
tad, la igualdad, la fraternidad, los derechos huma-
nos, los derechos sociales, la soberanía nacional y au-
todeterminación de los pueblos, el derecho interna-
cional y la paz.

Los medios masivos de comunicación se tornaron


cómplices de los crímenes, de golpes de Estado, de la
contrarrevolución, del terrorismo de Estado y de las
guerras de agresión y rapiña contra los pueblos y las
naciones independientes. Son los medios de comuni-
cación quienes preparan el terreno para estas agre-
siones, son ellos los que construyen, con artificios y
carnadas, opiniones favorables a la guerra, hacién-
dola natural, tornándola un acontecimiento banal,
conquistando a la opinión pública hacia sus posicio-
nes. Así fue como lo hicieron con las guerras de Bos-
nia y Kosovo, en la antigua Yugoslavia en los años no-
venta, en Afganistán en 2001, en Irak en 2003, en Li-
bia en 2011 y así está siendo en Siria. Las llamadas
coberturas periodísticas sobre estos dramáticos epi-
sodios resultan siempre parciales, unilaterales y ar-
bitrarias.
Los medios masivos de comunicación actúan de
52
igual forma contra Cuba y Venezuela. En relación a
la isla revolucionaria caribeña siempre fue así, desde
el triunfo de la Revolución cubana. Los medios masi-
vos de comunicación protegieron las agresiones, el
bloqueo, los atentados contra Fidel y los esfuerzos
por estrangular al país.
Vale decir también que, al tratarse de la Revolu-
ción cubana, los medios masivos de comunicación
siempre fracasaron; mostrando su ignorancia.
¿Cuántas veces anunciaron que sería, al día si-
guiente, la caída del gobierno y el fin del régimen so-
cialista?
Actualmente los medios masivos de comunica-
ción reaccionarios concentran su ataque hacia la Ve-
nezuela bolivariana y su líder, el comandante Hugo
Chávez. Los medios de comunicación de la burguesía
monopolista y de los círculos imperialistas interna-
cionales reiteradamente fueron el instrumento de
agitación política y difusión de mentiras en otro in-
tento de golpe, al forjar una interpretación retorcida
de la Constitución venezolana en el marco de la toma
de posesión del 10 de enero de este año del presi-
dente reelecto el 7 de octubre del 2012.

En Brasil, conocemos bien a este enemigo. En


nuestro país, el conservadurismo neoliberal durante
los ocho años (1995-2002) en que el expresidente Fer-
nando Henrique Cardoso, en alianza con la derecha,
dañó la economía nacional con su política entre-
guista y abrió las puertas del país al capital finan-
ciero, cediendo a las presiones monopolistas ha-
ciendo retroceder a la democracia. Todas las accio-
nes antipopulares y antinacionales del gobierno
neoliberal y conservador recibieron el íntegro apoyo
53
de los medios masivos de comunicación privados y
oligopolizados del país.
En las tres campañas en que la alianza conserva-
dora fue derrotada, los medios masivos de comuni-
cación actuaron con el comité de propaganda y no
vacilaron en acudir a rastreras torpezas. No perdió
solamente el esquema partidario de derecha, sino
que los medios masivos de comunicación también
fueron derrotados con la elección de Lula en 2002 y
2006, y posteriormente con Dilma en 2010.
Durante los dos mandatos presidenciales de Lula
(2003-2010) y actualmente durante el mandato de la
presidenta Dilma Rousseff, investida en 2011, los
medios masivos de comunicación orquestan campa-
ñas contra la concreción de cambios de carácter pro-
gresista en el país, constituyendo factores de deses-
tabilización.

Una urgente tarea de las fuerzas progresistas es


la organización de un movimiento democrático que
se contraponga a la ofensiva de los medios masivos
de comunicación.
En diferentes encuentros de los movimientos po-
pulares organizados, se multiplican las propuestas
para la creación de redes de ciberactivistas, de perio-
distas y blogueros progresistas, de medios de comu-
nicación al servicio de las causas progresistas y la so-
lidaridad internacional.
La concepción de los comunistas sobre el perio-
dismo y la comunicación en general –los vehículos
dirigidos por las fuerzas revolucionarias, sobre todo
la prensa bajo la dirección de Partidos Comunistas–,
es que son instrumentos de resistencia y de lucha
para la transformación del mundo, vehículos para la
54
batalla de ideas. Son enormes las potencialidades y
la capacidad de movilización del periodismo de re-
sistencia, de denuncia y de lucha de ideas, del cual
forma parte la prensa popular y comunista.
La actual prensa comunista es uno de los legíti-
mos portavoces de la izquierda, de los movimientos
populares y de sus justas reivindicaciones, una trin-
chera de lucha. Esta prensa reivindica y lleva consigo
la herencia histórica de la prensa obrera, popular, de
izquierda, socialista y comunista.
Esta prensa pertenece al linaje de las publicacio-
nes que realizaron y realizan la propaganda de las
ideas del Socialismo. El año pasado, el periódico so-
viético Pravda (La Verdad) completó 100 años de
existencia. Un año antes, completaría 110 años el pe-
riódico Iskra (La Chispa). En la misma época Lenin es-
cribió la célebre obra ¿Qué hacer?, al desarrollar la te-
sis de la construcción del Partido Comunista demos-
trando algo esencial para la lucha, un conjunto de
ideas revolucionarias que se consolidó en principios
organizativos revolucionarios.
En este libro el líder de la Revolución de Octubre
formuló la siguiente pregunta: «¿Por dónde comen-
zar?», refiriéndose a cómo iniciar la construcción del
movimiento revolucionario organizado y el Partido
revolucionario. Concluye que debía crearse un perió-
dico, cuya principal función fuese: propagar las
ideas de la Revolución, educar a la clase trabajadora,
difundir el programa socialista y constituirse como
núcleo organizador. Al invocar este pasaje de la his-
toria del Movimiento Comunista, afirmamos que
aún hoy realizamos periodismo revolucionario ins-
pirados en la tradición leninista, la cual reivindica-
mos y de la cual nos sentimos herederos.

55
La actualidad exige que agreguemos a esta heren-
cia, el dominio de las nuevas formas de comunica-
ción, los nuevos métodos de trabajo en este ámbito,
el lenguaje contemporáneo, y concentremos nuestra
atención en los sorprendentes fenómenos sociales,
culturales y políticos, antes inimaginables; entre
ellos la revolución tecnológica en el área de la infor-
mación.
En nuestra labor cotidiana por la batalla de ideas,
lidiamos con una correlación de fuerzas todavía des-
favorable para los que quieren cambiar el mundo.
Por ello actuamos con la mente abierta y sedientos
de aprender las mejores formas para hacer que nues-
tro mensaje llegue a la aplastante mayoría de la po-
blación y, como decía Gramsci, alcance la hegemonía
en la sociedad contemporánea.

También somos conscientes de que vivimos en un


mundo de permanentes amenazas de guerra y neo-
colonialistas. La crisis del capitalismo no torna más
fácil la lucha por la destrucción de ese sistema ini-
cuo, que no caerá por sí solo, pero sí destruido por las
fuerzas del progreso social.
El sistema de poder en cuyo vértice están el impe-
rialismo estadounidense y las demás potencias a él
aliadas, sigue siendo un sistema de explotación de
los trabajadores, de los pueblos y de las naciones po-
bres. Frente a la resistencia y lucha que despierta
este sistema, hace valer la política de fuerza, el inter-
vencionismo, la militarización y la guerra. Luchar
contra este sistema de poder, defender la paz, la so-
beranía nacional, la liberación de los pueblos y de los
trabajadores es uno de nuestros deberes al frente de
los vehículos de comunicación comunista.
56
América Latina vive un momento raro en su his-
toria republicana y de independencia. La lucha de-
mocrática y antiimperialista gana brío desde que en
1998 el líder antiimperialista Hugo Rafael Chávez
Frías es electo por primera vez en Venezuela y Luiz
Inácio «Lula» da Silva lo es en Brasil, en 2002.
Consideramos que es nuestro deber impulsar este
proceso, defender la Revolución Cubana, la Revolu-
ción Bolivariana, el ALBA34, la CELAC35 y demás pro-
cesos de integración y solidaridad.
En Brasil tenemos una posición clara. Fuimos
participantes activos de las victoriosas campañas de
Lula y Dilma. Consideramos que es nuestro deber di-
fundir las realizaciones del gobierno de la presidenta
Dilma, como lo hicimos durante los dos mandatos de
Lula, al desenmascarar las maniobras de la oposición
de derecha que, también por ello, cuenta con el inde-
clinable apoyo de los medios masivos de comunica-
ción golpistas.
La posición favorable a los procesos en curso en
América Latina, y al gobierno de la presidenta Dilma,
capitaneados por gobiernos progresistas constituye
un punto de partida para profundizar la lucha por la
ampliación y profundización de conquistas demo-
cráticas, populares y patrióticas rumbo al Socia-
lismo. Nosotros en Brasil, como vehículo de comuni-
cación de la izquierda-comunista, creemos que es
necesario avanzar aún más contra los factores inter-
nos y externos que actúan de freno al desarrollo na-

34
Constituida en 2004, en La Habana, por Cuba y Venezuela, hoy la integran nueve
países (tres de Latinoamérica y seis del Caribe); inicialmente se llamó «Alterna-
tiva Bolivariana para las Américas» (en oposición al ALCA), luego se denominó
«Alianza Bolivariana para los pueblos de Nuestra América», con el agregado de
«Tratado de Comercio de los Pueblos» (TCP) (N. de la Edit.)
35
«Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños», un mecanismo inter-
gubernamental surgido de la Cumbre de la Unidad de América Latina y el Caribe,
en 2010 en México, y constituida al año siguiente en la Cumbre de Caracas, Ve-
nezuela (N. de la Edit.)
57
cional con distribución de ingresos, valorización del
trabajo y justicia social, a fin de alcanzar la realiza-
ción de reformas estructurales democráticas, entre
las cuales se destaca la democratización de los me-
dios masivos de comunicación y del acceso del pue-
blo a la información.

A gradecemos al Consejo Editorial de Tribuna Po-


pular y a su Director el camarada Carlos Aquino
la invitación a colaborar con esta edición especial
con motivo del 65º Aniversario de este histórico pe-
riódico, que es ya un baluarte del movimiento obrero
no sólo venezolano sino internacional. Para los que
nos dedicamos a la prensa revolucionaria, la larga y
admirable trayectoria de Tribuna Popular es una re-
ferencia imprescindible.
Quisiéramos comenzar la exposición de nuestra
experiencia y las conclusiones que derivamos de ella
con una breve historia de nuestro órgano de prensa.
36
El Comunista, que fue el primer nombre que tuvo el periódico del nuevo PCM, se
transformó en El Machete (tomando el nombre del periódico fundado por David
Alfaro Siqueiros y que fue el órgano central de la Sección Mexicana de la Inter-
nacional Comunista en los años veinte y treinta. Véase: El Machete, Nº 1, mayo
de 2021). El periódico se publica irregularmente, como mensuario. En su sitio
web (https://elmachete.mx) difunden artículos, informaciones y pronuncia-
mientos del Partido (N. de la Edit.)
58
Cuando en 1994 un grupo de camaradas se pro-
puso la reorganización del Partido Comunista en Mé-
xico –luego de que éste, en nombre de posiciones pro-
gramáticas cercanas al eurocomunismo, fuera liqui-
dado en 1981–, eran tiempos en los que la confusión
y el transfuguismo provocado por la embestida con-
trarrevolucionaria a nivel mundial y a la derrota
temporal del Socialismo en la URSS hacían difícil la
tarea de la prensa comunista. Hay que decir que en
México había un vacío de más de una década de Par-
tido Comunista, más de doce años de que la clase
obrera en nuestro país no contara con un referente
organizativo basado en los principios del marxismo-
leninismo, que se planteara como objetivo la revolu-
ción socialista. Se arrastraba con una serie de confu-
siones, mas el hecho de proponerse la reorganiza-
ción del Partido en lo más álgido de la contrarrevolu-
ción tuvo un mérito heroico.
En medio de las dificultades impuestas el órgano
central no pudo imprimirse de manera periódica,
mas se logró publicar Cuadernos de marxismo, re-
vista teórico-política trimestral del Partido de los Co-
munistas Mexicanos. A principios del siglo se co-
mienza la publicación de Nuestro Tiempo, órgano de
difusión del Consejo Nacional del Partido de los Co-
munistas Mexicanos. Es el momento en que se defi-
nían ya con mayor claridad algunos conceptos como
ruptura y ofensiva, nuevos acontecimientos en Mé-
xico y en el mundo aportaban elementos para darles
contenido y fondo.
El proceso unitario que llevábamos a cabo enton-
ces con el PRS estaba llegando a su culminación con
la constitución, el 26 y 27 de julio de 2003, del Partido
de los Comunistas. Fue un acuerdo de su primer
pleno del Comité Central crear un órgano de difu-
59
sión y una revista teórica, dicho acuerdo se materia-
liza con el surgimiento de El Comunista, órgano del
Comité Central del Partido de los Comunistas, siendo
nombrado como Director el camarada Marco Vinicio.
Fue difícil echar a andar el proyecto editorial, dos
problemas que nunca pudimos resolver: lo arraigado
del trabajo artesanal entre los cuadros de dirección,
que privilegiaban la tradición oral como forma de di-
fundir las ideas; pero más que eso la incomprensión
de la necesidad de un periódico que fuera agitador,
propagandizador y organizador del trabajo partida-
rio. Así se pudo constatar cómo el periódico se alma-
cenaba en algunos locales del Partido en los estados,
o pasaban meses los paquetes del periódico en la ca-
juela de los vehículos de algunos dirigentes sin que
fueran entregados a los responsables. Situaciones
como estas impedían que el trabajo de edición del pe-
riódico fuera una responsabilidad colectiva.
Aunado o derivado de esto se manifestaban ya los
síntomas del fracaso del proceso unitario. No pudo
consolidarse la unidad ideológica. Entre agosto y
septiembre de 2008 el Comité Editorial plantea su
reestructuración tratando no sólo resolver la parte
operativa para la edición de El Comunista, sino prin-
cipalmente para tratar de nuclear ideológicamente a
los cuadros que integraran dicho comité. Se propone
un nuevo diseño, un nuevo formato para el perió-
dico, se inicia una Nueva Época.
El contenido del número 10, de octubre del
mismo año, resultó en una diferencia al proponer in-
cluir en ese número un artículo sobre el Comandante
Manuel Marulanda. Se argumentó que por la situa-
ción de criminalización de la solidaridad a las FARC-
EP y el acoso policiaco y mediático contra el Partido,
no era conveniente publicar nada sobre el tema. Po-
60
niéndose en cuestión uno de los principios funda-
mentales de un Partido Comunista, el internaciona-
lismo proletario. Pero es con la publicación del nú-
mero 11, de diciembre de 2008, que se hace más evi-
dente el choque al incluir en ese número un artículo
del camarada Miguel Urbano Rodrigues sobre
Trotsky, Lenin y Stalin. En un pleno del CC la fracción
reformista-oportunista lanzó un furibundo ataque
contra El Comunista y se deslindó del Consejo Edito-
rial, pero nunca plantearon un debate serio sobre
cuáles eran las diferencias a las que aludían y con las
que no estaban de acuerdo.
Fracturada ya la unidad en ese periodo de crisis,
El Comunista se convirtió en el arma contra la co-
rriente oportunista y reformista y el núcleo de reor-
ganización de lo que habría de ser el nuevo paso, es
decir nuestro IV Congreso37, la concreción del Par-
tido Comunista de México.
Pero, ¿acaso era equivocada la política editorial
de El Comunista? Nosotros afirmamos que no. En to-
dos aquellos lugares donde la militancia cumplía la
tarea de distribuir el periódico, el Partido se desarro-
lló ampliamente, se consolidaron ideológicamente
los nuevos cuadros y se elevó el nivel político de toda
la militancia. Se creó una red de distribución y co-
rresponsales que permitió no sólo nutrir sus pági-
nas, sino que pudimos llegar a nuevos lugares en
donde casi inmediatamente se iniciaban círculos de
estudio y se formaban células partidarias. El Comu-
nista cumplía la función que para un periódico revo-
lucionario le asignara Lenin. En esta época el perió-
dico juega una importancia capital en el proceso de

37
El 4º Congreso se realizó en dos sesiones, la primera el 20 y 21 de noviembre de
2010 (cuando, entre otras cosas, aprobaron dejar de llamarse Partido de los Co-
munistas y adoptaron el nombre de Partido Comunista de México), y la segunda
el 29 y 30 de enero de 2011 (N. de la Edit.)
61
elaboración de las Tesis de nuestro IV Congreso y de
la reorganización partidaria.
Hoy en día, a dos años de distancia del IV Con-
greso, El Comunista tiene un nuevo empuje, periodi-
cidad conquistada, distribución más eficiente, su ti-
raje aumenta, expresa el giro obrero, acompaña
nuestro accionar entre los trabajadores, las opinio-
nes vertidas en sus hojas pesan y atraen hacia el Par-
tido a organizaciones de masa y sindicatos.

Es una posición de los comunistas que la fuerza


de la clase obrera reside en su unidad sobre la base
de la conciencia política. En el ¿Qué hacer? de Lenin
encontramos más que un manual sobre organiza-
ción, encontramos una reflexión profunda sobre las
formas posibles y límites de la conciencia sin el
agente exterior, es decir el Partido marxista-leni-
nista, que al situar la opción del Socialismo contri-
buye decisivamente a impulsar la marcha de la His-
toria, convirtiendo a la clase obrera en la fuerza prin-
cipal de la emancipación de la humanidad.
El vehículo por excelencia, mediante el cual el
Partido ejerce este papel es la prensa. Este vehículo
debe estar afinándose, debe ir ajustándose a las ne-
cesidades que la realidad demanda. Ganar la lucha
ideológica atraviesa por ganar la lucha en la prensa
revolucionaria, una teoría correcta no es suficiente
si no logra llegar, si no sacude al movimiento obrero,
debe ir al centro de trabajo, convertirse en el arma
del trabajador.
El histórico Partido Comunista, sección mexicana
de la Internacional Comunista, nos lega un acumu-
lado de experiencias en este sentido que hoy retoma-
mos. Los cuadros del Partido y el órgano de prensa, El
62
Machete, tenían esta orientación, sumergirse en la
clase obrera, ganar ahí la lucha ideológica y hacer
emerger a la organización clasista. Es conocido cómo
David Alfaro Siqueiros, además de asumir tareas en
el periódico, fue enviado por el Partido a hacer tra-
bajo en Jalisco entre los mineros hasta hacer emer-
ger organización clasista, sindical y política. Alrede-
dor de una década con disciplina, seriedad y respon-
sabilidad, y los frutos de la actividad del Partido Co-
munista estuvieron a la vista.
Consideramos que nuestra breve experiencia nos
confirma que el actuar guiados por esta tesis trae re-
sultados y avances hoy en día. El material impreso,
con su carácter sistemático y profesional, ha sido un
instrumento insustituible a la hora de realizar la la-
bor política entre las masas obreras. Cargando algu-
nos periódicos bajo el brazo es como los militantes se
acercan a los trabajadores de distintas fábricas y
centros de trabajo que constituyen nuestro frente de
batalla. Se ha creado una situación en la cual los pro-
pios trabajadores buscan realizar denuncias o hablar
sobre sus luchas para asegurarse que obreros de
otras fábricas y de otras regiones se enteren. Hemos
podido constatar cómo obreros de diversas fábricas
arriban a sus asambleas sindicales con nuestro ma-
terial en sus manos. Las hojas de la prensa comunista
se transforman en un accionar conjunto de los ele-
mentos más avanzados de la clase, se han transfor-
mado en paros y movilizaciones, en cambios de di-
rección sindical con nuevas orientaciones, etc.
Aunque aún estamos lejos de completar la misión
de romper el control que ha ejercido el Estado y la so-
cialdemocracia sobre la mayoría de los sindicatos,
tenemos los elementos suficientes para considerar
que avanzamos sobre el camino correcto.
63
Rechazamos aquellas tesis que desestiman a la
prensa revolucionaria y que identifican a las llama-
das redes sociales, y en general los medios de infor-
mación electrónica como su sustituto. Si bien com-
plementamos y hacemos eco de nuestra prensa en
los medios electrónicos, consideramos que no se les
debe fetichizar o exagerar. Mientras la producción
mantenga su ritmo significa que los obreros no están
tuiteando, ni en huelga general. A cientos de luchas
sociales no les dan retweet y sin embargo existen y
pesan en la dinámica de la lucha de clases.
Pensamos que esta insistencia en destacar por
encima de las organizaciones a los instrumentos, a
los medios de comunicación, tiene que ver con el ac-
tivismo de sectores de las capas medias, o sea a la pe-
queña burguesía pauperizada que emerge radicali-
zada, que sin claridad ideológica buscan desespera-
damente hacerse ver y oír. No se identifican con la
clase obrera ni con la ideología de la clase obrera, su
individualismo y su desprecio por la organización
hacen evidente su alejamiento del trabajo produc-
tivo, reflejado en sus propuestas.
Y es que la prensa revolucionaria no sólo es insus-
tituible como vehículo para agitar entre la clase, sino
que es en sí misma el organizador colectivo. Sobre su
red de distribución, sobre las necesidades de redac-
tarlo, diseñarlo, colocarlo, reunir sus finanzas, se
construyeron nuestras células, y hoy en día continua
ese proceso. El mejor termómetro para evaluar el
desarrollo partidario dentro de nuestra estructura es
su actividad relacionada con El Comunista.
La prensa funciona como el garante de la unidad
ideológica del Partido. Esto no es algo que sostenga-
mos sólo en el campo de la teoría sino que lo verifica-
mos en la práctica. En un país de dimensiones tan co-
64
losales como el nuestro resulta insostenible, pese a
los esfuerzos, el realizar concentraciones (como con-
ferencias, escuelas, el festival, etc.) más allá de un
cierto límite impuesto por los recursos. La prensa
partidaria, que llega con su periodicidad a cada cé-
lula y comité, a cada camarada, permite tener una
idea muy clara de qué es lo que está pensando y ela-
borando el Partido, pese a estar separados por más
de 1.200 kilómetros.
El periódico fue el centro organizador de nuestro
IV Congreso, fue el punto desde el cual confrontamos
posiciones que se habían vuelto caducas. El periódico
ha sido la fragua que le ha dado firmeza siempre a la
mayor parte de nuestra organización cuando han
llegado momentos de definiciones. Como se dijera en
el primer festival del periódico, en el marco del 18º
Aniversario del Partido, la tinta del periódico es la sa-
via que atraviesa a todo el organismo partidario.
Sabido es que Lenin consideraba fundamental
para los objetivos de un Partido Comunista su Ór-
gano Central, de hecho éste era uno de sus dos cen-
tros de dirección partidaria. Por eso también fue uno
de los objetivos de los mencheviques cuando quisie-
ron asaltar el Partido de Lenin.
Desde el surgimiento de Nuestro Tiempo, antece-
dente de El Comunista, el órgano central nunca ha
dejado de ser uno de los centros dirigentes del Par-
tido que nos planteamos construir desde el 20 de no-
viembre de 1994. Por tal razón es que hoy se con-
vierte en un objetivo de los oportunistas que procu-
ran sembrar la confusión haciendo aparecer una
versión apócrifa, cuentas apócrifas de twitter, face-
book, páginas web, y otros mecanismos. Pero El Co-
munista es más que un membrete, es también la trin-
chera de nuestro frente ideológico contra el oportu-
65
nismo, el revisionismo y el reformismo, desde ahí se
dota la clase obrera de la teoría proletaria que le per-
mite identificar a sus enemigos de clase, a ubicar su
lugar como sujeto de la revolución, a entender el ca-
rácter de la crisis, a conocer y defender los principios
marxistas-leninistas, a construir y fortalecer su Par-
tido.
Vale la pena mencionar cómo el periódico tam-
bién está orientado a expresar al internacionalismo
proletario y la colaboración entre los Partidos Comu-
nistas. Cuando los Partidos Comunistas intercam-
bian en los espacios de su prensa, esto se vuelve un
activo benéfico para la clase obrera de sus respecti-
vos países. El Comunista ha participado de estos in-
tercambios y entrevistas con camaradas de todos los
continentes, preocupándose por popularizar y hacer
llegar esa experiencia a los destacamentos de la clase
obrera entre los que actuamos.
En el campo del movimiento comunista interna-
cional, en diciembre de 2009 hace su aparición el
primer número de la Revista Comunista Internacio-
nal, un esfuerzo de órganos centrales y revistas teó-
ricas de varios Partidos Comunistas para expresar la
formación de un polo leninista al interior del Movi-
miento Comunista Internacional en torno a concep-
ciones ideológicas comunes con base en el mar-
xismo-leninismo, mediante la colaboración de los
cuadros científicos de los Partidos participantes. El
Comunista forma parte del Consejo Editorial de la re-
vista al igual que Debate Abierto del PCV.
La fuerza del Partido mismo y el desarrollo de su
prensa mantienen una relación directamente pro-
porcional. La prensa revolucionaria será el centro ar-
ticulador de nuestra política mientras la apuesta sea
a la clase obrera, al derrocamiento, a la toma del po-
66
der, a la construcción del socialismo-comunismo.

N os resulta muy grata la invitación que nos


brinda Tribuna Popular en su 65º Aniversario a
participar aportando nuestras experiencias desde
España y Europa en torno a cómo afrontar los retos
futuros y, sobre todo, los presentes, de la prensa re-
volucionaria y comunista en el inmenso trabajo de la
construcción del Socialismo en el siglo XXI. Agrade-
cemos de antemano a la Dirección y al equipo hu-
mano que hace posible el titánico esfuerzo de su pu-
blicación periódica y manteniendo en el tiempo las
ideas de liberación del ser humano frente a la explo-
tación y el imperialismo.
Siempre es buena noticia que un medio de comu-
nicación cumpla años. Pero sin lugar a dudas lo es
más para nosotros, los comunistas, que una publica-
ción revolucionaria y comunista los cumpla. Una ce-
lebración que se da en el marco de una clase trabaja-

38
El primer número de Mundo Obrero apareció el 23 de agosto de 1930 (N. de TP)
Al día de hoy, el periódico continúa imprimiéndose (con regularidad mensual y
distribución por suscripción), y el sitio web (https://mundoobrero.es) funciona
como «diario online» (N. de la Edit.)
67
dora que está siendo agredida hasta límites insospe-
chados y que hace que la lucha por una información
veraz y comprometida con la mayoría social sea más
necesaria si cabe. Hecho que puede resultar nove-
doso en Europa pero que han conocido y padecido so-
ciedades de América Latina y el Caribe con anterio-
ridad.
Un periódico es un actor social, que se involucra
con la gente, que recoge las demandas, las necesida-
des, las causas y las exigencias de la sociedad. Les da
forma, rostro y las inserta en un proceso político que
busca tener éxito en su cometido. La prensa comu-
nista afronta el reto de la organización de las ideas,
denunciar la explotación del hombre por el hombre y
trasmitir las propuestas que hagan posible la con-
cienciación del cambio social y político posible y ne-
cesario en la construcción del socialismo.
65 años de amplia historia son innegablemente
muchos para una obra política de esta naturaleza,
cuya existencia está sujeta no solamente a la volun-
tad humana, sino también a otros factores impor-
tantes para vencer la adversidad.
Recientemente hemos celebrado nuestra Confe-
rencia Política para situarnos políticamente frente a
los retos que la actual situación social nos de-
manda. En ella tratamos los aspectos relativos a la
comunicación y nuestros medios39. Estos aspectos
queremos compartirlos, establecer una comunica-
ción fluida con otros Partidos y poblaciones a los
efectos de conocer y compartir experiencias diver-
sas.

39
Véase: «Papel de los medios de comunicación y propuestas para una comunica-
ción alternativa de masas» (Conferencia Política del PCE. Madrid, 23 y 24 de junio
de 2012), en: Información, Nº 48, junio de 2012, pp. 185-191 (N. de la Edit.)
68
Después del triunfo de la Revolución de 1917 se
hizo necesario que los nuevos Partidos Comunistas
crearan órganos de expresión para divulgar sus
ideas, oponerse al reformismo que había apoyado la
guerra mundial y preparar las condiciones que lleva-
rían al Socialismo.
Los integrantes de la Federación de Juventudes
Socialistas crearon el 15 de abril de 1920 el Partido
Comunista Español cuyo primer órgano de expre-
sión fue El Comunista. Tras unificarse con otro Par-
tido Tercerista, el 14 de noviembre de 1921 nace el
Partido Comunista de España (PCE), su órgano de ex-
presión fue La Antorcha. La dictadura hizo pasar al
Partido a la clandestinidad, y el PCE tampoco fue ad-
mitido como Partido legal cuando cayó Primo Rivera
en enero de 1930. La necesidad de disponer de un ór-
gano de prensa del que carecía el Partido, era apre-
miante. El 23 de agosto salió el primer número de
Mundo Obrero, órgano central del Partido Comunista
de España, que luego sería diario.
El 14 de abril de 1931, con la llegada de la Segunda
República, se pudo actuar legalmente, aunque el PCE
aún era vigilado y perseguido. Las nuevas autorida-
des republicanas suspendieron el periódico Mundo
Obrero un mes después de proclamada la República,
aunque poco después pudo volver a salir a la luz de
forma legal. Esto significó la intensificación de la ac-
tividad del Partido que refuerza Mundo Obrero con
nuevas incorporaciones como la de Dolores Ibárruri,
que se traslada a Madrid en 1931 para trabajar en la
redacción del periódico. Tras la nueva suspensión
Mundo Obrero salió de nuevo a la calle el 30 de no-

69
viembre de 1932.
Durante el denominado Bienio Negro de la Repú-
blica fue Director de Mundo Obrero Cayetano Bolívar
Escribano, utilizando su inmunidad parlamentaria
como medio para reducir la represión de que eran
objeto las publicaciones del PCE. Así Cayetano Bolí-
var sistemáticamente se hacía responsable del de-
lito, por lo que el juez debía pedir un suplicatorio al
Congreso para poder procesarle.
Los días 16 y 23 de febrero de 1936 se celebraron
las elecciones generales, las últimas de la Segunda
República, en las que el PCE obtuvo 17 diputados, en-
tre ellos el Secretario General José Díaz Ramos, por
Madrid, y Dolores Ibárruri (Pasionaria), por Oviedo.
A partir de esa fecha se inicia una nueva etapa en
Mundo Obrero en la que aspira a alcanzar un amplio
sector de la opinión pública con unos contenidos
más variados y alejados de un periódico sólo de Par-
tido.
En 1937 Mundo Obrero traslada la Dirección del
periódico a Valencia, que, ante la imposibilidad de
garantizar su distribución a nivel nacional, decidirá
poner en marcha un nuevo diario, Frente Rojo, que
funcionará con el mismo equipo de redacción y se
traslada de nuevo, esta vez a Barcelona. El periodista
Manuel Izquierdo, fue el último Director de Mundo
Obrero al final de la guerra civil, antes de que el pe-
riódico pasara a la clandestinidad. Tras la Guerra Ci-
vil, pese a la clandestinidad y persecución de las
ideas comunistas, Mundo Obrero no cesó en conti-
nuar con la difusión de nuestro ideario. Allá donde el
exilio había enviado a los colaboradores que daban
voz a Mundo Obrero, se continuaban las publicacio-
nes del periódico.
Para reforzar el trabajo de agitación y propa-
70
ganda, editando y distribuyendo de forma clandes-
tina Mundo Obrero, volvieron al país, después de la
ejecución40 del grupo de camaradas encabezado por
Jesús Larrañaga, varios dirigentes del Partido, entre
ellos Santiago Álvarez. Se enseñaba a los militantes
a editar y distribuir Mundo Obrero en el interior. Al
principio se hacía a mano, pero más adelante se bus-
caba el material necesario para hacer una plancha
más o menos artesanal o se traía el material desde
fuera.
Incluso dentro de las cárceles franquistas donde
se hacinaban miles de presos políticos, prosiguió una
labor tan peligrosa como útil para la organización de
las bases del Partido: en letra minúscula, con ilustra-
ciones, los militantes encarcelados continuaron es-
cribiendo clandestinamente ejemplares de Mundo
Obrero que con dificultad lograban sacar de los pena-
les para darles difusión. La labor era arriesgada por-
que la distribución, incluso la mera tenencia de un
ejemplar de Mundo Obrero, podía implicar penas de
entre tres y siete años de prisión.
En este difícil contexto, la Dirección del PCE reor-
ganiza la redacción de Mundo Obrero en la clandesti-
nidad en París, nombrando Director al periodista Fe-
derico Melchor. Este veterano profesional y lucha-
dor, republicano exiliado, se hace cargo del periódico
en esos años duros de lucha y oposición al fran-
quismo y durante los primeros años de la transición,
en los que Mundo Obrero volvió a alcanzar una im-
portante tirada, primero como semanal, y más tarde
como diario (1978-1980).
Después de malos resultados que arrojaron enor-
mes pérdidas, Mundo Obrero anunció su cierre tem-

40
El 21 de enero de 1942, en Madrid (N. de la Edit.)
71
poral. En 1981 se nombra a José María González Jerez
como nuevo Director de Mundo Obrero y se crea una
Comisión para mejorar el semanario y elaborar un
proyecto que serviría de base para la reedición del
periódico como semanario, para más tarde ser quin-
cenal y después mensual.
Es a partir de 1988, con la llegada de Julio Anguita
al PCE, cuando Mundo Obrero empieza a relanzarse
otra vez, con Miguel Bilbatúa como Director. Perio-
dista, profesional de TVE, exdirector del semanario
Cuadernos para el Diálogo de gran prestigio en los
años de la transición democrática, estuvo al frente
del periódico hasta su fallecimiento en 1997. Es sus-
tituido por Jesús María Garrido.

El Partido Comunista de España no renuncia a


ninguna fórmula para la divulgación de nuestra
apuesta política, conocemos bien que dependemos
de nuestro esfuerzo y nuestra imaginación para ga-
rantizar una capacidad de comunicación con la ciu-
dadanía. Más allá del bloqueo del que somos objeto
en los medios de difusión general, los medios propios
del Partido tienen un sentido fundamental en la
transmisión interna de nuestras políticas, nuestras
luchas y nuestros logros. «Lo que no se conoce, no
existe», o al menos no se vive como real. El PCE está
implicado en centenares de batallas diarias: las y los
comunistas desarrollan su militancia en centros de
trabajo a través de los sindicatos, en las universida-
des, en las reivindicaciones vecinales, en los movi-
mientos sociales y en la cultura. Esas luchas son pa-
trimonio común del Partido y su militancia y deben

72
ser conocidos por el conjunto de las y los camaradas.
En esta lucha Mundo Obrero es el medio con ma-
yor trayectoria del PCE. Se sitúa en la actualidad a ca-
ballo entre un órgano de expresión (difusión de las
posturas, resoluciones y comunicados del Partido) y
un periódico crítico y alternativo con el que abrirnos
a la sociedad41 y que está llegando a un amplio pú-
blico formado fundamentalmente por la militancia
del Partido, pero también por simpatizantes, creado-
res de opinión e intelectuales comprometidos con
una realidad de desigualdad y de explotación so-
cial, ciudadanos/as de izquierdas que quieren leer
artículos y reportajes que no publican los medios al
servicio de los intereses del capital.
Lo que diferencia a Mundo Obrero [MO] de los
otros medios de comunicación es la selección de los
temas que aborda (silenciados en otros medios), los
análisis de los conflictos (vetados en otras publica-
ciones por los intereses económicos que les alimen-
tan) y nuestras prestigiosas firmas de opinión, entre
ellas Julio Anguita, Pascual Serrano o Benito Rabal
entre otros.
En los últimos años nuestro empeño ha sido dotar
de la mayor calidad periodística posible a esta publi-
cación. Uno de los pilares en los que se sustenta la ca-
lidad de nuestro periódico es en la pluralidad y varie-

41
Esta concepción, en líneas generales, es muy similar a la expresada en noviem-
bre de 1978 por el entonces director de Mundo Obrero, Federico Melchor: «Mundo
Obrero ha sustituido en su cabecera la leyenda Órgano del Comité Central del PCE
por la de Un diario para el pueblo, porque es un Periódico dirigido a todos los
españoles, y no sólo a los militantes comunistas, que publicará información ge-
neral y la comentará desde su propia óptica» (Véase: «Hace 38 años salía a la
venta Mundo Obrero diario», 21 de noviembre de 2016). Más allá del análisis sobre
la aplicación concreta en Mundo Obrero y de la desviación eurocomunista que ya
tenía el PCE, éste es uno de los debates centrales que debe hacerse acerca del ca-
rácter de los periódicos partidistas. En ello, hay que tener cuidado de no dis-
traerse tanto por las leyendas en las cabeceras, recordando que, por ejemplo, du-
rante los primeros casi treinta años de Tribuna Popular no decía «Órgano del Co-
mité Central del PCV», sino el lema «Pan, techo, tierra y Liberación Nacional», y
durante casi toda la década de los años noventa «Vocero del PCV». (N. de la Edit.)
73
dad de colaboradores especializados en un amplio
abanico de temas sociales, económicos, laborales,
políticos, culturales, de relaciones internacionales,
etc., que publican frecuentemente en MO. Pero tam-
bién está en el rigor que intentamos aplicar para se-
parar la opinión (canalizada en la sección Opinión)
de los reportajes, entrevistas, crónicas e informacio-
nes que conforman el resto de MO.
En el 2005, con la llegada a la Dirección del actual
equipo se inicia una nueva etapa de MO, se cambió el
logo, la maquetación y la estructura del periódico
quedando perfectamente estructurado en las si-
guientes secciones: «Tema del mes», dedicado al
asunto que consideremos de mayor relevancia en
cada número; «Nacional», «Trabajo y Capital», «So-
ciedad y Ciudadanía», «Opinión», a la que nuestros
lectores consideran que debemos dotar de mayor
peso según la encuesta realizada en 2010; «Interna-
cional», «Cultura y Comunicación», «UJCE», «Vida
de Partido» y «Contraportada». Y siempre que la si-
tuación lo requiere publicamos cuadernillos especia-
les sobre temas de actualidad para profundizar en
los mismos.
En 2010, coincidiendo con el 80º Aniversario de
Mundo Obrero, se puso en marcha la edición digital
de Mundo Obrero con el objetivo de recoger la actua-
lidad del trabajo diario de las Agrupaciones, Federa-
ciones y Secretarías del Partido, de modo que la edi-
ción impresa sirva para reportajes y tribunas de opi-
nión más generales y profundas. Con el tiempo, se
trata de que toda actividad, comunicado o noticia del
Partido, a cualquier nivel, sea radiado a Mundo
Obrero Digital para su publicación inmediata.
La izquierda transformadora debe recuperar el
espacio de la lucha ideológica, que es un espacio de
74
lucha por los contenidos y también con respecto a los
circuitos comerciales, que permiten o no la existen-
cia y distribución de los mismos y que, a la vez, son
aparatos de producción y reproducción de la cultura,
desde el aparato escolar y familiar hasta los moder-
nos medios de comunicación. De ahí la necesidad de
una propuesta propia, de clase, desde el punto de
vista de la democratización profunda y de la hege-
monía de la propiedad social (lo público). Superado
el mito de la neutralidad de la cultura, ésta aparece
atravesada por el problema de la explotación y domi-
nación, que no siempre es un problema explícito.
En la era del avance del capital globalizado, los
medios de masas han pasado de estar subordinados
al discurso de la oligarquía económica a ser una
parte esencial de la misma. Unas pocas sociedades
controlan a escala planetaria la práctica totalidad de
los instrumentos de comunicación de masas, socie-
dades que a su vez están indisolublemente ligadas a
las restantes esferas del capital transnacional.
Mientras, la izquierda no dispone de medios de
comunicación de masas «afines» o cómplices con el
programa o las propuestas políticas que queremos
difundir a la sociedad, si bien en Internet, cuya es-
tructura dificulta el control monopolista, proliferan
múltiples medios de comunicación alternativos, en
algunos casos con estimable audiencia.
Hemos perdido esta batalla, en la que frente a un
modelo dominante no hemos creado otro modelo de
comunicación alternativo. Es necesario crear los me-
canismos necesarios, aun con las dificultades actua-
les, apoyando a medios existentes que sigan objeti-
vos afines a los del PCE y practiquen una democracia
participativa en su funcionamiento, para dar una
respuesta tanto al modelo como a la concentración
75
de los medios en unas pocas manos.
Pero más allá de las cuestiones de carácter global,
son necesarios signos de haber aprendido la lección
y construir elementos de comunicación de la iz-
quierda alternativa y transformadora, revoluciona-
ria y comunista con la sociedad, en los que la infor-
mación alternativa al capitalismo se abra paso.
En este sentido la voluntad debe estar en dos di-
recciones. Por un lado, la construcción de un medio
fuerte que tenga viabilidad en el tiempo y, de otro, la
de la ciudadanía que reclama otra información.
Mientras se pueden hacer muchas cosas, existen me-
dios alternativos en varios formatos, formas y cana-
les de comunicación, fruto también de la diversidad
de la izquierda. Ante esta situación es posible y nece-
saria la colaboración y la coordinación. Es posible y
se hace necesaria la colaboración y cooperación de
los «otros medios» con nuestros medios en un pro-
yecto común que combata la desinformación y el
adoctrinamiento neoliberal de los medios de comu-
nicación del sistema capitalista.
Paralelamente, y aprovechando la masiva utiliza-
ción de las redes sociales y su utilidad para difundir
la información, es imprescindible un esfuerzo orga-
nizativo que permita ampliar sustancialmente el
flujo informativo de los espacios en cuyos conteni-
dos podamos influir. Se hace necesario un esfuerzo
por ampliar la información que somos capaces de
publicar en la red, diversificando la forma en la que
ésta llega a la ciudadanía, haciéndola lo más divulga-
tiva posible y no por ello menos rigurosa. En este sen-
tido debemos aprovechar los instrumentos de difu-
sión que representan las redes sociales para servir-
nos de la distribución que en ellas se hace de la infor-
mación. Para ello es necesario abandonar la impro-
76
visación y establecer estrategias que vayan desde el
propio proceso de elaboración de las noticias hasta la
difusión de las mismas.
Nosotros desde el PCE, haciendo uso de tales tec-
nologías, nos hemos marcado como estrategia pro-
fundizar la expansión de Mundo Obrero hacia la so-
ciedad como un medio de comunicación y de difu-
sión política y cultural. Las organizaciones comunis-
tas pueden y deben coordinar un proyecto común
contra la desinformación y el adoctrinamiento neo-
liberal.
La prensa de izquierdas, revolucionaria y comu-
nista tenemos un gran reto por delante, esto es, la
competencia que en el terreno de las ideas, en la ac-
tual lucha de clases, hacen los medios del sistema
neoliberal. Para combatir esta situación es necesaria
la implicación de las organizaciones comunistas en
la tarea de expandir la prensa comunista a la vez que
la búsqueda de canales de distribución de la misma,
como de nuevos espacios de información por nues-
tra parte. Todo ello sin olvidar que todos los medios
son necesarios para difundir nuestras propuestas
políticas e ideológicas.

42
*El PCB se fundó el 25 de marzo de 1922 [ante desviaciones del CC, surgió un mo-
vimiento que vindica el carácter marxista-leninista (véase: «Manifesto em de-
fesa da Reconstrução Revolucionária do PCB», 3 de agosto de 2023)] (N. de TP)
Imprensa Popular se transformó en O Poder Popular (véase: «No ar a edição nº 01
do Jornal O Poder Popular», 11 de febrero de 2015), y se publica –con interrupcio-
nes– como mensuario. Su sitio web (https://opoderpopular.com.br) funciona
como un portal de noticias (N. de la Edit.)
77
Querido lector, desde Brasil saludamos los 65 años
de circulación de Tribuna Popular, fuente de in-
formaciones tanto para los trabajadores venezola-
nos como para todos nosotros que, alrededor del pla-
neta, buscamos informaciones verdaderas sobre lo
que realmente ocurre en Venezuela y en su proceso
bolivariano con vistas a la transición al socialismo y
al fin de la propiedad privada de los medios de pro-
ducción.
En nuestra opinión, Tribuna Popular es una isla de
verdad cercada por océanos de desinformación y
manipulación cuando se trata de la cobertura perio-
dística mundial sobre Venezuela y de las realidades
política, económica, cultural y social que se desarro-
llan en su país. Además de enfrentar los media43 bur-
gueses y los intereses de la derecha, este informativo
también cumple importante papel para la clase
obrera venezolana al no ceder al mero oficialismo
gobiernista de otros vehículos comunicacionales que
no se pronuncian contra los equívocos del Gobierno
Chávez, cuando estos ocurren.
Esto es porque nos referimos a un vehículo que, al
cumplir 65 años, mantiene firmes los cimientos de lo
que conocemos por prensa revolucionaria, aquella
fundamental para la organización y conciencia de la
clase obrera, de los trabajadores, y para el desarrollo
del proceso de transformación social para el socia-
lismo y el comunismo. Un periódico que no sólo hace
la denuncia de la opresión y de los males de la bur-
guesía sino que, en las palabras de Lenin en el ¿Qué
hacer?, debe «emprender una intensa labor de educa-

43
Es un anglicismo (forma abreviada de mass media), que se refiere al conjunto de
los medios de comunicación –también denominados medios masivos de difu-
sión– (periódicos, revistas, televisión y radio, incluyendo en internet) (N. de la
Edit.)
78
ción política de la clase obrera, de desarrollo de su con-
ciencia política»44, y así contribuye decisivamente
con su organización.
Consideramos estar, aquí en Brasil, en la misma
trinchera de ese periódico que usted tiene en sus ma-
nos, enfrentando los mismos desafíos y jugando el
mismo papel en sus dos vertientes básicas: la agita-
ción y la propaganda.45
En ningún local, en ninguna circunstancia, los
ataques de la burguesía a los trabajadores, a la clase
obrera, a las diversas categorías profesionales y a sus
derechos laborales, pensionarios, económicos, orga-
nizativos, etc., deben ser tolerados sin una amplia
denuncia política, concreta, objetiva, que señale el
carácter de clase de la acción; al tiempo que es nece-
sario decir la verdad: sólo con el poder popular y el
socialismo, con el fin de la propiedad privada y de los
valores burgueses en la cultura, en la obtención de
los bienes de consumo, en la organización de la fami-
lia, de las escuelas y del ambiente de trabajo seremos
capaces de proscribir tales acciones.
El papel de la prensa revolucionaria también es
unir a los trabajadores del campo, de la ciudad, de la
industria en torno al proceso de transformación, co-
laborar en la construcción de la unidad entre esos
trabajadores y los demás segmentos populares y pro-
gresistas de la sociedad en pro del derrocamiento

44
V.I. Lenin, Obras escogidas en tres tomos, t. 1, Editorial Progreso, Moscú, 1981, p.
161 (N. de la Edit.)
45
A estas alturas, cualquier lector atento se dará cuenta de que reducir el papel del
periódico leninista sólo a las vertientes de la propaganda y la agitación, y asumir
que éstas son las decisivas para la educación, el desarrollo de la conciencia y
–sobre todo– la organización de la clase obrera, es, por decir lo menos, una des-
virtuación del legado de Lenin en esta materia. El rol insustituible que juega el
periódico impreso comunista está justamente en la vertiente de crear y fortale-
cer la organización, tanto de la militancia como de los trabajadores; y esto se lo-
gra estando físicamente en las luchas obreras e impulsándolas, para poder ganar
con legitimidad el reconocimiento como vanguardia revolucionaria que expresa
los verdaderos e históricos intereses de la clase (N. de la Edit.)
79
completo de la burguesía. No puede haber una única
inversión del enemigo sin la contrapartida de una
amplia denuncia. No puede haber una única victoria
de los trabajadores y del movimiento revolucionario
sin la debida conmemoración y la discusión con la
sociedad de sus beneficios, de la amplitud que a to-
dos alcanza.

Toda esa denuncia y organización que hacemos


ocurre bajo fuerte poder y hegemonía de nuestros
adversarios, debido a la masificación de objetos
como la televisión, la radio, internet, los periódicos y
revistas; y la casi monopolización de esos instrumen-
tos en las manos de pocos grupos privados.
La realidad un poco más democrática que usted
vivencia en Venezuela, infelizmente, no se verifica
para la mayoría abrumadora de la población mun-
dial. La burguesía aprovecha muy bien el avance tec-
nológico para, a través de los medios de comunica-
ción, transmitir sus valores e intereses: a través de
las agencias de publicidad, invierte sólo en vehículos
pro-capital; a través de un número cada vez más pe-
queño de agencias de noticias (Reuters, AP, etc.),
transmiten para redacciones de todo el planeta las
informaciones que interesan a la reproducción del
capital.
Además de eso, los periodistas son sistemática-
mente botados de las redacciones y el deseo de ser el
primero en dar la información es lo que crea el si-
guiente escenario: la mayoría de los vehículos comu-
nicacionales publica el mismo asunto, oye la misma
fuente, con las mismas conclusiones. ¡Simplemente
no hay espacio para voces alternativas!
La televisión se hizo su principal instrumento de
80
divulgación, pues alcanza casi toda la población
mundial. Para establecer un canal, es necesario te-
ner una enorme suma de recursos financieros y la
autorización de los gobiernos. Por tales razones, es
muy difícil que consigamos actuar con ese instru-
mento.
Es por eso que saludamos las iniciativas de los go-
biernos de Chávez, Rafael Correa y Cristina Kirchner
de enfrentar con firmeza los grandes grupos priva-
dos de los media y la constitución de Telesur que,
aunque no confronte la sociedad burguesa y el orden
del capital, democratiza las informaciones, presenta
pautas fuera del mainstream46 y está abierta al diá-
logo con los intereses tácticos, y algunos hasta estra-
tégicos, de los comunistas. Ocupemos cada espacio
que consigamos en ese canal, sea como profesionales
o entrevistados.
Por eso, criticamos la no participación de Brasil
en la iniciativa de Telesur. En nuestro país, los go-
biernos del PT (Lula y Dilma) prefirieron mantener el
statu quo y ríos de dinero estatal financian grupos
privados de televisión a través de la publicidad de
empresas y campañas estatales.
Además de eso, el gobierno concede para esos
grupos privados préstamos a intereses subsidiados a
través del Banco Nacional de Desarrollo Económico y
Social (BNDES). El caso más famoso fue el reciente
préstamo para la Rede Globo, especie de monopolio
de las telecomunicaciones en Brasil y defensora fe-
roz de los intereses de la derecha. No cuesta recordar
que esta red de televisión fue creada y estimulada
por la Dictadura Militar que gobernó Brasil entre

46
Es un anglicismo que, en este contexto, se refiere a los medios de comunicación
dominantes (especialmente periódicos, canales de televisión y emisoras de ra-
dio) y que influyen en gran número de personas (N. de la Edit.)
81
1964 y 1985, y que hoy sataniza gobiernos como los
de Chávez, Rafael Correa y Evo Morales.
De nuestra parte, luchamos por los llamados «ca-
nales comunitarios», que sólo tienen autorización
gubernamental para funcionar en la llamada televi-
sión por cable, y que no reciben ningún apoyo logís-
tico, financiero o jurídico por parte del gobierno. Por
el contrario, son dejados de lado por la justicia brasi-
leña cuando intentan establecerse y necesitan con-
frontarse con las televisoras de señal abierta, que tie-
nen la obligación legal de recibir programación de
las comunitarias y ponerla «en el aire».
No podemos despreciar el alcance de las emisoras
–en especial las comunitarias– de radio, vehículo
aún muy utilizado y que posibilita contacto directo
con los oyentes. Ellas son sistemáticamente perse-
guidas por la Anatel47, un órgano del Estado brasi-
leño, pero siempre que sea posible las aprovecha-
mos, porque ellas poseen alguna inserción junto a las
comunidades, posibilitando la promoción del debate
político a partir de la realidad y de los problemas co-
tidianos de esas personas.
La Internet, sin duda alguna, es la gran novedad
para nosotros, incluso las llamadas «redes sociales».
Eventos ocurridos en países tan dispares como
Egipto y EEUU, por ejemplo, son una clara demostra-
ción de su poder comunicacional y de interacción.
Debido al bajo coste en comparación con otras for-
mas de media, su proliferación es cada vez mayor,
principalmente entre los jóvenes. Estamos fuerte-
mente inclinados a utilizar esos instrumentos, atra-
vesando inclusive las barreras impuestas en los me-
dios audiovisuales (TV y Cine). Por eso el PCB creó su

47
Agencia Nacional de Telecomunicaciones (N. de la Edit.)
82
«canal de televisión online», a través del cual se pro-
nuncia sobre las coyunturas internacional y nacio-
nal, el movimiento de masas y el mundo del trabajo,
sin dejar de lado la divulgación de la cultura revolu-
cionaria, a través de películas, documentales y músi-
cas. Son exitosas, incluso, nuestras publicaciones de
videos de las «ruedas de prensa del Gallo Rojo» y en-
trevistas y pronunciamientos del camarada Oscar
Figuera.
El Twitter y el Facebook también han permitido
que nuestros planteamientos lleguen de forma más
rápida a un número creciente de personas, colabo-
rando para la realización de nuestras actividades po-
líticas, sean ellas un seminario y/o debate teórico,
una manifestación callejera y un evento de confra-
ternización.
Sin embargo, no nos dejamos llevar por el opti-
mismo ni olvidamos que de forma general las pobla-
ciones de menores ingresos, en su casi absoluta ma-
yoría los trabajadores con los cuales necesitamos co-
municarnos, tienen dificultad de acceso a esa tecno-
logía, sea por el precio medio de los computadores y
del acceso a la Internet, sea por la calidad del tráfico
en la red (la llamada «banda ancha»).
También estamos atentos al hecho de que su con-
trol a nivel internacional pertenece a los intereses
privados, que el gobierno de EEUU posee inmenso
poder sobre su reglamentación jurídica, que las
agencias de inteligencia monitorean las informacio-
nes y que, al desconectar un servidor en el Valle del
Silicio48 (California, EEUU), podemos perder tales ca-
nales comunicacionales.

48
También conocido como «Silicon Valley» (N. de la Edit.)
83
Entre todos esos medios comunicacionales, sin
embargo, continúa siendo fundamental el periódico,
por permitir la mayor profundización de las discu-
siones políticas, por permitir la distribución «en la
puerta de la fábrica» o en la «clase», habiendo con-
tacto entre el militante que lo vende y el proletario
que lo compra.
Lenin fue el revolucionario que más profundizó el
debate de la importancia del periódico para los revo-
lucionarios, a partir del texto de Marx «Sobre la
prensa». El líder del Partido Bolchevique decía, una
vez más en ¿Qué hacer?:
…la «labor política activa» puede iniciarse exclusiva-
mente por una agitación política viva, cosa imposible
sin un periódico (…) que aparezca con frecuencia y que
se difunda con regularidad. (…) La organización de un
periódico político (…) debe ser el hilo fundamental al que
podríamos asirnos para desarrollar, ahondar y ampliar
incesantemente esta organización (…)49
En otro pasaje afirma:
El periódico no es sólo un propagandista colectivo y
un agitador colectivo, sino también un organizador co-
lectivo. En este último sentido se le puede comparar con
los andamios que se levantan alrededor de un edificio
en construcción, que señalan sus contornos, facilitan
las relaciones entre los distintos albañiles, les ayudan a
distribuirse la tarea y a observar los resultados genera-
les alcanzados por el trabajo organizado.
(…) se ha de alentar por fuerza a todo el que comuni-
que aun el hecho más habitual, con la esperanza de que
esto multiplique el número de colaboradores en este te-
rreno y nos enseñe a todos a elegir, por fin, los hechos
que resaltan de verdad.50

49
V.I. Lenin, Obras escogidas en tres tomos, t. 1, Editorial Progreso, Moscú, 1981, p.
247 (N. de la Edit.)
50
V.I. Lenin, Obras completas, t. 6, Editorial Progreso, Moscú, 1981, pp. 174, 177 (N.
de la Edit.)
84
Es con esa convicción que producimos en Brasil el
Imprensa Popular, son esos los principios y tácticas
que verificamos en las ediciones de Tribuna Popular
que nos llegan a las manos. Reconocemos en el perió-
dico comunista venezolano un «hijo» directo de pu-
blicaciones como Iskra y posteriormente Pravda.
Del mismo modo, en búsqueda de constante ac-
tualización y sin dejar al margen más de un siglo de
tradición marxista, estudiamos las experiencias po-
sitivas –buscando lo que se puede adecuar a la actual
realidad brasileña y a las condiciones materiales ob-
jetivas de nuestro Partido, el PCB– en publicaciones
como Granma (Cuba), Rizospastis (Grecia), L’Huma-
nité (Francia), L’Unità (Italia), entre otros, con déca-
das de trayectoria y que pasaron por momentos real-
mente «históricos» en la trayectoria de la lucha de
clases.

En Brasil, en parte por la feroz persecución por la


cual el PCB pasó, en parte por la traición de algunos
dirigentes que eran responsables por la edición del
órgano oficial del Partido, no logramos mantener el
mismo nombre de nuestro periódico a lo largo de las
décadas.
Tuvimos, entre los principales títulos, A Classe
Operária, Tribuna Popular, Voz Operária y Voz da Uni-
dade.
A lo largo de nuestros recién 90 años, tuvimos
más de 85 periódicos, como decía el camarada Rai-
mundo Alves de Sousa, el «Raimundão», obrero grá-
fico que por décadas fue el responsable por la impre-
sión de nuestros periódicos.
Fueron periódicos diarios, semanarios, mensua-
les, revistas políticas, periódicos de sectores (juven-
85
tud, mujeres, etc.) que se esparcían por los 8,5 millo-
nes de kilómetros cuadrados del territorio brasileño.
A partir de nuestra reconstrucción revoluciona-
ria, iniciada en 1992, trabajamos con la certeza de
que un movimiento revolucionario necesita de una
prensa revolucionaria fuerte, presente y actuante,
capaz de llevar adelante la construcción de un Frente
Antiimperialista y Anticapitalista.
Es con ese principio que publicamos el periódico
Imprensa Popular, nuestra principal publicación,
que rescata un título oriundo de la década de 1940 y
que hizo historia en la prensa brasileña. Alrededor
de él editamos aún la revista teórica Novos Temas, la
web del Partido51, nuestro canal de televisión on-
line52, nuestro Twitter53 y nuestra página en el Face-
book54.
Tampoco dejamos de lado las pautas específicas
de los movimientos sindical, juvenil y femenino,
además de los 90 años de historia del PCB. Por eso,
producimos aún las web de la Unión de la Juventud
Comunista55 y de la Fundación Dinarco Reis56, ade-
más de los blogs de nuestra corriente sindical Uni-
dad Clasista57 y de nuestro Colectivo de Mujeres «Ana
Montenegro»58.
A través de esos instrumentos luchamos contra la
explotación de los trabajadores y por la emancipa-
ción de la clase obrera a través de la revolución socia-
lista. Es nuestra modesta contribución para la pren-
sa revolucionaria, al lado de publicaciones hermanas

51
www.pcb.org.br
52
www.youtube.com.br/tvpcb
53
@partidao
54
www.facebook.com/partidocomunistabrasileiropcboficial
55
www.ujc.org.br
56
www.pcb.org.br/fdr
57
csunidadeclassista.blogspot.com.br
58
coletivomulheranamonenegro.blogspot.com.br
86
como Tribuna Popular, con la cual llegará el día en
que publicaremos el siguiente titular, con una bella
ilustración: «Proletarios de todos los países, unidos,
llegan finalmente al comunismo».

N ada nuevo decimos si comenzamos postulando


la estrecha unidad entre historia y presente,
como desde ya lo sugiere el contenido propuesto
para estas reflexiones: «Experiencias y retos actua-
les de la prensa revolucionaria». Esto es particular-
mente relevante si consideramos que el agudo en-
frentamiento ideológico que acompaña como mo-
mento esencial e inseparable cada una de las formas
que adquiere la lucha de clases en la sociedad capita-
lista, se halla en nuestros días en un estadio en que
es precisamente esta manifestación del enfrenta-
miento entre las clases fundamentales del modo ca-
pitalista de producción el que aparece como decisiva
y dramáticamente activa, tanto al nivel de la lucha
económica de los trabajadores como de su quehacer
59
*El PCCh se fundó el 4 de junio de 1912 [asumiendo ese nombre en 1922, ya que
inicialmente se denominó Partido Obrero Socialista]. El primer número de El Si-
glo apareció el 31 de agosto de 1940 (N. de TP)
El Siglo, que se imprimía semanalmente, con los años quedó reducido a un «oca-
sionario» de un puñado de ediciones al año, con priorización del sitio web
(https://elsiglo.cl) que eufemísticamente denominan «periódico digital» (N. de
la Edit.)
87
político transformador.
Avala esta afirmación una simple mirada a las
formas que ha adquirido en nuestros días esa «lucha
de las ideas», como también se la suele llamar, prefe-
rentemente al compás y ritmo de las necesidades e
imposiciones de los exponentes del credo neoliberal
imperante.
Efectivamente, una precondición del someti-
miento a que condenan los grandes monopolios
transnacionales, y sus traducciones y ramificacio-
nes locales particularmente en las naciones de «la
periferia» de las ciudadelas del imperialismo, es la
pérdida de «las identidades». Queremos decir con
esto que entendemos a la identidad como la forma li-
bre, individual e irrepetible de ejercer la condición
humana en sus particulares circunstancias de
tiempo, espacio y clase.
El rasgo que caracteriza al modelo neoliberal –su
teoría y su práctica– en el terreno de la ideología, es
su atentado a la identidad.
Como enunciados notorios del neoliberalismo,
sobresalen:
a) La noción de «fin de la historia», o devaluación
del tiempo histórico.
b) La noción de «aldea global» –«globalización»,
«mundialización»–, o destitución de las fronteras
nacionales y locales.
c) La noción de superación de los conflictos socia-
les y de la existencia de las clases, como premisa o
conclusión del «fin de las ideologías».
Al «fin de la historia» y de las ideologías, se co-
rresponden otras nociones, muy en boga. Veamos al-
gunas: hemos entrado a una etapa de mundializa-
ción, de transnacionalización. Se han borrado las
fronteras, compartimos una «aldea global» en donde
88
el mercado es el regulador supremo y árbitro de to-
dos los valores. Los viejos dogmas están sepultados.
Entre ellos, el dogma del Estado empresario, el Es-
tado regulador, el Estado providencia. El estatismo
es siempre malo. Para siempre, está demostrado que
sólo la iniciativa privada, gestionando la empresa
privada y con capitales privados, puede actuar como
un agente económico eficaz. Aquello de la planifica-
ción central es una idea tan vieja como la rueca y el
huso. ¡Modernidad es la consigna! La verdad reside
en las cifras. El que fracasa en el mercado, es porque
no era apto. Y los muertos en la competencia, bien
muertos están. Lo que no existe dentro del mercado,
simplemente no existe. Al «todo lo racional es real y
todo lo real es racional», de Hegel, se superpone el
«todo lo racional es mercantil y todo lo mercantil es
racional».

Al decir, eso, reafirmamos el valor político mani-


festado en el enunciado propuesto por Tribuna Popu-
lar, «Experiencias y retos actuales de la prensa revo-
lucionaria», pues nos invita a restablecer la conti-
nuidad de la conciencia y a entender a la «rebeldía»
como la condición contemporánea del conoci-
miento, y por lo tanto de la acción y el cambio hacia
formas más evolucionadas de organización de la so-
ciedad.
Lo que quisiéramos modestamente postular es
que sin una mirada lúcida hacia las «experiencias»
del pasado de su clase, la prensa revolucionaria no
podría pretender el conocimiento de «los retos del
presente» ni, con ello, asumirlos de una manera apta
para convocar a la rebeldía necesaria y la formula-
ción de políticas basadas en los intereses específicos,
89
lo que no obsta a su amplitud, de las clases y sectores
en pugna con el modo de producción imperante y sus
formas cada vez más estrechas y perversas de soste-
nerlo por parte de las minorías dominantes en la ma-
yor parte del mundo.
Otras consideraciones necesarias nos incitan a
volver a las viejas nociones de «objetividad» versus
«partidismo». Una suerte de «ganancia adquirida»
por la prensa de los monopolios es su juego con la no-
ción de «objetividad» y su aparente «apartidismo».
Lo cierto, e innegable, es que dados su control mono-
pólico o al menos coludido, y con ello su consiguiente
copamiento del mercado de las comunicaciones, fá-
cil les es a los grandes medios ocultar sus orígenes e
intereses de clase y el tratamiento astuto y muy
«profesional» de «la noticia».
Sin embargo de sus pretensiones, salta a cual-
quiera mirada «entrenada» la óptica con la que se
aproximan a los hechos para darles un tratamiento
acorde a sus intereses. Para ello, utilizan todas las ar-
gucias de las «ciencias sociales» y hacen uso muy
particularmente del supremo recurso a la omisión.
Ejemplifico esto último con una invitación a buscar
en esa prensa cualquiera alusión –no digamos «reco-
nocimiento»– al origen de clase que explique los con-
flictos sociales. En el caso de Chile, es prácticamente
imposible hallar la simple palabra «cobre», que es la
principal riqueza del país, porque su sola alusión
conduce inevitablemente a la memoria del gobierno
de Salvador Allende, que nacionalizó todos los yaci-
mientos de ese metal, lo que traería como resultado
inevitable una discusión más abierta acerca de los
intentos de la derecha, hoy en el gobierno, por rever-
tir completamente lo que hasta ahora –y ello no es
poco– no han logrado sino modificar en beneficio de
90
«la inversión» transnacional.

Al contrario de las argucias de los ideólogos y vo-


ceros del sistema, la prensa revolucionaria no hace
esfuerzo alguno por ocultar su mirada de clase. Y es
que sin una óptica crítica y de vocación abierta-
mente transformadora es imposible conocer la reali-
dad y, por lo tanto, exponerla para ejercer la pedago-
gía necesaria y con ello legitimar e impulsar la orga-
nización y las luchas reivindicativas en los terrenos
económico y político.
Y es que la realidad no admite «consensos»: es,
simplemente, como es. Y todo acuerdo puede pactar
con respecto a su «tratamiento», pero jamás podrá
modificar su esencia.
Dicho en otras palabras, no somos ni nos quere-
mos «neutrales» o indiferentes.
Es claro que entre los retos que debemos asumir
en el ejercicio de la prensa popular, de izquierda y re-
volucionaria, está el de asimilar todo lo nuevo en ma-
teria de instrumentos y técnicas que inciden en el
oficio de la investigación y la información periodís-
ticas. Ese componente de la formación profesional,
que aparece como el gran aporte del sistema univer-
sitario, no se acompaña, salvo muy honrosas excep-
ciones de difícil rastreo, de la entrega de elementos
indispensables para la comprensión cabal del «fenó-
meno histórico».
Muchas veces, las promociones salidas de esas au-
las las componen «expertos» aptos a lo más para lle-
nar los casilleros de las pautas desinformativas que
dictan e imponen los agentes de los medios.
Y es allí en donde alcanza una dimensión decisiva
la «escuela» que han sido a lo largo de su historia ór-
91
ganos que como Tribuna Popular de Venezuela y El
Siglo en Chile entre otros diarios y periódicos de las
avanzadas revolucionarias de tantos países a lo largo
de tantos años, han asumido como una vocación in-
tegrada al conjunto de las tareas de las vanguardias.

E l origen del actual Unidad y Lucha, órgano de


prensa del Comité Central del Partido Comu-
nista de los Pueblos de España (PCPE), hay que si-
tuarlo en el Congreso de Unidad Comunista, cele-
brado en enero de 1984 en Madrid, entre cinco orga-
nizaciones comunistas para dar nacimiento al que
debería convertirse en el Partido de la clase obrera
que sustituyera al eurocomunista Partido Comu-
nista de España (PCE).
El eurocomunismo fue un profundo proceso de
deriva hacia el reformismo que afectó al PCE, junto
al PC Francés y al PC Italiano, quienes actuaron como
promotores de estas posiciones reformistas que

60
*El PCPE se fundó el 15 de enero de 1984 [a raíz del secuestro de la democracia
interna y desviaciones ideopolíticas del Comité Central, en 2017 se produjo una
ruptura que devino en el Partido Comunista de los Trabajadores de España
(véase: «Breve historia del PCTE», 12 de noviembre de 2021)] (N. de TP)
Unidad y Lucha se publica mensualmente, y en su sitio web (www.unidadylu-
cha.es) difunden informaciones y pronunciamientos del Partido (N. de la Edit.)
92
luego afectarían a otras organizaciones comunistas,
también fuera de Europa. Un proceso sustentado en
la incapacidad para analizar el nuevo desarrollo de la
lucha de clases en una fase expansiva del capita-
lismo internacional, y de ciertas dificultades del blo-
que socialista en la lucha ideológica internacional.
Uno de los primeros acuerdos del Comité Central
de la nueva organización, que surgió del Congreso de
Unidad, fue la de publicar un nuevo periódico como
órgano de expresión del nuevo proyecto político. Un
periódico entendido como organizador colectivo de
la militancia comunista de nuestro país.
El nombre de ese primer periódico fue Nuevo
Rumbo, una expresión muy clara del cambio que sig-
nificaba el nacimiento del nuevo Partido en el esce-
nario del comunismo español, un auténtico nuevo
rumbo para la lucha revolucionaria. Un modesto pe-
riódico mensual que era distribuido por el conjunto
de la militancia con auténtico entusiasmo.
Este periódico vino a competir con el anterior-
mente heroico Mundo Obrero, que era el histórico ór-
gano de expresión del comunismo español. Periódico
por el que muchos hombres y mujeres comunistas se
jugaron la vida para distribuirlo en las más difíciles
condiciones y que, a esas alturas de 1984, se había
convertido en un panfleto que transmitía a la clase
obrera española –aprovechando su prestigio histó-
rico– las posiciones más reformistas de aceptación
de la llamada Transición española, los Pactos de la
Moncloa, y todos los pactos secretos que el carri-
llismo acordó con la oligarquía de este país, que le
permitieron recomponer sus estrategias de dominio
con la complicidad de la formación histórica del co-
munismo español.
Nuevo Rumbo [NR] salió en un formato tabloide,
93
con un amplio equipo de redacción y periodicidad
mensual, pensando –en aquellos tiempos– en pro-
yectos de publicación quincenal, e incluso semanal.
Desde las páginas de NR se publicó –a finales de
1984– el acuerdo del Comité Central del PCPE de lan-
zar una propuesta de alianzas de la izquierda espa-
ñola. Una propuesta que –inicialmente– fue recibida
de manera despectiva, pero que poco tiempo des-
pués daría nacimiento –con la participación del
PCPE– al inicial proyecto de Izquierda Unida, que
nada tiene que ver con su realidad electoralista ac-
tual.
Nuevo Rumbo jugó un papel muy importante, en
esos primeros años, en relación a la denuncia del
proyecto imperialista de la Unión Europea (entonces
Mercado Común). Posición fundamental de confron-
tación con el campo eurocomunista, que aspiraba –y
lo sigue haciendo hoy– a una reconversión social del
proyecto imperialista europeo.
Al mismo tiempo, Nuevo Rumbo jugó un papel
igualmente importante en la etapa del referéndum
sobre la OTAN (celebrado el 12 de marzo de 1986), re-
presentando las posiciones más consecuentes de la
lucha contra el brazo armado del imperialismo inter-
nacional.
El PCPE, que desde su Congreso fundacional no ha
dejado de trabajar por la unidad comunista en el Es-
tado español, realizó en el año 2000 su proceso de
unidad con el Partido Comunista Obrero Español
(PCOE) –el llamado «Partido de Líster»61–. Como parte
de los acuerdos de ese importante Congreso, Nuevo
Rumbo tomó el nombre del periódico del PCOE: Uni-

61
Enrique Líster (1907-1994), líder militar republicano durante la Guerra Civil es-
pañola (1936-1939) e histórico dirigente del PCE, fue expulsado de esta organiza-
ción en 1970 por oponerse a la línea eurocomunista de Santiago Carrillo, y en
1973 fundó el PCOE (N. de la Edit.)
94
dad y Lucha [UyL], que se ha seguido manteniendo
hasta el día de hoy.
Nuestro periódico ha mantenido su publicación
regular con una enorme puntualidad, tan solo en al-
gunas ocasiones –de especial actividad política– se
ha producido algún retraso, o la publicación de un
número bimensual.
En la última etapa UyL ha dedicado buena parte
de sus páginas a la lucha contra la crisis estructural
del sistema capitalista, combatiendo las posiciones
del reformismo, que tratan de llevar a la clase obrera
a una posición de colaboración de clases al amparo
de la promesa de una «salida social» de la crisis. La
fundamentación científica de sus análisis, sustenta-
dos en el marxismo-leninismo, constituyen hoy un
referente para aquellos sectores más conscientes de
la clase obrera que empiezan a experimentar un pro-
ceso de revolución en sus conciencias al hilo de la
agudización de la lucha de clases en el escenario de
la crisis estructural del sistema capitalista interna-
cional.
Como decía Lenin, la prensa revolucionaria, ade-
más de ser un organizador colectivo es un propagan-
dista y aglutinador colectivo. Y en este sentido tam-
bién queda mucho trabajo militante para convertir
al UyL en un periódico de referencia de la clase
obrera y los sectores populares en España. Venimos
trabajando para que sea una prensa cada vez más pe-
gada al terreno de la lucha de clases, dando res-
puesta tanto a la realidad concreta de la clase (intere-
ses inmediatos) como a sus intereses a largo plazo
(construcción del Socialismo).
Aterrizando en los conflictos obreros de mayor
actualidad, situándolos en una perspectiva de clase
y de avance contra el capitalismo, vinculando la teo-
95
ría a la práctica. Es por ello que hace poco aumenta-
mos las páginas de movimiento obrero y en esta lí-
nea seguimos trabajando. Una prensa, donde tam-
bién el espacio para la juventud revolucionaria cobra
su importancia, donde plasmar sus luchas, sus aná-
lisis y sus propuestas para la juventud obrera y estu-
diante. Y desde donde impulsar la lucha de las muje-
res y su incorporación a la lucha de clases general,
desde una perspectiva del feminismo de clase.
En un instrumento fundamental para liberar al
movimiento obrero de la dominación ideológica bur-
guesa, no puede faltar un fuerte análisis internacio-
nalista, que denuncie y desenmascare la actual bar-
barie imperialista, y la brutal escalada de violencia
que hoy ejerce el imperialismo contra los pueblos.
Así como la lucha contra la OTAN y por la salida de
España de esta organización criminal y, en conse-
cuencia, de las estructuras del imperialismo. Las pá-
ginas de internacional, pero también algunas de ac-
tualidad, tienen como objetivo precisamente el tras-
ladar nuestro principio del internacionalismo a los
conflictos hoy de mayor trascendencia.
Y en un momento histórico que denominamos de
«transición del capitalismo al Socialismo», es im-
prescindible analizar el actual estado de descompo-
sición del sistema capitalista, y en lo que determina
nuestra realidad, el desarrollo del proyecto imperia-
lista europeo. Cómo la Unión Europea y su fracción
oligárquica están imponiendo un aceleradísimo pro-
ceso de expolio y robo al pueblo, aumentando la tasa
de explotación, en un desesperado intento de recom-
posición para intentar mantener la tasa de ganancia.
Explicando que el conjunto de medidas antiobreras y
la descarnada ofensiva patronal, es la única oferta
que el capitalismo actual puede dar a los sectores po-
96
pulares y la clase obrera. Profundizando en el carác-
ter irreconciliable de la lucha contra la burguesía, y
la imperiosa necesidad de la construcción del Socia-
lismo.
Pero los retos que nos situamos no pueden ser pe-
queños si queremos avanzar en una prensa que cada
vez alcance más el objetivo de convertirse en un gran
organizador colectivo.
Es por ello que el PCPE viene desarrollando planes
de trabajo a lo interno de la estructura partidaria,
que nos permitan llegar a cada vez mayor número de
trabajadores y trabajadoras, acercándonos a nuevos
barrios obreros, centros de trabajo, de estudio… en
los próximos meses aumentaremos en mil ejempla-
res más nuestra tirada. A la vez que trabajamos para
aumentar la cantidad de páginas en un breve plazo
de tiempo. Pero esto irá vinculado inevitablemente
al aumento de la capacidad de intervención del Par-
tido entre las masas, y a un trabajo cada vez más
arraigado entre la clase obrera y sectores populares.

P ara el grupo de trabajo de la Comisión de Comu-


nicaciones del Partido Comunista de Puerto Rico
(PCPR) es motivo de gran orgullo unirnos en home-
naje a la celebración del 65º Aniversario del perió-

97
dico Tribuna Popular, órgano del Partido Comunista
de Venezuela (PCV). Merece especial mención su pu-
blicación ininterrumpida, aún en las condiciones de
lucha más difíciles.
En esta etapa delicada del proceso Bolivariano, el
PCV tiene el mayor de nuestros respetos por haber
logrado organizar y convencer a amplios sectores de
la sociedad venezolana –y latinoamericana– de la
justeza y viabilidad del proyecto histórico de la clase
obrera: el socialismo y el comunismo. Con su papel
de dirección, procurando siempre la independencia
política de la clase obrera y sus aliados, se ha ganado
su papel de vanguardia en ese proceso democrático
popular.

El caso de Puerto Rico amerita un análisis parti-


cular respecto al resto de Latinoamérica por su suje-
ción política formal a Estados Unidos. Su particula-
ridad reside en que además de ese dominio colonial,
ausente en el resto de las naciones latinoamericanas
de manera formal, también operan mecanismos de
subordinación al capital financiero. Uno de los efec-
tos más visibles a largo plazo de esa dicotomía ha
sido la forma y manera en que se ha afectado el desa-
rrollo de la clase trabajadora en el país. Una clase tra-
bajadora disminuida numéricamente y obligada a la
enajenación –lumpenización– producida por la con-
dición colonial capitalista que le obliga a sobrevivir
en condiciones de extremada pobreza.
Nuestra situación de colonia ha creado las condi-
ciones para que el discurso nacionalista e indepen-
dentista sea mercadeado por sectores conservadores
y de la reacción como de «izquierda». Histórica-
mente el proyecto independentista ha sido impul-
98
sado por la pequeña burguesía patriótica. Esta clase
tiene como proyecto histórico la fundación de una
república capitalista para erigirse como burguesía
nacional. Esa ha sido su ética política, es decir, en su
discurso y accionar práctico.
Sin embargo, la clase obrera en Puerto Rico tiene
una ideología burguesa. Este hecho ha retrasado los
procesos de lucha en el país, por carecer siquiera de
una perspectiva nacionalista. Si la ideología peque-
ñoburguesa del nacionalismo se prendiese a las ma-
sas y a las filas del movimiento obrero, pudiera asu-
mir un carácter de democracia radical, antiimperia-
lista y potencialmente revolucionario. Podría fun-
cionar, en sus primeras etapas, como la ideología po-
lítica de una revolución democrático-burguesa que
los trabajadores revolucionarios deberíamos respal-
dar, como antesala a la revolución proletaria.
El problema es que en Puerto Rico el nacionalismo
revolucionario histórico corrió su curso, y a pesar de
figuras heroicas vivas, imponentes, como doña Isa-
belita Rosado y don Rafael Cancel Miranda, ya la
ideología nacionalista no ofrece, en este momento,
una ruta revolucionaria viable. El nacionalismo se ha
convertido en una postura mediática, simbólica, que
descansa en las gestas heroicas de los nacionalistas
históricos revolucionarios, y no ofrece una visión de
lucha coherente hacia el futuro. Un nacionalismo
«renovado» tiene que trascender la camisa de fuerza
insularista y convertirse, si va a ser una fuerza de li-
beración y no de estancamiento ideológico, en un
nacionalismo antillanista. Los comunistas de Puerto
Rico tenemos que tender nuestros brazos solidarios
de lucha revolucionaria hacia estos pueblos vecinos.
Actualmente, el régimen colonial agoniza polí-
tica, económica y socialmente. Al igual que en mu-
99
chos países «independientes», la oligarquía finan-
ciera ha colocado a sus cuadros en los puestos claves
del Estado colonial para asegurar la tajada de los bo-
nistas de Wall Street y de otros nódulos de transfe-
rencia y circulación de capital financiero. Esa crisis
se manifiesta en todos los órdenes sociales y las or-
ganizaciones revolucionarias no son la excepción. A
nivel organizativo y de alcance político-social, las or-
ganizaciones revolucionarias de la clase obrera son
escasas y sumamente débiles. En parte esa debilidad
se debe a una izquierda sumida en el culto al espon-
taneísmo y con un rechazo abierto al desarrollo de la
teoría como arma de lucha ideológica y práctica.

Los Partidos Comunistas, partiendo siempre


desde la concepción leninista del papel de sus órga-
nos de prensa, deben ser audaces en su utilización
con la mayor claridad en los objetivos que persiguen,
de acuerdo a las condiciones de lucha en que les toca
desarrollar su trabajo teórico y práctico. Sin em-
bargo, es pertinente que nos preguntemos ¿Tenemos
claras las tareas y objetivos de nuestros periódicos?
¿Estamos utilizando efectivamente nuestra prensa
en torno a estos objetivos?
La consideración fundamental debe partir de que
mientras exista el capitalismo, con los desastres hu-
manos, sociales, medioambientales y productivos
que conlleva, será pertinente su constante denuncia
a todos los componentes de la sociedad. Esa cons-
tante denuncia cobra más pertinencia aún en la cri-
sis sistémica actual del capitalismo, donde las oligar-
quías financieras han despojado a los Estados de sus
últimos resquicios de soberanía, obligándolos a se-
guir sus designios, muchas veces en contra de los in-
100
tereses de sus burguesías. A pesar de esas contradic-
ciones, éstas se subordinan para poder continuar ac-
tuando como socios menores y beneficiarse de los es-
quemas de endeudamiento y sumisión política de las
mayorías populares.
Otro propósito inmediato de nuestros órganos de
prensa debe ser siempre aglutinar a todos los secto-
res sociales en torno a reivindicaciones inmediatas
de carácter democrático o reformas al sistema. No
obstante, siendo siempre claros con la clase trabaja-
dora y el pueblo de que las reformas son alcanzables
y son deseables, pero sin esconder nuestro proyecto
revolucionario: dar al traste con la sociedad bur-
guesa y el capitalismo.
Para que nuestra prensa sea efectiva en la denun-
cia, en la agitación, debe ir estrechamente vinculada
a la práctica política del Partido en todos los ámbitos
en que, según sus capacidades, pueda desarrollar su
trabajo político. Ese trabajo de día a día, junto con
una prensa revolucionaria que, más allá de alabar su
trabajo, exponga las injusticias que sufre el pueblo,
de forma clara y concisa, tendrá el efecto de contri-
buir a estimular a la organización política de los sec-
tores más conscientes del pueblo.
Sin duda, aglutinar amplios sectores populares y
de la clase obrera ha sido, es y será, una de las tareas
fundamentales de la prensa revolucionaria. Para co-
menzar a construir un proceso que aspire a confron-
tar las políticas de la oligarquía financiera y de sus
burguesías nacionales es imprescindible conformar
organizaciones populares fuertes que aglutinen to-
dos los ámbitos posibles de la sociedad: comunales,
sindicales, ambientales, políticas, entre otras. Pero
lograr la organización popular, que siempre es lo
deseable, no es suficiente para confrontar efectiva-
101
mente una oposición social a los desbarajustes que
causa la depredación capitalista. Para que las orga-
nizaciones populares asuman posiciones revolucio-
narias es necesario imprimirle un carácter de clase a
sus reclamos, a su accionar y, en particular, a los pro-
pósitos por los cuales se organizan y luchan.
Es esta una de las facetas que más cuidado y én-
fasis se le debe poner a nuestra prensa revoluciona-
ria: la difusión del marxismo-leninismo entre todos
los sectores, avanzados y atrasados, que resisten
contra las arbitrariedades del capitalismo. La propa-
ganda de nuestras ideas, de la concepción de nues-
tros métodos de trabajo, de que por medio del trabajo
colectivo y organizado la clase trabajadora puede al-
canzar las metas necesarias para el bienestar colec-
tivo a corto y largo plazo.
La difusión y propagación de las ideas del socia-
lismo científico debe profundizar la denuncia más
allá de la agitación señalando a nuestros/as enemi-
gos/as y sus acciones, sino también explicar que sus
causas y resultados también responden a intereses de
clase ajenos a los de la gran mayoría del pueblo. Se-
ñalar que esas acciones, que pudieran parecer aisla-
das y arbitrarias, responden a condiciones y circuns-
tancias que trascienden el ámbito nacional, y de su
carácter sistémico. Apuntar consistentemente al
meollo del problema: el imperialismo y el poder cada
vez más ilimitado del capital financiero.

El 19 de junio de 2010, se refundó el Partido Co-


munista de Puerto Rico (PCPR) como expresión de in-
dependencia política de los sectores más conscientes
de la clase trabajadora en Puerto Rico. La refunda-
ción del PCPR se enmarca dentro de un contexto de
102
aguda crisis socioeconómica y política, la cual tuvo
especial relevancia por tratarse Puerto Rico de la co-
lonia del imperio estadounidense, donde éste ejerce
una supremacía ideológica casi absoluta y que sus
«virtudes» demostraban el fracaso del comunismo
como proyecto histórico de la clase obrera. La refun-
dación del Partido Comunista ocurre luego de que el
antiguo Partido Comunista Puertorriqueño (PCP),
cuyo periódico era Pueblo, fuera disuelto en 1991 tras
producirse la caída del bloque soviético. El nuevo ór-
gano de prensa, Abayarde Rojo, había sido creado en
2005 por el embrión del Partido, Refundación Comu-
nista, fundado en 2001.
En sus inicios el Abayarde Rojo fue concebido
como instrumento de agitación y propaganda, así
como para ir hilvanando sectores de lucha a su alre-
dedor, fomentando su organización. En sus primeros
años reflejaba el proceso de maduración ideológica
de Refundación Comunista, pero a su vez, ganaba re-
conocimiento por su pluma mordaz. Su elemento no-
vedoso era que más allá de exaltar los «valores nacio-
nales» se dio a la tarea de ir creando nuestra concien-
cia como clase desde una perspectiva revolucionaria.
Luego de ocho años de fundado, el Abayarde Rojo
continúa teniendo los mismos propósitos para los
que fue creado, como todo órgano marxista-leni-
nista: ser instrumento de agitación, propaganda y
organizador colectivo. En la práctica de su produc-
ción y distribución se sumaron dos propósitos más:
acercar la teoría marxista con un lenguaje más acce-
sible y llegar a sectores con potencial revolucionario
carentes de organización.
Con la refundación del PCPR, Abayarde Rojo salió
con un diseño renovado y con un contenido teórico y
de agitación que refleja el proceso de maduración
103
ideológica del Partido y que difícilmente es superado
por otras publicaciones dentro de la izquierda puer-
torriqueña. Por su claridad ideológica y la pertinen-
cia de sus artículos, cada día gana más espacio entre
sectores populares no organizados políticamente.
Sin embargo, el carácter artesanal de nuestro tra-
bajo y los prejuicios contra el comunismo continúan
siendo trabas para el crecimiento de nuestro órgano
periodístico y el desarrollo de nuestro movimiento.
Con la refundación del Partido también se creó el
Abayarde Rojo Digital para insertarnos en el nuevo
campo de batalla de lucha ideológica contra el capi-
tal: el ciberespacio. Esta herramienta ha sido parti-
cularmente útil en ampliar nuestro campo de acción
y penetrar a otros sectores a los cuales no llega la edi-
ción impresa. Y a pesar de que es considerado un ins-
trumento vital de agitación y propaganda, no tergi-
versamos su propósito, como nos pretenden vender
los emporios de información del imperialismo, de
que las grandes movilizaciones populares se logran
solamente convocando por las redes sociales62. La so-
breutilización de estas herramientas cibernéticas
tiende a la individualización y la desmovilización,
por lo que siempre recalcamos el trabajo organizado
como forma efectiva de lucha.
La difusión de la teoría socialista y la agitación so-
cial a través de los problemas e injusticias sociales
continúan teniendo la misma vigencia en el pre-
sente que en los albores del movimiento obrero con-
temporáneo. Parafraseando a V.I. Lenin: «Sin un pe-
riódico revolucionario destinado a todo el territorio

62
El discurso sobre las supuestas capacidades de movilización y el pretendido «po-
der comunicacional y de interacción» de las mal llamadas «redes sociales», no sólo
es asumido por «los emporios de información del imperialismo» sino también por
la prensa de algunos partidos comunistas (véase, por ejemplo, en el texto de Im-
prensa Popular, p. 82) (N. de la Edit.)
104
nacional no hay Partido revolucionario». El cama-
rada Lenin fue quien, tras un análisis riguroso del
movimiento revolucionario de su tiempo y de las ta-
reas más apremiantes que tenía el mismo, delineó
los objetivos y métodos bajo los cuales debía funcio-
nar un órgano de prensa que sirviera a los intereses
y propósitos de la clase trabajadora.
A pesar de que las funciones de agitación, propa-
ganda y organizador colectivo de la prensa revolu-
cionaria siguen teniendo plena vigencia, el acceso y
velocidad a la información ha transformado en
cierta medida nuestro accionar político. En gran me-
dida se debe al desarrollo de los medios de comuni-
cación alternativo en el ciberespacio.
Para poder analizar lo más objetivamente posible
cuáles son las tareas, necesidades y mecanismos de
hacer efectivos nuestros medios de comunicación,
es importante partir de las condiciones en las que se
desarrolla la lucha de clases a nivel nacional e inter-
nacional. Los organismos de comunicación revolu-
cionarios hay que contextualizarlos, vinculándolos a
la profundización de las tareas políticas, económicas
y sociales, sobre todo orgánicas, que tiene la clase
obrera en la actualidad.
Los comunistas tenemos como tareas fundamen-
tales delinear con claridad cómo prepararnos para
los posibles (¿inevitables?) escenarios de crisis; cómo
capacitarnos nosotros mismos, y a los cuadros que
vayamos integrando, como diría Engels, en socialis-
tas científicos; cómo mantenemos vivos nuestros
medios de difusión; cómo nos hacemos cada día más
profesionales y eficientes en nuestro trabajo; cómo,
en fin, construimos esa imprescindible herramienta
revolucionaria que es el Partido marxista-leninista.
Queda pendiente, por otro lado, nuestro trabajo
105
analítico, como comunistas «no nacionalistas», so-
bre nuestras posibles, y urgentemente necesarias,
relaciones fraternales con las fuerzas más avanza-
das de las luchas políticas y sociales en Estados Uni-
dos. Muchas de éstas convergen con las luchas de las
comunidades antillanas y latinoamericanas en Esta-
dos Unidos, por sus derechos como minorías y como
inmigrantes. Debemos aspirar a forjar y fortalecer
alianzas con las organizaciones progresistas en Esta-
dos Unidos.
Por eso, la tarea del periódico revolucionario no
puede ser al azar, sino producto del riguroso com-
promiso de los cuadros políticos del Partido Comu-
nista que le reconocen su papel en la instrumenta-
ción de las políticas revolucionarias y de eslabón im-
prescindible en el vínculo con las masas populares y
del proletariado y sus aliados en particular.
Por los lazos históricos que nos unen, la militan-
cia del PCPR le envía un fuerte abrazo comunista a
nuestros/as camaradas de Tribuna Popular por su
ilustre trayectoria revolucionaria.
¡Larga vida a Tribuna Popular!
¡Larga vida al PCV!

* * *

106
Apéndice

Carta-modelo enviada por la Dirección de Tribuna Popular


solicitando el artículo para la edición especial aniversaria
de 2013, por los 65 años del periódico.

107
.

Facsímil de la portada de la edición especial aniversaria


de Tribuna Popular [Nº 216 (Nº 2.906), XI Época,
1 al 28 de febrero de 2013].

108
Artículos de Tribuna Popular (Venezuela), Rizospastis (Grecia)
y Voz (Colombia) en la edición especial aniversaria.

109
Artículos de los semanarios Nuestra Propuesta (Argentina)
y Avante! (Portugal).

110
Artículos de A Classe Operária (Brasil) y El Comunista (México).

111
Artículos de Mundo Obrero (España) e Imprensa Popular (Brasil).

112
Artículos de El Siglo (Chile), Unidad y Lucha (España)
y Abayarde Rojo (Puerto Rico).

113
.

Carta del director de Tribuna Popular al Buró Político, el 15 de octu-


bre de 2014 (PDF), sobre la cual el 20 de octubre el BP acordó: asumir
autocríticamente el incumplimiento, reunirse a las 9:00 am cada jue-
ves anterior a la publicación de TP para revisar la edición, y entregar
por escrito este acuerdo al director de TP –el cual nunca consignaron–.
Pero, «…el primer jueves (23-Oct-2014) sólo llegaron tres (3) Miembros
del BP a las 9:00am (CAq, OF, PAN) […]; el segundo jueves (13-Nov-2014)

114
sólo llegó un (1) Miembro del BP (CAq) […]; el tercer jueves (4-Dic-2014)
nuevamente sólo llegó un (1) Miembro del BP (CAq) […]; el cuarto jueves
(8-Ene-2015) otra vez sólo llegó un (1) Miembro del BP (CAq) […]; en el
Informe Político al XXIV Pleno del CC (17,18-Ene-2015) se mencionó que
debía definirse un mecanismo más óptimo [sin definirlo]; y, el quinto
jueves (29-Ene-2015) sólo llegó un (1) Miembro del BP (CAq)» («Balance
2015 y Plan de Trabajo 2016», Dirección de TP, 5-Ene-2016, pp. 7-8).

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.

Carta del director de Tribuna Popular a Oscar Figuera, secretario ge-


neral del Comité Central del PCV, consignada el 24 de enero de 2016
(PDF), desnudando con datos concretos y verificables la ligereza de sus
aseveraciones y señalando la médula de temas a debatir. De ésta no se
recibió respuesta verbal ni escrita, aunque sí arreciaron las medidas
arteras para hostigar y ahogar el proyecto de un periódico que procu-
raba hacer del PCV una genuina organización revolucionaria.

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La Editorial Aurora valora altamente
su opinión acerca del contenido, diseño
y diagramación de la presente publicación.
Igualmente, agradece cualquier otra sugerencia.

editorialaurora1917@gmail.com

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